Cátedra 1948 Sep. 1

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Cátedra del Verbo Divino, Día 1º de Septiembre de 1948 Tema: «Transfiguración y Manifestación de Moisés, Jesús y Elías»

¡Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad!… Gloria a Dios en las Alturas y Pasa Mi Espíritu Divino de la Escala de Perfección a la de Jacob, para enviaros desde ahí, un Rayo de Mi Luz, convertido en Palabra a la altura de vuestro entendimiento humano. En este Día Primero de Septiembre de 1948, alba de Gracia en que os encontráis reunidos y congregados en Representación de los Siete Sellos, de las Siete Iglesias que Elías, por conducto del Hijo del hombre, vino a implantar a esta Nación, escogida por Mi Voluntad entre las demás naciones de la Tierra, para Manifestar Mi Tercera Comunicación materializada en palabra humana con la humanidad. Yo os Recibo, Pueblo Bendito y por vuestro conducto al Universo entero, en Mi Nombre que Soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ….

1. ¡Bienvenido seáis, Pueblo Amado de Israel! que reunido en torno a Mi Palabra podéis encontraros en esta Alba de Gracia. ¡Penetrad en la Explanada Espiritual, Preparada por Mi Voluntad!… ¡Preparaos y abrid vuestro entendimiento plenamente a la Luz de Mi Espíritu, abrid vuestro corazón como una Fuente para que en ella pueda Yo depositar el torrente de Aguas Cristalinas que os envío por un instante desde el Más Allá, Pueblo Amado!…

2. ¡Dejad todo aquello, que pertenezca al mundo!… ¡Olvidaos por un instante que permanecéis en la Tierra pasajeramente y entregaos Espiritualmente en Mi Regazo, envolveos en Mi Efluvio Divino y escuchad Mi Palabra!…

3. Miradme con vuestra Vista Espiritual, Sentidme con vuestro corazón, Contempladme con vuestra Fe; y así podréis recibir en el fondo de vuestro ser, la Esencia que os Vengo Derramando.

4. Mis Pedestales, criaturas escogidas por Mi Voluntad para que transmitan Mi Palabra, no son seres Superiores ni Divinos, son seres humanos iguales a vosotros. No miréis en ellos Santidad alguna, son espíritus encarnados que al igual que vosotros, anhelan Mi Paz, siguen Mi Huella, buscan Mi Reino, pero aún son imperfectos y débiles todavía, como vosotros.

5. Por tanto, buscadme en el Más Allá; y está Mi Palabra que resuena a través de estas materias, dejadla que pase por vuestros oídos a vuestro cerebro y después de cruzar vuestro entendimiento cual un Rayo de Luz, dejad que salga su Esencia Saturando el fondo de vuestro corazón.

6. ¿Mas, en dónde podréis Encontrarme en esta Palabra?… ¿Acaso en su sentido material?…. ¿en el eco que resuena en las bóvedas de Mis Recintos Humildes?… ¿en la expresión humana?… No, Pueblo, Yo estoy en el Fondo, en la Esencia de esta Palabra.

7. Por eso continuamente, os digo: ¡Preparaos!… por eso antes, os envío a Elías, para que Él visite vuestro espíritu, Prepare vuestra materia, os levante del camino y os acerque ante Mis Plantas, ya Preparado Espiritualmente; para que así, vos podáis penetrar en el Fondo de Mi Palabra y Me encontréis allí, podáis recrearos con Mi Presencia y después dar Testimonio de que he estado con vosotros, de que vos habéis estado Conmigo, oyendo Mi Voz, saboreando del Pan y del Vino en Mi propia Mesa.

8. Aquel que no sabe Prepararse de espíritu y de materia, no sentirá Mi Presencia; sentirá la presencia del Pedestal y oirá la voz humana que brota de él; pero no Percibirá la Esencia de Mi Voz Divina, no podrá Sentirla ni llevarla en su espíritu, ni guardarla en su corazón y Conciencia.

9. Preparación os pide el Maestro, para que así vuestro espíritu, sea cual Fuente Limpia, donde podáis recibir el torrente de Agua Cristalina que es Mi Sabiduría, que es Mi Enseñanza, que es Mi Amor.

10. En esta alba de Gracia, Pueblo Amado, el Maestro os dice: no es un día más; es un Día de Recordación, de Conmemoración para vuestro espíritu. No es una fiesta tradicional para vuestra materia; no es un festín profano, ¡no Mi Pueblo!, es la Conmemoración Espiritual, es la Solemnidad que vuestro espíritu siente al Saber que pertenece al Pueblo de Israel y viene a Conmemorar en estos momentos; porque vosotros sabéis que sois parte del Pueblo de Israel, del Pueblo Espiritualista que en los Tres Tiempos ha recibido Mi Revelación, Mi Presencia, Mi Palabra, Mi Heredad; que en los Tres Tiempos, ha recibido sobre su espíritu, Mi Ley; en los Tres Tiempos, ha Pactado con Mi Divinidad.

11. Y ahora, vengo a entregaros Mi Lección, Mi Palabra, para hacer con Ella un Festín Espiritual, la Confirmación de las Revelaciones pasadas y la Profecía sobre los acontecimientos venideros, a entregaros la Paz, la Fortaleza sobre vuestro espíritu y la Luz en vuestra propia Conciencia, para que así marchéis por el Camino, pensando que fuisteis los Primeros, que fuisteis los Segundos y que sois los Terceros.

