Cátedra 1947 Jul. 30

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Cátedra del Verbo Divino. Día 30 de Julio año de 1947 Tema: ¡Dios no se Comunicará después de 1950, a través de cerebros humanos!

¡Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad!… Gloria a Dios en las Alturas y pasad Mi Espíritu Divino, de la Escala de Perfección a la de Jacob, para una vez más enviar Mi Palabra entre Mi Pueblo Bendito de Israel, en este día 30 de Julio del año 1947, alba de Gracia en que reunidos podéis encontraros en Representación de los Siete Sellos, de las Siete Iglesias que Elías, por conducto del hijo del hombre, vino a implantar por Mi Voluntad a la Tierra. Yo una vez más os recibo, os Bendigo y Perdono y por vos al Universo, en Mi Nombre que Soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. …

1. Os da la Bienvenida vuestro Maestro de maestros, en este día de Gracia. ¡Oh! Discípulos muy Amados de Mi Divinidad, os doy la Bienvenida en Mi Propio Corazón de Maestro, que mucho os ha Amado y que mucho os Ama en Verdad; para que cerca de Mi Presencia Divina, podáis oír y escuchar Mi Palabra, podáis comer de este Pan de Vida y podáis calmar esa sed que Me hacéis presente en cada día, que vais pidiéndome porque vuestra hambre y vuestra sed, no se han calmado.

2. ¡Venid a la Fuente, desbordante siempre de Aguas cristalinas y frescas!… ¡Venid a la mesa, siempre pletórica y preparada con los mejores Manjares de Mi Reino!… no habéis podido aún calmar el hambre y la sed de vuestro espíritu y de vuestro corazón; mas de Cierto y en Verdad, os digo: Ni a las aguas ni al pan, les hace falta Vida, todo en ellos está; todo lo he derramado en ellos, para vos, Pueblo; sin embargo, es que no habéis sabido Preparar vuestro espíritu, para llenarlo del Efluvio de Mi Espíritu, ¡oh, Pueblo Amado de Israel!…

3. Mas, no he de comenzar Mi Cátedra, con Reclamo para unos y para otros; como siempre, ¡oh! Mis Discípulos, Me tenéis por Amor; vengo hacia vos, porque os Amo, porque os busco incesantemente por los caminos, porque os hago el Llamado al Cumplimiento, para teneros cerca de Mi Santuario; porque os vengo apartando siempre de los peligros de los caminos inciertos, para que vuestro paso sea Firme; y entonces, Mi Auditorio Bendito, no resuenen vuestros lamentos y sollozos; porque quiero contemplar solamente en vosotros y de vosotros: El Regocijo, la Paz, la Gratitud hacia Mi Espíritu Divino… la Fortaleza refulgente, en vuestra propia carne; Fortaleza de Mi Espíritu, que va siempre al vuestro; y que, como os acabo de decir: se refleje, en vuestra propia materia. …

4. Por Amor, vengo hacia vosotros; mas, si queréis tenerme, como Maestro; como Maestro, puedo estar entre vosotros y sigo siendo Amor; si vosotros, queréis que como Juez Me presente entre vosotros, también como Juez puedo presentarme y aun siendo inexorable, como Juez, sigo siendo Amor entre vosotros; porque Yo Soy el Amor Eterno, porque Soy el Espíritu Dimanante de Amor, porque éste es vuestro principio que está en Mí, vuestro final también será ése, dentro de Mí mismo. ¡Oh! Discípulos que escucháis estas Palabras Divinas, las cuales no he dicho a los Párvulos; porque los párvulos, aún no Me comprenden.

5. ¡Venid, acercaos en Verdad, sentaos en torno de Mi Divinidad, como lo hicisteis en aquel Tiempo, cuando vine Yo a Encarnarme por Mi Propia Voluntad, -que es la Voluntad del Padre- por Amor hacia vosotros, para que pudierais contemplarme, oírme y escucharme a través de aquel humano; de aquel Hombre Divino, que fue vuestro Maestro al Manifestarse el Cristo, por labios de Jesús.

6. ¡Recordad en espíritu y en Verdad!… Concentraos en el fondo de vuestro espíritu y recordad aquel Tiempo, en que, en Verdad Me seguisteis a las riberas del Jordán, a aquellos valles, Pueblo; a aquellos huertos, al mismo desierto, a las riberas del mar.

7. Recordad cómo en aquel Tiempo, apartabais de vuestro propio corazón, el mundo; y entonces, os concretabais a escuchar a Aquel Hombre que comparaba las cosas de la Tierra con las Manifestaciones Divinas; y las Manifestaciones Divinas, con las cosas de la Tierra; que os acercaba el Reino del Padre, a vuestro propio corazón; y a vosotros, os acercaba al Padre. Que los unos creíais y los otros no, pero todos sentíais aquella Dulzura y aquella Paz del Cristo, que todos llegabais enfermos: los unos del corazón, los otros del alma… y todos recibías del Bálsamo, para vuestra sanación.

8. Y así, Pueblo, concentrándoos en el fondo de vuestro propio espíritu, unisteis vuestros pensamientos, escuchasteis aquellas Mis Divinas y Santas Cátedras, recibisteis Mis Palabras de Amor, que fueron Caricias para vuestro espíritu, recibisteis Mis Palabras, Mi Doctrina y Mi Enseñanza, que fue Mi Manifestación de Maestro; y recibisteis también Mis Reclamos, Mis Lecciones y Mis Correcciones que como Juez Divino Yo os hice.

9. Recordad que también dejé escritas sentencias y entonces tuvisteis Mi Manifestación en cuanto Juez. Ahora así vengo entre vosotros nuevamente, no contempléis estos muros que os protegen de los elementos, de la intemperie, no sea en Verdad la techumbre obstáculo para que elevéis vuestra Mirada Espiritual hacia Mi Solio, ni tan siquiera los Símbolos sean para vosotros obstáculo delante de Mi Divinidad.

10. Sentíos en Verdad, el estar aposentados en el Valle Espiritual, escuchando al Maestro de maestros, al Cristo de Dios, Aquel que desciende de su Trono, de la misma Diestra del Padre, para venir entre sus Discípulos, a recrearse; sin contemplar: su mancha, sus pecados, su desobediencia e ingratitud. …

11. Entre vosotros he venido, porque sois Mi Pueblo Amado, el Pueblo buscado por Mí en todos los Tiempos; el Pueblo Mimado, aun cuando en Verdad, os digo: Yo amo y he Amado a todos los pueblos de la Tierra, en todos los Tiempos. Sin embargo, sí os he Privilegiado, si os he Mimado, si he venido en Verdad en Tres Tiempos entre vosotros; no es porque los demás pueblos o las demás razas, hayan sido inferiores a vos, ante mi Presencia, ¡no!… ni porque a los otros pueblos de la Tierra, les Ame menos que a vos; o porque los otros, no sean hijos de Mí Mismo.

12. Pueblo, en Verdad, os digo: Con todos los espíritus que han brotado de Mi Divinidad, de las creaturas humanas que he creado, formaré Un Solo Pueblo… y a todos ellos, les llamaré; los Redimiré, les daré Cargos, les entregaré Mi Enseñanza y le Señalaré Mi Camino, por el conducto vuestro.

13. Si os escogí en el Primer Tiempo, es porque sois los Primogénitos, los primeros en los que he dejado Responsabilidad, Cargos y Ley; en los que he dejado Luz, en los que he dejado Palabras y Dones.

