INTRODUCCIÓN 01-003-029 Comprended y analizad el momento en que vivís. Yo os anuncié en el Segundo Tiempo que volvería y os dije cuáles serían las señales de mi venida. Quiero que la humanidad reconozca que estas señales han aparecido ya. 01-003-030 Si os dije que volvería, es que tenía algo más que deciros y que en aquel tiempo aún no os lo podía revelar porque no lo hubieseis comprendido. 01-004-091 Vine a sorprenderos precisamente en el tiempo anunciado por Jesús y los profetas de mi nueva venida; ahora al cumplirse mi promesa, miráis el pecado en su mayor altura de perversidad, las ambiciones y los odios humanos manifestándose en guerras, como resultado de las tinieblas que envuelven al espíritu de la humanidad en este tiempo. 01-013-040 Yo os revelé que mi retorno sería en una nube. Hoy que ya me encuentro entre vosotros y que por lo tanto, he cumplido aquella palabra, de cierto os digo, que la nube es la representación de mi presencia en espíritu, En la misma forma en que me vieron ascender mis discípulos, una vez que dejé concluida mi obra en el Segundo Tiempo, así he descendido en este tiempo entre la humanidad. 01-013-043 Ahora que vengo en la nube, estoy posándome en vuestro espíritu, por lo tanto mis manifestaciones en éste Tercer Tiempo son invisibles a los ojos mortales. Sólo el espíritu con sus sentidos elevados, es el que puede mirar, sentir y comprender mis revelaciones. 01-013-045 Hay quienes se preguntan al escuchar esta palabra: ¿Acaso el Señor ha descendido en este tiempo para hacerse sentir solamente en los que hemos escuchado su enseñanza por el conducto humano, o lo ha hecho entre toda la humanidad? En verdad os digo: La nube espiritual da su sombra protectora a todo el mundo, lo mismo que en el Primer Tiempo en el que cubrió a todo su pueblo que se encontraba delante del Monte Sinaí. 01-013-052 Para que os diese estas nuevas revelaciones, fue necesario que en el tiempo que transcurrió entre mi manifestación a la humanidad en cuanto hombre mi llegada en espíritu en este tiempo, hubieseis pasado por muchas reencarnaciones en la Tierra, para que cuando Yo viniese a pediros la lección pasada, vuestro espíritu supiese contestar y cuando le hiciese nuevas revelaciones, las supiera comprender. 01-018-001 Tal como fue anunciada mi nueva manifestación hoy la habéis visto realizada: He venido en espíritu y rodeado de ángeles o espíritus de luz. 01-020-075 Esta fue mi promesa a través de Jesús y os la he venido a cumplir. Dije en el Segundo Tiempo a mis apóstoles: “Si no me fuese, no vendría a vosotros el Espíritu Consolador”. Quise decir: si Yo Jesús, en cuerpo, no me fuese, no podría venir a manifestarme a vosotros en espíritu. Pues el Espíritu Consolador, el Espíritu Santo que os prometí, soy Yo, es mi palabra, es mi mensaje de amor. 01-021-036 El Espíritu de Verdad, es la sabiduría divina que viene a aclarar los misterios y ha llegado a los hombres, en cumplimiento de mi promesa hecha a la humanidad. Estáis viviendo la Era en que habían de realizarse estas manifestaciones, por encontraros preparados espiritualmente para recibirlas. 02-030-009 En el Segundo Tiempo, cuando entre mis discípulos o entre las turbas que me seguían, alguien preguntaba si acaso Yo volvería entre vosotros, no tuve motivo alguno para ocultárselo y les declaré que mi retorno sería en un tiempo de grandes pruebas para la humanidad, el cual sería precedido de grandes acontecimientos y trastornos en los distintos órdenes de vuestra vida. 02-030-010 Aquella promesa que os hiciera, la he cumplido, porque no ha faltado ninguna de las señales precursoras, así como tampoco ninguno de los acontecimientos anunciados; sin embargo, la humanidad entregada a su letargo espiritual, ha dejado pasar inadvertidas las señales de mi presencia entre los hombres. 03-061-050 Este es el ocaso de una era y el amanecer de un nuevo tiempo; ya está apareciendo la luz de la aurora, cuando aún no se disipan las sombras de la noche; el milagro está delante de vuestros ojos y aún no lo presentís por vuestra dureza de corazón. ¿Cómo vais a penetrar en meditación si aún no os habéis arrepentido de vuestras faltas? 03-061-051 Os habéis familiarizado con la maldad y el vicio que os rodea, miráis con naturalidad el homicidio, la deshonra, el adulterio, combatís la virtud y en cambio al vicio lo disfrazáis, para mostraros en apariencia limpios ante los ojos de vuestros hermanos. 03-061-052 De cierto os digo que de estas tinieblas la humanidad saldrá a la luz, mas ese paso será lento. ¿Qué sería de los hombres si en un instante comprendiesen todo el mal que han ocasionado? Unos perderían la razón, otros se arrancarían la vida. 03-062-029 Y en verdad que las señales de mi manifestación en esta era han sido grandes; la misma sangre de los hombres derramada a torrentes, empapando la tierra, ha marcado el tiempo de mi presencia entre vosotros como Espíritu Santo. 03-063-079 A mis apóstoles en el Segundo Tiempo les anuncié mi nueva manifestación y cuando ellos me preguntaron qué señales anunciarían ese tiempo, Yo se las anuncié una a una, así como las pruebas que les daría. Las señales han aparecido hasta la última; ellas anunciaron que este es el tiempo profetizado por Jesús y Yo os pregunto: Si esta manifestación que os estoy dando no fuera verdad, ¿Por qué Cristo no se ha presentado, a pesar de las señales? ¿O creéis que también el tentador tiene potestad sobre toda la creación y sobre los elementos para engañaros? 03-065-013 Este es el tiempo que vio y anunció Joel, en el que los hijos de la humanidad tendrían visiones y sueños proféticos en que sus bocas hablarían movidas por mi fuerza divina, porque mi Espíritu estaría derramado sobre toda carne y sobre todo espíritu. 03-069-058 Desde la antigüedad sabéis por Juan, mi profeta, que había de llegar un tiempo en que todo ojo me vería; ese tiempo lo tenéis a la vista. En esta era el espíritu de la humanidad abrirá sus ojos a la luz de la verdad y me contemplará, comprenderá mi palabra y sentirá mi presencia. De las piedras brotará no sólo agua también flores. 03-070-032 Esta es la tercera revelación anunciada por Mí y por los profetas; este es el tiempo en el cual la luz del sexto candelero está iluminando a la humanidad. Es el tiempo anunciado en que vendría radiante de luz a dar cumplimiento a mi palabra. He venido a daros a conocer la misma Ley espiritual y divina de todos los tiempos. 03-071-002 La luz de mi Espíritu Santo iluminará sendas y desiertos para que la humanidad pueda encontrar el verdadero camino, el de su evolución espiritual. Vengo cuando la perversidad y la corrupción se hallan en su mayor altura; mi Doctrina aparece ante vosotros como arca salvadora. El mundo es un océano de dolor; al ver esa arca ¿No deseará la humanidad encontrar en ella la salvación? 03-073-002 Este es el tiempo en que os ofrecí volver entre vosotros. Ha sido necesario que vuestro dolor sea muy grande para que vengáis a Mí, mas todo estaba preparado desde el principio de los siglos y todo había sido profetizado. No velabais ni orabais y por eso os perdisteis del sendero; mas de cierto os digo que a pesar de tantos abrojos y pedruscos que cubren hoy la Tierra, a pesar de tantas encrucijadas, cuestas y abismos que en ella existen, el camino del Señor siempre es perceptible para el que se decide a ir por él. Vine para apartar la cizaña y los obstáculos de vuestro camino, para que contempléis el esplendor de la Tierra Prometida. Mañana llamarán los hombres a esta Era “El tiempo de la luz”. 03-073-003 Grande será la transformación que sufra la humanidad en breve plazo: instituciones, principios, creencias, doctrinas, costumbres, leyes y todos los órdenes de la vida humana serán conmovidos desde sus cimientos. 03-073-004 Sí, este es el tiempo de la luz; Yo os digo que la luz es fuerza, es pureza y es verdad; por lo tanto esa pureza y esa verdad tendrán que brillar en todos los caminos y obras de los hombres. Muchos dirán entonces: Señor, ¡Por cuánto tiempo te ocultaste a nuestras miradas!; mas Yo les diré: No es que Yo me hubiese ocultado, es que vosotros tendisteis un denso velo para no verme. 03-073-005 La humanidad es mi campiña, Yo soy su labriego; pero veo que sobre sus senderos han caído innumerables plagas y eso ha hecho demasiado laboriosa vuestra salvación. El materialismo, la guerra, el pecado, han sido las plagas que han azotado sin cesar las tierras del Señor; mas el poder para exterminarla está en Mí y pronto llegará el instante en que sean exterminadas para siempre. Entonces florecerán los campos, habrá paz en los corazones y pan en abundancia en todos los hogares. La vida humana será como un culto que se eleve hasta Mí al cumplir con el precepto que os dice “Amaos los unos a los otros”. LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 1 ENSEÑANZA N° 1 1. En el principio de los tiempos, Yo, como Padre, inspiré al hombre la práctica del bien. Mas los hombres se apartaban de los mandatos divinos cayendo en idolatría y en actos abominables ante Mí. Vencían los fuertes, caían los débiles y el varón tomaba a la mujer como esclava. Fue necesario entregar a Moisés en el Monte Sinaí, los diez mandamientos de la Ley. En esa Ley estaban los mandatos que deberían regir al pueblo de Israel. Y en ellos se les decía: “El que diere muerte, lleve sobre sí la misma sentencia. El que hurtare, restituya a su hermano. El que hiciere mal, ojo por ojo y diente por diente pagará”. 2. Llegó el Segundo Tiempo y vine en Jesús a morar con vosotros y en mi palabra os dije: “Aquél a quien hirieren en la mejilla derecha, muestre la izquierda. Perdonad a vuestros enemigos”. Y en el Tercer Tiempo, en el que os encontráis, he venido a deciros: Si el asesino de vuestro padre perseguido por la justicia humana, llamare a vuestra puerta implorando ayuda ¿Qué haríais? Protegerle. Si así lo hiciereis, demostraréis haber alcanzado la evolución espiritual, que os permite cumplir con la Ley Divina de vuestro Padre Celestial que os manda: “Amaos los unos a los otros”; “resucitad a los espíritus que han muerto a la vida de la gracia, porque todo espíritu será salvo”. 3. Hoy vengo a hablar a vuestro espíritu y a revelaros el contenido de los Siete Sellos, el Libro de vuestra historia, de la Profecía, de la Revelación y la Justicia. 4. Soy Yo quien ha venido a deciros que hoy vivís en el tiempo perteneciente al Sexto Sello. 5. 1866 Marca el principio de este tiempo de luz. Yo envié a Elías para que descorriese el velo del misterio e iniciase el tiempo de mi comunicación como Espíritu Santo entre la humanidad. Elías iluminó a un varón destinado por Mí para que fuese el precursor. Aquel escogido llamado Roque Rojas, fue quien escuchó de espíritu a Espíritu la voz del Profeta que le ordenaba en mi nombre, llamar y reunir a sus hermanos, porque una revelación divina estaba a punto de iluminar los destinos de la humanidad. Roque Rojas, manso y humilde como un cordero, obedeció la voz espiritual, respondiendo: “Hágase en mí la voluntad de mi Señor”. 6. Roque Rojas reunió a un grupo de hombres y mujeres de fe y buena voluntad, y allí, en el seno de sus primeras reuniones, Elías se manifestó a través del entendimiento del Enviado, diciendo: “Yo soy Elías el Profeta, el de la transfiguración en el Monte Tabor”. Y dio las primeras instrucciones a los primeros discípulos, al mismo tiempo que les anunciaba la Era de la Espiritualidad y les profetizaba que pronto llegaría el Rayo del Divino Maestro a comunicarse con su pueblo. 7. Un día en que el humilde recinto de Roque Rojas se encontraba pletórico de adeptos que confiaban en la palabra de aquel varón, descendió Elías a iluminar la mente de su portavoz, e inspirado por Mí, ungió a siete de aquellos creyentes a quienes les dio la representación o el simbolismo de los Siete Sellos. 8. Más tarde, cuando llegó el instante prometido de mi comunicación, encontré que de aquellos siete escogidos, sólo uno velaba en espera de la llegada del Casto Esposo y ese corazón era el de Damiana Oviedo, la doncella cuyo entendimiento fue el primero en recibir la luz del Rayo Divino como premio a su perseverancia y a su preparación. 9. Damiana Oviedo representaba el Sexto Sello. Fue una prueba más, de que la luz del Sexto Sello es la que ilumina esta Era. 10. En el Segundo Tiempo encontré regazo de mujer, regazo materno, y en este tiempo también, descansé en el corazón limpio y puro de Damiana Oviedo. Su regazo de doncella fue maternal para el pueblo de Israel y por su conducto preparé a los guías, a los portavoces y a los labriegos. La dejé llegar a los umbrales de la ancianidad y le dije: “Vos que os habéis levantado como fuente de amor y habéis dejado encendida en los corazones una antorcha de fe, descansad”. Ella me pidió venir en espíritu a trabajar, porque fue celosa de mi Ley y no quiso que ésta fuese mancillada, y Yo se lo concedí. 11. Una misión más le entregué en ese instante diciéndole: “Damiana, no es mi voluntad que las aguas turbias se mezclen con las aguas cristalinas. Sé a la diestra de los guías, para que la antorcha de fe sea mayor cada día en ellos. Regocíjate, y desde el lugar en que te encuentras, recréate con este pueblo. Mira las multitudes que te aman y me han reconocido. Van pisando la huella que tú les dejaste. Mira que la antorcha aún se encuentra encendida. El Maestro ha dicho: El que siembra amor, recoge amor; el que siembra luz, recoge luz. Tú has luchado preparando el entendimiento de los portavoces y limpiando los caminos de mis escogidos, he ahí tu simiente”. 12. En verdad os digo, pueblo: Es Damiana la casta doncella que en representación de María, ha venido en el Tercer Tiempo a entregaros ternura y caricia. Bienaventuradas las doncellas que caminen por esta huella, porque en ellas derramaré mi gracia. Y en todos vosotros que sois mis hijos, mi anhelo divino es convertiros en discípulos, porque el momento de mi partida se acerca y quiero dejaros como maestros entre la humanidad. 13. Caminad con paso lento para que lleguéis al final del sendero y seáis los fuertes de la Tierra, por medio de la humildad y la caridad. 14. Los hombres materializados en este tiempo, también me han llamado. En ellos mi Voz ha resonado espiritualmente y el Maestro ha entregado la paz a raudales, mas estando con ellos, no me han querido tener y distinta simiente han querido sembrar. 15. En este instante os recibo y entrego mi esencia y mi luz que tanto habéis esperado. No juzguéis a vuestros hermanos que se encuentran fuera del camino de la verdad; porque no sabéis si mañana también vosotros os confundáis en otros senderos. Pedid, por lo tanto, por los perdidos, por aquéllos que han caído. Aparto de vosotros la confusión y os entrego leche y miel. 16. Hoy vengo a repetiros mi palabra recordándoos las enseñanzas de los tiempos pasados. Más no vengo a recordaros la comunión en la forma en que Jesús la simbolizó en el Segundo Tiempo con el pan y el vino de la tierra. El tiempo en que os ofrecían el pan material en representación de mi palabra, ha pasado. Hoy el pan es mi palabra y el vino sagrado es la esencia divina que os entrego espiritualmente a cada momento. 17. Alimentaos, alimentaos, esa es mi voluntad. Entregad la verdad al que se alimenta de impostura. Acercad al increyente ante Mí y haced que las discordias y desuniones desaparezcan, para que llegue a todos mis hijos el pan de la vida eterna porque si habéis estado a punto de caer, mi amor ha venido a salvaros. Como un ancla salvadora, mi Espíritu lleno de misericordia, os salva en las tempestades. 18. Cuando os habéis creído solos en la hora de la prueba, os he hecho sentir mi presencia para alentar vuestra fe. 19. Entonces han callado vuestros labios que ya empezaban a blasfemar, diciéndome: Señor, si decís que soy vuestro escogido ¿Por qué permitís que mis propios hermanos me hieran? 20. ¡Ah, pequeños, que aún no os resolvéis a ser mis discípulos, cuando Yo he dicho: “Bienaventurado el que sea tocado y sepa ser fuerte en la prueba, y en ella perdone a su hermano y bendiga mi nombre, porque de su ser brotará luz, la que convertirá a mi Doctrina a aquél que le ha desconocido” 21. Toda buena acción, tendrá su recompensa; la que no será recibida en la Tierra, sino en el Más Allá. Mas cuántos quisierais gozar de esa gloria aquí en el mundo, sin saber que el que nada labra para su vida espiritual, al penetrar en ella se encontrará sin méritos y grande será su arrepentimiento. 22. Poco a poco mi Doctrina irá haciendo comprender a los hombres la esencia o finalidad de la vida y entonces este breve paso por la Tierra será aprovechado en bien del espíritu, más para ello es necesario que os perdonéis los unos a los otros para que brote luz y paz entre la humanidad. 23. Más si vosotros que sois mis discípulos en este tiempo, no dais un ejemplo de estas virtudes; ¿De quién podrá esperar la humanidad? 24. Comprended que esto os lo dice quien en aquel tiempo os dio su sangre y su vida, amando y perdonando a una multitud que le juzgó, le sentenció y le dio muerte. 25. Mas la verdad que es la vida, que es el amor, es inmortal y hela aquí de nuevo entre vosotros, al comunicarse mi Espíritu a través del entendimiento humano. Mi palabra de este tiempo viene a repetiros aquella lección de “Amaos los unos a los otros, así como el Maestro ama a sus discípulos”. Vengo también a explicarla, para que todo misterio quede esclarecido y aquel libro que os legué y después los hombres ocultaron o cerraron, sea de nuevo abierto delante de vosotros. 26. Muchos velos quedarán rotos. Mi palabra es espada de luz que destruye las tinieblas. 27. Lecciones ocultas saldrán a la luz y enseñanzas desconocidas os serán reveladas. Muchos misterios se disiparán. Mas estas revelaciones no las hallaréis en los libros del mundo sino en esta palabra. 28. Todo aquel que quiera ser en verdad hijo de la luz, penetre respetuosamente al fondo de mi palabra y ahí verá a su Maestro esperándole para enseñarle. 29. En verdad, en verdad, no serán las doctrinas de los hombres las que hagan la paz en el mundo y salven de su abismo a esta humanidad. 30. He ahí a las religiones desconociéndose las unas a las otras, diciendo estar enseñando mi Doctrina. 31. Por eso todos los que en este tiempo estén destinados a ser mis emisarios, mis nuevos discípulos, están siendo desmanchados y purificados, para que puedan ser dignos de llevar esta buena nueva a sus hermanos. 32. En el Segundo Tiempo fueron doce los discípulos que esparcieron mi Doctrina por el mundo. En el Tercero doce mil de cada tribu serán los que hagan conocer mi enseñanza de verdad y de amor a toda la humanidad. 33. ¿En dónde están esos ciento cuarenta y cuatro mil? Elías los está reuniendo sin que sea obstáculo que unos se encuentren en espíritu y otros encarnados. Todos estarán unidos espiritualmente en esta Obra Divina. 34. Grandes acontecimientos contemplaréis, muchos de ellos os sorprenderán, mas Yo os daré la luz con mis lecciones, para que nunca os confundáis. Estudiad mi palabra, que ella os inspira amor a vuestro Padre y a vuestros hermanos. No es necesario formar parte de los ciento cuarenta y cuatro mil, para poder servir al Padre o nombrarse discípulos del Maestro. Los que forman parte de ese número, sólo son los que tienen que abrir el camino y ser como guardianes de mi Obra. 35. Hoy vengo en Espíritu. En el Segundo Tiempo fui visible a los ojos de los hombres, porque me hice hombre. 36. Muchos al verme se preguntaron ¿Quién es éste que habla en nombre de Dios? Y otros les decían: es el hijo de María y de José el carpintero, es el Galileo. Entonces se burlaban de Jesús. 37. Mas el hijo del carpintero, hacía que los ciegos de nacimiento contemplaran la luz y en medio de ella, la faz de Jesús, quien les había sanado. Estos, al sentir el milagro de la caricia del Maestro, caían a sus pies gritando a voz en cuello, que lo reconocían como el Salvador prometido. 38. Asombrados los incrédulos se preguntaban: ¿Cómo era posible que aquel hombre humilde a quien conocían como uno de tantos, hiciera tales maravillas? 39. Hoy vengo en espíritu y no podrá la humanidad llamarme el hijo del carpintero, más en verdad os digo, que ni en aquel tiempo hubo justicia para llamarme así. Escrito estaba que una virgen concebiría y en su seno tomaría carne el Verbo. José el patriarca, fue en la senda de la virgen y del niño, sólo un ángel guardián visible a los ojos de los hombres; en cambio María, fue la encarnación del amor maternal divino y Madre de Jesús, que es la parte humana de Cristo. 40. Con sencillas lecciones os iré haciendo comprender revelaciones que llamáis misterios y que no lo son. Os enseñaré a orar, para que elevéis el pensamiento hacia vuestro Padre en las horas de prueba. 41. En todos los tiempos se os ha enseñado la oración. 42. Moisés os hizo orar la última noche que pasasteis en Egipto y a lo largo de vuestro paso por el desierto. 43. En el Segundo Tiempo, Yo os enseñé la oración del Padre Nuestro, para que inspirados en ella, recurrieseis a vuestro Padre en vuestras necesidades y tuvieseis siempre presente la promesa de la venida de su Reino; para que a Él acudieseis en demanda de perdón, consultando con vuestra conciencia si antes ya habíais perdonado en la misma forma a vuestros deudores. 44. Ahora os enseño la oración espiritual, la que no brota de los labios, sino de lo más profundo de vuestros espíritus y que con humildad y confianza me dicen “Señor, hágase en nosotros vuestra voluntad”. 45. Os enseñé a curar. Jesús era el bálsamo, Él era salud, su palabra sanaba al que la escuchaba, su manto entregaba la salud al que tocaba, su mirada impartía consuelo infinito al que la recibía; aún su túnica, cuando era tocada por la fe de los que a Él llegaban cargados de amarguras y dolencias, les devolvía la paz, y hasta su sangre, cayendo sobre el rostro del centurión le devolvió a sus ojos la luz perdida. 46. Esos milagros sólo el amor y la caridad, que es hija de ese amor, los pueden realizar. Con ellos podréis curar. 47. Sentidme muy cerca de vosotros, pruebas de ello os doy en los instantes difíciles de vuestra vida. He querido que hagáis de vuestro corazón mi morada, para que en ella sintáis mi presencia. 48. ¿Cómo es que estando Yo en vosotros, no sabéis sentirme? Unos me buscan en la naturaleza, otros sólo me sienten más allá de todo lo material, más de cierto os digo, que en todo y en todas partes estoy. ¿Por qué habéis de buscarme siempre fuera de vosotros, cuando también en vuestro ser me encuentro? 49. Diciéndoos quién soy, no habéis oído ni entendido la voz que os habla, y cuando me habéis visto no sabéis a quién habéis contemplado. Esto ha sido prueba de vuestra falta de sensibilidad espiritual. 50. Mas vais llegando ante Mí para que os enseñe y no señale sólo vuestras imperfecciones, venís trayendo en vuestro espíritu vuestro pasado, como fardo de restitución. 51. Yo aparto entonces vuestra carga y os hago descansar, alejo vuestra tristeza, os ofrezco un manjar encendiendo en vuestro corazón la luz de la esperanza. 52. Cuántos corazones endurecidos por las pruebas de la vida, se han sentido dominados por la dulzura de mi palabra. Han sentido que se confortan, que sanan, que resucitan. Así es como aquellos que han de seguirme, atribuyen a mi poder y a mi amor cuanto recibieron y sus espíritus ya no pueden apartarse de Mí, porque su corazón está lleno de gratitud y amor y no cambiaran la blancura de su vestidura espiritual por la regia vestidura del mas opulento monarca. 53. Mas hay quienes se quedan conmigo y a pesar de recibir mi palabra como torrente de aguas cristalinas, insisten en sus malas inclinaciones. Entre éstos están los que imitan al envidioso Caín, al ver que su ofrenda es menos grata ante el Señor que la del humilde que imita al Justo Abel, encienden de ira y de envidia su corazón desenvainando la espada de dos filos que llevan en su lengua para sembrar el dolor en sus hermanos. Y después de dejarlos sollozando o de haberles dado muerte, llegan ante mi santuario, elevan a Mí su pensamiento e hipócritamente me dicen que me aman. 54. Pero no arrojo de Mí a estos párvulos duros de entendimiento y corazón, les someto a grandes pruebas y les hago sentir profundamente mi palabra. Si se doblegan, han triunfado, si se rebelan, tendrán que errar de nuevo y esperar otro tiempo. 55. De todo esto os hablo, para que os convirtáis en mis buenos discípulos y lleguéis a poseer la Verdadera sabiduría. 56. Nunca hagáis alarde del saber, porque he ahí que el Arcano del Padre sólo se abre para el que llama a su puerta con humildad. 57. Si los hombres de ciencia que mueven y transforman vuestro mundo, estuviesen inspirados en el amor y en el bien, ya habían descubierto cuánto tengo reservado de luz a la ciencia para este tiempo y no esa mínima parte con la que tanto se han envanecido. 58. Salomón fue llamado sabio, porque sus juicios, consejos y sentencias estaban revestidos de sabiduría, y su fama cruzó las fronteras de su reino llegando a otros países. 59. Mas ese varón siendo rey, se postraba humilde ante su Señor pidiendo sabiduría, poder y protección, reconociendo que sólo era mi siervo y ante Mí depositaba su cetro y su corona. Si así hiciesen todos los sabios, todos los científicos ¡cuán grande seria su sabiduría, cuántas enseñanzas aún desconocidas, les revelaría mi Arcano! 60. Vosotros, humildes en lo material, habéis recibido muchas lecciones que no os han revelado los sabios, ni los científicos. 61. El misterio de la resurrección de la carne, lo ha esclarecido la revelación de la reencarnación del espíritu. Hoy sabéis que la finalidad de esta ley de amor y de justicia, es la de que el espíritu se perfeccione, de que no se pierda jamás, porque siempre encontrará una puerta abierta como oportunidad que le da el Padre para su salvación. 62. Mi juicio en cada espíritu, por medio de esta ley, es perfecto e inexorable. 63. Sólo Yo sé juzgaros, porque cada destino es incomprensible para los hombres. Así nadie es descubierto ni delatado ante los demás. 64. Y después de perderse en los pecados, de tantas luchas y vicisitudes y de tanto caminar, llegarán los espíritus ante Mi llenos de sabiduría por la experiencia, purificados por el dolor, elevados por los méritos, fatigados por su largo peregrinaje, pero sencillos y gozosos como niños. 65. Pueblo, mirad el tiempo que tenéis delante y escuchad mi palabra, porque ella es el camino. Comprended y cumplid vuestra misión y llevad con paciencia vuestras penas, que no hay un sendero que se encuentre limpio de abrojos para alcanzar la cumbre de la perfección. 66. La luz de mi palabra unirá a los hombres en este Tercer Tiempo. Mi verdad brillará en todo entendimiento haciendo desaparecer diferencias de credos y de cultos. 67. Hoy, mientras unos me aman en Jehová y desconocen a Cristo, otros me aman en Cristo, ignorando a Jehová; mientras unos reconocen mi existencia como Espíritu Santo, otros por mi Trinidad, discuten y se dividen. 68. Ahora bien, Yo pregunto a esta humanidad y a quienes la conducen espiritualmente: ¿Por qué distanciaros los unos de los otros, cuando todos estáis reconociendo al Dios verdadero? Si me amáis en Jehová, estáis en la verdad. Si me amáis a través de Cristo, Él es el camino, la verdad y la vida. Si me amáis como Espíritu Santo, os acercáis a la Luz. Un solo Dios tenéis, un solo Padre. No son tres personas divinas las que existen en Dios, sino un solo Espíritu Divino, el cual se ha manifestado en tres fases distintas a la humanidad y ésta, en su pequeñez, al penetrar en lo profundo, creyó mirar tres personas donde sólo existe un solo Espíritu. Por lo tanto, cuando escuchéis el nombre de Jehová, pensad en Dios como Padre y como Juez. Cuando penséis en Cristo, mirad en Él a Dios como Maestro, como Amor y cuando tratéis de comprender de dónde procede el Espíritu Santo, sabed que no es otro que Dios manifestando su infinita sabiduría a los discípulos que más han adelantado. 69. Si a la humanidad de los primeros tiempos, la hubiese encontrado evolucionada espiritualmente, como ésta ahora, Yo me habría manifestado delante de ella como Padre, como Maestro y como Espíritu Santo, entonces los hombres no habrían visto tres dioses donde sólo existe uno. Pero no se encontraban capacitados para interpretar mis lecciones y se hubiesen confundido y apartado de mi senda, para seguir creando dioses accesibles y pequeños, según su imaginación. 70. Cuando los hombres entiendan y acepten esta verdad, les pesará haber vivido desconociéndose por causa de un error que con un poco de amo hubiesen evitado. 71. Conoced la Ley, amad el bien, practicad el amor y la caridad, conceded a vuestro espíritu la santa libertad de elevarse hacia su morada y me estaréis amando. ¿Queréis un modelo perfecto de cuanto deberéis hacer y de lo que debéis ser para llegar a Mí? Imitad a Cristo, amadme en El, buscadme a través de Él, venid a Mi por su divina huella, mas no me améis en su forma corpórea o en su imagen, ni cambiéis por ritos o formas la práctica de su enseñanzas, porque os eternizaréis en vuestras diferencias, en vuestra enemistad y en vuestro fanatismo. 72. Amadme en Cristo, pero en su espíritu, en su doctrina y estaréis cumpliendo con la Ley eterna, porque en Cristo está resumida la justicia, el amor y la sabiduría con que he manifestado a la humanidad la existencia la omnipotencia de mi Espíritu. 73. Si Cristo es el Amor ¿Podéis creer que Él sea independiente de Jehová si Yo soy el Amor? 74. Si el Espíritu Santo es la Sabiduría, ¿Creéis que ese Espíritu sea independiente a Cristo si Yo soy la sabiduría? ¿Pensáis que el Verbo y el Espíritu Santo sean distintos entre sí? 75. Basta conocer algo de la palabra que Jesús enseñó a la humanidad, para que comprendáis que un solo Dios ha existido y será uno solo por siempre. Por eso os dije a través de Él: “Quien conoce al Hijo conoce al Padre porque Él está en Mí y Yo estoy en El”. Luego, anunciando que en otro tiempo volvería entre los hombres, no sólo dijo: “Volveré”, sino que prometió enviar al Espíritu Santo, al Espíritu de Consolación, al Espíritu de Verdad. 76. ¿Por qué había de venir Cristo separadamente del Espíritu Santo? ¿Por ventura Él no podría traer en su Espíritu la verdad, la luz y la consolación? 77. ¡Cuán poco han penetrado los hombres en mi verdad! y en ese poco qué han penetrado ¡Cuánto se han confundido! Creen haber llegado al fondo de la verdad, pero mientras vivan empleando la verdad para mentir, para matar para destruir la paz y para desconocerse los unos a los otros, que es lo contrario de lo que mi palabra enseña; no podrán decir los hombres qué andan por el camino de la verdad: 78. A todos os envío mi mensaje en este tiempo, mensaje prometido a la humanidad por labios de Jesús cuando estuvo entre los hombres. 79. Sé que al principio será menospreciada esta enseñanza por haber sido entregada a través de criaturas humildes y pecadoras como los son mis portavoces más la verdad que esta revelación contiene se impondrá y la enseñanza será escuchada, porque en su esencia está presente el Espíritu Santo, el Consolador y la Verdad prometida. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 2 1. Heme aquí, entre vosotros, en esta hora en la que vuestros espíritus me escuchan y me dan gracias. 2. Cada vez que se presenta un nuevo año, la humanidad se llena de esperanza, aunque también hay quienes sienten temor. ¿Por qué teméis a la vida y a los tiempos? Ellos son siempre los mismos, vosotros sois los que pasáis. Hoy sois niños y mañana hombres; hoy estáis en la tierra, mañana ya no; hoy nacéis y mañana morís. 3 Estáis en la consumación de los tiempos. Ya vuestro espíritu no está Sujeto a la vida material; él ha penetrado en la eternidad. Vosotros sois átomos de mi Divinidad. Yo soy eterno. Yo siempre he sido. El Espíritu Divino no envejece jamás. Soy inmutable e imperecedero. El principio y el fin, el Alfa y el Omega. De Mi brotasteis y por lo tanto, a Mi volveréis. 4. Ciertamente, cada año que llega es un misterio para los hombres, más de cierto os digo que es un nuevo paso que habréis de dar en el camino de vuestra evolución. 5 No temáis al futuro por no conocerlo, no lo veáis envuelto en tiniebla pensad que Yo soy el tiempo y la eternidad: pensad que Yo estoy en el futuro. 6. Vos, pueblo, conocéis algo del porvenir, porque Yo os lo descubro y entre vosotros tenéis profetas que penetran en el futuro por mi voluntad, y de ello os dan testimonio. 7. Vosotros no tenéis derecho a la duda, no sois los ciegos que temen tropezar en el camino. 8. A todos los hombres les he preparado caminos para que encuentren la paz, les he señalado sendas para que me encuentren en toda mi verdad. 9. ¡Ah humanidad, que me tenéis tan cerca y no me sentís! 10. Os he dado el secreto de la paz que es el amor de los unos a los otros. 11. Llegará la hora en que la paz sea tan grandemente deseada por los hombres que la buscarán por todos los medios: en las religiones, en la ciencia y en las doctrinas. Los creyentes y los que se dicen ateos y libres pensadores, todos irán a un mismo punto en busca de esa paz, y cuando 1a encuentren, se hallarán frente a Mi. 12. Ved que en este momento estáis escuchando esta palabra, pero que pronto dejareis de oírla. No será en este año cuando termine esta manifestación, sino hasta el año señalado por mi voluntad: 1950 13. Recuerden los que me oyeron tiempo ha, que os dije: “mi palabra descenderá desde la cumbre del nuevo monte y vosotros estaréis en la falda del mismo para recibirla”. 14. Desde el primer entendimiento del cual me serví para esta manifestación, os dije que está comunicación divina iniciada en 1866, tendría su término en 1950; y que después de ese año no quedaríais huérfanos, porque mi presencia sería sentida más próxima, si os sabíais preparar. 15. Estáis en el primer día del año de 1941, por lo tanto, diez años aún escucharéis mi palabra, tiempo suficiente para que muchos de vuestros hermanos conozcan esta doctrina, para que muchos que no han creído, crean; y muchos que no han sido obedientes, se levanten cumpliendo mis mandatos. 16. Mi palabra humilde y mansa, tendrá dulzura para el que sufre y será como rocío y perfume, para todo espíritu. Esta palabra que tantos han negado y tantos se han complacido en profanar, será para todos como una caricia. 17. No creáis que vuestro país será el único en recibir mis bendiciones espirituales, no, Yo desde el principio tengo preparada la heredad para cada una de las naciones de este mundo. 18. Volverá mi Verdad a penetrar en todas las moradas, como en aquel tiempo Jesús penetraba en los templos dedicados al culto de Dios, y sorprendió con su palabra a los sacerdotes, a los ancianos y a los doctores de la Ley. 19. ¿Quiénes me imitarán en este tiempo? ¿Quiénes serán los que no teman a la humanidad? Los que testifiquen la verdad por medio de sus obras. De cierto os digo, que quien se encuentre diciendo la verdad, no temerá ni a la muerte, como su Maestro. 20. Ya era tiempo de que esta palabra hubiese resonado en el interior de templos e iglesias, y de que su eco hubiera llegado a los hombres de poder. Pero es necesario que quienes la lleven, se purifiquen y enmienden para ser dignos mensajeros de ella, y he ahí que los tiempos han pasado sin que vosotros hayáis tenido esa preparación. 21. No os estoy exigiendo sacrificio alguno, sólo quiero que vuestras obras sean espontáneas y vuestro amor verdadero. Sin embargo, no olvidéis el ejemplo de obediencia y sumisión de Abraham, cuando el Padre le pidió la vida de Isaac, el hijo amado. ¿Quién de los hombres de este tiempo, de los que me aman, me daría esa prueba de obediencia, de amor y de fe? 22. Mis apóstoles predicaron mi Verdad, y cuando los hombres les juzgaron, no huyeron de la muerte. 23. Quien vive en la verdad, a nada puede temer. 24. Vuestro camino, pueblo, está sembrado de bellos ejemplos. 25. La luz del Sexto Candelero alumbra a los hombres de este tiempo, más los cinco sellos que han pasado, también dejaron su luz en los espíritus. 26. Cuando habéis llegado ante esta luz radiante, unos en espíritu y otros en materia, habéis preguntado para qué fuisteis llamados. Entonces habéis oído aquella voz que os dice: “Yo soy el cordero inmolado por amor a vosotros y he venido a iluminar vuestro espíritu para que os améis los unos a los otros y lleguéis a Mi”. 27. Vengo en Espíritu en este tiempo. Mi luz desciende como lenguas de fuego a los hombres para que puedan hablar de mi Ley en todos los idiomas 28. Ciento cuarenta y cuatro mil espíritus encarnados y desencarnados abrirán en este tiempo el camino. Ellos serán precursores, profetas mensajeros. Son los marcados por Mí para ir delante de los ejércitos. 29. A estos señalados, les ha sido revelado el nombre de la tribu a la que pertenecieron en el Primer Tiempo, para que conozcan que entonces pactaron con su Dios y tiempo ha vienen por el camino del Señor; mas en este tiempo todo nombre de tribu ha desaparecido porque no es el Señor quien traza fronteras para dividir a los hombres. 30. Cuando en 1950 por última vez descienda mi rayo a través del portavoz, todo quedará preparado para los tiempos venideros; pero mientras este tiempo sea llegado, seguiré dándoos mi lección, mas antes, depositad vuestras penas en Mí, descansad, v cuando hayáis mitigado vuestro dolor cuando se haya secado vuestro llanto, elevad vuestro espíritu para que en él sea mi enseñanza. 31. No quiero hambre o sed en ninguno de mis discípulos, quiero veros satisfechos de haber comido y bebido el pan y el vino de mi amor Solamente así podréis hacer obras dignas de Mí entre la humanidad. No olvidéis que en cada día que pasa, se aproxima el momento de mí partida y el que no aproveche este tiempo de enseñanza, después se sentirá huérfano. 32. No ha sido el acaso quien os ha traído ante esta manifestación. Mi voz os llamó por los caminos y os condujo hasta aquí. Ahora sabéis que habéis venido para conocer la misión que tendréis que cumplir en la Tierra. En mi palabra habéis sabido cual es vuestro principio y cual vuestro final. Habéis tenido la revelación de que sois parte de un pueblo que en tres tiempos ha recibido el maná del espíritu. 33. Si todo cuanto aconteció en el pueblo de Israel en los dos primeros tiempos, lo estudiáis espiritualmente, veréis que lo mismo ha acontecido en vosotros en el tiempo presente. 34. La vida de aquel pueblo, su historia, es una lección, una parábola para toda la humanidad; es un libro de enseñanza, cuya ley os revele en el monte Sinaí 35. Hoy se abre este libro ante vuestro espíritu y veis brotar de él nuevas enseñanzas; porque lo que no comprendisteis en aquellos tiempos, hoy 1o estáis comprendiendo. 36. Vuestro espíritu puede llamar a las puertas del más allá en demanda de sabiduría, vuestra capacidad espiritual os permite acercaros más al Maestro para que Él os entregue las nuevas enseñanzas contenidas en su Arcano. 37. Pueblo: al veros ir por los caminos del mundo, arrastrando cadenas de penalidades e imperfecciones, os envío mi amor para ayudaros en vuestra senda de evolución. 38. En un desierto venís caminando y en medio de él he hecho nacer palmeras para que os sombreéis y tengáis descanso 39. He hecho brotar de la roca estéril de vuestro corazón, un manantial inagotable para que bebáis y no volváis a tener sed. 40. Hoy no os daré tierras en el mundo para que las cultivéis; vuestras tierras las hallaréis en los corazones. Unos han venido a empezar a cultivar, otros a terminar su siembra. 41. No pretexten los padres que por cumplir con los deberes de familia, no pueden pensar en hacer el bien a los demás. 42. No me digan los varones que se sienten incapaces para enseñar mi Ley. A todos os digo que en vuestro camino sobran ocasiones para que sembréis mi semilla sin perder vuestro tiempo y sin desatender vuestros deberes. 43. Servidme y Yo os serviré. 44. No sufráis decepción si al sembrar amor en vuestros hijos o en vuestros hermanos recogéis ingratitud. Bien sabéis lo que Jesús sembró en el mundo y lo que recogió, mas Él os dijo que no está en el mundo la cosecha, sino en el cielo, cuando el tiempo sea llegado. También vosotros, discípulos, imitad en paciencia al Maestro. No busquéis galardones ni compensaciones en la Tierra, más si esperad la hora de vuestro gozo en el Más Allá. 45. Pensad que he descendido a juzgar vuestras obras y a descubrir vuestros méritos y flaquezas. Derramo mi gracia en todo espíritu, os someto a prueba y os pregunto: Si poseéis mi Ley desde el principio de los tiempos y os he mandado velar por los pueblos para convertiros a mi enseñanza ¿Por qué no me habéis presentado vuestra cosecha, hoy que habéis vuelto a la Tierra en la consumación de los tiempos? 46. He venido en esta era en espíritu, y os pido el cumplimiento de los preceptos que os dejé en el Segundo Tiempo, cuando habité entre vosotros. Busco en vuestro espíritu el eco de mis palabras y en vuestro camino la huella de mis pasos, y no los encuentro. ¿Habéis practicado y enseñado el amor? A pesar de todo, podéis reparar vuestras faltas y recuperar el tiempo perdido, porque os doy una nueva oportunidad. Y no sólo por vosotros debéis trabajar, sino también por vuestros hermanos que han de venir a comunicarse conmigo en forma más perfecta en los días de paz que se aproximan. 47. Tenéis en Mí a un Maestro incansable y a un Padre perfecto que os ama y os corrige. ¿Qué haríais si sólo os concediera beneficios a cambio de un estricto cumplimiento de mi Ley? 48. Al hablaros así, lloráis interiormente vuestras faltas y buscáis una ofrenda agradable: Me presentáis a la niñez bendita, y me pedís que por su inocencia perdone vuestros pecados, y os respondo: si sabéis cultivar su corazón y conservarlo en la virtud, recibiré vuestra ofrenda. 49. No quiero juzgaros con rigor, antes os preparo en un tiempo propicio a la elevación de vuestro espíritu, para que trabajéis y os alimentéis con mí palabra. En él vais a ser testigos de grandes pruebas, los elementos han sido desatados y muchos pueblos serán azotados por grandes torbellinos y sólo serán perdonados por la intercesión del amor maternal divino representado por María. 50. Veréis venir a las multitudes a esta nación en busca de señales y pruebas divinas y Yo les recibiré, borraré de su mente toda mala interpretación de mi palabra y les mostraré la verdad. Y ellos se doblegarán ante mi amor. 51. Ahí tenéis a María, vuestra tierna Madre, esperando vuestra obediencia. Ella sabe que mi Espíritu está triste por las imperfecciones humanas y se acerca a vosotros para inspiraros el bien y lucha por llevaros a alcanzar la paz perfecta. 52. En este Tiempo, mientras la humanidad se purifica y llora, vosotros seréis preparados por mi palabra para llevar consuelo y paz a los corazones. El dolor será como un crisol en el cual se perfeccionará el espíritu para hacerse digno de llegar a Mí. Todos han recibido mi fortaleza y en las más grandes pruebas saldrán avante. 53. Recibo vuestro cumplimiento de un año, como he recibido el de todas mis criaturas. Bendigo vuestros buenos propósitos, y toda semilla que no ha sido bien cultivada, la dejo en vosotros para que la sigáis fecundando hasta perfeccionarla. Vosotros, sabed distinguir lo que me es agradable para que siempre viváis cumpliendo con mi Ley. 54. No prevariquéis, no pronunciéis mi nombre si no estáis preparados. Dignificaos para que seáis reconocidos y vuestro ejemplo invite a vuestros hermanos a seguirme, y Yo pueda decirles: Discípulos, bienvenidos seáis vosotros, que llegáis humildemente a estos recintos, como ovejas que llegan al aprisco conducidas por la voz de su pastor. 55. El que camina por esta senda, revestido de buena voluntad, no siente cansancio jamás. 56. Si en el sendero hay acechanzas, os he dado armas para defenderos, no el arma homicida para herir a vuestro hermano, sino la oración, por la cual sois fuertes e invencibles. 57. Yo soy vuestro destino y por lo tanto, si cumplís con mi Ley todos volveréis a Mí, mas es necesario que pongáis los medios para que avancéis en el camino de vuestra evolución. 58. Haced vuestra mi palabra, ella es vuestra heredad, reconoced la potestad que ella encierra. Quien la posea, será capaz de salvar a una comarca en medio de una prueba. 59. “La tierra tendrá que estremecerse de un cabo al otro”, escrito está, es necesario que haya en esos días de tiniebla, hombres llenos de fe para que sean como antorchas que alumbren el camino de los demás. 60. No quiero que este pueblo, a quien he venido a despertar en este tiempo vuelva a sumirse en su sueño, porque el ¡Ay! doloroso de la humanidad le despertará y cuando se levante aturdido a llevar el consuelo a sus semejantes, encontrará que éstos ya no están en la Tierra, sino que se encuentran en el más allá. 61. ¿Quiénes de vosotros, al escuchar las voces de confusión, de angustia y de dolor de los hombres, pretenderá volverles la espalda y huir, desconfiando del poder que os de la práctica de mi enseñanza para hacer algo por ellos? ¿No creéis en mi palabra, cuando os he dicho que en la hora de prueba seré Yo quien hable por vuestros labios y manifieste mi poder en vuestras obras? 62. El que dudare, quedará desnudo de virtudes y necesitado, como aquél que nada tiene que dar a quien le pide. 63. Este es el Tercer Tiempo, en el cual vuestro espíritu tiene el presentimiento de que tendrá que recibir del Padre los dones y potestades indispensables para levantarse sobre el materialismo y la perversidad reinantes, más de cierto os digo que los dones son en vuestro espíritu desde el principio. 64. Unos han llegado hasta Mí, cansados por las enfermedades, y otros a pedirme pruebas para creer en mi presencia. Los primeros han reconocido que para llegar limpios a Mí, fue necesaria la purificación. Estos me van siguiendo. 65. Los segundos, cuando han recibido lo que buscaban, se han alejado sin darle importancia a mi palabra, sin presentir siquiera en dónde y ante Quién estuvieron. 66. Y otros que venían seguros de encontrar sólo bienes materiales en este camino, al encontrarse ante este banquete con manjares espirituales, se sintieron defraudados y también se alejaron en busca de mejores senderos. Estos tardarán en saber que “el reino del espíritu no es de este mundo” . 67. Más a todos recibo. No ha habido uno que llamare a mis puertas, que no le hayan sido abiertas. Os digo esto, porque a vuestras puertas también habrá quien llame y ese seré Yo, que humildemente tocaré como lo hace el necesitado. 68. Me decís: Maestro ¿Cómo es posible que os manifestéis como el necesitado, ante nuestra puerta? y Yo os digo: No os sorprendáis ni lo creáis imposible, llegaré oculto en el corazón de los pobres, de los enfermos, de los vencidos y los tristes, llamando a la puerta de vuestra caridad, y os diré: Aquietad vuestra mente y vuestro espíritu, para que aprovechéis la enseñanza que os he traído. 69. Este es el tiempo en que aprenderéis a practicar, a explicar y a vivir mi doctrina que hoy venís a recibir en estos recintos y que mañana os levantaréis a extender entre la humanidad. 70. En mi palabra hablo a todos mis hijos, lo mismo presentes que ausentes de esta manifestación, lo mismo a los que ya fueron en la Tierra que a los que han de venir. Cada quien tome de ella lo que le corresponda. 71. En este tiempo, esta doctrina será la luz que conduzca a la humanidad por el sendero de la verdad, porque los hombres han cerrado sus ojos a esta luz y en verdad os digo: los ciegos no podrán guiar a los ciegos, sin tropezar o caer en los abismos. 72. El Espiritu de Verdad está en cada una de mis cátedras. Aprovechad este tiempo de mi comunicación, guardad celosamente mi palabra y no os desheredaré nunca. 73. Mi amor vencerá la dureza de vuestro corazón. Como en aquel Segundo Tiempo, la puerta de salvación se halla abierta; venid y por ella penetrad al camino que conducirá a vuestro espíritu a la tierra prometida. 74. La hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad. Si Yo he venido comunicarme con vosotros, es que ésta ha sido mi voluntad, y en el fondo de ella existen muy altos designios para cada uno de vosotros y para el Universo. 75. Los hombres se lavan en este tiempo con gran dolor y de esa humanidad hoy pecadora, surgirán mañana las generaciones que se comunicarán de espíritu a Espíritu con mi Divinidad. 76. Los que alcancen ese tiempo, se maravillarán con la grandeza de mi Obra y el cumplimiento de mi palabra. Entonces verán a los niños enseñando, doctrinando y dando testimonio de Mí con verdadera espiritualidad, a los jóvenes y hombres dejando tras de sí los goces y placeres del mundo para dedicarse a la práctica de mis enseñanzas declarando que el tiempo en que viven, es aquél anunciado por los profetas 77. Y los que hoy escuchándome, han sido perezosos o incrédulos, ante aquellos ejemplos se sentirán avergonzados. 78. Ellos no escucharán mi palabra a través del portavoz humano, pecador e imperfecto, mas escucharán en su conciencia la voz de su Señor. 79. A vosotros que me oís, os tocó escucharme a través de esta comunicación que siendo muy elevada, no es la más perfecta. Diez años os quedan todavía y para que mañana no vayáis a llorar el tiempo perdido aprovechadlo, porque después empezará para este pueblo un tiempo de mayor elevación. 80. Si no guardáis ahora mi palabra, después, cuando no exista está manifestación, llegaréis a estas casas de oración con el dolor en vuestro corazón a pedir a vuestro Padre que os hable, que vuelva a comunicarse por el entendimiento humano, mas no lo volveréis a escuchar. Contemplaréis, los que fueron mis portavoces que para esa manifestación habrán enmudecido y sólo os dirán que os elevéis espiritualmente. 81. Es mi voluntad que no profanéis mi mandato. No quiero que al llega ante Mí, tenga que deciros: “Apartaos de Mí, que no os conozco” y entonces sea en vuestro espíritu una dura restitución. 82. Os hablo de lecciones espirituales que están a vuestro alcance y aún hay quien duda de mi palabra, ¿Qué sería si os hablase de manifestaciones divinas y os describiese la eternidad? Entonces me diríais: ¿De qué nos habláis Padre, nada os entendemos? 83. Os confío a mis nuevos profetas, los que pueden mirar algo del más allá. Ellos os darán testimonio de estas enseñanzas espirituales y os anunciarán acontecimientos que están por venir. 84. He aquí mi lección, discípulos, no la prolongo para que no os canséis y tenga que repetirla en nueva ocasión. Mas si queréis aprovechar mis enseñanzas, regeneraos y poned un término a toda maldad o vicio. 85. Veréis entonces cómo insensiblemente irán cayendo de vuestro corazón el egoísmo, la hipocresía, la vanidad, el materialismo y en cambio, comenzaréis a practicar la verdadera caridad, aquélla que no espera recompensa alguna. 86. Seréis ofendidos y os asombraréis de no haber devuelto el bofetón como hacíais en tiempos pasados. Entonces os elevaréis llenos de gratitud hacia vuestro Maestro, diciéndome: “Señor, sólo vos nos enseñáis estas lecciones y nos fortalecéis en estas pruebas”. 87. Yo soy la Vid y vosotros los Sarmientos, por lo tanto, dad el mismo fruto que Yo os he dado. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 3 1. He aquí el pan de la vida eterna, ha mucho tiempo que no le comíais. 2. Mucho tiempo me esperasteis y cuando menos lo pensabais, brilló una luz en el firmamento; cuando preguntasteis de donde venía y qué significaba, os dijeron: es Elías, que viene a preparar a la humanidad, para hacerla digna de la comunicación con el Maestro. 3. Como el pastor que reúne y cuenta a sus ovejas y presuroso busca a la descarriada para presentarle el número completo a su Señor, así Elías os ha amado, os ha conducido y os ha hecho sentir el calor del aprisco. 4. Cuando os he visto así preparados, os he ofrecido mi pan con el cual os estáis alimentando para siempre. 5. Quien ha comido en verdad de este pan, ha gozado y ha saboreado mi paz. 6. Y este alimento que es mi divina palabra, brota de los labios de un ser humano, como una manifestación más de que en verdad Dios habita en la conciencia del hombre. 7. ¿Por qué habla de quitaros el gozo de que me sintierais en vosotros mismos? 8. Me siente en sí, el que lleva paz y pureza en su corazón, aunque Yo estoy en todos los espíritus por mucho que hayan pecado. El que ha sido, no morirá jamás y quien existe, me lleva en sí, porque Yo soy la Vida. 9. Entre Dios y sus criaturas, existen lazos que nunca podrán romperse, pero si los hombres se sienten distanciados de su Padre celestial, es por su falta de espiritualidad o por su falta de fe. 10. Ni la muerte, ni la falta de amor podrán destruir el lazo que os une a Mí. 11. Nadie puede huir de mi presencia, no existe morada o sitio alguno donde podáis ocultaros de Mí, porque doquiera que vayáis, estoy con vosotros y doquiera que os encontráis, estáis en Mi. 12. No os conforméis con saber esto, es necesario que me sintáis para que me dejéis manifestar en vuestras obras. 13. Meditad: si Yo estoy en vosotros ¿Adónde me habéis llevado cuando pecáis? 14. Os hablo así, porque he de remover la ceniza que hay en vuestro corazón hasta encontrar en él una chispa de luz. 15. Os doy fortaleza para que resistáis las pruebas. 16. Yo contemplo cómo los vuestros os desgarran y os someten a pruebas; para unos han sido sus padres y para otros sus hijos sus mayores obstáculos para seguirme. 17. Muchos han llegado llorando ante esta manifestación, sabiendo que para oírme, han tenido que dejar en guerra su hogar y sin embargo, han insistido en escucharme. 18. ¡Cuántas lágrimas, cuántas oraciones, cuánta paciencia en espera de que aquéllos reconozcan esta Verdad! 19. Hay quienes han tenido que apartarse de su hogar en busca de libertad para escuchar mi palabra; hay quienes han tenido que abandonar su comarca para no ser señalados por parientes y amistades; quienes han perdido su trabajo, y son burlados y llamados hechiceros y algunos a los que se les ha negado el pan. 20. ¡Cómo no he de recibiros con ternura, cómo no he de desbordar mi bálsamo en vuestras heridas cuando así vais sufriendo por seguirme! Mas no os quejéis de nadie, no acuséis a ninguno de vuestros hermanos; dejadme vuestra causa, que en verdad os digo: Aquellos que más os hayan herido serán los que más arrepentidos y humildes lleguen ante Mí en solicitud de bálsamo y de perdón. Ellos entonces me dirán: Señor, perdóname, ¡Cuánto lastimé el corazón de mi hijo! Otra dirá: Maestro, yo desconocí a mi esposo porque te seguía y lo castigué apartándome de su lecho para habitar distinta alcoba porque le juzgaba lleno de tinieblas. Ellos me pedirán perdón, confesarán sus faltas y reconocerán que muchas veces recibieron beneficios por conducto de aquellos a quienes habían desconocido. Entonces les diré: Mientras vosotros pensabais la forma de hacer más dolorosa la vida a esos mis labriegos, ellos, en el silencio y en la soledad velaban por vosotros. Más en verdad os digo discípulos, que de Mí estáis perdonados ¿Y vosotros también les perdonáis de corazón? 21. Cristo, desde aquel tiempo os enseñó el perdón perfecto que nace del amor, hoy vengo en espíritu, mas mi enseñanza es la misma. 22. Gozad teniendo por Maestro al modelo perfecto. En verdad os digo, que ni antes, ni después de Cristo, habéis tenido un ejemplo como el que Él os dio. 23. ¿Seria perfecto el Maestro, si el discípulo le superase en sabiduría? No. 24. Muy grandes llegarán a ser vuestros espíritus, pero nunca mayores que el de vuestro Señor; mientras mayor sea vuestro elevación, más alto y grande contemplaréis a vuestro Dios. 25. El soberbio siempre al final caerá abatido por sus obras, porque creyendo luchar para él, en realidad luchó contra si mismo. 26. La soberbia es el origen de muchos males y sufrimientos entre las criaturas de Dios. 27. Desde que se levantó el primer desobediente delante de mi Ley, ¡Cuánta miseria y cuántas tinieblas dejó a su paso! desde entonces existe el mal como una fuerza invisible. Yo permití que existiera esa fuerza sólo para someteros a prueba y por vosotros mismos quiero exterminarla. 28. Mas no por ello culpéis de vuestras faltas y caídas a determinado ser que personifique esa fuerza; pensad que para cada tentación existe una virtud en vuestro espíritu para combatir el mal. 29. Comprended y analizad el momento en que vivís. Yo os anuncié en el Segundo Tiempo que volvería y os dije cuáles serían las señales de mi venida. Quiero que la humanidad reconozca que estas señales han aparecido ya. 30. Si os dije que volvería, es que tenía algo más que deciros y que en aquel tiempo aún no os lo podía revelar porque no lo hubieseis comprendido. 31. Ahora vengo en espíritu y en verdad os digo: Hay quienes piensan que en los primeros tiempos estuve más cerca de vosotros que hoy: juzgan erróneamente, porque en cada una de mis venidas me he ido acercando más a vosotros. Recordad que en el Primer Tiempo descendí sobre un monte y desde ahí os envié mi ley grabada en una piedra; en el Segundo Tiempo, dejé lo alto del monte para descender a vuestros valles, haciéndome hombre para habitar entre vosotros; y en este tiempo para llegar más cerca, he hecho de vuestro corazón mi morada para manifestarme ahí y hablar desde su interior a la humanidad. 32. Hay quienes dudan a pesar de oír estas enseñanzas y de estos que dudan, unos llegarán a creer y otros seguirán en su incredulidad. Mas llegará el año de 1950 y ¡Cuánto frío sentirán en su espíritu, cómo se verán envueltos por aires huracanados, porque entonces habrá un principio de grandes dolores y pruebas entre la humanidad. 33. Después de mi partida en 1950, la tierra se estremecerá y el clamor de los hombres llegará al cielo y todo ello será a semejanza de la oscuridad y del huracán que ensombrecieron a Jerusalén el día en que expiro el Hijo de Dios. 34. Para muchos ese tiempo será de resurrección. Los espíritus caídos en tinieblas se levantarán a una vida de luz. 35. Profetizada estaba esta Era. Escrito estaba que Yo volvería. Mas he aquí al escuchar mi enseñanza a través de un hombre, muchos tuvieron duda y me negaron, otros no dieron la menor importancia a mi manifestación. 36. Viendo la insensibilidad y la dureza de los hombres ante mi palabra, he tenido que hacer aquellas obras que llamáis milagros para despertar a unos a la fe y atraer la atención de otros. 37. Hoy uno y mañana otro, se han ido quedando en torno a mi palabra, a ellos les he señalado simbólicamente en su frente. Es la marca divina que traen en su espíritu, y luego les he nombrado labriegos de mis tierras. 38. A éstos no les serán necesarios los libros de ciencia, filosofías o doctrinas para enseñáis; la luz de mi Espíritu Santo estará en sus entendimientos y su único libro será mi palabra. 39. Bienaventurados los que sintieron fe y se quedaron conmigo, porque ellos han tenido grande recreo con el concierto divino de mis enseñanzas. 40. Ser hijos de Dios, es lo que os hace dignos de esta gracia, porque vuestros méritos aún son escasos, no he contemplado vuestras manchas, Porque ha habido un manto que les ha ocultado, más ¿A quién pertenece ese manto piadoso? A María, vuestra Madre amorosa, quien vela incansablemente por cada uno de sus hijos. 41. Os fue concedido habitar en el mundo en esta Tercera Era, que será la de la perfección, la cual abrió Elías manifestando su espíritu por medio del entendimiento humano, y os anunció mi comunicación bajo la misma forma. 42. Más la etapa de preparación por medio de facultades humanas, toca a su fin. Pronto mi palabra dejará de escucharse en estos recintos y los que no supieron guardarla en su corazón, se sentirán como huérfanos, y habrá quienes creyendo lejano a su Señor, vayan después en pos de religiones donde encontrarme. 43. En cambio, los que hayan aprendido mis máximas divinas, serán los fuertes del tercer Tiempo, porque el camino se les mostrará claro. 44. He llamado a esta Era el tiempo de la luz y ved, mis hijos, a las naciones empeñadas en cruentas guerras fraticidas. 45. Vosotros que habéis sido llamados por Mi los hijos de la luz, orad por vuestros hermanos, velad por los pueblos para que esa luz llegue a sus espíritus y mañana penetren por el camino de mi Ley. 46. ¿Cuándo serán los hombres verdaderos discípulos de Cristo? Yo, a través de Jesús, siempre os enseñé la obediencia, la humildad y la caridad: He ahí el camino. 47. Os he anunciado la llegada de grandes multitudes procedentes de otros países de la Tierra. Motivos materiales en apariencia les traerán a vuestra nación, más en el fondo será para que reciban la “buena nueva" de la palabra que os traje en este tiempo. 48. Pero meditad seriamente en esta misión, ¿Qué vais a entregar, a enseñar o a testificar, si no os preparáis, ni preparáis a vuestros hijos? 49. Meditad en vuestra responsabilidad, para que aumentéis vuestro ahínco por penetrar en mi doctrina y llegada la hora en que a vuestras puertas llamen, estéis preparados para ofrecer el manjar divino, por medio de vuestros pensamientos, palabras y obras. 50. Tened fe entregándoos a Mí y entonces Yo hablaré por vuestra boca. 51. También sé deciros que de los padres de familia que sepan elevarse y espiritualizar su vida, haré brotar hijos que traigan la salud y la fuerza en su cuerpo y un mensaje de sabiduría en su espíritu. 52. En esta casa de oración donde os congregáis para escucharme, encontraréis el consuelo a vuestras penas y el valor para afrontar las pruebas que habrán de venir; pero también vuestro espíritu al elevarse me muestra la simiente que va recogiendo con su trabajo. 53. En verdad os digo que el espíritu nunca sentirá fatiga trabajando en mis tierras, por lo tanto el reposo del sepulcro no será para él, aún después de la muerte de su materia, seguirá trabajando por su elevación y perfeccionamiento. 54. Si mi palabra ha venido a iluminar el sendero de vuestra lucha espiritual en la Tierra, mayor luz encontraréis en el más allá al continuar vuestra jornada hacia el Creador. 55. Mi luz divina brilla en todo el Universo. 56. Obedeced mi Ley, pero que vuestra obediencia nazca de la comprensión hacia el amor infinito del Padre por vosotros. Oídme y orad, pero no os levantéis por los caminos antes de sentiros fuertes, porque no podréis resistir los huracanes ni los torbellinos. 57. Os estoy mostrando el camino y preparando para que nunca lo abandonéis; en verdad os digo: aquél que en mi nombre siembre el bien, que es caridad, amor y paz, ese va por mi camino y encontrará la salvación. 58. La única penitencia que os pido, es que dominéis el egoísmo, para qué sirváis con pureza y buena voluntad a vuestros semejantes. 59. Estudiad con atención esta palabra que os doy a través de muchos portavoces, porque cada uno de ellos tiene su propio don. No despreciéis al que os parezca torpe, porque cuando haya terminado esta manifestación al finalizar 1950, cuántos desearán volver a escucharme aun cuando fuese través de aquél que no les satisfacía. 60. Mas os concederé la gracia de que mi palabra quede escrita por quienes he destinado y preparado para esta misión, para que mañana no os sintáis como el huérfano que perdió su heredad; y cuando ante vosotros lleguen lar multitudes y los postreros, les mostraréis el libro de mis enseñanzas como el más fiel y verdadero de los testimonios de lo que os dije, para que vosotros seáis con vuestra vida y vuestra palabra como un libro de verdad y ejemplos, os falta mucho aún. 61. Ese libro despertará a muchos espíritus dormidos y sus dones ocultos se desarrollarán, su lectura inspirará y preparará a las nuevas generaciones llevándolas paso a paso a la comunicación espiritual con mi Divinidad. 62. Labriegos, recreaos pensando que os escogí pecadores para convertiros en mis instrumentos y salvar a otros perdidos. ¿Podréis alguna vez cansaros o hastiaros de llevar la paz, el alivio o la alegría a los que sufren por falta de estas virtudes? Nunca busquéis el desierto o la soledad de la alcoba para impedir que las lamentaciones lleguen hasta vosotros; reconoced que este es un tiempo decisivo para todo espíritu y que tenéis que enfrentaros al dolor. Pronto plantaréis árboles por mi voluntad en distintas comarcas, así he llamado en mi palabra a los recintos y casas de oración; para ello preparaos y dejad que el mundo espiritual se manifieste en forma amplia entró vosotros, para que tengáis la explicación justa de mis enseñanzas. 63. Corto es el tiempo que os resta de escuchar a esos mensajeros de mi Divinidad. Cercano está el año de 1950 y ¿Qué adelanto en mi Obra vais a presentarme? Ved que del profundo letargo espiritual os he despertado para que no vayáis a imitar a las vírgenes de la parábola que dejaron apagar su lámpara; si dormís cuando escuchéis la última palabra de vuestro Señor despertaréis sorprendidos. 64. Mirad entre vosotros a los que vienen cansados de caminar. Unos vienen tranquilos ante su conciencia; otros en cambio, llegan con remordimientos. 65. Todos venís atraídos por el rumor de que me encuentro hablando a la humanidad, y cuando escucháis esta palabra, oís que os dice el Padre: “Aquí estoy entre los hombres para hacerles oír mi enseñanza y cumplirles una promesa”. 66. Aquí tenéis la nueva oportunidad de escuchar al Maestro y recibir sus lecciones, A cada uno estoy recordándole sus dones y señalándole su misión; quien sea constante y fuerte en el camino, pronto conocerá mi Reino. 67. Nadie podrá arrebatar la luz de aquel que celosamente sepa guardarla y con su virtud sepa hacerla brillar. 68. Sois pasajeros en esta vida terrestre y como discípulos de esta enseñanza espiritual, así lo debéis comprender. A todos os recibo con amor perfecto y con ese amor os juzgo. ¡Cuán diferente es el juicio de vuestro Señor, al juicio de los hombres! 69. De los ciento cuarenta y cuatro mil señalados por Mí, para el desempeño de una misión espiritual, una parte escuchará mi palabra a través de estos portavoces, otra recibirá espiritualmente mis mandatos ayudada por el don de intuición y otra, habitando en el más allá cumplirá su misión sobre la humanidad en forma espiritual. 70. Mi luz ha de resplandecer en todos los sitios de la Tierra. 71. Algunos preguntan al Maestro cuándo serán estos acontecimientos, y de cierto os digo que mucho depende también de vuestra voluntad y perseverancia. 72. Los que no despierten estando en materia serán levantados de la Tierra para que su espíritu se despoje de cuanto le ata, o le impide reconocer 73. Muchas veces os he dicho: no esperéis mejores tiempos para trabajar, porque no sabéis si los que vienen sean más difíciles. 74. Cumplid para que no tenga que reclamaros más tarde muchos errores que la humanidad cometa. 75. Hay quienes me dicen: “Padre, esperadme un tiempo más” y he aquí que os digo: Yo puedo esperar más y más el retorno del hijo, porque Yo soy la eternidad, pero pensad que os he enviado a conquistarla. 76. Otros me dicen: “Señor, levantadme mejor de este mundo, porque no puedo más”. 77. ¿Cuándo viviréis conformes con vuestro destino? ¿Cuándo comprenderéis que muchas de vuestras penas, son la expiación por medio de la cual os estáis descargando de un pesado fardo de imperfecciones? Sólo la comprensión y la conformidad os pueden dar la paz. 78. Con cuánta lentitud habéis caminado por la senda de los conocimientos del espíritu. 79. Muchos siglos de revelaciones y experiencias habéis vivido y aún os encuentro como frágiles párvulos cuando veo que no sabéis contestar a una pregunta, o cuando no sabéis salir avante en las pruebas que encontráis a vuestro paso. 80. Quiero que todos lleguéis a ser mis discípulos, que todos logréis despojaros de aquello que os haya impedido mirar de frente a la verdad. 81. Concebid tan sólo en espíritu, para que no tropecéis con dificultades para comprender mi Palabra. No olvidad que fuisteis los que no podíais imaginar que Dios no fuese una forma, que al pensar en Mí, al instante forjabais en vuestra mente la figura de un ser humano de proporciones gigantescas, un ser que aunque con forma, no se dejaba ver y estaba oculto siempre tras un espeso velo de misterio. 82. Si Yo me hice hombre en Jesús, no fue para daros a entender que Dios tiene forma humana, sino para hacerme ver y oír de quienes estaban ciegos y sordos para todo lo que es divino. Si el cuerpo de Cristo, hubiese sido la forma de Jehová, en verdad os digo, que ni hubiese sangrado ni hubiese muerto, fue un cuerpo perfecto pero humanizado y sensible para que la humanidad lo viese y a través de él oyese la voz de su Padre celestial. 83. Siempre que vuestro concepto sobre lo divino ha estado alejado de la realidad, he venido en vuestra ayuda para destruir fantasías e irrealidades y haceros penetrar en la verdadera senda. 84. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Mi doctrina no habla de muerte. Si os hablo frecuentemente de la existencia del reino espiritual, es que allí está la vida y la dicha eterna como una promesa para vuestro espíritu, mas no lo hago para que deseéis la muerte y aborrezcáis esta vida. 85. Mi Palabra en este tiempo os habla sobre la vida espiritual, y es porque ya habéis llegado en vuestra evolución a aquel capítulo del Libro de la Vida, que muestra al espíritu los misterios no revelados. 86. Si el hombre posee espíritu, natural es que éste le revele algunos indicios de su naturaleza; pero ya os he dicho que mientras la influencia de la materia no se someta al dominio y dictados del espíritu, muy poco podrá el hombre penetrar en sí mismo para mirar su luz interior y oír su voz espiritual. 87. Cuando llegáis a tener un instante de recogimiento y de meditación, sin daros cuenta penetráis en comunión con lo espiritual y tenéis la sensación de lo eterno y de que algo de aquella eternidad vive y palpita en vuestro ser. Así fue como en los primeros tiempos la humanidad descubrió que en si llevaba un ser, una naturaleza que no era de este mundo, sino que pertenecía a otra morada; y eso no la atemorizó, por el contrario, la llenó de esperanza, porque vio que su vida no se limitaba a la breve existencia en esta Tierra; presintió que su espíritu, al desprenderse del cuerpo, se elevarla hacia una mansión en la que hallarla un goce que en este mundo no había encontrado, una satisfacción justa para su ideal elevado. 88. Yo vine al mundo a robustecer con mi doctrina todas aquellas inspiraciones y a esos soñadores de mundos de sabiduría, de amor y de justicia, donde no hay lágrimas, miserias ni discordias, les dediqué mi Sermón de la Montaña, para que perseverasen en su esperanza. 89. Con cuánta dulzura y amor enseñaron a la humanidad los primeros maestros del Cristianismo. La fuerza de su palabra estuvo en la verdad de sus obras, con las cuales convertían e invitaban a la espiritualidad. 90. Los llamo maestros, porque enseñaron según mi ejemplo. Si alguien después ha querido ensenar obligando a creer sin comprender el sentido de mis enseñanzas, ése no ha sido maestro. Si ha hecho uso de la fuerza privando a sus hermanos de la libertad de pensar, de creer y razonar, ése no me ha imitado y sí ha privado a los espíritus del anhelo de penetrar al fondo de mis revelaciones. 91. Cuando mi nombre y mi doctrina se han tomado para subyugar pueblos o para infundir temor y por ese temor se ha obligado a los hombres a creer, Yo os digo que el fin que se ha perseguido no ha sido espiritual, sino que se ha ido tras del poder terrenal. Cuán distinto era el propósito del Maestro cuando os dio sus palabras y ejemplos, que podríais condensar en aquella frase “Mi reino no es de este mundo”. 92. Penetrad en mi barca, que ella nunca zozobrará; mas no dudéis como Pedro, al creer que el Maestro dormía, porque ya no sería mi voz, sino el dolor el que os dijera: “Ah hombres de poca fe”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 4 1. Cada vez que venía a escuchar mi palabra, sentís que dejáis en Mí vuestro dolor, mas ¿Por qué cuando retorno a vosotros, volvéis a presentarme vuestro corazón colmado de amargura? 2. Ya es tiempo de que aprendáis a retener mi paz. 3. Esta Era es de preparación y por doquier surgen árboles en pueblos, ciudades y comarcas para brindar su sombra espiritual a los caminantes. 4. Esos caminantes son las multitudes que van llegando ante esta manifestación, y al escuchar mi palabra que les dice que ya en otros tiempos se han sombreado bajo el follaje del Árbol de la Vida, reconocen íntimamente que no han sabido aprovechar los tiempos para acercarse a la tierra prometida. 5. ¿Quién de vosotros sintiendo que se halla ante una nueva oportunidad de redimirse, volverá a negarme como lo hizo en los tiempos pasados? ¿Quién rehuirá a su misión y desoirá la voz de su conciencia? ¿Quién permanecerá durmiendo el sueño de su materialismo, después de haber sido despertado por esta voz? 6. Se ha estremecido vuestro espíritu cuando, a pesar de vuestra iniquidad, habéis escuchado al Padre deciros que os ama, que os perdona y os ayuda a regeneraros para que lleguéis hasta Él. 7. Os habéis doblegado ante el amor divino y llenos de alegría os levantáis buscando a los enfermos para que se apresuren a llegar a la presencia del Maestro y en El sanen sus males. 8. He aquí el árbol, ofreciendo a los hombres sus frutos espirituales. 9. Yo soy el Árbol de la Vida Eterna. Recordad a Cristo en la cruz, fue semejante a un árbol, cuyos brazos como ramas se extendieron amorosamente para dar sombra a la humanidad; sus palabras vertidas lentamente en aquella multitud y su sangre cayendo gota a gota, fueron como frutos desprendidos del árbol Divino. 10. Próximo se encuentra el año de 1950, en el que dejaréis de escuchar esta palabra que es fruto celestial para vosotros; y entonces el árbol, el fruto y la sombra, estarán en vuestro espíritu. 11. Los que para aquel tiempo se encuentren materializados y fanatizados con mi palabra, intentarán retenerme y me pedirán que les hable un tiempo más bajo esta forma; mas eso no podrá ser porque Yo os he dado a conocer mi voluntad y ella escrita está. 12. Los ruiseñores que han entregado mi palabra enmudecerán para esta manifestación y Yo premiaré su obediencia con el don de la palabra y de la inspiración. 13. Aún no conocéis lo que en mis altos juicios tenga dispuesto para aquellos tiempos. Desde hoy os digo, que en aquella hora bendita quiero que todos cumpláis mi voluntad, porque los obedientes serán por su mansedumbre como ovejas; y los desobedientes por su necedad serán como macho de cabrío. 14. Mas no es mi voluntad que os juzguéis los unos a los otros; será mi justicia perfecta la que juzgue a cada uno de mis hijos. 15. Oídme, pueblo: no me dejéis hablando solo en el desierto; aún tenéis tiempo para meditar y aprender. 16. Nadie pretenda hacer su voluntad, aunque el hombre podrá hacer la suya pasajeramente, porque viene a él la justicia del Señor y entonces sólo se cumple lo que está decretado por Él. 17. Preparaos, profetas del Tercer Tiempo, para que pongáis alerta a las multitudes y ellas no sean sorprendidas por los falsos cristos y las falsas comunicaciones. 18. No dudéis de estas palabras sólo porque os las estoy entregando por medio de un portavoz torpe y humilde. 19. Levantaos y anunciad a todos estas enseñanzas, porque el tiempo ya es muy corto. 20. Una sola palabra de luz bastará para mantener despiertos a vuestros hermanos. 21. Cambiar los defectos por cualidades, será la noble aspiración de los espiritualistas venideros, aquéllos que sobre las ruinas de la vida humana, levanten un reino superior. 22. Serán las generaciones del futuro las que construyan ese mundo moral, de ciencia y espiritualidad elevadas; mas vosotros los presentes, podéis hacer mucho. Con un poco de buena voluntad apartaréis las ruinas, los escombros de un pasado de errores y profanaciones, dejando de ello sólo la luz de una experiencia larga y dolorosa. Si os esforzáis por conduciros en el camino de los buenos sentimientos, para que vuestra mente se ocupe en las virtudes y vuestros labios sean el fiel instrumento de la verdad e inspiración que germine en vuestro espíritu. Yo os bendeciré y os haré vislumbrar la luz de aquel reino de paz que entre todos construiréis. 23. Aunque vuestros pies estén tocando la tierra, no dejéis que en ella se detengan vuestros anhelos. Elevad más y más vuestras aspiraciones, sin olvidaros de dar a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que a él corresponde. 24. Mi palabra es para todos, pero no todos la reciben en la misma forma. Muchos la escuchan con indiferencia, pero hay quienes ya no podrían vivir sin el deleite de escucharme. Entre éstos, he contemplado al que viene sin haber probado alimento material y al oír mi palabra se ha olvidado de sus necesidades y privaciones, y cuando ha salido del recinto, se ha sentido tan lleno de fortaleza y de esperanza, de paz y de consuelo, que ha llegado a musitar: Ciertamente “no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios”. 25. Sólo Yo contemplo lo que guarda cada corazón, sin que nadie lo conozca; encuentro ovejitas tristes, sedientas, enfermas o fatigadas; criaturas sin amor Y sin hogar que sin embargo al escucharme dicen: “Soy feliz escuchando al divino Maestro, porque todos mis pesares se disipan y el corazón se me inunda de luz y de alegría”. 26. Otros, en cambio, se aletargan y no dejan enternecer su corazón como en los primeros días en que oyeron la voz de su Señor, mas ¿Cómo continuar la lección, mientras unos escuchan y otros no, mientras unos me sienten y otros permanecen insensibles? 27. Discípulos: volved en vosotros, escuchadme y sentidme como antes. Acordaos cuando confesasteis que esta palabra era vuestra vida y la luz de vuestro destino. No olvidéis que hoy os digo que lo que necesitáis se os dará llegada la hora. 28. Volved a poner aceite a vuestra lámpara para que vuelva a brillar la flama de la fe y del saber. 29. No durmáis, velad y orad, que el Maestro puede sorprenderos penetrando en vuestra estancia como antes, como en aquellos días de entusiasmo espiritual, en que a cada paso sentíais mi presencia. Veréis como vuestra vida de nuevo se verá iluminada con aquella luz que sin daros cuenta dejó de alumbraros y ella os devolverá la confianza en un futuro pleno de abundancia y de sabiduría. 30. Dadme unos y otros vuestros pensamientos; ofrecedme vuestro corazón, cada amargura y sufrimiento serán como flores que Yo reciba; flores de dolor, de amargura, de desengaño, pero flores al fin, porque ellas hablan de purificación, de aroma que se eleva hacia Mi. 31. Penetrad en silencio, oh espíritus que recibís mi luz mientras vuestro corazón me expresa sus penas, dejad en Mí vuestras lágrimas y en cambio llevad mi bálsamo. 32. El Padre, el Ser Supremo os está contemplando. No os mostréis vencidos ni impotentes ante El, porque al formaros os dio su fuerza. 33. Si son intensos vuestros pesares más grande es su misericordia. Haced méritos de fe, de amor y no dudéis que Él os llevará para siempre al Reino de su bondad y de su sabiduría. 34. Humanidad: confiad en Mí y cuando os sintáis desfallecer, dadme el peso de vuestra cruz mientras recobráis las fuerzas. 35. Sabed que este mundo es una fuente purificadora y que al salir de él para retornar a vuestra verdadera morada, vuestro espíritu brillará como luz en los espacios. Recordad que os dije: Quien me busca me encuentra, quien busca, halla. Vosotros me habéis buscado y os encontráis delante de Mí. 36. Mas también hay quienes buscándome no me encuentran, porque lo hacen en donde Yo no puedo estar. Estos llegan a dudar hasta de mi existencia sin saber que me tienen muy cerca, que me llevan en ellos mismos. 37. No me encuentran en su propio corazón, porque son como templos cerrados. La paz y la luz que en ellos existe, quedó oculta. Más ahí está el verdadero santuario donde habito esperando que a él penetréis para hablaros de profundas revelaciones y explicaros el porqué de muchos misterios. Cuando habéis penetrado sabéis de dónde venís y a dónde os conduce el destino, y os asombráis de haberme hallado donde antes nada contemplasteis. Mas quien no conoce ese santuario, edifica en lo material su templo, levanta en él un altar y sobre de él coloca un dios hecho por sus manos. Hasta que los tiempos pasan y se convence de lo imperfecto de su culto, despierta y se levanta en busca del Dios espiritual, del Dios de verdad, del único Dios, porque aquél que forjó, nada tuvo que darle, porque carecía de vida. 38. Es Dios quien ha dado vida al hombre, el que lo ha creado y no el hombre quien puede crear dioses y darles vida. 39. A medida que vais escuchando esta palabra, os acercáis a la comprensión. Cuando esta iluminación sea de lleno en vuestro espíritu, me diréis: “Señor, hecho está el milagro”. 40. Así comprenderéis cuáles son las obras que en espíritu vengo haciendo en este tiempo. 41. Vuestra espiritualidad no exigirá los prodigios y pruebas del Primero y Segundo Tiempo, para creer en Mí. 42. Hoy veréis espiritualmente descender el maná celestial; veréis manar agua de arrepentimiento de las rocas que son los corazones de los grandes pecadores. Veréis muertos a la fe y a la virtud resucitar a la vida; enfermos de lacras morales que se limpian y ciegos a la verdad que abren sus ojos para contemplar mi esplendor. 43. Si en el Segundo Tiempo, mi nacimiento en cuanto hombre fue un milagro y mi ascensión espiritual después de mi muerte corpórea fue otro prodigio, de cierto os digo que mi comunicación en este tiempo, a través del entendimiento humano, es un prodigio espiritual. 44. Hasta la última de mis profecías se cumplirá en este tiempo. Os dejo mis tres testamentos formando uno solo. 45. Quien no haya conocido antes al Padre como amor, sacrificio y perdón, conózcalo plenamente en este tiempo, para que en vez de temer su justicia, le ame y le venere. 46. Si en el Primer Tiempo os apegasteis a la Ley, fue por temor a que la justicia divina os castigara, más por eso os envié a mi Verbo para que conocierais que Dios es Amor. 47. Hoy mi luz viene a vosotros para que no os perdáis y podáis llegar hasta el final del camino siendo fieles a mi Ley. 48. Mucho habéis servido al mundo y él os ha pagado mal, más ¿Cuándo se os dijo que el hombre habría de ser siervo del mundo? ¿No sabéis o no recordáis que se os dijo que os enseñoreaseis en la Tierra? ¡Cuántas veces habéis tenido que llegar ante mi presencia como el hijo pródigo! 49. Es mi deseo que lleguéis a Mí llenos de méritos, de virtud y de humildad. 50. Os encontré cubiertos por la lepra espiritual y con sólo quererlo os sané. De la misma manera quiero que vosotros sanéis a vuestros hermanos, sin sentir repulsión por sus pecados. Serán entonces vuestras obras las que testifiquen que me amáis y no vuestros labios los que lo pregonen sin que el corazón lo sienta. 51. No imitaréis a los fariseos que en la sinagoga hacían alarde de ser dignos de Dios y públicamente por las calles hacían ostentación de la 52. Guardad de mis lecciones para que las estudiéis detenidamente, porque se acerca el día en que dejaréis de escuchar esta palabra a través del entendimiento del portavoz y entonces, los que aprendieron y comprendieron, serán fuertes como soldados invencibles. 53. Ya preparados, hablaréis inspirados por Mí, y en esta forma sencilla doctrinaréis a la humanidad. Mientras algunos de mis nuevos discípulos tendrán que ir en busca de los hombres, otros tendrán que esperar a que lleguen sus hermanos buscando en ellos mi enseñanza. 54. Pueblo: explicad mi palabra y mi lección a la niñez; mirad que mi Doctrina no se detiene ante edades ni sexos; ella es para el espíritu. 55. Dad mi enseñanza a los niños, simplificándola y poniéndola al alcance de su mente, pero nunca olvidéis que la mejor forma de explicar mis lecciones, será a través de la virtud de vuestra vida en la que ellos verán vuestras obras de caridad, de paciencia, vuestra humildad y espiritualidad. Esa será la mejor forma de doctrinar. 56. Habladles de Jesús, habladles de María y de todos aquellos hombres y mujeres que han traído al mundo un mensaje de luz: Así les trazaréis el camino hacia Mí. 57. Decidles que en el día de descanso vuestro espíritu penetra en mi santuario para glorificarme. Porque seis días dedicáis a vuestros deberes y afectos humanos, para luego descansar uno y de él consagráis unos instantes a la meditación y culto a vuestro Señor. 58. Ahí me encontraréis esperándoos. Siempre esperando vuestra oración que es el lenguaje con el que me habláis de vuestras cuitas, de vuestro amor o me dais gracias. 59. Habéis penetrado en mi santuario formado de multitudes ansiosas de oír mi divina palabra, y en verdad os digo, que he desbordado en vosotros un torrente de enseñanzas. Esta palabra será semilla fecunda en vuestro espíritu para que os convirtáis en mis labriegos. 60. Venís con gratitud en vuestro corazón, porque antes de deciros que fueseis a extender la caridad, os concedí un prodigio, ya dándoos salud, ya la paz o algún otro bien perdido. 61. Hoy en vuestra gratitud me decís: Maestro, ¿Qué podré hacer para compensar tanto amor? Entonces os muestro las extensas tierras para que las limpiéis de ortiga, de pedruscos y sembréis la semilla de amor, de paz y caridad. 62. Antes de enviaros, os lleno de fortaleza y de fe para que no flaqueéis, ni os acobardéis en la lucha. Muchas veces veréis vuestro trigo nacer y crecer entre cardos y espinas y ahí lo cuidaréis hasta que llegue el tiempo de segar, para que apartéis el trigo de la cizaña. 63. Cuando más sufrimientos os cueste cultivar las tierras, mayor será vuestro cariño por ellas y vuestra satisfacción al verlas florecer. 64. De cierto os digo que este trigo espiritual que cultivéis bajo mi enseñanza, será pan de vida eterna para vuestros descendientes, más allá de la séptima generación. 65. Oídme incansablemente, ¡Oh discípulos que de plácemes os encontráis! Le hablo a vuestro espíritu a través de estos labios impuros de los hombres por los cuales me comunico. Más en verdad os digo que mi palabra no se contamina de esa impureza, ella llega limpia a vuestro espíritu. 66. Estudiad mi enseñanza, a fin de que comprendáis cuál es la tierra, cuál es la semilla, el agua y la herramienta, y sepáis cuál es la forma perfecta de preparar, sembrar, dar riego y cultivar la tierra. 67. El labriego que en esta forma trabaje, sabrá distinguir el buen fruto del malo. 68. Mirad cuántos se han levantado creyendo que ya saben sembrar y en vez de este trigo han sembrado extrañas simientes, las cuales al fructificar, les han dado espinas. 69. Quiero que surja el labriego del Tercer Tiempo, por eso hago el llamado de las grandes multitudes para que dé entre ellas se levanten los que en este tiempo me han de seguir. 70. Así, mientras os doy una lección tras otra, va acercándose el tiempo en que de lleno tomáis vuestra misión. 71. A vuestro paso encontraréis tierras sembradas en otros tiempos y que solo esperan riego y cultivo; ellas son los espíritus en los cuales se encuentra la semilla de la fe recibida desde el tiempo de los profetas y de mis apóstoles. 72. Unos llevan la semilla del Primer Tiempo, otros la del Primero y Segundo y en ellos depositaréis vosotros la que os he dado en este Tercero, ya que poseéis la simiente de los Tres Tiempos, por lo cual os llamo Trinitarios. 73. Esta es la vida y la obra que os espera. ¿Por qué teméis a la lucha, si todo os lo estoy dando? ¿Por qué veo lágrimas en los ojos de algunos labriegos cuando lo más fuerte de la lucha aún no ha comenzado? Quiero que creáis que me encuentro cerca de vosotros; que vuestros dones son una realidad, que todo cuanto me pidáis para vuestro perfeccionamiento espiritual, en los instantes de prueba, en los trances difíciles, os lo concederé. No quiero ver más flaqueza en vosotros. 74. Los más, olvidando al espíritu, venís a pedir para el cuerpo, pan, bálsamo, trabajo y en todos obro un prodigio, porque esos también serán testimonios que mañana enciendan fe y esperanza en el corazón de vuestros hermanos. Mas no me pidáis tan poco, eso que os parece- mucho, pronto termina; mejor pedidme beneficios eternos, bienes espirituales. Yo, por añadidura, os daré lo del mundo. 75. Más tengo que daros que vosotros que pedirme, por lo tanto no os conforméis con tan poco. 76. Yo puedo convertir los corazones en fuentes de caridad inagotable; puedo llenar de inspiración las mentes y de verbo los labios; puedo daros el don de curación y la potestad para disipar las tinieblas y vencer el mal. 77. El que tenga estas aspiraciones, verá surgir de si mismo las virtudes que estaban ignoradas en su espíritu. ¿Quién cerrará sus puertas al que llame, poseyendo tales dones? ¿Qué caminos podrán parecerle escabrosos y largos, a quien goce de mi fortaleza? ¿Qué tiempos podrán parecerle inclementes, si sobre los mismos elementos puede tener potestad? 78. ¡Oh discípulos, vuestra más alta misión será la de la caridad! Muchas veces la entregaréis secretamente, sin ostentación, no dejando que la mano izquierda sepa lo que ha dado la derecha, pero habrá ocasiones en que vuestra caridad tenga que ser vista por vuestros hermanos para que aprendan a impartirla. 79. Descuidad el pago, Yo soy el Padre que premia con justicia las obras de sus hijos, sin olvidar una sola. 80. Os he dicho que si un vaso de agua diereis con verdadera caridad, ese no quedará sin galardón. 81. Bienaventurados los que al llegar a Mí me digan: “señor, nada espero en pago de mis obras, me basta existir y saber que soy vuestro hijo para que mi espíritu se llene de felicidad”. Y Yo os digo: venís llorando, porque habéis perdido el camino, la salud y las llaves del trabajo, y es entonces cuando os acordáis de vuestro Padre celestial. 82. Pues heme aquí ante vosotros; estáis delante del Maestro y no importa el motivo que os haya traído. 83. Venid a oír mis lecciones, unas son para los discípulos, mas también hay otras dedicadas a los párvulos. 84. No os avergoncéis de encontraros entre hermanos adelantados en mis enseñanzas, ante los cuales tratéis de ocultar vuestra ignorancia. Ellos también llegaron como vosotros. 85. Aprended la divina lección vosotros que vais llegando para que tengáis que ofrecer a los que vendrán después de vosotros. 86. A nadie extrañe que haya venido a buscar entre la escoria a mis nuevos discípulos, regenerándolos con mi palabra para enviarles después a la humanidad con un mensaje de regeneración, de vida y de luz para sus hermanos. 87. Entre pecados, imperfecciones y profanaciones de este pueblo, se ha manifestado la luz de mi Espíritu en este tiempo. Así he venido luchando por vencer esas tinieblas, hasta hacer brillar la luz. 88. Bienaventurados todos los que, cerrando sus ojos a tanta imperfección humana y elevándose sobre tanta miseria, han sabido encontrar mi presencia en mi nueva manifestación. 89. Este pueblo rudo y pecador, irá siendo pulimentado y purificado, porque de generación en generación tendrá que dejar manifestar mi Obra espiritual con mayor perfección. 90. Dejad de ser los que fuisteis ayer; dejad los cultos retrasados, las malas costumbres y buscad vuestro mejoramiento espiritual. 91. Vine a sorprenderos precisamente en el tiempo anunciado por Jesús y los profetas de mi nueva venida; ahora al cumplirse mi promesa, miráis el pecado en su mayor altura de perversidad, las ambiciones y los odios humanos manifestándose en guerras, como resultado de las tinieblas que envuelven al espíritu de la humanidad en este tiempo. 92. Y cuando eran más espesas las tinieblas, he aquí que un rayo divino descendió a rasgarlas haciéndose palabra humana para decir a los hombres Amaos los unos a los otros. 93. Velad y orad y no os juzguéis los unos a los otros, para que no tenga que repetiros: “El que se encuentre libre de pecado, que arroje la primera piedra”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 5 1. Este es un instante de gozo para el Espíritu Divino, porque ante el arca de la Nueva Alianza se ha congregado el Pueblo de Israel. 2. He venido nuevamente a trazaros mi huella y la habéis seguido: os he sustentado y os he engalanado con mi gracia. 3. Este es un día que Elías ha preparado y esperado mucho, y ha llegado el instante en que su espíritu se regocije. Elías presenta limpias a sus ovejas, porque antes hizo que se lavaran en la fuente de la gracia que es el arrepentimiento, la regeneración y la elevación. El número de las que hoy me presenta el Pastor es corto, es apenas el principio de la formación de mi pueblo, más quiero que los primeros se encuentren unificados, para que den ejemplo a los postreros. 4. No quiero que lleguéis ante Mi cabizbajos y avergonzados como el hijo pródigo; quiero que miréis la casa de vuestro Padre como vuestro propio hogar. 5. La campana se encuentra llamando, la hora ha llegado, las multitudes se acercan. Las ovejas que duermen despertarán, porque Elías se acerca preparando al espíritu de niños, jóvenes y ancianos, para que reciban la luz de mi palabra y les disponga para la comunicación con mi Espíritu. 6. Las multitudes han atendido a mi llamado y vienen en busca de mi palabra que es para ellos como alcanzar la Tierra de Promisión. Vienen ansiosos de oír mi voz que es paz y consuelo, porque las vicisitudes, angustia y dolores les hacen sufrir en su camino. Son los que en vez de ofrenda traen peticiones; unos me presentan enfermedades, otros falta de trabajo y otros pobreza y lágrimas. A todos les entregaré por añadidura y les haré comprender que el espíritu está antes que el cuerpo; hoy son mis párvulos, más por medio de estos beneficios, me seguirán hasta que al fin se conviertan en mis discípulos. 7. Os doy mi fortaleza, para que no seáis vencidos por las tentaciones que mucho os acecharán en esta jornada. Quiero que entre vosotros exista amor, caridad, unión. Es mi voluntad que en este tiempo del Sexto Sello, la humanidad me busque a través del espíritu. 8. Quiero elevaros hacia Mí; si para ello vine en el Segundo Tiempo a hacerme hombre y a entregaros mi vida, ahora que me comunico a través del entendimiento humano os daré mi esencia divina, y no os dejaré dormir en vuestro cumplimiento, mientras Yo llevo la cruz a cuestas. Os enseñaré a llevar sobre vuestros hombros, la parte que a cada quien corresponda. El camino será reconocido por vosotros, él está trazado con huella de sangre y de sacrificio. Si queréis un camino florido y lleno de placeres, ése no os conducirá a la cumbre del monte donde debe culminar vuestra jornada. 9. Os he nombrado el “Pueblo Mariano”, porque sabéis amar y reconocer a la Madre Divina y llegáis a ella como el niño que necesita ternura o como el pecador que busca intercesión. 10. La presencia de María en el mundo, es una prueba de mi amor por los hombres; su pureza es un milagro celestial revelado a vosotros. De Mi descendió a la Tierra para hacerse mujer y en su seno germinase la semilla divina, el cuerpo de Jesús, donde hablaría el Verbo. Ella viene a manifestarse nuevamente en este tiempo. 11. Como un arca celestial será el amor de María para vosotros; con Ella os reuniréis, como se reúnen los hijos en torno de la madre. Oíd su dulce palabra y que Ella no encuentre endurecidos vuestros corazones, conmoveos y arrepentíos, para que penetren en vosotros su luz y sintáis su ternura. Una vez así preparados, prometed ante vuestro Dios, ante María y delante de Elías, que formaréis un solo cuerpo y una sola voluntad; prometed ante el Arca de la Nueva Alianza, que lucharéis incansablemente por arrancar de vuestro corazón el egoísmo, el odio y el fanatismo; y si cumplís vuestra promesa, en verdad os digo: la purificación que por medio del dolor estáis sintiendo, pasará. 12. Pueblo, si hasta las rocas sienten la justicia de mi palabra ¿Cómo no la habéis de sentir vosotros? Si la tierra se estremece a mi sola voz, si las aguas se agitan ¿Cómo no ha de conmoverse vuestro espíritu si es la criatura más elevada de la Creación? 13. El Maestro vendrá incansablemente a doctrinar y a entregaros su dulzura con las más hermosas lecciones. 14. Tratad de conocer el sentido que encierra el Arca de la Nueva Alianza, porque el tiempo de la lucha se acerca. Si Jesús desde la cruz dijo: Padre, perdónales porque no saben lo que hacen, fuisteis perdonados, hoy quiero que contempléis mi luz, para que no infrinjáis más la Ley. 15. Está cercano el tiempo en que aquellos que llamáis extranjeros vengan en busca de mi palabra y en que las nuevas generaciones surjan con mayor espiritualidad. Pronto veréis entre vosotros, hombres de diferentes colores y lenguas; que me escucharán con amor y se convertirán en mis discípulos; porque mi palabra habrá de repercutir hasta los confines de la Tierra. Cuando ellos hayan sido doctrinados, retornarán a sus países llevando este mensaje. 16. Discípulos, que extasiados escucháis mi palabra, porque vuestro espíritu ha sabido elevarse; ahí donde habéis penetrado espiritualmente, está el santuario, el templo del Espíritu Santo. Os habéis preparado con humildad, os reconocéis como hermanos, os amáis en mi Divinidad y habéis alcanzado esta gracia. 17. Sed apóstoles de esta causa, para que trabajéis por la reconstrucción de todo lo que Yo instituí y que vosotros habéis profanado. No seáis débiles, porque todo el que ostenta la señal divina, será invencible. Si queréis conservar por siempre esta gracia, no os perdáis por los caminos de fango; no os internéis más por las oscuras selvas, porque el Pastor divino os encontrará llorando como ovejas perdidas. 18. Trabajad todos en la construcción de este santuario, que ningún mérito quedará ignorado por Mí. Mi palabra os enseñará, vuestra conciencia os guiará y vuestra intuición os dirá en qué instante y en qué lugar debéis expresar mi palabra y practicar la caridad. 19. Buscad las tierras para sembrar y preparadlas apartando los pedruscos; las tierras estériles tornadlas en fecundas, porque de vuestro trabajo espero grandes frutos; así habrá alegría tanto en el que da como en el que recibe. Yo os nombro mis soldados y os bendigo. 20. La trompeta que tiene el ángel del Sexto Sello, se ha dejado oír y vuestra promesa que espiritualmente habéis hecho ante Mí, queda escrita en el Libro de la Vida. 21. Trabajad, que el galardón os espera, cuando hayáis concluido vuestra obra. 22. Vosotros sois los labriegos que en los tres tiempos habéis recibido mi semilla; mas también sois aquellos que cuando habéis visto vuestros campos dorarse por el trigo, os habéis aletargado y dejáis que el gusano carcoma la raíz de las plantas haciendo que sus frutos sean vanos. 23. Recordad vuestra división en los primeros tiempos, vuestras infidelidades, vuestras caídas. He ahí, por qué os encuentro en este tiempo dispersos y debilitados. Recordad que os anuncié que volverla de nuevo a congregaros y heme aquí, como Maestro, no he venido a contemplar vuestras manchas, ni vuestras ofensas; he venido a perdonaros, a ungiros y a daros nuevamente mi sabiduría. 24. Este es el nuevo pacto que hacéis con mi Divinidad. Esta revelación es el Arca de la Nueva Alianza. Si queréis caminar sin desviaros jamás, id y consolad al triste, ungid al enfermo, salvad al perdido, guiad al ciego y alimentad al que tenga hambre de justicia, de comprensión y de paz. Abrid paso a los enfermos del cuerpo o del espíritu, dejadlos llegar ante Mí, que Yo les daré el bálsamo, mas no les diré que su iniquidad es la causa de su dolor. 25. Si he llegado a la choza del humilde, también llegaré a la mansión del poderoso. De cierto os digo que en unos y en otros he encontrado la guerra fraticida, y en esas tierras sembraré la semilla de la paz. 26. Os dejo esta lección que encierra ley y justicia, para que imitando a vuestro Maestro, lleváis la paz donde esté la guerra, la caridad donde exista el egoísmo. Sed en la vida de vuestros hermanos, como estrellas que alumbren su camino. 27. Jamás adulteréis mis enseñanzas, mostrad mi Obra como un libro que sólo encierra pureza y cuando hayáis terminado de andar el camino, os recibiré. No contemplaré manchas en vuestro espíritu y os daré mi ósculo divino, que será el mejor galardón cuando lleguéis a la Tierra Prometida. Porque a vosotros he dado en este tiempo un puñado de simiente para que aprendieseis a sembrar en tierras fértiles y ahí la hicieseis multiplicar. 28. Os he enseñado que no debéis cortar el fruto antes de tiempo, sino que lo dejéis en la planta hasta que madure. 29. No sabéis cuantos siglos han pasado para que volvieseis a ser llamados por Mí y convertiros en labriegos de mis tierras. Errantes recorríais los caminos del mundo hasta que mi amor os entresacó de las multitudes. 30. Hoy os he engalanado y os he hecho reconocer vuestra heredad. 31. Nadie quiera volver a ser como el hijo pródigo, porque cada retorno será más doloroso. 32. No permitáis que el egoísmo penetre de nuevo en vuestro corazón y guardéis sólo para vosotros vuestra heredad. 33. No viváis divididos espiritualmente y sólo unidos en apariencia, porque si al hombre engañáis, a Mi no me podréis mentir. 34. Si sabéis orar no os perderéis, porque además de Elías, el Pastor Espiritual que os cuida y os conduce, están vuestros hermanos, aquéllos que en la Tierra he puesto delante de vosotros, para que os aconsejen y os corrijan. 35. Buscad la unificación de todas las congregaciones y que ella sea el estandarte de paz, unión y buena voluntad; que nunca haya en vuestras manos armas fratricidas, las armas que os he dado son de amor. 36. Estáis aprendiendo a ungir al enfermo y a resucitar al que ha muerto a la vida de la gracia; vais aprendiendo a luchar y a esparcir mi Doctrina, más hay quienes aún dentro de este camino buscan riquezas, galas y honores, y es que no saben con cuánto dolor se purifican esas manchas. 37. ¡Cuán grande es el don que al portavoz le ha sido confiado! ¡Qué torrente de sabiduría, de amor y consuelo pasa por su entendimiento y por sus labios! Es el medio entre Dios y los hombres para que me escuchen. En ellos no deben anidar la vanidad o el orgullo, porque si esto hicieren, caerán en tentación. Su ejemplo deberá ser de mansedumbre, de sencillez y caridad para que gocen de lleno de la inspiración divina. Mas entre ellos habrá quienes sintiéndose reyes, busquen a sus siervos y se rodeen de aduladores. Más ¿Podrá la humanidad creerles? ¿Podrán resucitar muertos a la vida de la gracia y consolar corazones afligidos? No, éstos sólo provocarán la burla, la que no será para ellos sino para mi Doctrina. 38. Vuestra misión es enseñar, más si no aprendéis de Mi ¿Qué podréis enseñar? 39. A todos os amo por igual, lo mismo al que me ama y es celoso de mi Ley, como al que adultera o prevarica, a estos últimos los probaré, les corregiré y al final serán mis buenos labriegos. 40. Os ayudaré a cumplir aquella promesa que ante el Arca de la Nueva Alianza hicisteis y será entonces cuando hayáis terminado la misión que al mundo habéis traído. 41. Siempre me estoy haciendo sentir en vosotros para que viváis alerta y vuestra mente y corazón sean siempre sensibles a las lecciones espirituales. 42. Las multitudes se acercan conforme pasan los tiempos y la mirada de los postreros irá siendo más penetrante para juzgar la esencia de mi palabra y vuestra preparación. 43. Purificaos. Sin regeneración no podréis dar buenos frutos. La luz de mi Espíritu Santo es en vuestra conciencia, para que vuestras obras sean el testimonio de mi verdad. 44. Aprovechad los años, los siglos, las eras, para que os acerquéis a Mí. 45. Os digo esto, porque os contemplo indiferentes a mi enseñanza, en cambio, cuando sentís que la muerte se acerca, lloráis porque queréis cumplir y recuperar el tiempo perdido. 46. No temáis encumbrar la montaña, ya sabéis que en lo alto de ella os espero. 47. Yo en Jesús escalé el Calvario, sabiendo que en su cima me esperaba la cruz y fui fuerte; no olvidéis mi lección. 48. Me estoy sirviendo de vosotros para manifestarme a la humanidad; estoy hablando por vuestros labios mi palabra celestial, más si los hombres al oírla dudasen de ella, no será de su esencia, sino de vuestras imperfecciones. 49. Os estoy enseñando a transportaros en espíritu por medio de la oración y del pensamiento a cualquier lugar donde queráis enviar la caridad. También tendréis que trasladaros materialmente para llevar mi Doctrina a las comarcas. 50. He de servirme de todo vuestro ser. 51. Para formar este pueblo, tuve que doblegar los corazones de roca, tras los que ocultabais vuestro espíritu y fue mi palabra de amor la que os convenció. Luego os di armas, que son mis enseñanzas, para que en vuestra lucha vencieseis los obstáculos y os hice comprender que para llamaros hijos de Israel, es necesario practicar con pureza mi Doctrina y enseñar mi ley sin alterarla. 52. Lo que me preguntáis y lo que me contestáis, lo hacéis en silencio, en lo íntimo de vuestro corazón. Están distantes los años en que permití que cada uno de mis discípulos se levantase materialmente ante sus hermanos para analizar mi palabra y contestar a mis preguntas. 53. ¡Cómo dejáis que el tiempo borre los recuerdos y se lleve de vuestra memoria mi palabra! 54. Mi enseñanza como fino cincel os pulimenta, mientras la vida, con sus vicisitudes y pruebas os prepara. 55. Confortaos en vuestros trances amargos y difíciles, pensando que mi Ley sabia y perfecta lo juzga todo. 56. He estado en vuestro dolor para que por medio de él me busquéis. Os he tocado con la pobreza para que aprendáis a pedir, a ser humildes y a comprender a los demás. 57. He llegado a reteneros el pan de cada día, para mostraros que quien tiene fe, es como las aves que no se preocupan por el mañana; ellas ven aparecer la aurora como un símbolo de mi presencia y al despertar, lo primero que hacen es elevar sus trinos como una acción de gracias y como una prueba de fe. 58. Me he hecho sentir a través de los seres más queridos de vosotros, para probaros que el espíritu es fuerte y que con esa fuerza puede sostener a su materia en las grandes pruebas de esta vida. 59. Grande es la reaciedad de la humanidad y cada hombre lleva en su corazón una roca, más a todos llegaré con la caricia espiritual de mi palabra. 60. Entre las inmensas turbas abundan aquellos a quienes no les estremecería ver a Jesús clavado de nuevo en el madero, desangrándose; menos van a conmoverles los ayes de dolor y los ríos de sangre que brotan de sus semejantes en estas horas de pruebas para la humanidad. 61. Ya nada conmueve a los hombres; todo lo miran superficialmente y en nada meditan. 62. Es necesario que llegue a los espíritus la luz de mi palabra, para que despierten a la verdad, al amor, a la caridad. Entonces comprenderán el porqué de tantas penas. 63. Es necesario que todos comprendáis que tengo preparado un sitio en la eternidad a cada uno de vosotros, y que ese sitio no está en este mundo. 64. Un mandato del Padre venís a cumplir en el camino de la vida, aquél que dice: “Creced y multiplicaos”, mas ya es hora de que vuestro espíritu vaya preparando su retorno a Mi. 65. Muchas lecciones os daré y dejaré escritas en este tiempo, porque pronto dejaréis de oírme en esta forma. Después os prepararéis y mi luz llegará directamente a vuestro espíritu; será el tiempo en que deberéis levantaros como los verdaderos discípulos del Espíritu Santo. 66. Creíais que el don de la profecía, de la palabra y de la inspiración, había sido privilegio de justos y de santos, y en este tiempo os saqué de ese error al decir los parias: vosotros también podéis ser mis profetas, mis emisarios y mis discípulos. 67. Si la humanidad os desprecia por vuestra humildad material, Yo os acerco a mi mesa para que os sintáis amados por Mí. ¿Con qué vais a compensar el amor que os tengo, pueblo? ¿Con vuestra fidelidad o acaso con la ingratitud? 68. No os conforméis con lo primero, aspirad siempre a más, porque estoy en espera de los preparados para enviarlos a las comarcas con esta buena nueva. 69. ¿Acaso teméis dejar padre, esposa o hijos? ¿Os preocupa dejar lo que os pertenece en la tierra? El que quiera ser mi discípulo, tendrá que recordar a mis apóstoles del Segundo Tiempo, para después imitarles. 70. Bienaventurado aquél a quien la muerte corpórea sorprenda enseñando mí Doctrina, porque la luz en su espíritu será muy grande. 71. Estad siempre preparados, porque esa hora no la saben ni los ángeles. 72. Este libro divino que es mi palabra, viene a perfeccionar a los espíritus. Ante él, no habrá anciano, ni adulto, ni niño, sino discípulos. 73. En este libro leed y entended, porque grandes enseñanzas os dará. Vosotros sois los que no os habéis hastiado de escuchar mi palabra que os he dado por medio de éstos, a quienes he llamado ruiseñores, 74. ¡Cuántas veces os habéis sentido débiles en vuestro camino y con sólo recordar algunas de mis palabras, habéis recobrado la fortaleza! 75. Hoy, cuando os encontráis ante una prueba, buscáis la comunicación directa con mi Divinidad por medio de la oración espiritual y lucháis en vuestro interior por despojar vuestra mente para recibir la gracia que solicitáis del Padre. 76. Lo que me confesáis, sólo Yo lo sé. Mas este confidente que tenéis en Mi nunca publicará vuestras faltas, ni mucho menos os delatará. Os estoy enseñando nuevamente a perdonar. 77. Tomad las pruebas cual lecciones y aprovechad mis enseñanzas. El tiempo pasa velozmente; los que llegaron siendo niños, ya son jóvenes; los que en su juventud iniciaron esta jornada, han llegado a la madurez y los que en la edad media principiaron, se han convertido en ancianos. 78. El que ha sabido concentrarse en sí mismo para escuchar mi palabra, ése la ha almacenado, más el que escuchando ha dejado escapar su pensamiento hacia lo que es ajeno a mi Obra, ése ha salido con el espíritu desnudo de enseñanzas y el corazón vacío. 79. Reconoced que si os he llamado a vosotros, no ha sido solamente para agraciaros, sino para que de esta manera contrajeseis con vuestro Maestro y con vuestros hermanos, el deber de dar algo de lo mucho que habéis recibido. 80. No os dejaré manifestar mi Obra encontrándoos manchados. ¿Qué podríais entregar a vuestros hermanos? 81. Preparaos, porque entre todos tendréis que cuidar lo que os he confiado. ¿No os sentís agradecidos ante vuestro Padre, que siendo el Juez Supremo, os dé ocasión de lavar vuestras manchas por medio de la práctica del amor, en vez de hacerlo por el dolor? 82. Si a esto llamáis penitencia, Yo os digo que es la única penitencia que os recibo. Llegará el día para vosotros en que rechazar lo superfluo y lo malo para practicar lo bueno y lo licito, sea en lugar de un sacrificio un verdadero goce, no solamente espiritual sino también humano. 83. Estoy preparando los caminos para que por ellos lleguen mis emisarios a las comarcas y a las naciones. 84. Mi palabra de este tiempo en los últimos años ha fructificado, porque los recintos se han multiplicado y las multitudes han crecido. 85. Os sentís torpes para levantaros a desempeñar tan delicada misión, más en verdad os digo que mis innumerables lecciones e inspiraciones, pondrán en vuestros labios el don de la palabra, más para que obtengáis el cumplimiento de esta promesa, es necesario que tengáis fe en Mí y en vosotros mismos. Y quien posea esta fe y cumpla con mi Ley, no haga alarde de sus dones porque entonces su palabra carecerá de esencia. 86. ¿Por qué mi palabra ha conmovido a los hombres de toda condición? Por su humildad, pureza y sencillez. 87. Pueblo: Enseñad a la niñez a orar por la humanidad, su oración inocente y pura como el perfume de las flores, se elevará hasta Mí y llegará también a los corazones que sufren. 88. Preparad a los niños, mostradles el camino para vencer las acechanzas y mañana darán un paso más adelante del que vosotros habéis dado. Porque si supieseis comprender mi palabra, si ya conocierais el fondo de cada uno de los pensamientos que toman forma a través de los distintos portavoces por los cuales me manifiesto, y si supieseis lo que vale una sola de mis enseñanzas, no seriáis tan tímidos para hablar de esta Obra. Os sentiríais capaces de llegar hasta un campo de batalla para que aquellos hombres oyeran la lectura de una lección mía, y en verdad os digo, que les veríais llorar de arrepentimiento a unos y de esperanza a otros. 89. ¿Por qué vosotros a veces no alcanzáis a conmoveros? ¡Oh corazones duros, acostumbrados a la caricia de mi palabra! Estáis adormecidos, satisfechos de haber alcanzado paz y consuelo, sin acordaros que hay muchos que no tienen ni una migaja de este pan que vosotros desperdiciáis. 90. No habéis querido gozar contemplando el efecto que causarla en muchos corazones la palabra de consuelo del Maestro. 91. ¡Oh pequeños párvulos! ¿Cuándo vais a crecer en espíritu? ¿Cuándo lograréis dominar las flaquezas de vuestro cuerpo? Yo soy el que cruza el desierto derramando mi palabra divina y buscando a los caminantes perdidos; pero quiero que los hombres aprendan a dar lo que de Mi reciben. Por eso os digo, pueblo, que os preparéis para extender mi caridad, haciendo que estas enseñanzas lleguen hasta los confines de la Tierra. Haced que sean reproducidas y multiplicadas para que lleguen a todas las naciones buscando a los hombres por los distintos caminos. 92. Esta es la mejor agua que podéis ofrecer a los sedientos de amor y de verdad. 93. Todavía no os habéis levantado a trabajar, porque estáis escondiendo los tesoros espirituales que os he confiado, mientras en otras naciones perecen, porque no han podido recibir este mensaje. Son multitudes que van sin dirección, caminantes que carecen de agua y de luz. 94. Si no os levantáis, pueblo, ¿De qué os servirá vuestro saber? ¿Qué pensáis hacer de provecho y de bien para vuestra vida futura, aquélla que os espera en el mundo espiritual? 95. Tened piedad de vosotros mismos. Ninguno sabe cuándo llegará el momento en que su espíritu se aparte de la materia. Nadie sabe si al día siguiente sus ojos se abrirán a la luz. Todos sois del único dueño de todo lo creado y no sabéis cuando seréis recogidos. 96. Pensad que ni los cabellos de vuestra cabeza son vuestros, ni el polvo que pisáis; que vosotros mismos no os pertenecéis, que no necesitáis tener propiedades de poca duración, puesto que Vuestro reino tampoco es de este mundo. 97. Espiritualizaos y todo lo poseeréis con justicia y con medida mientras lo necesitéis, y llegado el momento de la renunciación a esta vida, os elevaréis plenos de luz a tomar posesión de lo que os corresponde en el Más Allá. 98. Toda mi obra espiritual a través de los tiempos, ha tenido la finalidad de edificar en la eternidad un Reino de felicidad y de luz para todos mis hijos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 6 1. Bienaventurados vosotros que venís a escuchar la lección del Maestro, porque mi enseñanza es la simiente que llevaréis a las generaciones venideras. Sois el hijo primogénito que va a preparar con el ejemplo el camino, a sus hermanos pequeños. 2. Este es el Tercer Tiempo en que mi Espíritu Divino se derrama sobre toda carne y sobre todo espíritu, en cumplimiento de la profecía que os hice de que todo ojo me contemplaría. 3. En verdad os digo que cuando os comuniquéis de espíritu a Espíritu con mi Divinidad, me estaréis contemplando, porque es a vuestra mirada espiritual la que he venido a preparar. 4. Sois los herederos de mi reino. El fruto del árbol de la vida os lo ha dado el Padre, para que os hartéis y después cultivéis su semilla. 5. El Señor poseía las tierras y las ha dado a sus hijos que sois vosotros, nombrándoos labriegos de su campiña. 6. Los que han comprendido su misión y han sabido trabajar las tierras, se han recreado y me hacen presente su satisfacción; los que concibieron el camino adornado con fragantes flores, y creyendo que el árbol no necesitaba de cuidados y desvelos para fructificar, hoy se presentan cansados. Encontraron a su paso tanta miseria, pecado y dolor, que se sintieron impotentes para aligerar de esa cruz a sus hermanos. Apenas comenzada la jornada, se sintieron cansados; se dedicaron a sanar enfermos y ellos también enfermaron. 7. Pero el Maestro aún está entre sus discípulos para darles nuevas lecciones y ayudarles a levantarse. Yo os digo: Pedidme que Yo os daré, porque soy vuestro Padre. 8. Mi enseñanza llena de amor y de paciencia, os convertirá en mansas ovejas que sepan seguir dócilmente la voz de su Pastor. 9. No olvidéis que ante el Arca de la Nueva Alianza jurasteis cumplir con los preceptos de mi Ley. 10. Si, discípulos, vuestra misión es de paz y de unificación; tendréis que reedificar mi templo, porque a través de vosotros he de legar mi palabra, mis profecías y mandatos a la humanidad. 11. Os digo también: ¿Por qué si sois los heredados por el Padre, os atrevéis a prevaricar o adulterar? ¿No pensáis que con esto aumentáis vuestra restitución? He aquí el porqué de vuestras enfermedades y vicisitudes. 12. Si os he hecho primeros, no os convirtáis en postreros, ocupad vuestro lugar y conservad esta gracia hasta el final del camino. 13. No os dividáis, formad una sola familia, solamente así podréis ser fuertes. 14. No os envanezcáis, contemplad que vuestras tierras son aún pequeñas y corta vuestra siembra. Sed siempre humildes y seréis grandes delante del Padre. 15. Los que ayer fueron débiles, serán los fuertes del mañana, de ese mañana que debéis anhelar, el cual será como el despuntar de un nuevo día, cuyo sol alumbre vuestro espíritu; entonces unos seréis cirineos de los otros para ayudaros a llevar el peso de la cruz. 16. No consideréis mi Obra como una carga, ni digáis que es pesado para vuestro espíritu el cumplimiento de la hermosa misión de amar al Padre y a vuestros hermanos. La que sí es pesada, es la cruz de iniquidades propias y ajenas por las que tendréis que llorar, sangrar y hasta morir. La ingratitud, la incomprensión, el egoísmo, la calumnia, serán como un fardo sobre vosotros, si les dais albergue. 17. Al hombre reacio podrá parecerle duro y pesado el cumplimiento de mi ley, porque es perfecta y no protejo la iniquidad ni la mentira; más para el obediente, la Ley es su baluarte, su sostén, su salvación. 18. De todo os prevengo y os preparo, para que sepáis extender mis enseñanzas con verdadera limpidez. 19. Yo ilumino a mis portavoces para que en ellos descienda mi rayo hecho palabra humana, pero llena de esencia celestial, para alimentar, purificar y sanar a las multitudes, pronto el número de mis portavoces aumentará; hombres y mujeres hablarán extensamente y por ellos os revelaré grandes enseñanzas. 20. Os estoy hablando y estoy velando por vosotros. No durmáis como los discípulos del Segundo Tiempo, mientras Jesús oraba en el Huerto de los Olivos, porque los enemigos os sorprenderán. 21. Orad junto con vuestro Maestro para que vuestra oración os revista de valor y no os acobardéis ante los toques de alarma. 22. Hay quien dude de mi presencia, aun cuando esté recibiendo mi comunicación a través de su entendimiento. Y es que al juzgar su vida, sus palabras y hasta sus pensamientos, se considera indigno, impuro, y piensa que mi presencia en él es imposible. De cierto os digo: Impuros y pecadores son todos éstos por quienes me comunico, más contemplo su esfuerzo constante por hacerse cada vez más dignos de transmitir mi divina palabra, y mi fuerza y mi luz son con ellos. 23. Este pueblo, que en el tiempo presente debiera parecerse al hombre en plena juventud, ha llegado como un anciano a la presencia de su Padre, espiritualmente viene cansado por su largo peregrinaje, doblegado por el peso de su fardo, marchito y desengañado. Más para ayudarle en su camino he abierto un libro, el Libro de la Vida, en el cual descubrirá el secreto de la paz perpetua, de la juventud eterna, de la salud y la alegría. 24. En mi campiña, recobraréis el vigor que habíais perdido, ¡Oh labriegos! 25. Mi palabra siempre os aconseja el bien y la virtud. Que no habléis mal de vuestros hermanos causando su deshonra; que no veáis con desprecio a los que sufren enfermedades que vosotros llamáis contagiosas; que no protejáis las guerras; ni tengáis ocupación vergonzosa que destruya la moralidad y proteja los vicios; que no maldigáis nada de lo creado; ni toméis lo ajeno sin permiso del dueño; ni propaguéis supersticiones. Que visitéis a los enfermos; perdonéis a los que os ofenden; protejáis la virtud; dad buenos ejemplos y me estaréis amando y amando a vuestros hermanos, que en esos dos preceptos se resume toda la Ley. 26. Aprended mi lección y enseñadla con vuestra práctica. Si no aprendéis, ¿Cómo queréis predicar mi Doctrina? Y si no sentís lo que habéis aprendido, ¿Cómo queréis enseñar como el buen apóstol? 27. Decidme, pueblo: ¿Qué es lo que habéis analizado y practicado hasta ahora? Mi palabra es clara y sencilla y no la habéis sabido interpretar todavía, más Yo vengo a iluminaros y a llevaros por el sendero de la luz. No os salgáis de ese camino ni retrocedáis; tampoco vayáis de prisa. 28. Por amor a vosotros he venido a enseñaros, y ansió que vengáis a Mí y elevéis vuestro canto como los ángeles: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”. 29. Quiero también escuchar de vosotros una frase de arrepentimiento, vuestra sincera confesión, para consolaros y aconsejaros como Padre y ser vuestro mejor amigo. 30. Hoy ignoráis todavía todo lo que voy a revelaros durante esta etapa; paso a paso os iré doctrinando. Mi enseñanza, conocida por una porción de la humanidad, alcanzará su esplendor cuando el tiempo sea llegado. 31. No he llamado a sabios ni a filósofos para servirme de su entendimiento; he escogido a los humildes, para hacer de ellos los portavoces de mi palabra, a través de los cuales mi Espíritu os entrega esta comunicación y se recrea al ver que me reconocéis. 32. La fuente de mi amor se encuentra desbordante, ¿Queréis recibirme? Yo estoy en la esencia de mi palabra. Intuid vuestro canto al de los ángeles y alabadme. Todo lo que me pidáis para vuestro progreso espiritual, os lo concederé. 33. Estáis oyendo al Verbo del Padre, mi mirada penetra en vuestros corazones y en algunos contemplo la dureza de la roca y la frialdad del mármol, más hago brotar agua de las rocas y mi amor y mi ternura os darán el calor que necesita vuestro espíritu. 34. Formé de materia vuestro cuerpo y os di mi aliento divino; os doté de conciencia para que vivieseis reconociéndome, y de tiempo en tiempo he venido a daros lecciones llenas de sabiduría que eleven a vuestro espíritu. En el Segundo Tiempo sembré mi semilla de amor en vosotros y hoy vengo a cultivarla; en el final de los tiempos todos estaréis conmigo, como Yo he estado con vosotros. 35. Os he pulimentado a través del camino, porque anhelo que seáis limpios y virtuosos para que lleguéis a ser mis buenos discípulos. 36. Vivid velando y orando y todo sufrimiento será llevadero; no caeréis en tentación y sentiréis que cerca de vosotros mi Espíritu de Padre os protege. Sed fuertes en las pruebas. Recordad que Jesús en el Segundo Tiempo, cuando le fue ofrecido el cáliz de amargura y presintió el dolor que le esperaba, dijo: “Padre, si es posible aparta de Mi este cáliz, mas no se haga mi voluntad, sino la tuya". Vosotros, que también sufrís y padecéis en la Tierra, ¿No queréis imitarle? ¿No queréis seguirle? 37. ¿Por qué tenéis menos temor ahora que os hablo como Espíritu Consolador, que cuando os hablé como Juez en el Primer Tiempo y como Maestro en el Segundo, si soy el mismo Espíritu que os he hablado en los tres tiempos? ¿Acaso porque os hablo con dulzura? 38. Yo os doctriné en el Segundo Tiempo y hoy vengo a ofreceros el mismo manjar de mi palabra; porque sois mis discípulos y quiero que os alimentéis de Mí. Resucitad a la vida de la gracia y aprovechad este tiempo preciso en el que os enseño. Más tarde, cuando hayáis recibido todo lo que os tengo preparado, os pediré cuentas de vuestras obras en éste y en todos los tiempos: porque cuando vine a la Tierra para hacerme hombre, conversasteis conmigo y recibisteis mis lecciones como ahora. Más en aquel tiempo, mientras unos creísteis, otros dudasteis, y ese tiempo de gracia, esa oportunidad para el adelanto de vuestro espíritu, pasó. Más el Padre entrega a sus hijos nuevas lecciones y pruebas para su elevación espiritual y en este tiempo os doy una enseñanza más, para que podáis contemplar más cerca la Tierra Prometida. 39. Os he hablado por conducto de distintos portavoces y como son imperfectos por ser humanos, habéis dudado, más de cierto os digo que he venido a servirme de ellos, porque los conozco y los he preparado a través de siglos para presentarlos ante vosotros en este Tiempo como los intérpretes de mi palabra. 40. He venido a buscaros, porque es muy grande mi amor por vosotros, he trazado un destino de restitución a cada criatura, en el cual se refleja la justicia amorosa del Padre. A pesar de vuestros errores, os estoy revelando vuestra misión entre la humanidad, pero es necesario que meditéis profundamente y os hagáis dignos de ella. Pensad que no sólo me estoy manifestando delante de vosotros en palabra, sino también en inspiración y en revelación a través de sueños y videncias. 41. Pueblo: No os habéis perfeccionado aún, pero estaréis conmigo cuando os hayáis purificado por vuestros méritos. Si ahora os consideráis ignorantes, Yo os iluminaré y vosotros hablaréis y sorprenderéis a los hombres. Cuando estéis preparados, vuestro anhelo será colaborar conmigo en la obra de salvación de la humanidad. 42. Os estoy enseñando la verdad y mostrándoos el camino para que os preparéis y con vuestra oración y vuestras obras me imitéis, recordando mis ejemplos del Segundo Tiempo. Que todos los actos de vuestra vida encierren amor y verdad, para que con ellos deis testimonio de Mí. Recordad que en aquel tiempo os dije: “No todo el que me dice Padre me ama; ni todo el que pronuncia mi nombre me venera; solo aquellos que cumplen mi Ley, dan testimonio de Mí”. 43. Ahora vengo a concederos un tiempo más para que os elevéis por la escala de vuestro perfeccionamiento, y ¿Sabéis cuál es el secreto para la elevación? El amor, la sinceridad, la limpidez del corazón y las buenas obras. Por eso os he dicho: Limpiad el vaso por dentro y por fuera; velad, como las vírgenes prudentes de mi parábola, tened vuestra lámpara encendida; hablad con firmeza de mi Doctrina y no temáis ni os avergoncéis de ser mis discípulos, porque si hoy me negaseis, mañana, cuando os convenzáis de mi verdad, sentiréis dolor. 44. Si no me reconocéis por mi palabra, reconocedme por los prodigios que he hecho entre vosotros. Lo que os he prometido por conducto del portavoz, lo he cumplido en el camino de vuestra vida. ¿Por qué muchos niegan mis manifestaciones como Espíritu Divino, si estáis viviendo el tiempo del Espíritu Santo? 45. Si me pidierais pruebas de estas revelaciones, os las daría, más si Yo os sometiera a prueba, ¿Qué harías vosotros? Os sentiríais débiles y pequeños. 46. Quiero ver en vosotros la fe que manifestaron los enfermos que llegaron ante Mí en el Segundo Tiempo: la del paralítico, la del ciego y la de la mujer incurable. Quiero sentirme amado como Padre, solicitado como Doctor y escuchado como Maestro. 47. Ahora no he venido para ser inmolado como en el Segundo Tiempo, mi Espíritu tan sólo se derramará en luz, en esencia, en todos mis hijos, para ponerlos a salvo. Cuando os hayáis elevado en el sendero de vuestra evolución, formaréis un solo espíritu de bien, de paz, para interceder por todos vuestros hermanos. 48. Uníos con vuestro amor a la intercesión de vuestra Madre espiritual, porque el cetro de justicia está próximo a llegar entre los hombres. 49. Practicad la caridad y dad a vuestros hermanos, como Yo os he dado. 50. Meditad en mis palabras y sentíos responsables de vuestros cargos. ¿Por qué os olvidáis a veces que he venido lleno de amor a perdonar vuestras faltas y a daros oportunidad de empezar una nueva vida? ¿Por qué caéis en rutina, si os estoy preparando para que transitéis por el camino de evolución, en donde estáis descubriendo nuevos y vastos horizontes y alicientes sin fin para el espíritu? 51. No os conmováis sólo en el momento de escuchar mi palabra, no lloréis vuestras faltas sin sentirlo profundamente, ni hagáis falsos propósitos de enmienda que muy pronto quebrantaréis. Velad y sed fuertes, para que seáis firmes en vuestras determinaciones, y cuando prometáis enmendaros, lo hagáis con firmeza y vengáis a Mí llenos de alegría a decirme: Padre, he cumplido tus mandatos, te he obedecido, he honrado tu nombre. 52. Este es el tiempo anunciado en que Yo había de hablar a la humanidad y quiero que vosotros con esta palabra que os he dado, en cumplimiento de mis profecías, forméis volúmenes, después hagáis extractos y análisis de ella y la deis a conocer a vuestros hermanos. ¿Queréis ocuparos de esta misión? Os concedo el tiempo para que la cumpláis con los cargos que os he dado en mi Obra y fuera de ella. Trabajad y habrá paz y alegría en vuestro espíritu. Practicad sin envaneceros, sin encerraros en un círculo de egoísmo, sed báculo y ejemplo para vuestros hermanos materiales y espirituales. Vuestra misión no se limita a trabajar por los seres encarnados, sino que debéis ayudar también a los desencarnados, a esas criaturas necesitadas de amor y caridad, que muy pocos recuerdan. No os baste creer y reconocer mi manifestación en este tiempo, es necesario que practiquéis la Doctrina que os enseño. 53. No dejéis que los niños se pierdan del camino por falta de enseñanza, mirad que sus espíritus evolucionados pueden tropezar en los pedruscos del sendero errado, habiendo sido preparados para cumplir grandes misiones. P A R Á B O L A 54. “En medio de un huerto floreciente, se encontraba un anciano venerable contemplando lleno de gozo su obra. Una fuente que desbordaba sus aguas cristalinas regaba el cultivado huerto. El anciano quería compartir sus frutos e invitaba a los caminantes a disfrutar de sus bienes. 55. Hasta él llego un varón enfermo, leproso. El anciano lo miró con amor, lo recibió y le preguntó qué solicitaba. El caminante le dijo: No te acerques a mí porque estoy leproso. El anciano, sin sentir repugnancia, lo hizo pasar, le dio abrigo en su casa y lo alimentó sin preguntarle la causa de su mal. El leproso estando bajo la protección del anciano, limpió su cuerpo y lleno de gratitud le dijo: Me quedaré contigo, porque tú me has devuelto la salud, yo te ayudaré a cultivar tus tierras. 56. Después llego hasta aquel lugar una mujer, con la desesperación reflejada en el rostro y el anciano le preguntó: ¿Qué necesitáis? Y ella llorando, contestó: No puedo ocultar mi falta, he adulterado y he sido arrojada de mi hogar, mis pequeños hijos han quedado abandonados. El anciano le dijo: No volváis a caer en adulterio, amad y respetad a vuestro esposo, y mientras volvéis a vuestro hogar, bebed de esta agua cristalina y purificaos. Más la mujer replicó: No puedo volver, más haz llegar a mi hogar tu llamado y yo quedaré a tu servicio. 57. Pasaron los días, y los pequeños que habían quedado solos, fueron en busca del buen anciano porque sabían que repartía caridad y a ellos les dijo: ¿Qué buscáis? Y ellos contestaron: hemos quedado solos en el hogar, nuestros padres nos han abandonado y venimos a ti en busca de pan y de abrigo, porque sabemos que en ti los encontraremos. El anciano les dijo: Pasad, vuestros padres están conmigo, descansad y reuníos con ellos. 58. Todos reunidos, en aquella bendita compañía, recobraron la paz, hubo perdón y reconciliación, y volvieron a la vida cotidiana. El padre regenerado, limpio de su lepra, volvió a cobijar bajo su techo a la mujer y dio calor a los pequeños. Ella, arrepentida y limpia, fue regazo para el varón y cuna para sus hijos. Los pequeños, que creían haber perdido para siempre a sus padres, dieron gracias al anciano por devolvérselos y por permitir que su hogar fuese reedificado”. 59. En verdad os digo: si me buscáis en vuestros más grandes problemas, encontraréis siempre solución para ellos. 60. Yo soy el anciano de la parábola. Venid a Mí, Yo a nadie rechazo, antes bien, me sirvo de vuestras pruebas para purificaros y acercaros a Mí. Venid todos, recobrad la paz y la salud. Bebed de la fuente cristalina y sed salvos. Porque Yo soy el Libro de la vida y os he presentado una página más para que la estudiéis y seáis fuertes en mi enseñanza. ¿Queréis seguir adelante en este camino? Conoced mi Ley y dad cumplimiento a cada uno de mis preceptos. No deis a vuestro Padre amargura, no me hagáis padecer. Mirad que mi sacrificio es constante; por vuestra duda e incomprensión, me lleváis a cada instante a la cruz. 61. A vosotros, varones, os he concedido una heredad, una hacienda, una mujer de quien sois administradores, para que la améis y cultivéis. Y sin embargo, ha llegado a Mí vuestra compañera presentándome quejas y llanto por vuestra incomprensión. Os he dicho que sois fuertes, que habéis sido formados a mi imagen y semejanza, mas no os he mandado humillar a la mujer y hacer de ella vuestra esclava. Os he hecho fuertes para que me representéis en vuestro hogar, fuertes en la virtud, en el talento, y os he dado como complemento en vuestra vida terrestre, como compañera a la mujer, para que en el amor de ambos, encontréis fortaleza para afrontar las pruebas y vicisitudes. 62. Hoy os estoy llamando a mi Reino para poneros a salvo, mas debéis trabajar y hacer méritos para escalar por la senda de luz que os he trazado. Os espero ansiosamente, venid y seréis recibidos como hijos obedientes y habrá fiesta en los cielos. 63. ¿Por qué sentís cansancio en vuestro espíritu, si os doy fortaleza a cada instante? No os alejéis de Mí, aun cuando hubiese fatiga o frialdad que la humanidad hubiese dejado en vosotros. Yo soy la resurrección y la vida, si confiáis en Mí, recobraréis la fuerza y la alegría. Cuando necesitéis un báculo, apoyaos en Elías, vuestro Pastor y él os sostendrá. Cuando necesitéis de consuelo y de ternura, recurrid a María, vuestra Madre celestial, y sentid su caricia y su bálsamo. Comprended su amor, ella siente vuestro dolor y os acompaña en vuestras penas. ¡Cuán grande es su sufrimiento cuando torcéis el camino y marcháis como ciegos, después de haber contemplado esta luz! 64. El dolor ha llegado a inundar el corazón de la humanidad. Hoy se cumple aquella profecía que dice: Los padres desconocerán a sus hijos y éstos a sus padres. Se desconocerán entre hermanos y se aborrecerán. También contempláis cómo los hogares son campos de discordia y de guerra. Mas Yo vengo a deteneros en ese camino y a deciros que arrojéis esas armas de destrucción y que no os deis muerte los unos a los otros, que huyáis del caos, vengáis conmigo y me sigáis en la obra de restauración. 65. Yo os pregunto: ¿No habéis recibido consuelo y fortaleza en mi palabra? ¿No os habéis conmovido ante mi presencia? Si, discípulos, si la carne no lo confiesa, el espíritu me reconoce, me da gracias y descubre la esencia de mi amor en el fondo de esta palabra. ¿No os prometí en el Segundo Tiempo, que volvería como Espíritu de Verdad? Mirad como he cumplido todo lo que os he ofrecido. 66. Estudiad, discípulos, para que enseñéis a los que vendrán después de vosotros. Os buscarán filósofas y científicos y Yo les hablaré por vuestro conducto, y así les demostraré una vez más que me he servido de los pobres y de los sencillos. Levantaos, labriegos, y sembrad las tierras que os he preparado, porque muy pronto vendré como administrador y juez, a pediros la cosecha de la semilla que os he entregado. 67. Os revisto de mi gracia, para que seáis maestros humildes de vuestros hermanos y sanéis a los enfermos. Recibid a los que vengan en busca de luz y sed claridad para todos. Aconsejad y convertid a los pecadores, mas no hagáis alarde de que sois mis discípulos. Cuando sintáis el dolor de vuestros hermanos y sepáis consolarlos, cuando améis en verdad y hagáis la caridad sin publicarla, entonces podréis llamaros mis discípulos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 7 1. A los que aún no comprenden mi manifestación, les digo: Este varón por quien me comunico es humano como vosotros y este asiento que contempláis en el ángulo del recinto, en el cual reposa el portavoz de mi palabra, no es el solio del Señor. 2. El trono que busco entre vosotros, es vuestro corazón, y en él me posará cuando sepa adorarme sin idolatría ni fanatismo. 3. Sois tan frágiles y tan inclinados a la idolatría, que sin daros cuenta mí estáis adorando en las materias por las que me comunico y miráis esto! lugares como si fuesen sagrados. Más cuando ya no me tengáis en esta. forma, comprenderéis que estos portavoces no fueron el medio más elevado para mi comunicación; cuando el Rayo Divino, en vez de descender sobre el entendimiento humano, se pose en vuestro espíritu debidamente preparado, entonces si habréis alcanzado la comunicación perfecta, porque ahí no habrá errores, ni turbaciones que se mezclen con la luz de vuestro Maestro. 4. El hombre estaba destinado desde la eternidad para comunicarse con mi Espíritu bajo muchas formas y ésta que ahora tenéis a través del entendimiento humano, es una de ellas. 5. Si encontráis imperfección en esta palabra, atribuidla al entendimiento por el que me comunico, tomando en cuenta que a estos portavoces los he entresacado de los humildes, ignorantes y rudos, para que mi comunicación a través de ellos os sorprendiese. Más cuando penetréis al fondo de mi enseñanza, no vayáis a convertiros en jueces de mis portavoces, porque para juzgarles sólo Yo, que les hablo a cada instante a través de la conciencia. Entonces, no midáis con vuestra vara, porque con ella misma seréis medidos. 6. El que ha sido llamado para ser mi labriego, siente que su corazón lo induce a venir a escucharme y a seguir penetrando en estos lugares de oración y de caridad. 7. A éstos, que presienten ser de los elegidos de este Tercer Tiempo, y a los que ya se encuentran entre las filas de mis labriegos, les digo: Guardad mis mandatos, meditad sobre mis recomendaciones y analizad mis palabras, para que seáis los soldados firmes que no os dejéis vencer por las pruebas. 8. Todos debéis saber que al finalizar 1950 dejare de hablaros en esta forma y que es necesario que así sea para que me sintáis entre vosotros en plenitud, cuando me elevéis el culto perfecto de espíritu a Espíritu. 9. Con estas lecciones que os doy, os aproximo más al tiempo que os anuncio, para que vayáis comprendiendo el cambio que habrá en vosotros después de 1950. 10. Para entonces debéis estar fuertes y preparados, si es que queréis someteros a mi voluntad y proseguir vuestra evolución espiritual. 11. Debéis encontraros alerta, porque la tentación os asaltará en todos los instantes, a unos para induciros a continuar indefinidamente una etapa cuyo final ha sido marcado por Mí; y a los otros, por falta de preparación y sobrada vanidad, para decir que están escuchando en lo espiritual mí divina palabra. Mas desde hoy os prevengo y quiero que sepáis, que Yo no hablo con palabras humanas, sino con inspiraciones, con ideas, con pensamientos. 12. Para daros mis lecciones con palabras humanas, vine a comunicarme a través del entendimiento del hombre, mas ya comunicado de Espíritu a espíritu, ni vosotros me hablaréis con palabras materiales, ni vuestro Padre tampoco lo hará con vosotros. 13. Si no os preparáis, a vuestros oídos llegarán murmullos que os confundirán y más tardes con ellos confundiréis a vuestros hermanos. Os estoy poniendo alerta para que, una vez terminadas estas comunicaciones, no intentéis practicarlas nuevamente, porque no serán espíritus de luz los que se manifiesten, sino seres turbados quienes vengan a querer destruir lo que antes habíais construido. 14. En cambio, el que sepa prepararse, aquél que en vez de querer hacerse notable trate de hacerse útil, que en vez de adelantar acontecimientos, aguarde con paciencia, ese escuchará clara mi enseñanza que llegará a su espíritu a través de los dones que en él existen, que son el de la inspiración, de la intuición, del presentimiento por medio de la oración, de la mirada espiritual y de los sueños proféticos 15. Os preparo, pueblo, para que no vayáis a profanar por ignorancia mi Ley. Os abro los ojos a la luz de la verdad, para que comprendáis la inmensa responsabilidad que pesa sobre vosotros y a la vez, para que comprendáis lo infinitamente delicada que es la misión que dentro de esta Obra os he confiado. 16. Quiero que vuestra obediencia os haga dignos de mi protección y no que con vuestros errores, incomprensiones y desobediencias, os expongáis a que la justicia de los hombres sea la que detenga vuestros pasos en la Tierra. 17. De cierto os digo que quien no cumpliese con mi Ley que existe en su conciencia, no llegará a Mi; mas también os digo, que sería triste que os hubieseis afanado mucho por sembrar y cuando llegue 1a hora de recoger os decepcionéis de vuestra cosecha, porque veáis que todo lo que hicisteis fue para vuestro cuerpo y nada encaminado al perfeccionamiento de vuestro espíritu 18. Pueblo: ¡No lloréis oyéndome hablar así, no penséis que soy injusto cuando os reclamo, ni tampoco atribuyáis estas palabras a la dureza de corazón del portavoz! Yo sé que tengo razón en preveniros y manteneros alerta. 19. Quiero dejaros entre la humanidad para que salvéis a muchos que andan entre tinieblas, porque no saben mirar la luz de la verdad; pero si no alcanzáis la preparación que debéis tener para llamaros dignamente mis discípulos, ¿creéis que un ciego puede conducir a otros ciegos? 20. En verdad os digo que sólo debe hablar de virtud quien la haya practicado en su camino y sepa sentirla. 21. Velad y orad, pueblo, para que se despierte en vosotros el sentido de responsabilidad y podáis en cada paso escuchar la voz de la conciencia, para que sintáis que habéis penetrado en el tiempo de la luz, en el que vuestro espíritu debe despertar y estar atento a mis mandatos. Las futuras generaciones os tendrán por dichosos al saber que fuisteis escogidos para formar los cimientos de una nueva humanidad, los precursores de mi enseñanza del Tercer Tiempo. 22. Todos habéis sentido en este tiempo el dolor, y vuestro corazón, movido en sus fibras más sensibles, ha retornado a Mi ya calmada su pena y se ha dispuesto a seguirme. Una sola de mis palabras ha bastado para que reconozcáis que soy Yo quien os habla en esta forma; el hambre de ternura y de amor que me hacíais presente, ha desaparecido y sólo anheláis conservar mi gracia, pero muchos no sabrán interpretar mis manifestaciones que en distintas formas estoy dando a la humanidad, ni comprenderán mi palabra y esa ignorancia será como una venda en sus ojos, que les impida contemplar mi verdad. 23. Si queréis encontrarme, buscadme en el silencio, en la humildad de vuestro templo interior y ahí estaréis en comunicación con mi Espíritu y me sentiré amado y venerado por vosotros. 24. No me imaginéis ni queráis verme en ningún objeto: no edifiquéis con ostentación el recinto que dediquéis a mi culto, doquiera que os encontréis podéis elevar vuestro espíritu, si queréis reuniros, una humilde estancia será bastante para que os congreguéis y cuando me hayáis construido el verdadero santuario en vuestro corazón, así enseñaréis a vuestros hermanos a formarlo también. 25. Me presentáis vuestra pobreza, me decís que no poseéis bienes en la Tierra, mas recordad que os he dado la paz, el amor, la devoción espiritual, que forman un tesoro mayor sed el fuerte, el prudente Israel, y cuando os sintáis inspirados por mi Espíritu, hablad de Mí a vuestros hermanos, sanad a los enfermos, fortaleced a los débiles, proteged a los indefensos, y en estas prácticas conoceréis la riqueza que existe en- vuestro espíritu y os sentiréis dichosos. 26. Los postreros darán grandes pasos de adelanto en esta senda y vosotros debéis preparadles desde hoy el camino; cuando este tiempo llegue, dadme gracias y testificad ante vuestros hermanos que mi palabra se ha cumplido. A nadie detengáis en su progreso espiritual, porque es mi voluntad que esta humanidad evolucione en corto tiempo. 27. Recibo vuestro cumplimiento grande o pequeño; os doy mi fortaleza y os consuelo en vuestras penas; vuestras lágrimas son el mejor riego que dais a vuestra siembra; así como una madre se desvela y en silencio derrama su llanto por la incomprensión de sus hijos, así vosotros, velad y sufrid por aquellos que he dejado a vuestro cuidado, para que Yo pueda deciros: Bienaventurados sean mis servidores. Bienaventurados sean los sembradores de la semilla perfecta. 28. Yo os recibo, caminantes. Yo os recibo, sembradores. Os vais alejando de las prácticas superfluas para seguir a vuestro señor, sabiendo que el pago de vuestra lucha no está en la Tierra. Sois conformes con las vicisitudes de la vida. Benditos seáis. No me habéis pedido ricos manjares, os habéis conformado con un duro mendrugo. Benditos seáis, porque habéis dado pruebas de que no vais en pos de una causa terrestre, sino habéis demostrado que vais siguiendo la huella de Jesús de Nazareth. 29. No os han atemorizado las pruebas, y en verdad os digo: He depositado una cruz en cada uno de vosotros; todos vuestros dolores, todo lo que los hombres os han arrebatado, vuestra escasez, el sufrimiento que todos y cada uno lleváis dentro del corazón, esa es vuestra cruz. Con paciencia la habéis llevado y vuestra mansedumbre es digna de un galardón. 30. El que sólo busca lo que pertenece al mundo no es conmigo. Los bienes de la Tierra los obtenéis con vuestro trabajo material, más los bienes del espíritu sólo los alcanzáis con la preparación y el cumplimiento espiritual. 31. Soy vuestro Maestro y os digo: Ya que lleváis la cruz con paciencia, no la dejéis a la medianía del camino. El que quiera ser salvo, llevará su cruz hasta el final de la jornada. El que sea inconforme, hará más pesada su cruz y le parecerá insoportable. 32. Si queréis que vuestro cumplimiento en mi Doctrina sea meritorio, llevad con paciencia vuestros sufrimientos; y aquél que me dice: “Maestro, yo no llevo conmigo la cruz”, contemplo que ése sólo carga un fardo de inconformidad, mas esa no es mi voluntad. 33. ¿Qué me hacéis presente? ¿Cuál es la simiente que habéis cultivado? ¿Cuáles son las tierras que habéis labrado y convertido en fértiles por vuestro cumplimiento? El tiempo en que las siembras sean perfectas no ha llegado aún, más no vengo a desanimaros, vengo a enseñaros para que alcancéis la mayor elevación. No olvidéis que según vuestra siembra, así será la cosecha. Si el trigo que sembráis es vano, nada recogeréis. Si sembráis poco, poco recogeréis. Por lo tanto consagraos a vuestra siembra y os labraréis un galardón para el futuro. El fruto maduro será en mi granero. Os dejo las siete espigas para que las cultivéis. Pediré el fruto de la primera, el fruto de la segunda y así hasta la última, y si todas son de buen sabor, la cosecha será perfecta. ¿Y cuáles son esas espigas de las que os hablo, discípulos amados? Son las siete virtudes del espíritu. 34. Fortaleceos. El bálsamo ha sido con vosotros y a vuestro espíritu le he entregado mi luz. Los hombres llegarán a escudriñaros, mas Yo les daré pruebas por vuestro conducto, ¡Ay del que no se encuentre preparado, porque dudarán de él y del Maestro! Os fortalezco para el momento de la prueba, más ¿Por qué os sorprendéis cuando éstas llegan? ¿Por ventura no ha sido profética mi palabra? Por eso os digo: Preparaos, pueblo, porque en vuestro camino encontraréis al lobo hambriento que disfrazado de oveja querrá sorprenderos; mas si veláis, le descubriréis y con vuestras armas de amor le venceréis. 35. Los hombres buscarán vuestros errores para perderos; así como escudriñaron al Maestro en el Segundo Tiempo, así harán con vosotros. Mas os despierto, os preparo y os doy intuición. 36. En comarcas cercanas y lejanas, entregaréis mi palabra. Nuevos labriegos prepararé para que el árbol no quede solo después de 1950. 37. No sintáis temor ante los hombres, porque en verdad os digo: Yo hablaré por vuestras bocas, testificaré mi palabra por vosotros y el eco de ella llegará a los confines de la Tierra; a los grandes, a los pequeños, a los mandatarios, a los científicos y a los teólogos. 38. La humanidad verá en vosotros a los mensajeros del Espíritu Santo. Convertiréis la imperfección en perfección. Vuestra palabra será dulce, llena de ternura y por medio de ella recibirá la salud el enfermo, y el extraviado del camino se arrepentirá de sus faltas y volverá a Mí. 39. Hoy sois mis discípulos, mañana os convertiréis en maestros para que deis buen ejemplo a la humanidad. Os veré llegar a la fuente de amor y sabiduría, con el corazón lleno de regocijo y os diré: Venid y calmad vuestra sed, y cuando hayáis bebido y os hayáis elevado hacia Mí, me contemplaréis señalándoos los caminos del mundo, en donde se encuentran las multitudes sedientas esperando vuestra llegada. 40. Hijos de la luz y de la paz, os llama el Padre, mas vosotros debéis justificar ese nombre con vuestras obras. Sólo así podréis hablar de Mí. ¡Ay del que sintiéndose colmado de dones, se llenase de vanidad o dejase que el egoísmo se apoderase de su corazón, porque su caída no tardaría y sería muy dolorosa! 41. El fruto que os he dado para que lo compartáis con vuestros hermanos, tiene un sabor que no podréis confundir, ni lo debéis cambiar si no queréis que vuestra obra sea estéril. No quiero que pregonéis que me amáis, quiero que con vuestras obras vayáis dejando la huella de amor, de caridad y fe. 42. Siempre que os levantéis pregonando que sois mis elegidos, los que más cerca de Mí os encontráis y quienes mejor me servís, os sujetaré a prueba como lo hice con mis apóstoles en el Mar de Galilea; entonces sabréis si en verdad me amáis y si vuestra fe es firme. El que quiera seguirme, tiene que ser humilde. 43. La obediencia a mi Ley es humildad en vuestro espíritu; quien es obediente, va investido con mi gracia, mientras el que camina bajo su voluntad creyendo llevar su heredad consigo, en verdad se ha despojado de sus dones. 44. Día tras día he venido doctrinándoos, preparándoos para la lucha, porque pronto dejare de hablaros en esta forma y es necesario que estéis fuertes para resistir las pruebas. Sabed estar conmigo; aprended a llevarme en vuestro corazón y en las horas de prueba me veréis hacer prodigios por vuestro conducto. 45. Comprended cuanto he querido deciros, para que no penséis que es imposible llevar en vosotros mi enseñanza. 46. Interpretad bien mis palabras, para que podáis dar un paso más en la senda de vuestro perfeccionamiento espiritual. 47. ¿Seriáis capaces de dejarlo todo por venir tras de Mí, como aquellos que de cerca me siguieron en el Segundo Tiempo? ¿O trataréis de imitar al hijo pródigo de mi parábola, quien se alejó del Hogar de su padre para ir a otras tierras a derrochar la herencia que se le había entregado? 48. Os quedáis pensativos sin atreveros a contestarme; mas no temáis, que si os he llamado, es porque sé que me amáis y que me seguiréis hasta el fin del camino. 49. Si lo que teméis es perder vuestra vida o sufrir los sacrificios de sangre, desde hoy os digo que esas pruebas no las encontraréis en vuestra lucha espiritual; ya la tierra fue fecundada desde el Segundo Tiempo con la sangre del Maestro y la de sus discípulos. 50. Vuestro mérito estará en que deis cumplimiento a la ley espiritual, sin abandonar vuestros deberes para con la vida material. 51. No pido a todos la misma renunciación, ni todos son capaces del mismo sacrificio. En aquel tiempo, mis discípulos tuvieron que dedicarse completamente a la Obra que vine a confiarles, y para ello fue necesario que dejaran padres, hijos, esposa y cuanto poseían en el mundo; en cambio, al doctrinar a las multitudes, les enseñaba que para cumplir con la vida que el Creador da, es indispensable "dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. 52. Aquella humanidad estaba materializada y al mismo tiempo se encontraba poco evolucionada, fue por eso que dije a las multitudes: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios". 53. Vosotros sois una humanidad también materializada, pero al mismo tiempo evolucionada, más capacitada para dar a vuestro espíritu lo que él necesita y a vuestra vida humana lo que ella reclama. 54. No sois nuevos ante mi enseñanza, si así fuere, os habría tenido que entregar la Ley labrada en piedra como lo hice en el Primer Tiempo, pero si he venido a hablaros de espiritualidad y a revelaros los misterios que en aquellos tiempos no les fueron mostrados a los hombres, es señal de que ya fuisteis mis discípulos en los tiempos pasados. He aquí la razón por la que a veces os digo que: “aquéllos y vosotros, sois los mismos”. P A R Á B O L A 55. “En una lejana comarca vivió un padre con uno de sus hijos, a quien amaba entrañablemente. 56. El hijo enfermó y viendo el padre que peligraba su vida, le llevó a una explanada, donde se encontraba un anciano que regía los destinos de aquella comarca, y al llegar ante sus plantas así habló al anciano: Mi hijo está enfermo y mi mayor deseo es que encuentre alivio, porque si él muere, yo también morirla de dolor. 57. Tu hijo sanará y retornará a la comarca lleno de vida y fortalezas, le dijo el anciano, y mientras pronunciaba estas palabras, tocó al enfermo y éste sanó. 58. De retorno a la comarca, el Padre contempló a su hijo robusto y lleno de salud. Pasó el tiempo y aquel hijo se sintió fuerte, arrogante y encaminó su planta por veredas torcidas tomando frutos venenosos que enfermaron su cuerpo y su espíritu. Desconoció a su padre y su corazón sólo abrigaba sentimientos de odio y destrucción. 59. Su padre, al contemplarlo perdido en ese abismo de maldad, fue a la explanada y dijo al anciano: Buen anciano, mi hijo ha tomado el camino tortuoso que lo ha hundido en el abismo. 60. ¿Por qué lloráis, le dijo el anciano? 61. Lloro al ver la perversidad de mi hijo. He esperado sea levantado su espíritu de este mundo pero ese momento no llega y ya no puedo soportar su maldad. 62. El anciano le contestó: Pediste que viviera, y él ha vivido. Ya era tiempo de que sus pasos hubieran cesado en la Tierra, mas he aquí que debéis aprender a pedir y a conformaros con mi voluntad”. 63. Israel amado: Yo siempre soy justo en mis determinaciones. ¿Por qué a veces queréis intercalaros en mis altos designios? ¿No sabéis que los que parten a la morada espiritual, penetran en la verdadera vida? No os opongáis, por el contrario, ayudadles a que partan con vuestra conformidad, para que su paso de este mundo al otro, sea lleno de firmeza y de comprensión espiritual. 64. Buscadme como Padre, conoced mi amor, mi sabiduría y mi justicia; venid a Mi por la escala de la oración, de la fe y de las buenas obras. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 8 1. La luz de mi Espíritu Santo desciende sobre vosotros, mas ¿Por qué me representáis en la forma de una paloma? Ya aquellas figuras y símbolos no deben de ser adorados por mis nuevos discípulos. 2. Comprended mi enseñanza, pueblo: En aquel Segundo Tiempo, mi Espíritu Santo se manifestó en el bautizo de Jesús en la forma de una paloma porque esa ave en su vuelo semejaba al vuelo del espíritu, su blancura habla de pureza y en su dulce y apacible mirada hay un reflejo de inocencia. ¿Cómo hacer comprender a aquellos hombres rudos lo divino, si no era tomando las figuras de los seres conocidos por ellos en el mundo? 3. Cristo, quien os habla en este instante, fue representado por un cordero, y el mismo Juan en su visión profética, así me contempló. Todo ello se debe a que, si me buscáis en cada una de mis obras, en toda la Creación encontraréis siempre una imagen del autor de la vida. 4. En mi manifestación a través de Jesús, os anuncié la venida del Espíritu Santo y los hombres pensaron que se trataba de una divinidad que estando en Dios, no era conocida por ellos, sin poder comprender que, al hablaros del Espíritu Santo, os estaba hablando del Dios único, el cual estaba preparando el tiempo en el que había de comunicarse espiritualmente con los hombres a través del entendimiento humano. 5. En estas enseñanzas os estoy confiando la espada de luz y de verdad para que luchéis con ella en la batalla que tanto os he anunciado, y una vez más os digo, que estas armas que os confió son de amor y de justicia, de perdón y caridad para vuestros hermanos. 6. Sólo unos cuantos años restan para que os siga dando mi Doctrina en esta forma; guardad mis enseñanzas porque al finalizar 1950, terminarán estas manifestaciones, y es necesario que os fortalezcáis en la humildad y en la obediencia, para que salgáis avante en todas las pruebas. 7. No penséis que sólo en el orden espiritual vais a luchar, no, pueblo; la batalla que se avecina será en todos los órdenes, a fin de lo que haya salido de su cauce, a él retorne, lo que se haya estancado, surja de nuevo a la evolución y lo que se haya manchado, logre obtener su purificación. 8. Entonces veréis estremecerse a las instituciones humanas, en sus mismas bases, veréis a los elementos de la Naturaleza agitarse causando estragos y poniendo a prueba la fe de la humanidad. 9. Todo esto acontecerá después del año de 1950 y si vosotros permanecéis fieles a esta Ley, cruzaréis a salvo todas las vicisitudes; más, si hubieseis caído en desobediencia, apartándoos de lo que os he ordenado, desde hoy os digo: quedaréis a merced de las pruebas y de los elementos desatados y éstos ya no obedecerán vuestros mandatos. 10. No quiero este dolor para mi pueblo a quien he doctrinado durante tanto tiempo; quiero para él la paz, para que en las horas de prueba sepa llevar una palabra de luz y de bálsamo a los afligidos. 11. ¿Quién es aquél que en este tiempo no ansia quedar iluminado por el Espíritu Santo? 12. En verdad, en verdad os digo que si os sabéis preparar, grandes serán las manifestaciones que lleguéis a contemplar después de 1950. 13. En el Segundo Tiempo, cuando me hice visible a mis discípulos por última vez entre nubes, al desaparecer de su vista, hubo tristeza en ellos porque en ese instante sintieron quedar en la soledad, mas luego escucharon la voz del ángel emisario del Señor que les decía: “Varones galileos: ¿Qué es lo que miráis? A este mismo Jesús que hoy habéis visto ascender a los Cielos, le veréis descender en la misma forma”. 14. Entonces ellos comprendieron que cuando el Maestro volviera a los hombres, lo haría espiritualmente. 15. Días después de mi crucifixión, hallándose mis discípulos reunidos en torno de María, les hice sentir mi presencia, representada en la visión espiritual de una paloma. En esa hora bendita, ninguno osó moverse ni pronunciar palabra alguna. Había verdadero éxtasis, ante la contemplación de aquel miraje y los corazones latían llenos de fuerza y de confianza, sabiendo que la presencia del Maestro, que aparentemente se había ido, seria eternamente con ellos en espíritu. 16. Discípulos: Pensad detenidamente en estas enseñanzas y haced que en vosotros se manifieste mi gracia, como en aquellos tiempos. 17. Hoy desciendo entre vosotros radiante de luz, así me aparecí ante mis discípulos del Segundo Tiempo cuando fui a ellos en espíritu antes de mi ascensión, para fortalecerlos y hacerlos salir de su confusión, por los acontecimientos que habían presenciado. Así me presento ante vosotros, lleno de esplendor para deciros: Eternamente se repite mi sacrificio, siempre estoy resucitando de entre los muertos y derramando mi luz entre vosotros para que iniciéis la jornada y practiquéis todo lo que os he enseñado. 18. Preparaos para que veáis descender de mi Reino los bienes espirituales que vengo a concederos. 19. El banquete está preparado, el Cordero ha sido inmolado y ricos manjares están dispuestos. Rodeadme, discípulos, y alimentaos. Abro el libro de la sabiduría para que leáis la lección que corresponde a este día. Venid a Mí y tomad el manjar que os ofrezco, porque es corto el tiempo de gracia que os concedo. 20. ¿Por qué os sorprende mi palabra que os entrego por medio de un portavoz humano, si en todos los tiempos me he servido de los hombres para hablaros y conduciros? Cuando vine a vosotros en el Segundo Tiempo, me hice hombre para que, contemplando mis obras siguierais mis pasos. Me visteis nacer, crecer, luchar y sufrir. Era necesario que la humanidad conociese mi amor y mi poder, para que mi ejemplo fuese imborrable en todos mis hijos. Por eso lloráis cuando recordáis estos acontecimientos y sentís remordimiento, porque no he sido reconocido ni amado plenamente por la humanidad. Todavía ahora, en el Tercer Tiempo, vengo a daros una lección más que os explique mis obras anteriores y os prepare para el nuevo tiempo que vais a vivir. 21. Quiero que mañana, cuando ya no me escuchéis en esta forma, me imitéis y quedéis como maestros de la humanidad. ¿Quiénes serán aquellos que se levanten para salvar a los hombres cuando éstos se encuentren en medio del caos? ¿Quiénes van a representarme en el Tercer Tiempo y a dar testimonio de Mí? ¿Quiénes serán los que detengan el avance de los elementos de destrucción, cuando se desaten en el mundo? ¿Quiénes van a imitar a mis apóstoles extendiendo mi Doctrina? Vosotros, a quienes estoy preparando con mi Verbo, con dones de curación y fortaleza, para que seáis doctores, emisarios y consoladores, porque la humanidad mucho va a llorar antes y después de mi partida. Los tiempos venideros ofrecerán las heces más amargas del cáliz y en esos días mi Espíritu vibrará en los entendimientos iluminando a todas las criaturas para apartar la confusión reinante. Será en ese tiempo cuando el dolor unifique a todos los espíritus y éstos buscarán la luz y el camino que conduce a Mí. 22. ¿Acataréis mi voluntad para guiar a los que vienen en mi busca? Me decís que ése es vuestro propósito y me pedís ayuda para salvar todos los obstáculos que se interponen a vuestro paso. Si, hijos míos, os he dicho que estoy presto a ayudaros, porque sin esa fortaleza, nada podríais hacer. Sois débiles, pobres e ignorantes, mas os estoy haciendo herederos de un reino de verdadera grandeza y nada retendré en mi arcano, todo lo que os pertenece como mis hijos os lo daré y os encargo que distribuyáis esta riqueza entre vuestros hermanos. 23. Estoy hablándoos de unificación, de armonía y comprensión; porque quiero que la casa de Israel sea arca de salvación, fuente de paz y consuelo para todos los caminantes cansados. Os he nombrado fuertes y lo seréis por el poder de las virtudes que he dejado en vosotros. Pensad que en todas vuestras luchas, voy delante de vosotros dejándoos mi huella. Comprended que mientras no estéis unidos, no habrá paz ni alegría en vuestro espíritu. Quiero veros libres de todo sufrimiento, porque ya estáis cerca del final de vuestra restitución, estáis a las puertas de la Tierra Prometida a donde llegaréis victoriosos y salvos, porque ésta es mi voluntad. 24. No quiero que os fanaticéis con mi palabra, ni que forméis una nueva idolatría. No deseo el sacrificio de vuestras vidas, ni que ofrezcáis las flores o los frutos de vuestros huertos, porque ellos son mi obra y ningún mérito hacéis con dármelos. No es mi voluntad que hagáis imágenes con vuestras propias manos y después las adoréis, ni que edifiquéis otra torre de Babel, llenos de vanidad y de soberbia. Lo que anhelo que me ofrezcáis, es un santuario que llegue hasta Mí, formado con vuestras obras de amor, oraciones y palabras nacidas de vuestro corazón y entregadas en mi nombre a los espíritus hambrientos de verdad: Este es el culto que os pido. 25. Estáis sujetos a la Ley de evolución, he aquí el por qué de vuestras reencarnaciones. Sólo mi Espíritu no necesita evolucionar: Soy inmutable. 26. Desde el principio os he mostrado la escala por donde tienen que ascender los espíritus para llegar a Mí. Hoy no sabéis en qué plano os encontráis, más cuando dejéis vuestra envoltura conoceréis vuestro grado de evolución. No os detengáis, porque seríais un obstáculo para los que vienen detrás de vosotros. 27. A pesar de que habitáis en diferentes planos, estad unidos en espíritu y un día os encontraréis reunidos en la séptima etapa, en la más alta, gozando de mi amor. 28. Varones formados a mi imagen y semejanza, oídme: No os levantéis mañana hablando de esta Doctrina si no lleváis una buena simiente, si no sabéis lo que es sumisión y hacéis lo contrario de lo que dicta mi Ley. Ahora os aconsejo, para que mañana no tropecéis en el camino. 29. A la mujer que os diere por esposa la cuidaréis, la honraréis y en ella haré fructificar vuestra simiente. No quiero que habléis de verdad y rectitud y vayáis deshojando las rosas, abandonándolas después, porque estaréis profanando mi Ley. Respetad tanto lo que es vuestro, como lo que es de los demás; sed justos y fomentad la paz en la Tierra. Llegará el momento en que estaréis preparados para hablar de sumisión, de amor y de perdón. 30. Bienaventurado el que se humillare en la Tierra, porque Yo lo ensalzaré en el Más Allá. Bienaventurado el que perdonare, porque Yo lo perdonaré. Bienaventurado el calumniado, porque Yo testificaré su inocencia. Bienaventurado el que dé testimonio de Mí, porque Yo le bendeciré. Y al que fuere desconocido por practicar mi Doctrina, Yo le reconoceré. 31. ¿Quién de vosotros no ha sentido mi presencia ni se ha alimentado con mi palabra? Pedid que se os dará. Si antes me buscasteis en los astros y en objetos materiales, hoy buscadme en el infinito con vuestro espíritu. Acercaos a Mí por el amor, por la obediencia y tendréis paz. 32. Amadme y no adoréis a estos portavoces por quienes me comunico. Amad mi palabra y mis obras, ellas están fuera de lo humano. Estos portavoces sólo son mis instrumentos y no son superiores sino semejantes a vosotros. 33. Calmad vuestra sed en mi fuente inagotable para que no seáis más los sedientos; no quiero que mis hijos padezcan más hambre o sed; por eso me acerco a vosotros trayéndoos el pan de la vida eterna, para que no os sintáis un solo instante necesitados de los bienes espirituales. Yo en cambio, si tengo sed de vuestro amor, de vuestra paz y me habéis negado el agua de vuestra comprensión. Hasta hoy no habéis calmado la sed ardiente de reconocimiento a mi Ley que como hijos me debéis. Más os seguiré esperando, porque mi paciencia es inagotable. Venid a Mí y os prometo que mi protección no os faltará, porque si hoy no sabéis amarme, algún día llegaréis a Mí y me comprenderéis al fin. 34. Vivid tomando de todo lo que he creado para vuestro bienestar en la Tierra y para que la paz no se aparte de vosotros. Seguid luchando para que alcancéis vuestra salvación espiritual. 35. Para el espíritu cuando está preparado, no existe la noche, la fatiga ni el sueño; en el trabajo encuentra su fuerza y toda prueba es para él una ocasión preciosa para demostrar su fortaleza y su paciencia. Otros espíritus aunque son débiles, saben buscarme en la hora de la prueba, su fe y su confianza los hacen salir avante. Os quiero humildes y obedientes para que os dejéis guiar por vuestra conciencia, que es la chispa divina que rige a vuestro espíritu. 36. ¿Qué venís a pedirme y por quién lloráis? Me decís que sólo Yo puedo daros lo que necesitáis. Benditos seáis los que así me buscáis y sabéis pedirme con humildad por vuestros seres queridos y por aquellos que sin perteneceros por la sangre, les amáis tiernamente y os preocupáis por su adelanto espiritual. Me pedís por los que viven en el cautiverio purgando una condena y por los que siendo inocentes también se encuentran recluidos. Oráis por los enfermos que lejos del hogar se encuentran sufriendo; este deseo nace en vosotros porque empezáis a amar y vais encontrando en ese sentimiento el supremo goce. Inspiraos en el amor para realizar todas vuestras obras y ellas tendrán esencia espiritual. 37. Cuando oréis, buscadme en lo infinito, más allá de todo lo material, poneos en comunicación conmigo y cuando retornéis a vuestro mundo, se habrá disipado toda duda, no habrá obstáculos en el camino y os sentiréis llenos de mi sabiduría. 38. Os he confiado este tiempo para que lo aprovechéis estudiando mi lección, para que apartándoos de los placeres del mundo, podáis profundizaros en mi palabra; hoy me tenéis muy cerca de vosotros, mi luz ha bañado vuestro espíritu, mi esencia os está alimentando, y mi ejemplo lo tenéis presente eternamente. No penséis que sólo en el Segundo Tiempo os di pruebas de amor; mi presencia es eterna con vosotros. Solamente os pido que os preparéis para que me sintáis en todas mis obras; en las pruebas que hoy doblegan a la humanidad, podéis ver la rectitud de mi justicia. 39. Todos alcanzaréis la meta mediante el cumplimiento de vuestra misión, para ello he venido a entregaros mis enseñanzas que son inagotables, para que ascendáis por la escala de vuestra evolución. No es mi sangre la que os salva, sino mi luz en vuestro espíritu la que os rescatará. 40. En el Segundo Tiempo después de mi partida, os di mi enseñanza a través de mis apóstoles; ahora os la doy por conducto de mis portavoces y en ella os ofrezco la sabiduría divina que alimenta y conforta a vuestro espíritu. 41. Os pido que convirtáis vuestro corazón en una flor espiritual para ofrecerla a María, a quien buscáis como Madre y a la cual amáis, porque de su seno brotó el fruto bendito que os trajera el pan de la vida eterna: Jesús. 42. María, es la flor de huerto celestial, cuya esencia ha estado siempre en mi Espíritu. 43. ¿Veis esas flores que ocultan con humildad su belleza? Así fue y así es María: un inagotable caudal de belleza para el que sabe mirarla con limpidez y respeto, y un tesoro de bondad y de ternura para todos los seres. 44. Yo la entregué como Madre a Jesús; fue la ternura divina encarnada en una mujer. Es a la que vosotros buscáis como intercesora, a la que invocáis como consuelo en vuestras penas, y ese amor divino se extiende como un manto sobre la humanidad. 45. Es aquella a quien el ángel del Señor llamó “Bendita entre todas las mujeres”. Es la misma a quien Cristo desde la cruz, dejó como Madre espiritual de todos los hombres. 46. María pasó por el mundo ocultando su esencia divina; Ella sabía quién era y quién fue su Hijo, y en vez de hacer ostentación de aquella gracia se declaraba tan sólo una sierva del Altísimo, un instrumento de los designios del Señor. 47. María pasó por el mundo en silencio, pero llenando de paz los corazones, intercediendo por los necesitados, orando por todos y finalmente derramando sus lágrimas de perdón y de piedad sobre la ignorancia y la maldad de los hombres. ¿Por qué no buscar a María si queréis llegar al Señor, si a través de Ella recibisteis a Jesús? ¿No estuvieron juntos Madre e Hijo en la hora suprema de la muerte del Salvador? ¿No se mezclaron en aquel instante la sangre del Hijo, con las lágrimas de la Madre? 48. Entonces nada tiene de extraño que en este Tiempo la busquéis para que os guie y os acerque al Maestro. 49. Bienaventurados los que sepan descubrir en el huerto celestial, esa flor de humildad y de pureza. Mas vuelvo a deciros, que sólo la mirada limpia podrá llegar a descubrirla. 50. Hoy me exponéis vuestros sufrimientos para que los alivie y en verdad os digo que esa es mi misión, a eso he venido, porque soy el Divino Doctor. Más antes de que mi bálsamo sea en vuestra herida, antes de que mi caricia os llegue, concentraos en vosotros mismos y examinad vuestro dolor, analizadlo, meditad profundamente todo el tiempo que sea necesario, para que de esa meditación toméis la enseñanza que esa prueba encierra, así como el conocimiento que en ella se oculta y que debéis conocer. Ese conocimiento será experiencia, será fe, será mirar de frente la verdad, será la explicación de muchas pruebas y lecciones no comprendidas por vosotros. 51. Como si el dolor fuese algo tangible, examinándolo y en él descubriréis la hermosa semilla de la experiencia, la gran lección de vuestra existencia, porque el dolor ha venido a ser maestro en vuestra vida. 52. Quien considere el dolor como un maestro y con mansedumbre acate los llamados que le hacen para la regeneración, el arrepentimiento y la enmienda, ése conocerá después la dulzura, la paz y la salud. 53. Examinaos cuidadosamente y veréis cuánto provecho sacáis de ello. Conoceréis vuestros defectos e imperfecciones, los corregiréis y por lo tanto dejaréis de ser jueces de los demás. 54. Me pedís que os sane y de cierto os digo que nadie mejor que vosotros mismos podéis ser vuestro doctor. 55. ¿De qué sirve que Yo os sane y aparte vuestro dolor, si no apartáis de vosotros vuestros errores, pecados, vicios e imperfecciones? No es el dolor el origen de vuestros males, sino vuestros pecados. ¡He ahí el origen del dolor! combatid el pecado, apartadlo de vosotros y seréis sanos, más eso a vosotros corresponde hacerlo, Yo sólo os enseño y os ayudo. 56. Cuando a través de vuestra conciencia descubráis el origen de vuestras aflicciones y pongáis todos los medios para combatirlo, sentiréis en plenitud la divina fuerza, ayudándoos a vencer en la batalla y a conquistar vuestra libertad espiritual. 57. Cuán grande será vuestra satisfacción al sentir que por méritos propios alcanzasteis a libertaros del dolor y conquistasteis la paz. Entonces diréis: ¡Padre mío, tu palabra fue mi bálsamo, tu Doctrina ha sido mi salvación! 58. Dejad ya de vivir en un mundo de suposiciones. No debéis ni como hombres y menos como espíritus, ignorar la verdad. ¿Cómo queréis triunfar en la lucha material, sin conocer la vida espiritual? ¿Cómo queréis ser grandes, sanos, sabios y fuertes si os obstináis en cerrar los ojos a la luz eterna? 59. ¡Ya no viváis a media luz! ¡Despertad y venid a la luz plena! ¡Dejad de ser pequeños y creced espiritualmente! 60. Todavía podéis decir que vivís en paz si os comparáis con otras naciones; mas tomad de mi Obra la fuerza para cuando os sintáis desmayar; tomad de mi palabra la luz, para cuando os quieran dominar las doctrinas del materialismo. Si no os preparaseis como os enseño, de cierto os digo que muchos de vosotros os confundiréis, muchos me volveréis la espalda y muchos creyentes de hoy, serán mis enemigos mañana y se levantaran negando esta verdad. Anticipadamente os perdono, pero también os prevengo y os pongo alerta. 61. Vuelvo a deciros que os examinéis cuidadosamente, así comenzaréis a sentiros un poco más hermanos de los demás, más compasivos y comprensivos con vuestros semejantes. Hoy todavía os repugnan muchos actos de los demás porque os olvidáis de vuestras propias faltas, más cuando conozcáis vuestras manchas y errores, comprenderéis el amor con que os perdono y os espero, entonces no tendréis más que decir: “Si mi Padre me ha perdonado, después de ofenderlo tanto, obligado estoy a perdonar a mis hermanos”. 62. Al hombre le falta saber mirarse en su interior, examinar sus actos y sus pensamientos. 63. Preparación espiritual es lo que necesitáis, más cuando estéis practicando mi Palabra, causaréis conmoción en la vida de vuestros hermanos, porque se manifestará en vosotros el espíritu con todos sus dones y potencias. 64. De cierto os digo que en la historia de la humanidad, estará la Historia de Espiritualismo, escrita con letras luminosas. 65. ¿No se inmortalizó Israel al libertarse del yugo de Egipto? ¿No se inmortalizaron los cristianos en su conquista por el amor? Así se inmortalizarán los Espiritualistas en su lucha por la libertad del espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 9 1. Conmemoráis en este día mi entrada en Jerusalén; evocáis los tiempos en que Yo en Jesús viví entre vosotros. Hoy volvéis a sentiros fuertes ante mis nuevos prodigios y hacéis público vuestro testimonio de que este Maestro es el mismo que os habló en el Segundo Tiempo y Yo os digo, que no olvidéis lo que hicisteis con Jesús, para que no lo repitáis en este tiempo. Yo sabía que después de vuestro júbilo, ibais a debilitar ante la palabra de los sacerdotes y que vuestros cantos de ¡hosanna! los ibais a cambiar por los de ¡Crucificadle! 2. ¡Oh mis hijos, que no habéis reconocido mis manifestaciones a través de los tiempos ni velasteis esperando el cumplimiento de mis profecías! 3. Yo fui el Cordero inmolado en aquella Pascua que celebró mi pueblo. Sólo después, cuando pasó el tiempo, conocisteis la esencia de mi Doctrina y el porqué de mi sacrificio y entonces llorasteis y os arrepentisteis por no haberme reconocido. 4. Ahora os encontráis ante una nueva Era de enseñanzas y de grandes manifestaciones espirituales y el Maestro viene a buscar en vuestro espíritu la simiente que en otro tiempo sembró en él. Me decís: “¿Por qué no sentimos vuestra presencia, si estáis tan cerca de nosotros?” Y Yo os contesto que os habéis materializado, os encontráis ocupados en las ciencias y en todo lo que pertenece al mundo, olvidando a vuestro espíritu. Me decís con angustia que os habéis perdido del camino, Yo os digo que por eso he venido para mostraros con la luz de mis enseñanzas, el camino que os lleva a morar en el mundo de paz. Oídme, y mi palabra os despertará a una nueva vida, vuestras dudas y temores se disiparán. Vuestro espíritu, que lleva un pesado fardo, descansará al sentir mi perdón. 5. ¿Por qué no dejáis en Mí vuestra causa? ¿Por qué os hacéis justicia ocupando mi lugar de Juez? ¿No sabéis que estáis en un tiempo de pruebas y restitución? Mirad que todos faltáis a mi Ley y Yo no os he juzgado ni delatado en público. 6. Si os he concedido el libre albedrío, no es para que os juzguéis los unos a los otros, sino para que perfeccionéis a vuestro espíritu en la práctica del bien, ayudados por la luz de la conciencia. 7. Os convierto en labriegos y os doy mi semilla de amor para que la sembréis en los enfermos, en los tristes, en los delincuentes, y si alguno se siente indigno de recibirla, hacedlo llegar a Mí que Yo sabré dignificarlo, para que no se sienta menospreciado. Evocad a vuestra Madre celestial y su amor divino os ayudará en esta lucha y os conducirá a todos a Mí. 8. Quiero que vosotros, el pueblo a quien he doctrinado, os encarguéis de guiar a las nuevas multitudes, que llegarán después de 1950 a aumentar mi pueblo, y que veléis para que ellas sean alimentadas con el pan de vida eterna, así como Yo lo hice con vosotros. 9. No permitáis que mi palabra sea adulterada; velad porque su esencia se conserve siempre y haced que vuestro análisis sea justo. Exponed mi verdad y ella llevará a vuestros hermanos vida, salud y fe. Si mi palabra es luz que brota de Mí, tendrá que manifestarse como una antorcha en todo el que la conozca. Os ofrezco esta luz, porque no quiero que viváis entre tinieblas. 10. Perfeccionad vuestro espíritu con mi sabiduría; fortaleceos, para que luchéis por vuestra elevación espiritual. Vosotros que estáis desnudos de afectos, sentid mi caricia, para que no haga mella en vuestro corazón el egoísmo de los seres que os rodean. Me preguntáis: ¿Por qué no existe el verdadero amor entre los hombres? ¿Por qué no se practica la verdadera caridad? Y Yo os contesto: Es que habéis dejado secar el manantial de aguas cristalinas que he puesto en vuestro corazón, porque os habéis apartado del cumplimiento de mi Ley. 11. Os habéis dividido y no queréis saber de las necesidades de vuestros hermanos; os miráis como extraños aun viviendo bajo el mismo techo; por eso al escuchar mi palabra os habéis sorprendido, porque en ella manifiesto mi amor, mi paciencia y mi perdón para todos mis hijos. 12. A nadie distingo y vengo a pediros que os unifiquéis, que os améis y perdonéis los unos a los otros; ya os he dado el tiempo suficiente para que reflexionéis y deis principio a una nueva vida. He perdonado vuestras faltas pasadas y os doy la oportunidad de transformaros en mis buenos discípulos. 13. El Libro de la Vida se abre ante vosotros para iluminar a todo entendimiento. Estudiad cada una de sus lecciones, ya no veáis misterios, hoy todo es claridad para el espíritu. Asomaos al arcano y conoced todo lo que os concedo. Quiero dejar de ser para vosotros un Padre incomprendido. No hay razón para que me miréis así, porque todas mis manifestaciones han estado al alcance de vuestro entendimiento y todo os lo he revelado en el tiempo propicio. 14. No os aflijáis inútilmente; todo lo que creéis que os hace falta, lo tenéis con vosotros. Os he dado mi luz en el espíritu y por añadidura os he confiado lo necesario para conservar vuestro cuerpo. Todos los elementos os sirven, todo lo he creado para vuestro recreo y todo es provechoso si lo tomáis con medida. Otra es la causa de vuestros sufrimientos y desvelos. El espíritu no encuentra la paz en esa existencia vana que habéis forjado en la Tierra y os comunica su intranquilidad. ¡Si formaseis propósitos de verdadera enmienda, cuánto bien os haríais y cómo recobraríais la paz perdida! 15. Discípulos: Preparaos para que habléis de amor, de perdón y de justicia a la humanidad. Olvidaos de todo lo que pertenece al mundo, para elevaros a las regiones de la paz y del amor perfecto. 16. Habéis atendido a mi llamado y me buscáis para aprender mi lección; unos pedís el pan de cada día otros me buscáis como doctor y consejero, pero hay quienes sólo vienen a escudriñar mi palabra queriendo encontrar en ella alguna falta, mas Yo les digo: Esa mancha que buscáis no la encontraréis en mi enseñanza, antes bien, si penetráis en vuestro interior, ahí encontraréis la imperfección. Los que así han obrado, no han reconocido mi presencia, porque solo alcanzan a interpretar las obras humanas, pero no han llegado a comprender los mensajes de Dios. A todos ilumino y perdono su incredulidad. 17. No permitiré que se confunda ni que se pierda uno solo de mis hijos. A las plantas parásitas las convierto en fructíferas, porque todas las criaturas han sido formadas para llegar a alcanzar un fin perfecto. 18. Quiero que vosotros gocéis conmigo en mi Obra; ya antes os he participado de mis atributos porque sois parte de Mí; si todo me pertenece, también a vosotros os hago dueños de mi Obra. 19. Todos los espíritus tenéis en Mí a un Padre divino y si os he dado en la vida material padres humanos, es para que den vida a vuestro cuerpo y representen cerca de vosotros a vuestro Padre celestial. Os he dicho: Amarás a Dios sobre todo lo creado y a tus padres". No descuidéis entonces vuestros deberes; si no habéis reconocido el amor de vuestros padres y aún los tenéis en el mundo, bendecidlos y reconoced sus méritos. 20. Quiero que seáis hombres de fe, que creáis en la vida espiritual; si habéis visto partir al Más Allá a vuestros hermanos, no los sintáis lejanos ni penséis que los habéis perdido para siempre. Si queréis reuniros con ellos, trabajad, haced méritos y cuando lleguéis al Más Allá, ahí los encontraréis esperándoos, para enseñaros a vivir en el Valle Espiritual. 21. Pueblo: ¿Creéis que es vuestro Dios el que inspira esta palabra? ¿Entonces por qué habéis dudado de Mí, cuando me habéis llamado en el lecho del dolor y el bálsamo no ha curado al instante vuestra enfermedad? Pensad que os pruebo en muchas formas, porque quiero que seáis fuertes; porque si sois mis discípulos, debéis resistir muchas pruebas para que podáis ser creídos. 22. Sois la simiente de Abraham, de Isaac y de Jacob, quienes os dieron grandes ejemplos de fe y de obediencia: vosotros, teniendo el mismo espíritu, no alcanzáis a igualar sus obras. Yo he probado a mis discípulos en todos los tiempos. Cuántas veces sometí a prueba a Pedro y solamente en una de ellas flaqueó, mas no le juzguéis mal por este hecho, porque cuando él encendió su fe, fue como una antorcha entre la humanidad predicando y dando testimonio de la verdad. 23. No juzguéis a Tomás; considerad cuántas veces vosotros habéis palpado mis obras y aun así habéis dudado. No miréis con desprecio a Judas Iscariote, aquel discípulo amado que vendió a su Maestro por treinta monedas, porque jamás ha habido arrepentimiento mayor que el suyo. Yo me serví de cada uno de ellos para dejaros lecciones que os sirvieran de ejemplo y que existieran eternamente en la memoria de la humanidad. Después de su flaqueza tuvieron el arrepentimiento, la conversión y la entrega absoluta al cumplimiento de su misión. Ellos fueron verdaderos apóstoles y dejaron un ejemplo para todas las generaciones. 24. Venid al valle espiritual, para que comprendáis mi palabra. Cuando escuchéis mi enseñanza, alejaos de las preocupaciones del mundo y dejad que mi luz ilumine vuestro espíritu. Aliento vuestra fe y os guío siempre para que os preparéis a gozar de la vida eterna. 25. Velad y orad, os repito con frecuencia, pero no quiero que os familiaricéis con este dulce consejo, sino que lo estudiéis y lo pongáis en práctica. 26. Os digo que oréis, porque aquel que no ora, se entrega a pensamientos superfluos, materiales y a veces insanos, con lo cual, sin darse cuenta fomenta y alimenta las guerras homicidas; más cuando oráis, vuestro pensamiento como si fuera espada de luz, rasga los velos de oscuridad y los lazos de la tentación que hoy están aprisionando a muchos seres, satura de espiritualidad el ambiente y contrarresta las fuerzas del mal. 27. No desmayéis ante la lucha, ni os desesperéis si aún no habéis visto ningún resultado. Comprended que vuestra misión es luchar hasta el fin; pero debéis tomar en cuenta que a vosotros solo os tocará hacer una mínima parte de esta Obra de regeneración y espiritualidad entre la humanidad. 28. Mañana dejaréis vuestro puesto y otros vendrán a seguir vuestra labor. Ellos llevarán la Obra un paso más allá y así de generación en generación se irá cumpliendo mi palabra. 29. Al final, todas las ramas se unirán al árbol, todas las naciones se unirán en un solo pueblo, y la paz reinará en la Tierra. 30. Orad, discípulos, y perfeccionaos en vuestra elevación para que vuestras palabras de enseñanza y amor encuentren eco en el corazón de vuestros hermanos. 31. En verdad os digo que si este pueblo además de comprender su destino, ya estuviese cumpliendo con su misión, por sus oraciones alcanzaría gracia la humanidad. Pero aún os falta caridad, que sintáis a vuestros semejantes como verdaderos hermanos, que en verdad lleguéis a olvidar las diferencias de razas, lenguas, credos y que además, borréis de vuestro corazón toda huella de rencor con aquellos que os hubieran ofendido. 32. Cuando logréis elevar vuestros sentimientos por encima de tanta miseria humana, brotará de vosotros la más sentida y sincera petición en favor de vuestros hermanos y esa vibración de amor, esa pureza de vuestros sentimientos, serán las espadas más poderosas que destruyan las tinieblas, que las guerras y las pasiones de los hombres han venido formando. 33. El dolor os ha preparado, Israel, en la esclavitud os habéis acrisolado; por eso sois los indicados para velar por los que sufren. 34. Velad, pueblo, sed como esas aves que anuncian al nuevo día, despertando a los que duermen; para que ellos sean los primeros en recibir la luz y entonces Yo les diga: El que en verdad os ama, os saluda en este instante. 35. Todos los que se acerquen a escucharme, sentirán la caricia de mi palabra, se sentirán ungidos por mi amor y colmados de bienes espirituales. 36. De plácemes me encuentro porque he visto que habéis dejado todo por estar en mi mesa, y es que sabéis que mi palabra es vuestro pan y vuestra gloria en la Tierra. 37. Esta enseñanza llega hasta vuestro corazón, en donde han nacido propósitos de enmienda y de nobles sentimientos. 38. Si mucho habéis sufrido y llorado para llegar a abrirme las puertas de vuestro corazón, en verdad os digo que también el que ha sufrido mucho, ha expiado sus faltas y tiene que ser perdonado. 39. Corazones tristes: Calmad vuestra pena y venid a Mí, iluminaos con la luz de vuestra conciencia y penetrad serenamente por el sendero de mis enseñanzas. 40. Sanaos en Mí, olvidad pesares y amad; quien tiene amor lo tiene todo, quien dice amor lo dice todo. 41. Más cuando comprendéis que todo lo que brotó de Mí es perfecto, armonioso y bello, os preguntáis: ¿Por qué entonces los hijos de Dios viven en el mundo destruyendo y aniquilando? ¿Qué fuerza los mueve para desconocerse y destruirse, siendo que emanaron de la fuente límpida del Padre? ¿Cuáles son esas fuerzas y por qué Dios con su infinito poder, no ha detenido el avance de los hombres que destruyen la paz? ¿Por qué permite la maldad entre la humanidad? 42. Oíd, discípulos: El hombre tiene como dones espirituales el libre albedrío y la conciencia; todos al nacer están dotados de virtudes y pueden hacer uso de ellas. En su espíritu está la luz de la conciencia; pero a la vez que la materia se desarrolla, con ella se desarrollan las pasiones, las malas inclinaciones, siendo éstas las que luchan contra las virtudes; Dios así lo permite, porque sin lucha no hay méritos, y así lo necesitáis para ascender en el camino espiritual. ¿Cuál sería el mérito de los hijos de Dios, si no lucharan? ¿Qué haríais si vivieseis llenos de felicidad, como lo deseáis en el mundo? ¿Rodeados de comodidades y riquezas, podríais esperar el progreso espiritual? Estaríais estancados porque no existe el mérito donde no hay lucha. 43. Más no os confundáis, porque al hablaros de lucha, Yo me refiero a la que desarrolláis para vencer vuestras debilidades y pasiones. Esas luchas son las únicas que permito a los hombres para que dominen su egoísmo y su materialidad, a fin de que el espíritu tome su verdadero sitio iluminado por la conciencia. 44. Esa batalla interior si la autorizo, más no aquélla que hacen los hombres con el deseo de engrandecerse, cegados por la ambición y la maldad. 45. El ruido y los horrores de las guerras fraticidas han apagado la sensibilidad del corazón humano, han impedido la manifestación de todo sentimiento elevado, como son la caridad y la comprensión. 46. No quiero deciros que todos se encuentren así, no, porque aún hay hombres en los cuales existe sensibilidad, compasión y amor para sus semejantes, llegando hasta el sacrificio para evitarles males, o librarlos de alguna prueba. Si esta ayuda os llega a daros algunos hombres, ¿Qué no hará vuestro Padre celestial por vosotros que sois mis hijos? Entonces ¿Cómo habéis llegado a pensar que Él os envió el dolor y la desolación? 47. Soy el mismo Maestro que en el Segundo Tiempo os habló del camino del Reino de los Cielos; soy el mismo Cristo manifestando la verdad a través de los siglos, las lecciones eternas que son inmutables, porque son revelaciones que brotan de mi Espíritu. 48. Mirad en Mi al Padre, porque de cierto os digo que Cristo con el Padre son Uno desde la eternidad, desde antes de que los mundos fueran. En el Segundo Tiempo ese Cristo que es Uno con Dios, encarnó en la Tierra en el cuerpo bendito de Jesús y así vino a ser el Hijo de Dios, mas sólo en cuanto hombre, porque vuelvo a deciros que un solo Dios existe. 49. A veces pensáis que os hablo demasiado del espíritu y que me olvido de vuestras necesidades y preocupaciones humanas, a lo cual os digo: “Buscad el Reino de Dios y su justicia, y lo demás se os dará por añadidura”. Entonces vendrá a vosotros la paz, la comprensión, el perdón, el amor, y en la parte material todo lo tendréis en abundancia. 50. Yo conozco y sé de todas vuestras necesidades y me encargo de aliviar todas vuestras preocupaciones según mi voluntad y si en ocasiones os habéis sentido defraudados porque no os he concedido inmediatamente aquello que pedíais, no por eso sois menos amados del Padre, es porque así os conviene. 51. Hay muchos de mis párvulos que atribuyen a injusticias del destino su sufrimiento y se creen olvidados de su Padre; entonces os pregunto: ¿De qué os ha servido mi palabra? ¿Por ventura creéis que el señor, el autor de la vida, es impotente para remediar vuestros males o que no puede complaceros en algo material que en nada os ayuda en vuestra elevación espiritual? 52. Yo sólo os concedo aquello que sea para vuestro bien. ¡Cuántas peticiones hacéis que si os fuesen concedidas, sólo os ocasionarían perjuicios o desgracias! 53. El hombre que en Dios confía y ame Él bendice su destino, jamás reniega ni exige lo que no le es concedido. 54. Cuando está pobre, enfermo y su corazón sufre, espera confiado en la voluntad de su Señor. 55. A veces me decís: “Señor, si yo todo lo tuviese, si nada me hiciera falta, trabajaría en vuestra Obra espiritual y haría caridad”. Mas sabed que como hombres sois variables y que todos los propósitos de hoy que nada poseéis, cambiarían si os concediese todo lo que deseáis. 56. Sólo el amor de Dios es inmutable para sus hijos. 57. Si os diera en abundancia, de antemano sé que os perderíais, porque conozco vuestras resoluciones y debilidades. 58. Sé que con abundancia de bienes materiales el hombre se aleja de Dios, porque aún no está capacitado ni preparado para comprender a su Señor. 59. Mirad cuánto os amo y no me olvido de vosotros, es que no quiero que os perdáis. 60. Alejaos de las vanidades del mundo, venid a Mí por convicción, por amor, no por el dolor. 61. No reneguéis si estáis necesitados, porque si conviniera para vuestra evolución espiritual apartaros de la pobreza, todo os lo daría en abundancia. 62. Pensad que el Padre rige el destino de sus hijos con suma justicia y perfección. 63. Estos tiempos son de pruebas, de dolores y amarguras, tiempos en que la humanidad sufre las consecuencias de tanto odio y mala voluntad de los unos a los otros. 64. Mirad los campos de batalla en donde sólo se escucha el estruendo de las armas y los ayes angustiosos de los heridos. Montañas de cadáveres mutilados, que ayer fueron cuerpos fuertes de hombres jóvenes. ¿Imagináis a éstos, cuando por última vez estrecharon entre sus brazos a la madre, a la esposa o al hijo? ¿Quién que no haya bebido ese cáliz podrá imaginar el dolor de esas despedidas? 65. Millares y millares de padres, de esposas y de hijos angustiados han visto partir a los seres amados hacia los campos de guerra, de odios, de venganza, obligados por la codicia y el orgullo de unos cuantos hombres sin luz y sin amor para sus semejantes. 66. Estas legiones de hombres jóvenes y fuertes, no han podido volver al hogar porque quedaron destrozadas en los campos; mas ahí la tierra, la madre tierra más misericordiosa que los hombres que gobiernan a los pueblos y que creen ser dueños de la vida de sus semejantes, ha abierto su seno para recibirles y cubrirles amorosamente. 67. Ved las caravanas de hombres de todas edades, de mujeres y de niños, huyendo de la destrucción, buscando fatigosamente un lugar de protección y de paz. Sus pies ya están destrozados y sangrantes; su corazón ya no resiste más dolor; pero aún les queda en lo más íntimo de su ser, un destello de esperanza. 68. Orad, pueblo, orad por ellos y mi ternura unida a vuestro pensamiento, descenderá sobre ellos para protegerlos y cubrirlos con mi manto de amor. 69. Meditad en la causa de las guerras fratricidas así como en la destrucción que originan y veréis que no sois tan desdichados como creéis, entonces cesarán vuestras quejas y ya no me diréis: “Señor, soy el más desventurado de la Tierra; ¿Será porque me has olvidado?” 70. Ved cómo la guerra todo lo destruye. 71. Mirad a esos padres ancianos que esperan el retorno de los seres amados, el hambre ha llegado a sus puertas y la soledad es su compañera. 72. Los que tuvieron fuerzas para caminar, huyeron, los inválidos tuvieron que quedarse para recibir cuanto a ellos llegó. Sus sombríos pensamientos sólo se iluminaron cuando me suplicaron en su oración: “Señor, no me abandones”. 73. Sólo Yo conozco el dolor que callan las madres abandonadas por la maldad de los hombres. 74. Soy el único que en el silencio y en la soledad de su vida les digo que en mi Reino no están abandonados. 75. Orad, pueblo, y pensad en la soberbia y la ambición que germina en los cerebros de los hombres que han llevado a la ruina, a la desolación y a la muerte a otros hombres que no tienen ninguna culpa. 76. Después de reflexionar en mis palabras, pueblo ¿Seguís pensando que sois los más desdichados de la Tierra? Me contestáis: “No, Maestro, estábamos en un error porque nos habíamos olvidado de los demás para pensar sólo en nosotros, creyendo que la lucha para amasar el pan de cada día, era el cáliz más amargo que pueda beberse”. 77. Entonces, os digo que debéis sentiros ricos, porque estáis escuchando la palabra divina que os alienta y fortalece y gozáis todavía de un poco de paz. 78. Aún podéis contar con algunos días de tranquilidad, porque este rincón de la Tierra también será estremecido por el dolor; así no quedará sitio en este mundo que no haya sido purificado. 79. Todo cuanto os dijo mi apóstol Juan, cumpliéndose está, palabra por palabra y suceso por suceso. 80. Todas esas señales, pruebas y perturbaciones que sufre la humanidad, son la demostración más palpable de que una Era está concluyendo para dar paso a un nuevo tiempo. No es la primera vez que entre vosotros ocurren estos acontecimientos, más si supieseis comprenderme y estuvieseis preparados, este paso de transición, lo daríais con calma sin turbaros. 81. Estáis llegando a la mitad de un siglo y mucho habéis vivido, ¿Qué sorpresas, acontecimientos y pruebas os esperan en el medio siglo que tenéis por delante? 82. Yo sólo os digo como dije muchas veces a mis apóstoles del Segundo Tiempo: velad y orad para que no caigáis en tentación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 10 1. En esta hora bendita responded a las preguntas de vuestra conciencia, porque es tiempo de juicio. 2. Os encontráis ante vuestro juez, porque es necesario que por un instante os toque con mi justicia; mas de cierto os digo que mi juicio es amoroso y justo. 3. Me encuentro dando grandes pruebas de que estoy entre vosotros. ¿Por qué no todos me creéis? ¿Queréis que os deje a merced de la maldad humana? No os perdáis en los senderos del mundo. Venid a Mí, Yo soy el camino que os conduce a la verdadera felicidad. 4. He confiado a vuestra nación una misión de paz y no de guerra; comprended que en ella está resonando mi divina palabra en la que os he revelado que la Nueva Jerusalén se encuentra en el Valle Espiritual; y en ella han de penetrar todos los espíritus por medio de la elevación convirtiéndose en sus moradores. 5. Todavía hoy me mostráis vuestros graneros escasos de simiente, y es que no aprovecháis las tierras que os voy proporcionando. Ante vosotros muriendo están vuestros hermanos y no os conmovéis. 6. ¿No creéis que en esa forma estáis ocultando mi Ley? No ignoráis que fuisteis los que hicisteis pacto conmigo tiempo ha, pacto que escrito quedo en el Libro de la Vida. 7. Vuestro corazón confiesa que aún sois como el soldado débil. 8. Escuchadme, pueblo, porque llegarán las pruebas y ellas os despertarán y darán el temple que os falta. 9. Es necesario que vuestra fe y conocimiento sean grandes, para que comprendáis que en esta vida tenéis que ser los guardianes de la paz, por medio de vuestros pensamientos y oraciones. 10. Nace entre vosotros un nuevo año del cual me responderéis. Este tiempo os lo concedo para vuestra preparación y vuestra lucha. 11. Si os preparáis, no lloraréis ni sentiréis el dolor en vuestro corazón. Mas no desafiéis mi justicia con desobediencias porque entonces si apuraréis el cáliz de amargura. 12. Convertíos en mis labriegos, que las tierras esperan vuestra simiente de amor. Ellas, el pastor incansable, ya preparó los caminos y los campos para que empuñéis vuestras herramientas y empecéis a labrar la tierra. 13. Vuestra faena es muy delicada, pero no será difícil ni fatigosa, ante el sol candente de mi justicia, siempre se interpondrá el manto maternal de María como una nube bienhechora que os da su protección celestial mientras mi voz, como el trino o el arrullo de las aves os deleitará haciendo agradable vuestro trabajo. 14. Discípulos amados: Mi voz os ha hablado incansablemente en el Tercer Tiempo, mi palabra apareció como un faro luminoso mostrando la ruta a los náufragos extraviados. 15. Os he dado la fuerza espiritual en mi enseñanza, no sólo para resistir las vicisitudes de este mundo, sino también para cumplir con la misión espiritual que habéis traído en este Tiempo. 16. No todos os recibirán con los brazos abiertos cuando vayáis a esparcir mi Doctrina, habrá quienes os tiendan lazos para haceros caer. 17. Surgirá la lucha, porque si hay quienes tienen potestad para hacer el bien, también existen quienes tienen poder para el mal. 18. Vengo a purificaros y a prepararos de espíritu y materia para que comprendáis las inspiraciones del Padre y después las llevéis a vuestros hermanos con la misma pureza con que Yo os las entregué. 19. Demostraréis que esta Doctrina no es una teoría; que no ha sido extraída de los libros, que ella encierra en su verdad el mensaje del Espíritu Santo. 20. Vengo a prepararos porque la vida en la Tierra cada día cambiará y lo que hoy es paz, mañana será guerra; lo que hoy parece luz a los hombres, mañana los hará confundirse. La humanidad prepara sus múltiples armas para la batalla, vosotros preparad las vuestras. 21. En la oración y en la práctica de mi Doctrina, los hombres encontrarán la luz en la práctica de mi Ley, mis nuevos soldados encontrarán la fortaleza, y cuando lleguen los días de dolor, os uniréis para daros valor y orar por todos. 22. Mi Ley será el arca de salvación en este tiempo; cuando las aguas del diluvio de maldades, de dolores y miserias se hayan desatado, en verdad os digo que los hombres de otras naciones, en caravanas llegarán a este país atraídos por su espiritualidad, su hospitalidad y paz, y cuando hayan conocido esta revelación y tengan fe en lo que dije en mi nueva venida como Espíritu Santo, les nombraré también israelitas por el espíritu. Entre esas multitudes estarán mis emisarios, a quienes haré retornar a sus pueblos para llevar a sus hermanos el divino mensaje de mi palabra; mas no todos vendrán a esta nación para conocer la enseñanza que os traeré; muchos la recibirán espiritualmente. 23. Veréis entonces cómo muchos que nunca me escucharon, se levantarán como los grandes apóstoles, llenos de fe, de amor y de ahínco, temores y prejuicios que vosotros no habéis podido vencer, y doquiera se abra una puerta para dar testimonio de mi palabra a sectas y religiones, porque antes que considerarlas enemigas las verán como hermanas. 24. A nadie miréis como extranjeros en este camino, sabed recibir a vuestros hermanos con las puertas de vuestro corazón abiertas y entregadles la lección que a vosotros os di. 25 Más tarde cuando mis emisarios se hayan diseminado por el mundo, se sentirán unidos todos en su misión. 26. El labriego cultivará la tierra y abrirá el surco, ahí depositará la semilla con la fe y el anhelo de levantar abundante cosecha. Y el Maestro os dice: acordaos siempre de elegir la tierra que sea propicia, para que no se malogre la simiente. Siempre recogeréis frutos de acuerdo con el amor con que los hayáis cultivado. 27. Todos podréis ser labriegos en mis tierras, pero es preciso antes sentir y comprender esta misión. 28. Esta labor consiste en quitar la venda de oscuridad del ignorante y del fanático, enseñándole que Yo soy el único Dios a quien todos deben servir. Por eso os estoy preparando, para mostraros a los demás como un ejemplo, ya que supisteis abrir vuestros ojos a la luz y confesar con humildad que erais ignorantes. 29. A través de vosotros sembraré mi simiente y más tarde recogeré los frutos del cumplimiento a mi Ley. Vuestros hermanos os preguntarán cómo habéis recibido esta enseñanza, cuáles han sido mis manifestaciones y por qué seguís este camino, y a toda pregunta responderéis con absoluta verdad. Porque si no supierais defenderos con la verdad, no seréis fuertes y saldréis derrotados; entonces la semilla no podrá germinar. 30. No quiero que al final de la lucha quedéis sin levantar vuestra cosecha, después de haberos apartado de las tentaciones del mundo para oírme y de haber sido llamados mis discípulos. No sería justo que recogieseis desengaños y amarguras sólo por no haber aprendido a tiempo a defender mi Obra, estudiándola y analizándola, para hacer frente a las pruebas. 31. Mi enseñanza es una sola lección, dicha sabiamente en muchas formas para que podáis comprenderla y a la que nada tenéis que añadir. Y aunque es ley, no vengo a imponérosla, porque caerlas en hipocresía; aparentaríais cumplimiento, mientras con vuestros actos estaríais infringiendo mi Ley. 32. He puesto la conciencia en vuestro ser para que ella este de por medio en todos vuestros pasos, ya que la conciencia sabe distinguir el bien del mal, y lo justo de lo que no lo es. Con esa luz no podréis ser engañados, ni llamados ignorantes. ¿Cómo podría el espiritualista engañar a su semejante o tratar de engañarse a sí mismo, si conoce la verdad? 33. En el Segundo Tiempo se acercó un rico mancebo a Jesús y le dijo: Maestro, creo merecer el reino que prometes porque practico tu enseñanza. Jesús le preguntó: ¿Cumples con la Ley? Y el mancebo contestó: "Si Señor, yo ayuno, trato bien a mis hermanos, no hago mal a nadie y doy una parte de mi caudal para ayuda del templo”. Entonces Jesús le dijo: "Si queréis seguirme, da a los pobres lo que posees y ven en pos de Mí. Más era tanto lo que poseía el mancebo, que no quiso abandonar sus riquezas, y prefirió apartarse del Señor. Creía cumplir y a si mismo se engañaba. 34. Cuántas veces os he dicho: practicad la caridad, manifestad esta virtud, mas no hagáis ostentación de ella porque dejará de ser caridad y os engañaréis. 35. Discípulos: Si no queréis sufrir errores en la práctica de mi Doctrina, analizad vuestros actos por medio de la conciencia, si ella os reclama, examinaos a fondo, encontrad la mancha y corregidla. Vuestra conciencia es un espejo donde podéis ver si estáis limpios o no. 36. El espiritualista deberá ser reconocido por sus actos, los cuales para que sean limpios, tendrán que haber sido dictados por la conciencia. Quien así practicase, sentirá en su espíritu el derecho de llamarse mi discípulo. 37. ¿Quién podrá engañarme a Mí? Nadie. Más no vengo a juzgaros por lo que hacéis, sino por la intención con que lo hacéis. Yo estoy en vuestra conciencia y más allá de ella. ¿Pensáis que Yo pueda ignorar vuestros actos y la intención de ellos? 38. Preparaos para la lucha, para que mi Obra no sea mal comprendida por causa de vuestros malos actos, porque muchas veces dependerá de vosotros el reconocimiento o desconocimiento de mi Enseñanza. Mas Yo os pregunto: ¿Qué podrá opacar a mi Obra si es la verdad misma, si es pureza y perfección? Nada. Mas por vuestra falta de cumplimiento, sí perderéis ocasiones para hacer méritos y elevar vuestro espíritu. 39. Si alguien ignora mi verdad, es porque no ha sabido acercarse a beber de la fuente de sabiduría que es mi palabra y que desborda sus aguas cristalinas para todo sediento. 40. La verdad que revelé a los primeros, a los patriarcas, a los profetas y a los justos, es la misma que ahora os estoy mostrando, porque mi Doctrina que estáis recibiendo, es la Ley de todos los tiempos. Yo sólo vengo a enseñaros el camino para que continuéis vuestra jornada hasta el fin. 41. Discípulos: He aquí mi palabra en la que encontraréis siempre mi verdad, más si vosotros dieseis explicaciones erróneas o en forma complicada, si modificáis mi Doctrina o entregáis un análisis confuso a los necesitados, mala cosecha recogeréis. 42. Mirad cómo entregáis mi Enseñanza y cómo habláis de ella, porque sois responsables de una heredad muy grande. 43. Yo soy el dueño de la simiente, vosotros los labriegos, haced que ella germine, florezca y fructifique según os he enseñado. 44. Más no os sintáis siervos o esclavos. Sentíos libres para amar y trabajar dentro de mi Obra. Yo soy la luz que ilumina los caminos y vosotros los caminantes que elegís la senda. 45. Si alguno caminase como ciego y no contemplase esa luz; si alguno fuere perezoso y por ello no la encuentra, si hay quien se pierda del camino, no me culpe a Mí, porque doquiera estéis me encuentro hablándoos en distintas formas; reconoced que algún esfuerzo tiene que hacer aquél que quiera encontrarme. 46. Mi palabra penetra en vuestro corazón como el trigo en la tierra fértil y vosotros al recibirla, debéis hacerla florecer y multiplicar. 47. Analizad esta palabra para que podáis conocer su contenido y practicadla para que sepáis su valor. Y el conocimiento que alcancéis por el análisis, no lo guardéis sólo para vosotros, dadlo a conocer a la humanidad, veréis con regocijo que es bien recibido por vuestros hermanos y les veréis despertar al amor y a la fe. 48. Después de este tiempo, los hombres vendrán a vosotros en busca de mi enseñanza y sin haber oído mi palabra trasmitida por conducto de los portavoces, sabrán que he venido una vez más y tendrán la certeza de que he hablado a la humanidad en esta forma. 49. Llegará el momento en que mi palabra se extienda en todas las naciones y mis mandatos dados en esta Era, obtengan vida y fuerza a través de los tiempos. Todo el que se prepare sentirá mi presencia en su espíritu, y al fin, el hombre obedecerá mi Ley, el libre albedrio será bien entendido por él y hará obras justas dentro de mi Ley divina. 50. Estoy trazando una vez más la huella para que me sigáis. Cuando os levantéis en busca de la humanidad para llevar la buena nueva, no supliquéis que os oigan. Llevad con dignidad vuestra misión, y aquellos que os creyeren, serán los que he escogido para hacer de ellos mis discípulos. Habrá rumores de que el Maestro ha vuelto para formar su nuevo apostolado y vosotros testificaréis estas manifestaciones y aún más, les revelaréis que vosotros también habéis vuelto a la Tierra, que en el Segundo Tiempo estuvisteis conmigo y Disteis mi palabra en Galilea y en Palestina; y si dudan de vosotros, decidles que mediten en mis palabras y en las profecías dadas a mis apóstoles y sabrán que ésta es la verdad. 51. A vosotros que me oís, os entrego mi palabra por conducto de los portavoces, después vendrán otras generaciones que estudiarán todo lo que he dicho, lo cual quedará impreso llenando grandes volúmenes. 52. Yo soy la Vida y a cada instante os vivifico, mas tengo que luchar con vuestras ideas y pensamientos. Vuestras obras os conducen al dolor y a la muerte y no sabéis buscarme para fortaleceros en el bien. ¿Por qué no venís a Mí? ¿Quién me ha llamado, que no haya sentido mi presencia? ¡Cuánto os amo y os he amado siempre! Antes de crearos os amaba en Mí y desde el instante en que brotasteis de mi Espíritu habéis recibido mis dones y mandatos para todos los tiempos. 53. La Tierra que hoy pisáis, no es vuestra morada eterna, no es la Tierra de Promisión, por eso siempre anheláis otra vida superior, aspiráis a la perfección, porque ella os corresponde por herencia eterna; es el estado de elevación que vuestro espíritu alcanzará después de grandes luchas. No os conforméis con los bienes terrestres porque sabéis que estáis destinados a conocer la vida espiritual perfecta, con todas sus gracias y bellezas. 54. No esperéis que vuestros hermanos se regeneren sólo por mi Obra divina, sin que vosotros hayáis luchado por ello. Vuestra misión es trabajar para formar los cimientos de una nueva humanidad que ame y obedezca mi Ley. Para ello, la oración es vuestra mejor arma. 55. Estoy hablando al espíritu y al corazón de todos los hombres, los estoy cultivando y llegará un momento en que sabrán comunicarse conmigo de espíritu a Espíritu y entonces, no habrá secretos entre el Padre y el hijo. Preparaos para ese tiempo en que ya no me comunicaré por el entendimiento humano. 56. Escribid mi palabra para las generaciones venideras y cuidaos de no equivocar mis mandatos. No quiero que mis nuevos discípulos, aquellos que sólo conocerán mi palabra a través de los escritos, encuentren imperfección en mi enseñanza por vuestra falta de preparación. Es mi voluntad que en esas páginas esté contenida toda la esencia y verdad de mi Obra. En este libro que os he confiado, he reunido mi palabra revelada en tres tiempos, y todo lo que ha permanecido oculto o envuelto en misterio, lo comprenderéis cuando os comuniquéis de espíritu a Espíritu con mi Divinidad. 57. Si creéis que mi manifestación en este tiempo no es un acontecimiento y que al desaparecer vosotros mi Obra habrá terminado, en verdad os digo que no habéis presentido su trascendencia, ni habéis contemplado la luz del Sexto Sello, iluminando y vivificando a todo lo creado y marcando una nueva etapa para la perfección del espíritu. 58. Si contemplaseis la humildad de vuestro espíritu al oír mi palabra, a él se uniría vuestra materia para formar una sola voluntad, pero la envoltura es un obstáculo para vuestro progreso espiritual. He ahí la lucha y en ella los méritos necesarios para vuestra elevación. 59. Si os sentís abatidos por las pruebas de la vida, acogeos a Mí y seréis fuertes y no habrá quien destruya vuestra paz ni os despoje de vuestra heredad. 60. Os quiero siempre ardientes en vuestro amor para que no seáis como los sepulcros, ardientes sólo cuando el sol envió sus rayos y al atardecer cuando se oculta, vuelven a enfriarse. 61. No os conmováis sólo cuando escuchéis mi palabra, sino amadme y amaos los unos a los otros eternamente como os amo Yo 62. En los corazones agradecidos he escuchado esta oración: “Señor, eres incansable concediéndonos tantos beneficios”. Y Yo os digo: Soy vuestro Padre y contemplo vuestra necesidad. ¿Cómo no ha de conmoverse mi Espíritu ante vuestra oración? Os he consolado en la soledad de vuestra alcoba y os he iluminado para que vuestra meditación sea provechosa. 63. Estoy dejando un álbum en el corazón de mis discípulos, para que después de 1950 cuando mi palabra haya dejado de escucharse a través del entendimiento humano, sean ellos los que lleven mi mensaje a la humanidad. 64. En estas humildes casas de oración donde se manifiesta mi palabra, cuántas enseñanzas habéis escuchado y aprendido, a pesar de que en ellas no existen ritos, altares, ni imágenes, aquí habéis dejado de sentir vacío vuestro corazón. 65. Benditos seáis los que con mansedumbre y humildad me habéis escuchado, porque mañana sorprenderéis a las multitudes con la esencia de vuestra palabra. 66. Discípulos: Hoy es tiempo que reconozcáis la grandeza y pureza de mi Obra, para que en el futuro cuando la prediquéis, vuestros actos estén de acuerdo con mi Doctrina. 67. Se acercan las multitudes hacia este pueblo, estad preparados, no quiero que os sorprendan haciendo obras ilícitas, porque podrían decir: ¿Éstos son los nuevos discípulos del Señor? 68. Después de que os he hablado tanto, no quiero que encuentren vuestro granero vacío de buenas obras. 69. Mañana seréis escudriñados y puestos a prueba por los hombres que deseen veros flaquear para delataros y negar mi verdad. 70. No esperéis que mi sola palabra escrita en libros, haga el milagro de convertir a la humanidad, es necesario que surjan grandes soldados de mi causa para que con su fe, su valor y su amor como armas, sellen y confirmen mi verdad. 71. No será necesario que indaguéis si el camino está limpio o no, ni tendréis que ir en busca de multitudes, porque Yo me encargaré de poner a vuestro paso a los necesitados. 72. Es necesario que se levanten hombres entre la humanidad reconociendo y haciendo reconocer la grandeza de mi Ley. 73. Vosotros que me habéis escuchado en este tiempo, sed grandes por la humildad, por mi palabra, por vuestra virtud y buen cumplimiento de mi Ley, mas no creáis que por haberme oído seréis los más grandes entre la humanidad; cuántos que están ajenos a mi enseñanza, el día que os escuchen, les bastará vuestro testimonio para hacer obras mayores que las vuestras. De esto mucho os alegraréis, porque esas obras serán el fruto de vuestro Cumplimiento. 74. Ahora os fortalezco y cierro las heridas que antes la humanidad os abrió, para que tengáis el temple necesario cuando la lucha llegue. 75. Comprended que la luz del Sexto Sello os ilumina, el Sexto Candelero alumbra a la humanidad, mas a pesar de que todos están iluminados por esta luz, mientras unos se dan cuenta de que viven en un tiempo de trascendencia, otros dejan pasar inadvertidas todas las enseñanzas. 76. ¿Por qué si todos habéis sido creados por igual, no todos tenéis fe? Por virtud de vuestro libre albedrío y la diferente evolución de cada espíritu. Así, mientras unos esperan que una luz y una fuerza superior les guie, otros confían en lo que consideran sus propias fuerzas, y cuando estas les faltan, se sienten perdidos. 77. Tiempo a que vuestro espíritu ha brotado de Mí, sin embargo, no todos han progresado en forma igual en el camino espiritual. 78. Todos los destinas son diferentes aunque os llevan al mismo fin. A unos les están reservadas unas pruebas, a otros, otras. Una criatura recorre un camino, otra sigue distinta jornada. Ni todos habéis surgido a la existencia en el mismo instante, ni todos retornaréis en el mismo instante. Unos caminan delante, otros detrás, pero la meta a todos os está esperando. Ninguno sabe quién está cerca, ni quién viene distante, porque aún sois pequeños para tener este conocimiento; sois humanos y vuestra vanidad os perdería. 79. El Padre os dice a todos que perseveréis y a los que tienen fe les dice que alumbren el camino de los que avanzan entre tinieblas. 80. Analizad vuestra trayectoria y veréis que a veces habéis caminado con brío, a veces lentamente, otras habéis caído para levantaros más tarde, hasta llegar al final a tomar un paso más seguro y firme. 81. Vuestra evolución sólo Yo la sé, aunque debo deciros, que el espíritu verdaderamente elevado, tiene conocimiento de su adelanto, sin que por ello se envanezca. 82. Por el don de intuición podéis saber si vuestro paso es demasiado lento o si vais en carrera vertiginosa, si os habéis estacionado o si creéis haber logrado un paso firme. 83. Por vuestra conciencia podéis saber si el camino en el que transitáis es lícito o lo habéis equivocado. 84. Para que dejéis una huella benéfica de vuestro paso por el mundo a los que vienen detrás de vosotros, es necesario que cumpláis con mi Ley, por medio de ella dejaréis grandes obras y vuestro recuerdo y ejemplo serán imborrables. 85. Discípulos: Yo soy la alondra bajo cuyas alas vivís como polluelos. También os digo que el Sexto Sello es el único que está abierto y os alumbra en este tiempo. 86. Ved que muchos de mis labriegos que fueron de los primeros discípulos del Espiritualismo, han caído en el grave error de creer que los sellos son recintos, que los sellos fueron desatados en esta nación y que ellos son sus poseedores. 87. A ellos les toco incesantemente con mi justicia, porque son como primogénitos en este tiempo, a los que llamé e invité a mi mesa, a los que tenía reservada mi palabra de amor. Ellos van por los caminos de la Tierra llevando sus dones y sus cargos sin querer saber lo que llevan. Creen estar cumpliendo con mi Ley y juzgan a sus hermanos. 88. No saben a dónde van, ni presienten lo grande de mi Obra y cuando les he llamado para que me escuchen a través del entendimiento humano y les he preguntado: ¿Creéis en mi presencia bajo esta forma? Muchos de ellos me han negado. 89. Yo les he dicho: Mostradme vuestras multitudes, enumeradme los prodigios que habéis hecho y muy poca simiente me han mostrado. Les he señalado las grandes multitudes que se congregan donde es oída mi palabra, el sinnúmero de testimonios de mi poder y les he recordado: El árbol por su fruto será reconocido. Este es el Sexto Sello, bajo cuya luz todos deberéis seguirme. Hoy os ilumina el Sexto Candelero, que es el Verbo Divino. 90. He aquí entre mi pueblo a los hijos de la duda junto a los hijos de la fe, los que me desconocen y los que me siguen: Unos apegados al materialismo y otros esforzándose por lograr la espiritualidad. He aquí la primera causa de vuestra división en este tiempo. 91. Mas mi enseñanza es clara como la luz del día. 92. El Cordero de Dios desató los Sellos y sólo El podrá atarles nuevamente. 93. La nueva Jerusalén no está en ésta ni en ninguna nación, esa ciudad es espiritual, aunque podréis habitarla desde este momento. 94. Elías no es quien desató los sellos, él fue el precursor para que el Sexto Sello fuese desatado y revelado a su tiempo. Elías representa el Sexto Sello y su misión es altísima, él vino a revelaros que comenzaba para vosotros un nuevo tiempo de revelaciones. 95. Las siete iglesias de Asia, que fueron santuarios donde la voz de mis apóstoles resonó y fue mensaje para todas las generaciones de los pueblos, son una hermosa figura del Libro de los Siete Sellos. 96. Roque Rojas trajo al mundo la misión de ser el primer entendimiento por el cual Ellas llamó a los primeros labriegos del Tercer Tiempo, y entre aquellos primeros en recibir cargos, se levantó una doncella con la espiritualidad y la entrega necesaria para que en ella se consumase el prodigio de mi comunicación por el entendimiento humano. Desde entonces y por ese conducto mi palabra iniciada con la manifestación de Elías marcó el tiempo de esta comunicación que será desde 1866 hasta 1950. 97. Muchos entendimientos vine preparando para que tuvieseis mi palabra inagotable, que es fuente de sabiduría y de revelaciones, hasta el instante final de mi comunicación. 98. Después vendrá el tiempo de la espiritualidad y aunque ya no escuchéis mi palabra, me sentiréis más cerca de vosotros. 99. Sobre la buena preparación de unos y la mala preparación de otros, seguiré descendiendo a manifestarme. Por la buena intención de unos y la impreparación de otros, estará presente mi Espíritu, bajo esta forma hasta 1950, porque nada podrá impedir que mi voluntad se cumpla. 100. Mas aquellos que mezclen a este manjar algo extraño y den a beber a las multitudes agua que no sea cristalina y pura, de ello me responderán. 101. Es mi voluntad que volváis a los lugares en donde dejasteis de cumplir alguna misión. 102. Los senderos están preparados, las tierras esperan la simiente. Preparaos y dejad que llegue la hora de vuestra lucha, entonces os daréis el abrazo fraternal, partiréis y dejaréis que en vosotros se cumpla mi voluntad. 103. No olvidéis que mi Obra es pura y que debéis amarla hasta el fin. 104. Haréis la caridad a lo largo de vuestra jornada, esa es vuestra misión. Muchos dones espirituales tenéis para hacer la caridad en diversas formas. Si sabéis prepararos, haréis aquello que llamáis imposible. 105. La caridad que hagáis por medio de una moneda, con ser caridad, será la menos elevada que hagáis. 106. Amor, perdón y paz, debéis llevar al corazón de vuestros hermanos. 107. ¡No quiero más fariseos ni hipócritas amparados en mi Ley! Quiero discípulos que sientan el dolor de sus semejantes. A todos los que se levanten con arrepentimiento Yo les perdonaré, no importa la secta o religión que profesen y les haré contemplar con claridad el verdadero camino. 108. Benditos sean los que lleven mi enseñanza a tierras extranjeras, porque mi Ley y mis ángeles guardianes les protegerán. Os he dicho que por uno de mis hijos que preparado se encuentre podrá salvarse una comarca; haceos dignos de esta gracia y mucho os concederé. 109. Os hablo en muchas formas para que mi palabra os fortalezca y no flaqueéis cuando más necesitáis de la fe. 110. Amaos estando reunidos, amaos encontrándoos distantes y a esa fraternidad descenderá la bendición de vuestro Padre. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 11 1. Humanidad: Buscad vuestra gloria en el amor de vuestro Padre Celestial, porque de cierto os digo, que la unión con Dios os hará sentir la gloria en vuestro espíritu. 2. Cuando el hombre penetre en la senda espiritual, habrá encontrado al fin el camino de la gloria. ¡Maravillaos, discípulos, de saber que en vuestro espíritu podréis llevar y sentir la gloria! 3. Vengo una vez más a daros la lección por medio de la Doctrina del amor, porque a pesar de encontraros aprendiendo las enseñanzas de la vida, que es escuela para vosotros, no habéis analizado todo cuanto ella os va revelando a vuestro paso. 4. ¡Oh mis hijos muy amados, que lloráis como ovejas perdidas, llamando con voz angustiada a vuestro Pastor! Cuando cerráis vuestros ojos a la realidad que os rodea, llegáis a pensar que yo soy la causa de todas vuestras desdichas en la Tierra; otros creéis que vuestras vicisitudes me son indiferentes. 5. ¡Cuán ingratos sois pensando así de vuestro Padre y cuán injustos para valorizar mi justicia perfecta! 6. ¿Pensáis que no os escucho cuando decís que sólo os alimentáis de amargura, que el mundo que habitáis es un mundo sin dicha y que la existencia que lleváis no tiene razón de ser? 7. Solo me sentís cuando creéis que os castigo, que os niego toda misericordia y olvidáis la ternura y la bondad de vuestro Padre; os quejáis de vuestra vida en lugar de bendecir sus beneficios. 8. Es que cerráis vuestros ojos a la verdad y sólo contempláis amargura y lágrimas a vuestro alrededor, llegando a desesperaros porque pensáis que todo ello quedará sin recompensa. 9. ¡Qué distinta seria vuestra vida si en vez de inconformidad, de esa incomprensión, vuestro primer pensamiento en cada día fuera para bendecir a vuestro Padre y vuestras primeras palabras, para agradecer tantos beneficios que os brinda su amor! Pero ya no sabéis sentir esas virtudes, porque la carne ha perturbado a vuestro espíritu y habéis olvidado mi enseñanza; por eso vengo a hablaros de esos sentimientos que habéis alejado de vuestro corazón. 10. El destino tiene la piedad que Dios ha puesto en él, el destino de los hombres está lleno de la bondad divina. 11. Vosotros no encontráis muchas veces esa bondad porque no la sabéis buscar. 12. Si dentro del destino marcado por Mí a cada espíritu, vosotros trazáis un camino duro y amargo, Yo trato de endulzarlo, más nunca de aumentar su amargura. 13. En el mundo los hombres se necesitan los unos a los otros, ninguno está de más y ninguno está de menos. Todas las vidas son necesarias las unas a las otras para el complemento y la armonía de su existencia. 14. Los pobres necesitan de los ricos y éstos de aquéllos. Los malos necesitan de los buenos y éstos de los primeros. Los ignorantes necesitan de los sabios y los que saben, de los que ignoran. Los pequeños necesitan de los mayores y éstos a su vez necesitan de los niños. 15. En este mundo, cada uno de vosotros está colocado por la sabiduría de Dios en su sitio y cerca de quien debe estar. A cada hombre le es asignado el circulo donde debe habitar, en el cual hay espíritus encarnados y desencarnados con los que debe convivir. 16. Así, cada quien en su camino, todos vais encontrando a los que os han de enseñar el amor que os eleva, otros, recibiréis el dolor que os purifica. Unos os haréis sufrir porque así lo necesitáis, mientras otros os darán su amor para compensar vuestras amarguras, pero todos tienen un mensaje para vosotros, una enseñanza que debéis comprender y aprovechar. 17. Vuelvo a deciros que a pesar de encontraros ante mi Enseñanza, no habéis reconocido el mensaje que cada ser os brinda. 18. Buscad en cada uno de vuestros hermanos la parte buena que os presenta, para que aprendáis de él, así como la parte mala para que le ayudéis a elevarse y de esa manera iréis por el camino, ayudándoos los unos a los otros. 19. Detened vuestro paso y meditad, porque habéis dejado pasar a muchos que pudieron haceros bien. No dejéis pasar esas oportunidades, porque son lecciones que vais desaprovechando. 20. Cada ser humano es una lección, una esperanza de amor o desamor que al fin os da su verdad dulce o amarga; y así iréis de lección en lección, a veces aprendiendo y a veces enseñando, porque también debéis entregar a vuestros hermanos el mensaje que hayáis traído a la Tierra. 21. En verdad os digo que si esta humanidad entendiese estas enseñanzas, no lloraría tanto en la Tierra. 22. No olvidéis que todo espíritu encarnado o desencarnado que cruce en vuestra vida en alguna forma, viene a ayudaros en vuestro destino. 23. Cuántos espíritus de luz os he enviado al mundo y no os habéis detenido para bendecir mi amor por vosotros!. 24. ¡Muchos hermanos que os he enviado, les habéis desperdiciado sin daros cuenta de que ellos formaban parte de vuestro destino, pero que al no saber recibirlos, os quedasteis con las manos vacías y tuvisteis después que llorar!. 25. Vuestro destino, humanidad, es armonizar con todo lo creado. Esa armonía de que os hablo, es la más grande de todas las leyes, porque en ella encontráis la comunicación perfecta con Dios y con sus obras. 26. Estudiad a los espíritus que os rodean y a los que cruzan por vuestras vidas, a fin de que estiméis sus virtudes, recibáis el mensaje que os traigan o les entreguéis lo que de vosotros deben recibir. 27. ¿Por qué habéis despreciado a vuestros semejantes que el destino ha puesto en vuestro camino? Les habéis cerrado la puerta de vuestro corazón sin saber la enseñanza que os traían. 28. ¿Cuántas veces habéis alejado de vosotros precisamente a quien traía un mensaje de paz y de consuelo a vuestro espíritu? y luego os quejáis cuando vosotros sois los que habéis llenado vuestro cáliz de amargura. 29. La vida tiene cambios inesperados y sorpresas, y ¿Qué haréis vosotros si mañana tenéis que buscar ansiosamente a quien hoy orgullosamente desechasteis? 30. Pensad que es posible que a quien hoy desecháis y despreciáis, mañana le busquéis con ansia, pero que muchas veces ya será tarde. 31. Si sois hijos, entended y estimad la bondad de vuestros padres. Si sois padres, sabed comprender a vuestros hijos. Si sois esposos, conoceos y amaos el uno al otro, más si aún no lo sois y esperáis a quien se una a vuestro destino, preparaos para recibirle, para comprenderle. 32. Dejad de crearos mayores amarguras con errores y frivolidades y ya que no habéis aprendido a leer en el Libro de la Vida, al menos leed en la nobleza espiritual de aquellos que de cerca os rodean. 33. Humanidad: Comprended mi palabra, aprended de Mí y mirad cómo Yo no desecho a ninguno de los que a Mi se acercan, sabiendo que todos sois mis hijos, que todos necesitáis de Mi. 34. Aprended esta enseñanza para que sepáis ser maestros, pero antes sabed ser hermanos. 35. Es necesario que todos conozcáis que vuestro destino es aprender las grandes lecciones de la vida, porque sólo así llegaréis a la cumbre de vuestra perfección, sólo así llegaréis a ser grandes, de lo contrario, siempre llevaréis la inconformidad, las quejas, la incomprensión, la blasfemia y el reproche para vuestro Señor. 36. Dejad que mis enseñanzas sean vuestro consejero en el camino y sentiréis en vosotros una fuerza que jamás os dejará desmayar y que os llevará paso a paso a la cima de la comprensión. 37. Consolad a los que veáis llorar, Dios os ha llevado a ellos porque allí está vuestra misión. 38. Entended mi lección para que no cometáis más faltas en vuestra vida, porque cada ofensa que hagáis a vuestros hermanos, ya sea con palabras o con obras, será un recuerdo imborrable en vuestra conciencia, la cual implacablemente os reclamará. 39. Vuelvo a deciros que todos sois necesarios para que se cumpla el plan divino y para que termine tanta miseria espiritual entre la humanidad. 40. Mientras el egoísmo exista, el dolor también existirá. Cambiad vuestra indiferencia, vuestro egoísmo y vuestro desprecio, por amor, por caridad y veréis cuán pronto os llegará la paz. 41. Pensad detenidamente en toda mi enseñanza. 42. Conoceos a vosotros mismos. He contemplado la existencia de la humanidad de todos los tiempos y sé cuál ha sido la causa de todos sus dolores y desdichas. 43. Desde los primeros tiempos, he visto a los hombres quitarse la vida por causa de la envidia, por el materialismo, por la ambición del poder; siempre han descuidado su espíritu, creyéndose materia solamente, y cuando ha llegado la hora de dejar en la Tierra la forma humana, sólo ha quedado lo que hicieron en su vida material, sin recoger ninguna gloria para el espíritu porque no la buscaron, no pensaron en ella ni les preocuparon las virtudes del espíritu, ni el saber. Se conformaron con vivir sin buscar el camino que los conduce a Dios. 44. Vosotros que no amáis la vida porque la llamáis cruel, mientras no reconozcáis la importancia de la conciencia en el hombre ni os dejéis conducir por ella, nada de verdadero valor encontraréis en ella. 45. Es la conciencia la que eleva al espíritu a una vida superior por sobre la materia y sus pasiones. La espiritualidad os hará sentir el gran amor de Dios, cuando logréis practicarla; entonces si comprenderéis la importancia de la vida, contemplaréis su belleza y encontraréis su sabiduría. Entonces sabréis por qué la he llamado VIDA. 46. Después de conocer y comprender esta enseñanza ¿Quién osará desecharla, diciendo que no es verdad? 47. Cuando comprendáis que en la conciencia está vuestro verdadero valor, viviréis en armonía con todo lo creado por vuestro Padre. 48. Entonces, la conciencia embellecerá la pobre vida humana, pero antes será necesario que el hombre se aleje de todas las pasiones que lo apartan de Dios, para seguir el sendero de la justicia y la sabiduría. Será cuando empiece para vosotros la verdadera vida, esta vida que hoy contempláis con indiferencia, porque no sabéis lo que despreciáis ni imagináis su perfección. 49. Humanidad: Habéis permanecido aletargada a través de los tiempos, porque creísteis que la felicidad y la paz verdadera pertenecían a la existencia humana, sin saber que forman parte de la vida espiritual, que es la verdadera vida. 50. Buscad a los que os aman y a los que os aborrecen, amad a la vida que habéis llamado cruel, sin saber que es como un libro abierto lleno de sabiduría para vosotros. Sabed conmoveros con las alegrías así como con las penas de los demás; ved en cada ser humano un maestro y sentios vosotros mismos un símbolo viviente del bien; no del mal, porque según vuestras obras en la vida así será el símbolo que representéis. 51. Los hombres han imaginado el infierno como un lugar de tortura eterna, a donde han creído que van todos los que han faltado a mis mandatos. Y asi como han creado para las grandes faltas ese infierno, para las faltas menores han imaginado otro lugar, así como uno más para quienes no hayan hecho ni bien ni mal. 52. Los que dicen que en el Más Allá ni se goza ni se sufre, no dicen verdad; nadie está sin sufrir, ni exento de gozo. Las penas y las alegrías siempre irán mezcladas, mientras el espíritu no alcance la paz suprema. 53. Escuchad mis hijos: El infierno está en encarnados y desencarnados, en moradores de este mundo y del valle espiritual, el infierno es el símbolo de las grandes penas, de los terribles remordimientos, de la desesperación, del dolor y la amargura de los que han pecado grandemente y de cuyas consecuencias se librarán mediante la evolución de su espíritu hacia el amor. 54. La gloria, en cambio, que simboliza la felicidad y la paz verdadera, es para aquellos que se han apartado de las pasiones del mundo para vivir en comunión con Dios. 55. Interrogad a vuestra conciencia y sabréis si vivís en el infierno, si estáis expiando vuestras faltas, o si vibráis con la paz de la gloria. 56. Lo que los hombres llaman gloria o infierno, no son lugares determinados, es la esencia de vuestras obras la cual recoge vuestro espíritu cuando llega al valle espiritual. Cada quien vive su infierno, habita su mundo de expiación, o goza de la beatitud que da la elevación y la armonía con el Espíritu Divino. 57. Yo soy vuestro Padre y vosotros mis hijos muy amados. Venid, elevaos por sobre todo lo creado y llegad hasta Mí. 58. Discípulos amados: Estos tiempos son de justicia para la humanidad. El plazo está cumplido para que empecéis a pagar vuestras deudas. Estáis recogiendo la cosecha de las siembras pasadas, el resultado o consecuencia de vuestras obras. 59. El hombre tiene un tiempo para hacer su obra y otro para responder de lo que hizo, este último tiempo es el que vivís. Por eso todos sufrís y lloráis. Así como vosotros tenéis un tiempo para sembrar y otro para cosechar, Dios también tiene uno que os concedió para cumplir con su Ley y otro para manifestar su justicia. 60. Estáis viviendo en la etapa de la justicia divina. El dolor os hace llorar, la humanidad se purifica en su propio llanto, porque nadie se queda sin restituir. 61. Son tiempos de justicia en que debéis meditar sobre vuestro destino, para que a través de la meditación y de la espiritualidad escuchéis la voz de la conciencia, que no confunde ni engaña y si os conduce por el sendero de paz. 62. Lo más difícil para el espíritu, es alcanzar la espiritualidad a través de la materia; lo más difícil para el hombre, es conocerse esencialmente. No desaprovechéis vuestra vida, aprended todas sus lecciones; vuestra misión es adquirir sabiduría, enseñar a los que os rodean y perfeccionaros en espíritu. 63. Pueblo: Si sabéis que vuestro destino espiritual es grande, tomad el camino del amor y encended vuestra lámpara de fe en la flama divina de mi sabiduría. 64. Venid a Mí, humanidad, que Yo soy la esperanza. Yo soy el Consolador prometido que os he traído en este tiempo de caos, mi mensaje de paz. Por lo mucho que habéis llorado y sufrido, mi consuelo y mi amor, se derraman en vosotros como fuente de misericordia. 65. En verdad os digo que mucho habéis faltado a mi Ley, mas también es verdad que en mi amor os purificaréis ¿Qué haríais si en este tiempo en vez de consolaros, viniera a vosotros tan sólo como Juez? 66. Soy el Maestro del amor que llega para ayudaros con vuestra cruz. Soy vuestro compañero de viaje que guía vuestros pasos y os acompaña en vuestra soledad y amargura. Soy el dulce amigo que esperabais. Soy el sustento que reclama vuestro espíritu, porque mi amor es el alimento que os da la vida. 67. En todos los tiempos me habéis necesitado pero más en éstos, en que la humanidad está apurando el cáliz del dolor. Por eso estoy con vosotros, porque soy vuestro Salvador. Lloráis y Yo bendigo vuestro llanto, porque las lágrimas de los pecadores son el rocío bendito con el que se fecundan los corazones. 68. Vuestro espíritu se ha ausentado de la materia para escuchar mi palabra en el Más Allá y me ha hablado sin palabras. 69. El espíritu elevado sabe que la palabra humana empobrece, empequeñece la expresión del pensamiento espiritual, por eso hace enmudecer los labios de la materia para elevarse y decir con el lenguaje que sólo Dios conoce, el secreto que lleva oculto en lo más íntimo de su ser. 70. Sobreponeos al dolor, elevaos por encima de vuestro llanto y seguid escuchándome. Reconoced que ha llegado el Tercer Tiempo para la humanidad y sentid la responsabilidad de prepararos. Os confesáis ante Mí y eleváis vuestro espíritu, Yo escucho vuestra oración y os hago alcanzar mi gracia y mi perdón. 71. Me glorificáis con cánticos espirituales cuando me veis venir desde lo alto del monte a vuestra morada, y al oír mi palabra se estremece vuestro espíritu y me decís: “Señor, sabemos que estáis con nosotros”. Mas no todos han sentido mi llegada y es necesario que mis palabras y mis pruebas se repitan a cada instante, para haceros saber que una vez más he venido a los hombres. He buscado en el ser humano un hogar, un templo donde morar y todavía no lo encuentro; mas seguiré puliendo las rocas hasta transformarlas en corazones que sientan mi presencia, y con ella mi justicia y mi amor. 72. Si sentís que camináis en un desierto de incomprensiones, sed fuertes y seguid adelante; más si por mi voluntad os hiciese cruzar desiertos y montañas para llevar la buena nueva a otras tierras, levantaos a cumplir, que si el agua se os agota, Yo la haré brotar de las rocas para mitigar vuestra sed, y si os faltan las fuerzas para la gran jornada, Yo os vivificaré. 73. La Obra que os confió, es delicada. No dejéis que manos profanas roben este tesoro para decir después que ese es el fruto de su inspiración y con ello se engrandezcan y humillen a los inocentes. 74. Cuando lleguéis a Mi os preguntaré y reclamaré de todo lo que os he dado y muchos de vosotros me diréis; “Señor, he perdido mi heredad”. Entonces os mandaré a buscarla y no volveréis a Mí hasta que la hayáis recobrado y cumplido todos mis mandatos. Si no os hablara en esta forma, dormiríais y no llegaríais a salvaros. 75. La esencia de mi palabra que hoy guardáis, brotará mañana de vuestros labios en palabras de sabiduría para la humanidad. Si perseveráis en este camino, encontraréis en él goces sanos y saludables que alimentarán a vuestro espíritu. 76. Tened fe del tamaño del grano de la mostaza y veréis realizarse grandes prodigios. Hoy os digo como en el Segundo Tiempo: Ordenad a una montaña que cambie de lugar y seréis obedecidos; mandad que la furia de los elementos cese, y lo veréis realizado, decid en mi nombre a un enfermo que sane y él se verá libre de la enfermedad. Mas cuando os sea concedido un prodigio, no seáis indiferentes, percibid en vuestro espíritu las obras divinas y sabed valorizarlas. 77. Muchas calamidades vendrán sobre la humanidad; en la Naturaleza habrá trastornos, los elementos se desatarán. El fuego devastará comarcas, las aguas de los ríos saldrán de su cauce, los mares tendrán cambios; habrá comarcas que quedarán sepultadas bajo las aguas y nuevas tierras aparecerán. Muchas criaturas perderán la vida y hasta los seres inferiores al hombre perecerán. Todo será trastorno y confusión y si vosotros no os preparáis desde ahora, seréis débiles en las pruebas y no sabréis dar fuerza a los demás y así no podréis dejar un buen ejemplo a las generaciones venideras, quienes deberán de comunicarse de espíritu a Espíritu. Si no preparáis su camino, ellas me buscarán por la senda de la ciencia y no por el camino de la espiritualidad y esta no es mi voluntad. 78. Después del año de 1950, veréis el principio de esas grandes pruebas. Velad y orad; reconocedme, pueblo; practicad mi palabra que encierra toda virtud y poneos a salvo. De cierto os digo: el que oiga mi palabra y la practique, será salvo y penetrará en la vida eterna. Aquel templo que anuncié a mis discípulos, que levantarla en tres días, es éste que ahora estoy construyendo en vuestro espíritu. Este templo es indestructible; los cimientos se los confié a vuestros padres y la terminación de él la verán vuestros hijos. 79. Nadie debe profanar este templo, ni permitir que en él penetren la idolatría, la codicia, el egoísmo ni la hipocresía; porque las tinieblas y los remordimientos serán el único galardón que por ello alcancen; más si sois celosos de este santuario interior que lleváis en vuestro espíritu y que es la casa donde quiere habitar vuestro Padre, veréis entonces llegar de lejanas y de cercanas comarcas, caravanas de hombres, de mujeres y de niños que vendrán a llamar a las puertas de esa morada en demanda de caridad espiritual. 80. Muchos llegarán como lobos tratando de sorprenderos; pero ante la limpidez y la verdad de vuestro culto y también de vuestras obras, se convertirán en mansas ovejas. 81. Penetrad en meditación y dejadme interrogaros en el silencio de vuestra alcoba; esas preguntas serán las mismas que los hombres vendrán a haceros y quiero que desde ahora os preparéis para que les deis la debida respuesta. 82. Al mismo tiempo que he venido a daros mi enseñanza y mis mandatos, he venido a llenaros de fortaleza para que luchéis sin llegar a decaer. No es posible, hijos amados, que lleguéis a lo alto del monte cargando vuestra cruz, sin antes recorrer la calle de la amargura. 83. ¿Cuándo surgirá en la Tierra el hombre que venga a cumplir todas mis enseñanzas, tal como lo ordena mi Ley; el hombre de espíritu grande y luminoso, de elevados sentimientos, de clara inteligencia? 84. Si creéis que la palabra hombre significa criatura endeble, pequeña y sujeta a dejarse arrastrar eternamente por la maldad, estáis en un grande error. La humanidad ha tenido su crisol material y espiritual para que el fruto de su lucha, de su experiencia y evolución, sea el de llegar a ser el hombre verdadero. ¿Pensáis que vuestra simiente es incapaz de llegar a producir tal fruto? Israel: No dudéis de mi palabra. Recordad que prometí a Abraham y a Jacob que su simiente seria la bendición y el consuelo para todos los pueblos de la Tierra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 12 1. Benditos seáis en esta alba de santo recuerdo, en la cual los hombres honran la memoria del Mesías. 2. No sólo vengo a traeros esperanzas sino también bellas realidades. 3. La tormenta de pesares que lleváis en vuestra vida será de corta duración todo esto pasará y dejaréis de llorar y de sufrir. 4. La existencia de un hombre en la Tierra es sólo un instante en la eternidad, un soplo de vida que alienta por un tiempo al ser humano y luego se aparta para después volver a alentar a un nuevo cuerpo. 5. Alegraos de que ningún dolor sea eterno; vuestros sufrimientos son temporales y desaparecen muy pronto. 6. El tiempo de expiación, de purificación es fugaz para quien ve las pruebas con espiritualidad; en cambio, para quien está revestido de materialismo, tardará mucho lo que en realidad pasa muy pronto. 7. Como pasan los latidos de vuestro corazón, así pasa en el infinito la vida de los hombres. 8. No hay por qué temer, porque así como se escapa un suspiro, como se vierte una lágrima o como se dice una palabra, así también desaparecen los sufrimientos en el hombre. 9. En la infinita ternura de Dios, tendrán que desvanecerse todos vuestros dolores y pesares. 10. Si el dolor os hiere, no es porque de Mi vaya a vosotros, es porque de antemano lo habéis buscado y la ley de justicia tiene que cumplirse. 11. Sin embargo ninguno está desamparado, todos tenéis quien os aliente y cuide, tenéis muchos amores tras el velo de la materia; pero vosotros no los conocéis ni sabéis de qué manera os aman desde el Más Allá. Son los espíritus que habitan en el reino de la luz, que ayudan y consuelan a los hermanos pequeños, a los débiles, a los caídos, a los enfermos. 12. Los iluminados son los altos enviados del Señor, que trayendo importantes y delicadas misiones que cumplir, vienen a ordenar y a cuidar todo lo que se les ha encomendado. 13. Los llamo iluminados porque son los que han dejado florecer mi simiente de amor en su espíritu. Estos son los iluminados que vosotros aún no conocéis porque os falta la sensibilidad espiritual. 14. Para que mi presencia fuese sentida por vosotros, fue necesario que mis pensamientos se hiciesen sonoros a través de una materia; mas en verdad os digo que el Universo está lleno de vibraciones espirituales que también podríais oír si vuestra preparación y capacidad espiritual os lo permitiesen. 15. Tuve que hablaros bajo esta forma para hacerme oír, porque vengo a libertaros de vuestras cadenas de ignorancia, a romper esos lazos que os estorban y a ayudaros a comprender verdaderamente mi Doctrina. 16. El que esté atado a las flaquezas del mundo, no podrá sentirme en plenitud. Ningún hombre que tenga endurecido el corazón, puede alcanzar la perfección 17. Tengo que hacerme sentir en vuestro corazón para que me comprendáis y muchas veces debo repetir mis enseñanzas, buscando el momento en que vengáis preparado para recibirme. 18. Es necesario que comprendáis que he venido a romper las cadenas que os han convenido en esclavos del dolor, a liberaros de sufrimientos que vosotros mismos os habéis forjado y que habéis hecho más duraderos porque repetís vuestros errores e imperfecciones. Pero si vosotros sois necios en el mal, Yo soy constante en mi amor por salvaros; y si fueseis a los antros del fango o al más profundo abismo de vuestras pasiones, ahí llegaré a buscar a los perdidos para llevarlos al Reino de la Luz. Más necesitáis ser humildes y justos para que mi simiente florezca en vosotros 19. En verdad os digo que aun contemplando que os habéis desligado de lo pasajero o lo superfluo, que os habéis esforzado por apartaros de los malos senderos, todavía no puedo deciros que ya sois capaces de dirigir un pueblo, porque aún os falta mucho para alcanzar la espiritualidad. 20. También vengo a despenar ideales en vosotros, para que os libréis de la ignorancia, porque con esa cadena que os ata al materialismo, no podréis surgir como mis apóstoles, ni dar ejemplos de verdadero amor. 21. Yo soy el sol de la verdad que disipa la niebla de la ignorancia; salid de vuestras tinieblas y venid a recibir los rayos luminosos y cálidos de la inspiración de Dios. 22. Si ya me comprendieseis plenamente, sentiríais cómo llego a vuestro espíritu como sabiduría, como vida, y si vuestro entendimiento y corazón conservasen mis palabras de luz, pronto seriáis del número de los iluminados. 23. ¡Oh alba bendita, llena de oraciones, de cantos y bendiciones; si al menos por un instante los hombres penetrasen en la grandeza de su significado, cuánta paz y cuánta luz recogerían para su espíritu! 24. Mirad, pueblo, contemplad el cielo, miradlo bien y veréis que en cada estrella hay una promesa, un mundo que os espera, son moradas prometidas a los hijos de Dios en las que vendréis todos a habitar, porque todos conoceréis mi reino, el cual no fue hecho sólo para determinados seres, fue creado como el hogar universal donde se reunirán todos los hijos del Señor. 25. Mas necesitáis tener siempre clara vuestra mente, sin nubes; estar siempre en vigilia para sentir que mi inspiración llega a vosotros. 26. Cuando un iluminado por mi sabiduría llegue a gobernar la Tierra, todo será armonía, pero hasta hoy no habéis aceptado mi enseñanza, no habéis deseado ser gobernantes de la Tierra, ni de una sola nación y por eso hay guerras. 27. Ahora escuchad algo importante para vosotros que os consolará en vuestro dolor. 28. En el futuro os enviaré espíritus iluminados, que vendrán como gobernantes de la Tierra, y ellos no permitirán más guerras, porque saben que este planeta es para todos los hombres y que la división de naciones que viene desde los principios de la humanidad, es prueba innegable de envidias, rencores, desconfianzas, distanciamiento y odio entre los hombres. 29. Esta alba iluminada por el recuerdo de mi llegada a este mundo a través de Jesús, se ha iluminado más con vuestra elevación. 30. No dejéis de practicar la oración aun cuando sea tan breve que sólo dure cinco minutos, pero que en ella sepáis hacer un buen examen con la luz de vuestra conciencia, a fin de que observéis vuestras obras y sepáis de lo que tenéis que corregiros. 31. Si perdieseis la noción del tiempo al Elevaros en oración, será señal de espiritualidad, ya que lograsteis aunque sea por unos instantes saliros del tiempo, ese tiempo que los esclavos del materialismo solo quieren para sus placeres o para aumentar sus caudales. 32. El que diariamente se examina, tendrá que mejorar su manera de pensar, de vivir, de hablar y de sentir. 33. La evolución espiritual del hombre, su transformación, su regeneración y elevación, son la causa de la manifestación de mi palabra en este mundo. 34. Quiero que alcancéis la perfección, para que labréis vuestra felicidad y vuestra paz. 35. Si aun haciendo ese diario examen de conciencia, no vais por el buen sendero, seréis responsables de vuestros tropiezos, de vuestras caídas y errores. 36. Si algunas de mis lecciones no fuesen debidamente interpretadas porque hayan sido dichas por un portavoz pobre de lenguaje, id a la parte espiritual de la palabra sin deteneros ante esa pobreza de expresión y encontraréis en la verdad de mi Doctrina, la esencia divina de mis enseñanzas. 37. A muchos que escuchan mi palabra, les parece la más grande lección que hoy puede recibirse en la Tierra; a otros les parece carente de verdad; mas no es la primera vez que mis revelaciones son negadas por los hombres. 38. Muchos maestros y emisarios han venido a este mundo, y cuando han empezado a sembrar mi simiente de verdad y de amor, les habéis dado muerte porque las tinieblas de la humanidad no han soportado tanta luz. 39. Los profetas, los patriarcas, los videntes, han sido mártires, víctimas de la maldad humana, porque los hombres no han sabido comprender la verdad que brotaba de sus labios, ni la bondad de aquellos corazones. 40. Todos los iluminados han conocido la cruz del sufrimiento, con todas las penas y amarguras que saben dar los hombres a sus hermanos. 41. Esas penas son necesarias para todo maestro, son espinas sobre las cuales tiene que pasar y amarguras que tiene que conocer, para manifestar la grandeza de su espíritu en medio de ellas. 42. Ese camino todavía no lo conocéis, pero tendréis que conocerlo y recorrerlo, cuando llenos de la fortaleza que da el amor, os levantéis inspirados por Mí. 43. Para vosotros el amor es una bella palabra, pero hasta hoy no habéis penetrado a su verdadero sentido. 44. El que es maestro sabe cuál es su destino y lo bendice y conoce cuál es el destino de sus hermanos. 45. ¿Y cuál es vuestro destino? El mismo que antaño vivió el Maestro de maestros y el que han traído todos los enviados: el de salvar, amar y redimir a los pecadores. 46. Vuestro destino es ser iluminado y profeta; algún día lo seréis y entonces conoceréis las amarguras de aquellos que vinieron a trazaros el camino; al mismo tiempo, conoceréis el amor y la fortaleza que los acompañó en su jornada. 47. Todos ellos tuvieron que vencer en una lucha interior en la hora suprema del sufrimiento y de la prueba; y así cuando su conciencia les preguntaba si querían apartarse de su misión o seguir entre el pueblo que les daba muerte, contestaban resueltos que seguirían con su pueblo, porque esa era su misión, aunque sus hermanos no la comprendiesen así. Ellos permanecieron firmes entre los que amaban, mientras un soplo de vida les quedó. Sabían que las tinieblas de la humanidad debían ser disipadas, más en verdad os digo, que no les animó ningún interés egoísta, aunque les estaba reservado en mi Reino su galardón. 48. Soy el libro para todos, y en prueba de ello aquí me tenéis. Sigo con vosotros porque os amo y os hago falta. Para conquistar la gloria tenéis dos caminos a seguir por propia voluntad: el del amor y el del dolor, más en verdad os digo, que en cualquier sendero que elijáis estaré cual Cirineo en vuestra compaña. También vosotros cuando conozcáis los elevados sentimientos del espíritu purificado, diréis: “Seguiré con los pecadores”. 49. Yo pregunto a los que han trabajado con amor en mi Obra: ¿Qué habéis sentido cuando habéis estado ocupados en el bien, en provecho de los demás? 50. Me decís: “Maestro, un efluvio nos ha envuelto y una fuerza nos ha impulsado a seguir sin hastío ni fatiga”. 51. ¿Os habéis cansado de escucharme? “No, Maestro”, me decís. Tampoco Yo me he cansado de estar con vosotros, desde el principio de vuestra creación. 52. Os doy mis enseñanzas, divinos consejos, leyes y normas para la eternidad y a veces también vosotros, al poner en práctica mis palabras, habéis dado cátedra con vuestra caridad, trabajando para el bien de los demás. 53. Si alguno de vosotros no se conmoviese ante mi enseñanza, será semejante a la roca, mas todos vosotros estáis atentos a mi palabra, porque ante esta luz nadie puede permanecer insensible. 54. Alguno me pregunta, Maestro: ¿Por qué hay quienes traen grandes misiones a la Tierra y en cambio otros no? Y Yo os digo, que los hombres que hoy tienen una pequeña misión, serán el mañana los grandes iluminados. 55. Vivid siempre alerta porque en vuestro camino habrá quienes os digan que son conmigo, pero no les creáis al primer instante, creed por lo que manifiesten en humildad, en sabiduría, en amor. 56. Otros os dirán que tienen comunión conmigo, siendo ellos los primeros engañados, por ello tendréis que estar siempre velando en la misión que tenéis y en el puesto que ocupáis; necesitáis ver, oír y perdonar mucho también. 57. Necesitáis saber mucho para que les digáis cuál es el camino verdadero y cómo libertarse de la esclavitud, de la ignorancia. Comprended que vosotros estáis obligados también a demostrar con obras la verdad que prediquéis. 58. Este planeta se transformará, porque los hombres se espiritualizarán y entonces elevarán un culto perfecto a Dios. 59. Ha llegado el momento del silencio, el momento de vuestra comunicación conmigo, para que así como se confunden en el mar las olas, vosotros os unáis a mi Espíritu divino; silencio no solamente en los labios, también en el templo interior del hombre, porque es vuestro espíritu el que me habla, y el momento es solemne. 60. Entrad en silencio y escuchadme, caminantes de muchos senderos que lleváis el polvo de diversos caminos; dejad que Yo sea la luz en vuestro destino. 61. De distintas religiones habéis venido a escuchar esta palabra con la cual habéis sabido que la única Ley espiritual, la única Doctrina verdadera, aquélla que debe reinar sobre los hombres, será la de “Amaos los unos a los otros”; más esta Doctrina la extenderán los iluminados con estas enseñanzas, no los prevaricadores, ni los malos predicadores del infierno eterno. 62. En los labios de mis nuevos emisarios no anidará la mentira ni la blasfemia, ellos no enseñarán la doctrina de un Dios injusto, cruel, despiadado, impotente para salvar a todos sus hijos, sino del Dios del verdadero amor y la justicia perfecta. 63. Ni siquiera os digo que esta Doctrina Espiritualista será la religión mundial, porque nunca he entregado religión, sino ley; Yo sólo me concreto a deciros que la ley que triunfará en la Tierra, estableciéndose en ella para iluminar la existencia de los hombres, será la Ley del amor que con mi Doctrina os he explicado para que la conozcáis plenamente. 64. La humanidad aún hará muchas falsas obras de amor y caridad, mientras aprende a amar y hacer la caridad verdadera, y muchos aún tendrán que andar de religión en religión, hasta que su espíritu se eleve en conocimientos y lleguen a comprender que la Ley única, la Doctrina Universal y eterna del espíritu, es la del amor, a la cual todos llegaran. 65. Todas las religiones desaparecerán y sólo quedará brillando dentro y fuera del hombre, la luz del Templo de Dios, en el cual rendiréis todos un solo culto de obediencia, de amor, de fe y buena voluntad. 66. Vuestra conciencia está presta a llamaros la atención en cada uno de vuestros pasos y os hace sentir intranquilos cuando faltáis a mi Ley, entonces os habéis hecho el propósito de no volver a caer en maldad. 67. También he visto a los que en silencio consuelan y sanan al enfermo, a los que sin alarde saben dar la palabra precisa que salva, que orienta y fortalece. 68. Al estarme escuchando se ennoblece vuestro corazón y el espíritu se eleva sobre el egoísmo de la materia para pensar en los demás y hacer propios sus dolores y pruebas. Quisierais que ya no hubiese guerra, porque comenzáis a amar la paz; sin embargo, la guerra seguirá su paso de destrucción y de muerte, porque aún no todos los hombres piensan ni sienten como vosotros en este instante; mas ya no es largo el plazo dado a los poderosos, pronto veréis su imperio y su poder reducido a cenizas 69. ¿Cuál será la deuda de esos hombres delante de Dios y cómo tendrán que pagarla? Eso solo Yo lo sé, pero de cierto os digo que ninguno escapará a la ley de restitución; por eso os digo: mientras ellos siguen destrozando el mundo que Dios les dio para vivir, velad y orad por vuestros hermanos, porque no saben lo que hacen; porque de saberlo, tiempo ha que con sus lágrimas, con su sangre y aún con su vida, estarían reconstruyendo todo lo que han destruido. 70. Seguid orando por la paz del mundo, es vuestro deber, orad para que los hombres se comprendan y se amen los unos a los otros. 71. Si los hombres comprendiesen que la Tierra ha sido creada para todos y supiesen compartir en forma justa con sus hermanos los tesoros materiales y espirituales de que está sembrada su existencia, de cierto os digo que aquí en este mundo, comenzaréis a sentir la paz del Reino espiritual. 72. He estado entre vosotros, aunque os digo una vez más que no he descendido hasta la materia, y que sólo he enviado mis pensamientos divinos a un cerebro humano, a través del cual se han convertido en palabras. 73. Si alguien dijese que es imposible que Yo me comunique por este medio con la humanidad, porque soy infinito y no sois dignos de recibirme, os digo: Más que fijarme en vuestra pequeñez, me manifiesto a vosotros porque me necesitáis. 74. Mi Espíritu divino, no reconoce distancias ni barreras, en cualquier forma estoy con vosotros porque mi presencia es universal. 75. Pronto dejaré de servirme de estos portavoces, porque esta forma de comunicación llegará a su fin en 1950. Soy vuestro Padre y vosotros mis hijos; aprended a hablarme directamente. ¿No recordáis como os enseñó el divino Maestro en aquel tiempo? Recordad que Jesús no buscó intermediarios para hablar al Padre. 76. Mi palabra, mi cátedra, en apariencia es hoy tan sólo para vosotros, pero en verdad ella es para todos, porque su sabiduría y amor, abarca a todo el Universo, unifica a todos los mundos, a todos los espíritus encarnados o desencarnados. Acercaos si tenéis necesidad de Mí; buscadme si os sentís perdidos. 77. Soy vuestro Padre que conoce vuestras penas y viene a confortaros. Vengo a infundiros el amor, que tanto necesitáis para vosotros mismos y para derramarlo en vuestro derredor. 78. Si en verdad reconocéis mi presencia a través de la sabiduría que manifiesto por estos entendimientos, reconoced también que es el momento de iniciar la obra constructiva en el sendero espiritual. 79. ¡Ah si todos los que han sido llamados acudiesen, de cierto os digo que la mesa del Señor se encontraría pletórica de discípulos y todos comerían el mismo manjar! Pero no todos los invitados han llegado, han pretextado diferentes ocupaciones, relegando a segundo término lo divino. 80. Bienaventurados los que presurosos han acudido, porque ellos han tenido su premio. 81. El hombre en todos los tiempos, pero ahora más que en el pasado, se siente dueño de sus actos, independiente de toda ley espiritual; se ha convertido en un ser egoísta que sólo piensa en sí mismo; su corazón está vacío de amor hacia los demás y por eso la humanidad ha venido a semejarse a un inmenso desierto, seco y árido. ¿Podrán los hombres en esta forma unirse, comprenderse y ayudarse de una manera sincera y noble? No, si no aparta de su corazón la mala semilla, la humanidad seguirá destruyéndose a sí misma, desconfiarán los unos de los otros y seguirán riñendo mientras se encuentren carentes de amor. 82. Esta es la tierra en la cual vengo a sembrar mi simiente en el Tercer Tiempo, para lo cual estoy preparando un pueblo de labriegos, un pueblo cuyo corazón se aparte del egoísmo, reflexione sobre mi verdad y se convierta al bien. 83. Mas antes de llegar a Mí, habéis buscado para vosotros la dicha y la paz, sin pensar en desprenderos de vuestra felicidad para lograr la ajena, ni anteponer a vuestros deseos las necesidades de vuestros semejantes. 84. Cuando cumpláis con la ley de amor, habréis logrado vuestra unificación y armonía, dejaréis de sufrir y la paz de las naciones, no lograda por los hombres hasta ahora, se hará en la humanidad. 85. Con un poco de espiritualidad ¡Cuán fácil seria a los hombres poderse entender! 86. Yo pregunto a quienes reconocen esta Doctrina como una verdad capaz de salvar y unir a la humanidad: ¿Por qué no os decidís a practicarla? ¿Por ventura os conformáis con llevarla como una simple filosofía o como una teoría más? 87. El hombre quiere salvarse, sin reconocer su naturaleza espiritual y ese es su más grande error. Mientras vive y se siente fuerte en la Tierra procura olvidarse de toda idea que le hable de la eternidad y de la vida espiritual; no pierde esa intuición, pero se desentiende de ella y sólo cuando la muerte se le aproxima y siente en si la agonía, es cuando quisiera en un instante reparar faltas y reponer el tiempo perdido; mas entonces ya será tarde porque no todo lo logra el arrepentimiento. Es ley de justicia recoger lo que se ha sembrado, aunque el arrepentimiento le ayudará a llevar con amor y paciencia su restitución, que en realidad será su obra de restauración y regeneración. 88. Estáis escuchando y al mismo tiempo aceptando que os hablo con verdad; dejáis hablar a vuestra conciencia y ella os dice que muchas veces vuestra fe tan sólo fue aparente, porque no teníais la certeza de la existencia de una vida eterna para el espíritu. Ciertamente teníais pensado gozar plenamente vuestra existencia en el mundo, y prepararos para el paso hacia la vida espiritual hasta que hubiese llegado el último momento. La idea de una vida después de ésta, era como un depósito de fe, para recurrir a él llegado el instante y entonces poder pasar por los momentos angustiosos de la partida. 89. ¿Es así como el hombre debe vivir? os pregunto. ¿Es así como mostráis vuestra fe en el Padre y lográis una verdadera elevación espiritual? 90. Meditad en todo cuanto os he dicho en esta enseñanza y terminaréis por comprender que el hombre ha estado equivocado siempre con sus sentimientos egoístas y materiales. 91. Analizad mi doctrina que viene a revelar al hombre la comunicación de espíritu a Espíritu por medio del amor y cuantas virtudes de él se derivan, así como de todos los sentidos y dones del espíritu, y decid si no es la llave que puede abrir a la humanidad las puertas de la paz y la sabiduría eterna. 92. En los tres tiempos en que he dividido la evolución de la humanidad, he venido a trazaros con mi luz la misma senda recta y estrecha para la elevación del espíritu, el camino único del amor, la verdad y la justicia. 93. Os he llevado de enseñanza en enseñanza, de revelación en revelación, hasta llegar a este tiempo en que os estoy diciendo que ya podéis comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu. ¿Podría la humanidad haberse comunicado en esta forma en el Primer Tiempo? No; fue necesario que se ayudasen con el culto material, con el rito y las ceremonias, con el festín tradicional y con los símbolos para poder sentir cerca de si lo divino y espiritual. De aquella incapacidad para aproximarse a lo espiritual, de elevarse a lo divino, de conocer lo profundo y de esclarecer los misterios, surgieron las diversas religiones, cada una de acuerdo con el grado de atraso o adelanto espiritual de los hombres, unas apegándose más que otras a la verdad, unas más espiritualizadas que otras; pero todas tendiendo hacia un mismo fin. Es el sendero que los espíritus vienen recorriendo a través de los siglos y de las eras, sendero que señalan las diversas religiones. Unas han avanzado con suma lentitud, otras se han estacionado y otras han mixtificado y contaminado. 94. Una nueva era se ha abierto para la humanidad, es la era de la luz, cuya presencia marcará un alto en el camino espiritual de todos los hombres, a fin de que despierten, mediten, se despojen del fardo pesado de sus tradiciones, de su fanatismo y de sus errores, para después levantarse a una nueva vida. 95. Unas antes y otras después, todas las religiones y sectas irán llegando ante el Templo invisible, ante el Templo del Espíritu Santo que está firme como una columna que se eleva al infinito, en espera de los hombres de todos los pueblos y linajes. 96. Cuando todos hayan penetrado al interior de mi santuario para orar y meditar, alcanzarán unos y otros el mismo conocimiento de mi verdad; por lo que una vez terminado ese ALTO en el camino, todos se levantarán unidos en una misma Ley y tendrán una misma forma de rendir culto a su Padre. 97. ¿Por qué ha de sentirse alguien sorprendido ante mis nuevas revelaciones? En verdad os digo, que los patriarcas de los tiempos antiguos ya tuvieron conocimiento de la llegada de esta Era y los videntes de otras épocas la contemplaron y los profetas la anunciaron. Fue una promesa divina hecha a los hombres, mucho tiempo antes de que Yo, a través de Jesús, viniese al mundo. 98. Cuando anuncié a mis discípulos mi nueva venida y dejé entrever la forma en que me manifestaría a los hombres, ya hacía mucho tiempo que la promesa os había sido hecha. 99. Aquí tenéis ante vosotros desarrollándose aquel tiempo, aquí están cumpliéndose aquellas profecías. ¿Quién puede sorprenderse? Sólo los que han dormido en tinieblas o los que borraron de ellos mismos mis promesas. 100. Aquí está mi luz esperando a todos para detenerlos en su camino, porque voy a mostrarles el tesoro espiritual que llevándolo consigo no han sabido descubrir, voy a convencerles de que ya mucho escudriñaron lo material, ya se entregaron a lo pasajero, a lo fugaz. Voy a enseñarles a buscar en su propio espíritu la conciencia, que es la esencia divina que en cada hombre he dejado. 101. En verdad os digo, que todo lo grande y lo bueno que existe en el espíritu, jamás lo habéis dado porque ni siquiera lo conocéis, ¿Cómo vais a amaros los unos a los otros con la perfección que Yo os enseñé, si no os reconocéis como hermanos? Necesitáis tomar la esencia que lleva el espíritu, para que vuestro amor sea amor y vuestra caridad sea verdadera caridad; algo más que palabras vanas, algo más que míseras monedas, algo más que el mendrugo de pan que sobra en vuestra mesa y que son los únicos medios que empleáis para haceros creer que practicáis la caridad y que os amáis los unos a los otros. 102. ¡Qué hermoso será vuestro mundo, cuando los hombres hayan descubierto en su espíritu el tesoro bendito con que su Creador les dotó desde el instante mismo de su formación! 103. Os dejo esta lección, para que a través de ella miréis hacia el pasado buscando vuestro principio, examinéis vuestro presente y después miréis hacia el futuro que os espera, pleno de sabiduría, de trabajo, de lucha y de compensaciones divinas. 104. Sois pecadores pero me amáis y al acordaros de Mí, tratáis de agradarme practicando la caridad con vuestros hermanos. Sois pecadores, lo sé, pero sabéis orar cuando tenéis una pena. Sois pecadores, pero sabéis compartir de vuestro pan a quien se acerca a vuestra puerta a pedir caridad. 105. Por cuanto bien hacéis queriendo agradarme, tomad mi caricia, sentid mi consuelo, recibid mi bendición. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 13 1. La casa del Padre está de fiesta. El banquete se encuentra preparado. Es que este pueblo, cual hijo pródigo, ha retornado al hogar. Sentaos a la mesa y comed del manjar, la hora es propicia y amable. 2. También en el Segundo Tiempo solía sentarme a la mesa rodeado de mis discípulos. Ellos sabían que Jesús era el Mesías, que había sido prometido para venir a salvar a su pueblo. Vosotros no me habéis visto en materia como aquellos me vieron, mas por la esencia de esta palabra, sentís la presencia del Maestro, el cual os había prometido volver y enviaros al espíritu de Verdad, para que os explicara todas las enseñanzas pasadas y comprendieseis lo que no habíais comprendido. 3. Más ¿Quién es el Espíritu de Verdad, sino la misma sabiduría de Dios? ¿Dónde podréis encontrarlo, sino en esta Doctrina espiritual que todo os explica y aclara? 4. Os profeticé que volvería, cuando la humanidad se encontrase en su mayor altura de maldad y confusión; es por eso que al contemplar los hombres que su ciencia y su perversidad han dado un fruto que se encuentra en plena madurez, presienten que algo divino está por manifestarse. Ese presentimiento, es debido a que mi presencia espiritual le habla a cada espíritu, mi justicia de Padre, está manifestándose entre la humanidad. 5. No volveréis a verme en cuanto hombre, hoy tenéis que prepararos para contemplarme en espíritu; así se os dio a entender desde el Segundo Tiempo. En una nube ascendió el Maestro, la última vez que estuvo visible aún ante sus discípulos, y en esa misma forma se os había anunciado que volvería. 6. Ahora os hablo a través de estos entendimientos preparados por Mí; mañana resonará mi voz en vuestro corazón y en todos los espíritus, porque mi palabra es como el teñir de la campana sonora que despierta y resucita lo mismo a los encarnados que a los desencarnados. Es un llamado universal. Desde los tiempos pasados os dije que ninguno de mis hijos se perdería y que si una oveja estuviese en peligro, dejaría a las noventa y nueve en el aprisco para ir en pos de la perdida. 7. De cierto os digo, oh mis nuevos discípulos, que llegaréis a entender lo que ninguno de mis discípulos del Segundo Tiempo comprendieron. 8. Cuántas veces al hablarles, se miraban unos a otros para indagar quién de ellos había comprendido lo que Jesús había dicho; y no pudiendo explicarse las palabras del Maestro, al fin le rogaban que fuese más claro en su lección. En verdad os digo, que más clara no podía ser mi palabra, más en este tiempo no había evolucionado lo suficiente el espíritu para comprender toda la enseñanza que había recibido; era necesario que pasara el tiempo, que la humanidad adelantara espiritualmente para que, iluminada con la luz de la espiritualidad, entendiera el sentido de las revelaciones Divinas 9. Sin embargo, cuando llegó la hora en que aquellos discípulos, debían de hablar de mi doctrina a la humanidad, sabían cuánto era necesario para enseñar a sus hermanos y lo que aún no conocían, lo revelaba por sus bocas el Espíritu Santo, porque ellos ya estaban preparados para esa misión. 10. Si en el tiempo en que vivieron con el Maestro, unos interpretaron en una forma y otros en forma distinta su enseñanza, cuando llegó el tiempo de sus luchas y de sus predicaciones, todos estaban unidos en un solo ideal, los animaba la misma sabiduría, el mismo amor. Cada quien emprendió la caminata por distintas comarcas; mas sus espíritus, sus pensamientos, estaban unidos en la misión que deberían cumplir y los animaba el recuerdo de Jesús. 11. Siempre procuraban reunirse, para cambiar impresiones sobre sus luchas, sus tribulaciones y también para alegrarse con los triunfos alcanzados. Unos a otros se impartían aliento, valor y fe. 12. Supieron sembrar la simiente que les confié, porque no fue uno a sembrar el trigo y otro la cizaña, no, todos sembraron una sola simiente, y ésa fue la del amor que les enseñé, por eso el fruto que brotó del corazón de los hombres fue de amor. ¿Entendéis lo que quiero deciros, cuando os hablo de los hechos que llevaron a cabo vuestros hermanos de aquel tiempo? 13. No penséis si vosotros sois mayores o menores que ellos; sólo os digo que les debéis de amar, como ellos os amaron, limpiándoos el camino, enseñándoos a seguir a vuestro Señor, dándoos su vida. Imitadles en su fe, en su ahínco, en su caridad. 14. Sentíos de verdad como mis discípulos. Os he traído en mi Doctrina la Ley divina que está presente en vuestra conciencia. ¿Qué es lo que teméis de otras doctrinas, teorías, ciencias o filosofías? ¿O es que teméis acaso a quienes estudian las escrituras antiguas, a las religiones que se llaman cristianas? En verdad os digo, que la Doctrina que os estoy entregando, no es más que la aclaración, la confirmación de las revelaciones que se os hicieron en los tiempos pasados. 15. No he venido a traeros una confusión para agregarla a las que ya reinan en el mundo, sino más bien a rescataros de ellas, como antes hiciera Moisés con su pueblo, al cual rescató del Egipto, donde era esclavo. 16. Quiero llevaros como en aquel tiempo a tierra segura y para ello he abierto mi libro ante vosotros en un nuevo capítulo para que por él reconozcáis el sendero estrecho y recto, que a través de los tiempos he venido trazándoos con mi Ley. 17. Cumplid, para que no tengáis que volver a la Tierra en tiempos de dolor, a recoger el fruto de vuestras faltas o el de vuestro egoísmo. Cumplid con vuestra misión y entonces si volveréis, pero será en tiempo de paz a recrearos cultivando la siembra que dejasteis empezada. Ahora no estará Moisés al frente de vosotros para rescataros como lo estuvo en el Primer Tiempo, será vuestra conciencia la que os guie. 18. En apariencia se levantarán por si solos los hombres buscando la paz y la verdad, más de cierto os digo, que el espíritu de Elías se mostrará delante de los pueblos y naciones, y les hará el llamado hacia la libertad. 19. Os habla el Verbo que ha estado siempre en Dios, el mismo que estuvo en Cristo y que hoy conocéis por el Espíritu Santo; porque el Verbo es palabra, es Ley, es mensaje. Es revelación, es sabiduría. Si oísteis al Verbo a través de la palabra de Cristo y ahora la recibís por medio de la inspiración del Espíritu Santo, de cierto os digo que es la voz de Dios la que habéis escuchado, porque un solo Dios existe, un solo Verbo y un solo Espíritu Santo. 20. Analizad, comprended y preparaos para que no os sorprendan los tiempos de pruebas, para que no sea estéril mi palabra de la cual quiero que mañana deis testimonio a la humanidad. Tenéis que estar firmes para que vuestra fe no flaquee, porque un solo instante de flaqueza puede ser la causa de vuestra confusión. 21. En 1950 ya debéis de estar preparados. Esta fecha será inolvidable para este pueblo. 22. ¿Quiénes llegarán a esa fecha? ¿Quiénes serán testigos de los mandatos e instrucciones que en aquel día os entregue, así como de mis nuevas profecías? No lo sabéis, mas también os digo: ¿Quiénes serán los que se encuentren verdaderamente preparados para esa prueba y para seguir en la verdadera senda de la lucha? 23. No lo sabéis, sólo os digo que si para vosotros faltan años, para Mí sólo son unos breves instantes, porque Yo no vivo bajo el tiempo y vosotros sí. Más si creéis que los años que aún os faltan son muchos y que aun desperdiciándolos tendréis tiempo suficiente para prepararos, estáis en grave error; no os confiéis, porque el tiempo pasa velozmente y nada hará variar mi voluntad. ¿Podréis detener el tiempo? No, me respondéis. Entonces tampoco podréis impedir que mis órdenes se cumplan. 24. Meditad, preparaos paró que gocéis de esta comunicación y aprovechad el tiempo en la práctica de todo lo que os dé espiritualidad. Así no temeréis la hora en que dejéis de escuchar mi palabra. 25. Os he hablado de muchas pruebas y os he prevenido. Mi palabra llena de enseñanzas y de amor, es la fuerza y la caricia que os imparte vuestro Señor. 26. Estoy esperándoos en la cumbre del monte donde he de daros la paz. He venido a vosotros en tres tiempos para doctrinaros y ésta es la tercera en que estoy reuniéndoos, para comunicaros mis últimas enseñanzas. Mi misión de Maestro no había quedado concluida en la cruz. Hoy alcanzaréis a comprender con la luz de mis lecciones mucho más de lo que antes habíais conocido. 27. Mas cuán pocos son los que se han preparado para recibirme. Entre vosotros contemplo a muchos que han apagado su lámpara y se han quedado en tinieblas y a otros que ya se han olvidado de Mí. A pesar de vuestro adelanto espiritual, no habéis alcanzado la perfección, y mientras unos han evolucionado, otros se han quedado estacionados. 28. Desde el principio de los tiempos os he enseñado a orar, para que siempre estéis en contacto con mi Divinidad. Os dije que deberíais cumplir con la Ley divina y también con la humana. La que entregué a los primeros hombres, es la misma que hoy os entrego para su cumplimiento. 29. Israel amado, ¿No os habéis cansado de tanto caminar? ¿No os ha agobiado el peso de vuestra restitución? ¿No os ha hastiado tanto dolor que habéis apurado? ¿Es tanta vuestra familiaridad con el dolor, que ya os habéis hecho insensibles? ¿Ya no sentís amor por vuestro Padre, ni por vuestros hermanos? Habéis penetrado en un profundo letargo y sois indiferentes a todo sentimiento elevado, vivís una vida vertiginosa e inhumana y habéis olvidado vuestros deberes espirituales; mas Yo quiero que preparéis vuestro entendimiento para recibir mi palabra y me dejéis morar en vuestro corazón para que volváis a vivir en gracia. 30. Quiero llevaros a vivir a otros planos donde vibraréis en armonía con los espíritus elevados, para que sigáis escalando sin deteneros. Cuando os levantéis para seguirme no volveréis a ser indolentes, ya no apuraréis el cáliz de amargura, amaréis la vida y estaréis unidos a todos vuestros hermanos. 31. Preparaos, id a vuestros hermanos en mi nombre, enjugad el llanto de los que sufren, dad valor al débil, levantad al caído y rescatad al perdido. Llevad la luz por doquier. Muchos me reconocerán en su vida humana y otros cuando se encuentren en el valle espiritual. Es mi voluntad que todos despierten para depositar en su espíritu mi simiente de amor. 32. Contemplaréis que unos creerán en mi manifestación de este Tercer Tiempo al oír mi enseñanza por conducto del portavoz, otros por vuestro testimonio, y muchos más por los escritos que queden de mi palabra. 33. Quiero que todos quedéis fuertes, para que no retrocedáis al primer tropiezo, ni que temáis a ningún enemigo. Os preparo para que hagáis prodigios y transforméis a vuestros hermanos con las pruebas que Yo os concederé. 34. Comprendedme, cimentad vuestra fe sobre la firmeza de la roca para que nada pueda destruirla. No calléis vuestros labios por temor a la censura, ni ocultéis a vuestros hermanos que Yo he venido en este tiempo. Desarrollad el don de la palabra y dejad que de vuestro corazón se desborde el amor y la sabiduría que os he confiado. 35. Velad por vuestra nación, no dejéis que penetre en ella la guerra. Abrid las puertas de vuestro corazón y dejad que penetre al que llamáis extranjero, al hombre de buena voluntad y también aquel que encierre en su corazón la maldad, porque en esta tierra se iluminará su espíritu y ella será para todos como una madre solícita. Preparo los graneros para que deis alimento a los hambrientos y haya bienandanza y paz entre todos mis hijos. 36. Preparaos espiritualmente, para que vislumbréis vuestro futuro y contempléis que después de 1950 quedaréis como mis apóstoles, a imitación de aquellos que en otro tiempo me siguieron. Ellos sabían que aun cuando me vieran desaparecer en cuanto hombre, tendrían mi presencia espiritual y que seguirían siendo acompañados e iluminados por Mi. Yo me recreé contemplando su fe, su unificación, su inspiración y muy pronto su palabra conmovió a los hombres de aquel tiempo, porque supieron poner en práctica todo lo que su Maestro les había enseñado. 37. Preparaos, humanidad, y recibid la luz de mi espíritu que está derramada en todo lo creado. Estoy doctrinando a un pueblo que os llevará un mensaje de paz. Yo hablaré por sus bocas, si los rechazáis, me habréis rechazado a Mi. 38. Recordad a la humanidad, que cada vez que he llegado a ella, la he sorprendido distraída en lo mundano y es por eso que no ha sentido mi presencia. Mas ¿Cómo había de saber esperar durante tanto tiempo, si cuando salisteis dé Egipto disteis muestra de vuestra impaciencia, ya que no pudisteis esperar sólo unos cuantos días el retorno de Moisés? Cuando éste descendió del Sinaí, llevando las Tablas de la Ley, encontró al pueblo entregado a un culto idólatra. Con sólo unos cuantos instantes de flaqueza, habían borrado de su corazón el nombre del Dios verdadero, para sustituirlo por un becerro de oro. 39. Fue entonces cuando el Señor llamó duro de entendimiento a aquel pueblo. Por ello no me extraña que después de una era encuentre que los hombres, a pesar de que tienen mi promesa, hayan faltado a su fe, hayan dejado que su lámpara se apagase y en mi lugar hayan puesto tantos ídolos como hoy adoran. ¿Sería posible que me reconocieran hoy que he llegado entre ellos? Es natural que todo lo mío les parezca extraño. 40. Yo os revelé que mi retorno seria en una nube. Hoy que ya me encuentro entre vosotros y que por lo tanto, he cumplido aquella palabra, de cierto os digo, que la nube es la representación de mi presencia en espíritu, En la misma forma en que me vieron ascender mis discípulos, una vez que dejé concluida mi obra en el Segundo Tiempo, así he descendido en este tiempo entre la humanidad. 41. Debéis recordar que cuando Moisés fue llamado al Sinaí por el Señor, una nube cubrió dicho monte y al tercer día, de en medio de la nube, resonó la voz de Jehová. Aquella manifestación fue contemplada por todos, aquella nube fue vista por la multitud congregada al pie de aquel Monte. Era el Señor que desde entonces os daba a entender que su reino y su morada están más allá de todo lo material. 42. A pesar de haber materializado el Señor su presencia en aquella nube y de haber hecho estremecer al pueblo con sus manifestaciones de poder y de justicia, aquellos hombres duros de entendimiento y corazón, se tornaban en infieles al pacto que sólo en instantes de temor habían hecho ante Dios. 43. Ahora que vengo en la nube, estoy posándome en vuestro espíritu, por lo tanto mis manifestaciones en este Tercer Tiempo son invisibles a los ojos mortales. Sólo el espíritu con sus sentidos elevados, es el que puede mirar, sentir y comprender mis revelaciones. 44. Ese sentido espiritual que os estoy desarrollando, para que por medio de él podáis analizar y contemplar todo cuanto hasta ahora se os ha revelado desde el principio de vuestra vida, será el que venga a destruir a todas las falsas interpretaciones que de lo divino han hecho los hombres. Poco a poco la luz va penetrando en el corazón de mis hijos, por lo cual os digo que ya no está muy lejana la hora en que por ellos mismos comprendan el sentido de lo que puede acontecer en la vida de la humanidad. 45. Hay quienes se preguntan al escuchar esta palabra: ¿Acaso el Señor ha descendido en este tiempo para hacerse sentir solamente en los que hemos escuchado su enseñanza por el conducto humano, o lo ha hecho entre toda la humanidad? En verdad os digo: La nube espiritual da su sombra protectora a todo el mundo, lo mismo que en el Primer Tiempo en el que cubrió a todo su pueblo que se encontraba delante del Monte Sinaí. 46. Discípulos del nuevo tiempo, estudiad mi palabra, porque necesitáis de mi sabiduría en vuestra lucha. 47. Contemplad las páginas del libro cuyos sellos fueron desatados por el Cordero. La voz del Verbo Divino brota del Libro de la Vida y llega a los que están muertos a la vida de la gracia para resucitarles. 48. No me es indispensable un cuerpo humano para hacerme oír de los hombres. Aquí me tenéis en espíritu, hablándoos a través del entendimiento humano sin que Yo tenga que pisar materialmente el polvo de la Tierra. Esta manifestación ha sido la preparación para la comunicación directa de espíritu a Espíritu, entre vosotros y vuestro Creador. 49. Bienaventurados sean los que en este tiempo esperan mi llegada espiritual, porque ellos me verán llegar en la nube. 50. Los hombres se han dedicado a escudriñar los antiguos testamentos, torturando su mente en la investigación S interpretación de las profecías y de las promesas. Los que de entre ellos se han aproximado más a la verdad, son los que han encontrado el sentido espiritual de mis enseñanzas, porque aquellos que siguen aferrados a la interpretación material, y no saben o no quieren encontrar el sentido espiritual de mis manifestaciones, tendrán que sufrir confusiones y decepciones, como las que sufrió el pueblo judío cuando llegó el Mesías, al cual habían imaginado y esperado de una manera distinta a la que le mostró la realidad. 51. Os doy esta explicación al desatar el Sexto Sello del Libro de la Vida. 52. Para que os diese estas nuevas revelaciones, fue necesario que en el tiempo que transcurrió entre mi manifestación a la humanidad en cuanto hombre y mi llegada en espíritu en este tiempo, hubieseis pasado por muchas reencarnaciones en la Tierra, para que cuando Yo viniese a pediros la lección pasada, vuestro espíritu supiese contestar y cuando le hiciese nuevas revelaciones, las supiera comprender. 53. El libro de los Siete Sellos es la historia de vuestra vida, de vuestra evolución en la Tierra, con todas sus luchas, pasiones, contiendas y finalmente con el triunfo del bien y la justicia, del amor y de la espiritualidad sobre las pasiones del materialismo. 54. Creed verdaderamente que todo tiende hacia un fin espiritual y eterno, para que deis a cada lección el lugar justo que le corresponde. 55. Mientras os alumbre la luz el Sexto Sello, será tiempo de contienda, de vigilia y purificación, mas pasado ese tiempo habréis llegado a una nueva etapa en la que os mostrará nuevas revelaciones el Séptimo Sello. Cuán satisfecho y gozoso recibirá al nuevo tiempo el espíritu de aquél que haya sido sorprendido limpio y preparado. Mientras el Sexto Sello os ilumine, materia y espíritu se purificarán. 56. Se acerca el tiempo en que vuestro espíritu debe manifestarse con plenitud en la Tierra. Hasta ahora, no le ha sido posible por la dureza y el materialismo que conserva; pero después de la purificación, los hombres dejarán a su espíritu manifestarse y desarrollarse en virtud. El vaso estará limpio y transparente y dejará contemplar su contenido y también lo dejará desbordarse. 57. Antes de partir para el más allá, harán los hombres de esta Tierra un mundo de paz, una morada donde brille eternamente la luz del espíritu. 58. Vosotros, no os recostéis a dormir, pensando que otros serán los que vean el cumplimiento de esta profecía y los que disfruten de aquella paz. ¿Por ventura sabéis si vosotros vendréis para esos tiempos? Ciertamente os digo que no hay siembra sin fruto, ni obras sin galardón. 59. Muchas serán las amarguras que tendrán que sufrir los hombres para ver llegar ese tiempo, mas vosotros que lo esperáis no debéis temer, porque en vuestras luchas o en vuestra soledad, siempre hay una estrella luminosa que alumbra vuestro sendero y esa estrella es Elías. 60. Multitudes que escucháis esta voz, Yo os pregunto: ¿Estáis dispuestos a seguirme por esta senda obedeciendo mis mandatos? ¿Tendréis el valor necesario para hablar de esta Doctrina a vuestros hermanos? ¿Creéis estar ya capacitados para adorarme sin necesidad de ritos ni de símbolos? ¿No os avergonzaréis ante las distintas religiones de llamaros espiritualistas? ¿No flaquearéis ni os arrepentiréis de haber iniciado esta jornada? ¿No dudaréis ante las críticas y ataques que os hagan vuestros semejantes, ni renegaréis si os desconocen arrojándoos de sus? 61. No creáis que os interrogue porque Yo ignore vuestra manera de sentir mañana y vuestra conducta ante las pruebas. Bien sabéis que nada ignoro, más si os formulo estas preguntas, es para que vosotros mismos os las repitáis meditando en ellas, porque de la meditación podéis llegar a la luz, a la decisión, a la fortaleza y a la confianza en Mi. 62. Si no os previniese para que os preparéis, ¿Cómo podríais hacer frente a las adversidades y a las pruebas? 63. Sed paciente, pueblo, y prudente ante la humanidad; no desesperéis, pensad que en las pruebas es en donde dejaréis vuestros más bellos ejemplos de perdón, de caridad y de firmeza. 64. Mas no temáis, porque os he dicho que vengo a haceros ricos espiritualmente, los elementos que son indispensables para vuestra vida humana no os faltarán, sabed que el que se ha espiritualizado ha llegado a poseerlo todo, y aunque no tenga bienes terrenales, si logra identificarse con el Dueño de todo lo creado; él como hijo, tendrá que sentirse heredero y aún dueño de cuanto posee su Padre Celestial. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 14 1. Venís buscando la luz y Yo os la entrego, porque tenéis fe y la esperáis de Mí. Todo el que me busca me encuentra; todo el que espera de Mí, recibe. 2. Más fácil sería que dejase de iluminar el astro rey, que Yo rechazara a uno solo de mis hijos que me busque. 3. Vengo a ayudaros a corregir vuestros errores, porque no quiero que se prolongue vuestra confusión. 4. El tiempo asignado por Mí para entregaros esta enseñanza, está terminando y es preciso que os preparéis, porque en la comunicación de espíritu a Espíritu que debéis alcanzar después de 1950, hallaréis en mis enseñanzas mayor sabiduría. 5. Los profanos se convertirán en párvulos, los párvulos en discípulos y los discípulos en maestros, en ejemplos vivos de buenas obras entre la humanidad. 6. No os sintáis pequeños cuando os nombre párvulos, porque ante la sabiduría del Señor ya es mucho ser párvulo. 7. Muchos discípulos y párvulos tengo, no sólo aquí entre vosotros, sino diseminados entre la humanidad, en sectas y religiones, ya que todos de acuerdo con su evolución se encuentran ocupando los diferentes peldaños que forman la escala infinita de la espiritualidad. 8. Mas también debéis saber que no sólo en este mundo tengo discípulos, recordad que os he dicho: "En la casa del Padre hay un número infinito de moradas"; ahí existen mis hijos en inmensas multitudes que viven para aprender de Mí. 9. Sabed que en aquel Reino es donde mejor se comprenden mis lecciones, por lo tanto, donde más se adelanta. 10. Allí es a donde llegan los que partieron de este mundo sufriendo por las amarguras y desengaños; los sedientos de verdad, de saber, los hambrientos de amor, los humillados. 11. Allí los espera su Maestro, para darles enseñanzas más grandes que aquellas que la humanidad les negó. 12. Entonces, los que fueron ignorados y pobres en la Tierra, brillarán con verdadera luz y asombrados verán cómo los que en este mundo brillaron con falsa luz, en el más allá, lloran su miseria espiritual. 13. En estos mundos de paz que habitaréis, es donde aquellos que lloraron y me bendijeron en la Tierra, han recibido las más gratas sorpresas, un galardón que no esperaban cuando apuraban su cáliz de amargura. 14. No importa que hayan tenido momentos de desesperación y de duda, esos instantes de flaqueza se los perdono, porque también tuvieron grandes días de dolor en los que mostraron resignación y me bendijeron. 15. Esos hijos míos, también recorrieron su calvario y sufrieron grandemente en su camino de restitución; y quienes cumplen con mi Ley, aunque sólo vivan unos instantes en el buen sendero, alcanzan en la vida eterna el gozo y la satisfacción espiritual. 16. Así responde mi amor eterno al amor momentáneo de los hombres. 17. Bienaventurados los que cayendo y levantándose, llorando y bendiciéndome, heridos por la maldad de sus hermanos, confían en Mí y me ofrecen el santuario de su corazón. 18. Estos pequeños y tristes, escarnecidos pero mansos, son en apariencia débiles, pero en realidad son fuertes de espíritu y a ellos les están reservadas mayores revelaciones en cuanto estén más allá de este mundo. 19. En el Segundo Tiempo, para ser mi discípulo era indispensable poseer no sólo una gran fortaleza espiritual, sino también física, porque había que soportar la crueldad de los hombres, los tormentos y las pruebas a que sometían en su rudeza e ignorancia, a los que predicaban algo que estaba fuera de lo conocido por ellos en el mundo. 20. Hoy, no necesitáis una gran fortaleza física; es otro el plan divino, más vosotros seguiréis siendo mis colaboradores, para extender mi Doctrina entre la humanidad. 21. Ahora en este tiempo vais a luchar contra la ignorancia de una humanidad que aunque materializada en todas sus fases, es menos cruel y se encuentra más evolucionada por la experiencia que ha alcanzado en sus encarnaciones pasadas. 22. Hoy, si sabéis de alguno que no piensa ni practica su culto como lo hacen las mayorías, si bien os extrañáis y escandalizáis, ya no clamáis porque lo quemen vivo. 23. Ahora, cuando tropezáis con algún enfermo poseído, ya no huís de él gritando que está lleno de demonios. 24. Ya muchos comprenden que tales seres no existen y que sólo son espíritus turbados a los que les falta un instante de lucidez para tornarse en mansas ovejas. 25. Ya empezáis a reconocer que ese ser a quien llamáis Demonio o Satanás, no es más que la flaqueza de vuestra carne, la inclinación a las bajas pasiones, la sed de deleites y deseos de la materia, el orgullo, el amor propio, la vanidad y todo aquello con que la carne tienta al espíritu. 26. Todavía hacéis y pensáis muchas cosas indebidas; pero alegraos porque vais adelantando en vuestra evolución, aunque algunos supongáis lo contrario dejándoos guiar por vuestros juicios imperfectos. 27. Es que aún no alcanzáis a comprender la creación visible e invisible que os rodea y por eso os equivocáis en vuestras interpretaciones. 28. Mas según sea vuestra evolución espiritual y por lo tanto vuestra necesidad de analizar mejor mis revelaciones, así os envío a mis mensajeros para que os guíen y según encuentro vuestra mente preparada, así os hablo de mi sabiduría para conduciros a la perfección. 29. También en correspondencia perfecta con lo que sois, mi justicia os prueba respetando siempre el libre albedrío que os concedió el amor de vuestro Padre. 30. Todos tenéis el presentimiento o la intuición de la existencia del Ser Supremo, y esa intuición es la luz que vuestro espíritu ha ido conquistando en el largo sendero de la evolución espiritual. 31. Está llegando a vuestro espíritu un nuevo sol para iluminaros, un nuevo libro que os enseña lo que tanto ansiabais y esperabais. 32. ¿No sentís, pueblo amado, que la humanidad ya no puede soportar la mentira, los mitos y tanta falsa luz? Ya no es tiempo de alimentar al espíritu con las interpretaciones erróneas que a mi Ley se le han dado. 33. Estáis preparándoos para que recibáis mayor conocimiento, y aunque por siglos habéis estado divididos en sectas, filosofías y religiones, muy pronto tendréis que reuniros en torno a mi nueva revelación, cuyo caudal de sabiduría os hará comprender que al fin habéis encontrado el libro de la Vida Verdadera, la del espíritu. 34. Necesitáis imperiosamente mi palabra; estáis agonizando de sed espiritual por falta de ese rocío que proviene de mi amor perfecto. Os falta frescura en el espíritu, por eso me acerco a vosotros para ofreceros el fruto del árbol de la vida. 35. Vengo a señalaros con dulzura vuestros defectos y vosotros también debéis señalar los errores de los demás, con el mismo amor y caridad, a fin de que los unos y los otros, conociendo sus imperfecciones las corrijan; mas nunca pronunciaré una palabra que os induzca a juzgar las obras de vuestros semejantes o a burlaros de sus creencias o prácticas. 36. ¿Acaso sabéis por qué errores habéis pasado tratando de rendirme culto? ¿Quién recuerda el pasado de su espíritu? 37. Si os dijese que habéis adorado a las bestias, a los astros y que habéis creado con vuestra imaginación dioses con atributos humanos; que os habéis postrado a adorar fieras, aves y reptiles, a muchos os parecería extraño. Mas Yo conozco vuestra evolución espiritual y por ello os digo que seáis comprensivos, respetuosos y caritativos con vuestros semejantes, con los que se encuentran en una escala inferior a vosotros; así demostraréis de verdad vuestra espiritualidad. 38. Sólo Yo tengo potestad para señalar las faltas de la humanidad, errores que con mi sabiduría corrijo y con mi amor perdono. 39. La humanidad es esclava de sectas y cultos absurdos, de vicios y profanaciones; por eso os miráis los unos a los otros como enemigos, porque sois intolerantes con vuestros semejantes. 40. Más vuelvo a deciros que ningún hombre tiene potestad para menospreciar o burlarse de las creencias espirituales de sus hermanos. 41. Sois mis ovejas temporalmente perdidas y no vengo a daros muerte, sino a salvaros; a enseñaros y a uniros. Vengo como antaño a deciros que os améis los unos a los otros; que más allá de esta existencia tenéis otra vida superior, porque en la casa del Padre hay un número infinito de moradas. 42. Si los hombres sintiesen el verdadero amor para sus hermanos, no deberían sufrir el caos en que se encuentran, todo en ellos seria armonía y paz; pero ese divino amor no lo entienden y sólo quieren la verdad que llega al cerebro no la que llega al corazón, y ahí tienen el resultado de su materialismo: una humanidad egoísta, falsa y llena de amargura. 43. En este tiempo religiones y sectas se encuentran confundidas, advirtiéndoos que han tenido un origen elevado y que sobre sus errores aún quedan huellas de la pureza y de la luz, que dejaron en ellas mis iluminados 44. Si habéis empleado algunas de vuestras ciencias para analizarme y juzgarme, ¿No os parece más razonable que deberíais usarlas para analizaros a vosotros mismos, hasta conocer vuestra esencia y destruir vuestro materialismo? ¿Por ventura creéis que vuestro Padre no pueda ayudaros por el camino de vuestras buenas ciencias? En verdad os digo, que si supieseis sentir la esencia del amor divino, el saber llegaría fácilmente a vuestro entendimiento sin que tuvieseis que cansar vuestro cerebro, ni agotaros con el estudio de los conocimientos que creéis profundos y que verdaderamente están a vuestro alcance. 45. Más si vuestras ciencias, observaciones y estudios, os condujeran al amor; si la finalidad de ese anhelo de saber, fuese el rendir tributo a vuestro Padre, sirviendo cada vez con mayor perfección a vuestros semejantes, a los más pequeños, débiles y necesitados, Yo nada os diría; pero cuando contemplo que a través de vuestras ciencias empequeñecéis y rebajáis a vuestro mismo Dios, poniéndole límites, atribuyéndole errores y dándole formas que Él no tiene; cuando veo que al mismo tiempo hacéis dioses de materia y divinizáis y santificáis a hombres imperfectos, os digo que ni habéis conocido la verdad que debéis poseer, ni estáis autorizados para conceder jerarquías sagradas o divinas a nadie; esto solo corresponde a vuestro Dios y Señor. 46. Vosotros no podéis representar ni definir lo infinito, porque no lo podéis abarcar con vuestra mente limitada, tampoco vuestro lenguaje puede expresar lo divino ni definir lo indefinible con términos humanos. 47. No tratéis de encerrar a Dios en palabras o en alegorías que nunca podrán daros una idea de la verdad. 48. Decid con humildad “Dios”, pero decidlo de manera sentida y si queréis tener una idea del inmenso amor del Señor por vosotros, pensad en Jesús. 49. Con alegorías, imágenes, símbolos o pobres definiciones de Dios, sólo lograréis hacer que vuestros hermanos nieguen a Dios o sean pequeños de espíritu. 50. Para manifestar lo divino, vuestros idiomas son limitados, por eso en todos los tiempos he tenido que hablaros con parábolas, con metáforas, pero ya veis, aun hablándoos así, poco me habéis comprendido, porque os ha faltado la voluntad necesaria para analizar mis manifestaciones. 51. Vosotros siempre estáis riñendo por el significado de vuestros vocablos, y a medida que creáis más palabras, más confundís a vuestro espíritu. ¡Ah hombres de muchas palabras, de muchos idiomas y de muchas creencias, pero de muy pocas obras de amor! 52. Fijaos en las aves que en todos los confines de la Tierra cantan con uniformidad y sencillez. 53. Puedo deciros que todas las criaturas se conocen y entienden entre sí mejor que los hombres, ¿Por qué? Porque todas viven dentro del camino que les he trazado, mientras que vosotros, cuando no invadís los campos que no os pertenecen, os alejáis de vuestros verdaderos senderos, que son los del espíritu; y una vez perdidos en el materialismo, no entendéis lo espiritual, lo divino y eterno. 54. Pero aquí me tenéis, humanidad, vengo a enseñaros cómo aun dentro de vuestra condición material, podéis armonizar con la vida espiritual, transformando vuestros malos pasos en la Tierra en una jornada de verdadero progreso, que os dará en este mundo elevadas y nobles satisfacciones, y más allá, cuando dejéis la vida humana, hallaréis una cosecha interminable de hermosas sorpresas para vuestro espíritu. 55. Imitad a Jesús. ¿Cómo? Amando a vuestros semejantes como a vuestro propio hijo, como a vuestra madre, como a vuestro hermano, como a vosotros mismos. 56. En todos los tiempos habéis tenido guías que os han enseñado la fuerza del amor. Han sido hermanos vuestros más adelantados, con mayor conocimiento de mi Ley y mayor pureza en sus obras. Han venido a daros ejemplo de fortaleza, de amor y de humildad, al cambiar su vida de errores y pecados por una existencia consagrada al bien, al sacrificio y a la caridad. 57. Desde la infancia hasta la ancianidad, tenéis ejemplos claros de todo lo que se logra con amor y de las penas que originan la falta de caridad; pero vosotros, más insensibles que las rocas, no habéis sabido aprender las enseñanzas y ejemplos que os da el diario vivir. 58. ¿Habéis observado alguna vez cómo las mismas fieras, responden mansamente a un llamado de amor? Pues de la misma manera pueden responder los elementos, las fuerzas de la Naturaleza, todo lo que existe en el mundo material y espiritual. 59. Por eso os digo que todo lo bendigáis con amor en el nombre del Padre y Creador del Universo. 60. Bendecir quiere decir saturar. Bendecir es sentir el bien, decirlo y entregarlo. Bendecir es impregnar todo lo que os rodea, de pensamientos de amor. 61. Hacedlo así y Yo os glorificaré cuando hayáis llegado al final, después de haber encontrado en vosotros mismos la esencia divina, la razón de vuestra vida y los dones con que os he revestido; la lucha, los méritos y vuestra unificación a tal Ley os hará formar una sola voluntad, un sólo espíritu con mi Divinidad. 62. Mi luz viene al encuentro de vosotros para ayudaros a escalar, porque soy el Maestro de todos los tiempos. No sólo en una era he venido, eternamente os he mostrado el Libro y os he pedido que os conozcáis espiritualmente, para que sepáis cuáles son vuestros dones y hagáis una vida ejemplar en que brillen la salud, la fortaleza y la confianza, así podréis enaltecer a vuestro espíritu y prepararos para la vida eterna. 63. Cuando el hombre tiene la fortaleza espiritual, es que su espíritu ha sabido vivificarse en la virtud. 64. Algunos de vosotros llegáis a Mí en pos del consuelo, buscando la solución a un problema o la respuesta a una interrogación, después de haber consultado a los sabios o de haber preguntado a los astros; es que os ha faltado la fe y no habéis tenido la fortaleza o la seguridad del que verdaderamente cree, y de cierto os digo que más allá de todo conocimiento del futuro, está mi voluntad divina. El que ama, el que cree está unido a Mí porque soy el Amor, la Razón y la Justicia. 65. Mo olvidéis que sois mis hijos y si sabéis vivir en armonía conmigo, no necesitaréis preguntar a vuestros hermanos ni consultar los libros ni los astros, porque Yo hablo a vuestro espíritu por medio de la conciencia y si la escucháis os regiréis con sabiduría y sabréis vivir cumpliendo con mi voluntad. 66. Despertad ante esa voz, conoced Vuestras facultades y ponedlas al servicio del bien; recibid este mensaje que os envío, para que sea la guía de vuestros pasos, porque Yo espero que concluyáis vuestra obra en la Tierra, para daros misiones más altas, entre ellas la de convertiros en protectores de la humanidad. 67. Sentid que sois espíritus y no os atéis a la materia, no compliquéis vuestra vida. No tengáis culto ni adoración por algo que no sea el amor a vuestro Padre y también a vuestros semejantes. En el espíritu radica la verdadera vida, no en el cuerpo, pues éste vive un tiempo y desaparece, mientras que aquél vive eternamente. 68. ¿De qué os servirán vuestros tesoros en la Tierra, si no sabéis conquistar los del espíritu? ¿Qué seréis en la morada espiritual, sino pobres espíritus que no supieron labrar su paz y su dicha, para gozarlas en la vida eterna? 69. Todos poseéis un patrimonio al ser enviados a la Tierra, pero ignoráis su valor, no sabéis descubrirlo en vuestro espíritu y lo buscáis fuera de vosotros y Yo vengo a deciros que meditéis sobre estas enseñanzas. Si buscáis sabiduría, la tenéis en vosotros. Si ambicionáis el poder, en vosotros está: en la salud, en la fortaleza espiritual, en el talento. Si perseguís la belleza, también os la he dado, sólo necesitáis conoceros a vosotros mismos y encontraréis lo que anheláis. Si queréis conocer otras regiones, transportaos espiritualmente y encontraréis otras escalas en donde el espíritu vive con mayor perfección. 70. Vuestro destino es escalar y poseer lo que es mío, porque sois mis hijos muy amados. 71. Volved a ser espíritus puros, a ellos os conduce mi enseñanza, a llevaros al estado perfecto: de cierto os digo que cuando volváis a él, ya no encontraréis más el dolor, porque habréis penetrado en el hogar del Padre. 72. Vengo a ayudaros en vuestra liberación. Mi luz os hará salir avante en los tropiezos. Y desde hoy no hagáis mal a nadie, para que no os hagáis daño a vosotros. 73. Tomad mi fuerza, todos mis elementos están a vuestro servicio, todo lo tenéis a vuestro alcance. Vivid para amar y perdonar corno Yo os amo y perdono. 74. Amadlo todo, bendecidlo todo, así os enseño cómo podéis ser mi discípulo en la Tierra y cómo seréis un espíritu de luz en el más allá, a donde llegaréis con verdadera paz a ocupar el lugar que vuestro Padre os ha destinado. Si así lo hacéis, no volveréis a encarnar en este mundo en el que padecéis, porque comprenderéis que este sufrimiento no puede ser eterno a vuestro espíritu; entonces ascenderéis a otras moradas y cumpliréis con alegría las misiones que os correspondan en la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 15 1. En esta alba de conmemoración os pregunto ¿Qué habéis hecho de la Ley que por conducto de Moisés envié a la humanidad? ¿Acaso esos mandamientos fueron dados solamente para los hombres de aquel tiempo? 2. En verdad os digo que aquella bendita simiente no está en el corazón de los hombres, porque no me aman, ni se aman los unos a los otros; no honran a sus padres ni respetan lo ajeno y si, en cambio, se quitan la vida, adulteran y se causan deshonra. 3. ¿No escucháis en todos los labios la mentira? ¿No os habéis dado cuenta de cómo un pueblo le roba la paz a otros pueblos?... y sin embargo, la humanidad dice conocer mi Ley. ¿Qué sería de los hombres si olvidasen por completo mis mandatos? 4. Comprended que la Ley es el camino trazado por el amor del Supremo Hacedor para guiar a cada una de sus criaturas. Meditad sobre la vida que os rodea, compuesta de elementos y organismos en número infinito, y llegaréis a descubrir que cada cuerpo y cada ser, marchan por un camino o trayectoria guiados por una fuerza en apariencia extraña y misteriosa. Esa fuerza es la Ley que Dios ha dictado para cada una de sus criaturas. Analizando estas enseñanzas concluiréis por reconocer que verdaderamente todo vive, camina y crece bajo un mandato supremo; llegaréis a descubrir también, que en medio de esta creación surge el hombre, distinto a todas las demás criaturas, porque en él existe la razón y el libre albedrío. En el espíritu del hombre existe una luz divina que es la conciencia, la cual ilumina a su inteligencia y le inspira el cumplimiento del deber. Porque si una fuerza irresistible le obligara solamente a seguir el camino recto, no tendría ningún mérito su cumplimiento y se sentiría humillado al comprenderse incapaz de obrar por voluntad propia y que, a pesar de ello, estuviera sujeto a una Ley; más en las condiciones en que se desarrolla vuestra existencia ¿Quién podrá guiar vuestros pensamientos hacia el bien? Sólo la luz divina de la conciencia que inspira al hombre a cumplir con la Ley, luz que habita en el espíritu y a través de él se manifiesta a la materia. 5. ¿Por qué no siguió el espíritu desde su principio los dictados de la conciencia? Porque no había evolucionado lo suficiente para comprender y cumplir los mandatos que le inspiraba y al mismo tiempo, saber dominar los impulsos de la carne. El libre albedrío y la influencia de la materia, son las pruebas a las que está sujeto vuestro espíritu. 6. Si la humanidad desde el principio hubiera escuchado el dictado de su conciencia como lo hizo Abel, ¿Creéis que hubiera sido necesario que vuestro Padre tuviera que materializarse de tiempo en tiempo para explicaros la Ley y enseñaros el camino de la evolución del espíritu? De cierto os digo que no. Si hubieseis sido sumisos y obedientes a mi Ley, todas mis revelaciones y enseñanzas os hubieran llegado a través de vuestra conciencia; pero cuando vi a esta humanidad cautiva de las pasiones que el mundo le brindaba, sorda a mi voz y ciega para mirar la luz espiritual que alumbraba su camino, tuve que materializar mi Ley en el Primer Tiempo, labrándola en la piedra y manifestándome en sus sentidos corporales, para vencer su materialismo. 7. Nuevamente la humanidad se apartó de mis mandatos y tuve que llegar a los hombres para doctrinarlos. No fue suficiente que os hubiese dado mi Ley en aquella forma material, ni tampoco encerraba ella todo lo que el Padre tenía que deciros; y así, os envié a Jesús por quien escucharíais al Verbo de Dios. El habló a vuestro corazón; aquel Maestro conocía los caminos que conducen hasta lo más íntimo del ser humano y con sus palabras, con sus obras y con su sacrificio en la cruz, conmovió las fibras dormidas despertó vuestros sentimientos aletargados, sabiendo que sin esa preparación, no llegaría el tiempo en el que el hombre escuchara en su propio espíritu la voz de su Señor, al que ahora tenéis entre vosotros como os fue anunciado. 8. Es vuestro Dios quien os habla, mi voz es la Ley; hoy la escucháis nuevamente sin que sea necesario labrarla en piedra, ni tener que enviaros a mi Verbo encarnado entre vosotros. Es mi voz divina la que llega a vuestro espíritu y le revela el principio de una era en la cual el hombre se justificará, se reconciliará con su Creador y se purificará como está escrito. 9. No interpretéis mal mis palabras, diciendo que la Ley del Primer Tiempo fue la Ley de la carne y que la del Segundo, habló solamente a vuestro corazón; porque Yo he tocado en cada tiempo la parte más sensible y desarrollada de vuestro ser, para manifestarme allí y hacerme sentir; mi Ley siempre ha hablado a vuestro espíritu, porque es él quien conduce a la materia en la vida humana. 10. Cuando algunos de mis discípulos en el Segundo Tiempo vieron la transfiguración de su Maestro en el Monte Tabor, contemplando que a su diestra aparecía Moisés y a su siniestra Elías, cayeron por tierra sobrecogido su ánimo ante la grandeza incomparable de lo que sus ojos estaban contemplando. Yo les advertí después que guardaran ese secreto para darlo a conocer cuando su tiempo fuera llegado; porque era necesario que antes Yo partiese de este mundo, para que cuando se os diesen a conocer estas enseñanzas, comprendieseis que ellas os hablaban anunciándoos el futuro. 11. ¡Ah, si la humanidad de este tiempo comprendiese el sentido de aquella transfiguración y entendiese que el testimonio de mis discípulos era para los hombres de este tiempo, cuán grande sería su adelanto! El cincel que labró mis mandamientos en la piedra en el monte Sinaí, es el mismo que ahora viene a escribir en vuestro corazón los pensamientos divinos; la sangre de vuestro Salvador que fue la lección que os habló de amor, de resurrección, de vida eterna y de dicha suprema, es la misma que vierto ahora en la esencia de esta palabra; y la profecía y potestad con que Elías asombró a los hombres, son las mismas que habéis tenido presentes en las manifestaciones que os estoy concediendo en este tiempo. 12. La lucha de mis discípulos de esta Era, para lograr que se establezca mi Ley en la Tierra, será mayor que nunca; y para que llegue a reinar en el mundo la espiritualidad, de la cual proviene toda justicia, todo el amor y la razón, antes habrán de beber los pueblos y las naciones del mundo, un cáliz muy amargo. 13. Será entonces cuando quede destruido para siempre el becerro de oro, abolidos los sacrificios inútiles, cuando ya no sean objeto de lucro los bienes espirituales, los cuales no cambiaréis por bienes terrenales. Será hasta que el hombre haya alcanzado la evolución plena de su espíritu y sepa respetar en sí mismo los dones preciosos con los que su Padre le ha agraciado desde el principio de su formación. 14. Para ayudaros a alcanzar ese grado de espiritualidad, es por lo que ahora vengo a entregaros la savia de mi palabra, el fruto de buen sabor. Soy el Padre amoroso que viene a entregaros pan y abrigo para vuestro cuerpo y para el espíritu, la luz que os guie, para que de ella entreguéis a vuestros hermanos. Mi bálsamo de curación también es con vosotros; los unos lo recibirán de lleno y en otros, serán atenuados sus dolores. Los unos lavarán sus propias culpas, más los otros con sus ejemplos ayudarán a la purificación de sus semejantes. 15. ¿Queréis mi fortaleza? Cumplid mis mandatos, amad mi Ley porque sois responsables de la humanidad. Sois los doctrinados y ante vosotros se presenta el camino que Elías ha venido a preparar. Caminad con paso lento, con paso de mansedumbre. 16. Sois los hijos de la luz; no dejéis que la tentación os haga caer en sus redes. 17. Imitad a los apóstoles del Segundo Tiempo que hablaron del Padre a las multitudes y éstas reconocieron a su Dios y Señor en las obras de sus enviados. Así quiero contemplaros, ya es tiempo de que os entreguéis de lleno a predicar mi verdad. 18. Apartaos de las obras superfluas de los hombres y gobernad la envoltura. No permitáis que ella os gobierne. Así, después de esta lucha, os veré llenos de regocijo y paz. 19. Luchad y trabajad, Israel, analizad y comprended que con estas enseñanzas os estoy entregando las vestiduras blancas, para que vayáis por los caminos del mundo cumpliendo vuestra misión. 20. Grande es la jornada que tengo señalada al espíritu para su preparación, restitución y cumplimiento. Cuando alcancéis a comunicaros espiritualmente conmigo, os sentiréis fuertes para la lucha y aprenderéis a abriros paso en el camino venciendo los obstáculos que en él se os presenten. 21. ¿Queréis formar parte de mi apostolado? ¿Queréis ser contados entre mis discípulos? Perseverad entonces en el estudio, haced que vuestra preparación vaya en aumento, para que pronto llevéis mi palabra a vuestros hermanos. 22. El espíritu de los hombres ha evolucionado, por eso es que ha progresado su ciencia; le he permitido que conozca y descubra lo que ayer ignoraba, pero no debe dedicarse solamente a las labores materiales, le he concedido esa luz para que labre su paz y felicidad en la vida espiritual que le espera. 23. En medio de este mundo formado por diversas criaturas, el hombre es el ser predilecto, a quien le he dado una parte de mi espíritu y el derecho de comunicarse conmigo, de llevarme en su ser, para que sintiéndome tan íntimamente ligado a él, nazca en su espíritu la confianza y la fe en mi Divinidad. 24. La finalidad de la creación de este mundo es el hombre, para su complacencia he puesto a los demás seres y elementos, a fin de que se sirva de ellos para su conservación y recreo, más si él me hubiese amado y reconocido desde los primeros tiempos, desde su infancia espiritual, hoy formaría parte de un mundo de grandes espíritus, en donde no existiría la ignorancia ni habría diferencias, en donde todos seríais iguales en el saber y en la elevación de vuestros sentimientos; pero ¡Cuán lentamente evoluciona el hombre! ¡Cuántos siglos han pasado desde que él vive en la Tierra y aún no ha alcanzado a comprender su misión espiritual y su verdadero destino! No ha podido descubrir en sí mismo a su espíritu que no muere porque tiene vida eterna; no ha sabido vivir en armonía con él, ni le ha reconocido sus derechos, y éste, privado de su libertad, no ha desarrollado sus dones y se encuentra estacionado. 25. Hoy, ante los acontecimientos que el mismo hombre ha provocado, ante la guerra y el desbordamiento de todas las pasiones del materialismo, se encuentra confundido porque no sabe ni puede detener la maldad y se pregunta asombrado el porqué de ese resultado; porque el hombre se ha desviado del camino de su evolución espiritual y se precipita en su abismo, sin que haya poder humano que pueda contener esa fuerza. 26. Este mundo, formado con tanto amor para que fuera el hogar temporal de mis hijos, se ha convertido en un valle de zozobra, de angustia y de muerte; solamente la práctica del amor y de la virtud podrá salvarlo; por eso estoy reuniendo a todas las tribus dispersas de Israel para preparar su espíritu y enviarlo a luchar, hasta alcanzar la salvación y la espiritualidad del linaje humano. 27. Todo el que ha llegado a Mí y ha oído mi palabra, pertenece a ese pueblo tan antiguo y numeroso, y ya que os hago conocer estas lecciones, comprenderéis que vuestros dones han permanecido latentes y que en este tiempo es cuando vuelven a resurgir llenos de la fuerza que os da el amor. Vuestro destino ha sido señalado desde el principio de los tiempos, para que seáis los que veléis por la humanidad y le comuniquéis los mensajes que de tiempo en tiempo he venido dándoos a conocer. 28. Llegará el momento en que toda la humanidad esté compuesta por discípulos míos, en que me comprendáis y analicéis fácilmente mi palabra, los soberbios descenderán de su pedestal para estar conmigo y los sabios me reconocerán como su Maestro. 29. Quiero contemplaros a todos en el camino de la espiritualidad, adquiriendo fortaleza y temple en las pruebas para que a medida que vayáis escalando, Yo os revele el caudal de sabiduría contenida en el libro que he venido a mostraros. 30. Si vais a convertiros en maestros, debéis de prepararos. Borrad de vosotros toda huella de idolatría y enseñad un culto espiritual, respetuoso y sincero, basado únicamente en el amor. 31. Mi palabra, aun cuando vuestra memoria no os fuese fiel, está en vuestra conciencia, de donde no se borrará jamás. Vuestro espíritu hablará y será un manantial de sabiduría que al desbordarse llevará la luz entre vuestros hermanos, en vuestro camino de evolución. 32. Recreaos con mi presencia que Yo también gozo dándoos mi enseñanza. Estudiad en el libro y conoced la explicación de todo lo que no habéis comprendido. Percibid la esencia de la lección que vengo a revelaros. Si os preparáis, seréis la luz en las tinieblas que hoy envuelven a la humanidad. 33. Siempre me tenéis esperando vuestra comunión espiritual. Todo el que se purifique y se eleve a Mí, sentirá que se ha desposado conmigo y Yo guiaré sus pasos por el mejor camino. 34. Muchos se preguntan por qué he vuelto a la Tierra, si ya os había doctrinado con mi palabra en el Segundo Tiempo; mas habíais olvidado mi Ley y os he encontrado naufragando en un mar de ignorancia. He luchado para llevaros al camino de la paz y la verdad, os ofrezco un báculo para que os apoyéis porque estáis cansados de peregrinar sin un guía y por eso he venido a ayudaros. 35. Estoy reuniendo a mis nuevos apóstoles, que no serán doce sino ciento cuarenta y cuatro mil, y cada uno de ellos deberá manifestar mi Doctrina; todos hablarán y serán como heraldos que den la buena nueva, de que el Maestro ha vuelto a como Espíritu Santo. 36. Desde 1866 busco entre la humanidad a los nuevos discípulos y les preparo para que lleven con sumisión mis mandatos y sean precursores de nuevos apóstoles que han de venir a Mí. 37. Llegará el día en que la humanidad tenga noticias del pueblo de Dios y os buscarán para pediros luz y otros para combatir con sus conceptos vuestro saber. No quiero que sintiéndoos pobres y humildes, os dejéis sorprender por aquellos que hablen con lenguaje florido y que os presenten teorías que sólo revelarán confusión o escasa luz. Vosotros que conocéis la verdad de esta palabra, porque sabéis que es mi revelación como Espíritu Santo, no os dejéis confundir. 38. Tampoco quiero que os ocultéis por temor, sino que os enfrentéis a los que soliciten vuestra ayuda; para todos tendréis palabras de amor que los despierten y conmuevan y que les hagan sentir mi presencia. Así seréis reconocidos. 39. Cerca de vosotros está Elías, cumpliendo la gran misión que le he encomendado, que es la de inspiraros la regeneración, para que os levantéis en busca de la paz, de la enmienda y de la perfección espiritual. 40. Pronto descansaréis de vuestro trabajo, esta gran Obra se está llevando a cabo con la ayuda de muchos espíritus, a cada uno de los cuales he señalado una misión determinada. 41. Vosotros que me seguís sois mi ejército y Yo soy vuestro Padre que se ha empeñado en dar salvación a sus hijos, voy delante de vosotros para guiaros, ¿Queréis seguirme? Vuestro corazón me dice que sí y Yo recibo vuestro anhelo. Mirad que no exijo más de lo que podéis hacer con vuestros dones si sabéis usarlos y si de verdad me amáis. 42. La Ley espiritual es antes que la humana, por lo tanto, debéis de darme vuestro tributo antes que al mundo. Mirad la Naturaleza con sus campos y montañas, sus mares, selvas y desiertos, toda ella está tributando en todo momento su ofrenda al Creador que le ha dado vida y le sustenta. Todos me manifiestan su tributo dando testimonio de Mí. ¿Por qué vosotros no me ofrecéis un culto digno? ¿Por qué pedís mi presencia, para después dudar de Mí? 43. Preparaos para que analicéis vuestra naturaleza espiritual y comprendáis mi palabra. Penetrad en mi enseñanza, escudriñad, os lo permito, interrogadme, pero llegad a Mí; entregaos a Mí con esa confianza que tenéis cuando sois niños y seguís por doquiera a vuestros padres, así amad y confiad en vuestro Padre Celestial. 44. No quiero que derraméis llanto, ni que me hagáis sufrir. Mucho habéis llorado y transitado por el desierto. No heredéis a vuestros hijos esa simiente de sufrimiento que habéis llevado. Dejad que esos seres vengan a contemplar una vida de rectitud, de trabajo y de cumplimiento a mi Ley, para que vean florecer la paz y el bienestar. 45. ¿Por qué os sorprendéis, pueblo, del prodigio que he venido a mostraros en este tiempo, al comunicarme por medio del entendimiento del hombre? Mayores obras hice en los tiempos pasados y las creísteis. 46. Sé que la causa de vuestra extrañeza, se debe a vuestro alejamiento de las enseñanzas espirituales, porque hace tiempo que sólo creéis en lo que miráis, en lo que tocáis y en lo que probáis por medio de vuestra ciencia. 47. En la Primera Era, cuando Israel leía las escrituras, meditaba en la Ley y oraba en espera del Mesías prometido, su vida estaba llena de señales y manifestaciones espirituales, su corazón era sensible a los mensajes que el Señor le enviaba y creía en todo ello porque tenía fe. 48. Pero no creáis que todos los hijos de aquel pueblo sabían recibir los divinos mensajes, no; los ricos avaros nada sentían, no veían, ni escuchaban, así como los sacerdotes, que teniendo abierto ante sus ojos el libro de las profecías, tampoco percibían la vida espiritual sobre los hombres, porque cegados y ensoberbecidos en el lugar que ocupaban, no podían escuchar los llamados del Señor que ya se acercaba. 49. ¿Quiénes eran entonces, los que en las noches en Judea oraban, velaban y recibían en su corazón la luz que enciende la esperanza? ¿Quiénes eran los que tenían sueños proféticos y sabían presentir con el corazón y daban a las escrituras la interpretación espiritual? Eran los humildes, los pobres, los esclavos, los enfermos, los hambrientos de luz, los sedientos de justicia, los necesitados de amor. 50. Era la gente del pueblo, los hombres y las mujeres de corazón sencillo, los que por siglos habían esperado a su Salvador. 51. La noche en que Jesús nació a esta vida, fueron los corazones de los pobres pastores de Belén los que se estremecieron ante el emisario espiritual del Señor, que les hizo saber que ya había llegado su Salvador por tanto tiempo esperado. 52. En esta hora solemne los ricos, los señores y los poderosos dormían. 53. También en este tiempo, mientras mi Rayo descendió a los hombres para darles por vez primera mi mensaje, los grandes, los señores, los ricos, los sabios y los teólogos, dormían profundamente. 54. ¡Cuán pocos me esperaban y cuán pocos creyeron en mi presencia! 55. Mas aquellos que a Mí vinieron, fueron hombres y mujeres de corazón sencillo, de humilde entendimiento, de los que se burlan los incrédulos porque creen en manifestaciones sobrenaturales y hablan de enseñanzas extrañas. - 56. No juzguéis mal a los que su falta de preparación los hace caer en error, dado que por lo menos conservan la intuición de lo espiritual, que es la prueba de un anhelo oculto de comunicarse con su Padre, de aproximarse al mundo de la luz, de recibir de Él, una palabra de amor. 57. Estos pobres a quienes no ha deslumbrado el falso brillo del mundo, son los que tienen intuición, los que presienten, los que sueñan, los que dan testimonio de lo espiritual y Yo les he buscado para abrir ante sus ojos el libro de la sabiduría, colmando así sus anhelos de saber y de verdad. 58. Les he hecho sentir mi presencia y también la proximidad del mundo espiritual como un premio a su esperanza y a su fe. 59. También les he hablado de sus dones, de su misión, del valor de mi Doctrina, para que aparten de su corazón todo lo que no pertenezca a esta Obra, y para que su testimonio llegue limpio y pleno de luz al corazón de sus hermanos. 60. Levantaos, Israel, y escalad la montaña espiritual, que Yo soy ahora vuestro Cirineo. En este tiempo todos me ayudaréis con la cruz que llevo a cuestas por amor a la humanidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 16 1. La paz del espíritu y del corazón, sea en todos los que se amen. En este día de gracia venís a recibir la inspiración del Maestro la cual es captada por el cerebro de estas criaturas preparadas y destinadas por Mí, para que trasmitan a la humanidad mi Divino Mensaje. 2. Recibid en este día mi caricia espiritual, oh multitudes; os doy la bienvenida y os lleno de gracia. 3. Oíd, discípulos: Daos cuenta de que un átomo de mi presencia está manifestándose entre vosotros. Una vibración de la potencia divina os está doctrinando. Un efluvio de su esencia universal os está iluminando. No ha existido tiempo alguno en el cual la manifestación de Dios no haya sido. En todos los tiempos, en todas las edades fue, es y será esa vibración divina. En el curso de los tiempos el Padre » ha dejado de entregaros la caridad de su amor, porque en su Espíritu como en la creación, todo vibra, todo es actividad y vida. Y los acontecimientos de este mundo, son eco y reflejo de la vida espiritual. 4. En el transcurso de los siglos Dios no ha abandonado a la humanidad, porque uno y otra son inseparables. Hoy la voluntad del Padre ha sido comunicarse espiritualmente con el hombre del modo que estáis contemplando y oyendo, porque ha llegado el tiempo en que debéis preparaos para recibirme de espíritu a Espíritu. 5. Mas, aún no tenéis sensibilidad espiritual y es por eso que no percibió con claridad la inspiración divina. 6. Antes de que el Padre se manifestase en Jesús a la humanidad, os enviaba sus revelaciones, sirviéndose de formas y sucesos materiales. Por el nombre de Cristo conocisteis a quien manifestó el amor de Dios entre los hombres, más cuando Él vino a la Tierra, antes ya se había manifestado como Padre, por lo tanto no debéis decir que Cristo nació en el mundo, quien nació fue Jesús, el cuerpo donde se albergó Cristo. 7. Meditad y concluiréis por comprenderme, aceptando que antes que Jesús, ya era Cristo, porque Cristo es el amor de Dios. 8. Definido así, no os confundáis, dejad de sumergiros entre las turbias aguas de antiguas y erróneas interpretaciones que lleváis por tradición. Estáis cubiertos de velos de ignorancia que Yo vengo a rasgar con la luz de mi palabra, para que la sabiduría penetre en vosotros. 9. No olvidéis, por lo tanto, que Cristo es el amor de Dios, por eso cuando Él se manifesté a través de Jesús, os turbasteis y os confundisteis; y aun mirando sus prodigios no le creísteis, porque es infinito su poder para que lo comprenda vuestra limitada razón. Por eso es que unos me niegan otros se confunden y otros más me estudian y analizan de acuerdo con su manera de pensar y de entender. Pocos, muy pocos son los que algo alcanzan a comprender a Jesús y a Cristo, os digo esto porque encuentro poco amor en los corazones, ya que no os amáis ni entre hermanos. 10. Amad a vuestro prójimo como a vuestro propio hijo y entonces será cuando comencéis a comprender a Jesús, le amaréis, le sentiréis y tendréis que reflejar a Cristo en vuestras obras. Sin embargo, vuestro espíritu me conoce algo más, por eso es que unos buscáis al Mesías, otros buscáis al Dios Todopoderoso, para que os dé un rayo de luz y de esperanza que venga a calmar vuestras penas y os aliente en el anhelo de acercaros cada vez más a Él. Es que vuestro espíritu a través de la conciencia tiene el recuerdo de su Creador, de Cristo que jamás ha dejado de buscaros y de amaros, oh humanidad, porque os vuelvo a decir que la manifestación espiritual no ha dejado de existir, ni dejará jamás de ser. 11. Los iluminados de los tiempos pasados siempre vieron resplandores de luz, siempre escucharon mi palabra. Los profetas, los inspirados, los precursores, los fundadores de doctrinas de elevada espiritualidad, han dado testimonio de que oían voces que parecían salir de las nubes, de las montañas, del viento o de algún lugar que no podían precisar; que oían la voz de Dios como si saliera de lenguas de fuego y en ecos misteriosos. Muchos oían, veían y sentían por medio de sus sentidos, otros a través de sus atributos espirituales, igual acontece en este tiempo. 12. De cierto os digo: Aquellos que recibían mis mensajes con sus sentidos corporales, interpretaban espiritualmente la inspiración divina, y lo hacían según su preparación material y espiritual, de acuerdo con el tiempo en que estuvieron en el mundo, tal como ocurre ahora en los instrumentos humanos que llamáis portavoces o facultades. Mas debo deciros, que lo mismo en los tiempos pasados como en los presentes, han mezclado a la pureza de las revelaciones divinas sus propias ideas o las que a su alrededor predominaban, y a sabiendas o ignorándolo, han alterado la pureza e ilimitada esencia de la verdad, que es, de cierto os digo, el amor en sus más altas manifestaciones. 13. Las vibraciones e inspiraciones espirituales fueron en ellos y tanto los primeros como los postreros han dado y darán testimonio de esa inspiración, que llegó a su espíritu de la voz que les habló casi siempre sin saber cómo, en igual forma en que hoy ocurre a muchos y como ocurrirá mañana a otros más. 14. Las palabras, las interpretaciones y la forma de actuar se deben a los hombres y a los tiempos en que viven, pero sobre de todos está la Suprema verdad. 13. Vosotros, por falta de preparación espiritual, necesitáis que la inspiración divina se materialice y os despierte de vuestro letargo. Los espíritus adelantados no han necesitado de esta forma de manifestación. 16. Todo lo espiritual en el Universo es fuente de luz, visible o invisible para vosotros; y esa luz es fuerza, es potencia, es inspiración. De las ideas, palabras y obras, también brota luz, según la pureza y la elevación que ellas tengan. Mientras más elevada es la idea o la obra, será más delicada y sutil su vibración y la inspiración que despida, aunque también es más difícil que puedan percibirla los esclavos del materialismo; sin embargo, el efecto que ejercen espiritualmente los pensamientos y las obras elevadas, es grande. 17. La materialidad es contraria a la espiritualidad, más entended que me refiero a la materialidad que os induce a errores, vicios, degeneración, bajas pasiones. 18. Aunque la mayor parte de la humanidad pondrá en duda la verdad de mi comunicación con el hombre, de cierto os digo una vez más que dicha manifestación es continua en los espíritus encarnados y desencarnados, desde el primer instante de su formación. 19. Si vosotros, haciendo uso de vuestro ingenio y de vuestra ciencia, que es uno de tantos atributos espirituales que tenéis, habéis logrado transmitir vuestros mensajes salvando distancias. ¿Cómo habéis podido pensar que Dios no pueda transmitir un mensaje al hombre por medio de un aparato humano, sensitivo e inteligente? 20. Porque eso es el cuerpo humano: Un aparato, dotado de tal perfección que no podrá el hombre dar a sus más complicadas y grandes obras científicas. Fijaos bien en mi palabra, os hablo de la materia del hombre no de su espíritu, porque el espíritu, aunque no podrá alcanzar el poder de su Padre, si podrá hacer mayores obras que las que pueda producir su limitado cuerpo humano. 21. Si vuestra reducida inteligencia ha logrado alcanzar conocimientos y ha creado invenciones que, según vosotros son maravillosas, ¿Qué no podréis alcanzar con vuestro espíritu y de qué obras no será capaz vuestro Señor? 22. Pobre idea tiene de su Dios, quien le cree más pequeño que los seres. 23. ¿Por qué os extraña que Dios os envíe su luz que es sabiduría y que esté vibrando sobre todos vosotros y haya creado una forma de comunicación con sus hijos? ¿Por qué os imagináis que algo es imposible para vuestro Dios, si vosotros mismos decís que todo lo sabe y que todo lo puede? ¿Si así me creéis, por qué os contradecís tan fácilmente? ¿Vais a exigirme que cada vez que quiera hablaros mande a Jesús para que lo clavéis en un madero? 24. De cierto os digo, que ni vosotros mismos os dais cuenta de cómo queréis que me haga sentir en vosotros. 25. Para complaceros os digo, que si no queréis que me sirva de materias pecadoras para entregaros mi amor, mostradme un justo, un limpio, presentadme uno que entre vosotros sepa amar y os aseguro que me serviré de él. Comprended que me sirvo de pecadores, para atraer a los pecadores, porque no vengo a salvar a los justos, ésos ya están en el reino de la luz. 26. Es verdad que sois pecadores; pero Dios no desprecia ni olvida a nadie, a pesar de que vosotros creáis lo contrario. ¿Por qué os habéis hecho tan ciegos, que todo lo queréis juzgar por un instante de vuestra vida material? Sois vosotros los que os despreciáis y os olvidáis de vosotros mismos, por eso es que os sentís débiles y fatigados. 27. ¿Creéis que Dios se olvide de sus criaturas muy amadas, aun cuando éstas sean desobedientes, si siempre me necesitan y me llaman? 28. Mucho pecáis y delinquís y mucho me habéis olvidado; pero infinitamente más grande que todas las faltas de vuestra existencia, es el amor del Padre Celestial para todos sus hijos. 29. Más debo seguir hablándoos de mi manifestación, para que os libréis de todas vuestras dudas. Muchos de vosotros aceptáis lo que os han dicho mis iluminados, a saber: Que Dios les hablaba por las nubes, por el fuego, por el agua, por el viento y Yo os pregunto: ¿Qué os parece más justo, hablar al hombre por medio de estos elementos o por medio de él mismo? 30. ¿Dónde está vuestro análisis que no os sirve para comprender las lecciones más sencillas? 31. ¡Oh varones y mujeres del mundo que habéis olvidado en vuestras ciencias lo único que puede haceros sabios y felices; os habéis olvidado del amor que todo lo inspira, del amor que todo lo puede y todo lo transforma! Vivís dentro del dolor y de las tinieblas, porque al no practicar el amor que os enseño, origináis vuestro sufrimiento material a espiritual. 32. Para descubrir y comprender mis mensajes, necesitáis primero ser bondadosos y mansos de corazón, virtudes que existen en todo espíritu desde el instante de su formación, más para llegar a sentir el verdadero sentimiento elevado del amor, necesitáis espiritualizaros, cultivando vuestros buenos sentimientos; pero todo habéis querido tener en la vida, menos amor espiritual. 33. En todo instante vibráis mental y espiritualmente, pero las más de las veces inspiráis egoísmo, odio, violencia, vanidad, bajas pasiones, herís y sentís cuando os hieren, pero no amáis y por lo tanto no sentís cuando os aman, y con vuestros pensamientos insanos vais saturando de dolor el ambiente en que vivís, llenando de malestar vuestra existencia. Y Yo os digo: Saturad todo de paz, de armonía, de amor y entonces seréis felices. 34. El amor siempre ha existido en el Espíritu del Creador, por lo tanto debéis comprender que también de él han sido dotados todos los espíritus. 35. Ahora, a pesar del adelanto de vuestra civilización, os habéis alejado cada vez más de la Naturaleza material, así como también de lo espiritual, de lo puro, de lo que es de Dios, por ello en cada etapa de vuestra vida vais cayendo en mayor debilidad, en mayor amargura a pesar de vuestros deseos de llegar a ser más fuertes y dichosos cada día que pasáis en la Tierra; más daréis un paso en el cumplimiento de mi Ley ¡Oh pobladores del mundo! 36. El Maestro que os ha hablado en todos los tiempos, viene ahora a explicaros su enseñanza por medio de estas lecciones, manifestándose en palabra, en intuición e inspiración; despertando así a vuestro espíritu a la luz de los tiempos venideros. Para entonces tendréis la inspiración divina en diversas formas cada vez más sorprendentes, más elevadas y perfectas para vosotros. 37. Hoy he venido a recordaros que debéis de amaros como Jesús os enseñó. Os recuerdo a Jesús porque en Él fue la encarnación del Amor Universal. 38. En los tiempos de Moisés le fue dada al pueblo una ley de justicia que decía: “Ojo por ojo y diente por diente”. Dicha ley, que hoy os parecería monstruosa y vengativa, era, sin embargo, justa para los hombres de aquellos tiempos. 39. Tiempo después cuando me humanicé en Jesús, me oísteis decir y escrito quedó, que: “Con la vara que midieseis seríais medidos”. Ante esa palabra algunos han preguntado si en esa frase existen el amor, la caridad y el perdón que Jesús predicaba. 40. Tiempo es que Yo mismo os explique el porqué de la ley del Primer Tiempo y el porqué de aquella frase de Jesús, porque muchas de mis lecciones he tenido que dároslas por partes a través de los tiempos. 41. En el principio, cuando las fibras del corazón del hombre eran insensibles al sentimiento del perdón, y el de la caridad y la tolerancia aún dormían en su espíritu, fue necesario que el hombre se protegiese a sí mismo al igual que sus posesiones, amparado por una ley que le diera derecho a usar su fuerza en defensa propia. Como veis, eran preceptos y costumbres primitivas en un pueblo destinado, como todos los pueblos, a evolucionar. 42. La Ley emanada de la palabra de Jesús, llegó más tarde a iluminar la vida de los hombres y os dijo: “Amaos los unos a los otros”, también os revelo que, “con la vara que midieseis seriáis a vuestra vez medidos”, con lo que os dio a entender el Maestro, que aquella justicia que por mano propia se había hecho el hombre, pasaba a ser derecho exclusivo de la Justicia Divina. Entonces el hombre supo que según juzgase, así sería juzgado por Dios, y que según sembrase en la Tierra, así sería la cosecha que recogiera en el más allá. 43. El hombre entonces detuvo su mano homicida, el malvado muchas veces desistió de sus perversas intenciones y el que intentaba hurtar, sabia y sentía que una mirada desde lo infinito lo contemplaba y un juicio desde ese instante le aguardaba. 44. Los siglos han pasado y los hombres conociendo algo más de la divina justicia, aún no han llegado a comprender la verdad y muchas veces se han confundido, llegando a creer que si han pecado gravemente en la Tierra, inexorablemente tendrán que presentarse ante el tribunal de Dios, para recibir un castigo eterno; a lo cual Yo os pregunto: ¿Qué propósito de arrepentimiento y de cumplimiento a mi Ley podrá surgir en quien de antemano se considera perdido? ¿Qué esperanza podrá albergar el que parta de este mundo, sabiendo que las faltas de su espíritu serán eternas? 45. Fue necesario que Yo mismo viniese a apartar de vosotros las tinieblas de vuestras erróneas interpretaciones, y aquí me tenéis. 46. En Jehová creísteis ver a un Dios cruel, terrible y vengativo, entonces el Señor para sacaros de vuestro error os envió a Cristo, su Divino Amor, para que “conociendo al Hijo, conocieseis al Padre” y sin embargo, la humanidad ignorante y envuelta de nuevo en su pecador cree ver un Jesús airado y ofendido que sólo espera la llegada en espíritu de quienes le han agraviado para decirles: “Apartaos de Mí que no os conozco”, y luego enviarlos a padecer los más cruentos sufrimientos en la eternidad. 47. Tiempo es de que comprendáis el sentido de mis enseñanzas para que no os confundáis: el Amor Divino no os impedirá llegar a Mí si no restituís vuestras faltas, será el juez inexorable de vuestra conciencia quien os diga que no sois dignos de penetrar al reino de la luz. 48. Mas aquí me tenéis nuevamente, humanidad, en Espíritu, como os lo prometí. 49. Mirad la luz del Espíritu de Verdad cómo ilumina y despierta a los que habitan en las tinieblas. 50. Más a los que presencian esta manifestación les digo: Escuchad con atención mi palabra porque ella viene a abriros sendas de luz y a esclareceros la verdad que debéis de conocer. 51. Cierto es que en la vida es menester saldar toda deuda ante Dios, más el pago, el tributo o la ofrenda que a Él deis, en realidad no es para Él, sino para quien se lo ofrezca. 52. Si le ofrecéis pureza, ella será en beneficio vuestro, si le presentáis obras meritorias, ellas serán las galas que enaltezcan a vuestro espíritu ante la presencia de Dios. Si pecáis y luego os arrepentís y reparáis vuestras faltas, la paz del espíritu y la dicha que existe en el que practica el bien, serán vuestro galardón. 53. Si muchas veces permito que apuréis el mismo cáliz que disteis a vuestros hermanos, es porque hay quienes solamente así comprenden el mal que causaron y pasando por la misma prueba que hicieron pasar a otros, conocerán el dolor que hicieron sentir, ello hará luz en su espíritu y hará brotar la comprensión, el arrepentimiento y por consiguiente el cumplimiento a mi Ley. 54. Más si queréis evitar pasar por el dolor sin apurar el cáliz de amargura, podéis lograrlo saldando vuestra deuda con arrepentimiento, con buenas obras, con todo lo que vuestra conciencia os diga que debéis hacer. Así saldaréis alguna deuda de amor, devolveréis una honra, una vida o la paz, la salud, la alegría o el pan, que alguna vez hubieseis robado a vuestros hermanos. 55. Ved cuán distinta es la realidad de mi justicia, de aquella idea que os habíais formado de vuestro Padre. 56. No olvidéis que si he venido a deciros que ninguno de vosotros se perderá, también es cierto que os he dicho que toda deuda deberá quedar saldada, y toda falta borrada del Libro de la Vida. A vosotros toca elegir el camino para llegar a Mí. 57. El libre albedrío aún es vuestro. 58. Si preferís la ley del Talión de los antiguos tiempos, como aún la están practicando los hombres desde sus orgullosas naciones, ved sus resultados. 59. Si queréis que la vara con que medís a vuestros hermanos, os mida también, ni siquiera esperéis vuestra entrada en la otra vida para recibir mi justicia, que aquí cuando menos lo esperéis, os veréis en el mismo trance en que pusisteis a vuestros hermanos; más si queréis que una ley más elevada, venga en vuestra ayuda, no sólo para libraros del dolor, que es lo que más teméis, sino también a inspiraros los nobles pensamientos y buenos sentimientos, orad, llamadme, e id luego a vuestro camino a luchar para ser cada vez mejores, para ser fuertes en las pruebas, en una palabra, para llegar a pagar con amor la deuda que tenéis con vuestro Padre y con vuestros semejantes. 60. El llamado de amor que ahora escucháis de labios de los portavoces, es precursor de grandes acontecimientos para la humanidad. Estos mensajes son destellos de la sabiduría que en el futuro se manifestará a los hombres. Es el principio del despertar de todos los espíritus. Es la preparación para la Era de la Espiritualidad, el tiempo en el que os redimiréis en el amor de vuestro Padre Celestial. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 17 1. Pueblo amado: aquí tenéis un mensaje más del Divino Maestro, el cual os hará dar un paso adelante en la comprensión de mis enseñanzas; porque no debéis deteneros en el sendero del progreso espiritual. 2. No vengo a fomentar hábitos de estacionamiento o retroceso en vosotros. Yo siempre os conduzco al camino de evolución. 3. Mi palabra os trae manjares variados, todos de exquisito sabor espiritual. 4. Habéis pronunciado con vuestros labios: “Gloria a Dios en las alturas”, mas ¿Cuándo le habéis glorificado con vuestras obras? Os habéis adorado a vosotros mismos y habéis glorificado a vuestros ídolos, pero a Dios, a vuestro Creador, ¿Cuándo? Jesús fue quien con su vida glorificó a su Padre y es a Él a quien debéis imitar. 5. También habéis dicho: “Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad” y de cierto os digo que, aún a los de mala voluntad Yo les he dado paz; mas, vosotros, decidme: ¿Cuándo habéis dado paz? Muchos siglos tenéis de repetir las palabras de ese salmo, con el cual el pueblo recibió en Jerusalén a su Señor, y es lo único que la humanidad ha hecho desde entonces: repetir aquellas palabras, porque con sus obras hace todo lo contrario. 6. Decid vosotros esas frases si queréis, pero comprended que ni ésas ni otras palabras tienen virtud alguna mientras no las sintáis en vuestro corazón; cuando las sintáis, manifestadlas en buenas obras a vuestros hermanos, con dulzura y humildad, y entonces Yo os responderé con mi amor infinito, haciendo vibrar vuestro espíritu con la gracia inmaculada de mi paz. 7. Así vengo a hablaros ahora como Espíritu Santo. Son otros los tiempos y por lo tanto, otra debe ser la preparación de los hombres. 8. Dejad las oraciones verbales y las supersticiones y entregaos a Mí, al Maestro, al Padre, que siempre os recibiré y os comprenderé. 9. Orad, sí, pero con el corazón preparado, habladme con el espíritu, tal como lo sintáis en este momento; llegad a Mí con el pensamiento lleno de amor, pero acercaos, habladme como discípulos o como párvulos y os haré sentir mi sabiduría y mi amor. 10. Pedidme con humildad, más nunca pidáis milagros ni esperéis recibirlos. 11. El milagro, según vosotros lo entendéis, no existe; no hay nada contradictorio entre lo divino y lo material. 12. A Jesús atribuís muchos milagros y de cierto os digo, que sus obras fueron el efecto natural del amor, de esa divina fuerza que estando latente en cada espíritu, vosotros aún no la sabéis usar, porque no habéis querido conocer la virtud del amor. 13. ¿Qué existió en todos los prodigios que realizó Jesús, sino amor? 14. Escuchad discípulos: Para que el amor de Dios se manifestara a la humanidad, era necesaria la humildad del instrumento, y Jesús fue siempre humilde, y como de ello vino a dar ejemplo a los hombres, os dijo en una ocasión que sin la voluntad de su Padre Celestial, nada podría hacer. Quien no penetre en la humildad de esas palabras, pensará que Jesús fue un hombre como cualquiera, pero la verdad es que Él quería daros una lección de humildad. 15. Él sabía que esa humildad, esa unidad con el Padre, le hacía todopoderoso ante la humanidad. 16. ¡Oh inmensa y hermosa transfiguración que da el amor, la humildad la sabiduría! 17. Ahora sabéis por qué Jesús, aun diciendo que nada podía hacer si no era por la voluntad de su Padre, en realidad todo lo podía, porque fue obediente porque fue humilde, porque se hizo siervo de la Ley y de los hombres, y porque supo amar. 18. Reconoced entonces que, conociendo vosotros mismos algunas de las virtudes del amor espiritual, no lo sentís y por eso no podéis comprender el porqué de todo lo que llamáis milagro, o misterio, y que son las obras que hace el divino amor. 19. ¿Qué enseñanzas os dio Jesús que no fuesen de amor? ¿Qué ciencia, prácticas o conocimientos misteriosos empleó para dejaros sus ejemplos de poder y sabiduría? Sólo la dulzura del amor con la cual todo se puede hacer. 20. Nada hay contradictorio en las leyes del Padre, sencillas por sabias y sabias por estar saturadas de amor. 21. Entended al Maestro, Él es vuestro Libro. 22. Jesús niño dejó asombrados a los llamados doctores de la Ley; Jesús predicador, os hizo grandes revelaciones para todos los tiempos. Jesús Redentor, selló sus palabras con su vida, con su sacrificio supremo en la cruz. 23. Ahora bien, discípulos amados, si en verdad queréis ser grandes y fuertes en espíritu ¿Por qué no me imitáis en las obras que hice a través de Jesús? Él os dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, mostrándoos con mansedumbre y humildad la obediencia ante la voluntad divina ¿Cómo tendrá que ser la humildad que deberéis mostrarme? 24. Escuchad: Dios, el Ser Supremo, os creó “a su imagen y semejanza”, no por la forma material que tenéis, sino por las virtudes de que está dotado vuestro espíritu, semejantes a las del Padre. 25. Cuán agradable a vuestra vanidad ha sido el creeros la imagen del Creador. Os creéis las criaturas más evolucionadas hechas por Dios y estáis en grave error al suponer que el Universo se hizo sólo para vosotros. ¡Con cuánta ignorancia os llamáis a vosotros mismos los reyes de la creación! 26. Comprended que ni siquiera la Tierra está hecha solamente para los hombres. En la escala interminable de la creación divina, existe un número infinito de espíritus que van evolucionando en cumplimiento a la Ley de Dios. 27. Los fines que todo ello encierra y que como hombres, aunque quisiereis, no podríais comprender, son grandes y perfectos como todos los propósitos de vuestro Padre, más en verdad os digo, que no sois vosotros ni las más grandes ni las más pequeñas criaturas del Señor. 28. Fuisteis creados, y en ese instante vuestro espíritu tomó vida del Omnipotente, llevando en sí tantos atributos, como os eran necesarios para cumplir una delicada misión dentro de la Eternidad. 29. Ni aún ahora sabéis todas las facultades que os dio el Padre, pero no temáis porque las conoceréis más tarde. 30. ¿Sabéis acaso de la existencia de los grandes espíritus, que han sido destinados para velar por la armonía de todo lo creado, ocupados siempre en sublimes misiones ignoradas por vosotros? No, por eso vuelvo a deciros que vuestros espíritus no son los más evolucionados, solamente han desarrollado en forma limitada los atributos que Dios os ha concedido. 31. Sin embargo, esos atributos bastarán para llevaros felizmente a la cumbre que os corresponda si guiáis vuestros pasos por la senda recta y luminosa que os señala mi Ley. 32. He venido a ayudaros. El tiempo es ahora de restitución, despertad, levantaos. 33. Habéis pecado, adulterado, delinquido, y ahora que os encontráis ante la verdad de mi palabra, la cual os señala vuestros errores, olvidáis vuestras faltas y creéis que vuestro Señor es injusto cuando os habla de pruebas y restitución. 34. Os habéis envuelto en tinieblas de maldad y de ignorancia, impidiendo a vuestro espíritu contemplar la aurora del Tercer Tiempo y cuando vengo a levantaros con la luz de mi palabra, para que contempléis los resplandores del nuevo amanecer, no queréis despertar de vuestro letargo y a veces os levantáis con disgusto. Muchos son los que prefieren dormir en su ignorancia sin querer despertar a la suprema verdad. Prefieren el valle de lágrimas, la peste, el hambre; quieren que se prolongue el largo período de siglos en los que el vicio y la amargura han sido su único aliento, todo esto lo prefieren al dulce llamado que les hace mi amor a través de su conciencia. 35. Me escucháis como si estuviera Yo muy lejos de vosotros, abrís vuestros ojos con pereza; pero no pudiendo comprender el sentido del divino mensaje, porque vuestra mente está saturada de materialismo, preferís vivir en la maldad. En ese instante me olvidáis, me dais la espalda, sólo queréis seguir en el letargo sufriendo. Más Yo os digo que si queréis habitar en ese abismo de materialidad y de ignorancia, si sólo deseáis recoger el sabor de los frívolos placeres y de las bajas pasiones, cuando menos no culpéis a Dios de vuestros dolores. 36. Si no tenéis la grandeza de saber amar a vuestro semejante como os ama vuestro Padre, tened siquiera el valor y la resignación para soportar las consecuencias de vuestras faltas. Si preferís vuestra falsa paz así como vuestras guerras fratricidas, no digáis que Dios así lo quiere, ni claméis al Padre pidiéndole su caridad cuando os sintáis dominados por vuestros enemigos para que El venga a daros el triunfo, con lo que solamente halagaría vuestra vanidad y fomentaría vuestra perversidad, lo cual no está en mi Ley concederos. 37. Si entre risas, placeres y vanidades, los hombres se olvidan de Mí y hasta me niegan, ¿Por qué se acobardan y tiemblan cuando están recogiendo la cosecha de lágrimas que atormenta a su espíritu y a su cuerpo? Entonces blasfeman diciendo que Dios no existe. 38. Es valiente el hombre para pecar, decidido para salirse fuera del camino de mi Ley; más Yo os aseguro que es demasiado cobarde cuando se trata de restituir y de saldar sus deudas. Sin embargo, Yo os fortalezco en vuestra cobardía, os protejo en vuestras flaquezas, os despierto de vuestro letargo, enjugo vuestras lágrimas y os doy nuevas oportunidades para que recuperéis la luz perdida y volváis a encontrar el camino olvidado de mi Ley. 39. Vengo a traeros como en el Segundo Tiempo, el pan y el vino de la vida, lo mismo para el espíritu que para el cuerpo, para que viváis en armonía con todo lo creado por vuestro Padre. 40. En mis caminos florecen las virtudes, en cambio los vuestros están cubiertos de espinos, de abismos y amarguras. 41. Quien diga que los caminos del Señor están llenos de abrojos, no sabe lo que dice, porque Yo no he creado el dolor para ninguno de mis hijos; más los que se han alejado del sendero de luz y de paz, al retornar a él tendrán que sufrir las consecuencias de su falta. 42. ¿Por qué bebisteis el cáliz de amargura? ¿Por qué olvidasteis el mandato del Señor, así como la misión que os confié? Porque sustituisteis mi Ley por las vuestras y ahí tenéis los resultados de vuestra vana sabiduría: Amargura, guerra, fanatismo, desengaños y mentiras que os asfixian y os llenan de desesperación. Y lo más doloroso para el hombre materializado, para el que todo lo somete a sus cálculos y lo sujeta a las leyes materiales de este mundo, es que después de esta vida se encontrará cargando aún el fardo de sus errores y de sus tendencias. Entonces será muy grande el sufrimiento de vuestro espíritu. 43. Sacudid aquí vuestro fardo de pecados, cumplid con mi Ley y venid pronto. Pedid perdón a todos los que hubiereis ofendido y dejad lo demás a Mí, pues corto será vuestro tiempo para amar si en verdad os decidís a hacerlo. 44. Vuelvo a deciros que Yo no os he dejado en el camino abrojos, ni dolor. A través de Jesús os enseñé a apartar de vosotros todas las flaquezas para demostraros mi amor y el poder que él tiene, para enseñaros el verdadero gozo que se encuentra en el espíritu con la verdadera humildad. Y con mi despedida y mi promesa para estos tiempos, os dejé la paz, la luz de la esperanza y el anhelo de mi retorno. Más vosotros no lo quisisteis entender así y seguisteis crucificándome para que Yo siguiese perdonándoos indefinidamente. Pero debéis comprender que mi perdón no os evita las consecuencias de vuestras faltas, porque los errores son vuestros, no míos. Mi perdón os estimula, os consuela porque al fin vendréis a Mí y Yo os recibiré con el amor de siempre; pero mientras no me busquéis por los caminos del bien, del amor y de la paz, ya lo sabéis y no debéis de olvidarlo; el mal que hagáis o que penséis hacer, lo recibiréis devuelto con creces. 45. Estáis cosechando la siembra de vuestro materialismo y aunque quisierais que Yo aprobase vuestras obras os equivocáis, porque soy inmutable en mi Ley, no procedo como vosotros quisierais porque dejaría de ser “el Camino, la Verdad y la Vida”. 46. Vengo a nulificar vuestras leyes erróneas para que sólo os gobiernen las que sean formadas por mis preceptos y estén conforme a mi sabiduría. Mis leyes son de amor, y al proceder de mi Divinidad, son inalterables y eternas, mientras que las vuestras son pasajeras y a veces crueles y egoístas. 47. La Ley del Padre es de amor, de bondad, es como un bálsamo que da consuelo y fortaleza al pecador, para que pueda soportar la restitución de sus faltas. La Ley de amor del Padre, ofrece siempre la ocasión generosa al que delinque, de regenerarse, mientras vuestras leyes por el contrario, humillan y castigan al que se ha equivocado y muchas veces al inocente, al débil. En vuestra justicia hay dureza, venganza y falta de piedad. La Ley de Cristo es de dulce persuasión, de infinita justicia y de suprema rectitud. Vosotros mismos sois vuestros jueces, en cambio Yo soy vuestro defensor incansable; pero es necesario que sepáis que existen dos maneras de pagar vuestros agravios: una con el amor y otra con el dolor. 48. Escoged vosotros, aún gozáis del don del libre albedrío. 49. ¿Queréis dejar de sufrir, humanidad? Amad, haced el bien a vuestro paso, reconstruid vuestra vida. ¿Queréis ser grandes, ser felices? Amad mucho, amad siempre. ¿Queréis llorar, deseáis que la amargura os invada, queréis guerras y desolación? Continuad como estáis viviendo, dejad que en vuestra vida siga enseñoreándose el egoísmo, la hipocresía, la vanidad, la idolatría, el materialismo. 50. Muy claro contempláis el caos entre los hombres, para que no sigáis haciendo la Ley a vuestro gusto. 51. Quiero que discípulos y párvulos de mi Doctrina, lleven la nobleza en su corazón y la limpidez en su entendimiento, porque sólo así estarán capacitados para aprender de Mí y después enseñar a la humanidad. 52. Ahora no vengo a levantar muertos en cuanto al cuerpo, como lo hice con Lázaro en el Segundo Tiempo, hoy viene mi luz levantando a los espíritus que son los que me pertenecen. Y éstos se levantarán con la verdad de mi palabra a la vida eterna, porque vuestro espíritu es el Lázaro que ahora lleváis en vuestro ser y al que Yo resucitaré y sanaré. 53. Ya veis que la justicia divina es de amor, no es de castigo como la vuestra. ¿Qué sería de vosotros si Yo usara de vuestras mismas leyes para juzgaros ante mí, para quien no valen apariencias ni falsos argumentos? Si Yo os juzgase según vuestra maldad, y usara vuestras leyes de dureza terrible ¿qué sería de vosotros? Entonces sí me pediríais con justicia que tuviese clemencia. Mas no debéis temer porque mi amor nunca se marchita, ni cambia, ni pasa; en cambio, vosotros sí pasáis, morís y renacéis, os vais y luego volvéis y así vais peregrinando, hasta que llegue el día en que reconozcáis a vuestro Padre y os sometáis a su divina Ley. 54. Vosotros aquí sois pasajeros, pero Yo soy eterno, vosotros pasáis gimiendo porque os alejáis del sendero que os señala mi Ley, mientras que Yo soy inmutable. 55. Secad vuestras lágrimas, apresurad vuestro despertar y levantaos. Sentid mi presencia en vosotros, es necesario que lleguéis a Mí, porque aún no me habéis conocido, oh pueblo. 56. Vosotros ignoráis el galardón que corresponde al que verdaderamente se arrepiente y retorna a Mí, e ignoráis que no es necesario esperar que llegue vuestra entrada en la morada espiritual, para que recibáis el galardón que os da el amor de Dios. 57. Fue necesario que viniese a hablaros así, porque los hombres se han confundido con el conocimiento adquirido en los libros que han estudiado; en cambio, no han querido oír la voz de su conciencia, la voz de su saber espiritual que los invita a seguir hacia la divina luz de donde surgen todas las sabidurías. 58. Yo os digo: Bien está el estudio útil y bien está la ciencia; pero sobre todo ello está el amor. El amor os dará la inspiración para dignificar y aumentar vuestra ciencia, porque debéis de comprender que todos vuestros conocimientos son tan sólo un mensaje que os da mi amor. 59. Interrogad a vuestros sabios y si son sinceros os dirán que le han pedido inspiración a Dios. Y Yo les daría más inspiración, si me la pidieran con más amor para sus hermanos y con menos vanidad para sí mismos. 60. De cierto os digo que todo lo que habéis acumulado de conocimientos verdaderos, vienen de Mí, todo aquello que tienen de puro y elevado lo voy a usar en este tiempo para vuestro provecho, porque para eso os lo he concedido. Más debéis de tener cuidado, oh pueblos de la Tierra, porque si continuáis haciendo uso de mis lecciones divinas para provocar a los elementos, si los pequeños conocimientos que tenéis los seguís aplicando al mal, recibiréis cuando menos lo esperéis, la respuesta dolorosa y justiciera. Provocáis al aire, al fuego, a la tierra, al agua y a todas las fuerzas y ya sabéis cuál será vuestra cosecha si no rectificáis a tiempo vuestras actividades, para lograr detener a los elementos desencadenados por vuestra insensatez. Os advierto que estáis llegando a colmar la medida que permite mi justicia a vuestro libre albedrío, estáis provocando demasiado a la Naturaleza. Y como sois los pequeños que se sienten grandes, viene esta palabra para advertiros del peligro en que os encontráis. 61. Y la palabra os dice: Hijos míos, dulcificad vuestro corazón, amando a vuestros hermanos, amad a todos vuestros hermanos, amad a todo lo creado. Buscad la reconciliación y la paz entre todos. Si no queréis que os exterminen los cataclismos que vosotros mismos estáis fecundizando, rectificad a tiempo, oh hijos muy amados, calmadlos con vuestro amor, convertidlos en paz. ¡Oh humanidad, si me escuchaseis, de cuántas penalidades os hubieseis librado y Yo hubiese transformado ya a vuestro mundo sin que hubiera necesidad de que sufrieseis! Yo os daría el principio del galardón en esta vida, os daría la paz y la tranquilidad. Intentadlo, hijos míos, para eso he enviado hasta vosotros mi palabra en este tiempo, para libraros del abismo. 62. A vosotros que me estáis oyendo os digo que guardéis en vuestro espíritu lo que os corresponda, y que lo demás lo enseñéis a vuestros hermanos. Lo que es para uno es para todos, por lo tanto, ni una sola de mis ovejas debe carecer del sustento espiritual. 63. Quiero que estéis unidos, para que Yo premie vuestra armonía derramando en todos mis beneficios y mi gracia. Hasta ahora sólo he visto que os unís por breves momentos, mientras tratáis de elevar vuestro culto a mi Divinidad. Convenceos de que unidos por el amor, lograreis hacer obras maravillosas, más en verdad os digo que aún es tiempo de que trabajéis para reconstruir lo que habéis destruido. 64. Mucho es lo que me habéis faltado y ofendido, más Yo os amo, y mayor que vuestras faltas es mi amor. 65. Si me buscáis como Juez, mi juicio es inexorable; si me buscáis como Maestro, es infinita mi sabiduría; si me llamáis como Padre, soy amantísima dulzura; pero en verdad os digo, que aún soy mucho más que todo eso, porque no tengo principio ni fin. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 18 1. Tal como fue anunciada mi nueva manifestación hoy la habéis visto realizada. He venido en espíritu y rodeado de ángeles o espíritus de luz. 2. Los que no conocen aquellas profecías, dudan de mi presencia, más también contemplo entre los que han escudriñado las escrituras, a los que no creen en mi manifestación, porque sus interpretaciones casi siempre son erróneas. 3. A todos los que den a la profecía un sentido material, tendrá que acontecerles lo que al pueblo judío, que esperaba en el Mesías prometido a un rey poderoso de la tierra, y cuando me vio humilde y manso, no creyó en Mí a pesar de las obras que hice ante sus ojos. 4. Quienes me sintieron, me amaron y siguieron, fueron los sencillos de corazón, los mansos de espíritu, los limpios de entendimiento, los que padecían hambre y sed de amor, de justicia y de verdad. 5. A quienes estudian las escrituras de los tiempos pasados, les digo que sólo con espiritualidad en su vida, podrán encontrar la verdad que existe en aquel lenguaje. 6. Yo ayudaré a los que analicen y enseñen la verdad, más a todo aquél de cuyos labios brote la confusión, lo detendré en su camino hasta que corrija sus errores. 7. Por el contrario, a todos los que de limpio corazón siembran mi semilla de luz, explicando la divina palabra y esclareciendo la enseñanza que estaba oculta, a esos les enviaré a las comarcas y a las naciones a propagar mi Doctrina de amor. 8. Los verdaderos propagadores serán sanos de corazón, humildes de espíritu, y por lo tanto, sabrán recibir mi nuevo mensaje con gozo y con fe. 9. Bienaventurados los que así me reciban en su corazón y crean en mi palabra, porque ellos me verán en la nube celestial rodeado de mis huestes espirituales, y aunque no toque el polvo de la Tierra como en el Segundo Tiempo, sabrán sentir mi presencia espiritual; entonces unirán este nuevo mensaje al que no estaba completo porque faltaba agregarle mis revelaciones como Espíritu Santo. 10. Discípulos: Espiritualizaos a fin de que penetréis en el verdadero sentido de mi palabra, para que cuando os encontréis con vuestros hermanos que solamente conocen mis revelaciones del Segundo Tiempo, coincidáis en vuestras interpretaciones y comience la unificación espiritual de la humanidad. 11. Muchas veces enseñáis conceptos erróneos por falta de estudio y penetración en lo espiritual, por eso os encargo que os dediquéis a la meditación de mi enseñanza, para que ya no hagáis obras que creyéndolas buenas, ante el Padre son imperfectas. 12. Reconoced que los responsables de que la humanidad comprenda con claridad el sentido espiritual de mis enseñanzas presentes y pasadas, sois todos los que sentís en el espíritu el hambre de saber, los que habéis penetrado por los caminos del estudio, de la meditación y del análisis. De los que sólo viven de ritos, ceremonias y cultos materiales no puedo decir lo mismo, ellos se satisfacen con lo superficial, porque aún no han conocido el sabor del fruto. 13. Cuando mis discípulos crucen los caminos del mundo, comenzará el despertar espiritual de las religiones y de las sectas estacionadas hace mucho tiempo. 14. Con frecuencia os repito que veléis y oréis, mas no quiero que os familiaricéis con este dulce consejo, sino que lo estudiéis y lo pongáis en práctica. 15. Os digo que oréis, porque quien no ora se entrega a pensamientos superfluos, materiales y a veces insanos, con lo cual sin darse cuenta, fomenta las guerras homicidas; en cambio cuando oráis, vuestro pensamiento como si fuera espada de luz, rasga los velos de oscuridad y los lazos de tentación que están aprisionando a muchos espíritus, satura de espiritualidad el ambiente y contrarresta las fuerzas del mal. 16. No desmayéis ante la lucha, ni os desesperéis si aún no contempláis ningún resultado de vuestra labor. Reconoced que vuestra misión es luchar hasta el fin; y solamente así cumpliréis con una mínima parte en esta obra de regeneración y de espiritualidad entre vuestros hermanos. 17. Mañana dejaréis vuestro puesto y otros vendrán a sustituiros interpretando mejor mi Obra, y así de generación en generación se irá cumpliendo mi Ley. 18. Al final, todas las ramas se unirán al árbol, todas las naciones se unirán en un solo pueblo y la paz reinará en la Tierra. 19. Orad, oh discípulos, y perfeccionaos con vuestra oración para que vuestra voz no sea escuchada solamente por Mí, sino que encuentre eco en el corazón de vuestros hermanos. 20. En verdad os digo que si este pueblo, además de comprender su destino, estuviese cumpliendo con su misión, por sus oraciones alcanzaría la gracia para toda la humanidad. Pero aún os falta caridad, que sintáis a vuestros semejantes como verdaderos hermanos; aún os falta que en verdad olvidéis las diferencias de razas, de lenguas, de credos y que además, borréis de vuestro corazón toda huella de rencor o de resentimiento, con todos los que os hubieren ofendido. 21. Cuando logréis elevar vuestros sentimientos sobre todas las miserias humanas, se escapará de vuestro corazón la más sentida y sincera petición en favor de vuestros hermanos; y esa vibración de amor, esos sentimientos puros, serán las más poderosas espadas que destruyan en su lucha las tinieblas que las guerras y las pasiones de los hombres han venido formando. 22. El dolor os ha preparado, en las pruebas os habéis acrisolado y por eso estáis señalados para ser los que veléis por todos los que sufren alguna esclavitud o por los que van por la vida apurando el cáliz de amargura. 23. Velad, pueblo, sed como esas aves que al anunciar el nuevo día, despiertan a los que aún duermen y son las primeras en recibir la luz. Bienaventurados seáis siempre que busquéis en Mí al Consolador prometido. 24. En el hombre hay dos fuerzas que siempre están en lucha: su naturaleza humana, que es pasajera, y su naturaleza espiritual que es eterna; ese eterno ser sabe muy bien que habrán de pasar tiempos muy largos para que logre alcanzar su perfeccionamiento espiritual; presiente que ha de tener muchas existencias y que en ellas pasará por muchas pruebas, antes de lograr la felicidad verdadera. El espíritu presiente que después de las lágrimas, del dolor y de haber pasado muchas veces por la muerte corpórea, llegará a la cumbre que su anhelo de perfección siempre ha buscado. En cambio la materia, el ser frágil y pequeño, llora, se rebela y a veces se niega a seguir los llamados del espíritu, y sólo cuando éste ha evolucionado, es fuerte y experimentado en la lucha con la carne y con cuanto lo rodea, es cuando logra dominar a la materia y se manifiesta por ella. 25. El espíritu se hace sentir a través de las manifestaciones humanas, pero nunca usa la violencia para someter a la materia. El espíritu quiere que la materia con pleno conocimiento se una a su voluntad, quiere una obediencia que manifieste mansedumbre. 26. A pesar del error de algunos de permanecer estacionados en su rebeldía, sintiendo que aún es la carne sensible y caprichosa, quisieran un trono para ella, y si no los complazco en todo lo que desean, es porque hay en mis hijos otro ser que vibra con mayor pureza y amor, que aspira a una vida verdadera; en él existe el pensamiento espiritual que refleja lo divino. En cambio vuestro cerebro sólo refleja pensamientos humanos. 27. Largo es el peregrinaje del espíritu, extenso su camino, muchas y muy variadas sus existencias, y diversas en cada instante sus pruebas, pero mientras las cumple, se eleva, se purifica, se perfecciona. A su paso por la vida va dejando una huella de luz, por eso muchas veces al espíritu elevado no le importan los gemidos de su materia, porque sabe que son pasajeros y que él no puede detenerse en su jornada por sucesos que le parecen pequeños. 28. Momentáneamente fija su atención en las flaquezas de su carne, pero sabe que no puede amar demasiado algo que vive poco y que pronto desaparece en las entrañas de la Tierra. 29. ¿De qué sirven vuestros anhelos y ambiciones, rendir culto a la materia y ponerla en un trono de vanidades? Por más que dure, es muy poco comparado con la vida eterna del espíritu. 30. Vosotros necesitáis obedecer a la parte más elevada de vuestro ser que es el espíritu que mora en cada uno de vosotros, para dejar que se manifieste con claridad y encamine sus pasos hacia el fin para el que fue creado. 31. Decidme: ¿Quiénes sois? ¿Qué sois? ¿Quién creéis ser? ¿Qué sentís ser? ¿Acaso la materia que desciende al sepulcro, o el espíritu que se eleva hacia la eternidad, hacia el infinito? 32. En verdad os digo que todo el tiempo de vuestra existencia estáis confundiendo vuestras sensaciones, necesidades, inquietudes y anhelos, sin saber cuáles son del espíritu y cuáles de la materia. 33. El espíritu que verdaderamente conoce su destino, transmite su vibración al cuerpo que anima para que lo ayude y participe en su misión; mas cuando llega el instante de dejar la envoltura en la Tierra, no siente tristeza, porque sabe que esa es la ley, ni le importa cómo muere el que fue su cuerpo, si de enfermedad, de vejez o destrozado. Él sabe que su misión está antes que todo. 34. ¿Sabéis cómo murieron mis apóstoles del Segundo Tiempo? ¿Cómo acabó Pedro y todos los que me llevaron en su corazón? Pedro murió en una cruz y dijo que no era digno de morir como Yo, pidió morir con la cabeza hacia abajo. ¿Y quién impulsó a Pedro y le dio la fuerza, la firmeza y la serenidad para sufrir su martirio? Su verdadero ser, el espíritu que es hijo de Dios y sabe dominar la debilidad de la materia. En la hora suprema él se manifestó sereno, tranquilo, como su Maestro cuando exclamó en la cruz: “Todo está consumado”. 35. Si analizáis esos ejemplos, tendréis la convicción de que el hombre es más espíritu que carne y que cuando éste se ha espiritualizado, la carne es sumisa a los supremos mandatos de mi Ley. 36. Para los que alcanzan esa evolución espiritual, están abiertas las puertas del Reino y llegan a él sin un ¡Ay!, sin una queja. 37. Con esa obediencia, con esa resignación y amor llegaron a la presencia del Padre aquellos discípulos. Y vosotros, ¿Cuándo vais a obedecer al llamado de vuestro espíritu? Tenéis miedo al dolor, a todo lo que alcanza a la materia, porque no estáis plenamente poseídos de la verdad, porque si así fuere ¿Quién podría impediros que hablaseis y manifestaseis la verdad aunque se os amenazare con la muerte? 38. ¿Sabéis por qué le quitaron la cabeza a Juan el Bautista? Por hablar con la verdad, por apegarse a la justicia y señalar las lacras de los que se dicen reyes en el mundo y están sentados en un trono de podredumbre. Mas si los grandes espíritus tienen grandes dolores y se elevan por sobre la desgracia, la miseria, el dolor y la muerte y cumplen tan dignamente su misión, ¿Quiénes sois vosotros que amanecéis gimiendo y anochecéis llorando de inconformidad o de rebeldía? Sois carne y sólo carne, porque aún no sabéis elevaros sobre el dolor y sobre todo lo que llamáis desgracia. 39. Es bueno que analicéis todo cuanto hoy os he dicho, comprended que mientras más alto habite el espíritu encarnado, menores serán sus penas y los efectos del dolor sobre su materia. 40. A Juan el apóstol le sumergieron en aceite hirviendo y no murió. El poder del espíritu que se había elevado hacia el Padre se manifestó restándole al fuego su poder. 41. Le apartaron de allí y cuando vieron que no recibía ningún daño, le desterraron y aun así, él siguió cumpliendo los altos designios del Señor, sin que aquella prueba le detuviera en su cumplimiento espiritual. 42. Vosotros que hoy me escucháis y de los cuales saldrán mis nuevos discípulos, os acobardáis ante las pruebas y tratáis de alejaros de mi senda. 43. ¿Hasta cuándo lograréis llevar mi Doctrina en el corazón y ser capaces de dar vuestra vida por testificar la verdad? 44. ¿No os bastan los ejemplos de tantos mártires que han dado su vida por el amor a la humanidad, por sostener la verdad o defender la justicia? ¿No os bastan aquellos ejemplos para comprender de lo que son capaces mis discípulos? 45. Vosotros os molestáis si el aire sopla más fuerte de lo que deseáis; si el sol calienta demasiado protestáis y si las nubes lo ocultan no estáis conformes; si hay tempestad os refugiáis renegando y si la tierra se estremece salís huyendo de pavor. 46. ¿Sois acaso el pueblo nacido para reinar en un trono y que los elementos de la Naturaleza obedezcan a vuestro mandato, sólo para vuestro beneficio? 47. Los elementos os obedecerán cuando cumpláis con mi Ley y me lo pidáis para beneficio de vuestros hermanos. 