Cátedra 1950 Dic. 17

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Cátedra del Divino Maestro. Día 17 de Diciembre de 1950 [Sintetizada en: Cát. N° 51 t. oficio y en la E. N°357 del L.V.V.]
Tema: «Unión del Matrimonio por Amor»

¡Mi Paz sea con vosotros!…

1. Mi Rayo de Amor desciende sobre el Pueblo y penetra en vuestro corazón. Allí se siente Mi Divino Espíritu en su Santuario. Allí aspira el néctar de vuestra Ofrenda y el Tributo de los hijos que Me Aman. En las bóvedas de ese Santuario, escucho la voz de vuestro espíritu y esa voz revela satisfacción.

2. A pesar de las pruebas y vicisitudes sabe Elevarse vuestro espíritu sobre ellas para mostrarse Fuerte y Saludable ante el Maestro, para Confesar a su Señor que se siente Dichoso de ser el Discípulo en la Mesa del Maestro.

3. Yo os veo venir de diferentes caminos y lugares de la Tierra. Espiritualmente por un solo Sendero, os contemplo empeñados en la Lucha como Labradores de lo Espiritual y de lo material, aprovechando el Tiempo que Dios os ha concedido.

4. Día por día recogeréis el fruto de vuestra siembra; vuestra lucha terrestre da su rendimiento cada vez que vais en pos del descanso; pero la Cosecha Espiritual, no la podéis recoger todavía porque de ello se va encargar vuestro espíritu, cuando el tiempo sea llegado.

5. Y Analizando vuestros sufrimientos, pruebas, luchas y sinsabores, llegáis a Comprender que son menores que las penas que otros hombres sufren en este Tiempo; entonces, deja de haber lágrimas en vuestros ojos y quejas en vuestro corazón, aceptáis vuestro Cáliz y decís al Maestro: -Gracias Te doy, Padre, porque todavía Mi Cáliz no es tan amargo como otro que mis hermanos están bebiendo. …

6. Y cuando llegan los rumores de exterminio, de muerte, de desolación y terror a vuestros oídos, vuestro corazón se llena de pena y vuestro espíritu solloza en Verdad. Es cuando se eleva la Oración de Mi Pueblo, hasta la Altura de Mi Solio; es cuando os contemplo lleno de temor, no solamente por vuestra existencia y tranquilidad y la de los vuestros; sino porque sabéis ya Sentir el dolor de vuestro propio semejante, porque presentís la Prueba y el Juicio a que estáis sujeto.

7. Sentís vuestra Responsabilidad, la que el Padre ha depositado en vuestro espíritu; y no sabéis entonces, que Méritos, que obras Dignas presentar al Padre para alcanzar de Él, su Perdón, su Misericordia y su Paz sobre este Mundo.

8. Mas cuando Yo contemplo esa Confesión Sincera, cuando sorprendo esa Humildad en Mis Discípulos, –a pesar de vuestra imperfección– Yo Me complazco en atender vuestras peticiones, en Coronar vuestros deseos y en ser Yo un Mensajero vuestro, de Paz y de Caridades.

9. Materialmente estáis habitando en el Corazón del Nuevo Mundo. Aquí Me ha placido traer a vuestros espíritus, Pueblo de Israel. Aquí les he Confiado y Preparado una tierra semejante a la Palestina, una tierra que mana Leche y Miel, una tierra abundante y Pródiga, con un espléndido sol, con un cielo luminoso, con valles y montañas cubiertos de verdor, con hermosos y caudalosos ríos, con maravillosas flores y todo cuanto puede recrear, enriquecer y embellecer vuestra existencia Terrestre; pero en medio de este esplendor y de estas Gracias que el Padre os ha Confiado; veis en vuestro alrededor solamente amenazas de muerte y de exterminio, sólo palpáis en el ambiente influencia de muerte y de guerra.

10. Llegan espiritualmente a vosotros, los ¡ayes! de dolor, las imprecaciones, las blasfemias, las ofensas; os dais cuenta de todo cuanto ocurre en este Tiempo de Juicio sobre el haz de vuestro planeta; pero en vuestra mano, no veo el arma fratricida para defenderos; no veo en vuestro corazón, el ímpetu de guerra. Veo solamente la resignación ante la Justicia; veo vuestro temor ante el odio y la maldad humanos; pero Yo quiero ver algo más que eso en vosotros, Pueblo: Quiero ver vuestra Confianza en Mí que Soy vuestra Espada, vuestro Escudo… y quiero ver también, vuestra Preparación Espiritual, para permanecer Firme y Fiel; no indiferente ni frío, no cobarde o temeroso, sino Valiente, Confiado y Luchador.

11. Hoy la humanidad como en los Tiempos pasados, vive envuelta en guerras. No ha querido que la Semilla de la Paz Divina, Florezca y Fructifique en el corazón. Desde el Primer Tiempo, el hombre con su espada de odio ha cortado de raíz la Simiente de Paz; pero esa Semilla, como el Maná del desierto, ha caído siempre en el corazón desierto de la humanidad.

