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Cátedra del Verbo Divino. día Miércoles 21 de Enero de 1948 Tema: ¡El Tercer Tiempo será el último de Comunicación Divina con palabra humana!
¡Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad!… Gloria a Dios en las Alturas y pasa Mi Espíritu Divino de la Escala de Perfección a la de Jacob, para una vez más desde ahí enviar Mi Palabra entre Mi Pueblo Bendito de Israel, en este día 21 de Enero de 1948, en que reunidos y congregados podéis encontraros, ¡oh! Pueblo Amado, en Representación de los Siete Sellos, de las Siete Iglesias que Elías, por conducto del hijo del hombre, vino a implantar por Mi Voluntad a esta Nación de la Tierra. … Yo os Bendigo, y os recibo en esta alba de Gracia y por vos al Universo entero, en Mi Nombre que Soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. …
1. ¡Israel, Pueblo Escogido por Mi Voluntad Divina!… ¡Bienvenidos seáis ante Mi Regazo Celestial!… ¡Bienvenido seáis ante Mí en este instante, porque Yo siempre os he llamado y os he esperado!… Mi Espíritu Divino se recrea con vuestro corazón, porque Estoy mirando que paso a paso Me vais Reconociendo y Me vais Comprendiendo.
2. Hoy Me tenéis solamente en Palabra, hoy solamente oís y escucháis Mi Voz, una Voz que viene a filtrarse a través de un receptor cerebral, a través de un cerebro torpe y humilde.
3. Hoy solamente Me escucháis en Amor, en Caridad, que vengo a brindaros por medio de Mi Palabra Celestial. No podéis mirarme, Israel, porque aún impreparados podéis encontraros; no tenéis la Visión Espiritual Desarrollada para mirarme, ni tan siquiera para contemplar Mi Silueta, porque aún os hace falta la Preparación Espiritual; pero Me doy cuenta que, os habéis conformado tan solo con escuchar esta Voz que, cual Campana sonora en este Tercer Tiempo se encuentra echada a vuelo para hacer el Llamado a todo aquél que tenga Conciencia de que quiera Vivir la Vida Eterna.
4. Con eso Me conformo, Israel, con que vosotros, en Verdad, escuchéis y Acatéis Mi Palabra, con que vosotros la toméis en vuestras manos y la repaséis y guardéis en el fondo de vuestro corazón. No quiero ningún sacrificio de vosotros, no quiero que hagáis penitencia en este mundo. Tan solo quiero que Aprendáis y Creáis en Mí sobre todas las cosas, que Me Améis sobre todas las cosas y que después os Améis de los unos a los otros.
5. Porque entre vosotros, en Verdad, en Complacencias, Me he Manifestado. Cuando vosotros Me habéis pedido, Yo os he entregado. Cuando vosotros Me habéis hablado, Yo os he Escuchado, Pueblo Amado.
6. Y he venido en pos de vuestro llamado… y Me he acercado al rincón de vuestra alcoba con Humildad, con Sencillez. Nada he pasado desapercibido para vuestras súplicas, para vuestros ayes de dolor, porque al instante Me he acercado y os he entregado lo que os hace falta en este mundo para el Bien de vuestro espíritu y de vuestra materia.
7. Hay quien, en Verdad, en este instante Me dice: -¡A mí, no me has entregado lo que yo te he pedido!… y Yo, puedo deciros: No os he entregado lo que Me habéis pedido, porque solamente ha sido para perderos en este mundo, que son las riquezas, los metales de esta Tierra.
8. Dolor y sufrimiento, Me habéis costado; y no quiero que os perdáis; quiero venir a Salvaros, para después de esta existencia humana; para que así os sentéis Conmigo a Mi Diestra y que Viváis siempre, hasta la Consumación de todos los siglos.
9. Por ello, no os he entregado todo lo que Me habéis pedido, porque ¡jamás he venido a entregar en el mundo, las riquezas materiales a Israel!… a Mis hijos Escogidos, en todos los Tiempos. Yo he venido solamente, a entregaros la Riqueza Espiritual; he venido a brindaros Mi Diestra, la Paz para vuestro espíritu; y vosotros, no Me habéis Comprendido, Mis hijos muy Amados.