48. Quiero que cada uno sea un apóstol de la verdad, que seáis útiles en la vida porque habéis venido al cumplimiento de una misión que está dentro del plan del Creador. 49. En este tiempo os digo que el trigo de mi enseñanza es abundante y aún está sin sembrar. Llorad si tenéis amor por esta labor, porque el sembrador divino que os dio su simiente y os mostró las tierras, aún sigue solo. Llorad, y que vuestras lágrimas sirvan para regar los caminos donde más tarde iréis a trabajar. 50. No temáis si fueseis heridos por vuestros hermanos, aquello que vosotros llamáis ofensa, es un bien que os hacen, es una ayuda en el cumplimiento de vuestra misión. ¿No sabéis que los que están en el camino de evolución tienen que sufrir? ¿No sabéis que todas esas flaquezas, el espíritu no debe de tomarlas en cuenta, porque son pequeñeces que sólo atañen a la materia? 51. Yo os quiero fuertes ante la vida, ante las vicisitudes y los sufrimientos. 52. Fortaleceos en la práctica de la caridad y no os importe que os juzguen en esta o en aquella forma. Vosotros no tenéis necesidad de decir lo que sois, sólo debéis de estar preparados para entregar la caricia, la caridad y los labios dispuestos a manifestar la dulzura, el sano consejo, el perdón. 53. Vuestro destino es caminar por la Tierra haciendo el bien. 54. Comprended que la creación material que llamáis Universo, es morada de espíritus en evolución, es morada de perfeccionamiento. Cuando los espíritus hayan alcanzado la elevación que les lleve a habitar mansiones superiores, los mundos que antes habitaron desaparecerán, puesto que habrán concluido su misión. 55. Toda la fuerza que animó a los seres y dio vida a los organismos volverá a Mí; toda la luz que iluminó a los mundos, retornará a Mí, y toda la belleza que fue derramada en los reinos de la Creación, será en el Espíritu del Padre, y una vez más en Mí, aquella vida se transformará en esencia espiritual, la cual será derramada sobre todos los seres espirituales, en los hijos del Señor, porque de los dones que os di nunca seréis desheredados. 56. Sabiduría, vida eterna, armonía, belleza infinita, bondad, todo esto y más será en los hijos del Señor cuando habiten con El la morada perfecta. 57. Hoy os encontráis lejos de aquella meta, prueba de ello es que en la Tierra vengo a reclamaros lo que habéis hecho de vuestro espíritu y cuando llegáis al valle espiritual, reclamo al espíritu lo que hizo de su cuerpo en su paso por el mundo. Mientras seáis párvulos en medio de esta lección, estos mundos, esta naturaleza, esta vida material tendrá que existir. 58. Como Dios os ilumino y os conservo; como Padre os amo y os espero; como Maestro os enseño y os conduzco, mas como Juez, os juzgo inexorablemente. 59. Hay quien diga que me asemejo a un rico avaro que todo lo quiere para sí, porque todo lo cuida, lo guarda y lo reclama; mas en verdad os digo, que así como en el mundo todo cuanto puse en él fue para vosotros y no para Mí, así en la vida eterna, todo lo conservo para cuando entréis en ella y seáis sus poseedores. 60. ¿No os he dicho que sois los herederos de mi Gloria? Pues sólo falta que hagáis méritos para que sea vuestra y la gocéis. 61. Todo lo que he creado no ha sido para Mí, sino para mis hijos. Yo sólo quiero vuestro gozo, vuestra felicidad eterna. 62. No temáis perderos por querer encontrarme, que no sólo soy Yo el final, sino también el camino. El que quiera llegar a Mí, venga por el camino de la humildad, de la caridad, de la sumisión y acreciente su anhelo de perfeccionamiento en el amor. 63. Para que vuestro paso sea firme, lograd en vuestro ser la unificación interior. Que el espíritu siempre conduzca a la materia por el buen camino y ésta a su vez sepa obedecerle. Cuando logréis este triunfo sobre vosotros mismos, os será fácil obedecer la voluntad de vuestro Padre. 64. Apartaos de lo superfluo; retirad de vuestra vida lo innecesario y no os ocupéis en lo inútil. 65. Huid de todo vicio, así conservaréis limpio el espíritu y sano el cuerpo para luchar con armas de amor por la conquista de la Tierra Prometida, aquella que os aguarda como supremo galardón en la vida espiritual. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 19 1. Humanidad: sosegad vuestra mente agitada por las vicisitudes y azares de la vida. 2. ¡Cuánto lucháis tratando de libraros de la oscuridad en que vivís, a pesar de encontraros en pleno tiempo de la luz! Grande es vuestra lucha y por eso venís cansados: os he llamado precisamente para que descanséis unos instantes, porque tendréis que proseguir en el cumplimiento de vuestra misión que apenas habéis principiado. 3. De tiempo en tiempo he venido descorriendo los velos de mi arcano de acuerdo con vuestra evolución, porque sólo quien recorra este camino podrá llegar a Mí. 4. Soy el Maestro que busca a la humanidad por todos los senderos para enseñarles el camino verdadero. 5. Mi palabra viene como espada de luz a luchar contra la ignorancia y la incredulidad de los hombres. Vengo a manifestarme delante de quienes han negado mi existencia, para preguntarles: ¿Quién formó el Universo con su diversidad de mundos, apenas visibles para vosotros? ¡Ah humanidad, que en vuestro alejamiento de la verdad habéis tenido la osadía de pensar que la idea de un Creador ha sido una simple invención de la mente humana! ¿Cómo podéis imaginar que de vuestra mente limitada y pequeña pudiese surgir la noción de lo eterno e infinito? 6. Mas también vienen a Mí los que dicen que me aman y a éstos les digo: ¿Cómo podéis decir que me amáis, si hacéis lo contrario de lo que dicta mi Ley, si vosotros mismos os traicionáis al mostrar en vuestras obras sentimientos opuestos a vuestras palabras? 7. Aquí mismo, entre estas multitudes que me escuchan, cuántos hay que dicen ser espiritualistas y aún no conocen el poder y la sabiduría del Espiritualismo, ni las potencias y atributos del espíritu, y con sus obras van negando mi Doctrina que como luz radiante ilumina espiritualmente a la humanidad. Mas mi paciencia es infinita para esperar a que os transforméis en mis discípulos; he de hacer de vosotros antorchas que con su luz lleven a otros pueblos el mensaje original que recibisteis como revelación, a través del entendimiento humano. 8. Si los hombres negasen vuestro testimonio y os desmintiesen, recordadles que Yo tenía una cita con la humanidad de este tiempo, la cual he venido a cumplir; decidles que si prometí volver, es porque mi tarea aún no había terminado ni terminará hasta que no exista un solo pecador. Escrito está que si noventa y nueve ovejas están en el aprisco y una me faltare, a ésa buscaré. 9. Quiero mostraros nuevamente el poder de mi amor convirtiendo los duros corazones de la humanidad en apóstoles de mi Doctrina, empezando por este pueblo, no menos duro de corazón que los demás. Vengo a deciros que ampliéis vuestro conocimiento con este nuevo mensaje que os he traído para que lo unáis a mis revelaciones pasadas hasta que logréis formar en vuestro entendimiento el libro de la sabiduría, para que seáis dignos de dar testimonio de mi verdad y de enseñarla a vuestros hermanos. 10. Os llamarán agitadores, mas no temáis, que también a vuestro Maestro lo juzgaron en aquel tiempo por trastornar, según el decir de los hombres, la paz. De cierto os digo, que no sólo vine a agitar con mis revelaciones el corazón de unos cuantos hombres, sino a estremecer con mi palabra el espíritu de toda la humanidad. 11. Así vengo a vosotros en este tiempo, en el cual mi luz se manifestará en diversas formas sobre los hombres y volverá a estremecerles, a unos de gozo, a otros de temor, a otros de ira, pero no habrá uno que, llegada la hora de ser conocido mi mensaje, no se conmueva. 12. ¡Cuán débiles habéis sido para llamar a Cristo, los que sabíais que había de venir! Mas ahora, que ya tenéis mi revelación y mi mensaje, no vayáis a ser débiles, tímidos o fríos. 13. ¿Os he lastimado llamándoos duros de corazón? Sólo os he dicho la verdad, porque en todos los mundos, todas las criaturas cumplen con mi Ley, y vosotros no respondéis a mi llamado divino. 14. Mas no temáis, porque ninguno ha llegado aún a la meta, pero todos llegaréis, os lo prometo Yo, que soy la promesa de todos los tiempos; Yo, el incansable, que nunca dejaré de enseñaros. 15. Comenzáis a soñar con ser portadores y apóstoles de la verdad, mas no os precipitéis, llevad siempre por guía la luz de vuestra conciencia, porque ¿Cómo manifestaréis la verdad si aún no la habéis encontrado en vosotros mismos? ¿Cómo vais a demostrar que me amáis y amáis a vuestros hermanos, si dejáis espinas y abrojos al paso de vuestros semejantes? 16. El agua del río de la vida, que es mi verdad, es mansa, cristalina y agradable, mas no la confundáis con el agua que vosotros dais al necesitado, porque ésta es a veces impura. 17. Tomad mi bendición, ella sea en vosotros como manantial de agua inagotable que apague la inmensa sed que os agobia. 18. Mi bendición sea como bálsamo sobre vuestras enfermedades, dolencias y amarguras; ella levante a la vida a los que vayan perdiendo fuerza en su camino de evolución. 19. Para ayudaros en vuestra elevación, hago que mi paz sea en el corazón del apóstol del Tercer Tiempo, a quien recibo en representación de la humanidad y por su conducto le entrego mi caridad. 20. Hoy escucháis mi voz a través del entendimiento humano que os dice nuevamente: “Amaos los unos a los otros”, así escuchasteis la voz del Señor en labios de Jesús, cuando os enseñaba a amar a vuestro prójimo como a vosotros mismos, en confirmación de la Ley que recibiera el pueblo de Israel por conducto de Moisés en el Primer Tiempo. 21. Moisés fue mi portavoz en aquel tiempo, él os llevó hasta las puertas de la Tierra Prometida, mas no le permití penetrar en ella, porque ahí le hubierais coronado rey; y en verdad os digo, que su reino tampoco era de este mundo. Al pueblo le fue dada la Tierra de Promisión, para que en ella habitara en paz y elevara su culto al Padre. En Jerusalén, aquel pueblo edificó el primer templo a Jehová y en él se manifestó el Espíritu Divino; ahí recibió la queja o la alabanza de los hijos de aquellas tribus. Sobre su altar colocasteis el Arca de la Alianza, símbolo de vuestro pacto con el Padre y ante el Tabernáculo inclinaron su cerviz reyes y sabios. 22. Los sacerdotes encargados del culto, fueron llenos de amor en un principio, más luego dejaron que el gusano roedor de la vanidad y la codicia penetrara en su corazón y se tornaron en hipócritas, falsos y profanos. Fue entonces cuando aparecieron uno tras otro los profetas, anunciando la venida del Mesías, quienes fueron negados, burlados y sacrificados por el pueblo. 23. Así prepararon ellos mi llegada, con su sangre. 24. Como toda palabra que viene de Dios ha de cumplirse, el Mesías nació entre la humanidad y vino a enseñaros cómo se cumple con la Ley del Padre y se rinde culto a Dios amando y perdonando, llenando de consuelo y de luz la vida de los hombres. 25. Llegué como Pastor a reunir a las ovejas que ya los lobos habían empezado a robarse y les mostré el aprisco. A lo largo de mi paso por la Tierra, enseñé a los hombres el amor y los frutos que de él brotan, a los que llamaron milagros. Esas obras encendieron la fe en los corazones y a través de ellas les hice contemplar la verdadera senda. Millares y millares de hombres fueron testigos de mi palabra y de mis obras, mas sólo doce me siguieron de cerca. 26. Cuando el momento de mi partida se aproximó, les dije: La fiesta de la Pascua va a celebrarse en Jerusalén, es necesario que vayamos allá para que se cumplan las profecías. Entonces hice a mis discípulos mis últimas recomendaciones, grabándolas en su espíritu con el fuego divino de mi amor. Hacia Jerusalén partí con mis discípulos. Cuando crucé la puerta de la ciudad, sobre el humilde y manso pollino, la multitud, entre la que se encontraban los enfermos que sané, los ciegos que volvieron a mirar, los paralíticos que anduvieron y los tristes que fueron consolados y llenos de esperanza, elevaron himnos y cantos de alabanza y de gloria, porque el Salvador prometido al fin había llegado. Nadie sabía que en aquella Pascua Yo sería el Cordero Inmolado. 27. A mi paso y bajo la luz de mi mirada, se estremecían los corazones, sanaban los enfermos y de su pecho surgían las palabras de alabanza y gratitud hacia el Rabí. Entonces se acercaron a Mí los fariseos y me dijeron: “Señor, haced que vuestros discípulos y esta gente, cesen en su algarabía, porque trastornan el orden de la ciudad durante la fiesta”, a lo cual les respondió “En verdad que si éstos callaren, las piedras clamarían de gozo”. Aquellos fariseos se alejaron, más ya sus corazones temerosos y preocupados ante las obras que hacía Jesús, iban urdiendo la traición. 28. Así llegué hasta el pórtico del templo, que en un tiempo había sido santuario del pueblo del Señor y que después habían convertido en su mercado y arrojé de él a sus profanadores. 29. El corazón y las obras de los que se decían ser ministros del Señor y Doctores de la Ley, iban quedando al desnudo ante los hechos de Jesús; fue entonces cuando pidieron matarlo para no perder su poder que estaba amenazado. 30. Uno de mis discípulos que mucho había oído mi palabra de amor, que hablaba del Reino del espíritu y que había sentido en su corazón la caricia y el amor de su Maestro, fue con su flaqueza y falta de fe en mis promesas, la puerta que se abrió para dejar penetrar a la maldad humana que cayó sobre Mí. ¡Con cuánto odio gritaban aquellos hombres y pedían al súbdito del César que me crucificara! Mas era menester que el Hijo de Dios se viese en grandes pruebas para que los hombres contemplasen su humildad, su amor y su poder. 31. La sangre de aquel cuerpo fue vertida sobre la Tierra y los labios humanos que manifestaron en el mundo al Verbo Divino, no cesaron de hablar de amor y de perdón hasta el último instante en la cruz. Y Cristo fue uno con el Padre, porque el Verbo que se hizo hombre para ser oído en el mundo, siempre ha estado en Dios. 32. Años más tarde, la ciudad y aquel templo profanado, fueron destruidos para que se cumpliese mi palabra; de aquello no quedó ni piedra sobre piedra. Yo había dicho que el templo de Salomón, con ser a los ojos humanos tan regio, grande y magnífico, podía destruirlo y volver a construirlo en tres días. 33. De cierto os digo, que los hombres no han comprendido el sentido espiritual de aquellas palabras, porque el tiempo no pasa sobre Mí, ya que Yo soy la eternidad, heme aquí en la Tercera Era, en el tercer día, cimentando el verdadero templo y construyéndolo en el corazón de los hombres. 34. Elías fue elegido para anunciaros que el Libro de los Siete Sellos había sido desatado y que estaba abierto en el Sexto Sello. Mi palabra ha venido llena de luz a encender vuestra fe, para que no caigáis más en idolatría y dejéis que Yo edifique en vuestro corazón mi templo, mirad que las obras hechas por las manos de los hombres son destruidas, mientras que las obras del espíritu, son inmortales. 35. Los perdidos serán hallados y los confundidos iluminados y todos hallarán el camino que los conducirá a la Tierra Prometida. 36. Si aquí en la Tierra no me quisisteis reconocer ni dejasteis que os reuniera como el ave reúne bajo sus alas a sus polluelos, más allá de este mundo os reuniré bajo mi manto de paz eternamente. 37. Pueblo: Os he recordado mi vida entre vosotros, porque se acercan los días de conmemoración de aquella última semana que pasé entre la humanidad. En esos días sentís como si del infinito descendiese un mensaje para vosotros. 38. Todo lo que miráis os parece que os habla de Mí. El sol, los campos, las ciudades, los hombres, todo lo sentís como si os hablara del Maestro. Es que el recuerdo os hace volver a sentir mi presencia y Yo os envío nuevamente mi mensaje de amor. 39. Si en estos días vuestros ojos quieren llorar, dejadles, si vuestro corazón se estremece de amor, dejadle también. 40. Cristo, al que una multitud rechazó, es el mismo que ahora viene a manifestarse a vosotros, porque fue el cuerpo el que destrozaron los hombres, mas no al Verbo que por Él habló. 41. ¿Qué muerte podría detener mis pasos o qué sepulcro podría retenerme? Sin embargo vosotros sin quererlo, sin daros cuenta habéis sepultado en vuestro corazón la verdad cuya esencia es la del Maestro. Esa materia que lleváis, la habéis convertido en sepulcro de vuestro espíritu. 42. Dejad que el espíritu levante la losa de vuestro corazón para que se eleve lleno de luz a la vida verdadera. 43. Así os explico fácilmente lo que creéis difícil de comprender: Cristo y el Amor Divino son el mismo Padre. Jesús fue el hombre perfecto que manifestó el mensaje de Dios. Él fue la más alta expresión de la espiritualidad, por eso es llamado el Divino Maestro. 44. ¡Oh discípulos amados! Cuando pensáis en las obras que hice en el mundo, os sentís muy torpes y pequeños para imitarme. Cuando meditáis en los tiempos que desde entonces han transcurrido, os dais cuenta de que muy poco habéis evolucionado espiritualmente. Hay momentos en que sentís el anhelo y la necesidad de desarrollar vuestros dones espirituales, para recibir directamente mis mensajes, así como penetrar en el futuro y resolver por medio de los atributos del espíritu los conflictos, las pruebas y el caos que os rodea entre la humanidad. 45. ¡Cuánto deseáis ver con la mirada del espíritu! Y veréis, pero será cuando descubráis que dejándoos conducir por la luz de la conciencia que ilumina a vuestro espíritu, comprendáis mejor las revelaciones del Señor. 46. Por ahora estudiad este mensaje y escribidlo porque vendrán tiempos en que ya no escucharéis esta palabra y entonces sólo os quedarán los escritos. 47. Quiero que mi palabra, al formarse los libros que habrán de extenderse por la Tierra, sea impresa sin mancha, pura, tal como brotó de Mí. 48. Si así la hicieseis llegar a vuestros libros, de ella brotará una luz que iluminará a la humanidad y su esencia será sentida y comprendida por todos los hombres. 49. Mi mensaje de este tiempo también será negado y combatido, algunos dirán que no tuvo objeto mi manifestación; pero no temáis porque mi Obra del Segundo Tiempo también ha sido discutida, negada, escarnecida y, sin embargo, corazón por corazón y espíritu por espíritu han reconocido y valorizado aquella pasión que entre vosotros viví. 50. Sí, pueblo, sabed que ha habido y hay quienes dicen: ¿Qué relación tiene el dolor de Jesús con vuestra salvación? Su dolor no puede darnos la gloria. Y el Espíritu de Verdad os dice: Yo fui entre los hombres a través de Jesús, como esas plantas de olor que perfuman las manos del que les arrancó la vida. 51. Aquel madero que me disteis y que Yo acepté, fue prueba de mi amor por vosotros y prueba también de que os salvaríais con mi ejemplo. ¿Por qué creéis que si Yo hubiese sabido que mi sacrificio iba a ser inútil, os lo hubiese ofrecido? ¿No recordáis que os he dicho que en la Obra del Padre no se pierde ni una semilla? Cuando el costado del Maestro fue abierto, quise que en él vieseis la puerta que se abría para que todos moraseis en la eternidad, y el primero en contemplar esa puerta, fue el soldado que hundió su lanza en el cuerpo de Jesús. 52. Mi amor es como el árbol que perfuma el hacha del leñador que le arranca la existencia; cada gota de sangre de aquel cuerpo se derramó sobre esta humanidad, perdonando a todos y perfumando su existencia con la esencia divina de mis enseñanzas. 53. Más si a esta humanidad en su ceguera, le pareciese que aquel sacrificio no le bastaba para su salvación, aquí está de nuevo mi palabra, no la palabra del hombre que no ha sabido explicar aquel mensaje, sino mi palabra que viene a enseñaros la esencia inmortal de mi Doctrina y de mis obras, explicación divina con la que los hombres sabrán el valor espiritual de aquella sangre derramada en el Calvario por amor a la humanidad. 54. Vengo a deciros cuál es la esencia de aquel sacrificio, porque sois míos como Yo soy vuestro. 55. Nunca he visto enemigos en ninguna criatura porque todos sois mis hijos. La palabra enemigo profana los labios de quien la pronuncia, refiriéndose a un hermano. 56. Longinos atravesó mi costado y derramé en él la sangre que fue luz en sus ojos ciegos. 57. Quiero que seáis como vuestro Maestro, para llamaros justamente mis discípulos. Mi herencia es de amor y de sabiduría. Fue Cristo el que vino a vosotros y es Cristo el que os habla en estos instantes, mas no tratéis de separarme de Dios, ni mirarme fuera de Él, porque Yo soy y he sido siempre Uno con el Padre. Os he dicho que Cristo es el Amor Divino, por lo tanto no tratéis de separarme del Padre. ¿Creéis que Él sea un Padre sin amor a sus hijos? ¿Cómo lo concebís? Ya es tiempo de que lo reconozcáis. 58. Nadie se avergüence de llamar Padre a Dios, al Creador, porque ese es su verdadero nombre. 59. Os he traído de nuevo la luz para que analicéis lo que antes no habíais logrado comprender. 60. Si a vuestro espíritu le dije antes de enviarle a la Tierra que iba a darle un mundo de enseñanzas, hoy le digo que le ofrezco un cielo de sabiduría. 61. Caminad por este sendero de espiritualidad y recibiréis ese cielo del que os hablo. 62. La sabiduría del espíritu es luz que no se apaga jamás. 63. Soy el Maestro, soy Cristo quien os habla a través de la conciencia, en la forma en que sólo Yo tengo para llegar a cada uno de vosotros, la que al hablaros os acaricia. 64. Aquí me tenéis buscando seres en apariencia inútiles para una obra de amor, los que sé que me servirán porque Yo les he creado. 65. Vengo a servirme de vuestro espíritu, de vuestra voluntad, de vuestro corazón, de vuestra mente, y mientras llegáis al momento de vuestra preparación e iluminación, en el cual pueda servirme de vosotros convirtiéndoos en mis instrumentos, os dejo mis enseñanzas para que aprendáis la sabia lección. 66. Así, preparándoos con mi palabra, penetrad en estos días de recordación. Meditad, meditad en aquella hora en que la tierra protestó por la ingratitud humana y se obscureció el cielo, pero en la que el Cordero no protestó. 67. Fue triste la mirada del Maestro en el Gólgota, más con ella os bendecía. Para aquellas turbas iba a morir, más Él sabía que pronto resucitaría en cada corazón, cuando fuesen naciendo a la fe. 68. Dicen los que van a Jerusalén que en aquellas tierras hay un ambiente que sobrecoge al espíritu y que hasta la luz parece extraña. 69. De cierto os digo, que es la voz de la conciencia, son los recuerdos que hacen estremecer al corazón, y aunque ahí murió Jesús y dejó de verlo la humanidad, Cristo aparece en todas partes en esencia, presencia y potencia. 70. Caravanas de hombres y mujeres se encaminan a Jerusalén y al pisar aquellos sitios, traen a su mente recuerdos dulces unas veces, amargos otras. Encuentran todo aquello saturado de la presencia de Jesús. Mas ¿Para qué peregrinar tanto en busca de huellas materiales, teniendo cada uno mi divina presencia en su espíritu donde quiera que esté? 71. Yo quisiera que con esta enseñanza os levantaseis todos para llevar un mensaje de fraternidad, de buena nueva, de amor; un saludo, una gota de bálsamo, un abrazo de amistad a todos vuestros hermanos. 72. Vengo en este tiempo para que contempléis desde la Tierra, con la luz de mis lecciones, a la Nueva Jerusalén, la Ciudad Blanca prometida al espíritu, la que Juan mi Apóstol contempló en su revelación; más si en la primera Jerusalén la maldad del hombre me elevó en la cruz del martirio, en la nueva Ciudad, la cual será espiritual, me elevarán los espíritus sobre el altar de su amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 20 1. El libro de mi palabra es el libro del divino y verdadero amor, en él encontraréis la verdad inmutable. Acudid a él y encontraréis la sabiduría que os ayude a evolucionar y alcanzar la paz en la eternidad. No faltará quien altere o modifique su esencia, e infringirá gravemente mi Ley quien quitare o agregare una sola palabra que sea desacorde con mi Doctrina perfecta. 2. Conservad esta palabra con su original pureza, porque ella es la más bella heredad que dejaré al hombre. Escribid mi enseñanza y hacedla conocer a vuestros hermanos, conservadla fielmente porque vosotros sois responsables de esa heredad. 3. Mañana el hombre encontrará en ella la esencia de mi revelación, la cual los conducirá con la luz de sus enseñanzas, por el camino de la verdad. 4. De padres a hijos serán legadas estas escrituras, como un manantial de agua viva, cuya corriente brotará inagotable e irá de corazón a corazón. Estudiad en el gran Libro de la Vida, el libro de la espiritualidad, el que os explicará las revelaciones divinas que habéis recibido a través de los tiempos. 5. ¿No os prometí que todo conocimiento sería restituido a su primitiva verdad? Pues esté es el tiempo que os fuera anunciado. 6. En verdad os digo, que quien medite y analice las enseñanzas de mi Libro, con el verdadero anhelo de elevar sus conocimientos, adquirirá la luz para su espíritu y me sentirá más cerca de él. 7. Los mitos de ayer y los de hoy caerán, todo lo mediocre y falso se derrumbará, porque llegará el instante en que ya no podáis alimentaros más con las imperfecciones y entonces se levantará el espíritu en busca de la verdad, para que ésta le sirva de único sustento. 8. En estas enseñanzas encontrará la humanidad la esencia de mis revelaciones, que hasta hoy no ha comprendido por su falta de espiritualidad. Desde los tiempos antiguos os la he confiado a través de mis enviados, de mis emisarios, de mis intérpretes, y sólo os ha servido para que forméis con ella, mitos y tradiciones. Meditad y estudiad esta lección con respeto y amor si queréis evitaros siglos de confusión y de amargura; pero recordad que no cumpliréis vuestra misión, si solamente os conformáis con poseer el libro; no, él debe despertaros y enseñaros si verdaderamente anheláis ser mis discípulos. Doctrinad con el ejemplo, con el amor y con la caridad que os he enseñado. 9. Preparaos con la lectura de este libro dictado por Mí y decidíos a enseñar con vuestros actos, con palabras dulces, con buenas obras, con miradas de verdadera caridad y amor. 10. Este tiempo de mi comunicación con vosotros, será inolvidable para vuestro espíritu, en él quedará la huella imborrable de mis palabras, como también ha quedado en él el recuerdo de mis lecciones pasadas. 11. Discípulos amados: Aprended a captar con vuestra sensibilidad espiritual la divina esencia contenida en mi palabra y siguiéndola, nunca os perderéis de la senda verdadera. 12. Desventurado aquél que interprete mi palabra según su voluntad, porque de ello me responderá. 13. En la Tierra muchos hombres se han consagrado a alterar la verdad, sin darse cuenta de la responsabilidad que tienen como colaboradores en la Obra de amor del Padre. En este tiempo de juicio que muchos ignoran, porque no han sabido interpretar los acontecimientos que están viviendo, la justicia se encuentra en cada espíritu tomándole cuenta de sus obras dentro o fuera de la Ley de amor en el curso de su peregrinaje en este mundo. 14. Quien cambiase en estos escritos la esencia de mis revelaciones entregadas por inspiración, responderá de sus obras delante de Mí. Por lo tanto, debéis proceder con rectitud, porque estas lecciones son mi legado de amor para mis hijos que, encarnados o en espíritu, están en espera de mayores enseñanzas. 15. El mensaje espiritual que escucháis, es la luz celestial que se manifiesta a través de instrumentos humanos que en estado de éxtasis la perciben. Si no creéis que es Cristo el que está vibrando espiritualmente bajo esta forma, dadme el nombre que queráis; pero sentid la esencia de la palabra que brota de estos labios. Sólo así llegaréis a saber que Aquél que tan dulcemente os llama al camino de la paz y del bien, no puede ser otro que Cristo, a quien con justicia llamáis: Él Divino Maestro. 16. Después sabréis, que así como Yo envío pensamientos que son destellos de luz a todo el Universo, también vosotros podéis hacer llegar desde la escala espiritual de perfeccionamiento en que os encontréis, vuestro amor sobre la mente y espíritu de vuestros hermanos, como un mensaje espiritual. 17. Saturaos de amor, sentidlo espiritualmente para que podáis manifestarlo a vuestros semejantes. No permanezcáis indiferentes ante mis enseñanzas, para que no volváis a confundiros entre los hombres carentes de fe y de espiritualidad. 18. Os estoy entregando una lección semejante a la que os traje en los tiempos pasados, para que a través de ella lleguéis a conoceros a vosotros mismos, sabiendo quienes sois y para qué fin habéis sido creados, ése será el paso más firme que deis, para llegar a conocerme. Por eso os pregunto: ¿Cómo queréis conocer al padre, si ni siquiera habéis llegado a conoceros a vosotros mismos? 19. Yo soy lo que todavía no podéis entender en toda su plenitud, porque aún habitáis en la carne y no cumplís con mis mandatos; estáis sujetos a la materia y poseyendo en ella una mente limitada, me analizáis de acuerdo con vuestro materialismo. Dejad de estudiarme fuera del sendero que os señala mi Ley, porque ello sólo os servirá para que os extraviéis del camino; en cambio, conoceos a vosotros mismos amándoos los unos a los otros y estudiad las manifestaciones divinas que forman mi lección perfecta a través de los tiempos. No tratéis de buscarme con los pobres y contados conocimientos que actualmente poseéis, porque con ello os confundiréis. 20. Sabed que el estado natural del ser humano, es el de la bondad, el de la paz del espíritu y la armonía con todo lo que le rodea. Quien se conserve en la práctica de estas virtudes a través de la vida, ese va por el camino verdadero que lo conducirá al conocimiento de Dios; más si os apartáis de ese sendero olvidando la Ley que debe guiar vuestros actos, tendréis que restituir con lágrimas los instantes que vivisteis apartados del camino de elevación espiritual, que es el estado natural en que debe conservarse siempre el hombre. 21. No sentís amor por vuestros semejantes y es por eso que continuamente el dolor os aqueja. Habéis olvidado el: “Amaos los unos a los otros” mandamiento que enseña la más grande de todas las sabidurías. ¿Dónde está vuestro saber, si no sabéis amar? ¿A dónde os ha conducido, oh humanidad vuestro análisis de Dios? A la guerra fratricida, al caos, ahí tenéis las consecuencias de vuestro error, hoy purificáis vuestras faltas con vuestra sangre, con llanto y desesperación. Así os contempla mi Espíritu. Por lo tanto, alejaos de lo superfluo, cumplid con mi Ley, conoceos entre hermanos y en la armonía de vuestra comprensión y amor, conoceréis a vuestro Señor. 22. Analizad mis enseñanzas que son claras y sencillas, mas no tratéis de analizar primero lo infinito porque os equivocaréis. 23. ¿Cómo podréis decir que amáis a vuestro Dios, si antes no le habéis amado en vuestros hermanos? Sentid en vuestro corazón la dulzura de esta palabra, discípulos, recordad que su esencia es mía, la verdad y el amor también. La palabra y la escritura son vuestras, son obra humana, traducid e interpretad una y otra y vuestros análisis serán profundos, firmes y justos. 24. Sanad de vuestra materialidad tomando de mi palabra el bálsamo, mirad cómo queda entre las páginas de vuestro libro el efluvio y mi caricia de amor. 25. Compartid con los necesitados de este pan de vida eterna que hoy recibís en mi palabra, y mañana no dejéis de ofrecerlo, a través de la lectura de estas enseñanzas, a los espíritus que por su poca elevación están sin esperanza de redención. Tened piedad de los que sufren. 26. Sembrad mi palabra de amor en vuestros hermanos; con amor en vuestro corazón, es imposible que os equivoquéis. Si sabéis conservar este tesoro divino, os evitaréis muchos sufrimientos y progresaréis en vuestra evolución, oh discípulos amados, ayudando a vuestros hermanos en su acercamiento a Mí. 27. Entre la humanidad hay quienes se han purificado con el dolor y esperan con ansia de vosotros mi mensaje de paz. Os he dicho que el número de los espíritus señalados para esta delicada misión es infinito, no lo podéis calcular, ni imaginar. En todos dejad esta simiente de amor. 28. Todos camináis por la escala de perfección espiritual; unos han alcanzado la evolución que por ahora no podéis concebir, otros vienen detrás de vosotros. 29. Los grandes espíritus, grandes por su lucha, por su amor, por su esfuerzo, buscan la armonía con sus hermanos pequeños, con los distantes, con los negligentes; sus misiones son nobles y elevadas, su amor a mi Divinidad y a vosotros es muy grande también. 30. Esos espíritus saben que fueron creados para la actividad, para la elevación; saben que la inactividad no es para los hijos de Dios. En la Creación todo es vida, movimiento, equilibrio, armonía; y así, esos innumerables seres trabajan, se esfuerzan y gozan en su lucha, con el conocimiento de que así glorifican a su Señor y ayudan al progreso y perfeccionamiento de sus semejantes. 31. Hoy que os encontráis fuera del sendero que os señala mi Ley, ignoráis la influencia que ejercen sobre vosotros esos hermanos vuestros, más cuando tengáis sensibilidad para percibir los efluvios, inspiraciones y mensajes que os envían, tendréis el presentimiento del sinnúmero de ocupaciones y obras nobles a que ellos dedican su existencia. 32. Es necesario que sepáis que aquellos espíritus, en su amor y respeto a las leyes del Creador, nunca toman lo que no les corresponde, ni tocan lo vedado ni penetran en donde saben que no deben, para no desarmonizar a los elementos de la Creación. 33. Cuán distinto lo hacen los hombres en la Tierra, quienes en su afán de ser grandes y poderosos en el mundo, sin el menor respeto a mis enseñanzas buscan con la llave de la ciencia los elementos destructores, abren las puertas de fuerzas desconocidas y rompen de esa manera la armonía en la Naturaleza que los rodea! 34. ¿Cuándo sabrá el hombre prepararse para escuchar el sabio consejo del Mundo Espiritual, y en esa forma guiarse por sus inspiraciones? 35. De cierto os digo que ello bastaría para llevaros por el camino seguro a la cumbre de la montaña que os pertenece, ahí contemplaréis ante vosotros un sendero recto y luminoso por el cual han pasado los espíritus que ahora sólo existen para procuraros el bien y ayudaros en vuestras fatigas, acercándoos paso a paso al final del sendero, donde os espera a todos vuestro Padre. 36. Ya que os he hablado de la bondad y elevación de aquellos seres, debo deciros que ellos, como vosotros, también tuvieron desde un principio el don del libre albedrío, es decir, verdadera y santa libertad de acción que es prueba del amor del Creador hacia sus hijos. 37. ¿Qué sería del espíritu privado de su libre albedrío? En primer lugar no sería espíritu y por lo tanto no sería creación digna del Ser Supremo; sería algo así como esas máquinas que vosotros hacéis; algo sin vida propia, sin inteligencia, sin voluntad, sin aspiraciones. 38. Vuestra ciencia, tal como os lo anuncié, poco a poco os va descubriendo que en todo hay energía, movimiento, transformación. 39. ¿Podríais haber descubierto todo lo que la humanidad ha encontrado por medio de la ciencia, si hubieseis carecido de libertad para investigar, estudiar y experimentar?, ¿Podríais asimismo recibir esta comunicación espiritual bajo la forma que la tenéis, si vuestro espíritu se hubiese visto vedado para estas manifestaciones? 40. Me decís que por causa del libre albedrío habéis caído en faltas y errores. También os digo que por ese don podéis elevaros infinitamente más allá del punto de donde partisteis al principio de vuestra evolución. 41. Además del libre albedrío, di a cada espíritu mi luz en su conciencia para que nadie se perdiese, pero los que no quisieron escuchar mi voz o no quisieron penetrar en su interior en busca de la luz espiritual, pronto se dejaron seducir por los innumerables placeres de la vida humana, perdieron el apoyo de mi Ley para su espíritu y tuvieron que tropezar y caer. 42. Una sola falta trajo muchas consecuencias penosas y es que la imperfección desarmoniza con el amor divino. 43. Los que rendidos y arrepentidos volvieron inmediatamente al Padre y le pidieron mansamente que los desmanchara y los librara de las faltas que acababan de cometer, el Señor los recibió con infinito amor y caridad, confortó su espíritu, los envió a reparar sus faltas y los afirmó en su misión. 44. No creáis que todos retornaron mansos y arrepentidos después de la primera desobediencia. No, muchos llegaron llenos de soberbia o de rencor. Otros avergonzados, reconocieron su culpabilidad, quisieron justificar sus faltas ante Mí, y lejos de purificarse con el arrepentimiento y la enmienda, que son prueba de humildad, optaron por crear para sí mismos una vida a su manera; fuera de las leyes que dicta mi amor. 45. Entonces se presentó mi justicia, mas no para castigarlos, sino a corregirlos, no para destruirlos, sino para conservarlos eternamente, proporcionándoles una amplia oportunidad para perfeccionarse. 46. ¡Cuántos de aquellos primeros pecadores, aún no logran apartar de sí sus manchas, porque de caída en caída, fueron descendiendo más y más al fondo del abismo, del cual sólo la práctica de mi Ley podrá salvarles. 47. También os digo, que entre aquellos espíritus de quienes os he hablado al principio de esta lección y que son para vosotros guardianes, maestros, consejeros, guías y doctores, también están los que supieron de las caídas y del cáliz amargo que dan las desobediencias; pero supieron a tiempo reconsiderar sus obras, purificándose en las aguas del bien, del amor, de la caridad y de la restitución. 48. Imitadles, hijos míos, elevaos sobre el pecado como ellos, para que también sea vuestro el divino gozo de trabajar junto con el Padre, por la felicidad de todos los seres. 49. Comprended que estáis a prueba en el camino de vuestra evolución, recibiendo lecciones de la vida y estas lecciones son los acontecimientos que encontráis en vuestro camino. 50. Sois a semejanza de las aves, que habéis construido este nido donde os reunís para esperar la llegada de la alondra. A veces el vendaval azota al árbol y huís temerosos, buscando donde refugiaros y confundidos preguntáis: ¿Por qué lo ha permitido el Maestro? Y el Maestro os dice: Yo permito esas pruebas, para que por vosotros mismos sepáis si lo que habéis construido es firme o aún es frágil. 51. Esta casa de oración, como todos los lugares en donde os reunís para escuchar mi palabra, están sujetos a las vicisitudes de los tiempos, las cuales os he dicho que son lecciones y pruebas para vosotros. 52. Vivid unidos espiritualmente para que siempre que os veáis azotados por el huracán, cada quien ocupe su puesto y permanezca firme hasta que la tempestad pase y vuelva de nuevo a vosotros la paz; pero si os consideraseis impotentes para uniros y hacer frente a la adversidad, entonces imitaréis al paralítico, que ya no hace esfuerzo para moverse sabiendo que sus miembros están inutilizados. ¿De qué sirven las facultades que existen en vuestro espíritu, si cuando llega la hora de reconocer el valor de ellas, dudáis, flaqueáis y abandonáis vuestra misión espiritual? 53. ¿Dudáis de mi presencia porque las pruebas azotan el lugar en que os reunís? Yo os digo, que Yo soy el que se presenta y habla aunque estos lugares dejaran de existir. 54. No os fanaticéis con los recintos materiales. ¿No comprendéis que el templo indestructible y eterno es el que estáis levantando en vuestro ser? 55. En las horas de paz examinaos a fin de que vuestra conciencia os diga si el valor de vuestras obras es verdadero o aparente, si vuestros méritos nada más lo son delante de vosotros o si han llegado a Mí. 56. Vosotros, que tenéis mi comunicación y que os deleitáis escuchando mis frases de sabiduría y amor, no os preparáis para los tiempos venideros. En cambio, ¡Ved a vuestros hermanos que no reciben este mensaje, cómo construyen, trabajan y edifican, aunque la mayor parte de su obra sea material! Imitad su esfuerzo y su unión. 57. Ellos también son combatidos, perseguidos y juzgados, sin embargo no dudan de Mí; y vosotros que habéis sido nombrados mis nuevos discípulos y que estáis oyendo mi manifestación como Espíritu Santo, dudáis porque esta casa de reunión por instantes le habéis visto sujeta a los rigores y pruebas propios de vuestra vida. 58. Los niños crecen y se hacen hombres para convertirse a su vez en padres, más vosotros en vuestro espíritu seguís siendo infantiles y no queréis crecer ni multiplicaros en conocimiento y amor. 59. Todo lo creado tiene una explicación justa y una razón de ser, de acuerdo con la perfección del Padre, pero vosotros no miráis perfección ni justicia, ni razón. Si las obras no son como vosotros las concebís, dudáis; si vuestras esperanzas no se realizan, dudáis; en cada uno de vuestros sufrimientos dudáis de Mí y si miráis desatados los elementos de la Naturaleza, vuestra duda crece. 60. ¿En qué lugar me colocáis si no me amáis como vuestro Dios y Señor? Pensáis de manera limitada y pequeña, sin analizar el mensaje que os doy en cada prueba. En verdad os digo que cuando interpretéis el sentido de las enseñanzas que a través de la vida os envío, sabréis quién soy Yo, y conoceréis el porqué de cada lección. 61. Así como aprendéis en el mundo a leer, aprended a analizar la enseñanza del espíritu y su lenguaje de amor. 62. Hay quienes piensan que este mundo es sólo para la materia, para que en él triunfen las pasiones de la carne, más con ello están deteniendo la elevación del espíritu. ¡Ah humanidad, pequeña y vanidosa, que queréis hacer la vida a vuestra voluntad! Sabed que este mundo lo mismo es para la materia que para el espíritu; por eso siempre he venido a enseñaros a cumplir con la ley material, ayudando a la vez al espíritu en su evolución. A los materializados del Segundo Tiempo tuve que decirles para hacerles comprender: “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. 63. Para vencer la debilidad, la pequeñez, la miseria, las pasiones y destruir la duda, es indispensable la fe y las buenas obras que son virtudes que vencen lo imposible, ante ellas lo difícil e inalcanzable se desvanece como sombras. 64. Dije a los hombres que en Mí creyeron en el Segundo Tiempo: “Tu fe te ha salvado”. Así lo declaré porque la fe es una potencia curativa, es una fuerza que transforma y su luz destruye las tinieblas. 65. En verdad, en verdad os digo, que lo imposible no existe. En casos tan pequeños como vuestros quebrantos de salud, hablad a Dios que habita en cada uno de vosotros, que sabe lo que necesitáis y lo que sentís, os dará según sea su voluntad. 66. En la Doctrina que prediqué cuando estuve en la Tierra y en la que ahora os enseño a través del portavoz humano, se manifiesta mi Espíritu, por eso mi enseñanza os recrea y al mismo tiempo os fortalece, porque no es palabra que halague sólo los sentidos materiales, sino que sustenta al espíritu. 67. Por eso entre las multitudes que me escuchan unos vienen a curarse con la palabra de sabiduría, con el consuelo que vierte; otros vienen a aligerar su carga de pecados oyendo mi enseñanza de justicia, de perdón y de amor. 68. Al oírme hablar así, vuestras fibras sensibles por el dolor se estremecen y si me llamáis como Doctor, a vosotros me acerco a sanaros. 69. Sentid que mi amor es sobre vosotros como un manto de consuelo. 70. Bienaventurados los que ponen su esperanza y su fe en mí. Sentidme cerca de vosotros y decidme con el corazón vuestras penas, no temáis, ovejas amadas, nadie como Yo sabe entender vuestra balbuciente oración. Mostradme vuestra herida, señaladme vuestra dolencia y ahí depositaré mi bálsamo de amor y caridad. 71. Recibo vuestras penas que en silencio me confiáis. Penetrad en comunión espiritual conmigo, para que sintáis profundamente mi presencia en vosotros. 72. Veréis cómo la serenidad del espíritu aquieta el mar tempestuoso de vuestras pasiones. Sólo me habéis escuchado en estos instantes a través del pedestal y sin embargo, cuánto me han hablado vuestros corazones. ¡Cuántas penas y amarguras han llegado hasta Mí! ¡Cuántos corazones que sufren por las ingratitudes, marchitos como flores cortadas y olvidadas después! ¡Llanto que no asoma a los ojos, que se lleva oculto en el corazón y espera del instante de paz! Dolor de hombres, de esposas y de madres. Todo lo recojo con el poder de mi amor. 73. He venido a fortalecer y a proteger a los débiles contra el dolor, pero una vez sanos, iluminados y fuertes, quiero verlos consolando a los que sufren. Cuando exista el amor de los unos a los otros, vuestro mundo brillará con la luz de la armonía y de la verdad que brotará de sus hijos encarnados y desencarnados, a quienes les fue confiado este mundo como mansión pasajera. 74. Os he hablado una vez más por medio de labios que no son puros, pero que en el instante de mi comunicación, han sabido interpretar mi palabra de amor. No creáis que sea una forma imperfecta la que estoy empleando para hablaros, llego al entendimiento más no a la materia pecadora. Mi luz se acerca cuando el portavoz, en éxtasis, me ofrece su corazón, me entrega su ser, entonces lo utilizo como vehículo para llegar en forma limitada, humanizada, a las multitudes. 75. Esta fue mi promesa a través de Jesús y os la he venido a cumplir. Dije en el Segundo Tiempo a mis apóstoles: “Si no me fuese, no vendría a vosotros el Espíritu Consolador”. Quise decir: si Yo Jesús, en cuerpo, no me fuese, no podría venir a manifestarme a vosotros en espíritu. Pues el Espíritu Consolador, el Espíritu Santo que os prometí, soy Yo, es mi palabra, es mi mensaje de amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 21 1. Discípulos: Habéis olvidado la forma de orar que os enseñé en el Segundo Tiempo y he venido a recordárosla. 2. La oración debe ser para vosotros algo más grande y poderoso que repetir las palabras aprendidas de memoria con las que nada alcanzáis si no tenéis elevación espiritual. 3. No acostumbréis orar únicamente con palabras, orad con el espíritu. También os digo: Bendecid con la oración, enviad pensamientos de luz a vuestros hermanos, no pidáis nada para vosotros, recordad que quien se ocupe de lo mío, siempre me tendrá velando por él. 4. La semilla que sembréis con amor, la recibiréis multiplicada. 5. Visitad y ungid al enfermo, confortad al presidiario, dad paz al necesitado y llevad el consuelo al corazón angustiado. 6. Los hombres han confundido la verdadera caridad olvidando uno de los sentimientos más elevados del espíritu, con el materialismo que se manifiesta en todos sus actos. Os he visto dar con desprecio y aún con asco, unas monedas a vuestros hermanos los pobres, y dais monedas, porque en el corazón no tenéis nada que dar; si al menos las dieseis con amor o con deseo de ayudar, pero las dais con orgullo, con ostentación humillando al menesteroso. Si las dieseis sin vanidad ni repulsión, vuestra pobre moneda en parte mitigaría la sed de amor de esos espíritus en plena restitución. 7. A los que así entienden la caridad y con esas obras imperfectas tratan de acallar la voz de su conciencia y pretenden hacerme creer que cumplen con una de mis más elevadas enseñanzas, vengo a deciros: Recogeos en vuestra alcoba y en vuestra oración comunicaos conmigo, para que en esa comunión a la que por ahora no estáis acostumbrados, sintáis en vuestro interior un destello de bondad y gratitud hacia el Padre, y sintiendo el dolor de vuestros semejantes, pidáis por ellos aunque sólo lo hagáis por los vuestros, lo que ya sería un paso hacia la espiritualidad. 8. No puedo pedir aún de todos los hombres abnegación y caridad para los demás o verdadero amor para el prójimo; más de vosotros, discípulos y párvulos, que día tras día escucháis esta voz que dulcifica vuestros sentimientos, sí espero obras dignas de Mí y de vosotros. 9. Si amáis, los demás beneficios os vendrán por añadidura. 10. El amor os dará la sabiduría para entender la verdad que otros buscan inútilmente por los escabrosos caminos de la ciencia. 11. Dejad que el Maestro os guie en todos los actos, palabras y pensamientos. Preparaos bajo su dulce y amoroso ejemplo y manifestaréis el amor divino, así os sentiréis cerca de Dios, porque estaréis en armonía con El. 12. Si amáis, lograréis ser mansos, como Jesús lo fue. 13. Si amáis, no necesitaréis cultos materiales ni ritos, porque llevaréis la luz que ilumina vuestro templo interior, ante el cual se romperán las olas de todas las tormentas que os pudiesen azotar y se destruirán las tinieblas de la humanidad. 14. No profanéis más lo divino, porque en verdad os digo, que es mucha la ingratitud con que os mostráis ante Dios, cuando hacéis esas prácticas externas que habéis heredado de vuestros primeros hermanos, y en las que os habéis fanatizado. 15. A Jesús lo vio sufrir la humanidad y su enseñanza y testimonio es creído por vosotros, ¿Para qué seguirlo crucificando en vuestras esculturas? ¿No os bastan los siglos que lleváis de exhibirlo como la víctima de vuestra maldad? 16. En vez de recordarme en los tormentos y en la agonía de Jesús es mejor que me recordéis en su resurrección, plena de luz y gloria. 17. A veces, al mirar vuestras imágenes representándome en la forma de Jesús en la cruz, hay quienes han pensado que se trató de un hombre débil, cobarde o tímido, sin pensar que Yo soy Espíritu y vine a padecer lo que vosotros llamáis sacrificio y que Yo llamo deber de amor, para ejemplo de toda la humanidad. 18. Cuando se es Uno con el Padre, no hay armas, ni fuerza, ni suplicios que puedan doblegar; más si en cuanto hombre padecí, sangré y morí, fue por daros mi ejemplo sublime de humildad. 19. Los hombres no han comprendido la grandeza de aquella lección, y por doquiera levantan la imagen del crucificado, que representa una vergüenza para esta humanidad, la cual sin amor ni respeto hacia Aquél a quien dice amar, le sigue crucificando e hiriendo diariamente al herir el corazón de sus hermanos, por quienes dio el Maestro su vida. 20. ¡Ah, hijos míos de todas las creencias, no deis muerte a los más nobles sentimientos del espíritu, ni tratéis de conformarlo con prácticas y cultos externos! Mirad: Si una madre, no tiene nada material que ofrecer a su amado y pequeño hijo, lo estrecha contra su corazón, lo bendice con todo su amor, le cubre de ósculos, lo mira dulcemente, lo baña con sus lágrimas, pero jamás trata de engañarlo con actos vacíos de amor. 21. ¿Cómo concebís que Yo, el Divino Maestro, apruebe que os conforméis con las prácticas vacías de toda esencia, verdad y amor, con las cuales tratáis de engañar a vuestro espíritu, haciéndole creer que se ha sustentado, cuando en realidad cada vez se encuentra más ignorante de la verdad? 22. Aprended a amaros, a bendeciros, a perdonaros los unos a los otros; a ser mansos y dulces, buenos y nobles, y entended que, de no hacerlo así, no tendréis en vuestra vida ni el más leve reflejo de las obras de Cristo, vuestro Maestro. 23. A todos hablo y os invito a destruir los errores que por tantos siglos os han detenido en vuestra evolución. 24. Tomad por escudo el amor y empuñad como espada la verdad y pronto encontraréis el camino. No temáis ser sembradores de amor, porque ya no están Pilatos ni Caifás en el mundo para que juzguen a mis discípulos. Pequeños calvarios encontraréis a vuestro paso, más pasad por ellos dejando huella de fortaleza, de serenidad y fe. 25. Cristo os dio su ejemplo, pero es y seguirá siendo el eterno Maestro, en espíritu y en verdad. 26. El Espíritu de Verdad y Consolación, es el mismo Espíritu de Dios que palpitó en el Jesús amoroso que habitó entre los hombres y que palpitará en vosotros cuando sepáis amar como Él os enseñó. 27. Vosotros que sois mis nuevos discípulos, escuchad: Desde el Segundo Tiempo os hablé con suma claridad acerca de Mí, para evitaros caer en tentación, en errores. Cuando os dije: El Padre y Yo somos Uno, con ello os quise decir que mi amor a vosotros, en mi palabra y en cada una de mis obras, teníais la presencia del Padre; sin embargo las religiones que después se fundaron basadas en aquella enseñanza, han caído en materialismo, haciendo figuras en las que representan la forma de Jesús, y lo adoran a través de ellas, olvidando que Cristo es esencia y espíritu. 28. Si Yo hubiese deseado que me adoraseis en la figura de Jesús, os hubiese dejado su cuerpo, para que le rindierais culto, pero si concluida su misión hice desaparecer aquella materia, ¿Por qué los hombres le adoran? Yo os revelé que mi Reino no es material, más a pesar de ello los hombres aún quieren retenerme en la Tierra, y me presentan las riquezas y el poderío de un reino que es pasajero y limitado. 29. Dos naturalezas hubo en Jesús, una material, humana, creada por mi voluntad en el seno virginal de María, a la que llamé el Hijo del Hombre, y la otra divina, el Espíritu, el cual fue nombrado el Hijo de Dios. En ésta fue el Verbo Divino del Padre, el cual habló en Jesús; la otra fue tan sólo material y visible. 30. Cuando fui interrogado por el pontífice Caifás diciéndome: Yo te conjuro a que me digas si eres el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios. Yo le respondí: “Tú lo has dicho”. 31. A mis apóstoles les había anunciado que me volvería al Padre, de donde había venido, entonces me refería al Espíritu Divino que se limitó en el cuerpo bendito de Jesús; más cuando les profeticé a mis discípulos que el Hijo del Hombre sería entregado y crucificado, sólo me refería a la parte material; al espíritu no sería posible crucificarle ni darle muerte, porque es inmortal y está sobre todo lo creado. 32. Si os dije que imprimiría mi Ley en vuestro corazón, la grabaría en vuestro espíritu y reinaría en vosotros, me refería a mi sabiduría, a mi esencia eterna. Debéis comprender que no es Jesús el que penetra en vuestro corazón, sino Cristo, el Verbo eterno, Aquél que por boca del profeta Isaías fue anunciado como el Cordero inmolado. 33. En lo material fue Jesús vuestro ideal y la realización de la perfección, para que en El tuvieseis un ejemplo digno de imitarse, quise enseñaros lo que debe ser el hombre para asemejarse a su Dios. 34. Dios es uno y Cristo uno con El, puesto que es el Verbo de la Divinidad, el único camino por el cual podéis llegar al Padre de todo lo creado. 35. Mi semilla está sembrada en cada espíritu de la humanidad y llegará el día en que podáis elevaros hasta ser semejantes a vuestro Maestro. 36. El Espíritu de Verdad, es la sabiduría divina que viene a aclarar los misterios y ha llegado a los hombres, en cumplimiento de mi promesa hecha a la humanidad. Estáis viviendo la Era en que habían de realizarse estas manifestaciones, por encontraros preparados espiritualmente para recibirlas. 37. Ved que los males que hoy aquejan a la humanidad, provienen de su falta de cumplimiento a mi Ley, y por haber dado una interpretación material a las enseñanzas y revelaciones divinas. Con estos errores, ¿Cómo habían de darse cuenta de su naturaleza espiritual y de los lazos divinos que ligan a toda la humanidad con su Creador? De ahí proviene vuestro egoísmo, vuestras guerras y vuestro apego a los goces materiales. 38. El Espíritu de Dios, es como un árbol infinito en el que las ramas son los mundos y las hojas los seres. Si una misma es la savia que pasa por el tronco a todas las ramas y de éstas a las hojas, ¿No pensáis que hay algo de eterno y de santo que os une a todos entre sí, y que os funde con el Creador? 39. Breve es vuestro paso por el mundo, pero es necesario que cumpláis con vuestra misión antes de partir de esta vida, a fin de que lleguéis a habitar moradas más elevadas para el espíritu, en el más allá. 40. Espíritu y materia, son dos naturalezas distintas, de ellas está formado vuestro ser y sobre ambas está la conciencia. La primera es hija de la luz, la segunda proviene de la tierra, es materia, ambas están unidas en un solo ser y luchan entre sí guiadas por la conciencia, en la cual tenéis la presencia de Dios. Esa lucha hasta ahora ha sido constante pero al final, espíritu y materia cumplirán en armonía la misión que a cada una le señala mi Ley. 41. También podéis figuraros al espíritu como si fuera una planta y el cuerpo como la tierra. El espíritu que ha sido plantado en la materia, crece, se eleva sustentándose con las pruebas y enseñanzas que a través de su vida humana va recibiendo. 42. Vengo a enseñaros a conocer profundamente a vuestro espíritu, porque esa inmensa ola de materialismo que ha venido avanzando sobre la humanidad, tendrá que crear inmensas necesidades espirituales y es preciso que en el mundo exista una fuente de luz, en donde los sedientos de ella puedan calmar su sed. 43. Cuántas y espantosas guerras esperan a la humanidad, mucho más aterradoras que las que han pasado: en las que el furor de los elementos desencadenados, se confundirá con el estruendo de vuestras armas; el mundo será pequeño para contener en su seno tanta destrucción. Todo ello traerá como consecuencia que los hombres, habiendo llegado al máximo de su dolor y de su desesperación, se dirijan suplicantes al Dios verdadero, al que no quisieron llegar por el camino del amor, para pedirle su divina paz. Entonces Yo, Cristo, el Verbo, resucitaré en los corazones, porque ese tiempo será el tercer día, en el cual cumpliré la promesa de salvación al construir el templo como os lo prometí. 44. Como el ángel que se posó sobre el sepulcro de Jesús, descenderá mi Espíritu Divino a levantar la loza sepulcral que cierra vuestro corazón para que mi luz alumbre lo más íntimo del ser humano. 45. Ésta será la alborada espiritual de la cual seréis testigos; pero mi simiente y la buena nueva se propagarán, porque el tiempo de la lucha se acerca y es menester que mis hijos se encuentren preparados, más sabed desde ahora que en esta lucha no habrá titubeos, ella será llevada hasta el final en el que la luz triunfará sobre las tinieblas de la humanidad. 46. Oíd con atención, discípulos, para que vosotros a quienes he explicado tantos misterios, no vayáis a perder las llaves que os he confiado, para abrir el libro de mi sabiduría, sentid la paz para que podáis hacerla sentir a vuestro alrededor. 47. Solamente con la elevación serena y límpida de vuestro espíritu, llegaréis a ser los sembradores de la espiritualidad. 48. En medio de todas las vicisitudes de vuestra vida terrestre, muchos prodigios podréis llevar a cabo, si verdaderamente atesoráis en vuestro espíritu el don de la paz que os da mi amor; en cambio, si no la lleváis, muy pocas obras dignas de Mí podréis hacer. 49. Recibid mi Enseñanza sin inquietudes, apaciblemente, contempladme con la sensibilidad de vuestros sentimientos y sentidme con ternura, como los pequeños sienten a su madre amorosa. Sólo así estaréis en condiciones de recibir y aprovechar el torrente de luz que se desborda de mis enseñanzas. 50. Aprended a penetrar en el ambiente de íntima paz que os brindan estos instantes en que permanecéis conmigo, y olvidaos de vuestras penas y problemas, para que os fortalezcáis en mi amor. 51. Sed fuertes para que resistáis las pruebas y oréis por la humanidad que se agita y sufre como vosotros, y de cierto os digo que al sentir la llegada de mi paz, vosotros percibiréis que esa paz ha descendido sobre todos. 52. Me preguntáis por qué en muchas ocasiones, para recibir alguna gracia de Mí, antes tenéis que llorar por medio de alguna prueba, y Yo os digo, que siendo cada uno de vosotros como un árbol, a veces tenéis ramas tan enfermas o secas, que es necesaria la poda para que haya buenos frutos, y esos cortes tienen que ocasionaros dolor. 53. A veces esa poda llega hasta las mismas raíces para destruir los males que han contaminado a vuestro espíritu. 54. De momento lloráis, mas no desesperéis, porque después del dolor viene la verdadera salud. 55. Cuando os aparto del mal camino, lo hago con gran caridad y amor, aunque por el momento no comprendáis mis designios perfectos. Yo domino en vosotros la enfermedad y la transformo en salud y alegría, es así como voy acercando al camino al materializado, al confundido, al extraviado del sendero del bien. 56. Cuando crucificaron a Jesús, Él perdonó con dulzura a sus verdugos y les dio la vida, rogando a su Padre por su salvación; con sus palabras y su silencio también les dio el perdón y esas pruebas de infinito amor a la humanidad, fueron y serán eternamente como veneros inagotables, en los cuales se inspirarán los hombres para sus más nobles acciones de perdón y amor. 57. Hoy como ayer, vengo a daros a beber de esa fuente de verdad y de vida, a levantaros de vuestras caídas, y a iluminar vuestra senda para que soportéis las pruebas en vuestra marcha por este mundo y ello sirva como un peldaño para ascender a la mansión donde conoceréis la suprema paz. 58. De vuestro Creador nada temáis; en cambio de vosotros mismos sí, cuando vuestro espíritu no se encuentre en el camino trazado por mi Ley. 59. Buscad el sendero que os trazó Jesús para que apartéis vuestro cáliz de amargura. Si os perdéis o retardáis voluntariamente vuestra llegada al Reino de la paz, será porque así lo queráis más no porque sea mi voluntad. 60. Dejad que os guie, para que apoyados en Mí, interpretéis las enseñanzas que os brinda el libro de la Vida y comprendáis algo del porvenir que espera a la humanidad. 61. No temáis a reyes o a señores ni a nadie que os ostente cualquier título o poder, porque nada podrá oponerse a lo que está ordenado por el Padre. 62. He manifestado mi luz traducida en palabra, que habéis oído unos y que por escritos y testimonios conocerán todos. 63. Os he dicho que soy el Gran Guerrero cuya espada viene en son de lucha, más comprended que no vengo a provocar guerras entre los hombres, como las que siempre tenéis; mi guerra es de ideas, de convencimiento, en la que brilla la verdad, el amor, la razón, la justicia y la verdadera sabiduría. 64. Más cuando la lucha sea más intensa y el hombre comience a comprender que estos mensajes son inspiraciones divinas, destellos del amor de Dios, que sólo busca la paz entre la humanidad, sentirá impulsos de ponerlos en práctica, de enseñarlos a todos los que no los conozcan, y entonces tomará mi Doctrina para exterminar el mal que os han causado vuestras desobediencias. 65. Sobre lo que aprendáis y analicéis de la palabra escrita, Yo derramaré mi inspiración, para que apliquéis la enseñanza que deis a vuestros hermanos. 66. Cuando entre los hombres comiencen a surgir los que impasibles ante la injuria, amen y perdonen al que les ha herido y con amor bendigan a Dios, porque con sus lecciones perfectas los convirtió en ejemplos vivientes de Jesús, entonces estaréis en el principio del reinado de Cristo en el corazón de la humanidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 22 1. Este es un tiempo de gran luz para el pueblo de Israel, en el que estoy despertando a los espíritus de diversas moradas, en los diferentes caminos de la Tierra; para que todos mis hijos lleguen a Mí llenos de comprensión y amor a recibir su heredad. 2. Voy escogiendo entre la humanidad a hombres, mujeres, ancianos y niños, en los que se albergan los espíritus de Israel, que son los primogénitos de mi Divinidad, responsables de mis revelaciones. 3. En los tres tiempos he reunido y congregado a mi pueblo, y en esta Tercera Era se ha sorprendido vuestro espíritu con mi presencia y mi palabra a través del entendimiento humano, porque no creísteis que Cristo, el Verbo Divino, viniera a comunicarse con vosotros bajo esta forma. Habiéndoos anunciado mi retorno como Espíritu Santo a través de los profetas, no velasteis esperando mi llegada, y ahora que tenéis mi manifestación entre vosotros, no me habéis reconocido, por vuestra falta de espiritualidad, de estudio en las enseñanzas divinas. Más debéis comprender que en cualquier forma en que me manifieste a vosotros, siempre seré esencia, presencia y potencia, verdad y amor. 4. Entonces ¿Por qué habéis dudado de Mí en los tres tiempos en que me he manifestado ante vosotros? ¿Acaso os he ocultado las señales y el tiempo de mi llegada, para que la humanidad se confundiera? No, en verdad. Los que dudáis de mi presencia, callad, sellad vuestros labios, seguid escuchándome incansablemente, hasta que confeséis que Soy Yo, vuestro Señor, quien ha venido a comunicarse a través del entendimiento humano. Si me estoy manifestando por conducto de hombres y mujeres, cuyas imperfecciones y flaquezas son semejantes a las vuestras, es porque he buscado por quien comunicarme y no he encontrado un corazón casto y puro para manifestarme en todo mi esplendor. 5. He buscado entre la niñez y contemplo que mientras su carne es inocente, su espíritu lleva consigo una cadena de vicios que ha recogido en los tiempos pasados y se ha olvidado de que ha vuelto a encarnar en este planeta tan sólo para purificarse por medio de una nueva envoltura. He buscado entre la juventud un corazón puro y he contemplado que el mancebo se ha manchado y lleva lacras en su espíritu; y en la doncella está el germen de la tentación. Entre los ancianos miro tan sólo a seres cansados y confundidos por las vicisitudes de la vida. En los científicos se encuentra el materialismo y la soberbia, porque habiéndoles mostrado los secretos de la Naturaleza, se han sentido grandes y han querido convertirse en dioses en este mundo. Y entre los que se dicen ministros de mi Divinidad, sólo descubro al hipócrita y al fariseo del Tercer Tiempo. Por ello os digo: He escogido entre los pecadores a los que he nombrado portavoces, que son iguales a vosotros, y que por este don que les he entregado, están restituyendo y se están salvando. En el instante en que desciende mi rayo para iluminarlos y así preparados comunicarme por su conducto, aparto la mancha, recibo su elevación, y mi mundo espiritual, a quien han sido encomendados para velar por sus pasos, los prepara y dignifica. 6. Yo podría manifestarme visiblemente o hacer resonar mi voz, como la escuchasteis en el Primer Tiempo en el monte Sinaí, pero en esa forma ¿Qué méritos de fe haríais delante de Mí? Ninguno, porque la virtud de la fe es un peldaño en la escala de vuestra elevación. Mas no por eso me oculto, y si me comunico por el conducto del hombre es porque os amo y os estoy dando una lección más elevada y quiero que en su perfección me reconozcáis. 7. En el espíritu del hombre que es mi obra maestra, he puesto mi luz divina, lo he cultivado con infinito amor, como el jardinero cultiva la planta mimada de su jardín. Os he colocado en esta morada en donde nada os haga falta para vivir, para que me conozcáis y os conozcáis a vosotros mismos. Os he dado potestad en el espíritu para sentir la vida del Más Allá y en vuestra materia sentidos para que os recreéis y perfeccionéis. Os he entregado este mundo para que en él comencéis a dar vuestros primeros pasos, y en este camino de progreso y perfeccionamiento experimentéis la perfección de mi Ley, para que a través de vuestra vida me vayáis reconociendo y amando, y por vuestros méritos lleguéis a Mí. 8. Os he otorgado el don del libre albedrío y os he dotado de conciencia. El primero para que os desarrolléis libremente dentro de mis leyes y la segunda, para que sepáis distinguir el bien del mal, para que ella como juez perfecto os diga cuándo cumplís o faltáis a mi Ley. 9. La conciencia es luz de mi Espíritu Divino que no se aparta en ningún momento de vosotros. 10. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, soy la paz y la bienandanza, la promesa eterna de que estaréis conmigo y también el cumplimiento de todas mis palabras. 11. Si sentís desconfianza ante la vida, si os consideráis impotentes para la lucha, orad, comunicaos conmigo y permaneced en el sendero de paz que os traza mi amor. Enmendad vuestros yerros, regeneraos y perdonad al que os ofenda. Resignaos en las pruebas, y sentiréis mi fortaleza y paz, a pesar de las vicisitudes de la vida. 12. El Maestro se apresura a enseñaros y a derramar su sabiduría en vuestro espíritu y corazón, porque sólo un corto tiempo os hablaré bajo esta forma. Quiero dejaros como herencia mi palabra, para que la guardéis celosamente. Ella es la verdad, y si la dais a conocer a vuestros hermanos, con su pureza original y con vuestras buenas obras, habréis cumplido vuestra misión espiritual. 13. Los que en el instante de mi partida me digan: “Señor, te apartas de nosotros y nos dejas en la orfandad”, esos serán los que han sido sordos y ciegos ante mis manifestaciones y no han querido comprender mi lección. 14. Ha mucho tiempo que he contemplado fanatismo e idolatría en vuestro culto; traéis a estas casas de oración, ofrendas materiales que no llegan a Mí, por ello os he invitado a que analicéis mi palabra, para que vuestro espíritu evolucione, porque la etapa de preparación está terminando y es necesario que deis un paso adelante en la comprensión de mis enseñanzas. 15. Los profanos se convertirán en párvulos, los párvulos en discípulos y los discípulos en ejemplos vivos de humildad, caridad y sabiduría. Muchos de ellos se encuentran entre estas muchedumbres, pero también los hay diseminados entre los científicos y entre las religiones y sectas. 16. No os envanezcáis con los frutos de vuestra ciencia, porque ahora que tantos adelantos habéis hecho en ella, es cuando más sufre la humanidad, cuando hay más miseria, intranquilidad, enfermedades y guerras fratricidas. 17. El hombre no ha descubierto aún la verdadera ciencia, aquélla que se logra por el camino del amor. 18. Mirad cómo la vanidad os ha cegado; cada nación quisiese tener a los sabios más grandes de la Tierra. En verdad os digo que los científicos no han penetrado profundamente en los arcanos del Señor. Puedo deciros que es todavía superficial el conocimiento que de la vida tiene el hombre. 19. Se acerca el tiempo en que las revelaciones espirituales, descubran a la humanidad la senda luminosa para llegar a conocer los misterios que se esconden en el seno de la Creación. La luz de mi espíritu os revelará la forma de adquirir la verdadera ciencia que le permita al hombre ser reconocido y obedecido por las criaturas que os rodean y por los elementos de la Creación, cumpliéndose así mi voluntad de que el hombre llegase a enseñorearse de la Tierra, mas eso será cuando el espíritu del hombre iluminado por la conciencia, haya impuesto su potestad y su luz a las flaquezas de la materia. 20. ¿Cómo podrán someterse a la voluntad del hombre las fuerzas y los elementos de la Creación, cuando a ellos los mueven sentimientos egoístas, mientras a la Naturaleza la rige mi Ley de amor? 21. Es menester que los ideales de la humanidad se encaminen por sendas de justicia, guiados por la verdad de una enseñanza perfecta, que le revele el sentido de la vida eterna y esa enseñanza es esta Doctrina espiritual, la que en el transcurso de los tiempos transformará vuestra vida espiritual y humana. 22. El hombre por sí solo es incapaz de recibir mi palabra y modificar sus costumbres, tendencias, ambiciones e ideales, por eso he permitido que el dolor por un tiempo le estremezca, más cuando el cáliz le sea más amargo y reconozca ante el juez de su conciencia sus errores, invocará mi nombre, me buscará, volverán a mi redil de amor las ovejas perdidas, y todos mis hijos serán llenos de la luz de mi Espíritu para empezar una nueva forma de vida. 23. No he venido a poner defectos a vuestras obras en la Tierra, no, vengo a señalaros vuestros errores, porque quiero que alcancéis la perfección que os corresponde por herencia eterna. Vuestro espíritu no se perderá porque es un destello de la luz divina e imagen de vuestro Padre y creador. 24. ¿Qué sería de vuestro espíritu si me consagrase a ensalzar vuestras obras humanas y le dejase indefinidamente abandonado a las pasiones terrestres? 25. Si he venido a vosotros es porque os amo, si os hablo en apariencia con severidad, en mi palabra está mi justicia y mi amor. Si os hago conocer mi verdad, aunque ella a veces os cause dolor, es porque quiero vuestra salvación. 26. No rechacéis mi palabra, analizadla para que en su esencia encontréis la doctrina capaz de obrar el milagro de transformar este valle de lágrimas, hoy convertido en campo de sangrientas batallas entre hermanos, en un valle de paz en donde solo viva una familia, la humanidad, practicando las leyes justas perfectas y amorosas que vuestro Padre os ha inspirado, porque en el cumplimiento de ellas hallaréis la felicidad. 27. Pocos discípulos he tenido en este mundo y en menor número los que han sido cual imagen del Divino Maestro. En el valle espiritual, es donde tengo muchos discípulos, porque es en donde más se adelanta en el estudio de mis enseñanzas. Allí es donde mis párvulos los sedientos y hambrientos de amor reciben de su Maestro lo que la humanidad les negó. Allí es en donde brillan por su virtud los que por su humildad fueron ignorados en la Tierra y en donde lloran tristes y arrepentidos los que brillaron con falsa luz en este mundo. 28. En el más allá, es en donde os recibo como no lo esperabais en la Tierra, cuando restituyáis llorando, pero bendiciéndome. No importa que a lo largo de vuestra jornada, hayáis tenido un instante de desesperación, Yo tomaré en cuenta que tuvisteis días de grandes dolores y que en ellos demostrasteis resignación y bendijisteis mi nombre. También vosotros dentro de vuestra pequeñez habéis recorrido algunos calvarios, aunque éstos hayan sido causados por vuestra desobediencia. 29. He ahí, que por unos instantes de fidelidad y de amor a Dios, logréis tiempos de vida y de gracia en el más allá. Así responde mi amor eterno, al amor momentáneo del hombre. 30. Bienaventurados los que cayendo y levantándose, van llorando y bendiciéndome, los heridos por sus propios hermanos, confían en Mi muy dentro de su corazón. Esos pequeños y tristes, escarnecidos, pero mansos y por lo mismo fuertes de espíritu, son verdaderamente mis discípulos. 31. Alegraos porque con estas lecciones progresaréis en vuestra evolución, aun cuando haya quienes dejándose guiar por ligeros juicios, piensen lo contrario. Durante siglos habéis estado divididos por religiones y sectas, porque siempre habéis tenido sed de conocer algo más de lo que conocíais y todavía tenéis el corazón marchito de amor a pesar de tantas creencias como habéis tenido. Más pronto os agruparéis en torno al amor perfecto que emana del Libro de la Vida Verdadera que es esta palabra. 32. Agonizáis de sed espiritual, os marchitáis por falta del rocío de amor y afectos puros; os sentís solos y por eso he venido a derramar entre vosotros la fragancia inconfundible de mi amor que hará renacer y florecer a vuestro espíritu en la virtud. 33. Escuchadme, discípulos, para que arranquéis de vuestro entendimiento antiguas creencias. La Cristiandad se dividió en sectas que no se aman entre sí, que humillan, desprecian y amenazan con falsos juicios a sus hermanos. Yo os digo que son cristianos sin amor, por lo tanto no son cristianos porque Cristo es amor. 34. Hay quienes representan a Jehová como un anciano lleno de defectos humanos, vengativo, cruel y más terrible que el peor de vuestros jueces en la Tierra. 35. No os digo esto para que os burléis de nadie, sino para que vuestro concepto del amor divino se purifique. No sabéis ahora cómo me hayáis adorado en vuestro pasado. 36. Practicad el silencio que favorece al espíritu para que pueda encontrar a su Dios, ese silencio es como una fuente de conocimientos y todos los que en él penetran se llenan de la claridad de mi sabiduría. El silencio es como un lugar cerrado con murallas indestructibles, al que sólo tiene acceso el espíritu. El hombre lleva constantemente en su interior, el conocimiento del lugar secreto en el que podrá comunicarse con Dios. 37. No importa el lugar donde os encontréis, doquiera podréis comunicaros con vuestro Señor, ya sea que estéis en la cumbre de la montaña o que os encontréis en la profundidad de un valle, en la inquietud de una ciudad, en la paz del hogar o en medio de una lucha; si me buscáis en el interior de vuestro santuario en medio del silencio profundo de vuestra elevación, al instante las puertas del recinto universal e invisible se abrirán para que os sintáis verdaderamente en la casa de vuestro Padre, la cual existe en cada espíritu. 38. Cuando el dolor de las pruebas os agobie y las penas de la vida aniquilen a vuestros sentidos, si experimentáis un deseo intenso de alcanzar un poco de paz, retiraos a vuestra alcoba o buscad el silencio, la soledad de los campos, ahí elevad vuestro espíritu guiado por la conciencia y entrad en meditación. El silencio es el reino del espíritu, reino que es invisible a los ojos materiales. 39. En el instante de penetrar al éxtasis espiritual, es cuando se logra que despierten los sentidos superiores, surge la intuición, la inspiración brilla, el futuro se presiente y la vida espiritual palpa lo distante y hace posible lo que antes le parecía inalcanzable. 40. Si queréis penetrar en el silencio de este santuario, de esta arca, vosotros mismos debéis ser los que preparéis el camino, porque sólo con verdadera pureza podréis penetrar en él. 41. Ahí existen dones y misiones que sólo han estado esperando que llegara la hora de vuestra preparación, para posarse en vuestro espíritu y convertiros en profetas y en maestros. 42. En el Arca está todo el pasado, el presente y el futuro de los seres, ahí está el maná del espíritu, el pan de la vida eterna, del cual os dije a través de Jesús que “quien de él comiere, no llegará a morir jamás”. 43. Vuestro espíritu se ha deleitado al escuchar mi palabra y ha encontrado una oportunidad para cumplir su misión, entre este pueblo de labriegos que estoy formando. 44. ¡Cuántas aflicciones olvidáis mientras estáis dedicados a esta bendita labor de aconsejar, ungir y consolar a vuestros hermanos! 45. Vuestro espíritu se ha fortalecido y la materia ha sanado, pues Yo os he dicho que aquél que dé paz, bálsamo o haga la caridad en cualquiera de sus innumerables formas, verá en sí multiplicado lo que dio. 46. De esta manera os estoy apartando de los falsos placeres del mundo, de lo superfluo, para que vuestro corazón esté limpio y sea digno siempre de que por él pase mi caridad hacia los necesitados; para que no volváis a contaminaros de la maldad que reina por doquiera. 47. Esa limpidez interior y exterior es esencial en mis discípulos, porque sólo así podréis ser creídos por vuestros hermanos cuando os levantéis a extender esta Buena Nueva. Sólo llevando sano y limpio el corazón podrán brotar de él obras buenas, y de vuestros labios palabras de luz. 48. A vuestro paso hallaréis tiniebla y confusión, y la única fuerza y potestad que tendréis para vencer con la verdad la impostura, será precisamente la limpidez de vuestros sentimientos, la pureza de vuestros hechos; no olvidéis que aunque ante vuestros semejantes aparentéis manifestar la verdad sin poseerla, a Mí no me podréis engañar. 49. Vuestra transformación debe ser profunda y verdadera, a tal grado que lo notéis en la espiritualidad con que lleguen al mundo vuestros hijos, esas generaciones nuevas, que son una promesa para la humanidad, hombres sanos de materia y de espíritu, no esclavos de las tentaciones, ni víctimas de las mentiras de sus hermanos, sino seres capaces de amarme en forma digna y de amar a sus semejantes con verdad. Se acerca el tiempo en que los enemigos de mi Doctrina se levanten acechando vuestro paso, queriendo destruir vuestra simiente, más Yo os digo que si la cuidáis como vuestra heredad sagrada, si veláis por lo que os he confiado, ninguna fuerza podrá destruir lo que con amor y en mi nombre sembréis en el corazón de vuestros hermanos. 50. Practicad mi palabra, predicad con hechos, testificad con buenas obras, palabras y pensamientos y vuestro testimonio será digno de mi enseñanza. 51. Velando y orando debéis esperar a los que tarde o temprano vendrán a buscaros. Los soldados regresarán de la guerra con el corazón deprimido y el espíritu sollozante; los mandatarios reconocerán sus yerros y llorarán públicamente sus faltas y las multitudes sedientas y hambrientas de justicia buscarán estas fuentes de luz espiritual en donde poder beber hasta saciar su necesidad de fe, de paz y de amor. 52. Mi Espíritu vela por cada ser y estoy pendiente hasta del último de vuestros pensamientos. 53. En verdad os digo, que allí en medio de los ejércitos que combaten por ideales y ambiciones terrestres, he descubierto en los instantes de reposo a los hombres de paz y de buena voluntad, convertidos en soldados por la fuerza. De su corazón se escapan los suspiros cuando mi nombre brota de sus labios y las lágrimas corren por sus mejillas con el recuerdo de los suyos: padres, esposas, hijos o hermanos. Entonces su espíritu, sin más templo que el santuario de su fe, sin más altar que su amor, ni más luz que la de su espíritu, se eleva hacia Mí en demanda de perdón por las muertes que involuntariamente ha ocasionado con sus armas. Me buscan para pedirme con todas las fuerzas de su ser que les permita retornar a su hogar o que, si han de caer bajo el golpe del enemigo, que cubra con mi manto de misericordia a los que dejan en la Tierra. 54. A todos los que buscan en esta forma mi perdón, Yo los bendigo porque ellos no tienen la culpa de matar, otros son los asesinos, los que habrán de responderme, llegada la hora de su juicio, de cuanto hayan hecho de las vidas humanas. 55. Muchos de ellos amando la paz, se preguntan por qué Yo he permitido que fuesen llevados hasta los mismos campos de batalla y de muerte, a lo cual Yo os digo que si su entendimiento humano no alcanza a comprender la razón que existe en el fondo de todo esto, su espíritu en cambio, sabe que está cumpliendo una restitución. 56. Sé también de los que olvidándose de los suyos, piensan en todos los pueblos, para llorar de dolor ante la realidad del falso cristianismo de la humanidad. Ellos, en sus oraciones me llaman, en sus meditaciones recuerdan que existe la promesa de mi retorno y que hasta las señales de mi nueva venida fueron predichas y escritas quedaron. Llevan en su corazón estas palabras y por eso, en cada día me preguntan cuándo será mi llegada por Oriente y Occidente, y por todos los puntos buscan las señales sin que sus ojos las descubran, y se sienten confusos. 57. No saben que todas las señales se verificaron ya y que por eso mi Espíritu comienza a manifestar su nueva fase en este tiempo. 58. Cuántas veces al escuchar mi voz espiritual, se han despertado comprender el significado de mis enseñanzas, serán descorridos y contemplaréis en el interior del Tabernáculo Eterno, el arcano del Señor, que es el origen de la vida, de donde brota la verdadera sabiduría. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 23 1. Benditos sean los que buscan estar en paz con su conciencia. Bendito el que siembra la semilla de mi paz en el camino de sus semejantes. 2. Venid a Mí, siempre que os encontréis abatidos por las penas o por la falta de fe, porque Yo soy la luz y la fuerza que os devolverá la tranquilidad espiritual. 3. Cuando ya no me manifieste bajo esta forma, ¿En dónde me escucharéis? En vuestra conciencia, porque a través de ella os estoy indicando el camino del amor. 4. Cuando el mundo atraviesa por una era de desorientación espiritual, cuando el hombre no comprende los misterios que entraña la vida espiritual, ni sabe analizar y meditar en su misión, a pesar de estar capacitado para ello, viene la claridad de mi palabra a iluminarle. La humanidad es testigo de que en estos instantes los científicos consagran todo su tiempo y su fuerza mental, para descubrir en la Naturaleza la respuesta a muchas interrogaciones y dudas que la vida les presenta. Y la Naturaleza responde al llamado de los hombres, dando testimonio de su Creador, que es fuente inagotable de sabiduría y amor, pero también de justicia. Sin embargo, el libre albedrío de que ha sido dotado el hombre no lo ha llevado a despertar a la luz de mi amor, y el espíritu sigue arrastrando las cadenas del materialismo de las que no ha logrado libertarse. Es como si tuviesen miedo de dar un paso adelante en la evolución, acostumbrados a seguir estacionados en las tradiciones que les legaron sus antepasados. El hombre teme pensar y creer por sí mismo, prefiere someterse a la tradición de otros, privándose de su libertad para conocerme. Por esa causa ha vivido en el atraso; más el tiempo de la luz ha llegado para la humanidad y con ella el hombre adquiere conocimientos propios, despierta, adelanta y se sorprende ante la verdad de mi enseñanza. 5. ¿Por qué si la humanidad ha presenciado el desarrollo de la ciencia y ha visto descubrimientos que antes no hubiere creído, se resiste a creer en la evolución del espíritu? ¿Por qué se obstina en lo que estaciona y aletarga? 6. Mi Doctrina y mis revelaciones de este tiempo, están de acuerdo con vuestra evolución. No se envanezca el científico de su obra material y de su ciencia, porque en ella ha estado siempre presente mi revelación y la ayuda de los seres espirituales que desde el más allá os inspiran. El hombre es parte de la Creación, tiene una misión que cumplir, como la tienen todas las criaturas del Creador, pero a él se le ha dado una naturaleza espiritual, una inteligencia y una voluntad propia para que alcance por su esfuerzo, el desarrollo y perfeccionamiento del espíritu, que es lo más elevado que posee. Por medio del espíritu el hombre puede concebir a su Creador, comprender sus beneficios, así como admirar su sabiduría. 7. Si en vez de envaneceros con vuestros conocimientos terrestres, os identificaseis con toda mi Obra, no existirían misterios para vosotros, os reconoceríais como hermanos y os amaríais los unos a los otros como Yo os amo: habría en vosotros bondad, caridad, amor, y por lo tanto unión con el Padre. 8. ¡Cuán pequeños sois, cuando creyéndoos todopoderosos y grandes os resistís a confesar que sobre el límite de vuestro poder y vuestra ciencia está el del que en verdad todo lo sabe y todo lo puede! Entonces, os concretáis a ser materia y sólo materia y parecéis insignificantes, porque quedáis sujetos tan sólo a la ley natural que rige a los seres mortales y fugaces, que nacen, crecen y mueren, sin dejar huella de su paso. ¿Hasta cuándo os levantaréis de ese estado en que os encontráis? Tenéis que hacer un esfuerzo para contemplar más allá del cielo que habéis forjado, para que lleguéis a la comprensión de que sólo por méritos espirituales llegaréis al Padre. 9. No esperéis que otros inicien la marcha hacia Mí, venid, elevad vuestra oración y en esta forma, comprenderéis lo que debéis hacer y sabréis la misión que tenéis que cumplir. Vengo a invitaros a que os acerquéis a Mí, más para ello, no es preciso que abandonéis las misiones, deberes y recreos de la vida humana. 10. Habéis venido a morar a la Tierra en un tiempo en que los hombres viven bajo el imperio de la ciencia humana, y sin embargo, en este tiempo desarrollaréis vuestros dones espirituales: sanaréis al enfermo, profetizaréis y alcanzaréis mayor altura en vuestra evolución espiritual. 11. La luz que ilumina vuestro interior os ayuda a predecir lo que ha de venir, pero debéis prepararos para que ese don florezca. Nada debe de estacionarse, todo debe caminar en armonía con la Creación. 12. No os entrego mi enseñanza sólo como un freno moral para vuestra materia, es con ella con la que podréis escalar las mayores alturas de vuestra perfección espiritual. 13. No vengo creando una nueva religión entre vosotros, esta Doctrina no viene a desconocer a las religiones existentes, cuando ellas están basadas en mi verdad. Es este un mensaje de amor divino para todos, un llamado a todas las instituciones. Quien comprenda el propósito divino y cumpla mis preceptos, se sentirá guiado hacia el progreso y elevación de su espíritu. Mientras el hombre no comprenda la espiritualidad que debe tener en su vida, la paz estará muy lejos de ser una realidad en el mundo, en cambio quien cumpla con mi Ley de amor no temerá a la muerte ni al juicio que espera a su espíritu. Debéis saber que no será hasta que la muerte os llegue cuando os juzgue vuestro Padre, sino que este juicio empieza en cuanto comenzáis a daros cuenta de vuestras obras y sentís el llamado de vuestra conciencia. Mi juicio está siempre sobre de vosotros. En cada paso, ya sea en la vida humana o en vuestra vida espiritual, estáis sujetos a mi juicio, pero aquí en el mundo, en la envoltura, el espíritu se torna insensible y sordo a los llamados de la conciencia. 14. Yo os juzgo para ayudaros a abrir vuestros ojos a la luz, para libertaros del pecado y salvaros del dolor. 15. En mi juicio, jamás tomo en cuenta las ofensas que hayáis podido hacerme, porque ante mi tribunal nunca hace acto de presencia el rencor, la venganza, ni siquiera el castigo. 16. Cuando el dolor llega a vuestro corazón y os toca en lo más sensible, es para señalaros algún error que estáis cometiendo, para haceros comprender mi enseñanza, y daros una nueva y sabia lección. En el fondo de cada una de esas pruebas, está siempre presente mi amor. 17. Algunas ocasiones os he permitido que comprendáis el porqué de una prueba, en otras no podéis encontrar el sentido de aquel toque de mi justicia y es que en la Obra del Padre y en la vida de vuestro espíritu, existen misterios profundos que la mente humana no alcanza a descifrar. 18. Os doy estas enseñanzas, para que no estéis en espera de que la muerte llegue para empezar a saldar vuestras deudas, sino que debéis aprovechar las pruebas que os presente vuestra vida, sabiendo que del amor, de la paciencia y de la elevación con que las recibáis y cumpláis, dependerá que vuestro espíritu llegue ante los umbrales de la vida eterna, despojado del fardo de pecados e imperfecciones que llevó en su estancia en el mundo. 19. Está lejano el tiempo en que se os dijo: “Con la vara que midas serás medido”. ¡Cuántas veces se usó aquella ley para tomar venganza aquí en la Tierra, haciendo a un lado todo sentimiento de caridad! 20. Ahora os digo, que esa vara de justicia, la he tomado Yo y con ella os mediré según vosotros hayáis medido, aunque debo de aclararos que en cada uno de mis juicios estará presente el Padre que mucho os ama, el Redentor que ha venido a salvaros. 21. Es el hombre el que dicta con sus obras su sentencia, terribles sentencias algunas veces, y es vuestro Señor el que os procura ayuda, para que encontréis la forma en que podáis soportar vuestra expiación. 22. En verdad os digo, que si queréis evitaros una restitución demasiado dolorosa, arrepentíos en tiempo oportuno y con una regeneración sincera orientad vuestra vida, en obras de amor y caridad hacia vuestros hermanos. 23. Comprended que Yo soy la puerta salvadora, la puerta que jamás estará cerrada para todos los que con verdadera fe me busquen. 24. Si queréis pruebas sobre la verdad de mis enseñanzas, os digo que ante vuestros ojos tenéis las pruebas que me pedís para seguirme. ¿Cuáles son estas pruebas? La regeneración de estos hombres y mujeres que hoy me sirven como labriegos en mis tierras. 25. Tardía y penosa es en ocasiones esta jornada, pero nunca imposible de recorrer. Delicada y difícil es la misión del discípulo espiritualista, mas no imposible de darle cumplimiento, por lo que os digo a todos los que os encontráis indecisos, que si dudéis de poderme cumplir, es porque sois hombres de poca fe. 26. Mi campiña de amor la brindo a todos los que quieran hacer méritos sirviendo a sus hermanos. Quienes lo han comprendido así, se han acercado presurosos a Mí para pedirme una oportunidad de trabajar en mis tierras benditas donde la semilla es la caridad. 27. Aquí los méritos tienen que ser verdaderos para que puedan ser anotados por Mí en favor de quien los realiza, las apariencias ante los demás no tienen valor alguno ante Mí, por eso, mis labriegos están aprendiendo a trabajar en silencio, a ser humildes y sinceros, a aborrecer la vanidad y a no publicar jamás la caridad. 28. El pueblo no conoce la historia de cada uno de estos labriegos que día tras día le sirven; ignora los esfuerzos, los sacrificios y renunciaciones que han tenido que realizar mis servidores para hacerse dignos de llamarse mis discípulos. 29. Muchos de estos hombres y mujeres que a través de sus dones espirituales os llevan tanta alegría a vuestro corazón, que os hacen sentir mi bálsamo y con su palabra os devuelven la paz, llevan en su corazón una pena oculta que sólo mi mirada contempla. 30. ¡Cuántos de ellos han sido desconocidos y hasta repudiados por sus seres queridos, porque han tomado esta senda! Y los hieren, los calumnian y amenazan, y ellos siguen cumpliendo con amor su misión, sintiendo los azotes y las pedradas de las turbas, mientras caminan bajo el peso de su cruz, como su Maestro. 31. Veo que queréis saber por qué algunos de ellos renuncian a seguir en este cumplimiento, a lo cual os digo que no es porque no hayan soportado el peso de su cruz, sino que el mundo les tentó y cedieron a la tentación, porque quien toma la cruz de amor sobre sus hombros, en realidad no es él quien la carga, más bien es la cruz la que lo sostiene a él, porque cada uno de los pasos del labriego van siempre acompañados de una sensación interior de infinita paz. Más no porque sepáis que mi paz está en los que me siguen, os portéis con ingratitud con ellos, porque son tan humanos como vosotros. No porque los miréis sonrientes y tranquilos os empeñéis en ignorar lo que sufren por llegar a serás útiles y a serviros. 32. ¿Quién ha sabido corresponder con amor y caridad a los que muchas veces suspenden su trabajo por venir a recibir a los necesitados de paz y de salud? ¿Cuándo habéis acudido junto a la cuna del pequeño que tuvo que quedarse solo porque su madre es un labriego que tuvo que ir a cumplir su misión entre los que sufren? En verdad os digo, que así como os he llamado para que aprendieseis a recibir, también os pido que aprendáis a corresponder con amor a la caridad de vuestros hermanos. 33. ¡Cuántas veces os mostráis disgustados y les juzgáis de malos labriegos porque tardan en llegar! Os mostráis exigentes si notáis en ellos un error, porque sabéis que tienen un deber que cumplir. 34. ¡Ah multitudes, que en vez de tomar con humildad el pan que se os da, lo devoráis junto con la mano que se ha tendido para ofreceros el sustento! 35. ¿Qué sabéis de las luchas que mis escogidos sostienen por conservarse limpios para serviros? ¿Qué sabéis de las pruebas con que ellos son tocados, a fin de mantenerlos alerta? Y todavía les juzgáis débiles y propagáis que la tentación los ha dominado, sin comprender que es la carga que vosotros mismos habéis dejado en ellos, ya que os estáis rehusando a tomar la parte de responsabilidad que en mi Obra corresponde a cada uno. 36. ¡Qué pronto olvidáis lo mucho que recibisteis a través de ellos! Más en vuestro corazón os tranquilizáis, argumentando que ellos nada os dieron, pero en verdad os digo, que mientras no os améis los unos a los otros, es mentira que me estéis amando a Mí. 37. Las legiones de seres espirituales que invisibles a vuestros ojos materiales asisten a la manifestación de mi palabra, son las que dan la verdadera interpretación a mis enseñanzas, para que vosotros sepáis cuáles son los mandatos que le di al espíritu y en qué forma le dan cumplimiento, es por lo que en ocasiones me dirijo a ellos a través del portavoz por medio del cual os entrego mi enseñanza. ¿Por ventura creéis que les sea necesario que les hable por medios humanos? NO, pueblo, acabo de deciros que únicamente lo hago para que sintáis su presencia y escuchéis las órdenes que les doy. 38. La legión de seres que he destinado para que os acompañe y ayude en vuestra jornada, es muy grande, tanto que no la podríais imaginar. En el seno de ella existe una armonía absoluta. La luz que brilla en ellos es la de la sabiduría y el amor, porque el ideal al que están consagrados es el de entregar la caridad a la humanidad, siendo su mayor anhelo el de conducir a sus hermanos a la cumbre de la espiritualidad. 39. ¡Qué hermosa es la misión que desempeñan, y cómo les dificultáis su labor! NO debéis decir que vuestra falta de colaboración para con vuestros hermanos espirituales, se debe a la ignorancia, ya que habéis escuchado las órdenes que a través de mis portavoces les doy para que vosotros conozcáis su misión de amor y caridad, y os dispongáis para ayudarles en su cumplimiento. 40. Todavía no lográis identificaros con aquel mundo de hermanos de luz; ni sabéis armonizar con ellos, ¿Por qué? Por vuestra falta de espiritualidad que no permite a vuestros sentidos percibir todos los llamados, los toques e inspiraciones con los que ellos quisieran guiar vuestros pasos en la Tierra. 41. Muchas veces confundís la espiritualidad con prácticas materiales que en vez de aproximaros hacia ellos, más bien os alejan. Creéis que al invocarlos es más eficaz el llamarlos con algún nombre que el atraerlos con una oración. Creéis que hay mejor preparación en vosotros si les invocáis encendiendo un cirio u orando en voz alta, y estáis en un error. 42. Ciertamente que ellos acuden a vuestro llamado, que interpretan vuestros deseos y os imparten su ayuda, porque su misión está inspirada en la caridad; pero aquella ayuda no la lograsteis con vuestra espiritualidad, porque entonces sí hubierais armonizado con vuestros ángeles guardianes, formando con ellos el pueblo de Dios que sabe cumplir con mi mandamiento que os dice “Amaos los unos a los otros”. 43. De cierto os digo que mientras más limpios sean vuestros pensamientos y más sencillas y puras vuestras prácticas, con mayor claridad percibiréis la presencia y la influencia del mundo espiritual en vuestra vida y mayores los prodigios que de ellos recibáis. 44. No penséis que aquellos hermanos vuestros pueden mezclarse a vuestras obras impuras o asociarse a vuestros malos propósitos, ni manifestarse por vuestro conducto si no estáis debidamente preparados para recibirles. 45. Para alcanzar la espiritualidad, pueblo amado, debéis orar y tener fe. 46. La oración y la fe, harán el prodigio de que a vuestra mesa llegue día a día el pan, como a Israel en el Primer Tiempo le fue premiada su fe con el maná. 47. Si otros pueblos os hurtasen vuestro pan, vosotros les perdonaréis para que Yo os perdone a todos. 48. Si llegaseis a veros arrojados de vuestro hogar, os encaminaréis a la montaña, la que os brindará su seno para que os protejáis mientras la prueba pasa. 49. Así como en el Primer Tiempo la fe del pueblo se fortaleció por medio de las grandes pruebas que pasó en el desierto, así en este tiempo muchas veces será probado para que su espíritu adquiera la fortaleza necesaria, para ser soldado de esta causa. 50. ¿A qué discípulo de esta Obra podría hacerle falta un recinto material donde refugiarse durante un tiempo de las pruebas? A ninguno, porque todos sabéis que vuestro Padre no viene buscando templos de cantera para habitar en ellos, sino santuarios y altares en el espíritu de la humanidad, y esos templos van con vosotros doquiera que os encontréis. 51. Mucho han vivido vuestros antepasados en la ignorancia, alimentando el fanatismo religioso y por ello poco adelanto alcanzaron para su espíritu. No les fue dado contemplar aquí en la Tierra, la luz de esta Era que a vosotros os está iluminando, mas ellos también recibirán, llegada la hora, la luz espiritual en plenitud. 52. Mi Doctrina viene a enseñaros a armonizar con vuestros hermanos, ya sea que habiten en la Tierra o en el infinito valle espiritual. 53. Estos serán los aspectos de vuestra vida futura si perseveráis en la Ley, pues muy distinta será vuestra jornada si caminaseis fuera de la senda que os he trazado con mi palabra, porque entonces el hambre, las epidemias y las guerras que surjan en la tierra, no os respetarán, porque esas fuerzas destructoras, no encontrarán en vosotros nada que las detenga. 54. Discípulos amados: Aprovechad todas las pequeñas o grandes pruebas que a diario se presentan en vuestra vida, con el fin de que cuando pruebas mayores lleguen, sean como ráfagas del huracán que se desvanecen al chocar contra los muros inconmovibles de la fortaleza que os de la práctica de mi Ley. 55. Forjad un pueblo con vuestra unión espiritual, cuya defensa contra vuestros enemigos, sea la oración. Ya podrán entonces desatarse los elementos, que este pueblo con su espiritualidad sabrá vencer todas las vicisitudes. 56. Levantaos, varones y mujeres; ancianos, jóvenes y niños; levantaos firmemente a caminar por la senda que mi palabra ha venido a trazaros en este tiempo que no es sino la reanudación del camino que en los tiempos pasados vine a trazar con la huella de mi sacrificio en la cruz. 57. Cumplid con mi Ley para que vuestros hijos al formar la nueva generación, alcancen mayor evolución que la que vosotros lograsteis y que vuestras desobediencias no vayan a apartarlos de esta Obra haciéndolos vivir más alejados de la espiritualidad. 58. En este Tercer Tiempo, he venido a daros el calor que os hace falta, para apartar de vosotros el frío que sembrasteis en los caminos de vuestra vida. Habéis escuchado la campana que Elías ha echado a vuelo para que vengáis a recibir con mi enseñanza, la luz del Espíritu Santo. 59. Preparaos, para que podáis sentir mi presencia y seáis como los apóstoles del Segundo Tiempo que al escucharme aumentaban su fe cada día y se preparaban para dar cumplimiento a su delicada misión. 60. Israel: No deis cumplimiento solamente a vuestros deberes contraídos en el mundo. Cumplid también con la Ley porque ante el Padre habéis contraído una misión y su cumplimiento debe de ser estricto, elevado y espiritual. 61. Os estoy doctrinando para que os apartéis del materialismo y dejéis de ser los fanáticos e idólatras; para que no adoréis ni rindáis culto a objetos materiales hechos por las manos humanas. No quiero que existan en vuestro corazón raíces de idolatría, de fanatismo, de cultos falsos; no me presentéis ofrendas que no llegan a Mí, sólo os pido vuestra regeneración y vuestro cumplimiento en la espiritualidad. 62. Regeneraos de vuestras costumbres pasadas, no miréis hacia atrás ni contempléis lo que habéis dejado y que ya no debéis seguir practicando, comprended que habéis penetrado en el camino de vuestra evolución y no debéis deteneros. El camino es estrecho y debéis conocerlo bien, porque el mañana tendréis que guiar por él a vuestros hermanos y no quiero que os perdáis. 63. Soy el Padre paciente que espera vuestro arrepentimiento y buena voluntad para colmaros de mi gracia y de mi caridad. 64. No juzguéis la palabra, a veces torpe de mis portavoces; si les faltó preparación, esa causa a Mí me pertenece; comprended que aunque Yo me comunique a través del entendimiento más torpe, siempre encontraréis en el fondo de esa palabra esencia, luz, verdad y enseñanza. 65. Esta Era revelará a los hombres las lecciones del Libro de la Vida Verdadera, que aún no habían sido conocidas por la humanidad. 66. En verdad os digo que así como Elías, que fue quien abrió las puertas del Tercer Tiempo, no tuvo necesidad de encarnar su espíritu para hablarles a los hombres, así me estoy comunicando con vosotros y lo mismo han hecho muchos seres que ahora habitan la región espiritual. 67. Se comunicarán con vosotros a través de vuestras facultades hasta el año de 1950, en que cesará la comunicación materializada del mundo espiritual; y después de ese tiempo, muchas veces, sin que los hombres se den cuenta, por sus labios hablarán los espíritus de luz de los tiempos pasados, los libertadores, los profetas, los patriarcas, los benefactores, los apóstoles del bien, los sembradores de justicia, y la enseñanza divina de vuestro Padre, en la culminación de su amor por sus hijos, comunicándose de Espíritu a espíritu. 68. De la presencia entre la humanidad de los seres espirituales de luz, se darán cuenta los que estén velando y orando, los que se hayan espiritualizado y preparado, para poder percibir el instante en que aquellos enviados se acerquen, hablen o realicen alguna obra sobrehumana. 69. No será menester que se comuniquen por medio de hombres que tengan conocimiento de esta Doctrina, para hablar por su conducto. Su presencia, su influencia y su inspiración, serán tan sutiles, que sólo el que esté preparado podrá percibir su presencia entre la humanidad. 70. Los pueblos de la Tierra sentirán la presencia de Moisés cuando cada uno de ellos vaya siendo liberado. Las diversas religiones experimentarán la presencia de Elías, cuando la luz del rayo que surge de la verdad, rasgue las tinieblas de la ignorancia espiritual de la humanidad, poniendo en claro ante su vista toda la falsedad que han adorado. 71. Los señores del mundo que siguen siendo reyes sobre pueblos humillados, sentirán la presencia espiritual de Daniel, cuando el profeta se aproxime a sus lechos a despertarles para que oren, porque la destrucción se acerca. 72. Día llegará en que todo ojo contemple la luz de esas obras como escrito está, para que sepa el hombre que para el espíritu no existen fronteras ni límites materiales, y que poco a poco todos os aproximáis a la meta en donde reina la armonía y la luz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 24 1. Discípulos: Debéis aprender a dar sin esperar recompensa alguna. 2. Practicad la verdadera humildad, la que por ser propia del espíritu elevado se refleja en los sentimientos del corazón. Sentíos sinceramente los últimos entre todos, nunca queráis ser los primeros. 3. Aprended a perdonar a quien os haya herido. Yo dije a Pedro que si setenta veces siete era ofendido por su hermano, el mismo número de veces debería perdonarlo; dándole a entender con ello, que debería hacerlo siempre, lo mismo con los pequeños que con los grandes agravios. ¡Cuántos seres han pasado por este mundo llamándose cristianos y no fueron capaces de otorgar durante toda su vida un solo perdón! 4. Ahora bien, Yo pregunto a todos los que he llamado hijos de la luz: ¿No quisierais al menos una vez en vuestra existencia, llevar a la práctica este sublime mandamiento, a fin de que os deis cuenta de los milagros que él opera, tanto en el que entrega el perdón, como en el que lo recibe? 5. La luz es nobleza, es amor y es entendimiento entre los espíritus, ya sabéis entonces cómo debéis de comportaros en la vida si queréis ser verdaderamente los hijos de la luz. 6. Ahora bien, cuando al ser ofendido devolvéis el golpe y ambos se arrepienten, no retengáis por orgullo vuestra mano, sed el primero en tenderla como prueba de humildad, y no temáis humillaros, porque Yo os digo que el que se humillare en el mundo, será ensalzado en el más allá. 7. ¿Cómo creéis vosotros que anhelo que sean mis discípulos entre esta humanidad? Quisiera que fuesen limpios y mansos de corazón, que con sus ejemplos brillaran en la senda de sus semejantes; que cada uno fuera como esas estrellas que cintilan en la noche como guardianes o guías de sus hermanos. 8. Quisiera que vuestro corazón estuviera lleno de alegría para que la desbordaseis en el triste; que de vuestras manos brotara el bálsamo que llevara la salud a todos los enfermos; que vuestros labios supiesen trasmitir mi palabra con su pureza y esencia original, porque entonces seríais capaces de redimir con vuestro ejemplo a los perdidos. 9. En el Segundo Tiempo os dije al contemplar la ciudad en donde moraba mi pueblo, a quien fui prometido como su Salvador, y el cual por su materialismo, no se dio cuenta de mi presencia: “¡Jerusalén, Jerusalén, que has dado muerte a los profetas y has desconocido a los enviados, cuántas veces quise reunir a tus hijos, como el ave cobija a sus polluelos y no quisiste obedecerme!”. 10. Yo les había buscado para ofrecerles la felicidad verdadera y sin embargo, sabía que ellos me llevarían al Calvario, pero mi amor no fue vencido por la impiedad de los hombres y como prueba de ello, aquí me tenéis de retorno, diciéndoos benditos sean los que hoy creen en Mí, porque me llevaré de su corazón todos sus pesares, más bendigo también a los que en este tiempo serán mis nuevos jueces, porque os aseguro que ellos serán creyentes el mañana, como Saulo de Tarso que perseguía a los que creían en Mí, y que llegarán a Mí arrepentidos, para luego levantarse llenos de amor y de fe a esparcir la semilla de la verdad entre sus hermanos. 11. Mi luz ilumina el entendimiento humano. Vengo a este pueblo como en aquel tiempo fui en otro pueblo que os antecedió, al cual os he dicho que pertenecéis espiritualmente. ¡Cuántos de aquellos hombres me desconocieron! ¡Cuánto se endureció su corazón para gritar: crucificadle! ¡Oh crucifixión bendita, porque fue el testimonio de lo que puede hacer el amor divino por sus hijos y de lo que es capaz la ingratitud humana! 12. Muchos de ellos se encontraban enfermos, ciegos y obcecados; no supieron lo que hicieron y por eso me juzgaron, tampoco saben lo que hacen aún ahora todos los que no van por mi camino de amor. La maldad humana ha querido acabar con el amor que sembré por conducto de Jesús, más a través de los siglos, millones de hombres han llorado por aquella ingratitud sin nombre. Más esos que así han llorado por Mí, han odiado y maldecido a los que me crucificaron, cuando Yo no os he enseñado a odiar ni a maldecir. Yo no odio, ni maldigo, ni castigo, esos sentimientos no se encuentran en mi Espíritu divino, mas sí los contemplo en vuestra justicia mundana. 13. Yo os enseñe a amar, a perdonar, a orar por los que os hirieron y a bendecirles. 14. Si siempre tuvieseis esas obras en vuestra vida y al llevarlas a cabo en verdad las sintieseis sin decirlo a nadie, mucho alcanzaríais en desagravio de vuestras faltas y con ellas, a través de vuestros pensamientos limpios, recibiríais la luz. Así es como os enseña mi palabra, así es como debe trabajar el espíritu silenciosamente y sin alarde. 15. Cuando de vuestra mente brota una idea o un pensamiento de luz, así llega a su destino para cumplir su misión bienhechora. Si en vez de pensamientos de bondad, brotan de vuestra mente emanaciones impuras, sólo causarán perjuicios a donde las enviéis. Yo os digo que también los pensamientos son obras y como tales, quedan escritas en el libro que existe en vuestra conciencia. 16. Si vuestras obras son buenas o malas, recibiréis multiplicado lo que deseasteis para vuestros hermanos. Más os valdría haceros un mal a vosotros mismos, que desearlo a uno de vuestros semejantes. 17. Por eso os dije en el Segundo Tiempo: “Lo que se siembra se cosecha”, porque es necesario que reconozcáis vuestras experiencias en esta vida y que recordéis que vuestras cosechas os devuelven la misma simiente que sembrasteis, aunque en multiplicación. 18. ¡Ah humanidad que no habéis querido meditar, sentir, ni vivir las enseñanzas de vuestro Maestro! 19. Si a vuestras manos llegasen alterados los escritos de mis discípulos que en el Segundo Tiempo os legaron mi palabra, Yo haré que reconozcáis cuáles son las verdaderas palabras de Jesús, vuestra conciencia descubrirá como falsas, las que no estén en armonía con el concierto divino de mi amor. 20. Habéis leído de prisa mis enseñanzas y las habéis interpretado a vuestro gusto, entonces buscáis nuevos libros, donde los hombres me llevan nuevamente de Herodes a Pilatos, pero de aquella palabra dulce, de aquella Doctrina sencilla que el Divino Maestro enseñó, muy poco encontraréis allí. 21. Todos me seguís juzgando, unos me hacéis Dios, otros hombre, unos me llamáis divino y otros, profeta humano; los unos me creen hijo de Dios y los otros de David. Los unos me llaman profeta y otros agitador. Unos dicen que soy iluminado por el Altísimo, otros dicen que tengo pacto con el demonio, y así va esta humanidad tras de mi nombre, para colocar sobre Mí el nuevo I.N.R.I. a imitación del tímido Pilatos. 22. A través de mis palabras y de mis obras me juzgáis, mas no os ocupáis de poner en práctica el “Amaos los unos a los otros”. Teméis practicar esa sublime enseñanza, porque pensáis en la burla de vuestros hermanos. 23. En verdad os digo que si Yo hubiese sentido miedo a la cuesta del Calvario y a la cruz, todavía estaríais esperando al Mesías. 24. No caigáis en teologías complicando lo simple, no imitéis a quienes pretendan aprisionar a Dios, a la verdad, en un libro material, porque jamás como humanos, lograréis escudriñar a Dios. 25. No dificultéis lo fácil, no empequeñezcáis lo grande, ni exaltéis lo pequeño. No lleguéis a ser doctores sin doctrina, ni religiosos sin amor. 26. Buscad a vuestro Padre que hoy llega hasta vosotros como pensamiento divino, irradiando amor. He aquí mi luz hecha palabra para todos los hombres. 27. Es la luz del Espíritu Santo, que cual mensaje de amor viene a rasgar los velos que oscurecen el entendimiento humano. 28. Si con buena voluntad buscáis en esta palabra el saber que encierra y encontráis su esencia, habréis encontrado la verdad. 29. La luz de esta enseñanza será la estrella que os señale el camino por donde tendréis que proseguir; no debéis permanecer estacionados porque detendríais con ello el progreso de vuestros hermanos en el sendero espiritual. 30. No vengo a fomentar hábitos que os retrasen espiritualmente, y aunque muchas veces los encubráis con el falso brillo de las palabras floridas, en su fondo encierran ignorancia y confusión. 31. El libro que abro ante vosotros, es como un exquisito manjar para el espíritu; su esencia, una vez que llegue a vuestro corazón, hará transformaciones en él, que os ayudarán a imitar al Mesías, al Maestro, que en cuanto hombre, rindió un homenaje de amor perfecto al Padre. ¿Cuándo daréis gloria a vuestro Señor en forma semejante? 32. Habéis desarrollado vuestras pasiones en el mundo, habéis adorado vuestros ídolos, pero a Dios en el infinito y en vuestros hermanos ¿Cuándo? 33. Cerca de dos mil años hace que repetís aquella frase que escucharon los pastores de Belén: “Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”, mas, ¿Cuándo habéis puesto en práctica la buena voluntad para haceros merecedores de la paz? En verdad os digo, que más bien habéis hecho lo contrario. 34. Habéis perdido el derecho de repetir aquella frase, por eso ahora vengo con nuevas palabras y lecciones, para que no sean frases ni oraciones las que se graben en vuestro entendimiento, sino la esencia de mi enseñanza la que penetre en vuestro corazón y espíritu. Si queréis repetir mis palabras tal cual Yo vengo a entregároslas, hacedlo, pero sabed que mientras no las sintáis, no tendrán virtud alguna. Pronunciadlas con dulzura y humildad, sentidlas vibrar en vuestro corazón y Yo os responderé de tal manera, que haré estremecer todo vuestro ser. 35. Pobremente me interpretan aquellos por quienes me manifiesto, por eso mi lección es también para ellos, para que lleguen a despojarse de toda idea superflua, de fanatismo, de antiguos prejuicios y de todo lo que pudiera mezclarse a la inspiración que reciben. A cada tiempo que pasa, nuevos hombres mejor preparados, vendrán a escucharme. 36. Elevad vuestro pensamiento a Mí, portavoces amados, rogad al Maestro que en vuestro éxtasis se manifieste límpida y pura su enseñanza, dejad que en vosotros se haga mi voluntad y veréis que de vuestras bocas salen lecciones que conducirán a estas multitudes por el camino del amor y de la verdad. 37. Pueblo: Dejad las supersticiones que antaño os enseñaran y orad ante Mí con verdadera fe; Yo os libraré de toda acechanza y os enviaré a los ángeles guardianes. 38. La Ley de Dios es infinita, todo lo abarca, es la armonía entre todo lo creado. Esa Ley no concierne solamente a lo espiritual. 39. Gustáis de aprender de memoria los preceptos de la Ley, los nombres de las virtudes espirituales, las máximas y frases de Jesús, más Yo os digo: Es menester que todo esto lo sintáis. Saber, no es sentir. Él que quiera poseer mi Verdad, debe sentirla en lo más profundo de su corazón. 40. Pensáis en las ideas elevadas, en las acciones buenas, pero no las hacéis como es mi voluntad, porque no las sentís y por ello ignoráis el sabor divino que dejan cuando se han practicado. No las practicáis con limpidez porque creéis no poder, y no podéis porque no queréis. Y es que para hacer el bien es necesario amar. 41. Quien ama comprende, quien estudia tiene voluntad; quien tiene voluntad puede hacer mucho. Yo os digo que ni elevación, ni sabiduría tendrá, ni hará obras grandes, quien no ame con toda la potencia de su espíritu. 42. Quien se aparta de la Ley espiritual, que es Ley superior, cae bajo el dominio de las leyes inferiores o materiales, de las que también poco saben los humanos. Más quien obedece y permanece en armonía con la Ley suprema, está por encima de todas las reglas que vosotros llamáis naturales y siente y comprende más que el que sólo posee conocimientos que ha encontrado en la ciencia o en las religiones. 43. He ahí por qué Jesús os asombró con las obras que llamáis milagros, más reconoced las lecciones que os dio de amor. Comprended que nada hay sobrenatural ni contradictorio en lo divino que vibra en toda la Creación. 44. Encontráis contradictorio con el amor del Creador, vuestro peregrinar por esta vida llena de amarguras y vicisitudes, en la cual imitáis a vuestros niños cuando están descontentos o enfermos. Vivís en un continuo llorar por vuestros sufrimientos, más éstos son el resultado natural de vuestras desobediencias y faltas a la Ley y del mal uso que habéis hecho de la libertad que mi amor os ha dado y que llamáis libre albedrío. 45. Esta lección que es tan sencilla de comprender, porque está al alcance de vuestro entendimiento, os negáis a considerarla como una verdad. 46. Sólo la regeneración y el ideal de perfeccionamiento os podrán hacer volver al camino de la verdad. Quienes sintiéndose intérpretes de la Ley de Dios os digan que a vuestra perversidad y rebeldía le esperan sufrimientos infernales y que sólo demostrando vuestro arrepentimiento, mortificando e hiriendo vuestras carnes y presentando a Dios ofrendas materiales, Él os perdonará y os llevará a su Reino, en verdad os digo que están en confusión. 47. ¿A dónde iréis humanidad, conducida por los que admiráis como grandes maestros de las revelaciones sagradas y a quienes Yo contemplo confundidos? Por eso vengo a salvaros con la luz de esta Doctrina, la cual os hará evolucionar en el sendero de mi amor. 48. En este tiempo, vengo a daros nuevas enseñanzas en las que debéis meditar, lecciones de amor que os rediman y eleven, verdades que aunque amargas, sean luz en vuestro camino. 49. El Espiritualismo en este tiempo, como el Cristianismo en el tiempo pasado será combatido y perseguido con ira, con crueldad y saña y en medio de la lucha, lo espiritual surgirá obrando prodigios y conquistando corazones. 50. El materialismo, el egoísmo, el orgullo y el amor al mundo, serán las fuerzas que se levanten en contra de esta revelación, que no es nueva ni distinta a la que os he traído en los tiempos pasados. La Doctrina que ahora he venido a revelaros, y a la que dais el nombre de Espiritualismo, es la esencia de la Ley y de la Doctrina que en el Primero y Segundo Tiempos os fueron reveladas. 51. Cuando la humanidad comprenda la verdad de esta enseñanza, su justicia y los infinitos conocimientos que revela, desechará de su corazón todo temor, todo prejuicio y la tomará como norma de su vida. 52. Mi Ley no esclaviza, mi palabra libera. El que en Mí cree y me sigue, no es esclavo, deja de ser súbdito de las pasiones terrestres, deja de ser del mundo y se convierte en dueño de sí mismo, vence las tentaciones y el mundo queda a sus pies. 53. Sólo la espiritualidad salvará de su caos a esta humanidad, no esperéis otra solución, ¡Oh pueblos y naciones de la Tierra! ¡Podréis hacer tratados de paz, pero mientras esa paz no tenga por base la luz de la conciencia, seréis necios, porque estaréis edificando sobre arena! 54. En el Segundo Tiempo os dije: “Más fácil es que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico al Reino de los cielos”, y ahora lo estáis mirando. Quisieran los poderosos poder comprar con sus riquezas la paz y no lo logran. 55. Así la humanidad comprenderá que los bienes espirituales son indispensables en la vida del hombre, bienes que no se pueden adquirir con monedas, sino con espiritualidad. 56. Espiritualidad no quiere decir misticismo, prácticas materiales y ostentación, sino elevación de los sentimientos, bondad del corazón, rectitud en los actos, amor a los semejantes. 57. Para daros esta lección de caridad y amor no he venido a humanizarme, ni a manifestarme en palacios, entre vanidades y rodeado de lujos. En el humilde barrio de vuestra ciudad, entre los pobres, entre los humildes, así he llegado a vosotros, como corresponde a quien en otro tiempo os dijo: “Mi Reino no es de este mundo”. 58. Esta humanidad, que en algunas fases se ha desarrollado, espiritualmente vive en un profundo letargo; porque no ha logrado escudriñar su interior donde existe el verdadero templo. Ese santuario se encuentra desierto, no arde su lámpara, su altar está sin ofrenda, más Yo os pregunto: ¿A qué se debe todo esto? Porque ha mucho tiempo que el hombre se alimenta con cultos externos, sustituyendo con ello lo que debería ser completamente espiritual. 59. Ha tratado de satisfacer las necesidades de su espíritu con ceremonias, tradiciones, festines y ofrendas materiales. A lo cual os digo, que sólo las obras que encierren elevación y espiritualidad, llegarán a fortalecer y alimentar verdaderamente al espíritu. 60. Ciertamente que Yo recibo todas las ofrendas y en todas ellas deposito mi amor; ¿No creéis que sería más justo y grato tanto para el Padre como para vosotros, que me ofrecierais algo que sea digno de Mí y de vosotros mismos? 61. Muchos hombres y pueblos aún creen agradarme presentándome ofrendas materiales, piensan que mientras mayor sea el esplendor y el lujo de sus liturgias, más grande será el gozo en el Señor y mayores los beneficios que de Él obtengan; y es que se han olvidado de que, si en cuanto hombre hui de todo lo que era vano y superficial, ahora que me he manifestado a vosotros en espíritu, menos recibiré de los hombres objetos y ceremonias materiales. 62. ¿Hasta cuándo llegaréis a interpretar con verdad mi Ley? ¿Hasta cuándo dejará esta humanidad de infringir y adulterar mis mandatos? 63. Os ofrezco este tiempo para que meditéis sobre las enseñanzas espirituales, las que ya os habían sido reveladas desde los primeros? 64. Despojaos de hábitos, vicios, supersticiones, tradiciones, fanatismo e idolatría, os quiero limpios, para que podáis espiritualizaros y os quiero humildes para que en vosotros pueda llegar a brillar mi luz. 65. Así como en los tiempos pasados, los lugares de Jerusalén y de Roma, fueron para la humanidad tierras de promisión y fuentes de gracia en donde el Señor se manifestó, a esta nación empequeñecida y humillada, le he señalado una elevada misión para este tiempo; deberá de estar preparada, porque tanto el eco de mi manifestación, como el rumor de mis prodigios y el fervor de los testigos, atraerán la atención de la humanidad. 66. Serán primero los pobres, los ignorantes, los necesitados, los inocentes, los esclavos, los hambrientos y sedientos de justicia, los que vengan, y después llegarán los escépticos, los señores, los científicos. 67. Velad y orad, estad preparados para la llegada de las grandes turbas. Velad en vuestras obras, orad en el rincón de vuestra alcoba o donde os sorprenda el instante de comunicaros conmigo, y allí estaré con vosotros. 68. No os he dicho que os apartéis de vuestros deberes en el mundo, sino que os alejéis de lo que no esté en la Ley, es decir, que apartéis de vuestra vida lo innecesario, lo superfluo y que toméis con moderación de lo que es lícito. 69. ¿Qué os ha dado vuestro libre albedrío, cuando lo habéis empleado para perseguir y buscar los placeres materiales? Sólo dolor y desengaños. 70. Estudiad bien mi palabra cuando ella os encomienda que os apartéis de lo que pertenece al mundo. “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. 71. Desde la nueva Jerusalén estoy contemplando a esta humanidad sin ser sentido por ella. Unos cuantos que me han esperado y otros que me siguen, saben que he vuelto como Espíritu Santo y que me encuentro hablándoles a través del entendimiento del hombre. ¿Sabéis cómo encuentro a los pueblos del mundo? Decepcionados, los hombres desengañados de los hombres. Ya nadie le pide a otro, porque sabe que no ha de alcanzar nada de su caridad y porque sabe que su mano se encuentra vacía. Ahora impera el materialismo, y de todo lo que es bueno y elevado, sólo ha quedado un reflejo muy débil de luz. 72. Os asombráis de que os hable así y pensáis que soy estricto y exigente con vosotros, a lo cual os digo, que vuestro espíritu evolucionado debe ofrecerme una cosecha mejor de la que hoy me hacéis presente. 73. ¿No creéis que la división de la humanidad en pueblos y razas, es algo primitivo? ¿No meditáis que si vuestro adelanto en vuestra civilización, de la que tanto os enorgullecéis, fuese verdadero, no estaría aun imperando la ley de la fuerza y la maldad, sino que estarían regidos todos los actos de vuestra vida por la ley de la conciencia? Y vos, pueblo, no os pongáis al margen de este juicio, que también entre vosotros descubro guerras y divisiones. 74. Desde la antigüedad os he hablado de un juicio y este es el tiempo anunciado que los profetas representaron como si fuera un día. 75. La palabra de vuestro Dios es de Rey y no retrocede. ¿Qué importa que sobre ella hayan pasado miles de años? La voluntad del Padre es inmutable y tiene que cumplirse. 76. Si los hombres además de creer en mi palabra, supieran velar y orar, nunca serían sorprendidos, pero son infieles, olvidadizos, incrédulos y cuando la prueba se presenta la atribuyen a castigo, a venganza o a la ira de Dios. A lo cual Yo os digo, que toda prueba es anunciada con anticipación, para que estéis preparados, por lo tanto debéis de permanecer siempre en vigilia. 77. El Diluvio, la destrucción de las ciudades por el fuego, las invasiones, las plagas, las enfermedades, la escasez y otras pruebas más, fueron profetizadas a todos los pueblos de la humanidad, para que os preparaseis y no fuerais sorprendidos. Lo mismo que ahora, siempre del amor de Dios ha descendido un mensaje de alerta, de preparación, para que los hombres despierten, se preparen y se fortalezcan. 78. A través de los dones del espíritu y de las facultades que posee el hombre, llegan hasta su corazón mis mensajes. Esos dones son: la videncia, el presentimiento, la intuición y el sueño profético. 79. Entonces, ¿Por qué las más de las veces recibís las pruebas sin estar preparados? No es que os haya dejado de enviar el mensaje, es que os ha faltado oración y espiritualidad. 80. Os he dicho que se aproxima a toda la humanidad una prueba muy grande, tanto que en toda la historia de sus siglos y edades, no ha tenido semejanza y ahora debéis de comprender que estoy hablando al corazón de todos vosotros, os estoy haciendo llegar mensajes y avisos en muchas formas, para que los hombres mediten y estén despiertos a mi Ley, como las vírgenes prudentes de mi parábola. 81. ¿Me escucharán los pueblos y las distintas naciones del mundo? ¿Me escuchará este pueblo a quien me estoy manifestando en esta forma? Sólo Yo lo sé, más mi deber de Padre es poner en el camino de mis hijos todos los medios para su salvación. 82. Pueblo: No olvidéis esta palabra, no vayáis a dormir ni cerréis las puertas de vuestro corazón a mi llamado de amor, sed los mensajeros de esta luz, enviando vuestros pensamientos, como misivas espirituales a la mente de vuestros hermanos. 83. Ahora comprenderéis mejor por qué constantemente os repito: “Velad y orad”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 25 1. El espíritu de Elías, como campana celestial, os ha despertado para que vinieseis a escuchar mi palabra. 2. Vuestro corazón se pregunta ansiosamente. ¿Cuál será el manjar que el Padre nos dé a saborear en este día? ¿Cuál será la lección de hoy? 3. De cierto os digo: Una mujer dejó en su hogar un enfermo grave por venir a escucharme, a ella le digo: Cuando volváis a vuestra casa, el enfermo dejará el lecho y él mismo os abrirá la puerta para daros la buena nueva de que ha sanado, porque todo aquél que dejare los bienes de la Tierra por estar conmigo, tendrá quien vele por lo que ha dejado, y ése soy Yo. 4. Contemplo a los que sufriendo una gran pena han vertido lágrimas en el rincón de su alcoba, sin desesperarse ni renegar contra Mí, aceptando su prueba humildemente, sabiendo que para alcanzar mi Reino es necesario hacer méritos. 5. A todos os veo ir por los distintos caminos de la lucha humana y entonces me he convertido en el peregrino que cruza vuestro sendero para preguntaros: ¿A dónde vais? Y mientras unos me responden: En busca de tranquilidad, otros me dicen: Vamos en busca de pan. Entonces el Maestro se adelanta a llamar a las puertas que vais a tocar para que vuestros hermanos os reciban con caridad y buena voluntad. Es por eso que cuando habéis llamado encontráis conmovidos a los corazones que eran de roca, reconocéis mi presencia y me decís: “¿Señor, tanta es la caridad que tenéis con nosotros?”. 6. Las pruebas que encontráis en vuestro paso, no las ha puesto la casualidad, os las he enviado para que hagáis méritos. La hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad y lo mismo estoy en las grandes que en las pequeñas obras de la creación, velad y orad para que lleguéis a comprender cuál es el fruto que debéis recoger de cada prueba para que sea más breve vuestra expiación. Tomad con amor vuestra cruz y haré que llevéis con paciencia vuestra restitución. 7. Este es el Tercer Tiempo en el que vengo nuevamente a deciros: “Amaos los unos a los otros”, mas no solamente entre humanos, sino de un mundo a otro; debéis amar y tener caridad de los que están en espíritu porque también son vuestros hermanos. 8. Cuán lejos está el tiempo en que se os dijo: “Él que a hierro mata a hierro muere”. “Con la vara que midas serás medido”. Hoy os digo: Arrepentíos, en verdad, lavad con obras de caridad, de perdón y amor, vuestras manchas. 9. De todos los caminos os he llamado para entregaros una sola enseñanza. En mi mesa nunca ha habido manjares que fueran unos mejores que otros, un solo pan y un mismo vino he ofrecido a todos. A mi mesa se han sentado, lo mismo los grandes que los parias; los acaudalados que los pobres; los pecadores que los mansos. Lo mismo he recibido a los que han vivido con limpidez que a los que llegan con su espíritu manchado. Esto os enseño para que en el camino de vuestra vida no distingáis jamás a ninguno de vuestros hermanos. 10. Sed humildes delante de los que se sienten superiores y aquél que delante de vosotros se humillase considerándose más pequeño, hacedlo comprender que no es menos que vos. 11. Es necesario practicar mi Doctrina para comprender la potestad infinita del amor. El amor es la virtud que convierte al hombre pecador en mi discípulo. Amor es la esencia de la vida eterna. 12. Hay quienes me preguntan ¿Por qué necesitáis hablarnos en esta forma para conducirnos al camino de la evolución del espíritu? De cierto os digo: esta palabra que oís, es el libro que encierra mi sabiduría. 13. ¿Por qué he abierto ante vosotros este libro? Para revelar muchos misterios al hombre; para hacer luz en sus tinieblas de ignorancia. 14. En verdad os digo, que los hombres del poder no todo lo pueden, ni los sabios todo lo saben, ni los teólogos me conocen en verdad. 15. Por eso he venido nuevamente como Maestro entre la humanidad a iluminar vuestro entendimiento para que comprendáis las grandes revelaciones, siempre que no pretendáis llegar a la altura de mi sabiduría, sino penetrando en mi santuario con respeto y humildad. Quien así penetre, será conducido por Mí hasta donde sea mi voluntad y jamás encontrará el dolor. 16. Analizad a la ciencia de estos tiempos, sus frutos son amargos porque los hombres han querido penetrar sin respeto en mis arcanos, y cuántos al descubrir en mínima parte las maravillas del Universo han dudado que existe una Omnipotencia que lo haya creado todo. Son los que sólo creen en lo que ven y en lo que palpan, mas todo lo que está más allá de su comprensión, es negado por ellos. 17. El conocimiento que está más allá de vuestra comprensión y del materialismo, es el que vengo a enseñaros, para que alcancéis vuestro perfeccionamiento espiritual. 18. Preparaos humanidad, para que os libréis de comer los frutos amargos que la ciencia os prepara. Yo siempre he venido a revelaros el secreto de la vida verdadera. 19. En el Segundo Tiempo me escucharon grandes multitudes, millares de enfermos sanaron con sólo ser tocados por Mí o con escuchar mi palabra de ternura, o siendo contemplados por mi amorosa mirada. Muchos de ellos me amaron y reconocieron aunque no todos me siguieron, porque sólo doce fueron los que me acompañaron hasta el fin. Sus nombres son inmortales por el ejemplo de perfección, de virtud y sacrificio que os legaron, mas no eran perfectos cuando les llamé, si lo hubieran sido no les hubiera llamado para enseñarles. 20. Entre vosotros tampoco encuentro justos o perfectos, más os transformaréis a través de mi enseñanza y grandes obras podréis hacer. Duro es el corazón de la humanidad, pero os iluminaré en el camino para que salgáis avante. 21. En el Segundo Tiempo, cuando mis apóstoles se diseminaron por el mundo. Pedro tuvo instantes de flaqueza ante las persecuciones, la crueldad y la dureza de los hombres, y queriendo huir de Roma para salvar su vida, contempló la silueta de Jesús que llevando a cuestas la cruz avanzaba hacia la ciudad pagana, Pedro preguntó a su Maestro: “¿A dónde vas, Señor?” A lo cual contestó Jesús: “A morir nuevamente por vosotros”. Pedro sollozando ofreció a su Señor volver al seno de los pecadores para salvarlos, aún a costa de su sangre y de su vida, para morir imitando a su Maestro. 22. Por eso os digo a vosotros: No esperéis que 1950, el año de mi partida, os sorprenda impreparados y débiles, porque si así queréis levantaros a esparcir mi enseñanza tendréis que flaquear. 23. Entonces buscaréis mi palabra para fortaleceros y no la encontraréis. Hoy que aún me encuentro doctrinándoos, levantaos a practicar mis lecciones, regeneraos, dad un paso hacia la espiritualidad, Yo os alentaré con obras y prodigios y os maravillaréis ante las grandes revelaciones que os daré de Espíritu a espíritu. Sorprenderé a los científicos materializados, manifestándoles la existencia de lo espiritual. Todo lo que han negado y que existe, será contemplado por ellos. Entonces se despertará la curiosidad, la ambición por sondear el más allá y ese será el momento en que mis emisarios y discípulos se presenten para explicar todo cuanto os he revelado e impidan que la humanidad forje sectas y teorías en tomo a mis nuevas revelaciones. 24. Hoy es tiempo de oír, de meditar y si llegado el momento de ir en pos de los pueblos y naciones, algunos de vosotros no pudieseis hacerlo, no temáis, que allí donde habitáis mucho podréis hacer, dejad que sean vuestros hijos los que lleven a lejanos lugares la buena nueva. Recordad que os he dicho que los primeros serán postreros y los postreros primeros. 25. Hoy llegan las multitudes ante mi enseñanza; los que más sufren, los que han tenido hambre y sed de justicia, los que sueñan con una vida de paz se quedan para seguir escuchando mi palabra. 26. Entre estos pobres, rudos y sencillos, voy entresacando a aquellos por quienes os doy mi palabra. 27. El Divino Maestro de todos los tiempos, vuelve entre vosotros para comunicarse con la humanidad, conduciendo en esta forma al espíritu hacia el nuevo día. 28. Preparad vuestro entendimiento para que analicéis con rectitud mi palabra, ya os he dicho que los espiritualistas serán los que den una justa interpretación a las lecciones que en esta era y en los tiempos pasados os ha revelado vuestro Señor. El que lea en mi libro y al analizar lo haga en el sentido espiritual, ése será el que se acerque a la verdad. 29. Para que lleguéis a definir verdaderamente esta Doctrina, antes tendréis que luchar entre vosotros mismos y llegaréis a veces aún a la confusión, más aquél que en medio de su tempestad vele y ore confiando en Mí, ese sentirá que en su espíritu penetra la calma y la paz. 30. Los vientos desencadenados harán que los árboles se desprendan de sus frutos vanos y de sus hojas secas, hasta quedar libres de impurezas. ¿No os dais cuenta de que mañana, cuando ya no escuchéis esta palabra, no vais a quedar solos en el camino, enseñando a vuestros hermanos lo que de Mí aprendisteis? Yo estaré siempre en cada uno de vosotros, el Maestro preparará el camino y el discípulo cumplirá su misión. 31. Os prometí hacer la luz en los hombres para que todos conociesen y comprendiesen las revelaciones de mi Doctrina y este es el tiempo en que aquella promesa ha sido cumplida, esta era que no supo esperar el hombre, porque se ha perdido en una vida de ciencia de la que ha hecho un nuevo mundo y en la que los espíritus estaban ansiosos de mi vuelta, porque sabían que para ellos mi enseñanza es su libertad, su elevación y por lo que alcanzarán la paz. 32. Unos han esperado esta era, morando en el valle espiritual, otros han esperado el milagro siendo moradores de esta Tierra. Bienaventurados los que supieron esperar con su lámpara encendida como las vírgenes prudentes de la parábola. 33. También en el Segundo Tiempo los espíritus esperaban ansiosamente la llegada del Mesías; unos en el mundo material, otros desde las moradas espirituales; es que Cristo es la puerta, es la llave, es el camino y los espíritus lo saben. 34. En Mí, está el poder para despertar al espíritu de la humanidad y de cierto os digo, que esa hora se acerca y no habrá uno que no se estremezca a mi llamado. Unos despertarán del materialismo que los tenía aletargados; otros de su embriaguez de sangre y de placeres, otros lo harán del sueño de su ignorancia, cuya noche de tiniebla y fanatismo ha sido muy grande. 35. En el instante en que se haga la luz espiritual en la humanidad, de los espíritus brotarán oraciones y preguntarán a su Señor qué deberán hacer para agradarle y así poder acercarse a su presencia. 36. Analizad mi palabra, discípulos, y encontraréis en su esencia la sabiduría, para que vuestro espíritu se instruya en la Doctrina de amor del Padre, porque es a vuestro espíritu a quien le he venido a hablar, a instruir, preparándole para una vida más elevada. 37. Ya sabéis que el cuerpo sólo es instrumento para el espíritu, prueba de ello es que es mortal y pasajero, en cambio el espíritu está destinado para la eternidad. 38. Cuán ignorante de las enseñanzas espirituales encuentro a esta humanidad, y es porque se le ha enseñado mi Ley y mi Doctrina sólo como una moral que le sirva de ayuda y no como el sendero que conduce a su espíritu a la mansión perfecta. 39. Las distintas religiones han venido sembrando en el corazón del hombre un falso temor hacia el conocimiento espiritual, lo que ha ocasionado que huyan de mis revelaciones y que se vayan hundiendo en las tinieblas de la ignorancia, argumentando que la vida espiritual es un misterio impenetrable. 40. Mientras los que esto afirman, todas las revelaciones que Dios hizo al hombre desde el principio de la humanidad, le han venido hablando de la vida espiritual. Cierto es que no os había dado toda mi enseñanza, porque no estabais capacitados para saberlo todo, sino hasta que fuera llegado el tiempo, pero lo revelado por el Padre hasta hoy, os basta para tener un conocimiento completo de la vida espiritual. 41. Pueblo amado: Llamad venturoso a este tiempo, porque en él habéis tenido la visita de vuestro Señor y si queréis señalar con fecha este gran acontecimiento, marcadlo con el año de 1866, que fue cuando Elías os afirmó que se acercaba la hora de mi presencia entre este pueblo. Desde entonces vengo entresacando a mis discípulos para que me sigan fielmente por este camino. 42. ¿Queréis seguirme, queréis ser de mis discípulos? Venid en pos de Mí con la mansedumbre y la confianza con que Pedro, Andrés, Santiago y Juan me siguieron, dejando detrás de sí a los seres amados, sus barcas y sus redes para convertirse según les dije en pescadores de hombres. 43. Hoy vengo a preparar un pueblo, que dé testimonio de mi verdad. ¿Por quiénes voy a manifestarme en el mundo, si no es por medio de mis discípulos? 44. Quiero que meditéis profundamente en mi palabra antes de lanzaros al camino del cumplimiento, preparaos porque los hombres están fuertes en sus convicciones. Desarrollaos lo mismo en pensamiento, que en palabras y obras, así nada tendréis que temer. 45. Sí, pueblo, ya veo que estáis tratando de practicar mis enseñanzas, de vivir cumpliendo con mi Ley para agradarme con vuestros actos. El Maestro os bendice y os anima a perseverar en la regeneración para que alcancéis la espiritualidad. 46. Después de la partida de mi palabra, haréis lo que hicieron mis apóstoles del Segundo Tiempo: Ellos se reunían para orar y de esta manera recibían la luz divina que los guiaba en cada uno de sus pasos. Por medio de la oración espiritual que es la que he venido a enseñaros, se comunicaban con su Señor, se animaban con su presencia y llegaban a comprender cuál era la voluntad de su Maestro. Ahora comprenderéis por qué les tomé como base o cimiento de mi iglesia. ¿Sabéis que quiero formar un nuevo templo? ¿Quiénes formarán los cimientos de este santuario? Yo escogeré a los fuertes, a los fieles en la virtud, a los comprensivos y a los caritativos porque sus ejemplos serán dignos de imitarse. 47. El arcano de vuestro Padre se encuentra presto a desbordar su herencia en el espíritu de la humanidad. 48. En vuestra Nación he cumplido mi promesa de volver entre los hombres, mas no por ello vayan a sentirse privilegiados entre el resto de la humanidad, quienes hayan tenido la gracia de escuchar mis enseñanzas, porque la esencia de mi palabra llegará a todo corazón a su debido tiempo, diciéndoles: Bienvenidos seáis, mis hijos, que sin cansancio llegáis hasta mi presencia para escuchar mi palabra. Sois los discípulos entresacados de las grandes turbas que a Mi han venido y vuestro corazón lleno de fe, creyendo firmemente en esta manifestación, recibe mi palabra y mis máximas como simiente de verdad. 49. Llegasteis con un fardo de sufrimiento e imperfecciones, hambrientos y sedientos de paz y de ternura, y el Maestro no se detuvo a contemplar vuestras manchas para sentaros a su mesa y serviros el mejor manjar. Hicisteis al Padre un relato de toda vuestra vida y de las vicisitudes del camino, mostrasteis la desnudez de vuestro espíritu, cuya vestidura se llevaron en jirones los aires huracanados. Conmovido el Padre os llevó a la fuente donde lavasteis vuestras manchas, os dio nuevas y limpias vestiduras y sentándoos en torno a Él, os dio la primera lección que fue para vosotros como un ósculo, como una caricia y como gota de bálsamo. 50. Así empecé a formar en el corazón de cada discípulo mi libro de sabiduría y amor que no debéis cerrar jamás, porque su contenido no sólo os pertenece a vosotros. En sus páginas existe fortaleza para vuestras pruebas y luz para disipar la ignorancia de vuestros hermanos. 51. Vengo a vosotros, porque vuestros hermanos que tienen el saber, han ocultado la verdad a la humanidad y han llenado de egoísmo su corazón. Yo no os vengo a vender mi amor, ni mi palabra, ni mis bendiciones. Sólo espero que estéis preparados para enviaros a las comarcas y a las aldeas a llevar a vuestros hermanos la buena nueva de mi Doctrina, porque en todo el mundo hay hombres que esperan mi llegada. Quiero que para 1950, que es el tiempo en que dejaré de comunicarme bajo esta forma, os encontréis fuertes para empezar la lucha. 52. Os he apartado del fanatismo y de la idolatría para llenar vuestro corazón con la esencia de mi enseñanza para que os elevéis a vuestro Señor, entregándole un culto limpio, espiritual y sencillo. Así como os he enseñado, quiero que enseñéis a vuestros hermanos. 53. Cuando los elementos se desaten, estad unidos, discípulos, y por vuestras buenas obras, elevación, fe y unificación, derramaré entre vosotros mis prodigios que serán testimonio para los incrédulos de que Yo estoy con vosotros. 54. Las revelaciones que mi arcano encierra y que están reservadas para vosotros, aún son un misterio porque no os habéis hecho merecedores de ellas. 55. No está lejos el día en que cese de hablaros en esta forma, quiero que para entonces estéis preparados, que no haya un solo discípulo que ignore cómo orar ante el Señor. 56. Las pruebas de la vida están dando temple a vuestro espíritu, no os rebeléis ni reneguéis de ellas porque después, cuando el torbellino haya pasado, lloraréis de pesar por haberme ofendido con vuestra desconfianza. Recordad que os he dejado armas para que os sepáis defender, ellas son: la oración y la fe. 57. Orad y si el vendaval azotando vuestro hogar llegase a derribar su puerta, en verdad os digo que la flama de vuestra lámpara, aparentemente débil, no se apagará. 58. Cuando miréis que del camino se apartan los que habéis convertido y con desprecio arrojan el pan que les habíais ofrecido, vuestro corazón se llena de dolor y venís tristes ante el Maestro para depositar en Él vuestras cuitas, más el Maestro os dice: Si es la ingratitud la que guía los pasos de aquéllos, no temáis, dejadles ir, velad y orad por ellos, más si os han dejado porque les faltaron vuestros cuidados y ejemplos, de ello tendréis que responderme. 59. Si unos arrojan el pan y se marchan, otros vendrán, recogerán las migajas y con ellas alcanzarán la paz y la bienandanza. Los que se alejaron retornarán en busca de mis labriegos porque en el desierto les sorprenderá el hambre y la sed. Vosotros que no habéis sido enviados para juzgar las faltas de vuestros hermanos, les recibiréis con buena voluntad. A quien viniere enfermo, le sanaréis y al que llegare hambriento le alimentaréis. 60. Si a pesar de haberles prestado vuestra ayuda os desconocen, perdonadles. Yo seré quien juzgue su causa. 61. Vuestro pasado espiritual es un misterio para vosotros, por eso os digo que toméis con mansedumbre vuestras pruebas, porque estáis en un tiempo de juicio y de restitución espiritual. 62. Los tiempos en que veníais al mundo a recibir honores, goces, placeres, o acumular riquezas, han pasado; hoy venís a vivir en la humildad, a purificaros, a elevaros con las pruebas y a servir a vuestro Señor siendo útiles a vuestros semejantes. 63. Escribid en vuestro corazón un libro con vuestras buenas obras y él os dará paz en esta vida y dicha infinita en la eternidad. 64. Si alguien acumulase riquezas a cambio de mi palabra y de mis dones, vuelvo a deciros como en el Segundo Tiempo: “Antes pasaría un camello por el ojo de una aguja, que éste penetrase en el Reino de los cielos”. Cuán meritorio es contemplar ante Mí a los que ayer gozaron satisfacciones, glorias y comodidades y hoy siguen mis pasos llenos de mansedumbre y de humildad. 65. Entre vosotros hay algunos a quienes he probado como a Job, porque no es mi voluntad que los espíritus se aletarguen, quiero que sean diligentes en el camino. 66. Llegará para cada quien un instante en que la voz del Juez os pregunte no sólo por la palabra que como Maestro os legó, sino también de lo que hicisteis en el cumplimiento de vuestra misión. 67. Preparad vuestros dones espirituales de videncia, intuición y presentimiento, para que os sea dada a conocer en sentido figurado la prueba que os corresponde y vosotros con vuestra oración sepáis vencerla. 68. Dejad que mi palabra os guie, ya que estáis convencidos de que os la estoy entregando para vuestro bien. 69. Os parecen nuevas estas enseñanzas porque las habéis olvidado; mas ahora en el Tercer Tiempo nuevamente os las vengo entregando. Os tengo preparada una gran campiña a la cual os invito, para que en ella aprendáis a sembrar la simiente de eternidad que os estoy confiando. 70. Vengo a preparar a mis nuevos discípulos, para que alcancen mediante su fe y caridad, potestad sobre las enfermedades del cuerpo y del espíritu y sobre los elementos de la creación. 71. Comprended que ya no es tiempo de que viváis en la ignorancia, hoy vivís en la era de la luz, de las grandes revelaciones que os ofrece mi enseñanza. ¿Imagináis la sabiduría que habríais alcanzado, si desde los primeros tiempos hubieseis practicado mis lecciones cumpliendo con mi Ley? Más os habéis entregado a los placeres del mundo estacionándoos en el camino de vuestra evolución espiritual. Por eso hoy que he llegado con mi nueva lección, ésta os parece extraña, incomprensible y fuera de vuestra manera de vivir. Pero os bastará meditar en una sola de mis cátedras para que reconozcáis la verdad de mi palabra, entonces veréis que lo extraño no es mi Doctrina, sino vuestra manera de vivir fuera de mi Ley. 72. Venid a mi campiña, recordad mi enseñanza que habéis olvidado, borrad toda mala simiente y os mostraré la enseñanza que hasta hoy no habíais contemplado. Así os haré salir del estancamiento, de vuestro fanatismo, para haceros penetrar a una vida verdadera, aquella que debías haber vivido desde el principio de vuestra formación. 73. ¿Veis cuán humilde es esta palabra que florece en los labios de los portavoces? De cierto os digo que ella en su sencillez, llevará luz a los hombres, para que comprendan mis revelaciones que por medio de la ciencia y de la teología no habían llegado a comprender. 74. Los buenos discípulos, los perseverantes, los fieles, serán los que analicen esta Doctrina. Ellos también serán humildes, pero a pesar de su sencillez asombrarán a sus hermanos con la sabiduría de sus interpretaciones. 75. Mi pueblo no hablará solamente de mis enseñanzas, sino que con sus obras deberá enseñar a la humanidad cómo se cumple y se respeta mi ley. Sabrá dar sin egoísmo cuanto de su Señor haya recibido y mostrará su celo por la verdad y pureza del tesoro que se le ha confiado. 76. Enseñad a vuestros hermanos con obras buenas y elevadas. Pensad que desde aquí debéis ir purificando a vuestro espíritu para que sea digno de pasar a otra morada en su camino de evolución espiritual. 77. Tomad de mi enseñanza la fortaleza necesaria para ir apartando los obstáculos que encontréis a vuestro paso; ya sabéis que el arma que todo lo vence es el amor, muy grande será el gozo del que salga triunfante en esa lucha y se presente ante Mí como el soldado victorioso después de haber ganado esa batalla. 78. Recordad que soy Yo quien os ha dado el arma del amor y que además os he enseñado a combatir para ganar las grandes batallas. ¿Qué tenéis entonces que buscar por otros caminos, cuando todo os lo estoy entregando por el sendero de la verdad? 79. He venido a manifestarme por el entendimiento de los torpes, he llegado a abrir los ojos de los ciegos a la luz de la verdad, para que se purifiquen de sus pecados al sentirse amados por su Señor. ¿No se os profetizó desde el Segundo Tiempo, que llegaría el día en que todo ojo me contemplaría? El que esté limpio me verá y ese será su premio; aquél que lleve manchas en su corazón, también me verá y esa será su salvación. El que abre sus ojos delante de mi luz, penetra en el misterio y conoce el porqué de mis revelaciones. Ese, conociendo mi verdad caminará con firmeza en el futuro. 80. Interpretad justamente mi enseñanza, no penséis que mi Espíritu goza viendo vuestros sufrimientos en la Tierra, o que vengo a privaros de todo lo que os es grato para con ello gozarme. Vengo a haceros reconocer y respetar mis leyes, porque son dignas de vuestro respeto y acatamiento, y porque obedecerlas os traerá la felicidad y la paz eterna. 81. A través de Jesús os enseñé a dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, más para los hombres de hoy, sólo existe el César y a su Señor nada tienen que ofrecerle. Si al menos dieseis al mundo lo justo, vuestras penas en él serían menores, pero el César os ha dictado leyes absurdas, os ha convertido en sus esclavos y os quita la vida sin daros nada en compensación. 82. Ved cuán distinta es mi Ley, que no esclaviza al cuerpo ni al espíritu, sólo os convence con amor y os guía con dulzura; todo os lo da a cambio de nada, todo os lo premia y lo compensa a lo largo del camino. 83. Discípulos: Comprended y estudiad mis lecciones, quiero formar con vosotros un pueblo que sea el depositario de mi sabiduría, porque todo estará preparado para que cumpláis grandes misiones. No os acobardéis al primer toque de alarma, sabed ir al encuentro de quien se dice vuestro enemigo y perdonadle, amadle e instruidle con mis enseñanzas. 84. Así quiero que estéis preparados para el día de mi partida. Todos sabéis que 1950 es la fecha señalada por mi voluntad, para dejar de comunicarme por el entendimiento del portavoz y como mi palabra siempre se cumple, ese día terminará esta comunicación que marcó para vosotros el principio del Tercer Tiempo. 85. No intentéis cambiar esa fecha, ni tratéis por ningún medio de retener la manifestación de mi palabra bajo esta forma ni la del mundo espiritual. Desde ahora os digo, que quienes así lo hicieran ya no estarán iluminados por la luz del Maestro. 86. ¿Por qué habríais de caer en tal profanación, cuando os he anunciado y prometido que después de este tiempo os comunicaréis conmigo de espíritu a Espíritu aun cuando no hayáis sido pedestales? 87. También os digo en este instante, que los profetas de este tiempo, tienen el deber de prepararse, porque tienen la misión de prevenir a las multitudes de las pruebas que les esperan. A ellos les revelaré grandes profecías para que os ayuden a no caer en tentación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 26 1. Discípulos: Después de escuchar mi enseñanza y de juzgar vuestro pasado ante la luz de mi palabra, espiritualmente habéis dicho: “La hoja del árbol no se mueve sin la voluntad de Dios” 2. Así pensáis porque empezáis a comprender, que las pruebas que vais apurando como un cáliz amargo, han sido como peldaños que os han ido acercando al árbol de la Vida, donde el Maestro os espera para entregaros vuestra heredad. 3. Cuando habéis llegado ante la manifestación de mi palabra, todos os habéis preguntado cuál sería la causa de mi retorno y al escuchar mi saludo que os dice: “Mi paz sea con vosotros”, los que sabéis reconocer el valor que tiene la paz, os llenáis de gozo, mientras que los que sólo pensáis en adquirir los bienes materiales, con decepción me preguntáis en vuestro interior si solamente he venido a ofreceros la paz. 4. Estos que así piensan no me ofenden, porque su incomprensión proviene de su ignorancia y ésta es precisamente la tiniebla que he venido a combatir iluminando a los espíritus con la luz de mi Doctrina. 5. Corazones hoy endurecidos por las pasiones y vicisitudes que han amargado vuestra vida: Comprended que alcanzaréis la paz cuando hayáis logrado la elevación espiritual. 6. La paz en el espíritu os habla de luz, de moral, de virtudes. El que no anhele llegar a ese estado de elevación, no sueñe con disfrutar de mi paz, porque aún está cautivo de las pasiones de la materia y de las falsas visiones de felicidad que le presenta el mundo material. 7. El que alienta en su interior un ferviente deseo de paz, hastiado de los placeres materiales, es el que busca la liberación de su espíritu, ansioso de alcanzar el fin para el que fue creado. 8. Desde el principio de la humanidad, han sido pocos los que han buscado la paz o los que han permanecido en ella una vez que la han alcanzado, porque, el hombre sólo la busca cuando el dolor lo ha vencido. Por eso veis cómo después de cada una de vuestras guerras inhumanas, fratricidas e injustas, se levantan millares de seres sedientos de la paz, que antes no supieron estimar, porque no se habían dado cuenta del valor que tiene ese don divino. 9. Debéis comprender que no es en el saber de los hombres en donde encontraréis la tranquilidad, ya que la fuente de donde proviene, es espiritual. El oro, la sabiduría humana, la ciencia, el poder de los hombres, no han bastado para conseguir esa gracia que solo alcanzaréis practicando las buenas obras, conduciéndoos en vuestra vida por el camino del amor que os señala mi Ley. 10. Nada tendrá de extraño que los hombres, que la humanidad llama sabios, cuando vengan en pos de mis revelaciones y en busca de mi paz, ocupen el lugar de los párvulos para estudiar las primeras lecciones del libro del “Libro de la Vida Verdadera” 11. Nadie mejor que Yo, conoce la sed infinita que existe entre la humanidad. Mi piedad como un rayo de esperanza penetra en cada corazón, para hacerle sentir la proximidad de la lucha por medio de la cual alcanzará la paz verdadera y la liberación del espíritu. 12. Mi enseñanza es la voz de la trompeta celestial, que ha sido escuchada por los espíritus a quienes les ha anunciado que ha llegado el tiempo del juicio, de la expiación y también de la salvación. 13. Todo había sido profetizado, más preferisteis esperar los acontecimientos sin prepararos. Os faltó la fe, la obediencia a mi Ley de amor y hoy os encontráis llorando vuestra culpa. 14. Las multitudes que se congregan para escuchar mis divinas lecciones, os parecen grandes en su número, pero cuán pequeñas son si las comparáis con vuestros hermanos que se encuentran carentes de mi paz. 15. En estas multitudes he depositado mi paz; unos han sabido conservarla, otros en cuanto dejan de oír mi palabra y penetran en la rutina de la vida, se despojan de ella. Son los que al retornar al humilde lugar en donde me manifiesto y me preguntan: ¿Señor, por qué sólo cuando te estoy escuchando encuentro paz, o es que sólo en estos lugares existe? Y Yo les contesto que si sólo han encontrado la paz a la hora de estar escuchando mi Doctrina, es porque solamente en ese momento es cuando limpian su espíritu de la influencia de la materia y al trasponer el umbral de estos recintos, retornan a su vida de imperfecciones, egoísmos, pasiones, rencores y vicios, sin llevar a la práctica los preceptos de la Doctrina que estuvieron escuchando, porque escuchar no quiere decir aprender, y sólo el que analice y ponga en práctica mi Doctrina, será el que pueda llamarse en verdad mi discípulo, porque siempre estará preparado espiritualmente para llevar a sus hermanos el ejemplo de encauzar su vida en el cumplimiento de mis enseñanzas. 16. En esta cátedra encontraréis el conocimiento de la responsabilidad moral que habéis contraído, por estar recibiendo en vuestro corazón el don de mi paz, del que tendréis que compartir con vuestros hermanos. 17. Comprended y analizad, cuántas veces os he dicho: Bienvenidos seáis al humilde recinto convertido en casa de paz y oración en donde me manifiesto como Maestro. 18. A través de mi palabra habéis comprendido vuestra misión y la restitución que pesa sobre vuestro espíritu. Hoy reconocéis que para llegar a Mí, es necesario alcanzar la pureza que os haga dignos de penetrar en la mansión de los justos, que es la tierra prometida a vuestro espíritu. 19. No todos los que me escuchan están conmigo, porque el pensamiento de algunos está distante. En cambio hay quienes se encuentran distantes en materia y están presentes en espíritu. 20. Si vosotros llamáis a mis puertas, Yo también he llegado a las vuestras, no para pediros sino para daros lo que habéis menester. 21. Vengo a dar luz a vuestro espíritu porque veo que no quiere continuar en tinieblas, desea levantarse sobre la ignorancia y sobre las pasiones de la materia, quiere contemplar y comprender al Padre conociendo la finalidad de su propia existencia. 22. Despertad, daos cuenta del tiempo en que vivís, para que llegado el momento en que los hombres se levanten profanando y borrando todo culto del corazón humano, de vosotros nada tengan que apartar, porque vuestro santuario y vuestro culto debe ser espiritual. Entonces vuestro espíritu sabrá comunicarse directamente con mi Divinidad; esa será su liberación. 23. Vivís en un mundo transformado por la ciencia humana, ésta es su era, es el tiempo de su reinado. 24. Una nueva Babel han levantado los hombres, una nueva torre de soberbia y vanidad. Desde su altura desafían mi poder y humillan a los débiles. En verdad os digo, que por ese camino el hombre no llegará a Mí, no porque Yo desconozca la ciencia, ya que ella es luz que Yo, el Creador, he puesto en la mente humana, sino por el mal uso que de ella han hecho los hombres. Os confié la ciencia como un árbol al que deberíais cultivar con amor, respeto y celo para que de él brotasen los frutos del mejor sabor, los que dan la vida. ¿Creéis haber cultivado bien ese árbol? Ved que sus frutos han sido de destrucción y de dolor, que en lugar de dar la vida han sembrado la muerte. ¡Qué equivocada está la ciencia humana puesta al servicio del hombre! Más a pesar de ello Yo la bendigo porque es obra de mis hijos. 25. El materialismo ha envuelto a la humanidad. De muchos corazones se ha borrado mi nombre, los hombres se olvidan de orar, que es la forma espiritual de conversar con Dios. Mi Doctrina y mis ejemplos a través de Jesús se han olvidado y quienes tratan de perseverar en mis lecciones y de cumplir con mi Ley, lo hacen por medio de cultos idólatras, buscándome a través de formas e imágenes hechas por la mano del hombre. ¿Es así como debe cumplirse mi Ley? 26. Muchos han hecho de la Naturaleza su Dios, divinizándola como fuente creadora de todo cuanto existe. Más en verdad os digo que esta Naturaleza de cuyo seno han brotado todos los seres, las fuerzas y los elementos materiales que os rodean, no es creadora, ella fue concebida y formada antes por el Hacedor Divino. No es la causa ni el porqué de la vida. Solamente Yo, vuestro Señor, soy el Principio y el Fin, el Alfa y la Omega. 27. La sombra del árbol de la ciencia humana ha envuelto a la humanidad, la mayoría de sus frutos la han envenenado y se aproxima el tiempo en que la hoz justiciera venga a cortar toda rama impura y todo mal fruto. 28. Cuando el hombre fue inocente, su estado de pureza le hizo digno de la gracia del Señor. No le era necesaria la ciencia para encontrar los medios de vida, no era menester que sus ojos o su inteligencia se esforzara en penetrar en los secretos de la Creación, para encontrar la luz que iluminara la senda de su vida terrenal. 29. La Naturaleza, como una dulce madre, acercaba su seno a los labios del niño para alimentarle, más el niño creció y seducido por la belleza exterior de los frutos del árbol de la vida, extendió su mano, los cortó y los probó, despertando la necesidad y el ansia de saber en su corazón y en todo su ser; huyó la edad de la inocencia y comenzó para el hombre una nueva etapa, la de la ciencia, en la que el espíritu deseó conocer la vida humana y sus misterios. Ahí comenzó la lucha, la experiencia, el desarrollo, la evolución, la restitución. 30. El niño que cifraba su dicha en sentir la caricia materna, se convirtió en el adolecente que lleno de curiosidad y de inquietud, maravillado ante la grandeza de la vida que era un misterio para él, se levantó por los caminos, ansioso de saber. ¿Quién sino Yo hizo que el hombre sintiera ese ideal de saber y conocer? Todo estaba previsto y preparado por Mi para guiar los pasos del hombre en la Tierra, por eso a cada paso encontraba una sorpresa y una nueva maravilla. No había tropiezo, necesidad, ni pena a la que no encontrara solución. Si el hombre tuvo su despertar para el mundo, también en su espíritu, de su inquietud y presentimiento surgió el anhelo profundo de saber y contemplar la vida que está más allá de la creación material, más allá de la materia y de la 31. Así nació el culto espiritual hacia Dios, para que por medio de él se sustentara el espíritu y alcanzara conocimientos elevados, viviendo de acuerdo con la ciencia inspirada en mi Ley de amor. 32. No todos los hombres me han concebido en lo infinito, en lo espiritual e invisible, por eso desde los principios de la humanidad, mientras unos me han buscado más allá de todo lo material, otros lo han hecho por medio de cultos exteriores. Estos son los que me buscaban en los astros, en los elementos y en otras criaturas hasta que llegaron a comprender que quien había formado todo lo que ellos adoraban, se encontraba en el infinito y a Él era a quien debían adorar. 33. De tiempo en tiempo la humanidad fue evolucionando en sus creencias y en el conocimiento de lo espiritual, perfeccionando su culto iluminado por inspiraciones divinas. Sin embargo, todavía en este tiempo muchos de mis hijos sólo me sienten a través de formas, ritos, imágenes y símbolos. Es que el espíritu distraído aún con las tradiciones, se conforma con lo poco que alcanza con su escasa elevación, pero ha llegado para él la hora de la inquietud ante los misterios, experimentando necesidades y atravesando pruebas como nunca las había encontrado en su camino; entonces despertará y se levantará a preguntar, a escudriñar como ya lo hizo cuando quiso conocer el porqué de la vida en la Tierra. 34. ¿Qué es lo que más anheláis en la Tierra en estos instantes? La paz, la salud, la verdad. De cierto os digo que estos dones no os los dará vuestra ciencia tal como la habéis tomado. 35. Los sabios interrogan a la Naturaleza y ella a cada pregunta les responde, más detrás de aquellas interrogaciones no siempre hay buenos fines, buenos sentimientos ni caridad. Son los hombres los pequeños y necios que arrancan a la madre sus secretos y profanan su intimidad, no con el fin de honrarla tomando de sus fuentes los elementos para hacer el bien de los unos a los otros, como verdaderos hermanos, sino con fines egoístas y a veces perversos. 36. Toda la Creación les habla de mí y su voz es de amor, mas ¡Cuán pocos han sabido escuchar y comprender ese lenguaje! 37. Si consideráis que la Creación es un templo donde Yo habito, ¿No teméis que Jesús se presente ahí empuñando el látigo y arroje a los mercaderes y a los que la profanen? 38. ¡Oh amado pueblo, analizad y comprended mi enseñanza, abrid vuestro entendimiento y dejad que en él penetre mi luz, esa luz hablará en vuestras obras, aunque vuestro verbo sea humilde. Me place que vuestro verbo sea torpe, porque será vuestro espíritu quien dé testimonio de Mí. 39. El destino de cada uno de vosotros es distinto, más el final de todos es el mismo; llegar a Dios. 40. Unos sufrís y con ello restituís vuestras faltas a mi Ley en los tiempos pasados, otros apuráis el cáliz de amargura, a causa de la maldad de vuestros hermanos; los primeros están purificándose en las pruebas de la vida, los segundos tendrán que apurar el mismo cáliz que dieron a beber a sus semejantes, pero de cierto os digo que en unos y otros se manifiesta la justicia amorosa y perfecta de vuestro Señor. 41. “Amaos los unos a los otros”, cumplid con mi Ley de amor, para que la luz de la paz y la armonía brille en Oriente, que ahora se encuentra en las tinieblas y amarguras de la guerra. Sentid el dolor de la humanidad y ved cómo buscan un salvador, como las ovejas perdidas cuando lloran llamando a su pastor. 42. ¡Cuánto dolor agobia a la humanidad en esta Era! No bien nace un niño cuando ya comienza a apurar el cáliz de amargura por causa de sus hermanos. Unos pierden a la madre antes de sentir la primera caricia, otros ensordecen con el estruendo de la guerra, en lugar de oír el dulce arrullo maternal. 43. El paraíso de los primeros fue convertido en valle de lágrimas y ahora sólo es un valle de sangre. Por eso hoy que he venido a cumplir la promesa que hice a mis discípulos, despierto de su letargo a la humanidad, dándole mis enseñanzas de amor para salvarla y busco a los espíritus que tienen el destino de levantarse en este tiempo a testificar mi manifestación y mi palabra con sus obras. Cuando esos señalados por Mí, se encuentren reunidos en torno a mi Ley, la Tierra y los astros se conmoverán y en el cielo habrá señales, porque en ese instante la voz del Señor será escuchada desde un confín hasta el otro de la Tierra y su Espíritu Divino rodeado de los espíritus de los justos, de los profetas y de los mártires, juzgará al mundo espiritual y material. 44. Entonces alcanzará su plenitud el tiempo del Espíritu Santo. Para que hagáis conocer a vuestros hermanos esta profecía, os pregunto: ¿Cuándo vais a levantaros al cumplimiento de vuestra misión como los discípulos de este tiempo? ¿Cuándo vais a hacer que vuestros hermanos os escuchen y se estremezcan ante la voz de su propia conciencia? ¿Cuándo vais a llevar esta palabra de luz y de amor a la humanidad? 45. Es mi voluntad que os unifiquéis para que en cada recinto y en cada congregación sea uno solo el sabor de vuestro fruto. ¿Por qué habrían de brindar sabor diferente si todos son sarmientos de una misma vid? 46. Estudiad, practicad y levantaos unidos para que vuestra fuerza sea respetada. No deis lugar a que surjan falsas manifestaciones de mi Divinidad en el seno de sectas o religiones, no seáis la causa de que se levanten falsos profetas sorprendiendo a las multitudes con su palabra. 47. Alerta, videntes. Si habéis sido probados por vuestro Padre, si los mismos vuestros os han desconocido, no temáis, recordad que Jesús fue desconocido en su patria y tuvo que ir a otras tierras para ser creído. “Nadie es profeta en su tierra”, os dijo. 48. Si han dudado de vuestros dones, vendrán corazones que en verdad os crean, algunos de vosotros penetraréis en tierras extrañas donde encontraréis más confianza en vuestro testimonio, que en el seno de este pueblo. 49. Para ayudaros en vuestra misión el Maestro os ha entregado su enseñanza y no se cansa jamás de hacerlo porque es el Verbo del Padre. 50. Discípulos amados: Cada vez que queráis entregar el bálsamo de curación a un enfermo hacedlo con amor, con verdadera preparación espiritual, para logréis que el necesitado experimente el consuelo divino. 51. En algunas ocasiones he concedido que verdaderos prodigios se realicen, sin que vuestra preparación os haya hecho merecedores a ello; mas ahora os digo que no debéis descuidar vuestra preparación, porque os sorprenderé, os tocaré no concediéndoos lo que esperáis, para haceros comprender que no sabéis prepararos para entregar una verdadera obra de caridad. 52. No dejéis que sea solamente el enfermo el que por su dolor se haga merecedor a mis beneficios, debéis unir a sus méritos los de vuestra caridad y en ambos se manifestará mi gracia. Doquiera que estéis, debéis hacer méritos para que cada vez que intercedáis por vuestros hermanos, seáis dignos de pedirme lo que hayáis menester, en favor de vuestros semejantes. 53. Conservad la preparación espiritual y material, porque no sabéis el momento en que necesitéis hacer una obra de caridad y será muy grato para Mí, haceros depositarios del bálsamo de la paz o de lo que más falta les haga a vuestros hermanos. Comprended lo hermoso de la misión que habéis venido a cumplir en vuestra restitución, para que os abracéis de vuestra cruz, con todo el amor de que seáis capaces. 54. Aquí en el mundo, no percibís tan clara la voz de vuestra conciencia, como la escucharéis cuando estéis en espíritu, es por eso que muchas veces desatendéis el cumplimiento de vuestra misión; más pensad que por lejana que esté la fecha de vuestra partida al más allá, siempre estará esperándoos, y que cuando abráis los ojos en un nuevo mundo, solamente os llegará la luz que hayáis alcanzado en vuestra lucha y poseeréis la paz a la cual os hayáis hecho acreedores por los méritos que hayáis logrado. 55. ¿Sabéis cómo quiero que lleguéis a la próxima morada donde os espero? Llenos de paz, iluminados por la luz de la sabiduría, que debe brillar en todo espíritu limpio; sin titubeos, sin lágrimas. 56. Nadie debe pensar que al venir a este mundo, le vino a sorprender mi Obra dándole una misión, no, eso sería pecar de ignorancia, viviendo entre la luz. Yo sólo he venido para haceros reconocer lo que en espíritu recibisteis antes de ser enviados a la Tierra. 57. Ahora bien, discípulos amados, si a esto vino vuestro espíritu porque así se lo ordené y así lo deseó y aceptó cada uno de vosotros, pensad que no debéis de retornar a Mí sin haber cumplido la misión que prometisteis cumplir, porque de otra manera, sería muy doloroso para vuestro espíritu. 58. Analizad mi palabra, no permitáis que nada ni nadie os impida el cumplimiento de vuestra misión, que nada os haga renunciar a todo lo que como galardón corresponde a los que supieron ser en la Tierra soldados de Dios, apóstoles de su verdad. 59. Para ayudaros en vuestra restitución os estoy dando mi palabra, y su luz os guía a la perfección. 60. Oídme incansablemente, aprended de Mí. Oíd a Elías y tomad ejemplo de su virtud para que seáis a imitación suya, pastores de la porción de espíritus que os haya destinado mi voluntad. 61. A todos contemplo con amor y os digo, que en esta era no he venido solamente a acariciaros y a daros mi paz, sino que vengo a enseñaros, a haceros comprender que sois poseedores de dones espirituales con los que debéis ayudar a la humanidad en su tribulación, para conducirla hasta su restitución final. 62. El tiempo de las grandes pruebas ha llegado y el espíritu aún se encuentra débil. Grandes dolores y trastornos le esperan y por ello me acerco como barca salvadora, para acoger a mis hijos ayudándolos a evolucionar en el sendero espiritual. 63. Todos los espíritus se han hecho acreedores a mi justicia; aún el de los niños en los brazos de su madre han sentido dolor. 64. A vosotros, discípulos, os estoy preparando para que llevéis mi Doctrina de amor y de paz a todas las naciones, para que por vuestro cumplimiento salvéis a vuestros hermanos. Acercaos a los humildes y a los grandes, muchas veces os encontraréis delante de hombres científicos, y ante ellos debéis dar pruebas de espiritualidad. Cuántos van a sentirse avergonzados al reconocer la inutilidad de su saber material y confesarán que lo que no hizo la ciencia en la curación y en la solución de los problemas que afligen a la humanidad, lo logró el amor y la caridad de mis discípulos. 65. Esta nación poco conocida en el mundo, será pródiga en bendiciones. Su suelo será próspero y sus arcas se abrirán para enviar alimento a las naciones desgastadas por la guerra; el espíritu de los moradores inspirados en mi amor, enviará pensamientos de luz a los necesitados, y llegado el tiempo de la predicación, llevará mi palabra para vivificar y sanar con ella a los que sufren. 66. Muchos extranjeros vendrán para unirse a vosotros en vuestras ideas de paz y de concordia. La espiritualidad, como semilla benéfica se extenderá y la verdad que ella predica será conocida. Entonces el hijo sabrá amarme con pureza y la fuente de gracia de donde brota todo bien, se derramará sobre la humanidad. 67. Quiero que cumpláis en esta etapa vuestra misión, y que cuando paséis al más allá continuéis vuestra labor espiritual. Enseñad a vuestros hermanos que una sola Ley llena de justicia es la que rige a todos los espíritus, que todos ocupan un lugar en mi Creación y cada uno es estimulado por Mí en su cumplimiento. Todo obedece a leyes divinas inmutables. 68. Si la humanidad durante este tiempo de pruebas os juzga mal y os hace responsables de la guerra de ideas, de la destrucción de las naciones y de la falta de paz, no os acobardéis ni os confundáis, permaneced orando y velando. No temáis, si os encontráis cumpliendo mi Ley. 69. Comprended que Yo he permitido que las guerras se desaten para que el espíritu de la humanidad se purifique. Toda nación, institución y hogar, son tocados por mi justicia para poner al descubierto el grado de adelanto en que se encuentran. 70. Trabajad como os he enseñado; regenerad a los pecadores; rehaced vidas, acercad a Mí a los que se han alejado. Y cuando esta etapa haya pasado, la luz del saber y la experiencia será en todos los espíritus, mi Doctrina inspirará a los hombres y no habrá adulteraciones, ni malas interpretaciones de mi Ley. 71. Si a veces os llamo niños, es porque ante mi Divinidad, sois aún pequeños, y ante la eternidad resulta muy corta vuestra existencia. ¿No cifráis a veces vuestra felicidad en una pequeñez? ¿No a veces lloráis por algo que no debiera ser causa de vuestro dolor? 72. De cierto os digo, que no sólo vengo a buscar al pobre y al humilde, sino también al que se ha distinguido en el mundo ya sea por su poder o su saber. A todos les estoy haciendo el llamado, para que alcancen la purificación de su espíritu. 73. Si en los pobres me hice sentir en lo poco que poseían, para prepararlos y despertarlos, a los que han acumulado bienes materiales les tocaré a fin de que atiendan a mi llamado. Al que sea sordo a mi voz le levantaré de este mundo y en el valle espiritual le mostraré el trabajo, que en la tierra no supo cumplir. 74. Que esta enseñanza os sirva de lección, acumulad méritos antes de ausentaros de este mundo, dejad consuelo, salud y paz como huella de vuestro paso, si no lo hacéis, lloraréis mañana. 75. Vuestro corazón debe fortalecerse para resistir las pruebas que le esperan. Os he dicho que sufriréis persecuciones y calumnias, que seréis culpados de la confusión religiosa que está por presentarse; más Yo velaré por vosotros y os haré salir avante. 76. Apartad de vuestro corazón el horror que pudierais sentir por los que sufren enfermedades que vosotros llamáis asquerosas y rechazad la repulsión que pudieseis experimentar al encontraros frente al homicida o al que ha enloquecido en los vicios. Tendedles vuestra mano, dedicadles las frases más sentidas. Orad por ellos. Sólo Yo sé lo que se esconde en cada una de esas existencias, sólo Yo conozco las causas de su caída. 77. Sólo Yo puedo perdonar y absolver a los que son perseguidos y condenados por la justicia humana. 78. Estoy fortaleciendo a vuestro espíritu con mi palabra, porque mucho es lo que aún tenéis que experimentar y sentir en vuestro corazón. 79. Estoy sensibilizando vuestros sentimientos aletargados por vuestro materialismo. Ayer no sentíais el dolor ajeno, más pronto vuestros ojos derramarán abundante llanto por el sufrimiento de vuestros semejantes. 80. Las tierras abundan y los labriegos son escasos, sed vosotros de los labriegos que aprendan a sembrar esta simiente bendita, hacedlo ahora que vivís en la Tierra, para que lleguéis con méritos al Más Allá. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 27 1. Amados discípulos: Estoy abriendo vuestros ojos a la luz de mi enseñanza, para que podáis distinguir la verdad de la impostura; la luz de la conciencia, la sensibilidad y la intuición que poseéis serán las que os señalen el buen camino y os descubran los buenos frutos. 2. Del verdadero conocimiento de mi Doctrina nacerá en vosotros la humildad, porque os sentiréis tan pequeños ante vuestro Creador, y a pesar de ello, tan agraciados y donados por Él, que no osaréis levantar vuestra mirada hacia el Padre, si consideráis que se encuentra impura. 3. La vanidad ha anidado en los que, creyendo haber alcanzado el completo conocimiento de la verdad, han llegado a considerarse sabios, fuertes, infalibles, grandes y absolutos, sin darse cuenta que muchas veces han estado confundidos. 4. No quiero que entre este pueblo que apenas comienza a formarse bajo la luz de estas lecciones, surjan mañana los hombres que se encuentren confundidos por su vanidad, pregonando que son la reencarnación de Cristo, o que son los nuevos Mesías. 5. Quienes cometan tales actos, serán los que, creyendo haber alcanzado la comprensión de toda mi verdad, en realidad van lejos del sendero marcado por Cristo, que es el de la humildad. 6. Estudiad la vida de Jesús en la Tierra y encontraréis una profunda e inolvidable lección de humildad. 7. Jesús sabía quién era, de dónde venía y a qué había venido, sin embargo Él nunca anduvo en las plazas o en las calles, pregonando con orgullo que era el Hijo de Dios, el Mesías, o el Salvador, sino que con sus obras dio testimonio perfecto de su Doctrina de amor y de caridad. Con sus hechos dio a saber quién era y cuando alguien llegaba a preguntarle: ¿Tú eres el Cristo? Jesús se concretaba a responder: Vosotros lo habéis dicho. 8. Es decir, que mientras los hombres lo decían con sus labios, Él lo probaba con sus obras, ante las cuales carecían de valor todas las palabras. 9. Todo esto lo debéis tener presente, oh pueblo amado, para que una vez que estéis entregados a la lucha, no os dejéis sorprender por las tentaciones ni permitáis que vuestro corazón reciba el galardón que tan sólo corresponde al espíritu. 10. Para evitaros caer en esta flaqueza, haré que esta forma de comunicarme con vosotros tenga su límite, aunque han existido quienes saben cumplir esta misión con verdadera humildad, también hay quienes han llegado a creerse dioses delante de las multitudes; pero cuando vean que lo que ayer tuvieron ya no lo poseen, llegarán a comprender que para lograr una perpetua comunicación con el Padre, es preciso tener humildad. 11. Todos sabéis que he señalado un día para que esta comunicación toque a su fin, esa fecha es 1950, más veréis cómo los que se envanecieron y engrandecieron con esta manifestación, no se someterán a la voluntad del Padre porque pensarán que al perder ese don, volverán a su vida ignorados por las multitudes y dejarán de ser ensalzados por el pueblo. 12. Los portavoces dirán cuando la hora se acerque: ¿Quién vendrá a escucharnos cuando el pueblo sepa que ya el Maestro no habla por nuestra boca? Y los guías dirán: ¿Quiénes vendrán a nuestros recintos, el día en que sepan que ya no resuena la palabra del Señor por la boca de sus elegidos. A unos y a otros desde ahora les digo, que si fuera la única forma en que Yo pudiera manifestarme a su espíritu, no os privaría jamás de ella, pero si la voy a hacer cesar, es señal de que algo más elevado y perfecto os aguarda, algo que vosotros también sabéis, es la comunicación de espíritu a Espíritu con vuestro Padre. 13. Pueblo: Formad con mis palabras un álbum y guardad su contenido en vuestro espíritu iluminado con la luz de vuestra conciencia, para que nunca vayáis a profanar mi Obra. 14. Si habéis creído en mi manifestación bajo esta forma, debéis también creer que voy a dejaros de hablar como hasta ahora lo he venido haciendo; y si habéis creído en mi presencia cuando os he doctrinado a través de] entendimiento humano, sirviéndome de seres rudos e imperfectos. ¿Cómo no habréis de creer que podréis recibir mi divina inspiración de Espíritu a espíritu? 15. Mucho es lo que ya os he doctrinado, oh discípulos. No os concretéis tan sólo a oírme, analizad mi palabra con amor, estudiadla profundamente ahora que estáis en el tiempo de hacerlo y no después de haber caído en tentación, porque será más difícil vuestra lucha. 16. Estudiad mi enseñanza para que la interpretéis justamente y con su Luz podáis comprender el sentido de la vida y la finalidad de las pruebas. 17. Muchos de los que contemplan a los elementos desatados, las aguas desbordadas arrastrando comarcas en su furiosa corriente y a los hombres entregados a destruirse en crueles guerras fratricidas, dicen que es la ira de Dios la que se encuentra también desatada. 18. Yo perdono a quienes así interpretan mi justicia, más comprenderán que todos los sufrimientos y vicisitudes que la humanidad padece, proviene de su desobediencia a mi Ley. 19. Hay quienes dicen: “Señor, si tanto es lo que os ofendemos con nuestras imperfecciones, además de ser la causa de todas nuestras penalidades ¿Po qué mejor no nos destruyes, para qué nos conservas en el dolor? 20. A los que así me interrogan les digo: Si no os amase, con sólo decir “Hágase”, os haría desaparecer; pero si a pesar de vuestras faltas os sigo conservando, ello es prueba de que un alto destino os aguarda. 21. Mis designios son perfectos y mi amor hacia vosotros es infinito, por 1o tanto vuestras imperfecciones nunca llegarán a tener el valor suficiente para hacer variar la voluntad del Todopoderoso. Por instantes os apartáis del camino que os marca mi Ley, pero al final en la perfección de mi justicia encontraréis mi amor. 22. La humanidad siempre ha estado sujeta a pruebas, en las que además de purificar su espíritu ha alcanzado la luz de la experiencia, la que en este tiempo le ayudará a comprender las lecciones sabias, justas y perfectas que os da la vida. Es por eso que os he dicho que debéis de luchar en contra de las tinieblas con vuestra espada de luz, además de permanecer velando y orando para no caer en tentación. 23. Si queréis profundizar más en el porqué de vuestras pruebas, recordad que estáis en el tiempo de la restitución de todas vuestras faltas pasadas. Cuando ya tengáis fe en lo que os estoy explicando, una dulce conformidad, una paz infinita invadirán vuestro ser, pensando que el único que conoce vuestro pasado y que puede juzgarlo con amor, soy Yo. 24. Mirad en este tiempo a los reyes desterrados, a los príncipes sin esperanzas de reinar, a los ricos en la ruina y a los poderosos en el lecho del dolor. ¿Quién sabrá la restitución que existe en las pruebas a que se encuentran sometidos? Solamente Yo; más quiero que todos sepáis que con arrepentimiento sincero, con buenas obras, con regeneración y espiritualidad, podréis acortar vuestra restitución hasta alcanzar vuestra liberación del dolor y con ello la paz. 25. Con estas lecciones estoy esclareciéndoos las enseñanzas que desde los más remotos tiempos habéis recibido, pero que los hombres os habían ocultado, impidiendo que la humanidad pudiera encontrar el camino de salvación. 26. ¿No creéis, pueblo amado, que si en este tiempo habéis sido de los primeros en comprender esta verdad, os obligue ese conocimiento a ser los que llevéis la luz a los campos de guerra y a los pueblos sin paz? 27. Para ello escudriñad mi palabra, más hacedlo siempre con el fin de alcanzar la verdad. 28. Fortaleced vuestra fe en mi palabra, para que en el futuro, cuando escuchéis argumentos en contra de esta Obra, no vayáis a flaquear. 29. Me decís: Maestro, ¿Qué es lo que podemos escuchar en contra de vuestra Doctrina perfecta, que sea capaz de poner en peligro nuestra fe? 30. Así pensáis ahora, discípulos amados, porque aún no sabéis de las tempestades y de la lucha que se avecina; ahora venís en paz a escuchar mi palabra, a recrearos con mi lección, más os preparo y os pongo alerta, para que nadie vaya a sorprenderos. Entre vosotros hay muchos inocentes, muchos de buena fe, de nobles sentimientos, varones y mujeres sin maldad, que no conocen la perversidad y las traiciones de que son capaces los hombres, y si no se preparan, serán fácil presa de aquellos que se levanten en contra de esta Doctrina, serán como indefensas ovejas ante lobos hambrientos. 31. Más os conviene que desde ahora sepáis por Mí, lo que escucharéis mañana, preparaos con la luz de mi enseñanza para luchar, que nada oí hiera cuando seáis atacados y quieran haceros flaquear. 32. No os turbéis cuando os digan que quien os ha hablado en este tiempo ha sido el tentador y que profetizado estaba que él también haría prodigios con los cuales turbaría y confundiría a los mismos escogidos. En verdad os digo, que muchos de los que así opinaren de mi manifestación serán de los que realmente se encuentren al servicio del mal y de las tinieblas, aunque sus labios traten de asegurar que siempre van esparciendo la verdad. 33. No olvidéis que el árbol por su fruto es reconocido, y Yo os digo: El fruto es esta palabra que he venido a vibrar por los entendimientos de estos portavoces, hombres y mujeres de corazón sencillo. Por el fruto y por el adelanto espiritual de los que lo han saboreado, reconocerá la humanidad al árbol que soy Yo. 34. La Obra Espiritualista Trinitaria Mariana comenzará a extenderse, provocando una verdadera alarma entre muchos que creyendo haber estudiado y comprendido las lecciones que con anterioridad recibieron del Padre, se han envanecido con el conocimiento de sus filosofías y de sus ciencias, sin darse cuenta de la evolución espiritual que ha alcanzado la humanidad. Ellos al despertar de su letargo se darán cuenta de la forma en que ahora piensa y siente el espíritu de los hombres, lanzarán anatemas en contra de lo que ellos llamarán “nuevas ideas” y propagarán que este movimiento ha sido provocado por el Anticristo. Entonces recurrirán a las escrituras, a las profecías y a mi palabra que os di en el Segundo Tiempo, para tratar de combatir mi nueva manifestación, mis nuevas lecciones y todo lo que os prometiera y que hoy me encuentro cumpliendo. 35. Llegará mi palabra, en labios de mis discípulos y por medio de escritos, aún a los que no admiten nada que esté más allá de lo material, o que esté fuera de sus conocimientos y conceptos que ya tienen aceptados, y me llamarán falso Dios por haberos traído esta palabra. Más cuando esto escuchéis, aunque vuestro corazón se sienta herido, vuestra fe no sufrirá quebranto, recordando con emoción que ya vuestro Maestro os lo tenía anunciado y os había fortalecido con su palabra para resistir esas pruebas. En cambio os digo, que aunque a vuestro paso vais a encontrar la impostura, la hipocresía, la superstición, el fanatismo religioso y la idolatría, a nadie juzguéis por sus errores, doctrinadles con mi palabra y dejadme la causa a Mí, que soy el único que debe juzgaros y que conoce quién es el falso Dios el falso Cristo, el mal apóstol, el fariseo hipócrita. 36. A vosotros sólo os corresponde interpretar mi enseñanza, de la manera más pura, a fin de que en vuestras obras fructifique la simiente divina y por su esencia sea reconocido por vuestros hermanos Aquél que os la inspiró. 37. El corazón de este pueblo no será estéril, Yo sé por qué lo he llamado y reunido. Habrá momentos en que hasta lleguen a confundirse muchos dentro de mi Obra, pero al fin se salvarán del torbellino y llenos de luz se levantarán en busca de los caminos que conducen a otras tierras, llevando mi Doctrina a los hombres de otros pueblos, con un mensaje divino de fraternidad espiritual y de paz. Ellos enseñarán que todo lo material tiene un límite, que hicieron mal uso del libre albedrío y que hoy vengo a poner un hasta aquí a vuestra veloz carrera, haciendo en vosotros mi voluntad; mas no vengo en contra vuestra, sino para bien de toda la humanidad. 38. Mi acercamiento a vosotros en este tiempo, no es para ejercer venganza, por lo que de Mí hiciera la humanidad en el Calvario, prueba de ello es que muchas veces después de haberme ofendido, os entrego mi paz en prueba de amor y de perdón. 39. Si mi presencia entre vosotros en este tiempo, coincide con las grandes calamidades y con las terribles guerras que ahora os afligen, no me atribuyáis a Mí ese cáliz que beben los hombres. Los sufrimientos son el fruto de vuestros pecados y éstos no han brotado de Mí. Si os anuncié que en el tiempo en que os hablaría como Espíritu Santo el dolor se encontraría desatado entre la humanidad, con ello no dicté vuestra sentencia, es que Yo sabía que cuando esas pruebas llegaran, me necesitaríais; sólo os lo anuncié para que estuvieseis velando y orando, en espera de mi llegada. 40. La sentencia ha mucho tiempo que vosotros la habéis firmado; más Yo, a quien consideráis como vuestro Juez, en realidad soy vuestro defensor, que viene a libraros de vuestra carga, convenciéndoos dulcemente a que toméis el buen sendero, para que obtengáis la verdadera libertad, que es la del espíritu. 41. Lloráis, pueblo, porque sentís en vuestro corazón arrepentido el amor del Maestro. Os habían dicho que todo el que se presentara ante el Padre llevando en su espíritu una grave falta, no sería perdonado y tendría que sufrir una condena eterna; mas ¿Cómo habéis podido concebir tan monstruosa mi justicia divina? ¿No os disteis cuenta de que a través de Jesús demostré que mis palabras más tiernas y mis más dulces miradas fueron para los que más habían pecado? ¿Cómo podría Yo predicar una enseñanza en el mundo y hacer lo contrario en la eternidad? 42. Entre Cristo y el Padre no puede existir la menor diferencia, puesto que ambos son el mismo Espíritu, el mismo amor, la misma sabiduría que se ha manifestado en tres fases a la humanidad; Yo os dije en el Segundo Tiempo: “Quien conoce al Hijo, conoce al Padre”. 43. Limpios brotasteis de Mí y limpios tendréis que retornar, más el tiempo de expiación será pasajero, jamás eterno, corto o largo, dependiendo de la voluntad que el espíritu ponga para alcanzar su salvación. 44. Os encuentro confundidos, porque habéis tomado los libros en los que vuestros hermanos han impreso sus errores, los que por mucho tiempo habéis tenido por la verdad pura; más se acercan los días en los que el hombre tendrá que rectificar sus mismos dogmas, porque la luz del nuevo tiempo le hará ver el camino de la verdad; porque en esa noche en que se encuentra su vida espiritual, se hará la luz. 45. Os envío esta Doctrina para enseñaros a penetrar desde vuestra existencia humana, a la vida espiritual. 46. Aún sois más materia que espíritu y es por eso que por instantes dudáis de la verdad de esta palabra y os preguntáis: ¿Será verdaderamente el Maestro quien nos habla? Brota entonces un “sí” del espíritu, que lucha contra un “no” de la materia. 47. En forma limitada me manifiesto ante vosotros, para que escuchéis mi palabra, en la que os envío mis pensamientos divinos, que vienen de nuevo a trazaros el camino de vuestra elevación espiritual. 48. Lo mismo bendigo al que cree en mi comunicación, que al que duda. No tengo preferencia, a todos amo por igual. Me manifiesto al mundo no sólo para unos corazones, sino para iluminar de luz todas las sendas, para que los hombres prosigan la meta de la espiritualidad y cumplan con el mandato divino que os dice: “Amaos los unos a los otros”. 49. Soy el Divino Sembrador del amor y conozco el tiempo de sembrar y recoger el fruto. Escrito estaba que cuando los hombres se encontraran en la mayor altura de perversidad, Dios daría nuevamente la luz al mundo. 50. Discípulos: Es tiempo de sembrar; los hombres buscan y llaman a la guerra; vosotros buscad el corazón humano para sembrar en él paz y el amor. 51. Si sois atacados, escudaos en la blancura de mi Doctrina. Mientras los hombres triunfan quitándoos la existencia humana, Yo triunfaré dándoos la vida eterna. 52. Las legiones del bien están en actividad, han entrado en combate, más vienen a salvar al que perece. Ésa es mi divina tarea. ¿Olvidáis que se me ha llamado el Salvador de la humanidad? ¿Qué de extraño tiene que el Pastor busque a sus ovejas? Antes de que vosotros existieseis, ya os amaba y estaba prevista vuestra desobediencia y también vuestra salvación. 53. Cuando me manifesté en Jesús, Él dijo ser vuestro Rey y le disteis la cruz por trono; entonces os enseñé toda la fuerza que tiene el amor, el perdón y la mansedumbre. Así como dejé correr su sangre, así os doy mi amor sin limitaciones. 54. ¿Pensáis que en este tiempo de dolores, no esté Yo entre vosotros? Heme aquí, he venido como manantial de agua cristalina a mitigar la sed espiritual que os devora. He venido a deciros: Es tiempo de que dejéis a vuestro espíritu que evolucione para que todas sus potencias adormecidas despierten, para ello he venido a inspiraros y a explicaros la espiritualidad. 55. La fe, el pensamiento y la voluntad, son potencias del espíritu. Sed grandes y fuertes por medio de estos dones y manifestadlos en todas vuestras obras que deben estar siempre basadas en el amor. 56. Ya sabéis la misión que me he impuesto. 57. En la eternidad os espero, más tenéis que luchar para llegar a Mí, por eso vengo a alumbrar vuestro camino, para que lo podáis seguir y marchar siempre adelante. 58. Sed puros en vuestros pensamientos, palabras y obras, y estaréis en mi camino; entonces llegaréis a ocupar en el Reino del Padre, la morada que os tengo destinada. 59. Dominad vuestras pasiones, dejad los placeres materiales y pensad en vuestros hermanos. Mirad cómo se derrama la sangre de mis hijos en este mundo, oíd los sollozos que escapan de todos los corazones que sufren. Hay muchos nidos con sus aves muertas, muchos hijos que sufren, muchas madres que lloran y muchos niños sin cuna. 60. Orad por ellos, que el sentimiento fraternal de unos y maternal de otras, sea como bálsamo de consuelo que penetre en sus corazones. 61. Dejad destellos de luz al caminante que tras de vosotros venga, entonces sentiréis a Dios en vuestro corazón y en lo más profundo de vuestro ser, ahí encontrará el Padre su mejor templo. La conciencia será como la cumbre del monte desde donde Yo me manifieste. Entonces el hombre será más espíritu que materia y más claridad que sombra. 62. Así como la brisa y el sol os acarician, pueblo, acariciad vosotros a vuestros semejantes. Este es el tiempo en que los necesitados y los menesterosos abundan. Comprended que aquél que os pide el favor, os está concediendo la gracia de que seáis útiles a los demás y de que trabajéis por vuestra salvación. Él os dé la oportunidad de que seáis misericordiosos y con ello os asemejéis a vuestro Padre; porque el hombre ha nacido para regar por el mundo la semilla del bien. Comprended entonces que quien os pide, os favorece. 63. Quien diga que ha hecho un favor haciendo la caridad miente, porque apenas ha cumplido con una obligación. 64. Llegaré a recrearme con mis discípulos, cuando de su concierto armonioso se escapen las notas dulces y vibrantes del espiritualismo, porque todos los preparados hablarán con el lenguaje del corazón. Los que no se hayan preparado, no se perderán, porque soy el que sabe esperar que los frutos maduren, pero éstos llorarán su desobediencia cuando apuren el cáliz de amargura. 65. En todos estoy, pero algunos dirán “No os siento”, otros dirán: “No os veo”; más todos comprenden que estoy en todos y en todo lo creado. ¿Por qué tratáis de verlo todo con los ojos y de palparlo con los sentidos? Tratad de ver con el espíritu, con el entendimiento y con el corazón. 66. Entonces veréis lo desconocido y lo sentiréis vibrar en todo vuestro ser. Cuando comprendáis cuánto os amo, ya no diréis que vuestro Dios os 67. En verdad os digo que la ira no existe en Mí, porque ella es flaqueza humana. Vosotros sois quienes encendéis el fuego del dolor y después me clamáis para que lo apague, más es mi justicia la que se manifiesta en vosotros, por eso tenéis que apagar el fuego del odio y de las pasiones, que habéis encendido, con el agua de la virtud, con las lágrimas y aún con sangre. 68. En el Segundo Tiempo os dije: Las aves tienen nido, las fieras tienen cueva, más el hijo de Dios no tiene donde reclinar su sien. 69. La paz os dejo, la paz os doy, en ella encontraréis consuelo y gozo. Estad vosotros en mi amor, como Yo estoy en vuestro dolor. 70. Comprended que he penetrado en vuestro corazón, sin que sintieseis mi llegada, para sentir mi presencia necesitabais estar velando y cuando os encontré, estabais durmiendo; por eso al despertaros, habéis preguntado con extrañeza quién era el que había llegado, que os estaba hablando de esta manera. 71. Debo advertiros que no he venido a sorprenderos con una visita imprevista, tiempo ha que os di a conocer las señales que precederían a mi manifestación como Espíritu Santo; pero viendo, no mirasteis y oyendo no escuchasteis. 72. Si escudriñáis los acontecimientos que han conmovido a vuestro mundo en el siglo pasado, cuyas fechas quedaron escritas en vuestros anales, comprenderéis que en verdad, cuanto fue predicho por el Señor tuvo fiel cumplimiento. 73. De cierto os digo, que durante el tiempo que dure mi comunicación, no seré creído, porque será necesario que los hombres limpien primero su corazón y su entendimiento, para que puedan analizar mi palabra. 74. A los que escuchan mis lecciones día tras día y aun recibiendo continuamente pruebas de mí verdad aún dudan y me niegan, les digo que es menester que estudien el sentido espiritual de mi enseñanza, para que comprendan su verdad. En la misma forma les hablé en el Segundo Tiempo cuando dije: Es necesario que Yo muera para que sea creído y que resucite al tercer día, para que la humanidad se convenza de que soy el Hijo de Dios. 75. Los que aún están lejos de la espiritualidad, quisieran contemplarme bajo la forma de Jesús para decirme: Señor, creo en Ti, porque te he visto; a ellos les digo: Bienaventurados los que sin ver han creído, porque han dado pruebas de que gracias a su espiritualidad me han sentido en su corazón. 76. ¿Comprendéis ahora por qué el hombre ha necesitado hacer imágenes que me representen? Por su falta de preparación, porque no es sensible a las manifestaciones espirituales. 77. Si el hombre comprendiese mi Doctrina, no experimentaría la necesidad de esculpir o de pintar imágenes para luego postrarse ante ellas, descubriría que en el mundo no existe imagen más perfecta del Señor que el mismo hombre elevado espiritualmente, entonces procuraría imitar mis obras para acercarse más a su Creador. 78. Juan, el apóstol, penetró en lo espiritual; a través de sus éxtasis sintió la presencia del Padre, ante su voz espiritual se sintió desfallecer; más a pesar de haber contemplado figuras y formas en aquellos mirajes, no comprendió que cada imagen era tan sólo el símbolo de un gran libro de sabiduría y profecía, mas no la figura o la forma de Dios. 79. El hombre que contempló, el Cordero, el león, el libro, las estrellas, los ancianos, los candeleros y cuanto su vista absorta miró, sólo eran figuras y formas existentes en la Tierra conocidas por el hombre, las cuales fueron tomadas como símbolos, para representar con ellas enseñanzas profundas y divinas, pero mi Divinidad en todo su esplendor nadie puede contemplarla, porque soy infinito, no tengo principio ni fin. 80. Si el libro de las profecías de Juan, ha sido visto por algunos como misterio impenetrable y por otros considerado bajo una interpretación errónea, se debe a que la humanidad no ha alcanzado aún la espiritualidad necesaria para comprender lo que ahí está representado y puedo deciros también que ni siquiera fue entendido por el profeta a quien se le inspiro. 81. Juan oyó y vio, y al escuchar que se le ordenaba que escribiese, al punto obedeció, más comprendió que aquel mensaje era para los hombres que vendrían mucho tiempo después de él. 82. Hoy os encontráis en ese tiempo qué os fue profetizado, y esta doctrina como luz de una nueva era, tiene la virtud de enseñar a leer en ese libro que por tanto tiempo estuviera cerrado a vuestra comprensión. Se acerca la hora en la que llegaréis a descifrar todo aquello que por tanto tiempo mirasteis oculto tras el velo del misterio. 83. ¿No creéis en verdad, que si Juan hubiese comprendido el significado de la revelación que había recibido, en lugar de legaros un libro de figuras y símbolos, os hubiese explicado con claridad su contenido? Reconoced que si hubiera explicado con entera claridad esa revelación ¿Qué hombre de aquel tiempo hubiera podido comprenderla y por lo tanto creído en la verdad de la profecía? 84. Fue mi voluntad que aquel libro permaneciera sellado y sólo su existencia y parte de su contenido os fuese revelado, para que llegado este tiempo Yo viniera a explicaros esa revelación. 85. Despertad, pueblo, llevad este mensaje a la humanidad, para que reciba en su espíritu la luz de mi palabra en el Tercer Tiempo. Olvidad vuestras miserias humanas y exclamad: ¡Hosanna, hosanna! porque al fin vuestra evolución espiritual os permitirá comprender, el verdadero sentido de las enseñanzas que os he dado a conocer, y cuya luz os conducirá a una morada perfecta en la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 28 1. Discípulos: Se acerca el tiempo en que llegarán ante vosotros vuestros hermanos deseosos de interrogaros, pidiéndoos el testimonio de la revelación que os estoy entregando en el Tercer Tiempo para iluminar su entendimiento. Cuando esto sea, no me neguéis ocultándoos, si en esta etapa de mi manifestación os estoy doctrinando con tanto amor, es precisamente para enseñaros a transmitir mis enseñanzas, cada vez que seáis interrogados. 2. He permitido que empecéis a practicar mi Doctrina, con el fin de qué desarrolléis vuestros dones y facultades espirituales, para que llegado e] tiempo de la predicación de mi palabra entre la humanidad no estén balbuceantes vuestros labios y torpe vuestro entendimiento, para manifestar mi verdad. 3. Vuestra misión, es la de imitar a vuestro Divino Maestro en su paso por la Tierra, recordad que cuando Yo me presentaba en los hogares, siempre dejaba en todos un mensaje de paz, sanaba a los enfermos, consolaba a los tristes con el divino poder que posee el amor. 4. Jamás dejé de penetrar a un hogar porque en él no fuera a ser creído; Yo sabía que al salir de ese lugar el corazón de sus moradores quedaría rebosante de gozo, porque sin saberlo, su espíritu se había asomado a través de mi enseñanza, al Reino de los Cielos. 5. Unas veces Yo fui a los corazones, en otras, ellos me buscaron; pero en todos los casos mi amor fue el pan de vida eterna, que les entregué en la esencia de mi palabra. 6. En algunas ocasiones en las que me retiré a la soledad de algún valle, solamente por instantes permanecía solo, porque las multitudes ávidas de escucharme, se acercaban a su Maestro en busca de la infinita dulzura de su mirada. Yo les recibía, derramando en aquellos hombres, mujeres y niños, la ternura de mi caridad infinita sabiendo que en cada criatura había un espíritu al que Yo había venido a buscar al mundo. Entonces les hablaba del Reino de los Cielos, que es la verdadera patria del espíritu, para que calmasen con mi palabra sus inquietudes y se fortalecieran con la esperanza de alcanzar la vida eterna. Hubo ocasiones en las que oculto entre la multitud, había alguno que llevaba la intención de gritar negando mi verdad, asegurando que Yo era un falso profeta; pero mi palabra le sorprendía antes de que hubiera tenido tiempo de abrir sus labios. Otras veces permití que algún blasfemo me injuriase, para probar ante la multitud que el Maestro no se alteraba ante las ofensas, dándoles así un ejemplo de humildad y de amor. 7. Hubo algunos que avergonzados ante mi mansedumbre, se ausentaron al momento, arrepentidos de haber ofendido con sus dudas a quien con sus obras estaba predicando la verdad y en cuanto se les presentaba la oportunidad, venían a Mí, me seguían por los caminos, llorosos, enternecidos ante mi palabra, sin atreverse siquiera a hablar para pedirme perdón por las ofensas que antes me habían inferido. Yo les llamaba, les acariciaba con mi palabra y les concedía alguna gracia. 8. Esos mismos caminos son los que ahora recorréis, oh pueblo amado, son senderos que han sido preparados con mis ejemplos de amor y que ahora os esperan a vosotros, discípulos del Espíritu Santo, para que llevéis con mi palabra y vuestro ejemplo la redención a la humanidad. 9. No olvidéis que la cizaña y la mala hierba solamente serán destruidas con las obras de amor y caridad que os enseñé a través de Jesús. 10. Encontraréis los caminos llenos de pedruscos, los campos cubiertos de ortiga, pero vuestro espíritu guiado por Elías y fortalecido en la fe, con el deseo de llevar el bálsamo del amor a los que sufren, bañará con la luz de la verdad el camino de los que viven en tinieblas, no sentirá los espinos del camino ni el dolor, que la duda y la incomprensión pudieran causarle. 11. Caminad por esta senda y mientras mayor sea el número de corazones en quienes derraméis la caridad, mayor será vuestra intuición y más profunda y constante vuestra fe en las obras que manifestaré por vuestro conducto. 12. Si antes de iniciar vuestra misión os parecía imposible o difícil de cumplir, después os parecerá cada vez más fácil, con lo que comprobaréis vuestro adelanto espiritual. 13. Este es el tiempo en el que haré encarnar en la Tierra a todos los espíritus con los que formaré a mi pueblo muy amado, para que con sus obras de amor y caridad, den a la humanidad el testimonio de la verdadera sabiduría sobre la vida espiritual. 14. Vosotros que fuisteis señalados para cumplir esta misión y que tenéis el conocimiento y la certeza de pertenecer a mi pueblo, gozad con esta revelación, mas no os acobardéis ante la lucha que se avecina, porque en verdad os digo, que los soldados que deben luchar por la verdad, no deben sentir temor ante los adversarios que la humanidad les presente. 15. A todos los que sintáis en vuestro espíritu el anhelo de espiritualidad, de libertad, de elevaros hacia Mí, por el camino del amor, de la caridad y de la justicia, os declaro pertenecientes a mi pueblo y seréis soldados de la verdad; mas para lograrlo necesitáis velar y orar luchando contra vuestras flaquezas, para que el testimonio que deis de mi Doctrina, sea verdadero. 16. También os digo que todo aquél que desee pertenecer a mi pueblo, será recibido y amado por ellos, cuando dé testimonio con sus pensamientos y obras de que el ideal del amor es la luz que ilumina el sendero de su vida. 17. Para que comprendáis mejor mi lección, escuchad mi parábola. 18. “Dos caminantes iban a paso lento por un extenso desierto, sus pies estaban doloridos por las ardientes arenas. Se dirigían hacia una lejana ciudad, sólo la esperanza de llegar a su destino les alentaba en su dura jornada, el pan y el agua se les iban agotando. El más joven de los dos comenzó a desfallecer y rogó a su compañero que continuase solo el viaje, porque las fuerzas le estaban abandonando. 19. El caminante anciano trató de reanimar al joven, diciéndole que tal vez encontrarían pronto un oasis donde reparar las fuerzas perdidas, pero aquél no se reanimaba. Pensó no abandonarlo en aquella soledad y a pesar de encontrarse también fatigado, echó sobre su espalda al compañero rendido y continuó trabajosamente la caminata. 20. Cuando ya hubo descansado el joven, considerando la fatiga que le ocasionaba al que sobre sus hombros le llevaba, se soltó de su cuello, le tomó de la mano y así continuaron el camino. 21. Inmensa fe alentaba el corazón del caminante anciano, la que le daba fuerzas para vencer su cansancio. Como lo había presentido, apareció en el horizonte el oasis bajo cuya sombra les esperaba la frescura de un manantial. Al fin llegaron a él y bebieron de aquella agua fortificante hasta saciarse Durmieron con sueño reparador y al despertar sintieron que había desaparecido el cansancio, tampoco experimentaban hambre ni sed, sentían paz en su corazón y fuerzas para llegar a la ciudad que buscaban. No hubieran querido dejar aquel sitio, mas era menester continuar el viaje. Llenaron sus ánforas de aquella agua cristalina y pura y reanudaron su camino. 22. El caminante anciano que había sido el sostén del joven, dijo: Tomemos con medida el agua que llevamos, es posible que encontremos en el camino algunos peregrinos vencidos por la fatiga muriendo de sed o enfermos y será menester ofrecerles la que llevamos. Protestó el joven diciendo que no sería sensato dar lo que tal vez ni para ellos bastaría; que en tal caso, ya que tanto esfuerzo les había costado conseguir aquel precioso elemento, lo podrían vender al precio que quisieran. 23. No quedando satisfecho con esta respuesta el anciano, le replicó diciendo que si querían tener paz en su espíritu, debían compartir el agua con los necesitados. 24. Contrariado el joven dijo que prefería consumir él solo el agua de su ánfora antes que compartirla con alguien que se encontrara en su camino. 25. Nuevamente el presentimiento del anciano volvió a cumplirse, pues vieron adelante de ellos una caravana formada por hombres, mujeres y niños, que perdida en el desierto estaba próxima a sucumbir. El buen anciano se acercó presuroso ante aquellas gentes a quienes les dio de beber. Los caminales al momento se sintieron fortalecidos, los enfermos abrieron sus ojos para dar gracias a aquel viajero y los niños dejaron de llorar de sed. La caravana se levantó y continuó su jornada. 26. Había paz en el corazón del caminante generoso, mientras el otro, mirando su ánfora vacía, alarmado le dijo a su compañero que retornaran en busca del manantial para recuperar el agua que habían consumido. 27. No debemos regresar, dijo el buen caminante, si tenemos fe, adelante encontraremos nuevos oasis. Más el joven dudó, tuvo miedo y prefirió despedirse ahí mismo de su compañero, para regresar en busca del manantial. Los que habían sido hermanos de lucha se separaron. Mientras uno continuaba adelante en el sendero, lleno de fe en su destino, el otro pensando que podía morir en el desierto, corrió hacia el manantial con la obsesión de la muerte en su corazón. Al fin llegó jadeante y fatigado, pero satisfecho bebió hasta saciarse, olvidándose del compañero que dejo ir solo, así como de la ciudad a la que había renunciado, decidiendo quedarse a vivir en el desierto. 28. No tardó mucho en pasar cerca de ahí una caravana compuesta por hombres y mujeres rendidos y sedientos; se acercaron con ansiedad para beber de las aguas de aquel manantial, más de pronto vieron aparecer a un hombre que les prohibía beber y descansar si no le retribuían aquellos beneficios. Era el caminante joven que se había adueñado del oasis, convirtiéndose en señor del desierto. 29. Aquellos hombres le escucharon con tristeza, porque eran pobres y no podían comprar aquel precioso tesoro que calmarla su sed. Al fin, despojándose de lo poco que llevaban, compraron un poco de agua para mitigar la sed desesperante y continuaron su camino. 30. Pronto aquel hombre se convirtió de señor en rey, porque no siempre eran pobres los que por ahí pasaban, también había poderosos que podían dar su fortuna por un vaso de agua. 31. No volvió este varón a acordarse de la ciudad que estaba más allá del desierto y menos del fraternal compañero que le había llevado sobre sus hombros, librándolo de perecer en aquella soledad. 32. Un día vio venir una caravana que seguramente se dirigía a la gran ciudad, más con sorpresa observó que aquellos hombres, mujeres y niños, venían caminando llenos de fortaleza y júbilo, entonando un himno. No comprendió este varón lo que miraba y su sorpresa fue mayor cuando vio que al frente de la caravana marchaba aquél que había sido su compañero de viaje. 33. La caravana se detuvo frente al oasis, mientras los dos hombres frente a frente se contemplaban asombrados; al fin el que habitaba en el oasis preguntó al que había sido su compañero: Decidme ¿Cómo es posible que haya quienes pasen por este desierto sin sentir sed ni experimentar cansancio? Es que en su interior pensaba lo que sería de él el día en que nadie se acercara a pedirle agua o albergue. 34. El buen caminante le dijo a su compañero: Yo llegué hasta la gran ciudad, mas no sólo en el camino encontré enfermos, sino sedientos, extraviados, cansados y a todos los reanimé con la fe que a mí me anima, y así de oasis en oasis llegamos un día a las puertas de la gran ciudad, ahí fui llamado por el Señor de aquel Reino, el que viendo que conocía el desierto y que tenía piedad de los viajeros, me dio la misión de volver para ser guía y consejero en la dolorosa travesía de los caminantes, y aquí me tenéis conduciendo una más de las caravanas que he de llevar a la gran ciudad. Y vos ¿Qué hacéis aquí? Preguntó al que se había quedado en el oasis. Este avergonzado, enmudeció. Entonces el buen viajero le dijo: sé que habéis hecho vuestro este oasis, que vendéis sus aguas y que cobráis por la sombra, estos bienes no son vuestros, fueron puestos en el desierto por un poder divino para que los tomara el que de ellos necesitara. ¿Veis estas multitudes? Ellas no necesitan del oasis porque no sienten sed, ni se fatigan, me basta trasmitirles el mensaje que por mi conducto les envía el Señor de la gran ciudad, para que se levanten, encontrando en cada paso fuerzas por el ideal que tienen de alcanzar aquel Reino. 35. Dejad el manantial a los sedientos, para que en él encuentren descanso y apaguen su sed los que sufren los rigores del desierto, vuestro orgullo y egoísmo os han cegado, mas ¿De qué os ha servido el ser dueño de este pequeño oasis, si vivís en esta soledad y os habéis privado de conocer la gran ciudad que juntos buscábamos? ¿Ya olvidasteis aquel ideal que fue de los dos? 36. Aquel varón escuchando en silencio al que fuera fiel y abnegado compañero, prorrumpió en llanto porque sintió arrepentimiento de sus errores, y arrancándose las falsas galas, se fue en busca del punto de partida que era donde el desierto empezaba, para seguir el camino que lo llevara a la gran ciudad; mas ahora marchaba iluminado su sendero por una nueva luz, la de la fe y el amor a sus semejantes”. 37. Yo soy el Señor de la gran ciudad y Elías el anciano de mi parábola, es la “voz del que clama en el desierto”, es el que nuevamente se manifiesta entre vosotros, en cumplimiento a la revelación que os di, en la transfiguración del Monte Tabor. 38. Él es quien os guía en el Tercer Tiempo hacia la gran ciudad, en donde os espero para entregaros el galardón eterno de mi amor. 39. Seguid a Elías ¡Oh pueblo amado! y todo cambiará en vuestra vida; en vuestro culto e ideales, todo será transformado. 40. ¿Creíais que vuestro culto imperfecto sería eterno? No, discípulos; mañana, cuando vuestro espíritu contemple en el horizonte la gran ciudad, dirá como su Señor: “Mi Reino no es de este mundo”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 1 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 2 ENSEÑANZA N° 29 1. Discípulos, nuevamente estoy entre vosotros, más como la forma de comunicarme es nueva, dudáis sin comprender que no debéis deteneros ante las formas, porque así no encontraréis en dónde está la verdad. 2. El medio por el cual me manifiesto en este tiempo, es el hombre; esta es la causa por la cual dudáis de mi comunicación. Mi mensaje está en la esencia de la palabra que vierten los labios del portavoz. 3. Hoy dudáis nuevamente, ¿Queréis que venga como en los tiempos pasados? Recordad que entonces también dudasteis. 4. No os hablo por medio del sabio o del filósofo, porque entonces no me hubierais atribuido la palabra a Mí, sino a él. En cambio he venido a manifestarme por medio del humilde, del ignorante y torpe, para que comparando la insignificancia y pequeñez de su materia, con la grandeza y sabiduría de la palabra que brota por su boca, llegaseis a comprender que sólo el Señor puede hablaros así. 5. También hay quienes en su duda se preguntan: ¿Será en verdad el Maestro? ¿Estaré en buen camino? ¿No será esto obra de la tentación? Y cuando así os preguntáis, oís mi dulce palabra que os dice: ¿Habéis sentido paz en este camino? ¿Os habéis consolado y sanado de vuestras enfermedades? ¿Os habéis regenerado? Entonces os confesáis ante vuestra conciencia y decís: “Si, todo esto he contemplado y recibido”. 6. Aún no es el tiempo en que todos creáis. Los tiempos, las pruebas y los acontecimientos despertarán a los hombres y el mañana dirán: En verdad que quien estuvo y nos habló fue el Divino Maestro. 7. Vengo a revelaros muchos misterios del espíritu para que os podáis conocer y de este modo conozcáis mejor a vuestro Padre. 8. Los hombres que estudian a Dios, no están de acuerdo. ¿Quiénes están en la verdad? Los hombres de ciencias se contradicen. ¿Quiénes están en lo justo? Religión y ciencia han estado siempre en pugna, sin comprender los hombres que lo espiritual y lo material viven en perfecta armonía y que con ella forman la verdadera Obra del Creador. Unos y otros tienen diferente misión entre la humanidad, más debieran imitar a la Obra Divina armonizando unos con otros, como todos los seres de la Creación. 9. ¡Cuántos anatemas ha lanzado la religión a la ciencia y cuántas veces ha negado la ciencia a la religión la existencia de la vida espiritual! La religión, fundándose en los males que la ciencia ha acarreado a la humanidad y la ciencia tomando como arma el fanatismo y las supersticiones que los ministros de las religiones han inculcado a la humanidad. 10. De cierto os digo que a los unos les falta conocer la verdad que la naturaleza encierra y a los otros interpretar debidamente mi Ley. 11. Yo soy el Rey de la paz; he desenvainado mi espada y vengo en son de guerra para destruir todo pecado y tiniebla. Quienes me sigan, no teman si son desconocidos por sus padres o por sus hijos, que mi amor les compensará en su lucha. 12. Ya en el Segundo Tiempo se desconocieron unos a otros porque mientras unos iban a escuchar a Jesús, otros lo negaban. 13. Mis nuevos soldados habrán de levantarse a predicar esta buena nueva con sus obras y ejemplos entre la humanidad que ha olvidado mi verdad. Hoy tan sólo encuentro mi palabra en libros empolvados. La humanidad se ha alejado del camino verdadero y se ha familiarizado con el pecado, el vicio y el libertinaje. Ya el pecado no le repugna, el crimen no le horroriza ni el adulterio le sorprende. 14. Aquí tenéis mi palabra, humanidad, limitada para que podáis comprenderla, más si queréis pruebas de mi presencia, pruebas os he dado ya, y aún más os daré, pero no lloréis ni meséis vuestros cabellos cuando ellas se presenten. 15. En el Segundo Tiempo, cierta vez caminaba Jesús seguido de algunos de sus discípulos. Habían ascendido a una montaña y mientras el Maestro maravillaba con sus palabras a aquellos hombres, de pronto contemplaron transfigurado el cuerpo de su Señor, quien flotaba en el espacio, teniendo a su diestra al espíritu de Moisés y a su siniestra al de Elías. 16. Ante aquel miraje sobrenatural, cayeron por tierra los discípulos cegados por la luz divina; más luego serenándose, propusieron a su Maestro colocar sobre sus hombros el manto de púrpura de los reyes, lo mismo que sobre Moisés y Elías. Entonces escucharon una voz que descendía del infinito, la cual decía: “Este es mi Hijo amado en el cual he puesto mis complacencias, a El oíd”. 17. Gran temor invadió a los discípulos al escuchar aquella voz, y levantando su vista sólo vieron al Maestro, quien les dijo: “No temáis ni digáis a nadie esta visión hasta que Yo haya resucitado de entre los muertos”. Entonces preguntaron a su Señor: “¿Por qué dicen los escribas que es menester que Elías venga primero?” y Jesús les contestó: “En verdad, Elías vendrá primero y restituirá todas las cosas, más Yo os digo que Elías ya vino y no lo conocieron, antes hicieron en él cuanto quisieron. Entonces los discípulos comprendieron que les habló de Juan el Bautista”. 18. En esta era, cuántas veces ante vuestros ojos he hecho desaparecer la materia a través de la cual me comunico, para permitiros contemplarme en la forma humana con la que la humanidad conoció a Jesús, y sin embargo, no habéis caído postrados ante la nueva transfiguración. 19. Mi obra es el monte espiritual al cual os invito a subir por sendas de amor, caridad y humildad. Es el nuevo monte Tabor, en donde se funden en uno solo el pasado, el presente y el futuro y en donde se unen en una sola esencia la ley, el amor y la sabiduría. 20. Moisés, Jesús y Elías, he ahí el camino que el Señor ha trazado al hombre para ayudarlo a elevarse al Reino de la paz, de la luz y de la perfección. 21. Sentid en vuestra vida la presencia de los enviados del Señor. Ninguno de ellos ha muerto, todos viven para Alumbrar el camino de los hombres que se han perdido ayudándolos a levantarse de sus caídas, fortaleciéndolos, para que con amor se entreguen al cumplimiento en las pruebas de su restitución. 22. Conoced la obra que Moisés por inspiración de Jehová cumplió en la Tierra. Analizad la enseñanza de Jesús, por quien habló el Verbo Divino y buscad el sentido espiritual de mi nueva revelación, cuya era está representada por Elías. 23. Cuando alcancéis completo conocimiento de esas divinas revelaciones, haced un libro que esté dividido en tres partes y encontraréis que la primera habla de la Ley, la segunda del amor y la tercera de la sabiduría. Entonces comprenderéis, que la ley es la que conduce, el amor eleva y la sabiduría perfecciona. Finalmente comprenderéis que estas revelaciones se os han entregado en perfecto orden iluminando la vida humana. Que la lección de amor se os dio cuando ya teníais un amplio conocimiento de la justicia y que así mismo la sabiduría os llegará cuando viváis en armonía con las enseñanzas que encierra el amor. 24. Por medio del hombre es como el Señor ha hablado siempre a la humanidad, porque entre el Ser Divino y el ser humano, está vuestro espíritu que interpreta el mensaje celestial, que percibe y presiente lo eterno. 25. Moisés, Jesús y Elías, representan las tres fases en que me he manifestado a vosotros. El brazo de Moisés que sostuvo la tabla de la ley y señaló el camino de la tierra prometida; los labios de Jesús que pronunciaron la palabra divina y Elías que con sus manifestaciones espirituales, abrió las puertas que os conducen al infinito y al conocimiento de lo que llamáis misterio. 26. Estoy conversando con vosotros hablando a vuestro corazón mientras que vosotros para escucharme lo tenéis que hacer a través del portavoz humano, Yo os escucho cuando me habláis en lo más íntimo de vuestro ser. 27. Soy Cristo, al que se ha perseguido, blasfemado y convertido en reo en este mundo. Vengo a vosotros después de lo que me hicisteis en el Segundo Tiempo en Jesús, para daros una vez más, prueba de que os he perdonado y de que os amo. 28. Desnudo me llevasteis a la cruz y así vuelvo entre vosotros, porque mi Espíritu y mi verdad no los oculto a vuestros ojos tras la vestidura de la hipocresía o de la mentira; más para que podáis mirarme, antes tenéis que limpiar vuestro corazón. 29. Quisierais contemplarme en toda mi grandeza y el Maestro así quisiera mostrarse a sus discípulos, pero siempre os encuentro dando los primeros pasos y tengo que limitarme hasta poder ser comprendido por vosotros. 30. ¿Qué pasaría si de pronto contemplaseis mi luz en todo su esplendor? Os cegaríais. ¿Y si escuchaseis mi voz en toda su potencia? Perderíais la razón. Si en el portavoz por medio del cual me comunico, descargara todo mi poder ¿Qué sería de él? Su materia desaparecería. 31. Por eso, aceptad que el Padre se limite para ser comprendido, sentido y contemplado por los hombres, porque aun dentro de esta limitación, Él es perfecto, sabio e infinito. Muchos de vosotros quisierais que realizara milagros materiales, para creer que soy Yo quien se manifiesta, así lo hicisteis en el Primer Tiempo, cuando Moisés llamó al pueblo para llevarle por el desierto a la tierra prometida. Muchos exigisteis que hiciera obras poderosas para creer que él era el enviado de Dios y por ello seguirle. 32. Moisés había dado pruebas suficientes de que el Dios verdadero estaba con él, más el pueblo quería más testimonios y el enviado, llevando a las multitudes hasta las faldas del monte Sinaí, invocó el poder de Jehová y el escuchándole, le concedió grandes pruebas y prodigios. 33. Si tuvo sed el pueblo, en ello manifesté mi poder por la fe de Moisés, haciendo que de la roca manara agua. En el hambre del pueblo, di muestras de mi presencia ante la oración de aquél que conducía a Israel, enviándole el maná. 34. Quiso el pueblo escuchar y ver a Aquél a quien Moisés oía y contemplaba a través de su fe y al pueblo me manifesté en la nube y le hice escuchar por horas y horas mi voz, más era tan potente, que los hombres sentían morir de temor; su cuerpo temblaba y su espíritu se estremecía ante aquella voz de justicia. Entonces el pueblo suplicó a Moisés le rogara a Jehová que ya no hablara a su pueblo, porque no podían escucharle. Reconoció que era muy pequeño aún para poder comunicarse directamente con el Eterno. 35. En el tiempo en que Cristo habitó en Jesús entre la humanidad, los hombres al contemplarlo decían: ¿Cómo ha de ser el hijo del carpintero y de María, el Mesías prometido, aquel que anunciaron los profetas y esperaron los patriarcas? ¿Cómo puede ser este hombre humilde el Hijo de Dios, el libertador? pero el Maestro habló y su palabra hacía estremecer a los que de buena fe ante El llegaban y aun a los incrédulos. A cada paso las turbas exigían de Jesús un milagro y Él lo hacía. Llegó el ciego y ante el asombro de los fariseos, el Maestro le dio la vista con sólo tocarle. Así mismo al paralítico le dio movimiento, el leproso fue limpio de su mal, el poseído libertado, la adúltera convertida con una palabra y los muertos se levantaban a su voz. 36. Cuanto los hombres pidieron para creer y reconocerme, se los concedí, pues en Mí estaba el poder darles cuanto pidiesen ya que el Espíritu Divino se ocultaba en Jesús para manifestarse y hacer cumplir la Ley. 37. Cuando Jesús fue en la cruz, no hubo espíritu que no se sintiera estremecido ante la voz de amor y de justicia de aquél que moría desnudo como la misma verdad que entregó en su palabra. Quienes han analizado la vida de Jesús, han reconocido que ni antes ni después de Él, ha existido quien lleve a cabo una obra como la suya, porque fue obra divina que con su ejemplo salvará a la humanidad. 38. Llegué con mansedumbre al sacrificio, porque sabía que mi sangre había de convertiros y salvaros. Hablé con amor y os perdoné hasta el último instante porque vine a traeros una enseñanza sublime y a trazaros el camino con ejemplos perfectos hacia la eternidad. 39. Quiso la humanidad hacerme desistir de mi propósito buscando la fragilidad de la carne y no desistí. Quisieron los hombres hacerme blasfemar y no blasfemé. Mientras más me ofendían las turbas, más piedad y amor tenia de ellas y cuanto más herían mi cuerpo, más sangre manaba de él para dar vida a los muertos a la fe. 40. Esa sangre es el símbolo del amor con que tracé el camino al espíritu humano. Dejé mi palabra de fe y esperanza a los hambrientos de justicia y el tesoro de mis revelaciones a los pobres de espíritu. 41. Hasta que el tiempo pasó, la humanidad se dio cuenta de quién había estado en el mundo; entonces, la Obra de Jesús fue tenida por perfecta y divina, reconocida como sobrehumana. ¡Cuántas lágrimas de arrepentimiento! ¡Cuánto remordimiento en los espíritus! 42. En este tiempo aparezco ante vosotros espiritualmente sobre el monte de perfección, teniendo como en el miraje de aquellos discípulos, a Moisés y a Elías a mi lado, los tres enviados que han trazado a los hombres el camino del espíritu por medio del cumplimiento de la ley. 43. Moisés presentó a la humanidad la Ley grabada en piedra, Jesús en la cruz culminó su ley de amor y Elías en este tiempo como un rayo divino, vino a iluminar a todo espíritu con la sabiduría. Cada enviado ha tenido su tiempo para hacer comprender a la humanidad el mensaje divino, las revelaciones y las profecías. 44. Moisés fue salvado de las aguas para que al hacerse hombre, libertara a su pueblo y le entregara la Ley de Dios. 45 EI Verbo se hizo hombre para decir a la humanidad con su ejemplo: “Yo soy el Camino la Verdad y la Vida”. María, la virgen madre fue la escala bendita por la que descendió Cristo entre los hombres. María, la santa y dulce madre de Jesús, sustentó con su seno al que más tarde había de sustentar a todo espíritu con el pan divino de su palabra. 46. Todo cuanto Cristo os dijo y os enseñó con sus obras fue una ley que vino a confirmar la que por medio de Moisés habíais recibido; mas no todo estaba dicho, ni todo estaba revelado, faltaba que Elías, en cumplimiento a las profecías y a mi palabra, viniese a preparar nuevamente mi llegada, para ello se manifestó por conducto del entendimiento humano, por medio de su rayo de luz, para iluminar los espíritus, los corazones y las mentes; para hacer comprender lo ya revelado y preparar a los hombres para las nuevas revelaciones y explicaciones, que en esta palabra Yo os habría de confiar. 47. Quienes en 1866 escucharon las primeras manifestaciones, oyeron aquellas palabras que decían: “Yo soy Elías el profeta del Primer Tiempo, el de la transfiguración en el monte Tabor, preparaos porque los Siete Sellos os son dados a conocer y las puertas del misterio os son abiertas para que podáis contemplar el camino de vuestra salvación. 48. En este instante también he sido contemplado junto con Moisés y Elías, por la mirada espiritual de aquellos que han desarrollado ese preciado don. Unos asombrados y otros arrepentidos os encontráis ante esta transfiguración, más esta luz y esta gracia serán derramadas en todo el orbe. 49. Moisés: Mirad a vuestro pueblo, es el mismo que condujisteis a través del desierto en pos de la tierra prometida. Diseminado y errante va por el mundo; mientras unos han comprendido que la tierra de promisión está en mi seno y a ella se llega por el amor que enseña mi palabra, otros se han adueñado del mundo como si fuese su última morada y su única posesión. Estos no creyeron en el Mesías, ni han sentido la presencia del Espíritu Santo. Volved a ellos en espíritu y nuevamente señaladles el camino a la tierra prometida, a la patria celestial, más si no os creyesen, ¡Núblese el sol, la luna pierda su luz y estremézcase la tierra porque este pueblo despertará y nunca más se perderá! 50. Mi caridad es con la humanidad. En cada alborada les propongo la paz a los hombres, más ellos no han querido mi amor. Han creado la guerra y ellos mismos se hacen justicia, por eso será cortada la mala yerba y lavado todo lo impuro en las aguas del amor y de la regeneración. 51. Después de la muerte, vendrá la resurrección a la vida verdadera; después de la guerra; se hará la paz, y pasado el caos brillará la luz en las conciencias, porque Yo soy la luz del mundo. 52. Llegará el año de 1950 y para entonces muchos portavoces transmitirán mi palabra. En otras naciones me escucharan, más en el último día de mi manifestación, el valle espiritual tendrá su mirada sobre de vosotros: los espíritus de los moradores de la Tierra, los de vuestros padres estarán presentes, los patriarcas y los justos. Bienaventurados los que sean obedientes a mi Ley, porque serán juzgados como ovejas del Divino Pastor, más ¡Ay de los desobedientes, porque serán juzgados como machos de cabrío! 53. Elías, sois la luz. En este tiempo, que es el vuestro, se le ha revelado a la humanidad que no son tres leyes las que se le han entregado, sino una sola explicada en tres tiempos, la cual se condensa en dos preceptos: ¡Amar a Dios sobre todo lo creado y amarse los unos a los otros! Hoy me manifiesto para recordar a mi pueblo enseñanzas pasadas y también para anunciarles mis nuevas revelaciones. 54. En este día en que habéis recordado el instante en que Elías abrió para la humanidad el Tercer Tiempo al comunicarse por el entendimiento del hombre, sentid el amor de vuestro Maestro, apartad vuestras amarguras y afirmad vuestros pasos en el camino de salvación. 55. Vivid en armonía con mis revelaciones de los Tres Tiempos, y convertid eternamente vuestra existencia en un caudal inagotable de justicia, de amor y de sabiduría. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 30 1. En las enseñanzas que os estoy entregando os he llamado pueblo de Israel o Simiente de Jacob, y a medida que vais comprendiendo mis lecciones, os habéis dado cuenta de que espiritualmente pertenecéis al linaje de aquel antiguo pueblo, escogido entre las naciones de la Tierra, para cumplir con la misión de transmitir a la humanidad mis revelaciones. 2. La simiente que confié a Jacob, está en el espíritu y no en la materia como los hombres han supuesto falsamente, porque Yo os digo que si la herencia que los primeros patriarcas legaron a Israel, hubiera sido material, aún estuviera dando profetas, emisarios e iluminados, en cambio, ved que aquel pueblo lleva consigo cadenas de miseria espiritual y material, sabiendo que ya no puede esperar la llegada de un Mesías, porque ha comprendido que Aquél que le fuera prometido estuvo en el seno de su pueblo y no fue reconocido. 3. EI espíritu del Israel por la raza está dormido, aletargado en un sueño que ya dura siglos y no puede mirar la verdad, porque ha vivido solamente para los goces del mundo, esperando alcanzar aquí su Tierra Prometida, su juicio y su gloria. Mas no penséis que su sueño será eterno, no, ahora que la miseria, el dolor y la humillación como un nuevo cáliz de amargura ha sido bebido por aquel pueblo, comienza su espíritu a despertar orientándose con la meditación, y en ella va encontrando que todas las profecías y señales que le anunciaron la llegada del Mesías, se cumplieron fielmente en Cristo. 4. No está lejano su despertar en la forma más completa: ya se acerca su alborada espiritual, pero antes contemplará destruirse el materialismo de la humanidad a causa de sus ambiciones, de su egoísmo y de sus bajas pasiones. 5. Cuando ese pueblo se convenza de que el reino de la verdadera paz y de la gracia no se encuentra en la Tierra, entonces buscará a Cristo, al repudiado, al desconocido, para decirle: "Maestro, tenías razón, la libertad sólo se encuentra en los que aman la espiritualidad, porque los que hemos ambicionado los bienes materiales, sólo hemos logrado con ello, ser esclavos. 6. Cuando de aquellos corazones se eleve hacia Mí esta confesión, haré que surjan entre ellos mis nuevos profetas, quienes les ayudarán a prepararse en el camino de la espiritualidad, que será el de su liberación. No os extrañe que aquellos estacionados en su evolución por siglos, en corto tiempo logren recorrer el camino que otros que les han precedido se han tardado tanto en alcanzar y aún logren sobrepasarlos. No olvidéis que muchos de ellos poseen espíritus que fueron enviados a la Tierra desde los primeros tiempos, y que una vez concluida su restitución, volverán a ocupar su lugar entre los elegidos por el Señor, para llevar la luz a sus hermanos de todas las naciones. 7. Cuando se encuentren en un mismo camino los que lleven el nombre de Israel por su raza, con los que lo son por el espíritu, unos y otros se unirán, reconociendo que ambos forman parte de aquella bendita simiente que nació con los profetas, con los patriarcas del Primer Tiempo y que fuera regada con la sangre del Redentor, para llegar a florecer en esta era de luz en la que me estáis escuchando. Ahora me tenéis en Espíritu, aunque a veces dudáis de ello diciendo: ¿Cómo puedo creer que el Maestro se comunique con nosotros utilizando un medió tan imperfecto y tan humilde? Más no es la primera vez que dudáis de mi presencia entre vosotros, también en el Segundo Tiempo los hombres dijeron: ¿Cómo puede ser el Mesías esperado el hijo del carpintero? 8. Hijos míos, en mis altos designios no podéis penetrar, más ahora que vengo a esclareceros los misterios que no habéis comprendido abrid vuestra mente y vuestro corazón, para que conozcáis el porqué de muchas manifestaciones divinas, hasta el punto que a bien tenga revelaros vuestro Señor. 9. En el Segundo Tiempo, cuando entre mis discípulos o entre las turbas que me seguían, alguien preguntaba si acaso Yo volvería entre vosotros, no tuve motivo alguno para ocultárselo y les declaré que mi retorno sería en un tiempo de grandes pruebas para la humanidad, el cual sería precedido de grandes acontecimientos y trastornos en los distintos órdenes de vuestra vida. 10 Aquella promesa que os hiciera, la he cumplido, porque no ha faltado ninguna de las señales precursoras, así como tampoco ninguno de los acontecimientos anunciados; sin embargo, la humanidad entregada a su letargo espiritual, ha dejado pasar inadvertidas las señales de mi presencia entre los hombres. 11. Nadie me esperaba, encontré frío vuestro corazón, apagada la lámpara del amor, estabais durmiendo el sueño de varios siglos. Sólo unos cuantos despertaron ante el llamado del emisario del Señor, que se acercó a vosotros para anunciaros que estaba Yo llamando a las puertas de vuestro corazón. 12. Mi primera comunicación se verificó una noche mientras la humanidad dormía, igual que aquella en la que me hice hombre para habitar entre vosotros. Si pocos fueron los que en esa ocasión me recibieron, menos aún fueron los que me acompañaron en mi nueva manifestación. Más no toméis mis palabras como un reproche, porque no lo es: Yo soy el amor perfecto que eternamente os vivifica. 13. He venido a trazaros el camino que ha de conduciros a vuestra salvación, en medio de esta mar anchurosa de maldad; más han pasado los meses y aun los años desde el instante de mi primera comunicación y desde entonces, uno a uno se han acercado los caminantes en busca de la presencia del Maestro y hoy no son unos cuantos los que están presentes en mis manifestaciones, ahora forman muchedumbres. 14. No creáis que todos los que vienen a escucharme están convencidos de esta verdad, no, mientras para algunos esta obra es lo más grande que alienta a su corazón, para otros es algo que no pueden concebir y entonces juzgan, analizan, investigan, y al no encontrar la verdad en la forma en que ellos la desean, me piden pruebas para creer, lo mismo que hiciera Tomás. Entonces les he dicho: no me probéis, bastantes demostraciones os estoy dando de mi presencia, de mi verdad y de mi amor; más ellos insisten en su petición diciendo: “Si el Maestro en el Segundo Tiempo encontrándose ya en Espíritu se materializó delante de Tomás, para probar su fe, ¿Por qué ahora no nos complace a los incrédulos materializándose delante de nosotros, aunque solo sea por un instante?" 15. Sí, mis hijos, tendríais razón en pedirme pruebas, si vuestra pequeñez fuese real y vuestra ignorancia cierta; pero lleváis un espíritu evolucionado que no necesita pruebas materiales para creer; lo que debéis hacer es desmaterializaros y así os daréis cuenta de que estáis capacitados para comprender mis nuevas lecciones y de que no es necesario que Yo materialice mi presencia. 16. Por la esencia de mi palabra, creed en Mí, ella es clara y no os llevará a la confusión. Recordad que os dije desde aquel tiempo: el árbol por su fruto es reconocido. Ahora os digo: mi palabra será reconocida por su esencia. 17. Muchas veces los hombres se han preguntado por qué Jesús aun después de haber sido crucificado se dejó ver de Magdalena la pecadora y después visitó a sus discípulos, y en cambio se ignora que Él hubiese visitado a su Madre, a lo cual os digo que no era necesario que me manifestara ante María, de la misma manera que empleara con aquellos, porque la comunicación entre Cristo y María fue constante desde antes de que el mundo fuese. 18. A través de Jesús me manifesté a la humanidad, para salvar pecadores y me dejé contemplar por ellos después de la crucifixión, para avivar la fe de los que me necesitaban, más en verdad os digo que María, mi dulce Madre en cuanto hombre, no tuvo mancha que lavar, ni podía carecer de fe, porque Ella sabía quién era Cristo aun antes de ofrecerle su seno matinal. 19. No fue necesario que humanizara mi Espíritu para visitar a Aquélla que con la misma pureza y mansedumbre con la que me recibió en su seno, con esa misma me devolvió al Reino de donde llegué. Más ¿Quién podía saber la forma en la que Yo le hablé en su soledad y la caricia divina con que la envolvió mi Espíritu? 20. Así doy contestación a los que me han formulado esta pregunta, pensando muchas veces que la primera visita de Jesús, debía de haber sido para su Madre. 21. Cuán diferente debía de ser la forma en que me manifestara a María, de la que utilicé para hacerme sentir por Magdalena y mis discípulos. 22. María me sentía en su espíritu. María no llevaba luto por Mí, no lloraba la muerte de Jesús, su dolor era por toda la humanidad, a la que recibió al pie de la cruz de su Hijo, como un divino presente del Eterno, y por la cual ofreciera la pureza de su cuerpo y de su sangre para que el Verbo se hiciera hombre. 23. En cambio, cuando alcancé en el camino de Emmaús a algunos de mis discípulos, viéndome no descubrieron en aquel caminante a su Maestro, hasta que les hice oír mi divina palabra y cuando Tomás me vio, hizo que le mostrara la herida de mi costado para convencerse de que Aquél a quién él creía muerto en realidad vivía. Porque Yo para eso he venido, para que unos nazcan y otros resuciten a la fe. 24. Hoy no he querido tan solo revelaros mi mensaje, sino también he venido enseñaros la mejor forma de darlo a conocer. 25. Mientras ha durado el tiempo de mi predicación, he ayudado a vuestro espíritu en su evolución, quitando asperezas, dulcificando caracteres, despertando a los discípulos para que entreguen su corazón a la caridad, al cumplimiento de mi mandamiento que tanto os repetía cuando os decía: “Amaos los unos a los otros”. Y aunque el tiempo en que os levantéis a esparcir mi palabra, aún no ha llegado, porque no habéis alcanzado la debida preparación, he concedido a todos aquellos que están bebiendo en esta fuente de salud, de moral y de vida, que comiencen a practicar mis divinas enseñanzas, para que se preparen, fortaleciéndose para la lucha futura, para que con sus buenas obras convenzan a nuevos corazones, los que más tarde serán también labriegos y nuevos sembradores en las tierras del Señor. 26. Hoy contemplo que mientras unos pecan de temerosos y discretos, otros en cambio se muestran ostentosos y no quiero que toquéis ninguno de esos extremos. No quiero que el temor a los juicios de vuestros semejantes, haga que os ocultéis, porque con ello demostraríais que os falta confianza en mí enseñanza, y si no tenéis fe en el poder que encierra la simiente que vais a entregar ¿Cuál será la cosecha de vuestra siembra? 27. Temed sí, que vuestra mala conducta os afecte ante vuestros hermanos, pero mientras llevéis limpidez en vuestra vida, levantaos con dignidad y predicad mi palabra, dando a conocer mi enseñanza a vuestros semejantes. 28. No hagáis ostentación de vuestros dones y conocimientos de la verdad que lleváis. Yo os digo, que si eso hicierais, os expondríais a ser sometidos a grandes pruebas por vuestros hermanos. 29. No os he entregado mi palabra para que la pregonéis por calles y plazas; cierto es que Jesús así lo hizo, más El sabia responder a cualquier pregunta y poner a prueba a los que trataban de probarlo. 30. Vosotros sois pequeños y débiles, no debéis por lo tanto, desafiar la ira de vuestros hermanos. No tratéis de atraer la atención, pensad que nada de particular tenéis; tampoco pretendáis demostrar a la humanidad que todos se encuentran equivocados y que sólo vosotros conocéis la verdad, porque de esa manera nada bueno lograréis en vuestra siembra. 31. Si queréis evolucionar espiritual y moralmente, no juzguéis los defectos de vuestros hermanos, para no caer en el mismo error, corregid vuestras imperfecciones; orad humildemente ante vuestro Maestro para que os inspiréis en su mansedumbre y recordéis su consejo de que jamás publicaseis vuestras buenas obras, que vuestra mano izquierda no se entere jamás de lo que hubiere hecho la derecha. 32. También os digo, que no hace falta salir a buscar multitudes para hablarles de mi doctrina, porque mi caridad pondrá a vuestro paso a los necesitados de vuestra ayuda; mas si hubiere momentos en que cumpliendo con mi ley, sintieseis la necesidad de hacer una obra de caridad y no tuvieseis cerca de vosotros a ningún necesitado, no por eso os desesperéis ni dudéis de mi palabra, esa será la hora precisa en que deberéis orar por vuestros hermanos ausentes, los que recibirán mi caridad si verdaderamente tenéis fe. 33. No ambicionéis saber más que vuestros hermanos, sabed que todos adquirís el conocimiento según vuestra evolución, si Yo os concediera mi luz sin que tuvieseis méritos, os engrandeceríais y os perderíais en vuestra vanidad, y vuestra sabiduría sería falsa. 34. Os quiero humildes, más para serlo ante Mí, también lo debéis manifestar delante de vuestros semejantes. 35. Discípulos: el amor y la sabiduría nunca están separados el uno es parte del otro. ¿Cómo es que hay quienes pretenden separar estas dos virtudes? Ambas son la llave que abre las puertas del santuario que os permitirá llegar al conocimiento completo de mi doctrina. 36. Os he dicho: ¿Queréis tener muchos amigos? Pues usad de la bondad, de la ternura, de la tolerancia y de la misericordia, porque sólo con la ayuda de estas virtudes podrá brillar vuestro espíritu en el sendero de sus semejantes, dado que todas son expresiones directas del amor. Porque el espíritu lleva en su esencia más íntima el amor, puesto que es chispa divina y Dios es amor. 37. Con mi enseñanza vengo a modelaros espiritualmente, con el fin de que al banquete espiritual en donde podréis saborear los manjares de la sabiduría y del amor perfecto. 38. Sabed que vuestro destino es vivir como Yo os lo enseñe, es decir, en la humildad, en el amor, en la espiritualidad, dejando que pase por vuestro ser un torrente inagotable de caridad. 39. En mi enseñanza os muestro un horizonte amplio y si vosotros hacéis de vuestra vida una semejanza de lo que fue la mía, tened por seguro que llegaréis a mi Reino, al descanso verdadero. 40. Mi obra os asegura la dicha eterna en vuestro espíritu. ¿No habéis escuchado en vuestro corazón una voz dulce y armoniosa que os habla cada vez que hacéis un bien, que proporcionáis un consuelo o que otorgáis generosamente el perdón? ¿Quién es Aquél que así os habla en vuestro interior premiando vuestra bondad? Es vuestro Maestro que no se aparta de sus discípulos. 41. Con estas lecciones os hago comprender que las virtudes son las únicas que pueden engalanar a vuestro espíritu: también os digo que los errores, las faltas y los malos sentimientos, podréis compararlos a los andrajos con que a veces cubrió a vuestro espíritu. Os quiero limpios y engalanados, porque con harapos de miseria no podréis brillar en el palacio universal de vuestro Padre. 42. Las buenas obras son el agua cristalina con las que se limpian los espíritus, utilizadla. 43. Os hablo así para que comprendáis que estáis fuera de vuestro reino, y que necesitáis volver a el, porque Dios os está esperando. 44. Quiero hacer de cada hombre un apóstol y de cada apóstol un maestro, porque os amo con amor infinito y antes de que se pierda uno solo de vosotros, preferiría sentir sobre mi Espíritu todo el dolor que existe y que ha existido entre la humanidad. 45. En vuestro corazón me estáis diciendo: Maestro, ¿Tanto nos amáis? Y Yo os digo que vosotros aún no podéis comprender mi amor, pero que debe bastaros saber que cada hijo que vuelve a Dios, es un tesoro que vuelve al Padre. Debo advertiros que todo volverá al seno de Dios. Todos los frutos que de la semilla creadora han brotado, retornarán a su granero. 46. ¡Oh, discípulos amados!, preparaos para que con intensa fe anheléis llegar al verdadero templo construido por mi caridad en vuestro interior, porque ahí me encontraréis para acompañaros en vuestro camino de evolución hacia Mí. 47. Yo soy quien os guía porque soy perfecto, sé siempre a dónde voy y a dónde os llevo. Soy el buen Pastor que os cuida, os acaricia y os ama en tal forma que no titubeé un solo instante para daros con mi sacrificio en la cruz la enseñanza que os conducirá a la Vida Verdadera. 48. Los hombres creyeron que al quitarle la vida a Jesús destruirían mi doctrina, sin saber que con ello, cooperarían a mi glorificación. 49. He vuelto a la humanidad y me manifestaré en estos recintos hasta 1950, a través de entendimientos humildes, destinados por Mí para esta misión; comunicado en esta forma esperaré la llegada de los sabios que vendrán a interrogarme y a negarme. 50. Esta palabra sencilla y humilde en su forma, pero profunda en su sentido, volverá a confundir a los sabios en su soberbia y en su vanidad, y les demostrará que a la doctrina de Cristo, y del Salvador, nadie podrá extinguirla, porque Él es la Vida. 51. Nadie podrá acabar Conmigo, Yo renazco como surgí, en aquel tiempo, después de que un pueblo me arrojó de su seno, condenándome a una muerte ignominiosa. Mas si ahora aparezco de nuevo en este mundo, es porque os amo a todos. 52. ¡Oh, sabios, filósofos y doctores! vosotros sabréis que Yo soy vuestro Señor cuando lleguéis a escudriñarme, porque me veréis contestando a vuestras malas y mal intencionadas preguntas y enmudeceréis ante mis interrogaciones; y cuando os encontréis arrepentidos y cabizbajos, sin que me pidáis pruebas, Yo os las daré, y esas pruebas serán de amor y de perdón. 53. Soy el único que puede solucionar vuestros conflictos, el que verdaderamente cura vuestros males, acaricia a los niños y bendice a los ancianos, el que al hablar al hombre, acaricia e ilumina su espíritu. Los hombres y los siglos pasarán, más no mi obra Espiritualista Trinitaria Mariana. De cierto os digo que esta obra que es mi Ley y mi doctrina, iluminará a la humanidad. No dudéis de mi sabiduría, ni desafiéis más mi justicia; si Yo aceptase vuestro desafío, me bastaría un débil soplo de mis elementos, para convertir en polvo o en nada vuestra ciencia y vuestras teorías. No me busquéis como Juez, buscadme como Padre, porque Yo soy amor. 54. ¡Oh, pueblo amado! que tenéis la misión de difundir mi palabra entre la humanidad hoy petrificada por su materialismo. Aprended a amarla y tened siempre piedad de aquéllos que no comprenden mis lecciones de infinito amor. 55. Cerrad vuestros labios a la murmuración, la mofa, el juicio o la crítica. Envainad esa espada de dos filos que hiere a diestra y siniestra cuando la esgrimís; si queréis luchar en mi nombre, empuñad la espada del amor. 56. Cerrad vuestros labios, para que no vuelvan a proferir blasfemias ni a causar deshonras; en cambio, abrid vuestros ojos para que descubráis el mal y os apartéis de él; mas no juzguéis a vuestra hermana humanidad, porque formáis parte de ella y adolecéis de sus mismos defectos. Cuando vuestros labios y vuestro corazón se laven en las aguas del arrepentimiento y de las buenas obras comenzarán a hablar con la verdad de mi palabra, la cual Yo os la inspiraré. 57. Si hablaseis de mi doctrina sin antes haberos regenerado y preparado, en vez de despertar la fe en los corazones, sólo recibiríais las burlas de quienes están enterados de vuestras faltas. En cambio, si las burlas, las críticas llegan a vuestro corazón, después de que hayáis velado y orado, no lograrán heriros, porque ya os protegisteis con las armas que os di, que son: paciencia, caridad, mansedumbre y amor. 58. Sed humildes y quienes os amen, lo harán de verdad. Si no habéis alcanzado esa preparación de espíritu y de materia, más os valdría no levantaros a predicar mi palabra, porque no llegaréis a sembrar mi simiente con la limpidez con que Yo os la he entregado y siempre irá mezclada con vuestras imperfecciones. Debéis antes de sembrar, analizar y estudiar mi doctrina para que lleguéis a comprender y a obedecer mi enseñanza. 59. Cuando sepáis recibir el golpe en la mejilla derecha y en señal de perdón, de amor y de humildad, presentéis la izquierda a vuestro ofensor, ya podéis confiar en que comenzáis a ser mis discípulos. Hasta que surja el perdón entre los hombres, cesarán sus guerras fratricidas y surgirá la unión de todas las naciones 60. Con estas enseñanzas quiero evitar que algún día os convirtáis en prevaricadores, que hablando de amor, caridad y espiritualidad, con vuestras obras sembréis todo lo contrario. Os digo esto, porque entre vosotros hay quienes van pregonando que me aman y en su corazón no existe el amor hacia sus hermanos. 61. Os quiero sinceros espiritual y materialmente para llamaros dignos hijos míos, porque de lo contrario, a vuestro espíritu llegará implacable mi voz llamándoos hipócritas, como llamé en el Segundo Tiempo a la secta de los fariseos que eran la imagen viva de un sepulcro blanqueado por fuera, pulido y cubierto de flores, pero guardando en su interior sólo podredumbre y muerte. 62. Estoy escuchando a los que me dicen: “Maestro, consideramos que es muy dura la prueba de tener que mostrar la mejilla izquierda a aquél que nos hirió la derecha, mas sin embargo, quisiéramos ser de vuestros discípulos”. 63. ¡Oh pueblo!, que oyendo mi palabra la tomáis siempre en su sentido material, sin deteneros a comprenderla en su significado espiritual. Yo os digo que así como podéis ser tocados en la mejilla, lo podéis ser en el corazón, en vuestra parte moral o también podréis ser tocados en vuestro espíritu. Mas no debéis de creer que esa prueba que os pido sea la más grande que podáis soportar; en este Tercer Tiempo he venido a pediros un poco más, cuando os pregunto en mis cátedras, ¿Si el asesino de vuestro padre se viera perseguido por la justicia humana y llamara a vuestras puertas pidiéndoos protección le concederíais albergue, sin delatarle, en señal de perdón? 64. Esa es la prueba que ahora pido a todos aquéllos que quieran ser los discípulos del Espíritu Santo en este Tercer Tiempo. 65. Si ponéis en práctica estas enseñanzas, de cierto os digo que os estaréis labrando un galardón, mas no debéis de esperar la recompensa mientras estéis en este mundo; y vuelvo a recomendaros que no juzguéis los actos de vuestros hermanos, porque según fuere vuestro juicio, así será vuestra sentencia. Dejadme la causa a Mí, justa o injusta, conocida o desconocida, que Yo daré a vuestros hermanos lo que a ellos pertenece y a vosotros lo que os corresponda. 66. Sed humildes en todos los actos de vuestra vida, sentíos ignorantes ante la sabiduría de vuestros semejantes. 67. Bienaventurado el que se prepare, porque él verdaderamente me escuchará. Bienaventurado el que se purifique y obedezca los mandamientos de su Señor, porque él me verá. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 31 1. Cerrad vuestros ojos materiales ante esta manifestación y elevad vuestro espíritu hacia vuestro Creador, porque es con él que deseo conversar. 2. Os prometí volver entre vosotros y no podía dejar de asistir a esta cita con vuestro espíritu. 3. Tened paz, escuchadme con atención y dejad que el cincel de mi palabra, vaya modelando vuestro espíritu. 4. Caminasteis mucho en busca de un lugar que os brindara la paz y no lo encontrasteis, cuando llegasteis por vez primera a estos humildes lugares para oír mi palabra no os imaginabais que en ellos, tan pobres y humildes, fueseis a encontrar la paz que tanto anhelabais. 5. Os conquistaré por medio del amor, para ello, os estoy dando mi enseñanza que es fuente de inagotables bendiciones. Os dejaré esta fuente para que en ella recibáis a vuestros hermanos, los viajeros, los caminantes, con la misma solicitud y caridad con la que Yo os he recibido. 6. No sólo de pan vive el hombre, sino también de mi palabra. Existe en vosotros hambre y sed que no son materiales, y para reconfortaros buscáis el agua y el pan del espíritu. Ha sido preciso que el dolor os tocara, para que comprendieseis las enseñanzas que os di en el Segundo Tiempo. 7. Algunos me preguntan confundidos: Señor, ¿Por ventura el amor humano es ilícito y abominable ante Ti y sólo apruebas el amor espiritual? Yo os contesto: No os confundáis. Bien está que al espíritu le corresponda lo más elevado y puro del amor pero también en la materia puse un corazón para que amase en la Tierra y le di al hombre sentidos para que a través de ellos gozara de todo lo que le rodea. 8. Yo confié la vida humana a los espíritus, para que viniesen a habitar la Tierra, y ya en ella poner a prueba su amor a Dios. Para ello dividí a la naturaleza humana en dos partes, dándole la más fuerte a unos y la más frágil a otros: esas partes fueron el hombre y la mujer. Sólo unidos podrán ser fuertes y felices, para ello instituí el matrimonio. El amor humano es bendecido por Mí, cuando está enaltecido por el amor del espíritu. 9. El amor sentido únicamente por la materia, es propio de los seres irracionales, porque carecen ellos de la conciencia que ilumina la vida de los seres racionales. De las uniones plenas de comprensión espiritual, tienen que brotar buenos frutos y encarnar en ellos espíritus de luz. 10. Ya es tiempo; de que purifiquéis vuestra simiente, para que formáis una familia que sea fuerte en espíritu y en materia. 11. Comprendedme mis hijos, interpretad bien mi voluntad, ya se acerca el año de 1950, recordad que es el que Yo he señalado para que finalice esta comunicación. Quiero encontraros preparados en ese día, porque sólo los que lo hayan logrado, quedarán firmes en el grado de elevación que hayan alcanzado. Esos serán los que den verdadero testimonio de Mí. 12. Sólo los que se hayan espiritualizado sabrán manifestar mi obra en su nueva forma de comunicación. ¿Más cómo harán para llegar a tener la inspiración necesaria para recibir mis pensamientos e interpretar mis mensajes espirituales?: Velando y orando. 13. Quiero que todos alcancen el progreso, que no llegue solamente a unos cuantos para que vuestro testimonio sea en bien de la humanidad. Mirad que si unos pensáis de una manera y otros en forma distinta, sólo llevaréis confusión a vuestros hermanos. 14. La esencia de esta palabra no ha variado jamás desde el principio de su manifestación por conducto de Damiana Oviedo; ¿Más, dónde se encuentra el resultado de aquellas palabras? ¿Qué se hizo con ellas? Ocultos se encuentran los escritos de aquellas cátedras divinas que fueron las primeras de este tiempo en el que tanto se ha derramado mi Verbo entre vosotros. Es necesario que esas lecciones salgan a la luz, para que mañana deis testimonio de cómo fue el principio de esta manifestación. Así llegaréis a poseer el libro completo de mi palabra en este Tercer Tiempo. Así conoceréis la fecha de mi primera lección, su contenido y el de la última que os entregaré en el año de 1950, cuando esta etapa finalice. 15. Hoy no presentís el caos que habrá en la humanidad después de que mi palabra haya cesado. ¿Podéis imaginaros el torbellino que tal hecho desencadenará entre las naciones? Habrá descontrol en los espíritus y vosotros debéis estar preparados para contrarrestarlo. Pensad que en cada Era es mayor vuestra responsabilidad, porque en cada nuevo tiempo, ¡Oh pueblo! vais teniendo mayor conocimiento de mi Ley. Es muy grande vuestra heredad y es indispensable que la dejéis en vuestros hermanos, los necesitados, antes de que abandonéis esta Tierra. 16. Sensibilizad vuestro corazón para que entendáis mi palabra, porque aún no la habéis comprendido. Si no os preparáis, ¿Cómo Vais a poder recibir y entender mi enseñanza, cuando mañana os la confié por inspiración? 17. Uníos en verdad y en espíritu y así ya no os dividiréis, ni siquiera en más grandes pruebas. Un solo Dios, una sola voluntad y una sola palabra han sido con vosotros por lo tanto, no podrá surgir en el futuro distinta ley la que ahora os he dado. 18. No debilitéis, pueblo; recordad en todo instante que os he llamado fuerte. Si Yo no he defraudado vuestra fe y os he probado que la esencia de mi palabra no es variable. ¿Por qué vosotros habíais de defraudar a vuestros hermanos dándoles un mal ejemplo? Tiempo es que vayáis preparando lo que dejaréis a las generaciones venideras como herencia. 19. Muchos en el interior de su corazón me dicen: Maestro, ¿Acaso estáis mirando que vamos a ser infieles? ¿Sería eso posible? Y Yo os contesto lo mismo que dije a mis apóstoles en el Segundo Tiempo: Velad Morad, para que no caigáis en tentación. Porque si ahora sólo sois los párvulos que anhelan convertirse en mis discípulos, vuestra perseverancia os hará alcanzar una noble expiación. No me ausentaré sino hasta haberos dado mi última lección al finalizar 1950. 20. Sentid mi amor cerca de vosotros, confiadme vuestras cuitas, conversad en paz Conmigo y de cierto os digo, que después os sentiréis confortados. ¿Por qué llegáis ante Mí temerosos, acaso creéis que he venido a delataros ante vuestros hermanos? 21. Escucho que en lo íntimo de vuestro corazón me decís: Maestro, ¿Cómo hemos de ser recibidos por Vos, si nos encontramos tan manchados por nuestros pecados y Vos sois la misma perfección? 22. Os contesto, humanidad: ¿Creéis que al venir a buscaros ignoraba que estabais manchados? Todo lo sabía, nada ignoro, por eso me he acercado a vosotros, para entregaros mi lección de amor la cual os salva de toda acechanza y os ayuda a limpiaros de todo pecado. 23. ¿Por qué los pobres, los parias del mundo, se sienten los más indignos de mi amor? ¿Acaso porque han oído que soy Rey? Qué lentos sois para entender las lecciones divinas. ¿No habéis comprendido que si me hice hombre en el Segundo Tiempo, fue para enseñaros la más grande lección de humildad? Recordad que vine en Jesús a nacer y a vivir entre los pobres, que con ellos anduve en los caminos, que visité sus casas y me senté a su mesa, que curé sus cuerpos enfermos, acaricié a sus hijos, sufrí y lloré con todos. 24. He aquí al mismo Señor, pero hoy viene en Espíritu, Este Rey no tiene corona, manto ni cetro, simplemente habito en la perfección y gobierno con el amor. 25. ¿Para qué había de manifestarme en regios palacios, entre pompas y ceremonias, si eso no es para Mí? De cierto os digo, que quienes me conciban entre lujos y esplendores superfluos, tienen su concepto errado de lo que es mi Divinidad. 26. Habrá quien se extrañe de que Yo como Cristo, me haya atribuido ahora la Divinidad y diga ¿Cómo es que Tú, el que dijo en aquel tiempo que venía tan sólo a ejecutar la voluntad de su Padre, ahora nos hablas como si fueras el Padre mismo? Y Yo os contesto: comprended que Cristo habló como Divinidad, puesto que es el Verbo de Dios y hoy os habla nuevamente el Verbo en Espíritu. Por lo tanto os digo que el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, son un solo Dios. 27. Vosotros estáis hechos de materia, en la que he puesto un espíritu y a éste lo he dotado de una conciencia. ¿Y acaso por ello vais a decir que son tres personas las que habitan en cada hombre? 28. Esas tres potencias forman un solo ser, aunque cada una de sus partes se manifieste de distinta manera. 29. Cuando en él ser humano haya perfecta armonía entre las tres naturalezas de que está formado, habrá semejanza con la armonía que existe en Dios, porque en él existirá una sola voluntad, la de alcanzar la cumbre de su perfección espiritual. 30. Pueblo, ha mucho tiempo que os vengo doctrinando para vuestra lucha, mas sólo van quedando Conmigo los que despojados de ambiciones materiales, han cifrado su ideal en conocer las enseñanzas espirituales. También entre los que ya han partido al más allá, hay muchos que me escuchan desde su escala de evolución. ¡Cuántos de los primeros no han sabido perseverar ni serme fieles! No quisieron esperar la fructificación de las primeras semillas. Flaquearon en su fe, dudaron, no presintieron la grandeza que estaba por desbordarse en los postreros, más cuando retornen, atraídos por el clamor y el regocijo de este pueblo, tendrán que venir a ocupar el último lugar. 31. Que sirva esta lección a los que hoy, viendo la multiplicación de la simiente, aún dudan del florecimiento de esta Doctrina. 32. Desmaterializaos, desde hoy llevad vuestro culto a la máxima sencillez, preparándoos y disponiéndoos para la comunicación de espíritu a Espíritu, que tendréis con vuestro Señor. Hoy todavía es necesario que os hable por conducto de estas materias, para que os afirméis en vuestra fe, y sintáis que me encuentro cerca de vosotros, en lo más íntimo de vuestro corazón. 33. Cumplidme pueblo y Yo os cumpliré. Dad testimonio de Mí y Yo lo daré de vosotros. Despojaos de todo egoísmo, si es que en verdad queréis formar parte de mis labriegos que darán a conocer mi palabra entre la humanidad. Dejad de preocuparos tan sólo de vosotros y comenzad a preocuparos por vuestros semejantes. Quiero que descubráis el supremo deleite que se alcanza aliviando el dolor ajeno. 34. Llevad a vuestros hermanos, en mi palabra de consuelo, de luz y amor, el bálsamo que os he confiado. 35. Algún día llegaréis a comprender que la sabiduría del espíritu es superior a la ciencia de la mente, porque la inteligencia humana sólo descubre lo que su espíritu le revela. Os hago esta advertencia, porque muchos de vosotros diréis: "¿Cómo voy a curar a los enfermos, si ignoro la ciencia de curar?" 36. Tened caridad de vuestros hermanos, tened fe, sabed orar y con esos méritos haceos dignos de mi gracia y en verdad os digo, que entonces veréis cómo es posible hacer prodigios. 37. Si a pesar de mi enseñanza hay quien dude de que esta palabra procede del Padre, que pregunte a mis labriegos, a este pueblo que me viene siguiendo, y obtendréis millares de testimonios que le hablen de verdaderos prodigios, los cuales asombrarían a los hombres de ciencia que los conocieran. 38. Escuchad: cuando haya dejado de daros mi palabra, este pueblo será sembrador de mi simiente espiritual, más Yo os pregunto: ¿Cuál será vuestra determinación ante los mandatos que de Mí habéis recibido? ¿Estaréis dispuestos a interpretar fielmente mis inspiraciones: No me prometáis nada de lo que vais a hacer en aquellos días, mejor seguid escuchando esta Doctrina y meditad en ella? Hoy estáis unidos en torno al Maestro, mañana, no sabéis cuántos de vosotros me daréis la espalda, al desobedecer mis mandatos. 39. No dejéis que los años pasen inútilmente sobre vosotros, procurad en cada día dar un paso más hacia adelante, en el sendero espiritual. Caminad con paso firme, nadie vaya de prisa sólo por sentirse adelante de los demás porque su tropiezo sería muy doloroso. 40. Quiero que lleguéis a ser fuertes por el pensamiento, por la intuición por la espiritualidad de vuestras obras, para que en vuestra vida no causéis el menor dolor y si os preparéis para aliviar cuantos sufrimientos se presenten a vuestro paso. 41. Os he entregado muchas lecciones, ¡Oh, pueblo! unas más profundas que otras. Yo hablo a todos mis hijos, a los que van delante y a los postreros. Es que siempre están llegando nuevos párvulos en busca de esta palabra y como hice con vosotros, principiaré por entregarles las enseñanzas más sencillas. 42. Yo pregunto a los postreros: ¿Creéis que no poseéis ninguna misión espiritual? ¿Os sentís irresponsables ante la humanidad? Si así pensáis, estáis en un error, porque tan grandes son vuestros dones y vuestros cargos como los que veis que poseen éstos de quienes me estoy sirviendo, para daros mi enseñanza. Ellos también pensaron lo mismo que vosotros, cuando me escucharon por primera vez y ahora miradles: ¡Cuán equivocados estaban! 43. Perseverad en el camino, porque pronto llegaréis a saber todo lo que poseéis y cuál es la misión que debéis de cumplir en la Tierra. 44. Comprended que Yo vuestro Dios, no he tenido principio ni tendré fin. Soy eterno y vengo a revelaros en este tiempo muchos de los misterios de la vida espiritual. Ese conocimiento os hará que cumpláis con la ley, amando y siendo fieles a vuestro destino. 45. Ha llegado el tiempo en que os revele nuevas enseñanzas y esto os parece como si el Padre, después de una larga ausencia retornase a sus hijos. 46. Os di el don del libre albedrio, porque vuestro espíritu fue puesto en el principio de un largo camino, a cuyo final se encuentra la meta de su purificación y perfección; para alcanzar esa dicha, tendréis que llegar por los méritos del amor, de la fe y de la perseverancia. 47. Cuán hermoso es el don del libre albedrío, y qué mal lo ha utilizado el hombre; más después de esa larga experiencia, surgirá el espíritu imponiéndose a las pasiones del mundo y tomará esa bendita libertad únicamente para glorificar a su Padre. 48. Las flores brotan de las plantas y me ofrecen su aroma, ése es su destino del cual no podrían apartarse, porque les falta el espíritu y por lo tanto, el don de la libertad. Las aves me ofrecen sus cantos, mas no podrían hacer algo distinto, porque para eso fueron creadas y no poseen libre albedrío. 49. Cuán grande será vuestro mérito, el día en que vosotros seáis como las flores o como las aves, a pesar de que el corazón, a causa del libre albedrío os quisiera desviar con sus pasiones del sendero de vuestro cumplimiento. Ese será el tiempo del espíritu, porque ocupará el lugar que le corresponde y también será el tiempo de la materia cuando ella confiese su inferioridad y ambos se dejen conducir por la conciencia, la armonía que entonces exista en el hombre, será la misma que hay en todo lo creado. Mi presencia no sólo será reconocida, sino aun sentida por la humanidad. 50. Se acerca el tiempo en que los hombres me ofrezcan el verdadero tributo, en que dejen de quemar el incienso que desde los primeros días me han venido ofreciendo, incienso que no siempre me habla de obras puras sino muchas veces ha venido saturado de la maldad humana. El tributo que sustituirá al incienso, será vuestro amor, el que llegará hasta Mí. 51. Sabéis que fuisteis creados a mi imagen y semejanza, y cuando lo decís, pensáis en vuestra forma humana, os digo, que ahí no está mi imagen, sino en vuestro espíritu, el cual para asemejarse a Mí, tiene que perfeccionarse practicando las virtudes. 52. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, soy la justicia y el bien y todo ello proviene del amor divino. ¿Comprendéis ahora cómo deberíais ser para que fueseis a mi imagen y semejanza? 53. La razón de haberos creado, fue el amor, el divino anhelo de compartir con alguien mi poder, y la razón de haberos dotado de libre albedrío, fue también el amor, quise sentirme amado por mis hijos, no por ley sino por un sentimiento espontáneo que brotara libremente de su espíritu. 54. Los hombres, arrastrados por la fuerza de sus pasiones, han descendido tanto en sus pecados, que habían perdido toda esperanza de salvación, mas no hay ninguno que no pueda ser salvo; porque el espíritu, cuando se haya convencido de que las tempestades humanas no cesarán mientras no escuche la voz de la conciencia, se levantará cumpliendo con mi ley hasta llegar al final de su destino que no está en la tierra sino en la eternidad. 55. Los que creen que es absurda la existencia y piensan en la inutilidad de la lucha y del dolor, son los que ignoran que la vida es el maestro que modela y el dolor el cincel que perfecciona. No penséis que Yo hice el dolor para ofrecéroslo en un cáliz, No penséis que Yo os haya hecho caer. El hombre cayó en desobediencia por sí mismo, y es por eso que debe levantarse también por su propio esfuerzo. Tampoco penséis que solamente el dolor os perfeccionará, no, también practicando el amor llegaréis a Mí, porque Yo soy amor. 56. Si os puse en un largo y difícil camino, mirad que en él os voy acompañando; os sigo enseñando y ayudando con la cruz, y para daros pruebas de que os acompaño, llegué a hacerme hombre, para ser visible y tangible; pero sois necios en vuestros juicios, dudáis si me contempláis humanizado, diciendo que no es posible que vuestros ojos puedan mirar a Dios; y si os digo que soy Espíritu, entonces decís: ¿Cómo es posible conocer lo que no se ve y creer en ello? 57. Habéis llegado a un grado de evolución, en el que sabréis comprenderme en mi esencia divina y sentirme como espíritu. La evolución y la reencarnación del espíritu, os han ido preparando para recibir mis nuevas lecciones. 58. Cuando la obscuridad que ha envuelto a la humanidad se disipe y se haga la luz en los espíritus, sentirán la presencia de una nueva era. Porque Elías ha vuelto entre los hombres, más como éstos no han sabido mirarle, ha sido necesario que manifestase su espíritu a través del entendimiento humano y de que se mostrase ante los videntes en aquella visión del profeta Eliseo: Sobre las nubes, en su carro de fuego. 59. Elías ha venido como precursor en este tiempo para preparar mi llegada; ha venido como profeta para anunciaros la nueva Era con sus combates y sus pruebas, pero también con la sabiduría de sus revelaciones. Viene con su carro de luz a invitaros a penetrar en él para levantaros sobre las nubes y llevaros a la mansión espiritual donde reina la paz. Confiad en él como en el buen pastor, seguidle espiritualmente como el pueblo siguió a Moisés en el Primer Tiempo, orad para que él os ayude en vuestro cumplimiento y si lo queréis imitar, hacedlo. 60. Eliseo, antes de que Elías fuera arrebatado por el carro de fuego y llevado a las alturas, le pidió que su don de profecía y su espíritu, se lo transmitiese para ser como él había sido en la tierra; y Elías, en prueba de que le concedía a su discípulo sus deseos, le dejó su manto y el espíritu de Elías y su don de profecía fueron en Eliseo como una señal reveladora de la comunicación espiritual con los hombres y de la reencarnación del espíritu. 61. En cada era y en cada revelación divina aparece Elías ante los hombres. 62. Aún no había llegado el Mesías a la Tierra, faltaba poco para que naciera en cuanto hombre y el espíritu del profeta ya había encarnado en Juan que luego fue llamado el Bautista, para anunciar la proximidad del Reino de los Cielos, que sería la presencia del Verbo entre los hombres. 63. Cuando más tarde me transfiguré en el monte Tabor para mostrarme en Espíritu ante algunos de mis discípulos, Elías vino con Moisés a tomar su lugar junto a su Señor, dando a entender en esta forma, que él tendría encomendado en el futuro un tiempo en el cual habría de hacer sentir su presencia entre la humanidad, despertando al espíritu adormecido de los hombres a la vida luminosa y perfecta. 64. Este es el tiempo confiado a Elías para que despierte a la humanidad, él es el precursor que llegará de pueblo en pueblo de nación en nación, de hombre en hombre, para decirles como lo hizo en aquel tiempo Juan en las orillas del Jordán, cuando les hablaba a las multitudes diciéndoles que se prepararan porque el reino de Dios ya estaba cerca. Ahora les dirá con su voz espiritual que penetren en recogimiento, porque la presencia del Señor como Espíritu Santo es con los hombres. 65. Cuando Elías haya preparado a la humanidad, aparejando los caminos del Señor, volverá al Padre. 66. Cuando eso sea, no le pidáis que os deje su manto como se lo dejó a Eliseo, porque se ha manifestado espiritualmente, los tiempos han cambiado y debéis olvidar los símbolos, más él os dejará como un presente de amor y un testimonio de que estuvo entre vosotros, el don de la profecía. 67. Preparaos discípulos, aprended de Mí, para que Yo os envíe entre la humanidad, a predicar mi manifestación como Espíritu Santo, diciéndoles como Juan: “Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado a los hombres”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 32 1. Preparaos, porque quiero que analicéis la esencia de mi Verbo que he venido a derramar entre vosotros en este Tercer Tiempo. 2. Sois todavía los pequeños párvulos, debiendo ser ya los grandes discípulos, porque habéis vivido en varias encarnaciones. Debisteis ser niños sólo en el Primer Tiempo, para convertiros en mancebos en el Segundo y llegar a la madurez en el Tercer Tiempo. 3. Siempre os he contemplado como a pequeños niños, en vuestra infancia espiritual caminasteis inocentes, faltos de desarrollo en vuestras facultades y sentidos, ignorando vuestro principio, después recibisteis mis primeras lecciones y revelaciones. En el Segundo Tiempo debisteis ser ya los mancebos, que en plena juventud espiritual vivieran en forma elevada, mas os encontré agobiados, esclavizados, atados a ritos y tradiciones, y contemplando que no habíais aprovechado mis lecciones, vine a trazaros con mis ejemplos de caridad y amor el camino que os llevará a la tierra prometida, preparándoos para esta etapa de nuevas enseñanzas que prometí venir a daros. Os dije que fueseis fuertes, que luchaseis para no caer en una nueva esclavitud. ¿Y qué es lo que hicisteis con mi Doctrina? ¿Por qué habéis olvidado la promesa que os hice de volver entre vosotros espiritualmente? Estoy en Espíritu como os lo había ofrecido y no me reconocéis, preguntáis por qué os llamo Israel, y me pedís pruebas para crecer. ¿Por qué habéis caído en idolatría y en misticismo, confundiendo las prácticas materiales con el culto espiritual? Os encuentro confundidos por las falsas doctrinas con las que vuestros hermanos os han apartado del sendero de vuestra evolución, os quejáis porque os falta la libertad; contemplo lo que habéis sufrido por el cáliz tan amargo que habéis apurado mas no penséis que Yo os haya castigado, no. Siempre he querido guiar vuestros pasos para que me améis como Padre y sintáis mi divina protección. 4. Han pasado muchos siglos desde el día en que os di mi palabra y mis últimas recomendaciones a través de Jesús, y hoy aparezco ante vosotros como Espíritu Santo cumpliéndoos mi promesa. No he venido a humanizarme, vengo en Espíritu y sólo me contemplarán los que se encuentren preparados. Mientras vosotros creéis en mi palabra y me seguís, otros no aceptan mi manifestación y la niegan. He tenido que darles grandes pruebas y gracias a ellas he ido venciendo su incredulidad. El amor y la paciencia que siempre os he manifestado, os hacen comprender que sólo vuestro Padre puede amaros y enseñaros en esta forma. Yo velo por vosotros y hago ligera vuestra cruz, para que no tropecéis. Os hago sentir mi paz para que caminéis llenos de confianza en Mí. 5. Siempre habéis sufrido porque no habéis tomado en cuenta mis ejemplos de humildad, no habéis mirado cuánto es lo que he descendido para hacerme oír y comprender de vosotros; más Yo os perdono, porque pertenecéis al primer pueblo, al primogénito. Vivid mis ejemplos y haced que la humanidad me ame, que se acerque a Mí, porque los hombres ya no saben buscarme, no sienten mi presencia, no reconocen mis beneficios y atribuyen a la casualidad mis prodigios, no confían en Mí y viven tranquilos en medio de su confusión. Os he dicho que la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad; sabéis que gobierno al Universo con mis leyes de amor y que todos los seres me son obedientes. Sólo el hombre trata de burlar esas leyes sin querer hacer buen uso de su libre albedrío. 6. Descansad de vuestras vicisitudes. Hoy estáis agobiados bajo el peso de vuestros sufrimientos, en vuestro espíritu hay dolor y brota el llanto de vuestros ojos por el arrepentimiento de vuestras faltas. Habéis sido desconocidos por seguir mi causa, más os he dicho, que si os preparáis, podréis vencer y soportar los juicios de vuestros hermanos con la fortaleza que os dará la práctica de la caridad. 7. No en vano os he escogido como instrumentos para esparcir mi palabra, en vosotros deposito mi confianza, os encargo una delicada misión que es la de llevar la redención a vuestros hermanos con vuestros ejemplos. La simiente está en vosotros, es la misma con la que os he hecho vivir desde el principio. Espero buenos frutos de vuestra siembra como resultado de vuestro trabajo y de vuestros desvelos. Haced liviana la cruz que lleváis, cumpliendo con amor la misión que os he encomendado. Terminad vuestra obra, no temáis a la muerte del cuerpo, pensad que vuestro espíritu no morirá jamás, solamente se despojará de la materia que le fue concedida como instrumento para vivir en la Tierra y que, una vez terminada su misión, pagará su tributo a la tierra y vuestro espíritu se libertará para ir en busca de horizontes sin límites empezando para vosotros una nueva vida en la que encontraréis la compensación de vuestro trabajo en este mundo. 8. Desechad costumbres y tradiciones erróneas. Tomad la luz en mi enseñanza para que vuestra duda se disipe y los misterios se aclaren según sea mi voluntad. 9. Os estoy demostrando la vida verdadera del espíritu, para que no viváis bajo injustas amenazas, que no cumpláis con mi Ley sólo por el temor al castigo del que os han hablado, los que no han sabido interpretar mi palabra Tomad mi ley; no es complicada ni difícil de entender. Todo el que la conoce y se rige por ella, no se confunde ni da cabida a palabras o pronósticos falsos, a ideas erróneas ni a malas interpretaciones. Mi ley es sencilla, señala siempre el camino que debéis de seguir, confiad en Mi. Yo soy el camino que os conducirá a la ciudad blanca, la tierra prometida, la cual tiene abiertas sus puertas, esperando vuestra llegada. 10. Me he complacido al entregaros una heredad que no os pertenece solamente a vosotros, sino a toda la humanidad. Habéis recibido tanto, que estáis en el deber de dar a todo el que solicite, parte de ese caudal. Llevad la luz a vuestros hermanos que pagan sus faltas en el cautiverio, consolad a los enfermos, ungidles con vuestro amor como lo hice en el Segundo Tiempo y veréis derramado en ellos el bálsamo de mi caridad. Alentad a los tristes, dadles conformidad y fortaleza. Así practicaréis vuestros dones y os sentiréis confortados. 11. Tenéis cerca al mundo de los espíritus virtuosos que vienen en vuestra ayuda. Pedid con fe y respeto y recibiréis sus beneficios. Llamadlos sin distinción ninguna, porque todos han sido preparados por Mí en igual forma, todos se han hecho dignos de venir en este tiempo en ayuda de la humanidad. Imitad su ejemplo y estad unidos a ellos en el ideal de progreso. He permitido a ese mundo espiritual que os enseñe y en la lucha que se aproxima, serán soldados invencibles y vuestro baluarte. 12. Mi Ley no es reducida, es infinita y podéis cumplirla en muchas formas. No os exijo que hagáis obras perfectas, pero debéis de estudiar y profundizaros en ella para que lleguéis a practicarla. 13. No quiero que después de escuchar mi palabra durante tanto tiempo, consideréis perdidos o mal empleados estos momentos. Si perseveráis, llegaréis a espiritualizaros y entonces seréis como un libro abierto ante vuestros hermanos. Después de 1950 alcanzaréis mayor grado de elevación. Yo seguiré comunicándome con vosotros por inspiración y el pueblo recibirá vuestras palabras como mensajes que Yo le envío. En este tiempo reconoceréis cuán sabia y profunda fue mi enseñanza. 14. Después de 1950, año en que terminará mi comunicación bajo esta forma, grandes pruebas tendrá la humanidad. La naturaleza sufrirá trastornos, todo se conmoverá, habrá desorganización en todos los órdenes. Preparaos y en ese tiempo ayudad a los débiles, porque muchos sucumbirán en esas pruebas. 15.1950, temido por unos y ansiado por otros, está próximo a llegar; muchas sectas y religiones piensan en esa fecha y esperan los acontecimientos que aparecerán en torno de ella, para juzgar mí obra. Otros se preguntarán el porqué del caos mundial y vosotros hablaréis en mi nombre anunciando que después de ese caos la humanidad alcanzará la paz anhelada. 16. Porque Yo no soy insensible a vuestras penas, ellas llegan hasta Mí, y me hacen padecer. 17. ¿Por qué os miráis como extraños, viviendo en el mismo hogar, que es este mundo y distinguiéndoos por razas, clases y creencias? Yo os prometo que borraré las fronteras y acercaré los unos a los otros. Las coronas y lo cetros caerán, el poderlo desaparecerá y la riqueza también, porque ya es tiempo que dejen de existir estas diferencias. Llegará el día en que todos poseeréis por igual la Tierra. Iréis de un polo al otro, sin que nadie os lo impida. Desaparecerá la hipocresía, la mala voluntad, la vanidad, para dar lugar al amor y a la concordia. Y ese lamento que se eleva hasta Mí, por la viudez, la orfandad, la escasez de pan, la ausencia de paz y alegría, se cambiará por un himno de amor y de reconocimiento que brotará de todos mis hijos. 18. Vosotros os sentís tranquilos en vuestra nación. Porque disfrutáis de paz y de bienestar; más os digo que no confiéis demasiado, que no durmáis, que veléis y hagáis méritos, si queréis conservar esa paz. 19. Labriegos, os estoy tocando en las pruebas como en otro tiempo lo hice con el paciente Job, mas no penséis que lo hago con el deseo de haceros sufrir, no, es con el fin de que vuestro espíritu se fortalezca en ese crisol. 20. No tratéis de mostraros limpios ante Mí, si vuestra conciencia os reclama vuestras faltas y pecados, es mejor que os confeséis ante vuestro Padre y dejéis que su palabra, cual rio purificador, os limpie de toda mancha. Entonces os sentiréis dignos de presentaros ante vuestros hermanos para enseñarles la verdad que contiene mi enseñanza. 21. Mi paz es en vuestra nación, velad y orad, para que no perdáis esta gracia por vuestras malas obras. Retened mi paz, atesorad mi sabiduría. ¿No os habéis dado cuenta de cómo os está acechando la guerra, llamando a vuestras puertas y tendiéndoos lazos para haceros caer? Más si sabéis velar no temáis, porque Yo os ayudaré-para que alcancéis el triunfo en vuestra lucha. 22. Yo soy Jehová, el que en todos los tiempos os ha librado de la muerte; Yo soy el Dios único que os ha hablado a través de todos los tiempos. Cristo fue mi Verbo que os habló a través de Jesús, Él os dijo: Quien conoce al hijo conoce al Padreé. Y el Espíritu Santo que hoy os habla también soy Yo porque un solo Espíritu Santo es el que existe, un solo Verbo y ése es el Mío. 23. Escuchad, discípulos: en el Primer Tiempo os di la Ley, en el Segundo os enseñe el amor con el cual deberíais interpretar aquellos mandamientos, y ahora en esta Tercera Era os envío la luz, para que penetréis en el sentido de cuanto os fue revelado. 24. ¿Entonces, por qué os empeñáis en encontrar tres dioses en donde sólo existe un Espíritu Divino, que es el Mío? 25. Yo di la ley a los primeros hombres y sin embargo, a Moisés le anuncié que enviaría al Mesías. Cristo en quien os di mi palabra, os dijo cuando ya su misión estaba concluyendo: “Yo me vuelvo al Padre de donde vine”; también os dijo: “EI Padre y Yo, somos uno solo”. Y luego prometió enviaros al Espíritu de Verdad, el cual vendría a esclarecer según mi voluntad y vuestra evolución, el misterio de mis revelaciones. 26. Más ¿Quién podrá hacer luz en mis arcanos y explicar estos misterios? ¿Quién podrá desatar el libro de mi sabiduría, si no soy Yo? 27. En verdad os digo que el Espíritu Santo, al cual ahora encontráis distinto a Jehová y a Cristo, no es sino la sabiduría que manifiesto a vuestro espíritu para haceros entender, contemplar y sentir la verdad. 28. Hoy os preparo para recibir mi palabra y que ella descienda como el rocío sobre las plantas sedientas, como agua cristalina que apague la sed de vuestro espíritu. Yo os recibo como tiernos niños en mi amor de Padre. 29. Empezáis a dar los primeros pasos en tierra firme, más si os estacionáis y más tarde desoís mis mandatos, no cerréis el camino a vuestros hermanos, a los que vendrán después de vosotros llenos de anhelo de servirme, a los que se han preparado y me están esperando. Si no aprendéis mi lección ¿Que podréis enseñar? Penetrad en mi obra e iluminaos para que podáis comprenderme, Yo soy el alfa y la omega, principio y fin de toda enseñanza. 30. En este tiempo os anuncio las pruebas que han de ser; tres cuartas partes de la tierra desaparecerán, el dolor llamará a todos los hombres y el mundo sufrirá grandes rigores. Más si os preparáis, por uno de vosotros se salvará una comarca. La ciencia que el hombre ha alcanzado, no bastará para curar las enfermedades extrañas que han de aparecer, comprenderéis entonces que tenéis que elevaros más allá de lo terrestre para sanar y remediar los males. Israel librará a la humanidad de grandes calamidades, más cuanto es lo que tenéis que prepararos para cumplir con vuestro destino. Los apóstoles de este tiempo irán de comarca en comarca llevando la "buena nueva" y sus dones serán como una fuente inagotable que desborda sus beneficios en todos los hombres. 31. Con cada prodigio que les conceda levantarán la fe de nuevos apóstoles y su misión será grande. ¡Más hay de ellos si se envanecieran!, porque perderán los dones. 32. Respetad los dones concedidos a vuestros hermanos. Cultivad el árbol que os he confiado, porque todos sois labriegos de una sola campiña. Mi caridad os sigue por doquiera, conozco vuestras obras y pensamientos. Velad y orad, porque la humanidad necesita de vuestra oración para su evolución espiritual. 33. Muchos de vosotros creéis contradictorios vuestros sufrimientos con la ley de amor del Padre porque pensáis: Si soy hijo de Dios, si el Padre universal y todopoderoso me creó ¿Por qué me dejó caer, por qué no me hizo obediente, bueno y perfecto? 34. En verdad os digo, que no habéis meditado en lo que pensáis. Lo que creéis contrario a mis leyes, es precisamente la confirmación de la ley de amor, y para que mejor lo entendáis, escuchad. En la escala divina hay un número infinito de seres, cuya perfección espiritual les permite ocupar diferentes peldaños según el grado de evolución que han alcanzado. Vuestro espíritu fue creado con atributos adecuados para evolucionar por esa escala de perfección y llegar hasta determinado fin en los altos designios del Creador. 35. El destino de esos espíritus no lo sabéis, más Yo os digo que es perfecto como todo lo creado por Mí. 36. Aún no comprendéis los dones que os dio el Padre, mas no temáis porque más tarde os daréis cuenta de ellos, y les veréis manifestarse en plenitud. 37. El número infinito de espíritus que como el vuestro habitan diferentes moradas, se encuentran unidos entre sí por una fuerza superior que es la del amor. Fueron creados para la lucha, para su elevación, no para la inmovilidad. Los que han cumplido con mis mandatos han llegado a ser grandes en el amor divino. Sin embargo os recuerdo, que aun habiendo alcanzado vuestro espíritu grandeza, poder y sabiduría, no llegará a ser omnipotente, ya que sus atributos no son infinitos como lo son en Dios. Sin embargo, ellos os bastarán para llevaros a la cumbre de vuestra perfección por el camino recto que os trazó desde el primer instante, el amor de vuestro Creador. 38. Al crearos os di el don del libre albedrío, para que por vuestra propia voluntad me glorificaseis, con el amor y la caridad que derraméis en vuestros hermanos. 39. Un espíritu sin libre albedrío, no sería digna creación del Ser Supremo. Sería un ser inerte, sin aspiraciones a su perfeccionamiento. 40. Hoy vivís todavía dentro de una vida material debido a la falta de fraternidad, porque en los dominios de lo espiritual todo vive en perfecta armonía. 41. La falta de comprensión con el amor divino provoca el atraso para el espíritu, que sólo puede evitarse volviendo al camino, al arrepentimiento definitivo y a la obediencia. 42. En vuestro mundo actual vuestros hermanos que cultivan la ciencia no os han conducido a la cumbre de vuestra evolución, os han llevado al dolor, al abismo, a la soberbia; más en ningún instante os he abandonado, sois vosotros los que habéis sido lentos para responder a mi llamado de amor. 43. Por haber abusado de la amorosa y justa libertad que os dio vuestro Padre, os tenéis que purificar con dolor y lágrimas, de las manchas que imprimisteis en vuestro espíritu. Sin embargo el que con resignación restituya sus errores, alcanzará su evolución y su ascenso será más rápido que su caída. 44. Por siglos y siglos os he venido dando ejemplos y pruebas de ternura, de amor divino que a veces han logrado conmover vuestro corazón haciéndoos exclamar: “Yo os amo, Señor, Yo os admiro”. Más Yo os pregunto: Si me amáis ¿Por qué no me imitáis, poniendo en práctica mis enseñanzas? ¿Por qué os habéis alejado de la vida espiritual, retrasando con ello vuestra evolución? ¿Cómo os atrevéis a culpar a Dios de vuestras propias caldas, de vuestro dolor y de vuestra imprudencia? 45. Hoy que os llamo no todos me escucháis, sin embargo, Yo os prometo que todos me escucharan y que ninguno de mis hijos se perderá en la eternidad del espíritu. 46. Unos me buscarán respondiendo a mi amor, otros agobiados por el dolor implorarán que mi misericordia detenga su cáliz de amargura. 47. Os estoy ampliando el mensaje que os di a través de Jesús, aún no queréis abandonar las inciertas veredas en las que os habéis extraviado. 48. ¿Acaso queréis culparme de todo lo que no viene de Mí y que ha sido vuestro? Yo os he dicho que sembréis amor, y en vez de ello habéis sembrado odio. ¿Queréis acaso recoger amor? 49. Os he enseñado a vivir en paz una vida sencilla, pura y elevada y vosotros insistís en vivir una constante guerra de odios, materialismo e insanas ambiciones. 50, Pedís a Dios casi siempre sin saber lo que pedís, más vosotros nunca dais a Dios lo que Él os pide para vosotros mismos. 51. Si os habéis envanecido y extraviado tanto en las enseñanzas divinas, ¿Cómo pretendéis que Dios os dé lo que no sabéis pedir o que rija al universo conforme a vuestra idea o voluntad? En verdad os digo que el universo no existiría un segundo si os dejara gobernarlo bajo vuestros caprichos humanos. 52. Os he dado una gota más de la esencia divina, más os daré eh lecciones venideras. Pero no toméis mi enseñanza sin analizadla, ella os llenará de luz para que interpretéis mejor mis revelaciones. 53. Toma la esencia de la enseñanza, e interpretadla como os dicte vuestra conciencia y vuestro corazón. 54. La espiritualizad no se encuentra en textos de religiones o ciencias; se encuentra en vuestro espíritu que estaría dignamente ocupado si cumplieras Siempre con el precepto que os dice Amaos los unos a los otros”. 55. No forméis nuevas filosofías, ni teorías derivadas de esta doctrina, no levantéis templos materiales, ni hagáis alegorías o símbolos. Yo os daré todas las revelaciones que os correspondan en estos tiempos. 56. En verdad os digo que no sois los únicos que poseeréis la verdad, los ministros de las distintas religiones, los científicos, creyentes e increyentes todos son en su origen criaturas espirituales de Dios, a quienes colmaré de gracia durante su jornada. 57. Invitad humildemente a vuestros hermanos a que estudien mi doctrina de amor, de caridad y elevación espiritual. No olvidéis que ninguna de vuestras obras será perfecta si no descansa sobre el amor hacia todo lo que veis y aun hacia lo que sólo presentís en los instantes de vuestra meditación. 58. Hay muchas vidas en lo invisible, presentidlas, bendecidlas y amadlas. 59. No forméis idolatrías, fanatismo, ni jerarquías materiales. No hay más grandeza que la luz que engalana al espíritu que por su virtud ha alcanzado la perfección. 60. Quien ama más, es más grande que aquél que se dice serlo por su cargo o su vanidad. 61. Recordad a Jesús. 62. Vuestro entendimiento es más claro en estos tiempos y mi palabra también se hace más comprensible. 63. Mi templo es vuestro corazón, su luz es mi amor. La mayor ofrenda que en él podréis depositar, es la paz de vuestro espíritu, si vivís haciendo el bien, bendiciendo y amando a vuestros hermanos. 64. ¿De qué os servirían cánticos, oraciones y ritos, si en vuestro interior sólo ocultaseis bajas pasiones? Tengo sed de vuestro amor, no del incienso. Menos lágrimas y más luz, es lo que deseo que haya en vuestra existencia. 65. De todo tendréis que responder y conforme sean vuestras malas obras, más enérgicos juicios recibiréis de vosotros mismos; porque Yo no os juzgo, eso es falso, es vuestro propio espíritu en su estado de lucidez vuestro tremendo acusador y terrible juez. Yo soy el que os defiende contra la turbación, el que os absuelve y salva porque soy el amor que purifica y perdona. 66. Nuevas enseñanzas os daré para que entendáis esta lección que es una página más que os doy para que forméis el “Libro de la Vida Verdadera”. 67. Cumplid con mi ley y por vuestros ejemplos de humildad, de caridad y amor, estas pequeñas multitudes se multiplicarán y serán tan numerosas, como las estrellas del firmamento y como las arenas del mar. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 33 1. Una vez más el Maestro abre el libro de su enseñanza para explicaros sílaba por sílaba su doctrina de amor. Si como Padre queréis escucharme, os digo: He aquí la mesa preparada para que os sentéis a saborear los manjares que con tanto amor os tengo reservados. 2. Vengo en espíritu a manifestarme entre mis discípulos. Vosotros llamáis a este tiempo el de la luz y es que todo espíritu y toda materia han sentido mi presencia espiritual. 3. Yo soy la luz y el camino y no todos os dais cuenta de la finalidad de mi manifestación entre vosotros; en vez de regocijaros con mi divina enseñanza y mis revelaciones, creyendo que sólo he venido a remediar vuestras necesidades y aflicciones materiales, permanecéis sordos a mis inspiraciones y os concretáis a pedir pan, trabajo, dinero o salud, sin comprender que todo beneficio material os lo concedo por añadidura. 4. Algunos venís con el corazón lleno de gratitud y regocijo porque habéis recibido alguna caridad que para vuestra vida terrenal solicitabais y Yo os bendigo: pero en verdad os digo que son mayores los dones espirituales que existen en vuestro ser, los cuales ante el estímulo de mi enseñanza, comienzan a daros sus primeros frutos, y de ello aún no me habéis dado las gracias. 5. Abrid vuestro corazón para que sintáis dentro de él todo cuanto os estoy concediendo. He aquí por qué muchas veces os he dicho que estando Yo entre vosotros no me habéis sentido. 6. ¿He de volver a hacer las obras que llamáis milagros como en el Segundo Tiempo, para ser creído? ¿Tendré que dar vista al ciego, movimiento al paralítico y la vida a Lázaro, para despertar vuestra fe? En verdad os digo: que en este tiempo, muchos ciegos han visto la luz, muchos tullidos han caminado y muchos muertos se han levantado a la vida de la gracia. 7. Dos caminos se presentan de nuevo ante vuestra vista, los mismos que conocéis desde el principio de vuestra peregrinación. Ancho y florido el uno, el otro estrecho y sembrado de espinas; vosotros queréis transitar por el camino estrecho, que es el de la virtud sin abandonar el otro y esto no es posible. 8. De cierto os digo que no conocéis mi sendero y que a pesar de sus innumerables pruebas, en él está la paz, al contrario del camino anchuroso que brinda placeres dejándoos sólo dolor y hastío en el corazón. 9. Quiero que vuestro espíritu viva eternamente en mi paz, por eso me manifiesto ante él para doctrinarle en esta forma. No olvidéis que en este tiempo habéis vuelto a pactar con vuestro Padre ante el arca de la nueva alianza. 10. Es mi voluntad que en los tiempos de dolor que se acercan, permanezcáis firmes y os levantéis a dar mi enseñanza a vuestros semejantes. Cuando extendáis entre la humanidad mi palabra y vuestro testimonio, no os desaniméis ante la duda de vuestros hermanos. ¿Por ventura todos creísteis cuando por primera vez me escuchasteis? Ahora que poseéis ese cuerpo o envoltura aprovechadle para cumplir vuestra misión ante la humanidad. ¡Cuántos de los que habitan en el espacio espiritual quisieran poseer una materia a la que consideran como una joya! 11. A vuestro espíritu le digo: Dejaos guiar por la conciencia y a vuestra materia: Dejaos conducir por el espíritu y entonces mi paz será con vosotros. Si así lo hacéis vuestro espíritu estará velando como las vírgenes de la parábola, con su lámpara encendida esperando la llegada del esposo. Bienaventurados los que vivan velando, porque estarán atentos para recibirme y cuando llegue para ellos la última hora y llamen a la puerta del valle espiritual, Yo les abriré. 12. Si trabajáis celosamente, mañana estaréis Conmigo. Preparaos con estas enseñanzas para que os levantéis imitando a mis discípulos del Segundo Tiempo y llevéis la luz a vuestros hermanos impartiendo el consuelo a los atribulados. Despertad de vuestro letargo, porque si vosotros que tenéis la ley, no comprendieseis mi palabra, ni dieseis testimonio de Mí, llegarán las pruebas, seréis interrogados, y sino habéis asimilado mi enseñanza, ¿Qué responderéis? Entonces seréis juzgados y sentiréis temor y arrepentimiento recordando que el Maestro os habló amorosa e incansablemente. Más si estudiáis y meditáis mi palabra, estaréis preparados para cuando tengáis que hablar de esta revelación y los que os comprendan dirán: En verdad el Divino Maestro estuvo con vosotros. Si a pesar de vuestro comportamiento fueseis desconocidos por vuestros hermanos, no teméis, que Yo reconoceré vuestra labor, y después de que venzáis en las grandes pruebas, os daré el supremo goce de la paz. 13. En el futuro muchos os consagraréis a impartir esta enseñanza entre la humanidad y veréis fructificar vuestra labor y multiplicarse la simiente divina. 14. Estoy llamando a todos los caminantes para que oigan mi voz que les invita a la elevación y a poseer la vida eterna. En este día en que el Verbo Divino se hace oír, aprovechad su palabra e iluminaos con ella porque en el saber está la luz y vuestra salvación. 15. Si mi ley os enseña la moral, la rectitud y el orden en todos los actos de vuestra vida, ¿Por qué buscáis caminos adversos labrándoos con ello el dolor, y cuando partís al más allá dejando vuestro cuerpo en la Tierra, lloráis, porque habéis amado mucho esa envoltura? Al sentir que ya no os pertenece la materia y que tenéis que seguir el camino hasta llegar a Mí, os he dicho: Hijo mío, ¿Qué me hacéis presente? ¿Habéis vivido en la Tierra cumpliendo mis mandatos? Y vosotros avergonzados y cabizbajos, porque no lleváis un presente de amor para quien tanto os ama y tanto os ha concedido, habéis formado cadenas que abruman a vuestro espíritu, y éste, habiendo perdido la gracia, aparece sin luz, llora y se lamenta, sólo oye la voz del Padre que le llama, mas como no ha evolucionado ni se siente digno de llegar a Él, se detiene y espera, pasan los tiempos y el espíritu vuelve a escuchar la voz, y en medio de su pena pregunta quién le habla y esa voz le dice: Despertad, ¿No sabéis de dónde habéis venido, ni a dónde vais? Entonces eleva sus ojos, ve una inmensa luz, ante cuyo esplendor se contempla mezquino, reconoce que antes de haber sido enviado a la Tierra ya existió, ya era amado por el Padre que es de quien provenía la voz y que ahora al verle en doloroso trance, sufre por él, conoce que ha sido enviado a distintas moradas para recorrer el camino de lucha y alcanzar por sus méritos su galardón, y el hijo pregunta: Si antes de ser enviado a la Tierra he sido vuestra criatura muy amada, ¿Por qué no he permanecido en la virtud y he tenido que descender, que sufrir y trabajar para volver a vos? La voz le ha contestado: Todos los espíritus han sido sometidos a la ley de evolución y en ese camino mi Espíritu de Padre los protege siempre, y se complace en las buenas obras del hijo. Ciertamente os he enviado a la Tierra para que hagáis de ella una mansión de lucha, de perfeccionamiento espiritual, no un valle de guerra y dolor. Os he dicho que os multipliquéis, que no seáis estériles, y cuando volvéis al valle espiritual no traéis cosecha alguna, sólo lloráis y venís sin gracia con que Yo os he revestido; por eso os envió una vez más y os digo: limpiaos, buscad lo que habéis perdido y labrad vuestra elevación. El espíritu vuelve a la Tierra, busca un pequeño y tierno cuerpo humano para descansar en él y dar principio a la nueva jornada; encuentra el pequeño niño que le es señalado y lo toma para restituir sus faltas a mi ley. Con conocimiento de causa viene el espíritu a la Tierra, sabe que es aliento del Padre y conoce el encargo que de Él trae. 16. En los primeros años es inocente y conserva su pureza, permanece en contacto con la vida espiritual, después empieza a conocer el pecado, mira de cerca el orgullo, la soberbia y la rebeldía de los hombres ante las leyes justas del Padre, y la carne reacia por naturaleza, empieza a contaminarse con el mal. Caído en tentación, olvida la misión que trajo a la Tierra y se levanta haciendo obras adversas a la ley. Espíritu y materia toman los frutos prohibidos, y cuando han caído en el abismo les sorprende la última hora. Vuelve el espíritu a encontrarse en el espacio, cansado y doblegado por el peso de sus culpas. Entonces recuerda la voz que en otro tiempo le habló, que aún le llama, y después de llorar mucho, sintiéndose perdido sin saber quién es, recuerda que ha estado ya en aquel sitio, y el Padre que lo ha creado con tanto amor, aparece en su camino diciéndole: ¿Quién sois, de dónde venís y a dónde vais? El hijo reconoce en aquella voz la palabra de quien le ha dado el ser, la inteligencia y los dones, al Padre que siempre perdona, lo purifica, le aparta de las tinieblas y le conduce a la luz, éste se estremece porque sabe que está ante el Juez y habla diciendo: “Padre, mi desobediencia y mis deudas contigo son muy grandes y no puedo aspirar a vivir en tu morada porque no tengo méritos, hoy que he retornado al valle espiritual veo que sólo he acumulado faltas, las que debo restituir”. Mas el Padre cariñoso le señala una vez más el camino y vuelve a encarnar, a formar parte de la humanidad y entonces el espíritu ya experimentado, con mayor fuerza, doblega la envoltura para sobreponerse y obedecer los dictados divinos, se entabla la lucha, combate con los pecados que hacen caer al hombre y quiere aprovechar la oportunidad que le ha sido concedida para su salvación; lucha de principio a fin y cuando las canas brillan en su sien y su cuerpo, antes robusto y fuerte, va doblegándose por el peso de los años y perdiendo energías, el espíritu se siente fuerte, más desarrollado y experimentado; ¡Qué grande y repugnante le parece el pecado! se aleja de él y llega al final; ya sólo espera el momento en que el Padre lo llame, porque ha llegado a la conclusión de que la ley divina es justa y la voluntad de Dios es perfecta. Que ese Padre vive para dar vida y salvación a sus hijos, y cuando llegó el día postrero, palpó en su carne la muerte y no sintió dolor, se apartó callada y respetuosamente, contemplase en espíritu, y como si tuviese delante de el un espejo, se miró hermoso y radiante de luz. Entonces la voz le habló y le dijo: Hijo ¿A dónde vais? Y él que sabía quién era, acercase al Padre, dejó que su luz invadiera su ser y habló así: ¡Oh Creador, oh amor Universal, vengo a vos para descansar y entregaros el cumplimiento! La cuenta estaba saldada y el espíritu se encontraba sano, limpio y sin cadenas de pecados, y vio delante de él el galardón que le esperaba. Sintió después que se fundía en la luz de aquel Padre, que su gozo era mayor y contempló una mansión de paz, una tierra santa y un silencio profundo y quedó descansando en el seno de Abraham. 17. Os hablo de las maravillas que encierra la vida espiritual y os presento mi enseñanza. ¿Queréis cumplir en la Tierra para llegar a Mí, oh pueblo de Israel, oh humanidad, hija mía? Por méritos penetraréis en el Reino Celestial, y con la práctica de las virtudes alcanzaréis la paz en la Tierra. 18. Habéis encarnado tiempo tras tiempo y en cada reencarnación habéis hecho más grande vuestra deuda y restitución. No me culpéis de vuestros sufrimientos porque Yo no os castigo, vosotros sois los que dictáis vuestra sentencia. 19. Aquí tenéis el último tiempo para reparar vuestras faltas. 20. He retornado entre vosotros en virtud de la promesa que os hice, he hecho pacto con vosotros desde los primeros tiempos y os guiaré hasta el fin. Porque sois el pueblo que se ha preparado para sentarse a mi mesa. Yo soy el manjar y el fruto, el pan y el vino. 21. Incansablemente venís a escucharme para calmar vuestra hambre y sed de justicia, como en el Segundo Tiempo en que también me siguieron los hombres hambrientos de amor. Entregué mi palabra en los valles, en las montañas, en los mares, y en el desierto me siguieron las multitudes; su fe no conoció el cansancio, su firmeza era inquebrantable, entonces mi piedad se extendía sobre aquellos hombres y los envolvía en la esencia de mi palabra. Las madres llevaban en brazos a sus hijos; los hombres abandonaban sus tareas para escucharme; los ancianos apoyados en su báculo seguían a la multitud. 22. Fue en una de esas ocasiones, cuando el Maestro realizó el milagro de los panes y de los peces, como una demostración de que cualquier pan alcanzará cuando sea repartido con amor y sin distinciones, porque la conformidad y la fraternidad serán también un sustento. 23. Los mismos discípulos habían dudado de que tan escasas provisiones alcanzaran a alimentar multitud tan grande, más cuando vieron realizado el milagro, avergonzados se dijeron para sí: “En verdad, éste es el Mesías”. 24. Aquí me tenéis nuevamente en el Tercer Tiempo, vengo a entregaros el pan de la vida eterna del cual comerá la humanidad. 25. Vengo a daros esta palabra por medio del entendimiento humano para comunicarme en esta forma, tuve que esperar la evolución espiritual y mental del hombre para servirme de él en este tiempo. Mi voluntad se ha cumplido y este misterio se convertirá en claridad, para todos aquellos que no aciertan por ahora a comprenderlo. 26. No temáis a los juicios y mofas de las sectas y religiones; ellas son las que teniendo en sus manos los libros de las profecías no las han interpretado y por ello no me han sabido esperar. En cambio, vosotros que no conocías las profecías que hablaban de mi retorno como Espíritu Santo, me estabais esperando. Ya ha llegado el Tercer Tiempo y la humanidad no ha sabido interpretar el evangelio. 27. Cuantos pueblos van como ovejas sin pastor, más Yo estoy con vosotros y para hacerme reconocer, me he manifestado en la pobreza y en la humildad como en el Segundo Tiempo. Si la humanidad quiere identificarme a través de los que me siguen, podrá lograrlo; los enfermos, los tristes, los humillados, los cansados, los hambrientos y sedientos de justicia, los muertos a la fe, son los que vienen en pos de Mí. 28. A nadie extrañe el que no haya aparecido en este tiempo en el seno de alguna iglesia, tampoco en el Segundo Tiempo surgí de alguna religión. 29. No me encontraré donde exista vanidad, materialismo e idolatría; quiero manifestarme en el seno de la más grande sencillez y humildad, donde no existan ritos que os hagan olvidar la esencia de mi Ley; por eso no os extrañe verme rodeado de menesterosos, de rudos y pecadores, porque he puesto en ellos mi caridad transformándolos en seres útiles, donándolos para que conviertan a muchos, y por ellos que sois vosotros, he dado pruebas manifiestas de mi poder. Más si a pesar de ello aún dudáis, no temáis "Que nadie es profeta en su tierras. Mañana vendrán los extranjeros y os creerán, o iréis a tierras desconocidas y os recibirán, porque no todos dudan de vosotros; también hay quienes os siguen y se apoyan en vuestro amor y caridad, sirviéndoos de aliciente y estímulo en la difícil pendiente del camino. ¿Qué será de aquellos que os siguen y encuentran fuerza en vosotros, si llegaseis a flaquear? Cuando os sintáis débiles, buscadme y os fortaleceré. Si llegáis a encontrar el dolor, no penséis que os he castigado, sacad de aquella prueba el provecho que encierra para vuestra evolución. 30. Con sólo quererlo ya seréis limpios ¿Que mérito tendría que Yo fuera quien os purificara? Que cada quien restituya sus faltas a mi Ley, eso sí tiene mérito, porque entonces sabréis evitar en lo futuro las caídas y errores, porque el dolor os lo recordará. 31. Si entre la falta cometida y sus naturales consecuencias se interpusiese un arrepentimiento sincero, el dolor no os llegará, porque entonces ya seréis fuertes para soportar con resignación la prueba. El mundo apura un cáliz muy amargo y Yo nunca le he castigado, más después de su dolor vendrá a Mí, que le estoy llamando, para entonces, los que fueron ingratos sabrán dar gracias al que sólo bienes ha derramado en su existencia. 32. Hasta ahora no ha sido el amor humano el que se imponga en el mundo; ha sido, como lo fuera desde el principio de la humanidad, la fuerza la que impera y vence. El que ha amado ha sucumbido víctima de la maldad. 33. EI mal ha extendido su reino y se ha hecho fuerte en la Tierra, y es precisamente en este tiempo cuando vengo a oponer mis armas a esas fuerzas, para que el reino del amor y de la justicia se establezca entre los hombres; antes combatiré, porque para daros la paz de mi Espíritu, es menester que haga la guerra y destruya todo mal. 34. EI día de justicia ya es entre vosotros, vivos y muertos escucháis en este tiempo la voz de la conciencia. 35. Este mundo no es la mansión eterna para vuestro espíritu, si así fuese, no veríais morir vuestro cuerpo que tanto amáis, no verías extinguirse la vida de vuestros padres, de aquéllos que os dieron el ser. Todo es perecedero, nada es estable en este mundo, si aquí todo fuese bienandanza y placeres, jamás os acordaríais de vuestro espíritu, no pensaríais en los demás, ni me recordaríais. 36. Muy largo ha sido el camino de dolor que ha recorrido vuestro espíritu y no quiero que encontréis dolores más grandes de los que ya habéis conocido; retornad a Mí en busca de la paz, buscad vuestra perfección y os convertiré en maestros que enseñen y rescaten a los perdidos en las tinieblas de la ignorancia. 37. Hombres que habéis llorado ante mis palabras de perdón, ¿Por qué, mostrándome vuestra diestra manchada con la sangre de vuestro hermano, la justicia aún no ha llegado a vosotros? No temáis, que vuestro arrepentimiento verdadero será como un manto que os defienda y mi perdón como agua cristalina os fortalezca en vuestra restitución. Mas, ¡Ay del que haya matado y no haya saldado su cuenta! ¡Ay del que haya hurtado, causado deshonra, o no haya cumplido para con sus padres! porque entonces la vida y el dolor, como un sabio juez les juzgará, y como un maestro les enseñará. 38. Hoy habéis llegado hasta Mí venciendo todos los obstáculos y ansiosos de escuchar de nuevo mi palabra, porque tenéis el anhelo de convertiros en mis discípulos, y por eso venís a escuchar y a estudiar mi lección divina. 39. Sabéis que para regeneraros y encontrar fuerzas para vencer vuestras pasiones, no hay nada mejor que mi palabra que ilumina vuestro espíritu y despierta en vosotros el verdadero amor por vuestra limpidez espiritual. 40. Este es el tiempo en que mi palabra es vertida con mayor extensión para que no ignoréis lo que os revelo, más si a veces os hablo en sentido figurado, es para que grabéis mejor mis lecciones. 41. Soy la barquilla salvadora que se ha presentado al alcance del náufrago próximo a perecer; quienes han sido puestos a salvo en la orilla donde está la paz, sienten después en su interior, el deber de hacer lo mismo con sus semejantes cuando están en peligro de perderse. 42. Las naves se han agotado y son muchos los náufragos que piden ayuda. Ved a la humanidad perdiéndose en los vicios, en la perversidad y en el crimen; ved a los hombres consagrados a una vida de materialismo y egoísmo; las mujeres se han familiarizado con el pecado que reina en todas partes, pierden su virtud y su delicadeza, el hogar que es el templo del hombre, es profanado porque de él desaparece la luz, el calor y la paz. 43. Vengo a este planeta y en él busco al espíritu del hombre que es el templo de Dios, y enciendo en él la fe hablándole de un mundo nuevo, de un mundo de paz, al cual puede llegar con la regeneración y la fraternidad. Unos sienten latir con fuerza su corazón y hacen suyo el ideal divino; otros se quejan de obstáculos y dificultades como pretextos para no seguirme. A éstos les falta la fe y no han comprendido que quien se aparta de su destino, una y otra vez tendrá que llegar al mismo punto hasta que haya recorrido todo el camino. 44. No os digo que os apartéis de vuestros deberes materiales ni de los sanos goces del corazón y de los sentidos; sólo os pido que renunciéis a lo que envenena a vuestro espíritu y os enferma el cuerpo. 45. Quien vive dentro de la ley, está cumpliendo con lo que le dicta su conciencia. El que huye de las satisfacciones lícitas para sumergirse en los placeres prohibidos, aun en los instantes de mayor placer se pregunta por qué no es feliz ni encuentra paz. Porque de goce en goce va descendiendo hasta perderse en el abismo, sin encontrar la verdadera satisfacción para su corazón y su espíritu. 46. Hay quienes necesitan sucumbir apurando hasta la última gota del cáliz donde buscaron el placer sin encontrarlo, para que puedan escuchar la voz de Aquél que eternamente les está invitando al festín de la vida eterna. 47. Yo recibo la ofrenda de mis discípulos. Elías os ha preparado y ha intercedido ante Mí, para que vosotros seáis dignos de escuchar mi palabra y sepáis aprovechar su esencia. Mi promesa es que todo el que me busque en su tribulación, será consolado. 48. Es la era del Espíritu Santo en la que estoy comunicándome con el hombre. De los que me han oído, unos empiezan a reconocerme y otros ya me aman. Cuando este tiempo de mi comunicación haya pasado, la humanidad sabrá quién ha venido, reconocerá a Elías como precursor lleno de gracia y potestad, y al Maestro que ha descendido por amor al género humano. 49. Discípulos amados, imitadme para que lleguéis pronto al final de vuestra restitución, donde Elías el pastor que os ha guiado a través de los tiempos, os presentará ante Mí. 50. No quiero que los espíritus al desprenderse de esta tierra se sientan solitarios o perdidos en la inmensidad del valle espiritual que a todos espera; por esto Elías os habla os prepara para ese paso transitorio, y vosotros debéis dar a conocer a vuestros hermanos a ese espíritu que es pastor e intermediario entre el hombre y su Creador. 51. Estáis contemplando una etapa de rigor y de justicia, todos recogéis ahora el fruto de vuestra labranza; este tiempo tenía que llegar, escrito estaba, Yo os previne que oraseis e hicieseis penitencia, y os he encontrado dormidos, sin recordar mis palabras. Mas Yo velo por vosotros y he venido una vez más a traeros mi enseñanza que os muestra muy amplios horizontes; si sabéis comprenderla seréis fuertes y de gran voluntad. Y cuando esta luz haya penetrado en vuestro espíritu, id hacia los demás y ayudadlos a salir de su letargo, tened caridad de los que pecan por ignorancia y señaladles el camino que les conduzca a su salvación. 52. Los que ayer eran párvulos los estoy convirtiendo en discípulos, y a los discípulos los acerco más a Mí. A todos os he colocado en una sola escala y he participado de vuestras tribulaciones. El dolor de la humanidad llega a Mí, Elías lucha por la unificación de espíritu en los hombres. La nueva Torre de Babel ha crecido en soberbia y división, mas frente a ella Yo levanto la Torre de Israel con bases de humildad y de amor. La lucha será grande, pero al fin, la virtud abatirá al pecado y la paz se restablecerá. Entonces los que habían sido débiles serán fuertes; los ciegos abrirán sus ojos y será el verdadero despertar del espíritu para penetrar en una vida de evolución. 53. EI oro y el poder que tanto ambiciona el hombre, no le darán la paz a su espíritu, ni consuelo en su lecho de enfermo, solo endurecerán su corazón. Cuántas veces he presentado ante los ojos de los acaudalados, cuadros de dolor para probar sus sentimientos y han sido indiferentes a la orfandad, a la miseria y al dolor de sus semejantes, sin comprender que sólo los he hecho depositarios de bienes materiales para que los repartan con justicia y caridad. 54. Hay muchos seres que esperan una mano piadosa que les cure, una palabra de consuelo o un ejemplo que les redima. El espíritu padece hambre de amor, de sinceridad y de justicia, y vos, Israel, podéis dar, porque Yo os he entregado un caudal de bienes espirituales que debéis esparcir. 55. No todos los tiempos serán de paz para vosotros, por eso, hoy que aún tenéis libertad, debéis trabajar con afán y preparar con la oración a vuestros hermanos de otras naciones, ya sabéis que para el espíritu no hay distancias y así, el día en que mi doctrina sea llevada por mis mensajeros, éstos no tropiecen, sino que encuentren amigos, hermanos que comprendan su misión y les den apoyo y calor. 56. Aquél a quien le sea encomendado este mensaje, y viva en comunión Conmigo, le inspiraré obras perfectas y manifestaré mi Espíritu en sus palabras. 57. Muchos de vosotros, habéis sentido el desprecio de la humanidad por seguir al Maestro, otros habéis sido rechazados en el hogar de vuestros padres y otros habéis sido repudiados por vuestra esposa o esposo, mas pensad que Yo todo lo contemplo y que vuestro sacrificio lo compensaré con creces. 58. No miréis enemigos sino hermanos en todos los que os rodean. No pidáis castigo para que deis ejemplo de perdón y no haya remordimiento en vuestro espíritu. Cerrad vuestros labios y dejad que Yo juzgue vuestra causa. 59. Sanad a los enfermos, volved la razón a los extraviados, apartad a los espíritus que nublan la inteligencia y haced que ambos recobren la luz que han perdido. 60. Orad por las naciones, que Yo velaré por vosotros. Llevad mi palabra a todos los corazones, después dadme gracias por los beneficios que hayáis recibido, porque habréis reconocido que la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad. 61. De cierto os digo que los que más se han alejado de Mí, se dan cuenta de que es tiempo de justicia, porque tienen presentimientos e inquietudes. 62. Mi voz como una trompeta, está llamando y despertando a los espíritus, más si la humanidad se hubiese preocupado por estudiar y analizar las profecías del Primero y Segundo Tiempos, nada de cuanto ahora acontece le sorprendería, ni le confundiría, porque ya todo estaba pronosticado. 63. Mi palabra de ayer se cumple hoy, porque antes dejaría de alumbrar el astro rey, que ella dejare de cumplirse. 64. Soportar la amargura que os ocasiona la guerra de los pueblos, no claméis justicia sobre ellos, que bastante amargo es ya su cáliz. Sed misericordiosos en vuestros juicios, pensamientos y oraciones. 65. Quienes aún disfruten de alguna paz, tienen el deber de orar para ayudar espiritualmente a los que sufren los rigores y calamidades de la guerra. 66. Si en vez, de piedad, sentís cólera o desprecio hacia quienes causan tantos sufrimientos a la humanidad, en verdad os digo que os despojáis de toda elevación espiritual y de toda comprensión. 67. Dejad que mi voz encuentre eco en vuestro corazón; llevad a la práctica mi palabra, esa será la forma de que mi doctrina tome fuerza en la Tierra, ella es la luz que se enfrentará a las ideas que han surgido de una humanidad enferma y decadente. 68. Toda la justicia, la grandeza y la luz que pueda ambicionar la humanidad para la evolución de su espíritu, podrá encontrarla en mi doctrina; mas para que el hombre se detenga a analizar mi enseñanza y se interese por su contenido, antes tendrá que contemplar el principio de la fructificación de ella, en la regeneración y virtudes de mis discípulos. 69. Grandes misterios prometo revelaros cuando viváis en paz, porque entonces podrá brillar mi luz en vuestro ser. 70. Todos quisierais ser de los que testifiquen mi verdad y ser en el camino de la humanidad como un faro para el navegante o una estrella para el peregrino. 71. Hoy me tenéis entre vosotros por medio de esta comunicación, aprovechad mi estancia, y de párvulos convertíos en discípulos, para que dignamente podáis predicar con mi palabra cuando Yo haya cesado de hablar. 72. Estudiad, velad y orad, sembrad el amor y la caridad entre vuestros hermanos, para que Yo diga a la humanidad a través de vuestras obras, “Amaos los unos a los otros”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 34 1. Pueblo amado, no esperéis tiempos mejores para revelar este mensaje a la humanidad, porque no vendrá otro tiempo más apropiado que este. 2. Abrid vuestros ojos a la realidad y no soñéis más con las vanidades del mundo; comprended que vuestra misión es la de dar a conocer mi doctrina por todos los caminos de la Tierra. 3. Aquí entre las multitudes, descubro a los futuros emisarios, a los nuevos apóstoles, a los labriegos que deberán ser incansables en el cumplimiento de su misión. 4. Unos irán por el oriente, a otros les enviaré por el occidente y la diferencia de lenguas no será obstáculo para la difusión de mi palabra. 5. La espada de luz, de amor y de justicia que existe en mi doctrina, abrirá caminos, destruirá murallas de ignorancia y borrará fronteras. Todo quedará preparado para la unificación de los pueblos. 6. Al principio de la lucha unos aceptarán con regocijo la doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, en cambio otros, viendo en ella una amenaza para el poder terrenal y para sus erróneas interpretaciones, las rechazarán y os perseguirán, más de cierto os digo, que será como si ellos, con la palma de su mano, quisiesen impedir que el sol diese su luz. 7. Debo advertiros, que el que rechazare esta palabra me habrá rechazado a Mí, y el que la aceptare me habrá aceptado a Mí, porque en su esencia me he manifestado en este tiempo a los hombres, en ella está presente mi Espíritu, por eso os digo que quien recibiere mi palabra, ése reconocerá mi voz, me abrirá las puertas de su corazón y me tendrá dentro de sí. 8. Una hermosa oportunidad de restituir y saldar vuestras deudas os ha ofrecido mi justicia; no desaprovechéis ni uno solo de los días de vida que os he confiado. 9. Sois el hijo pródigo que retornó arrepentido a la casa paterna, y os he recibido con amor para haceros recuperar vuestra heredad. 10. Sé quiénes son entre los que llegan llorando ante mi presencia, los verdaderos arrepentidos, los que lloran sus culpas con lágrimas de remordimiento sincero y me piden una oportunidad para restituir, lloran por haber ofendido a su Padre, no lloran por ellos. En cambio, hay otros que aparentemente sienten pesar de haberme ofendido y lloran, prometen y hasta juran no volver a pecar, pero al mismo tiempo que prometen, me están pidiendo nuevos bienes terrenales. Esos son los que pronto han de alejarse de la casa paterna. 11. Si logran recibir de Mi lo que buscaban, irán a derrocharlo, si no lo consiguieron blasfemarán en contra mía. Creen que en la humildad de este camino sólo hay espinas, y no saben que el que han elegido, es el más incierto, el más accidentado y azaroso. Piensan que entregados completamente a los placeres del mundo, podrán aumentar sus caudales y con ello disminuir sus necesidades, sin darse cuenta que por rechazar el dulce peso de una cruz espiritual, han echado sobre sus hombros un enorme fardo material, bajo cuyo peso terminarán agobiados. 12. Cuán pocos son los que aspiran a vivir en el paraíso de la paz, de la luz y de la armonía, cumpliendo con amor las leyes divinas. 13. Muy larga es la senda por la que ha transitado la humanidad y aún prefiere comer los frutos prohibidos que sólo acumulan penas y desengaños en su vida. Frutos prohibidos son aquellos que siendo buenos por haberlos creado Dios, pueden transformarse en nocivos al hombre si éste no se ha preparado debidamente o los toma con exceso. 14. EI hombre y la mujer toman sin preparación el fruto de la vida y desconocen su responsabilidad ante el Creador, al traer nuevos seres a encarnar en la Tierra. 15. EI hombre científico con mano profana corta un fruto del árbol de la ciencia sin escuchar antes la voz de su conciencia, en la que le habla mi ley para decirle que todos los frutos del árbol de la sabiduría son buenos, y que por lo tanto, quien los tome deberá hacerlo inspirando únicamente en el bien a sus semejantes. 16. Estos dos ejemplos que os he explicado os enseñan por que la humanidad no conoce el amor, ni la paz de ese Paraíso interior que el hombre por medio de su obediencia a la ley debiera llevar por siempre en su corazón. 17. Para ayudaros a encontrarlo, he venido a doctrinar a los pecadores, a los desobedientes, ingratos y soberbios, para haceros comprender que estáis donados (creados) con espíritu, que tenéis conciencia, que podéis razonar y valorizar perfectamente lo que es bueno y lo que es malo, y a mostraros el sendero que os conducirá al paraíso de paz, de sabiduría, de amor infinito, de inmortalidad, gloria y eternidad. 18. Os hablo a vosotros que habéis pecado, porque los justos viven ya en el paraíso espiritual y los demás seres que carecen de espíritu y por lo tanto de conciencia, se recrean en su paraíso, que es la naturaleza, donde viven en perfecta obediencia y armonía con toda la creación. 19. Hoy he venido a iluminar el sendero por donde deberéis evolucionar y a cuyo final me encontraréis. No vengo a obligaros, mas sí os prevengo que si desoís este llamado, no tardaréis en venir por vuestra propia voluntad buscando el camino de salvación, pero entonces vendréis huyendo de los horrores de vuestra inhumanidad, de vuestra audacia y de vuestro orgullo. 20. No llego a vosotros con rigor, sois vosotros los que dais el merecido castigo a vuestras faltas. 21. Pueblo: en vuestro corazón dejo la esencia de mi palabra, para que os alimentáis espiritualmente, porque vuestro corazón es como una flor y su perfume es la esencia de amor que en él he depositado. No dejéis que esta flor se marchite, porque pronto perderla su aroma. Delicadas son las flores de vuestros huertos, pero más delicado es vuestro corazón y aún más, su esencia divina. 22. Después de 1950 no recibiréis ya mi palabra a través de estos entendimientos a quienes habéis llamado portavoces o intérpretes. Unos partirán de esta Tierra hacia el valle espiritual, otros se quedarán para recibir las primeras inspiraciones, las señales precursoras de la comunicación de espíritu a Espíritu. 23. Cuando esa comunicación comience a desarrollarse entre vosotros, empezaréis verdaderamente a analizar y a comprender la doctrina que ahora estáis recibiendo y sabréis a la vez separar mi esencia de todas las imperfecciones que a mi palabra le hubiese mezclado el portavoz. 24. Ahora os pregunto: ¿Estáis conformes con ser los pobres de la Tierra, pero ricos en espíritu? ¿O preferís los placeres del mundo a los conocimientos de la vida eterna? Os bendigo, porque en vuestro corazón me estáis diciendo: “Señor, nada es comparable a la gloria de escuchar tu palabras”. 25. En esta Era os estoy dando un nuevo mensaje: el Tercer Testamento. Muchos han sido los testigos de esta manifestación, más en verdad os digo que no seréis vosotros los que lleguéis comprender todo el significado de lo que os he revelado, ni apreciaréis la importancia que encierra este mensaje. 26. Muchas veces he dado una enseñanza y vosotros la habéis interpretado equivocadamente porque estáis materializados, y mientras os he hablado de conocimientos espirituales, vosotros les habéis dado un sentido material. Vendrán otras generaciones más evolucionadas espiritualmente y al estudiar las enseñanzas que contienen estas revelaciones, se estremecerán de emoción espiritual; otras veces se deleitarán con el remanso de paz de mi palabra, y en otras ocasiones quedarán maravillados de lo que en mis cátedras de amor encontrarán. Entonces dirán: ¿Cómo es posible que los testigos presenciales de esta palabra no se hayan dado cuenta de su sentido, de su grandeza, de su luz? No será la primera vez que esto suceda: también en el Segundo Tiempo, hablando Yo al corazón de los hombres, estos no me entendieron, porque sólo Vivian y pensaban para el mundo y para la materia. 27. Cuando el cuerpo que me sirvió de envoltura en el Segundo Tiempo entró en agonía y desde la cruz pronuncié las postreras palabras, hubo entre mis últimas frases una que ni en aquellos instantes, ni mucho tiempo después fue comprendida: "¿Dios mío, Dios mío, porque me has abandonado? 28. Por aquellas palabras muchos dudaron; otros se confundieron pensando que fue una flaqueza, un titubeo, un instante de debilidad. Más no han tomado en cuenta que esa no fue la última frase sino que después de ella aún pronuncié otras que revelaban fortaleza y lucidez plenas: “Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu” y “Todo está consumado”. 29. Ahora que he vuelto para hacer luz en vuestras confusiones y esclarecer lo que habéis llamado misterios, os digo: Cuando estuve en la cruz, la agonía fue larga, cruenta y el cuerpo de Jesús, infinitamente más sensible que el de todos los hombres, sufría una agonía prolongada y la muerte no llegaba. Jesús había cumplido su misión en el mundo, ya había dicho la última palabra y enseñado la última lección; entonces aquel cuerpo torturado, aquella carne destrozada al sentir la ausencia del espíritu, preguntó dolorosamente al Señor: “¡Padre, Padre! ¿Por qué me has abandonado?” Era la dulce y doliente queja del cordero herido hacia su Pastor. Era la prueba de que Cristo, el Verbo, en verdad se hizo hombre en Jesús y su padecimiento fue real. 30. ¿Podéis atribuir vosotros a Cristo estas palabras, estando unido al Padre eternamente: Ahora sabéis que fue un gemido del cuerpo de Jesús, lacerado por la ceguera de los hombres. Mas cuando la caricia del Señor se posó sobre aquella carne martirizada, prosiguió hablando Jesús y sus palabras fueron: “Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu”. “Todo está consumado”. 31 ¿Cuándo me hablaréis así, humanidad? ¿Cuándo exhalaréis esa dulce queja que no es reproche, ni duda, ni falta de fe, sino la prueba de amor al Padre manifestándole que en la hora suprema, queréis sentirle cerca: Meditad en cada una de mis frases, porque Yo soy la verdad que os fuera prometida. 32. Ahora que os estoy doctrinando, me he servido del rudo y del ignorante, porque los científicos y los sabios me han negado: también he buscado pecadores para convertirles y enviarles a dar testimonio de mi verdad. Estos, hijos míos por quienes me estoy manifestando, deben hacerse dignos de esta gracia, despertando a la luz de la doctrina que van a predicar, para que lleguen a tener pleno conocimiento de su misión y sepan que sólo dando ejemplos y mostrando buenas obras serán creídos por sus semejantes. 33. Este tiempo de enseñanza será propicio para la preparación de las multitudes. 34. Mi doctrina es el agua pura y cristalina del río de la vida, con la que os purificaréis y lograréis la transformación que os haga dignos de llamaros discípulos del Espíritu Santo. Preparad en mi palabra vuestro corazón y en verdad os digo, que de él brotará la buena simiente; educad a vuestro espíritu y entendimiento escuchándome, y vuestras obras, palabras y pensamientos irradiarán mi verdad. 35. Cierto es que no sólo vosotros daréis testimonio de Mí porque toda la Creación es una prueba viviente de mi verdad, pero en esta obra tenéis una misión que cumplir y una deuda que saldar con vosotros mismos, porque en verdad os digo que a Mí nada me debéis, sino a vosotros. 36. Si no dieseis testimonio de vuestro Señor, Yo lo daré, pero lloraréis amargamente por no haber estado cerca del Maestro en la hora de la lucha. 37. ¿Queréis saber cómo lograréis que vuestro testimonio sea tomado como verdadero? Sed sinceros con vosotros mismos, nunca digáis que poseéis lo que no tengáis, ni tratéis de revelar lo que no hayáis recibido. Enseñad sólo lo que sepáis, testificad únicamente lo que hayáis visto, más si os preguntasen algo que no podáis contestar, callad, pero nunca mintáis, nuevamente os digo, que vuestro “sí” sea siempre “sí” y vuestro “no” sea siempre “no” y así seréis fieles a la verdad. Tampoco juréis porque quien dice la verdad, no necesita de juramentos para hacerse creer, ya que en sus obras lleva la luz. Dejad que jure aquél que ha sido falso y que llegado el momento de necesitar ser creído, tiene que recurrir al nombre de Dios para apoyar sus palabras. Vosotros no juréis por Dios ni por María, tampoco por vuestros padres ni por vuestra vida. Vuelvo a deciros que vuestras obras serán las que den testimonio de vuestras palabras, y unas y otras darán testimonio de Mí. 38. Si diciendo la verdad os creen, benditos sean aquellos que os crean. Si por decir la verdad os negasen, hiriesen u os burlasen, dejadme a Mí la causa, porque la causa de la verdad es mía, entonces Yo os defenderé. Tampoco intentéis disfrazar la verdad con el velo de la mentira, porque vuestro juicio será grande. ¿No sabéis de aquel gran templo de Jerusalén en donde siglos tras siglos los hombres penetraron en busca de fortaleza y de sabiduría? Pues fue grande mientras su seno fue como un redil de paz para los espíritus, más cuando penetró la hipocresía, la mentira y la codicia, su velo se rasgó y más tarde no quedó de él ni piedra sobre piedra. 39. Vuelvo a deciros que empecéis a ser sinceros con vosotros mismos, que no tratéis de engañaros, es decir que comencéis a amar la verdad. Se aproxima el instante, en que caigan las grandes cabezas del mundo, en que las naciones sientan mi divina justicia. ¡Cuánto clamor habrá entonces entre los hombres! Un mundo de falsedades, de errores e injusticias desaparecerá, para que en su lugar se establezca el Reino de Dios que es justicia y es luz. Para muchas obras humanas será el fin, más para el tiempo de la espiritualidad será el principio. 40. El mundo que desaparecerá será el mundo de maldad que habéis creado en el cual los fuertes oprimen a los débiles; del que ha huido la inocencia hasta de los niños, en el que los padres desconocen a los hijos y los hijos a los padres. Este mundo en el que los principios e instituciones más sagradas han sido profanadas por los hombres, y en el cual unos a otros, en vez de amarse como hermanos, se matan. 41; Para que esta nueva Babel desaparezca, es menester que su maldad sea cortada de raíz como mala yerba. El dolor será grande, pero en ese cáliz se purificarán los impuros y abrirán sus ojos los ciegos, la muerte detendrá la carrera de muchos, mas no será para exterminarles, sino para conducirles a la verdadera vida. 42. De las obras malas de la humanidad nada quedará, mas sobre los escombros de vuestro pasado, Yo haré surgir un mundo nuevo como un gran reino en donde la humanidad sea como una extensa familia que viva en paz, que ame, que sienta y piense en mi ley de amor. 43. Nuevas generaciones poblarán la Tierra y recogerán los frutos de la experiencia y de la evolución tanto espiritual como material, que sus antepasados hayan dejado, porque de todo el pasado seleccionarán los buenos frutos. 44. Sobre los cultos imperfectos hacia mi Divinidad, se levantará un culto verdaderamente espiritual, así como también, sobre la ciencia materialista de los hombres del presente, se levantará una nueva ciencia al servicio de la fraternidad, del bienestar y de la paz. 45. La división de los hombres desaparecerá, y así como en sus discordias se distanciaron unos de otros, creando idiomas y lenguas para cada pueblo, cuando la armonía principie a brillar en el mundo, todos sentirán la necesidad de entenderse con un solo lenguaje. De cierto os digo, que la caridad de los unos a los otros les facilitará esta obra, porque estará basada en mi mandato que os dice: “Amaos los unos a los otros”. 46. ¿Cómo ha de ser justo que la especie humana no se entienda entre sí?, si hasta los animales de una misma especie se comprenden, así sean unos de una región y otros de otra. 47. Uníos con amor inspirados en vuestro Padre, y El que es el alfa y la omega de toda la Creación, os inspirará el lenguaje universal. 48. Recreaos, con mi palabra, ella está más allá de la división de vuestros idiomas, más allá de vuestro principio y vuestro fin; mas si os habéis maravillado de la forma tan extensa e inagotable con que os he hablado por labios de mis portavoces, sabed que sólo ha sido un destello de mi luz divina el que he enviado sobre estos entendimientos. 49. Me preguntáis: “¿Señor, por qué si nos habéis elegido para ser testigos de esta manifestación, no nos habéis excluido los sufrimientos y vicisitudes de la Tierra?” A lo cual os contesto que es menester que apuréis aunque sea un poco el cáliz que beben vuestros hermanos, para que comprendáis sus aflicciones. 50. Si os he dicho que en este tiempo será destruido todo lo que el orgullo y la maldad de los hombres ha hecho, ¿No creéis que también en vosotros haya algo que destruir, que cortar, o que expiar? 51. Sois agraciados pero a la vez muy tocados por las pruebas, más si el dolor os mantiene alerta, debéis pensar que es sólo una gota del acíbar que beben otros pueblos, al sentir el dolor vuestro corazón se siente movido a orar, y en ello reconoce intuitivamente una de las misiones que ha traído este pueblo a la Tierra. 52. Orad, mis hijos, con pensamientos de luz, de paz y de fraternidad y esas oraciones no se perderán en el espacio, sino que su esencia los conservará vibrando en lo espiritual y los conducirá al corazón de aquellos por quienes hayáis orado. Mas para que vuestra oración sea sentida por vuestros hermanos, no os familiaricéis con mi palabra, venid con la misma humildad y fervor de los primeros días, porque vendrá un día en que sintáis estremecido vuestro ser, y ese día será aquél en el cual os hable por última vez en esta forma. 53. ¿Para qué creéis que os llamé en este tiempo, multitudes? ¿Por ventura sólo fue para curar vuestras dolencias o para haceros recobrar la paz perdida? No, pueblo, si vine a levantaros a la vida verdadera, a encender en vuestro corazón la fe, a devolver a vuestra faz la sonrisa y a vuestro cuerpo la fortaleza, fue porque quise prepararos así para que pudieseis levantaros a la lucha; pero veo que muchos pensando en sí mismos, asisten a mi cátedra sólo para buscar la paz de su espíritu, sin querer saber nada de la misión que les aguarda; otros, una vez que han recibido lo que deseaban, se alejan sin interesarse por estudiar y comprender el significado de mi doctrina. 54. Todos habéis sido llamados a tomar parte en esta obra y es por eso que he vertido mi palabra sobre este pueblo, para que guarde en su corazón, aunque sea una sola de mis frases. 55. Mi enseñanza os dice que si vosotros no dieseis a conocer mi palabra entre la humanidad, las piedras hablarán para dar testimonio de mi verdad y del tiempo que vivís, mas no esperéis a que sean las piedras las que hablen, porque ellas lo harán estremeciendo la Tierra agitando los mares o saliendo a torrentes por los cráteres de los volcanes. 56. Mejor será que os preparáis a tiempo, para que cuando este mundo se vea asolado por las pestes, los males extraños y las aflicciones de toda índole, vosotros diseminados por todos los caminos de la Tierra llevéis a los corazones mi palabra dulce, reconfortante, que lleguéis como tenue brisa a aquellos que han sido azotados por los huracanes. 57. Apartad vuestra pereza y aprovechad el tiempo precioso de que hoy gozáis, porque no sabéis si en los tiempos venideros tengáis calma para poder estudiar y meditar en mi palabra. 58. Orad como buenos discípulos y llenad vuestro corazón de nobles propósitos. No olvidéis que no he venido a distinguiros por razas, clases o religiones, para que doquiera que vayáis, os sintáis como en vuestra patria y a cualquiera que encontréis, sea de la raza que fuere, lo consideréis como lo que realmente es: vuestro hermano. 59. Os traje esta palabra y os la hice oír en vuestro lenguaje, mas os doy la misión de que más tarde la traduzcáis a otras lenguas, para que sea de todos conocida. 60. De esta manera empezaréis a construir la verdadera torre de Israel, aquella que espiritualmente unifique a todos los pueblos en uno solo, aquella que una a todos los hombres en esa Ley divina, inmutable y eterna que conocisteis en el mundo en labios de Jesús, cuando os dijo “Amaos los unos a los otros”. 61. Escudriñad mi palabra hasta que estéis ciertos de su pureza y de su verdad, solamente así podréis caminar fuertes y permanecer firmes ante la invasión de ideas materialistas que amenazan al espíritu. Porque el materialismo es muerte, es tiniebla, es yugo y veneno para el espíritu. Jamás cambiéis la luz o la libertad de vuestro espíritu por el pan terrenal o por mezquinos bienes materiales. 62. En verdad os digo, que quien en mi Ley confíe y persevere en la fe hasta el fin, nunca le faltará el sustento material, y en los instantes de su comunicación con mi Espíritu, recibirá siempre por mi caridad infinita el pan de la vida eterna. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 35 1. Benditos sean los que piden con humildad y fe para el progreso de su espíritu, porque ellos recibirán lo que soliciten de su Padre. 2. Benditos los que saben esperar, porque a sus manos llegará mi caridad en el instante oportuno. 3. Aprended a pedir y también a esperar, sabiendo que nada escapa a mi caridad; confiad en que mi voluntad se manifieste en cada una de vuestras necesidades y pruebas. 4. El hijo tiene derecho a pedir a su Padre lo que esté dentro de su ley de justicia y amor, y el Padre a su vez, tiene el deber de atender al hijo. 5. Yo os digo que los que aquí en la Tierra acaten mi voluntad, cuando estén en espíritu gozarán de mi amor. 6. Cuando el peso de vuestra cruz os agobie, invocad a vuestro Cirineo y al instante vendré en vuestra ayuda. 7. Orad en los momentos de prueba, con una oración breve pero limpia y sincera, y os sentiréis confortados, y cuando logréis estar en armonía con vuestro Señor, podré deciros que mi voluntad es la vuestra y vuestra voluntad es la mía. 8. No sólo oréis cuando os encontréis atravesando por alguna prueba dolorosa, orad también cuando estéis en paz, porque entonces será cuando vuestro corazón y pensamiento puedan ocuparse de los demás. Tampoco pidáis solamente por los que os han hecho bien o por aquellos que no os hayan causado ningún daño, pues ello, siendo meritorio, no lo es tanto como si veláis por los que en alguna forma os hubiesen causado perjuicios. 9. Pensad que Yo, vuestro Maestro, he sido Cirineo y Salvador de los mismos que ante Pilatos gritaron: ¡Crucificadle! ¡Crucificadle! También vosotros podéis ayudar a vuestros hermanos a llevar con resignación su cruz, con oraciones, pensamientos, palabras y aun en forma material; así podréis hacer más llevadera la restitución del que va agobiado bajo el peso de su dolor o de su lucha. 10. Este es un tiempo propicio para que seáis caritativos, por lo tanto, orad, pedid y trabajad, los campos son fértiles y os esperan. 11. Pedid la paz para las naciones, atraedla con vuestras oraciones; enviad bálsamo a través de vuestros pensamientos y transmitid luz al entendimiento de vuestros hermanos. De cierto os digo que vuestras peticiones jamás dejarán de ser escuchadas y atendidas por vuestro Padre. 12. Estad preparados, porque muchos van a negar que Yo me he comunicado por el entendimiento del hombre, mas vosotros les diréis que no es la primera vez que esto acontece, que Dios ha hablado a través del hombre en las Tres Eras, que desde el principio de los tiempos todas las profecías, inspiraciones y revelaciones dadas a la humanidad, han sido voces divinas recibidas por meditación humana, que han guiado a los hombres de todos los tiempos. 13. Quienes nieguen, contradigan o escandalicen por vuestro testimonio, será porque ignoran lo que es la comunicación espiritual, así se nombren sabios en la Tierra. 14. Es mi voluntad que por este pueblo que ha sido testigo de mi comunicación bajo esta forma, sepa la humanidad que el hombre desde su origen, estuvo destinado a comunicarse con su Padre Celestial, a servirle de portavoz en este planeta, y que si en los tiempos pasados fueron aislados los casos de los hombres por cuyos labios habló el Señor, ahora vivís un tiempo en el cual la humanidad, de generación en generación, alcanzará mayor perfección y claridad al comunicarse de espíritu a Espíritu con el Padre. 15. Vosotros anunciaréis que para ese tiempo los hombres todo lo consultarán con su Señor, para llevar a cabo sus obras en el mundo, dentro de los preceptos de la ley divina. El padre de familia hablará a sus hijos con palabras que el Señor ponga en sus labios; los maestros enseñarán bajo una inspiración superior; los gobernantes sabrán transmitir a sus pueblos la voluntad de Dios; los jueces se sujetarán a los dictados de su conciencia que es la luz de Aquél que todo lo sabe, y por lo tanto, es el único capaz de juzgar con perfección. Los médicos confiarán primero en el poder divino y su palabra y su bálsamo vendrán del Señor. Los hombres de ciencia comprenderán la misión tan delicada que han traído a la Tierra, y por su preparación espiritual recibirán las divinas inspiraciones. Finalmente, todos los que hayan traído al mundo la misión de conducir espíritus por la senda de la evolución, sabrán elevarse para recibir mis revelaciones y llevarlas al corazón de las multitudes con la luz y la pureza con que las recibieron. 16. Os hablo de una era que vendrá y que vosotros debéis anunciarla y profetizarla con la certeza de que llegará; mas si vuestros hermanos se burlasen de vuestra profecía, no temáis, que también Juan el apóstol, cuando dio a conocer lo que en su comunicación con el Padre había recibido, fue burlado y hasta juzgado como enajenado; sin embargo, llegó la hora del cumplimiento de todo aquello que parecía imposible a unos, extraño e incomprensible a otros. 17. El tiempo que hoy vivís, es precisamente en el que se está cumpliendo cuanto dije por boca de aquel vidente, profeta y portavoz del Maestro. 18. Por su videncia fue perseguido, atormentado y desterrado aquel apóstol del amor y de la verdad. Mas no le falto mi protección contra sus perseguidores y verdugos, por lo que os digo que no temáis, que si por esta causa os llevasen a presidio, Yo os pondré en libertad; si os negasen el trabajo o el pan, Yo os ensalzaré y os haré justicia, y si os diesen muerte, Yo os resucitaré a la verdadera vida. 19. Por eso siempre os digo que debéis prepararos por medio de la oración, para que podáis extender esta profecía y entregar este testimonio con el corazón lleno de mansedumbre, de valor y de fe en el amor a vuestros hermanos. 20. Todo lo que bajo esta preparación hiciereis en mi nombre, tendrá que dar buenos frutos y veréis realizarse cuanto hayáis anhelado. 21. Así como a los hombres de los tiempos pasados les cumplí todas mis promesas, así a vosotros también os las cumpliré. 22. Estáis viviendo tiempos de angustia en los que los hombres se purifican apurando su cáliz de amargura; mas aquéllos que han escudriñado las profecías, ya sabían que el momento estaba próximo a llegar, aquel en que las guerras se desatarían por doquiera al desconocerse las naciones. 23. Todavía falta que las enfermedades extrañas y las epidemias aparezcan entre la humanidad, confundiendo a los científicos; y cuando el dolor llegue a su máximo a los hombres, aún tendrán fuerzas para gritar: ¡Castigo de Dios! Mas yo no castigo, sois vosotros los que os castigáis al apartaros de las leyes que rigen a vuestro espíritu y materia. 24. ¿Quién ha desatado y provocado las fuerzas de la naturaleza sino la insensatez de los hombres? ¿Quién ha desafiado mis leyes? La soberbia de los hombres de ciencia. Más de cierto os digo, que este dolor servirá para arrancar de raíz la mala hierba que ha crecido en el corazón de la humanidad. 25. Los campos se cubrirán de cadáveres, los inocentes también perecerán, unos morirán por el fuego, otros por el hambre y otros por la guerra. La Tierra se estremecerá, los elementos se conmoverán, las montañas arrojarán su lava y los mares se encresparán. 26. Yo dejaré que los hombres lleven su perversidad hasta un límite, hasta donde se los permita su libre albedrío, para que horrorizados ante su propia obra, sientan en su espíritu el verdadero arrepentimiento. 27. Vosotros, humildes discípulos, hombres que aunque estáis llenos de imperfecciones, sentís amor por vuestros hermanos; contrarrestad la influencia de las pasiones desatadas por la guerra, con pensamientos de paz, con oraciones saturadas de luz espiritual, con palabras de fraternidad y con obras que encierren verdad y caridad; debéis estar preparados, porque al final de la guerra, cuando esta contienda termine, vendrán de lejos las multitudes en busca del bálsamo para él cuerpo y para el espíritu. 28. “No nos dejéis cuando esta hora llegue, oh Maestro”, me dice este pueblo. A lo cual Yo os contesto que no os puedo dejar, porque en todo lo creado me encuentro presente. 29. Hablaré a los hombres a través de los elementos, de los mares surgirá mi voz y de un confín al otro de este planeta, se sentirán tocados los espíritus por la luz de Aquél que es el único que con verdadera ternura puede deciros: “Amaos los unos a los otros”. 30. Este precepto se convertirá para muchos en su juez, otros lo sentirán en su corazón como una herida abierta y para otros será como un guardián que no los dejará dormir para su cumplimiento. 31. Ya veis que no podré apartarme de vosotros, como lo dijo hace tiempo uno de mis profetas, que en este tiempo mi Espíritu estaría derramado sobre toda carne y sobre todo espíritu. 32. Doquiera que vayáis, Yo seré delante de vosotros. Doquiera que me busquéis, me encontraréis, más no quiero anunciaros tan sólo amarguras y presagios de grandes tribulaciones con mi palabra de este día. Si os hablo de todo ello, es para dejaros velando y orando, para que no os sorprendan las pruebas en el instante en que éstas lleguen a vosotros. 33. Así como os he anunciado la guerra y los desastres que separan a la humanidad, también os digo que llegará un día en el cual todas las naciones de la Tierra disfrutarán de paz, en el que los hombres se amarán en Mí, y su vida, su trabajo, sus obras en el mundo, serán el culto agradable que como incienso perfumado se eleve de este planeta hacia Mí. 34. Me preguntáis: “Señor, ¿Hasta cuándo llegará ese tiempo?” Y Yo os respondo: Cuando la humanidad se encuentre desmanchada por el dolor, el arrepentimiento, la regeneración y la práctica del bien. 35. Al cumplir el espíritu de la humanidad con el pacto que tiene celebrado con su Padre, Yo cumpliré a mi vez hasta la última de mis promesas, abriré mi arcano y lo desbordaré sobre de mis hijos en sabiduría, en paz y en revelaciones. 36. Mientras transitéis por este mundo, velad y orad, pueblos; preparaos de espíritu y de materia, porque pronto os enviaré por los caminos a hablar de mi verdad. 37. Preparad a vuestro espíritu con la práctica de la oración, de la caridad y de la humildad que mi doctrina os enseña, y preparad también vuestro cuerpo, apartando de él los vicios, los malos hábitos y doblegándolo hasta hacer de él un perfecto colaborador del espíritu. Una vez que estéis preparados, veréis con cuánta claridad aparece el camino ante vosotros. Por eso os digo que la vida del espíritu desde su partida del seno divino hasta su retorno, es una escala de evolución. 38. El Padre al formaros os puso en el primer peldaño de esa escala, con el fin de que recorriendo ese camino, tuvieseis ocasión de conocer y comprender verdaderamente a vuestro Creador. Pero ¡Cuán pocos iniciaron la jornada ascendente partiendo del primer escalón! Los más se unieron en su desobediencia, en su rebeldía, haciendo mal uso del don de la libertad y desoyendo los dictados de la conciencia, dejándose dominar por la materia, para crear con sus vibraciones una fuerza, la del mal, y cavar un abismo hacia donde su influencia tuvo que arrastrar a sus hermanos, que entablaron una lucha cruenta entre sus flaquezas y perversidades, y su anhelo de elevación y de pureza. 39. Qué diferente hubiera sido la vida que hubierais llevado en la Tierra, si hubieseis perseverado en el bien y en la justicia, porque en ella habríais cosechado los frutos de mi amor. Sin embargo, no estáis perdidos ni os he proscrito de mi Reino, prueba de ello es que cuando llegué, a vosotros humanizando mi presencia, descendí hasta el mundo que habéis creado con tantos errores e imperfecciones. 40. Aquí en este mundo, para demostraros que os amo a pesar de vuestros desvíos y de vuestra ingratitud, os di mi sangre y mi cuerpo. 41. Mi ley inmutable que os di en los primeros tiempos, las exhortaciones al bien de los profetas, mi doctrina y cada uno de mis mensajes, son la luz espiritual que a través de la conciencia ha recibido el hombre, y estaría fundido su espíritu con el mío, si se hubiese conservado en la ley y en la pureza desde el principio de su evolución. 42. La lujuria de los hombres, su ignorancia, su falta de elevación espiritual, sus padecimientos causados por sus errores, hicieron que el Padre descendiese para venir a rescatarles, mostrándoles el libro de la sabiduría que habían despreciado por los placeres del mundo y a señalarles nuevamente el camino verdadero. 43. Muchos siglos han pasado y muchas veces han tenido que volver al mundo los seres, y aún no comprenden la esencia de mi ley ni la naturaleza de su propio espíritu. 44. Aún me estoy manifestando a los hombres en forma humanizada, aunque también os digo, que lo que en este tiempo vengo revelando, es la lección que elevará a los espíritus a esa escala de que os hablo, desde la cual conocerán y podrán recuperar todo error, reconstruir lo destruido y recuperar cuanto habían perdido. 45. En mi divina siembra no se pierde una semilla, a pesar de que las caídas de los hombres hayan retardado su florecimiento y fructificación espiritual. 46. En este tiempo la Tierra es removida con gran dolor de la humanidad, mas es necesario que Yo encuentre mi semilla para apartarla de la cizaña. 47. ¿Cuál fue la causa de vuestro pecado y de vuestra desobediencia a mi ley? 48. Escuchad discípulos: Antes de que surgiereis a la vida, Yo ya existía y en mi Espíritu estaba latente el vuestro. Mas no quise que heredaseis mi Reino sin haber hecho méritos; no quise que poseyeseis lo existente sin saber quién os había creado, ni quise que os marchaseis sin rumbo, sin destino y sin ideal. 49. Por eso os di la conciencia, para que os sirviese de guía; os concedí el libre albedrío para que vuestras obras tuvieran verdadero valor ante Mí. Os di espíritu, para que él anhelara siempre elevarse hacia lo luminoso y puro. Os di el cuerpo para que por medio del corazón tuvieseis sensibilidad para lo bueno y para lo bello, y para que os sirviese de crisol, de prueba constante y también de instrumento para habitar en el mundo material. La Tierra ha sido escuela para vuestro espíritu, en ella nunca ha faltado la presencia del Divino Maestro; la vida humana ha sido libro de profunda sabiduría para el espíritu encarnado. 50. Cuando el espacio se iluminó por vez primera con la presencia de los espíritus, estos titubeantes y balbucientes como niños, no teniendo la elevación ni la fuerza para sostenerse en las moradas de la alta espiritualidad, sintieron la necesidad de un báculo, de un punto de apoyo para sentirse fuertes y les fue dada la materia y un mundo material. Más en su nuevo estado, fueron adquiriendo experiencia y conocimientos. 51. No os habéis dado cuenta aún de la misión que debéis cumplir en este tiempo entre la humanidad, mas Yo con mi palabra os haré conocer vuestra lucha y la forma en que podréis llegar a la meta. 52. Vuestro cerebro es pequeño y no alcanza por sí solo a comprender el valor de los dones que poseéis, ni la trascendencia de la obra que el Padre, a través de este pueblo, tendrá que llevar a cabo entre la humanidad. 53. Mi voluntad sabia y poderosa, prepara los caminos por los que habrán de levantarse mis emisarios, mis discípulos, mis profetas, con la buena nueva de la manifestación de mi Palabra, para que a la vez preparen los caminos por donde habrán de llegar al seno de vuestra nación, las grandes caravanas de hermanos vuestros que llamáis extranjeros. 54. Esas caravanas en apariencia vendrán buscando el pan del cuerpo y la paz para el corazón más Yo sé que será su espíritu el que venga en pos del cumplimiento de mi promesa, la cual está guardada en el fondo de cada espíritu. 55. De lejanas comarcas y naciones veréis llegar a vuestros hermanos en busca de liberación para su espíritu. De aquella antigua Palestina, llegarán también en multitudes, como cuando cruzaron el desierto las tribus de Israel. 56. Largo y doloroso ha sido su peregrinaje desde que rechazó de su seno a Aquél que le vino a ofrecer su reino como una nueva herencia, mas ya se va acercando el oasis en donde descansará y meditará en mi palabra, para que después, fortalecido en el reconocimiento a mi ley, prosiga la ruta que le señala su evolución por tanto tiempo olvidada. Entonces oiréis que muchos dirán que vuestra nación es la nueva Tierra de Promisión, la Nueva Jerusalén; mas vosotros les diréis que aquella tierra prometida se encuentra situada más allá de este mundo y que para llegar a ella habrá que hacerlo en espíritu, después de haber cruzado el gran desierto de las pruebas de este tiempo. También les diréis que esta nación es tan solo un oasis en medio del desierto; mas debéis entender, pueblo, que el oasis deberá dar sombra a los caminantes fatigados, además de ofrecer sus aguas cristalinas y frescas a los labios resecos por la sed a los que en é1 se refugien. 57. ¿Cuál será esa sombra y esas aguas de las que os estoy hablando? Mi doctrina, pueblo, mi divina Enseñanza de caridad. ¿Y en quién he depositado este caudal de gracia y de bendiciones? En vos, pueblo, Para que vayáis despojando vuestro corazón de todo egoísmo y podáis mostrarlo como un espejo limpio en cada una de vuestras obras. 58. ¿No se llenaría de gozo vuestro espíritu y corazón, si por vuestro amor se lograra convertir a la Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, aquel pueblo tan apegado a sus tradiciones y espiritualmente estacionado? ¿No habría gozo entre vosotros, si el antiguo Israel se convirtiera por conducto del nuevo Israel, o sea que el primero alcanzara la gracia por el postrero? Hasta ahora, nada ha convencido al pueblo judío de que debe romper antiguas tradiciones para alcanzar su evolución moral y espiritual. Es el pueblo que cree estar cumpliendo con las leyes de Jehová y de Moisés, pero que en realidad aún sigue adorando a su becerro de oro. Está próximo el tiempo en que ese pueblo errante y diseminado por el mundo, deje de mirar hacia la tierra y eleve sus ojos hacia el cielo, en busca de Aquél, que desde el principio les fuera prometido como su Salvador y al cual desconoció y dio muerte porque le creyó pobre y sin bien alguno. 59. Ya viene la hora en que aquella cruz que por sentencia me dieron, se torne en vara de justicia sobre cada uno de aquellos espíritus hasta que por fin sus labios exclamen: “Jesús fue el Mesías”. 60. Ellos, en su pobreza espiritual, en su miseria y en su dolor me buscarán, y sorprendidos quedarán cuando vean que Aquél que les parecía no poseer nada en el mundo, lo posee todo y que aquellos tesoros y aquel Reino del que tanto les hablara, eran una verdad, y comprenderán que nada del mundo, ningún tesoro, ningún caudal, podrá ser comparable con la paz del espíritu. 61. Si ese pueblo me volvió la espalda, Yo en cambio le espero, porque podrán los hombres faltar a su palabra y aún a sus pactos, pero Yo soy inmutable y jamás faltaré a mis promesas. 62. Si a él se le dijo que Yo sería su Salvador, Yo le salvaré, si se le dijo que Yo le llevaría a mi reino, a mi reino le llevaré. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 36 1. Ante la ternura de mi palabra la contrición llega al espíritu que se ha apartado del sendero de evolución. La dulzura de mis frases hace llorar al hombre, porque supone que sus pecados no merecen ser perdonados. 2. Yo consuelo al que se arrepiente sinceramente, perdono sus faltas y le ayudo a restituir el mal causado. Sabed que el que no se arrepiente no llega a Mí, porque sólo del arrepentimiento puede surgir la regeneración, la enmienda y la purificación. Sabed también que sólo los espíritus purificados pueden llegar a mi presencia. ¿Más cómo podríais arrepentiros verdaderamente, si no conocíais la magnitud de vuestras faltas? He tenido que venir a los hombres, para hacerles comprender lo que significa ante la Divina Justicia, arrebatar la vida a sus semejantes, destruir la fe, engañar a un espíritu, traicionar su corazón, profanar la inocencia, causar una deshonra, despojar a un hermano de lo que es suyo, mentir, humillar y tantas imperfecciones que pasaban inadvertidas a vosotros, porque os habíais familiarizado con todo ello. Mas llegó mi palabra de amor y en su esencia encontrasteis la presencia de una justicia perfecta, que a través de vuestra conciencia os hacía reconocer cada una de vuestras malas obras, analizar vuestro pensamiento y os recordaba vuestro cumplimiento espiritual que ya habíais olvidado. 3. Fue entonces cuando comprendisteis la magnitud de vuestras faltas, la trascendencia de vuestros errores que antes os parecía que carecían de importancia, y fue cuando valorizasteis la intensidad de muchos sufrimientos y dolores que habíais causado. Entonces sentisteis vergüenza de vosotros mismos, os sentisteis mirados por Mí en toda vuestra desnudez y con todas vuestras manchas. Por eso fue que al escuchar mi palabra llena de ternura, de paz y de pureza, os sentisteis por unos momentos indignos de mi amor. Mas luego escuchasteis que precisamente fue a vosotros a quienes vine a buscar, y vuestro corazón, lavándose en su llanto como una demostración de que estabais arrepentidos, de que queríais purificaros y servirme, emprendió la jornada de su evolución espiritual. 4. Es imposible que uno de mis hijos me olvide llevando en su espíritu la conciencia que es la luz de mi Espíritu, por la cual tarde o temprano tiene que reconocerme. 5. Para unos es fácil penetrar al significado de mi palabra y encontrar ahí la luz, más para otros mi palabra es un enigma. 6. Yo os digo, que no todos podrán en este tiempo conocer la espiritualidad de mi mensaje, los que no lo logren tendrán que esperar nuevos tiempos para que su espíritu abra los ojos a la luz de mis revelaciones. 7. Jamás he venido envuelto en misterio ante los hombres. Si os he hablado en sentido figurado para revelaros lo divino o representar en alguna forma material lo eterno, ha sido para que me comprendáis, pero si los hombres se detienen a adorar formas, objetos o símbolos, en lugar de buscar el sentido de aquellas enseñanzas, es natural que se estacionen por siglos y en todo contemplen misterios. 8. Desde los tiempos de la estancia de Israel en Egipto, en que mi sangre fue representada por la de un cordero, ha habido hombres que sólo viven de tradiciones y de ritos, sin comprender que aquel sacrificio fue una imagen de la sangre que Cristo vendría a derramar para daros la vida espiritual. Otros creyendo alimentarse con mi cuerpo, comen panes materiales, sin querer comprender que cuando di a mis discípulos el pan en el Cenáculo, fue para darles a comprender que quien tomare la esencia de mi palabra como sustento, se habría alimentado de Mí. 9. Cuán pocos son los que en verdad saben entender mis divinas lecciones, y estos pocos son los que las analizan con el espíritu. Mas tened en cuenta, que la divina revelación no os la he traído en una sola vez, sino que os la he ido aclarando en cada una de mis lecciones. 10. Si en ocasiones os habéis confundido y sobre una errónea interpretación habéis acumulado otras, es natural que ahora no comprendáis con claridad ni deis el justo análisis a la enseñanza espiritual del Tercer Tiempo. 11. Es menester que comencéis a derribar vuestros ídolos, a destruir vuestras confusiones pasadas y a ordenar vuestros pensamientos, para que os deis cuenta de que el Padre, desde los primeros tiempos siempre ha venido a hablaros del espíritu, y aunque El haya tomado muchas veces imágenes materiales para doctrinaros, siempre se ha referido a la vida espiritual. 12. Despertad de vuestro sueño humanidad, dejad que vuestro espíritu escudriñe mi palabra, porque de cierto os digo, que si estudiáis bien una de mis lecciones y la comprendéis, habréis penetrado en la esencia de mis revelaciones. 13. Recordad la lección en la que os dije: “Pedid, pedid que se os dará”. Ahora vengo a deciros: “Aprended a pedir”. 14. Si os digo ahora que debéis aprender a pedir, es porque anteriormente vuestra petición era incompleta y egoísta, solo os acordabais de pedir para vosotros o para los vuestros. Mi lección de ahora viene a deciros que debéis aprender a sentir las penas de los demás; sabed vivir y sentir los dolores y sufrimientos de vuestros semejantes, las desgracias que afligen a vuestros hermanos y a sentir los sufrimientos de aquéllos que, por estar distantes, no podéis contemplar. Entre estos últimos debéis de considerar a los que habitan otros pueblos y naciones, a los que moran en otros mundos o en el más allá. No temáis si algún día os olvidáis de vosotros y sólo os acordáis de los demás, porque nada habréis perdido. Sabed que quien ora por los demás, lo está haciendo por sí mismo. 15. Cuánto gozo dais a mi Espíritu, cuando veo que eleváis vuestro pensamiento buscando a vuestro Padre, os hago sentir mi presencia y os inundo de paz. Buscadme, habladme, no os importe que vuestros pensamientos sean torpes para expresar vuestra petición, Yo sabré comprenderlos. Habladme con la confianza con que se habla a un Padre; confiadme vuestras quejas, como lo haríais con el último de vuestros amigos. Preguntadme lo que no sepáis, todo lo que ignoréis y Yo os hablaré con palabra de Maestro; pero orad, para que en aquel bendito instante en que vuestro espíritu se eleve hacia Mí, recibáis la luz, la fuerza, la bendición y la paz que os concede vuestro Padre. 16. Por medio de la oración tengo reservadas muchas revelaciones al espíritu para el futuro. Perfeccionaos en esta comunicación y lograréis alcanzar perfección en vuestras peticiones, es decir, aprenderéis a pedir. 17. Cuando vuestro espíritu se presente en el valle espiritual a rendir cuentas de su estancia y de sus obras en la Tierra, por lo que más os preguntaré será por todo aquello que halláis pedido y por lo que halláis hecho en favor de vuestros hermanos. Entonces os acordaréis de mis palabras de este día. 18. El fin de una era y el principio de otra, ha ocasionado esta crisis y este caos que padecéis; es lo mismo que acontece a un enfermo grave, cuando se acerca el alivio; más parece que es la muerte la que ha llegado. 19. Cuando mayor sea esta crisis entre la humanidad, mayor será después su salud; en verdad os digo que así será y que hace millares de años que os lo había anunciado. Ahora debéis preparaos, fortaleceos en la fe y disponeros a la batalla. 20. A vosotros que frecuentemente estáis escuchando esta palabra, os digo: Velad y orad, porque se acerca para todos un tiempo de gran tribulación, tiempo en el que no valdrá a los hombres todo su poder, su oro, ni su sabiduría para contener el peso de la divina justicia. En estos días seréis testigos de acontecimientos que a los orgullosos y engrandecidos les parecerán absurdos e ilógicos, porque se dará el caso de que los sabios recurran a los que han tenido por ignorantes, en que los ricos y poderosos busquen a los menesterosos, porque en ellos habrá más comprensión y serenidad ante las pruebas más caridad y riquezas espirituales. 21. Algunos me dicen en su corazón: “Maestro, yo no he tenido que esperar esos tiempos de dolor que anunciáis, porque toda mi vida ha sido de pruebas dolorosas”. A lo cual Yo os digo: Bienaventurados vosotros que os habéis templado en el sufrimiento, porque cuando esos días lleguen ya no lloraréis y si en cambio, sabréis dar valor y consuelo a los que no conocían esa tribulación. 22. De cierto os digo, que si la mayoría de los hombres beben hoy el cáliz de amargura, es porque el soldado solamente se forja en el combate, y os estoy diciendo que se aproxima la contienda final, la gran batalla. No vayáis a cerrar vuestros ojos ni vuestros oídos en aquellos instantes, al dolor de vuestros hermanos, ni intentéis esconderos de la muerte, porque en verdad os digo, que donde los hombres de poca o ninguna fe vean el final, ahí estará el principio, donde crean ver la muerte, estará la vida, porque Yo estaré presente para cubriros con mi amor y ayudaros a entrar en ese mundo que vais a restaurar. 23. De todo vengo a preveniros para que nada os sorprenda; vosotros buscad los medios de prevenir y exhortar a los demás a la preparación, a la oración, a la enmienda y a la vigilia. 24. Recordad que Yo soy el Verbo del Padre, que la esencia divina que en esta palabra recibís, es luz de ese Espíritu Creador, que en cada uno de vosotros he dejado una parte de mi Espíritu. Mas al contemplar la pobreza que envuelve al grupo que ahora me escucha y la humildad del aposento en el cual os reunís, en silencio me preguntáis: “Maestro, ¿Por qué no elegiste para tu manifestación en este tiempo a Alguno de esos grandes templos o iglesias, en donde podrían haberte ofrecido ricos altares y ceremonias solemnes dignas de Ti?” 25. Yo contesto a esos corazones que así piensan de su Maestro: No han sido los hombres, los que me han traído hasta esta pobreza, he sido Yo, quien ha elegido para mi manifestación la humilde estancia en el pobre suburbio de vuestra ciudad, para haceros comprender con ello, que no es el tributo material, ni la ofrenda exterior, la que Yo vengo a buscar entre vosotros, que por el contrario, si he vuelto, ha sido para predicar una vez más la humildad, para que encontréis en ella la espiritualidad. 26. Rehúyo de todo lo que sea vanidad y pompa humana, porque a mi Espíritu sólo llega lo que es espiritual, lo que es noble y elevado, lo limpio y eterno. Recordad que dije a la mujer de Samaria “Dios es Espíritu y es necesario que le adoren en espíritu y en verdad”. Buscadme en lo infinito, en lo puro y allí me encontraréis. 27. De las ofrendas materiales que la humanidad me ofrece, sólo recibo la buena intención, cuando ésta en verdad es buena, porque no siempre una ofrenda representa una intención elevada y noble. Cuántas veces los hombres me presentan su ofrenda para cubrir sus maldades o para exigirme algo a cambio. Por ello os digo que la paz del espíritu no se compra, que sus manchas no se lavan con la riqueza material, así pudieseis ofrecerme el mayor de los tesoros. 28. Arrepentimiento, pesar por haberme ofendido, regeneración, enmienda, reparación de las faltas cometidas, todo ello con la humildad que os he enseñado, y entonces sí estarán los hombres presentándome las verdaderas ofrendas del corazón, del espíritu y del pensamiento, que son infinitamente más agradables a vuestro Padre, que el incienso, las flores y las lámparas. 29. ¿Por qué ofrecerme lo que Yo he hecho para vosotros? ¿Por qué me dais flores, si vosotros no las hacéis? En cambio sí me presentáis obras de amor, de caridad, de perdón, de justicia, de ayuda hacia vuestros semejantes, ese tributo sí será espiritual y se elevará al Padre como una caricia, como un ósculo que desde la Tierra, los hijos enviarán a su Señor. 30. Mi manifestación a través del entendimiento humano es humilde y sencilla, así como la forma en que me expreso; sin embargo, os hace estremecer y comprendéis un pasado que vuestro espíritu ya conoce, y os hace mirar con claridad los acontecimientos que pertenecen al futuro. Es por eso que permanecéis embelesados escuchándome, porque nadie como este Maestro sabe leer en los corazones. 