12. Yo he enviado espíritus a Encarnarse en este Planeta Tierra como Mensajeros de Paz. Yo envío Ángeles al seno de los hogares, para que en la niñez Dobleguen y Dulcifiquen el corazón de los hombres, sin distinciones de pueblos, razas y religiones. Yo levanté en el seno de ellos, a Mis Enviados, a Mis Emisarios de Amor, de Verdad y de Paz.

13. ¿Qué ha hecho la humanidad con Mis Enviados?… Les ha perseguido, ha puesto en duda su Mensaje; les ha calumniado y les ha dado muerte.

14. Yo contemplé en los tiempos de la Primera Era, las guerras fratricidas en la antigua Fenicia y la Siria, entre los romanos y los griegos. No existió el Respeto, el Amor y la Justicia ni entre ellos mismos, ni de un pueblo para otro pueblo. No vi que el fuerte levantara al débil; ni que el poderoso tendiera su mano al menesteroso.

15. No contemplé Ideal Elevado, en los pueblos que estaban en tinieblas. Siempre sus conquistas han sido por la fuerza, por el odio, por la ambición, por injusticia. …

16. Y contemplando el Padre, tinieblas en unos y en otros, envié al seno de los países, distintos por sus ideologías, por sus costumbres diversas, a Mis Profetas y Precursores; aquellos que habían de hablar a sus pueblos de la Única Verdad, aquellos que habían de Conducir a las naciones bajo distintas formas a Un solo Fin; ese Fin, Soy Yo, que había de hacerme Hombre entre los hombres, en ese Tiempo de aquella Era que Iniciaba, llamado ahora: Segundo Tiempo… mas, lo que los Precursores y Profetas dijeron, se Cumplió. Yo viene a Confirmarlo con Mi Presencia Humanizada entre la humanidad.

17. Mi Doctrina, no fue solamente para el Pueblo Judío; él era el Pueblo Preparado, Acrisolado por grandes pruebas desde los primeros, desde los remotos tiempos, el Pueblo que Espiritualmente tenía la Preparación para recibir al Mesías en su seno; mas el Testamento que a ese Pueblo confié, no era solamente para él; era para todos; y Mis Discípulos, después de Mi Partida, se levantaron a Cumplir aquella Misión de Amor, de Fraternidad entre todos los pueblos de aquel tiempo; de entre Mi Pueblo surgieron Mártires, Apóstoles, Profetas y el Ejemplo de ellos en otras tierras y en otros países, el número de Apóstoles se multiplicó, el de los Mártires también creció y de los seguidores de Cristo, Aumentó y la Semilla del Maestro cundió en el viejo mundo.

18. Fue Mi Mensaje de Paz. La Paz que nace del Amor, porque la Máxima más grande que os Enseñé y os envié por Conducto de Mis Discípulos fue la de Amarse los unos a los otros, con el Amor con que el Maestro Ama a sus Discípulos. Fue entonces cuando aquel Pueblo les abrió el Camino, les Iluminó para encontrar un Nuevo Mundo, un Nuevo Mundo poblado también, como aquellos habitados por criaturas humanas poseedoras de espíritu; de espíritus, que –como todos– son destellos de Mi Propia Divinidad. Era menester que en las tinieblas Espirituales de este nuevo mundo, se hiciera la Luz.

19. En el antiguo continente estaban los Discípulos, los Poseedores de la Semilla, los Conocedores de la Verdad, los que poseían una Luz más radiante que la que puedan poseer éstos que también se Elevaban a Mí, Me buscaban ardientemente y llegaban al sacrificio por Agradar a su Dios. Su culto imperfecto siempre fue recibido por el Padre; pero el Padre deseaba que todos los hombres penetrasen en el Verdadero Camino, que Elevaran un Culto Perfecto y Construyesen el Verdadero Santuario, para que todos se Amasen sin distinción de colores, de razas, de mundos.

20. Y aquellos hombres, atravesaron montañas, tierras y mares y fueron en el Nuevo Mundo. ¿Acaso la Conquista de ellos fue por el Amor?… ¿Fue la Luz y la Simiente del Divino Maestro depositada en estos corazones con la Pureza con que Yo la había confiado?… En Verdad os digo que no, que el Nuevo Mundo, el hermano pequeño, el Niño Espiritual, fue sometido por la crueldad, por la injusticia, por la impostura. Sobre su paganismo se edificó una nueva idolatría; en su corazón, que era virgen, no penetró Mi Semilla con su Original Pureza; y sí los malos hábitos, las malas costumbres, la mala herencia que procedía de la decadencia de aquellos pueblos, echó raíces en el nuevo mundo; en este mundo que es un espejo de lo que fue el antiguo, con su Despertar, con su Esplendor en las ciencias y en el poder y con su declinar que ya se aproxima. Y después de muchos siglos. ¿Qué derecho tiene a reclamar el Hermano mayor: Justicia, Obediencia y Respeto, al hermano pequeño?… ¿Qué Cosecha puede esperar, de su mala siembra?… y ese Resultado, ya lo ha visto; y no es todo, porque ya es Tiempo del Juicio Divino.