10. Yo no os he entregado, la perdición para vuestro espíritu. ¡No, en Verdad, jamás Me lo pidáis!… porque ¡jamás!… Yo os lo entregaré.
11. ¡Pedidme la riqueza, para vuestro espíritu; y al instante, Yo vendré a entregárosla!… ¡No os preocupéis por el Bienestar de vuestro cuerpo; preocupaos por la Paz de vuestro espíritu, después de la existencia humana en este mundo!…
12. ¡No engalanéis a vuestra materia y tengáis desnudo a vuestro espíritu; es preferible que Engalanéis a vuestro espíritu, aunque vuestra materia se encuentre desnuda, Pueblo Amado de Israel!…
13. A cada instante, vengo a hablaros Claramente. No vengo a hacer uso de otro idioma, para hablaros en esta Tierra. ¡No, en Verdad!… Vengo a hablaros en la forma en que vosotros, Me Comprendáis; en vuestra propia lengua, para que no os confundáis o paséis desapercibida la Palabra de Mi Espíritu Divino.
14. Vengo a daros la última oportunidad, en este Tercer Tiempo, Israel. Quiero que Me Comprendáis, Mis hijos, quiero que unos instantes recorráis vuestra Conciencia y os pongáis a pensar lo que el mañana venga en Verdad, hacia vosotros.
15. ¿Si es Justo, que caminéis como siempre habéis caminado en este mundo, pasando desapercibida Mi Palabra, Mi Ley; la Ley que en todos los Tiempos, siempre os he entregado?… ¿Si es Justo que vosotros caminéis conforme es vuestra voluntad, conforme es vuestro capricho, formando vuestra obra y destruyendo la Mía?…
16. ¿Cuál es Mi Obra, Pueblo Bendito?… ¿Qué es lo que en todos los Tiempos, Yo siempre he venido a entregar a todos vosotros?… ¿Qué es lo que vine a hablaros en el Primero y Segundo Tiempos?… ¿Qué es lo que el mundo, ha hecho de Mi Obra, de Mi Ley que Yo he entregado blanca, como los ampos de la nieve?…
17. Contemplad que Mis hijos, han pasado desapercibida Mi Palabra en todos los Tiempos; Mi Palabra, que dejé impresa en los corazones que Me escucharon y que pudieron mirarme con sus ojos materiales, que pudieron contemplar los Prodigios, las grandezas que Yo pude haber entregado en el lejano Egipto.
18. Contemplo en Verdad, que Mi Ley, solamente ha sido mancillada, censurada, manchada y pisoteada, que os han ocultado la Verdad, que os han enseñado Mi Ley en diferentes formas de cómo Yo siempre he venido a Enseñárosla; que cada uno se ha levantado para formar sus ritos, sus costumbres y sus propias religiones.
19. Por eso en los Tres Tiempos, Me habéis tenido con vosotros, Pueblo Amado. No es el instante en que Yo someta al mundo a un juicio. No, Pueblo. Todavía Estoy dando un Tiempo más, una Oportunidad más, para que el mundo se Levante y Cumpla como es Mi Voluntad. Por ello, en este Tiempo, Me tenéis vosotros en esta forma. ¡Créalo el hombre o no lo crea!…
20. Desde el año 1866, desde ese instante, se encuentra Mi Manifestación en la Nación Mexicana, en la Nueva Jerusalem, en el Puerto de Salvación que Yo viene a escoger por Mi Voluntad, para derramarme como Aguas Cristalinas sobre todo espíritu sediento y hambriento en este Tiempo, para tocar la Conciencia de todos por igual y con Mi Palabra venir y Pulimentar su corazón que cual roca endurecida se ha encontrado; y decirle, la forma en que ha de caminar en este mundo.
21. Pero vosotros, os dais cuenta Israel, que no todos Me Perciben y escuchan, que por todos. en Verdad, se han levantado como vosotros, que los demás se encuentran durmiendo, que caminan perdidos en este mundo sobre el abismo, sobre caminos impregnados de guijarros; que antes levantarse y venir a transitar, en este Camino que es Perfecto, que es Limpio, que es de Luz.