31. De distintas comarcas llegáis para acogeros a la sombra bienhechora del árbol corpulento que está invitando a todos los caminantes a refrescarse bajo su follaje; mas os digo, que ya está cercano el tiempo en el que lleguen a esta nación hombres de tierras lejanas. 32. La intuición y el presentimiento serán los que guiarán a aquellos hacia vosotros, vendrán en busca de vuestro testimonio y de vuestra paz, a muchos de ellos les bastará una palabra de las que Yo os enseñé, para levantarse al cumplimiento como verdaderos apóstoles del espiritualismo. 33. ¡Ay de este pueblo si no estuviese preparado para recibir al forastero con su corazón amoroso, porque de sus ciudades no quedará ni piedra sobre piedra, como aconteció con Jerusalén! 34. ¿No os habéis dado cuenta de que vuestra purificación es para haceros dignos de recibir mis lecciones las que debéis de participar a los que vengan a llamar a vuestra puerta? ¿No habéis grabado en vuestra mente que Yo quiero que en este tiempo de tempestades, de guerras, de pasiones, seáis vosotros la barquilla salvadora que cruce serenamente entre las olas de maldad, rescatando a vuestros hermanos? 35. Bienaventurado el que se prepara porque él me escuchará de espíritu a Espíritu. 36. Orad por vuestros hermanos de esta nación en que habitáis, para que sean pacientes con las pruebas y alcancen su purificación. Un gran destino espiritual ha traído este pueblo sobre la Tierra y para cumplirlo es indispensable que esté limpio, preparado y alerta. 37. Comprended que no debéis mezclar lo superfluo con las enseñanzas de mi doctrina, debéis darla a conocer con la misma pureza con qué la habéis recibido de Mí. Extended mi enseñanza por medio de ejemplos y testimonios, por comarcas, aldeas y provincias y haced que en ellas también se fortalezcan vuestros hermanos; este pueblo debe multiplicarse, prepararse y vivir con espiritualidad, porque con sus obras, llegará a ser el defensor de esta verdad. 38. Haced méritos, ¡Oh pueblo!, y lograd que por esos méritos alcancen esta gracia, aquellos que mañana os reciban en su hogar o aquéllos a quienes tengáis que recibir en el vuestro. 39. Enseñad a analizar y comprender que hoy he venido en espíritu a comunicarme por medio de materias torpes y pecadoras; nadie quiere ver a Dios en este cuerpo humano. Que escuchen la palabra, porque en ella está la esencia divina, aquella que procede de mi Espíritu. La palabra es el Verbo y el Verbo soy Yo, el que os habla desde el infinito. 40. El Verbo es amor y es sabiduría que se manifiesta en palabra. Oíd esta voz, multitudes, y no os aletarguéis, porque os encontráis en el santuario de mi Divinidad. Tendréis que regeneraros, si no limpiáis vuestro entendimiento, no podréis analizar mi enseñanza. 41. Bienaventurados los que van esforzándose por cumplir con mi Ley, porque en ellos pronto brillará la luz de la sabiduría. 42. Bendito el que lucha por el perfeccionamiento de su espíritu, porque él se ha inspirado en el más alto ideal que pueda alcanzar un hijo de Dios. 43. Estoy puliendo vuestros corazones, porque de ellos haré brotar agua de vida para los sedientos. 44. Llegada la hora de vuestro cumplimiento, no hagáis obras según vuestra voluntad, ni queráis añadir a mi palabra o a mi obra vuestras ideas imperfectas, porque caeríais en profanación y adulterio borrando vuestras buenas obras del “Libro de la Vida Verdadera”. 45. Os revestiréis de mi verdad y penetraréis en los hogares; haréis escuchar mi palabra y se hará la paz. 46. Unas veces seréis reconocidos cormo emisarios o labriegos de la doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana; en cambio, habrá ocasiones en que seréis arrojados a la calle, calumniados o acusados de impostores; mas no temáis, que si a vosotros os juzgasen, también a ellos llegará el instante de su juicio, y si cuando les hablasteis, no lograron abrir los ojos a la verdad, cuando estén bajo mi juicio, recordarán vuestras palabras y contemplarán la luz. 47. Cuando el espíritu de algún gran pecador se desprende de este vida material para penetrar eh el valle espiritual, se sorprende al comprobar que el infierno, como él lo imaginaba, no existe, y que el fuego del cual se le habló en los tiempos pasados, no es sino la esencia de sus obras al encontrarse ante el juez inexorable que es su conciencia. 48. Ese juicio eterno, esa claridad que se hace en medio de las tinieblas que envuelven a aquel pecador, queman más que el fuego más ardiente que pudieseis concebir, mas no es una tortura preparada de antemano como un castigo para el que me ofendió, no, esa tortura proviene del conocimiento de las faltas cometidas, del pesar de haber ofendido a quien le dio la existencia, de haber hecho mal uso del tiempo y de cuantos bienes recibió de su Señor. 9. ¿Creéis que deba Yo castigar a quien con sus pecados me ofendió, cuando Yo sé que el pecado ofende más a quien lo comete? ¿No miráis que el pecador es a sí mismo a quien se hace mal y que no voy Yo a aumentar con su castigo la desgracia que se ha labrado? Solamente dejo que se mire a sí mismo, que oiga la voz inexorable de su conciencia, que se interrogue y se responda, que recobre la memoria espiritual que a través de la materia había perdido y recuerde su principio, su destino y sus promesas; y ahí en ese juicio, tiene que experimentar el efecto del fuego que extermine su mal, que le funda de nuevo como el oro en el crisol, para apartar de él lo nocivo, lo superfluo y todo lo que no es espiritual. 50. Cuando un espíritu se detiene a escuchar la voz y el juicio de su conciencia, de cierto os digo, que en esa hora se encuentra ante mi presencia. 51. Ese momento de quietud, de serenidad y claridad, no llega al mismo tiempo a todos los espíritus; unos penetran pronto en el examen de sí mismos, y con ello se evitan muchas amarguras, porque en cuanto despiertan a la realidad y reconocen sus errores, se preparan y disponen para reparar hasta la última de sus malas obras; otros ofuscados, ya sea por el vicio, por algún rencor o por haber llevado una existencia de pecados, tardan en salir de su ofuscación; otros más insatisfechos, creyendo haber sido arrebatados de la Tierra antes de tiempo, cuando todo les sonreía, imprecan y blasfeman, retardando así el poder librarse de su turbación, y como éstos, hay un gran número de casos que solamente mi sabiduría conoce. 52. Tampoco existen lugares creados por Mí expresamente para la expiación de las faltas cometidas por mis hijos. Yo os digo que no existe un mundo en donde no haya depositado mis maravillas y bendiciones. 53. ¿No decís que este mundo en que habitáis es un valle de lágrimas o sea un valle de expiación? ¿Y quién lo hizo valle de lágrimas, Dios, o los hombres? Yo lo formé a imagen del paraíso celestial, sembrándolo de maravillas y complacencias, pensando hasta en lo más pequeño e insignificante para haceros felices, y sin embargo, dentro de un mundo formado así, para el bienestar y el adelanto, para el deleite y la elevación espiritual de la humanidad, los hombres sufren, lloran, se desesperan y se pierden. 54. Mas vuelvo a deciros que Yo no hice este mundo para el dolor de los hombres; los mundos son lo que sus moradores quieren que sean. Ved cuánto ha deformado la verdad el hombre con sus malas interpretaciones, cuán distinto ha interpretado el sentido figurado con el que se le ha revelado la vida espiritual. Ved cómo el pecado, las imperfecciones o la perversidad de los hombres, no puedo tomarlos como una ofensa hecha al padre, sabiendo que el mal se lo hacen los hombres así mismo. 55. Ni oscuridad, ni fuego, ni cadenas existen en el inmenso valle espiritual. 56. Remordimientos y torturas que provienen de la falta de saber, sufrimiento por carecer de espiritualidad para disfrutar aquella Vida, esto y más existe en la expiación de los espíritus que llegan manchados o sin preparación a los umbrales de la vida espiritual. Ved cómo el pecado, las imperfecciones o la perversidad de los hombres, no puedo tomarlos como una ofensa hecha al Padre, sabiendo que el mal se lo hacen los hombres a sí mismos. 57. Tampoco la tierra se ha manchado; ella es tan buena y tan limpia como cuando brotó del Padre, por eso no os pediré que le devolváis su pureza, ya que ella no se ha apartado de su destinos de ser madre, albergue y hogar para los hombres; en cambio, a la humanidad sí le pediré que se arrepienta, que se regenere, que purifique su espíritu y su cuerpo, en una palabra, que retorne a su pureza original, ostentando además en su espíritu, la luz conquistada a través de la evolución, de la lucha y de la práctica de la virtud. 58. Deteneos en esta página, discípulos, no volváis la lección de este libro sin antes haberla grabado en vuestra mente y de haber meditado largamente en ella. En verdad os digo, que os servirá en esta vida y os facilitará el camino en aquella que os espera. 59. La lección os la he dado en partes, a través de tiempos y de eras. Hoy os parece que lo que os estoy enseñando será lo último, porque en vuestra mente no concebís mayor perfección en una doctrina espiritual, sin embargo, mi última palabra no es ésta, ni tampoco que esta manifestación dada a través del entendimiento humano, sea la última lección; y para que no penséis más en esto, ahora os digo que mi última palabra, mi última lección, nunca llegará a vosotros, siendo Yo el Verbo Eterno, es natural que Yo os hable y os ilumine eternamente porque no tengo principio ni fin. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 37 1. En todos los tiempos han existido entre la humanidad, hombres de gran luz espiritual, hombres que han venido a iluminar el camino de evolución de sus semejantes. 2. ¿De dónde han venido a la Tierra esos seres? ¿Acaso del mundo inmediato en el cual habitan los que han de volver a este planeta? No, pueblo, Yo os digo que por el saber y la bondad de los seres podréis deducir el mundo del cual han venido. 3. Los grados de elevación espiritual son una escala infinita en la eternidad, pero ese recorrido hacia la perfección está formado por siete etapas, de las cuales tenéis un reflejo en la vida humana, la que también está dividida en siete grados de evolución. 4. Todas las partes del hombre deberán desarrollarse y evolucionar para alcanzar la luz que deben tener y lograr la verdadera espiritualidad. 5. Su materia, su mente, su moral, su espíritu y todo su ser, deben pasar por esas siete grandes lecciones, por esas siete pruebas, de las cuales saldrá purificado, lleno de luz, de serenidad, de fortaleza, de conocimiento y de experiencia. Entonces estará en condiciones de comprender que en su espíritu existe el reino de Dios. 6. La obediencia a la voluntad divina, la sensibilidad para saber interpretar la inspiración espiritual, la comunicación con el Padre y con el mundo espiritual a través del pensamiento, son los adelantos en vuestra evolución que os tiene reservados el nuevo tiempo. 7. Ya tuvo la humanidad épocas en las cuales vivió para el placer material, otras en las que fue tras el poder, el dominio y las riquezas temporales; otras en que desarrolló algunos sentidos buscando la belleza de todo lo que le rodeaba; otras en que buscando la paz del espíritu, penetró por la senda de la religión, y otras en que ha querido hacer de esta Tierra su reinado, de esta vida su eternidad y de la materia su dios. 8. Este es un tiempo decisivo para la vida del hombre, y si observaseis con detenimiento, descubriríais en todos los órdenes, en todos los elementos y fuerzas, una lucha gigantesca, una gran batalla. 9. Es el fin de una etapa, humanidad; mas no sabéis en qué instante se inicie el nuevo tiempo; eso sólo yo os lo diré, Yo, el Cordero que desata los Sellos. Aún vivís el tiempo de la sexta revelación, en el que los acontecimientos se suceden en cumplimiento de las profecías. 10. Cuántas religiones, cuántas sectas y doctrinas van a caer bajo la espada de luz de mi verdad, y cuántas ciencias y teorías van a quedar sepultadas en el olvido, cuando el nuevo día asome y se haga el silencio y la paz en los corazones, y haya verdadera oración y espiritualidad en los hombres. 11. No serán las religiones las que se unan, porque sus diferencias no se lo permiten; serán los hombres los que se unan en la ley de amor, de justicia y de verdad que solamente procede de Dios. 12. Esta humanidad indiferente a toda inspiración divina, no se da cuenta de que está en los umbrales del tiempo más trascendental para su espíritu, mas ya despertará de su letargo cuando contemple los anuncios que aún faltan de mi presencia entre los hombres, porque todos tendréis que estar velando cuando el Séptimo Sello se abra para entregaros la luz. 13. Por ahora con mi palabra estoy preparando a este pueblo para que se levante inspirado en mi verdad, enseñando a sus hermanos las lecciones de amor de mi doctrina. 14. Alimentaos sólo de verdad y rechazad todo lo que no encierra pureza, y de vosotros brotarán los hijos de la luz. 15. Dejad que la niñez vea en vosotros elevación espiritual para que tenga en esta vida una senda segura que seguir. 16. Velad por todos los niños a quienes pueda vuestro corazón brindar un latido de amor, un pensamiento de ternura, y habréis hecho con ellos caridad, con vuestras obras enseñad el amor a toda la humanidad. 17. Yo velaré por todos aquellos por quienes no podáis velar, y no permitiré que la mala simiente que los hombres cultivan en este tiempo, contamine y confunda a aquellos espíritus. 18. Yo soy quien envía a los espíritus a encarnar de acuerdo con la ley de evolución, y en verdad os digo, que no serán las influencias de este mundo las que hagan variar mis planes divinos, porque por sobre todas las ambiciones de poder se hará mi voluntad. 19. Cada ser humano trae una misión a la Tierra, su destino está trazado por el Padre y su espíritu ungido por mi caridad. En vano los hombres hacen ceremonias y ungen a los pequeños; de cierto os digo, que en ninguna edad material, serán las aguas las que purifiquen al espíritu de sus faltas a mi ley. Y si Yo envío a un espíritu limpio de todo pecado, ¿De qué mancha le purifican los ministros de las religiones del bautizo? 20. Tiempo es de que comprendáis que el origen del hombre no es un pecado, sino que su nacimiento es el resultado del cumplimiento de una ley natural, ley que no sólo el hombre cumple, sino todas las criaturas que forman la naturaleza. Comprended que os he dicho que el hombre y no su espíritu; el hombre tiene mi potestad para crear seres semejantes a él, más los espíritus solo brotarán de Mí. 21. Crecer y multiplicarse es ley universal; lo mismo brotaron los astros de otros astros mayores, que la semilla se multiplicó y jamás he dicho que en ese hecho hayan pecado u ofendido al Creador. ¿Por qué vosotros al cumplir con ese divino mandato, habíais de ser después juzgados como pecadores? Comprended que el cumplimiento de la ley jamás podrá manchar al hombre. 22. Lo que mancha al hombre y aparta al espíritu del camino de evolución, son las bajas pasiones, el libertinaje, el vicio, la lujuria, porque todas ellas van en contra de la ley. 23. Estudiad y escudriñad hasta que encontréis la verdad, y así dejaréis de llamar pecado a los mandatos del Creador de la vida y podréis santificar la existencia de vuestros hijos con el ejemplo de vuestras buenas obras. 24. Cuando recordáis que os he dicho que Yo vengo de lo infinito, vuestro pecho suspira tristemente pensando en la distancia que os separa de vuestro Padre, entonces esforzáis vuestra mente para elevarla hacia Mí, y a través de ella, a vuestro espíritu, hasta donde imagináis que existe la morada divina. A veces quedáis satisfechos con vuestra oración, pero hay ocasiones en que no quedáis conformes porque os ha quedado la impresión de que no lograsteis llegar al sitio donde habita el Espíritu Divino. 25. Escuchad, discípulos: Ese infinito de que os hablo, nunca lo podréis medir con vuestra mente. Ese infinito os habla de ternura, de luz, de pureza, de sabiduría, de amor, de perfección, porque todo ello no tiene principio ni fin, ya que son atributos de Dios. 26. Dicho esto, comprended cuando en mi palabra os hablo de mi amor hecho hombre y de mi ternura hecha mujer. 27. Yo no tengo un sitio determinado o limitado para habitar en el infinito, porque mi presencia está en todo lo que existe, lo mismo en lo divino, que en lo espiritual o en lo material. De Mi no podréis decir en qué dirección está mi reino, y cuando elevéis vuestra mirada a las alturas, señalando hacia los cielos hacedlo sólo como algo simbólico, porque vuestro planeta gira sin cesar y en cada movimiento os presenta nuevos cielos y nuevas alturas. 28. Con todo esto quiero deciros que entre vosotros y Yo, no existe ninguna distancia y que lo único que os separa de Mi son vuestras obras ilícitas que ponéis entre mi Ley perfecta y vuestro espíritu. 29. Mientras mayor sea vuestra limpidez, más elevadas vuestras obras y más constante vuestra fe, me sentiréis más próximo, más íntimo, más accesible a vuestra oración. 30. Así como también cuando más os apartéis de lo bueno, de lo justo, de lo licito y os entreguéis al materialismo de una vida oscura y egoísta, tendréis que sentirme cada vez más distante de vosotros; conforme vuestro corazón se vaya apartando del cumplimiento de mi ley, más insensible será a Mi divina presencia. 31. Comprended por qué he venido en este tiempo a manifestar mi palabra en esta forma y a prepararos para la comunicación de espíritu a Espíritu. 32. Vosotros, creyéndome infinitamente distante, no supisteis venir a Mí, Yo os he buscado para haceros sentir mi divina presencia y demostraros que entre el Padre y sus hijos no hay espacios, ni distancias que les separen. 33. Comprended también que si me he comunicado a través de vuestro entendimiento, acortando aquella distancia espiritual que os separa de Mí, ha sido una gracia que os ha concedido vuestro Padre, una prueba más de su misericordia, en atención a vuestra pequeñez y a vuestra falta de espiritualidad. 34. Por esa razón, este tiempo de gracia de mi comunicación por el entendimiento de estos portavoces, será breve, porque no es un don que hayáis logrado por vuestra espiritualidad y méritos para que pueda formar parte de vuestras conquistas espirituales. Vuelvo a deciros que ha sido una gracia que os he concedido, y que una vez que haya finalizado 1950, haré cesar esta forma de comunicación, en espera de que con vuestros méritos volváis a sentirme más próximo a vosotros en la comunicación de espíritu a Espíritu. 35. Esta nueva comunicación será profundamente espiritual, sencilla, natural, pura y perfecta. Ella señalará el principio del fin de todo culto imperfecto, idólatra, fanático, oscuro y abrirá el santuario de vuestro ser, para que en él more mi Espíritu por la eternidad. 36. No habrá éxtasis exterior, ni misticismo, ni ostentación de ninguna especie, sólo habrá limpidez, respeto y verdad, en una palabra: Espiritualidad. 37. Pensad en todas las maravillas que puede encerrar para vosotros el cumplimiento de esta promesa y disponeos a empezar a hacer méritos para que con ellos lleguéis a conquistar esa gracia que os reservo y que vendrá a formar parte de vuestra vida misma, por lo que ya no habrá como ahora, una fecha señalada para su término, porque siendo algo esencialmente divino, tendrá que ser vuestro eternamente. Entonces comprenderéis cuál es la aproximación del reino de los cielos entre la humanidad. 38. Ahora os digo: Trabajad en la Tierra, pero hacedlo con fe, con verdadero amor hacia vuestros hermanos y no os faltará el sustento. 39. Si las aves que no hilan ni siembran, jamás carecen de abrigo ni de alimento, ¿Por qué vosotros vais a carecer de mi caridad siendo los bien amados? Sería necesario que vuestra maldad e ingratitud os llevara a rechazar mis beneficios para que perecieseis de hambre o de frio. 40. Yo soy la vida, el calor y la luz. Yo soy el pan y el agua cristalina y he venido de nuevo a resucitar muertos y a despertar a los que viven en tinieblas a una vida de luz. 41. Ha mucho tiempo que está profetizado que todo ojo me verá, y Yo estoy presente, dispuesto a dejar contemplar mi verdad por la humanidad. 42. ¿Qué les falta a los hombres para poder verme, sentirme y comprenderme? Espiritualidad. La espiritualidad sensibiliza al hombre, tanto en su espíritu, como en su materia. Cuando se haya purificado y de su corazón se eleve la verdadera oración hacia Mí, por vez primera me sentirá delante de él, percibirá mi ternura, se sentirá bañado en mi amor infinito y exclamará: “¡He visto al Señor, le he sentido dentro de mi corazón!” 43. Si encontrase en la Tierra un justo, le tomarla como instrumento para daros enseñanzas y ejemplos a través de él, pero de cierto os digo, que en toda la redondez de la Tierra no he encontrado un justo. 44. ¿En dónde están los justos del Primero y Segundo Tiempos, para que pudieseis analizar su virtud, su fidelidad y celo en el cumplimiento de mi Ley, su fe y su fortaleza? Ellos viven en el reino espiritual, y aunque trabajan para vosotros, no les veis ni les sentís, porque vuestra materialidad es todavía el espeso velo que no os deja contemplar lo espiritual. 45. Vais como náufragos azotados por las furiosas olas de las pasiones, envueltos en las sombras de una noche muy larga; en medio de esa tempestad me he presentado y mi caridad ha sido como un faro que ilumina la ruta que os conduce al puerto salvador. 46. Más ¿Acaso pensáis que vengo a dar a vuestro espíritu el don de poder mirar más allá de esta vida material? No, pueblo, no vengo a concederos un don nuevo, ni un nuevo atributo, todo lo traéis desde vuestro principio, mas debéis comprender que sólo ha brillado en vuestro ser aquello que habéis desarrollado y utilizado, en cambio lo que habéis olvidado, descuidado o ignorado, ha permanecido oculto, aunque latente, porque lo que doy nunca os lo quito. 47. Muchas potencias ocultas, han permanecido dormidas en vuestro ser, en espera de que mi voz venga a despertarlas. Mas ya llegó el tiempo de la resurrección, en el que escucharéis todos la misma voz que oyó Lázaro más allá de esta vida, cuando le dije: “Levántate y anda”. 48. Bienaventurado el que ha sabido esperar mi llegada, porque su despertar será completo y su espiritualidad le permitirá ver todo lo que contiene el nuevo mensaje. 49. Trabajad con amor, lo mismo en lo material que en lo espiritual y tendréis mi paz. Aprended a ser perseverantes hasta lograr recoger el fruto de vuestros sacrificios y de vuestras luchas. 50. Amad para que logréis alcanzar vuestra evolución espiritual, porque Yo os pregunto, humanidad: ¿Qué habéis hecho de vuestro espíritu? Espíritus: ¿Qué habéis hecho de la materia que os he confiado? Ni unos ni otros podréis responderme, porque estás muy lejos de daros cuenta de la gravedad de vuestras faltas y de vuestras flaquezas. Sólo yo puedo juzgar vuestras obras y por eso os envió este rayo de luz para que os miréis en el espejo de mu verdad, iluminados por vuestra conciencia. 51. ¿Habéis olvidado que vuestro espíritu está sujeto a la ley de evolución de la que no debéis de huir? ¿Qué fue de la esencia primera que deposité en vuestro corazón, que es la semilla de amor, de vida y elevación? Ya no entendéis estas palabras, tal parece que os hablo en un idioma desconocido para vosotros. 52. Amar fue el fin para que fuisteis creados. Amar a vuestro Padre y en El a todos vuestros hermanos; he ahí la ley, y eso es precisamente lo que habéis olvidado y borrado de vuestro espíritu. 53. A cada paso la vida os hace sentir y pagar con intenso dolor vuestros errores, pero en vez de deteneros a meditar y a reconquistar vuestros hechos, dejáis que vuestro corazón se endurezca y se envenene más. 54. No habéis querido escuchar a las voces que se han acercado a vosotros para deteneros en vuestra intensa carrera y habéis llegado a la orilla del abismo en donde estáis próximos a caer arrastrando con vosotros a vuestros hermanos. 55. ¿Quién de vosotros puede imaginar cómo es el fondo de ese abismo que con tanto odio y perversidad habéis abierto? Nadie, nadie puede imaginar las tinieblas ni el dolor acumulado durante siglos, milenios y eras en ese inmenso cáliz de amargura. 56. Yo pregunto a los hombres de este tiempo, que se consideran los más adelantados en toda la historia de este mundo. ¿No habéis encontrado con todo vuestro talento, una forma de hacer la paz, de alcanzar el poder y de lograr la riqueza, que no sea matando a vuestros semejantes, destruyendo o esclavizándolos? ¿Creéis que vuestro adelanto sea verdadero y real, cuando moralmente os arrastráis por el cieno y espiritualmente vagáis entre sombras? Yo no combato la ciencia, puesto que Yo mismo la he inspirado al hombre; lo que censuro es el fin para el que a veces la aplicáis. 57. Os quiero grandes de entendimiento, sabios en las enseñanzas de que os he rodeado; pero teniendo siempre por faro a vuestra conciencia en todos vuestros pasos en la vida. Entonces veréis no sólo desarrollarse las virtudes en vuestro espíritu, sino que también contemplaréis cómo llega la salud y la fortaleza a vuestra materia. 58. Recordad que os dije: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra de Dios”, queriendo enseñaros con ello que en vuestro ser existe una naturaleza a la cual no podréis conformar tan sólo con lo que en este mundo poseéis, sino que tendréis que buscar para satisfacerle, aquello que existe más allá de lo material, es decir, de lo que sólo se encuentra en la región perfecta de donde procede el espíritu: Dios. 59. Mi luz no os ha faltado un instante, pero sois como las frías losas que cubren los sepulcros, que por momentos se entibian para luego volver a enfriarse. 60. Mi poder y mi paciencia son inagotables y si queréis que al borde del abismo os de una prueba más de amor, os lo concederé, pero debo deciros que en ese infinito amor que voy a demostraros una vez más, estará mi justicia sabia e inexorable. 61. Para ayudaros debéis tener confianza en Mí, mas estad alerta y prevenidos para la lucha. Sed los guerreros, pero no de los que destruyen la vida de vuestros semejantes, sino de los que construyen con amor, con moral, con paz, con buenas obras. 62. No permitáis que las necesidades o la opresión os hagan retroceder hacia la materialidad; por el contrario, levantaos llenos de espiritualidad ante las acechanzas y las pruebas. De cierto os digo que si sabéis aprovechar esas pruebas y vicisitudes, por medio de ellas podréis elevaros a una vida superior, haciéndoos fuertes, nobles, fervientes discípulos del amor de vuestro Padre. 63. A los hombres y mujeres que como padres de familia se presentan delante de mi cátedra, les digo que se revistan de fortaleza, de luz y de paz, porque grandes acontecimientos se aproximan a la Tierra y deben permanecer serenos en su puesto. 64. Buscad siempre lo que dé honra y fortaleza a vuestros hijos y apartad de su camino los errores que pudieran construir para ellos un tropiezo. 65. No he olvidado las promesas que me hicisteis de apartaros de la materialidad para reintegraros al camino espiritual que es la ley del amor y de la caridad que siempre está iluminando por la luz de vuestra conciencia. 66. Es necesario que una vez que hayáis afirmado vuestros pasos en este sendero, os olvidéis de vosotros mismos, para fijar vuestra atención en las necesidades de vuestros hermanos. 67. Entonces veréis que en todos aquellos que dejasteis pasar con indiferencia, había un cáliz amargo, una herida o una pesada cruz. 68. ¡Cuántos corazones hay que calladamente van llorando sus penas sin que nadie lo note! ¡Cuántas amarguras se ocultan tras una sonrisa que vosotros no sabéis comprender! Pero Yo, que siento cada angustia y cada dolor, que leo los corazones, os digo: Preparaos para que desarrolléis la intuición y podáis leer en el interior de vuestros hermanos, porque no siempre los corazones se abrirán ante vosotros para mostraros su dolor. 69. Para esas quejas ocultas, para ese llanto interior, para esa tristeza que no se muestra en la faz de los que sufren, es necesario penetrar en los corazones, lo que sólo se logra con la espiritualidad que hace que florezca en vosotros la caridad. 70. ¡Ah, sí supieseis que es mucho lo que podéis dar y hacer en medio de vuestra pobreza! pero todavía estáis tan materializados, que muchos creéis que sólo con dinero podéis hacer buenas obras; por eso he tenido que venir a vosotros para deciros que no es justo que vayáis llorando de dolor, de hambre y de miseria, sin daros cuenta de que vais doblegados por el peso del tesoro que lleváis, sin percataros de ello. 71. No, no es sólo el fardo de vuestros pecados los que os agobia, humanidad; es que vuestra materia, debilitada cada vez más en las pasiones y luchas de esta vida, es incapaz de resistir la fuerza, la potencia de su propio espíritu, el cual pugna por liberar a su materia de sus flaquezas. 72. Recordad la noche en que nací en cuanto hombre; era fría y obscura, pero no tanto como es el corazón de la humanidad en este tiempo. Aquella noche, mientras mi Espíritu se llenaba de gozo por haber llegado a morar entre los hombres, éstos dormían con sueño profundo, insensibles a mi presencia, ignorando que había llegado el Prometido. Ahí empezó mi calvario. 73. Fue la paja la que sirvió de cuna al recién nacido y el calor de las humildes bestias, el único que aquella familia tuvo en el instante de mi advenimiento. 74. Vosotros creéis que la Naturaleza es insensible a las manifestaciones divinas, mas éste es un error humano, porque fuera de vosotros, todo lo creado, desde lo más grande hasta lo más pequeño, está sujeto a mi ley de la que no podrán apartarse. Sólo el hombre que ha sido formado distinto a todas las criaturas, porque tiene espíritu, conciencia y libre albedrío, es quien permanece insensible a mi Divinidad. 75. ¿Por qué vosotros habéis endurecido a tal grado vuestro corazón que no sentís la presencia, ni escucháis la voz de vuestro Padre? Por razón de vuestro libre albedrío. Ahora no vine en cuanto hombre y sin embargo, he sentido el frio del corazón falto de amor con que me ha recibido la humanidad. 76. No penséis que sólo en este punto de la Tierra, en donde se escucha esta palabra, sea el único lugar en donde me hago presente a mis hijos, porque en verdad os digo que mi manifestación es universal en diversas formas. 77. Elías, habiéndose manifestado entre vosotros como precursor de mi comunicación por el entendimiento humano, no sólo vino a este país donde habitáis; él pasó de un lugar a otro de la tierra anunciando el nuevo tiempo, anunciando la aproximación del Reino de los Cielos. 78. De todas partes surgieron voces que os anunciaban mi llegada: la naturaleza, estremecida conmovió la Tierra; la ciencia se abismó ante nuevas revelaciones; el valle espiritual se precipitó sobre los hombres; y a pesar de ello, la humanidad permaneció sorda ante aquellas voces, heraldos de una nueva era. 79. Un torrente de luz divina descendió para sacar de sus tinieblas a los hombres, pero éstos, egoístas y materializados, lejos de aspirar al perfeccionamiento del espíritu, al mejoramiento moral de su vida en la Tierra, tomaron aquella luz para labrarse tronos y glorias, comodidades y placeres de la materia y cuando lo creyeron necesario, armas para destruir la vida de sus semejantes. Sus ojos se cegaron bajo la intensidad de mi luz, y su vanidad les ha perdido, mas Yo os digo que por la misma luz, encontrarán la verdad, descubrirán el camino y se pondrán a salvo. 80. Los que han sabido recibir en su entendimiento la luz, y la han tomado como un divino mensaje, han hecho que su conciencia guie sus pasos y norme sus obras, porque han tenido el presentimiento de que “El Señor ha vuelto y de que está con los hombres”. 81. Los representantes de las diversas sectas y religiones no han querido recibirme, su corazón, su dignidad y su falsa grandeza les impide aceptarme en Espíritu; por eso, en este tiempo se han formado en toda la Tierra grupos, hermandades y congregaciones de aquellos que sienten la presencia del nuevo tiempo, de los que buscan la soledad para orar y recibir las inspiraciones del Señor. 82. Vosotros, hijos míos, sois de esas multitudes que se han ido formando bajo la luz de una inspiración divina, aunque debo deciros que por gracia, vosotros tenéis esa inspiración convertida en palabra humana; por ello debéis velar, orar y meditar mucho para que no caigáis en confusión o desviéis la finalidad de esta doctrina espiritual. 83. ¿Qué podría perderos en el camino? La vanidad, pueblo. 84. En verdad os digo, que esta inspiración triunfará entre los humildes, entre los caritativos y entre los que anhelan la verdad, la justicia y la paz. 85. La paz y la fortaleza que alcancéis en la oración os hará diligentes e infatigables sembrando el bien, levantando a los caídos, encendiendo la fe y siendo la bendición y el consuelo entre todos los pueblos de la Tierra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 38 1. Recibo a los postreros y derramo en ellos la misma luz que entregué a los primeros para que se levanten y den a conocer mi doctrina. 2. Corto es el tiempo en que aún escucharéis mi palabra, pues os he anunciado que en 1950 os dejaré de hablar, y después de este tiempo no resonará mi voz a través del entendimiento humano. El que la oyó y creyó, se sentirá satisfecho y fuerte, más el que habiéndola escuchado la puso en duda, se confundirá. En cambio muchos que nunca me escucharon, buscarán a mis discípulos para preguntarles lo que aprendieron del Maestro. 3. Buscad la luz y quien la posea, ayude a encontrarla a todos los que en tinieblas caminan, porque quien lleva confusión durante esta vida, al penetrar en el valle espiritual, su turbación es mayor. Por eso en los tres tiempos he estado ayudando a todos mis hijos mostrándoles el sendero por donde deben elevarse por medio de la evolución de su espíritu. 4. De la vida del espíritu os he revelado todo lo que vais pudiendo comprender, hoy vengo a mostraros una página más profunda de ese conocimiento. 5. Este es el tiempo en que os profeticé que todo ojo me vería. Todo espíritu me escuchará y cuando esta doctrina haya sido comprendida por la humanidad, no volverán los hombres a caer en idolatría, ni en fanatismo, porque habrán aprendido a elevar su espíritu hacia Mí, con la sencillez y la pureza que da la espiritualidad. 6. Lentamente va despertando el espíritu de la humanidad al escuchar en la voz de su conciencia el eco de la campana celestial; es el espíritu de Elías, es la voz del que clama en el desierto, enviado invisible de este tiempo, quien como un pastor, llama con amor a sus ovejas para que con mansedumbre penetren en el redil de paz que les espera. 7. Quien juzgue extraño que Yo deje mi reino por venir en busca de pecadores, de cierto no me conocen. Dejo a los justos, porque ellos están a salvo y todo lo posee, vengo hacia los desheredados, los perdidos y los manchados porque también son mis hijos, a quienes amo como a los justos y porque quiero llevarles a mi morada para que gocen de su Padre. 8. Si sólo amase a los justos y a los pecadores los despreciara ¿Considerarla vuestra conciencia que el padre obrara con justicia? 9. Os estoy enseñando la forma en que debéis lavar vuestras manchas y justificaros ante Mí, haciendo el bien a vuestros hermanos y practicando la caridad en sus diversas formas. Hoy mismo podéis practicar de lo que habéis aprendido; también podéis visitar a los enfermos y ungirles con vuestro amor en mi nombre, que en vuestra fe hallaréis la potestad para curar y vuestra caridad será el mejor bálsamo. Nadie dude de si tendrá don para hacerlo o no. 10. No temáis hacer la caridad porque os consideréis pobres. En el Segundo Tiempo estando Jesús con sus discípulos, les mostré este ejemplo. “Un publicano penetro en el templo y dejó una moneda como limosna, después un fariseo bien ataviado, depositó siete monedas, dejándolas caer una por una para que fuese contemplada su obra y todos viesen que su dádiva era grande. Más tarde, una mujer enferma y pobre se postró a orar y luego depositó dos monedas de poco valor que eran todo lo que poseía. Jesús les dijo a sus discípulos: Mirad, quien creyó dar más dio menos y ésta que dio menos ha dado más, porque dio todo lo que tenía y con ello el pan que había de comer ese día”. 11. A vosotros que me escucháis, os haré comprender cuánto lleváis con vosotros, para que nunca os sintáis menesterosos ante los verdaderos necesitados. 12. Vosotros sois de los que en otros tiempos se dijo que viviríais en el tiempo del Espíritu Santo. Esta es la era de la luz, en que todo espíritu abrirá los ojos a la verdad. Ya mi hoz comenzó a cortar la cizaña de raíz. No os extrañéis de que Yo haya venido cuando el mundo está ocupado en guerras; así estaba predicho. 13. Tanta luz ha contemplado el hombre a través de la ciencia que se ha cegado, mas pasada esa confusión, con mi caridad distinguirán el verdadero camino y en él me encontraran rescatando y salvando a los perdidos como hace el pastor con las ovejas descarriadas. 14. No me he humanizado entre vosotros en este tiempo, sólo he venido como luz que desde mi reino envío a vuestro espíritu. Desde el infinito os estoy inspirando, para que en el mañana vuestro espíritu pueda elevarse hasta Mí en su oración. 15. Hoy debéis hacer que con vuestra preparación vuestro espíritu se purifique y sienta mi presencia entre vosotros. Espiritualmente para que sepáis recibir lo que pidáis, que nunca será demasiado para Mi. No olvidéis las necesidades de vuestro espíritu abrumado por las exigencias de vuestra materia. Ved que lo que más falta, os hace, es la enseñanza divina y ahora que ella se está desbordando en esta forma, buscadla, analizadla y ponedla en práctica con obras de amor hacia vuestros hermanos. 16. Quiero contemplar en vosotros comprensión para mi doctrina y enmienda en vuestra vida, que esta obra que he venido a revelaros la guardéis cual joya de infinito valor, que no os envanezcáis de poseer esta gracia, ni la neguéis a ningún necesitado y mucho menos que lucréis con ella. 17. En verdad os digo que el templo del Sexto Sello no será jamás mercado ni cueva de ladrones. Este santuario que está en lo espiritual, tiene abiertas sus puertas para que en él penetren todos mis hijos. Ahí, el pecador encontrara salvación, desaparecerán los odios, la sed de venganza y las malas inclinaciones. 18. Estáis siendo preparados para que prediquéis esta buena nueva con verdadera fe y valor. Quiero también que la interpretación que deis a mi palabra sea justa, para que vuestra práctica sea limpia. No quiero que entre mis discípulos haya fanáticos, puritanos ni místicos, sino que la elevación de vuestro espíritu sea interior y todos vuestros actos exteriores sean sencillos y naturales. Que cuando este pueblo se multiplique como las estrellas del cielo y como las arenas del mar, sea de verdaderos discípulos de mi enseñanza espiritual, para que con sus obras testifiquen la verdad de mi doctrina. 19. No temáis al tiempo en el que tendréis que hablar; no desconfiéis de Mí ni aun de vosotros, os he dicho: Que en la hora de la prueba no vais a pensar lo que vais a decir, que os bastará vuestra fe y elevación, para que mi luz divina hable por vuestros labios. Si los hombres os piden explicación o análisis de la inspiración que habéis tenido, también Yo os haré comprender la verdad de mis revelaciones, para que la podáis explicar a vuestros hermanos. Entre los emisarios irán mis profetas con la misión de despertar a los pueblos, mas no harán lo que el profeta Jonás, que habiendo ido a amonestar a un pueblo pagano y pecador, anunciándoles calamidades, sufrimientos, plagas y enfermedades si no se regeneraban. Cuando llegó el tiempo del cumplimiento del cumplimiento de su profecía, con gran sorpresa contempló que sus palabras no se habían realizarlo, porque en lugar de calamidades como él había anunciado, aquel pueblo gozaba de paz, de salud y bienandanza. Entonces el profeta avergonzado, retirase a la soledad y ahí, hablando a su Señor le dijo: ¿Por qué la palabra que en mi boca pusisteis no se ha cumplido? He aquí, que ante aquellos hombres en vez de pasar por vuestro profeta, pasó por un impostor. Mas entonces escuchó la voz del Padre que le respondía así: Yo os envié a que anunciarais las pruebas que habrían de acontecer si aquellas multitudes eran sordas a mi palabra, mas os escucharon y se arrepintieron; derrumbaron sus falsos dioses y se postraron para adorarme, lloraron reconociendo sus faltas y con temor esperaron mi justicia. 20. Yo les contemplé preparados y en vez de aflicciones les envié alegría y paz. ¿Creéis que Yo sólo por cumplir vuestra palabra, según vos la entendéis, había de herir a miles? Si vos no sentís a uno, Yo siento a todos. La palabra que disteis, fue para que se regeneraran y con ello evitaron vicisitudes, ellos se arrepintieron y por ello helos ahí llenos de júbilo y de fe en el Dios verdadero. 21. Tened presente estas lecciones, discípulos, que son ejemplos que os serán útiles en vuestro camino. En vosotros existen los dones de videncia, sueños proféticos e intuición para que miréis iluminado siempre vuestro sendero y pongáis alerta a vuestros hermanos. 22. Vuestra misión es prevenir, despertar, anunciar, mas tened en cuenta, que si vuestros hermanos oran, entonces podrán variar los acontecimientos, mas no por ello os vais a sentir defraudados, ni vais a perder la fe. Vuestro destino se reduce a evitar penas y a proporcionar paz, si con vuestros dones lográis ese resultado, debéis estar satisfechos. Velad por la paz de la humanidad, formad entre todos un santuario en cuyo interior puedan vuestros hermanos encontrar salvación paz e inspiración. 23. Venid y comed de este pan que es mi palabra, para que mientras alimentáis con mi gracia a vuestro espíritu, Yo calme mi sed de amor entre vosotros. Cuando habéis amado a vuestros hermanos, me habéis amado a Mí. Cuando habéis perdonado a vuestros enemigos, os habéis reconciliado conmigo y venís a depositar en el altar de vuestra fe, la ofrenda de vuestros méritos, ofrenda siempre grata a mi Divinidad. 24. Oíd: Yo soy quien os formó a mi imagen y semejanza. Yo soy el único Dios, nadie ha existido antes que Yo, mi Espíritu no fue creado, soy eterno, siempre he sido y siempre seré. 25. Os he revelado mi existencia y la Trinidad que existe en mí. Esa Trinidad que reconocéis en el Padre que es Jehová, quien os entregó la ley en el Primer Tiempo; es el Verbo que, a través de Jesús, os enseñó el amor en el Segundo Tiempo y en el Espíritu Santo que os llena de luz y sabiduría, y os explica todas las revelaciones en este Tercer Tiempo, en que vibra en todo espíritu y se comunica entre vosotros a través del entendimiento humano. 26. El Padre anunció por boca de sus profetas la llegada de Cristo, y de Jesús anunció la manifestación del Espíritu Santo, del Espíritu de Verdad. Son las tres fases con las cuales me he mostrado a la humanidad, la ley, el amor y la sabiduría. Tres potencias y un solo Dios, tres potencias y una sola voluntad, un solo amor. 27. Si el Padre es eterno, el Hijo lo es también, porque el Verbo Divino que habló en Jesús siempre ha sido el Padre, siempre ha estado en El. Pues bien, si al hombre lo formé a mi imagen y semejanza, quiere decir que en él existe la imagen de esa Trinidad, en él puse las tres potencias, o sea: carne, espíritu y conciencia. Un solo ser formado de tres naturalezas: la materia, el cuerpo; la espiritual, el espíritu y la divina, la conciencia. 28. En lo más elevado de vuestro espíritu brilla una chispa de mi inteligencia divina que es vuestra conciencia, por lo que sois, en verdad, hijos de mi Espíritu. 29. De la dicha de ser padre, quise participaros y os hice padres de los hombres para que forjaseis seres semejantes a vosotros en los que encarnarían los espíritus que Yo os enviara. Si en lo divino y eterno existe el amor maternal, quise que en la vida humana existiese un ser que lo representara y ese ser es la mujer. 30. En un principio el ser humano fue dividido en dos partes, creando así los dos sexos, el uno, el hombre, el otro, la mujer; en él fuerza, inteligencia, majestad; en la otra ternura, gracia, belleza. El uno, la simiente, la otra, la tierra fecunda. He ahí dos seres que solo unidos podrán sentirse completos, perfectos y felices, porque con su armonía formaran una sola carne, una sola voluntad y un solo ideal. 31. A esa unión, cuando es inspirada por la conciencia y por el amor, se le llama matrimonio. 32. La ley del matrimonio descendió como una luz que habló a través de la conciencia de los primeros, para que reconociesen que la unión del uno con la otra, significaba un pacto con el Creador. El fruto de esa unión fue el hijo, en el que se fundieron la sangre de sus padres como una prueba de lo que atareis ante Dios, en la Tierra no podrá ser desatado. 33. Esa dicha que el padre y la madre sienten cuando han dado un hijo al mundo, es semejante a la que el Creador experimentó cuando se hizo Padre dando vida a sus hijos muy amados. Si después, por conducto de Moisés os entregué leyes para que supieseis elegir la compañera y no codiciaseis la mujer de vuestro prójimo, fue porque la humanidad, en virtud de su libre albedrío, se había perdido en las veredas del adulterio y de las pasiones. 34. Pasados los tiempos, vine en Cristo al mundo y con mi dulce enseñanza que es siempre ley de amor, elevé al matrimonio y con ello la moral y la virtud humana. Hablé en parábolas para hacer inolvidable mi palabra, e hice del matrimonio una institución sagrada. 35. Ahora que me encuentro nuevamente entre vosotros, os pregunto, hombres y mujeres: ¿Qué habéis hecho del matrimonio? ¡Cuán pocos podrán contestar satisfactoriamente! Mi institución sagrada ha sido profanada, de aquella fuente de vida, brota muerte y dolor. Sobre la blancura de la hoja de esa ley, están las manchas y las huellas del hombre y la mujer. El fruto que debiera ser dulce, es amargo, y el cáliz que beben los hombres es de hiel. 36. Os apartáis de mis leyes y cuando tropezáis, os preguntáis angustiados. ¿Por qué será tanto dolor? Porque siempre los instintos de la carne han desoído la voz de la conciencia. Ahora Yo os pregunto: ¿Por qué no tenéis paz, si os he entregado todo lo necesario para que fueseis felices? 37. Yo he puesto en el firmamento un manto azul para que bajo él construyeseis vuestros nidos de amor, para que ahí, alejados de las tentaciones y complicaciones del mundo vivieseis con la sencillez de las aves, porque en la sencillez y en la limpia oración, pueden sentirse la paz de mi reino y la revelación de muchos misterios. 38. Varones, cuando la compañera que habéis elegido es como tierra estéril que no os ha dado frutos, habéis ido en busca de nueva tierra, olvidando que debéis ser conformes con vuestro destino y vuestra restitución. ¿Por qué culpáis al destino de vuestras pruebas y sufrimientos que encontráis en vuestro matrimonio, si vosotros mismos elegisteis ese camino? 39. Todo el que se une en matrimonio ante mi Divinidad, aun cuando su unión no esté sancionada por ningún ministro, hace un pacto conmigo, pacto que queda anotado en el libro de Dios, en donde están anotados todos los destinos. 40. ¿Quién podrá borrar de ahí esos dos nombres entrelazados? ¿Quién podrá en el mundo desatar lo que en mi ley ha sido unido? 41. Si Yo os desuniere, estaría destruyendo mi propia obra. Cuando me habéis pedido ser unidos en la Tierra y os lo he concedido, ¿Por qué faltáis después a vuestras promesas y desmentís vuestros juramentos? ¿Por ventura no es una burla a mi ley y a mi nombre? 42. A vosotras, mujeres estériles, el Maestro os dice: mucho habéis deseado y pedido que vuestro vientre se convierta en fuente de vida y habéis esperado que al anochecer o al amanecer, se escuchara en vuestras entrañas el latir de un tierno corazón; pero los días y las noches han pasado y sólo sollozos han brotado de vuestro pecho porque el hijo no ha llegado a llamar a vuestras puertas. 43. ¡Cuántas de vosotras que me estáis oyendo y que habéis sido desahuciadas por la ciencia, tendréis que dar fruto para que creáis en mi poder! Y por ese prodigio muchos me reconozcan; velad y aguardad. No olvidéis mis palabras. 44. Padres de familia, evitad errores y malos ejemplos; no os exijo perfección, solamente amor y caridad para con vuestros hijos. Preparaos de espíritu y materia, porque en el más allá, las grandes legiones de espíritus esperan el instante para encarnar entre vosotros. 45. Quiero una nueva humanidad que crezca y se multiplique no sólo en número sino en virtud, para que contemplen cercana la ciudad prometida y sus hijos alcancen a morar en la nueva Jerusalén. 46. Quiero que se llene la Tierra de hombres de buena voluntad, que sean frutos de amor. 47. Destruid la Sodoma y Gomorra de este tiempo, no dejéis que vuestro corazón se familiarice con sus pecados, ni imitéis a sus moradores. 48. De esta manera os estoy preparando en el Tercer Tiempo, porque las muchedumbres que os he anunciado llegarán. 49. Tomad cada quién la parte que os corresponda y oíd mi enseñanza en una parábola. 50. “Encontrase delante de Dios un espíritu lleno de luz, pureza e inocencia que dijo a su Señor: Padre, decidme cuál es mi misión, porque deseo serviros. Y el Señor con dulzura le respondió: Esperad, voy a unir en el mundo a un hombre y a una mujer y de su unión nacerá un hijo en el cual encarnaréis, para que siendo hijo del hombre recojáis experiencia en las pruebas del mundo y sintáis de cerca la ternura de una madre y la caricia de un padre. 51. Regocijose el espíritu y esperó. Entre tanto el Señor unió un varón a una mujer con lazos de amor y así les envió por el camino de la vida. 52. Un nuevo ser germinó en el seno de la mujer y entonces Dios envió a aquel espíritu a encarnar en aquel cuerpo y al noveno mes contempló la luz del mundo. La madre sonreía de felicidad y el padre le contemplaba con orgullo. Aquel hijo era la obra de ambos, era el fruto de su amor. La mujer se sintió fuerte y el hombre se sintió semejante en algo a su Creador. Los dos se dedicaron a cultivar a aquel tierno corazón. 53. El espíritu que animaba al hijo sonreía al contemplar la dulce mirada de su madre y la faz severa y a la vez cariñosa del padre. 54. Pasó el tiempo y el padre en su lucha alejase del nido de amor y tomando caminos torcidos se internó hasta perderse, dejando en los zarzales jirones de su vestidura, comiendo frutos venenosos y deshojando las flores que a su paso hallaba. Al sentirse enfermo y abatido recordó a los seres que había abandonado, intentó retornar en busca de ellos, más las fuerzas le faltaron. Entonces, sacando fuerzas de flaqueza, arrastrándose y tropezando por el largo camino, llegó a las puertas del hogar, la esposa le recibió en sus brazos con lágrimas en sus ojos, el hijo estaba enfermo y agonizaba. 55. Al contemplar el padre a su hijo agonizante imploró a la caridad divina su alivio, mesó desesperado sus cabellos y blasfemó. Mas aquel espíritu desprendiese de su cuerpo y se fue al más allá. Los padres quedaron desolados haciéndose mutuamente responsables de la desgracia que los afligía, él por haberse alejado, ella por no haberlo sabido retener. 56. Cuando aquel espíritu llegó a la presencia del Creador, le dijo: “Padre, ¿Por qué me habéis apartado de los brazos de aquella dulce madre a quien mi ausencia ha dejado sollozante y desesperada?” A lo que el Señor respondió: esperad, aguardad, que nuevamente volveréis al mismo seno cuando aquéllos hayan reconocido sus faltas y comprendido mi Ley. 57. El hombre y la mujer continuaban unidos, solitarios, interiormente arrepentidos de sus faltas, cuando nuevamente fueron sorprendidos por el anuncio de un nuevo hijo. Dios hizo retornar al espíritu nuevamente en aquel seno diciéndole: sed en aquel cuerpo que se prepara para la vida y recreaos de nuevo en aquel regazo. 58. Los padres que daban por perdido al primogénito, no sabían que había vuelto a su seno; más el vacío que el primero dejo, lo llenó el segundo, volvió la alegría y la paz al seno de aquel hogar, volvió a sonreír la madre y a recrearse el padre. 59. Ahora el varón temía apartarse de los suyos y procuraba rodearles de amor, permaneciendo cerca de ellos. Pero el tiempo le hizo olvidar su pasada experiencia e inducido por los malos amigos, cayó en el vicio y en la tentación. La mujer le reclamaba y comenzó a repudiarle; el hogar fue convertido en un campo de batalla. Pronto el varón cayó vencido, enfermo y debilitado, mientras la mujer dejando al hijo en la cuna, se levantaba en busca del pan para el inocente y del sustento para aquel compañero que no sabía amarla ni cuidarla. Ella sufría humillaciones y blasfemias, atravesaba por peligros y desafiaba los instintos de los hombres de mala fe. Y en esa forma llevaba el pan de cada día a los labios de los suyos. 60. Dios tuvo caridad del espíritu inocente y antes de que abriera sus ojos a la razón, volvió a llamarle. Y cuando el espíritu fue ante su Señor, le dijo lleno de dolor. Padre, nuevamente me habéis arrancado de los brazos de aquellos a quienes amo, mirad cuán duro es mi destino, hoy os pido me dejéis ya sea en el seno de ellos o en el vuestro por siempre, mas no me hagáis ya caminar, estoy cansado. 61. Cuando el varón volvió de su letargo, contempló un nuevo cuadro de dolor, la esposa lloraba sin consuelo a la cabecera del lecho donde yacía muerto el segundo hijo. Quiso el hombre arrancarse la existencia más la esposa le detuvo diciéndole: no atentéis contra vuestra vida, detened vuestra mano, mirad que nosotros mismos somos la causa de que Dios se lleve a nuestros hijos. El varón se serenó reconociendo que había luz en aquellas palabras. Un día y otro fueron trayendo la calma a aquellos corazones, que recordaban con dolor a los hijos que partieron, que habían sido la alegría de aquel hogar que después se hundió en la desolación. 62. El espíritu preguntó entonces a su Señor: “Padre, ¿Nuevamente vais a enviarme a la Tierra?” “nuevamente, le dijo el Señor, y cuantas veces sea necesario, hasta pulimentar aquellos corazones”. Cuando volvió a encarnar, su cuerpo estaba enfermo porque su madre se encontraba enferma y su padre también. Desde su lecho de dolor aquel espíritu se elevaba al Padre en demanda de alivio. Esta vez no había contemplado la luz del mundo, no había sonrisas en los labios de sus padres, solamente llanto. La madre lloraba desde el amanecer hasta el anochecer junto a la cuna del infante mientras el padre arrepentido, sentía que a su corazón lo taladraba el dolor al ver que el hijo había heredado sus propias lacras. 63. Breve fue la estancia del espíritu en aquella carne enferma, retornando nuevamente a la presencia del Señor. 64. Volvió la soledad entre los esposos, pero el dolor les había unido como nunca, sus corazones se amaban y se prometieron caminar unidos hasta el fin de la jornada. El varón cumplía con sus deberes, ella cuidaba a su esposo, y ambos se sanaban de sus males. 65. Creían difícil que Dios volviera a concederles un hijo más, y he ahí, que cuando el Señor contempló que la salud corporal y espiritual florecía en aquellos seres, les envió a aquel espíritu, como un premio a la abnegación de la una y a la enmienda del otro, y del seno de la mujer brotó un cuerpecito fragante como un capullo, que inundó de felicidad y de paz a aquel hogar. 66. El varón y la mujer postrados llorando de dicha, dieron gracias a su Señor, mientras aquel espíritu sufrido y obediente sonreía a través del hijo diciendo a Dios: “Señor, no me apartéis más de mis padres, hay paz en mi hogar, hay amor en sus corazones, hay calor en mi cuna, hay leche y miel en el seno de mi madre, hay pan en la mesa, y en mi padre hay caricias y en sus manos herramientas de trabajo. Bendícenos”. Y el Señor con regocijo en su Espíritu, les bendijo y los dejó unidos en un solo cuerpo, en un solo corazón y en una sola voluntad. 67. Hoy os digo: bebed de ese vino, de mi enseñanza y brindad, porque cuando os reunís con vuestro Padre hay fiesta en la casa del Señor. 68. Cuántos de vosotros resucitáis al escuchar mi palabra en este tiempo. Estabais muertos a la fe, pues mientras a unos les habían desahuciado los doctores del mundo, a otros les habían negado la comunión los sacerdotes. 69. Abristeis vuestro corazón al sentir que mi palabra sanaba al enfermo, perdonaba con dulzura al pecador, y el Maestro a todos ofrecía el pan de vida eterna. 70. Ríos de maldad habéis contemplado a vuestro paso; pantanos de fango y tierras estériles que nadie ha sabido fertilizar. 71. Habéis visto cómo los campos que ayer fueron fecundos y ofrecieron al mundo sus abundantes frutos de paz y felicidad, hoy están convertidos en campos de sangre, de destrucción y de muerte. 72. Es menester que el Padre se acerque a sus hijos, Yo soy el rocío que en el silencio de la noche desciende sobre los campos y cae en las corolas de las flores, más las flores que se han secado, los corazones que han muerto a la esperanza, no saben sentir mi amor. 73. Discípulos: Ved que con mi enseñanza he despertado en vuestro corazón el sentimiento de caridad para que hagáis vuestras las aflicciones de la humanidad y no seáis indiferentes a sus conflictos, a sus pruebas y tragedias. 74. Uníos en pensamiento y orad por vuestros hermanos, Yo entenderé vuestras súplicas y premiaré vuestros deseos. Aún sois débiles para olvidar vuestras penas o preocupaciones para pensar en los demás. Yo os digo: Aceptad esas pruebas con valor y confianza en vuestro Señor, ellas no se apartarán de vuestro paso ni se resolverán con vuestra rebeldía o inconformidad. En cambio, con elevación espiritual, con fe, con serenidad, venceréis las más terribles pruebas. Cada abrojo, cada abismo que salvéis, dejará en vuestro espíritu un destello de luz. Quien sabe recibir con preparación sus pruebas, siente que sus momentos de dolor, que para otros parecerían eternos, se acortan. 75. Esta vida es vuestra calle de amargura, donde a veces caéis y donde también sentís que no vais solos con vuestra cruz, porque un Cirineo invisible y dulce os va levantando cada vez que os doblegáis, vencidos por el peso de vuestro destino. Si el lobo se ha acercado a vosotros. Yo le he apartado. Si los gentiles y los escudriñadores han penetrado en el seno de vuestras reuniones para encontrar faltas y acusaros de ellas, Yo os he cubierto con mi manto de ternura y he cerrado los labios de aquellos. Cuando los hombres os han sometido a prueba con sus preguntas, he puesto prematuramente la voz del Espíritu Santo en vuestros labios, ya que aún no os habéis preparado para convencerles con palabras de luz. 76. No vengo a reprenderos, más buscad en la dulzura de mi palabra la esperanza, la corrección y aun el juicio. ¿Qué sería de vosotros si Yo viniese a adularos en vuestra imperfección y a ensalzaros en vuestros pecados? ¿No es por ventura lo que hacen con los príncipes del mundo? Siempre os he alentado cuando os veo buscar con ahínco vuestro adelanto espiritual, cuando vais en pos del enfermo, sin consultar la hora, ni fijaros si el tiempo es inclemente, y cuando delante de jueces os habéis encontrado, permanecéis serenos y dais testimonio de Mí con palabras de verdad. 77. Así habéis aprendido que los corazones son las tierras que tendréis que cultivar y que mientras más extensas sean las campiñas, mayores tendrán que ser vuestros cuidados; y que lo que habéis sembrado, no lo podréis ya abandonar. 78. Entre vosotros se encuentran los que iréis a otras naciones en busca de nuevas tierras donde sembrar. Yo os he dado el idioma universal con el cual os sabréis entender unos y otros, no el lenguaje florido que pronuncian los labios humanos, sino aquél que expresa el espíritu a través del amor. 79. Para otros no será necesario emprender estas largas jornadas, les bastará prepararse para entregar la caridad a los más próximos, así como hacer luz en los espíritus desencarnados que turbados se encuentran. ¡Ay del que cerrase sus puertas al llamado de esas legiones de menesterosos porque ellos en su turbación no sabrán perdonar! 80. El discípulo diligente me bendice a cada paso porque siente el peso de su cruz y se deleita sirviéndome, el perezoso se siente privado de su libertad y agobiado por un fardo muy pesado. A nadie vengo a encadenar ni a convertir en esclavo, por el contrario, he venido a daros la verdadera libertad para que ni el presidio ni la muerte puedan encadenaros, sino que ahí donde muchos se han considerado perdidos, levantéis vuestro espíritu en la escala infinita de su evolución. 81. Discípulos: ¿Estáis dispuestos a perdonar a aquellos que os ofenden? ¿Quiénes son vuestros enemigos? En verdad os digo, que a vuestros hermanos no debéis llamarles enemigos, Yo no os envío en contra de la humanidad, sino en contra de su pecado y de su ignorancia. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 39 1. Yo soy la paz que desciende a vosotros, porque en el mundo sólo contemplo caos. 2. Velad y orad, haced el bien y con la práctica de la caridad destruiréis la guerra. 3. El árbol de la ciencia, según le cultivaron los hombres, se encuentra dando un fruto amargo a la humanidad, mas Yo voy a daros el agua cristalina del amor, para que la reguéis y veáis cuán diferentes van a ser los frutos que ese mismo árbol va a producir. 4. Antes de que descubráis en mi enseñanza el secreto para cultivar el árbol de la ciencia, éste será azotado por fuertes huracanes que harán caer hasta el último de sus malos frutos y lo dejarán limpio. 5. Después de ese vendaval, comenzaréis a ver brillar en vuestro espíritu una nueva luz, la cual se reflejará en todas las sendas de vuestra vida. 6. Estáis viviendo el tiempo del juicio, recordad cuántas veces os he dicho que la hoz de mi justicia divina incansablemente corta la mala yerba. 7. Mi justicia toca lo mismo a la ciencia, que a las religiones o a los hombres del poder; nada quedará sin ser escudriñado por mi mirada o pesado en mi balanza. Desde el principio de la humanidad el pecado ha sido sentenciado a morir y mi palabra tendrá que cumplirse. 8. Vos pueblo, cuando miréis en la Tierra señales de estos acontecimientos, elevaos en oración a Mí, reuníos con vuestra familia formando un solo pensamiento y enviad vuestro espíritu como mensajero de mi amor hacia vuestros hermanos necesitados de paz. 9. No dudéis del poder de la oración, porque si practicando la caridad no tuvieseis fe, nada podréis dar a vuestros hermanos. 10. ¿No os he enseñado que hasta los elementos desatados pueden escuchar vuestra oración y apaciguarse? Si ellos obedecen a mi voz, ¿Por qué no han de obedecer la voz de los hijos del Señor cuando ellos se hayan preparado? 11. Desde el tiempo en que estuve con vosotros en el mundo, os enseñé a orar para que en los momentos de prueba, supieseis comunicaros con vuestro Padre, y tomando fuerza de Él, cumplieseis con vuestra misión de amor y caridad entre la humanidad. 12. La oración es una gracia que Dios ha entregado ¡al hombre para que le sirva de escala para elevarse, de arma para defenderse, de libro para instruirse y de bálsamo para ungirse y sanar de todo mal! 13. La verdadera oración ha desaparecido de la Tierra, los hombres ya no oran, y cuando intentan hacerlo, en vez de hablarme con el espíritu, lo hacen con los labios, empleando palabras vanas, ritos y artificios. ¿Cómo van a contemplar prodigios los hombres, empleando formas y haciendo prácticas que no enseñó Jesús? 14. Es menester que vuelva la verdadera oración entre los hombres, y soy Yo quien nuevamente vine a enseñárosla. 15. Bendito el que inspirado en su amor hacia los demás, les sirva de peldaño en su elevación hacia Mí, porque cuando él abra sus ojos para contemplarse a sí mismo, se verá cerca de su Padre. 16. No preguntéis qué es lo que debéis hacer para que sepáis que habéis cumplido con vuestra misión, porque mi ley se reduce a que os améis los unos a los otros. Comprended que cada día de vuestra vida os brinda una oportunidad para que practiquéis ese divino mandamiento. 17. Cada quien en su camino puede cumplir con la misión de amar; el que guía espíritus, el que instruye, el hombre de ciencia, el que gobierna, el padre de familia, todos podéis servir a vuestros semejantes inspiraos en mi máxima que os dice: “Amaos los unos a los otros”. 18. Todo será limpio, todo será renovado, para que las nuevas generaciones encuentren la Tierra preparada para el cumplimiento de su gran misión espiritual. 19. No escojáis a quiénes debéis amar, amad a todos sin distinción. El amor espiritual no puede tener preferencias. 20. El amor que os enseño, está más allá del amor por los vuestros, del amor a la patria y a vosotros mismos. 21. No temáis no poder ser útiles en esta obra de amor pensando en vuestra pobreza material. Espiritualizaos y no necesitaréis de los bienes de la Tierra para poder hacer el bien a vuestros semejantes. Ved cómo de entre este pueblo de menesterosos y humildes, he entresacado a mis labriegos, convirtiéndolos en consejeros, doctores y confidentes de los que sufren, y que a ellos se acercan en demanda de consuelo y de paz. 22. De su amor ha brotado inagotablemente el bálsamo de curación, de sus labios antes torpes, ha surgido la palabra de luz que orienta, que regenera, conmueve y convence. ¿Y qué es lo que creían llevar en su corazón estos labriegos antes de que Yo les descubriera su herencia? Nada, se sentían parias, incapaces de practicar la caridad y de conducirse por sí mismos. 23. Mirad cómo ante la humildad de los labriegos, se presentan los ricos a pedir caridad, los doctores a consultarles sus problemas sin solución y los que se han cultivado en el sendero del conocimiento teólogo o filosófico llegan para aprender la primera lección. ¿No os maravilla este prodigio realizado entre vosotros? Entonces ya lo sabéis pueblo y lo sabréis humanidad, el poder y los caudales de la Tierra no bastarán para labraros la paz, para haceros útiles los unos a los otros haciéndoos la caridad materialmente si no aprendéis a amar. 24. Cuando haya amor en vuestro espíritu y lo hagáis sentir a vuestros semejantes, entonces veréis realizarse los prodigios. Empezad a practicar la virtud los que hayáis permanecido insensibles o alejados de la caridad, del amor, del bien, que son la esencia de una vida espiritual, y cuando alguien llegue a vuestras puertas agobiado de sed, de fatiga y de hambre, sentadlo a vuestra mesa sin consultar si en la cesta hay pan suficiente; preguntad a vuestro corazón si al invitar al caminante a vuestra mesa, lo hacéis con amor Sincero, con verdadera caridad, si así es, veréis el pan multiplicado, todos quedaréis satisfechos y en el corazón del caminante se encenderá una llama de fe, para darme gracias y bendecirme. Ese, en su vida, tendrá que hacer lo mismo que con él hicisteis, porque le enseñasteis una lección de amor al alcance del más escaso de entendimiento. 25. Sed humildes, recordad que Yo vuestro Dios, nací en la humildad y más tarde cubrí mi cuerpo con humilde túnica. ¿Por qué vosotros soñáis siempre con buenos atavíos y hasta llegáis a desear las regias vestiduras? 26. Vuestro reino tampoco es de este mundo, esta vida es como un campo de batalla a donde venís a hacer méritos para penetrar después triunfantes en la tierra conquistada y recibir en ella vuestro galardón. 27. No dejéis jamás la cruz en mitad del camino, no abandonéis vuestra misión, porque sería tanto como si en una batalla arrojaseis Vuestras armas, huyendo cobardemente de la lucha y renunciaseis al triunfo que aguardaba a vuestro espíritu. 28. Soy el camino perfecto, en mi paso por la Tierra os legué con mi ejemplo el “Libro de la Vida Verdadera”, con cuyas enseñanzas aprenderéis a luchar para vencer en todas las batallas; mi espada de amor luchó sin tregua contra el mal y la ignorancia de la humanidad. Mis armas no fueron homicidas, Yo no os traje la muerte, sino la vida eterna. Mi mansedumbre exasperaba y confundía a los que me ofendían, mi amoroso perdón vencía la dureza de su corazón, mi muerte en cuanto hombre les resucitó a la vida de la gracia. ¿No recordáis que el Mesías prometido había sido anunciado como un guerrero invencible? 29. Es tiempo de que el amor, el perdón y la humildad, surjan del corazón de la humanidad como armas verdaderas, que se opongan al odio y al orgullo. Mientras el odio encuentre odio y el orgullo tropiece con el orgullo, los pueblos se extinguirán y en los corazones no habrá paz. 30. La humanidad no ha querido comprender que su felicidad y su progreso sólo puede encontrarlos en la paz, y va tras de sus ideales de poderío y de falsa grandeza derramando sangre hermana, arrancando vidas y destruyendo la fe de los hombres. 31. El hombre con su orgullosa ciencia está desafiando mi ley; y os digo que una vez más lucharé contra su pecado, más el hombre no encontrará en Mí a un Juez orgulloso y soberbio, porque ésos son defectos humanos, ni sentirá sobre sí el peso de una venganza, porque las bajas pasiones son propias de vuestra imperfección; encontrará a un Juez inexorable y a un Maestro enseñándole una gran lección de amor. 32. No todos queréis guerras ni alimentáis odio ni orgullo para los inocentes, para los de buena voluntad y fe. Yo daré señales cuando las guerras estén a punto de desatarse, para que velen y oren, porque con su oración y con su vigilia serán invulnerables a las armas homicidas. 33. Del oriente al occidente se levantarán las naciones desconociéndose y del norte hacia el sur también se levantarán para encontrarse todas en la encrucijada, con cuyo choque se producirá una inmensa hoguera en la que arderá el odio, se extinguirá el orgullo y se consumirá la mala yerba. 34. Es necesario que las nuevas generaciones encuentren una tierra limpia, para que florezca la paz y el amor; pero antes desaparecerá hasta la última huella del crimen de Caín, cuya herencia aún lleva consigo la humanidad. 35. Vosotros que estáis bajo el efluvio de mis lecciones, ¿Encontráis que en todo ese dolor que se avecina, haya castigo o venganza divina? No, me decís, es el fruto que hemos cultivado y que vamos a recoger. 36. Yo siempre tengo caridad de mis hijos, porque sois muy pequeños para comprender todo el mal que os hacéis; por eso me acerco a vosotros, y materializando mi palabra os envío mis mensajeros a amonestaros, a preveniros de vuestro mal camino, pero, ¿Cuándo habéis atendido a mis llamados? Nunca, de ahí el motivo por el que está sufriendo la humanidad. 37. Pueblo amado, no seáis un simple espectador ante el caos que contemplaréis, porque tendréis que responderme de la paz y de la fortaleza que habéis recibido. 38. Esa paz y esa fuerza son para que oréis, para que vuestro cerebro no se ofusque y os mostréis diligentes e infatigables haciendo el bien, encendiendo la fe y esparciendo consuelo entre la humanidad. 39. Discípulos amados: extended mi doctrina entre vuestros hermanos. Yo os encargo que habléis con claridad, tal como os he enseñado. Estudiad cuidadosamente todas las partes de esta Obra, porque de cierto os digo, que mañana seréis interrogados por vuestros hermanos. Yo sé que vendrán a preguntaros qué concepto tenéis de la Trinidad de Dios, de la Divinidad de Cristo y de la pureza de María, y es menester que os encontréis fuertes para que salgáis avante en esas pruebas. 40. Sobre la Trinidad diréis: que no son tres personas distintas las que existen en Dios, sino un solo Espíritu Divino, el cual se ha manifestado en tres fases distintas a la humanidad, y ésta en su pequeñez para penetrar en lo profundo, creyó mirar tres dioses donde sólo existe un solo Espíritu. Por lo tanto, cuando escuchéis el nombre de Jehová, pensad en Dios como Padre y como Juez. Cuando penséis en Cristo, mirad en El a Dios como Maestro, como Amor, y cuando tratéis de comprender de donde procede el Espíritu Santo, sabed que no es otro que Dios manifestando su sabiduría a los discípulos, que más han adelantado. 41. Si Yo hubiera encontrado a la humanidad de los primeros tiempos tan evolucionada espiritualmente como ésta de hoy, me habría manifestado delante de ella como Padre, como Maestro y como Espíritu Santo, y entonces los hombres no habrían visto tres dioses donde sólo existe uno. Pero no se encontraban capacitados para interpretar mis lecciones y se hubiesen confundido y apartado de mi senda, para seguir creando dioses accesibles y pequeños, según su imaginación. 42. Ya sabéis la causa por la que el Padre se ha manifestado por tres etapas, y también sabéis el error de los hombres sobre el concepto de la Trinidad. 43. En mi Espíritu divino existe un número infinito de fases y atributos. Mas por haberme mostrado en tres formas a través de tres eras, os he nombrado Trinitarios y ahora ya me reconocéis en esas tres revelaciones y las sabéis unir en una sola, mirando en ella a un solo Dios que lo mismo puede manifestarse como Juez, que mañana como Maestro y más tarde como Padre de infinita sabiduría y bondad. 44. Ya no tratéis de darme forma material en vuestra mente, porque no existe forma en mi Espíritu, como no tiene forma la inteligencia, el amor, ni la sabiduría. 45. Os digo esto, porque muchos me han representado en la forma de un anciano cuando piensan en el Padre, y Yo no soy un anciano porque estoy fuera del tiempo, mi Espíritu no tiene edad. 46. Cuando pensáis en Cristo, al instante formáis en vuestra mente la imagen corpórea de Jesús y Yo os digo, que Cristo, el Amor Divino encarnado, mi Verbo hecho hombre, en cuanto dejó la envoltura corpórea, se fundió en mi Espíritu, del cual había brotado. 47. Mas cuando habláis del Espíritu Santo; utilizáis el símbolo de la paloma para tratar de imaginarlo con alguna forma, y Yo os digo que el tiempo de los símbolos ha pasado, y que por esta razón cuando os sintáis bajo la influencia del Espíritu Santo, lo recibáis como inspiración, como luz en vuestro espíritu, como claridad que viene a disipar incertidumbres, misterios y tinieblas. 48. Si os digo que Cristo es el amor del Padre, comprended que Cristo es divino. ¿Qué de extraño hay en que Dios haya hecho encarnar su amor, para manifestarlo a un mundo carente de espiritualidad? ¿No es esto una prueba de caridad perfecta entregada a los que no pudiendo ir al Padre, son buscados por El? 49. Ahora bien, quiero enseñaros que Cristo no es menos que Yo ni que está después de Mí, porque si Él es Amor, ese amor ni está después ni está antes de ninguna otra potencia, está unido y fundido en todas, formando lo Absoluto, lo Divino, lo Perfecto. 50. ¿Y qué queréis que os diga de María que fue enviada por el Señor a la Tierra para servir de Madre a Jesús, en cuyo cuerpo se había de manifestar el Verbo? 51. En verdad os digo: que Ella fue la ternura divina encarnada, por ello cuando en su estancia escuchó las palabras del Mensajero del Señor, anunciándole que en su seno concebiría al Mesías, en su corazón no hubo duda ni rebeldía ante lo que Ella sabía que era voluntad divina. Su ejemplo fue de humildad y de fe, su obra fue callada y sublime, por eso fue la única capaz de cumplir aquel mensaje celestial y de aceptar aquel sublime destino sin vanidad. 52. Jesús vivió su niñez y juventud al lado de María, y en su regazo y a su lado gozó de su amor maternal. La ternura divina hecha mujer endulzó al Salvador los primeros años de su vida en el mundo, ya que llegada la hora, había de beber tanta amargura. 53. ¿Cómo es posible que haya quien pueda pensar que María, en cuyo seno se formó el cuerpo de Jesús y a cuyo lado vivió el Maestro, pudiese carecer de elevación espiritual, de pureza y santidad? 54. El que me ame, antes tendrá que amar todo lo mío, todo lo que amo Yo. 55. Estas enseñanzas de amor y caridad, las debéis dar a conocer a vuestros hermanos. Es necesario que sepáis que no es indispensable que toda la humanidad me escuche en la forma en que a vosotros me manifiesto. Me basta que este pueblo presencie y escuche estas enseñanzas para que sea después mi testigo y emisario ante sus hermanos. 56. Si esta forma de comunicación fuese la más elevada que los hombres pudiesen alcanzar, entonces la daría a conocer en toda la Tierra, y una vez establecida, no tendría fin; pero como esta comunicación a través del portavoz humano es solamente la preparación para la comunicación perfecta de Espíritu a espíritu, le he concedido un lapso de tiempo, marcándole el instante de su término que será 1950. 57. Estas multitudes que año por año han asistido a la Cátedra de su Maestro, son las destinadas a extender este mensaje entre la humanidad, después de que hayan dejado de escuchar mi palabra. 58. No deberán levantarse a doctrinar antes de mi partida porque es necesario que escuchen mis últimas enseñanzas, que serán las más profundas y por lo tanto las que los dejen fuertes y preparados para la lucha. 59. Todos, desde las congregaciones más antiguas, hasta los que comienzan a reunirse en los recintos más recientes, han escuchado de Mí, que esta comunicación cesará al finalizar el año de 1950, que es mi voluntad divina que así sea, y que el pueblo en ninguna forma deberá oponerse a lo dispuesto por el Padre. 60. Pretender hacerme esperar un tiempo más entre vosotros sería necio, sería negarle al Padre su perfección y su justicia y sería negar que he sido Yo, el inmutable, quien os ha hablado. 61. Os digo esto porque aunque en estos instantes ninguno se siente capaz de consumar esa profanación, Yo sé que en los momentos decisivos, en la hora amarga y triste de mi despedida, no faltará un traidor en mi mesa, un débil que arroje lejos de sí el pan que por mucho tiempo lo alimentó y con un falso beso de amor me entregue al escarnio y a la burla de la humanidad. 62. ¿Quién creéis que se comunique por estos entendimientos, cuando haya cesado el tiempo de mi comunicación? ¿Por ventura queréis hacerme partícipe de vuestra desobediencia? 63. Pensad que una desobediencia vuestra, originaría más tarde la confusión entre la humanidad; que una profanación de tal magnitud fomentaría el caos entre las multitudes, nadie creería en mi manifestación como Espíritu Santo, todos perderían la fe. 64. Desde ahora os digo: que los que quieran hacer creer que me sigo comunicando por su conducto, después del tiempo fijado por Mí, serán negados y llamados impostores y quien se comunique por sus entendimientos será llamado falso Cristo; más los videntes que hiciesen causa común con aquel engaño, serán llamados falsos profetas. 65. Pueblo: Fortaleceos en todo lo que hoy os digo, para que cuando llegue la hora de prueba, sepáis permanecer firmes, unidos a mi ley, respetando mi voluntad, porque con vuestra conducta daréis el mayor testimonio de que habéis creído que esta palabra es la suprema verdad. Quien hiciese lo contrario, me habrá negado. 66. Bienaventurados los que permanezcan fieles a mi palabra, porque a ellos llegado el tiempo les tomaré como emisarios y testigos de este mensaje divino, que a través de mi comunicación por el entendimiento humano deje a la humanidad, como una lección precursora para la verdadera comunicación de espíritu a Espíritu con vuestro Padre. 67. Hoy busco a vuestro espíritu porque la morada espiritual reclama su presencia. 68. No habéis podido elevaros porque cada imperfección vuestra es un eslabón de esa cadena que os ata a las posesiones terrenales, impidiéndoos vibrar en las regiones que le corresponden al espíritu. 69. ¿Qué os labraréis para después de esta vida? ¿Acaso pensáis que vuestro espíritu puede penetrar con planta firme en una morada donde sólo la espiritualidad es su luz y su sostén? 70. Escuchad esta palabra, analizadla y comprenderéis que ella viene a ayudaros a despojaros de todo lo superfluo, porque esas influencias no dejan en libertad a vuestro espíritu. 71. Aquí ante mi presencia, despojad a vuestro espíritu de todas las impurezas y dejadle libre. No temáis, porque no vais a descubrirme ningún secreto, Yo os conozco mejor que vosotros mismos. Confesaos íntimamente Conmigo, Yo sabré comprenderos mejor que nadie y podré absolveros de causas y deudas porque soy el único que puede juzgaros. Mas cuando os hayáis reconciliado con vuestro Padre y en vuestro ser escuchéis el himno de triunfo que entone vuestro espíritu, sentaos en paz a mi mesa, comed y bebed los manjares del Espíritu, que en la esencia de mi palabra se encuentra. 72. Cuando os levantéis de la mesa para volver a vuestras diarias faenas, no olvidéis que en cada uno de vuestros pasos está presente mi ley y que mi mirada os contempla. Con esto quiero deciros, que no sólo os preparéis de espíritu y entendimiento cuando penetréis a estos recintos a escuchar mi Palabra, sino que ese temor de ofenderme que mostráis en estos lugares, os acompañe a todas partes y en todo tiempo. 73. Tenéis mi palabra en vuestra conciencia, para que a ella le consultéis si vais caminando dentro del sendero del cumplimiento. 74. A todos los que me escuchan les doy la misma palabra, ni al pobre le doy más por ser menesteroso, ni al rico le doy menos; de cierto os digo que en espíritu todos estáis necesitados. 75. A todos os amo por igual, no contemplo diferencias de clases, de razas, de idiomas o de credos, ni siquiera diferencia de sexos, Yo hablo para el espíritu, a él es a quien busco y al que he venido a doctrinar para guiarlo con la luz de mi enseñanza a la “Tierra prometida”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 40 1. Para que el Verbo de Dios habitara entre la humanidad, y le mostrara el camino de su restitución con los sublimes ejemplos de su amor, todo lo preparo el Padre. 2. Primero inspiró a los profetas que habían de anunciar la forma en que el Mesías vendría al mundo, cuál sería su obra, sus padecimientos y su muerte en cuanto hombre, a fin de que cuando Cristo apareciese en la Tierra, el que conociese las profecías, le reconociera al instante. 3. Siglos antes de mi presencia a través de Jesús, el profeta Isaías dijo: Por lo tanto el Señor os dará esta señal “he aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo que se llamará Emmanuel” (Que quiere decir “Dios con nosotros”). Con esta profecía entre otras anunció mi llegada. 4. David, muchos siglos antes de mi advenimiento, cantaba con salmos llenos de dolor y sentido profético, los sufrimientos del Mesías durante la crucifixión. En aquellos salmos habla de una de mis siete palabras en la cruz, anuncia el desprecio con que las multitudes me habían de conducir al sacrificio, las frases de burla de los hombres al oírme decir que en Mí estaba el Padre, la soledad que había de experimentar mi cuerpo ante la ingratitud humana, todos los tormentos a que habría de ser sujeto y hasta la forma en que echarían suertes sobre mi vestidura. 5. Cada uno de mis profetas vino a anunciar mi llegada, a preparar los caminos y a dar señales precisas para que llegado el día nadie se confundiese. 6. En Nazareth vivía una flor de pureza y de ternura, una virgen desposada, llamada María que era precisamente la anunciada por el profeta Isaías, para que de su seno surgiese el fruto de la Vida Verdadera. Hasta ella llegó el enviado espiritual del Señor para comunicarle la misión que traía a la Tierra, diciéndole: “Salve muy favorecida, el Señor es contigo, bendita Tú entre las mujeres”. 7. La hora de ser revelado el divino misterio, había llegado, y todo lo que sobre la presencia del Mesías, del Salvador, del Redentor, se había dicho, estaba próximo a cumplirse. Pero cuán pocos fueron los corazones sensibles a mi presencia. Cuán pocos los espíritus que estuvieron preparados, para reconocer en la luz de mi verdad, el reino de los cielos. 8. Los hombres en su mayoría materializados por sus ambiciones, sujetándolo todo a sus acontecimientos y experiencias humanas, tratando de comprobar lo espiritual por medio de su ciencia material, tuvieron que confundirse ante lo incomprensible y acabaron negándome. 9. Pocos fueron los que me amaron y siguieron y muchos los que me desconocieron. 10. Los que me amaron, fueron los que reconocieron mi presencia a través de la sensibilidad espiritual y de la fe. Dones superiores a la razón humana, a la ciencia y a la inteligencia. 11. A cada paso me escudriñaban. Todos mis actos y palabras fueron juzgadas con mala intención, las más de las veces se confundían ante mis obras o pruebas, porque sus entendimientos no eran capaces de comprender lo que sólo el espíritu puede concebir. 12. Si oraba, decían: ¿Para qué ora si dice estar lleno de poder y sabiduría? ¿Qué puede necesitar o pedir? Y si no oraba, decían que no cumplía con su culto. 13. Si veían que no llevaba a mis labios algún sustento, mientras mis discípulos comían, juzgaban que Yo estaba fuera de las leyes instituidas por Dios, y si me veían tomar alimento se preguntaba, ¿Qué necesidad tenía de comer para vivir, quien decía ser la vida? No comprendían que Yo había venido al mundo a revelarles a los hombres, cómo debería vivir la humanidad después de una prolongada purificación, para que brotara de ella una generación espiritualizada, que estuviera por sobre las miserias humanas, de las necesidades imperiosas de la carne y de las pasiones de los sentidos corporales. 14. Muchos siglos han pasado después de que con mi presencia iluminé a la humanidad y cuando tratan de comprender la verdad sobre la concepción de María, sobre mi naturaleza humana y mi esencia espiritual, su mente turbada no ha podido comprender, ni su corazón envenenado ha concedido aquella verdad. 15. Esa mente y ese corazón, liberados por un instante de sus tinieblas, dejarán escapar a su espíritu a las regiones de la luz, en donde se sentirá iluminado por una claridad superior, que no será la de su razón ni la de su ciencia. 16. Entonces sabrán por el espíritu ya evolucionado, la verdad que su pequeño y limitado entendimiento no pudo revelarles. 17. Porque si los hombres supiesen sentir y comprender todo el amor que mi Espíritu derrama sobre ellos a través de la naturaleza, todos serían buenos. Pero unos son ignorantes y otros son ingratos. 18. Sólo cuando los elementos manifiestan mi justicia es cuando se estremecen, más no porque comprendan que es la voz de mi justicia la que les habla, sino porque temen por su vida o por sus bienes terrenales. 19. Desde el principio de la humanidad hasta el presente, mi justicia se ha hecho sentir en los hombres por medio de los elementos, ya que en su rudeza de los primeros tiempos y en su materialismo del tiempo presente, sólo son sensibles a las pruebas materiales. 20. ¿Hasta cuándo va a evolucionar la humanidad, para que comprenda mi amor y sienta mi presencia por medio de la conciencia? Cuando la humanidad escuche mi voz que le aconseja y cumpla con mi ley, será indicio de que han pasado para ella las eras de materialismo. 21. Por ahora aún tendrán que ser tocados por los elementos en muchas formas, hasta ser convencidos de que existen fuerzas superiores ante las cuales el materialismo del hombre es muy pequeño. 22. La Tierra se estremecerá. El agua lavará y el fuego purificará a la humanidad. 23. Todos los elementos y fuerzas de la naturaleza se harán sentir sobre la Tierra, en donde los seres humanos no han sabido vivir en armonía con la vida que los rodea. 24. Con ello la naturaleza no busca la destrucción de quienes la profanan, sólo busca la armonía entre los hombres y todas las criaturas. 25. Si cada vez se manifiesta mayor su justicia, es porque las faltas de los hombres y su falta de armonía con las leyes es mayor también. 26. Yo os dije que la hoja del árbol no se movía sin mi voluntad, y ahora os digo que ningún elemento obedece a otra voluntad que no sea la mía. 27. También os digo que la naturaleza puede ser para los hombres lo que ellos quieran. Una madre pródiga en bendiciones, en caricias y sustento, o un desierto árido en donde reinen el hambre y la sed. Un maestro de sabias e infinitas revelaciones sobre la vida, el bien, el amor y la eternidad, o un juez inexorable ante las profanaciones, desobediencias y errores de los hombres. 28. Mi voz de Padre dijo a los primeros hombres, bendiciéndolos: “Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, sojuzgadla y señoread en los peces de la mar, en las aves del cielo y en todas las criaturas que se mueven en la tierra”. 29. Si, humanidad, Yo formé al hombre para que fuese señor y tuviese potestad en el espacio, en las aguas, en toda la tierra y en los elementos de la creación. Mas he dicho: “Señor”, porque los hombres creyendo señorear con su ciencia la Tierra, son esclavos; creyendo dominar las fuerzas de la naturaleza, se convierten en víctimas de su impreparación, de su temeridad e ignorancia. 30. El poder y la ciencia humana han invadido la Tierra, los mares y el espacio, pero su poder y su fuerza no armonizan con el poder y la fuerza de la naturaleza, la que como expresión del amor divino, es vida, es sabiduría, es armonía y es perfección. En las obras humanas, en su ciencia y en su poder se manifiestan solamente el orgullo, el egoísmo, la vanidad, la maldad. 31. Pronto la fuerza de los elementos despertará a la humanidad. Los hombres por medio del cáliz del dolor, saldrán del materialismo, para contemplar la luz de la verdad, que les mostrara el camino por donde debían haber alcanzado la sabiduría y el verdadero poder. 32. Nunca será tarde para el arrepentimiento, para la reparación de un error o la regeneración de un pecador. Las puertas de mi Reino estarán abiertas siempre, esperando al hijo que al fin, después de mucho caminar a su libre albedrío, abrirá sus ojos a la luz y comprenderá que no existe libertad más perfecta y maravillosa, que la del espíritu que sabe cumplir con la voluntad de su Padre. 33. Libertad infinita dentro del amor del bien, de la justicia y lo perfecto. 34. Para cumplir con mi ley, debéis orar, siempre elevando vuestro espíritu hacia vuestro Padre. 35. He visto que para orar buscáis de preferencia la soledad y el silencio, y hacéis bien en ello cuando tratéis de buscar la inspiración por medio de la oración, o cuando queráis darme gracias, mas también os digo que debéis practicar la oración en cualquiera que sea la condición en que os encontréis, con el fin de que sepáis invocar mi ayuda en los trances más difíciles de vuestra vida, sin perder la serenidad, el dominio sobre vosotros mismos, la fe en mi presencia y la confianza en vosotros. 36. La oración puede ser larga o breve, según sea necesario. Podréis, si así lo deseáis, pasar horas enteras dentro de aquel deleite espiritual, si vuestra materia no se fatiga o si algún otro deber no reclama vuestra atención. Y puede ser tan breve que se concrete a un segundo, si os encontráis sujetos a alguna prueba que de pronto os haya sorprendido. 37. No son las palabras con que vuestra mente trate de formar la oración lo que llega a Mí, sino el amor, la fe, o la necesidad con la que os presentáis ante Mí, por eso os digo que habrá casos en que vuestra oración sea de un segundo, porque no habrá tiempo a formular pensamientos, frases e ideas, como acostumbráis. 38. Doquiera podréis invocarme, porque para Mí, es indiferente el sitio, ya que lo que busco es a vuestro espíritu. 39. Si a vosotros os agrada orar en el campo, o sentís mayor recogimiento en estos recintos, o preferís vuestra alcoba, hacedlo donde os sintáis más cerca de vuestro Padre, pero no olvidéis que para Mí, que estoy en todas partes, el lugar para comunicarme con vuestro espíritu es indiferente. 40. No siempre oráis con la misma preparación, de ahí que tampoco experimentéis siempre la misma paz o la misma inspiración. 41. Hay ocasiones en que lográis inspiraros y elevar el pensamiento, y hay otras en que estáis completamente indiferentes. ¿Cómo queréis recibir siempre en la misma formabais mensajes? Debéis educar vuestra mente y aun a vuestro cuerpo a colaborar con el espíritu en los momentos de la oración. 42. El espíritu siempre está dispuesto a comunicarse conmigo, pero requiere de la buena disposición de la materia para poder elevarse y liberarse en aquellos instantes, de todo cuanto en su vida terrestre le rodea. 43. Esforzaos por lograr la verdadera oración, porque quien sabe orar, lleva en sí la llave de la paz, de la salud, de la esperanza, de la fuerza espiritual y de la vida eterna. 44. El escudo invisible de mi ley le protegerá, contra las acechanzas y peligros, llevará en sus labios una espada invisible para abatir a cuantos adversarios se opongan a su paso; un faro de luz alumbrará su ruta en medio de las tormentas; un prodigio constante estará a su alcance siempre que necesite de él, ya sea para sí mismo o para beneficio de sus hermanos. 45. Orad, practicad ese sublime don del espíritu, porque esa fuerza será la que mueva la vida de los hombres del futuro, aquellos que alcanzarán en materia la comunicación de espíritu a Espíritu. 46. Los padres de familia se inspirarán a través de la oración para conducir a sus hijos. 47. La salud la recibirán los enfermos por medio de la oración. Los gobernantes resolverán sus grandes problemas, buscando la luz con la oración, y el hombre de ciencia recibirá las revelaciones también por medio del don de la oración. 48. Buscad ese mundo de luz espiritual, ejercitaos en la oración del espíritu, perfeccionad esa forma hasta donde podáis y transmitid a vuestros hijos ese conocimiento, confiando en que ellos darán un paso más allá de donde hayáis llegado vosotros. Para ayudaros en vuestra oración, con sencillez vengo a explicaros mi doctrina, aclarando las revelaciones que os entregué en los tiempos pasados. ¿Sabéis por qué podéis comprender mejor mi palabra? Porque vuestro espíritu ha evolucionado. 49. Pronto hablaréis de mi doctrina a la humanidad, dando pruebas de que habéis comprendido la lección que predicáis, apoyando vuestras palabras con vuestras buenas obras. En verdad os digo, que ante vuestro ejemplo aún los más reacios se convencerán de la verdad de esta doctrina. 50. Uno solo de mis discípulos que haya desarrollado sus dones espirituales y que haya fortalecido su corazón en la práctica de la caridad, resistirá todas las pruebas a que la humanidad quisiera someterle, porque si ha logrado expresar con esencia y verdad mi palabra y ha convertido su corazón en venero inagotable de amor y caridad hacia sus hermanos, quiere decir que ha orado y por su virtud se encuentra en el sendero de la espiritualidad. Ese discípulo está preparado para dar testimonio de Mí. 51. Ahora que aún faltan algunos años para que termine mi manifestación bajo esta forma, guardad en vuestro corazón mi palabra y aprended de Mí. Si así lo hacéis en el camino de vuestra lucha, sabréis cuándo debéis hablar a vuestros hermanos y cuándo tendréis que doctrinar con vuestro silencio. 52. Llevaréis la confianza absoluta en mi ayuda divina y la fe inquebrantable en que lo que vais a hacer o a entregar; tendrá un buen resultado, porque estaréis cumpliendo con mi ley. 53. De esa confianza y de esa fe, dependerá la eficacia de vuestras palabras y obras. 54. No siempre podréis hablar, pero sí en todas las ocasiones pondréis a prueba el desarrollo de los dones de vuestro espíritu. 55. Preparaos y bastará vuestra presencia en un momento de prueba, para que la luz brille en los entendimientos, la tempestad se torne en paz y vuestra oración espiritual hará el prodigio de que un manto de caridad y de ternura se manifieste sobre aquéllos por quienes oréis. 56. Vuestra buena influencia será sobre lo espiritual y sobre lo material. No os concretéis a luchar solamente contra elementos visibles, sino también contra lo invisible. 57. Si la luz de mi Espíritu ha iluminado al hombre de ciencia para que descubra el origen de los males del cuerpo, a lo que llamáis enfermedades, también os ilumina a vosotros para que descubráis con vuestra sensibilidad espiritual el origen de todos los males que aquejan la vida humana, así sean los que turban al espíritu, como a los que ofuscan la mente o atormentan al corazón. 58. Hay fuerzas invisibles a la mirada humana e imperceptible a la ciencia del hombre, que influyen constantemente en vuestra vida. 59. Las hay buenas y las hay malas; las unas os dan la salud y las otras os provocan enfermedades; las hay luminosas y también obscuras. 60. ¿De dónde surgen esas fuerzas? Del espíritu, discípulos, de la mente y de los sentidos. 61. Todo espíritu encarnado o desencarnado, al pensar, emana vibraciones; todo sentimiento ejerce una influencia. Podéis estar seguros de que el mundo está poblado de esas vibraciones. 62. Ahora podréis comprender fácilmente que donde se piensa y se vive en el bien, tienen que existir fuerzas e influencias saludables y que donde se vive fuera de las leyes y normas que señala el bien, la justicia y el amor, tienen que existir fuerzas maléficas. 63. Unas y otras invaden el espacio y luchan entre sí, influyen en la sensibilidad de los hombres, y si éstos saben distinguir, toman las buenas inspiraciones y rechazan las malas influencias; pero si son débiles y no están preparados en la práctica del bien, no podrán hacer frente a esas vibraciones y estarán en peligro de convertirse en esclavos del mal y de sucumbir bajo su dominio. 64. Esas vibraciones lo mismo brotan de espíritus encarnados que de seres desencarnados, porque lo mismo en la Tierra que en el más allá existen espíritus buenos y espíritus turbados. 65. En este tiempo es mayor la influencia del mal que la del bien; por lo tanto, la fuerza que domina en la humanidad es la del mal, del que se derivan el egoísmo, la mentira, la lujuria, el orgullo, el placer de hacer daño, la destrucción y todas las bajas pasiones. De ese desequilibrio moral provienen las enfermedades que atormentan al hombre. 66. No tienen los hombres armas para combatir contra esas fuerzas. Han sido vencidos y llevados prisioneros al abismo de una vida sin luz espiritual, sin alegría sana, sin aspiraciones por el bien. 67. Ahora que el hombre cree encontrarse en la cumbre del saber, es cuando ignora que está en el abismo. 68. Yo que conozco vuestro principio y vuestro futuro en la eternidad, di a los hombres desde los primeros tiempos armas con las que pudieran luchar contra las fuerzas del mal; pero las despreciaron, prefirieron la lucha del mal contra el mal en la que nadie triunfa, porque todos resultarán vencidos. 69. Escrito está que el mal no prevalecerá, lo que quiere decir que al final de los tiempos será el bien el que triunfe. 70. Si me preguntáis cuáles fueron las armas con las que doté a la humanidad para luchar contra las fuerzas o influencias del mal, os diré que fueron la oración, la perseverancia en la ley, la fe en mi palabra, el amor de los unos para los otros. 71. Ahora he tenido que manifestarme a esta humanidad espiritualmente, para explicarle palabra por palabra el origen del bien y del mal y la forma de luchar para triunfar en la gran batalla del Tercer Tiempo. 72. Vengo a poneros alerta haciendo sensible a vuestro espíritu, para que aprendáis a recibir todo lo bueno que a vosotros llegue y a rechazar y combatir lo malo. 73. Nadie se mofe de cuanto digo, porque con su burla dará a conocer su enorme ignorancia. 74. Sabéis que fueron burlados todos los enviados que habéis tenido, precursores de una revelación espiritual o científica, y sin embargo, tiempo después, la humanidad tuvo que aceptar sus revelaciones, convencida de la verdad que predicaron. 75. ¿Sabía el hombre de la antigüedad en qué forma se verificaba el contagio de alguna enfermedad, o cuál era la causa de la propagación de una epidemia? No, lo ignoraban, de aquella ignorancia surgieron las supersticiones y los cultos misteriosos. Pero llegó un día en que la inteligencia del hombre iluminada por la luz del Creador, descubrió la causa de sus males físicos y comenzó a luchar por encontrar la forma de recuperar la salud. Entonces, lo que había sido oculto e invisible al hombre de ciencia, llegó a serle comprensible, con lo que la humanidad adquirió un conocimiento que los hombres de los tiempos pasados no tuvieron. 76. En la misma forma llegarán a conocer el origen y la influencia de las fuerzas del bien y del mal sobre la humanidad; y cuando ese conocimiento sea del dominio público, no habrá quien al escuchar esta enseñanza, dude de la verdad de mi doctrina. 77. Vengo a iluminaros con la luz de esta enseñanza, para que encontréis en vuestro espíritu los dones que la humanidad había despreciado desde los primeros tiempos, para que vuestro espíritu despertando de su letargo, iluminado por la luz de la conciencia, sepa rechazar las fuerzas del mal y alcance el pleno desarrollo de su evolución espiritual. Así como en el aire contaminado llega a vosotros el germen de una enfermedad, invisiblemente y en silencio llegan las malas influencias espirituales perturbando vuestra mente y haciendo flaquear a vuestro espíritu. 78. Sólo la oración podrá daros intuición y sensibilidad, fuerza e inspiración para sosteneros en la diaria y constante lucha contra el mal. 79. Os he hablado acerca de las fuerzas e influencias del mal ¿Y acaso os he hecho mención de algún espíritu? ¿Lo he nombrado por ventura? No, me decís. Más debo aclararos en este tiempo, que no existe ningún espíritu que represente o que sea el origen del mal. 80. Las antiguas creencias, figuras, formas y nombres simbólicos con que los hombres de los tiempos pasados representaron el mal, dándole forma humana y concediéndole existencia espiritual, creencias que han llegado hasta las presentes generaciones deben desaparecer, porque sin daros cuenta habéis creado con ellas mitos y cultos supersticiosos, indignos de la evolución espiritual que el hombre ha alcanzado en este tiempo. 81. Sabed que el mal surgió del hombre, de sus flaquezas, y que a medida que fue creciendo en número la humanidad, así como sus imperfecciones y pecados, la fuerza o influencia del mal fue aumentando. Esa fuerza, formada por pensamientos, ideas, sentimientos y pasiones, comenzó a hacer sentir su influencia en los hombres y éstos llegaron a creer que se trataba de un espíritu que seguramente era la representación del mal, sin darse cuenta de que esa fuerza está formada por sus imperfecciones. 82. Velad y orad para que no caigáis en tentación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 41 1. En todos los tiempos os he hablado de la vida eterna que existe más allá de lo material. Os he prometido que todos gozaréis de ella, mas también os he revelado que debéis restituir los males que hayáis causado para que vuestro espíritu evolucione. 2. Para ayudaros os he dicho: Haced buenas obras en la Tierra, para que la simiente que sembréis, dé buenos frutos y la cosecha la reciba Yo que soy el Camino y la Vida. 3. He visto que la humanidad es reacia, que se ha materializado y he tenido que darle mi enseñanza para hacerle comprender cuál es el camino que debe seguir, para alcanzar la verdadera vida y encender en ella la esperanza de llegar a Mí. 4. El camino para alcanzar la perfección es largo y sin mi ayuda divina no podréis llegar. La vida espiritual en el más allá es un misterio para el hombre, mas estudiad mi enseñanza, practicad lo que su esencia os enseña y cuando traspaséis los umbrales de la vida verdadera, no os sorprenderéis ni os turbaréis. 5. En los primeros tiempos de la humanidad era tan escasa su evolución espiritual, que su intuición sobre la existencia del espíritu después de la muerte material y el conocimiento de su destino final, hacía que el espíritu al desencarnar penetrara en un letargo profundo del cual lentamente iba despertando, más cuando Cristo se hizo hombre en Jesús para darle su enseñanza a todos los espíritus, una vez que hubo consumado su misión entre la humanidad, envió su luz a multitudes de seres que desde el principio del mundo esperaban su advenimiento para ser libertados de su turbación y poder elevarse hacia el Creador. 6. Sólo Cristo podía iluminar aquellas tinieblas, sólo su voz podía resucitar a aquellos espíritus que dormían para su evolución. Cuando Cristo expiró en cuanto hombre, el Espíritu divino hizo luz en las moradas espirituales y en los mismos sepulcros, de donde salieron los espíritus que junto a sus cuerpos dormían el sueño de la muerte. Esos seres vagaron esa noche por el mundo haciéndose visibles a las miradas humanas como un testimonio de que el Redentor era vida para todos los seres y de que el espíritu es inmortal. 7. Sólo Jesús podía mostrarles el camino para llegar a la cumbre del monte de la vida verdadera; quien cree en El, dé fe de su obra y practique su doctrina, no permanecerá estacionado. 8. Discípulos: No porque escuchéis estas revelaciones, que vienen a iluminar vuestro sendero, queráis sentiros superiores a vuestros hermanos. Es tan extenso el camino que tenéis que recorrer, que debéis comprender que apenas estáis dando los primeros pasos en él. Si os revelo algunos misterios del más allá, es para que desde ahora conozcáis el camino y os preparéis para no perderos ni tropezar en él. Ved que así como en este mundo existen muchos caminos por donde el hombre puede extraviarse, también en el extenso valle espiritual, existen sendas que pueden llevar a la confusión al espíritu, si éste no ha velado y orado. 9. Dejad que la savia de mi amor os dé vida, recordad que os he dicho: Yo soy la vid y vosotros los sarmientos, vosotros debéis dar frutos que glorifiquen al árbol del cual procedéis. 10. Es menester que analicéis con paciencia mi palabra para que mañana sepáis explicarla a vuestros hermanos y para que podáis practicarla de acuerdo con la verdad que ella encierra. ¿Cuándo alcanzará el hombre la perfección que le enseña mi ley? Cuando haya cumplido con el primer mandamiento. Porque hasta ahora, la humanidad ha amado todos los bienes del mundo antes que a su Creador, sin embargo cuando los hombres elevan su oración hacia Mí, todos dicen amarme, y cuando por causa de su pecado encuentran el dolor me pregunta: “¿Señor, por qué me castigáis si os amo tanto?” Mas luego, cuando he quitado de su camino el abrojo que los hería, se olvidan de quien tanto los ama. 11. Escuchad: “Encontrábanse en una sinagoga dos hombres orando, uno de ellos vestía lujosas galas, el otro iba casi desnudo. El primero daba gracias al Creador, porque todo lo que poseía, creía tenerlo por sus propios méritos y juzgaba que aquél que a su lado se encontraba, pobre, desnudo y hambriento, era porque así recogía la cosecha de lo que con su pecado había sembrado. 12. El pobre se sentía indigno de estar ante la presencia de su Señor y pedía perdón y fuerzas para cumplir con su expiación. 13. El poderoso daba gracias, porque juzgaba que si su cuerpo estaba engalanado, más debería estarlo su espíritu. 14. Pasó el tiempo y la muerte sorprendió a ambos. El rico era llorado por los suyos, su entierro fue solemne y tuvo una rica sepultura; su espíritu se desprendió de la materia y al penetrar en el valle espiritual se turbó, porque su materialismo le impedía elevarse, doquiera que daba un paso tropezaba y todo le parecía estar en tinieblas a su derredor. Mientras el pobre, que era un caminante, sintiéndose cansado, se sentó bajo un árbol y dando un suspiro dejó esta vida. Nadie lo lloró, nadie lo acompañó en aquella hora, él no tuvo sepultura porque su cuerpo fue pasto de las aves de rapiña. Su espíritu fue también al más allá con la fe con que vivió en el mundo, fe puesta en el futuro. Penetró en el valle de los espíritus sin que nadie le impidiera la entrada. Caminó en pos de una luz y al llegar a ella, se sintió vestido y engalanado y aquellas vestiduras tenían reflejos luminosos. Quiso aquel espíritu descansar de su larga jornada, cuando contempló delante de él a su Padre, que con amor le entregaba el galardón que había conquistado con sus obras de fe y resignación. 15. El que había sido poderoso, se debatía aún en su confusión, por momentos olvidaba quién era, por instantes lloraba preguntando en dónde estaba, dónde se encontraba su cuerpo y dónde había dejado sus tesoros. Luego recordaba a su Señor para decirle: Yo soy aquél que me presentaba en el templo para mostrar mis galas y mi poder, y deciros que estaba conforme con que vos me hubieseis dado tanto. ¿Por qué ahora me desconocéis y no me llamáis? Entonces escuchó una voz que le dijo: En la Tierra solamente forjasteis una gloria para vuestras vanidades humanas, fuisteis altivo, humillasteis al pobre y tuvisteis horror del leproso; nada de lo que acumulasteis en el mundo podía serviros para ayudaros en esta vida, es por eso que ahora sois el más menesteroso entre los menesterosos. 16. Aquel espíritu, lejos de aceptar y reconocer la justicia divina iniciando con humildad su expiación, blasfemó en contra de su Señor, llamándolo injusto y alejándose de Él; cada vez más turbado por la ira, encontró a su paso una legión de seres que se dirigían a la Tierra a causar daños a la humanidad; se alió a ellos, sembrando a su paso vanidades, materialismo, egoísmo y soberbia; mas llegó a sentir hastío y cansancio de causar tanto mal, y por un instante se detuvo a meditar. Habían pasado siglos, había causado muchas víctimas, porque a todos los que inspiró, los condujo al abismo. Se sintió solo, más en su soledad escuchaba una voz que le hablaba desde el interior de su ser, era su conciencia, que al fin lograba ser escuchada, se juzgó a sí mismo y vio que era muy pequeño ante la creación, entonces con humildad, doblegado ya su orgullo, buscó a su Señor y en su oración le habló pidiéndole perdón para sus faltas, y la voz del Padre le dijo: Yo os perdono, mas id en busca de aquel hambriento a quien juzgasteis en la sinagoga. Cuando estaba dispuesto a cumplir con aquel mandato, elevó su mirada y vio que aquél a quien había contemplado miserable en el mundo, se encontraba cubierto de blanquísima vestidura, dedicado a servir a su Señor, haciendo luz en el sendero de los espíritus perdidos. Entonces él, que fue soberbio, pero que ya se había arrepentido, dijo a su hermano: “Ayudadme a cumplir mi restitución espiritual. El otro, lleno de compasión y amor, sin sentir repulsión por las impurezas que éste llevaba en su espíritu, le ayudó en su purificación”. 17. Por medio de esta parábola, simplifico lo que podréis encontrar en el más allá de vuestra vida humana, para que presintáis las pruebas que pueden presentarse, a todos los que no preparen con sus obras de amor su entrada en el valle espiritual. 18. Quiero haceros comprender que de todos los que sin fanatismo hacen una vida espiritual, sana y recta, de su espíritu brotarán los buenos ejemplos, como destellos de luz de que lo mismo iluminarán el camino de un espíritu encarnado, como del que habita en lo invisible. 19. Antes de Cristo no hubo nadie capaz de hacer la luz en los espíritus que vivían en las tinieblas del pecado. 20. Yo fui el primero en penetrar en los mundos de turbación para llevar ahí la luz y así enseñar a mis discípulos a hacer lo mismo con sus hermanos, porque el Cordero fue el único que desató los sellos que guardaban el “Gran Libro de la vida y de la sabiduría verdadera”. 21. La voz que escucháis, es la del Sexto Sello y si ella no fue oída en todas las naciones, fue porque los hombres no estaban preparados, porque fueron soberbios a la voz de mi llamado, dejando que solamente me escuchara el pobre, el hambriento y el desnudo. 22. Hoy os digo: sabed perdonar y sabed tender vuestra mano cuando seáis solicitados. 23. Seguid las huellas de humildad y paciencia de Elías, el posee el mandato de purificar a los espíritus y de presentarlos a Mí, ha trabajado incansablemente y me ofrece un pueblo limpio, sensible y preparado para oír mi palabra. Os ha traído al monte de la Nueva Sión, para que escuchéis mi voz, y al oírme os habéis estremecido. No dudéis porque ahora os esté entregando mi enseñanza por el conducto humano, siempre he venido a sorprenderos y a probar vuestra fe. Habéis pasado a una nueva etapa y debéis subir un escalón más en el camino de evolución del espíritu. 24. Benditos sean los que sacrifican su envoltura para perfeccionar su espíritu. Benditos los que llevan con humildad y paciencia su cruz. Cuando Yo os contemple preparados, os pondré delante de una multitud para que la guiéis, y si perseveráis en la virtud, no penetrará en vuestro corazón la soberbia, no os sentiréis señores sino siervos, y esas porciones se multiplicarán, más, ¡ay de los que equivoquen mis mandatos y lleven al abismo a sus hermanos en lugar de hacerlos escalar el monte de su evolución! ¡Cuánto tendrán que luchar para defenderse de sus enemigos y cuántas veces se quebrantará su corazón en esa lucha! Más vosotros en vuestra obediencia pensad que estáis conquistando la cima en donde todo sufrimiento es recompensado con mi bendición. 25. En corto tiempo vendrán a la Tierra las generaciones prometidas, las que alcanzarán grandes adelantos en el camino del progreso espiritual. Ellas interpretarán mi palabra mejor que vosotros y la esparcirán por todos los pueblos; esos nuevos seres que hoy preparo se comunicarán de espíritu a Espíritu conmigo y darán pruebas de su potestad entre sus semejantes. 26. Pueblo amado: si os preparáis, Yo os inspiraré leyes y obras que sorprenderán a la humanidad, vuestra mente iluminada descubrirá en la naturaleza y en vuestro espíritu, todo lo que hay de grande y de perfecto; entonces estaréis en pleno conocimiento de vuestros dones y vuestras obras serán grandes en amor y caridad hacia vuestros hermanos. 27. Sed buenos labriegos en el huerto de vuestro Señor, cortad la mala hierba, cuidad de las plantas y cuando las miréis florecer, gozad y ofrecedme vuestro trabajo. Pensad que si os doy la misión de dar la vida a las plantas, no debéis causar dolor ni herir a esas criaturas. Os hablo de vuestros hermanos, de su sensible corazón para que siempre veléis por ellos con amor como Yo os he enseñado. 28. Comprended que no es imposible cumplir con mis leyes, sólo debéis orar y llenaros de una firme voluntad, de amor a vuestro Padre, en la caridad y en el amor a vuestros hermanos, y Yo derramaré mi potestad en vosotros. No quiero que lleguéis al sacrificio; amad, sed virtuosos y tendréis en vosotros mis complacencias. 29. No me culpéis de vuestros desvíos; Yo os he dado la conciencia para que os guiéis con su luz, ella es juez inflexible que os ha mostrado siempre el camino del bien y os ha prevenido para que no caigáis en tentación. También os he rodeado de seres que os ayuden a comprender vuestra misión y a adquirir las virtudes de humildad y mansedumbre. 30. Los que con amor os preparáis para oír mi enseñanza, no quisierais dejar de escuchar una sola de mis lecciones y en vuestro corazón me pedís que os permita escuchar hasta la última de mis palabras en este tiempo. Vosotros quedaréis como herederos de esta gracia, mas debéis comprender que cuando os digo: pedid que se os dará, debéis elevaros en oración para que pidáis lo que convenga a vuestro espíritu, porque algunos tan sólo piden para su vida terrestre; pero Yo os concedo según mi voluntad y no la vuestra. ¿Qué sería de vosotros si siempre os concediera según vuestros deseos? ¡Cuántas veces habéis pedido con insistencia algo que creyéndolo para vuestro bien y habiéndolo esperado al anochecer y al amanecer, no lo habéis visto realizado! Mas cuando el tiempo ha pasado, os habéis dado cuenta de que estabais equivocados y de que el Padre tenía razón. Sin embargo, al necio, al inconforme, al exigente, se le ha entregado lo que reclama, para que las consecuencias dolorosas y adversas lo dobleguen ante la verdad, más a unos y a otros les he concedido pruebas para su propio bien, mientras unos aprenden por el amor, otros por el dolor. 31. Yo me recreo viéndoos llegar ante mi enseñanza y en vuestra elevación, siento la caricia del hijo en mi Espíritu. El Padre, anhelando ser amado por los que se encuentran lejos de su reino, se ha acercado a vosotros para recibir vuestro ósculo. Y mientras la humanidad no se salve, unos me verán esperándoles día tras día, y siglo tras siglo, y otros me presentirán pendiente de la cruz por su falta de amor. 32. De aquellos sois vosotros, más al escuchar mi palabra habéis visto que antes que condenaros os he perdonado. He contemplado vuestros labios amargos y los he endulzado con mi palabra; os he visto cansados por las pruebas de la vida y os he dado mi fortaleza. 33. El que siente minado su cuerpo por el dolor se pregunta si no habrá hecho mal uso de él, y contrito me interroga para saber cómo recuperar su vigor que le permita seguir luchando, entonces le digo: Penetrad en el fondo de mi palabra que es la ley, y en sus preceptos y máximas encontrará cada quien la enseñanza que necesita. 34. No os alejéis hasta no haber comido de todos los frutos de esta mesa y si después de ello no os sentís satisfechos, podéis marcharos en busca de otros manjares, pero si queréis comprender mi verdad, preparaos y no dudéis de mi presencia sólo porque no habéis recibido lo que de Mí habéis solicitado. En verdad os digo que en mi arcano están vuestros bienes, esperando el momento de vuestra preparación para ser en vuestro espíritu. 35. Algunos permanecen fuertes en este camino, otros flaquean a cada momento porque escuchan las palabras de sus hermanos que les tientan a abandonar esta enseñanza. 36. El Maestro os dice: Permaneced unas albas más recibiendo mi enseñanza y poned atención a lo que de Mí escuchéis para que al menos llevéis luz en vuestro espíritu porque aún estáis ciegos. Sé que tendréis que volver a Mí, y que seréis apóstoles de esta obra. 37. Quien me ha escuchado una vez, lleva una herida de amor en su corazón que nunca se cerrará. 38. ¡Cuántos de los que aquí encontraron la paz sin darse cuenta de ello, será menester que la pierdan para que retornen a Mí!, porque se convencerán de que la paz no se compra con bienes materiales, por ser un tesoro que desciende de Dios. 39. La paz ha huido de los hombres y éstos para encontrarla, tendrán que elevarse hacia Mí. Hoy los poderosos han perdido su fuerza; los reyes tiemblan ante sus vasallos sublevados, los señores se han tornado en esclavos, los que se creían libres están atados por mi justicia, y los hombres de ciencia se confunden. 40. Daos cuenta de que todos los tesoros y poderes de los hombres no podrán comprar un átomo de paz y que también el don de curación se ha apartado de los doctores, quienes no podrán comprar una sola gota de mi bálsamo con toda su ciencia, mientras su corazón no se despoje del egoísmo. 41. Discípulos amados, no dudéis de la gracia que os he confiado ni os atemoricéis por la pobreza de vuestro vestido o por el lugar humilde que ocupáis entre vuestros hermanos. No temáis porque veáis que sois de los últimos en vuestros trabajos, no os sintáis humillados, sed conformes y dignos, pensad que si materialmente estáis bajo el mandato de vuestros hermanos, vuestro espíritu está sobre ellos. Podríais llegar hasta ser esclavo del mundo, mas vuestro espíritu ha sido libertado con mi luz para que habite en lo infinito y en lo eterno. El espíritu que es en verdad mi siervo, conoce la paz y la verdadera libertad. 42. Tendréis que cumplir con vuestra misión entre la humanidad, Yo os guiaré para que llevéis la luz a vuestros hermanos, y no deberéis sentiros incapaces de cumplir con vuestro destino, porque a nadie le he asignado un cargo imposible de llevar a cabo. Me basta que oréis con limpidez y que estéis siempre preparados. 43. Con la oración se adquiere sabiduría, ella es la llave que abre el arcano divino y es el lenguaje con el cual el espíritu del hijo conversa con su Señor. 44. ¡Cuántos prodigios y cuánta caridad podréis sembrar en vuestro camino cuando os preparéis como Yo os he enseñado! No necesitaréis libros de ciencia o filosofías para saber ni para enseñar, os bastará estudiar y analizar las enseñanzas que os he dado en los tres tiempos. 45. Si sois pobres, nunca seréis parias. Luchad como todos por el pan de la tierra, pero no os afanéis más de lo debido, no sacrifiquéis vuestro cuerpo tratando de alcanzar y atesorar los bienes materiales. Distribuid vuestro tiempo para que podáis conceder unos instantes a la evolución de vuestro espíritu. 46. Si Yo repruebo la materialización absoluta en el hombre, no por eso os aconsejo que persigáis únicamente lo espiritual, mientras estéis en este mundo y tengáis materia, tendréis que armonizar hasta donde vuestra evolución os lo permita en vuestra vida, las necesidades del cuerpo con las del espíritu. Dad a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo. 47. Vestid a vuestro cuerpo y defendedlo de la intemperie, mas a vuestro espíritu revestidlo de luz. Buscad el pan para vuestra materia, y así como buscáis que sea de buen gusto y que contenga las substancias que os sustenten, procurad a vuestro espíritu un alimento de verdadera vida para él. 48. Si la carne se impone, sufre el espíritu, si el espíritu se impone sufre la materia y en verdad os digo, que se debe a que en ambos elementos no existe armonía. Esta existe cuando ambos forman un solo cuerpo y una sola voluntad. No os deis por satisfechos creyendo que con orar habéis cumplido vuestra misión; Yo solo os pido cinco minutos de oración, para que el resto del tiempo lo dediquéis a luchar por la vida material y a cumplir dentro de ella con los deberes de vuestro espíritu, sembrando entre vuestros hermanos la simiente de amor y caridad con vuestras buenas obras. Mi palabra os prepara; no podría Yo enviaros débiles a levantar a los caídos, ni os enviaría enfermos a consolar a los tristes. 49. Discípulos, ¿Qué me pedís por aquellos que ponen pedruscos en vuestro camino para haceros caer? El perdón pedís, que él sea con ellos. Yo bendigo a los mismos que os hacen sufrir por mi causa. 50. Vivid en paz en vuestros hogares, haced en ellos un santuario, para que cuando penetren los seres invisibles, que turbados vengan en el valle espiritual, que encuentren en vuestro ser la luz y la paz que buscan y que se eleven al Más Allá. 51. ¿Qué sería de esos seres si contemplasen tan sólo guerra dentro de vuestro hogar? ¿Qué sería de esos menesterosos? 52. Tomad una antorcha, encendedla y no dejéis que se extinga su luz, que es el amor a vuestros hermanos y la fe en la caridad de vuestro Padre. Entonces será en vuestros hogares mi paz. Para ello preparad vuestro corazón, limpiad vuestro espíritu con arrepentimiento y regeneración, para que toméis la esencia de mi palabra y con ella seáis confortados. Me aposento entre vosotros manifestando en mi palabra mi enseñanza, para que sintáis mi presencia y deis testimonio de Mí. Os estoy dando una oportunidad más de oír mi lección, porque quiero que cumpláis mis mandatos, que vayáis por el camino certero, hasta encontrar la tierra prometida, una tierra firme, en donde podáis descansar de vuestra peregrinación, conquistando el galardón ofrecido por vuestro Padre. 53. Es menester que comprendáis mi palabra, para que no la arrojéis como hace el niño soberbio cuando desprecia el pan que se le ofrece. Esta palabra viene a salvaros, a apartaros de vuestras erróneas costumbres, del fanatismo y la confusión en que os han hecho caer las religiones. Si no entendéis mi palabra, o no quisieseis escucharla y estudiarla, me estaréis rechazando y no llegaréis a conocer la finalidad de mi manifestación en el Tercer Tiempo; llegará la fecha señalada para que ésta termine y entonces sentiréis un vacío en vuestro corazón y reconociendo que hubo una gracia que no supisteis apreciar, me llamaréis y ya no se escuchará mi palabra por conducto del entendimiento humano. Entonces caerá sobre vosotros el peso de vuestra incomprensión y no tendréis paz. ¿Queréis apurar este cáliz tan amargo? Yo os contemplaré con dolor y esperaré el día de vuestro retorno. Dejad que vuestro espíritu se liberte y venga a Mí; espiritualizaos para que podáis penetrar en la senda de elevación y de progreso en la vida verdadera. 54. Sed justos en todos vuestros actos y cuando corrijáis a vuestros hermanos, no seáis jueces ni verdugos. No toméis el látigo para castigar a un semejante. 55. En el Segundo Tiempo, habiendo penetrado Jesús en Jerusalén, encontró que el templo, el lugar consagrado para la oración y el culto, había sido convertido en mercado, y el Maestro lleno de celo arrojó a los que así profanaban diciéndoles: “La casa de mi Padre no es lugar de comercio”. Estos eran menos culpables que los encargados de guiar al espíritu de los hombres en el cumplimiento de la ley de Dios. Los sacerdotes habían convertido el templo en un lugar donde reinaban las ambiciones y la grandeza, y ese reinado fue destruido. 56. Hoy no he tomado látigo para castigar a los que profanan mi ley, he dejado que las consecuencias de sus propias faltas se hagan sentir en la humanidad para que sepan interpretar su sentido y comprendan que mi ley es inflexible e inmutable. He señalado el camino al hombre, camino recto y si de él se aparta, se expone a los riesgos de una ley justa porque en ella se manifiesta mi amor. 57. Guiad con celo a vuestros hijos, enseñadles a cumplir con las leyes del espíritu y de la materia; y si ellos las infrinjan, corregidles, porque vosotros como padres me representáis en la Tierra. Recordad entonces a Jesús que lleno de santo enojo, dio una lección para todos los tiempos a los mercaderes de Jerusalén, defendiendo la causa divina, las leyes inmutables. 58. La humanidad me pide tranquilidad, teniendo en ella el don de la paz que se alcanza con el cumplimiento de sus deberes; mas Yo os pregunto: ¿Es preciso que para tener paz debáis pasar antes por la guerra? Mirad cómo la buena simiente ha sido arrasada por la maldad. Unas naciones destruyen a las otras, las que hoy son fuertes, mañana quedarán aniquiladas, y el pueblo de Israel intercede en estos momentos por la humanidad y me dice: Maestro, he orado y no me ha sido concedido lo que te pido. ¿Sabéis, pueblo, cuántas penas habéis aliviado y cuánta esperanza ha inspirado vuestra oración en aquellas criaturas? No soy Yo el que debe decir que la paz sea en el mundo, sino el hombre, cuando haya convertido su corazón al amor y a la humildad. 59. ¡Qué grande es la ignorancia que me presenta la humanidad! Ni el sabio, ni el ignorante, han cumplido con mis leyes, y teniéndome como Maestro, no han prestado oído a mis lecciones. Si vuestras faltas os hacen morir, tomad mi palabra como pan de vida eterna, vivid velando, trabajando en mi doctrina y amando a vuestros hermanos. 60. Esta enseñanza es como un nuevo día que ilumina el sendero de la humanidad. Habéis visto ocultarse en el ocaso una era y aparecer una nueva alborada, en que tendréis que mirar grandes luces que iluminan a los hombres ante un gran despertar. Habéis visto desatadas las pasiones, el pecado dando amargos y dolorosos frutos, el mal invadiendo hogares y naciones, la injusticia enseñoreándose en los hombres; mas Yo vengo a detener ese desbordamiento, no a juzgar sino a encauzar al mundo. Y ese dolor que me presentáis y que vosotros os habéis labrado, no lo atribuyáis a Mi; Yo os he creado para que viváis, experimentéis y os elevéis por vuestros méritos. Sin embargo, os amo y por ello vuestro dolor ha llegado a Mí y he venido como Consolador y Maestro a devolveros lo que habéis perdido y a anunciaros que el reino de paz se acerca a vosotros y que debéis preparaos para llegar a él. La humanidad se transformará y el bien será en el corazón de los hombres. 61. Desde el principio de los tiempos os he hablado en muchas formas para que me comprendáis y en particular a vosotros, que habéis sido mis confidentes, mis portavoces y heraldos que habéis llevado mis mensajes a los demás pueblos. Hoy os digo que continuéis vuestra misión pacientemente, que no os detengáis ante la incredulidad y la incomprensión de vuestros hermanos. Mientras vosotros habéis creído y comprobado mi manifestación en este tiempo como Espíritu divino, otros no están aún preparados para recibir esta nueva, mas no por esto los desconozcáis ni os desesperéis, lo que no podáis hacer vosotros lo haré Yo y presentaré al mundo mi obra y cumpliré mi promesa. 62. He escogido esta nación y me place que de ella salgan mis labriegos a esparcir la semilla. Os estoy preparando para que seáis maestros, más no jueces de vuestros hermanos. No olvidéis que os dejé entre vuestros hermanos como servidores y no como señores. Cuando esta palabra sea conocida y buscada por vuestros semejantes les diré: 63. Venid a Mí, caminantes, Yo tengo esa agua que calma la sed que abraza a vuestro espíritu. Os contemplo pobres de espíritu y materia, mas Yo vengo a daros más de lo que me pedís, Os ofrezco un reino de paz, el mismo que ofrecí a las primeras criaturas que envié a este mundo. No es el agua de los manantiales, ni la paz perecedera que dura un instante, sino la gracia y la paz eterna, la verdad y la luz. 64. Traigo para todos perdón y alivio, tanto para los que me aman, como para los indiferentes. No maldigo al que me ha injuriado, antes bien lo bendigo, porque sé que un día me amará. 65. No debéis ambicionar los placeres terrenales lo que hoy es, mañana no existe. Buscad y labrad la vida perdurable, esa vida de la que nadie retorna porque es la suprema verdad. Llegad a ella por el camino de mi enseñanza. Llegad, cumpliendo con mi mandato que en todos los tiempos os he dado: “Amaos los unos a los otros”. 66. ¡Cuánto goza vuestro Padre al comunicarse con sus hijos! Después de este tiempo en que os di mi palabra por conducto del hombre, aprenderéis a buscarme en el infinito y vuestra comunión será más pura y constante, será la comunicación de espíritu a Espíritu. 67. ¡Qué alegría contemplo en mis hijos por haber vuelto a escucharme! Y ¡Cómo me reconocen y me siguen! Os repito una vez más, hijos míos: “Amaos los unos a los otros”, como os he enseñado siempre. 68. Os he llamado para haceros grandes en espíritu, no señores del mundo. 69. Si sois humillados por mi causa, Yo os ensalzaré; si padecéis aflicciones, Yo os consolaré. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 42 1. Vengo a apartar de vuestro camino los obstáculos que puedan estorbar vuestro trabajo en mi campiña, porque sois los elegidos para cumplir esa misión; debéis dar a conocer a la humanidad la verdad de mi enseñanza. Sed fuertes, porque he mirado que os falta fe, que os dejáis vencer por el desaliento y no os levantáis con entereza de vuestras caídas. Volvéis a dudar como lo hicisteis en el Segundo Tiempo y para creer me pedís pruebas materiales que no he de concederos. No imitéis a los escribas y sacerdotes, que teniendo en sus manos las escrituras pensaron que mi llegada entre la humanidad de aquel tiempo se verificaría en determinada forma y al ver que el desarrollo de mi misión era bajo una forma de manifestación distinta a la que ellos esperaban, dudaron, porque los prodigios que pidieron no les fueron concedidos, porque el camino ya estaba trazado por Mí y todo fue consumado según estaba escrito desde la eternidad. 2. Dudáis porque vuestro corazón no está preparado, ignorabais mis profecías y muy pocos han analizado y comprendido mis revelaciones en toda su verdad, más si vuestro corazón ignoraba, el espíritu presentía que había de venir entre vosotros una vez más, y hoy mi palabra, como fino cincel, os está modelando y probando la verdad de mis manifestaciones. En verdad os digo que no debéis someter a prueba a vuestro Padre, orad y penetrad en profunda meditación, ya es tiempo de que tornéis a Mí y de que os acerquéis y os reunáis con vuestro Creador. 3. Pensad que si habéis llorado en la Tierra, no soy Yo quien os ha causado esa pena, no he gozado con vuestra expiación, ni he sido indiferente a vuestro dolor; sólo he querido modelar y elevar a vuestro espíritu. Os he amado y perdonado siempre. 4. Penetrad en el silencio de mi palabra y descubrid todo lo que quiero expresaros por los labios torpes del portavoz, mas no queráis oírme sólo por conducto de ellos, os he enseñado la oración perfecta, para que alcancéis la comunicación de espíritu a Espíritu con vuestro Padre, con la que podréis hablarme en el lenguaje que corresponde al espíritu y recibir mis sabias y amorosas respuestas. 5.- ¿Por qué pasáis inadvertida mi obra de espiritualidad y desoís la voz de la conciencia que os está hablando en vuestro interior? ¿Por qué dais crédito tan sólo a las palabras y juicios humanos y dejáis que el espíritu que vive en su tiempo se marchite como las flores bajo un sol ardiente cuando les falta el riego? 6. Los niños se comunicarán conmigo, recibirán mis mensajes y os sorprenderán con su adelanto. Os enseñarán mi doctrina de amor y sus convicciones serán firmes; mas no por ello os sintáis humillados. Si en el seno de vuestro hogar miráis que ellos dan muestra de espiritualidad, conducid sus pasos, dejad que gocen y se extasíen contemplando las elevadas regiones donde viven los justos, y ellos sentirán mientras están transportados, que están cerca de Mí y olvidarán sus dolores. 7. ¿No miráis la paciencia y también la angustia de vuestro Padre ante el lento despertar de sus hijos? Mi caridad os conduce a la paz, las pruebas están señalando a la humanidad el estrecho camino que conduce a Mí. Por ese sendero todos debéis llegar a reuniros con vuestro Creador. 8. Entre vosotros se encuentran los labriegos que aman a la humanidad y luchan por llevarle la luz. Hoy vienen llenos de fe a depositar en Mí el fruto de su trabajo. Ahí está el párvulo que ha escuchado mi cátedra, que ha tomado la parte de trabajo que le corresponde, y que hoy me presenta las primicias de su siembra espiritual. Su oración, es una invocación de paz para sus hermanos, no le basta para ser feliz, que su nación se encuentre en paz; llegan hasta él las quejas de la humanidad que no conoce, pero que sabe que está sufriendo. Con su espíritu conmovido intercede por sus hermanos y Yo le digo: Que esa paz vendrá cuando la prueba haya dejado su simiente en el corazón de aquellos que hoy sufren y el dolor haya purificado su espíritu. 9. Pensáis, mientras oís mi palabra, que en los momentos de gozo en que os transportáis para estar más cerca de Mí, muchos hermanos vuestros caen en los campos de guerra, que muchas madres han visto partir al hijo y su corazón se ha desgarrado de dolor, que muchos pequeños lloran el abandono de sus padres y todos se debaten en dolor. Os digo que no sabéis el tiempo en que habéis penetrado, porque éste es tiempo de expiación y duras pruebas. Vosotros como discípulos míos, sentís el deber de orar para hacer descender la paz y el consuelo sobre vuestros hermanos, y Yo os pregunto si habéis sabido aprovechar la paz que os he concedido. 10. ¿Por qué lloran los padres sintiendo que la familia es un pesado madero que llevan sobre su hombro, y otros por qué están enfermos del espíritu, teniéndome tan cerca? Es que les ha faltado la fe y la confianza en Mí, y no han podido regenerarse. 11. Vos, pueblo de Israel, no pequéis, antes bien rescatad a los pecadores, iluminad a los que se han confundido, y si queréis guardar vuestra paz, trabajad por ellos, honrad a vuestros padres, miraos todos como hermanos. Amaos los unos a los otros. 12. Siempre que os acercáis a Mí, sentís que mi amor fortalece a vuestro espíritu y materia, también sabéis que cuando os alejáis, huye de vosotros la paz y vuestro espíritu se aflige. Vuestra conciencia os dice siempre con toda verdad si estáis en el camino de la ley o si os habéis salido de él. Yo soy la ley y os inspiro siempre el cumplimiento de ella. 13. Cuando os obstináis en disfrutar de los placeres prohibidos, Yo permito que conozcáis y sepáis por propia experiencia, que ese cáliz os ofrece siempre el dolor. Después de una caída os desengañáis y volvéis a Mí, pidiendo que ese dolor sea para vuestra expiación. 14. Aprended, para que preparéis a los corazones ansiosos de conocer mi palabra y podáis hablar sin temor. Si en vuestro corazón se anida el egoísmo, nada podréis dar; tened presente el amor y la caridad con que Yo hablo a todos mis hijos, y con el mismo amor entregad a vuestros hermanos. 15. Ya se acerca el tiempo en que os enviaré por comarcas y naciones para que llevéis mi luz, pero vosotros debéis preparaos estudiando y analizando mi enseñanza dando con vuestras obras de amor y caridad hacia vuestros hermanos, testimonio de las verdades que ella encierra. No quiero que después lloréis el tiempo que perdisteis por no haber sabido aprovechar mi enseñanza, porque habrá grandes pruebas. Muchos lamentarán no haberme oído y creído y algunos para 1950 ya estarán en espíritu. 16. Algunos de mis hijos lloran al oír mi palabra, que esas lágrimas sirvan para lavar a los que se han manchado. 17. Vosotros que me escucháis haced mi voluntad como lo hicisteis en el Primero y Segundo Tiempo, porque sois los mismos espíritus que han venido evolucionando tiempo tras tiempo, y cuando hayáis alcanzado el final de vuestra restitución, vendréis a Mí, para no volver a encarnar en este mundo. Muchas veces os he dicho, que si en esta era hubiese encarnado para daros mi palabra como lo hice en el Segundo Tiempo, una vez más hubiera sido llevado al martirio; esta lección ya pasó y hoy vengo a daros la que corresponde a este tiempo. Comprended que la forma en que me manifiesto, es una prueba más de mi amor a vosotros al comunicarme a través del entendimiento del hombre; éstos que me sirven, llevan una pesada cruz y por esta causa, por seguirme, padecerán, serán desconocidos y burlados, mas Yo acogeré a su espíritu y después, cuando haya terminado su misión, les daré descanso y paz. 18. Hoy me pedís por vuestra envoltura y Yo os digo: Pedid más por vuestro espíritu que lo demás os lo doy por añadidura. 19. Considerad que sólo sois pasajeros en la Tierra, que en vuestra larga jornada habéis recogido dolor y habéis tropezado con el pecado, y que después de haber caído, sin encontrar una mano caritativa que os levantase, recordasteis que en el más allá hay un Padre bondadoso que está dispuesto a daros cuanto necesitáis, y que en El podíais encontrar alivio a vuestros males no sólo a los que enferman a vuestro cuerpo, sino a los que afectan a vuestro espíritu que son como un fardo doloroso que os agobia. 20. ¡Oh, hijos amados! que no habéis querido elevar vuestro espíritu, que no le habéis concedido el tiempo necesario para meditar y cumplir con sus deberes, considerad cuántos dones están en vosotros, nada os falta para que podáis alcanzar la cumbre del monte donde os espera vuestro Padre, para entregaros vuestro galardón. Todos estáis iluminados y preparados para conocer las revelaciones de este tiempo; si os espiritualizáis, podréis trabajar no sólo en este mundo, sino que Yo os permitiré transportaros a otras regiones donde viven vuestros hermanos, y ahí sembraréis también como buenos labriegos, la simiente de amor y caridad que vuestro Padre os ha confiado. 21. No os conforméis con la primera lección que habéis recibido, seguid adelante, buscad mí palabra, conoced su esencia para que podáis hablar con firmeza a vuestros hermanos; no temáis al juicio ni a la burla de la humanidad. ¿Qué falta podrán perseguir en vosotros, si lleváis limpieza en vuestro corazón y rectitud en todos vuestros actos? 22. Me complazco en recibir a los corazones inocentes y buenos que vienen a solicitar mi ayuda, a los que me buscan como doctor de los doctores, mas también contemplo con agrado que os olvidáis de vuestras penas para presentarme a vuestros hermanos menesterosos, a los que habéis convertido con mi enseñanza; bendigo a los que han aliviado penas y compartido dolores y les doy fortaleza, para que cumplan con mi precepto que os dice: Amaos los unos a los otros. 23. He contemplado cómo algunos de mis hijos desconfían de Mí, sin dejar a su espíritu desarrollar sus dones, y cuando ha sido preciso que hablen a la humanidad de mi doctrina, han callado sin recordar que Yo he dicho que hablaré por todos los que estén preparados y que si no los hay, hablaré por medio de los elementos de mi Creación. 24. A mis hijos, que van por la Tierra sin conocer su elevado destino, les digo: ¿Cuándo pensáis cumplir con vuestra misión? Si hoy dormís, despertaréis mañana en el más allá y lloraréis el tiempo perdido, me pediréis volver a la Tierra y entonces vuestra restitución será muy dolorosa. 25. Cuando oís que el Maestro os previene y juzgáis vuestras obras a la luz de vuestra conciencia, encontráis que la semilla que os he dado no se ha multiplicado, y Yo os pregunto: ¿Cómo vais a preparar a los nuevos discípulos que vendrán en busca de esta herencia, si no podéis testificar con vuestras obras la enseñanza que os he dado? 26. En el primer día del año de 1939, os anuncié la guerra que se aproximaba, palpasteis la destrucción y el caos en que se hundieron muchas naciones; habéis visto pasar guerra tras guerra y aún no os apercibís del tiempo en que estáis viviendo. En los años futuros veréis gran división entre las naciones. 27. Los fuertes estarán frente a los fuertes y en esa batalla perderán su poder y se doblegarán, entre tanto muchos espíritus perderán su cuerpo e irán al valle espiritual con la confusión y el dolor de no haber preparado su retorno a Mí, más en su camino encontrarán a Elías señalándoles el camino de su restitución. 28. Hoy os anuncio que se acerca el tiempo en que vendrán grandes espíritus a la Tierra a trabajar por la paz y por la elevación de la humanidad, preparad el camino a esas generaciones. 29. Bienaventurados los que al oír mi palabra han creído, mas también os digo: Benditos aquéllos que sin haberme escuchado creen y llevan en su corazón un templo, aman e interceden por sus hermanos y su fe es como una flama ardiente que ilumina el sendero de su restitución, porque ellos me estarán mirando con su fe. 30. Hoy acudís a la fuente de la gracia para calmar vuestra sed y recordáis mis palabras en que os dije: “El que de esta agua bebiere, sed no volverá a tener”. Vuestra sed en este tiempo es de luz, de verdad y de paz. Conocéis sólo el dolor y la falsedad y buscáis un bálsamo que cure vuestras heridas y haga renacer vuestra esperanza. Aquí me tenéis recibiendo vuestro corazón y confortándolo. Aguardáis impacientes los días en que os doy mi palabra y me decís: Padre, sólo en este instante encuentra descanso mí espíritu y elevado a Ti olvido lo que pertenece al mundo y siento que la paz de tu Espíritu inunda mi ser. 31. Bienaventurados vosotros que habéis reconocido que este es el tiempo de gracia en que mis enseñanzas os guían y os ayudan en vuestra restitución. Si sabéis oírme y conservaros dentro de mis leyes, no habrá poder humano que os hiera, y os sentiréis acariciados y guiados por el Padre. 32. Si antes no me habíais buscado, hoy sabéis que la hora de vuestro despertar ante mi verdad estaba marcada y que Yo os esperaba para haceros conocer vuestra heredad. Ahora que habéis recibido mis beneficios, llenos de gratitud me pedís que os conceda ser mis labriegos y Yo lo permito, porque a eso os he enviado a la Tierra, a conocer la buena nueva y extenderla entre la humanidad; mas para alcanzar el conocimiento y desarrollo de los dones que os agracian, antes tendréis que luchar contra vuestra materialidad, contra vuestro pecado y debilidad, y cuando sintáis que os habéis preparado y que os habéis purificado con vuestra restitución, llevad vuestro amor a vuestros hermanos como una joya de inapreciable valor. 33. No habéis venido a la Tierra para rendir tributo al mundo, vuestro cumplimiento es más elevado, la misión como discípulos de vuestro Padre os espera, y cuando hayáis luchado por el establecimiento de mi doctrina y tengáis vuestra planta herida por los cardos y vuestra vestidura desgarrada por el largo camino, venid a Mi; no temáis llegar desnudos, sin calza y sin alforja, porque si todo lo habéis derramado entre vuestros hermanos, Yo os devolveré lo que les hayáis dejado y os colmaré de gracia por el amor y caridad que les hayáis impartido. 34. Os espera una gran lucha, en que vuestro cumplimiento hará que vuestro espíritu no sienta cansancio; porque seréis ayudados por el buen Pastor y por el mundo espiritual. Si me amáis, si tenéis fe, el trabajo os será fácil; Yo venceré la incredulidad de los espíritus reacios y os oirán; otros no llegarán a conocer esta luz en la presente encarnación porque ya os he anunciado que no todos los que hoy están en materia conocerán la luz de esta enseñanza del Tercer Tiempo. Muchos tendrán que ir al valle espiritual y desde allí contemplarán esta obra de amor y creerán. Los que me oyeron y no comprendieron mi palabra, ni conocieron mi voluntad, trabajarán en espíritu y así cumplirán su misión. 35. Aun cuando mi lección es clara, no todos la habéis analizado ni comprendido. No os habéis alimentado con este fruto que en este tiempo os he ofrecido. Os he dicho que todo árbol por su fruto es reconocido, y el sabor de mi palabra es dulce, y su esencia vivifica al espíritu, mas no habéis querido conocer su verdad. 36. Habéis sido frágiles barquillas en medio de un mar embravecido y habéis dejado muchas veces apagar vuestra fe. No me sentís, sabiendo que estoy con vosotros, que muchas veces os he dicho que tenéis más lejos de vuestros ojos las pestañas, que mi Espíritu del vuestro. 37. Velad, porque el lobo con piel de oveja os asecha siempre para sorprenderos. Cuando ya os disponéis a compartir este amor y esta caridad divina con vuestros hermanos, la tentación se acerca y os hace variar vuestra intención. 38. Si encontráis que vuestros hermanos que pertenecen a otra doctrina, señalan vuestros errores y os enseñan, sed humildes, oíd sus palabras, porque mi inspiración desciende a todo el que se prepare, y no sabéis si es mi voluntad servirme de ellos para corregiros. De todas las clases he escogido a mis discípulos, hay quienes mendigaron para llevar el pan a sus labios, mas también hay otros que habiendo llevado una vida de holgura, les he llamado y sin comprender el tesoro que han recibido, se avergüenzan de formar parte de este pueblo. 39. Yo perdono vuestros pecados, aun cuando habéis faltado con el conocimiento de que cometíais un error y siempre os presento el camino por donde debéis de llegar a Mí. ¿Puede el hijo presentarse al Padre con su espíritu manchado y sin buenas obras? Su conciencia le dirá que sólo después del cumplimiento podrá llegar a Mí. 40. Comprended que cada instante que pasa acorta el tiempo en que os daré mi palabra. Aprovechadle para que mañana no lloréis por la enseñanza que habéis desperdiciado. 41. Meditad en que tendréis que cumplir la misión de dar la buena nueva a vuestros hermanos, así como hubo en vuestro camino uno que os llamara. ¿Quién podrá olvidar a aquél que os habló de mi palabra y os condujo a mi presencia? ¿No queréis que alguien os recuerde con cariño y gratitud? 42. Perseverad en el bien, dejad que vuestro corazón se acrisole en la virtud y veréis el desarrollo de vuestras facultades. No retrocedáis, porque sentiréis como si esos dones huyeran de vosotros. 43. Es tiempo de que no sólo pidáis, sino de que sepáis pedir, para que no digáis: Padre, he rogado mucho y nada he recibido. 44. No olvidéis que más tengo que daros que vosotros que pedirme, y que mientras vosotros estáis pidiendo al Padre que os dé, Yo os estoy pidiendo que sepáis recibir. 45. Sed de mis buenos discípulos, de aquellos que abracen su misión con verdadero amor y fe. Si ayer caminasteis por senderos inciertos y prohibidos, hoy debéis caminar por el sendero de mi ley. Si ayer en vuestra ofuscación levantasteis vuestra mano para herir a vuestro semejante, haced ahora que esa misma mano aprenda a acariciar con ternura. Si ayer sembrasteis a vuestro paso la semilla del odio o de la mala voluntad, convertíos ahora en sembradores de la semilla de la paz y de la fraternidad. 46. En verdad os digo, que quien recuerde vuestras obras de ayer, y os mire ahora transformados en mis discípulos, tendrá que reconocer que en el fondo de vuestra fe existe una verdad, y no tendréis que hablar mucho para convencer a quienes tratéis de doctrinar, porque vuestras obras serán el mejor testimonio que deis a vuestros hermanos. 47. A las madres les digo: Enseñad a los niños a dar sus primeros pasos tanto en lo material como en lo espiritual, facilitadles el camino para que ellos puedan encontrarme, amarme y elevarse. Tened en cuenta que en cada nueva generación que surja de entre vosotros, irá siendo mayor el adelanto espiritual que alcance. Haced uso de la intuición para guiarles y no les deis malos ejemplos ni frutos vanos a comer. 48. No quiero que esas nuevas generaciones tropiecen o se extravíen por causa vuestra, no quiero contemplarlas llorando por falta de amor entre los suyos. 49. Hoy que contemplo humilde a vuestro espíritu, vengo a darles mis nuevos mandatos; en los tiempos pasados, todos soñabais con el poder, la riqueza, la gloria del mundo y los placeres, entonces fue cuando gritasteis en contra de Jesús: ¡Crucificadle! porque Cristo venía a predicar la humildad y a enseñaros la renunciación a todo lo superfluo. Hoy os conformáis con un poco de paz, una torta de pan y un techo seguro. La vida con sus lecciones os ha tornado en humildes y con ello vuestro espíritu ha logrado liberarse. 50. Mientras que el hombre posee la aparente paz que le da el mundo y cree poseerlo todo, no se acercará a Mí. Mas cuando la humanidad llegue a la verdadera espiritualidad, todo lo poseerá y su recreo y deleite serán profundos y verdaderos, como el Padre se deleita y goza en todo lo que ha creado. 51. Mi caridad os contempla ¡Oh pueblo de Israel! y juzga vuestras obras. El juicio divino es ya con todos los seres y nadie escapa de él. 52. He querido para mis hijos tan solo la paz y el bienestar, y ellos han buscado el dolor, la purificación, y es que mi ley no admite imperfecciones y por tanto todo el que se haya manchado tendrá que lavarse, todo aquél que se haya salido del camino tendrá que volver a él. Vosotros miráis desde esta nación el torbellino que agota y destruye pueblos a su paso y no os conmovéis ni apreciáis la paz de que gozáis, ni reconocéis los privilegios que os he concedido. Y no conformes con mi voluntad consideráis injustas vuestras pruebas y os volvéis contra Mí. Yo espero a que hayáis pasado por este mundo, para que vosotros mismos juzguéis vuestra vida. Entonces seréis jueces implacables de vuestro espíritu y miraréis en Mí sólo al Padre que perdona, bendice y ama. 53. Os habéis cansado por vuestra constante desobediencia y el resultado de ello os hace llorar. Habéis dormido por mucho tiempo y vuestro despertar va a ser amargo. He prometido a la humanidad enviar a un ejército formado por 144,000 seres que serán diseminados por el orbe, y él está en espera, porque sabe que cada uno de esos soldados es un portavoz, un intérprete de mis mandatos. 54. Después de que la Tierra haya sido tocada de un polo a otro y de que toda nación, institución y hogar, hayan sido juzgados hasta su raíz, y que la humanidad haya lavado toda mancha, vosotros iréis preparados en mi nombre para llevar mi doctrina entre vuestros hermanos. 55. Yo, el Padre, he llorado sobre esta humanidad al verla escalar las más grandes alturas de la iniquidad, mis palabras desoídas, mis leyes mancilladas, más la hora de su reflexión ya se acerca y en ese día Yo derramaré en ella todo lo que le tengo reservado, porque es mi hija muy amada. 56. Los que crean en Mí, me verán más pronto que los que dudan. Cuántas veces he llamado a vuestro corazón y no habéis oído, ni habéis sentido mi presencia. Solo vengo a deciros que os reforméis y que penetréis limpios en este tiempo de luz y de gracia. Y cuando poseáis mi semilla, sembrad y convertid en fértiles las tierras áridas haciendo que vuestra oración sea el riego fecundo. 57. Amaos y vivid en paz en vuestro hogar, porque Yo he contemplado que de cinco que forman una familia, dos están contra tres y tres contra dos. 58. Cuando os veáis separados de los seres que fueron carne de vuestra carne y después se encuentran en espíritu, no les olvidéis, comunicaos con ellos por medio de vuestra oración y ayudadles a trabajar y a elevar su espíritu. Pensad cuán corta es vuestra vida en la Tierra, por lo tanto, aprovechad vuestras facultades y potencias haciendo grandes obras que os rediman y salven. 59. Yo os doy el pan del espíritu, vosotros buscad el pan material, mas así como buscáis afanosamente vuestra tranquilidad y bienestar corporal, buscad el progreso espiritual. Vuestra cruz no es pesada, si Yo os enseñé a subir la cuesta del Calvario llevando la cruz de trabajos, sufrimientos y pecados de toda la humanidad, ¿Por qué no podréis escalar vosotros, a quienes he encargado de una reducida porción? Más si flaqueareis bajo su peso me tenéis como Cirineo, y Yo no os dejaré caer. 60. Ese dolor del que tanto huís, es fuente inagotable de purificación y renovación para el espíritu; vosotros mismos habéis experimentado muchas veces, que después de una prueba os sentís aliviados, limpios y en paz con vuestra conciencia. 61. Esta palabra levantará al espíritu de los moradores de esas naciones que hoy se encuentran cansados de sufrir, mas os digo que pronto, muy pronto, me encontrarán con los brazos abiertos como estuve en la cruz, esperándolos para estrecharlos amorosamente y llevarlos a mi mansión de paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 43 1. ¿Por qué cuando me presento ante vosotros como Jehová sentís temor en vuestro corazón? Si Yo soy vuestro Padre, soy el amor, soy quien os da el pan de cada día, soy quien guía a vuestro espíritu y le ayuda a levantarse de sus caídas. 2. Vengo a daros fortaleza en estos momentos de prueba, en que los elementos de la Creación se estremecen con el estruendo de la guerra. No temáis, procurad que vuestra elevación y fervor se aviven y os acerquen más y más al dolor de vuestros hermanos, a los que agobian las guerras fraticidas para que compartáis su cáliz de amargura, que la oración que en silencio elevéis sea como un llamado a la paz, unión y buena voluntad de la humanidad. 3. Vuestros hijos serán llamados a tomar las armas, dejadles partir, ellos no perecerán; desde hoy les hago portadores de mi gracia y sembrarán la luz de mi doctrina entre sus hermanos. 4. Yo quiero que a pesar de todos los males que la guerra ha ocasionado, no veáis como enemigos a los habitantes de esos pueblos, para que mañana podáis verlos como hermanos. 5. Hoy la humanidad se ha unificado para desatar la guerra, se han lanzado pueblos contra pueblos borrando fronteras y mezclando idiomas. No ha sido el amor de los unos hacia los otros el que ha logrado la unificación, ha sido el odio que provoca la guerra fraticida. Mas Yo que soy poder os demostraré que sirviéndome de vuestros errores puedo uniros, porque al terminar esta contienda, los corazones se encontrarán limpios por el dolor; en las mentes se hará la luz y estarán los hombres a un paso de alcanzar la paz. 6. Benditos sean los que han luchado y trabajado por la paz. Benditos sean los que creyendo en mi voz se han levantado por los caminos sembrando mi luz y mi verdad. 7. Conmovido se encuentra mi Espíritu ante el dolor de la humanidad, su llanto se escucha en los cielos y en verdad os digo, Mi dolor de Padre conviértase en rocío de gracia y descienda sobre de mis hijos. 8. Apurad con paciencia y mansedumbre ese cáliz de amargura, porque vuestro llanto va a tornarse en regocijo. 9. Si en este instante el Padre os preguntase si habéis cumplido vuestra misión en la Tierra, si traéis en vuestra mano la espiga dorada de vuestro trabajo, si os habéis amado los unos a los otros y si os habéis sabido perdonar, tendréis que decirme que nada de eso habéis cumplido. ¿Creéis entonces que por méritos propios os habéis hecho dignos de escuchar mi palabra? No, me dice vuestro espíritu. 10. Pueblo, las eras han pasado y aún os encontráis aletargados; despertad y ved que no habéis aprovechado debidamente la vida de que habéis disfrutado en esta Tierra. 11. Mi voz ha venido a despertaros con amor, con dulzura, mas no toméis esta palabra como un arrullo para entregaros más al sueño, porque en el sentido de ella está presente el juez que juzga cada uno de vuestros actos. 12. No seáis vosotros de los que esperan que mi justicia les toque para creer y despertar. 13. No digáis todavía que en verdad me amáis; esperad, que cuando esto sea no serán vuestros labios los que lo prodiguen, serán vuestras obras. No hagáis alarde de limpidez y al mismo tiempo tratéis de ocultar vuestras manchas, porque con ello imitaréis a los hipócritas fariseos. 14. Ved que aún vengo como Maestro y como Padre, porque si sólo como Juez viniere, no habría lugar en donde pudieseis ocultaros porque doquiera que fueseis estará presente mi justicia. 15. Cuando lleguéis ante mi presencia, tendréis que responder de la palabra que escuchasteis, la cual veréis escrita en vuestra conciencia. 16. ¿No sentís cómo el espíritu incansable de Elías ilumina vuestro camino, apartando de él los tropiezos y os ayuda con el báculo de su caridad cuando os sentís cansados? Buscadle, llamadle en vuestra oración y sentiréis muy próxima su presencia, porque él es el pastor de los espíritus en este Tercer Tiempo, quien os guiará hasta las mismas puertas de la tierra prometida que es el aprisco celestial. 17. Que vuestro espíritu se llene de gozo sabiendo que en tres tiempos habéis escuchado la voz de mi Divinidad, porque una vez más seréis mis testigos. Por eso os preparo y bendigo vuestros labios, para que de ellos broten el mañana palabras de vida para las multitudes que están por llegar. 18. Vuestra fe ha sido encendida y alentada con los prodigios que os he concedido y que juzgabais como imposibles. Porque Yo soy el camino, el buen sendero que siempre he venido a señalaros. Al ir por él, se sufren peligros, tentaciones, acechanzas; para ayudaros os he dado la luz de la conciencia como un faro que os guie y os oriente, además de haberos concedido un ser espiritual como guardián y protector por toda vuestra vida. ¿Creéis que si aprovecháis debidamente esta gracia, podríais perderos en el camino? ¿Habrá alguno de mis hijos que al escuchar esta palabra no sienta gozo en su espíritu? De cierto os digo, que Yo sí me recreo cuando escucho vuestra voz espiritual, cuando os eleváis en oración. 19. Despertad vuestra sensibilidad espiritual, para que gocéis con el esplendor de mi manifestación, la cual pasa desapercibida a vuestro espíritu, por falta de elevación. Recreaos ante la visión del más allá, como a veces os maravilláis ante la contemplación de la Naturaleza, admirando su armonía, su belleza y perfección; descubriendo que un ser no podría vivir sin el otro, sino que todos viven porque les une la ley de armonía. Así es también el más allá. Os he dicho que mientras existan espíritus que estén fuera del camino de evolución, no habrá paz ni armonía perfecta, porque es como si en el cosmos se salieran de sus órbitas algunos astros. ¿Qué pasaría con los demás? ¿No perdería el conjunto su equilibrio? 20. Si la humanidad cumpliese con los preceptos de mi ley y armonizara su naturaleza material con la espiritual, su existencia sería más plácida, el camino sin tropiezos y el trabajo sería ligero. No la azotarían las enfermedades ni envejecería prematuramente. 21. Antes de la creación de la materia, ya eran los espíritus. Brotaron de Mí inocentes, más para que supieran de quién habían nacido, cuál era su destino y quiénes eran ellos mismos, les hice oír mi voz diciéndoles: he aquí a vuestro Dios; Yo soy vuestro Padre, soy el Espíritu de amor, más si vosotros habéis brotado de Mí, tendréis que desarrollar y comprender esta esencia. Vivid, caminad, conoced y perseverad en el bien, que esta voz que habéis oído sea eternamente luz sobre vuestro espíritu, ella es vuestra conciencia, la cual os hará retornar a Mí, ya no como niños recién nacidos, sino como seres desarrollados en la virtud, en la experiencia y en todas las potencias que os he dado. Entonces me amaréis, me conoceréis verdaderamente y estaréis en armonía con todo lo existente. 22. Hay seres que nunca han habitado en la Tierra, más si los que han errado y llevado mucho dolor en este mundo juzgan que es injusto que unos vengan a habitar el valle de lágrimas mientras otros, cerca del Padre nunca han conocido el dolor, Yo os digo, que aun cuando algunos no hayan venido a la Tierra, en el más allá han ayudado con su amor a la restitución de sus hermanos. 23. Hoy viven distanciados espiritualmente los seres que habitan los distintos valles, mas Yo no he puesto distancias entre el amor de los hermanos. ¡Si supieseis cuán cerca estáis unos de otros! Ha sido el hombre el que con su materialismo, rompió los lazos que les unía a todos sus hermanos y mientras más ha descendido la humanidad, mayor ha sido su división y falta de armonía. No solamente se ha distanciado de lo espiritual, aun en su propio mundo se ha dividido en reinos, en pueblos y naciones, encerrándose más y más en el egoísmo. 24. Así, la luz de vuestra fe se ha apagado y la intuición de la vida eterna se ha turbado. 25. Hoy, cuando un ser querido os da el adiós para marchar a lejana comarca, le despedís con lágrimas, porque sabéis que si se va niño, tal vez volverá adolescente, y si es joven, volverá anciano; pero siempre abrigáis la esperanza de verle retornar para estrecharlo nuevamente, porque sabéis que aunque distantes, se encuentran en el mundo. Mas cuando esos seres parten al más allá y veis que su cuerpo inerte y frío queda bajo la tierra, entonces vuestro corazón se siente desgarrado porque habéis perdido la esperanza de volverlo a ver, olvidando que el espíritu sobrevive a la materia y al cual volveréis a estrechar cuando ambos en su elevación vuelvan a encontrarse en el sendero de su evolución. 26. Fue necesario que Dios se humanizara en Jesús y habitara entre la humanidad, para que recordaseis enseñanzas olvidadas, os enseñó lecciones nuevas y os anunció que os haría nuevas revelaciones llegado el tiempo. 27. Fue menester que Cristo, el Divino Maestro, viniera a enseñaros la verdad, porque ya la humanidad, buscando en esta vida su gloria, su eternidad, su felicidad, olvidada de aquella existencia que inexorablemente la esperaba. 28. Los que no gozan en esta vida de satisfacciones y riquezas, los que sólo lágrimas iban derramando, la maldecían y la llamaban injusta; estos en sus confusas meditaciones han llamado ingrato y equivocado a su destino. Más Cristo vino de nuevo a traeros la luz. Al muerto le devolvió el espíritu, cuando éste habitaba ya en otro mundo; al poseído le libertó y con todas estas manifestaciones dio pruebas al mundo de que la vida espiritual existe y de que ella es la vida verdadera. Todavía el Señor, después de su crucifixión mostrase en Espíritu ante creyentes e increyentes como una prueba de la verdad que su palabra predicó. 29. ¿Por qué olvidáis y dais por muertos a aquellos que de vuestro mundo partieron, si ellos sienten, luchan y viven? He ahí por qué os digo que ellos son los vivos y vosotros sois los muertos. Pronto lloraréis vuestra falta de fe como en el Segundo Tiempo, cuando después de muerto Jesús decíais: fue Cristo a quien dimos muerte, fue el enviado de Jehová que vino a redimirnos de nuestros pecados, fue la vida verdadera que resucitaba a los muertos y que se elevó a los Cielos al tercer día. 30. Ahora que en Espíritu he vuelto a vosotros, me contempláis envuelto en misterio cuando vengo a mostrarme con toda sencillez, y para ser creído he tenido que materializar mi manifestación y concederos cuanto pedís; entonces el pueblo ha creído, porque me han contemplado, unos con la mirada espiritual, otros por medio de la fe, otros en la luz de su conciencia. 31. Mi luz os ilumina en este tiempo para que escuchéis la voz que os llama desde la eternidad. 32. Los lazos que os unen a vuestro Padre y al mundo espiritual y que habéis roto, los vengo a atar nuevamente para que sintáis que todos vivís en armonía, que las distancias no existen. ¿Más cuándo atarán los hombres su vida con lazos de amor? Cuando hayan retornado al camino de mi ley en donde existe la justicia. Cuando cumplan con mi precepto que os dice: “Amaos los unos a los otros”. 33. Ved, discípulos, cómo no son muertos los que han dejado este mundo. Bienaventurados los que dan el adiós al cuerpo que depositan en la tierra y no lo vuelven a visitar para contarle sus cuitas, porque ese ya dejó de ser y no escucha. 34. El cuerpo cuando muere es como la flor cuando se corta, que luego se marchita, mas su perfume es como el espíritu que se desprende e inunda de esencia el ambiente. 35. En aquel tiempo os dije: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”. Hoy os digo: resucitad a los unos y a los otros. 36. Decidles que mientras el cuerpo se pudre en la tierra, en el más allá se purifica el espíritu. La muerte es descanso para la carne y liberación para el espíritu; mas nadie intente librarse por su propia voluntad o sea fuera de la hora marcada por Mí. No porque en el último instante tengáis junto a vuestro lecho a un confesor que os auxilie espiritualmente, creáis que estáis a salvo, ni por vuestro arrepentimiento en esa hora creáis llegar a Mí, creyendo haber alcanzado el final de vuestra evolución. Aprended a amar, a perdonar y bendecir en vuestra vida y labrad con vuestras obras de amor y caridad hacia vuestros hermanos, la purificación de vuestro espíritu. 37. Cumplid sobre la Tierra con mi ley como hombres de buena voluntad y la paz llegará a vuestro corazón. Cuando vuestro espíritu se desprenda de este mundo y penetre al espiritual, abrirá sus ojos para extasiarse en la contemplación de aquella vida que espera el retorno de todos los espíritus para redimirlos y estrecharlos en su amor y en su luz. 38. Más para alcanzar la redención debéis levantaros con el propósito de cumplir vuestra misión. Os traigo riquezas espirituales de valor incalculable, porque sois los herederos de mi gracia. Si tomáis con amor vuestra cruz y camináis pacientemente, en el día final estaréis conmigo y penetraréis en la verdadera vida, en donde encontraréis el consuelo y la paz que tanto habéis buscado. 39. He tomado como siervos en este tiempo a los humildes, para daros prueba de que esta palabra que escucháis, no viene de un teósofo o de un científico, pues sois incrédulos por naturaleza; por eso ante vosotros he escogido a vuestros hermanos, padres o hijos, para hacer de ellos mis portavoces poseedores de mi inspiración; mas os digo, que es necesario que estudiéis mi palabra en su esencia, porque llegará el día en que se levantarán hombres y mujeres que tomando mi nombre os hablen palabras de aparente luz y entonces no debéis dejaros sorprender por ellos. 40. Velad y orad, Yo soy la mirada que escudriña y conoce los sufrimientos que hay en cada corazón. 41. Estáis oprimidos y temerosos, porque las religiones os señalan y censuran vuestros actos. No temáis, enjugad vuestro llanto, tomad el consuelo. 42. Bienaventurados los que afligidos buscan en silencio la comunicación conmigo, porque Yo les conforto. No están abandonados por Mí, antes bien, les he buscado, para darles una gracia divina. Elías os conduce en el Tercer Tiempo, y a medida que penetréis en el camino os sentiréis más cerca de Mí. 43. Escuchad mi parábola de este día. P A R Á B O L A 44. “Encontrábanse en un camino, un anciano de aspecto humilde y venerable, que no llevaba báculo ni alforja. A su paso encontró a tres caminantes jóvenes que llevaban en su corazón la alegría y sus gargantas entonaban dulces cantos. El anciano se acercó al primero de ellos y le dijo: Caminante, tengo hambre, tengo sed y estoy desnudo, bríndame de lo que llevas en tu alforja y dame un jirón de tus vestiduras. El mancebo buscó en su alforja y no encontró pan ni agua y de sus vestiduras no quiso despojarse. Ve a mi hermano le dijo, él podrá darte lo que necesitas yo no tengo nada que ofrecerte. 45. Se acercó el anciano al segundo y de igual manera le pide, éste busca en su alforja y en ella no hay alimento, ni agua que calme su sed. Ve al tercero le dice, él te dará lo que yo no he podido darte. El tercero ante la misma súplica, busca y su respuesta es la misma, no tengo nada que darte. Entonces el anciano se siente angustiado, la sed y el hambre le han agobiado más al ver que las alforjas de los jóvenes se encuentran vacías les dice: ¿Cómo vais a proseguir por ese camino que yo he pasado sin saber lo que os espera? El camino es largo y está sembrado de espinos y abrojos; las tierras son áridas, no hay árboles donde sombrearse, no hay frutos, el sol es ardiente y no hay ríos, ni manantiales que den frescura al peregrino. 46. Los caminantes escucharon al anciano y dijeron: No importa, seguiremos adelante, somos jóvenes y fuertes, nos sentimos llenos de energía y capacitados para recibir las vicisitudes de la vida. Con irónica sonrisa iban a abandonar al anciano, mas éste les dice: Esperad, os aconsejo que busquéis antes con qué alimentaros, reunid en vuestra alforja lo necesario para el viaje, para que podáis ir por ese camino sin perecer. Después de escuchar al anciano replicaron: Si tú te encuentras cansado, desnudo y hambriento es porque estás anciano, el trabajo te ha cansado, has visto aparecer muchas auroras y las nieves han blanqueado tu cabeza, por eso estás abatido. Nosotros somos jóvenes y no tememos a la vida. 47. Entonces el anciano les contestó: Yo también fui joven y fuerte, también canté en los caminos, tuve energías en mi cuerpo y el tiempo me enseñó y dio experiencia. Voy a mostraros lo que tenéis que recorrer; y llevándoles a la cumbre de un monte les enseñó el mundo. Desde allí vieron cómo se desataban vendavales a diestra y siniestra azotando a las naciones causando en ellas la destrucción, las aguas del mar invadían las tierras y los hombres perecían bajo las fuerzas de los elementos desencadenados. Los jóvenes dijeron al anciano: ¿Qué tenemos que ver nosotros con estos acontecimientos? Y el anciano les respondió: Esto que ahora veis y os sorprende, tendréis que vivirlo al cruzar por esos caminos, mas aquéllos dudaron. Una vez más les dijo: ¡Mirad! y les mostró hacia el oriente; ahi contemplaron a las naciones debatiéndose en medio de una guerra cruel. Vieron a las madres y a los hijos llorando, éstos dejando su vida en el campo de batalla, clamando a los suyos en la última hora. Vieron a las mujeres enlutadas, lamentando la pérdida del esposo o del hijo. Contemplaron a los niños hambrientos y desnudos; después ante sus ojos, un espíritu blanco extendió su manto como la nieve sobre la tierra devastada y de ella salía un lamento desgarrador y en donde ese espíritu aparecía, la vida de los hombres era segada como la hierba en los campos cuando es tiempo de recoger la cosecha. Y los jóvenes dijeron: ¿Qué significa todo esto? Os muestro los tiempos venideros, contestó el anciano, tiempos que vosotros viviréis. 48. Por último el anciano les detuvo para que mirasen, y vieron los elementos desatados, el fuego consumiendo bosques y ciudades, la peste como nube cubriendo a los hombres, los volcanes arrojando fuego y sepultando comarcas bajo sus cenizas. Les mostró el mar en el que se desarrollaban grandes catástrofes; mientras unos mares se secaban otros cambiaban de lugar. Por último vieron aparecer en el firmamento cuatro ángeles con trompetas, anunciando la consumación de los tiempos. 49. Los mancebos quedaron sobrecogidos de terror; entonces el anciano les dijo: He aquí que os he mostrado los acontecimientos que han de suceder y por los que tendréis que atravesar. 50. Aquellos jóvenes con el rostro demudado, clamaron a la naturaleza y ésta no les oyó, y en el instante en que su corazón lleno de angustia lloraba sin consuelo, la voz del anciano llena de paternal dulzura les dijo: No desesperéis, postrad vuestra rodilla y orad al Todopoderoso. En el silencio extendió su mano y todo fue silencio, calma y paz. La visión desapareció. Vieron la luz de un nuevo día y comprendiendo que el anciano había profetizado esos acontecimientos, cayeron postrados diciendo: Oremos, para que el Padre que es Todopoderoso, prepare nuestro camino y vayamos con su luz hasta el fin de nuestra vida”. 51. Pueblo, analizad y abrid vuestros ojos a la luz. Vosotros sois los tres caminantes que a través de los tiempos he llamado y doctrinado para que seáis llenos de mi sabiduría y encendáis vuestra fe, os preparéis para el camino de la vida y lleguéis al final, penetrando en la vida espiritual, en donde encontraréis mi paz. 52. En los tiempos pasados no os convencisteis con mi palabra y cuando el Maestro se ausento, vuestro espíritu no encontraba paz. Y os he dicho: Bienaventurados los que creen. Bienaventurados los hombres de fe, porque ellos tendrán vida eterna. 53. A vosotros los preparados de este tiempo, os digo: Tengo hambre y sed de vuestro amor. Hijos míos, no habéis alcanzado a comunicaros con vuestro Dios por falta de espiritualidad. Desechasteis las virtudes que he derramad o en vosotros y perdisteis vuestro tesoro. 54. Ahora os digo: Tomad la enseñanza que vengo a daros en la sexta etapa. No busquéis en los libros del mundo luz para vuestro espíritu, porque no la encontraréis. No busquéis en ellos respuesta a vuestras preguntas ni soluciones a vuestros problemas. Orad, comunicaos conmigo, que Yo atenderé vuestras peticiones. 55. Antes de que me presentéis vuestra tribulación, la Madre Divina intercede por vosotros y os bendice y a su vez os pide la intercesión y vuestra oración por los que sufren. Ella ruega a la humanidad que cese en su ambición y en sus guerras, que ya no derrame más sangre inocente. Su Espíritu amoroso os protege y espera humilde que se haga mi voluntad. 56. Vosotros también la bendecís y veneráis sabiendo que es inseparable compañera vuestra en los días de paz y en los de prueba. 57. Mi sangre fue derramada para que reinara la paz y la justicia entre los hombres, mas no he sido bien comprendido, si hubieseis aprovechado esa lección habríais alcanzado mayor grado de evolución y la luz que he derramado en el transcurso de los tiempos, iluminaria plenamente a vuestro espíritu. 58. No me habéis imitado, os he enseñado la humildad y sois soberbios. Os di el secreto de la paz y de la salud y vivís en guerra y enfermáis. Os enseñé a consolar a los que sufren y no sentís el dolor de vuestros hermanos, sois duros de corazón. 59. Humanidad, cuánto habéis negado mi existencia y vuestros dones. En verdad os digo que no pisáis sobre la roca firme sino sobre arena movediza, y ese camino no os llevará al fin para el que fuisteis creados. 60. Leed y aprended en el gran Libro de la Vida Verdadera que os he concedido y si cumplís con su enseñanza, contad con que llegaréis a Mí por ese camino, mas pensad que si no lo hacéis así, os alejaréis de Mí y vuestra restitución será muy grande. 61. Hombres y mujeres que vagáis sin consuelo, ¿Por qué no os fortalecéis en Mí? No me llaméis Padre injusto si lloráis y padecéis en vuestro destierro, Yo os he anunciado antes de venir a la Tierra, que esta morada es un valle de lágrimas, que no es un valle de paz y recompensa. La Tierra no es vuestra morada eterna. “Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 44 1. Con amor recibo al hijo pródigo que por mucho tiempo estuvo ausente y que hoy viene en busca de paz y de consuelo para su corazón. Algunos de mis hijos se acercan a Mí en busca de su heredad, otros están aún muy distantes, pero en todos, el espíritu se encuentra atento esperando que mi voz le diga: Heme aquí. 2. No se han olvidado de mis palabras del Segundo Tiempo y aunque su materia es frágil, el espíritu es fuerte, cree y confía en mi promesa de volver como Espíritu Consolador. 3. Vosotros que hoy me escucháis, recordáis las tinieblas que habéis atravesado, el camino de vicisitudes que habéis cruzado para llegar a Mí. Os encontráis en la ribera de un río, bajo la sombra de un árbol, oyendo esta voz que esperasteis por mucho tiempo, mas con toda la luz que poseéis, aún no habéis llegado a la cumbre del monte ni estáis en la cima de la perfección; habéis llegado solamente ante vuestro Maestro que viene en Espíritu y al escucharme os convertisteis en párvulos y después en discípulos de mi nueva enseñanza. Aprendiendo de Mí, os haréis fuertes y aunque seáis pobres en la Tierra, poseeréis las riquezas del espíritu. 4. La fama de mi palabra traspasará en poco tiempo las fronteras de vuestra nación, los hombres de ciencia y los que estudian las escrituras sagradas, se levantarán negando mi manifestación, mas Yo daré señales y haré prodigios por conducto de mis escogidos y con ello conmoveré a la humanidad. Se encuentran diseminados en todas las naciones hombres de espíritu elevado, profetas de mi doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, a quienes he dado una espada de luz para combatir toda falsa teoría y doctrina, para que sólo perduren aquellas que tengan por base el amor y la verdad. 5. En todos los tiempos he enviado a la Tierra espíritus virtuosos que os enseñen y con sus obras os dejen ejemplo de cómo debéis vivir para llegar a Mí: Consejeros, ministros de mi ley, legisladores, guías; ellos os han señalado vuestros deberes, os han dicho que vuestra misión no se reduce tan sólo al amor de vuestra familia, sino que más allá de esos límites debéis amar y ayudar a vuestros hermanos. También os han enseñado que después de estas pruebas en la vida, os espera la vida espiritual en donde recogeréis los frutos de vuestra siembra en la tierra. 6. He preparado espíritus y les he hecho encarnar habiéndolos dotado de sabiduría y potestad, y cuando su cuerpo se ha desarrollado y se han encontrado en completo uso de sus facultades, el espíritu se ha manifestado fuerte y grande; estos son los hombres de ciencia, los pastores, los gobernantes, mas son pocos los que han cumplido su misión, los que han desarrollado sus dones y han trabajado con fe firme. Los más se han envanecido o han hecho mal uso de sus dones, y no han alimentado al espíritu de los hombres, y no han sabido guiar, ni calmar el dolor de sus hermanos. 7. Por eso en este tiempo, al contemplar a mi rebaño perdido sin guía en la Tierra, he venido como el buen Pastor a entregaros mi doctrina limpia y pura, y os he dado los preceptos de mi enseñanza para que viváis en paz y cumpláis con mi ley, escalando por el camino de vuestra evolución espiritual siguiendo el ejemplo que os di con mis obras de amor. 8. ¿En dónde están los sucesores de mis apóstoles humildes sacrificados por la maldad de los hombres? ¿Cuáles son los beneficios que la ciencia ha hecho a la humanidad? Hay muchos que dicen ser sabios y no aman ni enseñan el amor. Sabiduría quiere decir luz, y luz es amor y comprensión de las leyes divinas y humanas. 9. En el Segundo Tiempo me hice hombre por amor a la humanidad, aquella carne fue obra de mi Espíritu, y cuánto han comentado los hombres de ciencia este misterio que pertenece a mis íntimos juicios. En verdad os digo, que las obras divinas no pueden ser juzgadas a través de la ciencia humana. 10. El Espíritu que animó a Jesús, fue el mío propio, vuestro Dios se hizo hombre para habitar entre vosotros y dejarse mirar, porque así era menester. Sentí en cuanto hombre, todos los sufrimientos humanos; hasta Mí llegaron los hombres de ciencia que habían estudiado la naturaleza y encontraron que de mi enseñanza, nada sabían. Grandes y pequeños, virtuosos y pecadores, inocentes y culpables, recibieron la esencia de mi palabra y a todos los hice dignos de mi presencia, y siendo muchos los llamados, pocos fueron los escogidos y menos los que estuvieron cerca de Mí. 11. Defendí a los pecadores. ¿No recordáis a la mujer adúltera? Cuando fue llevada hasta Mí, perseguida y condenada por las turbas, los fariseos llegaron y me preguntaron ¿Qué debemos hacer con ella? Los sacerdotes esperaban que Yo dijera: haced justicia. Para replicar después: ¿Cómo es que predicas el amor y permites que esta pecadora sea castigada? Y si Yo hubiese dicho: dejadla en libertad, ellos hubieran respondido: En las leyes de Moisés, que según dices vienes confirmando, hay un precepto que dice: Toda aquella mujer que fuese encontrada en adulterio, morirá apedreada Yo, contemplando la intención de aquéllos, no contesté a sus palabras e inclinándome, escribí en el polvo de la tierra los pecados de aquellos que juzgaban. Nuevamente me preguntaron qué debían hacer con aquella mujer y Yo les respondí: "El que se encuentre libre de pecado, que arroje la primera piedra”. Entonces ellos reconocieron sus errores, se alejaron cubriendo sus rostros. Ninguno estaba limpio, y sintiéndose mirados por Mí hasta el fondo de su corazón, no acusaron más a aquella mujer, porque todos habían pecado, más la mujer en compañía de otras que también habían adulterado, se arrepintieron y no volvieron a pecar. Os digo que es más fácil convertir a un pecador por el amor que por el rigor. 12. Mi enseñanza fue escrita en la conciencia y no podrá ser borrada, porque su esencia es inmortal como el espíritu que poseéis. 13. Vosotros que ahora me oís, aprended y enseñad a los que habitan en otras naciones; recordadles mis palabras del Segundo Tiempo, en tanto llega a ellas mi mensaje de este Tercer Tiempo. 14. Quiero que hagáis llegar mi palabra a otras tierras antes de que sus habitantes se levanten hablando de mi nueva manifestación y que cuando os encontréis no os desconozcáis, sino que vosotros deis testimonio y ellos confirmen mis palabras y obras cumpliendo con mi precepto que dice “Amaos los unos a los otros”. 15. Os he atraído ante mis lecciones, para enseñaros y libertaros del pecado. Si grandes son vuestras faltas, mayor es mi perdón. En este camino de pruebas y vicisitudes, vivid, experimentad, conoced mi ley, y cuando os dejéis guiar por la conciencia, no infringiréis mi ley ni las leyes del mundo, y cuando lleguéis al final de la jornada, no habrá dolor ni remordimiento, estaréis en paz. 16. En este Tercer Tiempo el libro del Maestro se abre nuevamente delante de los discípulos, para enseñarles las lecciones de la Vida Verdadera. Mientras vuestra materia se somete al silencio y al recogimiento, vuestro espíritu se eleva para deleitarse con mi palabra, llega hasta mi mesa a alimentarse con el único pan que le da vida. 17. Para todo el que sabe elevarse en estos instantes, desaparece la materia por la cual es transmitida mi palabra y la recibe directamente en su espíritu desde el manantial divino. Vosotros reconocéis que desde el instante en que por primera vez me escuchasteis, brilla una luz en vuestro entendimiento, es la luz de mi sabiduría que comienza a iluminar vuestro sendero, aunque os digo, que quienes me oyen y no analizan mi enseñanza, andan aún entre tinieblas, la luz de su espíritu está aún apagada. 18. Mi voluntad es marcar doce mil hijos de cada tribu, más en verdad os digo, que no sólo los marcados poseerán mi luz, cualquiera que siga mi enseñanza será llamado hijo de la luz. 19. No pregonéis que sois mis discípulos, demostradlo con obras de caridad. Hay quien pregona ser de mis elegidos y Yo le pruebo ocultándome en el corazón de su propio enemigo, a quien en vez de perdonar, le ha devuelto el golpe, golpe que más que a la mejilla de su hermano, ha alcanzado mi faz. En ese instante le he hablado a través de su conciencia y aquél que se envanecía de ser mi discípulo, con un débil arrepentimiento me ha dicho: perdóname, Maestro. Una vez creyéndose limpio y merecedor de mi perdón ha reanudado su camino. Entonces he visto venir hacia él a una doncella cuyo corazón y juventud son como rosa fragante. Ella le dice: vengo a vos llena de confianza en vuestra virtud, a pediros un consejo que sea en mi vida como un escudo contra las acechanzas; mas aquél olvidando su misión y mis enseñanzas, se deja dominar de los bajos instintos y con impura intención contempla a la doncella, en ese instante me presentó ante el mal discípulo diciéndole: ¿Por ventura es esto lo que os he enseñado? El, sorprendido, me ha contestado: Señor, nada hay oculto para vos. Avergonzado ha proseguido su jornada, mientras mi voz implacablemente le pregunta cada vez que hace alarde de seguir mi ejemplo: ¿Sois mi apóstol? Entonces he permitido que el hambre lo sorprenda y luego me he ocultado en el corazón de un rico enfermo, quien a pesar de tener sus arcas llenas de oro, no tiene salud para gozarlo. Este, al saber que en su comarca se encuentra un discípulo mío, va en su busca y le dice: “Sé que podéis devolverme la salud y por eso os he buscado. Soy rico, mas todo mi caudal no me ha servido para encontrar remedio a mi mal”. El corazón del apóstol se ofusca al escuchar aquella confesión y dice al enfermo: “Voy a posar mi mano en vuestra cabeza y pronunciando el nombre de mi Señor os devolveré la salud, mas esta gracia la tendréis que recompensar ampliamente”. El rico enfermo le responde: “Llevaos mis galas, mis arcas, mi casa, tomadlo todo, pero sanadme”, y el enfermo sanó, porque fue tanta su fe y su dolor que el Maestro tuvo piedad de él. Lleno de júbilo el enfermo, entregó en manos de aquél a quien creía que lo había sanado, todo cuanto poseía, mientras que el mal apóstol decía para sí: ahora he dejado de ser pobre, porque si he luchado y trabajado, justo es que reciba mi recompensa. Pero he ahí que en ese instante mi voz implacable, vibró en su conciencia diciéndole nuevamente: ¿Por ventura es ésta mi enseñanza? ¿Recordáis que Jesús cuando estuvo en el mundo recibiera pago a cambio de su amor, El, que pudo ceñirse coronas y poseer todos los tesoros, cuando con sólo tocar sanaba y con llamar resucitaba muertos? 20. Una lucha se entabló en el corazón de aquel discípulo, diciéndole a su Maestro: ¿Por qué sois tan inflexible con vuestros discípulos? ¿Por qué no nos dejáis poseer algo en este mundo? Y el Maestro con voz dulce le respondió: porque en el momento de escogeros prometisteis renunciar a las vanidades humanas a cambio de un tesoro verdadero. 21. Todavía el discípulo replica: duro es el camino, muy larga la jornada, trabajamos mucho y ninguna cosecha recogemos en la Tierra; ¿Queréis que amemos mucho a la humanidad, cuando ella no nos ama? Y el Maestro al escucharle blasfemar así, le dijo: está bien, pequeño, caminad bajo vuestra voluntad, lograd lo que ambicionáis. Y aquel hombre diciéndose ser mi siervo, pregonando ser mi apóstol y desoyendo la voz de la conciencia, se ha levantado por los caminos encontrando en ellos multitud de enfermos, a los que ha llamado para decirles que él es el poseedor del bálsamo que cura todos los males, mas también les dice: estoy necesitado, ¿Qué podrías brindarme a cambio de lo que yo os conceda? Aquellos que son pobres le dicen que nada tienen, pero que están dispuestos a trabajar venciendo sus dolencias, para conseguir lo necesario para pagarle. Este trato le parece bien a aquel hombre, quien empieza a ungir a los enfermos, a la vez que va recogiendo de sus manos el pago, cada vez en mayor cantidad. El ungía a los enfermos, pero ellos no sanaban, al contrario se agravaban, trataba de levantarles el ánimo, mas ellos decaían cada vez más. Entonces el apóstol, al contemplar que las multitudes le habían perdido la confianza, sigilosamente desapareció de entre ellas, llevándose un caudal en metales y dejándolos en agonía. 22. Lejos ya de aquellos, se dirigió a la mansión de un rico, al que le dijo: Señor, puedo serviros, sé trabajar, deseo que me ocupéis en vuestra regia mansión, yo puedo consolaros cuando estéis triste, puedo manejar vuestros intereses cuando os sintáis cansado. ¿Quién sois vos? Le preguntó el rico, a lo que el apóstol contestó: Soy el poseedor de una ley, de una doctrina, a tal grado poderosa y persuasiva, que si alguna vez vuestros súbditos llegaran a rebelarse delante de vos, bastará que yo les hable para reducirlos a la obediencia. 23. Aquel rico se impresionó con aquellas palabras, creyó en ese hombre y le dijo: vuestras palabras revelan grandeza y si las cumplís como decís, las tendré siempre como una verdad. Entonces el rico le dio un lugar a aquel hombre y las llaves de su palacio. Este con la adulación, conquistó el corazón de su amo, mas como de su corazón había rechazado a su Maestro y no escuchaba la voz de su conciencia, pronto hizo cambiar la vida de aquella mansión, humilló a los pequeños, enalteció a los que le adulaban, hizo que se alejaran los mejores siervos de la casa, a espaldas del dueño, derrochó en festines sus caudales, más llegó el día en que el Señor de aquella mansión abriera sus ojos a la realidad, y convencido de la falsedad de aquél en quien había depositado toda su confianza al escucharle pronunciar palabras de gran poder y sabiduría, le llamó para decirle indignado. ¿Esta es la enseñanza que sembráis? ¿Así demostráis esa potestad que decís tener? Y al instante lo hizo conducir a un calabozo para más tarde sentenciarle al patíbulo. Ahí, en la prisión, no concebía aquél, que un discípulo del Divino Maestro pudiera llegar al cautiverio y menos que se le sentenciara a morir; no podía creer que aquellas pruebas eran la voz de alerta que le llamaban al arrepentimiento para volver al camino, entonces elevó una súplica al amo rico a quien había traicionado prometiéndole no volver a hablar ni a sorprender a nadie, y el rico convencido le dejó partir. 24. Libre ya aquel hombre, sintió el deseo de conocer nuevos caminos y encontrándolos penetró en ellos, nuevamente desoyó el llamado de su conciencia, y como nunca, se entregó a los placeres en donde sus labios se envenenaron, su cuerpo enfermó y su corazón cayó en el más profundo hastío. De escalón en escalón había ido descendiendo hasta caer aletargado en el fondo de un abismo. No supo cuánto tiempo permaneció ahí, más cuando despertó preguntó: ¿En dónde estoy? ¿Dónde está mi heredad? Hablo a mi Padre y Él no me responde, estoy enfermo y abatido y El no acude a mí, le pido una palabra de consuelo, de aliento y El no viene a mi corazón. ¿Dónde estará aquella enseñanza y aquel bálsamo que El me dio y con el cual yo podría librarme de tanta amargura? Quiero cerrar mis llagas y sangran más. Quiero darle paz a mi corazón y él más se inquieta. ¿Quién soy yo? ¿Será mentira lo que el Padre me dio? y lloró desgarradoramente. 25. Pasaron a su lado hombres de todas las condiciones y le veían con indiferencia, nadie le escuchaba, nadie le contemplaba ni se detenía, nadie sentía su dolor. Entonces le pareció que profundas tinieblas lo envolvían, y cuando creyó no poder soportar tanto dolor y sintió que su espíritu estaba a punto de desprenderse de su inmundo cuerpo, escuchó una voz dulce, conocida por él que le decía: Aquí estoy, he descendido hasta donde habéis caído, para daros mi ayuda. Aquel hombre al escuchar la dulce voz de su Padre llena de perdón y de ternura, no pudo resistir el peso de sus remordimientos y dijo a su Señor: no os acerquéis a mí, no bajéis a este abismo, ni penetréis a este antro, porque aquí están las tinieblas y el fango; no dejéis en los cardos vuestras vestiduras, dejadme aquí, ya que yo mismo a esto me he condenado. 26. El hijo lloraba y a través de sus lágrimas contemplaba cuan justo era su Padre. El Padre no contemplaba las impurezas del hijo, ni las tinieblas que lo rodeaban o el fango en que se encontraba, solo veía que era su hijo muy amado al que preguntó: ¿Por qué habéis llegado hasta aquí? Y el hijo le contestó: Porque creía que no estaríais tan cerca de mí, ni quise creer que la voz de mi conciencia era la vuestra. No me sanéis, hoy comprendo que no merezco la salud. No me perdonéis, no merezco vuestro perdón. Dejadme sufrir en este abismo, dejadme lavar mis faltas. Contemplando el Padre que el hijo al fin había comprendido la magnitud de sus errores, no le dejó sufrir más y permitió que en aquel ser se hiciera la luz, que aquel llanto lavara las manchas y entonces, sobre aquella frente agobiada, posó el Padre un ósculo de paz, levantó aquel cuerpo débil y vencido y le estrechó con infinito amor. 27. Aquel corazón al sentir la ternura de su Padre, se dispuso a seguirle y amarle por siempre; entonces contempló que nuevamente brillaba la luz que en su frontal había puesto el Señor, porque los dones que Dios concede, nunca los quita a sus hijos, lo que si les retiene su gracia, son sus faltas a mi ley. Así se levantó aquel espíritu a empezar de nuevo el camino, pero llevando mayor luz, la de su dolorosa experiencia. La voz de la conciencia era escuchada con claridad por él. 28. ¿Quiénes de los que habiendo estado recibiendo día a día mis lecciones, desearán recorrer los caminos del sufrimiento? Reconoced que esos caminos ya los anduvisteis, vuestro espíritu ya pasó por grandes pruebas, gracias a las cuales hoy podéis seguirme con firmeza. 29. Os he enviado a multiplicar vuestra simiente y para ello os he señalado mi luz en vuestro frontal, para que cuando estéis preparados, os diseminéis por los caminos en donde las multitudes os esperan, las puertas de los hogares se abrirán para daros la bienvenida y los corazones os recibirán con júbilo. 30. Ahí estarán los enfermos esperando su salud. 31. Yo, el Divino Salvador, llegaré a todos a través de mis discípulos fieles, mas no como en el Segundo Tiempo, hoy llegaré entre la humanidad, oculto en el corazón de mis enviados, hablando por su boca y derramando mi inspiración en sus entendimientos. Así llegaré hasta los enfermos, hasta los menesterosos y sedientos de paz del espíritu y del cuerpo a través de las obras de amor y caridad de mis discípulos. 32. Bienaventuradas las naciones que no cierren sus caminos y abran sus puertas a mis enviados, porque de cierto os digo, que esa nación será salva. 33. Durante esta lucha, unos serán llamados y escogidos antes que otros, más a todos llegará esa hora y tendrán su cumplimiento entre la humanidad, unos empezarán y acabarán antes su tarea, otros tardarán más en llegar, pero al fin cuando toquéis los linderos de la perfección, no habrá grandes ni pequeños, todos seréis iguales en el amor del Padre y formaréis parte de su familia perfecta. 34. A todos les he dado en su principio los mismos dones, pero mientras algunos han sabido elevarse y ser grandes por medio del desarrollo de su virtud, otros se han estacionado y otros se han extraviado. 35. He repartido entre todos mis hijos, dones igualmente grandes, por lo que no debéis juzgar que a unos se les ha dado más que a otros, ni que un cargo es más grande que otro. En mi sabiduría y justicia perfecta, conociendo la deuda de cada uno de mis hijos, les he dado de acuerdo con sus necesidades. 36. Os doy estas explicaciones para que seáis conformes, porque de vuestro destino, de vuestro pasado y de vuestra restitución, nada sabéis. 37. Si consideráis muy agraciados a mis hijos por los cuales me estoy comunicando y hasta habéis llegado a desear su don, Yo os digo, que en verdad es una gracia muy grande, así como también lo es la deuda espiritual, que con el Padre tienen y su responsabilidad no tiene límites. 38. Cada quien tome con amor su cruz, mas no busquéis placeres, honores ni recompensas, porque sólo recogeréis dolor. 39. Recordad que os sané con mi amor, que limpié vuestras manchas y cerré vuestras heridas. Recordad que aparté la amargura de vuestros labios, os quité la vestidura sucia y rota que traíais, para cambiárosla por otra blanca como los copos de la nieve; erais el paria y habéis dejado de serlo; llegasteis sin heredad y hoy sabéis que poseéis un don. No provoquéis más el dolor, no volváis a ser parias, no volváis entre los pecadores ni os consideréis intocables por el hecho de ostentar mi marca divina, antes bien preparaos, para que cuando seáis tocados sepáis perdonar. 40. Cuántas veces me habéis prometido perdonar a vuestros hermanos, sea cual fuere la ofensa que os hiciesen, me habéis pedido fuerzas para poder cumplir y os las he dado; mas cuán pocas veces habéis cumplido con vuestras promesas. 41. A los que han tratado de practicar el perdón los divido en tres grupos: el primero está formado por aquéllos que habiendo recibido una ofensa no sabiéndose contener y olvidando mi enseñanza, se han ofuscado y se han vengado devolviendo golpe por golpe. Ese grupo es el vencido por la tentación, el esclavo de sus pasiones. 42. El segundo grupo, es el formado por los que una vez que ha sido ofendidos, recordando mi ejemplo, callan sus labios y contienen sus impulsos para luego decirme: Señor, me han ofendido, pero antes que vengarme he perdonado. Mas yo que penetro en los corazones he descubierto en aquél el deseo de que Yo le vengue descargando mi justicia sobre su hermano; este grupo está en plena lucha. 43. El tercer grupo, el más reducido, es el que imitando a Jesús cuando han sido ofendidos, se elevan hacia el Padre llenos de piedad por sus hermanos, para decirme: Señor, perdonadles, porque no saben lo que hacen: me han herido, mas, no es a mí, sino ellos a sí mismos se han herido, por eso os pido vuestra caridad y que me concedáis devolverles sólo el bien. Este es el que ha vencido. 44. Vuestra conciencia que pide y espera de vosotros obras perfectas, será la que no os deje tranquilos hasta que sepáis practicar con vuestros hermanos el verdadero perdón. 45. ¿Por qué habéis de odiar a los que os ofenden, si ellos tan sólo son peldaños para que lleguéis a Mí? Si perdonáis haréis méritos y cuando estéis en el reino de los cielos, veréis en la Tierra a los que os ayudaron en vuestra elevación; entonces pediréis al Padre que también ellos encuentren los medios para salvarse y llegar hasta su Señor, y vuestra intercesión les hará alcanzar esa gracia. 46. Tampoco intentéis descubrir los sentimientos ocultos de vuestros semejantes, porque en cada ser existe un arcano que sólo Yo debo conocer; más si descubristeis lo que por pertenecer sólo a vuestro hermano, debe ser sagrado para vosotros, no lo publiquéis, no rasguéis ese velo, antes hacedlo más denso. 47. Cuántas veces he contemplado a los hombres penetrar en el corazón de su hermano hasta descubrir su desnudez moral o espiritual, para recrearse con ello y luego publicarlo; ninguno de los que así hayan profanado la intimidad de un semejante se sorprenderá de que alguien en su camino le desnude y le burle; no diga entonces que es la vara de justicia la que le mide, porque será la vara de la injusticia con la que midió a sus hermanos. 48. Respetad a los demás, cubrid con vuestro manto de caridad a los desnudos y defended al débil de las murmuraciones de la humanidad. 49. Discípulos, no os prohíbo que estudiéis en los libros que os enseñan el bien, más si no los encontraseis, aquí tenéis mi enseñanza que en medio de su sencillez y humildad, encierra más sabiduría que todos los libros, por lo tanto, grabadla en lo más profundo de vuestro corazón, analizadla y que ella sea la que os guie en todas vuestras obras. 50. Los que han llegado bajo la sombra de este árbol llorando por las vicisitudes de la vida, han encontrado el consuelo y la fortaleza de mi amor. 51. Bienaventurado el que escuche con amor mi palabra en el Tercer Tiempo, porque no se confundirá, en el momento de su muerte su espíritu resucitará a la vida eterna y penetrará firmemente en el sendero que le espera en el más allá de esta vida. 52. Bienaventurado el que lleve con paciencia sus penas, porque en su misma mansedumbre hallará fuerza para continuar cargando su cruz en el camino de su evolución. 53. Bendito sea aquél que soporte con humildad la humillación y sepa perdonar a quienes lo hayan ofendido, porque Yo lo justificaré; más ¡Ay de los que juzgan los actos de sus hermanos, porque ellos a su vez serán juzgados! 54. Bendito sea el que cumpliendo el primer precepto de la ley, me ame sobre todo lo creado. 55. Bendito sea el que deje que Yo juzgue su causa justa o injusta. 56. Mi doctrina viene a regeneraros, a fortalecer a vuestro espíritu, para que una vez que vuestros labios se abran para repetir mis enseñanzas, se cierren a la blasfemia o a la maldición. 57. En esta Era he venido a regar nuevamente la semilla que en el Segundo Tiempo deposité en vuestro corazón. 58. Desde los primeros tiempos he buscado la forma de hacerme oír y entender por los hombres, por eso he enviado justos y profetas a este mundo para que con sus obras y palabras sean emisarios de mi voluntad y de mis mandatos. 59. En el Primer Tiempo, por la obediencia de Abraham a mi mandato, hice con él un pacto de amor, premiando su constancia, su celo y fidelidad, bendiciendo y multiplicando su descendencia. Para probar su obediencia y su fe, le pedí la vida de su hijo Isaac, a quien tanto amaba, y con la sumisión de los grandes espíritus, estuvo dispuesto a inmolarlo; mas Yo le detuve, porque ya en su corazón había demostrado su obediencia y ella me basta. 60. Isaac fue padre de Jacob, a quien le fue dado contemplar el camino de perfección del espíritu, simbolizado en una escala que se asentaba en la Tierra y se perdía en el infinito, por la que subían y bajaban espíritus en forma de ángeles. 61. Estos tres patriarcas forman el tronco del pueblo de Israel, del cual brotaron doce ramas y un número infinito de hojas, mas su fruto aún no ha madurado. 62. E1 pueblo de Israel recibió la ley cuando en su peregrinación se encontraba en la falda del monte Sinaí; su guía Moisés, recibió las tablas y la inspiración. La travesía del desierto fue para purificar los corazones, para espiritualizarlos y encender en ellos la fe hacia el Dios invisible. Cuando el pueblo llegó a la “tierra prometida” y tomó posesión de ella, llevaba la fe en su Señor, profundamente grabada en su espíritu y practicaba un culto sencillo, pero elevado, en el que se había fortalecido su corazón; mas he aquí que los hijos de sus hijos no supieron perseverar en la fe y en la espiritualidad, y cuando otros pueblos de gentiles introdujeron su idolatría y supersticiones en el seno del pueblo de Israel, lo dividieron espiritual y materialmente. Fue entonces cuando aparecieron los profetas amonestando a las multitudes anunciándoles mi justicia sobre ellos por su infidelidad y su pecado, más los profetas fueron burlados y algunos muertos. 63. Os digo esto, porque en verdad vosotros espiritualmente sois simiente de aquellos primeros patriarcas y sois ovejas de Moisés, mas también os digo que sois de los frutos que en este tiempo alcanzarán madurez y darán vida y buen sabor a la humanidad. 64. Cristo en aquel tiempo regó con su sangre el árbol de la vida y hoy viene a darle nuevo riego con su divina palabra, para que maduren los frutos de amor y caridad de todos sus hijos. 65. En este tiempo vengo a combatir todo fanatismo e idolatría de vuestros corazones, porque la espiritualidad no admite materialidad; quien practicase con fanatismo mi doctrina espiritual, no está haciendo mi voluntad ni ha interpretado debidamente mi enseñanza. 66. ¿Por qué aún en este tiempo los hombres materializan el culto a mi Divinidad, cuando Yo, desde el Primer Tiempo, en el primer mandamiento de mi ley, prohibí que se me adorase bajo formas e imágenes hechas por las manos de los hombres? 67. Mi palabra en este tiempo, como una espada de dos filos luchará por arrancar del corazón humano todos sus errores, para que libre de ignorancia se eleve a mi Divinidad y alcance la comunicación de espíritu a Espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 45 1. La luz de mi espíritu desciende entre vosotros. Vengo a daros el tesoro de la paz y a vestiros con las galas de la humildad. Si la humanidad quisiera desgarrar en jirones vuestra vestidura, dejadla, que esos jirones le sirvan para cubrir su desnudez. 2. Entre estas multitudes están los que sin haberme visto me creen, me aman y me siguen, bienaventurados sean, porque ellos serán en la Tierra Prometida. 3. En este día conmemoráis la resurrección de vuestro Maestro y en verdad os digo, que muchos de vosotros resucitaréis con la luz de mi palabra a la vida de la gracia. 4. Sólo en cuanto hombre nací y morí, porque en cuanto Dios no tuve principio ni tendré fin. Jesús nació de la pureza del amor del Padre hacia la humanidad, tomando forma humana en el seno de una casta doncella, previamente escogida por el Creador. 5. Las obras y palabras de Jesús, fueron el camino que vino a trazaros en el sendero que os llevará al reino de los cielos. Mas Cristo, a través del cuerpo de Jesús, sintió todos los dolores y angustias del mundo, supo de la agonía y quiso en Espíritu penetrar en los antros de tinieblas en donde los seres espirituales también le esperaban. Más os digo, que el dolor de Jesús en la hora suprema de su agonía en la cruz, no fue comprendido por nadie. Hubo un instante en que se sintió solo entre el cielo y la tierra, azotado por los elementos desencadenados y abandonado de sus discípulos, fue entonces cuando exclamó: ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me habéis abandonado? Los hombres lo arrojaban de su seno y su Espíritu lo abandonaba. 6. Por virtud de mi poder, Jesús podía haber sido insensible al dolor corporal, mas no vine en cuanto hombre a engañaros. Mi dolor fue único, mi muerte real y mi sangre de verdad. 7. Mientras el cuerpo del Maestro estuvo en el sepulcro, el Divino Espíritu iluminó las moradas en donde justos y pecadores le esperaban, para que su caridad les llevara a una nueva era; porque la sangre del Cordero no sólo trazó el camino de su evolución espiritual, a los seres de este mundo, sino también a los del valle espiritual. Cumplida en todos aquella misión de amor, el cuerpo de Jesús se fundió con el Espíritu Divino, de la misma manera que tomó forma humana. 8. Si el cuerpo de Jesús no brotó de la tierra, ¿Por qué había de rendirle tributo como todos los hombres? Él os había dicho: “Mi reino no es de este mundo”. 9. Al oír mi enseñanza resucita vuestro espíritu, porque ha comido el pan de la vida eterna que es mi palabra. Fortaleceos con mi doctrina, porque se acerca el instante en que los hombres, como lobos hambrientos se arrojen sobre vosotros para juzgaros; y no es mi voluntad que vuestra fe y vuestra paz las dejéis en manos de vuestros perseguidores. 10. Aprovechad el tiempo en que aún estará mi manifestación bajo esta forma con vosotros, porque si hoy no encendieseis vuestra lámpara, mañana suspiraréis por este tiempo de enseñanza y complacencias y lloraréis deseando volver a escuchar mi palabra. Muchos diréis: ¡Maestro! Que diera por volver a escuchar una de tus cátedras a través de aquellos a quienes tanto juzgué como imperfectos. 11. Aprovechad en verdad mi enseñanza, ahora que os la estoy entregando por conducto de estos mis hijos, a quienes he escogido y preparado. Por sus labios he hecho brotar palabras de sabiduría y amor. Con sumisión se han apartado del mundo y apuran por vosotros un cáliz de amargura, sabiendo que son el instrumento del Padre para su comunicación con vosotros. 12. Si para escuchar mi palabra en este tiempo acudís a estos humildes recintos, para elevar vuestra oración la podéis hacer desde el lugar en que os encontréis, ya sea en el rincón de vuestra alcoba, o en donde labréis el pan de cada día, lo mismo en el camino, que en el valle o en la ribera del río, doquiera me encuentro escuchando vuestros ruegos. 13. Aprended a limpiar vuestro corazón y a elevar vuestro espíritu hacia Mí, para que recibáis la comunión espiritual; no olvidéis que me lleváis en lo más íntimo de vuestro ser. Elevaos hacia Mí, para que cuando llegue el último instante de 1950, vuestro espíritu no se llene de pavor diciendo: Maestro, os habéis apartado de nosotros. De cierto os digo que quien se prepare, desde aquel instante se comunicará de espíritu a Espíritu con mi Divinidad. 14. Si de tantas enseñanzas que os he entregado, hubiereis aprovechado una sola, y su doctrina fuera la ley que guiara todos los actos de vuestra vida, en verdad os digo que ya no sería necesario que Yo estuviese entre vosotros, porque en lo que habéis oído hasta hoy está toda mi doctrina. 15. Os voy a dar una vez más mi palabra para que vuestro espíritu sienta que se encuentra en el banquete de la vida eterna. Recreaos como Juan mi apóstol, contemplando las revelaciones del más allá. 16. En este tiempo desaparecerá toda la incredulidad entre vosotros, porque os dejaré como una lámpara de fe encendida entre la humanidad. 17. Cada vez que me presento entre vosotros, mientras os doy mi palabra, vuestro dolor se aparta, es que vuestro espíritu siente mi presencia y se recrea con mi amor. 18. No sólo me escuchan los que concurren a estos recintos, también grandes legiones de seres espirituales presencian esta manifestación y reciben mi luz. Entre esas muchedumbres se encuentran los que en la Tierra fueron vuestros padres, vuestros compañeros, vuestros hijos. Todos van ascendiendo por la escala de evolución. 19. Vuestro corazón se llena de gozo al escucharme hablar así y sentís que es la misma gloria del Padre la que en estos instantes se abre para derramar su gracia en toda criatura del Señor. 20. La luz de mi amor que ha venido a iluminar el sendero de evolución de todos mis hijos ha provocado en algunos hombres de ciencia, la confusión de sus ideas, al encontrar que el principio de la creación no es como ellos se lo habían imaginado; mas Yo les hablaré desde lo alto de la montaña y la fuerza de mi voz a través de los elementos estremecerá la Tierra y les mostrará la verdad. 21. Pueblo, si queréis penetrar en comunión con mi Divinidad, no contempléis a estos portavoces, por los cuales me comunico, como a seres superiores. Estudiad y analizad mi palabra y os sentiréis en mi santuario deleitándoos con la esencia de mi doctrina. Así seréis fuertes para dar testimonio de que éste es el Tercer Tiempo, y de que en él me he manifestado a los hombres como ESPIRITU SANTO. 22. Entre la humanidad estoy eligiendo a mis nuevos discípulos, diciendo a los hombres: Regeneraos, y a las mujeres: No volváis a pecar. A todos os ha limpiado mi perdón para que iniciéis una nueva vida. 23. Vosotros, que mucho habéis bebido la amargura, ahora bebed leche y miel en este cáliz de amor que vengo a ofreceros. 24. Gozad poseyendo este bien espiritual. No os aflijáis demasiado por el sustento del cuerpo, recordad que os he dicho: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios”. 25. A todos os encontré perdidos y os mostré el sendero diciéndoos: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, seguidme hasta el fin. 26. A nadie he forzado para que me siga y a nadie amenazo por no hacerlo. Ciertamente existe la ley de la restitución que cada quien labra para sí, para que su espíritu evolucione y alcance su pureza y su luz, más el infierno del fuego eterno no existe, como no existe el castigo divino. No interpretéis erróneamente lo que en sentido figurado se os ha dicho en tiempos pasados. 27. Hoy estáis escuchándome, reconociendo cada quien su misión, mientras Elías como siervo incansable del Señor reúne a los 144,000 nuevos discípulos, 12,000 hijos de cada tribu de este pueblo, para que reciban en su frente la señal, que los marca como Espiritualistas Trinitarios Marianos. 28. Si en el camino de la vida os sentís cansados, venid a Mí y descansad escuchando esta palabra, porque aún estoy con vosotros. 29. Esta palabra es el pan que vengo a acercar a vuestros labios, su esencia es el agua cristalina que os ayuda a purificar vuestro espíritu de todas sus manchas. 30. Os encontráis temerosos de que los aires huracanados os arrebaten de este sendero y volváis a ser los débiles ante las pasiones de la materia. Teméis a las murmuraciones de las gentes, a sus juicios, teméis al mundo que con sus múltiples tentaciones os aleja de Mí. 31. Como no habéis comprendido mi palabra, creéis que os exijo que abandonéis y renunciéis a todo lo material, cuando os estoy enseñando que debéis dar al espíritu, lo que a él corresponde y a la materia lo que es de ella. Mientras estéis en el valle de lágrimas, no alcanzaréis la perfección, mas debéis prepararos en el amor y la caridad que derraméis entre vuestros hermanos, para llegar al valle espiritual a recoger el fruto de vuestra siembra. 32. El arcano que os estoy revelando es mi propio Espíritu el cual se encuentra más allá de la escala de Jacob; Yo no estoy en la escala, porque soy perfecto; en ella sólo están los seres que caminan en pos de la perfección. ¿Quién puede sentir que mi doctrina sea para su espíritu como un pesado fardo? Si comparáis su peso con el de una cruz, comprenderéis que ahora Yo soy vuestro Cirineo. 33. ¿Quién podrá alejarse de Mí, si doquiera me encuentro? Hay quienes intentan alejarse de mi presencia para sembrar a hurtadillas la simiente que les he confiado y recoger para ellos la cosecha; mas Yo os brindo las tierras fecundas; el que intente ausentarse, tendrá que penetrar en el desierto. ¿Cuándo se ha visto que en las candentes arenas germine alguna semilla? Ahí no asistirán al banquete que conmigo disfrutáis, ni escucharán en su soledad el trinar de las aves que con su canto os han deleitado. 34. El que ha sentido en su corazón el deseo de abandonar la cruz, es porque no ha presentido su misión ni su destino. 35. ¡Cuántos os confesáis culpables y pecadores delante de Mí y sois de los que me aman! ¡Cuántos pregonan que me aman y ni siquiera tienen fe en Mí, creen cuando reciben beneficios, más cuando les llega una prueba me niegan! 36. Este Tercer Tiempo ha sido una invitación para vuestro espíritu, un llamado para que tengáis la gracia de ser de los que toman el fruto divino de los tres tiempos. 37. Cuando la humanidad se ha encontrado en la mayor altura de perversidad, la luz de mi Espíritu ha descendido convertida en palabra comprensible al hombre para salvarle, mostrándoles el camino de su restitución, ayudándolos a cumplir con ella y haciéndoles comprender el galardón que les espera. 38. A vosotros que me oís os digo: no llevéis en vuestra sandalia polvo inmundo, buscadme, soy vuestra salvación. Soy la barquilla que os salve del naufragio, que os aleje del mar embravecido del pecado para conduciros a la tierra de Promisión. 39. ¿Por qué habéis encontrado dolor en vuestro camino? ¿Por qué vuestras plantas se han herido con los guijarros del sendero? ¿Por qué os agobia la sed como a los caminantes cansados? Es porque ayer pasasteis por ese mismo sendero y no limpiasteis el camino a los que tras de vosotros marchaban, sin saber que tendríais que volver a pasar por ahí; y si nunca calmasteis la sed de un sediento, ¿Cómo queréis que alguien os la calme a vosotros? 40. Sólo Yo vengo a mitigar la sed de amor y de paz de vuestro espíritu. Mi palabra es agua cristalina que se derrama entre vosotros. Gozad de ella al beberla, convidad a vuestros hermanos y en verdad os digo que llegaréis a ver la unión y la paz en los espíritus. 41. Si en el Segundo Tiempo me contemplaron vuestros ojos porque vine en cuanto hombre, hoy vengo en Espíritu. Si vuestros ojos corporales no me han contemplado, la sensibilidad de vuestro espíritu sí me ha palpado, porque os estoy manifestando mi presencia. ¿Quién de los que me escuchan, no me ha sentido en el latir apresurado de su corazón? ¿Quién de vosotros no se ha estremecido ante mi palabra que es como mirada penetrante que llega con su luz a vuestro espíritu? 42. Vengo a hablaros como Maestro, no como juez. Como juez no me busquéis, porque en lugar de juicios quiero derramar consuelo y enseñanzas entre vosotros. 43. He abierto vuestros ojos para que os deis cuenta de que mi ley está siendo mancillada en la Tierra, más no para que juzguéis a quien la viola. Conoced mi ley para que no os perdáis del camino cuando los hombres os la oculten y para que sepáis conducir a quien camina en tinieblas. 44. Vosotros no habéis venido para confundir a nadie; en verdad os digo que antes de que eso fuese, más os valdría no hablar de mi obra o que la muerte segara vuestra vida. 45. Pueblo, no sabéis lo que os tengo reservado. No penséis que lo que hasta hoy habéis oído es todo cuanto tengo que deciros; grandes lecciones voy a revelaros. Dones muy grandes se desarrollarán en vosotros. 46. Mi enseñanza viene a prestaros su ayuda para que logréis comunicaros de espíritu a Espíritu con vuestro Padre, porque en esa práctica está vuestra salvación. Abrid vuestro corazón, para que en él guardéis el tesoro de mi palabra, mientras llega el instante de que tengáis que revelarla a vuestros hermanos, porque ésta es la palabra que convierte al pecador y sana al enfermo. 47. La huella que en este tiempo os trazo, no es de sangre, es de luz. Venid a Mí, discípulos y descansad de vuestras penas, mitigad con mi palabra vuestra hambre y sed de amor y paz, para que cuando os deje colmados de bienes espirituales, quedéis como las vírgenes de mi parábola: velando en espera del casto esposo, con vuestras lámparas encendidas para que sepáis recibirle cuando llame a vuestra puerta. 48. El que guarde en su corazón mi palabra y tenga fe en ella, tendrá paz y ventura en los caminos del mundo y logrará su elevación en el sendero que conduce a mi reino. 49. Con amor os entrego mi palabra para daros la vida verdadera y enseñaros a hacer lo mismo entre la humanidad donde existen tantos muertos a la fe. Todo lo que hiciereis en mi nombre lo veréis realizado en vuestros hermanos; más si en vez de bendecir en vuestro camino, blasfemáis o juzgáis a vuestros semejantes, en verdad os digo que vosotros mismos os estaréis sentenciando, porque con la vara que midiereis seréis medidos. 50. Si me habéis ofendido, pedidme perdón, si vuestro hermano os ofendió, perdonadle, tal vez no sepa lo que ha hecho. En cambio, si vosotros llevando tanta luz por las enseñanzas que estáis recibiendo, aún ofendéis, no podréis decir que sois inocentes. Si vosotros ofendieseis, seríais más duros que la roca porque os estoy doctrinando para que seáis nobles con vuestros hermanos. 51. Estudiad mi palabra para que la muerte no os sorprenda impreparados, ni las tinieblas oculten a vuestro espíritu el sendero de su evolución. Mi enseñanza es el único libro que encierra la verdad desde su primera palabra hasta la última. Ese libro lo he abierto nuevamente ante vosotros en este tiempo, para resucitaros a la vida eterna y reuniros en mi aprisco de amor, porque os contemplo perdidos como ovejas sin pastor. 52. He aquí la voz del que llama a los espíritus para libraros de las fatigas del mundo. Algunos de mis hijos reconocieron la voz, otros no, porque no la recordaba su espíritu ofuscado por el materialismo de este tiempo. Mas Yo, el Pastor, teniendo en el aprisco de mi amor, que es mi Reino, a las noventa y nueve ovejas, descendí a la Tierra en busca de la extraviada. 53. Cuánto tiempo os alimentasteis de frutos amargos que os hicieron olvidar la dulzura del fruto de la vida verdadera, y sólo hasta que escuchasteis mi palabra, volvisteis a saber lo que es el verdadero sustento del espíritu. 54. Ayer os levantabais buscando en vano la senda de vuestra elevación espiritual, agobiados por el dolor de vuestros pecados. Hoy os he reunido, os he multiplicado y os he hecho conocer vuestros dones, más en verdad os digo: Antes de que caigáis en vanidad por esta gracia y queráis juzgar al pecador, o tratéis de humillar al que ha faltado, recordad y meditad sobre la enseñanza que en el Segundo Tiempo os di, cuando me fue presentada la mujer adúltera; recordad la parábola del publicano y el fariseo y la del buen samaritano. La esencia de aquellas enseñanzas es eterna. Hoy, mañana y siempre podréis aplicarlas en vuestra vida. Es la parábola que en el Segundo Tiempo os di, a veces en las márgenes del río, otras en el desierto o en la montaña, fue el mensaje divino que en Cristo os traje antes que los hombres me tomasen para sentenciarme y crucificarme en Jerusalén. 55. He querido que mi palabra viva en vuestro corazón para que de él brote la caridad y el amor y os levantéis por los caminos sanando a los enfermos sin esperar recompensa, haciendo el bien por amor a vuestros hermanos. 56. No os llaméis espiritualistas si en vuestro corazón sentís horror por los enfermos, o asco si su cuerpo va envuelto en. andrajos. No seréis mis discípulos mientras os apartéis de los pecadores, temerosos de que vuestro corazón se contamine. 57. He aquí mi nueva palabra la cual la uniréis a la que os entregué en tiempos pasados. Por diferentes entendimientos os la he venido a dar en este tiempo para que tengáis la confirmación de que lo que se ha dicho por una boca, se ha dicho por todas. 58. Preparaos, varones y mujeres, porque entre vosotros se encuentran aquellos por los que os daré mi palabra. 59. He aquí al esposo que llamó a las puertas de las vírgenes y como éstas se hallaban esperándolo, le abrieron, le hicieron pasar y en su casa hubo fiesta. 60. Algunos de vosotros os habéis sentado ante la mesa de amor para comer el pan de mi palabra y beber el vino que es su esencia divina. Cuántos de vosotros también estuvisteis conmigo en el Segundo Tiempo y me escuchasteis. Otros contemplasteis en las comarcas a mis apóstoles que iban sembrando en los corazones la semilla de la fe en Cristo, dando pruebas de verdad a los hombres, sanando enfermos, limpiando leprosos e impartiendo consuelo a los afligidos. Más los que no comieron en aquel tiempo, hoy comerán, y los que no estuvieron en el mundo, hoy estarán. 61. Voy a elegir nuevamente a mis discípulos, recordad que en el Segundo Tiempo lavé e imprimí un ósculo de amor en los pies de los doce apóstoles escogidos por mi caridad, para que comprendáis que si eso hizo el Señor, ¿Qué no deberéis hacer vosotros con vuestros hermanos? 62. Lleno de humildad vengo a consolaros y a salvaros, para que cuando os levantéis en pos de vuestro cumplimiento a señalar el camino a la humanidad, dejéis una huella de mansedumbre en el camino. Quien no haya lavado sus pies antes de emprender la jornada, ¿Qué huella de pureza podrá dejar? 63. He aquí al Cordero que voluntariamente se inmoló, para que su sangre cayera en todos sus hijos, trazando su huella el camino de la evolución espiritual de la humanidad. 64. Entre vosotros contemplo a los que me han de seguir, mas también a los que han de llorar y hacer grandes juramentos para después darme la espalda. Aún estoy entre vosotros; aprovechad los instantes, porque pronto os dejaré y desde el infinito contemplaré el cumplimiento de los que recibieron esta herencia. Todo el que limpiare su corazón para entregar mi palabra, será fuerte por su pureza, caridad, amor y humildad, mas aquél que se engrandeciere y vendiere mi obra, será débil ante las tentaciones. 65. Vuestra nación ha abierto sus puertas, por las que han llegado las grandes multitudes de distintas nacionalidades, porque os he dicho que no serán doce los escogidos en este tiempo, sino doce mil de cada una de las doce tribus; ciento cuarenta y cuatro mil señalados para llevar mi palabra a la humanidad. Unos se encuentran en espíritu, otros en materia, a los que habitan en el más allá, y que no conocieron esta enseñanza, los haré reencarnar para reunirlos en la Tierra; éstos serán los que cargarán la cruz del sacrificio y beberán el cáliz de amargura, por amor a sus hermanos. 66. Hoy coméis el pan y el vino de la gloria en la esencia de mi enseñanza, mientras la humanidad sigue representando esta lección con el pan y el vino de la tierra. 67. Estad cerca de Mí para que os protejáis los unos a los otros y os sintáis fuertes, porque los lobos os acechan y los fariseos que entre las turbas se esconden, son los mismos de ayer. Aún no pueden reconocerme, porque sus mentes se han turbado. Son los hipócritas que ocultan sus pecados detrás de una falsa pureza. 68. Velad y orad, porque ellos serán los primeros en venir a deciros que soy el falso Cristo; unos os mostrarán las profecías del Primer Tiempo y otros las del Segundo, para tratar de probaros que esto estaba anunciado como falso. Os dirán que no os dejéis sorprender por estas manifestaciones. En verdad os digo: cuidaos de ellos y de quienes sólo han tomado mi palabra y ninguna potestad tienen para hacer obras que convenzan por su verdad. 69. Vosotros examinaos ante vuestra conciencia y preguntaos: ¿Han sanado los enfermos? ¿Habéis sentido la paz escuchándome? ¿Os habéis sentido inspirados a hacer el bien y a amaros los unos a los otros? ¿Os habéis regenerado? Si, os ha contestado vuestra conciencia. 70. Recordad y vivid los tiempos pasados. He aquí la mesa donde se encuentran los manjares que dan la vida eterna. Nuevamente os digo que mi cuerpo y mi sangre hoy están representados por mi propia palabra. Una migaja de este pan basta para dar la vida eterna a un espíritu. Los enfermos, probando este pan alcanzarán la salud, y el que bebiere este vino con elevación de espíritu y respeto en mi doctrina, recibirá eternamente la paz. 71. Quien recordare mi palabra en el instante supremo de la muerte humana, los dones y gracias que en ella están, serán en aquel espíritu, para que en su viaje contemple la luz de mi Espíritu Santo. 72. El arcano del Padre se ha abierto para pobres y humildes. Quien de este vino bebiere, sentirá que su espíritu se fortalece, quien cerrare sus labios para no beberlo por temor a la muerte, la muerte en él será y sólo mi amor podrá resucitarle, y cuando sea mi voluntad vendré a él para decirle: ¿Por qué no bebisteis de mi vino? Levantaos, Soy Aquél que habló por boca de los hombres y el mismo que hoy os resucita a la vida de la gracia. ¿Quién más tiene potestad para resucitar a los muertos? 73. Mientras os entrego mi enseñanza, contemplo el corazón de cada uno de los presentes, unos me entregan su corazón, el cual se ha alimentado de mi palabra hasta saciar su hambre de amor y de consuelo; otros piensan la forma de destruir esta obra porque no creen en ella y les preocupan las grandes muchedumbres de corazones fervientes que se aglomeran en estos recintos para oír mi palabra. 74. Comed de este pan, en él está la vida eterna. Bebed el vino, su esencia es el sabor divino que existe en mi palabra. 75. No olvidéis las obras que he hecho con vosotros, para que también las hagáis con vuestros hermanos. Como os he amado, amad a vuestros semejantes. Sentad en vuestra mesa a los necesitados y en ella dadles el mejor lugar. 76. En cada una de mis palabras existe un libro de revelaciones para que en su estudio os profundicéis, porque se acerca el momento de mi partida en el que os sentiréis solitarios. Quedaréis como ovejas entre lobos, mas Yo os confortaré. Entonces comenzará vuestra misión y penetrarán los unos en los hogares, los otros en comarcas y algunos más en otras naciones. Seréis buenos labriegos en mis tierras, sembrando infatigablemente mi semilla de paz y amor. Más no será necesario que llevéis doble alforja para el viaje. Yo velaré por vosotros. No temeréis a la inclemencia del tiempo, ni de los elementos, mi presencia está en todo lo creado. 77. Os guiaré hacia las casas donde habitan aquellos que compartirán vuestra fe; ellos os recibirán con alegría y ahí haréis el llamado a otros más, para que os reunáis a orar y les entreguéis mi mensaje. Estos postreros serán convertidos en primeros, y como nuevos apóstoles se levantarán a sembrar como vosotros les enseñasteis. 78. Muy extensas son mis tierras y muy escasos aún los sembradores, mas es mi voluntad que en el tiempo en que aún os entregue mi enseñanza bajo esta forma, sean marcados los 144,000 porque serán aquellos por cuyo conducto me manifestaré a la humanidad en este tiempo y todo aquél que diera testimonio de Mí, Yo lo daré también de él, así como todo el que me entregare, tendrá que presentarse ante mi justicia. 79. He aquí que todos habéis comido del Cordero; sin embargo, entre vosotros contemplo al que me ha de entregar, no en este instante, ni en esta noche, sino cuando seducido por las tentaciones del mundo acepte las brillantes monedas a cambio de entregar a sus hermanos. Como nadie sabe quién podrá ser, os preguntáis en vuestro corazón: ¿Maestro, quién será? Yo sólo os digo, velad y orad para que no caigáis en tentación. 80. Habrá también quien me niegue en este tiempo y será pronto, esa misma noche habrá quien niegue en donde ha estado y a quién ha escuchado. Ninguno me niegue por temor al mundo, porque su dolor será muy grande. 81. En aquel tiempo, Jesús fue a orar al huerto de los olivos porque se aproximaba su sacrificio. Hoy vengo a deciros: Orad y recordad aquel ejemplo para que encontréis la fortaleza en el Señor; porque en verdad os digo, que el cáliz que bebí en aquella noche fue muy amargo, pero también el que hoy me ofrece nuevamente esta humanidad, ¡Cuán amargo es! En él están todas las lágrimas, la sangre y el dolor de los hombres. 82. Así os enseño, ¡Oh, amados discípulos! A orar para esperar las grandes pruebas, más nunca pesará el pecado de todos los hombres sobre uno solo. Solamente Cristo cargó sobre sus hombros el pecado de toda la humanidad, desde Adán hasta el último. 83. Los que se mofen interiormente de estas manifestaciones, son aquellos que escupieron mi rostro, y los que me están juzgando, son los que me azotaron en aquel Segundo Tiempo. El pecado y las tinieblas de esta humanidad son la cárcel donde recibo todas las torturas. 84. Preparaos, porque las turbas de increyentes y las legiones de espíritus turbados os perseguirán y entonces les diré; dejad a mis discípulos, ellos no son culpables. 85. Velad y orad, vivid en paz y tendréis mi fortaleza en vuestro espíritu, porque os alimentaréis con el pan de la vida eterna. 86. Ha llegado la hora en que recordéis a Cristo, el Divino Maestro, en sus últimos instantes en la cruz. Aquellas horas de tinieblas en el mundo, en que mi presencia iluminó a los espíritus que me esperaban. 87. Sobre un nuevo Calvario me ha levantado la humanidad en este Tercer Tiempo, y desde mi cruz os contemplo, oh multitudes. La luz de mi Espíritu desciende a los hombres como en aquel tiempo, mi sangre se derramó gota a gota sobre la humanidad. Mis sufrimientos divinos son como heridas que se abren ante la ingratitud y los pecados de los hombres, mas hoy de ellas manará agua de gracia, para que los ciegos vean y los malos se rediman. Si herís al árbol, él manará savia. Yo soy el Árbol de la Vida Verdadera el cual os da vida cuando intentáis destruidle. 88. ¿Quién me ayudará en este tiempo con mi cruz? Vosotros, discípulos. Y el que llore por sus pecados y de ellos se arrepienta y regenere, será recordado por la humanidad como aquella mujer pecadora que regó mis pies con sus lágrimas y los secó con su pelo. 89. Benditos los que sientan en su corazón el dolor de su Señor, su sed de amor, porque en el más allá, les haré que me contemplen en todo mi esplendor. 90. Si en la Tierra, la muerte que los hombres dieron a Jesús, le separó de los brazos de su dulce Madre, hoy en la eternidad se encuentran madre e hijo unidos por el amor divino. Porque debéis saber que si Cristo es el Verbo de Dios, María es la ternura maternal divina, y desde el infinito, junto a la cruz que nuevamente me habéis preparado, Ella extiende su manto amorosamente para cubriros y os dirige su mirada maternal llena de perdón. 91. No olvidéis estas manifestaciones, y cuando el año de 1950 haya pasado, reuníos para recordar estas enseñanzas, entonces vuestros ojos se inundarán de llanto, de tristeza y de gozo al mismo tiempo. De tristeza, porque recordaréis el tiempo en que escuchabais mi palabra, y de satisfacción, porque al fin habréis penetrado en el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 46 1. Bienaventurados seáis vosotros que acudisteis al escuchar el llamado de amor que os invitaba al banquete espiritual, para saborear los manjares de vida eterna que os he traído, en cumplimiento de la promesa que a través de Jesús le hice a vuestro espíritu. 2. Cuando veo que debilitáis en el camino de vuestra evolución, me acerco para llenaros de fortaleza diciéndoos: “Id paso a paso con la esperanza de alcanzar la Tierra Prometida, hasta la terminación de la jornada, ahí encontraréis el premio de vuestra fe y perseverancia, en aquella paz bendita y verdadera que tanto anhela vuestro espíritu”. 3. ¡Oh, pueblo! En quien he puesto mis complacencias llamándolo Israel, hijo de la luz y discípulo del Espíritu Santo. No miréis si vuestro cuerpo va cubierto de harapos o si vuestros pies están desnudos, vuestra dignidad espiritual no descansa en lo material. Analizad a la luz de vuestra conciencia las obras de vuestra vida, para que sepáis si vuestro espíritu está limpio de pecado. 4. Si sentís dolor ante la duda y la burla de vuestros hermanos aceptadlo, ¿Acaso sabéis si vosotros gritasteis en aquel tiempo pidiendo a Pilatos que me crucificara? ¿Por ventura sabéis si no fuisteis de los que persiguieron a mis apóstoles y les hicieron beber el cáliz de amargura? 5. Ante esta interrogación calláis y Yo os digo: perdonad cuando seáis ofendidos, no hagáis de mis palabras armas de dos filos para herir a vuestros hermanos. En este tiempo vuestro espíritu evolucionado debe alcanzar la serenidad, ella deberá guiar todas vuestras obras, palabras y pensamientos. Vuestra edad espiritual ya no es la del niño, y ante mi enseñanza habéis dejado de ser los párvulos para convertiros en los discípulos. Haced vuestras obras dentro de mi doctrina sin alterarla ni profanarla. No apartéis de vuestra compañía a nadie, aunque miréis en alguno de vuestros hermanos manchas o errores, no digáis que es mala hierba. Si alguno mezclase a mi doctrina ideas imperfectas o hiciere mal uso de sus dones, corregidlo con amor y conducidlo con caridad, sólo en el caso de que se obstinare en sus malas inclinaciones y os desconociere, dejadlo, orad por él y dejadme la causa a Mí. 6. Os estoy preparando para que con mi luz llevéis la resurrección a los que están muertos a la vida de la gracia, para que vuestra oración los salve y vuestras obras sean un ejemplo saludable para vuestros hermanos. Pensad, hijos míos, en lo que presentaréis a vuestro Padre cuando os encontréis ante su presencia. 7. Es el Espíritu de Verdad quien os habla, habéis reconocido al árbol por su fruto y a esta fuente por sus aguas límpidas. Por eso venís en pos de esta huella, pero es menester que ese amor tan grande que por Mí sentís, lo limpiéis de todo egoísmo, de toda cizaña hacia vuestros semejantes para que sea puro y digno del Padre. 8. Sed humildes aunque sintáis que el Creador ha puesto grandes dones en vuestro ser. Mirad que a nadie le he traído corona para hacerlo rey. 9. Multitudes que reunidas escucháis mi voz, ya se acerca el día en que quedaréis huérfanos de esta palabra, y que os sintáis solos, aunque mi presencia espiritual sea con vosotros. Entonces principiará una nueva etapa en la que os purificaré de materia y de espíritu, en la que depuraré el culto y las prácticas de este pueblo para que marche a otras comarcas y a otras naciones a llevar la buena nueva de mi palabra, testificando con sus obras, las lecciones de amor de mi doctrina. 10. He pronosticado que después del año de 1950, las multitudes que formen este pueblo ya estarán tratando de alcanzar la comunicación de espíritu a Espíritu, porque para entonces ya no os daré mi palabra a través del entendimiento humano. ¿Qué haréis entonces de mis preceptos y de mis máximas? ¿Cuál será el ejemplo de espiritualidad, de obediencia y de fe que ofreceréis a los que estén por penetrar a vuestro seno? ¿Cuál será el ejemplo y la simiente que dejéis a las generaciones venideras? 11. Ved que ese tiempo ya está próximo y que ese será el principio de la comunicación espiritual, el fin del reinado de la idolatría y del fanatismo religioso. 12. De lejanas tierras vendrán caravanas hacia esta nación en busca de este testimonio. Las recibiréis con todo el amor de vuestro corazón y les mostraréis el Libro de la Vida Verdadera que hayáis formado con las cátedras que os he entregado, sin olvidar que vuestras obras y sentimientos, deben formar parte del libro que presentéis. 13. Los años que os restan de doctrina y de deleite espiritual escuchando mi palabra, aprovechadlos, no hagáis que este tiempo sea de juicio y de reclamos. No queráis saldar con expiación y dolor desde la primera palabra que Elías el enviado, os diera en el principio de esta comunicación, hasta la última que Yo os entregue. 14. Para evitar toda profanación, voy a depurar esta campiña y a tocar a todos los que han recibido cargos. Esta purificación la extenderé a todos los órdenes de vuestra vida, no sólo en la espiritual. Los mismos que hayan profanado mi ley, se encargarán de lavar las manchas que en ella hayan impreso. 15. Pueblo, quiero que mi paz se manifieste a través de vuestro espíritu, de vuestra mirada y de vuestra sonrisa. No quiero que la amargura o la intranquilidad se reflejen a través de su rostro demacrado por el sufrimiento. Sois un pueblo nacido en el dolor, que tiene la misión de vencerlo, llevando su cruz con abnegación y amor, doblegando su cerviz y venciendo las flaquezas de la materia. Apurad con paciencia vuestro cáliz, ved que mi palabra divina os sana a cada instante de vuestras heridas. 16. ¿Cuándo llegará esta palabra a toda la humanidad? Los trinos de estos ruiseñores no han llegado a la lejanía; no han hecho llegar la dulzura de mis enseñanzas a las mansiones de los grandes o a las estancias de los potentados; no han llegado a los campos de batalla que se han empapado con la sangre de los hombres, ni a los espíritus ocupados en elevar la nueva torre de Babel o que habitan en la nueva Sodoma: más la palabra que de vuestros labios brote durante los últimos años de mi comunicación, será el mensaje que mañana llegue a todos vuestros hermanos, porque para ello os purifico y os preparo en estos instantes. 17. A vuestro oído sólo han llegado el lamento de las viudas y de los huérfanos junto con los rumores de guerra, las noticias de grandes calamidades y tragedias que aún no habéis visto ni sentido. 18. Habéis sabido por Mí que sois hijos del pueblo de Israel, y por la historia sabéis que ese pueblo en los tiempos pasados se llamó el pueblo de Dios, el escogido, aquél en el cual se derramaban todas las complacencias del Padre Celestial. Hoy quiero que sepáis que aquel pueblo, al que he enviado nuevamente en este tiempo a la Tierra, nunca ha sido más amado que el resto de los pueblos, y que si muchas complacencias recibió de Mí, fue con el fin de que supiera compartir de ellas a los demás, para que fuese luz, camino, libro abierto y redención para todos sus semejantes. 19. ¿Por ventura ese pueblo cumplió su misión en los tiempos pasados? ¿Acaso está cumpliendo esa ley de amor y de fraternidad en el tiempo presente? Si conocéis la historia antigua de este pueblo, no ignoraréis que también sobre él fueron las grandes pruebas, las calamidades, el cautiverio, el hambre, la peste y la humillación, a causa de sus infidelidades y desobediencias. No fue el amor ni la obediencia a mi ley, ni la espiritualidad de aquel pueblo, las que escribieran un libro para las futuras generaciones. El libro de aquel pueblo está escrito con sangre de hermanos, de profetas, de justos, está manchado con envidias, desobediencias, desuniones y está sellado con la sangre del Hijo de Dios. 20. Es menester que ese pueblo lave y purifique todas aquellas manchas, que borre del libro todas sus faltas y en su lugar escriba obras buenas, actos dignos de su Señor. 21. Vosotros, discípulos, no vayáis a escribir en este tiempo un nuevo libro de desobediencias y de profanaciones, porque más tarde no tendríais suficientes lágrimas para borrar de ese libro vuestras manchas. Escribid una nueva historia, pero que sea de regeneración, de reconciliación, de fraternidad, de obediencia y espiritualidad. Vuestro pacto en este tiempo está escrito por vuestra conciencia. 22. Los años en que os dejo que sigáis recibiendo mi enseñanza, que sirvan para que os preparéis para mi partida, en ellos debéis llegar al cumplimiento que os estoy pidiendo. Sabed que después de este tiempo no quiero que las multitudes conozcan la impostura, ni vuestras imperfecciones de ahora. Llegado ese tiempo los hombres conocerán mi palabra por los escritos que a mis plumas de oro les he confiado. A ese libro os asomaréis mañana cuando tengáis que estudiar mi obra, cuando os sintáis confundidos por las pruebas o cuando tengáis necesidad de consuelo de los hombres, ni a los espíritus ocupados en elevar la nueva torre de Babel o que habitan en la nueva Sodoma: más la palabra que de vuestros labios brote durante los últimos años de mi comunicación, será el mensaje que mañana llegue a todos vuestros hermanos, porque para ello os purifico y os preparo en estos instantes. 23. La luz de mi Espíritu se derrama en vuestro entendimiento para que sepáis conducir a quienes vienen siguiendo vuestros pasos. 24. Hoy vengo a daros mi enseñanza como en aquel tiempo en que viví cerca de vosotros y os mostré con mi ejemplo cómo redimir al género humano. 25. La humanidad, no conforme con aquella lección, aún pide en este tiempo que la sangre inocente se derrame una vez más, pero el Divino Maestro ha venido en Espíritu y esa prueba de amor no se repetirá en la misma forma. Hoy os estoy hablando a través del entendimiento del hombre, enviando infinidad de rayos de mi luz en los que os doy mi sabiduría para que seáis salvos, elevándose vuestro espíritu por el sendero del amor hacia vuestros hermanos. 26. He contemplado que de mi enseñanza de amor y humildad, nada queda en el corazón de muchos pueblos. Se han levantado unos contra otros, los fuertes humillan a los débiles, y mis enviados espirituales, a quienes he encomendado la misión de inspirar a los gobernantes la paz y la concordia, han vuelto a Mí con la angustia en su espíritu, por no haber sido oídos ni obedecidos; entonces Yo he permitido que la humanidad apure su cáliz y que este dolor la ilumine haciéndola retornar al camino de su evolución. 27. En esta hora de prueba tenéis a Elías inspirándoos la oración y las buenas prácticas, para que contrarrestéis el mal. Tenéis a vuestra Intercesora Celestial velando más cerca que nunca por esta humanidad que ha desoído sus consejos y advertencias y me tenéis a Mí, a vuestro Padre, inmutable en mi amor, dándoos una oportunidad más para que os regeneréis y elevéis vuestro espíritu, para que alcancéis el galardón que os tengo prometido. 28, Si más allá de vuestra nación vuestros hermanos se hieren y matan sin piedad, destruyen la paz, aniquilan a los pueblos débiles y siembran a su paso el terror, la miseria y el luto, vosotros, a quienes he preparado y anunciado ha mucho tiempo estos acontecimientos, velad y orad, enviad pensamientos de paz, que vuestro corazón derrame amor y la caridad entre vuestros hermanos, practicad mi enseñanza y de esta manera estaréis contrarrestando el mal. 29. Os he escogido de entre las grandes multitudes que forman la humanidad, para manifestaros mi doctrina, mi voluntad, y he invitado a todos los espíritus a perfeccionarse en el camino del cumplimiento, pero vosotros sois más responsables, porque habéis visto el cumplimiento de todas mis palabras. 30. Los elementos y fuerzas de la naturaleza serán desatados para purificar y restaurar todo lo que ha sido manchado y profanado por el hombre en la Tierra. 31. Los niños de este tiempo se conmueven ante el caos que están palpando, y su corazón inocente se eleva a Mí para pedirme la luz para los gobernantes y acierto a sus determinaciones; también me presentan a los pueblos que han padecido bajo el yugo de otros más fuertes y me piden que vuelvan a ser libres. Sus dones de amor y justicia palpitan en ellos y su clamor es de paz y buena voluntad entre los hombres. Yo recibo su oración y la hago llegar como bálsamo sobre las necesidades de esas naciones en guerra. 32. Espíritus de los niños, no os apartéis del camino de sumisión, obediencia y buenos sentimientos. No os dejéis contaminar, huid de la influencia del mal. Confiad en Mí y dejad que mi luz os guie, iluminando el sendero de vuestra evolución. 33. A vosotros que sois mayores, os contemplo también como niños y valorizo vuestras obras. Tomad la luz de mi enseñanza y confiadme vuestras cuitas, sed fuertes ante el dolor y resignaos con vuestro destino. En vuestra oración me presentáis a vuestros hermanos que sufren, Yo recibo vuestra intercesión. A vosotros como a todos mis hijos, les entrego por igual mi amor. Recibo vuestra oración y con vosotros bendigo a todos mis hijos, tanto a los que me aman y creen en esta palabra, como a los que dudan y aun me niegan. Vuestro corazón que ayer era insensible como una roca, lo he tocado y empieza a manar agua de amor y de perdón para la humanidad. Esto es lo que os he pedido siempre, es la ley eterna sin principio ni fin, ley de amor, de caridad, que hasta hoy no ha sido practicada por el género humano. 34. Hoy os acercáis a Mí, buscando la palabra que borra los sufrimientos, la que acaricia vuestro corazón, azotado por grandes torbellinos. Vengo a daros calor, como lo hace la amorosa alondra con sus polluelos, pues he contemplado que el invierno ha penetrado en muchos corazones, unos tiritan de frío, otros han muerto. Mi presencia os da fortaleza en las pruebas, no quiero que se apague vuestra fe. 35. Sólo la fe os sostendrá en este tiempo de dolor, si queréis ser ejemplo para vuestros hermanos y dar testimonio de mi palabra con vuestras obras, sed fuertes, preparaos, vivid velando y practicando lo que mi doctrina os enseña, para que seáis creídos. Quiero contemplaros fuertes e iluminados por mi enseñanza, recuperando los tiempos perdidos. 36. Si me amáis, se transformará vuestro corazón, os sentiréis llenos de vida, de ahínco para luchar por vuestra elevación seréis mis verdaderos discípulos, y cuando las vicisitudes de la vida lleguen a vosotros, no os alejéis de Mí, ni me reprocharéis las pruebas de vuestra restitución, seréis conformes en vuestro cumplimiento, sabiendo que el espíritu en esas pruebas se acrisola y se perfecciona. 37. Aprovechad el tiempo en que recibiréis mis lecciones, porque después de esta etapa, no volveréis a tener mi enseñanza bajo esta forma, mas también esperad a que Yo os diga: ésta es la porción de corazones que tomaréis a vuestro cuidado, éstos son los límites que os señalo, no límites para amar o perdonar, sino límites en vuestro trabajo, porque aun cuando me presentáis una cosecha escasa, si ha sido cultivada con amor, ello me bastará y Yo os recibiré, y bendeciré vuestro trabajo. Velaréis porque vuestros pasos no se aparten del sendero del bien, y porque la luz que os he entregado, sea como un faro que ilumine el camino de todo espíritu. Ella disipará todas las dudas y os hará sentir seguros de vuestros actos; más si os salisteis del camino, ella siempre os estará invitando a retornar al cumplimiento. 38. A otros de mis hijos les digo: no seáis impacientes, no me pidáis un cargo sin antes comprender su responsabilidad. No caminéis de prisa porque pronto os cansaréis y entonces el hastió os hará dormir, para despertar en otra era. La jornada es larga y el camino escabroso, debéis avanzar paso a paso sin deteneros. Si vencéis los impulsos de la materia y lográis elevar a vuestro espíritu, viviréis en planos superiores desde donde contemplaréis con mayor claridad la vida espiritual que os espera. 39. Comprended mi amor, mirad que no soy como el rico avaro, que todo lo quiere para sí, todo lo que es mío es vuestro también, porque sois mis hijos muy amados. 40. Sois las generaciones escogidas en este tiempo para recibir mis manifestaciones. En vosotros he derramado mis complacencias y bendiciones, porque no quiero que volváis a la Tierra a expiar faltas pasadas. Quiero llevaros a gozar de la paz de mi Reino, después del cumplimiento de vuestra misión. 41. Me decís que la Tierra es un lugar de sufrimientos y penalidades, y Yo os digo que vosotros sois los que habéis hecho de ella con vuestra falta de cumplimiento, un mundo de infelicidad y de tropiezos. Os he enseñado la sumisión y la obediencia y os he aconsejado siempre el bien. Os he dicho que sembréis paz para que recojáis paz. Que preparéis el camino a las nuevas generaciones, para que les deis de vuestra semilla y en ellas la veáis florecer y fructificar. 42. Os he concedido dones que os acercan a Mi. He permitido que miréis más allá de vuestro mundo y deis testimonio de mis enseñanzas en el Tercer Tiempo. Nadie podrá impedir la manifestación de esos dones, así como nadie puede usurpar mi caridad para vosotros. Sólo la conciencia os hará comprender cuán grandes son las gracias que os he concedido. Purificaos y trabajad para que pronto seáis conmigo y tengáis la satisfacción de haber comprendido y obedecido mis mandatos. 43. Hoy, en el tiempo de la restitución, devolved la paz a los que hayáis dado muerte en su fe, sanad a los que hayáis herido con vuestra palabra, pagad vuestras deudas, derramad en vuestros hermanos la caridad de vuestro amor y estaréis cumpliendo con mi ley. 44. El hombre al apartarse del cumplimiento de mi ley, ha creado ideas, teorías, religiones y doctrinas diversas que dividen y confunden a la humanidad, atando al espíritu al materialismo, impidiéndole elevarse libremente. Más la luz de mi Espíritu Santo ilumina a todos los hombres, indicándoles el sendero de la vida verdadera, donde sólo hay un guía que es la conciencia. 45. Cuando las grandes epidemias se desaten y los hombres de ciencia por su falta de amor y caridad no logren curar a los que sufren, surgirán los labriegos, los discípulos, llevando con amor su misión de curar y consolar a sus hermanos. Y el mundo espiritual uniéndose a ellos, impartirá sus beneficios entre la humanidad agobiada por el dolor. Velad y orada porque si ahora os doy mi enseñanza a través del entendimiento, mañana sólo los que se preparen recibirán mi inspiración y se comunicarán conmigo de espíritu a Espíritu. 46. Las plumas de oro escribirán mi enseñanza para las generaciones venideras, porque mi palabra no se perderá, será como un tesoro que conservaréis a través de los tiempos. Yo os digo, que el que encuentre la esencia divina en el fondo de esta palabra, será el que con más constancia y firmeza siga mi ejemplo. Quien tiene fe en esta palabra, es como si llevara una antorcha encendida para iluminar su camino, sin confundirse con falsas teorías ni con palabras floridas, porque habrá descubierto el secreto para encontrar la verdad, habrá comprendido el inmenso amor que os tengo y sentirá que estoy con todos mis hijos reanimándoles a seguir la jornada. 47. Habéis resistido torbellinos y tempestades que se han llevado vuestras vestiduras en jirones, pero os habéis elevado en oración pidiendo que mi caridad impida que vuestra lámpara se apague, y habéis encontrado al Maestro dispuesto a venir en vuestro auxilio. 48. Es penosa la senda y en este mundo no se recoje el fruto de la siembra; pero en verdad os digo, que en este tiempo de pruebas y de juicio, más vale un poco de paz en el espíritu y un mendrugo de pan en vuestra mesa, que las galas o los ricos manjares y aun los mismos tesoros de los señores de la Tierra. Yo que penetro en aquellos corazones, os digo que son como sepulcros y que sus labios llevan amargura. 49. En este camino de humildad existen placeres, satisfacciones y tesoros de gran valor para el espíritu, bienaventurado el que sepa estimarlos. 50. Entre vosotros se encuentran los que llegaron hastiados de los placeres del mundo, a los que ya no volverán, mas hay quienes aún se sientan atraídos por las falsas alegrías que proporcionan, y cuando el mal amigo les invita al mal camino, si en ese instante se les acerca el enfermo solicitando una gota de bálsamo, el espíritu y la materia luchan interiormente, triunfando los sentimientos de amor y caridad hacia sus hermanos, alejándose de quien les tentaba, para acercarse al lecho del que en su menesterosidad había sido la barquilla salvadora de aquel labriego. ¡Cuán grande ha sido el gozo y la paz que ese corazón ha experimentado, al ver sano al enfermo! Entonces elevándose en oración me ha dicho: Gracias Maestro, por haberme dado la fortaleza para vencer en la prueba. 51. Ved cómo os bendicen los que han sanado por vuestro conducto; ved cuánta alegría hay en el que con vuestra ayuda ha dejado el lecho. Oíd las frases de gratitud de aquellos perdidos a quienes volvisteis al camino del bien. ¡Cuánto se ha recreado vuestro corazón con el cumplimiento de vuestra misión! Más ¡Ay de aquellos que no comprenden estos placeres! 52. Esta palabra que os doy por conducto del hombre, no es teoría humana. En el fondo de esta manifestación existe una revelación divina. 53. Es menester que mi Espíritu traspase los umbrales de vuestra ignorancia, para descubriros la vida eterna, ya que vosotros mientras estáis encarnados no lográis con toda vuestra inspiración y elevación alcanzar aquello que os pertenece, pero que está esperándoos en mi arcano. 54. Esta es la tercera revelación, el Tercer Testamento, por ello sois Trinitarios. Todo el que ha recibido la señal espiritual en su frontal en este tiempo, antes ya fue conmigo en las dos eras anteriores. 55. Os he enviado a sostener una gran lucha entre la humanidad, por eso me presentáis con frecuencia vuestras vestiduras hechas jirones en los combates de la vida, mas, bien sabéis que vuestras penas u heridas os las sana vuestro amoroso Maestro, así como vosotros en mi nombre, vais sanando el dolor de vuestros hermanos enfermos. 56. Yo bendigo vuestros desvelos, el consuelo y la caricia que habéis dado al que sufre, las lágrimas que habéis derramado por el que llora en el mundo y todo cuanto habéis recogido, Yo lo recibo. No olvidéis que lo que hacéis con vuestros semejantes, lo hacéis con vuestro Padre y con vosotros mismos. En mi campiña no se pierde una sola simiente. 57. Si es perfecta la palabra que os hago oír y todo cuando os enseño, es porque vuestro espíritu es perfecto en cuanto a que de Mí brotó. Ved cómo él iluminado por la conciencia, aprueba los buenos actos y no acepta las imperfecciones. 58. ¿Quién de vosotros podría probar que no ha existido antes de esta vida? ¿Quiénes de los que tengan absoluta certeza de estar viviendo una nueva encarnación, podrían probar que su cuenta está saldada con el Padre y que aún tienen méritos en su haber? 59. Nadie conoce el grado de perfección en que se encuentra, por lo tanto luchad, amad y perseverad hasta el fin. 60. Para unos aún será larga la jornada en materia, para otros pronto tendrán que continuarla en espíritu. De cierto os digo: Es muy hermoso trabajar en espíritu, cuando se ha cumplido en la Tierra, mas no porque cumpláis vuestra misión en el mundo, creáis que habéis alcanzado la meta de perfección. La escala de perfeccionamiento espiritual es muy extensa y para llegar a la cúspide, tendréis que pasar por siete peldaños. 61. Orad para que seáis fuertes en las pruebas, en este año el dolor se hará sentir grandemente en el corazón de los hombres, porque una vez más el fruto amargo de la ciencia y de las ambiciones humanas envenenará y dará muerte a grandes pueblos. 62. Todo lo manchado será limpio y toda mala hierba será arrancada de raíz. De los mismos que hoy están extraviados sabré servirme para ejercer mi justicia divina y este valle que hasta ahora había sido de lágrimas, será de sangre, porque a raudales correrá ésta en la Tierra. 63. Yo di libre albedrío al hombre, más si éste en su ofuscación llegase a reclamarme por ello, le diré que también le di voluntad y entendimiento, a la vez que le revelé mi ley, que es el camino para no tropezar ni perderse y encendí en él la luz de la conciencia que es el faro interior que ilumina el camino del espíritu y lo conduce a la vida eterna. 64. ¿Por qué existe el pecado, predomina el mal y se desatan las guerras? Porque el hombre no escucha los dictados de la conciencia y hace mal uso de su libre albedrio. 65. Los hombres llegarán hasta el fin de su propio camino y retornarán por el mismo, recogiendo el fruto de cuanto sembraron, única forma de que el arrepentimiento brote de los corazones, porque quien no reconoce sus faltas, nada puede hacer por reparar sus yerros. 66. Un nuevo mundo está en preparación, las nuevas generaciones están por llegar; pero antes es necesario apartar a los lobos hambrientos para que no hagan presa de las ovejas. 67. Vosotros sois enviados como soldados de paz. No os atemoricéis ante la lucha, no os dejéis impresionar por los hombres de las sectas y religiones; con toda vuestra humildad no sois menos que ellos. 68. En el camino de perfeccionamiento, en esa escala infinita, siempre ha habido seres que van delante y otros que van detrás, mas todos llegarán a la misma morada, porque en torno a mi Divinidad no existen jerarquías sino hijos, todos muy amados de mi Espíritu. Yo soy en todos, lo mismo me oculto en el corazón del poderoso, que en el del pordiosero. Por eso os digo, que cuando veáis llegar a vuestras puertas al menesteroso, no le neguéis la caridad; porque vuestro Padre será el que esté llamando a vuestro corazón. 69. Sed tengo de vuestro amor, ¡Oh hijos muy amados! 70. Mi comunicación en este tiempo, es una prueba más de que he venido a daros mi amor. Más preparaos, porque esta comunicación pronto pasará, y una vez más os digo que el último día de 1950, os hablaré por última vez, porque después de ese día, me buscaréis espiritualmente en el infinito, y cuando estéis preparados, escucharéis en forma de inspiración mi voz, ya sin las imperfecciones del portavoz humano. 71. Orad pueblo, porque en los instantes de vuestra oración la guerra se apacigua, los corazones descansan, las madres encuentran consuelo y los niños refugio. 72. ¡Ay de los que no hayan sabido prepararse, porque se sentirán como huérfanos en la Tierra! 73. Grandes acontecimientos espirituales se verán en el mundo, surgirán profetas en las naciones, el contenido de los Siete Sellos será conocido por todos; la luz del Sexto Sello será reconocida como la que alumbra en este tiempo, porque en esta revelación se unirán todos los hombres, se fundirán todas las creencias y linajes de la Tierra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 47 1. Humanidad: os estoy preparando con mi palabra en este tiempo, para que comprendáis mi doctrina. Estoy haciendo el llamado a los espíritus, para darles a conocer sus dones, para que estudien mis manifestaciones y no se sorprendan, sino que con ellas confirmen lo que estaba profetizado para este tiempo. 2. Quiero que cada uno de vosotros ocupe el lugar de discípulo en que le he colocado. Todos habéis sido enviados a la Tierra a cumplir una misión, he esperado pacientemente vuestro cumplimiento, os he dado muchas oportunidades y aún no os habéis perfeccionado. ¿Queréis que esta nueva era pase sin que la aprovechéis porque la cruz de vuestro cumplimiento os parece pesada? El tiempo es vuestro más tiene un límite, y no quiero que el mañana cuando os dispongáis a trabajar estéis en los umbrales de la tumba próximos a partir al valle espiritual y hayáis perdido vuestras facultades corporales; trabajad desde el momento de vuestra iluminación, ya sea que estéis en la infancia, en plena madurez o en la ancianidad; sembrad para que cosechéis y guardad vuestra semilla en mi granero, ahí en donde el tiempo no la destruye ni el ladrón puede robarla. 3. Hoy se debate el hombre en grandes luchas, mientras unos están librando crueles guerras, otros lucháis para vencer las pasiones y liberar al espíritu; la humanidad se ha dividido y la vida es como una barca que zozobra en medio de la tempestad, vosotros, aun habitando esta nación que ha permanecido en paz, no saboreáis la tranquilidad, todos apuráis un cáliz de dolor. 4. ¿Por qué oyendo el sonido de la campana celestial algunos aún permanecen sordos a su llamado? Esa campana es mi voz que se deja oír en este tiempo en todas las moradas donde habitan mis hijos, al oír mi palabra sentís que no es el eco de la voz humana de la cual me sirvo para hablaros, sino que mi voz llega a vuestro corazón, os alienta y os da vida. 5. Sólo recibiré de vosotros un culto limpio, solamente vuestras obras de amor y caridad, os darán mi paz. 6. Oíd mis consejos de Padre, no huyáis de Mí, Yo os he dicho que por un justo se salvará una comarca, más si no llegáis a ser justos, al menos enmendaos, trabajad, que así recobraréis la gracia y seréis mis emisarios en todas las naciones. No seáis indiferentes al dolor, que vuestra oración llegue a Mí, y por ella se enjugarán muchas lágrimas y alcanzarán paz y bendición vuestros hermanos. Antes de que la humanidad desfallezca bajo el peso de su cruz, Yo seré su Cirineo y tomaré su pesado fardo para que siga adelante. 7. Bienaventurados los que saben limpiar su corazón para recibir mi palabra, porque ella les alimentará eternamente. Bienaventurados los que gimen y sufren al contemplar el desquiciamiento en que viven sus hermanos, porque su oración llegará a Mi; ellos verán el florecimiento y la restauración de la virtud en el corazón del hombre. 8. Pedid que se os dará; buscad y encontraréis os he mostrado mi Espíritu para que penetréis en él, y os recuerdo las palabras que os dije en el Segundo Tiempo: “Tomás, hunde tus dedos en mi costado y no seáis incrédulo”. Llegad a Mí por la fe, dejad vuestra incredulidad, mirad que os estoy enseñando en el infinito, la tierra prometida que con sus puertas abiertas espera la llegada de mis amados discípulos. 9. Os he dado en abundancia el pan para que seáis hartos y mañana no os sintáis hambrientos de esta palabra que hoy despreciáis. Elevaos para que alcancéis vuestra evolución, orad por todos y pensad que sois como un rayo de luz en el camino de vuestros hermanos; sed los buenos pastores de ese rebaño que es la humanidad; todos los que lleváis luz en el espíritu, juicio e inspiración podréis guiar y rescatar a los que se han perdido. 10. Profetizado está que el dolor será muy grande, vosotros permaneced tranquilos si sabéis orar y practicar mí doctrina, porque sentiréis mi fortaleza en todo momento, más ay de los que habiendo escuchado estas lecciones no hayan creído en mi manifestación, porque su duda los hará flaquear en la prueba. Vosotros que habéis recibido y guardado en vuestra memoria las palabras de los profetas, cuando llegue el tiempo en que el dolor agobie a la humanidad, no blasfeméis, no desesperéis, callad y preparaos, que Yo os protegeré con mi amor. 11. No me pidáis que retroceda en mis leyes y juicios, solicitad con humildad y os daré lo que en justicia os corresponda, para que encontréis la salvación. 12. Analizad y comprended las lecciones que incansablemente os he dado en el Tercer Tiempo. Mi palabra apareció ante vosotros como un faro luminoso que mostró la ruta a los náufragos extraviados. 13. Mi enseñanza os ha dado fuerza espiritual, no sólo para resistir las vicisitudes propias de este mundo, sino también para desempeñar la misión espiritual que habéis traído. No esperéis que todos os reciban con los brazos abiertos cuando vayáis a esparcir mi doctrina; habrá quienes os tiendan lazos para haceros caer. 14. Vengo a purificaros y a prepararos de espíritu y de materia para que comprendáis las inspiraciones del Padre y después las llevéis al corazón de vuestros hermanos con la misma pureza con que Yo os las envié, dando testimonio con vuestras obras de la verdad de mi enseñanza. 15. En los corazones agradecidos con mi caridad he escuchado esta oración: “Señor, sois incansable concediéndonos dones y beneficios”. Y Yo os digo: Soy vuestro Padre y conozco vuestras necesidades. ¿Cómo no ha de conmoverse mi Espíritu ante vuestra oración y petición? Os he consolado en la soledad de vuestra alcoba y os he iluminado para que vuestra meditación sea provechosa. Presurosos llegáis a escuchar mi palabra, mas antes preparáis vuestro corazón como un altar y en él me mostráis vuestras obras como una of renda. 16. Llegáis ante Mí, como el niño que ofrece su mano a su Padre, para que lo conduzca por el sendero. Y en verdad que sois niños delante de Mí. Más, mirad que Yo me asemejo al pastor que cuida sus ovejas y las llama con dulce voz desde el aprisco. Vosotros habéis escuchado mi voz por conducto del entendimiento humano en este Tercer Tiempo, más me buscasteis hasta que vuestros labios se encontraron secos por la sed, al atravesar el desierto de vuestras pasiones, fue entonces cuando oísteis el llamado de vuestro Padre Celestial. 17. Siempre que me llaméis en vuestra ayuda, sentiréis mi presencia dándoos consuelo y paz; mas llegó el instante en que sentisteis hambre de escucharme y os levantasteis buscando mi enseñanza. 18. Para cada uno el reloj de la eternidad marcó la hora y la campana llamó, indicando que había llegado el instante en que vuestro espíritu encontrase el agua que mitigaría su sed. 19. Algunos dudaron ante la forma inesperada en que me encontraron, más luego, penetrando en el sentido de la palabra que escuchaban, encontraron que su sabor y su esencia sólo de Dios podía proceder; entonces interiormente, llenos de júbilo, me dijeron: ¡Padre, Padre, creemos en tu nueva manifestación entre la humanidad! Os visteis engalanados de dones espirituales, experimentasteis en vuestro corazón la paz, y en vuestro hogar visteis brillar la luz de la concordia. Y mientras los hijos se recreaban ante la presencia y bajo la mirada del Padre, éste también sentía calmarse su sed de amor al contemplar la alegría de sus pequeños, al ver su regeneración y al recibir sus caricias a través de sus oraciones. 20. Entonces os dije: seguidme, ya os he dado pruebas de mi presencia, ya se ha encendido la luz de la fe en vuestro corazón. Por eso fue que desde ese instante, cuando las pruebas se han presentado a vuestro paso, no habéis flaqueado, ni os habéis rebelado ante mi ley. 21. Habéis visto partir al más allá a vuestros seres queridos, habéis visto cerrarse las puertas del trabajo y escasear el pan en la mesa, habéis perdido vuestro bienes terrenales, más la fe como un faro, os ha hecho llegar a puerto seguro. Ha habido también quienes en medio de la prueba han flaqueado y se han hecho preguntas sobre mi palabra y han sentido extinguirse la fe. 22. Mas mi palabra que por medio de la conciencia llegaba a su corazón, les hablaba así: ¿Por qué habéis debilitado? ¿Por qué habéis faltado a la fe y olvidado mis palabras? Recordad que os dije que los escogidos serán siempre probados, para que su fe, su firmeza y su amor se acrisolen. 23. Los que han sabido ser fuertes, han visto pasar las tempestades y hacer nuevamente la luz en su camino. Han visto retornar la paz, la salud y los bienes perdidos. 24. Así voy modelando el duro corazón de quienes he de servirme, para que mañana sean mis buenos testigos y siervos entre la humanidad, en la que deben sembrar la simiente de mi verdad. 25. El espíritu es noble ante el toque de mi palabra, la materia es frágil, entonces os digo, si Yo vengo a fortalecer y a levantar a vuestro espíritu, él debe encargarse de reanimar y sostener a su materia en el camino. 26. Muy probados habéis sido, discípulos muy amados, porque cada prueba encierra un misterio para vosotros, no sabéis si sea para fortaleceros en la lucha, para revelaros algo que no conocéis, o para expiar alguna falta; mas nunca retrocedáis ante las pruebas, que ellas no son enviadas con ese fin, ni son superiores a vuestras fuerzas morales o espirituales. 27. Sed de los que sepan permanecer fuertes en las grandes pruebas. De vosotros haré brotar generaciones llenas de luz y de gracia. 28. Para preparaos venid a recibir mi lección de amor, con la cual se apartarán de vuestra mente todas las confusiones que pudierais haber recogido en la Tierra. Esta palabra os mostrará el camino verdadero, si lo habéis perdido. Mi voz celestial llega a vuestro corazón para anunciaros y hablaros del Tercer Tiempo. 29. Vuestras faltas e imperfecciones no han sido un obstáculo para mi manifestación entre vosotros, por el contrario, ellas la han originado. Vengo en vuestra busca porque os habíais perdido, y ahí, en vuestro destierro os encontrabais enfermos y agobiados de sufrimiento. Hasta ahí ha descendido vuestro Maestro, para deciros: “Venid a Mi”. Entonces os habéis levantado solícitamente a seguir el camino de la ley escrita por Aquél que es dueño y Señor de la Creación. 30. La luz del Tercer Tiempo ilumina los caminos, para que vuestra mirada descubra los abrojos y podáis apartarlos, porque este sendero está sembrado de pruebas. 31. A la puerta de vuestra morada he llamado incesantemente mi amor para que veléis; ¿Cómo puede haber quien después de tantas pruebas de amor aún niegue mi palabra? Porque teniendo ojos no ven, teniendo entendimiento no entienden y teniendo corazón no sienten. 32. No me conocéis aún; cuando lleguéis a amaros los unos a los otros como os he enseñado, entonces alcanzaréis un conocimiento y una comprensión muy grandes de los dones espirituales. Os he dicho que de la abundancia de buenos sentimientos en vuestro corazón hablarán vuestros labios; ¿Mas podrá hablar de amor aquél que no lo lleva en su corazón? ¿No os estremece el pensar que a quienes digo estas enseñanzas, son los mismos a quienes ya en otros tiempos les he dado lecciones de amor? Ved que Yo en mi amor de Padre y de Maestro, vengo a confiaros esta doctrina, como un libro al cual debéis conservar con la pureza y la sabiduría que en él ha puesto la caridad divina del Señor, para que al llegar las turbas ante él, entre las cuales vendrán los escudriñadores como nuevos escribas y fariseos a ponerme a prueba, vosotros podáis presentarles una obra perfecta, una doctrina espiritual desbordante de justicia y de amor, un culto profundo en su interior y sencillo en su exterior, confirmados con vuestras obras de amor y caridad hacia vuestros hermanos. 33. Velad y orad, estad preparados, porque mi doctrina será perseguida. No os inquieten estas revelaciones; dejad que ellas cuando lleguen, os sorprendan en vuestra misión, sanando enfermos, consolando al que sufre. Os daré la fortaleza al concederos que la savia del árbol de la vida sea en cada uno de vosotros. Sentaos a la mesa, bajo esta sombra, pero cuidad de no manchar el blanquísimo mantel. Semejante es esta blancura a la del camino que luego habréis de recorrer. Mi manto de amor cubre a todos mis hijos y mi caridad prepara el camino de todos los que han de oírme en este tiempo. 34. Los elementos desatados despiertan a cada instante a la humanidad, vosotros velad para que no dejen la huella de su paso en vuestras comarcas. 35. Dejad que lleguen a vosotros las multitudes, cada corazón y cada espíritu trae una aflicción. Ponedlos en comunicación con mi mundo espiritual, ahora que aún es el tiempo de esa manifestación, para que reciban el bálsamo espiritual que desciende de mi reino. Quiero veros preparados, trabajando afanosamente en mi obra de amor, y que la hora de mi justicia os encuentre sanando al enfermo, consolando al triste, doctrinando al que se hallaba sediento de verdad, aconsejando al que se había perdido del camino. Ved que si ese día os sorprendiese fuera de este cumplimiento, seréis vosotros los afligidos. 36. No quiero miraros cabizbajos ante mi presencia, quiero veros dignos y satisfechos. Con esa paz y esa fortaleza quiero dejaros entre la humanidad, cuando sea llegado el instante de mi partida, porque de cierto os digo que tendréis que luchar. En esas pruebas veo a los que han de seguirme y a los que han de volverme la espalda, porque a cada uno de vosotros he venido tocando y probando para darle fortaleza. 37. Quiero que el follaje y los frutos del árbol que vosotros forméis, sean saludables y vivificantes, entonces mi caridad providente, acercará hacia vosotros a las multitudes que sólo esperan el instante del llamado porque es muy amargo el cáliz que están apurando. 38. Enfermos de espíritu, de la mente y del cuerpo, viudas, huérfanos, hombres y mujeres desamparadas, hambrientos de amor y de paz, serán los que se acerquen para dejar su carga y recobrar la fe; por los que no puedan venir oraréis, me pediréis y Yo os concederé. 39. Perseverad en la regeneración, no dejéis que la materia retroceda en su evolución, comprended que cuando logréis ese adelanto, habréis puesto los cimientos para vuestra espiritualidad. 40. Sentid, ¡Oh pueblo! El regocijo que el espíritu Divino experimenta al hablaros y sentirse escuchado. Mirad cuánta luz arroja mi palabra sobre muchos misterios que no habíais podido comprender. 41. Hombres de este tiempo, que creíais encontraros en el ocaso de la vida, mi enseñanza como una nueva aurora ha venido a sorprenderos reanimando a vuestro espíritu. 42. Benditos sean los que reconozcan su misión y abracen su cruz en este tiempo, porque las tierras que pisen serán fértiles para mi palabra y podrán sembrar en ellas la simiente de mi doctrina. 43. Tomad asiento, párvulos y discípulos, aquietad en vuestra mente y en vuestro corazón las tempestades que en ellos se agitan y dejad que el iris de paz aparezca en el firmamento espiritual. 44. Ante mi divina lección vais a sorprenderos al descubrir ocultos en vuestro ser, innumerables dones y potencias con los que podréis en el futuro, vencer en las pruebas y triunfar en las vicisitudes. 45. Vuestro guía en este tiempo será mi Espíritu, Yo os abriré paso a través del nuevo Mar Rojo como en los tiempos de Moisés. Yo os rescataré y os sustentaré en el desierto, mas sólo os pido que practiquéis incansablemente mis ejemplos de amor y que seáis fieles hasta el fin, porque el fin lo hallaréis cuando se presente vuestro espíritu ante las puertas de la Tierra Prometida, en donde hallaréis el descanso de las luchas humanas, la liberación de las pasiones y de las miserias de este mundo. Ahí conoceréis la verdadera luz del espíritu, que le mostrará la verdad con tanta plenitud como podéis contemplar la luz del sol en este mundo. 46. Del Padre salisteis y a El tendréis que volver trayendo no sólo vuestra pureza original, sino la grandeza que os dará el desarrollo de los dones que poseéis, cumpliendo con mis leyes divinas; mas ninguno llegará solo a mi presencia, cada quien traerá a todos los que salvó, a los que sanó, a los que consoló y condujo por el camino de salvación. Para ayudar a vuestro espíritu en su camino de evolución, he venido en este tiempo a darle mis lecciones de amor. 47. Ahora es tiempo de aprender, mirad cómo mi Espíritu se está derramando sobre toda carne y sobre todo espíritu. Unos manifiestan a través de su éxtasis mi palabra, otros fuera del éxtasis. Los ancianos, los jóvenes y los niños hablan de mi reino espiritual. ¿No son éstas las pruebas que tanto mis profetas como Yo os anunciamos en aquellos tiempos, acerca de mi nueva manifestación? 48. Limpiad vuestro corazón y vuestra mente para que vuestro espíritu se eleve y se purifique. Entonces Yo manifestaré mi luz a través de vuestro ser y sorprenderé a la humanidad con vuestras obras de amor. Por medio del niño hablaré al anciano, por medio del rudo e ignorante hablaré al sabio y través del humilde hablaré al orgulloso. Hoy no comprendéis aun lo que os espera, pero mañana lo sabréis y con sumisión os levantaréis a caminar hacia las comarcas que hoy duermen y que mañana al recibir mi mensaje divino, se levantarán dispuestas a seguirme. 49. Hoy esperáis con ansia que descienda vuestro Maestro a doctrinaros, a recordaros las enseñanzas de los tiempos pasados. Vivís alerta con vuestro oído preparado y el corazón latiendo de amor por Mí. Vuestro entendimiento está atento, dispuesto a analizar mi palabra y después ya en el silencio, recordáis mis consejos y mandatos y tratáis de comprenderlos, para ponerlos en práctica, entonces comprendéis cuán pura es mi enseñanza y cuán delicada vuestra misión, y me decís, si será necesario transformaros en seres espirituales dejando la envoltura que hoy lleváis para ser más solícitos, porque sentís que ella es un obstáculo para vuestra elevación y cumplimiento. Os digo que debéis tomar esa envoltura con amor y serviros de ella con acierto; no en vano la he creado y os la he ofrecido. Si sabéis guiarla, ella será colaboradora vuestra y sabréis apreciar y disfrutar vuestra existencia en la Tierra, con la cosecha que logréis de vuestra siembra de amor en vuestros hermanos. 50. Imitadme y haced prodigios, pues sois mis escogidos. Sed médicos y consejeros de vuestros hermanos, abogados e intercesores de la humanidad, y en vuestra obra poned todo vuestro espíritu para llevarla a puerto seguro y que ella sienta que marcha sobre tierra firme en el sendero de su restitución. 51. Penetrad a los campos que Yo he preparado y sembrad en ellos, como buen labriego ablandad las tierras con vuestro amor porque el corazón humano se ha endurecido y es menester trabajar pacientemente en ellas. Cuando habéis encontrado espíritus reacios, habéis querido huir diciendo: éste no es de los que Dios busca, Él quiere corazones humildes. ¿No sabéis que es a esos corazones a los que vengo a buscar y a convertir? Yo os pregunto: ¿Cuándo llegasteis a Mí, vuestro corazón era ya como un hogar o como un templo para Mí? Volved vuestra mirada hacia atrás y veréis que ya habéis dejado vuestro pesado fardo y que habéis renacido a la vida verdadera. 52. ¿Por qué dudáis a veces de mi comunicación por el entendimiento humano y me pedís pruebas, y mientras no veis concedido el favor que solicitáis, os falta la fe? Queréis oírme hablar en un lenguaje superior para creer, y os estáis intercalando en mis altos juicios. Yo os pregunto: ¿Estáis ya en la cumbre de la espiritualidad para saber interpretar mis inspiraciones? ¿Estáis ya tan elevados que podéis leer mi voluntad en mi Espíritu? Sois pequeños todavía para comprenderme, mas Yo os conduzco por el camino en el que alcanzaréis la comunicación espiritual conmigo para que conozcáis mi arcano. 53. Habéis desvirtuado la misión encomendada a vuestro espíritu, siendo que Yo os he hecho poseedores de un destino que os conducirá a la paz y a la perfección de la vida eterna. 54. Cuando seáis humildes seréis grandes. No está la grandeza en la soberbia y la vanidad, como muchos creen. Sed mansos y humildes de corazón, os he dicho a través de los tiempos. Reconocedme como Padre y amadme, no busquéis para vuestra envoltura un trono, ni un nombre que os distinga de los demás, sed uno más entre los hombres y llevad en vosotros la buena voluntad. 55. Preparaos para que me miréis en todo mi esplendor y deis testimonio de Mí y a medida que os elevéis, Yo derramaré en vosotros mi saber. 56. ¡Oh humanidad, que no habéis sabido desprenderos de las vanidades del mundo, para cumplir con las leyes del espíritu! Amáis esta Tierra que os hace llorar y venís a ella una y otra vez, sin saber el fin para el cual habéis sido enviados. Yo os digo cumplid vuestra misión y preparaos para el viaje hacia la tierra que os tengo prometida, para que oigáis mi voz de Padre que os recibe y os da el descanso que hayáis alcanzado con vuestras obras de amor y caridad hacia vuestros hermanos. 57. No temáis a las pruebas de este tiempo. Revestíos de fortaleza y ayudad a vuestros semejantes. Encontraréis entre ellos a muchos a quienes el dolor los hace desfallecer, veréis a vuestros hermanos angustiados y tendréis para todos bálsamo de curación, una palabra de fortaleza y de valor y un rayo de luz de vuestro Padre. Haced vuestra la pena de los que sufren y habréis compartido su aflicción y les habréis dado amor y caridad. 58. A vosotros que lloráis en silencio os digo: Bienaventurados los que venís en busca de consuelo. No habéis buscado símbolos ni imágenes para orar, porque sabéis que Yo estoy con vosotros y en vuestro interior me habéis encontrado. He derramado fortaleza en vuestra materia y en vuestro espíritu. 59. Benditos sean los que han sabido guiar a las multitudes y al sentir el peso de la cruz me han buscado como Cirineo. Yo ilumino el camino de todos los seres que habitan en las regiones espirituales y materiales. No os miréis como extraños unos a otros, daos calor y amaos en verdad, que si sabéis amar a vuestros hermanos, me habréis amado a Mí. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 48 1. Multitudes que buscáis la sombra del árbol corpulento donde poder descansar. Aquí escucháis mi palabra que viene a daros consuelo y fortaleza, para que podáis contemplar con resignación el camino que habréis de recorrer. 2. Cuando sintáis que vuestro espíritu flaquea, pedid a Elías su báculo para que apoyados en él, podáis llegar hasta la fuente cristalina del Padre, en donde las aguas de su amor y sabiduría se desbordan para aliciente y deleite de los caminantes. 3. Os estoy enseñando a construir el verdadero templo, porque hay muchos que han formado santuarios, sin haberles puesto los cimientos de la fe. Mi templo ha de ser como un árbol, cuyas ramas se extiendan amorosamente por todo el Universo, a donde vengan a trinar aves de distinto canto, las cuales al unir sus voces, formen un concierto armonioso, dulce y perfecto, para elevarlo al Creador. Ahí se elevará vuestro espíritu para buscar a su Señor, ya como Padre, como Maestro, como Doctor, mas nunca lo busquéis como Juez. 4. El verdadero Dios será amado en forma verdadera, las falsas deidades serán destruidas y los cultos impuros e imperfectos darán paso al culto del espíritu, que será un canto de amor para el Padre. 5. En verdad os digo que mucho os he hablado en este tiempo y que a veces no me entendéis, otras me dejáis hablando solo en el desierto; sin embargo, el eco de esta palabra celestial no morirá y será escuchado por los hombres en todo el universo. 6. Si lo espiritual se convirtiese en objetos materiales, os veríais en este instante sentados en torno a una mesa de enormes dimensiones, delante de cada uno de vosotros miraríais el pan de mi palabra representado por exquisitos manjares. 7. Los que se van espiritualizando, me dice que no cambiarían mi palabra por el más rico y tentador manjar. Los que no han logrado aún vencer su materialismo preferirían que su Padre, en vez de traerles dones y bienes espirituales les trajera en abundancia las riquezas del mundo. 8. Cuántos han dejado en mi mesa el manjar que con tanto amor les ofrecí, sin haberlo tocado siquiera. ¿Cuándo volverán a vivir un tiempo de complacencias como el presente, en el que les tocó venir a la Tierra a escuchar mi palabra? Son rocas endurecidas que necesitan de las tempestades y del tiempo para reblandecerse. Su heredad les será retenida, mientras no sepan cuidarla y estimarla, mas volverá a su poder, porque Yo os he dicho que lo que el Padre da a sus hijos, nunca se los quita, únicamente se los retiene. 9. Este es el árbol corpulento bajo cuya sombra se van deteniendo los caminantes para descansar de esa fatigosa caminata y recobrar sus fuerzas alimentándose con sus frutos. 10. Bajo este árbol espero a todos, unos retornarán satisfechos por la misión cumplida, otros cabizbajos, con sus manos vacías. 11. Cuando la paz ha huido de vuestro corazón y las lágrimas han corrido incesantemente por vuestras mejillas, os habéis puesto a meditar para conocer la causa de vuestra aflicción, entonces la conciencia os ha revelado que el motivo de vuestros sin sabores y la falta de paz, se deben a la escasa espiritualidad que habéis tenido, a la falta de cumplimiento de vuestra misión, a que en las obras de vuestra vida no hay amor y caridad hacia vuestros hermanos. 12. Vuestra vida presente ha sido la expiación, porque no sabéis de cuántos de los pecados, con los que habíais manchado a vuestro espíritu en vidas pasadas, os estás hoy purificando. He ahí por qué no habéis tenido la paz en vuestro corazón. 13. Quien ha perdido hasta el último átomo de paz, lucha afanosamente por recobrarla y llega a reconocer que esa gracia sólo existe dentro del camino de la justicia y del bien, que por medio de la conciencia a cada momento le señalo a la humanidad. Por eso es que quienes han escuchado mi palabra, se esfuerzan por seguir mi huella porque saben que en mi camino está la paz y que cuando hay un tropiezo o una prueba, mi caridad está cerca para levantarle. 14. Mi ley no exige sacrificios sobrehumanos, no significa esclavitud ni ata con cadenas a nadie; ciertamente es una cruz, pero de amor, una cruz cuyo peso en vez de agobiar fortalece. 15. Recordad que en varias ocasiones de vuestra vida habéis experimentado la verdadera paz y reconoceréis que esto ha sido cuando habéis hecho el bien, cuando habéis perdonado, cuando os habéis reconciliado con alguien, cuando habéis dejado el cómodo lecho, para ir junto al del enfermo a llevarle un consuelo; entonces la paz de mi reino ha estado un instante en vuestro espíritu. Vosotros, a quienes estoy enseñando a conservar la paz durante toda la vida, en verdad os digo, que vuestra misión desde el principio de los tiempos ha sido la de llevar la paz a vuestros hermanos, por eso cada vez que me comunico con vosotros, os pido que oréis por la humanidad, porque vuestros espíritus unidos en un solo pensamiento y en una misma intención, llegarán a los corazones como un aliento de bienandanza y paz. También, habéis recibido enseñanza y potestad para darles tranquilidad, luz y sosiego a los seres que invisibles habitan en el valle espiritual. 16. Llenos de peligros y tentaciones se encuentran los caminos del mundo, es por eso que a pesar de que los espíritus brotaron de Mí llenos de luz, intuición, con armas y medios para defenderse y vencer, caen muchas veces abatidos bajo el imperio del mundo y de la materia. 17. Os encontré vencidos, mas escuchasteis mi voz que con dulzura vino a vuestro encuentro y os levantasteis llenos de fe y de esperanza. De cierto os digo que no habrá un perdido o vencido que no escuche esta voz, cuando sea llegado el momento. 18. En este tiempo los que más se alejaron, los que más se perdieron, serán los más ardientes en amarme y en seguirme. 19. El cincel de mi amor esculpirá las rocas más endurecidas. 20. Para alcanzar este fin, es por lo que, he venido a buscar a vuestro espíritu, porque él es quien puede comprender mi doctrina, pero antes he tenido que hablarle a vuestro corazón, limitándome a través del portavoz, humanizando mi palabra. Este es el escalón que os elevará hacia la comunicación de espíritu a Espíritu; entonces será mi voz espiritual la que llegue a vosotros como inspiración que os señale el camino de vuestra restitución; porque vuestra materia a veces es pesada cadena o espeso velo que no os deja mirar más allá de lo que es materia. Para ayudaros a vencer esta lucha, aquí tenéis mi inspiración divina, que por amor a vosotros se transforma en palabra humana, la cual llega como una caricia para la mente y para el corazón. 21. Estos días son de recordación, y por ello habéis penetrado en recogimiento y preparación. ¡Ah, sí en toda vuestra vida supieseis conservar esta espiritualidad sin caer en el fanatismo; cuán grande sería vuestra evolución! 22. Hay gozo en el corazón de estas multitudes, porque saben que frente a su espíritu se encuentra el banquete celestial, en el cual el Maestro les espera para darles a comer y beber el pan y el vino de la vida verdadera. 23. La mesa en la cual Jesús se reunió en aquel tiempo con sus apóstoles, fue un símbolo del reino de los cielos. Ahí estaba el Padre rodeado de los hijos, ahí estaban los manjares representando a la vida y el amor, vibraba la voz divina y su esencia era el concierto universal, y la paz que allí reinaba era la paz que existe en el Reino de Dios. 24. Habéis tratado de purificaros en estas albas pensando que el Maestro había de traeros en sus palabras un nuevo testamento y así es: hoy os concedo que recordéis el pan y el vino con que representé mi cuerpo y mi sangre, mas también he venido a deciros que en este nuevo tiempo sólo hallaréis ese sustento en la esencia divina de mi palabra. Si buscáis mi cuerpo y mi sangre, tendréis que buscarlos en lo divino de la creación, porque Yo soy sólo Espíritu. Comed de ese pan y bebed de ese vino, más llenad también mi cáliz, quiero beber con vosotros, tengo sed de vuestro amor. 25. Llevad este mensaje a vuestros hermanos y aprended que la sangre siendo vida, es tan sólo un símbolo de la vida eterna que es el amor verdadero. Por vosotros estoy comenzando a iluminar a la humanidad con mis nuevas revelaciones. 26. Varones y mujeres, niños, jóvenes y ancianos formarán el apostolado de Cristo en este Tercer Tiempo, más de cierto os digo que más que corazones, son espíritus a los a los que vengo buscando. Aunque no toda la humanidad esté escuchando mi palabra, quiero que sienta mi presencia en esta hora bendita. Los padres de familia en su hogar, los enfermos en su lecho, los hambrientos de justicia, los castigados por los hombres, los que no llevan la paz en su corazón, los ofendidos, los pobres, penetrad todos en silencio en mi santuario para que escuchéis la voz de vuestro Señor que os dirá: La Paz sea con vosotros. 27. Pueblo, en este instante en lo invisible rodeándome como en aquel tiempo, se encuentran en espíritu mis apóstoles Pedro, Juan, Santiago el mayor y el menor, Tadeo, Tomás, Mateo, Bartolomé, Simón, Felipe, Andrés y aun el mismo Judas, lleno de dolor, todos me acompañan en este nuevo Cenáculo. ¿En que otro sitio de la Tierra podría presentaros el cuadro que Yo os muestro? Os enseñarán imágenes sin vida, mientras que Yo puedo hacer que aquellos seres se manifiesten en plenitud de vida y de luz. 28. Hay gozo a la vez dolor en mi Espíritu como en aquel tiempo, porque aún no son salvos todos mis hijos. 29. Mientras escucháis mi palabra que os dice que os encontráis en torno a mi mesa, vuestro pensamiento no se aparta de aquel discípulo que en un instante de turbación traicionó a su Maestro y a sus hermano, y entonces os preguntáis si en este tiempo también habrá un traidor y vuestro espíritu me pregunta: ¿Por ventura seré yo? El llanto acude a vuestros ojos y me pedís fortaleza para no caer nunca en tentación. De cierto os digo que también en este tiempo habrá quienes me entreguen, mas no será a mi cuerpo como en el Segundo Tiempo, sino que ellos con sus obras tratarán de ocultar la verdad de mi doctrina, haciendo que la humanidad tome por impostura lo que ha sido una lección de la sabiduría divina. 30. Todos juráis amarme y seguirme hasta la muerte, mas Yo os digo que debéis velar y orar, porque Judas también había jurado dar su vida por Mí. 31. Si en aquel tiempo mi tormento físico duró una noche y un día, y la muerte hizo cesar los padecimientos de la envoltura, ahora en Espíritu padezco en todos los que sufren; en cada reo soy juzgado por los jueces de la Tierra, y en cada celda me encuentro preso en el corazón de los que llevan aquella expiación; no lloréis al recordar tan sólo aquellas horas de dolor que vivió Jesús en el mundo sabiendo que aún no ha terminado mi pasión. 32. Ya vuestro espíritu comienza a compartir mis tristezas, al comprender que todavía le falta hacer méritos con sus obras de amor y caridad, para alcanzar el goce y la paz que en mi palabra promete al que me siga hasta el fin. 33. Elevad vuestro espíritu con la oración sencilla, porque la oración es comunicación y acercamiento con el Señor. 34. Esta cena es de amor, no la olvidéis, tomad de la mesa el pan y compartidlo con vuestros hermanos, y cuando ya os halléis todos en la eternidad comprenderéis que esta manifestación que ahora os doy, fue un símbolo de la vida eterna. Acercaos multitudes, porque en el Segundo Tiempo fueron tan sólo doce los que a mi mesa se sentaron, hoy serán 144,000; mas mi llamado de amor es para toda la humanidad. Quiero que todos me acompañéis en este tiempo; hay quienes se estremecen ante mi palabra, algunos lloran y otros se sienten indignos de oírla. Yo que sé quién es cada uno de vosotros, os digo que entre este pueblo que en turbas viene ahora a escuchar mis enseñanzas, llegan los que recibieron en aquel tiempo prodigios para creer en Mí, están los que dudaron de Jesús y también los que gritaron ante Pilatos: “Crucificadle, crucificadle”. 35. Muchos me vieron ir hacia el calvario con la cruz a cuestas sin saber a quién iban acompañando y vieron las lágrimas de María sin darse cuenta de quién era la que lloraba; vedme ahora nuevamente doctrinando y convirtiendo en mis discípulos a los que en otro tiempo no supieron reconocerme. 36. En la cruz pedí perdón por vosotros, porque no sabíais lo que hacíais, ese perdón se tradujo en una nueva oportunidad que el Padre os brinda, para que abráis vuestros ojos a la verdad, os salvéis y os acerquéis a Mi. y a pesar de mi caridad para vosotros, todavía hay algunos que vienen buscando imperfecciones en mi palabra y así tener motivo para no creer, para no seguirme; mas de cierto os digo, que en la esencia de mi palabra no existe mancha alguna, en cambio, con esta palabra humilde y sencilla, he venido a borrar muchas manchas de vuestro corazón. 37. Bajo mi juicio os encontráis todos, no habrá nada que os emocione con más intensidad que la caridad de mi amor hacia vosotros, porque mi juicio es de amor. 38. En aquel tiempo, José de Arimatea abrió las puertas de su casa para que en ella el Maestro, en unión de sus discípulos, celebrase la Pascua, cuando no sabían aún que el Cordero que sería inmolado en esa fiesta iba a ser Jesús. 39. Ahora vengo a pediros que preparéis en vuestro corazón la esencia en donde penetre yo a recordaros con mi palabra, las obras y la enseñanza que sellé con mi sangre en aquel tiempo; mas no os concretéis a conmemorar mi pasión solamente durante estos días de recordación, es menester que construyáis en vuestro ser el santuario donde recordéis eternamente la lección de amor que os trajo Cristo a la Tierra; ese santuario será indestructible ante las tempestades que tiendan a destruir la fe de la humanidad. 40. Hoy estoy haciendo que en muchas comarcas, ciudades y aldeas, se escuche mi voz para que sean muchos los llamados; a mi paso voy sembrando bálsamo, consuelo y paz en los corazones, alentando la esperanza en los que se creían perdidos a la vida de la gracia, y voy dándoles vida a los que muertos en el vicio y en el pecado se encontraban. 41. También en aquel tiempo fui de comarca en comarca, y mi presencia causaba alborozo entre los menesterosos, los enfermos y los pobres de espíritu; no todos siguieron mis pasos, mas ellos quedaron como testimonios vivientes de los prodigios que en ellos hice. Llegaban ante Jesús hombres, mujeres y niños, sus rostros afligidos y sus lamentaciones me hablaban de su miseria y de su padecimiento. Habían oído rumores y noticias de mis milagros, y ansiosamente esperaban el paso del Rabí de Galilea para extender sus manos hacia Él y pedirle una prueba de su poder, eran corazones sencillos; mas había otros, los de los escribas, los doctores de la ley y los fariseos quienes en su aversión a Jesús, llegaron a pedirle que les mostrara sus manos para ver si en ellas era visible el poder con el que curaba a los enfermos con sólo tocarlos. 42. Mi piedad no distinguió a nadie; Yo era el Padre que venía a salvar a todos mis hijos de sus dolores, Jesús, el Doctor, era todo bálsamo y no era necesario que tocara el cuerpo del enfermo para devolverle la salud; a veces para dar a las multitudes una prueba de lo que puede la fe, dejaba que algún enfermo se acercase hasta Mí y tocase mi túnica, para dejarlo sano. 43. En esta era ya no es Jesús hombre, el que viene hasta vuestro mundo en pos de los pecadores y necesitados, ahora es Jesús Espíritu, el que se manifiesta a la humanidad, para descubrir entre las multitudes de este tiempo a los nuevos discípulos que le han de ser fieles hasta el fin. En una mesa espiritual, les ha ofrecido pan y vino, invisible a los ojos humanos, pero reales ante el espíritu. Muchos de los que hoy escuchan fervientemente mi palabra, en aquel tiempo no me creyeron, y Yo os pregunto: ¿Qué milagros y qué tiempos esperan los que escuchándome ahora no creen en mi comunicación? Dudan porque me comunico a través de hombres rudos y sencillos, y no por medio de sabios o de teólogos; mas Yo os digo que en todos los tiempos me encontraréis siempre entre los humildes. 44. Los que han llegado a comprender el valor de esta palabra y la han analizado hasta encontrar su esencia divina, son los que la guardarán como la semilla de la espiritualidad que mañana habrán de extender entre la humanidad. 45. En el Primer Tiempo la voz del Señor se escuchó en el Tabernáculo, en el Segundo Tiempo os di mis lecciones de amor en el verbo de Jesús, ahora escucháis mi palabra a través del portavoz humano, y mañana será mi inspiración la que ilumine a cada espíritu en una comunicación íntima entre el Padre y sus hijos. 46. En el Segundo Tiempo os dije: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios”. Por lo tanto el pan con que representé mi cuerpo, fue tan sólo un símbolo. Hoy os digo, tomad el pan de mi palabra, bebed el vino de su esencia y os sustentaréis eternamente. 47. Comprended que del reino de la paz vengo al valle de lágrimas, de la mansión de los justos desciendo a conversar con los pecadores. No traigo corona ni cetro de rey, vengo lleno de humildad a comunicarme con vosotros, a través de una torpe materia a la que transformo con mi luz y os sorprendo con la infinita verdad de mi enseñanza. 48. No me avergüenzo de vosotros, y a pesar de vuestros pecados e imperfecciones, jamás negaré que sois mis hijos, porque os amo. Más bien han sido los hombres los que han llegado a avergonzarse de Mí negándome en múltiples ocasiones. 49. Hoy vengo a derramar mi Espíritu entre vosotros, para que aprendáis a rendirme culto espiritual y sencillo, libre de materialismo, de tradiciones y fanatismo. 50. Vosotros, que habéis derribado los falsos dioses que en tiempos pasados adorasteis, sabréis penetrar en este santuario que ahora estoy cincelando con mi palabra en vuestro espíritu. 51. Veo en vuestro corazón el deseo de que Yo permanezca entre vosotros doctrinándoos por siempre bajo esta forma, mas esto no debe ser, porque si accediera a vuestro ruego, entonces no haríais ningún esfuerzo para buscarme con vuestras obras de amor, y os conformaríais con escuchar mis lecciones. 52. Desde tiempos pasados os he dicho que espiritualmente tampoco es la Tierra vuestra morada. El Reino del Padre está en su luz, en su perfección, en su santidad; está es vuestra verdadera morada, ésa es vuestra heredad. Recordad que os he dicho que sois los herederos del reino de los cielos. Este planeta es como una morada que pasaderamente os alberga, en la cual vuestro espíritu está sometido a las pruebas de su purificación, con el fin de que al retornar a la morada espiritual, lleve en sí adelanto y progreso, por eso no debéis preguntaros, ¿Por qué no he hallado paz y dicha perfectas en este mundo? De cierto os digo, que ni los que han sido puros, han encontrado en este valle la verdadera paz. 53. Si esta Tierra os brindase todo cuanto deseáis, si en ella no existiesen las grandes pruebas espirituales, ¿Quién de vosotros desearía llegar a mi Reino? Tampoco blasfeméis o maldigáis en contra del dolor; ya que vosotros lo habéis creado con vuestras faltas. Apuradlo con paciencia y él os purificará y os ayudará a acercaros a Mí. 54. ¿Veis cuán grande es vuestro arraigo hacia las grandezas y satisfacciones de este mundo? Pues llegará el instante en que sea muy ardiente en vosotros el anhelo de ausentaros de él. 55. Quien logra cumplir sus pruebas con elevación, experimenta paz en ese cumplimiento. Aquél que camina en la Tierra con la vista puesta en el cielo no tropieza, ni se lastima sus plantas con los cardos del sendero de su restitución. Vosotros que me oís, resistid con amor vuestras pruebas, para que seáis imitados, ved que vais adelantando en vuestro perfeccionamiento, pues si no fuera así, ¿A qué habéis venido en este día? ¿Por qué habéis dejado vuestro trabajo para sentaros en estos humildes banquillos? Porque venís en busca de paz, de luz, de fortaleza y de bálsamo. Entre estas multitudes están los que buscan mi sabiduría y mis revelaciones, para llevar mañana este mensaje a las comarcas. También se encuentran los que mucho han pecado, los que con su rostro bañado en lágrimas me han dicho: Padre, somos indignos de escuchar vuestra palabra. Mas Yo os digo, que es por vosotros por los que he venido, por aquellos que se han extraviado del sendero de evolución. Nunca he venido a buscar justos a la Tierra, ellos ya están a salvo; busco a los que ya no encuentran fuerzas en sí mismos para salvarse, a los que doy mi bendición y mi caricia. 56. Si a alguno de vosotros le han dicho que su espíritu está perdido debido a sus faltas, y él quisiera aún reparar sus errores y salvarse, que venga a Mí, que Yo le daré mi perdón y le levantaré a una nueva vida. Ese será como Lázaro, que se levantó al escuchar la voz de Jesús cuando le dijo: “Levántate y anda”. 57. Busco asimismo al ignorante, para abrir delante de sus ojos el libro de la verdad, el “Libro de la Vida Verdadera”. Quiero que los que ayer me negaron y blasfemaron en contra mía, hoy se levanten entre la humanidad formando un pueblo que sea espejo de espiritualidad, humildad y caridad que dé testimonio de mi enseñanza con las obras de amor hacia sus hermanos. 58. Veo que aprovecháis mis lecciones, más todavía estáis distantes de la perfección. Sois débiles aún, pues no dais tres pasos cuando ya la tentación os hizo caer. 59. Sed fuertes, y si por causa de mi doctrina os desconociesen vuestros padres o vuestros hijos, dad pruebas de firmeza y de fe y no temáis, que mi poder y vuestro ejemplo les convencerán de esta verdad. Si algunos de los que os desconocieron se fueran de este mundo sin que les hubieseis convertido, no os desaniméis, que la semilla que en ellos sembrasteis, la llevaron en su espíritu y ella florecerá en otros mundos. 60. Analizad las lecciones que con mi pasión os di en el Segundo Tiempo, Yo os invito a recordar y a meditar conmigo en aquellas enseñanzas. Ved que son de las últimas veces que sobre ellas os hablaré. No sabéis lo que venga después y es menester que penetréis en preparación, para que recibáis las nuevas revelaciones que voy a daros. Si al llegar a vosotros esos días de recordación, queréis tener paz en vuestro espíritu y agradar a vuestro Señor, haced obras de caridad en los necesitados, perdonad a vuestros enemigos, no tengáis cuantas pendientes con nadie, porque si tuvieseis remordimiento en vuestro espíritu en los instantes en que pronuncie mis siete palabras, ¡Cuán amargas y dolorosas caerán esas palabras en vuestro corazón!, porque vuestra conciencia os dirá que cuando os pedí agua para calmar mi sed, vosotros me disteis a beber hiel y vinagre. 61. Orad porque vivís en tiempos de tentaciones y acechanzas y no sabéis si quienes en estos momentos están en paz, dentro de unos instantes estén riñendo o blasfemando, recordad siempre lo que hoy os digo para que estéis alerta, velando y orando. 62. Contemplad cómo es mi esencia divina capaz de llegar a vosotros a través de los labios de un pecador. ¿No es éste un prodigio de poder y de amor? Es que Yo soy Aquél que hace brotar agua de la roca y luz de las tinieblas. 63. Por conductos humildes he venido a hablar a los humildes, porque si los señores de la Tierra hubiesen transmitido este mensaje a la humanidad de cierto os digo que os hubierais quedado sin el conocimiento de vuestros dones y sin cargos que cumplir, no habríais comido en este banquete y tendríais que haberos conformado con mirar el festín desde lejos; en cambio, por medio de estos entendimientos, vírgenes de teorías, de ciencias y preocupaciones religiosas, he hecho un llamado a toda la humanidad sin distinguir a nadie por su clase, su nacionalidad, su religión o su idioma. 64. Mi voz viene desde el Reino del Espíritu, donde Yo soy el Rey, aquel paraíso donde todos seréis con vuestro Señor, cuando humildes y llenos de fe, desde vuestra cruz me digáis como Dimas: “Señor, cuando seáis en vuestro reino, acordaos de mi”. Vuestra cruz es la que os he confiado al entregaros esta misión de doctrinar, de sanar enfermos, de consolar, de revelar mis divinos mensajes a la humanidad; pesa esta misión, porque encierra responsabilidad, porque es delicada, porque es limpia, y sobre el cumplimiento de ella caen las burlas que os dirigen los incrédulos, la calumnia, la burla de quienes no han querido encontrar la verdad en mi doctrina. 65. Así iba Jesús por la vía dolorosa soportando el peso de la cruz, que era incomparablemente menor que el de la ingratitud de aquellas turbas. 66. He aquí al Maestro recordando a sus hijos, hechos de otros tiempos, relacionándolos con obras del tiempo presente, para que comprendáis mejor mis enseñanzas. Quiero que esta doctrina se extienda por el mundo, que ilumine a la humanidad para que despierte ante una vida que ignoraba, y se levante a formar en el mundo un solo hogar, una sola familia. Ese será el verdadero pueblo de Israel, el pueblo de Dios en el que desaparecerán diferencias de linajes, castas y tribus, porque serán todos, ramas que proceden de un solo tronco, donde todos cumplan con mi ley que os dice: “Amaos los unos a los otros”. 67. Vosotros que habéis tomado sobre vuestros hombros esta cruz, reconoced la responsabilidad que tenéis de mostrar a la humanidad la verdad de mi manifestación y de mis prodigios; por eso os pido nobleza de sentimientos, conocimientos perfectos de quiénes sois respecto de Dios y de la humanidad, y para eso os entrego mi enseñanza de espiritualidad. 68. Preparaos así y seréis los buenos soldados de esta lucha, los verdaderos israelitas por el espíritu, los fieles discípulos; no escatiméis nada por probar la verdad de esta palabra. No olvidéis que Cristo por dar testimonio de la verdad que predicaba, dejó que su cuerpo fuese destrozado. ¿Por qué había de defender la vida de aquel cuerpo, cuando antes había dicho que su reino no era de este mundo? Así vosotros, pensad que para alcanzar la vida eterna que a vuestro espíritu le aguarda, puede sacrificarle muchas ambiciones. 69. Si queréis apartar de vuestro hermano las manchas que lleva en su espíritu, antes tenéis que desmancharos; si queréis ser perdonados, antes tenéis que perdonar. 70. Qué hermoso será para vuestro espíritu, si al llegar su último instante en la Tierra, su conciencia, llena de paz, pueda hablarle así al Padre: “Señor, todo está consumado”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 49 1. Vuestra oración se eleva hacia Mí como el perfume de las flores y Yo la recibo. 2. Dejad que vuestro espíritu saboreé el pan de vida eterna. No es esta la primera lección que mi Divino Espíritu os da; ya en otro tiempo me manifesté en cuanto hombre, para enseñaros a nacer en la humildad, a vivir haciendo el bien a los demás y a morir en la cruz del amor. Cuando escucháis mi palabra, os parece que es la primera enseñanza que recibe vuestro espíritu, y es que la lección anterior no la comprendisteis. Hoy vengo nuevamente en busca de los enfermos que son todos mis hijos, porque todos gemís en este valle de expiación y vuestros lamentos llegan hasta Mí. 3. Cuando el dolor llega a ser muy intenso entonces el hombre por más indiferente y frío que se haya mostrado ante mi doctrina, se acuerda de Dios, vuelve sus ojos a Mi en busca de mi caridad y en su desesperación eleva esta oración: “Señor, ¿Por qué no me concedéis lo que tanto os pido? Si no habéis de atender mi súplica, entonces acortad mis días en la Tierra, ya que no tiene objeto estar en ella sólo para sufrir”. ¡Cuánta ignorancia mostráis al hablar así a vuestro Padre que es todo amor para sus hijos! 4. Por eso con mi enseñanza en este tiempo vengo a sacaros de las tinieblas de la incomprensión, para que no os extraviéis del sendero de la luz, aun en medio del dolor. Pronto sabréis que no os he creado para el dolor, porque el sufrimiento no nació de Mí, sino de vosotros; ahora es menester que recorráis todo el camino para que recobréis la luz y la pureza, que en jirones fuisteis dejando en los abrojos del camino. 5. Cierto es que vuestra vida es como un mar tempestuoso en el que por instantes teméis perece, mas ya que habéis descendido tanto por causa de vuestras imperfecciones, cuando vuestras pruebas sean muy duras, siquiera en esos momentos creed en mi presencia y en mi poder, no hagáis que os diga como a mis discípulos del Segundo Tiempo que conmigo iban en un barca, los cuales al ver que el mar se encrespaba y Jesús dormía, le dijeron llenos de temor y angustia: “Maestro, salvadnos que perecemos”. Entonces mi respuesta llena de reconvención fue ésta: “¡Ah, hombres de poca fe!”. 6. Pueblo amado, analizad mi enseñanza, normad vuestra vida con los ejemplos de aquellos discípulos, porque vosotros también seréis discípulos. Recordad, hijos míos, que en el año de 1950 dejaréis de escuchar esta palabra, aprovechadla ahora para que ella os purifique y no seáis más en el camino del pecado. 7. Mi sacrificio de amor en el Segundo Tiempo os enseñó cómo lavar las manchas que en la materia y en el espíritu lleváis, aun aquellas que os legaron Sodoma y Gomorra. Me inmolé para enseñanza de la humanidad, para mostrarle el camino de obediencia y de amor en donde puede alcanzar su redención. 8. Ahora, después de haberos dado infinitas lecciones, estáis preparados para salvaros y purificaros por vosotros mismos. Os profeticé en aquel tiempo que volvería entre los hombres y aquí me tenéis cumpliendo mi promesa. 9. Si no sienten mi presencia todos los que escuchan esta palabra, se debe a que su materialismo, su pecado y las ideas que en su mente llevan arraigadas, los separa del Maestro, pero bastará que tengan un momento de arrepentimiento para que me sientan en su espíritu, los iluminará la luz de mi amor como a Pedro, cuando a pregunta del Maestro confesó la Divinidad de Jesús, pondrán un hasta aquí a sus maldades, mirarán con horror su pasado, e iniciaran una nueva vida, pura, útil y digna. Por eso os digo que no juzguéis a vuestros hermanos, cuando penetren entre vosotros con su fardo de pecados y de vicios, no los rechacéis, porque esa intención será semejante a la de aquella turba que sorprendió a una mujer en adulterio y para poner a prueba mi justicia la llevaron ante Jesús. Cuán severa lección di a los que se creían limpios de pecado al compararse con la adúltera cuando les dije: “el que se crea limpio de pecado que arroje sobre esta mujer la primera piedra”, y avergonzados se retiraron. 10. Cuán comprensivos, sinceros y humildes tendréis que ser, si no queréis que os llame hipócritas como a los fariseos a quienes llamé sepulcros blanqueados, hermoseados por fuera e inmundos en su interior. 11. Mi mirada es escrutadora y penetra en lo más profundo de vuestro ser y en lo más íntimo de vuestro corazón, mi caridad está dispuesta a anotar vuestras obras en el libro de vuestra vida que será el de vuestro juicio. Haced que ella anote sólo obras buenas y la paz que con ello alcance vuestro espíritu, será el presagio de grandes galardones en la vida espiritual. 12. Hoy recordáis aquel día en el que Jesús fue reo de los hombres y en el que hasta los niños tomando el ejemplo de los mayores en su inocencia también gritaron: ¡Crucificadle! 13. Me vi delante de los jueces y grande fue la alegría entre los que deseaban mi muerte cuando fui sentenciado a ser crucificado. Como el cordero que va al sacrificio, así incliné mansamente la cerviz y acepté el martirio como escrito estaba. 14. Hoy estoy nuevamente ante mis jueces. Os muestro mi verdad para que la escudriñéis y la juzguéis, y sé que vais a hallarle manchas que no tiene, para condenarla después. Juzgad mi obra, más todos aquéllos por quienes os he dado mi palabra, dejadlos en paz. 15. Hay entre vosotros espíritus que ya desde los tiempos pasados y en el seno de Israel hasta vuestros días, han venido purificándose de sus grandes faltas en la Tierra, para que cuando habiten el espacio espiritual se encuentren puros. Estos son los que han creído en mi presencia en este tiempo y serán los que pregunten a los que persiguen mi obra. ¿De qué imperfección tacháis a esta doctrina? Como en aquel tiempo preguntó Pilatos a las multitudes: ¿De qué acusáis a este hombre? Mi voz callará, como en aquella ocasión callaron los labios de Jesús, y dejaré que mientras unos juzguen mi palabra, otros la defiendan porque de esa lucha surgirá la luz. Mi mirada amorosa a todos envolverá, y mi perdón será también para todos. 16. Ante Anás y Caifás fui presentado y acusado, luego ante Pilatos y Herodes para ser juzgado. De cierto os digo que en este tiempo mi obra, mi palabra, irá ante el sanedrín y después ante el nuevo Pilatos para ser juzgada. Habrá funcionarios que crean en mi nueva manifestación y en este mensaje, mas por temor al mundo callarán y dejarán que mi doctrina y mis seguidores sean perseguidos mientras ellos se lavan las manos, pero no las manchas que han arrojado sobre su espíritu. 17. Nueva cruz me será dada en el Tercer Tiempo, ésta no será visible a los ojos mortales, mas desde su altura enviaré mi mensaje de amor a la humanidad y mi sangre, que es la esencia de mi palabra, será convertida en luz para el espíritu. 18. Los que en aquel tiempo me juzgaron, hoy arrepentidos dan luz con su espíritu, al corazón de la humanidad para reparar sus faltas. 19. Para que mi doctrina triunfe sobre la maldad de los hombres, antes tendrá que ser azotada y burlada como Cristo en la columna. Es menester que de cada herida brote mi luz para iluminar las tinieblas de este mundo falto de amor; es necesario que mi sangre invisible caiga sobre la humanidad para enseñarle nuevamente el sendero de su redención. 20. La cruz que ahora me ofrecéis es más pesada que aquella del Segundo Tiempo. Entonces no habíais conocido a Cristo, ahora todos lo conocéis, y sin embargo, le vais a condenar. No veréis ahora a Jesús pasar jadeante bajo el peso de su cruz por frente a vuestra casa. Mi espíritu no se verá abatido por el peso de vuestro pecado, sin embargo, oiréis mi voz que os dice: “Sed tengo, humanidad”, y mi sed será de amor. 21. María, la dulce Madre de Jesús no unirá sus lágrimas a la huella de sangre de su amado hijo, pero Ella desde los cielos os enviará su ternura de Madre Universal a cambio de vuestra ingratitud. 22. No caeré camino de mi nuevo Calvario, por lo tanto, no habrá necesidad de que el Cirineo venga en mi ayuda, porque Yo soy el fuerte entre los fuertes, mas sí buscará mi mirada a mis discípulos, en espera de que sean fieles como lo fue mi apóstol Juan. 23. Bienaventurado el que sepa interpretar lo que el Maestro os ha dicho en esta conmemoración. Bienaventurados seáis los que en este tiempo escuchéis al Divino Maestro en sus enseñanzas de recordación. Las densas tinieblas que forman el pecado de la humanidad, hacen que el Maestro abrace la cruz del martirio y vuelva a transitar el camino del Calvario. Estáis viviendo en el Tercer Tiempo, y aún le ofrecéis el cáliz de amargura a vuestro Señor, y Yo, humilde, lo acepto para daros una vez más una lección de amor. Surcando mí rostro sangre y lágrimas que derramo por amor a vosotros, y al oír mis palabras también de vosotros se desprenden lágrimas que arrancan el recuerdo y el arrepentimiento; ese llanto os lava y os acerca a Mí. 24. Mujeres que habéis expiado vuestras faltas, consolaos, porque vuestro mal os será apartado para que os levantéis fuertes en el camino. Habéis imitado a Magdalena, y después de vuestra caída os habéis arrepentido, sed fuertes, sanad de espíritu y de cuerpo y sed salvas. 25. He venido a los pecadores, no a los justos, por lo tanto no os escandalicéis. Amo a todos mis hijos, sanos y enfermos, limpios y manchados y a todos atiendo. Un corazón me pide luz para sus hijos, otro me presenta a su madre enferma, y Yo a todos les concedo mi caridad. 26. Si habéis llorado mucho, consolaos, si otros me pedís sensibilidad para llorar por vuestros pecados, tomadla y descansad, que el llanto es también alivio y paz para el corazón cargado de remordimientos y pesares. 27. Recordad: cuando el sacrificio fue consumado y los que me habían perseguido creyeron que se había apagado para siempre la lámpara que había iluminado el sendero de mis discípulos, y que al cesar mi voz todo habría acabado, miraron en el corazón de los que me seguían un rayo de luz inextinguible, de aquella luz de eternidad que nunca muere, porque si unos me desconocieron, otros me amaron, y como supieron seguirme, al prometerles volver, esperaron mi retorno velando y orando y en todas mis manifestaciones sentían mi presencia. 28. Así será en este tiempo; los que han penetrado en la esencia de mi doctrina seguirán velando y esperarán respetuosos el cumplimiento de mis palabras, mientras otros olvidarán el amor que les he manifestado y mi afán de salvarlos. 29. Yo contemplo el dolor que hay en cada corazón, y mientras los labios callan porque no saben expresar con palabras lo que sienten, el espíritu se eleva y hace comunión conmigo. Muy cerca de vuestro corazón palpita el Espíritu del Padre, os vigila y os bendice. Además conforto vuestro ánimo, seco vuestras lágrimas y bendigo a todos los que os habéis reunido en este día para escuchar la voz del Padre, que os ha dicho que en el año de 1950 dejaréis de escuchar su palabra a través del entendimiento humano. Os asemejaréis a mis apóstoles del Segundo Tiempo, porque ellos también mucho me escucharon. Llevad mi palabra en vuestro corazón, para que podáis transmitirla a los que no me escucharon a través del portavoz. 30. Vosotros en la Tierra, conmemoráis fechas y días que os recuerdan los grandes hechos de vuestro Maestro en su paso por el mundo y Yo soy en esencia y presencia con vosotros en los instantes en que recordáis mis obras. Sólo los hombres tienen sus días determinados para celebrar con fiestas el recuerdo de mi pasión, en lo espiritual no celebran estos sucesos, porque en la eternidad no hay fechas, ni días; un solo día existe, el cual se prolonga y nunca termina, mas mis obras divinas están presentes en el espíritu de los justos que habitan cerca de su Creador y el culto que rinden a su Padre, no lo hacen tan sólo en determinados instantes, sino que lo hacen siempre. 31. ¡Oh, discípulos que habéis tomado parte en mi banquete y habéis comido el pan de vida eterna que anhelaba vuestro espíritu! Creéis que cada año muero y resucito de entre los muertos, y sólo acontece en vuestra mente, porque Yo vivo en la eternidad. Creéis que mi Espíritu desciende a los antros y a los mundos de expiación para dar luz a los que perdidos se encuentran, y Yo os digo: si vosotros lo deseáis, si me lo pedís lo haré, porque siempre me encuentro entregando mi caridad para que los perdidos encuentren el sendero de su salvación, mi mirada siempre se posa en el que lleva consigo su cadena de expiación y eternamente mi Espíritu está presente en todos los mundos y en todos los valles, sin distinguir a ninguno por su mayor o menor luz o elevación espiritual. 32. Sabed, mis nuevos discípulos, que vuestro homenaje y vuestro tributo al Señor deben de ser constantes, sin esperar fechas o días determinados para ofrecerlos, como constante es el amor de vuestro Padre para vosotros; más si queréis saber cómo debéis recordar cada día mis obras de amor, sin caer en fanatismo, Yo os lo diré: vuestra vida debe ser un continuo homenaje a quien lo ha creado todo, amándoos los unos a los otros. 33. Hacedlo así y Yo os concederé lo que me pedís humildemente, que vuestras faltas os sean perdonadas. Yo os conforto y os alivio, mas os digo: cuando descubráis vuestros errores y vuestra conciencia os juzgue, orad, enmendad vuestro error, revestíos de fortaleza para que no volváis a caer en la misma falta y no tengáis que pedirme repetidas veces que os perdone; mi palabra os enseña para que escaléis y deis paso a la luz y a la espiritualidad. 34. Esta doctrina es el camino que os conduce a Mí. ¿Queréis disfrutar del reino prometido? Os recuerdo y revivo el pacto que habéis hecho conmigo a través de los tiempos, para que esa alianza no sea rota. Yo os pregunto, varones de Israel: ¿Queréis penetrar en la vida eterna y estar cerca de Mí? Sentidme ahora que vengo a confiar y cumplir las profecías y a enseñaros con paciencia, para que en el futuro, toda palabra que brote de vuestra boca, nazca de vuestro espíritu preparado antes por mi amor y se traduzca en obras de caridad hacia vuestros hermanos. 35. Empezad a tener caridad, llevad con conformidad vuestras penas, labrad vuestro pan con el sudor de vuestra frente. Amaos como Yo os amo y velad por esta nación a la que he escogido entre todas y a la que he nombrado la perla, en la que he puesto mis complacencias. 36. No imitéis a Tomás cuando os pruebe, no me pidáis que os permita hundir vuestros dedos en la herida de mi costado para creer. Cuando tenga que daros una lección que haga estremecer a vuestro espíritu, no me desconozcáis, no dudéis para después llorar de arrepentimiento, porque vuestra vida es un camino de pruebas y prodigios, de dolores y después de alegrías, en las que se forja el espíritu en la escala de perfección. 37. No seáis como Pedro, no neguéis a quien os ha entregado sus lecciones con tanto amor, ni os avergoncéis de pertenecer a este pueblo y de llevar los dones espirituales que os he confiado, porque me negaréis, no tres veces como aquel discípulo, sino mil y mil veces, porque os habéis multiplicado en número, y vuestra falta de fe repercutirá en otras naciones. 38. Velad porque mi causa no sea traicionada y vaya a germinar la simiente de Judas en los corazones, y cuando llegue a ellos la hora de despertar, en su extravío crean como aquel discípulo, que la muerte material los librará de los remordimientos que les origine la falta cometida, para después llegar al valle espiritual sin encontrar la paz para su espíritu que no muere jamás. 39. Mirad cómo al acercarme a vosotros haciéndoos sentir mi presencia, os muestro la vida verdadera, pero sois pocos los que os interesáis en conocerla; los demás vais muriendo por falta de fe, porque no creísteis en Mi cuando me hice hombre en el Segundo Tiempo. Hoy volvéis a poner en duda mi palabra y mis manifestaciones, y me probáis cuando sólo he venido a resucitaros a la vida espiritual y a daros a conocer la verdad. 40. Mi Espíritu vive una pasión que no termina; a cada instante es elevado a la cruz y ciñe mis sienes la corona de espinas, mis heridas se abren y vuelvo a ser inmolado para que encontréis en mi ejemplo la lección de amor hacia vuestros hermanos y viváis por siempre. 41. Hoy vengo a vosotros en Espíritu, para deciros que vivo eternamente, mientras que vosotros habéis sucumbido muchas veces, porque teniéndome cerca y habiendo escuchado mi palabra, no sabéis recibirla en vuestro corazón como hace la tierra cuando es abierta por el sembrador y ayuda a la germinación de la semilla, por eso no ha fructificado ni se ha multiplicado mi simiente de amor el ciento por uno como es mi voluntad. 42. En este tiempo estoy juzgando a vivos y muertos, la luz de mi amor se derrama en todo espíritu y en toda carne. Bienaventurados los humildes porque ellos tendrán gloria y alabanza. 43. Cuando sea llegado el tiempo os levantaréis, pueblo amado, y haréis sentir a vuestros hermanos mi santa palabra y os dispersaréis por el mundo como buenos discípulos, y este nuevo Evangelio que os dejo, se extenderá. Esta luz salida del Sexto Sello iluminará a la humanidad de este tiempo y con ella se irán esclareciendo los misterios. Mi doctrina se cimentará en distintas naciones y todo lo que los hombres no han descubierto, lo verán a través de la luz que imparten los Siete Sellos y vosotros hablaréis de estas enseñanzas que recibisteis, doctrinando a la humanidad en el cumplimiento de mis preceptos. 44. Penetrando en la esencia de mis lecciones comprenderán mis hijos que mi voluntad ha sido la de comunicarme de Espíritu a espíritu con la humanidad, que he vuelto entre ella, porque mi pacto es imborrable. 45. No puede decirse vivo quien ignora mi verdad, ni discípulo quien teniendo esta enseñanza hace actos delictuosos. A los espíritus que habían perdido la ruta, los he enviado a rescatar y a librar de la ignorancia y del pecado. 46. Purificaos como Magdalena y vivid para mi servicio. Ella se convirtió por su amor y por su arrepentimiento. Ya que el mundo no ha despertado para mi amor, vosotros que me habéis oído, honradme cumpliendo con el mandato que os dice. “Amaos los unos a los otros”. 47. Las naciones que hoy viven en guerra, son las vírgenes imprudentes que no quisieron permanecer velando, y cuando apareció el esposo y llamó a su puerta, ellas dormían. Este pueblo me ha sentido y por ello ha logrado conservar la paz. 48. Yo he sido vuestro siervo para enseñaros la humildad. Siempre que me habéis pedido justicia, os la he concedido, vuestra voluntad es la mía. Me pedís que no falte el sustento, que aparte la escasez de vuestro hogar y os doy lo necesario. Os lo concedo todo sin que lo pidáis porque soy vuestro Padre y os amo. ¿Qué dolor puede aquejar al hijo que no lo sienta el Padre? ¿Quién de vosotros no ha llevado el pan a sus labios, está desnudo o le falta el techo? Yo velo por todos mis hijos. El aire puro os alimenta, los campos os ofrecen sus simientes y sus frutos para que os alimentéis; no ha faltado una fuente que os brinde sus aguas para mitigar vuestra sed. He dado inteligencia al hombre para que busque los medios para vivir y pueda llevar una existencia grata, descubriendo en la naturaleza lo necesario para su bienestar; comprended que no sois vosotros los que creasteis a los seres, ni les conserváis la vida, sino Yo que os amo y señalo a cada criatura su destino. 49. En esta era en que me he manifestado en Espíritu, para daros mi enseñanza os digo: Cumplid con el Tercer Testamento que os dejo. Dejad que vuestro espíritu llegue presuroso a Mí. Tomad mi gracia para que brille en vosotros mi luz y el Verbo sea en vuestros labios. 50. Lavaos con vuestro llanto de restitución y arrepentimiento. Elevad vuestro entendimiento por medio de la oración para que vuestros análisis sean justos, entonces sentiréis sobre vosotros la luz de mi inspiración y vuestro gozo será inmenso. Después de recibir esa inspiración divina os levantaréis a hablar de mi obra a vuestros hermanos, y de cierto os digo que vuestra palabra será un testimonio de la verdad. 51. Os he manifestado mi doctrina con la palabra vertida por los labios de muchos portavoces en el interior de muchos recintos, con una sola esencia, bajo una sola forma, trazando un mismo sendero, señalando una misma meta. 52. Ninguno de los que me han escuchado en este tiempo podrá decir sin mentir que no me ha entendido, porque todo el que ha sido llamado, antes ha sido preparado. Mi palabra es tesoro divino que no quiero que guardéis sólo para vosotros. No os convirtáis en los ricos avaros porque creyendo tener mucha sabiduría nada tendréis, de cierto os digo que el egoísmo es tiniebla y la tiniebla en el espíritu es ignorancia. 53. Extensa y clara es mi lección en el Tercer Tiempo, lección que Elías os aclara con su palabra y que aun vuestros hermanos espirituales simplifican con sus consejos para que no viváis en confusión. ¿Quién de mis discípulos que ha recibido esta enseñanza podrá sentirse débil para cumplir mi mandato de llevar este mensaje a la humanidad? 54. Quiero que aprendáis todos los medios y las formas de hacer la caridad para que no me digáis: Padre ¿Cómo queréis que comparta con mis semejantes mi pan o mis monedas si son tan escasos? Si no sabéis cómo debéis hacer la caridad, no podréis enseñar estas lecciones a vuestros hermanos. 55. En verdad os digo, que si en muchas ocasiones vuestras manos se encuentran vacías ante el menesteroso, vuestro espíritu siempre encontrará en sí algo que dar. Cuando no tengáis en lo material nada que compartir con vuestros hermanos, dejad que vuestro espíritu ofrezca de lo mucho que posee; más reconoced que, cuando es necesario que vuestra caridad sea en lo material, no debéis evadir el cumplimiento de vuestro deber diciendo que con la intención ha sido bastante. Aprended de vuestro Padre que todo os lo da, lo mismo para el espíritu que para la materia. Aprended de Jesús que os enseñó a dar todo por caridad hacia vuestros hermanos. 56. Llevad vuestra cruz con paciencia y con amor, para que pueda deciros: benditos seáis. Contemplo en el corazón de algunos de mis hijos las tempestades desencadenadas y les digo: velad y orad, que la tempestad pasará y veréis brillar nuevamente el iris de la paz. 57. Mañana, cuando la tribulación haya envuelto a la humanidad, daréis gracias, porque debido a las pruebas que hoy apuráis, lograsteis fortalecer a vuestro espíritu. Si llegaseis a contemplar los cuadros de dolor, de hambre y de miseria, que por millones hay en las naciones que están en guerra, no os atreveríais a quejaros, y de cierto os digo que muchos de aquellos hermanos vuestros, si no me bendicen, al menos no blasfeman. 58. Velad y orad, haceos merecedores de mis beneficios, destruid con la oración todo lo que la perversidad humana hiciere. 59. Después del caos que se aproxima los hombres buscarán mi amor de Padre y me encontrarán esperando a todos mis hijos, porque en el Tercer Tiempo, toda la humanidad me reconocerá y todos se unirán espiritualmente bajo un mismo culto. 60. Los hombres han imitado al hijo pródigo, más cuando hayan derrochado hasta la última parte de su heredad, se acordarán del Padre y a El volverán. 61. A todos os prevengo con mi palabra profética, escuchadla y extendedla, para que mañana cuando la veáis cumplida, comprendáis que fue vuestro Padre quien os estuvo doctrinando. 62. ¡Cuán lejos se encuentra la humanidad de la lucha espiritual que se acerca! ¡Cuántos de mis hijos cuyos labios nunca han pronunciado mi nombre, se sorprenderán de oírlo glorificar por todas partes! 63. Yo os digo que vosotros sólo pronunciéis mi nombre cuando lo creáis indispensable, para que enseñéis a vuestros hermanos el respeto hacia el Padre. 64. Cuando miráis que del mundo ha huido toda moral, virtud y justicia, os parece imposible su regeneración, más en ello será donde se manifieste la grandeza de mi doctrina. 65. Dejad que mi enseñanza florezca en vuestro corazón. Miraos con amor, ayudaos en vuestra misión espiritual, acompañaos en vuestras pruebas. 66. Cuando os hayáis preparado cumpliendo con mi ley, Yo daré señales a la humanidad anunciando vuestra unificación. 67. ¿Cuándo estaréis preparados para que vuestros hermanos sientan en su corazón el anhelo de vivir en el seno de este pueblo? Comprended cuán grave es la misión y la responsabilidad de quienes me escucharon en este tiempo de mi comunicación por el entendimiento humano. 68. “Amaos los unos a los otros”, y contemplaréis que grandes multitudes os siguen, porque la humanidad solamente espera un ejemplo de verdadera caridad y amor para levantarse en pos de mi verdad. Cuando cosechéis la fe en el corazón de vuestros hermanos, en vuestro ser sentiréis mi amor, y para vuestro espíritu, no habrá entonces mejor recompensa que la paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 50 1. Como la alondra que abre sus alas para cubrir a sus polluelos, así mi amor se extiende sobre vosotros. 2. Esta voz que os llama es la del Divino Maestro; esta palabra, es la del que todo lo ha creado. Quien tiene poder para hacerlo todo, convertirá la piedra de vuestro corazón en su santuario de amor y elevación y encenderá la luz en donde sólo había tinieblas. 3. Algunos de vosotros seréis convertidos y preparados con mi doctrina para que vayáis en busca de los que se han perdido en los desiertos, porque así contemplo la vida humana, como un desierto. Hay quienes se sienten solos en medio de millones de espíritus y quien muere de sed sin que haya quien le ofrezca un poco de agua. Ahí enviaré a mis nuevos apóstoles; quiero que mi nombre vuelva a ser pronunciado con amor por unos y escuchado con emoción por otros; quiero que sea conocido por quienes lo ignoran. Hay hombres, ancianos, mujeres y niños que nada saben de mi existencia. Yo quiero que todos me conozcan y sepan que en Mí tienen al Padre más amoroso, que todos me escuchen y me amen. 4. Es necesario que os preparéis, porque está próximo el instante en que he de hacerme sentir en vuestro espíritu. Llegaré a vosotros llamando a las puertas de cada corazón. Bienaventurado sea el que sepa darme hospedaje. A unos les pediré pan, a otros agua y como os profetizó Juan mi discípulo: “He aquí que Yo estoy a la puerta y llamo y si alguno oyere mi voz y abriere, entraré a él, cenaré con él y él conmigo”. 5. Comprended que no serán los objetos materiales los que os venga a pedir, serán las obras de amor de vuestro espíritu, porque mi hambre y mi sed es de que os améis los unos a los otros y de que viváis en paz. 6. Dejad que mi amor germine en vuestro corazón y mitigad con él la sed que abraza a esta humanidad. 7. Yo no me he cansado de esperaros, vosotros sí os habéis cansado de tanto andar porque habéis hecho largo vuestro camino. Nadie tema seguirme, porque Yo seré su báculo. 8. Luchad para que la humanidad se espiritualice; si llegáis a verlo gozaréis y daréis gracias a vuestro Padre, más si no llegaseis a contemplarlo, no temáis, dejad sembrada la semilla, que si aquí no recogisteis el fruto, lo recogeréis en la vida que os espera. ¿Cómo será aquella vida? No os preocupéis, tened fe en ella porque es infinitamente más hermosa y perfecta que ésta en la que hoy vivís. En vuestro lenguaje no existen palabras que describan o expresen lo divino, y si Yo os la describiese en alguna forma, no la concebiríais, ni la comprenderíais. En cada morada y en cada escala que alcancéis os diré lo que ahí tengáis que saber. Sin embargo, mucho tengo que revelaros en este mundo para que podáis elevaros hacia aquéllos que os esperan sin tropezar con los obstáculos del camino. 9. Quiero que el hombre llegue a poseer la sabiduría siendo humilde y caritativo a la vez. Mirad cuántos con un poco de saber se envanecen, se sienten grandes, empuñan un cetro y se coronan ante sus hermanos. Sed humildes de corazón, sed sencillos y accesibles y Yo os coronaré, mas no con vanidades humanas. No será menester que la humanidad contemple este galardón. No busquéis premios entre los hombres, que bien poco tienen que daros; buscad que os compense, quien es todo justicia y todo lo posee. 10. No os detengáis en vuestra jornada, no retrocedáis en vuestra evolución; recordad con cuántos sufrimientos y vicisitudes habéis llegado hasta aquí. El pescador de corazones os ha rescatado y os ha puesto a salvo; no volváis a mancharos. Yo os envié a la Tierra a expiar vuestras faltas y no a que las multipliquéis. No porque veáis que a cada falta os perdono, penséis que nunca pueda llegar mi justicia a vosotros y os obligue a despertar de vuestro sueño de grandeza. Dejad que la paz de mi amor os revele cuánto quiero que sepáis y que no sea el dolor de mi justicia el que os hable. 11. Aprended, aprovechad la divina enseñanza y practicadla, ésta será la forma de demostrar que aprendisteis de Mí; mas cuando os pregunte qué hicisteis de mi amorosa lección no vayáis a contestar que no supisteis lo que oísteis y que todo lo ignoráis. Si vosotros que escuchasteis mis palabras, desmintieseis con vuestras obras mi amor y mi justicia, ¿Qué simiente dejaríais en la Tierra? 12. En este instante quiero que oréis por las naciones del mundo, por vuestra hermana humanidad y os prometo descender hacia todos como alondra, como ya he descendido entre vosotros. 13. Con amor y regocijo contemplo que todos os habéis preparado para recibirme, unos con sus buenas obras, otros con su dolor y otros con penitencia espiritual. Por caminos de abrojos habéis tenido que pasar para llegar hasta el árbol donde trina el ruiseñor, cuyo canto da paz al corazón. 14. Cuando partisteis hacia los caminos de la vida, de la experiencia y de la evolución, ibais heredados, más ahora que venís a escuchar mi voz que os ha sorprendido en mitad del camino, os encuentro desheredados. 15. ¿A qué herencia se refiere el Maestro? A la del espíritu, porque mientras unos la perdieron, otros la cambiaron por las vanidades del mundo. Mas llegó el instante en que sentisteis necesidad de los dones espirituales y al no encontrarlos en vuestro ser, comenzasteis a buscarlos con angustia por uno y otro sendero. Por eso os llamo frecuentemente “hijos pródigos”; porque sois semejantes a aquél de quien os hablé en mi parábola. 16. En vuestro corazón están impresas las señales de las tempestades que por él han pasado; en vuestras plantas están frescas las huellas que en ellas han dejado los cardos del camino, y en todo vuestro ser veo la fatiga de una vida que hoy comprendéis que no puede ser la eterna. 17. Vuestro espíritu vivía una larga noche de insomnio y de lágrimas, más la esperanza que pusisteis cuando os levantasteis a buscarme, no quedó defraudada, porque una hermosa aurora vino a sorprenderos, cegando por instantes a vuestro espíritu. 18. Al fin el hijo pródigo, presente en cada corazón de los que forman este pueblo, volvió al hogar de su Padre, escuchó de nuevo su voz y se sintió acariciado con infinito amor. La vergüenza de mostrar sus vestiduras desgarradas y sus pies sin sandalias, se disipó al sentir sobre su frente el ósculo paternal, como prueba de que todo estaba perdonado por aquel Padre que por largo tiempo había estado esperando el retorno del hijo. 19. Por eso os he dicho que en este día, que todos os habéis preparado para recibirme y que os habéis hecho dignos de mi caricia. Cuando habéis descansado y han cesado en vuestro pecho los sollozos, entonces vuestro Padre, transformándose en Maestro, os ha presentado su lección, para que principiéis a cumplir con la misión para la cual habéis sido creados y enviados a la Tierra. 20. Aquél que lleva en aumento su amor hacia el Padre y se convierte en su discípulo, no podrá ya después equivocar el camino. A todos los hago penetrar en mi santuario para que mirando la pureza y la perfección que en él existen, no osen mancharlo jamás. 21. El párvulo se extasía ante la cátedra del Divino Maestro, y al penetrar en la esencia de su enseñanza, se da cuenta de que la heredad que creía haber perdido en el camino, siempre estuvo con él, mas sus ojos no la miraban, ni su corazón la sentía, porque se encontraba sordo, ciego e insensible a sus dones espirituales. Ya fuerte, seguro y confiado, amando a su creador y sintiéndose amado por El, tiene el deseo de volver a recorrer los caminos que dejara, mas no para perderse, sino para hacer luz en ellos, quitar los abrojos e ir al encuentro de los viajeros perdidos y orientarlos hacia aquel árbol en donde él recobró la vida y la fe. 22. Bienaventurados los que busquen incansablemente la verdad y aún más, aquellos que habiéndola encontrado no la reserven para sí, sino que la lleven ante la humanidad, para iluminar con su luz el camino de sus hermanos. 23. Os he llamado labriegos y en verdad que podéis serlo. Os he dado el tiempo, la semilla, el agua, las tierras y las herramientas de labranza. 24. Sencillo es el sentido figurado en que os hablo, para que podáis comprender cuánto os quiero decir en estas lecciones. 25. En vuestro espíritu dejo un rocío de amor que os fecunda y acaricia. Ni en los montes, ni en los valles, ni en las flores, he derramado tanta gracia como en vosotros. Mi amor siempre os acompañará, pero esta palabra, que ahora os doy por conducto del entendimiento humano, ésa no será eternamente con vosotros. 26. Oíd y guardad mis palabras en vuestro corazón. Si a la humanidad no le concedí volver a la Tierra haciéndome hombre nuevamente, como es el deseo y la creencia de muchos, tampoco os concederé que sigáis escuchándome bajo esta forma después del instante señalado, que es al concluir el año de 1950. Hoy todavía no sabéis lo que tengo dispuesto para vosotros después de este tiempo. 27. Voy a prepararos para que curéis a los enfermos, para que consoléis a las viudas y a los huérfanos, para que convirtáis a los pecadores con palabras de potestad, para que sanéis a los leprosos y llenéis de luz el camino espiritual de vuestros hermanos. 28. Nuevamente os estoy heredando y confiando la semilla de la vida, del amor y de la espiritualidad: No os desheredéis más en vuestra vida. 29. Os dejo mi paz, porque Yo soy la paz que se extiende sobre el mundo, semejante a las alas de la alondra que cubre a sus polluelos en el nido. ¿Cuándo llegaréis a ser espiritualmente como alondras de paz? 30. Os he hecho nacer en este nido de amor, en donde nunca os ha faltado el sustento y en donde mi enseñanza llena de gozo a vuestro corazón. Aún estáis débiles, vuestras alas no han crecido, el plumaje es escaso, pero llegará el día en que os sentiréis fuertes para remontar el vuelo, cruzar las distancias y desafiar la furia de los vientos. No imitéis a los que han querido abandonar el nido antes de tiempo y han caído por tierra, porque no sabían aún batir sus alas. Esperad a que Yo os marque el camino y entonces no os perderéis. Como parvada de alondras os diseminaréis, llevando la rama de olivo como símbolo de paz y formaréis nuevos nidos en el follaje de los árboles. 31. Me preguntáis por qué he venido en este tiempo entre vosotros y Yo os digo: ¿No os dais cuenta de todo lo que pasa a vuestro alrededor? ¿No sabéis que lo que en el mundo ha acontecido en los últimos tiempos y lo que pasa en el presente son anuncios de mi llegada y de mi presencia entre los hombres? 32. Mirad cómo la guerra ha envuelto a las naciones más adelantadas, la maldad ha alcanzado su más alto grado de desarrollo; la mentira es tomada como si fuera verdad; la ciencia al revelar grandes misterios a la humanidad, le ha permitido utilizarlos para la destrucción y cuántas actividades impuras ha consagrado el mundo como buenas. Entonces es cuando me presento delante de vosotros para iluminar vuestra mente y deteneros en vuestra carrera hacia el abismo. 33. Os hablo con mi verdad eterna y os digo: que si buscáis placeres y ciencia, en Mi encontraréis la verdadera ciencia y el verdadero goce. 34. ¡Cuán pequeño es vuestro planeta, y sin embargo cuán distante vivís unos de otros, cuánta división existe en vuestro mundo! 35. El hombre ya no es ignorante, su evolución espiritual e intelectual es grande, por lo tanto, su responsabilidad en esta hora de prueba también es muy grande. Podrá decir el hombre de este tiempo que ignora mis leyes y mi justicia, mas esto no es verdad, porque dentro de si lleva un espíritu de luz. Es que el espíritu cede ante las tentaciones y atracciones del mundo, ante cuyas plantas deposita sus dones e inclina su cerviz. 36. Humanidad, por amor a vos he descendido y me he materializado en esta forma, mi Espíritu baja a los abismos y mi caridad se extiende para salvar a la oveja descarriada. Vengo a enseñaros a orar y a pedir con el espíritu y no con los labios; porque el cuerpo no es el que debe pedir, sino el espíritu es quien sabe lo que ambos necesitan, ya que os di la palabra para que os comunicaseis con vuestros hermanos. 37. El lenguaje del espíritu está más allá de vuestro idioma y de vuestro pensamiento. ¿Cómo va a poder expresar la materia lo que siente el espíritu? Siempre tendrán que ser pobres esas expresiones e imperfectas esas manifestaciones de oración. Siempre hablará mejor al Padre una lágrima que se desprenda de vuestros ojos y que muchas veces nadie ve, un sollozo que se ahogue en vuestro pecho, un dolor que me ofrezcáis en silencio y que apuréis con paciencia, o vuestras obras buenas que hacia Mí elevarán su esencia, como de las flores se desprende su fragancia. 38. Estoy justificando mi presencia entre vosotros con mi enseñanza. Alguno dirá: “Maestro, es difícil practicar vuestra doctrina y quizá impropia de nuestra era materialista”, mas Yo os digo, eso mismo dijeron en el Segundo Tiempo de mi palabra y sin embargo, los gentiles y los paganos, fueron los que más pronto se convirtieron a ella. 39. Así como os anuncié estos tiempos de grande amargura, también os digo, que pasada esta confusión, vendrá la armonía entre la humanidad. 40. Los soberbios, los engrandecidos, los faltos de caridad y de justicia, serán retenidas un tiempo en el más allá, para que el bien, la paz y la justicia progresen en la Tierra y dentro de ella crezcan la espiritualidad y la buena ciencia. Porque no será necesario que hagáis una vida mística para agradarme, ni será obligado ninguno a seguirme, porque las obras que en forma obligada me ofrecisteis, no serán recibidas por Mí. Hasta Mí llegan tan sólo las ofrendas de buena voluntad, los impulsos sinceros, el amor espontáneo. Tampoco quiero que me sirváis por temor a un castigo, ya es tiempo de que sepáis que Dios no castiga a sus hijos, por lo tanto, no me ofendáis más con vuestros malos juicios. 41. Que no os guie jamás el interés, ni deis algo pensando de antemano en la recompensa, porque eso ni es amor ni es caridad. No espere vuestro espíritu recoger en el mundo amor, como recompensa a sus buenas obras, porque no habéis venido a la Tierra a recoger amor, sino a sembrarlo. La cosecha no es de este mundo. 42. Los que han cumplido con su misión en esta vida, la han abandonado con la paz en su corazón, con la sonrisa en los labios, llenos de satisfacción y humildad, bendiciendo a todos, sin pensar en todo el dolor que recogieron a cambio del amor que sembraron. Yo soy la compensación perfecta y justa a vuestras obras. No olvidéis que os dije: “Cuanto hiciereis con vuestros hermanos, lo estáis haciendo conmigo”. 43. Si por un breve acto de arrepentimiento y de elevación espiritual, desciende sobre estas materias mi rayo divino y pongo en sus labios la palabra que interpreta mi divina enseñanza que os conmueve y os hace estremecer con su amor, ¿Qué os dará el Padre, cuando en aquel más allá os presentéis llenos de méritos en vuestro espíritu? 44. He llegado a deciros: pedidme mi cetro y os lo daré. Sí, mis hijos, sabed pedir y todo se os dará, que si algún día os hicieseis dignos de mi cetro, Yo no os lo negaría; mas quiero que analicéis bien esta palabra para que no os confundáis. 45. Muchos hombres de reconocida sabiduría en el mundo, no podrán reconocerme bajo esta forma y me negarán, mas no por ello os sorprendáis, ya os lo anuncié tiempo ha cuando os dije: “Bendito seáis Padre, que revelasteis a los humildes tu verdad y la ocultasteis a los sabios y entendidos”, mas no es porque Yo oculte mi verdad a nadie, sino más bien porque los limpios de entendimiento, en su pobreza o insignificancia, pueden sentirme mejor, mientras que los hombres de talento cuyo entendimiento está lleno de teorías, de filosofías y dogmas; no pueden comprenderme ni sentirme. Más la verdad que es para todos, llegará a cada quien en el instante marcado. 46. Muchos llegarán a deciros que no soy Yo quien os habla, que no es mi esencia divina la que se derrama en esta palabra; entonces algunos de vosotros dudarán y en su angustia me dirán: ¿Maestro, cómo es posible que pierda yo la fe y tenga que caminar sin ley y sin Dios? Más de cierto os digo, que quien me ha sentido y me ha visto, no puede negarme ya. 47. Un torbellino de ideas y de tinieblas ha mucho tiempo que desunió a los hombres. Un torbellino de luz en este tiempo los unirá. La torre de Babel que los hombres construyeron, ha sido destruida, más en el corazón de los pueblos y de las razas, esa torre de soberbia ha seguido creciendo. Sólo un torbellino espiritual puede derribarla y esa tempestad comienza a estremecer sus cimientos y sus muros, más cuando esta torre haya sido destruida, ahí, en su lugar, se levantará otra, la que no podrá ser destruida, porque sus cimientos firmes, no serán de desunión, sino de fraternidad y de armonía. 48. Para ayudaros a comprender mis lecciones os digo. Recibidme en vuestro corazón, para que podáis entender la doctrina que vengo a revelaros en este tiempo. Esta palabra que os entrego es el nuevo Testamento que os llevará a la vida eterna. Bienaventurado el que reconozca las virtudes de esta palabra, porque en el más allá reconocerá las virtudes que ahí existen. No pidáis pruebas para creer, porque imitaríais a los pueblos paganos de la antigüedad, y éstos son ya otros tiempos. No llevéis vuestra materialidad y vuestra duda al grado de negar y hasta de dar muerte a vuestros profetas, como hicisteis en el Primer Tiempo. Habéis reencarnado para dar un paso adelante en el camino de la evolución, no para permanecer estacionados en una misma lección. Si mi nueva enseñanza es más profunda, ved cómo Yo mismo vengo a explicarla, para que la comprendáis. 49. Todos recibís la misma enseñanza, sin embargo, no todos tenéis el mismo número de reencarnaciones. Vivís en el Tercer Tiempo y todavía hay quienes no saben en dónde están, ni cuál es la verdad, ni cuál es el camino certero. 50. Este es el tiempo de la luz y del espíritu y muchos no conocen aún el verdadero culto a Dios; mientras unos no llevan un átomo de temor a mi justicia, otros temen a Dios de un modo erróneo e injustificado. Yo digo a mis discípulos, que el hombre debe de temer de sí mismo, porque él es el que obra, el que edifica o destruye. ¡Cuán injustos os mostráis con vuestro Padre! cuando en medio del dolor que os vais labrando, me decís: ¿Señor por qué me castigáis? Yo no pongo corona de espinas sobre la cabeza de mis hijos, ni sobre sus hombros la pesada cruz. Ellos se sentencian, se coronan y se abruman de penalidades. 51. Jesús, el Justo, aceptó la corona que le deparasteis y la cruz que le impusisteis, porque su sacrificio y su sangre eran los únicos dignos de trazaros con su ejemplo el camino por el que debéis ascender para limpiaros de vuestros pecados. 52. Soy vuestro Juez, mas mi juicio que es inapelable e inexorable, nace del amor. Hoy vengo a juzgar a vivos y a muertos, más sabed entender cuáles son los vivos y cuáles son los muertos. Soy resurrección y vida y estoy resucitando a los que habían muerto a la verdad. Vengo como rey mas no traigo corona de vanidad, porque mi reino es de humildad. Para muchos soy el muerto que resucita, porque he venido en Espíritu a la humanidad a decirle nuevamente que “Mi reino no es de este mundo”, y que para oír la voz de vuestro Rey y Señor, es menester elevar el espíritu para así llegar a Él. 53. El que durante su estancia en la Tierra ha sucumbido a las tentaciones y ha sido esclavo del mundo y de sus pasiones, tendrá que sorprenderle la muerte sin fortaleza, ni elevación en el espíritu, que es como si llevase en sí la muerte. 54. Al mal le levantaron tronos en el mundo y se le rinde culto en todas las formas. Al bien se le escarnece y se le combate, como si fuera perjudicial o inútil; más si mi voz viene a llamaros desde la eternidad, para que lleguéis a Mí por la senda del bien; que es la única que a Mí conduce, es porque Yo soy vuestro Creador y porque me pertenecéis. Si os busco es porque os amo y no quiero que ninguno pierda la felicidad que para todos tengo preparada. Como ladrón he venido a sorprenderos, más si algo he venido a buscar, es a vuestro espíritu. Si os he visto cargando una pesada cruz, no habría Yo de venir a aumentar su peso con mi juicio, antes bien he venido a ayudaros a llevarla. 55. En verdad os digo, que aún no pude pediros obras perfectas, porque nacéis y vivís en el pecado; mas os aseguro que de vuestro corazón haré brotar virtudes con el poder de mi palabra. Los dones que hay en vuestro espíritu y que la humanidad cree que pertenecieron sólo a los justos y a los profetas de otro tiempo, surgen ahora aún en los grandes pecadores, y por medio de estos dones se salvará la humanidad. 56. Sed tengo de vuestro amor, hambre de vuestra paz, más si vosotros también tenéis hambre y sed ¿Qué podréis darme? Vuestro cumplimiento espiritual es de paz, velad y orad para que hagáis realidad ese don que os he confiado. Orad brevemente en cada día, y el resto de vuestro tiempo empleadlo en cumplir con vuestros deberes espirituales y también materiales. 57. Decid a la humanidad que el camino de los pecadores lo he iluminado para que puedan escapar del abismo. Vengo en busca de los perdidos, porque los justos ya están Conmigo. 58. Os enseñaré a marchar por el mundo con mansedumbre al mismo tiempo que con firmeza. Cuando se inició mi comunicación en este tiempo, ¿Quién podría haberos dicho de todas las complacencias espirituales que ibais a gozar? 59. Escudriñasteis las profecías de los tiempos pasados y comprobasteis que estaba anunciada mi nueva manifestación, más cuando tuvisteis la comunicación de María vuestra Madre Celestial, hubo quien se preguntara: ¿También la presencia de María estaría anunciada? De cierto os digo, que si interpretaseis bien las profecías de Juan el Apóstol, encontraríais que su presencia había de ser también en este tiempo. 60. Cuántos de los que forman parte de este pueblo ni siquiera han escudriñado las escrituras, porque la intuición de su espíritu y la fe de su corazón les han dicho desde muy adentro: “Es el Divino Maestro”. “Es nuestra Madre espiritual”. 61. En verdad os digo que doquiera se manifieste mi Espíritu, ahí estará presente la ternura y la dulzura de María. 62. ¿Por qué muchos la han desconocido? Pensad que si ella tan sólo hubiese existido como mujer y su misión se hubiese reducido a traer al mundo el cuerpo donde el Verbo se manifestó, no os la hubiese dejado cual Madre al pie mismo de la cruz, ni mis discípulos la hubiesen reconocido como a su propia Madre, después de que el Maestro partió. En este tiempo, en que parte de la humanidad niegan su pureza y divinidad y otra parte la reconoce como Madre Universal, la adoran con cultos fanáticos, ignorantes e idólatras; os envío mi luz y os concedo su presencia, para que a través de su palabra que vierte esencia maternal, ternura infinita y consuelo divino, os levantéis entre la humanidad, llevando en vuestro corazón un santuario donde vuestra más tierna ofrenda sea aquélla que dediquéis a vuestra Madre celestial; entonces ostentaréis dignamente el nombre de Espiritualistas Trinitarios Marianos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 51 1. Discípulos, con cuánto gozo y ternura me recibe hoy vuestro corazón, es que antes estuvo entre vosotros vuestra Madre espiritual envolviéndoos en su esencia divina. 2. ¡Cuánta alegría habrá en vuestro espíritu, cuando ya fuera de la materia que lo aprisiona, habite en las regiones de paz y pueda estar oyendo siempre la voz de la Madre Celestial, como un canto divino! 3. La fe y el amor hacia vuestra Madre espiritual es una semilla que os confío para que la cultivéis en el corazón de vuestros hermanos. Todos los que por mi caridad recibieron la señal en su frente, irán delante haciendo luz en el sendero. Hace mucho tiempo que a esos mismos espíritus les ordené que señalaran las puertas de sus casas con la sangre de un cordero, como símbolo de pacto y de purificación. Sólo Yo sé por qué en todos los tiempos os he señalado; sólo Yo conozco vuestro destino y vuestra restitución, y es por eso que siempre mi justicia os toca, para que permanezcáis alejados de la maldad. 4. Cuando mi voz resonó como el eco de una campana sonora en este tiempo, al instante reconocisteis quién llamaba y os levantasteis a escucharme para más tarde poder seguirme. Ninguno de vosotros se sienta rey o señor por los dones que de Mi ha recibido o por la dignidad de que ha sido investido; sed los más humildes, aunque también los más celosos de mi ley. 5. Este es el tiempo de vuestra actividad espiritual, en el cual os ayudará la experiencia que habéis recogido en el camino. Siempre que habéis estado en la Tierra, habéis buscado comodidades y placeres; y cuando habéis habitado en el Más Allá os habéis concretado a una vida contemplativa. Ahora es cuando estáis comprendiendo la finalidad de vuestra existencia y la esencia de vuestra misión espiritual. 6. Cada día los hombres abren nuevos surcos a la perversidad, y es allí en donde debéis dejar caer esta semilla, labriegos de Jesús, para que el ejemplo de vuestras buenas obras testifique la verdad de mi doctrina y aparte de su materialismo a vuestros hermanos. Dejad que vuestra vida se deslice siempre por el camino recto, y cuando la muerte abra a vuestro espíritu las puertas de la eternidad, puedan decir vuestros hermanos, he aquí un justo; y al llegar ante mi presencia, el Padre os diga: Venid que viviréis eternamente en Mí. 7. Elías, que es el Pastor Espiritual del Tercer Tiempo, es a quien se le han encomendado los espíritus como ovejas del aprisco del Señor. Él es quien reunirá a los 144,000 que estoy marcando con la señal de mi Divinidad, y cuando hayan sido señalados, se desatará mi justicia en la Tierra. Hoy Elías está encendiendo una lámpara en cada espíritu, con el fin de que nadie se pierda en la hora de la prueba. 8. Pueblo, Mi rayo de luz se hace palabra a través de mis portavoces, para enseñaros mi doctrina. Esta palabra ha tocado vuestro corazón, os ha señalado el camino que conduce a la felicidad haciendo más ligero el peso de vuestra cruz. Fortaleceos en mi palabra para que resistáis con entereza vuestras pruebas y entreguéis su cumplimiento con amor y mansedumbre. No temáis a las lenguas desatadas de los hombres, no olvidéis que tendréis que ser muy probados. 9. Es necesario que la humanidad se levante nuevamente en contra mía, es menester que los hombres escudriñen mi obra; sólo así lograrán descubrir la verdad y la ley justa, solamente así podrán encontrar mi presencia y palpar mi sabiduría y mi amor. 10. En esta lucha tenéis que cumplir una misión muy importante, mas no os creáis los poseedores de mi ley, porque la Ley soy Yo y vosotros sólo sois los intérpretes. 11. Sed felices pensando que no poseéis regios templos que alguien pueda destruir, porque vuestras reuniones lo mismo podéis hacerlas en una sencilla alcoba, que en un valle o en una montaña; donde mis hijos se reúnan y me llamen, ahí seré con ellos. También os digo que no habrá poder humano que detenga esta palabra, la cual llegará sin interrupción, hasta el día marcado por mi voluntad. Y si antes de ese tiempo los hombres callaran las bocas de mis discípulos o les dieran muerte, sus cadáveres gritarían. 12. Las profecías que en mi palabra os he dado se cumplirán fielmente, porque no he venido a engañaros, no he venido a daros piedra por pan ni serpiente por pez. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. 13. En el Segundo Tiempo sólo os anuncié el Reino del cual vine y al cual habréis de penetrar; ahora vengo a revelaros muchas bellezas de esta mansión divina. Esa nueva vida es el principio del Reino del cual vine y al cual habréis de penetrar; ahora vengo a revelaros muchas bellezas de esa mansión divina. Esa nueva vida es el principio del reino de paz que os tengo prometido. 14. Mi huella está marcada desde el Primer Tiempo, transitad por ella, seguid adelante sin abandonar vuestra cruz, porque sin ella no podréis ser reconocidos. 15. Lo que los hombres hayan destruido, Yo lo reconstruiré. 16. Penetrad en la luz y en la esencia del Sexto Sello, libro en el cual está escrito vuestro destino. 17. Os doy cátedras de consuelo, otras de enseñanza, otras de alerta y algunas también de preparación, para que nada os falte en vuestra alforja. 18. ¡Cuántas de las profecías de mis profetas están ya cumpliéndose! Joel dijo: “Derramaré mi Espíritu sobre toda carne”. Juan el apóstol vio este tiempo en sus visiones proféticas y mi palabra seguirá cumpliéndose hasta la eternidad. 19. La palabra divina está encontrando eco en el corazón de este pueblo. Habéis preparado la morada y aquí me tenéis con vosotros. El Libro de la Vida Verdadera, está abierto ante vosotros y cada vez que lo estudiéis recibiréis una nueva lección, mas quienes duerman en su profundo letargo, no esperen el año de 1950, no esperen que mi campana sonora venga a anunciaros mi partida y hasta esa hora queráis levantaros a oírme. Sabéis que mi palabra y la del mundo espiritual cesarán de oírse después de ese año que os he señalado. 20. Os rescaté y mi sangre fue símbolo del amor que os tengo, no quiero que volváis al pecado, a las tinieblas. 21. Una prueba mundial se avecina y quiero que mi pueblo se encuentre preparado, para que en medio de la tempestad, sea el faro de esperanza que ilumine la ruta de los náufragos. En verdad, en verdad, tres cuartas partes de la Tierra serán tocadas, a ellas el dolor les lavará; escuchadme, pueblo, porque habréis de llevar estas palabras a todos vuestros hermanos. 22. En vuestro corazón daréis muerte al egoísmo que pudiera encerrar y daréis lugar a la caridad. ¿Sería posible que predicaseis el amor sin sentirlo? Antes de que pusieseis sobre vuestro rostro esa máscara de hipocresía, Yo os doctrinaré y os probaré hasta hacer nacer la sinceridad en vuestro corazón. 23. Llegará el día de mi partida, y el que haya sabido prepararse, se sentirá espiritualmente situado a la diestra del Señor; mas de cierto os digo, que el número de los desobedientes, de aquellos que salten el cerco prohibido, será grande, estos serán los que habiéndome escuchado mucho, no supieron aprovechar ni comprender la lección, y en su ignorancia pedirán al Padre que sea un tiempo más con ellos, habiéndoles dicho muchas veces: “Mi palabra es de Rey y no retrocede jamás”, “antes pasarán los cielos y la Tierra, o dejará de alumbrar el astro rey, que dejar de cumplirse una sola de mis palabras”, por eso os digo, que fue mi voluntad anunciaros el final de esta manifestación desde los primeros días de mi comunicación, para que todos lo supieseis y estuvieseis preparados. 24. Elías anunció al pueblo mi inminente llegada, y señaló también por boca de Roque Rojas el año de 1950 como el de mi partida, o sea el final de la etapa de comunicación por el entendimiento humano. 25. En este instante os digo que mis lecciones van muy adelante y vosotros vais quedando atrás; si no queréis sentiros débiles en el día de prueba, tendréis que apresuraros y esforzaros para marchar al compás de mis lecciones. Sólo así os sentiréis fuertes para penetrar en la etapa siguiente, en la comunicación de Espíritu a espíritu. 26. Os he revelado la presencia del mundo espiritual, para que sintáis la proximidad de vuestros hermanos y recibáis sus sabios consejos; ellos han venido a traeros espiritualidad; ¿Por qué habéis querido a cada momento arrastrarlos hacia la materialidad? Cierto es que no lo lograréis, pero los hacéis sufrir. 27. Esos espíritus viven en armonía con mi Divinidad, vosotros sois los muertos a quienes ellos vienen a resucitar, mi voz os estará diciendo continuamente: preparaos, porque si así no fuese, si no os dieseis cuenta de que vivís en un tiempo de peligros y acechanzas, veréis surgir delante de vosotros a los falsos Cristos, a los falsos Elías y a los falsos espíritus de luz. ¿Queréis que sea el mundo, los hombres o el dolor los que os libren de vuestros errores? Recordad que os he dicho: “El árbol por su fruto es reconocido”, debiendo comprender que seréis juzgados por vuestras obras. Benditos sean aquéllos que con sumisión y obediencia tomen su cruz; mas siempre ha de existir entre mi apostolado el discípulo traidor interesado y falso, que si pudiera de nuevo me conduciría al sacrificio. Aunque no es necesario estar en materia para que podáis crucificarme o escupir mi rostro. 29. Os quiero obedientes a todos, a ninguno quiero merecedor de estas duras palabras; que cuando vuestros hermanos vengan a preguntaros por Mí, no os ocultéis, ni neguéis el haberme escuchado; que nadie me vuelva la espalda en el momento de la prueba, que ninguno esconda su heredad. 30. Extensa es mi lección en cada una de mis cátedras, porque quiero levantar en vuestro corazón un santuario espiritual, donde Yo habite y una morada de paz para vuestros hermanos. 31. Aprovechad este tiempo en el que mi palabra a través del portavoz acaricia a vuestro espíritu; abrid vuestro corazón y guardad en él este libro, porque llegará el instante en que despertéis de vuestro profundo letargo, y acudáis a él en busca de luz. 32. Desde mi cruz de amor os hablo, mas no es sangre la que mana ahora de mi cuerpo, sino luz la que se desprende en rayos que descienden sobre los hombres. Os he dado el don de la palabra y la luz de la inspiración: de vuestras bocas saldrá la explicación del misterio de los Siete Sellos, para que la humanidad conozca mi verdad. Esta palabra que os doy, hará caer de los ojos de los hombres la venda de oscuridad. Toda la mala hierba será cortada y en su lugar será sembrada la buena simiente. 33. Vais pisando huellas de sangre, de vicio y de pecado renegando en contra de quienes las dejaron, sin saber si esas huellas son las que dejasteis en vuestra vida anterior; por eso no os sintáis exentos de responsabilidad en este tiempo; ya llegaréis a comprender que mi justicia por dura e inexorable que os parezca, solamente encierra amor. Un tesoro de sabiduría he derramado en este tiempo por medio de mis portavoces y será hasta después de mi partida en 1950 cuando deis todo su valor a esta palabra, cuando mis ruiseñores hayan enmudecido para estos cantos divinos. 34. Mi palabra es de Rey, mi voluntad es una y llegado ese instante nada ni nadie hará cambiar el orden de mis mandatos y designios. Hay quienes dicen que 1950 está distante y que aún es tiempo de gozar del libre albedrío, que luego habrá tiempo para convertirse y cumplir con mi ley. ¡Cuán pequeño e ignorante demuestra ser quien piensa y siente así! ¿Quién sabe los días que ha de vivir sobre la Tierra? ¿Quién es dueño de prolongar su existencia según su voluntad? 35. Nadie quiere dejar convertido en despojo a su espíritu cuando su envoltura deje de existir; ni hagáis de vuestro espíritu una sombra doliente que de puerta en puerta y de corazón en corazón implore una limosna de luz, cuando mi Espíritu derramó torrentes de ella sobre de él. 36. Oíd, párvulos: el Maestro quiere que cuando esta palabra deje de escucharse, vosotros podáis ser los maestros espirituales de vuestros hijos, de las nuevas generaciones a las cuales Yo os confío. Enseñaréis espiritualidad y moral y vuestra simiente será recibida en mi granero. 37. Los hipócritas fariseos del Segundo Tiempo, a cada paso se cruzaban en mi camino con la esperanza de encontrar una mancha en mi obra, una mentira en mis palabras y nunca las pudieron hallar. 38. En este tiempo vosotros seréis escudriñados como Jesús, mas ya que no tenéis la fortaleza y la sabiduría del Maestro, quiero que al menos os encontréis siempre en el camino verdadero. Después de lo que os he hablado y del tiempo que os he concedido, ya vuestra oración debería encontrarse a un paso de la espiritualidad, pero aún no habéis vencido al mundo, aún el espíritu no se ha impuesto a la materia. 39. En el Segundo Tiempo, busqué discípulos por las riberas del mar de Galilea y cuando encontré a los que habían de seguirme, les dije: “Venid” y vinieron tras de Mí; todo lo dejaron por seguirme. A las muchedumbres que creían en mi palabra, les decía: “El que quiera oírme, reparta sus bienes entre los necesitados y sígame”, Yo vengo a enseñaros el camino que conduce a mi Reinos. Aquellos discípulos, convertidos después en apóstoles del amor y de la verdad que Cristo predicó, supieron conmover los cimientos espirituales y morales de los pueblos de aquel tiempo. Con amor y con sangre sellaron su obra de sumisión hacia el Padre; de entre aquellas multitudes que me escucharon y de aquellos pueblos que después oyeron a mis discípulos, surgieron los fieles a mi doctrina, los mártires. 40. Hoy no vengo a pediros vuestra vida, ni vuestra sangre, porque es otro tiempo en el que hoy vivís; a pesar de ello, ¿No podríais hacer algo semejante a lo que hicieron aquellos en amor, en abnegación y en fe? 41. Hay quien me dice: Padre, estoy dispuesto a dar mi vida por vos, y Yo os contesto: No, hijo, no deis vuestra vida sin saber por qué, mejor conservadla para que seáis útiles a vuestros hermanos y cuando hayáis concluido vuestra misión, entonces sí entregádmela humildemente. 42. Hoy vosotros decís: Señor, no sólo de pan vivimos, venid a nosotros y dadnos vuestra palabra. 43. Me recordáis en medio de vuestras vicisitudes. Sois el pueblo fuerte, y en los instantes de mayor sufrimiento os acordáis del Crucificado, para pedirle fortaleza. 44. Habéis sido fuertes para buscarme y seguirme, y vuestra intuición os ha conducido hasta Mí ya que los hombres se han empeñado en ocultar la luz del camino, mis promesas de volver, mis profecías del Segundo Tiempo y la revelación de mi apóstol Juan. 45. A pesar de todo, habéis sabido apartaros de la idolatría y del fanatismo, defendiendo la fe de vuestro espíritu. Y cuando oísteis que Cristo había vuelto y que se encontraba doctrinando a las multitudes, acudisteis al llamado y reconocisteis que era el Maestro, por la humildad de la forma en que se manifestaba, por la humildad del lugar y por la sencillez de los que le seguían. Si os hubiesen dicho que en los palacios de los hombres se estaba manifestando, no lo hubieseis creído, porque de vuestro espíritu no se borra aún el recuerdo de la humildad del Rabí de Galilea. Tampoco lo hubieseis concebido encarnado nuevamente en un hombre, más al verle venir hacia el mundo en forma espiritual, sentisteis que esa luz venía del Espíritu Santo. Y es que sabéis que no vengo dos veces en la misma forma. Discípulos, cerrad vuestros oídos a la murmuración y a los juicios que de vosotros hace la humanidad; pensad que ellos son inocentes, mas estad siempre preparados para que no vayan a apagar la luz de vuestra fe. 46. Vengo a revelaros el secreto para que no os perdáis nunca del camino de la vida verdadera, ya que en este tiempo en el mundo no hay quien sepa guiaros por el sendero de la verdad. El secreto es dejaros guiar por la conciencia, porque en ella estoy Yo. 47. Todos los hombres y todos los pueblos tienen guías, más si a ellos preguntase: “¿Hacia dónde habéis sido conducidos?"” todos me dirían: “Hacia el dolor, hacia el abismo y la destrucción”. 48. Os estoy dando una explicación amplia de cómo es el camino que hacia Mí conduce, enseñándoos a vivir con pureza en la Tierra, para que vuestro culto espiritual sea agradable y limpio. Vengo a deciros que seáis humanos, para que seáis espiritualistas, cumpliendo con el César y sabiendo cumplir para con vuestro Dios. 49. La vida humana tiene leyes que debéis cumplir para estar en armonía con ella; la naturaleza exige de vosotros su tributo. Dad a cada ley el cumplimiento que corresponda, mas nunca os confundáis y me ofrezcáis el tributo que al mundo pertenece, ni a él deis la ofrenda que para Mí debía ser; sabed que quien cumpla con ambas leyes, tanto en lo espiritual, como en lo material, me está glorificando y llegará a Mí. 50. Por eso mi enseñanza no se concreta solamente al espíritu, sino también a la vida humana, a la moral que dentro de ella debe tener el hombre; porque si os profundizáis en estas lecciones, veréis que la Vida es una sola y el camino uno solo también. No os sorprendáis que Yo os diga que dignifiquéis a la familia, que améis a vuestros padres, que los esposos se amen, que el hombre no vea en la mujer una sierva sino a su digna compañera; que la mujer vea en el hombre a su baluarte, su escudo; que los padres traigan al mundo hijos sanos, a los que guíen por el sendero del bien. 51. Tampoco os sorprendáis si os digo que si el César os pide el tributo del trabajo, cumpláis con él, porque también es ley que pesa sobre el hombre. Tomad las herramientas de la labranza y arrancad a la Tierra sus tesoros y sus frutos de amor. 52. Buscad vuestro progreso dentro de la vida humana, mas nunca os dejéis dominar por desmedidas ambiciones, porque entonces perderéis vuestra libertad y os esclavizará el materialismo. 53. Poned en cada uno de vuestros actos lo que os señale vuestra conciencia, para que ellos encierren justicia. Respetad a vuestros gobernantes, responded a sus llamados y trabajad con ellos por el bien de todos. Respetad las creencias religiosas de vuestros hermanos y cuando penetréis en sus iglesias, descubriros con sincero recogimiento, sabiendo que en todo culto estoy presente. No desconozcáis al mundo por seguirme, ni os apartéis de Mí pretextando que tenéis deberes con el mundo; aprended a fundir ambas leyes en una sola. 54. Vengo a libertar a vuestro espíritu solamente de lo superfluo, de lo falso, para que en las duras pruebas de la vida terrestre, sepa elevarse sobre toda miseria, esclavitud o humillación. Escuchad mi voz que os dice: No hay en la tierra nadie que posea potestad sobre vuestro espíritu. 55. Tengo que hablaros así, para destruir las malas interpretaciones que a mi doctrina se le han dado; hoy lo hago a través de estos hombres por quienes me comunico, que no son justos y que sin embargo, así ha sido mi voluntad escogerlos. 56. Ellos saben que mientras mayor sea su preparación y su limpidez, mayor será la inspiración que a su mente llegue, ese es el porqué de la regeneración y enmienda de estos hijos míos que antes pecaban y hoy luchan por hacerse dignos de manifestar mi Verbo. 57. Si queréis buscar perfección, no la encontraréis en los portavoces, buscadla en la esencia de mi palabra, ahí encontraréis mi presencia. 58. Pueblo, aprended a hacer la caridad en todas sus formas, mas no hagáis públicas vuestras obras, buscando la admiración o el elogio, porque ese pago es pequeño y perderéis el pago grande, aquel que Yo os reservo. 59. No sólo os digo que purifiquéis vuestro espíritu, sino también que fortalezcáis a vuestra materia, para que las nuevas generaciones que de vosotros broten, sean saludables y sus espíritus puedan cumplir su delicada misión. 60. Orad, pero que vuestra oración sea breve, para que el resto del tiempo lo empleéis en practicar la ley. Cinco minutos de oración os pido, pero que en ellos os entreguéis a Mi para que escuchéis mi voz en vuestra conciencia. En verdad os digo que no todos estáis velando y orando, porque mi mirada perspicaz ha penetrado en vuestro corazón, en donde muchas veces ni vosotros podéis penetrar, y ha descubierto cuanto en él ocultáis. 61. Tiempo de juicio es éste para la humanidad. Hombre por hombre, pueblo por pueblo y nación por nación son juzgados por mi Divinidad; sin embargo, los hombres no se han dado cuenta de ello ni saben el tiempo en que viven. Es por eso que he venido en Espíritu, enviando mi rayo sobre el entendimiento humano y por su conducto os he revelado quién os habla, qué tiempo es el que vivís y cuál es vuestra misión. 62. El contenido de mis tres testamentos, lo he enviado a depositar en el corazón de este pueblo, y sin embargo sabiendo que poseéis la verdad y la ley, aún os levantáis desconociéndoos los unos a los otros. Es que la influencia de la guerra que se cierne sobre las naciones, también ha hecho presa de vosotros. 63. Os habla el único Dios que existe, al que llamasteis Jehová cuando os mostró su fuerza y os reveló la ley en el monte Sinaí; al que llamasteis Jesús, porque en Él estuvo mi Verbo y al que hoy llamáis Espíritu Santo, porque soy el Espíritu de la Verdad. 64. ¿Cómo es que mirabais tres dioses donde sólo existe uno? Todos vosotros sois hijos de este Dios. ¿Por qué aquí en la Tierra no sabéis amaros como hermanos que sois? Sabéis que hombres con hombres se dan muerte, que la sangre corre a torrentes y el dolor que invade la Tierra conmueve a vuestros corazones. Os he dicho: Orad y si cumplís con mis mandatos, no temáis a las guerras, al hambre, a la peste ni a las enfermedades desconocidas; más si estáis exentos de estas penalidades, es para que oréis y veléis por vuestros semejantes. No pongáis en duda el poder de la oración porque es la mayor arma del espíritu. 65. La mano imprudente del hombre ha abierto las puertas que tenían las fuerzas y los elementos de purificación, los cuales han caído sobre la humanidad. 66. Naciones de la Tierra, que apurando estáis el cáliz muy amargo y sentís el dolor hasta lo más profundo de vuestros corazón, ya que así lo habéis querido, apuradlo con paciencia, para que de esta experiencia podáis obtener luz y provecho para vuestro espíritu, al levantaros en pos del camino verdadero por donde llegaréis a las ruinas del templo que habéis destruido dentro de vosotros mismos y que tendréis que reedificar, para que en él os hable mi voz y volváis a poseer mi ley. 67. Orad y haced méritos, pueblo, porque la guerra acecha vuestra nación. Vuestra misión espiritual os espera, no dejéis que el hambre, la peste y la muerte penetren entre vosotros. Si faltare fuerza a vuestra fe, tendréis que mesar de desesperación vuestros cabellos al ver a vuestros hermanos matándose, a vuestros hijos sufriendo el hambre; el agua que bebáis será amarga, vuestros montes y vuestros valles se secarán y los árboles no darán frutos, y esta tierra que por muchos es mirada como tierra de promisión por su riqueza y abundancia, no tendrá nada que ofrecer al extranjero, que en busca de libertad o de pan se acerque a ella. 68. Mientras que mi arcano pleno de revelaciones y de misericordia, sólo espera la hora en que la humanidad vuelva su mirada al Padre, mostrándose limpia y humilde, para derramar en ella cuanto le tengo reservado, de cierto os digo que habéis estado desafiando siempre mi justicia, y que en este tiempo os he aceptado el desafío. Vengo en son de guerra, mi poder es grande, mis huestes numerosas y mis armas invencibles. Al final Yo venceré, mas no me levantaré sobre los muertos, sino delante de los vivos; a nadie humillaré, todos levantarán su faz para ensalzar mi nombre. Por eso entre vosotros, pueblo, quiero contemplar unión, caridad, respeto y amor de un labriego a otro y de un recinto hacia los demás. 69. Os concedo este tiempo, para que destruyáis en vuestro corazón la idolatría, el fanatismo, todo lo superfluo y malo que en vuestras prácticas y en vuestro culto existiere. Sentid la palabra divina cómo desciende sobre la humanidad, más en medio de mi justicia, sentid mi paz. 70. ¡Oh, valle de lágrimas y de sangre donde los hombres levantan su rostro para adorarse a sí mismos y luego con sus manos cavan su propia tumba! Vengo a libertarlos del pecado y de la muerte, porque ellos se han atado y esclavizado. De cierto os digo, que este mundo ya no le pertenece a esta humanidad, por eso a cada momento le rechaza. 