21. En el nuevo mundo, Yo contemplo: la Sodoma y la Gomorra, la idolatría y la prostitución desatadas, el abandono, el olvido de las Expresiones Esenciales del espíritu, el relajamiento de las grandes instituciones, la hipocresía, el egoísmo… todo su esplendor científico; todo su poderío humano no le bastará para encontrar en ello su Salvación; y vosotros, que tenéis Confianza y Creéis en Verdad que sois aquel Mismo Pueblo de los primeros Tiempos, os preguntáis e interrogáis al Maestro: ¿Qué debemos hacer?…

22. El Maestro os dice: os contemplo una vez más como os vi en aquellos primeros Tiempos, rodeados de pueblos fuertes que se hacían siempre la guerra, amenazados y codiciados siempre por vuestra Heredad.

23. Vi vuestro esplendor en aquel Tiempo y vuestro letargo; y vi cómo vuestros adversarios os sorprendieron durmiendo, os vi muchas veces sometidos a la esclavitud y sobre Mis Manos Poderosas os Liberté para daros Testimonio de Mi Verdad, para Inspiraros Confianza en Mi Justicia, en Mi Poder.

24. Así os contemplo ahora: vuestra tierra, vuestra heredad cotidiana, rodeados de pueblos, de mundos que se hacen la guerra. No habéis llegado a vuestro esplendor, pero lo contemplaréis; y en ese esplendor, no quiero que caigáis en letargo. Para eso os he venido a Preparar en este Tiempo. No será en vano Mi Advenimiento, Mi Palabra, Mi Manifestación, como no lo ha sido ni lo serán las de los Tiempos pasados.

25. Mi Semilla no muere; Mi Semilla puede ser azotada por fuertes vientos, Mis Campiñas podrán ser también castigadas por el vendaval; pero si sus espigas son cortadas por la hoz de los elementos, los Granos caen en la tierra y vuelven a germinar.

26. Mi Semilla de los Tiempos pasados Unida a la que ahora Estoy Sembrando en vuestro corazón, siendo la Misma, dará su Fruto; la Cosecha será grandiosa y abundante.

27. Yo, el Divino Segador vendré a segar la Mies cuando esté Dorada, cuando esté Madura y la depositaré en Mis Propios Graneros, que es Mi Seno de Perfección.

28. Ahora os Preparo a vosotros como a Labradores. Ahora os Estoy haciendo Nacer, con la Verdadera Confianza en la Herramienta de Trabajo Espiritual, para que llegado el instante os levantéis plenos de Conocimientos en la Tierra, plenos de Fortaleza al contemplar que tiempos inclementes os azotan; porque vos, Pueblo, en lo Espiritual, seréis Antorcha ante el Mundo; y en lo material, vuestra Nación, será Antorcha también delante de las naciones, delante de los demás pueblos de la Tierra.

29. La Luz del Espíritu Santo no sólo Ilumina a los que oyen su Voz a través del entendimiento humano, en la forma que vosotros la oís. Esa Luz penetra en toda Conciencia y en todo espíritu; y Estoy Preparando a unos, para Entregar; y a otros, para recibir.

30. Ya están entre vosotros, en esta Nación, Aquellos que han de dar Pasos de Firmeza en el Camino de la Paz; y su corazón y Conciencia, he Preparado, para que esa Luz Florezca en sus labios y en sus Dictados; y unos y otros, Unidos Espiritualmente para Un solo Fin: Formaréis como una Fuente… en la cual vengan a abrevar los sedientos de Paz, de Verdad y de Justicia.

31. No importa que haya quienes no Crean en esta Mi Palabra. La mofa, no puede herir Mi Corazón Divino. En todos los Tiempos de Mis Revelaciones, Mis Profecías han sido puestas en duda por el hombre y han sido befadas.