22. Ése es vuestro hermano, Pueblo Amado. El que busca la tiniebla, el desobediente, el que no quiere venir hacia Mí, el que busca la tiniebla antes de buscar la Luz, el que busca la muerte antes de buscar la Vida Eterna; el que prefiere comer un pan amargo vano, sin sabor; antes que comer el Pan, que vosotros os encontráis comiendo; solamente vosotros, Pueblo Amado, lo recibís y coméis.
23. ¡Bienaventurado seáis!… ¡Bendito seáis, os dice el Maestro!… porque vosotros, os encontráis en Mi Mesa, estáis Conmigo y os encontráis comiendo el Pan Verdadero, el Pan para el espíritu; porque os habéis dado cuenta que es Cristo, el que en el Tercer Tiempo, ha vuelto en pos del hijo descarriado, en pos de aquél que sucumbiendo en su propio camino puede encontrarse.
24. Porque, Soy vuestro Padre, Soy Amor; y en este Tercer Tiempo, vengo a entregaros la Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, para que vosotros la Estudiéis, la Analicéis y os levantéis a darle Cumplimiento.
25. En Mi Ley, Israel, no existe fanatismo, no está la hipocresía. No vengo a pediros penitencia, ¡no, Israel!… en Mi Ley, existe la Verdad; no vengo a engañaros por medio de Ella, sino solamente vengo a deciros: ¡Cumplid ante Mi Ley y después cumplid con el mundo… pero dentro de la Rectitud, de los Buenos actos dimanados de la Conciencia, para que asimismo, no infrinjáis Mi Ley… o, ¿qué es lo que os he pedido, Israel?…
26. ¿Pueblo Amado, acaso por momentos Yo os he dicho: Posad los espinos sobre vuestros hombros y así alcanzaréis Mi Perdón, caminad de rodillas en el polvo de este mundo y así entonces, alcanzaréis Mi Perdón?… ¡No, Israel!… ¡Jamáis os ha pedido estos actos!… Lo que Yo os he pedido, en Verdad, es que os despojéis de las cosas mundanas, que desechéis el odio y la mala voluntad que habéis tenido siempre para vuestro propio hermano, que lo Améis como a vosotros mismos, que desechéis la cizaña; y así, alcanzaréis del Perdón del Maestro.
27. Esto es lo que Yo, os he pedido: Que no os perdáis en el camino de la iniquidad, de los vicios, para poder alcanzar la Paz de Mi Espíritu Santo… y en todos los Tiempos, he venido a hablaros en esta forma, para que vuestro espíritu pueda alcanzar la Vida Eterna; porque no quiero que vuestro espíritu se arrastre en el polvo de este mundo, después de haber abandonado a su propia materia; porque no quiero que el mañana a vuestro espíritu, en su alma, le encuentre mesando sus cabellos y crujiendo sus dientes, ni que se Purifique como el oro en el crisol por mucho tiempo.
28. Pueblo Amado: Escuchadme: Tocad vuestra Conciencia, vuestro corazón y Estudiad Mi Palabra; o, ¿qué es, lo que esperáis Israel?… ¿acaso no sabéis qué es lo que os espera, después de la existencia en este mundo?… ¿Adónde irá vuestro espíritu, ya en alma, Pueblo Amado?… ¿por ventura, lo sabéis, Mis hijos?… ¿Quién puede intercalarse ante Mis Altos Juicios?… ¿Podéis decir vosotros: Después de que yo more en este mundo, descansaré en la Paz en el Más Allá?… ¿Quién lo sabe, Pueblo?… ¡Nadie, en Verdad!… Y Yo, solamente vengo a deciros: ¡Velad y Orad!… porque no sabéis lo que os espera, después de vuestra existencia humana en este mundo.