12. En este día Primero de Septiembre, Conmemoráis aquel día que la Ley en la Tercera Era, fue una vez más Promulgada.

13. En el Día Primero de Septiembre del año 1866, fue la Voluntad del Padre Eterno, Revelar a la humanidad, Revelar a su Pueblo de Israel Encarnado ahora en este Tercer Tiempo en la Nación Mexicana; que la Tercera Era, se abría para el espíritu humano; que una Nueva Aurora, comenzaba a Alborear por el Oriente; y desde ese instante, Pueblo, el Espíritu Santo, ha estado Vibrando con Plenitud entre vosotros. Desde ese instante Mis Profecías, Mis Promesas, las Profecías de los Profetas, se han estado Cumpliendo entre vosotros, para este Tiempo que es el Tercer Tiempo en el cual Yo os dije que vendría sobre la Nube, rodeado de Mis Ángeles, para enviar Mis Rayos de Luz a la Tierra.

14. Mi Presencia Divina como Espíritu Santo, es con el Pueblo de Israel, desde el año de 1866, para Prepararle por medio de Elías, para recibirme a través del entendimiento humano en el año 1884, porque en este Tercer Tiempo de Comunicación Divina, no vine a hacerme hombre; he venido entre vosotros como Espíritu de Verdad; y desde el Más Allá, desde la Nube Espiritual, desde aquel Instante que por vez primera Me Comuniqué a través de Damiana Oviedo, os he estado enviando Mi Rayo Universal, para que él tocase el entendimiento de Mis Escogidos de este Tiempo, para transmitir Mi Palabra, Mi Orden, Mi Revelación y Mi Justicia. Y Mis Ángeles, los Espíritus Agraciados que Me han acompañado en este Mi Tercer Advenimiento Divino, también desde el Más Allá os envían su Fluido Espiritual, con sus hilos de Luz y con la Esencia Amorosa de su espíritu.

15. Mas hoy, de la Ley que el Padre, os entregó en el Primer Tiempo y que fue confirmada en Jesús, por Cristo vuestro Maestro en el Segundo Tiempo; fue Mi Voluntad aumentarla en este Tercer Tiempo con Mis Nuevos Preceptos, para formar con los Preceptos de Moisés, de Jesús y de Elías, Una sola Ley; Ella es el Camino, es la Barca Salvadora, el Faro Luminoso, el Oráculo y Sostén para vuestro espíritu, la Escala para el Perfeccionamiento de vuestro espíritu.

16. En este Tiempo, vosotros conocéis la Ley, compuesta de Veintidós Preceptos y ella llevaréis por las naciones y pueblos de la Tierra; mas, cuando los hombres os pregunten, si vosotros sois Mosaicos, lo sabréis Explicar; si os preguntan si sois solamente Cristianos, vosotros lo sabréis Explicar; si os preguntan si sois solamente adeptos de Elías o Espiritualistas, también lo podréis explicar.

17. Mas, ¿cómo podréis explicar y aclarar plenamente al mundo, estos misterios?… Con Mi Enseñanza. Por eso aún Me encuentro entre vosotros, para depositar en vuestras manos el Gran Libro de la Vida, el Libro de la Sabiduría Espiritual; y para que llevéis esta Mi Enseñanza, a toda la humanidad.

18. Mirad, Pueblo: antes de que Moisés se levantara de entre vosotros para entregaros la Ley del Padre en los Mandamientos, en aquel Primer Tiempo, vosotros vivíais dentro de la Ley Natural.

19. Desde los primeros tiempos de la humanidad, Yo envié al seno de ella, a hombres por quienes Aconsejé las Virtudes a los hombres, por quienes Manifesté Mi Verdad y Mi Justicia; hombres por quienes os hice temer Mi Justicia y os di a Conocer Mi Existencia, os di a Comprender Mi Amor y Mi Perfección; hombres que os hacían Conocer que Yo era el Dios del Bien y solamente el Bien recibía y Me Agradaba. Hombres por quienes Yo hablé a vuestro corazón y Conciencia, mas una Ley concreta, un Precepto Divino escrito, no Conocíais; Mi Nombre, aún no era Conocido por vosotros.

20. Y, ¿quién era ese Pueblo que había sabido mantenerse en el temor de un Dios Invisible y sin forma, del Dios Verdadero?… ¿cuál era el Pueblo que entre los demás pueblos de la Tierra, conservaba la Intuición de un Dios de Justicia y de Bondad?… ¿Cuál era aquel Pueblo que atribuía a toda la Creación, todos los Beneficios, todas las Virtudes a Mi Existencia, a Mi Divinidad?… El Pueblo de Israel, el Pueblo descendiente de Abraham, de Isaac y de Jacob. …

21. Pero ese Pueblo, había caído en cautiverio; y en el cautiverio del Egipto, no encontraba el ambiente propicio para su Culto y su Elevación; por doquiera contemplaba los monumentos erigidos y los dioses hechos por las manos del hombres; por doquier contemplaba los templos en donde en culto idolátrico se efectuaba; y a medida que los tiempos pasaban, el espíritu de Israel peligraba, próximo estaba a caer también en la idolatría, en el paganismo de Egipto; presto se hallaba el espíritu de Israel, a doblegar su cerviz y su rodilla ante los dioses paganos, ante los ídolos, porque el dolor, la servidumbre, la esclavitud y la humillación eran muy grandes, sobre su carne y su espíritu.

22. Mas, antes que el espíritu de Israel, se perdiese, Yo le envié a uno de Mis Escogidos; Yo hice surgir de su propio seno, al varón por quien como Padre, Me habría de Manifestar plenamente entre Mi Pueblo. Ese varón fue Moisés, dotado de espíritu Fuerte, de gran Luz; su espíritu era cual un Rayo Potente de Mi Propia Divinidad, Rayo de Ley de Justicia que se levantaba en el seno del Pueblo para despertarle a la Libertad, para Salvarle de la Esclavitud Espiritual y corporal; también para Enseñarle a Conquistar la Paz y la Elevación del espíritu, por medio de los Méritos, de los Sacrificios y los Holocaustos de su espíritu.