32. Ahora, os digo: que muchas de Mis Profecías no esperan el paso de los milenios ni de los siglos; tan solo esperan el paso de los instantes o de las horas, de los días o de los años, para que hasta los más reacios e incrédulos de este Tiempo, se sorprendan al ver Cumplida Mi Palabra y Despierten a la Luz. …

33. Vosotros sois aquellos que por Mano Providente habéis venido a ser en este Nuevo Mundo para Cumplir con ese destino Eterno que el Padre os ha Confiado: de ser Bendición entre la humanidad… y si penetráis profundamente en Mi Palabra, veréis que también vosotros estáis recogiendo vuestra propia cosecha. Es la Restitución, es la Justicia, ¡oh! Pueblo, pero mirad que en esa Justicia y en vuestra Restitución, no está la muerte, no está la condena eterna, ni está el fuego del infierno; es el Fuego del Amor del Espíritu Santo que alarga vuestro camino, que proporciona Nuevas Ocasiones para el Arrepentimiento, para la Conclusión de lo que habéis solamente Iniciado para la Restauración de aquello que habéis hecho imperfectamente. … ¡Ved que en Mi Justicia, hay Amor!…

34. Yo os he Rescatado con Mi Sangre y quiero que también os Salvéis por vuestros propios Méritos. No reclaméis a vuestros antepasados, su mala herencia. A ellos imitad, está llena la Historia de esos Hombres, de esos Seres que os he Enviado, con Mensajes de Elevación Espiritual; y de aquellos, que han sembrado el mal sobre esta tierra, que hayan solamente dejado errores, Leed en ese libro que también está Abierto para vosotros, para que no caigáis en esos errores; para que la Luz de la Experiencia sea grande y forméis para el futuro un Pueblo Fuerte, un Verdadero Nuevo Mundo, una Verdadera Nueva Humanidad y contempléis también delante de vuestros ojos, una Nueva Aurora. …

35. Sí, Pueblo, para eso os Preparo y así como os digo: No reclaméis a vuestros antepasados; tampoco reclaméis a los presentes que en otros continentes viven y os amenazan. En Verdad, os digo: Espiritualmente no sabéis vosotros quienes seáis, quienes sean primero: si aquellos o vosotros. …

36. La Luz, Simbólicamente, vino de Oriente a Occidente; ahora del Occidente, irá al Oriente la Luz… y cuando ambas se encuentren, cuando las razas se fundan, cuando las civilizaciones, la Luz y todo se confunda, entonces diréis: -La Luz no ha venido de los hombres a los hombres; ha venido del Padre hacia los hijos… y Yo tendré que ser Reconocido, ¡oh! Pueblo.

37. Hoy, muchos Me rechazan, Me niegan y muchos tratan de crear nuevos campos; pero el Camino Estrecho está en todas partes, está en el corazón, en la Conciencia o en el Talento.

38. En medio de las tinieblas, se abre paso; en la Luz misma de los hombres, doquiera está el Camino Recto del Maestro. A cada momento los hombres se cruzan con Él; es el Camino que Invita siempre, es el Camino que Ama siempre, porque es el único donde se puede caer, levantarse y llegar con Paso Firme hasta la Cumbre; es el Camino que no lleva a los abismos, el que no lleva a las tinieblas; es Aquél que por medio de la Lucha de Ideales y del Sacrificio, Remonta al espíritu hasta la Cumbre y aunque en la Misma Cumbre los nubarrones, las tempestades azoten al espíritu, llega el momento en que la tempestad se calma y llega la Luz y todo es Esplendor y todo es Gloria.

39. Pueblo Amado, en medio de este Juicio: Confiad y tened Paz… pero no declinéis en el Trabajo, no permanezcáis indiferentes.

40. Hay veces que quisierais ir a aquellas tierras, a aquellos campos de dolor lejanos para vuestra materia, a sembrar un poco de Paz y de Consuelo. ¿Queréis hacerlo?…

41. ¡Oh! Mi Pueblo, Yo os lo concedo en esta forma: si queréis Sanar aquellos enfermos, buscad al más próximo que tengáis, tomadlo como una Representación de aquel ausente y en él depositad vuestro Amor y vuestra Caridad… y en el instante, en que vuestro corazón le esté Ungiendo y se esté desbordando en el presente, Mi Mano Poderosa estará Acariciando y Sanando, como Buen Doctor, a grandes multitudes.

42. Si queréis la Paz para un Pueblo que os Conmueva por su falta de Paz. Haced la Paz en vuestro corazón y en vuestro hogar, desechad a la influencia de discordia de allí; que vuestra alcoba sea un Santuario y vuestra mesa un Templo. Y Yo en ese instante, extenderé el Efluvio de Mi Paz y envolveré al Universo… y os digo, en Verdad: que un soldado, en medio de la contienda más feroz, haré que Experimente la Paz y la Confianza y no tema a la muerte ni al dolor. Yo haré que él presienta su retorno al corazón de los que le esperan.

43. Yo haré, en ese instante en que vosotros hagáis la Paz en vuestro corazón y en aquellos que os rodean, que los hogares desolados donde falta el padre, donde la madre se ha convertido también en varón para amasar el pan para los hijos, allí llegue el mendrugo y se Ilumine el hogar y se Alegren los corazones de los niños, para que la Paz de Mi Espíritu, – que vosotros deseáis para aquellos, – sea Sentida.