14. En Verdad y en espíritu, no solamente son para vosotros; sino para participar de ello, a toda la humanidad manchada; ya que en Verdad, no habéis cumplido en ninguno de los Tiempos pasados, porque sólo os habéis tomado la Heredad; y no os habéis acordado de Heredar a los demás, para hacerlos también Herederos de Mi Gracia, para hacerlos también grandes delante de Mí, para sentaros a todos a Mi Diestra.

15. Como en Verdad, os he seguido a vos, desde los primeros Tiempos, no os sintáis el Pueblo más grande y poderoso en lo Espiritual; no os sintáis el invulnerable, el invencible, no os sintáis el único, ni os sintáis el Privilegiado; sentíos el más Responsable, sentíos el Humilde, el Primero que tiene que dar la ayuda al postrero; y entonces, de este modo, Mi Pueblo, Yo más Me derramaré por vuestro conducto; porque no se ha derramado toda la Esencia, que guardada tengo para vosotros; Esencia Divina que he de derramar en gran manera, hasta finalizar el año 1950.

16. Mas, ¿por ventura Yo os privaré de Mi Gracia, después de ese año?… ¿Por ventura Yo Me ausentaré Espiritualmente de los hombres, de los espíritus encarnados, de Mi Pueblo Escogido?… ¿Dejaré en la orfandad, dejaré en la soledad extraviados en los caminos a los que se pierden?… ¡No!.. Mi Pueblo, Yo seguiré delante por vos, Yo seguiré vuestros pasos, después de ese año, como siempre lo he sido, como: Una Sombra Divina… para vos, desde el principio hasta la Eternidad… Espiritualmente, mucho os seguiré Inspirando, Yo hablaré por vuestros labios, Yo sanaré al enfermo por vuestras propias manos y con Mi Esencia en vuestra voz, resucitaré al muerto; Yo vagaré en Verdad, por los caminos de este mundo, dentro de vuestro propio corazón y Conciencia; Yo formaré con la Unión de vuestros pensamientos y vuestros corazones, Mi Verdadero Templo, Mi Verdadero Santuario Divino.

17. Entonces, Pueblo Amado, siempre Preparaos para recibirme a Mí como Padre, que Soy Amor; como Maestro, que Soy Sabiduría y Enseñanza; y como Juez también, porque como Juez, debo estar siempre entre vosotros, siempre delante de vosotros; ya que sois todavía imperfectos, Me tendréis como Juez en vuestra Conciencia, más que nunca Me tendréis en Mi Palabra y Me tendréis a lo largo de vuestra Vida y en vuestros actos, de vuestras empresas, de vuestro Cumplimiento y de vuestras faltas también. ¿Por qué, Pueblo Amado?… porque sois, los que siempre habéis estado cerca de Mí. …

18. Muchos años Yo os he enseñado en este Tercer Tiempo, he encontrado las tierras más estériles que nunca, los pedruscos se han multiplicado, la tierra se ha petrificado, la cizaña, la ortiga, el abrojo han cundido por todo el haz de las tierras, las malas plantas, los árboles que brindan frutos venenosos han sido cultivados por los hombres, las aguas se han contaminado, las Fuentes las encuentro turbias, los ríos al sequío han sido, también las flores se marchitan, Pueblo Amado, y contemplo que las plagas, el gusano roedor, las aves han caído sobre las campiñas, sobre las tierras y entonces triste el cuadro que en el Tercer Tiempo el corazón humano le ha presentado a Mi Divinidad.

19. Entonces, ha sido menester disponga Yo, -siendo el Poder- de más tiempo; tiempo, que vosotros medís por años, para que en este Tiempo Yo os hablara, para que en este Tiempo Yo apartara de vuestro corazón y de vuestro espíritu, todo lo superfluo, para que a través de los unos y de los otros Yo hiciera el Llamado a los que han de escucharme y de Servirme.

20. No han sido Tres años, como en aquel Segundo Tiempo; en aquel Tiempo, Mi Pueblo, esperé a que Aquella Carne Bendita -que vosotros contemplasteis- llegara a la edad adulta, a la edad adecuada; a su Verdadera Madurez, para poder entregar entonces -a través de ella- Mis Mejores Frutos; Frutos que en Verdad, a través de aquellos labios, de aquellos ojos, de aquel entendimiento, de aquel Corazón y aquellas Manos, de aquellos Pies, todo fue Bálsamo, todo fue Pan, todo fue Amor para vosotros; mas, Yo esperé la formación de aquella envoltura humana, para entonces, levantarme al Cumplimiento de Mi Misión Divina.

21. Tres años entre vosotros, Me manifesté; Tres años, hable incansablemente; tres años sorprendí a los pueblos, a las villas, a las aldeas, a las grandes ciudades; y Mi Nombre, la fama de Mis Prodigios, no solamente quedó en las comarcas y en las provincias de Israel, no solamente entre las turbas de Mi Pueblo, no en Verdad; el Nombre de Mi Divinidad, trascendió, llegó hasta la pagana Roma, hasta el idólatra Egipto, hasta la Persia; todos los estado del Asia.

22. En Verdad y en espíritu, los hombres se levantaron para ir en pos de aquel Prodigio, porque había espíritus Enviados por el Padre a los países, que habían de dar Testimonio de Mi Advenimiento en aquel Tiempo; y en esos Tres años Preparé, Pueblo, a Mis Discípulos, los dejé convertidos en maestros de Justicia y Amor ante sus hermanos; les Revelé Mi Justicia y Amor, les llené de Mi Gracia y los conforté para las pruebas; les mostré todo el Amor de Mi Corazón Divino, Amor que en Verdad hasta este Tiempo, la humanidad no conoce; les mostré la ingratitud humana; pero detrás de la ingratitud humana, la Nobleza y Amor de la misma humanidad, que lleva dentro, en lo más profundo de sí misma. Ya que Mi Simiente, es el Principio y Origen, de que Soy Yo, Cristo, el Amor.

23. Preparé a las multitudes y a las comarcas, todo lo dejé Preparado en el Nombre del Padre; y Tres años Me bastaron en Verdad y en espíritu, para Conmover desde las raíces más profundas en el corazón del hombre; y levanté Mi Templo, en el corazón de la humanidad; y hasta este Tiempo, he vivido en el corazón de ella misma; mas, a través de los Tiempos, han cambiado, en su avaricia y su ambición.

24. La ciencia de los hombres, ha llegado a su Tercera altura de perversidad; ya que ahora, en este tiempo, es ciencia de perversidad humana, de grandeza, de codicia, de odios, de ambiciones ciegas, de sangre y de muerte, de peste y de horror, de lamentos y de orfandad, de falta absoluta de Amor, Pueblo Amado; de egoísmo, de hipocresía y falsedad, de rompimiento de todos los lazos que Yo he dejado, de profanación en todas las Legislaciones de Mis Principios Divinos.

25. Sin embargo… ¡Heme aquí!… he venido entre vosotros y estoy hablando desde el año 1884 por el conducto de unos, de otros y de otros. Mas es la Misma Palabra, la misma Esencia, la misma Preparación, la misma Profecía, las mismas Revelaciones, Pueblo Amado, ¿para qué?… Para que os levantéis al Cumplimiento.