29. Sois pasajeros en esta Tierra, sois unos viajeros; y el mañana, vuestra estancia en este mundo, habrá terminado; y entonces, Pueblo, estaréis Conmigo y Yo os Juzgaré: Diente por diente, ojo por ojo… entonces, estaréis ante las Jerarquías, ante los Tribunales Celestiales… y, ¿qué Me haréis presente, en ese instante?…
30. Por ello, en este Tercer Tiempo, he venido a Repercutir Mi Palabra muy cerca de vosotros, para que vosotros la oigáis y la escuchéis; no dejéis que el viento se la lleve, sino que la Grabéis en el fondo de vuestro corazón y Conciencia para que la pongáis en práctica; porque después de vuestra existencia humana en este mundo, quiero que estéis Conmigo, Pueblo Amado.
31. Ésta es la Tercera y será la última vez que Yo he venido a este mundo Terrestre, la última Oportunidad que Yo Estoy brindando al mundo entero para que se levante, para que venga a Mí y reciba la Heredad que vosotros habéis recibido; para que se deleite con Mi Palabra, que como el Manjar Estoy derramando a través de los entendimientos humanos que Yo he Preparado.
32. ¡No volveré más a este mundo, Israel; no volveré -a materializarme con palabra humana- a esta Tierra ingrata que jamás supo apreciar Mi Presencia, que jamás supo apreciar Mi Palabra, ni creer en Mi Revelación Divina; que jamás supo Apreciar Mi Ley!… ¡No volveré más a este mundo, Pueblo Amado!… Ya he venido en Tres Tiempos. Vosotros bien lo sabéis, Israel, porque Mi Palabra os lo ha Comunicado:
33. ¡Sabéis que vine con Moisés, en el Primer Tiempo!… ¡Sabéis que Me Manifesté como Padre, como Jehová, entregando a Moisés los Dictados de Mi Ley, para que este se levantara y Salvara a Israel, a vosotros, Pueblo Amado!… ¡Sabéis que vine en el Segundo Tiempo, como el Rabí de Galilea, como el Verbo Divino, como el Maestro de maestros!… ¿A qué vine, Pueblo?… A entregar Mi Palabra, porque pude haber contemplado -desde Mi Solio- que Mi Palabra quedó abolida en el Primer Tiempo, ya que los hombres se levantaron conforme a su propia voluntad, desgarrando Mi Ley, formando sus propias obras, sus ritos, hasta que llegué en el Segundo Tiempo para enfrentarme a los hombres que se decían sabios, a los adoctrinados y decirles en qué forma debían Cumplir Mi Ley.
34. Los otros, Me siguieron a la falda de la montaña, a la ribera de los ríos y a la explanada para alimentarse con Mi Palabra, que ellos sabían que era el Pan de la Vida Eterna.
35. Establecí Mi Palabra entre Mis hijos, en el Segundo Tiempo. Vosotros sabéis bien, Israel Amado, adónde Me llevó la humanidad, los hombres de ese Segundo Tiempo. Sabéis bien, Pueblo, que fui coronado con la corona de espinas: que en Mis hombros, llevé el madero de la cruz, que fui azotado, desgarrado y al final exhalé el último suspiro en el Gólgota sangriento.
36. Y hoy… ¡aquí, Me tenéis una vez más!… He venido sobre la Nube Blanca, como iris de Paz para entregaros Mi Palabra, para deciros: ¡Levantaos, no seáis ingratos!… Levantaos y venid, en pos de Mí, porque Yo Soy vuestro Padre que ha venido en todos los Tiempos en pos de vosotros, para brindaros siempre Mi Amor, Mi Regazo Celestial, a brindaros Mi Diestra.
37. No quiero que paséis desapercibido de Mi Presencia, en este Tercer Tiempo, que no esperéis otros tiempos; porque vendrán otros tiempos, pero estos serán de pruebas, de dolor para vosotros, Israel.
38. Si hoy, no Me escucháis, si no creéis en Mi Palabra; mañana, grandemente os Arrepentiréis. Hoy, Me encuentro entre vosotros en esta forma, para hacer el llamado a todos Mis hijos, para tocar la Conciencia de todos; y deciros, en Verdad: ¡Heme aquí, una vez más en todo Mi Esplendor!… Con la Luminosidad de Mi Fuego Celestial, he venido a inundar vuestro corazón, que como tumba solamente se ha encontrado.