44. Se acerca un día en que esta humanidad Conmemora el Nacimiento del Mesías, entre los hombres. Día de Recordación, Día de Comunión Espiritual. Los Pueblos que aún viven en Paz, en Paz celebran esa Conmemoración. Muchos pueblos que ya han penetrado en la hora de zozobra también tratan de olvidar -esforzándose,- la angustia, el temor… e invocan, a Aquel Espíritu Divino, atraen a su propio corazón el Recuerdo de aquel Advenimiento Divino y se olvidan de lo que pasa en la Tierra; pero hay muchos, que no están en su hogar, hay muchos que se encuentran en el lecho del dolor, otros en el campo de la muerte, otros en las tinieblas de la desesperanza; y ellos, ¿qué pueden Sentir?… ¿qué pueden Percibir en esa Hora Bendita; a los que aún conservan Paz?…

45. Os digo a vosotros, Pueblo, que tenéis ya Conciencia de muchas Revelaciones porque el Espíritu Santo, a través de las materias humildes, os ha Revelado Misterios: que os Preparéis en esos instantes, que Elevéis vuestro espíritu al Padre… y en esa Comunión en que penetréis Conmigo, Yo haré Prodigios, Yo penetraré como el Buen Ladronzuelo en el corazón de cada una de Mis Criaturas.

46. Mi Mano, llamará a todas las puertas; la Estrella de Belem Brillará y los perdidos, los caminantes, los pastores Humildes, los patriarcas, los padres de familia, los Buenos y los pecadores, los grandes y los pequeños, la verán Brillar en su interior.

47. ¡Yo haré que la Paz de Mi Espíritu, sea Sentida como una Caricia Divina en todo el Universo!… aun en aquellos, que vosotros presentáis más duros, más reacios a Mí, allí estará también Mi Llamado, Mi Caricia y Mi Paz. …

48. ¡Velad, oh! Pueblo, para que la humanidad pueda convertirse en el Humilde pastor que llega ante el Portal, para que la humanidad se Doblegue, se Arrepienta, se Sensibilice en esos momentos de Conmemoración y llegue ante la Humildad de su Maestro, de Aquel que no vino a buscar palacios, ni templos, ni pompa para hacerme Hombre entre los hombres. Aquel que solamente encontró la Humilde gruta, adonde los elementos, –antes que el corazón del hombre– abrieron su seno para recibir aquel Divino Depósito. Fue la roca, fue la paja y fueron las Humildes bestias, las que dieron Abrigo y Calor al Divino Redentor.

49. Hoy quiero, humanidad, que la Humildad de vuestro corazón sea el cálido Pesebre, que la aspereza de vuestro corazón sea la Paja; allí quiero Yo, no nacer, porque en Verdad os digo: Soy Eterno… y Nací en cuanto Hombre en el Segundo Tiempo y no volveré a hacerme Hombre entre la humanidad. Quiero Renacer en aquellos que Me llevan como muerto en su propio corazón. Quiero que Sintáis que Dios se hizo Niño, se hizo Hombre y fue vuestro Maestro; el que con su Vida, Ejemplos y Palabra, todo os Enseñó.

50. En el instante en que Mi Rayo de Luz se traduce en palabra humana en estos humildes Recintos, por ser Universal Mi Luz, penetra en todas las criaturas; y ante la Esencia de esta Palabra que es Humilde, porque son Humildes los hombres de quienes Me sirvo, se Conmueve Mi Pueblo y aún se Conmueven las Legiones Espirituales en el Más Allá.

51. ¡Velad! ¡Orad! y en estos Días de Gracia, todo aquello que busquéis y solicitéis del Padre, en vosotros será. Ya os he enseñado cómo en uno, podéis hacer que alcancen muchos. Estoy recibiendo de todos vosotros vuestra ofrenda. …

52. Pero hay entre esta multitud, una pareja: un mancebo y una doncella… que se presentan ante la Mirada del Maestro, para que su Amor, su Unión, sea Bendecida y Sancionada.

53. El Maestro, no los recibe en esta hora… porque os dice: en Verdad, siempre habéis estado Conmigo y Yo siempre con vosotros. …

54. Venís para que Mi Mano Poderosa os Unifique… y os digo: Ha mucho tiempo que estáis Unidos por el destino… pero es menester que los hombres todavía celebren un acto, obedezcan una Ley Espiritual y una ley humana, para que su Unión, su Matrimonio sea Reconocido y Respetado por la humanidad. …

55. No es una ceremonia la que viene el Maestro a celebrar entre vosotros. Es solamente una Caricia que vengo a daros; es un Consejo de Padre y una Enseñanza de Maestro. …

56. Sois dos espíritus. Sois dos corazones a los que vengo a Unir en un solo Sentimiento, en Un solo Corazón, en Una sola Voluntad. Habéis estado distantes, en diferentes moradas. Habéis llegado primero el uno; la otra después a este Planeta; y en ese trayecto, en esa jornada habéis sido probados con vuestro Amor. Vuestro destino ha sido puesto a prueba por la Voluntad del Padre y habéis sido Fieles al Padre; habéis sabido cumplir vuestras propias promesas, venciendo con vuestro Amor y vuestra Fe, todos los obstáculos.