71. La Tierra, que cual madre abnegada y tolerante ha albergado a los hombres, desde ahora y a cada paso les señalará el camino que conduce no hacia su seno, sino hacia el Altísimo, en donde otra madre, la Madre Celestial, espera la llegada de sus hijos para envolverlos en su manto que es eterna promesa de felicidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 52 1. Alimentaos de mi esencia divina, sed fuertes en el cumplimiento de mi ley y como recompensa hallaréis paz y consuelo en vuestras obras. Sed verdaderos intercesores de vuestros hermanos y llevadles con vuestras oraciones y vuestros méritos, la paz de mi Espíritu. No os despojéis de mi gracia en estos tiempos de acechanzas, fortaleced a vuestro espíritu para que salgáis triunfantes de las pruebas. 2. Interceded y haced méritos aun por aquellos que no os amen; imitad a María vuestra Madre Celestial, la divina intercesora, que lo mismo aboga por el que pone su esperanza en Ella, que por el que le ha cerrado su corazón o por el que niega su pureza y su esencia divina. 3. Delicada en vuestra misión y noble vuestro destino, pueblo, no os desviéis más de la senda que os he trazado. He levantado un santuario en vuestro corazón, mas no dejéis que dentro de él se extinga la flama de la fe, ni se acabe el ideal de espiritualizaros. No tengáis vuestro templo en tinieblas, porque si alguien llamare a sus puertas no hallaría la luz que busca, ni podría escuchar el eco de mi voz. Llevad mi presencia y mi palabra en vuestro corazón y en verdad os digo, que no habrá nadie que destruya vuestro santuario, ni quien os haga retroceder en el camino. ¿Quién podrá impedir que me améis? 4. Mi luz brilla en todo entendimiento y mi voz vibra en toda conciencia; sin embargo, los hombres no quieren darse cuenta del tiempo en que se encuentran. Es preciso que un pueblo se prepare para dar la buena nueva a la humanidad y ese pueblo quiero que sea éste, a quien he elegido para hacerle oír mi divina palabra. Si a cada paso os digo que os preparéis, es porque tendréis que dar testimonio de mi manifestación a través del entendimiento humano, y ese testimonio no se reducirá a repetir las frases que de Mi hayáis aprendido, sino a dar pruebas de potestad espiritual, ya sea convirtiendo pecadores obstinados, sanando enfermos desahuciados o alguna otra de las obras que Yo os he enseñado. Pensad que si os levantáis sin antes alcanzar la regeneración de vuestra vida y un principio de espiritualidad, cuando vayáis predicando amor y caridad, iréis imitando a los hipócritas fariseos que publican su falsa virtud y escondían su perversidad. No quiero falsos ni prevaricadores entre mis nuevos discípulos. 5. Si anheláis que mi doctrina florezca en la Tierra, sembradla pura como Yo os la he entregado, regando esa divina simiente con el agua de vuestras buenas obras. Caminad confiando en mi protección. 6. ¿Quién podrá deteneros o haceros callar cuando os levantéis inspirados por mi luz divina? Nadie, mi pueblo, como nadie hizo callar a Jesús en aquel tiempo, y si El enmudeció delante de algunos pecadores, fue para daros una lección de humildad, ya que con sus obras dio testimonio de la verdad de su palabra. 7. Daos cuenta de los años que han pasado durante los cuales mi palabra ha estado vibrando a través de estos portavoces y nadie ha logrado hacer callar la voz divina que brota de sus labios. En verdad os digo, que llegará el año de 1950 sin que ella se interrumpa, más una vez llegado el final de ese año, enmudecerán mis ruiseñores para la transmisión de mis enseñanzas, porque todo lo que tenga que deciros por su conducto durante esta etapa de mi manifestación, habrá concluido. 8. Vosotros daréis testimonio de mi doctrina con obras, palabras y pensamientos, y nada detendrá el torrente de luz que haré brotar de vuestro espíritu, pero también llegará vuestra hora de callar; sellaré vuestros labios y os recogeré, porque lo que había de decir por vuestro conducto, ya habrá sido dicho hasta la última palabra. 9. Quiero que os unáis todos sin hacer distinciones por asistir a distintos recintos, porque la enseñanza que ha llegado a todos es la misma, la luz que ilumina vuestra mente es igual en unos y en otros. 10. Os he dado medios para defender vuestra fe y para velar por la obra que os he confiado, mas nunca os he dado armas para que os hiráis los unos a los otros. Quiero que los que integran este pueblo sean los soldados de mi causa espiritual, pero nunca los enemigos de ella. 11. Mi arcano se abrió en este tiempo para convertir a los parias del espíritu, a los hambrientos y sedientos de justicia en poseedores de un tesoro espiritual. ¿No estáis de plácemes por ello? ¿No se estremece de gratitud vuestro corazón, oh pueblo? “Sí” me decís interiormente, pero Yo quiero que ese “Sí” no sea de palabra, ni de pensamiento, sino lo expreséis con obras de amor hacia vuestros hermanos. 12. Ahora os digo: descansad unos instantes de vuestra fatiga terrestre, habéis caminado mucho con vuestro fardo de dolor a cuestas. Venid a la fuente de la gracia a beber de esta agua que redime. Ahora sois débiles, más pronto os convertiréis en los fuertes para luchar por mi causa y hacer frente a las pruebas. 13. Preparad vuestras sandalias, porque un nuevo sendero os espera, en él encontraréis ocasiones sin fin donde sembrar la caridad y el amor. Aún estáis temerosos y por eso no habéis querido anunciar a la humanidad el nuevo tiempo. Debéis comprender que lo que el Padre ha depositado en vosotros, pertenece a vuestros hermanos y que se lo debéis dar a conocer. 14. En este tiempo no he venido a daros nuevos dones o atributos, porque de lo que os habéis dado cuenta que poseéis, ha estado siempre en vuestro espíritu. Más los tiempos pasan y Yo os pregunto: ¿Qué esperáis para empezar y cumplir con vuestra misión? ¿Esperáis que los hombres incrédulos se mofen de mi palabra, de mi nueva manifestación y publiquen falsedades por doquier? 15. Practicad y vivid mis enseñanzas y en verdad os digo, que los labios blasfemos callarán, los que fueron reacios se acercarán a vosotros, interesados en encontrar la explicación de mi doctrina y hallarán muy grandes y elocuentes testimonios de mi verdad, si vuestras obras son de amor y caridad. Cuántos de ellos al ver cómo sanáis a los enfermos, os acercarán a sus seres queridos llenos de esperanza de encontrar el alivio para sus males. 16. Entregad limpiamente mi enseñanza y no tendréis que ocultaros para curar al enfermo, porque en verdad os digo que en este tiempo no buscaréis las catacumbas para poder practicar mis enseñanzas, sino que lo haréis a la luz del día. No temáis si no sois creídos en vuestra comarca, ya iréis a otras tierras en donde encontraréis corazones fervientes. 17. Los primeros que deben estar convencidos de la verdad que vais a predicar, debéis de ser vosotros, para que esa fe la comuniquéis a vuestros hermanos. Si la duda llegase a penetrar en vuestro espíritu, será como un puñal que fuera dando muerte a vuestras aspiraciones. 18. Tres eras han pasado ya sobre vosotros, comprended que debéis de levantaros a cumplir con lo más alto de vuestro destino, despertad de vuestro letargo y avanzad con paso firme en el camino de vuestra evolución. 19. No me preguntéis por qué estando vosotros en el camino del Señor, aún sois sorprendidos por las tentaciones, sabed que es entonces cuando más probados sois. Por eso siempre os digo: Velad y orad para que no caigáis en tentación. 20. Próximo está el día en que vengan vuestros hermanos a haceros preguntas. ¿Vais entonces a ocultar lo que con tanto amor os he revelado? Yo no os he dado en mis lecciones algo de que podáis avergonzaros. 21. No esperéis que se multipliquen las lamentaciones en la Tierra y aumenten los rumores de guerra para levantaros, orad y haced obras de caridad en cada día, que con esto contrarrestaréis la fuerza del mal. 22. Aquél de vosotros que no se levante a cumplir con su misión, es porque no conoce los dones que Yo le he dado a su espíritu. 23. Benditos sean los que saben encontrar la esencia de mi palabra, porque de ellos será esta herencia. Los buscadores de la verdad divina son los que siempre han andado en pos de su Creador, éstos llegarán a encontrar la presencia del Maestro dentro de esta humilde manifestación. 24. Exteriormente parecerá pobre mi manifestación de este tiempo, más en verdad os digo que he venido a levantar un santuario en el corazón del hombre que escucha mi palabra. No creáis que entre los que he elegido en este tiempo, existen jerarquías, a todos los amo en la misma forma. No penséis que el don de portavoz que poseen los que transmiten mi palabra lo alcanzaron por méritos propios, es tan grande esta gracia, que sólo por mi amor le fue posible al hombre recibirla. 25. Esta misión es delicada para quien la ha recibido; grande es el peso de esta cruz, porque sin apartarse de las necesidades del mundo y sin abandonar sus deberes materiales, el portavoz tiene que alcanzar el grado de espiritualidad que le permita recibir el rayo divino de mi inspiración. 26. Hay instantes en que os sorprendéis de que Dios pueda estar con vosotros y manifestarse con tanto amor; vuestra extrañeza se debe a que conociendo vuestras manchas e imperfecciones, os sentís indignos de esta prueba tan grande de amor de vuestro Padre. Siempre os ha sorprendido mi amor, juzgándome como acostumbráis hacerlo con vosotros mismos. ¿Por qué concebís que en Mí se oculte el rencor, el sentimiento de venganza o el egoísmo? Yo os digo, que cuando os juzgáis interiormente en un examen ante la luz de vuestra conciencia, con la confesión sincera y humilde de vuestras faltas, os hacéis dignos de que Yo descienda a hablaros de mi Reino, porque vuestro pesar por haberme ofendido os ayuda a purificaros. 27. No os extrañéis de que mi amor, a pesar de vuestros pecados, os siga por doquier. Todos mis hijos; en este mundo habéis tenido un reflejo del amor divino en el amor de vuestro padres. A ellos podréis volverles la espalda, desconocer su autoridad, desobedecer sus órdenes y desoír sus consejos; Podéis con vuestras malas acciones causar una herida en su corazón, hacer que sus ojos se sequen de tanto llorar, que sus sienes se pueblen de canas y sus rostros se surquen con las huellas del sufrimiento, mas nunca dejarán de amaros y sólo tendrán para vosotros bendiciones y perdón. Y si esos padres que en la tierra habéis tenido que no son perfectos, os han dado tantas pruebas de un amor puro y elevado, ¿Por qué os extrañáis de que quien formó esos corazones y les dio esa misión de ser padres, os ame con el amor perfecto? El amor es la suprema verdad. Por la verdad me hice hombre y por la verdad morí en cuanto hombre. 28. En este tiempo no vengo a pediros el sacrificio de sangre; sin embargo hay quienes han dado su vida en mi nombre cegados en un instante por su fanatismo, después de haber llevado una existencia impura. Esos actos no podrán levantar una verdadera simiente, sino que seguirán fomentando el fanatismo. 29. Por eso os digo que habléis sintiendo vuestra propia palabra y que la enseñanza que deis, la viváis en vuestro corazón. Nada hablará mejor que vuestra propia vida. 30. No os sorprenda mi amor, mas tampoco dudéis de él, si veis que en el mundo apuráis cálices muy amargos. Podrá el hombre descender mucho, llenarse de tinieblas, o tardarse en retornar a Mí, más para todos llegará el instante en que sintiéndome en su propio ser, no me sientan lejano, ni me vean como a un extraño o puedan negar mi existencia, mi amor y mi justicia. 31. Así como el hombre en la Tierra puede crearse un mundo de paz espiritual, semejante a la paz de mi Reino, puede también con su perversidad rodearse de una existencia que sea como un infierno de vicios, de maldades y remordimientos. 32. También en el más allá puede el espíritu encontrar mundos de tiniebla, de perversidad, de odios y de venganzas, según las tendencias del espíritu, su turbación y sus pasiones. Más en verdad os digo, que tanto la gloria como el infierno que los hombres conciben tan sólo a través de figuras e imágenes terrestres, no son más que distintos estados de la evolución del espíritu: uno en la cúspide de la perfección por su virtud y evolución, otro en el abismo de sus tinieblas, de sus vicios y de su ofuscación. 33. Para el espíritu justo, le es indiferente el lugar en que se encuentre, porque doquier llevará en sí la paz y la gloria del Creador. En cambio, el espíritu impuro y turbado así pueda hallarse en el mejor de los mundos, no dejará de sentir interiormente el infierno de sus remordimientos que le estarán quemando hasta purificarlo. 34. ¿Creéis que Yo, vuestro Padre, haya creado lugares expresamente destinados para castigaros y vengarme así eternamente de vuestras ofensas? 35. ¡Cuán torpes son los hombres que van enseñando esas teorías! 36. ¿Cómo es posible que creáis que la tiniebla y el dolor eterno sean el fin que les espera a los espíritus que, aun cuando hayan pecado, siempre serán hijos de Dios? Si necesitan enseñanza aquí está el Maestro. Si necesitan amor, aquí está el Padre. Sin anhelan el perdón, aquí está el Juez perfecto. 37. El que nunca trate de buscarme corrigiendo sus faltas será el que no llegue a Mí, mas no existe nadie que resista a mi justicia ni a mis pruebas. Sólo limpios podréis llegar a Mí. 38. Discípulos: si en el instante de escuchar mi palabra no la comprendéis, guardadla en vuestra memoria, y en los instantes de reposo, recordadla y analizadla; entonces llegaréis a comprender mucho de lo que os he enseñado. Si no almacenáis ¿Qué podréis entregar a las multitudes que están por venir? 39. Sin distinción, a todos os dejo llegar a mi presencia para daros mis lecciones. Antes de daros un cargo, seco vuestro llanto, cierro vuestras heridas, calmo vuestra hambre y sed espiritual, y cuando os he dado pruebas de mi amor y he encendido la luz de la fe y de la esperanza en vuestro corazón, os he dicho: Todos habéis sido llamados, ¿Queréis ser de los escogidos? Entonces unos preguntan: “¿Por cuál camino y hacia dónde nos lleváis?” Estos son los que suspiran por el mundo y sus placeres. Otros me dicen: “Señor, no somos dignos de llamarnos vuestros escogidos, mas hágase en nosotros vuestra voluntad”. Estos son lo que están ya a tiempo de elevarse. 40. A los que me siguen les dejo la paz del mundo para que velen y oren por él. Las naciones pronto elevarán sus oraciones para pedirme la paz que a cada instante les he propuesto. Antes he permitido que los hombres prueben el fruto de su obra, que contemplen derramarse ríos de sangre humana y cuadros de dolor, montañas de cadáveres y ciudades convertidas en escombros. He querido que los hombres de empedernido corazón vean la desolación de los hogares, la desesperación en los inocentes; las madres que enloquecidas por el dolor besan los cuerpos destrozados de sus hijos, que palpen toda la desesperación, la angustia y el lamento de la humanidad, para que sientan en su soberbia la humillación y su conciencia les diga que es mentira su grandeza, su poder y su sabiduría, que lo único verdaderamente grande proviene del Espíritu Divino. Cuando estos hombres abran sus ojos a la verdad, se horrorizarán, no de los cuadros que sus ojos contemplen, sino de sí mismos, y al no poder huir de la mirada y de la voz de su conciencia, sentirán dentro de sí las tinieblas y el fuego del remordimiento, porque tendrán que dar cuenta de cada vida, de cada dolor y hasta de la última gota de sangre que por su causa se haya derramado. 41. No sólo reclamaré por lo que los hombres hayan hecho de las vidas ajenas; también les reclamaré de lo que hayan hecho de su propia vida, de su cuerpo. ¿Quién puede decir que ha llegado en espíritu a Mí, en el preciso instante en que el reloj de la eternidad le hizo el llamado? Nadie, porque muchas veces abreviáis vuestra existencia envejeciendo prematuramente, consumidos a veces por causas que no son dignas de una de vuestras lágrimas o de una sola de vuestras canas. 42. Soy justicia inexorable y perfecta, que nace del más puro amor que es vuestro Creador, quien sólo os pide os apartéis de los placeres del mundo para venir a escuchar mi palabra. El Maestro con gusto abre su libro de enseñanzas perfectas para deleitaros con una nueva lección. Cuántas veces una sola de mis máximas ha sido capaz de salvaros. Aquí ha despertado vuestro espíritu y ha sentido los cargos que recibió desde su principio. 43. He encontrado a vuestro corazón guardando la simiente vana que recogió en la tierra, pero que ahora ha de convertirse en un granero donde guardéis el buen fruto de vuestras obras de caridad. 44. Llegan entre las multitudes los grandes pecadores, aquellos que han arrastrado a su espíritu en el fango de las pasiones, que han arrebatado honras, que han profanado las canas del anciano, que han hurtado lo ajeno, que han manchado la inocencia del niño y dado muerte material o moral a su semejante. 45. Vienen a oírme los que profanan el hogar, los que burlan leyes divinas o humanas, los que apagan la fe de los corazones, y cuando escuchan mi palabra que toca la fibra sensible de su corazón, entonces dicen: “Es el Juez el que habla, pero con cuánta dulzura nos hace comprender nuestros yerros y con cuánta ternura nos enseña y nos corrige”. Y cuando esos corazones han salido del recinto donde escucharon esta voz, les parece ver la vida y todo lo que les rodea iluminado, no tan sólo por la luz material, sino bañado por una luz divina que habla al hombre a través de toda la Creación. Entonces surge ante los ojos del que se ha purificado, una vida maravillosa, ahí donde antes sólo veía materia, placeres carnales o pecados. Ante su espíritu aparece una existencia que no había presentido, llena de revelaciones, de promesas y de inspiraciones. Es el milagro del amor, no tan sólo de la palabra, porque cuántas veces los hombres han hablado en forma más florida y perfecta que estos humildes y rudos portavoces por quienes me comunico, pero la esencia de que está revestida cada una de estas palabras, sólo del amor Divino puede brotar. 46. Pocos han escuchado mi palabra en esta forma, más en verdad os digo que toda la humanidad está escuchando mi voz, en el silencio del santuario que existe en su espíritu, aunque su mente no acierte a concebir estas inspiraciones, ni sus labios sepan expresar todo lo que por medio de sus dones espirituales continuamente están recibiendo; cuando estéis preparados, comprobaréis esta verdad. 47. En este Tercer Tiempo, Elías es el Pastor que día a día os rescata de los peligros, él es quien penetra hasta el rincón de vuestra alcoba cuando oráis, el que os acompaña en la soledad del desierto y el que os sigue en las largas jornadas. Doquiera que necesitéis quien os defienda, o una voz que os infunda valor, ahí está Elías, el Pastor Espiritual del Tercer Tiempo. 48. Si queréis saber en dónde habita Elías, Yo os diré que en la mansión espiritual. ¿Quién de vosotros podría elevarse hasta ahí, para contemplarle? Nadie todavía, por eso él viene a vosotros a preparar los caminos que conducen a vuestro corazón, para que luego el Maestro llegue iluminando a todo vuestro ser. Y no creáis que Yo sólo desciendo hacia los que me buscan con mayor pureza o perfección, no, Yo vengo en pos de todo el que me busca, del que se postra delante de su ídolo, del que me concibe a través de formas o ideas muy alejadas de la verdad. Cada quien me busca según la capacidad de su espíritu y no seré Yo quien venga a apagar la flama de la fe que tengan en lo más recóndito de su ser, acerca de la existencia de Dios. 49. Mi voluntad es que en este tiempo la humanidad llegue a comunicarse de espíritu a Espíritu con su Señor, que en el corazón del hombre exista un verdadero santuario donde escuche la voz del Padre. 50. Para llegar a este grado de espiritualidad, los hombres tendrán que asistir a las grandes batallas de las religiones, que harán despertar a los espíritus aletargados, los cuales contemplarán la luz de la verdad. 51. ¿No creéis que ya es tiempo de que los hombres eleven a su Dios, a su Creador, un culto y un tributo digno del que lo recibe y de quien lo ofrece? Si estudiáis los diferentes reinos de la naturaleza, hallaréis en ellos un número infinito de ejemplos, lecciones y parábolas dignas de que las imitéis; no quiero deciros que los seres inferiores sean vuestros maestros, pero sí os digo que la naturaleza, la vida entera, es un libro cuyo autor es Dios. Ese libro lo he abierto delante de los hombres para que en él contemplen mi perfección, mi amor y mi justicia, no en palabra sino en obra. 52. No me busquéis en libros de falsa sabiduría, ni en vuestras teorías generalmente equivocadas por el materialismo en que vivís. Ya os fue concedido que anduvieseis por todos los caminos en pleno goce de vuestro libre albedrío, hoy vengo a deciros que refrenéis vuestra carrera y meditéis unos instantes en la experiencia que habéis recogido en la vida, en todo cuanto habéis mirado, sentido y sufrido en el largo camino recorrido. En verdad, en verdad os digo que quien aproveche esa luz, hallará el sendero de la verdad que le conducirá hacia su propio origen. El camino soy Yo, quien lo haya conocido, me ha conocido a Mí, Yo soy el principio y el fin del camino. Soy el alfa y la omega. 53. Soy el Maestro de la sencillez, que viene a hablaros como un amigo íntimo, con el más familiar de los lenguajes, para esclareceros misterios y revelaros los secretos hasta ahora ocultos a vuestros conocimientos humanos. 54. Dad la oportunidad a vuestro espíritu de que se recree en la contemplación de lo divino y en la práctica de las leyes que lo rigen. No toméis esta vida como la única, ni el trabajo material como el único medio para tener bienestar. No os encerréis en el amor de vuestra familia, porque vuestras tierras son más extensas. El egoísmo no es semilla de Dios. 55. Los hombres han amado en tal forma esta vida, que cuando se aproxima la hora de dejarla, se rebelan contra mi voluntad desoyendo el llamado que les hago, desprecian la paz de mi Reino y piden al Padre un tiempo más en la Tierra para seguir poseyendo sus bienes temporales. 56. Sensibilizaos para que presintáis la vida espiritual y no os conforméis con el principio de vuestra evolución que eso es esta vida, porque sobre ella existen obras superiores. 57. No tratéis de rechazar la muerte cuando ella por mi voluntad se acerque a vosotros, ni busquéis al hombre de ciencia para que os haga el milagro de contrariar mis designios prolongando vuestra existencia, porque ambos lloraréis amargamente esta falta. Preparaos en esta vida y no tendréis por qué temer vuestra entrada en el Más allá. 58. Lloráis cuando uno de los vuestros parte hacia el valle espiritual, en vez de que os sintáis llenos de paz, comprendiendo que aquél va a acercarse un paso más a su Señor, y en cambio, hacéis festín cuando un nuevo ser llega a vuestro hogar, sin que vosotros penséis en esa hora que aquel espíritu ha venido a encarnar para cumplir una expiación en este valle de lágrimas; es cuando debíais llorar por él. 59. ¿Cuándo sentiréis por los extraños lo que sentís por los vuestros? De un solo matrimonio hice brotar la simiente interminable de esta humanidad, la cual muy pronto se dividió en familias, en tribus, en pueblos y naciones, naciendo de ahí las diferencias en las costumbres, en las lenguas y religiones. Estas diferencias crearon odios y pusieron distancias entre unos y otros. Surgieron las guerras y las envidias. La semilla de Caín ha dado muchos frutos. Más ahora que el espíritu se ha desarrollado y habéis cultivado vuestra mente, ¿Por qué os seguís mirando como extraños, os odiáis y os dais muerte? Hoy sabéis que todos los espíritus nacieron de mi Espíritu Divino y que la humanidad procede de una sola pareja, que por lo tanto sois hermanos por el espíritu y aún por la sangre. 60. ¡Qué lejos estáis del verdadero camino, cuando no sentís el dolor de vuestro semejante, siendo parte de vosotros mismos! Veis pasar a alguien a quien nunca habíais visto y considerándolo un extraño no le dirigís vuestro saludo, en cambio, si veis pasar un entierro os descubrís. ¿Por qué no dedicáis vuestras atenciones, vuestro amor y caridad hacia los vivos? Yo he querido que con vuestro amor borréis las fronteras y las diferencias que en el mundo existen, más los hombres no lo han querido así. ¿Queréis que sea la sangre humana la que borre los linderos y los acerque entre sí? ¿Queréis que la guerra funda a las razas? Yo preparé desde los primeros tiempos un pueblo que me reconociese y me amase, para que fuera entre la humanidad como una antorcha, y éste ha sido fuerte por tiempos y en otros ha debilitado. Hoy lo he hecho volver a la Tierra, para que se cumplan las profecías. Este pueblo es el que ha recibido espiritualmente los tres Testamentos y al saber que en este tiempo me estaba comunicando por el entendimiento humano, no se atrevió a negarme públicamente porque su espíritu recuerda que en el Segundo Tiempo gritaron “Crucificad al impostor”, y después tuvieron que llorar amargamente. Hoy muchos de ellos han creído en mi vuelta, otros no; pero éstos, después de mi partida en 1950, también creerán, porque contemplarán mis profecías cumplidas y me dirán: “Señor, cuando me hablasteis dudé y ahora que habéis partido y que contemplo vuestra palabra cumplida, creo en vos”. 61. Antes de que levante mi palabra, llegarán aquellos que llamáis extranjeros, los cuales sin entender claramente esta palabra por la diferencia del lenguaje, sentirán que su espíritu se llena de paz y se alimenta con mi esencia divina, porque será mi amor el que sientan en su corazón y ya sabéis que el amor es el idioma del espíritu. Estos se levantarán también a seguirme, porque mi pueblo está disperso por todo el mundo. 62. En medio de una tempestad he llegado a vosotros en este tiempo, el iris de la paz aún no ha brillado, la paloma no ha llegado con la rama de olivo, mas llegará el instante en que Yo, el amor de los amores, pueda decir a todos los hombres: “Aquí estoy”; entonces todos me verán y se unirán. Hoy estoy todavía juzgando a vivos y a muertos. 63. En el Tercer Tiempo he salido de la tumba del olvido en que la humanidad me ha tenido para resucitarla, porque Yo soy la vida. Nadie puede morir, aun aquél que se arranca la existencia por su propia mano, escuchará que su conciencia le reclamará su falta de fe. 64. Quiero que lleguéis a formar una familia, un pueblo saludable de espíritu y de cuerpo. 65. ¿Cuándo surgirán de entre vosotros la elevación de Abel, la obediencia de Abraham, la fortaleza de Jacob, la paciencia de Job y la espiritualidad de Juan? Reconoced vuestra responsabilidad en el mundo. 66. Varones, huid de los vicios para que vuestra sangre sea semilla fértil y los frutos del mañana sean agradables. 67. Mujeres, os estoy preparando para que deis al mundo hijos de paz y de buena voluntad. A las estériles os digo: Orad, no sintáis vergüenza por vuestra expiación. Sed conformes que Yo os sorprenderé haciendo que en vuestro seno sintáis el latir de un nuevo ser. 68. Procread hijos perfectos a imitación de vuestro Creador, que sólo seres perfectos ha formado y cumplid con el precepto divino que os pide que os améis los unos a los otros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 53 1. ¿Por qué el día en que me comunico con vosotros al otro en que os doy una nueva lección, encuentro que en tan corto período de tiempo, ya os habéis despojado de la paz que os di? No perdáis en los caminos las gracias que os entrego. Venís amedrentados por las pruebas y vicisitudes que encontráis a vuestro paso, llegáis con el corazón contrito; así os veo casi siempre, cuando os he dado mi paz, para que crucéis con serenidad y fe por el camino de evolución de vuestra vida. 2. Os he enseñado a orar para que os libréis de riesgos y tropiezos, de acechanzas y tinieblas; os he dicho que hasta los elementos escucharán vuestra oración cuando sean desatados por mi justicia; pasarán sobre vosotros sin tocaros, porque supisteis orar con fe y limpidez. 3. De la escoria y del abismo levantaré a vuestro espíritu en este tiempo para que reconozca no sólo a vuestro Dios sino a vosotros mismos así como vuestros dones espirituales, pero antes tendréis que pasar por el crisol del dolor que os purificará, porque sin regeneración no podrán brillar vuestros dones en toda su intensidad. 4. Las pasiones humanas, son como una tempestad que azota vuestro santuario interior y sólo el que ora es fuerte para resistir las pruebas y el que vela está alerta para protegerse. 5. Cuando os hablo de templos y santuarios, no me refiero a los recintos que en lo material levantáis, sino a vuestro corazón, porque donde quiera que vayáis, ahí estará el templo y presente siempre en él encontraréis mi amor. 6. La humanidad ha creado religiones, semejantes a caminos que conducen hacia Mí, más os digo: Dejad de caminar bajo la interpretación humana que cada quien da a mi ley; es tiempo ya de que todos sepáis recibir mi inspiración, para que esa luz sea la que os guíe. 7. A veces os preguntáis: ¿Por qué es a este pueblo al único que le he hablado, cuando son tantas las naciones que lo necesitan? A lo cual os contesto, que en aquel tiempo fue sólo una turba la que presenció mi crucifixión y mi muerte; sin embargo, la sangre del Cordero cayó sobre toda la humanidad, para mostrarle el camino de su restitución; así en este tiempo hablaré a estas congregaciones, más la luz de mi Espíritu está derramada en todo el orbe. 8. Todos los medios para aprender y practicar os los he entregado ya, y no quiero que cuando lleguéis en espíritu ante mi presencia, os presentéis sin cosecha, pretextando que la dureza y la reaciedad de la materia no os dejaron cumplir vuestra misión, porque el que no venza sobre las tentaciones del mundo, no tendrá méritos para presentarse ante el Señor. Mucha fuerza tiene la materia en sus pasiones, inclinaciones y debilidades, pero el espíritu está dotado de una potestad superior y con ella podrá imponerse al mal. 9. ¿Qué mérito tendría vuestro espíritu, si actuara dentro de un cuerpo sin voluntad y sin inclinaciones propias? La lucha del espíritu con su envoltura es de potencia a potencia, ahí encuentra el crisol donde debe probar su superioridad y su elevación, es la prueba donde muchas veces ha sucumbido por un instante el espíritu ante las tentaciones que el mundo le ofrece a través de la carne. Es tanta la fuerza que ejercen sobre el espíritu, que os llegó a parecer que una potencia sobrenatural y maligna os arrastraba al abismo y os perdía en las pasiones. 10. ¡Qué grande es la responsabilidad del espíritu ante Dios! La carne no tiene contraída esa responsabilidad; ved cómo llegando la muerte descansa para siempre en la tierra. ¿Hasta cuándo haréis méritos para que vuestro espíritu se haga digno de habitar moradas más perfectas que ésta en que vivís? 11. El mundo os ofrece coronas que sólo hablan de vanidad, de soberbia, de falsa grandeza. Al espíritu que sabe pasar por sobre esas vanidades, le está reservada en el más allá otra corona, la de mi sabiduría. 12. En aquel tiempo busqué los valles, las montañas, el mar y el desierto para hablaros; hoy también encuentro que hay corazones que por su paz semejan valles, otros que son como un mar tempestuoso, como aquél que se encrespó, cuando Jesús con sus discípulos navegaba en la barca. Algunos por su elevación al escucharme, se parecen a la montaña y otros por su soledad y su aridez, se asemejan al desierto. 13. Vosotros que escucháis mi palabra, amadla, estudiadla y ponedla en práctica. ¡Cuántos deseando escucharla no podrán oírla, porque no les fue dada la gracia en este tiempo! Más en verdad os digo que su eco llegará a todos y con más pureza porque no será la voz del hombre la que a ellos llegue, sino la esencia de la Divina. 14. Hoy estoy cincelando vuestro corazón con mi palabra, estoy enseñándole a sentir el dolor de los demás, porque quien no posea caridad, no podrá ser mi apóstol. No quiero que los menesterosos, después de haber llamado inútilmente a vuestra puerta, sollozando me pregunten si ésos son mis escogidos, los que Yo he preparado como depositarios de las cuitas de sus hermanos, como confidentes y báculos de los necesitados. ¡Velad, oh discípulos! Para que podáis percibir aún a mitad de la noche, cuando dormís profundamente, la mano que llama a vuestra puerta. ¡Ese necesitado que hoy os busca, puede ser aquél que conmovido por vuestra caridad se convierta también en mi labriego y mañana os aligere vuestra misión! ¡Cuántos de esos que hoy llegan pidiendo un poco de amor, de comprensión o de justicia, serán mañana el escudo que os defienda!, o el testigo que os salve, pero ¿Qué podéis esperar de quien llamó a vuestras puertas con todo su dolor y la esperanza puesta en vuestra caridad y no fue oído? Dejad que llegue a vosotros aquél que se ha hundido en el cieno del vicio; si sabéis conmoverlo, él se arrepentirá. Dejad que el harapiento se sienta digno de vuestra casa y de vuestra mesa, pero no sintáis repugnancia por su pobreza, acaso espiritualmente esté más limpio y engalanado que vosotros. No reservéis vuestras mejores atenciones y sonrisas, para aquellos que llevan en sus manos la riqueza material o que se presenten cubiertos con costosos atavíos; haced que vuestro corazón no contemple esas diferencias y repartid el beneficio de vuestros dones en todos por igual. El sufrimiento abunda; ¿Cuánto bien podéis hacer en cada día y a cada instante? 15. Si observáis a la niñez, veréis que hay muchos pequeños sin amor, sin ley y sin pan. Si penetráis entre la juventud, encontraréis la lucha de pasiones, los caminos equivocados; y si miráis entre los hombres y mujeres que han alcanzado la madurez en la vida, encontraréis entre ellos las tragedias, el cáliz muy amargo, a veces de viudez, la falta de esperanza y de fe, así como de un verdadero aliciente espiritual que les conforte y les sostenga. 16. Sólo mi palabra puede conmover y hacer sensible al corazón endurecido por el dolor. Muchos de vosotros habíais sufrido tanto, que no sentíais ni os importaba el dolor de los demás. Os hablo mucho del dolor y menciono la caridad que debéis tener hacia vuestros hermanos, porque hay tantos sufrimientos en el mundo como seres humanos, y apenas en este tiempo principien los dolores de la humanidad; por eso os estoy preparando para que reconfortéis con vuestro amor a vuestros hermanos. 17. Si los grandes pueblos de la Tierra gustan de brindar por el mundo levantando el cáliz de amargura y vertiéndolo sobre la humanidad, Yo, desde esta humilde mesa brindo con vosotros con un cáliz espiritual de dulzura y de vida, para que llevéis este mensaje a los que lleven en su corazón la muerte y en su palabra la amargura. 18. Id paso a paso por este camino de amor; dejad que soplen los vientos huracanados sobre vosotros sin debilitaros. Vuestros oídos escucharán que os dicen que vais por el camino de perdición, mas fortaleceos con el recuerdo de mis palabras, cuando os digo que mi manto cubrirá a todo el que transite en el mundo por el camino que Yo le he trazado con la huella sangrienta de mi pasión. 19. Quiero que vuestro rostro refleje la mansedumbre de vuestro espíritu mas no la hipocresía, porque lo que vuestros hermanos no vean. Yo lo estaré juzgando. Después de las tempestades que han de azotar a este pueblo, corto será el número de los que queden circundándome, porque muchos flaquearán por las pruebas, más los que queden serán los que hagan florecer mi obra. Todo será limpio así en lo material como en lo espiritual, porque con mi palabra he venido a abriros el camino que cerrado estaba por la maldad y desobediencia de los hombres. Los ojos de vuestro espíritu también se abrieron para que contempléis la verdad; vuelvo a deciros que todo ojo me verá. La penitencia bien entendida que os he pedido, es para que pongáis en vuestra vida un principio de regeneración; por ello os digo que no os quiero vistiendo hábitos de hipocresía, os quiero buenos y sinceros, testificando con vuestras obras la verdad de mi doctrina. 20. Llegaréis a adquirir un caudal de sabiduría sin necesitar de los libros de los hombres, siendo vuestro único libro esta palabra en la que no tendréis influencia de doctrinas extrañas ni de malas interpretaciones, ni teorías de hombres, sólo mi ley que os traza el sendero de vuestra evolución. 21. El denso velo de vuestro materialismo os había aletargado en una ignorancia que os hacía sentiros lejos de lo divino y os ocultaba la luz que debe iluminar la vida del espíritu. En este tiempo mi voz rasgo ese velo y os mostró mi santuario revelándoos nuevas lecciones de mi arcano. Ante mi manifestación espiritual, unos han encendido su lámpara de fe, mientras otros han preferido seguir mirando la vida con la luz que su débil conocimiento espiritual les ha dado. ¿Cuándo comprenderéis todo lo que debéis atesorar para el espíritu? 22. Yo no os prohíbo que escudriñéis la naturaleza ni que acumuléis conocimientos, si estos son para bienestar y adelanto de vuestra vida humana, mas también quiero que os intereséis por alcanzar luz para vuestro espíritu, porque será lo único que de aquí os llevéis al más allá y que en la senda espiritual os sirva para vuestro progreso. Estoy tan cerca de cada uno de vosotros, que basta que con vuestro pensamiento me preguntéis algo, para que al instante recibáis mi respuesta. Nadie podrá reprochar al Padre que se ha alejado de sus hijos, porque como un pastor amoroso he velado siempre por todas mis ovejas y puedo deciros en verdad que ninguna se ha perdido ni se perderá, porque doquiera estoy Yo; en todo sitio existe mi luz y la vida y el amor de vuestro Padre palpita en toda la creación. 23. El hombre se ha alejado del cumplimiento de mi ley y hoy puedo deciros que con mis lecciones de amor estoy trayendo al sendero de su evolución a muchas ovejas descarriadas, más cuando éstas vuelvan al redil traeré a otras, hasta guardarlas a todas en el aprisco de mi amor. 24. Hoy sabéis que el dolor purifica al espíritu y al corazón, y que no es la primera vez que tenéis que desmanchar a vuestro espíritu de sus faltas. El vaso de amargura vertió su contenido sobre el mundo y fue como un nuevo diluvio, pero más doloroso, más amargo y prolongado. Tiempos vendrán en que no será el dolor el que sujete y detenga a los hombres, sino la luz de su conciencia. Si todavía necesitáis el dolor como un freno, es la más clara señal de que espiritualmente no habéis evolucionado. 25. Pensad mis hijos, que tendréis que escalar la montaña llevando a cuestas una cruz de dolor, pero entended que la cruz que os ha de elevar, no será la de restitución de vuestros pecados, sino la de vuestros sacrificios por los demás. A los hombres les digo que deben ser guías, defensores y guardianes de la humanidad, a las mujeres, a las madres les digo: orad por las grandes multitudes de niños sin padres, sin hogar y sin pan. Vuestras oraciones serán como las alas de la alondra que se abren para cobijar a los polluelos; mas en este instante, no sólo penséis en los vuestros, porque ellos tienen vuestra ternura, sino en aquellos que en la Tierra no tienen más que soledad y hambre de cariño. Orad por ellos. ¿Quién mejor que vosotras para comprender el frío, el vacío y la sed de esos tiernos corazones? Orad y pronto vendrá a ellos el pan, el albergue y el amor. Este es el tiempo propicio para hacer la caridad. 26. Habéis sido confinados a la Tierra, a este planeta que siendo huerto maravilloso, donde el Creador se desbordó en bendiciones, el hombre vino a transformarlo en valle de lágrimas, más la humanidad llegará a comprender que por restitución se le ha dado venir al mundo en este tiempo para transformar este desierto de tristezas y dolor en un edén de luz, en una morada de fraternidad y paz en donde se cumpla con mi precepto que os dice: “Amaos los unos a los otros”. 27. Entre los que me escuchan se encuentran los incrédulos, que quisieran tocar como lo hizo Tomás para poder creer, a los que les digo que llegarán a comunicarse Conmigo de espíritu a Espíritu. Primero lavarán su vaso por dentro y por fuera, para que en él caiga mi palabra como rocío de gracia y de vida para el espíritu. 28. Los enfermos descartan tocar mi túnica como en el Segundo Tiempo, para que su fe los sanara. Y Yo os digo: ¿Por qué no tocáis mi Espíritu Divino con vuestro pensamiento limpio, con vuestra oración fervorosa? Obtendríais todo lo que vuestro espíritu y materia necesitaran. 29. Esta es la lección que os doy, dejando que miréis este libro que he abierto ante vosotros a través de los tiempos. Es el libro de mi sabiduría eterna, que hoy os muestro abierto en el Sexto Sello tomando como mi intérprete al portavoz que Yo he preparado. 30. A través de los tiempos habéis querido estudiar mis manifestaciones para conocer mi voluntad y mis mandatos, y Yo he respondido a vuestras preguntas, porque todo el que me busca por amor, deseoso de encontrar la verdad, me encuentra, me mira delante de sí, me siente y se alimenta con mi amor como Yo me lleno de gozo cuando mis hijos me presentan el fruto que han alcanzado con sus obras de amor y caridad, con las cuales han aliviado el dolor de sus hermanos. 31. En ese libro que he venido a abrir una vez más ante vosotros, están contenidas todas mis enseñanzas, y lo que en él está escrito lo conoceréis y será para vuestra dicha, porque os guiará en el camino de vuestra evolución. 32. Os encontráis ansiosos de recibir mis inspiraciones, que he derramado abundantemente en todos los tiempos y no las habéis aprovechado; hoy que me comunico con vosotros a través del entendimiento humano ¿Continuaréis dudando de mis lecciones y de mi presencia entre vosotros? No he venido a hablar a los muertos ni a seres sin razón, sino a vosotros que sois humanos, que tenéis conciencia y me conocéis. Si hablara a los muertos; si hablara a las piedras o a los elementos de la naturaleza ya estarían dando testimonio de Mí, más la incredulidad de mis hijos no hará detener mi enseñanza, y este libro seguirá hablando de la verdad, de la vida de gracia y del más allá. 33. ¿Qué buscáis en mi doctrina, qué queréis conocer, hijos míos? La luz, me dicen unos; ansiamos encontrar la paz, escucho que me dicen otros. Os digo que si os preparáis, encontraréis en mi palabra todo lo que anhela vuestro espíritu. He preparado a esta nación como una tierra próspera y bendita desde donde podréis mirar el monte de la nueva Sión, la tierra que os espera, y mañana, después de haber pasado por el mundo cumpliendo con vuestra misión, os encontraréis en espíritu en los caminos del más allá, y estaréis reunidos todos en un solo valle formando conmigo un solo Espíritu. 34. Es menester que estudiéis para que sepáis el porqué de los acontecimientos de esta Era, por qué Elías ha venido en este tiempo y por qué os doy mi palabra. En todos los tiempos ha venido Elías como precursor mío para preparar al espíritu de todos los hombres. En el Primer Tiempo vino Elías a la Tierra, llegó al corazón de la humanidad, y la encontró caída en paganismo e idolatría. El mundo se encontraba gobernado por reyes y sacerdotes, y ambos se habían apartado del cumplimiento de las leyes divinas y guiaban a sus pueblos por caminos de confusión y falsedad. Habían erigido altares a distintos dioses, a los que rendían culto. Elías apareció en ese tiempo y habló a aquéllos con palabra justiciera: “Abrid vuestros ojos y mirad que habéis profanado la ley del Señor, habéis olvidado el ejemplo de sus enviados y habéis caído en cultos indignos del Dios viviente y poderoso, es menester que despertéis, le miréis y le reconozcáis, derrumbad vuestra idolatría y elevad vuestros ojos sobre toda figura con que le hayáis representado”. 35. Elías oyó mi voz que le decía: “Alejaos de ese pueblo inicuo, decidle que por mucho tiempo la lluvia no caerá, hasta que vos lo ordenéis en nombre mío”, y Elías habló: “No lloverá hasta que mi Señor señale la hora y mi voz lo ordene”; y diciendo esto se alejó. Desde ese día la tierra fue seca, pasaron las estaciones propicias para la lluvia, sin que ésta acudiera. En el cielo no se veían señales de agua, los campos sintieron la sequía, los ganados comenzaron a perecer, los hombres cavaban la tierra buscando agua para calmar su sed, sin encontrarla; los ríos se secaron, la hierba se marchitó sucumbiendo bajo los rayos de un sol candente y los hombres clamaban a sus dioses, pidiendo que aquel elemento tornara a ellos para sembrar y recoger simiente que los alimentara. 36. Elías se había alejado por mandato divino, oraba y esperaba la voluntad de su Señor. Los hombres y las mujeres empezaban a salir de sus tierras en busca de nuevos pueblos en donde no carecieran de agua; por doquier se miraban caravanas y en todos los lugares la tierra era seca. 37. Pasaron los años y un día en que Elías elevaba su Espíritu al Padre, oyó su voz que le decía: “Buscad al rey, y cuando Yo os de la señal, las aguas volverán a caer sobre esta tierra”. 38. Elías, humilde y lleno de obediencia, fue delante del rey de aquel pueblo y mostró su poder delante de los adoradores del falso dios; después habló del Padre y de su poder y entonces aparecieron las señales, rayos, truenos y fuego se vieron en el cielo, después el agua vivificadora cayó a torrentes; de nuevo los campos se vistieron de verdor y los árboles se llenaron de frutos y hubo bonanza. 39. El pueblo ante esta prueba despertó y recordó a su Padre que le llamaba y amonestaba por conducto de Elías. 40. Muchos y muy grandes fueron en aquel tiempo los prodigios de Elías para conmover a la humanidad. 41. En el Segundo Tiempo apareció Juan el Bautista aconsejando penitencia, preparando a los corazones para recibir al Mesías. Aquél precursor bendito habló a las multitudes, porque se acercaba el tiempo de la predicación de Jesús, y era menester que le reconociesen. El bautizó con agua y aun sobre Jesús la derramó diciéndole: ¿Maestro, cómo he de bautizarte si no hay mancha en Ti? A lo que Jesús respondió: “es preciso que así sea para que dé principio a mi jornada enseñando la sumisión, para que éstos que me siguen, cuando se dispongan a iniciar su cumplimiento, sepan purificarse y prepararse”. 42. Elías, Espíritu de gran potestad y que no ha sido reconocido por la humanidad, siempre ha sido mi precursor. Hoy ha venido una vez más a preparar a los señalados, a los que me han servido como portavoces y a toda la humanidad. 43. Si os preparáis y estudiáis mi enseñanza para llegar a conocer mi voluntad, Elías vendrá en vuestra ayuda y será vuestro báculo y amigo. 44. Elías es rayo divino que ilumina y guía a todos los seres y los conduce a Mí; amadle y veneradle como precursor e intercesor vuestro. 45. Discípulos, si queréis penetrar en el Reino de los Cielos, haced obras lícitas, cumplid con la ley, y mi Obra será conocida de todos, distinguiéndose entre las religiones y doctrinas como el único camino que he trazado al hombre. 46. Para ayudaros en vuestra preparación, venid a Mí, sentaos a mi mesa, en donde tengo reservado un lugar para cada uno de mis discípulos, desde el cual asistiréis a mi cátedra. No os preocupéis si la persona por la que me comunico es hombre o mujer, si es anciano, joven o niño. Analizad mis lecciones hasta encontrar la esencia divina de esta palabra y sentiréis mi presencia a través de cualquier de mis elegidos. Aprovechad estos instantes, porque más tarde podréis llorar si así no lo hiciereis. 47. Dejad que crezca este pueblo como crecen los árboles multiplicando sus ramas, como se extienden los ríos formando nuevos ríos y arroyuelos. Mirad cómo de una congregación brotan nuevas congregaciones en las comarcas y en las ciudades. 48. Es mi Espíritu el que les ha enviado a distintas comarcas a llevar un mensaje de espiritualidad. ¿Por qué hay quienes apartándose de los principios de espiritualidad que les he trazado, de dar amor y caridad sin interés alguno, van vendiendo los servicios que hacen a través de dones que nada les costaron? ¿No recordáis que os dije desde las primeras lecciones que escuchasteis, que velaseis y oraseis, porque la tentación acechaba a vuestro paso? Haced memoria y recordaréis que también os dije, que más tengo que daros que vosotros que pedirme, para que os concretaseis a recibir de Mi lo que sea licito. 49. Sabed que en el libro de vuestro destino está marcado el día y la hora en que las puertas del más allá se abrirán para dar paso a vuestro espíritu, desde donde veréis toda vuestra obra en la Tierra, todo vuestro pasado. No queráis entonces oír voces que sean reproches o quejas en contra vuestra, ni ver a quienes os señalen como causantes de sus males. 50. ¡Qué pena, qué dolor siente un espíritu al llegar a aquella mansión de luz y de paz y escuchar que hasta ahí llega el clamor de sus víctimas! Si no queréis atravesar por ese trance, cultivad desde ahora las tierras que os he confiado, sembrando en ellas la semilla de mi doctrina en toda su pureza. No os sintáis incapaces de llevar a cabo obras dignas de Mí y abandonéis vuestras herramientas a media faena, para olvidar esta misión y entregaros de nuevo a las tentaciones del mundo. 51. Llegad presurosos a escuchar mi palabra, recordad que está próximo el día en que ya no la escuchéis bajo esta forma. Para vosotros ya pasó el tiempo en que era necesario que se presentasen los profetas delante del pueblo para exhortarlo a que hiciera penitencia y amenazarlo con la justicia de Dios, si no oía aquella voz de alerta. Hoy quiero que seáis los profetas que despierten a la humanidad y le trasmitan este mensaje celestial. Haré prodigios en vuestro camino y os daré las armas de la verdad con que luchar, porque seréis combatidos. 52. Muchas sendas torcidas enderezaré sirviéndome de la rectitud de mis buenos discípulos. La presencia espiritual del pueblo de Dios, llamado en la tierra “Israel”, se hará sentir entre la humanidad y muchos llegarán a comprender que lo que se había interpretado en forma material, tenía un elevado sentido espiritual. 53. Si los espíritus que formaron este pueblo, se diseminaron por el mundo y por el valle espiritual, para cumplir con una restitución, ahora, unidos por mi amor con la luz del Espíritu Santo, iluminando el sendero de su evolución, congregarán a su paso a todos los hambrientos de libertad, de paz, de verdad y de justicia, de amor y de redención. 54. De cierto os digo que el pueblo de Dios es infinito, que todos pertenecéis a él espiritualmente, por lo tanto, ese pueblo no podía limitarse a una nación o a una raza. El pueblo de Israel, llamado por los profetas y los patriarcas de los primeros tiempos, “el Pueblo de Dios”, es un símbolo de la familia universal, un pueblo formado por seres sabiamente escogidos para mis designios y al cual he tomado como instrumento para hacer llegar mis lecciones a la humanidad como un libro abierto ante los hombres, libro que habla de evolución espiritual y material, de revelaciones divinas, de profecías, de interpretaciones humanas, de aciertos y de errores de ese pueblo, de esplendor y de decadencia, de libertad y de esclavitud, de luz y de tinieblas. Ese pueblo no tendrá más Tierra Prometida en el mundo, su misión es la de ir buscando a los perdidos y reanimando a los débiles para enseñarles el camino del desierto, detrás del cual están las puertas de la Nueva Jerusalén, la ciudad espiritual, en donde habitaréis eternamente con vuestro Maestro. 55. Los 144,000 señalados tienen la misión de velar celosamente por la ley, de reanimar al pueblo en la jornada, de defender la fe. Serán soldados de la paz, maestros en mi sabiduría, doctores para todos los males, consoladores y profetas. 56. Grandes acontecimientos han contemplado las generaciones de este tiempo; sin que os deis cuenta, estáis atravesando la gran batalla, la cual no se libra sólo en vuestros campos o naciones en guerra, sino en muchos órdenes. La verdadera batalla está en lo espiritual, ahí en donde vuestros ojos no penetran, en la mente y en el corazón humano, en los hombres de ciencia y de las religiones y en todas las instituciones humanas. Es que se avecina un nuevo tiempo, en el que el Séptimo Sello tenga que abrirse y triunfe la justicia y la luz en los espíritus. Antes tendré que enviar a la Tierra a espíritus llenos de mi gracia, los cuales conducirán a la humanidad como a niños para que alcancen su salvación. 57. Orad y sentid cómo cruza Elías el espacio desde un confín hasta el otro, haciendo luz en los senderos obscuros, rescatando a los que se han perdido, unificando a los manchados, despertando a los que duermen en la ignorancia y ordenándolo todo, porque éste es su tiempo. No le temáis, amadle, porque ha venido como Pastor a conduciros hacia el Padre, hacia el aprisco celestial que os espera. 58. Mi palabra y todas las profecías se cumplirán. 59. En el Segundo Tiempo clavasteis mis manos en un madero, las mismas que sanaron a los enfermos y acariciaron a niños, jóvenes y ancianos. Hoy he desclavado mi diestra, mas no para rechazar la cruz en la que me habéis elevado, no hijos amados, hoy la extiendo amorosamente para entregaros mi bendición. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 54 1. Bienaventurados los que dejan sus bienes materiales por oírme. 2. Los que han aprovechado mis lecciones, se han fortalecido y cuando se han visto sorprendidos por una prueba, antes que desesperarse se han puesto a meditar y a orar, sintiendo que en esos instantes la inspiración divina llega a su entendimiento, como un rayo de luz que ilumina el camino de su evolución espiritual. 3. En verdad os digo, que el que sabe prepararse y fortalecerse en el cumplimiento de mi ley, podrá salir avante atravesando tempestades o pasando a través del fuego. Aun a los que han sabido cumplir con fe la prueba que a su espíritu ha tocado, vuelvo a decirles que no se aletarguen porque nuevas pruebas vendrán, y deberán estar preparados. Hay muchos que al final de una gran prueba, cuando la jornada está por terminar, han estado a punto de caer doblegados bajo el peso de su cruz, más en esos instantes mi voz se ha dejado escuchar alentándolos a llegar al final que ya está próximo. 4. Si las pruebas de la vida las atribuís al acaso, difícilmente podréis encontraros fuertes; más si tenéis noción de lo que es expiación, de lo que es justicia y restitución, en vuestra fe hallaréis elevación y conformidad para vencer en las pruebas. 5. Me place probar a vuestro espíritu en distintas formas, porque lo estoy formando, modelando y perfeccionando; para ello me sirvo de todo y de todos, lo mismo tomo como instrumento a un justo que a un malvado, lo mismo me sirvo de la luz, que convierto en mi sierva a la tiniebla. Por eso os digo que cuando os encontréis en duro trance, penséis en Mí, en vuestro Maestro, quien con todo amor os explicará el porqué de esa prueba. 6. Hay cálices que todos tienen que beber, unos primero y otros después, para que todos lleguen a comprenderme y amarme. La miseria, la enfermedad, la calumnia, la deshonra, son cálices muy amargos que no solamente llegarán a los labios del pecador. Recordad que el justo entre los justos en aquel Segundo Tiempo, apuró el cáliz más amargo que podáis concebir. La obediencia, la humildad y el amor con que sea apurado el cáliz de dolor, harán más liviana la cruz y más pasajera la prueba. 7. El mundo es escuela para los espíritus, vuestro cuerpo es sólo un instrumento. En la Tierra pasáis por los distintos peldaños de la escala de perfección espiritual, por la cual se elevan hacia Mí, los espíritus impulsados por la fuerza de sus méritos, de su esfuerzo por llegar al Padre, por el amor que hayan derramado en sus hermanos. El que no recorra ese camino de lucha, no sólo no sabrá quién es su Creador, sino que no se conocerá ni a sí mismo. 8. Quien reniegue de su destino, está rechazando el título de hijo de mi divinidad; si no cree en mi existencia, no podrá tener fe en mi amor. 9. Si para algunos ha sido esta vida excesivamente amarga y dolorosa, sabed que esta existencia no es la única, que es larga sólo en apariencia y que en el destino de cada criatura hay un arcano en el que sólo yo puedo penetrar. 10. Esta voz no os ha dicho: tenéis que obedecer esta palabra, sólo os ha dicho: buscad la verdad, id en pos del amor, id tras la paz y si esto lo encontráis en mi enseñanza que ahora escucháis, quedaos, más si no las habéis encontrado aquí, seguid buscando. 11. Me estoy manifestando delante de cada uno de vosotros, a veces a través de vuestro corazón otras en vuestro espíritu. 12. Ante mi voz de perdón resucitarán los muertos a la vida de la gracia y saldrán de la turbación de su espíritu, cumpliendo con mi ley que os dice: “Amaos los unos a los otros”. Donde no existe el perdón que siempre procede del amor, no habrá arrepentimiento ni buenas obras, por lo tanto no habrá redención. 13. Cuántos muertos del espíritu tienen que vagar por el mundo, en espera de que la muerte corporal los conduzca a mi presencia, para escuchar la voz del Señor que les levanta a la vida verdadera y les acaricia. ¿Qué anhelo de regeneración podrían haber alimentado en la Tierra si se consideraban irremisiblemente perdidos para siempre, a pesar de sentirse capaces de un verdadero arrepentimiento y de restituir sus faltas? 14. Y si los desahuciados del espíritu han llegado a Mi sin esperanza, también los del cuerpo sentenciados a muerte por los hombres de ciencia han llegado a mi presencia; Yo, que poseo la vida, les he arrancado de las garras de la muerte material; ¿Mas qué hacen en el mundo aquellos a quienes he confiado la salud del espíritu así como la del cuerpo? ¿Es que ignoran el alto destino que el Señor les ha confiado para su cumplimiento? Yo que soy quien les ha enviado con un mensaje de salud y de vida, ¿He de tener que recibir incesantemente a sus víctimas? 15. Ahora que venís a exponerme vuestra pena y a pedirme fortaleza os digo: Confiad en Mí y todos seréis consolados. No todos oyen mi palabra como vosotros la oís, pero mi fortaleza y mi luz son patrimonios de todos los espíritus. Sois vosotros los que debilitaréis y os dejaréis vencer por las pruebas. 16. Sólo Yo que soy vuestro Padre oigo y comprendo a vuestro corazón. No habéis encontrado todavía el verdadero amor de los unos a los otros. También os digo que no busquéis imágenes ni símbolos para que os concedan el alivio. Aprended a orar con el espíritu, despertad las fibras sensibles de vuestro ser, para que sintáis mi presencia y gocéis de mi amor. Delante de Mi no os sintáis extraños a vuestro Padre; ¿O es que os habéis alejado tanto, que ya no me reconocéis? 17. Contemplo en este tiempo que los hombres se han familiarizado con el pecado, las pasiones se encuentran desatadas, los niños desde temprana edad pierden su inocencia y toman frutos prohibidos; hacia el mal se ha encaminado la humanidad, y de generación en generación va debilitándose y descendiendo. Por eso he venido una vez más a manifestarme entre vosotros. 18. Orad y comprended mi palabra. No me pidáis por vosotros solamente, rogad por vuestros hermanos conocidos y desconocidos, materiales y espirituales. 19. No sabéis la pobreza espiritual en que vive hoy la humanidad, y es menester la intercesión de un pueblo y su lucha para llevar la luz a todos los espíritus. 20. Depurad a los que se han manchado, descubridles los dones de su espíritu y encaminadlos como a pequeños niños trayéndolos a Mí. Hallaréis a vuestro paso muchos enfermos que no serán curados por la ciencia; en cambio, entre vosotros encontraréis la forma de obtener curación a sus males. Los sanaréis con vuestro amor, por la influencia buena que ejerzáis; por la regeneración que les inspiréis y por el conocimiento de mi doctrina que les transmitáis, encontrarán que el bálsamo está en la paz del espíritu y en el cumplimiento de los deberes, en el amor de los unos hacia los otros. 21. No quiero mirar que mis hijos pierdan la oportunidad de salvarse. Si los grandes pecadores me buscan con humildad y arrepentimiento, Yo perdonaré sus faltas y les daré ocasión de rehacer su vida. Estoy haciendo el llamado a los más grandes pecadores, para redimirlos y ponerlos a salvo. 22. He inspirado al corazón de los jóvenes, mancebos y doncellas, para formar nuevas generaciones, para lo cual los estoy purificando, y si ellos saben cumplir en sus hijos la misión que les he confiado y preparan y conducen a esos espíritus por la senda del bien, Yo me comunicaré con ellos y vosotros en esas nuevas generaciones os apoyaréis y serán continuadores de esta obra. 23. Conservad la gracia que dejo entre vosotros. Habrá en corto tiempo quienes quieran impedir que mi obra siga adelante, más habrá otros que habiendo solicitado mi ayuda, recibirán un prodigio y aun cuando no sean de mis discípulos, darán testimonio de Mí y dirán: El Señor me ha sanado. Otros dirán: había perdido lo más querido y El me lo ha devuelto. 24. No queráis defender mi obra con falsos testimonios ni mintáis jamás porque Yo no os he enseñado a mentir. Mis obras son siempre claras y si sabéis interpretarlas, encontraréis en ellas mi amor y caridad para la humanidad. 25. Cuando escuchéis palabras necias, callad, como calló Jesús ante los fariseos, mas no temáis que vuestra vestidura sea desgarrada; Yo os justificaré y os elevaré ante vuestros hermanos. Esta humanidad que os juzga, sabrá que no habéis equivocado el camino, sino que os habéis acercado más a Mí. Velad por vuestros actos y temed solamente al Juez Eterno que os mira 26. Con mansedumbre y espiritualidad, daréis testimonio de que me habéis oído y muchos se convertirán. Si no fueseis comprendidos callad y perdonad. Si unificáis vuestra materia con vuestro espíritu y cumplís con mi ley, alcanzaréis gracia para la humanidad. 27. Recordad pueblo bendito, que os he dicho en todos los recintos, que se acercan tiempos de dolor, de prueba y de justicia para la humanidad, lo que servirá para su purificación. También os anuncio que después de ese tiempo, habrá gozo en la Tierra. 28. Hace años que escucháis estos mensajes, que son lecciones con las cuales os preparo como discípulos, para que mañana sepáis hacer luz en la vida de vuestros hermanos y les orientéis hacia el buen sendero, tanto a los seres encarnados como a los desencarnados. Es mi voluntad que dejéis un buen ejemplo como simiente para las futuras generaciones. Que las revelaciones que os he hecho sirvan para fortalecer a vuestro espíritu en mi sabiduría y a vuestro corazón en el bien, apartando de éste toda la cizaña que por largo tiempo había crecido en vuestro ser; sin embargo, os digo con tristeza, que aún no sentís mi palabra, que dormís para estas manifestaciones y que vuestras obras no testifican mi doctrina. 29. He querido que todos forméis un sólo corazón, una sola voluntad, pero veo que aún persistís en vuestra desunión. 30. Os he dicho que en todos vuestros recintos me manifiesto como Dios único que os ama a todos en igual forma; sin embargo, unos vais negando dones y verdad a los otros; ¿Cómo podéis creer que en esta forma vais enalteciendo mi doctrina? 31. No sólo con la actitud que guardéis dentro de esos recintos es como debéis buscarme para agradarme y servirme, sino con todos los actos de vuestra vida; pero hasta este instante, ni en lo espiritual ni en lo material os habéis apegado a mi ley y seguís siendo los pequeños que no quieren crecer. ¿No queréis que siga guiándoos Cristo, aquél que os dijo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida os salve, el que os haga fuertes, serenos y firmes para que en la hora de las tempestades y de las pruebas sea el que os levante y proteja? 32. Ved que os he dado una sabiduría que supera a toda ciencia humana: la de dominar los elementos, pero vosotros no habéis sabido ser como mansas ovejas a mi voz. ¿Pretendéis que con vuestra desobediencia esos elementos se dobleguen ante vosotros como siervos sumisos? 33. ¿Veis por qué es necesario que escuchéis mis enseñanzas, como también es indispensable que las analicéis, que las sintáis y las pongáis en práctica? Velad y orad os he dicho, para que no os sorprenda el dolor, mas no habéis querido velar ni orar. Cuando las pruebas os han azotado, habéis creído que os he castigado o que os he abandonado. Es hasta entonces cuando os acordáis de orar, para pedirme que no os deje. ¡Ah, sí comprendieseis que Yo no os abandono y que sois vosotros los que os olvidáis de Mí! Debéis saber que no hay un solo segundo en que no os esté dando algo y que en cambio, vosotros muchas veces vivís toda una vida sin ofrecerme nada. 34. Os doy estas lecciones para que sepáis que siempre estoy con vosotros, que todo lo escucho y que todo lo sé, para que no rechacéis mis beneficios ni os sintáis solos y tristes en vuestras pruebas. 35 Cuántos de vosotros al encarnar os portáis como hijos ingratos que desoyendo los consejos de sus padres, se lanzan como insensatos a los caminos inciertos de la vida, para después, cuando han tropezado mucho y se han desengañado, detenerse a llorar exclamando arrepentidos: ¡Ah, si hubiese escuchado a mi padre, no hubiese conocido tanto dolor, ni me hubiese apartado tanto del camino! 36. A veces ya es demasiado tarde cuando ellos reconocen su falta, se ven sorprendidos por la muerte que no les permite retornar a la casa paterna y caer de hinojos delante de aquéllos a quienes negaron autoridad. 37. ¡Qué dolor tan grande para los que vieron llegar su último instante, sin poder bañar con sus lágrimas los rostros de sus padres, ni poder escuchar de sus labios las frases de perdón! 38. A veces cuando pensáis en estas pruebas decís: ¿Cómo es posible que Dios en su justicia perfecta llegue al extremo de privar de esa alegría a quien ya reconoció su falta y se arrepintió de ella? Y Yo os contesto, que no es el cuerpo el que debe recibir esa gracia, sino el espíritu, para el que siempre habrá tiempo de lavar sus manchas, así como el de recoger el fruto de su arrepentimiento. 39. Para que vuestro espíritu no se pierda en el azaroso peregrinaje de la Tierra, se le ha dotado de una luz superior que es la conciencia, además de que el mundo siempre se ha visto iluminado con la luz de mi doctrina y de mis revelaciones, desde los primeros días de vuestra existencia en este mundo hasta la eternidad. 40. Yo siempre os he iluminado, para que cuando vuestro espíritu encarnado retorne a la vida espiritual pueda morar en mansiones elevadas. 41. Pueblo amado, instrumento para mis manifestaciones de este tiempo, espiritualizaos, para que cuando lleguéis a ser el verdadero intérprete de mi palabra lo seáis con vuestros pensamientos, vuestra vida y vuestra palabra. Comprended que se necesitan ejemplos vivos para que la humanidad crea en Mí. 42. ¿Quiénes de vosotros serán los grandes espíritus que conduzcan a las multitudes hacia la verdadera espiritualidad? La espiritualidad que quiere decir elevación deberá manifestarse a través de la mente y de los sentimientos para que sea la salvación de la humanidad. 43. Discípulos, para las grandes obras se necesitan mentes elevadas y corazones puros, desarrollad vuestros atributos y sed grandes. ¿Por qué os pido unificación, pueblo? Porque Yo sé que la guerra como consecuencia de la falta de fraternidad entre los hombres, se acerca como torbellino que todo lo arrastra, y Yo quiero que estéis velando, formando un pueblo de paz, un ejército de soldados al servicio del bien. Si os levantáis a cumplir con esta misión, llevadme en vuestro corazón; sin Mi nada podréis hacer. ¿Quién soy Yo? Cristo. ¿Y Cristo quién es? Es el amor de Dios; por eso os digo: llevadme a Mí y no moriréis, antes bien, venceréis todas las adversidades y conquistaréis la eternidad. 44. No olvidéis que los poderes divinos sólo están con los humildes y que nunca descienden para halagar las vanidades humanas. 45. Cierto es que muchos van manchando a su espíritu, mas no les juzguéis porque no saben lo que hacen. A esos también los salvaré, no importa que ahora se hayan olvidado de Mí, o que me hayan cambiado por los falsos dioses que en el mundo han creado. También a ellos los llevaré hasta mi Reino, aun cuando ahora por ir tras de los falsos profetas, se hayan olvidado del dulce Cristo que les entregó su vida para enseñarles su doctrina de amor. 46. Nadie es malo para el Padre, ninguno puede serlo si su principio está en Mí. Equivocados, ciegos, violentos, rebeldes, así han sido muchos de mis hijos, en virtud del libre albedrío con que fueron dotados, más en todos se hará la luz, y mi caridad los conducirá por el sendero de su redención. 47. Hoy la fuerza de la materia y la influencia del mundo os han vuelto egoístas, pero la materia no es eterna, tampoco el mundo ni su influencia, y Yo soy el Juez paciente cuya justicia es dueña de la vida y del tiempo. Vosotros no juzguéis a quienes me nieguen, porque os hallaré más culpables que a ellos. 48. ¿Acaso Yo levanté mi voz para juzgar a mis verdugos? ¿No les bendije con amor y mansedumbre? Si supieseis, que muchos de aquéllos que en el mundo se perdieron temporalmente por esa falta, hoy se hallan en espíritu purificados. 49. Ved cómo mi palabra viene a orientaros y a conduciros, a todos os la doy, porque a todos os amo y a todos os busco. No esperéis a que los torbellinos os sorprendan equivocados o dormidos, porque entonces será el crujir de dientes. Aún no conocéis mi plan de salvación, por lo tanto sólo os toca confiar en Mí y obedecerme. 50. ¿Veis cuán humilde es mi palabra, cuán insignificantes son los siervos por los cuales trasmito mi voz y qué pobre el ambiente en el que me manifiesto? No os sorprenda saber que en esta Era, esta doctrina será la que rija y guie los destinos de toda la humanidad. 51. El pensamiento divino a través de mis portavoces en éxtasis, se ha traducido en palabras que unidas en frases, han formado y definido una doctrina espiritual llena de revelaciones y de enseñanzas perfectas. 52. Este es el Consolador prometido, este es aquel Espíritu de Verdad anunciado que vendría a decíroslo todo. La preparación va a iniciarse ya, llegan los tiempos en que necesitáis de aquel que teniendo fuerza en su espíritu, os guie con la nobleza y la sencillez de su corazón, con sabiduría y con caridad. 53. Las multitudes necesitan de aquellos que saben ser firmes en las pruebas, de los que están acostumbrados a las grandes luchas del mundo y del espíritu. Ellos son los que podrán orientar y conducir a la humanidad, porque en su corazón no habrá el deseo de oprimir, ni de dominar a nadie; no podrán dar albergue al egoísmo porque en sus instantes de elevación habrán sentido la caridad del Señor colmándoles de amor, para que de esa caridad den a sus hermanos. 54. Si no os unís, no sabréis responder a la humanidad, si no os unís, no sabréis defenderos de sus ataques. Pronto vendrá la lucha y será menester que os encuentre protegidos y preparados por corazones que lleven luz y fe, ya para entonces sabréis perdonar a quienes os ofendan, sabiendo que esas heridas os las hacen vuestros hermanos por verdadera ignorancia. 55. Cuando llegue la lucha, quiero que respondáis a las ofensas de vuestros hermanos con vuestro perdón y vuestro amor. 56. Tomad vuestra cruz también, ¿O acaso creéis que la cruz de Cristo no pesa? ¿Creéis que mis tareas son pequeñas? Las misiones de los que me sigan no serán pequeñas ni fáciles; las obras fáciles son para los débiles de espíritu, para los corazones vacíos de amor. 57. Ya no queda tiempo para perder, porque se acercan los instantes en que surjan los fuertes de este pueblo, a preparar los caminos que os conduzcan a esa solemnidad en que sentiréis mi Espíritu más cerca de vosotros. 58. Veo entre las multitudes a aquellos que gozosos por sentir y comprender mi inspiración, se preparan para esa lucha; ellos saben que sólo la verdad, la espiritualidad y el amor podrán ser las armas para salir triunfantes. 59. Venid a Mí, acudid al llamado amoroso que vuestro Padre os hace, para que alejados de las obscuras sendas del dolor o de la ignorancia, os llenéis de mi paz y de mi luz, y luego podáis hacer lo mismo con vuestros semejantes. 60. No sólo he venido a daros cargos o responsabilidades, también me he acercado a enjugar vuestras lágrimas y a escuchar vuestras quejas. 61. Hoy vais en pos de vuestro Salvador y Yo vengo a ayudaros con la cruz, pero antes de terminar vuestra caminata en este mundo, habréis llevado la buena nueva a las comarcas. 62. “No sólo de pan vive el hombre”, y este mundo tiene hambre espiritual, por lo tanto podréis ofrecer a vuestros hermanos de este alimento que os he confiado. 63. Mi doctrina es el camino que os enseña a vivir en paz en la Tierra y que os acercará al Padre cuando viváis en espíritu. ¿En dónde está la fraternidad que he enseñado a los hombres? No existe en la Tierra, porque ha tiempo dejasteis que la cizaña creciese entre el trigo; abunda el desamor entre los hombres así como la discordia; no se han reconocido como hermanos en Dios, y sin embargo dicen reconocerme y hasta amarme. 64. Existen señores y siervos, jueces y reos, verdugos y víctimas, y todos son hermanos; grande será la conmoción que mi palabra de este tiempo provoque entre la humanidad, porque ella llegará como juez a todos los espíritus. 65. Velad y orad discípulos, para que sintáis mi presencia, porque si os encontraseis durmiendo, cuando despertéis habrá grande sufrimiento en vuestro espíritu. Estad pendientes de mi palabra para que nada os sorprenda, y cuando los caminos estén preparados y las comarcas abran sus puertas, vosotros os encontréis dispuestos a cumplir con vuestra misión; y cuando los corazones ansíen una palabra de vida, ella esté presta a brotar de vuestros labios, lo mismo cuando las multitudes dolientes pasen frente a vuestra puerta que ésta no permanezca cerrada. 66. No es tiempo ya de que continuéis en los placeres del mundo, es tiempo de vivir con todos los sentidos y potencias, despiertos y atentos a cuanto os habla y os rodea. El tiempo de vuestra estancia en esta morada es ya muy corto, y es necesario que aprovechéis los instantes que os restan de vivir en ella. Para los que se preparen, nada pasará desapercibido, así sean acontecimientos humanos, señales en la naturaleza o manifestaciones espirituales; grandes maravillas contemplará el que preparado se encuentre, para que pueda explicar, enseñar y predecir a los que no vean, ni sientan ni comprendan. 67. Pueblo amado, reconoced cuán grande será la dicha del espíritu que en su trayectoria sirvió de guía, de consejero o de báculo a sus hermanos; esta es vuestra misión, ser fuertes, rectos y obedientes a mi ley, para que sirváis de faro a vuestro semejante. 68. ¿Cuándo llegará a ser esta humanidad como una inmensa flor cuyos pétalos sean vuestros corazones y su fragancia vuestro amor hacia Mí? 69. Cuando miráis cómo se encuentra el mundo en esta hora de prueba, en que sus ambiciones y odios se desbordan, pensáis que estas palabras que os digo tan sólo son un sueño divino, mas Yo os advierto que si en el Segundo Tiempo acepté la cruz que me ofrecisteis, y ahora vine a vosotros sobre una nube, fue porque sabía que la semilla de mi amor triunfaría sobre la imperfección humana. ¿Por qué dudáis de que Yo pueda salvaros? ¿Creéis que Jesús haya derramado inútilmente su sangre en el Calvario, que nada os enseñó? ¿Creéis que mi nueva manifestación sea estéril? De cierto os digo que Dios no puede equivocarse, ni podrá fracasar en su misión de amor. 70. Grande, muy grande miráis la perversidad humana, terrible os parece el poder y la fuerza del mal que los hombres ejercen, y sin embargo os digo, muy débil es ante la fuerza de mi justicia, ante mi Divinidad que es dueña del destino, de la vida, de la muerte y de toda la Creación. 71. De esta tierra bendita y pródiga ha hecho el hombre un infierno, porque todas las fuerzas y elementos de que les rodeé para la vida, las ha tomado para causarse la muerte; a pesar de todo ello puedo deciros que aquél que se arrepintiese, y comprendiendo su error se consagrase a repararlo, pronto llegará hasta las puertas espirituales del verdadero paraíso, donde el Ángel del Señor envainará su espada y le hará pasar a la mansión eterna de la paz, en donde el amor del Padre le entregará el galardón prometido a todos los hombres de buena voluntad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 55 1. La luz del Espíritu Santo vibrando está sobre todos los espíritus. 2. Bienaventurados vosotros que os disponéis a cumplir mis mandatos, porque siempre os sentiréis ayudados por Mí. Más también os digo: no acalléis la voz de la conciencia cuando os señale vuestros errores, oídla, porque es mi voz. Si queréis agradarme, después de haber reparado vuestras faltas, elevad vuestro espíritu en oración y siempre me encontraréis esperándoos para daros la paz. 3. Cuando más sintáis que os perdono, acercaos más al cumplimiento de vuestros deberes; de ese perdón no abuséis jamás. 4. Todos los que se levanten con el afán de elevarse espiritualmente, en el camino del cumplimiento de mi ley, se verán rodeados por grandes multitudes que les seguirán. Y si Yo os pongo al frente de una porción, no os enseñoreéis; mirad que hasta los reyes en este tiempo han bajado de sus tronos para convertirse en servidores de sus pueblos, porque se acerca una era de igualdad y fraternidad para los hombres. Recordad que cuando os llamé, respondisteis con humildad y me dijisteis que seríais sumisos y que tomaríais con amor vuestra cruz para seguir mi huella con la que os marqué en el Segundo Tiempo el camino de vuestra evolución espiritual. 5. Si os preparáis, las grandes pruebas que se acercan a la humanidad, como los aires huracanados, serán para vosotros como leve brisa que venga a acariciaros; después brillará la luz de una nueva aurora y el sol os dará sus beneficios; mas si no veláis y dejáis que en vuestro corazón germine la hipocresía y os cubrís con la piel de oveja, mientras lleváis entrañas de lobo hambriento, encontraréis tropiezos y los abrojos del camino lastimarán vuestras plantas. 6. ¡Ay de vosotros si pueden más las malas inclinaciones, que las virtudes que lleváis en vuestro espíritu y si mi enseñanza no da frutos! Si no meditáis ni analizáis mi palabra, creyendo que estáis haciendo mi voluntad, mi luz os despertará, y al conocer toda la verdad, recordaréis que os he enviado al mundo para hacer obras benéficas. 7. Aunque quisierais huir de vuestro destino, no podríais hacerlo. Cuantas veces salgáis del camino, mi caridad volverá a traeros a él. Mi ley está escrita en cada uno de los espíritus y debéis obedecerla. 8. He mirado vuestra inconformidad con los gobernantes de las naciones, sin comprended que son instrumentos de los que me sirvo para doblegar y pulimentar a los pueblos. No habéis sabido uniros en pensamiento para ayudar al que he designado para que rija los destinos de la nación. Os oponéis y causáis división, cuando os he aconsejado unificación y acatamiento a mi voluntad. Amaos y que vuestra oración les prepare y ayude espiritualmente. 9. Unificaos Israel, escuchadme. Voy a someteros a grandes pruebas y no quiero veros llorar. Orad por los que no saben hacerlo, por los que se sientan débiles. Que no haya alegría en unos por el fracaso de otros, porque no sabéis si todos pasaréis por las mismas pruebas y cuando os toquen a vosotros, también debilitaréis. 10. Rechazad la tentación, porque este es el tiempo en que ese poder querrá multiplicar su cosecha, y sólo la oración y las buenas obras la apartarán de vosotros. 11. Muchas doctrinas al veros desunidos, os llamarán a unificación, y quiero que todos os unifiquéis en Mí y practiquéis el culto en la misma forma en que Yo os lo he enseñado. 12. Para ayudaros en vuestra elevación, he preparado a mis hijos el mejor lugar porque quiero traeros cerca de Mí y daros mi paz; todo el que se sienta cansado, venid a Mí y tendrá reposo y fortaleza. 13. Discípulos, tened caridad de los que faltan a la ley, de los que se han rebelado, porque son los seres más necesitados de vuestra ayuda y de vuestra caridad. ¿Por qué peca el hombre si conoce el bien y sabe que sólo su práctica lo hará feliz? Es que no escucha la voz de su conciencia y los pastores han dejado que su rebaño se disperse por distintos caminos y su palabra ya no vierta esencia ni tiene poder para hacer volver al redil a las ovejas. ¿En dónde están mis discípulos, sucesores de aquellos apóstoles del Segundo Tiempo? 14. A vosotros que ahora sois mis párvulos os digo: que no os llaméis pastores ni sacerdotes, que dejéis que Yo guie a la humanidad, que en Mí tendrán a su Padre, a su Juez, a su mejor amigo y consejero. Sed vosotros sólo mensajeros de la buena nueva y testigos de mi manifestación, y cuando la humanidad haya alcanzado por medio de sus dones la comunicación con mi Espíritu, irá con paso seguro en su camino de evolución, y Yo le inspiraré obras y acciones basadas en mi ley. Esto será después de la expiación y restitución que ahora estáis viviendo. 15. Si no hubieseis faltado, no habríais conocido el rigor de la ley de restitución y habríais ido siempre adelante de vuestra evolución. De cierto os digo que si no cumplieseis vosotros que sois los encargados de llevar a vuestros hermanos este mensaje, seréis juzgados por la humanidad y conoceréis el rigor de ese juez que no tiene piedad ni amor. 16. Cuando os he sometido a prueba con el fin de elevar a vuestro espíritu, os he acompañado para que no desfallezcáis, y cuando habéis aceptado mi voluntad aprovechando esa lección, os sentís más próximos a Mí, por lo que me dais gracias y Yo os entrego la paz. 17. He pedido a la humanidad la unión y el retorno a la vida sencilla, espiritual, porque quiero que se fundan los espíritus en una sola fe, reconociéndome y amándome. Las diferentes doctrinas desaparecerán y sólo prevalecerá mi ley y mi palabra. 18. Yo siempre os he manifestado mi amor y vosotros no me habéis comprendido. ¿No sabéis que cuando os doy un nuevo cargo, es con el fin de que con su cumplimiento os redimáis? Os he escogido porque os amo y quiero que seáis mis discípulos, y para que podáis llamaros así, tenéis que adoptar la humildad y la mansedumbre en todos los actos de vuestra vida. 19. Estáis en el tiempo de la siega, en el que recogeréis lo que hayáis sembrado, más si sembráis de nuevo para cosechar más tarde, tomad de la buena semilla y cultivadla, que aún os doy un tiempo más. 20. Comprended que más que seguirme vosotros, soy Yo quien os ha seguido a través de los tiempos para señalaros vuestra misión y enseñaros a cumplir con mi ley, para que vuestro espíritu nunca se pierda de la ruta y sepa ser como campana que llame a las multitudes. 21. ¡Cuántas pruebas ha tenido que pasar vuestro espíritu, para que al fin se torne en manso y humilde y penetre con decisión por el camino de la ley! Ayer se escapaba de vuestros labios la blasfemia cuando la prueba se hacía sentir a vuestro paso; hoy, cuando os sentís bajo una lección dura de la vida, oráis, es que la luz se va haciendo en vuestro espíritu. 22. Cuando os digo que “aquellos y vosotros sois los mismos”, quiero haceros comprender que la evolución la vais logrando mediante las reencarnaciones de vuestro espíritu. Desde el instante en que la voz del Padre os dijo: “Creced y multiplicaos” hasta el presente, no se ha detenido un instante vuestra evolución, mas ¡Cuán lentamente camináis! 23. Os habéis multiplicado, y con ello habéis cumplido aquel divino mandato; mas luego fue menester de un nuevo mandamiento para que de vuestro corazón brotasen frutos dignos de Dios, y entonces os dije: “Amaos los unos a los otros”. En el Segundo Tiempo os traje esa frase como el compendio de toda la ley, y aún sigo esperando que dé fruto en vuestro corazón. Ahora he venido con nuevas lecciones y nuevas revelaciones; sin embargo, no aparto de vuestro corazón aquel mandamiento divino de amaros, ni aquel otro de multiplicaros. 24. Sí, humanidad, creced en virtudes y en sabiduría, multiplicaos a través de la espiritualidad, amaos los unos a los otros sin distinción de razas, de clases, de credos y de mundos. 25. Quiero ver creced el trigo en los campos donde tanto creció la mala hierba, donde tanto se multiplicó el mal; el día de justicia ha llegado y el fuego de la guerra quema y consume la mala simiente de la cual ni cenizas quedarán, pues los vientos la esparcirán y después las aguas y las nieves lavarán y purificarán a la humanidad. Cuando el dolor sea muy intenso entre los hombres me elevarán altares, quemarán incienso y dirán que me aman, mas Yo les diré que no es esa la forma de agradar a mi Espíritu, y que lo que ellos creen que es amor hacia Mí, es miedo a la justicia y a la muerte. Es necesario que los hombres comprendan, que el único incienso que llega a Mí, es el de las obras de amor y caridad que os hagáis los unos a los otros, inspirándoos en el amor de vuestro Padre. 26. A vosotros que escucháis esta palabra, os digo que os levantéis imitándome, que me sigáis por el sendero de amor que os tracé en el Segundo Tiempo, para que cuando ya no me escuchéis en esta forma, sepáis reunir a las multitudes en estos recintos reteniéndolos con la verdad y la esencia de vuestras palabras y ejemplos. No sólo en estos lugares sabréis dar la enseñanza, sino en donde las circunstancias reclamen vuestra labor; no olvidéis que os he dicho que en el desierto, en los caminos, en el mar, en los valles, seréis sorprendidos por las pruebas y también por mi inspiración. 27. Para cumplir con esta misión, quiero que este pueblo, al que estoy formando con mi enseñanza, sea el que honre mi ley y dé testimonios de su Maestro con sus obras y ejemplos. Que en vuestras casas exista la paz, que en vuestra familia no estén unos contra otros, que no haya riñas entre hermanos, ni faltas entre padre e hijos. Cuando la paz comience a existir entre vosotros y vuestro hogar no sea un pequeño campo de batalla, estaréis en el principio de la desaparición de las guerras, porque el que tenga paz en su corazón, la llevará por doquier. Pensad en vuestros hijos y ved que aún no habéis sabido grabar en sus corazones mi ley con vuestros ejemplos, y que esas son las nuevas generaciones destinadas a esparcir la luz espiritual entre la humanidad. 28. Grandes son sus espíritus, mas reconoced que necesitan en la infancia de su vida material, de vuestro amparo y de vuestra guía; principiad esa misión con los pequeños, sed comprensivos y pacientes; aprended de Mí, que se esperar siglos, milenios o la eternidad para la evolución y perfeccionamiento de un espíritu; todos sois semejantes al brillante en su origen, al cual hay que pulir con cuidado para que dé hermosos destellos. ¿Acaso os creéis indignos de ser comparados con el brillante? 29. Una de las creaciones más bellas y maravillosas que he puesto en esta Tierra, son las flores que regalan vuestra vista, que embalsaman el ambiente y que os inspiran; y de cierto os digo que vosotros sois más perfectos y hermosos que las flores. 30. Si tuvieseis ya la espiritualidad que debéis alcanzar, conoceríais el lenguaje de todo lo creado, y a través de él os hablaría y no haríais que vuestro Padre se materializara ante vosotros, hasta sangrar en una cruz y dar mi divina palabra en este tiempo, por labios de hombres impuros; pero es menester que conozcáis a vuestro Padre, y por eso no me he ocultado nunca, ni he rehusado venir entre vosotros a pesar de vuestra iniquidad. Si mostrándome a los hombres, éstos han creado siempre falsos dioses, ¿Qué sería si Yo me ocultase por repugnancia ante vuestros pecados? 31. ¡Oh discípulos!, que os recreáis oyéndome y decís: “Maestro, lamentamos que no exista la libertad que nos permita hablar directamente de tu palabra a nuestros semejantes”. Mas Yo os digo: No temáis a vuestros hermanos, ¿De qué podéis avergonzaros? Esperad, esperad unos instantes, que pronto la humanidad saltara los cercos y obstáculos que con su fanatismo e ignorancia ha formado y que le ha impedido penetrar al fondo de la verdad, la cual solamente ha conocido superficialmente. 32. Comed el manjar que hoy os ofrezco y sentiréis mi paz, mas no dejéis que nada os la arrebate. 33. Os llamo a vosotros discípulos del Tercer Tiempo, porque habéis hecho un nuevo pacto con mi Divinidad. 34. Os confío nuevas tierras en donde se multiplicarán las tribus de Israel, mas al saber que sois parte de mi pueblo, no os llenéis de vanidad, porque si analizáis vuestra misión, comprenderéis vuestra gran responsabilidad. 35. He venido entre vosotros nuevamente y os pregunto: ¿Llevaréis otra vez a vuestro Señor al sacrificio? ¿Creéis que no haya sido bastante mi sangre derramada en el Segundo Tiempo? 36. Ved ahora a vuestro espíritu llevando sobre sí la cruz de su restitución, confiándosele extensas tierras para que las cultive, mas no sembrará en ellas otra simiente que no sea la mía. La cosecha que en este tiempo recojáis, será la llave que os abra la puerta de vuestra salvación. 37. He venido a cambiar el fardo de vuestra iniquidad por el dulce peso de mi cruz, para que descanséis del pecado que os ha agobiado por siglos. 38. Que vuestros labios no pronuncien blasfemias, tan sólo que glorifiquen mi nombre. El don de palabra que os he dado, no es para que manchéis la honra de vuestro semejante. 39. Ahora que sabéis que os he llamado para convertiros en mis amados discípulos, haced en cada día un examen ante la luz de vuestra conciencia, sobre todo cuando sabéis que vais a escuchar mi palabra. 40. Cuidaos de hacer penitencias mal entendidas, ni privéis a vuestro cuerpo de lo que le es necesario, en cambio evitadle lo que le sea perjudicial, aun cuando ello signifique para él un sacrificio. Esta será la penitencia que beneficie a vuestro espíritu y por lo tanto, la que agrade al Padre. 41. Lentamente vais aprendiendo a elevar vuestro pensamiento al infinito sin necesidad de imágenes plasmadas en un lienzo o forjadas por vuestra mente. Poco a poco van cayendo los obstáculos que vuestro espíritu encontraba siempre que intentaba orar. Ahora está en camino de alcanzar la comunicación espiritual con su Señor. 42. No olvidéis que para que vuestra oración os deje una honda satisfacción y os haga sentir verdadera paz, al disponeros a elevar vuestro pensamiento para llegar ante mi santuario, limpiad vuestro corazón. 43. Mañana veréis venir tras de vosotros a las grandes multitudes; es menester que descubran una huella profunda y luminosa que les guie hacia la verdad, y que esa huella sea la de vuestras buenas obras. 44. Tenéis que dar testimonio de que sois aquel pueblo que el Señor envió a peregrinar a la tierra, para hacer luz entre la humanidad. La sabiduría que de vuestro espíritu brote, será la luz del Sexto Sello desatado en este tiempo. 45. Si me amáis, podréis cumplir mis mandatos, si me amáis sabréis amar a vuestros hermanos. 46. Interiormente algunos me dicen: Señor, si nos encontramos reunidos aquí escuchando vuestra palabra, ¿No es porque te amamos? Y Yo os digo: muy pocos son los que por amor vienen a oírme; los más vienen agobiados por el dolor. 47. No censuro que sea el dolor el que os haya traído a mi presencia, porque éste luego de haber cumplido su misión, se aleja dejando preparados los corazones de los que más tarde serán mis discípulos. 48. No podréis decir que Yo nunca he sentido el dolor humano y por ello no os comprendo. Por eso me hice hombre y sufrí, para daros ejemplo en cada prueba y en cada trance. Si ahora os pido que sembréis de luz y buenos ejemplos el camino que vuestros hijos han de transitar, es porque Yo, en Jesús, fui siempre el hijo obediente a su Padre. Conozco y siento todos vuestros dolores y no por haber venido a vosotros en Espíritu, me encuentro distante. En verdad os digo que mi manifestación en el Tercer Tiempo es la mejor prueba de que os amo y os comprendo. 49. En vuestros momentos de sosiego, meditad en mi palabra. Comprended que Yo soy la paz que desciende cuando os azota el torbellino. Conservad esta paz a pesar de todas las pruebas y no dejéis que huya de vuestro corazón y retorne a Mí. 50. No os rebeléis cuando las enfermedades hagan presa de vuestro hogar; ellas purifican al espíritu; sin embargo, no os impido que busquéis el bálsamo, antes bien os digo que me busquéis cual doctor divino y recibáis con amor lo que sea mi voluntad concederos. 51. Hay muchos que han vuelto al camino solamente por los sufrimientos de la vida, algunos renegaron mientras experimentaron el dolor, más cuando reconocieron que Él fue quien los detuvo en el camino de la perdición, bendijeron su cáliz de amargura. A éstos los siento a mi mesa y les doy a saborear el Cordero convertido en delicioso manjar de amor y caridad. 52. De cierto os digo que si los hombres hicieran esto mismo con los que han sido ingratos con ellos, ¡Cuánta paz habría entre la humanidad! 53. Vivid en paz, ello será el mejor testimonio que deis de que sois mis discípulos. No olvidéis que muchos ojos os están observando siempre, ya sea para confirmar si es verdad lo que predicáis o bien para tener pruebas para desmentiros. 54. Sed mis soldados fieles; nunca seáis la causa de que vuestros hermanos me desconozcan. No ha habido una sola vez en que Yo os dé mi palabra, que no se haya presentado un corazón cuando menos a escudriñar; en estos instantes ha sido analizada mi palabra, mi manifestación en todas sus partes y los actos de mis servidores. Con todos sus sentidos y potencias se han presentado a escudriñar mi comunicación y son más los que han venido esperando que sea falso el rumor de mi presencia, que los que han llegado con el deseo ferviente de que la buena nueva sea verdad. ¿Quién habría de decirles que mientras todo lo están observando y juzgando, mi mirada penetra en el interior de su corazón y mi voz le está llamando a través de su conciencia? Es en ese instante cuando se ha encendido la fe en muchos que dudaban y se ha desbordado en quienes ya la tenían. Así ha ido en aumento el número de mis discípulos que forman ya un pueblo, al cual estoy diciendo que atesore mi paz para que ella sea su mejor tesoro, porque ese será el mayor testimonio que den de la verdad de mi manifestación ante los demás pueblos de la Tierra. 55. Quiero que comprendáis que esta nación tiene un alto destino que cumplir y que cada uno de vosotros tiene una delicada misión. Este pueblo será una fuente de paz y amor, a la que vengan a beber hombres de otras razas. No está lejos ese tiempo, mas antes tendréis que cansaros de tanto pelear entre hermanos, antes tendréis que convenceros de tanta mentira y falsedad de las que la humanidad ha hecho un culto. Entonces vendrán hacia Mí y encontrarán que Cristo, el que murió en la cruz, vive y viene lleno de gloria y majestad, como fue visto ascender en el Segundo Tiempo. 56. Hoy sentís que el ambiente no es del todo favorable para hablar de mi Obra, más se acerca el día en que vuestras bocas se abran incansablemente para hablar de mi palabra, porque el dolor, la menesterosidad, la angustia y la confusión, querrán arrancaros todo cuanto os he dado. 57. Desde ahora os preparo y os doctrino, para que sepáis predicar mi enseñanza con la palabra y con las obras, porque de prevaricadores se encuentra ya cansada la humanidad. Formad una familia obediente, unid vuestro pensamiento, vuestra voluntad y vuestro destino, con un lazo de espiritualidad, y seréis fuertes e inmortales. 58. Grandes pruebas esperan a la humanidad, ante cada dolor y cada catástrofe, permaneced velando y orando. Muchos dolores serán atenuados, otros no llegarán, porque serán detenidos en su camino por quienes oren. 59. Cuando de otras religiones y sectas contemplen que las multitudes corren en pos de este pueblo, de esas religiones se levantarán los que os persigan, mas no temáis, que si sabéis permanecer serenos, el Espíritu Santo pondrá palabras de luz en vuestros labios que hagan enmudecer a quienes os calumnien. 60. No os dejo la espada homicida para defenderos, os dejo la espada de amor; cada uno de sus destellos de luz, será una virtud que de ella brote. 61. ¡Cuánta gracia hallaréis delante del Padre, si las multitudes de perseguidores de mi obra las doblegáis con vuestras palabras y las presentáis convertidas con vuestras obras de amor! 62. Esta es la lección que os di en el Segundo Tiempo y que ya habíais olvidado. 63. La mente humana sufría perturbaciones tratando de comprender la doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, porque el hombre materializado es torpe delante de lo espiritual. 64. Soy Yo quien ha venido a manifestarse en este mundo una vez más, haciendo comprender a la humanidad que no me encuentro a una altura que no podáis alcanzar. Vengo a enseñaros la forma de elevar vuestro espíritu por medio de la oración, hasta encontrar mi presencia y acercar vuestro espíritu a mi Divinidad a través de una vida consagrada al bien. Sólo quien vive en mi ley sabe que en verdad estoy dentro del hombre y que esto no es una metáfora. 65. Vosotros que me escucháis no entorpezcáis vuestro entendimiento para las enseñanzas espirituales; no empañéis vuestra luz, ni dejéis que vuestro corazón sensibilizado y ennoblecido en los instantes de escuchar mi palabra, se torne en indiferente y frío. Ya probasteis los placeres que brinda el mundo, ya conocisteis su miel, ahora venid a saborear el fruto del árbol que Yo he cultivado, pero una vez que hayáis satisfecho vuestra hambre, cuidaos de retornar a aquellas sendas, pensad que no es justo que llevéis al fango lo que por gracia os he entregado. 66. Oíd mi palabra que arranca vendas de obscuridad y hace luz en todo espíritu, para que en el futuro podáis recorrer el buen camino, así como reconocer lo prohibido y encontrar fuerzas en vosotros mismos para no caer en tentación. Quien haya recibido esta enseñanza no podrá llamarse ignorante. Oídme y comprendedme, discípulos, hoy que aún estoy con vosotros en esta palabra. 67. Quien ha sido siervo en el mundo no se extrañará cuando Yo le ordene; quien ha sido señor, olvide su vanidad y sea mi siervo, entonces todos sabréis la forma tan dulce de Jesús para ordenar a sus discípulos. 68. Someted vuestro libre albedrío a mi ley y a vuestra conciencia y no os sentiréis esclavos sino verdaderamente libres. 69. Ahora que la cizaña ha cundido por todo el haz de la Tierra, es cuando vengo a deciros que os dispongáis a ser mis labriegos para que sembréis mi semilla de paz. Cada uno de mis escogidos en este tiempo puede preguntarse interiormente, si antes de escuchar esta palabra no fue acrisolado y templado en el dolor, tocado muchas veces en lo más querido. 70. Alcanzad la persuasión y la fe, oídme sin cansaros y sin familiarizaros con esta manifestación; velad, no quiero sorprenderos durmiendo el día de mi partida. Hoy veis que pasa este año y llega el otro, y mi palabra invariablemente desciende entre vosotros, mas llegará el año de 1950 y ya no volveréis a escucharme bajo esta forma, para entonces, quiero que os encontréis fortalecidos y colmados de enseñanza. 71. Estudiad mi Obra a través de todos mis portavoces, no tengáis predilección, pensad que a todos desciendo y por todos digo la verdad. ¿Queréis que llegue al año de 1950 sin que hayáis aprovechado mi presencia, ni aprendido mi lección? ¿Esperáis que el mundo incrédulo de mi manifestación como Espíritu Santo, se arroje sobre vosotros y encontrándoos débiles os extermine? ¿Queréis que los gobiernos de la Tierra, al encontrar división y confusión entre vosotros, dicten leyes que detengan vuestro paso? ¡Cómo lloraríais, generaciones presentes, si provocaseis estas profecías! ¡Qué dura y triste haréis vuestra existencia y cuántos abrojos dejaréis en el camino a los que vengan después de vosotros! ¡Surgid llenos de amor y de esperanza, mucho tengo aún que revelaros y confiaros! 72. Si atravesáis por alguna prueba, no dudéis, estad atentos para que miréis cómo el Maestro os libra de todo mal en cada trance y sentiréis desarrollarse y fortalecerse vuestro espíritu. Pensad que nadie es inmune al dolor, que los que más me han amado y más de cerca me han seguido son los que han sentido sangrar más su corazón. El que quiera seguirme, tome su cruz. ¿Por qué muchos se han quedado en el camino? Porque no era verdadero el amor que creían sentir. 73. Espiritualizaos, huid de lo superfluo y de lo frívolo, no busquéis más las vanidades del mundo, tampoco busquéis las virtudes espirituales como un simple adorno para vuestro espíritu con el fin de ser admirados. Embelleced vuestro espíritu con las virtudes que os he enseñado en mis lecciones de amor. 74. Os espero en la cima del Monte donde os daré vuestro galardón. No volváis vuestra vista hacia atrás para contemplar las huellas de vuestro pasado. Seguid serenamente hacia adelante sin sentir las espinas que vosotros mismos habéis sembrado y alcanzad la cumbre de vuestra perfección en donde brilla mi luz. Cuando os encontréis ahí, bendeciréis al fin mi ley de Amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 2 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 3 ENSEÑANZA N° 56 1. Con regocijo en mi Espíritu os contemplo escuchando mu palabra. En multitudes llegáis a esos recintos a recrearos con mis lecciones de amor. No todos vienen por oírme, los más vienen con la esperanza de aliviar una dolencia o de apartar una pena. Muchos son los llamados y pocos los que me sigan: se encuentran aquí muchos de los que en el Segundo Tiempo desearon escuchar la voz del Rabí y no tuvieron ocasión de conocerlo, también se encuentran los que pudiendo haberlo oído no quisieron; unos y otros escuchan en este tiempo ávidamente mi palabra y no esperan a que Yo la levante para después lamentar nuevamente su desidia. No estoy por lo tanto hablando en el desierto; si a muchos no les interesa mi palabra, hay algunos de mis hijos que saben guardarla como joya de inapreciable valor para darla a conocer a la humanidad cuando sea llegado el momento. 2. He venido con caridad y amor hacia todos, haciendo sentir mi presencia en muchas formas; unos me han contemplado con su vista espiritual, otros sienten mi fuerza que hace estremecer a su ser, otros se conmueven con la esencia de mi palabra, otros sienten cómo la paz de mi Espíritu envuelve su corazón; los enfermos ven cómo sanan de sus males ante mi caricia y los pecadores se sienten contemplados por una mirada perspicaz y penetrante que llega hasta su espíritu. Entonces habéis dicho. “El Señor es con nosotros”. Cuando en el Segundo Tiempo mis discípulos me preguntaron si volvería, Yo les hice la promesa de ser nuevamente entre la humanidad diciéndoles cuáles serían las señales que marcarían el tiempo de mi vuelta. Muchos siglos pasaron para que dichas señales aparecieran anunciando mi nueva manifestación, misma que hoy veis cumplida. Si después de 1800 años que han constituido una era para la humanidad, os he cumplido fielmente mi promesa. ¿Creéis que ahora que os ha anunciado mi partida para 1950, pueda el Señor faltar a su palabra? 3. Cuando los teólogos y los hombres que estudian las escrituras de los tiempos pasados, vieron cumplidas las señales con las que os predije mi retorno y mi presencia entre vosotros ignorando ellos que estoy presente y que os estoy hablando bajo esta forma, al ver que el tiempo pasaba sin verme llegar, entristecidos cerraron sus libros creyendo haberse equivocado de tiempo y de señales, sin saber que habían acertado. Mas Yo os digo que muy pronto, cuándo las pruebas de que estuve con vosotros sean del conocimiento de la humanidad, todos podrán comprobar que mi manifestación se verificó en los precisos instantes en que las profecías se cumplieron. ¡Cuánta alegría habrá en muchos corazones y cuánto interés por interrogar a mis discípulos, así como por escudriñar las nuevas escrituras! 4. En este tiempo no fueron unos cuantos los testigos de mi manifestación, fueron millares y millares de seres los que sintieron palpitar de amor o de temor su corazón al escuchar mi palabra; muchos de ellos serán mis testigos fieles y mis buenos discípulos; los que no me abandonarán cuándo mi palabra sea juzgada en tribunales y concilios testificando mi verdad con sus obras de amor. 5. En verdad os digo que de entre estas multitudes no hay uno solo a quien lo haya traído la casualidad; nuevamente os aseguro que la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad. En la vida de cada uno de vosotros existe una causa por la cual habéis venido a dar fe de mi palabra, de distintos caminos venís, de diversas sectas, religiones y doctrinas, tropezando con los pedruscos del sendero, acumulando en vuestro espíritu la luz de la experiencia. 6. Al llegar aquí, sentís una fuerza desconocida, un efluvio indefinible y os preguntáis, ¿Qué será? ¿De dónde proviene esta palabra que conmueve y esta paz que inunda el corazón? y Yo os he respondido. Es vuestro Padre el que os conforta, mas no vengo a obligaros a creer en mi presencia bajo esta forma, ni es necesario forzaros a creer, ya que estoy manifiesto y palpable delante de vosotros y sólo os basta un átomo de sensibilidad para percibirme. 7. Este es el tiempo de haceros comprender que el uso que habéis hecho de vuestro libre albedrío es equivocado, y de que ahora os espera el desempeño de una misión espiritual entre la humanidad; ved que no juzgo vuestras obras pasadas para deciros si sois o no dignos de recibir este cargo. Porque no es el acaso el que os ha traído a este mundo, ha sido mi voluntad. 8. Meditad en vuestro destino, preguntad vuestros misterios y Yo os contestaré; nadie que haya interrogado a mi arcano ha quedado sin respuesta; porque en ese instante brillará la luz de vuestra conciencia revelando los grandes dones que habéis recibido de vuestro Señor. 9. Quiero contemplar que eleváis vuestro espíritu buscando en el infinito mi sabiduría; imitad en eso a los hombres de letras y a los hombres de ciencia a quienes sorprendo en mitad de la noche buscando unos la inspiración y otros la respuesta a los “por qué” de la Naturaleza. No quiero deciros que busquéis en esta Tierra la sabiduría que os dé la gloria entre los hombres; quiero que esa elevación y esa grandeza sea interior y que cuanto alcancéis en vuestra lucha y estudio sea un fruto de vida y de amor para vuestros hermanos. 10. Cuando me acerco a los hombres de ciencia abstraídos en sus meditaciones y envejecidos en el estudio, les pregunto: ¿Por qué os afanáis tanto? ¿Por quién lucháis y sufrís así? Y no ha habido uno que me diga: Maestro, lucho por amor a la humanidad. Ellos aman la ciencia y a ella le ofrendan su vida. Mas a quienes han sabido interrogar animados de nobles fines, les han sido revelados grandes conocimientos que siempre han dado dulce fruto a la humanidad como prueba de que quien inspiró aquella luz, fui Yo y a quienes sin amor y sin respeto han escudriñado la Naturaleza, han quedado en el principio del camino o han caído en el abismo, ya que no fue el bien en el que se inspiraron, sino en la vanidad, en el odio y la ambición. 11. Más así como la ciencia es revelada al hombre también la luz para el espíritu se la entrego por inspiración. Así hablé a los patriarcas de los primeros tiempos; así inspiré a Moisés a quien convertí en portavoz de mi palabra para hablar a mi pueblo y le dicté leyes y máximas, las que escribió para que fueran perpetuadas y las conocieran las generaciones posteriores 12. Después de que Cristo estuvo en la Tierra, iluminó a cuatro apóstoles de su doctrina concediéndoles que en sus meditaciones y éxtasis, recordaran su divina palabra para que legasen a la humanidad lo que sus espíritus alcanzaron a recibir a través de su entendimiento, ellos fueron Marcos, Lucas, Mateo y Juan. 13. Llegará el día en que los libros serán arrojados al fuego por inútiles, lo que acontecerá cuando la esencia de ellos exista en vuestro corazón y la ley que encierra la viváis, mas antes, este último Testamento se unirá a los dos primeros mediante una lucha como aconteció con el primero y el segundo. 14. Hoy no me he concretado a hablaros solamente del tiempo presente; mucho os he hablado sobre los tiempos pasados y aún os he anticipado profecías del futuro; os he descubierto lo que os habían ocultado, he rectificado lo que se ha alterado y os he revelado acontecimientos futuros. 15. Bienaventurados los que se preparen porque el mañana sabrán leer con buena voluntad estas enseñanzas que os hablan del destino de la humanidad, del futuro de las naciones y del triunfo de la luz, que es el del amor, la paz y la justicia. Esta Doctrina hará verdaderamente libre al hombre, porque él, creyéndose libre al huir de su conciencia y de mis leyes, ha ignorado que en sí lleva atributos, potencias y dones que no ha sabido desarrollar, por lo que en vez de ser libre, ha sido esclavo de sí mismo, esclavo de su ignorancia; una humanidad así. ¿Cómo podrá sentir en su corazón la paz de mi reino y llevarme en su corazón, si su mente está ofuscada por las ambiciones materiales, si su corazón late por las pasiones humanas y por lo tanto su espíritu está materializado? 16. Esta humanidad se encuentra espiritualmente muerta; mas Yo que tengo poder para resucitar muertos, vengo a llamarle a la vida y abrir ante ella un tiempo en el cual libere a su espíritu, conozca sus dones y por medio de ellos alcance progreso y elevación. 17. Hoy comenzáis a hacer uso de todas las potencias del espíritu; esto os levantará del abismo. 18. He aquí un pueblo que con interés busca mi palabra y quiere atesorar mis enseñanzas sabiendo que es corto el tiempo de mi comunicación a través del entendimiento humano. 19. Aprovechad mi lección, ¡Oh discípulos!, después id sin temor a esparcir mi palabra y mis enseñanzas entre la humanidad; no os amedrentéis ante aquellos que con teorías traten de desvirtuar vuestra misión. 20. La humanidad busca sin saber lo que quiere; hoy vengo a deciros: Yo soy lo que buscáis. ¿Quién no ambiciona la paz? ¿Quién no anhela conocer la verdad? ¿Quién no desea conservar la salud? 21. Tendréis que buscarme porque la paz no está en la Tierra ni existen hombres de buena voluntad, mas mi justicia ha descendido. El día del Señor ha llegado. 22. Cuando el hombre haga mi voluntad, hasta los elementos se inclinarán ante él como siervos; mientras el hombre persista en su desobediencia, los elementos se desencadenarán haciéndole reconocer su falta de armonía en todo lo creado. 23. No vengo en contra de mis hijos; sólo vengo a destruir el pecado para que podáis contemplar mi luz. 24. Orad, pueblo y os aseguro que recibiré vuestra ofrenda, no la material sino aquella que vuestro espíritu me entregue. 25. Mi justicia es en todo corazón, lo mismo en el que me abre sus puertas, como en el que las cierra a mi llamado; mi mirada es perspicaz y sabe encontrar dentro de ellos todo cuanto encierran; en algunos he encontrado la ofrenda de su amor y de su humildad; en otros el regocijo de estar delante de Mí y su gratitud por los favores recibidos, descubro en unos la esperanza, en otros el dolor, y de cierto os digo que mi altar se cubre a cada instante más de lágrimas que de ofrendas. 26. Aquí delante de Mi os limpiáis de toda mancha; ¡Ah sí supieseis conservar esta limpidez a lo largo de vuestra vida!; pero este ambiente de espiritualidad y de hermandad que formáis en estas horas de comunión y de enseñanza, no reina en el mundo; el aire que respiráis está envenenado por el pecado. 27. Mas habéis sentido como a medida que vais asimilando mi Doctrina, va cayendo de vosotros eslabón tras eslabón de la cadena que os ataba al mundo. 28. Os estoy juzgando, mas mirad cuán dulce es la palabra de vuestro juez; ved que en vez de sentencia os doy mi perdón para que no volváis a faltar; sois vosotros mismos los que os sentenciáis, reconociendo que es justo que el dolor os toque; entonces Yo bendigo esa atrición y con mi enseñanza os libro del cáliz de amargura. Este es el camino de Dios; por él seguidme. 29. Quien escucha la voz de su conciencia, reconoce y comprende sus faltas a la vez que acepta su expiación; mas quien no comprende la magnitud de sus faltas, no sabrá librarse de sus manchas y mientras eso no sea, no podrá llegar a Mí. 30. No blasfeméis contra el dolor; lo que debéis destruir es el pecado; el dolor siempre os ha servido para deteneros en vuestra vertiginosa carrera hacia el abismo. 31. Hoy habéis dejado de ser niños y podéis comprender el sentido de mis enseñanzas; también sabéis que vuestro espíritu no nació junto con el cuerpo que poseéis, y que el principio del uno no es el del otro. Esos niños que mecéis en vuestros brazos, llevan inocencia en su corazón, mas en su espíritu encierran un pasado a veces más largo y azaroso que el de sus mismos padres. ¡Cuán grande es la responsabilidad de quienes tienen que cultivar esos corazones para que su espíritu alcance progreso en el camino! 32. No por esto miréis con menos amor a vuestros hijos; pensad que no sabéis quiénes son ni lo que han hecho; antes bien, aumentad para ellos vuestra caridad y amor y agradeced a vuestro Padre que haya puesto en vosotros su misericordia para convertiros en guías y consejeros de vuestros hermanos espirituales, de cuyos cuerpos pasáis a ser padres por la sangre. 33. Sin tener estos conocimientos espirituales, va la humanidad ayudándose mutuamente en su senda de evolución, porque el camino de perfección está creado para todos y será recorrido por todos hasta el final, aun para aquél que consideréis más alejado de mis leyes. ¿Podéis concebir que alguno de vosotros no llegue a Mí aunque sea pasando la eternidad sobre él? ¿Podría el Padre perfecto haber descuidado a alguno de sus hijos? 34. Ahora bien, discípulos, ¿Creéis que al espíritu le baste una sola existencia para concluir su misión y perfeccionarse? No Maestro, me decís con íntima convicción. 35. He aquí la resurrección de la carne, mas no en la forma en que fue concebida por la humanidad. La carne, al quedar inerte, va a las entrañas de la tierra mientras el espíritu parte al más allá en espera de que mi justicia le envíe a encarnar en un nuevo cuerpo; en esta forma espíritu y materia vuelven a unirse en este mundo, mas no en el valle espiritual. 36. No porque el Padre os conceda más de una oportunidad para el desempeño de vuestra misión, desaprovechéis la que hoy poseéis, porque nadie sabe el número de existencias que mi justicia le asigne; por ello tanto el anciano como el joven y el niño deben apresurarse a cumplir la misión que les ha sido señalada para saldar sus deudas. 37. También os digo que éste es el tiempo de la resurrección de los muertos, porque esta luz encenderá la fe de los que perecían entre tinieblas de remordimiento, de desesperación y de amargura. 38. El Sexto Sello se encuentra desatado y el libro abierto ante vosotros; el candelero alumbra al Universo y el Verbo Divino simbolizado por una lengua de fuego, os habla desde el infinito; es la voz del Cordero inmolado en el Segundo Tiempo la que sorprende a los hombres, les ilumina y les levanta a la vida de la gracia. 39. Vivid alerta porque pronto surgirán muchos profetas y es menester que sepáis distinguir a los verdaderos de los falsos. 40. Los hombres encargados de hacer justicia en la Tierra, tomados como instrumentos de mi Divinidad, tocarán a todo aquél que sorprendan en falsedad, a todo aquél que lucre con mi enseñanza y que tras de una máscara de santidad esconda su perversidad. 41. ¡Ay de aquellos que prometiendo conducir a los hombres a la gloria, los lleven a la guerra y a la confusión! 42. Quiero que mis discípulos se hagan reconocer sanando enfermos, rescatando perdidos, levantando débiles, para cumplir esta sagrada misión; desprendeos de lo superfluo, abandonad todo entretenimiento inútil de la tierra, no engañéis a vuestro corazón ni a vuestros sentidos con falsas bellezas o insanas impresiones. 43. Elevad vuestro espíritu para que gustéis sólo de lo eterno, de lo bello y de lo bueno; si así no fuese, vuestro espíritu materializado por la vida que llevasteis, sufrirá mucho para desprenderse de su cuerpo y de todo cuanto deja y tendrá que vagar por un tiempo en los espacios envuelto en confusión y amargura hasta que alcance su purificación. 44. Vivid en mi Ley y no tendréis que temer a la muerte, mas no la llaméis ni la deseéis antes de tiempo; dejadla llegar que ella siempre es obediente a mis mandatos; procurad que os encuentre preparados y así penetraréis en la mansión espiritual como hijos de la luz. 45. Hoy sentaos a mi mesa, comed, para que este pan os trasforme y después sepáis ofrecerlo a quien lo necesite. 46. Hoy traéis ante mi palabra a los que vais encontrando en el camino sin salud, sin paz, sin ideal. Mañana, cuando ya no se escuche mi voz en esta forma, seréis vosotros los que recibáis a vuestros hermanos y les alimentéis con esta esencia. 47. Nada ha sido dejado al acaso, todo ha ocurrido así por mi voluntad. En el destino que os estoy señalando está mi justicia. Si encontráis el camino sembrado de abrojos, de cierto os digo que no fue mi voluntad quien los puso para herir vuestros pies y que debéis avanzar por el sendero llenos de conformidad, teniendo en cuenta que esas penalidades que sufrís, despojan de manchas a vuestro espíritu. 48. Cuando esa conformidad nazca de vuestro corazón, sentiréis cómo mi caridad limpia vuestro camino. 49. Los que ahora escucháis mi palabra, la recibís como bálsamo sobre vuestras heridas, mas no os concretéis a recibir mis beneficios sin querer penetrar en el sentido de mi Doctrina, porque llegará el instante en que no volváis a escuchar esta palabra y si no supisteis preparaos para comunicaros de espíritu a Espíritu en los tiempos venideros, os sentiréis en la orfandad. 50. Quiero que en la lucha que se avecina, seáis el soldado firme que defienda su causa, para que en la vida pueda ser llamado como Jacob, el fuerte y prudente Israel; que sepáis acudir y responder siempre al llamado del Padre. 51. No caminéis entre la duda y la fe, porque nunca podrán ser firmes vuestros pasos ni sólidas vuestras determinaciones. Tampoco me pidáis pruebas para creer, porque no sabéis en qué forma mi justicia podrá daros esas pruebas. 52. ¿No presentís una ayuda invisible que levanta a los que habían caído en el fango? ¿No miráis a las muchedumbres que llegan enfermas y que recobran la salud y la alegría? ¿No os dais cuenta cómo los parias de la vida llegan ante mi presencia y al serles revelados los dones que poseen, son buscados y hasta admirados por las multitudes? 53. Sabed descubrir todas las pruebas que de mi poder y de mi presencia os he dado y quedaréis convencidos de que a cada quien le he concedido un milagro para que crea en mi llegada en este Tercer Tiempo. 54. Comprended que si habéis conducido vuestros pasos hacia el árbol frondoso, bajo su sombra escucharéis la voz omnipotente de vuestro Padre. Los discípulos deben aprovechar mi presencia para preguntarme si el fruto que van recogiendo es lícito y agradable a mi divinidad, a lo que os contesto, que si habéis sembrado mi simiente, tendréis que recoger buena cosecha. 55. ¿Por qué hay quienes vienen caminando con tanta pereza? Levantaos, ved cómo pasan los instantes sin que los aprovechéis; ahora es tiempo. No queráis levantaros cuando vuestro tiempo sea escaso, porque entonces intentaréis recorrer el camino a pasos agigantados y nada haréis bien y nada podréis recoger, porque la semilla requiere tiempo para germinar, la planta para crecer y el fruto para madurar. 56. Ya se acerca 1950 en que levantaré mi palabra; en ese año marcare el último de mis hijos y el número de los 144 000 quedará completo. Quienes hayan escuchado mi palabra y conozcan sus dones y cargos y hayan aprovechado esta gracia, se sentirán seguros, más los que no hayan querido comprender esta Obra, mucho tendrán que padecer, muchos méritos y sacrificios tendrán que hacer para alcanzar la altura en donde se encuentra mi paz, que es como una puerta que se abre ante el espíritu. 57. Vosotros, los discípulos del Tercer Tiempo, los que habéis visto venir al Espíritu Santo, sois los que bajo esta luz comprendéis las enseñanzas presentes, las pasadas y algunas de las futuras. No dudéis que éste es un tiempo de luces, mas no os confiéis demasiado. Ved cómo el talento del hombre de ciencia brilla como nunca. Ved al niño cuánto sabe desde sus primeros pasos. Ved lo que acontece alrededor de la Tierra. Aún sois náufragos que vais en busca de náufragos, dando voces de auxilio en medio de la mar embravecida. 58. Estudiad profundamente mi palabra para que lleguéis a tener un verdadero conocimiento de ella y no vaya cada uno a hacer de mi Doctrina una teoría diferente. No esperéis el tiempo de la persecución sin tener armas con qué defenderos. Esas armas serán vuestra forma de vivir, vuestra palabra y vuestro culto. 59. No os exijo que seáis infalibles, porque el único infalible soy Yo; lo que sí os pido es sinceridad y buena voluntad en cada uno de vuestros actos; lo demás lo hago Yo para completar y perfeccionar vuestra obra, porque según sean vuestras obras, así será vuestro galardón. 60. Si alguno de vosotros sintiere envidia de su hermano juzgándole más querido del Maestro y ambos reclamasen su sitio a mi diestra, Yo les diría: No soy Yo quien debe sentaros a mi diestra; es algo que toca a cada quien labrarse por sus propios méritos. En verdad os digo que no podría amar más a un hijo que a otro. 61. Entre mis apóstoles del Segundo Tiempo, no amé a Judas menos que a Juan. Aquellos espíritus fueron gotas del océano infinito de mi amor y cuando ellos retornaron al Padre, sólo Él supo en sus altos juicios, lo que cada uno había labrado para sí. 62. Para que en este tiempo la humanidad pueda levantarse a seguirme, penetrar en los misterios que os he esclarecido y llenarse de luz, es necesario que tenga libertad en el espíritu, en el pensamiento, en la voluntad; mas por eso he venido a libertar de su yugo a los espíritus, comenzando por derrumbar tronos e imperios para hacer caer cetros y coronas. Sed libres, no busquéis aquí vuestro reino ni vuestra gloria; no hagáis de los humildes vuestros siervos, ni seáis esclavos de la frivolidad. Recordad que os dije: “Mi Reino no es de este mundo, aquí no está mi trono ni mis ejércitos”. Tampoco está aquí el reino de vuestro espíritu ni su galardón. 63. Con la verdad os hablé y con la verdad os estoy hablando. Después de tanto tiempo de haberos hecho grandes revelaciones, no sería justo que me dijeseis como Pilatos: ¿Qué es la verdad? 64. ¿Queréis llegar a Mi? ¿Anheláis llegar algún día a donde han llegado los que me han seguido? Todo lo que necesitáis para lograr vuestro anhelo ya os lo he dado; si me hice hombre en aquel tiempo y ahora en espíritu he venido a hablaros, ha sido para enseñaros el camino que conduce a la perfección. Soy el Verbo Eterno que os dice: Oídme, que 1950 se acerca y entonces os parecerá que las puertas de los cielos se han cerrado. 65. Yo os dije en aquel tiempo: “Quien conoce al Hijo conoce al Padre”, ahora agrego: “Quien conoció al Hijo y a través de El al Padre, conoce al Espíritu de verdad que hoy os habla”. 66. Venid con pleno conocimiento de vuestra misión al seno del Sexto Sello, llamadme y vendré a hablaros, mas hacedlo sólo hasta el año 1950, en que está marcado por mi voluntad el término de mi comunicación por medio del entendimiento humano. 67. Lo mismo recibo al que en su corazón ensalza mi nombre y bendice mi nueva manifestación, como al que viene tan sólo a calificar mi palabra, en espera de encontrar errores en ella, para desmentirla. Para todos tengo una lección. Hablo al corazón del niño y al del anciano, al corazón del hombre y al de la mujer. Hablo al filósofo y al hombre de ciencia. Ninguno pasa desapercibido ante mi sabiduría. Por eso digo a la multitud: Tomad de mi palabra lo que a cada uno corresponda. 68. En aquel tiempo os dije: “Yo soy el camino”. Hasta después entendisteis lo que Jesús quiso decir con aquellas palabras pues comprendisteis que el camino era la Ley divina del amor. 69. Hoy vuelvo a deciros: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, y si buscáis la esencia de mi palabra en este tiempo, encontraréis en ella la Ley eterna de amor, aquel mismo camino que en la Tierra os tracé. 70. En aquel tiempo muchos creyeron que Cristo venia equivocando el camino y alterando la Ley, por eso le combatieron y le persiguieron, más la verdad, como la luz del sol, se impone siempre a la tinieblas. Ahora será combatida de nuevo mi palabra porque habrá quienes crean encontrar en su esencia contradicciones, confusiones y errores, pero su luz volverá a esplender en las tinieblas de este tiempo, y la humanidad verá que el camino y la Ley que os he revelado, es la misma de aquel tiempo y será la de siempre. 71. Oídme en este tiempo para que aprovechéis la divina lección. No repitáis lo que muchos hicieron en el Segundo Tiempo que mientras escuchaban a Jesús lo burlaban y cuando vieron los prodigios del Maestro en la cruz y aun después de muerto, se llenaron de remordimientos y de temor, porque comprendieron que Dios había pasado por el mundo. ¿Acaso alguien sabe si estos discípulos a través de quienes me comunico, fueron aquellos que más me desconocieron y burlaron en aquel tiempo? Vedles ahora soportando el juicio, la mirada de burla y la mofa de las multitudes. No llaméis venganza a esto, es justicia y es menester que el que yerra por ignorancia, experimente y viva, a fin de que más tarde sepa comprender su error. 72. ¿Por ventura sabéis si estos portavoces fueron en otro tiempo de aquellos que anhelaron ser mis apóstoles y tuvieron que esperar para poder servirme? 73. La humanidad se está purificando con el dolor, para que mi reino de paz y espiritualidad pueda establecerse en el corazón de los hombres y de los pueblos. 74. En el año 1924, os pronostiqué todo cuánto en el presente está ocurriendo. 75. Uno a uno van llegando a mi presencia los que en este tiempo están llamados a ser mis precursores y profetas, y todo aquél que ha sentido interiormente el llamado me dice: “Señor, aquí estoy, quiero ocuparme en vuestra Obra, ordenad, soy vuestro siervo”. 76. Desde ese instante me he dedicado a pulir las asperezas de su corazón con el cincel de mi palabra, a llenarlo de caridad y de bálsamo, de paz y de bondad. Recordad que os he dicho que de la abundancia de vuestro corazón hablarán vuestros labios. 77. Quiero que seáis como árboles cuya sombra cobije a muchos, mas. ¡Cuán pocos sois los que verdaderamente estáis aprendiendo a dar sombra al caminante! 78. Imitad a vuestro Padre que es semejante a un árbol corpulento que da sombra y que ofrece sus frutos a todos sus hijos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 57 1. Descansad por unos instantes de vuestra fatigosa caminata, los que vais sobre el polvo de la Tierra, y los que habitáis el espacio espiritual. 2. Al escuchar mi palabra divina, se va purificando vuestro espíritu. 3. A los que vivís en espíritu y aún estáis apegados a los ideales materiales, os digo: Alejaos de lo que ya no os pertenece, porque si la Tierra no es morada eterna para el hombre, menos lo es para el espíritu. Más allá, en el valle espiritual, os espera una vida llena de luz a la cual llegaréis paso a paso, por el sendero del bien. A quienes me escuchan como humanos les digo, que mientras posean ese cuerpo que les acampana en su tránsito terrestre, deben cuidarlo y conservarlo hasta el último instante, porque él es el báculo en que el espíritu se apoya y el instrumento para luchar; a través de sus ojos materiales se asoma el espíritu a esta vida y a través de su boca habla y puede dar consuelo a sus hermanos. 4. He venido en este tiempo a prepararos y he de hablar a toda la humanidad para ayudarla en su evolución espiritual. 5. Dejad que desde ahora la paz penetre en vuestro corazón, porque más tarde tendréis que orar y velar incansablemente por la paz de los demás. 6. Obra muy grande y meritoria haréis si dais tranquilidad y sosiego a los corazones agitados por el dolor o las preocupaciones. Vendrán tiempos en los que sobre de esa paz aprendáis a fincar la dicha de vuestros semejantes. 7. Discípulos y párvulos, escuchando mi palabra sentís que las sombras que envolvían vuestra mente y el fardo que lleváis en vuestro corazón, se han apartado. Era la carga de sufrimientos, de preocupaciones y a veces de remordimientos que os iban agobiando en la vida. 8. No olvidéis que nadie puede ser vuestro mejor cirineo que Jesús. Oíd mi palabra y dejadla que inunde de paz a vuestro corazón, ella será bálsamo sobre vuestras heridas. 9. Mi palabra unge, acaricia y fortalece. Aprendedla y sentidla, para que después unjáis con mi verdad y mi amor a los que encontréis enfermos en vuestro camino. 10. Los tiempos pasarán y cuando ocurran acontecimientos extraordinarios, exclamaréis: esto ya estaba anunciado, porque recordaréis lo que Yo tantas veces os había profetizado. 11. Dad la buena nueva de mi doctrina a todo aquél a quien podáis hacerle llegar mi palabra, aunque de pronto no demuestre fe. En verdad os digo que si le habláis con amor, su espíritu no olvidará nunca cuánto le dijisteis. 12. Esa es la tierra de que os hablo; el corazón y el espíritu de vuestros hermanos, la semilla es mi Doctrina que debéis darles a conocer y el agua cristalina, mi amor y mi verdad, con la que deberéis regar esas tierras. 13. ¿Cuándo sentirán los hombres mi presencia espiritual? ¿Cuándo escucharé que la humanidad me da la bienvenida? 14. Vosotros que me habéis oído a través del portavoz humano, no os detengáis a mirar los defectos de estos hermanos vuestros por quienes hoy os hablo, mañana quedará mi palabra escrita y la influencia del portavoz habrá desaparecido. 15. Así llegará mi palabra de este tiempo a todos los que no la escucharon, llena de esencia y de pureza. 16. Quiero que la única insignia que ostenten los emisarios de este mensaje, sea la verdad, ella es la llave, el escudo y la espada. 17. Los sabios, los científicos, los grandes de este tiempo, que han luchado mucho por alcanzar la gloria del mundo, se sorprenderán al ver a mis nuevos discípulos, hombres, mujeres y niños, manifestar enseñanzas divinas humildemente, sin alarde de superioridad ni vanidad. 18. Cuanto mayor sea el conocimiento que tengáis del valor de lo que poseéis; más real y verdadera deberá ser vuestra humildad. 19. ¡Cuán dichoso es el espíritu que al dejar sus despojos humanos en este valle de expiación desde el infinito contempla que dejó en la Tierra una huella de luz, de verdad y de amor! 20. Mi nuevo pueblo de Israel, el cual en espíritu es el mismo de todos los tiempos, será el encargado de llevar mi revelación por todo el mundo, será el que señale a los hombres en dónde han profanado la Ley y en dónde han interpretado mal mis palabras. 21. ¿Cómo podréis desempeñar tan elevado y delicado cargo? Teniendo amor y celo por mi doctrina y buena voluntad para ser mi apóstol. 22. El que sienta caridad por su semejante, el que sienta el dolor ajeno y el que pensando en las necesidades de los demás, se olvide de sus propios dolores, ése tiene la semilla, el bálsamo, el sustento; después aprenderá la forma debida de entregar lo que ha recibido de Mí y de expresar lo que brote del corazón o del espíritu. 23. Estudiad el libro de mis lecciones a la luz de vuestra conciencia, él os dirá si vais progresando o si os encontráis estacionados. 24. No penséis que el don del amor sólo a seres privilegiados se les ha confiado, sabed que todos sois predestinados, y que unos antes y otros después, todos amaréis como Yo os he enseñado. 25. Aprovechad, aprovechad estos tiempos de mi comunicación y estudiad mi palabra, para que no os extrañéis cuando miréis a aquellos por quienes os di mi enseñanza, hablando fuera de éxtasis, en comunión de espíritu a Espíritu con su Creador. 26. Elevad vuestro espíritu, elevad vuestra moral. En todos los tiempos ésa ha sido mi enseñanza. Jacob contempló la silueta del Padre en lo más alto de la escala espiritual. Moisés recibió la Ley en la cumbre del monte Sinaí, Jesús sobre el monte Tabor, os legó su divino sermón. 27 Analizad el símbolo de esas manifestaciones. Mas ¿En dónde está el Monte desde el cual os hablo en este tiempo y os entrego mi Ley? Todos lo sabéis, ese monte es la perfección, la verdad, la sabiduría. 28. Quien se haya sentido tocado por mi caridad en este tiempo, no siembre mas en el camino el cardo o el abrojo porque el fruto que recoja, será muchas veces más amargo que el que sembró. 29. Consideraos como parte de aquella simiente que a Jacob prometí en su sueño, cuando le anuncié que su descendencia sería numerosa como el polvo de la Tierra y que en su simiente serían benditas todas las naciones. 30. Hoy mi calor desciende entre vosotros para dar vida a vuestro corazón; pero este calor no marchita las flores que en vuestro espíritu estoy cultivando. Todo os lo doy y mientras más reparto mis bienes entre mis hijos, más se multiplican. No temo quedarme sin virtud alguna como el rico avaro. Pedid que se os dará. ¿Qué podéis pedirme que no os conceda? Yo sólo os pido que os hagáis dignos de mis beneficios, que sepáis pedirme. 31. A cada quien se le tiene destinado cuanto se le ha de entregar a lo largo de su jornada. Mientras unos lo van recibiendo y aprovechando a su debido tiempo, otros lo derrochan y hay quienes ni siquiera han sabido prepararse para recibirlo y cuando han retornado a la mansión espiritual se han dado cuenta de todo lo que era de ellos y no supieron alcanzar ni merecer. 32. Mi voz a todos habla, no hay un espíritu encarnado o desencarnado a quien no haya dirigido mi palabra, ya de Padre, de Maestro o de Juez; pero el hombre no ha sabido prepararse para interpretar el idioma divino, a pesar de haberos hablado en todas las formas y en todos los lenguajes. ¿Cuándo vais a comunicaros de espíritu a Espíritu con mi Divinidad para oír mi voz en vuestro espíritu, ya que para ello estáis destinados? Al menos vosotros, que oís mi voz id preparándoos para que paso a paso, por el camino del desarrollo del espíritu, alcancéis esa gracia. ¿No creéis que lo más natural y justo sea que vuestro espíritu pueda estar en comunión con su Creador y escuchar su voz, donde quiera que se encuentre? 33. Largas eras han pasado sobre los hombres sin que hayan comprendido el fin para el que fueron creados. 34. Hijos míos, no es menester penetrar en la sabiduría del mundo para conocer la finalidad de vuestra existencia, no sólo el sabio podrá conocerme y conocerse; cuántas veces el humilde, el que carece de ilustración en la Tierra, tiene mayor intuición de la verdad. 35. Esa es la razón por la que os hablo con lenguaje sencillo y humilde, al alcance de toda mente y de todo espíritu, por lo que he querido comunicarme a través de entendimientos humildes y hasta rudos. Si hablando con claridad y sencillez a la humanidad no soy entendido, ¿Cómo podrían comprenderme si les hablase en forma más elevada? No os estoy hablando de enseñanzas misteriosas; lo espiritual, mientras más elevado y perfecto es, más claro, natural y sencillo se presenta a vuestro espíritu. 36. Haced un estudio espiritual de mis revelaciones, mas no hagáis de ellas complicadas teologías. Si el Maestro es sencillo, sean sencillos los discípulos; seguidme con humildad y mansedumbre y os haré poseedores de la Tierra prometida, porque el que camina con desobediencia, de nada es dueño. Mientras más poseáis, sed más humildes ante los demás. 37. Vuestros oídos que no habían escuchado la adulación, no se dejen sorprender ahora por la soberbia; vuestros ojos que nunca habían contemplado las maravillas de mi Creación, no se dejen cegar por la vanidad. No busquéis más corona que la del buen fruto de vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. 38. No esperéis tiempos más propicios para empezar a trabajar, porque si no aprovecháis estos instantes, mañana suspiraréis por ellos. 39. Todo esto os lo digo, para que podáis entregar vuestro testimonio a la humanidad; no temáis no ser creídos porque los elementos confirmarán vuestras palabras. La Tierra se estremecerá, las aguas saldrán de su cauce, el fuego se desatará, los vientos se desencadenarán sobre del mundo, se encresparán los mares y las epidemias arrasarán comarcas. La carrera desenfrenada de la humanidad será detenida por el dolor. Una vez que la humanidad se lave de su materialismo, llegará mi palabra a los corazones y ninguno se quedará sin ella. 40. Cómo flor se ha abierto vuestro corazón, para ofrecerme el perfume de vuestra elevación y de vuestra acción de gracias, porque sabéis que fue mi caridad la que apartó las espinas de vuestro camino y enjugó vuestro llanto. 41. Os he enseñado que la forma de evitaros sufrimientos, es acercándoos al cumplimiento de mi Ley; para ello os he dicho, es menester que os apartéis de muchas prácticas fanáticas, que ningún provecho os dejan. 42. La esperanza en su salvación, ha surgido en el corazón de los que me han escuchado en este tiempo. Quiero que al final de la jornada experimentéis la alegría de haber vencido todos los obstáculos. 43. Llevad mi Verbo en vuestra boca; no es menester para ello que uséis la misma forma en que Yo os hablo. Hablad de mí y de mi Obra, con el mismo lenguaje con que habláis a vuestros hermanos y sólo cuando tratéis de repetir mis frases, hacedlo en la forma en que Yo os he hablado, más estad preparados, porque habrá ocasiones en que sea Yo quien hable por vuestros labios y entonces vuestro lenguaje sencillo y material desaparecerá, para dejar manifestarse mi palabra divina en la forma y en el sentido. 44. Pronto llegarán las turbas de hombres, cuyos espíritus han perdido el tiempo y desaprovechado las oportunidades que el Padre les ha brindado para elevarse; ellos, al escuchar mi voz, se detendrán primero, luego se arrepentirán y más tarde tomarán las herramientas de labranza para cultivar mis tierras y reponer el tiempo perdido. 45. Hoy pasan junto al que sufre sin reparar en el dolor de sus hermanos; más después de ser tocados en el corazón por la esencia de mi palabra, volverán sus ojos hacia todo aquél que necesite consuelo y le llevaran el bálsamo con que Yo les sané. Entonces le preguntarán: ¿Porqué ayer no vi dolor en nadie, ni viudas, ni huérfanos, ni hambrientos de justicia, ni menesterosos? Porque estaba sordo, ciego e insensible. 46. Quien ha amado a sus semejantes en la Tierra, cuán tranquila y feliz transcurre su vida y cuán apacible es su agonía; más el que no sembró amor en su camino, nunca tuvo un momento de verdadera paz y con dolor se despide del cuerpo en que habitó. 47. Tiempo de pecado es éste, en el que os mostraré mi poder, levantando en el corazón de la humanidad un santuario de amor. El hombre no necesitará construir templos ni palacios a mi Divinidad, porque mi doctrina espiritual no viene enseñando tales exigencias. Hoy será conocido por los hombres el verdadero templo de Dios, donde El habita. 48. Por estas enseñanzas que hoy os entrego, seréis desconocidos por vuestros hermanos, pero no temáis, porque en el significado de ellas está la razón y la verdad que no tardarán en reconocer cuando las pruebas se ciernan sobre la humanidad. 49. Todos comprenderán que mi amor ha dado a cada uno de vosotros un lugar en mi mesa para que beban en ella el vino de la vida y coman el pan del espíritu todos los hambrientos y sedientos de justicia. La Tierra os ha aprisionado por largo tiempo y muchos habéis caído en el fango y en la escoria que han creado el pecado de los hombres; de ahí os está libertando mi caridad, hasta ahí llega el eco de mi voz invitándoos al camino de la luz; si mi palabra resonó siempre en el desierto estéril de vuestro corazón, deteneos ahora un instante para oírla, porque en ella podréis encontrar el agua cristalina y fresca que calma vuestra sed de verdad. 50. Fortaleceos en mi enseñanza, dejad de ser la barquilla frágil con la que juegan las olas de vuestras pasiones o de vuestra debilidad. Tomad la fuerza espiritual y moral que hay en mi palabra, y de cierto os digo que las tempestades de la vida ya no os sorprenderán. 51. Ved cómo en vez de castigo, os espera la sorpresa de mi palabra perdonando vuestras imperfecciones y la de mi amor al sentaros a mi mesa para deleitaros con manjares divinos. 52 Los que hoy han sido perdonados por Mí, mañana perdonarán a quienes les ofendieron, y los que recibieron la dulzura de mi palabra, después de beber por largo tiempo el cáliz de la amargura, irán más tarde por su camino sembrando consuelo en los corazones. 53. El hombre ha arrancado muchos secretos a la Naturaleza y con su ciencia ha transformado la vida humana; la luz del saber brilla en las mentes y cada día la humanidad avanza por el camino del progreso científico, hacia una meta que aún no alcanza a vislumbrar, mas en el corazón de vuestra civilización no encuentro amor. 54. De tiempo en tiempo vengo a los hombres a traerles mi Ley, a recordarles mi lección, a repetirles mis palabras, porque vuestra ciencia sin amor no podrá ser buena, vuestro progreso si no se despoja del egoísmo para dar cabida a la caridad, no podrá ser sólido y duradero. 55. Entre un advenimiento y otro de mi Divinidad, pasan millares de años, y cuando me manifiesto, es para hablaros de una sola enseñanza de amor; en ella se resume toda mi Ley y toda mi Doctrina al deciros “Amaos los unos a los otros”. 56. El día en que los hombres inspiren su ciencia y su progreso en la luz divina del amor, harán de este mundo un paraíso lleno de vida, de luz, de salud, no soñado jamás, porque a la ciencia egoísta de hoy no le revelaré todas las maravillas que tengo reservadas para la humanidad. 57. En este tiempo os digo, que el mal no prevalecerá, porque en mi Obra no puede existir lo imperfecto, vuestro espíritu ha sido hecho para que a través de su evolución alcance el grado más alto de perfección. 58. Surgirán mis discípulos por todos los caminos de la Tierra y a su paso se disipará la niebla que había ocultado la verdad, en su corazón llevarán grabadas mis máximas, como en otro tiempo fueron grabados en piedra mis preceptos. 59. Pueblo, aquí está la luz, llenaos de ella, pero antes destruid esa vestidura de materialismo que os ha envuelto y que nunca más vuelva a cubrir a vuestro espíritu. 60. No toda la humanidad se purificará por la espiritualidad; también los elementos harán justicia sobre las nuevas Sodoma y Gomorra, a fin de preparar la Tierra para las nuevas generaciones. 61. Aquel diluvio que lavó la Tierra de las impurezas humanas, y el fuego que descendió sobre Sodoma, los conocéis ahora como leyendas; sin embargo; en este tiempo también contemplaréis cómo la humanidad se conmoverá al estremecerse la Tierra bajo la fuerza del aire, del agua y del fuego; sin embargo, os envío nuevamente un arca, que es mi Ley, para que se salve el que en ella penetre. 62. No todos los que en la hora de la prueba digan; “Padre, Padre”, me amarán, sino aquellos que en sus semejantes practiquen siempre mi amor, esos serán salvos. 63. Discípulos amados: todos los que me sigáis, haced que en las sombras de la noche brillen espiritualmente vuestros pasos, para que tracen un camino de luz que guie a los que se encuentran perdidos. 64. Antes de que vosotros hubieseis pensado en venir a escucharme, Yo he sido en vuestro corazón y me he comunicado con vuestro espíritu, que es a quien busco. Es mi voluntad que en este tiempo la humanidad se levante, deje su letargo y se aparte del mundo falso y frívolo que ha creado. Quiero que seáis discípulos del Espíritu Santo. 65. Procurad que exista armonía entre el espíritu y la envoltura, para que cumpláis con facilidad mis instrucciones; doblegad la materia con amor, usad energía si es necesario, cuidad de que no os ciegue el fanatismo, para que no obréis con crueldad en ella. Haced de vuestro ser una sola voluntad. 66. No es tiempo de estacionaros ni de aletargaros; ved que algo superior a vosotros os mantiene despiertos, ya sea una inquietud espiritual o una dolencia física. Sólo despiertos podréis percibir mis inspiraciones, porque el que duerme entorpece su espíritu y no puede contemplar la luz, ni comprender la vida porque sus ojos estarán cerrados a la verdad. 67. Hay muchos que sólo están esperando una palabra para venir a Mí, por eso os preparo y os envío a las comarcas a dar la buena nueva, por eso pongo a vuestro paso a los sedientos, para que les ofrezcáis esta agua que en verdad calma la sed. 68. Os he enseñado a no imitar al rico avaro que oculta su tesoro a los ojos extraños; sabed que este don que hoy poseéis, no es únicamente para vosotros, sino para todo el que lo necesite. Es mi voluntad que mi palabra repercuta en todo el orbe, primero a través del portavoz y después por conducto de mis emisarios. 69. Los pocos años que faltan para entregaros mis palabras, los veréis pasar como si fueran un instante. Recreaos y guardad mi palabra para que después de mi partida la deis a conocer en toda su pureza. 70. No esperéis que el año 1950 os venga a estremecer encontrándoos impreparados, no queráis hasta entonces reponer el tiempo perdido. Levantaos desde ahora, aprovechad y analizad mis enseñanzas y así no os confundiréis; perseverad en la caridad, no miréis la paja en el ojo de vuestro hermano, ni os alejéis del leproso porque a ellos los pongo en vuestro camino para que los curéis. 71. Vengo a salvaros, a llamaros a todos, quiero congregaros en torno a mi palabra. 72. Quiero que lleguéis con obediencia y humildad hasta el final del sendero, el camino está sembrado de pruebas, cada una de ellas es un paso adelante hacia la cumbre de la montaña o un peldaño más en la escala de perfección. Caminad con la mirada puesta en el infinito. 73. Bendigo a los que se han sacrificado por sus semejantes, a los que han renunciado a los placeres del mundo para consolar a los que sufren. Quiero que en el libro de la eternidad queden escritos vuestros ejemplos, que son los que necesitan los hombres para levantarse a seguirme. 74. Estoy entregando la luz a la humanidad, porque su ciencia no la salvará y ésta se encuentra en un mar embravecido, más Yo rescataré a los náufragos para convertirlos en pescadores y les daré una barquilla para que lleven la esperanza y la salvación a los perdidos. 75. Estos serán los discípulos del Tercer Tiempo, los nuevos pescadores de hombres, quienes tendrán como guía mi enseñanza y como ejemplo y estímulo la vida y los hechos de mis apóstoles del Segundo Tiempo. 76. Velad y orad, discípulos; siempre que lo hagáis unidos, sentiréis mi paz. Si las murmuraciones y los malos juicios os persiguen, cerrad vuestros oídos porque esos dardos no son mortales; si vais cumpliendo con mis divinas enseñanzas, en vuestro camino recibiréis demostraciones de gratitud y de respeto, y éstas os darán vida y aliento. 77. Cuanto más trabajéis, más corto os parecerá el tiempo y el camino, cuando el mundo os cause dolor y comprendáis que no hay en él quien os consuele, depositad vuestra queja en Mí y Yo os consolaré. Todos traéis mi luz en la conciencia, esa chispa divina que nunca se apaga, porque mientras esa luz alumbra el corazón de unos, el de otros, que han sido rebeldes a esa luz, los encuentro en la tiniebla. A todos recibo y doy la bienvenida en esta mesa de amor; tomando este vino y comiendo este pan, recordaréis mis máximas. 78. Gozad de este banquete porque no siempre disfrutaréis de él; calmad vuestra hambre y sed para siempre, porque bien pronto tendréis que recorrer los largos caminos y necesitaréis ánimo y fortaleza de cuerpo y espíritu. 79. Como ladrón vine a vuestro corazón en este tiempo, sorprendiendo a unos y despertando a otros, diciéndoos: “He aquí a vuestro Maestro, escuchadle y purificad vuestra vida para que deis testimonio de mi llegada con vuestras obras”. Si así no fuere, mi palabra y mi comunicación a través del entendimiento humano será burlada y negada Haced que vuestras obras inspiren arrepentimiento a los pecadores y que sus labios que solamente han sabido de la blasfemia pronuncien mi nombre con amor. 80. Pongo mi Verbo en vuestros labios, para que salvéis al perdido. 81. Si los hombres hicieron de la Tierra un mundo de escoria y de maldades, por vuestro esfuerzo y méritos se transformará en un mundo de paz y de espiritualidad, y tendréis mi ayuda en todo momento en esta Obra. 82. ¡Ay de la humanidad si en su corazón no llega a surgir la misericordia y la caridad! ¡Ay de los hombres si no llegan a tener completo conocimiento de sus malas obras! Su propia mano está desatando sobre sí la furia de los elementos y tratando de volcar sobre las naciones el cáliz del dolor y la amargura, y cuando estén recogiendo el resultado de su obra, todavía habrá quienes digan: “Es castigo de Dios”. 83. Yo sólo os he dado pruebas de amor; os envié a la Tierra que era semejante a una madre fecunda, amorosa y tierna; os di el fuego de la vida, el aire, que es aliento del Creador y el agua que es fecundidad y frescura y todo lo habéis tomado para sembrar la destrucción y la muerte; todo ha sido profanado y lo será más todavía, vuestros ríos serán de sangre, vuestro fuego será de exterminio, el aire estará saturado del aliento de la muerte, y toda la Tierra se convulsionará. En la hora de la justicia muchos me dirán: “Señor, perdón, tenía sobre mis ojos la venda de oscuridad”. 84. Yo les perdonaré y les haré saber que en esta Era nadie tiene oscuridad en el espíritu. 85. Como dueño de todo lo creado tendré que reclamaros de cuanto se hizo en la Tierra; entonces veréis como nada escapa a mi mirada penetrante y nada se borra del “Libro de la Vida Verdadera”. 86. Dejad que el Maestro penetre en vuestro corazón; invitadme a pasar a vuestro hogar, dejadme vivir con vosotros. Estas palabras son para todos los pueblos de la tierra, tened caridad de vuestros hermanos y de vosotros, para que destruyáis la amenaza que se cierne sobre la humanidad; con un poco de buena voluntad lograréis alcanzar la paz aún en los momentos más difíciles. 87. Tiempo ha que estoy llamando a vuestra puerta; reconoced mi llamado por su dulzura, no os aletarguéis y al abrir, sea la mano de la muerte la que llame. Los tiempos anunciados por Cristo, por Juan su apóstol y por los profetas han llegado; mucho tardaron en llegar estos tiempos según los hombres, en cambio Yo os digo que vistos desde la eternidad, sólo un instante ha pasado; recordad que se os dijo que los que perseverasen fieles a mi Ley de amor hasta el fin serían salvos; velad, orad y perseverad en el bien, para que no os perdáis en este mar desencadenado de pasiones, desesperación y muerte; mi Ley divina es con todos en la hora de justicia, mi amor os acompaña eternamente. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 58 1. Este hijo mío a través de cuyo entendimiento os estoy entregando este mensaje, no pretende hacerse pasar por Jesús, es uno de los muchos portavoces que he preparado en este tiempo, para hacer llegar a vosotros mi palabra divina. 2. Preparaos para que esa voz llegue a vuestro corazón y os levantéis a la verdadera vida. 3. En verdad os digo que mi palabra es el pan del espíritu, por eso quien de él comiere, hambre no volverá a tener. 4. Sed delante de Mí semejantes a los niños y entonces os diré como en el Segundo Tiempo. “Dejad a los niños que vengan a Mí porque de ellos es el Reino de los Cielos”. 5. Mi Reino es para los limpios de corazón, por eso ahora que lo sabéis no apartaréis a nadie de mi presencia, ni al adulto que como pecador llega ante el Maestro, porque él viene a purificarse en mi palabra; ni al niño, porque aunque lo creáis escaso de comprensión en las enseñanzas de mi Obra, posee un espíritu muchas veces más evolucionado que el vuestro. 6. En esta era en la que me manifiesto a través del entendimiento humano, os estoy esclareciendo mis enseñanzas pasadas. Mi Espíritu está sobre toda materia y sobre todo espíritu en este tiempo para que sea sentida por todos mi divina presencia y contempléis el camino que conduce a la eternidad. 7. Si a mis enseñanzas de los tiempos pasados la humanidad les ha dado torcidas interpretaciones, hoy también podéis caer en ese error. He aquí porque a pesar de venir en espíritu, llego por instantes a materializar mis enseñanzas para hacerlas comprensibles a vosotros, que no os habéis sabido preparar, velando y orando. 8. Sabed que la finalidad de mi Doctrina espiritual, es el perfeccionamiento de vuestro espíritu, para que llegue a poseer la paz y la dicha a que todo espíritu aspira con el conocimiento de mi verdad. 9. Antes de entregaros vuestra cruz os he fortalecido y he enjugado vuestro llanto. Bienaventurado el que ha sabido llorar en mi regazo, porque sentirá que desaparece su dolor. Bienaventurado el que después de obedecer mi Ley logre el gozo en su espíritu, porque será el fruto de sus méritos. 10. Si queréis seguirme, llegad siempre limpios delante de Mí. No os harán falta joyas ni vestidos lujosos, sólo quiero limpidez en vuestro espíritu y en vuestro cuerpo para que me llevéis en vosotros. 11. Mi palabra es clara y a pesar de ello, a veces no queréis entenderla. En el Segundo Tiempo mucho hable en parábola y en sentido figurado, porque los hombres de aquella época sólo me entendían en esa forma, más a pesar de ello pretextaban no comprenderme en algunas ocasiones. Y es que la humanidad quisiera tocar lo divino con sus manos y huye de las renunciaciones materiales y de la espiritualidad que son los medios por los cuales puede contemplar la luz de la Divinidad. 12. Tened espiritualidad, sed limpios de corazón y en el banquete del Señor nunca estaréis afligidos y entenderéis y sentiréis cuanto Él os hable. No os sentiréis indignos ni tendréis el deseo de marcharos. Por lo tanto, el que se levantare de mi mesa, será tan sólo para ir a predicar con su vida y sus obras la verdad de mi enseñanza. 13. Discípulos, estoy en vuestro corazón, para eso murió Jesús entre vosotros, para vivir por siempre en vuestro corazón. Escuchando mi palabra evolucionará vuestro espíritu, ved que por las obras de mis discípulos seré reconocido en este tiempo. 14. El dolor ha purificado a vuestra envoltura y a vuestro espíritu, para que en pensamiento, por medio de la oración, podáis transportaros aún a lejanas comarcas a cumplir vuestra delicada misión de hacer paz y llevar luz a vuestros hermanos. 15. Cuando vuestro cuerpo cesa en su lucha del día y toma el descanso en el lecho, el espíritu aprovecha ese tiempo para libertarse y ocuparse en misiones propias de él, en obras del Señor; pero si vuestro corazón en vez de descansar de sus preocupaciones y vicisitudes, o de elevarse en oración se entrega a la amargura, el espíritu tendrá que permanecer ocupado en sobreponerse a las flaquezas de su cuerpo desatendiendo otras misiones. Así es como os despojáis de vuestras virtudes, por falta de fe y de espiritualidad, debiendo pensar que quien abandona sus deberes para con los demás, por ocuparse solamente de sí mismo, es egoísta con sus semejantes y por lo tanto no tiene caridad de su espíritu. 16. Practicad mis enseñanzas para que os fortalezcáis y cuando lleguen a vuestras puertas los que os nieguen y os calumnien, tengáis serenidad en vuestro espíritu y dulzura en vuestros labios. 17. Si con esa preparación obráis, veréis que con vuestra oración se apartará de aquellos corazones la pena que pudieran esconder, como prueba de que estuvieron ante mis discípulos. 18. Si por el contrario, trataseis de defender mi Doctrina contestando golpe por golpe y blasfemia por blasfemia, entonces veréis como las turbas os vencerán y hallarán razones para demostrar que no podéis ser mis discípulos por vuestra falta de amor y caridad hacia vuestros semejantes. 19. No permitáis que el santuario que he edificado en vuestro corazón, sea destruido por ideas profanas; vivid alerta, penetrad en oración para que las tempestades no os sorprendan. 20. Cuando escuchéis a los profetas de este tiempo a quienes llaméis videntes, que en sus mirajes os hablan de peligros y pronostican pruebas, elevad vuestro pensamiento a Mí, para pedirme fuerzas, para resistir, o luz para salvar aquel escollo, implorando mi caridad para todos vuestros hermanos. 21. Es Tiempo de orar. Los hogares que viven en paz, deben orar por los hogares destrozados. Las viudas que han encontrado la resignación y consuelo, acompañen en pensamiento a las que van sin rumbo enloquecidas de dolor. 22. Madres que os recreáis al veros rodeadas de vuestros hijos, enviad vuestro consuelo a las que los han perdido en la guerra. No importa que vuestros ojos no vean el resultado, os bastará vuestra fe y que queráis compartir el dolor de vuestros hermanos, para que Yo envíe a aquellos por quienes oráis, paz, mi consuelo y mi caricia, el pan y el perdón. 23. Os he donado para que alcancéis por vuestros méritos la tierra de promisión. 24. Siempre os ayudaré en vuestra preparación para que podáis ser fuertes y os levantéis como buenos soldados de esta causa cuando se desate la confusión y se levanten pueblos contra pueblos y naciones contra naciones. 25. Hoy os digo, bienvenido sea el caminante que tiempo ha viene en pos de la luz divina. ¡Oh moradores pasajeros de este mundo, que hoy estáis aquí y mañana no sabéis a dónde vaya vuestro espíritu! De cierto os digo que no es la muerte la que os espere, sino la vida eterna, porque Yo no he decretado la muerte para el espíritu; mas quiero que en el instante de mi llamado os encontréis como las vírgenes fieles de mi parábola esperando la llegada del casto esposo con su lámpara encendida, para que en el instante de escuchar mi voz que os llama, podáis dejar el cáliz de amargura que habéis bebido en este mundo que nadie en esa hora os pueda arrebatar lo que con tanto dolor estáis a punto de alcanzar. 26. Aquí se cerrarán los ojos de vuestro cuerpo cansado de llorar, mientras los ojos de vuestro espíritu se abrirán a la vida verdadera, al traspasar los umbrales de le eternidad, allá donde vuestro Padre os espera con el galardón que os tiene prometido. 27. ¡Cuántos muertos a la vida de la gracia han resucitado en este tiempo escuchando esta palabra! ¡Cuántos débiles se han levantado llenos de fuerza! ¡Cuántos tímidos y desesperados se han llenado de valor y han encontrado la paz! 28. Las multitudes que anuncié en los primeros días de esta comunicación son éstas: los muertos y necesitados que dije que llegarían, sois vosotros. 29. En vuestra soledad y en vuestra amargura esperabais día tras día el momento que os diere le buena nueva de mi llegada. Habéis llegado bajo la sombra del árbol donde os esperaba atraídos por los rumores de mi presencia y de mis prodigios, y aquí estáis convirtiéndoos en discípulos del Divino Maestro. 30. Por algún tiempo todavía estaré con vosotros, para que grabéis mis enseñanzas en vuestro espíritu y no caigáis en profanación o en adulterio. Quiero que cuando vuestros labios se dispongan a hablar de mi Doctrina, vuestro corazón confirme con obras de amor la palabra que el Maestro os enseñara. 31. Tened cuidado de no herir el corazón de vuestros hermanos ni de apagar su lámpara de fe, porque ahí entre las multitudes están mis nuevos discípulos, no los apartéis de ese sendero. No creáis que vosotros sois los únicos de los cuales me serviré en este tiempo. Vosotros seréis llamados primeros y aquellos postreros. También aquellos llegarán cansados de andar y sufrir y me dirán: Padre, llego rendido ante vos, quisiera haberos encontrado ha mucho tiempo en mi camino, me hubiera evitado muchos de mis sufrimientos y errores. Más os digo, la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad y quienes así me hablen deben saber que también entre mis labriegos hay quienes en su corazón me dicen: ¡Cuán feliz sería si aún fuera libre para gozar de cuanto el mundo me ofrece! Este es el que no supo aprovechar las pruebas que son las lecciones que da la vida ni ha sabido comprender el sentido de mi enseñanza, por eso es débil y en su debilidad se tienta a sí mismo. 32. ¿Quién podrá ocultarme alguna intención o alguno de sus pensamientos, a Mí que habito en el corazón de cada hombre? Por eso no os extrañe que os diga que de entre vosotros surgirán quienes persigan y traten de destruir lo hecho por Mí. Algunos de los que hoy se dicen discípulos y labriegos del Señor, mañana se levantarán en contra de mi Doctrina combatiendo a los que llamaron sus hermanos. Por eso os digo siempre, velad y orad, para que no caigáis en tentación. 33. Sea conforme cada quien con el don y el cargo que se le haya confiado y no se levante por los caminos y a las comarcas en tanto no se le marque el instante debido y se le señale su misión. Os digo esto porque hay quienes sin haberse preparado van doctrinando, y también hay quienes se convierten en guías sin poseer la debida preparación. En cambio, a otros que les parece no poder cumplir con las misiones que les estoy confiando, les digo: ¿Cómo consideráis imposible de cumplir lo que os confía Aquel que sabe de lo que es capaz cada uno de sus hijos? ¿Cómo habéis creído que fuera posible mi comunicación en este tiempo? ¿No es acaso por el entendimiento del hombre? 34. Hay quienes han dudado de mi comunicación en esta forma considerando al portavoz como un impostor, y de ésos que han dudado me he servido también llamándolos y preparándolos para desempeñar el cargo que en duda pusieron y dándoles pruebas de mi verdad. Muchos de ellos han sido de mis mejores portavoces, por la fe y la alegría con que luego han trabajado. Al saber que por sus labios brotaban palabras divinas, han vuelto sus ojos hacia Mí para bendecir mi nombre. 35. Desde entonces hacen mi voluntad y no la suya, reconociendo que quien hace su propia voluntad en la Tierra, lo hace para glorificarse a sí mismo y por lo tanto se aparta de Mí. 36. El Maestro os dice: hoy es mi palabra la que os guía, os corrige y enseña, después de 1950 os guiará sólo vuestra conciencia. Entregad mi enseñanza en toda su pureza, mostrad con toda caridad mi Obra. 37. No os he llamado para que perezcáis en esta lucha; al contrario, quiero que alcancéis como buenos soldados el triunfo, pero que ese triunfo sea el de la paz que hayáis sembrado, el de la salud que hayáis dado a los enfermos, el de la luz que hayáis hecho en las tinieblas. 38. Labriego que venís a presentarme vuestra labor, Yo os recibo. Venís de las tierras que Yo os he confiado y me preguntáis: Divino Maestro, mi trabajo, mi lucha ¿Es agradable ante vos? Y el Maestro os contesta: No son aún perfectas vuestras obras, no habéis llegado a ser mis discípulos; os miro como tiernos párvulos, a quienes mucho amo y ese cumplimiento que me presentáis, Yo lo recibo; vuestro espíritu se levanta dando los primeros pasos, doblegando a la materia y dando oído a mis nuevas enseñanzas en la presente etapa. 39. En el Primer Tiempo conocisteis el nombre de Jehová y mirasteis mis manifestaciones en el seno del pueblo de Israel al cual habéis pertenecido siempre, y os dije: He aquí el camino, y el camino de que os hablé era la Ley. Más tarde, mi Verbo encarnado en Jesús os habló y os iluminasteis con mis parábolas y preceptos, y en ellos os dije: “Todo el que cumpla amando y perdonando a sus semejantes está dentro del camino de mi Ley”, y en este tiempo volvéis a encontraros en el mismo sendero de vuestra evolución y tenéis delante de vosotros al mismo Espíritu Divino enseñando y guiando vuestros pasos; he venido como luz radiante y todo el que se prepare, podrá contemplarme. 40. No se ha levantado la humanidad en esta era a cumplir mis mandatos y la estoy esperando; he cultivado a los espíritus a través de los tiempos y no me habéis presentado todavía frutos dignos de Mí; he dictado leyes perfectas sobre todos los seres y el espíritu del hombre, que es la Obra maestra del Creador, no se ha perfeccionado; después de inspirarle y aconsejarle incesantemente, no ha sabido oír ni obedecer a su Dios. 41. No habéis hecho buen uso de los dones que os he concedido y sólo me mostráis dolor; si hay dolor en vosotros, es que habéis faltado a la Ley; habiendo sido dotados de fuerza, habéis debilitado. 42. Quiero que sepáis que sois entre todas las criaturas de este mundo, el ser predilecto dotado de espíritu y conciencia; os he dado el libre albedrío para que toméis por vuestra voluntad el camino recto que conduce a Mí; no es el camino florido el que os ofrezco, sino el de oración, penitencia y lucha y por ese sendero os guiará vuestra conciencia. 43. Se acerca el tiempo en que llegaréis en espíritu a Mí; estáis en el Tercer Tiempo, en la sexta etapa, cerca de los umbrales de esa vida perfecta que os espera; ¿Queréis llegar a Mí y disfrutar de la paz que os he prometido desde los primeros tiempos?; Todos me decís: Sí, Maestro, porque el cáliz que apuramos es amargo y nuestra jornada pesada. Cada día vuestro trabajo se hace más difícil y tropezáis con la incomprensión de vuestros semejantes; mas mi palabra que es bálsamo, viene a calmar vuestros dolores; esa fuente de gracia que habíais dejado secar, hoy se desborda nuevamente para daros fortaleza. 44. Mirad que se acerca el año 1950 y el pueblo no está reunido, aún no están preparados los doce mil espíritus de cada tribu, y si ese año llega y no me presentáis el número que os he pedido, ¿Quién podrá después de ese tiempo señalar a los escogidos? ¿Acaso vosotros vais a señalarles y a marcar su destino?; No, pueblo, sólo Yo escribo con letras imborrables la misión que a cada espíritu corresponde. 45. ¡Cuánto anhelo hay en Mí de manifestar mi Obra en otras naciones! Se acerca el tiempo en que esta comunicación ha de cerrarse y estos labios no hablarán más en esta forma. 46. Yo soy quien hablo en este tiempo, quien cultivo y preparo a los espíritus, porque no hay sobre la Tierra maestros del espíritu. 47. Y así como estas multitudes, ayer pequeñas, hoy se han multiplicado, así quiero reunir en otras naciones a mis discípulos. 48. Al mirar mi lucha constante, me decís: “Maestro, ¡Qué grande es tu Obra, que abundante tu palabra y cuánto amor y poder derramas en ella! Los corazones se convierten y los enfermos sanan sintiendo tu presencia”. Oídme hasta el fin para que aprendáis de Mí. 49. Me he manifestado espiritualmente en todas las naciones como estaba escrito, Los profetas dijeron: en el tiempo de guerra y tribulaciones vendrá el Espíritu Santo a comunicarse con los hombres. La humanidad me busca, suspira por mi palabra y es tanta su angustia y su confusión, que no acierta a encontrarme estando tan cerca de ella. En algunas ciudades han sido destruidos los templos, los libros han sido arrojados al fuego, atacada la fe y desconocidas las leyes sagradas, y en algunas naciones han borrado mi nombre del corazón de sus moradores y sin embargo Yo os he anunciado que el reino celestial encontrará asiento en el corazón de los hombres. ¡Quién podrá destruir el templo interior si sabéis edificarlo en vuestro espíritu! ¡Cuán grande es la lucha que os espera, pueblo! 50. Pronto llegará al mundo el conocimiento de que el pueblo de Israel ha vuelto a la Tierra encarnado en distintas naciones y de él voy a servirme; sabrán que no sois descendientes de aquel pueblo por la sangre, sino por el espíritu, y como en los tiempos pasados, testigo de mi venida y de mis manifestaciones. 51. Vosotros que me representáis, llevaréis mi mensaje a la humanidad; os he enviado a iluminar la Tierra, a predicar el bien y a dar testimonio de la verdad. Pondréis a la conciencia antes que al espíritu y que a la materia y enseñaréis que aquélla es vuestra guía, y todo materialismo caerá y el espíritu volverá a elevarse convirtiéndose en mi discípulo. 52. Os olvidáis en este instante de vuestras penas para pensar en las de los demás porque sabéis que en otras tierras el dolor ha llenado el cáliz de sus moradores y este dolor llega hasta Mí, porque ¿Qué aflicción siente el hijo que no llegue al Padre? Mas ese dolor está purificando e iluminando al hombre, le está haciendo sentir el toque de justicia y le hará volver al camino; sólo el dolor lo hará meditar y recobrar la salud y la paz que ha perdido. 53. Mi presencia y mi amor acompaña a todos mis hijos en esta hora de prueba. 54. Entre los llamados de este tiempo se encuentran los que han pedido al Padre un tiempo más de libertad que Yo les he concedido, pero cuando ha llegado el instante de pedirles cuentas, les he preguntado: ¿Qué habéis hecho de aquella libertad que me pedisteis? Y sólo han podido contestar: Hemos hecho nuestra voluntad y el fruto que hemos recogido es muy amargo. 55. Estos han retornado a Mí cansados, amargados y hastiados de los frutos que tanto desearon, frutos venenosos y mortales. 56. El Señor les esperaba, sabía que habían de volver y cuando han regresado les he preguntado si aún quieren seguir el camino del placer terrestre o cargar la cruz de amor del Maestro y seguirlo, y me han dicho con el corazón que me seguirán hasta el fin. 57. A todos os digo: Orad para que seáis fuertes sobre vuestra materia. 58. Mientras gran parte de la humanidad se encuentra sufriendo, porque la ley de la fuerza es aun la que impera entre los hombres y la injusticia reina, desciendo y me presento espiritualmente entre vosotros a alimentaros, para que os regeneréis, comprendáis mi divina enseñanza y después podáis hacer obras perfectas entre la humanidad. Para esto he plantado mis árboles que son las grandes o pequeñas congregaciones en diferentes ciudades, provincias y aldeas; árboles que den sombra al caminante que viene por largos senderos y desiertos y que den sus frutos de vida a los hambrientos. Amad a estos árboles, cultivadles con vuestro cariño y vuestro celo, no porque miréis desnudos de hojas a algunos y a otros envejecidos les azotéis cual si fueseis torbellino porque sus ramas serán nuevos árboles. No olvidéis el día en que recibisteis la primera sombra y comisteis el primer fruto. 59. Yo os he tomado como pequeños niños. Cuando comenzáis a dar vuestros primeros pasos como labriegos, os voy confiando pequeñas tierras para que aprendáis a sembrar. Esas primeras tierras son el corazón de los vuestros, son vuestros amigos y también vuestros enemigos. Para cada caso os inspiro. 60. Así, cuando la tormenta se ha acercado a vuestras tierras os han encontrado con temple en el espíritu, y llegado el tiempo de segar y cosechar, con regocijo en el corazón podréis llevar a los graneros del Padre la semilla recogida, misma que será en el futuro vuestro alimento en la eternidad. 61. Tiempo ha os invitaba el Maestro a sembrar en sus tierras, pero algunos fueron sordos e ingratos a la primera voz; mas el Padre seguía esperándoles porque sabía que al segundo llamado llegarían llenos de arrepentimiento solicitando su perdón. 62. Algunos para creerme y seguirme me pidieron como prueba la salud y la tranquilidad que no encontraban en la Tierra y cuando éstos sanaron y vieron la paz reinar en sus hogares y en su vida, me dijeron: “Eres Tú, Padre”. 63. Bendito aquél que reconoce las obras que a cada instante manifiesto en su camino, porque él le da un goce a su Padre. ¡Ay del que duda o desconfía porque se sienta solo, perdido y débil! 64. Escuchad discípulos: En el Segundo Tiempo, cierto día navegaba Jesús en una barca acompañado de sus discípulos; las aguas eran tranquilas y aquellos hombres se extasiaban con la palabra del Maestro. Mas Jesús se quedó dormido a tiempo que las aguas comenzaron a encresparse amenazando tempestad. Durante unos instantes la barca fue juguete de las olas y el temor embargó a aquellos corazones, al grado de que despertaron con voz angustiada al Maestro diciéndole: ¡Señor, sálvanos que perecemos! A lo que Jesús, mirándoles dulcemente extendió su mano hacia las aguas, que al instante fueron tranquilas y volviéndose hacia sus discípulos, les reprochó su duda diciéndoles así: ¡Ah hombres de poca fe! 65. A veces os contemplo así, débiles en la fe. Basta muchas veces que el pan sea escaso en vuestra mesa o que las puertas del trabajo por momentos se cierren, para que la duda se apodere de vosotros, olvidando que vais en la barca con Jesús, quien os dice también: ¡Ah hombres de poca fe! 66. Cuando me desbordo en complacencias me creéis. Pero cuando os pruebo, entonces dudáis. 67. No penséis que Yo pueda enviaros el dolor, porque él no existe en Mí. Es semilla que nació del corazón del hombre de la cual me sirvo para que sus frutos le despierten y le iluminen, porque Yo soy aquél que de las mismas tinieblas hace brotar la luz. 68. ¡Cuántos hay que bajo el dolor de sus pruebas me han llamado el Dios imperfecto e injusto, sin reconocer que el dolor que van recogiendo lo sembraron ellos mismos y que sólo por él serán limpios y libres de su fardo! 69. ¿Cuándo la humanidad le dará muerte al dolor? ¿Cuándo cesarán sus guerras y sus pecados? Mi voz, como una campana, dice a los espíritus en este tiempo. ¡Despertad! ¡Levantaos! Escuchad a vuestra conciencia para que penetréis con sumisión y mansedumbre por el camino de la Ley; os está prometido el tiempo de la paz y de la gracia en que desaparecerán el dolor y las lágrimas pero antes tendréis que luchar y perseverar en el bien. 70. Cuando todos los hombres se levanten alentando este ideal, la confusión de Babel que perdura en estos tiempos desaparecerá, para que todas las razas se estrechen en un abrazo de fraternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 59 1. Bienvenidos seáis todos ante el Maestro. ¿Quiénes de vosotros sois los discípulos? ¿Quiénes los párvulos? No lo sabéis. Hay muchos que ya creen ser maestros y, sin embargo, contemplo que no han comprendido aún la primera lección, en cambio, otros se sienten incapaces para enseñar y cierran sus labios cuando ya podrían con sus palabras y con sus obras comenzar a doctrinar. 2. En todos los tiempos me he limitado para ser sentido y comprendido por la humanidad. Si en aquel Segundo Tiempo en mi manifestación como Cristo, hubiese venido en cuanto Dios y no en cuanto hombre, la humanidad con razón me hubiese reclamado diciéndome: “Señor, no podemos imitaros porque vos sois Dios y nosotros hombres”. 3. Nuevas enseñanzas he traído ahora a vosotros, mi arcano una vez más se ha abierto para los hombres y quiero que esto sea causa de regocijo para mi pueblo. 4. Entre la humanidad hay quienes me dicen en su corazón: ¿Por qué si mucho nos amáis, sufrimos tanto? ¿Por qué nos habéis enviado a la Tierra a padecer? Yo perdono vuestra blasfemia por que nace de vuestra ignorancia y os digo que vuestras faltas y caídas son las que os han ido despojando de dones y atributos, y que por esa causa siendo ricos de espíritu, os habéis quedado sin virtud alguna. Es por lo que ahora debéis hacer méritos, para adelantar en vuestro camino de evolución. He aquí porque vengo a abriros mi arcano sin hacer distinciones entre la humanidad, para que cada quien tome de esta gracia lo que sienta que le hace falta a su espíritu, ya sea la paz, la luz, la fortaleza; pero no olvidéis que en el crisol del dolor es en donde se forjan los espíritus y se hacen los méritos para alcanzar mayor elevación. Os hablo desde lo alto del monte y según la elevación de cada uno así ascenderéis y os acercaréis a Mí. Después de oírme, descenderéis al valle en donde aún habitáis, mas no a los abismos que ha creado el hombre con sus pecados. 5. El valle del que os hablo es la armonía con lo espiritual que no habéis alcanzado todavía. A cada espíritu le ha sido confiado un cuerpo como medio para que se manifieste en este mundo material. En ese cuerpo, que es obra maestra de mi sabiduría, hay un cerebro en donde se revela inteligencia, y un corazón a través del cual se desbordan las virtudes y sentimientos nobles. 6. He encontrado a muchos en el abismo y hasta ellos he descendido para salvarlos. Mi amor por los perdidos hizo que ellos escucharan mi voz amorosa que les decía: “¿En dónde estáis hijos míos?” 7. He aquí mi luz, venid en pos de Mi. 8. En el Primer Tiempo vuestra fe se había opacado; ya no entendían mis hijos el lenguaje de su propia conciencia, y fue necesario que el Padre llegara hasta ellos para decirles: Tomad esta piedra en la que está grabada mi Ley, no olvidéis que ella os enseña el camino que conduce a la cúspide de la montaña en donde os espero. Y ante aquella piedra en donde estaba labrada mi Ley, juraron levantarse y caminar hasta el final de su destino; mas los tiempos pasaron y en la jornada surgieron las tribulaciones y las pruebas, que eran cada vez mayores mientras más transcurría el tiempo; entonces, levantando la faz y la voz al Padre le dijeron: “No os conocemos, ha mucho tiempo que luchamos y caminamos sin contemplar el fin de nuestra caminata, ni alcanzamos la paz que a nuestro corazón prometiste”. 9. Volvieron los hombres a su desobediencia y el Padre tornó a buscarles, acercándose más a ellos para hablarles como Padre y como amigo, Más aquellos le desconocieron diciéndole: “Vos no podéis ser nuestro Dios porque Él siempre ha estado en las alturas”. 10. Y es que se presentaba ante ellos como la verdad perfecta, mientras los hombres buscaban una verdad a su manera y llenos de indignación llevaron a la muerte al Hombre Divino. Aquel Hombre que era todo poder y sabiduría no dio a los hombres lo que ellos en su necedad pedían. Él era puro y sólo obras limpias y perfectas podían brotar de Él. Mas de la misma muerte se levantó a la vida manifestando así que el autor de todo lo creado no podía morir, Y cuando nuevamente fue el Señor a su Reino, a la montaña de perfección, entonces los hombres confesaron que quien había estado con ellos era el mismo Dios porque sus obras y prodigios estaban fuera del alcance de la humanidad. Recordaron que había dicho que Él era el camino y anhelando llegar a lo alto del monte donde habitaba el Señor, salieron del abismo al valle donde contemplaron la luz que les ayudaba a proseguir la jornada, pero el camino estaba lleno de espinos; entonces, recordando que el Padre ante todo es amor, y que les había dejado comprender que cuando su dolor fuera muy grande volvería a ellos, comenzaron a preguntar a su Señor, desde el fondo de su corazón: Padre, ¿Por qué no venís? Vos sois amor y perdón, ¿Por qué nos habéis castigado? y presintieron el tiempo en que por tercera vez había de descender del monte su Señor. Cuando llegó a ellos, les preguntó: ¿Qué queréis de Mí? Y ellos le contestaron: ¡Padre, salvadnos! Entonces el Señor les preguntó: ¿Queréis salir del abismo? Atravesad los valles y escalad el monte animados tan sólo por mi voz, que es lo único que escucharéis en este tiempo. Unos dudaron porque no contemplaban la presencia humanizada de su Padre, pero otros sí creyeron que la voz que oían provenía de su Señor. Estos se levantaron llenos de fe a proseguir su jornada, guiados por aquella inspiración divina que era la luz en su camino. 11. Discípulos: vosotros sois aquellos, mas en verdad os digo que Yo no he enviado a nadie a habitar en los abismos, os he enviado a morar en el valle para que desde allí ascendáis hasta la mansión de vuestro Padre. Son los hombres los que han abierto abismos ante sus pies para hundirse en ellos. Ahora os pregunto: ¿Creéis que con esta palabra que por medio del entendimiento humano os he entregado, podáis llegar al reino de los cielos? ¿Pensáis salvaros creyendo y practicando lo que estáis escuchando? 12. Bienaventurado el que crea en esta palabra y en esta manifestación, porque él llegará a la cima del monte; mas a quien no creyere le digo que ésta será la tercera vez que me negará o me desconocerá, porque quien cree en Mí una vez, tendrá que reconocerme siempre porque el sabor y la esencia de mi palabra no cambia jamás. 13. A los que dudan les dejaré en el lugar en que hoy están para que por sí mismos despierten. Si no dejase que los hombres conociesen las consecuencias de sus actos, ¿Podrían ellos saber cuándo han obrado bien o mal? La conciencia les habla de todas sus obras para que de sus malos actos puedan arrepentirse y con sus obras de amor cumplan con mi Ley que les dice: “Amaos los unos a los otros”. 14. Cristo en aquel tiempo dijo a los hombres que le desconocieron: vosotros esperaréis a que Yo vuelva; por eso hoy que nuevamente estoy con vosotros, os llamo para deciros que os alejéis del abismo y vengáis en pos de mi huella. 15. ¿Qué hará el Padre con los que han dudado de su presencia en todos los tiempos? Someterles a grandes pruebas y tocar las fibras más sensibles de su corazón a fin de que en ellas se despierte la fe, el amor y el deseo de servirle. En verdad os digo que la luz se hará en toda tiniebla y la paz será en donde por mucho tiempo sólo existió el ¡Ay! de dolor. 16. En cada corazón descubro un concepto diferente de mi Divinidad; puedo deciros que un Dios diferente encuentro en la creencia de cada uno de vosotros; eso se debe al distinto grado de evolución en que cada uno se encuentra. 17. Una vez más os presento la montaña; si ella es invisible a vuestro cuerpo, la estoy presentando a los ojos de vuestra fe. Sobre el Sinaí os di la luz en el Primer Tiempo y sobre el monte Tabor me transfiguré en el Segundo para daros muestras de mi Divinidad. 18. Quiero contemplaros creyentes de mi tercera venida. Yo os he dicho que el que quiera seguirme, tome su cruz y venga en pos de Mí hasta lo alto de la montaña; mas ya sabéis que el camino de Jesús es el de la humildad, el sacrificio y ha sido trazado con sangre hasta el Calvario. Sabéis que a Mí me persiguió la calumnia, el rencor, la burla, la incredulidad y la envidia. Mas os vuelvo a decir: el que quiera seguirme, tome su cruz y venga en pos de mi huella. 19. ¿Por qué teméis? No vengo a pediros imposibles, sólo que oréis con limpidez, que practiquéis la caridad y que os apartéis de lo superfluo. ¿Hay en esto un imposible? Si entre la humanidad hubiese existido espiritualidad desde un principio, Yo no hubiera venido a materializarme en este mundo y los hombres hubieran conquistado la mansión prometida al espíritu, por medio de su inspiración, su conciencia y su don de revelación. 20. Después de 1950 no volverá a materializarse más mi Espíritu ante la humanidad. Desde lo alto del monte donde habito, os contemplaré ascender paso a paso hasta que lleguéis a Mí. 21. Sois los caminantes que vinisteis en busca de vuestra salvación, con la esperanza de encontrar la verdad. Traíais un pesado madero sobre vuestros hombros y buscabais un Cirineo que os ayudase a soportar esta cruz; mas si os quedasteis aquí fue porque encontrasteis lo que buscabais. 22. ¿Quién que en verdad haya saboreado esta palabra podría abandonar a su Maestro? ¿Quién por ignorancia se apartaría del sendero? ¿Quién podría decirme que nada ha aprendido de Mí? 23. A quien no haya tomado con verdadero amor e interés esta lección divina para estudiarla, no le podré llamar mi discípulo, sino simplemente párvulo. 24. A nadie le he dado de comer aparte ni le he dejado afuera; a todos los he sentado a mi mesa y en ella he repartido el pan y el vino por igual. 25. Quiero que todos lleguéis a ser labriegos en mis tierras, pero labriegos preparados y celosos de su misión, que sepan cultivar mi semilla, que no dejen penetrar en sus tierra al gusano roedor que busca el fruto para devorarlo. 26. Discípulos: estudiad esta lección para que podáis preguntar a vuestra conciencia si estáis firmes en el camino, si estáis comprendiendo la enseñanza, si ya podéis llamaros labradores de mi campiña. 27. Mi misericordia se ha manifestado en vosotros. A nadie he preguntado sus obras antes de iniciarse como labriego en mi camino, y de cierto os digo, que entre el número de los que me siguen, está aquel que ha manchado su mano con sangre de su hermano. Nadie en la Tierra podía haber transformado a aquel malhechor en propagador de la caridad sino Yo. Mi perdón y mi palabra de amor fueron los que le redimieron y despertaron los sentimientos nobles que dormían en su corazón. 28. Si de los presidios he llamado a algunos para sentarles a mi mesa y formar con ellos un nuevo apostolado, nadie juzgue estas obras, porque en verdad no vine a curar a los santos ni a salvar a los justos, viene a buscar a los que me necesitan; he ahí mi caridad. Vine a convertir la escoria en elemento útil; he ahí mi poder. 29. Solamente limpios podréis llegar a Mí y sólo cuando limpiéis vuestro corazón podréis recibirme. ¿O no merezco esta ofrenda de vuestra parte? Yo contemplo que cuando estáis por recibir en vuestro hogar a una persona que juzgáis importante, todo lo limpiáis y lo ordenáis para haceros dignos de él. 30. ¿No creéis que es justo que en cada día, al nacer la luz de la aurora os debíais disponer a prepararos y limpiaros para llevarme en vuestro corazón? 31. Os hablo con sencillez porque sois los humildes de espíritu; si fueseis ricos en la Tierra, no estaríais escuchándome. No vengo a buscar galas ni palacios entre los hombres; preguntad a los videntes el esplendor espiritual que rodea a vuestro Maestro y comprenderéis que nada en el mundo se le podrá semejar. 32. Escuchad la voz de estos profetas que serán los que muchas veces os guíen con sus revelaciones, Dad crédito a sus palabras sabiendo que del más humilde me estoy sirviendo en este tiempo, de aquél que creáis más imperfecto para recibir la gracia del Maestro. 33. Encuentro lleno de paz vuestro corazón; es que estoy cerca de vosotros. 34. Vengo a conversar y a daros mi enseñanza; en este tiempo no me humanicé en la Tierra, ni he buscado la sombra de una palmera para hablar desde ahí a las multitudes, ni mi planta ha pisado el polvo de la Tierra. 35. Vengo a enseñaros el amor perfecto hacia vuestro Creador. ¿No soy por ventura digno de que me améis así? 36, La huella que os tracé en el Segundo Tiempo fue para convertir en hermanos a los que vivían como enemigos y a elevar espiritualmente a los que ya sabían vivir como hermanos. Hoy que no me miráis con los ojos materiales quiero que me contempléis con la mirada de la fe; mas entre vosotros existen muchos que sólo creen en lo que sus manos tocan y dudan de todo lo que está más allá de la vista y de la mente. Ellos son los que me dicen: “Padre, ¿Por qué no hacéis milagros como en los tiempos pasados para creeros?” De cierto os digo que aquel tiempo ha pasado y si decís creer en Mi y conocerme, ¿Para qué queréis milagros? Creed por fe. 37. Unid mi palabra de aquel tiempo a la de ahora; comparad su esencia y encontraréis que es la misma, Recordad que os dije. “El árbol por su fruto será reconocido”. Dejad que mi palabra pase por vuestro corazón hasta llegar al espíritu, el que os dirá de quién viene esta palabra. 38. Mientras no dejéis que sea el espíritu quien pruebe el sabor de este fruto, ¿Cómo os atrevéis a negar que sea el Padre quien os habla? 39. ¿Por qué hay quienes sin comprender mi Obra no pueden apartarse de Mí? Porque es su espíritu el que se ha convencido de mi presencia. ¿Por qué otros aun dudando, no dejan de escucharme una sola vez? Porque llevan la duda en el corazón, pero es el espíritu quien los retiene, porque él está contemplando la verdad, Si esos corazones perseveran, sus tinieblas desaparecerán. 40. Los que os sintáis satisfechos de mi palabra, no os vayáis al desierto, ni almacenéis sólo para vosotros el sustento que os he dado. Os llamé para calmar vuestra hambre y para que después vayáis a hacer lo mismo con vuestros hermanos los hambrientos. 41. Ahora que vuestro espíritu recibe la luz a través de esta palabra, dejadle; él quiere conocerme, quiere saber quién es el que lo ilumina, quiere conocer el camino que le conduzca al fin de su destino. 42. Bienaventurados los que rompan las cadenas de esclavitud que les atan al mundo para estar conmigo. Bienaventurados los que venzan las inclinaciones hacia lo superfluo y las pasiones humanas para conservar limpidez en la mente y en el corazón, porque mi palabra caerá como semilla en tierra fértil. 43. No porque me hayáis escuchado en este tiempo, creáis que habéis llegado a la perfección. Mucho tenéis que esforzaros en el camino y practicar mis lecciones para lograr esa perfección con vuestras obras de amor. 44. Aquí en la Tierra no logrará el espíritu su mayor elevación, por lo que os digo: No toméis esta vida como la única, ni a vuestro cuerpo como si fuese eterno. De cierto os digo que esa materia a la que tanto amáis, no es más que vuestra cruz. 45. Comprended mi palabra, ved que en su sencillez se encuentra mi esencia que es vida, bálsamo y paz. Podrán los hombres hablaros con palabra muy florida, pero daros la esencia que mi humilde Verbo encierra, eso nunca lo conseguirán. 46. Hoy escucho a los hombres hablar de ley, de justicia, de paz, de igualdad y de fraternidad; mas en verdad os digo, que en donde no existe amor, no podrá haber verdad, ni justicia y mucho menos paz. 47. Cuando os hablo de amor, me refiero al lazo divino que une a todos los seres, no me refiero al amor como lo entienden los hombres. Donde hay egoísmo o bajas pasiones, no hay verdadero amor. Yo amo lo mismo al que me niega y ofende que al que me reconoce y me honra con sus obras. 48. Si unos son dichosos sabiéndose amados por Mí y a otros no les interesa, mi manto de Padre a todos sigue cubriendo porque el amor es inmutable. 49. Nadie podrá impedir que os ame, como tampoco evitará que el sol os envíe su luz. Mas no olvidéis que soy también juez, y que nadie podrá impedir o rehuir mis juicios, como ningún humano puede detener por sí mismo a los elementos cuando éstos se desencadenan. 50. Caminad dentro de mi Ley y comprenderéis que mi justicia es inexorable. Cumplid con mis enseñanzas y a través de las mismas vicisitudes sentiréis la paz. 51. La humanidad está dividida, porque no se rigen por una sola ley. Cada nación tiene sus propias leyes. Cada pueblo sigue diferente doctrina y si penetráis en los hogares, también cada padre rige a sus hijos de distinta manera. 52. Le revelé al hombre el don de la ciencia que es luz, y el hombre con ella ha creado tinieblas y ha causado dolor y destrucción. 53. Juzgan los hombres encontrarse en la cúspide del progreso humano, a lo cual Yo les pregunto: ¿Tenéis paz en la Tierra? ¿Existe fraternidad entre los hombres, moral y virtud en los hogares? ¿Respetáis la vida de vuestros semejantes? ¿Tenéis consideración del débil? De cierto os digo que si estas virtudes existieran en vosotros, poseeríais los valores más elevados de la vida humana. 54. Existe confusión entre la humanidad, porque a quienes os han llevado al abismo, los habéis elevado sobre pedestales; por eso no preguntéis porqué he venido entre los hombres, ni juzguéis por qué me estoy comunicando por conducto de pecadores e ignorantes porque no todo lo que juzgáis imperfecto, lo es. 55. El hombre es lo más perfecto que en el mundo ha existido. En él hay semejanza con el Creador; tiene en sí la trinidad que vosotros encontráis en vuestro Dios: conciencia, espíritu y materia, tres potencias que unidas forman un ser perfecto. 56. Podría el cuerpo vivir sin espíritu, animado tan sólo por la vida material, pero no sería humano. Poseería espíritu y carecería de conciencia, pero no sabría guiarse por sí mismo, ni sería el ser superior que por medio de la conciencia, conoce la Ley, distingue el bien del mal y recibe toda revelación divina. 57. Esta es la luz del Tercer Tiempo; más quien dijere que no es Dios quien os habla, sino este hombre, sometedle a prueba, que en verdad os digo: Mientras mi rayo divino no inspire su entendimiento, así le amenacéis con la muerte, de él no podréis arrancar palabras de esencia y verdad. 58. Nada extraño es que así como los espíritus se sirven de sus cuerpos para hablar y manifestarse, por un instante se desprenden de ellos para dejar que en su lugar se manifieste el Padre de todos los espíritus: Dios. 59. Vengo a vosotros, ya que no sabéis llegar hasta Mí, y os enseño que la oración más agradable que llega al Padre, es aquélla que en silencio se eleva de vuestro espíritu. Esa oración es la que atrae mi rayo a través del cual me escucháis. No son los cánticos ni las palabras las que halagan a mi Divinidad. 60. Más que a los virtuosos vengo a buscar entre vosotros a los necesitados, a los ignorantes, a los pecadores, para manifestaros mi caridad y convertiros en mis discípulos. 61. En este Tercer Tiempo, he de despojar a vuestro espíritu y a vuestra materia de todas sus lacras, para que alcancéis la verdadera elevación. 62. Lo mismo escucho al que en forma pura sabe elevarse para llamarme, que al que en su ignorancia me busca a través del más imperfecto culto. A todos los cubro con mi manto de amor. 63. Vosotros que me oís en este tiempo, no creáis hallaros en la cúspide de la espiritualidad, porque aún os falta mucho para llegar a ese grado de evolución, ni creáis ser los párvulos o principiantes en mi Ley, porque si bien estáis dando los primeros pasos en este Tercer Tiempo, ya en eras pasadas fuisteis también discípulos del Señor. Vuestro espíritu al escucharme en este tiempo se estremeció y después estudiando mi palabra, ha llegado a comprender el culto que el Padre espera de sus hijos. 64. Si siguiéndome no estáis libres de pruebas en este camino, es que no habéis llegado aún a la morada de vuestro Padre, donde os espera, para haceros sentir la verdadera paz y la dicha perfecta. 65. Ahora os digo: No os canséis, no retrocedáis ante los espinos y tropiezos, orad y me sentiréis cerca y comprobaréis que Yo soy el buen compañero en vuestro viaje. 66. No desesperéis, ni imitéis a los materialistas que sólo contemplan lo que la vida material les presenta. 67. Todo el que se ha perdido tendrá que desandar los caminos regresando al punto de partida para encontrar la paz del espíritu. 68. Es necesario que comprendáis para qué os he llamado en el Tercer Tiempo, que conozcáis vuestra responsabilidad y vuestra misión, porque no sólo responderéis de vosotros sino de la porción a vosotros encomendada. 69. ¿Por qué teméis? ¿Acaso significa un sacrificio el amaros los unos a los otros? ¿No veis cómo lloran vuestros hermanos en las naciones? 70. La guerra ha extendido su manto sobre muchos pueblos de la Tierra y esto ocasionará que se desaten también el hambre, la peste y la muerte. 71. No dejéis vosotros la puerta abierta a la guerra, porque como ladrón, penetrará y os sorprenderá. Velad y orad. 72. La mala hierba será cortada de raíz del corazón de los hombres y la buena simiente será conservada, para formar con ella una nueva humanidad. 73. Muchos hombres y mujeres, por causa de tanto dolor y destrucción, empiezan a suspirar por mi Ley, por mi palabra y por mi paz, mas no saben hacia donde conducir sus pasos para encontrarme, ¿No os agradaría llegar en esos momentos ante ellos? y poderles decir: “Este es el camino ahí está el Divino Maestro ". 74. Mirad cómo cada página de la enseñanza que os doy la estáis sepultando sin comprender el destino que ella tiene. 75. Yo soy el libro, la palabra y la luz ¿Por ventura podréis negarme ocultando la verdad? 76. Yo os bendigo, porque habéis sabido preparar vuestro corazón como un santuario. Las tierras, que son vuestros corazones, han abierto sus entrañas para recibir el rocío de mi gracia, que hará germinar la simiente de mi palabra. 77. En mi mesa a nadie se ha servido más a uno que a otro, a nadie se ha distinguido ni humillado. Son los hombres los que me aman en forma diferente, unos con ahínco, con perseverancia y con fe; otros con frialdad, con inconformidad e inconstancia. Cuando todos los hombres buscando la paz, la encuentren en Mí, comprenderán que la palabra de Cristo y sus promesas son de vida eterna y todo el que en este tiempo me halle, nunca más se apartará de Mí, porque el espíritu encarnado en esta era, ha alcanzado grande evolución que es experiencia y luz. 78. Os dejo como antorchas entre la humanidad, por vuestras obras se encenderá la fe en muchos corazones. Cuidad de vuestros actos, palabras y hasta de vuestros pensamientos. 79. Que nunca sepa vuestra mano izquierda lo que haga la derecha y la semilla de vuestro amor será abundante y fructífera. 80. ¿Qué habéis hecho de la lección del Maestro? Aún no contemplo vuestra regeneración. Más no esperéis que mi justicia toque vuestro mundo para levantaros a trabajar por la paz. 81. No porque de antemano os sintáis perdonados, vayáis a hacer mal uso de este perdón. 82. Las dos eras pasadas transcurrieron sin que vuestro espíritu cumpliera con fidelidad su destino. Hoy se ha abierto un nuevo tiempo ante él para que con sus méritos inunde de paz la Tierra y de ella se ahuyente la miseria y el dolor. Es el tiempo en que podréis dejar vuestro ejemplo impreso en el corazón de vuestros hermanos, para que se aparten del vicio, de lo superfluo y recobren la salud del espíritu y la del cuerpo por medio de la regeneración. 83. En verdad os digo que si os levantáis en este tiempo al cumplimiento de vuestra misión sin velar y orar, veréis el haz de la Tierra cubrirse de cadáveres. 84. Comprended pueblo, que nunca habéis sido enviados a la Tierra para que seáis indiferentes a lo que acontece entre la humanidad. 85. Velad y orad, no esperéis que este año sea de complacencias para vosotros. Son tiempos de lucha, de enmienda y meditación. 86. No os despojéis de mis dones, porque quedaríais como parias en la Tierra. 87. Orad por la paz de las naciones; he hablado a los hombres a través de la conciencia, a los que gobiernan estos pueblos y he visto que su corazón es reacio, que de él no retiran su odio y su ambición. 88. Velad por vuestra fe, por vuestro celo para testificar mi verdad y despreocupaos de las pruebas que por amor a Mí os causen vuestros hermanos, porque mi Obra, mi Doctrina y mi Ley son indestructibles, son inmaculadas. Os digo esto, porque seréis perseguidos por ser mis discípulos. La mala intención, y la mala fe irán tras de vosotros. Mas no por eso os ocultaréis en las catacumbas para orar y tratar de servirme; aquellos tiempos pasaron. 89. He libertado a vuestro espíritu y en su evolución nadie podrá detenerlo. 90. Mi extensa lección de este Tercer Tiempo os elevará a todos a un grado mayor de evolución desde donde contemplaréis a vuestro único Dios. Entonces habrá paz en vuestro espíritu y esa paz será semejante al gozo que tendréis cuando después de conquistar la tierra prometida y de alimentaros con los manjares eternos. Experimentéis la gloria de amar y de ser amados por vuestro Padre Celestial. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 60 1. Venid a mi mesa a comer el pan de mi enseñanza. 2. Vais a escuchar al Verbo; ¡Oh pueblo! 3. Yo contemplo vuestro afán por seguirme; no os ha importado traer vuestro corazón herido por los vuestros, desgarrado se encuentra; mas la vestidura de vuestro espíritu la contemplo intacta, porque la maldad del hombre no puede llegar hasta ahí. 4. Bienaventurados los que por mi causa son burlados y heridos y a pesar de ello con mansedumbre y amor llevan su cruz a cuestas, porque ellos verán prodigios de conversión en sus hermanos. 5. No todos los que forman la multitud que me escucha tienen fe; entre ellos descubro a los nuevos fariseos ocultándose, tratando inútilmente de encontrar impostura en la verdad. 6. He venido a enseñaros a elevar vuestro espíritu para que encontréis la esencia de esta palabra que está sobre toda imperfección humana. 7. La esencia que brota de esta palabra que os entrego, la derramaré sobre todos los pueblos de la Tierra porque es simiente de unificación. Esta Doctrina hará meditar y comprender muchas enseñanzas a la humanidad. 8. Los lazos rotos se unirán y las diferencias de razas desaparecerán ante la espiritualidad, porque el culto al único y verdadero Dios será uno solo. 9. Así empezaréis a formar en la Tierra una sola familia y os dejaré una antorcha grande, infinita, que alumbre el sendero espiritual de todos mis hijos. 10. Mi costado abierto aún deja escapar un raudal de agua que es redención y bálsamo para vosotros. 11. Preparo los caminos para que el extranjero llegue a esta nación y escuche mi palabra a través de esta comunicación. 12. Si en el Segundo Tiempo os dije: “Quien conoce al Hijo conoce al Padre”, hoy que os hablo como Espíritu Santos digo: “Yo soy Cristo y soy el Padre, porque el Verbo que en Cristo habló era la palabra de Dios que es esta misma que hoy estáis recibiendo”. 13. Ha sido necesario que os hable por medio de símbolos, en sentido figurado y en parábolas, para que lleguéis a comprender las lecciones de espiritualidad que os he traído en este tiempo. 14. Mas ha llegado la hora en que apartéis de vuestro culto todo materialismo y me busquéis con el espíritu. 15. Comprended que no vengo a la casa material donde penetran vuestros cuerpos, vengo a la morada que vuestro pensamiento me prepara. 16. Hoy gozad con mi palabra. Cuando el año 1950 llegue, no os abandonará mi Espíritu porque él está en vosotros y en todo lo creado, mas ya no me escucharéis en esta forma. Si Yo vine espiritualmente a comunicarme con la humanidad, vosotros os elevaréis después espiritualmente hacia Mí. 17. Llegáis temerosos ante el Maestro para preguntarme: “Señor, ¿Nuestra simiente será grata ante tu mirada?”. A lo cual os respondo: Si habéis hablado con amor, si habéis tenido caridad para el enfermo, si habéis perdonado las injurias, habréis agradado a vuestro Padre. 18. Sembrad buena semilla para que recojáis buenos frutos. Si sembraseis amor y recogieseis desengaños en el mundo, no perdáis la fe y dejadme vuestra causa, porque es a Mí a quien servís y de quien recibiréis el galardón. 19. Os he enseñado a sembrar en el mundo para recoger en el cielo. 20. No busquéis vuestro pago en la Tierra, ni olvidéis que mi reino no es de este mundo. 21. En esta era se han desatado los elementos, para purificar a mis escogidos y dejarlos preparados para predicar mi palabra. 22. Mi inspiración va iluminando a los que me han buscado, a los que están destinados a ser mis discípulos: la voz de Elías es como campana sonora que despierta a los espíritus anunciando mi presencia. 23. La Obra que he venido a presentaros, es el arca en donde han de ser salvos los que en ella penetran, y el día en que hayáis recibido el último de estos mensajes, los elementos se desatarán y azotarán a la humanidad. Vosotros también seréis probados y entonces contemplaré la fe y la confianza que habéis puesto en Mí. Seréis escudriñados y muchos de vuestros hermanos que os han juzgado mal por ignorancia, al conocer mi Doctrina se unirán a vosotros. No sólo el hombre alcanzará mi enseñanza en este tiempo, también los espíritus que habitan en el valle espiritual serán elevados a escalas superiores. 24. Discípulos amados: sed celosos de mi Obra, cumplid mis mandatos y con ello estaréis dando testimonio de Mí. María vuestra dulce Madre, también desciende a vosotros y os llena de gracia, os enseña el amor perfecto y convierte vuestro corazón en fuente de caridad, para que hagáis grandes obras de amor entre vuestros hermanos y conozcáis la verdad. Ella es mi colaboradora y junto a mi palabra de Maestro y de Juez, está su palabra de madre y de intercesora. Amadla, pueblo, e invocad su nombre. En verdad os digo que María vela por vosotros y os acompaña, no sólo en los días de prueba sino eternamente. 25. Hago responsable a mi pueblo de estas manifestaciones de amor que le entrego; todo el que haya aprendido de Mí, prepare y enseñe mi verdad a los postreros. 26. Muchos hambrientos y sedientos de la palabra divina vendrán a vosotros y en mi enseñanza clamarán su anhelo de saber; Yo os estaré contemplando desde el Más Allá y toda obra buena que hagáis en favor de vuestros hermanos será bendecida y sus frutos multiplicados, en cambio todo error o adulterio a mi Ley será juzgado y sancionado por Mí justicia perfecta. 27. Creced y practicad sin fanatismo, elevaos y colocaos en un plano desde el cual podáis enseñar a todos vuestros hermanos sin distinción de credos ni doctrinas. No os detengáis para hacer la caridad a un necesitado porque practique un culto retrasado o imperfecto; antes bien, vuestra obra desinteresada conquistará su corazón. No os encerréis en grupos, ni reduzcáis con esto vuestro campo de actividades, sed una luz para todo espíritu y un bálsamo en toda aflicción. 28. Sois como el caminante que se sienta bajo la sombra de un árbol a descansar para después proseguir la jornada. Si la sed os abrasa, he ahí una fuente de agua cristalina en mi enseñanza; si vuestras fuerzas se han agotado, reposad; si la tristeza embarga vuestro corazón, aguardad y escucharéis el trino del ruiseñor que os hará olvidar vuestras vicisitudes; mas si el hambre llega a vosotros, cortad del árbol el fruto más maduro y comed. 29. He aquí al Maestro hablándoos con sencillas parábolas para que comprendáis mi Doctrina. 30. No quiero que os estacionéis en el camino, ni que mañana os quedéis mudos cuando los hombres os pregunten lo que escuchasteis de Mí; no es mi voluntad que después de 1950 lleguéis a reclamarme desesperados porque me he ausentado de vosotros. 31. Ved con qué mansedumbre y constancia me he presentado para entregaros mi palabra y enseñaros a pronunciar sílaba por silaba mis palabras divinas. 32. Discípulos: No vengo a exigiros que en vuestras obras y palabras alcancéis la perfección, pero si os pido toda la limpidez, caridad y sinceridad de que seáis capaces. 33. Guardad mi esencia en vuestro corazón para que cuando habléis, vuestras palabras vayan saturadas de ella y conmuevan el corazón de vuestros hermanos. Si vuestra palabra no lleva esta esencia no seréis creídos y os dejarán predicar solos en el desierto, el viento se llevará aquellas palabras y nada habréis sembrado. ¿Qué aliciente podrá sostener en su jornada a quien así vaya trabajando? Ese tendrá que hundirse en el desaliento. 34. Desde ahora os digo que os llenéis de fortaleza, de ánimo para la lucha, porque en vuestras flaquezas y en los instantes de amargura no esperéis que siempre venga alguien a consolaros. 35. Mas si sabéis desde hoy prepararos, jamás os sentiréis solos ni me sentiréis ausente, aunque hayáis dejado de escuchar mi palabra. Si sabéis buscarme y amarme, sentiréis mi presencia doquiera que estáis y en el momento en que la necesitéis. 36. Buscadme siempre de la mejor manera que podáis y en Mi encontraréis al Padre, Maestro y Amigo. 37. Nunca he negado mi caridad a quien la ha buscado, aun cuando haya llegado cubierto de lepra. A nadie le he prohibido tomar el pan de mi mesa. 38. Así os preparo porque de vuestros labios brotará mi palabra y ella será consuelo, profecía, bálsamo y baluarte en las pruebas de la humanidad. 39. Mirad la estela de dolor que va dejando la guerra y los hombres no quieren despertar de su letargo, mas pronto surgirán en el mundo sucesos que conmuevan a la humanidad y la hagan cambiar de ruta. 40. Los elementos darán voces de justicia y al desatarse harán que desaparezcan porciones de tierra y se conviertan en mar y que desaparezcan mares y en su lugar surja la tierra. 41. Los volcanes harán erupción para anunciar el tiempo del juicio y toda la Naturaleza se agitará y conmoverá. Orad para que sepáis comportaros como los buenos discípulos, porque ese será el tiempo propicio en que la Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana cunda en los corazones. 42. Llenos de gozo venís hoy hacia Mí, para cantar ¡Hosanna! porque sois los que habéis oído mi voz y mi palabra en las tres Eras y reconocéis que soy el Dios único que en los tres tiempos se ha venido e manifestar a la humanidad. 43. Vosotros no veis misterio en mi Trinidad porque en verdad no existe. Yo soy un solo Dios que se ha manifestado en tres fases. Los hombres son los que al profundizarse en sus meditaciones y en sus ciencias se confunden. 44. El libro de la enseñanza se encuentra abierto ante vosotros y es el Maestro quien viene a elegir la lección; entonces vais sintiendo que de párvulos pasáis a ser discípulos según el amor, la fe y la voluntad que ponéis al escucharme. 45. Hay quienes a pesar de oírme y creer en mi presencia, no me han entendido; otros que reconociendo la grandeza de mi revelación no se han levantado a la regeneración y al cumplimiento de su misión, otros que quisieran extender mi enseñanza entre los hombres pero temen a la humanidad y sienten que sus labios enmudecen y aún hay quienes me han dicho: “Maestro, dejadme gozar los placeres del mundo y una vez hastiado, llegaré a vos”. ¡Ah ignorantes que así habláis a vuestro Señor sin pensar que el día postrero de vuestra vida no lo conocéis y cuando lo veáis llegar entraréis en lucha con la muerte, con la invencible, y vuestro espíritu se desprenderá de la carne para oír la voz de su conciencia que le dice que ante mi presencia se encuentra desnudo de buenas obras, con las manos vacías, mostrando que ha perdido la oportunidad de acercarse a su Padre! 46. Vengo a escoger de entre las multitudes a los que llenos de fe y de firmeza han de seguirme para que ellos imiten a su Señor extendiendo la Ley por todo el mundo. Sabéis que no tengo preferencias, pero que no todos estáis a tiempo para ser elegidos. 47. Desde los primeros tiempos de la humanidad he venido a servirme de los que se han preparado, de los que han analizado mi enseñanza para enviar por su conducto mis mensajes y mi Ley a los demás. 48. Cuando hablé a Abraham, él escuchó mi palabra y con la fe contempló a su Señor. Aquella voz dijo al patriarca: Contemplo que sois justo en la Tierra y hago con vos un pacto de alianza; es mi voluntad hacer brotar de vos numerosas generaciones, las cuales formarán un pueblo que deberá reconocerme y amarme y en él serán benditas todas las naciones de la Tierra. 49. Yo di a Abraham un hijo a quien llamó Isaac y al que amó profundamente, y para probar la fe y obediencia del patriarca, le pedí que lo sacrificara. Abraham se estremeció en su carne y en su espíritu, mas reconociendo que era orden divina la que estaba recibiendo, sólo pidió en su oración fuerza para llevar a cabo aquel supremo mandato y se dispuso al sacrificio de su hijo. 50. Eso me bastó, y cuando el brazo de Abraham se levantó para asestar el golpe, Yo detuve su mano, le devolví la vida del hijo amado y le di mi ósculo de paz. Sólo uno de mis elegidos podía resistir esa prueba, por eso Yo lo escogía a él para que su ejemplo quedara escrito para los hombres de su tiempo y de la posteridad. 51. Después Jehová os envió a su Verbo encarnado en Jesús, a quien probasteis y de quien me pedisteis su vida para creer; y mi amor infinito e incomprensible para vosotros, os lo entregó como un manso cordero, para que recibiendo su sangre, resucitaseis a la vida eterna. Ya podréis comprender mi amor por vosotros los pecadores. 52. Hoy vengo a buscaros nuevamente, mas no vengo a grabar la Ley en piedra, ni a encarnar mi Verbo en un hombre. Viene mi Espíritu Santo a hablaros por medio del entendimiento del hombre inspirado por Mí, a prepararos, para que después os comuniquéis directamente de espíritu a Espíritu con mi Divinidad. 53. Es el espíritu de Elías quien abrió las puertas de esta Era en la cual os he revelado las nuevas enseñanzas contenidas en la Sexta página del Libro de los Siete Sellos, el Libro de la Vida, cuya luz iluminará hasta el último rincón de la Tierra. 54. Vosotros pertenecéis espiritualmente al linaje de Abraham, al pueblo en el que a través de los tiempos, se cumplieron todas las profecías y las promesas que os hice por medio de los patriarcas. 55. Ahora os estoy confiando un nuevo testamento que es como un arca, para que en ella se salve la humanidad. 56. Trabajad, sembrad, pero hacedlo dentro de mi Ley. Si os he dicho: mi voluntad es la vuestra y vuestra voluntad es la mía, puedo repetíroslo, pero siempre y cuando vuestra intención sea lícita. Pensad que de vosotros no debía haber brotado nada impuro por haber nacido del seno de Dios, justos y limpios. Os di la Tierra llena de bendiciones para que la tuviesen los hombres como hogar temporal. 57. Si en todos los tiempos he venido a mostrarme a los hombres, ¿Por qué entonces, necesitan hacer mi imagen con sus propias manos para en ella adorarme? 58. Pueblo, vuestra restitución en este tiempo ha consistido en venir a buscar una joya de incalculable valor entre el fango. ¿Por qué? Porque en la Tierra que habitáis y que habéis convertido en fétido pantano, perdisteis en tiempos pasados vuestra heredad; llegasteis sin ella ante mi presencia y hube de enviaros a buscarla, para que al retornar a Mí, me la mostraseis. Esa joya es el conjunto de virtudes. Haced el bien y cuanto más lo practiquéis, mayores serán los destellos que ella de. 59. No me culpéis de haber venido a doctrinaros en tiempos de dolor y de tristeza, porque Yo no he creado el dolor. 60. Sed mis buenos labriegos y os enviaré a las comarcas a enseñar esta Doctrina. No vayáis a enseñar lo superfluo, ni confundáis la verdadera fe en lo espiritual con las supersticiones. Si estas ideas mezclaseis a mi Obra, más os valiera enmudecer. 61. Hablad de mi verdad y os premiare con mi inspiración, como he premiado la inspiración de este pueblo y de mis portavoces derramando mi palabra cada vez más extensa. 62. Sentid mi presencia divina entre vosotros; ha sido mi voluntad sorprender a mi pueblo en este día. 63. Hoy vengo a preguntaros: ¿Qué habéis hecho de la Obra que os he confiado? ¿Qué habéis hecho de mis enseñanzas, y cómo habéis entregado mi mensaje a vuestros hermanos? Calláis ante mis preguntas, pueblo, porque sabéis que esas mismas preguntas ya os las había hecho vuestra conciencia. 64. Os sentís como párvulos ante el Maestro y en silencio lloráis. Yo os perdono y os concedo un tiempo más, para que en él lleguéis a convertiros en los verdaderos discípulos. 65. Bien sabéis que enseñanza no os ha faltado, que a vuestro paso os he llenado de alicientes para que prosigáis en el sendero. Ciertamente, me presento como juez, pero os hago sentir antes mi amor de Padre. 66. Pueblo: Si Yo diera a las naciones la paz a cambio de vuestra regeneración y enmienda, ¿Aceptaríais gustosos esta condición y os esforzaríais por cumplir con ella? Pensad en esto que os digo, discípulos. 67. Vengo lleno de amor y de mansedumbre para que aprendáis a amaros y para que seáis humildes. Yo soy el ejemplo y el Libro. Oíd a Cristo nuevamente porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. 68. No sólo Yo he venido a manifestarme, también María vuestra dulcísima Madre y Elías vuestro Pastor Espiritual, para que comprendáis que éste es el último tiempo en que Dios se materializa a través del entendimiento humano para ser visto, oído y sentido por el hombre. 69. Si vosotros que habéis oído esta palabra, la abrazáis con amor y la dais a conocer como os la he enseñado, de cierto os digo que vuestra simiente alcanzará hasta la séptima generación; mas si no tuvieseis sumisión y caridad, el dolor se hará sentir en vuestros hijos y en sus descendientes. 70. Mucho tendréis que trabajar en el seno de vuestra congregación, para que vuestros méritos sean tenidos en cuenta; tendréis que uniros en pensamiento y en voluntad; tendréis que amaros como hermanos y saberos perdonar vuestras ofensas; entonces habréis roto las cadenas que os atan al materialismo, al amor propio, al egoísmo, para comenzar a vivir y a sufrir por los demás. 71. Elías es con vosotros y su luz os inspira para que terminéis de construir en vuestro corazón el santuario, como también os dio valor para que derrumbaseis de su pedestal a vuestros ídolos. El rayo de Elías ha venido siempre a exterminar la idolatría, la superstición, la ignorancia y ha hecho que los hombres reconozcan el poder del Dios de Verdad. 72. Pueblo: Refugiaos bajo el manto de paz de María en este tiempo de tribulaciones y orad por todos los hombres, tanto por los que la reconocen como Madre Divina como por los que la desconocen. 73. Ved cómo la guerra se extiende como el aceite en el agua. La mala hierba deberá ser cortada de raíz, para que la Tierra sea limpia nuevamente. 74. Velad y orad por la paz de vuestra nación y guardad en vuestro corazón mi palabra, porque aún estáis en el tiempo de oírla, mas pronto este tiempo pasará. 75. Yo recibo la oración de este pueblo que también eleva su plegaria a la Reina de los Cielos, la que os envía su caricia y deposita en vuestro corazón una flor espiritual. 76. Benditos sean los que vienen buscando mis huellas. Estáis oyendo mi voz que os envío desde lo perfecto, voz que en múltiples formas se escucha en todo el Universo. 77. Nadie puede ocultarse a la mirada de Creador puesto que Él es omnipresente. Os sigo doquiera que vayáis como vuestra propia sombra; ningún pensamiento puede escapar a mi Divinidad, ni existe obra que haya quedado oculta o ignorada para Mí. Lo mismo estoy con los espíritus justos que habitan mansiones elevadas, que con aquellos cuya turbación espiritual les ha hecho crear y habitar mundos de tinieblas. 78. Aquí estoy con todos, soy el esperado por unos, el perseguido por otros. El Espíritu Santo viene a descorrer el velo de oscuridad que os cubría, para que todo ojo pueda recrearse con esta luz. Soy la vida eterna que viene en busca de los muertos para levantarlos. 79. Elevaos en vuestra oración de tal manera que podáis llegar a los umbrales de la eternidad, en donde no pasa el tiempo y donde todo es paz y beatitud, porque ahí os saturaréis de la vida verdadera. 80. Pensad que inexorablemente llegará para cada quien el instante de penetrar para siempre en aquella morada. ¿Por qué os empeñáis en morar en este mundo? Cuán poca es vuestra fe y vuestra esperanza en la vida espiritual cuando tanto os aferráis a la Tierra, y cuando contemplo que quisieseis volver a ver en ella a aquellos que fueron vuestros y que hoy viven en espíritu, en mundos mejores que este. ¿Por qué queréis que vengan a llorar nuevamente al valle de lágrimas y a comer de vuestro amargo pan, si desde donde habitan ya están vislumbrado la silueta de la Tierra Prometida? 81. Sentís que la justicia del Padre se manifiesta en todo el Universo, mas Yo os digo que no confundáis mi justicia con el vulgar castigo. Esta era os ha sorprendido impreparados porque habéis desaprovechado los tiempos y vuestros dones y por esta causa os sentís castigados. 82. Discípulos: Despertad y reconoced el tiempo en que os encontráis. Os digo que así como nadie podrá retener mi justicia, tampoco podrá cerrar las puertas del Más Allá que mi caridad os ha abierto. Nadie podrá evitar que de aquellos mundos desciendan entre los hombres los mensajes de luz, de esperanza y de sabiduría. 83. Yo soy el único poseedor de ese reino y su llave está en mi doctrina. Comprended entonces toda la gracia que entre vosotros, humildes espiritualistas, he depositado porque ninguna secta o religión de este tiempo tiene la comunicación de la palabra divina, ni la presencia de los seres espirituales de luz enviados por mi voluntad. 84. Dejad que las grandes religiones y sectas desconozcan estas enseñanzas, dejad que nieguen esta comunicación y os juzguen; es que han olvidado, o no quieren saber que Cristo tiene la llave de todos los misterios del espíritu. Ya veréis cuántos que dicen seguirme en realidad serán quienes me persigan; mas mi palabra tendrá que cumplirse. 85. Esta es la Tercera Era en que Cristo viene al mundo sobre la nube, lleno de majestad y rodeado de seres espirituales de luz pera libertar y salvar a los hombres. A todos les he dado señales de mi presencia, a toda puerta he tocado, mas escuchando mis pasos, me han negado. Y habéis sido vosotros los humildes, los que lleváis en vuestro espíritu la simiente del pueblo de Dios, los que han creído en Mí, me habéis sentido y recibido en vuestro corazón. 86. Nadie ha podido detener estas manifestaciones ni ha podido detener vuestro paso, porque la verdad es luz y es espada invencible. 87. Hoy sabéis que mi venida en este tiempo no fue para colmaros de las riquezas del mundo; sin embargo, como una prueba más de mi presencia entre vosotros, habéis visto palpable mi caridad, ya recobrando la salud perdida, ya viendo abrirse las puertas del trabajo o recibiendo mus manifestaciones en tantas formas como os las he entregado. 88. A todos os daré pruebas de mi presencia, tanto en lo espiritual como en lo material. 89. Religiones y sectas del mundo: ¡Abrid vuestras puertas y como torrentes venid a Mí! ¡Hombres del poder: levantaos y probad mi Obra! ¡Hombres, mujeres, buscadme, tened caridad de vosotros! Si este pueblo no estuviese preparado para recibiros, Yo os recibiré, Yo os sanaré y os daré el pan de mi palabra. 90. Humanidad, orad; Yo os espero para hablaros y revelaros el misterio del Tercer Tiempo. 91. ¿Esperáis gloria en el mundo? Bien sabéis que esta Tierra, por voluntad del hombre, en vez de manar leche y miel, vierte llanto y muerte. 92. Preparaos, porque vuestras manos serán las que deberán destruir vuestra idolatría una vez que con todo amor practiquéis el culto espiritual a Dios. 93. Velad pueblo, porque la lucha se acerca y el adversario se aproxima. No será el Faraón del Primer Tiempo, ni el César del Segundo los que traten de reduciros a la esclavitud temerosos de vuestro desarrollo y de vuestra luz; serán las tinieblas de todos los siglos las que os envuelvan y amenacen, por eso os he dado la espada de luz para que luchéis. En esa luz habrá fe, sabiduría y caridad. 94. El perdón será una de las virtudes que mayor mérito hallará delante de mi justicia. Os digo una vez más: “Amaos los unos a los otros”. 95. Mi amor fundirá a todos los hombres y a todos los mundos. Ante Mí desaparecerán las diferencias de razas, lenguas y linajes y aun las diferencias que existen en la evolución espiritual. 96. Entre Dios como Juez y el hombre existe una escala que es María, la Madre amantísima, en cuyo amor se lavan y purifican los espíritus para presentarse ante su Señor. 97. Si la desobediencia de Adán, el crimen de Caín y la confusión de Babel, aún pesan sobre la humanidad, Yo os daré ocasiones para que os libréis de todas esas manchas. 98. Os ofrezco esta fuente de aguas cristalinas y vírgenes para que tengáis dónde calmar vuestra sed y os limpiéis de toda impureza, pero velad por la fuente porque se levantarán hombres queriendo engañaros con falsas doctrinas espiritualistas y os dirán que aman a Dios y a María. Cuidaos, porque eso será para disgregaros del redil. Surgirán aquellos que mezclen mi Doctrina con doctrinas humanas. ¡Vivid alerta! Porque ya se acerca la hora en que os llame a juicio; entonces mi presencia será como el trueno en la tempestad y mi luz como la del relámpago que nace en el Oriente y se pierde en el Occidente; entonces llamaré a los 144,000 marcados por Mí para que ante mi justicia entreguen su cosecha; unos estarán en materia y otros en espíritu. 99. Los que me siguieron en 1866, estarán presentes en este juicio, para que también respondan de la primera simiente. Antes de que la paz llegue será el juicio. Veréis levantarse fuertes contra fuertes y en sus luchas su fuerza y su orgullo se debilitarán; para entonces, la Tierra habrá sido bañada en sangre de pecadores y también de inocentes y cuando estas pruebas hayan sido, vendrá la paz a las naciones porque los hombres estarán reconociendo como único, fuerte y justo a Dios. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 61 1. Al descender mi rayo entre vosotros, los ángeles se unen a vuestro espíritu en oración y homenaje al Padre. 2. El temor a mi justicia ha elevado el fervor de este pueblo, al ver que los elementos se desencadenan en estos días de prueba. ¿Por qué os amedrentáis? ¿No os he enseñado a orar y a escudaros con la fe? 3. Mirad que los elementos os están mostrando el cumplimiento de las profecías de los tiempos pasados. Si os ha tocado vivir y ver estos acontecimientos, no os atemoricéis ante la voluntad de vuestro Padre, todo sirve para purificaros. 4. A cada uno de vosotros le estoy confiando una porción de corazones para que los conduzca con su palabra y sus ejemplos; más si en las pruebas flaqueáis ¿Qué confianza podréis infundir a vuestros hermanos acerca de mi enseñanza? Entre las multitudes que os siguen hay corazones de roca que sólo con buenas obras lograrán conmoverse y convertirse a mi Doctrina. 5. Vivid alerta y sed sensibles porque a cada paso y en cualquier lugar os presentaré al necesitado y no debéis pasar indiferentes junto a él sin sentir su menesterosidad. También ésos a los que sólo miréis una vez en la vida, forman parte de vuestra porción; ellos os reconocerán en el más allá. 6. No miréis cuadros de dolor tan solo por curiosidad; id siempre animados de los más nobles sentimientos para que vuestras obras encierren verdadera caridad y para que llevéis el consuelo a vuestros hermanos; no huyáis de un hospital, ni os horroricéis de un leproso, de un mutilado o del que esté atacado de cualquier enfermedad contagiosa, no miréis con desprecio o repulsión un presidio, ni paséis junto a él sin elevar una oración por los que en él se encuentran. Tended vuestra mano con amor a los que han caído, a los que se encuentran olvidados de los hombres. ¡Cuánto bien les haréis en su espíritu! 7. Templad vuestro corazón para la lucha, no quiero en mis filas soldados débiles; vuestra presencia en el camino de vuestros hermanos puede significar para ellos salvación, liberación, salud y paz. 8. Pronto levantaré mi palabra de entre vosotros y los que no hayan querido llevarla en su corazón quedarán en espera de que el dolor venga a pulimentarlos. ¿Cómo podrían dar testimonio de mi nueva manifestación si no se encuentran preparados? 9. Si en el Segundo Tiempo habló mi Verbo a través de Jesús niño ante los doctores de la ley, haciendo que sus labios callasen ante mis preguntas y asombrándoles con mis respuestas, de cierto os digo, que en este tiempo mi Verbo llegará ante los nuevos doctores, teólogos y sabios, para interrogarles y contestarles; para esto es menester que os preparéis, Os enviaré a dar este testimonio a la humanidad y si los hombres no os creen, les diré: “Si no creéis a mis emisarios por su pobreza y por su humildad, creedles por sus prodigios”. Las obras de mis discípulos irán acompañadas de señales en la naturaleza y en la vida de los pueblos que harán meditar a la humanidad en la verdad de mi Doctrina. 10. No quiero que los marcados después de su jornada terrestre, retornen al valle espiritual envueltos por la tiniebla. Quiero recibirles llenos de luz, de fortaleza y de amor para enviarles en espíritu a la Tierra como un ejército invisible que llegue a limpiar los caminos, a librar a los cautivos, a despertar a los que duermen en la ignorancia, en el orgullo o en los vicios. ¿Qué será de los que habiendo recibido la señal del Espíritu Santo se presenten sin luz y sin méritos en el Más Allá? ¿Les enviará el Señor entre sus ejércitos de luz o tendrá que hacerles reencarnar nuevamente para que vengan a lavar sus impurezas? 11. En verdad, en verdad os digo: no sabéis qué tiempos esperan a la humanidad sobre esta Tierra, ni deseéis venir a habitarla en aquellos días. 12. Alejaos, alejaos del pecado, porque mi espada de justicia viene implacable a exterminar el mal. Yo ayudaré a los que luchan por salvarse y auxiliaré con mi caridad a los que lloran por el extravío de los hombres. Sí, pueblo, existen hombres y mujeres que velan por permanecer en la virtud, en el bien, y padres que oran porque sus hijos no se desvíen del buen sendero. 13. Yo os exhorto a una penitencia bien entendida, aquella que no os prive de nada, que sea benéfica al espíritu y al cuerpo pero en la que os eximáis de todo lo que sea perjudicial por saludable y placentero que os parezca, aunque esta abstención signifique un sacrificio. 14. Doquiera que piséis dejad una huella de amor y caridad para que el que por ahí pase reciba la luz, entonces sí estaréis imitando a vuestro Maestro. En verdad os digo que una de las huellas más profundas que podéis dejar en el corazón de vuestros hermanos es la del perdón de las ofensas recibidas. 15. Vuestro corazón se ha abierto lleno de humildad para confesarse delante de su Señor y Yo que soy Aquél en quien recaen todas las ofensas; os concedo mi perdón como un hálito de paz que tranquilice a vuestro espíritu y llene de esperanza vuestro corazón. ¿Qué más puede desear vuestro espíritu en el destierro en que se encuentra? 16. El Padre os habla desde su Reino, María os cubre con su manto y Elías vela por vosotros; sabed estimar la gracia que os ha sido concedida. 17. He aquí el Libro de la Vida Verdadera abierto ante vuestros ojos, para que no vayáis entre tinieblas. Si Yo os doté de espíritu lo más natural y justo es que le muestre algo más de lo que pueda enseñarle la Naturaleza. Un espíritu no debe vivir en la ignorancia en medio de mi creación ya que él es superior a cuanto le rodea. 18. Tengo sed no sólo de vuestro amor, sino de vuestra comprensión. 19. Tomad con elevación espiritual las pruebas y vicisitudes de la vida para que sean provechosas a vuestro espíritu, porque de cierto os digo, que a través de ellas comprenderéis con claridad muchas enseñanzas de vuestro Padre. 20. Aceptad vuestro destino, conformaos con lo que poseéis, tened paciencia. ¿Por qué a veces perdéis la calma y os desesperáis? Porque olvidáis vuestro principio así como las deudas que tenéis que restituir. 21. Dejad que vuestro espíritu comprenda y esté conforme con su restitución y sentiréis que la luz penetra en vuestro interior, llenándoos de esperanza, de fortaleza y alegría. 22. Sabed que no fue mi voluntad que lloraseis, ni que me place ver lágrimas en vuestros ojos; mas al contemplar que vuestro espíritu que llegó limpio a la Tierra, se ha manchado con los pecados del mundo, dejé que él mismo se purificara para que pudiera retornar a Mí. Si el ignorante reniega de mi justicia y el débil sucumbe, ellos están perdonados; mas vosotros que habéis escuchado esta palabra, que habéis recibido esta Ley, no podréis desesperaros ni blasfemar, a menos que apaguéis la luz de vuestra fe y caigáis en turbación. ¿No creéis que si en esa forma faltaseis sería tanto como manchar esta hoja blanca que os he entregado, o como arrojar lejos de vosotros el pan que con tanto amor os ofrecí? 23. No debilitéis, no volváis a enfermar ni permitáis que nadie os arrebate los dones que os estoy enseñando a desarrollar; sabed aprovechar la enseñanza y la fuerza que os doy para que transforméis la amargura y el sufrimiento en paz y en amor; si en el seno de vuestro hogar existen discordias es que no habéis sabido poner en práctica mi lecciones de amor. 24. Mientras me escucháis os sentís seguros, pero en cuanto abandonáis el recinto, os sentís acechados en muchas formas. ¿Seré Yo quien os tienta, quien os hace caer y quien desea que os perdáis? Discípulos: si he permitido que las tentaciones existan, dejad que ellas os prueben; vuestra misión es resistir con fe hasta convertir las tinieblas en luz. Si pongo en vuestro camino al que ha faltado, no es para haceros caer, sino para que lo salvéis; orad reconociendo que estáis en el tiempo de la lucha del espíritu y que debéis cumplir con el precepto que os dice “Amaos los unos a los otros”. 25. Sed activos, no durmáis ¿O queréis esperar que las persecuciones os sorprendan durmiendo? ¿Queréis caer otra vez en la idolatría? ¿Esperáis que doctrinas extrañas vengan a imponerse por la fuerza y por el temor? Estad alerta porque por Oriente surgirán falsos profetas confundiendo a los pueblos; uníos para que vuestra voz resuene en todo el orbe y deis a tiempo el alerta a la humanidad. 26. Para ayudaros en vuestra unificación, me estoy haciendo sentir entre vosotros bajo muchas formas para haceros comprender el tiempo en que os encontráis, ¡Pero cuán pocos son los que sintiendo mi presencia saben decir: es el Señor! Los hombres duermen espiritualmente, vosotros que me oís habéis despertado, pero aún no os levantáis a despertar a los demás. 27. Del interior de estos humildes recintos saldrá el nuevo mensaje para la humanidad, de ellos saldrán las multitudes llevando en sus labios el testimonio de su regeneración y de su adelanto espiritual. 28. ¡Cuán pobres han sido en lo material estas casas de oración, mas su grandeza ha sido espiritual! Los recintos donde habéis escuchado mi palabra, son semejantes a un árbol corpulento y frondoso cuya sombra ha sido saludable, su presencia ha infundido paz y confianza y sus frutos os han alimentado, han dado albergue al adúltero, al infanticida, al vicioso, al enfermo, a los que mancharon su mano con la sangre de su semejante, a los pobres, a los hambrientos de amor; en todos ha corrido el llanto, se han elevado oraciones y se han escuchado palabras de gratitud. Paso a paso en estos recintos se ha ido purificando este pueblo con lágrimas y oraciones. 29. Ahora se purifica la humanidad en medio de grandes dolores; la guerra ha extendido su influencia en todo el mundo y el hombre débil ha cedido. Hoy corren ríos de sangre, naciones contra naciones se levantan, las mismas madres empujan a sus hijos a la guerra. Después vendrán todas las consecuencias: la peste, el hambre y la muerte; no habrá un lugar libre de ese exterminio, enfermedades raras aparecerán, la lepra se propagará y la ceguera también. El sol se sentirá como de fuego, los campos que ayer fueron fértiles quedarán estériles y las aguas se contaminarán. Por ello debéis prepararos, porque no bastará mi señal para ser salvos; ¡Cuántos sin ser de mis marcados, serán salvos, cuántos sin ser de mis escogidos sabrán encontrar el camino de salvación! Velad y orad. 30. De cierto os digo que si en este tiempo escucháis en la Tierra mi palabra por conducto de un entendimiento humano, en otros mundos también se escucha, aunque por otros conductos, por otros medios; mas aquellas maravillas las sabréis hasta que penetréis a la vida espiritual. 31. ¿Quién no ha sentido inquietud ante la vida del Más Allá? ¿Quién de los que han perdido a un ser amado en este mundo, no ha sentido el anhelo de volver a contemplarlo o por lo menos de saber dónde se encuentra? Todo lo sabréis; a ellos los volveréis a mirar; mas haced méritos ahora, no sea que cuando dejéis esta Tierra, en el valle espiritual preguntéis en dónde se encuentran aquellos que esperáis encontrar, y os digan que no les podéis ver porque se encuentran en una escala más alta; no olvidéis que tiempo ha os he dicho que en la casa del Padre existen muchas moradas. 32. Comed el pan de mi palabra para que se aparten de vuestro corazón la tristeza, el dolor y presintáis la vida eterna; Yo os entrego un poco de aquella paz. 33. Oídme una vez más apartando de vuestra mente los malos pensamientos que los inspira el mundo y así podréis penetrar con preparación en las enseñanzas espirituales que vengo a revelaros. Aquí, en el instante de vuestra elevación, en ese momento en que lucháis por concentraros en el fondo de vuestro corazón, es cuando se reflejan en vuestro espíritu las pasiones de la carne, ¿Cuándo dejaréis que en vuestro cuerpo se reflejen en plenitud los atributos y bellezas del espíritu? 34. Purificaos para que logréis sentirme; apartad poco a poco vuestra materialidad, Dejad las falsas deidades que moran en los insanos placeres, en las vanidades y en las ambiciones superfluas, dominad vuestras pasiones que vienen a tentaros y decidles como dijo Cristo en el desierto: “No tentarás a tu Señor, mas a El adorarás”. 35. Vengo a recordaros también que Yo os enseñé a entregar un tributo a Dios y otro al César, porque veo que todo se lo estáis entregando al César. Meditad un instante en cada día porque inexorablemente llegará la hora en que escuchéis mi voz que os llama para tomaros juicio y entonces será cuando vuestro espíritu responda de sí mismo y de su envoltura. No temáis de Mí en esa hora, Yo no soy injusto, temed de vosotros mismos. 36. Si en la Tierra os he demostrado que soy vuestro bienhechor amándoos y perdonándoos, ¿Creéis que al llegar vosotros a la vida espiritual me encontraréis cambiado? 37. Si os busco y os sigo con tanto afán, si os hablo y me inclino hasta donde estáis, es porque no quiero que al dejar este mundo os perdáis en el infinito, que os quedéis sin luz, que me busquéis y no me encontréis, que estando Yo muy cerca de vosotros me sintáis muy lejos, y no me escuchéis ni me contempléis. 38. Oíd mis lecciones y ponedlas en práctica. Bienaventurados aquellos de vosotros, que viviendo en medio de privaciones, de vicisitudes y amarguras, aún pedís por los que lloran, os olvidáis de vosotros mismos y rogáis por la paz de las naciones, porque esos que así obran encontrarán el camino de luz que conduce al reino de perfección y en la hora de su juicio su carga será más ligera. 39. Vengo colmando de beneficios a vuestro espíritu para que hasta el menesteroso que se quejaba de no poder hacer la caridad porque nada tenía, hoy reconozca que espiritualmente tiene un caudal inagotable. 40. Os estoy hablando por un conducto muy digno de mi Divinidad: el hombre, y en verdad os digo, que esta comunicación nunca se ha interrumpido. Yo soy el Verbo eterno, que siempre ha hablado y hablará a sus hijos muy amados. 41. Según la densidad de las tinieblas del mundo, así es la intensidad de la luz que le envío para que la humanidad conozca el camino verdadero. Si ya estuvieseis preparados, cuánto gozaríais sintiendo a cada paso, en cada lugar y en cada ser mi presencia. Me sentiríais en vuestro corazón, me escucharíais en vuestro espíritu, me veríais en todas mis obras aún en las más pequeñas. Hoy exclama la humanidad: “¡Dios mío, qué oscuros están los caminos de la vida!” sin contemplar que Elías, el Enviado del Tercer Tiempo, ha iluminado los caminos con mi luz y que en ellos podéis ver claramente las huellas de mi sangre. 42. Mi Reino viene en contra de vuestro reino, me he levantado en guerra contra el mundo, mas nadie se turbe, porque mi espada es de amor y mis ejércitos vienen armados de paz y de luz. Los enemigos de mi Reino caerán abatidos bajo la fuerza universal del amor y esos enemigos no podrían ser mis hijos, sino sus imperfecciones, sus desobediencias, sus pecados, los cuales Yo haré desaparecer. 43. ¿Cómo habría Yo de tomar vuestras armas de odio y de muerte para exterminaros? ¿Podría Yo ser el destructor de mis propios hijos? ¿Es concebible esto en Dios? Yo os digo: He aquí a vuestro rey sin corona, sin cetro y sin manto. Escudriñad mi palabra, juzgadme a través de ella si queréis. Os digo que mi Reino se ha acercado a vosotros en este tiempo para enseñaros la comunicación con vuestro Padre de espíritu a Espíritu. 44. Sois vosotros los caminantes a quienes les será dado contemplar la nueva Jerusalén, la ciudad blanca y luminosa que no se encuentra en la Tierra porque es espiritual. Seguid adelante, perseverad en la fe, recorred el camino lleno de amarguras y asperezas, hasta que lleguéis a la gran puerta donde me veréis, ahí os recibiré y os mostraré la grandeza de mi Reino que es el poder de mi gloria; para ayudaros a llegar os doy mi báculo de amor. 45. Hoy buscáis mi palabra para fortalecer vuestro espíritu porque sabéis que es tiempo propicio para penetrar en el camino de la espiritualidad. El camino lo lleva trazado cada hombre en su corazón, sólo falta que lo quiera encontrar. Mi amor ha venido a mostrar su fuerza a todos mis hijos y mi luz no ha dejado a nadie en las tinieblas. 46. Millares y millares de seres viven en la desesperación y en la angustia, mas llegará el momento en que les veréis surgir a la luz, porque su dolor los está conduciendo al camino de la vida eterna. Sobre la humanidad desciende mi luz cual inspiración divina, pero entonces surge en los hombres la duda y no creen que sea la voz del Señor la que les habla, y es que aún no han comprendido en qué Era se encuentran. 47. Mi semilla, que es de amor, verdad, caridad, salud y paz, está destinada a todo aquel que quiera sembrarla. 48. Vosotros que oís mi palabra a través del entendimiento humano no sois los únicos que recibís mensajes espirituales; Yo sé en dónde se encuentran otros de mis nuevos discípulos, aquéllos que con amor se preparan para recibir por inspiración mis pensamientos divinos e intuitivamente saben qué tiempo es éste. Sabed que no concedí a todos la gracia de que recibieseis mi luz o la del mundo espiritual a través del cerebro humano; unos han sido preparados en una forma, otros en otra, pero todos coincidirán en la verdad que es una sola, unos y otros se reconocerán en la espiritualidad en las obras de amor y caridad hacia vuestros hermanos. 49. Quisiera la humanidad tener la visita de un nuevo Mesías que le salvara del abismo, o al menos oír la voz de Dios humanizada vibrando en los vientos y Yo os digo que bastaría que observaseis un poco o recogieseis vuestro espíritu en meditación para darle sensibilidad, para que escuchaseis cómo todo os habla. Si os parece imposible que las piedras hablen, Yo os digo que no sólo las piedras sino todo cuanto os rodea os habla de vuestro Creador para que despertéis de vuestros sueños de grandeza, de orgullo y de materialismo. 50. Este es el ocaso de una era y el amanecer de un nuevo tiempo; ya está apareciendo la luz de la aurora, cuando aún no se disipan las sombras de la noche; el milagro está delante de vuestros ojos y aún no lo presentís por vuestra dureza de corazón. ¿Cómo vais a penetrar en meditación si aún no os habéis arrepentido de vuestras faltas? 51. Os habéis familiarizado con la maldad y el vicio que os rodea, miráis con naturalidad el homicidio, la deshonra, el adulterio, combatís la virtud y en cambio al vicio lo disfrazáis, para mostraros en apariencia limpios ante los ojos de vuestros hermanos. 52. De cierto os digo que de estas tinieblas la humanidad saldrá a la luz, mas ese paso será lento. ¿Qué sería de los hombres si en un instante comprendiesen todo el mal que han ocasionado? Unos perderían la razón, otros se arrancarían la vida. 53. No esperéis, pueblo, hallaros en espíritu para levantaros a llevar al mundo la nueva de mi manifestación entre vosotros, esta noticia llegará al corazón de la humanidad y ése será el principio de su espiritualidad. 54. Cuando los hombres se hayan regenerado sentirán mi presencia y mi amor en su corazón. 55. ¡Oh mis párvulos, vosotros no podréis imaginar el anhelo divino con que me acerco a vuestro corazón! Vengo a conversar con vosotros, a recrearme viéndoos en torno a mi mesa. Si aún no habéis aprendido a elevaros a Mí, Yo desciendo hasta vosotros. Jamás dejaré de amaros, jamás me cansaré de miraros con ternura. 56. Esta forma de oídme a través de un intérprete humano terminará y sonará la hora en que el Padre eche a vuelo la campana para llamaros a congregación y escuchéis por última vez esta palabra. 57. Se acerca 1950 el año en que dejaréis de oírme; no creáis que cuando haya desaparecido el eco de la última campanada vendrá el descanso para este pueblo; por el contrario, ese será el primer instante de vuestra lucha, de la gran jornada que vais a iniciar. 58. Hoy estáis como mis discípulos del Segundo Tiempo, rodeando al Maestro, escuchando su Doctrina y observando sus obras; el Maestro era quien hablaba a las multitudes, el que hacía prodigios entre los menesterosos, el que guiaba y corregía y el que les defendía; pero Él les había anunciado su partida y ellos sabían que quedarían en el mundo como ovejas entre lobos. 59. ¡Cómo temían aquella hora! Y cuando llegó el instante de la separación, quedaron solos en la Tierra, mas el Maestro les acompañaba desde su Reino, su Espíritu les alentaba en toda hora y les cumplió hasta la última de sus promesas. 60. ¿Por qué vosotros que sabéis que esta forma de comunicarme terminará, esperáis con indiferencia ese año de 1950? ¿Por qué pensáis los que os sentís ya fatigados que después de ese tiempo ya podréis recostaros a dormir? Pensad que hoy sois simplemente los párvulos que después se convertirán en maestros; mas no temáis al cumplimiento de vuestra misión, recordad que cuando estuve en aquel tiempo entre mis discípulos ellos también fueron párvulos en mi enseñanza. 61. En cierta ocasión dije a Andrés, que era uno de mis doce apóstoles: ¿Tenéis fe en Mí?: “Sí Maestro”, me contestó. ¿Creéis que en mi nombre podréis sanar a los enfermos? “Sí Señor, creo poder hacerlo”. Bien, le dije, id por ese camino que conduce a Jericó y en él encontraréis un enfermo; ungidle en mi nombre y traedme noticias. 62. Andrés emprendió la caminata y en el trayecto encontró al enfermo que era un leproso y le dijo: En el nombre de Cristo, mi Maestro y Señor, sanad; mas el leproso le miró tristemente sin experimentar alivio alguno. Por segunda y tercera vez Andrés pronunció mi nombre, mas el enfermo no sanó. Apesadumbrado el discípulo retornó hacia Mí y débilmente me dijo: “Maestro, el enfermo no ha sanado, no se ha limpiado de su lepra, mi fe en vos no me ha bastado, mas he comprendido que lo que vos hacéis, nosotros no lo podremos hacer; además, la enfermedad de aquel hombre es incurable”. 63. Entonces le dije: Andrés, seguidme, y le llevé hasta el enfermo, al cual toqué simplemente con mi mano y le dije: Sed sano. El leproso al instante fue limpio. 64. Andrés avergonzado y a la vez maravillado, me preguntó cómo pudo ser aquello, a lo cual le respondí que la caridad hacía milagros, que él no pudo lograrlo porque dudó de este poder y sintió horror de tocar al leproso. Sin embargo, más tarde, cuántos enfermos y entre ellos a cuántos leprosos sanó Andrés, mi discípulo amado. 65. Quiero haceros comprender que durante este tiempo de mi predicación estáis desarrollando vuestros dones, y que cuando llegáis a errar Yo os corrijo, mas vuestros mejores frutos vendrán después de que me hayáis escuchado. 66. Nada pendiente o inconcluso dejará el espíritu sobre la Tierra. 67. Esto que os digo lo están oyendo unos cuantos; sin embargo, llegará a todos los corazones. Como mi palabra del Segundo Tiempo se extendió por toda la redondez de la Tierra, la de este tiempo será como un riego fecundo sobre la semilla que antes sembré. 68. No creáis que vosotros sois el único medio para dar a conocer mi Ley a los hombres; mas es necesario que desempeñéis la misión que os corresponde porque estáis dentro de mis planes divinos, No os acobarde la calumnia ni la humillación, tened presente el camino que anduvo vuestro Señor en la Tierra. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, Yo soy la puerta. 69. Tiempo es de que hagáis resplandecer mi Doctrina con vuestras obras para que mi nombre resuene hasta el más escondido rincón de la Tierra; unos serán precursores de otros, así como Elías ha sido mi precursor en todos los tiempos. 70. Si venís por mi camino, no sentiréis fatiga, ni llegaréis cansados a Mí; sobre este sendero he venido a derramar mi luz con esta palabra que os doy por medio del portavoz, palabra que pronto dejaréis de escuchar. Grabad profundamente en este sendero la huella de vuestros pasos para que mañana os hagan justicia al consideraros mis buenos discípulos y vuestro ejemplo sirva de estímulo a los que vengan después; Yo os espero en la eternidad; por lo tanto, nunca será tarde para llegar a Mí. 71. En mi sangre lavaréis todas vuestras manchas porque, ¿Qué significa mi sangre, sino mi amor? Yo he de veros habitando en mi seno, en lo más alto de la escala de perfección después de haber cruzado los áridos y desolados desiertos de vuestra restitución, después de haber salvado las encrucijadas de las pasiones y de haberos librado de las olas del mar embravecido; pasará el dolor, las luchas, y llegaréis al fin a la mansión donde existe la paz verdadera, la dicha no presentida por el corazón humano y donde brilla la luz de la sabiduría infinita. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 62 1. Discípulos amados: vengo a confirmaros que cuanto os dije en tiempos pasados se está cumpliendo; de la misma manera se cumplirá lo que a través del entendimiento del hombre os he profetizado en esta era. Esta es la razón por la cual se ha avivado la fe en estas multitudes que en un principio vinieron a escudriñar mi palabra para comprobar si era verdad que el Divino Maestro estaba entregando sus lecciones de amor a sus hijos y que después se han dedicado al estudio y al análisis para luego llevar esta Doctrina a la Humanidad. 2. Comenzáis a amar todo lo que es digno de vuestro corazón limpio de pasiones y de vuestro espíritu, e insensiblemente vais dejando de amar todo lo que antes ambicionasteis en el mundo. Así os habla el Espíritu de Verdad en este tiempo en que manifiesta su palabra a través de criaturas torpes, humildes y pecadoras. Pequeños y pobres recintos habéis levantado en los rincones más apartados de las ciudades y aldeas, y en ellos se han congregado las muchedumbres ávidas de escuchar mi enseñanza. 3. En aquel tiempo los hombres oyeron hablar a Jesús en las aldeas, en las riberas de los ríos y en los campos hasta que llegó el instante en que debía consumarse mi obra y penetré en Jerusalén, la ciudad cuyo nombre irá siempre unido al del Maestro; mas aquel pueblo no me dejó ya salir, no porque me amara, sino porque había de dar muerte al que le traía el mensaje de mayor enseñanza de los que hasta entonces había recibido de su Señor. 4. Ahora os dice Cristo: “Yo soy la puerta de la nueva Jerusalén, bendito sea todo aquél que por ella penetre a la blanca y santa ciudad, porque tampoco saldrá de ella, mas no porque vaya a encontrar la muerte; por el contrario, ahí encontrara la vida eterna”. 5. Mientras, vuestros cuerpos bajarán a la tierra, en cuyo seno se confundirán para fecundarla, porque aun después de muertos seguirán siendo savia y vida; vuestra conciencia que está sobre vuestro ser no quedará en la Tierra, sino que vendrá con el espíritu para mostrarse ante él como un libro cuyas lecciones profundas y sabias serán estudiadas por el espíritu. Ahí se abrirán vuestros ojos espirituales a la verdad y en un instante sabréis interpretar lo que en toda una vida no lograsteis comprender; ahí sabréis lo que significa “ser hijos de Dios y hermano de vuestros semejantes”; ahí comprenderéis el valor de todo lo que hayáis poseído, experimentaréis el pesar y el arrepentimiento por los errores cometidos, por el tiempo perdido, y nacerán de vosotros los más bellos propósitos de enmienda y de reparación. 6. Era necesario que viniese Yo en este tiempo, con una enseñanza más amplia y más completa a esclarecer misterios y a destruir tinieblas a fin de que pudieseis conocer todos los dones de que os ha revestido vuestro Padre; sin ese conocimiento y sin ese desarrollo, no hubierais podido acercaros a Mí y andaríais navegando siempre en vuestro mar de incertidumbres. 7. Los dones y potencias que poseéis, no los habéis podido aprovechar debido a vuestra ignorancia; más si en alguno de mis hijos se han manifestado en forma espontánea o natural, no ha faltado quien lo juzgue anormal o le atribuya poderes ocultos y perversos. 8. Pobre humanidad que teniendo por Dios al Dios verdadero, no lo conoce ni lo comprende, como no ha podido conocerse a sí misma, porque sobre sus ojos lleva una venda de tinieblas por su fanatismo religioso, por ese culto impuro e imperfecto que siempre ha sido un obstáculo para su elevación y evolución; mas Yo, que soy el verdadero y único pastor de los espíritus, para conducirlos a la morada que les tiene señalada mi caridad, vengo en busca de las ovejas descarriadas para llevarlas al camino de luz que conduce al aprisco celestial. 9. Para ello vengo a mostraros una página nueva del Libro de la Vida Verdadera. 10. De vosotros nada vengo a llevarme; por el contrario, vengo a dejaros todo. Aún no es el tiempo de que venga por la cosecha. 11. Os estoy enseñando con mis divinas lecciones a labrar la tierra y cuando hayáis adelantado en el análisis y conocimiento de mi Ley, le daréis a conocer a vuestros hermanos con el testimonio de vuestras obras de amor y caridad. Yo desde la eternidad seguiré vuestros pasos y vigilaré vuestra siembra; cuando el tiempo sea propicio, me presentaréis vuestra cosecha. 12. Vivís en un tiempo de pruebas, no hay ni una hora del día en que no estéis bajo alguna prueba. Bajo el peso de ellas el profano blasfema y el discípulo sorprendido se pregunta: ¿Por qué si voy siguiendo la huella del Maestro, siento doblegarme bajo el peso de las pruebas? Y el Maestro os contesta. Aquél que me siga llevará una cruz y mientras más de cerca me acompañe y me imite, más amargo será su cáliz, porque sin pruebas ¿Qué seríais? ¿Cuándo llegaríais a Mí? 13. La gloria del espíritu es para aquellos que llevan sobre su hombro el peso de su cruz y tienen una mirada de perdón para quienes les ofenden, una palabra de consuelo para los que sufren y una mano que bendice a cuantos cruzan por su camino. 14. Alcanzarán la gracia los que en la vía dolorosa de su vida, al caer sepan levantarse con resignación y sin arrojar la cruz de su misión, lleguen con ella hasta la cumbre de la montaña; porque éstos habrán imitado en su vida a su Maestro, y con El serán en su Reino. 15. No creáis que Cristo, por haber sido Dios hecho hombre, sangró y murió sin sentir dolor en su agonía; en verdad os digo, que el dolor de Cristo fue real y no ha habido antes ni después dolor que lo iguale; fue tan intenso en su misma carne, que ésta exclamó: Dios mío, Dios mío ¿Por qué me habéis abandonado? 16. A vosotros también llegarán a ofreceros el cáliz del dolor. ¡No le rechacéis porque nunca os será enviada una prueba superior a vuestras fuerzas! 17. Os estoy despertando con mi luz y así despertaré a las religiones con la verdad de esta palabra. 18. Mi caridad ha iluminado a cada espíritu en este tiempo y en ellos ha surgido la interrogación y la inquietud. Hombres y mujeres se levantan en busca de luz porque se sienten como náufragos en medio de la tempestad. 19. Desde los hombres de ciencia perdidos en el mar de la vida hasta los rudos de entendimiento sienten la llegada del nuevo tiempo. ¡Cuántos de esos hombres al buscarme, tendrán que tropezar con vosotros para preguntaros lo que os enseñó el Maestro! No todos llegarán con mansedumbre, habrá quienes exijan pruebas para creer y otros que os amenacen; ese es el tiempo para el cual debéis estar preparados, esa será la ocasión para hacer méritos ante vuestro Señor. 20. Hablaréis como os he enseñado, no brotará de vuestros labios el verbo florido sin esencia que usan los hombres; dejad que la palabra humilde, sencilla y sincera, sea la que brote de vuestros labios y ella conmoverá todas las fibras de quien la reciba. Haceos dignos también de que os revele los misterios que en mi arcano aguardan el instante de salir a la luz. Fortaleceos en Mí, no retrocedáis ante nada. No es mi voluntad que los hombres, por medio del temor, cierren vuestra boca y hagan enmudecer a mi pueblo. 21. ¡Valorizad las pruebas que habéis pasado para que no temáis ante las que están por venir! Vencisteis al Faraón, pasasteis sobre los ídolos que antes adorabais como si fuesen vuestro Dios, olvidasteis las tradiciones para apegaros a la Ley y rechazasteis el fanatismo religioso y en esa lucha se ha templado vuestro espíritu. 22. No deis a vuestro cuerpo mayor importancia de la que en realidad tiene ni dejéis que ocupe el lugar que sólo a vuestro espíritu corresponde. 23. Comprended que la envoltura es sólo el instrumento que necesitáis para que en la Tierra se manifieste el espíritu. 24. Os levantaréis revestidos de humildad al cumplimiento de vuestra misión y os sorprenderá ver cómo una fuerza misteriosa lo va disponiendo y preparando todo en vuestro camino. Así, cuando lleguéis a depositar la semilla de mi Doctrina en algún corazón, descubriréis que antes de que a él llegaseis, ya había sido prevenido y dispuesto y que por eso supo recibir en su seno la simiente. 25. No os acobardéis ante la esterilidad de los campos en este tiempo. No os desaniméis si al sembrar una semilla descubrís que debajo de la tierra sólo piedras existen. Luchad contra las mismas piedras, Yo os estoy dando las herramientas; tened fe y Yo os prometo manifestarme ahí donde me necesitéis. 26. Velad, porque los hombres se preparan y se unirán en grupos grandes y fuertes sin saber por qué lo hacen; mas vosotros sabéis que se levantan en busca de la tercera de mis revelaciones, en busca del que les prometió volver. Ellos buscarán luz en los pasados testamentos en espera de encontrar una palabra que les confirme su creencia de que este es el tiempo de mi retorno como Espíritu Santo. 27. Los hombres me interrogan y me dicen: "Señor, si vos existís ¿Por qué no os manifestáis entre nosotros si en otros tiempos habéis descendido hasta nuestra morada? ¿Por qué hoy no venís? ¿Es ahora tan grande nuestra iniquidad que os impide venir a salvarnos? Siempre buscasteis al perdido, al ciego, al leproso, de ésos ahora está lleno el mundo, ¿Acaso ya no os inspiramos piedad? Vos dijisteis a vuestros apóstoles que volveríais entre los hombres y que daríais señales de vuestra llegada las cuales creemos estar contemplando. ¿Por qué no nos mostráis vuestra faz? 28. He ahí a los hombres esperándome sin sentir que estoy entre ellos. Estoy delante de sus ojos y no me ven, les hablo y no oyen mi voz, y cuando por un instante llegan a mirarme, me niegan, mas Yo sigo dando testimonio de Mí, y a los que me esperan les sigo esperando. 29. Y en verdad que las señales de mi manifestación en esta era han sido grandes; la misma sangre de los hombres derramada a torrentes, empapando la tierra, ha marcado el tiempo de mi presencia entre vosotros como Espíritu Santo. 30. Todo estaba escrito en el libro de los Siete Sellos que se encuentra en Dios y cuya existencia fue revelada a la humanidad por medio de Juan, el Apóstol y profeta; el contenido de ese libro sólo el Cordero Divino os lo ha revelado, porque no ha existido en la Tierra ni en los cielos un espíritu justo que os pudiera esclarecer los profundos misterios del amor, de la vida y de la justicia de Dios; mas el Cordero Divino, que es Cristo, desató los sellos que cerraban el Libro de la vida para revelar su contenido a sus hijos. Y ahora Elías fue enviado como representante de la Tercera Era y como precursor de mi comunicación entre los hombres para preparar a vuestro espíritu para comprender esta revelación. Él fue quien puso la primera piedra del templo del Espíritu Santo y quien os reveló que os encontrabais en la época del Sexto Sello y que todos los que escucharen y contemplaren estas manifestaciones, quedarían como testigos ante la humanidad, a la que deberían entregar mi verdad testificando con sus obras la realidad de mi manifestación. 31. Los primeros cerebros por los que se manifestó esta luz estaban preparados por mi caridad; mas para ser dignos de mi manifestación, oraron y perseveraron en la fe, en el respeto y en la elevación; entre ellos está mi hijo Roque y mi sierva Damiana, portavoces en los cuales, primero Elías en él y después el Verbo Divino en ella, anunciaron a la humanidad la llegada del Tercer Tiempo. Por su conducto comencé a llamar a los hijos de Israel y a señalar a los escogidos de cada tribu. 32. Desde entonces algunos de mis hijos han tratado de apagar esta luz; mas en verdad os digo que nadie podrá hacerlo, porque la luz del Sexto candelero viene de Dios; antes bien, los que han querido luchar contra esa luz han avivado su flama. 33. Ahora bien, estudiad mi lección y decidme si todas estas profecías podrían haber tenido cumplimiento en el seno de alguna religión. 34. Con palabra de amor y de vida he venido a enseñaros un culto más perfecto y habéis conocido una nueva comunicación con vuestro Padre que os prepara para la comunicación perfecta de Espíritu a espíritu. 35. Os fueron descubiertos los dones que posee el espíritu y comprendisteis que poseyendo una heredad, no la conocíais. Os persuadí de mi presencia concediéndoos los beneficios que sólo mi caridad puede hacer, tanto en vuestra salud corporal como en vuestra moral, en el camino de vuestra vida, porque sólo la luz de la fe os podrá hacer llegar hasta el final del camino de vuestra restitución espiritual. 36. Hoy recibo de cada uno de mis hijos su ofrenda y su petición. 37. Apartad de vuestro espíritu y de vuestro cuerpo el cansancio, porque aún tenéis que caminar y que trabajar. Ha coincidido el tiempo del dolor con el de mi llegada, así que no estáis solos. ¡Cuánto gozo experimentará los que contrarresten los sufrimientos de la vida con la práctica de mi Doctrina! 38. En este tiempo vuestro corazón aprenderá a latir de amor por los demás, porque llegaréis a reconoceros en verdad como hermanos en Dios. La mano del que ame será fuerte para levantar al caído. La roca que sienta el toque de mi caridad, manará agua inagotable. 39. Hoy aún permanecen cerrados los labios de los hijos de este pueblo para anunciar al mundo que Cristo, el Rabí ha vuelto; pero vuestro mutismo no debe prolongarse porque mañana lloraréis vuestra desobediencia. 40. Creed en verdad que vuestras obras quedarán como simiente para las generaciones futuras y que por ello habéis tenido que pasar por el crisol del dolor para purificaros y para que pudieseis comprender los dones que os he entregado. Muchos tuvisteis que lavaros en las aguas de la purificación. Se limpió el entendimiento del portavoz, el corazón del que tuvo que conducir multitudes, la mano del que tuvo que ungir enfermos, la mirada espiritual de los que habían de penetrar en el más allá para profetizar. 41. El dolor, el cáliz de amargura y las pruebas de vuestra vida, os han dado temple para resistir la lucha que se aproxima, porque de cierto os digo que vuestra fe, vuestra espiritualidad y vuestra paciencia, serán puestas a prueba por la humanidad. Esto no sólo lo digo a quien me esté escuchando, sino a todo aquél que aún después del tiempo de esta manifestación, se levantase tomando su cruz para seguirme. 42. Revestíos de mansedumbre, de piedad, de humildad, para que podáis ser reconocidos como mis discípulos. Si os comportáis verdaderamente como discípulos de Jesús, los mismos fariseos, cuando se acerquen a vosotros ocultos bajo un disfraz para sorprenderos, serán los lobos que se conviertan en mansas ovejas ante vuestro ejemplo. 43. Vengo a salvaros con mi luz; no hay uno que pueda decir hoy que está a salvo. En verdad os digo que si en este tiempo os ofreciese la salvación a cambio de un justo, estaríais perdidos, porque ningún justo me podríais presentar. 44. La humanidad naufraga en medio de una tempestad de pecados y de vicios. No sólo el hombre cuando llega a ser adulto contamina a su espíritu al permitir el desarrollo de sus pasiones; también el niño en su tierna infancia, ve zozobrar la barquilla donde navega. Mi palabra llena de revelaciones se levanta en medio de esta humanidad, como un inmenso faro que descubre a los náufragos la verdadera ruta y alienta la esperanza en los que estaban perdiendo la fe. 45. Escrito está que todo ojo me verá, porque, espiritualmente todos conocerán mi verdad; los ciegos abrirán sus ojos a la luz y contemplarán a Elías que conduce muchedumbres ante mi presencia. El mundo increyente se verá abrumado por esta clase de testimonios, de sorpresas y pruebas, y mientras unos me nieguen esgrimiendo como pruebas las escrituras, otros se regocijarán porque verán llegada la hora del cumplimiento de muchas profecías que anuncié por boca de mis profetas y por labios de Jesús. 46. Los que en el seno de sus iglesias esperan mi llegada, ni siquiera presienten en qué forma y en dónde me estoy comunicando, a pesar de que mi manifestación se hizo sentir por medio de numerosos acontecimientos. Como el relámpago que nace en el Oriente y se pierde en el Occidente, así ha sido mi llegada; mas la vibración y el reflejo de mi espíritu han quedado entre vosotros transformados en palabra humana para que podáis entender quién fue el que llamó a la puerta del corazón de los hombres y por qué fueron dadas las señales. 47. He querido comunicarme por medio de cerebros humildes, porque ellos, estando libres de prejuicios, limpios de torcidas interpretaciones a mi Ley, eran los indicados para trasmitir con mayor pureza mi palabra. Esta palabra será discutida con calor por la humanidad, aun cuando se quisiese correr sobre ella un velo de indiferencia, porque será en este tiempo, la única que dé luz sobre muchos misterios y sobre muchas confusiones. 48. De cierto os digo que después de 1950, tocaré con mi poder y mi justicia a todos los ritos que en el mundo se celebran, y si sus ministros y pastores no despertasen ante este toque, Yo, sirviéndome de los niños, les hablaré. Así como han sido tocadas por mi justicia las naciones, así serán tocadas las distintas religiones. Toda corona, todo cetro, todo título y jerarquía juzgados serán. 49. Pueblo: ¿En dónde guardáis las palabras y las enseñanzas que con tanto amor os he traído? Mirad que esta palabra ha sido la caricia divina con la cual ha venido vuestro Padre a despertaros en este tiempo, ¿O acaso vais a esperar que sean los elementos desatados los que vengan a despertaros de vuestro sueño? 50. No quisiera el Padre presentarse ante su pueblo con reclamos, sino bendiciendo sus obras; pero no surge aún el propósito de regeneración entre vosotros, y es que no habéis alcanzado a comprender todo el amor que vuestro Maestro os ha demostrado, entresacándoos de la escoria para revestiros de su gracia. 51. ¿No oís la voz de la conciencia que os dice que sois los discípulos del Tercer Tiempo? Oíd esa voz y levantaos. Ya vuestro Maestro escribió con su pasión, su doctrina y su ejemplo en el corazón de la humanidad, la Ley que debéis seguir. Los apóstoles, aquellos mártires lucharon por la preparación de la simiente de mi Doctrina; ahora luchad vosotros en beneficio de las generaciones del mañana porque de ella recogeréis el fruto maduro que dará paz y felicidad a vuestro espíritu. 52. Que sea el amor a vuestro Dios, la caridad hacia vuestros hermanos y el anhelo de perfeccionamiento lo que os conduzca a la práctica de mis enseñanzas. Que no sea el dolor o el temor a mi justicia lo que necesitéis para sentiros impulsados a trabajar, porque entonces vuestros méritos no serán verdaderos delante de Mí. 53. Dejad que otros pueblos despierten para el nuevo tiempo al contemplar las comarcas arrasadas por las aguas, las naciones destrozadas por la guerra y la peste aniquilando vidas. Esos pueblos ensorbecidos en sus ciencias y aletargados en el esplendor de sus religiones, no reconocerán mi palabra bajo esta humilde forma, ni sentirán mi manifestación en espíritu; por lo tanto, antes tendrá que conmoverse la Tierra, y la Naturaleza dirá a los hombres: “El tiempo es llegado y el Señor ha venido entre vosotros”. Para que la humanidad despierte, abra sus ojos y acepte que Yo soy quien ha llegado, antes será tocado el poder y el orgullo del hombre; mas vosotros tenéis por misión velar, orar y prepararos. 54. Alguien me dice en su corazón: ¿Señor, cómo es posible que amándonos tanto hagáis sentir vuestra justicia en esa forma? A lo cual os digo: si mi justicia no respondiese a vuestros actos en esa forma, os perderíais irremisiblemente. Si Yo permito que el dolor pase por vosotros y también la muerte, es porque el dolor purifica y la muerte renueva al espíritu. ¿Cómo es que no habíais de apurar un cáliz de dolor y de muerte si vosotros mismos lo habéis creado? En verdad os digo que el dolor y la muerte en la carne son menos terribles que lo que siente el espíritu por el remordimiento o por el pesar de haber ofendido con sus faltas a su Creador. 55. Estáis escuchando sin comprender. No dejéis todo el peso de la comprensión de mi palabra, bien al espíritu, bien a la materia, sino que cada uno tome la parte que verdaderamente le corresponda; debe ser la conciencia la que diga lo que toca a uno y a otra. 56. Cuando veáis que he venido lleno de paz a vosotros, ¿No os movéis a compasión pensando en aquellos de vuestros hermanos que no tienen un instante de paz? ¿No causaría gozo a vuestro corazón, si os dijese que por vuestras oraciones y pensamientos envueltos en caridad, pueden despertar a la luz vuestros hermanos? 57. El Padre vino en aquel tiempo a salvar a sus hijos; en este tiempo, serán los humanos los que se salven los unos a los otros con el amor que les enseñó su Padre. 58. Ha tendido mi caridad un puente entre mi Reino y la Tierra; ese puente es mi pueblo, a través de él llegarán las multitudes a la Tierra Prometida. 59. He derramado mi sabiduría entre mi pueblo; María ha derramado su amor en vuestro corazón y ¿Dónde está ese amor y esa sabiduría que aún no me presentáis? ¿Qué hacéis con lo que recibís de la misericordia divina? Dudáis por momentos porque vengo en espíritu. Sentidme de esta manera porque en verdad os digo que jamás me tendréis ya en cuanto hombre. 60. Por los labios del portavoz escucháis mi palabra y esta voz ha hecho el llamado a los que se habían perdido del camino, a los que creyendo encontrar mejores lugares que los que el Padre tiene asignados para cada uno de sus hijos, han ido en pos de los hombres, placeres y riquezas del mundo. Estos hijos han llegado ante mi presencia con la vestidura hecha jirones, con el corazón hastiado y con las huellas que la embriaguez del materialismo ha dejado en todo su ser. Cuando el Padre os pregunte por vuestra vestidura, entended que es la de la dignidad, la cual es blanca y pura y así debéis de presentármela siempre. 61. Muchos están volviendo hacia Mí, ¿Será acaso porque me aman? No, es que llegó el instante en que el mundo no pudo ofrecerles lo que le pedían, entonces se acordaron de que existo; pero Yo les recibo, porque aquí, escuchándome, van a arrepentirse de sus pecados y va a nacer en su corazón el amor hacia el Padre, La luz de mi palabra será en mis hijos como una nueva aurora y su pasado será como la noche cuando se ha desvanecido. 62. Calmad completamente vuestra sed, pensad que muy pronto vuestra palabra tendrá que mitigar la de vuestro hermano. Si escuchándome y bebiendo de este vino aún sentís sed, es que vuestro corazón está ambicionando las glorias del mundo. Sólo mi palabra pacientísima y amorosa podrá hacer el milagro de vuestra transformación y entonces sí podréis ser dignos de levantaros por los caminos dando mi enseñanza a vuestros hermanos. A nadie humillaréis ni negaréis mi caridad; a ninguno distinguiréis, porque no me imitaríais. ¿Por ventura creéis que mi sangre derramada en la cruz haya dejado de caer en alguno de los pecadores? 63. Cuando Juan el Bautista anunció la venida inminente del Reino de los Cielos, su profecía fue para todos. Ese profeta y precursor de Cristo ha sido entre vosotros en este tiempo; vino antes de que mi rayo se comunicara por medio del entendimiento humano y también vino a anunciaros que la llegada del Espíritu Santo estaba próxima. Su anuncio, su profecía, fue sin distinción para todos y le conocisteis en este tiempo bajo el nombre de Elías, porque ese espíritu es el de aquel profeta que ha estado en todos los tiempos ante la humanidad, y es el precursor que ha aparejado los caminos del Señor. Por eso os doy la bienvenida a todos, porque vine sin juzgar los pecados ni humillar al que más se haya manchado. Estos serán de los que más ardientemente me amen, porque fueron muchas sus faltas y todas les fueron perdonadas. 64. La estrella que anuncia mi presencia y mi palabra ha sido contemplada tan sólo por los humildes; los reyes y los hombres de ciencia han dormido en su grandeza y no han sabido descubrir en el firmamento la luz divina para levantarse en pos de ella, como aquellos magos de Oriente que todo lo dejaron por llegar ante aquella luz del cielo que anunciaba al mundo la llegada del Salvador. Si los hombres de ciencia buscasen mi luz y los que viven en la opulencia practicasen algo de mis enseñanzas, sentirían mi presencia dentro de su corazón. 65. En aquel tiempo os dije que antes pasaría un camello por el ojo de una aguja, que un rico avaro en el Reino de los Cielos. Hoy os digo que es menester que esos corazones se despojen de su egoísmo y practiquen la caridad con sus hermanos, para que su espíritu pueda pasar por la estrecha senda de la salvación. No es necesario despojarse de posesiones y riquezas, tan sólo del egoísmo. 66. Cuántos de vosotros fuisteis ayer dueños de algún caudal en la Tierra y os olvidasteis de las miserias y necesidades de vuestros semejantes; cuando llegó para vuestro espíritu la hora de su juicio, sentisteis que era tan grande vuestro volumen de pecados y la puerta espiritual tan estrecha, que comprendisteis que no podíais pasar. 67. Hoy no es un caudal de bienes materiales los que debéis compartir con el necesitado; vuestro caudal en este tiempo es de luz y de saber espiritual, por el cual podéis consideraros ricos de espíritu; mas pensad que si es grave falta ante Dios negar al hermano las riquezas del mundo teniéndolas, ¿Qué será negarle las gracias espirituales que nunca merman por mucho que de ellas se dé? ¿Cuál será la justicia para estos ricos del espíritu que se muestran tan egoístas? 68. Os tengo destinados para dar por conducto vuestro grandes lecciones a la humanidad, En verdad os digo que este pueblo no se ha formado al azar, ni ha llegado un solo corazón por casualidad; los 144,000 que en espíritu y materia han de levantarse, serán como un libro abierto de luz, experiencia y restitución. Por eso estoy tocando su espíritu a través de la conciencia, y en verdad os digo, que si en el día no se convierten, se convertirán al anochecer; pero ellos levantarán su vista hacia el Padre y luego emprenderán el camino del cumplimiento. 69. Aún voy a daros un tiempo más para que meditéis en vuestra misión y preparéis vuestro corazón. Os envío en este tiempo para que deis testimonio de mi verdad. El Sexto Sello habla, su luz se extiende, su misterio se aclara. Llamad a los hombres mujeres y niños, para que escuchen mi palabra porque llegará el año 1950 y dejará de escucharse mi voz en esta forma. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 63 1. ¿Porque se sobrecoge de temor vuestro corazón cuando escucháis mi palabra de Juez? ¡Ah, sí siempre tuvieseis temor, pero no al castigo, sino a la vergüenza de ofenderme y de mancharos, cuánto bien alcanzarías para vuestro espíritu! 2. Yo os he dicho que os hagáis dignos de mi presencia bajo esta forma, que no os cerréis las puertas de mi caridad. 3. Soy perfecto y espero de vosotros perfección, sólo en esa forma llegaréis a la cumbre de la montaña; para ello os doy el tiempo, la luz y la fortaleza. 4. En este día, que los hombres dedican al recuerdo de los que han partido al más allá y que erróneamente llaman “día de muertos”, os concedo que aquellos seres se comuniquen con vosotros para que os den una prueba de que viven. Ellos os dirán que, así como vosotros habéis recibido misiones espirituales que cumplir en la Tierra, también ellos cumplen en el valle espiritual cargos delicados. 5. No lloréis por esos seres, no les materialicéis, no les faltéis al respeto; dejadles comunicarse con vosotros, recibid en vuestro corazón su mensaje y su sano consejo y luego dejadles ir en paz al mundo donde habitan y desde donde velan por vosotros. Esta gracia de escucharlos pronto pasará; después sólo sentiréis su presencia en vuestro corazón. 6. Mientras Yo os estoy uniendo, no sólo con todos los que habitan en la Tierra, sino aún con los que viven en otros mundos, muchas de las naciones no sienten mi presencia porque se encuentran ocupadas en sus guerras; mas sin saber están dando cumplimiento a mi palabra del Segundo Tiempo en la que os anuncié que Yo volvería cuando éstos acontecimientos ocurrieran entre la humanidad. 7. Levantaos, analizad con ahínco esta palabra. ¿Qué sería de vosotros si no la volvieseis a escuchar, si antes del tiempo señalado estas bocas enmudecieran? ¿Qué enseñanza daríais a los que están por venir, si aún no os he dado todas mis revelaciones? 8. Perseverad en vuestra regeneración; velad, orad y estudiad. Oídme cuanto queráis, mas no os familiaricéis con mi presencia. Buscadme siempre como Padre y como Maestro, jamás desafiéis mi justicia. 9. Ved cómo por ese átomo de fe que habéis tenido, habéis logrado muchos prodigios, como éste de ahora, por medio del cual oiréis la voz de los que fueron vuestros en el mundo. 10. No serán las tumbas las que se abran para dejar salir a los que inertes dentro de ellas se encuentran; serán las puertas del mundo espiritual las que dejarán pasar a los que llenos de luz y de vida vienen a haceros conocer su supervivencia. 11. Si alguno de aquellos seres manifestase aún tendencias humanas o materialización, tened caridad de él y dadle la luz con vuestra oración; recordad que debéis ayudaros los unos a los otros. 12. Así, paso a paso, vais por el camino que asciende hasta la cumbre de la montaña a donde llegaréis cuando tengáis pureza y perfección en el espíritu. 13. Comprended que tenéis por maestro a Cristo, que os ha unido mi palabra dada a través de estos labios humanos y que esta palabra es el libro del amor y de la sabiduría. Cada vez os traigo una nueva lección para recreo de vuestro espíritu. Hoy sentís deleite al escucharme, mañana sentiréis gozo practicando mi enseñanza, Dicho está por Mí que han de llegar a vosotros las multitudes en busca de esta luz, y es menester que la encuentre en vuestras palabras, en vuestras obras y en vuestra vida. 14. Yo he preparado la mesa y os he invitado a mi banquete; mas os digo que después seréis vosotros los que preparéis la mesa para recibir a vuestros hermanos, prolongando así hasta la eternidad este festín de fraternidad y de amor. En este Tercer Tiempo vuestro espíritu cumplirá su destino de enseñar a vuestros hermanos y compartir con ellos todo cuanto de mi caridad ha recibido; no serán bienes materiales puesto que de ellos carecéis, serán bienes espirituales que son de lo que os encontráis colmados. Para que vuestra virtud sea creída y vuestra palabra tenga fuerza para convencer y convertir, tenéis que permanecer en el camino del bien. Cuando sintáis que mi amor os ha apartado del sendero del mal y os ha puesto en el camino de la regeneración, afirmad ahí vuestros pasos y no volváis más al lugar del cual fuisteis rescatados. Entonces, cuando os levantéis a predicar regeneración, enmienda y perseverancia en el bien, fácilmente podréis redimir y conmover al corazón del pecador. Si sabéis limpiar vuestro corazón y vuestros labios en los momentos de dirigir vuestras palabras al duro corazón de vuestro hermano, si sabéis en esos instantes elevar vuestro pensamiento a Mí lleno de confianza, seré Yo el que hable por vuestro conducto y toque con mi palabra las fibras más ocultas de aquel corazón haciéndole sentir mi presencia. 15. Comprended que tenéis que transformaros espiritual y materialmente, que muchas de vuestras costumbres y tradiciones, herencia de vuestros antepasados, tendrán que desaparecer de vuestra vida para dar paso a la espiritualidad. 16. Mirad a esta humanidad precipitándose en un abismo, mientras vosotros aún dormís en un profundo sueño, en el que sólo buscáis vuestra tranquilidad y os desentendéis de lo que pase a los demás. Os digo una vez más que dejéis de ocuparos de lo superfluo, de lo nocivo, para que esos instantes los consagréis a hacer obras de caridad, a sembrar mi simiente de amor en el espíritu de vuestros hermanos. 17. Este es el tiempo que vieron y anunciaron mis profetas, éste es el tiempo que Yo os anuncié en mi palabra. Ved cómo una por una de aquellas profecías van cumpliéndose. Mi palabra de Rey nunca vuelve atrás, ni se contradice, ni se niega a sí misma. También por medio de estos portavoces humanos os he dado muchas profecías las cuales habéis visto cumplirse una tras otra. Os digo esto, porque el año 1950 se acerca y después os quedaréis sin oír mi palabra a través del entendimiento humano. l8. Os hablo con palabras dulces llenas de amor para convenceros de que debéis prepararos para ese gran día. Bienaventurados los que confían en que mi palabra es inmutable y se preparen para este tiempo porque a ellos no les sorprenderá que termine esta forma de mi comunicación. 19. Oíd mi voz, aún podéis recrearos con ella unos años, es el cantar de los cantares que vibra en los Cielos y cuyo eco es escuchado en la Tierra, Cuando este canto cese de oírse por los labios de mis portavoces, haré que lo sigáis escuchando en lo más recóndito de vuestro corazón, al comunicaros espiritualmente Conmigo, En verdad os digo que ya es corto el tiempo que falta para que estas profecías se cumplan; mas también os digo que el hombre no podrá hacer su voluntad sobre la mía tratando de prolongar mi comunicación entre vosotros. Estad alerta porque muchos se levantarán engañando a sus hermanos. Vosotros seguiréis trayendo ante mi presencia a los pecadores, a los que se hayan manchado con el hurto, con el adulterio o con el crimen, no para acusarles delante del Señor, sino para que sean perdonados y apartados de sus tinieblas y de sus manchas. 20. Seguiréis ungiendo con amor y en mi nombre a los enfermos con tanta o mayor confianza y fe de la que ahora tenéis, para que Yo siga haciendo prodigios entre vosotros. Esa será la simiente que Yo reciba y guarde en mis graneros. 21. ¿Cuál de vuestros actos habrá sido perfecto? Vuestra conciencia os dice que hasta ahora no habéis tenido uno solo. 22. Pensad que sólo lo que es perfecto llega a Mí; por lo tanto vuestro espíritu penetrará en mi Reino sólo cuando haya alcanzado la perfección. Brotasteis de Mi sin experiencia, más habréis de volver engalanados con la vestidura de vuestros méritos y virtudes. 23. Pueblo, levantad vuestra faz y mirad al Cielo; cuando sentís que vengo como Juez os estremecéis y doblegáis vuestra cerviz. Comprended que el tiempo de mi comunicación espiritual con el hombre ha llegado como estaba escrito. 24. Portavoces de este pueblo que sois los instrumentos para que hable a la humanidad, escuchad mi palabra que os dice: Vosotros sois la fuente, mi palabra es el agua cristalina, dejad que ella se desborde, mas conservad su limpidez. 25. Sobre este pueblo descenderán mis órdenes para que quede cimentada mi verdad. De vosotros saldrán los escritos fieles que más tarde se grabarán en los corazones de los hombres de todas las razas. Entre vosotros se encuentran los discípulos que reunirán y ordenarán los escritos. 26. Mi Concierto Celestial es escuchado en la Tierra para que se cumplan las predicaciones de los profetas y la palabra de Jesús. Ha mucho tiempo Joel os habló de un tiempo en que los hijos y las hijas de Israel profetizarían y tendrían visiones y sueños y que mi Espíritu seria derramado sobre toda carne. En verdad os digo, que éste es el tiempo anunciado. 27. Aquí tenéis a mi Espíritu comunicándose por vosotros, a mi mundo espiritual hablando por vuestra boca. Aquí tenéis hombres y mujeres de todas las edades que penetran con su vista en lo espiritual y a otros que reciben anuncios y revelaciones en sus sueños. 28. Este es el tiempo en que mis huestes espirituales se acercan al mundo a levantar a los que tienen que seguirme y destruir la cizaña y la mala hierba del pecado. 29 Videntes, miradme. Quisierais descubrir alguna forma y no la encontráis, sólo contempláis la claridad de mi luz, porque eso soy Yo: La Luz. 30. Os dejo velando ante la luz del Sexto Sello; de él brota el don de la palabra, de ahí surge este concierto que oís en vuestro corazón y que estremece a vuestro espíritu porque Yo soy el Señor. Ante vosotros está el Cordero desatando el Sexto Sello para mostraros el camino, porque el Cordero es Cristo y Cristo es el camino. 31. Cada quien respete el lugar señalado a los demás y respétese a sí mismo. 32. Orad, arrepentíos. Si sois hipócritas, sed ahora sinceros; si sois imprudentes, sed ahora sensatos; si vivís entre escombros, levantaos a la luz; si no tenéis divinas inspiraciones, oídme y os llenaréis de luz. Os habla quien es principio y causa de todo lo creado y os dice: Tomad la cruz de amor de Jesús y llegad a Mí. 33. Hoy os ha sorprendido mi llegada porque no estabais preparados; ese es el origen de la duda de algunos. Cuando alguien ha elevado su interrogación al infinito preguntando si esta manifestación será verdad, al instante ha recibido en medio de mi cátedra, una sabia y amorosa respuesta que ha encendido una flama de luz en su corazón. 34. El que tiene fe, no siente jamás cansancio ni hastío de oírme; puede atravesar valles y escalar montañas cada vez que me manifiesto para venir a escuchar mi palabra. 35. El que ha reconocido cuál es el agua que calma su sed y el pan que mitiga su hambre no lo cambia por nada, ni nada lo detiene para encontrarlos. El que siente el deleite de escuchar al Divino Maestro y el gozo de penetrar un instante en lo eterno, no lamenta dejar durante esos instantes los placeres del mundo. 36. Discípulos: Ha habido momentos en que mi palabra, llena de justo reclamo, os ha parecido amarga, es que no la habéis sabido entender, porque en verdad os digo que Yo no vengo a aumentar la amargura que recogéis en la Tierra. 37. Mi divina enseñanza os ha venido apartando de los caminos inciertos, de los falsos placeres y del vicio; a cambio de ello ha hecho que conozcáis y gocéis el placer de hacer el bien. 38. No os dejaré sin heredad cuando mi palabra cese de oírse por estos conductos, porque quiero conservaros para que testifiquéis ante las nuevas generaciones de la verdad de mis lecciones de amor y para que seáis consejeros de vuestros hermanos. 39. No todos conocerán en este tiempo la palabra que os di a través del entendimiento humano, porque no ha llegado para ellos el instante de su despertar. Ellos serán llamados, mas no escogidos; pero mañana, cuando estén ya dispuestos a seguirme, volverán a ser llamados y entonces sí serán de los escogidos. 40. Los elementos de la Naturaleza, a imitación de una campana sonora, están despertando a la humanidad que duerme invitándola a orar y a meditar; los que no entiendan esa voz es porque están turbados 0 sordos a los mensajes espirituales. Hoy aún atribuyen estas manifestaciones a simples fenómenos de la Naturaleza; mas llegará el momento en que los ministros de las religiones y los hombres de ciencia y del poder, se pregunten llenos de temor: ¿Será en verdad la justicia del Señor que llama a nuestras puertas? ¿Será el tiempo de su presencia entre nosotros? 41. Yo os digo que es mucha la reaciedad del hombre; todavía se resiste al dolor y se opone a mi justicia que lo toca; mas cuando doblegue su cerviz, todo el linaje humano será reunido en un mismo aprisco. 42. A vosotros os digo: ¿Qué esperáis para dar la buena nueva? ¿Acaso pretendéis ir a profetizar sobre escombros? Todo os lo estoy diciendo y revelando, para que tengáis siempre una sabía respuesta a toda pregunta que os hagan vuestros hermanos. Ved que seréis combatidos con grandes argumentos que llenarán de temor a quien no esté preparado. 43. Grabad mi palabra y no olvidéis los grandes pródigos que os he concedido para que cada uno de vosotros sea un testimonio viviente de mi verdad; entonces, quien os escudriñare y hurgase en mi palabra, verá que ella no contradice en nada a cuanto os dije y profeticé en los tiempos pasados. La lucha será grande, al grado de que algunos, habiendo sido mis discípulos se llenen de temor y me nieguen diciendo que nunca me escucharon. A los que sepan ser fieles a mis mandamientos y sepan hacer frente a la lucha, les cubriré con un manto bajo el cual se defenderán y saldrán ilesos de todo trance. Para el que vaya sembrando mal esta simiente o profane la pureza de esta Obra, será el juicio, la persecución de los hombres y la intranquilidad en toda hora. Es necesario que cada quien conozca el árbol que ha cultivado, por el sabor de su fruto. 44. Tengo reservados grandes milagros para el tiempo de la lucha espiritual de mí pueblo; prodigios y obras que asombrarán a sabios y a científicos; nunca os abandonaré a vuestras propias fuerzas. No vayáis a ofuscaros cuando la humanidad os burle; no olvidéis que en el Segundo Tiempo las turbas se burlaron de vuestro Maestro. 45. Cuando muchos esperan aún mi llegada, ya esta próxima mi partida; mas en verdad os digo que el Espíritu Santo estará iluminando eternamente a todo entendimiento y a todo espíritu, porque estáis ya en la culminación de los tiempos. 46. De cada quien recibo un presente: la niñez me presenta su inocencia, las doncellas su fragancia, las madres sus lágrimas, los padres su cruz, la ancianidad su fatiga. Mas mi amor alienta vuestra fe; Yo velo por esa lámpara para que su flama nunca se extinga. 47. En este tiempo no descendí a la Tierra en cuanto hombre para ser visto por los ojos de vuestro cuerpo. Esa era ya pasó. Este es el tiempo en que debéis hacer méritos para vuestra salvación. Buscadme en lo invisible y pronto me hallaréis. Buscadme cual Padre, cual Maestro y así me tendréis. No me busquéis como siervo, aunque de cierto os digo que siempre os he servido. Mis servicios no esperan pago, pero si en alguna forma quisieseis compensar mis beneficios, sólo os diré que os améis los unos a los otros, pues si así lo hicieseis, mi Obra será coronada. 48. No os extrañe que siendo Yo el dueño de todo lo creado me presente entre vosotros pidiendo amor; Yo soy el Dios de la mansedumbre y de la humildad. De mi grandeza no vengo a hacer alarde, antes bien, oculto mi perfección y mis galas para acercarme a vuestro corazón. Si me contemplaseis en todo mi esplendor ¡Cuánto lloraríais por vuestras faltas! 49. He aquí el camino, venid por él y os salvaréis. En verdad os digo que no es menester haberme escuchado en este tiempo para alcanzar la salvación; todo aquel que en la vida practique mi Ley divina de amor, y ese amor inspirado en el Creador se traduzca en amor hacia su semejante, ése está a salvo, ése da testimonio de Mí en su vida y con sus obras 50. Estáis escuchando al Espíritu Santo, mas no a un espíritu distinto del que os ha hablado como Cristo o como Jehová; es el mismo, el único que existe, pero que se ha manifestado en cada una de las tres eras en forma diferente. 51. En el Primer Tiempo, sobre el Sinaí, se manifestó vuestro Dios y la fase que os presentó fue la de su Justicia y su Ley. En el Segundo Tiempo el mismo Dios os habló en Cristo y os presentó una fase que no habíais comprendido: el amor; y en esta era que es el Tercer Tiempo, mi Espíritu Santo os habla desde el infinito, se comunica desde lo espiritual con vuestro espíritu y os muestra así una fase más, la de su sabiduría, que es luz para toda la humanidad. ¿Por qué mirar misterios donde no los hay? El misterio de la Trinidad está esclarecido. 52. ¿En qué me inspiré para crearos? En mi amor, porque antes de formaros ya os amaba en Mí. Amaba el Señor a los que habían de ser sus hijos; mas también quería sentirse amado por ellos. Para los hijos formé la Naturaleza, los elementos, los mundos o moradas para que pudieseis disfrutar de la vida materia y empezar así una jornada de perfeccionamiento y elevación; di a los espíritus un cuerpo material donde pudiesen reflejar sus sentimientos y sus potencias, guiados por la conciencia. 53. Al hombre así formado y dotado le concedí libre albedrío; en su interior deposité la hoja de mi Ley y de mi justicia y le puse en el principio del camino. 54. Sin esa ley interior, el hombre jamás me hubiera reconocido, comprendido, ni amado; mas la conciencia que ha sido el faro que ilumina el camino y la voz que aconseja el bien, os han hecho comprender las manifestaciones del Padre hasta llegar a este tiempo en que el espíritu encarnado se manifestará libremente y se impondrá a lo superfluo y a lo material. 55. ¿Por qué he tenido que descender en tres ocasiones a vosotros; porque habéis tropezado en la dura jornada y he tenido que venir a levantaros del polvo de la Tierra, porque con pleno conocimiento os alejáis del camino y cuando os perdéis y lloráis me decís: “Padre ¿Por qué me castigáis?” ¿Por qué decís que soy Yo quien os ha castigado? pensad que mientras blasfemáis, la vida de que os he rodeado sigue dándoos su caricia. Aprended a vivir y no tendréis tropiezos, eso os enseña mi Ley. No esperéis de las doctrinas de los hombres la paz o la verdadera vida. 56. Mi juicio llegará a todos; llegado el momento preguntaré a los ministros de mi Ley y a los hombres que forjan doctrinas: ¿Cuál es tu cosecha? Y unos y otros me presentarán sólo vanidad, odios y el no haber tenido caridad de la humanidad. 57. Antes que a nadie, juzgaré a los ministros de mi Ley, porque ella es mi testamento de amor y sabiduría para todos mis hijos, porque de ella proviene la redención de los hombres. ¡Ay de los que hayan ocultado estas enseñanzas en su entendimiento porque éste será una caverna de oscuridad, o en su corazón, porque él sólo será cueva de egoísmo! 58. Estad preparados y comprendedme. El que lleva la luz del espíritu Santo desborda luz en todo necesitado. 59. Si alguien siente que mi palabra le hiere, es porque ella es como espada; pero las heridas que abre son de amor. Mañana comprenderéis que mi palabra siempre es justa. 60. Llamaré a los padres de familia y les preguntaré: “Oh padres de los hombres ¿Qué habéis hecho de vuestros hijos?” Juzgaré a los maestros de la humanidad entre los que estarán los filósofos, los teólogos y científicos, y también les preguntaré cuál ha sido la simiente que han depositado en el corazón y en la mente de sus propios hermanos. Les preguntaré al servicio de qué causa pusieron los dones que les confié. 61. Vendrán a mi presencia los gobernantes de pueblos, naciones y reinos, y les preguntaré por qué camino han conducido los destinos humanos y qué han hecho de sus pueblos; les pediré cuenta del pan de sus hermanos, del trabajo y el jornal, y si sólo me presentasen en su corazón la codicia y la vanidad, y en su mano la riqueza, mientras sus pueblos perecen de miseria y de hambre, ¡Cuán grande será su responsabilidad! 62. También serán llamados los médicos. A ellos les preguntaré que han hecho del secreto de la salud que Yo les revelé y del bálsamo que les confié; les preguntaré si en verdad han sentido el dolor ajeno, si han sabido descender hasta el más humilde lecho para sanar con amor al que sufre. ¿Qué me responderán los que han alcanzado grandeza, comodidad y lujo con el dolor de sus semejantes, dolor que no siempre supieron calmar? Todos se harán preguntas en su corazón y ante la luz de su conciencia me tendrán que responder. 63. Si a vosotros os he revelado que sois parte de Israel, no pensáis que os amo más que a otros pueblos; ¿Por qué había de amaros más que a otro si todos sois mis hijos? 64. En verdad os digo que si la humanidad hubiese perseverado en la Ley que interiormente le dictaba la conciencia, no hubiese sido necesario enviaros guías, ni profetas, ni habría sido necesario que vuestro Señor descendiera entre vosotros hasta tener que grabaros mi Ley en una piedra en la Primera Era, ni tener que humanizarme y morir como hombre en una cruz en el Segundo Tiempo. 65. Si formé un pueblo y lo colmé de dones no fue para que se engrandeciera y humillara a los demás, sino para que fuera un ejemplo de sumisión ante el Dios verdadero y un ejemplo de fraternidad entre los hombres. 66. Escogí a este pueblo para que fuese instrumento de mi voluntad en la Tierra y portador de mis revelaciones, para que invitara a todos a vivir en mi Ley, para que toda la humanidad llegase a formar el único pueblo del Señor. 67. Si este pueblo ha sufrido mucho a pesar de haber sido el escogido es porque creyó que la heredad era sólo para él; que su Dios no podía ser Dios para los paganos, porque contempló como extraños a los demás pueblos y no les participó de lo que el Padre les había confiado. Si Yo lo aparté por un tiempo de los demás pueblos, fue para que no se contaminara de la maldad y el materialismo. Mas cuando él se encerró en su egoísmo y creyó ser grande y fuerte, le demostré que su poder y su grandeza eran falsos y permití que otras naciones cayeran sobre él y lo redujeran a la servidumbre. Reyes, Faraones y Césares fueron sus señores, cuando Yo les había ofrecido ser su Señor. El Padre, en su infinito amor, volvió a manifestarse a su pueblo para darle la libertad y recordarle su misión, y en este tiempo vengo a entregarle mis lecciones de amor y es tan sólo mi mirada la que puede descubrir entre la humanidad a los hijos de Israel a quienes llamo y congrego para que reciban la luz del Espíritu Santo. 68. He venido a manifestarme ante vuestro espíritu porque el tiempo en que os hablaba a través de la Naturaleza y por medio de manifestaciones materiales que llamasteis milagros, se encuentra lejos de vosotros. Hoy podéis ya sentirme en vuestro espíritu así como en lo más recóndito de vuestro corazón. 69. En este tiempo no ha sido Palestina testigo de mi manifestación porque no es un lugar determinado lo que vengo a buscar, sino a vuestro espíritu. Busco al pueblo de Israel por el espíritu, no por la sangre, al pueblo que tiene la simiente espiritual que a través de los tiempos ha recibido por mi caridad. 70. Preparaos pueblo, aprovechad el tiempo, porque el tiempo es luz. Se acerca 1950 y no quiero que al retirar mi palabra os sintáis huérfanos. De cierto os digo que quienes se preparen, me sentirán más cerca, tendrán gran inspiración, sanarán enfermos con sólo orar y sorprenderán por su don de palabra. 71. Conservaréis estas reuniones porque en ellas grandes inspiraciones derramaré; el don de videncia se desatará y por vuestros labios hablaré a sabios, a científicos y esta profecía quedará escrita por quienes tienen la misión de anotar mi palabra. 72. Varones y mujeres que escucháis esta palabra, ¿Creéis en mí llegada entre vosotros? ¿Creéis en mi comunicación a través del entendimiento del hombre? En unos responde la fe ardiente: ¡Sí Maestro, creo en vuestra presencia! En otros responde su silencio que dice: ¡Quién sabe! 73. El Maestro os dice: No sólo me escudriñéis a Mí; penetrad en el interior de vuestro corazón y ved qué ha salido de él; si han brotado palabras de amor y de verdad, podéis estar satisfechos; si ha brotado consuelo para los demás, podéis decir que de vuestra fuente han manado las aguas cristalinas. Si estuviereis en un alto grado de perfección, mi Manifestación entre vosotros no tendría razón de ser, pero si vuestra conciencia os reclama muchas imperfecciones, ¿Por qué me preguntáis a Mí a qué he venido? Es necesario que sepáis que he venido buscando a vuestro espíritu que está destinado a perfeccionarse en el camino trazado por mi caridad, para que alcanzado su purificación, pueda lograr la dicha a que intuitivamente aspira todo ser. Yo vengo a enseñarle la manera de hacer méritos para alcanzar esa meta. 74. En verdad os digo que los espíritus de los justos que moran cerca de Dios, con sus propias obras labraron el derecho a ocupar ese lugar, no porque Yo se los haya dado; Yo sólo les enseñé el camino y les mostré al final de él un galardón. 75. Benditos sean los que me dicen: “Señor, vos sois el camino, la luz que lo alumbra y la fuerza para el caminante. Vos sois la voz que indica el rumbo y nos reanima en la jornada y también sois el galardón para el que llega al fin”. Sí, mis hijos, Yo soy la vida y la resurrección de los muertos. 76. Basta que sepáis, como os lo dije en mi palabra, que la reencarnación del espíritu es verdad, para que una luz se encienda en vuestro corazón y admiréis más mi amorosa justicia. Comparad las teorías y diversas interpretaciones que las religiones han dado a estas enseñanzas e inclinaos por aquella que encierre mayor justicia y tenga mayor razón. Más de cierto os digo que esta es una de las revelaciones que más conmoverá al espíritu en este tiempo, en el cual se está despertando la intuición sobre esta gran verdad. 77. Si por decir la verdad al mundo, los hombres vuelven a juzgarme, podrán hacerlo, Yo dejaré que me juzguen; mas si quieren tocarme y aprehenderme, no podrán, porque estoy en espíritu y ante ellos soy intangible e invisible. 78. Vosotros habéis resucitado a la vida verdadera bajo el milagro de esta palabra; ya no viváis más en la indiferencia ni pequéis, como hacen los que no me han oído, porque entonces descenderíais al nivel de los muertos. Sólo Yo puedo y debo hablaros así. 79. A mis apóstoles en el Segundo Tiempo les anuncié mi nueva manifestación y cuando ellos me preguntaron qué señales anunciarían ese tiempo, Yo se las anuncié una a una, así como las pruebas que les daría. Las señales han aparecido hasta la última; ellas anunciaron que este es el tiempo profetizado por Jesús y Yo os pregunto: Si esta manifestación que os estoy dando no fuera verdad, ¿Por qué Cristo no se ha presentado, a pesar de las señales? ¿O creéis que también el tentador tiene potestad sobre toda la creación y sobre los elementos para engañaros? 80. Yo os previne mucho tiempo para que no cayerais bajo la seducción de falsos profetas, de falsos cristos y falsos redentores; mas hoy os digo que el espíritu encarnado se encuentra tan despierto por su evolución, por su luz y experiencia, que no es fácil darle tinieblas por luz, por mucho artificio que ella tenga. Por eso, os he dicho: Antes de entregaros con fe ciega en este camino, escudriñad cuanto queráis. Ved que esta palabra ha sido dada para todos y que nunca me he reservado parte de ella sólo para determinados seres. Ved que en esta Obra no hay libros en los cuales pretenda ocultaros alguna enseñanza. Mas también os dije en aquel Segundo Tiempo por labios de Juan mi apóstol: “Si alguno oyera mi voz y abriese la puerta, entraré en él, cenaré con él y él Conmigo”. También os enseñé la parábola de las vírgenes para que la tuvieseis presente en este tiempo. 81. Elías, quien había de llegar primero para aparejar el camino del Señor, se manifestó por vez primera por el entendimiento humano en 1866. ¿Queréis dedicar unos instantes a investigar las señales y acontecimientos que surgieron en todos los órdenes y coincidieron con el tiempo de esa manifestación? Nuevamente serán los hombres de ciencia que estudian los astros los que en la antigüedad eran llamados magos, los que testifiquen que el cielo ha dado señales que son voces divinas. 82. A vosotros que os ha tocado la dicha de oírme os digo: Yo llamé a vuestra puerta y me abristeis, he cenado con vosotros y vosotros Conmigo. Contemplasteis el resplandor del relámpago y el estruendo del rayo y aquí me tenéis. 83. Ved al Sexto Sello desatado y abierto ante vuestros ojos. ¿Quién lo desató? ¿Quién desató los cinco anteriores? No fue Moisés, ni Elías ni patriarca alguno. Fui Yo, el Mesías, el Verbo, el Cordero Inmolado, porque ese libro de sabiduría es el camino y la vida, y Yo os he dicho que Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. 84. Yo envié a Elías a que anunciara al mundo que el Sexto Sello estaba próximo a ser desatado y él, bañado por la luz del Espíritu Santo, descendió entre los hombres como precursor de mi venida en el Tercer Tiempo. Ya sabéis cómo se comunicó Elías, cómo se ha manifestado el Maestro, cuánto os ha entregado y os ha enseñado. Sólo os digo ahora que conservéis con toda su pureza esta Doctrina, que caminéis hacia la regeneración y la espiritualidad, para que mi llegada en espíritu sea creída, y mi palabra sea escuchada con respeto y amor. 85. Hablad con la verdad siempre y seréis reconocidos como discípulos del Espíritu Santo, porque ni los campos de la nieve tienen la pureza de mi palabra. El reflejo del sol sobre las nieves de las montañas hiere vuestra vista, mas la luz divina ni hiere, ni ciega al espíritu, 86. Oídme, soy Cristo el Verbo del Padre. No vengo a destruir nada de lo revelado desde los primeros tiempos. Mi Ley es la misma, es la Ley de amor. Las formas podrán cambiar, más no la esencia, por eso os he dicho que no porque escuchéis mi palabra por conducto de seres humanos, la pongáis en duda. 87. He aquí de nuevo el camino ante vuestra vista; comenzad a elevar vuestro espíritu, decíos a vosotros mismos con íntima satisfacción que sois mis discípulos. ¿Quiénes son los discípulos del Divino Maestro? Los que aman a sus semejantes, los que practican mi Doctrina de perdón, de caridad y desinterés. 88. Párvulos sois todos en la vida y todos se hallan bajo el manto de mi providencia. 89. El que en su oración me dice: “Padre, hágase en mi tu voluntad” y cuando la prueba le sorprende, exclama, “Señor, ¿Por qué me tocas de esta manera?” Ese no es aún discípulo, sino que apenas es párvulo, porque no ha comprendido la lección. Si aspiráis a ser mis discípulos, observad la vida de Jesús, vuestro Maestro en la Tierra, mirad su obediencia y sumisión ante el Padre desde su niñez. El vino al mundo para hacer la voluntad de su Padre y pasó por la humillación, las calumnias, las ingratitudes, el desprecio, el dolor y el sacrificio, sin apartarse del sendero trazado por el Eterno. 90. ¿Qué responderéis acerca de vuestros pasos cuando lleguéis a la presencia del Señor? Antes sabíais que tendríais que responder cada quien de sí mismo, ahora habéis sabido que de cada uno de vosotros depende una porción de espíritus de los cuales también tendréis que responder. He ahí la importancia de vuestro ejemplo en la vida para que mañana no tengáis que recoger amarguras en vez de un fruto dulce y agradable. No olvidéis que de esos seres que os confié, brotarán las nuevas generaciones que tendrán que florecer el Espiritualismo en la Tierra; esas generaciones benditas son una promesa divina para la humanidad, vosotros tenéis el deber de prepararles el camino y la morada y darles la bienvenida en un ambiente de espiritualidad y de amor. 91. ¿Podréis reconocerlos cuando lleguen? ¿Será necesario que os encontréis velando? ¿Sabrá el mundo sentir ese acontecimiento? Antes tendréis que dar la voz de alerta para que todos aparten los espinos que han dejado en el camino y también las impurezas para que no se hieran ni se manchen sus hijos cuando lleguen a la Tierra. 92. Unión os pido pueblo, para que mi semilla divina germine en vuestro seno. No quiero que lleguéis a Mí llorando vuestras faltas a mi Ley o lamentando el tiempo perdido; nada remediaría vuestro llanto en aquellos instantes. 93. He venido a hablaros en este tiempo como si fueseis criaturas limpias y sin mancha para convertiros por medio del amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 64 1. He aquí mi lección, discípulos amados, analizadla y poned en práctica mi divina enseñanza. Esta semilla que os confío es sagrada; cultivadla, comprended que de ello depende el fruto que logréis. 2. En el Segundo Tiempo os dije: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas”, es decir, existen muchos mundos en donde el espíritu puede alcanzar su completa evolución. Haced méritos para que alcancéis un lugar elevado en las moradas donde brille con más intensidad la luz y la paz espiritual. ¿En dónde penetraréis después de esta vida: Sólo Yo lo sé, por eso os digo que con obras buenas labréis una escala por donde podáis ascender hasta alcanzar la verdadera paz espiritual y que no retardéis el momento en que vuestro espíritu reciba el galardón que haya conquistado con esas obras de amor hacia sus hermanos. 3. Veis que no son castigos los que esperan al que no haya cumplido con la misión que el Padre le encomendara. Sólo vais a recoger el resultado de vuestras obras. 4. No es en el tribunal creado por la imaginación humana donde me veréis en aquella hora de juicio; será en mundos desconocidos donde penetren los espíritus para encontrar una luz más pura y más brillante que ilumine a los que hayan ido en la vida en pos de la verdad y de la elevación. Los que no buscaron mi verdad llegarán a lugares de expiación en donde restituirán a su espíritu su pureza para después seguir adelante y llegar a Mí, porque ninguno se perderá. 5. ¡Cuán decisiva será en ese instante la misión de vuestra conciencia! porque nadie podrá callar la voz de ese juez que vive unido indisolublemente a vuestro espíritu. Analizaréis todos los actos de vuestra vida y ninguno se sentirá juzgado con exceso de rigor o sobra de benevolencia. Ahí será donde esa luz que puse desde el principio para que iluminara el camino del espíritu brillará intensamente. 6. Amaos de una nación a otra, uníos en una sola hermandad para que mañana cuando habitéis en distintas moradas podáis amaros de un mundo a otro. 7. De cierto os digo que no existe día más feliz para un espíritu que aquel en que presenta su cumplimiento delante de su Creador, si ese fruto resulta agradable ante su infinita sabiduría. 8. Los espíritus de luz, aquellos a quienes llamáis ángeles, vendrán a vuestro encuentro para presentaros delante de vuestro Padre. 9. Vuestras gargantas exclamaron en el Segundo Tiempo al ver venir a Jesús: “Hosanna, hosanna al que viene en el nombre del Señor”; ahora, cuando sentís que mi Espíritu se acerca a vosotros abrís las puertas del santuario de vuestro corazón, penetráis en silencio en él y me mostráis el gozo interior que os embarga. 10. Soy el mismo de aquel tiempo, vosotros también sois los mismos, mi enseñanza la misma también; sin embargo, vuestra evolución es mayor y por eso buscáis una comunicación y un culto más perfecto hacia vuestro Creador. Ahora, cuando oráis, vuestro espíritu desprendido de la materia, se confunde con los ángeles que pueblan el espacio espiritual para entonar unido a ellos un himno que no es de la Tierra sino del Cielo. 11. Cuando la humanidad conmemora el nacimiento del Salvador, se llena el corazón de los hombres de una alegría y de una esperanza que no sabrían explicar; lo mismo acontece cuando conmemoráis la pasión y el sacrificio de vuestro Señor; experimentáis, aunque sea por un instante una tristeza inexplicable y es que siempre estoy naciendo y muriendo en el corazón de los hombres. 12. He querido que todos viváis eternamente y puedo hacerlo porque Yo soy la vida; para eso siempre me he manifestado a mis hijos bajo diversas formas y por ello os he entregado mi Ley, para que ella os señale el camino por el que podáis llegar a Mí. Cuando la humanidad se ha considerado perdida para la vida eterna, he venido a darle mi perdón y a borrar con mis lecciones de amor sus manchas permitiéndole restituir sus pecados. 13. Sobre las tablas de la Ley del Primer Tiempo, cuánta sangre ha caído tratando de borrar lo que en ellas estaba escrito; sobre mi Doctrina del Segundo Tiempo cuánta profanación se ha hecho sin poder llegar a empañar su luz; mas todo lo he perdonado porque el perdón es resurrección y es vida y os he dicho que “Yo soy El Camino, la Verdad y la Vida”. 14. Alguno suele preguntarme: Maestro, si perdonáis nuestras faltas ¿Por qué dejáis que con dolor las lavemos? A lo que os digo: Yo os perdono, pero es necesario que reparéis esas faltas para que devolváis a vuestro espíritu su limpidez. 15. En el Segundo Tiempo os dije: “Pedid y se os dará, llamad y se os abrirá” Ahora os digo que vuestra mano llame siempre a la puerta del Padre y no a la del Juez. Buscad mi amor, mi sabiduría, mi perdón, pero no busquéis mi justicia que es inexorable. 16. La virtud ha sido menospreciada y tenida como algo nocivo o inútil; ahora ha llegado el tiempo en que comprendáis que sólo la virtud os salvará, os hará sentir la paz y os llenará de satisfacciones; pero todavía ha de sufrir muchos tropiezos y vejaciones la virtud para poder penetrar en todos los corazones; los soldados que la defiendan tendrán que luchar con gran esfuerzo y fe. ¿En dónde están esos soldados del bien, de la caridad y de la paz? ¿Creéis ser vosotros? Os examináis interiormente y me contestáis que no sois vosotros; en cambio, Yo os digo que con buena voluntad, todos podéis ser de esos soldados. ¿Para qué creéis que he venido entonces entre vosotros? 17. Si ponéis de vuestra parte todo vuestro amor por esta causa, tendréis el mérito de haber preparado el camino para el advenimiento de las nuevas generaciones que traerán al mundo un mensaje de felicidad. 18. Mucho de lo que os he hablado en mis lecciones es para que lo cumpláis; mas también reconoced que en vosotros estoy hablando a vuestros hijos. Oíd y analizad para que vuestra envoltura se doblegue mansamente y ayude a marchar a vuestro espíritu por el sendero que le estoy trazando con mis lecciones de amor. 19. El momento para que me encontraseis, os fue propicio; el hambre os había agobiado y con el fruto de este árbol, habéis recobrado el vigor. 20. Este tiempo es de peligro para la humanidad y los hombres aún se encuentran distantes del Arca de salvación que es mi Ley. 21. Estoy preparando a los discípulos que tendrán que demostrar al mundo que no es un imposible, ni significa un sacrificio, el cumplimiento de mi Ley. 22. Con amar a vuestros semejantes estáis a salvo; cumplir con ese precepto no es una penitencia. A quien viva para servir a su propio hermano, sintiendo y aliviando su dolor, le bastará una breve oración a Mí, para que Yo por su conducto haga prodigios. 23. No envío todavía a mis emisarios a lejanas comarcas, porque aún les falta mucho por aprender; cuando se sientan fuertes y dispuestos desde el interior de su corazón me dirán: Maestro, ya estamos preparados. Yo penetraré en el santuario de aquellos discípulos y ahí encontraré sumisión, humildad, sabiduría y caridad. 24. Daré mi ósculo al labriego y le mostraré el camino; ese sendero que aunque largo, lo acercará a Mí; en él están los abrojos, a sus lado los abismos, a veces las acechanzas y los peligros, también las tentaciones, pero quien persevera con fe en él, siente a cada paso mi presencia, porque ya os he dicho que el camino soy Yo. ¿Quién podrá pensar que Yo le abandone en la lucha? ¿Cómo podéis pensar que Yo me aleje de vosotros cuando estáis en el cumplimiento de mi Ley, si en vuestro pasado no me he apartado jamás de vosotros? Dejad que os pruebe; las pruebas de la vida fortalecen al espíritu, dan temple al corazón y lo perfeccionan. 25. ¿Cuándo soñarán los hombres con alcanzar la perfección de su espíritu? Hoy ni siquiera tienen paz porque entre ellos no existe la buena voluntad. La luz de los Cielos comenzará a reflejarse en este mundo, cuando en los hombres surja esta buena disposición para encauzar su marcha por el sendero de la fraternidad, del respeto mutuo, del amor de los unos hacia los otros. 26. Varones y mujeres de este pueblo: sois sencillos y humildes y por eso os entrego mi enseñanza con palabras sencillas para que todos la comprendan, Mi palabra es el baluarte de vuestra fe y de vuestra esperanza, y los beneficios y caridades de que voy sembrando vuestra jornada son el aliciente y el estímulo para que prosigáis el camino sin flaquear en las pruebas. 27. La humanidad, dividida en reinos y naciones, presiente que ha llegado el tiempo de mi manifestación espiritual; interiormente me espera y me desea. ¡Cuán grato será para ella el anuncio que le llevéis de mi presencia y de mi comunicación con vosotros! 28. Pueblo: Preparaos, para que seáis el heraldo de la buena nueva; cuando ese tiempo llegue que no se cierre vuestra boca ni vuestro brazo sea perezoso para sembrar y cultivar la porción de la tierra que os corresponda. 29. Algunos pueblos ya han recibido la visita de los precursores, pero es indispensable que los labriegos doctrinados por el propio Maestro en el Tercer Tiempo lleguen a dar el riego a aquella simiente sedienta del rocío de gracia. 30. ¡Cuán pronto veréis dar buenos frutos a muchos pueblos que hoy creéis duros de corazón y muy distantes de la espiritualidad! 31. Las tierras serán fértiles, porque han sido preparadas grandemente; de ellas se apartará la ortiga y la cizaña hasta quedar limpias. Así cuando a ellas lleguen mis discípulos, al contemplarlas dispuestas, me dirán: Gracias Maestro. 32. El tiempo de esa predicación será anunciada por medio de la campana sonora, la cual será echada a vuelo. 33. Esta nación estará dispuesta y ataviada para recibir a las multitudes que buscando sustento y paz se acerquen a ella. Vosotros, preparaos, limpiad vuestro hogar y aderezad el mejor manjar para que sentéis a vuestra mesa al forastero. 34. De cierto os digo que en esas caravanas vendrán desde pordioseros hasta reyes; los que encuentren hospitalidad y amor en vosotros elevarán al infinito un himno de gratitud. 35. Los que han sido marcados por mi caridad saben que son guardianes y soldados de esta Arca y que deberán destruir toda huella de idolatría y fanatismo. Grande es la lucha que os espera pero la antorcha de vuestra fe os salvará. Ya habéis sabido lo que es la calumnia, la persecución, la intriga. Ya habéis sufrido todas estas pruebas, las cuales no os sorprenderán si en vuestro camino vuelven a presentarse, porque no es un camino de rosas el que conduce a mi Reino, es el que lleva grabada la huella ensangrentada de mis pasos. Por eso os digo: Bienaventurados los que sufren por mí causa persecución y calumnia, y les fuera negado el pan y el agua, porque ellos llegarán a Mí y serán ensalzados. 36. No temáis a los insultos ni a la blasfemia; recordad que ellas también fueron lanzadas sobre vuestro Maestro; no temáis que los hombres digan de vosotros lo que no sois, recordad que a Mí me llamaron brujo y hechicero; si el mundo os aborrece, recordad que a Mí me aborreció antes que a vosotros. 37. Aprended a callar y dejadme a Mí la causa. Sed los intercesores de los mismos que os ofendan y vuestro mérito será grande. Hoy ignoráis muchas faltas de vuestros semejantes, mas cuando sepáis juzgar con verdadera justicia sus faltas os serán reveladas porque entonces estaréis capacitados para enseñar y salvar a vuestros hermanos. 38. Esos son los caminos del espíritu que el buen discípulo del Espíritu Santo tendrá que conocer y recorrer sin perderse. 39. El hijo de la luz sabrá andar entre tinieblas y entre ellas sabrá encontrar al perdido para salvarle. 40. ¿Cómo es posible que en este tiempo en que gime la humanidad todavía estéis soñando con poseer grandes riquezas materiales? ¿Acaso os he dado mi paz para que penséis tan sólo en vuestras ambiciones mundanas? Incesantemente llegan a vosotros rumores de guerra y nada hacéis para prepararos. Ha mucho tiempo que vengo pidiéndoos vuestra unificación y aún os encuentro divididos. ¿Cuándo se sentirá toda la humanidad deseosa de unirse espiritualmente en pensamiento y en voluntad? Ya os he dicho que el día en que os unáis seréis la muralla invulnerable que rechace toda agresión. Ya deberíais estar fuertes, porque el fruto de estos árboles ha sido abundante y todo ha sido vuestro. 41. ¿No lleváis en vuestro espíritu los prodigios que a cada quien le he entregado? ¿No habéis comprendido que todo cuanto os he enseñado ha sido una revelación de vuestro Padre? Si alguno se avergonzare de ser discípulo de esta Obra, será porque no ha comprendido nada de mi enseñanza. Hoy aún podéis estar tranquilos aunque faltéis a vuestros deberes espirituales; mas llegarán las pruebas y entonces os lamentaréis y sonará vuestra hora postrera y no sabréis cómo penetrar en aquel mundo que os espera, ni con que acallar la voz de vuestra conciencia. Ved que por uno de vosotros que me cumple y obedece ¡Cuántos corazones llegan a mi presencia! Daos cuenta de cómo sois observados en cada uno de vuestros pasos por aquellos que quisieran saber si realmente estáis oyendo al Espíritu Santo. 42. ¿Creéis que si de vuestros labios brota una blasfemia o una palabra obscena, el incrédulo piense que sois discípulos de Cristo, el Verbo Divino? ¿Son por ventura esas palabras y esas frases los proverbios y máximas que os he enseñado? Los niños también os observan, ¿Por qué reñís delante de ellos? Ved que con ese ejemplo lo que hacéis es que penetre entre los pequeños la maldad de Caín. Pensad que ellos son vuestros próximos herederos, los que dirán lo que vosotros aprendisteis y lo que fuisteis en el camino de vuestro Dios y Señor. 43. Labrad un buen galardón para vosotros cultivando un buen fruto para vuestros hermanos. Preparaos para los tiempos venideros porque antes de mi partida aún habrá división entre vosotros, porque la tentación os tocará a todos. Es necesario que veléis. Orad y practicad mi divina enseñanza; de cierto os digo que estos cortos instantes que dedicáis a la práctica del bien, harán sentir sus beneficios aun en muchas de las generaciones posteriores a vosotros. Nadie ha podido ni podrá trazarse su propio destino, eso pertenece solamente a Mí. Confiad en mi voluntad y recorreréis la jornada hasta el fin sin mayores tropiezos. 44. Juzgad bien cuando os digo que la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad, así sabréis cuándo soy Yo quien os está probando y cuándo sois vosotros los que llenáis vuestro cáliz de amargura para luego culparme, Entonces os convertís en jueces y me tomáis por reo. Sabed reconocer vuestros errores y enmendadlos. Aprended a perdonar los defectos de vuestros hermanos y si no podéis corregirlos por lo menos tended sobre ellos un velo de indulgencia. 45. Vuestra plegaria por vuestros hermanos ha llegado hasta mí, porque habéis penetrado en el santuario del Señor, y ahí vuestro espíritu se ha sentido seguro. Los que buscan paz, los que buscan un sendero que los lleve a una vida mejor, son los que van penetrando en mi santuario. Los que buscan tesoros y honores del mundo afanosamente luchan por encontrar otros senderos. Yo os digo que la paz que sólo está en mi Espíritu al fin será anhelada y buscada por todos. 46. ¿Quién o qué puede daros la verdadera paz del espíritu en la Tierra? Sólo el infinito amor de vuestro Padre. 47. Existen ricos acaudalados que no tienen salud, ni conocen la alegría, y hombres pobres que teniendo salud no saben lo que poseen y viven amargados porque desean caudales o comodidades. No descubro ambiciones nobles en el corazón de los hombres y cuando llegan a tenerlas no persiguen aquel ideal por buenos caminos; la prueba la tenéis en esas guerras insensatas e indignas de seres que poseen la luz de Dios. 48. Yo soy la paz, en mi sabiduría infinita existe cuanto podáis desear, más ¿Cuándo han orado los pueblos para alcanzar mi paz? ¿Cuándo han puesto sus ojos en Mí los hombres que conducen y gobiernan a los pueblos? ¿Cuándo se han postrado los ejércitos a pedir perdón a su Padre Celestial después de haber dado muerte a sus semejantes? Y es tan sutil la paz, que es necesario velar y prepararse para saberla retener, para no dejar que retorne a Mí. Mirad cómo vosotros quedáis llenos de paz después de escucharme y con esa gracia salís de los recintos y llegáis a vuestro hogar, pero ¡Cuán breves son los instantes en que lográis retener en el corazón esa paz! Yo os he nombrado “el pueblo de la paz”, “los hijos de la paz”. Por eso no os decidís a levantaros a enseñar la buena nueva, porque sabéis que para llevar la paz es menester tenerla, mas ¿Cuándo vais a cumplir con ese sublime mandato? 49. Discípulos: aprended a retener mi paz, convertidla en espada y destruid la discordia y la desunión que existe en vuestro hogar, id llenando de paz la vida de los que os rodean para que os sirva esto de práctica y mañana llevéis la paz a otros hogares y a otros pueblos. Esa es la semilla que estoy depositando en vuestro alfolí. 50. Cuán pronto sería reconocido este pueblo si en su seno existiera la paz y si en su vida lo demostrara; los huracanes, las tempestades y los torbellinos se desvanecerían al llegar ante la fuerza de vuestra paz; mientras exista división entre este pueblo habrá fragilidad y sus puertas estarán abiertas a las acechanzas. 51. Mi palabra en estos recintos ha descendido a torrentes, mis prodigios han sido en abundancia para alentar vuestra fe. ¿Acaso no habéis comprendido el sentido de mi Obra entre vosotros? 52. Os he llamado Israel para que os levantéis fuertes a seguirme y llevéis mi paz y mi Ley al corazón de la humanidad. Este es vuestro destino y llegará el tiempo en que surja en el mundo este pueblo lleno de fuerza espiritual, Aparecerá como luz en el tiempo de la confusión y de la duda, cuándo el hambre y la sed de verdad sean mayores. 53. El Maestro os dice: Pueblo, que vuestra mano jamás se encuentre vacía, que no sea mezquino vuestro corazón, porque no sabéis el instante en que podrías veros cercados por las turbas de menesterosos o abrumados por las preguntas de los escudriñadores. Vuestro deber es dar a todos de lo mucho que en vuestro espíritu he derramado. No lleguéis a sentiros más que nadie, ni a creeros los más amados y los dueños únicos de la verdad que encierran las revelaciones divinas y las complacencias del Señor, porque estaríais en peligro de caer bajo el dominio de otros como en los tiempos antiguos cayó Israel en cautiverio por su desobediencia a mis mandatos. 54. ¿Qué sentiría vuestro corazón si viese a vuestros hijos alejarse del camino decepcionados de vuestro ejemplo? ¿Qué sentiría vuestro espíritu si desde el más allá viera a las nuevas generaciones buscándome en la idolatría? 55. Las tribus aún están dispersas; la mayor parte de este pueblo todavía no ha encontrado el camino; es menester que los que han oído esta voz y han recibido mis mandatos velen y aguarden preparados la llegada de las multitudes para que al ver vuestra unión y vuestro culto reconozcan mi Doctrina y me sigan; no esperéis que sean de una sola raza o nación porque entre ellos vendrán hombres de todas las razas. 56. Elías viene paso a paso conduciendo a su rebaño y en verdad os digo que el instante en que unos y otros os encontréis pronto llegará. 57. Os he nombrado los fuertes de mi casa y os doy a cada instante mi fuerza divina para que veléis por la misión que os he confiado, orando en el interior de mi santuario que en cada uno de vosotros existe. 58. Bienvenidos seáis los que dejáis por unos instantes el mundo para venir a escuchar mi palabra. De cierto os digo que por uno de vosotros que aprendiera y practicara mi lección se salvaría una comarca, así como también si todo este pueblo se preparase y con amor orase, alcanzaría a salvar a la humanidad. No es que vuestro número sea pequeño sino que vuestro amor es aún muy reducido. Por ahora limpiad vuestro corazón. ¿Quién mejor que vosotros puede conocer sus defectos y sus manchas? Comprendedlo y purificaos de todo aquello de lo que os reclame la conciencia. 59. Hay muchos que tratan de disculpar sus pecados y Yo os pregunto: ¿Por ventura el Padre puso sobre el hijo ese fardo de trabajos y sufrimientos? ¿No soy Yo quien ha venido en todos los tiempos a aligerar vuestra carga de penalidades y sufrimientos? 60. A toda hora mi voz os llama al buen camino donde existe la paz, pero vuestro oído sordo, sólo tiene un instante de sensibilidad ante aquella voz, y ese instante es el postrero de vuestra vida, cuando la agonía os anuncia la proximidad de la muerte del cuerpo. Entonces es cuando querríais comenzar la vida para reparar yerros, para tranquilizar vuestro espíritu ante el juicio de vuestra conciencia y poder ofrecer algo digno y meritorio al Señor. 61. Yo soy el Camino y ese camino os lo he mostrado desde los primeros pasos de la humanidad en la Tierra. Decidme: ¿Cuándo os he dejado sin ayuda o sin luz? ¿En qué edad o en qué era he borrado mi Ley de vuestro espíritu? Jamás he dejado de hablaros, por eso es que ahora os vengo pidiendo vuestra cosecha. A través de mi nueva comunicación os he reclamado con divino rigor y absoluta justicia y os hago responsables de vuestras faltas a mi Ley. 62. He nombrado discípulos a todos los que habéis escuchado esta palabra, pero es menester que lo demostréis con vuestra conducta y que extendáis esta buena nueva para que la humanidad actual prepare el camino de las nuevas generaciones. Esos seres no deben venir a apurar el cáliz de la amargura y del dolor desde los primeros días de su infancia porque ellos traen otra misión; más si de ese cáliz les dieseis a beber, de ello me responderéis. 63. ¡Ah sí supieseis vivir con la sencillez de las aves que viven amándose y que cuando sienten que el invierno se aproxima emprenden el vuelo en busca de mejores climas, pero dejando preparados sus nidos en los árboles para que sirvan de hogar a sus hermanos! El invierno de vuestra vida es la vejez; mas vosotros que sois hombres de poca fe, miráis en ese invierno la frialdad de la muerte y del fin sin comprender que siempre después del invierno llega la primavera con sus renuevos, sus trinos y sus perfumes. 64. Esa poca fe en la resurrección espiritual después de esta vida es lo que os hace ocuparos de lo humano, de lo material hasta el último instante de vuestra existencia, sin preparar las alas del espíritu para emprender el vuelo y sin dejar un nido formado con virtud y fe para los nuevos moradores. 65. No os asemejáis a las aves porque vuestro mundo no es de paz; sois más bien soldados que luchan dentro de una batalla interminable y os digo: luchad con nobleza, esgrimid armas de justicia; perseverad en el bien, el bien es la verdad; dejad preparados los caminos para los nuevos soldados, dejadles libre y limpio el campo para que en él triunfe al fin la razón, el amor y la justicia mientras vosotros llegáis a descansar en Mí. 66. Tengo que hablaros así porque vuestro mundo vive envuelto en guerras de toda índole. Cuando las pruebas llegan al mundo siempre le sorprenden impreparado, porque mientras piensa y medita poco en lo eterno gusta demasiado de los halagos del mundo y de la carne. 67. En verdad os digo, que si en este tiempo los hombres no limpian las manchas que han dejado en su espíritu, vendrán los elementos como heraldos anunciando mi justicia y mi gloria y purificando a la humanidad de toda impureza. 68. Bienaventurados los hombres, las mujeres y los niños, que al comprender la proximidad de aquella justicia glorifiquen mi nombre sintiendo que el día del Señor es llegado porque su corazón les dirá que el fin del reinado del mal se acerca. Yo os digo que éstos por su fe, su esperanza y sus buenas obras serán salvos más ¡Cuántos de los que vivan en esos días van a blasfemar! 69. Humanidad que creéis que se necesitan grandes riquezas y posesiones terrestres para conquistar al mundo y olvidas a Cristo que nació en un pesebre y que sin tener nada en la Tierra, sin embargo, conquistó el corazón de la humanidad, hizo a los pueblos sus vasallos y fue proclamado Rey y Señor. 70. Cuando lleguéis a comprender y a sentir la verdad veréis cuán fácil es para el espíritu seguir los pasos de su Maestro, aun en las pruebas más duras. Haced cuanto este de vuestra parte, que Yo no os pediré más de lo que podáis hacer; entonces habréis dejado preparado el camino para la nuevas generaciones; os recomiendo a los niños y os encargo que les conduzcáis por el camino certero. Congregadlos, habladles de Mi con amor y con ternura, buscad a los desheredados, aquellos que viven perdidos entre miserias y vicios. Doy esencia a vuestras palabras para que ellas sean camino de salvación cuando broten de vuestros labios. Abrid delante de los inocentes el “Libro de la Vida Verdadera”, para que su espíritu despierte y sea grande al penetrar en las revelaciones del Espíritu Santo; asemejaos a vuestro Maestro y seréis escuchados. 71. Si en el Segundo Tiempo busqué un lugar humilde para nacer en cuanto hombre y corazones donde habitar, vosotros no vayáis en pos de un lugar que os haga notables; buscad la fibra sensible que existe en cada corazón para que ahí depositéis mi semilla y mi bálsamo. El lugar para nacer en cuanto hombre me fue indiferente, pero di hasta la vida porque mi amor naciera en vuestro corazón. Ahora os digo: humanidad, la semilla de ese amor representada en mi sangre, cayó en el corazón de todos los hombres, ¿Por qué ahora no amáis ni cultiváis lo que Yo con tanto amor sembré? 72. No seáis sordos a esta voz, abrid vuestros ojos a la realidad de este tiempo y emprended la jornada con plena confianza y fe, de otra manera tendréis que despertar ciegos en el más allá y Yo os he dicho que en aquella mansión no se debe penetrar con los ojos cerrados. 73. ¿Por ventura el Señor os pide imposibles? Sólo vengo a enseñaros a sembrar amor para que recojáis al final el fruto de la vida. Cultivad hoy el corazón de los niños para que mañana les escuchéis hablar de las grandezas del Espíritu Santo. 74. Velad por las rosas y los lirios que son el corazón de la juventud y mañana os deleitaréis con el florecimiento de la virtud. Enseñad a orar con el espíritu y reconoceréis todos que esa es la comunicación perfecta cuando sintáis que vuestro espíritu ha llegado a mi presencia y ahí se ha sustentado con mi amor. 75. Hoy aún desciende mi rayo divino entre las multitudes; mas recordad lo que oísteis cuando os decía: “Donde se reúnan dos o tres de mis hijos, ahí descenderé para darles mi palabra”; desde entonces ha venido aumentando el número de mis oyentes hasta formar multitudes. 76. Si os cumplí mi promesa de volver, os cumpliré también mi voluntad de partir; aprovechad debidamente los instantes que os restan de escuchar mi palabra y quedaréis preparados como discípulos del Espíritu Santo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 65 1. Estáis preparando el santuario de vuestro corazón para que en él descienda mi palabra como bálsamo; más en este instante os pregunto: ¿Por qué os encuentro agobiados por el dolor? Porque no habéis velado y orado. 2. Si coméis en mi mesa los manjares espirituales, ¿Por qué no aprovecháis la esencia que contienen que es salud y vida eterna? ¿Hasta cuándo comprenderéis mi Doctrina para que os levantéis a predicarla con obras de amor hacia vuestros hermanos? 3. A veces os atrevéis a decirme que nada de lo que me habéis pedido os he concedido, cuando os lo estoy entregando a cada instante y sólo falta que os preparéis para que podáis recibirlo. 4. No abruméis a vuestro espíritu con cadenas de pecados, libertadle para que se eleve y reciba de Mí cuanto haya menester en su jornada. ¿Por qué apagáis vuestra lámpara de fe si estoy entre vosotros? Os he dicho que sobre este pueblo pesa la responsabilidad de la paz de las naciones y la salvación de la humanidad, pero ¿Cómo vais a desempeñar vuestra misión si no hay aún firmeza en vuestros pasos? Venís a escuchar mi palabra, decís amar a vuestro Señor, mas no bastan las palabras, son necesarias las buenas obras para que la humanidad alcance mi paz. No vengo a desalentaros sino a despertar a vuestro espíritu. ¡Tomad nuevamente el fruto del árbol y hartaos de él, oh caminantes! 5. Bienaventurado el que comiendo de este fruto, crea firmemente que ha comido del árbol de la vida porque de cierto os digo que él no morirá. En este tiempo os encontré muertos a la vida de la gracia, mas mi presencia a través de esta enseñanza ha sido vuestra resurrección. Os considerabais indignos de hallaros ante mi presencia y os hice dignos purificando a vuestro espíritu de todas sus faltas pasadas revistiéndolo de pureza. Con este perdón os he entregado una lección de amor y de justicia; ponedla en práctica en vuestros hermanos. 6. ¿Con qué derecho vais a juzgar y a sentenciar a vuestros semejantes por causa de sus imperfecciones? Recordad que os dije en el Segundo Tiempo. “El que se encuentre libre de pecado que arroje la primera piedra”. 7. Mi Doctrina es clara y limpia para que los párvulos la entiendan y la graben en su corazón. He venido para llevaros de lección en lección a la comunicación perfecta de espíritu a Espíritu. 8. En vuestro desierto de restitución está descendiendo el maná celestial; cuando lleguéis a la mansión divina os sentaréis a la mesa del Padre a comer de sus manjares. El desierto extenso representa la expiación y el camino, la evolución del espíritu. 9. Venid al Padre; El habita en lo más alto del monte y os dará huertos y campiñas de las que existen en los contornos de ese monte; los varones cultivarán el trigo, las mujeres harán que los huertos y los valles se cubran de flores y el canto de los niños se unirá al de las aves para haceros dulce el trabajo. Hasta vuestras tierras no llegarán las vanidades humanas ni el materialismo porque ellas serian como plagas que destruirían vuestros frutos. Oyendo estas palabras, cuántos hombres podrán comprender lo mucho que se han apartado del camino trazado por mi Ley. 10. Cuando un hombre llega a creer que sus faltas no tienen perdón, se aparta más y más del sendero. ¡Ah, si supiera que un instante de sincero arrepentimiento puede salvarle conduciéndole a su restitución que por muy lejos que crea estar de mi Divinidad, un solo paso le separa y ese paso es el de su arrepentimiento! ¿Qué no oís mi voz? ¿No sentís que llego como Padre amantísimo, como amigo leal? Dormís y es por eso que no escucháis mi llamado. ¿Cómo esperáis oír mis pasos si vengo sobre una nube? 11. Despertad, preparaos para que veáis cumplida mi promesa. Llamaré bienaventurados a los que despierten y me escuchen, porque entonces pondré en su corazón la buena nueva de mi presencia espiritual y de sus labios brotarán palabras de ternura, de luz y de esperanza para los hombres. 12. Se avecinan aires huracanados por lo que debéis fortalecer vuestra fe para que salgáis avante de las pruebas y salvéis a cuantos podáis; quiero que seáis amigos y hermanos de toda la humanidad. 13. Este es el tiempo que vio y anunció Joel, en el que los hijos de la humanidad tendrían visiones y sueños proféticos en que sus bocas hablarían movidas por mi fuerza divina, porque mi Espíritu estaría derramado sobre toda carne y sobre todo espíritu. 14. He aquí un pueblo que nace y crece en el silencio y cuyos hijos vierten palabras del Espíritu Santo, transmiten los mensajes espirituales y con su mirada espiritual traspasan los umbrales del más allá y miran los acontecimientos del futuro; de cierto os digo que esta simiente está esparcida en todo el mundo y nadie podrá destruirla. 15. Por labios de hombres, mujeres y niños habéis escuchado mi concierto divino, con éxtasis habéis penetrado en el deleite de oír la voz del Señor y de sus ángeles. Mi palabra no es para un pueblo, es para todos los pueblos, para todas las creencias y religiones. 16. Sólo esta multitud sabe que éste es el Tercer Tiempo, pero la humanidad también lo sabrá aunque antes negará todo cuanto os he revelado y que ha quedado escrito. En verdad os digo que esta palabra llegará hasta los confines de la Tierra porque nada es imposible para Mí. Mostraré al mundo mis heridas como a Tomás, para que crea y se arrepienta, para que se lave en su llanto y después me siga fielmente hasta el fin. Este maná divino descenderá sobre todo corazón y el camino que conduce a la mansión del Señor le será descubierto a todo espíritu. 17. Las aguas del pozo de Jacob se secaron y no calmaron la sed del espíritu de la humanidad. Yo se lo había dicho ya a la Samaritana: “En verdad te digo que Yo tengo una agua que quien de ella bebiere, sed no volverá a tener”. Y esa agua cristalina y pura es mi palabra, la que derramaré sobre el mundo para mitigar su sed abrasadora. 18. Elías tiempo ha que conduce a mi rebaño entre la humanidad invitando a todos a unificarse; ese rebaño debe velar y orar porque tiene mi luz y potestad para ayudar con amor a la humanidad. 19. Los que oís estas enseñanzas ya las conocíais en otros tiempos; mas ahora tendréis que extenderlas entre la humanidad para que las conozca. También sabéis que en 1950 os quedaréis sin esta palabra; mas preparaos para que ello no sea una pérdida que tengáis que lamentar sino un paso de adelanto que os pondrá frente a la lucha. Yo estaré cerca y mis emisarios también; seguiré velando por los que doctriné y les hablaré por inspiración. 20. Nadie pretenda que prolongue mi estancia entre vosotros, porque ya os he manifestado mi voluntad y os he profetizado el año y el día en que cesará esta manifestación a través del entendimiento humano. Nadie arroje sobre sí una sentencia. 21. El que ahora haya sido torpe para servirme y después se prepare, perderá su torpeza, hablará con sabiduría y hará prodigios. 22. Si vos pueblo que me oís, lloráis al recordar mi pasión y os arrepentís de vuestros pecados, benditos seáis, porque en verdad os digo que vuestro dolor os purifica y mi palabra que es vida y resurrección, os confortará. Mi luz es para todos mis hijos, no sólo para vosotros que habitas este mundo sino para los espíritus que viven en diferentes moradas. Todos serán libertados y resucitados a la vida eterna cuando con sus obras de amor hacia sus hermanos cumplan mi divino precepto que os pide que os améis los unos a los otros. 23. El Padre sufre cuando la humanidad se debate azotada por las guerras. Se ha levantado hermano contra hermano y la sangre inocente baña la Tierra. Hoy, en el gran día de la justicia, respiráis un ambiente de desolación y de muerte, más para el alba de 1946 habrá cesado la lucha y tendréis una tregua en vuestros sufrimientos. 24. Todo el dolor de la humanidad cae sobre Mí como una pesada cruz, He sido desconocido y desgarrado por el linaje humano a quien he querido convertir en mi discípulo de los cuales me siguen unos cuantos; mañana, al conocer mi Obra que he manifestado en esta forma una vez más seré escarnecido porque no me comprenderán. Esta incomprensión de mis hijos, abre de nuevo mis heridas y vuelve a caer mi sangre sobre todo espíritu. Por hablar de la verdad y enseñar el amor me han desconocido, y pasados los tiempos, vosotros por repetir mis palabras y dar testimonio de Mí seréis menospreciados; mas siempre que abracéis vuestra cruz y encumbréis la montaña estaréis salvando a muchos inocentes y redimiendo a muchos pecadores. 25. No he venido como rey entre vosotros, me he presentado humilde y por esto reconocéis que la palabra que habéis oído es del Verbo del Padre. Nuevamente la humanidad me ofrece una corona de espinas y un manto de ingratitud. He sufrido la calumnia y el desconocimiento de mis hijos. 26. Aun estando el espíritu en plena evolución duerme; mas Yo os estoy iluminando a través de la conciencia para que volváis al camino y tornéis al cumplimiento. ¿Por qué sentís que mi palabra os hiere? 27. Mientras recordáis mi pasión del Segundo Tiempo, un corazón, el más tierno, llora en silencio e intercede por sus hijos que no la han comprendido. No tiene reproches para los que le han causado tanto dolor, ni una queja en contra de los que sacrificaron al Hijo muy amado; sólo su amor y su perdón a la humanidad coronan la obra de redención de su Unigénito. Es vuestra Madre Celestial a quien dejo entre vosotros para que la escuchéis y en su regazo os consoléis. 28. En lo profundo de vuestro corazón estáis sintiendo el hálito divino del Señor. ¡Ah sí comprendieseis el amor con que vengo a vosotros! 29. Con la unión de vuestros corazones habéis formado un santuario para recibirme. Cada corazón se ha preparado, cada mente se ha despejado y ese es el instante propicio para que mi rayo divino descienda entre vosotros. 30. La prueba se aproxima y para ello os estoy preparando. Es tiempo de que caminéis con paso firme sin temor; sois Israel y ese nombre quiere decir “Fuerte”. Siempre en vuestro espíritu ha existido esa simiente bendita. La verdadera oración conforta a vuestro espíritu, Purifica vuestras manchas, os consuela cuando estáis tristes, os acompaña en la orfandad y os aparta de las tentaciones. Y así como os he enseñado a orar de espíritu a Espíritu para ser fuertes en la vida, también en la hora de la muerte elevad vuestro espíritu hasta Mí, por esa escala bendita de la oración. ¡Cuán apartada vive la humanidad de la verdadera oración! ¡Qué pocos son los que saben practicarla! Espiritualmente la humanidad vive a semejanza de los hombres de la antigüedad; la adoración al becerro de oro, el culto a los dioses paganos aún existe. La torre de babel de los hombres de ciencia de estos tiempos a cada instante desafía mi divina justicia. 31. Un nuevo diluvio se desatará el cual lavará la Tierra de la perversidad humana. Derribará de sus altares a los falsos dioses, destruirá piedra por piedra los cimientos de esa torre de soberbia y de iniquidad y borrará toda doctrina falsa y toda absurda filosofía; más este nuevo diluvio no será de agua como en aquel tiempo porque la mano del hombre ha desatado todos los elementos, tanto visibles como invisibles, en su contra. El mismo dicta su sentencia, se castiga y se hace justicia. 32. Toda deuda será saldada hasta la más pequeña; para ello es menester que los grandes de hoy se conviertan en siervos y que los vasallos se levanten. Vosotros que me oís, creed en vuestra responsabilidad ante la paz del mundo. 33. Ya no sois dos o tres los que me estáis escuchando. Vuestro número es ya grande porque mi simiente se ha extendido de corazón en corazón, de hogar en hogar, de comarca en comarca y las noticias de mi nueva manifestación han cruzado vuestras fronteras para llegar a otros países en donde el eco de mi palabra y las nuevas de mis prodigios han dado testimonio de que en verdad he vuelto a vosotros. 34. La casa de Israel está ahora en lo más profundo de vuestro ser, en vuestro espíritu. Ahí es donde me he manifestado en este tiempo por medio de esta comunicación. 35. Os he dicho que os apresuréis a estudiar mis lecciones, que aprovechéis mi presencia ya que el tiempo de mi partida se encuentra cerca y nadie lo ignora. He ahí la prueba que os espera. ¿Quién estará preparado para resistirla? Os habéis multiplicado y a pesar de ello no os contemplo fuertes. Es que os ha faltado amor, caridad, fraternidad de unos hacia otros, no estáis unidos por el espíritu. ¿Y éstos son los poseedores del Arca de la Nueva Alianza? 36. He querido que seáis fuertes por vuestra unión y grandes por el espíritu. No es menester que poseáis el poder material para ser grandes, ni el saber de la Tierra para ser superiores. Hay algo que vuestro Dios os ha revelado siempre y que os da en verdad grandeza. 37. Grande es la luz que he derramado sobre vosotros; mas no os dejéis cegar porque apareceréis ante vuestros hermanos como necios y fanáticos. Esta luz no es sólo vuestra, es la luz del Sexto Sello que brillará en todas las naciones. 38. Venís limpios delante de Mí: lentamente os habéis ido despojando de fanatismo, idolatría y superfluas tradiciones; de esta manera vuestro corazón late al compás de vuestro espíritu; el camino principia en Mí y en Mí termina, pero no os pido que esta jornada la recorráis en un día sino que os doy el tiempo suficiente para que caminéis por el sendero hasta el final. 39. Os ayudo en toda la jornada, os doy fuerzas, os purifico. Si juzgáis vuestra evolución espiritual por vuestra vida presente reconoceréis que habéis dado un gran paso hacia adelante comparando vuestra vida actual con la del principio de la humanidad. Estudiad mi palabra con el ahínco con que estudiáis las lecciones de la Tierra y analizándolas descubriréis que lo que creíais insondable, estaba reservado a vuestro espíritu. En estos tiempos el velo de muchos misterios se está descorriendo, muchos secretos saldrán a la luz de la verdad y por ello seré mejor amado y comprendido por mis hijos. 40. ¿Podrá existir semejanza entre el hijo y el Padre, si el hijo carece de la sabiduría de su Padre? No mis hijos: mas no seré Yo quien os conserve en la ignorancia. Yo soy la luz que es sabiduría y de ella os bañaré para que me améis; en verdad tengo hambre y sed de vuestra elevación, aquí tenéis el motivo más poderoso de mi manifestación y de mi comunicación con vosotros. 41. Iluminaos y fortaleceos con esta enseñanza porque los presagios de guerra existen en vuestro corazón y es necesario que estéis preparados; he mantenido en paz esta nación para que me reciba en su corazón; la semilla de mi Doctrina tendrá que fructificar. 42. ¡Cuánto lloraréis si no aprovecháis este tiempo precioso de paz! Os veréis sorprendidos por la guerra, la peste y la desolación. No tratéis de detener la guerra con penitencias materiales que son sacrificios inútiles; si queréis ofrecerme alguna penitencia, doblegad la reaciedad, la soberbia o el materialismo de vuestra materia; si queréis ofrecerme algún ayuno, que sea apartándoos de lo superfluo, de lo que os es perjudicial dominando vuestras pasiones; mas en ello tened cuidado de no caer en nuevo fanatismo porque hay muchas obras que siendo licitas podéis hacerlas ilícitas. 43. Quiero que logréis la regeneración tanto de vuestro cuerpo como de vuestro espíritu. Si entendéis bien lo que os pido, no os parecerá un sacrificio alcanzarlo y reconoceréis que ese cumplimiento os brindará grandes satisfacciones y una paz superior. 44. Aquellos que del fango, de la escoria o del egoísmo, se levanten a una vida de servicios y de caridad hacia sus hermanos, los mostraré como un ejemplo de que mi Doctrina tiene luz y gracia para regenerar a los pecadores. Ese ejemplo cundirá en todos los corazones. ¿Quién no desea ser de aquellos que me testifiquen? Más en verdad os digo, que si vuestros actos no brotasen con verdad de vuestro corazón, no darán fruto en vuestros hermanos y muchas veces oiréis que os llaman hipócritas y falsos predicadores. Y no quiero esto para vosotros. 45. Debéis saber que en estos tiempos es muy difícil engañar a la humanidad; su espíritu se encuentra despierto y aunque perdido en el materialismo de su existencia, es sensible a toda manifestación espiritual y si a vuestros hermanos no lo podéis engañar ¿Engañaréis a vuestro Padre? 46. Dejad que el amor del Maestro se albergue en vuestro ser para que lleguéis a perdonar a vuestros enemigos como Él os perdona; entonces vuestro corazón será entre la humanidad como ancla de salvación. 47. Preparad vuestra barca porque la tempestad de un momento a otro puede llegar. ¿Qué no presentís el ambiente de lucha? ¿Nada os revela vuestro espíritu? Oíd las voces de la Naturaleza y observad el curso de los elementos. Penetrad en el corazón de vuestros hermanos y encontraréis el anuncio de la lucha que se aproxima; todo os habla de caos. Si, es la mente humana, sólo concibe armas para la destrucción; si es el corazón, no da albergue a sentimientos de fraternidad y si al odio. La salud no existe en un solo cuerpo, todos se encuentran contaminados de la enfermedad y de la peste; los niños nacen con una carga de dolor; los padres desconocen a sus hijos y los hijos a sus padres; los esposos se separan, las mujeres pierden su virtud sin darle valor alguno; los hombres profanan lo más sagrado; las religiones se desconocen y se desgarran entre sí y los vicios toman fuerza entre los hombres. Mientras, mi palabra con un dulce reclamo os despierta, os invita a la regeneración y a que os libréis de perecer en ese mar tempestuoso. Sólo una Doctrina espiritual como la mía es capaz de sostener al hombre en el camino de la vida. Sólo mi palabra puede resolver los profundos problemas del espíritu y endulzar la existencia del hombre en su jornada de pruebas y amarguras. 48. Si la humanidad ha cultivado un gran árbol cuyos frutos en su mayoría han sido amargos y mortales ¿No les parece hermoso que Yo plante un árbol, que vosotros me ayudéis a cultivarlo y que sus frutos de vida, de verdadera paz y sabiduría divina os compensen de tanto dolor? Pues Yo soy ese árbol, Yo soy la vid y vosotros los sarmientos, dejad que crezca vuestro espíritu en sus dones para que deis sombra acogedora y frutos de vida y buen sabor. Yo soy la verdad y ella brota por estos labios de hombres, aun cuando sean pecadores, porque mi verdad es más fuerte que vuestros pecados. 49. Una vez más os descubro el camino y la vida y aparto de vuestros ojos la venda de la oscuridad. Cuando escucháis esta palabra decís en vuestro corazón, ¿Por qué si la Doctrina del Señor es tan hermosa, antes no fue capaz de apartarme de los vicios, ni era un aliciente en mi existencia? Porque no era mi Doctrina con la que os alimentabais, sino con ritos, los cuales sólo impresionan los sentidos y dejan vacío al espíritu. Aquí vengo a daros mi palabra sin formas ni ritos para que ella llegue directamente a vuestro espíritu. Aquí no hay recreo para vuestros sentidos materiales; hoy tan sólo vuestro oído toma parte en el instante de mi comunicación; mañana, cuando mi palabra dada a través del entendimiento humano haya dejado de escucharse, ni siquiera vuestro oído corporal percibirá mi voz; será vuestro espíritu el que reciba mi enseñanza a través de la inspiración y en el corazón se escuchará su eco. Toma el camino con fe y caminad serena y lentamente. 50. Se acercan los días en que la humanidad conmemora mi pasión; en verdad os digo que cuando esta humanidad despierte ante la luz de este tiempo y despojada de materialismo me busque en forma espiritual, su elevación y sencillez serán las mejores palmas con que me reciban en la segunda Jerusalén, la ciudad espiritual. Yo quisiera que siempre que pensarais en mi pasión lo hicierais sin ritos ni representaciones, que recordéis mis obras y meditéis profundamente en ellas; entonces sentiréis que revive aquella sabiduría en vuestro espíritu. 51. Con estas enseñanzas apartaré vuestras tradiciones, como en los tiempos pasados haciendo que vuestro espíritu se conserve en mi Doctrina y en mi Ley. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 66 1. Habéis oído el llamado de la campana y habéis despertado. La campana ha sido mi voz, que habéis recibido a través del entendimiento del hombre y el que ha despertado ha sido vuestro espíritu. No volváis a caer en letargo, pueblo amado, porque estáis viviendo en un tiempo de lucha. Si ya habéis comenzado a sembrar, no quiero que dejéis vuestras tierras abandonadas ni que perdáis el sitio que en mi campiña habéis venido a ocupar y que tanto dolor os ha costado alcanzar. 2. Dejad que vuestra conciencia haga su voluntad por sobre lo que piense vuestra mente y espíritu, ya que es ella la que verdaderamente se da cuenta de la misión que sobre el espíritu pesa. Mirad que si en lugar de seguir los dictados de la conciencia, os inclináis a obedecer los impulsos de la carne, pronto retornaréis al camino de la lucha estéril, al mundo de las frivolidades y de la vanidad, en donde vuestro espíritu se sentirá vacío y triste. 3. Venid a mi campiña y permaneced en ella; en sus tierras hay lugar para todos, en mi granero hay semilla en abundancia y en mi amor hay agua de vida, para que cultivéis la simiente divina. 4. Yo, el Sembrador Universal, os enseñaré todo cuanto necesitéis saber, Mi amor y mi paciencia acompañarán a cada una de mis lecciones, para que queden grabadas en vuestro espíritu, y así, cuando tengáis necesidad de sembrar recordando que vuestro corazón fue convertido en almacén de mi palabra, acudáis a él en busca de mi semilla de amor para vuestros hermanos. 5. Deteneos por ahora a escuchar mi palabra para que la dejéis penetrar hasta donde ella necesita llegar y cuando llegue el instante de sembrar, empezad con paso lento la jornada, a fin de que si tropezáis os levantéis presurosos y no os fatiguéis prematuramente. 6. No os detengáis en lo superficial de la palabra, porque no tendréis ocasión de percibir su esencia y abismaros en su luz infinita. 7. No os fanaticéis ni caigáis en idolatría amando objetos a los que vuestros hermanos les hayan dado alguna representación divina. Pensad que si vais a ser los discípulos de una Doctrina profundamente espiritual, tenéis que luchar por apartar de vuestro corazón ese culto material que por siglos ha alimentado la humanidad; pero eso sí, discípulos, hacedlo con toda firmeza, cuando verdaderamente estéis convencidos del paso que vais a dar, no sea que un día prediquéis para que vuestros hermanos se aparten de la idolatría y del fanatismo religioso y de pronto en una prueba que tengáis, caigáis de hinojos ante un ídolo. 8. ¿Comprendéis por qué siempre os estoy diciendo que analicéis mi palabra y que la estudiéis? Porque solamente en esa forma podrá penetrar en vuestro ser la luz de la persuasión. Entonces sí habrá una transformación total en vuestra manera de sentir, de pensar y de practicar. 9. Si observáis el desarrollo de mis manifestaciones a través del entendimiento humano, llegaréis a descubrir que el avance de mis enseñanzas se ha logrado con paso lento pero firme y seguro que os estoy aconsejando que sigáis. 10. Ved que en años pasados no os hablaba con la claridad con que ahora lo hago. Fui tolerante y complaciente, os permití algunas prácticas exteriores porque no era el tiempo propicio para apartar la paja del trigo, o sea la esencia de mi enseñanza de las prácticas superfluas. Yo contemplé que vuestra fe no era lo suficientemente firme para escuchar algunas revelaciones; en cambio ahora que la luz de mis enseñanzas va penetrando en el espíritu de algunos de mis discípulos, puedo hablaros con claridad. 11. Yo sé que no todos entienden por ahora el sentido de la espiritualidad, ni a todos les basta la idea de alimentarse sólo de esencia y tener que renunciar a ritos, símbolos y prácticas externas de que tanto gustan muchos corazones. Pero me bastará que al levantar de entre este pueblo mi palabra, un grupo de discípulos haya comprendido el sentido de la espiritualidad porque ese grupo será considerado como el Primer fruto que dio mi palabra comunicada por el entendimiento del hombre. Para ayudaros a comprender mi Doctrina os sigo entregando mis lecciones, os bendigo y os digo: Bienvenidos seáis, mis hijos, sentid el calor de mi espíritu, sentid mi presencia y recordad aquel tiempo en que me rodeabais para escuchar mis divinas palabras, en que me seguíais por los caminos para verme realizar milagros, mientras algunos no perdían una sola de mis sílabas para descubrir si era verdad o no cuanto hablaba. Unos y otros escuchasteis una voz armoniosa que hablaba incansable de amor, de perdón y de caridad; era una luz que nunca había brillado ante la humanidad. Esa palabra abrió un nuevo tiempo para el pueblo de Israel y para toda la humanidad. 12. Muchos de los que me oyeron en Jesús han venido a la Tierra en este tiempo y han vuelto a escucharme Cuando creían haber cumplido su destino en este planeta y haber conquistado la Tierra Prometida, el espíritu ha vuelto para tratar de dar sólo un paso más hacia adelante en la senda de su perfeccionamiento espiritual. 13. Es necesaria la evolución para que el espíritu se ilumine con mi sabiduría. Hoy estáis oyendo de nuevo la voz que os habla de amor. A los nuevos discípulos y a todos los hombres les digo: amad a vuestros hermanos, pedidme por vuestros semejantes y os concederé prodigios. No temáis descubrir ante el mundo la misión que trae vuestro espíritu; de cierto os digo que no podréis ocultar vuestros dones y que ellos tarde o temprano se manifestarán. 14. Cuán difícil os parece abriros paso cumpliendo con vuestra misión en este tiempo; mas os digo que no es difícil, porque la humanidad está preparada para recibir mi mensaje. 15. En todos los tiempos los débiles se han acobardado ante la lucha mientras los fuertes han demostrado que la fe en mi Ley todo lo vence. Vuestro destino, Israel, ha sido comunicar siempre al mundo nuevos mensajes y revelaciones, por eso a veces dudáis de si seréis creídos; mas no temáis, llevad la semilla que os he confiado y sembradla, ya veréis cuántas tierras que creíais estériles las encontraréis fértiles al ser fecundadas con la verdad de mi Doctrina. 16. No dejéis de cumplir vuestra misión porque os sintáis indignos; de cierto os digo que hace tanto mal el que a sabiendas profana la Ley como el que posee una misión y deja de darle cumplimiento. 17. No olvidéis que al final el Padre vendrá a reclamaros lo que hayáis hecho mal, así como lo que hayáis dejado de hacer; sabed que tanto una falta como la otra harán sufrir a vuestro espíritu. Extended mi Doctrina, hablad a los hombres de mi palabra, convencedlos con vuestras obras de amor, invitadlos a oírme y cuando lleguen entre las multitudes y en su corazón se encienda la luz de la fe, les nombraré hijos del nuevo pueblo de Israel. 18. Ya no podréis perderos del camino; os he dado la luz para que analicéis y he abierto vuestros ojos para que penetréis aún en el más allá. Que el uso que hagáis de vuestros dones siempre sea bueno para que los resultados sean agradables a vuestro corazón y gratos al Padre. 19. Comprended que he venido a enseñaros una lección perfecta. Habéis oído a través de mis portavoces, en diferentes lugares y comarcas, que mi palabra dejará de escucharse en 1950. Desde hoy os digo: cuántos que hoy escuchan con aparente respeto mi palabra, cuando ese tiempo sea llegado se burlarán; cuántos que ahora me dicen: “Señor, no me apartaré de este camino”, después me buscarán en templos, en sinagogas, en altares y en imágenes y no me encontrarán. 20. Mirad que no trato de sorprenderos levantando inesperadamente mi palabra, sino que mucho tiempo antes y en diferentes formas os lo estoy anunciando, para que comprendáis que debéis aprovechar estos instantes y estas lecciones, para que después no vayáis a caer en confusiones y en profanación. ¡Cuántos de los que hoy se dicen mis discípulos, mis labriegos, van a traicionarme en aquella hora! 21. El momento en que dejéis de escucharme a través del entendimiento del portavoz está marcado; mas he prometido a los que se preparen que escucharán después el eco de mi palabra en el santuario de su corazón. 22. Mi justicia tendrá que venir a cortar de raíz toda la mala hierba y es mi voluntad que en esa hora mi hoz os encuentre como trigo y no como cizaña. Os hablo en vuestro idioma y con toda claridad para que no digáis mañana que os hablé en sentido figurado y que por eso no me comprendisteis. 23. Estos recintos quedarán preparados para vuestras reuniones y para seguir recibiendo a las nuevas multitudes. Guardianes espirituales los custodiarán. 24. Os estoy hablando de un paso trascendental que vais a dar, de un instante de prueba que va a llegar y no veo que vuestro corazón se estremezca. ¡Cuánto os habéis familiarizado con mi palabra; más ella pasará y no habréis sabido apreciar el tesoro que tuvisteis! 25. Os he dicho en muchas ocasiones que Yo no me mancho con lo superfluo o malo, por lo que debéis comprender que no estaré mezclado en vuestras imposturas y profanaciones. 26. Algunos se han transformado al escuchar mi enseñanza; pero ved en lo que consiste su transformación: llegaron humildes, llorosos y contritos, sin bien alguno, más luego que recibieron su heredad espiritual levantaron altivamente su faz, se sintieron señores y hasta reyes, y en su soberbia han querido pasar sobre la voluntad de su Padre. ¿Sabéis en dónde se quedan las vanidades y el orgullo? en las entrañas de la tierra, ¿Y las desobediencias, los desacatos y las ofensas?, en vuestro espíritu una vez que se desprenda de su envoltura. Sois átomos que vivís por mi caridad divina sin la cual no existiríais ya. 27. El que vanidosamente crea poder abarcar mi Obra con su mente y saberlo todo, es porque nada sabe; en cambio, el que se abisma en mi sabiduría y en mi grandeza a tal grado que dice: nada sé y nada soy ante mi Señor, ése está a punto de saber. 28. Este pueblo que tanto ha gozado con mi palabra en este tiempo, si no se prepara, si no doblega su entendimiento reacio a mis lecciones, mucho será lo que tenga que llorar después. 29. ¿Queréis saber cuál es mi deseo? Que cumpláis con humildad mis mandatos en la Tierra para que al terminar vuestra misión, vuestro espíritu limpio y luminoso por su cumplimiento, llegue muy alto hasta alcanzar aquellas moradas benditas que están reservadas a los hijos obedientes del Señor. 30. En mi mesa hay un lugar preparado para cada uno de vosotros y un manjar también. Cuando hayáis comido y bebido en mi mesa, no volveréis a tener hambre ni sed. Dejaréis de buscarme en templos y altares hechos por la mano del hombre, reconociendo que me lleváis en el santuario interior de vuestro espíritu. 31. Todo lo tenía Yo dispuesto para cuando llegaseis ante mi palabra porque soy el que vela por todos. ¡Ah! si me hubieseis estado esperando cuán grande hubiera sido vuestro adelanto; mas ya estáis Conmigo escuchando mis enseñanzas. 32. Varones, no temáis a las pruebas de la vida, ni os dobleguéis bajo el peso de vuestras culpas; dad al espíritu tiempo y fuerzas para el cumplimiento de vuestra misión espiritual y lograréis elevaros siempre en vuestro camino de evolución. 33. Mujeres: no lloréis sólo por los vuestros, mirad que vuestro corazón debe sentir el dolor de la humanidad. Perdonad a vuestros hermanos para que esté limpio vuestro corazón y pueda dar albergue a la caridad. 34. ¿Creéis que Yo hubiese venido a vosotros si antes no os hubiese perdonado y si en mi Espíritu no existiese la caridad? 35. Esto quiero que hagáis con vuestros hermanos; pero no temáis llevarles la buena nueva, no dudéis de vuestros dones, ni desconfiéis del resultado de vuestras obras de amor hacia ellos, porque la falta de fe os llevaría al fracaso, vuestra palabra no convencerla, ni vuestras obras tendrían simiente de firmeza. 36. ¡Oh humanidad, creación bendita, si supieseis cómo os ama vuestro Padre! Os perdéis y vengo en busca de vosotros; cuando me buscáis os abro las puertas de salvación, me llamáis y os respondo al instante; mas no me sentís, no me escucháis, ni me veis, porque no estáis preparados. 37. En esta Era estoy preparando a este pueblo para que de él surjan los ciento cuarenta y cuatro mil que han de llevar mi mensaje a la humanidad. 38. Pueblo amado, esperad con serenidad las vicisitudes terrenales y ved en cada prueba un peldaño que os acerca a las mansiones que, aunque desconocidas por vosotros, son presentidas y deseadas por vuestro espíritu. 39. Soy Yo, el Señor, quien os habla, no os extrañe que me comunique con vosotros porque así lo he hecho desde que formé al primer hombre. Meditad un poco, volved vuestro pensamiento hacia el pasado, repasad la historia y me encontraréis comunicándome a cada paso con la humanidad. 40. A los pequeños que me escuchan les digo: Bienaventurados vosotros que habéis venido a la Tierra en el tiempo del Espíritu Santo porque vuestros dones hallarán campo propicio para manifestarse; mas escuchadme, no vayáis a dejaros llevar por los malos ejemplos de vuestros mayores; mirad que la sangre del Cordero hecha luz ha caído sobre vuestro espíritu para mostrarle la senda por donde deberá escalar con obediencia y amor para llegar a Mi. Bienvenidos seáis vosotros que venís en busca de vuestra heredad que por largo tiempo habéis esperado. 41. Hay gozo en el Espíritu del Padre cuando dejáis de ser los necesitados; mas no vengo a poner precio a lo que os doy. Os entrego mi caridad sin poneros condiciones en tanto que vosotros si me las ponéis para amarme si os concedo lo que me pedís. En esta enseñanza aprenderéis a pedir, a recibir y a dar. También aprended a esperar la hora en que sea mi voluntad entregaros lo que sea más conveniente a vuestro espíritu. No desesperéis, no blasfeméis, ni faltéis a la fe; pensad que os amo, que soy justo con vosotros. A quienes me sirven en esta Obra les digo: no busquéis pagos ni recompensas; haced la caridad y seguid adelante. Todo lo que hagáis en mi nombre lo veréis realizado y en ello tendréis la mejor recompensa. 42. Escuchando mi palabra por el conducto humano, muchos se sorprenden y se preguntan: ¿De qué gracia gozamos los mortales para que el mismo Dios se digne hablarnos? Y el Maestro os contesta: Gracia no la hallo en vosotros, privilegio sí, el de que poseéis espíritu. Y si os hablo a través del entendimiento y la boca de un hombre, es porque él tiene vida, no así vuestros ídolos a través de los cuales me adorabais. No me comuniqué en esta forma en los tiempos pasados porque vuestro espíritu y vuestra mente no estaban preparados ni elevados lo suficiente para recibirme. Hoy os he encontrado capacitados para poder manifestarme por vuestro conducto. Ya no fue necesario que el Verbo se hiciera hombre para hablaros. Este don lo tenía reservado el Espíritu Santo a vosotros. 43. Yo estoy sobre los tiempos, sobre todo lo creado; mi divino Espíritu no está sujeto a la evolución, Soy Eterno y Perfecto, no así vosotros que si tenéis principio, que si estáis sujetos a leyes de evolución y que además sentís sobre vuestro ser el paso del tiempo, No digáis entonces que el Padre pertenece a una era, Cristo a otra y el Espíritu Santo a otra porque el Padre es eterno y no pertenece a ninguna era, sino los tiempos le pertenecen a Él y Cristo desaparecido en cuanto hombre, es Dios mismo, así como el Espíritu Santo, que no es otro que vuestro mismo Padre quien viene preparando su expresión más elevada ante vosotros, es decir, ya sin la ayuda de algún elemento material. 44. Si veis que me estoy comunicando por el entendimiento humano, tomad esta forma solamente como una preparación para que mañana os comuniquéis con perfección de espíritu a Espíritu con vuestro Padre. Preparación he llamado a esta comunicación, mas no por ello he dejado de manifestar a través de ella mi gloria, ni he dejado de revelaros enseñanzas perfectas. 45. No debéis de ver varios dioses en donde sólo existe uno que ha tenido que mostrarse bajo diversas fases según el adelanto espiritual que la humanidad va alcanzando. 46. Jesús, en aquel tiempo os dio, desde el primero hasta el postrer instante de su paso por este mundo, una revelación perfecta; sin embargo, os declaró: “No os lo digo todo porque no comprenderíais”. Mas luego dijo: “Yo os enviaré el Espíritu de Verdad, el cual os lo revelará todo”. Así os di a entender que aquellos que no podían comprender mis revelaciones en aquel tiempo, llegaría el momento en que mediante el desarrollo de su espíritu y su elevación, las entenderían a través de mi palabra del Tercer Tiempo. 47. Hoy estáis en la Era en que el Señor viene en Espíritu a mostraros nuevas enseñanzas de su arcano. Este tiempo se inicia apenas y no podéis concebir lo que reserve para el espíritu de la humanidad, los pasos que en esta senda den los hombres, ni las nuevas revelaciones que os estén reservadas. El tiempo de los milagros materiales, según los entendéis, ha pasado. Hoy vuestro espíritu se sobrecogerá de admiración y amor ante mis nuevas obras y manifestaciones. Ayer sólo creíais ante el imposible hecho posible, ante el prodigio material. Hoy creeréis, por la esencia divina de mis manifestaciones, en vuestro espíritu. ¿Suspiraréis por los milagros de los tiempos pasados como la roca que manó agua al tocarla o el maná que salvo a las multitudes de perecer de hambre en el desierto? ¿Pensáis en Cristo dando vista a los ciegos, limpiando a los leprosos y haciendo andar a los paralíticos con sólo mandar que se hiciera? ¿Pensáis en los muertos que resucitaba con sólo decirles: “Levántate”? De cierto os digo que todos esos milagros volverán, más los veréis realizarse en otra forma y de cierto: ¡Cuántos de ellos estoy haciendo entre vosotros! 48. De tiempo en tiempo, fui descendiendo más y más hasta hacerme hombre para habitar entre los hombres. Ahora sois vosotros los que empezáis vuestra ascensión e iréis acercándoos cada vez más a Mí. ¿Quiénes serán los que al llegar el año 1950 comprendan cuando menos estas enseñanzas? 49. La escala de Jacob está delante de vosotros; es aquella que vio el patriarca en un sueño, es el camino que recorrerá vuestro espíritu para llegar al Señor. Muchas y nuevas lecciones sabéis, más que ello no sea motivó para que os moféis de quienes en su ignorancia me buscan a través de cultos idólatras ¿Acaso sabéis si aquellos, sabiendo menos, me aman más que vosotros? La escala de que os hablo es el camino por el que inexorablemente deberán llega todos a Mí. 50. Pueblo: las naciones están en guerra, orad y no las juzguéis; no estéis deseando la victoria de unas y la destrucción de otras porque todas se hallan bajo una dura prueba. 51. Mi amor y mi gracia son con vosotros. Este es el Tercer Tiempo en que se levanta nuevamente vuestro espíritu en busca de la luz; a pesar de los tiempos transcurridos y aún en medio del caos que reina en vuestro mundo sabéis levantaros para buscarme, ¿Quién podrá impedir el desarrollo de los dones que lleva en su espíritu? 52. Dejad que mi palabra penetre en vuestro corazón para que más tarde llegue a todos los hombres. Si notáis que mis portavoces no han alcanzado la perfección, comprended que hasta la más sencilla lección o máxima, que por ellos os enseño, encierra esencia divina, Alentad a esos corazones con vuestra fe y con vuestra confianza y en verdad os digo que recogeréis frutos perfectos. 53. Cuando esta nación viva practicando mi lección de espiritualidad, veréis venir caravanas de extranjeros quienes mirarán a este suelo como tierra de promisión y cuando se hallen en su seno y vean cómo vive este pueblo y cómo eleva su culto a Dios, reconocerán que en vuestro corazón existe la paz y la luz del Señor, pero que la Nueva Jerusalén está más allá de este mundo. Cuidad que vuestras obras no borren el camino que puede conducirles hasta la meta ansiada que es mi Reino. Sea el amor, la buena voluntad, la fraternidad, con las que recibáis a vuestros hermanos. Que no haya antipatía o rencor hacia ningún hermano de otras razas o pueblos. Amad y perdonad y con esto encenderéis en su corazón la esperanza en mi perdón divino. 54. Enseñad la enmienda, el arrepentimiento, la regeneración, la paciencia en las pruebas y en las expiaciones y con ello destruiréis el temor supersticioso hacia el infierno que habéis imaginado, y en cambio, construiréis un santuario a mi Divinidad y un concepto más perfecto de mi justicia divina. 55. Si Yo fui quien os enseñó a “amaros los unos a los otros” y a perdonar a quien os ofendiere, os di pruebas de ello con mis obras también, Os hablo de manifestaciones celestiales, mas lo hago en sentido figurado para que me comprendáis mejor. No puedo revelaros toda la vida espiritual porque vuestra mente no alcanzaría aún a concebirla. Es mejor que os vaya revelando paso a paso el camino que conduce a la cumbre y cuando menos penséis os veréis ante mi presencia. 56. Os he anunciado tiempos de prueba y de dolor, mas no temáis, porque si en ellos penetráis con preparación, quedaréis asombrados ante los prodigios que para esos días os tengo reservados; entonces los incrédulos creerán. 57. Todo lo que os he revelado en estos tiempos es para que lo deis a conocer a la humanidad; ésta es vuestra misión, la cual cumpliréis a fin de que sigáis adelantando en el Más Allá. 58. Discípulos, de cierto os digo que si en este tiempo vine a manifestarme entre vosotros, no fue porque los hombres me hubiesen llamado. Os he visitado porque ésta ha sido mi voluntad y con ello he cumplido una promesa. Los elementos testificaron mi nueva presencia y algunos corazones la sintieron; no fueron las campanas las que me anunciaron. ¡Cuánto tendrán que purificarse los hombres para que puedan percibir mi presencia! 59. ¡Si el mundo hubiese perseverado en mi palabra, no sería necesario que sus ojos lloraran para poderme contemplar! 60. Voy a mostraros nuevamente la hoja de la Ley; ella es el principio y el fin del libro que estoy revelándoos para que en el tiempo de mi partida podáis quedar preparados. 61. Hoy es una corta porción la que me circunda, pero mañana serán inmensas las multitudes que me rodeen; entre ellas vendrán los fariseos, los hipócritas, buscando errores en mi Doctrina para excitar el ánimo de las turbas contra mi Obra. Ellos no saben que antes de que escudriñen mi palabra, ellos serán escudriñados. 62. A vosotros sólo os tocará permanecer serenos, tranquilos y mostrar la virtud de mi enseñanza en vuestras obras; si así os comportáis en las pruebas, hasta los más encarnizados perseguidores confesarán que en verdad me habéis oído. Vengo a derramar el saber en vosotros porque solamente con sabiduría estaréis cerca del Padre. 63. Os doy mi palabra con la misma esencia con que os hablé en el Segundo Tiempo y he venido a recordaros muchas de mis enseñanzas que habíais olvidado, o de las cuales os habéis apartado debido a erróneas interpretaciones de vuestros antepasados. 64. A tal grado cumplíais mal con mi Doctrina, que puedo deciros que habíais creado un camino completamente distinto al mío pero al que dabais el mismo nombre. Nadie más que Yo podía sacaros de vuestro error con palabras de vida, de amor y de verdad. 65. Por eso ahora que me estáis escuchando, analizad y comprended mi palabra y en vosotros habrá luz. Este es el tiempo en que vengo a deciros con toda claridad que la reencarnación del espíritu existe, que ella es desde el principio de la humanidad como luz de justicia y de amor divino, sin la cual no podríais avanzar en el largo camino del perfeccionamiento del espíritu. Soy Yo quien os ha dicho que pertenecéis al linaje espiritual de Abraham, que pertenecéis a esta humanidad que en un tiempo se hunde, para luego levantarse en otro a la voz de alguno de mis enviados, para volver a caer y nuevamente levantarse como en el presente. Habéis llegado al Sexto Sello, mas me presentáis un fardo de errores como escoria de la humanidad, pero os levantáis sobre los pecados con capacidad espiritual para comprenderme y sentirme y con el temple para seguirme sin titubeos hasta el final. 66. Si tenéis fe, oíd la voz de vuestra conciencia y os parecerá más clara; si escucháis esta palabra, recordad vuestro pasado para que juzguéis vuestra vida, vuestro amor y vuestros méritos; ella os dirá si os habéis consagrado al cumplimiento de vuestra misión o no. Mas no temáis, que en la Tierra no existen justos ante los cuales pudierais avergonzaros; el único justo soy Yo, y vengo a juzgaros con amor. 67. Escoria os he llamado por vuestros pecados y por vuestra insignificancia entre esta humanidad; mas también sé deciros que de esta escoria me serviré para después de limpiarla, presentarla como un ejemplo. 68. Formad un pueblo donde deis buen cumplimiento a la Ley de Dios y a las humanas, donde exista moral y elevación de espíritu. En verdad os digo: Yo contemplo que en este tiempo el hombre y la mujer se han apartado de su sendero. 69. Descubro hombres que se apartan de sus responsabilidades, mujeres que huyen de la maternidad y otras que invaden los campos destinados al hombre, cuando desde la antigüedad se os dijo que el hombre es la cabeza de la mujer. No por ello se sienta la mujer menospreciada porque ahora os digo que la mujer es el corazón del hombre. He ahí porqué he instituido y santificado el matrimonio, porque en la unión de esos dos seres espiritualmente iguales pero corporalmente diferentes, se encuentra el estado perfecto. 