39. Os estoy Dictando y Formando el Tercer Testamento, para que vosotros, después lo Estudiéis y os Levantéis. Hoy, Me tenéis en Esencia, Presencia y Potencia. ¡Conformaos con Mi Palabra!… No Me pidáis más, porque en Verdad y de Cierto, os digo: Me sometéis a una prueba; y a una prueba, quedaréis sometidos vosotros. …
40. ¡Cumplid con Mi Ley!… y daos cuenta de que es Perfectísima, que es Blanca como los ampos de la nieve, que es menester que vosotros tengáis la Conciencia Limpia para que vosotros podáis Cumplir con Mi Ley, con Mi Palabra; que no podéis mancharla, que es menester que vosotros os Lavéis vuestras manos, para que entonces, en ellas, toméis Mi Ley y así la impartáis por los diferentes caminos, donde vuestros hermanos se encuentran sollozando, sucumbiendo en su propio camino.
41. ¿Acaso es, que aún no tenéis la plena Conciencia de ello, Pueblo Amado?… Es menester que unos instantes, toquéis vuestro corazón; y os deis cuenta que es necesario que Cumpláis ya con Mi Ley, porque los Tiempos, han pasado; y se acerca el año 1950 y entonces, Israel, grandemente lloraréis, grandemente os Arrepentiréis cuando escuchéis la Voz de vuestro Maestro, dándoos el último Adiós con palabra humana.
42. ¿Qué esperáis, Pueblo?… ¿qué se Cumpla, lo que Yo os he hablado?… ¿qué vengan las pruebas, el sufrimiento, el hambre, la peste?…. ¿Esperáis, Israel, que en vuestro hogar, se deje mirar el corazón de luto; en vuestra mesa, un pan vano, contaminado; o con un Pan, de Buen Sabor, como el que os estoy entregando?… ¿Esperáis la prueba Bendita?….
43. ¡No, Mis hijos!… Tened Conciencia de esto; porque de Cierto, os digo: Cuando ese instante se acerque, Mi Espíritu llorará, Pueblo Amado…. pero entonces, vosotros lloraréis grandemente, también. Pues, entonces, ¡Levantaos y Fortificaos los unos y los otros!…
44. ¡No quiero contemplaros en división, no quiero que desconozcáis a vuestro hermano, no quiero que os desconozcáis los unos y los otros!… ¡Amaos los unos a los otros, y avanzad así en este mundo!… Entonces, la Paz será mundial ¡oh! Israel Amado y tendréis siempre la Fortaleza, la Vida Eterna, el Pan para vuestro espíritu, para vuestra propia materia.
45. No quiero contemplaros desconociéndose los unos y los otros, porque por instantes, -cuando Me he acercado al rincón de vuestra alcoba- os he encontrado: Los unos, desconociendo a vuestros padres, desconociendo a vuestros hijos; los otros, abandonando a vuestra compañera o a vuestro propio cónyuge… cuando esto, no he venido a entregaros en ningún Tiempo.
46. En todos los Tiempos, he venido a pediros la Unificación y la Hermandad, para que así, Mi Espíritu goce al contemplaros Unificados; que Me imitéis, Israel Amado, que veáis que he Venido en pos de vosotros; que a los unos, los he encontrado a la medianía del desierto, presas del sol candente; a los otros, devorados por las aves buitres; a los otros, a la medianía del océano; y que Yo, siempre he venido en pos de cada uno, como barquilla Salvadora, como el Buen palomar, para posaros en este Camino, en donde hoy, os encontráis Gozando con la Paz de Mi Espíritu Santo.
47. Pues bien, Israel, ya es el momento de que vosotros dejéis vuestra pereza y que os mantengáis siempre Velando y Orando; y así entonces, no sufriréis, sino tendréis la Paz de Mi Espíritu, vosotros y los vuestros.