26. Sin embargo, Tres años no han sido suficientes. He tenido que hablar incesantemente como el necio peregrino, repetir la Lección al duro Discípulo; a cada instante y momento, contemplo que él se levanta diciéndome: -Maestro, yo Te Amo… y después, contemplo que Me vuelve la espalda, que se va lleno de Dones, que se va lleno de Fuerza; pero después, cuando le sorprende el tropiezo, el abismo en el camino, entonces llora, se arrepiente y Me dice: -¡Sí, Tú Eres, si todavía Estás, dame la mano y levántame!… y Yo que Soy Amor y Paciencia, le levanto y le contemplo diciéndole que vuelva a Mí, le siento a Mi Diestra y le digo: Sois el hijo Prodigo, que nacisteis en esta alba… y él, se Regocija; y cuando parece que todos, en Verdad, creen, -menos el Maestro- que aquel se ha Arrepentido para siempre; es entonces, cuando vuelve a caer en las tentaciones.

27. Cuántas veces he visto a muchos caer, levantarse y volver a Mí; mas en Verdad, os digo: Como Maestro, mucho he estado entre vosotros; y ya es el instante de que os levantéis por vuestra propia Fuerza, porque de Fuerza, os he revestido… en Verdad, las tentaciones se ha desatado; y son las que a cada instante, os hacen caer; pero Luchad contra ellas y vencedlas siempre en Mi Nombre, Pueblo; para que entonces, ya no os alejéis más de Mí.

28. ¿Qué tenéis que aprender de más, en los caminos del dolor, de la ausencia, de los placeres y del pecado?… ¿Qué tenéis más que experimentar lejos de Mí, lejos de Mi Campiña?… ¿Por ventura no habéis experimentado, lo que este Cumplimiento os brinda?… ¿No habéis sentido hasta lo más profundo de vuestro ser, una Alegría, un Placer Divino que experimenta vuestro espíritu, después de haber entregado un átomo de Caridad a vuestro semejante?…

29. Entonces, ¡Perseverad!… y si por un momento, habéis sentido que Mi Palabra es rutinaria, que Mi Obra no es infinita, que Mi Palabra no es todo lo Perfecta como vos lo quisierais; en Verdad, os digo: Es que no habéis penetrado en Mi Obra, es que no habéis Limpiado vuestra vida, para contemplar lo más profundo que en ella, hay; es que sois muy pequeños, pero también os digo: Tenéis Razón en ello, no he Revelado todo lo que he de Velar, no Me he manifestado con toda la Gracia y Grandeza, con que he de Manifestarme.

30. Y esto ¿por qué ha sido, Pueblo?… Por la falta de Preparación, porque habéis caído ya en frialdad, en la Familiarización, porque Yo Soy entre vosotros ya, uno más; y ya no Soy Aquel que en Verdad, os Maravillaba, os Sorprendía gratamente, os levantaba con una sola Palabra, con un Prodigio; ya sois los que olvidáis Mi Enseñanza, los que no os atemorizáis ante Mi Reclamo, los que no teméis a vuestra propia sentencia, los que no creéis las pruebas.

31. Así estáis ahora Discípulos; os contemplo fríos, os contemplo hastiados, os contemplo cansados. Algunos de los que principian, son los que Me muestran más Amor y Ahínco; mas, no pasará mucho tiempo y tomarán vuestro mal ejemplo y en el hastío, en la frialdad, en la desobediencia y en la familiaridad, caerán también.

32. Así contemplo a Mi Pueblo, voy de templo en templo, de recinto en recinto buscando a aquel que se levante lleno de Ideal, lleno de Ahínco, con el propósito de labrar las tierras que se han puesto delante de vosotros; de romper los límites que vuestra escasa Preparación, os ha señalado; y no lo encuentro.

33. Todos duermen, todos trabajan y todos hablan, pero en Verdad os digo: Algo más que esto, quiero contemplar; algo más, Pueblo Amado, ¿qué acontecimiento es?… Que caminéis, avanzando más y más, porque os habéis detenido, porque estáis trabajando y luchando en el mismo punto, sin avanzar; y es tiempo ya, de que Avancéis; porque Yo no os he dejado en un sitio, os he puesto en un Camino; y el Camino, os dice: ¡Adelante!… ¡Adelante!…

34. Israel Amado, para eso es el Camino, para caminar y Avanzar; por ello los ojos los lleváis al frente, para que caminéis hacia allá, hacia Adelante siempre, sin retroceder; por eso en Verdad, os he dado Fuerzas, os ha dado Inspiración y he despertado Ideal en vos, para que caminéis y avancéis, para que no os detengáis; y entonces, podáis llegar a Sentir Mí Presencia Divina.

35. Retenida puede encontrarse Mi Gracia; tiempo ha, Mi Esencia también, puede encontrarse retenida; y cuán pocos de vosotros, lo habéis notado; cuán pocos de vosotros, sentís esta Verdad; mas, si hoy, os lo Revelo, no es para que sintáis desmoralización en vuestro espíritu y en vuestra carne y Me volváis la espalda. Hoy os lo digo, en Verdad y en espíritu, para que despertéis y para que os levantéis; y no Soy Yo, quien ha retenido estas Revelaciones Divinas, es vuestra propia voluntad, sois vos, en Verdad, el que Me habéis detenido, el que habéis acallado Mi Verbo, el que habéis contenido Mi Inspiración Divina, el que habéis detenido Mi Voluntad y Mi Gracia para entregaros más y más, el que habéis cerrado las puertas de Mi Amor y de Mi Caridad, para vos y para el mundo.

36. Mas, ¿cómo poder Reconquistar estas Revelaciones?… ¿Cómo poder recuperar la Gracia Divina?… ¿Cómo poder Sentir, una vez más, Mis Divinas Emanaciones, el desbordamiento incesante de Mi Gracia, de Mi Sabiduría, de Mis Dones entre vosotros mismos?… Solamente con vuestro Amor, solamente con vuestra Fraternidad, con vuestro Perdón, con vuestra Sinceridad. Virtudes que no he contemplado entre vosotros; pues, sois débiles, sois muy frágiles, sois muy pequeños, pero Mi gran Amor os sostiene.

37. ¿Acaso no he sido Yo el que me he comunicado en los últimos días, en los últimos años por medio de Mis pruebas?… Sí, Mi Pueblo, Yo Soy el que Me Comunico, Yo os hablo, os entrego, os Acaricio y os ordeno también; Yo no he permitido que nadie más venga entre vosotros, porque Yo Soy entre vosotros; mas lo que os he querido decir, es esto: Que Mi Palabra, Mi Esencia y Mi Obra no os ha dado más, está estancada, se ha estacionado… la Misma Revelación Divina, se ha retenido entre vosotros, en espera de vuestra Preparación; no os Revelaré más Conocimientos, no os entregaré más, hasta que vosotros mismos os hagáis Acreedores a ello; y que Yo contemple el Verdadero Amor de los unos para los otros, la Unificación de pensamientos, la igualdad de prácticas en Mi Obra; entonces, Yo Me volveré a derramar; entonces, continuará Mi Obra entre vosotros mismos. Seguiré manifestándome en Grandeza, seguiré desbordando todo aquello que retenido puede encontrarse, ¡créalo el hombre o no lo crea!… ¡Lo creáis vosotros, o no lo creáis!…

38. Para que Mi Obra pueda levantarse, para que Mi Obra pueda Avanzar en este Tiempo que es el inicio de guerra de ideas, de doctrinas, de teorías; en este tiempo de ciencia y Evoluciones, de desafíos, solamente con vuestra Fuerza, solamente con vuestro Amor y con vuestra Unión, saldréis avante.