23. Y ese hombre, Moisés, con voz potente, Obediente y Sumiso a todos Mis Mandatos, inspiró a su Pueblo, le llenó de Esperanza y de Confianza, encendió la Flama de la Libertad en cada corazón; inflamó a los espíritus, de ansias de Conocer a su Dios y de poseer una tierra, un Santuario y una Ley, para el espíritu y para la materia. Ése fue el hombre que os levantó, que os Inspiró, Israel, en aquel Primer Tiempo, cuando erais cautivos en el Egipto; ése fue el hombre que se levantó ante el Faraón para pedir vuestra propia Libertad y que recibió la negativa varias veces de labios del faraón, que no quería dejaros salir, porque erais un Pueblo Fuerte; y como erais su esclavo y vuestras propias manos levantaron sus templos y monumentos, era el por qué el Faraón no quería perder a esos siervos que no le pertenecían, ni en la materia, ni en el espíritu, porque erais Mis Enviados, Mis Escogidos, Mi Pueblo que habría de dar Testimonio de Mí, entre los pueblos del Mundo, desde aquel Primer Tiempo.

24. Y cuántas veces el Faraón, se negó a que dejarais el Egipto, tantas le dije a Moisés: ¡Levantaos y Alertad al Faraón, mostradle Mi Poder y dadle Pruebas del Mismo!… Y Moisés, anunció las calamidades que habían de caer sobre Egipto, si el Faraón, no obedecía al Verdadero Dios. Mas, ellos no Reconocían al Verdadero Dios de Israel, y eran reacios y duros. Entonces tuve que Manifestarme como sentencia y Justicia, doblegando la impiedad, la desobediencia, la temeridad del Faraón; y fueron las calamidades, las plagas, los dolores, la peste y la muerte que en muchas formas fueron cayendo una tras otra, cual plagas sobre las tierras del Egipto, manifestando con eso Moisés que él y su Pueblo, eran Mis siervos; que el Dios de Ellos, era el Verdadero, más Fuerte que sus dioses paganos y gentiles.

25. Al fin, el Faraón se doblegó, Me temió y dejó marchar a Moisés con su Pueblo; y una vez que aquel varón congregó a su pueblo en el desierto, llegó hasta las faldas del Monte Sinaí.

26. Moisés, por Revelación e Intuición, sabía lo que hacía; sabía que era el Enviado, el Libertador, el Legislador de aquel Pueblo, que una Gran Misión tenía que desempeñar ante la humanidad; y al llevar al Pueblo, ante la falda de aquel monte, pudo decirle: -¡Velad y Orad, Preparaos, Limpiad vuestro corazón y Arrepentíos, Lavad vuestras Vestiduras, penetrad en Meditación y en Oración, que yo voy a la cumbre del monte a Orar también y a recibir las Órdenes de Jehová!…

27. Dejó al Pueblo, Meditando, en Oración y en Vigilia, allí en la falta del Monte; y en la soledad de aquel desierto, no estaban las tentaciones, era el Silencio que invitaba a la Meditación y en Preparación él pudo quedar, solamente en espera, de la Revelación Divina. Moisés, Veló, Oró, inclinó su cerviz sin osar mirar con los ojos de su cuerpo, ni con los de su espíritu, la Gloria, el Arcano que comenzaba a Abrirse sobre él y su Pueblo.

28. Mas, como los días y los noches pasaban y Moisés, no era con su Pueblo, éste desfallecía; y creyendo, que Moisés, le traicionaba, pensó en retornar a su esclavitud, pensó en volver a las garras del Faraón y olvidándose de la Verdadera Oración que Moisés les había ordenado hacer, cayó en la idolatría; recordó los ídolos del Egipto, recordó sus ritos y tradiciones; y en la falda del santo monte, hizo festín en torno al becerro de oro.

29. Fue débil el espíritu de Israel, no tuvo Perseverancia en lo Espiritual, no pudo Comprender que el Padre, le sujetaba a pruebas; no supo Comprender, que le estaba sometiendo a una Purificación Espiritual, para hacerse Digno de la Gran Revelación. Y cuando Moisés, pleno de Fuerza y de Gozo en su espíritu, descendió del Monte con las Tablas que el Padre le había confiado, con los Mandatos de la Ley Suprema que Jehová le había entregado, grande fue su dolor, al contemplar a su Pueblo en la idolatría; entonces, la desesperación se apoderó de Moisés, y arrojó las tablas de la Ley por Tierra.

30. Mas, Yo le llamé nuevamente al Monte y los Mandamientos nuevamente le entregué, porque no había de dejar en la medianía del desierto, ni solo y sin Ley al Pueblo Escogido; mas éste, entonces, lloró Reconociendo su falta, meció sus cabellos e inclinó su faz, al contemplar que Moisés, lleno de Esplendores, descendía del Monte; fue instante de gran Solemnidad Espiritual, fue instante que sorprendió al Pueblo de Israel; fue momento de Fiesta y de Gloria, para el Padre y para el Pueblo que le Reconocía.

31. El Padre no quería los ritos paganos, no quería sacrificios inútiles, no quería sangre, ni holocaustos materiales; el Padre buscaba sólo la Oración, la Comunicación Espiritual del hijo con la Divinidad, para poderse Manifestar a él.