48. ¿Me comprendéis, Israel Amado?… ¿Estáis dispuestos a seguirme, en Verdad?… Y si Yo os dijera, Israel: ¡Venid a Mis Plantas para entregaros una Orden, un Mandato!… ¿estaríais dispuesto a Cumplirlo, Pueblo?… ¡Bendito seáis, si en Verdad, así lo hicierais!…
49. En el Segundo Tiempo, Yo Me levanté circundado por los Míos; y ellos, se levantaron Conmigo de pueblo en pueblo, de comarca en comarca. No les importaba dejar a los suyos, a sus hijos, a sus mujeres, a sus padres. Ellos se levantaban siempre, para seguirme a la falda de la montaña; allí, les entregaba Mi Palabra; y ellos, la escuchaban; para después, darle Cumplimiento.
50. Estoy esperando el instante, en que vosotros, os encontréis Preparados; para deciros: ¡Mis hijos, levantad vuestra planta y seguidme a los pueblos, a las comarcas, a las provincias, a los montes!… y allí, entregaros Mi Palabra Divina, en donde solamente vos Me escuchéis en compañía de las aves, en compañía del viento, en compañía de los espíritus Redimidos en este Tiempo.
51. Para ello, os estoy Preparando. ¿Quiénes de vosotros, el mañana surcarán los mares, atravesará los montes, las comarcas?… No sabéis, si el mañana, vosotros tengáis que abandonar a vuestros hijos, a vuestra familia, para dar Cumplimiento a Mi Ley. Repito: Os Estoy Preparando… y os pregunto: ¿Estáis dispuestos, para Cumplir como es Mi Voluntad?…
52. Pues, Velad y Orad, porque antes del año 1950, Mi Palabra quedará Cumplida; porque hasta este instante habéis dormido en vuestro camino, os habéis comido solos el Pan que Yo os he entregado, habéis cerrado vuestra mano para aprisionar el Pan que Yo cada instante os estoy entregando, habéis almacenado las Aguas sin acordaros que en el Camino, vuestro hermano se encuentra sediento; y hoy quiero, Pueblo Amado, que las cosas cambien, que os deis cuenta que solamente Tres años más, os permito oír y escuchar Mi Palabra a través del entendimiento humano; que después de estos Tres años, Israel quedará sólo en este mundo y os levantaréis -como Maestro- a enseñar a los Discípulos, a los Párvulos; pero hoy, Israel Amado: Tenéis que ser maestro, de vos mismo. …
53. ¡Despojaos de las influencias y cosas imperfectas de este mundo!… ¡Sacudid, en Verdad, vuestro cuerpo, porque se encuentra impregnado de la cizaña, de la mala voluntad y Arrepentíos, Israel!… para que os encontréis Limpios y así seáis el Ejemplo de las grandes multitudes, de las demás sectas y religiones que se levantan en este mundo: Que les deis a saber Mi Ley, que les mostréis con vuestra Sumisión y Obediencia, con vuestros Buenos actos, como con vuestras Buenas Obras, Pueblo Amado… y así, ellos, se den cuenta que ésta es la Ley Trinitaria y Mariana.
54. Sin embargo, si por unos instantes contemplan que vosotros, la guardáis en el Camino y que les brindáis un mal ejemplo. ¿Qué será de Mi Ley?… Se levantarán los hombres con sus argumentos como armas para intentar destruir Mi Ley, para buscar el disgregaros a vosotros, para destruir Mis Recintos; y entonces, Mi Ley quedará por los suelos, Pueblo Amado.
55. Por eso, a cada instante os Estoy pidiendo Preparación, ¡que no durmáis, que Veléis y Oréis!… porque el instante de la prueba, se acerca. Muchos de los que están escuchándome en este instante, después Me abandonarán, Me voltearán las espaldas.
56. Hijos Amados, os levantaréis para internar vuestra planta por diferentes caminos, avanzando conforme es vuestra voluntad, porque entre vosotros, está aquél que Me ha de traicionar; entre vosotros, está el Tomás del Segundo Tiempo; el Pedro también, así como el que ha de arrojar el Pan que Yo pude haberle entregado, para venderme, para traicionarme.