39. Si no estáis Unido, Pueblo, si no os dais la mano y el corazón como Mi Obra Santa os indica, vosotros seréis vencidos, seréis perseguidos y vedados para seguir trabajando por Mi Causa; caerán sobre vosotros las leyes del césar, caerán sobre vosotros los hombres de la ciencia, caerán sobre vosotros los ministros de las grandes religiones de este mundo; y al contemplar que no estáis unidos, al escuchar que los unos habláis de Mí en una forma y los otros en la otra.

40. Al contemplar que en el fondo de vosotros mismos, existen también los dioses, la mala voluntad, la discordia y que las tentaciones ha hecho nido entre vosotros mismos; ellos entonces, se Unirán y con un soplo, en Verdad os digo, os apartarán de Mi Camino. Ésta, no es Mi Voluntad; no quiero que ante esta prueba, solamente queden dos o tres que Me digan: ¡Padre, Padre aquí estamos, Te Amamos!…

41. No, Mi Pueblo, por algo os he congregado, por algo os he llamado, porque dos o tres, no se levantarán para Redimir al mundo. Mi Pueblo en conjunto, Mi Pueblo de Israel, formado por distintas razas, Doce mil Marcados de cada Tribu, Ciento cuarenta y cuatro mil en total, esos serán los que se levantarán, -unos en materia y otros en espíritu- al Cumplimiento de este gran Mandato Divino. No serán Doce, como en el Segundo Tiempo, serán Doce mil de cada una de las Tribus de Mi Pueblo.

42. No vengo a enfriar con Mi Palabra, a vuestro corazón, ¡oh! Mis hijos, solamente vengo a poneros Alerta. ¡No os vengo a amedrentaros!… Mi Ojo Divino, desde el Más Allá, todo lo puede contemplar.

43. ¡He aquí!… unos cuantos meses os restan, para que termine entre vosotros el presente año; mas, terminado el año 1947, sólo os retarán Tres años; en los cuales, Yo aún Me recrearé por medio de vuestro entendimiento.

44. Tres años que serán, Representación de aquellos Tres; en los cuales, daréis un paso hasta la Perfección, la Depuración, la Unificación; pues si así no lo hicieseis, en esos Tres últimos años, ¿qué esperáis entonces de vosotros, del mundo y de Mí?…

45. Yo os dejo estos meses para que sean de Mediación, para que sean de Preparación; para que los guías con los guías deliberen, para que el Cuerpo de Portavoces se Unifique, no en un solo templo; no los de un solo Recinto, sino todos, porque de todos Me Sirvo, para entregar la única Ley.

46. Días, en los cuales vais a deliberar lo más importante de Mi Obra y de Mi Ley, de vuestras prácticas y trabajos; para que entonces, desde la primera alba del año 1948, Me ofrezcáis un nuevo cumplimiento, un Paso más en el Camino, una Semilla Limpia que Sembréis con ahínco, en Verdad desbordante en vuestro propio corazón; un aleteo incesante, dentro de vuestro propio espíritu; un trabajo infatigable, fecundo y efectivo.

47. Preparaos, en Verdad, os dice vuestro Maestro. Preparaos, para la última alba de este presente año que descenderá vuestro Eterno Padre con Justicia, Ley, Sabiduría y Amor para levantaros, Pueblo Amado, con su Palabra; con la Fuerza y de su Espíritu, a un nuevo Cumplimiento, con el Verdadero Amor y con la Verdadera Caridad.

48. Toda Conciencia quedará Despierta y clara, cual nunca la habéis sentido; y en esa alba de Gracia, escuchad en Verdad, los que tengáis oídos para oír al Eterno Padre; Él, hará reformas entre vosotros; no a su Ley, no a su Obra, sino a vuestras prácticas.

49. Hará reformas el Padre y estad Alerta; hará reformas en todos sus Recintos, no por la voluntad del hombre, sino por su Divina y Santa Voluntad; porque muchos años ha esperado que vosotros las hagáis por Inspiración, por Adelanto, por Progreso; y no las habéis hecho, porque habéis dormido y os habéis hastiado del pan de vida y de él estáis viviendo, cuando que es la Voluntad del Padre ésta; y entonces, Él vendrá y os dirá -desde esa alba- cómo debéis de trabajar. Sin embargo, ¡ay!… ¡ay, de aquel Recinto, en donde el Padre, no hiciera reforma!… porque de Cierto, os digo: Ese Recinto, no se Preparó. …

50. Unificaos con el Recinto del Mediodía, Unificaos con el Recinto de La Fe; y daos en Verdad, vuestra mano; Unid vuestro corazón, unid vuestro Ideal, para que vuestros hijos, vuestras ramificaciones, vuestros borbotones os puedan Respetar, os puedan seguir, os puedan acatar con Obediencia y Sumisión; para que todos aquellos que han nacido fuera de vuestro regazo, se Unan a vosotros.

51. Todos aquellos que caminan, desde el primer instante en impostura, puedan ellos dejar lo que no les pertenece y tomar entre vosotros la Verdadera Enseñanza. Todos aquellos que en Verdad, lejos, muy lejos de vosotros han vivido y han estado, puedan entonces sentir vuestro Calor, vuestra Existencia; porque del Recinto del Mediodía y del Recinto de La Fe, brotarán Mis Grandes Mandatos, brotarán Mis Inspiraciones y surgirán, en Verdad, os digo: Mis Reformas. …

52. Guías de Multitudes: ¡Preparaos!… ¡Preparaos, Mis hijos!… no lloréis delante de mis demás hijos. Delicado es el Cargo que el Padre, os ha confiado; pero en este cargo, no he querido poner una espina en vuestro corazón. ¡Llenaos de Mi Fuerza e Inspiraos en Mí!… y entonces, este vuestro Pueblo, no tendrá la fuerza suficiente para arrancaros una lágrima o un sollozo.

53. ¡Sed más Fuertes que el dolor, sed más Fuertes que el ingrato, sed más Fuertes que el desobediente!… ¡Serenaos, llenaos de Mi Fuerza!… ¡Velad más!… Si algunas Revelaciones de Mi Obra no habéis llegado a Comprender, ¡venid y Estudiad!… ¡Penetrad más y más en Mi Palabra!… y entonces, vos podréis Guiar a vuestra multitud.

54. No le llevéis por camino torcido, no durmáis un momento, no descuidéis a vuestros hermanos ni un instante; no dejéis que tomen cuerpo, en ellos mismos, los malos hábitos.

55. ¡Inspiraos!… preguntadme cómo es Mi Obra, qué es lo que más Me Agrada a Mí, qué es lo que debéis Corregir, qué es lo que debéis Depurar y en qué forma.

56. ¡Sed Celosos, Fuertes y enérgicos!… mas, ¡nunca!… seáis duros ni crueles, con vuestros hermanos; la dureza y la crueldad, no son Dones del Cristo. La Energía y el Celo, sí son Dones del Cristo.

57. ¡Imitad al Cristo!… y sin dejar de ser humanos, sed Tiernos y sed Buenos; mas no permitáis impureza, mixtificación, cosas superfluas, malas ciencias, materializaciones, idolatría, fanatismo, ritos, tradiciones que en Verdad, no pertenecen a Mi Obra.

58. Nada de esto permitiréis, en el Cumplimiento ni en la práctica de vuestros hermanos; en esta alba de Gracia, Yo os despierto y os Inspiro para que os levantéis.