32. Mirad, Pueblo, cómo el Padre desde el Primer Tiempo ha buscado en vosotros la Espiritualidad, la Preparación en el corazón que es el Santuario en donde Dios Mora en Verdad y en Espíritu; y allí, desde ese instante supisteis Reconocer el Nombre de vuestro Padre Jehová, su Dulce Nombre de Ley y de Justicia, su Nombre de Eternidad. Desde ese instante, recibisteis la Ley concreta, la Ley escrita que Fue y Es el Camino, el Baluarte, el Sostén para vuestros Pasos Espirituales. Entonces comenzó un Tiempo de Revelaciones, un Tiempo de Justicia, dentro de una Era de Conocimientos para vuestro espíritu, que fue: La primera Era. …

(Moisés)

33. Moisés, ante Ti, ¡oh! Verbo Divino, Tu humilde Siervo Espiritual, de quien has hablado al Pueblo de Israel encarnado en este Tercer Tiempo; Israel, al que Amo como a un hijo en la Tierra, está delante de Ti, Padre escuchando Tu Enseñanza, porque Eres el Maestro de todas las generaciones. Tu Palabra no pasa. Maestro, Tu Espíritu no envejece, Eres Eternamente Fuerte, Sabio y Perfecto. ¡Hágase Tu Voluntad en este Tu Siervo!…

[El Divino Maestro]

34. He aquí, Pueblo, entre vosotros al espíritu de Moisés, Aquél que fue vuestro Guía y que fuera como vuestro padre, cual vuestro Camino en el Primer Tiempo. Él fue la Voz Justiciera para vuestras Conciencias; fue el Consejo y la Ley para cada uno de vuestros actos; fue el Pan, cuando el hambre sentisteis; fue el agua, cuando la sed se apoderó de vosotros; fue la Compañía en la soledad de los desiertos, a Él os Acogisteis y Él en Verdad, os Guió hasta las mismas puertas de la Tierra Prometida que buscabais afanosamente para morar en Paz con vuestros hijos, para vivir Libremente, para elevar un Santuario a Mi Divinidad y mostrarlo a los pueblos de la Tierra.

35. Mas, Yo que os hablo en este instante cual Verbo Divino a través del entendimiento del hombre, vine entre vosotros en el Segundo Tiempo, cuando ya habíais vivido dentro de una Era y en el Primer Tiempo de Mi Comunicación a Moisés; una Era, bajo los Mandamientos de la Ley que él, por Orden del Padre, os Enseñó y os Confió. Mas, Yo fui en el Segundo Tiempo, el mismo Verbo Divino, haciéndome Hombre entre vosotros.

36. Vine, porque lo que el Padre os Enseñó y os Reveló a través de Moisés, no eran todos sus Conocimientos, no era toda su Sabiduría, no era todo su Libro, no era toda la Heredad que habíais de poseer. Se os había entregado Una Parte solamente de la Obra, aquello que podíais alcanzar a Comprender, aquello que podíais Cumplir dentro de vuestra Evolución Espiritual que habías alcanzado en aquellos tiempos dentro de la primera Era.

37. Y cuando habíais Evolucionado y Andado el Camino, cuando ya habíais Evolucionado Espiritualmente dentro de aquellos Mandamientos de la Ley, vuestro Dios vino como Maestro, como hombre, para Enseñaros la Segunda Parte de su Obra, para abrir entre vosotros una Nueva Era, con el Segundo Tiempo de Advenimiento Divino, Pueblo, que fue una vez más para vuestro espíritu como una Alborada, porque Me esperabais, porque habíais vuelto a caer en el dolor, en la esclavitud, en la miseria; porque no habíais podido Perseverar plenamente en aquella Ley y fuisteis débiles, pero contabais con la Promesa recibida a través de Mis Profetas, de que vuestro Mesías vendría, de que el Ungido se haría hombre para venir como un Salvador; y día tras día esperabais el Cumplimiento de aquella Promesa, de que vendría una vez más a Libertaros, a Emanciparos de la esclavitud, de las tentaciones y de la tiniebla.

38. Pero en ese Segundo Tiempo, Yo vine a Enseñaros a Cumplir con la Ley que os había entregado el Padre en el Primer Tiempo; vine a Enseñaros a Obedecer aquellos Mandamientos y no solamente eso, vine a entregaros una parte más de Mi Obra, a confiaros un Tiempo más de Luz, a Manifestarme ya no solamente como Ley y Justicia, sino como la Ternura y el Amor plenos para que Me Sintieseis más cerca, en lo más íntimo de vuestro corazón.

39. Sí, Pueblo Amado, Yo os entregué Mi Palabra en sentido Figurado y en Parábola, en Pensamiento y en Obras. Cada uno de Mis Pasos, cada una de Mis Obras era Parte de Mi Palabra, era Parte de Mi Enseñanza y de Mi Misión; y Mis Ejemplos, Mi Vida, Mi Palabra, Mi Pasión, todo en conjunto, es la Ley de Amor que a través de Jesús, en el Segundo Tiempo os vine a entregar.

40. Y en ese Día de Gracia en que el Maestro, caminaba seguido de algunos de sus Discípulos, les hizo escalar un Monte para hablarles allí, para entregarles su Divina Cátedra. Aquellos Discípulos escuchaban a Jesús, llenos de Embeleso y Elevación Espiritual; no entreabrían sus labios y mantenían sus ojos entrecerrados, dejaban que su espíritu penetrara en el Éxtasis; y cuando el Éxtasis de aquellos Discípulos había alcanzado Elevación, todos contemplaron a la vez, que Jesús se Transfiguraba, que no era el Hombre que contemplaban todos los días conversando con ellos, conviviendo y caminando en Unión de ellos, sino veían que sus plantas no tocaban tierra, que su Cuerpo era Espiritual y lleno de Luz, de una Luz Viva y Blanca se encontraba rodeado; que a su Diestra, aparecía otro espíritu y otro más a su Siniestra y en aquellos espíritus Reconocieron la forma de Moisés y la de Elías y ninguno de ellos tocaba tierra; entonces, los apóstoles Maravillados, frotaban sus ojos, los abrían grandemente para ver si era Verdad o era sueño, pero todos contemplando que era Verdad, dijeron: -He aquí, es Moisés, Jesús y Elías. Vienen como Reyes delante de nosotros y hemos de poner sobre ellos, corona y manto y postrarnos ante ellos… pero presto el Maestro, les dijo: -No hagáis tal cosa, no pongáis sobre las Manifestaciones Espirituales, las cosas hechas de materia. …

41. Aquella visión desapareció, pero fue en Verdad y en Espíritu, el Pasado, el Presente y lo Venidero para el Pueblo Escogido de Israel; el Primer Tiempo, Representado por Moisés; el Segundo Tiempo, presente en aquel instante para el Pueblo, Representado por Jesús; y el Tercer Tiempo, el Venidero, el Tiempo del Espíritu Santo que ahora estáis viviendo y que está Representado por Elías.