57. He aquí, en estos momentos, estáis ante la Presencia de vuestro Maestro, que Engalana vuestro espíritu, que lo Conforta una vez más para que Cumpláis con esta Delicada Misión, la Misión más Sublime que Dios le ha Señalado al Género humano dentro de lo humano.

58. Vais a penetrar en esta Institución de Amor, de Sacrificio y de Vida, en esta Institución de Renunciación por el Ideal, por el Amor y la Obediencia al destino; para que vuestro Paso sea Firme en la Nueva Senda, venís en pos de Mi Fuerza y de Mi Luz que a raudales se Derrama en vosotros.

59. Varón, lo que pude entregarle al primero en esta Tierra, os lo he dado a vos, os lo Confío una vez más en esta hora: El Talento, la Voluntad, la Energía, la Fuerza, la Vida y la Simiente. Lleváis Simbólicamente en vuestra diestra, una Espada; en vuestra siniestra, un Escudo. La vida Terrestre, es una Lucha.

60. Vosotros los varones, sois los Defensores de la humanidad. Sois los Soldados, los Guardianes de la Paz, de la Justicia y de las Virtudes.

61. Yo os hago Soldado de estas Causas y pongo en vuestra siniestra, junto a vuestro corazón, a una doncella. Espiritualmente Moral y Corporalmente es una Flor; Flor cultivada por Mi mano en un Huerto, en un Jardín ameno, Jardín codiciado por el corazón y por las pasiones de los hombres, Jardín por el cual María, la Madre Universal, Vela siempre y cubre con su Manto; Jardín que es regado con las Aguas Cristalinas y Puras, de Aquella Virginidad Divina y son siempre Fecundadas con el Rocío de la Castidad.

62. Esta Flor Me habéis pedido con Humildad; y el Padre, con Amor y con Gracia, os la entrega. Es vuestra, es lo único que puede poseer el hombre de Bienes humanos en esta existencia material. Ni vuestros mismos padres están tan ligados a vosotros. Ellos se van y os dejan en la senda de la Lucha; ni vuestros hijos, porque ellos como tiernos polluelos cuando sienten que las alas han crecido, abandonan el nido Paternal; y solamente queda cerca del corazón del varón, la compañera de su vida y solamente queda junto la mujer, aquella que él eligió.

63. Es Mi Palabra, es Mi Verbo de Amor quien os está fundiendo, en Verdad, quien está enlazando y dando Fuerza a vuestro Propósito en este instante.

64. ¡Levantad vuestra frente!… ¡Caminad con Paso Firme!… ¡Sed el uno de la otra Cirineo!… ¡Sed el uno para el otro, Báculo!… ¡Sed Manto que enjugue su llanto!… porque os digo, Espiritualmente sois iguales. No existe sexo ni diferencia en el espíritu. No está ninguno de los dos, Espiritualmente, antes que el otro; pero ya Encarnados ambos, he colocado Primero al varón y después a la mujer.

65. Ser varón para un espíritu, es Prueba a que Dios, le sujeta. Ser Mujer para un espíritu, es Restitución también. En el varón está la Fuerza y debe estar siempre la Comprensión. En la Mujer, en su corazón Preparado con Ternura y Sensibilidad, anida el Sentimiento de Sacrificio.

66. Ambos se complementan, ambos forman Un solo Sentimiento; y de esa Comunión, de esa Unión de espíritus y de cuerpos, brota la existencia humana como un río eterno, inagotable. De esa semilla y de esa tierra Fecunda, brota también el trigo que no tiene fin. Yo os Bendigo y os Uno con Mi Abrazo Divino, con Mi Ósculo de Maestro. …

67. Este Pueblo os sirve de Testigo; pero a este Pueblo, hago también Responsable de vosotros. Este Pueblo: es la humanidad… es vuestra sociedad dentro de la cual vivís.

68. Quiero que ellos, con su Elevación Espiritual en este instante: Siembren de Ventura vuestro sendero, se Regocijen siempre al contemplar vuestra Sonrisa y vuestra Paz y os Bendigan siempre en vuestra multiplicación, como Yo os Bendigo en este instante… y os hago Simiente y Tierra Fecunda, porque ésta es Mi Voluntad. …

69. No ha sido la mano del ministro la que ha Sancionado vuestra Unión en este instante; es Mi Ley Eterna, que Es Mi Amor.