59. ¡Oh! Guías de Mis Multitudes: Uníos en un solo cuerpo y en una sola voluntad… y entonces, no hagáis guerra; os levantaréis, formando una Campiña en Verdad, en contra de todo lo superfluo, lo impuro, lo insano dentro de Mi Obra.

60. Todo lo que no sea Espiritual, dentro de Mis Recintos, ¡Vencedlo, en Verdad!… ¡Levantaos llenos de Celo, llenos de Energía, en contra de todas estas prácticas materializadas!…

61. ¡Llevad!… ¡Llevad, en Verdad os dice el Padre!.. ¡Purificad!… Yo os entrego una Vara de Justicia, pero sabedla usar, ¡oh! Mis hijos muy Amados; para que entonces, esta vara de Justicia, no se vuelva en contra de vosotros mismos, si mal la utilizáis.

62. Acudid al Recinto del Mediodía, llevad el Calor en vuestros propios corazones y dad Calor a vuestra Guía de guías, aquella anciana que he retenido en este mundo, que le he dejado un tiempo más entre vosotros, para que no haya caos. La habéis juzgado, ha tenido ella jueces entre su mismo Pueblo que Ama; y en el silencio de su alcoba, se ha Purificado con sus propias lágrimas; le habéis juzgado en Verdad, cual mujer débil, habéis censurado sus determinaciones; y entonces, el Maestro, os dice: Habéis lacerado su propio corazón… mas, Yo he permitido que entre vosotros siga, porque si de la Tierra le levantara, en Verdad y en espíritu, ¡ay!… ¡ay, de vosotros!… ¡créalo el hombre o no lo crea!…

63. Tenéis delante de vosotros, a vuestro hermano José; y él también ha sido reo entre vosotros mismos y le habéis juzgado, le habéis censurado su dureza; y con ello habéis lacerado su propio corazón; mas no le he levantado, porque no he querido en Verdad, ocasionar el caos, les he dejado más sobre la Tierra, representando Mi Obra, llenos de imperfecciones, de flaquezas humanas, de debilidades, de defectos; mas, dentro de todo ello que vosotros contempláis, Yo contemplo en ellos el Amor, la Buena Voluntad para Servirme, la Fuerza, la Fe y la Confianza en Mi Divinidad, la Fuerza inquebrantable de seguir delante de este Pueblo, hasta el final.

64. Voy a levantarles también, no de este mundo, voy a levantarlos para que en Verdad, en esos Tres años, Tres albas de Luz y de Gracia que a confiarles voy; ellos les aprovechen, ellos se Unan en Verdad, ellos os Inspiren, Velen hasta el último de vosotros, cuiden de todo; y al venir entonces, puedan presentarme una Obra, una cosecha Digna de Mi Divinidad.

65. ¿Podría el Padre, en el año 1950 recibirles a ellos, si no se os han Unificado?… ¿Podría el Padre, recibir el Cumplimiento de ellos mismos, si vosotros no podéis presentar ese Cumplimiento?… ¿Podría el Padre, recibirles y Bendecirles en aquel día, si ellos no han apartado la confusión, la división, la impostura, todo lo superfluo que en Verdad reina, entre Mi Pueblo de Israel?… ¡No, en Verdad!…

66. Por eso entonces, considerad cuán grande es la Responsabilidad de esos corazones, cuán grande es el trabajo y la Lucha que les espera; y así el Maestro, os dice, para que vosotros colaboréis, para que les Ayudéis.

67. Cada uno de vosotros, tiene un Cargo, tiene una Misión, tiene un papel que desempeñar dentro de Mi Obra Bendita.

68. No seáis una carga para ellos, no seáis una espina ni un obstáculo. ¿Cómo podréis Ayudarles?… Cumpliendo cada quien y cada cual, en vuestro sitio y con su Cargo, no con su Cargo fuera de su sitio; ni en su sitio, con otro cargo.

69. ¡No, Mi Pueblo!… Comprended al Maestro y de esta manera, facilitaréis el Cumplimiento y el Avance de estos corazones que por instantes se acercan ante Mí en espíritu y Me muestran su Ideal, su deseo de Progreso, su deseo de Redención, su Anhelo de Salvación de todos.

70. Porque, Me dicen: -Padre, estamos engañando a la humanidad, no hemos apartado, -en Verdad- la venda que en ellos está; no les hemos mostrado, un Ejemplo Verdadero; ellos se han apartado de un camino incierto, de un camino de tiniebla, de un camino de fanatismo y han penetrado en un camino en el cual, solamente Tú brillas; en el cual, solamente Tú estás primero; nosotros, no estamos Preparados, nosotros no nos hemos Limpiado; nosotros entregamos, con la diestra el Trigo y con la siniestra la cizaña; nosotros entregamos con los labios, la Palabra de Amor; y con el corazón, la falta de Amor, el egoísmo, la mentira y la hipocresía; nosotros, mostramos la sonrisa en la faz, pero -detrás de esa faz- solamente existe la falsedad. …

71. Así Me dicen ellos, en espíritu, porque contemplan a su Pueblo que duerme, a su Pueblo que se ha conformado con Mi Palabra, a su Pueblo que en Verdad, no siente alentar en él, el Ideal del Progreso y de Evolución.

72. Así Me dicen, ¡oh! Mi Pueblo de Israel, mirad que el Maestro os habla, haciendo enronquecer estas materias, por las cuales Me vengo a Comunicar para que bien despertéis, para que no escuchéis Mi Palabra como siempre la habéis oído y escuchado: De costumbre… ¡como un deber, como tomar el pan de cada día!…

73. ¡No, Mi Pueblo!… ¡Ya que la Presencia del Padre, -en esta forma- nunca se detuvo; y después de Mi Partida, nunca se volverá a tener!….

74. ¡Bienaventurados los que no se han familiarizado con Mi Presencia en esta forma!… porque ellos, serán los que en Verdad, -después- darán el mayor Testimonio de Mí y hablarán mejor de Mi Palabra.

75. Labriegos muy Amados: Antes de Mi Llegada hacia vosotros, ¿qué erais en la Tierra?… Os hice el Llamado, cuando llegasteis ante Mi Presencia, de ello dudasteis; Me sujetasteis a prueba, una prueba os di y por la prueba Me creísteis.

76. Apartasteis de vos, el dolor y la miseria; Limpié vuestros ojos… y entonces, pudisteis contemplarme; y dijisteis: -¡Maestro, cuando Tú lo quieras haré Pacto Contigo; cómo he de apartarme de Ti, si eres Mi Paz, y has sido Mi Salvación!.. Y entonces, vosotros mañana, de Cierto seréis solamente Fuertes, al dejar de ser menesterosos en los caminos de la Tierra.

77. En un instante, Yo os transformé; en un instante, Yo os convertí en Mis Elegidos; en un instante, os hice los primeros y os senté a Mi Mesa; Yo os llamé Mis Labriegos, puse en vuestras manos la mejor Simiente del Reino, la Simiente que hasta hoy, no ha Comprendido vuestro propio corazón; y entonces, os sentisteis que erais ya Algo, que Significabais Algo en Verdad, delante del Padre; y Algo también, delante de la humanidad.

78. Algunos de vosotros, habéis permanecido en Humildad; otros, os habéis engrandecido vanamente, porque es condición humana, el tener algo, para creerse y sentirse grande.