42. Sin embargo, el Maestro, encargó a aquellos Discípulos que no dijesen esas Revelaciones todavía. … ¿Por qué encargué eso, a Mis Discípulos?… Porque aquello, no podía ser Comprendido, ni por ellos mismos ni por los demás. Mas quedó en el Álbum de oro, que a Mis Discípulos hube de confiarles; y aquella Revelación, aquella Transfiguración, aquella Manifestación Divina que fue sobre el Monte Tabor, quedó latente en toda la humanidad, quedó presente como una Promesa, como una Revelación Divina.

43. Ahora, es el Tercer Tiempo; y Elías desciende también en espíritu, toma materia en el Portavoz, se presenta entre vosotros él, como Representante de este Tercer Tiempo, como Enviado del Padre en esta Tercera Era; y os dice: -¡He aquí a Elías, aquél que en Verdad, en el instante de la Transfiguración, se presentó a la Siniestra de Jesús, porque era este el Tiempo que había de serme Confiado para entregaros las grandes Revelaciones del Espíritu Santo, para abrir ante vuestros ojos el Nuevo Tiempo!….

(Elías)

44. Ante Tus Divinas Plantas, Maestro, el Pastor de todos los Tiempos, en este Día Sublime para el Rebaño, Yo también llego ante Tu Planta Divina para hacerlo presente. ¡Helos aquí, Maestro! para venir a Escuchar de Tu Sabiduría Infinita, Yo le he Preparado con Mi Luz, he Elevado sus espíritus; y en este Día de Gracia, en que Arrepentidos se encuentran, vienen a hacerte presente las Florecillas de sus obras, recíbeles, Padre Amado. …

[El Divino Maestro]

45. Bendito seáis, Elías. … Pueblo Amado, ¡he aquí a Elías!… no os familiaricéis con la Presencia de su espíritu, ya que no es un espíritu que haya Evolucionado entre los espíritu de esta humanidad. Yo os he dicho desde 1884, Elías es un espíritu que ya es Uno en Voluntad con Mi Misma Divinidad, Elías es cual Rayo de Dios, en Verdad y en Espíritu; y así por Rayo de Dios, lo habéis Reconocido desde el Primer Tiempo.

46. Por tanto Pueblo, a Elías, contempladle como el Enviado de esta Tercera Era, como la Representación de la Luz del Espíritu Santo que ha venido a Disipar las tinieblas que envolvían a vuestro espíritu, las tinieblas de la esclavitud del Tercer Tiempo, porque ha venido también a Libertaros, a romper vuestras cadenas, a Emanciparos, a destruir la idolatría y el fanatismo, a haceros atravesar con planta Firme, el desierto, las vicisitudes, los contratiempos, los obstáculos del Camino Espiritual, para llegar a la Tierra Prometida para el espíritu, que es el Seno de vuestro Padre, de vuestro Dios y Creador.

47. ¡Helo aquí!… y en este Tercer Tiempo, Contempláis una vez más la Transfiguración, esta Manifestación que estáis Contemplando en este momento de Moisés, Jesús y Elías, es la Representación de aquella que sobre el Monte Tabor pudo el Padre, Revelar a sus Discípulos.

48. Hoy, no sois tres Testigos, hoy sois muchos los que venís a Escuchar esta Palabra, los que venís a Contemplar la Representación de aquella Revelación Divina; y no solamente la Representación, sino la Explicación de estos Misterios, para que vosotros podáis levantaros cual los Verdaderos Trinitarios, como los Verdaderos Espiritualistas por todo el Orbe, Explicando a los hombres, Revelándoles, Interpretándoles el Sentido de Mi Palabra y el Misterio de Mis Revelaciones.

49. ¡He aquí!… la Representación de Moisés, Jesús y Elías, por quienes el Padre ha entregado vuestra Heredad, sus Revelaciones Máximas, los Mandatos de su Ley a vuestro espíritu, ¡oh! Israel.

50. Y en estos instantes, de caos entre la humanidad, de esclavitud Espiritual, de cadenas de tinieblas, de dolor, de descontento Pueblo, de infelicidad entre los hombres, de idolatría, de fanatismo, de ausencia de Espiritualidad, ¡Levantaos, Israel!

51. Y en estos instantes, en que desde el Más Allá, Vibra el Espíritu del Padre, Vibra Moisés y Vibra la Luz de Elías entre vosotros, Unificaos con Todo el Universo, Elevad vuestra Oración, pedidle al Padre, que la Paz de su Espíritu que en este instante desciende en Plenitud entre vosotros, descienda entre todos los hombres de la Tierra.

52. Vais a escuchar la palabra de Moisés y la de Elías; la misma que Vibró en el desierto en el Primer Tiempo, la misma que ha Vibrado desde 1866 en este Tercer Tiempo, de vuestra travesía Espiritual.

[El Divino Maestro a Moisés y a Elías]

53. Moisés, Elías, aquí está vuestro Pueblo, es Mi Pueblo, el que hemos Conducido a través de Tres Eras por sobre las arenas del desierto, pasando soledad, amarguras, sed y hambre, todo por la conquista del espíritu, todo por alcanzar la Verdad, todo por llegar a la Diestra del Padre, donde todo será Paz, Luz y Amor Eternamente. … ¡Dadles vuestra palabra, entregad en Mi Nombre las Aguas, Moisés; entregadles la Luz, Elías!…

(Moisés)

54. Pueblo, hermano Mío: Vos conocéis Mi Palabra, vos recordáis Mi Voz y conocéis los desvelos de vuestro Guía; contemplasteis los Anhelos de Mi Espíritu a través del desierto; oído o desoído de vos, os hablé, yo obedecía la Voz de Dios que Me enviaba a vosotros… Él Me Inspiraba; con su Fuerza inundaba mi espíritu y ponía Palabras en mis labios; y la Luz de su Espíritu, era en mí para que yo pudiese Conocer vuestro interior, vuestro corazón y penetrase hasta lo más profundo de vosotros.