57. Por eso, os digo, Pueblo: ¡Comprendedme!… Estudiad Mi Palabra, para que el mañana, no os digáis: -Me he equivocado del Camino; estoy equivocado, me han engañado; ha sido el varón o la mujer quien me ha hablado; y no ha sido, el Verbo Divino… ¡No, Israel, no exclaméis estas frases!… ¡Tened Conciencia!… ¿Quién puede ser capaz de hablaros, como Yo os Estoy hablando, Mis hijos?… ¿Quién del mundo puede venir a brindaros, lo que Yo os he brindado en todo los Tiempos?… ¿Quién vino a Condolerse de vosotros, cuando os encontráis llorando y gimiendo en el rincón de vuestra alcoba?…
58. ¿Quién ha venido a Rescataros de la maldad, del dolor y la muerte?… ¿Acaso ha sido vuestro hermano, aquél que vive en este mundo?… Si vuestro hermano se ha levantado para empuñar su arma y descargarla en vuestro corazón para haceros llorar, si vuestro hermano se ha levantado cual enemigo para acusaros, para enjuiciaros cual un reo en este mundo, para burlarse de vosotros, para juzgaros cual a un delincuente en este mundo, para burlarse de vosotros, para herir a vuestros Sentimientos, en vuestra Moral y vuestro espíritu.
59. Israel Amado, ¿esperáis del mundo la Caridad que Yo vengo a entregaros, Mis hijos?… ¡No, Pueblo Amado, no!… en Verdad, Yo en este Tercer Tiempo, así como en todos los Tiempos pasados, he mirado el dolor en que os habéis encontrado viviendo.
60. Sois pecadores, sois imperfectos, pero Yo no vengo a contemplar vuestro pecado, vuestra imperfección. Yo estoy solamente, como Maestro y como Padre; y he venido en pos de Mi hijo, porque Mi hijo Me ha costado el último sufrimiento y el dolor; por él, derramé Mi Sangre Preciosísima en el Segundo Tiempo; y hoy, no vengo a contemplar vuestro pecado, ¡no, Mis hijos Amados!… no vengo a contemplar los agravios, que siempre Me habéis brindado.
61. ¡Soy inmutable, pero a pesar de todo, Mis Brazos os esperan, Pueblo Bendito!… Mi Amor, Mi Regazo siempre os he brindado, porque Soy el Padre de todos por igual; y cuando por unos instantes, os he encontrado llorando a la medianía del camino o que os hace falta el pan, -invisiblemente- os he entregado el Maná, el Pan sin levadura y he alimentado a vuestro espíritu, he alimentado a vuestro cuerpo.
62. O, decidme: ¿Acaso os habéis quedado sin comer algún día, Mis hijos?… Unos, lo habéis tenido en abundancia; los otros, poco y en Verdad, las horas han pasado; pero el día no ha pasado; y cuando menos lo habéis pensado, he puesto en vuestra mesa, lo que os hace falta. Pues: ¡Pedid Pueblo, Pedid que se os dará!… porque el Gran Dador, se encuentra entre vosotros; y de Plácemes, Me encontraré siempre para complaceros, para entregaros, Israel; en estos Tres últimos Años de Mi Estancia en este mundo, entregaré mucho, de lo que Yo tanto os he Prometido.
63. El mañana, ya no escucharéis esta Voz; el mañana, -después del año 1950- ni el eco de esta Voz escucharéis; pero recordad, Pueblo: Que Yo estuve con vosotros desde el año 1884 hasta el año 1950 y que muchos Me escucharon, que muchos arrojaron Mi Palabra; y que solamente vosotros, habéis sido los que habéis estado Conmigo… de eso, Yo estoy Satisfecho; de eso estoy Seguro, Pueblo, que vosotros, estaréis Conmigo en este mundo y en el Más Allá, morando en el Valle Espiritual.
64. Israel, ¡Tomad!… Una vez más Mi Amor, se extiende en este día de Gracia a través de este entendimiento para poderos Mimar, para poder entregaros Mi Caricia Espiritual, Mi Caricia de Maestro, Mi Ósculo en vuestra frente, para poder entregaros el Pan en multiplicación al cinco por cinco, vuestra Salud, la Salud de los vuestros, porque ésta es Mi Voluntad; en Mi Nombre que Soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. … Pueblo Amado:
¡Mi Paz, sea con vosotros!…