79. Mi Enseñanza, os ha hablado y siempre os he dicho: Mientras más tengáis y mientras más os ensalce Yo y os dé, sed vosotros más Mansos y más Humildes… y sed siempre los últimos; mas no busquéis el último lugar, para llamar la atención, porque haríais alarde de humildad; y entonces, no será Sincera vuestra humildad, será únicamente vanidad.

80. Sed vosotros Humildes, con la más Sincera Humildad; porque bien podéis estar en el mejor lugar y ser el más Humilde, como podéis estar en el último lugar y ser el más soberbio y el más hipócrita.

81. Llevad en vuestro corazón, la Verdadera Humildad; nunca digáis: -Yo deseo que el Padre, me entregue… ¡No lo digáis!… Si lo deseáis, ¡Preparaos!… y cuando Yo contemple que sois Acreedor a ello; entonces, os lo daré. ¿Qué puede haceros acreedor, a todos Mis Dones?… Vuestra Humildad y vuestra Preparación. …

82. Labriegos muy Amados, que lleváis esta Simiente Divina: ¡seguidla Sembrando!… ¡Bienaventurados los que habéis recogido las lágrimas, el dolor, la miseria, la ignorancia y las tinieblas, de vuestros propios hermanos!… porque en ellos, habréis dejado: La Luz, la Paz y la Confortación. …

83. Unos Me seguirán pronto, los otros después; pero esa Simiente que habéis Sembrado en el corazón humano, tarde o temprano germinará, florecerá y fructificará; no os desesperéis, no nombréis ingrato al corazón humano, antes de tiempo; no prejuzguéis porque habéis sembrado en alguien y pronto habéis recibido la Fe de él, pero cuantas veces, ha sido una Fe aparente; y en otro, habéis sembrado y habéis contemplado que aquel corazón, ha permanecido duro, indiferente, os habéis alejado nombrándole: ingrato, duro y ciego… pero ha pasado el tiempo y después, le habéis contemplado a aquel, pisando ya, vuestro mismo Camino.

84. Por eso, Sembrad con Amor; Sembrad, creyendo que esta Simiente, tarde o temprano germinará, florecerá y fructificará; porque os digo, esta Simiente de Mi Divinidad, no es como las semillas de la Tierra que pueden enfangarse, que pueden pudrirse en los caminos de la Tierra. ¡No!… Esta Simiente, no muere; esta Simiente, no es perecedera; esta Simiente, tiene Vida Eterna. ¡Sembradla, entonces, con todo Amor en los unos y en los otros!… sin fijaros a quien, todos son vuestros hermanos, todos son vuestros semejantes; todos tienen necesidad de vos, porque en vos, ven lo que a ellos, falta les hace.

85. Mas, si ellos, no lo supieran recibir en su oído, en su corazón, en sus manos, en su envoltura, no temáis; entregadles, con el pensamiento; y ellos, recibirán también. Mas, si pudieseis de materia a materia, entonces hacedlo así; y convertíos ante ellos, en el Amigo, en el Hermano, en el maestro también, sin hacer alarde de ello en ninguna parte.

86. ¡No digáis que sois Mi Discípulo, no digáis que sois Mi Labriego, no digáis que sois maestro de vuestros hermanos, no digáis que vos sabéis mucho!… ¡No, en Verdad!… Id Humildemente, haciéndolo en Mi Nombre, si lo podéis pronunciar con vuestros labios, para que aquellos os escuchen; y si no, solamente con vuestro pensamiento, invocad Mi Nombre y Mi Poder; y Yo, por vuestro conducto, Me Manifestaré ante ellos.

87. Mi Campiña, no solamente está en Mis Recintos, Mi Campiña se extiende Más Allá de los Recintos implantados por mí, está en vuestro propio corazón, en vuestro hogar, en los caminos, en las aldeas y en las comarcas, en los hogares extraños para vos, los unos regios, los otros pobres. Vuestra Campiña, está también en el Valle Espiritual álmico, ahí están también los que necesitan de vos; vuestra Campiña es grande y esa campiña se divide en Verdad, en Parcelas; y cada cual de vosotros, posee su Parcela. ¡Sed Cuidadosos y Celosos de Ellas mismas!… ¡Respetad la Parcela de los demás!…

88. ¡Nunca desmintáis, lo que otro de vuestro hermano dice!… ¡Nunca destruyáis la obra de vuestro semejante!… ¡No cojáis la Porción de otro; no en Verdad, Mis hijos!… ¡Yo a cada quien le he dado su Heredad; y es Perfecta esa Herencia, es grande y es Infinita!… Entonces, todos Reconoced, todos Amaos en Verdad y formad Un solo Cuerpo y Una sola Voluntad, cual es esta Simiente que os he confiado.

89. Labriegos muy Amados. ¿Cuál es la semilla que habéis sembrado, desde el instante en que Yo la confié?… La Simiente de Amor. … Del Amor, brotan: La Caridad, la Salud, la Sabiduría, el Sano y Buen Consejo, la Regeneración y todas las Virtudes. … ¡Todas las Virtudes, dimanan del Amor!… y esa excelsa Simiente, Yo os he confiado.

90. Cuando contempléis en vuestro camino, a aquellos que se dicen Mis Labriegos, sin serlo; aquellos que han nacido fuera del Seno de la Obra del Padre, aquellos que han nacido fuera de Mis Recintos, que van pregonando en Mi Nombre; que van sembrando, no Mi Simiente de Amor; sino su propia semilla y que van llenando su alforja de monedas a cambio de la impostura, de la maldad, del engaño; en Verdad, os digo, no selléis vuestros labios. Con Amor, detened a vuestro hermano en su camino. Habladle en Mi Nombre, Enseñadle los Dictados de Mi Ley y decidle cómo debe Trabajar en Mi Obra.

91. Hacedme el Llamado a Mí, que Yo Soy el que Ordena, para que podáis detener el avance de ese mal que es muy peligroso, que es una amenaza muy grande para Israel; porque Yo os he dicho, que: Al finalizar el año 1950 dejaré de Comunicarme a través de los cerebros de Mis Pedestales, de Mis Labriegos que fueron Mis Interpretes… y después, Me Comunicaré de Espíritu a espíritu, según sea vuestra Preparación y Limpieza espiritual.

92. Mas, ¿qué van a hacer, aquellos que están lejos de vuestro seno?… Ellos seguirán invocando Mi Rayo; y no será Mi Rayo Divino, el que se presente; ellos hablarán y sus videntes darán falso testimonio de Mí, y harán Prodigios también y sanarán a sus enfermos, sus componentes penetrarán en aparente inspiración; y ellos dirán que Mí Mundo Espiritual sigue trabajando a través de su cerebro; ellos entonces, se befarán y burlaran de vosotros, dirán que vosotros sois los retenidos, que el Padre retuvo su Gracia Divina de entre vosotros; y sembrarán la confusión entre la Humanidad. Ellos se levantarán hacia las naciones, sembrando de antemano la impostura, el principio de la tiniebla, llena de Fuerza, llena de ímpetu; y lo harán de comarca en comarca, de nación en nación, llevando la impostura, los lazos de las tentaciones; antes, de que vosotros paséis.