55. Yo, Moisés, os hablé Pueblo Amado. El Padre se dignó entregar por mi conducto, a la humanidad, su Ley, que en Preceptos concedió el Padre a su Pueblo, cual Mandamientos que fueron explicados por mi palabra; y de esos Preceptos que el Creador os dio a conocer, yo hice una Legislación para vos; y os dije: -¡Moderad vuestras costumbres, conoced la Ley Moral, la Ley Espiritual, y la Ley Corporal y dad Cumplimiento a ellas, porque Jehová, así lo Manda y Ordena!…

56. Yo, Moisés, exhorté al Pueblo de Israel, a Orar, a hacer Penitencia y a Vigilar cada uno de sus Actos. Cuando los pueblos alrededor nuestro acechaban, yo, Inspirado por Dios, os hablé; y vos me Conocisteis y me Amasteis, me Seguisteis y conmigo vivisteis horas de Alegría y también horas de infortunio; la amargura fue también en vuestros labios, Pueblo Escogido y también la desesperanza en vuestro corazón, cuando contemplasteis que los días y los años pasaban y aquella tierra que el Dios Verdadero os prometía, no la contemplabais aún, desesperasteis en el camino, os levantasteis y vinisteis para decirme: -Moisés, tu palabra es falsa, ¿en dónde está la tierra que nos has prometido? Hemos dejado atrás a nuestros padres, el cansancio nos agobia, nos convertimos en ancianos y esa tierra no hemos contemplado. ¿En dónde está la tierra prometida?… Y entonces yo, Moisés, revistiéndome de Fortaleza y de Calma, contemplaba con Amor vuestro corazón; y os decía: -Esperad, Pueblo, Perseverad en el camino y Confiad en Jehová, su Palabra ha de Cumplirse… y seguíais mis pasos y vencimos los obstáculos del desierto; y así caminamos, hasta el instante en que fue la Voluntad del Padre, llamar a mi espíritu.

57. En manos capaces, confié la Dirección de este Pueblo que habíame sido confiado por largos años. Fue la Voluntad del Padre que en cuerpo no contemplase los umbrales de la Tierra Prometida, no estaba dado a Mí; mas, Dios nombró a un sucesor y le puso delante de vos, Pueblo, después de mi partida; y yo contemplé desde el Más Allá con mi espíritu, porque el Padre así me concedió ver, penetrar las plantas de mi Pueblo Escogido en aquella tierra Fecunda, en aquella tierra Bendita, Privilegiada y llena de Gracia por el Padre.

58. Muchos desiertos habéis atravesado después y habéis sabido también desesperar; y ahora en el Tercer Tiempo, contemplo cansado vuestro corazón; y os preguntáis: -¿En dónde está la Paz?… ¿en dónde está el Reino del Padre?… y ese mismo espíritu, os dice: -En el Más Allá, en el Seno del Padre, en la Vida Espiritual. …

59. Luchad y Trabajad, Pueblo de Israel, una vez más os dice mi espíritu, moderad vuestras costumbres, penetrad en la vida del recogimiento y del Amor a Dios; Apartad de vuestro corazón los vicios, todo aquello que fuese perjudicial a vuestro espíritu, Apartadlo con energía, que el Maestro os ha dado Potestad; vos Venceréis, porque tenéis en vuestra mano, todo cuanto ha Menester para Conquistar el Reino del Padre.

60. ¡He aquí a vuestro abnegado Maestro, he aquí a Cristo que una vez más en este Tercer Tiempo viene a vosotros y haciéndose lenguaje comprensible a la humanidad, viene para que ella se Salve!… ¡Oh! Pueblo de Israel, ¡Salvad a vuestro espíritu!… ¡Dejad que llegue a Puerto Seguro!… ¡Dejad que llegue a la Tierra Prometida!… ¡No le dejéis vagar, no perdáis los instantes que os son concedidos, id siempre hacia Adelante con la Fe y la Confianza puesta en el Padre, que Él os Mira con Amor y con Piedad, que os ha Enviado su Verbo Divino para que él sea vuestro Guía, para que él sea vuestra Luz!…

61. ¡Ahí tenéis a Elías!… el Enviado de este Tercer Tiempo, el que se ha comunicado con vos para daros su Palabra, que os ha mostrado también la Luz, la Claridad del Nuevo Día; y con su Comunicación, ha abierto el Nuevo Tiempo que os ha sido mostrado por la Voluntad del Maestro; y en esta Alba de Gracia que habéis Escuchado la Palabra de Cristo, ¡Acogedla en vuestro corazón, Grabadla en vuestra mente, Estudiadla en las horas de vuestra Meditación y Comprended lo que Él quiere deciros en su Palabra de esta Alba de Gracia!…

62. ¡La Fuerza que hay en mi espíritu, sea con vos!… Yo os Bendigo, porque el Padre, Mi Dios Me permitió contemplaros y estrecharos. La Fuerza, la Paz y la Luz, sean con vos, Pueblo de Israel, la Perseverancia también, para que podáis llegar al final de la Jornada. …

(Elías)

63. En esta alba Bendita, en el Nombre de mi Padre Eterno, de la Segunda Esencia Divina que presente está, el Pastor os Saluda y os da la Bienvenida y la Bendición, Rebaño Bendito; en este Día de Gracia en que habéis escuchado esta Manifestación tan Sublime, Preparado os ha dejado la Divina Potencia de nuestro Padre; mas Elías, os dice: Grande ha sido mi lucha para Conduciros en el Camino de la Verdad y de Luz para que vuestro espíritu sea Salvo y llegue a aquella Tierra Bendita; como os ha dicho en este instante Moisés: la Tierra Espiritual… que el Padre, os ha venido a Prometer que penetraréis a Ella, si Obedecéis sus Mandatos y Cumplís con su Ley Divina.