70. Os Bendigo y os Conduzco por el Camino de la Ley, del Cumplimiento y al finalizar vuestra jornada, rendiréis cuentas a vuestro Dios; y en el instante de rendir cuentas al Padre, recordaréis claramente esta Obra y Escucharéis nuevamente el Eco de esta Palabra; no el eco humano, sino aquel que se Escucha en lo más profundo de la Conciencia; y diréis: -El Padre que Trazó el Camino a nuestro espíritu, hoy nos dice que hemos llegado al final para rendir Cuenta y Tributo. …

71. Allí os espero, en la Cumbre del Monte. Os espero en Mi Morada, para que podáis contestar a vuestro Señor. Yo quiero recibiros como en este instante os he recibido: con Mis Brazos Abiertos… y quiero Bendeciros una vez más, cuando lleguéis.

72. Hoy os doy la Simiente, una sola; mañana vais a entregármela en multiplicación. Que esa Simiente sea Grata al Señor. Podéis Confirmarlo en vuestro paso, si es Grata también a vuestros corazones.

73. ¡Yo os Bendigo y os Uno!… El Manto de María os Bendice, os da Calor, os Embelesa, os Impulsa para ir Paso a Paso por la Senda de las Virtudes, como Ella os ha dicho siempre: con esa Mansedumbre, con esa Humildad de que ha dado Ejemplo la Madre entre sus hijos. …

74. He aquí, Pueblo, todavía Me tenéis a través del Entendimiento humano y vuestros oídos dejan pasar al corazón y a la mente esta Palabra; pero se acerca el instante en que más no Me tendréis así; y en esos tiempos, ¿cómo podréis vosotros Celebrar este Acto, de la Unión matrimonial?…

75. No quiero dejar duda ni incertidumbre entre Mi Pueblo; y en este instante, os digo: Aquellos que la vida, las pruebas, las vicisitudes, no os hayan permitido llegar ante Mi Planta y Escuchar Mi Bendición a través de los Portavoces… no temáis, no sollocéis, os dice el Maestro, porque una Gracia muy grande tengo preparada para vosotros.

76. Ya veis hoy, que el momento de celebrar vosotros este acto, no es el de vuestra Unión, ya veníais destinados por Mi Voluntad; pero sí es permitido y mandado por Mí, que Celebréis delante de los ojos, delante de la Conciencia de los vuestros, este Acto, para que seáis en vuestro Matrimonio, Respetados y Reconocidos.

77. Todavía la Intuición y la Elevación del espíritu humano no están grande como para contemplaros a vosotros Unidos por Mi Voluntad; aún no estando unidos por las manos de los hombres, ese tiempo llegará; y entonces, no habrá duda en el varón ni en la mujer, cuando se encuentren. Ellos Conocerán también la hora y sabrán penetrar con Confianza y Firmeza en su Unión material; y los hombres, no se levantarán para desgarrarlos, para juzgarlos por no haber sido sancionada por un ministro, ante un altar. Ese tiempo es futuro, Pueblo; pero esos Acontecimientos, así serán.

78. Mientras esos tiempos de Verdadera Elevación, llegan entre vosotros; hacedlo en vuestra Congregación Espiritual, hacedlo delante de los que caminan como Apóstoles del Espiritualismo. No tendréis delante de vosotros ningún ministro; ni los que fueron Portavoces ni los Guías, os Unirán, porque ellos no son poseedores de vuestro destino; Yo, Espiritualmente os Bendeciré. Vosotros, os Elevaréis de espíritu a Espíritu y los Videntes Profetizarán, los Videntes darán Testimonio de esta Mi Verdad; y aquella Elevación de espíritu, será un Acto Sublime, en el cual, Yo os Bendiga y os llene de Mi Gracia. …

79. Si en aquella hora Bendita, en aquel instante Solemne en que dos espíritus se funden en Una sola Voluntad para marchar por esta senda de Sacrificio, de Abnegación y de Amor, queréis dar Lectura a Mis Cátedras pasadas, a Lecciones de Mi Enseñanza, sobre estos casos, lo podréis hacer… y entonces, vuestra Conciencia se Afirmará en Mis Palabras y vuestros pasos, serán más Conscientes en vuestra senda.

80. Yo, dentro de esa Sencillez, quiero contemplaros el mañana… y os digo: ¡Bienaventurados aquellos que llenos de Conformidad y Alegría, celebren así su Acto, porque ellos tendrán una Gracia muy grande del Padre, durante toda su jornada!…

81. Vendrán entonces de otras religiones, de otras sectas; y mientras unos Despierten y Comprendan la Verdad, otros se escandalizarán.