93. Tiempo es ya que os levantéis, porque el mundo presto está a venir hacia Mí y os encontrará para interrogaros; para escudriñar, no solamente Mi Palabra, porque Mi Palabra será Limpia en vuestros labios; pero ésta, no tiene Méritos, Pueblo; Mérito tendrá, el que contemplen, que escudriñen vuestros actos de Valor, vuestras prácticas, el Cumplimiento que vos les deis a los Dictados de Mi Ley Divina y a las legislaciones humanas; si las encuentran Buenas, Virtuosas, Morales y Limpias, entonces sí habréis dado Testimonio de Mí con vuestros hechos; con obras, que es lo que Yo quiero, que es lo que os pido Pueblo, porque en Verdad si solamente con Mi Palabra el mundo se Salvará, ya Moisés por Mandato del Padre os entregó los Mandamientos de la Ley en el Primer Tiempo; ya vine Yo, Cristo, en el Segundo Tiempo y grandemente os entregué Mi Doctrina, Mi Amor y Ternura. No basta solamente esto, Pueblo, es menester que el mundo reciba por vuestro conducto; es menester que vos, -que sois Mi Escogido- os levantéis como aquellos Doce se levantaron en el Segundo Tiempo y Cristianizaron a la humanidad entera.

94. ¿Con qué, Pueblo?… ¿Acaso solamente lo lograron con Mi Palabra, en sus labios?… ¡No!… Ellos lo hicieron con sus hechos, con sus obras, con su Amor, con sus sacrificios, con su existencia humana y su sangre. Así, Pueblo, también tendréis que levantaros vos; mas, vuestro Sacrificio no será de sangre, no será vuestra existencia material, no será ni vuestra sangre, ni toda vuestra existencia en lo humano que Yo os exijo para que Redimáis al mundo en esta Era. Lo que Yo os pido es vuestra Sinceridad, vuestra Espontaneidad, vuestras Virtudes, es vuestro Amor, Pueblo Amado, es lo que os pido; que os Regeneréis, que vuestra existencia humana sea Sana y Buena, que vuestro pensamiento sea Limpio, que vuestro corazón sea Sano; que esté convertido en Fuente de Caridad, de Amor, que sea una puerta abierta para que en él penetren los menesterosos a tomar en vos, lo que en Verdad Yo he sembrado.

95. De este modo, cuando el mundo os escudriñe, -que muy presto será- entonces vos con vuestras obras, podréis hacer que él Me Crea; y entonces, Elevará sus ojos a los Cielos y dirá: -¡Padre, esta Obra no es una Doctrina más, no es una teoría más, no es una idea más del hombre; no es tampoco una perturbación mental, no es una Revelación de “aparente luz” imbuida por un ser en tinieblas; eres Tú, porque Tú has formado un Nuevo Pueblo; y este Pueblo, con su Verdad, con su Mérito, con su Amor y Caridad, está dando Testimonio de Ti; y en Ti, creemos!…

96. No quiero que el mundo os acuse, ni delante de los jueces de la Tierra ni delante de Mi Justicia. No quiero que el mundo sea, el que os obligue a tomar Mi Obra. Sed vos mismo Mi Pueblo, Inspirados en los Dictados de Mi Ley Divina, sed vos mismo el que os Corrijáis y ayudéis a Corregirse a vuestros hermanos; no esperéis en Verdad, a que las legislaciones del mundo caigan sobre de vos mismo. No esperéis que los hombres de la ciencia y los de las religiones, vengan a Corregiros; no esperéis que vengan a befarse de vosotros y con Razón; no esperéis que ellos se levanten -ante vosotros- como vuestros maestros.

97. ¡No, Pueblo!… ¡Antes, vos levantaos!… antes, que ellos lleguen, para que podáis presentarles Mi Obra, tal cual es; para que vuestras obras, sean parte de Mi obra, porque de Cierto, os digo: Hasta hoy, la obra que habéis presentado, todavía no es Mi Obra. Mi Obra, es todavía más grandes, más Sublime, más Pura, más Santa, más Infinita, más Sabia; y lo que vosotros con vuestra Preparación y con vuestras prácticas habéis presentado al Pueblo, no es todavía Mi Obra, es apenas un pequeño reflejo de lo que es Mi Obra; para que entonces, vuestras obras formen parte Mi Obra; y Mi Obra, esté en vuestras pequeñas obras.

98. Pueblo, ¡Levantaos, Regeneraos, Limpiad todo lo que manchado hay en el Camino!… entonces, el mundo Me creerá.

99. Labriegos, Yo os he sujetado a dos manifestaciones de Mi Ley: los Dictados de Mi Ley Divina y las normas de la Legislación humana… os he entregado las Herramientas Espirituales para Trabajar en Mi Campiña y os he entregado las Llaves del Trabajo también, para que labréis el pan con el sudor de vuestra frente; mas, por instantes, la mano del hombre, Agraciada se ha extendido para hacer la Caridad con vosotros. ¡Benditos seáis, los que habéis sabido recibir la Caridad y antes, la habéis hecho!… pero Yo, os digo: ¡No quiero que delante de Mi Justicia, el mundo os acuse de haber puesto precio a Mi Obra, de haber lucrado con ella!…

100. Tiempos muy próximos están por llegar, Pueblo muy Amado, en que el mundo busque esta Obra para penetrar en ella; busque vuestras flaquezas humanas, para poderos perseguir, para poderos acusar y censurar. ¡Alerta, Mi Pueblo!… ¡Alerta, Mis hijos muy Amados!…

101. Yo desde Mi Alto Solio os Bendigo y aumento vuestro pan, vuestro denario, vuestra vestidura y vuestra techumbre, para que no sea el mundo el que os censure, no sea el mundo vuestro juez, ni en el mundo encontréis tentaciones de esta naturaleza.

102. No os sintáis heridos, Guías de multitudes; vivid Alerta, Labriegos muy Amados. ¡Alerta!… No mezcléis, como os he dicho en esta alba de Gracia y muchas veces: ciencias malas, a vuestras prácticas…

103. ¡Mirad cuán Puro es Mi Mundo Espiritual de Luz, mirad cuán Elevados son Mis hijos Amados que Yo os he concedido cual Protectores!… no les habéis Reconocido, no habéis tenido aún Caridad de Ellos mismos; pero tenedla ya; dejad que ellos practiquen -a través de vosotros- los Dictados de Mi Ley Santa y Pura. ¡Dejad que ellos, en Verdad, hagan Prodigios y Maravillas, con su Palabra y con su Fluido Espiritual!…

104. Ved que no os habéis Reconocido todavía, ¿por qué pedís a Mi Mundo Espiritual, el medicamento material?… ¿Por qué exigís que Mi Mundo Espiritual, descienda entre vosotros, hacia el plano de más materialidad, para que él busque en la Tierra los medicamentos y Sane vuestros males?… Tiempo es ya de vuestra Preparación, para que Mi Mundo Espiritual con ese Fluido -que es Poder, que es Potestad de Mi Espíritu Divino- haga Prodigios entre vosotros.

105. Yo haré que los ciegos vean, que los leprosos se limpien, que los paralíticos anden también con ese Fluido Espiritual. Yo con ese Fluido, Sané al enfermo en ese Tiempo; y esta Potestad de Sanar, Yo la entregué a los Doce Discípulos; y ellos sin ser médicos en este mundo, sanaron a los enfermos, instruyeron a los hombres, dieron vista a los ciegos y sorprendieron a la humanidad.

106. ¿Acaso el Cristo que estaba encarnado en Jesús, en el Segundo Tiempo; no es el mismo Cristo, que hoy, os habla?… ¿Los Discípulos, he aquí, recibieron Dones que vosotros, no habéis recibido?… En Verdad os digo: Así como a aquellos Doné, también a vosotros vengo a Donar; y Aquel que estuvo entre vosotros, hoy lo está también.