64. Recordad, que habéis escuchado al Maestro, que ha venido a entregaros el Alimento para vuestro espíritu y a Confirmar los Dones para vuestro Cumplimiento; y os ha cubierto con la Vestidura Blanca de Gracia, para que vayáis Enseñando a la humanidad.

65. Grandemente el Maestro se ha derramado entre vosotros, mas Yo seguiré acercándome a vosotros, Limpiando vuestros caminos para que no os sintáis desfallecer, para que el mañana seáis el Pueblo Fuerte de la humanidad. No todos me han querido Reconocer y Escuchar; pero vosotros, sois Mi Rebaño y os digo: seguid Adelante para que cuando el Maestro, os haga el Llamado, le hagáis presente ante su Planta Divina, el Buen Cumplimiento. …

[El Divino Maestro]

66. En Verdad, la Lección de esta alba de Gracia, ha sido entregada. ¡Bienaventurado aquél que se haya Preparado y la lleve en su corazón!… para que así, en el rincón de su alcoba, la Analice y después, a Imitación del Maestro, pueda Enseñar a los que no tienen de esta Luz.

67. Es instante de gozo para el Pueblo de Israel, que bajo la sombra de estos Arbustos, recrea su espíritu con la Presencia de la Divinidad, con la presencia de Moisés y de Elías, en el Día de Recordación que el Pueblo llama: el Día de la Ley… porque así como hoy, Conmemora con su espíritu esta fiesta; en el Primer Tiempo, le Conmemoró; recordó siempre el Día de la Promulgación de la Ley en el Monte Sinaí, con festines que no solamente eran del espíritu, sino también de la carne.

68. Pero este Pueblo, ya no es el del Primero y Segundo Tiempo, ya no es el Pueblo del desierto material; ahora, es el Pueblo Espiritualista, el Discípulo del Espíritu Santo, el que viene a Conmemorar la Promulgación de la Ley del Tercer Tiempo con su espíritu, haciendo Fiesta en su corazón, Elevándose a Mí para Sentir la Paz, el Amor y la Gracia que Emana en Mi Espíritu Divino.

69. Esa Gracia de Mi Espíritu, ha sido una vez más con Mi Pueblo; mas, la Fuerza de Moisés, ha quedado impresa en el espíritu de Israel; y la Luz de Elías, ha quedado Iluminando una vez más plenamente la Conciencia de Mi Pueblo Escogido.

70. En el Pueblo que, después de Ascender Mi Espíritu y los espíritus de Moisés y de Elías, con su Oración, va a inundar de Paz al espíritu de la humanidad.

[El Divino Maestro a Moisés y Elías]

71. Moisés y Elías: ¡Sed en Mi Solio!… y desde Ahí, Velad por la Travesía de Mi Pueblo y por la Paz de Mis Criaturas Espirituales. …

[El Divino Maestro al Pueblo]

72. ¡He aquí, Pueblo, la Página de este Día de Gracia!… ¡Gozad!… pensando que sois Mis Párvulos y que sois Mis Discípulos, que no es un maestro de la Tierra, el que os viene a enseñar o a corregir; sino que es el Maestro Divino, que Vibrando Espiritualmente por un instante, viene a Enseñaros, que es Cristo el que viene a Corregiros con Amor y que viene a hojear ante vuestra Vista Espiritual, El Gran Libro de la Vida; en el cual, mucho habéis Leído y Aprendido, pero el cual, no Conocéis aún en todo su Esplendor.

73. Un Tiempo, se ha abierto para vosotros, de Luz o Sabiduría Divina; un Tiempo de Explicación materializado con palabra humana, de los acontecimientos pasados y de los que han de venir en un Nuevo Tiempo de Revelaciones Divinas de Espíritu a espíritu; Tiempo de Comunicación Divina en el cual, no habéis contemplado a vuestro Dios hecho hombre, sino que le habéis tenido en su Divino Espíritu, en su Esencia, Presencia y Potencia; y que pasado este Tiempo en que os entrego Mi Enseñanza en palabra humana a través del entendimiento humano, entonces Israel, penetraréis en el Tiempo de Gracia, en un Tiempo de Espiritualidad en el cual todo aquél que se Prepare conversará Conmigo, escuchará Mi Palabra en Verdad, en forma Espiritual; porque dicho está, que todo ojo pecador y no pecador Me Verá, en el que sería Derramado Mi Espíritu, sobre toda carne y sobre todo espíritu.

74. Tiempo, en el cual, Pueblo, vosotros por vuestra Preparación y Espiritualidad Me tendréis, Me escucharéis y seguiréis Aprendiendo de Mí; seguiréis Recibiendo Espiritualmente las Grandes Revelaciones que guarda Mi Arcano para vosotros, en los tiempos venideros, porque este mundo seguirá siendo Albergue y Morada para vuestro espíritu, dentro de la Eternidad; y en los Tiempos venideros, seguirá el espíritu transitando hacia adelante, Conociendo de Mi Obra más y más; sintiendo que el Reino del Padre, ha tenido -por fin- Asiento en el Mundo material, cuando la materia deje de imperar, cuando las tentaciones hayan perdido su trono, cuando el espíritu del hombre, Me Ame antes que a todas las cosas; cuando los espíritus se congreguen en este Mundo, para Amarme, para hablar de Mí con Preparación y Preparen con su Conocimiento de Mi Sabiduría Divina, a otros espíritus que Yo les confié.