70. ¿Quién duda de que Yo esté hablando al mundo, sólo porque su pecado lo haga indigno de Mí? ¿Qué mérito habría en Mí, si sólo fuese a donde sólo existieren justos, donde no hubiere dolor ni ignorancia? Si el Padre inspira a los hijos a que hagan méritos para que alcancen por medio de ellos su gracia, también el Padre hace méritos delante de sus hijos para tener derecho a ser amado. Aún os veo como a niños a quienes vengo a ayudar para levantaros del fango, llevaros a la fuente y en ella lavaros, para luego vestiros con el atavío de la virtud. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 67 1. Bendigo a todos mis hijos, a los que están escuchando mi cátedra y a los que están ausentes de esta manifestación, Venid a oír al Espíritu de Verdad, porque esta palabra será vuestro báculo espiritual. Me presentáis vuestro corazón agobiado por las penas, los sinsabores, las ingratitudes y desengaños que se han acumulado en vuestra vida, Tomad de esta palabra como si fuera un vino y su dulzura atenuará vuestra amargura. 2. Algunos se deleitan aún en este tiempo con los placeres del mundo; en cambio otros no conocieron esas falsas alegrías habiendo encontrado la paz en su espíritu al retornar al mundo espiritual, porque si pensáis que los que gozan de satisfacciones y placeres materiales son los que están más cerca de Mí, estáis en un error; de cierto os digo que ellos tienen aún muchas lecciones que aprender, mas aquel que va renunciando a todo lo que brilla con falso esplendor, ése está en comunión con su Señor y se satura de su fuerza divina. 3. Párvulos, dejad que el Maestro os muestre una nueva lección; preparaos, para que os de nuevas revelaciones. Sabéis que el plazo de mi manifestación abarcará de 1866 a 1950 únicamente, y es necesario que os diga todo cuanto os tengo reservado para esta etapa. Unos cuantos años os restan de escucharme en esta forma; si los aprovecháis tendréis al final las grandes lecciones que os tengo prometidas. 4. ¿Quién ha pensado que después de 1950 los labriegos van a descansar de su labor? En verdad os digo que entonces comenzará la lucha. Mis discípulos tendrán que tornarse en maestros para que las multitudes les busquen como me han buscado a Mí. Los videntes se perfeccionarán para convertirse en los grandes profetas delante del pueblo y todos debéis de prepararos para recibir la inspiración del Espíritu Santo. Os seguiréis congregando para que las multitudes os busquen atraídas por la espiritualidad y elevación de vuestras reuniones, así como por vuestras obras de amor y caridad. 5. Pensad en estos acontecimientos que os esperan y que tendrán que llegar porque está dicho en mi palabra; entonces vuestra conciencia os dirá si habéis meditado, si habéis analizado y comprendido mis lecciones y si os estáis preparando para esa etapa de lucha. 6. Este pueblo dará nuevos patriarcas bajo cuya dirección surgirán familias virtuosas que serán ejemplo para las demás. Dará también mártires; éstos serán los que tendrán que soportar durante su cumplimiento los ataques, persecuciones y mofas de la humanidad, los que tengan que sufrir pobrezas y privaciones por servir a sus semejantes. 7. Todo está preparado para la batalla final, después de la cual quedará establecida una sola Doctrina, que será esta verdad que os enseño y que os he venido revelando de tiempo en tiempo, como la ley del espíritu, plena de sabiduría, de justicia y de amor. 8. Vuestras obras y prácticas deberán ser cada vez más puras y no temeréis ser entregados a la justicia en el tiempo de la calumnia y de la persecución en contra de vosotros, si vuestro cumplimiento es conforme a lo que os he enseñado. 9. Para que la luz de mi Espíritu brille en vuestro entendimiento durante vuestras reuniones aprenderéis a guardar silencio y un recogimiento como nunca lo habíais tenido y en verdad sentiréis mi presencia y mis prodigios, mi mundo espiritual os fortalecerá e iluminará; mas ¡Ay de los que cambien mi verdad por la impostura! 10. Comprended cuán grande es mi Obra y que poco valor le habéis concedido. Si os habéis recreado mucho al escucharme a través del entendimiento del portavoz, de cierto os digo que os tengo reservada una forma aún más perfecta, aquella en que me recibiréis directamente en vuestro pensamiento. Mi enseñanza llegará a vosotros limpia, pura, divina, porque no habrá pasado por los labios del portavoz. 11. No os confundáis si os digo que nuevamente estoy ante jueces, tribunales y doctores de la ley; de cierto os digo que en muchos de los que hoy me siguen he encontrado tribunal y me he hallado ante un juez. Mañana la humanidad me juzgará en vosotros; es la razón por la que os pido que vuestras obras sean buenas, para que en vez de negar esta verdal los que la juzguen, se enmienden y se conviertan a ella. 12. ¡Cuánto he tenido que hablaros en este tiempo! En verdad os digo que sí supieseis aprovechar mi palabra, os bastaría una cátedra para sustentaros con ella, pero apenas pasados unos momentos de haberme escuchado ya no guardáis mi paz ni habéis manifestado mi caridad entre vuestros hermanos. 13. Resucitad a la vida de la gracia comiendo del manjar que os he traído en este tiempo. ¿No comprendéis que tenéis que dejar esa huella de vuestro paso por el mundo? Hoy quiero que esa huella conduzca a las multitudes ante mi presencia divina. Venid por caminos de luz, de paz, de fraternidad y pronto me encontraréis. No os desaniméis si a veces encontráis un tropiezo o si vuestra planta se hiere con los abrojos del sendero. De cierto os digo que sí vuestra fe no flaquea, no os hará falta el agua cristalina que mitigue vuestra sed, porque os sustentaréis con mi palabra. 14. Si os sentís fuertes y veis que a vuestro lado caminan con dificultad vuestros hermanos no os sintáis superiores, porque caeríais en la grave falta de la vanidad y seríais semejantes al gusano que se hincha con la humedad de la tierra. En mi nuevo pueblo no se levantarán reyes ni señores. Toda mala simiente será apartada de vuestro corazón para que podáis ser mis profetas. 15. No os conforméis con haber sido salvados de los inciertos caminos; id y buscad a los perdidos para que los salvéis, sed humildes, dad albergue a la caridad, haceos hombres de buena voluntad y así podréis cumplir con vuestra misión. 16. No falta quien me diga en su interior. “Señor, estoy cumpliendo”, A lo cual le respondo que apenas está aprendiendo a cumplir. Aún no estáis lo suficientemente firmes en el camino. Tengo que fortaleceros frecuentemente con mi ejemplo y con el de mis apóstoles. 17. En el Segundo Tiempo la humanidad me dio una cruz de madera a cuyo martirio los hombres me sentenciaron, pero sobre mi Espíritu llevé otra más pesada y más cruenta: la de vuestras imperfecciones y la de vuestra ingratitud. 18. ¡Seríais capaces de llegar a mi presencia trayendo a cuestas una cruz de amor y sacrificio por vuestros semejantes ¡Ved que a eso os envié a la Tierra, por lo tanto, vuestro retorno será cuando os presentéis con vuestra misión cumplida! Esa cruz será la llave que os abra las puertas del reino prometido. 19. Si cuando vais con vuestra cruz por el camino de la vida, que es vuestra calle de amarguras, las turbas os hieren y os burlan, recordad lo que hicisteis con Jesús y ved lo que El hizo con vosotros: perdonaros. 20. Con cuánto temor escuchan algunos de mis hijos esta palabra que vierten los labios del portavoz humano; es que saben que está inspirada por el Espíritu Santo, y entre los presentes hay algunos que supieron del fin de Sodoma y Gomorra y que más tarde vieron la destrucción de Jerusalén. 21. Cuando escucháis estas revelaciones, pensáis que habéis vivido mucho en la Tierra y que a pesar de ello es corto el cumplimiento que me hacéis presente. En los tiempos pasados os concedí en abundancia los bienes temporales, para que en esa riqueza vierais un símbolo de la riqueza espiritual. Hoy miráis vuestra alforja material vacía, porque ya no os son necesarios esos caudales, el tiempo de la riqueza material ha pasado para vosotros. 22. Cristo vino hacia vosotros y su cuerpo al nacer no fue envuelto en linos ni en sedas, una sola túnica cubrió su cuerpo. Sin embargo, en su palabra traía un tesoro y representaba a un reino más poderoso que todos los de la Tierra. Habéis sido tardos en comprender porque habéis amado mucho los bienes de este mundo y no habéis amado la limpidez del espíritu; más hoy os encontráis en un nuevo tiempo y ante una nueva oportunidad para que vuestro espíritu se levante venciendo las flaquezas humanas y deje brotar todas las riquezas espirituales de que ha sido dotado. 23. Sois grandes por vuestra evolución y sin embargo, os sentís torpes para dar los primeros pasos en este nuevo tiempo; por ello he venido a manifestarme a través de vuestro entendimiento, para enseñaros a caminar por el sendero de vuestra evolución espiritual. 24. Ved a los hombres, a las mujeres y a los niños, congregarse alrededor de las religiones y las sectas, y estando la luz de mi Espíritu derramada sobre toda carne y sobre todo espíritu, se encuentran durmiendo a la realidad de este tiempo. 25. Para que no sintáis desprecio por los pobres ni asco ante las enfermedades que vosotros llamáis repulsivas, por cuántas pruebas tendréis que pasar, ¿Quién puede saber si ese leproso que os ha tendido su mano y del cual os habéis apartado horrorizados fue en otra encarnación vuestro padre o vuestro hijo? 26. Vosotros engendráis hijos de vuestra carne, mas Yo soy quién distribuye los espíritus en las familias, en los pueblos, en las naciones, en los mundos, y en esa justicia impenetrable para los hombres, se manifiesta mi amor. 27. Pueblo, aprovechad este tiempo que os he concedido; es precioso y decisivo para vuestro espíritu. Mi voz vibrante y sonora os ha despertado de vuestro letargo. Para Mí, ninguno ha traído culpas, a todos he amado por igual. Empezad por amaros entre vosotros, para que la humanidad llegue a reconciliarse en mi Ley, cumpliendo con el precepto divino que os dice: “Amaos los unos a los otros". 28. ¿Cómo es posible que los pueblos que se nombran cristianos se destruyan con la guerra y hasta oren antes de ir a matar a sus hermanos pidiéndome que les de la victoria sobre sus enemigos? ¿Es que puede existir mi simiente donde en vez de amor existe el odio y en vez de perdón la venganza? 29. Es necesario que se levanten de nuevo mis profetas para amonestar a los hombres, porque mientras hay pueblos que se destrozan cegados por la ambición y la violencia, los que han recibido mi luz y serenamente juzgan a la humanidad, temen levantarse a dar la buena nueva. Si esta humanidad supiese orar con el espíritu, escucharía mi voz, recibiría mi inspiración, pero cada vez que ora pone un velo en sus ojos que le oculta la luz de mi presencia. Tengo que venir hacia los hombres en los instantes en que sus cuerpos descansan para despertar a su espíritu, llamarlo y conversar con él. Es Cristo que cual ladrón en medio de la noche, penetra en vuestro corazón para sembrar en él mi simiente de amor. 30. Oíd discípulos y entended: no hagáis con vuestra indiferencia que al finalizar el tiempo de esta comunicación, el Maestro diga que habló solitario en el desierto; más si no aprovecháis este tiempo tendréis que llorar vuestra ingratitud, muchas veces os sorprenderá la desesperación y la enfermedad os abatirá cuando tuvisteis a vuestro alcance una fuente de salud que no quisisteis aprovechar. Sólo mi caridad podrá salvaros; para merecerla os he enseñado a compartir vuestro pan con el hambriento. 31. Comprended la caridad divina que se acerca hasta vuestro corazón para que podáis mirar a todos como a vuestros hermanos. 32. No os aparto de ninguno de vuestros deberes humanos, mas sí os digo que os ocupéis también de las enseñanzas del Padre para que vuestro espíritu se perfeccione haciendo obras agradables ante Mí. 33. Hoy mi rayo divino desciende a vuestro mundo y es en todo el Universo, vibra en toda criatura; mientras en unos es intuición, en otros es inspiración y en otros palabra humana, como acontece entre vosotros. 34. Estas paredes y esta techumbre desempeñan tan sólo la misión de resguardaros de la intemperie y de protegeros de la mirada indiscreta o irrespetuosa de vuestros hermanos; estos hombres y estas mujeres por quienes os doy mi palabra, nada tienen de divinos, son tan humanos como vosotros y el asiento donde reposan no es mi trono, ni es mi tribunal; ese banquillo sólo sirve para sostener al portavoz durante su éxtasis. 35. Vengo a construir un reino de amor dentro de vuestro corazón; mas para que los cimientos de ese reino sean indestructibles y eternos he venido a revelaros las enseñanzas del espíritu, sin cuyo conocimiento sólo crearíais confusas religiones. 36. Hasta el año 1950 tendréis esta palabra; después os dejaré este planeta para vuestro cumplimiento y no sólo la Tierra, sino también el espacio espiritual. 37. En el momento de vuestro recogimiento y oración he llegado a vosotros para daros mi caricia y haceros sentir mi presencia, para haceros ver que es verdad la comunicación de Espíritu a espíritu. Así habéis aprendido a esperar mi llegada cada vez que me manifiesto para dirigiros mi palabra. 38. Está en paz vuestro corazón y guardáis gratitud en el espíritu porque recordáis que cuando os llamé, vuestra conciencia os reclamaba: “Eres indigno”. Entonces escuchasteis mi voz que os decía: “Os amo, venid a Mí, sois mis escogidos, os perdono”, Entonces surgió en vuestro corazón la fe y el amor hacia el Maestro. 39. En vuestro espíritu he depositado esta herencia; sobre estos cimientos estoy haciendo descansar mi Obra la cual no debe tener cimientos débiles. Esta luz no se apagará, porque antes la encendí en vuestro corazón; esta Doctrina no se perderá, porque antes os purifiqué. 40. No penséis que sois vosotros los que sostenéis mi Obra en la Tierra, es ella la que os sostiene. 41. ¿Sabéis porqué escogí para poner delante de las primeras porciones, a corazones sencillos y rudos? Porque por muchas imperfecciones que mezclaran a mi Obra, a pesar de ello, su esencia no se perdería y mi justicia llegarla en el momento propicio a segar la mies, para apartar el trigo de toda mala hierba; mas no olvidéis que os he dicho que los primeros serán los postreros y los postreros primeros, porque de generación en generación surgirán discípulos cuya evolución, espiritualidad y comprensión, les permita dar grandes pasos de adelanto en el sendero espiritual. 42. Habéis jurado seguirme por este camino y os digo que no era necesario que juraseis. Porque ¿Quién es aquél que viniendo del camino del dolor pretende volver a él? 43. Yo os trazo el camino de la vida verdadera donde existe la paz; vosotros creáis caminos azarosos, los cuales vais marcando con llanto y con sangre. 44. Os doy mis lecciones en un lenguaje que hasta el más torpe puede entender, porque no vengo a hablaros en términos desconocidos, ni con palabras científicas; empleo palabras humildes porque soy el Verbo del amor que habla a todo espíritu y a todo corazón. Quiero que al dejaros de hablar bajo esta forma hayáis aprovechado la esencia de esta sabiduría, para que mañana podáis entregarla a la humanidad con la verdad y la pureza que ella encierra. 45. Los caminos están siendo preparados para que la humanidad se levante de los distintos puntos de la Tierra en busca del faro luminoso de esta Doctrina, que pronto será el ideal de todo espíritu, Todo vuestro ser se está preparando para dar testimonio de mi palabra: espíritu, corazón y labios para que seáis como fuente limpia donde estas aguas cristalinas desborden su fragancia entre los hombres. 46. Cumplid vuestro destino; no queráis retornar a Mí sin antes haber recorrido el camino que os señalé, porque tendríais el dolor de contemplar manchas en vuestro espíritu que él no alcanzó a lavar, porque no llegó hasta el fin de su restitución. Las reencarnaciones han pasado sobre vosotros y muchos no habéis estimado la gracia infinita y el amor que con ellas os ha concedido el Padre. Mirad que mientras mayor sea el número de oportunidades, mayor será vuestra responsabilidad y si estas oportunidades no son aprovechadas, en cada una irá en aumento la restitución y la justicia; ese es el fardo cuyo peso insoportable muchos seres no se explican y sólo mi Doctrina os puede revelar. 47. Mi enseñanza viene a haceros dueños de este reino pasajero para que no sea éste el que se adueñe de vosotros; no es mi deseo que al llegar en espíritu a mi presencia me digáis: ¿Padre por qué me habéis llamado cuando todavía deseaba vivir en la Tierra? ¡Cuán pocas veces os mostráis conformes con mi voluntad! 48. Hoy digo a quienes he llamado párvulos y discípulos en este tiempo que ninguno llegará a Mí sin antes haber recorrido el camino señalado a su espíritu para su completa evolución. Este tiempo es de restitución y de justicia; sólo Yo conozco el juicio de cada quien; toda falta pasada hoy se repara; basta deciros que el que ayer dio muerte a sus semejantes ahora ha tenido que venir a resucitar muertos. 49. Niñez bendita, conozco vuestra oración y entiendo vuestro lenguaje; no os toman en cuenta porque os juzgan pequeños y débiles sufriendo el espíritu que en vos se oculta. 50. Ancianidad, os habéis doblegado bajo el peso del tiempo y de las luchas, vuestros labios callan, vuestro corazón está triste; mucho habéis aprendido en la vida, no podéis aspirar a las glorias del mundo, porque vuestra juventud quedó atrás y sólo ponéis vuestra esperanza en la vida que más allá de la muerte espera a vuestro espíritu. Os sentís inútiles porque vuestros hermanos creen que para nada servís, porque no ayudáis materialmente, pero sabéis que en vuestro corazón arde una luz y existe un libro. Yo, vuestro Maestro, os comprendo; conozco vuestro corazón y os digo: Conversad conmigo, mirad cómo os envuelve mi amor. Esperad tranquilamente la hora del llamado, no os inquietéis, ahí os espera la vida verdadera, la juventud eterna. 51. Doncellas, sólo Yo os comprendo; vuestro corazón se ha abierto a la vida como la corola de las flores; soñáis con el amor, con la ternura, con la dicha y os digo: No soñéis más, despertad que mucho tenéis que prepararos para que cumpláis con la sublime misión que os espera y mucho tenéis que fortaleceros para apurar vuestro cáliz de amargura pero si vuestro corazón ama, en ese amor hallaréis el báculo y el consuelo para vuestra jornada. 52. En este tiempo de restauración, mi justicia dejará una profunda huella en los hombres. La humanidad tendrá que dar cuenta de todas sus obras, El que en esta Tierra tenga sus ojos abiertos a la verdad debe velar y orar por todos, porque si en medio de la confusión los hombres no se elevan en oración, el caos será en el mundo. También estos instantes son de vigilia. Vos, pueblo, a quien se le ha encomendado la oración espiritual para que haga méritos por la paz, apartaos de lo superfluo y de lo malo y preparad más y más vuestro espíritu. 53. Es necesario que se prepare en la Tierra un ejército de soldados de paz, que luche contra el odio y el pecado hasta exterminarles. Ese ejército es el que vengo a reunir y a preparar, el cual estará formado por seres visibles e invisibles; mi apóstol Juan tuvo el don de verlo en su revelación. 54. Pronto se encontrarán preparadas mis legiones e invadirán los campos de muerte y desolación; su llegada será como un torbellino que conmoverá el corazón de los hombres. Habrá tempestad en el interior de cada uno de ellos y sólo un faro dará luz en las tinieblas de esos días, y ese faro seré Yo. Todos los hijos de este pueblo que no se levanten a cumplir la misión que les confié cuando los envié a la Tierra, serán levantados al valle espiritual para que dejen el lugar a los que han de luchar. Más tarde, aquellos que sean levantados comenzarán a trabajar en espíritu, pero su esfuerzo tendrá que ser mayor. 55. Los que obedientemente cumplan aquí su misión nada temerán, porque la luz del faro divino alumbrará sus sendas en medio de la tempestad; nada habrá que pueda hacerlos zozobrar ni hundirlos en el abismo. 56. Benditos sean los que sepan aprovechar este tiempo como restitución, porque ellos saldrán ilesos de esta batalla; mas para los que aún amen los tesoros de la Tierra y ambicionen los primeros lugares y la gloria del mundo, esos tendrán que soportar su restitución con mayor dolor de su espíritu. 57. ¿Qué podrán ofrecer al Padre los que sólo han amado al mundo? ¿Qué podrán responder cuando lleguen en espíritu ante aquél que tanto les ha amado y que les ha ofrecido tantas oportunidades para su salvación? 58. Todos deberíais haber estado preparados para este tiempo. Recordad que mis enviados hasta la vida os han dado para anunciaros mi justicia. Poca atención habéis prestado a aquellas voces, sólo porque las creíais muy alejadas de la verdad; mas he aquí que esas voces de enviados y profetas surgen y vibran con mayor intensidad en este tiempo. De cierto os digo que cuando aquellos mensajes sean escuchados con atención y estudiados con fe por los hombres, Yo enviaré a mis nuevos profetas a que les anuncien lo que viene después de este tiempo, y por los profetas anteriores, serán creídos los que están por llegar. 59. Bienaventurado el que teniendo paz en su vida la aprovecha para hacer obras de caridad en sus hermanos, Bienaventurado aquél que llevando un dolor en su corazón, se olvida de sí mismo para consolar a su semejante. Ese está imitando a Jesús cuando caminaba agobiado bajo el peso de la cruz y aún consolaba, sanaba y perdonaba a las multitudes. 60. Elías, el profeta, el precursor, el enviado del Tercer Tiempo, intercede por su rebaño, ora por los que no saben orar y oculta con su manto la mancha del pecador en espera de su regeneración. Elías prepara sus multitudes, sus ejércitos, para combatir las tinieblas formadas por la ignorancia, el pecado, el fanatismo y el materialismo de la humanidad. 61. Por un solo postrero que se encuentre entre vosotros cada vez que os entrego mi palabra, hay fiesta en mi Reino, fiesta de la cual todos participáis. Si supieseis cuánto gozo hay en el Maestro siempre que alguno llega por primera vez a escuchar mis lecciones, no importa que en su corazón exista la duda, la dureza y aun la burla. Mi palabra sabe vencer todas las flaquezas humanas. Hoy un corazón me pregunta: ¿Si sois Cristo, porqué os encontráis en esta pobreza? Y el Maestro tiene que decirle: ¿Cuándo he venido a coronarme Rey en vuestro mundo? ¿Cuándo habité en palacios en la Tierra? Una vez habité entre la humanidad para que me conocierais como hombre, y os manifesté mi humildad y mansedumbre perfectas, Soy Rey, más los hombres no labraron mi corona que es de sabiduría; mi corona es esa luz que brilla en la mente divina del Creador y los rayos que despide se dirigen a vuestro entendimiento, no para que os creáis reyes, sino para que, teniendo conocimiento de la grandeza que Dios ha puesto en vuestro espíritu sepáis ser humildes con la verdadera humildad que os enseñé a través de Jesús cuando os dije: “Yo soy el Camino la Verdad y la Vida”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 68 1. Vengo a doctrinar al rebaño de Elías. Mi palabra es para este pueblo lo que fue en el desierto el maná para el pueblo de Israel. Vuestro espíritu en este tiempo buscaba inútilmente la verdad en los caminos hasta que llegasteis a escuchar la voz de vuestro Señor. Yo soy el Caminante, el Forastero que ha llamado a las puertas de los corazones. Los hombres en vez de sentir mi presencia, han permanecido entregados a sus preocupaciones, a sus ambiciones o a sus sufrimientos. Vosotros, que habéis sentido mi presencia y escuchado mi voz, habéis recibido fortaleza para atravesar las vicisitudes y la luz para comprender que no existe paraíso en las posesiones del mundo; que aquí no se encuentra la Tierra Prometida, que ahora el mundo es triste valle de lágrimas, tierra de exilio y de expiación. Será en el valle espiritual donde encontraréis la paz y la felicidad verdaderas, donde Yo celebre con vosotros las fiestas de vuestra llegada. Todo aquél que aspire a la verdadera paz, tendrá que buscarla en mi verdad, en mi camino. En vano los hombres van tras de una corona o de un trono creyendo que con alcanzarlo han conseguido tener la paz, Yo os digo que el tiempo de los reyes ha tocado a su fin. Mi justicia ha llegado entre los hombres. 2. Yo, vuestro rey, os enseñé que en la Tierra no hay más corona que la de espinas, ni más trono que la cruz. Y todo cuanto hicisteis con Jesús, lo sufrí por amor a vosotros. Hoy que he vuelto y os encuentro de nuevo en el mundo, no vengo a reclamaros aquella sangre, vengo lleno de amor y de perdón para vosotros a manifestarme entre los humildes, entre estos hijos sencillos que no concebían mi llegada bajo esta forma. 3. Os he entresacado de la perversidad de vuestra vida, para limpiar vuestras manchas, nombraros discípulos, confiaros una semilla preciosa y llamaros mis labriegos, Yo os he encargado que cuidéis esa semilla celosamente, porque quien la perdiera, se encontrará más menesteroso que antes. 4. Pueblo, este es el tiempo en que debéis penetrar en el camino de mi Ley, para que no se repita el caso de los tiempos pasados en los que las debilidades y caídas del pueblo de Israel fueron obstáculos que impidieron que los demás pueblos adorasen al verdadero Dios. 5. La luz del Espíritu Santo es en vuestro cerebro para que analicéis cuanto os estoy manifestando y sepáis contestar satisfactoriamente a vuestros hermanos, No penséis que voy a dejaros entregados a vuestras propias fuerzas, solamente con lo que vuestra memoria haya guardado de lo que os enseñé. ¿Qué podréis entregar a los hombres sin mi intervención? ¿Qué pruebas podréis dar sin mi ayuda? En cambio, si tenéis fe en mi poder y en mi auxilio y estáis preparados, podréis sanar enfermos, convencer a increyentes y resucitar muertos; a unos los buscaréis y a otros les recibiréis y la buena nueva será dada a los hombres de que Yo me he comunicado por el entendimiento humano. 6. Hasta el último día del año 1950 en el que retiraré mi palabra, seguiré entregando a los hombres mi mensaje de paz y amor, Mi manifestación y mi palabra de este tiempo conmoverán a la humanidad, estremecerán en sus mismas bases a las religiones y hasta la misma ciencia, intrigada, se detendrá a escudriñar. 7. He aquí la verdad que presentíais palpar en este tiempo, mas no creísteis encontrarla manifestándose con esta humildad y menos bajo esta forma, Mas aquí está, ¡Juzgadla! 8. He venido a hablaros en un lenguaje humano, a veces en sentido figurado y en parábolas, a veces con toda claridad. Grandes verdades os revelaré aún por conducto de distintos portavoces porque uno solo no bastaría para trasmitir el mensaje de mi Divinidad. 9. Venís de lejanas comarcas, con vuestro alfolí vacío y en cambio traéis el corazón lleno de penas; mas cuando habéis escuchado esta voz celestial y os he dado la bienvenida, habéis visto cómo vuestro sendero se ilumina y la paz, la verdadera paz, penetra en vuestro corazón. 10. Así, oyendo mi palabra a través del entendimiento humano, habéis llegado a comprender que este es el Tercer Tiempo; que mi comunicación en esta forma será breve y que por lo tanto, debéis de aprovechar esta lección. 11. Consultáis con vuestra conciencia y ella os contesta que andabais por caminos errados; entonces sentís un gozo infinito al comprender que fue un verdadero milagro haber hallado el camino que habíais mirado tan distante. Y es que para la fe no existen barreras, para el arrepentimiento basta un sollozo, para la oración, un instante de elevación y para la regeneración, siempre encontráis una oportunidad de restituir. 12. Cuando penetrasteis como postreros en el seno de estos hermanos vuestros, os sentisteis indignos de estar con ellos, los mirasteis como seres superiores; más tarde vuestra perseverancia, vuestra fe y amor, os hicieron sentaros entre los discípulos. Ya en ese lugar, unos se han sabido mantener en la humildad; en cambio otros, por su falta de comprensión a mi Doctrina, se llenaron de vanidad, se sintieron señores y llegaron hasta mirar pequeños a quienes antes habían admirado y envidiado. A éstos he tenido que tocarles y corregirles; mas así como os digo que imitéis tan sólo a los que os dan buenos ejemplos, ved cómo me sirvo también de los desobedientes y de los ingratos para daros lecciones de gran sabiduría. 13. Algunos, al primer toque de mi justicia, saben volver al camino de la obediencia; mas también hay quienes en su soberbia profanan mis mandatos y se burlan de la Ley. Mi palabra entonces se hace extensa y clara para que el hombre comprenda que es la humildad y la obediencia a mis mandatos lo que os acerca a Mí. 14. Discípulos: contemplad la luz que llega hasta vosotros; es el reflejo de las luces de la Nueva Jerusalén que os envía su mensaje desde el infinito. 15. Esta nación en donde mi palabra se ha manifestado, no es la nueva Jerusalén que Juan vio con los ojos del espíritu cuando así profetizó: “Y yo, Juan, vi a la Santa ciudad, la nueva Jerusalén que descendía del cielo como una novia ataviada para el esposo”; sin embargo, esta nación será un símbolo de aquella ciudad espiritual. Sus moradores serán preparados; de sus corazones brotará la paz y la bienvenida para todo el que a sus puertas llamare; de su espíritu brotará la luz que resuelva los conflictos que han envuelto a la humanidad y de su culto saldrá el ejemplo de espiritualidad y elevación para otros pueblos. 16. Hoy todavía dudáis de que pueda cumplir tal destino esta nación y esa duda surge en vuestro corazón, cuando veis que aun escuchando al Divino Maestro y llamándoos sus discípulos, os encontráis materializados, ligados a los deleites del mundo. 17. Comprended que no he querido traeros de prisa por el camino de mis enseñanzas, pero que también os he dicho que no os estacionéis. ¿Teméis a los juicios de la humanidad? ¿Teméis a los tormentos que por mi causa podáis sufrir? De cierto os digo que la corona de espinas no será ceñida a vuestras sienes, ni llevaréis una pesada cruz bajo el látigo y los golpes de una multitud sedienta de sangre. 18. Amad a vuestros hermanos, sembrad mi caridad por doquiera, pero nunca os amarguéis porque la humanidad pague mal el servicio que le hacéis, recordad los ejemplos de Jesús. 19. El camino que ayer os tracé con mi sangre, hoy lo he venido a marcar con mi luz; mas no imprimáis en él mancha alguna, ni dejéis huellas de imperfección o de impureza porque mañana los hombres dirán que quien habló en este tiempo fue un impostor. 20. No desafiéis mi divina justicia con desobediencias o faltas a mi Ley; tampoco hagáis caer la justicia de la Tierra sobre vosotros a causa de prácticas impuras. 21. Quiero que vuestro espíritu se manifieste y se desborde en este tiempo sin que su materia sea una barrera que lo detenga o un velo que lo oculte y que cada palabra que brote de sus labios sea de vida. 22. Pueblo amado, para vosotros el Segundo Tiempo pertenece al pasado. Para Mí está presente. No es hoy la Judea el lugar de mis manifestaciones; no es Jerusalén la ciudad que recibe a su Salvador con salmos y ramas de olivo. Es otro sitio del mundo donde hoy me presento, pero es el mismo pueblo, los mismos espíritus. Ahora la ciudad es vuestro corazón y vuestros salmos y olivos, son de júbilo interior. 23. Ahora no me rodean Pedro, Andrés, Juan, Santiago, Bartolomé, Felipe y los otros discípulos; ellos cumplieron su misión y os legaron su ejemplo; hoy son muchedumbres de discípulos a los que estoy preparando. Vosotros estáis palpando vuestros dones espirituales. En unos se manifiesta el don de la profecía por medio de la videncia y de los sueños, en otros el don de la palabra y en otros más el don de inspiración, la comunicación espiritual y el de curación; pero en todos vosotros existen los mismos dones que podéis desarrollar con vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. 24. Todos habéis visto o sentido la transfiguración dentro de mi comunicación, cuando desaparece de vuestra vista el portavoz a través del cual os doy la palabra y aparece Cristo en espíritu, lleno de amor hacia vosotros. 25. Discípulos, ya nos acercamos a las puertas de la ciudad; miradlas, es el corazón de la humanidad. ¿Estará preparada para recibir al Maestro y a sus discípulos? 26. Velad y orad, porque mientras unos me reciban con himnos, los fariseos estarán acechando y habrá quienes también os ofrezcan las monedas a cambio de vuestro silencio. Velad para que no caigáis en tentación, porque de esa prueba surgirán los malos discípulos que traicionarán su fe. 27. Os traigo la paz y una nueva enseñanza. Si mi sacrificio del Segundo Tiempo abolió el sacrificio de víctimas inocentes que inmolabais en el altar de Jehová, hoy el sustento de mi palabra divina ha hecho que ceséis de representar mi cuerpo y mi sangre con el pan y el vino de este mundo. Todo espíritu que quiera vivir tendrá que alimentarse del Espíritu Divino. Quien escucha mi palabra y la siente en su corazón, se ha alimentado en verdad; ese no sólo ha comido mi cuerpo y bebido mi sangre sino que también ha tomado de mi Espíritu para alimentarse. ¿Quién después de haber probado este alimento celestial volverá a buscarme en cuerpos y formas hechos por manos de hombres? De tiempo en tiempo vengo borrando tradiciones, ritos y formas y sólo dejo en vuestro espíritu la Ley y la esencia de mis enseñanzas. 28. Este tiempo es de recordación, de meditación y análisis; dejadme penetrar entre vosotros. Vengo de las ciudades y de los campos de batalla y he compartido con mis hijos el pan de su amargura, he derramado luz en todos los caminos, he hecho prodigios y he dado pruebas de mi presencia entre los hombres y es necesario que vosotros me recibáis para que escuchéis hasta la última de mis palabras. 29. Dejad que encuentre la estancia preparada en vuestros corazones, que allí sea mi mesa y en ella el pan. Quiero sentiros arrullados por mi amor como lo hice con el dulce Juan. Oh multitudes, sabed prepararos y penetrad en verdadera vigilia para que no profanéis lo divino y sí lo dejéis manifestar; ved que recibís mi rayo divino en vuestro entendimiento aún lleno de pecado y de pasiones. Si en el Segundo Tiempo me hicisteis cargar una cruz bajo el azote y las burlas, hoy dejadme morar en vuestro corazón. 30. Os pido preparación que quiere decir regeneración y espiritualidad, para que al llegar el año 1950 las multitudes sean muy grandes. Porque entre las muchedumbres mi mirada descubre a aquellos que son de los 144,000 y que he de señalar en su frente y hacerles reconocer su misión. Mas no temáis si en el último día no han sido marcados los 12,000 de cada tribu, desde el infinito les haré sentir mi caricia y les señalaré la misión a ellos encomendada. No importa el lugar donde se encuentren. Os digo esto porque sólo Yo puedo señalar el destino y los cargos de cada criatura y no habrá quien pueda hacerlo después de mi partida. 31. Os haré presente después de 1950 quiénes son aquellos que sin haber escuchado mi palabra formarán parte de ese número; ellos también sabrán dar pruebas. Después de que mi palabra haya cesado, habrá quienes traten de imitaros para sorprender la buena fe de los hombres; mas vosotros estaréis preparados para que descubráis toda falsedad. 31. Conservaréis en vuestro corazón mi adiós en la forma en que os lo dé; mas haréis llegar este testimonio a otras naciones y diréis a la humanidad que me encuentro en espíritu muy cerca de todos mis hijos. 33. Hoy os digo: he aquí al Maestro, aquél a quien llamaron las multitudes “El Rabí de Galilea”. Vengo a daros la Doctrina de siempre, la enseñanza del amor; el banquete al que hoy os invito es espiritual, el pan y el vino, también; mas hoy como ayer y como siempre, Soy el Camino, la Verdad y la Vida. 34. Vengo a daros mi fortaleza porque este Tercer Tiempo es de pruebas. Mi calor ha descendido a vuestro corazón que se encontraba frío como la losa que cubre al muerto, y ya sentís que late de amor hacia vuestro Padre. Habéis visto cómo de entre las grandes multitudes he ido entresacando a los que han de llevar en su frente la marca divina, y que mi palabra les dice que esa gracia de que los he investido, no es para que se levanten sobre los demás, humillándolos, sino que deben llevarla con la humildad del que está pronto a servir a sus semejantes porque reconoce que esta lección es para todos. 35. Está a vuestras puertas una etapa de gracia; en ella deberá penetrar este pueblo con su mente inspirada y con pleno conocimiento de cuanto diga y vea; no deberá sorprenderos este tiempo envueltos en rutina y menos ocupados en lo superfluo. 36. Esta etapa en la cual he venido a dar testimonios de mi presencia bajo esta manifestación, derramando prodigios en el camino de cada uno de vosotros, será el recuerdo que os fortalezca mañana en la lucha para que podáis caminar con sumisión, espiritualidad y amor. Mi Ley brillará a través de vuestra conciencia e iluminará vuestro sendero como brillaba el rostro de Moisés cuando descendió del Sinaí en busca del pueblo que se encontraba en la falda. 37. Las doce tribus se reunirán nuevamente en torno de mi Ley. Al frente se hallarán los doce mil señalados de cada tribu, y cuando esto sea, les diré: Id por los caminos como el buen discípulo de Cristo a dar la buena nueva de mi presencia. 38. Todas las profecías se cumplirán y la humanidad verá brotar de sus más oscuros e ignorados rincones a un pueblo humilde, pobre de bienes materiales, pero fuerte de espíritu, celoso de mi Ley y misericordioso con sus hermanos. Su santuario será interior, invisible e intangible, por lo tanto imposible de ser destruido; ahí arderá una lámpara inextinguible que le iluminará el sendero. Sus travesías y pruebas serán penosas y duras, mas nunca flaqueará por ello, ni llorará de descontento o aflicción, ni me dará la espalda, porque tendrá la fortaleza del apóstol. Los hombres surgirán de la escoria, del fango y del pecado a la Ley y a la virtud, y andarán por los caminos del amor y de la gracia. Doquiera será sentido mi Espíritu, todo ojo me verá, todo oído me escuchará y todo entendimiento comprenderá mis revelaciones e inspiraciones. Hombres teñidos por torpes y rudos se verán de pronto iluminados y convertidos en mis profetas; de sus labios brotarán palabras que serán como agua cristalina sobre los corazones marchitos. 39. Esa agua la tomarán los profetas de la fuente de sabiduría y verdad que soy Yo; en ella encontrarán salud, limpidez y vida eterna. 40. Todo el dolor que en estos instantes se abate sobre la humanidad es el cáliz de amargura por el cual alcanzarán la purificación. Las viudas y los huérfanos se multiplican día a día y sobre su desolación y sus lamentos se ha tendido el manto de María. Mi justicia ha descendido sobre vuestro mundo y con ella hasta la faz del planeta se trasformará. La Naturaleza reclama al hombre sus profanaciones, por ello los elementos han sido desatados. Los hombres de ciencia que dicen creer en Mi se sorprenden y confunden, y cuando han visto venir mi justicia han exclamado: ¡Padre, Padre!; mas no ha sido de amor o de arrepentimiento su grito, sino de temor por su vida y por lo que en el mundo poseen. Yo os digo nuevamente que no todo el que me dice Padre, me ama. 41. Si al ver la humanidad todas las señales del juicio, los ricos se apresurasen a compartir con los pobres lo que tienen, los que han ofendido pidieran perdón, los que se han manchado con el hurto, el vicio o la mentira se arrepintieran y se dispusieran a limpiar su manchas, de cierto os digo, que las aguas volverían mansamente a sus cauces, los vientos huracanados se tornarían en suave brisa y la guerra, que ha poseído a los hombres, se convertirla en ángel de paz; pero es duro vuestro corazón, veis pasar a vuestro lado al desnudo sin que sintáis su frío, y no presentís el hambre o el dolor de vuestros hermanos, aun cuando estén al alcance de vuestra ayuda. 42. Nadie quiere meditar en que sólo sois peregrinos en este mundo, ni queréis hacer algo que pueda seros útil en vuestro viaje a la eternidad. 43. Aquí me tenéis humanidad presente espiritualmente, real y verdadero dentro y fuera de vosotros, para que escuchéis la voz del Verbo y os levantéis a tomar las sandalias, la alforja y el cayado, y vengáis por el camino de mis enseñanzas hasta la presencia de quien es vuestro único Dios. 44. Pueblo de Israel, os encontráis ante mi presencia. Venís como inocentes niños, sin reconocer que traéis en el espíritu un cúmulo de deudas que es preciso que saldéis. Habéis sido enviados una vez más en este tiempo para que tengáis ocasión de reparar vuestras faltas pasadas, y podáis elevaros hasta ese plano en que quiero contemplaros. 45. Llegáis a oír mi palabra en este día y con la inseguridad en el corazón os doblegáis ante Mí y me preguntáis si he vuelto entre vosotros y Yo os digo: Meditad y veréis que os he manifestado mi amor y os he hecho sentir mi presencia. Os he escogido de entre grandes multitudes de seres para que recibáis esta herencia y después la trasmitáis a vuestros hermanos. 46. Me presentáis vuestra lucha, trabajos y desvelos y Yo los recibo porque me son gratos. Os contemplo cansados, con vuestra planta sangrante pero con la experiencia que da la vida. Algunos me imitáis y lleváis vuestra misión con paciencia y elevación. Pensad en los que vendrán después de vosotros y preparadles su camino; vuestro ejemplo será la mejor herencia. Mientras vivís humildes y trabajáis obedeciendo mis mandatos, sentís mi paz; mas cuando dejáis que vuestro oído se cierre para mis advertencias equivocáis el camino y no consideráis que la humanidad está pendiente de vuestros actos y os juzga a cada instante. ¿Cómo podríais hablar de mi poder y de mi sabiduría si os atribuyeseis mis palabras para ser ensalzados? Sentid la grandeza real que he concedido a cada uno de mis hijos y que es mayor que esa que vosotros pretendéis tener. Cuando os conceda un prodigio, alegraos y pensad que en él os he manifestado mi amor. 47. Estudiad mí: P A R A B O L A 48. “Encontrábase en una comarca un anciano rodeado de hombres, mujeres y niños, a quienes había invitado a compartir un festín. Todos llegaban de diferentes caminos obedeciendo el llamado de aquel anciano. Una campana sonora tocó en lo alto y a su voz habían acudido en caravanas llenas de sumisión hacia el lugar donde habitaba aquél que los llamaba. 49. Al penetrar en la estancia aquellas multitudes, no vieron en la mesa el pan, los manjares y el agua que alimentan al cuerpo, y la desconfianza en unos y la mofa en otros empezó a invadir los corazones. Inclinaban su cerviz aparentemente humildes, mas en el fondo hacían juicio en contra del anciano; mas él, que sabía lo que pasaba en el interior de aquéllos, les dijo: Venid a Mí y escuchad: Os habéis encontrado perdidos como náufragos en el camino de la vida, sin un faro que os salve; habéis muerto al amor y a la alegría y desconocéis el fin para el que habéis venido a este mundo. También os habéis dejado vencer por las vicisitudes de la vida, por el mundo y sus pasiones, y por eso os he llamado. Voy a trazaros la senda que os hará felices y a daros la luz. Pedidme y os daré. Ellos, temerosos, sintiendo que el anciano leía en su corazón y conocía su pensamiento, le mostraron su cuerpo enfermo, su cansancio y su sed de espiritualidad. 50. Bienaventurados seáis, les dijo el anciano. Voy a concederos los bienes que necesitáis, voy a calmar vuestra hambre y vuestra sed. 51. Entre esas multitudes se encontraban lo mismo los hipócritas que los hombres de corazón limpio y todos escucharon la lección. Abrió el libro de su enseñanza perfecta y les dio por alimento su palabra y cuando hubo concluido les preguntó: ¿Habéis calmado vuestra hambre? ¿Estáis satisfechos? Ellos dieron gracias por el prodigio que habían recibido, pues nunca imaginaron que el amor fuera tan poderoso. El anciano siguió diciéndoles: Bienaventurados seáis porque habéis sabido recibirme. Este es el pan que sustenta al espíritu y el agua que apaga la sed de amor y de perfección. 52. Después dio leyes y mandatos a aquel pueblo para que por ellos se rigiera y se mantuviera digno de recibir siempre ese manjar. Los que comprendieron ese mensaje prometieron obedecer y vivir siempre en el ejercicio de las virtudes que aquel anciano enseñaba. Él les dijo que cuando se sintieran fuertes llevaran a otras comarcas su enseñanza, que los primeros tomaran este cargo mientras que los demás se quedaran para recibir a los nuevos caminantes. 53. Partieron los señalados a cumplir esta misión llevando la fortaleza del anciano. Velaron, oraron y dieron principio a su trabajo. Todos se encontraban unidos por el mismo ideal, un sólo pensamiento les dominaba; llevar aquel pan a los hambrientos. Encontraron a su paso tropiezos y su espíritu luchaba por vencerlos; pronto empezaron a debilitar y a juzgar al anciano preguntándose si su protección los seguiría por doquier. Ellos sabían que de tiempo en tiempo debían de tornar a aquella casa en donde el anciano les había reunido. Llegó el tiempo en que aquel pueblo celebró la conmemoración del día en que había oído por primera vez la voz del anciano y acudieron grandes multitudes; mas aquellos discípulos que habían partido no retornaron, habían equivocado el camino y adulterado la Ley. El anciano sintió dolor por la ausencia de aquellos discípulos, preparó nuevos mensajeros y les envió a trabajar. Mientras los primeros prevaricaban y olvidaban la esencia de aquella doctrina, los segundos hablaban en nombre de la virtud que aquel anciano enseñaba y convertían corazones con la verdad de sus palabras”. 54. Analizad mi parábola y no olvidéis que debéis velar celosamente si queréis cumplir mis mandatos. Reunid a los enfermos, a los sedientos y hambrientos y dadles el pan del espíritu. Derramad amor en los corazones y no desconozcáis que sois mensajeros en mi Obra de luz y de restauración. No deis cabida a la soberbia ni a la vanidad para que no os desheredéis. No os alejéis del cumplimiento de mi Ley; amaos los unos a los otros y viviréis en paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA No. 69 1. En este instante Yo os perdono de toda culpa y os digo también, llegad si queréis hasta el sacrificio, mas no volváis a pecar. He escrito un libro en vuestro corazón; mas si os pidiere la lección, no sabríais explicarme una sola de sus páginas. 2. A pequeñas pruebas os he sujetado para que practiquéis la caridad poniendo en vuestro camino al necesitado de pan y de consuelo y ¡Cuántas veces me habéis cerrado vuestra puerta! Yo os he dicho muchas veces que me oculto en el corazón de esos hermanos vuestros que imploran vuestra caridad. Discípulos, esas ocasiones que vuestro Señor os brinda, de impartir la caridad espiritual o material, sirven para practicar la caridad perfecta, aquella que no espera recompensa y que en cambio, queda anotada en el libro de vuestras buenas obras. ¿Acaso no os he demostrado mi caridad con lo que he hecho con vosotros? Entonces id en pos de vuestros hermanos. Recordad cuántas veces os he concedido lo que considerabais imposible. Si queréis que el mundo reconozca que este es el tiempo de mi nueva manifestación, dad prueba de ello con vuestras obras de amor y no hagáis lo contrario de lo que en mis lecciones os he enseñado, porque estaréis negando mi presencia. 3. Si a pesar de vuestra lucha no llegáis a contemplar el fruto de vuestra siembra, no temáis; esta caridad es semejante a la que hacéis con el necesitado que llama a la puerta de vuestro hogar y del cual no esperáis pago; mas Yo concederé a vuestro espíritu que desde la escala en que se encuentre, descienda a regocijarse con la fructificación de la semilla que en la Tierra dejó. 4. Padres de familia: Sed sensibles a las manifestaciones de adelanto espiritual de vuestros hijos; observad con amor y caridad a la niñez que se os confía para que encaucéis a las nuevas generaciones por la senda trazada por mi luz. No las conduzcáis hacia el abismo, ni cavéis precipicios para ellas. Estos espíritus no deberán penetrar a la Sodoma y Gomorra de este tiempo. 5. Revestíos de paciencia, porque llegará el tiempo en que muchos os pregunten sobre esta palabra. Entre ellos vendrán los nuevos fariseos y escribas a escudriñaros. No tengáis prejuicios para contestar y dad sincera respuesta a todos, porque hasta de las respuestas y trato que deis a vuestros escudriñadores, tendréis que responderme. 6. Hoy late vuestro corazón lleno de gozo y la oración que elevéis es semejante al humo del incienso o al perfume de las flores. Cuando vuestros pensamientos alcanzan esa pureza, se unen a los de los espíritus justos que moran cerca de vuestro Señor. 7. A través de las eras os he dicho: orad. Hoy os digo que por medio de la oración podéis alcanzar la sabiduría. Si todos los hombres orasen, nunca perderían la senda de luz trazada por Mí. Por la oración, sanarían a los enfermos, no habría más incrédulos y volvería la paz a los espíritus. 8. ¿Cómo puede ser feliz el hombre si ha rechazado mi gracia? ¿Acaso piensa que el amor, la caridad y la mansedumbre no son atributos del corazón humano? 9. La vida espiritual también está regida por leyes y cuando os alejáis de ellas muy pronto sentís el resultado doloroso de aquella desobediencia. Mirad cuán grande es mi anhelo de salvaros; hoy, como en aquel tiempo, cargaré la cruz para elevaros a la vida verdadera. Si mi sangre derramada en el Calvario conmovió al corazón de la humanidad y la convirtió a mi Doctrina, en este tiempo será mi luz divina la que estremezca al espíritu y a la materia para haceros volver al camino verdadero. 10. Quiero que vivan eternamente los que han muerto a la vida de la gracia; no quiero que vuestro espíritu habite en las tinieblas. 11. ¿No oís las voces de justicia? ¿No miráis los elementos tocando comarca tras comarca? ¿Creéis que si vosotros vivieseis una vida virtuosa habría necesidad de que mi justicia se hiciera sentir de tal manera? De cierto os digo que no tendría objeto purificaros si os hubiese encontrado limpios. 12. Doblegad vuestra materia a lo largo de esta jornada, porque no es justo que vuestro espíritu tenga más tarde que desmancharse con dolor a causa de vuestras flaquezas. 13. Los pecadores lloran al escuchar estas palabras y me preguntan qué deben hacer para lavar sus manchas en esta vida, a lo cual les contesto: Haced obras de caridad entre vuestros hermanos; vuestro mundo es campo propicio para sembrar la caridad, se encuentra poblado por millones de corazones que sufren de distinta manera, de hogares en la miseria, de hombres y mujeres perdidos en el vicio; un mundo donde abundan los lugares de expiación, hospitales, presidios, campos de guerra. Perdonad, perdonad mucho en vuestra vida, comprended que el perdón nace del amor. El que me ame verdaderamente tendrá que amar a su semejante porque es mi hijo y le sabrá perdonar cuando por él fuese ofendido. Recordad que estando Yo en la cruz, mis primeras palabras fueron de intercesión y perdón para los que me sacrificaron. 14. En cada lugar y en cada familia pondré un hijo de la luz para que ellos preparen el camino de los demás y no sólo en la Tierra, sino en la vida espiritual para que vayan limpiando y preparando el camino delante de sus hermanos. 15. Muchos vienen a oír mi palabra, mas sólo Yo sé qué espíritu viene oculto en cada cuerpo. Unos me escuchan con frialdad, otros con duda; mas hay muchos que tiemblan de amor y de gozo al sentir mi esencia divina, mientras otros son atormentados por remordimientos que su materia ignora, porque muchos de ellos gritaron en aquel tiempo a Pilatos: ¡Crucificadle! ¡Crucificadle! y hoy sollozan, y en su dolor serían capaces de gritar con lágrimas en sus ojos: ¡No le crucifiquéis, es el Divino Maestro! 16. Mucho os he dicho que vosotros y aquellos sois los mismos. Venid a saborear de nuevo el vino y a comer el pan de mi mesa, comed del Cordero. Él es el germen de la vida. Venid, hambrientos, sedientos, manchados; fortaleceos y hartaos, porque luego os diré: tomad vuestra cruz y seguidme. En mi mesa de este tiempo, lo mismo será apóstol el varón que la mujer; a esta mesa sentaré a vuestro espíritu. 17. Han sido las mujeres las que en este tiempo han levantado el estandarte espiritualista delante de las muchedumbres; ellas han ido dejando en el camino la huella del apóstol celoso de la Ley del Señor. En mi nuevo apostolado estará la mujer al lado del varón y no habrá edades para servirme; lo mismo lo hará el adulto que el niño o el anciano; lo mismo la doncella que la madre, porque vuelvo a deciros que es a vuestro espíritu al que busco y que él, tiempo ha que ha dejado su infancia. Estos siervos no serán doce como en el Segundo Tiempo; ahora serán ciento cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu. Se encuentran diseminados entre la humanidad, mas mi amor los ha marcado, y espiritualmente se encuentran unidos aun cuando unos habiten en este mundo y otros en el valle espiritual. De los que habitan la Tierra, unos hablan una lengua y otros distintos idiomas, mas ninguno se perderá del camino de su destino porque la luz de mi Espíritu Santo los guía. Yo conozco el tronco de ese árbol, sus ramas y sus hojas, y ese árbol tiene por misión dar sombra a la humanidad. 18. Mi Espíritu viene a daros sus revelaciones en cumplimiento a las profecías de los tiempos pasados. En verdad os digo que ya estáis viviendo los tiempos que os fueron anunciados. Os prometí volver y heme aquí. Os hice conocer las señales que habían de ser antes de mi llegada y lo que había de ser en el tiempo de mi presencia entre vosotros y ved que todo se ha cumplido. No se borró de vuestro espíritu la promesa de mi venida y me esperabais; mas estabais por desfallecer azotados por las vicisitudes y hoy que me tenéis y escucháis os pregunto: ¿Cuándo haréis vuestra mi pasión? ¿Cuándo amaréis en verdad y sufriréis por la causa que abrazó Jesús? 19. Pueblo: mi palabra estremece vuestro corazón y brotan lágrimas de vuestros ojos cuando pensáis que Aquél que tanto os amó, terminó su vida en una cruz; me recordáis ensangrentado en el madero y entonces vuestro espíritu se conmueve. Mas sabed humanidad, que si los sufrimientos corporales de Jesús fueron cruentos, tan sólo fueron un reflejo del dolor del Espíritu Divino. 20. Hoy vengo a ofreceros el pan de mi palabra, pan que no está amasado con levadura, ni se gana con el sudor de la frente. Elías ha abierto la puerta de la estancia para que paséis y os sentéis a la mesa del Señor en el Tercer Tiempo y ha bendecido vuestro sendero para que lleguéis a la presencia del Maestro. 21. Los que se consideraban manchados e indignos de presentarse delante de Mí, hoy se sienten limpios; es que mi sangre no ha cesado de manar, es que mis heridas aún no se han cerrado y cada vez que los hombres se pierden del camino o caen en pecado, el sacrificio de la cruz, la soledad y las tinieblas de la humanidad están presentes sobre mi Espíritu. 22. De la mesa espiritual de este tiempo también se levantará el mal discípulo para ir a ocultar su traición y su remordimiento y también hoy los discípulos me harán aquella pregunta: ¿Quién es, Maestro? 23. En aquel tiempo cené por última vez acompañado tan sólo de mis apóstoles y lo que Cristo les dijo sólo ellos lo escucharon. Hoy ceno espiritualmente con mis nuevos apóstoles que forman multitudes y entre ellos descubro al fariseo, al hipócrita, al traidor. De distintas religiones vienen hombres y mujeres mezclados entre la multitud a escudriñar esta palabra y estas manifestaciones, para juzgarlas a través de cuanto saben y poder decir si es verdad. A todos os dejo acercar para que seáis testigos de este mensaje de sabiduría espiritual que os estoy entregando; es el Tercer Testamento el cual sólo el Espíritu de Verdad os lo podía revelar. 24. Mirad, los Israelitas por la materia guardan la ley de Moisés y la palabra de los profetas; los cristianos unieron la ley de Moisés y la palabra de Cristo en una sola ley. ¿Qué de extraño hay en que este pueblo espiritualista una aquellos dos testamentos a las revelaciones del Espíritu Santo? He ahí el Arca de la Alianza perfecta, ahí están la ley de Moisés, el amor de Cristo y la sabiduría del Consolador prometido para este tiempo. 25. Hombres que conducís por los senderas de la religión al espíritu de la humanidad; abrid vuestros ojos a esta luz, contemplad a este pueblo que se ha levantado en demanda de amor clamando justicia y pidiendo luz y es sólo una mínima parte de la humanidad la que va a levantarse como un solo hombre en busca de Cristo, en busca de su verdad y de su promesa. Observad la inclinación del hombre hacia lo eterno, hacia lo espiritual ¿O será posible que teniendo ojos no miréis? Yo todo lo sé y todo lo veo, por eso he venido en la noche como un ladrón a sorprenderos en vuestro sueño y a despertaros a la luz del nuevo día. 26. Tiempo ha que estoy doctrinando a este pueblo, que le he descubierto las enseñanzas que los hombres le habían ocultado; también le he revelado lo que Yo le tenía reservado, pero aún no le he dicho todo, todavía me manifestaré bajo esta forma hasta 1950. Los que no escucharon mis lecciones, recibirán mi mensaje a través del libro escrito por mis plumas de oro. 27. Después de mi partida muchos se levantarán en contra de este pueblo, en contra de mi Doctrina. Los mares serán cruzados por los que vengan a combatir y a perseguir a mis siervos, ¿Más quién podrá ocultar la luz del Divino Maestro? ¿Quién podrá detener la evolución del espíritu o hacer retroceder al tiempo? Si en la Segunda Era la humanidad creyó que dando muerte a Cristo sobre de una cruz, su Doctrina iba a morir, con su propia mano firmaron su sentencia, porque Cristo desde la cruz con su amor infinito todo lo venció; la verdad, como la luz, siempre triunfa sobre las tinieblas por densas que éstas sean. 28. Mi Espíritu os entrega la simiente para que la sembréis en las tierras que son el espíritu de la humanidad, las que se encuentran fertilizadas con el dolor y la lucha y sólo esperan la llegada del sembrador. Pronto mi nombre y mi Doctrina andarán de nuevo en todos los labios. 29. Para daros una lección de amor, voy a lavar vuestros pies, discípulos muy amados, para que unáis las enseñanzas que os di en este tiempo a las que os revelé en tiempos pasados. Quiero que cuando llegue 1950, último año de mi palabra entre vosotros, los que hoy sois párvulos, seáis entonces discípulos; hoy aún me escucháis con regocijo, mas ¿Qué será cuando me estéis escuchando y sepáis que es por última vez? Os recuerdo las pruebas del Segundo Tiempo, pero os hablo con nuevas palabras, por medio del entendimiento del hombre, porque si os hablara directamente no resistiríais la fuerza de mi palabra, ni la intensidad de su luz, ni la majestad de mi presencia. 30. Por eso vine como hombre a vosotros en aquel tiempo, y ante el mismo Juan, después de mi crucifixión, me presenté bajo algunas figuras simbólicas para que comprendiera mis revelaciones. En verdad os digo que os estoy preparando para que recibáis de espíritu a Espíritu la comunicación directa con mi Divinidad. Después de 1950 no me escucharéis más bajo esta forma, pero sentiréis mi presencia porque vuestra elevación será mayor y entraréis de lleno al tiempo de la comunicación espiritual. Y cuando la unión y la fraternidad hayan penetrado entre vosotros, será el tiempo de los grandes prodigios, el tiempo en que mi voz sea escuchada por la humanidad; entonces vendrá la lucha y la persecución, las puertas de estas casas serán cerradas; vuestros hogares calumniados, seréis llamados hechiceros, vuestros parientes os desconocerán y algunos de vosotros, por defender mi causa, hasta el presidio llegaréis; mas Yo estaré con vosotros para no dejaros desfallecer porque Yo soy la vida y estando en vosotros ¿Quién podrá luchar contra la Vida Eterna? 31. Alerta discípulos, porque cuando vuestra voz despierte a los que hoy están durmiendo, vendrán de sectas y religiones a deciros que es falso lo que poseéis, que ellos poseen el Arca y el cumplimiento de las profecías así como el contenido de los Siete Sellos y entonces si no sabéis luchar con las armas que os he concedido que son armas de amor y de sabiduría, habrá muchas confusiones entre la humanidad, y los hombres ansiosos de verdad y necesitados de luz, irán a donde los llamen y podrán equivocar el sendero. 32. Vosotros que habéis recibido la misión de guiar y conducir a este pueblo dad el ejemplo de fraternidad uniéndoos en espíritu bajo el ejemplo de Jesús, Moisés y Elías, quienes aparecieron unidos en espíritu en la transfiguración del Monte Tabor. 33. Discípulos, no ha sido solamente con la palabra con lo que os he doctrinado en este Tiempo, también con mi caridad que he derramado constantemente en vosotros. Los tiempos de los símbolos han pasado; hoy seré creído, amado y comprendido sin símbolos y aún mi palabra irá perdiendo su sentido figurado porque ya estáis capacitados para comprender mi enseñanza, analizarla y ponerla en práctica en vuestras obras de amor. 34. Si creéis que Jesús por ser Hijo de Dios, no experimentó dolor, os equivocáis; si creéis que por venir hoy en Espíritu soy ajeno al dolor, también estáis en error; si pensáis que porque sé que al final todos estaréis Conmigo hoy no sufro, tampoco estaréis en lo justo; en verdad os digo que no existe otro ser más sensible que el Espíritu Divino, Yo os pregunto: ¿Quién dio sensibilidad a todos los seres? ¿Qué podéis hacer de bueno que no me haga gozar? ¿Y qué podéis hacer de malo que no sea como una herida en mi sensibilidad? He aquí por qué os digo que la humanidad nuevamente me ha crucificado. ¿Hasta cuándo bajaré de mi cruz y me será arrancada la corona de espinas? 35. Hoy debéis recordar el Cenáculo de Jesús con el pan espiritual que he venido dándoos a través de los tiempos. Os he entregado grandes enseñanzas: el maná del desierto en el Primer Tiempo, el milagro de los peces en el Segundo. El pan que bendije y repartí en mi mesa en representación de lo divino, fue una lección que entregué a vuestro espíritu para que comprendiera mi amor. Hoy no traigo el pan material que os habla de enseñanzas celestiales; el tiempo de los símbolos ha pasado; hoy solamente os doy mi palabra en la que os digo que esta comunicación no es la más elevada que conoceréis, ni lo que por este medio os diga será todo lo que tenga que deciros. 36. Pueblo amado recordad y meditad en estas horas, sobre todo lo que hice en aquella noche, que fue la última que en cuanto hombre pasé entre vosotros, y meditad también sobre todo cuanto os he dicho en estos momentos en que al daros mi lección os he dicho: Bienvenidos seáis, discípulos del Tercer Tiempo, a quienes he reunido haciéndoos llegar de diversos puntos de la Tierra. Os he reunido para que forméis las nuevas caravanas de Israel que crucen el desierto que se extiende ante vuestra mirada y ahí recibáis la nueva lección del Señor. 37. Contemplo que de algunos no se ha podido apartar la idolatría, a pesar de las enseñanzas y pruebas por las que han pasado. Ved cómo he limpiado el sendero de vuestra evolución para que vengáis por él; mas no dejéis que la duda se interponga cual nube que impida a vuestro espíritu contemplar mi luz. 38. Habéis encontrado que os halláis en este tiempo más libre de las tentaciones humanas y que sólo os he concedido lo indispensable y os digo: no vayáis tras de lo superfluo. 39. Habéis encontrado una palmera en el desierto y una fuente de aguas cristalinas; no ha sido un espejismo, no ha sido una ilusión, ha sido una realidad. El ramaje y la sombra de la palmera son mi presencia espiritual; sus frutos, mi palabra; la fuente es el amor y la sabiduría que he derramado en vuestro corazón. 40. El que me ha escuchado con atención ha aprendido esta vez a oír la voz de su conciencia, a juzgarse a sí mismo, a ver su propia obra y aceptar para sí el dolor que se ha labrado. Entonces el espíritu revela lecciones profundas a la materia para convencerla de que debe ser mansa y conforme con las pruebas. Quien llegue a estas profundas reflexiones no podrá oponerse a mis mandatos divinos. 41. Mi palabra no se oculta a nadie, como en el segundo Tiempo; la dejo llegar al ignorante, al entendido, al limpio de corazón y al pecador, al sincero y al hipócrita. La campana celestial ha tocado a vuelo para todos. Si esta humanidad que en su mayoría ha bebido en la fuente de la Doctrina que en Cristo os enseñé, hubiese estado velando y orando cuando le di las señales de mi nueva venida, cuán grande hubiese sido su gozo sintiendo mi presencia. Fue necesario que os enviara un varón para que en 1866 os entregara mi mensaje y que por sus labios Elías os anunciara el nuevo tiempo. Desde entonces esta palmera ha extendido más y más su follaje llegando mi palabra a nuevas comarcas, haciendo surgir a los señalados y doctrinando a las multitudes. Los que me han escuchado con mansedumbre y me han seguido por el sendero de su evolución espiritual, no han vuelto a sentir fatiga, ni hambre ni sed en su camino. A su paso han encontrado la ingratitud, la burla, el desprecio y la indiferencia; mas nada los ha detenido porque su ideal está fijo en el punto de llegada y saben que esa meta no está en la Tierra. 42. Sólo los que se preparen con esta mansedumbre y espiritualidad, alcanzarán la potestad de apartar el dolor del que sufre, porque el que se llena de vanidad o hace mal uso de sus dones se despoja de esa gracia. 43. A nadie impongáis mi Doctrina bajo determinado nombre; mas levantad al que estuviere caído y decidle que tenga fe en Mí. ¿Quién podrá impediros que hagas el bien a vuestro semejante? 44. Dejad de pensar en las comodidades terrestres para que os preparéis a cumplir vuestra misión pensando en esas caravanas que se levantarán en busca del arca de amor que es mi Doctrina y que por el camino tendrán que encontrar a vuestros corazones. 45. ¿Cuándo surgirán nuevamente apóstoles de mi causa como aquellos que me siguieron en el Segundo Tiempo? ¡Con cuánta fe, amor y firmeza defendieron mi verdad! Vosotros desearíais hacer aquellas obras y aquellos milagros; mas de cierto os digo que podréis hacerlo si vuestra fe es tan grande como la de ellos. Sed hombres de fe y realizaréis milagros, aun cuando en lo material seáis los necesitados. Oídme y analizad mi palabra, de otra manera me habréis dejado hablar solitario en el desierto. 46. Sed humildes, ved que Jesús se inclinó ante sus discípulos para lavarles sus pies. Haced con vuestros hermanos obras semejantes a ésta y podréis llamaros dignamente mis discípulos. 47. ¡Cuán pocos son los que han velado y meditado en el día en que Jesús expiró en la cruz!; mas en verdad os digo que cuando meditéis sobre la muerte del Maestro, debéis pensar en que ese instante ha de llegar para cada uno de vosotros. Yo no podía temer a la muerte porque Soy la Vida; mas vosotros si tenéis que preocuparos por llegar dispuestos y preparados al cumplimiento de vuestra misión. 48. Ninguno se sienta insignificante y mezquino porque no conocéis el don que traéis para hablar ni la abundancia de vuestro corazón para amar a vuestros hermanos. 49. Lloráis por la muerte afrentosa que disteis a vuestro Señor en el Calvario y no presentís que en este tiempo vais a herirme de nuevo y a burlaros de mi palabra; pero he prometido salvar a todos mis hijos y mi voluntad habrá de cumplirse. Si no le ha bastado a esta humanidad mi sangre derramada en aquel tiempo, tomaré una cruz espiritual para crucificarme en ella y derramar destellos de luz que lleguen a los espíritus a través de la conciencia de los hombres. 50. ¡Ay de los que en este tiempo con sus profanaciones y desobediencia den mal ejemplo delante de los niños a quienes he enviado con una misión espiritual! ¿Queréis imitar a las turbas que entre gritos y burlas condujeron a Jesús al Gólgota, sembrando el terror en el corazón de los niños que no acertaban a explicarse por qué se martirizaba y se daba muerte a un hombre que sólo repartía bendiciones? 51. Cada vez que Jesús caía, lloraban aquellos inocentes; mas en verdad os digo que su llanto provenía más del espíritu que de la carne. ¡Cuántos de ellos me siguieron después y me amaron sin que de sus corazones se pudiera borrar el recuerdo de lo que sus ojos inocentes presenciaron! 52. Es tiempo de que meditéis en lo que os digo. Dejad que las multitudes me escuchen, dejad que los enfermos sean los primeros en llegar a mi presencia. Orad por los enfermos ausentes y visitad a los que están recluidos; pensad que en aquel Segundo Tiempo muchos de los leprosos vivían en las afueras de las ciudades y sabiendo que Jesús sanaba a los enfermos se resignaban a escuchar desde lejos el eco de su voz, porque decían: ¿Cómo llegar al Maestro si las multitudes nos rechazan? Entonces Jesús ante la indiferencia y el egoísmo humanos, premiaba su fe, limpiándoles su cuerpo del mal que les aquejaba. 53. No dejéis de escucharme en este tiempo porque aquellos que escucharen mi última palabra en el año 1950 la recibirán en su espíritu en representación de la última gota de sangre que se desprendió de mi cuerpo en la cruz. 54. Os habéis olvidado de la Ley y habéis esperado que los elementos os recuerden mi justicia: aires huracanados, aguas que se salen de su cauce, terremotos, sequías, inundaciones, son voces que os despiertan y os hablan de mi justicia. 55. ¿Qué otro fruto puede ofrecerme la humanidad en este tiempo que no sea la discordia y el materialismo? Este pueblo que por años ha escuchado mi enseñanza tampoco puede presentarme una cosecha agradable. 56. Nadie escapa a mi justicia. Estoy juzgando a vivos y a muertos; mas en verdad os digo que si no os levantáis a practicar con verdad y pureza mi Doctrina, la justicia de los hombres os juzgará. ¡Cuánto se ha manchado esta humanidad! La sangre del Cordero enseñó a los hombres el sendero de la evolución del espíritu por el que deberán caminar para restituir las faltas cometidas; mas sobre de aquella sangre divina habéis vuelto a pecar. El mundo os ha cautivado, mas Yo vengo a reclamaros lo que a Mí me pertenece.57. Apartaré la mala hierba que es cizaña y volveré a sembrar el grano dorado del trigo y esas tierras que por mucho tiempo han sido estériles, serán fértiles y pródigas. 58. Desde la antigüedad sabéis por Juan, mi profeta, que había de llegar un tiempo en que todo ojo me vería; ese tiempo lo tenéis a la vista. En esta era el espíritu de la humanidad abrirá sus ojos a la luz de la verdad y me contemplará, comprenderá mi palabra y sentirá mi presencia. De las piedras brotará no sólo agua también flores. 59. Hoy concebís que mi justicia os castiga desatando los elementos para sembrar la desolación, el luto y el hambre; sin embargo algún día comprenderéis que han sido vuestras obras las que desataron sobre vosotros aquellas calamidades, aquella justicia. También aprenderéis que vuestros méritos, vuestra fe y la oración pueden aquietar las fuerzas de la Naturaleza. ¿No habéis oído que cuando marco espiritualmente a mis hijos les doy potestad sobre los elementos? Esto no debe extrañaros si recordáis que al primer hombre lo autoricé para que se enseñorease sobre la Creación de la Tierra. He aquí por qué a veces os digo que el hombre no se ha encontrado a sí mismo y por lo tanto no se conoce. 60. Yo soy el Rey Universal, el hombre aquí en la Tierra es el príncipe, puesto que es mi hijo. ¿Acaso ha sabido el hombre hacer buen uso de la potestad de todos sus dones? De cierto os digo que ha desconocido a su Padre y se ha coronado rey para hacer su voluntad en el mundo; mas, quien no une su voluntad a la mía y camina fuera de las leyes divinas se hace acreedor a que éstas le juzguen; a esto le llamáis castigo y llegáis a llamarme Padre injusto. 61. En este Tercer Tiempo muchos espíritus verán mi luz e iluminando su sendero con ella, no volverán a desviar sus pasos; antes recordarán su pasado para conocer todas sus faltas y arrepentirse de ellas no buscarán más la grandeza humana, sólo la inmortalidad del espíritu. 62. Los hombres escalarán la cumbre del monte y desde ahí contemplarán la silueta de la Tierra Prometida, la nueva Jerusalén que os espera como supremo galardón en la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 70 1. Yo soy el arca de la sabiduría que hasta ahora no ha sabido estudiar la humanidad. He venido a daros la llave de la espiritualidad, para que con ella la abráis y podáis conocerlo que tengo reservado para vosotros. 2. Si alguno de mis hijos se cree indigno o se siente incapaz de abrir las puertas de mi amor, en verdad os digo que todos mis hijos son dignos de mi amor. Todos poseéis la llave para abrir esa puerta. No la perdáis para que no imitéis a la tribu de Judá, errante en esta vida, peregrinando sin descanso en la Tierra. 3. No quiero contemplaros poderosos ni pordioseros, sino como a los caminantes a quienes nunca les falta en su alforja el sustento para ellos y para el hambriento que en su sendero encuentren. 4. Quiero que conozcáis los caminos, que sepáis distinguir los diferentes árboles y que reconozcáis en cada viajero que encontréis a vuestro propio hermano, para que cuando os pregunten: ¿A dónde vais? respondáis con sinceridad y firmeza, diciendo siempre mi verdad. 5. De esta manera seréis el caminante que confía en el mañana, el que camina libre de preocupaciones para sí y puede pensar en los demás, porque os estoy enseñando a sentir el dolor de vuestros semejantes y a calmarlo con una gota del bálsamo que os concedo para que con él ayudéis a vuestros hermanos. 6. ¡Cuánto he tenido que purificar a vuestro espíritu a través de los tiempos! ¿Creéis que iba a dejaros manchados para que así os levantaseis a predicar mi Doctrina? 7. Os estoy preparando para que seáis entre la humanidad el fuerte Israel. 8. Al escuchar mi palabra se ha estremecido vuestro espíritu al recordar que ya en otro tiempo escuchó esta voz y se pregunta: ¿En dónde? Y Yo os digo: fue en el desierto, en las montañas y en las riberas de los ríos de la Judea en labios de Jesús de Nazaret de quien dudasteis, a pesar de que reconocíais que en su palabra había una esencia Divina, un amor y una fuerza que os daba vida, salud y paz. 9. Habéis resucitado en este tiempo y vuestro espíritu ha vuelto a escuchar mi enseñanza, vuestro corazón se ha estremecido ante el eco de esta voz que ya conoce. Mi palabra es sencilla y humilde, mas no sólo contempléis el color del fruto; comedlo para que encontréis en su interior su simiente; esa semilla será la que vosotros cultivaréis mañana. Si la cultiváis bien, os dará buenos frutos; entonces reconoceréis que el árbol del cual procedía, encerraba el amor de vuestro Padre. 10. Haced méritos para que lleguéis al sitio que os pertenece, el cual no se encuentra en los tronos ni en los palacios de la Tierra, ni está en las glorias del mundo, en la adulación o en los honores materiales, Vuestro sitio aquí en la Tierra está en la lucha por la paz y el bien, y en el más allá estará en mi amor. 11. Esta no es la tierra de promisión; esa mansión prometida a vuestro espíritu no la conocéis aún, ni existe un deseo ardiente en vuestro espíritu por llegar a ella por culpa de vuestro materialismo. 12. A todos los hombres de distintas creencias y religiones les digo que no han sabido dar su lugar a las riquezas materiales para colocar en el que les corresponde a las del espíritu. Si estuviesen cumpliendo con mis leyes, ya estarían contemplando desde aquí la silueta de la tierra prometida y escuchando el eco de las voces de sus moradores. 13. Decís creer en mi existencia y tener fe en mi Divinidad; decís también que se haga mi voluntad y en verdad os digo: ¡Cuán escasa es vuestra fe y vuestra conformidad con lo que Yo dispongo! Mas Yo vengo alentando en vosotros la verdadera fe para que seáis fuertes en el camino que os he trazado. 14. Preparaos, no esperéis que la muerte os sorprenda sin preparación. ¿Qué habéis preparado para cuando volváis a la vida espiritual? ¿Queréis ser sorprendidos cuando aún estáis atados con cadenas a la materia, a las pasiones, a las posesiones terrestres? ¿Queréis penetrar con los ojos cerrados en el Más Allá sin encontrar el camino, llevando impreso en el espíritu el cansancio de esta vida? Preparaos discípulos y entonces no temeréis la llegada de la muerte del cuerpo. 15. No suspiréis por tener que dejar este valle, porque si reconocéis que en él existen maravillas y grandezas, en verdad os digo que ellas son sólo una imagen de las bellezas de la vida espiritual. 16. Si no despertáis ¿Qué vais a hacer cuando os encontréis en el principio de un nuevo sendero, iluminado por una luz que os parezca desconocida? 17. Partid de este mundo sin lágrimas, sin dejar dolor en el corazón de los vuestros. Desprendeos cuando el instante sea llegado, dejando en la faz de vuestro cuerpo una sonrisa de paz que hable de la liberación de vuestro espíritu. 18. La muerte del cuerpo no os aleja de los seres que os han sido confiados ni os aparta de la responsabilidad espiritual que tenéis sobre de los que fueron vuestros padres, hermanos o hijos. 19. Comprended que la muerte no existe para el amor, para el deber, para los sentimientos; en una palabra, para el espíritu. 20. A los que se creían muertos les he hablado y me han dicho: ¿Quién me ha hablado? Les he tocado y han preguntado: ¿Quién me ha tocado? Y han oído una voz que les dice: ¡Yo soy el que resucitó a Lázaro, el mismo que resucitó de entre los muertos para daros vida espiritual a todos! 21. Mi Doctrina jamás podrá induciros al fanatismo, ni os inculca supersticiones ni idolatrías; por el contrario, ella viene a libertar a vuestro espíritu de las cadenas que sobre él ha puesto la humanidad. Mi camino es estrecho, pero quien camina por él, posee y goza de la verdadera libertad. 22. No deseo esclavizaros con mi enseñanza, porque en ella no existen dogmas, sentencias ni anatemas; quiero que lleguéis a Mí por amor, por méritos, por fe, por convencimiento. 23. Os he permitido conocer religiones, sectas y doctrinas, para que probando el fruto de los diferentes árboles supieseis apreciar el sabor de éste que os estoy ofreciendo. Y Yo os pregunto: ¿Seréis capaces de preguntar a los ministros y sacerdotes si es verdad que me estoy comunicando por medio del entendimiento humano? ¿Por qué preguntáis a quienes se olvidaron de mi promesa de volver y ni siquiera se prepararon para recibirme? En verdad os digo que hasta el más torpe de vosotros comprenderá por sí mismo si soy Yo el que os habla. Si mi palabra estremece a vuestro espíritu, si lo despierta y conmueve, eso os demostrará que estoy con vosotros, porque soy el único que tiene potestad sobre los espíritus. 24. La palabra del hombre podrá hacer estremecer a vuestro corazón o impresionar a vuestros sentidos e inteligencia; pero si hay algo que ha hecho que vibréis más allá de vuestros sentidos, de vuestro corazón, o de vuestra inteligencia, ese algo ha sido la voz de vuestro Señor. 25. Yo os digo que el que no se haya conmovido al escuchar esta palabra puede negar mi presencia; mas ella quedará grabada en su conciencia y llegará el momento en que diga: Aquella voz que oí fue la del Señor. 26. Para ayudaros a seguir cargando vuestra cruz, vengo a derramar el maná que alimenta a vuestro espíritu, a preparar vuestros corazones y a convertiros en mis siervos. 27. El tiempo ha cambiado, vengo apartando de vosotros todo fanatismo e idolatría para que sólo me hagáis presente vuestra espiritualidad. 28. Estoy haciendo el llamado a mis escogidos de distintas comarcas entresacándolos de distintos caminos para que todos lleven la esencia de mi palabra y lleguen a la comprensión clara y verdadera de mi Doctrina y la practiquen en sus obras de amor entre sus hermanos. 29. Si ahora sois párvulos mañana seréis discípulos e imitaréis a los discípulos del Segundo Tiempo, y así como ellos se levantaron dando testimonio de la verdad, de mis prodigios y de mi amor, así vosotros tendréis que levantaros mañana a testificar mi verdad. 30. Os he inspirado las virtudes que debáis practicar, y con los dones que vuestro espíritu posee desde el principio de vuestra formación, os daréis a conocer entre la humanidad. Estoy preparando a mis nuevos labriegos, que mañana sembrarán esta semilla por todo el mundo. Paso a paso están llegando a mi Obra las grandes multitudes, atraídas por la luz del Espíritu Santo que en este Tercer Tiempo se encuentra derramando sus destellos entre todos los hombres. 31. He venido sobre la nube para hablar a la humanidad que por encontrarse obstinada en su perversidad, no ha sentido mis pasos, ni mi presencia; no se ha dado cuenta de mi comunicación con vosotros a través del entendimiento humano. Yo seré incansable para despertarla de su letargo y vosotros iréis contemplando que poco a poco las multitudes vendrán de distintos caminos a reunirse con vosotros. Muchos se convertirán al espiritualismo porque Yo estoy apartando el fanatismo y la idolatría, el estancamiento y la confusión de la humanidad. 32. Esta es la tercera revelación anunciada por Mí y por los profetas; este es el tiempo en el cual la luz del sexto candelero está iluminando a la humanidad. Es el tiempo anunciado en que vendría radiante de luz a dar cumplimiento a mi palabra. He venido a daros a conocer la misma Ley espiritual y divina de todos los tiempos. 33. Pueblo bendito de Israel: en todos los tiempos os he rescatado de la esclavitud del Faraón y Yo os digo: Si no queréis continuar siendo esclavos, venid a Mí, que Yo os daré la fuerza y la potestad para que rompáis vuestras cadenas, ¿Queréis elevaros por la escala que está preparada para vuestro espíritu? Entonces perseverad, estudiad y analizad mi palabra para que podáis llegar a comprenderla en su fondo y en su espiritualidad, para que hagáis méritos en este camino que os conducirá a Mí. 34. Hay quien me dice, “Padre, yo quiero ser tu labriego, quiero servirte, quiero que mi espíritu esté cerca de tu Espíritu, pero no sé qué debo hacer para merecer tu perdón”. Y Yo contesto a ese corazón que así se comunica con su Padre: Regeneraos dejad poco a poco vuestras antiguas costumbres, vuestra materialidad, para que lleguéis a comprenderme y reconozcáis vuestra misión. Mas todo el que desea la regeneración, tiene que pasar por muchas pruebas, porque la tentación os acecha y al contemplar que vais apartando vuestro espíritu de los falsos caminos, tendrá que sostener una terrible lucha para haceros desistir de vuestros propósitos, y si os mostráis frágiles, aprovechará esa debilidad y tratará de hacer que volváis a vuestras antiguas costumbres y no es mi voluntad que os dejéis sorprender por ella; quiero que vuestro paso sea siempre hacia adelante, que vuestra fe sea firme y vuestro propósito de espiritualizaros, verdadero, basado en lo que habéis aprendido. 35. Si sois Israel, justo es que aprendáis a amarme y a rendirme culto de espíritu a Espíritu; que el materialismo de vuestras prácticas se vaya depurando hasta que lleguéis a la espiritualidad. Mi Espíritu os irá limpiando de toda mala interpretación a mi Obra. El hombre ha equivocado mis enseñanzas, mis máximas, mis profecías y es mi voluntad que mi pueblo de Israel surja con los dones y los prodigios que alcance por su espiritualidad. 36. Yo os presentaré ante la humanidad como mis servidores, como los Espiritualistas Trinitarios Marianos del Tercer Tiempo. Los Espiritualistas, porque seréis más espíritu que materia; los Trinitarios, porque habéis recibido mi manifestación en tres tiempos; Marianos porque amáis a María, vuestra Madre Universal, que es la que ha velado por vosotros para que no desmayéis en la jornada. 37. Esta comunicación a través del entendimiento humano, tendrá que terminar, pero después me tendréis que buscar de espíritu a Espíritu para recibir mis mandatos; por eso os estoy pidiendo vuestra regeneración, para que alcancéis esa espiritualidad. Yo os seguiré enseñando a comunicaros con mi Espíritu y os recrearéis cuando hayáis llegado a obtener esa forma de comunicación, digna de todo el que se nombre Espiritualista Trinitario Mariano. 38. Sed fuertes y defendeos en todas las pruebas con vuestra oración. Mis complacencias espirituales se seguirán derramando entre vosotros por vuestra perseverancia y disposición para la lucha. No estaréis solos, estará mi mundo espiritual para daros protección, guiaros y ayudaros en vuestra lucha. 39. Soy la luz que os invita a venir a encender en Mí vuestra lámpara para que iluminéis vuestro espíritu y en él descubráis mi presencia. El día que sepáis penetrar en vosotros mismos, os será fácil llegar al corazón de vuestro hermano. 40. Ante mi palabra lloran los primeros y se recrean postreros, ¿Por qué? Porque los primeros se van fatigando y van acumulando heridas, aunque debo deciros que ellos son los que hacen pesada su cruz y amargo el cáliz que beben en su restitución, porque Yo siempre les he dado mi ayuda en su camino para que la jornada sea llevadera y sus pasos firmes. 41. Mi compañía no os ha faltado un sólo instante, mi palabra no ha dejado de manifestarse; nunca os he dejado solitarios en vuestras pruebas; hasta vuestro lecho ha descendido mi mundo espiritual cuando el dolor os ha agobiado y no os ha faltado su ayuda y su consejo para que vosotros ayudéis a los necesitados que día a día llegan a vuestras puertas. El don de la intuición, el de la inspiración y el de la videncia han despertado en vuestro ser iluminando vuestro camino. En vuestra vida humana me habéis tenido; el pan de cada día no os ha faltado en vuestra mesa. Y después de daros tantas pruebas de mi amor y de haber mantenido en paz a vuestra nación, cuando el mundo se encuentre convertido en una hoguera de odios y pasiones ¿Todavía os quejáis del peso de vuestra cruz? ¡Oh discípulos del Tercer Tiempo, no olvidéis que la cruz que el mundo me ofreció en aquel tiempo fue de tinieblas, de ingratitud, burlas y desprecios y Yo la acepté porque eran mis hijos quienes me la ofrecían! En cambio, mirad la cruz que os he confiado, ¡Cuán dulce y ligera es si la sabéis llevar con amor! 42. Es menester que conozcáis vuestro origen y el fin al cual os conducen vuestros pasos para que aceptéis con amor vuestro destino y os abracéis a vuestra cruz hasta morir en ella, como lo hizo Cristo: vuestro Maestro. 43. He venido en este tiempo a hablaros de vuestro origen, de vuestra misión y del fin que os aguarda en la eternidad del espíritu. El que no haya entendido mi palabra y se sienta débil después de haber escuchado mis cátedras, es porque no ha venido a sustentar y fortalecer a su espíritu; es que siempre ha estado pidiendo los bienes que pertenecen al mundo, los que nunca son esenciales en vuestra vida y os son concedidos por añadidura. ¿Por qué os dejáis tentar por el mundo? Es necesario que aprendáis a sobreponeros a las vicisitudes terrestres, porque en muchos casos sólo son pequeñeces y miserias a las que concedéis demasiada importancia. Si así como os afanáis por lo material, os preocupaseis por los bienes del espíritu, de nada careceríais y seria grande vuestra evolución. 44. Olvidad vuestro pasado, evitad todos los errores que por mucho tiempo os han acompañado y lentamente experimentaréis en vuestro ser un cambio absoluto porque habréis iniciado vuestra elevación hacia la espiritualidad. 45. Comprended que vengo a ofreceros un lugar digno; tanto aquí en la Tierra, mientras viváis en ella, como en el Más Allá, cuándo lleguéis a habitar en el reino espiritual. 46. ¿Qué os hace falta para que deis el paso decisivo? Pedid, pedid que se os dará. 47. Tomad en vuestro corazón mi semilla de amor y comenzad a cultivarla sin abandonarla jamás y pronto os dará frutos que os servirán de alimento en vuestra caminata. 48. Conversad entre vosotros tomando como tema mi palabra, pero llevad siempre el propósito de instruiros unos a otros. Ese cambio de ideas y conocimientos os será benéfico y levantará vuestro ánimo. Yo os prometo estar presente en aquellos instantes de conversaciones espirituales para inspiraros y llevaros siempre a la comprensión y a la luz; mas nunca convirtáis en vulgar discusión lo que debe ser comunión espiritual porque entonces no será mi presencia con vosotros. 49. Quiero hablar a los que hasta ahora no han sentido sobre su cuerpo mi bálsamo de curación, ni ha llegado a su corazón mi paz. 50. En verdad os digo que Yo he derramado mi bálsamo sobre vosotros, más no habéis estado preparados para recibirle. Unos lo han rechazado con su blasfemia, otros con su falta de fe. 51. Yo os digo que vuestros errores están perdonados pero tenéis que aprender a merecer por medio de méritos cada una de las gracias o beneficios que de vuestro Padre solicitéis, porque si Yo os entregase sin que pusieseis nada de vuestra parte, no adelantaría vuestro espíritu. ¿Qué podríais enseñar mañana a los que sufren? ¿Qué experiencia habríais recogido de vuestras pruebas? Ved a los enfermos que han recibido un prodigio de Mí y descubriréis que cada uno hizo méritos para alcanzar un galardón. En unos triunfó la fe; en otros surgió la regeneración; otros sintieron el arrepentimiento verdadero; otros se han castigado en sus flaquezas o en su orgullo. 52. ¡Con qué satisfacción se yergue el espíritu después de librar una batalla y salir vencedor en ella! ¿Qué satisfacción podrían experimentar aquellos que sin mérito alguno recibiesen algún bien de su Padre? Esos no sabrían estimar lo que recibieron, ni sabrían conservarlo, ya que ningún esfuerzo o sacrificio les costó obtenerlo; pero el que ha conquistado la paz, después de grande lucha, no se expone a perderla, la cuida y vela por ella. El que a base de renunciaciones y sacrificios recupera la salud no vuelve a ponerla en peligro, porque sabe cuánto le costó lograrla. 53. No temáis vosotros que me mostráis vuestro agotamiento y vuestro espíritu decaído; Yo no vengo a pediros imposibles. Escuchad: En este día os pido sólo vuestra atención y que dejéis llegar mi palabra a vuestro corazón porque es necesario que ella despierte vuestras fibras dormidas para que ilumine a vuestro espíritu y la fe y la esperanza se enciendan en vuestro corazón como una flama. Esto es necesario para que vayáis preparando el camino y cumpla el prodigio que de Mí esperáis. 54. Convenceos de que ya no vivís en los tiempos en que el Padre os lo daba todo hecho, porque a vuestro espíritu le faltaba evolución, experiencia, conocimiento; ahora tenéis que poner mucho de vuestra parte para lograr lo que anheláis o necesitáis. 55. ¿Os desesperáis porque os hablo así? ¿Os desalentáis los que estáis enfermos? Yo concedo en este instante mi bálsamo a todos los que van a abrazar la cruz de la regeneración, de la enmienda, de la recuperación moral y espiritual también voy a dar la salud a algunos que pronto van a olvidar mi caridad, porque ni siquiera van a darse cuenta de por qué su Maestro les ha sanado; mas en su espíritu he depositado de antemano la semilla que brotó de la enseñanza de este día, y a su tiempo me responderán. 56. El dolor de unos y de otros llega hasta Mí; para todos, mi amor tiene una gota de bálsamo divino. 57. Sentidme cerca, sanad y levantaos a la vida para que deis testimonio de mi verdad. 58. Pueblo, los profetas murieron, pero de su mensaje quedó un escrito imborrable. En Jesús se cumplieron muchas de aquellas profecías y las demás tenían que esperar la llegada de este tiempo para tener su cumplimiento. 59. Diez y nueve siglos trascurrieron desde que os dije mi última palabra en la cruz, y cuando he vuelto a hacer oír mi voz entre la humanidad, he encontrado que en vez de amarse los unos a los otros, se odian, no se reconocen como hermanos y hasta se matan los unos a los otros tal como profetizaron los profetas y lo anunciara Jesús. Mas ha sido en este tiempo en que la perversidad ha alcanzado gran desarrollo, cuando ha surgido un pueblo con simiente de espiritualidad, que con voz profética despierte a los hombres, que con su potestad sobre los elementos y sobre las enfermedades, dé pruebas de gracia y de poder a los hombres de ciencia y con su penetración en los dones del espíritu, de pruebas de su verdad a los que enseñan religión. También la aparición de este pueblo ya había sido predicha por los profetas. 60. He venido a comunicarme por medio del entendimiento de estos portavoces para grabar en vuestro corazón mi divina enseñanza; mas ellos en su rudeza tienen semejanza con la piedra donde grabé los mandamientos de la ley en el Primer Tiempo. 61. Cuando meditéis sobre las enseñanzas que he venido a daros, sobre la era que vivís y la forma en que me manifesté, comprobaréis que tanto mi llegada como el tiempo que duró mi manifestación y el día en que ésta cesó, todo estuvo rodeado de gran número de acontecimientos y hechos sorprendentes y notables, tanto en la vida humana como en lo espiritual. Entonces verán en todos esos acontecimientos las señales anunciadas desde aquellos tiempos para mi nuevo advenimiento. 62. Las ciencias, las religiones y los teólogos no podrán descubrir en este tiempo cómo obra mi justicia; mas a vosotros os lo he revelado. Cada corazón humano es una prueba viviente de mi justicia y de mi sabiduría. A veces en el corazón de un miserable se oculta el espíritu del que en otro tiempo llevó corona sobre su cabeza, o en un presidiario se esconde el que en otra vida privó de su libertad a un pueblo. Toda vuestra existencia es una infinita lección de amor para perfeccionar a los espíritus, para que puedan llegar como hijos sumisos y obedientes al seno de su Padre; pero mientras estas tinieblas que van cubriendo a la humanidad se hacen más densas, los hombres tendrán que gritar cuando el pavor los embargue: ¡Dios mío, Dios mío, por qué nos habéis abandonado! sin darse cuenta de que la luz de mi Espíritu está presta a penetrar en sus corazones en cuanto resuciten a la fe; mas esas tinieblas no serán eternas, ni siquiera demasiado largas, aunque por la intensidad de su dolor a la humanidad le parezca que han durado una eternidad. Comenzará a hacerse la luz en los espíritus y éstos exclamarán llenos de júbilo: ¡hosanna, hosanna, el Señor ya es con nosotros! 63. Pueblo, mirad todas las luchas de esta humanidad; mirad a las muchedumbres penetrar en sus templos en mi busca, su corazón lleva un deseo inexplicable porque su espíritu espera mi retorno. 64. Regenerad vuestra vida, purificad vuestro corazón porque Yo os digo que en el espacio espiritual moran muchos espíritus de luz que sólo esperan vuestra preparación para encarnar entre vosotros y dar su mensaje a la humanidad. Esas son las generaciones prometidas y anunciadas a vosotros, esos serán vuestros hijos y descendientes; por eso os digo que apuréis con paciencia vuestro cáliz a fin de que la herencia que les leguéis sea limpia y que también encuentren el camino preparado con vuestro amor y fe. 65. Los que han escuchado esta palabra ¿Acaso van a negarla cuando sean interrogados? No queráis llorar amargamente. Testificad con palabras, con obras, con pensamientos, con oraciones, con vuestro silencio; también ésa es vuestra misión. 66. Vuestro Señor os dice: Benditos sean los que hacen la voluntad del Padre porque si bien van a llorar cuando en 1950 escuchen por última vez mi palabra, ellos me verán después presente en la nube, sin desaparecer nunca más de su vista. 67. En muchos lugares de vuestra nación he preparado casas de oración para que en ellas escuchéis mi palabra. 68. Es tan humilde mi pueblo como los sitios en donde me manifiesto; pero es mi voluntad sorprender una vez más a la humanidad a través de los humildes y sencillos de corazón; por medio de ellos haré saber que ésta es la era de la luz y de la gracia. 69. Mi llamado ha reunido a este pueblo al que he preparado pacientemente bajo mi protección, para que sea digno de recibir la Ley y llevarla cual mensaje de amor divino a los hombres. 70. Os digo que ejerce una gran influencia en el corazón de la humanidad la conversión de un pecador, porque le sirve de estímulo. Esa es la razón de por qué no he venido a buscar justos para formar mi nuevo apostolado, sino pecadores, para hacer de ellos mis discípulos y probar a la humanidad que se ha desviado de la senda del bien y que le es posible retornar a ella regenerándose y transformándose. 71. Un justo os envié al abrirse este tiempo, Roque Rojas, a través de cuyos labios habló Elías, el precursor. El vino a aparejar el camino del Señor para que Yo me comunicase con los hombres y pudieseis escuchar mi voz. Desde el instante en que resonó por primera vez, no habéis dejado de escucharla y de tener mi manifestación. A nadie se le ha dicho que se oculte para poder oírme, ni que se recluya en determinado sitio para desempeñar su misión. Ni catacumbas, ni lugares ocultos han sido necesarios para deleitaros con mi palabra y para poder cumplir con vuestras prácticas. En cambio os he enseñado la Ley que ya debéis de vivir, que es la de “Amaos los unos a los otros”. 72. Os he dado el tiempo para que podáis desempeñar vuestra misión y un campo sin límites para que en él sembréis. No os he marcado sitios determinados ni hora. Nuevamente os digo “Dios es espíritu y es necesario que le adoráis en Espíritu y en Verdad”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 71 1. Discípulos amados: En este tiempo habéis recibido la gracia de sentaros a mi mesa; venid y estad en espíritu Conmigo. Guardad mi palabra en vuestro corazón y llegaréis a formar un álbum de maravillosa sabiduría con mis lecciones de amor. 2. La luz de mi Espíritu Santo iluminará sendas y desiertos para que la humanidad pueda encontrar el verdadero camino, el de su evolución espiritual. Vengo cuando la perversidad y la corrupción se hallan en su mayor altura; mi Doctrina aparece ante vosotros como arca salvadora. El mundo es un océano de dolor; al ver esa arca ¿No deseará la humanidad encontrar en ella la salvación? 3. Discípulos: Todos vosotros conocéis los desiertos y las encrucijadas de los caminos, por eso sois los indicados para ir en busca de las multitudes ávidas de luz. 4. Id en pos del leproso cuando en vuestro corazón ya no haya lepra, hablad de amor a los que se encuentren agobiados por el dolor, y cuando mi Doctrina se haya identificado en vuestros sentimientos y sintáis amor y caridad hacia vuestros hermanos, habréis adelantado en vuestra evolución espiritual. Indicad a vuestros hermanos el camino y no os molestéis si al final os dejan solos por su ingratitud. Vuestra satisfacción la tendréis al saber que aquellos que estaban perdidos se están acercando a Mí, y vosotros sentiréis mi compañía en vuestra soledad. 5. Ahí descenderá el maná a sustentaros y siempre tendréis algo que dar a los necesitados. 6. Os amo y os quiero perfectos, por eso mi justicia se Manifiesta en forma inexorable entre la humanidad. Todas las obras pasadas y aparentemente olvidadas de Dios, serán juzgadas en este tiempo en el cual el espíritu encarnado puede entender, aceptar y comprender mis juicios. Reyes, jueces, señores, todos los que en alguna forma hayan sembrado la semilla del mal entre sus hermanos, estarán presentes en el juicio del Señor; mas os digo que en vez de atarlos con cadenas, de privarles de la luz o de someterlos a tormentos eternos, como pudiera creer la humanidad en su ignorancia, les señalaré una misión en mi Obra de salvación a fin de que purifiquen su espíritu, reparen los yerros que hayan cometido y comprendan que mi justicia procede del amor divino. Si a esos grandes pecadores, de muchos de los cuales ha recogido vuestra historia los nombres, llegado el tiempo los tomo para llevar a cabo obras de fraternidad y de paz entre la humanidad, ¿Cómo es que vosotros llegáis a veces a considerar a algunos de vuestros hermanos como un estorbo en vuestro camino? ¿Cómo es que llegáis hasta a querer apartar de la senda de vuestro destino a esos seres a quienes mi voluntad allí colocó? ¡Ah, sí supieseis que muchas veces ellos son los que mejor me sirven y los que os van a ayudar a llegar a Mí! 7. Que vuestro corazón sea semejante a estos recintos donde os reunís para escuchar mi palabra; por esas puertas han pasado los que han delinquido en muchas formas, los que han manchado su mano con la sangre de su hermano, los que ocultan hurtos, calumnias y deshonras; y sin embargo, ¿Cuándo han sido rechazados por Mí? o por lo menos ¿Cuándo han sido descubiertos delante de los demás? Un piadoso velo de ternura ha cubierto sus manchas, mientras mi Espíritu ha conversado a solas con aquel pecador. Vedles cómo oyendo mi palabra aprenden a orar, elevando su pensamiento hacia el infinito, a sentir que quien se acerca a lo espiritual recibe fuerza, luz, inspiración y bálsamo, aliento y paz. 8. Pueblo bendito: En estos instantes en que la guerra estremece al mundo, os he pedido que veléis y oréis por vuestros hermanos, que sintáis su dolor y les enviéis sentimientos de luz y de paz; mas debo deciros que antes debéis aprender a amar, a servir y a perdonar a los que os rodean, para que sepáis amar y servir a los ausentes. Amad vuestro destino, aceptad vuestro cáliz estrechad con amor vuestra cruz; nadie sabe qué espíritu anima a su ser, ni conoce mientras esté en la Tierra, el porqué de su restitución. 9. Sea la conciencia la que ilumine al espíritu y el espíritu el que guié a la materia. 10. Dejad vuestra tristeza y vuestra desesperanza, todos podréis llegar a la mansión prometida, para eso vengo a ayudaros. ¿Qué tiempos más propicios que el presente esperáis para levantaros? ¿Acaso esperáis tiempos de paz para hacer méritos? De cierto os digo que éste es el mejor tiempo para alcanzar vuestra restitución y lograr méritos. 11. A vos pueblo os digo: Aprovechad la divina lección que os he traído, porque en el año 1950 os quedaréis sin ella; antes dejaría de alumbrar el sol, que dejar de cumplirse mi palabra; mas los que no la hayan guardado en su corazón tendrán que llorar por su ingratitud, no siendo esa mi voluntad. 12. A cada momento os pongo alerta y en cada lección os preparo para que no os perdáis del camino ni manchéis más vuestro espíritu. 13. No seáis hombres de poca fe; ved que lo que os ofrecí en los tiempos pasados os lo he venido a cumplir en el Tercer Tiempo en cambio, el hombre no ha sabido cumplir sus promesas y deberes. 14. Por momentos os levantáis a seguirme, cuando sentís que os auxilié en vuestras pruebas y que mi caridad os ayudó a salir ilesos; mas después volvéis a olvidaros por vuestra ingratitud. 15. Entre vosotros también se encuentran los que me aman, los que sólo esperan el tiempo de las pruebas y la persecución para demostrar su fidelidad y fortaleza. Esos serán los que se levanten en pos de las comarcas azotadas por los elementos a impartir su caridad a los necesitados. Yo haré que ellos reconozcan el instante debido para levantarse al cumplimiento haciendo que en su corazón sientan el mensaje que les dirá que no lleven doble alforja para el viaje y que confíen en mi poder celestial. 16. Otros labriegos serán enviados a hablar de mi Obra en otras naciones y ahí con sus obras de amor y sus oraciones detendrán la guerra. Cuando llegue el instante de su cumplimiento no se rebelarán a mi mandato por tener que dejar a los suyos y a sus bienes; ellos no imitarán al rico avaro. 17. El que lamentase tener que dejar lo que tiene por seguirme, hará doloroso su camino y pesada su cruz; en cambio, quien lleno de conformidad y de confianza todo lo abandone a mis ciudades tendrá paz y fortaleza en la lucha y a su retorno encontrará todo tal como lo dejó. 18. He venido a revelaros los dones espirituales que poseéis y a enseñaros el usó que de ellos debéis hacer, para que nunca los toméis para hacer obras que no estén dentro de mi Ley porque entonces en vez de entregar luz, sembraríais tinieblas y confusión. 19. No hagáis que por vuestros actos imperfectos, los mismos vuestros os desconozcan y se aparten de vosotros. Ellos llegarán a comprenderos cuando vosotros me hayáis comprendido a Mí. 20. Yo quiero que mis discípulos se encuentren siempre preparados para acudir al llamado del que sufre y sanarlo con verdadera caridad. 21. Mirad cuántos enfermos existen cerca de vosotros; contemplad que no hay hogar libre de enfermedades. Ved cuántos poseídos que no reciben caridad de nadie. Ahí están las tierras para sembrar; llevad vuestros dones, llevad la luz y libertadlos de sus cadenas, sin olvidar que también debéis de tratar con amor y caridad a los seres invisibles a fin de que les hagáis penetrar en la luz. 22. ¿Por qué cuando os inundo de paz y bienandanza os tornáis en perezosos? ¿Será menester que el dolor os acompañe siempre para que vuestro corazón se acuerde de Mí y vuestro espíritu se encuentre alerta? 23. Levantaos y no volváis a pecar; no os debilitéis en los placeres de la Tierra porque tendréis que responderme tanto de vuestro espíritu como de vuestro cuerpo y llegará el instante en que aunque vuestro clamor se eleve hasta los cielos, no se os conceda lo que pidáis, porque por primera, segunda y tercera vez se os entregó, y ya con conocimiento de causa lo desaprovechasteis. Es que habéis visto que ante todo soy amor y perdón, pero no olvidéis que en mi justicia soy inexorable. 24. Velad, porque pronto vendré como Juez sobre toda secta y religión, y a cada guía, a cada pastor o ministro le preguntaré qué ha hecho de los espíritus que se le han confiado. A todos les preguntaré qué han hecho de mi Ley y de mi Doctrina y toda mala hierba será exterminada. 25. Velad también por la paz de esta nación a la que he señalado para que en ella sea escuchada y estudiada mi palabra. La guerra, la codicia, las ambiciones y las falsas doctrinas acechan a vuestro pueblo. Más Yo os libraré de las garras del Faraón que quisiera convertiros en sus vasallos porque ahora estáis sirviendo a mi causa. 26. Mas si vosotros quisieseis nuevamente la esclavitud, ella os será dada; pero no olvidéis que estáis destinados a velar por la paz del mundo e impedir que la guerra arrebate a los hijos de los brazos de sus padres. Orad para que con vuestra oración se disipen las tinieblas. 27. Madres, orad por la humanidad. Doncellas, perseverad en la oración y en la virtud; sois vosotras la fuente de donde brotarán las generaciones del mañana que deberán dar testimonio de mi verdad. 28. Pueblo, no han sido las palabras que habéis pronunciado en vuestra oración las que han abierto mi arcano; ha sido la voz de vuestro espíritu y el latir de vuestro corazón. Recibid cuanto os entrego porque no quiero percibir tristeza ni menesterosidad entre este pueblo que tanto amo. No perdáis la vestidura de paz con que vengo a cubriros. 29. El altar espiritual, invisible a vuestros ojos materiales, os invita a cada instante a depositar en él vuestra ofrenda, que también deberá ser espiritual. 30. Oíd mi palabra, ella es la semilla que debéis sembrar, tiene por esencia el amor. Os la doy sin precio alguno, es el regalo reservado para vosotros en este tiempo. Yo no me canso de derramar amor en mis hijos, tampoco me canso de esperar su retorno a la buena senda; mas la humanidad si tendrá que cansarse de seguir sembrando odio, violencia y egoísmo. Cada semilla de odio que siembre se le multiplicará en tal forma, que no le bastarán sus fuerzas para recoger su cosecha; este resultado imprevisto y superior a su poder humano, le detendrá su vertiginosa e insensata carrera. Después, Yo haré un milagro en cada corazón al hacer brotar la caridad, en donde sólo había egoísmo. Volverán los hombres a atribuirse toda perfección, saber y justicia. Recordarán que Jesús dijo: “No se mueve la hoja del árbol sin la voluntad del Padre”; porque hoy, según el sentir del mundo, la hoja del árbol, los seres y los astros se mueven por el acaso. 31. En verdad os digo que os tocaré con mi vara de amor y haré brotar agua de las rocas. Las culpas y las deudas que por siglos ha venido cargando la humanidad, le serán perdonadas y la paz será en los espíritus. ¡Venid a Mí, oh enfermos, oh ciegos del espíritu, mi bálsamo presto está a derramarse en cada uno de vosotros! ¡Venid a Mí los que ayer fuisteis señores y hoy sufrís privaciones, humillaciones y miserias; vosotros, que ayer supisteis de galas y honores y que hoy escondéis vuestras lágrimas en el rincón de vuestra alcoba! ¡Acercaos a Mí, varones que ocultáis el llanto a vuestra mujer y a vuestros hijos, para que no se acobarden ante la vida; abridme vuestro corazón y decidme todas vuestras cuitas Yo os daré una llave, un pan y una moneda para que vuestra amargura se convierta en alegría! Hoy nada poseéis; el nido en el que vivís y en el que nacieron vuestros hijos, no es vuestro; sois como las aves que no sabéis cómo, pero vivís. 32. Es tiempo de justicia y de pruebas. El tiempo de complacencias en el que todo lo teníais ha pasado. Haced méritos en las pruebas y en justicia os concederé la luz y la paz para vuestro espíritu y lo que hayáis de menester en la Tierra os será dado por añadidura. 33. ¡Cuánto dolor contemplo en vuestro mundo! La niñez ya conoce el cáliz de la amargura y pronto se le endurece su corazón. Las flores se marchitan en plena juventud, las canas comienzan a brillar prematuramente. Yo recibo vuestras lágrimas como un presente; ellas llaman a las puertas de mi caridad y Yo las abro para llenaros de esperanza y de paz. 34. ¿No sentís que volvéis a la vida? Habéis depositado vuestra queja y vuestra confesión en Mí sabiendo que sois oídos y consolados porque Yo soy la resurrección y la vida. 35. Hoy venís bajo la nube de mi promesa a recibir sombra y se ilumina vuestro espíritu con el resplandor que mis lecciones os entregan. 36. Estáis viviendo el tiempo anunciado por profetas y videntes de los tiempos pasados cuyos espíritus contemplan ahora el cumplimiento de la divina palabra. 37. Si estuvieseis preparados espiritualmente, podríais contemplar en el infinito a las multitudes de seres espirituales que ante vuestra vista semejarían una inmensa nube blanca y al desprenderse de ella los mensajeros o enviados, les veríais aproximarse como destellos de luz hacia vosotros. 38. Vuestra mirada espiritual no es penetrante aún, y por eso tengo que hablaros del más allá, de todo aquello que no podéis alcanzar a contemplar todavía; mas os digo que tiempo llegará en que todos seáis videntes y os deleitéis ante aquella vida maravillosa que ahora sentís distante, pero que en realidad vibra cerca de vosotros, os envuelve e ilumina, os inspira y llama incesantemente a vuestras puertas. 39. Esta Doctrina trae la misión de sensibilizar todas las fibras dormidas en vuestro ser para que el hombre desde esta morada vislumbre la luz del Reino que le espera. 40. Muchos siglos de materialismo pesan sobre la humanidad, pero no es ese su destino; el hombre no está condenado a ignorar eternamente la vida superior; si aún ignora muchas de las grandezas de la Creación no es porque Dios se las haya ocultado, sino porque su amor al mundo ha cegado los ojos del espíritu; Pero ya los abrirá a la luz y entonces reconocerá que su Padre siempre le ha buscado para revelarle el contenido del Libro de la Vida Verdadera. 41. ¡Qué fuertes serán los hombres cuando se unan a sus hermanos que habitan en el Reino de la luz; mas para que ese tiempo llegue, aún deberá beber la humanidad mucha amargura! 42. El dolor será el cáliz que devuelva a los hombres la sensibilidad, la nobleza, la limpidez y la espiritualidad; mas en verdad os digo que no será vuestro Padre quien os ofrezca ese cáliz, sois vosotros los que lo habéis llenado y quienes lo habréis de beber para que lleguéis a conocer el sabor del fruto de todas vuestras obras, y después de ese juicio podáis levantaros a la vida verdadera, cuya senda estará iluminada por la luz de la conciencia. 43. Labriegos amados, ¿Habéis hecho un examen de conciencia antes de ofrecerme vuestro fruto? 44. ¿Por qué veo llanto en vosotros? ¿Por qué las lágrimas asoman a vuestros ojos? Es porque no estáis conformes con lo que habéis hecho. 45. No temáis discípulos, Yo estoy recibiendo vuestro tributo de amor, cada una de vuestras obras de caridad y hasta esas lágrimas que habéis vertido, Reclinad vuestra sien en Mí, descansad escuchando mi dulce palabra, y sanaréis de todas vuestras heridas. 46. Delicada es la tarea que os he encomendado y es precisamente al escuchar mi voz, cuando mejor lo comprendéis; es que comparáis la perfección de mis enseñanzas con la humildad de vuestras obras y es entonces cuando las encontráis pequeñas e indignas de Mí; más Yo os digo que de la pureza o de la falta de ella en vuestras obras, sólo vuestro Padre puede juzgar. 47. Estáis frente a un pueblo que día a día os busca en demanda de bálsamo, de consejos, de luz y de consuelo y teméis a veces no estarle ofreciendo lo que Yo os he confiado. 48. Me agrada vuestro temor y celo, porque ello os hará adelantar en vuestra evolución, con lo que llegaréis a desarrollar y manifestar todos los dones que os he dado. 49. ¿Anheláis perfeccionaros? Oíd con atención mis lecciones; nadie podrá corregiros con el amor, la sabiduría y la ternura con que lo hago Yo. 50. ¿Queréis lavar vuestras manchas? Dejad que mi caridad os toque con su justicia sabia y perfecta. 51. No os reprendo ni os delato delante de vuestros hermanos; Yo sé llegar con mi luz a cada espíritu y sé hablarle de cerca en voz baja pero profunda a cada corazón. 52. Días vendrán en los que mi palabra se manifestará más severa, porque mientras más tiempo llevéis escuchando mi Doctrina y recibiendo mis mandatos, mayor será vuestra responsabilidad. Si queréis que el maestro no os hable en tono severo, en vuestro cumplimiento está evitarlo, siendo obedientes a mis órdenes, no familiarizándoos con esta bendita manifestación y siendo incansables sembradores de la caridad, de la luz y de la paz. 53. Dejad que sea mi palabra la que os despoje de lacras e impurezas y esperad a que no sea el dolor el que os purifique. Allí, en el fondo de mi palabra, podréis encontrar todo lo que necesitáis para comprender la forma perfecta de practicar mi Doctrina y tener fe para cumplir con vuestra restitución. 54. Pensad que si vosotros dais un paso trascendental en el camino de la espiritualidad, tras de vosotros vendrán las generaciones que alcancen mayor adelanto; vosotros quedaréis como cimientos firmes para que sobre ellos se levanten vuestros hermanos plenos de fe. 55. Formaréis dentro de mi Obra un nuevo apostolado, inspiraos en los altos ejemplos de aquellos que me siguieron en el Segundo Tiempo; mas si reconocéis que algunos de ellos tuvieron instantes de flaqueza que les hicieron faltar, procurad no caer en aquellos errores. No alberguéis los temores de Pedro para que nunca me neguéis; ni alimentéis sueños de gloria o de grandeza terrestre para que no cambiéis mi Obra por miserables monedas, como Judas Iscariote; ni dudéis jamás de mi presencia, como Tomás, para que no tengáis que arrepentiros dolorosamente. 56. Sabed que os amo, ya que en cada una de mis palabras os revelo ese amor, pero no olvidéis que también llegaría a tocaros severamente para haceros salir de vuestros errores o de vuestra obstinación en algo que sea impropio de mis discípulos. ¿Qué os falta para poder ser mis buenos discípulos? Todo lo tenéis; abrazad vuestra cruz, llevadla con amor porque en ella os elevaréis hacia la luz que espera a vuestro espíritu cuando vuestra misión haya sido terminada. 57. Vuestro gozo es muy grande cuando contempláis que mi amor prepara nuevos entendimientos por los cuales os daré mi palabra porque comprendéis que no os faltará el maná en el desierto. Esta palabra será el sustento que os de fuerzas para llegar hasta las puertas de la Tierra Prometida. 58. Estáis orando pueblo, mi voz os aparta del mundo y os ayuda a elevaros. Cuántas veces tenéis que esperar el instante en que mi rayo desciende entre vosotros para poder orar, porque antes no lo habíais logrado. Mirad cómo a medida que vuestro espíritu se purifica, va sintiendo más próxima mi presencia. Ya ha pasado el tiempo en que me sentíais lejano, en que me teníais como un Rey incapaz de descender hasta vosotros porque os juzgabais indignos y miserables. Por eso he venido en tres tiempos para darme a conocer plenamente por el hombre. 59. Hoy os he dicho: Preparaos para que sintáis mi amor y podáis llegar a comprenderme. El que se ha sabido espiritualizar, doquiera descubre mi huella y en todo momento siente mi presencia en él. 60. Venid incansablemente a escucharme; Yo os doy las armas necesarias para que logréis vencer los obstáculos y las malas influencias que puedan obstruir vuestro paso, Venced al mundo, venceos a vosotros mismos y llegaréis a Mí; luchad que Yo no os abandonaré en vuestra lucha. 61. No ha sido el acaso el que os ha traído a escucharme en este tiempo; ha sido mi caridad la que os entresacó de las muchedumbres porque os reconozco espiritualmente como primogénitos. Sobre vosotros descendió tiempo ha mi Ley y mi justicia. En vosotros fue la ley de los profetas y la sangre del Cordero; sobre vosotros es ahora la luz de mi Espíritu Santo la que os va aclarando los misterios. En los tiempos pasados formé un pueblo con vuestros espíritus, pueblo que en este tiempo, estando encarnado, es invisible entre la humanidad. Hoy no os unirá la raza, la sangre, el nombre, las tribus, ni siquiera sabrá el uno donde se encuentra el otro, y sin embargo, estaréis unidos por el espíritu. Sólo mi mirada perspicaz puede descubriros, mas no la mirada del César. ¿Quién podrá encontraros para reduciros a la esclavitud, al cautiverio? 62. Si os he llamado primogénitos, no esperéis que nadie se postre ante vosotros, a nadie humillaréis. Sólo Yo sé quién es primero y quien postrero en este camino; mas como Yo os he heredado, heredad también a vuestros hermanos. Uníos en espíritu, en intuición, en pensamiento; tended lazos de amor y buena voluntad entre unos y otros, entonces seréis fuertes y nadie volverá a humillaros. Faraones, reyes, Césares y verdugos fueron sobre vosotros en tiempos pasados en los instantes de debilidad de mi pueblo. ¿Quién os oprimirá en este tiempo si no llegáis a debilitar? No tenéis necesidad de desconocer a nadie para cumplir con mi Ley. No rechazaréis a los hombres de ciencia, ni a los ministros de ninguna secta o religión. Vuestra misión se reduce a dar a conocer la revelación que os he traído. Os hablo de esta manera porque al crearos deposité en vuestro ser mi simiente de perfección. Quiero que por vuestras obras seáis semejantes a Mí. No os conforméis con asemejaros a mi Divinidad por poseer espíritu, inteligencia, conciencia y demás atributos, porque todo ello es obra mía. 63. No seré Yo quien venga a ofreceros un fruto y a deciros: Comedlo y seréis como dioses. Yo os he dicho: Comed este pan para que viváis en mi gracia, ¿Mas por qué el hombre no ha alcanzado a asemejarse a su Maestro con sus obras? Porque espiritual y moralmente se ha deformado en el materialismo y mientras tenga el anhelo de las grandezas de la Tierra, no podrá poseer la Tierra Prometida. 64. Yo dije que primero pasaría un camello por el ojo de una aguja, que un rico avaro penetrase en los cielos, y si alguien me pregunta si el que fue rico está condenado a no gozar jamás de las delicias de mi Reino, le digo que cuando aquel corazón se haya despojado de su avaricia, de su egoísmo y de su materialidad, habrá dejado de ser el rico avaro y entonces podrá penetrar en mi Reino. Mi justicia a nadie condena y menos eternamente. El fuego de que os hablan las Escrituras, es la conciencia inexorable que quemará como el fuego hasta purificar de toda mancha al espíritu y ese fuego cesa cuando ha desaparecido la huella del pecado. Entended que no soy Yo quien dicta vuestra sentencia, sois vosotros mismos. 65. El tiempo en que estáis penetrando es aquél en el que habéis de descubrir el tesoro del que dotó mi caridad a cada ser y que nadie en la Tierra os ha enseñado a descubrir; más bien estas lecciones os fueron prohibidas y ocultadas por los hombres temerosos de que llegarais a conoceros; pero he llegado Yo que sé que por el camino del espíritu y de la conciencia, nadie se perderá, para animaros y continuar buscando, estudiando y conociendo a vuestro ser, que es un principio para encontrarme y conocerme. ¿Quién podrá impediros que miréis hacia dentro de vosotros mismos? ¿Quién podría saber el instante de vuestra comunión espiritual Conmigo? ¿Quién podrá cerrar vuestros ojos a la luz de la Verdad? 66. Os estáis encontrando a vosotros mismos y a través del espíritu estáis recibiendo la revelación de la vida espiritual. ¿Quién de los que hayan despertado y contemplado esa luz podrá atentar contra su propio espíritu? ¿Quién se atrevería a privar de su existencia a su cuerpo, teniendo la intuición de lo que es el más allá? Sabed que no ha sido el azar el que os ha enviado a la Tierra. Nada se hace sin mi voluntad. Os he enviado para que seáis guardianes de la paz, la que compartiréis con vuestros hermanos por medio de la oración, de la palabra y del pensamiento, cuando os comuniquéis de espíritu a Espíritu con mi Divinidad. 67. Mirad la guerra, el hambre, la peste y la muerte como un tétrico cortejo que va de pueblo en pueblo sembrando el luto, la desolación y el exterminio. Luchad contra la guerra, tenéis las armas del amor y de la caridad. Vosotros, desde este mundo, podéis ser súbditos de mi Reino de paz al amaros los unos a los otros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 72 1. Benditos sean los que con respeto y humildad penetren en las revelaciones divinas con los ojos del espíritu, porque su testimonio de mi manifestación como Espíritu Santo será verdadero. Id a la humanidad y aun en las tierras áridas sembrad la simiente de mi Doctrina y regadla con el agua de mi amor. 2. Hay muchos que en este tiempo contemplan lo espiritual; mas no por ello creáis que todos ellos me aman; ya os he dicho que no todo el que me dice “Padre, Padre”, me ama, sino aquél que en silencio realiza la caridad con sus hermanos y humildemente penetra en comunión Conmigo. 3. El don de videncia es don del Espíritu Santo, pero mientras unos son humildes y saben estremecerse de gozo y de temor ante los mirajes que les concedo, otros en su vanidad van haciendo alarde del don que poseen. 4. ¿Por qué hay discípulos que buscan los primeros lugares, si en mi mesa no distingo a ninguno? Yo que soy el Maestro y que debiera ocupar el centro de la mesa rodeado del amor de mis hijos, al penetrar en el corazón de cada uno de ellos he encontrado en unos un tribunal donde se juzgan mis palabras y mis obras, en otros un lóbrego presidio donde me escarnecen y se burlan de Mí y en otros he hallado una cruz dispuesta para un nuevo sacrificio. 5. Algunos de mis hijos sufren al contemplar la incomprensión del pueblo siempre desobediente a mis mandatos y enseñanzas. 6. Sin embargo, y a pesar de tanto egoísmo, hay quienes saben visitar al preso en su celda, al enfermo en su lecho, y hay quienes acuden a los hospitales para llevar a los que allí sufren, olvidados, un rayo de luz. Los que así obran me aman en sus semejantes y me honran con sus obras. 7. Aquietad vuestra mente, pensad que ya son cortos los instantes en que me tendréis presente en esta manifestación; se encuentra próximo el año 1950 y os contemplo durmiendo aún en un profundo letargo. Es que escucháis mis palabras a través de una materia pecadora como la vuestra y por eso no les dais el crédito que merecen; mas llegará el día en que mi palabra profética se cumpla y vosotros quedaréis arrepentidos de vuestra incomprensión. 8. Este ha sido el tiempo señalado por Mí para hablar a la humanidad, después vendrá el vuestro; mas si cerraseis vuestros labios y no dierais a conocer mi Doctrina, las piedras hablarán y los elementos os despertarán. 9. Pueblo: Vengo a libraros del dolor que os agobia, ayudadme en esta obra ¿Tenéis voluntad de hacerlo? Entonces aprended de Mí, oíd mi cátedra, aprovechad este tiempo el cual pasará veloz para vosotros. 10. Si el cenáculo se queda vacío y la mesa sola, será porque los discípulos se esparcieron por los caminos llevando en sus labios la buena nueva y no porque me hayan vuelto la espalda y no hayan acudido a mi llamado. 11. Después de mi partida, pero antes de que os diseminéis por el mundo, os prometo venir en espíritu a daros la luz que os haga comprender todo lo que os inspiré con mis lecciones y a daros la fuerza indispensable para cumplir con vuestra misión. En esos instantes será la luz del Espíritu Santo en cada entendimiento; unos me verán, otros me escucharán y todos sentirán espiritualmente mi presencia. 12. Haceos merecedores de esa gracia, que no se borre de vuestro corazón ninguna de mis palabras porque caeríais en caminos prohibidos. 13. Aprended ahora, llenad de mi luz vuestro espíritu, porque llegará el instante en que sintáis el impulso de levantaros a cumplir vuestra misión; mas ¿Qué podrá enseñar quién nada haya aprendido? ¿Puede un ciego guiar a otro ciego? 14. Con verdadera fe sentís que mi presencia es entre vosotros, pero os sentís incapaces de hacer grandes obras en favor de vuestros hermanos; mas en verdad os digo que a pesar de vuestra frialdad, en este tiempo surgirán de entre vosotros los discípulos que todo lo dejen por seguir mi huella, así como las mujeres pecadoras que por mi palabra se levanten para no pecar más y ser ejemplo ante sus hermanos. 15. Ved que la luz del Sexto Sello está iluminando a vuestro espíritu. El libro está abierto porque del primero al sexto los Sellos han sido desatados. Vengo reuniendo a los que han de ostentar mi señal para confiarles una misión muy delicada. Al final de esta etapa recibiré a los que hayan cumplido con ella y a los que hayan desobedecido o alterado mis mandatos, les haré cargos muy graves y mi palabra se mostrará severa con ellos. 16. Pueblo, comprended que ya no debéis perder el tiempo en vanidades, en adquirir riquezas superfluas o en nuevas experiencias mundanas. Sabed que cada instante que os concedo significa luz y progreso para vuestro espíritu. 17. Mi presencia sorprende a esta humanidad impreparada para recibirme. Mi manifestación en espíritu en este Tercer Tiempo, coincide con el mayor materialismo de la ciencia, el que ha llegado a su mayor altura. Veo las armas con las que los hombres se preparan para combatir mi Doctrina, que son: su ciencia, su filosofía, sus teorías materialistas, su egoísmo, su ambición y su soberbia. Mas Yo poseo una espada que es la verdad cuyo resplandor nadie puede resistir, su luz en este tiempo iluminará a la humanidad y pondrá a descubierto todo lo que sea falso y destruirá la tiniebla. Cuando mi luz brille en todas las sendas y la verdad sea en todos los espíritus, ¿Quién podrá dar albergue a la impostura? ¿Quién podrá engañar a su hermano? 18. El corazón humano se ha endurecido hasta llegar a hacerse insensible a lo espiritual, que es su esencia y su origen. Yo os digo que mientras mi caridad llama a vuestro corazón sin recibir respuesta, las criaturas inferiores al hombre y todo lo creado, sienten la presencia del Creador. Hablo a los montes y me responden; hablo a la aves y me contestan con trinos; bendigo los valles y ellos se alfombran de flores; en cambio hablo a los hombres y para ser oído tengo que morir, en cuanto hombre, delante de ellos; mas si he venido nuevamente es porque se que su espíritu se levantará a la luz de mis lecciones para volver al camino verdadero. 19. Pueblo amado, os doy el nombre de Israel porque una vez más he venido a entregaros mi Ley y a enseñaros el culto perfecto. Lejos estabais de adorar a los elementos y a los astros, como lo hicieron los antiguos; sin embargo, os encontré en este tiempo entregados a una nueva idolatría. Mi palabra ha tenido que luchar contra vuestros errores y todavía en muchos corazones quedan raíces de pasadas costumbres, creencias y tradiciones. 20. ¿En dónde están los dioses de oro y plata que los hombres forjaron en tiempos pasados y en dónde las divinidades que creó la imaginación de la humanidad? Piedra sobre piedra han ido cayendo de los altares imperfectamente erigidos. 21. Hoy vengo hasta vosotros con una enseñanza que aunque al mundo le parezca imposible practicarla, una vez que es comprendida, es la más fácil de cumplir. Vengo a enseñaros el culto del amor a Dios a través de vuestra vida, de vuestras obras y de la oración espiritual, la que no es pronunciada por los labios en un sitio determinado, ni necesita de formas o imágenes para inspirarse. 22. No es mi voluntad que sigáis viviendo entre tinieblas; por eso os he enviado mi luz invitándoos a comunicaros de espíritu a Espírítu con vuestro Dios. 23. Mi Doctrina os enseña a mirarme cerca como un Padre amoroso y no como un Dios lejano, como me siente la mayor parte de la humanidad; también os señala el camino más limpio, fácil y certero para llegar a mi presencia. 24. Pueblo, aqui tenéis una enseñanza perfecta; tratad de elevaros, pugnad por encumbrar la montaña, purificaos para que vuestro espíritu se liberte de las pasiones mundanas y pueda experimentar la dicha de habitar en el infinito. Comprended que vuestro espíritu tiene hambre y sed de sustentarse con mi amor en las regiones donde vibra mi fuerza, mi esencia y mi efluvio universal. 25. Cuando hayáis logrado dar algunos pasos de adelanto no vayáis a dar cabida a la vanidad creyéndoos el primer pueblo de la Tierra poseedor de la verdad. No olvidéis que sin humildad, todas vuestras obras serán falsas. 26. Quiero que os distingáis por la caridad, por la espiritualidad, por la virtud, para que con vuestra vida deis el mejor testimonio a la humanidad de que sois Israel, el Pueblo de Dios, a cuyo seno mi palabra está invitando a todo espíritu a penetrar. 27. Hoy queréis explicar por que sois Israel, y no tenéis argumentos; queréis explicar por qué sois espiritualistas y os faltan palabras; tratáis de demostrar cuáles son vuestros dones y carecéis de razones y de desarrollo espiritual para manifestarlos; pero cuando vuestra elevación llegue a ser verdadera, llegarán a vosotros las palabras necesarias, ya que con vuestras obras de amor explicaréis quiénes sois, quién os ha doctrinado y hacia dónde camináis. 28. Se aproximan tiempos llenos de sorpresas y de acontecimientos inesperados para la humanidad; quiero que este Pueblo sepa dar la justa interpretación de aquellos sucesos, ya que en mi palabra os ha sido revelado cuanto ha de acontecer. 29. Os encontráis a prueba y en preparación dentro del crisol divino de mi Obra; mas no desmayéis ante el dolor, porque es necesario que seáis pulimentados. Aprended a apurar con paciencia el cáliz de amargura para que tengáis derecho de consolar a los que sufren y no maldigáis al dolor, ya que sintiéndolo en vosotros mismos estaréis capacitados para comprender mejor el de vuestros hermanos. 30. Os estoy preparando para que seáis en breve doctores del espíritu y del cuerpo; mas sabed que es más importante ante Mí el que sana al espíritu, que el que sólo cura el dolor de la materia. 31. A los hombres, mujeres y niños que escuchan mi palabra les digo: guardadla en vuestro corazón y recordad a la luz de vuestra conciencia mis máximas y preceptos, porque ellas serán mañana las armas que os servirán para extender y propagar la Doctrina que será vuestra cruz de amor y de redención para que pueda deciros: Benditos seáis, porque vais reconociendo el verdadero camino del espíritu del que muchos se han apartado porque es largo y me han dicho: Señor, no os podemos seguir. 32. Muchos son los que me han escuchado pero pocos los que me siguen y de éstos me sirvo para alentar a los que se han apartado del sendero para hacer ver a los ciegos, oír a los sordos, andar a los paralíticos y resucitar a los muertos. Por medio de mis siervos he hecho y estoy haciendo obras prodigiosas entre la humanidad para despertarla de su profundo letargo. 33. Si en el Segundo Tiempo me dejasteis solo en la cruz apurando el cáliz de hiel y vinagre y fue sólo mi sangre la que se derramó en el calvario, ahora me acompañaréis con vuestra cruz teniendo por Cirineo a vuestro Señor así como Yo tuve en la Vía Dolorosa a un hombre que me ayudó con la cruz. Vuestra vida es la calle de la amargura por la que llegaréis paso a paso, cayendo y levantándoos hasta la cumbre de la montaña donde podáis decir a vuestro Padre: Señor, en vuestras manos encomiendo mi espíritu. 34. ¿Quiénes serán los que sin alarde me sigan hasta el fin? No lo sabéis ¿Quiénes llegarán? Todos, les dice el Maestro; primero unos, otros después. Unos con menos dolor y otros con grandes sacrificios según sea el camino que cada quien elija y la forma en que por él camine. 35. El camino recto es el más corto, está trazado con luz, con amor y virtud: es el camino de la Ley. 36. Los senderos torcidos retardan más la jornada, pero al fin todos llegaréis a Mí. 37. No conocéis la mansión de paz que alcanzan los espíritus que llegan a la cumbre, pero tenéis fe en la existencia de la Tierra Prometida y por eso os digo nuevamente: Bienaventurados los que sin ver han creído. 38. Desde tiempos remotos las profecías os anunciaron que en este tiempo todo ojo pecador y no pecador me vería; pero a Jesús limitado en la forma humana no todos le verán. Mi presencia será contemplada por los ojos de vuestra fe, de vuestro amor y elevación. 39. Mi voz vibrará en lo más profundo de vuestro ser y me sentiréis vivir con vosotros. Más debéis limpiar vuestra morada para que no sintáis vergüenza de recibirme en ella si ésta se encuentra manchada. Buscad la ayuda de vuestros hermanos espirituales y ellos os ayudarán en vuestra preparación. 40. Ya iniciasteis vuestra marcha por el camino de vuestra evolución espiritual continuadla sin temor. Yo os he alentado en las pruebas que os he dado. ¿Qué poder humano podría haber levantado al que se encontraba hundido en el abismo? ¿Quién podía haber hecho posible el imposible que había en vuestra vida? ¿Quién podría destruir los lazos de tentación que abrumaban a vuestro espíritu? 41. Yo soy el único que puedo hacer estas obras entre vosotros sin pediros recompensa por ellas. No es que venga haciendo alarde ante vosotros de lo que os doy al enumeraros mis beneficios; es que quiero que no pasen desapercibidas mis lecciones y que vuestro espíritu las analice y las comprenda. Quiero que vuestro corazón se dulcifique para que ayude al espíritu a ejecutar buenas obras y siembre de amor y caridad el sendero de vuestros hermanos. 42. Venís a estos humildes recintos a escuchar mi palabra como a una escuela a la que venís a aprender lo que más tarde tendréis que poner en práctica en vuestro camino. Comprended que con sólo escuchar la lección no habéis cumplido. Yo os brindo el mundo para que en él sembréis la simiente de mis lecciones; os confío vuestro hogar, os señalo las comarcas y los caminos, las cárceles, los hospitales, los orfanatorios; los lugares donde reinan el vicio y la maldad son campos propicios para vuestra oración y vuestras obras de caridad. 43. Venceos a vosotros mismos y el camino os será fácil; entonces podréis vencer a la bestia que Juan mi apóstol contempló en su revelación. 44. Muchas veces habéis querido prometerme que me seguiréis y Yo he sellado vuestros labios para que no pronuncien la promesa. Otras habéis querido escribir el juramento de que siempre me amaréis y Yo he detenido vuestra pluma porque quiero que sea de vuestro espíritu del que brote el propósito inquebrantable de seguirme. 45. Si pudieseis contemplar por un momento a vuestro propio espíritu quedaríais asombrados de saber quiénes sois; os maravillaríais con su luz y sentiríais respeto por vosotros mismos. Mas si no podéis verlo con los ojos de vuestro cuerpo tened fe en él por sus manifestaciones y así no seguirá vuestra materia siendo una cárcel ni un obstáculo para su elevación. Pensad que vuestro espíritu como ser semejante al Creador está destinado a ejecutar obras dignas de Aquél que le dio la vida. 46. Ahora más que nunca debéis reunir vuestras fuerzas para procurar el progreso de vuestro espíritu que en muchos de vosotros ha dejado tras de sí una huella de dolor, de luto y lágrimas. Mas ahora que habéis dejado la ciudad del pecado y os acercáis paso a paso a la tierra virgen que amorosa os espera, no volváis atrás vuestro rostro, seguid hasta el fin. 47. Contemplad a la humanidad desorientada, porque las grandes religiones que se nombran cristianas dan más importancia a lo ritual y exterior que a mi propia Doctrina. Aquella palabra de vida que sellé con obras de amor y con sangre en la cruz, ya no vive en el corazón de los hombres, está encerrada y muda en los libros envejecidos y empolvados. Y ahí tenéis una humanidad cristiana que ni conoce ni comprende ni sabe imitar a Cristo. 48. Por eso tengo pocos discípulos en este tiempo; los que aman a su hermano, los que sufren, los que alivian el dolor ajeno, aquellos que viven en la virtud y la predican con el ejemplo, esos son los discípulos de Cristo. 49. El que conociendo, mi Doctrina la oculta o la da a conocer sólo con los labios y no con el corazón, ese no es mi discípulo. 50. No he venido en este tiempo a buscar templos de piedra para hacerme presente en ellos; vengo buscando espíritus, corazones, no galas materiales. 51. A los hombres que niegan mi existencia porque se han extraviado en los caminos de la ciencia, les miro con piedad; a los que tratan de destruirme en el corazón de la humanidad ni siquiera les veo como enemigos, los amo y los perdono porque son mis hijos muy amados. 52. Penetrad en mi palabra, pero hacedlo con respeto y no queráis llegar a saber lo que sólo debe ser del conocimiento de vuestro Señor; mas sentid el goce infinito de saber que tenéis por Dios a un Ser perfecto, sabio y justo. 53. Pueblo amado: mirad a esta humanidad agobiada y enferma que no se da cuenta del tiempo en que vive, ni de mi presencia entre los hombres. 54. Despertad pueblo, porque os estoy entregando un mensaje de luz, de fe y de salud para esta humanidad. Salid de vuestro letargo y meditad en la misión que traéis a la Tierra en este tiempo. 55. No os digo que seréis los salvadores o redentores de esta humanidad, no; pero sí os hago saber que habiendo sido testigos de mi palabra tendréis que llevar la buena nueva a las comarcas y naciones; esa misión no se concretará a que repitáis mis frases, sino a explicarlas, acompañándolas siempre con obras de caridad, sembrando el amor entre vuestros hermanos. 56. No pongáis en duda vuestra potestad para hacer obras que sorprendan y convenzan a vuestros hermanos; no es un obstáculo el que seáis humildes y rudos para que cumpláis con la misión que os he confiado; en vosotros existe un espíritu de luz que sólo necesita de vuestra fe para manifestarse. 57. De entre estas multitudes de pobres y desheredados Yo iluminaré a los que serán consejeros, doctores del espíritu, comentadores de mi Obra, mensajeros de paz y profetas. 58. Unos partirán en pos de otros pueblos, los demás esperarán la llegada de los que llamáis extranjeros, de los peregrinos que buscan paz, luz, fraternidad y hospitalidad. 59. Os he dicho que esta nación está siendo preparada para que en la hora marcada por mi voluntad se levante entre los pueblos de la Tierra como un estandarte de paz y espiritualidad. Sabrá dar albergue, ser refugio y proteger a los que agobiados por el dolor lleguen a ella. Grande es el destino de este pueblo, por eso lo pruebo y lo toco en mi justicia. 60. ¿No se llenaría de gozo vuestro corazón, viendo llegar ante vuestras puertas a las grandes caravanas buscando paz? ¿No os regocijaríais compartiendo con los hambrientos vuestro pan? 61. Disponed vuestro corazón y enobleced vuestros sentimientos porque no sabéis la hora ni el día en que se cumpla mi palabra. Desarrollad el don de curación con que os he enriquecido espiritualmente ya que tendrán que llegar enfermos muchos de los caminantes y otros agobiados por el cansancio. Enfermedades conocidas y desconocidas les aquejarán; mas Yo os doy un solo bálsamo para todas las dolencias, ya sean del espíritu o del cuerpo. Ese bálsamo para que obre prodigios necesita de la verdadera caridad, que tiene por base la oración. 62. ¡Oh nación bendita donde he hecho llegar mi rayo de luz convertido en verbo, donde he hecho surgir a mi pueblo. ¡Destruid vuestro fanatismo religioso, libertaos de la ignorancia y nunca más seréis esclavos! 63. Yo he donado a estas tierras para que llegado el día descienda a ellas el maná de misericordia y de él coman las grandes multitudes que buscan la verdad. 64. Velad por vuestra heredad, velad por vuestros dones, porque estáis destinados a enseñar a la humanidad la espiritualidad, la Doctrina que revela la mayor sabiduría y asegura la paz de los hombres y la elevación del espíritu. 65. Los cargos y las misiones que os confío distan mucho de ser un yugo o una carga para vosotros; habéis soportado el peso de vuestras imperfecciones y habéis arrastrado las cadenas de la humillación y de la esclavitud para ofreceros un nuevo yugo. Estas misiones que os confío ciertamente son delicadas y de muy grande responsabilidad, pero su cumplimiento asegura vuestra paz, bienestar y salvación. 66. Bien llevada vuestra misión, en vez de ser la cruz pesada o el fardo penoso, es un placer inefable para el espíritu y una inmensa satisfacción para el corazón. 67. Esta es la Era de Elías, quien ha llegado a vosotros en espíritu preparando todas las sendas, derribando obstáculos, haciendo luz en las tinieblas, rompiendo cadenas de ignorancia y mostrando el camino a todos los espíritus. 68. Así como Moisés libró a Israel del yugo del Egipto y lo trasladó a las tierras de Canaán, Elías en este tiempo os libertará de las tinieblas del mundo para llevaros a la luz del Reino Espiritual, la Nueva Tierra Prometida. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 73 1. Han llegado las multitudes sedientas ante mi presencia y han recibido mi palabra como cascada de aguas cristalinas que ha lavado sus manchas. La gratitud ha hecho que muchos corazones se abran al amor a semejanza de las corolas de las flores. 2. Este es el tiempo en que os ofrecí volver entre vosotros. Ha sido necesario que vuestro dolor sea muy grande para que vengáis a Mí, mas todo estaba preparado desde el principio de los siglos y todo había sido profetizado. No velabais ni orabais y por eso os perdisteis del sendero; mas de cierto os digo que a pesar de tantos abrojos y pedruscos que cubren hoy la Tierra, a pesar de tantas encrucijadas, cuestas y abismos que en ella existen, el camino del Señor siempre es perceptible para el que se decide a ir por él. Vine para apartar la cizaña y los obstáculos de vuestro camino, para que contempléis el esplendor de la Tierra Prometida. Mañana llamarán los hombres a esta Era “El tiempo de la luz”. 3. Grande será la trasformación que sufra la humanidad en breve plazo: instituciones, principios, creencias, doctrinas, costumbres, leyes y todos los órdenes de la vida humana serán conmovidos desde sus cimientos. 4. Sí, este es el tiempo de la luz; Yo os digo que la luz es fuerza, es pureza y es verdad; por lo tanto esa pureza y esa verdad tendrán que brillar en todos los caminos y obras de los hombres. Muchos dirán entonces: Señor, ¡Por cuánto tiempo te ocultaste a nuestras miradas!; mas Yo les diré: No es que Yo me hubiese ocultado, es que vosotros tendisteis un denso velo para no verme. 5. La humanidad es mi campiña, Yo soy su labriego; pero veo que sobre sus senderos han caído innumerables plagas y eso ha hecho demasiado laboriosa vuestra salvación. El materialismo, la guerra, el pecado, han sido las plagas que han azotado sin cesar las tierras del Señor; mas el poder para exterminarla está en Mí y pronto llegará el instante en que sean exterminadas para siempre. Entonces florecerán los campos, habrá paz en los corazones y pan en abundancia en todos los hogares. La vida humana será como un culto que se eleve hasta Mí al cumplir con el precepto que os dice “Amaos los unos a los otros”. 6. Todo el que quiera convertirse en sembrador que escuche mi lección, la grabe en su espíritu y tome la semilla, la herramienta y el agua para ir en pos de las tierras estériles que hará fructificar con su amor. 7. ¿Qué mejor herencia podréis dejar a vuestros hermanos que la de haber servido al Señor en sus tierras benditas? Vuestra memoria será bendecida algún día y será imitado vuestro ejemplo. 8. Comprended que éste es el tiempo en que os salvaréis por vuestras propias obras. No todos los méritos los debo hacer Yo en la Tercera Era de la humanidad. 9. Para ayudaros he venido nuevamente a marcaros con mi luz, en medio de tantas tinieblas, el camino del bien, para que pronto lleguéis al reino de paz que intuitivamente anhela vuestro corazón, aunque no lo conozca. 10. No conocéis el final del camino, pero tenéis confianza en llegar a él; no conocéis en plenitud al Padre, pero su voz despierta en vuestro corazón una fe y una esperanza absolutas. A los que así creen les diré nuevamente: “Bienaventurados los que sin ver han creído”. 11. Dejad de ser el hombre materializado que a cada instante exija al Padre que descienda a su morada sin antes haberla preparado. Sed ya aquél que sepa y pueda elevarse hasta su Creador; haceos dignos de merecer la comunicación de espíritu a Espíritu. 12. Si en el camino habéis recibido pruebas de mi verdad, sean ellas testimonio y estímulo en vuestra jornada. Más no dejéis que la materia cierre vuestros ojos a las verdades que reciba vuestro espíritu porque ella es sorda, débil e ingrata y podrá interponerse con su reaciedad en vuestro camino de evolución. 13. Os he dado la fuerza necesaria para desempeñar vuestra misión y con lo que hasta ahora os he hablado os bastaría para salvar a toda la humanidad, mas sois débiles y voy a continuar entregando a mi pueblo mis lecciones hasta que llegue la hora señalada de que cese esta manifestación. 14. Podría dividir a mi pueblo en dos grupos: Uno el que me ha comprendido; otro el que no ha llegado a entender mi verdad. Ambos han recibido la misma enseñanza; mas el que no me ha comprendido va llorando, se siente menesteroso y fracasado. A veces se cree perseguido y otras que se encuentra atado y no puede luchar contra las tentaciones. Va en el camino sintiendo que los cardos se clavan a cada paso en su planta y cada día derrama lágrimas de dolor; va dejando en los espinos del sendero jirones de la vestidura de gracia con que lo he engalanado. El otro grupo es el que canta victoria al terminar su diaria tarea, el que sabe elevarse en la lucha para bendecirme, el que no llora, ni pide, ni reniega; es el que cuando me habla es para decirme: “Señor, os doy gracias infinitas porque he visto vuestra caridad en Mí porque os habéis manifestado en mis pruebas que son las que perfeccionan a mi espíritu. Os doy gracias porque en medio de esas pruebas tendré vuestra paz y el sustento”. 15. Así me glorifican quienes me han comprendido; para ellos cada día, cada aurora es una nueva luz de esperanza y un nuevo paso en el sendero de su evolución. Mas Yo no vengo a dividiros, quiero más bien fundiros en una sola familia donde no contemple párvulos y discípulos. No quiero seres superiores junto a seres inferiores. Si a todos les he concedido el mismo don, quiero que todos sepáis apreciarlo de igual manera. 16. Vosotros que vais llorando escuchadme: Cuando llegasteis a mi presencia ocultos en ese cuerpo humano me lo presentasteis cansado y abatido, enfermo y decaído; mas Yo lo sané, le devolví la fuerza, llené de alegría y esperanza su corazón; en sus manos dejé las llaves para abrir las puertas del trabajo y les dejé el pan, bendije y purifique a los suyos y limpié de obstáculos su camino. Desperté a vuestro espíritu de su profundo letargo y si no le aumenté un solo don más, es porque todo lo poseía desde su formación; pero tuve que apartar de él la fatiga, su enfermedad y le juzgué en ese instante a través de su conciencia. Una vez fortalecidos cuerpo y espíritu, les fundí en un solo ser, en una sola voluntad para que cumpliera con mi Ley. ¿Qué más podíais desear? Yo os dije: Cumplid con esta Ley y tendréis paz en este mundo y después vuestro espíritu será en la gloria. Así os desperté para que sabiendo quiénes sois, llegaseis a comprender lo elevado de vuestro destino y de vuestra misión. 17. Ahora os digo: No perseveréis tan sólo en escucharme; también debéis practicar, fortaleceos y aprended en las pruebas. Si sólo oís y no analizáis, nada habréis aprendido, ni tampoco podréis practicar. Tomad estos recintos como la escuela donde el Maestro viene a enseñaros la lección y tomad al mundo como un vasto campo en donde podréis poner en práctica lo que hayáis aprendido. 18. Este mundo es campo propicio para que trabajéis; en él está el dolor, la enfermedad, el pecado en todas sus formas, el vicio, la desunión, la juventud descarriada, la ancianidad sin dignidad, las malas ciencias, el odio, la guerra y la mentira. 19. Esas son las tierras donde vais a trabajar y a sembrar; mas si os parece gigantesca esa lucha que entre la humanidad os espera, en verdad os digo que con ser grande no se compara con la que tendréis que entablar con vosotros mismos: lucha del espíritu, de la razón y la conciencia, contra las pasiones de la materia, su amor a sí misma, su egoísmo, su materialidad. Y mientras no hayáis triunfado sobre vosotros mismos, ¿Cómo podréis hablar sinceramente de amor, de obediencia, de humildad y espiritualidad a vuestros hermanos? 20. Ved que el enemigo más poderoso lo lleváis en vosotros mismos. Cuando lo hayáis vencido, veréis bajo vuestros pies al dragón de siete cabezas del que os habló el apóstol Juan. Entonces será cuando en verdad podáis decir: Puedo levantar mi faz hacia mi Señor para decirle: “Señor, os seguiré”, porque entonces no serán los labios los que lo digan, sino el espíritu. 21. Si por un instante los ojos de vuestro cuerpo pudiesen contemplar a vuestro propio espíritu, deslumbrado quedaríais de saber quiénes sois y cómo sois, tendríais respeto y caridad de vosotros mismos y sentiríais un profundo dolor al contemplar por donde habéis llevado esa luz. 22. Hoy vengo a deciros quiénes sois porque no os conocéis. Vais diciendo que poseéis espíritu sin saber lo que ello significa, sin tener siquiera fe en que tenéis espíritu porque no lo habéis visto como lo hubierais deseado en vuestro materialismo. Si no lo conocéis, ¿Cómo podréis desarrollarlo? No seáis más la cárcel ni el verdugo del espíritu. No sea la materia su dueña y señora, Dejadle que se liberte, que rechace las inclinaciones inmundas de la materia, como quien ahuyenta al lobo que a cada paso le acecha. 23. Los que interiormente sientan haberme comprendido y crean estar cumpliendo con su misión, ayudad a quienes vengan detrás; mas no me ofrezcáis todavía vuestro fruto porque la obra que habéis forjado, no sólo en este tiempo, sino a través de las eras, aún no es digna de Mí. 24. No sintáis dolor por ello ni os desaniméis, Si Yo os dijese que ya habíais alcanzado la perfección y que vuestras obras no tienen defecto alguno, ¿Os esforzaríais en continuar adelantando en el camino de vuestra evolución espiritual? 25. No os detengáis más, No volváis vuestros ojos al pasado; lo que atrás dejasteis fue dolor, lágrimas y pecados, Dejasteis la ciudad de Sodoma; no volváis vuestro rostro a ella. Era la ciudad del pecado. Id en pos de una nueva tierra cuyos manantiales de aguas cristalinas y sus fértiles campiñas hagan amable y feliz vuestra existencia. 26. Ved que son muchos los caminos que se abren ante el espíritu de la humanidad; sin embargo, os digo que no contemplo una sola religión perfecta en este mundo, aun cuando algunas están basadas en mi Doctrina. Yo no vengo en contra de la palabra que os diera en el Segundo Tiempo, no puedo desconocerme a Mi mismo; más os pregunto: ¿En dónde está aquella palabra, aquella enseñanza? La busco en el corazón de la humanidad y no la encuentro. Se ha quedado guardada en los libros envejecidos y polvorientos y aún hay entre la humanidad algunos que han osado adulterarla; por eso os digo que no encuentro entre vosotros la religión perfecta, porque en vez de amor y caridad, de humildad y justicia, sólo encuentro ritos, tradiciones y vanidades, muchos sufrimientos e ignorancia; pero estos son errores que no llegan a Mi. A Mí sólo llega el amor, la mansedumbre, la justicia y la paciencia. 27. Quien ama, practica mi Doctrina; quien siente el dolor de sus semejantes, sufre por ellos y les procura consuelo; ése es mi discípulo. El que enseña la virtud con obras, con su propia vida, ese es el Maestro. E1 que ama en verdad a su propio hermano, ese es mi digno hijo. 28. El que conociendo mi Ley la oculta, no puede llamarse mi discípulo; el que entrega mi verdad sólo con los labios y no con el corazón, no me está imitando. Aquél que habla de amor y con sus obras demuestra lo contrario, ese es traidor a mis lecciones. 29. El que se levanta desconociendo la pureza y perfección de María es torpe, porque en su ignorancia desafía a Dios negando su poder. Quien desconoce mi verdad en el Tercer Tiempo y niega la inmortalidad del espíritu, está durmiendo y no recuerda las profecías de los tiempos pasados que anunciaron las revelaciones que en este tiempo está viviendo la humanidad. 30. Aquí tenéis el por qué en mi tercera manifestación no he aparecido en el seno de sinagogas ni de iglesias, porque esas no son mi casa. Los templos de cantera hechos por la mano de los hombres no pueden ser mi templo, sino el propio corazón del hombre donde está el altar de su amor, la luz de su fe y la ofrenda de sus méritos. 31. Yo busco corazones y espíritus para manifestarme en ellos. 32. Si queréis que en vosotros exista la verdad, practicad el amor, haced luz con palabras, obras y pensamientos, sanad a los enfermos del espíritu y del cuerpo. 33. Si hay quienes se levantan como enemigos míos, no les contemplo como lates sólo como menesterosos. A los mismos que se tienen por sabios y niegan mi existencia, les miro con piedad. A quienes tratan de destruirme en el corazón de la humanidad, les juzgo ignorantes ya que creen tener el poder o las armas para destruir a quien es el Autor de la vida. 34. Sólo un ser que fuera omnipotente como Yo podría luchar conmigo; más ¿Creéis que si de Mi brotara un dios estaría en contra mía? o bien ¿Creéis que de la nada pueda surgir? De la nada, nada puede brotar. Yo soy el Todo y nunca he nacido. Yo soy el Principio y el Fin, el Alfa y la Omega de todo lo creado. 35. ¿Podéis concebir que alguno de los seres creados por Mi pueda erigirse en Dios? Todas las criaturas tienen límite y para ser Dios es menester no tener límites. Quien haya abrigado esos sueños de poder y grandeza ha caído en las tinieblas de su propio orgullo. 36. En Mi no puede existir el egoísmo, por eso siendo grande en mi Divinidad he querido que también vosotros seáis grandes. Sé que mientras seáis pequeños, seréis débiles, y no podréis seguirme, comprenderme ni amarme. Por eso os busco para enseñaros y haceros grandes de espíritu y de entendimiento; os amo y quiero sentiros cerca. Nunca podrá un Padre ser feliz sabiendo que sus hijos están ausentes y que además, sufren. 37. Mi mansión está preparada para vosotros; cuando a ella lleguéis la disfrutaréis en verdad. ¿Cómo podrá un padre vivir en un regio aposento, saboreando manjares deliciosos, sabiendo que sus propios hijos están como pordioseros a las puertas de su propia casa? 38. Hijos míos, os habéis hecho justicia vosotros mismos por faltas a mi Ley; habéis tropezado en el camino creyendo que os he castigado y me habéis llamado ingrato olvidando que ese a quien llamáis injusto e ingrato es vuestro Padre Celestial. 39. ¿No concebisteis el amor del Padre a través del Juez severo del Primer Tiempo? Y en el Maestro amoroso del Segundo Tiempo ¿No descubristeis al Padre? Recordad que os dije: "Quien conoce al Hijo conoce al Padre". 40. Hoy que os habla mi Espíritu Santo, os habla en verdad la sabiduría del Padre y el amor del Hijo. 41. No vengo a humillaros con mi grandeza, ni a hacer alarde de ella; pero si vengo a mostrárosla en mi voluntad para que sintáis el supremo goce de tener por Padre a un Dios todo poder, sabiduría y perfección. 42. Recreaos pensando que nunca llegaréis a ver el fin de mi poder y que mientras más grande sea la elevación de vuestro espíritu mejor me contemplaréis. ¿Quién podrá mostrarse inconforme al saber que nunca alcanzará la grandeza de su Señor? ¿Acaso en la Tierra no os habéis conformado con ser menores en edad en comparación a vuestro padre terrestre? ¿Acaso no les habéis concedido gustosos, experiencia y autoridad? ¿No os habéis regocijado contemplando que tenéis por padre a un hombre más fuerte que vosotros, arrogante, valeroso y lleno de virtudes? 43. Discípulos, esta luz que he puesto en vosotros nunca la apliquéis al mal. Os estoy enseñando así porque pronto cesará esta forma de mi manifestación y es tanta la gracia que entre vosotros he derramado, que algunos, cuando me miren partir, en su insensatez se sentirán libres para hacer uso de su potestad y dones para engrandecerse ante la humanidad. 44. Entonces: ¡Ay de los que busquen la adulación, las vanidades y el dinero! Porque el dolor y las pruebas harán que lleguen sus hermanos a postrarse delante de ellos para alcanzar una gota de bálsamo, pero ¡Ay de aquellos que se crean dioses, sin saber que su potestad se tornó en maléfica y su luz en tinieblas! ¡Ay de mis buenos discípulos porque tendrán que sufrir por causa de aquéllos, porque habrá confusión! 45. Siempre que queráis saber si el camino que seguís es el de la evolución, consultaréis a la conciencia y si en ella hay paz y en vuestro corazón se alberga la caridad y la buena voluntad para vuestros hermanos, estaréis seguros de que vuestra luz aún ilumina y vuestra palabra consuela y sana; mas si descubriereis que en vuestro corazón ha germinado la codicia, la mala voluntad, la materialidad y la lujuria, podréis estar ciertos de que vuestra luz se ha tornado en tiniebla, en impostura. ¿Queréis que cuando el Padre os haga el llamado, presentéis en vez de trigo dorado una cosecha inmunda? 46. Guardad estas palabras en lo más íntimo de vuestro ser para que sean inolvidables. Cumplid en vuestra vida con mansedumbre y tendréis paz. Quiero que el pan sea dulce a vuestros labios, que vuestro hogar no sea una barquilla frágil, que estéis unidos para que cuando lleguen entre vosotros los increyentes de esta palabra, el torbellino de sus palabras y de sus malas intenciones no arrebaten vuestra fe. 47. En el Segundo Tiempo, muchos se confundieron por causa de mi presencia en Jesús, porque ella originó la división en el seno de las familias. De cinco que había en un hogar tres estaban contra dos y dos contra tres. Y mientras tres me seguían dos me negaban. Lo mismo ocurre en este tiempo. Hay hogares en los cuales el padre me ha reconocido y la compañera y los hijos se han levantado en contra de él. Otros en donde la mujer que es madre de familia ha llegado ante Mí y bañada en lágrimas me ha dicho: Maestro, yo os sigo y quiero que los míos os sigan, mas ellos, mis propios hijos, me han desconocido. 48. Qué escasas son las familias en donde todos en perfecta armonía vienen en pos de mi enseñanza. 49. Así va este pueblo sufriendo el desconocimiento de los parientes y de los vecinos, negándoseles el pan, cerrándoseles las puertas, poniéndoles encrucijadas y arrojándoles calumnias y falsos testimonios. No temáis, sed fuertes, que aquellos que más os desconozcan, serán los que vengan contritos a buscar la huella que vosotros seguís. 50. Os amo y os salvaré en todo instante y será mi caridad la que recibáis a vuestro paso, con lo cual los mismos incrédulos se sorprenderán al ver que tenéis paz en el corazón, pan en vuestra mesa y fortaleza en vuestro espíritu. 51. Para ayudaros os envío mi caricia. ¡Oh discípulos!, al ascender mi rayo divino quedará mi paz en vosotros; más hoy os dice el Maestro: ¡Alerta pueblo! No es éste el tiempo de dormir. Los huracanes os azotan a cada instante y es menester que permanezcáis firmes. Es tiempo de juicio y de meditación; la peste, el hambre, la guerra, la muerte y todas las calamidades y plagas visibles e invisibles se hallan desatadas. Orad y trabajad en silencio, no apagáis vuestra lámpara ni escondáis el don que poseéis. Estad siempre dispuestos a recibir al que llame a vuestra puerta y así estaréis imitando a las vírgenes fieles de mi parábola, aquellas que supieron esperar al casto esposo con su lámpara encendida. 52. Vuestra espiritualidad llegará a influir en la mente de todos aquellos a quienes queráis ayudar; así podréis iluminar el camino de vuestros hermanos que os gobiernan en la Tierra. Ellos deberán tener las puertas de su corazón abiertas para recibir al extranjero y sabrán trasmitirles el mensaje de paz que Yo les inspire. 53. Delicada misión tendrá que cumplir esta nación entre las demás de la Tierra; mas para ello, antes arrancaré de raíz toda mala hierba, haré que los hombres se despojen de la máscara de hipocresía y que llenen su corazón de sinceridad, de fraternidad y de luz. En lo espiritual, también habrá de dar ejemplo esta nación, pero es preciso que espiritualice su culto dando muerte al fanatismo religioso y a la idolatría. 54. Es menester que mi Doctrina sea vivida por vosotros para que los demás puedan darle crédito y cuando este pueblo se levante, surgirán de todos los puntos de la Tierra hombres iluminados para extender mi Doctrina; ellos entonces me darán gracias porque no se sentirán solos y reconocerán que todos poseen dones, porque antes de venir a la Tierra los recibieron de mi caridad bajo promesa de cumplir con su misión. 55. Bendito sea el que desarrolle sus dones, guiado únicamente por la voz interior de su conciencia, como Juan el profeta, aquél a quien llamasteis el Bautista, el cual guiaba sus pasos, iluminado por la luz que de su Señor recibía. ¿Quién más podía enseñarle o hablarle en el desierto? 56. Resurgid oh pueblo, no os hundáis en el ocaso, no olvidéis que os he llamado siempre los hijos de la luz; dejad que al menos en cada día brille en vuestro espíritu un destello de luz. ¿Cómo poder hacerlo? me pregunta vuestro corazón. A lo cual Yo contesto que la humanidad se encuentra llena de necesitados a los que podéis dar algo de lo que poseéis como caudal espiritual. Tiempo ha que os he señalado para esta misión y lo que en este tiempo he hecho al marcar vuestro frontal, sólo ha sido la confirmación del destino y de los dones que de Mí recibisteis desde el principio de vuestro ser. La paz, la fuerza, la luz perpetua, la potestad sobre espíritus turbados, el don de curación, la palabra, la oración espiritual y tantos dones que revisten a vuestro espíritu, son las armas con las que podréis labrar la paz de esta nación, la cual será tierra fecunda de profetas, emisarios, maestros y apóstoles del bien. 57. Cuando todas estas profecías se cumplan y los hombres busquen en las Escrituras algún indicio de ellas, se sorprenderán al encontrar a cada paso el indicio claro de todo cuanto vuestros ojos contemplaron en este tiempo y en los que están por venir. Entonces la humanidad dirá: En verdad ésta es la Tercera Era, la nueva venida del Señor. 58. Para algunos parecerá que este pueblo goza de un privilegio, pero después todo el mundo sentirá que el Espíritu del Señor se encuentra derramado sin distinción en toda su familia Universal. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 74 1. Es la hora propicia en la que por vuestra elevación hago sentir mi manifestación entre la humanidad; al escucharme os apartáis del mundo para penetrar en recogimiento espiritual. 2. Sentid verdaderamente que estáis ante mi mesa, esperando que Yo reparta el pan y os ofrezca el vino. Sabéis que os hablo en sentido figurado recordándoos mi palabra del Segundo Tiempo, ya que el pan es mi palabra y el vino la esencia divina que hay en ella. 3. Pan y vino, cuerpo y sangre, maná y agua, todo ello ha sido la representación de las palabras amor y vida que es el sustento eterno de vuestro espíritu. 4. El maná del desierto y el agua de la roca representaron en su tiempo el pan y el vino del espíritu; son los mismos símbolos que tomé en la mesa, cuando rodeado de mis discípulos, les dije: “Comed y bebed, éste es mi cuerpo y ésta mi sangre”. Con esa lección abrí ante la humanidad una nueva era, la del amor. 5. Hoy se reúnen nuevos discípulos en torno mío y las multitudes vuelven a seguir mis pasos; mas ya no es sólo el sentido figurado ni la parábola los medios por los cuales vengo a haceros comprender las divinas lecciones; es la palabra clara la que habla a vuestra mente con una esencia divina que sólo con el espíritu podéis percibir. 6. Meditad en estas lecciones discípulos y acabaréis por comprender que el tiempo del sentido figurado y de los símbolos está por terminar, porque vuestra evolución espiritual y vuestro desarrollo mental os permiten comprender mejor la verdad. 7. Me encuentro entre vosotros aunque no podáis tocarme con vuestras manos ni mirarme con vuestros ojos mortales. Vengo en Espíritu a hablaros y a enseñaros cómo debéis buscarme en vuestra oración. 8. No dejaré ninguna huella material de mi nueva manifestación, como tampoco la dejé en el Segundo Tiempo a pesar de haber habitado entre vosotros. La humanidad es propensa a la idolatría y a consagrar objetos materiales para considerarlos divinos y hacerlos objeto de su adoración. ¿Qué hubiese sido de la Humanidad, si hubiera podido conservar mi cuerpo, la cruz de mi martirio o el cáliz de aquella cena postrera con mis discípulos? Mas todo fue borrado para que sólo quedara mi esencia divina en el espíritu de la humanidad. 9. En tiempos pasados también aparté de la vista de los hombres tanto los objetos que habían servido de símbolo, como a los enviados o intérpretes. En el Primer Tiempo, estando Moisés sobre un monte, desapareció de su pueblo que lo idolatraba; Elías, el profeta del fuego se perdió entre una nube que lo arrebató de la Tierra. Uno y otro, como Jesús, sólo dejaron en los espíritus la huella de sus obras como esencia espiritual. 10. Ahora estoy aquí en cumplimiento de una de mis promesas reuniendo a todas las tribus en un solo pueblo y a hombres de diversas razas en un mismo apostolado. 11. Estoy legando a la humanidad un testamento más lleno de luz y claridad; mirad cómo el fanatismo religioso ha llegado en algunos de mis hijos a su mayor altura, mientras que en otros, el materialismo la falta de fe han hecho presa de su espíritu. Grande y cruenta es la lucha que a ambos espera hasta que la luz vuelva a brillar entre los hombres haciéndoles sentir la paz verdadera que procede del amor de los unos hacia los otros. 12. Ante un verdadero caos de pasiones y de ideas tendrá que levantarse el pueblo testigo y portador de nuevas enseñanzas. Para ser creídos será preciso que se prepare y se revista de humildad, obediencia, espiritualidad, fortaleza y caridad. 13. No temáis a la tempestad, discípulos amados, porque Yo estaré con vosotros dentro de la barca y si tenéis fe en Mí no pereceréis. Lucharéis llenos de fe, considerando que así como vosotros tuvisteis la dicha de recibir mi palabra, todos vuestros hermanos merecen conocerla porque ya hay muchos que la están esperando. 14. No digáis que mi Doctrina es difícil de practicar o que os obliga a duras privaciones; el que me sigue con amor no siente el peso de su cruz. 15. Esta es mi palabra, grabadla en vuestro espíritu porque pronto os hará falta. 16. El toque de la campana sonora os ha despertado; su eco ha resonado en vuestro espíritu y entonces habéis recordado que éste es día de gracia en el que vuestro maestro se presenta entre vosotros. Os habéis levantado presurosos con el anhelo de escuchar esta palabra divina, que es vida para vuestro espíritu y que llena de valor a vuestro corazón. 17. En verdad, mi palabra viene descubriéndoos el camino que los torbellinos de la vida os habían ocultado. Comprended qué tan cerca estoy de vosotros como lo estoy de todos los hombres; mi luz es con todos. En este tiempo muchos espíritus seguirán el camino de la luz y no se confundirán más. Os sorprenderíais si vieseis que los duros de corazón y reacios de cerviz son los que más pronto se levantan a seguir mi huella; pero es que a cada quien le he dado el tiempo necesario para despertar a la luz de la vida espiritual. 18. Cuántos endurecidos en el pecado han llegado en este tiempo a escuchar mi palabra y antes de que haya terminado mi cátedra bañados por el llanto, me han dicho: ¡Sois vos, Maestro! Es que mi palabra limpia, dulce y persuasiva ha sabido hablar al corazón de aquéllos. Y Yo os digo que aquel que una vez sintió mi presencia, no será capaz de engañarse con falsas apariencias. Vosotros que me habéis oído en este tiempo, preparaos para que sepáis dar testimonio de Mí porque mi Doctrina la tenéis que mostrar cual Yo os la he revelado y no a vuestro capricho o voluntad. 19. Así como vosotros tuvisteis en vuestro camino un amigo que os diera la buena nueva, así toda esta humanidad que perece en un mundo de penalidades, recibirá también el aviso de que el Señor está presente y vendrá a escucharme. 20. ¿Qué sería de vosotros si en mi misericordia no acortase los días de vuestra aflicción? Ya hubieseis perecido todos. En esta era vengo en busca de los pecadores para darles tarea en mi Obra divina y decirles que mi amor nunca los ha excluido. Mañana, cuánta satisfacción y regocijo habrá en esos espíritus cuando hayan alcanzado la elevación por la práctica de la caridad. Existe en el infinito un amor, que es el del Padre, que no tiene más interés que el de vuestra salvación y el de que alcancéis la paz eterna. 21. Desde 1866 abrí nuevamente el arca de mi amor, la cual se ha desbordado en vosotros como consuelo y revelación. No he esperado el día de mi partida para deciros hasta entonces que os levantaseis a practicar mis enseñanzas, sino que desde el primer instante en que las habéis escuchado os he dicho: haced la caridad, llevad el consuelo al enfermo, hablad de mi nueva manifestación, atraed al menesteroso y al perdido. Es que no he querido que os convirtáis en los discípulos teóricos, que hablen maravillas de mi Obra y que no sean capaces de extender su brazo para tocar al enfermo y calmar su pena. ¿Verdad que vuestro corazón se ha llenado de gozo cuando el moribundo ha vuelto a la vida por vuestros cuidados y oraciones, al escuchar que sus labios os bendicen? 22. Está próximo el tiempo en que estos hijos míos dejen de transmitiros mi palabra. Voy a partir y el Maestro ya no os dará más esta enseñanza. Quiero que para entonces, el sentimiento de caridad se haya acrisolado en vuestro corazón y la espiritualidad haya penetrado en vuestra vida. Elías, vuestro pastor espiritual, os anunció mi venida y os profetizó también el día de mi partida. 23. Mi palabra que es sencilla y humilde en su forma, es profunda en su contenido y así será hasta el último día. No me pidáis que os hable con palabras floridas porque no las necesita vuestro espíritu para comprender mi enseñanza. 24. Conozco a los que van practicando mi Doctrina conforme a mi voluntad y a los que van apartándose de su esencia. Nada se oculta a mi sabiduría y en verdad os digo que si queréis llegar a Mí, venid por la escala del amor, de la caridad, de la justicia y de la humildad. 25. No queráis convertir esta Obra espiritual en obra material esperando mirar sus frutos aquí en la Tierra. No dudéis del triunfo de mi Doctrina, tened fe en ella y podéis convertir las llanuras en montes y los desiertos en valles. Recordad que en el Segundo Tiempo cuando Jesús expiró en la cruz abandonado por sus discípulos, menos por Juan, éstos llegaron a pensar que todo había terminado; sin embargo, más tarde comenzó a germinar la semilla divina en los corazones, la cual no podía morir porque a cada paso era regada por la sangre de los mártires, sangre que era amor y fe. 26. Os digo que en este tiempo mi divina simiente deberá ser regada con obras de caridad, con lágrimas de arrepentimiento y de reconciliación. 27. En este tiempo vine a libraros de una nueva esclavitud: las tentaciones, los placeres, los vicios que son como el faraón tirano y cruel que os ha cargado de cadenas. Esta nueva liberación mañana la celebrará la humanidad, no con festines ni con tradiciones, sino con el amor espiritual de los unos a los otros 28. Las victimas que ofrecisteis ante el altar de Jehová, fueron recibidas por El; mas no era la forma más adecuada para elevar vuestro espíritu al Señor; fue entonces cuando llegué a vosotros como Jesús para enseñaros el divino mandamiento que os dice: “Amaos los unos a los otros”. Os digo ahora que las lecciones que os enseñé en el Segundo Tiempo a través de las obras de Jesús han sido alteradas unas veces y otras mal interpretadas; por ello he venido como os lo anuncié, para esclareceros mi verdad. Mi sacrificio de aquel tiempo impidió el sacrificio de muchas víctimas y os enseñé un culto más perfecto. Mí nueva manifestación de ese tiempo hará que la humanidad comprenda que las formas simbólicas no debéis tomarlas sin analizar antes su significado, ya que ellas tan sólo son una representación de mis lecciones. 29. Antes de que Yo sea sentido por un corazón, Elías se presenta ante él para decirle que se arrepienta de sus pecados porque se acerca el Señor; igual hacía en el Segundo Tiempo a través del Bautista cuando éste mandaba que hicieran penitencia y que se purificasen porque se acercaba el Reino de los Cielos. 30. Mi caridad llega en este instante al espíritu y corazón de las multitudes que me escuchan. Este es el tiempo anunciado en que el espíritu de Verdad había de descender entre los hombres. Oíd su voz en el infinito, miradle en lo invisible, sentidle en vuestro corazón. Mi amor y mi inspiración ayudan a vuestro espíritu a elevarse y a recibir mis enseñanzas. 31. Los hombres interpretaron mal mi Ley y falsearon mis enseñanzas; por eso en este tiempo vengo a derramar mi luz en todo espíritu y en toda mente para que la lección que os he dado a través de la vida lleguéis a entenderla. Este mundo que ha sido morada de seres imperfectos, de espíritus en expiación, será mansión de luz y de espiritualidad. Hoy mi justicia está limpiando las tierras y cortando de raíz la mala hierba para exterminarla con el fuego de la restitución y del amor. 32. Las guerras fraticidas profetizadas desde los tiempos pasados os hacen estremecer día a día; sus rumores os inquietan y sus consecuencias os hacen derramar lágrimas, Esos hombres que hacen las guerras con sus ambiciones y sus odios, son mis hijos que me buscan en altares y me adoran en tabernáculos sin darse cuenta de que en lugar de una ofrenda de amor vienen a ofrecerme la sangre de sus víctimas. ¡Ah, hombres ciegos que en su orgullo se sienten absolutos olvidando que son muy pequeños ante mi Divinidad! Ha llegado a su límite la vanidad humana y es menester que le haga sentir mi presencia y mi poder; no es necesario que use toda mi omnipotencia para probaros mi grandeza; un débil toque o un leve soplo de los elementos me bastan para demostrar al hombre necio y vanidoso su pequeñez. 33. Como fue abolido el becerro de oro en aquel tiempo, así desaparecerá en éste la adoración a la riqueza; y como fueron arrojados del templo los mercaderes, así serán tocados ahora los que aprovechando la debilidad y la ignorancia lucran con el dolor de sus semejantes. 34. Los hombres han entablado una lucha con su Señor; mas doquiera que van me encuentran cerrando el paso a sus maldades, pero los que en esa lucha desoyen la voz de su conciencia encuentran la muerte y el juicio, y tras de ello la restitución. 35. Oh discípulos que me escucháis, escudriñad la revelación del Sexto Sello; ahí encontraréis cuanto hoy estáis mirando, oyendo y viviendo; mas si tenéis fe en mi palabra, analizadla y guardadla en vuestro corazón, porque ya está próximo el año 1950 en que dejaréis de escuchar mi voz en esta forma. 36. Un torbellino envuelve a la humanidad; mas en verdad os digo que mi palabra no viene a aumentar vuestra confusión; ella es la luz que viene a orientar a vuestro espíritu y a iluminar vuestra inteligencia para ayudaros en vuestra evolución espiritual. 37. Estoy con vosotros nuevamente recordándoos vuestra misión de amor entre la humanidad, mientras Elías penetra por doquiera en busca de ovejas descarriadas para traerlas al aprisco sobre sus hombros, para que allí encuentren el amor de su Creador. 38. Recordad que Yo soy el camino que invita al que le ha olvidado. Estoy derramando mi palabra en vosotros para que mañana deis testimonio de ella con vuestras obras de amor. Muchos vendrán en busca de las humildes casas en donde Yo me manifesté para haceros recordar los tiempos en que os hablé por conducto del portavoz, para que les expliquéis la forma en que me manifesté y las caridades y prodigios que entre vosotros hice. Sólo el recuerdo quedará bajo estas techumbres, porque mi palabra y el eco de ella, quedarán guardados en vuestro corazón. Por eso me encuentro preparando a la juventud, para que ellos sean los que reciban a los que no escucharon mi palabra y que vengan en busca de la caridad. ¡Cuántos llorarán por no haberme oído! Mas también os digo: Cuántos de los que me oyeron llorarán por no haberse preparado y al ver que ya no se manifiesta mi palabra, comprenderán que no aprovecharon la caridad del Padre para aprender su Divina Doctrina, sus lecciones de infinita caridad y amor, Estos dirigirán su mirada hacia el sitio en el cual el portavoz tomaba asiento para interpretar la divina palabra y sólo el vacío contemplarán. 39. Los años pasan fugazmente, son como instantes; pronto dejaréis de oírme, por eso os digo: dejad que os sane, acaricie y conforte y que os entregue mi enseñanza. Yo vine para dejaros preparados; más si os quedaseis débiles en la fe y en la voluntad entonces sí quedaréis enfermos y ¿Quién en el mundo podrá hablaros, daros enseñanza y sanaros como Yo lo hice? 40. Si os dijese que siempre he querido comunicarme directamente con vuestro espíritu haciendo oír mi voz en vuestro corazón, no me creeríais, pero vuestra materialidad y vuestra duda hicieron que el Señor se comunicara por determinados entendimientos preparados por mi amor, para que en esa forma me pudieseis oír y al analizar mi enseñanza comprendieseis lo grande de mi caridad. 41. Si os digo que vuestro espíritu durante el sueño de vuestro cuerpo, a veces se desprende y se acerca a los umbrales del Más Allá y me busca, lo dudaríais; mas os ha faltado preparación y fe para saber aprovechar espiritualmente esos instantes, y he tenido que preparar videntes y profetas para que os ayuden y os hablen de mañana, que os pongan alerta y os amonesten, para que veléis y oréis. 42. ¿Creéis pueblo, que este hombre por el cual me comunico, es quien os da la palabra? No, mis hijos, es vuestro Maestro. ¿Creéis que el espíritu de Dios está dentro del portavoz mientras habla? Tampoco. Os he dicho que basta un rayo de mi luz para iluminar e inspirar su mente, poniendo en sus labios un torrente inagotable de palabras de gran enseñanza, como prueba para el incrédulo. Escuchadme con atención durante este tiempo para que quedéis fortalecidos para los tiempos de prueba venideros. 43. Antes de recibir mi presencia espiritual, habéis orado ante vuestra Madre Celestial para pedirle que os ayudase a prepararme un santuario en vuestro corazón. Por ello os bendigo discípulos. Oíd mi palabra que es el camino que conduce a lo perfecto, a lo eterno. 44. Me preguntáis: ¿Cómo son las mansiones divinas y la vida de los seres perfectos? En verdad os digo, no preguntéis lo que no podríais comprender por ahora. Practicad mis leyes, esa práctica os llevará paso a paso por la escala de perfección, desde la cual podréis ir contemplando, admirando y conociendo, cuanto tiene guardado el Padre para la dicha de sus hijos. 45. Vuestro espíritu, habiendo sido morador del valle espiritual, ha visto muy poco y casi nada sabe de aquella vida. ¿Cómo queréis desde aquí contemplar los umbrales de lo que llamáis Gloria o Cielo? 46. Los ojos de vuestro cuerpo, cuando más han alcanzado a contemplar las estrellas más próximas; vuestra ciencia no os ha llevado mucho más lejos y vuestro espíritu que es el que podría abolir las distancias y descubrir lo invisible al hombre, sintiendo en sí y fuera de sí, los conocimientos espirituales que lo rodean, se deja arrastrar por el materialismo del mundo, se funde con su materia y en vez de elevarse, se arrastra y en vez de admirar, duda. 47. A veces admirando las maravillas de la Creación exclamáis asombrados: “Señor, cuán grande es vuestro poder”, sin imaginaros que todo lo que os rodea no es sino un pálido reflejo de lo que es la vida eterna. 48. Ciertamente quiero despertar con mi palabra vuestro interés por la vida espiritual, mas entendedlo que os digo: para llegar a alcanzar aquella vida, debéis llegar a ella por la evolución de vuestro espíritu y no sólo por la de la mente. Que se unan al espíritu, la inteligencia, el corazón, los sentidos y todas vuestras potencias, y alcanzaréis la elevación necesaria para poder mirar el esplendor de vuestro Padre; pero si el espíritu se confía y se entrega a la capacidad del entendimiento, entonces su penetración será limitada, como lo es todo lo humano. 49. El cielo no es un sitio determinado del Universo; mi Gloria está en todas partes, en lo espiritual y en lo material. ¿No decís que Dios está en el Cielo, en la Tierra y en todo lugar? Entonces comprended lo que decís para que sepáis que donde está Dios, tiene que estar su Gloria. 50. Yo quiero que vengáis a habitar en esa mansión infinita, que lleguéis a un estado de elevación espiritual que doquiera del Universo en donde os encontréis, sintáis la beatitud de lo divino, que disfrutéis de la vida eterna y experimentéis la presencia del Creador. Aquella cumbre sólo la han alcanzado los que me han tomado por ideal, y al amor por camino. 51. Quien comprende esta Doctrina, tendrá que reconocer que este mundo es sólo una pequeña morada que ha retenido momentáneamente al espíritu, para revelarle elementales enseñanzas. Desde los primeros tiempos arde una antorcha de fe para iluminar con su luz espiritual el camino de los hombres, pero cuán pocos se han guiado por ella. Cuán pocos han perseverado en el camino y cuántos, al llegar a esa encrucijada donde los detiene la muerte, han tenido que presentarse ante lo espiritual, que es la verdadera patria del espíritu, como si fuesen extranjeros, sin conocer los caminos ni las leyes, ni los deberes. ¡Qué injustos habéis sido con vosotros mismos! 52. Hoy os vengo explicando mis enseñanzas para que volváis sobre vuestros pasos y toméis el camino de la vida verdadera con el conocimiento del fin que perseguís y cuando la muerte llegue a libertaros de la carne, pueda vuestro espíritu elevarse y llegar a la morada espiritual sin que la turbación, como algo peor que la muerte, le sorprenda. Sabiendo todo esto, podréis vivir convencidos de que sois pasajeros en la Tierra, párvulos que tuvieron que pasar por esta escuela. No reneguéis de vuestra envoltura por reacia y rebelde que sea, ni abominéis de tener que soportar la vida de este mundo, a la que habéis considerado como un engañoso edén lleno de tentaciones y abismos, porque esa carne que lleváis como aparato para habitar esta Tierra, no será un obstáculo para vuestra elevación espiritual, o para hacer una vida virtuosa si lográis sobreponeros a sus flaquezas, pasiones y miserias, para dejar germinar tan sólo en vuestro corazón la semilla de la espiritualidad. Para entonces, esta Tierra y la Naturaleza que le rodea, tiene reservadas nuevas lecciones y también secretos que las generaciones futuras tendrán que conocer. 53. No será ya el dolor del Maestro que corrija a los hombres, ni las guerras las que toquen el orgullo de los pueblos, ni la miseria la que purifique el corazón de la humanidad. Otras lecciones, desconocidas hasta ahora, recibirán los hombres de esos tiempos que hoy os anuncio. 54. Bendecid vuestro dolor, no sequéis con coraje vuestras lágrimas, bendecid vuestro pan por pobre que éste sea porque por muy prolongado que os parezca vuestro dolor aquí en el mundo, cuando estéis en la vida espiritual, sentiréis como si hubiera sido un minuto y reconoceréis todo el bien que os hizo. 55. El Cielo es el estado de perfección; Yo os lo he simbolizado como una inmensa y blanca ciudad que tenéis que conquistar con vuestro valor, con vuestra fe y con vuestra voluntad inquebrantable. Sed soldados de esa causa. Uníos todos los que ya alimentéis ese ideal y marchad paso a paso, ganando batallas en la vida, hasta hacer que aquella ciudad se rinda a quienes la conquistaron con su amor, Esa ciudad es vuestro hogar, ese hogar es el Universo sin fin, donde habita el Creador con sus hijos. 56. Llevad mi palabra en vuestro corazón y ahí, en la soledad de vuestra alcoba o en la paz de los campos, recordadla y analizadla; sed el buen discípulo. 57. A los que habéis tenido la gracia de escucharme en esta forma, os digo: guardad mi palabra, analizadla, ponedla en práctica en vuestra vida porque pronto dejará de escucharse. Quiero que cuándo esto sea, quedéis como maestros, firmes en mi Doctrina y no como discípulos confundidos, o como hijos que se sienten huérfanos. 58. Hoy aún podéis llamar a las multitudes para que escuchen mi manifestación; mañana, cuando 1950 haya pasado, sólo escucharán la voz de mis discípulos y testigos. 59. No desconfiéis de los hombres por duros y fanatizados que los veáis en sus cultos; todo espíritu se encuentra evolucionado y a tiempo para recibir estas revelaciones. 60. Discípulos, comprended y aceptad vuestra misión con aquel amor y obediencia con que Jesús tomó su destino. Orad, velad, apurad con paciencia el cáliz de amargura y sabed llevar vuestra cruz con amor. Interiormente bendecidlo todo y perdonad de corazón con obras, a quienes os ofendieron. 61. Bienaventurados los que entre lágrimas me digan: “Maestro, os ofrezco mi dolor hágase en mí vuestra voluntad”. Mi voluntad es que tengáis mi paz, oh pueblo sufrido y pobre, pero olvidaos por unos instantes de vuestras penas y pedid por el mundo, orad por las naciones, “¡Amaos los unos a los otros!”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 75 1. Reconocéis que éste es un tiempo propicio para convertiros en mis discípulos. Comprendéis que este camino os conducirá a la morada perfecta, la cual no conocéis pero sabéis que existe y que os espera. Los ojos de vuestro cuerpo no llegarán a ver jamás lo que sólo debe mirar vuestro espíritu; pero ellos tienen infinitas maravillas con que recrearse, y al admirarlas exclamáis: ¡Señor, cuán grande es vuestro poder, qué maravillosa vuestra Creación, qué inmenso vuestro amor! En verdad os digo: no os detengáis en los límites de lo que alcanzáis a mirar con vuestros ojos mortales, porque más allá de todo ello está una vida perfecta y eterna. 2. No tratéis de imaginaros cómo será la mansión divina; esperad que vuestro espíritu la conozca cuando llegue a ella elevándose por sus propios méritos. En verdad os digo que no os sentiréis defraudados, porque es la sorpresa divina que como galardón está reservada a todo hijo de Dios. 3. Esta vida terrestre es pasajera y os sirve de peldaño para escalar y de crisol para alcanzar la verdadera vida. La enseñanza que vengo a revelaros os mostrará el camino para que a través de esta vida lleguéis a la luz y a la paz y os libréis de los lazos materiales que os sujetan al mundo. El que desde aquí prepara su espíritu para ese tránsito con sus obras de amor hacia sus hermanos, al penetrar en el valle espiritual se siente en su verdadero hogar, en su verdadera patria, no es un extraño. En cambio, el que por sorpresa penetra en ese valle infinito tendrá que sentirse como extranjero en un país desconocido. Hay quienes no creen en esa vida, otros que creen en ella pero la temen; mas hay otros que a causa de sus innumerables sufrimientos la desean ardientemente. A éstos últimos les digo: no deseéis penetrar en la vida espiritual creyendo encontrar en ella tan sólo el descanso a vuestras penas, porque algo más que eso os prometo en aquella existencia. Esperad, resistir vuestro dolor, orad y meditad, y la distancia que os separa de Mí se acortara. Vuestro llanto en este mundo no es eterno, no os he creado para imponeros un suplicio. Comprended que todo dolor tiene una causa, que esa causa es alguna imperfección vuestra; por lo tanto apurad el contenido de ese cáliz que muchas enseñanzas os revelará. Pensad en todo esto antes de que mi voz os llame al Más Allá. 4. Así le hablo a toda la humanidad, mas a mis discípulos les digo: vosotros tenéis que ser mis soldados fuertes, aquellos que dejen una huella de amor tras de sí y lleven por estandarte la paz, la fraternidad y la buena voluntad. Analizad mi enseñanza para que no vayáis a confundiros con tantas teorías y doctrinas que hoy existen en el mundo; mas si alguno llegara a confundirse, es señal de que no ha comprendido mi palabra. Por eso os digo: escudriñad mi palabra si queréis, mas no dejéis que el viento se la lleve. Guardadla en vuestro corazón, recordadla en vuestra soledad y repasadla en la paz de los campos, entonces volveréis a sentir mi presencia, mi amor y mi caridad. 5. ¿Quiénes llegarán a ser maestros en mi enseñanza? Comprended que no sólo tendréis que enseñar con la palabra sino con las obras, porque ellas serán lo primero que mostréis al mundo. La humanidad está cansada de palabras. ¿Es por ventura un sacrificio cumplir con la Ley que vuestro Señor os ha enseñado? En aquel tiempo os dije: “Amaos los unos a los otros, así como Yo os he amado” Y Elías ahora os ha dicho: “Caridad y más caridad con vuestros hermanos y veréis a mi Padre en todo su esplendor”. 6. Formáis un pueblo o más bien un conjunto de espíritus en cuyo seno me he manifestado ahora y en todos los tiempos. 7. El Mesías que anunciaron los profetas y esperaron los patriarcas, el Maestro que dio su palabra y su vida al mundo prometiendo que volvería, es éste que hoy en la humildad de este pueblo se ha presentado invisible al ojo material, pero lleno de gloria y majestad ante vuestro espíritu. No he venido a lastimaros, reclamándoos la forma en que me tratasteis en aquel tiempo, ¿Acaso Dios podía ignorar la suerte que le esperaba al hacerse hombre? En verdad os digo, que el Padre se impuso voluntariamente ese sacrificio por amor a vosotros, Sabía desde antes de venir, que la cruz le esperaba; también sabía que su sacrificio iba a daros la lección perfecta del amor más puro, y os iba a enseñar el camino por el cual alcanzaréis el perdón de vuestros pecados. 8. Comprended que soy el fiel guardián que vela por todos, lo mismo por los justos que por los pecadores. Como el ladrón que espera la noche para sorprender a los que duermen, así penetro en vuestro corazón, de ahí sólo me llevo dolor y en cambio os dejo mi paz como prueba de mi presencia. Sabed sentirme en los actos de vuestra vida material. Sentidme cuando os sentéis en torno de la mesa a comer vuestro pan. En verdad os digo que en ese instante estoy presente. Comed en paz y Yo seré quien reparta vuestro pan, pan de concordia, de paz y de bendición. 9. ¡Cuánto padece el Espíritu Divino cuando encuentra en los hogares, la desunión, la mala voluntad y la falta de caridad! Si volvéis al camino del amor, al instante sentiréis la paz de mi presencia. 10. Mis lecciones son muy extensas para que algo de ellas asimiléis. Cuando vengan a esta nación aquellos que llamáis extranjeros y sepan de esta revelación, intrigados me preguntarán: Señor, ¿Por qué amaste tanto a este pueblo y le favorecisteis con tus lecciones? A lo cual les contestaré: Le amo igual que a vosotros y a toda la humanidad, mas no todos me hubiesen comprendido en la forma en que me manifesté. Vosotros no les miraréis como extranjeros, los sentaréis a vuestra mesa y conversaréis con ellos, porque entre aquellos corazones se encuentran los que llevarán mi palabra a otros pueblos. Ellos sembrarán en su camino y lucharán como buenos soldados y cuando haya pasado la lucha y la paz, como un iris divino, aparezca en el firmamento, brotará un himno espiritual de todos mis hijos que en distintos puntos de la Tierra estuvieron unidos en la oración y en la lucha. Este himno será aquel que dice: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”. 11. Hoy sois aún como niños que necesitan del amor de su padre; por eso vengo a prodigaros mis caricias, porque Yo soy vuestro Padre, penetro en vuestro corazón y sé todo lo que guardáis en él. Ninguno puede tener secretos para Mí, porque Yo habito en vosotros mismos. 12. Cuando apenas principiabais a escuchar esta palabra, la flama de vuestra fe era débil, su luz tenue; más a medida que fuisteis comprendiendo mi enseñanza, la lámpara de vuestra fe se fue convirtiendo en antorcha luminosa. 13. En verdad os digo que sólo con fe y con un deseo inquebrantable de cumplir con mi Ley, podréis atravesar este desierto, como el fuerte Israel del Primer Tiempo. 14. No rehuyáis las pruebas de la vida, ni desoigáis mis enseñanzas, porque ellas están forjando a vuestro espíritu. 15. Los fuertes serán los que den el mejor testimonio de mi manifestación y de mi verdad; los débiles andarán buscando cómo simulan que cumplen con su misión, cuando en realidad no testifican con sus obras el amor y la caridad de mi Doctrina. 16. Aún restan unos años en los que podréis seguir escuchando estas lecciones para que quedéis debidamente preparados para transmitir mis enseñanzas, una vez que mi palabra haya cesado. 17. Desde ahora os digo que no sois más que nadie, que la creencia que habéis alimentado de que sois un pueblo de seres privilegiados, es un error, porque el Creador en su amor perfecto por todas sus criaturas, a ninguna distingue. Os digo esto, porque mañana tendréis que enseñar a vuestros hermanos la Doctrina que os traigo en este tiempo y no quiero que aparezcáis ante los postreros como seres superiores, ni que los méritos os hicieron dignos de ser los únicos en escuchar mi palabra. 18. Seréis hermanos comprensivos, humildes, sencillos, nobles y caritativos. 19. Seréis fuertes pero no arrogantes, para que no humilléis a los débiles. Si poseéis grandes conocimientos sobre mi Doctrina, jamás haréis alarde de vuestro saber para qué vuestros hermanos no se sientan empequeñecidos junto a vosotros. 20. Llevaréis presente que todo cuanto acumulasteis en vuestro corazón, no os fue dado para que lo atesoraseis, sino para que hicieseis conocer mi verdad a vuestros hermanos, una porción de los cuales está asignada por Mí para cada labriego. 21. ¿Para qué repetiros a cada paso que todo cuanto de bueno hagáis será en provecho de vuestro espíritu? 22. No alimentéis intereses egoístas pensando tan sólo en vuestra salvación y en vuestro galardón, porque vuestro desengaño será muy doloroso cuando os presentéis en espíritu, porque encontraréis que en realidad no supisteis labraros ningún galardón. 23. Para que mejor comprendáis lo que quiero deciros, os doy el siguiente ejemplo: Existen y han existido siempre hombres y mujeres que han procurado hacer obras de caridad entre sus hermanos y que, sin embargo, cuando llegan ante Mí, no me han hecho presente méritos para su felicidad espiritual: ¿A qué se debió esto? ¿Podéis concebir que ellos hayan sido víctimas de una injusticia por parte de su Padre? La respuesta es sencilla, discípulos: No pudieron recoger un bien para sí, porque sus obras no fueron sinceras, porque cuando extendieron su mano para dar algo, nunca lo hicieron movidos por un verdadero sentimiento de caridad hacia el que sufre, sino pensando en sí mismos, en su salvación, en su premio. A unos les movió el interés, a otros la vanidad, y esa no es caridad verdadera porque no fue sentida ni desinteresada y Yo os digo que el que no lleva sinceridad y amor, no está sembrando la verdad ni está labrándose un galardón, 24. La caridad aparente podrá proporcionaros en la Tierra algunas satisfacciones que provengan de la admiración que despertéis y de la adulación que recibáis, pero lo aparente no llega a mi Reino, ahí solo llega lo verdadero. Allí todos llegaréis sin poder ocultar la menor mancha o impureza; porque antes de presentaros ante Dios os habréis despojado de mantos, coronas, insignias, títulos, y todo cuanto al mundo pertenezca, para presentaros delante del Supremo Juez como simples espíritus que van a responder ante el Creador de la misión a ellos encomendada. 25. Comprended que sois el pueblo que viene caminando desde el Primer Tiempo; juntos ahora en una sola voluntad y así podréis ver mis prodigios y decir Dios nos ha perdonado, el Señor derrama su amor sobre nosotros. 26. Unos veáis en la envoltura de un niño, otros en la de un mancebo o en la de una doncella y otros en un anciano; ahí sólo mi mirada puede descubriros, sólo Yo sé la carga que cada uno trae y la expiación que está cumpliendo. Los cardos que se han clavado en vuestros pies sólo Yo los veo y es mi amor quien los aparta, para sanar luego vuestras heridas. 27. Quiero que sea mi palabra que recibiréis hasta 1950, la que os una a todos, que no sea el dolor; pero mientras digáis: “En tal lugar no es verdad lo que se entrega”, estaréis cultivando en vuestro corazón la semilla de la división y de la discordia. Vuestro orgullo y vuestra vanidad os hacen sentiros superiores y primeros entre los demás y de esa manera no estáis imitando al Divino Maestro. El Verbo, siendo uno con el Padre, se hizo hombre por amor a los pecadores y vosotros no sabéis renunciar a vuestro orgullo, a vuestra falsa personalidad para amar a vuestros hermanos, como Yo os lo he enseñado. 28. Para comunicarme con este pueblo, he tenido que humanizar mi voz haciendo uso de un portavoz humano, el cual ni siquiera es limpio de entendimiento y corazón. Vosotros juzgáis los actos de vuestros hermanos y si los encontráis imperfectos, les desconocéis y os alejáis de ellos, y Yo os pregunto: ¿Esa es la enseñanza que os he dado? Como a un nuevo Lázaro he dicho a este pueblo: “Levántate y anda”, mas la vida que le he entregado ha sido para que la consagre a amar y servir a sus semejantes, pero no habéis tratado de imitar la mansedumbre del Cordero, sois reacios de cerviz, duros de corazón y por eso hay guerras y división en vuestro seno, imitando con ello a los pueblos que en guerra se encuentran. Recordad que os he dicho: “No juzguéis a vuestro hermano, porque a su tiempo vendrá vuestro Dios y Señor a juzgaros”. No imitéis los malos ejemplos de los hombres, imitad a vuestro Maestro. Tenéis un ejemplo perfecto que os sirve de lección en vuestra marcha de evolución hacia la Ciudad Prometida en donde os espera el amor de vuestro Padre. 29. ¿Queréis que surjan entre vosotros aquellos profetas del Primer Tiempo, que entre lamentaciones por calles y plazas os amonestaban, para que hicieseis penitencia y os arrepintieseis de vuestras faltas? De cierto os digo que les juzgaríais extraviados de la mente y no les creeríais. Mas algunos se levantarán hablando a las multitudes en los pórticos de los templos y recintos, en donde los hombres se congregan a elevarme culto, descubriendo la falsedad de los ídolos y proclamando el culto que Dios quiere de sus hijos. 30. Aquí entre vosotros, cada portavoz, facultad o vidente, ha sido un profeta; sus voces unidas en una sola se han elevado para enseñar a este pueblo el camino por medio de la oración, la práctica de la caridad y el culto a través de vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. ¿Cómo es que perdéis a veces el camino cuando éste está trazado con sangre de amor divino? ¿Es posible que los confundáis con los caminos que con sangre de homicidios han trazado los hombres? 31. Vuestra conciencia sabe cuánta razón tengo para hablaros así, más vuestro corazón se resiste y cree que os hablo con excesiva dureza; entonces, llenos de arrepentimiento y de llanto me preguntáis si vosotros seréis de los que vayan a dejar manchado este camino o a llenar de dolor el corazón de vuestros hermanos. Yo os digo que no os confundiréis, porque mi camino es claro y luminoso y quien abre sus ojos y le busca, pronto le encontrará. 32. Yo levantaré mi palabra y más tarde vendrán hombres de tierras distantes a preguntaros si fue verdad que Dios vino entre vosotros a hablaros como Maestro. ¿Qué contestaréis entonces y cuál será vuestro testimonio? 33. Tiempo ha que estoy llamando a vuestro corazón y por eso decía que me tenéis cerca, mas no me habéis abierto sus puertas para que Yo pase a morar en vuestro interior. He permanecido fuera llamando pacientemente. 34. Uno de los defectos más graves es el de la hipocresía; no pregonéis amor mientras no seáis capaces de amarme en vuestros semejantes. ¡Cuántos de los que han juzgado el beso de Judas no quieren ver que ellos han dado el beso de aparente fraternidad a su hermano y por su espalda le han traicionado! Cuántos de los que dicen estar sirviendo a los necesitados los veo entregando a cambio de monedas, la luz, la verdad, la caridad. ¿Por qué cuando alguien os ha atemorizado con sus preguntas, habéis hecho como Pedro en sus momentos de flaqueza: negarme y afirmar que en verdad ni siquiera me habéis conocido? ¿Por qué teméis a la justicia humana y no teméis a la mía? En verdad os digo que entre la justicia divina y vuestros pecados, se interpone la intercesión de María, vuestra Madre Celestial, que siempre ruega por vosotros. 35. Vengo enseñándoos a guiar a las multitudes, aun cuando ya desde el Segundo Tiempo os había mostrado cómo conducirlas sin que se fatigasen, reanimándolas con la dulzura de mi palabra, sustentándolas en el desierto y haciendo pródigos para encender la fe en sus corazones. 36. Os he dicho que para el año 1950 terminará mi comunicación que he tenido con vosotros a través del entendimiento del portavoz; mas también os digo que antes de levantarla, habrá portavoces que por su impureza y falta de espiritualidad, Yo cerraré sus cerebros antes del tiempo señalado; mas esto será para que no confundan a nadie con lecciones que no contengan mi verdad. 37. Mi luz ilumina, mas no ciega ni turba; Yo soy la Verdad. Analizad esta palabra y esta manifestación y vuestra conciencia os dirá si ella os enseña la verdadera vida. 38. Recordad que son dos las eras que con anterioridad ha vivido esta humanidad. La primera iluminada por la luz del conocimiento sobre la Ley Divina; la segunda fortalecida con las lecciones de amor divino que os diera en Jesús. Ya comienza un nuevo tiempo a enviar sus luces sobre los hombres y sin embargo, éstos aún siembran y cosechan la semilla del mal, se destruyen unos a otros, se causan daños y luchan a muerte hermano con hermano. 39. Siglos y más siglos han transcurrido y aún no se cansan los hombres de sembrar y recoger tanto mal, ni se han cansado de hacer que se derrame tanto llanto, ni de regar la Tierra con la sangre humana, ¿Hasta qué grado de amargura querrán beber el cáliz del dolor que los detenga en su incesante carrera y vuelvan al camino verdadero? No quiere vuestro Padre que bebáis los residuos que quedan en el fondo de ese cáliz; sin embargo, eso es lo que vais buscando con vuestra soberbia y vuestros odios. 40. Pueblo amado, mirad que la humanidad se encuentra hambrienta de paz. ¿Por qué no os preparáis para que con vuestras obras de amor le llevéis la buena nueva, levantándola a la fe y a la vida verdadera? ¿Por qué no tenderle una mano fraternal, noble y sincera, invitándola a la reflexión y a la oración? 41. Cierto es que tropezaréis con el orgullo de los científicos que creen saberlo y dominarlo todo, que creen haber descubierto el secreto de lo infinito; pero con cuánta sabiduría y justicia voy a tocarles y ese será el instante en que este pueblo, que ya sabrá testificar de mi Doctrina, hablará del espíritu, de la vida eterna y del conocimiento de la comunicación espiritual con Dios; hará llegar su voz a las naciones, y ese testimonio será como semilla fecunda que caiga en tierra fértil. 42. Los hombres abrirán sus ojos espirituales a la luz, mas en verdad os digo que antes de que eso sea, habrán de recibir aún muchas pruebas de la Naturaleza con las que se sorprenderá y se estremecerá la humanidad. 43. Cuando todo esto haya sido, se presentará la justicia inexorable de Dios poniendo punto final a tanta profanación y a tan desmedido orgullo. 44. Pasad la dura prueba; muchos de los que me habían olvidado se acordarán de orar y muchos que creyeron que para descubrir y conocer los misterios de la Naturaleza, era indispensable renunciar a toda creencia espiritual y a todo culto hacia Dios, se convencerán de su error, mi luz les estará bañando e inspirando lo que sus pobres inteligencias nunca hubieran encontrado. 45. Han sido los hombres de ciencia muy ingratos, porque se han olvidado de quién hizo todo lo que hoy les enorgullece, por creer que ellos lo han descubierto. 46. Necios y torpes han sido también, porque se han llenado de soberbia y superioridad creyendo haber penetrado en el conocimiento de la Creación, cuando en realidad sólo superficialmente la conocen. 47. En el Arcano de Dios nadie penetra, a menos que Él tenga a bien revelar a sus hijos algo de su contenido; esto debe haceros comprender que quien aspire a conocer lo que el Señor guarda en su Arcano, le será menester buscarlo por el camino de la humildad, del amor y de la espiritualidad. 48. El supremo conocimiento no está reservado a los hombres de mente desarrollada, sino a los hombres de espíritu elevado. 49. Bastaría que vosotros, testigos y oyentes de esta palabra, dieseis a conocer esta Doctrina sobre la cual los hombres no han reflexionado, para que ellos, iluminados por su conciencia, presintiesen mi verdad en vuestras palabras 50. Necesito hombres de buena voluntad, hombres fuertes y leales, sensibles al dolor ajeno y celosos del cumplimiento de mi Ley, para que en calidad de mis enviados traspasen fronteras, crucen países y vayan sembrando y extendiendo el conocimiento de este mensaje divino, hombres que vayan a explicar el porqué de las pruebas, de mi justicia, de las guerras, de la destrucción y el dolor, que además enseñen la forma segura de encontrar la paz y la salud, ya sea del espíritu o de la materia. 51. De este pueblo surgirán los heraldos, los profetas de mi Nueva Palabra, los labriegos y sembradores de esta Doctrina de amor y espiritualidad, por lo que entre vosotros deberá haber purificación y justicia. 52. Aquella manifestación de mi espíritu prometida por Mí en el Segundo Tiempo, es ésta que estáis presenciando, pueblo, ved que se aproxima ya su final. Aprovechad cada una de mis lecciones porque después de 1950 no volverán a escucharse bajo esta forma. La hora está fijada y mi voluntad es irrevocable. Si Yo no cumpliese mi palabra, dejaría de ser vuestro Padre, porque descendería al plano en que vibran los hombres, que hoy afirman un concepto y mañana se traicionan a ellos mismos. 53. En los designios de Dios no puede existir variación alguna, porque conociendo el futuro, no puede equivocarse. 54. Dios todo lo tiene previsto desde el principio, con suma justicia y perfección. 55. Comprended esto que os digo, para que también vosotros sepáis ser firmes en vuestras obras como os lo ha enseñado vuestro Maestro. 56. Os estoy hablando desde la nube radiante de luz que contemplaron en Betania mis discípulos del Segundo Tiempo y que ahora han contemplado los videntes. En verdad os digo que ni aquellos que me vieron partir entre nubes, comprendieron el significado de aquella manifestación. Tampoco los que en este tiempo me vieron descender en espíritu entendieron el significado de esa nube, hasta que mi palabra todo os lo vino a explicar y mis enviados espirituales os lo hicieron comprender con su palabra amplia y clara. También los discípulos del Segundo Tiempo en los instantes de contemplar la ascensión de su Maestro, sin comprenderla, tuvieron la presencia de un ser espiritual que les explicara que ese Jesús a quien habían visto ascender entre nubes, el mundo lo vería descender de la misma manera, es decir, en Espíritu en un nuevo tiempo. 57. Esta manifestación es el cumplimiento de aquella promesa, oh pueblo; si a alguno de mis hijos le parece demasiado pobre la forma en que he venido, es porque no ha sabido elevarse espiritualmente para poder contemplar la luz radiante con que mi Espíritu ilumina la Nueva Era. 58. También en el Segundo Tiempo muchos hombres que soñaban con la venida del Mesías prometido, se sintieron defraudados cuando contemplaron la humildad de Cristo y por eso me negaron. No pudieron ellos descubrir a través de la pobreza exterior de Jesús la presencia del Reino de los Cielos, del Reino de la Luz y la Verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 76 1. Es día de gracia para vosotros. Venís a escuchar mi amorosa palabra que inunda de amor a vuestro corazón. Os estremecéis de júbilo al pensar que sois los precursores de aquellas generaciones de discípulos mios que están por llegar a la Tierra; entonces confesáis delante de Mí que sois torpes y débiles para desempeñar una misión que sea digna de Mí. Dudáis porque no me habéis comprendido, mas Yo no os enviaría a cumplir tan delicado cargo mirándoos débiles como estáis en estos instantes. Mis enseñanzas descienden día tras día a vosotros para doctrinaros y fortaleceros, para que una vez que estéis firmes en vuestra fe, enviaros a la lucha. 2. Si alguno piensa que los pecadores no son dignos de que Yo venga a salvarles, de cierto os digo que ese no me conoce. Yo no quiero la muerte para ninguno de mis hijos y una vez más estoy dispuesto al sacrificio para salvarlos y llevarlos a la verdadera vida. Comprended que no es posible que exista un ser que habiendo sido creado para determinado fin logre hacer variar la voluntad del creador, y vosotros fuisteis creados para elevaros hasta Mí por el camino de la verdad. Ese camino es el que han perdido los hombres con su materialismo y es el que vengo a trazaros nuevamente con mi amor. 3. Haré que esta humanidad, a semejanza del pueblo de Israel, rompa las cadenas de la esclavitud y se encamine a la falda de la montaña en donde escuchará mi voz que le señalará el camino de la Tierra Prometida. 4. No concedí a toda la humanidad la gracia de escuchar mi palabra en este Tercer Tiempo; lo hice con aquellos que podían sentirme y creerme bajo esta forma. Esta manifestación, esta palabra, servirá de preparación para que toda la humanidad sienta más tarde mi presencia bajo una sola forma: la espiritual. 5. No temáis pueblo, tened la seguridad de que no estaréis solos en esa hora porque la Naturaleza hablará y los elementos darán testimonio y cumplimiento a mis profecías para que la humanidad reconozca que éste es el Tercer Tiempo, el de la manifestación del Espíritu Santo. 6. Mi justicia pasará sobre toda criatura y tocará a todo ser humano, como en aquel tiempo el ángel del Señor pasó sobre Egipto dando cumplimiento a mi justicia, salvándose de ella tan sólo los que habían señalado su puerta con la sangre del cordero. 7. En Verdad os digo que en este tiempo será salvo todo aquel que vele y tenga fe en la palabra y en las promesas del Salvador, el Cordero Divino que se inmoló para enseñaros a orar y a cumplir con perfecto amor la misión de vuestra restitución, porque mi sangre, como un manto de amor, lo protegerá; mas el que no velase, el que no creyese o blasfemase, ése será tocado para que despierte de su letargo. 8. El año 1950 se acerca y pronto llegará el tiempo de justicia de que os hablo, el tiempo de la lucha de la luz contra la tiniebla. Preparaos pueblo, velad y orad, sentid el dolor de vuestros hermanos. Mirad cómo van enfermando las envolturas y el espíritu lleno de angustia por los peligros que lo acechan, busca un faro que lo ilumine y un bálsamo que cure sus males. Yo os he preparado para que seáis pastores de esas ovejas perdidas y las acerquéis a Mí para limpiar su espíritu, sanar su cuerpo y prepararles su camino inspirándoles el amor y la rectitud para que den principio a una nueva vida. 9. Mi luz ha aparecido en esta Tierra y se extiende por doquiera, congregando en torno mío a mis hijos de todas las razas y creencias. Vosotros que ahora oís mi palabra, habéis recobrado vuestros dones, habéis sanado y estáis llenos de fortaleza. Cuando la humanidad conozca esos sucesos, os llamará privilegiados, os pedirá que le deis un poco de esta verdad que os he revelado y escuchará ansiosa vuestras palabras. Hay muchos que debiendo estar ya leyendo en este libro, han retardado su llegada y vendrán cuando mi palabra haya cesado; mas para entonces estaréis preparados y les enseñaréis con amor como Yo os he enseñado a vosotros. 10. No temáis a las tinieblas en que viven vuestros hermanos, ni a la lepra, ni a la espada de su lengua. Se acercarán a vosotros, reacios los unos, otros compresivos; a todos les enseñaréis con caridad. Yo os he hablado con amor y mis palabras han sido una caricia y un consuelo para todos mis hijos. Me he presentado ante grandes multitudes sin mirar que unos creen y otros niegan mi palabra. He venido a cultivar el corazón humano sin distinción alguna; este riego de mi amor lo fecundará y en corto tiempo la vida del hombre se transformará. Después de que mi palabra haya cesado quedaréis vosotros como mis discípulos y seguiréis mis pasos testificando con vuestras obras la verdad de mis lecciones. 11. Quiero hacer de vosotros un pueblo fuerte, luchador, que venza los obstáculos y llegue hasta el fin de su misión para conquistar el galardón que le he prometido. Cuando os he ungido, he hecho que reconozcáis vuestros dones y habéis quedado preparados para la gran jornada. No sometáis a prueba esos dones; antes bien creed en ellos y no faltéis a la fe. No me probéis a Mí, porque si esto hiciereis Yo siempre demostraré quién soy; mas si Yo os sometiera a prueba, flaquearíais. 12. Si queréis sanar a los enfermos, hacedlo en mí nombre llevando con humildad vuestra misión. Cuando Yo señale el término de la vida de vuestros hermanos, no me pidáis que alargue su existencia; convertíos en guías de esos espíritus que son llamados al Más Allá y a los cuales confío a vuestra caridad; mas cuando tengáis que devolver la salud del cuerpo, sentid el dolor de vuestro hermano y recurrid a vuestros dones, aconsejando y dando fortaleza y vuestro amor hará prodigios. 13. Me hacéis presente a los corazones que por su insensibilidad no han recibido mi Doctrina; revestíos de paciencia, que si tenéis fe en mi palabra sembraréis esta simiente en todos los corazones y Yo concederé a vuestra porción las pruebas necesarias para su convencimiento. 14. Quiero que recordéis siempre mis lecciones porque no he venido a hablar en el desierto, sino a depositar mi luz en vuestro espíritu y corazón. Pensad que si vosotros desperdiciáis mis enseñanzas, hay muchos hambrientos que me esperan ha mucho tiempo porque saben que he de venir a corregir todos los errores. 15. Mis escogidos están diseminados sabiamente en todas las naciones; todos tienen un encargo mío que cumplir. Algunos vendrán a esta nación, movidos aparentemente por causas materiales: unos en busca de trabajo, otros de tranquilidad; para ese tiempo quiero que estéis preparados, que ya seáis mis discípulos. Sólo así será creída mi palabra, por el ejemplo y la fe que el pueblo sepa dar a sus hermanos. 16. Yo soy el administrador divino que os enviará a tiempo a esparcir la semilla, mas no quiero oír de mis discípulos estas palabras: Maestro, me habéis dicho que la tierra estaba preparada y limpia y he encontrado espinas y piedras en las que he tropezado. Y Yo os respondo: No os he ofrecido un camino florido, os he dicho que es el mismo que recorrió Jesús en el Segundo Tiempo y después de El todos sus discípulos. 17. Todos podéis seguirme porque estáis limpios. Antes de atraeros a Mí, os he purificado, por lo tanto, sois dignos de esparcir mi simiente en el corazón de vuestros hermanos; las tierras están dispuestas y preparadas porque el Espíritu de Elías ha sido en este tiempo como el sonido de una campana que ha despertado a todo el que duerme. Todos los que os recreáis oyendo mi palabra, habéis sido tocados por la gracia de aquel pastor espiritual. En verdad os digo que cuando os veo reunidos escuchándome hay gozo en Mí, y cuando no os acercáis al árbol a comer de su fruto, hay tristeza en vuestro Padre. 18. He venido a congregaros en este pueblo, tiempo ha disperso en el mundo; he venido a reunir a las doce familias para luego hacer de ellas una sola y enviarla con una misión de paz entre la humanidad; mas cuando contemplo la ingratitud entre estos hijos no puedo menos que sentir dolor y tristeza. 19. Vengo a confiaros el árbol de la Vida Eterna cuyo fruto dulcísimo es salud, alegría y paz. He dejado que los hombres cultivasen árboles y he visto que la mayoría de sus frutos han sido amargos y de ellos han hecho comer a la humanidad. 20. Mi palabra ha tropezado con vuestro egoísmo, por eso os he dicho que lo que os estoy entregando es para que a su vez lo hagáis del conocimiento de vuestros hermanos, pero vosotros sólo queréis recrearos con mis manifestaciones sin contraer deberes para con los demás; mas el Maestro no os ha llamado para enseñaros lecciones inútiles, ha venido a deciros que aprendáis esta divina lección para que más tarde la aprovechéis en vuestra vida llevándola a la práctica con vuestros semejantes. Yo os revelo en este instante que vuestro espíritu tiene una deuda atrasada con todo aquel que llega a vosotros con un sufrimiento, con una necesidad o con una petición. Mirad con cuánto amor los pongo a vuestro paso para que cumpláis vuestra restitución haciéndolos objeto de vuestra caridad. 21. Tiempo ha os estoy hablando para formar en el seno de este pueblo un nuevo apostolado. Generación tras generación ha escuchado mi palabra y aún no descubro a los que por su firmeza sean los cimientos de mi templo. 22. El año 1950 tendrá que sorprenderos y al no escuchar ya mi palabra os sentiréis como huérfanos. 23. Mi justicia tendrá que tocaros hasta que comprendáis que tenéis que reuniros y formar un pueblo lleno de armonía y fraternidad. Esos tiempos se avecinan y ahora que aún hay oportunidad en que podéis prepararos con amor os digo: no esperéis dormidos a que llegue esa hora. 24. Os parece difícil la unificación e imposible vuestra reconciliación y fraternidad con todos los pueblos de la Tierra; de cierto os digo que los hombres llegarán a reconocerse y a amarse. 25. Cuando los hombres sometan su libre albedrio a la conciencia y obren de acuerdo con la voluntad divina, sentirán que la carga de la vida se hace ligera y que nada fatiga al cuerpo ni al espíritu. 26. ¡Cuánto anhela el padre que todos os sintáis delante de Mí como hijos y no como reos! Siempre que dejáis la Tierra y os presentáis a darme cuentas del cumplimiento de vuestra misión, os sentís abatidos bajo los cargos que os hace vuestra conciencia, y ya es tiempo de que lleguéis entonando un himno de triunfo y de gozo para que podáis decir a vuestro Padre. Señor, todo está consumado. 27. Si el camino hubiese sido amplio ya hubiese llegado toda la humanidad hasta la cumbre; pero como el camino ha sido de pruebas y la puerta estrecha, ha sido menester hacer méritos para poder penetrar en él. 28. Es imposible que desde este mundo tratéis de imaginar lo que es y cómo es mi Reino, el Cielo y la Gloria. Quiero que os baste saber que es un estado de perfección del espíritu desde el cual ve, siente y comprende la vida maravillosa del espíritu que hoy no podéis comprender ni concebir. 29. Os digo que ni los espíritus que habitan en planos más altos que aquél en que vivís, conocen la realidad de aquella vida. ¿Sabéis lo que es vivir en el seno del Padre? Cuando habitéis ahí, entonces podréis saberlo. Sólo un vago presentimiento, una leve intuición de aquel misterio cruzará fugazmente por vuestro corazón como un aliciente en vuestro camino de evolución, 30. Venid al Padre por el camino estrecho del amor, que es caridad, que es perdón, que es humildad y apartaréis de El su tristeza. 31. Pueblo, os he visto llorar por el mundo. ¡Benditos seáis! Comienza vuestro corazón a sentir el dolor ajeno. Os he contemplado en el silencio de la noche elevando vuestro pensamiento hacia Mí para pedirme la paz y el bálsamo para la humanidad. En verdad os digo: ¡No sabéis cuánto alcanza el mundo por vuestra oración! 32. No temáis no llegar a conocer en esta vida el resultado de vuestras peticiones y de vuestras lágrimas por aquellos a quienes ni siquiera conocéis. El cincel del dolor está puliendo vuestro corazón v mi palabra os inspira a cada instante la caridad. Hoy comprenderéis la fuerza que poseéis por el pensamiento, así como por otros dones que hasta ahora no habéis cultivado. Dentro de vosotros existe una vida aún desconocida. 33. ¿Imagináis el dolor de un espíritu cuando al retornar al valle espiritual se da cuenta de que no supo cumplir su misión en el mundo, ni revelar a la materia sus dones y atributos? En este tiempo vengo a entregaros nuevamente mis lecciones, aunque en la Doctrina que os di en el Segundo Tiempo ya os las había dado, mas entonces no podíais analizarlas. Todo aquello que no acertabais a comprender lo considerabais misterio y sobre ello extendíais un velo. Ese velo es el que ahora vengo a desgarrar con mi luz para que los misterios os muestren su esencia. 34. He aquí por qué os he dicho que no conocíais la fuerza del pensamiento. Hoy os digo que el pensamiento es voz y es oído, es arma y es escudo. Lo mismo crea que destruye. El pensamiento acorta la distancia entre los ausentes y encuentra a los que había perdido. Conoced vuestras armas antes de que la lucha comience; el que sepa prepararse será fuerte e invencible. No será necesario que esgrimáis las armas homicidas. Vuestra espada será el pensamiento limpio y puro, y vuestro escudo la fe y la caridad. Aún en el silencio resonará vuestra voz como mensaje de paz. 35. Esta es la lección que vengo a enseñaros ahora y en verdad os digo que mis palabras no se perderán, así como no fue inútil una sola gota de la sangre derramada en el Calvario. Del tiempo que os he dado para vuestra vida material, os estoy quitando unos instantes por los cuales podéis alcanzar la vida eterna. Estos momentos no tienen precio. 36. Ni siquiera os exigí que creyeseis en Mí; cuando llegasteis fui Yo quien se adelantó a daros pruebas sanando vuestros males del cuerpo, dando paz a vuestro espíritu o algo que creíais inalcanzable. Después, cuando habéis creído en Mi y os habéis entregado con fe al cumplimiento de mi Ley, he señalado a cada quien su misión para que no se equivoque de camino, para que sólo tome lo que le corresponde y entregue a sus hermanos la caridad y el amor como Yo he venido a hacerlo en vosotros. 37. ¿Por ventura creéis que todos los que enseñan son maestros? ¿Creéis que todos los que se nombran ministros de Dios, son enviados míos o sea que Yo les he dado la misión que están desarrollando? ¿Creéis que todos los que reinan, gobiernan y mandan en el mundo poseen los dones necesarios para cumplir esa misión? No pueblo. Cuán pocos son los que desempeñan el cargo que en verdad les ha sido confiado. Mientras unos usurpan un puesto que no les corresponde, los que deberían desempeñar o se ven humillados y postergados. He tenido que venir nuevamente como Maestro a enseñaros, Yo que soy vuestro Dios, a ofreceros la comunión espiritual y Yo que soy vuestro Rey a gobernaros para encauzar a vuestro espíritu en el sendero de evolución. 38. Ayer sólo almacenabais palabras que nadie os enseñaba a comprender o a interpretar y que sólo os llenaban de confusión. ¿Quién de vosotros, después de recibir mi palabra como una semilla y el rocío fecundador de mi luz que lo explica todo, cree aún en el fuego eterno del infierno? Ninguno. Hoy sabéis que no será el temor al castigo lo que os hará cumplir mi Ley, sino vuestro amor, nacido en lo más profundo del corazón. Aquellos tiempos en que vuestro espíritu temblaba ante la justicia de un Dios terrible e inexorable, han pasado. Erróneamente se ha interpretado lo que en sentido figurado os revelé en tiempos pasados. Lo que debéis saber es que cuando la conciencia de un pecador logra apartar al espíritu de su materialismo y le señala todos sus errores, la comprensión de su ingratitud le hará arrepentirse y la vergüenza que sufra será tan intensa que os parecerá débil junto a ella, la falsa idea del fuego material como elemento purificador del espíritu. 39. La conciencia es la luz de Dios y esa luz es fuego de amor que consume toda impureza. He ahí el fuego en el que se funde de nuevo el espíritu, para levantarse otra vez lleno de luz. 40. También os digo que así como existe ese fuego en la conciencia que no es fuego material, también existen en el espíritu tinieblas y soledad que no son como las que tenéis en el mundo, ni como las imagináis. 41. ¿Cómo habéis podido creer que en el día del juicio resuciten los cuerpos de los muertos y se unan a sus espíritus para penetrar en el Reino de Dios? ¿Cómo podéis interpretar así lo que en otros tiempos se os enseñó? 42. La carne es de este mundo y en él queda, mientras el espíritu se levanta libre y vuelve a la vida de donde brotó. “Lo que es nacido de la carme, carne es; lo que es nacido de mi Espíritu, espíritu es”. La resurrección de la carne es la reencarnación del espíritu y si unos creen que esa es una teoría humana y otros creéis que es una nueva revelación, de cierto os digo que esta revelación comencé a darla a conocer al mundo desde el principio de la humanidad; prueba de ello podéis encontrarla, en el texto de las Escrituras que son un testimonio de mis obras. 43. Mas en este tiempo ha llegado esta revelación a vuestro espíritu en un grado mayor de evolución y en breve será tenida en justicia como una de las leyes más justas y amorosas del Creador. Desechad la creencia que teníais acerca del “Día del juicio”, que no es un día de los vuestros, porque es un tiempo, y el fin del mundo no es el del planeta en que vivís, sino el de la vida egoísta que sobre él habéis creado. 44. En verdad os digo: Vivís en el día del Señor, estáis ya bajo su juicio. Vivos y muertos están siendo juzgados; actos pasados y presentes son pesados en esta balanza. Abrid vuestros ojos para que seáis testigos de que por donde quiera la justicia divina se hace sentir. 45. Ahora es cuando debéis permanecer fuertes porque la tempestad se ha desencadenado y las tentaciones os acechan a cada paso. Dejad la Sodoma y Gomorra, ciudades pecadoras, y no volváis vuestro rostro, porque ellas os están invitando y ya que os libertasteis, no volváis a caer en su seno, no sea que luego no tengáis fuerzas para separaros de ellas. Id sin deteneros en pos de la ciudad de paz, aquella que llegará a establecerse en vuestro corazón cuando el tiempo sea llegado. 46. ¿Cuánto durará el juicio? No lo sabéis; más de cierto os digo que el tiempo de purificación será acortado por mi caridad divina. Ancianos que lloráis porque vuestra razón os dice que no veréis en la Tierra el triunfo de mi Ley, en verdad os digo: ¿Quién puede aseguraros que no volveréis para entonces al mundo, a ser testigos de la venida de mi Reino y a dar un paso más en el camino? A los que no volviesen les digo que Yo les haré contemplar desde el Más Allá el triunfo de mi justicia y la voz y la presencia de esos seres será sentida en la Tierra. 47. Una nueva lección os he entregado; con ella he destruido conceptos erróneos porque habíais materializado enseñanzas anteriores. Ved que os hablo en múltiples formas; una misma lección os la enseño de distintas maneras, para que ninguno se quede sin comprender mi palabra. Tened en cuenta que ni vuestro espíritu ni vuestro entendimiento tienen el mismo grado de evolución en todos los que venís a escucharme. Yo sé lo que cada quien necesita, por eso humanizo y limito mi palabra hasta hacerla comprensible a todos y a cada uno de mis párvulos. 48. Después de entregaros mi lección y a fin de que vuestro análisis sea acertado y justa vuestra interpretación, os envío a mis emisarios espirituales, mensajeros y explicadores de mi palabra, para que os ayuden en vuestro estudio y encontréis la esencia de mis revelaciones. 49. Quiero que lleguéis a comprender la importancia que tiene el estudio y análisis de mi palabra, ya que cada frase encierra cuando no una revelación, una profecía; cuando no un juicio, una lección para vuestro espíritu. 50. Quienes den a mi Obra la importancia que ella encierra en este Tercer Tiempo y se profundicen en el análisis de mi palabra, verán el florecimiento y el desarrollo de muchos dones que estaban latentes en su ser. Benditos sean los que despierten ante la voz de su Señor, porque al levantarse a cumplir su misión, se percatarán de que no son parias ni menesterosos como habían creído y sabrán, además, que nunca estuvieron olvidados por su Padre. 51. El que por necedad, incredulidad o materialismo, no desarrolle en este tiempo sus dones y potencias espirituales se verá a cada paso sorprendido por los grandes acontecimientos y las pruebas destinadas a manifestarse en esta era; por eso os digo: preparaos, velad y orad, poned alerta a la humanidad. 52. ¿Habéis observado en vosotros vuestro despertar espiritual? ¿Estáis convencidos de que verdaderamente os encontrabais durmiendo? Pues haced con vuestros hermanos lo que mi palabra ha hecho con vosotros y estaréis en condiciones de iniciaros en la comunicación de Espíritu a espíritu. 53. Cuando habléis de Mí y entreguéis vuestro testimonio, hablad claro para que a ninguno confundáis. ¿Por ventura vine oculto tras el misterio o envuelto en sombras? Es verdad que he venido en Espíritu, invisible a vuestros ojos humanos, pero espíritu no significa misterio ni tiniebla, sino luz, verdad y claridad para quien sabe observar con buena fe y analizar con buena voluntad. 54. A este pueblo que ha sido testigo de mi comunicación por el entendimiento humano, le hago saber que para que el tiempo que a este estudio ha dedicado y la lucha que ha sostenido para permanecer firme entre las multitudes tengan mañana un fruto digno de sus méritos, es necesario que cuando esta palabra cese de vibrar a través del portavoz haya acumulado en su corazón todas mis enseñanzas, a fin de que esté en aptitud de testificar esta verdad. 55. Mi pueblo me dice en su corazón: Maestro, durante muchos años hemos escuchado tu divina palabra sin lograr llegar al fondo de tu enseñanza. ¿Cómo podremos alcanzar la preparación que nos pides en los escasos años que nos restan de escucharte? Y Yo os digo que si no habéis llegado a comprender mi revelación ha sido porque os ha faltado preparación y meditación para lograr el mejor análisis de las lecciones que os he venido entregando. 56. Voy a concederos una gracia por medio de la cual podréis llegar a extraer toda la sabiduría que os he dado en mi palabra; pero no creáis que esa gracia consiste en prolongar mi estancia entre vosotros, no; ¿Qué objeto tendría permanecer por más tiempo después de haberlo dicho todo y de habéroslo legado en los escritos? Aquella gracia de que os hablo la tendréis inmediatamente después de que mi palabra haya dejado de vibrar en 1950; entonces os concederé un tiempo para que os consagréis a la lectura de las innumerables lecciones que os di; haréis una meditación concienzuda y un estudio profundo que os ayudará a descubrir toda la esencia que el Verbo vertió en su comunicación con los hombres. 57. Con ese estudio iréis espiritualizándoos y adelantaréis en conocimiento y preparación. Entonces exclamaréis regocijados: Señor, bendito seas, porque nos diste la oportunidad de aprovechar aquel caudal de luz que nos trajiste y que ya se iba alejando de nuestro corazón. 58. Este es el Tercer Testamento del Único Dios que se ha manifestado a los hombres en tres formas o fases distintas. 59. No podréis negar que durante el tiempo de mi comunicación estuvieron con vosotros mis complacencias, aunque también estuvo presente mi justicia; todo ello os ha ayudado a comprender que verdaderamente se trataba de una revelación divina y que es cierto que una nueva era se ha iniciado para la humanidad. 60. ¡Oh naciones benditas, aunque no sintáis la cercanía de mi presencia, ni os deis cuenta de que habéis penetrado en el nuevo tiempo que es de luz y de justicia, Yo os doy mi amor, mi perdón y mi bendición! ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 77 1. Bienvenidos seáis labriegos amados que os habéis convertido en mis compañeros de lucha y de trabajo. 2. Gozosos vienen a ofrecerme el fruto de su labor los que han abrazado con amor esta cruz porque son felices sabiendo que sirven a su Padre. Otros llegan tristes y cabizbajos ante Mí; son los que al oír que en la calle les llamaron herejes, traidores o brujos, se sintieron invadidos por el temor y la vergüenza y desde entonces se ocultan a las miradas de sus hermanos; y cuando llegan a hablar de mi Obra lo hacen brevemente con temor y titubeos. ¿Qué fruto podrán levantar estos corazones tímidos, y que paz podrá producirles el saberse discípulos de esta Doctrina? 3. Yo quiero que mis discípulos se sientan en todas las ocasiones, dueños de sí mismos; que testifiquen con sus obras de amor delante de sus hermanos la verdad de mi Doctrina y lleven su frente alta y la paz en su corazón porque todo ello será una prueba del firme convencimiento de la verdad que han abrazado un testimonio de fe y de dignidad ante sus hermanos. 4. A los débiles y temerosos vengo a hablarles con palabras que levanten su espíritu decaído y enciendan su fe. Vengo a convencerles de que nadie podrá presentarles en el mundo Doctrina más perfecta y espiritual que la que os he revelado en este tiempo. 5. Cuando esa certeza penetre en su corazón ya no se ocultarán de las miradas de sus hermanos, ni se avergonzarán, ni se quedarán callados. Levantarán su faz, pondrán en sus actos la luz que irradia mi enseñanza y no temerán al juicio de nadie porque estarán en paz con su conciencia. 6. Os he traído una lección y os la he explicado con palabras fáciles de comprender para que pronto la practiquéis; os he enseñado máximas que al quedar grabadas indeleblemente en vuestro corazón, podréis tenerlas presentes en cualquier instantes de vuestra vida para que cuando la humanidad llegue a pediros pruebas, vosotros sin titubeos y sin temor deis testimonio de mi verdad. 7. No he venido a ofreceros tronos, coronas ni tesoros del mundo, sino el conocimiento de los dones para el espíritu; mas en verdad os digo que uno solo de estos dones vale más que todos los reinos de la Tierra. 8. A vosotros os digo que aunque sepáis que lo que os he entregado es de infinito valor, no os envanezcáis por ello; tened presente que Yo, vuestro Rey, siendo el dueño de todo lo creado, he llegado humildemente y sin alarde ante vosotros. 9. El que quiera conocer mi Reino, habitar en él y poseer sus riquezas, que lo conquiste con amor y con humildad. 10. Mi espíritu invita a todos a venir en pos de mi Reino, no sólo a los habitantes de esta nación, sino a los hombres de todos los pueblos. Mi simiente está diseminada por todo el mundo, son los señalados con la sangre del Cordero, los que han llegado y seguirán llegando entre la humanidad dando la Buena Nueva, despertando a los hombres de su letargo y preparándoles el camino. Ellos levantarán tras de sí a las grandes caravanas para orientarlas hacia la espiritualidad; irán delante de los pueblos como aquella estrella que guio a los magos en el Segundo Tiempo indicándoles el lugar del nacimiento del Salvador 11. Dispuesto está que habré de manifestarme por conducto de cada uno de mis marcados y mis manifestaciones serán de luz, de poder y de consuelo. Serán mis precursores, mis profetas, mis inspirados, serán apóstoles de la espiritualidad doctores, guías y consejeros. Todo esto de que os hablo ya estaba escrito y previsto. 12. Aquí tuvisteis al enviado del Tercer Tiempo, por cuyos labios habló Elías, quien vino a preparar la Nueva Era; tuvisteis a los portavoces por cuyo conducto vibró mi palabra. En otras partes, bajo diversas formas, tendrán mi mensaje que habrá de ser para su preparación espiritual como la ha sido para vosotros esta comunicación. 13. Breve será el mensaje y una vez entregado los que lo recibieron tendrán que levantarse a darle cumplimiento con sus obras de amor. 14. La humanidad se unirá espiritualmente con esos mensajes porque la esencia de todos ellos será una sola: Mi Verdad. 15. Nadie cambie o altere el sentido de mis revelaciones para que llegada la hora de vuestro encuentro no vayáis a tropezar con diferentes interpretaciones. 16. Vosotros que estáis recibiendo una revelación clara y amplia, como lo es Mi Rayo de luz hecho palabra, sois en esta era los más responsables ante esta Obra y ante la humanidad. Bienaventurados los discípulos fieles a mi enseñanza, benditos lo que buscan afanosamente mi palabra porque en ellos habrá sabiduría. 17. Hay quienes asisten a mis manifestaciones por costumbre y mientras mi palabra habla a su corazón, sus pensamientos vagan por diversos sitios, ocupados cuando no en hondas preocupaciones, en aspiraciones superfluas. Yo os digo que no durmáis ante mi cátedra, porque no sabéis el instante en que os llame a cumplir una delicada misión. 18. Me preguntáis por qué he venido a comunicarme por conducto del ignorante y Yo os digo que su ignorancia estará en su mente inculta, mas no en su espíritu el cual se encuentra evolucionado. Algunos dirán: “Señor, con cuanta precisión se están cumpliendo vuestras profecías”. Otros con tristeza me dicen en su corazón que temen imitar al traidor de mis apóstoles obligados por el pesado fardo de preocupaciones y deberes que tienen en la Tierra. Mas Yo os digo: miradme a Mí que teniendo que atender a las necesidades de todos los mundos y de todos los seres que forman el Universo, aun desciendo entre vosotros para traeros una luz, una esperanza o una gota de bálsamo. 19. Os prometí en aquel tiempo volver a la humanidad y heme aquí para cumplir con aquella promesa aun cuando hayan pasado muchos siglos. Vuestro espíritu anhelaba mi presencia en su deseo de paz, en su hambre de verdad, en su ansia de saber, y mi Espíritu ha descendido para haceros oír una enseñanza de acuerdo con el tiempo en que vivís. ¿Cómo quieren los hombres seguir viviendo como hasta ahora lo han hecho? Ya no es tiempo de que sigan estancados espiritualmente, ni aletargados en la práctica de ritos y tradiciones. 20. La humanidad ya debería conocer mejor a su Padre, sentir en su corazón el dolor por sus semejantes y contemplar con los ojos del espíritu a los seres despojados de la luz que vagan por el espacio llenando de dolor y de sombra a sus hermanos encarnados para que les condujesen con sus oraciones al camino del adelanto espiritual. 21. A vuestra diestra y siniestra están los necesitados, también los muertos a la vida de la gracia y los dejáis pasar porque no sabéis qué hacer con ellos; mas si no sabéis qué hacer con uno de vuestros hermanos cuando miréis que se desatan las guerras mundiales y el dolor se multiplica y se desborda, ¿Qué vais a hacer? Os sentís insignificantes e impotentes para ayudar en algo a los que sufren. 22. Era menester que viniera Yo en este tiempo de dolor a recordaros enseñanzas olvidadas y a revelaros nuevas lecciones. No será necesario que lleguéis a hacer milagros como vosotros los imagináis. En verdad os digo que muchas veces hacéis milagros verdaderos que sólo Yo conozco, porque ni vosotros os dais cuenta de ello. 23. Sólo os pido que vuestra fe sea grande, que practiquéis la oración espiritual y que perseveréis en el bien y vuestros ojos serán testigos de grandes prodigios. 24. Prometí a la humanidad volver en otro tiempo y aquí me tenéis cumpliendo mi promesa. Tenía que venir nuevamente para concluir una enseñanza que a través de dos eras os había venido revelando y cuya última parte había sido reservada para este Tercer Tiempo. 25. No ha sido vuestro corazón el que me ha esperado, ya que carecía de conocimiento sobre la promesa de mi retorno debido a que mi palabra y mis profecías del Segundo Tiempo permanecen casi ocultas; ha sido vuestro espíritu el que me ha recibido porque él conservó mi promesa y supo sentir en el llamado de la conciencia la presencia del Creador apreciando la esencia de la palabra divina, cuando ella tocó las fibras de vuestro corazón. 26. Tiempo de complacencias ha sido éste, en el cual he querido que sintáis muy próxima la presencia de lo espiritual humanizando mi palabra, permitiendo hasta cierto límite la materialización del Mundo Espiritual y dejando que por medio del don de videncia contemplaseis algo del Más Allá y algo del futuro también. 27. Todas estas manifestaciones han deslumbrado momentáneamente a vuestra mente porque os encuentro desorientados. Oís mi palabra y aunque es clara no alcanzáis a comprender su significado; sabéis que esta Doctrina ha descendido de Mí, libre de toda influencia humana y sin embargo, le estáis mezclado cultos y prácticas propias de idólatras y de fanáticos; sabéis de sobra que esta enseñanza es espiritual y quisierais que fuese algo tangible o visible a los ojos materiales. 28. Os ha deslumbrado el torrente de luz que se ha desbordado sobre vuestro espíritu, no acertáis aún a encontrar la esencia de esta revelación; mas en verdad os digo que esta confusión será pasajera y que a medida que vayáis penetrando al fondo de mi palabra, iréis adquiriendo conocimiento de la verdad y espiritualidad de ella, tanto al interpretar la Doctrina como al practicarla. 29. No todo ha sido imperfecto e impuro; en vosotros ha habido algo que os ha permitido sentir el mensaje del Tercer Tiempo y ese algo ha sido vuestra sensibilidad a lo espiritual, por lo cual os he nombrado precursores del Espiritualismo entre los pueblos de la Tierra. 30. Este mensaje que estáis recibiendo de vuestro Maestro a través del portavoz ha sido la lección preparatoria porque mi comunicación bajo esta forma pronto cesará y entonces principiaréis a comunicaros de espíritu a Espíritu y os levantaréis en pos de pueblos y naciones a entregar el mensaje de espiritualidad que anuncie a la humanidad que el Tercer Tiempo está presente, que la era espiritual ha llegado. 31. Mientras no analicéis ni comprendáis la Doctrina del Espiritualismo., Yo no permitiré que os levantéis a predicar, porque mi palabra es trigo divino al cual no deberá mezclarse nunca otra simiente, ni deberá confundirse con la paja. 32. Antes de que se haga la luz en vuestra mente, habrá pugna en el seno de vosotros; mas es necesario que surja esa lucha para que os obligue a meditar y a profundizaros en mi Obra hasta lograr verla definida y clara, hasta encontrarle su verdad y su esencia. Cuando cese esa pugna, los ánimos se serenen y el torbellino se calme, el pueblo saldrá de la tiniebla a la luz a convertirse en el propagador de una doctrina de paz, de una enseñanza de moral divina y de una sabiduría profunda y verdadera que revelará a los hombres los más inesperados secretos que les ayuden a ser grandes, sabios fuertes y elevados espiritualmente. 33. Buscad la inmortalidad del espíritu practicando mi Doctrina de amor. Las tierras son propicias para sembrar mi simiente, ved la confusión por doquiera, los hombres son como los vientos que no saben de dónde vienen ni a dónde van. Era menester que apareciera mi luz en el camino de la humanidad. La luz ya se ha hecho, Yo la he enviado, falta que los hombres abran sus ojos a ella. En estos instantes os preparo para que enseñéis a vuestros hermanos a elevar sus ojos al infinito donde podrán contemplar la luz divina. 34. Mas de cierto os digo, cuán duro y frio encuentro a vuestro corazón; a pesar de estar escuchando hora tras hora esta enseñanza celestial las puertas de vuestra caridad no se abren aún. Os he enseñado a visitar al enfermo en su lecho, a visitar presidios y hospitales para llevar un rayo de luz a esos lugares de expiación; os he enseñado a dar un consejo sabio o una frase de verdadero consuelo. ¿Sabéis a qué os envió a todos vosotros a visitar aquellos lugares? Para que los que saben sentir el dolor de sus semejantes practiquen la caridad y a los fríos de corazón para que al encontrarse frente a esos cuadros de dolor, se conmuevan y comience a germinar en su corazón la simiente de piedad y caridad. 35. Haced que vuestra existencia en la Tierra sea fecunda para cuando lleguéis ante mi presencia no tengáis que confesar llenos de remordimientos, que no supisteis aprovechar el tiempo y que vuestra vida fue estéril espiritualmente. 36. Es el instante en que la conciencia habla y os dice si habéis trabajado con limpidez o no; si habéis armonizado unos con otros; si habéis sabido recibir con amor y caridad a los necesitados, a los enfermos, a los pobres. 37. Orad amados discípulos, para que las buenas inspiraciones siempre os acompañen y no caigáis mañana en tentación; quiero veros unidos en mi Obra, amándoos los unos a los otros y viviendo para servir a vuestros hermanos. 38. Cada recinto en donde me hacéis presente vuestro amor es como una rama; todas unidas forman un árbol corpulento, unas son grandes y fuertes, otras son aún pequeñas y débiles, pero todas son tomadas en cuenta porque de su unión surge la frescura, la sombra y el refugio para los caminantes; que cada quien vele por su rama porque se acercan los torbellinos que sacudirán con violencia y furia el follaje del árbol. Es necesaria esa prueba para que caigan por tierra las hojas secas y los malos frutos a fin de que cuando las caravanas se aproximen encuentren buena sombra para su fatiga y frutos en sazón para calmar su hambre. 39. Las hojas secas y los malos frutos son todas aquellas prácticas y hábitos que habéis introducido en Mi Obra, no siendo parte de ella, los que a fuerza de practicarles día por día y año por año habéis llegado a mirarles como si fuesen la misma Ley. 40. Quiero que abráis vuestros ojos a la verdad para que os deis cuenta de la pureza de mi Doctrina y que poco a poco os vayáis eximiendo de todo lo superfluo que hubieseis mezclado en vuestras prácticas. 41. La tempestad se aproxima, mas no viene a destruiros, sino a dejaros un beneficio muy grande si sabéis permanecer serenos y aprovechar sus lecciones; mas si por vuestro fanatismo os anegaseis a vuestras costumbres y desaprovechaseis la prueba, quedaréis sumidos en un estancamiento profundo que no sabéis cuánto durará; después vendrá un nuevo torbellino, aún más fuerte, para sacaros de vuestro sueño, de vuestros errores y de vuestra desobediencia. 42. Meditad profundamente sobre la finalidad de mi nueva manifestación y quedaréis convencidos de que vine a libertados de los señores del mundo, de las cadenas de la ignorancia y del fanatismo, libertando a vuestro espíritu para ayudarlo a elevarse hacia Mí y para servir a sus semejantes haciendo uso de sus dones espirituales. Mas después de haberos dado esta libertad ¿Queréis caer nuevamente en tinieblas y en un yugo más doloroso? Reflexionad con la madurez de un espíritu evolucionado y doctrinado para que midáis las consecuencias que podría ocasionaros una nueva desobediencia. 43. Convenceos desde ahora que no os llamé para que vinieseis a adorar nuevos símbolos, sino para que aprendieseis una lección de amor; comprended que ni siquiera es mi voluntad que permanezcáis siempre unidos al calor de estos recintos, sino que una vez que estéis fuertes tendréis que levantaros a practicar la lección aprendida, no importa que os alejéis de aquellos que junto con vosotros escucharon al Maestro, si al fin en lo espiritual vais a estar siempre unidos. 44. Pensad que os he dicho que llegarán ante vosotros los científicos, los teólogos y los filósofos a interrogaros, y que no vais a ocultar con prácticas indignas y palabras confusas el esplendor de la luz que Yo encendí en vuestro espíritu, ni a empañar la pureza de una Obra sin mácula como es la que vine a confiaros, sino a mostrarles la sabiduría de la que os he hecho poseedores. 45. Pensad en vuestros hijos, en esas generaciones del mañana, las cuales os verán como a seres privilegiados por haber tenido la dicha incomparable de haber escuchado al Espíritu Santo por medio de sus portavoces y que desde luego, van a querer ver en vuestras obras la virtud y la pureza, la espiritualidad y la sabiduría que heredasteis de Mí. ¿Habéis pensado alguna vez en todo esto? Sin embargo, si os preparáis todos podréis servirme, todos podréis ser buenos y elevaros a Mí; si así no fuese, no hubiese Yo venido a llamaros en el Tercer Tiempo. 46. Ahora sois humanos; mas de vosotros Yo haré ángeles que vengan a morar en mi Reino de luz. Hoy estáis a prueba, estáis purificándoos en este crisol de vicisitudes del cual saldréis limpios y fuertes. 47. Así como señalo vuestras imperfecciones para que las corrijáis, también bendigo y alabo vuestras cualidades y buenas obras. ¿Creéis que no os he visto orar por los enfermos? ¿Creéis que no he contemplado vuestra lucha por extender el conocimiento de mi Doctrina y que no me he dado cuenta de vuestro esfuerzo por regeneraros, así como de vuestras renunciaciones y sacrificios por merecer mi caridad? Todo lo sé y todo lo veo y prueba de ello es que en cada obra buena que realizáis os hago sentir mi paz y una honda satisfacción por haber hecho el bien. 48. En estos instantes escucho que me decís: “Padre cuánto dolor deja la guerra a su paso entre la humanidad” Podemos ungir a los enfermos que están a nuestro alcance, pero ¿Qué podemos hacer entre aquellos que sufren en lejanas naciones? El Maestro os dice a todos los que sabéis llorar por vuestros hermanos: Seguid visitando y ungiendo a los que están a vuestro alcance y orad por los distantes que Yo haré lo que vosotros no podáis hacer. Ya vendrá el tiempo en que tengáis que esparciros por el mundo llevando a las naciones mi mensaje de libertad espiritual, de paz y salvación; ya llegará el momento en que mis emisarios hagan sentir a la humanidad la dulzura de mi bálsamo en la esencia de mi palabra. 49. Comed ahora todos del pan de mi palabra y sentíos perdonados por vuestro Padre; sentaos todos a la mesa. No vengo a preguntaros quién lavó sus manos para tomar el pan y quién no. Quiero que tanto el que sabe preparar su corazón para oír mi palabra como aquel que llega sin esa preparación, se deleiten comiendo el pan divino porque todos sois mis hijos y a todos los convertiré en apóstoles de la verdad. El árbol, la fuente y el camino son Para todos. 50. He aquí al Espíritu de Verdad en el siglo veinte explicando lo que en el Segundo Tiempo os dijo y que no supisteis interpretar. Mis apóstoles de entonces al oírme llegaban hasta confundirse y al deliberar entre ellos decían: tal parece que a veces el Maestro se contradice; mas llegó el tiempo en que fueron llenos del Espíritu Santo y reconociendo la grandeza de mi palabra comprendieron que el idioma humano es pobre para expresar lo divino y por ello a veces creyeron que el Maestro había cometido algún error al doctrinarles. 51. Ellos continuaron mi Obra de salvación escribiendo sus nombres junto al de su Maestro con obras de amor y de humildad y así testificaron mi verdad. 52. Ved cuánto tiempo ha pasado desde entonces sobre esta humanidad que llamándose creyente de Cristo y reconociendo a mis apóstoles como seguidores del Maestro, ha ido apartando más y más de su corazón aquella esencia y aquella simiente, dejando tan sólo mi nombre, el cual no saben pronunciar con respeto ni honrar con sus obras. 53. Buscad mi nombre en la Tierra y lo encontraréis en los labios de la mayoría de los hombres; buscad mi presencia y sólo la encontraréis representada en imágenes hechas por manos humanas; buscad mi huella y no la encontraréis en el corazón de la humanidad porque de ahí se ha borrado. 54. Este pueblo me ha escuchado en este tiempo y ha oído aquella frase reveladora que os ha dicho: “Vosotros y aquéllos sois los mismos”. El que comprende el sentido de esa frase dice entonces: ¿Cómo es posible que permanezca yo en la ingratitud y me encierre por siempre en mi egoísmo? Y ante esa reflexión despierta y se levanta al cumplimiento de su misión. 55. Yo os digo que es menester que la humanidad sepa que su espíritu ha venido muchas veces a la Tierra y que aún no ha sabido levantarse en el camino de mi Ley para alcanzar la cumbre de la montaña. 56. A la mitad del presente siglo levantaré esta palabra que ha sido hoy en vosotros y que mañana será en todos mis hijos simiente fértil. 57. Estudiad mi palabra buscando en su fondo la esencia divina y viviréis el supremo goce de ser sembradores en las tierras del Señor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 78 1. La claridad y sencillez de mi enseñanza os han infundido ánimo para dar los primeros pasos en el Tercer Tiempo y ya comenzáis a balbucir mis divinas frases. Empezáis a reconocer que es un recreo para el corazón apartar el dolor de un semejante y entregarle amor y caridad. 2. No me llaméis injusto si por un instante el dolor y las pruebas se ciernen sobre vosotros; debéis saber que ellas fortalecen el espíritu y que, además, este pueblo ha sido instrumento de mi voluntad a través de los tiempos para presentar por medio de él ejemplos a la humanidad. Sed fuertes para que en vuestras vicisitudes deis pruebas de amor y obediencia ante mi voluntad. 3. Analizad y comprended todas las lecciones que os estoy dando y no hagáis mal uso de ellas porque volveréis con vuestras vestiduras desgarradas y el corazón lleno de amargura como el hijo pródigo de la parábola. Haced de vuestro corazón un granero y almacenad ahí la simiente divina, Cuando el tiempo sea llegado haré el llamado a la humanidad, invitándola a venir hacia esta Nación, la cual abrirá sus puertas a los forasteros, a los caminantes que buscan paz, luz y salud. Y las puertas de vuestro corazón serán abiertas a semejanza de aquellas que la segunda Jerusalén, la ciudad espiritual más blanca que los campos de la nieve, tiene abiertas desde la eternidad esperando a los hijos del Señor. 4. Grande es la misión espiritual de los moradores de esta nación; por lo tanto preparad vuestro corazón para que deis albergue a todo hermano que a vosotros se acerque, sin fijaros en raza, color ni condición. 5. Vuestro espíritu aún no alcanza a comprender toda la magnitud de la revelación que en este tiempo ha recibido, mas vuestro corazón presiente que algo grande ha descendido entre vosotros. Vuestro mundo de ayer ha desaparecido desde que escuchasteis mi palabra porque vuestro egoísmo fue tocado por ella. Ese mundo era pequeño porque se concretaba a vuestros afectos, a lo que poseéis en la Tierra y al imperfecto concepto que tenéis de lo que es la Ley de Dios. Ahora vuestro horizonte se ha ampliado hasta el infinito, y en él presentís un mundo desconocido al cual llegaréis a conquistar por vuestra elevación espiritual. Hoy veis en cada ser humano un hermano y en cada hombre un hijo de mi Divinidad. Hoy miráis la vida como un peldaño en la escala infinita de vuestra elevación hacia el Creador. Hoy sabéis que los que sufren en este valle de lágrimas no han sido olvidados de Dios, que todos reciben la luz de su amor. 6. Discípulos, permaneced en la paz que os doy, no dejéis que os la arrebate el mundo con sus tentaciones, porque tenéis que orar por vuestros semejantes y, ¿Cómo podréis pensar en ellos si en vuestro corazón no existe la paz? Venced los obstáculos de vuestra vida, no los consideréis invencibles; la fuerza que hay en el hombre es grande, lo que os ha faltado es la fe. Perseverad en la fe, en las buenas obras y con ellas cambiaréis los montes de lugar. 7. No consideréis que vuestra vida es estéril pensando que no habéis llevado a cabo grandes obras. Si ella es limpia, algo bueno habréis hecho porque Yo os he dicho que por los primeros, los postreros me reconocerán. Aceptad con gusto esta misión. 8. Recibo la queja de algunos corazones en la que exponen que entre los suyos se encuentran los incrédulos que han torcido el camino. Me dicen que les han hablado mucho y nada han logrado. Yo os digo que aprendáis a hablar con obras, también con silencio, que seáis intuitivos para que no seáis inoportunos. Si os preparáis, si sabéis perseverar, vuestra mirada llegara a ser penetrante y no dejaréis escapar el instante oportuno en el que debéis dar en aquel corazón el último toque con vuestro cincel. Vuestro triunfo os demostrará que aquellos a quienes considerabais fuertes en su obstinación, eran débiles en la realidad. Poned en práctica mis divinos consejos y pronto daréis testimonio de mi verdad. Yo os concederé esta caridad porque tengo más que daros que vosotros que pedirme. 9. Entre los vuestros están aquellos que mucho han desgarrado mi Obra con su lengua y han hecho sangrar vuestro corazón. No os vengaré porque mi justicia es perfecta; mas pronto vendré a tocarlos porque es el tiempo en que “todo ojo me verá”. 10. Preguntaos a vosotros mismos: ¿Estaríais aquí escuchándome si no os hubiese tocado el dolor? Hubo algunos que blasfemaron, renegaron y me desconocieron; pero el dolor fue más fuerte que ellos y los doblegó; entonces llegaron ante la presencia de mi manifestación y lloraron de arrepentimiento. Hoy son los que bendicen aquel dolor que les hizo llegar a Mí. 11. A vosotros os corresponde orar por los que hoy me desconocen. Hacedles comprender que vengo en busca de vuestro espíritu porque le veo sediento y hambriento de mi esencia divina. No busco a vuestra materia porque ella tiene en La Tierra todo lo que le es menester. 12. Debo deciros que no creáis que le sea indispensable al espíritu el cuerpo humano y la vida en el mundo para poder evolucionar; pero sí le son de gran utilidad para su perfeccionamiento las lecciones que en este mundo recibe. 13. La materia ayuda al espíritu en su evolución, en sus experiencias, en su expiación y en sus luchas; ésta es la misión que le corresponde y lo podéis comprobar con esta manifestación de mi Divinidad a través del hombre de cuyo cerebro vengo a servirme, utilizándole como aparato para transmitiros mi mensaje. Comprended que no sólo el espíritu está destinado a lo espiritual sino que aún lo más pequeño dentro de lo material ha sido creado para fines espirituales. 14. Un recuerdo y un llamado he venido a hacer a vuestro espíritu para que él, sobreponiéndose a la influencia de lo material que ha llegado a dominarle, haga llegar su luz al corazón y al entendimiento empleando el don de la intuición. 15. ¡Esta luz significa para vuestro espíritu el camino de su liberación! Esta Doctrina viene a ofrecerle los medios para elevarse por sobre la vida humana y ser guía de todas sus obras, señor sobre sus sentimientos y no esclavo de bajas pasiones, ni víctima de flaquezas y miserias. 16. Cuando el espíritu se deja dominar por la influencia de cuanto le rodea en la Tierra, llega a identificarse a tal grado con su materia que se olvida de su verdadera naturaleza, se aleja de la vida espiritual al grado de serle ajena, y es por eso que cuando su cuerpo muere, tiene que turbarse o confundirse. 17. ¡Cuán fácilmente muere el cuerpo! pero qué difícil es para el espíritu que no supo prepararse poder librarse de la turbación. 18. Mientras unos en su confusión quedan adheridos a su cuerpo muerto, otros, conservando en su espíritu las impresiones de su envoltura, creen seguir siendo humanos sin poder elevarse hacia la morada que les corresponde quedando atados a los que en el mundo amaron. 19. No existe en la Tierra cáliz más amargo ni dolor más intenso que el de los espíritus turbados. Los tropiezos, el no poder comprender lo que acontece a su alrededor, los remordimientos, la nostalgia de lo que abandonaron, la soledad, el silencio y la impotencia para elevarse, constituyen el fuego donde habrán de purificarse hasta alcanzar la luz. 20. ¿Creéis que sea inexacto si os digo que de este mundo parten millones de espíritus en estado de turbación? Es el resultado de la ignorancia de los hombres por su falta de meditación y oración. 21. Mi Doctrina del Segundo Tiempo reveló a los hombres la vida espiritual, pero ellos, en vez de analizar mis lecciones y de cumplir mis preceptos, crearon religiones en torno a mi Doctrina concretándose al cumplimiento de ritos y ceremonias materiales, que no dieron más luz a su espíritu y si lo alejaron del sendero de su cumplimiento. 22. Entre vosotros hay quienes me preguntan si al dejar esta vida caerán en tinieblas, a lo cual Yo les digo que si no analizaron mi palabra ni la pusieron en práctica, de nada les servirá haber estado entre estas multitudes escuchando mi Doctrina de luz. 23. Lo que el espíritu cultive, eso será lo que recoja; esa es la Ley y la justicia. 24. Yo, vuestro Salvador, os he señalado en todos los tiempos el verdadero camino y os he revelado los medios para evitar el dolor, la turbación y las tinieblas, 25. Hoy vengo una vez más a vosotros en cumplimiento de esa misión haciendo luz en vuestras sendas inciertas, despertándoos de vuestro letargo, recordando a vuestro espíritu que le espera una nueva morada a la que tiene que llegar preparado para poderla habitar y disfrutar eternamente. 26. Vengo a vosotros para despertaros y preguntaros. ¿Quién de vosotros es discípulo por su propia voluntad? Ninguno, Yo soy quien os ha llamado. Para escuchar de nuevo mi palabra habéis tenido que estar varias veces en la Tierra. Entre una encarnación y otra os he concedido una tregua de meditación y preparación para una nueva vida, 27. El espíritu, cuando está en la materia, participa de la fatiga de ésta y le es menester después de una lucha el reposo, así como la meditación para formar el plan que deberá seguir, antes de emprender una nueva batalla. Sin esas treguas o altos en vuestro camino muy poco adelantaríais en vuestra senda; mas es necesario que una Doctrina limpia y pura os enseñe estas lecciones con entera claridad, para que vuestro corazón convencido de esta verdad tenga un conocimiento del porqué de muchos de los fenómenos y acontecimientos que sin mi revelación nunca acertaríais a comprender. En mi caridad está el tiempo, la vida, el destino de todos; nada escapa a mi poder. 28. Me conocisteis primero como un Padre inexorable en su justicia ante vuestras faltas; ese Padre tomase ante vosotros en el más dulce y amoroso de los Maestros, Sin embargo, no supisteis interpretar debidamente sus enseñanzas porque creísteis que El castigaba con el fuego eterno a quienes no le amaban, Ahora vengo a mostraros que el Padre no rechaza a sus hijos sólo porque no le aman, vengo a demostraros que el amor divino no tiene limitaciones y que ese amor y esa justicia se manifiestan a través de la ley de la reencarnación que he venido a esclareceros. Ahora comprenderéis que por medio de esa divina ley no existe falta, por grave que sea, que merezca el castigo eterno para un espíritu; mas para llegar a Mí antes tendréis que reparar dicha falta. 29. ¿Qué lograría de vosotros si en verdad os diese como castigo el fuego eterno? Que blasfemaseis eternamente en contra de un Dios a quien juzgaríais injusto, cruel y vengativo. 30. Mi deber de Padre es daros a cada paso ocasión de perfeccionaros enseñándoos el camino por medio de lecciones perfectas. Si Yo que os he enseñado a perdonar y a amar a vuestros enemigos y os he dicho, haced con vuestros hermanos lo que habéis visto que he hecho con vosotros. ¿Estaría dándoos ejemplo de ello cuando vieseis que castigaba con una condena eterna a los que no me amaron? ¿Creéis que no tengo poder para hacerme amar de los que me han aborrecido? A éstos son a los que les doy, no el castigo eterno, sino el tiempo suficiente para que de ellos brote la luz, la regeneración y finalmente el amor. Así como se espera que la tierra sea fecunda para que germine en ella la semilla, así espero de vosotros que cumpláis con mi precepto que os dice: “Amaos los unos a los otros”. 31. ¿Quién puede conocer a vuestro espíritu en este mundo? Los pastores de las religiones no, porque si no se conocen a sí mismos, menos podrán conocer a los demás. Vuestros padres con toda su intuición apenas alcanzan a traspasar los umbrales del corazón. Poco, muy poco sabe del espíritu la humanidad, porque ha rodeado de misterio esta luz; mas el misterio no existe, sólo la ignorancia. ¿Quién podrá entonces en el futuro guiar al espíritu de la humanidad por senderos de luz? ¿Quién podrá librarle de las grandes confusiones? Sólo mi Doctrina, esta Doctrina que escribiré en vuestro espíritu. De ella brotará la luz que os señale el sendero, la voz que os guie; mas sabed que todo aquél que no escuche esa voz que con amor se hace oír dentro de su corazón está desconociendo el principio de su Creación, porque en el instante de hacerle nacer de mi Espíritu encendí en él esa chispa divina que es la conciencia para que le repitiera a través de toda su existencia que él es mi hijo. 32. En verdad os digo que el pecado y la confusión en el espíritu son pasajeros ante la eternidad por lo cual la purificación y el juicio no pueden ser eternos. 33. Ahora es cuando os dais cuenta de lo que habéis hecho de vuestro espíritu y del caudal de enseñanza que no habéis sabido aprovechar. La voz de vuestra conciencia se hace más clara y más fuerte; os habla del pasado, del presente y os prepara para el futuro. Aprended a reconocer esa voz porque en ella os hablo Yo y cuando la escuchéis tened fe en ella; ¡Ay de vosotros si dudareis! Esa voz siempre os guiará hacia el bien; más si escuchaseis una voz que os guiase hacia el mal, esa no es la de vuestra conciencia, es la voz de vuestras pasiones que os inspira la influencia del materialismo. 34. Mañana os combatirán por creer en esta Doctrina porque así como os apresuráis y preparáis para analizar esta palabra, así los hombres también se preparan para luchar contra vosotros. Ellos harán prodigios de saber y de poder humano para demostraros que poseen la verdad. Vosotros haréis, sin alarde, prodigios espirituales con vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. 35. Elías, el precursor, anuncia de nuevo a la humanidad la presencia espiritual del Señor; la llegada del Espíritu de Verdad, el que esclarece y revela el misterio de la Reencarnación. 36. Os doy esta lección porque el mundo os sitiará y no os dejará salida por Oriente, ni por Occidente, ni por el Norte ni por el Sur. Entonces haréis uso de la potestad que os he dado para que os libertéis de vuestros opresores. 37. No temáis, porque no sois los únicos en el mundo que han buscado la liberación del espíritu. En este tiempo se están levantando los hombres en pos de la luz, de la verdad y de la elevación del espíritu. 38. Recordad a Elías que dio testimonio del Dios verdadero en el Primer Tiempo. Escuchad: 39. El pueblo de Israel cayó en idolatría y adoraba a un dios pagano. Elías, para convencerle de su error y de su impiedad, dijo a los sacerdotes del ídolo en presencia del pueblo congregado en un monte: “Haced vosotros un holocausto con leña y colocad sobre él a la víctima. Yo formaré igualmente otro holocausto. Invocad los nombres de vuestros dioses y Yo invocaré el nombre de mi Señor y el Dios que enviare fuego para consumir a la víctima, ese será reconocido como el Dios verdadero”. 40. El ídolo permaneció sordo a las súplicas de sus sacerdotes; Elías les decía: “Gritad más alto para que vuestro dios os oiga, para que despierte, pues tal vez está durmiendo”. Cuando los idólatras consideraron inútiles sus esfuerzos, el profeta se entregó a la oración rogando a su Señor que se mostrase como el Dios viviente y verdadero. Acababa Elías de pronunciar su oración, cuando descendió un rayo del cielo y consumió a la víctima del holocausto. 41. El pueblo reconoció la impostura de los sacerdotes de Baal y al mismo tiempo reconoció que Jehová, el Dios de Elías, era el único y verdadero. 42. Ese Elías prometido en aquellos tiempos para éste, una vez más está entre vosotros. El divino Maestro os lo prometió en el Segundo Tiempo y ha llegado en el momento oportuno. 43. Dejad que Elías sea en cada uno de vosotros, sobre todo cuando os veáis sujetos a una prueba; mas entonces recordad que Elías es todo amor, fe y humildad para que le imitéis y entonces pueda brotar de vosotros la profecía. 44. Muchas formas de idolatría existen en la era presente. La ciencia, la guerra, el oro, el poder, el fanatismo religioso, los placeres, son otras tantas deidades ante las cuales los hombres se postran rendidos. 45. Alimentaos con mi palabra para que estéis fuertes. Ved que tendréis que escuchar muchas palabras contrarias a lo que os he enseñado y ninguna de ellas deberá confundiros ni haceros dudar. 46. El libro está abierto, leed en él, porque si vuestro Padre es un libro de sabiduría también vosotros podéis ser un libro de enseñanza y experiencia para vuestros hermanos. 47. La vida que os rodea es una de tantas páginas del libro divino, por eso muchas veces os he dicho: aprended la diaria lección que os da la vida. En este tiempo tendréis que llegar a ser los buenos consejeros que hablen con palabras y también con obras. ¿Podríais hablar de regeneración si vuestros hermanos os sorprendiesen en sitios inconvenientes? ¿Podríais enseñarles a vivir en paz, si ellos descubriesen que en vuestro hogar no existe concordia? 48. Veo que muchos de los corazones de este pueblo duermen aún sin querer comprender que ya está próximo el día en que cesaré de daros mis lecciones en esta forma, y cuando miren que el libro se ha cerrado llorarán su incomprensión; mas entonces será tarde. 49. Dichosos los que se preparen y se dispongan a obedecer la voluntad de su Maestro porque ellos, al iniciarse la nueva etapa, sabrán comunicarse Conmigo por medio del pensamiento y exclamarán: Señor, vuestro libro continúa abierto. 50. He comparado mi palabra con la semilla de trigo; la he sembrado con amor infinito en vuestro corazón. El corazón es la tierra donde principia a germinar por estar dotado de sensibilidad, pero sus impresiones las transmite al espíritu que es el que guarda verdaderamente mi palabra así, aunque el corazón se olvide de su Padre o deje de latir para la vida, aquella simiente permanecerá guardada en el espíritu y llegará el instante en que germine. Ese instante puede estar próximo o distante, según sea el despertar del espíritu al amor del Creador; mas como la evolución espiritual pertenece a la eternidad, no hay impaciencia en el Padre. Vosotros sois los que ya como humanos o ya como espíritus, debéis apresurar vuestros pasos a fin de evitar por medio de la práctica del bien las experiencias dolorosas. 51. El libro de la sabiduría divina sellado con siete sellos fue desatado por el Cordero; fue el amor del Divino Maestro hacia los hombres el que hizo que se le revelaran los misterios de su arcano. El Sexto Sello muestra su contenido en este tiempo y habla de enseñanzas profundas, os hace mirar el futuro de vuestro mundo y os abre el camino hacia la eternidad espiritual. 52. Os he enseñado que por la oración se adquiere sabiduría, mas no por ello quiero que prolonguéis vuestras oraciones. Os he pedido la oración de cinco minutos y con ello quiero deciros que oráis brevemente para que en esos instantes os entreguéis verdaderamente a vuestro Padre y el resto de vuestro tiempo lo consagréis a vuestros deberes espirituales y materiales para con vuestros hermanos. 53. Sembrad de amor, de caridad y buenas obras el camino de vuestra vida y cuando dejéis la materia para libertar de ella a vuestro espíritu, él, en vez de descender a los valles de expiación, se elevará hacia aquellos mundos en donde recoja entre espíritus de luz todo el fruto de su siembra. Si no os comportáis así, recogeréis el dolor a vuestro paso y de ello no podréis culparme a Mí, ya que Yo, habiendo creado todo lo que os rodea, no hice el dolor, él es creación vuestra, es el resultado de vuestras imperfecciones. Si Yo permito que apuréis el dolor es porque sé que conociendo el resultado de vuestras obras os podréis perfeccionar porque por el fruto reconoceréis el árbol. 54. Discípulos: Formad con mi palabra un álbum con el cual podáis recrear vuestro espíritu y llevar mañana a vuestros hermanos este testimonio y este deleite. Mi palabra ha de llegar hasta los confines del mundo y tocará a todos los espíritus transformando la vida de los hombres. Mi palabra hará el milagro de que la paz vuelva a esta Tierra. 55. Si los elementos se muestran hostiles e inclementes es porque entre ellos y los hombres no existe armonía. Cuando la humanidad viva de acuerdo con la obediencia a mis leyes con que las demás criaturas viven, conocerán en este planeta la imagen de la vida eterna, aquel paraíso que alojará en su seno a los que se purifiquen y se eleven por el camino de amor que Cristo señala a cada paso. 56. Ahora está resurgiendo en la Tierra el pueblo de Israel; hoy aún vive cautivo, pero mi luz le está libertando. Ante él se presenta el camino y la promesa divina invitándole a calzarse las sandalias, a tomar el báculo, a orar ante Jehová e internarse en el desierto en busca de la Voz Divina, de la Ley de Dios y sus prodigios. 57. Ya comienza el despertar, ya habéis oído la voz de Elías, el nuevo Libertador; él os ha traído a la falda del Monte de la nueva Sión que en este Tercer Tiempo se levanta ante vuestro espíritu, para que escuchéis la voz viva del Señor a través del entendimiento humano. 58. Ante la voz divina habéis permanecido extasiados escuchándola, pero ella os ha anunciado que su manifestación será breve para que os levantéis a proseguir la jornada iniciada que llevará a vuestro espíritu a las puertas de la Tierra Prometida. 59. En otras partes del mundo los pueblos están despertando porque Elías a sus puertas está llamando. 60. Os he nombrado Israel porque vosotros recogeréis la esencia de las revelaciones del Tercer Tiempo, porque seréis los que deis la interpretación espiritual y justa a mi palabra y porque en vosotros se repetirá la historia de aquel pueblo, con sus pruebas, sus luchas y sus combates por alcanzar la Tierra Prometida y al fin el triunfo, que fue la conquista y la posesión de un ideal. 61. Sabed que sois Israel, pensad que sois el pueblo de Dios, posesionaos de ello para que seáis más fuertes en la larga travesía, pero no pregonéis que sois hijos de Israel porque no seréis comprendidos, más bien se mofarán de vuestras palabras. ¿Quiénes serán aquellos que descubran que el nuevo Israel lo es por el espíritu? 62. Este conocimiento revelado por vuestro Padre, guardadlo en vuestro corazón; más cuando los escudriñadores y los necios llegasen ante vosotros preguntándoos: ¿Sois vosotros el pueblo de Israel? contestadles como Yo a los fariseos y a los necios: cuando me preguntaron si era el Hijo de Dios les respondí “Vosotros lo habéis dicho”, 63. Después de deciros esto quiero que sepáis que este pueblo que apenas comienza a reunirse, irá invitando a su paso a otros pueblos a unírsele, invitándoles más que con la palabra, con el ejemplo; irá limpiando de abrojos el sendero para que los postreros encuentren la senda preparada porque el llamado lo hago a todos los pueblos y naciones del mundo porque el nuevo pueblo de Israel lo formarán hombres de todas las razas, clases y credos. 64. Los que crean que el verdadero pueblo de Israel fue aquel del Primer Tiempo estarán en error; aquel fue solamente la imagen de lo que con el transcurso del tiempo habría de ser el verdadero pueblo de Dios en el que tendrán que fundirse todos los hombres amando a su Padre en sus propios hermanos. Así lo dijo la Ley en el Primer Tiempo: “Amarás a Dios de todo corazón y de todo tu espíritu. Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Así lo dijo Cristo en el Segundo Tiempo enseñando a la humanidad un nuevo mandamiento: “Amaos los unos a los otros”. A quienes cumplan con los máximos preceptos, Elías les ha anunciado en este tiempo que verán al Padre en todo su esplendor. 65. A cada quien le será confiada una misión y le serán revelados sus dones para que tengan en sí mismos los medios de poder sembrar el bien y hacer la luz. También en aquel tiempo a cada tribu le fue confiada una misión y le fueron revelados sus dones para que todas en conjunto ofrecieran al Padre un fruto de sumisión, de armonía y de fe. 66. Pueblo amado: Os estoy proveyendo de todo cuanto necesitéis para el viaje. Vuestro alfolí estará colmado de mis bendiciones y no temeréis que ellas se extingan; mas si la escasez se presentase a probar vuestra fe no olvidaréis que Israel, en el Primer Tiempo, aprendió de Moisés que quien confía en el Señor, jamás perece. 67. Velad y orad, Israel, ¡Oh pueblo que estáis designado para llevar por el mundo el estandarte de la espiritualidad! Aprended a llevar en vuestro corazón el Tabernáculo, en vuestro espíritu el Arca y en vuestra conciencia la ley. 68. Id por el camino anunciando a vuestros hermanos que la hora de la libertad ha llegado y que esa voz que en el silencio de la noche se escucha, es la voz de Elías, quien va de un confín del mundo, al otro despertando a los espíritus dormidos. No sintáis temor ante la burla y la mofa de vuestros hermanos; mas si el mundo os aborrece sabed que a Mí me aborreció antes que a vosotros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 79 1. Unos han llegado a escuchar mi palabra en este tiempo a hora temprana, otros han llegado tarde; mas de cierto os digo que no es lo largo o lo corto del tiempo que me hayáis escuchado lo que os dará la elevación y el adelanto, sino el anhelo y el amor con que abracéis mi Doctrina y la caridad que exista en vuestras obras. 2. Venid a Mí los que os encontráis cansados, tristes y hambrientos de amor, aquellos a quienes la humanidad haya tratado mal. Venid a Mí enfermos, Yo os haré sentir el dulce amor de mi caridad. Vengo a apartar vuestra amargura para convertiros en los hijos de la paz, de la luz y de la fe. ¿Me preguntáis porqué he venido a vosotros? Porque veo que habéis olvidado el camino por donde debéis retornar al seno de donde brotasteis y Yo os lo vengo a mostrar nuevamente. 3. El camino es mi Ley y por medio de su cumplimiento alcanzará inmortalidad el espíritu. Os estoy mostrando la puerta tan estrecha como el camino que en aquel tiempo os señalé con mi enseñanza. 4. Estoy reedificando el templo al que me referí cuando dije a mis discípulos que maravillados contemplaban el templo de Salomón: "De cierto os digo que de él no quedará ni piedra sobre piedra, mas Yo en tres días lo reedificaré". Quise decir que todo culto exterior por suntuoso que a la humanidad parezca desaparecerá del corazón de los hombres para levantar en su lugar el verdadero templo espiritual de mi Divinidad. Este es el Tercer Tiempo, o sea el tercer día en el que Yo terminaré de reedificar mi templo. 5. Discípulos, mi palabra se desborda sobre vuestra mente para que cuando llegue la hora en que ya no la escuchéis, no quede en vuestro corazón hambre o sed de escucharme. 6. “Amaos los unos a los otros” desde aquí en la Tierra pensando que todos estáis unidos por lazos espirituales indisolubles y que irremisiblemente llegará el instante en que todos estaréis unidos en el valle espiritual. No labréis sólo remordimientos para aquella vida, ni esperéis tener que avergonzaros en presencia de aquellos a quienes ofendisteis. 7. Los que han desarrollado el don de videncia podrán testificar mi presencia; mas los que no han logrado desarrollarlo y les falta fe dicen: quisiera ver para poder creer. 8. Quisierais que os mostrase mi herida para contemplarla y hundir en ella vuestros dedos, mas Yo os digo: Tomás pidió esa prueba y le fue concedida, más luego lloró su falta de fe y dio su vida por testificar mi doctrina. Si Yo os concediera esta gracia ¿Haríais lo mismo que aquel discípulo? 9. El día en que os doy mi lección es día de gracia porque la paz de mi Espíritu se derrama en todo el Universo. Como dueño absoluto de todo lo creado, hago sentir mi presencia en todos pidiendo a cada ser y a cada criatura que me muestren el cumplimiento de su misión. Finalmente busco mi templo en el corazón del hombre para habitar en él. 10. El pueblo que escucha mi palabra no sabe si al presentar sus obras ante Mi resulten de mi agrado. ¡Ah si en vez de temores sólo tuvieseis gozo cuando desciende mi rayo divino! Mas vuestra fe es pequeña y vuestro presentimiento nada os ha dicho aún acerca de la batalla que se aproxima por lo que es menester que Yo os diga que bajo la luz que difunde el Sexto Sello se unirán todas las creencias, religiones y sectas de la Tierra para rendir un solo culto al Dios único que todos buscan. 11. Sobre estas tierras áridas ha descendido el riego fecundante del dolor y pronto se hallarán preparadas para recibir la simiente espiritual. Me encuentro preparando un pueblo, el cuál crecerá de día en día. Lo formaré con hombres de todas las razas y su primera misión consistirá en abrir surcos en la tierra con sus obras de amor para sembrar más tarde la simiente de mi verdad. 12. ¡Cuánto tendréis que meditar en mi doctrina y preparar vuestro corazón para presentar a vuestros hermanos un testimonio y un ejemplo verdadero con el amor y la caridad de vuestras obras! 13. Aprovechad estas enseñanzas porque éste es el instante en que mi luz, al llegar al entendimiento del portavoz, se hace palabra en sus labios y os habla del reino espiritual al que todos estáis invitados a morar. 14. Vengo a hablar al hombre cuyo ser brotó de la fuente creadora de Dios, el que por haber recibido el soplo divino en su espíritu está en aptitud de comprender a su Padre y tener comunicación espiritual con El. 15. Yo soy vuestro Padre, de mi Espíritu surgió la idea de haceros nacer a la vida y esta inspiración se hizo obra. En mi Espíritu estuvo la voluntad de formaros y el hombre fue hecho, quise que tuvieseis semejanza Conmigo como corresponde entre un padre y sus hijos y os di espíritu, y por ese espíritu seréis entre todas las criaturas los más próximos a Mí. 16. Al espíritu le he confiado una misión en el mundo material para que en él encontrase un campo extenso para su evolución, un mundo de lecciones y de pruebas pequeñas y grandes que fueran escala, crisol y valle de expiación. 17. Al espíritu le fue confiado el cuerpo humano para que en él encontrase el medio más eficaz y perfecto para desarrollarse. Cuerpo dotado de cerebro para que a través de él manifestara el espíritu su inteligencia; poseedor de fibras sensibles para que percibiera toda sensación; también en el cuerpo fue puesto el corazón para que el amor y todos los buenos sentimientos que de él se deriven pudiesen tener un intérprete humano; mas esa criatura donada con tanta gracia por el Padre, para ofrecérsela como un báculo al espíritu destinado a encarnar en ella, quise que fuese débil para que en ella luchase el espíritu y nunca se confiara a las inclinaciones de la materia. 18. La carne en su debilidad es caprichosa y sensual; ama lo bajo y por lo tanto hay que gobernarla. ¿Quién podría cumplir mejor esa misión sino el espíritu dotado de fuerza, luz, inteligencia y voluntad? Para que el adelanto y la evolución del espíritu alcanzara a tener méritos ante Dios y ante sí mismo le fue concedido el libre albedrío o sea la libre voluntad para elegir el camino del bien o del mal, ascendiendo o descendiendo por sí mismo. 19. Así surgió la lucha en el interior del hombre, lucha del espíritu y la materia, ¿Quién vencería al final de la batalla? El espíritu no tenía armas porque comenzaba su jornada de evolución, en cambio el mundo y la materia tenían muchas armas con que vencerle, muchas tentaciones con que hacerle caer y muchas encrucijadas en donde perderlo. 20. El Padre, previsor y misericordioso, velando por el triunfo y la salvación del espíritu, encendió en él una luz que a lo largo del sendero fuese un faro que le guiase en las tinieblas, un juez interior en cada una de las obras realizadas, un consejero que indujese al hombre siempre al bien librándolo de caer en errores. Esa luz que a través del espíritu llega hasta la parte material del hombre es la conciencia, es la chispa divina que jamás se apaga, el juez a quien jamás se puede sobornar, el faro que nunca cambia de sitio, el guía que nunca equivoca el camino. 21. Ahí tenéis las tres partes de que está formado el hombre o sean sus tres naturalezas, la divina, la espiritual y la material en una unión perfecta para que el espíritu triunfe sobre las pruebas, sobre las pasiones y las tempestades del mundo, y pueda llegar a poseer el Reino Espiritual. 22. Considerando que el pecado, los errores, las pasiones y el mal en todas sus formas, han prevalecido siempre entre la humanidad, ¿Creéis que pueda decirse que el espíritu haya perdido la batalla o que la conciencia haya sido desoída? Por el momento podéis suponerlo así; porque no han sido pruebas pequeñas a las que ha sido sujeto el hombre y por eso muchos de ellos no las han resistido, y ha sido necesario que en su caída apurasen el cáliz del dolor para que despertaran y escucharan aquella voz por tanto tiempo desoída, 23. Este es el tiempo de la conciencia, del juicio y del balance como el Segundo Tiempo fue el del nacimiento hacia la espiritualidad y el Primero el de la Ley natural. 24. En tres formas distintas pero formando las tres una sola esencia me he manifestado ante la humanidad, por lo que ha habido quienes miraron tres dioses en donde sólo existe uno. 25. Yo soy Uno y sólo admito que me atribuyáis una Trinidad cuando comprendáis que en el Primer Tiempo me manifesté en justicia, que en el Segundo os revelé mi amor y que os reservé para el último tiempo la sabiduría. 26. La sabiduría es el libro que hoy se abre ante vosotros mostrándoos su contenido de infinita luz, de revelaciones no presentidas y de conocimientos jamás alcanzados. Sólo allí sabréis lo que existe más allá de vosotros y os explicaréis el porqué de muchas de mis enseñanzas de ahora y de tiempos pasados. 27. ¿Qué sabéis sobre el Más Allá? ¿Qué sabe el hombre de lo que existe después de esta vida? ¿Qué sabéis acerca del por qué nacéis y del por qué morís? 28. Todo aquélla que llamáis injusticias de Dios o ironías del destino y que deberíais llamar justicia, os lo explicaréis claramente cuando aprendas las lecciones que el Libro de la Sabiduría viene a revelaros en el Tercer Tiempo a través de vuestra conciencia. 29. ¿No os profetizaron que todo ojo me vería en este tiempo? Con ello os quise decir que todos conoceríais la verdad, que soy Yo. 30. ¿Cómo concebís que habiendo estado vosotros ante la luz del Espíritu Santo pudierais permanecer para siempre en las tinieblas? 31. Contemplad a la humanidad ocupada en destruirse y odiarse, en arrebatarse el poder unos a otros sin detenerse ante el crimen, el hurto o la traición. Ahí tenéis a los hombres que por millones sucumben víctimas de sus semejantes y otros que perecen bajo el efecto del vicio, ¿Hay luz en ello? ¿Habla el espíritu que en ellos existe? Lo que hay es tiniebla y dolor, resultado del abuso del don del libre albedrío y de no escuchar la voz interior, de no mirar la luz de esa chispa de Dios que todos lleváis en vuestro ser y que es el destello divino al que llamáis conciencia. 32. Hasta el abismo ha descendido el hombre y hasta allí le ha acompañado la conciencia en espera del instante propicio de ser escuchada. Pronto esa voz se hará oír en el mundo con una fuerza tan grande que ahora no podéis imaginar, pero que hará a la humanidad salir de su abismo de orgullo, de materialismo y de pecado para lavarse en las aguas de su arrepentimiento y comenzar a elevarse por el camino de la espiritualidad. Yo ayudaré a todos mis hijos porque soy la resurrección y la vida que viene levantando de su tumba a los muertos. En esta vida que hoy vengo ofreciendo a la humanidad, los hombres harán mi voluntad renunciando al libre albedrío por amor, persuadidos de que quien hace la voluntad del Padre no es un siervo ni un esclavo, es un hijo verdadero de Dios. Entonces conoceréis la verdadera dicha y la paz perfectas que son fruto del amor y de la sabiduría. 33. Pueblo, me pedís perdón por todos los errores que habéis cometido porque mi palabra ha llegado a conmover a vuestro espíritu y Yo os pregunto: ¿Por qué no sentís este mismo arrepentimiento cuando la voz de vuestra conciencia os está reprobando alguna de vuestras obras? ¿Es que esa voz interior y la que se manifiesta a través de estos portavoces son diferentes una de otra? Reflexionad y comprended que no siempre me vais a estar escuchando en esta forma para poder arrepentiros; es necesario que os vayáis espiritualizando y que cada día escuchéis con mayor claridad la voz de vuestra conciencia que existe en vosotros como un libro de sabiduría y de amor. 34. Comprended que aunque aparentemente la Creación ha sido terminada, sin embargo todo evoluciona, todo se transforma y se perfecciona. ¿Podría vuestro espíritu escapar a esa Ley divina? No mis hijos. Nadie podrá decir la última palabra sobre lo espiritual, sobre la ciencia ni sobre la vida, porque son obras mías que no tienen fin. 35. Os enseño a ocupar dignamente el lugar que a cada uno he destinado y a caminar con mansedumbre y a la vez con firmeza por el sendero que mi caridad os ha trazado. Mi palabra celestial lo mismo ilumina al que ocupa lugar de señor que al que cumple la misión de siervo; es a semejanza de la luz del sol que a todos ilumina. 36. Los hombres aún no han cumplido en la Tierra con sus obras más grandes, aquellas que lleven a mi corazón de Padre una divina satisfacción. Todavía muchas de sus obras maravillosas, dentro de lo humano, resultan pequeñas si sus autores las juzgan con mis leyes de amor. Ahí tenéis la razón de por qué muchos hombres de ciencia no quieren asomarse a lo espiritual, porque saben que ahí está la presencia del que todo lo sabe, del que todo lo ve y todo lo juzga. Prefieren negar mi existencia creyendo con ello acallar la voz de su conciencia. 37. No creáis que Yo juzgue mal a mis hijos por el hecho de querer conocer los misterios de la Naturaleza, no; mi sabiduría es la herencia divina que tengo para mis hijos; mas sí juzgo la finalidad o la intención de los hombres de ciencia cuando ellas no están encaminadas a los fines para los cuales les es revelada. 38. Si Yo os digo que mi sabiduría será vuestra, ¿Creéis que una sola existencia pueda ser suficiente para saber todo lo que tengo que revelaros? Si os digo que la ciencia humana no la podréis adquirir sin recorrer el extenso camino de la evolución, menos podréis adquirir el conocimiento de lo espiritual sin una completa evolución de vuestro espíritu. 39. No vengo a poner en pugna la espiritualidad con la ciencia porque ese error ha sido de los hombres más nunca mío; por el contrario, vengo a enseñaros a armonizar lo espiritual con lo material, lo humano con lo divino, lo pasajero con lo eterno; sin embargo os declaro que para andar por las sendas de la vida es menester conocer antes el camino que os traza la conciencia, cuya ley espiritual procede del Espíritu Divino. 40. El hombre cree estar haciendo su voluntad, cree estar libre de toda influencia superior a él y hasta llega a creerse absoluto y forjador de su propio destino sin presentir que llegará la hora en que todos comprendan que fue mi voluntad la que se hizo en ellos. 41. Muchas obras de justicia divina se verán en la Tierra; entre ellas veréis a los hombres de ciencia descender hasta los humildes, aquellos que en su corazón lleven la semilla de la espiritualidad o que hayan desarrollado el don de la comunicación de espíritu a Espíritu para escuchar a través de ellos las revelaciones que su mente no descubrió. 42. A vos pueblo que me escucháis os digo una vez más que toméis en cuenta mis lecciones porque se acerca el instante en que esta manifestación termine y entonces el que se alimentó, aprendió y retuvo, ése será fuerte; mas el que no comprendió o la interpretó a su voluntad será débil. 43. ¿Veis cuántas multitudes me rodean en este tiempo de comunicación a través del entendimiento humano? De cierto os digo que después de 1950, pocos serán los que me sigan. 44. Hoy no sabéis lo que os digo, mas entonces lo comprenderéis. 45. Presentid con vuestro espíritu la escala que ante vosotros se eleva hasta el infinito; es como una senda luminosa que os invita a llegar al seno del Padre que es seno de paz y de gozo inefable. 46. Os encontré perdidos como náufragos sin brújula, como peregrinos extraviados en el desierto; mas os envié una luz que os ayudó a encontrar un sendero lleno de esperanza, de fe y de consuelo que animó a vuestro espíritu inundándolo de vigor y energías para seguir en pos de la meta prometida. 47. En el final de la Escala, allá en la cumbre, existe una morada a la cual estáis predestinados todos a llegar, pero a la que es menester conquistar con méritos, con fe, con gran amor y desmedida caridad, derribando obstáculos, venciendo adversidades, dominando enemigos, hasta que al fin lleguéis a la nueva Tierra Prometida que no es de este mundo. 48. Esa escala es un camino recto en el que no hay encrucijadas ni laberintos con lo que os doy a entender que en el cumplimiento de Mi Ley no hallaréis complicaciones. 49. Vais a marchar finalmente por ese camino, vais a luchar por vuestra elevación, Yo os haré fuertes, comprended que si no es con mi poder y mi luz, ¿Con cuáles armas vais a luchar y a defenderos? Si Yo no os prestase mi espada de luz ¿Con qué venceríais vuestras tentaciones? Si no os cubriese con mi manto ¿Cómo podríais libraros de vuestros enemigos? Mas en verdad os digo que también mi protección y la luz de mi espada tendréis que ganarlas con vuestros méritos. 50. Vuestras huellas quedarán impresas en la senda espiritual que se abre ante vosotros; ellas serán ejemplo de buenas obras, de renunciaciones, de actos nobles, de amor elevado y de caridad sin límite. 51. Cada quien tiene trazado su destino con su misión espiritual y su misión humana; ambas deben armonizar y tender hacia un mismo fin y en verdad os digo que no sólo tomaré en cuenta vuestras obras espirituales sino también las materiales porque a través de ellas también puede hacer méritos el espíritu si en ellas hay amor y caridad hacia vuestros hermanos. 52. No estaréis solos en la caminata; adelante de vosotros, unos más próximos y otros más distantes, existen muchos seres que también avanzan paso a paso y que velan y oran por los que tras de ellos caminan. Su ideal no es llegar solos, o ellos primero, sino preparar el sendero a sus hermanos para que un día el gozo de los primeros sea el gozo de todos. 53. ¡Cuán hermoso contemplo ese camino! Cómo se recrea Mí Espíritu viendo el adelanto de mis hijos y su esfuerzo por elevarse para alcanzar nuevos grados de perfeccionamiento. 54. Allí hay seres de todos los mundos y moradas, unos en espíritu y otros encarnados, todos desempeñando diversas misiones. Es en el infinito en el que estáis construyendo vuestra morada para deleitaros mañana con la paz del espíritu. 55. Mientras llegáis a la meta, aquietad vuestra mente que a veces se asemeja a una tempestad y escuchad mi palabra, prestadle atención y analizadla porque ella es la luz del faro de vuestra salvación. Muchos han llegado a Mí como náufragos; mas les he dado mi paz que ha sido como barquilla salvadora y les he enviado nuevamente a la mar en busca de sus hermanos que se encuentran perdidos. 56. El que tenía la certeza de perecer y sintió de pronto que una mano providente le rescató del abismo, es natural que después comprenda a sus semejantes cuando les vea en esa misma situación y les tienda la mano. 57. Quien no conoce mi amor no podrá hacerlo sentir a sus hermanos; mas el que sabe sentirlo a lo largo de su vida, ése da testimonio de Mí y encuentra gozo haciendo con sus hermanos lo que el Padre ha hecho con él. 58. Oh pueblo amado, quisiera el Maestro que comprendieseis su lección y practicaseis su enseñanza, Os he dicho que mi Doctrina es un camino estrecho porque si os desviáis de él hacia un lado, os alejaréis de mis leyes de amor, y hacia el otro estaréis en peligro de caer en fanatismo, que quiere decir ceguedad y estancamiento. Las tentaciones están a los lados del sendero, la luz divina brilla siempre adelante, en el horizonte, invitando a vuestro espíritu a la elevación y a la perfección por el recto y estrecho camino del bien. 59. Alguien me pregunta en su corazón: ¿Es forzoso amar para salvarse? Y el Maestro responde: No, no es forzoso amar para salvarse porque el amor no se da por la fuerza, debe brotar natural y espontáneamente, El que ha formulado esa pregunta es porque aún no ha nacido en él ese sentimiento; mas llegará a germinar y a florecer y entonces comprenderá que el amor en el espíritu es algo que ha nacido con él como los frutos de la tierra, que lo más natural es que en su corazón lleven la semilla que es germen de vida, Así en el espíritu, es el amor el germen de eternidad. 60. Habéis comprendido, discípulos, mas luego os asalta la duda de que esta humanidad pueda salvarse por el amor, si precisamente es de lo que carece. A lo cual os digo que el amor es como una simiente divina que no puede morir jamás, que permanece oculta en lo más recóndito de corazón del hombre, y que si hasta ahora no ha germinado es porque no ha sido regada con el agua de la verdad, porque el riego que ha recibido ha sido de aparente amor. Egoísmo, falsedad, hipocresía, vanas palabras de luz, es lo que día a día recibe el corazón de la humanidad, y ¿Es posible que el corazón se alimente de algo que no contenga esencia de eternidad? 61. YO, el Divino Sembrador, el que labra las tierras con amor para darles vida, llegué para regarlas con mi propia sangre y ahora, en este Tercer Tiempo, os daré una prueba más del poder y de la vida que posee la semilla del amor. 62. Si os he llamado labriegos de mis tierras no es porque ya lo seáis verdaderamente sino que Yo quiero que trabajéis junto Conmigo en esta divina tarea de salvar por amor a vuestros hermanos. 63. Habéis peregrinado mucho y Yo os digo en este tiempo: ¡Deteneos y descansad! A través de vicisitudes habéis perseverado tras de mi huella. Dejad toda esa amargura que habéis recogido en la larga jornada. Si al empezar a recibir en vuestro corazón esta simiente, miráis que cada vez os entrego más y no os pido cuenta de ello, sabed que tenéis el deber de cultivar esa simiente en vuestra vida porque llegará el día en que me presente como administrador de mis tierras y os pida cuenta de vuestra labor. Trabajad con amor y ahínco, pero también con sencillez y naturalidad; no quiero que os llamen fanáticos, no quiero que mi Obra se haga una obsesión en vuestra mente. Entregad mi verdad a través de una verdadera caridad y no pidáis nada en cambio que Yo os haré justicia. 64. Recreaos sabiendo que lleváis una bella misión que vuestro Padre os ha encomendado y pensad siempre que si vuestra cruz es pesada, tenéis por Cirineo al Todopoderoso; escalad la pendiente que no es precisamente el Gólgota el que os espera, sino mi amor de Padre. 65. Velad para que esta revelación no sea alterada por nadie. Depurad vuestras prácticas cuanto podáis y aumentad vuestra comprensión y espiritualidad. Mi Obra es perfecta en todas sus partes, más cuando encontréis algo que juzguéis imperfecto, estad ciertos de que esa imperfección no es divina sino humana. Orad por todas las naciones del mundo, ved como día a día se purifican por el dolor y vuelven a mancharse con el pecado. Orad para que la luz sea en ellos y conociendo en que instante se encuentran limpios, sepan retener esa pureza porque serán dignos de tenerme y sensibles para sentir mi presencia. 66. Yo bendigo a todos los pueblos, a los que me aman y a los que me desconocen, lo mismo a los que me siguen, como a los que se han alejado de Mí. Todos están señalados para llegar a mi presencia y tarde o temprano hallarán el camino que les conduzca a la morada del Padre que amoroso les espera. 67. Todos llegaréis a la mesa donde los primeros se han recreado y contemplaréis que también hay lugares y manjares que os están esperando. Aplicad esta parábola, tanto a la vida material como a la espiritual, Y comprenderéis que quienes cumplan con las leyes de la vida humana y con las del espíritu, no tendrán por qué sentir el dolor. Meditad sobre estas enseñanzas y concentrados en el fondo de vuestro corazón escuchad la voz de vuestra conciencia. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 80 1. Pueblo: He derramado sobre vosotros mis complacencias para retenerlos y haceros oír mi palabra. He hecho fiesta en este tiempo de conmemoración para que cuando dejéis de oír mi palabra, quedéis preparados y sean vuestras reuniones como un banquete de fraternidad al que acudan aquellos que no escucharon esta voz y vengan en busca de vosotros. Y cuando mi palabra llegue en toda su pureza y esencia a las multitudes, éstas exclamarán: En verdad el Espíritu Santo derramó sobre nosotros luz y comprenderán mi enseñanza en que os dije: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios”. 2. Ya no doblarán sus rodillas para orar porque habrán aprendido a elevar su pensamiento en busca de la comunicación espiritual con su Maestro. Vuestro espíritu se fortalecerá; en el tiempo de la lucha será incansable sembrando la palabra divina por medio de obras, palabras y pensamientos; irá en busca del necesitado para llevarle un mensaje espiritual; otras veces desde el rincón de su alcoba cumplirá su misión orando por sus hermanos. 3. Vienen tiempos de dolor en los que muchos de los hombres que creen encontrarse preparados para sostener espiritualmente a la humanidad; nada o muy poco podrán hacer porque se han ocupado solamente de llenar las mentes con la sabiduría y ciencia del mundo y han dejado vacíos los corazones. 4. Vosotros que me oís, prepararéis el camino a los que van a recibirme en espíritu. No fue el acaso lo que trajo ante mi presencia a los que recibieron mi enseñanza, como no será tampoco la casualidad la que desarrolle los dones espirituales en los que han de sentir mi presencia sin necesidad del portavoz humano. 5. Sensibilidad, presentimiento, revelación, profecía, inspiración, videncia, curación, verbo, todo eso y otros dones más brotarán del espíritu y por medio de ellos confirmarán los hombres que un nuevo tiempo se ha abierto ante la humanidad. 6. Hoy dudáis de que existan esos dones porque hay quienes los ocultan al mundo temiendo su juicio; mañana será lo más natural y hermoso poseerlos. Vengo a vosotros en este Tercer Tiempo porque estáis enfermos del cuerpo y del espíritu. El sano no necesita del médico, ni el justo requiere purificación. 7. Mi caridad ha olvidado todas las ofensas que contra mí ha lanzado la humanidad y mi amor ha brotado inagotable para darle vida. Los siglos han pasado sobre generaciones y más generaciones de pecadores, de fraticidas, y cuando el hombre va perdiendo la esperanza de obtener la salvación, vengo Yo que sigo confiando en vosotros, porque sé que tendréis que amarme al fin. Vuestro amor os salvará en este tiempo. 8. Hoy no preguntará el Padre: ¿Quién puede y está dispuesto a rescatar con su sangre al género humano? Ni responderá Jesús: Señor, Yo soy el Cordero que está dispuesto a trazar con mi sangre y mi amor, el sendero de la restitución de la humanidad. 9. Tampoco enviaré mi Verbo a encarnar en este tiempo. Esa Era ya pasó para vosotros y dejó su enseñanza y elevación en vuestro espíritu. Ahora he abierto una nueva etapa de adelanto espiritual en la que seréis vosotros los que hagáis méritos. 10. El Verbo de Dios que es espíritu, luz y vida, mansamente descendió de su Reino en aquel tiempo para hablar de cerca a sus hijos, Cristo, en cuanto a su materia, fue ejemplo de humildad entre los hombres. En cuanto a su Espíritu fue la perfección. 11. Cuando llegó para el Cordero el último instante en la Tierra, con la misma mansedumbre con la que aceptó su misión, dijo al Padre: “Todo está consumado”. Aquel sacrificio es la mayor lección de amor y caridad que di a la humanidad. Aquella obra fue como una semilla que cayó en todo espíritu. 12. ¿Por qué hay quienes esperan al Espíritu de Verdad en cuanto hombre, para consumar de nuevo aquel sacrificio? En este tiempo he venido en espíritu, tal como lo ofrecí, para derramar mi luz en forma de inspiración entre la humanidad para que ella, iluminada por esta luz, se salve por sus propios méritos. ¿Os parece difícil amaros y ayudaros en la vida? 13. No os pido que todo lo dejéis, como se lo pedí a los que me siguieron en el Segundo Tiempo entre los cuales el que tenía sus padres los dejó, el que tenía compañera la dejó; abandonaron su casa, su ribera, su barca y sus redes, todo lo dejaron por seguir a Jesús. Tampoco os estoy diciendo que sea necesario que derraméis vuestra sangre en este tiempo. 14. Os he dicho que ahí donde uno de vosotros habite, mucho podrá hacer en cada día. Buscad en lo más íntimo de vuestro ser la fibra noble y buena que he puesto en cada uno de los hijos de mi Divinidad; esa fibra no es del corazón, es el espíritu. 15. No olvidéis que vuestro origen está en mi amor. Hoy vuestro corazón se encuentra endurecido por el egoísmo, más cuando vuelva a hacerse sensible a toda inspiración espiritual sentirá amor por sus semejantes y experimentará el dolor ajeno como si fuese propio. Entonces seréis capaces de cumplir con el precepto que os dice “Amaos los unos a los otros”. 16. Esa es mi arma, la del amor, la que nunca os he ocultado, la que muestro siempre en la lucha contra las tinieblas del pecado. El que quiera ser mi soldado que tome la espada de amor. Sólo así puedo hablar a un pueblo que a través de los siglos y de los tiempos, se ha forjado en el dolor. 17. Vuestro espíritu ha alcanzado a serenarse y sólo espera y confía en mi voluntad. 18. En esta era vino Elías como precursor a preparar al espíritu del hombre para mi comunicación con él. La palabra de Elías os despierta, estremece y pone alerta, porque su luz es como la del rayo. 19. Vuestro espíritu está capacitado en esta era para comprender quién es Elías. Ha mucho tiempo que dejasteis la infancia espiritual. Es la fe y la intuición las que os han hecho sentir mí presencia y cada una de mis manifestaciones en este tiempo, en el que mi Doctrina dará a los hombres verdadera grandeza, no la falsa que da el mundo, sino aquella que proviene de la humildad y la virtud. 20. Una delicada misión espera a todo aquel que se levante a seguirme. Sin cruz nadie puede imitarme; mas en verdad os digo que la cruz que yo ponga en vuestros hombros, no será para doblegaros sino para sosteneros en la vía dolorosa de vuestra vida. Quien arroje su cruz, tendrá que caer; quien la ame, llegará hasta el fin; quien la lleve en la Tierra hasta el momento de exhalar el último suspiro; en ese instante contemplará cómo su cruz lo sostiene, lo eleva y lo conduce a Mí. Todo el que sea sorprendido por la muerte llevando a cuestas su cruz, no tendrá miedo de penetrar en lo insondable. Ahí se desvanecerán muchos misterios que el hombre no pudo descifrar. ¿Creéis que el Padre os prefiere ignorantes en la Tierra? No pueblo; Yo soy una revelación constante de misterios ante los hombres, mas ésos se obstinan en ser ciegos ante la evidencia y sordos a mi voz. 21. Los que creen en Mi saben que soy limpio y justo; mas como el hombre ama lo injusto, le atrae lo impuro y le tienta el pecado, prefiere la libertad de sus pasiones a la iluminación del espíritu. La atracción que el pecado tiene sobre el hombre es semejante a la que sentís ante el vacío y la profundidad de un abismo. ¡Cuán difícil le parece a otros salvarse pensando que en el postrer instante de su vida, les bastará confesar sus faltas para alcanzar la absolución y conquistar un lugar en el Reino del Señor! 22. Sabed que las manchas sólo las lava el agua del arrepentimiento, no el miedo a la justicia; que lo que acerca al Señor es la reparación de todas las faltas del espíritu arrepentido. 23. Todos creen en Mí, aun cuando no todos lo confiesen, ni todos me amen. No creáis en el ateo, Yo no contemplo ateos ni pueden existir; me negará la materia mas no el espíritu. ¿Podrá negar algún hombre a su padre carnal, aun cuando no lo haya conocido? Así el espíritu tampoco podrá negar a su Padre espiritual, aun cuando no le conozca. ¿Podrá existir un fruto que antes no haya estado en el árbol? 24. Desde el principio de los tiempos os enseño y os juzgo con amor. Si a mí justicia la llamáis indebidamente castigo o sentencia, os digo entonces que os castigo y os sentencio con amor. Os hablo así porque vivís en un tiempo dentro del cual no tiene que ser el temor a mi justicia lo que os lleve al cumplimiento de mis mandatos, sino al acercamiento a mi amor, a mi ley, porque en ella está el amor a vuestro Padre. Mas si queréis que mis leyes no os juzguen, conocedlas por mi enseñanza y vivid dentro de ellas. ¿Cómo queréis vivir libremente fuera del camino sin que el dolor os sorprenda? El que infringe las leyes es tocado al instante por ellas. ¿Queréis mayores pruebas de amor? 25. Esta Naturaleza que os he confiado es una verdadera fuente de vida y de salud; bebed sus aguas y viviréis sin aflicciones, tendréis fuerza, luz y alegría en vuestra jornada y vuestro espíritu cumplirá mejor su destino. ¿Cómo pretendéis ser sanos de cuerpo y de espíritu, si no buscáis estos beneficios allí donde se encuentran? Buscáis la salud de vuestro cuerpo en el médico de la Tierra, cuyo corazón no siempre alberga la caridad y buscáis la salud del espíritu, desprendiéndoos de algo material para ofrecerlo a cambio de vuestra tranquilidad ante la voz de vuestra conciencia. 26. De cierto os digo que la Naturaleza tiene un regazo semejante al de una madre amorosa; mientras viváis dentro de ella recreaos porque el espíritu participa también de los deleites de la materia a través de la cual el Señor le da tantas y tan bellas lecciones de amor. 27. Hoy vive la humanidad alejada de toda fuente de vida, de allí su aflicción. Cree entonces el mundo que debo levantar de entre los hombres mi justicia para que a ellos vuelva la paz y la bienandanza, cuando que lo único que tenéis que hacer es volver al camino de la Ley. Dice el hombre que va en pos de un ideal y Yo le digo: ¿Es posible que alcance ese ideal si camina por un sendero sin luz? 28. Los hombres han creado un mundo a su idea, a su voluntad. Yo les he dejado para no privarlos de su libre albedrío; mas a ese mundo lo destruirán ellos mismos como una prueba de que edificaron sobre arena movediza. ¿Cómo es posible, dicen los poderosos, que tanto poder se extinga? Y sin embargo, reinos, tronos, cetros, ciencia y caudales se derrumbarán. Un débil soplo y sólo la historia recogerán las cenizas de tanta falsa grandeza. 29. Falso llamo a vuestro mundo porque mientras vuestra faz ríe, lleváis vuestro corazón cuando no lleno de amargura, si de mala voluntad. Y si esto habéis hecho de la vida humana. ¿Qué podréis decir de cuanto habéis hecho y dejado de hacer respecto a la vida y leyes que corresponden a vuestro espíritu? Lo habéis dejado que se aleje tanto de la fuente de la vida eterna, de la verdad, de la justicia y el amor que están en vuestro Creador, que debiendo ser el Señor en el mundo y estar sobre lo material, ha pasado a ser un siervo ultrajado y humillado. Ha quedado el espíritu sometido a las debilidades e inclinaciones de la materia. Ha llegado a ceder por el amor que siente por la carne, a la cual se encuentra ligado. A pesar del amor que el espíritu siente por el mundo, a pesar del materialismo extremo que ha alcanzado, no hay uno que no haya sentido, aunque sea por un instante, el deseo de penetrar más allá de esta vida, en el mundo espiritual. No hay uno que no haya tenido desde aquí un instante de elevación, que no haya presentido la existencia y la paz de aquella vida. Mis revelaciones espirituales en este mundo son una invitación a mi Reino. 30. Llegará el día en el que toda la humanidad conozca mi enseñanza. Muchos la negarán y hasta dirán que fue el tentador quien inspiro estas lecciones; mas cuando por alguno de mis hijos sea creída y practicada, verán brotar de los que me negaron buenos frutos como testimonio de esta verdad. 31. Sed sanos de cuerpo y de espíritu e imitaréis a los buenos patriarcas, aquellos que sabían entregar su ofrenda al Padre y hallaban gozo cumpliendo con los deberes de la Tierra. Os hablo a vos pueblo, y hablo a la humanidad. A vos, porque aun escuchándome no vais de lleno en el camino sino que tratáis de pisar con el pie derecho en mi camino, mientras con el otro vais fuera de él. 32. Os digo a todos: “Yo soy la salud, Yo soy el Camino la Verdad y la Vida”. 33. El espíritu de Elías os conduce a mi presencia y os ayuda a haceros dignos de que Yo venga entre vosotros. No desconozcáis a Elías en este tiempo como desconocisteis a Cristo en la segunda era y a Moisés en la primera. 34. Pensad que Elías viene a descorrer el velo con el que cubríais muchos misterios para que miréis el esplendor de vuestro Padre. 35. Sed mansos y obedientes para que deis ocasión a vuestro espíritu de cumplir su misión. Él es poseedor de la luz de la experiencia, de la evolución y del conocimiento. 36. El espíritu nace en Mí; tiene su infancia, su desarrollo y su plenitud al contrario de la carne que envejece y muere; crece siempre en saber y en amor o sea en perfección. Sabéis que habéis brotado de Mí, mas no sabéis cómo; sabéis también que al Padre habréis de tornar, pero no sabéis en qué forma. Esos son mis altos juicios, son el secreto que debéis respetar. 37. He puesto grandeza en el hombre, pero no la que él busca en la Tierra. La grandeza de que Yo hablo es sacrificio, amor, humildad, caridad. El hombre huye continuamente de estas virtudes apartándose de su verdadera grandeza y de la dignidad que el Padre le ha dado como hijo suyo. 38. Huís de la humildad porque creéis que significa pequeñez. Huís de las pruebas porque os espanta la miseria sin querer comprender que ellas vienen sólo a libertar a vuestro espíritu. Huís también de lo espiritual porque creéis que profundizaros en ese conocimiento es perder vuestro tiempo, sin saber que despreciáis una luz superior a toda ciencia humana. 39. Por eso os he dicho que existen muchos que jurando amarme no me aman y diciendo creer en Mí no tienen fe; han llegado para decirme que están dispuestos a seguirme, pero quieren seguirme sin cruz. Y Yo les he dicho: Todo aquél que quiera seguirme, tome su cruz y sígame. Todo aquél que abrace su cruz con amor llegará a la cumbre del Monte donde exhalará el postrer suspiro en esta Tierra para resucitar a la vida eterna. 40. La vida espiritual que es deseada por unos, es temida, negada y hasta burlada por otros; pero ella, impasible, os espera a todos. Ella que es el seno que abriga, los brazos que estrechan, la patria del espíritu, es un misterio insondable aun para los sabios, pero en mis arcanos se puede penetrar siempre que la llave que uséis para abrir esa puerta sea la del amor. 41. Comprended que desde el principio de la existencia del hombre, el Padre ha sido para el hijo una perpetua revelación de misterios. Gozad pensando que si en tantas eras de vuestra vida el hombre no ha llegado a los límites de su ciencia, cuando penetre por las sendas de la espiritualidad eternamente estará encontrando nuevas bellezas, nuevas maravillas, nuevos seres, distintos mundos que harán que el hijo ame cada vez con mayor perfección a su Creador con un amor semejante al que tengo por vosotros. Por ese sentimiento tan puro y grande que siento por la humanidad me hice hombre para que me tuvieseis cerca. Mas después de aquel sacrificio veo que los hombres de este tiempo son sordos, ciegos e ingratos para aquel amor; que han creado para ellos un mundo en el cual no tengan que cumplir con mis preceptos, con mis leyes justas, con mi Doctrina de amor. 42. El abismo atrae a los hombres, les seduce lo prohibido, toman a su manera el libre albedrío. A una humanidad así, entregada a las pasiones, intereses y placeres de la Tierra le parece irremisible su perdición. Al espíritu le parece muy difícil salvarse y no comprende que en la justicia divina, en el amor de su Padre, puede encontrar el camino donde se purifique, se eleve y se salve. 43. Toda la humanidad cree en mi existencia porque tiene espíritu y conserva la intuición de que Yo existo. Hasta aquél que me niega cree en Mí porque mi presencia está en él y en todo lo que le rodea. Pero el hombre ha sucumbido bajo los impulsos materiales y las tentaciones. Las tinieblas que así ha formado son las que no permiten a esta humanidad contemplar el resplandor con el que el Espíritu Santo se acerca en este tiempo a ella. Pero no habrá fuerza humana ni espíritu que venza mi poder, mi luz o mi amor. Y cuando los hijos sollozantes lleguen ante el Padre, unos pedirán perdón y perdonados serán por su humildad, otros llegarán preguntándome: ¿Padre, por qué me habéis castigado? A éstos les diré: Yo jamás castigo, sólo habéis recogido en vuestro camino lo que en él sembrasteis, no supisteis conservar la salud del cuerpo y del espíritu, y quien desafía o viola mis leyes se juzga a sí mismo por medio de ellas. 44. Vivid en armonía con las leyes naturales y con las leyes espirituales y seréis siempre sanos de cuerpo y de espíritu. 45. Mucha ciencia posee hoy la humanidad pero con ella ha creado un mundo extraño que la aparta de lo que es natural, de la fuente de vida, de los elementos de la Naturaleza que le he confiado para su conservación y recreo. ¿Cómo puede el hombre que así vive ser sano de cuerpo y de espíritu? 46. La tierra es como una madre que abre sus brazos para recibiros desde el instante en que nacéis; el aire que en ella respiras es semejante a mi aliento divino. El astro rey, majestuoso en su grandeza como una antorcha de fuego, es imagen del Ser Omnipotente porque es luz, calor y vida. Tenéis en esta Naturaleza el agua que es semejante a la verdad porque es cristalina, transparente y pura; calma la sed que abrasa, purifica y lava; bajo su acción se fecundan los campos y germinan las semillas. Estos cuatro elementos unidos por leyes de sabiduría divina forman con su unidad y armonía vuestra morada. Para habitarla, para gozar conscientemente de ella e identificarse con sus leyes, al hombre se le colmó de todos los atributos, potencias y sentidos necesarios para la vida. 47. Entonces ¿Por qué si estáis ciertos de que os amo, me llamáis injusto cuando sufrís por vuestra culpa y decís que el Padre os castiga? 48. Mi amor es inmutable, no puede ser mayor porque es perfecto, ni puede disminuir jamás. Prueba de esto os la he dado al concederos esta vida que es vuestro albergue y que se muestra siempre pródiga y maternal con vosotros. ¿Os ha faltado un solo día la luz del sol? ¿El aire os ha dejado de vivificar? ¿Se han secado los mares o han dejado de correr los ríos, cuyo líquido baña toda la Tierra? ¿Y el planeta en sus evoluciones ha huido bajo vuestros pies para arrojaros al vacío alguna vez? 49. Yo no me he equivocado en lo que he hecho, el hombre sí se ha equivocado de ruta y de vida, pero pronto volverá a Mí como el hijo pródigo que disipó toda su herencia. Con su ciencia ha creado un nuevo mundo; un falso reino. Ha hecho leyes, ha levantado su trono y se ha adjudicado un cetro y una corona, Pero ¡Cuán pasajero y engañoso es su esplendor! Un débil soplo de mi justicia es bastante para que sus cimientos se estremezcan y se desmorone todo su imperio. Sin embargo, el reino de la paz, de la justicia y del amor, se encuentra lejos del corazón de la humanidad que no ha sabido conquistarlo. 50. El placer y las satisfacciones que a los hombres les proporciona su obra, son ficticias. En su corazón existe el dolor, la inquietud y el desengaño, que se ocultan detrás de la máscara de la sonrisa. Esto es lo que se ha hecho de la vida humana y en cuanto a la vida del espíritu y las leyes que lo rigen, han sido torcidas al olvidar que también existen fuerzas y elementos que vivifican al espíritu con los que el hombre debe estar en contacto para soportar las pruebas y las tentaciones y resistir en su camino de ascensión hacia lo perfecto, todos los obstáculos y contrariedades. 51. Esa luz que del infinito llega a todo espíritu no proviene del astro rey; la fuerza que del Más Allá recibe el espíritu no es emanación de la tierra; la fuente de amor, de verdad y salud que calma la sed de saber del espíritu no es el agua de vuestros mares o de vuestros manantiales. El ambiente que os rodea no sólo es material, es emanación, aliento e inspiración que el espíritu humano recibe directamente del Creador de todo, de Aquel que ha hecho la vida y la gobierna con sus leyes perfectas e inmutables. 52. Si el hombre pusiese un poco de buena voluntad por retornar al sendero de verdad, sentiría al instante como un aliciente la caricia de la paz; pero el espíritu, cuando se materializa bajo la influencia de la materia, sucumbe en sus guerras, y en vez de ser el señor de esta vida, el timonel que gobierna su nave, viene a ser esclavo de las inclinaciones y tendencias humanas y náufrago en medio de las tempestades. 53. Ya os he dicho que el espíritu es antes que el cuerpo como el cuerpo es antes que el vestido. Esa materia que poseéis es tan sólo un atavío pasajero del espíritu. 54. Nadie ha nacido por casualidad, y por humilde, torpe o pequeño que se crea, ha sido hecho por la gracia del Ser Supremo quien le ama igual que a los seres que él considera superiores y tiene un destino que le llevará como a todos, al seno de Dios. 55. ¿Veis esos hombres que como parias calzan las calles, arrastrando el vicio y la miseria sin saber quiénes son ni a dónde van? ¿Sabéis de los hombres que aún habitan en selvas rodeados de bestias? Ninguno está olvidado por mi caridad, todos tienen una misión que cumplir, todos poseen el germen de la evolución y están en el camino donde los méritos, el esfuerzo y la lucha llevarán al espíritu de peldaño en peldaño hasta Mí. 56. ¿Quién es aquel que no ha deseado, aunque sea por un solo instante, mi paz anhelando libertarse de la vida terrestre? Todo espíritu siente nostalgia del mundo que antes habitó, del hogar donde nació. Aquel mundo espera a todos mis hijos invitándoles a gozar de la vida eterna que algunos desean mientras otros tan sólo esperan la muerte para dejar de ser, porque llevan turbado el espíritu y viven sin esperanza y sin fe. ¿Qué puede alentar a esos seres a luchar por su regeneración? ¿Qué puede despertar en ellos el anhelo de eternidad? Sólo esperan el no ser, el silencio y el fin. 57. Mas ha vuelto la luz del mundo, el camino y la vida para resucitaros con mi perdón, para acariciar vuestra frente fatigada, para consolar vuestro corazón y hacer que el que se sentía indigno de existir escuche mi voz que le dice: Yo os amo ¡Venid a Mí! 58. Mas así como despierto en vosotros un anhelo de eternidad y perfección, también os digo: No por esto creáis que quiero que desconozcáis la vida material. No interpretéis mal mis enseñanzas. Todo cuanto fue creado y puesto en la Tierra es para vuestra felicidad. 59. Los patriarcas y los justos os enseñaron con su ejemplo a vivir felices en la Tierra gozando de los bienes naturales y cumpliendo también con la ley espiritual. Imitadlos y volveréis a ser sanos y fuertes, quiero un pueblo fuerte entre vosotros que se levante luchando y defendiendo la verdad; si Yo os enseñase a apartaros de la naturaleza entonces ésta vendría en contra vuestra. 60. En Dios no existe contradicción aun cuando los hombres creen a veces encontrarlas en mis enseñanzas. Para ayudaros a comprenderlas he venido a abriros los ojos a la luz, diciéndoos: si queréis la salud de vuestro cuerpo volved a los brazos de vuestra madre la Naturaleza de la que brotó vuestra envoltura, en cuyo regazo os habéis mecido y en el cual os confundiréis cuando sus entrañas nuevamente os reciban. También os he dicho: Si queréis poseer un espíritu fuerte y sano y la esperanza de alcanzar el galardón que os he prometido, practicad mi Ley cumpliendo con los preceptos que os dicen: “AMARAS A TU DIOS DE TODO CORAZON Y ESPIRITU” Y “AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS”. 61. Para cumplir con mi Ley no basta hablar de Mi, ni basta que seáis los grandes analizadores de mi Obra para creer que sois mis apóstoles, porque más grande será ante mi aquel humilde de que no sepa expresar mi Palabra pero que en cambio, sepa practicar el amor y la caridad entre sus hermanos. 62. En el Segundo Tiempo me bastaron tres años de enseñanza y doce hombres para convertir a la humanidad. Hoy no han bastado muchos años de preparación y multitud de discípulos. 63. Es que estáis materializados. Sólo cinco minutos pensáis en Mí y el resto del tiempo lo consagráis a las preocupaciones del mundo. 64. Yo os reanimo para que no os detengáis en vuestra marcha. Velad que pronto veréis cómo se acaban los señores del mundo y al acabarse desaparecerán los esclavos. Entonces principiará la humanidad a considerarse como una sola familia. Brotará del corazón de los hombres un átomo de buena voluntad entre unos y otros y vendrá a ellos la paz. 65. ¡Espíritus perdidos, espíritus sin paz y sin Ley, venid! No es la tiniebla ni la nada la que os espera, es mi amor de Padre, es el concierto Universal. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 81 1. Venís en este día a conmemorar el nuevo pacto que habéis hecho con vuestro Padre. En este Tiempo de juicio mi Espíritu se presenta entre vosotros para pediros las primeras cuentas de vuestro trabajo, de vuestras obras y preguntaros que habéis hecho desde el instante en que me prometisteis cumplir con mi Ley, amándoos los unos a los otros. 2. Entre esta multitud se encuentran los primeros a quienes confié la responsabilidad de las tierras y de los labriegos, a quienes entregué el agua cristalina de la fraternidad, para que con ella dieran riego a los árboles. 3. ¿Nada os reclama vuestra conciencia?, ¿Se ha abierto vuestra boca tan sólo para aconsejar, enseñar y guiar? ¿O se ha desatado como espada de dos filos para herir a diestra y siniestra? ¿Habéis ido por el sendero espiritual dejando huellas de unión, de paz, de buena voluntad o habéis dejado impresos en él malos ejemplos? 4. Si mi palabra en ocasiones se torna severa, es porque no quiero que en el seno de mi pueblo exista la mentira, el vicio o el adulterio; si el que va guiando una congregación presenta malos ejemplos, los que le siguen tendrán que encontrar el tropiezo. En este tiempo de juicio, a cada instante os presentaré el fruto de vuestra siembra. No desafiéis mi justicia, recordad antes que nada que soy fuente inagotable de bondad. 5. No puedo contemplaros como a pequeños niños a quienes se dispensan todas sus imperfecciones, porque vuestro espíritu, al haber pactado con mi Divinidad en este tiempo, antes ya había recorrido gran parte del camino. Quien fue párvulo de mi Ley en el Primer Tiempo, discípulo en la cátedra de Jesús en el Segundo, en esta etapa tendrá que llegar a ser semejante al Maestro. 6. Vengo a confiaros, para que lo cultivéis, el fruto bueno agradable y dulce que da vida, para que él os haga notar el contraste del sabor amargo y los estragos que ha causado entre la humanidad el fruto del árbol del mal. 7. Veo la tierra y las aguas manchadas con la sangre humana, a los hombres desconociéndose como si fueran seres de distintas especies, dándose muerte sin compasión ni piedad. Ese árbol de ambiciones y de odio ha sido cultivado por los hombres y sus frutos han envenenado a los pueblos de la Tierra. No dejéis que esa simiente penetre en vuestro seno. 8. Hoy no podría elevarse la voz de Jesús diciendo “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”, porque vuestro espíritu lleva en sí el conocimiento de mi Doctrina de amor. 9. Elías abrió la puerta de una nueva era, ha aparejado los caminos del Señor, os ha preparado para que recibáis las primicias de mi revelación y de mi enseñanza; analizad mis lecciones y testificad con vuestras obras. 10. En este tiempo el Sexto Sello está desatado, su luz se derrama sobre el orbe para que estos hombres y mujeres que oyen mi voz despierten y se levanten a luchar; es tiempo propicio. 11. Uno sólo es el camino, ya lo conocéis, debéis seguirlo, para que nunca os perdáis de él. Es el mismo camino que os tracé desde que brotasteis de Mí. En el mismo tiempo os he concedido que os reunáis en recintos para escuchar mis lecciones de amor y para que en ellos recibáis a la multitud de necesitados que día a día llamarán a vuestra puerta, que es la mía. 12. ¿Cómo debéis de disponeros en cada alba para recibir a los necesitados? Con absoluta humildad, no con corona ni cetro de vanidad. 13. Cuando este pueblo se haya unido espiritualmente, Yo daré señales de ello en todo el orbe. 14. Os confío parte de mi Obra, que es más blanca que el copo de la nieve y más pura que el agua de vuestros manantiales; así quiero que la conservéis hasta el final de la jornada. 15. Hoy, como si una campana resonara en el interior de vuestro corazón, recordasteis que es día de gracia, día en que el Maestro desciende a conversar con sus discípulos. Mi Espíritu se presenta entre vosotros y se abre como un libro de sabiduría, vuestra conciencia se presenta ante Mí como una blanca página y en ella escribo mi lección. 16. La luz de mi Espíritu derramada en toda materia y en todo espíritu, en cumplimiento de una profecía de los primeros tiempos, toca el entendimiento de estos escogidos llamados portavoces para haceros escuchar la lección divina. 17. Unos reciben mi manifestación llenos de fe, otros me escuchan sintiendo que la duda se ha apoderado de su corazón; mas no les censuro porque la duda les hará profundizarse en el estudio de mi Doctrina y a través de él también alcanzarán a poseer la fe. 18. Una nueva vida espera a los hombres. No es que la Naturaleza se vaya a transformar, es que cuando la humanidad se espiritualice por medio de esta enseñanza, todo lo verá a través del amor, de la fe y de la caridad, o sea que el hombre verá la vida a través del espíritu. Si lo que os rodea lo miráis, sentís y juzgáis a través de una mente materializada y de un corazón egoísta, esta vida tendrá que pareceros un valle de lágrimas, un mundo de pecados y a veces hasta un lugar de castigo. Vuestros ojos no descubrirán bellezas, el espíritu no encontrará sitio para él, ni sustento, ni aliciente; mas si dejáis elevar el espíritu y desde la altura miráis cuanto os rodea y os envuelve, tendréis que rendiros ante vuestro Padre y confesar que habéis sido sordos, ciegos e insensibles a su divina presencia, manifiesta en todo lo existente espiritual o material. 19. Entonces huirá de vosotros la amargura y conoceréis la dulzura que brota de todo lo creado porque todo es fruto del árbol divino. 20. El dolor que hoy padece la humanidad es por haber hecho mal uso de su libre albedrío y por su desobediencia a mi Ley; sus últimos frutos serán tan amargos que los arrojará lejos de sí y eso le abrirá los ojos a la luz y el corazón al arrepentimiento. 21. Haced dócil y mansa a la materia para que ella no sea una barrera ante vuestro espíritu. Sometedla hasta hacer de ella el mejor instrumento y colaborador de vuestra misión espiritual. Dejad que la luz que el Sexto Sello os envió, la contemple el espíritu y también la materia porque ya sabéis que esa luz se derrama sobre todo ser. 22. Comprended mis lecciones y seréis mis buenos discípulos, aquellos que, llegada la hora, se levanten en pos de sus hermanos y sepan analizar la revelación de los Siete Sellos. No detengáis vuestros pasos pensando que por las obras de vuestra materia no sois dignos de mi gracia. Ya os he dicho que detengáis la carrera vertiginosa de esa reacia y débil criatura que os ha sido confiada en la Tierra, y que en esa lucha hagáis méritos para alcanzar mi gracia. 23. No es hora de que os sintáis tristes o avergonzados por vuestro pasado; pensad tan sólo en que debéis purificar a vuestro espíritu. Es el instante en que debéis sentiros los más felices de la Tierra por estar escuchando el concierto divino de mi palabra. Sí, pueblo, mi rayo de luz se hace inspiración y palabra humana para que en esa forma tengáis mi presencia. Dejad de pensar en vuestro pasado para pensar en vuestro futuro. 24. Preparad vuestras armas de amor para contender con las ideas y teorías humanas; fortaleced vuestro corazón en la fe para que no os sintáis pequeños, ignorantes o débiles delante de los que llaméis cultos y sabios, porque ellos conocerán de ciencia y de religiones, pero de mis nuevas revelaciones, nada saben. 25. Si os he pedido vuestra regeneración, es para que estando la mente y el corazón limpios, pueden reflejar mi luz divina. 26. He visto cómo muchos de vosotros habéis escudriñado y juzgado mi palabra, mas no por ello os he reclamado, porque sé que mañana, de entre los que me juzgáis, surgirán los discípulos fervientes. Más tarde, en vuestro camino andaréis doctrinando y llegaréis e ser burlados; recordad entonces la enseñanza del Maestro y en vez de reclamar a vuestros hermanos su duda y su mofa, les perdonaréis sabiendo que entre ellos se encuentran los que van a arrepentirse de sus juicios para dar paso a la fe. 27. Nadie se sienta forzado a ser mi soldado, seguidme cuando vuestra voluntad sea firme y vuestro amor os impulse a practicar mis enseñanzas. Pasarán los tiempos y entonces comprenderéis y valorizaréis todo lo que el Señor os concedió en este Tercer Tiempo y sentiréis dolor por no haber sido comprensivos y obedientes cuando estuve dándoos mi palabra; pero Yo os concedo unos instantes más para que reparéis vuestros errores y repongáis el tiempo que hayáis perdido. 28. Mientras el mundo os atrae a través de la materia, mi voz os está llamando al valle espiritual donde deberéis penetrar limpios de toda mancha y llenos de luz. Ahí mi voz, resonando en la conciencia, os dirá si cumplisteis vuestra misión en la Tierra y si ya podéis escalar un peldaño más en la escala de perfección espiritual. 29. En el día que ahora dedicáis al reposo, desciendo a recrearme con vosotros. Es el instante en que mejor reconocéis que no sólo de pan podéis vivir, sino que necesitáis de mi palabra que es vuestro sustento espiritual. Muchos venís a escucharme, mas no todos creéis en mi presencia; hay quienes preferirían verme a escucharme a través de estos entendimientos, o por lo menos escuchar mi voz en el infinito, en el espacio espiritual. Mas ¿Cómo queréis contemplarme y escucharme espiritualmente si os encontráis en plena materialización? Por eso debéis prepararos para que alcancéis esa elevación que os hago conocer a través del entendimiento del hombre. Después de este tiempo de mi comunicación en esta forma, estaréis en condiciones de recibir mi intuición o inspiración de Espíritu a espíritu. Esa será la comunicación perfecta. 30. Os asombran los adelantos de la ciencia; comprended que hace algunos siglos no hubieseis creído en lo que ahora ha realizado el hombre por medio de la evolución del espíritu y la perseverancia de la materia. 31. ¿Por qué no habéis de evolucionar espiritualmente si perseveráis? ¿Cómo pretendéis descubrir nuevas lecciones, si las pasadas no las habéis comprendido aún? 32. Los creyentes y los incrédulos de mi existencia de todos los tiempos, hubieran deseado contemplarme ahora visible a los ojos humanos, materializado en alguna forma, y ¿Por qué habéis de atribuirme forma si en cuanto a espíritu no la tengo? Soy visible y tangible tanto a los ojos de vuestro cuerpo como a los del espíritu, pero es menester que sepáis mirar. Es injusto que digáis que Dios se oculta a vuestras miradas, que digáis que soy egoísta por no dejarme oír ni mirar de quienes llamo hijos de mi Divinidad. Siempre estoy presto a dejarme mirar, pero vosotros, creyendo ser ciegos ante lo espiritual, teniéndolo todo a vuestro alcance, no lo sabéis ver y muchas veces, palpándome no os dais cuenta de mi presencia. 33. En cada era ha tenido que venir un enviado de Dios a enseñar a los hombres a buscar a su Señor, a orar, a rendirle culto, a saberle sentir, mirar, oír e interpretar. En este tiempo ha venido Elías a preparar el camino para que el espíritu humano pudiese recibir la presencia y la revelación del Espíritu Santo. 34. Para que la voz y los pasos de Elías fueran escuchados y sentidos en un mundo sordo por su materialismo a toda manifestación espiritual, preparé un varón, quien al llegar a la madurez de su edad, dejó manifestar la luz de aquel gran espíritu que lo inspiraba, que hacía obras milagrosas por su conducto y preparaba con su luz a la humanidad para el advenimiento de un nuevo tiempo. Elías tuvo que limpiar el camino en el cual había muchos espinos, mucha cizaña y también pedruscos. Ellos eran el fanatismo religioso, la ignorancia, la persecución de toda inspiración que pareciese nueva. Mas Elías inspiró leyes, preparó corazones y sembró una semilla que favoreciera el desenvolvimiento de una revelación divina y el cumplimiento espiritual de un pueblo que en lo más oculto del mundo esperaba el tiempo señalado para levantarse a desempeñar su misión. 35. Aquel varón escogido por Mi para que fuese el portavoz de Elías, se llamó Roque Rojas, el que en 1866 dio a conocer al mundo que una nueva era se abría para la humanidad regida por la misma Ley que el Señor ha revelado en los tres tiempos, en los que siempre os he dicho: “Amaos los unos a los otros”. 36. ¡Pocos supieron sentir en verdad la presencia del enviado divino! Una vez más fue la voz que clamaba en el desierto y nuevamente preparó el corazón de los hombres para la inminente llegada del Señor, Así se abrió el Sexto Sello, dejando contemplar su contenido y desbordándose como un torrente de justicia y de luz sobre la humanidad. Muchas promesas y profecías quedaron así cumplidas. 37. Elías, como Jesús y como Moisés, vino a iluminar los ojos de vuestro espíritu para que contemplaseis al Padre, Moisés os enseñó: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús os dijo: “Amaos los unos a los otros”. Elías os mandó tener “caridad y más caridad con vuestros hermanos” y luego añadió “y veréis a mi Padre en todo su esplendor”. 38. Es el Verbo el que os habla en esta era, no he venido a hacerme hombre; sin embargo, podréis encontrar semejanza entre mi anterior manifestación y ésta; si la cuna de Cristo fue humilde y su muerte fue sobre la cruz del pecado del mundo, el lugar donde ahora ha nacido la luz del Tercer Tiempo no puede ser más pobre y humilde y la cruz desde donde os daré mi última palabra será el mismo hombre por el cual me comunico. 39. A través de este medio por el cual os hablo, también he recibido la burla, el escarnio, la duda, la herida. Así me ha placido, porque mi cruz sois ahora vosotros. 40. Hoy os digo: ya que vuestros ojos se han abierto a la luz, ved cómo vuestro mundo, su ciencia, su moral y sus religiones, se acercan al fin de su existencia; de todo ello sólo sobrevivirá el espíritu, el cual se levantará sobre los escombros de su vida pasada a una nueva era espiritual. 41. Todas las señales que estaban predichas como anuncio de mi nueva manifestación entre vosotros, ya han sido cumplidas. ¿Esperará el mundo nuevas manifestaciones para continuar aguardando mi llegada? ¿Hará lo que el pueblo judío que tuvo las profecías de la venida del Mesías, vio el cumplimiento de ellas, recibió en su seno al Salvador, no lo reconoció y aún continúa esperándolo? La experiencia es muy grande y dolorosa para esta humanidad, para que aún se obstine en el materialismo. Si las señales y las pruebas se han cumplido y no he aparecido en la sinagoga, ni surgido en iglesia alguna, ¿No presiente el mundo que en algún sitio he de estar manifestándome, puesto que no puedo faltar a mi palabra? 42. Discípulos: perseverad en mi enseñanza, para que mañana deis testimonio de Mí. 43. No temáis a la miseria. La miseria es pasajera y en ella debéis orar imitando en la paciencia a Job. Volverá la abundancia y no tendréis palabras con que darme gracias. 44. Cuando la enfermedad os agobie, oh enfermos benditos, no desesperéis; no está enfermo vuestro espíritu, elevaos en oración a Mí y vuestra fe y espiritualidad os devolverán la salud del cuerpo. Orad en la forma en que Yo os he enseñado: espiritualmente. 45. Comprended que tenéis la luz de vuestro Maestro. Jesús sigue siendo el modelo perfecto que debéis imitar; ni antes ni después de Él, podréis encontrar en el mundo un ejemplo igual. 46. Jesús, el Cristo, ha sido la enseñanza más clara que en el mundo os di para enseñaros cuán grande es el amor y la sabiduría del Padre. Jesús fue el mensaje viviente que el Creador envió a la Tierra para que conocieseis las virtudes del que os creó. La humanidad vela en Jehová a un Dios colérico e implacable, a un juez terrible y vengativo, y a través de Jesús vino a sacaros de vuestro error. 47. Ved en el Maestro al amor divino hecho carne; vino a juzgar todas vuestras obras con su vida de humildad, sacrificio y caridad, y antes de castigaros con la muerte, ofreció su sangre para daros a conocer la vida verdadera, la del amor. Aquel mensaje divino iluminó la vida de la humanidad y la palabra que entregó el Divino Maestro a los hombres dio origen a religiones y sectas, a través de las cuáles me han buscado y todavía me buscan; mas de cierto os digo que ellos no han entendido aún el contenido de ese mensaje. La humanidad llega a pensar que el amor de Dios para sus hijos es infinito, ya que El, en Jesús, murió por amor a los hombres. Llega a conmoverse con los padecimientos de Jesús ante sus jueces y verdugos, llega a ver en el Hijo al Padre, pero el contenido, el alcance de cuanto el Señor quiso decir a la humanidad a través de aquella revelación que empezó en una virgen y concluyó en la nube de Betania, no ha sido interpretado hasta hoy. 48. He tenido que volver sobre la misma nube en la que el Verbo ascendió hacia el Padre para daros la explicación y mostraros el verdadero contenido de todo cuanto os fue revelado en el nacimiento, vida, obras y muerte de Jesús. 49. El Espíritu de Verdad, el prometido por Cristo en aquel tiempo, es esta manifestación divina que ha venido a iluminar las tinieblas y a aclarar los misterios que la mente o el corazón del hombre no alcanzaba a penetrar. 50. Mi Ley siempre es la misma, no es menos profunda unas veces que otras. Es vuestro espíritu el que refleja unas veces mejor que otras la luz del Señor. Esto es según la evolución que vuestro espíritu haya alcanzado. 51. Hoy os digo el banquete espiritual se encuentra esperándoos; sentaos a la mesa y comed del manjar. La multiplicación del pan también os la he concedido en este tiempo porque millares y millares de hermanos vuestros están escuchando mi palabra en muchas comarcas. 52. Os estoy heredando sin que vuestro pecado sea un motivo para consideraros indignos. Las puertas de mi Reino permanecen abiertas en espera de los que después llegarán. He aquí demostrada mi caridad, la cual no esperabais que llegara al grado de comunicarme con vosotros. 53. Ahora que en el mundo hay escasez de amor, venid a sentir el amor puro de vuestro Maestro para que sanéis de todas vuestras heridas. 54. Si vuestro corazón llega a Mi henchido de vana simiente, de cizaña y cardos, Yo le perdonaré, Yo le purificaré y le haré florecer. Sólo espero que os elevéis para revelaros todo cuanto aún reservo para vuestro espíritu y cuando seáis poseedores de lo que os prometo, no buscaréis catacumbas para ocultaros de las miradas de la humanidad; por el contrario, saldréis a la luz del día y bajo esa claridad revelaréis esta verdad. Abrid vuestro corazón, vuestra mente y vuestro oído, para que dejéis llegar mis lecciones hasta vuestro espíritu. 55. ¿Qué tiempos esperáis para aprender de Mi? ¿Estáis esperando que llegue 1950, para despertar de vuestro sueño? No pueblo, porque entonces ya no escucharéis mi palabra. Es menester que lleguéis a tener la convicción absoluta de que habéis venido al mundo a servir a vuestros hermanos. 56. Os miráis unos a otros y reconocéis que he formado un pueblo con pecadores, con ignorantes y teméis no poder salir avante en las pruebas; mas Yo sé lo que hago, a vosotros sólo os corresponde creer, confiar y cumplir. Llegará el día en que me ofrezcáis la semilla como Yo os la he pedido. 57. Pueblo: preparaos, dejad que vengan a vosotros nuevas multitudes; entre ellas vendrán aquellos a quienes mi amor ha de entresacar y escoger para que por su conducto entregue mi palabra pues de sobra sabéis que no puede ser vuestra mente quien los escoja. Sólo Yo sé el destino y los dones de cada quien. 58. Limpiad vuestro pensamiento, elevadlo para que os unáis en este instante a los espíritus puros que habitan cerca de Mí. Elevad una oración inspirada en el amor a Dios, en vuestro propio dolor o en el arrepentimiento por las faltas cometidas, también en acción de gracias por los bienes recibidos, eso acercará vuestro espíritu al Padre. 59. Todo cuanto os rodea tiende a purificaros, mas no todos lo han entendido así. No dejéis que el dolor que apuráis en vuestro cáliz de amargura sea estéril. Del dolor podéis extraer luz que es sabiduría, mansedumbre, fortaleza y sensibilidad. 60. No temáis llegar al valle espiritual pensando en todo lo que habéis pecado en la Tierra; si dejáis que el dolor os lave, que el arrepentimiento brote del corazón; si lucháis por reparar vuestras faltas llegaréis dignos y limpios ante mi presencia y nadie, ni vuestra conciencia, se atreverá a mencionar vuestras pasadas imperfecciones. 61. En la mansión perfecta existe un lugar para cada espíritu el cual aguarda en el tiempo o en la eternidad la llegada de su poseedor. Por la escala del amor, la caridad, la fe y los méritos, llegaréis uno a uno a mi Reino. 62. Presentad delante de vuestros hijos buenos ejemplos que les sirvan de báculo en su camino para continuar su ascensión hacia Mí. No porque los miréis en la infancia de la materia les concedáis poca importancia espiritual; observadles y veréis cómo sus facultades están más desarrolladas que las vuestras, ellos aprenderán mis enseñanzas por vosotros y luego os enseñarán a analizarlas. 63. Los que hoy os encontráis jóvenes cuando lleguéis a la ancianidad habréis visto muchos prodigios a través de las nuevas generaciones de espiritualistas. 64. Yo digo a los padres de familia que así como se preocupa por el futuro material de sus hijos, lo hagan también por su futuro espiritual, por la misión que en ese sentido hayan traído al mundo. 65. Pensad que esos seres antes de encarnar ya han orado por vosotros, os han protegido y ayudado en vuestra lucha; ahora os corresponde a vosotros sostenerlos en los primeros pasos que, a través de la frágil carne, van dando en la Tierra. 66. Venid a Mí, discípulos. Aquí está la paz, no la ficticia que os da el mundo, sino la que procede de mi Espíritu; llenad de ella vuestro corazón para que sepáis escucharme, comprenderme y luego llevéis a la práctica mi enseñanza. 67. Un determinado número de corazones está destinado para cada uno de mis labriegos; es la tierra que cada uno de ellos tendrá que trabajar para hacerla fructificar y al final presentarme una abundante cosecha. 68. Nadie sería capaz de edificar un templo como el que Yo estoy levantando en vuestro espíritu. La caridad del Hacedor Universal viene construyendo este santuario con infinita paciencia. Este templo será indestructible y mientras los templos hechos por manos de hombres caigan piedra tras piedra bajo los embates del tiempo y de las tempestades, éste permanecerá inconmovible, porque sus cimientos estarán en vuestro espíritu y sus torres tocarán el Reino de los Cielos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 82 1. ¿Por qué algunos de mis hijos se sienten indignos de llamarme Padre? Venid a Mí, pecadores; dejad vuestro fardo de dolores, levantad vuestra faz y miradme, mi amor os hace dignos. Si no os perdono yo ¿Quién va a perdonaros? 2. Teníais hambre de paz, porque vuestra conciencia os reprochaba vuestros errores hasta que llegasteis ante la manifestación de mi palabra y vuestro llanto os ha lavado. Sólo Yo sé a quién o a quiénes les hablo en esta forma y sólo ellos saben a quiénes están dirigidas estas palabras. 3. Hace tiempo que no bendecíais mi nombre; vuestras torturas y sufrimientos os hacían creer que os hallabais en un infierno sin fin. Es que vuestros ojos se habían cerrado a la verdad, a esa luz que os muestra mi presencia en todas partes. No os bastaba el esplendor de la Naturaleza que os envuelve, ni la forma milagrosa en que el pan de cada día llegaba a vuestros labios para creer en mis bendiciones. Sólo veíais tinieblas en vuestro derredor y sólo el fuego de vuestros sufrimientos era lo que sentíais; más cuando estabais a punto de sucumbir, llegó el Divino Cirineo a levantaros, para ayudaros a llevar vuestra cruz. 4. Vuestros ojos van abriéndose a una vida de luz y de fe. Desde el fondo de vuestro corazón me decís: Señor, cuán ciego estaba, qué turbado se encontraba mi corazón; hoy veo a cada paso y en todo sitio Tu presencia y siento tus bendiciones. 5. En verdad os digo que éstos que sufrieron y me ofendieron mucho, serán los que más fervientemente me amen; de su corazón brotará constante la ofrenda a mi Divinidad. No serán ofrendas materiales ni salmos, ni altares de la tierra; ellos saben que la ofrenda y el culto más agradable para Mí son las obras de amor que hagan con sus hermanos. 6. Hijos amados que llegasteis ante Mí como el hijo pródigo, no olvidáis el amor con que os recibí y la humildad con la que llegasteis; sería triste que cuando os volvieseis a sentir llenos de paz en la vida, os tornaseis en vanidosos delante de vuestros hermanos o en egoístas delante de los que os buscarán para pediros algo de lo que hoy poseéis, porque ante Mi seríais los hijos ingratos. Velad y orad siempre para que no caigáis en tentación. 7. Comprended, discípulos amados, que esta existencia de la que hoy disfrutáis es una buena oportunidad para elevar vuestro espíritu. Para algunos, ésta será la última encarnación, otros tendrán que volver nuevamente a la Tierra. Este es el tiempo propicio para hablaros en esta forma, nadie se escandalice o se extrañe por ello. 8. Jesús en aquel tiempo os reveló muchas lecciones desconocidas y llevó a cabo muchas obras que en un principio causaron confusión, pero que más tarde fueron reconocidas como Verdaderas revelaciones divinas. Tened en cuenta ese antecedente para que no aventuréis en este tiempo vuestros juicios sin antes haber analizado mis enseñanzas. 9. Si la humanidad hubiese sabido analizar las profecías de Primero y del Segundo Tiempo, no se confundiría hoy ante la realización de ellas; esto fue lo que pasó en el Segundo Tiempo cuando el Mesías nació entre los hombres, lo mismo que acontece ahora que he venido en Espíritu. 10. El sentido de mi enseñanza es el mismo en los dos tiempos; ella os prepara para hacer de esta vida un hogar amable aunque pasajero, donde los hombres se miren y se traten como hermanos y brote de unos a los otros el calor de la verdadera fraternidad. Preparad también al espíritu para penetrar después de esta vida en aquellos mundos o moradas que el Señor tiene reservadas para sus hijos. Mi deseo es que cuando vayáis a ellos no os sintáis extraños, sino que vuestra espiritualidad e intuición os hagan mirar todo lo que encontréis como si ya anteriormente hubieses estado ahí. Mucho de verdad habrá en ello, si desde aquí sabéis estar en contacto con lo espiritual por medio de la oración. 11. Abrid vuestros ojos espirituales hasta que miréis el esplendor de la luz que irradia mi verdad, para que cuando penetréis en otra morada no os sintáis en tinieblas. 12. No existe entre tantas moradas como tiene la casa del Padre, un solo mundo de tinieblas, en todas esta su luz; más si en ellas penetran los espíritus con una venda en los ojos debido a su ignorancia, ¿Cómo podrán contemplar aquel esplendor? 13. Si aquí en el mundo preguntáis a un ciego qué contempla, él os contestará que sólo tinieblas. No es que la luz del sol no exista, sino que él no puede contemplarla. 14. Ved que aunque sea corto el número de los que se reúnen para escucharme, el amor con que vengo a daros mi lección es muy grande. 15. Entre vosotros se encuentran aquellos que darán testimonio de que éste es el Tercer Tiempo en el cual el Espíritu Santo habla a través de la conciencia a todos los hombres. 16. Dentro de estas multitudes se encuentran los espíritus que en otros tiempos formaron parte de las tribus de Israel, llamado el pueblo de Dios, porque a ellos les fueron confiadas la Ley y las revelaciones para que las extendieran por el mundo. Algunos de esos seres vienen por última vez a la Tierra a concluir una misión y a terminar una restitución espiritual. Ellos al ascender, formarán los peldaños por donde puedan escalar sus hermanos que aún quedan en el valle terrenal. 17. La luz y el amor que tiene mi palabra ha hecho el milagro de hacer brotar del fango, flores puras y bellas; procurad que cuando vuestro cuerpo quede convertido en despojo humano, se desprenda de él vuestro espíritu lleno de blancura y de luz. 18. ¡Oh espíritus que estáis recibiendo mi Doctrina, cuando lleguéis a mi presencia, sed humildes y sumisos, dejando que en vosotros se haga sólo mi voluntad! Muchas veces habéis venido a encarnar en la Tierra porque insistentemente lo pedisteis al Padre; ahora os digo que no me lo volváis a pedir, dejad que se haga en vosotros mi voluntad. 19. Cuando habéis venido al mundo porque Yo os lo ordené, a vuestro retorno os he pedido rigurosamente cuenta de vuestras obras. ¿Qué será cuando regreséis después de haber venido por que vosotros lo pedisteis al Señor? ¿Cómo será vuestro juicio y cómo responderéis? 20. Os maravilláis escuchando mis enseñanzas y decís en vuestro corazón: Cuán perfectas son las lecciones del Maestro, a lo cual os digo, que aún son pequeñas éstas, pues todas ellas tienden a corregir y a modelar a seres imperfectos: cuando hayáis alcanzado la perfección espiritual, entonces escucharéis al Verbo de Dios en su plenitud. 21. Ahora vuestro espíritu ha sentido el tiempo de mi nueva manifestación a través del entendimiento humano y por ella sentís mi divina presencia. Mi manifestación ha sido una vez más de Maestro; Yo soy quien os da la lección, mas a mi vez, tengo siervos que vienen a explicaros después la enseñanza que recibisteis; no son seres humanos, porque de cierto os digo que no hay en la Tierra nadie que pueda explicar mis nuevas revelaciones; es el mundo espiritual de luz el que viene en vuestra ayuda para que no caigáis en confusiones ni hagáis nuevos misterios de enseñanzas que son tan diáfanas como la luz de día. 22. Todo ha sido dispuesto para la realización de esta Obra espiritual; no sólo vuestro espíritu fue preparado para entrar en esta senda, también vuestra carne, la tierra que pisáis, el ambiente que os rodea, todo fue dispuesto para que mi luz brillara en lo más profundo de vuestro ser. 23. El espíritu se purificó en el Más Allá, de las manchas contraídas en anteriores encarnaciones; la materia se lavó con dolor y lágrimas; la Tierra reclamó a los hombres su primitiva pureza y el ambiente se saturó de plegarias y oraciones. Por la escala de perfección descendió el Señor hacia su pueblo, llego hasta el peldaño en que os encontrabais y desde ahí os hizo escuchar su voz a través de sus mensajeros o portavoces. 24. Cuántas lecciones, cuántas enseñanzas os he dado desde el instante en que os di mi primera comunicación; por medio de ellas quiero que lleguéis a comprender que no he venido a dividir a los hombres, sino a unirlos. A vosotros, a quienes encontré profesando una religión, vine a deciros que leáis mi libro de amor y de sabiduría divina, para que aprendáis a estar en espíritu con todos vuestros hermanos, sin distinción de credos, religiones o ideologías. 25. Esto se os hará difícil en un principio, más cuando comprendáis esta lección, os sentiréis verdaderamente identificados con todos los seres humanos, porque sentiréis vibrar en el fondo de cada uno de vuestros semejantes a un espíritu, que siendo hijo de Dios tiene que ser hermano vuestro. 26. Estudiad pueblo amado, para que seáis el discípulo del Tercer Tiempo que se distinga por su espiritualidad. 27. Analizad y comprenderéis que estáis viviendo el tiempo propicio para que estudiéis mi Doctrina. Venid discípulos, venid a Mí, que Yo aliviaré el peso de vuestra cruz. Os ayudaré a conquistar el lugar que en la Tierra Prometida está reservado para cada uno de vosotros. 28. Sentid mi amor en vuestro ser para que comprendáis que existo y sintáis el anhelo divino de salvaros. Mi luz está derramada sobre toda la humanidad porque ninguna criatura podría escapar a mi mirada. 29. ¿Qué sería de la humanidad si por un momento le negara mi luz espiritual en estos instantes de prueba y de dolor? Las tinieblas invadirían su razón, se ofuscaría, y ya sin esperanza correría tras de la muerte y se perdería en el abismo; mas si los hombres, a pesar del caos en que se debaten, alimentan recónditamente una esperanza de salvación, es porque mi luz divina les alienta a través de su conciencia y les enseña a esperarlo todo del poder infinito del Dios Omnipotente. 30. De cierto os digo que mi palabra hará cambiar la faz de vuestro mundo actual y de toda vuestra vida. Para los hombres de este tiempo, el mundo y sus placeres son la razón de su vida, más pronto sabrán anteponer el espíritu al cuerpo, y el cuerpo al vestido, y en vez de ir tras las glorias mundanas, buscarán la inmortalidad del espíritu. 31. Habrá al principio fanatismo por lo espiritual, el cumplimiento será llevado al extremo; mas luego se serenarán los corazones y la espiritualidad surgirá llena de verdad y de pureza. 32. Cuando miráis al mundo debatiéndose en guerras, pereciendo de hambre o azotado por la fuerza de los elementos, no falta quienes digan que es mi justicia la que viene a destruir a la humanidad; mas de cierto os digo que Yo no he venido a destruiros sino a salvaros. Los que creen que su vida radica tan sólo en su materia y no piensan en la supervivencia del espíritu, miran su paso al Más Allá como el fin de su existencia y me juzgan entonces inexorable y cruel. 33. Si supieseis que muchas veces es necesario morir para el mundo para poder sobrevivir en espíritu, y que a veces sólo un dolor acerbo o una muerte cruenta son capaces de despertar y estremecer a un espíritu aletargado en el materialismo. 34. ¿Qué sabéis de la vida y de la muerte? ¿Qué sabéis del espíritu? Muy poco; precisamente es de lo que vengo a instruiros para que seáis los que sepáis vivir de acuerdo con la grandeza de la vida que os rodea. 35. En este tiempo hay hambre en el mundo, hambre del cuerpo y del espíritu; os aflige más la del cuerpo y ésta es la que os hace decirme: “Señor, en los tiempos pasados enviaste sobre tu pueblo el maná del desierto para no dejarlo perecer; luego le confiaste una tierra pródiga en bendiciones, de las aguas del pozo de Jacob bebieron sus hijos y los hijos de sus hijos y muchas generaciones más, y cuando viniste al mundo a enseñar con tu palabra, llevabas a la multitud al desierto, te condolías de su fatiga y de su hambre y obrabas milagros para que ellos comieran panes y peces. ¿Por qué ahora que nos miras padecer tanto por alcanzar el pan, no te conmueve nuestra hambre y nuestra miseria?” 36. Si Yo os dijese que la respuesta a todas estas preguntas la lleváis en vuestra conciencia, no lo creeríais; tengo entonces que hablaros para deciros que cuanto os di en el mundo para vuestro sustento y conservación, no os lo he quitado, todo está allí; mas si no llega a todos es porque en vez de cultivar vosotros esa simiente con el riego de la fraternidad, la regáis con el egoísmo y la perversidad. 37. Por eso es menester que a los espíritus descienda una luz de justicia y esa es mi inspiración que se derrama en este tiempo sobre todo ser. 38. Cuando los hombres se hastíen de los frutos amargos que han cultivado y vuelvan sus ojos a Mí, hallarán que la vida espiritual y la naturaleza material jamás han negado sus frutos a los hijos de Señor; ellas existen en el interior de cada criatura, y ha sido el hombre el que cerró sus ojos a la razón y su intuición a la vida eterna. Entonces confesarán los que antes blasfemaban que en el desierto de esta vida jamás faltó el maná, que el pozo de Jacob aún vierte aguas cristalinas y que el Señor hace en cada día un milagro para que la humanidad no perezca de hambre o de sed. 39. Cuando el espíritu de la humanidad abra sus ojos a la luz, contemplará una vida nueva dentro de la misma vida que hasta ahora creía conocer demasiado y que en realidad nunca había sabido apreciar. 40. Vengo a vosotros como el doctor divino que se acerca a los enfermos del cuerpo y del espíritu para devolverles la salud perdida. Soy el que viene a resucitar a aquellos que han muerto a la verdad y a la vida verdadera. Mi caridad está dispuesta a enjugar las lágrimas de los que mucho han llorado, a todos los ungiré con su solo bálsamo, que es el del amor. 41. Bienvenidos los pobres, los que lloran y los que padecen hambre y sed de justicia en la Tierra y que todo lo sufren con paciencia, porque a ellos vengo buscando para premiarles su sumisión y su fe. 42. Esta era es una nueva oportunidad para alcanzar la elevación del espíritu. Todo, hasta el dolor, influye para que la humanidad se aleje del materialismo que la ha esclavizado. 43. Los hombres escalarán el monte santo en cuya cumbre me encontrarán pero, antes que ellos, Yo habré ya recorrido un nuevo Calvario en el corazón de la humanidad y habré sido enclavado una vez más en la cruz de mi misión. 44. No levantaré un mundo nuevo sobre los pecados, odios y vicios; lo levantaré sobre firmes cimientos de regeneración, de experiencia, de arrepentimiento; Yo todo lo transformaré en vosotros. De las mismas tinieblas surgirá la luz, y de la muerte haré brotar la vida. 45. Si los hombres han manchado y profanado la Tierra, mañana con sus buenas obras dignificarán esta morada, la cual será vista como tierra de promisión para venir a ella a desempeñar nobles misiones. ¿Quién podrá dudar entonces de la conversión del mundo? 46. Yo os digo que cuando esta humanidad esté más en contra mía por su impiedad, por su alejamiento de la justicia y del bien, Yo me presentaré en su camino lleno de esplendor, como fui delante de Saulo y le haré escuchar mi voz; entonces veréis cómo muchos de los que sin darse cuenta me han perseguido, se levantarán transformados e iluminados para seguirme por las sendas del bien, del amor y de la justicia. A ellos diré: detened vuestra planta caminantes y bebed de esta fuente de aguas cristalinas. Descansad de la dura jornada a la que os he sometido. Confiadme vuestras cuitas y dejad que mi mirada penetre muy adentro de vuestro espíritu porque quiero llenaros de gracia y consolaros. 47. ¿Quién de vosotros puede decir a su Maestro que no tiene un sufrimiento, que lleva la paz en su corazón, que ha vencido en esta vida de lucha y vicisitudes? Os contemplo navegar en un mar de pruebas y por eso vengo a daros fortaleza. Aprended a leer en el Libro de la Vida que eternamente os muestro, porque mañana tendréis que ser maestros. Cada uno de vosotros habrá de levantarse imitándome practicando la Ley para ser sanos de espíritu y de cuerpo. Muchas enseñanzas encontraréis a vuestro paso que no os conducirán a Mí; Yo os señalo el camino recto, el más corto, el de la espiritualidad. 48. En el Segundo Tiempo sólo tres años os di mi palabra, y en ellos preparé a mis discípulos; en esta Tercera Era os he hablado muchos años más y mis discípulos no han adelantado ni mis apóstoles han dejado el mundo por seguirme. 49. El que quiera seguirme, ponga en sus plantas las humildes sandalias, no lleve doble alforja porque en mi camino no le hará falta. 50. Preparad vuestras pupilas para que miréis en el Tercer Tiempo lo que acontece en las regiones espirituales y podáis anunciar al mundo que Yo he descendido a iluminar a todo espíritu. Preparaos para que me sintáis y sepáis recibir lo que os entrego. Dejaré a la humanidad un libro y cada una de sus páginas será una prueba de amor; éste lo uniréis a los primeros escritos por Moisés y mis apóstoles, y las obras de mis discípulos de todos los tiempos quedarán escritas también en ese libro que contendrá mi sabiduría. 51. Si aún no podéis hacerme presente una gran cosecha, orad y pedidme fuerzas; velad para que vuestra lámpara brille con mayor esplendor y sea la que ilumine vuestro sendero. Os he visto llorar cuando contempláis que los obstáculos no os permiten trabajar. Me habéis dicho: “Maestro, limpiad de espinas nuestro camino, para seguir adelante”. Doblegad con amor la envoltura que os he dado, y no deis muestras de flaqueza o inconformidad, no me digáis que sois débiles, porque Yo os he hecho fuertes. No digáis que el cumplimiento es un sacrificio; trabajad con amor y vuestras obras quedarán escritas. Escalad la montaña de perfeccionamiento hasta encontrar mi presencia. Apoyaos en el báculo que os ofrece Elías. Mirad su ejemplo. El, representado por un anciano que se apoya en un báculo, no descansa un instante; siempre va en busca de sus ovejas pérdidas para rescatarlas y conducirlas a Mi presencia. Su espíritu no desmaya ante la desobediencia y reaciedad; su ahínco y perseverancia, no se agotan; sed vosotros así, id por los caminos y no temáis al mundo ni a la tentación. Sed fuertes por el espíritu que os he dado. 52. Muchas comarcas se han preparado ya para esperar a los labriegos, y éstos no han llegado aún a cumplir su misión. Cuando vosotros sintáis todo el peso de vuestro cargo, tomaréis sumisos el camino e iréis en busca de vuestro destino. En ese tiempo de entrega no limitéis la caridad, mas tampoco lleguéis al sacrificio; podríais cansaros y abandonar la cruz. 53. Cuando hayáis sanado a los enfermos y apartado sus tinieblas, despertará su espíritu dormido y resucitará a una nueva vida. Yo siempre os protegeré si estáis dentro de mis leyes porque se acercarán a vosotros los científicos que os reclamarán por haber ungido a los enfermos sin ser doctorados en las escuelas del mundo, y los hombres que rigen los destinos de vuestra nación también os preguntarán cuál es vuestra ley y vosotros hablaréis de mi manifestación en este tiempo y de mis revelaciones. 54. Para testificar mi Doctrina, glorificad mi nombre con vuestras obras y vuestra ofrenda llegará a Mí. 55. Sean Conmigo los enfermos, los leprosos, los afligidos, los que no tienen paz en su corazón y también los que hayan pecado o blasfemado; a todos los sanaré del cuerpo y del espíritu. 56. De cierto os digo que aquel enfermo que supiera guardar, analizar y poner en práctica una de mis palabras de vida, sanaría, porque llevaría guardada en su corazón una gota de mi bálsamo divino. 57. Os he dado pruebas de mi poder y de mi caridad para que toméis el camino con plena confianza. Recibid este mensaje de esperanza para que seáis fuertes en este tiempo en que el pecado ha cundido como el más contagioso de los males. 58. Una lepra inmaterial se ha extendido por la Tierra, carcome corazones y destruye la fe y la virtud. Van los hombres cubiertos de harapos espirituales, saben que nadie podrá descubrir esas miserias porque los humanos no ven más allá de lo que es materia, más la hora de la conciencia se acerca; es lo mismo que si dijeseis el día de Señor o su juicio está por llegar. Entonces surgirá la vergüenza en unos y el remordimiento en otros. 59. Los que escuchen esa voz interna, quemante e inflexible, sentirán en su interior el fuego que devora, que extermina y que purifica. A ese fuego de justicia no puede resistir el pecador ni nada que no sea puro. Sólo el espíritu lo puede resistir porque está dotado dc fuerza divina; así, cuando haya pasado por el fuego de su conciencia, tendrá que salir limpio de sus errores. 60. Mucho os hablé en tiempos pasados de ese fuego, de ese juicio, de esa expiación; mas las figuras con las que eran representadas estas enseñanzas las tomasteis en sentido material y vuestra imaginación desvirtuó la realidad de esas revelaciones. 61. Cuántas torcidas interpretaciones dieron los hombres a estas lecciones divinas. Me hacen aparecer como un juez de monstruosa crueldad. Cuántos absurdos ha creado la mente humana y luego los ha impuesto como la suprema verdad. 62. Hoy vengo en espíritu para haceros comprender y vivir mis divinas enseñanzas. 63. La oración de las aves es su canto; la oración de los hombres son sus pensamientos puros que elevan a Mi. Todo lo creado tiene una ofrenda para su Creador. También el Padre tiene un presente para cada una de sus criaturas. Sin embargo, en la especie humana existe menesterosidad, miseria, dolor; es el resultado de haber hecho uso del libre albedrio sin escuchar la voz de la conciencia; es la falta de armonía en la vida de los hombres, entre lo divino y lo material; pero todo este dolor que hoy pesa sobre el mundo servirá para despertarle de su profundo sueño. Cuando la humanidad conozca la verdad y ajuste a ella su vida, encontrará la armonía de lo espiritual con la Naturaleza material que lo rodea. 64. Mi nueva palabra llegará a la humanidad como un mensaje de luz que disipará las tinieblas de la ignorancia. 65. Yo preparo en este tiempo a los nuevos pescadores de espíritus que rescatarán de las olas embravecidas a los náufragos. Entre estos pescadores estarán los que escuchan mi palabra en este tiempo, también estarán los que sin haberme oído tengan despiertos los dones de intuición e inspiración para recibir mis revelaciones; surgirán en distintos puntos del orbe y sabrán comunicarse y unirse para ser fuertes en la lucha. 66. Muchos medios tendrán mis nuevos discípulos para la propagación de esta bendita simiente; pero no olvidéis nunca la humildad y la sencillez porque así he llegado a vosotros y de esta misma manera os acercaréis a los corazones, a los hogares y a los pueblos. Si así llegaseis, seréis reconocidos como emisarios de un mensaje espiritual y vuestra lucha dará frutos de verdadera espiritualidad, de regeneración y de fraternidad. 67. En el Segundo Tiempo cuando Jesús hubo concluido su divina misión en la cruz, elevando sus ojos hacia el infinito dijo así: “Todo está consumado”. 68. En este Tercer Tiempo cuando os entregue mi postrer palabra a través del entendimiento humano, repetiré aquellas mismas palabras, así como volveré a pronunciarlas por última vez, cuando todos en espíritu os encontréis en la tierra de promisión en donde me veréis descender de mi cruz de redención para deciros nuevamente: “Todo está consumado”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS FIN DEL TOMO 3 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 4 ENSEÑANZA N° 83 1. Este es el tiempo en el que según os anunciaron los profetas, todo ojo me verá, ahora añado Yo, este es el tiempo en el que también todo oído me escuchará y todo cerebro comprenderá mis revelaciones. 2. El espíritu ya está capacitado para interpretar muchas lecciones y penetrar en muchos misterios; ya no es el párvulo de los primeros tiempos, al que había que ocultarle muchas lecciones para que no se confundiera, y había que presentarle bajo figuras simbólicas todos los misterios que le eran revelados, para que pudiera iniciarse en el sendero espiritual. 3. Cada era es una luz, una nueva lección y si esta etapa la he prolongado, ha sido con el fin de dar oportunidad a las grandes multitudes espirituales, de pasar por la Tierra para que analicen mis lecciones y cumplan con mis enseñanzas; así darán un paso hacia adelante en el camino de la vida verdadera. 4. Mi nueva palabra os hará comprender mucho de vuestro pasado y esa comprensión será la lámpara que ilumine vuestro camino espiritual. Por eso muchas veces os he dicho. Levantad vuestra faz y daos cuenta del tiempo en que vivís, sólo así podréis aprovechar la etapa de vida que os he confiado en la Tierra. 5. Los dones espirituales, facultades y potencias, han permanecido adormecidos en muchos hombres, en otros han tenido un débil desarrollo, mas ha llegado mi luz divina a estremecer en su letargo a los espíritus para levantarles a una vida superior, a través de la cual podrán recibirme de una manera más perfecta. 6. Analizad mis lecciones y decidme si esta Doctrina podrá encerrarse dentro de una de vuestras religiones; os he revelado su carácter y su esencia universal, que no se concreta tan sólo a porciones de la humanidad o a pueblos, sino que traspasa la órbita de vuestro mundo, para abarcar el infinito con todas sus moradas en donde como en este mundo habitan hijos de Dios. 7. Discípulos: despertad, abrid vuestros ojos espirituales, oíd mi palabra, penetrad en su sentido y llevad luego la buena nueva a vuestros hermanos, mas cuidad que vuestro mensaje esté revestido siempre de la verdad y la pureza con que Yo vine a vosotros y entonces despertaréis dulcemente de su sueño a todos aquellos que duermen, tal como Yo vine a despertaros a todos. 8. Venid a Mí ¡Oh pueblo amado! venid a descansar de la fatiga terrestre. Se abre vuestro corazón para recibir mi amor y fortaleza y Yo os acojo y os bendigo. 9. Quiero que viváis despiertos para el espíritu en este tiempo de materialismo, en que es despreciada toda manifestación espiritual, sin recordar que en el hombre la parte esencial es el espíritu, y que él viene a forjarse y a elevarse en esta vida por sus propios méritos. 10. Es mi voluntad que vosotros, a quienes he envuelto en mi amor, enseñéis y hagáis renacer en vuestros hermanos, la fe y la confianza en Mí. No quiero contemplar su indiferencia y falta de amor para mi Espíritu. Nadie podrá romper los lazos sagrados que unen al hombre conmigo, ni impedir que Yo os ame. ¿Por qué no me ha buscado la humanidad a pesar de su dolor? Sus palabras y actos laceran mi sensibilidad de Padre, no agradecen mi amor ni sienten mi bendición. 11. La solución de todos los problemas que afligen a vuestros hermanos está en vosotros. Os he dado la llave de la paz para que haya caridad y amor de los unos a los otros. Todos podéis atraer a mi Espíritu y sentir mi influencia divina si me invocáis con amor. 12. Quiero miraros sonreír de satisfacción después de vuestra lucha, quiero que sintáis que he estado muy cerca de vosotros. No me reclaméis si los tiempos presentes son inclementes; si os hubieseis conservado virtuosos, el dolor no hubiese herido vuestro corazón, ni hubieseis tropezado. Os he enviado a cumplir un destino de amor, que no habéis comprendido todavía. 13. Se acerca el tiempo en que debéis ir a trabajar a otras Tierras. Desde hoy, orad y velad por todas las naciones, porque os atan a ella deberes que tenéis que cumplir. Vuestra oración irá iluminando y salvando espíritus. 14. ¿Cómo podréis mirar con tranquilidad, que vuestros hermanos vuelvan al valle espiritual llevando impresos el materialismo y el dolor que han recogido en la Tierra? Muchos de ellos volverán a encarnar y dejarán ver el sufrimiento originado por su desobediencia, entonces comprobaréis que la lucha del espíritu termina hasta que éste se ha perfeccionado. 15. Confiad en que vuestro dulce maestro os conduce por el camino de la verdad, doquiera os encontréis. Unos en el principio del camino, otros en el final, todos sois guiados por Mí. 16. Mis nuevas revelaciones divinas sorprenderán en este tiempo al espíritu de la humanidad, aunque en verdad os digo que su extrañeza será injustificada, porque lo más natural es que el espíritu vaya recibiendo en su camino el fruto de su evolución. 17. Soy el que ha tenido que seguiros por los caminos que habéis tomado, para libraros de riesgos y evitar que os perdieseis. ¿Cuándo vendréis en pos de Mí, animados por aquella voz que dijo a Simón, Andrés y a Juan: Dejad vuestras barcas y vuestras redes y seguidme? 18. La lucha se ha establecido en el interior de vuestro corazón, oís mi voz que tocando a vuestro espíritu a través de vuestra conciencia os dice: ¡Seguidme! mientras la carne y el mundo ejercen gran influencia sobre el espíritu. 19. Me place que exista esa lucha interior, porque significa que a pesar de sentiros sujetos a las tentaciones de la Tierra, aún conserváis amor por Mí, y sabéis escuchar la voz del espíritu que reclama al mundo y a la carne sus derechos, pero ¡Ay de los que no sienten dentro de si esa tempestad, porque su corazón frio será como el sepulcro que guarda un muerto! 20. Todo lo que acontece en este tiempo, dicho y escrito estaba por mis profetas. Buscad en aquellas escrituras y encontraréis la historia anticipada de todo lo que ahora estáis viendo en el mundo, mas os digo, que hay acontecimientos que están aún por venir y que no fueron anunciados en aquellos tiempos, porque esas profecías, las tenía reservadas el Señor para darlas a conocer en este tiempo a través del entendimiento humano. 21. ¿Creéis acaso que todo estaba ya pronosticado y que no volvería a haber profetas en la Tierra? 22. Comprended que Yo he venido a revelaros muchas profecías que el mañana serán cumplidas y lo he hecho por conducto de criaturas torpes de entendimiento y rudas de verbo, para daros pruebas de mi poder. Esas profecías, que han brotado por labios humildes, ya habéis visto cumplirse algunas, y la humanidad del mañana verá cumplirse hasta la última de ellas. 23. Amados discípulos: recreaos con este ambiente de espiritualidad que os envuelve en los instantes de mi comunicación. Saboread este pan y fortaleceos con él, porque pronto dejaréis de escuchar mi palabra. Os dejaré llenos de mi gracia y de mi amor, para que sepáis levantaros presurosos a divulgar la buena nueva que os traje en este Tercer Tiempo. 24. Cuidad que haya siempre limpidez en vuestro corazón, en ese vaso que debéis de conservar tan limpio de dentro como de fuera, porque es ahí donde se deposita mi amor, como agua de vida eterna. 