107. ¿Por qué no practicar con Pureza, esta Obra Sacrosanta?… Yo, os digo: Labriegos, vengo con estas Mis Palabras a despertar un Ideal de Progreso entre vosotros; y a despertaros también, para que estéis Alerta en esa alba de Gracia, última del presente año, en que el Padre, venga a hacer reformas entre vosotros. ¿Me habéis comprendido, Mis Labriegos?…

108. Elevad cinco minutos de Oración, Elevad vuestros cinco minutos de Oración por los ausentes, por los que Me han volteado su espalda. Pedid por aquellos que no practican Mi Obra, conforme son los Dictados de Mi Ley; por los confundidos, por los que mezclan las tinieblas con la Luz, lo superfluo y malo con el Amor. Pedid por (Mis Recintos) que cuales Arbolillos se pueden encontrar, pedidme por los árboles que dan malos frutos, pedidme la Fuerza para vuestros Guías, pedidme Luz y más Luz para Mis Labriegos, y en este instante Mis hijos, Yo recibo vuestra Oración.

109. ¡Benditos seáis, Discípulos de Mi Divinidad, que por Mis Palabras habéis llegado a Comprender que la Lucha más grande, no la tenéis fuera del Pueblo de Israel, sino dentro; que la Lucha, no es fuera de la Campiña, sino dentro de vuestra propia Campiña.

110. Recintos: Me preguntáis, ¡oh! Guías, ¿cómo serán tales reformas?… Y el Maestro, os dice: No toméis iniciativa, sin antes consultar a Mi hija Manuela y a Mi hijo José, porque si así, no lo hicieseis; entonces, volveréis a caer en el mismo error, en que ahora estáis: Desunidos los unos de los otros. …

111. Antes de que se acerque aquella alba Bendita de Gracia, Congregaos en el Templo del Mediodía que lleva por nombre Damiana Oviedo y en el Templo de La Fe, llamando a Mi Mundo Espiritual, a Mis Siervos muy Amados; para que Ellos, os instruyan y deliberen; y estad Preparados, porque del Templo del Mediodía de nombre Damiana Oviedo y del Templo de La Fe, brotarán esos grandes Mandatos.

112. Guías: ¡Estad Unidos!… Portavoces: ¡Estad Unidos!… Piedras Fundamentales: ¡Formad un solo Cuerpo!… ¡Todos, estad Unidos!… para entonces.

113. Yo, -en este instante- os doy Mi Caricia, os doy Mi Bálsamo y Mi Consuelo, recibo en lo más profundo de Mi Corazón Divino, el listarío que Me hacéis presente; vuestras cuitas, vuestro Cumplimiento, todo sea Conmigo.

114. Yo os Bendigo, a los unos y a los otros, Yo Me Recreo contemplando a los demás, viviendo en este Camino; Camino, que por instantes es duro de andar; Camino, que por momentos en Verdad, detiene vuestro paso, porque se presenta una encrucijada, una prueba o un abrojo; pero la Oración, la he dejado, es la Comunicación Espiritual con Mi Espíritu Divino; y en este momento, todo lo resolveréis y lo recibiréis, grandemente de Mí.

115. ¡Revestíos de Mi Fuerza, de Mi Paz y de Mi Gracia!… ¡Levantaos a un Cumplimiento!… que por vosotros, presentes muy Amados, Yo he recibido a los ausentes, ¡créalo el hombre o no lo crea!… Yo os Bendigo y Perdono en esta alba de Gracia, en Mi Nombre que Soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. …

(Una hermana, entrega su Videncia)

116. Yo te Saludo, Maestro Divino, para darte infinitas Gracias, por lo que me has permitido ver. Contemplé a Tu Divinidad en forma de un niño, abrazando un cordero muy blanco; veo que le haces la señal de la cruz, en su cabeza; y como ese cordero muere, se hace pan para nuestros labios. Me permites ver que el Pueblo, se forma en un corazón muy grande, se abre una puerta y entra una Luz, formando Paz. Después me permitiste ver lo que nosotros llamamos la plaza de la Constitución, en una gran laguna; pero está cenagosa, vi que de ella se desprendieron también muchos caminos y van a los sembradíos materiales, aquellas aguas corrompen los sembradíos y se pudren todas las cosechas. Vi que los Labriegos materiales, estaban disgustados; se levantaron en contra del corazón que Tú has puesto presente a la nación y vi cómo aquellas multitudes se aglomeraron y con grandes piedras le azotaron a aquel corazón que va a la cabeza de esta Nación. Vi que por momento Medita, se entristece, y Tú viendo aquel grande conflicto, Tu Divinidad se aposenta a Librarlo de aquella laguna; vi que en mano hay un elote, como nosotros llamamos; y vi que se desgranó en Luz y aquella Luz, iluminó aquellos caminos; vi que se pasó aquel conflicto de aquel corazón que va delante de nosotros; y al instante, entregaste una rosa muy blanca. Aquella flor se desbordó en ese entendimiento, formando un gran papel donde no hay letras, y él no sabiendo que hacer, ni cómo calmar a aquellas multitudes, les enseña el papel limpio, las multitudes se disgustaron; pero grande es su sorpresa cuando vieron de aquel papel, que brilló una Luz muy Blanca. Vi también dentro de aquella laguna, un hombre remando y tomó las vestiduras del Labriego; vi que abrió sus mandíbulas y se rió; y cada vez que es en él, la risa, aquellos Labriegos se hunden en la desesperación. … Esto es lo que Me has permitido ver. ¡Gracias infinitas te doy, por Tu Caridad!…

[Análisis por el Divino Maestro]

117. ¡Bendita seáis!… Pequeña que hacéis un esfuerzo por penetrar en lo Espiritual; vuestro Testimonio Yo lo dejo en este instante a Mis Discípulos, para que ellos lo Analicen; y a vos os Conforto, os Preparo con Mi Luz; pues si pruebas nuevas encontraseis en vuestro camino, sed Fuerte ante ellas, que después de cada prueba, habréis encontrado mayor Fuerza y Luz en vuestro espíritu. Yo os Bendigo y Perdono, en Mi Nombre que Soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. …

118. Pueblo Amado, que habéis Unido vuestro pensamiento en este día de Gracia, para escuchar Mi Palabra. ¡Recibid Mi Caricia Divina, Mi Perdón y Bendición!… Todo cuanto me habéis presentado, le he contemplado. ¡Levantaos a vuestro Cumplimiento y sentid Mi Paz!…

119. ¡Oh! hijos muy Amados, el mundo se Prepara, se dispone; no para la Paz, no para el Amor, Mis hijos; sino para la destrucción. Destrucción, de la cual brotará el ¡ay! de dolor más grande, de amargura; la amargura, más grande que haya apurado esta humanidad.

120. Mas, Yo os Preparo a vosotros, ya que sois el Sabor de la Tierra. Yo os Preparo a vosotros, que sois y seréis en lo sucesivo, más y más leche y miel para la humanidad. … ¡Mi Paz sea con todo el Universo, Mi Perdón y Mi Bendición también en todas Mis Creaturas, en Mi Nombre que Soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo!…

¡Adiós, Pueblo Amado, la Luz y la Paz de Mi Espíritu, quedan entre vosotros!…

México, D. F., a 30 de Julio de 1947

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