75. Y si en ese nuevo Tiempo de Elevada Comunión Espiritual, vosotros por vuestra Preparación y Espiritualidad vais a recibir las grandes Revelaciones de Mi Espíritu Divino, Yo os digo: Después del año de 1950, también Me Manifestaré grandemente de Espíritu a espíritu en las naciones… ¿Hacia quienes y en qué forma?… No lo sabéis aún; pero os dejo Alerta.

76. En esas nuevas Revelaciones que os anuncio, el Mundo Espiritual de Luz, también se Manifestará de Espíritu a espíritu; los Dones y Potencias Espirituales se impondrán a los sentidos del cuerpo, a las pasiones y las ambiciones humanas; y entonces, en todo el Mundo, en todo lugar, brotará la Luz, las Señales Divinas, espirituales y materiales, los Testimonios de que en su Tercera Era, el Tiempo de la Luz y la Gracia Divina, ya es con la humanidad. Velad y Orad, Pueblo, que lo que hoy habéis Contemplado, lo que habéis Escuchado y Sentido, lo llevaréis grabado indeleblemente en vuestra Conciencia, guardado en el espíritu y corazón.

77. Voy a escuchar vuestra Oración en este instante, voy a Ayudaros una vez más a Elevar vuestro espíritu, voy a atraerle más con Mi Fuerza hacia Mí; voy a enviarle en este instante con el Mensaje de Mi Espíritu Divino, hacia los pueblos y naciones.

78. Yo convierto en este instante a vuestro espíritu, en Mi Emisario y por medio de vuestro Pensamiento le traslado a donde está el dolor y el sufrimiento, las tinieblas, la miseria y la necesidad; a donde los espíritus en sus tinieblas, claman y Me invocan, donde los labios blasfeman, donde hay hambre y sed de Justicia, de Pan Espiritual y material también.

79. ¡Venid a Mí, Pueblo y Velaremos por el mundo y por los mundos, Yo como Padre y vosotros como hermanos!… ¡Entrad en Oración!…(Cinco Minutos de Oración). … …

80. ¡Bendito seáis, Mis hijos!… En el espíritu y corazón de cada criatura, se ha derramado Mi Paz y Mi Bendición; en este instante, habéis sido vosotros Mis Emisarios; de vuestro espíritu Elevado, tremolando en los Espacios Espirituales, ha descendido a los espíritus que moran la Tierra, el rocío de Paz, la Caricia y el Ósculo que Mi nuevo Pueblo Israel, envía a sus hermanos, en esta Alba de Gracia en que Conmemoráis vosotros la Ley.

81. En este Día, en que no permití a Mi Pueblo que hiciera festines materiales, porque en su mesa desperdiciaría el pan, derramaría los vinos; mientras, el Pan y el Vino hacen falta en el mundo, mientras la niñez y los hombres claman por un mendrugo de pan; he hecho solamente Fiesta de Paz en vuestro espíritu, para que de esa Paz –que es Pan y que es Sustento– Compartáis también, con los demás.

82. Yo sé en qué forma, cada espíritu y cada corazón, están Sintiendo este Mensaje y esta Caricia; Yo contemplo desde Mi Espíritu Divino que el espíritu, Sabe recibir en sí mismo, este átomo de Mi Luz.

83. Yo os Bendigo, Pueblo y en Verdad os digo: ¡Ah! si estuvieseis ya Unificados, si todos formaseis Un solo Corazón, Un solo Pueblo, Un solo Pensamiento. ¡Ah! si supieseis qué cercano está el momento de Mi Partida; y qué amargo va a ser para vuestro espíritu, ese instante.

84. Debéis saber Uniros en pensamiento, compartid el Pan de Vida Eterna y vuestra Paz con vuestros hermanos y por ello, recibiréis más de Mis Bendiciones; y os digo, una vez más: ¡Velad por las naciones, Velad por los hombres y Pedid por ellos. …

85. Cuando falte el pan en vuestra mesa, si llegare a faltar, no penséis que falta el pan solamente en vuestra casa, sino pensad que en muchas mesas falta el pan.

86. Cuando tuvieseis una prueba de dolor en vuestra choza, no perdáis la Calma, pensad que es una Recordación para que Veléis por los demás.

87. Vosotros tenéis a los seres de Curación Espirituales que son Mis Siervos, vosotros tenéis el Calor de los seres queridos, pero hay muchos que no tienen esta Ayuda; por ellos pedid, Mi Pueblo.

88. Cuando el dolor sea en vuestro corazón, olvidaos de vosotros mismos y pensad en los demás; pensad que sois el Israel Responsable, el Primogénito, el Heredero que ha de compartir su Pan, su Paz y su Heredad con todos los demás.

89. Es la Lección de Mi Enseñanza de este Día de Gracia. Llevad en vuestro ser Espiritualmente, una gota de Mi Bálsamo, con ella Ungid al enfermo; llevad el Don de la Palabra en los labios y la Esencia en el corazón. Llevad el Don de Sabiduría en el entendimiento.

90. Levantaos Fuerte, que Yo os he Preparado la senda material y la Espiritual. Mas no es menester que Yo Me materialice entre vosotros, diciendo lo que a cada uno le entrego desde Mi Solio; pensad que Yo Estoy en Mi Solio, en la Tierra y en Todo lugar, como vosotros lo habéis dicho en vuestras Oraciones a través de los tiempos.

91. Yo os Bendigo y Perdono, también al Universo y a todos los espíritus, en esta Alba de Gracia; y os Aliento, para el Cumplimiento de Mi Obra. …

92. ¡Llevad Mi Simiente de Justicia, Amor y Sabiduría!… y hacédmela presente cada uno de vosotros, multiplicada en vuestros caminos, porque ésta es Mi Voluntad. ¡Adiós, Pueblo de Israel, la Luz de Mi Espíritu Divino, sea Eternamente entre vosotros!…

¡Mi Paz, sea con vosotros!…

México, D. F., Septiembre 1º del año 1948

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