25. Conservad estas reuniones y haced de ellas el santo cenáculo. No porque veáis que levanto mi palabra de entre vosotros, creáis que mi Espíritu va a encontrarse distante de mis discípulos: dejad siempre en la mesa, un lugar vacío para el Maestro, porque Yo vendré a presidir siempre vuestras reuniones y a repartir el pan espiritual en cada uno de vosotros; mas os digo, que ese sitio deberá estar en vuestro corazón. 26. El testimonio que deis de mi nueva venida deberá ser limpio, y entonces veréis levantarse a las multitudes de todos los puntos de la Tierra, diciendo: El Señor ha vuelto como nos lo anunció sobre la nube; nos ha enviado a su pueblo y nos hemos unido a Él. 27. ¡Oh multitudes que me oís en estos instantes, no sabéis quienes de vosotros serán mis mensajeros del mañana! Los hombres les oirán, mas no esperarán de ellos recompensa alguna, ni adulaciones; pasarán por el mundo sembrando mi semilla, con la vista puesta en el Señor. 28. A mis enviados no les abandonaré a sus propias fuerzas, porque pronto sucumbirían en la lucha; serán revestidos de una potestad y una fuerza superior que les hará infatigables e invencibles. 29. Un enviado mío nunca ha estado solo en la lucha, legiones de seres de luz le han acompañado y protegido, nadie dude ni tiemble cuando se acerque la hora de la predicación y de la siembra, porque mi amor será con vosotros para daros ánimo, fe y fortaleza. 30. El Sexto Sello fue abierto y su luz fue contemplada por el sencillo, por el humilde, por el limpio de corazón. El candelero está encendido y aún duerme la humanidad, y este pueblo no se ha dado cuenta de la grandeza de la manifestación que ha recibido; de ahí su temor para anunciarlo al mundo. Dejad al menos, que las aguas de esta fuente no se enturbien, para que cuando lleguen a vosotros los caminantes fatigados y sedientos, puedan calmar su sed en ellas y confiesen que son puras. 31. Os habéis familiarizado con la sombra de este árbol y teméis ir en pos de los caminos que conducen a otros pueblos y comarcas, mas Yo os digo que no esperéis la caída de la noche para ir a dar la buena nueva, porque todos estarán durmiendo, id a la luz del día, para que no haya misterio en vuestras obras. No precipitéis vuestro paso, mas cada vez que os preparéis, dad un paso adelante, porque se aproxima la hora de vuestra lucha. A quien se crea preparado y se haya levantado antes de tiempo, le voy deteniendo con pruebas que pongo a su paso para que reconozca que no siente aún mi Obra en su corazón, que no la ha analizado lo suficiente para irla predicando, que todavía el sentimiento de la caridad no brota de su corazón ni tiene en el espíritu el temple para resistir los huracanes. Abundan entre vosotros los ejemplos de aquellos que habiéndose levantado por su propia voluntad, desobedeciendo mis órdenes, han caído en los caminos y su retorno ha sido doloroso. ¿Por qué os convertís en ingratos a mi caridad? 32. Cuando estabais fatigados de la vida unos, otros perdidos en los caminos inciertos y otros hundidos en el cieno ¿Quién os dio ayuda? ¿Fue por ventura el hombre? No, discípulos, quien os levantó fue esta palabra que desborda vida y esperanza. De lo que fuisteis antes de recibir mi luz, no os tomé cuenta, más de lo que hagáis ahora, sí tengo que reclamaros. Sabéis que mi mirada descubrió a quien venía escondiendo su mano manchada con sangre hermana, a quien ocultaba los pétalos de rosas deshojadas y a quien trataba de esconder en su corazón el hurto o el adulterio. Todo lo vi y sobre el manto con que ocultabais vuestra vergüenza, extendí el velo de mi misericordia para que nadie más que Yo os juzgase, y con perdón y amor os convertí y os purifiqué. 33. Ante esta voz tuvisteis que despertar y ante la presencia invisible de quien os habla, tuvisteis que creer. Nuevamente os digo: Bienaventurados los que sin ver han creído. 34. El corazón de las mujeres se estremeció ante la voz de su Madre Divina y cada palabra de María fue una gota de rocío sobre esos corazones secos por el sufrimiento. Y al jardín ameno de la Virgen, fueron conducidas las doncellas, las esposas, las madres, las viudas y también las flores deshojadas. De todas ellas ha brotado una nueva fragancia. 35. ¿Cuándo estaréis preparados para llevar a otros pueblos la enseñanza que habéis recibido? Ved que la semilla de amor y espiritualidad no germina aún en el corazón de esta humanidad. El fanatismo domina la vida de los hombres, fanatismo religioso, fanatismo por sus razas, fanatismo por la gloria y el poder del mundo y fanatismo por sí mismos. 36. Es necesario que mejoréis cada día vuestra vida para que lleguéis a ser ejemplo y estímulo en la vida de vuestros semejantes: Cumplid con la misión que vuestro Padre os ha confiado, que Yo os concederé que veáis realizados vuestros más elevados anhelos. 37. Mas debéis estudiar y analizar mi enseñanza, porque si os preguntase por mi lección anterior, ¿Sabríais repetirla? De cierto os digo que no, mas no temáis, que os traigo una más en este día, la cual os recordará la anterior y os ayudará a comprenderla. Aquí tenéis al Maestro revestido de paciencia y de amor. 38. En el Segundo Tiempo el Verbo Divino se hizo hombre para que su enseñanza fuera escuchada en la Tierra; en este tiempo, el Verbo es luz que desciende al entendimiento humano y florece en palabra de vida. 39. Juan el profeta anunció mi llegada en aquel tiempo; ahora, Elías comunicándose espiritualmente con los hombres, preparó mi manifestación espiritual en esta era; más en verdad os digo que uno y otro precursor son un solo espíritu. 40. Cada nueva era ha sido para vosotros conjunto de revelaciones que os explican los sucesos pasados que no habéis llegado a comprender. La cosecha final os dará la verdadera sabiduría. 41. Mientras dure mi comunicación por medio de estos portavoces, no seré reconocido en todo el mundo, deberá pasar un tiempo, tendrán que depurarse los corazones de mis emisarios, entonces podrá llegar este mensaje a la humanidad, limpio de influencias materiales. 42. Esta enseñanza es el camino a la vida eterna, todo aquel que descubra en esta Doctrina, elevación y perfección, sabrá unirla a la que os confié cuando estuve en la Tierra, porque su esencia es la misma. 43. El que no sepa encontrar la verdad contenida en mis lecciones, podrá hasta asegurar que esta Doctrina no conduce al mismo fin que las enseñanza de Jesús; los espíritus ofuscados por las malas interpretaciones o confundidos por el fanatismo religioso, no podrán de pronto comprender la verdad de estas revelaciones, tendrán que pasar por un camino de pruebas para despojarse del materialismo que les impide comprender y cumplir con mi precepto que os enseña a amaros los unos a los otros. 4. Yo, el Maestro, soy el único que puede revelaros que en estos instantes millones de seres recorren ese penoso camino de las pruebas, de las experiencias, del despertar, a fin de que sus ojos se abran buscando horizontes que están más allá de lo que su corazón y su mente habían podido crear. 45. Sed tengo os digo nuevamente, sed de vuestra elevación y de vuestro amor, mas nadie acerca a mis labios el agua que pueda apagarla; más bien soy Yo, quien tiene que conservar abierta y fresca la herida del costado para que no deje de manar agua de vida sobre el mundo. 46. Este es el tiempo de la gran batalla descrita por los profetas en sus visiones espirituales y mirajes; el tiempo en que los hombres opondrán su fuerza a mi Ley, en que todo ser material o espiritual, que albergue egoísmo en su corazón se levantará a luchar en contra de mi justicia. Mi espada está presta, no es el arma que castiga o mata, es la espada que en su lucha por salvar al que perece víctima de sí mismo, lo levantará con tal fuerza, que a veces hasta su cuerpo perderá para hacerlo alcanzar la vida eterna del espíritu. 47. Entended bien estas lecciones y no os confundiréis, antes bien, comprenderéis el porqué de muchas de las pruebas terribles por las que atraviesa la humanidad y a las que no acertáis a dar explicación. 48. La finalidad de mi manifestación es la de apartar a vuestro espíritu de la senda del dolor. He llamado con insistencia hasta que habéis abierto la puerta de vuestro corazón, entonces he podido haceros sentir la ternura de mi bendición y de mi paz y habéis exclamado: ¡Cuán cerca se hallaba de mí el Señor! 49. Mañana llevaréis esta buena nueva a la humanidad, la cual ha creído estar más distante de su Señor, porque cuando habla de Dios, lo hace como algo inalcanzable, incomprensible e inaccesible. 50. Es infantil el concepto que de Mí tiene la humanidad, porque no ha sabido penetrar en las revelaciones que sin cesar le he hecho. Para el que sabe prepararse, soy visible y tangible y donde quiera estoy presente, en cambio, para el que no posee sensibilidad, porque el materialismo lo ha endurecido, apenas si comprende que existo, y me siente inmensamente distante, imposible de ser sentido o visto en alguna forma. 51. Es menester que el hombre sepa que me lleva en sí, que en su espíritu y en la luz de su conciencia tiene la presencia pura de lo divino. 52. Cuando sea recibido mi nuevo mensaje por la humanidad, sentirá un estremecimiento de gozo que la hará retornar a la espiritualidad, por medio de la cual se sentirá más próxima a su Señor. 53. Una de las causas por la cual me he materializado para manifestarme en este tiempo, ha sido la de que sintáis que Yo no puedo estar lejos de ninguno de mis hijos, ni la vida espiritual está lejos de la vuestra, y para demostrároslo permití la manifestación y presencia del mundo espiritual entre vosotros. 54. Estas son obras que sólo Yo puedo y debo hacer, no importa el juicio que de ellas se formen los hombres. Sé que al final mis obras serán vistas por todos como perfectas. 55. El conjunto de manifestaciones que habéis tenido en este tiempo, será estudiado con sumo interés y en ella encontrará la humanidad las grandes verdades y las grandes revelaciones, porque nada es pequeño en mi Obra. 56. Tened confianza en que esta palabra os llevará por camino certero, porque si en aquél tiempo pasó Jesús y muchos no lo sintieron, ahora debéis preparar vuestro corazón para que reciba la esencia que he traído a la humanidad. La promesa que hice a mis apóstoles de volver, la he cumplido, más aún tengo muchas lecciones que daros a conocer. 56. ¿Qué me estoy manifestando entre rudos, torpes y pecadores? Ciertamente, os lo di a comprender en aquel tiempo, que mi venida sería cuando hubiese grande perversidad en el mundo. 58. Una gran confusión os fue pronosticada también y que está por llegar; es menester que para entonces exista un faro luminoso que guie a los náufragos y puedan encontrar la ruta certera, y os digo en verdad que ese faro ya ha encendido su luz y alumbra al mundo: Yo, que me acerco al corazón del hombre para hacerle oír mi voz. 59. De nuevo os digo que el que guarde mi palabra y observe mis enseñanzas, ese será salvo. 60. Yo no vengo a despertar fanatismo religioso entre los hombres; mi Doctrina está muy lejos de enseñar falsedades; Yo quiero enmienda, fe, caridad, espiritualidad. El fanatismo es venda de obscuridad, es pasión insana, es tiniebla; velad para que esa mala simiente no penetre en vuestro corazón, mirad que a veces el fanatismo tiene la apariencia del amor. 61. Comprended que esas tinieblas han invadido en estos tiempos a la humanidad. Ved como a pesar de que los pueblos paganos han desaparecido de la Tierra y de que la mayor parte de la humanidad profesa un culto al Dios verdadero, los hombres no me conocen ni me aman, porque sus guerras, sus odios y su falta de armonía son la prueba de que no me dejan aún vivir en su corazón. 62. Sobre las tinieblas de ese fanatismo religioso y de esa idolatría, se aproximan grandes torbellinos que habrán de depurar el culto espiritual de esta humanidad. Cuando esa obra haya sido realizada, brillará en el infinito el iris de la paz. 63. Solo mi voz en su justicia divina, es la que puede deciros que no habéis cumplido vuestra misión en la Tierra, ni en el espacio espiritual, cuando por él habéis pasado. 64. Para Mí no existen obstáculos para comunicarme con los hombres y hacerles conocer mi voluntad, ved que no ha sido menester de hombres justos para mi manifestación, porque os he dado mi palabra a través de pecadores, y en ello podréis hallar una prueba más de mi poder y de mi caridad. 65. Quiero que todo aquel a quien llegare este mensaje, se purifique aquí en la Tierra con la práctica de esta Doctrina celestial, para que cuando retorne al Más Allá, lo haga ya limpio de espíritu. 66. Cada palabra que brota de Mí es de vida eterna, hoy la estáis recibiendo a través del portavoz humano. 67. Os digo, que es buen indicio que en este tiempo os hubieseis comunicado con el Padre a través de vuestro entendimiento, mas también debéis saber que esta forma no es la meta, ni la cumbre de la perfección; que ya antes y en todos los tiempos, el Señor había hablado al mundo por bocas humanas, mas esta comunicación, en medio de una humanidad materializada y de un mundo insensible a lo espiritual, es un prodigio que mañana atribuirán los hombres sólo al amor que Dios tiene por vosotros, pero también es una prueba de que el espíritu del hombre tiende a elevarse espiritualmente. 68. Esta es la alborada de una nueva era; los primeros rayos comienzan a despertar a los hombres. Cuando vuestra fe y elevación me conciban más allá de lo que entendéis por justo, por eterno y por perfecto, me veréis en lo infinito enviando mi luz a todo ser. 69. Mi Divinidad será para vuestro espíritu, como la luz del medio día, como astro que ilumina y da vida al universo, brillará el zenit, y los corazones, al comunicarse con su Padre, recibirán directamente sus rayos divinos a través de la comunicación perfecta de espíritu a Espíritu, que es la meta y el ideal para la armonía entre el Padre y los hijos, y también entre hermanos. 70. Debo preguntaros, pueblo: ¿Qué habéis hecho de la simiente que os he confiado? ¿Qué habéis sembrado en vuestros campos? ¿Habéis limpiado los caminos, para que vuestros hermanos puedan llegar a Mí? Grandes son las multitudes que me escuchan en este tiempo, mas es pequeña la porción que en verdad me va siguiendo. Contemplo lo más íntimo de vuestro corazón y os digo: No me busquéis cual juez, buscadme siempre como Padre y como Maestro, entonces os abriré mi arcano, y os sentiréis seguros. 71. En mi nuevo advenimiento, como en los tiempos pasados, he dejado abierto el Arcano para revelaros muchas enseñanzas, porque hay gozo en el Padre cuando revela nuevas enseñanzas a sus hijos, pero ¡Ay de vosotros si recibiendo también mis mandatos divinos los olvidáis o los dejáis de cumplir por falta de amor, porque habréis convertido a vuestro Padre en Juez! 72. ¡Cuánto ha llorado María sobre vuestra miseria! ¡Cuánto es lo que debéis a su ternura y a su amor! Lo mismo a los que la llaman como a los que la ignoran, a todos los hace sentir su calor maternal y la dulzura infinita de su caricia. En verdad os digo que antes que los espíritus lleguen a Mí, tienen que encontrar en su camino a María la divina Madre. 73. También tenéis un pastor en este tiempo. Como Moisés os saco de Egipto y reunidos os llevó por el desierto hasta la falda del Sinaí, para que escuchaseis la voz del Padre y recibieseis la Ley, así en este tiempo, Elías os ha entresacado de diferentes puntos de la Tierra, para traeros por el camino de la preparación espiritual, hasta la falda del nuevo monte, desde el cual oís mi voz divina y recibís la revelación. 74. He aquí a Elías, aquel que junto a Moisés y Jesús, contemplaron los discípulos en una visión espiritual sobre el Monte Tabor. Esta es su Era. Fortaleced vuestro espíritu con el calor de su presencia y despertad a la esperanza. 75. De cierto os digo, que este tiempo de trascendencia en la Tierra, lo es también en todo el Universo y que mientras a vosotros os hablo en esta forma, en otros mundos y en otros valles, me hago sentir también. Mi Espíritu es omnipresente. 76. Orad, pueblo, con espíritu y pensamiento de paz, para que venzáis las tentaciones. No os conforméis con la paz de vuestro hogar o de vuestra nación. Trabajad por la paz de todos vuestros hermanos. Amaos los unos a los otros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 84 1. No he venido a contemplar grandes o pequeños, en esta era os he hablado a todos como hijos a quienes amo de la misma manera. Buscad la esencia de mi enseñanza y esparcidla, y mientras más entregares a vuestros hermanos, más os será multiplicada. 2. Mi caridad es la que os ayuda a soportar el dolor de vuestra expiación, por medio de la cual purificáis vuestro espíritu. Conservad cuanto más podáis el estado de elevación espiritual, para que no os encontréis gimiendo nuevamente ante mi presencia. 3. De distintas comarcas han venido las multitudes en busca de mi palabra, me hacen presente sus cuitas y vicisitudes. Yo, que contemplo las aflicciones y sufrimientos por los cuales atraviesan las naciones, os pido que con vuestra oración, sentida y plena de caridad, les enviéis un mensaje de paz. Rogad por vuestros hermanos; pedid que se os dará. 4. Si tenéis fe en Mí y confiáis en mi palabra, la guerra no penetrará en esta nación y ello será un testimonio más de que sobre vosotros descendió mi divino Espíritu. Los méritos que debéis hacer para que a vuestro paso se obren prodigios, serán: la regeneración, la oración, la caridad, la buena voluntad y el amor hacia vuestros hermanos. 5. Vosotros que formáis un pueblo destinado a dar pruebas y testimonio de mi manifestación en esta era, no vayáis a flaquear, no queráis ver derramar sangre hermana en vuestra nación, en vuestras plazas y en vuestros campos; no queráis ver luto ni hambre en vuestros hijos. Os estoy dando armas de luz para que podáis defenderos de cualquier asechanza, también os he enseñado cómo podéis conservar la salud del espíritu y la del cuerpo, para que os encontréis fuertes. Sí, pueblo, no busquéis más la enfermedad, no olvidéis que siempre es la desobediencia la que abre las puertas. Orad por vosotros y por toda la humanidad; a los que derraman lágrimas por las naciones que atraviesan la dura prueba, les digo que nuevamente la paz surgirá de ellas. De aquellos que hoy se matan y se hacen la guerra entre hermanos, haré brotar a los que mañana prediquen y practiquen el amor de los unos a los otros. Mi poder es grande, no dudéis de él. Ya veréis cómo sobre la destrucción de esta humanidad edificaré un mundo nuevo, en donde no se encontrará una huella de lo que fue pecado. 6. Si a muchas naciones y pueblos les he llamado sordos, es que mi voz llamó a las puertas de todos los corazones y no entendieron mi llamado. Los que han caído en el abismo de las pasiones, podrán blasfemar aquí en el mundo en contra mía, más una vez ante mi presencia tendrán que confesar que Yo, estuve a tiempo con cada hombre y con cada pueblo para amonestarlo y prevenirlo. No os predispongo en contra de nadie, os encargo a cada instante que hagáis pasar vuestro pensamiento como espíritu de paz sobre el mundo, aunque sí os prevengo, para que no os dejéis sorprender por extrañas doctrinas, ni por falsas promesas, para que no dejéis que en vuestro corazón sea sembrada la cizaña, la discordia, el egoísmo. Cumplid vuestra misión y lo demás dejádmelo a Mí. 7. En verdad os digo que los elementos prestos están a desatarse en obediencia a la justicia divina. Ellos harán obra de purificación y, también os digo: podrá desaparecer la humanidad de la Tierra, pero mi nombre y mi presencia, jamás podrán ser borrados del espíritu. 8. Discípulos: mientras el mundo reconozca que no estabais equivocados, resistid las burlas y las mofas; Yo derramaré sobre él las señales y pruebas que lo hagan despertar y abrir sus ojos a la luz, pero trabajad, que no os mandaré a dormir al mundo. Hoy que habéis despertado por el llamado de vuestro Maestro, aprovechad el tiempo para que al final podáis mostrarme abundante cosecha de vuestra siembra. 9. Venid ante mi cátedra y llenad vuestro espíritu dé sabiduría. En medio del caos que reina en vuestro mundo, habéis hallado este rincón de paz, donde podéis escuchar la voz de los ángeles, que os dicen: Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. 10. Si algunos de vuestros hermanos se enteran de estas lecciones, dejadles, entre la humanidad se encuentran diseminados mis nuevos discípulos y si los increyentes se burlan de vosotros y os calumnien, perdonadlos, Yo haré justicia; muchos de los que hoy os desconocen, mañana os bendecirán. En vuestro camino, tened siempre presente el ejemplo que vine a daros en el Segundo Tiempo, él os ayudará a llevar con paciencia vuestra cruz. Recordad que fui desconocido mientras estuve en la Tierra y sólo fui reconocido mucho tiempo después de mi paso entre los hombres. 11. Tened paciencia y comprensión, que no será a vosotros a quienes tenga que reconocer la humanidad, sino a mi obra, a mi Doctrina y ella es eterna. Vuestra misión es la de llevar con vuestras palabras y vuestros hechos, el mensaje que revele a los hombres la forma de dar un paso hacia la perfección. 12. En verdad, tengo hambre y sed de vuestro amor y de vuestra comprensión. Todos tenéis la intuición de que Yo existo, más ¿Quién me conoce? Verdaderamente la idea que tenéis de mi Divinidad es vaga, porque a través de vuestros ritos e imágenes me habéis limitado y falseado. Para libraros de ese error, mi palabra, como un torrente inagotable, seguirá cayendo en vuestro espíritu hasta el instante señalado por mi voluntad. Mientras, mis enseñanzas y mis revelaciones os dirán quiénes sois, cuál es vuestro principio y vuestro final y conociéndoos a vosotros mismos, conoceréis mejor a vuestro Padre. Os declaro que lo que en esta palabra os he revelado y lo que estoy por revelaros, ningún maestro del mundo por sabio que fuera os lo hubiera podido enseñar, porque lo impenetrable sólo Yo lo puedo descubrir, cuando es menester que lo sepáis. 13. Así ha sido mi comunicación en el Tercer Tiempo, algo que no estaba previsto por la humanidad, porque ha olvidado las profecías, y hoy he venido en cumplimiento de ellas. El lenguaje de los portavoces a través de los cuales me he comunicado con los hombres, ha sido humilde, más en la esencia de esta palabra está mi amor y mi sabiduría. 14. El que analice mi Doctrina espiritual del Tercer Tiempo y dé testimonio de ella con sus obras, abarcará con su espíritu, su corazón y su mente, todo lo revelado por mi Divinidad en los tiempos anteriores y su interpretación de aquellas lecciones será justa. Nuevamente mi Ley se levantará entre los hombres para destruir cuantas falsedades hayan creado para encubrir y proteger su maldad. El libro de la vida y de la verdad, será abierto delante de todos los pueblos de la Tierra y nadie podrá engañarlos. 15. De la faz de los fariseos caerá la máscara de hipocresía y sus bocas, que siempre mintieron al ofrecer la salvación a la humanidad, callarán por siempre, mas vosotros no los señaléis ni delatéis. 16. En el Segundo Tiempo, cuando los escribas llevaron a mi presencia a la mujer adúltera, después de confundirlos con mi fallo, toqué al espíritu de cada uno, sin delatarlos públicamente; mi indicé fue escribiendo en el polvo de la tierra, las faltas de cuantos se acercaban a ver lo que escribió Jesús. Os digo hoy a los que escuchan sin fe: mientras estáis oyendo esta palabra, callad y meditad para que después podáis juzgar, comprenderéis que en esta era he venido a daros mi amor, para que bebáis gota a gota de esta virtud que entre vosotros no habéis sabido encontrar. Pocos son los que me van siguiendo y de ellos me serviré para esparcir mi semilla. 17. Soy el Dios de todos los hombres, de todas las religiones y de todas las sectas, el único, y si abro mi arcano y lo derramo para todos, ¿Por qué no han de reconocerme? Nadie puede vivir sin la idea de Dios, aun cuando sea imperfecta la forma en que lo concibe e imperfecto su culto. Yo recibo la ofrenda de todos mis hijos, más el Padre ya quiere recibir el tributo justo y digno. 18. Mi Doctrina no viene a esclavizar a nadie, viene sólo a elevar vuestra vida dentro de lo humano y de lo espiritual. El que aspire a ser por sus obras verdadero hijo de Dios, no podrá reservar para sí, todo cuanto de Mi ha recibido ¡Cuántos hay que teniendo muchos conocimientos parecen ser pozos de sabiduría y en realidad sólo son por su egoísmo, pozos de tiniebla! 19. Sed discípulos de Jesús y seréis hermanos de la humanidad. Sentid lo que hagáis y lo que habláis. Quien no siente mi amor en su corazón, prívese de hablar de amor, porque caerá en prevaricación. Para hablar de amor deberá esperar a que mi semilla germine en su corazón. Yo os daré tiempo para que logréis vuestra preparación, vuestra conversión y vuestra transformación. Recordad que muchos de vosotros cuando llegasteis a escuchar esta palabra, erais incrédulos. Ante mi manifestación, algunos hasta se mofaron de ella y otros se burlaron de los portavoces por los que os hablaba en esos momentos, mas Yo esperé, os hablé a través de vuestra conciencia y luego con lágrimas de arrepentimiento me pedisteis perdón por vuestra duda. Ahora, a pesar de las pruebas y obstáculos que se acumulan a vuestro paso, me vais siguiendo con fe inquebrantable. Soy el sembrador, el luchador que no reposa jamás. 20. Para daros pruebas palpables de mi verdad, os he profetizado muchos acontecimientos de cumplimiento cercano. Así visteis que cuando os anuncié una próxima guerra cuando todo era paz, la guerra fue. Cuando os dije que los elementos serían desatados y que para unos serían como amigos, en cambio para otros se mostrarían como enemigos, cuán pronto visteis su cumplimiento; mas a cada uno de vosotros en el silencio de su vida le he cumplido también una promesa. Y si muchas de mis profecías no las viereis cumplirse, es porque están dadas para muchas generaciones después de la vuestra; mas ya sabéis lo que será de este mundo, del hombre y de su espíritu, en tiempos venideros. Desde los tiempos pasados, os predije las señales que anunciarían esta Era y mi nueva manifestación; las señales, grandes y claras se mostraron para confirmar mi verdad. Desde ahora os estoy anunciando las que precederán a la batalla espiritual y después al tiempo de paz. La luz de la profecía vuelve a estar entre la humanidad. Mi palabra está llena de profecías, los hombres ven el mañana, a través de sueños, de mirajes o por presentimiento. Antiguos profetas anunciaron a los profetas de este tiempo. No son alucinaciones las que estáis contemplando, pero es menester que encaucéis bien vuestros dones para que la luz del Espíritu Santo se refleje en vosotros. Tendréis que dar pruebas verdaderas a la humanidad y por esas pruebas muchos creerán. Llegarán ante este pueblo, hombres y mujeres en caravanas, hombres de otras razas y hablando otras lenguas, a todos los recibiréis. En verdad os digo: que si en la casa del Señor no hay extranjeros ni extraños en su mesa, tampoco vosotros, que sois hijos del Señor, debéis distinguir por esta causa a quienes son vuestros hermanos. 21. Os señalo vuestra misión, tomad la vida como Yo os la doy, caminad serenamente paso a paso. Así, aun cuando vivieseis poco tiempo en este mundo, habréis recogido abundante cosecha en él. Entonces no seréis como aquellos, que habiendo vivido mucho en la Tierra, llegan a mi presencia, tan mezquinos y desnudos como cuando iniciaron la jornada. 22. Haced obras buenas en vuestra vida, que tengan una esencia o una finalidad espiritual. Haced muchas obras de esas que no se publican ni se ven, porque se hacen con el corazón. 23. Tened ante vuestros ojos el libro de mi enseñanza, no dejéis pasar inadvertidas sus lecciones; de cierto os digo que llegará el instante en que os pida el resumen y el análisis de cuanto os ha sido revelado. La vida también os pedirá la lección a través de las pruebas que os vaya poniendo en el camino, mas ¿Quién es la vida sino Yo que he dado luz a vuestro entendimiento, sensibilidad a vuestro corazón y dones y potencias a todo vuestro ser, para que entendáis el idioma profundo y eterno de vuestra existencia? 24. En mi Doctrina os enseño a vivir de tal manera, que aun en los trances más amargos, debéis sentiros dichosos de existir, sabiéndoos hijos de Dios, y os enseño también a estimar cuanto os rodea para que vuestros goces sean sanos y verdaderos. 25. El mundo es un gran huerto donde cultivo corazones, pero en este tiempo encontraréis marchitas todas sus flores. Vengo a darles un nuevo riego y no cesaré en mi empeño de prodigarles mis cuidados hasta no aspirar la fragancia de este jardín espiritual. Cuando las corolas de las flores se abran, habrá señales y manifestaciones maravillosas entre los hombres. 26. Estos portavoces por quienes brota mi palabra en este tiempo, eran plantas marchitas por el sol ardiente del dolor, mas descendió a ellos el riego divino y florecieron. La belleza y el néctar de las frases que vierten sus labios, tienen la semejanza de las flores. 27. Este pueblo, que ha sabido aspirar ese perfume y guardar esa simiente, también ha florecido y ha fructificado. Es un pequeño huerto del cual mi caridad va entresacando las plantas más fecundas para sustentar la fe de las multitudes, porque en verdad os digo: Yo soy la semilla de la eternidad. María es el riego divino. He ahí en lo divino al Creador y a la Madre velando por su Obra. 28. Mis palabras del Segundo Tiempo han sido el camino de salvación para los que han perseverado en él. Bienaventurados sean los que han puesto su confianza en mí enseñanza. Mas no penséis que todos los que dicen creer en Mí, confían en mi palabra o practican mi Doctrina. Veo en los hombres en el momento de la prueba, dudar entre perdonar como enseña Jesús o defenderse como su instinto les aconseja. En su corazón sienten que es difícil llevar a la práctica las lecciones del Maestro. A éstos les digo: que mientras no tengan fe y amor para sus semejantes, no será posible que mi Doctrina sea la que guie a los corazones; mas Yo enviaré a los pueblos de la Tierra hombres virtuosos que os probarán la fuerza de la fe y los milagros que hacen el perdón, la caridad y el amor. 29. Sin fe y sin cumplir con la Ley, mi palabra es tan sólo como semilla vana que, sembrada, no nace porque quien fertiliza esa semilla es la virtud. Cuando esta palabra llegue a todos los corazones, habrá muchos que juzguen demasiado severo el juicio del Señor, por eso os digo que sois un mundo que necesita la fe, para poderme sentir y comprender. 30. Yo digo a todos los que os llamáis pertenecientes al mundo cristiano, que mi juicio es benévolo si tomáis en cuenta que hace veinte siglos que os traje un mensaje divino para que con él vencierais al mundo, a la carne, a las pasiones, a la muerte, y todavía os veo confiándolo todo a vuestras propias fuerzas, a vuestra manera de sentir y de pensar. Y si los instintos de la carne aún prevalecen sobre las virtudes del espíritu, es que todavía sois más materia que espíritu. 31. La contienda se aproxima, lucharán la fe de unos contra el escepticismo de otros; la moral de unos contra la maldad de otros. Y como en los tiempos pasados, mi caridad estará con los hijos que confíen en Mí, para ayudarles a realizar obras prodigiosas, como sólo se pueden hacer cuando se tiene verdadera fe en mi Divinidad. 32. Debéis comprender que no sólo vengo en busca de los que creen en Mí, más bien vengo por los que dudan de mi existencia. En el Segundo Tiempo en que vine como el Mesías prometido, surgí entre el pueblo que creía en el Dios invisible, mas mi mensaje no fue tan sólo para Israel, sino para todos los pueblos gentiles que no me conocían. No venía a salvar a unos y dejar que se perdieran otros. 33. El árbol corpulento tiende sus ramas para proteger a todos y ofrece sus frutos sin distinción alguna. ¿Acaso recordáis que alguna vez os haya señalado pueblos a los que no debíais llevar mi palabra? Jamás os he enseñado a buscar motivos para negarle a alguien mi luz. ¿Por ventura erais vosotros justos cuando os hice dignos de oír mi palabra y de recibir mis complacencias? En verdad os digo que no. 34. Os encontré pecando y así os elegí para conduciros a la fuente de regeneración, para que mañana hicieseis lo mismo con vuestros hermanos. Este es el tiempo en que los pecadores salvarán a los pecadores y en que los muertos resucitarán para levantar a sus muertos. Los corazones endurecidos, aquellos que han visto pasar a la viuda, al huérfano, al hambriento, al enfermo sin que sus fibras se conmuevan, van a despertar al amor, van a estremecerse ante el dolor ajeno y a destruir su egoísmo; van a olvidarse hasta de sí mismos, para compartir el dolor de sus hermanos. 35. Quien no conozca el dolor, no podrá comprender a los que sufren; ahí tenéis la razón de porqué me sirvo de los que han bebido mucho en el cáliz del dolor, para que estén capacitados para comprender las miserias de la humanidad y sean los que lleven un consuelo verdadero. 36. El que ha pecado y luego ha vuelto al buen sendero, ese no podrá escandalizarse jamás de las faltas de sus semejantes, en cambio, sabrá ser indulgente y comprensivo. 37. Todo aquel que despierte sorprendido por la claridad de esta luz, comprenderá que este es el tiempo en el cual debe trabajar por la humanidad separando unos instantes del tiempo que al mundo dedica, para consagrarlos a la práctica espiritual de la caridad, así amaréis a vuestro Señor y serviréis a vuestro hermano. 38. No seréis de aquellos que viendo cuanto acontece en el mundo, exclamen: Este es tiempo de juicio y de muerte, tras del cual, tal vez el infierno espera. 39. Os digo que es tiempo de reconciliación y de resurrección y que más allá espera la paz de mi gloria a todos los que crean y se levanten en pos de mi palabra. 40. Hay gozo en mi espíritu, cuando me veo rodeado de aquellos a quienes he llamado en este tiempo mis discípulos. Sois los predestinados para cumplir una misión espiritual, en esta Tercera Era. 41. Largo ha sido el camino que habéis tenido que recorrer para poder llegar a recibir esta revelación, mas no sentís cansancio, porque el espíritu que sabe elevarse sobre la materia y sobre las pasiones del mundo, jamás se fatiga de buscarme o seguirme. En este tiempo he venido a derramar mi caridad sobre todo espíritu y sobre todo entendimiento para que, abriendo vuestros ojos espirituales, podáis contemplar la verdadera vida en toda su plenitud. Todo ojo me verá, os dije refiriéndome a este tiempo, y en verdad que todo ojo está comenzando a verme. 42. La humanidad está despertando y presintiendo la verdad, muchas enseñanzas le serán reveladas directamente a su espíritu, porque no serán los hombres quienes se las señalen. Cuando esta humanidad llegue a escuchar mi voz en el fondo de su corazón, no volverá a alejarse de Mí, porque habrá sentido mi amor y habrá contemplado la luz de la verdad. Vosotros sois los hijos de la luz, los Espiritualistas Trinitarios Marianos, porque sois los que habéis visto venir al Espíritu Santo y habéis oído su revelación. ¿Sería justo que los hijos de la luz, creasen tinieblas entre la humanidad? No, hijos míos. 43. Vuestro corazón se sorprende y me dice: Maestro, ¿Por qué desconfiáis de nosotros? A lo cual os respondo: Os hago estas advertencias, porque este tiempo de luz, es también tiempo de mentira, de engaño, de peligros, porque en vuestro ambiente flotan las fuerzas del mal, que hacen caer a los hombres y pueden empañar vuestra luz si no veláis. Es el tiempo de la luz, no porque el hombre la haya encendido, sino porque os he traído mis revelaciones en cumplimiento de las profecías. Es el tiempo de la mentira, mas no por causa de mi llegada entre los hombres, sino por la maldad de ellos, que ha alcanzado mayor altura. 44. La batalla final se acerca, mas no os hablo de vuestras guerras fratricidas, sino de la lucha de la luz contra todo lo que sea falso, impuro, imperfecto. Reconoced el momento que vivís, para que os apresuréis a hacer acopio de armas de amor y fortaleza espiritual. Comprended desde ahora, que en medio de esa batalla, no vais tan sólo a luchar por vuestra propia fe y salvación, sino que olvidados de vosotros mismos, tendréis que ir en pos de los que están en peligro de perecer. 45. Este es tiempo de luz, porque el espíritu humano a través de su evolución y experiencia ha recogido luz en la vida. No lloréis ya vuestro pasado, pero sí debéis aprovechar todas sus lecciones, para que en adelante miréis vuestra senda iluminada y ya no tengáis tropiezos ni incertidumbre en las encrucijadas. 46. Vuestro pasado espiritual es desconocido para vuestra materia, Yo lo dejo impreso en vuestro espíritu, para que sea como un libro abierto y os sea revelado por la conciencia y la intuición. Esa es mi justicia, que antes de sentenciaros, os doy la ocasión de reparar la falta o de rectificar el error. Si de vuestro espíritu se borrase el pasado, tendríais que recorrer nuevamente las pruebas ya pasadas, más si oís la voz de vuestra experiencia y os dejáis iluminar por esa luz, veréis más limpio vuestro camino y más brillante el horizonte. 47. El mundo os brinda muchos placeres, unos concedidos por Mí y otros creados por el hombre, ahora habéis visto que no los habéis podido alcanzar, lo cual ha causado inconformidad a unos y tristeza a otros. Debo deciros que a muchos no les está concedido en este tiempo dormirse o perderse en los deleites y satisfacciones de la materia, porque su misión es otra muy diferente. En verdad os digo que no existe un solo espíritu en la humanidad que no haya conocido todos los deleites y haya comido todos los frutos. Hoy vino vuestro espíritu a gozar la libertad de amarme y no a ser de nuevo esclavo del mundo, del oro, de la lujuria o de la idolatría. 48. La escala del sueño de Jacob se presenta ante vuestros ojos para que ascendáis por ella en busca de vuestra mayor dignidad y de vuestra perfección. Mi Ley espiritual no os exime de vuestros deberes terrestres, tenéis que buscar la forma de armonizar ambas leyes para que vuestro cumplimiento sea perfecto ante mi Divinidad y ante el mundo. 49. El buen soldado no debe huir de la batalla, no debe amedrentarse por los rumores de guerra. En esa contienda universal que se aproxima, seréis soldados, vuestra causa será la justicia y vuestras armas el amor, la buena voluntad y la caridad. Hace tiempo que sin daros cuenta de ello, estáis luchando contra el adversario que es el mal, aquel que inspira guerra y odios. Vuestras armas no solamente están luchando contra elementos visibles, sino también contra elementos invisibles: para ayudaros en esa lucha os he dado los dones de videncia y de revelación, para que descubráis al lobo cuando os acecha. 50. Quiero que mis discípulos aprendan a vivir en armonía con toda la creación, que marchen al compás de los tiempos, para que lleguen hasta el final en la hora propicia, en la hora señalada por Mí, para que al haceros el llamado ya estéis presentes y podáis responderme. 51. En este instante se elevará vuestro espíritu hacia Mi para pedir mi ayuda, él sabe que Yo le he entregado dones que son eternos e innatos a él, más la materia cual débil criatura también eleva sus ojos al Creador para pedirle y lo que ella pide, son sólo satisfacciones para el mundo y muchas de ellas superfluas. 52. Dejad que el postrero me pida, mas vosotros, ¿Qué podéis pedirme que no poseáis? ¿Por qué me pedís lo que ya lleváis en vuestro ser? Si pronunciáis la oración del Padre Nuestro que os enseñé, hacedlo sintiendo y comprendiendo su esencia y entonces dejad mansamente que se haga la voluntad del Padre, Así en la Tierra como en el Cielo. Penetrad en mi Doctrina y encontraréis en vosotros tesoros y dones que hoy no creéis, poseer. 53. Es menester que aprendáis a pedir, a esperar y a recibir y que nunca os olvidéis de dar lo que os concedo, que es lo que encierra mayor mérito. Orad por los que mueren día tras día en la guerra. Yo concederé a los que oren de limpio corazón, que antes de 1950, todo aquel que haya muerto en la guerra, resucite espiritualmente a la luz. 54. Ya viene el espíritu de Elías, conduciendo a las ovejas extraviadas hacia la paz del aprisco. Cuando vosotros seáis fuertes de espíritu, no temeréis al lobo que os amenace con sus fauces sedientas de sangre, sabréis descender a los abismos a rescatar a los perdidos, sin temor de quedaros ahí. Podréis cruzar por lagos de fango sin mancharos y también sabréis cruzar por mares tempestuosos sobre una barquilla frágil en apariencia, sin temor de zozobrar. Vuestra fe y virtud os darán esa fuerza. ¿No os creéis capaces de grandes acciones en el mañana? ¿No creéis que las nuevas generaciones den a mi Doctrina mejor interpretación y cumplimiento? Comprended que si no fuese así, no os estuviera hablando, aconsejando y enseñando. 55. Ved a los hombres, a los pueblos, a las naciones, cómo dan su vida por un ideal; se consumen en la hoguera de sus luchas, soñando con las glorias del mundo, las posesiones, el poder; mueren por la gloria pasajera de la Tierra; y vosotros que empezáis a encender en vuestro espíritu un ideal divino que tiene por meta la conquista de una gloria que será eterna, ¿No ofreceréis, no ya vuestra vida, siquiera parte de ella, por cumplir vuestros deberes de hermanos? 56. Sobre vosotros se está desatando una batalla invisible, que sólo los preparados pueden ver: Todo el mal que de los hombres brota, en pensamientos, en palabras y en obras; todo el pecado de siglos, todos los seres humanos y los espirituales que se han turbado; todas las confusiones, las injusticias, el fanatismo religioso y la idolatría de los hombres, las necias ambiciones y la falsedad, se han unido en una fuerza que todo lo arrasa, lo invade y penetra, para tornarlo en contra mía. He ahí el poder que se opone a Cristo. Grandes son sus huestes, fuertes sus armas, pero no son fuertes ante Mí, sino ante los hombres. A ellas, les daré la batalla con la espada de mi justicia y estaré en la lucha con mis ejércitos, de los cuales quiero que forméis parte. Mientras esta batalla agita a los hombres que van en pos de los placeres, vosotros, a quienes he confiado la facultad de sentir lo que vibra en el Más allá, velad y orad por vuestros hermanos, porque así estaréis velando por vosotros mismos. 57. Cristo, el príncipe guerrero, ha levantado ya su espada; es menester que ella como una hoz, arranque de raíz el mal y con sus destellos haga la luz en el Universo. ¡Ay del mundo y de vosotros si vuestro labio calla! Sois simiente espiritual de Jacob y a él le prometí que en vosotros serían salvas y benditas las naciones de la Tierra. Quiero uniros como una sola familia, para que seáis fuertes. 58. ¡Cuán hermoso ejemplo de armonía os ofrece el cosmos! Astros luminosos que vibran en el espacio llenos de vida, alrededor de los cuales giran otros astros. Yo soy el astro luminoso y divino que da vida y calor a los espíritus, mas cuán pocos van por su trayectoria y que numerosos son los que giran fuera de su órbita. Podéis decirme que los astros materiales no gozan de libre albedrío y que, en cambio, a los hombres, esa libertad es la que los ha hecho apartarse del camino. Por eso os digo: ¡Cuán meritoria será la lucha para todo espíritu, ya que teniendo el don del libre albedrío, sepa someterlo a la Ley de la armonía con su Creador! 59. La lucha que os anuncio no será prolongada, la paz pronto vendrá, porque la luz de mi justicia alumbrará a todos mis hijos. 60. Yo, en unión del pueblo que estoy formando y al cual saqué de la oscuridad y la ignorancia, daré cumplimiento a las profecías dadas en los tiempos pasados y ante mis pruebas y prodigios se estremecerá el mundo y los teólogos e intérpretes de las profecías quemarán sus libros y se prepararán para estudiar esta revelación. Hombres con título, hombres de ciencia, hombres de cetro y corona, se detendrán a escuchar mi Doctrina y muchos dirán: ¡Cristo, el Salvador, ha vuelto! 61. Discípulos, esmeraos en vuestra preparación, porque aún no os he dicho cuanto tengo que deciros y ya se acerca 1950. 62. Orad con verdadera limpieza y que vuestros pensamientos se unan a los de los ángeles para entregar vuestra ofrenda ante mi divinidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 85 1. Bienaventurados los que practican la oración espiritual, porque ellos sienten mi presencia, más de cierto os digo que Yo recibo todas las oraciones, sea cual fuere la forma en que las elevéis a Mí. Atiendo a todo llamado y a toda súplica sin juzgar la forma, atendiendo tan sólo la necesidad con que me buscáis. 2. ¿Por qué no había de oír a quienes oran de manera imperfecta, sabiendo que todos llegarán a practicar la oración verdadera? Ahora os escucho a través de las diversas formas en que me hacéis vuestras peticiones, porque lo esencial es que me busquéis. Y en verdad os digo que no existe una oración que no sea escuchada por Mí, Yo sólo recibo la intención de mis hijos. 3. Vengo a enseñaros la verdad, a través de una doctrina perfecta. Tratad de practicarla y al orar, tendréis la sensación de contemplar mi luz y de escuchar mi dulce consejo. 4. Aún estáis lejos de haber alcanzado la perfección, mas id tras ella sin deteneros, soñad con lo elevado de vuestra misión y haced de la verdad vuestro ideal. 5. Pueblo: vuestra misión es la de abrir una brecha hacia la luz, conduciendo hacia ella a las multitudes que hoy se acercan y a las generaciones venideras. 6. Dejad que sea vuestra conciencia la que os guie por esa senda, para que nunca permitáis que vuestro corazón vaya a ser tomado como un trono por la vanidad, porque trabajaríais inútilmente. 7. No desviéis vuestra vista de la meta luminosa adonde os dirigís; no os importen los tropiezos, los obstáculos o espinos del sendero, esas vicisitudes os harán desear más ardientemente la dicha de alcanzar el Reino de paz. Me preguntáis: Maestro, ¿Es indispensable apurar el cáliz de amargura en esta vida para poder desear y merecer las delicias que vuestra caridad nos promete en la vida espiritual? No, mis hijos, cuando esta Humanidad en su constante evolución espiritual, llegue a comprender el verdadero valor de las posesiones humanas, cuando comprenda que los goces y bienes de la Tierra son tan sólo un pálido reflejo de lo que es la felicidad en la vida espiritual, no tendrá necesidad de padecer en este planeta para alcanzar las delicias y goces espirituales, porque los hombres aprenderán a vivir sus alegrías y sus triunfos en el mundo, sin aferrarse a lo perecedero, y lucharán por conquistar con méritos espirituales la vida superior que inexorablemente les espera, la vida verdadera. 8. Humanidad, En esta Era debéis recoger el caudal de fe y de esperanza que habíais arrojado de vuestro corazón, para que con él ascendáis la montaña, cual si llevaseis encendido un faro en vuestro interior que iluminara vuestro camino. 9. El que viva de esta manera, el que camine por esa senda, será hijo del pueblo de Dios, no importa el lugar de la Tierra en que habite, la sangre que lleve o el idioma que hable. Ese será mi discípulo porque estará dando testimonio de mi verdad. 10. Ya no debéis creer que el pueblo de Dios es el pueblo israelita. Hice que aquella raza se dispersara por todo el mundo, porque en verdad, Israel no es una raza, es un pueblo espiritual al que estáis llamados todos a pertenecer. 11. Si mi pueblo de Israel fuera de este mundo, ¿Creéis que Yo hubiese permitido su expulsión de la Judea, dejando que sus tribus se perdieran entre las naciones? ¿Creéis que si ésa fuera la verdad, habría Yo permitido que el templo de Salomón fuese destruido y profanado y la ciudad de Jerusalén arrasada e incendiada hasta no quedar de ella piedra sobre piedra? 12. Meditad en todo esto, para que comprendáis que el Reino espiritual no puede tener sus cimientos en este mundo. Por eso os dije a través de Jesús: Mi reino no es de este mundo. 13. Los hijos del pueblo de Dios, los hijos verdaderos de Israel, son los que aman la verdad, los que cumplen la Ley, los que aman a Dios en sus hermanos. 14. Analizad mi palabra, escudriñadla si queréis, desgranad las espigas y mirad la simiente. 15. ¿Creéis que por mis primeras palabras de esta cátedra, cuando os dije que había muchos que oraban en forma imperfecta puedan sentirse por ello ofendidos vuestros hermanos? 16. De cierto os digo que es menester que todos conozcáis la verdad, y esa verdad es que el culto del hombre hacia Dios ha tenido una larga evolución y ha sufrido incesantes transformaciones. Dentro del culto está la oración y ella ha sufrido también transformaciones. A lo largo de vuestra evolución siempre os he hecho sentir mi presencia, mi misericordia y mi luz. 17. Cuando os postrasteis ante el ídolo para pedirle el pan de cada día, nada os dio el ídolo porque carecía de vida, mas Yo os escuché y os di el pan. Después llegasteis a tener conocimiento de la existencia del Dios verdadero, y esa fe se robusteció con la palabra que Cristo legó a la Humanidad; sin embargo, a pesar de creer en la existencia de Dios como Espíritu, vuestra tradicional inclinación a materializar lo divino para sentirlo próximo y para poderlo ver, os llevó a forjar con vuestras manos la imagen de Dios, representándola en la forma corpórea de Jesús crucificado. Allí, ante aquella forma hecha por manos humanas, os postrasteis a pedir y posasteis vuestros ojos en la sangrante imagen, para poder conmover vuestro corazón y sentir que me estabais adorando. 18. Ahora tenéis ante vosotros un tiempo de espiritualidad al que podéis llamar El tiempo de la oración perfecta, porque he llegado para enseñaros a comunicaros Conmigo de espíritu a Espíritu. Quiero que comprendáis que para que surja de vuestro espíritu su propio lenguaje, el idioma hoy desconocido por los humanos, pero que Dios y los espíritus conocemos y entendemos bien, es menester que abandonéis todo culto u ofrenda material. En esta Era podéis lograrlo, porque sabéis escucharme con humildad y no como cuando llegasteis por primera vez, cuando creyéndoos cristianos, juzgasteis blasfema esta palabra. 19. Hoy comprendéis y aceptáis mis lecciones, convencidos de que hasta ahora estáis aprendiendo a ser verdaderamente cristianos, ya que estáis reconociendo la forma de aplicar aquella enseñanza a vuestra vida, y además estáis viviendo un nuevo tiempo que viene a traeros un destello de la misma luz, un mensaje de espiritualidad. 20. En aquel tiempo os enseñé la virtud más grande que es la caridad, inspiré vuestro corazón y sensibilicé vuestros sentimientos. Ahora vengo a revelaros todos los dones de que está dotado vuestro espíritu, para que los desarrolléis y los apliquéis a hacer la caridad entre vuestros semejantes. 21. El conocimiento de la vida espiritual, os permitirá llevar a cabo obras semejantes a las que hizo vuestro Maestro. Recordad que os he dicho que al desarrollar vuestras facultades haréis verdaderos prodigios. 22. Todo lo que habéis escuchado quedará escrito para que sea analizado en los tiempos venideros. Os legaré un libro que contenga la esencia de todas mis enseñanzas. Este libro será formado con las páginas que bajo mi dictado han escrito mis escogidos a quienes llamo “plumas de oro”. 23. Esa pluma es la de la conciencia y la verdad, aquélla que puse en la diestra de Moisés para que escribiese los libros de los primeros tiempos, la misma que deposité en las manos de Marcos, Lucas, Mateo y Juan, para que escribiesen la vida y la palabra del Divino Maestro, libro al que llamasteis Nuevo Testamento. 24. A vosotros, nuevos discípulos que habéis escuchado mi palabra en este tiempo, os digo: No tendréis que luchar para que este testamento o libro sea unido a los anteriores, porque he sido Yo quien ha unido en este libro, las revelaciones y enseñanzas de los tres tiempos, extrayendo de ellas la esencia para formar una sola Doctrina, una sola luz, una sola Ley y un solo mensaje. 25. Veo que comienzan a preparase los que quieren salvarse de las tribulaciones anunciadas para un futuro que está próximo. Yo digo al que quiera ser salvo: Imitadme, y si en verdad queréis ser mi imagen, tomad vuestra cruz y seguidme. 26. Si no sabéis cual es la cruz, Yo os lo diré: es la virtud de la humildad, de la obediencia, la de la caridad, el que abraza su cruz, es el que sabe que su Padre así se lo enseñó y que con ello está dentro de su destino. 27. Elevad vuestro espíritu, mejorad vuestra vida y estaréis en condiciones de predicar con obras mi enseñanza. No penséis tan solo en vuestra salvación, es mejor que penséis en la salvación que podéis llevar a vuestros hermanos. Velad y orad, y arrojad vuestras redes en el mar que es esta humanidad y en verdad os digo, que vuestra pesca será provechosa. 28. No os preocupe demasiado si mis frases no permanecen en vuestra memoria, porque el que sienta caridad por sus semejantes, será dueño de un idioma inagotable: el del amor, que será comprensible para todos sus hermanos. 29. A veces cuando hablo así a estas multitudes, no falta algún corazón que en silencio me diga: Padre, si estos dones que nos habéis confiado, son verdaderas joyas de vuestro Reino, ¿Por qué los habéis puesto en manos pecadoras, sabiendo que podemos mancharlos? A los cual os contesto que los dones divinos que he dado al hombre, no cambiarán de esencia; la luz siempre será la luz; la verdad nunca dejará de serlo; lo que es eterno, no podrá morir. Sé, pueblo amado, que me comprendéis y por eso os hablo así. 30. Un precipicio está abierto delante de la humanidad y de él he venido a rescataros en este tiempo; para ellos ha sido menester hacerme sentir muy cerca de vuestro corazón. 31. Leo todos vuestros pensamientos y sé que uno de vosotros está pensando: Si en verdad eres Dios ¿Qué haces aquí entre los pecadores, Tú que entre ángeles y justos siempre debes estar? 32. Oh corazón insensible al amor divino, si supieseis que hay más gozo en mi Espíritu cuando escucho las frases de arrepentimiento de un pecador, que la plegaria de los justos. 33. Conocedme ahora que me he acercado a vosotros. Comprendedme cuando os digo: Bienaventurados vosotros que venís en busca de mi palabra porque ella cerrará las heridas de vuestro corazón y calmará vuestra sed de justicia, de verdad y de saber. Llegáis ante el pozo de aguas inagotables de amor y de sabiduría, bebed y llevad el agua para vuestro camino, para que con ella aliviéis la sed de vuestros hermanos. 34. Estos tiempos son tempestuosos, no dejéis que el pecado contamine el agua que habéis tomado de esta fuente. Orad y seréis salvos. 35. Mañana penetraréis en las comarcas y en las aldeas y ahí encontraréis muchos sedientos, entonces comprenderéis que fue mi caridad la que os condujo para que les llevaseis mi mensaje celestial. 36. Mi camino no es visible como los caminos de la Tierra, él está trazado con mi amor en vuestro corazón; si sabéis penetrar en vuestro santuario, encontraréis ahí la luz que os guiará eternamente. 37. Si hasta ahora han representado los hombres lo divino con objetos materiales; mañana buscarán mi presencia en lo infinito, en su espíritu. 38. Sujeta a preparación y a purificación se encuentra la humanidad, no hay día en que no surja un acontecimiento que no sea prueba de ello. Es menester que se aparten de la vida de los hombres todas las tinieblas, para que puedan contemplar la luz del Espíritu Santo. 39. Desde la cumbre de la montaña os estoy invitando a escalarla para que lleguéis a mi seno. Este pueblo que ha tiempo, escucha la voz del Señor, que desde las alturas desciende, viene caminando vacilante y tropezando, pero con su fe puesta en la meta. Unos fueron sorprendidos por la hora de la muerte cuando apenas se disponían a emprender la ascensión, otros cuando habían logrado escalar algunos pasos en la cuesta. Yo digo a los que aún me escuchan desde la Tierra, que aumenten su ahínco, que redoblen su esfuerzo para que ese instante de juicio los sorprenda lo más próximo a su cumbre. 40. Pensad que vuestro ejemplo será como un camino por el cual las futuras generaciones marcharán con paso firme y presuroso en pos de la perfección. 41. De cierto os digo que en los tiempos venideros, los hombres desde la Tierra, estarán caminando espiritualmente muy cerca de la cumbre de la montaña. 42. No existe nada en mi Creación como la muerte corpórea para mostrar a cada espíritu la altura que alcanzó durante la vida, ni nada como mi palabra para ascender hacia lo perfecto. Ahí tenéis por qué mi Ley y mi Doctrina, insisten tiempo tras tiempo en penetrar en los corazones, y porqué el dolor y las vicisitudes, van aconsejando a los hombres a huir de las sendas que, en vez de elevarlo, conducen al espíritu hacia el abismo. 43. Sean bienvenidos a Mí los que sin temor a los juicios de la humanidad vienen en pos de mi palabra. Benditos sean los primeros, porque ellos abren el camino con lágrimas y con sangre a los que han de venir a levantarse después. 44. La voz de la campana divina ha hecho llegar su eco a todo corazón y a todo espíritu, mas también os digo que son pocos los que han sabido de dónde viene esta voz. 45. Al ver el Padre que los hijos no alcanzan a comprender el llamado de su espíritu, ha buscado una forma más humana de manifestarse y lo ha hecho a través del propio hombre. Cuando la duda ha asaltado a los corazones sobre si será o no el Maestro el que se presenta bajo esta forma, entonces he llenado de prodigios el camino del pueblo para alentar su fe y testificar que Yo soy entre vosotros, porque las pruebas que os doy, sólo Yo puedo darlas. 46. De este modo haré que muchos de los que en aquel tiempo no pudieron escuchar a Jesús, tengan ahora la ocasión de recrear su espíritu oyendo al Espíritu de Verdad. 47. Os he manifestado que no todos me escucharán bajo esta forma, porque no es la más perfecta, más se aproxima el día en que mi voz sea escuchada por todos los hombres a través de mi comunicación espiritual; será el tiempo que predijeron los profetas en que todo ojo me vería y todo oído me escucharía. 48. Si vuestra oración, que es la voz de un pecador, logra llegar a Mí, ¿Por qué la voz pura y omnipotente de vuestro Padre no ha de llegar hasta el fondo del corazón del hombre? 49. No olvidéis que soy Pastor que ha de buscar a la oveja descarriada aun en los más profundos abismos. ¡Oh pueblo amado! seguidme siempre con el mismo valor y con la misma fe con la que hoy me seguís, para que vuestro ejemplo infunda valor a las multitudes que a vosotros han de llegar para aumentar el pueblo del Señor. 50. De ese valor y de esa fe, necesitó Israel en el Primer Tiempo para resistir la dura travesía del desierto. Los hombres que sintieron en su corazón el llamado que Jehová les hacía, perdieron el temor al Faraón, y tomando su familia, emprendieron la marcha hacia la liberación material y espiritual. 51. Meditad sobre la historia de aquel pueblo, ¿No os he dicho que su vida es un libro de revelaciones divinas y de lecciones y ejemplos humanos? 52. En el seno de estas multitudes que ahora se congregan para escuchar mis nuevas lecciones, se encuentran espíritus de aquellos que me siguieron por el desierto; han sido enviados por Mí para enseñaros a ser fuertes y fieles a vuestro Padre en las vicisitudes de la jornada. 53. Escribid vosotros también vuestra historia, la cual quiero que sea imborrable por los buenos ejemplos que dejéis a las generaciones venideras. 54. Interpretad bien mi enseñanza, para que sepáis ponerla en práctica acertadamente. No quiero que los que van comprendiendo mi Doctrina, se envanezcan y se sientan superiores al que es torpe para analizar. No quiero que los que hayan interpretado erróneamente mi palabra, se levanten creyendo haberla comprendido. No es un maestro humano quien os habla, ni un juez de la Tierra quien os está juzgando, ni un doctor de este mundo quien os ha sanado. 55. Comprended que mi palabra no viene a llenar vuestra mente de vanas filosofías, ella es la esencia de la vida. No soy el acaudalado que os viene ofreciendo riquezas temporales. Soy el Dios único que viene prometiéndoos el Reino de la vida verdadera. Soy el Dios humilde que sin ostentación, se acerca a sus hijos, para levantarles con su caricia y con su palabra milagrosa, por el sendero de la restitución. 56. Mientras en el mundo unos persiguen la falsa grandeza, otros dicen que el hombre es criatura insignificante ante Dios, y hay quienes se comparan con el gusano de la tierra. Ciertamente, vuestra materia en medio de la Creación, puede pareceros pequeña, más para Mí no lo es, por la sabiduría y el poder con que Yo la he creado; mas ¿Cómo podéis juzgar las dimensiones de vuestro ser, por el tamaño de vuestro cuerpo? ¿Es que no palpáis en él la presencia del espíritu? Él es mayor que vuestro cuerpo, su existencia es eterna, su camino infinito, de su desarrollo no alcanzáis a ver su fin, así como tampoco su principio. Yo no os quiero pequeños. Os formé para que alcanzaseis grandeza. ¿Sabéis cuando contemplo pequeño al hombre? Cuando se ha perdido en el pecado, porque entonces ha perdido su nobleza y su dignidad. 57. Mucho tiempo ha que no estáis conmigo, que ignoráis lo que en realidad sois, porque habéis dejado que duerman en vuestro ser muchos atributos, potencias y dones que en vosotros depositó vuestro Creador. Dormís para el espíritu y la conciencia, y precisamente en esos atributos espirituales radica la verdadera grandeza del hombre. Imitáis a los seres que son de este mundo porque en él nacen y en él mueren. 58. Os he dejado andar por todos los caminos, para que probaseis los diferentes frutos, y finalmente os he llamado y os digo: Nadie es nuevo en el camino de la vida, a nadie he sorprendido con mis revelaciones. 59. Ya comisteis el pan espiritual según lo ofrecen las diferentes religiones; ya supisteis lo que es la ciencia; ya oísteis las teorías humanas; ahora oídme a Mí: si después de escuchar mi última palabra, mi Doctrina no os satisface, id y buscad la verdad en otro sendero. Aquí debe convenceros la luz, el amor, la elevación de mi enseñanza, porque Yo no quiero esclavos del espíritu. 60. En esta era, es Cristo en Espíritu quien os da su lección, no es Elías; él como precursor preparó mi llegada en este tiempo, él es quien os ayuda a comprender la palabra que Yo os doy. 61. Me preguntáis cómo podríais hacer mi voluntad y os digo: Primero logrando vuestra armonía interior y luego armonizando con toda mi Obra. Os digo esto porque si os juzgaseis con sinceridad, descubriríais que el corazón no está de acuerdo con la mente, que vuestro cuerpo no armoniza con su espíritu y que hasta el mismo espíritu no siempre se unifica con la conciencia. Y si estáis divididos en vosotros mismos, tendréis que estar divididos de los demás y en desacuerdo con las leyes naturales y con las leyes divinas. Esa semilla de desunión es la que se ha multiplicado en la Tierra y por eso la humanidad está viviendo en un caos. Mas mi caridad os ayuda a purificaros y os dice: ¿Cuándo os reconoceréis todos en Mí? 62. Estudiad todo lo que os estoy enseñando para que no sintáis necesidad de buscar mi verdad en los libros, porque más os valdrá que confiéis en vuestra conciencia, que en libros de hombres. En la conciencia siempre está mi luz, más para comprender sus mandatos debéis vivir como hombre de buena voluntad. 63. ¡Cuán dichoso se sentirá vuestro espíritu en el Más Allá si su conciencia le dice que en la Tierra sembró la semilla del amor! Todo el pasado se hará presente delante de vuestros ojos y cada miraje de lo que fueron vuestras obras, os dará un gozo infinito. 64. Los preceptos de mi Ley, que no siempre ha sabido retener vuestra memoria, pasarán también por vuestro espíritu llenos de claridad y de luz. Haced méritos que os permitan penetrar en lo desconocido, con los ojos abiertos a la verdad. 65. Existen muchos misterios que el hombre ha tratado en vano de esclarecer; ni la intuición humana, ni la ciencia han logrado satisfacer muchas preguntas que los hombres se hacen, y es que hay conocimientos que están reservados tan sólo al espíritu, cuando este haya penetrado en el valle espiritual. Esas sorpresas que le esperan, esas maravillas, esas revelaciones, serán parte de su galardón, más de cierto os digo, que si un espíritu llega al mundo espiritual con una venda sobre los ojos, nada contemplará y seguirá mirando delante de él tan sólo misterios, ahí donde todo debería ser claridad. 66. Esta Doctrina celestial que os traigo, os revela muchas bellezas y os prepara para que cuando os presentéis en espíritu ante la justicia del Eterno, sepáis enfrentaros ante la realidad maravillosa que os rodeará desde aquel instante. 67. Sed verdaderos discípulos en esta Obra y no tropezaréis y tendréis absoluto conocimiento de la verdad en los instantes supremos de vuestra vida. 68. ¿Imagináis la turbación de los que se desprenden de la materia sin saber a dónde encaminarse? ¿Imagináis el dolor y la desesperación de los que llegan al mundo espiritual llevando un fardo de pecados, de sangre y de errores? ¿Podrán abrir la puerta del misterio y extasiarse contemplando la grandiosidad de mis obras? Los que así llegan, sólo conocen mi justicia, que es su conciencia, la que es como el fuego que abrasa, consume y purifica. 69. Aprovechad mis lecciones, comprended que vengo a conversar con vosotros, discípulos que escucháis mi palabra a través de los labios humanos de mis portavoces, mientras Yo escucho vuestra voz que me habla desde lo más recóndito de vuestro corazón. 70. ¿Cuándo sabréis también oír en lo profundo de vuestro ser mi voz espiritual? Cuando exista una conversación perfecta entre el Padre y sus hijos: la verdadera comunión de espíritu a Espíritu. 71. Ved como la enseñanza divina no se estaciona, de tiempo en tiempo vengo a daros nuevas lecciones que explican y amplían las anteriores. Al oírme en este tiempo, no hagáis lo que los fariseos, que se escandalizaban con las obras de amor de Jesús al sanar a los poseídos, y pregonaban que aquel hombre, que se decía el hijo de Dios, era un falso profeta que venía predicando enseñanzas contrarias a la Ley de Moisés. No digáis que esta Doctrina viene en contra de lo que os dejó Cristo en aquel tiempo. 72. Si queréis emitir un juicio acertado acerca de esta enseñanza, limpiad antes vuestro corazón de prejuicios, de bajas pasiones, de fanatismo, y entonces sí tomad una de mis máximas, cualquiera de ellas, analizadla, y veréis la luz que encierra y cuánto os ayuda a llegar a Mí. 73. A los elegidos para mis manifestaciones les toco a través de su conciencia, para que ni por un instante olviden la responsabilidad del cargo que les he confiado. De su preparación depende el esplendor que revista mi manifestación, y de ello depende también la impresión que reciba el hombre en su corazón. 74. Ayer, al ser crucificado, me gritaron las turbas: Si en verdad eres el hijo de Dios, desciende de la cruz y creeremos en ti. Ahora os dirán a vosotros que transmitís mi palabra: Si en verdad vuestra boca habla de la palabra de Dios, dadnos las pruebas que pedimos. 75. Perdonad a los que os pongan a prueba, así como a los que duden de vuestra misión o se mofen de vosotros. Yo levantaré de vuestros hombros esta pesada cruz, la cual me entregaréis con toda mansedumbre, y desde el fondo de vuestro corazón diréis al Padre: Perdonadles que no saben lo que hacen. 76. Mi caridad os dirá: espíritus que venís unidos a un cuerpo humano y que habéis luchado y vivido mucho, descansad aquí junto al Maestro. Para unos ha sido la vida un fardo, para otros un yugo. ¡Cuán pocos son los que saben que la vida es una sublime lección! 77. No os desesperéis, penetrad en mi palabra y la paz y el sosiego sucederán a vuestras tempestades. Me llamáis El Doctor de los doctores y en verdad que vengo a derramar mi bálsamo sobre vuestros dolores, mas no sólo eso vengo a traeros, sino también a deciros que os he escogido para que me ayudéis en la misión divina de consolar y sanar a todo enfermo que encontréis en vuestro camino. 78. ¿Os creéis impotentes para realizar estas obras? Tomad el ejemplo de mis apóstoles del Segundo Tiempo, también a ellos les encontré tristes y enfermos, mas su pesar estaba en su espíritu, estaban enfermos de nostalgia, porque hacía mucho tiempo que ellos y su pueblo esperaban la llegada del Mesías prometido, que traería su reinado de amor y cuyo pan habría de calmar tanta hambre de justicia. 79. Cuando por primera vez vieron al Rabí y escucharon su voz, sintieron que ya no eran del mundo, sino de Aquél que le llamaba con su palabra divina y llenándose de una fuerza sobrenatural, le siguieron hasta el fin. 80. A vosotros que os habéis sentado a mi mesa en este tiempo, os digo: no retardéis más el cumplir con la misión de hablar al mundo de este banquete celestial. Preocupaos desde ahora por los dones del espíritu, que será lo único que os llevaréis de este mundo. No os digo que desatendáis vuestros deberes materiales, mas sí que no tengáis desasosiego por conseguir lo que necesitáis para vuestro sustento y conservación. Os dije en otro tiempo, que las aves no siembran ni cosechan y sin embargo el alimento y el abrigo no les faltan, No es posible que a vosotros, que lleváis en vuestro ser una partícula de Dios y que buscáis además con afán lo que vuestras necesidades reclaman, se os vaya a negar lo que labráis con vuestro esfuerzo, con vuestra ciencia y a veces con vuestro dolor. 81. Sólo falta que tengáis fe en la vida, pero en esa vida superior que viene a ofreceros en esta palabra vuestro Padre Celestial. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 86 1. ¿En verdad me amáis pueblo? ¿Creéis estar verdaderamente ante mi presencia? Mostradme entonces vuestra atrición con verdadero propósito de enmienda. Quiero vivir en vuestro corazón para que más tarde podáis comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu. 2. Cuando las vicisitudes de la vida se acumulan a vuestro paso, las tomáis como un obstáculo para vuestro progreso espiritual y así me lo decís, sin comprender que un camino sin pruebas, sería un camino en donde no tendríais ocasión de hacer méritos para alcanzar la restitución de vuestros yerros. 3. Si los rayos del sol os han quemado, venid a descansar bajo la sombra de este árbol divino, para que restauréis vuestras fuerzas y cobréis ánimo. Aquí os revelaré el poder del amor que redime, purifica y da paz; el amor os aproxima los unos a los otros y os acerca al Creador, para fundiros en la armonía universal. 4. Pensad en la dicha que experimentará vuestro espíritu, cuando en su interior escuche la voz de su Padre en cualquier sitio que se encuentre; probándoos así, que Yo estoy presto a mostrar mis grandezas a todo aquel que con la humildad nacida del amor, se acerque a preguntarme o a pedirme. Ese vivirá en Mí y Yo viviré en él. 5. A veces pensáis si será posible que el Espíritu de Dios habite en vosotros, a lo cual os digo que basta que observéis cómo a vuestro cuerpo no le falta un instante el aire que respira para poder vivir; así, de la misma manera mi Espíritu se infiltra en vuestro ser para que poseáis la luz y la fuerza del Padre, que son vida eterna. 6. Aquí me tenéis comunicándome y hablando por vuestra boca; esta es una prueba más de que Yo estoy entre vosotros y una lección también para los que dudan de que sea mi Espíritu quien se manifieste en esta forma. 7. En el Segundo Tiempo, dije a los fariseos que se escandalizaban de que Yo curase a los enfermos en un día sábado: El Señor es dueño del tiempo y no el tiempo de Él; por lo tanto, puede hacer del tiempo lo que le plazca. Así le digo en esta era a los que no creen en mi comunicación por medio del entendimiento humano: Yo soy el dueño del hombre y no éste el dueño del Señor; por lo mismo, Yo hago de él lo que es mi voluntad. 8. A veces es necesario que perdáis aquello que poseéis para que reconozcáis su valor, os digo esto, porque mientras os esté entregando mi manifestación a través de bocas humanas, muchos dudarán, más cuando ya está voz haya cesado y los corazones comiencen a sentir hambre de esta esencia divina, reconocerán que en verdad estas lecciones no fueron de hombres sino que os iluminó la luz de vuestro Padre. 9. Desde ahora os advierto para que estéis prevenidos, porque a causa de estas enseñanzas, muchos cometerán imposturas diciéndose mis portavoces, cuando Yo ya habré cesado de comunicarme con vosotros a través del entendimiento humano. 10. En el tiempo de mi comunicación, nadie ha callado ni callará mi voz; más si después de ese tiempo alguno dijera que recibe el rayo divino de mi luz, a sabiendas de que desobedece al Padre y de que engaña a su hermano, no sabrá por dónde le toque mi justicia o en qué momento le sorprenda la justicia humana. 11. Quiero de vosotros la obediencia, quiero que forméis un pueblo fuerte por su fe y su espiritualidad; porque así como hice multiplicarse a las generaciones que nacieron de Jacob, a pesar de las grandes penalidades que afligieron a aquel pueblo, así haré que vosotros que lleváis en el espíritu aquella simiente, perduréis a través de vuestras luchas, para que vuestro pueblo vuelva a multiplicarse como las estrellas del firmamento y como las arenas del mar. 12. Os he hecho saber que sois espiritualmente porciones de aquel pueblo de Israel, para que tengáis más amplio conocimiento de vuestro destino; mas también os he recomendado que no pregonéis estas profecías hasta que la humanidad por sí misma las descubra, porque existiendo aún sobre la Tierra el pueblo Israelita, el judío por la carne, os negará y os reclamará ese nombre, no siendo esto una razón poderosa para una contienda. Ellos aún nada saben de vosotros, en cambio vosotros si sabéis mucho de ellos. Yo os he revelado que ese pueblo errante en la Tierra y sin paz en el espíritu, camina paso a paso y sin saberlo hacia el crucificado, al que reconocerá como a su Señor y ante el que implorará perdón por tanta ingratitud y tanta dureza ante su amor. 13. Mi cuerpo fue desprendido del madero, más para éstos que me han negado a través de los siglos, permanezco enclavado, esperando el instante de su despertar y de su arrepentimiento, para darles todo lo que para ellos traje y que no quisieron recibir. 14. Es tiempo de justicia, tiempo de saldar deudas. No he venido a buscar justos al mundo, porque esa búsqueda sería inútil; vengo a buscar a los que se han perdido, iluminando su senda para que vuelvan al camino del bien. 15. Hablo extensamente a vuestro espíritu, y el pueblo me dice: Señor, no sólo nuestro espíritu necesita de vos; mirad, nuestra vida es una pesada cruz. Y Yo os digo: dichosos vosotros que vivís en este jirón de Tierra, donde la destrucción, la guerra, el hambre y la muerte no han llegado. No sabéis apreciar mi caridad y en vez de estarme dando gracias diariamente por mis beneficios, os creéis menesterosos y siempre os presentáis llorando delante de Mi. 16. Comprended vuestra misión en la Tierra y maravillados de haber sido testigos de que en el seno de este pueblo surgiese la fuente de la espiritualidad. 17. Yo, Cristo, soy el Verbo del Padre y la luz de vuestra conciencia, porque la luz de Dios que se derramó en amor en Jesús, está en vuestros corazones. 18. Venid bajo las alas de la alondra divina, donde existe el calor que da vida eterna a los que se sienten morir de frío. En verdad os digo, que existe frío en el corazón de los hombres, porque ha huido de ellos el amor. Es como esos hogares en donde se ha apagado la llama sagrada de los afectos, ya sea entre esposos, entre padre e hijos o entre hermanos. Están juntos sus cuerpos, pero sus espíritus están distantes. ¡Cuán grande es su vacío, cuánta su soledad y que frío en el interior de aquellos hogares! 19. Si a veces os digo que os veo venir a Mí, tiritando de frío, es porque os veo que sólo habéis recogido del mundo la indiferencia ante vuestro dolor, porque únicamente habéis sabido de egoísmos y de ingratitud. 20. ¡Qué solo se siente en la Tierra el que sufre; qué abandonado el enfermo, cómo se ensaña la humanidad sobre el que cae y qué amargo es el pan que se deja a los pobres! Sentid como penetra el calor del efluvio que os envío, hasta lo más recóndito de vuestro corazón. Llevadlo a los hombres, a los tristes y los enfermos. Los pobres elevarán su pensamiento al Creador de la vida para decirle: Señor, ya no estamos solos en este valle; hay quien llore por nosotros; quien nos busque, nos consuele y nos tienda su mano. 21. Aun os digo en este tiempo: Pedid, que se os dará, mas también añado ahora: Aprended a dar porque os van a pedir. 22. En lo más íntimo de cada criatura existe una fibra de amor, que al ser tocada vibra. Es menester llegar a ella por el camino de la ternura y de la caridad, para que despierte y haga sentir al corazón algo de lo que Dios siente por cada uno de sus hijos: Amor. 23. ¿Quiénes serán los maestros que sepan encontrar en cada hombre el camino que conduce hacia esa fibra, que tanto oculta hoy la humanidad? 24. Aprended de Mí. Discípulos, ved cómo mi palabra sencilla y humilde ha conmovido vuestro ser. Es que su esencia encierra el amor divino que es calor y vida para el corazón y para el espíritu. 25. Hoy que el Maestro está con vosotros, mirad en El al Padre de todos los seres. No me llaméis ya Jesús de Nazareth, ni Rabí de Galilea, ni Rey de los judíos, porque Yo no procedo de ningún pueblo o punto de la Tierra, no vengo en cuanto hombre, vengo en Espíritu y mi naturaleza es divina. 26. ¡Cuánto se ha hablado y se ha escrito de mi existencia en la Tierra, pero qué pocas veces han ido los hombres más allá de lo material; la humanidad tan sólo ha sabido postrarse de hinojos para adorar los sitios y objetos que señalan mi paso por el mundo, en vez de buscar la esencia divina de mis palabras o de mis obras. Más un nuevo tiempo, como aurora luminosa ha surgido ante la humanidad, en el cual vuestro espíritu verá con la claridad del mediodía, lo que antes era para él un misterio envuelto en tinieblas impenetrables. 27. En este día, los hombres aquietan unos instantes su mente y elevan su espíritu hacia Mí, recordando la noche bendita en la que el Salvador llegó al mundo. Unos sienten la paz de mi Espíritu, porque hay paz en su corazón, otros experimentan tristeza, recordando su niñez y a los seres amados que han desaparecido de este mundo; hay quienes penetran en meditación y en oración, así como también hay quienes profanan la sana alegría del espíritu con placeres y festines mundanos. 28. Más Yo pregunto a los pobres, a los menesterosos de la Tierra: ¿Por qué lloráis? ¿No recordáis que fueron los humildes pastores de Belén los primeros en contemplar la faz de su Señor en el rostro de aquel niño? 29. Secad vuestro llanto, levantad vuestra faz y contemplad la luz de mi presencia en esta bendita palabra, la cual fue también escuchada por los humildes cuando se hizo oír por primera vez en este tiempo. Celebrad con gozo esta noche y recordad aquella en que vine a vosotros para dejaros mi luz para toda la eternidad. 30. Bendigo vuestro hogar y vuestro pan diciéndoos: Yo estaré en vuestra mesa y junto a Mí estará María, vuestra dulce Madre espiritual. 31. Procurad que vuestro espíritu se atavíe con la vestidura blanca de la virtud, aunque a vuestra materia la cubráis modestamente. Lo que verdaderamente vale en el hombre y que ha sido relegado por él a un ínfimo lugar, resurgirá en esta era que será llamada por los hombres El Tiempo del Espíritu. 32. Contemplad como a la voz del Pastor se están reuniendo las ovejas pérdidas para habitar en el aprisco de la paz. 33. Las tribus de aquel pueblo que oyó los mandatos de Jehová en el Primer Tiempo, en apariencia han desaparecido del haz de la Tierra, ¿Quién podrá reconocer o descubrir entre aquellos espíritus, diseminados ahora por todo el Orbe y reencarnados en hombres y mujeres de diferentes razas, a los que estuvieron ligados con él por lazos de la sangre en anteriores reencarnaciones? Sólo mi mirada providente, perspicaz y justiciera sabe descubrir lo que hoy les está vedado a los hombres. 34. Aquí me tenéis hablando a través del entendimiento de hombres que ni siquiera conocen su destino, menos el de los demás. Sé que muchos se mofan de estas palabras atribuyéndolas a la imaginación o a la fantasía de mis portavoces por quienes vengo hablando, más de cierto os digo, que esta humanidad materializada sabrá hacer justicia a esta palabra humilde, pronunciada por labios humanos. 35. Los primeros surcos ya fueron abiertos, la semilla ha caído en su seno. Hoy son unos cuantos los que saben que he estado con vosotros; pero mañana, el mundo lo sabrá, y cuando analice lo que aconteció alrededor de mi llegada, de mi permanencia y de mi partida en este tiempo, confesará que no vine secretamente, ni en silencio, y que desde el Oriente hasta el Occidente, di pruebas y señales al mundo, testificando mi nueva manifestación y cumpliendo así una promesa dada a la humanidad desde la antigüedad. 36. En este día de gracia, vuestro corazón se halla de plácemes, porque mi presencia es una vez más entre vosotros. Cuando comenzáis a escuchar mi divina cátedra, os sentís manchados e indignos de oír mi palabra, más cuando ha terminado la lección, os sentís limpios. Es que mi palabra, que es un río de gracia, lava y purifica a todo el que penetra en sus aguas. 37. Sois el pueblo que, oyéndome una y otra vez, llegará a la regeneración y después a la espiritualidad. Este y no otro es el tiempo en que lograréis esa purificación, porque sin ella no podríais ser dignos portadores de mi Ley o emisarios de esta palabra. 38. Reconoced que no basta decir: Soy de los marcados por el Señor, sino que es menester saber llevar a la práctica los dones que os hayan sido confiados, testificando con vuestras obras, la verdad de mi Doctrina. 39. Entre este pueblo existen los que reconocen que mi presencia entre vosotros ha sido una gracia celestial, una prueba más del amor divino hacia los que pecan y sufren. Del fondo del corazón de los que así sienten esa gracia, brotan en forma espiritual los salmos que se elevan hacia el infinito para darme gracias por haber venido a vosotros. 40. El pueblo de Dios se encuentra disperso en diferentes pueblos y naciones; Yo vine a buscarlo para reunirlo, más lo encontré entregado a los placeres del mundo, sordo a mi voz, insensible a mi presencia, sin recordar mí promesa de volver. Parte de ese pueblo lo encontré en este rincón de la Tierra, y mirando que sus espíritus me aguardaban, que su corazón estaba forjado en el dolor y era capaz de sentir mi presencia, les envié a Elías para prepararlos, a fin de que fueran mis nuevos discípulos. 41. Cuando este pueblo crezca en número y sea grande y fuerte por su espiritualidad, penetrará a la Nueva Jerusalén, la blanca ciudad espiritual, invisible a los ojos materiales, cuyas puertas de amor estarán abiertas para dar acceso a las grandes caravanas que vengan en su busca. 42. La blancura de esa mansión se deberá a la armonía espiritual de los que cumplan con mi Ley y todo el que por ese camino penetre en el seno de esa hermandad, pasará a ser hijo del pueblo de Dios. 43. No están aquí escuchándome todos los que han recibido dones en este tiempo; ved cuántos lugares vacíos hay en la mesa, porque muchos de mis párvulos, luego de haber recibido un beneficio, se alejaron huyendo de responsabilidades y de cargos. ¡Ah, sí ellos supiesen aquí en la Tierra las promesas que cada espíritu me hizo antes de venir al mundo! 44. Antes de que el dolor vuelva a hacerles caer y la miseria les convierta nuevamente en parias, buscadles, decidles que mi amor les espera aún, pero es menester que retornen al Padre ante de que derrochen lo último que les queda de su herencia, para que no tengan que sufrir. 45. Venid, venid os dice el Maestro, en mi camino está la verdadera paz; Yo soy la salud y la vida. 46. Amad y glorificad al Padre que desciende a sorprenderos en vuestra vida terrestre y que sabe penetrar en vuestro corazón. 47. Después de haber oído mi palabra de padre y de Maestro, tendréis en este día también la del juez. Yo os pediré cuenta de todo lo que os he dado para el cumplimiento de vuestra misión. 48. Tenéis la luz que os guía, las virtudes y los dones, he velado por vosotros y os he puesto en el camino por el cual podéis llegar a Mí; ahora, después de un tiempo en el que os he probado, os pregunto: ¿Cuál es vuestro tributo y reconocimiento? ¿Habéis comprendido lo que significáis para Mí? Entonces preparaos, oíd la voz de vuestra conciencia y responded a mis preguntas. 49. ¿Queréis que lleve sobre mis hombros la cruz de imperfecciones del mundo y que tome vuestros deberes para cumplir lo que sólo a vosotros corresponde hacer? Os estoy legando el Tercer Testamento y no habéis comprendido aún los dos primeros. Si hubierais estado preparados en este tiempo, no hubiera sido necesario que mi palabra se materializara, porque hablaría espiritualmente y vosotros me responderíais con vuestro amor. 50. Cuando mi voz de Juez se hace sentir en vosotros, buscáis refugio y consuelo en vuestra Madre, entonces la voz dulce y amante de María, intercede y os sostiene en la prueba. Ella, para quien no pasan desapercibidas vuestras obras, oraciones y súplicas, os aconseja y pide al Padre una nueva oportunidad para que el hijo vuelva al buen camino, se regenere y sea salvo. Su bondad, como un manto de amor, os cubre. 51. Elías también se presenta ante Mí, como un faro cuya luz guía a la humanidad. Su voz, llena de justicia, conmueve a los corazones y los hace penetrar en arrepentimiento. El me promete velar por la pureza de la fuente, que es mi Obra, para que ahí calmen su sed de justicia y de amor todos los que a ella se acerquen. El báculo que Yo he dejado para que en él se apoye el hombre. Es Elías, el Pastor incansable, que os conduce y guía hacia Mí y os hará llegar hasta mi seno, cuando os hayáis perfeccionado. 52. Cada tiempo que os doy, cada reencarnación, es un escalón más que el espíritu alcanza, adquiriendo cada vez mayor luz. 53. Mirad con cuánto amor os he colmado de dones y con cuánta sabiduría os he ordenado e inspirado para que logréis hacer una existencia elevada y digna en la Tierra, para que después de concluida vuestra labor, recojáis la simiente y el Padre la lleve a sus graneros. 54. ¿Podréis pueblo amado, despreciar mi enseñanza y volver atrás, después de que os he hablado en este tiempo y que os he hecho conocer mi voluntad? No os familiaricéis con mi palabra, y no porque os perdone, volváis a pecar o a dejar de velar y orar. 55. Estoy cortando de raíz la mala hierba, si queréis en medio de esta purificación universal tener tranquilidad, para vosotros y para los que os rodean, trabajad por la paz, amando a vuestros hermanos. 56. Las epidemias y los elementos desatados seguirán purificando a la humanidad, y todos tendrán grandes pruebas y testimonios de mi nueva manifestación en este tiempo. Los que llenos de celo y de amor den sus primeros pasos, alcanzarán grandes prodigios y serán primeros, y los que hoy son primeros y se aletarguen, serán postreros. 57. De vuestra desventura o de vuestro dolor no culpéis al tiempo, pensad que si la humanidad no se ha guiado por mi Ley ni ha labrado su paz, es natural que vaya recogiendo el fruto amargo que ha cultivado. 58. Os doy nuevas fuerzas porque os contemplo cansados. Todo aquel que penetre bajo la sombra de este árbol de vida, se fortalecerá. 59. El Padre os ayuda porque desea encontrar entre vosotros a los discípulos, no a los niños débiles que a través del tiempo permanecen como párvulos. Preparaos y regeneraos para que podáis merecer mi caridad. En este tiempo mi justicia exterminará a las nuevas Sodoma y Gomorra, para que su pecado no contamine a otras naciones. En verdad os digo que he hecho llegar mi voz a todos los hombres a través de su conciencia, por lo que podéis comprender que si el mundo se encuentra en tinieblas, no se debe a que Yo le haya negado mi luz. 60. Cuando vuestros ojos contemplen la destrucción de las naciones y conozcáis su desastre, vuestro corazón se sentirá embargado de dolor y de tristeza; más los que hoy han dudado de mi palabra, cuando vean cumplidas mis profecías, también llorarán por haber sido incrédulos. Vosotros veréis cómo los postreros vendrán a daros ejemplo de fe, confianza y obediencia. 61. Preparaos para este año que será de pruebas y prodigios en todo el mundo, prodigios de los cuales muchos derramaré entre vosotros. 62. Llevad a los hogares la buena enseñanza con el ejemplo de vuestra preparación, de vuestra virtud y de vuestra paz, para que cuando las multitudes de extranjeros penetren en vuestra nación, puedan contemplar un pueblo preparado de corazón y de espíritu; pensad que si así no fuese, tendrías que lamentar que os sorprendiesen durmiendo. 63. No temáis llamar a las puertas de vuestro hermano cuando tratéis de salvarlo de un peligro, de consolarlo en una aflicción o de orientarlo en un trance difícil. Imitad a Jesús, el peregrino que llama por primera, segunda y tercera vez a las puertas de los corazones. Os he dado luz en vuestra mirada y os he prometido poner palabras de verdad en vuestros labios cuando tengáis que hablar. Luchad por conservar la paz y la luz, así en vosotros como en vuestro hogar, para que no deis acceso a las malas influencias que provienen de los espíritus en tinieblas que rodean a la humanidad. Id siempre por el camino de mi Ley para que contempléis vuestra senda iluminada y podáis vencer las dificultades y enfermedades que encontréis a vuestro paso, semejantes a guijarros que os hagan detener en vuestra jornada. 64. Elevad vuestra vida, elevad vuestro espíritu, no esperéis que el postrero llegue y, comprendiendo la magnitud de mi Doctrina y de mis revelaciones, os diga: ¿Qué habéis hecho en tantos años de enseñanza divina? Y vosotros entonces tengáis que callar. De cierto os digo, que aun cuando lo dudéis, habéis sido escogidos por Mí en los tres tiempos. Entre vosotros están aquellos a quienes en verdad puedo llamar primogénitos. 65. Hoy que os veo tristes, os pregunto: ¿Por qué no veo la alegría en vuestro corazón? ¿Por ventura os habéis cansado con las pruebas y vicisitudes? ¿Os ha fatigado la inquietud que os produce la guerra entre las naciones? ¿También os habéis cansado de velar y orar? Pueblo: no estáis sentenciados a morir, os he dicho que viviréis, os he entregado dones y os he confiado el tiempo para que cumpláis vuestra misión. Habéis visto que el libro donde vuestra conciencia anota todos vuestros actos no se encuentra limpio, y ello os entristece porque os juzgáis ingratos. Repasáis en vuestra memoria los días y los meses que han pasado y recordáis uno a uno mis beneficios. Teméis al futuro, teméis perder la fe en vosotros mismos, teméis seguir desobedeciéndome y no poder cumplir, más Yo vengo a llenar de luz vuestro camino para avivar vuestra fe y vuestra esperanza, para que deis un paso decisivo en el sendero del progreso espiritual. Unid vuestros corazones en uno solo, pueblo amado. 66. Haré que las banderas de las naciones, destrozadas por el combate se unan todas hasta formar un estandarte de paz. Os hablo de esta manera porque soy el Dios de la paz, el Padre que quiere la alegría en el corazón de sus hijos. 67. Quiero veros como a mis discípulos, a quienes pueda revelaros mi sabiduría, haciéndoos conocer el futuro, pero os contemplo pensativos en este día, porque habéis comprobado la verdad de mi palabra y el cumplimiento de mis profecías vertidas a través de estos portavoces. Hoy habéis escuchado mi enseñanza divina y os habéis estremecido porque sabéis que cada una de mis lecciones es una profecía y una ley. A todo esto os digo que más bien deberíais encontraros plenos de gozo, porque no existe religión o secta que pueda decir como vosotros, que tienen la palabra divina, viva y directa o que pueda decir que el Señor se comunica con ellos. Sin embargo, vosotros que sois los únicos que podéis asegurar que Cristo se comunica y se manifiesta a este pueblo, estáis presentando vuestro corazón agobiado por el dolor y el pesar de no estar cumpliendo con mis mandatos, lo cual os impide levantar vuestra voz para testificar mi presencia entre la humanidad. Y es que vuestra conciencia os hace sentir mi juicio, ese juicio que abarca a todo el Universo y alcanza a toda criatura en este tiempo. 68. Con mi palabra de amor, os demuestro el valor que para Mi tiene vuestro espíritu. Nada existe en la creación material que sea mayor que vuestro espíritu, ni el astro rey con su luz, ni la Tierra con todas sus maravillas, ni ninguna otra criatura es mayor que el espíritu que os he dado, porque él es partícula divina, es flama que ha brotado del Espíritu Divino. Después de Dios, sólo los espíritus poseen la inteligencia espiritual, la conciencia, el libre albedrío. Sobre el instinto y las inclinaciones de la carne, se levanta una luz que es vuestro espíritu y sobre esa luz, un guía, un libro y un juez que es la conciencia. 69. Todas las criaturas me rinden un tributo, mas no por fe ni por amor sino por ley; vuestro espíritu en cambio sí me rinde tributo por amor. Cuando él se postra y me adora, es por fe y por la luz de su conciencia. El tiempo, las distancias, los elementos, los astros, los seres, las plantas, todos cumplen fielmente el destino trazado por Mi. Más si os preguntara qué habéis hecho de mis leyes espirituales y materiales, hombres que gobernáis los pueblos de la Tierra y hombres que conducís a la humanidad por la senda del espíritu, me presentaríais en su mayoría la sangre de vuestras víctimas y muchas tinieblas. 70. Mandatarios: ¿Qué habéis hecho de las naciones? Yo sólo contemplo dolor y miseria. Acaudalados: ¿Cómo podéis saborear vuestro pan y disfrutar vuestra riqueza, sabiendo que muchos padecen hambre? Os convertiréis en esclavos de vuestro poder. Vuestro pan será amargo y no tendréis paz. Esa es vuestra obra, esa es la simiente que habéis sembrado. 71. Para que este mundo vuelva a la razón, es menester que el dolor sea muy grande. Yo os envío mi luz para que os reconozcáis los unos a los otros y sintáis respeto por la vida de vuestro hermano. Dejad las armas homicidas y volved al Padre de vuestro espíritu, al que ha mucho tiempo no visitáis en su santuario. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 87 1. Me agrada sorprenderos en la forma más inesperada para poner a prueba la fe de vuestro corazón. Me place probar vuestra fortaleza para que deis ejemplo a vuestros hermanos. Existe en vuestro espíritu la simiente de Jacob, a quien llamé Israel, que quiere decir fuerte. Aquel patriarca fue sometido por Mí a grandes pruebas para que diese grandes ejemplos. Yo le envié un ángel para que luchara con él, y el brazo fuerte del varón no se dejó vencer. Desde ese instante le nombré Israel, y por ese nombre fue conocido por la posteridad. Más si Yo os preguntase: ¿Qué habéis hecho de aquella simiente espiritual que os transmitió Jacob? ¿Entenderíais mi pregunta y sabríais responderme? A vuestro paso se han presentado mis ángeles para luchar contra vuestras imperfecciones y no les habéis sabido recibir. Os han sorprendido los seres en tiniebla y habéis sido débiles ante ellos. 2. Os vuelvo a interrogar: ¿En dónde está la espada de Jacob, su celo y su fortaleza? 3. Os he concedido la presencia de los seres de luz en vuestra vida terrestre, para que os protejan, os ayuden y os inspiren. Ellos, que se encuentran más evolucionados que vosotros, descienden a cumplir un destino de amor, una misión de sembrar caridad y bálsamo entre sus hermanos. Los seres en tiniebla o espíritus en estado de turbación involuntariamente cumplen la misión de probar a los hombres en su fe, en su virtud, en su firmeza en el bien, y cuando al fin son vencidos por la fortaleza y perseverancia en el bien de aquél a quien han tentado, reciben la luz y renacen a la vida y al amor. 4. A vosotros, discípulos, os he dado sensibilidad para que podáis percibir la presencia de vuestros hermanos. El que no posee el don de videncia, tiene el de revelación o posee la facultad en su cerebro para recibir al mundo espiritual, o por lo menos tiene el don del presentimiento; Pero os ha faltado mayor amor para desarrollar vuestros dones. Por eso os aconsejo que viváis alerta, para que escuchéis la voz del pastor y de los guardianes que os cuidan, el lamento de las ovejas o los pasos del lobo que acecha entre la maleza. 5. No durmáis en este tiempo de asechanza y peligros, de abismos y tentaciones. Comprended que todo aquél que posea un don o la misión de dar luz espiritual, tendrá que ser asediado y perseguido de continuo. No vengo a despertar prejuicios ni supersticiones en mi pueblo, vengo a fortalecer vuestra fe en la existencia de lo espiritual, para abrir vuestros ojos a lo eterno, y entonces podáis mirar más allá de lo que es materia y para que sepáis que no todo lo que existe en el valle espiritual está envuelto en luz, porque también en lo invisible existen tinieblas que es preciso disipar, e imperfecciones que es menester se transformen en elevada espiritualidad. 6. La lección que os he dado para que en vuestra vida logréis atraer la luz transformando en claridad las tinieblas, os enseña a orar, a velar con fe y perseverancia en el bien. 7. Un hombre entregado a una vida de pecado, es capaz de arrastrar tras de sí una legión de seres en tiniebla, que harán que a su paso vaya dejando una estela de influencias maléficas. 8. El mundo se ha confundido tanto en sus ciencias, que hoy no puede por sí solo volver al principio de su camino de evolución, porque no sabría distinguir la verdad de la mentira, por carecer de fe, de amor, e ignorar la finalidad de su existencia; por eso he venido nuevamente al mundo. Bienaventurados los que me oigan, porque ellos me comprenderán, me seguirán y serán salvos. Yo les daré fuerza para restaurar todo lo que hayan profanado o destruido. 9. Pueblo, perseverad en mi Doctrina y de cierto os digo que tres generaciones después de la vuestra, el espíritu de vuestros descendientes habrá logrado una grande espiritualidad. Buscad la verdadera elevación y después lo hará toda la Humanidad, porque vuestro mundo no está condenado a ser eternamente un valle de lágrimas, una tierra de pecado, un infierno de lujuria y de guerra. El Día del Señor es ya con vosotros, mi espada de justicia tocará la perversidad. ¿Qué pasará si destruyo la mala simiente, el vicio y el orgullo, y en cambio ofrezco protección a la semilla de la paz, de la concordia, de la regeneración y de la verdadera fe en Mí? Tendrá que transformarse el mundo; el hombre se transformará una vez que su culto espiritual y su vida sean mejores. 10. Llegará el tiempo en que se levanten hombres que verdaderamente amen mi Ley, los que sabrán unir la ley espiritual con la del mundo, o sea el poder eterno con el poder temporal; mas no será para esclavizar a los espíritus como en tiempos pasados, sino para mostrarles el camino hacia la luz, que es la verdadera libertad del espíritu. Entonces volverá la moral al seno del hogar, habrá verdad en vuestras instituciones y espiritualidad en vuestras costumbres. Será el tiempo en que la conciencia haga oír su voz y en que mis hijos se comuniquen de espíritu a Espíritu con mi Divinidad, en que las razas se fusionen y todo ello determine la desaparición de muchas diferencias y contiendas, porque, hasta ahora, a pesar de ser tan pequeño vuestro mundo, no habéis sabido vivir como una sola familia, no habéis podido rendirme un solo culto. La antigua Babel os condenó a esta división de pueblos y de razas, más la construcción de mi templo espiritual en el corazón de la Humanidad, os librará de esa restitución y os llevará a amaros verdaderamente los unos a los otros. 11. No penséis que a última hora elegí esta nación para mi nueva manifestación, todo había sido previsto desde la eternidad. Este suelo, esta raza, vuestros espíritus, habían sido preparados por Mí, así como el tiempo de mi presencia también había sido marcado por mi voluntad. 12. Yo dispuse iniciar mis manifestaciones entre los más humildes, entre aquellos que conservaban virgen el entendimiento y el espíritu. Después, dejé que a Mí viniesen todos, porque en mi mesa no existen distinciones ni preferencias. Mi palabra derramada sobre este pueblo, ha sido sencilla y humilde en su forma, al alcance de vosotros, y su sentido, lleno de claridad, ha sido profundo para vuestro espíritu, porque Yo, aunque soy el Arcano, siempre me manifiesto y me expreso con sencillez y claridad. Yo no soy un secreto para nadie; el secreto y el misterio son hijos de vuestra ignorancia. 13. ¿También en este tiempo surge Tomás con la duda en su corazón? ¿Qué más esperáis ver y oír para poder creer? ¿Acaso queréis que Cristo se haga hombre nuevamente para vivir entre vosotros? Devolvedme el cuerpo que me quitasteis sacrificándolo en la cruz y os prometo volver en cuanto hombre. ¿Podéis hacerlo? No. En cambio, Yo os he encontrado muertos a la luz y a la fe y os he resucitado espiritualmente. Habíais perdido vuestro cuerpo en las entrañas de la tierra y Yo os he dado uno nuevo. Sólo Yo puedo hacer estas maravillas, más en verdad os digo que la vida que a Jesús arrancasteis en el Calvario, se extendió sobre toda la Humanidad como un rocío de vida eterna. 14. Por eso os digo que vosotros sois mi templo, ese santuario que existe en vuestro espíritu y que es donde busco vuestra adoración, donde quiero que mi voz encuentre su eco, donde quiero que se levante mi altar y donde Yo pueda habitar por siempre. 15. Toda mi Doctrina y mi Ley, no son sino una preparación para que penetréis en la vida espiritual. Cuántos de los que me han escuchado en este tiempo, ya se encuentran morando en el Más Allá, llenos de gozo en su espíritu, porque no sufrieron tropiezos en su tránsito hacia aquel mundo infinito; mientras muchos hombres, escépticos en su materialismo, sonríen irónicamente cuando se les habla de la vida espiritual; más llegará la hora de la muerte, aquélla en la que no hay corazón que no tema, ni espíritu que no tiemble ante la presencia inminente de la eternidad. 16. Velad y orad siempre para que esa vida que vibra sobre vosotros y palpita en lo más profundo de vuestro ser, os encuentre preparados. 17. Nadie más que Yo puede sustentar a vuestro espíritu, porque soy el maná divino de la vida. 18. Humanidad: despertad del profundo sueño en que os encontráis y mirad de frente hacia la verdad. Cuántos sueños humanos se están desvaneciendo en estos tiempos por la influencia de mi justicia, más luego brillará para los hombres la aurora de un nuevo tiempo en el cual Yo les revelaré nuevas luces que les lleven al conocimiento de la suprema verdad. 19. Nuevas generaciones y nuevos espíritus vendrán a la Tierra a cumplir una misión elevada y al encontrar en su camino la gracia y el ejemplo que sus antecesores le dejaron, lograrán que de su corazón brote una simiente limpia que será una bendición para mis discípulos del tiempo de la espiritualidad y de la luz. 20. Las naciones han sido tocadas por mi justicia, la vuestra también lo será; más de cierto os digo, que si mis discípulos perseveran en la fe y en el bien, no perecerán, porque sus oraciones y obras de amor les harán alcanzar el perdón para la humanidad. 21. El mundo no ha sabido ni ha querido sentirme cuando se encuentra en paz, entonces tendrá que sentirme a través del dolor, porque es en las pruebas donde el hombre eleva su súplica al Creador, cuando recuerda a su Padre y sabe estimar sus beneficios y reconocer sus prodigios. 22. Comprended que si mi justicia os toca, al mismo tiempo mi amor os custodia. 23. Ha sido menester que un caos espiritual sorprendiera a la humanidad, para que en esa lucha vierais surgir los dones con los que he heredado a vuestro espíritu y pudieseis analizar y comprender mis divinas lecciones. 24. A vosotros que habéis escuchado mi voz en este tiempo, os encargo que seáis como guardianes, que veléis, para que la pureza de esta inspiración divina no vaya a ser profanada por alguno que quisiera venir a deformarla. No vayáis a formar ritos o idolatrías en torno, a estas revelaciones, porque no estaríais ofreciendo el culto espiritual que de vosotros espero. 25. Amadme en vuestros semejantes y orad con el espíritu, nada más eso os pido, y si cumplís con estas enseñanzas, me estaréis ofreciendo un culto perfecto a través de vuestras obras. 26. Nadie que se nombre discípulo de esta enseñanza espiritual, reclame al Padre el ser pobre en su vida material, carecer de muchas de las comodidades que otros tienen en abundancia, o sufrir escasez o privaciones. Esas lamentaciones son nacidas de la materia, que como sabéis, posee una sola existencia. Vuestro espíritu no tiene derecho a hablar así a su Padre ni a mostrarse inconforme, ni a blasfemar contra su propio destino, porque todo espíritu en su extensa jornada sobre la Tierra, ha recorrido toda la escala de las experiencias, de los placeres y de las satisfacciones humanas. 27. Ha tiempo que ha comenzado la desmaterialización de los espíritus, para lo cual os ayuda ese dolor y esa pobreza que se resiste a soportar y a sufrir vuestro corazón, Todo bien espiritual y material tiene una importancia que debéis reconocer, para que no le quitéis a uno ni a otro su valor. 28. El buen espiritualista será aquel que en la pobreza de bienes materiales se sienta señor y se sienta rico y feliz, sabiendo que su Padre le ama, que tiene hermanos a quienes amar y que las riquezas del mundo son relativas junto a las riquezas del espíritu. También será buen espiritualista el que, siendo dueño de riquezas materiales, sepa emplearlas en buenos fines, tomándolas como medios que Dios le ha dado para desempeñar una importante misión sobre la Tierra. 29. No es indispensable ser pobre, paria o miserable, para contarse entre los que me siguen, como tampoco es indispensable ser de los que lloran, para ser amados por Mí. En verdad os digo, Que Yo he querido que siempre seáis fuertes, sanos y dueños de cuanto he creado para vosotros. 30. ¿Cuándo sabréis ser los poseedores de vuestra heredad, sabiendo estimar cada gracia y dándole a cada una su justo lugar en la vida? 31. Ved cuán alejados del camino de la verdad andan los hombres; sin embargo, en mi omnipotencia existen todos los medios para hacerles volver a él. Esa obra la haré en un día, mas no en un día como el que marca el sol con el paso de su luz sobre la Tierra, sino en un día espiritual, que estará iluminado por la luz de mi Divino Espíritu, en el que Yo, el buen Pastor, seguiré custodiando vuestros pasos a lo largo de la jornada. ¿No creéis que en mi Espíritu de Padre haya dolor cuando os descarriáis del camino que os señalé con sangre como una prueba de mi infinito amor? Volved, volved al camino, ovejas queridas, que por él llegaréis al redil de paz. 32. Venid a Mí, multitudes, pero venid unidas, que ya no haya divisiones ni cismas entre mi pueblo, porque tenéis que dar al mundo un ejemplo de fraternidad y de concordia. 33. Más tengo que daros, que vosotros que pedirme, os lo he dicho muchas veces, y Yo os pregunto: ¿Aquellos espíritus que fueron los primeros en venir a habitar la Tierra, creéis que pudieron imaginarse el conjunto de maravillas que encerraba la naturaleza que había de rodearles en la existencia humana? Aquellos seres estaban ávidos de saber, de crear, de conocer, de poseer libre albedrío, más nunca imaginaron que encerrase esta vida tanto esplendor. 34. Ahora que habéis vivido en esta morada, que de paraíso convertisteis en valle de lágrimas, deseáis retornar a la vida espiritual y me pedís que en ese Más Allá, no vaya a faltar luz y paz a vuestro espíritu; sin saber que no sólo os daré eso, sino que descorreré el velo de muchos misterios y os mostraré la fuente de vida, desde donde miraréis, entenderéis y amaréis espiritualmente la Obra de vuestro Padre. Entonces comprenderéis que la creación material, con todas sus perfecciones, es tan sólo un reflejo o un símbolo de la vida espiritual, grandiosa y eterna. 35. Hoy me pedís sólo, un poco de paz y un destello de luz, y después de que hayáis dejado vuestro cuerpo en el seno de la tierra, cuando os miréis rodeados por el esplendor de la vida espiritual, recordaréis que en el mundo os dije: Mas tiene el Padre que dar a sus hijos, que ellos que pedirle. Mas no olvidéis que tenéis que recorrer la escala que conduce al espíritu al plano de perfección y que será vuestro esfuerzo y vuestro amor, los que os conduzcan hasta la cumbre, donde vuestros méritos os harán dignos del galardón que os prometo. 36. Mi luz vibra en el entendimiento del portavoz y se hace palabra humana. Reacia es la cerviz de estos entendimientos por quienes me comunico con los hombres, duro su corazón y torpes sus labios; sin embargo, cuando mi luz les toca, cuando mi rayo llega hasta su mente, las frases que vierten son manjar celestial para los hambrientos de amor y de verdad, son bálsamo y consuelo para los que llegan embargados por la pena y son un libro de luces divinas para los que aman la sabiduría. 37. Comed y bebed, le digo a vuestro espíritu; en este tiempo el pan y el vino están en la mesa, el pan es mi palabra y el vino su esencia. 38. Comed y bebed, porque esta palabra la dejaréis de oír al finalizar el año de 1950. Aprovechad estos años en los que aún tendréis mi manifestación, porque llegada la hora no me volveréis a escuchar en esta forma y lloraréis amargamente tratando de conmoverme para que os conceda un tiempo más de enseñanza, pero de antemano os digo, que si la palabra de un rey no vuelve atrás, ¡Imaginad cómo será la palabra de Dios! 39. Mi voluntad se hará, porque antes dejaría de alumbrar el astro rey o pasarían los Cielos y la Tierra, que dejara de cumplirse mi voluntad. 40. Mucho tendréis que hacer después de que Yo levante mi palabra. Todo lo que ahora no habéis practicado ni habéis podido cumplir, lo haréis en aquellos días. 41. Os buscarán vuestros hermanos necesitados y no os ocultaréis. Vuestro corazón será un manantial de caridad y de piedad hacia los necesitados, y sabréis buscarme en lo más elevado de vuestro pensamiento donde recibiréis inspiraciones divinas. 42. No estaréis exentos de pruebas, más ellas os servirán para templar vuestro espíritu y para que mostréis vuestra conformidad y elevación espiritual a los hombres de poca fe. 43. Bienaventurados los que con mansedumbre y sumisión acatan mi voluntad, porque en ellos serán los dones de la paz, de la sabiduría y de la espiritualidad. 44. Hoy busco a los que no han comprendido el sentido de la vida, a los que no saben lo que es la verdad, a los débiles, a los que flaquean en cada empresa, en cada propósito, en cada paso, y les digo: Venid a escuchar esta palabra y os sentiréis fortalecidos como nunca lo estuvisteis. La fe os dará una fuerza invencible y el conocimiento de mi Doctrina os dará una luz que no se extinguirá jamás. 45. Ninguno de los que así despierten volverán a hundirse en el letargo ni a estacionarse en la jornada. El que mire esta luz podrá decir que mi voz lo estuvo llamando siempre, y que mi presencia se le manifestó a cada paso en el sendero de la vida, por lo que nunca más y en ningún trance volverá a decir que le ha faltado la luz. 46. Bienaventurados los que sin temor al mundo, procuran llevar esta luz a sus hermanos, propagando así la verdad y sembrando la paz. Ellos conocerán el camino que conduce al Reino de los Cielos. 47. El libre albedrío, del cual habéis hecho muchas veces uso para seguir un camino equivocado, está siendo tocado por mi justicia, pero tiempo vendrá en que gocéis plenamente de ese don y os servirá para hacer tan sólo obras dignas de vuestro Padre. 48. Multitudes: tened fe en Mí y no habrá tormenta que os disperse, porque la virtud protege a quienes elevan su pensamiento a las alturas. 49. En el Más Allá tengo una morada, vivir en ella será como estudiar un libro de maravillas inagotables para el espíritu. Mientras seáis huéspedes en la Tierra, vivid lo mejor que podáis, acatando siempre los preceptos de mi Ley. Sed limpios e idealistas de lo perfecto, de lo bello, de lo bueno, sed útiles a vuestros semejantes y de ese modo habréis atesorado los caudales que, al desprenderos de la materia, acompañarán a vuestro espíritu en su tránsito hacia la eternidad. 50. Conoced vuestros dones, descubrid vuestras flaquezas, comprended vuestra misión, y entonces venid sin prisa por el camino, hasta donde os espera mi amor de Padre para daros vuestro galardón. 51. Ahora que las muchedumbres vienen en pos de mi palabra como en el Segundo Tiempo, haya entre ellas algunos espíritus que han escuchado en ambas etapas mi palabra; en su forma, en su texto, podrá parecerles diferente si la comparan con la que di por boca de Jesús, más de cierto os digo que su sentido es el mismo y que jamás cambiará. Mi palabra viene a mostraros el camino que he venido a ofreceros en todos los tiempos, camino en el cual quiero que vuestro espíritu llegue a brillar con la luz que irradia de vuestro Maestro. 52. El camino rutinario de vuestra vida se verá azotado de pronto por recios vendavales, pero luego brillará en el infinito la luz de una estrella cuyos destellos darán la paz, la luz y la calma que el espíritu encarnado necesita para meditar en lo eterno. 53. Sentid mi presencia, me encuentro cerca, muy cerca del corazón de esta humanidad, le estoy hablando para que despierte de su sueño profundo e insistentemente ilumino la senda de cada criatura, para que se levante en busca de mi caridad. 54. Tan claras y vibrantes serán mis manifestaciones y mis pruebas de este tiempo entre los hombres, que exclamarán: Es el Señor. Como en aquel tiempo, cuando pasé como hombre por el mundo, la gente maravillada ante mis grandes obras exclamaban: Es el hijo de Dios. 55. Volverán a hablar los mudos, a ver los ciegos, a andar los paralíticos y a resucitar los muertos. Estos prodigios serán en lo espiritual para unos y también en lo material para otros. Sorprenderé a los hombres de ciencia, y al preguntar estos a quienes han recibido tantas maravillas cómo lo han logrado, por toda respuesta les dirán que ha sido por medio de la oración y de la fe. 56. Los rumores de todos estos prodigios y los testimonios palpables de su verdad, surgirán de todos los puntos de la Tierra, lo mismo en las grandes ciudades que en las humildes aldeas. Entonces el corazón endurecido de la humanidad, insensible a las manifestaciones espirituales, comenzará a sentir mi presencia, hasta llegar al instante en que de su corazón brote el grito de fe y de gozo al comprender que Cristo ha vuelto a los hombres y que se encuentra presente en cada corazón. 57. He venido a comunicarme por vuestro entendimiento para legaros el libro de mis mensajes y de mis revelaciones divinas, el cuál debéis hacer llegar en el instante propicio a la humanidad, porque en esta misiva celestial que por vuestro conducto envío al mundo, podrán encontrar los hombres la explicación de muchos misterios que no habían alcanzado a comprender. 58. No os levantéis como emisarios de mi Doctrina si no la habéis analizado y si no podéis testificar con vuestras obras el amor hacia vuestros hermanos, porque no levantaríais buen fruto. Sería como esos discípulos que ruegan por la paz de las naciones, cuando no saben hacer la paz en sus hogares. 59. Delicada es la misión de estas multitudes que han oído la voz de su Señor en el Tercer Tiempo, porque deben de llevar en su corazón este mensaje, con la pureza con que Yo se lo he dado, porque su luz ha de ser delante de la humanidad, como aquella estrella de Oriente que guió a los magos y a los pastores ante la presencia de su Señor. 60. Saciad vuestra sed en las aguas cristalinas de esta fuente inagotable, su frescura os ayudará a llevar con paciencia y conformidad vuestra cruz. 61. Soy la vida que en todo momento se manifiesta a vuestro espíritu, mas así como a ella la lleváis en vuestro ser, pensad que también la muerte que detiene los pasos de los hombres en la Tierra, marcha junto a cada criatura humana. 62. Os dice esto el Maestro para que no dejéis transcurrir las horas, los días y los años, sin hacer algo que pueda recoger vuestro espíritu mañana, cuando sea llegada la hora de entregar su cosecha. 63. Gran fe, fortaleza y presencia de ánimo necesitan los hombres en este tiempo de justicia, para no sucumbir en las grandes pruebas; eso es lo que con mi Doctrina vengo a extender sobre la Tierra, para alimentar la esperanza de la humanidad. Tiempo de justicia es este, en el cual, si supieseis observar, veríais surgir la luz en medio del dolor y del pecado. 64. Fuerzas materiales y fuerzas espirituales se agitan en torno a la humanidad, todas ellas hablando de justicia, lo mismo haciendo estremecer al hombre rudo e inculto, que sorprendiendo al hombre de ciencia. 65. Las legiones de espíritus que vagan errantes por el mundo, llamando en distintas formas a las puertas del corazón de la humanidad, muchas veces son voces que quieren deciros que despertéis, que abráis vuestros ojos a la realidad, que os arrepintáis de vuestros errores y que os regeneréis, para que más tarde, cuando dejéis vuestra materia en el seno de la tierra, no tengáis que llorar como ellos en su soledad, su ignorancia y su materialismo. He aquí la luz surgiendo de las mismas tinieblas porque la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad; así esas manifestaciones que día a día aumentan, llegarán a abrumar en tal forma a los hombres, que al fin vencerán el escepticismo de la humanidad. 66. Cristo, que hacia salir de las mentes turbadas a los espíritus materializados y que demostró su divina potestad al ser obedecido por ellos, siempre ha estado en el Padre y desde ahí ordena y hace su voluntad en cada uno de esos seres, sirviéndose de la luz de unos y a veces hasta de la turbación de otros, para llevar a cabo sus sabios designios en el destino de sus hijos muy amados. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 88 1. Cuán grato me es el canto de las aves y el perfume de las flores; más de cierto os digo, que más halaga a mi Espíritu vuestra oración, cuando llega a Mi envuelta en pensamientos puros y con firmes propósitos de enmienda. 2. Dudáis de llegar a tener la inocencia de un ave o la belleza de una flor, porque solamente os juzgáis a través de vuestra pobre indumentaria o por algún defecto físico de vuestra envoltura, mas no miráis al espíritu, a ese ser dotado de belleza y gracia celestial. El espíritu es luz, inteligencia, amor, sabiduría, armonía, eternidad, y de todo esto carecen las aves y las flores. Buscad la belleza del espíritu, ella será en vosotros como un espejo que refleje fielmente la faz del Creador. No os afanéis tanto por vuestra belleza exterior, aunque si os digo que no descuidéis nada de vuestro ser. 3. La limpieza del cuerpo no está en contra de la espiritualidad, mas no olvidéis que el espíritu está antes que el cuerpo. Recordad que ha tiempo os dije: Limpiad el vaso por fuera y por dentro. 4. Si alguno llegara a pensar que es demasiado simple mi palabra para venir de Dios, Yo le digo que tome en cuenta que son los sencillos y los rudos los que han venido a oírme y debo hablarles a ellos en forma que me entiendan; más si queréis ideas y conceptos más profundos, os digo a todos los que han juzgado pobre mi manifestación, que se preparen y se comuniquen de espíritu a Espíritu con mi Divinidad, que es lo que estoy esperando de los hombres, y entonces a sus mentes vendrá una inspiración tan profunda, que tendrán que decirme que no les hable en esos términos que tan sólo Dios puede entender. Nuevamente os digo como en el Segundo Tiempo: Os he entregado lecciones terrenales y no creéis; ¿Cómo creeríais si os dijera las celestiales? 5. Cuando el corazón encierra buena fe y la mente se halla libre de prejuicios o de ideas confusas, la vida se aprecia mejor y la verdad se contempla con mayor claridad. En cambio, cuando en el corazón se lleva escepticismo o vanidad y errores en la mente, todo parece confuso y hasta la misma luz parece tiniebla. 6. Buscad la verdad, ella es la vida; pero buscadla con amor, con humildad, con perseverancia y con fe. 7. No penséis que me sienta ofendido si alguno no cree en mi presencia dentro de esta manifestación, porque en nada se afecta mi verdad. ¡Cuántos hombres han dudado de que exista un Ser Divino que haya creado todas las maravillas del Universo, y no por eso el sol ha dejado de darles su luz! 8. ¡Cuántos caminos inciertos y cuántas riquezas superfluas habéis tenido que dejar para seguir esta huella, pero cuán pronto habéis sentido la paz y la fortaleza como compensación a vuestras renunciaciones! Es que no podríais ser de mis emisarios si antes no hubieseis modificado vuestra vida. 9. Son las lámparas de fe las que iluminan al mundo y Yo quiero que vosotros seáis los portadores de esa luz. ¡Ah, sí supieseis que con fe y buenas obras todo lo podríais obtener! 10. Haced acopio de armas espirituales, porque los malos tiempos se acercan, mirad cómo ha fructificado el mal en el mundo. Sobre tantos desórdenes y confusiones, está brillando la luz de mi Espíritu intensamente y penetrando en todos los pueblos de la Tierra. Nada podrá opacar mi luz; observad cómo a cada paso está tocando al espíritu del hombre, mostrándole la verdad como un camino seguro. 11. Es necesario que sepáis que esta vida os ha sido dada para que vuestro espíritu logre dar un paso hacia adelante en la escala de perfeccionamiento y adelanto, mas no basta que estas enseñanzas las conozca el espíritu, si al tratar de revelárselas a la carne no es oído. 12. En este tiempo los corazones son tierras áridas en las que el espíritu no ha podido hacer germinar su semilla, y es por eso que Yo, sabiendo hace mucho que la Humanidad habría de llegar a este grado de materialismo, os hice la promesa de volver, promesa que estoy cumpliendo entre los hombres. 13. He llegado como el divino sembrador a buscar vuestro espíritu perdido entre las sombras del pecado, para depositar nuevamente en él la simiente de amor, y decirle que la siembre y cultive en el corazón que se le ha confiado. 14. Ved como os horrorizáis ante las noticias que recibís de las naciones en guerra, los que os ha movido a orar. Y os digo, que está bien que oréis, pero además de ello, debéis hacer que la paz penetre en vuestro corazón, para que de él pueda brotar amor y caridad cuando queráis compartir con alguien esos dones. 15 Hoy tenéis la misión de hacer la paz entre los hombres, de llevarlos a la reconciliación, de inspirarlos a amarse los unos a los otros, porque en el fondo de esa sublime misión existe una antigua deuda que tenéis contraída con vuestro Señor y con vuestros hermanos de los distintos pueblos de la Tierra. ¿Quién sabe lo que sembró en los tiempos pasados? ¿Quién conoce sus obras en vidas anteriores? 16. No ha bastado la intuición que vuestro espíritu ha derramado en vuestra materia para haceros presentir, y con ello aceptar, vuestra restitución; he tenido que humanizarme haciéndoos escuchar mi voz a través del hombre, para haceros mirar con claridad, todo lo que os habéis obstinado en ver como misterio y que es tan natural como lo es para el cuerpo nacer, crecer y morir. 17. Si vuestra ciencia os va revelando los profundos misterios de la vida humana, ¿Por qué una ciencia superior, como lo es mi sabiduría divina, no habría de venir a iluminaros con el conocimiento de la vida espiritual y eterna? 18. He empezado por haceros saber quiénes habéis sido y quiénes sois, para luego daros una idea de quiénes seréis. 19. Creced y multiplicaos, dije al hombre al hacerle aparecer sobre la Tierra; palabras semejantes le dije a vuestro espíritu cuando le hice surgir a la luz de la vida. 20. Conociendo ya esto, ¿Quién puede saber hasta dónde puede llegar el espíritu en su elevación? ¿Quién de vosotros puede imaginar hasta dónde han llegado en su perfeccionamiento los que más se han acercado a Mí? 21. El espíritu es como una semilla que he depositado en cada hombre, amadla, dejadla crecer, cuidadla, ella germinará en vosotros y se multiplicará en virtudes y perfecciones que serán para vuestra dicha y para gloria de quien os dio la existencia. 22. Recibo vuestro tributo de amor y os bendigo. También se acercan los que vienen a pedirme una solución para sus problemas en la Tierra, los que agobiados por las necesidades materiales, han perdido la paz del espíritu. Todos llegan trayendo en su corazón un fardo de penas, más al sentir mi presencia olvidan sus aflicciones porque se dan cuenta de que el mejor bálsamo se encuentra en la palabra divina. Yo recibo de cada quien su ofrenda, la que en unos es de fe y en otros de amor. 23. Aquí me tenéis como Padre y como Maestro, vengo en Espíritu, mas no porque vuestros ojos humanos no me vean, dudéis de mi presencia. 24. Desde lo perfecto desciendo por la escala de evolución espiritual que le fue mostrada a Jacob en una revelación, para que en cada morada sea escuchada mi voz. 25. A fin de que la humanidad tuviese la certeza de que le estoy hablando espiritualmente y de que es mi voz celestial la que derrama sus enseñanzas en vuestro espíritu, me he comunicado por el entendimiento del hombre ignorante y sencillo para anunciaros en esta forma mi comunicación de espíritu a Espíritu. 26. Este mensaje es para toda la humanidad, mas ahora se lo confío a este pueblo, para que él como emisario de su Maestro, lo haga llegar a las naciones, pueblos y comarcas. Es la luz que hará que los hombres no caminen a ciegas en los tiempos de lucha. 27. Que no espere el mundo un nuevo Mesías; si os prometí volver, también os di a entender que mi venida sería espiritual, más la Humanidad nunca ha sabido prepararse para recibirme. 28. En aquel tiempo los hombres dudaron de que Dios pudiera ocultarse en Jesús, al que juzgaban un hombre igual a los demás y tan pobre como el que más. Sin embargo, después, y ante las obras poderosas de Cristo, la humanidad se convenció de que en aquel hombre que nació, creció y murió en el mundo, estuvo el Verbo de Dios. Y sin embargo, en este tiempo, muchos hombres sólo aceptarían mi venida si fuese humanizada como en el Segundo Tiempo. Las pruebas de que vengo en Espíritu a comunicarme con la humanidad no serán por todos aceptadas, a pesar de los testimonios, porque el materialismo será como venda de obscuridad ante los ojos de algunos. 29. Cuántos quisieran volver a ver a Cristo padecer en el mundo y recibir de Él, el milagro para creer en su presencia o en su existencia; más de cierto os digo que en esta Tierra no volverá a haber un pesebre que me vea nacer como hombre, ni otro Gólgota que me vea expirar. Ahora me sentirán nacer en su corazón todos los que resuciten a la vida verdadera, como también me sentirán morir en su corazón todos los que se obstinen en el pecado. 30. Trasladad de lo material a lo espiritual y de lo humano a lo divino cuanto hizo Jesús en aquel tiempo, y tendréis su Pasión presente en vuestra vida. 31. Algunos de los que me han estado esperando fervientemente, en el instante de llegar a ellos no han sentido mi presencia, porque tenían una idea preconcebida de la forma de mi llegada, y esa idea no estuvo de acuerdo con la realidad. Cuando me presenté a este pueblo, él me esperaba con un presentimiento que era la intuición de su espíritu, más él nunca se había forjado una forma determinada de mi venida; así fue que, cuando Elías, el precursor, comunicándose por el entendimiento de quien fue elegido entre los primeros llamados de este tiempo les anunció mi palabra e inspiró a aquellos testigos de las primeras manifestaciones a prepararse, ellos se llenaron de gozo y de fe, porque sintieron que el Señor venía a los hombres y que la forma de presentarse estaba de acuerdo con lo que predijeron los profetas de los primeros tiempos y con lo que más tarde el Maestro prometió. 32. Discípulos amados, que habéis oído muchas veces esta voz en el tiempo de mi comunicación por el entendimiento humano, recreaos con la enseñanza que os traigo, porque mañana tendréis que explicarla a vuestros hermanos. 33. Si en ocasiones os repito la misma lección, mirad que siempre os la doy en forma diferente, para que la comprendáis mejor. 34. Ciertamente todos sois hijos de la luz, puesto que habéis nacido de Mí, pero mientras unos habéis perseverado en el bien, cuidando que su luz no se empañe, otros os habéis perdido por los inciertos caminos que llevan al espíritu a las tinieblas. Las bajas pasiones, el egoísmo, el orgullo, el materialismo, la ignorancia y todo vicio, son las tinieblas que nublan la razón, que ahogan los sentimientos y alejan a los hombres del camino que le señala la voz de su conciencia. 35. Cuántos y cuántos espíritus se han ausentado de mis sendas y han visto apagarse su luz interior, más llegará la hora en que ellos mismos se levanten en busca de la claridad de mi luz, cansados de errar en las tinieblas. 36. De mi espíritu brotan destellos en número infinito, destellos que van a depositarse en cada uno de mis hijos, a semejanza del maná que alimentó al pueblo en el desierto. 37. Todo cuanto miráis que acontece en este tiempo, tanto en lo espiritual como en lo material, ya había sido anunciado. 38. Hubo hombres en los tiempos pasados que predijeron todo lo que vive en estos instantes la Humanidad; esos hombres fueron mis profetas, hijos de la luz, que amonestaron a los pueblos para que encauzaran sus pasos por los caminos del bien. Aquellos profetas predijeron las tinieblas de la desolación y de la destrucción, a causa de la indiferencia de la Humanidad ante los llamados de su Señor. 39. Ahora podéis preguntaros los que os sentís indignos de mi gracia: ¿Cómo es que ha habido hombres a quienes Dios les ha mostrado su luz y les ha hecho oír su voz al comunicarles sus mensajes y, en cambio, se ha ocultado a la mirada de la mayoría de sus hijos? A lo cual Yo os respondo, que esos hombres que han logrado comunicarse con mi Espíritu, no han gozado de ningún privilegio; solamente han procurado conservar la luz de su espíritu con pureza, a fin de permitir que el pensamiento e inspiración de Dios se reflejen en su mente. 40. ¿No os dije por boca de uno de esos iluminados, que llegaría un tiempo en que todo ojo me vería? Ahora os digo, que ese tiempo será aquél en que los hombres preparen su espíritu para sentir mi presencia. ¿Dónde está el privilegio de unos cuantos si son dones propios de todo espíritu? 41. Así como habéis visto que vuestra ciencia humana ha logrado transformar la vida de los hombres, también veréis cómo en poco tiempo mi Doctrina transformará vuestra existencia. 42. La razón, la justicia y el amor, vendrán a ocupar el lugar que les corresponde en el corazón de quienes han pretendido vivir sin virtud, siendo ésta la esencia y la razón de la existencia, tanto del espíritu como del cuerpo. 43. Más cuando los hombres vivan en la verdad, veréis surgir del corazón de la Humanidad un nuevo culto lleno de sencillez y de espiritualidad. El fanatismo religioso, los prejuicios y la idolatría, caerán deshechos ante la luz de la verdad que irradiará cada conciencia. 44. Los hombres serán grandes en la virtud y humildes ante mi voluntad y ante mi Ley, y los que se han creído dioses en la Tierra, porque sólo han buscado poderío terrestre, menospreciando las joyas del espíritu, tendrán que pasar por grandes pruebas. 45. Laborad conmigo, que Yo daré a todos parte en mi Obra y así llegaréis a ver realizado cuanto os he anunciado. 46. Dadme morada en vuestro espíritu, comprended que vengo buscando el templo imperecedero que ahí debéis levantarme. Quiero vivir en vuestro corazón y hacer sentir mi presencia en cada una de vuestras buenas obras y deseo que en el interior de ese santuario, arda la lámpara inextinguible de vuestra fe. 47. Discípulos del Tercer Tiempo: uníos todos a mi palabra para que hagáis que el momento de levantaros a esparcir mi Doctrina os encuentre preparados. 48. Vuestra responsabilidad ante Mí y ante vuestros semejantes, es inmensa. Haced que la verdad brille, vivid para ella y si es preciso, morid por ella. 49. Tened presente que el amor de vuestro Padre se hizo carne en Jesús y que aquella vida fue consagrada a predicar y sostener la verdad. Tomad el ejemplo de vuestro Maestro, más si os sintieseis débiles para seguir mis pasos, dejadme penetrar y vivir en vuestro corazón y os aseguro que mi presencia os fortalecerá en la lucha. 50. ¿Por qué teméis no ser útiles? Volved vuestros ojos al pasado y mirad que en el Segundo Tiempo, habiendo en Judea hombres que eran teñidos por sabios y otros que alardeaban de limpio corazón, ni a unos ni a otros elegí para formar mi apostolado. Fueron doce varones pobres, rudos, sencillos y humildes los que escucharon mi llamado cuando les dije: Venid y seguidme. 51. Ahora os digo que no he venido a servirme de sabios ni de justos, sino de humildes, de hambrientos de paz, de amor y de luz. Entonces, id por los caminos de la Tierra sin temor a que los hombres os coronen de espinas con su ingratitud, con sus burlas y con su dureza, confiando en que habrá de llegar el tiempo en que entiendan el mensaje que les llevasteis. 52. Perdonad las ofensas que la humanidad os hiciere, diciendo como Yo dije en la cruz: Perdónales, Padre mío, porque no saben lo que hacen, y pensad que los hombres llevan una cruz tan pesada y una corona tan dolorosa, que ninguno de vosotros puede imaginar. 53. Llevad en vuestra palabra, así como en vuestra mirada y en vuestro corazón, la aurora que anuncie a los que sufren, el amanecer de un tiempo de justicia. 54. Ayer vuestro corazón era una tumba en donde guardabais mi nombre como algo sin vida, hoy esa tumba se ha convertido en un altar donde brilla la antorcha de la fe. ¿Por qué ese altar no ha de convertirse en una escala espiritual por la cual ascendáis, haciendo que lleguen a Mi todos los que rescatéis? 55. El tiempo de vuestra predicación se aproxima y si en él penetráis preparados como es mi voluntad, os maravillaréis de oíros hablar de sucesos que nunca visteis, pensasteis ni escuchasteis. 56. Todo ello será cuando vuestros pasos comiencen a afirmarse en el camino de la verdadera vida, y por instantes os sentiréis en el Reino de Dios. 57. Veo que la esperanza alienta a algunos de mis discípulos, en los que creen firmemente en que el poder de mi amor y la fuerza de la verdad tendrán que convertir a esta humanidad. 58. Otros en cambio, se muestran escépticos, porque no conciben a ese mundo que os estoy anunciando, con hombres y pueblos que se amen los unos a los otros y con una humanidad que sepa ofrecer a su Señor un culto espiritual, libre de toda mixtificación. 59. Si creéis en Mí, debéis confiar en que mi fuerza es infinitamente mayor que la del pecado de los hombres y que por lo tanto cuando el pecado ceda ante la luz de la verdad y de la justicia, el hombre y su vida tendrán que cambiar. 60. ¿Imagináis la vida en este mundo cuando los hombres hagan la voluntad de Dios? 61. Pensad, pensad en todo esto, para que en vuestro corazón vaya tomando forma el anhelo de que ese tiempo llegue, aunque los que vivan no seáis vosotros, sino los hijos de las generaciones futuras. 62. Os digo nuevamente que no temáis a la lucha y decid con toda naturalidad a vuestros hermanos, que el Señor ha venido entre vosotros. 63. Decidles que el que murió en la cruz fue Jesús, el cuerpo donde Cristo se ocultó, el templo viviente donde habito el Verbo de Dios; pero que Cristo el divino amor, vive y viene en Espíritu hacia sus hijos, para enseñarles el camino que les conducirá a su Reino espiritual. 64. Si os preguntan en donde estaba Yo mientras llegaba la hora de mi vuelta, decidles que estaba en cada espíritu, esperando que el corazón de la humanidad me deseare y que su voz me llamara. 65. Hablaréis, sí, pueblo; hablaréis para que los sordos escuchen y diréis a todos que hoy no he venido en cuanto hombre, por lo tanto la dulce María no vino en este tiempo a la Tierra a servirme de Madre. Si os preguntan por ella, decir que su espíritu habita en el Santuario del Eterno, desde donde envía sobre todos sus hijos, los efluvios de su infinita ternura. 66. Estoy leyendo en el interior de vuestro corazón y mientras unos dicen que no es posible que Yo venga a vosotros, considerando que vuestros pecados os hacen indignos de tanta gracia, otros piensan que son precisamente esos errores, la causa de mi presencia entre vosotros. A Mí me place que deliberéis y que no dejéis pasar desapercibida mi palabra, porque de vuestra meditación y de vuestro estudio dependerá vuestro adelanto. 67. ¿Veis como he leído en vuestro corazón? por eso os digo que más lejos tenéis las pestañas de vuestros ojos, que mi presencia de vosotros; por lo tanto, quien se avergüence de sus pecados, reconozca que Yo soy perdón y en mi palabra purifíquese. 68. Estimad el valor de cada una de mis lecciones, oídme con atención, despertad. Tened presente que he señalado el año de 1950 para que sea el de mi partida, mas ¿Queréis que la haga cesar antes de ese día por vuestra falta de amor y de interés en ella? Ese año ya se aproxima y ¿Qué me vais a presentar? ¿Vais nuevamente a desconocerme y a crucificarme? Velad y orad y cuando aquella hora llegue sabréis ser fuertes. 69. Si Yo levantase mi palabra antes del instante fijado por Mí, tendríais razón en llegar a sentiros huérfanos, más cuando la levante en 1950, no podréis justificar inconformidad, puesto que en el tiempo de mi comunicación lo recibisteis todo. 70. ¡Ay de los que habiendo oído mu palabra, la olviden, porque llorarán buscando a su Señor y a su paso solo encontrarán los falsos cristos, quienes les hablarán en apariencia en la misma forma en que Yo me manifesté, pero con una palabra sin esencia y sin verdad que los llevará a la confusión! ¿No consideráis doloroso que una falsa luz os hiciese perder el camino que mi palabra con tanto amor os trazó? Por eso os hablo mucho, para que quedéis llenos de mi palabra y para que conozcáis su esencia. 71. Todos vosotros sois pecadores y os he recibido como a discípulos. Para todos ha sido mi enseñanza y a todos he escuchado. Hasta Mi llega el clamor de la humanidad. Con el mismo amor recibo y atiendo en sus necesidades al rico avaro, al potentado, al monarca, al mandatario que al fratricida o al miserable; al humilde que al hambriento de justicia; de todos he oído su oración, sin detenerme nunca a juzgar su religión o su credo, ya que también ello entra en el libre albedrío de que todo espíritu fue dotado. 72. Por eso Yo envío a todos mi luz, porque todo el que ama su religión o alienta un ideal espiritual, va en pos de la verdad y de la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 89 1. Habéis llevado vuestra cruz a cuestas, las vicisitudes de la vida han sido como un fardo sobre vuestro espíritu, pero la cruz espiritual que hay en vuestro destino, aún no la habéis tomado para seguirme. 2. Es llegada la hora en la cual los hombres se levantarán a comenzar a vivir su pasión espiritual y a abrazar su cruz. 3. Aquella frase que os enseñé sellándola con mi sangre en el Calvario de: Amaos los unos a los otros, florecerá por fin en el corazón de la humanidad. 4. Mi amor por vosotros no podía permitir que os perdieseis, y por eso en Jesús, os di una palabra con esencia de eternidad que en cualquier tiempo os diese su ayuda para que alcancéis salvación. El Verbo Divino se hizo hombre por salvaros, ¿Acaso sabéis si vuestro espíritu encarnó en este tiempo para salvar a sus hermanos? 5. Jesús fue el Verbo de Dios en esta Tierra; todo en Él hablaba, no solo su palabra, también sus obras, sus miradas, sus pensamientos. Os dice el Maestro estas enseñanzas porque vosotros podéis imitar aquellos ejemplos, dones no os faltan, basta que améis y que vuestro corazón se llene de buena voluntad para que esas facultades dormidas en vuestro ser, despierten y se manifiesten. 6. Tomad vuestra cruz y seguidme con humildad, confiad en que mientras vosotros os ocupéis en impartir un consuelo, en dar paz a un corazón o luz a un espíritu, Yo estaré pendiente de cuanto se relacione con vuestra vida material y nada descuidaré. 7. Creed que cuando estoy hablando a vuestro espíritu también estoy dirigiendo una mirada a vuestro corazón para descubrir en él sus cuitas, sus necesidades, sus anhelos. 8. La nueva aurora está iluminando a los hombres, su luz encenderá la fe en el corazón de la humanidad. 9. Discípulos bien amados: no os familiaricéis con mi palabra, para que cada vez que la escuchéis, vuestro corazón sienta que esta divina semilla ha caído en lo más profundo de sus sentimientos. 10. Espíritus que buscáis la luz, venid a Mí y oíd esta palabra. Corazones tristes, dejad que mi voz os devuelva la esperanza. Materias encorvadas por la fatigosa jornada, buscad en Mí la fortaleza y volved a erguiros. 11. Oh espíritus que me oís, no dejéis que las vicisitudes de la vida terrestre impriman en vosotros su huella y menos que os agobien. Buscad la luz que encierra cada prueba y que ella os sirva para fortaleceros y templaros. 12. Cuando el espíritu no logra sobreponerse a la materia, ésta lo doblega y lo domina, de ahí que los espíritus se debiliten y crean que mueren junto con la carne. 13. Espíritus es lo que busco ahora, como en aquel tiempo busqué corazones para que se amasen los unos a los otros. 14. Hoy vengo a enseñaros un amor que está más allá de lo humano, un amor que enlazará a todos los mundos. 15. Mi palabra os revela que vuestro destino no se concreta a la vida en la Tierra, sino que tendréis que continuar vuestra misión en lo espiritual. 16. Estoy formando un pueblo que se levantará como un gran ejército, llevando al frente como antorchas que iluminen el camino, los ciento cuarenta y cuatro mil marcados por mi luz. 17. Soldados de la paz formarán ese pueblo, profetas y videntes anunciarán lo venidero; doctores sin ciencia humana sanarán a los enfermos con el bálsamo de la caridad y del amor; consejeros, inspirados por mi luz, hablarán de enseñanzas divinas, y su paso por el mundo será de restauración, de regeneración y de espiritualidad. 18. Este pueblo no lo formarán únicamente hombres, también lo integrarán las grandes legiones de espíritus de luz, cuyas armas invisibles prestarán ayuda a los que luchan en la Tierra. 19. ¿Queréis formar parte de este pueblo? Oíd mi voz, orad, sobreponeos a las flaquezas de la materia y comenzad a practicar mis máximas entre vuestros hermanos. 20. ¿Cómo han de impartir fuerzas los que cansados se sientan? ¿Cómo podrán los enfermos sanar a sus hermanos que han perdido la salud? Fortaleceos y alimentaos en Mí para que con alegría llevéis vuestra cruz. 21. Pueblo amado: extiendo mi manto de amor sobre todos los corazones. 22. Estoy irradiando mi luz desde el infinito y preparándoos para que mañana lleguéis a comprender mi palabra, porque vuestra fe no es aun verdadera; cuántas veces os habéis preguntado a vosotros mismos, si será verdad la irradiación de Jesús en este mundo y en este tiempo; despertáis en vuestro interior a una lucha en la cual mientras el espíritu os dice que sí es verdadera mi comunicación, el reacio cuerpo, con su corazón y su cerebro tan pequeño, duda, vacila y muchas veces niega mi presencia bajo esta forma. 23. No temáis porque lo mismo os bendigo si creéis y si me amáis, que si dudáis de Mí y os alejáis del camino. No tengo preferencias ni hago distinciones con nadie, solo vengo a dar la luz a la humanidad para que la verdad sea en todos. 24. Este mensaje, que al abrirse el Tercer Tiempo os he enviado, os dará claridad y certeza sobre lo que encierra mi amor divino y lo que podéis esperar de mi justicia perfecta. 25. Soy el sembrador de luz y conozco perfectamente el tiempo más propicio para sembrar y cosechar. Hasta después de que los vientos hayan sacudido los árboles y secado la tierra, es cuando llega la hora de sembrar y éste es precisamente el tiempo en el cual los vientos están azotando al mundo y desnudando los árboles. Tiempo de dolor es éste en el que comenzáis a beber vuestro cáliz de amargura. La lucha de la materia y del espíritu se aproxima, la batalla del bien en contra del mal, de la luz contra la tiniebla, de la verdad en contra de la mentira. 26. Escrito está ha mucho tiempo que, cuando la humanidad se encontrase en su mayor altura de perversidad, cuando el mundo se encontrase perdido en el pecado, vuestro Dios llegaría a daros su luz. 27. Mientras en este tiempo los hombres triunfan matando, Yo venceré dándoles la vida. Mi divina tarea es salvar a los espíritus, vosotros aún no habéis llegado a comprender lo que quiere decir Salvador del Mundo. 28. La vida palpita en vuestro corazón, sin que me sintáis en ella y sin embargo aún os extrañáis de que mi Espíritu irradie luz sobre vuestro entendimiento. ¿Qué de extraño tiene para vosotros que el Salvador venga en busca de los espíritus extraviados? ¿Acaso os habéis sorprendido cuando un pastor anda en busca de la oveja que se le ha perdido? 29. Antes de que hubieseis sido creados, Yo sabía que me desobedeceríais y que vendría a salvaros por medio del amor, sabía que mi amor divino habría de encarnar en Jesús a quien le darían los hombres por trono una cruz. 30. Fui en Jesús para enseñaros la fuerza del amor, que no tiene límites, el cuál derramé a cada instante en palabras, en bálsamo, en sangre, en perdón; el amor que levantó Lázaros y perdonó Magdalenas. Aun así, pensáis que es imposible que haya vuelto al mundo, porque en él me disteis muerte y retorné al seno del Padre, sin entender que ya no debéis sentirme e imaginarme en cuanto hombre y si solo en cuanto amor. 31. Cierto es que el Amor Divino habló en aquel tiempo a través de unos labios completamente puros como fueron los de Jesús, y que ahora se manifiesta a través de labios pecadores como son los de estos hombres por quienes os estoy enviando mi palabra para transmitiros mi enseñanza. También debo deciros que la esencia es la misma en los dos casos, y que mi amor se manifiesta en una forma más perfecta en este tiempo al tomaros como mis propios intérpretes, dándoos con ello una prueba de que vuestras manchas no pueden hacer que os desprecie. 32. Mientras algunos exclaman que estos hombres por quienes me comunico son unos profanos, Yo os digo: son alondras que anuncian con su canto la llegada de un nuevo día. 33. Muchas han sido las lecciones en las que os he explicado mi irradiación espiritual sobre los hombres y aún persiste vuestra duda. Quisierais que os diera pruebas materiales, como aquellas que os mostré en el Segundo Tiempo, las que me pidieran los hombres de poca fe para poder creer. 34. Si el sol irradia luz de vida sobre toda la Naturaleza, sobre todas las criaturas, y si las estrellas irradian también luz sobre la Tierra, ¿Por qué el Espíritu Divino no había de irradiar luz sobre el espíritu del hombre? 35. Vengo a deciros ahora: Humanidad, deteneos, dejad que la luz de la justicia que procede del amor, se extienda por el mundo, dejad que mi verdad os persuada de que sin amor verdadero no alcanzaréis la salvación. 36. Sabéis a qué he venido nuevamente, acogeos entonces a mi Doctrina, que viene a recordaros el camino. Hasta que el mundo haya alcanzado su verdadera espiritualidad, dejaré de estar acercándome a los hombres, empleando todos los medios materiales y humanos para comunicarme con ellos. Espero vuestra inspiración y elevación, así como vuestra llegada a la eternidad. 37. Podéis alcanzar la elevación desde aquí, en este mundo que tan hostil os parece y que en realidad es campo propicio y fecundo para el que sepa hacer uso de la virtud y del amor. 38. Hay muchos espíritus que sufren, muchas madres que lloran y muchos corazones afligidos. El mundo se llena de sangre, de enfermedad y de luto. Ayudad a la humanidad, elevad vuestros sentimientos, multiplicaos en caridad. Tended vuestra mano para ayudar a vuestros semejantes como si fueran vuestros hijos, escuchadlos como si fueran vuestros hermanos, entonces estaréis entregando amor al mundo, y en el fondo de vuestro corazón llegaréis a sentir el reflejo de amor de vuestro Padre como una caricia que viene sobre vosotros para alentaros a proseguir en la lucha. 39. Paso a paso, instante por instante, se va acercando el tiempo destinado para que Yo venga a morar en mi santuario, el que hasta ahora ha permanecido cerrado en el corazón del hombre. 40. Quien piense que para acercarse a Mi deberá dedicar su vida tan sólo a dar, sin esperar recibir, a sacrificarse sin ninguna compensación inmediata, está en un error; porque siendo como sois imperfectos y pecadores, el que os busque para pediros será quien venga a favoreceros, porque al utilizaros os da la oportunidad de que os acerquéis a vuestro Padre por el sendero de 1a caridad. 41. Id pues, discípulos, por el camino del mundo, para que digáis a vuestros hermanos que en este tiempo, si acaso están en espera de mi llegada, no me verán en cuanto hombre; si están esperando en la Tierra la venida del Maestro para presentarle a los ciegos, a los paralíticos, a los incurables y a los poseídos como en aquel Segundo Tiempo, no me verán llegar humanizado, porque mi presencia entre los hombres es completamente espiritual, pero sí pueden presentarme a sus enfermos, contarme sus cuitas y amarguras, porque me encuentro cercano entre todos mis hijos. 42. Esta luz, esta palabra, por medio de la cual os he estado enseñando mi Doctrina en este tiempo, os mostrará la forma espiritual y simple con la que podáis sanaros unos a otros, consolaros y ayudaros en la caminata de la vida, será entonces cuando los enfermos alcancen su curación por el amor de los unos a los otros. 43. Sí, humanidad, habéis encendido el fuego de las pasiones, y después habéis clamado al Cielo para pedirle que no os castigue, sin comprender por vuestra ceguera, que el Padre no castiga; sois vosotros los que no habéis sabido encontrar el camino para llegar a apagar el fuego de vuestros odios y de vuestras guerras, con el agua transparente de la regeneración y de la virtud, porque no habéis llevado en vosotros esa virtud. Y tenéis que empezar por apagar el fuego con vuestras lágrimas y aun con sangre. 44. Yo soy el que quisiera evitaros que lloraseis, que no sintierais dolor. Soy el que quiere que os elevéis y triunféis. 45. Haced de la humildad una de vuestras mejores aliadas para alcanzar la elevación, porque las puertas del Cielo, que es el reino de la conciencia, se encuentran completamente cerradas para el soberbio. Nunca ha pasado por ellas, ni logrará pasar el soberbio, pero cuando éste se torne en humilde, Yo seré el primero en ensalzarle y será mi caridad la que le abra la puerta de la eternidad. 46. Hablándoos así a través de entendimientos incapaces de inspirarse por sí mismos, os doy la mejor prueba de mi presencia y de la verdad de mi irradiación. ¿Por qué entonces me pedís pruebas con intención impura? Ved que acabo de deciros que sólo los humildes penetrarán en mi Reino. Sed humildes y podréis comprender el amor y la caridad que hay en mi palabra. 47. No me exijáis, porque entonces os preguntaré con qué autoridad lo hacéis, cuando Yo os he visto negar la caridad a quien os la ha pedido. 48. Dejad que mi palabra florezca en vuestro corazón, aún no sabéis cuántos tendréis que convertiros en mis sembradores; haced a un lado el temor que sintáis ante los juicios de la humanidad, porque los que sintieran ese temor no me servirán para sembrar esta simiente en el corazón de sus hermanos. El temor es tan sólo una debilidad de la materia, en cambio la confianza y la fe son atributos del espíritu. 49. Pensad que habéis sido muy fríos ante el amor de Cristo, vuestro Maestro y Señor, y Yo os pregunto: ¿Cuál ha sido la causa de esta frialdad? 50. Os dije en el Segundo Tiempo: Las zorras tienen cuevas, las aves sus nidos y el Hijo de Dios no tiene donde reclinar su cabeza, y ahora que estoy llamando a las puertas de vuestro corazón no queréis abrirme, pero Yo haré de todos vosotros mis discípulos, porque mi amor jamás será vencido. 51. Este planeta que fue preparado por el Padre como una imagen de la vida espiritual, para que en medio de sus maravillas los seres humanos viviesen honrando y glorificando a su Creador, fue más tarde convertido por los hombres en valle de lágrimas y de sangre. Desde entonces quedó este mundo como un valle de expiación para aquellos seres que tuviesen que pasar por un crisol de pruebas y de purificación. Sin embargo ¡Cuántos hombres ven aun en esta Tierra la gloria, la eternidad! 52. Aquí la vanidad humana ha levantado sus palacios y sus tronos; aquí el hombre se ha coronado rey y en su ceguera creyéndose dios, se ha hecho adorar. Yo no he contrariado sus deseos ni le he privado nunca del don del libre albedrío, he querido que por sí mismo descubra la luz de la verdad y conozca la esencia de la vida. 53. Mi poder jamás ha creado un mundo, morada o sitio de expiación para castigo de los hijos que pecan; si la Tierra es un crisol de dolor y amargura, esto ha sido obra de los hombres. 54. Vuelvo a deciros que en un principio, guardaba este mundo con su paz, sus maravillas y revelaciones, una semejanza con el Reino espiritual. 55. ¿Sabéis que os he querido decir al hablaros de la restitución? Devolver su pureza al espíritu y a este mundo, para que sea para mis hijos lo que Yo destiné desde la eternidad: un mundo de fraternidad entre los hombres en el que se practicase un culto de armonía con todo lo creado y un culto espiritual ante su Señor. 56. ¿Qué si soy vuestro Juez? Sí, humanidad, mi juicio es con vosotros inexorable y severo, pero nacido del amor de quien es el autor de la vida. Podría Yo haber destruido a todos los que hubiesen profanado, pecado o desobedecido mis leyes, mas ¿Qué mérito tendría al venceros con la muerte? ¿Por ventura no tienen fuerza la verdad y el amor? 57. No quiero muertos, ni quiero oír eternamente lamentaciones de los que lloran una expiación. 58. Os quiero perfectos para que gocéis con vuestro Padre la vida verdadera. 59. En los presentes recibo a los ausentes; mañana, cuando haya levantado esta palabra, será llevada por labios de mis testigos a los que no la escucharon. Amaos, discípulos: sea vuestro corazón como arca salvadora para vuestros hermanos. 60. La buena nueva de este tiempo llegará a todo corazón y a todo rincón de la Tierra. El mensaje que os di a través de Jesús en el Segundo Tiempo, ya ha sido del conocimiento de la humanidad. Sobre aquella bendita simiente vendrá el riego fecundante del Espiritualismo a iluminar y a esclarecer el mensaje de los tiempos pasados. 61. No busquéis tan sólo a los que viven felices, a los que poco saben del pecado o del dolor; llegad hasta el leproso, ante el homicida, ante el blasfemo y ante aquel que en su vicio ha llegado a la confusión. No os detengáis ante la miseria que exteriormente os muestre aquel ser, pensad al instante que en aquel hombre habita un espíritu, que en aquel ser habita un hijo del Señor, un hermano vuestro por lazos eternos y divinos. Tened siempre viva mi palabra para que no dejéis pasar junto a vosotros el dolor sin que lo sintáis y lo mitiguéis. 62. Al que sienta el dolor de su semejante, al que viva las pruebas de su hermano, le será concedido que con su oración y sus palabras, le sea levantada la purificación que pesa en aquellos seres por quienes interceda o sufra. 63. Si llaman a vuestras puertas los necesitados que no os encuentren impreparados, porque entonces vuestro espíritu no podrá dar testimonio de quien le envió a la Tierra a cumplir tan delicada misión. 64. Una nueva humanidad tiene que forjar vuestro espíritu, para ello tiene que luchar contra el mal que envuelve al mundo. Velad por la niñez, fortaleced en el bien a la juventud, porque las nuevas generaciones serán las que continúen vuestras nobles obras. 65. ¿Creéis que mi mirada no descubre los abismos en que caen los que comienzan a vivir y los peligros que acechan a quienes no tienen armas para defenderse? 66. Pueblo, no os familiaricéis más con la perversidad, combatidla sin hacer alarde de pureza, tampoco os escandalicéis ante las faltas de vuestros hermanos. Sed discretos, atinados y oportunos en el hablar y en vuestras obras, y el mundo os oirá y prestará atención a vuestras enseñanzas. ¿Será menester que os diga otra vez, que antes de que entreguéis esta Doctrina, tenéis que vivirla? 67. Analizad mi palabra, discípulos, para que encontréis en ella la esencia. Os estoy convirtiendo en los primeros depositarios de esta revelación, la que mañana daréis a conocer al mundo. 68. En apariencia, esta revelación no encierra grandeza alguna, más ya veréis en el futuro la trascendencia que tendrá entre la humanidad. 69. Entre este pueblo, hay discípulos de toda índole; unos vislumbran la magnitud de esta obra y presienten la conmoción que su aparición provocará en el mundo, otros se conforman con creer que este es un buen camino, y hay también quienes no logran descubrir la grandeza de esta Doctrina y dudan de su triunfo y de su establecimiento en el corazón de los hombres. Yo os digo que es un joya la que os he confiado, cuyos divinos destellos no habéis querido ver porque no habéis analizado mi enseñanza. 70. Os he dicho que en donde brilla más la luz, es en las tinieblas, y así veréis en este tiempo de materialismo y de pecado, brillar en toda su intensidad la verdad que os he traído. 71. No olvidéis que ya en aquel tiempo se dudó de la palabra de Cristo, porque los hombres se detuvieron a juzgar su origen y el atavío de Jesús, y que al encontrar que era hijo de un carpintero nazareno y de una mujer humilde, que más tarde se habría de levantar en unión de un grupo de pobres pescadores galileos a predicar una Doctrina que les parecía extraña, no podían creer que aquel caminante que iba de aldea en aldea mostrando la humildad de sus vestiduras, fuera el Rey que había prometido el Señor al pueblo de Israel. 72. Os hago estas aclaraciones, porque los hombres son dados a buscar el brillo exterior que deslumbra los sentidos, para creer en la grandeza de lo que sólo debe mirarse y sentirse con el espíritu. 73. Tuve que verter mi sangre, entregar mi vida y resucitar para que los hombres abriesen los ojos, ¿Qué cáliz queréis que beba ahora mi Espíritu para que me creáis? Humanidad: ¿Qué no haría Yo por veros a salvo? 74. Aún me quedan algunos instantes para hablaros, sé que los que ahora aún no se han dado cuenta de mi manifestación, más tarde llegarán a la comprensión, para abrazar con fe inquebrantable su misión. 75. Vengo revestido de paciencia; soy Maestro para el que viene buscando mi enseñanza; soy doctor para el que sólo busca la salud en Mí; soy indulgente Juez para aquel que después de haber pecado mucho viene humilde ante mi presencia, con la cerviz doblegada a solicitar mi perdón, Mañana, cuando hayan visto su deseo satisfecho, éstos mismos me buscarán como Maestro, más será para que Yo hable por sus labios para enseñar al ignorante; vendrán ante el Divino Doctor; pero será para solicitar bálsamo y consuelo para los sufrimientos de sus semejantes y también se presentarán ante mi justicia para interceder por el que les haya ofendido. 76. Yo os he dicho que para llegar a convertiros en maestros, es menester que antes seáis párvulos y discípulos. 77. Velad y orad, para que no caigáis en tentación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 90 1. Soy el caminante que está llamando a las puertas de vuestro corazón. Llamo y no sabéis quién es, abrís y no me reconocéis, como el caminante que llega a una aldea y no tiene quien le conozca; como el extranjero que penetra en Tierra extraña y no es entendido en su idioma. Así me presento entre vosotros. ¿Hasta cuándo sentiréis mi presencia? ¡Oh humanidad! ¿Hasta cuándo me reconoceréis como en aquellos tiempos fue reconocido José por sus hermanos en Egipto? 2. José, hijo de Jacob, había sido vendido por sus propios hermanos a unos mercaderes que se dirigían a Egipto. José era aún pequeño y ya había dado pruebas de un gran don de profecía; la envidia se apoderó de sus hermanos, quienes se deshicieron de él creyendo no volver a verle; más el Señor, que velaba por su siervo, le protegió y le hizo grande ante el Faraón de Egipto. Muchos años después, cuando el mundo fue azotado por la sequía y el hambre, Egipto, guiado por los consejos e inspiraciones de José, almacenó suficientes provisiones para resistir la prueba. Fue entonces cuando los hijos de Jacob llegaron en busca de alimentos a Egipto. Grande fue su asombro cuando reconocieron a su hermano José convertido en ministro y consejero del Faraón. Al verlo, cayeron de hinojos a sus pies, arrepentidos de su falta, y reconocieron que las profecías de su hermano se habían cumplido. Aquel a quien daban por muerto estaba ahí delante de ellos lleno de poder, de virtud y de sabiduría. El profeta a quien habían vendido, les estaba demostrando la verdad de la profecía que el Señor había puesto en sus labios desde niño. El hermano a quien habían vejado, vendiéndolo, les estaba perdonando, ¿Comprendéis pueblo? Ahora sabéis por qué os he dicho en este día: ¿Cuándo me reconoceréis como reconocieron a José sus hermanos? 3. Yo también os profeticé en aquel tiempo; también fui vendido y dado por muerto; más recordad que os dije que volvería; entonces, ¿Por qué ahora que llamo a vuestras puertas no me recibís? ¿Será menester que aparezca en la Tierra la sequía y el hambre como en aquella ocasión para que al fin me busquéis? 4. ¡Cuánto os he hablado y os he dado desde el principio de los tiempos para rescataros del mal y llevaros hacia la perfección, más aún os falta tiempo para que podáis llegar a la cúspide del monte donde os espero para guardaros como joyas que han brotado de mi amor y que retornan a Mí! 5. Todos los hombres saben que soy el Padre de todo lo creado y que el destino de los seres está en Mí; sin embargo, no he recibido de ellos su atención ni su respeto. Ellos también crean, también son señores y creen tener poder sobre el destino de sus semejantes, ¿Para qué inclinarse ante Mí? 6. De esta manera el hombre ha probado mi paciencia y desafiado mi justicia; Yo le he dado tiempo para encontrar la verdad, pero nada ha querido de Mí. Vine como Padre y no fui amado; después llegué como Maestro y no fui comprendido; más como es necesario salvar a la humanidad, ahora vengo como juez. Sé que el hombre renegará contra mi justicia, porque tampoco como juez va a comprenderme, y va a decir que Dios se ha vengado. 7. Quisiera que todos comprendieran que Dios no puede alentar sentimientos de venganza porque su amor es perfecto; tampoco puede enviar el dolor, sois vosotros los que lo atraéis con vuestro pecado. Mi justicia divina está por encima de vuestro dolor y aun de vuestra muerte. El dolor, los tropiezos, los fracasos, son las pruebas que el hombre se va creando; y los frutos de su siembra, es lo que va recogiendo. A Mí me basta en cada uno de estos trances, hacer llegar mi luz a vuestro espíritu para que alcance su salvación. 8. Dicen muchos hombres que no entienden la Doctrina de Cristo, que no saben de qué deben apartarse y hacia donde deben conducir sus pasos y Yo les pregunto: ¿Os parecen demasiado elevadas aquellas enseñanzas? Escuchadme ahora y las comprenderéis. 9. Yo sabía que tenía que volver para explicaros todas aquellas lecciones, por eso os dije que el Espíritu de Verdad vendría a explicaros todos los misterios para haceros comprender lo que no hubieseis entendido. Este es el tiempo en que el Espíritu de Verdad flota sobre toda carne y sobre todo espíritu, basta que os concentréis en el fondo de vuestra conciencia para que escuchéis mi voz, pero he querido daros como primicias de este tiempo mi comunicación por medio del entendimiento humano, para que este mensaje sea la simiente que os de firmeza y fe en el camino de vuestra evolución. 10. En este tiempo vengo a daros amor, paz y enseñanza espiritual, y vuestro corazón, pobre y necesitado de todo ello, se purifica para recibir la dádiva divina. 11. Lo que los hombres poderosos y de gran ciencia han desechado, los humildes lo reciben, y lo que ha sido despreciado en los palacios suntuosos, llega a las casas menesterosas y es recibido con alegría. 12. Vosotros que venís cansados de tanto esperarme y de tanto sufrir, venid a Mí, todo lo he preparado y todo se encuentra dispuesto para este momento. He embalsamado el viento para que aspiréis mi aliento vivificante, porque quiero acercarme a vosotros con infinito amor. 13. Los hijos de los reyes, cuando escuchan que a su puerta llega mi llamado, me dicen: Volved mañana porque ahora no hay sitio para vos. Mientras que los hombres de corazón sencillo me dicen: Venid a nosotros Maestro; venid y honrad nuestra casa con vuestra presencia, no miréis nuestras manchas; Vos, que supisteis visitar la casa de Magdalena la pecadora, concedednos la dicha de contemplaros. 14. Cuando llega a Mí este llamado impaciente pero humilde, me acerco y penetro en esos corazones, preparados en esa hora, como si fuera un santuario. 15. Entre vosotros encuentro a los ungidos con las lágrimas del dolor, a los que han sufrido la persecución, a los que han padecido humillaciones. 16. Vengo porque me habéis llamado en el silencio de vuestras luchas y de vuestra desilusión, más debéis apreciar que he llegado solícito a vuestro llamado, como un pastor acude presurosos al oír el balido de la oveja que se encuentra perdida o que se halla en peligro. 17. Me llamasteis con gran fe, me buscasteis incansablemente y de cierto os digo que vuestra fe no podía defraudaros. 18. Daos cuenta de que derramo mis bendiciones como si fuera una cascada de amor sobre todos aquellos que supieron creer y esperar; oíd mi voz que llega a vosotros, como si fuera un canto amoroso que os hace olvidar las penas y que os perdona todo aquello que siendo amargo, ha ido recogiendo vuestro corazón por el camino. 19. Estáis aprendiendo a sentir mi presencia espiritual en vuestro corazón, y este conocimiento ha sido como un remanso para unos, como un oasis para otros. A todos vengo a buscar, más primero acudí a manifestarme entre los que al oírme, no me negaron, a los que supieron soportar las burlas de sus hermanos por estar conmigo. 20. Tened paciencia en las pruebas y con ello daréis testimonio de mi Obra; más Yo también sabré dar testimonio de mis discípulos fieles, para que la humanidad comprenda que ellos están en la verdad. 21. No sólo seréis testigos de mi Obra, no sólo los varones y mujeres de mi pueblo testificarán mi llegada; sino que todo hablará de mi venida y dará testimonio de mi verdad, como aconteció en aquel Segundo Tiempo, en el que en la hora suprema de la crucifixión hasta el sol se ocultó, la Tierra se estremeció y toda Jerusalén quedó desolada y triste. 22. Amados discípulos, no lloréis más por Mí, vuestras lágrimas se tornarán en gozo, porque llegaréis a llorar de infinita alegría cuando veáis el triunfo de mi Doctrina sobre la Tierra y ese gozo nadie os lo podrá quitar. Por ahora seguid ocupando vuestro lugar en este banquete espiritual y comed el dulce pan de la vida. 23. Gozad en esta fiesta que vibra en vuestro espíritu, para que en el instante en que lleguéis a estar en comunión conmigo, olvidéis vuestras tribulaciones; vuestras heridas cicatricen y descanséis de vuestras fatigas. Vuestro corazón, cuando esos instantes sean llegados, brillará como una casa cuando está de fiesta y ni los más regios palacios de la Tierra tendrán en esa hora, el esplendor que lucirá en vuestro espíritu. 24. Benditos sean los mansos de corazón, porque de ellos es el reino de los cielos. 25. Bienaventurados los que sufren intensamente cuando el Pastor es injuriado; mas no temáis por Mí, temed por vosotros, a quienes sí puede agobiar el dolor y vencer la tentación. 26. Os recreáis escuchándome y me preguntáis: Maestro, ¿Por qué nos habéis escogido, si somos tan pequeños y tan débiles? Y Yo os contesto Vuestro Señor nunca se equivoca. 27. Reconoced que, antes de venir a escucharme por primera vez, cuando no sabíais nada aún de mi venida, ya vuestro corazón os avisaba que el Maestro estaba enviando su luz al mundo, como un faro que guía a los náufragos en medio de la tempestad. 28. Os he llamado para haceros mis labriegos y enviaros a los caminos, predicando esta buena nueva, más antes espero que aprendáis a perdonar a vuestros enemigos, a todos aquellos que os hayan puesto coronas de espinas, a todos los que os hayan dado a beber hiel y vinagre, para que podáis decir que ya estáis fuertes para salir a esparcir la simiente de la espiritualidad. 29. Cuando eso sea, debéis levantaros a sembrar, y aunque encontréis penas y amarguras en vuestro sendero de misioneros espirituales, también tendréis grandes alegrías que os recompensarán. Cuando salgáis a sembrar mi semilla de amor, orad y tened confianza; lloraréis a veces, pero en cambio será mucho lo que llegaréis a gozar cumpliendo con mi Ley. 30. Encontraréis lágrimas y alegrías en vuestra jornada, hasta alcanzar el fin de vuestra restitución y llegar a la Tierra Prometida, donde todo es paz, armonía y dicha perfecta. 31. A veces vuestro cáliz estará lleno de miel, otras de amargura, pero vuelvo a deciros que el que ore, vele y confié en Mí, no sucumbirá a la flaqueza, porque llevara su corazón lleno de fe y nunca será capaz de negarme, porque sus labios serán firmes para proclamar mi verdad sobre la Tierra. 32. Es penoso y largo el camino, pero mi amor mitigará la sed de vuestro corazón. Recordad que siempre he venido a los hombres, cuando los he mirado a punto de perecer de hambre o sed. 33. Os habla en este instante, Aquél que siempre ha venido a salvaros; Cristo, la promesa divina humanizada en Jesús en el Segundo Tiempo, El Verbo Divino hecho palabra humana, el Espíritu del Amor, de la luz, de la sabiduría, limitado en un rayo que a través de la conciencia toca al espíritu y la mente del hombre para enseñarle a transmitir mi pensamiento. 34. Algunos me dicen en su corazón: Señor, ¿Cómo pudisteis descender así hasta nuestro corazón? ¡Ah hijos míos! ¿No habéis visto alguna vez a una madre descender al sórdido suburbio donde algún hijo suyo gime y le implora, perdido en el cieno o en la miseria? 35. Sólo esas madres podrían deciros cómo sintieron que los latidos del corazón del hijo les llamaba, implorando su presencia y su ternura, confiando en que alcanzarían su perdón. 36. Y Yo que soy aquel en quien se resumen todos los amores, en quien está el amor de todos los padres y de todas las madres: ¿Podría permanecer insensible al llamado de vuestro espíritu? ¿Dejaría de acudir al sitio, sea el que fuere, en donde uno de mis hijos se encontrara perdido y me llamara? ¡Cuán poco es lo que sabéis de Mí, a pesar de que os he manifestado mi amor en tantas y tan infinitas formas! 37. ¿No recordáis en cuantas ocasiones manifesté mi amor, no sólo en los que en Mí creyeron, sino también en aquél que me traicionó y en quienes me persiguieron y juzgaron? Ahora me podéis preguntar cuál fue la causa que me movió para permitir todos aquellos escarnios y Yo os contesto: Era menester que les dejara completa libertad de pensamiento y de obras, para que hubiera ocasiones propicias para manifestarme y que todos palparán la misericordia y amor con que vine a doctrinar al mundo. 38. Yo no moví el corazón de Judas para que me traicionara, él sirvió de instrumento a un mal pensamiento cuando su corazón se llenó de tinieblas; y ante la infidelidad de aquel discípulo, le manifesté mi perdón. 39. No hubiere sido preciso que uno de los míos me traicionara para daros aquella muestra de humildad, el Maestro la hubiera demostrado en cualquier ocasión que los hombres le hubiesen presentado. A aquél discípulo le correspondió ser el instrumento por el cual el Maestro mostró al mundo su divina humildad y aunque habéis pensado que la flaqueza de aquel hombre fue la que ocasionó la muerte de Jesús, Yo os digo que estáis en un error, porque Yo vine a darme todo a vosotros, y si no hubiese sido en esa forma, estad seguros de que hubiese sido en otra. Por lo tanto no tenéis derecho a maldecir o a juzgar a aquel que es vuestro hermano, al que en un instante de ofuscación faltó al amor y a la fidelidad que debía a su Maestro. Si vosotros le culpáis de mi muerte, ¿Por qué no lo bendecís sabiendo que mi sangre fue derramada para la salvación de todos los hombres? Más os valdría orar para pedir que ninguno de vosotros caiga en tentación, porque la hipocresía de los escribas y fariseos aún existe en el mundo. 40. A vosotros os corresponde estar orando y velando para ser siempre instrumentos de la luz y no servir nunca a las tinieblas; Yo tendré siempre ocasión de manifestar a esta humanidad incrédula y materialista, la verdad de cuanto he venido a revelarle. 41. Al igual que ayer, ahora, dejo al hombre la libertad de su libre albedrío, para que pueda hacer uso del don de su voluntad y sepa venir a Mí por sí mismo. 42. Os he hecho libres, no para el mal, libres como el correr de las aguas, como el crecer de las plantas, como el cantar de las aves. 43. No incité en aquel tiempo a los hombres a que me llamaran o buscaran, ni opuse resistencia cuando me rechazaron; dejé que hicieran su voluntad, para después hacer la mía por sobre todo lo creado. Con esto quiero deciros que os dejaré llegar a Mí, haciendo uso de vuestra voluntad, porque cuando se trata de forzar en otro sentido a esa maravillosa fuerza que mueve a la humanidad, no se alcanza perfección; por lo tanto haced que vuestra voluntad sea la mía y llegaréis al final del camino, que es mi corazón de Padre. 44. Yo os llamaré como siempre he estado haciéndolo, sin cansarme nunca, y mi voz repetirá día tras día: “Venid a Mí”. Más para que oigáis mi llamado, limpiad vuestro corazón, para que las fuerzas maléficas, contrarias a la virtud, a la pureza y al bien, encuentren afinidad en vosotros y aunque no vengan a tentaros, no os hagan caer. 45. Mi Reino tiene abiertas sus puertas, por ellas se escapan raudales de luz, llegando su claridad hasta este mundo en busca de corazones, entendimientos y espíritus, para posarse sobre ellos. 46. De todo os prevengo porque ya os he dicho que habrá lucha y que mi Doctrina será combatida en muchas formas. Muchos serán los que lucharán por hacerla desaparecer de la Tierra, más para que mi Doctrina desaparezca, antes tendrá que desaparecer el último de los espíritus, o sea el último de los hombres de este mundo. 47. No temáis si os llamasen blasfemos cuando digáis que quien os habló en espíritu fue el mismo Cristo; también en el Segundo Tiempo cuando Jesús dijo ser el hijo de Dios, los hombres se escandalizaron. Yo perdonaré su incredulidad y dejaré que me nombren como mejor les plazca. 48. Muchos negarán que Yo os haya hablado por boca de hombres pecadores, más entonces les diré: No os fijéis en el vaso, apreciad el contenido y luego derramaré la blancura de mi enseñanza sobre el corazón de mis negadores. Ellos me reconocerán, porque tengo una señal para llamar a mis ovejas, y éstas conocen la voz de su pastor. 49. Vendrán a probarme, queriendo demostraros que estáis en un error; si no les doy mi nombre dirán que no soy Yo, y si contesto a sus malas intencionadas preguntas, con más ahínco me negarán. 50. Entonces les diré: el que quiera penetrar al reino de la Luz, tendrá que buscarlo con el corazón. Mas aquel que quiera vivir negándome, será a su propio espíritu a quien le ha negado el divino saber, haciendo que todo lo que es revelación clara y luminosa, sea para él secreto y misterio. 51. Os doy mi paz, no aquella que el mundo promete, porque esa no es verdadera, sino la que Yo os hago sentir: Llevad mi paz porque el camino que pisáis está sembrado de espinos, lo sé; en un océano de amargura navega la humanidad. El pecado se ha desatado y no tenéis fuerzas para luchar en contra de todas estas calamidades, para eso he venido, para daros fortaleza y haceros salir de este caos. Cuando habéis perdido el camino y sentís intranquilidad, os preguntáis en medio de vuestra confusión si ese será mi camino y Yo os contesto, que Yo siempre os estoy señalando el camino recto. 52. Algún corazón incrédulo me pregunta en este día: ¿Sois vos, Maestro, el que habla? Y Yo le Contesto: Soy Yo en Espíritu y en verdad que me presento con humildad al alcance de vuestro entendimiento, para que me reconozcáis y os dejéis iluminar por esta luz para que ella os limpie y prepare vuestro corazón, lo reanime y le señale la vida espiritual que le espera. 53. Ahora en este tiempo el libro de mi enseñanza, quiero que permanezca abierto ante vuestro corazón y que seáis incansables repasando sus lecciones. Vengo a instruiros, porque es la hora señalada por mi amor, en la que he de haceros dueños de la sabiduría que os pertenece. 54. De Mí brotasteis limpios y a través de los tiempos habéis manchado vuestro espíritu y después de purificaciones y trabajos, venís a Mí y Yo os devuelvo el valor y la gracia que habéis perdido. Os estoy marcando con un sello de luz, para que seáis reconocidos por vuestros hermanos. Os he llamado discípulos y quiero que imitéis a aquellos del Segundo Tiempo. ¿No estáis conformes con que os haya escogido? Me decís en silencio: Hágase tu voluntad. Todavía no puedo dejaros en mi lugar, aun no estáis preparados para enseñar. ¿Que podría entregar un portavoz aun teniendo el don de la palabra, si mi rayo no lo estuviese iluminando? Todavía son torpes y sólo están preparados para recibir mi inspiración y transmitirla, más su corazón no es aún fuente de caridad y amor porque son pequeños. Bienaventurados los que al oír mi palabra han sentido fe y sin haberles concedido grandes pruebas me presentan su agradecimiento. 55. Nadie ha venido por casualidad. Yo os he traído; más si habéis conversado conmigo, estáis en el deber de reconocerme y amarme. Varones y mujeres que hasta hoy habéis vivido en lujosas mansiones: ¿Queréis seguirme? ¿No sabéis que estáis señalados como mis escogidos y que quiero que sirváis en mi Obra? Si habéis amado mucho al mundo, hoy amaréis la vida espiritual, serviréis a vuestros hermanos y en esto fincaréis vuestro gozo; más si por causa de este cumplimiento espiritual vuestros parientes y amigos os desconocen, no sintáis dolor, sed fuertes e imitadme. 56. Cuando habité entre vosotros en el Segundo Tiempo, encontré a mis hijos ensoberbecidos por su ciencia y su poder; quise hacer llegar mi palabra a su corazón y encontré en ellos indiferencia para los dones del espíritu, mas no por eso me aparté de su camino; para ayudarles a convertir su duro corazón, preparé pruebas que lo iluminaran. 57. En una ocasión llegó un varón de aquellos que habían oído mi palabra sin darle crédito; iba lleno de angustia, con la desesperación reflejada en el rostro, porque no encontraba los medios para devolver la salud a su esposa que agonizaba. Se acercó a Mí, vencido por el dolor, después de haber recurrido inútilmente a su ciencia, sin encontrar remedio al mal que estaba terminando con la vida de su compañera y dijo: ¿Eres Tú el que sanas? Y le contesté: ¿Qué es lo que deseas, buen hombre? Entonces él habló implorando el alivio de su esposa. Yo le dije: ¿Acaso mi ciencia es inútil y no vale el poder que me reviste? Y yendo en seguimiento suyo, llegué hasta el lecho de la moribunda y toque su frente. El esposo miraba incrédulo, mientras ella recobraba la salud. La mujer se levantó y fue sana y llena de reconocimiento, lloró de alegría y arrodillándose me dijo: Maestro, Tú eres el Divino Doctor, nuestro Dios. ¿Por qué haciendo estos prodigios, no te reconocen y te siguen? Espera mujer, le contesté, es menester que Yo me vaya de entre vosotros, para ser comprendido, más los que han de conocer ahora mi verdad; están escogidos. 58. Y así será en el Tercer Tiempo. Muchos que han palpado mis manifestaciones y prodigios, no han creído, más pasarán los tiempos y los acontecimientos que vendrán, hablarán y darán testimonio de todas estas maravillas, y aun así pedirán nuevas pruebas. Otros me han seguido desde el primer instante y están conmigo, éstos son los que viven más para su espíritu que para su materia y no han esperado que Yo deje de hablar para saber quién les ha doctrinado. 59. Si vosotros, mis discípulos, os levantáis con un poco de fe, trabajando por la humanidad, haréis prodigios, porque Yo os tomaré para dar pruebas según mi voluntad, a aquellos que las soliciten. 60. Llegado el tiempo no habrá libros en las manos de mis escogidos, porque su fe y sus buenas obras los llevarán a cumplir su destino. 61. Todo el que quiera seguirme, no tema al juicio de sus hermanos. Muchos temerosos me dicen: ¿Cómo podré seguirte? Si mis padres, mis parientes, mis amigos, saben que oigo esta palabra, me desconocerán, me arrojarán de su seno. El Maestro habla a esos corazones y les dice: No todos los que están conmigo, están en paz con los suyos; por seguirme han vivido un calvario. Y Yo pregunto a los que les han dado tormento: ¿Qué mal han hecho estas criaturas? ¿Por qué les habéis hecho llorar? 62. Va a llegar un tiempo de mayor justicia y rigor, para entonces quiero que hayáis sembrado bondad y obras de verdad en vuestros semejantes, para que recojáis sus frutos. No esperéis que el mundo pague vuestras obras de caridad, dejad que Yo premie con mi bendición vuestro amor por la humanidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 91 1. Vosotros que venís en busca del alimento espiritual, acercaos y si estáis cansados, deteneos bajo la sombra de este árbol para que os confortéis. Si estáis tristes, oíd el trino del ruiseñor que canta entre el follaje del árbol y, escuchándole, sentiréis un dulce consuelo en vuestro corazón. 2. Si la incredulidad hace presa de alguno de vosotros, no se lo reprocharé, ni juzgaré la ideología o credo que me presente en el fondo de su corazón. 3. Mi voz llega hasta vuestro espíritu para deciros que sigáis adelante, caminando con fe a través del extenso desierto de la vida, alentados siempre por la divina promesa de alcanzar la verdadera Tierra Prometida que es el Reino Espiritual. 4. Oíd y grabad mi palabra en vuestro corazón, para que su recuerdo sea imborrable. Yo os aseguro que llegada la hora marcada por Mí para que cese de escucharse mi voz bajo esta forma, será la última lección que os dé por medio del portavoz, por lo cual deberéis guardarla como el más preciado tesoro del espíritu. Cuando suene aquella hora solemne para el Maestro y para los discípulos, vuestro espíritu preparado, permanecerá quieto, absorto en la meditación y en la oración, porque será en aquellos instantes, cuando comprenda la forma en que más tarde habrá de recibir las inspiraciones espirituales. 5. Quiero que antes de que cese esta comunicación bajo la forma en que me he manifestado a vosotros en este tiempo, comprendáis su sentido profundo y su forma exterior, para que mañana sepáis explicarla a quienes no me escucharon. Vuestro testimonio será tenido por verdadero, si lo confirmáis con vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. 6. Preparaos, para que al explicar mis manifestaciones, digáis que no fue preciso que mi Espíritu descendiese en toda su plenitud sobre el entendimiento del portavoz porque es infinito, bastó un rayo de mi luz para inspirar su mente. Tampoco os olvidaréis de decir que mis portavoces tuvieron el don del desprendimiento espiritual en los instantes de mi comunicación, don que les permitió convertirse en instrumentos e intérpretes de mi palabra. 7. Esta ha sido, explicada en breves y sencillas palabras, la forma que mis portavoces han entregado en este tiempo mi mensaje espiritual a la humanidad. 8. Mas, para que no vayáis a caer en fanatismo, aferrados a la creencia de que sólo por el conducto de los portavoces he hablado a los hombres de este tiempo, quiero que sepáis que toda criatura humana que posea la misión de guiar multitudes, pueblos o naciones, es un medio del que me sirvo para hablar a la humanidad. 9. Mi amor está por sobre las diferencias de religiones, de doctrinas, de idiomas y civilizaciones, bastándome encontrar preparación en el que vaya a dirigir un mensaje a sus hermanos, para que mi caridad lo utilice como medio para dar a conocer mi verdad por su conducto. 10. Cuando de los labios de un orador escuchéis palabras que contengan profundo sentido o que hagan estremecer las fibras recónditas de sus oyentes, ahí tendréis la prueba de que hubo preparación y buena disposición por parte del que habló; pero sobre todo, tendréis la prueba de que fue inspirado por Mí. Por el contrario, cuando les oigáis hablar palabras que encierren falsedad, por muy brillantes o floridas que sean en su forma, estad seguros de que allí no hubo preparación espiritual ni vibró mi inspiración. 11. Estoy terminando de entregaros este mensaje que a su tiempo llevará el despertar espiritual a las naciones, enseñando a los hombres a distinguir lo espiritual de lo simplemente humano, y a separar lo límpido, lo elevado, lo puro y luminoso, de todo lo que sólo encierre imperfección, impureza o mentira. 12. En todos los tiempos, mi amor de Maestro, ha estado pendiente de la lección que los hombres necesitan y he llegado siempre a ellos para hablarles de acuerdo con su elevación de espíritu y su evolución mental. 13. He venido a vosotros porque he visto que la palabra humana y las doctrinas que habéis creado, no calman la sed ardiente de vuestro espíritu; sed de luz; sed de verdad, de eternidad y amor. Por ello me he presentado ante vosotros, sirviéndome de hombres humildes, ignorantes y rudos de entendimiento, haciéndolos penetrar en el éxtasis de la mente y del espíritu, para que de sus bocas brotase el mensaje del Tercer Tiempo. Ellos, para ser dignos de recibir y transmitir mis divinos pensamientos, tuvieron que luchar contra la materialidad y las tentaciones del mundo. Así renunciando a la propia personalidad y castigando su vanidad, han hecho una entrega total de su ser en los momentos de prestar su entendimiento a la inspiración divina, permitiendo que de sus labios brote una palabra llena de sabiduría, de ternura, de justicia, de bálsamo y de paz. 14. Siempre habrá quienes no acierten a comprender como es que, sin descender mi Espíritu hasta estos cerebros y tan sólo iluminándolos un rayo de mi luz, puedan expresar tanto saber en la palabra y derramar tanta esencia sobre el espíritu de las multitudes, a los cual Yo os digo que tampoco el Astro Rey, como llamáis al sol, precisa de llegar hasta la Tierra para iluminarla, bastándole la luz que desde distancia envía a vuestro planeta para bañarlo de claridad, de calor y de vida. 15. Así, el Espíritu del Padre, como un sol de infinito poder, todo lo ilumina y vivifica por medio de la luz que envía sobre todas las criaturas, lo mismo espirituales que materiales. 16. Comprended entonces que donde está mi luz, ahí está presente mi Espíritu. 17. Conservad estas explicaciones, porque mañana seréis vosotros los que tendréis que emplear estos ejemplos, para hacer comprender a vuestros hermanos la forma de mi comunicación a través del entendimiento del hombre. 18. De esa manera entenderán con facilidad cómo mi Espíritu sin descender en plenitud sobre uno de estos cerebros, hace sentir su presencia a través de la vibración espiritual que envío sobre mis portavoces. 19. Es mi caridad la que llega en este tiempo hasta vosotros, transformándose en palabra humana al tocar la mente del portavoz. 20. Abrid las puertas del templo que lleváis en lo íntimo de vuestro ser y mirad lo invisible; gozad contemplando cómo lo espiritual, que sentíais tan distante, lo he puesto a vuestro alcance. 21. ¡Oh pueblo, formado por multitudes de discípulos de esta Doctrina espiritual, cuánto os recreáis en las páginas del libro de mi sabiduría, sin llegar jamás al final! 22. Precisamente es la sabiduría el don y la mayor heredad del espíritu, lo que constituye su gloria y su felicidad eternas. 23. Así como para vuestra mente humana formé un mundo de inagotables enseñanzas, para vuestro espíritu hice un Cielo de eterna e infinita sabiduría. 24. Ante vuestra mirada se presenta una nueva jornada del camino que habréis de recorrer, y os dejo en abundancia mis lecciones, para que penetréis con paso firme en este camino que habrá de conduciros hasta la eternidad. 25. Bien sé que no todos los hombres van a reconocer al mismo tiempo la verdad de este mensaje, porque mientras unos creerán que están a tiempo de recibirme, otros pondrán en duda mi mensaje cuando conozcan la forma en que fue recibido. Ellos dirán que para ser verdad, es demasiado maravilloso que el Espíritu Divino se haya podido comunicar a través del entendimiento humano, a lo cual les preguntaréis si no les parece que también fue maravilloso que el Verbo de Dios se hiciese hombre en Jesús, hecho que siempre han tenido como una suprema verdad. 26. Veréis cuando ellos mediten, comprenderán que al hacerme hombre en el Segundo Tiempo, os di la mayor prueba de mi amor por vosotros, y que al comunicarme ahora por medio del entendimiento humano, ha sido para encaminaros a la comunicación de espíritu a Espíritu, que será la forma perfecta de relacionarse los hijos con su Padre Celestial. 27. Os habla el Verbo, el mismo que habló en Jesús en el Segundo Tiempo, porque el Verbo de Dios es eterno y omnipotente. Lo mismo os habló por labios de Jesús, que lo hizo por boca de profetas y de apóstoles, como también os habla ahora por el conducto de estos portavoces, y como lo hará directamente con vuestro espíritu cuando hayáis penetrado en el tiempo de la elevación. 28. Cristo, el Verbo de Dios, fue el que habló por boca de Jesús, el hombre limpio y puro. 29. Jesús el hombre, nació, vivió y murió, mas, por lo que toca a Cristo, El no nació, ni creció en el mundo, ni murió; porque Él es la Voz del amor, el Espíritu del amor, la palabra divina, la expresión de la sabiduría del Creador, que ha estado siempre con el Padre. 30. Cuando Cristo habló en Jesús, su voz se oía en todas partes, porque era el Verbo eterno el que hablaba, la voz de vuestro Padre. Todo esto debéis analizarlo y meditarlo, para que siempre que penséis en Cristo, o simplemente mencionéis su nombre, lo hagáis pensando en vuestro Padre Celestial, más nunca como si se tratase de otro ser distinto a mi Espíritu. 31. Mi palabra revelada en este tiempo, semejante a una espada, destruirá toda la falsedad con que los hombres han tratado de ocultar la verdad, mas también será barca salvadora para todos los náufragos que angustiosamente buscan la luz de la espiritualidad. 32. Discípulos: Cristo es la suprema manifestación del Amor Divino, esa luz que es la vida en las regiones del espíritu; la luz que rasga las tinieblas y descubre la verdad ante toda mirada espiritual, la que destruye los misterios, abre la puerta y muestra el camino hacia la sabiduría, la eternidad y la perfección de los espíritus. 33. En el Segundo Tiempo, Cristo, el mismo que os está hablando en este instante, se hizo hombre y habitó en la Tierra; mas ahora lo tenéis en Espíritu, cumpliendo así una promesa hecha por El a la humanidad, la de venir en un nuevo tiempo a traeros el supremo consuelo y la luz de la verdad, esclareciendo y explicando todo cuanto a los hombres les había sido revelado. 34. En lo divino, mirad un sólo Espíritu que se ha mostrado ante vosotros a través de fases diferentes, pero siempre manifestando su justicia, poder y perfección. 35. Jamás intentéis encerrar dentro de los límites de vuestra humana inteligencia, las luces que sólo están reservadas al espíritu, porque entonces veríais delante de vosotros un Dios empequeñecido y despojado de perfección. 36. Bien está que me concibáis como el Supremo Amor, como el Absoluto, como el Creador, como el Omnipotente; pero comprended que debéis buscar la inspiración espiritual para encontrar expresiones más profundas al hablar de vuestro Señor. En verdad os digo que mi poder, mi sabiduría y amor, sobrepasan todo cuanto la mente humana pueda imaginar, porque todo ello está más allá de lo que conocéis y de lo que habréis de conocer. 37. Vengo preparando el futuro de vuestros espíritus, por eso la paja está siendo quemada en el fuego de la justicia divina, no habiendo para vosotros, sino dos caminos: uno, el de la espiritualidad, el otro, el de la purificación. 38. En este tiempo, el que no esté dispuesto a renovarse tendrá que conocer las mayores amarguras y ser levantado de la Tierra, perdiendo con ello la preciosa oportunidad de expiar sus faltas y reconciliarse con la Ley, con la verdad y la vida. 39. En cambio, quienes pasen de esta vida material a la mansión espiritual, con la paz y la satisfacción que dan el deber cumplido, se sentirán iluminados por mi luz, y si son de los que tengan que reencarnar nuevamente, Yo les prepararé antes de retornar a la vida humana, para que resuciten a ella limpios, más espiritualizados y con mayor sabiduría. 40. Ya no seréis ligeros para olvidar vuestras promesas de permanecer en el camino del bien, llevaréis presente el recuerdo de ese pacto espiritual que habéis hecho conmigo, sin apartaros del buen sendero a pesar de las pruebas y de las tentaciones que encontréis a vuestro paso. 41. El que quiera seguirme, tome su cruz y venga tras de mi huella. Estoy esperando a los hombres de buena voluntad que anhelen la paz, la salvación y el bienestar de sus semejantes. Tomaré bajo mi manto de amor a los que me busquen con ese noble ideal y les enviaré por todos los caminos del mundo a convertir mis pensamientos en palabras y mis palabras en obras, expresando en esa forma mi Doctrina a través de ellos. Unos, tendrán palabra sencilla, en otros florecerá el verbo y llevarán en sus labios una cascada de agua espiritual para calmar la sed de verdad de los hombres. 42. No temeréis hablar cuando os encontréis en las filas de mis emisarios y apóstoles, ni daréis albergue al pensamiento de que este mensaje no va a ser comprendido por la humanidad. 43. Vengo a iluminar vuestro espíritu, a libertaros del materialismo, a enseñaros el camino de la felicidad verdadera, esa es la buena nueva que llevaréis por todos los senderos. 44. Disponeos a la lucha todos los de buena voluntad, para que lleguéis oportunamente ante vuestros hermanos. De esa oportunidad os doy el ejemplo, llegando en el instante preciso en que necesitáis de Mí. ¿Sería justo que el Redentor, viendo a la humanidad hundirse, llegase después de tiempo? 45. Oídme, pueblo, y penetrad al fondo de esta palabra, reconociendo que habéis aprovechado poco, porque habéis creído poco y la duda ha penetrado muchas veces en vuestro corazón. Sin embargo, tiempo vendrá en que los hombres de poca fe, verán madurar el fruto que he sembrado, y por todo el mundo surgirán iniciados en la espiritualidad. 46. Entonces oiréis mi voz que les dice: Discípulos amados, vamos a sembrar amor por el mundo, Yo haré llegar mi semilla a los corazones a través de vuestras obras; sembrad con ejemplos y pronto veréis fructificar mi Doctrina. 47. Así como Juan, el precursor de mí venida en el Segundo tiempo, decía a las multitudes: Jerusalén, Jerusalén, prepárate para conocer a tu Rey, vosotros, mis nuevos precursores, diréis al mundo: Preparaos para recibir en vuestro espíritu la presencia del Espíritu Divino, quien viene a haceros sentir la gloria de su Reino. A veces decís: ¡Quién fuese teólogo para penetrar al Fondo de esta sabiduría que nos revela el Señor! ¡Quien fuera científico para comprender las maravillas que la vida encierra! A lo cual Yo os contesto, que si aprendieseis esas ciencias, no entenderíais mi revelación. 48. He dispuesto vuestro entendimiento de tal manera, que dentro de su humildad pueda comprenderme, porque así, despejado y libre de toda influencia ajena a mi Doctrina, puede con más facilidad penetrar en mis enseñanzas. Yo os confiaré un libro, en el cual vuestro espíritu aprenda a leer y llegue a conocer la sabiduría espiritual. Es en vano que busquéis esa sabiduría en los libros de la Tierra, porque la simiente que contienen los libros de los humanos, ya no germinaría en vosotros. Vuestra misión es distinta a la de los que vienen a la Tierra a escudriñar los misterios de la Naturaleza; vosotros sois aquel pueblo cuyo destino es el de llevar al mundo la luz del espíritu. 49. ¿No habéis oído hablar de los SIETE SELLOS? para que podáis comprender, imaginad un libro formado por siete capítulos, un libro que encierra el conocimiento de la vida y de la sabiduría espiritual, el cual ha sido abierto delante de la humanidad. Seis de estos siete sellos han sido desatados, por lo que os encontráis ante el Sexto Sello recibiendo de él su luz y sus revelaciones. 50. Bienaventurado el que penetre con amor, humildad y respeto a la comprensión de este símbolo de mi sabiduría, porque en su entendimiento se hará la claridad. Es el Libro de los Siete Sellos como un santuario, donde vuestro espíritu encontrará la escala que conduce a la mansión de la paz y de la perfección. Es el libro de mi sabiduría entregado a los hombres en siete etapas. 51. El idioma en que está escrito ese libro, es divino, porque ha sido el espíritu de vuestro Eterno Padre quien lo escribió para sus hijos. Mi Verbo os lo ha traducido al lenguaje humano, para que el hombre pudiese conocerlo y vivirlo desde sus primeras páginas. 52. Os estoy iniciando en el estudio de esta revelación, mañana, cuando el portavoz calle, empezará a prepararse vuestro espíritu para recibir directamente del Padre la continuación de sus divinas lecciones. 53. Es mi voluntad que cuando el Séptimo Sello sea desatado, la comunicación de espíritu a Espíritu sea practicada por la humanidad, para que esté en comunión con su Señor. 54. Meditad en estas lecciones, discípulos, y presentiréis la grandeza de esta revelación. 55. Bienvenido sea el pueblo que viene a recibir a su Señor. Bienvenido sea porque ha sabido comprender que está en el tiempo del cumplimiento de las profecías y de las promesas que en otro tiempo hice a la humanidad. 56. Mi nueva manifestación ha sorprendido sin paz al mundo; hoy las naciones se destruyen sin querer entender que todos sois hermanos. 57. Los cristianos fervientes de aquellos tiempos, cuando supieron que su Señor habría de volver al mundo en un tiempo de guerras y de odios, no acertaban a comprender cómo después de ir de boca en boca y de corazón en corazón aquella sublime Doctrina, no pudieran llegar los hombres a amarse los unos a los otros. 58. ¡Ah, sí ellos hubiesen sabido que los pueblos que eran cristianos se iban a levantar unos contra otros para destruirse entre sí; y que el corazón de los hombres habría de convertirse en una inmensa tumba donde serían enterradas todas las virtudes que mi doctrina les enseñó!. Es la humanidad como un espíritu al cual rodean tinieblas, podredumbre y soledad, como el muerto dentro de su sepulcro; pero viene mi voz a despertar en su tumba a ese muerto a la verdad, al amor, a la luz. Mi voz, resonando en su espíritu, le está diciendo: no durmáis, éste es el tercer día, en el que debéis resucitar, el Tercer Tiempo destinado al espíritu para su restitución y elevación, con lo cual dejará toda deuda saldada y concluida su misión sobre la Tierra. 59. He visto que vuestras religiones no tiene la fuerza necesaria para contener tanta maldad ni bastante luz para iluminar vuestra razón, y es que se han alejado de la esencia de mi Doctrina, que ante todo es para el espíritu. 60. Para muchos hombres, Jesús es el personaje de una hermosa y antigua leyenda; cuyos ejemplos no pueden imitarse y ser llevados a la práctica en estos tiempos de materialismo; a lo que Yo os digo; que la palabra y las obras de Jesús no han pasado ni pasarán jamás, porque no pertenecen a una época ni a una nación, ya que la esencia de su Obra en el mundo fue el amor y la humildad, y sus enseñanzas, las que necesita la humanidad para su adelanto espiritual. 61. Cuando los muertos al amor resuciten a la vida verdadera, veréis surgir de nuevo mi nombre y mi palabra en el mundo y oiréis a muchos labios decir: ¡Cristo ha resucitado de entre los muertos! más entonces, Yo les diré que siempre he estado presente y que nunca he muerto, siendo el alejamiento espiritual de la humanidad lo que no le permitía sentirme. 62. Discípulos: Hoy encuentro fatiga en vuestro cuerpo e inquietud en vuestro espíritu; es que os hieren vuestros hermanos porque habéis abrazado esta cruz. Pero buscáis mi palabra y en ella encontráis la paz y el consuelo. 63. En el Primer Tiempo, el pueblo oró en el desierto para que le fuese enviado el maná, hoy eleváis vuestro espíritu para escuchar la voz del Señor, que es sustento y vida eterna. 64. Muchas veces habéis deseado que esta palabra fuese escuchada en todo el mundo, a lo que el Maestro os dice: Sólo una corta porción me escuchará a través del entendimiento humano, más después todos recibirán este mensaje. Mi luz está derramada en todo espíritu y en toda carne, o lo que es lo mismo, está preparada la Tierra para que en ella penetre la semilla y fructifique. 65. Sólo quienes permanecen empedernidos en el pecado no sentirán mi presencia, mas Yo haré comprender al mundo que vine por todos y que a todos me mostraré. 66. La luz de un nuevo día ha surgido en el horizonte y un libro se ha abierto ante vuestros ojos. Mi Doctrina espiritual luchará para disipar las sombras, y al final su verdad se impondrá. 67. No seréis pregoneros de los dones que os he confiado, ni de la gracia que habéis tenido al escucharme, vuestras obras habrán de ser las que hablen testificando las lecciones de amor que habéis recibido. 68. Los hombres os someterán a prueba, mas entonces os confiaréis a mi voluntad llenos de fe y Yo os haré salir avante. 69. Ante vosotros llevarán al enfermo incurable para que lo sanéis, os llamarán ante el moribundo para que lo volváis a la vida y os presentarán al que ha perdido la razón o al poseído, para que le deis la luz a su espíritu y la libertad a su entendimiento. 70. No temáis a las pruebas, poned fe en ellas, sed humildes ante vuestros hermanos y lo demás Yo lo haré. Mostraré a los hombres que en verdad os he dado potestad, ellos quedarán asombrados y muchos se convertirán, mas quienes pensaban haceros daño, se sentirán vencidos por vuestra caridad. 71. El tiempo de la lucha y de la verdadera espiritualidad ha llegado. De los templos, iglesias y sinagogas, saldrán aquellos que, entregados a cultos externos, despierten de su sueño y busquen las tierras del Señor, en donde está el trabajo, la siembra y la lucha. 72. Despojaos del excesivo amor a vuestro cuerpo y tened caridad de vuestro espíritu, ayudándole a que se purifique y se eleve; cuando lo hayáis logrado, veréis cuán fuertes seréis de espíritu y cuerpo. 73. Pensad que si el espíritu se encuentra enfermo, ¿Cómo podrá haber paz en el corazón? y si en el espíritu existen remordimientos, ¿Podría disfrutar de la paz? 74. Preparaos, porque de cierto os digo que ya son muchos los que esperan al Espíritu Santo, las escrituras y las profecías son escudriñadas y estudiadas por los hombres, y en ellas encuentran que los acontecimientos de este tiempo son indicios de que las señales que Yo di para mi venida, se están cumpliendo. Sin embargo, aún duerme la mayor parte de la humanidad; si todos los pueblos me estuviesen esperando y hubiesen interpretado bien las profecías, ya se habrían levantado en pos de la estrella que les revelara la comunicación de espíritu a Espíritu. 75. Vosotros que escucháis mi palabra, habéis sido jueces de éstos por quienes me comunico, mas al que ha sido más severo e injusto, le he llamado y le he entregado el mismo don para que al encontrarse también delante de jueces e increyentes, se diese cuenta de la delicada y grave misión que pesa sobre un portavoz. 76. Adelantad, discípulos, no esperéis que vengan los postreros a enseñaros lo que es fe, obediencia y celo en mi Obra, porque vosotros estáis obligados a esperarles con las puertas abiertas, la casa preparada y la mesa servida. 77. Yo recibo a todos los que vienen en pos de mi palabra, lo mismo a los que se preparan desde hora temprana, alejando su espíritu de lo superfluo, que a los que vienen a oírme tan sólo por costumbre, ¿Quién creéis que aproveche mejor mi enseñanza? ¿Quienes creéis que serán los fuertes cuando llegue la hora de mi partida, aquella en que deje de comunicarme con vosotros por este medio? Es natural que sean los que se preparan verdaderamente para recibir mis lecciones. Entonces, escuchándome con el espíritu, despejando vuestra mente y enterneciendo el corazón, así sentiréis cómo mi palabra penetra hasta lo más profundo de vuestro ser y os llena de nobles sentimientos. 78. Hay quienes encontrándose distantes de esta palabra, están más cerca de mi presencia que muchos que ocupan un lugar cerca de esta manifestación, y es que la cátedra del Maestro desciende al espíritu y no a la materia. ¡Ah espíritus contaminados con las pasiones del mundo, si supieseis que en los momentos que estáis escuchando esta palabra, os estoy ofreciendo en ella una barca para que os salvéis y una red para que rescatéis a vuestros hermanos que están en peligro! 79. Ya estoy entre vosotros como os lo había anunciado, ya he llegado y no habrá día en que no os dé muestras de mi presencia y de mi justicia, en múltiples formas. 80. El tiempo en que los hombres han tomado el libre albedrío para emplearlo en placeres, bajas pasiones, odios y venganzas, está llegando a su fin. Mi justicia está cerrando las veredas del pecado y abriendo, en cambio, la senda de la reconciliación y de la regeneración, para que puedan encontrar el camino de la paz que en vano han buscado por otros medios. 81. Hermanos os llamáis unos a otros, sin embargo ¡Sólo en escasas ocasiones habéis sabido serlo! Es por eso que os he dicho en este día, que os preparéis a recibir mi palabra, porque en ella escucharéis mi voz tierna y amorosa que os hará sentiros verdaderos hermanos en Dios. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 92 1. Para vosotros es día de fiesta aquel en que escucháis mi palabra. Los que tenéis fe os recreáis, y los que tenéis dudas os atormentáis, porque quisierais verme en cuanto hombre, para tener absoluta certeza de mi presencia. 2. No temáis, os dice el Maestro porque aun sin verme ni tocarme, llegaréis a creer. Mi palabra, a la vez que persuade, sensibiliza todas las fibras espirituales de vuestro ser y llegaréis a sentir las manifestaciones espirituales junto a vosotros, cuando la paz llama a vuestras puertas o el amor se acerca a vuestro corazón, cuando la muerte ronda o la tentación acecha. La mejor herencia que os dejaré será esta Doctrina porque aquel que sepa interpretarla y practicarla como ella requiere, alcanzará la suprema paz del espíritu; mas quien la altere en la interpretación o en la práctica, llorará con gran amargura; pero estos no me podrán culpar a Mi porque su conciencia les dirá que ese dolor es la prueba de que han estado fuera de la Ley. 3. También en la Tierra os heredan vuestros padres con enseñanzas y consejos y aquellos que los obedecen y respetan, invariablemente recogen buenos frutos en el camino de su vida. Más los que desoyen y olvidan sus palabras, dando más valor a los bienes materiales que reciben como parte de su herencia que a las lecciones de amor que recibieron, están expuestos a la caída y a las vicisitudes. Preguntaos: ¿Será justo que esos hijos que han faltado, cuando sienten los rigores y sufrimientos que son consecuencia de su desobediencia, digan que es su Padre quien los ha castigado? No, hijos míos, son vuestras obras las que os traen siempre un premio o un castigo. 4. Discípulos amados: os estoy dando mi lección de amor. En medio de esta humildad en que se desarrollan mis manifestaciones, está mi santuario, ese templo espiritual donde no se celebran ritos, ni os deslumbra el falso esplendor de las liturgias; donde sólo oís una voz que a veces es dulce y consoladora, a veces profundamente sabia y en ocasiones severa y justiciera. 5. Esa es la razón por la que nunca os cansáis de escucharla y siempre os sentís subyugados por ella, porque aunque mis lecciones guarden semejanza exterior entre unas y otras, habéis llegado a descubrir que son diferentes en su sentido y os llevan progresivamente al conocimiento espiritual de mi verdad. 6. De diversos lugares de la Tierra venís a escucharme y os doy el nombre de representantes. Si sois un padre o una madre de familia, os recibo como representantes del hogar, si sois un hijo, os recibo en representación de la familia; a los que venís de una comarca, os tomo como representantes de ésta, y si llegáis de un País distante, os nombro representante de vuestra nación. Para Mí, todos sois mis hijos, mis discípulos amados a quienes enseño sin distinción alguna. 7. A los que dudan de mi palabra les digo que esperen, que guarden la duda en su corazón y cierren sus labios, en cambio, que abran sus oídos, su entendimiento y corazón, porque es tiempo de sorpresas y maravillas que sólo podrán presenciar y confirmar los que se encuentren preparados. 8. Ya se está librando la batalla final y es necesario que tengáis armas para combatir y escudo para defenderos; mas como este juicio no es como el mundo lo ha esperado, no se ha dado cuenta de que ya se encuentra dentro de él. Todo aquel que haya despertado, si tiene caridad de sus hermanos, dé la voz de alerta y testifique la buena nueva entre la humanidad. Veo entre este pueblo a muchos que pudiendo hablar para dar testimonio, callan, en cambio otros que sin haber comprendido mi enseñanza, son incansables hablando de ella sin conocer su sentido y trascendencia, y por esto caen muchas veces en prevaricación. A éstos les digo que antes estudien y se preparen para que no haya causa de que alguien se confunda o juzgue mal mi Obra. 9. También os advierto que no podrá decirse discípulo mío, aquel que tomare mi palabra como una espada para herir a su hermano, o como un cetro para humillarle. Así como aquel que se exaltare al hablar de esta Doctrina y perdiese la calma, porque no levantará ninguna simiente de fe. 10. Discípulo preparado será aquel que al verse atacado en su fe, en lo más sagrado de sus creencias, sepa permanecer sereno, porque será como un faro en medio de una tempestad. 11. Oídme incansablemente, para que vuestra fe se acreciente y dejéis satisfecho el anhelo de elevación de vuestro espíritu. 12. La lección que os di en el Segundo Tiempo, lección que muchos no han entendido y otros han olvidado, en este tiempo haré que sea comprendida por todos y que además se le dé cumplimiento mediante mis nuevas enseñanzas. 13. Vosotros, que habéis recibido estas revelaciones, sois los indicados para anunciar a la humanidad mi nueva manifestación a través del entendimiento humano ¿Quién queréis que dé testimonio, si no sois vosotros? Si esperáis que los príncipes o ministros de las religiones lleven a la humanidad esta buena nueva, estáis en un error; porque en verdad os digo que ellos, aunque me mirasen, no abrirían sus labios para decir a la humanidad: ¡He ahí a Cristo, id a Él! No. Discípulos, no serán ellos los que me anuncien ni los que abran nuevas sendas a los hombres de este tiempo. En cambio, mi palabra os prepara sin cesar, para que habléis fielmente de lo que visteis y oísteis de Mí, y sobre todo para que lo confirméis con vuestro culto y vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. 14. Dejad que mi palabra os llene de fortaleza, para que no seáis débiles en las pruebas, recordad que la senda de la virtud está a veces sembrada de espinas y tentaciones. 15. Comprended cuan delicada es esta Obra, discípulos amados, y todo lo que tenéis que analizar y velar para no caer en errores ni sembrar la división entre vuestros hermanos. 16. Guardad mi palabra y seréis fuertes, porque Yo vengo a edificar templos que resistan los más fuertes vendavales. 17. Nadie me diga que se siente fatigado para emprender esta jornada, porque no será el espíritu el que así hable, sino la materia. Yo os digo que os basta desprenderos un poco del mundo material en que vivís para que os sintáis libres de fardos fatigosos. El espíritu elevado no experimenta cansancio, es el cuerpo el que se fatiga en la lucha material. Esta misión espiritual, llevada con amor, no abruma ni cansa, en cambio sí aligera las penas de vuestra vida y fortalece el cuerpo y al espíritu. 18. Debo deciros, discípulos que el que siente amor por sus semejantes, no experimenta cansancio. ¿Creéis que si Yo no os amase como os amo, habría aceptado el juicio y el sacrificio a que me sometisteis en aquel tiempo? Pero mi amor hacia la humanidad dio fuerzas a Jesús y en él lleve a cabo mi obra redentora, Comprended que según sea vuestro amor por vuestros semejantes, así será la fuerza con que podréis soportar sus ofensas y el cansancio que vuestra misión os haga experimentar. 19. Orad, fortaleceos en el bien, para que borréis vuestras imperfecciones y os sintáis más dignos de mi amor cada día. 20. En esta hora bendita, mi rayo divino ha tocado la mente de mis portavoces en los diferentes recintos consagrados a esta comunicación, y esa luz se ha transformado en palabra de vida para el espíritu de mi pueblo. Esta manifestación es semejante a aquella en que el maná descendió sobre el pueblo hambriento y lo alimentó en los días de escasez en el desierto. Nadie tema encontrarse solo, porque habéis visto que en todos los tiempos os he dado pruebas de mi presencia. 21. ¿No sentís cómo mi caridad os va apartando poco a poco de todo lo que es superfluo y nocivo? Es que me place que os purifiquéis en el manantial de aguas puras que os ofrecen mis enseñanzas, para que limpios, seáis dignos de mis revelaciones. 22. Oíd discípulos: El tiempo anunciado, en el que mi Espíritu se derramaría sobre todo espíritu y sobre toda carne, en el que la humanidad tendría visiones espirituales y sueños simbólicos y proféticos, es éste. Observad cómo se hacen sentir los dones espirituales entre los hombres de diferentes pueblos. Mas entre todos existe uno, ignorado y humilde, en el que las manifestaciones espirituales se han hecho claras, precisas y justas. En él he venido a hacer oír mi voz de Maestro, revelándole la finalidad de esos dones, señalándole el camino certero para el desempeño de su misión. 23. Este es mi pueblo, sobre el que descenderán mis revelaciones, el sucesor de aquel pueblo antiguo que fue llamado Israel en los primeros tiempos y que ahora resurge en el mundo, llevando en su espíritu la misión de dar a conocer mi verdad a la humanidad. 24. Este pueblo oye mi voz en este tiempo y se alimenta de Mí, como sarmiento de la vid eterna, Cada uno de sus hijos deberá dar al mundo los frutos del árbol del cual tomaron vida. Mi palabra, como riego de aguas purísimas les fecundará y preparará a fin de que nunca reciban el riego de aguas contaminadas, porque entonces el sabor y la savia del fruto espiritual de este pueblo no sería ya el del árbol divino. 25. En estos tiempos de materialismo, mis lecciones de amor han sido olvidadas debido a las tinieblas que envuelven a la humanidad; mas Yo os digo que las busquéis en vuestro espíritu, de donde no podrán ser borradas, porque ahí permanecen latentes todos vuestros dones como una lámpara inextinguible que ilumina el sendero que debéis seguir hasta alcanzar el galardón que os tengo prometido. 26. He venido a reunir a mi Pueblo para derramar en él mi sabiduría. Solo Yo puedo descubrir a los que han de servirme. En tres eras he buscado discípulos para darles mi lección y prepararlos como emisarios míos; en cada una de esas eras me he manifestado en diferente forma y mi presencia ha sorprendido a los hombres, porque no han sabido prepararse para escucharme, aun sabiendo que es llegado el tiempo de que estos sucesos se verifiquen. Y cuando he estado frente a ellos, no me han reconocido, a pesar de que mi palabra les ha ofrecido la misma esencia, porque la finalidad de mis enseñanzas ha sido la misma en todos los tiempos. Yo os digo que cualquiera que sea la forma en que ante vosotros me manifieste, podréis reconocerme, ya que siempre os muestro mi amor. Las formas de que me he servido para hacerme presente ante la humanidad, no han sido un disfraz para ocultarme a sus miradas, sino un medio de limitarme para ser comprendido, para probar su fe y darle confianza en Mí. 27. Vosotros los que no estáis seguros de esta comunicación, callad hasta en tanto llegue a vosotros el convencimiento. 28. Muchas de vuestras dudas han nacido de que miráis en estos portavoces a seres imperfectos y eso os hace pensar si será posible que el Espíritu Divino os hable por este medio. Mas Yo os pregunto: ¿En dónde están los limpios de corazón y los justos para manifestarme en ellos? Yo no los encuentro en la Tierra, ni entre los ancianos, ni entre las doncellas, ni siquiera en los niños, menos entre los filósofos o en los hombres de ciencia, tampoco en los ministros de las diversas religiones. Entonces, he buscado entre los humildes a los que además de tener virgen la mente, poseen suficiente evolución espiritual y ellos me han servido con verdadero amor. 29. Si os hago oír mi palabra por conducto de labios humanos sin dejarme mirar, es para daros ocasión de hacer méritos y repetir aquella frase que os di en el Segundo Tiempo cuando os dije: Bienaventurados los que sin ver han creído. 30. Cuando hayan pasado estos tiempos de mi comunicación, comprenderéis que os busqué como el medio más digno, por ser mis hijos, para expresar a través de vuestro entendimiento mi amor y mi anhelo de elevaros hasta Mí. 31. No dudéis del valor que para Mi representáis. Os ha probado mi amor desde el instante en que os envié al Paraíso de mi Creación. Allí os he dado cuanto necesitáis para vuestro recreo y subsistencia, mas también para vuestra elevación espiritual. En ese ameno jardín podéis conocer y amar a vuestro Creador, descubriendo en vuestro propio espíritu los dones y atributos de quien os ha dado la existencia. 32. El hombre en la Tierra es un príncipe a quien mi amor y mi justicia dieron ese título y la orden que recibió desde el principio fue el de señorear la Tierra. 33. Sobre el divino don de su libre albedrío puse un faro de luz que iluminara la senda de su vida: la conciencia 34. Libertad para obrar y la luz de la conciencia para distinguir el bien del mal, son dos de los mayores dones con que mi amor de Padre heredó a vuestro espíritu. Están en el hombre antes de que nazca y después que muere. La conciencia lo guía y no se aparta de él en la desesperación, ni en la pérdida de la razón ni en la agonía, porque está íntimamente unida al espíritu. 35. Si comprendéis todo esto que os enseño, ¿Seguiréis pensando que no sea digno que mi Espíritu se comunique con la humanidad a través de mis propios hijos? ¡Qué mal conocéis a vuestro Padre y cuán poco os conocéis a vosotros mismos! 36. En este tiempo de sorpresas, de señales y prodigios ya debéis estar alerta para que mis revelaciones no vayan a pasar inadvertidas por vosotros. Observad, sentid, meditad. No sólo la palabra divina os habla, la Creación entera también os habla sin cesar en su lenguaje y os señala el camino de vuestros deberes. 37. Os encuentro en este tiempo capacitados para entender el libro de la sabiduría espiritual, y alcanzar gran progreso si sabéis concentraros en el fondo de vuestro ser, permitiendo que vuestro espíritu encienda la luz de su fe y con ella ilumine el sendero de su evolución. 38. Si os he dicho alguna vez que escuchéis y calléis mi enseñanza, es porque ayer la humanidad dio muerte a mis profetas y aun a Jesús, vuestro Maestro; mas no pasó mucho tiempo para que los hombres comprobasen que todas aquellas revelaciones y profecías que ellos les legaron, se cumplieron. Vosotros, ya con esa experiencia. ¿Osaríais volver a negar mi palabra profética, dando con ello muerte espiritual a mis nuevos intérpretes? 39. Buscad en el testimonio de mis profetas de los primeros tiempos, el anuncio de esta comunicación a través del entendimiento humano y de cierto os digo que ahí lo encontraréis. Si hasta ahora los hombres no han descubierto esa profecía, es porque leyendo, no han sabido entender ni interpretar la palabra divina. 40. Yo recibo a todos los que deseen oír mi enseñanza, lo mismo al que esconde la duda y hasta la mofa, como a aquellos que darían su vida afirmando que esta comunicación es una verdad. Mas Yo no he pedido a mis discípulos ese sacrificio, sólo el de su perseverancia, si al hecho de amar y perseverar en el bien, lo llamáis sacrificio. 41. Ya se acerca el día de mi partida y debéis prepararos. Pensad que no os dejaré bienes materiales, mi herencia es de sabiduría, de amor y fortaleza. Os dejo el libro de mi palabra, que contiene todas las enseñanzas que necesitáis para guiaros con acierto en vuestra vida. 42. La fe os acompañará doquiera que vayáis; si ayer me olvidabais en vuestras horas de alegría, ahora, cuando la alegría y la paz sean en vuestro corazón, me recordaréis dándome gracias; también en las horas de dolor sabréis buscarme en la soledad, en la intimidad de vuestro ser para confiarme todas vuestras quejas buscando la fortaleza que necesitáis. 43. Respetaréis siempre la fe o las creencias de vuestros hermanos, considerando que el corazón del hombre es mi templo. Cuando queráis penetrar en su interior lo haréis con amor, orando antes de descorrer el velo de ese santuario. 44. No imitéis a quienes sin temor y sin respeto traspasan los umbrales de ese recinto sagrado que es el espíritu, apagan su lámpara, destrozan las ofrendas y destruyen el altar; porque os convertiréis en violadores y profanadores de mi templo. 45. En muchos corazones encontraréis altares de fanatismo sobre los cuales se levanta un ídolo; eso no os importe, sabréis que la ofrenda es buena, que es sincera y que viene de un corazón inocente que se dirige a Mí. Así os enseño el respeto y la caridad. Única, llave con que podréis abrir los corazones. 46. Recordad que ahora y en todos los tiempos, os he revelado la forma en que debéis rendir culto a vuestro Padre; de esto, muchos de vosotros tenéis conocimiento; mas cuando observáis cómo han complicado el culto las diversas religiones y sectas, pensáis en la lucha que tendrá que venir entre la humanidad cuando el ideal por la espiritualidad surja en el mundo, pugnando por la sencillos y la pureza. 47. Es cierto que el fanatismo por las tradiciones, la falsa religiosidad e idolatría, han enraizado profundamente en el corazón de los pueblos, mas no os aflijáis pensando en la lucha que os espera, porque vuestra fe se resentirá. Recordad que os he dicho que estoy invitando a todo corazón a la elevación y acercamiento a Mí, y que en esa lucha que espera a mis discípulos de todo el mundo, estarán protegidos y fortalecidos por mi amor; nadie se sentirá abandonado a sus propias fuerzas y su fe los llevará al triunfo. 48. Comprended porqué me manifiesto a vosotros con insistente afán. No quiero que durmáis o que os llenéis de temor ante imaginarios peligros. Buscad la elevación espiritual en este mundo y no tengáis más idea que de la que vais en busca de hermanos y no de enemigos; hermanos a quienes llevaréis un mensaje de fraternidad y espiritualidad. Oh discípulos tímidos y débiles en vuestra fe, os digo que necesitáis comprender mi enseñanza y afirmaros en ella para que os sintáis fuertes y no experimentéis temor por la lucha que se avecina. 49. Para ayudaros en vuestra misión, estoy preparando a vuestro espíritu y a vuestra materia para que sepan cruzar con valor, serenidad y fe, a través de las confusiones, que encontréis a vuestro paso. 50. No temáis al desconocimiento de vuestros parientes y amigos, no os acobardéis si os desprecian por esta causa, templad desde ahora vuestro corazón en mi Doctrina, que es el mejor yunque. 51. Sed humildes ante esas pruebas, sabed ser dignos y luchad con humildad para que sepáis perdonar toda ofensa; si queréis que mi semilla sembrada en vosotros dé frutos de amor y germine en las tierras hostiles y áridas del corazón humano. Si queréis tomarme en Jesús como modelo, pensad que Yo, en cuanto hombre, fui desconocido, perseguido, negado y burlado desde mi nacimiento hasta el final de mi camino que fue la cruz. Aun en la hora de mi agonía, muchos gozaron en mi dolor y celebraron mi muerte. 52. Pero que ese recuerdo no os acobarde, que no os parezca difícil practicar mi enseñanza; también a mis discípulos de aquel tiempo les pareció difícil y sin embargo cumplieron su misión. Ellos vieron a su Maestro triunfar sobre el mundo, vencer la muerte, realizar a su paso su obra redentora; y por eso después de su partida, supieron seguir sus huellas, hicieron de la caridad su ley, y del amor a sus hermanos, su vida verdadera. 53. Ellos son un hermoso ejemplo para vosotros, discípulos del Tercer Tiempo, a quienes digo: venid a Mí, enfermos del cuerpo y del espíritu, que Yo no os desecharé por vuestra flaqueza. Oíd mi palabra y sea ella como el bálsamo que cure vuestras heridas. 54. ¡Cuántos de vosotros os sorprendéis de encontraros con lágrimas de ternura en vuestros ojos al oír mi palabra, cuando hace apenas unos momentos estabais entregados a las vanidades del mundo! 55. Ha tiempo que os vengo dando esta lección y no encuentro aún a los párvulos convertidos en discípulos; mas Yo seguiré dándoos mi palabra hasta hacer de vosotros los buenos maestros. Me he complacido escogiendo a los torpes para el saber de este mundo, porque su entendimiento tiene la sencillez y la claridad que es menester poseer para comprender la sabiduría espiritual. He escogido a los pobres, porque éstos en su humildad, al sentirse revestidos de mi gracia, han sabido apreciar el valor de los dones que les he concedido; mas a los ricos, que sólo ambicionan el poder terrenal, cuán pequeños les parecen estos atributos divinos y qué pocos han llegado a Mí en demanda de gracia y dones para su espíritu. Mas Yo estoy siempre presto a derramar mi arcano sobre cada uno de mis hijos en el momento de su preparación. 56. A esos pobres que he engalanado, les enseño a que no reserven ese tesoro sólo para ellos, sino que lo deben compartir con sus hermanos. 57. El espíritu que sabe que lleva en sí los dones que su Señor le dio, goza y lucha por conservarlos, tiene conocimiento de su evolución y se esfuerza por hacer brillar esa joya que se le ha encomendado. 58. Pensad entonces que el que se aleja de mi camino, después de haber sido heredado, no es tan ingrato con su Señor como consigo mismo, porque cada escala que ha alcanzado le ha costado un esfuerzo, un sufrimiento o una restitución. 59. ¿No sabéis que el que camina fuera de la Ley, se despoja de sus virtudes y de sus dones? Por eso he venido en este tiempo a ayudaros a restituir a vuestro espíritu todo aquello que había perdido, y por lo que se sentía débil y menesteroso. Todos recibiréis mi luz; no habrá uno solo que no sienta el despertar de su espíritu y el anhelo de elevarse por sobre lo humano. Las plantas que habían sido parásitas, se convertirán en florecientes y fructíferas. Porque os amo, siempre os daré oportunidad de salvaros; mas vosotros debéis pensar que cada tiempo que desaprovechéis, hará más doloroso vuestro retorno al camino. 60. Hoy he venido a apartaros de la maldad reinante para que podáis escuchar en paz mi palabra y al mismo tiempo meditarla y analizarla. Tened presente que la sed del espíritu sólo se calma con el agua pura del amor y la caridad. 61. Si habéis tenido siervos en el mundo y habéis sabido de honores, tendréis que renunciar a todo esto para convertiros en siervos útiles, solícitos y humildes de vuestros hermanos. Habéis servido mucho al mundo y ahora debéis servir a vuestro Dios en obediencia a mis mandatos. El mundo os ha dado goces y ya es tiempo de que preparéis vuestro espíritu para penetrar en el valle espiritual en donde tendréis plenas satisfacciones si habéis sabido vivir cumpliendo mi Ley de amor. 62. Aprovechad vuestra estancia en la Tierra, para amar y dar dulzura a cambio de amargura. Observad a estas criaturas por las que os doy mi palabra, y veréis cómo, a pesar de los sinsabores que recogen en su vida, saben verter dulces palabras en los momentos de mi comunicación. ¿Imagináis la esencia que tuvieron las enseñanzas de Jesús en aquel tiempo y el gozo de las multitudes que lo escuchaban? Era la voz del Reino de los Cielos, ante la cual se postraba el espíritu de los discípulos. Cada vez que se abrían los labios del Divino Maestro, sus palabras caían como bálsamo en los corazones enfermos y cicatrizaban muchas heridas, y ¿Acaso el camino que recorrió Jesús fue una vía florida? No, discípulos, su calvario comenzó en el pesebre de Belén. Por eso esa palabra que fue la voz del que vino a padecer para salvaros, levantó en muchos corazones firmes propósitos de enmienda, transformando así la existencia de muchos seres que habían vivido en la oscuridad y que después se sintieron iluminados por el fuego de amor de su palabra. 63. Los muertos a la vida de la gracia resucitaban llenos de esperanza y de fe, y los hombres de corazón egoísta, duro y cruel, lloraban de arrepentimiento y se sentían movidos a derramar su caridad, amando a quienes habían mirado con indiferencia y hasta con desprecio. Muchos de esos milagros de conversión, sólo Yo los vi realizarse, porque para muchos de mis discípulos pasaron inadvertidos. Y ahora en este tiempo, este prodigio vuelve a realizarse al recibir la esencia de esta palabra. Descubro entre las multitudes que me oyen, a los hombres que se encontraban hundidos en el vicio, que rehacen su vida y se levantan practicando la virtud que antes desconocían; miro a las familias que se unen para seguir mi huella y a los matrimonios que han fortalecido sus lazos en el ideal de espiritualidad que mi Doctrina les ha inspirado. 64. Veo también entre mis labriegos que ayer fueron parias en la tierra y esclavos del pecado, que hoy se han libertado y a los que llevaban un fardo de sufrimientos, que ahora tiene paz en su corazón y saben compartirla con sus hermanos. 65. Es que mi palabra a través del entendimiento humano tiene la fuerza, esencia y persuasión que tuvo aquella que derramé en Jesús, a pesar de brotar la lección que hoy os entrego por labios que pecan y profanan. ¿Cómo será mi comunicación con vuestro espíritu, cuando hayáis alcanzado mayor pureza? ¡Oh discípulos, esforzaos, desarrollad los dones de humildad y de caridad y en esa forma daréis ocasión a vuestro espíritu de que se purifique y se eleve! Estad conmigo para que viváis eternamente. 66. Miré vagar a muchos de vosotros llevando la muerte en el corazón, sin que encontraseis una mano que os señalara la senda de la virtud y de la paz; hasta que llegó a vosotros el eco de mi palabra y su voz que os llamaba, os hizo despertar a una nueva vida y experimentar la alegría de retornar a Mí. 67. Vuestro espíritu había permanecido ciego, mudo y sordo para toda práctica espiritual, más en su fondo anhelaba llegar a poseer este conocimiento, y esperaba. Esa lucha interior no la comprendía vuestra mente y por eso no encontrabais justificación a la falta de paz y de alegría en que vivíais. 68. Fue entonces cuando mi presencia brilló como un faro en las tinieblas de vuestro espíritu y al instante me reconocisteis, diciéndome: Señor, eres Tú aquel a quien tanto esperaba. Y desde entonces os tomé como mis párvulos, enseñándoos a deletrear las primeras sílabas de este Libro que día tras día os ha ido revelando el contenido de sus páginas. 69. Os escogí por la humildad de vuestro corazón, para que sumisos a Mí, llevaseis mi Doctrina por doquiera y en este tiempo de maldad y de miseria sembraseis mi simiente de amor en el corazón de vuestros hermanos, que es campo propicio a la conversión y a la virtud. 70. He venido a resucitar a todos los espíritus que habían muerto a la gracia y a enseñaros lo que no podríais encontrar en las ciencias ni en la filosofía: la espiritualidad. 71. Las religiones duermen un sueño de siglos de rutina y estancamiento, mientras la verdad ha permanecido oculta. Más aquellos que conozcan los mandamientos de Jehová y la palabra del Divino Maestro, tendrán que reconocer en esta voz que os habla ahora, a la voz del Espíritu de Verdad, prometido para estos tiempos, 72. La humanidad pide pruebas sobrenaturales para creer en mi existencia y en la inmortalidad del espíritu y en verdad os digo que le daré esas pruebas en este tiempo de grandes realizaciones y cumplimiento. 73. Las nuevas generaciones no oirán mi palabra en esta forma, porque a ella les he reservado la comunicación de espíritu a Espíritu. 74. Espero de vosotros el cumplimiento a mis mandatos, Yo os hablaré por conducto de los portavoces hasta el año de 1950, fecha en que daré por terminada esta etapa. Más no quiero que debilitéis en ese día de justicia, porque os dividiréis y caeréis en errores. Estad preparados para que oigáis la voz de la conciencia y seáis responsables de todos vuestros cargos. 75. Velad por la salud de vuestro cuerpo, buscad su conservación y fortaleza. Mi Doctrina os aconseja que tengáis caridad de vuestro espíritu y de vuestro cuerpo, porque ambos se complementan y se necesitan para el delicado cumplimiento espiritual que les está encomendado. 76. Mi camino es estrecho, pero es seguro. No hagáis más penitencias vanas o estériles sacrificios. Tomad de la Naturaleza lo necesario para vuestra vida material y elevaos a Mí, en busca del sustento espiritual. 77. Pueblo amado: llevad la paz para que así como habéis sido consolados en este tiempo de dolor, sepáis consolar a los que debilitan en la vida, bajo el peso de las grandes pruebas. 78. Vosotros que habéis sido sanados y que habéis recibido dones y gracias del Padre, mañana seréis llamados por los hombres, los ricos de espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 93 1. Bienvenidos seáis, corazones hambrientos y sedientos de luz. Estad conmigo y jamás moriréis porque Yo soy la vida. 2. Ayer os sentíais morir porque habíais perdido la esperanza y la fe; no había en vuestro corazón una luz que os guiara por el sendero de la vida verdadera, ni una voz que os dijera con caridad: Venid, esta es la senda de la paz, hasta que oísteis mi palabra siempre llena de amor y de consuelo, y su luz os devolvió la calma. 3. Vuestra ceguedad se ha iluminado con la luz de vuestra conciencia y ésta siempre os dicta oración, caridad y enmienda. Así habéis llegado ante mi presencia y mi palabra ha sido como un faro luminoso y salvador que iluminó vuestra senda. Desde ese instante, habéis comprendido que esta luz sólo de Mí puede brotar y me habéis dicho: Señor, eres Tú a quien tanto esperaba, hoy sé que te amaba y te necesitaba, Maestro. 4. Sí, discípulos, aquí me tenéis ayudándoos a dar los primeros pasos en el camino de ascensión, hasta dejaros preparados como verdaderos discípulos de mi enseñanza y de mis revelaciones, para enviaros más tarde a comarcas y naciones a propagar esta fe. 5. La lucha será en pleno tiempo de pecado, de calamidades y dolores y no tendréis más recursos que los de vuestra espiritualidad ni más armas que la verdad. Os he escogido pobres, torpes y humildes, como tierra sin cultivo, pero propicia para ser fecundada y recibir la simiente espiritual. 6. No he venido en busca de filósofos, teólogos ni científicos, sino del pueblo humilde que siempre me ha esperado y acude a mi llamado, para restituir a su espíritu la heredad olvidada o mal empleada. 7. La humanidad no ha logrado penetrar al fondo de las revelaciones de los dos primeros tiempos, más en éste, el tercero, mi palabra os hará comprender, interpretar y practicar mis enseñanzas anteriores uniéndolas a las presentes. 8. En este tiempo, no he nacido para el mundo en cuanto hombre; he llegado a vosotros en la luz de mi Espíritu hecha palabra humana, y en ésta os doy mi esencia, para levantar la fe en vuestro corazón. 9. Os estoy resucitando y despertando, haciendo que vuestros ojos cegados por las tinieblas de este mundo, contemplen la verdad eterna. 10. Vengo a revelaros lo que el hombre de ciencia no puede enseñaros, porque no se conoce; él ha dormido en su grandeza terrenal y no se ha elevado a Mí en busca de mi sabiduría. 11. Se han cerrado los corazones de los pastores que en diferentes sectas y religiones debieron enseñar la ciencia espiritual que es grandeza y riqueza para el espíritu. 12. He mirado que la Ley y Doctrinas que legué a la humanidad en tiempos pasados, se encuentran ocultas y han sido sustituidas por ritos, cultos exteriores y tradiciones. 13. Mas vosotros, que reconocéis íntimamente que la esencia de esta palabra es la misma que recibió Israel en el Monte Sinaí y la que escucharon las multitudes en labios de Jesús en el Segundo Tiempo, seréis los que, con vuestro culto y vuestras obras, enseñéis que la Ley divina no debe olvidarse por cumplir con necias tradiciones que no beneficien al espíritu. 14. Aprended de Mí, discípulos, no permanezcáis más en la oscuridad, preparaos de espíritu y materia para que pronto salgáis a la luz y mi mensaje sea conocido. Preparaos para que os dé a conocer mi voluntad a través de vuestra inspiración. 15. Quiero que la luz de mi Espíritu resplandezca en vuestra mente y que las palabras que broten de vuestros labios procedan del espíritu. No intentéis hablar de esta Obra si no estáis preparados para sentir vuestras palabras. Espíritu, corazón y mente, tendrán que unirse en vuestro ser, si queréis servir como medio para que pase mi palabra, por vuestro conducto. 16. Las nuevas generaciones ya no me escucharán bajo la forma que ahora presenciáis, porque el término señalado por Mí en que dejaré de manifestarme así, se acerca, es 1950. Hasta el último día de ese año postrero os daré mi palabra, os hablaré incansablemente, os animaré y mi voz dulcísima, de esencia y de luz, llegará como un torrente sobre mi pueblo. 17. Los que me escuchen hasta el final, deberán ser fuertes y quedarán como ejemplo de discípulos obedientes. No debilitarán en las pruebas, no se estacionarán ni se dividirán. 18. ¿Qué sería de este pueblo si cuando unos lucharan por la espiritualidad otros se aletargaran en antiguas y retrasadas prácticas e inútiles tradiciones? Lucharéis unidos para que no debilitéis en la jornada y velaréis para que escuchéis con claridad la voz de la conciencia. 19. Vivid alerta para que no seáis criaturas débiles, sino espíritus fuertes. Guiad vuestros pasos por la senda de la caridad, del amor y la justicia; no os privéis de lo que Yo he dispuesto para vuestro sano recreo corporal; también os digo que no atormentéis a vuestro espíritu negándole lo que le pertenece, para que ambos, cuerpo y espíritu, formen una sola voluntad y sobre éstos vigile la conciencia que es mi luz divina. 20. No quiero que el mundo os envuelva en su materialismo y os arrebate la gracia que os he confiado, porque volveríais a vuestra vida de miseria y de dolor, de la cual os he rescatado. 21. No olvidéis que he venido a salvaros, ayudándoos a sobreponeros a vuestra debilidad para romper las cadenas que os oprimen y lleguéis a experimentar la satisfacción de haberos librado de flaquezas, de enfermedades y de miserias. 22. Todo aquel que se levante en pos de mi huella, encontrará en Mí la fortaleza y un Cirineo que lo acompañará hasta el final de la jornada. El que tenga hambre y sed de luz y salvación, hallará en mi Obra el pan y el agua de vida eterna. 23. Fortaleced vuestro espíritu para los trances difíciles, a tal grado que si llegaseis a caer en presidio por seguir mi huella, al recordar los padecimientos de vuestro Maestro, os sintáis conformados, sabiendo que Yo estaré con vosotros en ese trance. Si contempláis que un ser querido ha caído en el lecho del dolor y se encuentra a punto de expirar, volved vuestro pensamiento a Mí y mansamente dejad que se haga mi voluntad; entonces veréis realizarse un prodigio, como premio a vuestra conformidad y vuestra fe ante mis designios. Los que en el camino de la vida os vayáis quedando solos, recordad a Jesús alejado de su Madre y de sus discípulos, caminando mansamente hacia el calvario, seguido de una turba, pero solo en su corazón. 24. Cuando llevéis a vuestra mente ese recuerdo, experimentaréis una dulce sensación de consuelo, pensando que Yo os prometí acompañaros en vuestras tristezas y apartar vuestro cáliz de amargura. 25. El dolor os purificará y después, cuando el tiempo de vuestras aflicciones haya pasado, os consideraréis dichosos por haber tenido ocasión de imitar a vuestro Maestro, y sentiréis que sois poseedores de una heredad espiritual. 26. Estudiad con atención mi Doctrina y comprobaréis cómo una lección mía, confirma la anterior de la misma manera que mi palabra de este tiempo confirma cuanto os dije en el tiempo pasado. 27. Pocos son los hombres que conocen las señales de que una nueva era ha comenzado y de que me estoy manifestando espiritualmente a la humanidad. En su mayoría consagran su vida y esfuerzos al progreso material y en esa lucha sorda y a veces sangrienta por alcanzar su objetivo, caminan como ciegos, pierden el derrotero, no saben que es lo que persiguen, no han logrado ver la claridad de la nueva aurora, no perciben las señales y están muy lejos de haber alcanzado el conocimiento de mis revelaciones. 28. Esta humanidad ha creído más en las doctrinas y las palabras de los hombres, que en las revelaciones que a través de los tiempos le he concedido. ¿Por ventura esperáis que el Padre en su justicia os envíe mayores señales de las que a cada paso contempláis, para sentir y creer que este es el tiempo predicho para mi manifestación como Espíritu de Verdad? ¡Ah hombres de poca fe! Ahora comprenderéis discípulos, por qué a veces os digo que mi voz clama en el desierto, porque no hay quien la escuche y atienda en verdad. 29. Despertad, pueblo, para que os sintáis estremecidos ante esta voz de justicia, para que os sintáis movidos a anunciar a vuestros hermanos que la Ley, la luz, el juicio y con ello la salvación de la humanidad, han llegado al mundo. 30. No miréis como un imposible vuestro cumplimiento dentro de esta lucha. Desde ahora me anticipo a deciros que no seréis sólo vosotros quienes redimiréis a esta humanidad, ni quienes transformaréis la vida de los pueblos; esas obras Yo las haré porque son sobrehumanas. Sólo quiero que cumpláis con la misión que os corresponde y dejéis que las nuevas generaciones lleven mi semilla más allá de donde vosotros hayáis logrado llegar. 31. ¿Imagináis el gozo del que retorna a la vida espiritual habiendo cumplido en la Tierra con el destino que su Padre le ha trazado? Su satisfacción y su paz son infinitamente mayores a todas las satisfacciones que en la vida humana puede recoger el espíritu. 32. Y esta oportunidad os la estoy ofreciendo para que seáis de los que gocen cuando retornéis a vuestro reino y no de aquellos que sufren y lloren en medio de su turbación o de su arrepentimiento. 33. Yo acudo presuroso al escuchar vuestras voces de auxilio, cuando lucháis como náufragos contra las embravecidas olas de ese mar de pasiones en que navega la humanidad de este tiempo. Vuestra plegaria llega a Mí, y mi caridad se extiende a semejanza de un manto de paz, como en otro tiempo en que acompañado de mis discípulos navegaba en el mar de Galilea, y las olas encrespadas amenazaban hundir la barca; ellos temerosos me pidieron con angustia que los salvase, por que sentían perecer y Yo le demostré que el que está conmigo y confía en Mí, no perece jamás. 34. La barca en este tiempo es mi obra, el mar es la vida, la tempestad son las pasiones, las vicisitudes, las pruebas. 35. ¡Bienaventurado el que se encuentre dentro de esta barca cuando las tempestades se desaten, porque él será salvo! 36. Cruzad ese mar e id con fe absoluta en pos de la ribera, sabiendo que en ella está la paz perfecta: ¿Quién podrá perderse en esa travesía si navega guiado por la brújula de su conciencia? 37. Si alguno se sintiera fatigado llámeme, si algún otro sintiera que su fe flaquea, ore y Yo estaré a su lado al instante para darle ayuda; mas ninguno intente retroceder al punto de partida ni se resigne a perecer envuelto por las olas de la tempestad. 38. Perfeccionad vuestra oración, porque es menester que conozcáis la fuerza espiritual que ella imparte. Es la escala por la cual ascenderéis a Mí en una verdadera comunión de espíritus. 39. ¡Cómo se ensombrece el camino de aquél que apaga su fe o pierde la confianza en Mí! Vosotros que estáis velando, orad por el mundo que duerme. 40. ¿Os parece extraño que os procure con tanto afán? Es que no tenéis verdadero conocimiento de lo que es mi amor por vosotros, o de lo que significáis para Mí, porque os habéis formado un concepto muy pobre, respecto de vuestro Padre, ya que mientras unos os sentís dioses sobre la Tierra, otros por el contrario os sentís indignos de mi amor. Yo os digo que si la naturaleza material ha sido asombro y maravilla para los hombres, más grande y maravillosa es la vida espiritual; y para gloria y goce de vosotros, sabed que pertenecéis a ambas naturalezas. Así mi palabra viene a enseñaros cuanto necesitáis saber de Mí y de vosotros para vuestra elevación. 41. En este día es mi voluntad revelaros que para el año de 1950 estarán reunidos los 144,000 espíritus señalados y destinados por Mí para llevar al mundo mi semilla de amor. Unos estarán encarnados y otros en el valle espiritual. Todos permanecerán despiertos bajo la luz de mi inspiración y cada uno será una antorcha que iluminará el camino de grandes multitudes y las conducirá al Reino espiritual. 42. En el tiempo en que Israel cruzaba el desierto en busca de la Tierra Prometida, fue la tribu de Leví la que enseñó al pueblo el culto y le recordó y ayudó a comprender la Ley divina. Ya establecidas las tribus en la tierra que habían conquistado con su fe y perseverancia, siguió siendo la tribu de Levi la que veló por la Ley. Mas han pasado los tiempos, el espíritu del hombre ha evolucionado y la semilla divina que a Israel se le confió, llegó a muchos pueblos y ahora se encuentra diseminada en toda la humanidad. 43. Ese pueblo ha resurgido pleno de luz sobre la Tierra, para recibir en su espíritu las nuevas revelaciones que habrá de llevar a las naciones. Ved como ahora ya no es tan sólo la tribu de Levi la encargada de velar por la Ley divina, sino una multitud de espíritus a los que se unirán todos los que despierten con el anhelo de formar parte del Pueblo de Dios. 44. Aquí están, conmovidos ante mi palabra, muchos de los que en aquel tiempo cayeron llenos de temor al escuchar la voz omnipotente de Jehová en el Sinaí; de los que habían dejado el cautiverio, las lágrimas y la humillación para levantarse en busca de la Tierra de bendición y paz. Sus ojos se han abierto a una nueva luz que los hace mirar con claridad el camino recorrido por su espíritu hasta este tiempo. 45. Este pueblo también luchará por liberarse del nuevo Faraón representado por el mundo que alimenta su idolatría, sus miserias y tentaciones. También cruzará el desierto en el que se sentirá sólo y aislado de los demás, combatido por muchos de sus hermanos que tratarán de impedirle el paso; pero una vez que alcance la espiritualidad necesaria, oirá en lo más profundo de su ser la voz divina hablándole de la Ley de justicia y de amor; mas no será al corazón donde descienda esa luz sino directamente al espíritu. 46. Cuando el pueblo esté practicando esta Doctrina, cada una de sus obras servirá para la edificación del templo espiritual en el interior del hombre. 47. Todos los que anheláis formar parte de ese pueblo, penetrad en vuestro interior, saturaos de fe para que seáis fuertes en la lucha y os hagáis dignos de que os llame Israel, como en el Primer Tiempo nombré a Jacob fuerte para el bien, para el amor, para el perdón; fuerte en el celo y en la virtud, fuerte contra el pecado, el dolor, la calumnia o la miseria. 48. Después de daros esta lección, mi mirada seguirá vuestros pasos para contemplar la forma en que practicáis mis enseñanzas para juzgar de vuestras obras de verdadero amor. 49. Yo os daré ocasión de trabajar acercando al huérfano, a la viuda, al que ha caído en la lucha, al vencido por el vicio, al hambriento de luz, al sediento de verdad. No atribuyáis a la casualidad los casos que encontraréis a cada paso; pensad que es vuestro Maestro el que llama a las puertas de vuestro corazón. De cierto os digo que estáis en el tiempo en que vuestro espíritu justifique por medio de la caridad su existencias en la Tierra. 50. Mi voz llegará a cada instante hasta vuestro espíritu para preguntaros qué estáis haciendo, en qué invertís vuestra vida y si vais cumpliendo vuestra misión. 51. Comprended que tenéis una gran obra que llevar a cabo, es el trabajo acumulado en mucho tiempo de abandono. No penséis que sea Yo quien os abrume con pesados fardos, quiero que saldéis vuestra deuda y cumpláis vuestra misión en la Tierra, misión que no se reduce al cumplimiento de vuestros deberes para con vuestra familia; tenéis además de éstos, el de amaros todos sin distinción, y serviros, sin deteneros por diferencias de credos, lenguas o clases. 52. Mi Doctrina destruirá la semilla de egoísmo, dando así a vuestro espíritu un campo sin fin en el que podáis con vuestra misión de amar. 53. Día tras día daré señales a la humanidad para que despierte: A unos les hablaré en su oración, a otros los prepararé con la intuición para que perciban mi voz. A los que viven alejados de la espiritualidad, les daré sueños reveladores, proféticos; y a los materializados, les hablaré por medio de los elementos de la naturaleza ya que éstos solo creen en lo que miran o en lo que pueden probar con su ciencia. 54. Más si ellos a pesar de esas voces, permanecen dormidos o sordos, les haré sentir mi poder y mi justicia a la que tanto han desafiado. 55. Os hablo de justicia, porque es llegado el tiempo en que mi hoz venga a segar la mies en sazón. Yo recogeré los frutos que haya dado el bien, el trigo dorado que haya dado el amor. Todo lo demás será exterminado. Los frutos del pecado y la mala yerba del egoísmo, del odio y del orgullo, caerán abatidos bajo el filo inexorable de la hoz de mi justicia. 56. Vengo a tiempo para segar; recordad que en aquel tiempo os dije que la mies no debe segarse antes de tiempo, sino que deben dejarse crecer el trigo y la cizaña juntos, llegar a su madurez y segar después. 57. ¿No es esto lo que estoy haciendo ahora? Ved como mis obras de hoy confirman mi enseñanza del Segundo Tiempo. 58. Os estoy hablando a través de la mente de un portavoz, cuyo entendimiento he iluminado y he puesto en sus labios palabras de sabiduría, para que el pueblo reciba este mensaje como sustento para su espíritu. 59. Os veo maravillados ante esta manifestación por lo que me apresuro a deciros, que siendo ésta admirable, no es todavía la última lección que he de daros, ni tampoco la expresión más elevada de mi comunicación con los hombres. Tomad esta manifestación tan sólo como una página del libro de la sabiduría espiritual que es promesa de las nuevas revelaciones que habré de daros. El Libro está delante de vuestra conciencia, es mi Sabiduría, y de ese libro se desprenden torrentes de luz que bañan vuestro ser. 60. No podréis levantaros a luchar con verdadera fortaleza, mientras no estéis convencidos del fondo y trascendencia de esta Obra; es por eso que en cada una de mis manifestaciones desbordo mis complacencias sobre vosotros para que haya convencimiento en mi pueblo de que avanza por un camino seguro. 61. Tomad con amor este libro en el que está escrita vuestra misión, mas no vayáis a dormir en este tiempo de luz, ¿Qué galardón podréis recibir el mañana si no tenéis méritos? No olvidéis que toda vuestra lucha tiene como finalidad la conquista de la luz, de la paz y de la perfección espiritual. Nadie ignora que para llegar a esa perfección os fue señalado el camino recto, el que os trazó la conciencia, desde que surgisteis a la vida; y para que no os desviaseis del sendero al encarnar en la Tierra, dejé impresa en ella mi huella. 62. Buscad esa huella en cualquier instante pasado o presente y pronto la encontraréis. 63. Siempre he venido a buscaros porque vuestro espíritu una vez encarnado se ha internado por diversos senderos, en los que la mayor parte de las veces se ha perdido. ¡Ah criaturas débiles que habéis caído por vuestra causa y después me habéis culpado diciendo que el camino de los hijos de Dios está lleno de tentaciones! Yo os digo que ahí donde creísteis ver muchos senderos, solo debisteis tomar uno: el que conduce a Mí; que donde mirasteis tentaciones, sólo eran frutos que había que tomar con conocimiento y respeto. ¿Podéis concebir que vuestro Padre haya creado algo que tuviera como fin el de tentaros a pecar? 64. Mañana, cuando la humanidad se liberte de su fardo de ignorancia y de materialismo, encontrará que aquello que consideró como un tropiezo, fue tan sólo un peldaño para que su espíritu ascendiera y tuviera experiencia; y lo que creyó que era un abismo, no era sino una prueba para fortalecerle; entonces descubrirá que lo que el hombre ha considerado como motivo de sus caídas y de sus errores, son los medios para ayudarle en su perfeccionamiento. Ante estas enseñanzas desaparecerán del corazón humano todas las supersticiones que ha creado en torno del mal. 65. ¡Cuánta fuerza y cuánta belleza descubrirá cuando abra sus ojos a la luz de esta vida! Todo lo que su ignorancia le hizo interpretar indebidamente, haciéndole caer en errores y culpando de ello a quien creó todos los seres, desaparecerán de la mente del hombre. 66. Mientras la humanidad no comprenda la verdadera ley espiritual o sintiéndose atraída hacia ese camino, caigan en fanatismo religioso, tendrá que encontrar su vida llena de tropiezos, de incertidumbre y de sombras. 67. ¿Cuándo penetraréis en el estudio de mi Doctrina, que es como un sol divino que ilumina al espíritu y no se oculta jamás? Según vosotros, esto es imposible, mas Yo os digo que pronto esta luz iluminará a todos los seres. 68. La voz de aquél a quien llamasteis Rabí de Galilea, es la misma que en estos instantes escucháis; y si en aquel tiempo os dije: No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra de Dios, ahora me acerco para deciros que no sólo de ciencia o de conocimientos humanos debe sustentarse el hombre, sino de esencia divina, porque en él habita el espíritu que solo se alimenta de amor, de sabiduría y de paz. ¡Alimentaos y confortaos, oh discípulos míos, para que llevéis la verdadera vida en vosotros! 69. Se acercan tiempos de lucha y de amargura, y es menester que estéis preparados para que deis testimonio de mi Doctrina, con vuestra fe y firmeza en el cumplimiento de mis enseñanzas. 70. A veces mis discípulos incrédulos quisieran que les mostrara el cuerpo que llevé en el Segundo Tiempo, las manos taladradas y sangrantes, para creer que estoy de nuevo entre mi pueblo; y en su corazón me dicen: ¿Cómo vamos a dar testimonio de Ti, si no te hemos visto? Mas Yo os pregunto: ¿Conocéis mis palabras de aquel tiempo en que os anuncié volver? ¿Cuándo os anuncié que vendría en cuanto hombre? Necesitáis ver para creer, porque os habéis materializado; en cambio hay quienes sin saber las profecías, sienten mi presencia y comprenden la verdad; esos son los que llevan limpia la mente y el corazón. 71. El espíritu está dotado de una mirada superior a la humana, para que sea él quien descubra la verdad y mire en ella la faz de su Padre. ¿Cómo queréis descubrir con vuestros sentidos lo divino, si antes no lo ha presentido vuestro espíritu? No son estas palabras un reproche a vuestra escasa fe, ni os rechazo porque dudáis; por el contrario; son precisamente esas lámparas apagadas las que vengo buscando para encenderlas con el fuego de amor de mi Espíritu. 72. Hay quienes se estremecen de gozo al escuchar esta palabra, son los que sienten mi presencia. Mañana, cuando haya dejado de comunicarme en esta forma, los que al oírme no hayan podido comprenderme o hayan dudado, al espiritualizarse se lamentarán al recordar que estuvieron presentes ante mi manifestación y no creyeron. A ellos les bañaré con mi luz y escucharán interiormente mi voz que les dice: No temáis, buscadme en el fondo de vuestro corazón y ahí encontraréis muchas de mis palabras guardadas para el instante en que las necesitéis. 73. Venid a Mí pueblos y naciones del mundo. Venid hombres de todas las razas, mi Ley os espera en el reino de la paz, para que forméis un solo pueblo: el Pueblo de Dios. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 94 1. Mi palabra se ha manifestado entre vosotros llena de amor como un bálsamo de consuelo, cuando habéis venido ante Mí llorando y con paternal consejo os he tenido que corregir. Cuando se acerque el día en que haga cesar esta palabra en los labios de mis portavoces, la sentiréis que viene de un juez, aunque ella será siempre la misma en su amor y en su ternura, pero tendrá tanta luz, que descubriréis hasta los más escondidos errores y las más ocultas manchas que llevéis. 2. De Mí nunca diréis que no os señalé Vuestras imperfecciones, o que en mi Doctrina os enseñé lecciones engañosas. Mañana, cuando descubráis vuestros errores y estiméis la grandeza de esta revelación, sabréis hacer justicia a vuestro Padre. 3. Aún no palpáis esta verdad, primero eran las tinieblas las que ponían una venda de oscuridad en vuestros ojos, después vino la luz de mi palabra, pero os habéis deslumbrado con ella; es menester que caminéis a tientas unos instantes para que os acostumbréis a esta luz y podáis mirar cuanto os rodea. Mientras tanto, tened cuidado con vuestros análisis, con vuestras palabras y con vuestras prácticas, porque no podríais aún dar pasos firmes en el camino, ni hablar con la verdad como debéis hacerlo. 4. La verdad es una y es eterna, sin embargo, mirad a los hombres pregonando diferentes verdades. ¡Cuánto se han hollado en la Tierra mis enseñanzas! 5. Desde que Cristo vino a hablaros de la verdad, cuántos han tratado de hablar de ella, mas Yo pregunto: ¿También me han imitado en el amor, en la mansedumbre y en la caridad? Sólo Yo sé quiénes han sido mis verdaderos discípulos y apóstoles a través de los tiempos. 6. Si mañana cuando los hombres al juzgar esta comunicación, llegan a dudar de su verdad por haber sido dada a través de entendimientos pecadores, Yo les haré comprender que no es el pecado el que me rechaza, por el contrario, él me ha aproximado más al que se ha extraviado del camino. 7. Otra prueba de mi poder que los hombres reconocerán, consistirá en que sólo Yo he podido hacer que las bocas de los pecadores hablen con pureza, que los labios blasfemos hablen de lecciones divinas, y que las mentes rudas transmitan enseñanzas y revelaciones llenas de sabiduría. 8. ¿Quiénes serán los que en este tiempo se levanten como verdaderos apóstoles de mi palabra? ¿Quiénes de vosotros haréis contemplar a vuestros hermanos la hermosura de mi enseñanza? 9. Son necesarias vuestras obras; es indispensable el testimonio de este pueblo que oyó mi palabra. 10. La Doctrina que os he enseñado, es como una inmensa antorcha en torno de la cual tendrán que reunirse los pueblos, los hombres que tienen hambre y sed de verdad y sed de justicia y también los espíritus errantes, los investigadores que se desvelan en busca de la luz. 11. Preparaos para que el tiempo en que caravanas de vuestros hermanos se levanten en busca del oasis de paz, pero hacedlo con humildad; atesorad en el espíritu las virtudes que os he traído en mi palabra. No busquéis la forma de impresionar a vuestros hermanos con vanidades o con enseñanzas superfluas, ellos vendrán huyendo precisamente de aquello. 12. No sólo los que escucharon mi palabra a través del entendimiento humano serán llamados hijos de este pueblo, todo el que abrace su cruz, todo el que ame esta Ley y propague esta semilla, será llamado labriego de mi campiña, apóstol de mi Obra e hijo de este pueblo, aun cuando no me haya oído a través de esta manifestación. 13. Nuevamente os digo que no busquéis formas exteriores para dar a conocer mi Obra, porque presentaríais muchos puntos vulnerables por donde seríais combatidos por las sectas y religiones. 14. Si buscáis mejoramiento moral, la limpidez en vuestra vida, la espiritualidad en vuestro culto, no habrá armas, ideas, ni doctrinas que puedan venceros. Construid con el espíritu y todo se conservará y sobrevivirá a las vicisitudes y a los combates, porque el espíritu es indestructible. Si construís sobre bases materiales, habréis hecho lo que el necio cuando levanta sobre arena un edificio, que al menor movimiento tendrá que venir por tierra. 15. Haced de vuestro corazón un depósito para que en él guardéis mis enseñanzas como el más preciado tesoro que haya alcanzado hasta este tiempo vuestro espíritu. 16. Vengo a hacerme presente ante vosotros en este tiempo de lucha espiritual, porque fuisteis enviados al mundo para hablar de la Ley. Ya fuisteis liberados, ya os alejasteis de lo superfluo, avanzad ahora en el sendero como los verdaderos labriegos amados de Jesús. 17. Os he enviado al mundo en este tiempo para que habléis de Mí y para que vuestro espíritu desborde su experiencia en los demás. 18. Si os revelado que sois Israel, es para que sepáis que ha mucho tiempo que en la Tierra venís siguiendo mi camino y también para que meditéis en vuestra responsabilidad. ¿No creéis que sea justo que a veces os reclame vuestra falta de fe, de ahínco o de caridad? 19. Un solo Dios os ha hablado desde el principio de los tiempos; un solo Dios quiero que reconozcáis y améis, además quiero que sólo me ofrezcáis un solo culto. 20. Son los hombres los que han forjado muchos dioses, cada uno lo siente, lo adora y lo imagina de diferente manera. Estoy apartando este pueblo de toda influencia religiosa para que aquí, en su soledad, en su retiro, me escuche y me comprenda, para que al final me rinda un culto digno de su Creador. Lo mismo hice en aquel tiempo cuando Israel hacía siglos que se encontraba cautivo bajo el yugo y el azote de los faraones de Egipto. Fue mi voluntad tomar a Moisés como enviado y arrancar de la esclavitud al pueblo destinado para recibir la Ley y la luz que alumbraría a la humanidad. Comparad los acontecimientos de aquel tiempo con los de ahora y comprenderéis la intención con la que el Maestro os ha hablado de estos hechos. 21. Vuestro espíritu me dice que también en esta época la humanidad ha sabido de esclavitud material, de penalidades y azotes, y que ha pasado por la esclavitud del espíritu. 22. Por ello vengo a vosotros nuevamente para deciros: Amaos como os enseñé en el Segundo Tiempo, para que vuestro camino sea llevadero. Llevad espiritualidad, orden, obediencia, fe y caridad, y os sentiréis fuertes en la lucha y seréis el ejemplo delante de todos los pueblos de la Tierra. 23. Muchos os preguntaran cuál es el camino que seguís y hacia dónde vais, y cuando miren vuestro paso humilde pero lleno de seguridad y de firmeza, os seguirán con el corazón pleno de confianza y de fe. 24. Hoy vuestro espíritu viene en busca de sustento, el corazón quiere paz, la mente tiene sed de luz y el Maestro os dice: en los primeros tiempos de vuestra evolución todo lo teníais, aun sin haber hecho méritos para lograrlo; en cambio, ahora todo lo tendréis que alcanzar con vuestras obras dentro de la Ley que os enseña a amaros los unos a los otros. 25. Nada os costó en aquellos tiempos tener salud, fuerza, paz, abundancia, por eso todo lo perdisteis fácilmente; ahora os digo, que cuando hayáis recuperado con esfuerzos, con luchas y sacrificios el desarrollo de aquellos dones que no supisteis estimar en todo su valor, ya no volveréis a perderlo, porque entonces aprovecharéis lo que tenéis y nunca olvidaréis lo que os costó alcanzarlo. ¿Tenéis una idea de cuánto tendrá que evolucionar esta humanidad para despertar de su largo sueño y levantarse con el ideal de recuperación y de evolución? Más vosotros iréis delante de ella, enseñándole el camino de su evolución espiritual. Ahora que estáis escuchando esta palabra y que ya formáis un pueblo, os digo que tengáis limpidez en vuestro espíritu y perseveréis en vuestra preparación para que podáis manifestar mi Obra con toda claridad. Yo quiero que desempeñéis con pureza la parte que os he confiado. Tranquilizaos, porque no todo lo vais a hacer, mi caridad os ayudará. 26. De muchos puntos de la Tierra surgirán hombres, grupos y multitudes hablando a la humanidad del nuevo tiempo, hablando de espiritualidad y trabajando por la liberación y la fraternidad de los hombres. Por ello os digo que lo demás, lo haré Yo. 27. Hay obras que solamente Yo podré llevar a cabo, una de ellas es salvar a esta humanidad de los abismos que ella misma ha creado; pero hay gozo infinito en el Padre, cuando se ve acompañado en sus divinas tareas y deberes por sus hijos tan amados, por ellos hago el llamado a las grandes multitudes, les expongo el fin de mi manifestación y luego elijo a los corazones de buena voluntad para prepararles como soldados y emisarios de mi causa divina. 28. Ya quisiera ver a este pueblo diseminado en ejércitos por caminos, pueblos y naciones, llevando la buena nueva y el testimonio de mi palabra, así como la luz de mis promesas. Si os unís verdaderamente, veréis brotar de vuestra mente grandes inspiraciones, que serán la llave que abrirán las puertas hoy cerradas a vuestro llamado. 29. En este tiempo he venido a deciros: ¿A tal grado ha llegado la influencia del mundo en vosotros, que habéis borrado toda huella de mis anteriores enseñanzas? Esta es la razón por la cual he venido. ¿Quién de los moradores de la Tierra, podría haceros comprender todo el caudal de experiencia y de luz que trae vuestro espíritu a pesar de que no lo manifiesta, porque las influencias del mundo se lo impiden? Nadie, sólo Yo puedo salvaros y revelaros los misterios del espíritu. 30. Entre la humanidad se encuentran seres que en otro tiempo cruzaron el desierto en pos de una promesa divina, que oyeron la voz del Señor sobre un monte; también descubro a otros que vivieron en el tiempo de Jesús, vieron sus obras y escucharon su palabra, que me siguieron al desierto y comieron de los panes y peces que di a comer a la multitud cuando ascendieron a la montaña para oír aquella voz, y a los que anduvieron entre las turbas gritando el día de mi crucifixión. Aquí mismo, entre las multitudes que vienen a oír el mismo concierto celestial que es ahora nuevo para ellos, descubro a aquellos espíritus. 31. Estos que lloran, éstos que se estremecen al oírme y reconocen la voz que les habla, son aquellos cuyo espíritu conserva aún el eco de mis palabras. 32. ¿Veis cómo muchos de los que llegan ante esta manifestación se quedan para siempre en el camino, consagrados a estas prácticas, sin que haya poder humano que les impida el venir a escuchar mi palabra? Son los que en otro tiempo contrajeron deudas de amor con su Dios y que no tuvieron ocasión de entregarse a Él, pero que así mismos se prometieron esperarme para seguirme y servirme hasta el fin. 33. Hoy vengo a recordarles los acontecimientos que ya han vivido. 34. En aquel tiempo, cuando mis discípulos supieron que pronto partiría Yo de entre ellos, me preguntaron: ¿Señor, cuándo te volveremos a ver? Les dije en qué tiempo volvería y qué señales daría de mi retorno. 35. Ahora les digo a los nuevos discípulos: éste es el tiempo anunciado, las señales se han cumplido sin faltar una. 36. Vosotros sabéis que esta comunicación por medio del entendimiento del hombre, también va a llegar a su fin y como aquellos, preguntáis: Señor, cuando tu palabra haya dejado de escucharse ¿No volveremos a tener la dicha de sentir tu manifestación en alguna forma? A lo que Yo os respondo: Después de este tiempo, vendrá el de vuestra espiritualidad, el de la comunicación directa con vuestro Señor, en la que me sentiréis eternamente presente. Cuando lleguéis a ese grado de elevación, nunca más diréis que el Padre va venir, o que se ha ido, porque ya habréis comprendido, que Yo siempre estoy en vosotros. Entonces recordaréis que os dije a través de Jesús: El Reino de Dios en vosotros está. 37. Llevad la buena nueva a las naciones; extended este mensaje por doquiera, mirad que muchos de los que esperándome están, creen que Yo he de aparecer en cuanto hombre en la Tierra, y eso nunca os lo dije, en cambio, os di a comprender que mi venida sería espiritual, que vendría sobre la nube. 38. Ya os he dicho que tocaré a las religiones y sectas para despertarlas de su letargo, ellas reconocerán la luz de este tiempo y alimentarán el ideal de espiritualidad; pero es menester que desempeñéis la parte que os estoy confiando, porque esta semilla tan sólo espera caer en la tierra para germinar y dar frutos de sabiduría, y progreso espiritual entre la humanidad. 39. El ejemplo de este pueblo humilde que conduce sus pasos sin ministros que lo guíen y que me rinde culto sin ceremonias ni símbolos, será un llamado que despierte a los que duermen su noche de siglos, y será un estímulo para la regeneración y depuración de muchos de mis hijos. 40. No tratéis de ignorar vuestra responsabilidad en esta Obra; no olvidéis que os he enviado a la Tierra como precursores y profetas del Tercer Tiempo. 41. De cierto os digo, que si en esta hora me presentase con el mismo cuerpo con el que me mirasteis en aquel tiempo, contemplaríais frescas mis heridas, y en mi rostro impresa aún la huella del sacrificio, pero ello sería un constante reproche para la humanidad y prefiero ocultaros mis heridas para mostraros tan sólo mi luz. ¿Por qué muchos desean contemplarme humanizado en la forma de Jesús? ¿No comprendéis que soy más que forma? Cierto es que en aquel tiempo lo mismo que en este, me he dejado contemplar en la forma de Jesús; mas esta gracia no ha sido para todos, no es menester que todos me miren así. Nuevamente os digo: Bienaventurados los que sin ver han creído. 42. Cuando los hombres hayan salido del materialismo de sus prácticas religiosas y en lugar de buscarme en imágenes que son obra humana, se espiritualicen, me concebirán tan grande y omnipotente, que no aceptarán el verme limitado y no desearán, ni siquiera espiritualmente, verme en la figura de Jesús. 43. Cuán delicada es la misión del vidente en este tiempo, no le bastar tener el don de la mirada espiritual si no tiene elevación. ¿Quién podrá guiarle si no es su conciencia, y quién podrá librarlo de una confusión, si no es la oración y la vigilia? 44. Siete grandes profetas tuvo Israel en el Primer Tiempo, ellos hablaron y escribieron sobre el futuro de la humanidad, sobre las pruebas que vendrían a los pueblos y también anunciaron las revelaciones divinas que el Señor haría a los hombres. No fueron grandes por haber hablado mucho sino por haberse elevado en busca de mi luz. 45. Lo mismo quiere ahora el Padre de los nuevos profetas, que ofrezcan a la humanidad un solo miraje, pero lleno de verdad, que es lo que he dicho a mis labriegos: ofrecedme como cosecha de vuestra siembra aunque sean tres granitos, pero que sean fecundos y no una fanega, en la que abunde la paja y el tamo. No olvidéis que son vuestras obras las que están preparando vuestro paso a la eternidad. 46. Ahora que mi espíritu Divino se comunica con vosotros, os envío un rayo de luz que toca la mente del portavoz y él os transmite mi luz hecha palabra. 47. He aquí al verbo entre vosotros, el mismo que os habló en el Segundo Tiempo. Es la misma Doctrina y la misma esencia, mas hoy no vengo revestido de cuerpo humano. Ayer mis pies tocaron el polvo del mundo, hoy tan sólo mi luz se manifiesta a vuestro espíritu. Preparad vuestro corazón, para que podáis sentirme y sustentaos con mi palabra, ya que en verdad sabéis que no sólo de pan vive el hombre. Os daré mi cuerpo y mi sangre, que representé en aquel tiempo con pan y vino, ahora en forma espiritual será mi palabra la que sustituya el pan que es mi cuerpo, y la esencia de mi palabra, será el vino que beberéis como mi sangre. 48. El espíritu del pueblo se estremece de gozo con mi presencia. También el Maestro se recrea con la presencia de los nuevos discípulos. Oíd al Maestro hablar a sus apóstoles del Segundo Tiempo. 49. “Juan amado: vos que reclinasteis vuestra sien sobre mi corazón, quisierais que todos los que me escuchan se hicieran dignos de reclinarse en Mí para sentir mi paz, para estar cerca de la fuente de la vida. Vuestra lucha no ha terminado, vuestro espíritu incansablemente ora y envía su luz entre la humanidad del Tercer Tiempo, a la cual profetizasteis muchas maravillas. En esta era estáis viendo, Juan amado, el cumplimiento de las manifestaciones que mirasteis en vuestras visiones y éxtasis y de las cuales no supisteis su significado, ni cuando habían de cumplirse. Velad por el mundo”. 50. “Judas Iscariote, apóstol mío: hoy la humildad es en vuestro espíritu, porque la expiación ha sido amarga, muy amarga; en cambio hoy se derrama benéficamente vuestra influencia sobre la humanidad. Invisiblemente os presentáis como consejero de hombres. Os he dado mi paz, discípulo, ¿Por qué no la sentís de lleno en vuestro espíritu? Mucho habéis llorado, a pesar de que nunca os he negado mi consuelo y mi perdón; es que estáis esperando que se salve el último de mis hijos para poder decirme: Señor, descended de vuestra cruz, ya estoy en paz, ya soy digno de recibir vuestro perdón”. 51. Mientras miráis que la humanidad se hunde cada día más en el pecado y con el blasfema, me traiciona y me crucifica, vuestro espíritu sufre tormentos que el mundo no podría imaginar y cada pecado que me ofenden lo sentís como si fueseis vos el que me está ofendiendo. 52. “Hijo, discípulo: tomad de mi mesa el pan y el vino que dejasteis aquella noche, que fue la última que en cuanto hombre pasé con vosotros, Yo os digo: comed y bebed, hoy os entrego lo que no recibisteis en aquella cena y que todos los demás recibieron. Aparto vuestra menesterosidad y vuestra miseria por la humildad que hoy tenéis, cual fruto de un grande arrepentimiento, tomad mi paz y hallad en ella mi cuerpo y mi sangre también”. 53. He aquí, pueblo, mis nuevas lecciones de amor, haced con vuestros hermanos lo que veis que hago con vosotros. ¿Qué vais a hacer en este tiempo con mi Obra? Delante de Mí contemplo un nuevo calvario y una cruz. Mi vía dolorosa no ha terminado, mi pasión no concluyó en el Gólgota, mis pasos van dejando aún su huella ensangrentada. 54. Pueblo mío, humanidad: venid por mi camino y vuestro sacrificio lo tornaré en vida eterna, vuestro dolor en alegría y cuando lleguéis a la cima del monte, veréis mi amor esperándoos. También el mundo me espera, tiene hambre y sed de mi amor, mas a todos llegaré, porque ésta ha sido mi promesa; cuando las naciones estén en paz y el pecado haya sido exterminado y los hombres se amen como hermanos, os mostraré la espada con que os vencí: el amor. 55. ¡Cuán humilde es esta manifestación para quien la ve con los ojos de la materia! más ¡Cuán sentida y grande para el que la contempla con el corazón y con el espíritu! 56. Así como ahora estáis a mí alrededor, así me encontraba en el Segundo Tiempo aquella última noche. El sol se hallaba en el ocaso, cuando Jesús conversaba con sus apóstoles en aquella estancia por última vez. Eran las palabras de un Padre en agonía a sus hijos muy amados. Había tristeza en Jesús y también en los discípulos que ignoraban todavía lo que unas horas más tarde esperaba a Aquél que había venido a doctrinarles y les había amado tanto. Su Señor iba a partir, mas no sabían aún cómo. Pedro lloraba estrechando el cáliz contra su corazón. Juan humedecía con sus lágrimas el pecho del Maestro. Mateo y Bartolomé se hallaban extasiados ante mi enseñanza. Felipe y Tomás ocultaban su amargura mientras cenaban conmigo. Santiago el menor y el Mayor, Tadeo, Andrés y Simón, estaban mudos de dolor, sin embargo era mucho lo que me hablaban con el corazón. Judas Iscariote también llevaba dolor en su corazón, angustia y remordimiento, mas ya no podía retroceder porque la tiniebla lo había poseído. 57. Se acercaba el martirio de la cruz, desde la cual Jesús dejaría a su Madre, como a una alondra que daría calor a aquellos pequeños, mientras la luz del Espíritu Santo descendía a iluminar a aquellos hombres. Pronto se sentirían fuertes después de los instantes de flaqueza, para diseminarse por el mundo predicando la buena nueva y anunciando el reino de los Cielos a los pueblos gentiles e idólatras. 58. Cuando Jesús terminó de decir sus últimas palabras y recomendaciones, aquellos discípulos se encontraban bañados en llanto, más uno de ellos ya no estaba, su espíritu no pudo recibir tanto amor ni contemplar tanta luz y se apartó porque aquella palabra le quemaba su corazón. 59. Pueblo de este tiempo, nuevos discípulos: Yo permití en mi apostolado del Segundo Tiempo la traición de un discípulo para daros en ella una gran lección. No os convirtáis en jueces de aquel a quien Yo he juzgado y perdonado con amor, tomadle más bien como un libro abierto y como un símbolo. ¿Cuántos de los que le estáis juzgando ahora, llevaréis un Judas en vuestro corazón? 60. En estos instantes en que os hablo y recuerdo aquellos sucesos, también el astro rey se está ocultando, es el mismo sol que alumbró a aquella humanidad. Mas ahora, mientras os hablo así, sube hasta la altura de los cielos el clamor de los pueblos y el estruendo de vuestras guerras. 61. ¡Cuánta miseria contemplo en vuestro mundo y cuánta tristeza hay en mi Espíritu! 62. Benditos sean los que con dolor en el corazón recuerden el día en que Jesús estuvo en el cadalso, del cual salió seguido por las turbas hacia el calvario. 63. Hoy mi Espíritu se siente entre vosotros en una nueva cárcel, pero es de amor, la de vuestro corazón, en el cual quisieseis aprisionarme porque me empezáis a amar. También veo la nueva cruz donde vais a elevarme mas no es aquella donde me hicisteis morir; hoy es la de vuestra espiritualidad, que busca mis brazos abiertos y que anhela el torrente de mi sangre divina que es vida. No me acusáis ahora, por el contrario sois mis defensores, porque ya sabéis de mi inocencia. 64. No puedo decir de todos lo mismo, porque los hombres han acumulado tantas imperfecciones y tantos pecados en el mundo, que también son para Mí como una nueva cruz de dolor que me han preparado para este tiempo. 65. Todos fuisteis rescatados por mi ejemplo y no podréis morir; sin embargo, es menester que venga a rescataros de las tinieblas que os envuelven y que no os dejan conocer la verdadera vida. 66. ¡Cuántos sentimientos encontrados agitan vuestro corazón al escuchar mi palabra, pueblo amado! Ese acento doloroso con el que os hablo de aquellas horas de amargura, conmueve más a los que han llorado mucho, porque esta vida es calle de amargura y es calvario. 67. En aquel tiempo me juzgaron tres jueces: Anás, Pilatos y Herodes, y el pueblo cumplió en Mí la sentencia. Ahora os digo que son muchos mis jueces y mayor número los que me harán sentir el dolor en este tiempo; pero cuando más abominen los hombres de mi Ley y mi Doctrina, cuando sea más perseguido y negado, surgirá la voz de los hombres de fe, porque no sucederá lo que en el Segundo Tiempo, ahora no estaré solo. 68. El ciego a quién Jesús devolvió la vista, gritará a voz en cuello que ha visto la luz; los muertos resucitarán y darán testimonio de mi verdad. El sensible corazón de la mujer me será fiel y los hombres de espíritu fuerte serán los nuevos cirineos. 69. María no estará ausente, ni será ajena a ninguno de mis pasos, y su Espíritu celestial me seguirá por doquiera, porque Cristo y María antes de haber venido a la Tierra, han sido uno con el Padre. 70. Humanidad, humanidad, hoy no podría decir como en aquel tiempo: Padre, perdónales porque no saben lo que hacen, porque no hay uno que no haya bebido la sangre del Cordero, aquella que es luz, verdad y vida. 71. Un instante bastó a Dimas para salvarse, y ése fue el último de su vida; él me habló desde su cruz, y a pesar de ver que Jesús, el que se decía hijo de Dios, estaba en agonía, sintió que era el Mesías, el Salvador y a Él se entregó con todo el arrepentimiento de su corazón y con toda la humildad de su espíritu, por eso le prometí el Paraíso para ese mismo día. 72. Yo os digo que todo aquel que inconscientemente vaya pecando, pero que al final de su vida me hable con su corazón lleno de humildad y de fe, le haré sentir la ternura de mi caridad, que lo elevará de las miserias de la Tierra, para hacerle conocer los deleites de una vida noble y elevada. 73. Os dejé a María a los pies de la cruz, sobre el monte que recogió mi sangre y las lágrimas de la Madre. Ahí quedó ella esperando a sus hijos, porque será ella quien aparte de sus hombros la cruz y les señale el camino de la gloria. 74. Sed tengo, dije a aquella turba que no entendía mis palabras y que gozaba con mi agonía. ¿Qué podré deciros ahora, cuando veo que no es una turba, sino que es el mundo entero el que hiere mi Espíritu sin darse cuenta de mi dolor? 75. Mi sed es infinita, incomprensible, y sólo vuestro amor podrá apagarla; ¿Por qué en vez de amor me ofrecéis un culto exterior? ¿No sabéis que al pediros agua, me estáis ofreciendo hiel y vinagre? 76. A pesar de ser tan amargo mi cáliz en este tiempo, tan cruenta mi cruz y tan grande mi soledad, no me oiréis exclamar: ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado? Porque aquella prueba que Jesús os dio demostrándoos que su dolor era humano y real, hoy no os la daré porque vengo en Espíritu. 77. Cristo es el Maestro y Él os dio lecciones hasta el último instante. Cuando ese momento llegó y vio su obra concluida, la ofreció humildemente a su Padre, diciéndole: “Todo está consumado”. 78. Si Jesús que era el Camino, la Verdad y la Vida, terminó su misión con aquella oración de siete palabras, diciendo al final a su Padre: “En tus manos encomiendo mi Espíritu”, pensad si vosotros que sois los párvulos y los discípulos de aquel Maestro, podréis dejar esta vida sin ofrecérsela al Padre como un atributo de obediencia y de humildad, y podréis cerrar vuestros ojos a este mundo sin pedir al Señor su protección, ya que tendréis que abrirlos en otras regiones. 79. Toda la vida de Jesús fue una ofrenda de amor al Padre. Las horas que duró su agonía en la cruz fueron una oración de amor, de intercesión y de perdón. 80. Ese es el camino que os vine a señalar, humanidad. Vivid imitando a vuestro Maestro y os prometo llevaros a mi seno, que es el origen de toda felicidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 95 1. ¿Qué podréis pedir al que os ha creado que Él no os conceda, siempre que lo que pidáis sea para bien de vuestro cuerpo o de vuestro espíritu? Mas debéis aprender a ser conformes con mi voluntad. Estáis en un tiempo de restitución en el cual no debéis ser inconformes con vuestras pruebas. 2. Amad, que vuestro amor os ayudará a restituir. Destruid con vuestra caridad todo egoísmo. 3. La tierra que pisáis es pasajera, vuestro viaje aquí es corto, después penetraréis en la vida eterna. Sin embargo, Yo quiero que desde este valle de lágrimas conozcáis el camino trazado en los preceptos de mi Ley. 4. No debilitéis en la fe, ni en la esperanza; tened siempre presente que el fin de esta jornada llegará; no olvidéis que en Mí habéis tenido vuestro principio y que el fin lo tendréis también en Mí, y ese fin es la eternidad porque no existe la muerte del espíritu. 5. Tened como ideal la eternidad y no desfallezcáis en las vicisitudes ¿Acaso sabéis si ésta sea vuestra última encarnación en la Tierra? ¿Quién podrá deciros que en ese cuerpo que hoy tenéis estáis saldando todas vuestras deudas contraídas con mi justicia? Por eso os digo: aprovechad el tiempo, pero no vayáis de prisa. Si con fe y conformidad aceptáis vuestros sufrimientos y con paciencia apuráis el cáliz, en verdad os digo: vuestros méritos no serán estériles. 6. Haced que el espíritu camine siempre adelante para que no dejéis nunca de perfeccionaros. 7. Yo soy quien pone las pruebas en vuestro paso para detener a vuestro espíritu, cuando se aparta del camino de mi Ley para vivir sujeto tan sólo a su libre albedrío. Examinad el fondo de las pruebas, Yo os lo permito, para que comprobéis que cada una de ellas es como un cincel que va puliendo vuestro corazón. Esa es una de las razones por la cual el dolor os acerca a Mí. 8. Más el hombre ha buscado siempre los placeres, ha ido tras el poder y la grandeza para enseñorearse en la Tierra y ser rey de sus propios hermanos. Si Yo os he creado con el mismo amor a todos, ¿Por qué ha habido siempre quienes pretenden ser superiores? ¿Por qué ha habido quienes conduzcan a la humanidad bajo la humillación y el látigo? ¿Por qué hay quien repudia al humilde y no se conmueve su corazón por llevar el dolor a sus semejantes? Porque esos son espíritus que no me han reconocido aún como al Padre que ama a todas sus criaturas y como el único dueño de todas las existencias. He ahí porque existen hombres que usurpan y desconocen los derechos sagrados del hombre. Ellos me sirven de instrumento para mi justicia y, creyendo ser señores y reyes, sólo son siervos. Perdonadles. 9. Este es el Tercer Tiempo en el cual he venido a enseñaros la lección que deberá unir a la humanidad espiritualmente; porque es mi voluntad que no sean ya un obstáculo para su unificación los idiomas, las razas, las distintas ideologías. La esencia con que formé un espíritu, es la misma que todos poseen y las substancias que componen la sangre que corre por las venas de los hombres, son las mismas en todos. Por lo tanto todos son iguales y dignos de Mí y por todos he venido nuevamente. 10. He venido porque he contemplado pobre de virtudes a vuestro espíritu y lo he venido a enriquecer. Mas no me pidáis las riquezas de la Tierra, porque ellas os las heredé desde un principio, pedidme y buscad la purificación del espíritu que no poseéis aún. Ved que mi Ley todavía está sin cumplimiento. 11. Han pasado los siglos y las eras y la humanidad no tiene un verdadero despertar a la vida de la luz y de la verdad, por eso cada vez que dejáis una envoltura tornáis al valle espiritual desnudos y menesterosos, hambrientos y sedientos. No surge todavía del corazón del hombre, una fe y una voluntad tan grande que los haga estar dispuestos a seguirme por el camino marcado por vuestro Padre con huellas de sangre y amor. 12. Y ahí tenéis el dolor en toda su fuerza, agobiando a la humanidad, haciéndole reconocer que está fuera del camino, invitándola a buscar al Padre, como hizo el hijo pródigo en mi divina parábola. ¿Qué importa que lleguéis ante mi puerta desnudos o harapientos, llorosos y avergonzados, si lo que Yo quiero es que me busquéis, que llaméis a mi puerta, que os acordéis de Mí? Mis brazos amorosos se abrirán entonces llenos de perdón y caridad para estrecharos, para devolveros la heredad perdida y malgastada, para sentaros a mi mesa a saborear el manjar y el fruto de la vida eterna. 13. Dejad que mi amor penetre en vuestro corazón y que él os consuele y os sane, dejad que os salve nuevamente; dejad que os liberte, rompiendo las cadenas que os atan a las pasiones, a la miseria y a la ignorancia. Quiero que sea el Reino de los Cielos el que venga al corazón de los hombres y que no sean vuestras pasiones las que establezcan su reino en este mundo. 14. Discípulos: comprended que Yo os envié al mundo para que amaseis a vuestros hermanos, derramando vuestra caridad, orando por ellos, viviendo para ellos; pero no esperéis que os devuelvan amor por amor, antes bien fortaleceos para resistir la dureza del corazón humano, las ingratitudes, el egoísmo. Preparaos para la calumnia y la traición, pero no os amedrentéis por ello y de antemano perdonadlos con todo vuestro corazón. 15. Cuando os sintáis solos, cuando necesitéis amor, cuando no haya en la Tierra una voz amiga que os consuele ni alguien que comparta su pan con vosotros, buscadme; buscad a Aquél que ama aunque no sea amado, Aquél que en verdad perdona, sana y consuela a todos los pecadores. 16. No todos serán ingratos e insensibles a vuestro paso, a veces seréis estimulados por la comprensión, la caridad y la bondad de vuestros hermanos. 17. Quiero que en vuestra humildad seáis conformes y en vuestra pobreza encontréis mis bendiciones. Mientras el mundo camina menesteroso de mi paz, tropezando y cayendo en medio de su ciencia y su falso esplendor, vosotros los pobres poseéis el tesoro de la paz. ¿Por qué no extendéis esta paz sobre la humanidad con vuestras oraciones, obras y palabras como un manto de amor y caridad? 18. Todos poseéis los dones del espíritu, que están comenzando su desarrollo en este Tercer Tiempo por la evolución que han alcanzado los espíritus. La intuición, la videncia, la revelación, la profecía, la inspiración, se están manifestando en forma clara entre la humanidad y es ello el anuncio de un nuevo tiempo, es la luz del Libro de los Siete Sellos, abierto en este tiempo en su Sexto capítulo. Mas vosotros que sabéis porqué son estas manifestaciones y el tiempo en que vivís, encauzad vuestros dones por el camino del amor; estad siempre preparados para ofrecer vuestra caridad y estaréis en armonía con mi Ley y serviréis de ejemplo a vuestros hermanos. Entonces seréis mis discípulos y como tales seréis reconocidos. 19. Si sabéis tomar mi Obra con verdadera caridad y amor, ella será en vuestra vida como una barquilla salvadora, os acogerá como una madre cuando vayáis perdidos llorando por los caminos de la vida. 20. Me pedís que mi palabra no cese de escucharse, me pedís que el tiempo de esta manifestación entre vosotros se alargue, mas os digo: mis leyes son inmutables, mi voluntad irrevocable. Nada podrá hacer el hombre para variar mi determinación. Ni lágrimas ni promesas harán que Yo prolongue este tiempo. Dicho y escrito está que en el año de 1950 mi palabra dejará de escucharse. ¿Quiénes estarán conmigo entonces? No sabéis lo que Yo prepare tres años antes de mi partida, mas vosotros debéis estar alerta. 21. En el Reino del Padre existe un ser lleno de gracia, de dulce ternura y calor. Es María, vuestra Madre, Ella es siempre con vosotros, aprended a recibirla dignamente en vuestro corazón. Sentid su amorosa caricia, comprended que para Ella seréis siempre sus hijos. María os ayudará a llegar a Mí, a vosotros que estáis enfermos del cuerpo y del espíritu, Yo no os desecharé por vuestra pobreza. Oíd mi palabra porque ella será como bálsamo en vuestras heridas. 22. ¡Cuántos de vosotros os sorprendéis de encontraros en estos instantes escuchándome con lágrimas de amor, de gozo, de arrepentimiento en vuestros ojos, cuando apenas hace unas horas todavía estabais entregados a las pasiones del mundo! 23. Os entrego mis lecciones para que las estudiéis con interés y mañana podáis practicarlas con amor. 24. Ha tiempo que os vengo dando mi enseñanza y no encuentro entre tantos párvulos a los discípulos que mañana sean los maestros, mas Yo os seguiré entregando mi lección hasta despertar en vuestro espíritu el ansia de evolución. 25. He venido a escoger a los torpes para las ciencias de la Tierra, porque ellos no los son para las enseñanzas del espíritu. He escogido al pobre, porque con un átomo de mi gracia que le dé, se siente enaltecido y honrado, no así el rico que por mucho que le conceda jamás queda conforme. Mas al pobre que ha sido engalanado con el conocimiento de los dones que posee, le enseño a que no reserve su tesoro para sí, sino que comparta de él con sus hermanos. El espíritu que goza al saber que lleva estos dones, es porque se ha dado cuenta del valor que ellos tienen. 26. Quien lucha por conservarse firme en el camino, es porque recuerda todo lo que ha tenido que sufrir para alcanzar lo que hoy posee. Comprended que quien se aleja del camino, no es tan ingrato con su Señor, como lo es consigo mismo. 27. ¿No sabéis que el que camina en contra de mi Ley, a sí mismo se despoja de sus virtudes y de sus dones? 28. Precisamente en este tiempo vengo devolviendo a la humanidad toda su herencia que había dilapidado; no quedará uno solo sin la luz de mi Espíritu Divino; antes de 1950, que como os he anunciado será el año de mi partida, ninguno se sentirá menesteroso, débil, ni ignorante. 29. Las plantas parásitas florecerán y fructificarán porque soy el poder y para Mí siempre será tiempo de salvar a vuestro espíritu, más para vosotros cada tiempo que pase y cada pasó que descendáis, tendrá que hacer más doloroso vuestro retorno al camino. 30. He venido a apartaros de las grandes perversidades, para que en un sendero de paz pudieseis escucharme, meditar y analizar la lección que os entrego. 31. Aprended que la sed del espíritu, sólo la calma el agua pura y cristalina, para que nunca toméis aguas turbias y contaminadas. 32. Si en el mundo habéis tenido siempre quien os sirva y habéis sabido de honores, en este camino, no tendréis siervos, ni vanagloria; seréis mis siervos sirviendo a vuestros hermanos. 33. Os dejé llegar a la cumbre que anhelabais y cuando en ella estuvisteis, oísteis la voz del Señor que os decía: Ya disteis mucho tiempo vuestro tributo al César, ahora dadme lo que es mío; ya gozasteis mucho con las satisfacciones del mundo y ya es tiempo de que preparéis vuestro viaje a la eternidad, porque nadie sabe si ha de volver o no a este mundo. 34. Yo os digo: benditos seáis por haber ensalzado el nombre de María, quien llena de amor os ha preparado para recibir mi lección y me mostráis vuestro regocijo y ahínco por seguir adelante. Mi anhelo es contemplaros a salvo, y hay dolor en mi Espíritu porque son pocos los que me siguen y muchos los que no han oído mi palabra, y su espíritu permanece aún indiferente y sordo a mis inspiraciones. 35. Yo doy vida y alimento a todos los seres y velo por su bienestar, mientras que vosotros no habéis aún comprendido que vuestro destino es amar y servir. Por eso os he hablado en muchas formas y mis lecciones se repetirán hasta que convencidos de vuestros errores obedezcáis las leyes que os han sido dadas desde el principio de los tiempos. 36. Os doy una oportunidad más para que hagáis obras de misericordia, para que multipliquéis vuestra cosecha y la almacenéis en mi granero en donde no se pierden sino que aumentan vuestros méritos. Presentadme a los que hayáis convertido de mala a buena semilla, a los tristes que hayáis consolado, a los que hayáis hecho salir de las tinieblas del vicio para ponerlos en lugar seguro. Eso es lo que os pido. No olvidéis vuestros deberes espirituales para con los que aún se encuentran materializados; recordad que os he dicho que no debéis preocuparos por el día de mañana, todo está previsto y concedido por Mí, sólo debéis confiar en vuestro trabajo que siempre será bendecido por el Padre. No os quiero sólo espirituales, os he dado dos leyes a las que debéis de atender, la una rige al espíritu y os inspira sentimientos y pensamientos elevados; la otra os mantiene en armonía con la Naturaleza material y ambas os identifican conmigo en su armonía perfecta. 37. Unificaos en un solo pensamiento y confiad en Mí; Yo os he amado desde antes de enviaros al mundo y doquiera que os habéis encontrado, os he protegido. He sido incansable en mi afán de prepararos. ¿Quiénes serán los que se ocupen de mi Obra y vean el principio de la restitución de este mundo? En verdad os digo: serán los hijos de vuestros hijos los que hablarán de lo que vosotros habéis visto y oído de Mí; mas si vosotros lográis una gran preparación y alcanzáis grandes mirajes que señalen el futuro para la humanidad, cuán dichosos seréis, porque podréis manifestar cuán grandes son los dones que os concede el amor de Dios. 38. Cuando todos mis hijos sepan que me he manifestado una vez más, cuando mi palabra sea analizada y se dé cumplimiento a mis mandatos, la luz del Sexto Sello estará iluminando a toda criatura y todos estaréis despiertos. En ese tiempo cesará la confusión y la maldad, terminarán las guerras, y la vida del hombre estará envuelta en mi amor y en mi gracia. En los corazones latirá tan sólo el amor, la misericordia y el perdón. La intuición será un don de todos y la conciencia hablará con toda claridad y su voz será escuchada y obedecida. 39. Confiad en Mí, para que podáis hacer obras espirituales, porque si no tenéis fe, no podréis sanar y os sentiréis pequeños y menesterosos teniendo mi potestad, mas también os digo: cuando vayáis a socorrer a vuestros hermanos, no los humilléis, no erijáis tronos ni busquéis vasallos, sed humildes, amadlos y trabajad con abnegación entre la porción que os corresponde. Lo que hicierais con vuestros hermanos lo habréis hecho con vosotros mismos. Pensad cómo seréis juzgados si hacéis obras opuestas a mi Ley diciendo que sois mis discípulos. 40. Yo recibo vuestra cosecha en este mundo, en el que habéis luchado y sufrido por mi causa. Un corazón me dice: mi siembra es pequeña; pero voy a aumentarla porque me conmueve tu amor y tu paciencia divina. 41. De vuestra elevación espiritual depende vuestra tranquilidad, Yo tengo más que daros, que vosotros que pedirme. Cuando os entreguéis al trabajo espiritual, hacedlo con todas las fuerzas de vuestro ser, y cuando vayáis al mundo a labrar el pan del cuerpo, trabajad con amor para que deis cumplimiento a las leyes que os rigen. 42. Si habéis sido buenos hijos y después buenos padres, no temáis ser ante Mí. Si os habéis visto desobedecidos y no podéis corregir al hijo que ha faltado y lleváis por esta causa una herida profunda en vuestro corazón; recordad que Yo he recibido mil y mil veces la ingratitud y el desconocimiento de mis hijos, y entonces imitadme. Sólo Yo juzgo las obras de todos los seres. Los padres me responderán de sus hijos, y éstos, de sus padres. Os he inspirado la virtud para que seáis los cimientos de un mundo sano y fuerte para que cuando os pregunte por los seres que envíe al seno de vuestro hogar, los presentéis como fragantes rosas y lirios en el jardín que habéis cultivado. 43. Mi palabra viene a dar la paz al que la necesita, pero no todos la han sabido recibir; muchos no se conmueven con mi lucha ni sienten mi dolor, por su falta de amor. 44. Anhelo ver en vosotros la firmeza de vuestra fe, porque llegará un tiempo de persecución en que seréis interrogados y juzgados; si estáis preparados, Yo hablaré por vosotros y me manifestaré en vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. 45. Sed misericordiosos y alcanzaréis misericordia de vuestros hermanos. Obedeced mis inspiraciones y rechazad peligros y tentaciones. Los que hoy me rodean no son justos, pero están en camino de serlo y de alcanzar la salvación. 46. Todo lo que me pidáis con humildad y buen propósito os lo concederé. Todo lo que solicitéis en bien de vuestra evolución en nombre de María, os será concedido. Pedid por todos, porque sois ante Mí un solo hijo a quien amo y a quien he venido a salvar. 47. Habéis venido a morar en la Tierra por mi voluntad, por eso he venido a comunicarme con vosotros. Quise escoger corazones duros para daros pruebas del poder de mi palabra al obtener su regeneración. El cincel de mi amor les ha pulido, mi bondad les doblegó. 48. Los espíritus han oído mi voz a través de su conciencia y han hecho que el hombre reconozca sus faltas; los corazones se han confesado de espíritu a Espíritu con el Padre y han descubierto delante de Él muchas faltas desconocidas para ellos mismos. 49. Cuántos en el silencio de su corazón al estarme escuchando me dicen: Padre, tu mirada está penetrando en mi interior ¿Qué puedo ocultarte? Muchos lloran al conocer el dolor que han causado a sus hermanos, a quienes hicieron volver al Más Allá antes del tiempo fijado para ello. 50. Se regocija mi Espíritu al veros venir en multitudes, pueblo, y os digo: venid, venid, no es tarde para que lleguéis a mis tierras y os convirtáis en labriegos, ni tampoco para que forméis propósito de enmienda. Cuando hayáis sentido el calor del aprisco y recobrado vuestras fuerzas, no seáis ingratos al Pastor que os rescató, porque no sabéis a qué precio conseguiríais que El volviese a buscaros. 51. ¿Qué buscáis en los caminos inciertos, si de ellos venís? ¿Para que ir en busca de nuevas encrucijadas, cuando aún recordáis vuestro dolor en las engañosas veredas del mundo? Id a los caminos, si, volved a ellos, os dice el Maestro, pero hacedlo cuando os sintáis fuertes y que vuestro progreso sea para dar la mano al caído o para que busquéis al extraviado. Es necesario que tengáis un conocimiento completo del lugar de donde habéis venido para que comprendáis las bellezas del camino en que os encontráis. 52. Si os faltare el conocimiento de estas enseñanzas, por no haber dado suficiente atención a mis lecciones o por escasa meditación, vuestro paso por el sendero del bien será falso y un leve tropiezo os hará desviaros. 53. Velad y orad, oíd y meditad, y tendréis fuerzas para llevar a la práctica mis divinas lecciones. 54. Vais aprendiendo a pedir, a saber amar y a sufrir también. Este es un mundo de dolores, donde tenéis que aprender a respetar mi voluntad. El amor que profeséis a vuestro Padre os ayudará a sufrir las pruebas con paciencia y conformidad. 55. He querido que desde este mundo conozcáis el sendero que conduce a mi Reino, por medio de la práctica de los preceptos de mi Ley. Terminad de cumplir vuestra misión en la Tierra, no desaprovechéis esta ocasión. ¿Quién puede asegurar que el Padre os conceda una nueva reencarnación, en la cual podáis reparar vuestros errores y reponer el tiempo perdido? En mi palabra os he dicho: Sed diligentes, mas no vayáis de prisa. Cumplid con lo espiritual y con lo humano. Fundid todas vuestras potencias y sentidos en una sola voluntad. 56. El dolor apurado con paciencia, no es estéril, porque acrecienta la fe, eleva y purifica, nunca será un obstáculo sino aliciente en el camino de evolución y restitución. 57. Sed humildes de espíritu y entonces tendréis verdadera caridad para vuestros hermanos, entonces seréis fuertes para resistir las tentaciones del mundo. ¿Por qué unos sueñan con los deleites de la Tierra, otros van en pos de los caudales y otros se hacen grandes para humillar a los pequeños? Porque son débiles para perseverar en el bien y sucumben ante la tentación. 58. He venido a comunicarme en este punto de la Tierra, y dejaré mi palabra como un don para todos los hombres, este don apartará la pobreza espiritual de la humanidad. 59. Vengo a llenaros de valor para que rompáis las cadenas que os atan y quedéis libres para seguirme. La tentación ha hecho su reinado en la Tierra y ha esclavizado a los hombres, mas a ellos les será dada potestad para vencer al pecado, al vicio, a la carne. Los que me vais siguiendo, practicad la caridad en todas las formas, así habréis amado, mas no esperéis gratitud de la humanidad. No recibiréis amor por amor, el mundo no sabrá consolaros y a veces os traicionará, mas no temáis; cuando tengáis necesidad de consuelo, de amor, de paz, de bálsamo, buscad a Aquél que con su palabra y su sangre os dio pruebas de su amor, y en esos trances. ¿Qué podéis pedirme, que Yo no pueda concederos? 60. De la paz absoluta y perfecta que vuestro espíritu llegará a gozar en el Más Allá, vengo a daros una parte, pero este mundo está menesteroso de esa paz, carece de fe, va caminando entre tinieblas y cayendo en profundos abismos, en verdad no sabe a dónde va, porque no hay una mano que le guíe. 61. Para eso estoy preparando hombres que entreguen mi palabra por sus labios, para que ella lleve luz a los entendimientos y paz a los pueblos de la Tierra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 96 1. Sustentaos con mi palabra que es el pan del espíritu. Mas para que este pan llegue verdaderamente a vuestro corazón, es preciso que os despojéis, aunque sea por unos instantes, de cuanto os ata a este mundo. Nadie ignora la forma de elevarse a Mí y sin embargo muchas veces os veo llorar creyéndoos indignos, sin saber que ese llanto os purifica y os prepara para llegar a Mí. 2. En mi palabra encontraréis vida eterna para vuestro espíritu; analizadla y encontraréis en ella esencia divina, amor y fortaleza que estoy derramando sobre el Universo. 3. Párvulos y discípulos: mirad cuan cerca de vosotros me encuentro; y si sabéis esto ¿Por qué hay ocasiones en que me llamáis con desesperación creyendo que no os escucho? A vuestra incomprensión se debe que tenga que repetiros mis lecciones. 4. Quiero que desde ahora logréis la espiritualidad necesaria para sentir mi presencia, y cuando ya no me escuchéis por este conducto y encontréis estos recintos donde ahora os reunís, aparentemente vacíos y desolados, os baste la oración en silencio, la elevación de vuestro espíritu, para que sintáis mi presencia y seáis llenos de mi Espíritu. 5. Bienaventurados los que aprenden a elevarse a Mí, porque de lo infinito recibirán la inspiración que les guiará por el camino trazado por mis enseñanzas. Con cuanto regocijo se abrirán los labios de los inspirados para dar a sus hermanos testimonio de mi presencia. 6. Cuando haya dejado de vibrar mi palabra por el entendimiento humano, la voz de los elementos desencadenados hablará a los hombres testificando el acontecimiento que ésta manifestación divina significó. 7. También cuando mi rayo estaba próximo a descender al entendimiento humano, la Naturaleza se conmovió y los elementos desatados estremecieron a los hombres, despertaron a los pueblos y asombraron a los científicos. 8. No vayáis a olvidar mis advertencias, para que en los días de vuestra preparación no os intimidéis ante las pruebas a que será sometida la humanidad. Vuestra misión es orar, meditar y practicar la caridad, únicos méritos por los que este pueblo se salvará de las tempestades y por sus obras de amor recibirán consuelo los demás pueblos. 9. Mi palabra siendo arrulladora para vuestro espíritu, no os aletarga, por el contrario, os despierta a una vida superior. Acercaos a Mí por la senda del pensamiento, no dejéis que la carne os lleve a alimentaros de satisfacciones o deleites materiales, y habréis dado un paso firme hacia la espiritualidad. 10. He hablado mucho en el desierto de vuestro corazón, sin que mi voz encuentre eco en el espíritu de mi pueblo. Ahora que os hablo a través de estos portavoces, prestad atención a la palabra que sus labios vierten, si me creéis y queréis alcanzar la paz. 11. Nadie se extrañe de que Yo le busque cuando se extravía ni que siga sus pasos por los senderos del mundo, porque me pertenecéis, sois obra de mi inspiración de Padre. ¿No habéis imaginado lo hermoso que será cuando los hijos busquen y amen a su Padre en la misma forma en que El los ama? ¡Qué diferente será entonces vuestra vida y qué próximo me sentiréis en vuestro corazón! 12. Mi palabra siempre ha sido dulce, inmutable en el perdón y en la caridad que os he manifestado. Sé que habréis de levantaros con un firme propósito de regeneración, y que me devolveréis cuanto os confié, con la pureza con que lo recibisteis. Por eso os hago oír mi verbo y os doy incontables muestras de mi amor por vosotros. 13. Al tiempo de justicia en que vivís, viene aparejado el dolor que marca el principio de vuestra depuración. 14. Recordad que os he profetizado una guerra de religiones y que os he anunciado una lucha de doctrinas, en verdad os digo que la batalla ha comenzado ya, ¿Quiénes verán su fin? Nadie lo sabe, mas Yo os digo que no triunfará el hombre, en esa lucha triunfará la verdad. Quiero que os preparéis como buenos soldados a fin de que sepáis defender esta causa. 15. Hoy venís a buscar alimento para vuestro espíritu y tratáis de que la materia se someta y renuncie a vanas satisfacciones. Venís como buenos y atentos discípulos, para lo cual aquietáis vuestros sentidos y dejáis que el espíritu se eleve a Mí en una oración tierna y respetuosa. Yo os recibo, os consuelo y vivifico. 16. Aquí están muchos de los que en otros tiempos fueron doctores de la Ley o científicos; ahora traen su mente despierta para el saber espiritual, convencidos de que en el limitado saber humano no encontrarán la suprema verdad. 17. Aquí están los que en otros tiempos fueron poderosos y ricos en la Tierra, que ahora han venido a saber de la pobreza y la humildad, Yo los bendigo por su conformidad y por su anhelo de perfeccionamiento. Ahí tenéis una prueba de mi amorosa justicia al hacerlos venir nuevamente a la Tierra para mostrarles una página más del libro de la sabiduría eterna. 18. La humanidad vive en un caos del que no puede librarse por sí misma; necesita de ayuda y Yo estoy siempre presto a dársela; Solo espero de ella una palabra, una breve oración o un momento de arrepentimiento para iluminar su sendero y convertir este mundo de tinieblas en un valle de paz, en que el hombre se sienta poseedor de la vida que Yo le he concedido. 19. Vuestra misión no se reduce tan sólo a salvar a vuestro espíritu; es necesario que ayudéis a encauzar a los que se han perdido. A cada paso os recuerdo esta misión. ¿Hasta cuándo vais a espiritualizaros? ¿Hasta cuándo vais a hacer mi voluntad? Si aprovecháis este tiempo y lleváis en vuestro corazón mi palabra sin mezclar a vuestras prácticas ideas extrañas, si os eleváis a Mí con limpidez, recibiréis con claridad la inspiración espiritual que os alimentará y haréis que cuantos os rodeen alcancen gracia y paz en su corazón. 20. El año de 1950 está muy cercano y de cierto os digo que la vida de mis discípulos cambiará. Después de esa fecha veréis desatarse los elementos de la Naturaleza y a los hombres levantarse en guerras de ideas y doctrinas. Cuando eso sea, la confusión y el dolor serán tan grandes que desearéis que mi palabra vuelva a hacerse oír a través del entendimiento humano, mas ya os he dicho que esta manifestación no se repetirá. A vosotros corresponde prepararos para las pruebas venideras y dar valor a vuestros hermanos. 21. Estad alerta, porque en ese tiempo aparecerán falsos cristos, falsos Elías y profetas, y los incautos estarán en peligro porque no sabrán distinguir la verdad de la impostura; será entonces cuando hablaréis sin reservas y ratificaréis mis palabras, y os haréis reconocer como hijos del pueblo doctrinado por Mí en este Tercer Tiempo. 22. Vendrán a esta nación hombres y mujeres de todos los lugares de la Tierra en busca de testimonios sobre mi nuevo advenimiento, y mi Obra, representada por mis discípulos, les recibirá como madre amorosa. 23. Aprended de Mí cuanto podáis, para que mañana os convirtáis en maestros de vuestros hermanos; vuestra caridad y abnegación serán el mejor recuerdo que hagáis de Mí y el mejor testimonio que deis de mi palabra. Fortaleced vuestro espíritu en mis enseñanzas y comprobaréis que cuando existe fe, no puede haber cansancio, temor ni cobardía. La práctica y el trabajo serán vuestro sostén. 24. En el Segundo Tiempo escogí a doce discípulos, y ellos sin preguntar quién les invitaba a seguirle, sintieron el llamado en su espíritu y todo lo dejaron para ir en pos de mi huella. Así os he escogido a vosotros, para prepararos y por vuestro conducto hacer el llamado a otros más. 25. Velad a fin de que vuestras obras os dignifiquen y os sintáis capacitados para guiar a vuestros hermanos. No olvidéis que un ciego no puede guiar a otro ciego. Si la humanidad necesita luz, dádsela y llevadla de la mano como a un hermano menor. Sanaos también, para que más tarde sanéis a vuestros semejantes. Sed fuertes en vuestra lucha e impartid fortaleza a los débiles. 26. Os doy el tiempo necesario para que podáis desempeñar la obra que os encomiendo. Hombres y mujeres, trabajad por la elevación de la humanidad. Cada pensamiento, cada obra vuestra quedará escrita y Yo haré que toda simiente de amor sea fecundada. Dejaréis que sea Yo quien juzgue vuestras obras y no publicaréis la caridad que hagáis si queréis recibir un galardón. No busquéis honores, ni vasallaje, ni pago alguno; sed humildes, caritativos y desinteresados y Yo os ensalzaré. 27. Cuando es mi voluntad haceros poseedores de bienes terrestres, os los concedo para que los compartáis con vuestros hermanos necesitados, con los que no tienen un patrimonio o un apoyo; con los débiles y los enfermos. Muchos de los que nada poseen en la Tierra, pueden en cambio participaros de sus bienes espirituales. 28. Si vosotros que habéis recibido mi palabra, no habláis de esta verdad, los torpes y rudos hablarán. Tened presente de que esta Doctrina os ha sido confiada, para que salvéis espiritualmente a muchos seres que han sucumbido bajo el peso del desaliento y la amargura que han dejado en ellos la guerra o la batalla que cada hombre libra interiormente. 29. Orad en verdad, pueblo amado, no os concretéis a ensalzar con bellas frases a mi Divinidad; amad a vuestros hermanos y velad por la paz de las naciones. 30. Este pueblo a quien he doctrinado desde el principio de los tiempos, no podrá deshacerse de su misión espiritual: debe ser guía, profeta y mensajero entre los hombres. A él le he inspirado el culto perfecto hacía Mí, y hoy tendrá la oportunidad de terminar de edificar el templo que desde el principio le fue encomendado. 31. Le he apartado de toda influencia perjudicial para que pueda recibir mi inspiración divina en toda su pureza. Sólo la enseñanza del Maestro y la dulce voz de María, habrán de oírse en el santuario que mi pueblo está construyendo en lo más profundo del espíritu. 32. A través de los tiempos os he concedido revelaciones espirituales a mis hijos. En cada era me he manifestado en diferentes formas y también en cada una de esas eras, he encontrado a la humanidad en diferente grado espiritual; hoy la he sorprendido entregada a una existencia material, egoísta y científica, y su espíritu se ha materializado desconociendo el valor de los dones espirituales. 33. El hombre de este tiempo está librando en su interior la batalla espiritual más grande que ha tenido la humanidad, porque su adelanto científico y su desarrollo mental están en pugna con la evolución que su espíritu ha alcanzado. Se niega a oír la voz de su conciencia y trata de ahogar sus impulsos de liberación, sin darse cuenta de que vive un tiempo de restitución y de justicia. 34. Abrid vuestros ojos, pueblo amado, y comprended que vos, a quien Yo he destinado para ser la luz del mundo, no debéis dejaros llevar de las pasiones que a otros subyugan ni confundiros entre las turbas que caminan a ciegas por la vida. 35. Me decís que es difícil lograr la espiritualidad en un tiempo como éste, dentro de una vida como la presente; mas Yo os digo que no es imposible y si muy meritorio el esfuerzo que hagáis por libertaros del mal, para dedicaros a una vida juiciosa y elevada. 36. En esta batalla triunfarán los que aparten de su corazón el temor al juicio y a la crítica de los demás; y se elevarán los que se olviden de sí mismos para servir a sus semejantes. 37. Yo, el Maestro, el Padre, he descendido a través de esta luz hasta vuestro espíritu y por esa causa habéis llamado Espiritualismo a esta revelación. Pues bien, cuando os pregunten qué quiere decir espiritualismo, decid que es la Doctrina revelada por el Divino Maestro en el Tercer Tiempo: La Doctrina de la espiritualidad. 38. Más si os preguntan que es espiritualidad, decid que es elevación de pensamiento, limpieza en las obras y en las palabras, vida elevada y generosa. 39. Vosotros, como discípulos de esta enseñanza, preguntaos con frecuencia si estáis haciendo un esfuerzo para llegar a llamaros dignamente: Espiritualistas. Para ayudaros en esta obra, os he dado mi luz, porque seréis los encargados de construir el templo espiritual a mi Divinidad. Con vuestra unión, formaréis el templo: Unos por su firmeza, serán cimientos; los que alcancen mayor elevación, serán los muros; otros con su caridad, serán escalinatas; y otros más, con su don de palabra, se asemejarán a las campanas que con sus voces llaman a las multitudes. Habrá quienes por su inspiración, simbolizarán altas torres y cúpulas del recinto; y los que por su amor a la humanidad sean como puertas siempre abiertas al necesitado, al sediento, al enfermo, al incomprendido. 40. Este templo será concluido cuando la armonía entre mis discípulos sea verdadera. Su base estará en la Tierra y sus cúpulas tocarán el Cielo. Cuando esté cimentado lo hallaréis en todo el Universo. Tened confianza en esa obra y trabajad sin deteneros. 41. Ninguno se aparte de la misión que tiene encomendada, para que no vaya a carecer de solidez su santuario; todos debéis procurar alcanzar el mismo conocimiento para que ese templo sea edificado con vuestra espiritualidad. 42. Velad y orad. Amaos en verdad para que la soberbia no se apodere de vuestro corazón, porque esta es simiente que destruye la humildad y la caridad. Cuidaos de que no os acontezca lo que a los constructores de Babel, a quienes los perdió su soberbia. Recordad que la mala simiente fue la causa de la división entre aquellos hombres. La torre quedó sin concluir, y fue tan grande la confusión de la gente, que se dividieron en pueblos que hasta ahora viven todavía distanciados. 43. Una sola luz ha descendido sobre vosotros: la de mi Espíritu, que es como un faro luminoso y un principio para vuestra unificación y armonía. 44. Tomad como luz para vuestra práctica, la experiencia de los primeros pueblos, meditad sobre sus pruebas y tomad sus ejemplos. Construid y trabajad, hoy en materia y mañana en espíritu y así seguid por siempre hasta que todos hayáis penetrado por las puertas del amor en el templo de la verdad. 45. Que nadie quiera apartarse ni un paso del camino trazado por mi Ley, porque un instante perdido, un tropiezo, un error, lo lamentaréis amargamente. 46. El Maestro está en espera de que sus discípulos del Tercer Tiempo sigan sus huellas al igual que aquellos que dieron testimonio de Mí, en el tiempo pasado. A vosotros que me escucháis os digo: no esperéis estar en espíritu para dar comienzo a vuestra misión. Si he venido a hablaros ahora que habitáis la Tierra, es señal de que tenéis un destino que cumplir en esta morada. En este cumplimiento vuestra mayor lucha la tendréis con vosotros mismos; mas si usáis vuestros dones, habréis vencido vuestras flaquezas y todo lo demás os será fácil. 47. Cuando este pueblo se haya unido y preparado, Elías anunciará a la humanidad el resurgimiento del pueblo del Señor. Ahora pensad cuán grande deberá ser vuestra la lucha, para lograr que vuestra vida sea una enseñanza y una doctrina para la humanidad. Por eso os digo que examinéis vuestras obras a fin de que tengáis conocimiento de lo que hacéis; mas si hubiera actos o pensamientos que no alcancéis a distinguir si están dentro o fuera de la Ley, elevad vuestro espíritu a Mí, en una verdadera confesión espiritual y mi voz, reflejada en la luz de vuestro pensamiento y en la paz de vuestro corazón, os señalará la verdad. 48. No os parezca imposible esta clase de comunicación, que es la misma que os he inspirado desde el principio de la existencia de la humanidad. Hoy que es el tiempo en que impera como nunca el materialismo, vengo a inspiraros la oración perfecta, precisamente cuando el mundo dividido en sectas y religiones, trata en vano de sustentar a su espíritu con ritos y tradiciones, olvidándose de la verdadera oración; aquella que brota de lo más profundo de vuestro ser, para elevarse a Mi por el camino del amor. 49. Todo este tiempo le habla de justicia al hombre y sin embargo, su corazón no se conmueve. Los elementos, las plagas, las enfermedades extrañas, los diarios acontecimientos en diferentes lugares de la Tierra, son señales que hablan de la justicia Divina. Mas nadie ora y muy pocos estudian las palabras que dejaron mis profetas. 50. Desde los primeros tiempos estaba anunciado todo lo que hoy veis realizado y aun en este tiempo profeticé por conducto de los primeros portavoces, acontecimientos que tuvieron muy pronto su cumplimiento. 51. ¿Quiénes de los que ahora oyen mi palabra, me volverán la espalda? Eso sólo Yo lo sé. 52. Los que en aquel tiempo fueron en busca de Jesús con la esperanza de recibir riquezas del mundo y bienes temporales, se sintieron defraudados al ver que el Rey que sus padres les habían anunciado que vendría a salvar a su pueblo, estaba sin corona, sin cetro y sin trono; con sus manos vacías y desnudos sus pies. No pudieron reconocer en Jesús al Mesías prometido. Considerad ahora todos los caminos que habrán tenido que recorrer esos espíritus para recobrar la paz y los beneficios que desaprovecharon. Hoy están entre vosotros. 53. Sabed que vuestro espíritu no nació al mismo tiempo que vuestro cuerpo, sino que ha habitado en diferentes épocas y hoy, al sentir mi presencia, viene a Mi con avidez y me pide que le permita oír mi palabra hasta el final de mi comunicación; tiene la impresión de que en otro tiempo no me quiso escuchar y hasta me negó, y ahora quiere reparar su falta. 54. Habéis comprobado que ninguna falta queda oculta delante de Mí, que todo error tiene que ser enmendado y toda deuda tiene que ser saldada, pero también comprendéis que esa justicia procede del amor divino que os quiere perfectos por que sois sus hijos. 55. Yo no destruyo a ninguno de mis hijos por mucho que me ofendan, los conservo y les doy oportunidad de corregir su falta y retornar al camino que habían dejado. Mas a pesar de que los he absuelto, encuentran el fruto de sus obras y éstas son las que le juzgan y les señalan el camino recto. 56. Las grandes naciones de este tiempo quieren la guerra, piden sangre y claman venganza las que se sienten ofendidas, sin saber que todas corren precipitadamente hacia el mismo abismo; no quieren comprender que el poder que con tanto afán persiguen, pronto va a tornarse en un cáliz cuyo contenido será el dolor, la desesperación y la muerte; y cuando estén en ese abismo los sedientos de grandeza, los hambrientos de venganza, cuando se encuentren en lo más grande de su tribulación, alcanzarán a oír mi voz que les dice: ¡Mi paz sea con vosotros! En ese momento se hará la luz en todos los espíritus y su conciencia hablará con voz clara y será por todos oída. Comenzará en el interior del hombre, la batalla del espíritu contra el materialismo, y en mi Doctrina encontrará la luz necesaria para vencer. 57. Os habéis desengañado porque no traigo caudales ni riquezas materiales para halagaros y hacer que por ello me sigáis; más bien hay entre vosotros quienes tienen que dejar su elevada esfera para descender a la humildad de estas multitudes que me escuchan. Y es que esos me han reconocido y se disponen a renunciar a su vida vanidosa para dedicarse a meditar en mi enseñanza para practicarla más tarde. 58. Si los primeros habitantes de este mundo, que vivieron en la virtud, aparecieran entre vosotros, os darían testimonio de la paz, inocencia y beatitud que envolvía a la humanidad de aquellos tiempos. También podrían deciros que el dolor no existía y que la Tierra tenía seno y rostro de madre; que entre las criaturas que la habitaban sólo había simiente de amistad y de fraternidad. En verdad que este planeta estaba engalanado a semejanza de la morada celestial. 59. Si a mi juicio, envié a los espíritus a habitar en este destino temporal, quise todavía rodear su existencia de maravillas, como prueba de mi amor para que el hijo no se olvidase de su Padre y en cada obra suya lo viese y también lo amase. Más de aquel mundo, dé aquella lozanía, de aquella pureza con que Yo le entregué la Tierra al hombre, nada ha quedado; aquel santuario fue profanado, originándose con esto, el dolor en innumerables formas. Ved lo que habéis hecho de ese reino que el Señor os entregó para que en él fueseis como príncipes herederos de su sabiduría y de su amor; poseedores de un mundo que con toda vuestra ciencia aun no conocéis. 60. A nadie hagáis responsable de haber perdido la gracia y la paz que rodeaba esta vida en el principio. No culpéis a vuestros primeros padres porque en cada edad y en cada generación habéis sido probados y casi siempre habéis caído. A pesar de ello mi amor y mi piedad han estado siempre presentes en vuestra vida. 61. Alguien dice en su corazón: Señor, si nuestros antepasados fueron los que faltaron, ¿Por qué hemos de ser nosotros los que suframos esas consecuencias? Y Yo os digo: ¿Qué sabéis vosotros de las faltas de los primeros? ¿Quién os dice que no seáis vosotros de los que formaron las primeras generaciones? Por ahora, despertad, velad y orad, comprended que no será vuestro amor sino el dolor, lo que purifique a la humanidad y le devuelva su dignidad. Ya sobre la Tierra preparada Yo derramaré la semilla de mi Doctrina, ésta que estoy revelándole a un pueblo humilde que ha sabido reconocerme por la esencia de mi palabra, y que será el indicado para dar la buena nueva a la humanidad en el momento oportuno. 62. Quiero que el recuerdo de mi palabra sea imborrable en vosotros, que viva, perdure y esté siempre presente en vuestra memoria y deis testimonio de ella a vuestros hermanos con vuestras obras de amor. 63. Habéis sido preparados por Mí en el tiempo de la justicia, para que tengáis una prueba de mi amor y no vayáis a quejaros después diciendo que nada sabíais de lo que se acercaba. Mi justicia será sentida por todo espíritu, ni uno de ellos escapará a esa Ley. Y mi amor eterno vencerá todo error y obstinación en el mal. Las tinieblas serán disipadas y sólo la luz estará en toda criatura. 64. Estudiad cuidadosamente esta lección y acabaréis comprendiendo que nadie está irremisiblemente perdido, que nadie quedará lejos de Mí y que todas vuestras tribulaciones llegan hasta mi Espíritu y vuestras obras son puestas a juicio. Mas os digo que después de que me miréis de cerca como Juez, me conoceréis como Padre y en verdad me amaréis. 65. En el Segundo Tiempo os tracé el camino con mi sangre, ahora tenéis la esencia divina de mi palabra y por ella os salvaréis y llegaréis a Mí. 66. En aquel tiempo, los duros de corazón no creyeron en Mí, a pesar de palpar mis obras, ¿Qué será de los duros de corazón de este tiempo, ahora que mis manifestaciones son más sutiles? 67. Limpiad el vaso de vuestro corazón por dentro y por fuera, para que brote de vuestros labios sólo la esencia de vida y verdad, y derramad su contenido en vuestros hermanos sin limitaciones. No seáis avaros e imitadme a Mí, que siendo el dueño de todo, todo os lo doy. Sed intermediarios míos para con vuestros hermanos y trabajad incansablemente en la obra de restauración universal. 68. ¿Os extraña que vuestro Señor se interese tanto por vosotros que aún sois imperfectos? Es que me pertenecéis; os amo y por eso he llegado en busca de vosotros. 69. Me preguntáis por qué os duele vuestra carne y hay penas en vuestro corazón, cuando os he dicho que os amo, a lo cual Yo os contesto que si en el Segundo Tiempo, siendo Yo inocente padecí por vosotros para haceros dignos de estar conmigo, ahora no sabéis si vosotros estáis padeciendo para ayudar con vuestros méritos a otros espíritus que no han podido libertarse del pecado. Imitadme en vuestras pruebas sin pensar en el premio o galardón que podáis alcalizar, mirad que aún no tenéis suficientes méritos para hacer que otros alcancen perdón por vosotros; por eso os doy nuevas oportunidades de que os lavéis para que lleguéis a poseer lo que os ha sido prometido desde el principio de los tiempos: La paz del espíritu. 70. ¿Por qué teméis al mundo y os ocultáis para trabajar, si mi Obra es pura y sólo inspira amor y enseña caridad? Debíais sentiros dichosos porque os he escogido para daros esta misión espiritual. No esperéis el tiempo de mayores calamidades para comprobar mis profecías, ni vayáis a entregaros al cumplimiento de vuestra misión tan sólo por temor de ser castigados, porque si así lo hiciereis, no habréis sido apóstoles por amor y por fe. 71. En verdad os digo que aquellos que me amaron y supieron obedecer mis mandatos, se encuentran en Mí; ello significa que se hicieron dignos de habitar la Mansión de Paz. 72. Interiormente me decís que el sabor de mi palabra os es conocido, que en esencia es la misma Ley que os he dado a través de los tiempos y en verdad os digo que esta palabra que oís a través de mis portavoces, procede de la misma fuente de donde brotó aquella que os hice escuchar por labios de Jesús. 73. Oís con atención la lección comenzada en tiempos anteriores. 74. El Verbo es el libro que se abrió en el principio de vuestra evolución espiritual y que no se cerrará jamás. 75. Seguidme en la lucha, comprended mi Obra y sed perseverantes hasta el fin, confiando en que mi caridad os acompaña a todas partes. Os quiero ver unidos y preparados porque voy a tomar a todo aquél que se haya fortalecido para convertirlo en emisario de mi enseñanza. 76. Toda palabra vertida por los labios de estos portavoces se cumplirá y toda profecía de mis escogidos que hayan velado y orado, quedará escrita y tendrá cumplimiento a su tiempo, como prueba de los dones que he concedido a este pueblo y como testimonio de la verdad de mi comunicación con el hombre. 77. Abrid el libro del pasado, ahí está vuestra historia; leed en él iluminados por la luz de la conciencia y sentiréis profundamente la verdad del Nuevo Tiempo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 97 1. Mi amor de Maestro y el bálsamo maternal de María descienden sobre de vuestras heridas. La Madre está siempre junto a Mí para unir su tierna enseñanza a la lección que os doy, y su manto protector lo extiende sobre esta humanidad que camina alejada del sendero que con mi ejemplo le dejé trazado en la cruz. 2. Con cuánto amor vuelvo a vosotros después de haber sido crucificado y desconocido en el Segundo Tiempo. Vengo como Padre, como hermano, como Maestro, como amigo. 3. Ahora sois vosotros los que lloráis, porque ante mis palabras de perdón se estremece vuestro espíritu, mas ese llanto os purifica y os conduce al sendero que mañana como discípulos míos tendréis que recorrer. 4. En verdad os digo que son pocos los que habiéndome escuchado en este tiempo, no han sentido que su corazón se conmueve. Por eso, mientras unos se entregan a mi servicio llenos de sumisión y desinterés, otros permanecen escuchándome en espera de que Yo les señale su misión. Unos bendicen mi nombre aun en las más duras pruebas; otros sólo me buscan cuando me necesitan, mas Yo a todos les trato como discípulos muy amados. Hay quienes comprendiendo la importancia de ese mensaje, aprovechan hasta la última de mis enseñanzas, éstos serán los fuertes cuando mi palabra cese de escucharse bajo esta forma; también están aquellos para quienes mi comunicación no ha tenido mayor importancia, conformándose con escucharme y por tal motivo dejan pasar inadvertido el sentido de mi enseñanza. Estos serán los que mañana suspiren por mis complacencias de este tiempo, y de entre ellos surgirán los que traten de revivir mis manifestaciones, olvidando que el tiempo que he señalado para mis revelaciones siempre ha sido limitado. 5. Yo os digo, que hasta las lecciones divinas tienen un término. ¿No partió Moisés una vez que hubo revelado a su pueblo mi Ley? ¿No recordáis que Yo, en Jesús, me elevé de entre los hombres cuando concluí mi misión de Maestro y Redentor, luego de deciros Todo está consumado? Así en este tiempo, cuando mi revelación haya sido transmitida y los cerebros preparados hayan dejado de manifestar mi mensaje y aquellos a quienes he llamado Plumas de oro hayan anotado mi palabra y mi Mundo Espiritual haya entregado su mensaje, también os diré: Todo está consumado. Entonces callará esta voz y una nueva etapa se presentará ante los discípulos: la comunicación de espíritu a Espíritu. 6. Nadie ignora el día señalado por mi voluntad para que esto sea, por lo tanto sabed que ese instante se aproxima, comed y bebed el pan y el vino de la verdadera vida para que mañana no tengáis hambre ni sed en el camino. 7. Es tiempo de luz para este pueblo al que estoy llamando de diversos lugares de la Tierra. Entre las multitudes descubro a los que han de seguirme; unos tienen deudas conmigo, a otros se les ha prometido su heredad. Son espíritus a los que he enviado a morar la Tierra, haciendo que encarnen en materia de varón o bien de mujer, y en estos instantes los encuentro en edad de niños, de adultos y de ancianos. 8. Vengo en pos de los espíritus con los que he de formar mi pueblo, para reunirlos y darles nuevas lecciones que les hagan dar un paso hacia adelante en el sendero de su evolución. 9. Cada vez me he presentado ante mi pueblo en diferente forma, para poner a prueba su sensibilidad espiritual. Así en este tiempo comunicándome a través del entendimiento humano le estoy probando en su fe y en su espiritualidad, cuando le digo: Heme aquí en Espíritu ante vosotros como os lo prometí. 10. También en el Segundo Tiempo puse a prueba la fe de aquellos hombres, cuando les dije a través de Jesús: Yo vengo del Padre, mas quien conozca al hijo conoce al Padre. Muchos siglos atrás, sobre la cumbre del Sinaí, Yo le había dicho al Pueblo: Yo soy Jehová, vuestro Dios. 11. En cada era me habéis estado esperando y sin embargo cuando me habéis tenido delante de vosotros no me habéis reconocido debido a vuestra falta de vigilia y espiritualidad. Os digo que cualquier forma que revista mi presencia, siempre encerrará verdad y esencia divina. 12. Os he dicho que me he valido de diversas formas para manifestarme al mundo, mas éstas no han sido un disfraz para ocultaros mi Espíritu, sino para humanizarme, limitarme, y así hacerme escuchar y sentir de los hombres. Ahora os digo que antes de externar vuestro juicio, oigáis esta voz hasta que llegue el instante de vuestro convencimiento o de vuestra iluminación, cuando en el espíritu se haga la luz. 13. Yo sé que estáis juzgando a los portavoces por quienes os doy mi palabra y que les juzgáis impuros, pecadores e imperfectos; mas Yo os digo que no vine a buscar hombres o mujeres que fuesen puros, por el contrario, a pecadores para elevarlos por medio de mi comunicación. ¿Creéis que existan los puros de corazón, los limpios de cuerpo y de espíritu por cuyo conducto me hubiese manifestado? Yo os digo que ni entre la niñez les hubiese encontrado. 14. Si he venido a comunicarme con los hombres por medio del entendimiento de alguno de ellos, es porque el hombre constituye la obra máxima de cuanto deposité en la Tierra, si consideráis que le doté de espíritu. ¿Qué mejor intérprete que él podría encontrar mi Espíritu para hablar a la humanidad? Ahí tenéis la razón de por qué en todos los tiempos ha sido el hombre mi mejor conducto para expresaros mis divinos pensamientos. 15. Así, con amor y esmero infinitos, he venido cultivando al espíritu humano para elevarlo a las regiones de lo eterno y lo perfecto. 16. En medio del Paraíso de mi Creación, fue puesto el hombre para que gozase en la obra de su Padre, se llenase de sabiduría y siendo grande espiritualmente fuera parte de mi concierto divino. Al hijo amado, le hice príncipe en la Tierra, dándole potestad sobre los seres inferiores a él. Todo su camino ha estado iluminado por la luz de mi Espíritu, luz a la que vosotros llamáis conciencia. 17. En su largo camino de evolución el hombre ha visto maravillas, mas apenas se encuentra en el principio, porque aún le falta mucho por conocer. Sabed que cuando os hablo de maravillas, no solo me refiero a las que habréis de encontrar por los senderos de la ciencia, sino también a las revelaciones espirituales. 18. Este tiempo que vivís es de sorpresas y de luces para vuestro espíritu, tiempo en el que todas las potencias y sentidos del espíritu despertarán en lo más escondido de vuestro ser. Escuchad, meditad, ascended de párvulos a discípulos aprendiendo en el libro que os revela mi palabra. Estudiad la Naturaleza y asomaos al Universo que os habla también con voz de Maestro, ya que en todo estoy presente. Observad con amor o al menos con interés, y comprobaréis que todo señala el camino de la verdad. Nunca como ahora habéis estado preparados para comprender que todo habla de Mí y que en todo está mi huella como sello indeleble del Autor de la vida. 19. La ciencia material os ha revelado muchos misterios, sin embargo, nunca esperéis que sea vuestra ciencia la que os revele cuanto tenéis que saber. La ciencia de los hombres de estos tiempos, también tuvo sus profetas de los cuales la humanidad se mofó y juzgó extraviados de la mente, mas después al comprobar el cumplimiento de lo que ellos predijeron, os habéis maravillado. 20. Si en esta forma se cumplió la palabra de los profetas de la ciencia, aquellos que predijeron el fruto pasajero de la ciencia humana ¿Cómo será el cumplimiento de las profecías de los videntes de Dios, al anunciaros el establecimiento de un Reino de paz, inmortal en el corazón de la humanidad? 21. Ahora los videntes anuncian un nuevo mundo, son profetas enviados por Mí, a los que debéis de escuchar y si hubieseis estado preparados analizando mis palabras y promesas de los tiempos pasados, nada de lo que os he manifestado en el tiempo actual os habría sorprendido, pero os he encontrado fatigados, enfermos y ocupados en vuestra vida humana, por lo que antes de revelaros grandes lecciones de sabiduría, he tenido primero que sanaros, consolaros e inspiraros la enmienda y regeneración, para haceros penetrar en el camino de la paz, única forma en que pudieseis pensar en la vida espiritual. 22. Unos años tan sólo me restan para estar con vosotros a través de esta comunicación y debéis aprovechar mis enseñanzas, Los tiempos no pasan sobre mi Espíritu, pero sí pasan sobre el hombre, por lo tanto, estos años que tan largos os parecen ahora, pero que ante vuestro espíritu son breves, aprovechadlos. Yo os prometo derramar sobre vuestra mente torrentes de sabiduría, que será lo único que os deje después de mi partida. Ni oro, ni nombres, ni títulos os dejaré, tan sólo mis enseñanzas. 23. Esta simiente ya comienza a dar sus frutos entre vosotros, porque si ayer materializabais vuestro culto hacia Mí, ahora en cambio, tratáis de espiritualizaros para aproximaros a la verdad. 24. Por un crisol de dolor ha tenido que pasar vuestro espíritu para lograr dar un paso en el sendero de la espiritualidad y llegar a ser maestros de humildad y de paciencia, de fortaleza y de fe. De vuestro espíritu espero la comprensión y el respeto hacia los demás. 25. No juzgaréis a vuestros hermanos por la forma en que eleven su culto; en verdad os digo que sólo Yo sé descubrir en los corazones las flores de la fe y del amor, cuyo perfume recibo como la mejor ofrenda del espíritu. Tampoco desconoceréis a quienes no reconozcan a María a la ternura divina que se hizo mujer para que en su seno de virgen tomase forma humana el Verbo. Ella también en estos tiempos ha venido a doctrinaros, porque en el corazón de la Madre tampoco existen secretos para los hijos. De cierto os digo que su voz de Madre será oída por toda la humanidad de este tiempo. En Mí podéis encontrar todos los amores, porque lo mismo os hago sentir mi presencia y mi fuerza de Padre, que hago llegar hasta vuestro ser un hálito maternal o le doy a vuestro espíritu el gozo de escucharme como Maestro. 26. Dejad que esta simiente germine en vosotros, para que del fondo de vuestro ser puedan brotar todos los afectos que debe y puede manifestar el espíritu, tanto para con su Padre celestial como para con sus hermanos, amándoos los unos a los otros. 27. ¿Imagináis el gozo que habrá en el Reino Espiritual cuando por fin se amen todos los que han vivido para pecar, reñir y profanar? No podéis imaginar el gozo de vuestro Padre ni la alegría que habrá en el Mundo Espiritual. Os creó mi Espíritu para que me acompañaseis, porque estaba solo. Mas os destiné para que os amaseis los unos a los otros y con vuestro amor me llenaseis de felicidad. 28. Soy vuestro Padre y tengo hambre y sed de vuestro amor, porque os habéis apartado del camino que señala la conciencia. Yo os formé para amaros, mas todavía no miráis esa luz en plenitud. Os pierden vuestras ambiciones terrestres y aunque algunas veces volvéis vuestro pensamiento a Mí, y os sentís agradecidos de mis beneficios, no habéis comprendido que el mejor homenaje que vuestra gratitud puede ofrecerme es el de ese amor entre hermanos, de que tanto os habla mi Doctrina. 29. Discípulos amados: Cuando así me escucháis, os parece difícil o imposible llegar a agradarme, mas esa duda no es de vuestro espíritu sino de la carne, porque ella es frágil, en cambio el espíritu fue creado para obras grandes y dignas de quien le dio la vida. 30. Os traigo esta enseñanza para elevaros a la vida verdadera, sin embargo, tened en cuenta que la salvación de la humanidad no se realizará en un instante, pues así como necesitó un tiempo para descender espiritualmente, también precisará de tiempo para levantarse. Ese tiempo que solamente Yo puedo proporcionarle, se lo daré para que lleve a cabo su regeneración, su purificación y restaure cuanto haya destruido en sí y en sus semejantes. 31. Aunque sólo una corta parte de la humanidad ha escuchado mi palabra en este tiempo, nadie piense que fueron escogidos por justos, porque los hallé pecadores, como a todo el género humano; más en mis juicios así estaba designado. 32. Mañana, cuando la esencia de esta palabra haya llegado a todos los corazones, sabréis que mi testamento fue repartido sobre todos mis hijos, y encontraréis que en cada uno de mis pensamientos y en cada una de mis lecciones, hubo una caricia para aquellos a quienes llegue mi mensaje. 33. Vuestras heridas han cicatrizado; mi bálsamo ha sido en vuestro corazón. Ahora oídme, porque pronto iréis a buscar a quien lleva también dolor en el espíritu y en la carne ¿Quién podrá comprender mejor sus penas sino aquellos que las han vivido? 34. La vida, siendo maestra, convierte a los párvulos en instructores, para que éstos, con la luz, el saber y la experiencia, puedan ser consejeros y guías de sus hermanos. 35. Mi Doctrina, unida a las lecciones de la vida, hacen que el espíritu se ilumine con el faro luminoso de la conciencia, alumbrando los pasos del hombre. Mientras esa luz no logra reflejarse en el exterior por medio de buenas obras, pensamientos elevados y palabras con esencia espiritual, el hombre tendrá que sentirse débil, temeroso, egoísta y desconfiado; pero cuando esa luz comience a dominar las tinieblas de su mente, a manifestar su esencia, entonces llegará la paz al corazón, aparecerá la fe y la confianza en la vida, fortaleciendo el espíritu para que pueda atravesar con serenidad las horas difíciles, las grandes pruebas que todo destino encierra. 36. Mi palabra es el camino, es la divina ley que os guía hacía la perfección, es la luz que eleva al espíritu pero que se ha visto empañada cuando la carne, por su dureza, se ha impuesto desoyendo el llamado interior de su conciencia. Entonces ¡Ay del espíritu que ha cedido bajo el impulso de la materia y se ha dejado dominar por la influencia del mundo que le rodea, cambiando su puesto de guía por el de un ser indefenso el cual llevan de un lado hacia otro las pasiones y las flaquezas humanas, a semejanza de las hojas secas cuando son llevadas por el viento sin dirección fija! El hombre más amante de la libertad teme someterse a la voluntad divina, temeroso de que su espíritu llegue a sujetarle privándole de muchas satisfacciones humanas que él sabe que le dañan y abandona el camino que lo lleva a la vida verdadera. 37. Teme la carne la lucha con el espíritu y busca la forma de tentarlo con los placeres del mundo para impedirle su libertad o al menos para retardarla. Ved cómo el hombre lleva en sí a su propio tentador, es por esto que os he dicho que cuando llegue a vencerse a sí mismo, habrá ganado la batalla. 38. Mucho de lo que os digo en esta comunicación lo están recibiendo de manera intuitiva infinidad de hombres, porque ya es el tiempo en que la vida con sus lecciones haya hecho luz en muchos espíritus, encaminándolos a la meditación y a aprender a oír la voz de la conciencia. Ellos caminan hacia la verdad, comprendiendo que esa es la senda que conduce a la paz, a la verdadera libertad y al supremo goce que da el vivir en armonía con quien os ha creado. 39. Estudiad a fondo mis lecciones, discípulos, porque así como habéis visto cumplirse todo lo que anunciaron los profetas del Primer Tiempo, así veréis realizarse todo lo que os he anunciado por boca de estos portavoces. A cada paso y en cada día, una de mis palabras se cumple sin que de ello os deis cuenta. 40. Es menester que mi palabra salga de vuestra nación para que sea creída y obedecida como pasó con Jesús, que tuvo que dejar la aldea de Nazaret, donde pasó su infancia, para ser creído en otra Tierras. 41. En 1950 cesaré de daros mi palabra a través de estos portavoces, pero quedará guardada en los corazones donde aliente la fe, los cuales la llevarán a otras naciones. 42. Yo me serviré de hombres de buena voluntad y de corazones celosos de la pureza de mi Doctrina, para hacer llegar a la humanidad este mensaje de amor y de perdón. Los que se levanten como emisarios, llevarán dulzura en su palabra y en sus obras, mas nunca llevarán amargura. Sus ojos sabrán llorar por el dolor ajeno y sus sienes se blanquearán padeciendo por sus hermanos; vivirán y morirán amando, perdonando y bendiciendo, y llegarán al fin de su camino sin amarguras, sin fatiga ni desengaños. 43. El discípulo del Tercer Tiempo tendrá presente en su vida, que el fruto de la siembra no se recoge en la Tierra. ¿Por qué entonces muchos que se dicen discípulos míos se desaniman ante la ingratitud, o la indiferencia de la humanidad? 44. Yo he traído infinita dulzura en mi palabra para que la llevéis a través de la vida, ya que mi Verbo en vuestro espíritu es fortaleza, aliento, alegría de amar y servir. El buen discípulo nada tendrá que temer y sabrá atravesar sereno por caminos ásperos y pruebas dolorosas, su mirada siempre vigilante mediante la oración, sabrá descubrir las celadas que le tiendan a su paso sus enemigos. 45. Estas palabras las dejaré escritas, y llegarán a mis discípulos del futuro, y ellos, al estudiarlas, las encontrarán fresca, vivas, y su espíritu se estremecerá de gozo al sentir que es su Maestro el que les habla en ese instante. 46. ¿Creéis que todo lo que os he dicho, sea solamente para los que me han escuchado? No, pueblo amado, con mi palabra estoy hablando para los presentes y para los ausentes; para hoy, mañana y siempre; para los que murieron; para los que viven y para los que han de nacer. 47. Decís que mi Palabra y mi Obra son muy grandes, infinitas, y os empeñáis en limitarlas a través de vuestras obras. ¡Ah, sí supieseis prepararos, venciendo vuestra materialidad, elevando vuestro espíritu por medio del buen análisis y de una vida recta, qué maravillas y prodigios contemplaríais! 48. Os parece risible que a veces por boca del portavoz os dé lecciones dirigidas a toda la humanidad, porque consideráis inmenso vuestro mundo e incalculable el número de seres humanos, que ignoran mi comunicación, a lo cual os digo, que cuando hablo a la humanidad, no solamente lo hago para los presentes, sino también para los que esperan el instante de llegar a habitar la Tierra, mas debéis saber que vuestro mundo, delante de Mí, es como un átomo, y el número de hombres que lo habitan, insignificante en comparación con todas las criaturas espirituales que forman mi Reino. 49. ¿Os parece a veces demasiado pobre el medio que he elegido para comunicarme? No es la primera ocasión en que como Padre hago uso de la mente humana para que escuchéis mi palabra, mis mandatos y revelaciones. Este es un medio del cual me he valido en todos los tiempos para hablar al hombre, y debéis notar que siempre ha venido la divina palabra por conductos humildes, sencillos y en apariencia rudos. 50. Estudiad y trabajad, discípulos. Mirad que con insistencia he llamado a la puerta de vuestro corazón hasta que me habéis abierto. Os hablo a veces en sentido figurado, pero siempre lo hago con la misma sencillez con la que vosotros habláis; es que mi palabra viene ahora a explicar lo que en aquel tiempo os dije en parábolas y por ello no se ha llegado a comprender su verdadero sentido. ¿Por qué transitar por caminos oscuros, cuando Yo con mi palabra os he mostrado un sendero luminoso? 51. A los que me escuchan les digo que abran sus ojos a la luz de esta Doctrina para que admiren su grandeza. 52. Cuando comenzaba esta comunicación a través del entendimiento de los primeros portavoces y les hablaba a los primeros discípulos sobre el adelanto que tendrían los que detrás de ellos vinieran, diciéndoles que mi palabra se perfeccionaría en los labios de los nuevos portavoces, aquellas multitudes suspiraban y envidiaban a los postreros que hablan de llegar a la mesa del Maestro a saborear el fruto ya sazonado. De cierto os digo que aquel fruto maduro que predije, es éste que estáis saboreando, porque debéis saber que mi palabra está alcanzando su culminación dentro de esta forma de comunicación con vosotros. Sólo unos cuantos años faltan para que llegue el año de 1950 y en él os diga adiós el Maestro. 53. Mañana, a los que no me oyeron a través de esta enseñanza, dentro de su tiempo, les haré llegar mi mensaje. Unos lo recibirán por el testimonio de los que me escucharon; otros lo recibirán por medio de los escritos, y otros, por los dones de intuición e inspiración. Así se cumplirá la profecía de que mi Espíritu estaría en este tiempo derramado en todo espíritu y en toda carne. 54. A vosotros toca limpiar el sendero apartando obstáculos y tropiezos, dejando así una huella de caridad y amor a los que después vengan por este camino en busca de espiritualidad. 55. Ya está cerca el despertar espiritual de la humanidad; no desesperéis al mirar que pasan los años, sin que se advierta un cambio favorable en la moral de los hombres. Velad, aprended, trabajad y sabed esperar. ¿Creéis en mi palabra? no olvidéis que os he dicho que Todo ojo me verá, todo entendimiento me comprenderá y toda boca hablará de mi palabra. 56. Ese tiempo se aproxima, pero es menester que el pueblo que me escuchó esté limpio de pecado y se encuentre fuerte en su fe para que dé testimonio de Mí, como Yo he sabido darlo de vosotros al comunicarme por vuestro entendimiento. 57. Anotadas quedarán mis palabras en el Libro de Oro, para que después de 1950 nadie diga que hace falta mi comunicación. En mis lecciones, que son para todos los tiempos, os dejo sabiduría, órdenes, profecías, sustento y bálsamo. 58. Aprenderéis a leer en el libro de mis enseñanzas, para que cuando leáis para vuestros hermanos, aquellas palabras vayan saturadas de esencia divina y los que la escuchan, vivan y sientan como vosotros vivisteis y sentisteis al oírme a través del portavoz. 59. Discípulos: alejad de vuestro corazón vuestras penas mientras oís mi lección. Sentid la divina unción y conservad mi fuerza en vuestro ser. Yo os quiero sanos, nunca enfermos, llorosos o débiles. 60. Muchas veces creéis que os castigo cuando el dolor os hiere, mas Yo sólo os enseño, sois vosotros los que atraéis el dolor. Ha mucho tiempo habéis sido llamados para llevar a cabo una misión tan grande y habéis desoído mi voz. Mas ahora os hago saber que esa luz que mucho habéis buscado sin encontrarla, os la dará vuestro cumplimiento en mis leyes. Mirad cómo los que han cumplido se encuentran a salvo, libres de vicisitudes. 61. Os he dicho que no habéis venido a la Tierra sólo una vez, sino que vuestro espíritu ha tomado envoltura tantas como ha sido necesario para su desarrollo y perfeccionamiento; ahora debo añadir que también de vosotros depende que el tiempo para llegar a la meta se acorte o se prolongue, según vuestro anhelo. 62. Mi luz está vibrando en todas las moradas donde habitan mis hijos. Así se encuentra la Tierra envuelta en esa claridad. Vuelvo a deciros que se está cumpliendo la profecía de que todo ojo me verá, todo cerebro comprenderá y toda boca pronunciará mi verbo cuando el espíritu se prepare. Esto os he anunciado y ya es llegado el día en que mis palabras se cumplan. 63. Cuántos discípulos y cuántos párvulos del Segundo Tiempo sintieron el deseo de presenciar el cumplimiento de mis promesas, para vivir y palpar lo que hoy se está verificando. Aquel anhelo de saber les hizo prepararse y alcanzar mayor elevación, sin embargo, no les fue dado entonces contemplar realizadas algunas profecías porque a ellas les estaba reservada otra era. 64. Yo habría de venir cuando el mundo estuviese en su mayor altura de materialismo, para manifestarme en Espíritu y hablaros a través de hombres, mujeres y niños y enseñaros la comunicación perfecta con mi divinidad. 65: Quiero convertiros en sembradores de la verdad y que ésta se manifieste en vuestras palabras y en vuestras obras. A cada quién le serán confiados algunos cargos para que todos tengáis parte en la misión espiritual que habrá de desempeñar mi Obra. 66. He prometido a esta nación que en ella no habrá guerra si mis discípulos practican mi enseñanza. Ellos al contemplar en otras naciones los estragos que causan la división y el odio, me piden que en este suelo no se derrame sangre. Yo sólo les pido que oren y velen para que se hagan dignos del cumplimiento de esa promesa. No quiero veros llorar; si la injusticia reina y sufrís la tiranía y el rigor de quienes os gobiernan, no me culpéis; Yo os he dado el poder para que hagáis grandes obras que transformen vuestra morada en un valle de paz. 67. Está profetizado que muchos pueblos desaparecerán, esta familia que es la humanidad habrá de verse azotada por grandes torbellinos, y en esa prueba se sostendrán en pie, con la fe viva en Mí, los que hayan velado y preparado su espíritu con amor. 68. Aprovechad este tiempo porque la hora de justicia se acerca y el año de 1950 está a la puerta, para ese día muchos de vosotros estaréis en espíritu y otros en materia, pero todos seréis juzgados. 69. Ese será el principio para que todos los hombres por diferentes senderos caminen hacia la espiritualidad. Los hombres de ciencia me reconocerán y se convertirán en consejeros de la humanidad; se abrirá para ellos el libro de mi sabiduría en el que recibirán muy grandes revelaciones. Será entonces cuando el espíritu abra a la mente humana el camino del verdadero saber, y la conciencia la que norme los actos de los hombres. 70. La Tierra será limpia y los que sobrevivan me seguirán con el mismo afán de mis discípulos del Segundo Tiempo, mas seréis vosotros en quienes deje las primeras semillas de espiritualidad. 71. Como Pastor Universal, busco incansablemente a mis ovejas. En la Tierra marcharán delante de la humanidad quienes alcancen mayor elevación espiritual, por el amor y la humildad. El verdadero sabio es aquel que conoce mis leyes y hace mi voluntad. Así con infinita paciencia, formaré a mis discípulos del Tercer Tiempo. Os amo y por lo mismo, deseo veros a todos grandes de espíritu. 72. No olvidéis mis palabras, más si en vuestra memoria no alcanzáis a guardar todo lo que os he dicho, quedarán los libros que contendrán mis enseñanzas, mis revelaciones de este tiempo y los hechos de mis discípulos. 73. Sentid y obedeced la inspiración que os envíe, porque todo el que se eleve con limpidez hacia Mí, recibirá mi consuelo, tendrá alegría en su corazón y mi Verbo florecerá en sus labios. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 98 1. Voy a daros el fruto de la vid para que os alimentéis en mi amor; olvidéis dolores y penalidades y sintáis que mientras os doy mi palabra habitáis conmigo en la mansión de la paz. Sentid mi presencia, pueblo, aprovechad este tiempo y si en él queréis reparar vuestras faltas, venid a aprender de Mí que os estoy dando la oportunidad de elevaros espiritualmente. 2. Hombres en edad madura y ancianos: no lamentéis el tiempo que dejasteis pasar sin haberme oído, hoy estáis conmigo. Si me amáis podréis en poco tiempo conocer mi enseñanza y aprovecharla. Ya estáis en el camino y podéis dar principio a la jornada y vuestro guía será la voz de vuestra conciencia. Yo iré delante de vosotros y no habrá prueba, por dura que sea, que os aparte de Mí. Si me amáis, no volveréis atrás; porque vuestra fe brillará como una nueva aurora y veréis el camino por donde debéis transitar bañados en luz. 3. ¿Estáis dispuestos a seguirme aunque tengáis que padecer? ¿Si fueseis interrogados por vuestros hermanos, contestaríais diciendo que sois mis discípulos y que me seguís por fe? ¿Tendréis valor para dar estas pruebas? Meditad y pensad que si sois mis discípulos, tendréis que perfeccionaros para dar verdadero testimonio de mi Doctrina. 4. Voy a hacer llegar a todas las naciones mi mensaje. Todo está dispuesto para que mis designios se realicen y la prueba más grande que de mi poder y mi amor dé a los hombres, será la de transformar su egoísmo en sincero amor de los unos hacia los otros. 5. A través del amor llevarán a cabo grandes obras. Sin distinción de razas o linajes os llamaré a todos para daros misión en esta Obra. 6. A los ansiosos de saber y de espiritualidad les digo: Oíd mi palabra y conoced su esencia. Leed en el gran libro de la vida y estudiad, porque hay una lección dedicada a cada uno de mis discípulos. 7. Más cuidaos de leer libros en los que se hayan adulterado mi palabra o las profecías y también en aquellos donde se den interpretaciones torcidas a las revelaciones divinas. No permitáis que una falsa luz penetre en vuestro espíritu; si queréis conocer la verdad, preparaos y vuestra intuición, así como la sensibilidad de vuestro espíritu guiado por la conciencia, os revelará siempre la verdad. 8. Este libro que escribo para vosotros en el Tercer Tiempo, tomadlo e interpretad bien sus lecciones y veréis que su luz destruye sombras y que todo misterio queda esclarecido. Sentiréis entonces mi presencia y percibiréis mi voz en el fondo de vuestro espíritu hablándoos e instruyéndoos. 9. Pensad que no podréis esconder ninguna obra o pensamiento que Yo no conozca. Mas si sois tentados muchas veces por el mundo que os atrae y os encadena, llegando a veces a faltaros las fuerzas para rechazar el mal, recurrid entonces a Mí, para que en mis lecciones aprendáis a usar esa potestad que os he dado sobre el mundo y sobre la carne y cuando hayáis vencido y recobrado la paz del corazón, podáis reanudar vuestra obra. 10. Si os hacen falta ejemplos, elevaos y buscad en Mi lo que necesitéis y Yo os daré la fuerza para que lleguéis al fin que os he señalado. ¡Con cuánto gozo miraré al hijo que me imite y me glorifique con sus actos! Trabajad incesantemente por la humanidad y después de haber hecho todo el bien de que seáis capaces, olvidaos de galardones y no esperéis en el mundo pago alguno. Pensad que sólo Yo conozco y sé valorizar vuestras obras para daros la recompensa justa. Así con grande lucha y méritos verdaderos alcanzaréis a conquistar el lugar que tengo preparado para vuestro espíritu. 11. Hombres y mujeres de tierras lejanas vendrán a vosotros y se convertirán en mis discípulos, más cuando se sientan llenos de mi luz retornarán a sus pueblos, a sus naciones, para llevar mi Doctrina a sus hermanos. Así fue como en el Segundo Tiempo, atraídos por la fama de los prodigios de Jesús, muchos extranjeros se acercaron a Mí y oyendo mi palabra y presenciando mis obras se convencieron de mi verdad y retornaron a sus tierras testificando que Yo era el Mesías. 12. En esta era, la mayoría de los hombres vienen a Mí porque el dolor les ha hecho buscar el remedio que sólo en mi poder pueden encontrar. Vienen quejándose de pobreza sin saber todo lo que poseen en su espíritu, su única pobreza consiste en no haberse dado cuenta de lo que consigo llevan y en la ignorancia sobre los dones que atesoran. Pocos son los que han llegado pidiéndome luz para su espíritu, en su mayoría me buscan para pedirme pequeñeces propias de la vida humana, de aquellas que Yo doy siempre por añadidura, después de que he derramado mi caridad sobre su espíritu. 13. Uno a uno vais recibiendo el conocimiento que os descubre una luz que estando en vosotros no mirabais. Esa luz es vuestra conciencia; quien logra descubrirla y mirarse en ese espejo interior, se torna en humilde y siente al punto el lazo que le une a su Creador. 14. Hay quienes creen conocerse porque al saber los muchos dones que el hombre posee en su espíritu, se yerguen ante los ignorantes, se envanecen de su propia grandeza, se enseñorean y al fin acaban perdiéndose entre las tinieblas de su orgullo. No saben que el espíritu tiene en la conciencia el arcano de Dios y que para penetrar en él hay que hacerlo con respeto. 15. Aquí mismo, entre mis labriegos, cuántos hay que sin haber entendido mi Doctrina, al saberse donados, se han creído superiores, dignos de admiración y de homenajes, a lo cual Yo os pregunto si podéis aceptar que un espíritu elevado llegue a envanecerse de sus dones, siendo que la humildad y la caridad son los principales atributos que él debe llevar. 16. Practicad en el silencio y en la humildad de vuestra vida cada una de mis lecciones y veréis aparecer en vuestro espíritu esa luz que aún no conocéis, porque el velo de la materia y la frivolidad que os rodea no le han permitido cumplir la misión que le corresponde dentro de la vida humana. 17. Estudiad mis enseñanzas y no os confundáis para que no vayáis a caer en nuevos fanatismos tratando de encontrar la verdad. 18. Yo soy el camino que invita a transitar al que lo ha olvidado; en él está derramada la luz de mi palabra, para que mañana podáis enseñarla y dar testimonio de ella. Pasará el tiempo y muchos vendrán en busca de las humildes casas donde Yo me manifesté, para que les expliquéis la forma en que Yo me mostré a mis nuevos discípulos y los prodigios que entre vosotros hice. Sólo quedará en vuestra mente el recuerdo de mi palabra y en vuestro corazón el eco de mis divinos consejos, también quedarán los escritos para la posteridad. Ya me encuentro preparando a quienes no escucharon mi palabra para que encuentren los caminos que les conduzcan hacia mis discípulos y testigos. ¡Cuántos llorarán por no haberme oído! ¡Mas también os digo: cuántos de los que me oyeron llorarán por no haberse preparado! y al ver que ya no se manifiesta mi palabra, dirigirán su mirada hacia el sitio en que el portavoz tomó asiento para interpretar la divina palabra y sólo contemplarán el vacío. 19. Los años pasan fugazmente y pronto dejaréis de oírme, por eso os digo: dejad que os sane, acaricie y conforte. Dejad que Yo os enseñe, Yo vine para dejaros preparados, más si os quedaseis débiles en la fe y en la voluntad, entonces os sentiréis siempre enfermos, y ¿Quién os sanará y os enseñará como Yo lo hice? 20. A través de mi palabra me estoy acercando más y más a vosotros y al mismo tiempo os voy aproximando a la comunicación perfecta con mi Espíritu. Meditad sobre mis manifestaciones de los tiempos pasados y encontraréis que siempre he buscado una forma de comunicarme con vuestro espíritu, haciéndole llegar mis mensajes como un testimonio del amor divino de vuestro Padre hacia vosotros. 21. Una nueva forma de comunicación espiritual estáis presenciando este tiempo, aunque muy semejante a la que empleé en eras pasadas. Ahora os encontráis en un tiempo maravilloso de luz en el que el hombre puede escuchar la voz de mi Espíritu a través de los muchos dones y facultades espirituales que posee. 22. En verdad os digo que lo mismo en el éxtasis que por medio de la oración o hasta del sueño material, podéis recibir revelaciones y mensajes del Reino Espiritual, si os sabéis preparar y disponer para ello. Mas os ha faltado preparación y fe para saber aprovechar esos dones y he tenido que preparar videntes y profetas que os hablen del mañana, que os pongan alerta y os amonesten para que veléis y oréis. 23. ¿Creéis que este hombre por el que me comunico sea quien os dé la palabra? Encontrad su esencia y veréis que es vuestro Maestro el que os habla. ¿Creéis que el espíritu de Dios penetre dentro del portavoz mientras él habla? Tampoco. Os he dicho que me basta un rayo de mi luz para iluminar e inspirar estas mentes, poniendo en sus labios un torrente inagotable de palabras de profundo sentido, como una prueba de mi presencia y de mi verdad para el incrédulo. Escuchadme con atención durante este tiempo y quedaréis fortalecidos para los tiempos y las pruebas venideras. 24. Preparad vuestro corazón, recoged vuestro espíritu y despejad vuestra mente para oír y guardar mi palabra. 25. Ved cómo el libro de la enseñanza espiritual abre sus páginas para mostraros una nueva enseñanza. Practicad al principio las lecciones sencillas a fin de que mañana podáis llevar a la práctica las grandes lecciones. Debéis comprender que para ser maestros, antes debéis ser párvulos y discípulos. 26. Hoy estáis estudiando las primeras palabras y por medio de ellas estáis comprendiendo esta Doctrina, porque al orar conversáis espiritualmente conmigo cuando me decís: Maestro, vamos siguiendo tu huella y te pedimos que en nuestra jornada nos acompanéis, que nos preserves de peligros, ya que a cada paso somos acechados por las tentaciones del mundo. Y Yo os digo discípulos: sed fuertes; usad vuestra potestad para dominar la carne. 27. Quiero formar con vosotros una familia fuerte y virtuosa, llena de obediencia en la que derrame mi gracia y complacencias. 28. La hora de vuestro testimonio sobre mi comunicación llegará y la humanidad, incrédula por naturaleza, me pedirá pruebas para creer, mas entonces Yo le diré: He aquí a éstos discípulos míos a quienes he hecho penetrar en una nueva vida; ellos son la prueba del poder de mi enseñanza, mi palabra ha forjado su espíritu y hoy se encuentran preparados para llevar mi Doctrina a los pueblos de la Tierra. ¿Queréis ser vosotros de aquellos a quienes Yo pueda tomar como testimonio de mi verdad? pues preparaos labriegos amados. En vosotros confío. Yo me serviré de vuestro amor, para hacer prodigios en aquellos por quienes me pidáis y por un destello de fe que me presentéis haré obras admirables. 29. Habéis apurado el cáliz del dolor en este tiempo, mas no ha sido para vuestro mal, ese dolor ha sido como lluvia benéfica fecundando mi semilla en vuestro corazón y descubriendo ante vosotros algunas fibras ocultas en el fondo de vuestro ser. 30. Os he dicho que vivís en este tiempo una dura expiación, porque tenéis para conmigo y para con vuestros hermanos una deuda que vais a saldar. Y es por eso que calláis y aceptáis con amor vuestro cáliz, concretándoos tan sólo a pedirme fortaleza para que se haga mi voluntad. 31. En el mundo no encontraréis la comprensión que necesitaréis en vuestra lucha y en vuestras vicisitudes, porque el verdadero amor y la caridad no están aún en los corazones, mas vosotros, fortalecidos en Mí, pasaréis sobre espinas con la sonrisa en los labios y con la paz en vuestro corazón. 32. ¿Por qué el Maestro os habla tanto del dolor? Porque este tiempo que vivís es de justicia y todas las criaturas humanas llevan una pesada cruz. Contemplad las naciones azotadas por la guerra; no hay en ellas corazón que haya escapado al dolor porque ni los tiernos niños en la cuna de su fragilidad, han escapado a la divina justicia que ayuda a los hombres a expiar sus pecados y a lavar sus manchas. 33. En todos los tiempos he sembrado y cultivado mi simiente en el corazón de la humanidad. No será en vano mi siembra en este Tercer Tiempo, porque la semilla florecerá en los corazones. 34. Por un reducido número de corazones que se preparen, Yo derramaré mi gracia a raudales para formar los cimientos de un mundo nuevo. Quiero elevar a vuestro espíritu para que comprendáis cual es vuestra semejanza con mi Divinidad. 35. Yo, el dueño de los mundos y de todas las moradas a quien todo lo creado obedece, os dice en estos instantes, que vosotros los hombres no habéis vivido en armonía con mis leyes, por lo que os habéis estacionado espiritualmente; sin embargo, mi Espíritu espera con infinita paciencia vuestro retorno al camino verdadero y vuestro perfeccionamiento. No dejéis que sólo sea Yo el que luche por vuestra salvación, ni dejéis que el mundo espiritual trabaje sin que vosotros colaboréis con él, No hagáis obras de mérito solo aparente, esforzaos para que vuestros actos encierren verdad y amor. 36. Si habéis recibido amor desde el momento de vuestra formación, prodigad amor. Si mi ejemplo está escrito en vosotros, imitadme. 37. En esta era el Verbo de Dios, que es eterno, os habla para llevaros a la luz. Yo conozco el espíritu que se oculta en cada uno de vosotros, y por eso soy el único que puede revelaros que ya en otros tiempos habéis sido testigos de mi comunicación con la humanidad. 38. ¿Verdad que ya no deberíais ser párvulos en mi enseñanza? ¿Verdad que tiene razón vuestro Padre cuando os llama sus testigos y discípulos y os prepara para llevar este mensaje a la humanidad? 39. Mirad como todo pasa, menos mi palabra. Ved las generaciones humanas que hoy habitan la Tierra y mañana desaparecen. Observad a los pueblos que ahora se levantan llenos de un esplendor que parece va a ser eterno y pronto seréis testigos de su decadencia y de su ruina. Todo lo humano pasa y deja de ser. Sólo mi Ley inmutable y eterna permanece brillando en cada conciencia. 40. Llamáis a este tiempo Era de la luz, mas no porque sea hasta ahora cuando mi luz haya iluminado al espíritu o al entendimiento de los hombres, ella siempre ha brillado en todo espíritu. Soy el astro divino que no se oculta jamás, más si ahora miráis que la luz espiritual vibra cual nunca en los hombres, ello se debe a que a causa de su evolución, ya pueden percibir con mayor claridad que en tiempos pasados, la presencia de la vida espiritual. 41. Si los hombres hubiesen vivido siempre en armonía con mis leyes, jamás les habrían sorprendido mis nuevas revelaciones. Observad cómo siempre que he venido con una nueva lección, ella ha sido discutida, combatida y negada. 42. Más la hora del despertar se acerca y entonces surgirán por doquiera grupos de hombres que hablarán de una nueva inspiración; ellos serán escudriñados y juzgados por sus semejantes, quienes llegarán a decir que en el mundo se ha desatado una plaga de sectas extrañas y desconocidas. Será entonces cuando vosotros elevéis vuestras oraciones por todos y al misma tiempo deis gracias por el cumplimiento de mi palabra, porque por la Doctrina que os he revelado seréis de aquellos que comprendan la causa de todas aquellas manifestaciones; pero también seréis de los que contraigan mayor responsabilidad ante la humanidad. 43. Pensad, discípulos amados, cuánto tenéis que prepararos para que vuestros emisarios, llevando la luz de mis revelaciones, puedan llegar a todos aquellos lugares donde hayan surgido los hombres sorprendiendo con sus dones espirituales a sus hermanos. 44. Grande será la lucha para vosotros, porque no sólo os concretaréis a la oración, a la meditación y a los buenos deseos, sino también a las obras de caridad. 45. No será suficiente que digáis: tengo fe, con ello no basta. La fe es indispensable; pero hay que desarrollar y perfeccionar otros dones que tenéis para que llevéis mi palabra no sólo con los labios, sino en vuestras obras. Para que mi Doctrina brille a través de los actos de vuestra vida, tenéis que consagrar parte de vuestro tiempo al estudio y al desarrollo de vuestros dones espirituales, esa será la forma de que llevéis con paciencia las pruebas que encontréis en vuestro camino, aplicando en cada una de ellas mis enseñanzas. Cuando logréis esto, tendréis el fruto de vuestro esfuerzo y de vuestro anhelo de mejoramiento espiritual, y ese premio será el temple que tengáis para la lucha, el dominio sobre vosotros mismos y el amor hacia vuestros hermanos. 46. Ya no durmáis, discípulos, comprended que la humanidad va a despertar espiritualmente y no debe encontraros escasos de preparación. Tampoco quiero que os levantéis sin antes haber adquirido cuanto es necesario para ser un verdadero soldado mío. Aprovechad estos instantes de paz en que veáis a recibir mi enseñanza y caminad siempre al amparo de lo que en ella hayáis aprendido. Procurad penetrar cada vez más en las enseñanzas reveladas, mas no tratéis de hurgar en lo que hasta ahora no se os haya dicho. 47. Cuando el espíritu de Elías inspiró la mente de Roque Rojas, no imaginaron los primeros testigos de aquellas manifestaciones, la gracia que recibirían las siguientes generaciones al escuchar mi palabra, ni se enteraban de que se abría una nueva era espiritual para la humanidad. Fue vuestro Maestro quien, a lo largo de su enseñanza, fue revelando a las multitudes la magnitud de esta obra; Él fue quien les hizo comprender que un nuevo tiempo lleno de luces y esplendores se iniciaba. 48. El espíritu de la humanidad conducido por las pasiones hacia un caos, piensa que sólo un milagro divino puede salvar a los hombres de cuyos corazones ha huido la paz, desde que perdieron la esperanza y la fe en el amor, en la justicia y en la razón humana. 49. Ese vacío que la humanidad me presenta en su espíritu, es el que vengo a llenar con la luz de esta Doctrina, nueva en apariencia, pero en realidad eterna; esta Doctrina que hace luz en los espíritus y en los corazones, porque revela todo el contenido de aquel mandamiento que enseñé a mis apóstoles de amarse los unos a los otros. Vengo ahora a explicaros el sentido de aquella máxima, cuyo significado no ha sido comprendido por vuestro entendimiento. Y es que la palabra de Cristo, para muchos hombres ha sido palabra muerta en este tiempo; mas no saben que ella está en la conciencia de toda la humanidad y que a su tiempo habrá de surgir llena de esplendor del fondo de los mismos corazones, que antes fueron para ella como un sepulcro. 50. ¿Creéis que estáis dando cumplimiento a mi precepto de amaros los unos a los otros, encerrando con egoísmo vuestro amor en vuestra familia? ¿Creen las religiones estar cumpliendo con aquella máxima, reconociendo sólo a sus fieles y desconociendo a los que pertenecen a otra secta? Los grandes pueblos del mundo que pregonan civilización y adelanto ¿Podrán decir que espiritualmente han alcanzado progreso y han cumplido con aquella enseñanza de Jesús, cuando todo su afán es el de prepararse para la guerra fratricida? 51. ¡Ah humanidad, que nunca habéis sabido estimar el valor de mi palabra, ni habéis querido sentaros a la mesa del Señor, porque os ha parecido demasiado humilde! Sin embargo, mi mesa os sigue esperando con el pan y el vino de la vida para vuestro espíritu. 52. Nadie podrá decir que he venido a reclamaros mi muerte, ya veis que aún no os arrepentís de vuestros pecados, y ya mi mano, la misma que taladrasteis en la cruz, está llamando de nuevo a vuestra puerta. Entended, discípulos, que es mi amor el que llama a vuestro espíritu. 53. Mi amor habrá de venceros, no poseo otra arma. Si creéis que también me valgo del dolor para doblegaros y venceros, os equivocáis; el dolor lo creáis vosotros y con él os hacéis justicia. Yo soy el que viene a salvaros del dolor y de la muerte. 54. Discípulos, os dejo una más de mis lecciones. Más los que sepan prepararse, serán los que sientan más profundamente mi presencia, aunque mi gracia es derramada en todos de la misma manera. A los que no hayan sentido espiritualidad al oír mi palabra les invito a prepararse, para que gocen de la esencia divina y puedan aprovechar este mensaje antes de que mi comunicación termine entre vosotros. Pensad que si aquella hora llegara sin que vuestro corazón se hubiera deleitado y alimentado verdaderamente, vuestra fe no será grande en la lucha, ni vuestro amor podrá ser ardiente al testificar mi verdad. 55. En verdad os digo, que Yo no quiero el dolor en vuestro corazón, ni siquiera tener que escuchar vuestras frases de arrepentimiento. Mi deseo es que, al daros mi palabra por última vez por medio de este conducto podáis decirme: Maestro, aquí nos tenéis, hágase en nosotros vuestra voluntad. 56. A nadie le falta mi luz; además de mi lección, os hablo a través de vuestros sueños a los que llamáis revelaciones, porque sabéis que en ellas os revelo enseñanzas profundas que por ningún otro medio podríais conocer. Mas comprended, discípulos, que todo conocimiento que de Mí llega a vosotros es una revelación. No toméis en cuenta el conducto o la forma que Yo utilice para daros mis mensajes. 57. Con justicia os he llamado hijos de la luz, pero los más os empeñáis en ir a ciegas, no porque haya tinieblas en el camino, sino porque queréis llevar los ojos cerrados a la verdad. ¿Esperáis a que otros que ni siquiera han oído esta palabra, despierten antes de quienes han oído mi voz? Sería triste que ellos vinieran a sacar de errores a mis nuevos discípulos. 58. Estoy dando a conocer sus dones a los profetas del Tercer Tiempo para que sean los que anuncien esta buena nueva a la humanidad; mas ellos deben saber que necesitan alcanzar la espiritualidad, para que esos dones se manifiesten en ellos. 59. Oíd mi lección, discípulos, llevadla en vuestro corazón y una vez en vuestro hogar estudiadla y analizadla, para que al siguiente día, cuando reanudéis vuestra lucha por la vida, llevéis a la práctica mis enseñanzas. 60. No hay un instante de vuestra existencia, que no os ofrezca ocasión propicia de cumplir con mi Ley. No esperéis sólo grandes ocasiones para poder aplicar mis lecciones de amor. 61. Pensad que si vuestra concentración al oír esta palabra, no fuese todo lo elevada que ella requiere y que si a vuestra mente le falta la atención que debe prestar ante mi Doctrina no podrá recoger vuestro corazón la semilla que deberá sembrar mañana, y cuyos frutos recogeréis en la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 99 1. Bienvenidos seáis discípulos a la mesa celestial. Saboread el delicado manjar que os traigo en mi palabra. Como el ladrón que penetra en una alcoba, así he llegado a vuestro corazón y he encontrado que tenéis hambre de conocimientos espirituales. 