82. En el seno de vuestras sociedades, veréis que muchos Comprenden la Verdad de esa Unión, pero también habrá otros que os juzguen, os calumnien; pero si tenéis Fe y Confianza en Mi Obra Divina y en que Voy siempre delante de vosotros y Estoy en todos vuestros Actos; mostrad, antes que con vuestros labios, con vuestras Virtudes y vuestras Obras de Amor a lo largo de vuestra vida… y así, daré a Comprender a la humanidad, que en Verdad un Lazo de Gracia y de Amor, un Lazo de Eternidad, os Une. …

83. Yo, en el Segundo Tiempo, penetré en el hogar de los muchos matrimonios unidos por la Ley de Moisés… ¿y sabéis cómo encontré a muchos de ellos?… Riñendo, destruyendo en unos y en los otros la Simiente de Paz, la Simiente de Amor y Confianza en el corazón. … Yo contemplé: guerras en el interior de esos corazones y guerra y discordia, en Verdad, en su mesa y en su lecho. … Penetré también en el hogar de muchos que vivían sin haber sido su matrimonio sancionado por la Ley de Moisés, y contemplé: que se Amaban, que vivían como alondras en el nido, dándose siempre Caricia y Calor. …

84. ¡Cuántos hay que viviendo bajo un mismo techo, no se Aman; y al no Amarse, en Verdad, no están Unidos; están distantes, están separados Espiritualmente; mas no lo hacen en lo material, solo por temor a un Castigo Divino o por temor a las leyes humanas y al juicio de la humanidad. Eso no es matrimonio, eso no es Unión, eso no es Verdad. Sin embargo, se levantan y penetran entre las multitudes, visitan los hogares y los templos y transitan por caminos; y la humanidad, no les juzga, porque ellos ocultan la mentira en su propio corazón; y cuántos tienen que ocultarse de los ojos de la humanidad para esconder su Verdadero Amor, su Verdadera Unión, en el rincón de su alcoba. Hoy todavía la humanidad no está Elevada para juzgar Bien estos acontecimientos. Los hombres de la Ley Espiritual y de las leyes humanas, sancionan y juzgan, sin Verdadera Justicia.

85. Pero esos tiempos que os Anuncio, vendrán; y entonces, volveréis a ver los tiempos Patriarcales, aquellos tiempos antes de Moisés, en que las Uniones se hacían como he hecho con estos Mis Hijos en este instante: Espiritualmente… como vais a hacerlo en los tiempos venideros, en la presencia de los padres de los desposados, en la presencia de los amigos y de los parientes, en el seno de aquella Espiritualidad, de aquella Fraternidad, de aquel Regocijo.

86. Cuando los hombres de Paz y de Buena Voluntad abunden en la Tierra, Mis Divinas Instituciones de Mi Ley, veréis vosotros Florecer y endulzarán vuestra vida humana. Los tiempos de la Paz, de la Concordia y del Bienestar volverán, sin mengua de vuestra civilización, de vuestras ciencias, de vuestro adelanto en otros Órdenes.

87. Por el contrario: Si el hombre, mucho ha descubierto, si ha arrancado a la Naturaleza muchos de sus secretos; aún en medio de su impreparación, de su falta de Elevación Espiritual, de su Carencia de Amor y Caridad Espiritual para los hombres, ¡qué será cuando los hombres en la ciencia, en lo Espiritual, en las artes, se Eleven hacia Mí para que Yo les Revele como Espíritu Santo, los Secretos!… Entonces haré que Mis hijos hagan de este Planeta: Un Mundo de Verdadera Elevación y de Luz… para Recreo, para Redención y Bienestar de todos. …

88. Con el Adelanto y la Luz, con la Elevación de los espíritus, por los diversos caminos; el Padre se Recreará, porque el Padre es Luz y quiere que sus hijos sean los Hijos de la Luz. …

89. ¡Oh! Pueblo Amado. En Mi Palabra, he estado entre vosotros: como Padre, como Maestro, como Doctor y como Juez…. ¡Llevadme así y no Me cerréis las puertas de vuestro corazón!… Quiero ir en él y quiero que él Me abra las puertas, cuando ante vuestro corazón se presente aquél que Me busca, si queréis llevarme en vuestro corazón por siempre, que Yo esté solamente allí; pero nunca con el egoísmo, porque si el egoísmo penetra, entonces Yo tendré que salir y os Sentiréis solos y débiles, Sentiréis frío y vacío en vuestro corazón; y Yo quiero que él, esté siempre lleno de Mi Espíritu. …

90. En este instante, desde Mi Alto Solio, os he llenado de Mi Espíritu y he envuelto al Universo una vez más en la Luz de Mi Rayo Universal, que es Rayo de Paz y de Amor.

¡Mi Paz, sea con vosotros!…

México, D. F., 17 de Diciembre de 1950.

Divino Maestro:

Pedestal:

1 comentario

  1. MAGNIFICO MENSAJE.CONTINUEMOS UNIDOS CON HUMIDAD Y GRAN FERVOR , SIENDO PAREJA ESPIRITUAL QUE SIRVE CON GOZO PARA EL REGOCIJO DEL PADRE Y DE NOSOTROS MISMOS POR EL SERVICIO DE UNION PARA CONSEGUIR LA PAZ EN NOSOTROS MISMOS COMO MATRIMONIO Y LOS ESPIRITUS DE NUESTRO ENTORNO UNIVERSAL. AMEN.

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