2. Nadie debería sorprenderse de mi presencia; ya a través de Jesús os señalé los acontecimientos que anunciarían mi manifestación como Espíritu de Verdad; también os dije que mi llegada sería en espíritu para que nadie estuviera en espera de manifestaciones materiales, que nunca han de llegar. Mirad al pueblo judío esperando aún al Mesías, sin que éste llegue en la forma que ellos esperan, porque el verdadero ya estuvo con ellos y no lo reconocieron. ¿Queréis, humanidad, desconocer mi nueva manifestación para seguir esperándome según vuestra creencia y no conforme a lo que Yo os prometí? 3. Despertad de vuestro sueño y convertíos en hijos de la luz porque vengo a ofreceros una semilla divina que os dará la paz y la vida, y quiero que vosotros la comencéis a sembrar. 4. No esperéis más para creer en mi llamado, mirad que el juicio se hará sentir por medio de la gran batalla que tenéis anunciada. Quiero que en esa lucha seáis los soldados preparados, dispuestos a depositar con vuestras obras de amor, la fe en los corazones débiles. 5. Pueblo: desechad todo temor a los juicios de vuestros hermanos, porque no serán ellos los que os den la paz, ni los que os lleven a la Tierra Prometida. No temáis a los hombres, seguidme con firmeza por esta senda; porque en la hora de juicio para la humanidad, lamentaríais desde lo más íntimo de vuestro ser, no haber sido fieles, no hablaron fortalecido en mi enseñanza, ni haber aprendido a resolver las grandes pruebas en armonía con mi Ley. De los perseverantes y de los fieles, será la victoria. 6. Mi barca salvadora ha aparecido en medio de la noche tempestuosa, venid a ella todos los que estén temerosos de perecer en el pecado, los náufragos, los que han perdido la ruta. 7. La ofuscación de la mente, la falta de fe, la ignorancia de la verdad, son tinieblas para el espíritu y por eso hoy se encuentra pérdida la humanidad. ¡Cómo se han multiplicado los hombres que caminan sin saber ni importarles hacia dónde van! 8. Yo sabía que había de llegar para los hombres un tiempo así, lleno de dolor, de confusión, de incertidumbre y desconfianza. Os prometí venir a salvaros de esa tiniebla y aquí me tenéis: soy el Espíritu de Verdad. ¿Para qué me queréis nuevamente en cuanto hombre? ¿No recordáis que como hombre morí, y dije que os esperaba en mi Reino? Con ello os daba a entender que el espíritu es eterno, inmortal. 9. Fue el Espíritu Divino quien habló por boca de Jesús y el que escribió con su sangre el precio de vuestro rescate. ¿Cuál fue vuestra sentencia? Vivir, para más tarde venir como luz a través de vuestra conciencia; os di pruebas de mi inmortalidad y os envolví en mi manto de perdón para haceros saber que aquella sangre derramada en el Calvario, fue la más sublime lección de cumplimiento para alcanzar la paz en la eternidad; por eso os digo que vuestra felicidad, vosotros la tenéis que labrar. 10. Israelitas os he llamado, porque vuestro espíritu viene de aquella simiente que entregué a los fundadores del pueblo llamado de Dios. 11. Israel fue el nombre que di a Jacob y a su simiente. ¿Por qué fue tomado más tarde ese nombre para designar a una raza, si él tan solo habla de misiones espirituales? Yo inspiré a patriarcas y a profetas para que llamaran a aquel pueblo el Pueblo de Dios, ¿Sabéis por qué? Porque él, entre todos los demás pueblos de la Tierra, trajo al mundo una misión espiritual. Mientras unos llevaron en sus manos la ciencia, otros las artes y otros las leyes humanas, éste vino con la Ley espiritual, la doctrina del corazón, la luz de la eternidad. Mientras unos pueblos dieron al mundo filósofos y científicos, éste dio profetas que transmitían mensajes divinos a los hombres, patriarcas que enseñaban con su vida el camino hacia Dios, apóstoles que vivían y morían testificando la verdad; y sobre de todos el Divino Maestro, que vino a hacerse hombre en el seno del pueblo de Israel, trayendo a los hombres el más sublime mensaje celestial. 12. Por eso aquel pueblo fue llamado el Pueblo de Dios, aunque Yo os digo que todos los pueblos son míos, y a todos los amo de la misma manera, mas cada uno trae a la Tierra su misión. 13. Esa simiente espiritual, es la que estoy haciendo que aparezca en el mundo en este tiempo; surgirá diseminada entre la humanidad, no como una raza ni formando tribus, sino en todas las razas, porque Israel está en espíritu y el espíritu está sobre todo lo humano. 14. Nuevamente aparecerá mi pueblo con la misión de hacer luz en el espíritu: sus dones espirituales influirán en la vida humana, como en todos los tiempos. Mis profetas, enviados y discípulos, han traído la luz y la paz a los hombres. 15. Vosotros que me estáis oyendo, sois los que sabéis a ciencia cierta estas lecciones, mas no os conforméis con saberlo, debéis levantaros a seguir cumpliendo con vuestro destino eterno de iluminar la senda espiritual de vuestros hermanos. Cumplid con vuestra misión, y en vosotros brillará una vez más la luz que debe haber siempre en el pueblo de Dios. 16. Mirad cómo vuestro espíritu ha presentido el tiempo en que se encuentra y ha venido presuroso en pos del cumplimiento de mis promesas. Vuestro corazón nada sabía de mi vuelta, porque en estos tiempos, poca o ninguna importancia presta la humanidad a mis profecías; pero el espíritu conservaba muy dentro aquella palabra. 17. Vuestro corazón estaba dormido, pero desde que escuchasteis mi primera palabra o mi primera lección, despertó y al comprender la verdad, al instante reconoció que los seres han venido a la Tierra a cumplir un mandato divino y no a hacer cada quien su voluntad. El que ha tenido este despertar, es el que me va siguiendo paso a paso, formando en su interior un santuario. 18. Mi palabra de amor se desborda sobre todo el pueblo escogido, deleitaos con ella, discípulos; si a veces os corrijo y hasta os juzgo, analizad esas enseñanzas para que cada quien tome lo que le corresponde. No os alegréis cuando reclame alguna falta que vosotros no tuviereis aunque conozcáis a los que las han venido cometiendo, porque en ese instante vuestra conciencia os recordará aquella enseñanza en que os dije: No miréis la paja en el ojo de vuestro hermano, sin antes mirar la viga que cargáis. 19. Pensad que todos venís a formar mi apostolado, al cual enviaré mañana a testificar mi palabra, y desde ahora debéis comenzar a amaros. ¿No creéis que mi comunicación a través de vuestro entendimiento, tenga un gran significado? ¿O creéis que es ésta una de tantas sectas que hoy surgen anunciando la salvación del mundo y luego desaparecen sin dejar huellas de mi paz? 20. Observad cómo esta semilla a pesar de que la habéis cultivado mal, no muere, mirad cómo ha ido venciendo tinieblas y encrucijadas, obstáculos y pruebas y sigue día a día germinando y desarrollándose. ¿Por qué no muere esta semilla? Porque la verdad es inmortal, es eterna, por eso veréis que cuando esta Doctrina por momento parece que va a desaparecer, será precisamente cuando surjan nuevos y fecundos brotes para ayudar a los hombres a dar un paso hacia adelante en el camino de la espiritualidad. 21. No creáis que esto sólo ha sucedido en este Tercer Tiempo, no, también en el Segundo Tiempo, después de que el Maestro y sus discípulos hubieron regado con su sangre la semilla que sembraron en el corazón de los hombres, hubo instantes en que parecía haber desaparecido del mundo la enseñanza de Cristo, Cuántos en este tiempo, considerando inútil el sacrificio de Jesús, y el de los que le siguieron, llegaron a flaquear en su fe, dudando de aquella verdad que antes había sido su faro y su Ley. Me bastó entonces enviar nuevos siervos al mundo, para que apartaran todas las falsedades que habían añadido hombres a mi Doctrina, deformándola, y la semilla volvió a germinar y a dar flores y frutos. 22. Si os enseño estas lecciones, es para que no vayáis a ser de los que oculten mi verdad, deformen mi Doctrina o profanen mi Ley, sino que seáis de los que viváis para cultivar con todo el amor de su espíritu esta semilla que os he confiado y que es la misma que en todos los tiempos he querido que florezca en el corazón de la humanidad: el amor de los unos hacia los otros. 23. Al Maestro que estuvo con vosotros en el mundo, lo podéis llamar El Rabí de Galilea, porque en aquella Tierra se hizo hombre, mas a este Maestro que hoy llega a vosotros invisiblemente, siendo el mismo, no podéis decir que es de Galilea porque vengo en Espíritu. 24. Mis nuevas lecciones son la confirmación de aquellas que os diera en el Segundo Tiempo, pero son más elevadas aún, mirad que en aquel tiempo hablé al corazón del hombre, en cambio ahora, le hablo al espíritu. 25. No vengo a desconocer ninguna de mis palabras que os dije en el pasado, por el contrario, vengo a darles debido cumplimiento y la justa explicación. Así como en aquel tiempo dije a los fariseos, que creían que Jesús venía a destruir la Ley: No penséis que vengo a abolir la Ley o a los profetas, por el contrario vengo a darle cumplimiento. ¿Cómo había de desconocer aquella Ley y las profecías, si eran el cimiento del templo que en tres tiempos había de quedar construido en el corazón de esta humanidad y el anuncio de mí venida al mundo? 26. Mientras los hombres persistan en su ceguedad y en su ignorancia, harán que Dios, que ante todo es Padre, tenga que humanizarse, limitarse y empequeñecerse ante sus hijos, para poder ser comprendido. ¿Hasta cuándo vais a dejar que me muestre delante de vosotros con la grandeza en la que debéis mirarme? 27. Tenéis que ser grandes para poder concebirme grande y a eso vengo, una vez tras otra, a daros grandeza espiritual, para que podáis tener el infinito goce de conocer a vuestro Padre, de sentir su amor, de oír el concierto divino que vibra sobre vosotros. 28. Este es el Tercer Tiempo, amados discípulos, y por lo tanto tenéis una lección más que añadir a las anteriores. Mucho tenéis que estudiar, pero no temáis, porque la enseñanza de este tiempo os hará comprender mejor la de los tiempos pasados. Así paso con los que rigiéndose por la ley de Moisés, estudiaron los profetas y comprendieron el fondo de las enseñanzas hasta que vino Jesús. 29. En vez de los salmos que elevabais en el Primer Tiempo a vuestro Padre, hoy venís a conversar espiritualmente, por medio de la oración espiritual. 30. Con cuánta lentitud camina la humanidad hacia la perfección en su culto a Dios. 31. Siempre que vengo a vosotros con una nueva lección, os parece demasiada adelantada para vuestra evolución, mas comprended que os confío una era para que a lo largo de ella la podáis comprender y asimilar en vuestra vida. 32. Cada vez que la muerte siega la existencia de vuestra envoltura, es como una tregua para el espíritu, el cual, al reencarnar, surge con nuevas fuerzas y mayor luz, para continuar estudiando aquella divina lección que no había concluido. Así madura a través de las eras el trigo que es vuestro espíritu. Mucho os he revelado acerca de la vida espiritual, mas os digo que no es menester por ahora que lo sepáis todo, sino sólo lo que sea esencial para vuestra llegada a la morada eterna. Allá os diré todo lo que está destinado a vuestro conocimiento. 33. Para revelaros en este tiempo nuevas enseñanzas, abrí la era de la luz y del espíritu, comunicándome por los entendimientos de hombres rudos e ignorantes, pero sencillos; mañana, cuando hayáis comprendido y practicado mis primeras lecciones, tendréis la comunicación de espíritu a Espíritu que es el más alto ideal al que podéis aspirar; mas para que esa forma de comunicación se extienda entre los hombres, pasará tiempo, y para que se perfeccione, no sabéis cuantas eras pasarán. 34. En todos los tiempos he buscado la forma de hablaros, de hacerme escuchar y entender, pero no siempre habéis estado dispuestos ni preparados para oír la voz divina. Ante vuestro materialismo, he tenido que humanizarme y materializarme para ser sentido, para haceros llegar mi comunicación a través del portavoz humano, como habéis visto que he hecho en este tiempo; mas Yo os he anunciado que en 1950 concluirá esta forma de comunicación. 35. Pueblo: no olvidéis que en este día os ha dicho vuestro Padre, que siempre ha buscado la forma de comunicarse con vosotros; con el fin de que reconozcáis que mañana, cuando ya no recibáis mi palabra a través del pedestal, habréis entrado en una nueva etapa en la cual comenzaréis a vislumbrar la verdadera comunicación entre vuestro espíritu y el Espíritu Divino. 36. En este tiempo se regocijan los espíritus que sienten la presencia del Espíritu Santo, en esa luz que ilumina los entendimientos y llena de gozo e inspiración a los corazones. Los que no han preparado su sensibilidad para percibirme, son los que tiene sed y carecen de paz. Es entonces cuando digo a los que reciben la inspiración divina, que llamen a sus hermanos y les despierten con la buena nueva de mi llegada espiritual. 37. Esta vida es una continua prueba para el hombre, desde que nace hasta que deja de existir. 38. La vida humana es para el espíritu el crisol donde se purifica y el yunque donde se forja. Es indispensable que el hombre tenga ideal en su espíritu, fe en su Creador y amor a su destino, para poder llevar con paciencia su cruz hasta la cima de su calvario. 39. Sin la fe en la vida eterna, el hombre cae en la desesperación, en medio de las pruebas, sin ideales elevados, se hunde en el materialismo, y sin fuerzas para soportar un desengaño, se pierde en el desaliento o en el vicio. 40. Todo esto lo sabe la humanidad por propia experiencia, porque ha sido menester que conozca el lado doloroso de la vida y las tinieblas, para que pueda distinguir la luz cuando ésta llega a sus pupilas; por eso os he dicho en este día, que hay regocijo en los espíritus que han abierto sus ojos para contemplar la luz divina de la sabiduría y del amor. 41. En verdad os digo que muchos huirán de mi Doctrina por temor a espiritualizarse, mas no será la razón ni el espíritu el que hable en ellos, sino las bajas pasiones de la materia. 42. Un espíritu cuando vive apegado a la verdad, huye del materialismo como quien se aleja de un ambiente infecto. El espíritu elevado sólo encuentra su felicidad en lo moral, en donde existe paz, en donde habita el amor. 43. Mi luz está vibrando en todos los hombres, es una voz implacable pero dulce, que habla sin cesar a todos los corazones. 44. No temáis por aquellos que aparentemente se obstinen en no escucharme, porque en un momento dado, podrán ser los más fervientes, los más firmes en su conversión y en su fe. ¿No recordáis la conversión de Pablo? 45. No hay prisa en mis pasos, sé que en medio de la eternidad alguna vez me buscarán mis hijos con anhelo de salvarse; la prisa sólo debe existir en los hombres, porque mientras más retarden su regeneración, prolongan más su expiación. 46. La luz de este Tercer Tiempo ha llenado vuestro corazón del más vivo regocijo, la esperanza en la paz del mundo renace en vosotros. Cada día os ocupáis más en las obras de vuestro Señor, en un anhelo creciente de trabajar en esta Obra de espiritualidad. De cierto os digo que todo el tiempo que ocupéis en mi Obra, Yo os lo recompensaré; mas no abandonéis vuestros deberes en la Tierra para practicar lo espiritual, hasta que estéis seguros de que Yo os lo he ordenado, entonces tendréis que dejar no sólo vuestro trabajo, sino hasta a los vuestros, para ir por los caminos de diferentes comarcas a llevar a vuestros hermanos la buena nueva. 47. Entre este pueblo surgirán quienes se entreguen a mi servicio, ellos se están preparando para no flaquear mañana en las pruebas. No todo el pueblo sabrá prepararse para la lucha, porque ya veis que muchos escuchando mi palabra viva, no se han conmovido, ni su corazón está dispuesto a obedecer. 48. ¡Si pudieseis mirar al mundo espiritual que vela por vosotros, cómo padece ante la dureza y la desobediencia del corazón del pueblo; si pudieseis oír su sollozo espiritual! ¿Por qué no correspondéis a ese consuelo infalible que esos seres os dan? ¿No habéis encontrado en ellos a vuestro dulce y compasivo hermano, a vuestro fiel y desinteresado amigo? 49. Pensad que muy pronto estaréis en espíritu y que lo que en esta Tierra sembrasteis, será lo que hayáis que recoger. El paso de esta vida a la otra, no deja de ser un juicio severo y estricto para el espíritu. Nadie escapa a ese juicio, así se considere el más digno de siervos. 50. Mi voluntad es que desde el instante en que penetréis en aquella morada infinita, dejéis de experimentar las angustias de la Tierra y empecéis a sentir la dulzura y el goce de haber escalado un paso más en el sendero. 51. No dejéis pendiente nada en el mundo, amad a la humanidad como a vuestra propia familia; orad por los hombres, por distantes que estén de vosotros, como oráis cuando uno de los vuestros se encuentra ausente y sufre; sanad al enfermo y al hacerlo, pensad en todos los que apuran en esa hora el cáliz de amargura; dejad con vuestra vida, una estela de luz a lo largo de vuestro paso por el extenso mar que vais cruzando. No durmáis mientras vibra mi luz en las conciencias, mirad que los que velan, son los que reciben mi inspiración para luego entregar a sus hermanos mi mensaje. Alejaos de todo lo superfluo y malo, para que en todo momento seáis dignos de poseer mi gracia. 52. Sabed recibir en vuestro seno al espíritu que llega a la Tierra a encarnar en el niño, así como también sabed acompañar con vuestra oración al que se desprende de su cuerpo y se despide de vosotros; conducidlo con vuestra oración, hasta los umbrales del Más Allá. Amad y servid a vuestros semejantes en toda hora y en cualquier trance por el que atraviesen. 53. Vivid siempre alerta, para que podáis perdonar de corazón a quienes os ofendieren; meditad de antemano, que quien causa ofensa a su hermano, es porque carece de luz, y Yo os digo que el perdón es lo único que puede hacer luz en esos corazones. El rencor o la venganza, aumentan la tiniebla y atraen el dolor. 54. Sed prudentes y fuertes en las pruebas, para que dejéis esa simiente en el corazón de vuestros hijos y seáis recordados con cariño y gratitud, como vosotros recordáis a los patriarcas de los primeros tiempos, los que os dejaron su herencia de fe, de fortaleza; como Abraham, a quien todo un pueblo reconoció y amó como padre. 55. Hoy son consejos los que os he dado, mas son consejos celestiales, porque Yo me recreo en hablaros como Padre sintiendo en mi Espíritu vuestro amor de hijos. 56. Pueblo: en aquel tiempo, Juan, llamado también el Bautista, bautizaba con agua a los que creían en su profecía. Este acto era un símbolo de la purificación del pecado original. Él decía a las multitudes que llegaban hasta el Jordán para escuchar las palabras del precursor: he aquí que yo os bautizo con agua, mas ya viene Aquél que os bautizará con el fuego del Espíritu Santo. 57. De ese fuego divino nacieron todos los espíritus, brotaron limpios y puros, más si en su camino han llegado a mancharse con el pecado que trajo consigo la desobediencia, viene de nuevo el fuego de mi Espíritu a derramarse sobre ellos para destruir su pecado, borrar sus manchas y devolverles su pureza original. 58. Si ese bautizo espiritual, en vez de ser entendido como la purificación que el hombre alcanza mediante un acto de arrepentimiento verdadero ante su Creador, lo convertís en un rito y os conformáis con el simbolismo de un acto, de cierto os digo, que vuestro espíritu nada alcanzará. 59. Quien así lo hace, vive aún en los tiempos del Bautista y es como si no hubiese creído en sus profecías ni en sus palabras que hablaban del bautismo espiritual, del fuego divino con el que Dios purifica y eterniza en la luz a sus hijos. 60. Juan llamaba a los hombres en su edad de adultos, para derramar en ellos aquellas aguas símbolo de la purificación. Llegaban a él, cuando eran ya conscientes de sus actos y podían tener ya la voluntad firme para perseverar en el camino del bien, de la rectitud y de la justicia. Ved como la humanidad ha preferido practicar el acto simbólico de la purificación por medio del agua, en lugar de la regeneración verdadera por medio del arrepentimiento y del firme propósito de la enmienda que nacen del amor a Dios. La ceremonia no implica esfuerzo alguno, en cambio, purificar el corazón y luchar por permanecer en la limpidez, sí significa para el hombre esfuerzo, vigilia y hasta sacrificio, por eso han preferido los hombres cubrir con apariencia sus pecados, concretándose al cumplimiento de ceremonias, actos y ritos que en nada mejoran su condición moral o espiritual, si en ellas no interviene la conciencia. 61. Discípulos: esa es la razón por la cual no quiero que entre vosotros existan ritos, para que no por cumplir con ellos, os olvidéis de lo que verdaderamente llega al espíritu. 62. El pecado original no viene de la unión del hombre y de la mujer: Yo, el Creador, establecí esa unión diciéndoles a ambos: Creced y multiplicaos. Esa fue la primera Ley. El pecado ha estado en el abuso que han hecho del don del libre albedrío. 63. Preparaos para seguir recibiendo en vuestro seno a los hijos que Yo os confíe. Tened pleno conocimiento de vuestra misión y de vuestra responsabilidad, esa luz la hallaréis en mi Doctrina. 64. Sabed que el espíritu cuando encarna, trae consigo todos sus dones, que su destino está ya escrito y que por lo tanto, nada tiene que recibir en el mundo. El trae un mensaje o una restitución. A veces viene a recoger una siembra y en otras a saldar una deuda; pero siempre viene a recibir en esta vida, una lección de amor que le da su Padre. 65. Los que vais conduciendo a vuestros hijos a través de esta vida, haced que ellos pasada la edad de la inocencia, penetren en el camino de mi Ley, despertad sus sentimientos, reveladles sus dones e inducidles siempre a lo bueno, y en verdad os digo, que a quien así acercaseis a Mí, será bañado en la luz que brota de ese fuego divino, que es mi amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA No. 100 1. Cuando vengo a vosotros como Juez, volvéis a escuchar aquella voz de Jehová que hacía estremecer vuestro cuerpo y espíritu en el Primer Tiempo. Entonces, los hombres tapaban sus oídos pretendiendo no escuchar la voz omnipotente de su Padre; hoy digo a este pueblo: no tapéis vuestros oídos, no me cerréis vuestro corazón, mirad cómo mi gracia infinita se extiende en todo el universo. No temáis, sólo quiero la ofrenda de vuestro amor. 2. El que ha faltado, me ha ofendido ¿Acaso vosotros habéis faltado? Si así es, reconoced que también he descendido como Padre y como Maestro, para perdonaros y enseñaros nuevamente el camino de salvación. 3. Mi juicio es de amor, no de venganza. Si vengo a tocar a los hombres con mi justicia, es porque quiero salvaros; si a los reyes les vengo a quitar su cetro, es porque los quiero humildes; si vengo a reclamar a los que conducen a la humanidad, es porque he visto que no es el amor, la paz ni la justicia lo que han sembrado en el corazón de sus pueblos. Sólo veo que los campos han sido sembrados de muerte, de desolación, de intranquilidad y miseria. 4. Los muertos desde su silencio, claman justicia, y los que tienen hambre del cuerpo y del espíritu, están llenos de odio en su corazón, para desbordarlo llegado el instante. 5. Humanidad: busco vuestra reconciliación. No vivís en mi Ley; está rota vuestra armonía con vuestro Dios y con todo lo creado. No os amáis entre hermanos y ese es el secreto de la felicidad que os reveló Jesús. Y si habéis perdido la armonía entre los unos y los otros ¿Creéis poder conservarla con los elementos de la Creación? 6. La mano del hombre ha desatado la justicia sobre sí; en su cerebro se agita un torbellino, en su corazón ruge una tempestad y todo esto se manifiesta también en la naturaleza, sus elementos se desencadenan, las estaciones se hacen inclementes, aparecen y se multiplican las plagas. Es que vuestros pecados crecen produciendo enfermedades y la ciencia insensata y temeraria no reconoce el orden de lo dispuesto por el Creador. 7. Si sólo os lo dijera no lo creeríais, es menester que palpéis el resultado de vuestras obras para que os desengañéis; precisamente os encontráis ahora en ese momento de vuestra vida, en la cual vais a ver el resultado de todo lo que habéis venido sembrando. 8. Vosotros, que habéis escuchado esta palabra, me preguntáis en vuestro corazón por qué no detengo este desastre que los hombres con su ciencia han venido preparando, a lo cual Yo os contesto: es menester que el hombre apure el cáliz que ha llenado; ha mucho tiempo que las naciones con su diferencia de razas y sus ambiciones, han venido preparando la lucha para destruirse, sólo mi caridad es la que le ha detenido, mas esa prueba de misericordia divina no la ha querido ver ni comprender la humanidad. 9. Un instante tan sólo voy a dejarle y ese instante de justicia bastará para que recuerde el amor de su Creador, porque nadie puede existir sin mi Ley o sin mi paz. 10. Pueblo: vos que habéis tenido mi presencia de Juez, decid si mi justicia se parece a la vuestra, preguntaos si soy digno de ser temido o de ser amado. 11. Contemplad como se ha extendido la semilla bendita de esta Doctrina, en cumplimiento de mi palabra. De las grandes ciudades ha bajado a las humildes comarcas recorriendo caminos y salvando distancias. No morirá, podrá dejar de existir en un corazón que muera a la fe, más para entonces, ya estará sembrada en otros corazones. Mi palabra saldrá de esta Tierra para ir a otras comarcas buscando corazones donde germinar, nadie podrá impedir que esta Doctrina se extienda. 12. Todavía ahora está mezclado el trigo con la simiente humana, con todas sus imperfecciones, porque no os habéis dado cuenta de la esencia de mi Doctrina; mas cuando abráis los ojos del espíritu y vuestros sentidos despierten a la verdad, contemplaréis la divina pureza de esta revelación y entonces abrazándola con todo el amor y el celo de vuestro corazón, la llevaréis limpia y pura, para darla a conocer a la humanidad, dividida y alejada del camino de mi Ley. 13. Si creéis que mi palabra tan solo habla a los presentes, os equivocáis, mi palabra es para todo el que la reciba, ya sea hoy, mañana o dentro, de mucho tiempo, lo mismo será que la reciba a través de un portavoz, por un testigo o por medio de un escrito. 14. A los presentes y a los futuros os dice vuestro Padre: Si queréis ser sembradores de la verdad, cultivadores de lo espiritual, compañeros de la paz, reconoced la perfección de mi semilla y limpiad vuestro corazón. Yo iré levantando uno a uno en la lucha enseñándole caminos y limpiando comarcas. 15. En apariencia serán necesidades materiales las que os lleven a otros lugares, pero la verdad será que fue vuestra misión la que os levantó para mostraros la extensión de las tierras incultas o a medio cultivar, para que en ellas depositéis la semilla bendita que mi Espíritu os ha entregado en este Tercer Tiempo. 16. Orad por todos los labriegos, hermanos vuestros, uníos todos en una oración de igualdad y de fraternidad; velad por las congregaciones ya sean éstas grandes o pequeñas, cercanas o distantes. 17. Dejad que la savia del árbol de la vida corra por vuestro ser, para que vuestros frutos sean también de vida. 18. Mi enseñanza es profunda, discípulos, mas he puesto a vuestro alcance los medios para que lleguéis a comprenderla. Recibid a los seres del Más Allá que os he enviado con un mensaje de luz para que os ayuden a pasar de lo espiritual a lo divino. Escuchadlos, aconsejándoos que apartéis de vuestro corazón toda materialidad, para que podáis transportaros a lo divino. ¿Quién mejor que ellos para hablaros de espiritualidad? Cuando mencionan la mansión espiritual, os hablan con conocimiento, porque de ahí vienen a vosotros. 19. Esos seres pasaron por el crisol de la purificación; su lucha, su arrepentimiento por las faltas pasadas, su experiencia y elevación espiritual, han sido los méritos que en ellos he encontrado para enviarlos a manifestarse entre mi pueblo. 20. Están limpios y pueden hablar de limpidez al mundo; me aman y os aman, por lo tanto, tienen derecho a hablar de amor, están saturados de salud y por esa causa pueden impartir salud a los enfermos. 21. Los he enviado para ejemplo de la humanidad; imitadles haciéndoos dignos de hablar de amor, de regeneración, de paz, de espiritualidad. Si así lo hacéis en verdad os digo que entre mi pueblo no habrá fariseos hipócritas, de aquellos que cuidaban mucho de la apariencia material y ocultaban en el corazón podredumbre y el cieno. 22. Los que reciben en su mente la vibración de esos seres y los que escuchan sus mensajes, deben dejarlos que se manifiesten en plenitud para que su recuerdo sea imperecedero en el corazón de la multitud y su simiente sea inmortal en el corazón de la humanidad, mirad que su comunicación con este pueblo terminará en 1950. 23. La inspiración de ese mundo superior seguirá guiando e inspirando a los discípulos del Señor, aunque os advierto que de tiempo en tiempo irá siendo más sutil y más elevada su comunicación a medida que vuestra espiritualidad sea más grande. 24. Este camino es para ir por él sin deteneros, aunque también debo deciros que hay que recorrerlo paso a paso, y no en carrera vertiginosa. 25. No os hundáis en la rutina, comprended cuando ha llegado el tiempo de dar un paso más en el sendero. No os adelantéis a darlo, mas tampoco os retardéis en hacerlo. 26. La forma de no estacionaros es la de apegaros a mi palabra, apartándoos de todo acto exterior con el que quisierais sustituir al verdadero cumplimiento de mi enseñanza. 27. También me tenéis como Maestro: como Padre, como Doctor. Abrid vuestro corazón, oh multitudes, que venís con vuestro fardo de dolores. Cerrad vuestros ojos por un momento a lo mundano y sentiréis la presencia de lo espiritual. El caminante fatigado, percibirá la sombra de un árbol invisible que le cubre y le conforta. El corazón necesitado de cariño, sentirá que ha penetrado en el hogar divino donde se escucha, como si fuese un concierto, la voz del Padre. El enfermo tendrá la sensación de que una mano dulce y misericordiosa ha pasado sobre su herida llenándola de bálsamo y calmado su dolor. 28. Aprended a acercaros a Mí, aprended a pedirme, a recibir y a esperar; veréis entonces como se hacen patentes los prodigios en vuestra vida. 29. Este es un tiempo en que el hombre pondrá su parte de espiritualidad y fe para que se realicen los nuevos milagros. El mundo quisiera volver a ver las obras que hizo Jesús delante de los hombres, a lo cual Yo os digo, que no debéis de empeñaros en seguir viviendo una era que ya pasó. Habéis penetrado en un nuevo tiempo, y en él os daré lecciones que aún no os han sido reveladas y repetiré mis obras, mas ahora en forma más espiritual. 30. Debéis de estar velando, discípulos, porque no sólo os hablaré por este conducto, también buscaré comunicarme con vuestro espíritu en los instantes en que vuestro cuerpo duerme; os enseñaré a penetrar con preparación en ese reposo y a que vuestro espíritu se desprenda para que se eleve a las regiones de la luz, de donde tomará la profecía para iluminar su camino. Transmitiéndole su mensaje al entendimiento. 31. El discípulo que sabe recibir a su Maestro en el instante en que éste le busca, no tiene tropiezo en el sendero, ni se considera débil o solo en la lucha. 32. Llegad a comprender cuál es la espiritualidad que quiero de vosotros, para que no vayáis a confundiros en un misticismo fanático, que en vez de facilitar a vuestro espíritu el que comprenda las lecciones divinas, ponga ante ellos nuevas tinieblas. 33. Preparaos, discípulos, dejad a vuestro espíritu que comience a contemplar la vida que le espera, aquel mundo que guarda en su arcano infinitas grandezas para los hijos de mi Divinidad. 34. No retardéis la hora en que vuestro espíritu llegue a tener ese gozo. 35. Mi pueblo crece, se multiplica, no sólo en la Tierra sino también en el valle espiritual. Entre aquellas multitudes espirituales se encuentran los que tuvieron lazos de sangre con vosotros, ya sea que hayan sido vuestros padres, hermanos o hijos. 36. No os sorprenda que os diga que mi pueblo es tan numeroso, que la Tierra no podría darle albergue y que deberá ser mucho más grande aun. Cuando ya lo haya reunido y no falte uno solo de mis hijos, le será dada por morada el infinito, ese valle de luz y de gracia que nunca termina. 37. Aquí en la Tierra sólo vengo a prepararos, a instruiros con mi Doctrina, para que sepáis como acercaros a aquella vida. Esta humanidad es sólo una porción del pueblo de Dios, es menester que todos sepan estas explicaciones para que encaminen su vida hacia el ideal de perfección. Este mensaje divino que es mi palabra vertida por los labios del portavoz humano, quiero que llegue a toda la humanidad. Mi palabra es la campana que está llamando al mundo, su esencia conmoverá a los pueblos haciéndoles despertar para meditar sobre la espiritualidad, sobre el destino del espíritu después de esta vida. 38. Mientras las religiones permanezcan sumergidas en su sueño y no rompan su rutina, no habrá despertar en el espíritu, ni conocimiento de los ideales espirituales; y por lo tanto, no podrá haber paz entre los hombres, ni aparecerá la caridad; no podrá brillar la luz que resuelve los graves conflictos humanos. 39. A vosotros que me escucháis, os he llamado mi pueblo, porque os he confiado mi Doctrina, a fin de que invitéis a los hombres, no precisamente a unirse a vosotros, porque aún adolecéis de imperfecciones, sino a penetrar de verdad en el camino de mi Ley, la cual sí es perfecta. 40. Hay muchos hombres distantes de vosotros, diseminados en los pueblos de la Tierra, ocultos entre las grandes multitudes, que son hijos de mi pueblo porque viven en mi Ley y su ideal es alcanzar la espiritualidad por el amor hacia sus semejantes, inspirados en el Padre. En cambio, entre estas multitudes que día tras día vienen a escuchar mi palabra, están los que a pesar de haberme oído años y años, no puedo aún considerarlos como mi pueblo, porque en vez de amor practican la mala voluntad; en lugar de caridad demuestran egoísmo; en lugar de llevar un ideal de perfeccionamiento espiritual, predomina en ellos el egoísmo y van siguiendo todo lo que halaga su vanidad. 41. Yo dije a mis discípulos en aquel tiempo: Vengo a haceros herederos de mi Reino, mas no creáis que por haber estado con su Maestro, se hicieron dignos de aquella gracia; recordad que hubo uno que habiéndose sentado muchas veces a comer con su Señor y habiendo convivido con El y escuchado muchas veces su palabra, no fue digno de recibir aquel Testamento Celestial que el Maestro confío a sus discípulos la última vez que estuvo con ellos en la mesa. 42. El Reino del Padre es la heredad de todos los hijos, es indispensable alcanzar esa gracia mediante méritos del espíritu. Quiero que no miréis como un imposible, alcanzar la gracia que os acerca a Mí. 43. No os entristezcáis al escuchar en mi palabra que llegaréis a la Tierra Prometida con grandes esfuerzos y trabajos. Alegraos porque el que dirige su vida hacia esa idea, no sufre de desengaños ni se ve defraudado. No pasará con él como sucede a muchos que van en pos de la gloria del mundo, y que después de mucho luchar, no la consiguen, o quienes la alcanzan pronto tienen el dolor de verla esfumarse hasta quedar en la nada. 44. Discípulos: mi Doctrina os enseña que sin apartaros un paso de vuestros deberes humanos y de los nobles ideales de esta vida, llevéis siempre delante de vosotros el anhelo de caminar hacia Dios haciéndoos dignos de alcanzar el galardón que os tiene prometido. 45. Está tan unido el cuerpo al espíritu, que éste, cuando sabe que su envoltura sufre, siente como si el mal estuviese en él. Tomad mi bálsamo espíritus, y ungid vuestro cuerpo, sobreponedlo al dolor, impartidle fe y esperanza. 46. Venís con tristeza a llorar vuestras penas junto a Mí, y el Maestro os dice: que aun cuando tiene por delante mucho dolor que curar entre sus hijos, extiende su caridad y os toca, para que sintáis el milagro de su caricia y os levantéis sanos dando testimonio, para que otros vengan a Él. 47. Los que saben vencer las tribulaciones de la vida, nunca dejan que ellas turben a su espíritu; halos aquí recibiendo mi presencia con gran gozo en su corazón de discípulos; mientras que el que se ha dejado vencer por las pruebas, viene triste, derrotado; en vez de elevar hacia Mí un himno espiritual, me muestra tan sólo su dolor y sus lágrimas. Yo recibo esa ofrenda dolorosa, pero quiero que la tornéis en ofrenda de fe, de confianza y de paz. 48. ¿Me preguntáis si nada puedo hacer por vosotros? ¡Ah, mis pequeños, antes de que vosotros me pidáis, yo he depositado en vuestras manos lo que necesitáis! pero ocupados en la lucha y caminando sin la luz de la fe, no sabéis sentir mi presencia, ni ver lo que dejo en vuestro espíritu, ni contemplar la luz del nuevo día que sólo espera vuestro despertar para que la veáis brillar en plenitud. 49. Preguntad a los que han visto realizado el milagro en su vida, interrogad a los que vienen con la alegría reflejada en la faz, ellos con su testimonio os abrirán un libro, donde leeréis una historia que será ejemplo y un estímulo para vuestra fe. 50. ¿Cómo podéis pensar que ame menos al que más sufre? ¿Cómo podéis tomar vuestro dolor como una señal de que no os amo? Si supieseis que precisamente por amor a vosotros he venido; ¿No os he dicho que el justo está a salvo y que el sano no necesita del médico? Si vosotros os sentís enfermos y en vuestro examen a la luz de vuestra conciencia os juzgáis pecadores, tened la certeza de que es a vosotros a quienes he venido a buscar. 51. Si creéis que Dios ha llorado alguna vez, de cierto que no habrá sido por los que están disfrutando de su gloria, sino por los que van perdidos o llorando. 52. He aquí el camino perfecto, porque en mi palabra está la luz que conduce a la perfección. 53. Mi Espíritu penetra en su verdadero templo que es vuestro corazón. Desde ahí me habéis llamado y me habéis pedido que viniese a daros mi palabra y aquí me tenéis. 54. Creéis en Mí y pronunciáis mi nombre con fe. Quien guarda mis enseñanzas y las pone en práctica, ese será salvo. 55. Vuestro espíritu no podrá morir en las tinieblas de la turbación, porque mi sangre derramada desde la cruz en el Calvario, alentó a vuestro espíritu a emprender la marcha por el camino de su evolución, siguiendo las huellas de su Maestro. Yo os compré a precio de mi sangre, a precio de amor. Estáis desde entonces preparados para resucitar de entre los muertos. 56. Al escucharme así, íntimamente os confesáis pecadores delante de Mí, y cuando sentís que se sosiega vuestro espíritu porque habéis oído el reclamo de la conciencia, penetráis en una comunión de amor con mi Divinidad. 57. Este amor que se acerca a vosotros, es la puerta del Reino de los Cielos que se abre ante vuestro espíritu como una eterna invitación. 58. ¿Quién de mis hijos se ha debilitado en su fe y va perdido en el camino, que no me acerque Yo a él para darle la vida? ¿Quién de los que van sufriendo en silencio, no ha sido escuchado por Mí? ¿Quién que haya quedado huérfano en la Tierra no ha sentido en su vida la presencia y el consuelo de María que los conforta? ¿Quién hallándose moribundo no ha oído en su conciencia la misma voz que le dijo a Lázaro: levántate y anda? Yo soy Cristo, el consuelo y la luz del mundo. Os sigo en vuestra fe o en vuestra duda, porque sé que aun el que más me niegue, al fin será conmigo, abrumado por el peso de sus obras. 59. Venid a Mí todos los que estáis cargados de penas y con mi palabra, os daré limpidez. Al dejar de escucharme seguiréis sintiendo mi dulce compañía. 60. Recibid mi luz para que ella ilumine el camino de vuestra existencia y en la hora de la muerte os libréis de la turbación; y en un instante, al pasar los umbrales del Más Allá, sepáis quiénes sois, quiénes habéis sido y quiénes seréis. OID MI PARABOLA: 61. “Encontrase un rey rodeado de sus súbditos celebrando una victoria obtenida sobre un pueblo rebelde, el cual pasaba a ser su vasallo. 62. El Rey y los suyos cantaban victoria. El Rey habló así a su pueblo: La fuerza de mi brazo ha vencido y ha hecho crecer mi reino, más a los vencidos los amaré como a vosotros, les daré grandes tierras en mis dominios para que cultiven la vid y así como Yo los amo, quiero que vosotros les améis . 63. El tiempo pasó, y de entre aquel pueblo conquistado por el amor y la justicia de aquel Rey surgió un varón rebelde a su Señor, a quien intentó dar muerte mientras dormía, hiriéndole solamente. 64. Ante su delito aquel hombre huyó lleno de temor a ocultarse en las más oscuras selvas, mientras el Rey lloraba la ingratitud y la ausencia de su súbdito porque mucho le amaba su corazón. 65. El hombre aquel, en su huida cayó prisionero de un pueblo enemigo del rey, y cuando fue acusado de ser un súbdito de aquel a quien no reconocían, éste atemorizado, a voz en cuello les dijo que él se encontraba fugitivo porque acababa de matar al Rey, mas no fue creído y le sentenciaron a morir en una hoguera después de atormentarlo. Cuando ya sangrante iba a ser arrojado al fuego, acertó a pasar por ahí el Rey con sus súbditos, quienes andaban en busca del rebelde, y al ver lo que ahí estaba aconteciendo, levantó aquel señor su brazo diciendo a los verdugos: ¿Qué hacéis pueblo rebelde? Y a la voz majestuosa e imperiosa del Rey, los rebeldes cayeron postrados ante El. 66. El súbdito ingrato, que continuaba atado junto al fuego en espera solamente del cumplimiento de su sentencia, estaba absorto y sorprendido al ver que el rey no había muerto y que se acercaba paso a paso hacia él para desatarlo. Lo apartó del fuego y curó sus heridas; luego acercó vino a sus labios, le vistió con blanca y nueva vestidura y después de depositar un beso en su frente le dijo: Súbdito mío, ¿Por qué os habéis ido de mi lado? ¿Por qué me habéis herido? No me contestéis de palabra, sólo quiero que sepáis que os amo, y os digo en este instante: Venid y seguidme. Aquel pueblo que presenciaba estas escenas de caridad, maravillado y convertido, exclamó: Hosanna, hosanna, declarándose súbdito obediente de aquel rey. Ese pueblo sólo recibió beneficios de su Señor y el súbdito que un día se reveló, sorprendido por tanto amor de su rey, hizo el propósito de pagar aquellas pruebas de afecto sin límite, amando y venerando por siempre a su Señor, rendido ante sus obras perfectas”. 67. He aquí, pueblo, muy clara mi palabra. Los hombres luchan en contra mía y pierden su amistad para conmigo. 68. ¿Qué daño he hecho a los hombres? ¿Qué perjuicio les acarrea mi Doctrina y mi Ley? 69. Sabed que cuántas veces me ofendáis, las mismas seréis perdonados, pero entonces quedaréis obligados a perdonar a vuestros enemigos cuantas veces os ofendieren. 70. Os amo, y si un paso os alejáis de Mí, ese mismo doy Yo para acercarme a vosotros. Si me cerráis las puertas de vuestro templo, Yo llamaré a ellas hasta que abráis para penetrar en él. 71. Si creéis que ya estáis redimidos porque Yo fui en la cruz, también comprended que tendréis que haceros dignos de aquel rescate y seguir aquel ejemplo. 72. Ante Mí están los que pecaron y hoy son bendecidos, los que blasfemaron y hoy reciben dulzura en sus labios; las adúlteras que no tenían paz en su conciencia, han sido perdonadas para que no vuelvan a pecar, porque Yo soy la resurrección y la vida. 73. Si sois los discípulos y herederos del Verbo, no blasfeméis jamás, mirad que os he dado un lenguaje dulce para expresar toda idea, toda inspiración y todo sentimiento. 74. He aquí mi palabra, para el torpe y para el entendido. 75. Sed el pueblo bueno, sed como un espejo limpio para que todos crean que estoy con vosotros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 101 1. Si las ovejas no llaman al pastor, éste las busca para conducirlas al aprisco. 2. Discípulos: vengo a prepararos para que después de mi partida os levantéis de comarca en comarca, dando la buena nueva de que el Maestro estuvo entre los hombres. Para ese tiempo, los cerebros de mis portavoces se habrán cerrado a esta comunicación, mi rayo divino y mis hijos espirituales ya no se manifestarán en esta forma. Todo cambiará después de 1950; más si los que fueron pedestales y facultades, perseveran en su preparación y elevación, serán quienes primero alcancen la comunicación de espíritu a Espíritu para enseñarla a las multitudes. 3. Los labios de mis discípulos quedarán preparados para dar el consuelo a los necesitados y su hogar dispuesto para recibir a los que vengan en busca de paz. 4. De mis labriegos, no todos partirán a dar a conocer mi verdad, unos permanecerán en espera de sus hermanos, mientras otros irán a buscarles por aldeas, comarcas y naciones. 5. Los seres espirituales que os han custodiado, estarán cerca de vosotros y os darán en vuestro camino inspiración, fuerza y fe. 6. Por ahora escuchadme, aprended de Mí, practicad y orad por este mundo que perece y se desangra. Si vosotros esperáis que sólo el Padre se desvele por el mundo, estáis en un error, vosotros tenéis que llevar gran parte del peso de esta cruz. 7. Que vuestras penas no os hagan olvidar a los que viven en continua desesperación y angustia. Grandes son vuestras aflicciones y dificultades en la vida diaria, mas no podéis compararlas con aquellas que agobian a algunos de vuestros hermanos. 8. Bien está que algunos corazones los encuentre por ahora sordos a mi llamado, alejados de Mí, ocupados en sus ambiciones y odios; mas ¿Por qué a vosotros hay instantes en que también os encuentro sordos a mis inspiraciones y os mostráis negligentes en el camino espiritual que os he trazado? No pretextéis que es la dureza de vuestra materia y el cúmulo de vuestras necesidades y preocupaciones lo que os aleja de Mí. 9. Yo estoy en todas partes, a cada paso podéis encontrar la ocasión de poner en práctica mis enseñanzas, porque siempre habrá tiempo y oportunidad para que el espíritu cumpla su misión, aun en los trabajos materiales. 10. Meditad cinco minutos en cada día sobre vuestras obras, juzgaos a vosotros mismos y formad el propósito de mejoraros más y más. 11. La oración es baluarte, arma y escudo del espíritu, refugiaos siempre en ella y no seréis débiles. 12. Vengo a hablaros con verbo sencillo y comprensible a todos, Yo no he venido a sorprenderos con lenguaje florido, ni filosofías incomprensibles, ni a hablaros en idiomas extraños. La grandeza de mi palabra está en su sencillez, buscadla y analizadla. 13. Confesaos espiritualmente conmigo, sabiendo que Yo descubro lo que más profundamente guardéis; dejad que nazca en vuestro corazón el verdadero arrepentimiento y esforzaos por llegar cada vez más limpios a Mí. 14. Aprended todo esto y en vuestro camino seréis reconocidos como mis discípulos. Habrá quienes al contemplar vuestro don curativo quieran comprar vuestro secreto, unos con buena fe, otros con fines de lucro; mas a ellos diréis que el secreto para sanar el dolor del enfermo es la caridad, y ese don todos los poseen. 15. Tenéis dones con los que podéis sorprender al mundo. Por medio del don de videncia, estaréis profetizando, adelantándoos a las predicciones de la misma ciencia. 16. Por conducto de mis labriegos, hasta de los más humildes, estoy haciendo prodigios. Es el tiempo en que el torpe y el rudo me dan gracias porque he puesto en ellos mi caridad para convertirlos en mis servidores, porque en un hombre de entendimiento rudo puede ocultarse un espíritu elevado al que sólo Yo descubro. 17. He visto a muchos suspirando y sollozando al borde del precipicio, porque su envoltura ha sido reacia e indomable; y su espíritu que lucha por destruir los errores de la carne, se ha elevado en oración para decirme: Señor, si no, venís en mi ayuda, perezco. Y el Maestro se ha acercado para doblegar con una palabra o con una prueba aquella materia rebelde, y a dar al espíritu potestad para vencer las pasiones y las flaquezas humanas. 18. Estos son los que siendo pobres de espíritu y humildes en la Tierra, hoy se han revestido de fuerza y sus labios se han desatado hablando de enseñanzas profundas y con amor van sanando enfermedades que para otros habían sido imposibles de curar. 19. ¿Sabríais contestar a mis preguntas sobre mi lección anterior, discípulos? 20. El libro permanece abierto ahí, en la misma página que os mostré la vez pasada, pero es menester seguir adelante, sin detenerse; por eso, hago que mi palabra quede guardada en vuestra conciencia para que acuda a vosotros cuando la necesitéis. 21. Yo soy el libro de la vida, haré que cada uno de vosotros sea un pequeño libro del saber, para ello estoy escribiendo mis enseñanzas en vuestro corazón. Mañana, esta enseñanza llegará a todos los pueblos y hogares, mas desde ahora ya podéis decir que tuvisteis el privilegio de escucharme a través de esta comunicación. 22. Llamé a los que se creían desheredados, a los que parecían sobrar entre la humanidad, a los que sufrían humillaciones, hasta por parte de los suyos, y deposité en sus manos este libro de amor. 23. Habéis visto iniciarse la alborada de una nueva era y por lo tanto no podéis decir que ya lo habéis visto todo, porque os estoy preparando cuidadosamente, para mañana, cuando veáis brillar esta enseñanza, no vayáis a confundiros ni a cegaros con su luz. De discípulos os tornaréis en soldados defensores de la verdad, para lo cual os estoy revelando cuáles son las armas con las que habréis de luchar; más si lo habéis olvidado no es por demás que os recuerde que las armas con las que seréis invencibles son: La oración, la caridad, el perdón, la sinceridad, la mansedumbre, el celo por lo justo y lo bueno y el amor. 24. Vinisteis a morar a la Tierra, y cuando vuestros desengaños y penalidades os hicieron preguntar al Arcano cuál era vuestro destino, tuvisteis al instante la respuesta divina, al ser llamados para que escuchaseis mi palabra, que a la vez que es caricia y bálsamo, es también Ley. 25. Oyéndome hablar como Padre, como Maestro y como Dios, orientaréis vuestra vida sabiendo que el fin para el cual fuisteis creados y enviados al mundo, es el de llegar a Mí. 26. ¿Quién que no fuese Yo, os hubiese revelado vuestro destino y os hubiese descubierto vuestros dones? 27. Juan, mi discípulo, vio en su éxtasis este tiempo, el desarrollo de vuestros dones; pero sólo los vio, era menester que el Cordero Divino viniese entre vosotros a desatar el Sexto Sello de ese libro de eterna sabiduría y de perfecta justicia para que pudieseis comprenderlo. 28. El sendero que hoy os muestro está iluminado con la luz de la verdad, para que vengáis a Mí. En ese camino encontraréis muchas pruebas, tendréis muchos motivos para estudiar mi Ley, conocer vuestro destino y entregaros a su cumplimiento. 29. Cada día trae sus pruebas y Yo miro cómo las recibís y el fruto que me presentáis. Muchas de esas pruebas son pequeñas y con ellas podíais dar principio a una vida de enmienda y perfeccionamiento; pero sin analizarlas las desecháis, y si así obráis ¿Cómo podréis prepararos para pruebas mayores? El juicio que Yo hago de vuestras obras no es riguroso, es el juicio de un Padre cariñoso que os ama, que os aconseja para que vayáis siempre adelante en el ejercicio de mi Ley, mostrando siempre vuestra paz y fortaleza espiritual; mas Yo busco y amo a todos mis hijos, no desconozco al que delinque, antes bien, lo perdono y le ofrezco una oportunidad para que se enmiende y vuelva al camino. Entre los que me siguen, están los que no han podido librarse de sus pecados, más otros que oran fervientemente cuando creen haber conquistado el triunfo, al ser tocados en su amor propio o en su orgullo, olvidan mi enseñanza y dan lugar a que sus malas inclinaciones se manifiesten. ¿Quién podrá ocultarse de Mí, que conozco vuestros pensamientos y el origen de vuestro ser? 30. Mientras el hombre no pueda penetrar en el corazón de su hermano para defender su causa. Yo la tomo, justa o injusta, os defiendo y os amo. 31. Oíd mis palabras para que no tropecéis, ni llevéis a vuestros labios un cáliz de amargura. ¿Por qué no queréis comprender vuestro destino de amor, vuestra gran misión? ¿Por qué no imitáis mis obras, sintiendo que sois capaces de hacer lo que Yo os pido, si sois parte de mí ser y por lo tanto estáis dotados de grandes atributos? 32. No quiero que al recibir mi palabra os sintáis lastimados, antes bien, quiero reanimaros con ella. Si os he dicho alguna vez, Vuestra voluntad es la mía, pensad que cuando os sometéis a mis leyes, estáis haciendo mi voluntad. Yo apruebo vuestros buenos propósitos y determinaciones, y vosotros habéis sentido descender a vuestro corazón mi paz y mi bendición, cuando cumplís con vuestro deber de amar. 33. Ocupaos en hacer el bien, orad con fervor y amad a vuestros semejantes, dejad que vuestro espíritu crezca y se sienta fuerte y grande en el cumplimiento de su misión. 34. Me ha complacido que seáis pobres en este tiempo, mas no os dejaré sin el pan de cada día. Si algo os retengo, en cambio os doy el pan del espíritu, el pan de vida eterna y os nombro benefactores de la humanidad. 35. Los tiempos de prueba anunciados por Mí, por conducto de Damiana Oviedo, han llegado. Las naciones se debaten en sus guerras y el hambre y la peste se cierne sobre la humanidad. Los elementos de la naturaleza están desatados. Yo dije por conducto del primer portavoz: los tiempos cambiarán y cuando veáis que la ciencia humana da grandes señales de adelanto, vosotros debéis hacer penitencia y aprender de Mí, para llevar un mensaje de paz a la humanidad. 36. Todos estáis iluminados y hasta en el más apartado rincón de la Tierra donde haya un discípulo mío, allí estará mi Espíritu derramando luz y fortaleza, resolviendo problemas y allanando obstáculos. Vosotros, que habéis sido señalados en este tiempo por Mí, interceded por los que no han alcanzado a conocer esta revelación que os estoy haciendo. 37. ¡Descansad en este instante, en que Yo os bendigo y os doy mi paz! Porque tenéis que cumplir vuestra restitución, para eso os he concedido la gracia de reencarnar. Mi amor os da esta oportunidad, para que podáis llegar a Mí, ¿Cómo he de querer que lleguéis ante mi presencia, con el dolor en vuestro espíritu? Más vosotros que me escucháis, sabed que mi palabra no se apartará de vuestra conciencia; mas ¡Cuántos hay a los que haciéndoles el llamado, no quieren venir! Son los que van tras el placer como supremo ideal de su vida, y no tienen por ley más que el dictado de su libre albedrío. No porque no quieran ellos seguirme les abandono, por el contrario, son a los que busco más, porque sé que ellos serán los que han de levantar sus ojos hacia Mí, cuando el dolor, sea muy grande en su corazón. 38. En esos instantes de arrepentimiento Yo recibo y perdono a todos; pero mientras unos logran regenerarse para toda su vida, otros, cuando han recobrado la paz o la salud, cuando nuevamente se sienten fuertes, olvidan mi prueba de amor y se alejan aún más. Estos no han sabido aprovechar la ocasión que la vida les ha brindado para volver al camino verdadero. Entonces les llamo al Más Allá, para que su espíritu pueda meditar en sí mismo, fuera de la influencia de la materia y de todo lo que le ataba al mundo. 39. ¡A cuántos seres les hago el llamado día tras día! Ellos se purificarán en la luz de mi divina justicia antes de volver y esos que se limpian así no volverán a mancharse con el fango, porque vendrán con el firme propósito de hacer obras meritorias, obras agradables y dignas ante el Señor. 40. ¡Cuántos de vosotros tendréis que retornar a la Tierra en busca de la misión que dejasteis de cumplir o en busca de una ocasión de reparar los errores cometidos! 41. Pensad que muchos de vosotros habéis tenido tiempo suficiente para escucharme y aprender de Mí, pero que, encontrándoos en las postrimerías de vuestra vida, no vais a tener tiempo de sembrar lo que con tanto amor habéis acumulado en vuestro espíritu. No temáis, Yo soy la vida y os haré vivir para que sembréis en los corazones, esa semilla que tanto anheláis cultivar. 42. Entre la multitud que me escucha, no falta aquel que creyendo saber mucho de las lecciones de Dios, interiormente dude de esta palabra y la niega; mas lo que no podrá negar es que su corazón se ha estremecido y ha latido de una manera desconocida. Tratará de olvidar ciertas palabras que a él dirigí y no podrá, y aún perderá algunas horas de sueño escuchando el eco de esta palabra humilde y sencilla. Es que su conciencia le dirá que tras de aquella palabra estuvo una luz que descubrió lo que en su corazón ocultaba y le habló de lo que sólo él sabía. 43. He aquí una página más del Libro de la Vida, escrita por mi caridad; he venido a hablarle a vuestro espíritu porque en todos los tiempos me he comunicado con la humanidad. La forma en que ahora me manifiesto no es nueva ni extraña; sólo al que se ha materializado podrá parecerle extraña o imposible, en cambio para el que me esperaba, es lo más natural y justo oír la voz de su Padre en sí mismo. Sólo las vírgenes que supieron velar con sus lámparas encendidas escucharon la voz del esposo cuando éste llegó a media noche. 44. Ha habido seres a quienes he tenido que llamar por primera, segunda y tercera vez, algunos que además de escucharme, tuvieron que escudriñarlo todo para encender su fe, y ha habido quienes blasfemaron de mi Obra, pero más tarde, cuando hice el milagro en su camino, vinieron arrepentidos y temerosos a confesar que el que hablaba era el Verbo de Dios, el Divino Maestro. Esa es mi mejor enseñanza, vosotros tened paciencia con vuestros hermanos, cuando al enseñarlos duden, nunca devolváis blasfemia por blasfemia. 45. Benditos sean los que tratan de ocultar ante mis ojos el dolor que la humanidad les causa con su mofa y su dureza de corazón. Benditos los que no se quejan y en cambio me dan gracias, porque a pesar de sus pruebas, mi gracia les sigue por doquier. 46. ¿Qué podéis ocultar a mi mirada que ella no descubra? Yo os premiaré, veréis aparecer siempre después de las tempestades el iris de la paz. Seguid atesorando mi Doctrina, ponedla en práctica para que la caridad se acrisole en vuestro corazón. 47. Entre vosotros se encuentran los que ayer sintieron placer en el mal, los que se complacieron en el odio y en la perversidad, y en cambio sentían horror ante el amor, la caridad y la humildad. Ahora se recrean con su transformación, con su regeneración. Vuestro espíritu está ya tomando potestad sobre vuestra materia. Ahora os recreáis haciendo el bien, experimentáis placer en hacer la caridad y sentís satisfacción siendo mansos y humildes; comenzáis a sentir horror y aversión por la perversidad. No hay uno que habiéndome escuchado, no haya modificado en algo su vida. ¿Quién es aquel que habiendo recibido sobre su cuerpo y espíritu el bálsamo del Doctor de los doctores, no ha sentido pasar por su ser la verdadera salud? ¡Cuántos milagros ha hecho mi palabra solamente! Todo os lo he concedido para ayudaros a salir de vuestro letargo, porque en este tiempo no he venido a inmolarme como hombre, sino a inspiraros para que hagáis méritos para merecer vuestra salvación. Sobre vosotros existe un arcano que es heredad para vuestro espíritu, ¿Cuándo poseeréis todo cuanto os tengo destinado? 48. Hoy ninguno puede saber cuánto es lo que ha alcanzado. 49. ¡Cuán menesterosos os sentís por momentos! Unos lloran y sin saber por qué, la enfermedad persiste en ellos; otros, siendo padres, se preguntan por qué si han velado por su familia y la han cultivado con amor, sólo frutos de incomprensión e ingratitud reciben. Y las mujeres que han ido en pos de cariño y apoyo en la Tierra, también se preguntan por qué en la vida no han podido calmar esa sed de ternura. Los hermanos, llevando una misma sangre, se sienten distantes, no se aman, ni se comprenden. Os preguntáis la causa de todo esto, y no alcanzáis a comprender por qué fracasa el bien ante vuestros ojos. Y yo os digo: cuando el bien de unos llegue a encontrar eco en los otros y su corazón se sienta regocijado por ello; cuando las virtudes o valores espirituales hayan sido debidamente estimados, entonces el hambre, la sed de justicia, de amor y de comprensión, se apartará del corazón de la humanidad. 50. También os digo, que aquí en la Tierra, no sabéis espiritualmente quienes sois, ni sabéis quien es el espíritu de vuestra esposa o esposo, de vuestros padres o hijos. Sólo así habéis podido llevar el peso de muchas expiaciones que forman vuestra cruz. Llevad esta cruz con amor, no tratéis de saber por ahora quién o quienes podéis ser vosotros, conformaos con saber que todos sois hermanos hijos de un solo Padre, y que entre hermanos, no debe haber enemigos. Amaos los unos a los otros y adelantaréis en el sendero de la evolución. 51. El Edén, ha mucho tiempo que cerró sus puertas a la humanidad, desapareció y su fragancia se elevó hacia el infinito. La Tierra se convirtió entonces en valle de lágrimas y comenzó la restitución espiritual, el campo de lucha donde se purifica el espíritu; más un paraíso mejor que el que perdisteis es el que hallaréis, él os espera con sus puertas abiertas. Orad para que recibáis mi fuerza y podáis seguir adelantando en vuestro camino de evolución espiritual, mas hacedlo con el espíritu, no lo hagáis con oraciones aprendidas por muy hermosas que ellas sean, si no las sentís. Luego, amad y perdonad a vuestros hermanos. Ya veréis cuanta dulzura desciende de la conciencia al corazón cuando practiquéis mis enseñanzas. 52. Tiempo ha, que vengo preparándoos porque llegarán a señalaros como trastornadores del orden y de la paz espiritual en el mundo, porque os calumniarán. Mi enseñanza viene a preparar a los que mañana serán los maestros pacientes, humildes y mansos, aquellos que con su amor contesten a todas las preguntas de sus hermanos. 53. Cada una de mis lecciones es un volumen donde podéis aprender todo lo que vuestro espíritu necesita para más tarde enseñar a vuestros hermanos. Mi enseñanza os está preparando un nuevo mundo, una nueva vida desde esta Tierra, pero cuando os hablo de esta verdad y pensáis en la guerra que sostienen las naciones, donde sólo existe el dolor, angustia y miseria, juzgáis de imposible la realización de esta palabra, más en verdad os digo, que además de ser una doctrina lo que os enseño, también es una profecía. 54. Si vuestra ciencia y pecado os hicieron perder el paraíso de la paz, de la pureza y de la fraternidad, la espiritualidad os devolverá aquella gracia, que será mejor estimada que el alto grado de evolución que hoy poseéis que cuando estuvisteis en estado de inocencia. 55. Humilde y sencilla es mi lección, para que los párvulos la puedan comprender. A pesar de estar comunicándome por medio de materias pecadoras, mi palabra va quedando como una huella de amor en el corazón del pueblo. Esta forma de comunicación es una prueba más de humildad que he dado a mis hijos. A cada paso os enseño esta virtud, porque es una de las que más debe practicar el espíritu. A unos les he dado un origen humilde en el mundo para que imiten en su vida al Maestro, a otros, se les ha dado un rico hogar, para que también imiten a Jesús, que siendo Rey supo dejar su trono para venir a servir a los pobres, a los enfermos y a los pecadores. 56. Tan grande es el mérito del que sabe descender de su posición para servir a sus semejantes, sean los que fueren, como del que se eleva desde su vida humilde e ignorada hasta la altura de los justos, por el camino del amor. 57. ¡Ah, sí de entre vosotros surgiese un corazón humilde que pudiera servir de ejemplo a los demás! porque cuántos de los que llevan una expresión de humildad en su rostro, van sembrando el orgullo que llevan escondido en su corazón vanidoso. Yo he querido que de este pueblo caiga esa máscara de hipocresía, a fin de que la humanidad pueda reconoceros por vuestra humildad, como discípulo del Espíritu Santo. 58. La vida de vuestro Maestro, es ejemplo para toda la humanidad; mas como a la mujer le hacía falta enseñanza sobre su misión de madre, le fue enviada María, en representación de la Ternura Divina, que surgió como mujer entre la humanidad para daros también su divino ejemplo de humildad. 59. Cada vez que me oís ensalzar la virtud, sentís que el pecado y la imperfección humanas aparecen delante de vuestros ojos en toda plenitud; entonces, inclináis con pena vuestra cerviz y hay quien me dice: Señor, ¿Venís con vuestra pureza y vuestra santidad a humillarnos por nuestros pecados, vos que sois el que nos está aconsejando la humildad? Yo contesto a ese corazón que no ha sabido comprender mi palabra, que sólo un átomo de mi luz y de mi santidad es la que vengo a mostrar delante de vuestros ojos, para que no os sintáis humillados delante de Mí, ni impotentes para imitarme en la virtud. 60. No confundáis la humildad con la pobreza de indumentaria; tampoco creáis que es humilde el que llevando en sí mismo una idea de inferioridad, sea esa la causa que lo obliga a servir a los demás y a inclinarse delante de ellos. Os digo, que la verdadera humildad está en aquel que, sabiendo valorizar que es alguien, y sabiendo que algún conocimiento posee, sabe descender a los demás y gusta de compartir con ellos lo que tiene. 61. La humildad es la luz del espíritu y por el contrario, la carencia de ella, es oscuridad en él; la vanidad es el fruto de la ignorancia. El que es grande por el saber y vale por la virtud, lleva la verdadera modestia y humildad espiritual. 62. Qué emoción tan grata sentís cuando miráis que un hombre notable entre los hombres, os hace una manifestación de afecto, de comprensión, de humildad. Esa misma sensación, la podéis llevar a los que sean o se sientan inferiores a vosotros. Sabed descender, sabed tender la mano sin sentir superioridad, sabed ser comprensivos. Os digo, que en estos casos, no sólo goza el que recibe la prueba de afecto, la ayuda o el consuelo, sino también el que la da, porque sabe que sobre él, hay Uno que le ha dado pruebas de amor y de humildad y que Ese es su Dios y Señor. 63. Experimentad en vuestro corazón el goce de sentiros amados por vuestro Padre, quien no ha venido nunca a humillaros con su grandeza, sino a manifestárosla dentro de su humildad perfecta, para haceros grandes llevándoos a vivir la verdadera vida en su Reino, que no tiene principio ni fin. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 102 1. Vuestra plegaria ha llegado hasta los cielos y como prueba de ello, sentís en estos momentos mi paz. Si en alguna ocasión llegáis a sentir que una dulce paz invade vuestro corazón, podréis decir con certeza que ha pasado junto a vosotros vuestro Creador. Si vuestro corazón late apresuradamente y un goce indefinible os invade, es que vuestro espíritu ha escuchado la voz de su Señor. 2. Tomad vuestra cruz, pensando en que mi presencia es con vosotros, para alentaros en vuestro camino de evolución. 3. Todos podéis y debéis ser de los iluminados por el Señor, no hay un corazón que no lleve en su interior el germen divino del amor y de la virtud. Los que abrazan mi Doctrina para convertirse en mis discípulos, son los que con verdaderos testimonios de amor y caridad presentan a su Maestro delante de la multitud, como el amor perfecto y la sabiduría infinita, esa será la forma en que debéis propagar en la Tierra la buena nueva por medio de obras, palabras y pensamientos puros. 4. Quiero que en este tiempo alcancéis tal sensibilidad en lo espiritual, que baste con que un pensamiento mío se refleje en vuestra mente, para que obedezcáis con verdadera mansedumbre. 5. Aquellos tiempos en que el pueblo exigía a su Dios una absoluta materialización para creer en su palabra, en su existencia o en su justicia, han pasado; aquellos tiempos en que el pueblo sólo se estremecía ante la voz terrible de sus profetas o ante la justicia divina manifestada por medio de los elementos desatados, por plagas, epidemias y guerras, debéis dejarlos en el pasado, no queráis que se prolonguen hasta vuestros días. Vuestro espíritu ha evolucionado y debe de luchar con la materia hasta hacerla sensible a las vibraciones, inspiraciones y mensajes que os lleguen del Mundo Espiritual. 6. En cada era he ayudado a vuestro espíritu a penetrar más y más en el conocimiento de la verdad; haced que se acerque la hora en que desaparezca el último velo y podáis contemplar el esplendor de vuestro Padre. 7. Aquel que sin decir a nadie que es mi discípulo siembre de bondad su camino, tendrá que ser interrogado a cada paso por sus hermanos, quienes le preguntarán cuál es el sendero más corto para llegar al Padre. 8. El que pregone ser mi soldado, mi siervo o mi discípulo, sólo despertará desconfianzas, burlas, desprecios y juicios. 9. Jesús, después de haber hecho grandes y poderosas obras delante de sus discípulos, preguntó una vez a Pedro: Y vos, ¿Quién creéis que soy Yo? A lo cual el discípulo maravillado y lleno de fe contestó: Vos, sois el Hijo de Dios vivo. Así quiero que vayáis por el mundo, con aquella mansedumbre que os enseñó Jesús y no faltarán quienes al ver vuestras obras se convenzan de que sois mis discípulos y de que vais enseñando a vuestros hermanos mi doctrina. Mirad que Yo soy el buen camino, mi palabra os ha dado testimonio de ello. Mucho es lo que os he hablado y no podéis decir que ni una sola de mis palabras os ha enseñado algo fuera de mi Ley. 10. Os encontré como plantas marchitas y secas bajo los rayos de un sol inclemente y os hice sentir la caricia de mi palabra, que fue en vosotros como un rocío celestial. Habéis ido por un camino lleno de cardos y ya no queríais andar más ante el temor de heriros, mas después de escuchar mi palabra, perdisteis el miedo a vivir, huyó de vuestro corazón la desconfianza y el recelo y reanudasteis la jornada llenos de esperanza y de fe en vuestro destino, porque cada instante que pasaba, hacia resonar en vuestro espíritu la palabra del Padre, que es manjar de vida eterna, para todo aquel que la sabe tomar. 11. Pueblo: al mismo tiempo que Yo os estoy preparando para que penetréis en la vida espiritual, legiones de hombres en el mundo se preparan para arrancar del corazón de sus hermanos toda semilla de origen espiritual. Yo estoy dándoos el tiempo necesario para que forjéis vuestra fe y dejéis desarrollar en vuestro corazón el conocimiento divino de lo que os he revelado. Si os preparáis verdaderamente, nada tendréis que temer del mundo, ni sus palabras, ni sus libros, ni sus promesas o amenazas lograrán desalojar de vuestro corazón la esencia de mi enseñanza y la promesa de la Tierra Prometida que os he ofrecido, no la cambiaréis jamás por las más tentadoras promesas del mundo. 12. Cuando esa prueba esté sobre vosotros y vuestros enemigos acechen vuestros pasos, recordaréis que Cristo es quien os habla en esos momentos y os recuerda cuando fue tentado Jesús en el desierto y cómo con su fortaleza doblegó al mundo y a la carne. Así quiero que seáis, fuertes ante cualquier adversario, sin olvidar que el más poderoso de vuestros enemigos lo lleváis en vosotros mismos, y que sólo la fe y la fortaleza que os llegue de Mí, os darán la victoria. 13. Vuestra lucha no quedará sin premio, éste será infinitamente mayor que el que de la Tierra pudierais esperar. De ese galardón, sólo un poco os anticiparé aquí en el mundo que será la satisfacción de ver a los enemigos de mi verdad, convertidos a ella. 14. Meditad profundamente en mis lecciones, discípulos amados, y de esas meditaciones nacerá la fortaleza que os ayudará a no desmayar en la lucha. 15. Limpiad vuestro entendimiento de toda impureza si queréis comprender mi palabra. El Maestro llega hasta vuestra mente para despertarla de ese sueño en que vive y mostrarle la luz resplandeciente del nuevo amanecer. 16. En mi amor por vosotros, lo divino lo hago humano para ponerlo a vuestro alcance; mi esencia divina la transformo en palabra humana y hago que por este don escuchéis la enseñanza de vuestro Padre Celestial que viene a fortalecer con su amor a vuestro cuerpo y a limpiar de sus manchas a vuestro espíritu. 17. El Padre de todos los seres os habla en este instante; el amor que os creó se deja sentir en todo aquel que oye esta palabra. 18. Antes de venir a escucharme por conducto de estos portavoces, una voz oculta en vuestro interior os estaba anunciando mi presencia en vuestro camino; los que supieron oír aquella voz en su corazón, al recibir después la buena nueva que les traía un hermano diciéndoles: Venid que el Divino Maestro está hablando y os espera confirmaron que el presentimiento que tuvieron, no les había engañado, que el aviso de su corazón fue realidad; y en verdad os digo, que éstos son los que se han quedado conmigo, los que creyeron en mi manifestación porque ya me estaban esperando. 19. Cuando deje de hablaros en la forma que hoy miráis, volveré a comunicarme con vosotros directamente de espíritu a Espíritu y entonces ya no dudaréis ni preguntaréis: ¿Será realmente el Señor? Entonces tendréis la certeza y la fe absoluta de que vuestro espíritu empieza a comunicarse con su Creador. 20. No desmayéis en vuestra lucha por acercaros a Mí, juzgando débil vuestra elevación. Estáis iniciando una era de espiritualidad y no seréis precisamente vosotros los que alcancéis la perfección en vuestra comunicación espiritual; otros vendrán después y tras de ésos, otros, los cuales oirán mi voz, recibirán la divina inspiración y sabrán interpretar mis mensajes, en una forma en que por ahora no podéis imaginar. ¿Quién podrá deciros que no seréis vosotros mismos los que viváis en aquellos tiempos? Más en esas profecías sólo Yo puedo penetrar y saber quiénes son los que han de volver y quienes se quedarán en lo espiritual, para no retornar más a la Tierra. 21. Algunos de mis discípulos colocarán la primera piedra; a otros les corresponderá colocar la última, en la construcción más hermosa que el hombre haya elevado a su Señor. 22. Esa obra será el fruto de la armonía espiritual entre toda la humanidad. Hoy os sentís muy lejos de poder producir ese fruto, porque reconocéis que la discordia reina entre los hombres; sin embargo no desesperéis, ya se acerca la hoz que ha de segar la cizaña que ha dividido a la humanidad, para que después de que la prueba haya pasado, veáis brillar nuevamente la justicia, la razón y la fraternidad. 23. Hoy abro el libro divino de mi amor ante vosotros, haced lo propio con vuestro corazón, discípulos amados; mas no temáis, porque antes de daros mi lección, voy a detenerme a oír vuestras cuitas y a sanaros de vuestras dolencias. Mi deseo es que al llegar a Mí, haya paz profunda en vuestro espíritu. Yo sé quiénes de vosotros tendréis que luchar mucho y para ello es indispensable que recibáis gran fortaleza desde ahora. La fuerza os la da mi palabra que va saturada de vida y salud. Esta palabra procede del Verbo Divino quien desciende en este tiempo al interior de vuestro espíritu para realizar la comunión perfecta entre el Padre y sus hijos. 24. Para unos será inolvidable mi enseñanza, porque en su vida será la estrella que guiará sus pasos, ésos habrán llegado a tiempo para seguirme y dar testimonio de mis revelaciones; otros se alejarán del camino sin saber en apariencia a quien escucharon, ni cuál fue la verdad que encerró esta palabra; entonces tendrán que caminar un poco más, para que al llegar al cumplimiento de sus palabras, sientan brotar en lo más íntimo de su ser la inspiración que les recuerde lo que un día escucharon y a la que su corazón, en ese momento, no le concedió importancia. Por ahora oídme todos, no importa que después se alejen o me nieguen. Yo estoy sembrando en el espíritu, ahí donde sólo Yo puedo entrar, porque sólo existe una llave y ésa la poseo Yo. Cuando el tiempo sea propicio, de lo profundo de vuestro corazón brotará la luz, que hoy dejo guardada en lo más recóndito de vuestro ser. 25. Destruid la oscuridad de vuestra vida, la ignorancia, el vicio, todo lo que enferma a vuestro cuerpo; haced la luz en vuestra existencia, y derramad el amor de vuestro espíritu en la senda de vuestros hermanos. 26. Tiempo de luces han llamado los hombres a este siglo, y Yo os digo que no os confiéis tan sólo en la luz que emana de la ciencia, sino también en vuestros dones espirituales. No olvidéis que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que viene de Dios. 27. Guardad mi palabra en vuestro corazón y cuando hagáis uso de ella, que no sea para llenaros de vanidad delante de quienes ignoran esta Doctrina. No queráis aparecer como los nuevos iluminados, porque ninguno de vuestros hermanos carece de luz. Si no sois humildes al entregar mi heredad, ninguna luz podréis dar. 28. Estoy legando a la humanidad un nuevo libro, un nuevo Testamento: mi palabra del Tercer Tiempo, la voz divina que ha hablado al hombre al desatarse el Sexto Sello. 29. No será menester que vuestros nombres ni vuestras obras pasen a la historia. En ese libro estará mi palabra, como una voz vibrante y clara que hable eternamente al corazón humano, y mi pueblo dejará a la posteridad la huella de su paso por este camino de espiritualidad. 30. Dejad a los que vienen, el recuerdo de vuestras buenas obras como un ejemplo, apresuraos desde hoy a borrar todas vuestras manchas, para que no sean vistas por vuestros hermanos. 31. Las escrituras del Primer Tiempo, recogieron la historia del pueblo de Israel conservando el nombre de sus hijos, sus aciertos y sus errores, sus obras de fe y sus flaquezas, su esplendor y sus caídas, para que ese libro hablara a cada nueva generación de la evolución de aquel pueblo en el culto sagrado. Aquel libro, lo mismo guardó los nombres de los patriarcas amantes de la virtud y de la justicia, modelos de fuerza en la fe, que el de los profetas, videntes del futuro, por cuyas bocas habló siempre el Señor, cuando vio a su pueblo al borde de un peligro. También recogió los nombres de los perversos, de los traidores, de los desobedientes, porque cada caso, cada ejemplo, es una lección y a veces un símbolo. 32. Cuando vine en Jesús a habitar entre los hombres, sólo cuando fue necesario tomé de la esencia de aquellas escrituras, del sentido de aquellas obras para dar mis lecciones; lo material y lo superfluo jamás lo ensalcé. ¿No recordáis que mencioné al justo Abel, que ponderé la paciencia de Job y mencioné la sabiduría y el esplendor de Salomón? ¿Verdad que en muchas ocasiones recordé a Abraham y hablé de los profetas, y que refiriéndome a Moisés os dije que Yo no venía a borrar la Ley que él recibió, sino a darle cumplimiento? 33. Si Cristo fue el Cordero de Dios que borra los pecados del mundo, hasta en esto tendría Yo que ensalzar únicamente lo bueno y borrar lo malo. 34. Mi vida transformó la vida de los hombres; mi muerte abrió los ojos cegados por la tiniebla del materialismo a la luz de la verdad, y el culto a Dios dio un paso grande hacia la perfección, porque el amor del Maestro hizo que los hombres tuviesen una nueva concepción de la justicia divina, Como si un nuevo Dios hubiese aparecido delante de aquel pueblo, así mi Doctrina y mis obras hicieron ver al mundo la verdad que antes no alcanzaban a contemplar. 35. Dios, el inmutable, no podía haber cambiado en su esencia para con sus hijos; era el hombre; el que, al elevarse hacia su Creador por la escala de amor y de espiritualidad que le descubriera Cristo, encontraba la verdadera esencia del Padre. También mis apóstoles cuando doctrinaban a las multitudes, en atrios, sinagogas o plazas, y tenían que referirse a los tiempos pasados, buscaban tan sólo los ejemplos que dejaron verdadera esencia espiritual, omitiendo todo lo que resultara superfluo. 36. Ahora que he venido a vosotros, con una extensa lección espiritual, no he dejado que todos sintáis la necesidad de escudriñar aquellos libros, ya que a cada paso, en cada cátedra, os he venido enseñando y recordando lo que fue, los ejemplos que no debéis olvidar, las lecciones que tienen vida eterna; pero vuelvo a deciros, también ahora sólo os he hablado de lo espiritual. No penséis que os prohíbo la lectura de aquel libro de los primeros tiempos, porque sois el pueblo trinitario, no, sabed que Yo dije: Escudriñad las escrituras, y añado ahora: Antes de leer, orad, para que cuando escudriñéis, halléis verdadera luz y no os confundáis como muchos se han confundido, dando una falsa interpretación a lo sucedido. Leed, escudriñad, más el análisis lo encontraréis en mi palabra del Tercer Tiempo. 37. ¿Por qué en este tiempo habíais de legar a los venideros vuestras imperfecciones, vuestro falso culto de espiritualidad, vuestras desobediencias y vuestra familiaridad con lo sagrado? ¿Creéis que vuestras obras os hacen dignos de que la historia recoja vuestros nombres? 38. Llegado el momento, Yo os iluminaré para que mi pueblo, testigo de mi manifestación y de mi palabra, forme con mis cátedras el libro que ha de llegar a todos los hombres, y que en él sólo encuentren la esencia divina del Maestro, su verdad eterna, su amor y su revelación y nunca descubran la materialidad del portavoz. 39. Los que han sabido ser mis discípulos en esta Obra, sabrán separar la paja para que quede el trigo limpio, porque para que mi semilla germine, habrá de estar limpia. 40. Hoy estoy presente ante vuestra mirada espiritual para que me miréis a través de vuestras virtudes, con ellas os hago llegar mi calor divino para que me sintáis en vuestro corazón. Quiero apartaros de todo lo superfluo, de todo lo malo; vengo a confiaros un huerto donde podáis cultivar todas las virtudes. Es menester contrarrestar el pecado, mirad como ha florecido el mal. 41. Veo que vuestro corazón se estremece de gozo al oírme hablar así, porque sentís la esperanza de que la regeneración llegue a los hombres. Al escucharme, sentís el impulso de correr en busca del perdido, del pecador, del vicioso, para hablarle con mi verdad y alejarlo del mal camino. Yo bendigo esos sentimientos nobles que comienzan a despertar en vuestro corazón, mas os digo que: si antes no habéis corregido vuestros defectos, si no habéis limpiado vuestro corazón, no será oportuno que os presentéis delante de vuestros hermanos para hacerles notar sus pecados. Mi sola palabra en vuestros labios, no hará el milagro de convertir a los hombres, será menester el ejemplo de vuestra vida, y entonces mi palabra será tomada como una verdad. 42. En aquel tiempo, cuando mis discípulos se dispersaron por el mundo para predicar mis enseñanzas, no se concretaron a repetir mis palabras, sino que las enseñaban también con sus obras, y cuando dijeron que ellos daban testimonio de Aquel que había muerto en una cruz por amor a los hombres, lo dijeron de palabra y de obra, muriendo sacrificados como su Maestro. Os digo que el que muere sosteniendo una verdad, tiene que ser creído. Sin embargo, no vengo a pediros sacrificio. No quiero que muráis para probar mi verdad; quiero que viváis testificando con vuestra vida, mi palabra que os enseña a amaros los unos a los otros. 43. Un nuevo goce os espera: el de servir a vuestros hermanos, ayudándoles a reconstruir su vida, alejándolos de los malos caminos. 44. ¿Veis como es indispensable vuestra preparación, para saber esgrimir las armas de la verdad y hacerla salir victoriosa en la lucha? 45. Muchos son los que después de oír mi divina palabra, han ido a dar testimonio de ella; más cuando no han confirmado con obras lo que sus labios han dicho, han sido negados y burlados; por el contrario, cuando ese testimonio ha sido acompañado de buenas obras, ha encendido la fe en unos y a otros los ha dejado meditando. 46. Toda mi enseñanza tiene por fin prepararos para esa lucha de que os hablo, fortaleciendo vuestra fe e iluminando a vuestro espíritu para que vuestro testimonio sea grande. 47. A cada paso os digo, que la humanidad intuitivamente espera la llegada de algo desconocido. Ese presentimiento os lo da la luz del espíritu, que arde como una lámpara en espera del cumplimiento de mi promesa. 48. ¿No queréis ser vosotros los que llevéis la buena nueva a esos corazones? ¿Sí? Pues oíd y entended la lección del Maestro, obedeced y amad al Padre y seréis dignos de servir a vuestros hermanos. 49. Si buscáis la inmortalidad del espíritu, no temáis la llegada de la muerte que pone fin a la vida humana, esperadla preparados, ella está bajo mi mandato y por eso siempre es oportuna y justa, aunque muchas veces los hombres crean lo contrario. 50. Lo grave no es que el hombre muera, sino que su espíritu al dejar la materia, carezca de luz y no pueda contemplar la verdad. Yo no quiero la muerte del pecador, sino su conversión, más cuando la muerte se hace necesaria, ya sea para libertar a un espíritu o para detener la caída de un hombre al abismo, mi justicia divina corta el hilo de aquella existencia humana. 51. Cuando la multitud escandalizada por la falta de la mujer adúltera, sólo esperaba mi juicio para darle muerte, creyendo que ésa era la única forma de exterminar el pecado de aquella mujer, Yo le mostré que el perdón y la palabra de amor, son vida para el corazón y son muerte para el pecado. El mérito está en lograr que muera el pecado y la criatura siga viviendo, por lo tanto no era menester que aquella mujer desapareciera, sino su pecado. 52. Si así no fuese, en mi aversión al pecado Yo os hubiese exterminado y mirad que no sólo os quito la vida, sino que os doy un cuerpo tras otro, para que lleguéis a aprender esta bendita lección en la Tierra; lección que por no haber sido comprendida por la humanidad, hizo que el Verbo de Dios se hiciera hombre, para enseñaros con su nacimiento, sus obras y su muerte, cuál es el verdadero destino de los hombres en este mundo. Esa es la lección que no habéis vivido, que no habéis llevado a la práctica. ¿Qué os enseña ella? La humildad, el acatamiento a la voluntad divina, la renunciación a vosotros mismos, por amor a los demás; la consagración a un ideal de elevación espiritual. El que llegue a cumplir en la Tierra con esa misión, no tendrá por qué volver a ella, si ya dejó su buena simiente: en ello imitará a Cristo quien después de escribir con su vida un ejemplo perfecto para la humanidad, no volvió al mundo en cuanto hombre. 53. Aprended a dejar ese cuerpo en el seno de la tierra, cuando la hora llegue, si queréis seguir viviendo para los que amáis y si queréis que os sientan; si no queréis hundiros en el silencio y en el vacío y en cambio anheláis seguir vibrando en vuestros hermanos comprendiendo que eso es lo que verdaderamente se llama vivir. Sabed desde ahora que, así como vuestro espíritu renunció a su morada espiritual para habitar en la Tierra, así tendrá que renunciar a las vanidades del mundo, cuando haya retornado al valle espiritual. 54. Si los hombres hubiesen aprendido a dejar con mansedumbre su cuerpo y todo lo que poseyeron en la Tierra, su muerte sería plácida; pero mientras exista materialidad y rebeldía, el dolor será el que separe al espíritu de la carne, con angustia de ambos. 55. Estudiad mi lección, discípulos, y comprenderéis por qué os dije a través de Jesús: Mi reino no es de este mundo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 103 1. Observad lo que sucede cuando dejáis lo que os pertenece en la Tierra por venir a escuchar mi palabra, o por ir a mitigar algún dolor; cuando retornáis a vuestro trabajo o a vuestro hogar os parece como si alguien hubiese estado ahí supliéndoos en vuestra ausencia. Y así es en verdad, discípulos, porque soy Yo quien vela por lo que dejáis en los instantes de ocuparos en el desempeño de vuestra misión espiritual. 2. Tomad esto como una prueba de que cuando abandonéis este mundo para consagrar vuestra existencia a mi servicio, Yo quedaré velando por los que dejáis, a quienes cubriré con mi manto de paz llenando con mi presencia el vacío que dejasteis en ellos. 3. Comprended que si hace mucho tiempo que os vengo enseñando la forma de vivir en el mundo como hijos de Dios, ahora os estoy preparando para que penetréis en la vida espiritual que después de esta obra os espera. Pasad por esta existencia cumpliendo con la misión que habéis traído a la Tierra, para que podáis entender el sentido de la vida espiritual cuando hayáis penetrado en ella. 4. No huyáis de la humanidad pretextando que os horroriza su pecado; si me amáis, no dejaréis de amarme en vuestros semejantes. Ahora que los peligros y las amenazas se ciernen sobre los hombres, es cuando debéis probarme que les amáis, que sentís su dolor y que estáis dispuestos a luchar por la salvación de todos, ¿No habéis visto cómo he venido siempre en vuestra ayuda precisamente en los instantes de mayor amargura para la humanidad? 5. Velad y orad, pueblo, vuestra misión está definida, por lo tanto nadie vuelva a Mí diciéndome que nada pudo hacer por que ignoró el fin para el cual fue enviado. Vuestras obras deben ser de caridad, de unificación y de paz. 6. Mis nuevos discípulos, los que me han escuchado en este tiempo, han contraído la responsabilidad de extender mi Doctrina, haciendo que sus obras sean el mejor testimonio de la verdad que encierra esta enseñanza. 7. Así, viviendo de acuerdo con esta palabra, habrá cumplido con la misión para la cual fueron enviados a este mundo y su testimonio será tomado como verdadero. 8. En todos los tiempos me he manifestado en el pueblo destinado a esparcir por el mundo el conocimiento y la fe en mi Divinidad. Pueblo de espíritus escogidos y no de una raza determinada, porque lo mismo es que los halle encarnados en una nación, que en otra, hablando uno u otro idioma. 9. ¿Por qué había de agraciar el cuerpo del hombre con galas que sólo pertenecen al espíritu? ¿Por qué había de complacerse el Señor en una sola de las razas que forman la humanidad? 10. En este tiempo vibra el espíritu del verdadero Israel en todas partes, son los espíritus que sienten mi presencia, que esperan mi venida, que confían en mi justicia. 11. Cuando estas palabras lleguen a otros lugares, muchos se mofarán; pero os digo, que más les valiera no hacer mofa de ellas, porque llegará la hora en que despierten de su letargo y conozcan que también son hijos del pueblo de Dios. 12. Estas multitudes que hoy me escuchan, pueden caer en confusión si no estudian mi palabra y si no se despojan de su materialismo. Puede pasarles lo que al pueblo israelita de los primeros tiempos, que oyó la voz del Señor, recibió la ley y tuvo profetas, por lo que llegó a creerse el único pueblo amado de Dios. Grave error del cual lo vinieron a sacar las grandes pruebas, la humillación, el destierro y el cautiverio. 13. Es necesario que sepáis que mi amor no podría distinguiros por razas ni por credos, y que si hablo de Mi pueblo es porque desde los primeros tiempos me encuentro preparando espíritus a los que envío a la Tierra a iluminar con su luz la senda de la humanidad. 14. Ellos han sido los eternos caminantes que han habitado en distintas naciones y han pasado por muchas pruebas. En este tiempo han encontrado que las leyes humanas son injustas; que no hay verdad en los afectos y que no existe paz en el espíritu de la humanidad. 15. Todos vosotros habéis venido a una nueva encarnación y es tan grande el dolor que apuráis, que me pedís ponga fin a vuestra existencia, mas Yo os pregunto. ¿No sabéis que no podéis dejar de existir y que si hoy padecéis en la Tierra, al pasar vuestro espíritu al valle espiritual, seguirá viviendo bajo la misma prueba hasta saldar sus deudas o aprender la lección? Estáis apurando un cáliz muy amargo, porque os encontráis en el final de una etapa y en el principio de otra. Es el tiempo de la siega en el que estáis recogiendo la cosecha de lo que habéis sembrado a través de la última jornada. Es menester que así sea para que cuando las tierras se encuentren limpias, vuelva Yo a depositar en mis sembradores la semilla del amor, que bien cultivada os de los frutos de paz y redención. 16. Estabais enfermos y débiles para seguir caminando, sentíais que no teníais apoyo, buscabais una luz que os guiara hacia puerto seguro, y ha sido ese el momento en que llegué entre vosotros que estabais perdidos en medio de la noche, sin saber a dónde ibais. Yo había escuchado vuestro clamor y os envié a Elías para que os prestase su ayuda y os anunciara mi llegada. 17. Mi presencia os estremeció de gozo y al instante os sentisteis consolados. ¡Oh, discípulos, no olvidéis mi lección de este día! Hoy habéis aprendido que todo lo que habéis cosechado es el fruto de vuestras obras y que después de la purificación os sentiréis libres y limpios de imperfecciones. Contempláis muchas señales que os hablan de las grandes pruebas que han de venir todavía sobre vuestro planeta, y a pesar de estarme escuchando no queréis comprenderme aún y no habéis orado. Reconoced que es tiempo de penitencia y de esfuerzo para vosotros que sabéis lo que ha de venir. Os encontráis en los umbrales de una nueva Era, y todo os invita a trabajar. Contemplad las tierras fecundas, las campiñas vírgenes, el sol puro y vivificante y las aguas cristalinas. Todo es propicio para que viváis, respiréis y cumpláis vuestra misión espiritual. Os hablo en sentido figurado y así os presento el porvenir para que estudiéis mis palabras y comprendáis mi anhelo de Padre. 18. No quiero que interpretéis mal mi enseñanza y os encerréis en claustros para orar abandonando a la humanidad, trabajad por ella, sacadla de su ignorancia y de su materialismo y encended en ella la fe. 19. Vivid en gracia, amad la justicia, sed clementes, no fomentéis la maldad, por el contrario, detenedla exhortando al bien a vuestros hermanos y así habréis preparado el camino al espíritu para que no tropiece. Haced todo esto sin que os parezca que ha sido para vosotros un sacrificio. 20. Las pruebas que hayáis de pasar, porque nadie está exento de ellas, llevadlas con paciencia, así estaréis enseñando a vuestros hermanos la perseverancia en mi Ley. 21. Unificaos, no os desconozcáis porque practiquéis en forma diferente mi Doctrina, si os habéis distanciado por esta causa, buscad a vuestros hermanos y amaos los unos a los otros, como os amo Yo. 22. Así como oré en el Huerto de los Olivos, para que el espíritu de la humanidad no se perdiese, así orad vosotros por vuestros hermanos. Veo lo que aún tiene que llorar la humanidad para ser purificada, pero mi misericordia la sostiene y la fortalece para que no desfallezca en el camino. 23. Discípulos, en quienes he depositado el libro de mi palabra, fortaleceos desde ahora, para que no retrocedáis cuando llaméis a una puerta y no os abran. No olvidéis que os he dicho que llaméis en mi nombre por primera, segunda y tercera vez; y que cuando comprobéis que vuestro llamado no ha logrado dulcificar la actitud de vuestros hermanos, dejadme a mí la causa y prosigáis vuestro camino; sin llevar amargura en vuestro corazón y menos deseando que el dolor se presente en aquellos que no os quisieron oír. Revestíos de bondad, porque no sabéis en que día o en qué hora tengáis que volver a llamar a la misma puerta o que ellos vengan en busca vuestra. Sólo el amor y la paciencia lograrán conmover los corazones de roca y por ello debéis estar siempre preparados. 24. Vuelvo a deciros que vosotros no debéis actuar como jueces en los actos de vuestros hermanos. Cuando mis discípulos, mis emisarios y enviados sean desoídos, Yo haré escuchar mi voz en la conciencia de quienes rechazaron mis llamados. Aquella voz, será la del Juez, mas ya sabéis que en el Juez divino siempre está mi amor de Padre; no así en vosotros los humanos que muchas veces, cuando os convertís en jueces de vuestros hermanos, dejáis de mostraros como sus semejantes. Debéis apartar de vuestro corazón, todo mal sentimiento, para que podáis llegar con amor al espíritu de la humanidad. 25. No améis más al que os reciba y os demuestre fe que al que no acepte vuestra palabra. Cuando logréis este adelanto, podréis decir que empezáis a comprenderme y a sentir en vuestro ser una fuerza que os dará valor para resistir las mayores pruebas a que el mundo pudiera sujetaros. 26. Sobre esta enseñanza que ahora os doy, ya os ofrecí en el Segundo Tiempo un ejemplo. Hallábase Jesús en la cruz, el Redentor agonizaba ante aquellas multitudes a las que tanto había amado, cada corazón era una puerta a la cual Él había llamado. Entre la turba se encontraba el hombre que gobernaba multitudes, el príncipe de la iglesia, el publicano, el fariseo, el rico, el pobre, el perverso y el sencillo de corazón. Y mientras unos sabían quién era el que expiraba en aquella hora, porque habían visto sus obras y recibido sus beneficios, otros sedientos de sangre inocente y ávidos de venganza, aceleraban la muerte de aquel a quien burlescamente llamaban Rey de los judíos, sin saber que no sólo era Rey de un pueblo, sino que lo era de todos los pueblos de la Tierra y de todos los mundos del Universo. Jesús, dirigiendo una de sus últimas miradas a aquellas multitudes, lleno de ternura y de piedad, elevó su súplica al Padre, diciendo: "Padre mío, perdónales, porque no saben lo que hacen". 27. Aquella mirada, lo mismo envolvió al que lloraba por El, que al que gozaba con su tormento, porque el amor del Maestro que era el amor del Padre, era uno solo para todos. 28. Os digo, discípulos, en mi Ley de amor, que si no podéis hacer obras perfectas como las que hice en Jesús, al menos os esforcéis en vuestra vida por acercaros a ellas. A Mí me basta contemplar un poco de buena voluntad por imitarme y un poco de amor hacia vuestros semejantes, para que Yo os ayude y manifieste mi gracia y mi poder a vuestro paso. 29. Nunca estaréis solos en la lucha. Si no os dejo solos cuando vais doblegados bajo el peso de vuestros pecados, ¿Creéis que os abandone cuando vayáis caminando bajo el peso de la cruz de esta misión de amor? 30. Comprendedme, discípulos, para que podáis imitarme; penetrad en mis obras y en mis palabras, para que descubráis la esencia de mi Doctrina. Sólo espero vuestra preparación para indicaros el instante en que debáis levantaros, porque Yo, a través de vosotros llevaré la luz de salvación a los hombres. 31. Sí, amados discípulos, Yo soy la vid. Tomad el vino de mi gracia; mañana va a haceros falta para luchar. Preparaos ahora que estáis sentados a mi mesa, y cuando suene la hora no tendréis titubeos ni flaquezas. Seréis mis sembradores e imitaréis en vuestra fe a los hombres que cultivan la tierra, los cuales siembran la semilla, poniendo toda su confianza, su conformidad y esperanza en Dios. Así os digo a vosotros, que no sabéis de dónde llegará el riego a vuestras siembras ni el pan a vuestros labios; mas os aseguro que nada os faltará. 32. No olvidéis que el triunfo es de los perseverantes. Cumplid con vuestra misión en la Tierra y cuando hayáis concluido, podréis salir de este mundo, y emigrar a la Tierra que os tengo prometida, que es la morada espiritual que está destinada a los hijos del Señor. Poned vuestra esperanza en la vida eterna, mas desoíd a los materialistas que creen que mi Doctrina, por hablaros siempre de la vida espiritual, es un obstáculo para el progreso material de la humanidad. 33. Tampoco está en lo justo quien cree que hay que pensar siempre en la muerte y despreciar lo que esta vida os ofrece, por ser ella perecedera: ése no ha sabido interpretar mi palabra; más bien, ni siquiera la conoce. 34. La primera ley que a través de la conciencia llegó al entendimiento del hombre fue aquella que le decía: creced y multiplicaos. Mas ahora os digo a vosotros que aquella ley no se concreta tan sólo a la multiplicación de la especie, sino a la de vuestros dones, virtudes y conocimientos. 35. Yo os enseño a pasar por el mundo dejando una obra de amor para los que vengan después de vosotros, el que esto hace, ha puesto sus ojos en lo eterno. Si os parece breve la existencia en la tierra para llevar a cabo una obra grande, no temáis que la muerte trunque vuestra obra, porque no será así pues mi caridad es omnipotente y Yo tengo los medios para que la llevéis hasta su culminación. Os he dado parte en la obra creadora, en la obra de evolución y en la obra de perfeccionamiento, y nada podrá impedir que lleguéis al final de vuestro camino. 36. Cumplid vuestra misión en armonía con el Creador y con vuestros semejantes, y al final, cuando todo esté concluido, gozaréis infinitamente en la contemplación de la obra divina en la que trabajasteis con vuestro Padre. Cuán grande será esa dicha en mi Espíritu y qué gozo tan inefable habrá en todos mis hijos. 37. Contemplo vuestra sed de amor, vuestra hambre de luz y la necesidad tan grande que tenéis de Mí, y Yo, vuestro Padre, teniendo a mi alcance todos los medios de hacer llegar mi voz hasta vosotros, he querido hablaros por medio de entendimientos humanos, como una forma accesible a vosotros, para ayudaros a comprender mis mensajes espirituales. 38. Sólo mi poder ha hecho que el pecador se transforme en portavoz de mi Verbo, mas, quien lo ha puesto en duda pronto ha contemplado la transformación de los seres por quienes os he dado mi palabra. Habéis visto brotar de una mente ruda, pensamientos de infinito saber; habéis visto florecer en labios de pecadores, la palabra divina, plena de luz y de ternura. Los portavoces, incansables dentro de este servicio y entregados a Mí, han dejado que mi Espíritu exprese este mensaje a la humanidad. 39. He recibido a grandes multitudes, sin distinguir a ninguno de mis hijos, entre ellos ha estado lo mismo el que me ama, que el que me niega, lo mismo el que cree en mi presencia dentro de esta forma, que el que duda, y a todos los he recibido con la misma palabra de amor y la misma caricia paternal. 40. En estas multitudes he recibido a todo el género humano. Hablando a este pueblo, he dirigido mi palabra a todos los hombres, porque mi mensaje ha sido para los de este tiempo y para los del futuro. Cuando entre estas multitudes han venido hombres de otras tierras, los he recibido con amor, en representación de sus pueblos, y les he preparado para que sean emisarios y profetas entre aquellos que les pertenecen por raza e idioma, y les he enseñado a orar y a velar por sus pueblos, convirtiéndolos en guardianes para los tiempos de prueba y de asechanza. 41. Mi anhelo, que deberéis interpretar como un mandato divino, es que llevéis mi palabra a todo corazón donde haga falta; que no olvidéis que así como vosotros llegasteis ante mi presencia quejándoos de hambre y de sed, la humanidad entera se encuentra en esta hora en una verdadera agonía del espíritu. 42. Ya está próximo el día en que los hombres comprendan la importancia que tiene el espíritu, porque muchos, creyendo no creen y otros, viendo no ven. Mas cuando palpen la verdad reconocerán que sería infantil, injusto e insensato seguir sustentando con frutos del mundo a un ser que pertenece a otra vida. Entonces buscaréis la luz en las religiones y en su ansiedad y angustia por encontrar la verdad, abolirán lo falso de las doctrinas y destruirán todo lo superficial y lo externo que encuentren en los diversos cultos, hasta descubrir la esencia divina. 43. Quiero que cuando lleguen esos tiempos os encontréis con pleno conocimiento de cuanto pasa y de la misión que debéis desempeñar, por eso os digo una vez más; oíd, analizad y comprended mi palabra. 44. Sed tengo de vuestro amor, por eso me he acercado a vosotros en este tiempo, porque no es amor lo que he encontrado entre los hombres, sino pecado y egoísmo. 45. Los hombres de este tiempo han olvidado los ejemplos y las obras que Jesús os dejó como testimonio de su amor. 46. No habéis dejado que aquella palabra se grabe en vuestro corazón, porque si en verdad la hubieseis guardado, tendríais presente mi promesa de volver a vosotros y habríais estado velando y orando en espera de mi llegada. Pero cuando llegué, os sorprendí durmiendo. Entonces dije: Benditos sean aquellos que sin reserva acuden a mi llamado, porque les haré dueños de gran sabiduría. Algunos acudieron de buena fe, otros esperaron verse libres de la envoltura corporal para llegar a decirme. “Heme aquí, Señor, como el ave que deja su prisión y extiende sus alas, así llego ante Vos para cumplir vuestra voluntad”. Mas mi voluntad, pueblo, ha sido que desde este mundo afirmaseis vuestros pasos en el camino espiritual, porque quiero que ese cuerpo que os he confiado, deje de ser una cadena o una prisión para el espíritu. No fue creado el espíritu para ser esclavo de la carne o del mundo: él es, libre. Sin embargo, la ignorancia espiritual y el fanatismo religioso han convertido al espíritu del hombre en esclavo que, siglo tras siglo, ha arrastrado cadenas de tinieblas. 47. Ahora he venido a señalaros el camino nuevamente, a endulzar vuestra jornada con el sabor de mi palabra y a entregar a cada quien su cruz de amor para que, bajo su peso, encumbre la montaña y sobre ella consume su obra. Nadie que sea mi discípulo intente llegar a Mí sin su cruz, porque no será reconocido como apóstol de mi Doctrina. 48. Hay muchos hombres que dicen cumplir con mi enseñanza, otros que creen amarme pero su amor es falso; porque no practican mi enseñanza y porque nunca han vivido en mi Ley. No quiero que vosotros seáis como ellos sino que lleguéis a sentir verdaderamente el amor y la caridad. No hagáis alarde de lo que os he dado ni de lo que vosotros hagáis, aunque muchas veces sintáis que el corazón estalla de gozo en vuestro pecho, después de haber realizado una buena obra o de haberos hecho merecedores de un prodigio. 49. Mi enseñanza es de humildad, ella revela en lenguaje espiritual el valor o mérito que debe tener cada una de vuestras obras para que sea tomada en cuenta por vuestro Señor. De cierto os digo que vuestro espíritu, con la luz que ha alcanzado, ya conoce cuando una obra es digna o no, de presentarla al Padre. Esta es la enseñanza con que sustentaré en este tiempo a vuestro espíritu. 50. Del vino que hay en este cáliz, derramaré gota a gota en vuestros labios hasta el día de mi partida, mas no os entristezcáis, que así como vosotros me oís, así me oyeron mis apóstoles en el Segundo Tiempo, cuando les dije: “Ya pronto me iré y os dejaré en mi lugar para que enseñéis a vuestros hermanos”. Ellos habían convivido conmigo, habían padecido, junto con su Maestro, contemplaron mis obras y oyeron mis palabras, mas no fueron los únicos, porque mi vida fue pública, y lo mismo fueron testigos de mi palabra los humildes, los pobres y los mansos de corazón que los pecadores, los fariseos, los escribas, los publicanos, el gobernador, el ministro y el centurión. 51. A cada quien le hablé y le di mi luz según su necesidad espiritual. 52. Así he venido a vosotros en este tiempo, hablando y manifestándome delante de todos y a plena luz del día, para que cada quien tome la parte que le corresponde en mi Obra y cumpla con ella. Qué hermoso será el galardón que reciba vuestro espíritu cuando deje la envoltura. Haceos dignos de ese premio, más para ello apartaos de las tinieblas de la ignorancia, para que no os convirtáis en espíritus errantes, sin rumbo y sin meta. 53. Servid y amad a la humanidad que es vuestra hermana, y que en estos instantes está siendo probada por mi justicia. Mirad como no existe un corazón que no haya bebido el cáliz de amargura. El dolor es en todos los hombres en este tiempo, más por medio de él seré buscado, y por él los hombres sentirán el pesar de haberme ofendido. 54. Hay quienes esperan el retorno del Mesías, mas ¿De qué manera me esperan? ¿Hasta cuándo dejaréis de ignorar que me encuentro nuevamente comunicándome con la humanidad? En verdad os digo que mi luz ha llegado a todas las naciones por medio de mis enviados, que llegaron a la humanidad como precursores de mi tercera manifestación. 55. Siete naciones serán elegidas para que hagan la paz mundial y la verdadera fraternidad exista entre los hombres, en ellas Yo me manifestaré. Hoy las he encontrado ocupadas en guerras fratricidas, entregadas a sus sueños de grandeza y a sus insaciables ambiciones de poder. De esta Nación enviaré un mensajero de buena voluntad ante los grandes pueblos del mundo, a hablarles de paz, y cuando ellos hayan dado fin a la guerra, llegará hasta su espíritu la luz de la concordia y de la paz, pero esta luz no aparecerá por el oriente ni por el occidente, ella descenderá de mi Espíritu al espíritu de la humanidad. 56. Preparaos, para que los señalados para cumplir esta misión, puedan levantarse en pos de las naciones en el momento propicio y cuando hayan hecho que mi nueva palabra sea escuchada en todas partes, el árbol corpulento hará llegar sus ramas, su sombra y su fruto a todos sus hijos. Redoblaréis entonces vuestra lucha y vuestro celo para que mi Doctrina no vaya a sufrir adulteraciones y para que del árbol que os he confiado, los hombres ignorantes e insensatos no vayan a cortar ramas, con la intención de hacer con ellas extraños árboles. 57. Mi Obra deberá ser dada a conocer con la pureza y la perfección con que os la he revelado; sin ritos ni formas exteriores. 58. Cuando vosotros la contempláis tan perfecta, os sentís indignos de ella y os preguntáis: ¿Por qué el Padre se fijó en nosotros para revelárnosla? Y Yo os digo que a pesar de las imperfecciones que tenéis, vuestro espíritu, en su largo trayecto, ha alcanzado gran evolución. Mas no es ahora cuando os deis cuenta de la grandeza de esta manifestación, sino cuando Yo haya levantado de entre vosotros mi Palabra, entonces comprenderéis el bien que tuvisteis y os llenaréis de gozo por haberme tenido entre vosotros. 59. De cierto os digo que en mi mesa de amor habéis comido y bebido, oh discípulos amados. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 104 1. Humanidad: me presentáis vuestra hambre de paz, a lo cual os digo que el hombre que no ama, no puede tener paz. He escuchado vuestras plegarias, en las que decís: "Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad", mas no habéis comprendido que la buena voluntad sólo puede provenir de la inclinación al bien y a la justicia, que son frutos del amor. 2. Cuando exista amor entre los hombres, sentiréis en todas partes la presencia de mi paz; porque la armonía que habéis roto con los elementos y con todo lo que os rodea, volverá, y esa bien andanza será semejante al mensaje que os trajeron los ángeles cuando os dijeron: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. 3. Mucho es lo que habéis buscado por medio de la ciencia y sin embargo no habéis podido descubrir la relación tan íntima que existe entre el hombre y lo espiritual, entre la criatura humana y su Creador. 4. ¿Cómo puede ser normal la vida de un ser que se aparta de la senda que le traza la Ley del Creador? Mirad cuanto ha luchado el hombre tratando de descubrir caminos fuera de las sendas que señalan mis leyes de amor y de justicia. 5. Vuestro mundo está lleno de artificio y de falsedad, y eso se debe a que hace tiempo os habéis distanciado de lo dispuesto por el Padre. 6. Inmensa es la prueba a que he sometido al espíritu, cuando lo he enviado a habitar a la Tierra con la misión de perseverar en mi Ley; por eso os he buscado cada vez que os habéis perdido perdonando vuestras desobediencias y equivocaciones, y ofreciéndoos nuevas oportunidades. Yo he querido que por lo grande de vuestras pruebas, presintáis la fuerza y los dones que he depositado en vuestro espíritu, así como el galardón prometido a los hijos fieles y perseverantes en mis mandatos. 7. Llevad siempre presente, que si es grande el galardón que os prometo, también vuestros méritos tendrán que ser dignos de la promesa. 8. Yo planté el árbol de la ciencia y no lo cortaré porque sus frutos son de vida, más la impaciencia, la curiosidad y la ambición humanas han torcido sus ramas. 9. En mi amor divino por las criaturas humanas, les permití que escudriñaran mis obras y tomasen de todo lo creado, para que nunca tuvieran motivo para decir que Dios es injusto porque oculta su sabiduría a sus hijos. Si Yo os formé y os di el don del libre albedrío, y lo he respetado, a pesar de que el hombre abusando de esa libertad, me ha ofendido profanando mi Ley; hoy vengo a hacerle sentir la caricia de mi perdón, iluminando a su espíritu con la luz de mi sabiduría. Para que uno a uno de mis hijos vuelvan al sendero de la verdad. 10. El Espíritu de Verdad, que es mi luz, brilla en las conciencias, porque os encontráis en los tiempos anunciados en que todo misterio os será esclarecido, para que comprendáis lo que hasta ahora no ha sido debidamente interpretado. 11. La idea errónea que de mi justicia se formó el hombre en los primeros tiempos, desaparecerá definitivamente para dar paso al verdadero conocimiento de ella. La justicia divina será al fin comprendida como la luz que brota del amor perfecto que existe en vuestro Padre. 12. Aquel Dios a quien los hombres creyeron vengativo, cruel, rencoroso e inflexible, será sentido en lo profundo del corazón, como un Padre que perdona a cambio de las ofensas de sus hijos, como el Padre que persuade con ternura al pecador; como el juez que en vez de condenar al que ha faltado gravemente, le proporciona una nueva oportunidad de salvación. 13. ¡Cuántas imperfecciones me atribuían los hombres en su ignorancia, creyéndome capaz de sentir ira, siendo la ira sólo una flaqueza humana! Si los profetas os hablaron de la ira santa del Señor, ahora os digo, que aquella expresión la interpretéis como justicia divina. 14. Los hombres del Primer Tiempo no hubieran entendido de otra manera, ni los disolutos o los libertinos hubiesen tomado en cuenta las amonestaciones de los profetas, si ellos no les hubiesen hablado en aquella forma. Era menester que la inspiración de mis enviados fuera expresada en términos que impresionaran el cerebro y el corazón de aquellos hombres escasos de desarrollo espiritual. 15. Para daros una imagen fiel y verdadera de lo que es el amor y la justicia del Padre, os envié mi Verbo, para que él, a través de Jesús, manifestara mi amor. En Cristo, visteis al rey de la humildad y de la mansedumbre, al rey que prefirió la humillante y dolorosa corona de espinas a la regia corona de la vanidad humana. Como Juez, lo mirasteis juzgar los actos de los pecadores de una manera diferente de la que acostumbran los hombres. El predicó el perdón con aquella enseñanza en la que os decía; que si recibieseis el bofetón de un semejante sobre una mejilla, presentaseis la otra con mansedumbre en señal de perdón, mas luego con obras, confirmó sus palabras. 16. ¡Qué terrible era el remordimiento del pecador cuando llegaba a sentirse envuelto en la luz de la mirada mansa de Jesús! 17. ¡Cuántos milagros se operaron bajo el influjo del perdón de aquel maestro del amor! Es que su perdón era verdadero y su juicio perfecto, ya que provenían del amor infinito que tiene Dios por sus criaturas. Pero faltaba revelar a los hombres mucho más de lo que se les había enseñado, para que pudieran comprender el sentido de aquellas lecciones; y entonces le fue anunciada a la humanidad una nueva Era y una nueva manifestación de mi Espíritu, y el cumplimiento de aquella promesa lo estáis viendo realizado en esta palabra de luz, que es sabiduría para vuestro espíritu y consuelo para vuestro corazón. ¿Quién sino Yo, podía ser el Espíritu de la Verdad y de la Consolación? 18. Heme aquí presente, manifiesto, visible a toda mirada espiritual, derramando luz en los senderos del espíritu, para que comprendáis todo lo que ha sido revelado a través de los tiempos. 19. Es ahora cuando podéis decir desde lo más profundo del corazón y del espíritu: Padre, al fin te he mirado, al fin te conozco ¿Y cuándo podréis amarme verdaderamente? 20. Os estoy hablando con el mismo lenguaje con que hablé en el Segundo Tiempo; con el mismo amor y la misma sabiduría, porque soy inmutable, mas vosotros como discípulos, estáis dando un paso más en mi camino. Os alimentáis con esta palabra y os extasiáis sintiendo próxima mi presencia. 21. De vuestro espíritu se eleva hacia Mí un canto de amor y de agradecimiento, por haberos hecho poseedores de esta gracia. 22. Pueblo: seguid recreando vuestro espíritu; y vos, humanidad, volved a Mí, retornad a vuestro cauce. Servíos unos a otros, haciendo con vuestros hermanos lo que Yo hago con vosotros, porque así me estaréis sirviendo y amando. 23. Buscadme como Padre, como Doctor, como Maestro y muy cerca me tendréis. Pedidme y os daré, mas procurad imitarme, aunque sea en una sola de vuestras acciones o pensamientos de cada día y Yo me encargaré de hacer fructificar lo que hiciereis en mi nombre. 24. Tened presente que vuestra vida en la Tierra es corta y que cuando lleguéis a su final, tendréis que dar cuenta de lo que sembrasteis. 25. Cuando mi palabra haya llegado al fondo de vuestro corazón y os encontréis dispuestos a seguirme, os uniréis en Mí para luchar, y no descansaréis hasta mirar que el mundo se haya convertido retornando al verdadero camino. 26. La humanidad se angustia y sufre y su dolor llega también al espíritu de vuestra Madre Celestial, ¿Qué dolor puede aquejar al hijo, que no sea sentido por Ella? Mas su intercesión os salva y su inspiración os invita a caminar por la senda de la espiritualidad. 27. Yo os envié limpios a la Tierra y así retornaréis a Mí. Más, ¡Cuánto tendréis que luchar para recobrar la pureza de que fuisteis dotados! Por eso es preciso que veléis, que oréis y meditéis, para que no caigáis más en tentación y empecéis a escalar el monte sin deteneros más en vuestra ascensión para llegar a la cumbre. 28. Orad en este instante, para que vuestro espíritu lleve un mensaje de paz a vuestros hermanos. “Pedid y se os dará”. “Buscad y encontraréis”. Esto os he enseñado y mi palabra se cumple a través de los tiempos. 29. Labriegos amados: he agraciado a vuestro espíritu, para que pueda ponerse a salvo y para que él, a su vez, pueda rescatar del pecado a sus hermanos. Ahora os encontráis en purificación para haceros dignos de mi presencia; mañana, cuando seáis fuertes de verdad, ayudaréis a vuestros hermanos a liberarse del pecado. Amo a vuestro espíritu, amo a todos mis hijos y por eso procuro vuestra salvación. 30. Aquí me tenéis proponiéndoos nuevamente la paz, esa paz que muy recónditamente los hombres también anhelan, sólo que, cuando la han buscado, no lo han hecho por los caminos que a ella conducen. En verdad os digo que el secreto de la paz está en la práctica de mi Doctrina, que es precisamente de lo que se ha alejado la humanidad. Decidme si acaso este mundo que peca, hiere, mata, deshonra y profana, vive en la Doctrina que Jesús enseño y reconoceréis que vive muy diferente de mis enseñanzas. 31. Hay muchos hombres que juzgan fuera de época mi Doctrina, más es porque su materialidad no les permite descubrir el sentido eterno de mis lecciones. 32. Mi Ley es inmutable; son los hombres los que pasan, con sus culturas, sus civilizaciones y sus leyes, quedando de todo ello sólo lo que el espíritu ha construido con sus obras de amor y caridad. Él es quien después de cada jornada, de cada prueba, al interrogar al Arcano, contempla la piedra inconmovible de mi Ley y el libro siempre abierto que contiene la Doctrina del Espíritu. 33. ¡Ah, si todos los hombres quisieran mirar la luz naciente de esta era, cuánta esperanza habría en sus corazones! Pero están durmiendo. Ni siquiera saben recibir la luz que en cada día les envía el astro rey, esa primera luz que es como una imagen de la luz radiante del Creador. Él os acaricia y os despierta a la lucha diaria, sin que los hombres, insensibles a las bellezas de la Creación, se detengan unos instantes para darme gracias. La gloria podría pasar junto a ellos sin que la percibieran, porque siempre se despiertan preocupados olvidándose de orar para buscar en Mí la fuerza espiritual; tampoco buscan energías para la materia en las fuentes de la Naturaleza. Todos corren precipitadamente, luchando sin saber por qué, caminando sin saber a punto fijo hacia donde van. Es en esa lucha sorda y sin sentido, en donde han materializado a su espíritu volviéndolo egoísta. 34. Ya olvidados de las leyes del espíritu, que son la luz de la vida, los hombres se destruyen, se matan y se arrebatan el pan, sin escuchar la voz de su conciencia, sin entrar en consideraciones, sin detenerse a meditar. Más si alguien les preguntase, cómo juzgan su vida actual, ellos responderían al instante que jamás en los tiempos pasados brilló tanta luz en la vida humana como ahora, y que nunca la ciencia les reveló tantos secretos, pero tendrían que decirlo con una máscara de felicidad ante su rostro, porque en su corazón estarían ocultando todo su dolor y su miseria espiritual. 35. Y mientras la humanidad despierta y contempla la luz de este amanecer, mi voz no cesa de hablar a vuestro espíritu y el dolor no deja de purificar los corazones. 36. Benditos seáis, hijos míos, que os habéis unido en la oración, porque en ese momento los fuertes levantan a los débiles, el hombre de fe ha dado aliento al que vacila y el que sabe conversar con su Padre, ha enseñado a orar al que no lo sabe hacer. De esta manera los párvulos van tomando ejemplo de los discípulos. 37. Cuando mi palabra brota de labios del portavoz, encuentro al pueblo preparado, esperándome; entonces mi caridad penetra en los corazones para dar a cada uno según su necesidad. En esos instantes de comunicación, Yo sé quiénes me buscan animados tan sólo por el anhelo de remediar algún mal, descubro aquellos que a pesar de su menesterosidad, se olvidan de sus necesidades, porque ante todo desean ser mis discípulos. La comprensión divina y la benevolencia con que hablo a cada corazón, son el fuego con que grabo mi palabra en vuestro espíritu para que sea inolvidable. En verdad os digo que cuando mi Doctrina ha llegado al fondo de un corazón, es una semilla que germina y se multiplica. 38. El instante de haber escuchado por vez primera mi palabra, o de haber recibido en el corazón la semilla, es de juicio para vuestro espíritu, así como también lo será aquel en que tengáis que presentarme el fruto. Ahora os doy en la Tierra una ocasión preciosa para purificaros espiritualmente, y cuando retornéis a la morada eterna lleguéis tranquilos y serenos, llenos de luz y merecimientos para gozar de mi paz. 39. El mundo es valle de expiación en el que así como se peca también se purifica; de cierto os digo que el Más Allá es diferente a lo que en la Tierra conocéis, porque el que llega a él envuelto en pecado e impurezas, tiene que sufrir dolores muy grandes, infinitamente más grandes que aquellos que sufrió como humano; porque ya en espíritu, la conciencia se hace oír con más claridad por el espíritu, el cual al encontrarse ante tanta pureza quisiera desaparecer o por lo menos volver al mundo material que dejó, donde según él, no se notaban sus múltiples imperfecciones. 40. A todo esto, os digo que todo lo que os rodea en la Tierra, no es menos puro que lo que existe en el Reino Espiritual y que, el que os parezca que aquí en la Tierra sois menos impuros que en el más allá, es tan sólo una creencia que proviene de la poca claridad con que juzgáis el bien y el mal cuando estáis en materia. 41. Una de las razones por las que he venido a mostraros mi Doctrina espiritual en este tiempo, es la de ayudar a vuestro espíritu a elevarse hacia aquella vida que le espera; aprendiendo a someterse con mansedumbre a la purificación y a extraer del dolor y de las pruebas todo el provecho y la luz que ellas encierran; y para que desde aquí conozca, hasta donde le sea permitido, el camino que deberá recorrer. Ved cómo la vida en la Tierra es la oportunidad preciosa para que el espíritu, cuando retorne, no tenga que avergonzarse de sus obras y de su pasado, para que no tropiece en aquel camino ni se confunda, creyendo ver tinieblas donde sólo hay luz. El hombre de este tiempo, está a punto de comprender las revelaciones espirituales. Mi palabra ha llegado en el instante justo del despertar de esta humanidad. 42. Si en vuestro camino llegáis a observar a hombres que con sus obras o su manera de pensar, demuestran retraso espiritual ante mis revelaciones, no os confundáis, porque debéis saber que nunca han marchado a compás todos los seres. Confiad en que desde ahora estoy dejando para ellos, las palabras que habrán de despertarlos cuando el tiempo sea llegado. 43. Esas palabras, que por ahora vosotros no podéis comprender, son precisamente las que aquellos hombres entenderán. 44. Hoy me habéis llamado diciéndome: “Señor, Señor, venid a nosotros”, unos lo han hecho clamando perdón para sus faltas, otros pidiendo clemencia para sus sufrimientos y otros, los menos, para darme gracias por mis beneficios. Presto he venido a todos sin detenerme a juzgar para qué me llamáis, porque lo importante para Mí, es que me habéis llamado. 45. Si todos me buscasen, les diría lo mismo que a vosotros: “No vengo a ver vuestras manchas ni a juzgar vuestros pecados, sino a escuchar vuestras quejas y a aliviar el dolor que os hace sufrir”. 46. A veces, los que por un tiempo me han olvidado o los que han llegado a negarme, han experimentado el anhelo de verme y de oírme, preguntándose interiormente en dónde estoy y cómo podrían encontrarme. 47. Es el espíritu que necesita de lo divino y en su sed de luz solloza tristemente en la prisión de la carne, mas es precisamente en aquel instante cuando escucha una voz dulce que le dice: “Aquí estoy”. No os he olvidado, ni me he alejado de vos. No podría alejarme, porque estoy en cada uno de vosotros, más si queréis encontrarme, mi templo está en todas partes; en vuestra alcoba, en el trabajo en los caminos, dentro y fuera de vos, en todo lugar donde levantéis un altar de espiritualidad o donde encendías con vuestra fe, una lámpara que alumbre el camino de vuestros semejantes. 48. Cuando un hombre ha preguntado a su Señor, y en el silencio de su corazón ha sabido escuchar la respuesta, ha descubierto secretos mayores que todos los que la Naturaleza pudiera revelarle por medio de la ciencia. Ese hombre, verdaderamente ha descubierto la fuente de donde brotan todas las sabidurías. 49. El hombre que, llevado de su dolor y de su angustia, ha logrado comunicarse espiritualmente con su Señor y le siente manifestarse en su oración, en su intuición o en sus pruebas, ha construido un santuario, donde siempre que se disponga podrá encontrar la presencia de su Padre. 50. El dolor que agobia a los hombres de este tiempo, los va conduciendo paso a paso, sin que de ello se den cuenta, a las puertas del santuario interior, ante el cual preguntarán, impotentes para seguir adelante: Señor ¿En dónde estás? Y del interior del templo, surgirá la dulce voz del Maestro diciéndoles: “Aquí estoy, donde siempre he habitado: en vuestra conciencia”. 51. Para ayudaros en vuestra evolución, mi luz es en vuestro sendero, por ello no temáis perderos. Revestíos de obediencia y haced mi voluntad, así podréis realizar grandes obras, como corresponde a todo discípulo mío. 52. El que vive dentro de la obediencia, nada tiene que pedir a su Señor, porque comprende que nada puede faltarle; en cambio, el que camina al margen de la virtud, llegado el momento tiene que pedir, porque siente que la paz le abandona y que la fuerza le falta. Entonces se da cuenta de que los bienes del espíritu no se consiguen tan fácilmente como las satisfacciones del mundo. 53. Hay en mi Reino una puerta eternamente abierta y una mesa siempre preparada esperando la llegada del peregrino cansado. Cuánto he esperado que los hombres viniesen a buscar esos manjares espirituales en medio de la paz; más cuando ellos vengan a buscarlos será en medio del dolor, sin embargo, la mesa estará siempre en su sitio y no se ocultará el pan a nadie. 54. Mi misericordia está esperando el arrepentimiento y la regeneración de la humanidad, para desbordarse sobre los que un día se mancharon con el cieno del pecado, mas luego supieron purificarse en el amor a su Señor. Ese es el banquete al cual estáis invitados todos y en el que vuestro Padre repartirá el pan y ofrecerá el vino de la vida a sus hijos muy amados. 55. Os di mi voz de alerta, desde aquel tiempo en que descendí a la Tierra a conversar con los hombres; quise que la humanidad velara y orara para que las tinieblas no le sorprendieran, pero los grandes pueblos de la Tierra no velaron y la guerra pasó sobre ellos castigando su orgullo y su falta de caridad de los unos a los otros. Ved a las antiguas naciones doblegadas bajo el peso de sus desastres Cuánto han sufrido en su altivez. Ahora han surgido nuevas naciones, cegadas también por las ambiciones de poder y de riquezas sin que ellas se hubiesen detenido para tomar experiencia en los primeros, ni escuchar la voz de la razón o la conciencia; ellas, cegadas por la confianza que tienen en su fuerza, se han llegado a creer omnipotentes y por ello se lanzan en pos de un ideal que creen justo, sin saber que van corriendo vertiginosamente hacia el abismo. 56. ¿Quiénes serán los que en medio del caos eleven su mirada al firmamento en una imploración de paz y de perdón por los que en su ofuscación no puedan ya discernir ni escuchar la voz de justicia de su conciencia? ¿Quiénes si no los que aman la paz? Ellos serán los guardianes que velen por toda la humanidad en los días de prueba que se avecinan. 57. Sus oraciones harán que alcancen la paz los que necesitan luz en su espíritu. La oración espiritual es una misiva que llega al corazón de aquellos por quienes se pide y es como un manto de paz sobre los necesitados, cuando varios corazones se han unido para pedir por ellos. Yo estoy recibiendo de muchos puntos de la Tierra esa oración que elevan los que están velando por la paz del mundo. 58. Sed constantes en vuestra oración por la paz, porque ésa será la forma de que os unáis a todos aquellos que de la misma manera estén orando. Sostened el manto de paz sobre el ambiente de guerra que envuelve a la humanidad, y en las horas de la lucha, extendedlo sobre de vuestros hermanos. ¿Recordáis que os he dado el don de la paz perpetua y de que os he llamado “Israel”, que quiere decir “fuerte”? Pueblo, no apartéis de vuestro corazón el recuerdo de lo que os he revelado ni de lo que sabéis que atesora vuestro espíritu. Yo profeticé a Jacob que su pueblo se multiplicaría como las arenas del mar y que llevaría la paz a las naciones. Orad, discípulos amados, y mi palabra se cumplirá en vosotros, porque formáis parte de mi Pueblo cuyo destino es ser la bendición entre todos los pueblos de la Tierra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 105 1. Con esta palabra haréis un libro que quedará en la Tierra, para que los hombres encuentren el sendero de la espiritualidad. Muchos de ellos negarán su verdad; pero muchos también afirmarán que es cierto cuanto él dice. 2. De generación en generación se irán manifestando más grandes y claros los dones del espíritu, y esos hechos, surgiendo hasta en los más escépticos e incrédulos, serán el testimonio de la verdad de cuanto os anuncié en los tiempos pasados y os vine a confirmar en éste. 3. ¿Veis con cuánta intensidad ha vibrado mi palabra en este tiempo, al comunicarse por el cerebro del portavoz? Pues no os imagináis el prodigio de la comunicación de espíritu a Espíritu cuando ésta alcance su plenitud. 4. ¿Os maravilláis al escuchar la descripción de un miraje por medio de la videncia o de la fuerza profética de un sueño? De cierto os digo que apenas habéis empezado a vislumbrar lo que otros verán en el futuro. 5. Os habéis maravillado del don de la intuición y os ha asombrado el don de curación, mas es necesario que dejéis un buen ejemplo a los espiritualistas del mañana. 6. El tiempo que predijo Joel, aquel en que los hombres recibirían sobre el espíritu y la carne el Espíritu de Dios, es éste; mas está apenas en sus albores, y es menester que vosotros, los primeros discípulos, dejéis buena simiente, para que vuestras obras sean buenos frutos que alienten en su jornada a los caminantes del mañana y no vayan a ser guijarros con los que se tropiecen. 7. Por la luz que habéis recibido, sois de los que llegarán a interpretar con justicia la enseñanza que desde los tiempos pasados os he, revelado. 8. El análisis que hagáis de mi palabra y el cumplimiento que le deis, será la mejor obra espiritual que dejéis a las generaciones venideras; ellas os lo agradecerán y Yo os bendeciré. 9. Vosotros, primeros en esta era, seréis báculos, guías y guardianes de los postreros y gozaréis en el desempeño de vuestra misión. 10. Vivid para salvar a vuestros hermanos, y Yo os salvaré a vosotros. Echad vuestras barcas al mar e id en busca de los náufragos, y si veis que las ondas se encrespan y amenazan, orad, y al instante sentiréis el manto de mi paz sobre vuestro espíritu. 11. Discípulos: no penséis que sólo en el seno del pueblo de Israel surgieron mis enviados, mis profetas, precursores e iluminados, porque estaríais negando a muchos emisarios míos a quienes he enviado con mensajes de luz, de paz y de amor a diferentes lugares de la Tierra. 12. La humanidad es la tierra donde siembro la semilla de amor; la cual fue regada con el rocío divino, para que cuando llegase la simiente de mi palabra encontrase campo propicio para fructificar. 13. Siempre que alguna revelación está por llegar a iluminar a los hombres, les he enviado precursores o profetas a prepararles con el fin de que aquella luz pueda ser contemplada por ellos; mas no creáis que sólo son enviados míos aquellos que traen mensajes para el espíritu, no, discípulos, todo aquel que entre la humanidad siembra el bien en cualquiera de sus formas, es enviado mío. 14. A esos emisarios podéis encontrarlos en todos los caminos de vuestra vida, lo mismo en las religiones, que en las ciencias, entre los hombres que gobiernan o en aquellos que imparten buenas enseñanzas. 15. El verdadero siervo mío, nunca se aparta del sendero que debe recorrer, prefiere morir en el camino que retroceder. Su ejemplo es semilla de luz en la vida de sus semejantes y sus obras son ejemplos para los demás. ¡Ah, si la humanidad supiese comprender los mensajes que a través de ellos le envío! Mas no es así, porque existen muchos hombres que teniendo delicadas misiones en el mundo, desvían sus miradas de aquellos grandes ejemplos, para tomar el camino que mejor les place. 16. Tenéis gobernantes en cuyo corazón no se alberga la justicia ni la magnanimidad para gobernar a su pueblo, porque van tras el ideal mezquino del poder y la riqueza. Hombres que se dicen representantes míos y que ni siquiera conocen el amor hacia sus semejantes. Médicos que no conocen la esencia de su misión, que es la caridad, y jueces que confunden la justicia con la venganza y utilizan la ley con fines perversos. 17. Todo el que tuerce su senda, desviando su mirada de aquella luz que lleva en el faro de su conciencia, no imagina el juicio que a si mismo se va preparando. 18. También hay quienes han tomado misiones que no les corresponden y que con sus errores van dando pruebas de carecer en lo absoluto de los dones necesarios para desempeñar el cargo que por sí mismos han asumido. 19. Así podéis encontrar ministros de Dios que no lo son, porque no fueron enviados para ello; hombres que conducen pueblos y que no son capaces de conducir sus propios pasos; maestros que carecen del don de enseñar, y que en vez de hacer luz turban las mentes. Doctores en cuyo corazón no ha latido el sentimiento de la piedad ante el dolor ajeno, ignorando que el que verdaderamente posee este don, es un apóstol de Cristo. Todas mis instituciones han sido profanadas por los hombres, mas ya es llegada la hora de que todas sus obras sean juzgadas. Ese juicio es a Mí a quien corresponde hacerlo; por lo que os digo: velad y cumplid con mis preceptos de amor y de perdón. 20. ¿Os he dicho que formáis parte del pueblo de Israel, el poseedor de la simiente divina? Pues preparaos para que seáis dignos de llevar en vuestro alfolí la semilla del amor, de la paz y de la luz. 21. Meditad sobre las lecciones que en este día os he enseñado, para que no os desviéis del sendero que os he trazado, usurpando cargos que no os corresponden y para que no hagáis mal uso de vuestros dones; porque si después de cuanto habéis escuchado en mis lecciones cayeseis en los errores que os he señalado, vuestro juicio tendrá que ser más severo que el de aquel que, durante su vida no conoció una enseñanza con la luz que contiene ésta que habéis recibido. 22. Pueblo amado: multiplicaos, perseverad y cumplid con vuestra misión. 23. Yo he encendido una luz en el camino del espíritu, para que éste no se pierda y venga con firmeza por el sendero, como oveja que sabe en dónde está el aprisco. 24. Esa luz que es la del conocimiento espiritual, ilumina la brecha y descubre al lobo cuando este acecha entre la maleza. 25. No todos los hombres vienen por la senda segura; hay muchos perdidos en el camino, viajeros errantes, seres sin rumbo fijo. Cuando cruzó en su camino y les pregunto: ¿A dónde vais? ¿Qué o a quién buscáis? Ellos, inclinando su cabeza me dicen: “Maestro, no sé a dónde voy, a dónde me conducen mis pasos, ni qué es lo que busco”, Entonces les he dicho: “Seguidme” y esa sola palabra, penetrando en su corazón, ha bastado para encender una luz de esperanza, una flama de fe que les ha reanimado para venir en pos de mi huella, porque desde el instante en que se levantaron a seguirme sintieron una fuerza desconocida que no les ha abandonado un momento, haciéndoles sentir una confianza absoluta en su destino. 26. Quiero que sepáis, todos los que estáis escuchando esta palabra, que al invitaros a caminar por esta senda no os ofrezco en ella tan sólo satisfacciones y goces espirituales sino también pruebas, lecciones y expiaciones; pero que, al mismo tiempo, desciende una fuerza superior, a sostener al que está siendo probado y que esa fuerza, a lo largo de la jornada, es el báculo en el que habrá de apoyarse el caminante. Esa fuerza lo encierra todo, fe, amor, obediencia y confianza. 27. Tened presente, discípulos, que empezáis a caminar en pos del Maestro, para que cuando las pruebas se presenten a vuestro paso, penséis: “ya estaba yo preparado, el Maestro me había advertido y confío salir avante con su divina ayuda”. En verdad os digo que si tomáis con espíritu fuerte y elevado estas lecciones, comprobaréis que ninguna prueba es en vano, porque lo mismo la que va destinada a un hombre, que aquella que se presenta en el seno de una familia o la que toca a una nación, todas y cada una de ellas encierran un sentido profundo y muchas veces grandes lecciones. ¿Quién podrá decir en este instante que está exento de pruebas? Nadie, porque es tiempo de restitución espiritual. 28. Abrid vuestros ojos a la realidad, y daos cuenta de la responsabilidad que contraéis al escuchar mi palabra y convertiros en testigos de mis manifestaciones de este tiempo. Quiero deciros que no os conforméis con escuchar mi palabra y satisfacer vuestras necesidades espirituales sin pensar en las de los demás, porque esa satisfacción no podrá ser completa si meditáis en que precisamente en los instantes de vuestro deleite espiritual, millones de hermanos vuestros luchan, se desesperan o sucumben entre el fuego de las guerras fratricidas. 29. Mi Doctrina viene a prepararos para una lucha en favor de la paz y de la espiritualidad en el mundo, mi enseñanza viene a deciros lo que debéis hacer, para que todos trabajéis en esta Obra salvadora. Entonces comenzará a experimentar vuestro espíritu la paz y la satisfacción que corresponden a quienes laboran conmigo en mis obras de amor. 30. Esta sensibilidad que va adquiriendo vuestro corazón al escucharme, no la perdáis al volver a vuestra lucha material, porque alli en aquellos senderos están vuestros hermanos esperando una palabra vuestra que encierre consuelo o una frase que lleve a su corazón mi mensaje de luz; mas si al presentarse ante vosotros, vuestro corazón ha vuelto a su dureza habitual, ni siquiera podréis asomaros al interior de quien venía buscando en vosotros algo que no era vuestro, sino de él: mi luz, mi paz, mi bálsamo. 31. No penséis que vuestra falta de amor hacia la humanidad pueda quedar impune, porque si vosotros faltaseis a vuestros deberes espirituales, vendrán las multitudes y al penetrar en el seno de vuestras congregaciones y percatarse del mensaje que les habéis ocultado o retenido, se preguntarán interiormente si éstos son mis nuevos apóstoles, mientras otros penetrando en mi enseñanza os darán una lección de cómo deben cumplirse los mandatos divinos. 32. Tengo que hablaros en esta forma, para evitar que durmáis y no seáis sorprendidos en vuestro letargo. Yo os invito a la lucha y para ello os doy mi ejemplo de constante trabajo. 33. Nadie me diga que en su camino tiene grandes obstáculos para poder cumplir, porque si creéis en que “no se mueve la hoja del árbol si no es por la voluntad del Padre”, debéis comprender que por sobre lo que llamáis obstáculos, debéis desempeñar vuestra misión. 34. No abriguéis la creencia de que con sólo asistir a estos lugares estáis cumpliendo con vuestra misión espiritual o que con sólo hablar de mi Doctrina, ya me habéis servido, porque es tan amplio vuestro campo de acción y tan lleno de oportunidades para practicar el amor en vuestro caminó que no tendréis que esforzaros para encontrar ocasiones propicias para sembrar, mas no habéis reparado en todo esto y por eso decís que tenéis muchos obstáculos para poder cumplir, porque no habéis analizado todo lo que comprende vuestra misión espiritual. 35. Amad, servid, sed útiles, salvad y consolad, haced de vuestra vida un bello ejemplo, una hermosa y práctica lección, para que seáis imitados Entonces estaréis derramando luz espiritual en vuestros hermanos. Hablando de mi Doctrina, cumpliréis con la misión de sembrar la semilla de la espiritualidad, pero hacedlo con humildad, teniendo en cuenta que toda obra que encierre, vanidad, será semilla vana que nunca germinará. 36. Yo os aseguro que si obráis en vuestra vida con la discreción, sinceridad y rectitud que os aconsejo, los corazones duros de quienes me habláis en vuestra oración, se ablandarán, conmovidos por vuestra virtud, y llegaréis al convencimiento de que para el desempeño de esta misión, el espíritu elevado jamás encontrará obstáculos, porque estará por sobre todas las pequeñeces de esta vida. 37. Nunca penséis mal de los que no os quieran, ni os exasperéis con aquellos que no os comprendan, ya que hasta el sentimiento más íntimo que tengáis hacia vuestros semejantes, se lo transmitiréis con el pensamiento. 38. Os ofrezco en este tiempo tantas facilidades para que seáis mis discípulos, que no tenéis necesidad de dejar a vuestros padres, esposas o hijos para ir en busca de tierras donde extender mis enseñanzas, ni que predicar a voz en cuello en calles y plazas, ni temer que al concluir la jornada, el cadalso os espere irremisiblemente. Ese camino lo recorrí Yo y también mis apóstoles, mas aquella sangre limpió el sendero para que los nuevos discípulos no tropezaran en él. Sólo falta que comprendáis el sentido de este mensaje para que lo llevéis a la práctica, aplicándolo a vuestra vida en forma sencilla, a fin de que viváis verdaderamente mi palabra. 39. Yo he dado al espíritu potestad sobre la materia, para que triunfe de las pruebas y llegue hasta el final del camino, más la lucha será grande, porque desde que el hombre formó en el mundo el único reino en que él cree, se rompió la armonía que debe existir entre él y cuanto le rodea. Desde su trono orgulloso quisiera someter todo al poder de su ciencia, e imponer su voluntad sobre los elementos y las fuerzas naturales, mas no lo ha logrado porque hace tiempo que rompió sus lazos de amistad con las leyes espirituales. Ahora, cuando he dicho a este pueblo que los elementos pueden obedecerle, ha habido quienes no lo han creído, y Yo os digo que tienen razón en dudar, porque la Naturaleza jamás obedecerá a quienes la desconozcan, profanen o burlen. En cambio, quien sepa vivir de acuerdo con las leyes del espíritu y de la materia, o sea, que viva en armonía con cuanto le rodea, ése, a través de su vida se identificará con su Creador, haciéndose merecedor de que los elementos de la Naturaleza le sirvan y obedezcan, como corresponde a todo hijo que sabe obedecer a su Padre, el Creador de cuanto existe. 40. No he dicho que este pueblo haya alcanzado la elevación necesaria para realizar esos milagros, ni que ya esté logrando la armonía entre lo material y lo espiritual, Yo sólo le inspiro para que busque esa meta a través de la espiritualidad. 41. A veces para alentaros en vuestra fe y probaros la verdad de mis palabras, realizo ante vosotros esas obras que llamáis milagros y prodigios, y que sólo son el premio para quienes supieron penetrar en la armonía universal aunque haya sido por un momento. 42. La historia de los primeros hombres que habitaron la Tierra fue pasando de generación en generación hasta llegar a quedar escrita en el libro del Primer Tiempo. Es una parábola viviente la de aquellos primeros seres que habitaron la Tierra. Su pureza y su inocencia les permitieron sentir la caricia de la Madre Naturaleza, un calor de amistad existió entre todos los seres y una completa fraternidad entre todas las criaturas. Después las pasiones humanas fueron alejando a los hombres de aquella vida, por lo que se vieron obligados a buscar por medio de la ciencia, lo que habían perdido por su falta de espiritualidad. Así ha llegado la humanidad hasta estos tiempos en que, para sobrevivir ha tenido que hurtar de los elementos y de las fuerzas, lo necesario para su vida. 43. Yo no os prohíbo que toméis la ciencia ni la condeno. Sólo he querido que los hombres comprendan a través de mi Doctrina, que hay una ciencia mayor que la que ellos conocen y la cual pueden alcanzar por medio del amor, que es la esencia de todas mis enseñanzas. 44. Humanidad: ¿Cómo no he de deciros que estos tiempos que vivís son de confusión, cuando estoy viendo que no dejáis pasar mi luz a través de las oscuras nubes de vuestros pensamientos? También os digo que mi luz triunfará, porque no existen tinieblas que puedan resistir su claridad, entonces comprenderéis que el Padre no os abandona jamás en la hora de la prueba. 45. Muchos pueblos han caído al fondo del abismo de la materialidad y todavía están por caer otros, más el dolor de su caída hará que despierten de su profundo sueño. 46. Son aquellas naciones las que después de un tiempo de esplendor, rodaron al abismo, para hundirse en la tiniebla del dolor, del vicio y de la miseria. No es ahora un pueblo sino toda la humanidad, la que ciega corre hacia la muerte y la confusión. La soberbia de los pueblos será tocada por mi justicia. Recordad a Nínive, a Babilonia, a Grecia, a Roma, a Cartago; en ellas encontraréis profundas lecciones de la justicia divina. 47. Cuando los hombres, al empuñar el cetro del poder han dejado que su corazón se llene de impiedad, de orgullo y de pasiones insanas, arrastrando a sus pueblos a la degeneración, mi justicia se ha acercado para despojarlos de su poder, pero al mismo tiempo he encendido ante ellos una antorcha que ilumine el camino de salvación para su espíritu. ¿Qué sería de los hombres si en el momento de sus pruebas, los abandonase a sus propias fuerzas? Mirad a todos esos pueblos, que ayer fueron grandes y que hoy se encuentran en ruinas. Ellos florecerán nuevamente, mas no será el orgullo y la ambición de grandeza terrestre lo que los levante, sino el ideal inspirado en la justicia y en la virtud que vierten mis enseñanzas. De sus escombros surgirán nuevas naciones y sobre las ruinas de sus templos y de sus ídolos levantarán el verdadero culto a su Dios. 48. El orgullo ha sido humillado y el pecado ha sido lavado con el dolor, mas no olvidéis que queda aún mucho por desmanchar y que por muy pura que llegue a ser la vida de los hombres en la Tierra, nunca será este planeta la morada eterna para el espíritu, pues quien así lo creyere habrá interpretado mal mi palabra, o estará ignorando el verdadero sentido de la vida. 49. Este mundo será siempre la morada pasajera del espíritu; una parte tan sólo en el camino de su restitución, de su evolución y perfeccionamiento. Es otra la vida que os espera para guardaros eternamente. 50. Llegan hasta mi presencia los enfermos, los derrotados, los pobres de espíritu y mientras unos bendicen mi voluntad, otros se rebotan ante el dolor y atribuyen sus sufrimientos a castigo divino o a injusticias del destino; entonces se hace necesario que Yo venga a sacaros de la ignorancia, descubriéndoos el fondo de la verdad. 51. Cuando habitáis en la carne, vuestro espíritu viene a purificar manchas de vidas pasadas y se ha hecho necesario revelaros todo esto para que podáis llevar con paciencia los sufrimientos de la Tierra. 52. Desde el principio de la humanidad existe la reencarnación del espíritu como una ley de amor y justicia y una de las formas en las que el Padre ha demostrado su infinita clemencia. La reencarnación no es sólo de este tiempo, lo es de todos los tiempos, mas tampoco penséis que es hasta ahora cuando os ha sido revelado ese misterio. Desde los primeros tiempos existió en el hombre la intuición sobre la reencarnación del espíritu, mas esta humanidad, buscando ciencias materiales y riquezas del mundo, se dejó dominar por las pasiones de la carne endureciéndosele aquellas fibras con las que se percibe lo espiritual, convirtiéndose en sorda y ciega para todo lo que corresponde al espíritu. ¿De qué le sirve posar sus ojos en los libros que contienen la Ley y la Doctrina que os revelé en los tiempos pasados, si su mente no logra penetrar en su significado, ni su corazón percibe su esencia? Reconoced que la sensibilidad y la intuición espiritual están atrofiadas en los hombres, y que por eso las más de las veces, al buscar mi verdad en aquellos textos caen en erróneas interpretaciones. Ellos tienen la luz frente a sus ojos; pero en vez de penetrar al fondo de las lecciones, se detienen en las letras, o sea en la forma exterior, con lo que frecuentemente se confunden. Mas ya estoy aquí, para hacer luz en los misterios y en las tinieblas así como para libraros de confusiones y de errores. 53. Bienaventurados los que me han llamado, porque con ello han demostrado su anhelo de amor y de saber; ellos han visto cómo mi caridad les ayuda; mas debéis comprender, que todo lo que en este tiempo queréis saber no podréis obtenerlo en un instante, porque es preciso que oréis, meditéis y viváis mis enseñanzas, para que lleguéis a poseer cuanto anheláis. 54. Igual que el hombre que busca la luz del saber en la Naturaleza, como el que busque mi sabiduría en las revelaciones espirituales, tendrá que recorrer por su propio pie el camino en donde hallará todas aquellas verdades que por otros senderos no puede encontrar. Es por eso que he enviado a vuestro espíritu a vivir una vida tras otra aquí en la Tierra para que mediante su evolución y su experiencia, descubra todo lo que hay en él y en lo que lo rodea. 55. Si queréis, escudriñad mis palabras, mas luego estudiad y observad la vida a través de ellas y para que podáis comprobar la verdad que encierra cuanto os he dicho. 56. Habrá ocasiones en que os parezca que existe contradicción entre lo que hoy os digo y lo que os fue revelado en los tiempos pasados, mas no la hay; la confusión es de los hombres, pero ya llegarán todos a la luz. 57. Si os viereis atacados por esta forma de entender mi Doctrina no temáis, porque de cierto os digo, que todavía nadie se encuentra en lo justo, por lo que ninguno podrá probaros que ha penetrado ya al fondo de la verdad. 58. Estudiad mi Doctrina, alcanzad la luz por medio de la oración, haced del bien la norma de vuestra vida, y en los instantes en que menos lo esperéis, os veréis sorprendidos por inspiraciones y pensamientos que serán verdaderas revelaciones de mi Espíritu. 59. Cuando sintáis que a vosotros llegan inspiraciones mías, mostraos humildes, para que nunca os creáis mayores que los demás y para que procuréis participar de la luz a vuestros hermanos, con ese amor con que Ya os la he enviado. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 106 1. Discípulos, he aquí a vuestro Maestro. Vengo a descorrer ante vosotros el velo de muchos misterios; preguntad, pedid, que se os dará. Más no me pidáis más de lo que debéis saber. 2. En los tiempos pasados, no pude revelaros los misterios que os estoy dando a conocer en este Tercer Tiempo, porque vuestro espíritu no estaba capacitado para comprender o concebir más allá de lo que su desarrollo espiritual le permitía; pero mi palabra es la misma, inmutable, eterna. Vuestro espíritu es el que ha nacido, el que crece y evoluciona hasta alcanzar la perfección. El Espíritu Divino no tiene principio ni tendrá fin, es inmutable. 3. Vuestro espíritu forma parte de un pueblo al cual he tomado como medio o instrumento para entregar mis grandes lecciones a la humanidad. Tres han sido las revelaciones que el Padre ha hecho a este pueblo: La primera lección fue la Ley de Justicia del Primer Tiempo, en la niñez de este pueblo; la segunda, fue la Ley de Amor revelada en el Segundo Tiempo, cuando apenas había penetrado en la adolescencia espiritual; la tercera lección es ésta que os estoy dando en la era presente, a la que he llamado Tercer Tiempo; en ella os revelo la Ley Espiritual en plenitud, ley que encierra todo lo que os fue mostrado en los tiempos pasados y todo lo que debe saber y poseer vuestro espíritu. Espiritualmente habéis alcanzado la juventud. 4. Si evolucionáis constantemente, ¿Por qué había de traeros siempre la misma lección? Esa es la razón por la que mi arcano os revela en cada era, misterios más profundos. 5. Ante el materialismo y la maldad reinantes en este tiempo, dudáis de tener capacidad espiritual para comprender, sentir y vivir mis nuevas enseñanzas, y Yo os digo: que detrás del materialismo de la humanidad, detrás de su miseria, de sus vicios y ambiciones, existe un espíritu que ha pasado por grandes jornadas y luchas, y sólo espera el instante de despojarse de su falsa vestidura, para levantarse lleno de fuerza por la senda de justicia y amor que corresponde al espíritu. 6. La ciencia humana, es la expresión materializada de la capacidad espiritual que el hombre ha alcanzado en este tiempo. La obra de los hombres en esta era, no es tan sólo producto de la mente, sino de su evolución espiritual. 7. El Maestro, que ha encontrado a sus discípulos en la juventud espiritual, ya preparados para comprender la nueva lección, viene a reunir en un solo libro las tres revelaciones divinas, como testamento de amor a los hombres. Esa es la razón por la cual os llamáis trinitarios, porque lleváis en vuestro espíritu, la simiente de esas tres lecciones; sin embargo, no todos se levantarán en este tiempo a seguirme, ni siquiera todos los que me escuchan, porque no todos han despertado, ni han sabido aprovechar las pruebas que en su vida han tenido. Existen los aletargados para las lecciones espirituales, los estacionados, los confundidos, mas cada uno tiene marcado el momento en que debe despertar y oír la voz de su conciencia. Los que se estremecieron en este tiempo al escuchar mi palabra, eran los que aguardaban con impaciencia mi nueva manifestación, los que recordaban mi promesa de volver, como espera el caminante perdido en mitad de la noche a que aparezca la aurora para encontrar el camino y proseguir el viaje. 8. Mi voz, que hoy materializo en esta forma, cesará de escucharse y entonces contemplaré en vuestras obras, el fruto de mi siembra. Dejaré en cada uno de vosotros una espiga y un fruto para que cuando sintáis hambre o se acerque un necesitado a pediros, tengáis pan y no digáis al Padre que os abandonó y os dejó sin heredad. Quiero que en esos tiempos, cuando sintáis necesidad de mis complacencias divinas, sepáis recurrir a vuestro espíritu y buscar en él, que ahí encontraréis guardadas muchas riquezas que en él depositó mi caridad. También encontraréis mi semilla en abundancia, en espera de que preparéis las tierras, para que la sembréis. Yo os he enseñado a cultivar esas tierras y a velar por la siembra. Mañana, vuestro espíritu recogerá el fruto de sus obras, como una cosecha digna de ser ofrecida al Padre y de ser guardada en sus graneros. 9. Habrá un instante en que mi palabra dada en este tiempo, aparentemente quede borrada del haz de la Tierra, entonces se levantarán los hombres inventando doctrinas espiritualistas, enseñando nuevas leyes y preceptos, se dirán maestros, apóstoles, profetas y enviados, y Yo, por un tiempo, les dejaré hablar y sembrar, les dejaré cultivar su simiente, a fin de que al recoger el fruto, sepan qué fue lo que sembraron. El tiempo y los elementos pasarán sobre sus siembras y su paso será como un juicio para cada uno de esos seres. 10. Es menester que el mundo sepa de la impostura, para que reconozca la verdad. Entonces, la verdad y la esencia que en este tiempo os entregué, volverán a resurgir entre la humanidad en toda su pureza y espiritualidad. 11. Ved a los hombres que conducen a los pueblos, creando doctrinas e imponiéndolas a los hombres. Cada quien pregona la superioridad de su doctrina, mas Yo pregunto: ¿Cuál ha sido el fruto de todo ello? Las guerras, con su cortejo de miserias, de sufrimientos, de destrucción y de muerte. Esa ha sido la cosecha que aquí, en la Tierra, han recogido los apóstoles de tales teorías. Ved que no he contrariado el libre albedrío de la humanidad, aunque sé deciros que sobre esa libertad, la conciencia está hablando incesantemente al corazón del que se aparta de la justicia, de la caridad o de la razón. 12. También en la vida humana haré comprender a los hombres cuáles han sido los frutos de su siembra, dejando que tarde o temprano los resultados de sus obras aparezcan como sus jueces. Después de ese juicio, vendrán todos a buscarme y entonces descubrirán que mi palabra se adapta a los hombres de todas las edades y civilizaciones, porque la palabra divina, mi Doctrina, no pertenece a determinada época, porque es eterna. 13. Mi enseñanza imparte fuerza al espíritu para triunfar de todas las pruebas; el número de éstas, está anotado en el destino de cada criatura, ¿Por qué retroceder ante ellas? ¿Por qué acobardarse con la montaña que se levanta ante vuestros ojos? ¿No sabéis que después de vencer esos obstáculos alcanzaréis la meta que buscáis? 14. Cuánta debilidad veo todavía en vuestra materia, debilidad que muchas veces os hace blasfemar. Si los elementos se muestran inclementes, blasfemáis; si algún dolor aqueja a vuestro cuerpo, os desesperáis; si el trabajo os agobia, perdéis la paciencia; hasta el calor y el frío os causa enojo y las tinieblas de la noche os infunden miedos ¿Cómo no habéis de desmayar, si os dejáis guiar por los dictados de la carne, que engendra bajas pasiones? ¿Cuándo seréis mis buenos discípulos que testifiquéis con vuestras obras de amor, la verdad de mi Doctrina? 15. Ser discípulo de Cristo no quiere decir que os apartéis demasiado de lo material; es decir que no conformándoos con apartaros de lo malo y de lo superfluo, os apartáis de vuestros deberes y goces materiales. Yo no os quiero fanáticos, ni esclavos de lo espiritual, cuando aún estáis en materia. El buen discípulo de Jesús, es aquel que sabe dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. 16. Una gran lucha espera a mi pueblo, porque en su jornada tendrá que encontrar gran evolución en el espíritu y en la mente de la humanidad. Es por esto que quiero que vosotros también evolucionéis en esta etapa de mi comunicación, para que nadie vaya a sorprenderos. Confiad absolutamente en mi palabra, sabiendo que en ella existe más sabiduría que en el entendimiento de los sabios, y conocimientos que no se encuentran en todos los libros de la Tierra. 17. Sembrad incansablemente el amor y la paz, de esta manera iréis preparando vuestro camino espiritual, y cuando la muerte sorprenda a vuestro cuerpo y el espíritu haya recorrido gran parte del camino, lleno de gozo contemplará hasta donde lo elevaron los méritos de sus obras de amor hacia sus hermanos. 18. Pueblo: ved cómo a medida que os profundizáis en mi enseñanza, vais dejando atrás hábitos y costumbres penetrando en una nueva vida, más limpia, más espiritual. Es un mundo nuevo el que surge del fondo de vuestro corazón. 19. Cuántos misterios ha venido a disipar mi palabra y cuántas erróneas interpretaciones he venido a rectificar. Así tendréis que ir vosotros por los caminos del mundo, esclareciendo mi Ley a vuestros hermanos. Os digo: iréis, porque nadie es profeta en su tierra. Yo mismo, en aquel tiempo, tuve que dejar Nazaret donde vivía, para ser creído en donde era mirado como extraño, donde no se dijera de Mí: aquel hombre que se dice el Hijo de Dios, es el hijo de María y de José el carpintero. 20. Os digo esto, porque entre vosotros que habéis recibido mis dones espirituales, se encuentran aquellos de quienes han dudado sus mismos padres, sus hijos o sus hermanos. Entre vosotros están los que por testificar mi enseñanza, han sido llamados como Yo, brujos, hechiceros. No olvidéis estas palabras, porque algunos tendrán que permanecer en su comarca; otros tendrán que salir de ella y aun de su nación, para llevar mi palabra a otros pueblos. 21. Esta nación, fertilizada por el dolor, dio albergue a mi simiente y ésta germinó, mas no creáis que sólo vosotros tenéis esta luz; cuando llevéis mi Doctrina a otros pueblos, veréis cuán pronto germinará y se extenderá. En aquellas tierras seréis profetas y emisarios y por lo tanto seréis creídos. 22. Mi luz extiende de un confín al otro de la Tierra e ilumina todo el Universo. La luz del Espíritu Divino es lenguaje que habla a todos los seres. Vosotros que sois humanos, recibís mi palabra a través del entendimiento del hombre; a los que vosotros llamáis ángeles, les hago llegar mi voz en forma de inspiración divina; y en cada mundo o morada espiritual me hago oír y entender, según el grado de evolución de sus moradores. 23. Yo quiero hablaros como hablo a los ángeles, no porque tengáis la pureza de ellos, sino porque quiero que gocéis de esa gracia y que os vayáis asemejando a aquellos seres en su elevación. La comunicación de espíritu a Espíritu, acercará a todos los seres y a todos los mundos; pero es menester que estéis preparados para entenderos unos a otros y, para ello, os estoy dando un solo lenguaje, una sola luz, una sola forma de comunicación: la del verdadero amor. 24. Principia para vosotros la era de la comunicación espiritual. Largo es el camino que tendréis que recorrer y pasará mucho tiempo para que veáis culminar este don; pero desde los primeros pasos y en cada uno de ellos, encontraréis un aliciente para perseverar en el camino. 25. ¿No os fue grata mi comunicación a través del portavoz humano? ¿No gozasteis con la presencia del mundo espiritual a través de vuestro entendimiento? Pues esos fueron los pasos precursores para la comunicación espiritual que después alcanzaréis. Y en estos instantes, en que buscáis mi voz en el silencio de vuestra oración, ¿No es grata esta paz que sentís y esa naciente inspiración que recibís? 26. Vosotros sabéis los tiempos de paz que vendrán por que habéis recibido mi inspiración y mis revelaciones, pero hay quienes sin haberme escuchado en este tiempo, sueñan y desean la armonía universal, sin saber si ella habrá de llegar a vosotros, es la intuición la que habla en ellos. 27. Hasta los hombres de ciencia tienen el presentimiento de la comunicación por medio de los dones del espíritu, y es que ellos en su constante escudriñar y penetrar en el interior del ser humano, han descubierto la existencia de ese ser que, perteneciendo a otro mundo, viene a morar en el hombre: el espíritu. 28. Hoy os digo a todos: caminad despacio y con cuidado por este sendero, a fin de que no os perdáis de él. Velad y orad durante la jornada, para que lleguéis hasta el fin y sea muy grande vuestro gozo cuando el Padre hable y todo el Universo espiritual le escuche y le entienda y que en la misma forma os entendáis unos a otros. 29. Quiero que sintáis en vuestro corazón el amor de vuestro Padre; este amor desciende de mi Espíritu al vuestro, pero como aún no alcanzáis la verdadera comunión del espíritu, os hablo entonces por medio de estas criaturas, en un lenguaje sencillo y humilde al alcance de todos. Es mi voluntad manifestaros mi Verbo con suma sencillez, para que encontréis la esencia de él con toda facilidad y no os perdáis entre el confuso palabrerío, muchas veces inútil. 30. Limpiad vuestra mente y vuestros labios, para que cuando tengáis que explicar mi Doctrina, brote de vuestros labios el torrente cristalino de mi Verbo, sin que se mezclen con vuestra palabra los términos ostentosos que le quiten su humildad y su esencia. Si quisieseis explicar mi Doctrina espiritual con términos científicos o filosóficos, no impresionaréis al mundo, ni os entenderán vuestros hermanos, ni daréis una verdadera idea de lo que es mi enseñanza. En aquel tiempo, cuando en Jesús hablé al mundo, no tomé el lenguaje de los sabios, de los filósofos o de los científicos para hablaros del Reino de los Cielos, tomé de vuestro lenguaje las formas más sencillas, porque son las que mejor expresan las enseñanzas sobrehumanas. Usé de las parábolas, tomando las cosas que os eran familiares para que, a través de ellas, conocieseis el sentido de la vida espiritual. 31. En verdad os digo, que Jesús nada tuvo que venir a aprender de los hombres, porque entonces no hubiese sido Yo el Maestro Divino, sino el discípulo del hombre. Si alguien ha dicho que Cristo fue instruido por teólogos, teósofos o sabios, no está diciendo la verdad, porque antes de Cristo y en el tiempo en que El habitó la Tierra, no existió doctrina que le enseñase a nacer, a vivir y a morir como Él lo hizo; mas también os digo, que las lecciones del Cielo no se vienen aprender al mundo, y lo que Jesús enseñó, fue la verdad que existe en el reino eterno del espíritu. 32. ¡Cómo se empeñan los hombres en complicar lo que es simple, quisieran encontrar en lo divino, la composición y las sustancias que son propias de la naturaleza material! Su asombro será grande cuando comprueben que lo espiritual o divino, sin sustancia y sin forma, es el todo, es el principio y el fin, es la verdad, es lo eterno. 33. La humanidad siempre ha estado demasiado ocupada en las grandezas de la Tierra, para considerar la importancia que tiene orar y meditar en lo que está más allá de esta vida, a fin de que pudiera descubrir la esencia de ella misma. El que ora, conversa con el Padre y si interroga, recibe al instante la respuesta. La ignorancia de los hombres sobre lo espiritual, procede de su falta de oración. 34. Pueblo: ya que no habéis podido abolir en esta Tierra la confusión de Babel, ya que las razas no han sabido unirse ni amarse, reuniré mi familia en el valle espiritual. Esos pecadores obstinados y empedernidos, llegarán ante Mí en espíritu y al recibir su juicio, será tan grande su lucidez y su arrepentimiento como grande fue su pecado en la Tierra. 35. Orad por los que se ausentan de entre vosotros y parten al Más Allá, porque no todos logran encontrar el camino, no todos saben elevarse ni todos alcanzan pronto la paz. 36. Hay quienes en espíritu viven bajo la obsesión de la vida material; algunos que sufren grande arrepentimiento; otros se encuentran insensibles sepultados bajo la tierra junto con sus cuerpos, y otros no pueden apartarse de los suyos, de los que en el mundo quedaron, porque el llanto, el egoísmo y la ignorancia humana les retiene y les materializa, privándoles de la paz, la luz y el adelanto. 37. Dejad que se marchen los que aun habitan este mundo sin corresponderles ya, dejad que abandonen los bienes que poseyeron y amaron en esta vida, para que puedan elevar su espíritu al infinito donde les espera la verdadera heredad. 38. No guardéis rencor ni recordéis los malos actos de los que partieron, no queráis tenerlos de hinojos ante vosotros implorando constantemente vuestro perdón. 39. ¡Cuán ciega se encuentra la humanidad! 40. Conoceos y conocedme para que aprendáis a caminar en el sendero del amor y haced obras dignas. Ved que Yo quiero que sepáis mucho de Mí para que podáis ser semejante a vuestro Padre. 41. Todos tenéis que llegar a Mí, unos primero, otros más tarde, pero todos llegarán. No podía ser de otra manera si todos sois chispas de mi luz divina, si sois parte de Mí mismo. Aprended de Mí a amar y a perdonar, cumpliendo con el precepto que os dice: Amaos los unos a los otros. 42. ¡Queréis que a cada instante os perdone y vosotros retenéis o negáis el perdón a vuestros hermanos! ¿Por qué queréis perderos en el abismo teniendo tantos dones en vuestro espíritu? Mi palabra viene en este tiempo a iluminar vuestra mente. Habéis buscado la verdad en los libros y tan sólo hallasteis recreo para la mente, pero ningún beneficio para el espíritu, ningún alimento o estímulo para sosteneros en vuestra debilidad o en vuestra fatiga. 43. No vengo a entregaros mi palabra en forma científica ni florida, para que podáis comprenderla; pero en el fondo de su sencillez guarda grandes tesoros de sabiduría y de luz para los hombres. 44. Ya que tanto me buscasteis, y que vuestro corazón me esperaba, heme aquí cumpliendo mi promesa de volver entre vosotros y atendiendo vuestro anhelo de escucharme. 45. Mi Divino Espíritu, como si fuese la sombra de vuestro cuerpo, os sigue por doquier por los caminos del mundo. Os dejé conocer alegrías y también tristezas, quise que supieseis de la lucha y de la paz, que probaseis y conocieseis todo; pero hubo algo que en vano buscasteis en este mundo sin haber podido encontrarlo, porque ese algo sólo en Mí podrá hallarse: Mi sabiduría. He ahí por qué al escucharme, vuestro espíritu ha sentido que al fin ha encontrado lo que buscaba: la Verdad. 46. Sí, pueblo: Yo soy el principio y el fin de vosotros Yo soy el alfa y la omega, aunque todavía no os diga o revele todas las enseñanzas que aún tengo reservadas para vuestro espíritu, las cuales sabréis cuando estéis muy lejos de este mundo. Muchas lecciones nuevas os revelaré ahora y os iré dando aquello que seáis capaces de poseer, sin engrandeceros, ni levantaros ante la humanidad con alarde de superioridad; ya sabéis que quien se envanece de sus obras, con su misma vanidad las destruye, por eso os he enseñado a trabajar en silencio para que vuestras obras den fruto de amor. 47. Rechazad la adulación, porque es arma que destruirá vuestros nobles sentimientos. Es espada que puede dar muerte a esa fe que Yo he encendido en vuestro corazón. 48. ¿Cómo podréis permitir que los hombres destruyan el altar que lleváis en el fondo de vuestro ser? 49. Yo sé que en el seno de este pueblo se han realizado grandes obras, mas dejad que Yo lo sepa, aunque en el mundo sean ignorados vuestros nombres. 50. Sólo Yo sé el verdadero mérito o valor de vuestras obras porque ni vosotros mismos podréis juzgarlas; a veces os parecerá muy grande una obra pequeña, y otras ni siquiera os daréis cuenta de que hasta Mí llegó su mérito. 51. Fortaleceos en la humildad, en la dignidad y no os perderéis. Os he dado las armas, luchad, y no perdáis una sola batalla. El laurel que habrá de ceñir vuestra frente, será un ósculo de amor de vuestro Padre. 52. No volváis a caer postrados en el letargo, ya que de él os habéis librado; no vayáis a imitar a las vírgenes infieles que no supieron esperar al esposo con sus lámparas encendidas, porque si amargo fue vuestro despertar anterior, el próximo no tendrá comparación. 53. Cuidad vuestra heredad y no habrá quien os la arrebate porque no tiene el hombre potestad para arrebatar los dones del espíritu. 54. Pueblo: son cortos los instantes de mi estancia entre vosotros, en que a través de esta palabra os dé mi enseñanza; mas antes quiero dejaros mi Doctrina como un tesoro, como un testamento de verdad y amor, para que cuando os sintáis muy pequeños ante la humanidad por vuestra pobreza y humildad material, el conocimiento de que poseéis un testamento de infinito valor espiritual, os haga levantar dignamente vuestra frente y abrir serenamente vuestros labios para entregar mi palabra. Esta es la única grandeza que Yo quiero que tengáis: la del espíritu. 55. ¡Si supieseis que muchos seres que contempláis miserables, ciegos unos, otros leprosos, otros pereciendo de hambre, llevan muchas veces en su espíritu más luz y adelanto que algunos que hacen alarde de salud, poder y sabiduría! Por eso, no busquéis oro, ni honores, ni mansiones. Buscad paz, salud y virtudes. 56. En mis altos juicios está dispuesto que vosotros seáis guías y consejeros de las multitudes. Preparaos, para que os hagáis dignos de llevar al corazón de la humanidad la semilla del Padre. Los árboles corpulentos se multiplicarán, de ellos cortaré las ramas que serán llevadas por mis labriegos a las comarcas donde por mucho tiempo han anhelado mis hijos oír mi palabra. Mis lecciones son extensas porque las multitudes me piden que les hable, que les explique, que les haga olvidar el dolor y miseria del mundo; y Yo permanezco por largos instantes entre ellos sin que sientan el paso del tiempo ni el cansancio, sólo así llegaréis asimilar mis enseñanzas y a comprender y analizar su sentido. 57. ¡Qué hermoso será cuando estas multitudes, sencillas y humildes, se levanten por los caminos llevando la buena nueva de este tiempo, tan lleno de espiritualidad y moral! Recordaréis al padre que se ha convertido en juez de su hijo, que tiene que perdonarlo y amarlo; a la madre que ha desconocido a sus hijos negándoles su regazo, que tiene que abrirles sus brazos y estrecharlos en su corazón, para que también ellos puedan amar; y a los hijos que se levantan contra sus padres, que tienen que venerarlos porque los padres en la Tierra ocupan mi lugar. Sin rectitud, ¿Cómo podrá tener elevación el espíritu? 58. Mañana tendréis que enseñar y confirmar con hechos vuestras palabras; desde ahora moralizad vuestra vida, reconstruid vuestros hogares y unificad vuestra familia. Que el padre vaya en busca de su hijo que huyó de su hogar y los hijos busquen a quien les abandonó; que la esposa vuelva a los brazos del compañero y que el esposo que había renunciado a sus deberes, busque a la compañera y construyan una nueva y mejor existencia. 59. ¡Hoy mejor que nunca sabéis vuestra responsabilidad ante mi justicia, oh padres y madres! porque esos seres que nombráis hijos por vuestra sangre, son espíritus de los cuales me tendréis que responder. 60. Quiero que la unión de vuestros corazones sea el jardín donde florezcan esas rosas y esos lirios. Acercad a las multitudes a escuchar mi palabra, traedles al banquete, que Yo mismo les serviré. En verdad os digo: Ellos saldrán fuertes después de haber comido el pan de la vida verdadera y de haber bebido el vino de mi gracia. 61. Quienes de este pan comieren, hambre no volverán a tener. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 107 1. Guardad en vuestro corazón mi palabra paternal, para que ella sea como un faro luminoso en el fondo de vuestro ser; desde ahí guiará vuestros pensamientos, palabras y obras y esa luz vivirá en vuestro espíritu aun cuando vuestra envoltura muera. Este es el tiempo en que la humanidad despierta para las bellezas del espíritu, en que se interesa por lo eterno y se pregunta: ¿Cómo será la vida que nos espera después de la muerte? ¿Quién, por incrédulo que sea, no se ha preguntado si existirá en él, algo que sobrevivirá a la materia? En verdad os digo que no hay quien no presienta aquel misterio ni medite un momento en lo insondable. Sobre el misterio de la vida espiritual que parece estar lejos, y que en realidad está frente a vuestros ojos, unos preguntan, otros se confunden y otros niegan; unos hablan creyendo saberlo todo, y otros callan y esperan; mas, cuán pocos son los que verdaderamente saben algo del más allá. 2. Mi Espíritu Divino, a semejanza de Jesús niño, que ante los doctores de la ley hizo preguntas que no le pudieron ser contestadas, invisiblemente se presenta en este tiempo ante el teólogo, ante el filósofo, ante los que hurgan en lo desconocido, y a mis preguntas sobre la vida espiritual, el que no enmudece, contesta erróneamente. Los que saben algo de lo que mi arcano guarda, son los humildes, los que viven con espiritualidad; sin embargo, mi luz, como un rocío cae incesantemente sobre todo entendimiento, como un mensaje que le revela mi verdad. Si a los que dicen poseer mi Ley y mi Doctrina les preguntase cuáles de mis profecías se han cumplido y cuáles no, tampoco responderían satisfactoriamente. 3. Este es el tiempo en que el espíritu encarnado y el desencarnado se buscan y se aproximan; el abismo que entre unos y otros existe, empieza a desaparecer; y cuando los espíritus de todos los mundos logren estrecharse con verdadero amor, será la glorificación del Padre en cada ser, hoy la ignorancia de la humanidad aún me causa dolor. ¡Ah, si en vez de llorar la partida de vuestros seres queridos, escuchaseis en el fondo de vuestro corazón sus voces; en vez de luto, que es tiniebla, habría luz! por eso os dije en aquel tiempo: Dejad que los muertos entierren a sus muertos. A vosotros os pregunto: ¿Tenéis muertos? Lo que muere no existe, más si los espíritus que me presentáis existen, es que están vivos. ¡Cuántos quisierais tener entre vosotros a los que visteis desaparecer, sin querer comprender que el deseo de ellos es que vosotros estéis con ellos en el Más Allá! Lo que llamáis muerte, separa en apariencia a los que se van de los que se quedan, pero un lazo eterno los une: el de la fraternidad espiritual. 4. En la eternidad se reunirá la familia espiritual formada por el Padre y sus hijos; ya que en esta Tierra la simiente de Babel aún da sus frutos de división entre los hijos de Dios, en el Más Allá reuniré mi familia. Ninguno faltará, y en muchos casos los más grandes pecadores llegarán primero, porque su arrepentimiento y regeneración les purificará y acercará más pronto a Mí; mas es menester que sepáis que entre vosotros habitan muchos espíritus en estado de turbación; otros están cumpliendo penosas expiaciones, entre ellos también se encuentran aquellos que llamáis los vuestros. ¿Cómo podríais lograr que contemplen la luz y se liberten de sus cadenas? ¿Cómo podríais ayudarles en su elevación? Orando por ellos, para que esa oración sea la voz espiritual que les despierte, les ilumine y los conduzca hacia Mí. Recordadlos con caridad y vuestras oraciones serán como un bálsamo sobre sus penas; haced que ellos contemplen que vosotros vivís dentro de mi Ley, para que vuestro ejemplo y vuestra influencia les ayuden. Mas no sólo penséis en aquellos de quienes recibisteis algún beneficio, pensad aún en los que os rodean sin ser vistos ni haberles conocido en la Tierra. Hermosos son los actos de gratitud, pero es más meritorio ante Mí, que deis sin haber recibido antes; mas si lográis recordar sin rencor y llegáis a perdonar a quien os haya ofendido, habréis logrado imitar a vuestro Maestro, y vuestro perdón, que es expresión del amor, salvará en verdad a quien se lo otorguéis. 5. El Padre penetra a lo más íntimo de vuestro corazón y os dice: Conoceos a vosotros mismos y conoceréis a vuestros hermanos. Juzgaos a vosotros mismos antes que juzguéis a vuestro semejante. Tomad mis ejemplos y seguid mi huella. 6. Siempre me estáis pidiendo perdón por vuestras faltas, sin que vosotros hayáis perdonado a los que os han ofendido. 7. Tiempo ha buscabais la luz de la verdad en los caminos y en los libros sin encontrar el verdadero alimento del espíritu, sólo un recreo para la mente; hoy tenéis mi verdad que os habla de la vida verdadera. 8. Llegasteis ante la humildad de estos recintos y escuchando en ellos esta palabra sencilla, porque sus términos no son floridos ni científicos, sentisteis la emoción en vuestro espíritu y éste reconoció encontrarse ante una revelación divina. Vi vuestro anhelo de luz y os concedí mirar lo que tanto deseabais. Os dejé andar por todos los caminos para que al fin encontraseis en éste la verdad. 9. Detrás de la sencillez y humildad con que os hablo, se encuentran todos los conocimientos; id al fondo de la palabra y encontraréis que su esencia es alfa y omega, principio y fin de todo lo creado. 10. Muchas lecciones os reservaré para cuando estéis en mi Reino. No las debéis saber por ahora, como no debéis conocer el galardón que os estéis labrando para la dicha eterna del espíritu. Debe existir un absoluto desinterés en vosotros, para que vuestros méritos sean verdaderos; las buenas obras que hagáis no debéis publicarlas, porque les quitaréis el mérito que pudieran tener. Sólo Yo conozco el valor grande o pequeño de vuestras obras, soy el que tiene que juzgarlas, ¿Para qué queréis que los hombres os ensalcen por ellas? La vanidad pierde a los hombres y mancha el espíritu. 11. Cuando lleguéis a Mí, os daré una corona que no será de espinas, como la que incrustasteis en las sienes de Jesús. Cada quien tiene en el Universo material un lugar que el Padre le ha preparado, el cual tiene que cuidar y defender para labrarse otro en el amor de su Señor. 12. He venido a prepararos porque ya se aproxima el instante de mi partida, mas antes quiero dejaros mi Enseñanza como un tesoro. No busquéis oro, ni ambicionéis regias mansiones; hay quienes estando cubiertos de lepra, o caminando como miserables en la Tierra, llevan un tesoro en el espíritu. 13. Ahora os digo: preparaos, porque este año los árboles se multiplicarán en las comarcas donde tanto han esperado mi palabra. 14. Los espíritus encarnados no se han sabido unir en la Tierra por la diferencia de razas, por lo que a muchos les levantaré de la Tierra y en el Más Allá formaré con ellos una familia, y si grande fue su perversidad, grande será después su lucidez y su arrepentimiento. 15. Orad por los espíritus turbados, por los materializados, por aquellos que en las entrañas de la tierra no logran aún desprenderse de sus cuerpos; por los que sufren y lloran por el luto ignorante que en la Tierra les guardan, y también perdonad y dejad de juzgar a los que hayan sembrado males en vuestro corazón; si vuestros ojos los pudiesen contemplar de hinojos implorando vuestro perdón, no seríais tan injustos con ellos. Ayudadles a que vuelen hacia lo infinito, elevadles con vuestra caridad, comprended que ellos ya no pertenecen a este mundo. 16. Una vez más os digo: el que tomare del agua de mi palabra, sed no volverá a sentir. 17. Discípulos: quiero que las virtudes de vuestro corazón, sean las vestiduras que cubran la desnudez de vuestro espíritu. Así os habla el Espíritu Consolador, prometido en el Segundo Tiempo. 18. El Padre sabía ya del dolor y de las pruebas que habían de agobiar a la humanidad y el grado de perversidad que habían de alcanzar los hombres. La llegada del Consolador significa para vosotros la apertura del Sexto Sello, o sea, el principio de una nueva etapa en la evolución de la humanidad. Desde ese instante quedo abierto un juicio divino para todos los hombres; cada vida, cada obra, cada paso, son juzgados estrictamente; es el final de una era, no el final de la vida. 19. Es la terminación de los tiempos del pecado y es menester que todo el contenido de este Sexto Sello del libro de Dios, sea derramado en los espíritus despertándolos de su letargo, para que el hombre se levante llevando la armonía de su espíritu con toda la creación y se prepare para cuando sea desatado por el Cordero el Séptimo Sello, el cual traeré los últimos residuos del cáliz de amargura, pero también el triunfo de la verdad, del amor y de la divina justicia. 20. Cuando el Séptimo Sello quede cerrado, junto con los otros seis, también quedará cerrado ese libro que ha sido el juicio de Dios sobre las obras de los hombres desde el primero hasta el último. Entonces abrirá el Señor un libro en blanco para anotar en él, la resurrección de los muertos, la liberación de los oprimidos, la regeneración de los pecadores y el triunfo del bien sobre el mal. 21. Si estudiáis la revelación de los Siete Sellos entregada a Juan, hallaréis sólo pecado, profanación y adulterio en las naciones del mundo. Ahí está la historia de vuestras guerras, de todas las miserias y tribulaciones que los hombres han sufrido por causa de su infidelidad y de su flaqueza y la justicia que ha seguido a cada una de vuestras obras. 22. Cristo estuvo a la mitad de la jornada, y con su sacrificio, con su ejemplo perfecto, os rescató de la muerte; su sangre fue el juicio de amor con el que salvó a todos los perdidos, otorgándoles su divino perdón, como un ósculo de vida; la cruz fue la llave con la que El abrió las puertas de la eternidad a los espíritus después de la gran batalla. 23. Ese es el Cordero que el profeta contempló abriendo el libro y desatando los sellos, el único que en el Cielo y en la Tierra, era digno de abrir ese libro, porque sólo su amor podía vencer vuestros odios, su mansedumbre destruir vuestras guerras y su luz disipar vuestras tinieblas. ¿Quién podrá huir de este juicio? ¿Quién podrá salir de ese libro y dejar de existir? Nadie podrá ocultarse de Mí, oh pueblo, mirad cómo en estos tiempos en que este juicio es palpable hasta en el aire que respiráis, no os falta el consuelo divino, el manto del amor de Dios se proyecta en vuestra vida y su voz busca ser oída por todo corazón. 24. Es el Espíritu de Verdad que desciende a descifrar misterios y a revelaros los conocimientos necesarios para gozar de la vida verdadera; es el consuelo divino que se derrama sobre vuestras dolencias, para daros testimonio de que el juicio divino no es castigo, ni venganza, sino juicio de amor para llevaros a la luz, a la paz y a la felicidad. 25. No encuentro un solo corazón desocupado, en el cual poder habitar; todos están dedicados al mundo, mas cuán meritorio encuentro el que, sobreponiéndose a su dolor, sepa bendecir mi voluntad. 26. ¿Qué sería de vosotros, si en medio de vuestras tribulaciones, no tuvierais el consuelo de vuestra fe? Mirad cómo esa fe os hace sentir muy próxima mi presencia, y ya junto a Mí, os llenáis de fuerza y de esperanza. Seguid demostrándome esa confianza, para que Yo os conceda todo el consuelo que os tengo reservado. 27. ¡Qué grato es para Mí sentirme creído y respetado en mi voluntad! Cuán satisfactorio es para mí Espíritu cuando veo que confiáis en vuestro Padre, que sabéis esperar, que sois incapaces de renegar en contra mía a pesar de que a veces la intensidad de las pruebas os agobia; entonces os digo: éstos se han hecho dignos de mis beneficios porque han hecho méritos en las vicisitudes. 28. Forjad vuestro espíritu en los grandes combates de la vida, como se forjó aquel pueblo de Israel en el desierto. ¿Sabéis vosotros lo extenso que es el desierto, que parece no tener término, con un sol inclemente y arenas candentes? ¿Sabéis lo que es la soledad y el silencio y el tener que permanecer en vigilia, porque los enemigos acechan? En verdad os digo que ahí, en el desierto, fue en donde aquel pueblo supo lo grande que es creer en Dios y aprendió a amarlo. ¿Qué podía esperar del desierto aquel pueblo? Y sin embargo todo lo tuvo: el pan, el agua, un hogar para descansar, un oasis y un santuario donde elevar su espíritu agradecido hacia su Padre y Creador. 29. Cuando Israel penetró en la Tierra Prometida era un pueblo fortalecido, purificado, ferviente. Cuán dulce le fue aquella tierra que abrió su regazo para recibir al hijo que con tanta fe y perseverancia la había buscado y por fin la había encontrado. 30. Vosotros también sois un pueblo y la vida que cruzáis es una imagen del desierto, por eso os digo que imitéis la fe de aquel pueblo, para que veáis mis prodigios en vuestro camino, esos prodigios serán en vuestra jornada, el agua que brota de las rocas o el maná que traen los vientos. 31. El tabernáculo fue para aquel pueblo la antorcha luminosa que alumbraba su sendero. Vosotros no olvidéis que en vuestro corazón existe el santuario, donde podéis orar para revestiros de mi fuerza y para escuchar la voz amorosa de vuestro Padre. Yo soy vuestro doctor. En cualquiera de las ocasiones de vuestra vida, buscadme y escucharéis mi voz y veréis manifiesta mi presencia, mi amor y mi consuelo. 32. Confortaos, pensando que en cada una de vuestras penas de la vida, mi caridad os compensará cuando lleguéis al seno de la vida espiritual, esa nueva Tierra que tengo prometida a vuestro espíritu. ¿Os imagináis acaso cuáles serán los goces, sus frutos, sus maravillas y perfecciones? 33. Si para Israel fue un sueño el haber llegado a su patria después de haber vagado por el desierto, cuán dulce será para vuestro espíritu el penetrar en el Reino de la Luz, después de vuestro largo peregrinaje. Por lo tanto, sabed, que hasta la menor de vuestras penas, es un abrojo o un guijarro del desierto que cruzáis, para que tengáis la paciencia en las pruebas y la comprensión de vuestro destino. 34. Todos habéis encontrado una encrucijada en la vida, que os ha hecho preguntar: ¿A dónde voy? A veces os habéis encontrado en la encrucijada al recibir un desengaño; otras ha sido al lograr algo que perseguisteis con anhelo y que, al llegar a tenerlo, comprendisteis que aquello no podía ser la razón de vuestra vida, que algo más grande, más noble y más bello deberá ser lo que constituye la meta del espíritu. 35. Duro es ese trance, amarga la hora y terrible la batalla que se libra en vuestro interior, más Yo os digo: Bienaventurados los que al penetrar en esa prueba se sostengan en su fe, porque saldrán de ella diciendo: he visto la luz, conozco el camino, la voz del Señor me llama. 36. En verdad os digo, que sois como los arroyos que a veces desvían su cauce, pero que al fin van a desembocar al mar, que es su meta. 37. Analizad mi palabra, discípulos, y comprenderéis que ella aclara los misterios que no acertabais a entender. Os estoy dando la interpretación de ellos, para que no caigáis en errores o en confusiones. En aquel tiempo, os prometí enviaros al Espíritu de Verdad, para aclararos todo lo que para vosotros era un misterio; pues ese Espíritu soy Yo. ¿De quién sino de Mi puede brotar la verdad? El tiempo de la luz ha llegado, comenzáis a saberlo todo y a medida que vuestra comunicación con mi Espíritu se perfeccione, mayor será el conocimiento que vayáis adquiriendo y mayor la luz que recibáis. 38. Vuestro espíritu vivió opreso por la carne, más llegó la hora de su liberación y a medida que su vuelo alcance mayores alturas, maravillas más grandes iréis descubriendo. Vuestro corazón era esclavo del mundo, más cuando hubo triunfado de aquella encrucijada, conoció lo que tenía que amar y también supo de cuales pasiones debería apartarse. 39. Gozáis al pensar en el paso que habéis dado, pero ocultáis en vuestro corazón ese gozo, por temor a que el mundo os lo arrebate con sus críticas y juicios. Sois temerosos aún, mas os digo, que llegará el momento en que nada ni nadie os haga temblar, en que sintáis una íntima satisfacción al llamaros discípulos del Espíritu Santo, en vez de avergonzaros como os ha sucedido, como si hubierais sido descubiertos o sorprendidos en el pecado. 40. Vosotros sois hermanos de aquellos cristianos que se ocultaron en las catacumbas de Roma; mas no olvidéis que, cuando aquellas multitudes saltan de la oscuridad, era para llevar la luz al mundo incrédulo, sorprendiendo a los hombres con su fe. Fueron el riego sobre la semilla divina que el Maestro había sembrado. Más tarde los pueblos gentiles y pecadores, convencidos ante aquellos testimonios habrían de abrazarse a la cruz de mi amor, como náufragos en busca del faro salvador. 41. ¿Cuándo saldréis de vuestro retiro y de vuestra oscuridad, multitudes que me habéis escuchado? ¿Acaso estáis retardando deliberadamente vuestra preparación, por temor a la lucha? En verdad os digo, que sólo teme el que no se ha preparado, porque el que conoce mi palabra y ama a su Señor y a sus semejantes nada tiene que temer y en vez de huir de la humanidad, va a su encuentro para hacerla participe de lo que ha recibido; después de estudiar y analizar mis lecciones, las pone en práctica. 42. Pueblo de Israel: os encontráis morando este valle en un tiempo de restitución. Yo señalo el estrecho camino que marca mi Ley, para que en él seáis limpios y forméis parte del pueblo doctrinado. 43. Os he entregado mi palabra en este tiempo, para que conozcáis mis mandatos y tengáis una manifestación más del amor de vuestro Padre. No dudéis ni temáis de Mí, no vengo a dominaros por la fuerza; si queréis seguirme, tendréis que conocer la esencia de mi Doctrina, que es la misma que os traje en el Segundo Tiempo, y entonces sabréis todo lo que significa para vuestro espíritu este llamado que os hago. Si no aceptáis, vendrán otros espíritus ansiosos de recibirme y en ellos depositaré la gracia que vosotros rechazáis. 44. Os he dicho siempre: muchos son los llamados y pocos los escogidos, y no soy Yo quien distingue ni concede privilegios, sois vosotros los que os hacéis merecedores de recibir este nombre. 45. Los que me sigan, están llamados a ser los que propaguen mi enseñanza, la que llevará consuelo y salvación a la humanidad. Bienaventurados los que al oír por primera vez esta voz, han sentido que se llena el vacío de su corazón y han levantado su débil envoltura que desfallecía; es que han recibido la fortaleza y el aliento que he venido a daros. Yo os invito a tomar vuestra cruz, y os repito aquellas palabras: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. 46. ¡Cuánto habéis caminado sobre la Tierra y cuánto habéis llorado también, sin alcanzar vuestro fin! ¡Yo os he dejado caminar y probar distintos frutos, para que al fin me reconozcáis! He estado cerca de vosotros en todos vuestros pasos. Esa voz que habéis escuchado invitándoos a orar, es mi voz. Esa caridad que ha guiado vuestros pasos, es la mía; mas quiero que meditéis y penséis en vuestro destino, que sigáis las huellas de mi paso por la Tierra. 47. Vosotros, a quienes he congregado en humildes casas de oración, no os he hablado como juez, aunque en verdad os digo, que he venido a juzgaros; mas os amo y quiero que me busquéis siempre como Padre, para que cuando haya concluido mi manifestación en esta forma, recordéis que mi palabra nunca hirió vuestro corazón y que sólo os conmoví tocando vuestra sensibilidad, puliendo con el cincel más fino, que es mi palabra, vuestro corazón; y que mi enseñanza os apartó de vuestra existencia triste y rutinaria, porque encontrasteis el verdadero camino de salvación. 48. Practicad mi enseñanza y no tropezaréis, el dolor llegará a vosotros, mas no os hará desesperar. Tendréis fuerza en los días de prueba, alcanzaréis la serenidad aun cuando atraveséis por penoso trance, y al final, vuestra envoltura sumisa y conforme bajará a la tierra, vuestro espíritu se elevará y me encontrará en el tribunal en donde he de juzgarlo; mas no llegaréis ante un juez terrible, sino ante un Padre comprensivo y amante que ensalzará vuestras buenas obras y os señalará aquello que no es digno de llegar a Él, por lo que aún os tendréis que purificar. 49. No podréis decir que no habéis cumplido con la Ley porque os falte la luz, porque Yo la he derramado a raudales sobre todo espíritu. No os pido que igualéis mis obras del Segundo Tiempo, pero sí que las imitéis. Las generaciones venideras irán adelante en su cumplimiento y así de generación en generación, irá avanzando la humanidad en su camino de perfeccionamiento. Vosotros estáis poniendo los cimientos para la comunicación perfecta conmigo, y vuestros hijos continuarán vuestras obras. 50. Si por causa de mi Doctrina fueseis juzgados, no os amedrentéis por ese juicio, no os avergoncéis de ser mis discípulos; recordad a los que me siguieron en el Segundo Tiempo y fortaleceos con su ejemplo. 51. Mi Obra os sostendrá en las pruebas, perdonad toda injuria y cuando hayáis sido juzgados y cubiertos de oprobio, Yo daré pruebas de vuestra inocencia y rectitud. Tomad estas pruebas como la oportunidad que os doy para haceros reconocer como discípulos míos ante la humanidad. 52. Buscad la vida eterna y en ella encontraréis la paz; dejad que os juzguen injustamente vuestros hermanos. Los tiempos de persecución que os he anunciado llegarán y para ese tiempo ya debéis ser fuertes y confiar en Mí. Y cuando el pan sea escaso y os sea negado el trabajo, no moriréis de hambre; orad y trabajad por la salvación de vuestros hermanos; entonces veréis que el ideal espiritual os alimenta y comprenderéis aquellas palabras en que os dije: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 108 1. Bienaventurados los que venís de las tribus de Israel, mi voz os ha llamado. Estoy reuniendo espiritualmente a mi pueblo que se hallaba disperso, cumpliendo mi promesa para señalarle con mi luz y darle su heredad. Le he buscado porque llegará el instante en que le sea confiada esta Doctrina y cada uno de los discípulos tenga que levantarse a buscar a sus hermanos para darles a conocer mi mensaje; pero será hasta que reine la fraternidad, la unión y la paz en el corazón de mi Pueblo, cuando sienta en plenitud mi presencia ante su espíritu. 2. Estudiad mi palabra y su esencia os hará comprender que ya estáis muy cerca de la liberación espiritual. 3. A la voz del Maestro se ha llenado de valor vuestro espíritu y os habéis levantado venciendo cuantos obstáculos se han interpuesto en vuestro camino dificultando vuestra jornada. Mi voz os anima a perseverar en la lucha, para que pronto dejéis de ser esclavos del mundo y os convirtáis en discípulos y servidores míos. Velad y orad para que no volváis a caer en cautiverio; mirad que he venido a libertaros con la luz de mis revelaciones que os prometen una nueva vida. Siempre he querido que mi Pueblo sea grande y fuerte, más no para humillar a sus hermanos sino para que en lo espiritual, y en los demás órdenes, sea un baluarte y un guía ante las naciones. 4. ¿Ha sido fiel ese pueblo ante mis órdenes? No, no ha sabido ser fuerte y por esa causa siempre sus enemigos lo han convertido en esclavo o le han arrebatado su heredad. 5. Pueblo amado: mi palabra os estremece en este tiempo porque reconocéis que sólo Yo puedo hablaros en esta forma; que sólo Yo puedo ofreceros oír mi voz de perdón. Así vengo a restituir a vuestro espíritu la heredad que se encontraba retenida. 6. Cuando os digo que este tiempo es de vuestra liberación espiritual, es porque los dioses que han creado los hombres están cayendo uno a uno. Doctrinas, ciencias, teorías y ambiciones de poder, todo ello está siendo tocado por mi justicia. Yo vengo a proponer a la humanidad una nueva vida y a revelarle una nueva ciencia, la ciencia divina, porque ésta que pregonan los hombres, llenando de vanidad a unos y de asombro a otros, en verdad os digo que aún está muy lejos de rebasar lo humano. En cambio, Yo os daré una luz que iluminará vuestro espíritu y entonces, con justicia os maravillaréis de lo que vais a conocer. Esto será cuando vuestro corazón y vuestro cerebro aprendan a escuchar la voz de la conciencia hasta ver brotar los frutos y conocer su sabor, mas todo lo humano tiene un límite y la mente del hombre también tiene un hasta aquí. Sin embargo, cuando la ciencia de los hombres persiga una causa espiritual y se haya limpiado de toda finalidad egoísta, Yo la pondré al servicio de la humanidad, como un medio de adelanto espiritual, entonces la Naturaleza, abriendo su arcano, mostrará sus secretos revelando a los hombres fuerzas y elementos desconocidos, y entonces esa ciencia vuestra dejará de tener límite al transformarse en una causa noble y buena. 7. Esa luz es todavía un libro cerrado que no han contemplado los hombres, por lo que os digo que el adelanto de la ciencia del futuro será más grande que el que hoy habéis alcanzado; mas no lo será por la mente, sino por el espíritu. 8. Os he dicho que os he encontrado convertidos en esclavos del materialismo, mas he venido a libraros de esas cadenas. 9. Antes de que Yo me manifestara, llegó a vosotros Elías, el mismo a quien habéis llamado El Profeta del Fuego; él, con el Rayo de su presencia, fundirá vuestras cadenas, preparándoos para una vida mejor. Elías, profeta, enviado, precursor y pastor espiritual, pondrá de manifiesto una vez más la falsedad de los ídolos y de las deidades que los hombres han creado. Ante el ara invisible invocará mi poder y nuevamente el rayo de mi justicia descenderá a destruir el paganismo y la maldad de los hombres. Elías es en este tiempo como un astro luminoso surgido del infinito que ha llegado a preparar el entendimiento humano para la comunicación de la Divinidad con los hombres. Fue su voz la que se hizo oír primero por este medio, porque él es mi precursor. 10. La humanidad se ha multiplicado al mismo tiempo que su pecado. No faltan en el mundo ciudades semejantes a Sodoma y Gomorra, cuyo escándalo repercuta en toda la Tierra y están envenenando los corazones. De aquellas ciudades pecadoras no quedaron ni vestigios, a pesar de que sus moradores no eran hipócritas, pues pecaban a la luz del día, mas esta humanidad de ahora, que se oculta en las sombras para dejar desbordar sus pasiones, y luego aparenta rectitud y limpidez, tendrá un juicio más severo que Sodoma. 11. Es la herencia funesta de todas las generaciones pasadas, la que con sus ambiciones, vicios y enfermedades, está dando sus frutos en este tiempo. Es el árbol del mal que ha crecido en el corazón de los hombres, árbol que ha sido fecundado con pecados, cuyos frutos siguen tentando a la mujer y al hombre, haciendo caer día a día a nuevos corazones. 12. Bajo la sombra de ese árbol yacen hombres y mujeres sin fuerzas para librarse de su influencia; ahí han quedado virtudes rotas, honras manchadas y muchas vidas truncas. 13. No solamente los adultos corren atraídos por los placeres del mundo y de la carne; también los adolescentes y hasta los niños, a todos les ha llegado el veneno acumulado a través de los tiempos. Y los que han logrado escapar de la funesta influencia de la maldad ¿Qué hacen por los que se han perdido? Juzgarles, censurarles y escandalizarse de sus actos. Pocos son los que oran por los que se extravían del sendero y menos los que consagran parte de su vida para combatir el mal. 14. En verdad os digo, que mi Reino no se establecerá entre los hombres mientras tenga vida el árbol del mal. Es menester destruir ese poder para lo cual se necesita poseer la espada del amor y la justicia, única a la que no podrá resistir el pecado. Comprended que no serán los juicios, ni el castigo, sino el amor, el perdón y la caridad, esencia de mi Doctrina, la luz que ilumine vuestros senderos y la enseñanza que lleve a la humanidad a la salvación. 15. Pueblo: ¿Queréis ser de los que trabajen por la redención de esta humanidad? ¿Queréis aportar vuestra ayuda en la obra de salvación? Pues no os sintáis impotentes para desempeñar esa misión comparando vuestro número insignificante con el de la humanidad, porque no todo lo vais a hacer vosotros. 16. Comprended que cada uno de vosotros que se aparte de un mal sendero, hará que el poder del mal pierda parte de su fuerza, que vuestra vida, si es recta en sus obras, palabras y pensamientos, dejará a su paso una buena simiente; que vuestros consejos si brotan de un corazón preparado, tendrán fuerza para realizar prodigios y que la oración, si nace de un pensamiento de piedad y de amor, será un mensaje de luz para aquel por quien pidáis. 17. Las fuerzas del mal se han fortalecido, los hombres trabajan para encontrar las armas con que descargar su odio, su venganza y envidia. Los hombres de ciencia dedican su vida estudiando los medios más poderosos para destruir a quienes consideran sus enemigos, más en verdad os digo, que en esa lucha todos perderán, porque mi poder sólo estará del lado de la justicia, del amor, de la razón y de la verdad. 18. Cuando se unan en pensamiento todos los que oran y los que sufren, y viendo el caos en que se precipita la humanidad, conviertan su dolor en enseñanzas y buenas obras, Yo les confiaré mi espada invencible para que corten rama tras rama del mal, que tantos frutos de muerte ha dado a los hombres. 19. Los frutos del reinado del mal no prevalecerán, en cambio será la luz la que reine en todo lugar y en todo espíritu. 20. En este tiempo estoy manifestando mi divina palabra a través de hombres, mujeres y niños, cumpliéndose así aquella profecía que os anunció el tiempo en que mi Espíritu se derramaría en toda criatura humana. Apenas estáis en el principio de esa Era, mas luego veréis en toda la Tierra el despertar espiritual de la humanidad. 21. Simbólicamente hay una mesa preparada a la cual os invito para que os sentéis y comáis los manjares de vida eterna que ofrezco a vuestro espíritu. Bien podéis entender el sentido de estas palabras, porque desde los primeros tiempos os he hablado de la vida verdadera, que es la vida eterna, aunque hasta ahora no habíais comprendido esa lección. 22. Yo que sabía lo poco que habías de profundizaros en mis enseñanzas y los errores en que habríais de caer al interpretar mis revelaciones, os anuncié mi retorno, diciéndoos que os enviaría al Espíritu de la Verdad para que esclareciera muchos misterios y os explicara lo que no hubieseis comprendido; porque en lo más profundo de mis palabras proféticas os di a comprender que en este tiempo no vendría entre relámpagos y truenos como en el Sinaí, no a hacerme hombre, humanizando mi amor y mis palabras como en el Segundo Tiempo; sino que llegaría a vuestro espíritu en el resplandor de mi sabiduría sorprendiendo a vuestra mente con la luz de la inspiración y llamando a las puertas de vuestro corazón, con una voz que entiende vuestro espíritu. Aquellas predicciones y promesas, son las que ahora se están cumpliendo. 23. Basta prepararos un poco para mirar mi luz y sentir la presencia de mi Espíritu, el mismo que os anunció que vendría a enseñaros y a descubriros la verdad. 24. El tiempo en que vivís es de juicio y de pruebas mas no estáis abandonados. Llamad a mi puerta y escucharéis al punto cómo mi voz os contesta. ¡Cuán fuertes seréis cuando sepáis buscarme espiritualmente, qué elevada vuestra espiritualidad, cuando penetréis en el camino del amor y que hermosa vuestra vida cuando entendáis su sentido! 25. Venid por mi sendero con paso lento y firme, que no vengo a exigiros que inmediatamente deis frutos de perfección, porque me bastará con vuestra regeneración para que ella sea el principio de vuestra elevación. 26. Discípulos: Comed y bebed en mi mesa el pan del saber y el vino del amor: De cierto os digo, que quien tomare del pan y del vino que Yo ofrezco, me llevará en su espíritu. 27. Por un camino de luz envié a vuestro espíritu a morar en la Tierra, y por un camino de luz retornará a Mí; mientras, tendréis que caminar como el peregrino perdido en el extenso desierto, o como el navegante extraviado en la inmensidad del mar. Más no me culpéis de vuestro extravío, porque seríais injustos, ya que antes de enviaros a la Tierra os doté de una brújula e hice aparecer una estrella en el infinito, para que guiasen vuestros pasos. Esa brújula y esa estrella son vuestra conciencia. Por eso cuando abandonáis la armonía que debéis tener para todo cuanto os rodea, hasta el polvo de la tierra os parece hostil, y no es que la Naturaleza se ponga en contra vuestra, sino más bien vosotros los que camináis en contra de las leyes de armonía que gobiernan el Universo. 28. Cuando los gentiles de este tiempo conozcan esta Doctrina, la negarán y los materialistas argumentarán en contra de ella, pero todos asombrados, verán cómo mi verdad se impone. 29. Ya visteis cómo en tiempos pasados, además de enseñar mi Doctrina, hice muchas obras de aquellas que la humanidad llama milagros; también en este tiempo, además de la palabra que os estoy dando y que más tarde habrá de extenderse por toda la Tierra, hará nuevos prodigios, daré pruebas de mi poder y asombraré con obras que harán rendirse a los hombres ante la verdad. 30. Tengo mucho que revelaros, hoy tan sólo os doy la llave para que abráis la puerta de la verdadera sabiduría. Esa llave es esta enseñanza. 31. En verdad os digo, que por el camino del amor, todo lo lícito lo conseguiréis de Mí y todo lo sabréis, más os falta saber cuál es el amor de que os hablo y sobre todo que lo sintáis profundamente. 32. Mi Reino está reservado a los hijos de buena voluntad que abracen su cruz por amor a su Padre y a sus semejantes. Ese Reino de que os hablo, no se encuentra en sitio determinado, lo mismo puede existir en la Tierra que habitáis que en cualquiera de las moradas espirituales, porque mi Reino lo forman la paz, la luz la gracia, el poder, la armonía y todo eso podréis lograrlo, aunque sea en parte desde esta vida; la plenitud espiritual sólo la lograréis más allá de este mundo que ahora habitáis. 33. ¿Por qué muchos hombres desean partir de esta vida hacia la otra? Es que creen que todo cuanto les rodea les es hostil, más de cierto os digo que ellos en vez de desesperarse, deben luchar para volver a estar en armonía con las leyes que tracé como una senda para que lleguéis por ella a la perfección espiritual. 34. En todos los tiempos y en todos los pueblos de la Tierra, han surgido apóstoles del bien, manifestando la elevación de su espíritu a través de diversas misiones. Todos ellos han sido enviados míos, porque el bien procede de una sola fuente, mi Divino Espíritu, y con mi luz ilumino a todo el Universo. 35. De esos enviados, unos han sido sembradores espirituales, otros os han llevado la luz de la ciencia y otros con su sentido de lo bueno, han llevado mi mensaje de amor a la humanidad. A unos les habéis llamado apóstoles, a otros santos. Unos han sido considerados sabios y otros genios; mas no ha habido uno que haya llegado a la Tierra sin haber recibido de Mí la misión que debe cumplir entre los hombres. 36. La Tierra siempre ha sido regada y fecundada con los hermosos ejemplos de mis enviados y aunque en esta era los hombres han mezclado mis enseñanzas con la cizaña que crece en el mundo, la semilla de nobleza, de amor y de fraternidad, no ha muerto, por lo que os digo, que ella tan sólo espera que la hoz de mi justicia limpie este planeta, para comenzar de nuevo a iluminar los corazones. 37. Cuántos hombres que sufren a causa del caos que atraviesa la humanidad y que viven añorando la paz, no saben que dentro de ellos está un espíritu en espera de levantarse a sembrar la divina semilla de la paz, por lo que os digo que pronto mis siervos habrán de levantarse en todo del orbe unidos en una obra de regeneración y de reconstrucción. Ahora os pregunto: ¿No os gustaría estar con ellos unidos espiritualmente? 38. También cada uno de vosotros es un siervo y un enviado mío, al cual he venido a instruir para que cumpla en la Tierra una misión espiritual. 39. Estad alerta y seréis testigos de la conversión de los que me habían desconocido, como también veréis el retorno de los que se habían alejado del camino verdadero. Hombres de ciencia que dedicaron su vida a buscar elementos y fuerza para destruir y que al sentir que su juicio se aproxima, tornarán a la senda de la verdad para consagrar sus últimos días a la reconstrucción moral y material del mundo. Otros que en su orgullo habían tratado de ocupar mi lugar en los espíritus, y que descenderán de sus sitiales para imitarme en la humanidad. Y también hombres que un día agitaron a los pueblos y promovieron guerras, que llegarán a reconocer sus errores y a buscar angustiosamente la paz de los hombres. 40. ¿Quiénes verán todo esto? No lo sabéis, mas Yo os lo anuncio, os lo profetizo, porque presto habrán de llegar a la Tierra las generaciones que verán su cumplimiento. A vosotros corresponde difundir esta Doctrina llevando a los pueblos la luz de esta buena nueva. Si cumplís, vuestros hermanos también os llamarán Enviados del Señor. 41. Mi presencia espiritual entre vosotros, es como la sombra de un árbol acogedor y saludable. Quien llega a él con fe, experimenta una sensación de vida, de fuerza y bienestar, que lo hace exclamar: ¡Es el Maestro! Mas también el que se acercó con duda, al ausentarse del recinto donde escuchó mi palabra, se pregunta interiormente: ¿Por qué siento en mi espíritu tanta paz? Es que el árbol ha extendido sus ramas para todos, es que mi Espíritu ha descendido a toda criatura. Por eso cuando alguno no ha comprendido la esencia divina de mi palabra, he tenido que decir que algunos tienen corazón empedernido. 42. Entre vosotros me encuentro como Padre, derramando en vuestro corazón el consuelo que os prometí en el Segundo Tiempo. He llegado para acompañaros en vuestras tribulaciones y escuchar vuestras quejas. ¿Por qué entonces teméis ante las pruebas? ¿No miráis cuánto os amo y cómo os busco en vuestro destierro? Si en cuanto hombre me di todo para lograr vuestra redención, hoy en espíritu me derramaré en el vuestro para elevaros al Reino de la gracia. 43. Por eso os digo que me busquéis en todas las formas en que me necesitéis, ya sea como Dios; como Padre, como Juez, como Maestro, como hermano, como amigo, como doctor, lo que quiero es vuestra paz y vuestra salvación, humanidad amada. 44. Ni uno solo de vuestros sollozos deja de escucharse en el Cielo, ninguna oración deja de hallar eco en Mí, ninguna de vuestras aflicciones o trances difíciles pasan desapercibidos para mi amor de Padre. Todo lo sé, lo escucho, lo veo y en todo estoy. 45. Los hombres, creyendo que por su pecado me he alejado de ellos, han llegado a sentirme distante. ¡Ah ignorancia humana que ha llevado tanta amargura a sus labios! Sabed que si Yo me ausentase de alguna de mis criaturas, ellas al punto dejarían de existir; más esto no ha sido, ni será, porque al daros el espíritu os doté a todos de vida eterna. 46. Cuando conozcáis el sentido de la vida, el porqué del dolor y la finalidad de vuestra existencia, dejaréis de sentirme distante, percibiréis mi presencia, palpitando en vuestro corazón y en vuestro espíritu y escucharéis mi voz, repitiéndoos dulcemente las palabras de mi Doctrina, enseñándoos a caminar con firmeza, por la senda de vuestra vida verdadera. 47. Mi rayo divino desciende en este tiempo a iluminar a vuestro espíritu para que pueda comprender mi enseñanza. Es la luz que os ayudará a distinguir la verdad de la impostura. 48. Contemplo entre vosotros a los que habéis creído firmemente en mi palabra como también a otros cuya fe es débil y por esa causa titubean, mas a pesar de ello, buscan con ansiedad estas casas de oración para recobrar en mi palabra la fortaleza y la paz espiritual. Yo quiero que me reconozcáis en la esencia de esta Doctrina, que sintáis mi presencia y la proximidad de mi Reino. 49. ¿Por qué me creíais distante si os había prometido venir de nuevo a conversar con vosotros? No estáis solos en vuestras penas porque Yo precedo vuestros pasos aun cuando muchas veces faltéis a la fe y a la confianza en Mí, y con ello retardáis vuestra llegada a la morada que os espera. 50. No desconozcáis vuestros deberes, pensad que vuestra cruz no es pesada si sabéis llevarla con sumisión y amor. Quiero veros sonreír y vivir en paz, quiero ver en vuestros hogares las más sanas alegrías. 51. No podréis decir que mi palabra no sea clara o que encierre imperfecciones, porque de Mí, no podrá brotar confusión alguna. Si encontraseis en ella algún error, atribuidlo a la mala interpretación del portavoz, o a vuestra mala comprensión, mas nunca a mi Doctrina. ¡Ay del portavoz que desvirtúe mi palabra! ¡Ay de aquel que transmitiere mal y profanare mi enseñanza, porque sufrirá el incesante reclamo de su conciencia y perderá la paz de su espíritu! 52. No temáis ser escudriñados en vuestra vida o ser puestos a prueba por vuestros hermanos, temed a pecar, porque aunque lo hicieseis en el fondo de vuestro corazón, a Mi nada podríais ocultarme. 53. Esta es la Era de la espiritualidad en la que pondréis los cimientos del verdadero templo en el que penetrarán los hombres que habrán de formar una nueva humanidad. Ya pronto no precisaréis de guías en la Tierra y entonces vuestro espíritu vendrá a Mí a tomar fuerza para guiaros solamente por mi inspiración. 54. Cuánta alegría experimentaréis si cumplís con mis mandatos, al mirar multiplicado el número de los que me siguen; mas tened presente que para que seáis escuchados y creídos por vuestros hermanos, tenéis que prepararos verdaderamente. 55. Mi palabra vibra nuevamente en las conciencias por que los hombres caminan fuera de la verdad. 56. ¿Miráis el desequilibrio de los elementos de la Naturaleza y el trastorno que han sufrido? ¿Os dais cuenta de cómo sois tocados por sus fuerzas desatadas? Es que habéis roto la armonía que existe entre la vida espiritual y la material provocando con ello ese caos en que os vais hundiendo, más cuando la humanidad sea obediente a las leyes que rigen la vida, todo volverá a ser paz, abundancia y felicidad. 57. Aún tenéis que caminar mucho para alcanzar esa meta, y tendréis que acrisolaros en la lucha para haceros dignos de poseer plenamente vuestra heredad. De vosotros depende el acercaros cada día más a las regiones donde mora la paz y la gracia de mi Espíritu. El camino está preparado, venid a Mí que os estoy invitando. 58. No os rebotéis ante las pruebas que a vuestro paso vayáis encontrando, reconoced que el dolor que me presentáis ha dejado una simiente en vuestro espíritu. Os he dicho que os quiero limpios, y sólo sabéis purificaros por medio del dolor. No habéis querido elevaros por el amor y la obediencia a mis leyes, por eso cada vez que os llamo para daros un nuevo mandato, tenéis que purificaros antes en la fuente del dolor. 59. Si queréis ser dignos de mi paz, dejad que el Maestro os guie sin que os rebotéis ante las pruebas a que os someta mi voluntad. Hay criaturas que han sabido doblegarse bajo el rigor de las pruebas y han ascendido espiritualmente, y otras que por no haber aceptado mi voluntad, han blasfemado en contra mía y han caído en las tinieblas de la desesperación. Los primeros han demostrado humildad y confianza y ya se aprestan a escuchar dentro de su espíritu el eco de mis palabras. Ellos supieron aceptar mi voluntad y bendijeron mi justicia, mientras los otros, en su orgullo, me desconocieron y me rechazaron de su corazón. 60. En todos los tiempos he enviado profetas que sirviesen de intérpretes entre mi Espíritu y el de la humanidad; pero los hombres no han sabido oír con fe y respeto sus palabras, y cuando esos enviados míos han exhortado a los pueblos, inspirándoles oración y penitencia, ellos, volviéndoles la espalda, les han dejado hablando solos en el desierto sin conceder importancia a su mensaje. Por eso es que os pido espiritualidad para que podáis percibir los mensajes y señales que lleguen a vuestro espíritu, procedente del Reino de la Luz. Dejad que los que ignoran mi venida sean indiferentes a estas manifestaciones, hasta en tanto no llegue a ellos mi llamado; más vosotros que me tenéis tan cerca, no dudéis. 61. Contemplo que os amáis mucho a vosotros mismos, pero que no amáis a vuestros semejantes; veo también que teméis al juicio de la humanidad y no al mío. Es porque habéis acallado la voz de la conciencia, que es vuestro guía interior, olvidando que quiero forjaros y prepararos para que seáis un pueblo fuerte, virtuoso y sumiso a mi voluntad, porque sólo así podéis salvar a vuestros hermanos y cumplir con la misión que os estoy encomendando. 62. Amadme y pedidme como corresponde a un hijo mío; mas depositad en Mi toda vuestra confianza, a fin de que vuestra existencia sea plena de serenidad y de paz. 63. Jamás dudéis del cumplimiento de mi palabra, ni estéis en espera de su realización para creer que ella ha sido una verdad. Lo que Yo he hablado por conducto de mis portavoces, hombres, mujeres y niños, se cumplirá. ¿No habéis visto cumplidos todos los anuncios y profecías dadas por conducto de Damiana Oviedo? Tiempos de purificación y de dolor profetizaron aquellos labios y en verdad os digo que aquellas palabras se han cumplido. Cuando los videntes han traspasado los límites de lo material para ir a extasiarse en la contemplación de la vida espiritual, al retornar a su envoltura me han pedido les permita morar en aquella mansión en donde tanto gozó su espíritu durante su elevación, a lo cual les he dicho que todavía no es el tiempo en que puedan habitar en aquellas mansiones; pero que perseveren en mi senda, que es la que habrá de llevar a todos a la morada prometida. 64. Si al contemplar las grandes pruebas que hoy estremecen al mundo, os falta valor para seguir viviendo, orad, y en Mi encontraréis fuerza, ánimo y paciencia, para seguir luchando hasta alcanzar la cumbre de la montaña. 65. Trabajad en mi Obra, y el bálsamo que me pedís para los enfermos, os lo seguiré confiando para que lo derraméis en los necesitados. El fruto de vida que tanto necesitan los corazones faltos de fe, dádselo, ya que vosotros habéis sido colmados de él. Sembrad de caridades el camino de vuestros hermanos y con ello multiplicaréis vuestros méritos para llegar a morar en aquella mansión de luz que desde la eternidad aguarda a vuestro espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 109 1. Llegáis humildes ante mi manifestación, como llegaron aquellos pastores de Judea ante el Redentor que acababa de nacer. Ellos doblaron con respeto su rodilla ante la gracia y la belleza del cuadro que contemplaban sus ojos extasiados. 2. Aquel pueblo oprimido y humillado, hacía siglos, que esperaba al Mesías, por lo que al llegar éste al mundo, rodeado de pobreza, fue reconocido por los humildes. También los señores, los grandes y los ricos esperaban al Mesías, mas ellos lo concebían en otra forma por eso aquella estrella que apareció en el firmamento anunciado la llegada del Salvador, aunque brilló para todo el mundo y todos los espíritus, sólo fue contemplada por los que velaban y oraban. 3. Nadie sabía con certeza cómo llegaría el Mesías, cómo sería El, ni bajo qué forma se presentaría; mas ese misterio quedó esclarecido y todo el pueblo y con él la humanidad, supieron que vino del Padre, que fue concebido por gracia divina y que su Doctrina fue de justicia, de amor, de caridad y humildad. Sólo los sencillos de corazón, los pobres de espíritu y los hombres de buena voluntad, creyeron en aquel Maestro que ocultaba tras de su mansedumbre y su pobreza, toda la majestad y el poder de Dios. Desde entonces ¡Cuánto se ha discutido a Cristo, cuántas disputas y controversias, cuántos juicios y comentarios! Los ricos no quisieron saber nada sobre el desinterés y la caridad; los poderosos no aceptaron más reino ni más poder que el de este mundo, los científicos negaron la existencia de la vida espiritual y las religiones falsearon muchas de las revelaciones divinas. 4. La niñez de Jesús pasó pronto; puedo deciros que la vía dolorosa comenzó desde antes de su nacimiento y se prolongó después de la muerte en la cruz, si se toma en cuenta que mi nombre y mi Doctrina, no han cesado de verse perseguidos y juzgados. Es por eso que mi calle de amargura ha sido muy larga, como también para el espíritu de María, mi tierna Madre en cuanto hombre. 5. Si en la Tierra su corazón se sintió lacerado muchas veces hasta la muerte, también en espíritu había de experimentar el dolor de ver su nombre y su pureza profanados por las blasfemias, dudas, juicios y burlas de los hombres materializados. 6. La encarnación del Verbo ha encontrado siempre a muchos corazones con las puertas cerradas a la realidad, a pesar de que todas mis obras han estado envueltas en la luz clarísima de la verdad. 7. Hoy vuelve mi Verbo entre vosotros, mas no ha encarnado en el seno de la Virgen, para hacerse hombre como en el Segundo Tiempo; sin embargo María, la esencia maternal, está siempre presente en espíritu. 8. La paja del establo donde vino al mundo Jesús, así como la cruz del Calvario donde exhaló el último aliento, los encontraré en este tiempo en el corazón de la humanidad; más al final, después de las tinieblas se hará la luz en todos los espíritus y seré glorificado. 9. Este tiempo será de lucha, más cuando todo haya sido consumado, la humanidad elevará un himno de gozo hacia Mí; porque al fin, después de tantas contiendas, los enemigos de la paz se tornarán en hombres de buena voluntad. 10. Vuestra vida presente ha sido una continua lucha y es por eso que cuando miráis a otros gozando de placeres y satisfacciones, os preguntáis por qué es vuestro destino tan duro y severo, y la respuesta ha llegado a vuestro corazón, cuando habéis orado, ofreciéndome vuestras cuitas, trabajos y vicisitudes. Ese ha sido el instante en que la luz de la intuición os ha dicho que debéis aceptar con paciencia vuestro cáliz, ya que cada espíritu tiene contraída conmigo una deuda que el corazón humano no conoce. 11. Discípulos: convenceos de que en este tiempo no vinisteis a la Tierra a recoger glorias ni honores, ni a deleitaros con el fruto del placer, sino a cumplir una restitución purificando el espíritu en las pruebas de esta vida y en la práctica de mis enseñanzas. Sin embargo, no quiero deciros que rechacéis todas aquellas satisfacciones sanas que llamen a vuestra puerta porque caeríais en fanatismo y os haríais muy penosa la jornada. 12. Analizad lo que os digo, porque si no penetráis al estudio de mi palabra, podríais caer en fatalismo y ved que mi Doctrina es la antorcha de la fe y de la esperanza que viene a alumbrar el sendero de los que se han hundido en las tinieblas del desengaño, de la turbación y la desesperanza. 13. Penetrad en vuestro interior, tratad de conoceros a través de mis lecciones y descubriréis la vida maravillosa del espíritu, revelándoos que no sois pobres, ni pequeños ni desheredados; y haciéndoos comprender que sois los hijos predilectos en la Creación de vuestro Padre. Por eso os enseño, para que dejéis de ser el niño que todo lo ignora y que no se conoce a sí mismo. 14. Cierto es que por medio de la ciencia habéis logrado saber mucho de vuestro cuerpo, mas ahora sabéis que vuestro ser no se concreta a la materia, sino que en ella vibra otro ser de diferente naturaleza al cual no conocéis aún y que es vuestro espíritu. 15. Bien poco es lo que sobre el espíritu han revelado a la humanidad las religiones, mas ya despertarán de su letargo y serán bendecidas las que venciendo escrúpulos y temores descubran a la humanidad la verdad que han ocultado. Yo les iluminaré con la luz de mi perdón, de mi gracia y mi sabiduría. 16. Cuando la humanidad reconozca que las religiones no son solamente para que los hombres vivan moralmente en la Tierra, sino que tienen la misión de conducir al espíritu hacia su morada eterna, la humanidad habrá dado un paso de adelanto en el sendero de su evolución espiritual. 17. Elevaos, pueblo, para que os encuentre siempre en vigilia espiritual, no infringiendo mi Ley, unidos en vuestro hogar y buscando a los que de mi camino se han apartado. Así me estaréis imitando como Maestro, mas no intentéis nunca ocupar mi lugar de juez. A vosotros corresponde perdonaros los unos a los otros y si queréis ocupar en alguna forma mi lugar, hacedlo enseñando, amando y perdonando. Tenéis muchos ejemplos míos para que los toméis como norma para vuestras obras. No es que mi espíritu haga ostentación ante vosotros, mas debéis comprender que como Maestro tengo que mostraros mis lecciones para que las imitéis. Si Yo ocultara mis obras ¿Cómo podríais imitarlas? Por eso os digo: amaos como os amo Yo. 18. Vosotros solicitáis mi perdón, porque a cada paso me ofendéis, y Yo os perdono. En cambio, vosotros no os disponéis a perdonar a quienes os ofenden. Por eso os he concedido que mi manifestación se prolongue hasta 1950, para que por medio de mis lecciones pudieseis comprender mi Doctrina y concederle su justo valor. 19. Mi Ley y mi Doctrina, dadas a conocer a través de eras, son el único libro en el que todo es verdad, sin embargo, los hombres van buscando en los libros de la Tierra, algo que les descubra lo eterno y les revele la verdad, y tan sólo logran llenar su mente de teorías, sin encontrar verdadera luz para su espíritu. 20. Ha sido menester de mi caridad, para que esta Doctrina echase raíces en vuestro corazón, una labor de paciencia y de amor, que sólo Yo, vuestro Señor, podía llevar a cabo. Lo que en este tiempo deberéis saber será lo que os revele en mis lecciones; mas quedará oculto lo que reservo para que lo conozcáis en tiempos venideros. Si hoy os lo dijese todo, muchos se confundirían y otros, creyendo comprender, se llenarían de vanidad; aquella grandeza le perdería y debéis reconocer que mi Doctrina no tiene por finalidad apartaros del camino de la Verdad. 21. Tomad esta vida como un combate, luchad en él hasta vencer, llegad a mi presencia como un buen soldado y Yo os entregaré un galardón que llenará de luz y gracia a vuestro espíritu. Mas a quienes duerman espiritualmente, imitando en su infidelidad a las vírgenes imprudentes de la parábola, serán sorprendidos por la muerte, la que los encontrará con su lámpara apagada. 22. Cada criatura, cada hombre, tiene un sitio asignado que no debe perder, mas tampoco debe tomar el sitio que no le corresponda. 23. ¡Cuánta responsabilidad tienen los que me hayan escuchado en este tiempo, aunque sólo me hayan oído una sola vez! 24. Al recibir mi llamado, os habéis levantado presurosos, para reuniros y conversar espiritualmente conmigo. Quiero mirar a vuestro espíritu lleno de esperanza y de fe, conforme con su misión, fuerte y sereno en las pruebas. No os canséis de luchar, no os detengáis si sentís que el camino es largo, no olvidéis que mi Espíritu os acompaña y que por lo tanto, podéis ser invencibles en las pruebas. 25. Vuestro cáliz, lo mismo ha contenido alegrías y paz, que dolores e incertidumbres. Habéis reído y llorando en vuestra vida y hay quienes han envejecido prematuramente, porque flaquearon en la prueba y sintieron que las fuerzas les faltaron. 26. Mujeres: Contemplo herido vuestro corazón, las penas han abatido a vuestra envoltura, más aún hay fuerza en el espíritu para seguir en pie. A pesar del sufrimiento, habéis sabido confiar y esperar en Mí, porque sabéis que siempre me acerco a enjugar vuestras lágrimas y a endulzar vuestros labios. Recordad que os he dicho que la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad. ¿No habéis pensado que ese dolor que habéis apurado es el crisol en donde se purifica vuestro espíritu? ¿No sabéis que estáis en una época de lucha espiritual en la que debéis dar pruebas de vuestra fortaleza? Benditas seáis porque en muchas pruebas habéis sido fuertes y por eso vuestros méritos os hacen acreedoras a mi paz. Yo no os he ofrecido goces perpetuos en la Tierra; el espíritu sabe, que al venir a este valle, le esperan trabajos y lucha para forjarse y perfeccionarse; mas siempre en medio de vuestra batalla, mi caridad ha sido como un manto que os ha protegido. 27. Pueblo: ¿No estáis satisfechos, sabiendo que estoy manifestándome ante las multitudes en forma clara, y que en todas las naciones estoy esperando a mis escogidos? Quiero ser para todos como un amigo, como un consejero y confidente de vuestro espíritu. 28. No todos creéis en Mí, mas esto no impide que Yo os ame y venga a vosotros. ¿Quién podrá detener la fuerza de mi Espíritu, si soy todo amor para mis hijos? ¿Y quién podrá juzgar mi Obra y penetrar en mi arcano? 29. Hoy estáis conmigo, discípulos; descansad, que Yo velo por vosotros. No minéis más vuestra salud en obras superfluas. ¡Cuánto habéis tenido que sufrir para devolver la pureza a vuestro espíritu y restituirle las virtudes de que fue dotado! 30. ¡Ah si os hubieseis mantenido puros como lo fuisteis en la niñez, en esa edad en que la carne es inocente y el espíritu va a comenzar una nueva jornada, cuán cerca estaríais de Mí, y cómo vendrían a vosotros los ángeles para entablar un concierto con vosotros! Mas el hombre, a medida que crece, va alejando a su espíritu del sendero limpio y luminoso, para entablar una lucha incesante con el mundo, y en la que una veces vence el espíritu y otras la carne. Todos os habéis alejado del buen sendero y debéis orar para ser libres de peligros y apartaros del mal. En esa caminata lleváis un báculo para que os apoyéis, y ese báculo es el ángel guardián que os acompaña a todas partes que vayáis. 31. He llegado a vosotros para redimiros por medio de pruebas de amor y de justicia y a enseñaros mi Doctrina para hacerme seguir de vosotros. 32. De vuestras buenas obras Yo tomo los méritos que hay en ellas, aun de aquellas que consideréis muy pequeñas porque Yo soy el único que puede juzgar su verdadero valor. El que ama y sirve a la humanidad, me ama y me sirve, Yo sólo os pido que os améis y esto me bastará para hacer grandes obras por vuestro conducto. De ello os he dado muchas pruebas, pues siempre he estado presente cuando habéis tendido la mano al necesitado, haciendo que vuestro espíritu experimente la paz que da el cumplimiento del deber para con su Padre y para con sus hermanos 33. Lleváis una señal imborrable que os distingue de todos los pueblos; esa señal es una luz que he hecho brillar en vuestro espíritu; también os he hecho surgir en esta nación preparada por Mí para que en ella vuestro espíritu pueda elevarse y encontrar campo propicio para su cumplimiento. 34. Cuidad el tesoro que os he dado en mi palabra y no permitáis que manos impuras os lo arrebaten. Dadlo a todo aquel que desee conocerlo o que busque en él su salvación. 35. Si vosotros no supieseis defender mi legado, Yo lo defenderé; pero entonces tendréis que responderme de vuestras flaquezas. Trabajad con amor por el cumplimiento de las leyes espirituales y materiales. Si atendéis vuestros deberes espirituales, os será fácil el trabajo material. No haréis ostentación de vuestras virtudes; si en verdad sentís mi palabra y la practicáis, guardad celosamente vuestras obras, ahí donde sólo Yo pueda mirarlas, y vuestro ejemplo de humildad alentará a vuestros hermanos a imitaros. 36. Amaos con el mismo amor con que Yo he venido a enseñaros, sabiendo que procedéis de Mí, que todos habéis sido formados de una misma sustancia y que así como habéis estado en el principio en Mí, en el final también lo estaréis, cuando volváis a vuestro Señor. 37. Vengo a buscaros, para que os aproximéis a la fuente de la vida. He aquí el camino que conduce a ella. Para llegar a encontrarla es menester llegar a veces al sacrificio, luchar y perseverar en la virtud. 38. Oíd mi voz que a cada instante os despierta, esa voz interior que os reclama el cumplimiento de mi Ley; porque hasta ahora habéis caminado a vuestro libre albedrío, haciendo cuanto os place en vuestra vida. 39. He venido a dulcificar vuestro corazón endurecido en las vicisitudes de la vida, dándole a saborear el pan del amor divino, y vuestro corazón ha sabido conmoverse. 40. En Mí está el juez, el Padre y el Maestro; tres fases distintas en un solo Ser, tres potencias y una sola esencia: el amor. 41. Así me manifiesto ante vosotros para ayudaros a cumplir la misión que deposité en vuestro espíritu desde el principio de los tiempos. 42. Os estoy doctrinando nuevamente para que enseñéis esta palabra a la humanidad. Cuando este pueblo se encuentre preparado, en él encontrará la humanidad consuelo en sus penas, bálsamo en sus tribulaciones y luz para su espíritu. 43. No pasará la presente generación sin que os hayáis levantado a dar testimonio de mi segunda venida. Mas yo os he dicho: Si no os queréis levantar a practicar mi enseñanza, las piedras hablarán y darán testimonio de mi presencia, más de ello vosotros me responderéis. 44. Si existen en vuestro sendero obstáculos para seguirme, mostradme buena voluntad y ahínco y Yo limpiaré el camino, Yo os ayudaré. 45. Quiero que estéis preparados porque el mundo os probará, y si no supieseis dar testimonio de los prodigios que he hecho entre vosotros, en vuestros hermanos surgirá la duda. 46. Veo entre vosotros a los que han logrado romper las cadenas que les ataban al mundo y me piden fortaleza para perseverar en su noble propósito de regeneración y Yo les doy aliento con mis palabras y con mi presencia. Aún tendrán más pruebas que les servirán para afirmar sus pasos en el camino. Velad y orad, para que esas pruebas no os sorprendan dormidos, porque sería amargo vuestro despertar si os dieseis cuenta de que habíais desandado el camino. 47. Si llegaseis a caer, acordaos al instante de vuestro Padre y orad, para que en Mí encontréis nuevas fuerzas para vencer. Si así os preparaseis, la voz de vuestra conciencia será claramente escuchada en vuestro interior. 48. Ya no seáis siervos de la tentación, luchad por conservar vuestra libertad espiritual. Quiero que mis discípulos sean los buenos hermanos en el seno de la humanidad, que siempre espera una mano fraternal y sincera que se tienda hacia ella. 49. Los hombres buscan con avidez la luz de la verdad y muchos esperan mi llegada, ignorando que mi presencia está con vosotros. 50. No todos me escucharán en el tiempo de mi comunicación, pero estoy doctrinando a este pueblo para que cada uno de los que me escucharon, sea una guía de corazones cuando mi palabra ya no se manifieste a través de estos portavoces. Para entonces os habréis espiritualizado y recibiréis mi palabra y mis mandatos por intuición y hablaréis de lecciones desconocidas que serán verdaderas revelaciones. 51. Ya desde ahora os he revelado mucho de lo que estaba prometido a los hombres y por vuestro conducto he anunciado acontecimientos que habéis visto realizados, por lo cual podéis decir que no solamente habéis sido mis portavoces, sino también mis profetas. 52. Vosotros no habéis logrado aún penetrar al fondo de mi palabra, más llegarán las nuevas generaciones que os he prometido y ellas os darán el análisis profundo y justo de lo que no hayáis alcanzado a comprender; mas también vendrán hombres de otras naciones que sabrán interpretar mis enseñanzas. Sin embargo Yo os digo que los que me oyeron de viva voz, los que sintieron mi presencia serán los primeros en comprender mi Obra, para enseñarla y explicarla. 53. No quiero que en los años que os restan por escucharme, os hagáis merecedores de reclamos, porque se estacionaría mi enseñanza y es mi voluntad manifestarme con mayor claridad en cada lección, para que al final de mi comunicación os sintáis a un paso de convertiros en maestros. En vosotros he depositado mis anhelos divinos para que alcancéis el amor y la sabiduría, abriendo vuestro entendimiento para el conocimiento espiritual. 54. Os estoy enseñando a prepararos para recibir la inspiración divina a fin de que reveléis a vuestros hermanos que todos pueden ser poseedores de esta gracia. 55. Dejad que mi palabra quede depositada en vuestro corazón, para que cuando seáis maestros, la encontréis siempre presente en vuestro templo interior. 56. No temáis ser desgarrados por la humanidad por causa de mi Doctrina; el corazón del hombre se encuentra tan cansado de teorías y palabras vanas, que cuando reciba esta buena nueva sentirá sobre su espíritu la luz de la verdad que descienda como fresco rocío a darle vida. 57. El Amigo Perfecto ha llegado hasta vosotros para deciros que no temáis, que aunque encontréis veneno, maldad y traición en muchos corazones, al discípulo fiel y preparado no podrán amedrentarlos esas pruebas. 58. Sed semejantes a aquellos apóstoles que me siguieron en el Segundo Tiempo. Si aún no habéis sabido sanar al enfermo, mejorad vuestra preparación, acrisolándoos en la caridad y estando en contacto con el dolor. Si no estáis preparados, no toquéis al enfermo esperando que sane, porque ese prodigio no lo contemplaréis. Más si os preparáis espiritual y materialmente pronto recibiréis, si es mi voluntad, el milagro que solicitéis de Mí. 59. Si vuestra fe en mi poder no fuese grande, ni vuestro amor hacia los demás fuese verdadero, vuestra obra no será de salvación y contemplaréis estéril vuestro trabajo; más si alcanzáis la espiritualidad, veréis realizarse verdaderos milagros en vuestro camino. 60. Si no habéis conseguido la paz entre los vuestros, o si los lazos de unión y de amor se han roto, velad y orad, comunicaos con mi Espíritu y la paz será con vosotros. 61. Si aún no sabéis hablar de Mi, cerrad vuestros labios, pero elevad el espíritu porque él, con el pensamiento, hablará a los necesitados. 62. Si no habéis alcanzado a comprender mi Enseñanza y queréis penetrar en su significado, espiritualizaos, y al escucharme o al recordar mi palabra quedaréis sorprendido de vuestro análisis. Mi palabra es sencilla y humilde para que la podáis comprender; pero encierra una esencia que es divina, para que sintáis mi presencia. 63. Hoy me encuentro en un nuevo cenáculo, rodeado de discípulos y párvulos, que meditan y recuerdan el día y la hora en que el Verbo se hizo hombre en Jesús. Cerráis vuestros ojos y tratáis de imaginar el lugar de mi nacimiento, la solemnidad de aquella hora, la pureza de la Madre, la mansedumbre del justo y casto compañero de María y todo cuanto rodeó aquel acontecimiento. Entonces comprendéis la divina humildad de Cristo, humildad que vino a predicar con sus obras y con su divina palabra, desde el primer instante. 64. Pueblo amado: vivid aquellos momentos y recreaos recordando y meditando, porque de vuestra meditación surgirá la luz que disipe vuestra ignorancia. 65. Buscadme en lo más recóndito y elevado de vuestro ser, sentid mi presencia en vuestro espíritu y mis manifestaciones en lo más sutil de vuestra vida. Pensad que cuanto más elevada y espiritual sea mi manifestación, mayor será vuestro goce, porque ello será la prueba de que ya estáis capacitados para comprender mis grandes lecciones. 66. Sois vosotros los que en este tiempo aceptasteis mi venida en espíritu y creísteis sin ver; mas hay quienes me esperan en la forma en que estuve en el mundo en el Segundo Tiempo; y otros, que me esperan bajo diversas formas, según la interpretación que cada quien ha dado a las profecías. Yo bendigo a todos los que me esperan y les envío mi luz, para que cuando sepan que mi presencia y mi comunicación en este tiempo es espiritual, no se confundan. 67. También bendigo a los que no me esperan. Unos debilitaron en la fe y otros se confundieron entre tantas ideas y doctrinas humanas, mas Yo derramo mi luz en todas sus sendas, para que alcancen su salvación. 68. Hay quienes me esperan espiritualmente, y que sin embargo negarán que sea Yo quien se manifiesta, porque ellos querrán verme venir envuelto en el esplendor de una luz cegadora, para poder creer. Querrán verme llegar con la majestad de un rey de la Tierra, porque no conciben la verdadera grandeza en la humildad. Entonces tendré que deciros nuevamente: Mi Reino no es de este mundo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 110 1. Discípulos: Elías ha venido a prepararos y ha dejado en vuestro espíritu elevación y paz. De cierto os digo que no sabéis quién es Elías, ni quién fue, ni quién será, mas llegará el instante en que le contempléis y digáis: Señor, no supimos reconocer quién era el Pastor hasta hoy. 2. Voy a conversar una vez más con vosotros en el lenguaje de amor que os he enseñado, para que alcancéis la comunicación perfecta con vuestro Padre. No es vuestra envoltura la que siente mi presencia divina; porque no son vuestros ojos los que me ven, ni vuestros oídos los que me escuchan, ni vuestros labios los que me hablan. Vuestros sentidos corporales reciben mi manifestación a través de un cuerpo humano, más la esencia de la palabra que pronuncia el portavoz, es la parte divina que recibe vuestro espíritu. 3. Sois soldados en el largo combate de esta vida y todos llegaréis a la tierra que buscáis. ¡Qué alegría para vuestro Padre y también para vuestro espíritu cuando lleguéis al Reino prometido después de haber pasado por tantas vicisitudes y de haber sostenido tantas batallas! Será cuando al fin se imponga el espíritu a la carne y a través de ella logre manifestar su luz. Dejará la materia de ser el obstáculo, el abismo y el tentador del espíritu. 4. Mis marcados serán reconocidos en la Tierra; aun cuando vuestras manos se cerrasen para ocultar sus dones, ahí serán descubiertos; aunque callaseis, en vuestros labios sorprenderían los hombres mi enseñanza, y aunque pretendieseis ocultar la señal que en vosotros he puesto, ella dará reflejos y os descubrirá; mas ¿Por qué ocultaros? ¿Es porque aún os sentís débiles y torpes? Yo os seguiré enseñando hasta dejaros fuertes, llenos de fe y de amor a mi causa. Entonces a nada temeréis. 5. El concepto de los hombres sobre lo espiritual ha cambiado, mi luz les ha hecho comprender que el espíritu es libre de creer, no le impongo determinado credo a nadie ni obligo a ninguno a que me ame. 6. Las tierras preparadas con el rocío de mi gracia, serán favorables para que cultivéis esta semilla. Las cadenas del fanatismo religioso quedarán rotas en este tiempo y desaparecerá la idolatría. El espíritu dejará de ser esclavo y se levantará a buscarme por el camino de la verdad. La evolución y el conocimiento que el espíritu ha recogido en la vida, hoy le permite desempeñar la misión que le he asignado. 7. Es verdad que no habéis nacido en este tiempo; sois espiritualmente el mismo pueblo a quien he venido doctrinando en todos los tiempos, el cual ha reencarnado era tras era, porque en una sola existencia no podría haber cumplido con la gran misión que trae en su destino. A veces una vida alcanza apenas para sembrar una semilla, sin dar tiempo a cultivarla y menos a verla florecer. 8. En muchas de mis enseñanzas menciono al pueblo de Israel, porque fue un instrumento de mi Divinidad para dar lecciones y hablar a la humanidad, sobre él derramé mi amor y mis complacencias, mas también las grandes Pruebas de mi justicia. Me serví de su amor para dar mi enseñanza, así como de su flaqueza e incredulidad; reyes, sacerdotes, publicanos y hasta los hombres más ignorantes, fueron instrumentos para mis lecciones y ejemplos. Mas he aquí, que mientras unos en este tiempo han venido a resurgir en otras tierras para reconocer que la Tierra Prometida no es Canaán sino mi Reino, otros, que sólo han heredado la sangre de aquel pueblo, viven aún apegados a sus tradiciones y a la interpretación material que a las lecciones divinas dieron sus antepasados. 9. Todo lo he cambiado para mi nueva manifestación: sitios y medios de comunicación, para destruir la ignorancia, la confusión y la mala interpretación que se ha dado a mis anteriores revelaciones. Así como el sol aparece en el oriente y le veis en el zenit al mediodía, para luego contemplar cómo se oculta en occidente; así la luz de mi Espíritu ha venido de tiempo en tiempo avanzando de Oriente hacia Occidente, para que no limitéis mi grandeza y mi poder a lugares, a hombres o a razas. 10. Hoy habitáis pasaderamente una nueva tierra, la cual encontrasteis también por anuncio divino, para que ella, aunque pasajera, fuese vuestra heredad. Llena de dulzura estaba preparada esta tierra, pero otros pueblos os han hecho amarga y dura vuestra vida. A pesar de ello, este pueblo nunca tendrá actos de venganza, sólo de perdón para sus hermanos. También la Judea fue pasto de los extranjeros, hasta que la convirtieron en ruinas y escombros. 11. El dolor ha sido vuestro crisol, en él se ha templado vuestro espíritu, porque mañana tendrá que dar a la humanidad los frutos de evolución de su experiencia. La guerra no ha penetrado entre vosotros, ¿Qué nuevas lecciones podríais sacar de ella? ¿Qué temple podría dar a los que ya se han fortalecido en el dolor? 12. Vuestra misión es otra. Cuando 1950 haya pasado, os levantaréis como profetas, vuestros labios hablarán bajo mi inspiración y haréis prodigios. Para ese tiempo, ya no esperaréis que mi palabra brote como ahora por los labios del portavoz, más si os preparáis en oración, todo aquello que aparentemente habíais olvidado, surgirá de vuestro corazón porque os seguiré hablando a través de vuestra conciencia. 13. Veréis con sorpresa a hombres de distintas religiones levantarse a seguiros, confesando que a quien tuvisteis entre vosotros fue el Maestro. Ellos serán como Nicodemus, que a solas hablaba con Jesús, al cual reconoció como al Hijo de Dios, lo amó como a su Maestro y lloró amargamente cuando lo vio salir de Jerusalén, llevando a cuestas la cruz de la injusticia y de la ingratitud. En ese instante su espíritu sollozante me dijo: Maestro, yo os seguiré. Y me siguió. 14. Bienaventurados los que en este tiempo se levanten así, sin temor a los hombres, porque en ellos será mi luz. 15. ¿En qué pensáis, mis hijos? Yo lo sé; pensáis que el Padre acaba de confiaros un nuevo año para que en él logréis dar un paso hacia adelante; un año que a veces parece interminable y que para el espíritu es tan sólo como un segundo en la eternidad. 16. Un año pasó ya, dejando su huella en los hombres. Al escuchar mi palabra de Juez ha despertado vuestro espíritu, y por vuestra memoria pasó el recuerdo de vuestras obras, palabras y pensamientos, de todos vuestros sufrimientos y alegrías, de todo lo que lograsteis y lo que no pudisteis alcanzar. Y al terminar vuestro examen ante la luz de vuestra conciencia, habéis dado gracias a vuestro Creador por todo cuanto de El habéis recibido. 17. El hombre y toda la creación me han entregado su tributo y su ofrenda. ¡Benditos seáis! 18. Como si todas las criaturas se dieran cita en este instante para unirse en un homenaje al Padre, así contemplo todos los mundos y a todos los seres unidos ante mi mirada. Contemplo hasta las obras más pequeñas hechas por Mí, escucho la voz de mis criaturas cuando me invocan y el himno de los que me glorifican. 19. En todo lo creado hay vida y existe sensibilidad; en verdad os digo, que hasta las mismas piedras son sensibles al toque divino: Todas las criaturas se recrean en sí mismas, que es como recrearse con mi Divinidad. 20. El astro rey, es la imagen de un padre que entrega a sus hijos su vida, su energía, su calor y su luz. 21. La tierra es como una madre, cuyo regazo es fuente inagotable de caricias; en ella existe el manto que protege al huérfano, el seno que alimenta, y el albergue cálido y confortable para sus hijos. Su arcano ha revelado sus grandes secretos a los hombres y en su faz se ha reflejado siempre la castidad y la belleza. 22. El año que pasó, fue de prueba; año en que la justicia divina se hizo sentir en toda criatura humana. ¿Quién no apuró el cáliz de amargura? 23. Cuántos seres queridos dejaron esta Tierra, para volar al más allá, porque la vida espiritual les llamaba. Los corazones al fin manaron agua cristalina y sobre las sienes del anciano aparecieron muchas canas; sin embargo también tuvisteis alegrías: nuevos hijos vinieron al mundo con su mensaje de inocencia, los enfermos recobraron su salud, y los que habían sido abandonados visteis retornar al ser querido. 24. Me escucháis con gozo en el espíritu y me pedís que descorra el velo de misterio que envuelve al nuevo año que ante vosotros se presenta como un camino que habéis de recorrer, y os digo: haced en el futuro lo que habéis hecho en el pasado; escuchadme hoy en que la savia de mi palabra se derrama aún entre vosotros, a semejanza de la sangre del Redentor que fue vertida en aquel tiempo en todo espíritu. 25. Pasó un año, pueblo, y en él la guerra no terminó, los hombres no se reconciliaron, los grandes gobernantes no se dieron la mano en señal de paz. Y en este preciso instante en que vosotros os recreáis espiritualmente en esta comunión con mi divino Espíritu, están cayendo vidas, está aumentando el número de huérfanos y viudas y la sangre sigue corriendo y humedeciendo la Tierra, la sangre de los hombres que es mí sangre. 26. Voy a proponer nuevamente la paz a los hombres, confiándoles un tiempo más para que alcancen ese supremo bien del espíritu. Más si desaprovechan esta ocasión, sus dolores y amarguras aumentarán. 27. Vosotros atraed la paz con la regeneración, con la oración y la práctica de mi Doctrina. Haced obras dignas de vuestro espíritu, que también lo serán del Mío. Es tiempo de que os estiméis en algo más alto, en que le deis su justo valor a lo que he puesto en el hombre: el espíritu. 28. Cuando lleguéis a tener el verdadero conocimiento de vuestro valor, no os envanezcáis, reconoced que no sois más que simples mortales, que sois enviados e instrumentos de mis designios divinos. 29. Nadie ha nacido por casualidad, nadie ha sido creado por el acaso; comprendedme y reconoceréis que nadie es libre en el camino de su vida, que existe una ley que rige y gobierna todos los destinos. 30. Conversemos, hijos míos; conversad con el Maestro. No he venido a reclamaros sino a bendeciros, y así como comencé, quiero terminar mi lección entre vosotros acariciándoos. 31. Contadme en silencio vuestras penas, confiadme vuestros anhelos. Aunque todo lo sé, quiero que vayáis aprendiendo a formar vuestra propia oración, hasta que lleguéis a practicar la comunicación perfecta de vuestro espíritu con el Padre. 32. Ancianos, jóvenes, doncellas, niños y padres de familia; pedid que se os dará. Soy fuente de justicia y amor y os presentaré el camino de vuestra vida iluminado con mi luz. 33. ¿Qué me pedís para la Tierra que os da albergue? ¿Qué es lo que sentís por todas las criaturas del Padre? Vivid en armonía con todos los seres, porque en verdad todos sois hermanos delante de Mí. Bendecid todo lo creado y me estaréis bendiciendo a Mí. 34. Veo que teméis al futuro, porque la sombra de la guerra y el eco de su estruendo llega hasta vosotros, porque la amenaza del hambre, de la peste y de la desolación acecha por doquier. Mas ¿Qué teméis si lleváis en vuestro espíritu mi luz? ¿No os he nombrado soldados de mi causa? Dejad el temor para los que no tienen fe, para los que me van negando. 35. Muchas pruebas llegarán a la humanidad y a causa de ellas conocerá mi palabra y mi Obra. 36. Quiero que vuestro corazón permanezca sensible al dolor, al necesitado, al hambriento, al enfermo, que sea como los umbrales de la nueva Jerusalén, donde se congregue el pueblo de Dios, que es la humanidad. 37. El Sexto Sello está desatado y en él habéis escuchado mi palabra a través del entendimiento humano, la cual ha sido entre vosotros ley, revelación y profecía. Aún os concedo siete años para que en ellos me escuchéis en esta forma. Siete años en que el mundo espiritual vibrará aún a través del cerebro de los escogidos y de ellos responderéis al Padre en el último día de 1950, que será de juicio para vosotros cuando me escuchéis por última vez hablaros desde el Monte de la Nueva Sión. 38. Escribo estas palabras en vuestro corazón y en vuestra conciencia porque quiero que sean para vosotros inolvidables. 39. No olvidéis lo que oísteis del Divino Maestro; lo que escuchasteis de María, la Madre universal y lo que oísteis de Elías el enviado del Tercer Tiempo, que cual pastor os reunió en el aprisco de mi amor. 40. De muchas complacencias habéis gozado, mas ellas terminarán, porque ha llegado el tiempo de que trabajéis con pureza, apegados a mi Ley. 41. No tengáis ningún interés personal al servirme, servirme por amor sin pensar en el pago o en el galardón que os espera. Pensad en los que sufren, en los que han caído, en los que no contemplan la luz ni conocen el camino, y dadles mi enseñanza con caridad, conducidlos hacia Mí y descuidad si ellos llegan antes que vosotros; sed el postrero consciente de su misión, que yo os sabré esperar, porque todos llegaréis a Mí. 42. Pueblo: os concedo un nuevo año para luchar. Sobre la guerra, la destrucción y la muerte, se extenderá el azul del cielo como un manto de paz, adornaré la faz de la Tierra con las flores, soplarán brisas que serán como un tributo de amor. El seno de las madres de todas las especies será fecundo y su abundancia será en vuestro beneficio. Ilumino la inteligencia humana para que descubra en la Naturaleza nuevas revelaciones, para bien de mis hijos. Bendigo los mares, para que los seres que habitan en su seno, se multipliquen y no sufran hambre los hombres después de la guerra. Abro brechas para que las diversas razas se conozcan y se estrechen. 43. Que la primavera llegue entre vosotros como un presente de paz y de esperanza, de reconciliación y perdón entre la humanidad. 44. El verano calcinará con el fuego de su sol, regiones y desiertos, donde los hombres al cruzar caerán de hinojos ante Jehová, pidiendo clemencia. Los que me habían olvidado, me recordarán. Y los científicos, ante estos fenómenos, se confundirán, pero en el fondo escucharán mi voz que les dice que limpien su planeta y su mente para penetrar en el camino de la sabiduría. 45. El otoño me hará presente la cosecha de los que cultivan la tierra, y esa cosecha será abundante porque algunas naciones volverán a la paz y empuñarán las herramientas de labranza. 46. Habrá bendición en la simiente, porque los niños y las mujeres cultivarán la tierra en ausencia de los hombres. Las manos que dejen las armas y empuñen el arado serán benditas y también lo serán las que fueron enemigas y después se estrechen como hermanos, porque descenderá el pan de los cielos como descendió el mana en el desierto. 47. El invierno llegará y sus nieves serán el símbolo de la purificación. 48. Todo está preparado. Velad y orad, labriegos. Estoy bendiciendo también las manos que ungieron enfermos, los labios que pronunciaron mi palabra con amor; los ojos que vencieron el sueño velando a la cabecera del moribundo, al corazón que latió por que el sufría, porque son los instrumentos del espíritu que sabe elevarse en oración por la humanidad. 49. Vengo a hacer latir vuestro corazón a una nueva vida, porque lo encuentro muerto a la fe, a la esperanza y al amor. 50. Yo soy el único juez que puede juzgar a los espíritus y sin embargo no vengo a veros cual reos, sino como a hijos y discípulos. 51. Sabedme tener entre vosotros como Padre, sabed dar su valor a la palabra que os doy, o ¿Queréis acaso tenerme como juez? ¿Queréis que haga sentir mi justicia no sólo en mi palabra, sino también en vuestra vida, para que despertéis y me creáis? 52. La semilla que os estoy confiando, no siempre la habéis sembrado bien, ved que no habéis levantado la cosecha que esperabais, más no por eso abandonéis la lucha: comprended que si ella a veces es causa de vuestras lágrimas, también es cierto que en este cumplimiento está la paz de vuestro espíritu. 53. No quiero ver llorar a este pueblo por los caminos de la tierra quejándose de las asperezas del sendero. 54. En todos los tiempos os he puesto en el camino que conduce a la mansión donde os espero, no temáis hallar cerrada su puerta, el que hasta ella llega, es porque ha recorrido todo el camino. 55. Me presentáis vuestro corazón y de él, como de un granero, recojo la buena simiente y la vana os la dejo para que la destruyáis. 56. Ya no debéis de alimentaros de prácticas imperfectas o impuras, os encontráis en el Tercer Tiempo. Quien practique mi Doctrina como os la estoy entregando, estará haciendo mi voluntad, y quien hace la voluntad del Padre será salvo. 57. Os he dado, a través de los tiempos, grandes pruebas de mi amor; os he brindado oportunidades para llegar hasta Mí, mas nunca me habéis obedecido y habéis preferido el dolor del mundo con sus goces pasajeros, al cumplimiento de mi Ley que os da la verdadera paz. 58. Si viniese a vosotros solamente como juez, os haría estremecer; mas entre mi justicia y el hombre, se interpone siempre la cruz y de Mí sólo brotan palabras de amor y de perdón. 59. ¡Cuánto os he ayudado en este mundo, para que no tengáis que arrepentiros cuando en espíritu lleguéis ante el juez! 60. Sois los mismos que cruzasteis el desierto junto con Moisés, los mismos que seguisteis a Jesús por la Judea y todavía en este tiempo venís a pedir milagros para creer, o a solicitar los bienes de la Tierra, como si no conocieseis la finalidad de vuestro destino. 61. No os familiaricéis con esta manifestación, porque perderéis el respeto y la fe que ante ella debéis tener y ¿Qué podréis aprovechar de ella si vuestro espíritu está ausente y vuestra mente distraída? 62. En mi Divinidad existe el amor de intercesión, es María. ¡Cuántos corazones que permanecían cerrados a la fe, se han abierto por ella al arrepentimiento y al amor! Su esencia maternal está en toda la creación, es sentida por todos y sin embargo hay quienes contemplándola la nieguen. 63. Sed vosotros los sembradores incansables de mis revelaciones, para que el mundo se prepare y alcance elevación y luz. 64. Antes de mi partida, prepararé los caminos por los que tenéis que andar. No sabéis lo que tengo decretado para los últimos años de mi manifestación. Os preparo, porque grandes pruebas surgirán en esos días. Haré desaparecer entre vosotros, toda la mixtificación que a mi Doctrina habéis traído, para que conozcáis mi Obra en su pureza. 65. Velad, pueblo, porque después de mi partida habrá quienes se levanten haciéndoos creer que sigo manifestándome a través del entendimiento humano. Os dejo alerta y preparo vuestro corazón para que él, conociendo mi esencia y el sabor de este fruto, no se deje seducir por los impostores; mas si no os preparáis para esos tiempos y os despojáis de lo que os he entregado, ¿Cómo vais a distinguir la verdad de la mentira? 66. No asimiléis influencias maléficas que puedan desvirtuar el conocimiento y la luz que os he dado, porque os veríais envueltos en la misma causa que aquellos que van a traicionarme. Alba tras alba he de preveniros para que viváis alerta y no lleguéis a flaquear. Muchos lloraréis mi partida y no encontraréis consuelo; viviréis suspirando por el tiempo en que me comuniqué por el entendimiento humano; mas en los instantes en que oréis, os iluminaré haciéndoos recordar toda la gracia y los dones que en vosotros deposité; para que no os sintáis solos o abandonados, sino que reconociendo que me encuentro cerca de mis discípulos, os levantéis con vuestra heredad para hacer méritos con obras de amor en vuestros hermanos. 67. Aprovechad este tiempo de enseñanzas, ved que en vuestra nación existe paz, mientras que otros pueblos se están destrozando. Es necesario que comprendáis que debéis crear un ambiente de paz en vuestro pueblo, para que todo aquel extranjero que entre vosotros penetre, descanse y se conforte en vuestro seno, y a su retorno se sienta iluminado por buenos pensamientos y animado de nobles propósitos. 68. Ya deberán surgir de las naciones, hombres fuertes en el bien y llenos de luz. Ellos serán los que hagan reconocer sus errores y sus faltas a todos aquellos que habiendo traído al mundo una gran misión, la hayan equivocado. 69. También está próximo el momento en que las epidemias se desaten en las naciones, arrasando pueblos. 70. En este día os pregunto: si os enviase a aquellas tierras diciéndoos: atravesad mares y penetrad en las ciudades de dolor y desolación, ¿Lo haríais, mis hijos? 71. Más allá de la muerte espera a todos la vida; pero ¿Quiénes son los que van a llevar una gota de bálsamo y una palabra de luz a los que aún pueden resucitar en esta vida a la verdad? Esos deben ser mis discípulos. 72. Muchos hombres verán esclarecidos los misterios de mis manifestaciones desde este mundo y otros tendrán que penetrar en el valle espiritual para contemplar la verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 4 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 5 ENSEÑANZA N° 111 1. Abridme las puertas de vuestro corazón, ¡Oh humanidad! he visto que las puertas de la vida os azotan cual viento huracanado; he visto penetrar en vuestro hogar las enfermedades y enseñorearse la miseria. Yo vengo a traeros la paz. ¡Ah humanidad amada, si supieseis cuan fácil os sería encontrar vuestra salvación, si tuvieseis buena voluntad! Una oración, un pensamiento, una palabra bastaría para reconciliar a hombres, a pueblos y naciones; pero los hombres buscan por otros medios la solución de sus conflictos. Todo, menos imitar a Cristo, es el lema de muchos hombres; todo, menos practicar su doctrina, y he ahí sus consecuencias. 2. ¿Qué podréis esperar de vuestras obras, si en ellas no existe justicia, amor y caridad? ¿No son éstas las lecciones que os enseñó Jesús? En verdad os digo que el amor, la justicia y la caridad, no están reñidas con el modo de vivir en vuestra época, son virtudes propias de los seres adelantados en espíritu. 3. Cuando veo a los hombres ocupados en guerras, matándose por la posesión de las riquezas del mundo, no puedo menos que seguir comparando a la humanidad con esos niños que riñen por lo que no tiene valor. Niños son aún los hombres que pelean por un poco de poder o por un poco de oro. ¿Qué significan esas posesiones al lado de las virtudes que otros hombres atesoran? 4. No podréis comparar al hombre que divide pueblos sembrando el odio en los corazones, con aquel que consagra su vida a regar la semilla de la fraternidad universal. No podéis comparar al que va causando sufrimientos en sus hermanos, con aquel que dedica su vida a mitigar el dolor de sus semejantes. 5. Cada hombre sueña con un trono en la tierra, a pesar de que desde el principio, la humanidad ha visto lo poco que vale un trono en el mundo. 6. Yo os he prometido un lugar en mi reino, pero muy pocos son los que han aceptado, y es que no quieren saber que el más pequeño de los súbditos del Rey de los cielos, es más grande que el más poderoso monarca de la tierra. 7. Aún son niños los hombres; mas la gran prueba que a ellos se acerca, les hará vivir en tan poco tiempo, que de esta infancia pasarán pronto a la madurez, y ya con el fruto de la experiencia clamarán: Tenía razón Jesús, nuestro Padre, vayamos a Él. 8. El Cordero inmolado por vuestros pecados, os habla en este instante y su palabra es de amor y de perdón. El libro de la justicia divina está abierto en el sexto capítulo, porque el Cordero ha desatado cada uno de sus sellos. 9. 1950 pronto llegará, y esta forma de comunicación terminará; mas el Sexto Sello no se cerrará por ello, sino que seguirá iluminando hasta el final de su tiempo, cuando el Séptimo Sello sea desatado. 10. Quiero que en este tiempo se prepare la humanidad, para que cuando el último sello sea abierto, los hombres se den cuenta de ello y se apresten a escuchar y entender el contenido de las nuevas revelaciones. Quiero que las naciones y los pueblos se fortalezcan para que resistan las amarguras de aquellos días. 11. Yo llamaré bienaventurados a los que sepan pasar las pruebas de esos tiempos y les daré un galardón por su perseverancia y su fe en mi poder, dejándoles como padres de una nueva humanidad. 12. Los pecados de los hombres se habrán borrado y todo parecerá como nuevo. Una luz de pureza y de virginidad iluminará a todas las criaturas, una nueva armonía saludará a aquella humanidad, y entonces comenzará a elevarse del espíritu del hombre hacia su Señor un himno de amor, que por tanto tiempo he esperado. 13. La madre tierra, que desde los primeros tiempos ha sido profanada por sus hijos, volverá a ataviarse con sus galas más hermosas y los hombres no la volverán a llamar valle de lágrimas, ni la convertirán en campo de sangre y de muerte. Este mundo será como un pequeño santuario en medio del Universo, desde el cual los hombres eleven su espíritu al infinito, en una comunicación llena de humildad y amor con su Padre Celestial. 14. Mis hijos llevarán impresa mi ley en su espíritu y mi palabra en su corazón, y si la humanidad en los tiempos pasados encontró deleite en la maldad y gozó en el pecado, para entonces no tendrá más ideal que el bien, ni encontrará más placer que el transitar por mi camino. Mas no penséis que por ello el hombre vaya a renunciar a su ciencia ni a su civilización, refugiándose en los valles y en los montes, para hacer una vida primitiva; no, aún tendrá que saborear los frutos del árbol de la ciencia que con tanto interés ha cultivado, y cuando su espiritualidad sea mayor, también lo será su ciencia; mas al final de los tiempos, cuando el hombre haya recorrido todo ese camino y haya arrancado del árbol el último fruto, reconocerá la pequeñez de sus obras que antes le parecieron tan grandes y comprenderá y sentirá la vida espiritual, y a través de ella, admirará como nunca la obra del Creador. Recibirá por inspiración las grandes revelaciones, y su vida será un retorno a la sencillez, a la naturalidad, a la espiritualidad. Aún falta tiempo para que ese día llegue, mas todos mis hijos lo verán. 15. Por ahora debéis dar un paso hacia adelante, a fin de que vuestro espíritu no tenga que lamentar haber llevado una vida estéril. 16. Os he hablado para los tiempos venideros; no os extrañen mis palabras, porque de cierto os digo, que mañana avivarán la fe y encenderán la esperanza en el corazón de muchos hombres. 17. Humanidad, tengo potestad para destruir con amor vuestro pecado y salvaros; no me detendré a contemplar vuestras manchas, y aunque os encontrase perdidos en el cieno del mundo, de ahí sabré rescataros para haceros mis apóstoles. 18. Entre la humanidad habitan una parte de los ciento cuarenta y cuatro mil señalados por Mí. Diseminados se encuentran en el mundo esos siervos míos cumpliendo con la misión de orar por la paz y de trabajar por la fraternidad de los hombres. No se conocen unos a otros, pero ellos, intuitivamente unos, y otros iluminados por esta revelación, van cumpliendo con su destino de hacer luz en la senda de sus hermanos. 19. Estos marcados por mi amor, unos son hombres sencillos, mas también los hay que son notables en el mundo; sólo se les podrá distinguir por la espiritualidad en su vida, en sus obras, en su forma de pensar y de comprender las revelaciones divinas. No son idólatras, fanáticos, ni frívolos; parece que no practican ninguna religión y, sin embargo, de ellos se eleva un culto interior entre su espíritu y el de su Señor. 20. Los señalados con la luz del Espíritu Santo, son como barquillas salvadoras, son guardianes, son consejeros y baluartes. Les he dotado de luz en su espíritu, de paz, de fuerza, de bálsamo de curación, de llaves que invisiblemente abren las puertas más reacias, de armas para vencer obstáculos insuperables para otros. No es necesario que ostenten títulos del mundo, para hacer reconocer sus dones. No conocen ciencias y son doctores, no conocen leyes y son consejeros, son pobres de los bienes de la tierra y sin embargo, pueden hacer mucho bien a su paso. 21. Entre estas multitudes que han venido a recibir mi palabra, han llegado muchos de ellos sólo a confirmar su misión, porque no es en la tierra donde se les han dado los dones o se les ha confiado el cargo. De cierto os digo, que la luz que cada espíritu posee, es la que se ha labrado en el largo camino de su evolución. 22. Benditos sean los señalados que inspirados en mi amor, lleguen a cumplir su misión espiritual, y bienaventurados los que les imiten, porque alcanzarán la elevación que aquellos tienen. 23. En el Segundo Tiempo, cuántas veces aquellas gentes sencillas que oían la palabra de Jesús y los enfermos que a Él se acercaban, lograban hacer prodigios mayores que los de mis discípulos, sin ser del número de mis apóstoles. 24. Buscad la meta con afán, venid todos a Mí por el camino de la fe, de la caridad y de la humildad y todos os sentiréis igualmente dignos de vuestro Padre. 25. Al despuntar la luz del nuevo día, se ha elevado vuestro espíritu para dar gracias al Padre. 26. Venid nuevamente a aprender de Mí, discípulos y párvulos, guardad profundamente mis palabras para que los tiempos de prueba no vayan a sorprenderos. No quiero contemplaros como frágiles barquillas en un mar embravecido. 27. Regeneración es lo que pido a mi pueblo, para que al despojaros de lo superfluo y de lo malo, aprovechéis mis enseñanzas y al mismo tiempo deis con ello una prueba de que es al Espíritu de Verdad a quien estáis escuchando. Ved que ahora tenéis que lavar esas manchas con arrepentimiento y con humildad y testificar mi verdad con obras de amor. 28. Desde vuestros primeros pasos por este camino haced uso de la verdad, ya sea para hablar o para practicar. La mentira carece de esencia divina, por eso nunca convencerá. 29. Yo purifico estos conductos antes de comunicarme por ellos, para que solamente os den a conocer la verdad. Si mañana los hombres os hiriesen poniendo en duda esta palabra, porque ella fue vertida también por labios de mujeres, no temáis, les diréis que no vine a escoger a mis discípulos por sexos ni por clases y que para mí comunicación bastó una mente despejada y unos labios dóciles para expresar a través de ellos mi inspiración. 30. No temáis a quienes os busquen, aunque los veáis llegar como escudriñadores o delatores de vuestros actos; en el fondo ved siempre espíritus que andan en busca de luz. 31. ¿Quién podrá apartar de mi redil a la oveja que en verdad me ama? Detrás de la humildad de cada uno de mis labriegos, oculto a la mirada humana, se encuentra un ángel que vela por cada uno de vuestros pasos. 32. Os he dicho que seréis combatidos y que si queréis que la verdad brille, debéis ser fuertes en la lucha, perdonando toda ofensa que os hicieren y no dejando que el rencor os dé armas que no debéis tomar. 33. Si sabéis perdonar sin alarde, ganaréis la batalla. Si sois puestos a prueba, orad y Yo haré obras sorprendentes, fuera de toda ciencia, que harán estremecer a los corazones incrédulos. 34. Así os prevengo de las pruebas que tendréis que vivir; mas para que no seáis sorprendidos, estad siempre preparados. 35. Sed sensibles a mis inspiraciones y no imitéis a los duros de corazón que esperan los golpes de la vida para corregir entonces sus yerros. Os digo que también ante vosotros se encuentra el dolor y la muerte, ellos también os hablan. 36. Es el tiempo en que todo espíritu ha de darse cuenta de la era en que se encuentra, para que pueda levantarse a cumplir la misión que le he confiado. 37. Cuánto dolor habéis dado a los vuestros, más a todos amo y a todos daré los medios para su salvación, hasta que lleguen a Mí 38. Elías me ha secundado en la obra de restauración en el Tercer Tiempo. Hoy no lo miráis encarnado corno en eras pasadas, recorriendo los caminos, preparando al espíritu de los hombres para ofrecerle el culto a mi Divinidad, sólo percibís su presencia en espíritu y su gran lucha para rescatar a la humanidad. 39. A todos espero después de que hayáis cumplido vuestra misión, en ella tendréis por guía a ese buen pastor. 40. ¿No habéis mirado en él la rectitud, el amor y su sacrificio por vosotros a través de los tiempos? Y ¿No queréis elevaros venciendo los obstáculos para llegar al fin, alabando a Elías y glorificando a vuestro Señor? 41. Escrito estaba que me veríais venir sobre vosotros con gran majestad; muchos me han visto con la mirada espiritual, sin alcanzar a comprender la obra que estoy realizando entre los hombres; más si os preguntasen: ¿A quién oís y por qué os habéis apartado del mundo? ¿Qué contestaríais? Hablad con la verdad, no neguéis lo que habéis visto, porque no podéis ocultar la señal que hay en vuestro espíritu y que os distingue, sin que vosotros podáis evitarlo. 42. Sé, que a pesar de las pruebas que os he dado, muchos me volveréis la espalda por temor a ser juzgados y llevados ante un tribunal, y si vosotros que me habéis oído, calláis, ¿Quién defenderá mi causa? Mas Yo preparo a quienes sin saber de mi doctrina, al ser puesta en juicio, la estudiarán y la encontrarán justa y abogarán por mi pueblo. 43. Si queréis ser mis labriegos, tendréis que imitarme y ser conformes con las pruebas que han de venir, porque están dispuestas por Mí; y cuando llegue a vosotros ese tiempo, no os confundáis ni olvidéis que todo os lo había anunciado. Entonces conoceréis mi poder y mi justicia, y si habíais dudado de mi palabra, comprobaréis que os he preparado para que no seáis sorprendidos, y en medio de esas pruebas contemplaréis mi infinita clemencia y caridad para vosotros. 44. Habéis atribuido a los seres humanos un gran poder y habéis dudado del mío; pronto habrán de venir acontecimientos que os prueben que todo está sujeto a mi voluntad y que todo obedece a mis leyes. Para ese tiempo quiero que seáis limpios y que vuestro único afán sea el de iluminar con mi enseñanza a vuestros hermanos. Mirad que vosotros podíais haber hecho de este mundo un paraíso si hubieseis cumplido mis leyes. Vuestra vida podría haber sido una eterna glorificación a vuestro Dios; más aún podéis reparar vuestras faltas y bendecir la oportunidad constante que os doy, para que volváis al buen camino. 45. Amad, para que seáis amados, perdonad para que os hagáis dignos de ser perdonados. Estad dispuestos a inclinaros ante aquellos que han sido vuestros siervos, para que os probéis a vosotros mismos en vuestra humildad. 46. Sed mis siervos y nunca seréis humillados por Mí. Mirad que no he venido como rey, ni traigo cetro ni corona; estoy entre vosotros como ejemplo de humildad, y aún más, como vuestro siervo. Pedidme y os daré; ordenadme y obedeceré, para daros una prueba más de mi amor y mi humildad; sólo os pido que me reconozcáis y hagáis mi voluntad y si encontráis obstáculos para el cumplimiento de vuestros deberes, orad y venced en mi nombre y vuestros méritos serán mayores. 47. Cuando no podáis acercaron a un ser que sufre para ungirlo y consolarlo, orad, y vuestro espíritu llegará a él y así podréis cumplir vuestra bendita misión. Por los esforzados, alcanzarán los negligentes y por un justo será salva una nación. 48. ¡Cuánto tiempo ha pasado desde el día en que os hice saber que mi reino se ha acercado a los hombres hasta éste en que me oís, pero no habéis creído ni obedecido mis palabras y cada día que pasa os acerca al fin! ¿Qué haréis cuando este tiempo termine, si no habéis aprovechado la oportunidad de trabajar por vuestro espíritu? A pesar de ello os sigo diciendo que os espero y que mi paciencia es infinita, mas quiero que me comprendáis, para que tengáis caridad de vosotros mismos. 49. He renovado vida por vida vuestro cuerpo y he iluminado a vuestro espíritu para que deis principio a vuestra lucha, y os digo que no temáis dejar en ella jirones de vuestra vestidura o pedazos de vuestro corazón, porque sólo esos méritos serán los que os abran la puerta y os lleven a la mansión eterna. 50. Os habéis maravillado con los prodigios que hice en el Segundo Tiempo, y si meditáis, veréis que éstos no han cesado de verificarse en este mundo, unos en forma material, otros en el espíritu de los hombres. 51. Los sordos oyen. Son aquellos que habiendo acallado la voz de su conciencia, hoy han dado oídos a mis palabras, las cuales han llegado a su corazón, haciéndoles sentir arrepentidos y buenos propósitos, y su espíritu se encuentra en camino de salvación. 52. El paralítico ha sanado y hoy me sigue. Este día es el hijo que habiéndose apartado de la senda espiritual se encontraba entorpecido, imposibilitado de caminar hacia Mí, y hoy, después de haber oído mi palabra, ha sanado y se dispone a venir libre de las cadenas que lo ataban, para encontrarse Conmigo. 53. Y los ciegos han visto. Después de las tinieblas y del letargo en que vivía esta humanidad, sin querer mirar más allá de lo que le rodeaba, he venido a iluminarla con la luz de un nuevo día, a mostrarle el sendero pleno de luchas y de pruebas en las que mi Espíritu se manifiesta y se deja mirar para que todos, sin distinción alguna, podáis reconocerme. 54. También los muertos han resucitado. Cuán pocos saben conservarse en gracia y vivir cerca de Mí. A esos que habían muerto a la gracia, he venido a devolverles la fe, la esperanza, para hacerles renacer a una nueva vida, en la que han contemplado un mundo de infinitas sorpresas que no alcanzan a abarcar, en el que todo es fuerza, salud y paz. 55. Estos son los que me han reconocido en este tiempo; mas os digo que después de 1950, cuando mi palabra haya cesado y se acerquen a vosotros nuevas multitudes, despertadlas y preparadlas, como Yo os he preparado. Os doy una gran potestad, para que sigáis alentando la fe de los nuevos creyentes. 56. No dudéis de mi palabra por el hecho de haberme servido de hombres y mujeres pecadores. Dadme un justo y por medio de él os hablaré; mas en verdad os digo, que no encuentro entre la humanidad espíritus limpios y perfectos, y mi comunicación debe de verificarse en este tiempo, a pesar del materialismo e imperfección humanos. Si estas criaturas no tienen la pureza de los ángeles o la acrisolada virtud de los patriarcas, los he preparado desde hace tiempo, he elegido su espíritu y he depurado su envoltura, y de generación en generación sus padres se han purificado. ¿Quién puede penetrar en mis íntimos juicios? Mi obra va a consumarse y cuando os haya dado mi última palabra, tomaréis su esencia divina y con ella os alimentaréis, vosotros y todos aquellos que vengan en busca del Tercer Testamento. 57. No es la casa de oración el único lugar en el que debéis meditar y practicar mi enseñanza, sino en todo sitio, no sólo os estoy enseñando a vivir en este mundo, sino que os preparo para la vida espiritual que os espera y que no tiene fin. 58. Velad y orad, porque no sabéis el instante en que voy a llamar a vuestro corazón para darle la inspiración y hacer que derrame entre la humanidad los dones espirituales que le he concedido. 59. Venís cansados de andar por los caminos de la vida, habéis sufrido mucho; descansad en mi casa, sentaos a mi mesa y bebed de este vino. Mañana tendréis que reanudar la jornada, pero llevaréis en todo vuestro ser una nueva fuerza, que habrá de ayudaros a llegar hasta el final del camino. 60. Voy a confiaros unas tierras extensas para que las cultivéis, y es indispensable que tengáis la fortaleza necesaria para que no desmayéis en el trabajo. Cada uno de vosotros será un labriego afanoso en esta campiña, en la cual aprenderá a sembrar, cultivar y cosechar, alentado por mis divinas enseñanzas. Es una gracia que vengo a concederos en este tiempo, como la más preciosa oportunidad que mi amor os da, para que hagáis méritos que os acerquen a Mí. 61. No vayáis más en pos de placeres ni de frivolidades del mundo; id tras del ideal de elevar vuestra vida, que Yo os daré a lo largo de vuestra existencia, las satisfacciones que sean aliciente para vuestro corazón. 62. Comprended que existe mucha miseria y dolor en el mundo; a cada paso podréis encontrar a los necesitados de consuelo, de amor, de bálsamo y de justicia. Abrid vuestro corazón a todo dolor. Dulcificaos para que escuchéis las quejas de los que van llorando y desarrollad la intuición para que sepáis penetrar en los que callan y esconden su pena. 63. No os enseñoreéis delante de los pobres, que nadie vaya a sentirse dios, rey o señor, si es que no quiere verse humillado el día de mi justicia, delante de los mismos a quienes hubiese humillado. 64. No os apartéis de aquellos que, en su desesperación, lleguen a blasfemar en contra vuestra, os doy para ellos una gota de mi bálsamo. 65. Preparaos a perdonar a todo el que os ofendiera en lo más querido para vosotros; de cierto os digo que, cada vez que en una de estas pruebas otorguéis el perdón sincero y verdadero; será un peldaño más que habréis escalado en el camino de vuestra elevación. 66. ¿Vais entonces a sentir rencor y a negar el perdón a aquellos que os están ayudando a acercaros a Mí? ¿Vais a renunciar al deleite espiritual de imitarme, dejando que la violencia ofusque vuestro cerebro para devolver golpe por golpe? 67. En verdad os digo, que esta humanidad no conoce aún la fuerza del perdón y los milagros que él obra. Cuando tenga fe en mi palabra, se convencerá de esta verdad. 68. Pueblo amado: Voy a dejaros el agua que mitiga la sed y sana todo mal. 69. Vengo buscando corazones para morar en ellos para que, escuchando mi palabra, lleguen a reconocer su misión espiritual. Quiero que aprendáis a orar, a conversar con vuestro Padre Celestial, meditando y sintiendo todo aquello que queráis comunicarme, con aquel fervor y verdad con la que os enseñó Jesús; mas no imitéis a los que diariamente repiten una y más veces: Hágase Señor tu voluntad, así en la tierra como en el cielo, y en realidad no saben lo que dicen, porque en verdad no están conformes con mi voluntad. 70. Ya es hora de que se levante este pueblo a practicar mis divinas enseñanzas; para ello os he hecho simplificar vuestra vida y desmaterializar vuestro corazón. 71. La práctica de mi doctrina es un retorno a la vida sencilla de los tiempos pasados, pero a la vez un paso hacia adelante en el conocimiento de lo espiritual. 72. Los escogidos de este tiempo no han sido elegidos al azar; existe una razón divina para escoger a cada uno de mis hijos. Para que cumpláis con la misión para la que fuisteis destinados antes de venir a la tierra y ayudaros a cumplirla, os la estoy dando a conocer por medio de mi enseñanza. 73. ¿No habéis visto cuánto os he probado para darle temple y fuerza a vuestra fe? ¿No habéis sentido opresión y asfixia en el ambiente que envuelve al mundo? ¿No advertís cómo y sin saber por qué, huís del fango? Todas esas señales son demostración de que estabais destinados para una misión espiritual, la cual había de estar antes que todas las demás que contrajeseis en la tierra. 74. El espíritu quiere vivir, busca su inmortalidad, quiere lavarse y purificarse, tiene hambre de saber y sed de amor. Dejadle pensar, sentir y trabajar, concededle que tome una parte del tiempo de que disponéis, para que ahí se manifieste y se recree en la libertad. 75. De todo lo que sois aquí en el mundo, sólo quedará después de esta vida vuestro espíritu. Dejadle que él acumule y atesore virtudes y méritos para que, llegada la hora de su liberación, no sea un menesteroso ante las puertas de la “Tierra Prometida”. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 112 1. Yo soy el alimento para el espíritu, soy el poseedor de cuanto necesitáis, soy la luz en vuestro camino de evolución. 2. Deseo que me conozcáis; ya una vez estuve entre vosotros en cuanto hombre; hoy vengo en Espíritu a demostraros que verdaderamente estoy en mis hijos y que puedo hablar a través de su entendimiento. Mañana sólo será la luz de mi inspiración la que llegue a vuestro espíritu; pero en cada una de las formas que tome para hablaros, habrá siempre una nueva lección y una nueva fase que mi Espíritu os muestre para que me conozcáis mejor. 3. De era en era, los hombres van teniendo una idea más clara de Mí. Los que me han conocido a través de Cristo, tienen un concepto más aproximado a la verdad que aquellos que sólo me conocen a través de las leyes de Moisés. Aquel Dios a quien seguían y obedecían las multitudes por temor a su justicia, fue más tarde buscado como Padre y como Maestro, cuando germinó en sus corazones la semilla de amor de Cristo. 4. En verdad os digo que Yo no os envío el dolor. ¿Habéis visto con qué amor cultiva el jardinero su jardín? Pues vosotros sois para Mí como un inmenso jardín, en el cual os contemplo como lirios, rosas o azucenas. Mas si vuestras corolas se cierran para el rocío de mi amor, natural es que os sintáis débiles cuando los vientos os azotan; ¿Por qué entonces pensáis que sea Yo quien os castiga? Es un error atribuirme la causa de vuestros sufrimientos y amarguras, porque un Padre sólo quiere la felicidad para sus hijos. 5. Cuando comprendáis vuestra falta de armonía con lo creado y con mis leyes, os arrepentiréis de haberme culpado de vuestras vicisitudes y sabréis que fuisteis vosotros los que creasteis el dolor. 6. En los tiempos pasados, cuando la humanidad aún no llegaba al conocimiento del verdadero Dios, veía en cada elemento de la naturaleza a una divinidad; por eso, cuando esas fuerzas llegaban a desencadenarse, los hombres decían que eran venganzas de sus dioses, sin darse cuenta de que ellos por sus pecados no podían salvarse del efecto de los elementos desatados. 7. Algo de aquellas creencias conserváis todavía, porque cuando miráis o sabéis de terremotos, tempestades o plagas que azotan pueblos, ciudades o naciones, exclamáis: Es castigo de Dios. 8. He venido a revelaros en este tiempo, que el hombre posee potestad sobre los elementos, una potestad que hasta hoy no habíais descubierto. Os he enseñado que quien ora y vive en armonía con mis leyes, puede ser obedecido por los elementos y escuchado por la naturaleza. ¿Os parece extraño? Recordad cómo Jesús, entre sus lecciones, os dio aquella de someter a la naturaleza a su mandato. No olvidéis que cuando el Maestro, junto con sus discípulos navegaba en una barca en el mar de Galilea, éste de pronto se encrespó; El, viendo el temor en sus apóstoles, extendiendo su mano ordenó a las aguas que se apaciguaran, y éstas al instante, como mansas siervas obedecieron. 9. De cierto os digo, que aún es mucho lo que tenéis que estudiar y analizar sobre aquellos ejemplos, para comprender mis nuevas enseñanzas. Basta que tengáis confianza en mis palabras, para que cumpliendo con mí Ley, en los trances difíciles de vuestra vida testifiquéis el poder de la fe. 10. Cuánto se ha alegrado vuestro corazón, cuando en una prueba de éstas habéis orado y habéis palpado mi verdad. Con fe, con espiritualidad y humildad lograréis la verdadera oración, que evitará que sigáis siendo las víctimas de las vicisitudes de la tierra; porque viviendo en armonía con las leyes que rigen vuestra vida, todo cuanto os rodea estará a vuestro servicio. Tened presentes mis lecciones que con tanto amor os entrego a través del entendimiento humano. Mi rayo, al posarse sobre la mente del portavoz, se convierte en palabra, sin que por ello pierda su sentido divino. Esta luz, que en sentido figurado os anuncié en el Segundo Tiempo, es el faro que guiará a los espíritus hacia el puerto de salvación. He humanizado mi inspiración para que, escuchándome comprendáis el contenido de mis revelaciones y la forma de llevar a la práctica mis enseñanzas. Mañana, cuando cese esta comunicación que con vosotros he tenido, seguirá mi luz iluminando al espíritu de la humanidad. 11. Si en aquel tiempo, la sangre del Hijo de Dios fue derramada por todos, ahora será la luz de mi Espíritu la que descienda sobre toda carne y sobre todo espíritu. 12. En lo profundo de cada ser se escucha el tañer de una campana que no os permite caer en el sueño; es mi voz que os llama e invita a la oración, a la reflexión y a la meditación. Unos se detienen ante ese llamado y hacia él enderezan sus pasos; otros se resisten ante aquella voz, interponiendo la dureza de su materia, por lo que, mientras unos se apresuran a despertar a la vida verdadera, otros son tardíos. 13. Cuántos de los que habéis tenido la gracia de escuchar mi palabra, me habéis dicho en vuestro corazón: Señor ¿Por qué tardasteis tanto en volver al mundo? A lo cual os digo: Para Mí, todo ese tiempo sólo ha representado un instante. Desde que os dije mi última palabra en el calvario, hasta el día en que os di mi primera cátedra en esta era, puedo deciros que el tiempo transcurrido no pasó para Mí. Fue tan fugaz el espacio entre mi partida en aquel tiempo y mi llegada en éste, que lo comparo con la luz de un relámpago que brillase en el oriente, para ocultarse en el occidente. 14. Por momentos los hombres se juzgan tan indignos de Mí, que no conciben que pueda amarlos tanto; y una vez resignados a vivir alejados de su Padre, construyen una vida a su propia idea, crean sus leyes y hacen sus religiones. Por eso su sorpresa es grande cuando me ven llegar. Entonces se preguntan ¿En verdad nos ama tanto nuestro Padre, que así busca la forma de comunicarse con nosotros? 15. Humanidad: Yo sólo sé deciros que lo que es mío no lo dejaré perder; y vosotros sois míos. Os amo, desde antes que fueseis y os amaré eternamente. 16. Si habéis tardado en retornar a Mí y habéis encontrado muchas vicisitudes a vuestro paso, eso no quiere decir que mi amor haya disminuido a causa de vuestros pecados; es que mi voz, a través de vuestra conciencia, la que siempre ha estado invitándoos a llegar a Mí por el camino de la verdad. Yo soy la puerta eternamente abierta, que os invita a penetrar en mi santuario, ahí donde está vuestra heredad. 17. Mi doctrina ha venido a enseñaros a tornar las faltas en buenas obras; tened la certeza de que, quien toma la cruz de su Señor para seguirle, pronto siente la elevación de su espíritu. 18. No es mi última enseñanza ésta que ha venido a iluminar la Tercer Era; lo espiritual no tiene fin; mi Ley siempre está brillando como un sol divino en todas las conciencias. El estancamiento o la decadencia sólo es propia de los humanos y ella es siempre el resultado de vicios, flaquezas o desenfreno de las pasiones. Cuando la humanidad finque su vida sobre cimientos espirituales y lleve en sí el ideal de eternidad que os inspira mi doctrina, habrá encontrado el camino del progreso y la perfección, y nunca más se apartará de la senda de su evolución. 19. Si a vuestro espíritu le di un grano para que lo sembrase, él tendrá que devolverme cien. ¿No habéis visto la multiplicación de las semillas de la tierra? Imitadlas. Yo sólo hice una simiente de cada especie y mirad cómo se han reproducido sin cesar. 20. Hijos amados: ¿Creéis que fuera necesario que volviese al mundo a derramar nuevamente mi sangre para haceros comprender mi amor? No, ya no es necesaria esa prueba, ya que ahora os bastará que oréis y meditéis unos momentos en cada día, para que mi luz penetre dulcemente en vuestro espíritu. Esa luz será la del Maestro, será mi voz que vendrá a revelaros muchas enseñanzas que ignoráis, pero que es necesario que conozcáis, para que podáis vivir en plenitud en el Tercer Tiempo, el tiempo de la luz y de la espiritualidad. 21. En aquel Segundo Tiempo, las multitudes me buscaban más como doctor que como Maestro, porque siempre han creído los hombres, que es más grande el dolor del cuerpo que el del espíritu. Jesús era complaciente y dejaba que los enfermos se acercaran a Él; sabía que ese dolor era el camino que atraía a los hombres hacia la luz de su palabra. 22. Cuando los ciegos volvían a ver, y los leprosos se limpiaban, cuando los paralíticos abandonaban su lecho y los poseídos se liberaban de sus influencias y obsesiones, eran testimonios vivientes de que Jesús era el Doctor de los doctores. 23. Mucho tiempo me buscaron así los hombres, aun no estando ya con ellos en el mundo. Mas ahora, cuando llega un doctor junto a vuestro lecho de enfermo y en él depositáis toda vuestra fe y confiáis en su ciencia vuestra vida, olvidáis que la vida de ambos depende de Mí. Os olvidáis en ese instante de orar ante vuestro Padre para solicitar de El la luz sobre el hombre de ciencia y el bálsamo sobre vuestra dolencia. Aquella alcoba, en vez de llenarse de luz y saturarse de fuerza y de esperanza, permanece triste y sombría por falta de espiritualidad. 24. ¿Cuándo volveréis a buscarme con aquella fe, con que se acercaban a Mí los enfermos en el Segundo Tiempo? Es necesario que os diga que tengo sed de vuestra fe y que cuando depositéis en Mí vuestra confianza, os haréis merecedores de los grandes prodigios que tengo reservados para vosotros. 25. Yo no desconozco a los hombres de ciencia, puesto que la misión que desempeñan se las he dado Yo, pero muchos de ellos han faltado a la oración, a la caridad y a la elevación de espíritu para ser los verdaderos doctores de la humanidad. 26. Ya les hablaré también a ellos, mas mi voz será de justicia cuando vean a mis discípulos sanando por medios espirituales las enfermedades que la ciencia no ha sabido curar, y cuando los hombres se curen los unos a los otros por medio de su don espiritual, los materialistas abrirán sus ojos ante esa revelación y dirán: Ciertamente, más allá de nuestra ciencia existe una sabiduría y un poder superior al nuestro. 27. A vos, pueblo, os digo que no olvidéis ese don divino, ya que por medio de él haréis luz en los espíritus, llevaréis consuelo a los que sufren y convertiréis a muchos, al salvarlos de sus aficiones. 28. El dolor es un camino que conduce a los hombres hacia la fuente de salud que soy Yo, mas tened presente que os he dado una gota de mi bálsamo para que hagáis uso de él siempre que alguien llame a vuestras puertas. Velad y orad para que ese llamado siempre os encuentre preparados. 29. Discípulos del Tercer Tiempo, en verdad os digo, que por haber recibido mis nuevas revelaciones, seréis quienes interpretéis debida y justamente el contenido de las enseñanzas de los tiempos pasados. 30. Todo cuanto en ellas os fue revelado, tiene un sentido divino, aunque os parezca que en algunas ocasiones os están hablando de la vida humana; buscad su esencia y encontraréis que siempre os están mostrando la vida espiritual. 31. No os detengáis demasiado en analizar la letra, que es lo superficial, porque ello puede llevaros a la confusión, penetrad al significado de la palabra y ahí hallaréis la verdad. Procurad que vuestro análisis sea sencillo, como lo es mi palabra, y no compliquéis lo que es diáfano, puro y natural. 32. Oración y meditación es lo que se requiere para el estudio de las lecciones divinas. Quien así busque mi luz, en verdad os digo que pronto la hallará. Ya os he enseñado que con oración se adquiere sabiduría. 33. El discípulo que de esta manera analice mi palabra y que en esta forma consulte a su Maestro, será el que siempre acierta con la verdad y nunca se confunde. 34. Llegará el día en que vuestra sensibilidad para lo espiritual os haga descubrir fácilmente la esencia que contiene toda palabra que ha brotado de Mí. 35. “Mi reino no es de este mundo”, os dije en el Segundo Tiempo, por lo tanto, Yo os hablo del reino espiritual. “Yo soy el camino” os dije también, haciéndoos comprender que venía a prepararos la senda que os llevara a morar Conmigo en la mansión celestial. 36. Para la vida humana, bastaba con la ley que por conducto de Moisés os di; mas para vivir la vida eterna era preciso que el Verbo de Dios fuese con vosotros, para que Él os preparase el camino del verdadero paraíso; mas como el camino hacia las altas moradas de la luz, de la perfección y del amor, tiene encrucijadas, escollos y tentaciones, fue necesario que en la senda del viajero apareciese una estrella, un faro, un rayo de luz que iluminase sus pasos; esa luz es la de mi Espíritu, que ha llegado a vosotros a disipar dudas, ignorancias e incertidumbres. 37. Mirad cómo, desde los tiempos en que os regíais por la ley natural, o sea por el dictado de la conciencia, hasta este tiempo en que recibís la luz espiritual por medio de la inspiración, os he dado a conocer, paso a paso y parte por parte el camino del espíritu. 38. Esta inspiración es el fruto de una larga evolución en la que no podéis deteneros, y que os dará la perfección necesaria para que podáis recoger los mejores frutos. 39. Hoy os digo: Bienvenidos seáis, caminantes incansables en el camino de perfección; venid a Mí, todos los que tengáis hambre o sed en el espíritu, porque todo aquel que sepa tomar esta palabra y extraer de ella su esencia, encontrará la paz. 40. Yo bendigo al que ha tomado con paso sereno y firme el camino, porque él no tropezará. Yo os ilumino para que os conduzcáis como buenos discípulos de mi doctrina. 41. El tiempo que he asignado para el final de esta comunicación en esta era, será 1950, el justo para vuestra preparación, porque si mi palabra os faltare antes del día señalado para su término, muchos de vosotros debilitaríais y otros volveríais a vuestras antiguas tradiciones. Vuestro destino ha sido trazado con suma perfección, y las pruebas que encontrarais, son motivo para que elevéis vuestro espíritu y me améis. Cuando en vuestra vida sólo habéis tenido satisfacciones y abundancia de bienes materiales, os habéis detenido en el camino espiritual y os habéis apartado de Mí; mas ahora os he confiado una nueva oportunidad para el cumplimiento de vuestra misión. Sin embargo, no olvidéis que vuestra existencia en la tierra es tan sólo un momento en medio de la eternidad, y que si ese momento lo desaprovecháis, despertaréis en el más allá y contemplaréis el retraso y la falta de luz en vuestro espíritu. Un doloroso despertar será para el espíritu al darse cuenta de su pobreza y desnudez por falta de cumplimiento, y tendrá que llorar el tiempo perdido, hasta purificarse. 42. Sí, discípulos, será preciso entonces pasar por la expiación, para acallar el reclamo de la conciencia y hacerse digno de continuar su evolución. 43. Caminad siempre por la senda de la Ley y ella os amparará. 44. ¡Cuán escasos son mis discípulos y qué numerosa es la humanidad! Mas Yo fortalezco a los que han sabido tomar este cargo y esta responsabilidad, porque ellos están dispuestos a levantarse a sembrar cuando Yo se los ordene. Para entonces tendrán la mansedumbre del siervo y la fortaleza del apóstol. 45. Cuando ya mi palabra no se escuche como ahora, ni os dé la voz de alerta cuando el enemigo se acerque, y las aguas turbias quieran contaminar la fuente cristalina que os he confiado, recurriréis a la oración, y vuestra conciencia os dirá lo que debéis hacer. En la luz de la conciencia Yo estoy y estaré presente. 46. Ya conocéis el sabor del fruto del árbol y os prevengo para que mañana no os dejéis sorprender por falsos profetas; mas también velaréis por vuestros hermanos, enseñándoles a distinguir la esencia de mi doctrina. Escrito está que después de mi partida aparecerán falsos profetas y que llegarán diciendo a mi pueblo que ellos son mis enviados y que vienen en mi nombre a continuar la obra que entre vosotros llevé a cabo. 47. ¡Ay de vosotros si os inclináis delante de falsos profetas y falsos maestros, o si mezcláis a mi doctrina palabras sin esencia, porque habrá gran confusión! Por eso os digo con frecuencia: “Velad y orad”. 48. He sometido al hombre a dos leyes y es mi voluntad que vosotros, mis labriegos, cumpláis con ambas, para que, unificados el espíritu y la materia, hagáis obras de perfección en vuestra vida. En cada una de mis leyes he derramado mi sabiduría y perfección. Cumplid con las dos, que ellas os conducirán a Mí. No queráis vivir en la tierra como si ya estuvieseis en espíritu, porque caeríais en fanatismo, que es falsa espiritualidad; con ello enfermaría vuestro cuerpo e irá a la tumba antes de tiempo, sin haber terminado vuestra misión. Comprended entonces que el espíritu fue dotado de una inteligencia superior para ser guía y maestro de la materia. 49. Hoy habitáis este valle de lucha y de dolor, en el que las pruebas os dicen a cada instante que esta morada es pasajera; pero que todo aquello que no hayáis alcanzado en el presente, lo poseeréis mañana. La paz y la alegría, que en el mundo sólo dura un instante, en la mansión espiritual son imperecederas. Por eso os invito al reino de eterna paz y satisfacción sin fin. Preparad el gran viaje, Yo os espero. 50. Aprended a escuchar la voz de vuestra conciencia y oiréis mi voz que habla a vuestro corazón. Esa voz interior es la de vuestro Padre, siempre dulce, alentadora y convincente. 51. Hoy me he cruzado en vuestro camino y me habéis recibido con gozo en vuestro espíritu. El encuentro entre el Maestro y los futuros discípulos ha sido feliz. 52. Las sectas se preparan y hablan acerca de mi próxima venida; sin embargo, cuando me acerco a ellos espiritualmente, no me sienten, porque carecen de sensibilidad y porque son incrédulos. Yo digo a mi pueblo que en este tiempo grandes hombres, sabios y sacerdotes, me reconocerán y me sentirán en la forma que he elegido para manifestarme a la humanidad de esta era. Yo escogeré de entre ellos a los que han de servirme, porque después de prepararlos voy a enviarlos a predicar sobre mis revelaciones y enseñanzas de este tiempo. 53. Os he llamado a mi mesa de amor, en ella habréis saboreado el manjar divino; el pan y el vino del espíritu. ¡Ah, si todos comprendieseis cuál es el hambre del espíritu; con cuánto amor buscaríais a los hambrientos! Este momento es de recordación para vosotros, mis nuevos discípulos; no así para Mí, que soy el presente eterno. Mi pasión y mi sacrificio están latentes, mi sangre fresca aún. pero vosotros, que sois pasajeros en la tierra y que en la eternidad sois como átomos, recordáis y revivís como algo lejano, la pasión que vuestro Maestro os legó como el más grande testamento de amor. Escuchadme y estudiad, así podréis amar mi enseñanza, servir a vuestros hermanos y perfeccionaros de espíritu. Si aspiráis a ser maestros entre la humanidad, no tenéis más que imitar a Jesús. Oyéndome dejaréis de ser los niños ignorantes, que todo lo preguntan porque nada saben y os convertiréis en los discípulos que, al desplegar sus labios para hablar de mi enseñanza, se sentirán inspirados por mi Espíritu; ante las interrogaciones de la humanidad vuestra palabra será la luz, que encenderá en cada corazón una antorcha de fe. 54. Yo soy el camino, la verdad y la vida, y es por eso que vengo a vosotros a derramar mi amor en el cáliz de esta mesa, para que podáis beber en él hasta saciar vuestra sed. No vengo a salvar a unos cuantos, sino a todo espíritu necesitado de luz; mas sí vengo a preparar a unos, para que ellos salven a los otros y aquéllos a otros más. 55. Las naciones se encuentran afligidas, agobiadas y enfermas. Ya no esperan de la ciencia o del poder humano la solución de sus miserias y amarguras. Los hombres comienzan a creer que sólo un milagro puede salvarles. Muchos de ellos saben que los profetas del Primer Tiempo anunciaron mi nueva venida; muchos de ellos saben que cuanto está pasando en el mundo corresponde a las señales predichas para el tiempo de mi venida y de mi presencia entre vosotros. Pronto sabrán todos que la Tercer Era ha llegado y que Yo me he manifestado conforme a lo anunciado; que vine sobre la nube, o sea en Espíritu, para enviar mi verbo, como un rayo de luz sobre el entendimiento de mis elegidos; mas, ¿Por quién recibirá la humanidad la buena nueva y los testimonios de cuanto he dicho y hecho entre vosotros? ¿Por quiénes ha de ser, si no por medio de los que me han escuchado? 56. He aquí la mesa, sentaos a ella, elevad vuestro espíritu y sentid mi presencia; sentidla no sólo con el espíritu sino también con la materia, si en verdad os espiritualizáis y sabéis estremeceros al contacto de mi luz. 57. Al elevaron, vivid unos instantes en la morada espiritual, para que en esa hora Yo os reciba en representación de la humanidad, y en vosotros bendiga a los pueblos, consuele a los tristes, a los enfermos, a los que sufren en la soledad. Mirad que ahora hay más viudas y huérfanos que nunca en vuestro mundo. 58. En vosotros, que estáis orando, recibo a todas las razas, a todos los pueblos, religiones y sectas, porque habéis bebido el vino de la vida eterna; derramo sobre todo espíritu mi esencia para que no exista uno solo de mis hijos que en estos instantes sufra hambre o sed de justicia. 59. Ante el pecado del mundo es necesario que llegue hasta vosotros la luz de mi espíritu. Si en aquel tiempo, de mi cuerpo hicisteis brotar sangre, sudor y lágrimas, ahora haréis que el Maestro se derrame en luz sobre el dolor, la perversidad y las tinieblas de los hombres. 60. Es mucho el dolor y el pecado que cubre a las naciones como un manto de tristeza. Más ahora que no me podéis ver llorar, ni sangrar, sentiréis sobre vuestro espíritu el torrente inagotable de mi perdón, de mi amor y de mi luz. 61. Esta es mi nueva sangre que hoy derramo sobre la humanidad. En estos instantes vuestro espíritu se recrea en las regiones hasta donde él ha podido elevarse en esta comunión Conmigo, mas no olvidéis que ha sido Elías, el pastor espiritual, el que vino a prepararos y a conduciros ante Mí, para que recibieseis la palabra de vuestro Maestro, a la vez que la tierna caricia de María, vuestra Madre Celestial, cuyo Espíritu está siempre presente en Mí. 62. Quiero dejar la paz en vuestro corazón, porque después vendrán momentos de tristeza y de temor. Preparaos porque no sabéis lo que el mañana reserve para vosotros. 63. Recordad que os he dicho que aparecerán falsos profetas y falsos espiritualistas, tened presente que siempre os he venido previniendo para estas pruebas, diciéndoos que mi comunicación, que inicié a través del entendimiento de Damiana Oviedo se prolongará hasta 1950, y que después de ese año no me manifestaré más en esta forma. os he dicho muchas veces que después de ese día, derramaré mi Espíritu por medio de vuestros dones pero que, si pasado este período señalado por mi voluntad quisieseis que la palabra del portavoz no cesara en algunos recintos, mientras en otros ya no tuviesen estas manifestaciones, ¡Ay de quienes profanasen mis mandatos e intentasen pasar sobre mi voluntad! 64. No quiero que vosotros seáis responsables de tan graves faltas; mas, para que al llegar el último día de mi comunicación, todos escuchéis que el adiós del Maestro a través del portavoz es definitivo, y que no será sólo para un recinto o para una congregación, sino para todo el pueblo. 65. Preparaos, porque haré el llamado a ministros de religiones, a mandatarios y gobernantes para que escuchen mis últimas palabras. Vuelvo a deciros, preparaos, para que en este tiempo una gran multitud sea testigo de mi partida. Yo derramaré fortaleza sobre vuestro espíritu, para que no sintáis mi ausencia, porque en realidad no estaré ausente; vuestra gratitud de discípulos, quedará a prueba; ya que fui a vosotros por el camino del espíritu, vosotros tendréis que venir a Mí por ese mismo camino. 66. La misión del portavoz concluirá en el día fijado por Mí; pero su entendimiento quedará abierto a la inspiración y a todos los dones, así como el del labriego y el del guía y de todos aquellos que cumplan con mi ley de amor. Debo deciros, que también el don de la palabra se desatará entre vosotros y sabréis hablar de mi obra con hombres que pronuncian otras lenguas. A todos los que me oís en este día os haré responsables de mi palabra, porque sois el pueblo al que encontré descarriado del camino, pero que en mi palabra volvió a encontrar la senda. El que llegó pobre y sollozante, hoy conoce la paz. 67. Entre vosotros están los que llegaron como parias y ahora se sientan a mi mesa; entre la multitud se encuentran los que estaban ciegos y hoy ven la luz; están también los que eran mudos para la palabra de amor y caridad y que hoy, ya convertidos, son mis siervos; están los que eran sordos, que no escuchaban la voz de la conciencia, pero que han recobrado ese don, escuchando la voz del Juez Supremo y han aprendido a oír la queja de los que sufren. Descubro entre estas multitudes a la mujer adúltera y también a la pecadora arrepentida, ambas acusadas y señaladas por quienes muchas veces pecan más que ellas; mas Yo les perdono y les digo que no vuelvan a pecar. 68. ¡Oh, pueblo si supieseis guardar en vuestro corazón todas mis palabras, cuán ricos seríais de los tesoros del espíritu, cuán fuertes e iluminados; pero es frágil vuestra memoria y vuestro corazón! Dejad que mi palabra y su esencia, que son el símbolo de mi cuerpo y de mi sangre, y que son la imagen del pan y del vino que ofrecí a mis discípulos en la última cena, penetren en vuestro espíritu en esta tarde de evocación. 69. Comed el pan de la vida, comed por toda la humanidad en esta era de dolor, de restitución y de purificación; mientras estéis saboreando este alimento, pensad que a la misma hora millones de seres apuran un cáliz muy amargo y que muchos de vuestros hermanos en vez de beber el vino de mi amor, están derramando la sangre de sus semejantes en los campos de guerra. 70. Estáis sentados a mi mesa y no quiero que ninguno de vosotros tenga remordimientos, se sienta indigno de estar aquí, o sienta el impulso de abandonar su asiento y alejarse de esta reunión. 71. Ciertamente en aquel tiempo hubo entre mis discípulos uno que conspiró en contra de su Maestro, el cual, al escuchar mis últimas recomendaciones y las últimas palabras de mi testamento de amor, no pudo permanecer en mi presencia y se alejó del cenáculo. Es que en su bolso llevaba ya las monedas por las cuales había vendido a su Maestro; los demás discípulos lo ignoraban, mas Jesús lo sabía; lo dejó hacer para que así se cumpliera lo que estaba escrito. El Eterno se servía de la infidelidad de un corazón para que se llevase a cabo en su Hijo todo cuanto de Él se había profetizado. 72. Orad, discípulos del Tercer Tiempo, para que entre vosotros no vaya a levantarse un traidor que cambie mi verdad por vanidades del mundo y diga hipócritamente como Judas: Maestro: ¿Por ventura seré yo? ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 113 1. Pueblo amado de Israel, discípulo, párvulo y postrero, las obras de vuestro espíritu a través de la materia son juzgadas por el único Ser que en verdad os puede juzgar. Habéis sido contemplados por la única mirada que puede penetrar en vuestros pensamientos, y vuestro espíritu se ha estremecido ante ese juicio. No es la carne la que se da cuenta de la magnitud de sus faltas, sino el espíritu, y es el que no se ha atrevido a contemplar la faz divina, mas habéis inclinado vuestra cerviz para escuchar la voz del juez, oh discípulos amados. Yo os envío mi bendición, mi amor y mi perdón de Padre. 2. ¿Hasta cuándo la voz del juez, no tendrá nada que reclamaros y sólo contemple que vuestras lágrimas, como un rocío, purifican vuestro espíritu y vuestro corazón? 3. Yo estoy con vosotros; he venido una vez más como Maestro, como Padre, como amigo y compañero de viaje en el camino de vuestro espíritu. He penetrado hasta lo más íntimo de vuestro corazón y aquí me tenéis nuevamente entre vosotros, para enseñaros y daros el consejo celestial que os señala el camino en donde está mi gracia y del cual no debéis apartaros. 4. Elías, con su voz de pastor, conocida por todas sus ovejas, os reúne y guarda en el aprisco. Mi arcano se ha abierto para los espíritus encarnados y desencarnados, mi gracia y mi caridad se derraman en el Universo, en Espíritu y en Verdad. El amor del Padre es eterno. Mas ante la manifestación de mi amor divino, ¿Quiénes de vosotros habéis penetrado en meditación y os habéis regenerado para lograr la espiritualidad? ¿Quién es aquel discípulo que ya ha comprendido y practicado mis enseñanzas? 5. En el Segundo Tiempo hablé a grandes multitudes y por muchos fui comprendido, y si ahora en el Tercer Tiempo, vosotros me comprendéis y practicáis la enseñanza que os vengo a recordar, benditos seáis, porque en el presente tiempo daréis un paso de adelanto en el camino de la espiritualidad. 6. A lo largo de vuestra existencia viviréis mi propia pasión, porque desde el Segundo Tiempo os enseñé a nacer y vivir en la humanidad. Os enseñé a vivir “dando a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo”. Os enseñé que, llegado el instante de cumplir con la voluntad del Padre, debe dejarse lo que pertenece al mundo para encaminarse hacia la “tierra prometida”, hacia el “reino celestial”. Yo os enseñé el sendero del sacrificio, del amor, del perdón, de la caridad, caminando siempre adelante y hacia arriba, hasta llegar a la cruz del sacrificio. 7. En este tiempo vosotros me imitáis en mi pasión de aquel Segundo Tiempo, porque habéis nacido humildes y porque a través de vuestra vida humana habéis experimentado el dolor, las caídas, los abrojos, las ofensas, y habéis derramado vuestro llanto por amor a mi obra. 8. En el Segundo Tiempo, el Divino Maestro, siendo puro de espíritu y de cuerpo, fue bautizado por Juan en las aguas del Jordán, para daros una prueba de mansedumbre y humildad; y así Aquél que no tenía mancha alguna, no rechazó el símbolo de la purificación, ¿Cómo podrán los pecadores en este Tercer Tiempo llamarse puros delante de la humanidad? 9. Después me interné en el desierto para meditar, para enseñaros a penetrar en comunión con el Creador y contemplar desde el silencio del desierto la obra que me esperaba, para enseñaros con ello, que para levantaros al cumplimiento de la obra que os he confiado, antes tenéis que purificaros. Después, en el silencio de vuestro ser, buscad la comunión directa con vuestro Padre, y así preparados, limpios, fortalecidos y resueltos, levantaos con firmeza al cumplimiento de vuestra delicada misión. 10. En el Segundo Tiempo, solamente tres años prediqué entre las multitudes que me escucharon y siguieron. El caudal de amor, sabiduría, justicia y ley que había en mi Espíritu, no sólo estuvo en mi palabra, sino también en mis obras, en mis miradas, en el bálsamo que derramé en los enfermos, en el perdón que regeneró a los reacios pecadores, en mi voz que levantó a los muertos, en mi palabra que alejaba a los espíritus inmundos y les devolvía la luz perdida. El momento era llegado y escrito estaba que había que penetrar en la ciudad de Jerusalén, donde los fariseos y los grandes sacerdotes de aquel tiempo, sólo esperaban la ocasión para dar muerte a Jesús. Mis obras quedaron como un recuerdo imperecedero para toda la humanidad, el día de mi entrada triunfal en Jerusalén, el santo cenáculo, la aprehensión, la noche de agonía, la vía dolorosa y por fin, la crucifixión. 11. En aquel tiempo sólo fue contemplado el hombre que os enseñó, que lloró y sufrió por sus discípulos y por las multitudes. Hoy os eleváis y contempláis el fondo de aquella obra, y no sólo lloráis por el dolor humano de Jesús, ni sólo os conmovéis con aquella sangre que brotó de su cuerpo, sino que con el estudio y elevación espiritual, comprendéis que dentro y fuera de aquel hombre estuvo el Espíritu Divino, que con su luz vino a enseñar a los hombres a cumplir la misión que los purifique de todas sus faltas, un Dios que lloraba y sangraba a través de un cuerpo, a causa de las tinieblas e ignorancia que cubrían a la humanidad, un Dios que se hacía hombre para habitar con los hombres y enseñarles el verdadero camino y el amor de unos a otros, un Dios que se humanizaba para sentir el dolor del hombre y estar cerca de él. 12. Los tiempos han pasado y el hombre no me ha olvidado. La humanidad lleva grabado mi nombre en su conciencia, más se ha apartado del verdadero camino y hoy solamente se conforma con conocer mi nombre, recordarlo y confundir mi enseñanza; porque el hombre la envolvió en ritos, en ceremonias, en tradiciones y festines, y con ello se conforma. Dejó de amar a su propio hermano, dejó de sentir el dolor de su semejante, llenó su corazón de egoísmo, se enseñoreó, se olvidó de que su Maestro derramó su sangre y la convirtió en bálsamo, en gracia, en redención y en vida para la humanidad, y que todo aquel que me ama y me sigue, puede hacer lo que Yo hice, regenerar y salvar con la palabra, resucitar al muerto y sanar todos los males con la caricia espiritual. 13. Después de mi partida en el Segundo Tiempo, mis apóstoles continuaron mi obra, y los que siguieron a mis apóstoles, continuaron la labor de ellos. Eran los nuevos labriegos, los cultivadores de aquella campiña preparada por el Señor, fecundada con su sangre, sus lágrimas y su palabra, cultivada con el trabajo de los doce primeros y también por los que les siguieron; más de tiempo en tiempo y de generación en generación, los hombres fueron mistificando o falseando mi obra y mi doctrina. 14. ¿Quién le dijo al hombre que él podía hacer mi imagen? ¿Quién le dijo que me representara pendiente de la cruz? ¿Quién le dijo que podía hacer la imagen de María, la forma de los ángeles o el rostro del Padre? 15. ¡Ah hombres de poca fe! Que para poder palpar mi presencia, habéis tenido que materializar lo espiritual. 16. La imagen del Padre fue Jesús; la imagen del Maestro, sus discípulos. Yo dije en el Segundo Tiempo: “Quién conoce al Hijo, conoce al Padre”. Esto quiere decir que Cristo, que hablaba en Jesús, era el propio Padre. Sólo el Padre podía hacer su propia imagen. 17. Después de muerto en cuanto hombre, me manifesté con vida ante mis apóstoles, para que reconocieran que Yo era la vida y la eternidad y que en materia o fuera de ella estaba presente entre vosotros. No todos los hombres entendieron esto y por eso cayeron en idolatría y en fanatismo. 18. Me preguntan algunos: Señor, ¿Habremos caído en un nuevo fanatismo o en una nueva idolatría? Y el Maestro os dice: No estáis limpios del todo, no os habéis preparado con toda la espiritualidad que el Maestro os está enseñando, pero poco a poco la alcanzaréis. En este Tercer Tiempo he preparado profetas para que contemplen con el espíritu y den testimonio al pueblo. 19. Escuchad mi voz a través de la conciencia, reconoced que sois mi pueblo escogido, que tenéis que dar el ejemplo y ser el espejo limpio, donde los pueblos puedan contemplarse. Más tarde, cuando todos hayáis formado un solo cuerpo y una sola voluntad, seréis ejemplo ante las doctrinas y las religiones, y tendréis derecho de hablar de amor y paz, de decir a los demás, que se amen los unos a los otros, porque vosotros les daréis ejemplo. Enseñaréis a los demás la regeneración, porque vosotros antes os habréis regenerado y comprendido mi enseñanza. 20. Mientras no os espiritualicéis, ¿Cómo podréis levantaros para derrumbar los falsos dioses? Solamente espiritualizados podréis ir por el mundo y hacer cesar odios, necias ambiciones, falsas grandezas y malas ciencias. Solamente así, preparados, podréis detener el avance de la perversidad; ¿Cómo? Con el amor, que es espiritualidad. Entonces seréis un libro abierto; a nadie diréis que sois maestros, ni que sois mis discípulos. Sin hacer alarde os levantaréis por los caminos y Yo pondré a las multitudes a vuestro paso, prepararé las comarcas y los caminos: haré que podáis comunicaros con vuestros hermanos de distintas lenguas. No todos atravesaréis los mares. Señalados están por Mí los que habrán de levantarse a lejanas o cercanas comarcas; pero todos se levantarán como parvada de palomas. Serán mis emisarios en todos los lugares de la tierra como enviados de paz. 21. Sí, pueblo, es la misión que os espera. Hoy os vengo a hablar con más claridad a través de mis portavoces. En el Segundo Tiempo hablé a mis discípulos y a grandes multitudes en sentido figurado y en parábolas. 22. Los hombres no me comprendían, mas su espíritu sí penetraba en la esencia de aquella palabra. Mis discípulos se preguntaban unos a otros: ¿Qué ha querido decir el Maestro con esta palabra? Y ni unos ni otros, acertaban a comprender toda mi enseñanza; mas ella iba quedando almacenada, para cuando llegara el tiempo en que fuera comprendida con toda claridad. 23. En este Tercer Tiempo, mi palabra dada a través del entendimiento humano, ha sido más clara y comprensible para vuestro entendimiento, porque habéis evolucionado; ¿Cómo podría esperar de vosotros evolución y perfeccionamiento, si antes os hubiese privado de vuestros dones? 24. Si hay seres que en su camino han perdido el sentido de la verdadera vida, convirtiéndose en plantas parásitas, Yo les transmito savia de vida eterna para que tornen a ser plantas fructíferas. 25. Pueblo: aprovechad mis enseñanzas, porque muchas de mis palabras no serán recogidas por las plumas de oro y muchos de los escritos van a ser ocultados por corazones egoístas e ignorantes. 26. Pensad en que pronto dejaréis de escucharme en esta forma y que deberéis estar preparados para recibir por inspiración mis revelaciones y mandatos. 27. ¡Ay de los que pretendieran torcer mis designios, porque la hoz justiciera, al llegar la hora de la siega, les tratará como a cizaña o mala hierba! 28. Entended que he venido a enseñaros a compartir el dolor de vuestros hermanos, para que sepáis levantaros sembrando paz y viniendo mi bálsamo sobre toda dolencia. 29. Mirad la guerra, que, semejante a un manto negro, va cubriendo de luto los pueblos y las naciones por donde pasa. Los mares, los montes y los valles, han sido convertidos en campos de sangre y de muerte, mas vosotros no perdáis la fe; por grande que sea la confusión que reine en el mundo, no desconfiéis de vuestras fuerzas para resistir las pruebas, porque entonces será cuando la elevación espiritual y la forma de orar que os he enseñado, ayude a vuestros hermanos a encontrar el sendero de la verdadera luz. 30. ¿Veis esos hombres que tan sólo viven para satisfacer desmedidas ambiciones, pasando sobre la vida de sus semejantes, sin respetar los derechos que Yo, su Creador, les he concedido? ¿Veis cómo sus obras sólo hablan de envidias, de odio y de codicia? Pues es por ellos por los que debéis orar más que por otros, que no están tan necesitados de luz. A estos hombres perdonadles todo el dolor que os causan y ayudadles con vuestros pensamientos limpios a razonar. No hagáis en torno a ellos más densa la niebla que les rodea, porque cuando tengan que responder de sus actos también llamaré a responder a quienes en vez de orar por ellos, sólo les enviaron tinieblas con sus malos pensamientos. 31. ¿Os parece imposible que esos seres lleguen a escuchar algún día la voz de la conciencia? Yo os digo, que pronto llegará la hora en que ellos llamen a mi puerta y me digan: Señor, ábrenos, porque no hay más reino que el tuyo. 32. En la vida de los hombres siempre ha estado el mal sobre el bien; vuelvo a deciros que el mal no prevalecerá, sino que mi ley de amor y justicia reinará sobre la humanidad. 33. Oíd mi palabra, oh discípulos, porque vendrá el día en que ya no podáis escucharla, y es preciso que almacenéis su esencia en vuestro corazón. Sólo Yo puedo calmar vuestra sed de justicia en este tiempo de egoísmo y mentira. Bebed estas aguas cristalinas, que en verdad vuelvo a deciros: “Quién de esta agua bebiera, sed no volverá a sentir”. 34. Cuando pensáis en que estoy dando mi divina palabra por conducto de estos rudos entendimientos, y que en ella encuentran salud y consuelo millares de corazones, os inclináis ante el milagro. 35. En verdad os digo, que si Moisés tocando con su vara la roca en el desierto, hizo brotar de ella el agua que apagó la sed de la multitud, en este tiempo con mi justicia que es amor y potestad, he tocado estas mentes y estos corazones de roca, haciendo brotar de ellos agua de vida eterna. 36. Mi palabra es la senda; penetrad en ella y con la luz de mi amor conoceréis el camino. Yo soy el guía que conduce vuestros pasos; mi voz que está en vuestra conciencia os anima y orienta, y mis prodigios encienden vuestra fe. 37. En todos los tiempos ha sido mi Ley la voz que ha conducido a los pueblos hacia la luz; los hombres que he enviado al frente de las multitudes, han sido ejemplos de fe, fidelidad y fortaleza que a cada paso les han ido señalando el verdadero camino. 38. Penetrad con amor en el estudio de mi doctrina, porque os vais acercando al tiempo en el que no tendréis más guía que vuestra conciencia, ni más pastor que mi Espíritu. 39. Mientras no alcancéis una completa preparación, tendréis necesidad de alguien que os ayude a caminar y a dirigir vuestros pasos por el buen sendero; es por eso que de entre vosotros escojo a algunos de mis hijos para ponerles al frente de pueblos o multitudes. ¡Qué delicado es ese cargo y qué grave su responsabilidad! Benditos los que llenos de celo, obediencia y temor, conducen por mi senda a sus hermanos, porque será menos amargo su cáliz, cuando las multitudes como pesada cruz los agobien. Yo les ayudaré cuando estén próximos a doblegarse bajo el peso de sus responsabilidades y nunca les dejaré caer. 40. Benditas sean también las multitudes que con mansedumbre sigan los pasos de quienes velen y sufran porque no se desvíen ni un paso del sendero del cumplimiento. 41. Uníos verdaderamente y escucharéis con claridad la voz del Divino Pastor, que os va conduciendo al aprisco celestial. 42. Todo estaba preparado para que, en el Tercer Tiempo me escuchaseis a través del entendimiento humano; los que así me han oído, ya estaban destinados para ello. 43. No todos me esperabais y menos en la forma en que me he manifestado, porque os ocultaron mi palabra y olvidasteis mi promesa de volver. Más Yo, para quien no pasa el tiempo, vine a cumpliros mi promesa. Ahora mi palabra os anuncia un nuevo tiempo de revelaciones que vendrán a liberaros de toda esclavitud. ¡No más cadenas, ni más cautiverio, humanidad! 44. En el Primer Tiempo me bastó un hombre para conduciros a la “tierra de promisión”; en el Segundo Tiempo fueron doce mis discípulos los preparados para extender mi doctrina y enseñar el camino a los hombres; ahora levantaré a un pueblo investido de mi gracia y donado con mi palabra, para que sea él quien lleve a las naciones y comarcas del mundo el pan de vida eterna que alimenta a los pobres de espíritu y a los hambrientos de justicia. 45. Dejo en vuestro corazón el pan de amor y de verdad que compartiréis con la humanidad, porque ella aparentemente es fuerte, pero detrás de sus galas, de su esplendor y de su poder, lleva un espíritu débil, enfermo y fatigado. 46. Heme aquí con vosotros, he cumplido mi promesa. Vengo como Dios, como Padre, como Maestro y como Amigo. 47. Al anuncio de mi llegada, muchos han recurrido a los libros y a la historia para confirmar mi nueva venida, mas todo les ha dicho que mi presencia es verdadera. ¿Os parece extraño que ahora haya llegado en Espíritu? Comprended que ya no es tiempo de que el Verbo se haga hombre para habitar con vosotros; esa lección de amor pertenece al pasado. Hoy vivís en la era del Espíritu Santo. 48. Este es el tiempo de la elevación, en el que si queréis mirarme o sentirme, tenéis que preparar vuestro espíritu, porque no vais a preguntarle a nadie si es verdad que estoy entre vosotros. ¿Acaso estáis privados de espíritu o sensibilidad? ¿Por ventura, carecéis de corazón y sentidos? Entonces, ¿A quién le vais a preguntar si es cierta mi manifestación entre vosotros? No intentaréis preguntárselo a los sabios, porque ellos nada saben de Mí. Recordad que en el Segundo Tiempo mientras los hombres del poder estaban sorprendidos de mi presencia, y mientras los teólogos se confundían y los sacerdotes me condenaban, los humildes y sencillos escuchaban el eco de mi palabra en lo más puro de su corazón. A quienes me están escuchando y no alcanzan a concebir mi presencia bajo esta manifestación, Yo les digo, que si a pesar de su duda y reaciedad quieren saber si soy Yo el que habla, que pongan a prueba mi enseñanza, practicándola, que analicen mi palabra, que limpien su corazón y su mente, que vayan a buscar a su enemigo para perdonarle, que laven la llaga del leproso, que consuelen al triste, y entonces sabrán por sí mismos si he sido Yo, Cristo, el que ha hablado por estos labios humanos. 49. Será vuestra conciencia la que os diga si esta palabra es de Dios o del hombre. 50. Hablando a través del entendimiento humano no estoy oculto, por el contrario, me manifiesto en él. 51. En aquel tiempo os dije: “El árbol por su fruto será reconocido”. Ved los frutos que mi doctrina está dando; los enfermos desahuciados por la ciencia, sanan; los perversos se arrepienten; los viciosos se regeneran; los escépticos se hacen fervientes; los materialistas se espiritualizan. Quien no ve estos prodigios, es que se obstina en ser ciego. 52. Muchos árboles cultiva la humanidad; el hambre y la miseria de los hombres los hace buscar en ellos, sombra y frutos que les ofrezcan salvación, justicia o paz. Esos árboles son doctrinas de hombres, inspiradas muchas veces en odios, en egoísmos, en ambiciones y en delirios de grandeza. Sus frutos son de muerte, sangre, destrucción y ultrajes a lo más sagrado en la vida del hombre, que es la libertad de creer, pensar, hablar, en una palabra que es privado de la libertad de espíritu. 53. Son las tinieblas que se levantan para luchar contra la luz. 54. Yo os puse alerta anunciándoos que llegaría un tiempo en que las guerras de ideas, doctrinas y guerras homicidas, se desatarían, cundiendo de nación en nación, dejando estela de hambre y dolor entre la humanidad. Y que ése sería el tiempo de mi venida sobre la nube, o sea espiritualmente. 55. Un instante antes de expirar en la cruz, dije en labios de Jesús: “Todo está consumado”. Esa fue mi última palabra en cuando hombre, porque espiritualmente mi voz no ha cesado jamás, ya que mi Verbo inició un concierto de amor con todos los seres, desde el instante de su creación. 56. Ahora os estoy hablando por medio de un portavoz humano; después de 1950 conversaré de Espíritu a espíritu con vosotros y os daré a conocer grandes maravillas y revelaciones, pero siempre os hablaré, porque soy el Verbo Eterno. 57. Vosotros quedaréis para enseñar a vuestros hermanos lo que aprendieseis de Mí, y no habrá pregunta, por profunda que sea, que no contestéis con acierto, siempre que seáis humildes, para que no os despojéis de mi gracia. 58. Vosotros amad, hablad cuando debáis hacerlo, callad cuando sea conveniente, a nadie digáis que sois escogidos míos, huid de la adulación y no publiquéis la caridad que hagáis, trabajad en silencio, testificando con vuestras obras de amor la verdad de mi doctrina. 59. Amar es vuestro destino. Amad, porque así lavaréis vuestras manchas, tanto de vuestra vida presente como de vidas anteriores. 60. No digáis que soy el Dios de la pobreza o de la tristeza, tomando en cuenta que a Jesús siempre le siguieron multitudes de enfermos y afligidos. Yo busco a los enfermos, a los tristes y a los pobres, pero es para llenarlos de alegría, de salud y esperanza, porque Yo soy el Dios de la alegría, de la vida, de la paz y la luz. 61. Si alguien os ha dicho que existen pecados que no tienen perdón de mi parte, no os ha dicho la verdad. Para las faltas grandes, son las grandes purificaciones, y para un intenso arrepentimiento, está mi infinito perdón. Una vez más os digo que todos llegaréis a Mí: 62. En este tiempo, mi pacto con vosotros no será sellado con sangre, como lo fue en Egipto cuando mi pueblo marcó las puertas de sus casas con sangre de cordero primogénito, o como después en el Segundo Tiempo lo hizo Jesús, el Cordero de Dios, al sellar con su sangre un pacto espiritual entre el Maestro y sus discípulos. 63. Ahora quiero que os levantéis por amor, guiados por la luz de la conciencia y por el ideal de espiritualidad, para que no sea la sangre del inocente la que selle este pacto de alianza; deberá ser la luz de mi Espíritu y vuestra luz, las que se fundan en una sola claridad, en un solo rayo de luz. 64. El camino que Moisés trazó a las multitudes a través del mar y del desierto, llevándolas hasta las puertas de la “tierra prometida”, es un símbolo de la enseñanza que precedió a las lecciones que os revelé a través de Jesús, lecciones que principiaron en el pesebre de Belén y terminaron en el Calvario. 65. En este tiempo seréis los que tengáis que levantaros a enseñar mis lecciones, para lo cual tendréis que penetrar en el corazón de vuestros hermanos con el mayor respeto, porque el corazón del hombre es mi templo. Si al penetrar ahí encontráis una lámpara apagada o una flor marchita, encended la lámpara y regad la flor, para que vuelvan a existir la luz y la fragancia del espíritu en aquel santuario. Más no vayáis a querer recoger el fruto al instante. ¿Acaso cuando sembráis la semilla en la tierra, ésta germina al instante o da frutos de inmediato? ¿Por qué entonces, del corazón humano, que es más duro que la tierra, queréis recoger la cosecha el mismo día que sembráis en él? 66. También debéis saber que así como existen diferencias en las tierras materiales, las hay en los hombres. Muchas veces sembraréis, y cuando hayáis perdido toda esperanza de que nazca vuestra siembra, os sorprenderéis viéndola nacer, crecer y fructificar. Otras veces creeréis haber sembrado en tierras fértiles y no veréis germinar la semilla. Si encontrareis tierras tan duras que se resisten a vuestros esfuerzos, dejádmelas, y Yo, el Labrador Divino, las haré fructificar. 67. Os hablo en sentido figurado para que retengáis mis enseñanzas; no quiero que después de 1950 os sintáis como huérfanos sin herencia. Cuando cese mi voz, muchos me seguirán buscando; mas mi voz, bajo esta forma, no volverá a ser escuchada. Habrá un instante de flaqueza para el pueblo, en el que los hombres y mujeres se confundirán; cuando su confusión llegue al máximo, haré sentir con todo esplendor mi presencia. Entonces todo aquel que esté preparado, abrirá sus ojos y contemplará la verdad en mi doctrina. Esos serán los que me verán y darán testimonio de mi presencia entre vosotros. 68. Os preparo para esos tiempos, porque cuando ya no escuchéis mi palabra, las tentaciones acudirán a vuestro corazón, queriendo aprovechar vuestra debilidad, para mostraros muchos caminos. Recurriréis entonces a vuestra memoria en busca de mi palabra, y buscaréis los libros que se están formando, para que allí encontréis el valor que le falte a vuestro espíritu. Entonces sabréis que os encontráis en el tiempo de depuración. 69. Sois débiles aún, pero volveréis a ser fuertes, porque en este tiempo habrá gobernantes que tiemblen ante la potestad de mi pueblo. ¿Cuándo ocurrirán estos hechos? Cuando este pueblo aumente su espiritualidad, y el desarrollo de sus dones alcance un alto grado. Entonces correrán rumores sobre vuestra potestad; esos rumores irán de nación en nación y será cuando aparezca ese nuevo faraón que tratará de esclavizaros, sin conseguirlo, porque ése será el tiempo de la libertad del espíritu en la tierra. Mi pueblo cruzará el desierto de las calumnias y de las injusticias; mas no se doblegará al dolor y seguirá paso a paso, llevando en el arca de su espíritu la enseñanza del único libro revelado a los hombres en tres tiempos, la luz de los tres testamentos que son la ley, el amor y la sabiduría de Dios. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 114 1. Cuando esta humanidad escéptica, incrédula y materialista se encuentra ante una manifestación divina o ante aquello que ellos llaman milagros, al instante busca razones o pruebas para demostrar que no existe ninguna obra sobrenatural, ni ha habido tal milagro. Cuando aparece un hombre manifestando un don espiritual que no es común, ante él se levanta la burla, la duda o la indiferencia acallando su voz; y cuando la naturaleza, cual instrumento de mi Divinidad, da sus voces de justicia y sus mensajes de alerta a los hombres, éstos todo lo atribuyen al acaso; pero nunca se había encontrado la humanidad tan insensible, sorda y ciega para todo lo divino, lo espiritual y lo eterno, como en estos tiempos. 2. Millones de hombres se dicen cristianos, más en su mayoría no conocen la doctrina de Cristo. Dicen amar todas las obras que en cuanto hombre hice, más en su forma de creer, de pensar y de concebir, demuestran que no conocen la esencia de mi doctrina. 3. Yo vine a enseñaros la vida del espíritu, vine a revelaros las potencias que están en él; para eso vine al mundo. 4. Yo curaba a los enfermos sin medicina alguna, hablaba con los espíritus, liberaba a los poseídos de influencias extrañas y sobrenaturales, conversaba con la naturaleza, me transfiguraba de hombre en Espíritu y de Espíritu en hombre, y cada una de esas obras tuvo siempre la finalidad de enseñaros el camino de la evolución del espíritu. 5. La verdadera esencia de mi enseñanza la han ocultado los hombres para mostraros un Cristo que ni siquiera es imagen del que vino a morir para haceros vivir. 6. Hoy estáis viviendo el resultado de vuestro alejamiento del Maestro que vino a doctrinaros. Os rodea un ambiente de dolor, os agobia vuestra pequeñez, os atormenta la ignorancia; mas ha llegado el tiempo en que las potencias y los dones aletargados en el hombre despierten, anunciando como heraldos que un nuevo tiempo ha llegado. 7. Las religiones, la ciencia y la justicia de los hombres, tratarán de impedir el avance de lo que para ellos será extraña y maléfica influencia; mas no habrá poder que pueda detener el despertar y el adelanto del espíritu. 8. El día de la liberación está cerca. 9. También en este tiempo he tenido mis profetas como los tuve en los primeros tiempos. Cada portavoz ha sido un profeta, porque a través de sus labios os he hablado de lo venidero. 10. Mi palabra en este Tercer Tiempo, recogida en escritos, contiene muchas profecías para la humanidad del mañana. Os he predicho lo que acontecerá cuando hayan pasado muchos años y os he hablado de pruebas que serán cumplidas en otras eras; para probaros la verdad de mis profecías, os he entregado algunas que ya habéis visto cumplirse; por eso entre este pueblo existen corazones con fe inquebrantable que han visto maravillados y llenos de gozo el cumplimiento de mi palabra. 11. No sólo el portavoz dentro de mi manifestación es profeta en este tiempo; este pueblo, al elevar su espíritu, al escucharme, ha sentido el despertar de sus dones dormidos y ha surgido como profeta. Unos ven, otros oyen, otros presienten. 12. El Maestro os dice: Preparaos, desarrollad vuestros dones, que ellos os guíen por el sendero de la luz, para que vuestras obras, palabras y pensamientos, lleven siempre la esencia que emana de la verdad. 13. La historia recogió los nombres de los profetas de la antigüedad, muchos de los cuales anunciaron el tiempo que estáis viviendo. Desde Joel hasta Juan, os anticiparon la historia de la humanidad. 14. Aquellos nombres volverán a recordarse, cuando los pueblos vayan despertando a la verdad que aquellos hombres, enviados por Mí, ya os habían revelado. 15. Hoy os digo, que las profecías de mis nuevas lecciones, se enlazarán a las profecías de los primeros tiempos, porque todas os hablan de una sola revelación. 16. Bienaventurados los hijos de este tiempo que, en su fe, en su celo y en su amor al Padre, se parezcan a aquellos primeros profetas, porque por su boca hablará mi Espíritu a los hombres de este tiempo y de los tiempos futuros. 17. No os aflijáis si os digo que vuestros nombres no pasarán a la historia; si ya sois humildes, sabréis hacer la caridad con vuestra diestra, procurando que lo ignore la siniestra. 18. Orad, pueblo, iluminaos con la luz de mi palabra, a fin de que la luz de vuestra conciencia os guié en cada uno de vuestros pasos. 19. Hoy os he llamado herederos de mi gloria, porque estáis destinados a poseer mi reino. 20. Cuando brotasteis de Mí, fuisteis dotados de todos los atributos necesarios para recorrer el largo camino de la vida y saber regresar al punto de partida; ninguno de estos dones ha sido adquirido en la jornada, todo lo poseía el espíritu desde su principio. La conciencia es innata al espíritu, es luz; a cada paso le va aconsejando que haga méritos para ayudarlo a retornar al Padre. 21. A veces el espíritu se desvía del sendero, luego vuelve a encontrarlo; por momentos camina con diligencia, luego se detiene. Es que no hay camino más largo, ni con más pruebas que el de la evolución del espíritu. 22. ¡Cuánto mal se han hecho los que creen que en el instante de morir pueden alcanzar la gloria espiritual! Esos espíritus no saben mirar en esta vida más allá de lo que en su imaginación se han forjado. 23. Cuando Dimas, que reconocía el poder de Jesús, desde su cruz confesó su fe en la Divinidad de Cristo y humildemente le pidió que se acordase de un pecador, El, contemplando cómo ese ser alcanzaba en aquel instante la purificación por el arrepentimiento, por la fe y por el dolor, le prometió llevarle ese mismo día al paraíso. 24. El Maestro quiso daros a entender que el espíritu cuando se purifica, vuelva a regiones de paz y luz, desde donde puede cumplir aquel mandato de amar a sus hermanos, inspirado en el amor del Padre, que es la única escala que existe para llegar al reino perfecto. 25. Todos tenéis el derecho de poseer mi reino, todos estáis destinados a llegar a Mí, así se trate de los más pecadores e imperfectos, cuando hayáis conquistado como lo hizo Dimas, con vuestro amor y fe, con vuestra humildad y esperanza, aquel mundo de paz, desde donde comenzaréis a presentar delante de vuestro Dios aquellas obras que son el perfecto tributo del espíritu para el Padre que os creo con tanto amor y que os destinó para que habitaseis con El en lo perfecto. 26. A nadie he desheredado, en todos están los dones que algún día les harán arrepentirse de haber pecado, les pesará haberme ofendido y más tarde les inspirarán las más grandes obras. 27. Una vez más me estoy manifestando entre vosotros. Cada espíritu es un templo del Señor; cada mente es una morada del Altísimo; cada corazón es el santuario del Pastor Divino que conduce a sus ovejas hacia la vida eterna. El Señor toca con su justicia a los espíritus y con su luz purifica los pensamientos. 28. En verdad os digo que no soy un visitante, soy el morador eterno de vuestro espíritu, soy la luz y la vida presente en vosotros. ¿Quién podrá apagar mi luz en vuestro espíritu? Dejad entonces que esa estrella luminosa se manifieste en vuestro camino. 29. ¡Ah, si los hombres hiciesen mi voluntad imitando a Jesús que en la tierra sólo hizo la voluntad de su Padre Celestial, qué grandes y hermosas serían las manifestaciones de vuestro espíritu, en obras, en palabras o pensamientos! 30. Estoy preparando mi morada en el interior de los hombres, tanto en los que me aman, como en los que no me conocen, para que mi luz tenga por reino vuestro espíritu. He aquí mi luz hecha revelación y doctrina. Es el mensaje del Consolador prometido, Aquél que os anunció que había de venir. Lo esperado por mucho tiempo ha llegado ya, tan sólo espera que el corazón aletargado de los hombres despierte para brillar en ellos como la luz de una nueva aurora. Entonces veréis que, a pesar de los tiempos transcurridos, la verdad sigue siendo la misma, porque ésta es inmutable. La verdad es Dios, y una prueba de ello podéis encontrarla en la naturaleza, una de tantas expresiones de vuestro Creador. Pues así como me muestro a través de la naturaleza, así quiero manifestarme en vosotros. 31. ¡Humanidad, despertad! ¡Analizad la palabra de Aquél que había de venir y que ya está entre vosotros! El que sustenta a los espíritus, ha llegado. El que ilumina el sendero de vuestra evolución, se encuentra enviando su luz desde las alturas, utilizando el cerebro humano para traducir en palabras las inspiraciones divinas, palabras que lleguen al corazón atribulado, al espíritu turbado, al enfermo y al hambriento. Quien recibe esta luz sobre su espíritu, ve aumentada su potencia. Mi fuerza divina es la que mueve al universo y la que llega a vosotros como una caricia. Cada uno de estos mensajes es un pensamiento de vuestro Señor. 32. Humanidad, Yo os salvaré y haré que seáis el intérprete perfecto, el que mejor exprese mi voluntad. ¡Oh discípulos que me oís en estos instantes, si no podéis comprenderlo todo, al menos sentid este amor, este efluvio de vida que hasta vosotros llega! Mi luz os salvará en este tiempo. 33. ¿Qué grandeza podrá tener lo humano sin lo divino? Mi luz es lo que embellece todo lo que existe. Dejad que brille en vuestro ser y en vuestras obras y sentiréis el gozo de vivir imitándome. 34. Ved que Yo, siendo el Verbo, no sólo soy palabra sino también obra; prueba de ello os di encarnando en aquel tiempo para vivir con vosotros y daros ejemplo. Fui hombre en verdad, mas aquel cuerpo no tuvo en su formación el más leve pecado ni la más ligera mancha. Fue un verdadero templo, de cuyo interior brotó el Verbo de Dios. Aquél que levantó a los humildes y con una palabra sanó a los enfermos, Aquél que bendijo a los niños y se sentó a la mesa de los pobres, es el que ahora viene, es el mismo Verbo. Es la luz de la verdad que visteis aparecer por oriente y cuyo resplandor está iluminando al occidente. Hoy no aparezco encarnado en un hombre; vengo a manifestarme a través de hombres preparados por Mí y nacidos para cumplir con esta misión. De cierto os digo que a estos por quienes os he dado mi palabra, les preparé desde antes de que a la tierra vinieran, luego les conduje desde su nacimiento, y ahora que me sirvo de ellos aún les sigo preparando. 35. Quisiera hablaros de muchas enseñanzas espirituales, pero no podéis comprenderlas aún. Si Yo os revelase hasta qué moradas descendisteis en la tierra, no podríais concebir cómo habitasteis en tales lugares. Hoy podéis negar que conocéis el valle espiritual, porque a vuestro espíritu, estando encarnado, le es vedado su pasado, a fin de que no se envanezca, ni sucumba, ni se desespere ante su nueva existencia en la cual tendrá que empezar como una nueva vida. Aunque quisieseis, no podríais recordar, sólo os concedo que conservéis un pensamiento o intuición de lo que os revelo para que perseveréis en la lucha y tengáis conformidad en las pruebas. 36. Podéis dudar de todo lo que os digo, más en verdad aquel valle fue vuestra morada cuando erais espíritu. Fuisteis moradores de aquella mansión en la cual no conocisteis el dolor, en la que sentíais la gloria del Padre en vuestro ser, porque no había mancha en él; mas no teníais méritos, era menester que dejarais aquel cielo y descendierais al mundo para que vuestro espíritu, mediante su esfuerzo, conquistara aquel reino; mas poco a poco fuisteis descendiendo moralmente hasta sentiros muy lejos de lo divino y de lo espiritual, de vuestro origen. 37. Mi voz de Maestro siempre os ha estado hablando para enseñaros; la habéis reconocido por su esencia de amor, pero cuando habéis insistido en vuestros errores, entonces el dolor, maestro inexorable, ha venido a haceros comprender vuestra desobediencia. Hoy una espina y mañana otra, han llegado a formar en vuestras sienes una corona de dolorosa experiencia. ¿Por qué no aprendéis el amor de Mí, dejándoos conducir por mi enseñanza que a ninguno lastima y sí dulcifica vuestro corazón cuando os dice: “Amaos los unos a los otros”? Quien ama a sus hermanos, ama en ellos a su Padre. 38. Yo os amé antes de que existierais, os acaricié en Mí y al nacer os hice sentir mi ternura divina. Si vosotros amáis así a vuestro Padre, tenéis que amar a vuestros hermanos mayores y a vuestros hermanos menores, sabiendo que cada hombre que existe, es porque Dios así lo ha querido y que cada criatura es la forma de un pensamiento divino. Pensad además, que no sólo sois hermanos de los hombres, que hay muchas criaturas que, aun careciendo de espíritu, son vuestros hermanos, a los que podéis llamar menores, pero que no por eso dejan de tener por Padre al mismo que a vosotros creo. Conoced vuestro lugar en medio de la vida para que cumpláis debidamente vuestra misión. 39. Cuando la luz de mi doctrina sea recibida en verdad por vuestro espíritu, suspiraréis por el cielo mucho más de lo que ahora lo hacéis por los bienes de la Tierra. El que suspira por lograr las virtudes del cielo para alcanzar la elevación de su espíritu, siente una flama interior que lo ilumina, y oye dentro de sí un himno de amor a su Padre. Esa luz es la que os hace sentir la presencia de Aquél que mora en vosotros, que viene a trazaros el camino más breve para llegar a la “Tierra Prometida”, alejándoos de los caminos donde los hombres van dejando huellas de dolor a través de los tiempos. 40. Cuando en aquel tiempo me encontraba entre mis discípulos, estando ya próxima mi partida, les dije en cierta ocasión: “He aquí que pronto dejaréis de tenerme entre vosotros, porque me voy con mi Padre de donde vine”. Yo os digo ahora a vosotros: Haced lo que Yo, y el cielo será vuestro, aun por menos de lo que Yo realicé, si así lo queréis. 41. Penetrad en la luz de esta eterna aurora para que no volváis a contemplar la noche, porque en el espíritu de los iluminados, de los que han guardado mis enseñanzas, no debe aparecer la tiniebla. A semejanza de la noche es el espíritu del materializado; a semejanza de la aurora es el de aquél que busca la espiritualidad. Dejad que vuestro espíritu manifieste su luz que es como dejar brillar la mía. 42. Sed maestros de lo que Yo os he enseñado, pero antes, sed sordos a la voz de las tentaciones, al ruido mundanal de las frivolidades y de las vanidades. Oíd mi voz en el silencio, entonces recibiréis mi mensaje. 43. Ninguno se perderá, unos llegarán primero por el camino que os he señalado y otros llegarán más tarde por los caminos que ellos siguen. En todas las religiones podrá el hombre tomar aquella enseñanza que le es necesaria para hacerse bueno; mas cuando no lo logra, entonces culpa a la religión que profesa y sigue siendo el que siempre ha sido. Cada religión es un camino, unas más perfectas que otras, pero todas tienden al bien y procuran llegar al Padre; si algo de las religiones que conocéis no os satisface, no perdáis en Mí la fe; id por el camino de la caridad y os salvaréis, porque mi camino está iluminado por la virtud del amor. 44. Así vengo a preparar mi morada, mi templo. Cuando os hablo de mi morada, no os hablo de vuestro cuerpo, sino de vuestro espíritu, porque esa morada la estoy levantando sobre cimientos eternos, no sobre lo que es pasajero. 45. Muchos han llegado ante esta manifestación hambrientos de mi palabra de vida, mientras otros no sienten aún estas lecciones; a éstos les toco para que tengan hambre y sed de amor y busquen mi luz. 46. Humanidad: veo que teméis a la tempestad que os azota; no la temáis que Yo la aplacaré, siempre que creáis en Mí y escuchéis mi voz. Si no sabéis aún cómo se escucha en el silencio, venid a aprender de Mí, que os estoy enseñando a través de estos entendimientos preparados, o esperad que este mensaje llegue de Espíritu a espíritu hasta vosotros. Este mensaje tiene luz para todas las religiones, para todas las sectas y creencias y para las distintas formas de conducirse de los hombres. Mas, ¿Qué habéis hecho con mi palabra, discípulos? ¿Es así como dejáis que florezca el árbol? Dejad que dé flores, porque ellas serán el anuncio de que luego habrá frutos. ¿Por qué escondéis estos mensajes y no dais al mundo la sorpresa de esta nueva era con la buena nueva? ¿Por qué no os atrevéis a decir al mundo que la voz de Cristo está vibrando entre vosotros? Hablad y dad testimonio de mi enseñanza con vuestras obras de amor, porque si algunos cerrasen sus oídos para no escucharos, otros los abrirán, y vuestra voz será en ellos tan dulce y armoniosa como el canto del ruiseñor. 47. Mi palabra de este tiempo no borrará las que os dije en el Segundo. Pasarán los tiempos, los siglos y las eras, más las palabras de Jesús no pasarán. Hoy vengo a explicaros y a revelaros el contenido de lo que os dije entonces y que no comprendisteis. 48. Soy el Sembrador de ayer; hoy cultivo y mañana recogeré el fruto, mas mi verdad es la misma en todos los tiempos. No sólo del pan de la tierra vivís, sino también de mis enseñanzas. Vuestro cuerpo irá a las entrañas de la tierra, y es a vuestro espíritu al que vengo a decirle: Levántate y anda, volved a vuestro Padre. 49. Ya mi Verbo en otro tiempo se hizo hombre para enseñaros con el ejemplo a amaros, porque si sólo con la palabra os hubiese enseñado, el mundo habría dicho. Habló y no hizo. Entre vosotros estuve para enseñaros, porque para eso vine. ¿Qué podría aprender de los hombres que Yo ignorara? Nada; aquella vida la dediqué a la humanidad. En los templos fui luz entre los doctores de la ley; cuando faltaban tres años para que dejase la Tierra, salí a enseñar a los hombres en los campos, en la ribera del mar o de los ríos, en las plazas; para todos hablé, a ninguno le dejé de dar mi enseñanza. 50. Hoy me decís: Maestro, el mundo está igual a pesar de vuestro sacrificio, de vuestra palabra y de vuestra sangre derramada. Es verdad, la humanidad ha derramado su sangre hasta empapar la tierra; no ha sido por amor, sino por codicia, por maldad; ha derramado la sangre de su hermano a quien no ama. 51. Muchos hacen mi imagen y la cubren de sedas, oro y piedras preciosas, mientras dejan a los pobres morir de hambre y de frío; mas mi plan divino es más fuerte que la dureza de los hombres y se cumplirá. ¡Ay de los que mienten! Mejor será que confiesen sus culpas y no que se sientan mejores que los demás, porque su conciencia no les dará reposo ni en el sueño. Aquellos que tratan de cubrir sus manchas con el manto de la hipocresía, son “sepulcros blanqueados que guardan en su interior la podredumbre”. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! ¡Si queréis andar por los caminos del Señor, haced lo que mi doctrina enseña, imitadme, tomad vuestra cruz y venid conmigo! 52. Hijos míos, ¿Encontráis algo malo en mi mensaje? ¿Os hago daño con esta palabra que encierra sólo amor para todos? Escudriñadla y no encontraréis en ella nada impuro. 53. Escrito quedará este mensaje que os recordará el tiempo en que me manifesté, y muchos llegarán recordando cuán cerca me tuvieron. También en el Segundo Tiempo, mis apóstoles no me amaron tanto cuando estuve con ellos, como después de que partí. Mientras andaban Conmigo, no daban la vida por Mí; después dieron todo cuando tenían por amor a su Maestro. Cuando la voz de Jesús se dejó de oír, entonces sí sufrieron los discípulos, desearon tenerme nuevamente y nunca me amaron como entonces. Es que ya reinaba en sus corazones. Así quiero que suceda con vosotros. 54. Por la paz que sentís en vuestro espíritu podéis reconocer mi presencia. Nadie más que Yo puede daros la verdadera paz. Un espíritu en tiniebla no podría brindársela. Os digo esto, porque muchos corazones temen las acechanzas de un espíritu tentador, al que han dado vida y forma los hombres según su imaginación. 55. Cuán erróneamente se ha interpretado la existencia del príncipe de las tinieblas. Cuántos han llegado a creer más en su poder que en el mío, y qué lejos de la verdad han andado en esto los hombres. 56. El mal existe; de él se han derivado todos los vicios y pecados. Los pecadores, o sea los que practican el mal, siempre han existido, lo mismo en la tierra que en otras moradas o mundos; mas, ¿Por qué personificáis todo el mal existente en un solo ser, y por qué lo enfrentáis a la Divinidad? Yo os pregunto: ¿Qué es ante mi poder absoluto e infinito, un ser impuro y qué significa ante mi perfección vuestro pecado? 57. El pecado ha nacido en el mundo; los espíritus al brotar de Dios, unos permanecieron en el bien, mientras que otros al desviarse de ese camino, crearon uno distinto, el del mal. 58. Las palabras y las parábolas que en sentido figurado os entregaron como una revelación en los primeros tiempos, han sido erróneamente interpretadas por la humanidad. La intuición que los hombres tuvieron acerca de lo sobrenatural, quedó influenciada por su imaginación, y llegaron a formar alrededor de la fuerza del mal, ciencias, cultos, supersticiones y mitos que han llegado hasta vuestros días. 59. De Dios no pueden brotar demonios; a éstos los habéis forjado con vuestra mente. El concepto que tenéis de ese ser que a cada paso me ponéis por adversario, es falso. 60. Yo os he enseñado a velar y orar, para que os libréis de tentaciones e influencias maléficas, que lo mismo pueden provenir de seres humanos, que de seres espirituales. 61. Os he dicho que sobrepongáis el espíritu a la carne, porque ésta es criatura débil que a cada paso está en peligro de tropezar si no veláis por ella. El corazón, la mente y los sentidos, son puerta abierta para que las pasiones del mundo azoten al espíritu. 62. Si vosotros os habéis imaginado que los seres de tiniebla son como monstruos, Yo sólo los veo como criaturas imperfectas, a las cuales les tiendo mi mano para salvarles, porque también son mis hijos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 115 1. Os recibo, pueblo amado, y por vos a la humanidad que es mi hija. En este tiempo en el cual me estoy comunicando a través del entendimiento del hombre, vengo a daros fortaleza para que volváis al camino de perfección, enmendando vuestros pasos y sintiendo en vuestro propio corazón el eco de mi voz divina. Os espero en este tiempo propicio, para que elevéis vuestro espíritu que hoy se encuentra aletargado, para que sensibilicéis vuestro corazón, porque no quiero encontrarme en él como visitante pasajero, sino como eterno morador, ya que es en él donde quiero que edifiquéis mi templo. 2. Soy el mismo Verbo Divino que en el Segundo Tiempo se manifestó en un cuerpo que se llamó Jesús, conviviendo con vosotros y entregándoos la dulzura de su palabra y la verdad contenida en sus ejemplos perfectos. Ahora me valgo de los aparatos humanos que he preparado y que ya estaban destinados desde antes de nacer, para el cumplimiento de esta misión sublime. 3. Os he dicho que esta tierra no es vuestra verdadera patria, porque en verdad, hubo un tiempo en que tuvisteis por morada la gloria y estabais con el Padre Celestial. Cuando no habíais descendido aún a este planeta, estabais en la mansión espiritual en donde todo es luz y verdad, pero esta impresión no la grabasteis en vuestro espíritu y por eso la memoria os traiciona y no recordáis nada de aquella vida, de vuestra estancia en lo que llamáis cielo, que no es igual a lo que vosotros imagináis a través de vuestros sentidos en este mundo que llamáis tierra. 4. Antes de vuestra creación estabais en Mí; después, como criatura espiritual, en el lugar donde todo vibra en una perfecta armonía, en donde se encuentra la esencia de la vida y la fuente de la verdadera luz, que es de la que vengo a alimentaros. 5. El dolor no fue creado por el Padre. En los tiempos de que os hablo, no teníais por qué gemir, nada teníais que lamentar, sentíais la gloria en vosotros mismos, porque en vuestra vida perfecta, erais el símbolo de esa existencia; pero cuando dejasteis aquella morada, di al espíritu una vestidura y fuisteis descendiendo más y más. Después poco a poco vuestro espíritu fue evolucionando hasta llegar al plano donde ahora os encontráis, donde brilla la luz del Padre. 6. Soy el Maestro del amor, por eso cuando no andáis por mis caminos y no amáis a la humanidad con el amor que os he enseñado, llega hasta vosotros el dolor por vuestra desobediencia. Así, de caída en caída, vais adquiriendo experiencia. 7. El hombre, como criatura de Dios, es hermano de todas las criaturas, de éste y de los demás mundos, porque cada forma es un pensamiento del Padre en manifestación distinta. Si vosotros estáis dotados de razón, comprended que sois parte de esa creación y en este sentido hermanos de todos los seres, y debéis daros cuenta en forma consciente del lugar que ocupáis en ella, en el plano divino y en el concierto universal: ¿Por qué no actuáis de acuerdo con la misión que os he venido a revelar? Sed el apóstol de mi doctrina, con claro criterio de que debéis evolucionar de plano en plano; apiadaos de vosotros mismos, acercaos lo más pronto que podáis al camino de salvación, que no es otro que el del amor perfecto, contenido en esta sencilla máxima: “Amad a Dios sobre todo lo creado y a vuestro prójimo como a vos mismo”. 8. Enseñad a vuestra hermana humanidad no sólo con palabras, sino con vuestras obras de amor. En el Segundo Tiempo, siendo el Verbo del Padre, me hice hombre para enseñaros a obedecer las leyes divinas con mi propio ejemplo; porque si sólo con mi palabra os hubiera doctrinado, hubierais dicho: Habló y no hizo ninguna obra; por eso entre mis discípulos siempre estuve como Maestro. 9. Guardad mis lecciones y ejemplos divinos, ellos serán como un báculo mañana; pedidme en estos momentos en que me comunico por medio del pedestal, que si vuestras peticiones son nobles y justas, Yo las atenderé; mas si pedís sólo por pedir, tened cuidado que sólo os daré lo que debáis recibir. Rendidme el culto espiritual y no seáis como aquellos que levanten templos y altares recamados de oro y pedrería, que llevan a cabo grandes peregrinaciones y se disciplinan con duras y crueles flagelaciones, con oraciones y rezos, postrados de rodillas, y no han podido aún entregarme su corazón. Yo he venido a tocaros a través de la conciencia y por eso os digo: Quien hable diciendo lo que hace y lo proclame a los cuatro vientos, no tiene mérito alguno ante el Padre Celestial. 10. Si queréis andar por los caminos rectos del Señor, haced lo que os he enseñado en mi palabra, mis ejemplos y mi amor; sed humildes, bien por mal, sin que os importe la ingratitud humana; tomad con paciencia vuestra cruz y seguidme. 11. Yo, el Verbo, me hice hombre en el Segundo Tiempo, para mostraron mi divino amor; no desdeñé vivir entre vosotros en carne humana. Quise ser hijo de esta humanidad, para sentirme más suyo, para que me viera más cerca; aquella mujer que ofreció su seno, para que en él se hiciera hombre el Verbo, era por su pureza e inocencia, el templo digno de quien la había elegido como madre humana. María era la flor de un linaje preparado por el Señor, muchas generaciones antes que Ella naciera. 12. El amor materno, cuya esencia y ternura están en el Padre, encarnó en María, en aquella doncella que era flor de pureza e inocencia. 13. María, mujer, es la representación de la madre universal, es el amor maternal que existe en mi Divinidad, que se hizo mujer para que hubiese en la vida de los hombres una luz de esperanza. María, Espíritu, es la ternura divina, que vino a la tierra a llorar sobre los pecados de la humanidad. Sus lágrimas se mezclaron con la sangre del Hijo para enseñar a los hombres a cumplir con su misión. En la eternidad, sus brazos abiertos esperan amorosamente la llegada de sus hijos. 14. Desde el principio de la humanidad, os fue profetizada la venida del Mesías, también María os fue anunciada y prometida. 15. Los que nieguen la divina maternidad de María, desconocen una de las más hermosas revelaciones que la Divinidad ha hecho a los hombres. 16. Los que reconocen la Divinidad de Cristo y nieguen a María, no saben que se están privando de poseer la esencia más tierna y dulce que existe en mi Divinidad. 17. ¡Cuántos hay que creyendo conocer las escrituras, nada conocen, porque nada han entendido; y cuántos hay que creyendo haber encontrado el lenguaje de la creación, viven confundidos! 18. El Espíritu maternal palpita dulcemente en todos los seres; podéis contemplar su imagen a cada paso. Su divina ternura, ha caído como semilla bendita en el corazón de todas las criaturas y cada reino de la naturaleza es un testimonio vivo de Ella, y cada corazón de madre es un altar elevado ante aquel gran amor; María fue una flor divina y el fruto fue Jesús. 19. Yo me hice hombre en aquella criatura, obra maestra de la caridad de Dios, para revelar a los hombres los grandes misterios de mi reino, hablándoles con obras y palabras de amor. 20. Todo en Cristo habló, porque es el Verbo Eterno, el mismo que estáis escuchando. 21. Discípulos amados: Estudiad con amor y buena voluntad mis enseñanzas y llegaréis a entender cuanto os he revelado a través de los tiempos. 22. En verdad os digo, que vosotros y todos los que penetren al fondo de esta palabra, serán los verdaderos intérpretes de las escrituras. 23. La historia de mi pueblo está llena de prodigios y milagros, que encendieron la fe de aquellas multitudes en la existencia y poder de Dios, el Dios viviente, invisible y verdadero. 24. El testimonio de lo que aquel pueblo vió y vivió, pasó a la historia y se escribió en textos que han conocido todas las generaciones hasta vuestros días; pero aquellos testimonios han encontrado ahora a los hombres sin fe ni preparación espiritual, a los que para creer, necesitan pensar, analizar y escudriñar, sometiendo todo a su ciencia, a su razón y a su lógica; estos hombres han dudado, otros se han confundido, algunos han negado, y ha habido quien se ha burlado. 25. Es natural que, quienes tratan de encontrar la divina verdad buscándola con sus ojos o con su pobre mente, no den tres pasos sin que hayan tropezado o encontrado el abismo. El camino de la verdad sólo el espíritu puede encontrarlo. 26. Es menester que Yo os diga que el testimonio de los hombres que me siguieron fue verdadero, lo que legaron a la posteridad fue cierto; ellos explicaron las lecciones recibidas a través de su fe sencilla e inocente, tal como la vieron y como estudiaron todo lo sucedido. 27. Cada uno de aquellos hechos, de aquellas obras y pruebas de que os hablan los antiguos, encierra una verdad, una luz, una revelación. Aquellos creyeron sin escudriñar porque palparon los hechos. A vosotros toca creer analizando, para extraer el contenido espiritual de lo que os ha sido revelado. 28. ¡Todo tiene una explicación tan sencilla y tan clara! Pero vuelvo a deciros que es menester que para encontrarla, el espíritu se adelante a meditar. 29. Grande será el asombro de esta humanidad materializada cuando hasta su misma ciencia y sus observaciones le demuestren la verdad de muchos de aquellos hechos que no querían aceptar; entonces sorprendida dirá: Fue verdad; mas todo aquello que hoy llamáis milagro, no es más que la materialización de un mensaje divino, mensaje cuya voz os habla incesantemente de algo que está más allá de vuestro planeta y de vuestra razón, de algo que viene directamente de mi Espíritu al vuestro. 30. Hoy mi caridad es en vosotros. Vengo a escuchar vuestras peticiones, hasta la más débil de vuestras quejas; quiero que aprendáis a conversar con vuestro Padre. Mas no penséis que sólo a vosotros he venido; no, Yo he descendido sobre todos mis hijos, porque el clamor de esta humanidad llegó hasta la altura de los cielos, como un grito angustioso, como una imploración de luz. 31. Al recibir vosotros mi palabra bajo esta forma, me preguntáis interiormente, si vengo como Padre o como Juez, y entonces os digo que desde antes que escuchaseis mi primera palabra de este día, ya la conciencia os ha estado señalando cada una de vuestras faltas y también cada una de vuestras buenas obras. 32. Más si en mi palabra os juzgase, ¿Por qué teméis? ¿Por ventura mi juicio no proviene del amor que os tengo? 33. Yo vengo a despertaros para que las pruebas no os sorprendan, para que las tempestades y los huracanes de estos tiempos no aparten de vosotros la luz. 34. Ciertamente éste es tiempo de pruebas para el cual es necesario estar fuerte y preparado para no sucumbir. 35. La vida en la tierra siempre ha sido de prueba y de expiación para el hombre; mas nunca había estado este camino de evolución tan lleno de amargura. 36. En estos tiempos, no esperan los hombres la edad madura para enfrentarse a la lucha; cuántas criaturas ya conocen desde su niñez los desengaños, el yugo, los azotes, los tropiezos y fracasos. Puedo deciros aún más; en estos tiempos el dolor del hombre comienza antes de nacer, es decir, desde el seno de su madre. 37. ¡Grande es la expiación de los seres que en estos tiempos vienen a la tierra! Más debéis pensar que todo el dolor que existe en el mundo, es obra de los hombres. ¿Qué mayor perfección en mi justicia, al dejar que los mismos que sembraron de espinos el camino de la vida, vengan ahora a recogerlos? 38. Sé que no todos tienen igual parte de culpa en el caos que vivís. Es verdad, mas Yo os digo, que los que no son causantes de la guerra, son responsables de la paz. 39. A vos, pueblo, os digo: Tened caridad de vosotros y vuestros semejantes; más, para que esa caridad sea efectiva, reconoced vuestros dones estudiando mi palabra. El que ama a su hermano, me ama a Mí, porque su hermano es mi hijo muy amado. 40. Sois un pueblo al que estoy preparando para la oración, para enseñar la verdad, para la curación; la vida con sus miserias, sus luchas y amarguras se ha semejado al desierto; mas os digo que no vayáis a estacionaros ni a quedaros en el desierto, porque entonces no conoceréis la verdadera paz. 41. Tened presente el ejemplo de Israel del que habla la historia, cuando tuvo que errar por el desierto por mucho tiempo; luchó para alejarse del cautiverio y de la idolatría de Egipto, pero también para alcanzar una tierra de paz y libertad. 42. Hoy, toda esta humanidad se asemeja a aquel pueblo cautivo del Faraón; se imponen creencias, doctrinas y leyes a los hombres; la mayor parte de las naciones son esclavas de otras más fuertes; la lucha ruda y el trabajo forzado bajo los latigazos del hambre y de la humillación, son el pan amargo que ahora come una gran porción de la humanidad. 43. Todo esto va haciendo que en el corazón de los hombres vaya tomando cuerpo un anhelo de liberación, de paz, de una vida mejor. 44. El estruendo de la guerra, la sangre humana que corre, el egoísmo, la ambición y el odio que fructifican en mil formas, están despertando a los hombres de su profundo letargo; y cuando ese anhelo de todos mis hijos los una en un solo ideal, como unió al pueblo de Israel en Egipto bajo la inspiración de Moisés, ¿Qué hombre, qué amenaza, qué fuerza podrá detener a estos corazones? Ninguna en verdad, porque en ese anhelo estará mi luz, en esa lucha estará mi fuerza, en ese ideal estarán mis divinas promesas. 45. ¿Necesita el mundo para libertarse de sus cadenas, a un nuevo Moisés? Yo os digo que la enseñanza que os he traído en este tiempo, es la luz que inspiró a Moisés, es palabra de justicia y profecía, es fuerza que levanta al débil, al tímido, al cobarde, y le convierte en valeroso, decidido, ferviente, es ley que guía y conduce por la senda de la verdad, es maná que sustenta en los largos días de la jornada, y finalmente, es liberación, es paz, es bienandanza para los hombres de buena voluntad. 46. Os sentís alentados por mi palabra, pueblo, y como si un bálsamo maravilloso cayera sobre vuestras heridas, os sentís fortalecidos, renovados, llenos de esperanza en el mañana; entonces os pregunto: ¿No creéis que si vosotros lleváis este mismo mensaje a los pueblos oprimidos de la tierra, obraría en ellos el mismo prodigio? 47. Por eso os digo a cada paso, que os preparéis, para que no retardéis el momento en que podáis levantaron como emisarios de esta inspiración. Si os digo que os preparéis, es porque esta buena nueva deberá ser extendida de tal manera, que no sea ella el motivo para que cause un dolor, se provoque una contienda fratricida o se derrame una sola gota de sangre. 48. Mi mensaje es persuasivo, dulce, lleno de verdad; lo mismo toca al corazón, que llega a la mente y convence al espíritu. 49. Escuchadme, estudiad, practicad y estaréis en condiciones de abrir para los hombres brechas hacia la fe, hacia la luz, la libertad y la paz. 50. Para eso vengo a enseñaros el culto perfecto a mi Divinidad. Quiero que comprendáis que sólo ante Mí debéis orar, porque Yo soy el dador, sin cuya voluntad o permiso nada se hace. 51. María, vuestra Madre Celestial, es poseedora de dones y gracias; así, cuando vuestra elevación sea escasa, o vuestra falta de elevación os haga indignos de hablarme, orad ante Ella, buscad su ayuda y su intercesión, y en verdad os digo que por ese camino, presto llegarán a Mí vuestras peticiones. 52. Os doy estas lecciones, porque habéis convertido al espíritu de muchos justos en divinidades, a los cuales les pedís y adoráis como si fuesen dioses. ¡Cuánta ignorancia, oh humanidad! ¿Cómo pueden los hombres juzgar la santidad y perfección de un espíritu, tan sólo por sus obras humanas? 53. Soy el primero en deciros que imitéis los buenos ejemplos que vuestros hermanos hayan escrito con sus obras, con su vida, con su virtud, y os digo también que al recordarles, esperéis su ayuda espiritual y su influencia; más, ¿Por qué les levantáis altares que sólo sirven para ofender la humildad de aquellos espíritus? ¿Por qué se crean cultos en torno a su memoria como si fuesen la Divinidad, poniéndolos en el lugar del Padre, al cual olvidan por adorar a sus hermanos? ¡Cuán dolorosa ha sido para ellos la gloria que aquí les habéis dado! 54. ¿Qué saben los humanos de mi juicio sobre aquellos a quienes llaman santos? ¿Qué saben de la vida espiritual de aquellos seres o del sitio que cada uno se ha labrado ante el Señor? 55. Nadie piense que con estas revelaciones vengo a borrar de vuestro corazón los méritos que mis siervos hayan hecho entre la humanidad; por el contrario, quiero que sepáis que la gracia que en Mí han hallado es grande y que es mucho lo que por sus oraciones os concedo; pero es menester que destruyáis vuestra ignorancia, de la cual proviene el fanatismo religioso, la idolatría y la superstición. 56. Si sentís que el espíritu de aquellos seres flota sobre el ambiente de vuestra vida, confiad en ellos que son parte del mundo espiritual, para que ellos y vosotros unidos en la senda del Señor, consuméis la obra de fraternidad espiritual, esa obra que estoy esperando como resultado de todas mis enseñanzas. 57. En esta forma vengo a doctrinaros, para que podáis desempeñar con limpidez vuestra misión. 58. Ciertamente, esta existencia es una nueva etapa para vuestro espíritu, el cual había dejado incompleta una obra que se le había encomendado, y al que ahora se le ha dado la oportunidad de llevarla un poco más adelante en el camino de la perfección. 59. También Yo, el Divino Maestro, tuve que volver entre los hombres, porque mi obra en aquel tiempo quedó incompleta. Habrá quienes nieguen esta aseveración diciendo que la obra de Jesús concluyó al expirar en la cruz, más esto se debe a que han olvidado que Yo os anuncié y prometí mi retorno. Más vosotros, a quienes ahora revelo estas enseñanzas, comprended que a Mí no me es indispensable la reencarnación, porque en mi Espíritu está el poder manifestarme de mil maneras a la humanidad. Tampoco he vuelto en busca de perfeccionamiento para mi Espíritu. Si ahora vengo a vosotros, es tan sólo para seguiros enseñando la senda que os conduce a la luz. Recordad que en el Primer Tiempo os dijeron los profetas: “Él es la puerta”; además, ¿No os dije cuando me humanicé entre vosotros: “Yo soy el camino2? ¿No estoy ahora diciéndoos: Yo soy la cumbre del monte que estáis escalando? 60. De cierto os digo que Yo he estado siempre en la perfección. Hoy me complazco en saberos seguros transitando por mi senda; mañana será el gozo universal, cuando todos viváis dentro del hogar espiritual, que hace tiempo está esperando la llegada de los hijos del Señor. 61. Así hablo a vuestro espíritu, porque sé que ya puede comprender estas lecciones y que a él puedo decirle que no es hijo de esta tierra, que aquí en este mundo sólo debe considerarse como un huésped, porque su verdadera patria es espiritual. 62. Tomad esta palabra en su verdadero sentido, porque de lo contrario llegaréis a pensar que mi doctrina viene en contra de todo progreso humano; y no sería justo que atribuyeseis tales errores a un Padre que sólo busca el perfeccionamiento de sus hijos en las diferentes sendas de la vida. 63. Lo que persigue mi justicia implacablemente, es el mal, que toma diversas formas en el corazón del hombre, manifestándose a veces en sentimientos egoístas, en bajas pasiones, en codicia desmedida y aun en odios. 64. Discípulos, debéis estudiar lo que ahora os digo en sentido figurado: La vida es un árbol, sus ramas son en número incontable y de esas ramas, no hay dos que sean iguales, más cada una de ellas cumple con su misión. Si un fruto se malogra, es desprendido del árbol, y si una rama se desvía, es podada, porque del árbol de la vida sólo frutos de vida tienen que brotar. 65. De cierto os digo, que toda ciencia que haya causado mal y toda religión que no haya hecho verdadera luz, podéis considerarlas como ramas y frutos por los cuales no corre la savia del árbol de la vida, porque fueron desprendidos de él. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 116 1. Sois el pueblo en el cual he puesto una vez más mis complacencias, porque siempre que el dolor ha sido muy acerbo en vosotros, habéis sabido levantar vuestros ojos hacia Mí, para llamarme. 2. Este es el tiempo de pruebas, pero mi palabra como bálsamo divino ha venido a traeros consuelo y esperanza en vuestra tribulación. Más Yo os pregunto: ¿Por qué os encontráis llorando, hambrientos, enfermos y desnudos? ¿Por qué dormíais? ¿Por qué habíais borrado de vuestro corazón mis palabras de vida, que son el sustento para el espíritu? 3. No estabais preparados cuando os sorprendió mi presencia, pero al menos supisteis sentirme cuando os disteis cuenta de que mi voz os estaba llamando para haceros una nueva revelación. 4. Para venir en mi busca, mucho os valió el ser pobres de bienes materiales, pero no es que voluntariamente hubierais renunciado a ellos para buscar la espiritualidad, sino que mi caridad os apartó de las riquezas frívolas y superfluas, para que estuvierais libres cuando Yo llamara a las puertas de vuestro corazón. 5. Cuando llegasteis por vez primera a escuchar esta palabra, poco o nada os interesaba la finalidad espiritual de mi manifestación; lo que vuestro corazón deseaba y me pedía, sólo eran bienes terrenales, de los cuales os sentíais muy menesterosos; mas luego os fuisteis dando cuenta de que los dones que venía derramando vuestro Maestro eran espirituales y llegasteis a comprender que los bienes de la tierra jamás llegarían a tener el valor de aquellos. 6. Cuando esa luz brilló en vuestro entendimiento, comprendisteis la miseria de las grandes naciones, el dolor de los que, siendo ricos y señores en el mundo, sólo aparentemente lo tienen todo; descubristeis que era falso el esplendor, la materia, la grandeza y el placer. 7. Habéis visto la impotencia de las religiones para unir y regenerar a la humanidad, y a cada paso habéis sido testigos de su desunión. 8. Al contemplar tanto desequilibrio y confusión entre los hombres, de vuestro corazón se ha escapado una acción de gracias hacia el Padre, porque escuchándole en este tiempo habéis encontrado en su palabra un puerto seguro para vuestro espíritu. 9. Mas así como os habéis dado cuenta de todas estas verdades, es preciso que también os vayáis enterando de las responsabilidades que tenéis ante vuestros hermanos, porque debéis de comprender que, ¿Acaso esta paz que disfrutáis y esta luz que ilumina vuestra existencia, la he puesto tan sólo para ayudar a este pueblo? No, multitudes, mis complacencias se han derramado sobre vosotros tan sólo como una primicia o un anticipo de lo que más tarde daré a la humanidad. Ved por qué os digo que veléis en espera de los caminantes que vendrán en busca de sombra y de refugio. ¿No estaría de plácemes vuestro corazón si los hombres que llegaran de otros pueblos, encontrasen en vuestro seno un ejemplo de caridad, de espiritualidad y de paz? 10. Esa será vuestra misión, después de que Yo haya concluido de daros mi lección; y así como Elías en espíritu fue mi precursor, este pueblo será mi sucesor, el que dé con su vida, sus palabras y sus obras, el mejor de los testimonios de que Yo estuve entre vosotros. 11. Grande será vuestra satisfacción cuando sepáis recibir con amor a vuestros hermanos y darles algo de lo mucho que Yo os he entregado; mas pensad que sería mayor vuestra pena, si cuando la humanidad estuviese llamando a las puertas de vuestra ciudad, sus moradores estuviesen dormidos o entregados al cumplimiento de prácticas superfluas. 12. No estéis absolutamente confiados en vuestras acciones, porque las tentaciones os acechan y no es difícil que, quien había ya adelantado en el sendero de la espiritualidad, quisiera volver a los caminos de placer, al materialismo egoísta, a la vida vacía por la falta de un ideal verdadero y elevado. 13. Os digo esto, para que viváis alerta, mas no penséis que mi ley tortura o esclaviza; cierto es que el paso de la tiniebla a la luz, del mal al bien, de lo bajo a lo elevado, resulta muchas veces doloroso para el hombre; mas cuando ya logra caminar firmemente por mi senda, todo lo que encuentra en su jornada es paz, porque para el espíritu, no significa ningún sacrificio la práctica de la virtud. 14. ¿Quién de vosotros podrá decirme que no le he invitado a caminar por el sendero de la virtud? Mirad que Yo no vengo a hacer alarde de los beneficios que os he venido concediendo, pero sí os pido que me digáis si no he derramado prodigios en vosotros y en vuestras familias, si no he sanado a los enfermos sólo con vuestra oración o vuestras lágrimas, si no os he librado de la muerte cuando ya os encontrabais al borde del abismo. ¿Cómo había de dejar de hacer esto con vosotros, si sé que vais a necesitar de mucha fe y fortaleza para transitar por mi camino? 15. Os he traído mi luz para que gocéis en su contemplación; no lo he hecho para herir vuestros ojos, ni para cegar a vuestro espíritu. 16. Tomad con serenidad y calma el camino para que no os parezca ni más corto de lo que en realidad es, ni tampoco demasiado largo. Vosotros debéis pensar tan sólo en que para alcanzar la paz en la eternidad de la que formáis parte por el espíritu, las pruebas en la vida son el camino; id por él en paz, con verdadero ideal de perfeccionamiento y nunca llegaréis a sentirlo pesado ni escabroso; será para vosotros como uno de esos viajes en los que se contempla un bello camino, un paisaje grato y el que quisierais que nunca terminara. 17. Si os lo hubiese dado todo en esta vida, ya no estaríais deseando ascender un peldaño más, pero lo que no habéis alcanzado en una existencia, lo buscáis en la otra, y lo que no alcanzáis en aquella, os lo está prometiendo otra más elevada, y así sucesivamente hasta el infinito, en el camino sin fin de los espíritus. 18. Cuando escuchéis mi palabra, os parece imposible que vuestro espíritu vaya a ser capaz de alcanzar tanta perfección, y Yo os digo, que hoy ponéis en duda el alto destino del espíritu, porque sólo miráis lo que alcanzáis a ver con vuestros ojos materiales, pequeñez, ignorancia, maldad, pero eso se debe a que el espíritu en unos está enfermo, en otros se encuentra paralítico, hay quienes son ciegos y quienes van muertos espiritualmente. Y ante tanta miseria espiritual tenéis que dudar del destino que la eternidad os tiene reservado. Y así vivís en este tiempo de amor al mundo y de materialismo; mas ya la luz de mi verdad ha llegado hasta vosotros disipando las tinieblas de la noche de un tiempo que ya pasó y anunciando con su aurora la llegada de una era en la que el espíritu recibirá la iluminación de mi enseñanza. 19. Esta luz os librará de la ignorancia, de la mentira; bajo su claridad, cuánta falsedad, cuánto adulterio e impostura quedarán al descubierto. ¡Ay de los que han adulterado la ley! ¡Ay de los que han ocultado o falseado la verdad! No se imaginan cómo será su juicio. 20. Mi palabra exhorta al mundo a la meditación, para que de ella pueda nacer el arrepentimiento y de éste la regeneración; pero así como la palabra a través de estos portavoces os despierta y estremece, también en otras tierras, en otras comarcas, por otros caminos, se han levantado enviados míos a amonestar al pueblo, a recordarles la pureza de mi ley y la verdad de mi doctrina. Ellos se han preparado bajo la luz de mi inspiración y aunque van soportando burlas y desprecios, siguen paso a paso en el cumplimiento de su misión. Yo os digo que a ellos les reservo su galardón, y llegará el instante en que también conozcan lo que ahora vosotros estáis recibiendo. 21. No todos los que andan por calles y caminos, hablando de los acontecimientos de los tiempos pasados, interpretando profecías o explicando revelaciones, son mis enviados, porque muchos por vanidad, por despecho o por intereses humanos, han tomado aquellas enseñanzas para ofender y juzgar, para humillar o herir y aun para matar. 22. Necesario es que esta luz que tan dulcemente ha llegado hasta vuestro corazón, se extienda de un punto al otro del orbe para que los hombres se acuerden de que Cristo no hiere, ni humilla y menos entrega muerte; porque Él es la vida, el pan, la salud, el consuelo, y de todo esto hoy se encuentra menesterosa la humanidad. 23. Pueblo, he conversado con vosotros, pensad en mis palabras, juzgaos a través de ellas, mirad con esta luz que os doy, la vida y cuando os rodea; para que cuando volváis a escucharme una vez más, os encuentre más conscientes y mejor preparados para el desempeño de vuestra misión. 24. Os he hablado por medio de símbolos a través de los tiempos, mas ahora estáis a la entrada de uno nuevo en que os hablaré en forma clara, porque ya podéis entenderme. 25. Todo en la creación os habla de Dios y de la vida eterna, todo cuanto os rodea y acontece en la vida, es como una imagen de lo espiritual; mas no os habéis conformado con las obras que he creado y a través de las cuales os hablo, os revelo y os enseño. Cada pueblo, cada religión o secta, crea imágenes, símbolos, formas y figuras, para la representación de lo divino. Lo habéis creído necesario y Yo os lo he permitido, oh humanidad; más ahora que vuestro espíritu está más iluminado, más desarrollado que en los tiempos anteriores, puede mirar la vida y entenderla con claridad. Yo les enviaré a todos este mensaje, para que despierten a la luz y puedan contemplar de frente la verdad. 26. Los dones del espíritu, marchitos por el abandono en que el hombre los ha tenido, sentirán descender el rocío de mi caridad, y cuando nuevamente la humanidad eleve con pureza sus pensamientos hacia Mí, podrá contemplar lo que antes no había visto; escuchará la voz del Padre hablándole en muchas formas y sentirá su presencia a cada paso. 27. Entonces, dejarán de crear símbolos y formas, porque al mirar la faz radiante de su Padre en toda la creación, dejarán de sentir la necesidad de esos objetos, a los cuales dotan de virtudes para creer en ellos como si fueran la imagen del Padre. 28. A vosotros, discípulos, que habéis escuchado esta palabra en mis lecciones, os pregunto: ¿Por qué mirándome, oyéndome y sintiéndome, habéis creído tener la necesidad de crear símbolos para vuestro culto? 29. Si a estas preguntas contestáis que sólo estáis respetando lo que los primeros os legaron, Yo os digo que ellos, sorprendidos por la luz de mi revelación, con símbolos concibieron lo que es la espiritualidad. 30. Este pueblo, tiene una gran misión espiritual que cumplir en medio de esta humanidad amenazada por el materialismo más absoluto, el cual crece y avanza como un nuevo paganismo, como un nuevo y más grande culto a la materia, al mundo y a sus pasiones. 31. Y ante esa prueba, ¿Aún queréis seguir conservando reminiscencias de cultos idólatras? ¿Es ése el ejemplo de espiritualidad que vais a dar, y ésas son las armas que estáis preparando para luchar? 32. Dejad que mi palabra germine en vuestro corazón, para que pronto podáis levantaros a testificar con vuestras obras mi doctrina. 33. Cuando deje de comunicarme con vosotros, porque esta etapa haya llegado a su fin, no vayáis a desviaros del camino, no dejéis de buscarme en vuestras tribulaciones, seguid confiando en mi enseñanza. 34. Yo soy la puerta estrecha por donde debéis pasar y María la escala por la que ascenderéis, amando y obedeciendo a vuestra Madre. Creyendo y respetándome, no encontraréis tropiezos y acortaréis el camino. 35. Estáis en el tiempo de la lucha del bien contra el mal; vosotros habéis sido llamados a colaborar Conmigo en esa batalla que ya ha dado principio. Yo he venido a enseñaros cómo debéis luchar para disipar las tinieblas y hacer luz en todo espíritu. Mi palabra os ha guiado, para que viváis velando y orando, para que no os dejéis seducir por falsas luces, ni deis vida a voces engañosas. 36. Cuando haya pasado este tiempo y veáis mi comunicación muy lejana, y vosotros en cumplimiento a mis mandatos transmitáis a vuestros descendientes esta buena nueva, suspiraréis por estos tiempos y os sentiréis dichosos de haber sido escogidos para presenciar mi manifestación divina; mas ya para esos tiempos habrá desaparecido todo lo que de impuro habéis mezclado a esta doctrina, y mi palabra surgirá de vuestro espíritu, diáfana y pura, revelando sólo la luz y la verdad. 37. Cuando seáis interrogados por vuestros hermanos, hablad sin callar nada de lo que mi obra encierra y recordad ante ellos al Maestro en cada una de sus lecciones. 38. Os hago responsables de las generaciones que, nacidas de vosotros, han de venir; pensad que mi palabra de este tiempo no ha sido dada para unas cuantas generaciones, sino para todas las que han de sucederos, y que ellas han de prepararse con mayor espiritualidad, para alcanzar la cima que Yo he señalado como meta al hombre. 39. Bendigo a los que siguen el camino ascendente y que a medida que el tiempo pasa, alcanzan mayor elevación en el estudio de mi palabra y se disponen a oír mi voz en su espíritu, cuando este tiempo de mi comunicación por medio del entendimiento del hombre haya pasado. Bienaventurados los que den crédito a mi obra y sepan honrarla con su espiritualidad. 40. ¡A cuántos de vuestros hermanos podéis salvar con vuestra oración! Este mundo está al borde de un abismo y Yo os envío a él para que evitéis su caída. Detened a la juventud en su carrera hacia la destrucción de su moral; ilustrad su espíritu para que ponga las bases a una vida recta y elevada. 41. Cruzad los caminos del mundo llevando como norma de vuestra vida la verdad de mis enseñanzas; mas respetad la tierra que pisáis, y esos senderos transitados por vosotros quedarán preparados y habrá alianza entre las naciones y haréis de esta tierra un hogar en el que todos sintáis el calor de vuestro Padre Celestial y os reconozcáis como hermanos unos a otros. 42. He sufrido al contemplar la ingratitud de mis criaturas, y si ellas me han desconocido como Padre, Yo nunca he negado que sois mis hijos, aunque algunos se encuentren manchados. He contemplado a grandes naciones alejadas de Mí, entregadas tan sólo a su vida material, a sus problemas, sin esperar nada de Mí. Más pronto llegará el tiempo del despertar, y desde los niños hasta los ancianos, ocuparán su vida en el estudio y práctica de mi enseñanza. Los ancianos hablarán con dulzura y guiarán con la luz de su experiencia. Los niños sorprenderán al mundo con el desarrollo de sus dones y con su consagración a mi obra. 43. Hoy, pueblo amado, extraed de mi doctrina la más elevada moral para vuestra vida. Si anheláis que el mundo crea en esta revelación, dad con vuestra vida el mayor testimonio de mi verdad. Os he dicho, que vosotros debéis ser los espejos limpios, el pueblo que sepa dar ejemplo de fe, obediencia y limpidez. 44. Haced que entre vosotros tome fuerza la pureza y el bien, y con esto iréis corrigiendo a los que sin llevar sanas intenciones han penetrado entre vuestras filas. 45. Los que habéis llegado a concebir la verdad y la perfección de mi doctrina, tenéis el deber de contrarrestar con vuestras buenas obras todo el mal que causa a esta obra aquellos que no han comprendido su finalidad. 46. Ved cómo la mala simiente se ha multiplicado entre vosotros, hasta casi ocultar la verdadera semilla. La mentira, la superstición, la hipocresía, el lucro, las malas influencias, el fanatismo y todas las impurezas, han sido la mala hierba que ha cundido entre este pueblo al cual quisiera ver libre de toda lacra, para enviarle como emisario mío a otros pueblos y naciones. 47. Esta labor de depuración la confío a quienes amen lo verdadero, lo limpio; es una obra de gran paciencia; más, cuán grande será la dicha de este pueblo, cuando vea que su luz por fin ha disipado las tinieblas. Entonces será cuando os considere como emisarios de esta buena nueva y os envíe al mundo a luchar contra el imperio del mal, contrarrestando su fuerza con la regeneración de vuestros hermanos. 48. Mirad con cuánto amor y con qué divina paciencia he venido a enseñar y a corregir, diciéndoos que me dejéis ser quien os señale vuestros errores y defectos y quien os lleve a la perfección, pero ¡Ay, cuántos son los que permanecen sordos a estas palabras, y en su indolencia, en la dureza de su corazón dejan pasar instantes preciosos de preparación, sin querer creer en las pruebas que se acercan! 49. Un día el mundo se propondrá juzgar y escudriñar a este pueblo, y sólo el que haya velado logrará salir avante; mas el que haya tomado mi obra para fines egoístas e insanos, ése sentirá sobre sí la justicia de la tierra, y entonces tardíamente lamentará haber querido crearse su propio reino, su trono de adulaciones y comodidades dentro de mi propia obra espiritual, que es camino de amor, de humildad y de renunciación. 50. Os digo a todos una vez más, velad y orad, y si en verdad creéis en mi palabra, no dejéis para mañana el cumplir con ella, porque mañana podría ser tarde. 51. Ved, pueblo, que ya resulta pequeña la tierra para contener tanto dolor humano. Ayer le parecía al hombre un valle sin fin este planeta, ahora lo ha conquistado y lo ha poblado. 52. Yo di al hombre por morada este mundo diciéndole: “Creced y multiplicaos y henchid la tierra”, y en verdad que ha henchido la tierra, más lo ha hecho con el pecado y el dolor. 53. Este mundo, que debiera ser el hogar de una sola familia que abarcara a toda la humanidad, es manzana de discordia y motivo de absurdas ambiciones, traiciones y guerra. Esta vida que debiera ser aprovechada para el estudio, la meditación y el esfuerzo por alcanzar la vida eterna, aprovechando las pruebas y las lecciones en beneficio del espíritu, es erróneamente interpretada por la humanidad, dejando que su corazón se envenene con la rebeldía, la amargura, el materialismo y la inconformidad. 54. Los hombres olvidan el idioma con el que les habla la conciencia, pierden la fe y dejan apagar los dones de su espíritu para entregarse unos al materialismo, otros a renegar en contra de esta existencia, pretextando un anhelo infinito de huir de este mundo para pasar a otra vida. 55. A éstos les pregunto: ¿Tenéis ya la espiritualidad necesaria para habitar mundos mejores? ¿No pensáis que si no estáis preparados, aunque pudierais penetrar en la mejor de las moradas espirituales, no podríais estimar el valor de aquella vida, ni gozar ampliamente de su paz? 56. En verdad os digo, el mérito de esta vida que hoy tenéis, está en saber sobreponer el espíritu a todas las vicisitudes y miserias imperantes; y no es eso todo, sino que a más de estar conformes, logréis experimentar en vuestro espíritu el gozo que proviene de ser útiles a vuestros hermanos en un mundo donde existe tanta necesidad. 57. El día en que el espíritu haya alcanzado la perfección que le es necesaria para sentirse en mi gloria, no le importará el sitio o mundo en que habite, o si está encarnado o desencarnado; llevará en sí el reino de los cielos y sabrá disfrutar de su gracia en todas y en cada una de las misiones que su Padre le envíe a cumplir. 58. Meditad en esto, y por ahora mirad que este valle es una extensa tierra, propicia para que en ella hagáis los méritos necesarios para conquistar esas moradas a las que aspira vuestro espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 117 1. Pueblo, descansad en tierra firme, detened vuestro paso bajo la sombra de esta palmera, y oíd mi voz para que sanéis todos vuestros males, recobréis vuestras fuerzas y podáis proseguir la caminata. Mirad que no tenéis necesidad de decirme las penas de vuestro corazón, ni de donde venís, porque Yo todo lo sé. Sé que vuestro espíritu viene de una gran lucha y ha tratado de apartarse de los caminos torcidos; venís a buscar apoyo y fuerza en Mí, para no desmayar. Cuando estuvisteis a punto de debilitar, cuando ya vuestras energías se estaban agotando, os elevasteis a Mí para pedirme ayuda y Yo al instante respondí, llamándoos hacia este oasis de paz, para que tuvieseis una tregua en vuestro dolor. 2. ¿Cuántas de mis enseñanzas habéis comprendido y analizado desde el instante en que por primera vez escuchasteis esta palabra? En ella comprendisteis que el espíritu no se perfecciona en un día, ni en un año, ni en una vida, porque teniendo naturaleza eterna, su trayecto tiene que ser largo para lograr su perfección. También habéis aprendido a oír la voz de la conciencia, que os habla siempre de la ley, de amor, de bien, de rectitud y pureza, llegando a distinguirla de aquella otra voz que proviene de los sentidos de la carne o de las pasiones del corazón, la cual no siempre induce al buen sendero. 3. Ya sabéis que poseéis armas para defenderos, sabéis también cual es el escudo que os protege, por lo que habéis comenzado a hacer uso de la oración, de los buenos pensamientos, de la fuerza de voluntad y de la fe. 4. Habéis aprendido a dar su justo lugar en la vida, a las partes que forman vuestro ser, comprendiendo que lo esencial está en el espíritu y que después de él, ocupando un lugar digno, se encuentran los sentimientos y la mente. 5. Sabéis ahora que la verdadera espiritualidad en el hombre no consiste en apartarse de lo que pertenece a la vida material, sino en armonizar con toda la creación, y que el espíritu para lograr esa armonía necesita caminar delante, estar por sobre lo humano, en una palabra, ser el guía, de otra manera el espíritu es esclavo de la carne. 6. Sabéis que en mi camino no se puede fingir amor, ni pureza, ni saber, porque al instante sentís una mirada que todo lo penetra y lo juzga. Sabéis que para que vuestros méritos sean reales, vuestras virtudes y vuestras obras tienen que ser verdaderas. 7. Si os hablo así, no es porque venga a exigiros la suprema perfección, sino a pediros que hagáis un esfuerzo por alcanzarla. 8. Ahora, cuando sufrís, cuando atravesáis una dura prueba, o cuando os encontráis en el lecho del dolor, sabéis que aquel cáliz os purifica y os renueva; que aquel trance os hace expiar faltas, o que se trata de una sabia lección para el espíritu, y entonces lo apuráis con paciencia y conformidad. 9. Habéis llegado a comprender que estoy construyendo en cada uno de vosotros un templo, y ya no os atrevéis a destruir lo edificado, sino que tratáis de colaborar Conmigo en esta obra. 10. Habéis entendido bien que no es delante de los hombres ante quienes debéis hacer méritos para recibir de ellos la alabanza o el galardón, sino delante de vuestro Padre, único que puede valorizar vuestras obras. 11. Si entendéis todas estas lecciones de amor que os doy, por muy reacia que sea vuestra materia y muy fuertes vuestras pasiones, tendrá que nacer una sumisión de la carne hacia el espíritu, que será un principio para lograr la armonía y orden que deben existir en el hombre para llamarse dignamente hijo mío. 12. De vuestro presente depende el futuro de muchos seres, pueblo amado, no lo dudéis. Entonces pensad en esto, despojaos del último resto de egoísmo que alberguéis y labrad para el mañana la paz, unificación, moral y espiritual, que son indispensables para que las nuevas generaciones encuentren preparado el camino. 13. No dudéis de poder llevar a cabo esta obra en el mundo, porque no es la primera vez que os confío mi semilla; prueba de ello es que os hablo en esta forma y me entendéis. 14. Esta es la continuación de mis lecciones, mas no la consumación de los tiempos, según lo interpreta el hombre. El mundo seguirá girando en el espacio; los espíritus seguirán llegando a la tierra a encarnarse para cumplir su destino; los hombres seguirán poblando este planeta y sólo la forma de vida entre la humanidad cambiará. Las transformaciones que la vida humana sufra, serán grandes, tanto, que os parecerá como si un mundo se acabara y otro naciera. 15. Así como en todos los tiempos la vida del hombre se ha dividido en eras o edades, y cada una de ellas se ha significado por algo, ya sea por sus descubrimientos, por las revelaciones divinas que dentro de ella han recibido los hombres, por el desarrollo del sentido de lo bello, a lo cual llamáis arte, o por su ciencia; así os digo, que este tiempo se significará por el desarrollo de los dones del espíritu, esa parte de vuestro ser por la que debíais haber empezado a cultivaros, para evitaros tantos males y errores. 16. ¿No creéis que la vida humana pudiera transformarse totalmente, desarrollando vuestra espiritualidad, cultivando vuestros dones y estableciendo en la tierra la ley de la conciencia? 17. ¡Ah, sí pudieseis daros cuanta de todo lo que posee vuestro espíritu! Mas no lo sabéis, a pesar de los milenios que lleváis habitando el mundo y el espacio, porque en vuestro egoísmo, que es amor hacia vosotros mismos, sólo os ha importado la ciencia al servicio de la existencia material. 18. Yo seré quien descubra ante vosotros las virtudes, dones, bellezas, poderes y maravillas que se encuentran ocultos en vuestro espíritu, ya que éste es el tiempo propicio, porque estáis recogiendo los últimos frutos de una era. 19. Pronto reconocerán todos los pueblos, que Yo, su Señor, les he hablado en cada una de las eras por las que ha atravesado la humanidad, siendo cada una de mis revelaciones, como un peldaño de la escala espiritual que he tenido para que todos podáis ascender hasta Mí. 20. Este tiempo será llamado el de la luz, la era del Espíritu, o el tiempo de la verdad; mas Yo os digo, que será el tiempo de la elevación de los espíritus y el de su reivindicación. 21. El espíritu es el templo construido por Mí, un santuario continuamente profanado por el hombre. Mas es llegada la era de la luz tantas veces profetizada, cuya claridad será vista por todos, y bajo cuyo calor se unirán los hijos del Señor. Yo no os hablo de una religión que acoja a unos y rechace a otros, que proclame su verdad y niegue la verdad a los demás, o que empleé armas indignas para imponerse por la fuerza o por el temor. No, Yo os hablo simplemente de una ley; explicada por una doctrina, que es precisamente el mensaje que a través de esta palabra os he revelado en este tiempo. Así cuando llegue la hora de levantaros a dar la buena nueva, predicaréis con hechos la paz, el amor, la caridad, la unificación y la fraternidad; más si en vuestro camino encontraseis a alguien que hipócritamente fuera predicando lo mismo que vosotros, pero falseando la verdad, con vuestras obras pondréis a descubierto la mentira. Si por el contrario os encontraseis con hermanos vuestros que con ejemplos predican la verdad, el amor y la caridad, entonces os uniréis a ellos, porque su lucha y la vuestra serán la misma. 22. No puedo dejar de deciros que si os encontraseis impuros e impreparados, os sentiréis indignos de llevar a cabo esta Obra. Entonces, cuando veáis que otros se levantan a luchar con verdadera fe y pureza, no les estorbéis el paso, porque sería doble vuestra responsabilidad ante mi justicia. 23. De todo os prevengo para que nada os sorprenda, y así al surgir para esta lucha, verdaderamente sepáis despertar el ideal de elevación. 24. Esta tierra, que siempre ha enviado al más allá una cosecha de espíritus enfermos, cansados, turbados, confundidos o con escaso adelanto, pronto podrá ofrecerme frutos dignos de mi amor. 25. La enfermedad y el dolor se irán desterrando de vuestra vida, al llevar una existencia sana y elevada, y cuando llegue la muerte, os encontrará preparados para el viaje hacia la mansión espiritual. 26. ¿Quién podrá extraviarse o confundirse al penetrar en la morada del espíritu, si ya desde esta vida la había presentido en los instantes de orar, meditar, soñar o inspirarse en mi ley? 27. Ahora os parece inalcanzable tanta paz y tanto bien, y es porque miráis toda la confusión que reina en torno a vosotros; confusión que sabéis irá aumentando en todos los órdenes de la vida humana. Más Yo os digo que confiéis en Mí, que veléis, oréis y seáis los sembradores incansables, para que esta noche tempestuosa deje asomar la luz de la nueva aurora y la tierra sienta como sus nuevos moradores vienen a sembrarla con obras nobles, restaurando y construyendo cuanto los insensatos y profanos destruyeron y mancharon. 28. Pueblo, en este día os he revelado parte de mis planes divinos para con vosotros, os he adelantado algo que pertenece al futuro y os he preparado para la lucha que se aproxima a toda la humanidad. 29. Meditad bien y os sentiréis fortalecidos, porque en verdad os digo: Benditos sean los que están leyendo en este libro que os revela mi palabra. En él habéis hallado muchas lecciones que se encontraban ignoradas por vosotros. 30. He querido hacerme oír de los que nada tienen en la Tierra, para luego servirme de ellos. Os he escogido entre los humildes, como en todos los tiempos en que he buscado a mis servidores entre los sencillos de corazón. Ya sabéis que los dueños de riquezas en el mundo siempre están ocupados con ellas y no se acuerdan de Mí. A ellos les es confiado un tiempo para que rindan culto a lo que tanto aman; mas siempre llegará la hora de escuchar mi voz, de tomar su cruz y seguirme, pero antes se purificarán en el crisol del dolor. 31. Amados discípulos, sólo quedan siete años, que serán siete albas en las que podréis escucharme. Quiero que en ese lapso dejéis vuestros titubeos y afirméis vuestros pasos, para que podáis decirme cuando llegue el año de 1950: “Señor, se ha hecho la unificación entre nosotros y os presentamos pruebas de nuestra espiritualidad y de nuestra fraternidad”. 32. Este pueblo sabe que sólo espero su elevación para hacerle oír mi voz en su conciencia, cuando le diga: Pueblo, levantaos y multiplicaos como el polvo de la tierra; cruzad valles, ciudades, desiertos y mares y esparcid con amor y humildad esta enseñanza. Mi caridad omnipotente abrirá caminos y borrará fronteras. Mi amor os protegerá contra toda persecución o acechanza, y mi Verbo lo pondré en vuestro labios cuando la ocasión lo requiera. 33. Grande, muy grande es esta obra que os estoy confiando, porque os quiero fuertes y grandes de espíritu. En verdad os digo, que en el corazón de vuestro Padre no puede tener albergue el egoísmo. 34. Siete años confío al pueblo que ha recibido estas tierras benditas, para que de ellas recoja frutos dignos de mi Divinidad. 35. Pueblo, tened caridad y paciencia con los que vienen dando sus primeros pasos. Aconsejadles con la gracia con que Yo os he corregido, amaos con el amor con que Yo os he amado, y entonces habrá armonía entre vosotros. 36. ¡Venid! Mi presencia es como la sombra de un árbol, mi palabra es como el canto de un ave. Venid a Mí, hambrientos y sedientos de justicia, enfermos, pobres de espíritu e incomprendidos, ¡Acercaos a Mí! 37. Yo no os rechazo por vuestra pobreza ni os desprecio por vuestra condición. Sé que en el fondo de cada uno de vosotros existe un espíritu que necesita de mi luz para levantarse a la vida. 38. Traigo salud para los enfermos y esperanza para los atribulados. Ninguno saldrá sin consuelo para su dolor. Más cuando hayáis logrado la paz, os sentiréis revestidos de esta dignidad que vengo a daros. No reneguéis del mundo, ni de sus vicisitudes y sufrimientos, recordad que ellos fueron los que os acercaron a Mí; tampoco os alejéis de vuestros hermanos, por el contrario, ahora que habéis visto cómo os recibo y cómo os entrego, aproximaos más a ellos, haciendo en los necesitados lo que habéis visto que he hecho entre vosotros. 39. Por uno de vosotros que verdaderamente practique mi enseñanza, muchos serán los que alcancen mi gracia. 40. Oración, caridad y buena voluntad, es cuanto necesitáis para que vuestros conocimientos en mi enseñanza esplendan como luz brillante en medio de las tinieblas. Se avecinan tiempos de prueba y quiero que todos mis discípulos se encuentren preparados. 41. En medio de la paz o de los placeres, la humanidad no os llamará; más por el dolor, sí os buscará. Preparaos, porque pronto el dolor se desbordará sobre el mundo. Entonces seréis llamados por los enfermos, para que les llevéis mi bálsamo; muchos de vuestros hermanos solicitarán vuestra oración y también buscarán vuestra enseñanza para encontrar el sendero que les lleve a la elevación espiritual. 42. ¿Veis cuán delicada y grande es la misión que os espera? 43. Íntimamente confesáis que es grande la revelación que os he hecho en este tiempo; si sabéis comportaros como discípulos míos, mayores luces contemplaréis en mi Obra. 44. Formad el pueblo de la paz y la espiritualidad, apartad de vuestro corazón los últimos restos de fanatismo que guardéis; alcanzad la purificación por medio de la regeneración, y entonces daré en el cielo una señal que será contemplada en el mundo, la cual os dirá que el día del Señor ha llegado. Esa señal será vista hasta por los ciegos y entendida por los más rudos entendimientos. 45. Utilizad el arma más fuerte que os he confiado, que es la oración, y orad para que no prestéis oído a quienes traten de apagar la flama de vuestra fe. Alerta, pueblo, no permitáis que alguien ofusque vuestro corazón, haciendo que equivoquéis el sendero; ya conocéis mi ley, ella es el camino, no os desviéis nunca de él y nada tendréis que temer. 46. Si en la tierra hay quienes procuran perderos y quienes oran por vosotros, porque os creen perdidos, pensad que en lo espiritual hay quienes velan por cada uno de vuestros pasos. Vuestra Madre Celestial os ampara bajo su manto; Elías os cuida con el amor de un pastor espiritual, y vuestros hermanos que en el más allá viven consagrados al bien, os protegen y aconsejan. Así hablo a los que en medio de titubeos y dudas van dando sus primeros pasos y con frecuencia sufren golpes y tropiezos. 47. Pronto habrá de encenderse la fe en sus corazones, y cuando esto sea, nada ni nadie podrá apagarla; pero antes tengo que daros mis enseñanzas, para que vuestro corazón se fortalezca al par de vuestro espíritu y se vaya alejando más y más de lo superfluo. Así os iréis elevando. Entonces sentiréis cómo la sed de verdad y de amor que me hacíais presente se ha calmado, haciendo que marchéis llenos de fortaleza y de ánimo al cumplimiento de vuestra misión. 48. Os preparo con amor infinito porque mi lección a través de estos portavoces no va a ser eterna; pronto dejaréis de escuchar esta palabra y a pesar de ello tendréis que ser fuertes en la lucha que vendrá cuando ya mi palabra no sea transmitida bajo esta forma. 49. ¿Qué haréis si no hubieseis comprendido la lección del Maestro? ¿Cómo podréis defender vuestra fe si no hubieseis llegado a conocer las armas que os podrían ayudar a defenderos? Meditad en estas palabras, porque muchos tendrán que caer nuevamente de rodillas ante los ídolos, por no haber sabido aprovechar mis enseñanzas. 50. Pueblo, no seáis sordos a mi voz, ni interpretéis torcidamente mi Obra; os he dicho que debéis darla a conocer con la pureza con que Yo os la he confiado; escuchad mi voz para que cuando oigáis la de vuestros enemigos, sepáis libraros de sus lazos y celadas. 51. Hasta ahora habíais mirado a la vida y a la humanidad superficialmente; más he venido a mostraros el sentido y la esencia de todas las lecciones que en los tres tiempos os he revelado, para que tengáis pleno conocimiento de quiénes sois, y para que abracéis vuestro destino como Cristo a su cruz y améis en el Creador a vuestros semejantes. Todo esto os lo revela y enseña mi doctrina. Ahora os digo, que el que haya sido marcado por Mí, no se sienta superior al que no haya recibido esa señal, porque muchos de ellos os darán pruebas de espiritualidad y de poseer dones tan grandes como los vuestros. 52. Este es el tiempo en que se escucha en el infinito la campana celestial que llama a los hombres a congregación, que invita a meditar y a orar. Su eco vibra sin cesar en el fondo de cada corazón, porque es el Tercer Tiempo, en que Elías, como enviado mío, está llamando desde un confín al otro del mundo a los espíritus para que asistan al juicio. Sed vosotros de los que en esa hora me busquen por medio del espíritu y no a través de formas e imágenes hechas por manos humanas, para que pueda Yo decir que sois de los que han perseverado en mi Ley, ya que en ella, la que os entregué en el Sinaí, os ordené que para adorarme no deberíais poner ante vuestros ojos ninguna imagen que representara a mi Divinidad. 53. Si desde entonces he inspirado el culto espiritual, justo es que ahora me lo ofrezcáis, oh pueblo, que por momentos perdéis la esperanza de llegar a la completa regeneración y a la espiritualidad. Ved cómo he alargado vuestra existencia y cómo os he hecho recorrer el camino de restitución y de evolución, para que a vuestro paso y en vuestro constante caminar vayáis dejando toda imperfección y toda mancha. ¿No veis cómo las aguas ennegrecidas por el cieno llegan a purificarse en su rauda corriente? De cierto os digo, que de igual manera acontecerá con vuestro espíritu. 54. Yo soy el dueño de la vida y de lo creado, por lo que os digo, que soy el único que conoce el arcano, la eternidad y el destino de todos los seres. 55. Si la humanidad no se obstinara en su ignorancia, otra sería su existencia en la Tierra; más los hombres se rebelan ante mis mandatos, reniegan de su destino, y en vez de colaborar Conmigo en mi obra, buscan la forma de eludir mis leyes, para hacer su voluntad. También os digo, que si la humanidad observase con cuidado cada uno de sus actos, se daría cuenta de cómo a cada paso se va revelando en contra mía. 56. Si derramo mis complacencias sobre los hombres, éstos se vuelven egoístas; si les concedo que saboreen el gozo, llegan al exceso; si pongo a prueba su fortaleza, con el fin de templarles el espíritu, protestan; y si permito que el cáliz de amargura llegue a sus labios para purificarles, reniegan de la vida y sienten perder la fe. Si pongo en sus hombros la carga de una familia numerosa, se desesperan y cuando levanto de la tierra a alguno de sus seres queridos, me acusan de injusto. 57. Nunca os veo conformes, nunca escucho que bendigáis mi nombre en vuestras pruebas, ni contemplo que tratéis, a través de vuestra vida, de trabajar en mi obra creadora. 58. ¿No recordáis los ejemplos que en Jesús vine a daros, al consagrar aquella vida a glorificar a su Padre? 59. Jesús nada poseyó en la tierra, y sin embargo jamás protestó por su pobreza, tuvo que dejar a su Madre y a su patria y supo renunciar a todo, por amor al que le envió; su obra fue ardua y su camino penoso hasta el fin, más nunca se rebeló; fue perseguido y burlado, juzgado y finalmente muerto, más de su corazón, de sus labios y aun de sus ojos, sólo brotaron bendiciones, perdones y consuelo para quienes lo amaron, igual que para quienes lo ofendieron. 60. Más no sólo en Mí podéis hallar ejemplos dignos de imitar; recordad la mansedumbre de Abraham, cuando su Señor le pidió la vida de su hijo, la paciencia de Job, que me bendecía en cada una de sus tribulaciones, y así como esos ejemplos, muchos más que hasta vosotros han llegado a través de la historia. 61. A veces os asombráis cuando llegáis a ver a algún enfermo que lleva con paciencia su cruz, algún ciego o paralítico que bendice mi voluntad. En otras ocasiones no acertáis a comprender la conformidad de un padre que acaba de perder al hijo a quien amaba, y es que esa conformidad, esa paciencia y ese acatamiento a los designios de Dios, no los conciben los hombres materializados de este tiempo, tan alejados de la verdad. Soy Yo quien va poniendo a vuestro paso esos bellos ejemplos de humildad, de obediencia a mi voluntad y de elevación espiritual, para que tengáis modelos que imitar en vuestras pruebas. 62. Yo os digo, que cuando esta humanidad haga todo lo que sea mi voluntad, en la tierra no se conocerá el dolor, porque en su espíritu estará mi paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 118 1. “Dejad a los niños que vengan a Mí”, vuelvo a deciros; no porque les miréis pequeños, penséis que no pueden recibirme. 2. Por muchas deudas y manchas que tenga un espíritu, cuando vive en la infancia, la envoltura participa de la pureza y de la inocencia de ésta. En esos instantes es cuando necesita el espíritu toda clase de ayuda para no desviarse del sendero. 3. La reencarnación es la oportunidad que Dios, en su amorosa justicia, ofrece al espíritu, para que recobre su pureza y retorne al camino. Esa es la forma en que puede aprovechar la experiencia recogida en su peregrinaje. 4. Cuando miréis a los niños, hacedlo con respeto, porque no sabéis qué espíritu se oculta en ellos; más de lo que podéis estar seguros, es de que en cada uno de esos pequeños seres existe un pasado que es toda una historia, toda una vida de evolución. 5. El espíritu, cuando vive la niñez de su envoltura, necesita del apoyo de los mayores, porque su materia es frágil para sostenerle; requiere de la ternura, para que su corazón no se endurezca, y también necesita de ejemplos y enseñanzas que le cultiven y le fortalezcan, mientras llega la hora de poder manifestarse. 6. Cada espíritu trae su mensaje, y para que pueda expresarlo, es preciso que todo sea favorable a su derredor. Cuando el espíritu, después de su largo tránsito de luchas y de pruebas para alcanzar su perfeccionamiento, llega a verse libre de manchas, miserias e ignorancias y es en él sólo la luz, llega a tener semejanza con la pureza de los niños. 7. El niño sabe intuitivamente que es impotente para luchar por sí mismo, y entonces deposita toda su confianza en sus padres. Nada teme cuando se encuentra al lado de ellos; sólo bien espera y sabe que nada le faltará. Luego va descubriendo que en ellos existe una fuente de saber, de ternura y de vida, por lo que en su compañía llega a experimentar la felicidad. 8. ¿Cuándo se sentirán así los hombres cuando están Conmigo? ¿Cuándo alcanzará el espíritu humano esa fe, esa pureza y esa confianza que el niño posee en su inocencia? 9. En verdad os digo, que cuando eso sea, volveréis a escuchar mi dulce palabra diciéndoos: “Dejad que los niños se acerquen a Mí, porque de ellos es el reino de los cielos”. 10. Ha mucho tiempo que se os dijo: “Honrad a vuestro padre y a vuestra madre”; y la mejor forma de honrarlos es llevando una vida recta y virtuosa. 11. ¿Será menester que en este tiempo tenga que recordaros vuestros deberes en la tierra? Vuestro corazón me dice: No, Señor, habladnos ahora de la vida espiritual. Sin embargo, veo que la humanidad no se ha levantado honrando a sus padres; y si no ha cumplido con los primeros mandamientos, ¿Cómo podrá cumplir con mis nuevas máximas? 12. Sobre los cimientos de la Ley, levanté los muros del santuario, con la luz de mi doctrina que os traje en el Segundo Tiempo; y ahora con mi nueva palabra vengo a terminar la formación del templo espiritual. 13. Debo deciros, que aún son débiles vuestros cimientos, porque no vivís de acuerdo con la ley de los primeros tiempos, porque sólo sobre una verdadera moral y una virtud acrisolada podréis levantar vuestro templo interior. 14. Mi pregunta es ésta: ¿Cómo podréis honrar a vuestro Padre Celestial sin antes haber honrado a vuestros padres en la tierra? ¿Cómo tratáis de ver a la humanidad como hermana vuestra, si antes no amáis a vuestra familia, formada por vuestros padres, hermanos, esposo o esposa, e hijos? 15. Por eso he querido que unáis la ley del Primer Tiempo a la doctrina que a través de Jesús os di y a las revelaciones de este tiempo, porque así tendréis todo el conocimiento y la preparación para penetrar en la senda espiritual que conduce a la luz eterna. 16. Si en vuestra vida no practicaseis la virtud y a pesar de ello hicieseis alarde de cumplimiento, Yo os digo que iréis prevaricando y además falseando la verdad. 17. Mi discípulo deberá ser limpio de corazón en la tierra, para serlo después en espíritu. 18. Honrad con vuestra vida a quienes por mi voluntad os dieron la existencia, y mañana vuestros hijos os honrarán a vosotros. No solamente me glorificáis con obras espirituales; no, también vuestras obras humanas glorifican a mi Espíritu. 19. Tiempo es éste, en el que muchos hombres al ver las grandes pruebas que se ciernen sobre la humanidad, exclaman: Es la mano de Dios la que está tocando por medio del dolor a la humanidad; a lo cual Yo os digo que esa es una forma errónea de pensar sobre mi justicia. 20. ¿Cuándo entenderéis que el dolor existe a causa de vuestros pecados, y que es el propio hombre quien se sentencia y castiga a sí mismo? 21. Debíais comprender que al permitir que el dolor llegue a vuestro corazón, con ello os doy la prueba más clara de que el pecado es el mayor obstáculo para que contempléis la luz y disfrutéis la paz del espíritu. 22. Muchos creen amarme y servirme, más cuando el dolor les sorprende, entonces se preguntan confundidos: ¿Cómo es que amando a mi Padre, El permite que yo beba este cáliz de amargura? No se han dado cuenta de que no sólo no me aman, sino que también han dejado que sus pasiones y ambiciones por lo terrestre, sean para ellos un culto que anteponen, sin darse cuenta, al culto que me deben ofrecer. 23. Si los hombres rindiesen tributo a la verdad, al amor, a la justicia y al bien, que son atributos de mi Espíritu, ¿Creéis que en el mundo pudiese existir el dolor, la guerra, el hambre, la confusión y la muerte? De cierto os digo, que nada de ello habría en vuestra vida y que, en cambio, habría paz, salud del espíritu y del cuerpo, habría fortaleza y bienestar. 24. Recordad que en la ley se os dijo: “No tendrás otros dioses delante de Mí”; sin embargo, son muchos los dioses que la ambición humana ha forjado para adorarles, rendirles tributo y hasta entregarles la vida. 25. Comprended que mi Ley no ha pasado y que sin que os deis cuenta, os habla incesantemente a través de la conciencia; más los hombres siguen siendo paganos e idólatras. Aman a su cuerpo, halagan sus vanidades y consienten sus debilidades; aman las riquezas de la tierra, a las cuales les sacrifican su paz y su futuro espiritual. Rinden culto a la carne, llegando a veces a la degeneración y hasta a la muerte por ir tras de los placeres. 26. Convenceos de que habéis amado más lo del mundo que a vuestro Padre. ¿Cuándo os habéis sacrificado por Mí, amándome y sirviéndome en vuestros semejantes? ¿Cuándo sacrificáis vuestro sueño o exponéis vuestra salud por acudir en alivio de las penas que afligen a vuestros hermanos? Y ¿Cuándo habéis llegado hasta la muerte por alguno de los nobles ideales que mi Doctrina inspira? Ved como no es a Mí a quien más amáis; ved como el culto que tenéis por la vida material es para vosotros antes que el culto a la vida del espíritu; y ésa es la razón por la cual os he dicho que tenéis otros dioses para adorarles y servirles antes que al verdadero. 27. ¿Cómo podréis conocer en la tierra una vida que encierra justicia, y cómo podréis sentir sobre vuestro espíritu el manto divino de mi paz? ¿Qué podréis hacer para dejar de sentir dolor, si es lo único que pueden ofreceros los falsos dioses que habéis creado y amado desde los tiempos pasados hasta los presentes? 28. Amadme a Mí, antes que a todo lo creado, porque amándome a Mí sabréis dar a todos los seres su lugar justo y verdadero. 29. Muy grande es la confusión que reina en este tiempo en el mundo; mas el espíritu de la humanidad se encuentra preparado y bastará mi llamado, para que vuelva sus ojos a mi ley. 30. Se acerca el instante en que la luz de mi Espíritu llegue hasta los corazones, haciéndoles sentir y entender, lo que hasta ahora no habían comprendido. 31. Discípulos amados, me presentáis vuestro espíritu sediento de verdad y por eso os invito a acercaros a esta fuente, para que bebáis hasta saciaros. Penetrad al fondo de mi palabra; mirad que Yo sólo me materializo hasta cierto límite, y es entonces cuando os toca analizar, meditando en todo lo que habéis escuchado. Orad, y en vuestra oración interrogadme, entonces veréis cómo en cada manifestación, recibís un destello de mi luz. No esperéis recibir en un solo instante toda la verdad. Sabed que hay espíritus que ha mucho vienen caminando en pos de la verdad, escudriñando y tratando de penetrar en todos los misterios y aún no han alcanzado la meta anhelada. 32. Cristo, os vino a enseñar el camino, diciéndoos: “Amaos los unos a los otros”; mas no habéis imaginado hasta ahora el alcance de ese sublime mandamiento. En verdad os digo, que toda la vida de los hombres se transformaría si vivieseis en esa máxima, porque sólo el amor será el que pueda revelaros el arcano, ya que en él está el origen de vuestra vida; fortaleceos en el bien, y veréis como paso a paso irá cayendo de vuestro ser todo lo que ha sido falso, impuro o imperfecto. Sed cada día más sensibles a la luz de la divina gracia, y entonces podréis preguntar a vuestro Señor todo aquello que queráis saber, todo lo que sea necesario a vuestro espíritu para alcanzar la suprema verdad. 33. Trabajad en la tierra con más ahínco y entregaros con fe a vuestros deberes; buscad siempre el provecho para vuestro espíritu, a fin de que vuestra vida material no sea estéril. 34. Orad con la oración sencilla que brota de lo más puro de vuestro espíritu, y con la ayuda de vuestra conciencia examinad vuestras obras. Entonces gozaréis de mi presencia. 35. En esa comunicación del espíritu, recibiréis raudales de luz para entender mejor la vida; no os faltará la inspiración que os conduzca a ser cada vez más buenos. En esos momentos despertarán las potencias y dones del espíritu y quedaréis en condiciones de desempeñar las diversas misiones que os he confiado. 36. La intuición, que es videncia, presentimiento y profecía, se aclara en la mente y hace latir el corazón ante los mensajes y voces que recibe de lo infinito. 37. Cuando los hombres hayan aprendido a comunicarse con mi Espíritu, ya nada tendrán que consultar en libros, ni qué preguntar. Hoy todavía preguntan a quienes creen que saben más, o van tras de textos y libros, ansiosos de encontrar la verdad. 38. Bienaventurado el que se muestre ansioso por oír mi palabra y no quiera perder una sola de mis lecciones, porque él logrará formar en su espíritu el libro que ha de ser su mejor herencia en este tiempo. 39. Mi palabra, es resurrección y vida para el espíritu que zozobra y se pierde en el mar tempestuoso de las pasiones. Por eso aquel que ha recibido en su corazón y ha saboreado su esencia, vivirá por siempre; y su más grande anhelo será revelarla a sus hermanos, para que todos se alimenten y alcancen la vida eterna. 40. Yo bendigo a los que anuncian mi venida en el Tercer Tiempo y cumplen con verdad su misión; porque su semilla florecerá en breve tiempo; mas ¡Ay de aquellos que tomaren mi nombre o mi enseñanza para sorprender a los incautos, diciéndose enviados, o tomando mi lugar para hacerse servir, porque ellos serán descubiertos y sujetos a juicio! En su camino van a encontrar que la humanidad ha despertado y les pedirá pruebas que justifiquen cuanto vayan predicando. 41. Yo soy el Verbo que habla a vuestro espíritu. Soy Maestro que una vez más se ve rodeado por discípulos, de los cuales mientras unos oran y hacen méritos para sentirse limpios y dignos de estar Conmigo, otros adulteran y desvirtúan mi doctrina. Yo os digo, que cada uno de ellos me responderá de la enseñanza que a todos les he dado. La presente generación, por su materialismo, no llegará a comprender el sentido de esta revelación, y serán las nuevas generaciones, las que al comunicarme con ellas de Espíritu a espíritu conocerán el contenido de ese libro de sabiduría con que os he heredado en este Tercer Tiempo. 42. La humanidad está en espera de las señales de mi mensaje. Yo permitiré que esta doctrina sea traducida y llevada a otros países para que sea dada a conocer. ¡Cuántos hombres la esperan, sin saber que estoy hablando y dictando incontables lecciones, con las que habrá de formarse el libro que contenga mi mensaje! 43. Mi palabra se ha derramado abundantemente entre vosotros, a semejanza de una corriente de agua cristalina que a su paso todo lo limpia y vivifica. 44. Si vosotros os preparáis, seréis fuertes y tendréis la potestad espiritual que tuvieron en los tiempos pasados mis escogidos. Seréis respetados por unos y temidos por otros, porque llevando la verdad en vuestro espíritu, descubriréis la falsedad, la mentira y la hipocresía, en donde ellas se encuentren. 45. Muchos hombres, al saber que poseéis mis revelaciones, llegarán a vosotros por curiosidad, otros os desconocerán y otros más, querrán destruiros; vosotros os concretaréis en todos los casos a cumplir vuestra misión de dar testimonio. Entonces veréis a los mismos que os burlaron o a los que intentaron daros muerte, conmoverse ante vuestras palabras y, arrojando lejos de sí sus armas, acompañaros en vuestro camino. 46. La batalla se aproxima, después del caos vendrá la paz a este mundo. Es menester que el hombre apure ese cáliz para que llegue a valorizar y a buscar la paz y las virtudes del espíritu. Es preciso que padezca los rigores para que se conmueva y purifique, y así cuando el peso de sus culpas le sea ya insoportable, experimente el deseo ardiente de que la paz, que por tanto tiempo rechazó de su corazón, retorne a su espíritu, para lo cual ofrecerá su completo arrepentimiento. 47. Yo os digo que esa paz volverá, y que será guardada y conservada por largo tiempo en el corazón de la humanidad. 48. Esta tierra será campo fecundo donde mi semilla florezca y fructifique, porque ya el corazón del hombre está hambriento de amor y sediento de verdad; también está cansado de palabras vanas y de doctrinas vacías de amor. Por eso ha llegado a sentir que necesita ser enseñado por un Maestro verdadero que le revele la vida espiritual y lo prepare para una existencia superior. Mi ley, presente en la vida de los hombres, es olvidada por ellos, y por eso la humanidad camina hacia el caos, de ahí que el corazón humano se encuentre vacío y pobre el espíritu. 49. Por eso os invito a todos a retornar al verdadero camino. Mi paz está presta a llegar a vosotros, y estad seguros de que con ella, las virtudes volverán a florecer en el espíritu de la humanidad. Después del egoísmo en que vivieron los hombres, volverá a ellos la caridad y sabrán ir en busca del que necesite ayuda, para proporcionarle la paz y el consuelo que por mucho tiempo no supieron dar; entonces experimentarán la alegría que debe sentir el que ama a sus semejantes como a hermanos. ¿Cuándo van a surgir esos buenos sembradores de la caridad? Os he dicho que por un justo podría salvarse este mundo. 50. Pensad que si todos buscaseis ser justos y buenos, pronto se transformaría este valle de lágrimas en un mundo de elevada espiritualidad. 51. Vos, pueblo, trabajad sin cansaros; enseñad, haced obras que conviertan; y ya que habéis resucitado, velad por los que creyendo vivir han muerto a la fe y a la esperanza. Los que ahora sois fuertes y los que estáis sanos, velad por los enfermos. Orad por los que no oran y fortaleced a los que atraviesan por grandes pruebas. Sostened a los débiles y llevad la paz a las naciones en guerra; a todos aquellos espíritus que han dejado su cuerpo en los campos de destrucción, ayudadlos a elevarse y a penetrar en la vida espiritual, conscientes del estado en que se encuentran y del paso que han dado. Orad por todos, vuestra misión no se reduce a hacerlo por los que amáis y conocéis que son los vuestros, sino por todos los que habitan en éste y en otros mundos. Hacedlo, discípulos, porque vuestra misión espiritual es universal, puesto que Yo no he señalado límites para que os améis, sino os he dicho siempre: “Amaos los unos a los otros”. 52. Para ayudaros en esa misión, la luz de mi Espíritu ha descendido a acariciaros, oh pequeños, que habéis luchado con ahínco para poder ofrecer a los necesitados un rincón de paz, donde oír mi voz que es bálsamo, luz y paz. 53. Pobre y humilde es el recinto, porque habéis aprendido que ese no es el templo; en cambio procuráis darle limpidez a vuestro espíritu donde ya sabéis que está mi verdadero templo. 54. Estos recintos son como árboles en los largos caminos de vuestra vida, son a semejanza de las palmeras del desierto. Sitios para dar descanso y sombra al caminante. 55. ¡Ah, sí cada comarca tuviese uno de estos árboles donde oyeran trinar a mis ruiseñores! Mas vuestro paso ha sido lento y escasa vuestra labor, por eso hay muchas comarcas sin árbol, y muchos caminantes que no encuentran oasis, sombra, refugio, ni trinos. 56. Ya que vosotros tenéis el consuelo de mi presencia a través de esta palabra, haced méritos para que vuestro árbol crezca y su sombra aumente, porque el número de los caminantes aumentará en gran manera, atraídos por el testimonio de los que han encontrado aquí la paz de su espíritu. 57. Trabajad todos unidos y realizad la obra que os he encomendado; mas velad y orad para que no vayáis a caer en tentación, porque entonces vosotros mismos destruiréis vuestra obra. 58. Me preguntáis en vuestro corazón, cuáles son las tentaciones en que podríais caer, a lo cual Yo os contesto, que esas tentaciones serían la vanidad, el fanatismo o el materialismo. 59. Ahora os sorprendéis de que os hable en esta forma, porque juzgáis imposible caer en actos tan indignos de un discípulo mío. 60. Si supierais cuántos de vosotros, que llegasteis llenos de mansedumbre, que llorabais cada vez que cometíais la más leve falta y que en cada oración me jurabais amor, después cambiasteis la humildad por el orgullo y la caridad por el interés. 61. Yo os conozco mejor que vosotros mismos, y es menester que os hable así, para que viváis alerta. 62. Os estoy confiando a todos la misión de construir un santuario espiritual, que sea mi verdadero templo, un altar invisible a la mirada humana pero que tendrá la fuerza de lo que verdaderamente existe; su presencia será sentida a través de lo que derraméis en vuestros hermanos. 63. Ese es el templo que os encargo construir, porque sé que en su seno encontraréis la paz, la vida y la luz del espíritu. 64. Si os unís con verdadera fraternidad, dando cumplimiento a mis enseñanzas, perseverando en la humildad, en la fe y en la caridad y procuráis no estacionaros, esforzándoos por alcanzar cada día mayor espiritualidad, no dudéis que pronto veréis vuestra misión cumplida y vuestra obra realizada. 65. Combatid todo brote de desunión, de falsedad, de mistificación o materialismo que surgiere en vuestro seno, porque si os descuidaseis, la mala yerba crecerá, echando raíces por entre los cimientos de vuestro santuario y crecerán, cubriendo los muros de vuestro templo. 66. No esperéis que el resultado de vuestra labor vaya a tener semejanza con lo que aconteció a aquel pueblo que construyó la torre de Babel. Desead que al final de la lucha todo sea gozo y paz en vuestro espíritu, mas no vayáis a hacer que en el postrer momento surja la confusión y el dolor. 67. Bendito el que busca estar en paz con su conciencia. 68. Bendito el que siembra de paz su camino. 69. A vosotros que venís a escuchar mi dulce palabra, os doy la bienvenida. 70. Venid a Mí, siempre que os encontréis confundidos, afligidos por las penas, o débiles en la fe, porque Yo soy la luz que os devolverá la tranquilidad del espíritu. 71. Cuando estéis lejos de estos recintos, me escucharéis en vuestra conciencia, indicándoos el camino. 72. Ahora que la humanidad atraviesa por una era de desorientación espiritual, viene la caridad de mi palabra a iluminarle, porque se encuentra capacitada para comprender la vida superior. 73. Todos sois testigos de que en estos instantes la ciencia consagra su tiempo y su fuerza mental para descubrir en la naturaleza la respuesta a muchas interrogaciones humanas. Y la naturaleza, respondiendo al llamado de los hombres, ha dado testimonio de su Creador, como fuente inagotable de sabiduría y amor y también como justicia. Sin embargo, el hombre no despierta a la verdad y sigue cargando, como una sentencia, el pesado fardo de su materialismo. 74. Es el miedo de dar un paso hacia la evolución, un paso hacia adelante, acostumbrado a seguir las tradiciones que le legaron sus antepasados. 75. El hombre teme pensar y creer por sí mismo y prefiere someterse al criterio de otros, privándose así de su libertad para conocerme. Por esa causa ha vivido en el atraso. 76. El tiempo de la luz ha llegado a la humanidad, con lo que el hombre adquiere voluntad propia. 77. ¿Por qué si la humanidad ha visto el desarrollo de la ciencia y el descubrimiento de lo que antes no hubiese creído, se resiste a la evolución natural del espíritu? ¿Por qué se obstina en lo que lo estaciona y aletarga? Porque no ha querido asomarse a la vida eterna. 78. Comprobad cómo mis revelaciones de este tiempo vienen de acuerdo con vuestra evolución material, para que nunca vayáis a juzgarlas erróneamente. 79. No se envanezca el hombre de su obra material y de su ciencia, porque no sabe que sin mi revelación, y sin la influencia o ayuda de seres espirituales que desde el más allá les inspiran, nada hubiese podido descubrir. 80. El hombre, como parte de la creación, tiene una misión que cumplir como la tienen todas las obras del Creador, mas a él se le ha dotado de una inteligencia superior y de voluntad propia, para que alcance, por esfuerzo propio, el desarrollo y perfeccionamiento espiritual que es la finalidad de su existencia. 81. Por medio del espíritu, el hombre puede concebir a su Creador, comprender sus beneficios, y admirar su sabiduría. 82. Si vosotros, en vez de envaneceros con vuestra sabiduría terrestre, os identificareis con toda mi obra, veríais que no existiría misterio. Entonces os reconoceríais y os amaríais como hermanos, como Yo os enseño en cada una de mis obras. Habría en vosotros bondad, amor, caridad y por lo tanto unión. 83. ¡Cuán pequeños sois cuando creyéndoos todo poderosos y grandes, os resistís a confesar que sobre vuestro poder y vuestra ciencia está quien verdaderamente todo lo sabe y todo lo puede! 84. ¡Pobre criatura humana cuando se concreta a ser materia y sólo materia, porque queda sujeta tan sólo a la ley natural que rige a los seres mortales y fugaces que nacen, crecen y mueren! 85. ¿Hasta cuándo os levantaréis del estado de materialismo en que os encontráis? Haced un esfuerzo por contemplar más allá del cielo que habéis forjado, el lugar que la eternidad reserva para vosotros. 86. No esperéis a que alguien inicie la marcha hacia Mí; venid, interrogad al arcano y él os dirá lo que debéis hacer; él os dirá la misión que tengáis que cumplir. 87. Vengo a invitaros a que os acerquéis a Mí; no es preciso que abandonéis los deberes, ni los deleites sanos de la vida humana. 88. Discípulos, habéis llegado a la tierra en un tiempo en que toda la vida humana está sujeta a la ciencia de los hombres; mas a pesar de tanto materialismo, la luz que ilumina vuestro interior os hará comprender lo que habéis de hacer. Así desarrollaréis vuestros dones, porque nada debe estancarse, todo debe caminar en armonía. 89. No os doy mi Doctrina simplemente como un freno moral para vuestras pasiones; no, os la doy para que escaléis las mayores alturas del espíritu. 90. El freno para vuestras pasiones debe ser vuestra conciencia. 91. No vengo creando una nueva religión entre vosotros, ni esta Doctrina viene a desconocer a las religiones existentes. 92. Es mi palabra un mensaje de amor divino para todos, y un llamado a todos los espíritus. 93. Quien comprenda el propósito divino y cumpla mis preceptos, se sentirá guiado hacia el progreso y mejoramiento de su espíritu. 94. Comprended que, mientras el mundo no penetre en la senda de la espiritualidad, la paz estará muy lejos de ser una realidad. 95. Yo, en Jesús, dicté la ley de los más elevados y puros sentimientos. Venid todos a Mí, convertíos en mis discípulos muy amados y os enseñaré a vivir en paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 119 1. He querido que la humanidad conozca la historia del pueblo de Israel, porque a ese pueblo lo tomé como instrumento para mis lecciones y lo sujeté a grandes pruebas a fin de que fuera como un libro abierto para todas las generaciones. 2. Aquellas doce tribus, representaron a la humanidad de todos los tiempos; pero ahora es mayor la semejanza entre aquel pueblo cautivo en tierra extraña y el mundo actual, esclavo del pecado y el materialismo, que son las fuerzas que representan el poder del nuevo faraón. 3. Si en aquel tiempo la caridad de Jehová rescató a su pueblo, trazándole un camino a través del desierto y conduciéndole hasta Canaán, ahora vengo como luz de justicia y amor a rescatar a todos los pueblos de la tierra de su cautiverio, para conduciros a la “tierra prometida”; ahora conduciré a vuestro espíritu a mi reino de luz y de paz, y también haré descender un nuevo maná sobre los espíritus, el cual será sustento de vida eterna en su larga jornada. 4. Una nueva alianza haré con los hombres, mas ésta no será con símbolos, en ella estará presente mi Espíritu. 5. En mi pueblo volverá a despertarse el ideal del bien y el anhelo de unirse a todos los pueblos del mundo, como se unieron aquellas doce tribus, cuando cruzaron el extenso desierto, animadas por el mismo ideal. 6. La lucha será grande y en el camino surgirán los obstáculos, los enemigos y las tentaciones, más de esa jornada saldrán los soldados llenos de temple y los apóstoles plenos de caridad y de fe. A lo largo de la travesía, pero sobre todo en los trances de prueba, Yo animaré a las multitudes y alentaré su fe con mis prodigios; y cuando los hombres hayan alcanzado la paz y vivan en armonía. Yo haré que desde esta tierra comiencen a saborear los dulces frutos del reino de la luz y de la paz, como un anticipo de los deleites que más tarde tendrá el espíritu, cuando llegue a morar en la mansión espiritual. 7. Los frutos que desde aquí recoja el espíritu, serán una compensación a los sacrificios, luchas y privaciones que haya sufrido vuestro corazón. Más tarde, cuando este pueblo, como una inmensa multitud llame a las puertas de mi reino, Yo saldré gozoso a abrir para decirles: Venid, venid a Mí y dejad el polvo del camino y la fatiga, aquí está la ciudad de la paz, engalanada, esperando a sus nuevos moradores. 8. El pueblo, temeroso ante la presencia de su Padre, creerá llegada la hora de su juicio; entonces Yo le diré: No temáis, pasad a mi casa que es la vuestra; el desierto ya os purificó y os hizo dignos de llegar a Mí. 9. Pueblo, mirando vosotros tanta perversidad entre los hombres, sabiendo de sus odios y de sus guerras y conociendo el doloroso resultado de las doctrinas materialistas, habéis pensado, que para que esta humanidad llegue a regenerarse y a convertirse a mi ley, antes tendrá que soportar grandes pruebas y que pasará mucho tiempo para que llegue a amarse según mi enseñanza. 10. Yo os digo que aunque es cierto que a este mundo le esperan pruebas muy grandes, los días de dolor le serán acortados, porque será tan grande su amargura, que ello hará que los hombres despierten, vuelvan sus ojos hacia Mí y escuchen la voz de su conciencia que les pedirá el cumplimiento de mi ley. 11. Mi justicia será la que corte todo lo malo que existe en este mundo. Antes, lo escudriñaré todo: Religiones, ciencias e instituciones, y entonces pasará la hoz de la justicia divina cegando la cizaña y dejando el trigo. Toda simiente buena que encuentre en el corazón de los hombres, la dejaré para que siga germinando en el espíritu de la humanidad. 12. Hay pueblos y naciones enteras que han arrojado de su corazón mi semilla; otros que se han olvidado de mis máximas; otros que ni velan ni oran. Sin embargo, y a pesar de la esterilidad en que viven, esos pueblos pronto quedarán convertidos en tierras fértiles, porque mi caridad descenderá a sus corazones. 13. Es menester que preparéis la herramienta, que llenéis el granero con la semilla espiritual que os he traído y que, por medio de los dones que os he confiado, sepáis la hora en que habréis de dejar vuestro reposo, para levantaros a sembrar. Velaréis y oraréis, para que ese bendito amanecer no os sorprenda dormidos en la ignorancia, en el materialismo o en el pecado; porque entonces no reconoceréis la hora de ir en pos de las tierras, y cuando quisiereis levantaros, ya no os encontraréis con fuerzas para la lucha. 14. Si tenéis fe en mi palabra, preparaos desde ahora por medio de la oración, a fin de que encontréis propicias las tierras para sembrarlas. Si vosotros no terminaseis esta labor, vuestros hijos tomarán la semilla de amor que os he entregado y llevarán mis mandatos a su fin. 15. Benditos sean los labriegos a quienes les sea ordenado ir a fertilizar y a cultivar las tierras, porque ellos verán descender sobre sus campos el rocío de mi gracia, que será la constante bendición del Padre sobre los esfuerzos del hijo y una caricia para todos los que resuciten a la fe y a la vida. 16. Ha mucho se os dijo que llegaría el instante en que el hombre entendería todo lo revelado desde los tiempos pasados, y Yo os digo que ese tiempo ha comenzado ya, y que en él vuestro espíritu recibe mi luz por medio de la inspiración. 17. Cristo llegó al mundo y os abrió el camino, enseñándoos con su vida, con sus obras y sus palabras, la forma perfecta de cumplir con la ley. Desde antes que El apareciera en el mundo, fue anunciado por los profetas, con el fin de que el pueblo le esperase y lo reconociera cuando le tuviese delante de sus ojos. 18. En Abraham y en su hijo Isaac os di una imagen de lo que sería el sacrificio del Redentor, cuando puse a prueba el amor que Abraham me profesaba pidiéndole que él, por su propia mano sacrificara a su hijo, a su muy amado Isaac. En aquel acto, si sabéis meditar, encontraréis una semejanza de lo que más tarde fue el sacrificio del Unigénito por la salvación del mundo. 19. Abraham fue la representación de Dios, e Isaac la imagen de Jesús; en aquel momento el patriarca pensaba que si el Señor le pedía la vida de su hijo, era para que la sangre del inocente lavase las faltas del pueblo, y a pesar de amar profundamente al que era carne de su carne, fue más fuerte en él la obediencia hacia su Dios y la caridad y amor hacia su pueblo, que la vida de su amado hijo. El obediente Abraham estuvo a punto de descargar el golpe mortal sobre su hijo; en el instante en que transido de dolor, levantaba el brazo para sacrificarle, mi poder le detuvo, ordenándole que inmolara un cordero en lugar de su hijo, para que quedara aquel símbolo, como testimonio de amor y obediencia. 20. Siglos después, la humanidad había de pedirme el sacrificio de Jesús, mi amado Hijo, y os lo había de entregar, para que su ejemplo de mansedumbre, sellado con su sacrificio y con su sangre, quedase imborrablemente escrito en la conciencia de la humanidad. 21. Si en el caso de Isaac, un cordero vino a sustituirle para rescatar su vida, en el caso de Jesús no hubo quien le reemplazase, pues Él sabía que era necesario que su sangre fuese derramada, para que la esencia y la luz de aquel sacrificio iluminase al espíritu, al corazón y entendimiento de los hombres carentes de espiritualidad. Por eso Jesús es llamado el Cordero de Dios. La ley os dijo: “No matarás”, y Cristo en su doctrina de amor os enseñó la sublime lección de morir por salvar a los demás. 22. Bienaventurado el que muera dando su vida a quienes la necesitan, porque vivirá eternamente. 23. Ved cómo ha llegado el tiempo de que podáis extraer la esencia espiritual contenida en mis revelaciones pasadas, aquellas a las cuales la humanidad sólo interpreta en forma material, sin tratar de profundizarse en ellas para encontrar su sentido espiritual. 24. Yo os coloco en el principio del camino del análisis, para que después podáis llegar al fondo de mis lecciones. Si todo os lo diese completamente esclarecido, vuestro espíritu no se esforzaría por penetrar al fondo de mi palabra. 25. Os voy a recordar cómo en aquel Segundo Tiempo, cuando aquella multitud sedienta de sangre contempló al fin a Jesús pendiente en la cruz y junto a Él agonizando a otros dos sentenciados, oyó que dijo al Padre: “Perdónales, Señor, porque no saben lo que hacen”. Todos los presentes oyeron, mas no entendieron aquellas palabras, y tuvo que pasar el tiempo, para que los hombres comprendiesen que aquella sangre derramada lentamente sobre la tierra, era el símbolo del amor divino y del supremo perdón, que como un manto infinito desciende a cubrir a todos los hombres. 26. Muchos siglos han transcurrido y la humanidad de este tiempo, que llora al recordar el sacrificio de Jesús, y que se asombra de la crueldad de aquellos que lo llevaron al cadalso, es la misma que sacrifica día a día a millares de hermanos. 27. Si Cristo volviese en este tiempo a la tierra, hecho hombre, ya no diría como en el calvario: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, porque ahora recibís en pleno la luz de la conciencia y el espíritu ha evolucionado mucho. ¿Quién ignora que Yo soy el dador de la vida, que por lo tanto, nadie puede tomar la de su hermano? Si el hombre no puede dar la existencia, tampoco está autorizado para tomar lo que no puede devolver. 28. Humanidad: ¿Creéis que estáis cumpliendo con mi ley sólo porque decís tener religión y cumplís con el culto externo? En la ley se os dijo: “No matarás”, y estáis profanando ese mandamiento al derramar a torrentes, en el altar de vuestro pecado, la sangre de vuestros hermanos. 29. Israelitas y cristianos se hacen la guerra y se matan entre sí; ¿No les di a unos y a otros una sola ley? 30. La restitución será cruenta y dolorosa, porque las vidas que los hombres han segado y la sangre que han derramado, claman justicia. ¡Ay de los que han matado, y más aún de los que han aconsejado u ordenado matar! 31. Paso a paso los pueblos avanzan hacia el valle donde habrán de unirse para ser juzgados. 32. Y aún se atreven a pronunciar mi nombre quienes hacen la guerra y llevan sus manos manchadas con la sangre de sus hermanos. ¿Esas son acaso las flores o los frutos de la doctrina que os he enseñado? ¿No aprendisteis de Jesús cómo perdonaba, bendecía al que le ofendía y murió dando vida a sus verdugos? 33. Los hombres han dudado de mi palabra y faltado a la fe; por eso todo lo han confiado a su fuerza. Entonces he dejado que se desengañen por sí mismos y recojan el fruto de sus obras, porque sólo así abrirán sus ojos para comprender la verdad. 34. Sobre esta mesa de amor hay manjares que ni los reyes de la tierra podrían ofreceros; son el pan de los cielos que buscan los pobres y el vino que vienen a beber los parias del mundo. Comed y bebed, más nunca vayáis a envaneceros de poseer estos bienes, porque estaréis escondiendo bajo vuestros harapos la vanidad, y Yo quiero que seáis humildes de espíritu y de corazón. Tomad ejemplo de quienes llevando manto real sobre sus hombros, también saben llevar humildad en su corazón. El pan y mi vino son para todos, porque a todos os contemplo necesitados del espíritu. En un principio os doné a todos con mi gracia, que es semilla divina; desde entonces habéis ido por distintos caminos según vuestro destino, y en esos caminos cada quien ha recogido según su siembra, unos los frutos en abundancia, otros sólo han cosechado dolor y miseria. Mientras unos han vivido brevemente en la tierra, porque han obtenido la luz necesaria para elevarse, otros, viviendo largamente en el valle de lágrimas, no han llegado a saber siquiera quiénes son, ni a dónde van; Yo tengo caridad de esos espíritus que caminan sin rumbo, deteniéndoles para enseñarles el camino que conduce a la “tierra prometida”. 35. La luz de mi Espíritu penetra en todo corazón, aun cuando éste permanezca cerrado; a semejanza de ello es la luz del astro rey, que aparentemente no penetra en vuestra alcoba cuando ella se encuentra cerrada, pero que, sin embargo, sus rayos invisibles sí llegan a su interior, dando vida al ambiente. Vosotros no esperéis a que mi luz penetre en vuestro interior, teniendo cerradas las puertas de vuestro espíritu. ¡Cuán grato será encontraros con vuestro templo interior preparado, recibiendo la gracia de mi caridad! Dejad que os sane y os conforte, y entonces os convertiré en mis labriegos y discípulos. 36. Muchos de vosotros que ahora nada sois en la vida, ya que hasta en vuestra familia sois los últimos, os veréis pronto sentados a mi mesa. Los que habéis sido repudiados y arrojados del seno de los vuestros, mañana seréis reconocidos por los mismos que os habían desconocido. 37. ¿Queréis sensibilizar o templar vuestro corazón? Tomad este camino, que es el de la humildad, la elevación y la caridad. Llevad el bálsamo a los enfermos, acercaos a los lechos del dolor; consolad a los que sufren y respetad a los que antes de vosotros hayan tomado esta cruz; imitad a los que se desvelan estudiando mi obra y a los que, a pesar de beber un cáliz de amargura, van impartiendo dulzura entre sus hermanos. 38. Hablo así a los que van a comenzar a pronunciar las primeras palabras del lenguaje espiritual, a los párvulos a quienes estoy enseñando los principios de la ley y la finalidad de mi obra. En ella aprenderéis que orando de espíritu a Espíritu y amando a vuestros hermanos, no sólo sanaréis al enfermo, sino que resucitaréis al muerto. 39. En esta comarca humilde, donde me estoy manifestando, he venido a revelaros que el Tercer Tiempo se inició en 1866, y que esta comunicación terminará en el año de 1950, cuando ya muchos de mis hijos me hayan escuchado; de cierto os digo que estas bocas que os han dado mi enseñanza, no han hablado por su voluntad, sino bajo una inspiración divina. 40. Labradores amados de esta campiña, abrazad con verdadero amor vuestra misión, labrad mis tierras, abriendo surcos, en los que depositéis la divina simiente. Conoced la semilla para que sólo de ella sembréis, porque en su fruto estará la elevación y la luz de vuestro espíritu. ¿Creéis justo tener que lamentaros al llegar a la morada espiritual, sólo por vuestra falta de celo en la misión que os llevó a habitar la tierra? 41. No olvidéis que a cada paso os digo que sembréis el trigo en mis campos, porque aquellas tierras en donde hubiese crecido la cizaña y la ortiga, serán segadas por la hoz de la justicia divina. 42. Lo mismo dije a los discípulos y a las multitudes en el Segundo Tiempo: “En verdad os digo, que todo árbol que no hubiese sido plantado por la mano de mi Padre Celestial, arrancado será de raíz”. 43. Orad, labriegos, hacedlo humildemente delante de vuestro Padre y procurad que vuestra siembra sea agradable a mi mirada. Limpiad incansablemente vuestras tierras, buscad la luz para ir iluminando errores, hasta que en ellas sólo fructifique el trigo. 44. Una semilla limpia es la que habéis recibido; pero vuestra pequeñez no ha logrado comprender esa pureza, y sin daros cuenta, la habéis mezclado con otras semillas que no son las mías. 45. Os he dicho: Conoced la simiente, para que depuréis una a una vuestras siembras y, cuando vuestros hijos surjan en el camino del Señor, de sus labios sólo brote la verdad. Veo a los que luchan por conocer el fondo de esta doctrina, pero que hasta ahora no han podido librarse de la influencia de extrañas doctrinas, religiones y dogmas. 46. Pueblo, ayudad con vuestras oraciones a mis portavoces, formad y fortaleced a vuestros profetas. No olvidéis que cuando mi comunicación esté próxima a terminar, os revelaré muchas lecciones que tengo reservadas para cerrar con broche de oro este testamento. 47. Después del tiempo de esta comunicación, mi luz os ayudará a entender lo que escuchasteis, con lo que podréis separar lo esencial y verdadero, de lo superfluo, o sea de lo que es materialidad. 48. Yo inspiraré a este pueblo, testigo de mi palabra, para que estudie profundamente mis enseñanzas, a fin de que sepa analizar lo que dije y cuál es la esencia de mi doctrina. 49. Cuando hayáis pasado la etapa de preparación y estéis preparados para doctrinar, Yo os abriré el camino, y entonces ya no os intimidaréis ante los escollos y espinos o los lazos traidores y amenazas que encontréis, porque ya todo estará preparado para vuestra siembra. 50. Todo lo habré dispuesto y mi luz se derramará sobre vosotros como el rocío desciende sobre los valles en el silencio de las noches. Amor es lo que tendréis que sembrar; ¿Cómo queréis que los pueblos hagan pactos de paz, si en sus corazones no existe el amor? 51. Os dije que la paz estaría en los hombres de buena voluntad, y en ningún pueblo de la tierra encuentro esa buena voluntad. 52. Por eso es menester que surja un pueblo sin ambiciones de las riquezas del mundo, para que sea el que enseñe la caridad, la oración, la virtud y la fe. A ese pueblo le llamaré mío; y los hombres lo conocerán como el pueblo de Dios. De la moral de sus hombres, de sus buenas costumbres, y de la vida virtuosa que hagan, brotará la paz que llene de bienestar a la humanidad, sin olvidar que la paz perfecta, aquella que es la única capaz de inundar de felicidad al espíritu, sólo desciende al que va en busca de ella por medio del verdadero amor. 53. ¿Cuándo llegaréis a alcanzar la paz del espíritu, si ni siquiera habéis conseguido obtener la paz del corazón? Yo os digo, que mientras la última arma homicida no haya sido destruida, no habrá paz entre los hombres. Armas homicidas son todas aquellas con las cuales los hombres se quitan la vida, matan la moral, se privan de la libertad, se quitan la salud, se arrebatan la tranquilidad o se destruyen la fe. 54. El límite para que cesen tantas maldades está ya próximo; por eso mi voz, resonando en lo más profundo de los espíritus, ha hecho el llamado a los hombres de todos los pueblos, para que depongan las armas de destrucción y muerte, y en el fuego de mi justicia sean consumidas. 55. Entonces hablaré espiritualmente, y mi voz será oída en la conciencia de todos mis hijos. 56. Si la humanidad soberbia e insensata meditase y orase, se daría cuenta hacia dónde se está encaminando y detendría sus pasos; mas no puede hacerse plena luz en su espíritu, porque le ciegan los odios y las ambiciones. 57. Orad, todos los que deseen formar parte del pueblo de la paz; acercaos a la luz todos aquellos que deseen tender una mano fraternal a sus hermanos, para salvarlos. 58. La semilla del mal, dispersa por toda la tierra, está fructificando como nunca; más he de deciros que la buena simiente también está brotando por diferentes puntos del planeta. 59. Preparaos espiritualmente todos los que sintáis que en vuestro corazón empieza a germinar esa divina semilla, para que cuando encontréis en vuestros caminos a otros sembradores, podáis reconocerlos y uniros en mi ley. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 120 1. Hace mucho que se, os anunció por la boca de un profeta, que llegaría un tiempo en el cual se derramaría el Espíritu Divino sobre toda carne y sobre todo espíritu. En verdad os digo, que ese tiempo es en el que estáis viviendo; pero os sorprendió impreparados, porque les concedisteis muy poca importancia a aquellas voces proféticas y no estudiasteis ni analizasteis aquella profecía. 2. Hoy andáis en busca de todo lo que para vosotros es sobrenatural, con el fin de comprobar que existe la vida espiritual. Unos observan y estudian los astros, otros esperan voces o señales misteriosas; otros quieren encontrar la explicación en la ciencia; pero son muy pocos los que se han concentrado en lo íntimo de su espíritu para oír ahí la voz de su Señor, sentirle y amarle. 3. Cuando en el Segundo Tiempo aparecí por última vez ante mis discípulos, vieron cómo una nube envolvía la silueta del Maestro, elevándolo y llevándolo hacia el infinito. Ahí recibieron la promesa y el anuncio de que el Señor volvería a los hombres, en la misma forma espiritual en la que aquellos varones lo vieron partir. 4. Solamente ellos pudieron comprender aquel divino miraje, porque eran los únicos que estaban preparados, mientras el mundo dormía. Ahora os digo, que la palabra de aquel profeta de los primeros tiempos y la promesa que os hiciera Yo, las habéis visto cumplirse; pero mí venida en forma espiritual, sólo la han sentido los que se han preparado o los que velando me esperaban. 5. Con el mismo solemne silencio con que ascendí en la nube en aquel Segundo Tiempo, desciendo ahora sobre todos los espíritus; mas no todos me han visto, sentido, ni escuchado, porque ahora como entonces, muy pocos son los que para ello estaban preparados. Dulce es mi voz, sin embargo mi presencia volverá a conmover en todos sus órdenes a la humanidad. 6. Gobernantes, fariseos y escribas, se burlaron de Jesús al oírle decir que Él era Rey y que para reinar había venido. Cuando le vieron expirar en una cruz, aumentaron sus mofas y sus dudas, mas no se imaginaron que muy pronto habían de perecer junto con sus reinados y vasallos, y que Aquél, a quien habían juzgado y muerto como impostor, habría de conquistar multitudes y pueblos con la verdad de su doctrina, llena de justicia, de amor y humildad. 7. Aquí me tenéis, visible y tangible para quien se prepara y quiere mirarme, haciendo luz en todos los espíritus, para que nadie me busque en otra forma que no sea la espiritual, ni trate de encontrarme en lo exterior, cuando me lleva en su corazón. 8. Elías ha venido a preparar mi llegada. Él ha aparejado una vez más los caminos, iluminando los entendimientos y desatando los labios de aquellos por quienes he venido a daros mi palabra. Cuando Yo terminé de hablaros sirviéndome del entendimiento humano, Elías seguirá haciendo luz en el camino de la humanidad. 9. Grande es el mensaje del enviado en esta era; sabed que desde el Segundo Tiempo os dije: “Elías vendrá a restituir a su antiguo sentido todas las cosas”. 10. ¿Quiénes son los que verdaderamente sienten su presencia espiritual? Bien podría deciros como dije en aquel tiempo: “Elías ha estado con vosotros y no le habéis sentido”. 11. Precursor le llamáis, y en verdad lo ha sido desde los primeros tiempos. Él os hizo vislumbrar la comunicación divina a través del hombre, resucitó muertos antes de que Jesús viniera al mundo, os trajo los primeros mensajes sobre la reencarnación del espíritu, viene aparejando desde entonces los caminos del Señor; hasta la era presente, en la cual vosotros que gozáis de esta comunicación, os maravilláis del orden y de la perfección con la que se han venido realizando cada una de las revelaciones espirituales. 12. Elías es como un pastor; seguidle, porque él os llevará por el verdadero camino, hasta llegar al aprisco donde os espera Aquél que es el Padre de todo lo creado. 13. En el silencio de vuestra meditación, preparaos espiritualmente, porque él se acercará para revelaros todo aquello que vuestra mente no ha podido comprender. 14. La lucha se acerca y Elías viene a fortaleceros; no temáis, no desconfiéis de vuestro guía espiritual, porque si en aquel tiempo hizo descender con su oración un rayo, para probar a los adoradores de falsos dioses, la existencia del Dios verdadero, en éste hará delante del mundo materializado, prodigios que le estremezcan y le hagan abrir sus ojos a la verdad. 15. ¿Teméis hablar con vuestros hermanos acerca de la reencarnación del espíritu? ¿No estáis acaso persuadidos de la amorosa justicia que ella encierra? 16. Comparad esta forma de restitución con la del eterno castigo en el fuego perenne del infierno, forma de la que se valen los hombres para amedrentar al espíritu de la humanidad. Decidme cuál de estas dos formas os da la idea de una justicia divina, perfecta y misericordiosa. Una revela crueldad, rencor sin límite, venganza; la otra encierra tan sólo perdón, caridad, esperanza de alcanzar la vida eterna. Cuán grande es la deformación que han sufrido mis enseñanzas por causa de las malas interpretaciones. 17. Os preparo para la lucha porque sé que seréis combatidos por lo que vais a enseñar, pero si a vuestros hermanos que en estos instantes os combaten, la muerte les sorprendiera, y Yo les preguntaré al morir en pecado, qué prefieren, si el fuego eterno en el que ellos creen o la oportunidad de purificarse en una nueva vida, de cierto os digo que manifestarían su preferencia por la segunda solución, aun cuando la hubieran combatido en su vida, cegados por el fanatismo. 18. Discípulos, sed fieles y perseverantes en mi doctrina, porque al fin la luz vencerá a las tinieblas; la luz es fe verdadera, es razón, conocimiento, sabiduría. 19. Elías irá delante de vosotros como una antorcha divina iluminando vuestro camino. 20. En este tiempo vengo a revestiros de virtud, para que podáis cumplir con la delicada misión que os he confiado en el Tercer Tiempo, misión que será para bien de la humanidad y que servirá para elevar vuestro espíritu en el sendero de la evolución. En consejeros y doctores estoy convirtiendo a los que ayer eran parias o simplemente egoístas. Es necesario que tengáis fe en vuestros dones para que hagáis obras sorprendentes. Si tenéis fe, tendréis que maravillaros de las obras que realicéis, al grado de decirme: ¿Por qué me concedéis tanto, siendo tan indigno? Comprended que después del crisol del dolor por donde habéis pasado, mi divina enseñanza os ha venido preparando para que podáis evolucionar. 21. Dad con desinterés absoluto, de lo que Yo os he dado y abriréis muchos ojos a la verdad y conmoveréis con vuestros actos a muchos de vuestros hermanos. Enseñad que quien sirve a la humanidad, me sirve a Mí. Hay tentaciones en el sendero, más para luchar contra ellas os he dado las armas necesarias. 22. Discípulos, cuántos de vosotros en vuestra humildad habéis sido como faros luminosos en la vida de vuestros hermanos; mientras practiquéis mi doctrina, seréis invencibles en las pruebas, más si no os unís o si practicáis esta enseñanza bajo vuestra idea y voluntad, entonces seréis derrotados en la lucha, no en mi obra, porque ella es la verdad y ésta es indestructible. Preparaos, porque después de mi partida os dejaré las tierras preparadas, las comarcas, las aldeas, aun las naciones; y vosotros seguiréis sembrando esta semilla, enseñando a los que no me escucharon, entregándoles la esencia de mi palabra y dándoles a conocer mis profecías sobre lo que había de acontecer después de 1950. 23. Si pueblo, estas profecías las dejaré impresas en los corazones, porque para ese tiempo ya no escucharéis esta palabra por el conducto humano. De estos portavoces que hoy contempláis, unos serán levantados de la tierra y los que queden, deberán cerrar su entendimiento para esta manifestación y para la de mi mundo espiritual. Ese será el tiempo de acechanzas y peligros en el que se lamentarán falsos profetas, falsos portavoces y hablarán falsos dioses. Para entonces tenéis que estar fuertes, para que no os dejéis sorprender de los impostores. Tomad fuerza en mi palabra, para que no vayáis a sucumbir por debilidad. 24. Sed sumisos, practicad la obediencia, estad dispuestos a ejecutar lo que Yo os ordene y veréis que de vuestro camino se aparta el dolor y nunca seréis sorprendidos. No es mi voluntad que perezcáis, ni que en vosotros acontezcan los desastres de que os prevengo. Velad y orad, que así como en el mundo los hombres pueden tenderos lazos, para haceros caer, sabéis bien que en el más allá existen seres impuros y turbados que pueden enviaros su tiniebla. 25. Mirad, oh guías de multitudes, que este pueblo que escucha mis órdenes, va comprendiendo los cargos que os hago y la responsabilidad de mis portavoces, y si el mañana no cumplís con lo ordenado, este mismo pueblo se levantará desconociéndoos y haciéndoos reconocer vuestros errores. 26. Es mi voluntad que este pueblo y las multitudes que han de venir, mañana os encuentren ocupando con todo celo y dignidad el lugar que a cada quien corresponde, para que por vuestra labor los hombres reconozcan que habéis sido los buenos labriegos de esta campiña. ¿Me comprendéis, pueblo? ¿Tenéis propósito de cumplir mis órdenes durante estos últimos años de mi manifestación entre vosotros? 27. Analizad mi mandato sobre vuestra unificación para que encontréis el verdadero sentido de ella. Muchas veces habéis querido demostrarme vuestra unión y Yo os he probado la falsedad que en ello ha existido. Yo he querido que os ayudéis unos a otros, que os respetéis mutuamente, ya que el cargo que cada uno ostenta, ha sido entregado por Mí; que os tengáis verdaderamente caridad, porque entonces Yo encontraré en vuestras obras los cimientos para una práctica y un culto uniforme. Interpretad mis deseos y obedeced mis mandatos, pues si así no lo hiciereis no sabéis el caos que os espera. No vengo a infundiros temores inútiles, vengo a despertaros ahora que es tiempo de meditar, para corregir vuestros yerros. No diréis mañana, cuando tropecéis: Señor, ¿Por qué si todo lo veis, nunca nos profetizasteis estas desgracias? 28. Discípulos, os he dado esta lección en este día, porque no quiero que lloréis después de mi partida, aunque sé que muchos llorarán. 29. Si en los primeros tiempos todo lo espiritual era un misterio para los hombres, y a causa de ello tuvieron que hacer ciencias y teologías, para estudiar y llegar a comprender lo divino, de cierto os digo que Cristo, cuando fue entre los hombres, os habló con suma sencillez, para que todos pudieran entender la doctrina del amor. Él sabía que no sería bien comprendido, sino que había que esperar a que llegase el tiempo en que por la evolución espiritual que la humanidad alcanzara, le fuera permitido conocer toda la verdad. Por eso es que El prometió al mundo volver espiritualmente y enviarle una luz, que le permitiera comprender todo aquello que estuviese confuso en el corazón de la humanidad. 30. Elevad vuestro espíritu, porque el tiempo anunciado es el que estáis viviendo. Aquel Maestro que os prometió volver, es el que os habla, y la luz que prometió enviaros es ésta que espiritualmente está vibrando sobre todos los seres. 31. Es tan diáfana la luz de la verdad, que no es menester que seáis teólogos, para que comprendáis lo que os fue revelado a través de los tiempos. Si en el principio del camino todo fue misterio para vosotros, paso a paso y lección por lección, he venido descorriendo velos, disipando tinieblas y destruyendo falsedades. 32. El Padre no puede ser un misterio para ninguno de sus hijos, porque en todo lo creado se deja sentir, palpar y mirar, desde lo más pequeño hasta lo infinito; los misterios los crean los hombres sin querer darse cuenta de que con ello detienen al espíritu en su evolución hacia el Creador. 33. Yo no os digo: Venid al Padre para que le conozcáis, sino: Conoced al Padre, para que vengáis a Él. Quien no le conozca, no podrá amarlo, y quien no le ame, no sabrá ir a Él. 34. Yo vine al mundo a deciros: “Yo soy el camino” y añadí: “Quien conoce al Hijo, conoce al Padre”. 35. ¿Cuál fue el camino de Cristo? El del amor, el de la caridad, el de la mansedumbre, el de la pureza. ¿Cómo fue el Hijo, para que por El podáis conocer al Padre? Sabio, justo, amoroso, misericordioso, lleno de potestad y caridad. 36. A eso vino el Maestro al mundo, a mostraros al verdadero Dios, no aquel que en su corazón se habían forjado los pueblos. De la misma manera en esta era, la luz del Espíritu Divino desciende plenamente sobre todos los espíritus, para que podáis regocijaros con vuestra espiritualidad al contemplar la caridad infinita de vuestro Padre. 37. Bienaventurado sea el que me siga por el camino del amor y la humildad. 38. Bendito el que ame y confíe, el que conozca su misión y la cumpla. 39. Al hablaros del camino, no señalo ninguno en la tierra, porque no es en el mundo que habitáis en donde está mi reino. Es el camino espiritual siempre ascendente. Es la evolución y el progreso que debe alcanzar vuestro espíritu. Por eso, doquiera que os encontréis en la tierra, podéis estar dentro del camino del espíritu. 40. Hijos míos, si os habéis salido del camino, tornad a él, si os habéis detenido, seguid hacia adelante. 41.| La misión que lleváis, os la he dado conforme a vuestra capacidad y fortaleza; sólo necesitáis comprenderla y amarla. Orad cada día para que recibáis la luz necesaria para vuestros trabajos; después, permaneced preparados, atentos, para que podáis oír las voces de los que os llaman, de los que os solicitan, y también para que sepáis hacer frente a las pruebas. Cada día de vuestra existencia, es una página del libro, que cada uno de vosotros está escribiendo. Cada día está señalado con una prueba y cada prueba tiene un significado y una razón. 42. Quiero hacer de vosotros un pueblo sano de espíritu y materia, porque sois el escogido, el testigo de mis manifestaciones en todos los tiempos, y habéis venido en esta etapa a cumplir una delicada misión y a preparar el camino de las nuevas generaciones. 43. Yo he sembrado de pruebas de amor vuestro sendero para que no dudéis de Mí ni de vosotros mismos. Los que me habéis oído en este tiempo, no os vayáis a la tumba llevándoos el secreto de esta comunicación que he tenido con vosotros, porque ésta es vuestra principal misión. Hablad en mi nombre a la humanidad, testificad mis revelaciones con vuestras obras. 44. No me digáis que os falta preparación para hacerlo, porque mucho os he hablado, y al oírme os habéis purificado y dignificado. Todos podéis llevar este mensaje al mundo. Los hombres lo esperan y están preparados para recibirlo. ¿No habéis descubierto el anhelo de espiritualidad y de paz que tiene la humanidad? ¿No os conmueve su ignorancia y su dolor? 45. Mi Espíritu se derrama sobre ellos, les habla a través de su conciencia y les dice: Venid a Mí y descansad. Tomad la fe que os hace falta, dejad de ser los ciegos del camino. 46. Pueblo, ¿Sabéis la obra que estoy desarrollando en el mundo? No, me decís, sólo vemos agitarse a la humanidad, precipitarse en grandes abismos y soportar una gran prueba. Y Yo os digo, que he permitido que el hombre se haga justicia por su propia mano para que reconozca todos sus errores, para que vuelva a Mí purificado. Sobre toda criatura he enviado mi luz y la he acompañado en sus días de tribulación. 47. Mi Espíritu se ha derramado sobre todo espíritu y mis ángeles están diseminados en el universo, cumpliendo con mis mandatos de ordenarlo todo y volverlo a su cauce. Y cuando todos hayan cumplido su misión, la ignorancia habrá desaparecido, el mal ya no existirá y sólo el bien reinará sobre este planeta. 48. ¡Ah, sí me hubieseis comprendido! ¡Si pudierais daros cuenta de lo grande que es mi anhelo de perfeccionaros! ¡Cuánto habríais escalado ya y cuán cerca de Mí os encontraríais! ¡Si vuestra voluntad fuese la mía, ya habríais llegado a la cima en donde os espero! 49. Y ¿Cuál es mi anhelo, pueblo? Vuestra unificación y vuestra paz. 50. Para ayudaros me tenéis entre vosotros una vez más, hablándoos, conmoviendo vuestro corazón, en espera de vuestro despertar. 51. Todo árbol bueno será protegido y sus raíces y sus ramas se extenderán para dar abrigo y sustento al caminante, pero la mala yerba será cortada de raíz y arrojada al fuego inextinguible. 52. Os hablo en sentido figurado, y al deciros de ese árbol, os hablo de las obras de los hombres. 53. A quienes he confiado grandes cargos, les digo: Preparad vuestra cosecha. Padres de familia, maestros y gobernantes, señores y siervos, grandes y pequeños, no quiero que me presentéis vuestras tierras sin cultivo; aunque sea un pequeño grano, hacédmelo presente limpio y puro. 54. Venid a Mí, llamad y se os abrirá. Más venid gozosos, satisfechos de vuestra obra, para que os sintáis grandes, semejantes a Mí. 55. Mi palabra es agua celestial que calma la sed del espíritu. Quien de ella tomare, sed no volverá a tener. Soy el manantial inagotable que desciende como cascada y que baña a vuestro espíritu y corazón. 56. Vosotros, los que os habéis purificado con el dolor, la oración y la penitencia, os habéis hecho acreedores a la gracia de escuchar mi palabra. Seguid siendo mansos y humildes, para que no perdáis nunca esta luz. Vuestra vida había sido árida como un desierto, sin una sombra, sin un oasis; mas Yo hice que en medio del desierto encontraseis una palmera y una fuente donde pudieseis recobrar alientos y esperanzas. Ahora que habéis recuperado las fuerzas, que tenéis paz en vuestro corazón, no os internéis en la ciudad del pecado para perderos en sus placeres y vanidades. 57. Este es y será llamado “el Tiempo del Espíritu”, porque en él había Yo de venir sobre la nube, a derramar la luz que revela y disipa los misterios, el tiempo en que había de abrir el libro de la enseñanza en la página correspondiente a la era en que vivís. Con mi caridad divina estoy iluminando el cerebro del hombre, que por su insensibilidad para lo espiritual, es como una roca; más de esa roca haré manar agua y aun haré brotar flores. 58. Volved vuestros ojos hacia atrás, mirad hacia el pasado y encontraréis que Yo siempre he sembrado amor en vuestro camino. Cuando me habéis creído ausente y vuestra soledad se ha prolongado, me hago sentir en vuestro corazón, me convierto en báculo para que no desfallezcáis. En pequeñas porciones os reunís para escuchar mi palabra, más el mañana os multiplicaréis como las arenas del mar y esas multitudes, espiritualmente serán aquellas que formaron las doce tribus de Israel. Escrito está que había de reunirlas para juzgarlas. De esas multitudes elegiré a los que serán en este tiempo mis nuevos apóstoles; mas a todos les prepararé su corazón, para que sientan amor y caridad por sus semejantes, para que, obedeciendo los dictados de su conciencia y los sentimientos de su corazón, lleven a cabo entre la humanidad obras dignas de quien los ha destinado para llevar mi nuevo mensaje, con el buen sabor que destruya la amargura del mundo. 59. Si llegáis a considerar vuestra misión como una cruz, en verdad os digo, que sí lo es; mas Yo seré vuestro cirineo. Todo cuanto hagáis por el bien de vuestros hermanos, os lo devolveré convertido en luz para vuestro espíritu. Recordad a Cristo cuando ascendió a los cielos, una vez concluida su labor de amor y redención, lleno de gloria y majestad. 60. Orad, pueblo, en las naciones aparecen profetas hablando de mi manifestación y de mi presencia entre vosotros; les debéis reconocer, porque son mis enviados; mas aprended a distinguirles de los profetas falsos que también surgirán, dando palabras de aparente luz, las cuales en su fondo sólo tendrán tiniebla. Los que sean enviados míos, prepararán los corazones, despertarán a los pueblos, serán mis precursores, para que cuando lleguéis a aquellas comarcas, encontraréis fecundas las tierras. 61. Todo lo que está sucediendo en este tiempo, ya os lo habían anunciado mis profetas desde los tiempos pasados, mas, ¿Quién reconoce hoy el cumplimiento de lo que os fue anunciado? Muchos duermen, muy pocos han velado; y en medio de las tinieblas de esta noche de pecado del mundo, he llegado entre los que aparentemente dormían, pero que me estaban esperando. 62. El libro del Tercer Tiempo se está escribiendo por mis plumas de oro bajo el dictado de mi voz amorosa. Los ángeles guardianes, que celosos velan por las enseñanzas del Padre, guían la mano de los que escriben, para que en el libro asienten lo que ha de quedar para las generaciones venideras: Un libro de amor, un libro de sabiduría perfecta, un libro donde puedan leer los humildes y los sabios, los pequeños y los grandes, los vanidosos y los sencillos. Mi palabra será la espada que luche hablando de mi venida en este tiempo, de la forma de mi comunicación; iluminará los entendimientos rudos y traspasará los corazones de roca, destruyendo sus dudas. Mi doctrina seguirá extendiéndose de corazón en corazón y de pueblo en pueblo, haciéndose comprender, creer y amar aun de los rudos, de los ignorantes, de los pecadores, de los gentiles y de los idólatras, los cuales reconocerán mi manifestación de amor. 63. Recreaos, llenaos de gozo al pensar que vosotros habéis sentido mi presencia en este tiempo, porque ya habéis llegado al punto en que vuestro espíritu se despoje de lo superfluo, para tomar con pasos de perfección el sendero que lo lleve a la evolución. Velad y orad por los que habiendo sido llamados, no han querido escucharme, tened caridad de ellos. 64. Os digo en el Tercer Tiempo: Es menester poseer méritos para merecer los dones del Señor. A muchos de vosotros os he donado, sin que podáis decirme cuáles son vuestros méritos; mas Yo que todo lo veo, sé qué méritos habéis hecho en tiempos pasados para merecer lo que hoy os he confiado, pero ninguno se ufane de esta revelación, que por algo no le ha sido dado al espíritu, revelarle a la carne su pasado. 65. Hijos amados: Seguid reuniéndoos; mas si llegara el día de mi cátedra y el portavoz no se presentase, no temáis; orad, preparaos, elevad vuestro espíritu hacia Mí y en ese instante derramaré sobre vosotros mi luz, mi fuerza, mi gracia y mi caridad. Si me buscáis con el espíritu, Yo de Espíritu a espíritu os hablaré. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 121 1. Cumplida está mi promesa de volver entre vosotros; como ladronzuelo he penetrado de puntillas en vuestra alcoba, y os he despertado de vuestro sueño. Aquel que al abrir sus ojos, mirándome ha pedido que le ayude a levantarse, ése ha sentido mi fuerza en su espíritu y en su materia, y presto se ha levantado. Vengo a mostraros nuevamente el camino estrecho de mi ley, camino por el cual todos deberéis pasar. 2. Bienaventurados los que se han preparado para recibir a mi Espíritu, porque de su santuario interior brotarán las oraciones por la paz de los pueblos de la tierra. Más tarde, ellos enseñarán a sus hermanos a orar en esa forma, para que a través de esa comunicación lleguen a escuchar mi voz, la que se manifestará por medio de la inspiración al hablar, de la intuición al aconsejar, y a través del don de curación, al ungir. Ahora se comunica mi luz por medio de los portavoces, mañana me comunicaré directamente con el espíritu de todo el que se prepare. 3. Muchos me dicen: Señor, ¿Cuándo me daréis dones como a mis hermanos? Y Yo os digo: todos estáis donados, todos lleváis vuestra heredad, aunque todavía no la conocéis; esos dones los veréis surgir a medida que vayáis penetrando en mi sendero; cuando ya seáis mi servidores, entonces le señalaré a cada quien sus cargos y su misión. 4. Habéis sabido preparar en este tiempo una humilde morada para recibirme y os he hecho gozar mi presencia. Mi palabra ha venido llena de dulzura y de luz, a levantaros a la vida, para que toméis en ella el lugar que os corresponde. 5. No temáis a los que rechacen o nieguen mi venida; vosotros obrad con tacto y tened paciencia para con ellos; será mi justicia la que les toque. En verdad os digo que los que más me han negado y perseguido, serán después los que más cerca me sigan. Recordad a Saulo el perseguidor de mi doctrina que después se convirtió en mi discípulo. Esos convertidos, mañana se unirán a vosotros; mas si en verdad queréis ser creídos, no os irritéis cuando os digan que estáis ante un falso dios o ante un falso maestro; ni temáis decir que Cristo ha estado con vosotros. Yo os preparo para todo lo venidero; sed fuertes y os enviaré por diferentes tierras, donde cumpliré mi palabra; cuando os digo que por uno de vosotros alcanzará paz y salvación una comarca, porque su corazón será como el del pastor que ama y cuida a sus ovejas, añadiendo que el amor que por sus hermanos tenga y los sacrificios que por ellos realice, no serán estériles. 6. Nadie olvide estas palabras, porque el que ahora se encuentra desconocido entre la multitud, mañana estará desempeñando un delicado cargo entre la humanidad. 7. Envío mi paz sobre vuestra nación, recibidla en vuestro espíritu y hacedla llegar a otras naciones. Yo a todas las bendigo. Orad para que la paz sea en el corazón de todos los hombres. 8. Estoy en espera del despertar de la humanidad, para que recuerde que existo, que ante mi mirada ha hecho todas sus obras y que la hora en que mi justicia ponga un hasta aquí a la maldad, se acerca. Oíd mis enseñanzas y reprimíos de malos actos; limpiad vuestro cuerpo y vuestro espíritu, porque si como Padre soy infinitamente amoroso, como juez soy inexorable. 9. Los pueblos de la tierra nunca han estado menesterosos de luz espiritual. De cierto os digo, que no sólo este pueblo ha tenido profetas y enviados, sino que a todos les he enviado emisarios a despertarlos. Por la luz y la verdad de sus doctrinas, así como por la semejanza con lo que os he revelado, podréis juzgar de sus palabras. Unos llegaron antes de la venida del Mesías, otros han sido posteriores a mi presencia en cuanto hombre, pero todos han llevado un mensaje espiritual a los hombres. 10. Esas doctrinas al igual que la mía, han sufrido profanaciones, porque cuando no se ha alterado su esencia, se les ha mutilado o las han ocultado a los hombres hambrientos de verdad. 11. Una sola verdad y una sola moral, es la que se ha revelado a los hombres, a través de enviados, profetas y siervos; ¿Por qué tienen los pueblos diferentes conceptos acerca de la verdad, de la moral y de la vida? 12. Esa verdad, falseada a través de los tiempos por la humanidad, será restablecida y su luz resplandecerá con tanta fuerza que les parecerá a los hombres como si fuese algo nuevo, siendo la misma luz que siempre ha iluminado el camino de evolución a los hijos de mi Divinidad. 13. Muchos son los que han muerto por decir la verdad, muchos también los que han sido sujetos a tormentos por no querer callar la voz que en ellos hablaba. 14. No penséis que el cielo sólo ha enviado a los que os han hablado de espíritu, de amor, de moral; no, también ha enviado a los que os han ofrecido buenos frutos de la ciencia, aquellos conocimientos que hacen luz en la vida de los hombres, que aligeran sus cargas y alivian sus penas. Todos ellos han sido enviados míos. 15. Hay otros también que, sin traer doctrinas de moral espiritual, ni revelaciones científicas, traen el mensaje que enseña a sentir y admirar las bellezas de la creación; son mensajeros míos que tienen la misión de llevar deleite y bálsamo al corazón de los que lloran. 16. Todos ellos han bebido la amargura al darse cuenta de la incomprensión de un mundo ciego a la verdad, de una humanidad insensible a lo bello y a lo bueno. Sin embargo, si os he dicho que en esta era todo será restaurado, si os he anunciado que todo volverá a su cauce y que a todas mis enseñanzas les será restituida su original esencia, podéis creer que está próximo un tiempo de esplendor espiritual en este mundo, aunque no debéis olvidar que antes que eso acontezca, todo será juzgado y purificado. 17. Todo caminante que no lleve paz en su corazón, deténgase unos instantes bajo la sombra de éste árbol y se sentirá confortado. 18. Sobre el espíritu de la humanidad flota también el recuerdo del espíritu de Elías, como pastor de encarnados y desencarnados, buscando incansablemente por todos los caminos a sus ovejas amadas, para recordarles su misión y escoger a los que han de servirme en este tiempo. 19. Todos vosotros habéis sido conducidos hacia Mí, por Elías, mas al llegar ante mi presencia y sentir el efluvio del Maestro, habéis visto compensados todos los sacrificios y pruebas que pasasteis para llegar a escuchar mi palabra. 20. En verdad os digo que este pueblo de ahora, se asemeja al del Primer Tiempo. 21. Israel había estado cautivo mucho tiempo en Egipto, de donde fue liberado por Moisés. Los obstáculos, los enemigos y las adversidades se presentaron al paso del pueblo, para impedirle su salvación; mas su fe y su perseverancia vencieron, llegando a la falda del Sinaí, donde escuchó mi voz y recibió la ley. Ahí cayeron los ídolos y se desvanecieron las tinieblas de su corazón, se hizo la luz en su espíritu, para desde aquel momento, creer, amar y servir tan sólo al Dios verdadero de la justicia y del amor. 22. La vida de aquel pueblo pronto iba a cambiar; la ley que acababa de recibir le prometía la paz y la bienandanza mientras Moisés, con su índice señalaba en el horizonte la “tierra prometida”, como un refugio de paz y felicidad terrenal. 23. Cuarenta años duro la travesía por el desierto, cuarenta años duro aquella lección del padre a su pueblo, para hacer brotar de su corazón el amor, como había brotado de la roca el agua, para enseñarlo a vencer las tentaciones, para arrancar de su corazón los cultos impuros y enseñarlo a dar el primer paso en el camino de la elevación, para purificarlo antes de que tomase posesión de la “tierra prometida” y que sus nuevas generaciones constituyesen un nuevo pueblo, por sus costumbres y por su culto al Creador. 24. La vida del desierto, los prodigios que concedí a mi pueblo y la lucha, forjaron su espíritu, y ante la libertad recobrada, olvidó su cautiverio y se levantó nuevamente el espíritu de Israel. 25. Fueron los profetas los que anunciaron al pueblo la venida del Mesías, ellos fueron los que mantuvieron encendida la llama de la esperanza en los corazones, cuando éstos se sentían sucumbir bajo el yugo de otros pueblos. 26. Muchos esperaron con gozo la llegada del Rabí de Galilea, a quien no supieron reconocer en el niño que nació del seno virginal de una humilde mujer nazarena en una gruta de Belén. Pero mientras unos sintieron que había nacido su Salvador y Redentor, otros lo negaron desde el primer instante. 27. Treinta y tres años entre los hombres. Toda aquella vida fue de ejemplos y enseñanzas para la humanidad, porque Yo nada vine a aprender a este mundo. Y cuando sólo faltaban tres años para mi partida, inicié mi predicación entre el pueblo. Mi palabra se escuchó en los caminos, en las aldeas, en las casas y en el pórtico de los palacios del templo; se escuchó en la montaña, en el desierto, en los valles y en el mar. 28. Mezclados entre las turbas estaban los que me aborrecían, los que se sentían juzgados a cada paso por mi doctrina, los que veían amenazados los puestos que indebidamente ocupaban. Ellos fueron los que prepararon el juicio, la sentencia y la muerte en la cruz para quien les había traído la vida eterna. 29. Hubo amargura y tristeza en el corazón del Maestro, sabiendo el largo camino que habrían de recorrer aquellos que desconocían la verdad y en los que había obrado milagros que ni antes ni después había sido capaz de realizar por sí mismo hombre alguno. 30. Cuando Yo anuncié a mis discípulos que pronto iba a partir, se apoderó de ellos una infinita tristeza, entonces, para reanimarles, les dije: “He aquí que Yo volveré y las señales de mi llegada serán éstas: Cuando la guerra haga llegar rumores a vosotros y la perversidad de los hombres esté tocando su límite, estará próxima mi llegada; mas antes que Yo, llegará Elías a preparar el camino”. Después de aquellas palabras, transcurrió una era para que ellas tuviesen cumplimiento. El primero de septiembre de 1866, el espíritu de Elías se manifestó por medio de un varón justo, destinado y enviado por Mí, para que anunciase mi presencia y fuese el precursor de mi comunicación espiritual entre los hombres. 31. Aquel varón recibió el mandato divino de fundar siete recintos que fuesen simplemente la representación de los “siete sellos” y al mismo tiempo, la orden de preparar los entendimientos de los elegidos para que fueran los portavoces del Divino Maestro. 32. Desde entonces, todos los que se han acercado a escucharme bajo esta forma, han tenido el presentimiento de ser siervos, señalados o marcados, como hijos del aquel pueblo que desde el principio se ha comunicado con su Señor, y ha recibido de El manifestaciones, prodigios, sus enseñanzas y su ley. 33. Grabad esta lección en vuestro corazón y analizadla con amor. 34. Apartad todo pensamiento egoísta, y pensad en vuestra misión. Esta era es trascendente y decisiva para la humanidad. Sólo mi doctrina que está por sobre las flaquezas humanas, puede revelaros que éste es el tiempo en que la verdad destruirá toda mentira y tiniebla. 35. Esta humanidad que hoy duerme olvidada de su Señor y aun de su propio espíritu, despertará estremecida por la voz de mi llamado. Primero me he manifestado al pueblo de Israel, no al pueblo israelita por la sangre, sino a éste, que lo es por el espíritu, y a quien heredé con la luz del Tercer Testamento. 36. Vengo a buscaros, pueblo, porque entre vosotros están los que me han sido fieles; no puedo deciros aún que ya cumplisteis vuestra misión, porque todavía os falta un gran trecho de vuestro camino por recorrer. Os he encontrado apegados a los bienes terrenales, materializados en vuestra vida egoísta; mas a pesar de ello, no vengo a reclamaros, sólo a haceros un llamado para que me escuchéis, os llenéis de mi sabiduría y podáis convertiros en los maestros de la espiritualidad, para lo que fuisteis enviados. 37. Abrid vuestros ojos y dejad que despierte vuestro espíritu, para que podáis daros cuenta de que en verdad vivís dentro de un nuevo tiempo, y miréis el cumplimiento de mis profecías. Entonces podréis decir, convencidos, que he llegado entre vosotros en el tiempo anunciado. Sólo conociendo la esencia de mi palabra, podréis dar la interpretación justa a los acontecimientos que día tras día surgen en vuestro mundo; mas esta humanidad, que se debate en su ceguera y no ve la luz divina que brilla ante su espíritu, no se da cuenta del tiempo en que vive, porque si lo supiera, ya las manos homicidas se hubieran detenido en su obra, habría vigilia, habría arrepentimiento; mas nada de eso existe; cada día se rompen nuevos lazos de amor entre los pueblos de la tierra. La espiritualidad y la moral han sido rechazadas, sólo existe una lucha sorda de odios, egoísmos y ambiciones, que ponen de manifiesto la falta de elevación de los hombres. En medio de esa lucha, la muerte recoge una diaria cosecha de vidas, su hoz implacable y justiciera, golpe tras golpe, arranca la cizaña. Mas esa humanidad que peca, que viola y profana, lucha intensamente por sobrevivir aunque egoístamente y sin mirar si los medios que emplea son justos y humanos o si son lo contrario. Ahora os pregunto, ¿Qué es lo que hacéis en este tiempo de justicia? 38. Cierto es que no ha sonado la hora de que os levantéis a dar la voz de alerta, mas debéis saber, que estos instantes son precisamente los que debéis aprovechar para vuestra preparación, porque esta palabra es la que os está forjando para la lucha espiritual que se aproxima; que os ha llamado y unido para que seáis un pueblo de paz que sepa abrir las puertas de su corazón para recibir al forastero o al extranjero, y que os ha dado la misión de emisarios de este mensaje, para que lo llevéis por todos los caminos de la tierra. 39. Yo os digo que la verdadera paz sólo podrá descender de mi Espíritu al espíritu humano, y que ésta es la que os he traído en esta revelación, para que la llevéis a los pueblos y a las naciones. ¿Esperáis acaso que el mundo forje su propia paz? ¿Con qué simiente podría crearla, si en él no existen los sentimientos de amor, de justicia o de caridad? 40. Juzgad vuestra responsabilidad, pueblo amado, pensad que un día que perdáis, es un día que retardáis la llegada de esta buena nueva al corazón de vuestros hermanos, que una lección que perdéis, es un pan menos que podréis ofrecer a los necesitados. Trabajad con amor y pronto vendrá la paz entre la humanidad, mas recordad lo que os digo; no vayáis a confundir mi paz con la que van a firmar las naciones, porque esa no podrá ser duradera; será una falsa paz que se destruirá por sí misma, porque no tendrá simiente de amor, que es respeto y que es fraternidad, porque tendrá por base el miedo de unos a otros, el interés o la conveniencia material. La paz verdadera es aquella que desciende de los cielos al corazón de los hombres y de ahí brota y se esparce en obras de justicia y de amor. Yo os anuncio que esta paz que a las naciones se acerca, no es verdadera, y si queréis profetizarlo así, podéis hacerlo, con la certeza de que no engañaréis. Yo os digo que para que la paz de mi reino se establezca entre los hombres, aún falta que se lleve a cabo la guerra de doctrinas, de religiones y de ideas, guerra en la que unos enfrenten mi nombre y mi verdad a las falsas deidades de otros, y en la que se levante una doctrina combatiendo a la otra; esa será la nueva lucha, la batalla espiritual en la que caerán de su pedestal los falsos dioses y quedará al descubierto toda falsedad, que como verdad habéis tenido. Ya veréis cómo de entre aquel caos de confusión y tiniebla, va a surgir esplendorosa la verdad. 41. El astro rey con su luz os da una idea de lo que es la verdad. Su luz alumbra durante el día y al desaparecer principia la noche. Entonces el hombre, por medio de su ciencia, tomando de los elementos de la misma naturaleza, descubre una luz con la cual puede alumbrar las tinieblas de la noche, mas es tan débil, que desaparece y se pierde en cuanto los rayos del astro rey aparecen nuevamente. Habéis logrado hacer luz en la noche, mas ¿Quién por medio de su ciencia podrá ocultar la luz del sol y hacer tiniebla en el día? Sólo Yo puedo hacerlo para daros muestra de mi poder, así como Yo soy el único que puede hacer verdadera luz u ocultarla cuando sea mi voluntad. También en lo espiritual soy el único que puede hacer brillar la luz de la verdad, ahí, donde la impostura y la falsedad existen, hacer que de la muerte brote la vida, que del odio, de la maldad o del rencor, brote la caridad, el arrepentimiento o el perdón, o que del desquiciamiento de la mente, surja la razón. En una palabra, que sobre las tinieblas, se haga la luz. Sí, pueblo, la luz de mi verdad alumbrará vuestro mundo, y esa larga noche espiritual que habéis vivido, se disipará. Ya ha empezado a aparecer como una nueva aurora; es la luz que os ha despertado en este tiempo, diciéndoos: Velad y orad, despertad a vuestros hermanos, sanadles, para que puedan levantarse a la lucha y buscad al que se ha perdido. Sed discípulos de la luz para que mañana, convertidos en maestros, deis enseñanzas de luz. Ser discípulo mío requiere a veces llegar hasta el sacrificio; mas os digo que vale más la paz del espíritu, que las comodidades de la tierra. Sed los hijos verdaderos de la luz, para que cada una de vuestras oraciones sea como una estrella en el cielo de vuestra vida y para que la oración de todos, formada por la unión de vuestros pensamientos, se asemeje a la luz de una aurora. 42. Elías va regando de luz los caminos, y las ovejas van retornando hacia el aprisco; cuando Yo llegue a cada corazón, a cada pueblo, ya todos habrán sido tocados por Elías. 43. Preparaos, discípulos, no quiero que cuando el dolor alcance su mayor grado sobre la humanidad, sea como un manto de tinieblas que nuble vuestros pensamientos y vuestra razón; Yo quiero que mis discípulos, en esa hora de prueba, sepan oír la voz de la conciencia. 44. Hijos míos, que en vuestra ignorancia o en vuestro temor me decís: Señor, si queréis que lleguemos hasta vos, ¿Por qué dejáis que las tentaciones y las vicisitudes se crucen a nuestro paso? Y el Maestro os contesta: Porque las pruebas hacen luz en vuestro espíritu, única forma de que podáis ver; y es necesario que miréis, para que adquiráis conocimientos. Comprended que es mucho lo que tendréis que ver en vuestra vida espiritual, porque siendo los hijos de la luz, sois los herederos de mi sabiduría. 45. Vosotros seréis los precursores del tiempo de la gracia, por lo que es muy grande vuestra responsabilidad; los cimientos de obra tan grande tendrán que ser fuertes, para que sobre ellos pueda levantarse el santuario a mi Divinidad. Os estoy revelando mucho de lo que reserva el futuro a este pueblo. Así no me miraréis eternamente oculto en el misterio. 46. Analizad mi palabra, a fin de que podáis espiritualizaros, porque si no penetráis al fondo de esta doctrina, podréis caer en un nuevo fanatismo. Comprended, discípulos, que en la espiritualidad no tiene cabida el fanatismo, ni el prejuicio, la idolatría o la superstición. Espiritualismo quiere decir elevación; espiritualidad significa libertad del espíritu, porque quien la alcanza, se ha desmaterializado, se ha emancipado de las pasiones de la carne, ha pasado por el sacrificio y por la renunciación bien entendida. Oh pueblo, que mucho me habéis escuchado, ya está cerca el instante de la ausencia de mi palabra y no contemplo en vosotros la comprensión hacia mi doctrina, mucho menos la preparación y la interpretación justa de las lecciones que os he dado. 47. Dormís dulcemente, confiando en mi amor, mas Yo os digo: Velad y orad, para que no sea el dolor el que venga a despertaros, no el dolor que Yo os envié, porque es algo que no ha brotado de Mí; el dolor brotó del hombre a causa de su desobediencia. Todo os habla de Mí y os habla de mi amor. La naturaleza, la vida exterior, la vida interior, toda la creación, son a semejanza de un índice que os señala el infinito, como una meta hacia donde debéis conducir vuestros pasos. Meditando en todo esto, ¿No pensáis en vuestra partida? ¿No os dais cuenta de que cada día que vivís, es un paso que os acerca a la morada del espíritu? oíd y entended, porque ahí, donde muchos miran la muerte, está la vida; donde creen que está la tiniebla, está la luz; donde ven la nada, está el todo y donde ven el fin, está la eternidad. Cuántos hombres, en su inocencia, se asemejan a los niños que, entregados a sus juegos infantiles, no les preocupa el futuro. 48. Hombres que lleváis en el corazón la luz de la experiencia de esta vida, y en espíritu, la luz que deja la evolución de diferentes existencias, ¿Por qué ocupáis a vuestro espíritu en lo que es superfluo para él, y por qué lloráis muchas veces por causas que no merecen vuestro dolor? 49. Buscad en todo la verdad; ella está en todos los caminos, es diáfana y clara como la luz del día. 50. Id y hablad de estas lecciones a vuestros hermanos; ya estoy preparando a las comarcas para que reciban la buena nueva; pero veo que aún tenéis temor a la lucha, a los juicios de los vuestros. Hay quienes temen a sus padres o a sus hermanos antes que al juicio de vuestro Dios. ¿Teméis que os juzguen equivocados, que os digan traidores o falsos? De cierto os digo que en vuestro espíritu he depositado una joya de tal grandeza, que una palabra vuestra podrá persuadir a aquellos a quienes tanto teméis. 51. Veis demasiado grandes a los ricos del mundo, a los sabios, a los poderosos, a los filósofos, a los hombres de ciencia, a los ministros de las religiones y a los hombres del poder y Yo os digo: No necesitáis de esa grandeza para poder hablar de mi verdad; nada de ello necesitáis para ser grandes, porque la verdadera grandeza, que es la del espíritu, no necesita oro, ni ciencia humana, ni títulos; donde el espíritu no se manifieste por amor, no existirá verdadera grandeza. ¿No veis monarcas que hoy están en su trono y mañana van arrastrando su miseria? ¿No veis sabios corrigiendo lo que antes proclamaban como verdad? ¿No habéis visto a una mujer hermosa, admirada y deseada, convertida más tarde en un harapo? Entonces no confundáis los valores eternos con las fugaces vanidades humanas. 52. Tomad vuestra cruz y seguidme, llevadla sobre vuestro corazón y no temáis; caminad paso a paso, dejad mi palabra en los corazones, como una huella de luz; perdonad a quienes os hieran; más si cayeseis y de vuestra caída se burlasen, no temáis, porque ahora Cristo, el que os habla, será el cirineo de los que tomen mi cruz. 53. Escuchad, pueblo, 1950 ya se acerca y la voluntad del Eterno será cumplida; no debéis para entonces encontraros divididos, porque no sabéis las pruebas que se avecinan. Aquí en donde he preparado un pueblo que recibiera mi palabra en este tiempo, no debe surgir la confusión; es necesario que para entonces se encuentre unificado este pueblo, con sus hombres y sus mujeres disponiendo su espíritu para mi última comunicación, en la que habrán de escuchar mis últimas palabras, que os estarán diciendo: ¡Os aguardo en el cielo! 54. Si así os preparáis, veréis pronto la luz de mi Espíritu venir sobre vosotros sin intermediarios ni portavoces humanos, a comunicarse con los discípulos de Espíritu a espíritu; para entonces habréis depurado vuestras prácticas, a tal grado, que se sorprenderán vuestros hermanos al ver la espiritualidad de mis nuevos discípulos, espiritualidad que hablará del culto interior que practicáis. 55. Entonces la humanidad comprobará, que los tiempos profetizados hace miles de años, aquellos en que había de tener lugar mi nueva venida, son éstos, porque podrán comprobar que la luz divina está derramada sobre toda carne y sobre todo espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 122 1. Olvidaos por unos instantes de las vanidades del mundo cuando escuchéis mi palabra, y al elevarse vuestro espíritu, contemplará la luz de este tiempo. 2. Mientras que para muchos pueblos estas horas son de dolor y de muerte, para vosotros son de paz y de esperanza; mas no confiéis demasiado en vuestros méritos, porque también podrán sorprenderos las pruebas. Soy Yo quien os ha dado esta paz para que presenciéis mi manifestación, penetréis en mi palabra y pongáis en práctica mi doctrina. Os he dado tiempo para oír y comprender mis lecciones, pero veo que vuestro análisis no ha pasado más allá de lo material y por eso no habéis descubierto el sentido de mis enseñanzas. En esta incomprensión estáis imitando a la humanidad, que teniendo a cada paso pruebas palpables de mi justicia, no se detiene un momento a meditar para comprender el sentido de esos acontecimientos. 3. Quiero que abráis vuestros ojos a la realidad del tiempo en que vivís, para que podáis orar por el mundo. Aquel tiempo que fue anunciado en otras eras, en que surgiría la batalla del bien contra el mal, es éste. Discípulos, no vayáis a dormiros en espera de otra era. Sois los hijos de la luz a quienes os estoy revelando grandes enseñanzas para que seáis antorcha de fe entre la humanidad. 4. Llegaréis a vuestros hermanos que duermen para las revelaciones espirituales y les despertaréis con palabras dulces, fraternalmente, haciéndoles comprender que la causa de las amarguras, que apura la humanidad, se debe al olvido en que ésta ha dejado al espíritu. 5. Cuando los hombres crean verdaderamente que la hoja del árbol no se mueve sin la voluntad de Dios, entonces sentirán mi presencia en todos los pasos de su vida. Unos me sentirán llegar como Padre, otros como Maestro y algunos más me sentirán como Juez. 6. A las tinieblas me habéis hecho descender para buscaros; en vuestro extravío he estado presente para hacerme sentir en todos los espíritus. Como al pastor que baja al fondo del abismo en busca de la oveja perdida, así he descendido a los abismos más sombríos en que los hombres han caído. Vosotros que me estáis oyendo, tened verdadera comprensión de la hora de justicia y restitución en que vivís; pensad en que si os obstinaseis en permanecer en la ignorancia, las tinieblas que envuelven al mundo, serían aún más densas; no sabéis cuánto tiempo transcurrirá para que los espíritus pudieran recibir un rayo de luz. 7. Estoy enviando a la tierra espíritus a quienes puedo llamar primogénitos en la ley, porque son de los que recibieron mis primeras revelaciones; no os diré quiénes son, dónde se encuentran, ni qué hacen, porque si les reconocierais, podríais caer en idolatría o confusión. 8. A este pueblo que crece día a día en busca de mi enseñanza, le digo que viva unido para que de esta manera se acerque a Mí. Si no os esforzáis, ¿Cómo podréis llegar a ser los maestros de las enseñanzas espirituales? 9. Amor, es la semilla que os confío para que la sembréis por el mundo. Ved la esterilidad en las tierras; no existe ya fraternidad, amistad, ni respeto. La simiente que ha cundido es la del odio y la ambición, sus frutos ya los miráis; son guerras, destrucción, miserias, muerte. 10. Después del tiempo en que he estado dando mi palabra, ¿No creéis justo que os pregunte el Maestro lo que hacéis en esta era, en que las naciones y los pueblos deben buscar una vida mejor y dejar de levantarse unos contra otros? ¿Cuál es vuestra obra? 11. Cierto es que he venido a daros, mas no os concretéis a recibir solamente; pensad que la paz que os doy, no es sólo para vosotros, sino para muchos de vuestros hermanos. No estéis al margen de la gran batalla, sabed que os estoy preparando para que seáis soldados. 12. ¿Estáis esperando que el mundo forje su paz? ¿Con qué simiente podrá formarla, si en el espíritu ahora pesa más la ley de los hombres, que la de Dios? 13. No os engañéis; en el corazón de la humanidad no existe caridad ni espiritualidad, por lo tanto no tiene cimientos para afirmar su paz, su hogar, su fuente de trabajo, ni su culto a mi Divinidad. 14. Pronto vendrá la paz al mundo, y cuando ello sea, vais a darme gracias, pueblo, creyendo que fue por vuestro cumplimiento; entonces os diré: Abrid vuestros ojos, esta paz que el mundo ha logrado no será duradera, porque no es verdadera. Yo la destruiré con mi espada de justicia, como destruyo todo lo que es falso. Esa paz de que os hablo será aparente, porque se fundará en el temor de unos para otros; la verdadera paz no puede brotar de corazones impuros, vendrá después, descenderá del reino de los cielos al corazón de la humanidad. 15. Si queréis anunciar al mundo estas profecías, podéis hacerlo; no temáis, que no os engaño. Si queréis decir a vuestros hermanos, que la paz que están por hacer las naciones no es buena, no erraréis, porque Yo no puedo equivocarme. Pronto veréis el cumplimiento de lo que en este año de 1944 os estoy anunciando. La guerra, las ambiciones materiales cesarán, pero más tarde surgirán las guerras de religiones, doctrinas, ideas y filosofías. Será esa batalla de lucha espiritual para encontrar el camino de la verdad. 16. Es menester que así sea para que la humanidad abra los ojos, descubra los falsos dioses y rompa las cadenas de esclavitud. 17. Cuando esta batalla cese, se haga el silencio, y los hombres postrados en oración mediten y se arrepientan, veréis ascender de su corazón una ofrenda semejante al perfume que exhalan las flores, la cual irá en busca del único y verdadero Dios. 18. Haré que este mundo se levante limpio de su lepra, también haré surgir vida de la muerte; lograré que del odio broten frutos de reconciliación y que de la locura surja la razón. 19. Mientras, vosotros seguid multiplicándoos, tanto en número como en conocimiento y virtud, os estoy dando armas para que resistáis y salgáis avante. 20. Este rincón de la tierra en que vivís es propicio para vuestra misión; tiene semejanza con aquella “tierra prometida” al pueblo de Israel en el Primer Tiempo, mas no os fanaticéis con las riquezas de la tierra, porque debéis recordar que la ciudad de Jerusalén fue arrastrada por sus enemigos y hasta el templo de Salomón fue destruido. 21. Vuestra tierra tiene semejanza con aquella que se le dio al pueblo de Israel, mas ni aquella fue patria para el espíritu, ni ésta es la segunda Jerusalén, porque la ciudad espiritual no es de este mundo. 22. Seguid siendo hospitalarios como lo fue Abraham, preparaos para que a vuestra mesa se siente a comer el extranjero y bajo la sombra de vuestro techo descanse. Llevad en vuestras manos mi bálsamo de amor para que curéis al enfermo, le hagáis sentir mi consuelo y recuperar su salud. Sois aquel pueblo a quien en todos los tiempos le ha hablado el Dios viviente e invisible, y también, el que siempre se ha dejado influenciar por la idolatría de otros pueblos. 23. Ahora he venido a despojaros de fanatismo y supersticiones, a recordaros el culto espiritual hacia vuestro Padre, para que cuando las naciones fijen su mirada en este pueblo y las caravanas lleguen, se sorprendan al encontrar entre vosotros moral, virtud y espiritualidad. 24. Llevad en vuestro espíritu esta lección, que os he dado para que os sirva de preparación. 25. Nadie se rebele ante la idea de tener que volver a este planeta en otro cuerpo, ni penséis en que la reencarnación es un castigo para el espíritu. Todos los espíritus destinados a tener que morar en la tierra, han tenido que pasar por la ley de la reencarnación, para poder alcanzar su evolución y llevar a cabo la misión que les he confiado. 26. No sólo los espíritus de poca elevación tienen necesidad de volver a encarnar; también los espíritus elevados vuelven una vez tras otra, hasta dejar concluida su obra. 27. Elías es el más grande de los profetas que ha venido a la tierra, y a pesar de las grandes obras que hizo y de las grandes pruebas que dio, hubo de volver a este mundo en otro tiempo, en otra materia y con otro nombre. 28. Esta ley de amor y de justicia fue ignorada mucho tiempo por la humanidad, porque de haberla conocido antes, hubiera podido caer en confusiones; sin embargo, el Padre os hizo algunas revelaciones y os dio algunas señales que fueron la luz precursora de este tiempo, del esclarecimiento de todos los misterios. 29. El pasado de vuestro espíritu con sus diversas existencias en la tierra, está vedado para vosotros. Sólo os he revelado la verdad de la reencarnación, porque ella tendrá que daros una idea más real de la misericordia y de la justicia divina y hará renacer en los impuros, en los pecadores, en los que derrochan inútilmente la vida, la esperanza de una nueva oportunidad en la cual puedan llegar a corregir los yerros cometidos. 30. La idea de la muerte o de la condenación eterna, quedan destruidas ante esta revelación y tanto el espíritu como el corazón humano, cuando comprendan esta verdad, se elevan para glorificar la bondad divina. 31. Si en los primeros tiempos no se os descubrió esto, fue porque no estabais preparados para saberlo; y si ahora lo llegasteis a conocer, y a pesar de ello no tenéis una idea precisa de quienes habéis sido antes, esa es otra prueba de que aún no estáis muy adelantados. 32. Cuando los hombres se amen y sepan perdonarse, exista humildad en el corazón y hayan logrado que el espíritu se imponga a la materia, no será la carne, ni el mundo, ni las pasiones, las que formen el espeso velo que os impide mirar atrás o hacia adelante del camino; por el contrario, la materia ya espiritualizada por la práctica de mi doctrina, será como una sierva dócil a los dictados de la conciencia, al contrario de lo que ahora es: obstáculo, tropiezo, venda sobre los ojos del espíritu. 33. Ahora os maravilláis cuando tenéis un principio de videncia que os permite llegar a ver algo del pasado, o que os hace una revelación del porvenir, cuando de cierto os digo, que esa mirada espiritual debería ser constante, como la visión en los ojos de vuestro cuerpo durante la vida en la tierra. 34. Es menester que caminéis un poco más en mi sendero, a fin de que lleguéis a alcanzar esas alturas, y vuestro espíritu, recogiendo en sí todo de sus pasadas experiencias, se libre, se deleite y se eleve en su propio saber. 35. Pensad que si en vuestro espíritu hubiese ya mucha luz, en vuestro corazón debería haber mucha paz. 36. No hagáis caso de los que os quieren amedrentar por estar escudriñando lo que se refiere al espíritu, porque ellos son los que quieren seguir durmiendo en el sueño de la ignorancia. 37. A muchas de las fases de vuestra vida material les habéis concedido mayor importancia que a lo que se refiere al espíritu, y por eso es que habéis creado un mundo falso y vacío; mas ha llegado la hora de que os intereséis vivamente por lo que es esencial en vuestro ser, y cuando eso sea, le daréis vida y belleza verdadera a vuestra existencia. 38. Más debo deciros que aunque la vida en este mundo llegue a alcanzar las alturas de la virtud y de la justicia, no será aquí en donde lleguéis a encontrar vuestra morada perfecta. Vuestro paso por este valle es pasajero, sólo os servirá de crisol, de escuela, de libro para alcanzar la elevación de vuestro espíritu. 39. Existen otras moradas superiores en la casa de vuestro Padre, las que he preparado para que vengáis a habitar en ellas. 40. Bienaventurados sean los que meditando sobre estas palabras, sintiesen fe en ellas y enderezasen su vida en beneficio de su espíritu, porque él alcanzará el fruto en la eternidad. 41. Pueblo amado, con certeza podríais decir que cuanto ha acontecido en este mundo, os fue anunciado o profetizado en tiempo anteriores. 42. Esa palabra que ha escuchado el hombre por boca de mis profetas, ha sido mi voz. Ellos no han hablado por inspiración propia, sino por voluntad divina. 43. La verdadera interpretación de mis predicciones, anuncios y promesas, Yo os las doy cuando veis que a su debido tiempo se cumplen mis palabras. 44. Cuántas y diversas interpretaciones habéis dado a las revelaciones divinas, la verdad sólo la habéis conocido hasta que Yo he dado cumplimiento a mi palabra. Muchas de las profecías ya tuvieron su cumplimiento, otras están realizándose ante vuestros ojos y otras aún esperan su tiempo. 45. Aún estoy preparando y enviando nuevos profetas, por los cuales os revelaré grandes maravillas, y a la vez anunciarán la presencia o proximidad de lo que se os anunció en tiempos pasados. 46. Las antiguas profecías serán confirmadas por los nuevos profetas; todo el que sienta en sí este don, ore, vele y prepárese para decir tan sólo la verdad. Si así lo hiciereis, veréis que unos confirmarán lo que otros anuncien. Así fue como cumplieron su misión los profetas de los tiempos pasados, aun cuando unos hayan venido en una era y otros en otra. 47. No os preocupe no entender a veces lo que recibáis por inspiración o lo que vuestros labios hablen; tampoco aquellos supieron muchas veces entender lo que su boca hablaba. 48. Yo derramaré mi luz en los que reciban vuestro testimonio y en el tiempo oportuno daré cumplimiento a cada una de vuestras profecías. Ay de los que no dijesen la verdad, porque también a su tiempo serán descubiertos; entonces no encontrarán en su cuerpo, ni en su espíritu, algo con qué lavar su mancha y saldar su deuda. 49. ¿Quién será el juez de los falsos profetas? La verdad, porque ella es luz que llegará a esos corazones a través de la conciencia. 50. La verdad busca siempre corazones limpios para poder manifestarse. Limpiad el vuestro para que esa luz esté en las palabras, en los pensamientos y en las obras de mi pueblo. 51. Con una llave de amor que poseo, abro vuestro corazón. Aletargados os había encontrado; en el camino os he sorprendido andando con paso tardo; vine para haceros reconocer que sois enviados de mi Divinidad; esto os lo dice el Verbo del Padre, Aquél que se hiciera hombre en el Segundo Tiempo. 52. No una vez, sino varias y en diversas formas, anuncié y prometí mi nueva venida a mis discípulos; les profeticé las señales que habían de anunciar mi llegada; señales en la naturaleza, acontecimientos entre la humanidad; guerras mundiales, el pecado en su mayor altura. Para que el mundo no se confundiera esperándome nuevamente como hombre, les hice saber que Cristo vendría sobre la nube, es decir, en Espíritu. 53. Cumplida ha quedado aquella promesa. He aquí el Maestro en Espíritu, hablando al mundo. He aquí al poseedor de la paz y del reino de luz, quien viene a formar un arca inmensamente grande, donde puedan refugiarse los hombres y salvarse, como en los primeros tiempos, cuando Noé hizo el arca para rescatar la simiente humana. 54. Por vuestro adelanto y perseverancia en mi doctrina, os iré mostrando con toda sencillez el contenido de muchos misterios. El libro de la vida, sellado con siete sellos es para vosotros una incógnita, porque el Sexto Sello es el que se encuentra desatado y su contenido es el que alumbra vuestro tiempo; todo ha sido para vosotros un misterio y no quiero que siga siéndolo. Ya os he dicho que los siete sellos son las siete revelaciones divinas que he entregado al hombre, de las cuales estáis recibiendo la sexta y aún os falta la séptima. 55. Sabéis que Roque Rojas fundó siete recintos a los cuales les dio el nombre de sellos y que simbólicamente el sexto de ellos fue como un árbol fecundo que multiplicó sus ramas. También sabéis que en 1866 se inició una nueva era; mas no sabéis aún ordenar vuestras ideas; algunos han querido analizar estas lecciones, pero su interpretación ha sido errónea, porque limita y encierra lo eterno y divino dentro de lo humano y material. Más antes de que esta confusión cunda, Yo disiparé las tinieblas de la ignorancia con la luz de mis revelaciones. 56. He preparado este jirón de tierra que pisáis, para que mi luz divina descienda en este tiempo entre sus moradores. Aquí vine a recordaros la ley divina que como Padre os enseñé en el Primer Tiempo; aquí os he repetido mi palabra que como Jesús os diera, como el verdadero cantar de los cantares del espíritu, y os he traído la luz de la verdad que esclarece todo misterio y explica toda lección no comprendida. 57. Vengo a reconstruir mi templo, un templo sin muros ni torres, porque está en el corazón del hombre. La Torre de Babel, aún divide a la humanidad, mas sus cimientos serán destruidos en el corazón de los hombres. La idolatría y el fanatismo religioso, han elevado también sus altas torres, pero ellas son endebles y tendrán que caer. En verdad os digo que mis leyes tanto divinas como humanas son sagradas y ellas mismas juzgarán al mundo. No cree la humanidad ser idólatra y en verdad os digo, que está adorando todavía al “becerro de oro”. 58. Yo soy Espíritu, soy esencia y luz. Despertad, abrid los ojos, miradme y escuchad mi voz. Esta comunicación que hoy tenéis de mi Espíritu por el conducto humano, no es la más perfecta y por lo tanto no será eterna. Pronto pasará, y entonces empezará el tiempo de la comunicación de Espíritu a espíritu, en el cual escucharéis la voz de vuestro Padre. 59. En aquel Segundo Tiempo encontré al ciego y le di la vista, al tullido le hice andar, al muerto le resucité; ahora encuentro mayor desolación en el mundo, porque contemplo por millares a los ciegos, los sordos, los leprosos y los muertos del espíritu. Verdad es que vengo con justicia entre vosotros, mas también lleno de amor, porque nunca os dejaré de considerar como hijos y siempre os veré como niños. 60. Pueblo, ¿Queréis seguirme por el camino que ha tiempo os he trazado con mis obras y ejemplos? Es verdad que en él está la huella del sacrificio, mas al final se encuentra la “tierra de promisión”. Tampoco en este tiempo vendré a deslumbraros con el falso brillo de las riquezas humanas. Vuestro Maestro sólo os mostrará el brillo de la virtud. “Mi reino no es de este mundo”, os dije, de este mundo de vanidades, de egoísmos y mentiras; porque de cierto os digo, que Yo reino en la perfección. 61. Para 1950, el último eslabón de la cadena que formarán los 144,000 marcados, recibirá en su espíritu la señal divina. De ellos surgirán en las naciones los enviados, los profetas, los discípulos que con su enseñanza, su oración y su ejemplo lleven la semilla de una nueva vida a la humanidad. 62. Esta palabra que hoy estáis escuchando, cesará y el deleite que hoy experimentáis al escucharla también pasará; después, cuando queráis gozar espiritualmente de mi presencia como ahora, bastará que entréis en meditación y oréis implorando mi amor. 63. No porque ya no me escuchéis a través de estos portavoces penséis que estoy ausente y vayáis a perder el respeto y la preparación que hoy tenéis cuando oís mi palabra. Sabed que Yo os seguiré doquiera que vayáis, que estaré contemplando vuestro trabajo en mis campiñas y preguntando a vuestra conciencia por cada uno de vuestros pasos. 64. Os estoy preparando, porque sé que después de este tiempo de preparación, se levantarán los falsos portavoces anunciando que el Maestro aún sigue dando en esta forma su palabra, y quiero que os libréis de esa confusión, la cual será provocada por los que creyendo estar velando, en realidad están durmiendo, y los que creyendo estar sirviéndome, en realidad están sirviéndose a ellos mismos. 65. Yo os anuncio que la hora de terminar esta comunicación, será hora de juicio para este pueblo, porque cada uno de vosotros manifestará en ese momento lo que lleva de simiente en su corazón y de adelanto en su espíritu. Ahí se verá la tendencia de cada uno, su comprensión, su obediencia, su espiritualidad. 66. Sé que habrá quienes profanen mis mandatos, quienes por esta causa se estanquen y se confundan, deteniendo con ello el avance de la misión emprendida; mas pasado un tiempo, el recuerdo de mi palabra, de mis enseñanzas y de mis profecías, en las cuales os previne de todo lo que iba a suceder, surgirá del espíritu, haciendo retornar al camino de la obediencia a los que de él se apartaron. 67. Ninguno diga en este instante: Señor, yo no te volveré la espalda, yo no te desobedeceré. No prometáis al Maestro lo que muchos de vosotros no vais a cumplir. 68. Velad y orad, despojad de materialismo vuestro corazón, limpiadlo de intereses y de pasiones. Estudiad mi enseñanza para que en esa hora no estéis aletargados y podáis dar el siguiente paso con entereza. 69. Yo no os pido promesas, os pido cumplimiento de vuestra misión. 70. Guardad mi palabra en lo más recóndito de vuestro corazón, para que mañana no me vayáis a negar con vuestras obras o con vuestras palabras, diciendo que Yo no os advertí lo que bien sabéis que os he repetido incontables veces. 71. Algunos estáis diciendo en lo más íntimo de vuestro corazón: Maestro, ¿Seremos capaces de negarte, cuando Tú has venido a resucitamos a la verdadera vida? 72. Yo os digo que aún no podéis confiar plenamente en vosotros, porque vuestro amor y fe son pequeños aún. 73. Es menester que estudiéis con constancia mis lecciones, para que vuestras virtudes se desarrollen, y cuando llegue esa hora de prueba que ya se aproxima, tengáis presente mi palabra y no vayáis a flaquear ni un solo instante. 74. Ved, discípulos, con cuánto amor os invito a prepararos. Mañana, si llegáis a caer, no podréis decir: El Señor nada nos había advertido acerca de su partida. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 123 1. Mi Verbo se derrama inagotablemente sobre vosotros. Soy el Cristo que en el Segundo Tiempo habitó entre los hombres, y que desciende a vosotros nuevamente, para dar testimonio de Sí mismo, cumpliendo su promesa y su palabra, como en aquel tiempo vine a confirmar con mis obras la ley que el Padre dictó a Moisés, quien no hizo su voluntad, ni la de los hombres, sino la voluntad del Eterno, por lo que os digo, que si no borré lo que dijo Moisés, tampoco vendría ahora a borrar lo que os enseñé en Jesús. 2. Estoy con vosotros, porque así lo prometí y anuncié a mis discípulos, cuando en cierta ocasión, encontrándome rodeado por ellos, me interrogaron de esta manera: Maestro, habéis dicho que partiréis, pero que después volveréis; decidnos, ¿Cuándo será esto? Yo veía que la inocencia y el deseo de saber les hacía escudriñar los arcanos de su Señor; sin embargo, Yo, amablemente les dije: “En verdad no está lejano el día en que retome entre los hombres”, dándoles a entender que mi presencia sería en Espíritu, y al mismo tiempo, dándoles a saber las señales que anunciarían mi próxima llegada. Aquellas señales serían guerras, caos y grandes amarguras en toda la tierra; mas en verdad os digo que así fue mi llegada en este tiempo, en medio de un caos. Aquí estoy, humanidad, con un mensaje de luz y de paz para vuestro espíritu, del que voy a hacer un arca en la que penetren todos los hombres de fe que quieran salvarse, donde pueda refugiarse la humanidad. Esta arca será fuerte por la fe, la esperanza y la caridad de los que me sigan y tendrá semejanza espiritual con aquella que le fue encomendada a Noé, cuando los elementos se desencadenaron. 3. ¿En qué tiempo os encontráis? Analizad y os daréis cuenta de que os he dado mi lección en tres tiempos. La primera fue la ley, la segunda el amor y la tercera, que es la presente, corresponde a la sabiduría. 4. Un solo Espíritu, que es el mío, ha sido siempre con vosotros; mas si lo he manifestado bajo tres fases diferentes, pensad que las formas en que Yo me manifiesto en toda la creación, son infinitas y al mismo tiempo perfectas. 5. Conocisteis en el Primer Tiempo al Padre como Juez y Legislador; en el Segundo Tiempo hice encarnar mi Verbo en Jesús y su palabra habló con sabiduría divina; Cristo es el Verbo, el mismo que dijo a los hombres: “Quien conoce al Hijo, conoce al Padre”. Ahora os encontráis en el Tercer Tiempo, en el que derramo sobre vosotros mi sabiduría. 6. Cumpliendo mi promesa he venido en Espíritu, sobre la nube simbólica que forman vuestros espíritus al elevarse a Mí, para edificar en el corazón de la humanidad el verdadero templo. 7. Al escucharme a través de estos portavoces, no penséis que mi Espíritu se aloja en estos pequeños e impuros cuerpos; ya os dije que es sobre vuestro espíritu donde desciende un rayo de mi luz, que es inspiración divina, que es sabiduría y amor. 8. Palpad el milagro de esta comunicación, reconociendo que a través del entendimiento de estas criaturas rudas, brota de sus labios la palabra que ilumina al ignorante y que convierte al pecador, haciéndolo construir en su corazón, una morada digna de Dios, y dándole la llave de la fe, aquella que abre la puerta de la sabiduría. 9. Con paciencia infinita esperé el tiempo en que el desarrollo de vuestro espíritu os permitiera comprender mi comunicación a través del entendimiento del portavoz, como una preparación para la comunicación perfecta entre vuestro espíritu y el mío. 10. Esa es la razón por la que el portavoz pronuncia mi palabra sin que su cerebro se fatigue ni su garganta se enronquezca; porque soy Yo quien muevo aquellos labios, para hacer el llamado a la humanidad. La estoy invitando a descansar bajo la sombra del árbol de la vida y a comer el fruto de vida eterna. 11. Nuevamente cargo mi cruz, porque he de atravesar por entre pecados, impurezas, adulterios, materialismos, burlas y dudas, si tomáis en cuenta que me comunico a través de criaturas que no siempre saben purificar su entendimiento o limpiar su corazón, y que, por otra parte, expongo mi manifestación y mi palabra ante multitudes de todo credo y de toda condición. Mas el mérito consiste en hacer manar agua de estas rocas, que es fe y amor de los unos hacia los otros. Por eso os digo, que voy paso a paso por entre las turbas, llevando a cuestas mi cruz. 12. Este es el tiempo en que renace el espíritu, que se despierta llorando como un niño, pero que su llanto presto es calmado por el arrullo de las caricias paternales. 13. ¿Qué haríais si llevaseis la vida en el cuerpo y la muerte en el espíritu? ¿Qué obras dignas de Mí podríais hacer, y qué esperanzas de inmortalidad podríais alimentar? ¡Cuántos muertos he resucitado en este tiempo! Y ¡Cuántos ciegos han visto mi luz! 14. Despertad plenamente, haceos poseedores de mi luz, pero no sólo por mi amor, sino también por vuestro esfuerzo y vuestra voluntad. Penetrad en las lecciones que os hablan de eternidad; son luces necesarias a vuestro espíritu. Entre el cielo y la tierra existen lazos que el pecado y la iniquidad humana no podrán romper; uno de esos lazos es el de mi comunicación espiritual con vosotros. 15. Mi cruz no es pesada, mas siempre debéis tener presente que toda obra espiritual exige sacrificio. Yo seré como un peregrino incansable siguiendo vuestros pasos por doquiera, hasta el instante en que estéis a salvo en la tierra de promisión 16. No he venido a deslumbraros con el brillo del oro, ni con el lujo de las ceremonias litúrgicas. 17. Mi amor es el don que os vengo ofreciendo, y mi palabra el mejor tesoro. Humildemente ofrezco a vuestro espíritu, lo que para él reservo, porque “mi reino no es de este mundo”. 18. Este pueblo que me escucha es verdaderamente israelita, mas no lo es por la raza, sino por el espíritu, y le envío una vez tras otra a la tierra, para que sea como un eslabón entre mi Espíritu y el de la humanidad. 19. Entre ese pueblo espiritual, se encuentran los 144,000 marcados o señalados por Mí, para que sean la luz que ilumine la senda a las multitudes, como lo hizo la tribu de Leví en el Primer Tiempo, cuando Israel atravesó el desierto. Vuestra restitución, al mismo tiempo que vuestro arrepentimiento os ha purificado y vuestra humildad os ha dignificado. Id así, limpios por el mundo, y os aseguro que vuestro paso será riego fecundo, para que mi semilla germine en el corazón de vuestros hermanos. 20. Grande será vuestra labor, porque el corazón del hombre se ha deformado con la maldad; mas nada os sorprenderá, porque os habré preparado para la lucha. 21. En este instante he iluminado de amor y de paz vuestro corazón, y con ello os habéis sentido satisfechos y gozosos. 22. No os he ofrecido un pan material, y sin embargo habéis estado en comunión con mi Espíritu. 23. Hoy que evocáis el Primer Tiempo, recordáis que en épocas de escasez el pueblo recibió el maná, que fue sustento valioso para que las multitudes no desfalleciesen. Hoy, mi palabra os alimenta y os sostiene en días de prueba; cuántas veces habéis querido retroceder o huir porque la fe os faltó, mas os he hecho sentir mi presencia en medio del desierto de vuestra vida. 24. De cierto os digo, que Yo estoy siempre con vosotros en todas y cada una de vuestras pruebas. 25. El que tenga fe, aunque sea tan pequeña como el grano de una mostaza, consérvela y hágala aumentar. ¡Bienaventurado el espíritu con fe! ¡Cuántos hay que no sabiendo que me llevan en su ser, me buscan sin saber encontrarme! ¡Cuántos que estando iluminados por Mí, no alcanzan a percibir la inspiración, porque no han abierto su corazón para gozar de tan precioso don! 26. Israel, sois una vez más mi emisario. Os había prometido venir y aquí tenéis cumplida mi palabra. Yo os anuncié mi retorno entre ángeles y sobre la nube; más si sabéis analizar o interpretar, pronto sabréis quienes son los ángeles de que os hablé y cuál es la nube que profeticé. 27. Elías preparó vuestro espíritu, diciéndoos: Preparaos porque la venida del Maestro está cerca y con ella veréis maravillas, grandezas espirituales y grandes sucesos en el universo; pero sólo una pequeña parte de la humanidad se encontraba esperando el cumplimiento de aquellas profecías, preguntándose si ya sería inminente la presencia del Señor, puesto que ya estaban cumplidas las señales. 28. Ya estando presente mi Espíritu para manifestarse en el Tercer Tiempo, os he llamado uno a uno para confirmar su creencia en que éste era el tiempo de mi retorno e invitarle a elevarse hasta lograr la comunicación espiritual Conmigo. 29. Más si por oírme y seguirme, vuestros hermanos os desconocen, si sois calumniados, no temáis; cerrad vuestros oídos a la murmuración, y a las palabras sin sentido. En el mundo no esperéis ser comprendidos; el único que podrá colmar vuestros anhelos de sabiduría, de paz y amor, seré Yo; mas para alcanzarlo entregaos a Mí y Yo os daré salud y paz. 30. Orad más con el espíritu que con la materia, porque para salvarse no basta un instante de oración o un día de amor, sino una vida de perseverancia, de paciencia, de obras elevadas y acatamiento a mis mandatos. Para ello os he dado grandes potencias y sentidos. 31. Mi obra es como un arca de salvación que invita a todos a penetrar. Todo el que cumpla con mis leyes, no perecerá. Si os guiáis por mi palabra, seréis salvos. 32. Esta simiente que he traído a los corazones, fructificará y dará alimento a la humanidad; mas os digo que perseveréis para que aquellas obras que no hayan florecido florezcan, porque todo lo que tiene principio de amor y de fe, tiende a crecer. La fe, la caridad y la buena voluntad, dará frutos en multiplicación. 33. Quiero que los fuertes ayuden a los débiles, que los sanos impartan salud, que compartáis el fruto de vuestros dones con vuestros hermanos y que en este cumplimiento sintáis cómo avanza vuestro espíritu y cómo goza sembrando caridad. 34. Cuando mi palabra cese por medio de los portavoces, vosotros, mis labriegos, daréis mi palabra; más, ¡Cuánto tenéis que prepararos para recibir mis inspiraciones! Ese tiempo que habéis contemplado lejano, ya se acerca, por lo tanto, no despreciéis mis palabras por sencillas y humildes que sean. Cada una de ellas tiene esencia divina y el poder para consolar y sanar a muchos corazones. Esa esencia llegará como luz radiante, a todos aquellos que no han comprendido el sentido de la existencia y han esperado de su lucha un resultado que no han obtenido, porque Yo les envié a trabajar por su espíritu y no por la carne. A ellos, mi palabra sencilla y tierna les dará la paz y les hará descansar. 35. Orad por las naciones que no tienen mi palabra. Orad por los pueblos que sufren las amarguras de la guerra; orad por los que no tienen un rincón de paz espiritual. También por las mujeres indefensas, por los hombres que son arrastrados sin piedad a la guerra, orad, es grave la hora que vivís y sólo vuestra unificación os salvará. 36. Habéis penetrado en el tiempo final, y a medida que éste avanza, la humanidad comprende cómo pesa sobre ella el juicio divino, haciendo que los hombres penetren en un examen minucioso de todos sus actos. Mas ese juicio no perderá al hombre, por el contrario, lo salvará; y entonces todos vendréis a Mí limpios y sin deuda, como seres que han llegado a cumplir la misión que se les confió. Sólo la práctica del amor, como lo enseña mi doctrina, os hará merecedores del bien supremo que es la paz del espíritu. 37. A María, la dulce intercesora que vela por vosotros, le he dicho Esperad, que la humanidad pronto tomará el camino de la regeneración y volverá su pensamiento a Vos. 38. Multitudes, que llegáis a escuchar mi palabra, no os confundáis en la perversidad que impera en vuestro mundo, si miráis que el ideal de los hombres es la grandeza humana, las vanidades y los placeres que halagan los sentidos, vosotras encended en vuestro corazón el anhelo de elevación espiritual. 39. Yo os inspiraré; para eso he buscado estos humildes lugares desde donde os hago el llamado, para prepararos como una simiente que, al germinar y multiplicarse en mis campiñas, llegue a contrarrestar el mal que reina en la tierra. 40. La misión que os confío es de amor; más no por el hecho de haber sido llamados por Mí os creáis los más limpios de la tierra; pensad que aún distáis de encontraros libres de pecado. No por ello os sintáis menos amados, porque en muchas ocasiones, de entre los grandes pecadores han surgido mis más fervientes discípulos. 41. De éstos sois vosotros, a los que ahora os digo: Venid por el camino del amor, paso a paso, confiando siempre en Mí, pero viviendo siempre alerta, porque en cualquier instante podrán manifestarse en vuestro ser las debilidades de la carne, con las cuales lucharéis hasta depurar vuestra materia y librar a vuestro espíritu. 42. En verdad os digo, que conforme os vayáis transformando, Yo os iré revelando todos los dones que poseéis. Por eso no rehuyáis las pruebas que os envíe en cada día, porque ellas son el cincel que esculpe y pule vuestro espíritu. Notad que después de una prueba os levantáis con más temple y confianza en Mí y en vosotros. ¿Qué sería de los soldados de una causa cualquiera, si antes no se preparasen para la lucha? ¿Qué será entonces de mis soldados, si ellos no conociesen las acechanzas de la tentación para rechazarlas? Serían débiles, y a los primeros tropiezos llorarían y en cada golpe retrocederían. 43. Mirad, discípulos, el año de 1950 en que dejaré de hablaros como ahora lo hago, está próximo; por ello os estoy anunciando que para los últimos días serán muy grandes las multitudes que me escuchen, por lo que serán también muchos los hombres que conozcan este mensaje. 44. Se sabrá en el mundo que Cristo estuvo nuevamente entre los hombres, ya no humanizado, sino en Espíritu, y se comprenderá que en cada tiempo tengo una nueva forma de manifestarme. 45. Comprended que si en aquel tiempo vine a hacer méritos por vuestra salvación, ahora serán los méritos que hagáis, los que os salven y por medio de los cuales salvaréis a vuestros hermanos. Discípulos, ya que habéis tenido un Maestro que os enseñe con tanto amor la lección, ¿Creéis que haya sido inútil mi sacrificio en cuanto hombre, e inútil la sangre derramada? En verdad os digo que no, porque la sangre del Cordero de Dios, simbolizando el amor divino, está fresca en la conciencia de todo espíritu. En aquel tiempo, cuando las turbas me condujeron al calvario, Yo cargué la cruz; hoy la llevará todo aquel que me ame y siga con humildad, y entonces Yo seré su cirineo en la dolorosa jornada y les enviaré a los ángeles custodios para que les den luz y fortaleza espiritual en la hora suprema. 46. Si miráis que en este tiempo hice sentir mi presencia al haceros escuchar mi palabra en occidente y no en oriente, no os confundáis, porque no son los puntos de la tierra los que busco, sino a los espíritus. 47. Si pensáis que mi verbo no es florido, comprended que es el Maestro de la humildad, de la sencillez el que habla, y que si sabéis penetrar en el fondo de esta enseñanza, pronto descubriréis en ella la verdadera sabiduría. 48. Apenas os estoy preparando, no estáis en la plenitud de la lucha, porque la gran jornada comenzará al finalizar 1950, y no podéis saber cuándo termine. Los que caigan en la lucha escucharán mi voz que les dirá: Vuestro espíritu no ha caído, os habéis elevado, y si en la tierra no habéis recibido honores por vuestro sacrificio, no temáis, que mi reino os espera, para que desde él miréis a vuestros hijos y a vuestros discípulos continuar vuestra obra. 49. Al paso de este pueblo saldrán los gentiles y los fariseos para detenerles, los mismos que caerán rendidos ante la verdad, la justicia y el amor que desbordan mis palabras. Perseverad, discípulos amados, porque cuando las multitudes lleguen a las puertas de la “tierra prometida”, éstas se abrirán en señal de bienvenida para mi pueblo, que llega victorioso a los umbrales de la eternidad. 50. ¡Qué hermosa es la lucha que espera a mis soldados, qué grande y qué noble! 51. Vosotros, escuchándome, no podéis lanzaros a esa lucha, porque aún os sentís débiles y, sin embargo, Yo sabré encontrar entre vosotros, la simiente que lleve la buena nueva a todos los pueblos de la tierra. No temáis, que no os exijo un imposible, ni os conduzco a la muerte. Yo estaré en cada paso de aquel que en mi nombre camine, y si su fe es grande, encontrará fuerza invencible en su espíritu. Mas quien me negare como Pedro, por temor, o por falta de fe, dudare de Mí como Tomás, ése será más pequeño que los más débiles, se sentirá torpe y menesteroso y tendrá que cerrar sus labios, esconder sus manos, olvidando que está lleno de dones, y hasta negará que me ha escuchado. 52. No os sintáis más que nadie porque hayáis tenido la gracia de escucharme en este tiempo, pero sí reconoced que la palabra que habéis recibido, es el Tercer Testamento que he legado a vuestro espíritu, y que en el mundo sólo eran conocidas las dos primeras partes de este libro, la primera, revelada a través de Moisés y los profetas, la segunda, aquella que os di en Jesús; mas no poseíais la tercera, que es la que en este tiempo os ha enviado mi Espíritu. 53. Estos son los tres testamentos que unidos, encierran la ley, el amor, la sabiduría y la vida eterna. 54. Contemplo a muchos de vosotros ansiosos de paz y elevación, manifestando el deseo de una vida de espiritualidad y amor, y ese anhelo pronto será el grito de liberación espiritual en toda la humanidad. 55. Por eso, cuando escucháis que os anuncio el establecimiento de un reino de paz en vuestro mundo, ansiosamente preguntáis: ¿Cuándo se cumplirán esas profecías, Maestro? ¿Cuándo llegaremos a vivir todos los hombres en la moral y en la virtud? ¿Cuándo veremos el respeto mutuo entre padres e hijos y entre esposos? ¿Cuándo volveremos a ver inocencia en los niños, pureza en las doncellas, rectitud en los varones, dignidad en los ancianos, justicia en los jueces, magnanimidad en los gobernantes, en una palabra, amor entre los hombres? 56. Yo os bendigo porque empezáis a suspirar por todo lo que es bueno, bello y verdadero, más os digo, que si queréis que se acorte el tiempo de la llegada de ese reino, tendréis que velar, orar y luchar. Para esa lucha vengo a prepararos tanto de materia como de espíritu, porque si no he venido en contra de lo que en otros tiempos revelé, también tengo que deciros, que no vengo en contra de las leyes que rigen la naturaleza: vengo a entregaros mi amor para que podáis alcanzar la armonía con todo cuanto os rodea. 57. Comprended que lo que reprueba mi ley, es lo superfluo, los vicios, los abusos o excesos, así sea en lo material, como en lo espiritual. Por eso os digo siempre que os profundicéis en la meditación de la ley, para que no caigáis en errores, en pasiones o en fanatismos. 58. Vosotros sois los canteros con que estoy construyendo el templo a la espiritualidad, a aquel en el cual me recrearé, y en el que vosotros recibiréis el pan de vida eterna. 59. Cumplid con mis leyes en la tierra y no tendréis por qué temer vuestra llegada al más allá; así como habéis visto la luz del mundo al llegar y así como sentisteis en la tierra la presencia de vuestros padres, así sentiréis la presencia de vuestro Señor en aquel valle que espera vuestro retorno. Y cuando hayáis penetrado en mi seno, escucharéis mi voz, diciéndoos: Hijos muy amados, he aquí a vuestro Padre, miradle, conocedme, amadme y luego contemplad la creación, porque quiero que sepáis que lo que es mío también lo es vuestro. 60. Discípulos, para llegar a mi reino, necesitáis recorrer la escala espiritual, que es el camino, habitando hoy una mansión y mañana otra, hasta llegar a la de los espíritus perfectos. Tened presente aquello que os dije desde el Segundo Tiempo: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas”. 61. Entonces orad y regeneraos, para que el dolor se levante de entre vosotros, y una vez libres de su carga, os entreguéis al trabajo del espíritu, que es la lucha por elevar vuestra vida, haciendo el bien, y sembrando de amor el camino de vuestros hermanos. 62. Bienaventurados los que se enmienden por amor a Mí y por dar buen ejemplo a los demás, porque ellos caminarán con firmeza por la senda que les he trazado. 63. Los que sabéis que en tiempos pasados Israel fue cautivo de otros pueblos y que tuve piedad de él, enviándole a un libertador, sois los que ahora clamáis desde lo más profundo de vuestro corazón, que os salve de la esclavitud que padecéis pidiéndome con verdadera angustia, que os libre de cuanto os acecha, amenaza y aflige. A todo esto, Yo os digo como lo hice en aquel tiempo: “¿Qué puede temer el que está Conmigo?” No os alejéis de Mí y os sentiréis seguros en cualquier tiempo y en cualquier sitio. Si teméis, es que, o no estáis en el camino, o estando en él habéis flaqueado en vuestra fe. 64. Vosotros tenéis que dedicar vuestra vida a amar, servir y sembrar caridad, para que entonces todas vuestras obras estén encaminadas a un fin noble, tanto en lo humano como en lo espiritual. 65. Jamás veáis enemigos en nadie, ved en todos los hombres, sólo hermanos, esa es vuestra misión; si perseveráis en ella hasta el fin, triunfarán la justicia y el amor en la tierra, y ello os dará la paz y la seguridad que tanto anheláis. 66. ¿Creéis que me falta piedad, o deje de sentir vuestras aflicciones? ¿Cómo concebís que sea Yo quien levante a unos para hundir a otros? 67. La vida es una batalla, más nunca llaméis enemigos a vuestros hermanos, ni mucho menos me pidáis que descargue mi justicia sobre vuestros opresores. Orad por todos y vuestra oración será luz y paz que se irá extendiendo minuto a minuto sobre el haz de la tierra. 68. El ejemplo que dio el pueblo de Israel en su travesía por el desierto, tomadlo en su sentido espiritual, para que en este tiempo sea aplicado por mi nuevo pueblo y más tarde imitado por toda la humanidad. Cierto es que el pueblo de Israel tuvo momentos de flaqueza, más su fe y su perseverancia se impusieron al fin y le llevaron a la conquista de la tierra con la que soñaba. 69. Su largo peregrinaje en pos de una vida de libertad, de amor y de paz, fue una lucha constante contra las adversidades y las vicisitudes; aquel pueblo conoció el hambre, la sed, la persecución y las acechanzas de los enemigos que le rodeaban, y tuvo que combatir contra todo para defender su vida; tuvo que luchar contra otros pueblos que se interponían a su paso, impidiéndole llegar a la tierra que era su ideal. 70. Aquella lucha, aquellos combates contra la adversidad, son semejantes a los que hoy estáis sosteniendo para alcanzar vuestro ideal de liberación, de elevación y paz para el espíritu; más aún no habéis unido vuestras fuerzas, como las unió Israel en aquel tiempo, para alcanzar la meta que anheláis, porque a muchos les falta la comprensión sobre su misión dentro de la obra que os ha sido encomendada, y que es la de luchar con ahínco, y sin tregua hasta alcanzar la meta. 71. Buscad ahora la “tierra prometida” en lo eterno; ahí hallaréis la paz por la cual habéis luchado en el largo camino de vuestra vida. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 124 1. Pueblo de Israel, heredero de mi palabra, os estoy preparando para que seáis el consuelo de la humanidad. Buscad a los pobres de espíritu, a los enfermos, a los cansados y menesterosos del cuerpo y del espíritu y dadles de este pan espiritual, que es fortaleza y salud. 2. En este tiempo de complacencias quiero derramar mi Espíritu en vosotros para que mañana podáis dar testimonio de Mí y digáis que me manifesté como Maestro, como Padre y como Juez, para que mis hijos puedan encontrarme en la forma que quieran buscarme; porque en Mí están todos los amores. 3. Elías, que es el precursor, toma a las ovejas descarriadas para presentármelas. Su espíritu luchador os inspira, para que habléis con perfección y le ayudéis en su bendita misión de rescatar a los espíritus de la confusión que reina en este tiempo. 4. Sólo a vos, pueblo, os ha sido revelado este conocimiento, la gran misión de Elías, sus atributos y perfección. El guiará a la humanidad y le hará llegar a Mí. Mas también os digo, no olvidéis a María, acogeos a Ella, que es calor y dulzura divinos. Todas las perfecciones y bellezas han sido eternamente en su Espíritu, y Yo le he confiado a la humanidad como una hija por la cual siempre ha velado. Elevaos a Ella en vuestras tribulaciones, sentid su paz y su amor. Los ojos que se han preparado para mirar desde la tierra los valles espirituales, la ven descender de la perfección a vuestro mundo, llena de gracia, y los corazones sensibilizados por mi palabra sienten su presencia. 5. Todos estos bienes poseéis vosotros. Las pruebas se hacen palpables para que no dudéis ni un instante; vuestro espíritu siente que tanta es la gracia que ha recibido, que quisiera que todo el mundo oyese mi palabra y todo espíritu fuese iluminado; y Yo os digo: Podréis trabajar por la humanidad; para ello os he dado grandes dones. El sol de mi sabiduría está iluminando a todos los hombres, mi justicia de amor está llamando al espíritu de todos los seres. 6. El mundo se pregunta el porqué de tantas calamidades, porqué aumenta el pecado y no hay mano humana que pueda detenerlo; entonces piensan que sólo una fuerza superior, que solamente el Padre Divino puede ayudar a la humanidad a volver al equilibrio y a la razón. 7. Vosotros, mis discípulos, les daréis la respuesta; hacedles conocer mi doctrina de amor que pueda devolver a todas esas criaturas la paz y ofrecerles un nuevo horizonte, una nueva vida, mediante el cumplimiento de mis leyes. 8. Formad en el seno de vuestra familia un mundo de paz y comprensión, vivid y desarrollaos en él. Haced que vuestras obras hablen de Mí. Vosotros doctrinaréis, cuando sea llegado el tiempo en que os encontréis preparados, y diréis a los que os oigan, cuánta paz habéis encontrado en amar a vuestros hermanos, cuán dulce es amar a vuestro Dios y pondréis de manifiesto toda vuestra experiencia. 9. Vuestra misión, Israel, es servir a vuestros hermanos. ¿Quién de vosotros está dispuesto a llevar un mensaje de paz a otras naciones? Ya están señaladas aquellas que han de recibir la buena nueva. El dolor que han atravesado ha llegado a vosotros, y vuestra oración llena de fervor ha aliviado muchas penalidades y les ha llevado paz y esperanza. En esas naciones han surgido por mi voluntad precursores que hablan de espiritualidad, preparando los corazones para el advenimiento de mi obra, que aún desconocen. En todas las naciones será conocida mi palabra. Si toda la humanidad me escuchase, podría alimentarse con una sola de mis lecciones, porque en ellas derramo mi esencia, y mi presencia es real en todas mis manifestaciones. 10. Yo he venido a llenar con mi amor el vacío de vuestro corazón, he despertado en vosotros grandes ideales espirituales que os alimentan, y vuestra fe ha vencido. Las pruebas que antes agobiaban vuestro corazón, hoy os parecen pequeñas y estáis conformes y gozosos porque me habéis encontrado. 11. La humanidad os juzga y pone en vosotros su esperanza, y aun cuando duda, el espíritu reconoce íntimamente que sois mis escogidos. Vuestro cargo es grande, por eso debéis orar y velar siempre, para estar alerta en el lugar de discípulos míos, en donde Yo os he colocado. 12. Estoy hablando a los discípulos del Tercer Tiempo, a quienes les estoy enseñando a buscar la esencia contenida en esta palabra, ya que quien encuentre su sentido, podrá conocer el lenguaje divino. El amor y la verdad no encuentran términos humanos que puedan expresarlos en toda su pureza; entonces hay que buscarlos en un lenguaje que está más allá de la palabra humana. Sois los discípulos que comenzáis a entender lo que es el verdadero amor; no os detengáis juzgando si cierta palabra fue pronunciada bien o mal por el portavoz, que no sea un tropiezo para vuestro estudio esas superficiales pequeñeces, esos errores propios de quienes son torpes y humildes. He venido del reino del amor y caridad a un mundo donde el amor es algo extraño, y he principiado mi enseñanza por un pueblo ignorado, sencillo y casi perdido entre las multitudes, y ese pueblo me ha escuchado, y aún más, me ha creído. 13. Si mi palabra la hubiese dado en todas las naciones, la mayoría la hubiera rechazado, porque la vanidad, el materialismo y la falsa grandeza de los hombres, no hubiera aceptado una doctrina que habla de espiritualidad, de humildad y fraternidad. El mundo no está preparado aún para entender el amor, por lo tanto no todos hubieran sido sensibles a mi presencia bajo esta forma. 14. Así como Cristo en aquel tiempo buscó el hueco de la roca para nacer como hombre, hoy encontré este rincón de la tierra dispuesto a oírme, el cual tiene semejanza con la gruta y el pesebre, que recibieron en aquella noche bendita al Hijo de Dios. 15. Aquí os preparé en silencio; luego vendrá el día en que tendréis que marcharos a preparar los caminos para que mi palabra llegue a todos los corazones; para entonces el mundo estará purificado por medio del dolor y ya no le parecerá mi palabra un idioma extraño, sino algo que su corazón y su espíritu fácilmente podrán comprender y sentir. Os estoy entregando el libro que habla de verdad y amor para que lo llevéis a toda la humanidad. 16. No existe un pueblo sobre la tierra al cual pueda Yo deciros que no vayáis porque no necesite de esta revelación. ¿Qué pueblo puede decir que es verdaderamente cristiano, no tan sólo de nombre, sino por su amor, su caridad y su perdón? ¿Qué nación puede demostrar su espiritualidad? ¿En qué parte del mundo se aman los unos a los otros? ¿Dónde cumplen verdaderamente los hombres con las enseñanzas de Cristo? 17. De cierto os digo que mi ley la tenéis escrita en libros, a veces en vuestra mente, mas no la encuentro cumpliéndose en vuestra vida. No me digáis que esto no es verdad, porque por eso os he probado, y cuando ha llegado la hora de perdonar, no habéis sabido perdonar el agravio, y en cambio, lo habéis vengado. Cuando la mano menesterosa ha llamado a vuestra puerta, no habéis sabido entregar la caridad, y cuando ha sido menester sacrificarse para salvar a alguien, antes habéis sacrificado a vuestro hermano para salvar vuestra vida y los bienes que tenéis. Por eso os digo, que la humanidad conserva mi palabra tan sólo en libros empolvados. 18. Si a vosotros os parece muy humilde mi verbo, vuelvo a deciros: Esa es tan sólo la expresión exterior; id más allá de todo término humano y escucharéis en el infinito la voz del Padre hablando un lenguaje celestial que no será extraño, sino familiar a vuestro espíritu, ya que él brotó de Dios. 19. ¿Os dais cuenta de la misión y de la responsabilidad que estáis contrayendo? 20. A nadie parezca extraña mi enseñanza, ni pesada su cruz, porque en verdad os digo: Más difícil y pesada es la vida que lleváis en el mundo. Mi cruz de amor es el más dulce de los yugos. 21. Recordad que a través de tres eras de evolución espiritual me ha seguido vuestro espíritu, y aún no llegáis al final del camino. De manera voluntaria me habéis seguido, porque nunca he forzado a nadie a que lo haga. 22. Cuando de lo más profundo de vuestro ser surgió vuestra confesión en la que me dijisteis: Maestro, Tú eres mi Señor, fue la voz de vuestra fe la que habló y desde ese instante de iluminación interior, venís tras de mi huella, paso a paso, cayendo a veces y levantándoos de nuevo para seguirme. Cuánto goza el espíritu que siente sobre sí el peso de su cruz de amor. Sólo quien no la tome con amor, al llegar el momento postrero de su vida, tendrá que mostrarse inconforme e intranquilo, y en su impreparación llegará a veces a blasfemar ante su Señor, imitando al ladrón que a mi siniestra fue crucificado en el calvario. Esta vida terrestre es tan sólo una preparación, un peldaño, para llegar a la vida verdadera. 23. Mi doctrina es la ley que os enseña a vivir en armonía con lo espiritual y con la naturaleza. A pesar de la luz que brilla en vuestra mente señalándoos el camino certero y justo, a veces lloráis, y es porque en ocasiones os alejáis de la ley, y entonces vuestra conciencia os juzga y os sanciona. Cuando desafiáis a la naturaleza faltando a sus leyes, ella os toca al instante; sin embargo, seríais injustos si dijeseis que ha ejercido venganza, porque Yo estoy en la naturaleza como estoy en todo. Si os empeñáis en arrojaros en un abismo, ¿Cómo podréis evitar el dolor de la caída? 24. Sentid cómo vais cruzando espiritualmente un inmenso desierto, más allá del cual existe una misión de paz, de perfección y de luz, que ha sido prometida a vuestro espíritu. Mirad a vuestra espalda la ciudad lejana y pecadora, cuán lejos está. Hoy estáis libres de cadenas, porque al fin os librasteis de la esclavitud de las pasiones. Los ídolos ante los cuales os inclinabais, se quedaron muy lejos, insensibles e inertes, más tarde serán derribados de su pedestales, por otros que vendrán tras de vuestros pasos. Más si vuestros enemigos os persiguiesen, un mar salvador se interpondría a su paso, para que podáis llegar salvos al fin de vuestra jornada. 25. ¿Quién intentaría volver? Adelante, en el horizonte brilla la luz de la esperanza; detrás se encuentran las tinieblas del desengaño. 26. Adelante, pueblo. El desierto es árido, sin embargo, sobre vosotros desciende el maná y de sus rocas brota el agua. Velad y orad, porque hasta en el mismo desierto os seguirán las tentaciones. ¡Ay del que no velase ni orase! ¡Ay del que sea débil en sus propósitos de regeneración! 27. Como soldados cruzaréis inmensas distancias y soledades. Ya os he hecho conocer vuestras armas. Surgirá la batalla, y mediréis vuestras fuerzas con aquellos que intenten deteneros o destruiros. ¿Cómo lograréis sobrevivir en esa batalla? No perdiendo la fe, atravesando por entre las tinieblas y la confusión, sin que vuestra luz se apague, llegando al final del desierto, con vuestro corazón libre de agravios, de rencores o de odios, amando y perdonando a vuestros enemigos. Veréis entonces que vuestro espíritu se agigantó en la lucha, porque ella le obligó a no detenerse, a no retroceder, haciendo uso de todas sus potestades y facultades conocidas y a buscar en sí dones desconocidos o adormecidos. 28. Sed humildes ante vuestro Señor y seréis grandes en espíritu, no debilitéis ante las tentaciones del mundo y de la carne; los hombres os dirán, que mientras Jesús os hace postreros y humildes, ellos os harán primeros y grandes en la tierra, mas no les creáis. 29. Yo también sé dar coronas, tronos y cetros en el mundo, como a David y a Salomón, cuando han sabido reconocer a su Señor; y les he tocado con mi justicia, cuando me han traicionado, dejando que ellos mismos se deshereden del don del poder, de la inspiración y de la sabiduría. 30. Hoy no vengo a ofreceros reinos de este mundo; antes bien, os he venido despojando de posesiones terrestres, para que me sigáis con más libertad. El reino que vengo ofreciéndoos, está más allá de lo humano. El que llegue a alcanzar ese reino, no volverá a salir de él. 31. Mirad a los monarcas y a los señores de la tierra. Cuan breve es su gloria y su reino. Hoy los elevan sus pueblos y mañana los hacen caer de su sitial. Nadie busque su trono en esta vida, porque creyendo adelantar, detendrá su paso, y vuestro destino es caminar sin deteneros, hasta llegar a las puertas de mi reino. 32. Si al final de 1950 vais a dejar de escuchar mi palabra, no por ello dejaréis de ser mis discípulos, porque mi inspiración continuará llegando a vuestro espíritu y a vuestro entendimiento, para haceros comprender todo lo que en mi palabra recibisteis. 33. Falta todavía la última parte del libro, el séptimo capítulo, que aún está sellado; cuando este sello sea abierto, recibiréis de Espíritu a espíritu la última lección. 34. Mi justicia sabiamente va acercando a la humanidad hacia la gran revelación. La vida, como un maestro, enseña y corrige sin cesar, las pruebas hacen llegar su voz espiritual a través de la conciencia. 35. Para que el mundo pueda llegar a comunicarse de espíritu a Espíritu Conmigo, antes he tenido que acercarme a vosotros bajo esta forma y prepararos para el paso que habrán de dar los hombres en el sendero de su evolución. Mi palabra vertida en este tiempo a través de los portavoces servirá para libraros de tropiezos, de dudas o confusiones en vuestro camino; en ella encontraréis la claridad de mi enseñanza. 36. Os encargo, pueblo, que anunciéis al mundo mi promesa de comunicarme de Espíritu a espíritu con los hombres. Quiero que también transmitáis a vuestros hijos esta luz, para que ellos iluminen su senda con la luz de la esperanza. 37. Si dormís, si os olvidáis de velar y orar, cuando se cumpla mi promesa y mi Espíritu os llame, volverá a vosotros una vez más la confusión y la duda, que han tenido siempre los hombres cuando he retomado a ellos, porque no me han sabido esperar. 38. Quiero que desde el instante en que haga cesar mi palabra, os entreguéis al estudio de ella y al ejercicio espiritual que os dé el desarrollo necesario para llegar a comunicaros directamente con mi Espíritu. En ese desarrollo interior, íntimo, espiritual, obtendréis los más bellos frutos de inspiración, revelación, videncia y fuerza. Entonces estará este pueblo a un paso de ver realizada mi promesa, cuando se desate el último sello y revele su contenido al mundo. 39. No queráis substituir mi manifestación, cuando ya no la tengáis, con falsas imitaciones ni con formas exteriores, porque os hundiréis en el letargo, en la rutina y no podréis oír mi voz divina cuando ella venga a iluminar vuestro espíritu. 40. No quiero que sea una vaga intuición la que haga a los hombres esperar mi presencia en Espíritu, quiero que sea la certeza, la convicción plena de que en esa forma mi reino vendrá a acercarse a los hombres. 41. En aquel Segundo Tiempo anuncié mi retorno, mas no fue en una forma vaga, sino clara; sin embargo, los pueblos se cansaron de esperar y terminaron olvidando mi promesa. 42. Hice aparecer todas las señales que debían anunciar mi vuelta y también pasaron desapercibidas para los hombres, porque estaban dormidos espiritualmente, entregados al mundo y estacionados en sus religiones. 43. No quiero que ahora volváis a confundiros; oíd mi palabra que os dice la forma en que habré de comunicarme con los hombres de Espíritu a espíritu. 44. Apartad de vuestro corazón todo materialismo, para que esperéis esa comunicación en la forma más elevada que podáis concebir, y así no sufriréis decepción ni confusión alguna ante la realidad. 45. Cuando el Mesías le fue prometido a Israel en el Primer Tiempo, el pueblo le esperó como a un rey poderoso de la tierra, por eso cuando lo tuvo delante de sus ojos no le reconoció. 46. Estando Yo en el mundo, anuncié mi retorno a los hombres y les di a entender que sería espiritualmente; sin embargo, ahora que os he enviado mi rayo, haciéndose palabra en la mente de mis portavoces, muchos creyéndome, me han negado, porque habían olvidado que Yo había de volver, o porque piensan que cuando retornara al mundo, sería en la misma forma en que vine en aquel tiempo, es decir, en cuanto hombre. 47. Os hablo ahora de esto para que preparéis a vuestros hermanos y a vuestros hijos, a fin de que velen, y cuando la hora llegue y la voz divina os busque para haceros oír, los hombres y los pueblos se encuentren orando, porque su gozo será infinito y las revelaciones que recibirán serán incomparables. 48. Este tiempo será de méritos, pueblo. Ya los patriarcas os dieron vida y ejemplos; ya los profetas os anunciaron mis mensajes. Ya tuvisteis a Cristo, que dio todo por vuestra redención y más tarde apóstoles y enviados que os trajeron la luz. 49. Ahora os toca tomar la cruz que antes dejasteis a otros; ahora debéis vivir vuestra propia pasión, para que alcancéis la más alta dignificación de vuestro espíritu. Vuestra misión es la de esparcir luz y paz entre vuestros hermanos como rocío fecundo y vivificante. No os recostéis a dormir. ¿Queréis acaso que las guerras desatadas en oriente, invadan también el occidente? ¿Queréis ver vuestro suelo teñido con la sangre de vuestros padres, hijos o esposos, y las mujeres tomando las herramientas del trabajo, para labrar el pan de cada día? ¿Esperáis ver cómo los caminos se convierten en calles de amargura? 50. Reconoced que mientras la humanidad sufre y se desangra, no debéis hacer festines, ni siquiera permanecer indiferentes. Deberéis llevar en vuestro corazón el dolor de vuestros semejantes, enviad vuestras oraciones y pensamientos, como un continuo mensaje de amor y paz, pidiendo caridad para vuestros hermanos que sufren. 51. Veo que sí queréis la paz, pueblo; pero no lucháis por ella. Queréis que os perdone, pero sin antes haberos perdonado los unos a los otros. Os estoy enseñando a amaros aunque no os conozcáis, y a sentir el dolor de vuestro hermano, aunque no le miréis porque está distante. No estáis solos en vuestra lucha, Yo estoy con vosotros, Yo, que vine en este tiempo sobre la nube a daros ayuda y amor en el desierto que atravesáis. 52. Todo lo preparé en este rincón de la tierra para que pudierais cumplir vuestra misión. Una nueva tierra que manaba leche y miel, un cielo purísimo, una tierra virgen, fecunda y pródiga, colmada de maravillas y bellezas, todo estaba dispuesto para que vuestra lucha y vuestras faenas terrestres no os agobiaran y dejaran tiempo y fuerza a vuestro espíritu, para que recordaseis a vuestro Padre Celestial, siendo útiles y amando a vuestros semejantes; pero si no supisteis orar para alcanzar vuestra evolución espiritual, tampoco velasteis por lo que en el mundo poseíais, y he aquí, que caminando en vuestras tierras, os sentisteis extraños, y contemplando vuestra heredad, no teníais derecho a ella. Ahora tenéis que cumplir con vuestro destino espiritual, aunque llevéis muchas veces amargura y hasta miseria en vuestro espíritu. Por eso en mi palabra os revisto de fuerza para que no desfallezcáis en la lucha y sepáis que aún podéis ver el tiempo de la justicia. 53. Si la lucha es grande, daos calor y aliento unos a otros, esa es la unificación que os pido. Sabéis por Mí, que en vuestro camino se levantarán los que van a combatiros. Ya se acerca 1950 y os digo: Benditos aquellos que aprovechan mi palabra, porque mi despedida no lacerará su corazón. 54. Nadie es profeta en su tierra; los vuestros os han hecho sangrar y llorar con su duda y sus mofas; más esperad y sed como Jesús, sed como los profetas o los apóstoles que en vez de llorar, se levantaron a otras comarcas y a otras naciones a predicar la verdad, donde fueron creídos. 55. Después de 1950, de entre vosotros se levantarán los que vayan a otras comarcas y también a otras naciones, donde hallarán mayor comprensión, y ahí se cerrarán sus heridas. 56. Cuando mi palabra haya cesado, comenzarán a cumplirse una a una mis profecías. Entonces los incrédulos, arrepentidos, creerán. 57. Interpretad debidamente mi palabra, dad cumplimiento a mis mandatos, continuad vuestra obra de regeneración, uníos en verdad y os digo, que la paz será en esta nación. Volveréis a recrearos con la abundancia y buen sabor de sus frutos y será vista por los extranjeros como un faro de luz, como un baluarte de la justicia y como un emporio de paz. 58. Apartad de vuestra mirada toda ilusión superflua, toda falsa deidad, limpiad vuestros caminos y orad por la paz de las naciones. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 125 1. Heme aquí en vuestra morada, hablándoos a través de vuestra conciencia, porque Yo soy vuestro juez. A todos os he confiado una misión y hoy vengo a preguntaros, qué habéis hecho de ella. 2. No he venido en este tiempo ocultamente; desde los primeros tiempos fue anunciada mi manifestación espiritual, por lo tanto no debéis sorprenderos. 3. ¿Por qué entonces nadie se encontraba velando, esperando mi llegada? ¿Quién limpió su hogar para que Yo pasara a él? ¿Quién lavó sus manos para partir el pan en la mesa? ¿Quién llenó su corazón de amor para recibirme? Nadie; sin embargo, aquí me tenéis cumpliendo mi promesa entre vosotros. 4. Si Yo vengo a enseñaros a cumplir una promesa, comprended que es justo que vosotros toméis mi ejemplo y cumpláis con vuestra misión. Pueblo amado, cuando escuchéis que os reclamo, recordáis que habiendo recibido el encargo de velar por la paz del mundo, no habéis tenido paz, por lo que me habéis preguntado: Señor, si estoy velando y orando, ¿Por qué la paz no viene a las naciones? Y Yo os digo: porque no basta orar, sino también hacer obras meritorias. 5. Ya los profetas dieron su sangre por anunciaros la verdad; ya me tuvisteis hecho hombre en la tierra, para vivir entre vosotros una pasión perfecta; ya los apóstoles y los mártires entregaron su vida por amor a la humanidad. Ahora es tiempo que toméis vuestra cruz y cumpláis vuestra misión, para que podáis contemplar la llegada de la paz. 6. Pueblo, abrid vuestro corazón y despertad del profundo sueño en que vivís. Luchad y no desconfiéis, que si el desierto que atravesáis lo contempláis interminable, Yo os digo que en mitad de él, cuando el sol queme más vuestros rostros, aparecerá una nube cuya presencia os hará sentirme muy cerca de vuestro corazón. 7. En el fondo de vuestro corazón me decís, que no sois dignos de mi gracia ni de mi paz. ¿Y por qué no sois dignos? Yo he puesto la naturaleza entera a vuestro alcance para que podáis servirme mejor, os he colmado de dones y bendiciones para que vuestra vida sea más plácida y de vuestro corazón se eleve hacia Mí un himno de amor. 8. Hoy he tenido que deciros: Haced sencilla vuestra vida para que dispongáis de tiempo para pensar en vuestros hermanos; solamente así podréis proporcionar a vuestro espíritu la ocasión de librarse del materialismo que lo rodea y de cumplir con su misión de amar y servir a su Señor, en sus semejantes. 9. Luchad mis hijos, por la causa de la paz y la fraternidad, mas no creáis ver próximo el triunfo, ése aún está distante. No os confiéis, porque los enemigos acechan, y aun cuando espiritualmente no tienen fuerza, vosotros los estáis considerando poderosos e imaginándolos invencibles. 10. ¿Por qué os juzgo, pueblo? Porque no quiero que existan faltas y errores ocultos en vuestro corazón, porque Yo os pondré delante de aquellos que han de recibir de vosotros mi mensaje, y no quiero que encuentren algo de qué corregiros, porque no honraríais así a vuestro Maestro. 11. ¿Qué sería de vosotros, si Yo os ocultase vuestras imperfecciones? ¿Os regeneraríais en la vida si vuestras faltas no tuvieran dolorosas consecuencias? 12. Ved cuanto dolor hay entre la humanidad, ése es el fruto de su siembra. Yo le hablo por medio de la conciencia para moverle al arrepentimiento y a la enmienda, más su corazón se ha tornado sordo a mi voz. 13. Hombres que regís los destinos de vuestros pueblos: ¿No estáis aún hartos de sangre y de vidas? ¿No escucháis la voz de la conciencia o de la razón? Sois soberbios y arrogantes, pero mi justicia abatirá vuestro orgullo. 14. Sois soberbios, porque con vuestra ciencia habéis construido la nueva torre de Babel, desde donde desafiáis mi poder, diciendo a los pueblos que vuestro saber supera a las revelaciones divinas. Con ello habéis pisoteado la ley del Padre y habéis falseado la palabra de Jesús, temiendo que la verdad sea conocida, perdiendo con ello la gloria y el poder de la tierra. 15. He dejado que vuestra torre se eleve y que vuestra ciencia crezca, para preguntaros: ¿Quién os ha dado el derecho de disponer de la vida de vuestros semejantes? ¿Quién os ha permitido derramar sangre? ¿Quién, en fin, sin faltar a lo justo debe interponerse en el destino de sus propios hermanos? 16. ¡Humanidad, hija de la luz, abrid vuestros ojos, ved que estáis viviendo la era del Espíritu! 17. ¿Por qué os habéis olvidado de Mí y habéis querido comparar vuestro poder con el mío? Yo os digo que el día que un sabio con su ciencia forme un ser semejante a vosotros y le dote de espíritu y le dé conciencia, Yo posaré mi cetro en su mano. Más vuestra cosecha, por ahora, será otra. 18. Sobre cadáveres y escombros levantará la ciencia su reino, que será muy breve, para que luego se establezca el reino de justicia, de paz y amor. Vendré buscando a los que han caído en la lucha, a los que han perdido el camino, a los que se les ha enseñado distintos senderos. Les buscaré para levantarlos a la verdadera vida, sin distinguir a nadie, depositando mi ósculo de amor, lo mismo sobre la frente limpia, que sobre la manchada. 19. Os habla el Padre, Aquél que no tiene ante quien inclinarse a orar; mas en verdad os digo, que si sobre Mí existiese alguien más grande, ante él me inclinaría, porque en mi Espíritu habita la humildad. Ved cómo vosotros, siendo mis pequeñas criaturas, me hacéis descender para que os hable, os escuche y os consuele, en vez de luchar por ascender a Mí. 20. Mi arcano se ha abierto para vosotros y se acerca el tiempo en que amaréis la verdad y huyáis de la vida ficticia y vacía que habéis creado. El esplendor de la era materialista presto iniciará su decadencia para entrar en su período final. Hoy poco entendéis de lo que os digo, más pronto todos lo entenderán. 21. ¿Cómo no habéis de materializar vuestra vida, si hasta lo divino lo concebís solamente a través de lo material, dando crédito sólo a lo que percibís a través de vuestros sentidos? 22. Mal me han representado en la tierra los que dicen conocerme, y ésta es la causa de que muchos me hayan vuelto la espalda. A quienes se dicen ateos no les reclamaré el haberme arrojado de su corazón, sino a los que, falseando la verdad, han mostrado un Dios que muchos no han podido aceptar. 23. Todo lo que es justo, sano y bueno, encierra verdad, que es la que Yo he proclamado a través de los tiempos. 24. Ha llegado la hora en la que debéis volver a amar la verdad, o sea, en la que volveréis a reconocer lo justo y lo bueno; puesto que habiendo nacido de Mí, tendréis que llegar a aspirar a lo elevado, a lo eterno, a lo puro. 25. Yo a ninguno he tenido cautivo, a nadie he obligado a abandonar el camino que haya elegido. Al que ha querido escudriñar, se lo he permitido, al que ha deseado deleitarse, se lo he consentido, mas a todos les he mostrado mi ley, la única, para que no se extravíen de la senda. 26. Lo que hay al final del camino que equivocadamente sigue hoy la humanidad; lo que encontrará el hombre cuando llegue a esa meta, será el hastío, la fatiga, el desengaño y el dolor. ¿Podrá conformarse el espíritu humano con una cosecha como ésa, y que ella sea el fruto que entregue a su Padre en la eternidad? No, pueblo, el espíritu humano va a despertar ante el resultado de sus obras, y en esa hora, él será su propio juez, para que, después de ese juicio se levante lleno de fuerza a restaurar y a reconstruir su vida, aprovechando su experiencia y consagrándose a amar y buscar sólo la verdad. Entonces habrá encontrado el sendero donde escuchará mi voz, que le dice: Bienvenido seáis, oh paciente y prudente Israel, que en el Tercer Tiempo habéis llegado a la tierra de paz. 27. Yo he venido a buscaros y os digo: Dejad que el espíritu se eleve y me contemple. Soy el mismo; el tiempo no pasa sobre Mí; soy el Maestro que en muchos lugares y caminos de Judea, os habló del reino eterno de la verdad. En cambio, vosotros sí habéis cambiado. El egoísmo y la maldad del mundo han envenenado vuestro corazón y os sentís a veces indignos de mi presencia. He venido porque os amo, y quiero que enmendéis vuestros pasos y que luchéis por vuestro adelanto espiritual. 28. No despreciéis el tiempo que os concedo. Velad y orad, y Yo os diré cómo debéis trabajar. Amad y tendréis alegría, labrad la paz, y sentiréis que la vida en la tierra es un reflejo de la mansión eterna. 29. Pensad que no he venido a daros riquezas materiales, sino a invitaros a hacer una vida espiritual de renunciaciones y de humildad. Y una vez más os digo: “El que quiera seguirme, tome su cruz y venga en pos de Mí". Esa cruz no será pesada, si sabéis llevarla con paciencia y fortaleza, asegurándoos que ya no podréis vivir sin ella, al grado que si su dulce peso os fuese apartado, me pediríais que volviese a posarlo sobre vosotros, aun cuando llegaseis a sentirlo mayor que antes. Es porque habréis comprendido la gravedad del cargo que os he confiado, y que esa cruz representa vuestra salvación. 30. Si Yo he formado todo lo creado de la tierra para recreo del hombre, tomadlo siempre en beneficio vuestro. No olvidéis que existe en vosotros una voz que os indica los límites dentro de los cuales podréis tomar cuanto os ofrece la naturaleza, y es esa voz interior a la que debéis obedecer. Así como procuráis para vuestro cuerpo un hogar, abrigo, sustento y satisfacciones, para hacer más agradable su existencia, así debéis conceder al espíritu lo que le es necesario para su bienestar y progreso. Si él se siente atraído hacia regiones superiores en donde encuentra su verdadera morada, dejadlo elevarse, no lo aprisionéis, porque él me busca para alimentarse y fortalecerse. Yo os digo que cada vez que le permitáis liberarse así, él retornará dichoso a su envoltura. 31. En esta forma os prepararéis para cumplir con las leyes del espíritu y con las que rigen la vida en la tierra. 32. Yo alimento a todos los seres y si os he dicho: “Las aves no siembran ni cosechan, ni hilan, y son alimentadas y vestidas con tanto amor”, ¿Por qué vos, que sois el hijo predilecto, dudáis de mi poder? En medio de la lucha por el sustento diario, no os olvidéis de que hay un Padre que vela por vosotros y que no os dejará perecer jamás. También os digo que si observaseis mis preceptos, vuestra lucha sería menos dolorosa, porque no sería necesario tanto afán de vuestra parte para subsistir, y en la hora de vuestras pruebas veríais prodigios. 33. En el Primer Tiempo, el pueblo de Israel atravesó grandes penalidades, y Moisés, contemplando la desesperación que por falta de pan se estaba apoderando de las multitudes, dijo a ellas: Orad, el Señor se servirá enviar alimento a su pueblo. Moisés oró y esperó con paciencia y fe la voluntad divina. Y el maná, como respuesta y como premio a la fe de aquel varón, descendió para calmar las necesidades del pueblo. Con ella manifesté que había escuchado su oración y que estaba con él. 34. Ahora he dicho a mi pueblo que las pruebas volverán a tocarle, que el dolor será grande entre la humanidad, y que el pan no será suficiente para alimentar a los hombres, que la tierra, hoy fecunda, por un tiempo se volverá estéril y que vosotros contemplaréis por doquiera, dolor, hambre y corrupción. Caravanas de hombres y mujeres irán de puerta en puerta, implorando caridad. Será muy amargo el cáliz, más si supieseis orar, habrá pan en vuestra mesa y consuelo para vosotros y para vuestros hermanos. 35. Con la oración y la caridad, atraeréis a los espíritus del bien, quienes os protegerán. Si queréis sentirme muy cerca, os prepararéis y me tendréis presidiendo vuestra mesa. No os faltará lo necesario y haréis que vuestros hermanos participen de la misma gracia. 36. ¿Por ventura no tenéis suficiente amor para proteger a vuestros semejantes en la hora de la prueba? Así como Yo he venido a vosotros, iréis a vuestros hermanos y haréis con ellos lo que Yo he hecho con vosotros. Una vez más os digo, que por una pequeña porción de labriegos que se levante con verdadera limpidez a extender mi enseñanza, mi obra será conocida y quedará establecida en el corazón de los que más tarde serán mis precursores en todas las naciones. 37. En vosotros no ha arraigado la ciencia; os miro humildes y por eso os he escogido. Os he dado mi palabra, para que poseáis la verdadera ciencia, porque los conocimientos que tienen los hombres no pueden curar el mal que aqueja a la humanidad. Esa luz, esa ciencia de la que tanto se envanece el hombre, ni convierte corazones, ni salva espíritus. 38. Mi palabra, que ahora fluye abundante por conducto de los portavoces, no la oiréis después de 1950 en esta forma. Sólo aquellos que con verdadera preparación se eleven, recibirán mi inspiración, y cuando hablen en mi nombre, serán creídos. Preparación y espiritualidad, es lo que requiere vuestra misión para poder realizar prodigios. Siempre que os he tomado como instrumento para sanar a un enfermo, he tomado en cuenta vuestra preparación. No siempre tendréis que esforzaros demasiado para persuadir de esta verdad a vuestros hermanos, porque encontraréis que muchos sentirán fe desde el primer instante, y otros confesarán humildemente que ha sido la esencia de mi palabra, la que les ha sanado. 39. Os concentraréis en el fondo de vuestro corazón, formando con la unión de vuestros pensamientos un sólo espíritu, para que vuestra oración, como si fuese agua cristalina, caiga al pie de este arbusto que estáis cultivando, el arbusto se transforme en árbol corpulento y os dé abundantes frutos con qué alimentaros en el tiempo de pruebas. 40. No temáis por no poder recibirme entre pompas y galas o con regias ceremonias; vuestra humildad y sencillez son el mejor ambiente que podéis preparar para mi manifestación; Yo quiero espíritus, porque son los que busco, por los que descendí al mundo en otro tiempo, y por los que di mi sangre. 41. Yo fui quien señaló en aquel tiempo el lugar y la hora para mi advenimiento en cuanto hombre; también Yo he marcado el lugar y el tiempo en que vendría entre los hombres en la Tercera Era. Todo fue preparado con perfecta justicia y sabiduría. Una nueva tierra habría de ser testigo de mi nueva venida; el occidente habría de iluminarse con el resplandor de mi presencia. Escuchad: Hace tiempo en el norte de vuestras tierras habitaba una grande tribu, de la cual surgió un profeta inspirado por mi luz. El levantó y condujo a aquel pueblo en pos de una hermosa tierra, donde deberían fundar su ciudad. Ante tan grata promesa, aquellas tribus se levantaron con la esperanza de merecer aquella tierra; nada los detuvo, y cuando a su paso encontraron obstáculos, su fe les ayudó a vencerlos hasta llegar al lugar profetizado, que era, como en el Primer Tiempo, una imagen de Canaán, la “tierra prometida” a los israelitas, la tierra que manaba leche y miel. 42. Ved cómo la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad y cómo nada es ajeno a mis designios y planes divinos. 43. Aquella tribu inspirada en la fe de una promesa que llegó a ver cumplida, levantó su ciudad, y en ella elevó a su Dios su culto primitivo, formó sus hogares y dio esplendor a su imperio, que en su magnificencia se semejó al de Salomón. Fue aquella tierra, según las promesas, tierra de bonanza y de prosperidad. El varón era fuerte, la mujer dulce y tierna, y ambos eran hermosos; mas llegó el tiempo en que ese pueblo había de conocer el nombre y la obra de Cristo, su Señor, llegando a ellos la buena nueva en labios de hombres extraños que venían del otro lado del mar y a los cuales ya habían visto en sueños. Muy grande fue la misión de quienes trajeron a estas tierras la luz de mi doctrina; mas en verdad os digo que fueron muy pocos los que supieron cumplir con la ley de amor, de caridad y humanidad, que mis enseñanzas aconsejaban, porque en su mayoría aquellos hombres se dejaron poseer de la codicia, olvidando todo principio de fraternidad, haciendo correr a torrentes la sangre inocente, para adueñarse de cuanto sus ojos contemplaban. 44. Los invasores derribaban los ídolos de aquel pueblo, haciendo que éste blasfemara en contra del Dios que aquellos venían a revelarles con tanta injusticia y con tanta crueldad. ¿Podrían aquellos idólatras reconocer a través de actos tan inhumanos a Cristo, el Dios del amor, Aquél que a nadie quita la vida, sino que antes da la suya para salvar al mismo que le ha ofendido? Aquellas tribus cayeron bajo la esclavitud y el dominio del fuerte, como en el Primer Tiempo Israel había caído bajo el yugo de Faraones y Césares. Fueron tiempos de dolor, de amargura y de lágrimas, los que vinieron sobre aquel pueblo, y fue entonces cuando su clamor, resonando en los cielos, atrajo sobre sí como un manto de infinita ternura, el amor de María, la dulce Madre del universo. 45. Por su sensibilidad, ese pueblo estaba destinado a ser mariano, porque al reconocer y amar esa divina verdad, encontró la escala espiritual que conduce a Mí a los espíritus. 46. Y ese pueblo, ¿Cuál es? Es el vuestro, el cual después de sus luchas y de su larga jornada ha contemplado la llegada del Tercer Tiempo, con mi nueva venida. 47. Es mi palabra viva la que estáis escuchando, para que con ella destruyáis todo el fanatismo y toda la idolatría de que hubieseis rodeado mi nombre, enseñándoos un culto por medio del cual podáis buscarme de espíritu a Espíritu. Muy grande y fuerte de espíritu será este pueblo, cuando viva y practique el culto que le vengo enseñando; entonces podrá abolir la mentira y llevar a otras tierras el mensaje de espiritualidad y de luz que esperan las naciones. 48. Este pueblo estará preparado para aquella lucha en que mi justicia presida la gran batalla de ideas; credos y doctrinas. Todos se sorprenderán cuando en medio del torbellino escuchen una voz serena y firme que será la de mis discípulos, cumpliendo su misión de fraternidad espiritual. 49. Por ahora comprended que mientras los hombres no logren alcanzar la completa espiritualidad, tendrán que necesitar de templos materiales, y de colocar delante de sus ojos formas o imágenes que les hagan sentir mi presencia. 50. El grado de espiritualidad o de materialismo de la humanidad, podéis medirlo por la forma de su culto. El materialista me busca en las cosas de la tierra, y si no llega a verme según son sus deseos, me representa en alguna forma para creer que me tiene delante. 51. El que me concibe como Espíritu, me siente dentro, fuera de él y en todo lo que le rodea, porque él se ha convertido en mi propio templo. 52. De tiempo en tiempo os he hecho revelaciones cada vez más adelantadas que los hombres no han sabido comprender, porque siempre han creado idolatrías y más idolatrías en torno a ellas. En aquel Segundo Tiempo dije a mis discípulos: “¿Veis cuán grande, majestuoso y opulento es el templo de Jerusalén? Pues de él no quedará ni piedra sobre piedra”. Mi palabra se cumplió, porque toda la idolatría y profanación que en él se hacían, las borré con mi doctrina. Yo prometí reedificarlo en tres días, que precisamente se cumplen en este Tercer Tiempo, en que vengo a levantar en el corazón de la humanidad el nuevo templo, el nuevo santuario construido en lo más puro del espíritu del hombre. 53. Reconoced mi misericordia de Padre, mirando cómo, cuando el altar de vuestra idolatría se derrumba, ya mi palabra os está esperando, y una nueva luz está alumbrando vuestro camino, para no dejaros caer en las tinieblas. 54. No os asombréis ni os escandalicéis si os digo, que todo el esplendor, el poder y la pompa de vuestras religiones habrán de desaparecer, y que, cuando eso suceda, ya estará preparada la mesa espiritual donde vendrán a alimentarse las multitudes hambrientas de amor y de verdad. 55. Muchos hombres, al oír estas palabras, negarán que sean mías; mas entonces Yo les preguntaré por qué se indignan y qué es lo que defienden. ¿Su vida? Esa Yo la defiendo. ¿Mi ley? También Yo velo por ella. 56. No temáis, que nadie morirá por mi causa, sólo el mal morirá, porque el bien, la verdad y la justicia, prevalecerán eternamente. 57. Pueblo, ¿Qué voz es ésta que oís en el fondo de vuestro corazón, a qué caminos os lleva y porqué la buscáis? Yo sé por qué me seguís; es que sabéis que la voz que escucháis es la de vuestro Dios, de Aquél a quien a través de los tiempos y de vuestra evolución habéis buscado bajo muchas formas. 58. Todos sabéis que esta voz, que llega hasta el fondo de vuestro ser, es la de vuestro Padre, porque os trata como a hijos, como niños, con amor perfecto. 59. Vengo a mostrarme como un Padre amoroso, como un Maestro humilde, jamás indiferente a vuestros sufrimientos y siempre indulgente y misericordioso ante vuestras imperfecciones, porque siempre seréis niños delante de Mí. 60. Tengo que juzgaros cuando contemplo cómo las criaturas que fueron formadas con tanto amor, y destinadas a la vida eterna, buscan obstinadamente la muerte en la tierra, sin preocuparse de la vida espiritual, ni desear conocer las perfecciones que os reserva aquella existencia. 61. Estudiad mi palabra, para que sepáis que en ella está mi ley, y que por lo tanto, es palabra de rey que jamás retrocede. Tampoco vosotros debéis retroceder en el camino, si tomáis en cuenta que lleváis en vuestro espíritu mi palabra que es ley, y que vuestro cuerpo es inferior a vuestro espíritu; por lo tanto, oíd más la voz de la conciencia, en la que estoy presente, y no la voz de la carne. 62. Mi palabra divina desciende sobre vuestro espíritu y os sentís llenos de esencia espiritual; mas, si esta palabra fuera falsa, jamás se sentirá satisfecho vuestro espíritu después de escucharla, ni volveréis a reuniros para esperarla con la avidez con que lo estáis haciendo. 63. Yo soy la aurora que ha iniciado un nuevo tiempo para la humanidad, en el que su espíritu verá iluminado el camino que conduce hasta Mí. ¿Por ventura sabéis en qué peldaño de la escala de perfección os encontráis? ¿Sabéis acaso si estáis elevados espiritualmente o sumergidos en el reino de la maldad? En verdad os digo que ninguno de vosotros podría responder satisfactoriamente a estas preguntas. 64. No pensáis que mientras vuestro espíritu, por encontrarse encarnado, habite la tierra, tendrá que concretarse a vivir la existencia material; no, todos debéis saber que desde vuestra morada terrestre podéis habitar espiritualmente en las regiones de la luz, donde está el reino que llegará a habitar eternamente. 65. El espíritu en la tierra sólo se sostiene por un débil punto de apoyo que es el cuerpo, el cual le sirve para habitar en el mundo y recibir a través de él las lecciones o pruebas que el Padre tenga a bien enviarle. Por larga y penosa que resulte la expiación en el mundo, nunca debéis considerarla como una prisión. Nadie ha sido condenado a muerte, en cambio os digo, que todos habéis sido destinados a vivir. Cada criatura, al nacer a la vida, recibió del Creador un ósculo que fue un antídoto contra el mal y una coraza ante las acechanzas. 66. Yo soy la causa de vuestra existencia, así que reconoced que vuestro origen está en el bien. Si vuestro pasado en la tierra ha sido impuro, pecaminoso o en cualquier forma alejado de mis leyes, dejad que ya brille vuestra conciencia, surgiendo a una nueva vida, y dejando atrás el camino en que el abuso de los placeres materiales dio por resultado que cayeseis en el vicio y en el dolor. Buscad en el ejemplo que a través de Jesús os di; el camino luminoso para vuestro espíritu, porque mis pasos en la tierra, mis obras y mi palabra, fueron la lección perfecta y la parábola de la vida eterna que legué al espíritu de la humanidad. 67. Os dejo ungidos con mi bálsamo y con mi perdón; conocedme, oh párvulos, porque el conocimiento que tenéis de Mí es aún muy pequeño. Lo que os digo en una cátedra, no es todo lo que tengo que revelaros. Venid incansablemente hacia Mí y el “libro de la vida” será abierto delante de vuestros ojos. 68. Ya recibisteis el Primer Testamento, mi ley y mi presencia en el tiempo de Moisés. Ya tuvisteis en el Segundo Tiempo el Segundo Testamento, legado por Cristo a los hombres a través de su Verbo Divino; ahora recibid directamente de mi Espíritu el Tercer Testamento, para que, uniendo las tres revelaciones, podáis llegar a ser los grandes discípulos del Tercer Tiempo. 69. Pueblo, escuchándome os transportáis y contempláis en un miraje espiritual mi presencia. No son vuestros sentidos los que me contemplan en aquel miraje, ni es un espejismo de vuestra imaginación, es la fe con que me estáis oyendo, es vuestra espiritualidad y elevación de este instante. Aquí sentís mi paz; pero cuán cerca de vosotros se encuentran los que crean el dolor. Son los ambiciosos que para coronarse no vacilan en dar muerte a sus hermanos. Disponeos a la lucha, para que pronto sepan que no deben ir tras altos sitiales de falsos cimientos, porque la justicia divina destruye todo lo que es vano. 70. Enfermos, venid a Mí; a sanaros vengo. El hambriento sepa que le estoy esperando. El homicida, por cuyas venas corre el odio, venga a Mí, que Yo transformaré su ofuscación en luz y su amargura en buen sabor. Venid todos a oírme y a preparar su espíritu, porque después de 1950 empezará el esplendor del reino de la luz. Hoy sois apenas simiente; mañana seréis plantas y finalmente daréis frutos de amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 126 1. ¿De quién es la voz que llega hasta el fondo de vuestro corazón? ¿A dónde os conduce y por qué la buscáis? Venís a buscarla, porque en ella encontráis la presencia de Aquél que constantemente ha venido a buscar a los hombres; y como vuestro espíritu necesita adorar a su Dios, cuando lo siente cerca, ya no quiere apartarse de Él. 2. Por muchas sendas vienen los hombres en mi busca; son las diferentes religiones que existen en la tierra, y dentro de ellas los que más cerca me sienten son los que llevan mayor espiritualidad, los que van sembrando amor en su jornada. 3. Mi voz es de Padre porque os acaricia; mi palabra es de Maestro porque os instruye. Como a niños y a párvulos os contemplo, y por ello os prodigo mis cuidados. 4. Sé que esta forma de comunicarme con vosotros, que esta palabra que os doy ahora, será combatida y negada por muchos; mas también sé, que después será comprendida y creída; entonces comenzará mi luz a brillar con esplendor en el corazón del hombre. Este tiempo será como un nuevo día para la humanidad; mas no porque la luz divina vaya a brillar con mayor intensidad que anteriormente, porque ella es inmutable; se deberá a que los ojos de vuestro espíritu se abrirán para penetrar en la verdad. 5. Hoy me encuentro con una humanidad desfalleciente en lo espiritual, a causa del abuso que ha hecho del don del libre albedrío. Yo tracé un camino de justicia, de amor, de caridad, de bien; el hombre ha creado otro de aparente luz, el cual le ha conducido al abismo. 6. Al volver, mi palabra os marca el mismo camino, aquel que no habéis querido tomar; y sería injusto e insensato el que dijera que esta doctrina confunde o aletarga. 7. Mi luz brilla desde el infinito en los espíritus y hace que miréis con más claridad las veredas que habéis creado, ya para alejaros de Mí o para buscarme. Caminad hacia Mí, hacia lo perfecto. Sólo el que se eleva rumbo a la cumbre de la montaña, podrá saber cuánto ha dejado abajo, cuánto ha progresado y de cuánto se ha libertado. ¿Creíais, humanidad, que por haber descendido tanto, no vendría a buscaros y a sacaros de vuestro pecado? Aquí tenéis mi presencia; vengo a curar vuestras heridas y a secar vuestras lágrimas; vengo a consolaros en vuestra tristeza y a acompañaros en vuestra soledad; vengo a conversar con vuestro espíritu para haceros sentir mi ósculo divino. 8. Mi amor levantará del fango a los que en él hayan caído y les salvará, porque también ellos brotaron del seno divino para cumplir una misión de amor. 9. Reconoced que cuando habéis caído en error, vais buscando la muerte, sin comprender que habéis sido creados para vivir, vais tras del cáliz de amargura, cuando he sembrado de elevados deleites y de verdaderos goces vuestra existencia. 10. Ved, pueblo, ¡Cuán distinta es mi justicia de como la concebís vosotros, cuando creíais que vendría mi cetro a exterminaros por desobedientes a mi ley! He llamado a los que más se han manchado para confiarles hermosas misiones y nobles cargos que les dignifiquen ante los demás y los salven de sus errores. Esta obra bendita será dada a conocer con hechos, y para que vosotros seáis de los que den ejemplos, necesitáis prepararos. 11. Vengo a depositar mi palabra, que es la ley, la doctrina y la simiente, en vuestro espíritu, no en vuestra materia; el espíritu es el depositario, el responsable; si allí guardáis esta palabra, no caerá en el vacío, no sufrirá alteración. 12. Yo soy la aurora que empieza a iluminar en este tiempo, y vosotros sois de los primeros en despertar en este amanecer. No es una nueva luz, es la que ha alumbrado en todos los tiempos vuestra conciencia. Esta voz que os dice. Elevaos por medio de la espiritualidad hacia Mí, es la misma que os dijo en aquel tiempo: “Perseverad en el bien y seréis salvos”, y también os dijo: “Amaos los unos a los otros”. Este camino espiritual del que os hablo ahora, es el que di a conocer a Jacob en lejanos días, al revelarle la escala de perfección. Ahí está esa escala delante de todo espíritu, como un camino que os invita a la ascensión. Su base es este valle humano, más abajo hay abismos, pero esos no los he creado Yo. Hacia arriba están los peldaños en número infinito, como una cuesta que conduce a la cumbre de la espiritualidad. 13. ¿Quién estará apenas en el primer peldaño? ¿Quién en las tinieblas del abismo? ¿Quién en los más elevados peldaños? Son secretos que sólo mi justicia conoce. 14. A vosotros os envío a la explanada, al valle, a empezar la caminata y os señalo en el horizonte la montaña que debéis escalar. 15. Ved cómo esta doctrina es para el espíritu, porque mientras la materia cada día que pasa se acerca más al seno de la tierra, el espíritu en cambio, se aproxima cada vez más a la eternidad. 16. El cuerpo, es el punto de apoyo en el que descansa el espíritu mientras habita en la tierra. ¿Por qué dejar que se convierta en cadena que sujeta o en cadena que aprisiona? ¿Por qué dejar que él sea el timón de vuestra vida? ¿Acaso es justo que un ciego guíe al que tiene vista en sus ojos? 17. Yo soy quien os da a conocer la vida en todas sus fases; ella es el sustento del cuerpo y del espíritu; quien cumpla con las leyes del espíritu y con las leyes humanas; ha consagrado su vida entera al Creador. 18. Yo seré precursor de vosotros cuando estéis por llegar al valle espiritual; siempre voy delante. Que no caiga vuestro espíritu jamás en la ociosidad, que procure dar siempre un paso más en el camino del progreso que es perfeccionamiento. 19. No os conforméis con decir: Creo en el Señor; mostrad vuestra fe en lo que hagáis. No digáis tan sólo de palabra: Yo amo al Padre; someteos a la prueba para que sepáis si en verdad me amáis. 20. Os he hablado y mi palabra es unción; os he ungido como maestros. 21. ¿Por qué me siguen desconociendo cada vez más los hombres, a pesar de que la mente humana se ha iluminado con nuevos adelantos? Porque atendiendo tan sólo a cultivar el árbol de la ciencia, han venido descuidando el perfeccionamiento del espíritu. 22. Ya os había dicho: “Velad y orad para que no caigáis en tentación”, pero hasta la oración, que es el lenguaje que emplea el espíritu para hablar con su Señor, ha sido olvidado. Es un idioma desconocido para los hombres de este tiempo. 23. Cuando alguna vez sienten la necesidad de orar, no encuentran palabras con qué expresarse ante Mí, sin embargo, Yo entiendo a perfección lo que cada uno pide, sin necesidad de palabras ni pensamientos; mas cuando mi Espíritu les responde, ellos no me entienden, porque no se han preparado; entonces la voz de su Maestro que debiera serles familiar, es para ellos desconocida. 24. Si la oración que he enseñado a la humanidad se hubiese practicado con pureza, de generación en generación, los hombres habrían alcanzado cada vez mayor espiritualidad para escuchar mi voz; entonces en este tiempo su comunicación espiritual con lo divino les serviría para formar un mundo más amable, más justo y más real que el que han creado con su materialismo. 25. ¿Por qué habéis creído que el espiritualismo es algo que se opone al desenvolvimiento de vuestra vida material? ¿Cuándo he condenado a vuestra ciencia aplicada al bien de la humanidad? Si alguno se atreviese a decirlo, no sería justo con su Padre. 26. Por medio de la espiritualidad se logra un grado de elevación que permite al hombre concebir ideas más allá de lo que puede su mente presentir y tener potestad sobre lo material. 27. Ahora pensad, si la elevación del espíritu se emplea en el estudio de la creación material que la naturaleza os presenta, o de cualquier otro ideal humano, ya podéis imaginar los frutos que podríais obtener cuando vuestros descubrimientos no fuesen debidos tan sólo al escrutinio con la mente, sino que también interviniera la revelación espiritual que os hiciere El que todo lo ha creado. 28. Velad y orad, vuelvo a deciros, para que lleguéis a conocer mi voz, para que llegue a vosotros mi inspiración y la podáis entender, porque muchas son las lecciones que aún tengo que deciros. 29. Vengo a salvaros de vuestro naufragio; Yo soy el faro que brilla entre las tinieblas, buscadme, confiad en Mí y Yo os ayudaré a transformar vuestra vida en un mundo de paz, de virtud y de elevación espiritual. 30. Compartid conmigo el gozo que experimenta mi Espíritu, cada vez que plantáis uno de los árboles que deben dar su sombra a la humanidad. Siete recintos abrieron sus puertas en el presente año de 1944, como una representación de los siete que implantó Roque Rojas en 1866; mas si aquellos primeros se dividieron y no supieron vivir en armonía, vosotros llevad vuestro cargo con obediencia y fraternidad. Imitad al sexto recinto del cual provenís y perseverad en mis mandatos; formad los siete una misma sombra y dad a todos el mismo fruto; este es un pacto que habéis hecho con mi Divinidad. Antes de que brote de vuestro corazón el juramento de seguirme, os pruebo, os purifico y fortalezco, para que vuestro propósito sea inquebrantable y la conciencia os diga que esa promesa ha quedado escrita ante el arca de la nueva alianza. 31. El pacto que Conmigo hacéis, no es un compromiso material, es un cargo espiritual que habéis aceptado contraer con vuestro Padre, con Aquél que ha hecho todo lo creado; Yo os enseño a cumplir vuestra misión espiritual, mas también os encargo que cumpláis todo compromiso y toda promesa que en lo humano hagáis, para que os reconozcan por la verdad de vuestro espíritu y por la sinceridad de vuestro corazón; haced que vuestro sí, sea siempre sí, y vuestro no, sea siempre no; entonces habrá confianza en que vuestras determinaciones sean siempre firmes. Nunca rompáis un pacto sagrado, como son el del matrimonio, el de la paternidad y el de la amistad. 32. Si el desconocer los deberes y compromisos humanos acarrea tan grandes sufrimientos, ¿Qué será cuando deis la espalda a una misión espiritual contraída con vuestro Señor? Es verdad que mi causa requiere renunciaciones y sacrificios, mas también os digo, que es el ideal que no defrauda jamás a quien lo persigue; el que alcance la meta; logrará la inmortalidad. Ahora os digo, estudiad a fondo mi palabra para que no forméis un grupo aparte en la tierra; llegad a un grado de comprensión y de preparación que os permita vivir espiritualmente con todos y no divididos. Mi doctrina no viene a sembrar simiente de división. 33. Se acerca el tiempo en que sea la verdad, la razón y la luz, las que se impongan a la fuerza, a la violencia y al temor; mas ¿Cuándo podrá decir el hombre como Cristo: “Mi reino no es de este mundo”, y sin desconocer nada de lo creado; tomándolo todo con justa medida, reconozca que los bienes terrenales son pasajeros? Comprended que la verdadera fuerza está en el espíritu, que el poder de la tierra, sus vanidades, sus glorias y el esplendor de su ciencia, por largo que sea su reinado, sucumbe ante la eternidad. 34. Con su falsa grandeza muchos desengaños ha sufrido la humanidad, y en verdad os digo que otros mayores sufrirá. ¿Qué será de los hombres cuando su conciencia, que es su juez, los despierte y contemplen su obra? Su dolor será acerbo, su arrepentimiento grande, y entonces su reacción será buscar una senda espiritual para expiar sus faltas; ese tiempo será de exaltación religiosa, que alcanzará la mayor altura de fanatismo; entonces vendrán las luchas y batallas entre religiones y sectas; vosotros permaneced despiertos y no vayáis a esperar que el rumor de aquella lucha sea el que venga a despertaros, porque entonces no sabréis dónde están vuestras armas para luchar. Mirad cómo estoy multiplicando el número de estos recintos a los que en sentido figurado llamo árboles, con el fin de que sus ramas se extiendan ofreciendo sus frutos. 35. Estoy construyendo el templo del Espíritu Santo; mas cuando éste haya sido construido, no existirán o habrán perdido su razón de ser los recintos, los templos y santuarios, junto con sus símbolos, sus ritos y sus tradiciones; entonces sentiréis mi grandeza y mi presencia, reconoceréis por templo el universo y por culto el amor a vuestros semejantes. Del seno de la madre naturaleza brotarán nuevas luces, que harán de vuestra ciencia un camino de bonanza, porque estará encausada por la conciencia que es la voz de Dios. 36. No será ya el cerebro el señor del mundo, sino el colaborador del espíritu, quien le guiará y le iluminará. 37. En estos tiempos en que el amor y la caridad han huido del corazón de los hombres, el Padre os dice: Tranquilizaos y descansad. 38. Os he probado en todos los tiempos y más aún en el presente; os habéis preguntado cuál será la causa de vuestros dolores, eleváis vuestro espíritu para conversar Conmigo y me decís: Mis sufrimientos son mayores que los de mis hermanos. No, mis hijos, la guerra con todas sus consecuencias no ha llegado a vuestra nación. Otros sufren más que vosotros. Si sentís dolor, es porque lleváis el peso de una gran responsabilidad y porque estáis sintiendo el dolor ajeno. Si por ellos sufrís, benditos seáis, porque vuestra obra dará buenos frutos. Trabajad entre la humanidad y mi palabra os alentará a cada instante. 39. Sentís que el juez está en este tiempo muy cerca de vosotros y cada uno se dispone a dar cuenta de su trabajo. Penetráis en recogimiento, examináis vuestro corazón y esperáis que la voz de vuestra conciencia os señale vuestros errores, y Yo os digo: He mirado que habéis puesto vuestro espíritu y corazón en vuestras obras, que a veces habéis ido más allá de vuestros deberes, llegando al sacrificio por cumplir mis mandatos, por ello os bendigo; mas en verdad Yo no os he pedido sacrificios; hay obras que Yo haré por vosotros, porque están fuera de vuestras posibilidades. Vosotros sólo debéis orar y confiar. 40. Hoy, que he venido a comunicarme con los hombres, encuentro que ellos y sus costumbres han cambiado, y para comprenderme y seguirme tienen que luchar más. El pecado se ha multiplicado y el ambiente está contaminado. Las malas influencias invaden y causan trastorno, ofuscando la mente y el corazón; y en medio de este ambiente lucha el pueblo de Israel por alcanzar su liberación y ayudar a la humanidad. Vuestros méritos serán mayores, si trabajáis pacientes y humildes por mi obra, venciendo las difíciles condiciones de vida que padecéis. 41. Si os sentís preparados para hablar de mi doctrina, hacedlo; si aún no habéis analizado y vuestra palabra no tiene fuerza para convencer, esperad un tiempo más, seguid escuchándome hasta que hayáis asimilado mi enseñanza. 42. ¡Cuántos hay que escuchando mi palabra a través del entendimiento humano, no me han creído ni se han convencido! ¡Cuántos más dudarán de vosotros si no os preparáis! El mundo vendrá a vosotros con sus armas, con sus teorías, y si no estáis preparados, debilitaréis. Os escudriñarán sin piedad, os preguntarán cómo habéis recibido mi doctrina, y vosotros contestaréis a cada una de sus preguntas. Seréis benévolos e indulgentes, buscaréis la forma más clara para explicar la verdad de mi palabra, para hacerles comprender su sentido y les ayudaréis para que puedan iluminarse. 43. Mi paz dejo entre vosotros, saboreadla, disfrutad de ella hasta el punto en que vuestra vida os lo permita, porque el reino de paz no ha descendido aún entre los hombres. Hoy vivís un tiempo de caos, de perturbaciones, mas Yo he venido a traeros el antídoto de todo mal y os prometo en cumplimiento a mi palabra de los tiempos pasados, que la paz vendrá como aurora radiante a iluminar vuestro espíritu y que de este tiempo de dolores no quedará huella. 44. Ya se acerca el tiempo en que nuevas generaciones llenas de gracia habiten la tierra trayendo una misión sagrada; entonces se cumplirá mi palabra que os dice: “Los postreros serán primeros y los primeros postreros”. Cada uno cumpla en su etapa porque no sabéis si os conceda venir en el tiempo de paz. 45. Sentid mi consuelo, humanidad. Vivid en Mí y no temeréis el rigor de las pruebas. 46. María, vuestra intercesora, os bendice: Yo os bendigo también. 47. El mundo cristiano olvida muchas veces las obras espirituales de Jesús, por darle mayor importancia a algunos de sus hechos materiales. Así por ejemplo su pobreza humana, la confunde con su humildad, y su dolor físico con la verdadera pasión que en Espíritu vivió; y su sangre corporal la toma como la que lavó los pecados del mundo, olvidando que la verdadera sangre, aquella que es vida eterna para el espíritu, es la esencia de su palabra. 48. El Maestro os dice, que si aquel cuerpo hubiese tenido razón de habitar por siempre entre vosotros, el Padre lo hubiese protegido de sus verdugos, o una vez muerto, si en algo hubiese sido útil para vuestra salvación, os lo hubiese dejado; pero una vez cumplida su misión en aquella cruz, ya no pudieron contemplarlo vuestros ojos, para que buscaseis del Divino Maestro lo que de El deberíais de tomar, su palabra, sus obras, su humildad y todos sus ejemplos de perfecto amor. 49. Desaparecida de la tierra aquella forma humana, sólo quedó flotando en las conciencias la esencia divina del “Verbo” que habló en Jesús. Eso es lo que debéis de buscar, la esencia, el sentido espiritual de aquel mensaje de vida y amor. 50. Dejad de adorar a vuestro Padre a través de formas materiales, para que aprendáis a amarle directamente con el espíritu. 51. Cuando alguien preguntó a Jesús: ¿Tú eres rey? El Maestro contestó: “Yo para eso he venido”; más todos dudaban de que Aquél pudiera ser rey a juzgar por la pobreza de su indumentaria. Nadie vislumbraba detrás de la humildad de aquel hombre la majestad del que hablaba, ni presentía en el fondo de aquella palabra la promesa de un reinado de paz, de amor, de ventura y de justicia. 52. La mirada humana se detiene siempre en lo exterior; no analiza, de ahí provienen las interpretaciones injustas y erróneas del hombre. 53. ¿Sabéis que Jesús fue interrogado, insultado y aun negado en aquel tiempo? ¿Sabéis que ni sus propios discípulos sabían decir quién era El, cuando se les interrogaba? De la misma manera en este tiempo se preguntará el mundo quién es el que os habla, y muchos negarán que haya sido Cristo, el que ha conversado con vosotros. Entonces algunos de mis discípulos se confundirán y no sabrán quién es el que les ha hablado, si ha sido el Padre, el “Verbo”, o el Espíritu Santo, a lo cual Yo os digo, que así como una sola es la verdad, una sola es la esencia divina que os he dado a través de los tiempos, así le llaméis: ley, doctrina o revelación. 54. El que ha amado esa verdad y ha seguido esa luz, ha amado y seguido a su Padre. 55. El discípulo espiritual debe buscar siempre la esencia de mis obras, para que descubra la verdad en mis mensajes divinos. Veréis entonces cuan sencillo es encontrar el sentido de todo aquello que unos envuelven en el misterio y otros complican con sus teologías. 56. Espiritualidad quiere decir sencillez; ¿Por qué complicar entonces lo que es simple, claro y diáfano como la luz? 57. En este tiempo os habéis levantado en pos de mi palabra, para calmar en ella vuestra sed de justicia y de amor. Me oís como buenos discípulos y contempláis atentos pasar las páginas del libro de la enseñanza. Sois los escogidos, no os sorprendáis cuando os digo estas lecciones. Mas no sois los únicos privilegiados; en mi obra de equidad y de amor he donado a todos los espíritus con preciosos atributos. Vosotros que habéis sido llamados antes, no os engrandezcáis; preparaos tan sólo para que podáis cumplir con vuestra misión y ser comprendidos y seguidos por vuestros hermanos. 58. Siempre me habéis buscado para darme gracias por los beneficios que os concedo. Y mi Espíritu, a quien no alcanzáis a contemplar, es el que os habla con claridad en esta forma. No permitiré que los portavoces, de quienes me sirvo, mientan. Yo me haré sentir en su conciencia y ellos sabrán que su trabajo es grato por la paz que experimente su corazón. 59. Yo colmaré vuestra ambición de progreso. A todos pongo en el principio del camino para que deis comienzo a la jornada. 60. Reconoced que la razón de mi tercera venida entre vosotros es mi amor a la humanidad. He venido en Espíritu a cumplir mi promesa. 61. Os dije en aquel tiempo: “El que conoce al Hijo, conoce al Padre”. Yo di testimonio de Mí. En este tiempo vengo a esclarecer con la luz de mi Espíritu, lo que era misterio para la humanidad. Os ilumino para que reunáis en un solo libro, los mandatos de Jehová, la palabra de Jesús y las revelaciones que mi Espíritu Santo os está haciendo en este tiempo, y confirméis que he venido a vosotros para dar testimonio de mi verdad en tres tiempos. 62. Mi palabra de los tiempos pasados no ha sido debidamente interpretada, más la semilla está en el espíritu y ahí será cultivada por Mí. 63. Israel puede conversar con su Dios desde un elevado plano espiritual. Venid a Mí y si tenéis dudas, preguntad. He querido que os conservaseis en comunión constante Conmigo, pero vosotros queriendo espiritualizaros, habéis caído en misticismo o en fanatismo. Y mi voluntad es que comprendáis mi palabra, que aconseja la sencillez y la pureza en todos vuestros actos. 64. Hoy venís en corto número a escucharme, más las legiones espirituales que se acercan a Mí en estas manifestaciones, son inmensas. Mi palabra es como agua purificadora que a todos limpia. Vengo a enseñaros para que sintáis vuestra responsabilidad y no me digáis más tarde: No supe lo que hice, me faltó luz, mis padres no me aconsejaron, mi hogar fue nido de discordia. He contemplado que los hijos desconocen a los padres, que los padres no dan buen ejemplo a sus hijos, que hermanos con hermanos se hacen guerra, y Yo os pregunto: ¿Cuándo estaréis unidos? Yo siempre os he enviado seres virtuosos a la tierra, para que os aconsejen y os hagan progresar en vuestro mundo. 65. Si sois esposos, llevad presente que el hombre y la mujer que se han unido en matrimonio, deben hacer de su hogar un templo, para que en él podáis cobijar y conducir a vuestros hijos. No les dejéis herencia de dolor. Cada uno de vosotros en vuestro paso por la vida encontraréis justa compensación a vuestras obras. 66. Así como buscáis agradar a un amigo, buscad agradarme a Mí. Solicitad, pedid y os daré. Os he formado para recreo de mi Espíritu y me complazco en concederos lo que os ayude en vuestra evolución. 67. La tentación os inspira odio, y el hombre que es débil por naturaleza, hace obras de destrucción en el corazón de su hermano. Yo os pregunto: ¿Qué derecho tenéis para destruir lo que Yo he creado? ¿Porque matáis la fe, por qué censuráis? La humanidad no hace en este tiempo obras gratas delante de Mí, más la luz de mi Espíritu brilla y os prepara para que combatáis la iniquidad. Os invito a luchar para que arrojéis de vosotros lo que es perjudicial, lo que os hace retroceder en vuestra evolución. 68. Vivificaos en Mí. Tomad mi palabra para que no volváis a tener hambre. Hoy hacéis festín en la mesa, saboreáis mi pan, y siempre recordáis que el Maestro sentó a su mesa a sus discípulos, conversó con ellos y los alimentó para una eternidad. Os he dicho que, cuando me invocáis con vuestro corazón limpio. Yo soy con vosotros. He oído vuestra plegaria y por eso he descendido; vedme con los ojos de la fe, que son los que he preparado; estoy delante de vosotros y os he hecho acreedores a mi presencia. Reconocedme por la verdad de mi palabra. Este es el regazo del que os habíais alejado; mas siempre que el mundo os aparte de Mí, haced un esfuerzo por retornar, y este seno amante estará siempre abierto para que penetréis en él. 69. Así como Yo vine a vosotros en el Segundo Tiempo en señal de alianza con el hombre y volví al Padre, hoy he venido por un tiempo y mi rayo universal será retenido en 1950; por eso os he dicho que esta manifestación ya no la tendréis después de ese año. Entonces os comunicaréis Conmigo de espíritu a Espíritu y mi gracia descenderá a vuestro corazón. Llegará el día en que os sentiréis muy cerca de Mí, corazones sencillos de mi pueblo. Servidme, sirviendo a vuestros hermanos; convertíos en doctores, y si pagasen con una sonrisa vuestra caridad, deberéis quedar satisfechos. Yo escribiré en el más allá vuestras obras. 70. Amad a María, vuestra Madre, buscadla espiritualmente; no pongáis delante de vosotros efigie alguna para sentirla cerca. Ella es la ternura de Jehová, que habéis visto manifestarse en todos los tiempos. Es vuestra intercesora divina. Amadla, para que Yo pueda decirle nuevamente: “¡Madre, he ahí a tu hijo!” ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 127 1. Cerrad vuestros ojos materiales ante esta manifestación, porque es vuestro espíritu con el que deseo conversar. 2. Os prometí volver y no podía dejar de asistir a esta cita espiritual con vosotros. 3. Tened paz para que me escuchéis con atención y dejéis que el cincel de mi palabra vaya modelando vuestro espíritu. 4. Caminasteis mucho en busca de un lugar que os brindara paz y no lo encontrabais, y cuando vinisteis por vez primera a estos humildes lugares para oír mi palabra, no os imaginasteis que en ellos, tan pobres y humildes, fueseis a encontrar la paz que tanto habíais anhelado. 5. Vengo a conquistaros por medio del amor; para ello os estoy dando esta enseñanza, para que con ella doctrinéis a vuestros hermanos, a los viajeros, a los caminantes, con la solicitud y caridad con que Yo os he recibido. 6. No sólo de pan vive el hombre, porque en él existen hambre y sed que no proviene del cuerpo, y que, para calmarlas tienen que buscar el agua y el pan espiritual. Mas es preciso que el dolor os toque para que comprendáis mis enseñanzas. 7. Algunos me preguntan: Señor, ¿Por ventura el amor humano es ilícito y abominable delante de Ti y sólo apruebas el amor espiritual? 8. No, pueblo. Bien está que al espíritu le corresponden los más elevados y puros amores, mas también en la materia deposité un corazón para que amase y le di sentidos para que a través de ellos amase a cuanto le rodea. 9. La vida humana se la confié al mundo espiritual para que viniese a habitar en la tierra y ya en ella poner a prueba su amor hacia Mí. Para ello dividí la naturaleza humana en dos partes, dando la más fuerte a una y la más frágil a otra; esas partes fueron el hombre y la mujer. Sólo unidos ambos seres podrían ser fuertes y felices, y para ello fue instituido el matrimonio. El amor humano es bendecido por Mí, cuando está inspirado por el amor del espíritu. 10. El amor que radica únicamente en la materia, es propio de los seres irracionales, porque ellos carecen de una conciencia que ilumine su camino; por otra parte, os diré que de las buenas uniones tienen que brotar siempre buenos frutos y encarnar en ellos espíritus de luz. 11. Ya es tiempo de que purifiquéis vuestra simiente, oh pueblo, para que forméis una familia que sea fuerte de espíritu y de materia. Comprendedme, hijos míos, para que interpretéis bien mi voluntad, porque ya se acerca el año de 1950, y debéis recordar que es el que he señalado para que finalice mi comunicación. Quiero que ese día os encuentre preparados, porque sólo los que hayan logrado esa preparación podrán quedar firmes en sus puestos. Esos serán los que en el futuro den verdadero testimonio de Mí. 12. Pensad que sólo los que hayan logrado espiritualizarse podrán manifestar mi obra, porque los que no se hayan preparado para la nueva forma de comunicación, ¿Cómo podrán tener la inspiración necesaria, para recibir mis pensamientos e interpretar mis mensajes? 13. Yo quiero que todos alcancéis el progreso para que vuestro testimonio sea en bien de la humanidad. Mirad que si unos pensaran de una manera y otros en forma distinta, sólo acarrearían confusión a las multitudes. 14. La esencia de esta palabra no ha variado jamás desde el principio de su manifestación, en que os hablé por conducto de Damiana Oviedo; el sentido de mi doctrina ha sido el mismo. 15. Más, ¿Dónde está la esencia de aquellas palabras? ¿Qué se hizo de ella? Ocultos se encuentran los escritos de aquellos mensajes divinos que fueron los primeros de este tiempo, en el que tanto se ha derramado mi Verbo entre vosotros. Es menester que esas lecciones salgan a la luz, para que mañana sepáis dar testimonio de cómo fue el principio de esta manifestación. Así conoceréis la fecha de mi primera lección, su contenido y el de la última que os entregue el año de 1950, año marcado para que esta etapa finalice. 16. Hoy, aún no presentís el caos que habrá en la humanidad después de que mi palabra se haya levantado, ni podéis imaginar el torbellino que tal hecho descenderá entre las naciones. Vosotros debéis fijaros en que vuestra responsabilidad cada vez sea mayor, porque en cada tiempo vais teniendo más y más luz. Ya es muy grande vuestra heredad y es indispensable que participéis de ella a vuestros hermanos los necesitados, antes de que abandonéis esta tierra. 17. Sensibilizad vuestro corazón para que entendáis mi palabra, porque aún no la habéis comprendido. ¿Cómo vais a poder recibir y entender mi palabra, cuando el mañana os la dé por inspiración? 18. Uníos en verdad y en espíritu y no os dividiréis ni en las más grandes pruebas. Un solo Dios, una sola voluntad y una sola palabra han sido con vosotros; por lo tanto, no podrán surgir en el futuro diferentes mandatos a los que ahora se os han dado. 19. ¿Osará alguien pasar por sobre mi voluntad? Eso equivaldría a que surgiese la división y la guerra en el seno de este pueblo, porque mientras unos habrían de refugiarse en la verdad, otros tomarían palabras falsas para desviar de la verdadera senda a las congregaciones. 20. No debilitéis, pueblo, recordad en todo instante que os he llamado “fuerte”. Si Yo no he defraudado vuestra fe y os he probado que la esencia de mi palabra no es variable, ¿Cómo podríais defraudar a vuestros hermanos, dándoles un mal ejemplo? Tiempo es que vayáis preparando lo que vais a dejar a las generaciones venideras. 21. Muchos en su corazón me están diciendo: Maestro, ¿Acaso estáis mirando que os vamos a ser infieles? ¿Cómo sería posible? Y Yo os contesto lo mismo que les dije a mis apóstoles en el Segundo Tiempo: “Velad y orad, para que no caigáis en tentación”, porque es de todos vosotros conocido, que entre aquellos hubo uno que me traicionara y me vendiera; y no sabéis quien, diciéndose mi discípulo, lo haga en este tiempo. 22. Mi Espíritu os hace el llamado, mi voz de Maestro desciende a vuestro corazón y siempre estará cerca de vosotros el Espíritu de vuestro Padre Celestial, que os buscará para daros su caricia. 23. Yo soy la cumbre que todo espíritu debe buscar, porque el que llegue a ella, alcanzará a contemplar toda la belleza de la creación y el esplendor de las obras de su Padre. 24. Viene mi palabra a cincelar vuestro corazón, a esculpir vuestro espíritu, hasta hacerle semejante en luz a mi Espíritu. 25. Mirad que no os halláis ante entendimientos confundidos, sino delante de quien viene a probaros la perfección y la verdad de una ley. Os he acercado al árbol de la vida, de cuyas ramas penden los buenos frutos. Hoy hay festín en mi casa; muchos os encontráis ante mi mesa; más, ¿Quiénes de los presentes me volverán mañana la espalda? Sólo Yo lo sé. 26. Todo el que aspire a una heredad espiritual, venga a mi mesa, siéntese Conmigo y coma de este pan, para que cuando se levante, se sienta dueño de mi paz, y su espíritu quede convertido en un eslabón más de la cadena de amor que estoy formando, y con la cual estoy uniendo a mis hijos. 27. Llegad, llegad y llamad a mis puertas. Venid, parias, comed y vestíos, mas luego id tras de mis huellas. Conoced las leyes dictadas por Mí y cumplidlas, para que no bebáis el cáliz de la amargura. Comprended que quien se aleja del camino perfecto, se aleja de mi reino y está en peligro de encontrar la muerte. 28. Os estoy dando más de lo que cada uno puede necesitar; ¿Por qué? Es para que deis a vuestros hermanos de lo mucho que os he confiado; pero espiritualizaos, para que no sólo os lleguen a conmover las penas que contemplen vuestros ojos, sino aun aquellas que estén más allá de vuestra mirada, porque no estarán fuera del alcance de vuestra caridad. Vuestra sensibilidad tampoco deberá concretarse a sentir las penas de los seres de este mundo; no, también deberéis presentir cuando en lo invisible se acerca a vosotros un espíritu en busca de caridad. En esos casos, sólo la espiritualidad os podrá revelar estas necesidades. 29. ¡Cuánto gozo experimentará mi Espíritu, cuando contemple que el río de la vida, que brotó de mi seno, está pasando de unos a otros, calmándoles su sed y lavándolos de sus impurezas! 30. Aprovechad vuestra vida, porque ella es breve; un año es un instante que se pierde en la inmensidad del tiempo. Seguid mansamente los designios del padre y no perderéis uno solo de los instantes preciosos de vida que se os ha confiado. 31. Os he dicho que mis complacencias han terminado y que debéis analizar, a fin de que comprendáis lo que quiero deciros. La tolerancia que he tenido para con vuestra vida egoísta y materializada, ha llegado a su límite; sin embargo, nuevas complacencias tendré con vosotros, mas ellas serán de índole espiritual. 32. El libro está abierto; fui Yo quien lo abrió; sus páginas os mostrarán constantemente su divino contenido. 33. Mi mirada os envuelve en estos instantes en que vuestra oración ha llegado hacia Mí. Sobre vuestro espíritu ha descendido mi luz de Padre, de Maestro y de Juez. Sí, pueblo, porque es el día en que desciendo a recoger vuestra ofrenda, a preguntaros cuál es el fruto de las obras que hoy venís a presentar. 34. Vuestro espíritu calla, vuestro corazón se detiene y vuestra conciencia asiste a vuestro juicio. 35. Ya no os contemplo como a pequeños niños, pues sois grandes espíritus que fueron colocados por Mí en el camino de la perfección espiritual desde el Primer Tiempo. Por eso os he llamado primogénitos y os he convertido en confidentes y herederos de mi Espíritu; por eso vengo a pediros cuentas y a preguntaros qué habéis hecho de vuestro espíritu y también de esa materia, que como un instrumento os ha sido confiado. Os he enviado en este Tercer Tiempo con la delicada misión de dar a conocer la luz del Sexto Sello y para que en torno vuestro, se congreguen las grandes multitudes que habrán de formar mi pueblo. Me he comunicado a través del entendimiento humano para doctrinaros y prepararos, y he fijado como término para esta comunicación el año de 1950. Tenedlo presente porque ese día ya se acerca y debéis examinaros con tiempo a la luz de la conciencia, para que sepáis si habéis aprovechado o no el tiempo confiado. 36. Os he concedido la gracia de la comunicación del mundo espiritual de luz, para que él os haga más fácil la jornada y he enviado a Elías delante de vosotros, para que os limpiase el camino y os reanime en las pruebas. Os he enviado el ángel de la paz, para que sintáis su influencia, defendiéndoos contra la amenaza de las guerras y de los elementos desatados. 37. Os estoy hablando como Padre, mas no me busquéis como Juez. Os amo y os he esperado mucho, mas recordad que mi juicio será inexorable sobre el universo y que deberéis estar unificados en Mí para que os levantéis a entregar por doquier la palabra del Maestro. 38. Si aspiráis a la paz y a la felicidad y si queréis tener derecho a la salud y al bienestar, reconoced que estas gracias sólo las lograréis amando a vuestros semejantes, perdonando a los que os ofenden, compartiendo vuestro pan con el menesteroso, ese pan inagotable del espíritu que a torrentes os he dado. 39. Sed espíritus de paz en estos tiempos de guerra en los que vuestra oración sea como un manto de fraternidad que se extiende sobre todo el orbe. 40. Contemplo la tierra enrojecida por la sangre humana, y a los hombres que no cesan en sus crímenes. Atraed mi paz hacia el mundo, porque de lo contrario, mi justicia será de nación en nación, y vosotros también tendréis que responderme de vuestra falta de caridad. 41. No quiero contemplaros ante Mí como reos; quiero veros siempre como a mis hijos, para quienes mi amor de Padre está siempre dispuesto a socorreros; Yo os he creado para gloria de mi Espíritu y para que os recreéis en Mí. 42. No me detengo a contemplar vuestras faltas, ni quiero ver vuestro pecado; quiero ver en vosotros el propósito de enmienda y el ahínco espiritual dentro de mi obra. 43. Aprended a amarme espiritualmente, como Yo os amo, borrando con mi perdón vuestras manchas. Si esta vida en el valle de lágrimas es para vosotros un destierro, llorad y desahogad vuestro dolor en Mí y fortaleceos, porque vuestro espíritu se está purificando. Llevad vuestra cruz con paciencia y con resignación, dejando brillar en vuestro corazón la llama de la fe y de la esperanza. 44. Volved vuestra faz y contemplad a la humanidad huérfana de paz; mas perdonadla, si el efecto de su guerra se dejase sentir en vosotros. 45. Yo bendigo a los que han resistido las pruebas que les he enviado; bendigo a los que han trabajado en mi campiña; bendigo las manos que han sanado enfermos y a los hombres y mujeres que se han regenerado. Bendigo a los enfermos que en medio de su dolor me han bendecido y a todos los que han atribuido a mi caridad los beneficios que han recibido. Mas no sólo bendigo a quien me ama o me reconoce, bendigo a todos mis hijos con el mismo amor. 46. Es mi voluntad que destruyáis en vosotros todo fanatismo y todo lo que sea superfluo en vuestro culto, porque quiero encontrar en vuestro espíritu el verdadero santuario a mi Divinidad. 47. Depositad mi bálsamo en los enfermos, más si con toda vuestra preparación y caridad no llegaseis a sanar a alguno de ellos, dejadme esa causa a Mí, que Yo respondo de ello. Yo os digo, que si alguno de mis discípulos llegase a alcanzar la espiritualidad perfecta, sería semejante a Jesús, que con la mirada, con la voz, con la voluntad o con sólo tocar, sanaba a los enfermos y levantaba a los muertos. 48. Discípulos, así como he descendido a recibir el fruto de este pueblo, he venido a recoger la cosecha y el tributo de todo el universo, de todas las naturalezas, de todos los reinos, de todos los mundos y moradas, de todos los seres conocidos y desconocidos para los hombres, desde los más perfectos hasta los más distantes de la perfección. Sobre de todos estoy derramando mi luz y haciendo sentir mí presencia. 49. La humanidad vive espiritualmente el Tercer Tiempo; mas todo aquel que no sepa lo que signifique Tercer Tiempo, que estudie y se profundice en mi palabra que os está haciendo grandes revelaciones; aunque mucho de lo que tenéis que llegar a saber, no lo conoceréis en esta vida, porque vuestra inteligencia no lo alcanzaría a comprender. Cuando penetréis en la vida espiritual, nuevas revelaciones os haré. 50. En este instante hablo a las naciones de la tierra. Mi luz la tienen todos, con ella reflexionarán en que han llegado a tomar la vida como si fuesen los dueños de ella. En verdad os digo, que vuestra destrucción y vuestro dolor ha levantado profundo arrepentimiento en muchos y ha despertado a millones de seres a la luz, que me buscan e invocan, y de ellos se levanta un clamor que llega hasta Mí, preguntando: Padre, ¿Acaso la guerra no cesará en 1945, ni vendrás a secar nuestras lágrimas y a traernos la paz? PROFECIA RECIBIDA EL 1° DE ENERO DE 1945: 51. He aquí mi presencia entre vosotros, ¡oh siete naciones! ¡Siete cabezas que os habéis levantado en el mundo delante de Mí! 52. INGLATERRA: Yo os ilumino. Mi justicia grandemente os tocará todavía, mas os doy la fuerza, toco vuestro corazón y os digo: Vuestras ambiciones caerán, vuestros poderíos os serán quitados y a nadie serán dados. 53. ALEMANIA: Toco en este instante vuestra soberbia y os digo: Preparaos, porque vuestra semilla no perecerá. Nuevas tierras me habéis pedido y los hombres se han interpuesto en mis altos juicios. Yo toco vuestra cerviz y os digo: Tomad mi fuerza y confiad en Mí que Yo os salvaré; mas si en Mí no confiareis y os entregaseis a vuestra soberbia, caeréis y seréis esclava del mundo; mas esa no es mi voluntad, porque es el tiempo en que vengo derribando a los señores y libertando a los esclavos y cautivos. Tomad mi luz y levantaos. 54. RUSIA: Mi Espíritu todo lo contempla. No será vuestro el mundo. Yo seré quien reine sobre todos vosotros. No lograréis borrar mi nombre, porque Cristo que os habla, reinará sobre todos los hombres. 55. Desmaterializaos y preparaos para una nueva vida, porque si así no fuere, Yo quebrantaré vuestro orgullo. Os entrego mi luz. 56. ITALIA: No sois ya el Señor de los tiempos pasados; hoy el escarnio, la esclavitud y la guerra os han destruido. Una gran purificación estáis atravesando por vuestra degeneración. Mas os digo: Regeneraos, apartad vuestro fanatismo e idolatría y reconocedme como el Señor de los señores. Yo derramaré nuevas inspiraciones y luz entre vosotros. Tomad mi bálsamo y perdonaos los unos a los otros. 57. FRANCIA: Me hacéis presente vuestro dolor. Vuestro lamento llega hasta la altura de mi solio. Yo os recibo. Ayer os levantasteis como señor, ahora sólo me presentáis las cadenas que arrastráis. No habéis velado ni orado; os habéis entregado a los placeres de la materia, y el dragón ha hecho presa de vosotros. Más Yo os salvaré, porque el clamor de vuestras mujeres y el llanto de los niños llega a Mí. Queréis salvaros, y Yo os doy mi manto, pero en verdad os digo: Velad, orad y perdonad. 58. ESTADOS UNIDOS: En este instante también os recibo. Contemplo vuestro corazón, no de piedra, sino de metal, de oro. Vuestro cerebro de metal lo encuentro endurecido. No encuentro amor en vosotros, no descubro espiritualidad, sólo veo grandeza, ambiciones y codicia. 59. Seguid, mas os pregunto: ¿Cuándo mi simiente va a enraizar profundamente en vosotros? ¿Cuándo derrumbaréis vuestro “becerro de oro” y vuestra “torre de Babel”, para edificar el verdadero templo del Señor? Yo os toco la conciencia, desde el primero al último y os perdono. Os ilumino para que en la hora suprema, cuando la prueba llegue a la culminación, no se ofusque vuestra mente, sino que penséis con claridad y recordéis que Yo soy antes que vos. 60. Os doy luz, fuerza y potestad. No os intercaléis en mis altos juicios, porque si desobedecieseis mis mandatos o traspasaseis el límite que señalo, el dolor, la destrucción, el fuego, la peste y la muerte serán con vos. 61. JAPON: Os recibo y os hablo. He penetrado en vuestro santuario y todo lo he contemplado. No queréis ser postreros siempre habéis querido ser primero y en verdad os digo: Esa simiente no es grata delante de Mí. Es menester que apuréis el cáliz de amargura, para que se purifique vuestro corazón. Es necesario que vuestra lengua se mezcle con las otras lenguas; es menester que el mundo se acerque a vosotros. Cuando el mundo se encuentre preparado y limpio, os llevará simiente que Yo le he de entregar, porque a nadie contemplo preparado. 62. No contemplo en vosotros la simiente espiritual de mi Divinidad. Más Yo prepararé el camino. Pronto habrá caos de ideas en el universo, confusión de ciencias y teorías, y después de ese caos llegará la luz a vosotros. 63. Yo a todas os preparo y perdono y hago que penetréis al camino certero. Cuando el momento sea marcado y llegue la paz a las naciones, no seáis reacios, no os opongáis a mi voluntad. Si las naciones firmaron, vos no las traicionéis, porque entonces Yo descargaré mi justicia sobre vosotros. 64. ¡Siete naciones! ¡Siete cabezas! Os ha recibido el Padre. Ante vosotros, bajo vuestro dominio, se encuentra el mundo. Vosotros me responderéis de él. 65. Sea la luz del “libro de los siete sellos” en cada una de las naciones, para que los hombres se preparen conforme es mi voluntad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 128 1. Vengo a daros mi palabra que es escala que conduce a mi reino. Si practicáis lo que Yo os enseño, despertaréis a una nueva vida. Todo aquel que quiera perfeccionarse, encontrará preparado el camino. Mi voz os está haciendo el llamado porque todos sois mis hijos muy amados. 2. Venid a Mí y poseed mi reino. Venid, niños y mancebos, que Yo me complazco en escuchar vuestra petición. Mujeres solitarias, Yo soy el casto esposo que viene a acompañaros; varones amados, sed conmigo. A todos os contemplo vencidos por las pruebas, más de ellas vengo a levantaros. No os sorprenda que así venga a buscaros. ¿No habéis contemplado en mi caridad reflejado el amor? ¿No habéis visto también a la Madre llorar de amor por la humanidad? El cáliz que todos bebéis es muy amargo, mas él os purifica, pues esas lágrimas que derramáis, son como las esencias que vertió Magdalena cuando ungió los pies de Jesús. Ahora, como entonces, os perdono vuestros pecados. 3. Vais por el mundo encontrando maldad y tenéis que pasar sobre ella, sin mancharos, mas mi fuerza os sostiene para que no caigáis, porque sin ella debilitaríais. Sed prudentes, velad, orad y seréis invencibles. 4. Contemplo a la humanidad espiritualmente pobre, porque el poder que ha adquirido es material. Ante lo espiritual las obras materiales son pequeñas, éstas no harán inmortal al espíritu; sólo los méritos que se logran en la lucha por el bien, le darán vida eterna y lo harán fuerte. 5. El soberbio cree poseer la fuerza, aunque las pruebas le dicen a cada paso que no es absoluto, que su grandeza es falsa. La fuerza que os entrego, aprovechadla en la práctica del bien. 6. No pongáis en duda mis palabras. Vengo a daros una simiente de fe, para que la cultivéis y por ella sepáis apreciar mis prodigios. He depositado en vuestro espíritu la luz de la conciencia, para que conozcáis las leyes que os he dado; y por medio de ellas rijáis vuestro espíritu y vuestra materia. En mi enseñanza encontraréis salud, paz, alegría; por eso os he dicho que el que de este pan tomare, hambre no volverá a tener. 7. Vengo a mostrarme a vosotros para que me reconozcáis, y más tarde deis a saber lo que os estoy entregando como heredad. 8. Vivís el presente y no sabéis lo que tengo destinado para vuestro futuro. Estoy preparando a grandes legiones de seres espirituales, que habrán de venir a morar la tierra, trayendo una delicada misión, y es necesario que sepáis que muchos de vosotros seréis padres de aquellas criaturas en quienes encarnarán mis enviados; vuestro deber es prepararos para que sepáis recibirles y conducirles. 9. La tierra está preparada por Mí y limpia como Yo la formé; si en ella existe algo malo, eso es obra de los hombres. ¡Cuánto mal habéis hecho con vuestro pecado, humanidad! Aunque haya quien diga que no sois responsables de lo que ha pasado tiempo atrás, y Yo os respondo: Vuestro espíritu ha habitado la tierra en otros tiempos, ha faltado y la ha profanado. ¿Por ventura sabéis quién sois? ¡Cuánto debéis trabajar para restituir a la humanidad todo cuanto le habéis negado! 10. Cuando vengáis cansados, apoyaos en el báculo de la oración, pues en ella recobraréis fuerza. Oyendo mi palabra os elevaréis a regiones superiores, desde donde sentiréis mi presencia. Comprended que para cumplir con la ley, no basta elevar el espíritu a través de la oración, debéis hacer obras de amor y caridad. 11. Ya se acerca el momento en que esta manifestación concluya; mas tened siempre presente que mi espíritu no se alejará de vosotros. 12. Al cesar de comunicarme en esta forma, esa será la señal de que ha terminado la etapa de preparación. Yo sellaré el entendimiento de los que me han servido y les daré un descanso en la gran jornada, y les entregaré un galardón a los que han sido siervos obedientes en la campiña. A ellos les dejaré la paz de mi Espíritu. Más ellos seguirán siendo instrumentos de una manifestación más elevada. 13. De la misma manera que el Verbo no volvió a encarnar después de haber sido en Jesús, esta manifestación de mi Espíritu por conducto del hombre no se repetirá. Sólo quedará mi luz irradiando desde el infinito, para guiaros espiritualmente por el camino verdadero. 14. Mirad esa luz y no perdáis el camino; observad mis leyes, y la fe y confianza en vuestros dones serán muy grandes. Comprended cuáles son las potestades de Moisés, de Jesús y de Elías, porque de ellas os he hecho partícipes. 15; Recreaos ejecutando mis mandatos, que no será un sacrificio, sino más bien un gozo para vuestro espíritu. Sed como niños al lado de su Padre, confiando y esperando en El. 16. He contemplado a este pueblo orando por la humanidad, amándola, inspirándose en el amor del Maestro. También vuestro dolor es grande, él será el que os una y os haga formar una verdadera familia. Yo os consolaré a lo largo de vuestra jornada, hasta que lleguéis a la “tierra de promisión”. 17. La paz que esperáis, vendrá, y será tan grande, como grande ha sido el dolor. La unión también llegará, mas antes Yo enviaré anuncios que os hablen de la cercanía del tiempo en que se cumplan estas profecías. 18. Bienvenidos los que habéis traspuesto los umbrales de una nueva era; escuchasteis el tañer de la campana sonora y os reunisteis a la voz de su llamado, reconociendo que es la voz de vuestro Padre que os invita a escucharle. Esa solicitud y esa obediencia han hecho que mi voz, al llegar a vuestro corazón, haya sido reconocida. 19. Como no sabéis el tiempo en que os conceda de vida, es menester os levantéis desde este instante, que por larga que sea vuestra jornada, siempre estará llena de alicientes para que lleguéis hasta la meta. En cada tiempo se ha esclarecido un misterio ante vuestros ojos. En este Tercer Tiempo en que mi palabra se hace fruto espiritual para alimentaros, os revelé lo que está reservado a vuestro espíritu. Mi palabra se está derramando en los humildes de espíritu y en los sencillos de entendimiento, porque es semejante a un riachuelo de aguas cristalinas que al pasar por la mente, de la mente al corazón y de ahí al espíritu, no se ha contaminado con las impurezas que encuentra a su paso. 20. En este tiempo, no he venido a pisar el polvo del mundo; tan sólo mi Espíritu hace acto de presencia en el templo interior que existe en lo más profundo de vuestro ser donde voy dejando la huella de mi paso. Vosotros, que os habéis sentado a la mesa de vuestro Señor, conocéis el sabor de este pan, de este vino y de estos frutos para que nunca os equivoquéis. 21. Encontré enfermo a vuestro espíritu, más me presenté ante él diciéndole: Yo soy el camino; os ofrezco mi ayuda; dirigíos por mis palabras y llegaréis a la tierra que buscáis. 22. Cuando os faltaba noción de la vida espiritual, llegabais a blasfemar, cuando os sentíais desesperados, deseando morir para descansar, según vosotros, sin saber que el descanso, como lo concebíais, no existe, porque la dicha perfecta la encuentra el espíritu sólo en la actividad. La inercia es egoísta, y el egoísmo es de la carne, no del espíritu. Sólo la materia encuentra el reposo, cuando en ella se extingue el último aliento de vida. Espiritualizaos, oh pueblo, para que miréis el rostro de vuestro Maestro que os sonríe lleno de ternura y de paz. 23. Como una semilla que se multiplica y se extiende, así mi doctrina se extenderá sobre la humanidad para rescatarla. No sólo serán salvos los que me escuchan, sino también los que no alcanzaron a escuchar esta palabra. 24. Sobre este pueblo he derramado los dones espirituales que mañana fecundarán las tierras donde germinará el amor, la concordia y la paz, porque mi semilla será llevada por mis mensajeros a los valles, a las provincias y a las ciudades. 25. Os he visitado en vuestra celda, ya que os hallabais presos del materialismo, del egoísmo y del pecado, mas os he liberado para que llevéis esta buena nueva a los corazones. Nunca podréis apartaros de Mí; sois las tiernas hojas en el árbol corpulento de la vida; sois ramas o renuevos; por vuestro espíritu corre la savia del árbol. Ese es el pacto de alianza que os une a Mí y que nunca podrá ser destruido. El árbol es la familia, en él está el padre, la madre y los hijos, unidos eternamente. En él tendrán también que reconocerse todos los hijos del Señor como hermanos, hermanos no sólo por el principio u origen, sino por el amor. 26. Símbolo de ese árbol fue la cruz donde me enclavasteis. 27. Aquí está el Maestro para dulcificar vuestro camino con su palabra, porque quienes han sentido una vez la paz en este sendero, difícilmente se apartan de él, o vuelven a caer en los errores de su vida pasada, donde los aires huracanados los azotaron. Mi palabra, siempre llena de nuevas lecciones y revelaciones, os alienta para que no os detengáis, ni retrocedáis. 28. Siempre os diré que aprovechéis el tiempo en que os estoy dando mis enseñanzas con mi palabra, porque cuando llegue la hora de mi partida, no volveréis a oír trinar a estos ruiseñores. 29. Quiero que los primeros sean buenos maestros de los postreros. Ved que entre ellos vendrán grandes espíritus, que después de pasar por un crisol de dolor abrazarán con gran amor mi obra espiritual, y con mi doctrina en su corazón y mi aliento en su espíritu, emprenderán su lucha entre la humanidad. 30. Dejad que os enseñe, que os prepare y os pruebe, para que lleguéis a ser fuertes y vuestra fe sea verdadera. Yo os tomaré como instrumentos de mi voluntad y haré muchas obras por vuestro conducto. Por vuestros labios hablaré a las multitudes y de entre ellas elegiré a los que tengan que seguirme en este tiempo. 31. Llenaos de caridad, sentid la tragedia de la humanidad, comprended sus pruebas y su expiación, para que oréis y veléis por ella. Ved cómo el Maestro no os abandona en vuestros trances difíciles, para que vosotros, como discípulos míos, hagáis lo mismo con vuestros hermanos. 32. ¿Creéis que sois indispensables para que mi mensaje llegue al corazón de vuestros hermanos? No, pueblo, mas tenéis que cumplir la misión que os he confiado y para la cual os doy cuanto necesitáis para desempeñarla. ¿Acaso sabéis lo que mañana puedan hacer por vosotros aquellos que hoy nada tienen que ofreceros? 33. Una grande purificación pesa sobre la humanidad y mi justicia podéis palparla hasta en el aire que respiráis; mas este cáliz será el que transforme moral y espiritualmente a la humanidad. 34. Buscad vuestra regeneración y dejad de ser párvulos ante mi enseñanza para que vayáis convirtiéndoos en discípulos, no sólo por lo que entendáis, sino por lo que practiquéis. 35. Reposad bajo la sombra de este árbol, oh peregrinos cansados del camino, y cuando hayáis restaurado vuestras fuerzas, convertíos en guardianes del árbol, procurándole cuidados. Esos cuidados y ese amor por conservarle, serán como agua que fertilice y refresque la tierra. Entonces dejaréis que las ramas crezcan, para que la sombra sea abundante y bajo ella vengan a refugiarse muchos necesitados. Vendrán las multitudes en busca de salud y de paz espiritual y deberéis estar preparados, porque en este árbol encontrarán frutos que en ningún otro sitio podrían hallar. 36. De vuestro espíritu se elevará la oración por la paz del mundo y por la luz para los hombres que gobiernan a los pueblos, porque vosotros no seréis duros de corazón y de entendimiento, para que mi obra no se estanque. Estoy plantando y diseminando mis árboles por muchas comarcas, para rescatar a los corazones extraviados. Estos árboles tienen la misión de destruir el fanatismo y la idolatría de los hombres. 37. Nuevamente os digo: Yo soy el camino; no transitéis más por veredas inciertas. 38. Todas estas congregaciones, unidas, formarán el redil que Elías presentará al Señor; mas vosotros que recibís el encargo de velar por estas congregaciones, tened los oídos preparados para escuchar mi palabra, que será la luz con la cual rectificaréis las sendas torcidas. 39. En verdad os digo que me tenéis muy cerca de vosotros en la esencia de mi palabra, y a mi mundo espiritual también le tenéis cerca a través de su ayuda, su protección y sus consejos. Mi caridad es la que os fortalece para que no desfallezcáis en el camino, pues es muy delicado el cargo que habéis recibido en este tiempo; mas os dejo investidos de los dones necesarios para que salgáis avante. 40. Llevad vuestra cruz, no como una carga, sino como una bendición. 41. Sea con vosotros mi caricia de Padre y mi lección de Maestro, sentid mi calor y mi paz y os aseguro que al terminar mi cátedra, vuestra fe será mayor y tendréis más fortaleza para hacer frente a la lucha. 42. Mi palabra en vuestro corazón será escudo, y en vuestros labios será espada, mas sabed emplearla en el combate y también usarla en la paz. 43. Aquí tenéis a vuestro Salvador. ¿No me buscabais afanosamente por todos los caminos? ¿No me invocabais con himnos y con salmos para que viniera a rescataros? Pues aquí estoy, sólo que ahora he venido bajo una forma que no esperabais. Mas no os extrañe esta forma, que no es nueva, y concretaos mejor a buscar la esencia de mi doctrina, y quedaréis persuadidos de que este tono con que os hablo, este amor que sobre vosotros vierten mis palabras y esta sabiduría que brilla en cada una de mis enseñanzas, es un lenguaje que entiende vuestro espíritu. 44. Tomad la luz de mi palabra y con ella libertaos, porque ha mucho tiempo que permanecéis ocupados sólo en las cosas de la tierra, convertidos en guardianes de bienes terrenales, sin reparar en que el espíritu está destinado a retornar a su antigua morada y que debéis de preparar la alforja y el cayado que le ayuden en su viaje. 45. Buscan los hombres la inmortalidad en el mundo, tratando de alcanzarla por medio de obras materiales, porque la gloria terrenal aunque sea efímera, es tangible y se olvidan de la gloria del espíritu, porque dudan de la existencia de aquella vida. Es la falta de fe y la carencia de espiritualidad las que han puesto un velo de escepticismo ante las pupilas de los hombres. 46. Si esta humanidad tuviera fe en mi palabra, me llevaría en su corazón, tendría siempre presente aquella frase mía, cuando dije a las multitudes que me escuchaban: “En verdad os digo, que si un vaso de agua dieseis, él no quedaría sin galardón”. 47. Mas los hombres piensan que si algo dan, nada reciben en cambio, y para conservar lo que poseen, lo guardan sólo para ellos. 48. Ahora os digo, que en mi justicia existe la perfecta comprensión, para que nunca temáis dar algo de lo que poseéis. ¿Veis a esos hombres que atesoran y acumulan y no participan a nadie de lo que poseen? Esos hombres llevan muerto el espíritu. 49. En cambio, aquellos que han consagrado hasta el último aliento de su existencia para dar a sus semejantes cuanto poseen, hasta verse solos, abandonados y pobres, en su hora postrera, esos han sido guiados siempre por la luz de la fe, la cual les ha señalado en la lejanía la proximidad de la “tierra prometida”, donde les espera mi amor para darles la compensación de todas sus obras. 50. De cierto os digo, que los poderosos de ahora se acabarán, para dar paso a los que serán grandes y fuertes, poderosos y sabios por el amor y la caridad hacia sus semejantes. 51. Discípulos, tomad mi palabra como una prueba más de mi amor por vosotros. Sentid en vuestro cuerpo y espíritu mi bálsamo de curación; mas si vuestra conciencia llega a deciros que ese dolor que lleváis es debido a vuestro pecado, expulsadlo de vuestro ser, que en mi doctrina encontraréis fuerzas para sobreponeros a la debilidad de la materia. Venid todos a Mí, para que Yo os dé fuerzas para alcanzar vuestra liberación espiritual. 52. Dejad que los niños vengan a Mí. Dejad que la juventud se acerque a Mí. Hombres y mujeres, unos en la madurez y otros en la ancianidad, venid ante Mí, quiero gozar con vuestra presencia, quiero oír vuestra voz llamándome Padre. 53. Pecadores, llorad ante vuestro Maestro, para que vuestras lágrimas os purifiquen, pero que vuestro llanto se semeje al arrepentimiento de Magdalena, para que vuestro amor llegue a Mí, como la oración de aquella pecadora arrepentida. 54. Destruid vuestro orgullo, para que volváis humildes ante vuestros hermanos; la humildad es el triunfo, la vanidad es la derrota, aunque en el mundo apreciéis en otra forma estas cosas. 55. ¿De qué podéis envaneceros si nada es vuestro en la tierra? Yo no os hice herederos en este mundo, os lo confié en la misma forma en que lo hace el hacendado con sus labradores, reparte entre ellos la responsabilidad del cultivo y cuidado de las tierras para luego recoger la cosecha, y darle a cada quien la parte que le corresponde. 56. Tomad de la tierra lo que necesitéis, gozad y deleitaos con todo aquello que de bueno os brinde; mas nunca lleguéis a tomar la vida terrenal como si fuese la mansión perfecta del espíritu, ni tampoco juzguéis que lo que poseéis en el mundo es vuestro mayor tesoro. 57. La tierra no está manchada, está bendita y es pura; son los hombres los que han manchado su corazón. Si la tierra hubiese pecado, ya la hubiese destruido y os hubiera enviado a habitar a otro mundo, más en ella no encuentro mancha. Por eso os digo que es en la humanidad en donde debéis de trabajar por su regeneración, para que ella os brinde nuevamente la paz, la prosperidad, el amor, la abundancia y el progreso verdadero. 58. Mirad con cuanta paciencia vengo a enseñaros para que también vosotros tengáis paciencia al enseñar a vuestros hermanos, y cuando el necesitado llame a vuestras puertas, nunca le neguéis vuestra presencia, ni le recibáis con disgusto. ¿Qué podrán ofrecerle vuestras manos, si en vuestro corazón no hay amor? Yo os digo que quien siente fatiga, es porque no lleva verdadera espiritualidad; en cambio, quien se encuentra siempre dispuesto a dar, ése ha logrado elevar sus sentimientos por sobre el egoísmo de la carne. 59. A veces os retengo mi caridad, a fin de que sepáis considerar a aquellos a quienes se la vais reteniendo; mas nunca os desheredo, porque lo que os he dado, es vuestro. 60. ¿Creéis haber recibido muchos desengaños de la humanidad? Eso fue cuando esperabais algo de ella y cuando nada teníais que ofrecerle; más ahora que os vais despojando de ese interés material y de vuestro egoísmo, ahora que sabéis que aun cuando el mundo no tuviera nada que ofreceros, soy Yo quien vela por vosotros, ya no podéis hablar de ingratitudes, decepciones o de desengaños. Debéis cerrar vuestros ojos y vuestro corazón a toda miseria humana y abrirlos tan sólo para servir a vuestros hermanos con verdadera caridad y amor. 61. Los que más os hagan padecer, son los que os pueden ayudar a elevaros más. Alentad el anhelo de progreso espiritual, destruid la monotonía y rutina de vuestra vida. ¿No encontráis mi comunicación por medio del entendimiento humano altamente significativa? ¿No os dais cuenta del valor de cada uno de los dones que os he concedido? 62. Yo soy quien recibe la ingratitud de todos. Yo, el que os ama y el que todo os lo da; sin embargo, ¿Habéis oído alguna vez que Yo me encuentre desengañado de vosotros? Jamás, mis hijos. ¿Quién puede conoceros mejor que Yo, para decepcionarme, sabiendo que vais a amarme y a llegar a las puertas de mi reino? Si yo pensara como vosotros pensáis ahora, sería como cobraros la sangre que en cuanto hombre derramé en otro tiempo; y Yo os digo que aquella sangre fue para vosotros, la que os trazó la senda de evolución. 63. Es necesario que comprendáis vuestra misión para que podáis desempeñarla como es debido. Pensad que cuando sentís profundamente el dolor de un semejante, y haciéndolo vuestro me lo presentáis en una oración, os convertís en el verdadero intercesor e intermediario entre Dios y vuestros hermanos. Al que ha de vivir y al que ha de morir para el mundo, los pondré a vuestro paso, porque sabréis despertar el anhelo de regeneración en el que va a reanudar su jornada en la tierra, y al que va a partir al valle espiritual le podréis señalar el camino que le llevará a la luz. Os he dado dones para que los utilicéis en bien de vuestros hermanos y en bien propio, más no para que los ocultéis por temor al mundo, tampoco para que los mostréis y hasta hagáis ostentación de ellos. Practicad la caridad de tal manera, que los ignorantes, los menesterosos y los inocentes, lleguen a desear poseer vuestros dones en un anhelo de servir también a sus semejantes. Entonces les doctrinaréis y les revelaréis que cada criatura lleva dones del Espíritu Divino. 64. Nadie se levante escandalizando con enseñanzas que mi obra no le haya revelado, porque serían la causa de que mi doctrina fuese perseguida y tendríais que responder de ello ante mi justicia. Hablad de mi verdad, sin alterarla jamás. Nunca calléis por temor, porque si callaseis, de cierto os digo que las piedras hablarían. Mirad que la estructura de vuestro planeta es de roca, pues desde sus entrañas saldrían voces que hablarían del tiempo de justicia. No esperéis ese testimonio, mejor hablad vosotros; pero que esa voz salga de vuestro corazón, porque en él hablará vuestro espíritu. 65. Pueblo, he venido a endulzar vuestra existencia, a daros el pan de vida eterna. Tomadme como vuestro confidente y Yo depositaré en vosotros la paz. 66. Me place daros mi palabra en este tiempo, como os la di en el Segundo Tiempo: Una palabra sencilla para que podáis comprenderla, y escuchándola llenéis de fortaleza y virtudes vuestro corazón. Ved cómo su esencia divina ha cautivado vuestro espíritu y ha sido bálsamo en vuestras heridas, para que el mañana también vosotros sanéis a vuestros hermanos haciéndoles escuchar mi palabra. 67. Si os preparáis, contemplaréis prodigios, seréis sanos, y vuestros hermanos recibirán gracias y beneficios. 68. Grandes pruebas se acercan a la humanidad, y vosotros debéis ser el profeta y el baluarte. Orad, trabajad, y los elementos pasarán sin dejar huella en vosotros. Elevad vuestra intercesión, y os prometo que un manto de amor y protección defenderán a los vuestros. No os pido penitencias ni sacrificios; para agradarme bastará que elevéis vuestro espíritu y Yo os inundaré de paz. Amaos los unos a los otros y Yo os bendeciré. 69. No os he pedido que vayáis a lejanas comarcas a esparcir mis enseñanzas; aún no es llegado ese tiempo; pero llegará el momento en que vosotros, con los vuestros, os trasladéis a otros lugares donde os estableceréis y seguiréis siendo los sembradores infatigables de la simiente preciosa que os he confiado. 70. Mi obra será buscada por hombres de diferentes razas y credos, y es necesario que mis discípulos les muestren el camino más corto para llegar a Mí, enseñándoles a amarse los unos a los otros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 129 1. Desde mi reino vengo a la morada del hombre buscando la lámpara de vuestra fe. He llamado en cada corazón, para reconocer en cada uno su buena voluntad para acudir a mi llamado. En algunos encontré un santuario iluminado por la llama de una lámpara, en otros solamente tinieblas. Unos son recintos limpios, donde puedo penetrar, los otros están manchados, y es menester que se purifiquen para recibirme; mas a todos los bendigo con el mismo amor. 2. El que llama a vuestras puertas, no viene con regios atavíos, siendo Rey; viene con vestidura de caminante y en busca de albergue. Cuando os contemplo despiertos, velando y esperándome, mi palabra, como un torrente inagotable, se desborda en vosotros para fecundar vuestro corazón. Ese corazón que en vuestro interior late, es una tierra propicia para sembrar la semilla divina. Vuestro espíritu es el templo de la Divinidad, es mi morada. Vuestra conciencia es el intérprete de mi voz de justicia y el sostén de mi cetro. Todas estas potencias os dicen que no sois absolutos, sino que procedéis de un Ser Omnipotente, al cual tenéis que someter vuestra voluntad, ya que Él es perfecto. 3. El Padre se acerca a sus hijos para recoger de ellos sus méritos como una óptima cosecha y no sólo las lágrimas de vuestros sufrimientos, porque ellas no serán las que Yo almacene en mis graneros. Casi siempre vuestro llanto viene a ser el fruto de vuestras desobediencias a mi ley; pocas veces lloráis de amor o de arrepentimiento. 4. Duro he encontrado vuestro corazón en este tiempo; más si en el Primero grabé en piedra mi ley, ¿Por qué no he de imprimirla en esta era en la roca de vuestro corazón? Ahí os mostraré el poder de mi palabra, escribiendo no una hoja, sino un libro que encierre misterios en mi arcano, que sólo Yo puedo revelar. 5. Os estoy hablando como Padre y como Maestro, más cuando os hable como Juez, temed mi justicia, pero no huyáis, porque aun esa voz es amiga y si os reclama, es porque os ama. Así me muestro ante vuestros ojos, para que podáis conocerme. ¿Cómo podríais lograrlo si viviese eternamente oculto tras una cortina de misterio? Comprended que he tenido necesidad de manifestarme poco a poco delante de vuestro espíritu, para que podáis llegar a mirarme en todo mi esplendor. Si al principio de vuestra evolución espiritual me hubiese mostrado a vuestro espíritu en toda mi grandeza, ¿Qué habríais visto, sentido o comprendido? Nada; al sentiros cerca de Mí, hubieseis percibido un vacío infinito, o al querer concebir la profunda verdad, hubieseis encontrado impotente a vuestra razón y débil a vuestro espíritu. Hoy vengo a descorrer otro poco el velo de mi arcano, para que conozcáis algo de vuestro Dios. 6. ¿Quién está ciego que no pueda mirarme? ¿Quién está insensible que no pueda sentirme? Ha tiempo que he venido preparándoos para que me escuchaseis bajo esta forma, que es como ver mi faz, a la vez que os preparo para tiempos futuros en los que tendréis que saber más de Mí. Entonces, si estáis ávidos de luz, si tenéis hambre y sed de verdad, escuchadme con todos vuestros sentidos y potencias y me contemplaréis. No os familiaricéis con esta palabra, ni caigáis en la rutina de lo ritual. No toméis mi enseñanza como cualquier obra material, ni os valgáis de ella para lucrar con la buena fe o con las dolencias físicas o espirituales de vuestros hermanos. 7. Llegó el tiempo de la comprensión para vosotros; llegó el momento de la lucidez y ya no está lejos el instante en que os levantéis para hacer brillar en otros corazones esta luz. Os doy sensibilidad y os doy saber para qué cumpláis con vuestra misión espiritual. Todos estáis capacitados para dar un consejo de luz a los necesitados, para secar el llanto del que llora. Os he entregado en abundancia un bálsamo precioso, el cual no debe estar inactivo un solo día. El dolor os ha purificado para que podáis desarrollar vuestros dones; no os volváis a manchar con el pecado; también vuestros labios y vuestro corazón se purificaron, el uno para convertirse en fuente de caridad y buenos sentimientos, y los otros para que supiesen expresar lo puro, lo elevado. 8. He aquí mi lección clara transparente como el agua con que calmáis vuestra sed; convierto vuestro corazón en fuente para que guarde estas aguas y a través de su transparencia podáis contemplar su fondo, que es como si contemplaseis a mi Espíritu libre de toda forma o vestidura. 9. Oídme, discípulos, porque de Mí proviene toda sabiduría. Vengo a vosotros con palabras y obras para sorprenderos en vuestro sueño; más de cierto os digo, que antes de llegar a un pueblo o a un corazón, le envío un emisario o precursor para que a mi llegada sepa reconocerme y recibirme. Ahora preguntaos en cuál de mis llegadas estuvisteis preparados para recibirme. 10. Los profetas de los primeros tiempos que anunciaron la venida del Mesías, fueron burlados, perseguidos y apedreados en las ciudades. Elías, en este tiempo, hablando por los labios de un varón inspirado y justo que se llamó Roque Rojas, predicó en el desierto y muy pocos escucharon su voz. 11. Si observáis la lucha de Moisés con su pueblo en aquel Primer Tiempo, veréis también la escasa fe, la falta de preparación en los momentos decisivos. Recordad que, habiendo encargado Moisés a su pueblo la noche de la liberación, que nadie durmiese y que pasaran la velada orando de pie, con las sandalias puestas y el cayado en la mano, hubo muchos que se entregaron al sueño, y cuando despertaron, ya el pueblo había partido; y cuando Moisés dejó al pueblo orando en el monte Sinaí, al descender encontró a la multitud entregada al culto idolátrico, olvidado por completo de los anuncios de su guía y profeta sobre las promesas de Jehová. 12. Nunca he querido encontraros impreparados o sorprenderos pecando o durmiendo en el regazo del mundo y de la carne; por eso os he enviado primero a mis emisarios, para que ellos hagan llegar mi voz desde la casa más humilde hasta la mansión más suntuosa. Siete grandes profetas hice nacer del mismo pueblo para que le anunciaran la venida del Salvador del mundo, siete hombres que fueron hermanos de aquel pueblo, que llevaron su sangre y su lengua. En ellos puse mi voz para que fueran como un faro de esperanza para los pobres y oprimidos y un presagio de justicia para el soberbio, para el malvado, para el injusto. 13. Cuando el Prometido llegó entre su pueblo, muy pocos le siguieron, sólo los que tenían hambre y sed de justicia; más los que estaban llenos de honores, de vanidades y de poder, que eran los que se sentían señalados por el índice de mi justicia, esos fueron los que prepararon la cruz para el Hijo de Dios. 14. Vosotros llevaréis la buena nueva a la humanidad de que ya está viviendo en el tiempo del Espíritu Santo, de este tiempo que ha sido anunciado por grandes señales en la naturaleza, para abrir a la verdad los ojos de los hombres de ciencia, para mover a regeneración el corazón del pecador y para hacer penetrar en meditación al mundo; mas esta humanidad, sin querer traducir esas voces a su verdadero sentido, cuando no lo ha atribuido todo a causas materiales, ha caído en temores supersticiosos. Por eso mi palabra ha tropezado en este tiempo con corazones que son rocas, comenzando para Mí una nueva pasión. 15. La luz que mi Espíritu ha derramado sobre vosotros en esta era, es la sangre que en la cruz derramó Cristo por toda la humanidad. Como figura anticipada de estas revelaciones, en el Primer Tiempo sacrificasteis corderos y con su sangre señalasteis las puertas de vuestras casas. La sangre es vida, el sacrificio amor; el amor es la luz del Espíritu. Esa ha sido vuestra marca o señal en cada uno de los tiempos. 16. Oh pueblo, que os habéis levantado en seguimiento de esta voz, no olvidéis nunca que la caridad del Señor os ha señalado para una grande misión. Esa marca divina es mi ósculo de amor, es antídoto, arma y escudo 17. La vida que hoy cruzáis, es un desierto mayor que aquel que atravesó Israel en el Primer Tiempo, más si en su tránsito no os falta el amor y la fe, no habrá escasez, ni hambre, ni sed. Habrá agua y maná, habrá oasis y alegría en el viaje. Quienes no huyan de las arenas quemantes, ni se arredren ante los enemigos, ni se fatiguen por el largo viaje, pronto se sentirán llegar a la “tierra prometida”; mas aquellos que en la jornada busquen las comodidades, los placeres y los medios para hacerse grandes, esos quedarán estacionados en el camino y tardarán en llegar a las puertas de la ciudad. El camino es evolución, el desierto es prueba para la fe y temple para el espíritu. 18. No hagáis de este camino un sendero a vuestra manera, no queráis adaptar mi ley y mi obra a vuestra vida, costumbres y pasiones. Sed vosotros los que os apeguéis a mi ley. 19. A veces no alcanzáis a comprender por qué os amo tanto, por qué os perdono todas vuestras faltas; entonces os muestro a vuestros semejantes para que hagáis con ello, lo que el Maestro ha hecho con vosotros. 20. ¿Quién puede dudar de la bondad de mis enseñanzas en este tiempo? Les he dicho a los hombres como en aquel tiempo: “Amaos los unos a los otros”, a los hijos: “Venerad a vuestros padres”, al hombre: “Respetad a la mujer”, a los padres: “Dad buen ejemplo a vuestros hijos”. Esto no es tiniebla. Mi semilla es de paz, de amor, de concordia. Detened con ella esa restitución que desde los primeros tiempos ha venido pasando de padres a hijos, restitución dolorosa que ha sido la semilla que siempre habéis estado sembrando y recogiendo. Es menester que toda falta sea lavada, y en verdad os digo, que ninguna falta escapa a mi justicia. Podrá pasarse un año, un siglo y hasta una era, más el momento de juicio tendrá que llegar. 21. Amad la limpidez, vivid de acuerdo con la ley que os señala la conciencia. Aprovechad estos tiempos de enseñanza, para que pongáis en práctica lo que habéis aprendido. No durmáis mientras otros lloran, no os familiaricéis con los rumores de guerra. Mirad que esos rumores están llenos de sollozos, de lamentos y de angustia; comprended que esos rumores que hasta vosotros llegan, son voces dolorosas de vuestros hermanos; más vale que a través de mi palabra sintáis el dolor de aquellos y movidos a piedad oréis y hagáis méritos para que encuentren la paz, y no sea la guerra la que sorprenda a vuestra nación, y cuando estéis bebiendo un cáliz muy amargo exclaméis: ¡Ahora comprendo por lo que han pasado aquellos pueblos! 22. ¿Qué sería de este pueblo al que he congregado, si no lo doctrinase con palabras de justicia, de sabiduría y de amor? ¿No creéis en mi palabra de este tiempo porque os la hago oír por medio de mis hijos? 23. Si a los profetas de los primeros tiempos les disteis muerte en las calles y a mis apóstoles más tarde les llevasteis al martirio, os digo que también es muerte la que dais a estos portavoces cuando la palabra que vierten sus labios no es creída. ¿Sois tan materiales, que no sentís la esencia divina de esta palabra? Acordaos que os dije: “El árbol por su fruto es reconocido”. 24. Os estoy preparando para el tiempo en que ya no escuchéis mi palabra, porque para entonces los hombres van a nombraros el pueblo sin Dios, el pueblo sin templo, porque no tendréis regios recintos para rendirme culto, ni celebraréis ceremonias, ni me buscaréis en imágenes; pero os dejaré un libro como testamento que será vuestro baluarte en las pruebas y será el camino por donde guiéis vuestros pasos. Estas palabras que hoy escucháis por medio del portavoz, mañana brotarán de los escritos, para que os regocijéis nuevamente y sean escuchadas por las multitudes que para ese tiempo llegarán. 25. No despreciéis lo escrito en otros tiempos, porque seríais fanáticos; no os dejéis dominar por las pasiones, y aprended a respetar a vuestros hermanos que en otros tiempos escribieron con su amor, con fe y aun con su sangre, páginas de ese libro en el cual están los nombres y los ejemplos de los que han dado testimonio de mi verdad. 26. ¿Me amáis y me reconocéis? ¿Amáis a María, vuestra Madre Celestial? Pues en aquellas páginas existe una que está escrita con la sangre de vuestro Salvador y con las lágrimas de María, de Aquélla que encierra en su seno el amor maternal divino. 27. Si queréis que las nuevas generaciones respeten el Tercer Testamento, respetad vosotros los testamentos pasados. 28. Las grandes pruebas conmoverán al mundo, y entonces los hombres pondrán atención al nuevo libro, el cual encontrarán firme como una roca, impreso en el corazón de un pueblo. 29. Comprended mi palabra; mucho os he hablado de mi ausencia y de mi partida, mas entended que os he hablado en sentido figurado. Podré dejar de hablaros bajo esta forma, pero, ¿Concebís que pueda apartarme de alguno de vosotros, si Yo soy la vida de vuestro espíritu y habito por siempre en él? ¿Podréis dejar de oír la voz de vuestro Padre en el interior de vuestro ser? Jamás, si sabéis prepararos. 30. Hacia esa meta camináis, con ese fin vine a prepararos por medio de esta comunicación. Si estáis preparados, escucharéis mi voz límpida y clara, si no lo estáis, os turbaréis y nada podréis entregar como testimonio. ¿Qué vais a entregar entonces, de qué vais a hablar después de la partida de mi palabra? 31. Quiero que sin saliros de una vida natural y sencilla, sin que caigáis en un estado que pudiera considerarse fuera del normal, os conservéis siempre preparados y llevéis guardada en vuestro corazón la espiritualidad, para que en cualquier momento en que seáis llamados, os halléis dispuestos a cumplir vuestra misión. 32. Os he dicho que en 1950 reuniré a los 144,000 marcados; mas nadie sabe a qué puntos de la tierra enviaré a nacer a los que se encuentran en espíritu para que cumplan mi mandato. 33. Vuestro destino está en Mí, porque Yo soy la resurrección y la vida. Más tarde os reuniréis en el valle espiritual para desde ahí consumar vuestra obra. 34. Espiritualizad vuestras prácticas; ya se aproxima 1950 y no debéis quedar impreparados. Os quiero celosos, más no fanáticos. Aprovechad el tiempo que para el espíritu es luz y redención. 35. Después de haber caminado mucho, la humanidad aún permanece dividida espiritualmente ¿Es que a cada pueblo se le ha dado a conocer una verdad diferente? No, la verdad es una sola. 36. La división espiritual de los hombres se debe a que unos tomaron una rama y otros, otra. Un solo árbol es el que existe, en cambio, sus ramas son muchas; pero los hombres no han querido entender así mis enseñanzas, y las discusiones los distancian y ahondan sus diferencias. Cada uno cree poseer la verdad; cada quien se siente en lo justo; mas Yo os digo, que mientras sólo probéis el fruto de una sola rama y desconozcáis el de las demás, no llegaréis a reconocer que todos los frutos provienen del árbol divino, cuyo conjunto forma la verdad absoluta. 37. Al hablaros de estas verdades, no penséis que el Maestro se refiere a los cultos externos de las diferentes religiones, sino al principio fundamental en que cada una de ellas descansa. 38. Ha comenzado a sentirse un fuerte viento de tempestad; sus ráfagas, al azotar el árbol, hacen desprenderse sus diferentes frutos, los cuales llegarán a ser probados por quienes no les habían conocido antes, entonces dirán: ¡Cuán equivocados y ciegos habíamos estado, cuando llevados de nuestro fanatismo, rechazábamos cuantos frutos nos ofrecían nuestros hermanos, sólo por considerarlos desconocidos! 39. Una parte de mi luz está en cada multitud, en cada congregación. Nadie se ufane por lo tanto de poseer toda la verdad. Entended que si queréis penetrar más al fondo de lo eterno, que si queréis ir más allá de donde habéis llegado, si queréis saber más de Mí y de vosotros, antes debéis unir los conocimientos del uno con los del otro y así con todos. Entonces, de esa armonía brotará una luz clara y purísima, que es la que habéis buscado en el mundo sin haberla llegado a encontrar. 40. “Amaos los unos a los otros”, he ahí mi máxima, mi mandamiento supremo para los hombres, sin distinción de credos o de religión. 41. Acercaos unos a otros por medio del cumplimiento de esa máxima y me encontraréis presente en cada uno de vosotros. 42. Observad y comprenderéis que ya se inicia la lucha de ideas, de creencias y de religiones. El resultado de vuestras contiendas humanas os va conduciendo paso a paso hacia esa nueva batalla. 43. ¡Ah, si los hombres se preparasen cuando mi luz se acerca a ellos, cuánto dolor y confusión se evitarían! Mas no saben aún disponerse para recibir la paz; sólo buscan prepararse para la guerra o cuando menos para la defensa. 44. Después de anunciaros todo esto, de preveniros, ¿Osaríais confundiros como lo haría cualquier ignorante cuando el tiempo de la lucha haya llegado? 45. Disponeos para la paz, para la armonía, la conciliación y la fraternidad. 46. Vais a ver a las grandes religiones atacarse unas a otras, a las multitudes huir en confusa desbandada; para esa hora este pueblo deberá tener pleno conocimiento de su misión, estar libre de prejuicios, de manchas o confusiones, para extender su mano llena de caridad hacia el necesitado de paz, de consuelo, de luz y de salud. 47. Regenerad vuestra vida, espiritualizad vuestras obras, estudiad mi palabra, porque en ella os estoy dando el sabor de todos los frutos del árbol divino, para que cuando vuestros hermanos vengan a ofreceros el que ellos poseen y que han cultivado, conociendo ya el sabor del que os he dado, lo aceptéis con amor, si le encontráis limpio, o lo rechacéis con bondad, si no le halláis puro. 48. Un sentido superior tiene el espíritu, el cual le permite descubrir lo verdadero, lo puro, lo perfecto; pero es menester que se desarrolle ese don, para no caer en confusión, o sea, que os alimentéis de enseñanzas insanas y rechacéis lo que en verdad es sustento para vuestro espíritu. 49. Voy a daros mi lección, pero antes depositad vuestras penas en Mí, llorad junto al corazón del Maestro, descansad, y cuando hayáis mitigado vuestro dolor, cuando las lágrimas se hayan secado en vuestras mejillas, elevad vuestro espíritu para que sobre él sea mi enseñanza. 50. No quiero ver hambre ni sed en ninguno de mis discípulos, quiero veros satisfechos de haber comido y bebido en esta mesa; solamente así podréis hacer obras dignas de Mí en este mundo; no olvidéis que cada día que pasa, aproxima el de mi partida, y el que no aproveche este tiempo de enseñanzas, después se sentirá huérfano. 51. No ha sido el acaso el que os ha traído ante mi presencia; mi voz os llamó por los caminos y mi caridad os condujo; ahora sabéis que habéis venido para conocer la misión que os envié a cumplir en la tierra; en mi palabra habéis sabido cuál es vuestro principio y cuál es vuestro fin; habéis tenido la revelación de que sois parte de un pueblo, que en tres etapas ha recibido el maná del espíritu. 52. Si todo cuanto aconteció en el pueblo de Israel en los dos primeros tiempos, lo trasladáis a lo espiritual, veréis que lo mismo ha acontecido en vosotros en el tiempo presente. 53. La vida de aquel pueblo, su historia, es una lección para toda la humanidad, es una parábola, es un libro cuyas bases de piedra fueron la ley que os revelé en el Sinaí; su contenido guarda la voz de los profetas, la evolución de un pueblo, sus luchas, sus sufrimientos y sus caídas, sus goces y sus amarguras. También en él está la obra perfecta de Cristo entre los hombres y la misión de los que le siguieron. 54. Hoy se abre ese libro ante vuestro espíritu y veis brotar de él nuevas luces, porque lo que no fue comprendido en aquellos tiempos, hoy os ha sido explicado; hoy vuestro espíritu puede llamar a las puertas del más allá en demanda de sabiduría; hoy vuestra capacidad espiritual os permite acercaros más al Maestro para que Él os muestre las nuevas lecciones de su arcano. 55. Pueblo mío, aun cuando en la gloria de mi Espíritu hay paz, no puedo dejar de enviaros mi ayuda, porque os veo ir por los caminos del mundo arrastrando cadenas de penalidades e imperfecciones. 56. Venís atravesando un desierto y en medio de él he hecho nacer palmeras para que os sombreéis y tengáis descanso. He hecho brotar de la roca estéril de vuestro mundo, un manantial inagotable para que bebáis de él, y no volváis a tener sed. Hoy no os daré tierras en el mundo para que las cultivéis; vuestras tierras las hallaréis en los corazones; unos han venido a empezar a cultivar, otros a concluir una obra comenzada tiempo ha, y otros a recoger el fruto de su siembra. 57. No pretexten los padres de familia que tienen muchos hijos, que su tiempo está dedicado únicamente a ganar el pan de cada día, y por esa causa no pueden pensar en hacer el bien a los demás. 58. No me digan los varones que se sienten incapaces para enseñar mi ley. A todos os digo, que en vuestro camino sobran las ocasiones en que podáis sembrar mi semilla sin perder vuestro tiempo y sin desatender vuestros deberes. 59. Servidme y Yo os serviré. 60. No sufra decepción vuestro corazón, si al sembrar amor en vuestros hijos o en vuestros hermanos, sólo recogéis de ellos dolor; bien sabéis lo que Cristo sembró en el mundo y lo que recogió; mas Él sabía que no estaba en el mundo la cosecha, sino en el cielo, cuando el tiempo llegara. También vosotros, discípulos, imitando en paciencia al Maestro, no busquéis galardones ni compensaciones en la tierra, mas sí esperad la hora de vuestro gozo en el más allá. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 130 1. El mundo se conmueve con el recuerdo de mi pasión. En esta tarde, en que recordáis aquellos sucesos y en que desciende mi rayo divino a dar quietud al espíritu de la humanidad, Jesús os contempla conmovidos. 2. Vosotros que me amáis y que como apóstoles me ofrecéis vuestra vida, vosotros que sabéis ofrecer al sediento Rabí el agua cristalina de vuestro amor, sentid que en verdad el Espíritu Sagrado del Maestro se encuentra entre vosotros. 3. Ya es tiempo de que reine el Espíritu de Verdad y se aparte del corazón de los hombres el fanatismo religioso. 4. En este instante siente mi Espíritu un gozo muy grande al encontrarme entre mis discípulos, a quienes vengo a ofrecer el vino de mi mesa de amor, no el vino de uva que nunca dejará de ser el jugo de la vid, sino mi propia vida espiritual. 5. Ha pasado ya el tiempo en el que os dije que recordaseis el santo cenáculo, tomando el pan y el vino en memoria mía. Hoy vengo a enseñar a vuestro espíritu a alimentarse con la esencia de mi enseñanza de amor, prescindiendo de todo simbolismo. 6. No vengo a tratar de haceros recordar dolores que correspondieron a otra era, aunque sí vais a llorar con mi lección, pero ese llanto deberá ser de arrepentimiento. 7. El mundo es un cáliz de amargura, mas Cristo, el Verbo del Padre, viene lleno de amor a continuar la enseñanza de infinita caridad que he dado a los hombres. En este tiempo vengo a mostraros el sendero que debéis seguir para alcanzar la redención de vuestros pecados; mas no quiero que tan sólo llevéis a Cristo en vuestro pensamiento, sino que testifiquéis con obras de amor la verdad de su doctrina. 8. Ved como en este día muchos de mis hijos simbolizan erróneamente aquella cena en la que por última vez me reuní con mis discípulos; mi palabra, mis lecciones de amor, han sido falseadas. En este instante el verbo Divino, en comunicación directa con todos los espíritus, os entrega su amor, así como repartió el pan entre sus apóstoles. 9. He aquí a Cristo, el príncipe de la paz, a quien las turbas juzgaron agitador y rebelde. Recordad que el Hombre Dios vino al mundo y dijo: “Estos son mis hijos, por los que daré hasta la última gota de mi sangre”. Ahora, amados hijos míos, vengo a hablaros sencillamente. En aquel tiempo os hablé en parábola, y muchas veces no me entendisteis, porque dabais un significado equivocado a mis palabras. 10. Humanidad infinitamente amada por Mí, he vuelto a vos, mas no como me oísteis en el Primer Tiempo, ni como me mirasteis y escuchasteis en el Segundo; hoy vengo a entregaros mi enseñanza a través de un cerebro preparado por mi sabiduría. 11. Entre mi pueblo siempre se han encontrado los que sienten la espiritualidad, así como los que únicamente persiguen los bienes materiales. En el Primer Tiempo hubo veces en que mientras unos adoraban al “becerro de oro”, otros lloraban de temor ante Jehová; y en el Segundo, en el seno de mis apóstoles, estaba uno que ambicionaba recibir de Mí la potestad de convertir las piedras en oro, pretextando que estaba bien el socorrer con dinero a los pobres que padecían de hambre, al cual Yo le dije: “El dar dinero a las multitudes, haría que no lo apreciaran por ser fácil de obtener”. Y añadí: “Aquel que me siga, debe ser pobre, como su Maestro”. Por eso humildemente me incliné a lavar los pies de mis discípulos, y les dije: “Nunca os creáis los primeros, sino los últimos ante el Padre”. 12. A vosotros, que sois mis nuevos discípulos, os digo: “Lo que veáis que hago con vosotros, hacedlo con vuestros hermanos”. 13. Habéis preparado vuestro corazón para recibir la esencia de mi palabra y con ella, el consuelo, la fortaleza y la luz que necesitáis. Confiáis en Mí, porque sabéis que vosotros como todos los seres, recibís mi protección; mas Yo os he dicho que vivís en un tiempo de restitución y purificación y que aún conoceréis el dolor en mayor grado. 14. Hay en el futuro de los hombres grandes combates y vicisitudes; y vosotros, como parte de esa humanidad, también tendréis que sufrir. Sólo la oración y la vigilia harán llevaderas las penas; muchos van a perder el rumbo en esas pruebas, van a flaquear y a buscar la solución de sus males por otros caminos; y sólo cuando retornen al sendero del bien, de la paz y de la justicia, recobrarán su tranquilidad; y aún entre este pueblo que ha sido marcado en este tiempo, de los 144,000 señalados en su frontal, ¿Cuántos de ellos me abandonarán, a pesar de estar ahora rodeando al Maestro, escuchando su lección de infinito amor? 15. Por eso he venido en esta era, para daros fuerza en vuestra lucha, para enseñaros a trabajar por un ideal elevado, que es el mismo por el cual he luchado en todos los tiempos, vuestra elevación espiritual. 16. Poseed y valorizad todos vuestros dones para que podáis hacer frente a esa gran prueba. No os despojéis de ellos, para que no os sintáis huérfanos, porque vais a necesitar hacer acopio de fe, de fuerza espiritual, de valor, para no desmayar. 17. Más todo lo que os anuncio, no será para aniquilaros, sino para haceros grandes; porque encontraréis innumerables motivos para hacer el bien y derramar vuestra caridad. Si sabéis prepararos, os olvidaréis de vosotros mismos para ir en ayuda de vuestros hermanos y encontraréis su espíritu dispuesto como tierra virgen, para recibir la simiente y el riego benéfico de vuestras obras de amor. 18. Así he preparado el espíritu de mis hijos, para que llegado el momento puedan testificar que todos los acontecimientos que les rodean, les han hablado de Mí, que han sentido que mi Espíritu ha estado cerca de ellos. 19. Porque Yo no soy sólo palabra, soy acción. Lucho incesantemente en el espíritu de mis hijos para transformarlo, y estoy atento para contestar vuestras interrogaciones, para responder a vuestro llamado y acudir en vuestra ayuda, para que podáis cumplir con vuestro destino. 20. Es el tiempo en que mi luz está derramada sobre todo espíritu; el que se ha dispuesto a practicar mi doctrina, se ha sentido lleno de fortaleza y animado de una voluntad superior, y las obras que ha realizado, le han dado vida y han afirmado su fe. Este ya no podrá apartarse del camino, aun cuando tuviese que pisar sobre espinas, porque la fuerza de su espíritu ha crecido y sabe dominar el sufrimiento, para alcanzar su ideal. El que no ha dado principio a la jornada, que la empiece hoy y que no se detenga. Aun la más sencilla de sus obras le será tomada en cuenta por Mí. No encontraréis en la tierra satisfacción mayor que la de socorrer a un semejante, sintiendo su dolor. 21. Todas las obras que hice en el Segundo Tiempo para enseñaros mis lecciones de caridad, debéis repetirlas ahora. Mirasteis que Yo devolví la vista al ciego, vosotros podéis hacer mirar la clara luz de mi doctrina a los ciegos de este tiempo, que viven en las tinieblas de la ignorancia. Haced caminar al paralítico, que se ha detenido por falta de la gracia y de la espiritualidad; haced hablar al mudo, al que no sabe pronunciar las palabras de amor y de perdón. Todo cuanto queráis hacer, os lo concederé, porque os he revestido de dones de inapreciable valor, para que podáis testificar mi verdad. 22. Mi amor a la humanidad ha sido constante; no sólo cuando he descendido a la tierra he hecho prodigios; mi obra de dar vida y protección a los hombres es eterna, y mi enseñanza también es inagotable. ¿Cuándo comprenderéis mi lucha; cuándo reconoceréis a Elías, que es incansable trabajador entre vosotros? 23. Ya se acerca el final de los tiempos y he de venir a recoger la cosecha. Sólo trigo maduro recibiré, sólo obras de amor, concluidas y perfectas, llevaré a mi granero; y vosotros, como discípulos míos, tenéis que presentarme así vuestro trabajo y ayudar a vuestros hermanos. En todas las naciones hay discípulos míos, profetas, precursores, cuyos dones se están manifestando al igual que los vuestros. Ellos buscan en la oración el bálsamo que cure a los enfermos, se comunican Conmigo espiritualmente, buscando la luz que ilumine su sendero y me reconocen como su guía y Maestro. 24. No os sorprendáis de que ellos, sin haber tenido mi comunicación a través del entendimiento del hombre, conozcan estas lecciones, porque os he dicho que el espíritu ha evolucionado, y cada criatura tiene una misión que cumplir. Su espíritu se ha purificado en el dolor, y no encontrando sobre la tierra verdaderos guías, me ha buscado, sabiendo que me encuentro en Espíritu iluminando y conduciendo a todos mis hijos. 25. Aquí me tenéis, dispuesto a recibir vuestros pensamientos y vuestro corazón, para ofreceros la esencia de mi palabra como el verdadero vino de vida eterna, del cual os digo que quien tomar de él, sed no volverá a sentir. 26. No confundáis más mi palabra, que es el pan de vida, con los símbolos que tan sólo representan una imagen de ella. 27. La luz del Espíritu Santo ilumina vuestro sendero y llena de paz a vuestro espíritu. ¡Cuánta gracia habrá en la tierra cuando este pueblo, que se encuentra diseminado entre la humanidad, viva consagrado a enseñar a sus hermanos, a amarse los unos a los otros! Cuando os hablo de unificación, debéis entender que estoy mirando vuestra desunión y falta de armonía; mas sabed que este reclamo lo dirijo a todos los hombres y a todos los pueblos, porque la semilla de la discordia se ha multiplicado y ha penetrado en todos los corazones. 28. La discordia ha invadido insensiblemente lo más íntimo de la vida de los hombres, y aún les falta probar los más amargos; pero no ha sido mi voluntad que la humanidad necesitara de ese cáliz para que reconociera su error y abriera sus ojos a la verdad, porque aunque os estoy juzgando en este instante, nunca dejo de ser vuestro Padre y quisiera que la reflexión y el arrepentimiento os salvaran del abismo al cual os estáis precipitando. ¿Quiénes serán los que me dejen penetrar en su corazón? ¿Cuáles pueblos me abrirán sus puertas? ¿Quiénes serán los que no atiendan el llamado de su conciencia? 29. Orad. ¿Qué más podéis hacer en estos instantes, si aún os contemplo pequeños en vuestro desarrollo espiritual, si aún estáis débiles y torpes? Fortaleceos en la práctica de mis enseñanzas; vuestra vida os ofrece diariamente la oportunidad de que hagáis méritos y de que os perfeccionéis. Sed un pueblo que refleje en cada una de sus obras la luz de mi Espíritu, y pronto os enviaré al cumplimiento de vuestra misión, como humildes apóstoles de mi enseñanza. 30. Si pensáis que he dejado mi trono por venir a comunicarme con vosotros, estáis en un error, porque ese trono que vosotros os imagináis, no existe; los tronos son para los hombres envanecidos y orgullosos. Mi Espíritu, siendo infinito y omnipotente, no habita en un lugar determinado, está en todas partes, en todos los sitios, en lo espiritual y en lo material. ¿Dónde está ese trono que vosotros me atribuís? 31. No toméis mis palabras como reproches a vuestra escasa comprensión y conocimiento de la verdad; no he venido a vosotros para humillaros, haciendo resaltar vuestra pequeñez; por lo contrario, he venido para ayudaros a que os elevéis hacia la luz de la verdad. 32. ¿Creéis que no me doy cuenta del adelanto y de la evolución que vuestras creencias y conocimientos han alcanzado desde que venís a escuchar esta palabra? En verdad os digo que contemplo, mejor que vosotros mismos, los pasos que vais dando por el sendero espiritual. 33. Cuando llegasteis ante mi manifestación, no creíais en mi enseñanza a través del entendimiento humano, porque tenéis la creencia que sólo podríais encontrarme en las imágenes, símbolos y demás objetos consagrados por vuestras religiones. Después, cuando a pesar de vuestra falta de fe, sentisteis que mi enseñanza conmovía vuestro corazón, y que vuestro espíritu sentía mi paz, reconocisteis que una luz divina se manifestaba a través de estas criaturas destinadas a transmitir mi divino mensaje. Una nueva fe nació en vuestro corazón, se encendió una luz que os enseñó a comprender que el hombre podía comunicarse directamente con su Dios; mas no fue eso todo, faltaba que llegaseis a comprender que no es indispensable la mente humana, para que el Padre os pudiese dar su enseñanza; entonces supisteis que esta comunicación divina a través del portavoz sería pasajera, porque más tarde vendría el tiempo de la comunicación de Espíritu a espíritu, cuando los hombres aparten de su culto, de sus creencias y prácticas, el materialismo, el fanatismo y toda la ignorancia que encierran sus tradiciones y ritos. 34. Unos ya habéis comprendido, otros estáis practicando; pero aún os falta mucho para alcanzar la meta, desde la cual podáis concebirme en mi verdad, en la realidad de mi grandeza, y ya no a través de fantasías forjadas con vuestra escasa imaginación humana. 35. Dejad de materializarme en tronos semejantes a los de la tierra; despojadme de la forma humana que siempre me atribuís, dejad de soñar con un cielo que vuestra mente humana está incapacitada para concebir; y cuando os libertéis de todo ello, será como si rompieseis las cadenas que os ataban, como si una elevada muralla se derrumbase ante vuestra vista, como si una espesa niebla se disipase, permitiéndoos contemplar un horizonte sin límites y un firmamento infinito, luminoso, pero a la vez accesible al espíritu. 36. Unos dicen: Dios está en los cielos, otros: Dios habita en el más allá; pero no saben lo que dicen, ni conocen lo que creen. Ciertamente que hábito en los cielos, pero no en el lugar determinado que habéis imaginado; Yo habito en los cielos de la luz, del poder, del amor, de la sabiduría, de la justicia, de la felicidad, de la perfección. 37. Yo estoy en el más allá, sí; pero más allá del pecado humano, más allá del materialismo, de la soberbia, de la ignorancia. Por eso os digo que voy a vosotros, porque voy hacia vuestra pequeñez, porque os hablo en forma que vuestros sentidos puedan sentirme y vuestra mente comprenderme, no porque llegue de otros mundos o moradas, porque mi Espíritu habita en todas partes. 38. Habéis luchado y habéis necesitado mucho tiempo para transformar vuestras creencias, y aún tendréis que esforzaros más para alcanzar la meta espiritual a que os he destinado, que es la de conocer a vuestro Padre, amarle y rendirle culto a través del espíritu; entonces comenzaréis a presentir la verdadera gloria del espíritu, aquel estado de elevación, de armonía, de paz y bienestar, que son el verdadero paraíso a donde todos habréis de llegar. 39. Hoy abrís las puertas de vuestro corazón y de vuestro entendimiento ante la luz de mi enseñanza; ¿Con qué obras venís a glorificarme? 40. Todos calláis, calla el espíritu y también la materia delante de Mí; doblegáis vuestra cerviz y os humilláis; no quiero que mis hijos se humillen delante de Mí; quiero que sean dignos de levantar su faz y contemplar la mía, porque no vengo en busca de siervos, ni esclavos, no vengo en busca de criaturas que se sientan proscritas, desterradas. Vengo a mis hijos a quienes tanto amo, para que al escuchar mi voz de Padre, eleven su espíritu por el sendero de su evolución espiritual. 41. Mas he aquí que llego a la casa de Jacob y sólo encuentro temor dentro de ella, espero encontrar fiesta y sólo existe silencio. ¿Por qué, mi pueblo? Porque vuestra conciencia os reclama vuestra falta y os impide que a mi llegada experimentéis alegría. Es que no os habéis amado, es que no habéis trabajado, como Jesús os enseñó. 42. Os ha faltado preparación espiritual, para presentir la sombra de dolor que os acecha, y es menester que vuestro Padre se materialice y os hable en vuestra lengua, para que podáis saber que el ángel de la guerra avanza, que sus armas son más fuertes, y que frente a él, el ángel de la paz solloza. 43. Cabalgando en alas del viento, la peste avanza instante por instante, y en el ambiente espiritual flotan millares de seres que sucumben día tras día en los campos de odio y de cizaña y cuya turbación nubla vuestra mente y vuestro corazón. 44. Los elementos se desatan despertando de su sueño a los hombres de ciencia, pero éstos, obstinados en su grandeza, siguen su obra destructora entre la humanidad; mientras vosotros os olvidéis de orar, no cumplís con la misión que el Padre os ha confiado. 45. Sabéis íntimamente que la misión de hacer paz, pesa sobre vuestro espíritu, desde aquellos tiempos en que dije a Jacob: “He aquí que os daré una simiente numerosa, por la cual serán benditos todos los pueblos de la tierra”. Por eso calláis delante de Mí. 46. ¿Esperáis acaso que las leyes de los hombres os vengan a desheredar y a obligaros a cerrar vuestros labios, que Yo he preparado para que deis testimonio de Mí? 47. No seáis hombres de poca fe; si Yo os he escogido, es porque sé que podréis y sabréis servirme. 48. En este día os digo: Si las naciones quieren la paz, Yo la pongo al alcance de su amor; si aún quieren más guerra, la tendrán, y por medio de ella, el cetro de mi justicia caerá sobre la tierra. 49. Si la humanidad, persiguiendo a mis nuevos discípulos, tratase de impedir que ellos sanen a los enfermos y hablen de mi doctrina, se desatarán entre los hombres, las enfermedades más extrañas, los hombres de ciencia enfermarán, de muchos se cerrarán sus ojos, a otros se les trastornará su cerebro. Las puertas del más allá se abrirán y legiones de espíritus turbados asolarán comarcas y poseerán a los hombres. Entonces, ante la impotencia de los hombres de ciencia, se levantarán mis humildes labriegos, dando pruebas de su saber, por medio de los cuales muchos creerán. Ha tiempo que os fueron anunciadas todas estas desgracias, a pesar de lo cual permanecéis sordos y ciegos. Sois ingratos. 50. A veces es menester que os hable así, mas no toméis mi palabra de amor confundiéndola con un látigo. Yo os amo; venid para que sintáis mi calor; acercaos a Mí, para que sintáis la paz de mi reino. Sois los que a través del desierto me habéis buscado, sois los que habéis caminado siempre en pos de mi promesa. 51. ¿Estáis cansados de esta vida? Pues descansad un instante bajo la sombra de este árbol. Decidme aquí vuestras cuitas y llorad en mi seno; ¿Hasta cuándo estaréis por siempre Conmigo? Quiero ya contemplar la paz en todo espíritu. 52. Dejad que la alondra por ahora extienda sus alas sobre todo el universo, para que sintáis su paz y su calor. 53. Mujeres, sois vosotras las que con vuestra oración conserváis la poca paz que en la tierra existe, las que como fieles guardianes del hogar cuidáis de que no le falte el calor del amor. Así os unís a María, para quebrantar la soberbia humana. 54. Varones, os he hecho señores en esta tierra, para que en ella me representéis; es vuestro espíritu semejante al del padre, y vuestro cuerpo semejante al universo. No juzguéis la perfección de vuestro cuerpo por sus dimensiones, sino por la vida maravillosa que en él existe, su orden y su armonía. Aun en toda su perfección, el cuerpo es limitado, y llega el instante en que deja de crecer; sigue entonces desarrollándose la inteligencia y los sentimientos, hasta que la muerte le detiene, pero toda la sabiduría y experiencia que adquirió en la tierra, queda impresa en el espíritu, el que sigue creciendo y desarrollándose hasta la eternidad. 55. Haced de vuestro hogar un segundo templo, de vuestros afectos un segundo culto. Si queréis amarme, amad a vuestras esposas y amad a vuestros hijos, porque también de ese templo brotarán grandes obras, pensamientos y ejemplos. 56. Todos sois en este tiempo ovejas de Elías; unos habitan en su aprisco, otros aún están descarriados. La luz del Sexto Sello alumbra en este tiempo a todos los espíritus encarnados y desencarnados. Mientras en la tierra unos toman esta ley para adelanto y salvación de su espíritu, otros la toman para penetrar en los misterios de la ciencia y descubrir nuevas maravillas; son las manos profanas y desobedientes que aún cortan los frutos del árbol de la ciencia para envenenar el corazón de la humanidad. Estáis viviendo la sexta etapa que la humanidad recorrerá en la tierra como una imagen del camino que tendrá que recorrer en la eternidad. 57. En la primera etapa me representó en la tierra Abel, Noé en la segunda, en la tercera Jacob, Moisés en la cuarta, Jesús en la quinta, en la sexta, que es la presente, Elías, y en la séptima reinará el Espíritu Santo. 58. ¿Qué habéis hecho de mis enviados? El primero cayó bajo el golpe de su propio hermano, movido por la envidia. El segundo fue desconocido y burlado por multitudes de incrédulos e idólatras. 59. El tercero vivió dando pruebas de mi poder, recibiendo en cambio la ingratitud hasta de los suyos. 60. El cuarto hubo de romper las tablas de la ley, por la poca fe de su pueblo, a quien tanto amó. 61. El quinto, habiendo anunciado su venida, no fue esperado, creído, ni amado, y después de entregar al mundo su mensaje de amor, recibió de los hombres la muerte más ignominiosa que profeta o enviado hubiera recibido. 62. El sexto, ha venido en espíritu en este tiempo; sin embargo los dardos de la duda, la indiferencia y la mofa le persiguen. 63. Cuando el Séptimo Sello sea desatado y en vez de un enviado, sea el mismo Espíritu del Eterno quien alumbre a los hombres, ¿Quién tratará de herirme o de darme muerte? ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA 131 1. En este día en que las campanas son echadas a vuelo para anunciar al mundo que la gloria se ha abierto para recibir a Cristo, os digo que para vosotros ya pasaron esas tradiciones, ahora os corresponde el recogimiento, en vez de la algarabía; la recordación y la meditación, en lugar de manifestaciones ruidosas de alegría. ¿Qué sería si los discípulos del Espíritu Santo materializaran las enseñanzas divinas? 2. El espíritu es vida, y por lo tanto, nunca dejará de ser; es menester que se perfeccione para que pueda morar en las alturas. Vosotros habéis evolucionado; prueba de ello es que involuntariamente os apartáis de las imágenes o símbolos con los que tratan de representarme los hombres, porque vosotros ya me concebís como Espíritu Divino, infinito y omnipotente y no deseáis mirarme limitado. Habéis llegado a comprender al fin, que no existe mejor ofrenda ante vuestro Dios, que la de vuestras buenas obras. 3. ¿Os dije que resucitaría al tercer día de entre los muertos? Pues con ello también os hablé en sentido figurado de los acontecimientos futuros. Aquí me tenéis en Espíritu al iniciarse el Tercer Tiempo comunicándome por el entendimiento humano, y he venido también a los muertos a la vida espiritual. A través de esta comunicación anunciada y prometida en otros tiempos, habéis oído que de nada sirven atavíos, ni ceremonias; que debéis revestir de pureza a vuestro espíritu. Ya habéis comprendido que mostrarse limpio y engalanado por fuera sin haber limpiado el corazón, significa un engaño, que ante el Padre no pasa desapercibido. 4. Al hombre, a vuestro hermano, lo podéis impresionar y aun engañar, pero a Mí no, porque mi mirada perspicaz todo lo descubre y juzga; además, en este tiempo de grande luz espiritual, veréis a los hombres rechazar todo lo que encierra hipocresía. Yo os preparo para que no os dejéis sorprender de nadie, ni que sorprendan a vuestros hermanos. 5. Si apareciese algún hombre diciendo ser Cristo, encarnado nuevamente, no le creáis, porque al anunciaros que volvería, os di a entender que sería en espíritu. Si alguno os dijera: Soy el enviado de Dios, desconfiad de él, porque los verdaderos emisarios no hacen alarde, ni pregonan la misión que Yo les confío, solamente dan pruebas con sus obras. A los hombres corresponde decir que el árbol por sus frutos sería reconocido. 6. No os prohíbo que probéis los frutos de los árboles, pero es menester que estéis preparados para que sepáis distinguir el fruto bueno del malo. 7. A los que aman la verdad, les pondré como lámparas para que alumbren el sendero de sus hermanos. 8. Vengo buscando a vuestro espíritu, a ese ser invisible a vuestros ojos, por quien me hice hombre y derramé mi sangre en aquel tiempo, para enseñarle a cumplir su misión. 9. No temáis encontrar a vuestro paso hombres que nieguen mi presencia bajo esta forma; son ciegos que no tienen aún luz en su espíritu. En aquel tiempo también me negaron y cuando vieron mis prodigios tuvieron que proclamar que Jesús era el Salvador prometido. 10. Veréis en este tiempo a los que me han negado, contritos y apenados delante de vosotros, sin encontrar palabras para confesar que esta doctrina ha venido de Dios. 11. En este día, en que las turbas corren con gran algarabía a sus iglesias, para celebrar el instante en que la gloria se abrió para recibirme, Yo os digo, que todo eso es tan sólo una tradición para impresionar al corazón de la humanidad. Son sólo ritos que hoy materializan mi divina pasión. 12. Vosotros no sigáis en esa tendencia, erigiendo altares y símbolos; no hagáis representaciones de hechos sagrados, ni uséis vestidos especiales para distinguiros, porque todo eso es culto idólatra. 13. Invocadme con el corazón, recordad mi enseñanza e imitad mis ejemplos. Ofrecedme el tributo de vuestra enmienda y sentiréis cómo las puertas de la gloria se abren para recibiros. 14. Creed que, así como Jesús resucitó al tercer día de entre los muertos, hoy en el Tercer Tiempo, he resucitado nuevamente de entre los hombres, muertos a la fe y a la gracia, para venir a enseñaros a través del entendimiento humano las bellezas de la vida espiritual. 15. Y digo a las multitudes que me escuchan: ¿Para qué os cubrís con túnicas y ornamentos y no revestís mejor vuestro espíritu de pureza? Yo sólo quiero contemplar en vosotros ese ropaje. 16. Huid de las falsas y profanas representaciones que se hacen de Mí y de mi pasión, porque nadie podrá representarme; vivid mis ejemplos y enseñanzas; quien así lo hiciere, habrá representado a su Maestro en la tierra. 17. Mientras algunos queman incienso y mirra como ofrenda hacia mi Divinidad, Yo os enseño a ofrecerme la esencia de vuestro corazón, el perfume de vuestro espíritu. Esa ofrenda espiritual es la que quiero de vosotros. 18. En esta alba de gracia la humanidad conmemora el tercer día, en que Cristo resucitó para consolar a sus apóstoles y traspuso los umbrales de la muerte para visitar a los menesterosos en espíritu. Recordad que os he dicho: Soy el gran labrador o el Pastor; esas misiones las lleváis también vosotros. ¿Quién sino un pastor es el que puede guiar a los espíritus y conducir a los pueblos? ¿Y el padre de familia que cultiva corazones o el maestro que guía a las mentes, no son acaso labradores? 19. A cada quien se le ha asignado una porción a la cual debe guiar o cultivar, y esa misión no queda terminada con la muerte material. El espíritu, lo mismo en la tierra que en el mundo espiritual, sigue sembrando, cultivando y cosechando. Los espíritus mayores son los que guían a los menores y éstos a su vez a otros en menor grado de desarrollo, siendo el Señor el que los conduce a todos hacia el aprisco. 20. Si os he dicho que los espíritus mayores guían a los menores, no por eso quiero decir que esos espíritus hayan sido grandes desde el principio y que los segundos deberán ser siempre pequeños ante sus hermanos. Los que ahora son grandes, es porque se han elevado y desarrollado en el cumplimiento de la noble misión de amar, servir y ayudar a los que no han alcanzado ese grado de evolución espiritual, a los que aún son débiles, a los que se han extraviado y a los que sufren. 21. Los que hoy son pequeños, mañana serán grandes mediante su perseverancia en el camino de evolución. 22. La escala del perfeccionamiento espiritual que Jacob vio figurada en su sueño profético, es la que empieza en el mundo y termina en el cielo, que se inicia en el mundo material y termina en la perfección de la vida espiritual. 23. A vuestros hijos, a vuestros discípulos, a vuestros pueblos, no les abandonaréis ni con la muerte, porque la distancia entre un mundo y otro es sólo aparente. Desde el valle espiritual podréis seguir cuidando, guiando y cultivando vuestra porción, y muchas veces podréis llegar a ejecutar obras tan grandes, que en la tierra hubierais juzgado imposibles. 24. Bendito es el camino de vuestro espíritu, que os hace conocer cada día el amor de vuestro Padre con más claridad y os enseña a comprender la grandeza de sus obras. 25. ¿Después de estas enseñanzas, será posible que alguien siga esperando que la muerte le venga a librar de su cruz, o habrá quien tema que ésta le venga a arrebatar su siembra? 26. Todo vive en Mí, todo en Mí se eterniza, nada se pierde. 27. En esta era vengo a visitaros en vuestra morada, porque si vosotros me buscáis, Yo también os busco. Quiero conversar con vosotros, dejadme penetrar en el fondo de vuestro corazón y no tratéis de ocultarme vuestros pesares ni vuestras faltas. 28. Tratad de oírme en el silencio, elevad vuestro espíritu hacia vuestro Padre y pronto escucharéis mi voz, hablándoos en un lenguaje que nunca había sido oído por vosotros, y el cual lograréis entender, como si siempre lo hubieseis estado escuchando. 29. No os debéis de asombrar por ello, porque debéis de comprender que Yo soy el Verbo Universal. Hablo a las conciencias, hablo a los corazones, a los espíritus, a la razón y a los sentidos, hablo en todos los seres, mi voz nunca cesa. 30. Aprended a escucharme y analizad mis lecciones. Recordad que os dije que el que bebiere del agua de mi palabra, nunca volverá a tener sed. He derramado mi sabiduría sobre todo lo existente para que vosotros la recojáis a lo largo de vuestra jornada. 31. Aunque no existiesen religiones en el mundo, os bastaría concentraros en el fondo de vuestro ser para encontrar mi presencia en vuestro templo interior; también os digo, que bastaría observar cuanto la vida os ofrece, para que encontraseis en ella el libro del saber, que a cada paso os muestra sus más bellas páginas y sus más profundas lecciones. 32. Comprenderéis entonces que no es justo que el mundo se extravíe cuando lleva en su corazón el camino, ni que se confunda entre las tinieblas de la ignorancia habitando entre tanta luz. 33. No he venido a juzgaros con el exclusivo fin de dictar una sentencia para cada pecador; he venido a juzgaros, no sin antes ofreceros una nueva oportunidad para liberar a vuestro espíritu de todas sus faltas. 34. Estoy llamando a todos, porque quiero verme rodeado de esa gran familia que para Mí es la humanidad, en la que he depositado tantas complacencias y ternura, al grado de hacerme hijo suyo. 35. Vosotros, los que habéis tenido la ocasión de escucharme bajo esta forma, sabed que habéis llegado en tiempo propicio. Ni Yo vine antes o después del tiempo justo, ni vosotros habéis llegado demasiado tarde o demasiado temprano. Este es el tiempo que se había prometido a vuestro espíritu desde los tiempos distantes, para que en él recibiera la continuación de una lección apenas empezada en eras anteriores. 36. No podíais volver a Mí, sin antes haber saboreado todos los frutos de la vida y haberos deleitado con todos los placeres. ¡Cuán pocos son los seres que han sabido permanecer fieles y limpios al lado del Padre! Ellos, sólo han hecho mi voluntad; mas vosotros, que muchas veces habéis repetido en vuestras oraciones: Hágase, Señor, tu voluntad, así en la tierra como en el cielo, es mentira que hayáis obrado siempre conforme a mi voluntad; de ahí que haciendo la vuestra, que es imperfecta, hubieseis cometido tantos errores, que ahora estáis pagando con grandes amarguras, enfermedades y miserias. Mas dejaréis de seguir haciendo vuestra voluntad, para sujetaros a una autoridad divina que todo lo rige con sabiduría y justicia; entonces dejaréis de cometer errores y de sufrir por causa de ellos. 37. Orad, buscando la soledad y el silencio de vuestro santuario interior, y en esa oración surgirán los sentidos y potencias hoy adormecidas, en el interior de vuestro ser, hablándoos de las enseñanzas pasadas y de acontecimientos futuros inaccesibles hoy a vuestra mente. Entonces llegaréis a saber que tenéis que terminar alguna obra que en existencias anteriores habéis dejado sin terminar. En este tiempo es cuando va a comenzar el hombre a conocerse espiritualmente a sí mismo. Ya se encuentra ante la puerta del santuario donde hallará la explicación de todos los misterios que hasta ahora le han rodeado sin poder explicárselos. Mas ay de aquellos que a pesar de mis constantes llamadas, se muestren sordos o insensibles a la voz que de una manera incesante llama a las puertas de su corazón, porque será en ellos el hastío y una tristeza hasta ahora jamás imaginados. 38. ¡Oh mujeres de este pueblo que estáis oyendo mi palabra y que os conmueve hasta lo más hondo y noble de vuestro corazón, velad por los vuestros, mantened encendida en ellos la llama de la fe, cultivad la virtud, la paz y la fraternidad! Me dirijo a vosotras, porque vuestro corazón es más sensible a mi palabra, aunque vuestro espíritu sea igual al de toda la humanidad. 39. Yo quiero hacer de todos vosotros, los discípulos amados que aprenden a corregir sin herir ni juzgar a nadie, aquellos que sepan curar una herida sin hacerla sangrar, que sepan perdonar sin causar humillaciones. Cuando ya estéis preparados, os enviaré a las naciones como consejeros, como emisarios de paz, como heraldos de esta buena nueva, como dignos discípulos de quien tanto os ha enseñado; mas no debéis olvidar que el único que puede dar, es el Padre y Él es el único que puede devolver al espíritu todo lo que ha perdido. 40. Después de 1950, cuando cese mi manifestación bajo esta forma, no os dejaré solos, seguiré haciéndome presente en otra forma, de una manera más sutil, y si en verdad llegáis a velar por las enseñanzas que os he confiado y os llegáis a espiritualizar, sentiréis más cercana mi presencia; si tenéis fe, me veréis con vuestra mirada espiritual, y si os llegáis a unir como hermanos en mi obra, vendrán hacia vosotros las multitudes, como han acudido en este tiempo en que me he comunicado a través del portavoz. 41. Nadie podrá arrancar de vuestro corazón esta simiente, porque pasará de una generación a otra. 42. Habrá lucha, los impíos y los hipócritas os señalarán y os perseguirán por ir tras de esta huella; mas nada podrá hacer retroceder a este pueblo, porque esta simiente, sembrada por Mí en vuestro corazón, surgirá en los momentos de prueba, hecha palabra de luz en los labios de vuestros hijos. 43. Así como el cristianismo logró dar a conocer mis lecciones de amor en los tiempos en que era difícil a los hombres sentir el amor de los unos para los otros, en este tiempo el espiritualismo luchará en una época en la que el materialismo ha petrificado el corazón de la humanidad. Y si en aquellos tiempos la palabra de Cristo conmovió en sus cimientos a la vida de los hombres, también ahora esta luz hará estremecer sus fibras más sensibles. Habrá épocas en las que aparentemente mi simiente habrá desaparecido; mas ella prevalecerá y persistirá entre todos los acontecimientos de la tierra. 44. Si unos llegan a ocultar mi verdad, otros se encargarán de darla a conocer; si los padres callasen, los niños hablarán; pero mi palabra brotará de los labios de mis discípulos y los testimonios surgirán por doquiera; mas no pretendáis ver el cumplimiento de todo lo que ahora os anuncio; dejad primero que la semilla germine, después que la planta dé el fruto ansiado, y aun así debéis dejar que el fruto madure; entonces veréis cómo se realiza una a una, todas mis profecías. Unos sois ansiosos, otros negligentes; mas Yo os digo que todos debéis ser pacientes y perseverantes. 45. Cuando sepáis lo que cuesta recoger un fruto o una semilla después de haberla cuidado y cultivado, le tendréis verdadero amor; por eso quiero que mi simiente pase por vuestras manos, para que le toméis cariño y le concedáis todo su valor; para ayudaros en el cumplimiento de vuestra misión vengo a fortaleceros para la lucha. 46. El Pastor lleva amorosamente al rebaño al aprisco de su amor, que es para los espíritus el seno del Señor. 47. Caminad, os dice mi voz, no os quedéis estacionados en el sendero. Amad al tiempo como a un precioso tesoro, aprovechadlo en el cumplimiento de los deberes de vuestro espíritu y de los que os impongan vuestros deberes terrenales; invertidlo en todo aquello que ordena mi ley, y el galardón que logréis será de luz y de paz para vuestro espíritu. 48. Para muchos hombres de este tiempo su expiación sobre el haz de la tierra toca a su fin; vosotros, que estáis escuchando estas revelaciones y que no sabéis si estáis en el número de aquellos escogidos, aprovechad hasta el último instante de vuestra existencia, examinadla a la luz de vuestra conciencia; analizad las pruebas que tengáis que sufrir, saldad hasta donde podáis todas vuestras deudas, y con esa preparación obtendréis un fruto agradable, que recogerá vuestro espíritu, en cuanto traspase los umbrales de la vida espiritual. 49. No penséis en la muerte, que lo desconocido no constituya para vosotros una obsesión; pensad en que viviréis y estad seguros de que cuando miréis el camino del valle espiritual, exclamará vuestro espíritu regocijado y sorprendido: Me parece que ya he pasado por aquí. 50. Estudiad e interpretad bien mis enseñanzas, porque de no hacerlo así, caeríais en fanatismo debido a la mala interpretación que le deis a mis lecciones de espiritualidad, y ésta que es elevación, no admite errores. 51. Vivid con pureza, con humildad, sencillamente. Cumplid con todo lo que sea justo dentro de lo humano, así como con todo lo que se refiere a vuestro espíritu. Apartad de vuestra vida lo superfluo, lo artificioso, lo nocivo, y recreaos en cambio con todo lo que de bueno se encuentra en vuestra existencia. 52. Es tan llano el camino y tan liviano el peso de la cruz, cuando ya hayáis aprendido a vivir, que os parecerá fácil cumplir con vuestra restitución; mas para aquel que lleva cargas pesadas y arrastra cadenas por el mundo, le parece que es imposible llegar a tomar el camino del Señor y seguir las huellas que El trazó. 53. Ved que el Maestro no os está pidiendo imposibles, ni siquiera os digo que transforméis vuestra vida en un instante. Desmaterializad vuestro corazón, despojadle de egoísmo y estaréis adelantando en el camino que os tracé con mansedumbre y amor. 54. No son mis siervos los que con palabras vanidosas pregonan servirme, haciendo alarde de sabiduría o juzgando las obras de sus hermanos. Mis siervos, mis discípulos, mis soldados, son aquellos que con una vida limpia, laboriosa y útil, van sembrando a su paso mi luz, van dejando huella de virtud y ejemplos de bien. 55. Ninguno está autorizado para juzgar las obras de sus hermanos, porque si el que está limpio no lo hace, ¿Por qué ha de hacerlo quien lleva manchas en su corazón? 56. Os digo esto, porque siempre andáis escudriñando la simiente de vuestro hermano esperando encontrarle defectos, para luego enseñarle vuestra siembra y humillarle diciéndole que vuestra labor es más limpia y perfecta. 57. El único juez que sabe aquilatar vuestras obras, es vuestro Padre que habita en los cielos; cuando Él se presente con su balanza, no tendrá ante sus ojos mayor mérito quien comprenda más, sino el que haya sabido ser hermano de sus semejantes e hijo de su Señor. 58. Es menester que mi pueblo surja entre las naciones dando ejemplo de fraternidad, armonía, caridad y comprensión, como soldado de paz en medio de aquellos que tomen nuevamente las enseñanzas divinas para reñir, herirse y quitarse la vida. 59. A mis hijos de todos los conglomerados, iglesias y sectas, les hablo por medio de su conciencia. Les exhorto a la reconciliación y les inspiro grandes pensamientos de luz; mas es indispensable que sepáis, que a ellos estoy dejando con vosotros un mensaje, que tendréis que entregarles en mi nombre. 60. Debéis ser humildes, no debe importaros si os ofenden; seréis mansos; os harán padecer humillaciones y sufrimientos; pero a vuestra palabra, que será mi mensaje, no podrán arrojarle de su espíritu, por lo que os digo que si algunos van a permanecer insensibles y sordos a vuestro llamado, otros despertarán de su largo sueño y se levantarán para marchar y encauzar su vida por la senda de la regeneración y del arrepentimiento. 61. Revestíos de valor, fe y fortaleza, para que podáis enfrentaros a la lucha; mas os prevengo: No os amedrentéis cuando habléis con vuestro hermano porque lo veáis bien ataviado o porque le llamen príncipe, señor o ministro. 62. Tomad ejemplo de Pablo y Pedro quienes levantaron su voz delante de los que el mundo llamaba señores. Ellos eran grandes en su espíritu y sin embargo ante nadie ostentaron ser señores y sí manifestaron ser siervos; seguid su ejemplo y dad testimonio de mi verdad con el amor de vuestras obras. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 132 1. Bienvenidos seáis, los que poco a poco vais sintiendo en vuestro interior la llama de amor hacia vuestro Maestro. Bienvenidos los que buscáis dulcificar vuestra vida con la caricia de mi palabra. Bienvenidos también los que dudáis de mi presencia, porque Yo os libraré de vuestra duda y ella dará paso a mi luz. Bienvenidos los que venís con el corazón entristecido, porque Yo os daré el consuelo que necesitáis. Todos cabéis dentro de mi amor. 2. Al ver cómo os recibo, desde el fondo de vuestro corazón me decís: Señor, yo os esperaba, ya ansiaba vuestra venida, y vuestra palabra amorosa. ¿Buscáis el reino de Dios? Os llevaré a El paso a paso, hasta que alcancéis la mayor altura de perfección. Muchos que en la tierra os han precedido, ya están alcanzando aquella elevación. Son los espíritus de luz, los emisarios o mensajeros de Dios, que vienen invisiblemente entre los hombres a traerles mensajes e inspiraciones. 3. Oh discípulos, ocupaos del adelanto del espíritu y aprenderéis a resolver todos aquellos problemas cuya solución, estando a vuestro alcance, la creéis imposible. ¿Por qué si estáis agraciados con tan altos dones, queréis que Yo todo os lo haga? Pensad que tenéis que llegar a Mí mediante vuestros méritos, esfuerzos y hasta sacrificios; os estoy enseñando la forma de progresar en el camino para alcanzar la meta. 4. He aquí, mi palabra es semejante a una buena semilla. A veces cae en tierra dura, entre piedras o abrojos; es el materialismo, la indiferencia de los corazones en los cuales no puede germinar mi doctrina. A veces comienza a florecer alguna planta, cuando una mano impura viene a cortarla. Es cuando el corazón se deja llevar de las malas pasiones. Cuando la semilla llega a caer en tierra fértil, a tiempo germina, florece y fructifica, elevándose el arbusto cada día más y prodigándose en frutos. 5. Vosotros os preguntáis a veces: ¿Por qué el Maestro en vez de escoger a sus siervos o discípulos, no los toma a todos, ya que todos somos sus hijos? Y Yo os contesto: Vengo a escoger a los que ya están a tiempo, como semilla en sazón; a los otros les dejo un tiempo más hasta que alcancen la completa madurez, para poder servirme de ellos. El Maestro hace lo que el buen pescador, que a hora temprana entra en su barca, echa su red donde sabe que la pesca abunda, y cuando la ha sacado colmada de peces, deja que por entre la mala, salgan los pececillos inútiles, para seleccionar los mejores. Yo soy el pescador de espíritus, el que tiende su red para aprisionar en ella a vuestro corazón. Cuántos que estuvieron aprisionados en mis redes de amor, volvieron al mar de sus inquietudes y pasiones. Esos no podrán ser todavía de los escogidos que fiel y abnegadamente me siguen. Más llegarán después. 6. Trato de hacer oír mi voz en todos los espíritus, más el materialismo de la humanidad sólo le permite escuchar la voz del mundo y de la carne. Hay quienes, sin embargo, me escuchan, y éstos son los tristes, los menesterosos, los enfermos, los despreciados, aquellos a quienes el mundo ya no necesita y los ha relegado al olvido, porque nada tienen ya que dar. Ellos sí me escuchan, porque saben que sólo de Mí pueden esperar. ¿Qué puede importarle mi voz, mi palabra, a quien encuentra en el mundo todo lo que él desea? Ese sólo ve su felicidad material, y si alguna vez llega a escuchar mi llamado, como suele decirle al pordiosero, me dice también a Mí: Hoy no tengo nada que daros, volved mañana. ¿Y quién conoce ese mañana? ¿Quién puede saber lo que tarde en volver a llamar? Puede ser en el día de mañana, como puede ser en otra existencia. Bienaventurado el que olvide su sufrimiento por el dolor de los demás. 7. Orad, ved que es el tiempo en que mi justicia y mi luz han removido todas las tinieblas. Tiempo difícil y de peligros es éste, porque hasta los seres que habitan en tinieblas se harán pasar por seres de luz entre vosotros, para tentaros, para confundiros. Yo os doy mi luz, para que no os desviéis del camino ni os dejéis engañar por aquellos que toman mi nombre. 8. Los tentadores no solamente son seres invisibles, también los tenéis encarnados en hombres que os hablan de lecciones que aparentan luz, pero que van en contra de mi doctrina. A ésos, no los escuchéis. Mi palabra se reconoce por su elevación, por su esencia y sabor divino. El árbol, por su fruto es reconocido. Quien llegue a conocer y a familiarizarse con el sabor de mi palabra, ése nunca se equivoca. Os he concedido el derecho de que escudriñéis mi palabra y la analicéis, para que la lleguéis a conocer profundamente. 9. Si velo por todos, como el pastor que cuida sus ovejas, si tiendo mi red para rescatar vuestro espíritu de las olas embravecidas del océano, orad también por vuestros hermanos, y vuestra oración se tenderá como un manto de paz sobre la humanidad. 10. Estáis comprendiendo, que he dividido mi revelación divina en tres grandes tiempos. 11. Fue en la infancia espiritual de la humanidad, cuando el Padre le entregó la ley y le prometió un Mesías que vendría a abrirle la puerta hacia una nueva era. 12. El Mesías fue Cristo, quien llegó entre los hombres cuando éstos se encontraban en la adolescencia espiritual. El vino a enseñar a los hombres una forma más elevada de dar cumplimiento a la ley que anteriormente habían recibido del Padre y la que no habían sabido cumplir. El Verbo de Dios habló por los labios de Jesús, por lo cual os digo, que el mundo siguió escuchando la voz y el mandato de su Padre a través de la doctrina de amor del Maestro perfecto. 13. Jesús a su vez, ofreció a los hombres enviarles al Espíritu de Verdad, para que les hiciese comprender todo lo que de su enseñanza no hubiese sido comprendido por ellos. 14. Pues bien, pueblo amado, esta palabra sencilla, humilde, que ahora escucháis, es la voz del Espíritu de Verdad, es la luz espiritual de Dios, que se derrama en vuestro ser, para que abráis vuestros ojos ante el nuevo tiempo. Esa luz que comienza a haceros comprender con claridad todas las revelaciones de vuestro Maestro, es la luz de vuestro Padre, del Espíritu Santo, el cual sorprende a la humanidad en mayor altura de evolución espiritual, o sea, cuando ésta va acercándose a la edad madura, para comprender las revelaciones de Dios. 15. En todo lo que os revela esta luz, estaréis recibiendo la enseñanza del Padre, porque el Verbo está en Mí, y el Espíritu Santo es mi propia sabiduría. 16. Esta forma de comunicación a través de portavoces humanos es tan sólo el preludio de la verdadera comunicación espiritual de los hombres con su Creador y Señor, cuando llenos del Espíritu de Verdad converséis con vuestro Padre, de espíritu a Espíritu. 17. A los que aún no creen en mi manifestación de este tiempo, les digo: No neguéis que el Maestro se está comunicando nuevamente con los hombres, porque Él os prometió volver, y ninguna de las promesas divinas ha quedado sin cumplirse. Tampoco os distanciéis de vuestro Padre, diciendo que no es posible comunicaros con El. En verdad os digo, que el Señor siempre se ha comunicado con los hombres en diferentes formas, según la elevación de ellos. 18. Esta nueva era, por ser la de espiritualidad, por estar iluminada por la luz divina que todo lo aclara y que os enseña a comprenderlo todo, será llamada la Era del Espíritu Santo. 19. El nuevo tiempo ha comenzado ya para no terminar jamás, porque la culminación de esta era se enlazará con la eternidad. 20. ¿No presentís aún las grandezas y las maravillas que os promete el tiempo de la luz? ¿No os regocijáis pensando que ya está cerca el tiempo en que el mundo salga de sus tinieblas para abrir sus ojos al nuevo día? 21. Cesarán las confusiones, desaparecerán las encrucijadas, se disiparán los misterios, y una luz brillante, pero a la vez dulce y suave, porque es la del Espíritu Divino, dirá a los hombres que mucho buscaron, dudaron y se atormentaron: He aquí la verdad. 22. Entended que la ley del Padre, la vino a explicar Cristo, y que la doctrina del Maestro, la viene a aclarar la luz del mismo Padre a quien llamáis Espíritu Santo. 23. Para alcanzar esta luz, elevad vuestro pensamiento, dejad en libertad al espíritu, abrid vuestro corazón, porque quiero derramar sobre vosotros un torrente de bendiciones. 24. Multitudes que apenas hoy habéis llegado ante la luz de mi palabra: Abrid vuestras manos menesterosas y tomad el pan y el vino de mi enseñanza. 25. Las pruebas han pasado sobre de todos; en unos han sido breves, pero intensas, en otros han sido duraderas y amargas. Instantes, horas, días y años de dolor, quiero que pasen de vosotros y vuelva la paz a vuestros corazones. De mi Espíritu al vuestro vaya mi bálsamo, mi fortaleza y mi luz. 26. Dejaos envolver por mi efluvio para que aquí olvidéis tristezas, lutos, miserias y lágrimas; ya es tiempo de que descubráis el tesoro que lleváis oculto y dejéis de ser los parias en el mundo. 27. No temáis, pueblo, que no os entregaré cargos ni responsabilidades mientras no hayáis logrado la paz, la fortaleza y la salud de que carecéis; cuando os encontréis ya fuertes, vuestro corazón vendrá a darme gracias y al mismo tiempo a pedirme un sitio en mi campiña. 28. “Pedid, que se os dará”, digo a los enfermos, a los necesitados de paz, a los pobres, a los que han tenido hambre y sed de justicia, a las viudas, a los huérfanos, a los que no tienen un cariño en el mundo, en fin, a todos los que beben el cáliz de amargura; mas no me prometáis nada a cambio de mi caridad. Dejad que derrame en vosotros mi amor y quedad en libertad de seguirme o de alejaros de Mí. El que me sigáis o no, lo dejo a la gratitud de vuestro corazón, a vuestra comprensión, ante vuestra conciencia. 29. No es una orden la que vengo a daros, ni vosotros me pondréis condiciones para seguirme. 30. Lo que debéis tener presente, es que todo el que se regenere, que haga una vida recta y en sus obras ponga un, destello de virtud, ése tendrá al alcance los tesoros más preciados del espíritu, como son la paz, la salud y la luz de la sabiduría. 31. Si sois obedientes y mansos, nada tendréis que temer; en Mí sólo veréis amor, justicia y bondad sin límites. 32. Vuestro temor estará justificado cuando estéis caminando fuera del sendero; entonces sí deberéis temer a las consecuencias de vuestros actos imperfectos. 33. Entre vosotros hay alguien que me dice: Señor, ¿Por qué me habéis llamado, si vos sabéis que poseo un corazón muy duro que jamás ha sentido caridad de nadie? A él le digo que no tema, que mi poder es grande y sé hacer brotar agua cristalina de las rocas. 34. Perseverad escuchando mi palabra, es lo único que os pido, y cuando menos lo penséis, las tinieblas de vuestro entendimiento se disiparán para dejar paso a la luz, y ese corazón que se asemeja a un muerto en su ataúd, se levantará a la vida sintiendo y amando como corresponde a todo hijo de Dios. 35. Aprended a orar, os dice vuestro Maestro. Quiero conversar con vosotros en el rincón de vuestra alcoba; quiero conversar con mis enfermos y ungirles, haciéndoles sentir el consuelo de mi bálsamo divino; quiero concederos aquello que hace mucho tiempo estáis esperando. 36. Aprended a conversar con el Doctor de los doctores, oh enfermos benditos, porque mucho habéis de invocarme mañana, cuando ya sanos tengáis a vuestro cargo otros enfermos. 37. Tened siempre fe para que el milagro se verifique y haced méritos para que siempre os encontréis dignos de lo que solicitéis. 38. ¿Cuáles méritos puede hacer un enfermo, imposibilitado para toda lucha? Sus méritos pueden ser muchos y grandes, si sabe revestirse de paciencia y conformidad, si sabe ser humilde a la voluntad divina y sabe bendecirme en medio de su dolor, porque su ejemplo será de luz en muchos corazones que habitan en tinieblas, que se desesperan y se entregan a los vicios o piensan en la muerte cuando les sorprende una prueba. Esos seres, al encontrar en su camino un ejemplo de fe, de humildad y de esperanza, que surge de un corazón que también sufre mucho, porque carga con una cruz muy pesada, sentirán que su corazón ha sido tocado por un rayo de luz; y así es, en efecto, ya que ellos no lograron escuchar la voz de su propia conciencia; tuvieron que recibir la luz de la conciencia que otro hermano les envió con su ejemplo y su fe. 39. No os deis por vencidos, no os confeséis nunca fracasados, no os dobleguéis bajo el peso de vuestros sufrimientos; tened siempre ante vosotros la lámpara encendida de vuestra fe; esa fe y vuestro amor os salvarán. 40. Varones, que sufrís en silencio privaciones y miserias que tenéis que beber día tras día el cáliz de la humillación, Yo bendigo vuestros pasos. Ayer fuisteis señores y ahora sois siervos; ayer, las galas os cubrieron y ahora la pobreza os envuelve. Habitáis un mísero rincón, desde el cual recordáis vuestro pasado y allí, en silencio derramáis vuestras lágrimas para que ni vuestra esposa ni vuestros hijos os vean llorar. Os sentís cobardes en aquellos instantes y no queréis hacer flaquear a los vuestros. Sólo Yo conozco esas penas, sólo Yo sé enjugar esas lágrimas. A todos os quiero hablar y enseñar, porque todo ese dolor que habéis acumulado, Yo lo puedo apartar, dejando en vuestro corazón tan sólo esa luz bendita de la experiencia. Os aseguro que de los que más han sufrido sacaré a los mejores maestros. 41. Necesitáis conocer mi palabra para que sanéis y para que resucitéis a la vida verdadera, oh muertos del corazón y del espíritu. 42. El dolor ha volcado todo su contenido sobre el mundo, haciéndose sentir en millares de formas. 43. ¡Cuán vertiginosamente vivís, humanidad! ¡Cuán trabajosamente amasáis el pan de cada día! Por eso los hombres se consumen prematuramente, las mujeres envejecen antes de tiempo, las doncellas se agotan en plena flor y los niños se insensibilizan en tierna edad. 44. Época de dolor, de amarguras y pruebas es ésta que ahora vivís; sin embargo, quiero que encontréis la paz, que logréis la armonía, que rechacéis el dolor; para ello me presento en Espíritu y os envío mi palabra, que es un rocío de consuelo, de bálsamo y de paz sobre vuestro espíritu. 45. Oíd mi palabra que es la resurrección y la vida, en ella recobraréis fe, salud y alegría de luchar y de existir. 46. Vengo a daros el amor que hay en Mí y que jamás se agota. Sois parte de Mí mismo y os alimento, mi sombra bienhechora os cubre siempre. Como Padre os he enseñado a dar los primeros pasos en el cumplimiento de vuestra misión. Os encontráis en la falda de la montaña de perfección, desde allí escalad. La humanidad seguirá vuestros pasos. Yo le estoy haciendo el llamado, estoy hablando al padre de familia, al que se ha constituido en representante mío y tiene la misión de guiar a los espíritus a él encomendados, también al que es gobernante, para que cada uno trabaje dentro de mis leyes y pueda, venciendo las pruebas de este tiempo, cumplir su misión. 47. He instituido desde el principio de los tiempos el hogar, formado por el varón y la mujer, y en él he derramado sabiduría y amor. He puesto sobre ambos una cruz, un destino perfecto. Las bases de ese hogar son el amor, la comprensión mutua. El gobierno corresponde al varón, la sumisión y acatamiento a la mujer; en ambos he derramado dones preciosos para que puedan perfeccionarse. Y esa institución bendita, no es mi voluntad que se desconozca o se profane. A pesar de las tempestades que azotan y amenazan por doquier, velad y defended esos principios. Edificad sobre bases firmes el futuro de la humanidad. Yo que presido vuestros actos, os bendeciré y multiplicaré vuestra simiente. 48. Si vuestro espíritu no alcanza a concebir grandes ideas o inspiraciones, orad, preparaos y Yo os iluminaré. 49. Todos los cargos que os doy son de gran trascendencia y responsabilidad; mientras a unos les concedo la tutela de los hijos, a otros los convierto en guías espirituales de una gran porción o en gobernantes de un numeroso pueblo. Bendito aquel que se eleve más allá de la materia para buscar en Mí la fortaleza y la luz, pues estará en comunicación Conmigo, y Yo le sostendré en todas sus pruebas a través del cumplimiento de su misión. 50. Sentid mi calor de Padre, oídme y comprendedme; no piensen los que por primera vez me escuchan que este varón por conducto del cual os doy mi palabra, trata de haceros creer que él es el Señor, el Maestro; no, vuestros ojos no me ven, mas vuestro espíritu me recibe y en el corazón sentís mi presencia. Os hablo desde el infinito y el eco dulce de mi voz es el que oís a través de estos labios preparados por Mí para que vosotros podáis oír mi santa palabra. 51. ¿Que por qué son éstas comunicaciones? En otro tiempo os prometí volver; anuncié que mi llegada sería cuando las guerras estuvieran desatadas, cuando la perversidad de los hombres hubiese llegado a su mayor altura y cuando las plagas se hubieran desatado en la tierra; además, di a entender que mi llegada sería en Espíritu. El tiempo de mi venida ha llegado ya, el de mi presencia entre vosotros es éste en que las guerras estremecen toda la tierra, los hogares son destruidos, las virtudes pisoteadas y la ley adulterada; por eso muchos se preguntan al ver todo esto; ¿Cuándo vendrá Cristo, nuestro Salvador? Ellos no saben que ya estoy de nuevo en el mundo preparando la simiente que ha de llevarles la luz y la paz; estoy apenas principiando a dar cumplimiento a mi promesa. 52. De nuevo he venido entre los humildes, entre los pobres e ignorantes, pero que tienen hambre y sed de justicia, de amor y de verdad; y este pueblo humilde e ignorado, al ver que alguien se ha fijado en él y que ese alguien ha sido su Señor, movido por una fuerza interior muy grande se ha levantado en pos de mi palabra. Venía triste, cansado y enfermo; en mi presencia encontró bálsamo para todos sus males; venía contrito por sus pecados, sus lacras y vicios, y al sentir la caricia que da mi perdón, nació en él un propósito firme de regeneración, de enmienda; sentía su espíritu vacío de obras dignas de su Padre, y recibió enseñanzas, para poder hacer grandes obras y prodigios. 53. La vida humana y la espiritual eran misterios que su escaso saber no alcanzaba a penetrar; aquí escuchándome, ha conocido la verdad de todo lo creado. Si en aquel tiempo el pueblo israelita esperó la llegada del Mesías como la de un rey poderoso, guerrero y fuerte en lo material que le devolviera su libertad, le diera armas para vencer y humillar a sus opresores, y luego le colmara de bienes terrenales, haciéndole el pueblo más grande y fuerte de la tierra, en este tiempo este pueblo no ha venido a que le haga rico en el mundo, ni a que le haga grande y señor sobre los demás; éstos han venido a Mí para encontrar verdad, redención y paz. Los bienes materiales también se los he concedido, mas ha sido por añadidura. 54. El pan de los pobres de este tiempo, con ser tan amargo, no lo es tanto como aquel que comen los grandes, los señores, los reyes. 55. Humanidad, volved a Mí, empezad por orar como Yo os enseñé, para que sintáis la paz de mi llegada; orad espiritualmente delante de Mí, sintiendo aquellas frases que os enseñé y que dicen: ¡Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino! Cuántas veces estas palabras que son una invocación para mi venida, las habéis pronunciado sin saber lo que dicen, lo que encierran y por lo tanto sin sentirlas; Cristo os enseñó a orar elevando el pensamiento al Padre Celestial sin que se interpusiera entre el Padre y el hijo imagen o forma alguna; ¿Desde cuándo habéis olvidado estas lecciones? 56. ¡Oh mi nuevo pueblo de Israel! Os confío esta obra como si fuese un árbol; ahora es tierno, mañana será corpulento; está destinado a dar sombra y fruto al peregrino fatigado y enfermo; mas si vosotros que venís de las comarcas y de las campiñas, de los montes y de las aldeas, en busca de sus frutos, vais a descuidarlo, ese árbol se secará, sus frutos caerán y no darán sombra; día llegará en que volváis a encaminaros hacia él, porque os sentiréis hambrientos y cansados de la vida, y al llegar al sitio donde se encontraba el árbol, ni una señal de él encontraréis, porque no supisteis cuidarlo, porque os concretasteis a comer de sus frutos hasta saciar vuestra hambre y luego le volvisteis la espalda. Ese árbol es el que crece en el corazón de mis hijos; sus frutos son amor y caridad, vuestra confianza y gratitud serán el mejor riego que podéis dar a vuestro árbol para que viva, crezca y fructifique. 57. Aquí estoy bien entre esta humildad, por eso no he buscado a los grandes, porque ellos tratarían de agradarme ofreciéndome riquezas de la tierra. Recordad que Jesús en aquel tiempo no tuvo en el mundo ni siquiera una choza donde nacer; fue una humilde gruta la que le dio albergue, y paja fue la que le sirvió de lecho. "Mi reino no es de este mundo", os dije más tarde, y os lo probé desde mi nacimiento. Una pobre túnica cubrió mi cuerpo, la cual fue empapada muchas veces por las lágrimas de los pecadores, por los que mucho habían sufrido, y la fe de los que la tocaron obró sobre ellos verdaderos milagros. 58. Hoy que vengo a vosotros en Espíritu, os digo que el manto que me cubre y con el que os cubro, sólo es el de mi amor; venid a Mí y enjugad en este manto bendito vuestras lágrimas, que sobre vuestra fe brillará un nuevo milagro, el de vuestra salvación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 133 1. Bienvenidos seáis, amados míos, que venís a escuchar mi palabra. He aquí al Maestro de la humanidad; ahora me estoy comunicando por medio de estos portavoces, como en otro tiempo hablé a los pueblos por boca de los profetas. 2. ¿Encontráis entre los hombres algo más grande de lo que os ha revelado vuestro Dios? No. Entonces, ¿Por qué seguís verdades extraviadas, si ante vuestros ojos he puesto un camino recto? Sólo Yo puedo revelaros lo que para vosotros han sido misterios. ¿Quién más puede intervenir en los designios de Dios? Sólo mi luz divina podía haberos revelado que vuestra vida presente os ha sido concedida para expiar faltas pasadas que vuestro corazón ignora. En ese cáliz de amargura estáis expiando errores para purificar vuestro espíritu y alcanzar evolución. 3. No olvidéis que vuestra existencia no está limitada por vuestra materia, por lo tanto al acabar ésta, no muere vuestro espíritu; ¿habéis olvidado que el espíritu es semilla de eternidad? 4. Tampoco me limitéis en la forma de Jesús; si queréis recordarme o meditar sobre mi manifestación en cuanto hombre, hacedlo recordando mis enseñanzas, mis obras. Concebidme infinito, para que reconozcáis la primera prueba de amor que os di haciéndome semejante a vosotros, para que después, mediante la práctica de las virtudes, fueseis semejantes a mi Divinidad imitando mis ejemplos. Si os hablo en esta forma, es porque ya estáis capacitados para comprenderme. 5. Soy todo Espíritu, más en todas mis obras estoy presente. Si me buscáis en cuanto os rodea en la tierra, en el aire, en el espacio, en la luz, ahí me veréis. Si buscáis mi presencia en la más insignificante criatura, en la hoja de un árbol que mueve la brisa o en el perfume de una flor, ahí me encontraréis, ahí descubriréis la huella del amor con que el Creador rubrica todas sus obras. Muchas maravillas ha descubierto y creado vuestra ciencia, más el hombre no lo ha hecho todo, porque Yo puse en él los elementos de vida. El principio de todo está en mi caridad. El espíritu a través de la mente humana es un espejo que refleja la luz y el poder de la Divinidad. Cuando más elevado sea el espíritu y más evolucionada la mente, tendrá que reflejar mayores revelaciones. Si hoy vuestra ciencia os ha dado frutos muy amargos, es porque habéis llevado esa luz tan sólo por el camino del libre albedrío. 6. ¿No os he dicho que sois la oveja descarriada? Esa es la razón por la que vengo tras de vosotros para recobraron. Cuando volváis por el verdadero camino a mi redil, la armonía entre vosotros y el Padre hará que deis a la humanidad verdaderos frutos de vida. ¿Por qué habéis de ir siempre por el camino torcido, si la voz de vuestro juez interno jamás se cansa de hablaros? ¿Por qué no habéis de abrazar el bien, si siempre que hacéis una buena acción, se inunda de alegría vuestro espíritu? 7. Humanidad: Jamás he querido que os perdáis. Es injusto que tengáis ese concepto de Mí, que penséis que haya creado seres que irresistiblemente tengan que perderse, que haya señalado ese destino a los hijos de Dios. Comprended que vuestro destino es otro, es el de vivir eternamente y no unos cuantos, sino todos, porque todos sois mis hijos. Si descendí al mundo haciéndome hombre, fue para mostraros en los ejemplos de aquel sacrificio, el cumplimiento de la misión señalada por mi Divinidad. Os digo que esa sangre fue vertida para trazar el sendero de restitución a todos mis hijos, y que si alguno no hubiera alcanzado ese beneficio, por él sólo me haría hombre nuevamente y daría mi sangre por salvarle. 8. No existe ninguna justicia perfecta como la mía. Si ahora os quejáis de que en el mundo pesan sentencias sobre inocentes y de que en cambio existen algunos culpables sin que la justicia del mundo los haya sancionado, no temáis, ni les juzguéis; recordad que todo tiene límite, que nada pasa desapercibido ante Mí y que además todo tiene fin en la tierra. Caminad, mis hijos, no os detengáis, pero id por el camino que mi ley os ha trazado. Decidme que me amáis, mas no con palabras, sino con actos, con obras de amor hacia vuestros hermanos. No me elevéis altares materiales para adorarme; mas si necesitáis de un altar para poder inspiraros, mirad esa maravillosa naturaleza que os envuelve y amadme a través de ella, así llegaréis a Mí. 9. Discípulos amados, siempre que os acerquéis a Mí, preparados de espíritu y materia, recibiréis mi fortaleza y consuelo, vuestras penas se apartarán y saborearéis leche y miel; depositad en Mí cuanto encierra vuestro corazón, y Yo dispondré en vuestra vida según sea mi voluntad; quiero que todos luchéis, que nadie se aletargue, que seáis solícitos y trabajéis con sumisión y obediencia, porque es tiempo de cumplimiento y restitución, y vuestras herramientas de labranza sólo adquieren brillo después de la lucha. 10. La humanidad está esperando a mis nuevos discípulos, más si vosotros que sois mis labriegos, por temor al juicio del mundo, abandonáis la semilla y las herramientas, ¿Qué va a ser de esta humanidad? ¿No habéis sentido la responsabilidad de vuestro cargo? Vuestra conciencia no os engaña jamás y ella siempre os dirá si habéis cumplido; esa intranquilidad que experimentáis es una señal de que no habéis observado mis preceptos. 11. Os he dado el don de la paz, y no la habéis sembrado en el corazón de vuestros hermanos, no habéis influido con vuestro pensamiento y oraciones para aliviar el dolor de las naciones que se encuentran en guerra. No seáis como ciegos, guiando a otros ciegos, recordad que os he dicho que sois la luz del mundo. Vuestro cargo no será pesado si tenéis amor a esta causa; si me presentáis buenos propósitos, Yo os ayudaré; no será menester que vayáis en busca de los enfermos, sino que seréis solicitados; Yo les pondré en vuestro camino y así podréis cumplir con esa bendita misión de consolar. Los que a vosotros lleguen, habrán sido preparados por Mí para que no tropecéis con los duros corazones y me digáis: Cuán pesado es el cargo que me habéis dado, Padre, y cuán duras las tierras que estoy labrando. Yo todo lo he dispuesto para que trabajéis con amor y os perfeccionéis. 12. Os he escogido a vosotros para confiaros esta misión, porque me amáis y me habéis presentado vuestra humildad y sumisión; no quiero que después de haberos tomado como intermediarios para derramar mi caridad en los necesitados, os sintáis superiores a vuestros hermanos y me desconozcáis. 13. Para elevar vuestro espíritu, tenéis que renunciar a los placeres superfluos de este mundo; mi camino es estrecho, y es menester velar y orar; mas si en verdad me amáis, no será un sacrificio para vosotros apartaros de estas miserias humanas; he hecho liviana vuestra cruz, he iluminado a los que os rodean para que no sean obstáculos a vuestro paso. 14. Mañana habrá guerra de doctrinas e ideas; muchos hermanos vuestros, cansados de falsas promesas, vendrán a vosotros en busca de verdad, y si no estuvieseis preparados, la presencia de esos hombres os amedrentará. 15. Luchad por la salvación de la humanidad y aprovechad este tiempo, porque ya se acerca 1950 y dejaré de hablaros por conducto de los portavoces; muchos de vosotros me serviréis antes de ese año y otros después de él. Pasado ese año, vosotros, los que habéis transmitido mi palabra, no penetraréis en éxtasis, y los que habéis dejado manifestar al mundo espiritual en este tiempo, obedeceréis sus inspiraciones y os sentiréis protegidos en todo instante. Yo estaré con todo mis hijos para que sigáis dando a conocer mis enseñanzas a la humanidad. En ese tiempo, vuestros enemigos pretenderán aniquilaros y formar obstáculos para el desarrollo de mi obra; si estáis desunidos, os sentiréis debilitar. Muchos de esos perseguidores, al conocer la esencia de mi doctrina, me reconocerán, se convertirán y llevarán mis enseñanzas a otras naciones y comarcas. 16. Quiero que llevéis esta luz a todos mis hijos, unos humildes y otros potentados, que busquéis su espíritu que gime y sepáis orientarlo, y que vosotros que habéis sido rudos, sepáis interpretar ante el mundo mi voluntad. 17. Cada uno está en el lugar que le he indicado; no murmuréis de los que he dejado delante de vosotros como intérpretes, como responsables de estas multitudes, antes bien, ayudadles con vuestro pensamiento; si Yo los he escogido para darles un importante cargo, orad por ellos para que lleven a cabo su delicada misión. 18. Vosotros, que habéis sufrido las pruebas que han forjado a vuestro corazón, ya podéis comprender al que sufre y penetrar en el arcano que es el corazón humano, descubrir la pena o el mal que lo aflige, para consolarlo. 19. Comprendedme, pueblo, y pensad que si he materializado mi palabra, es porque os amo y quiero que conozcáis mi deseo de que os améis los unos a los otros. 20. Daos la mano en prueba de amistad, mas hacedlo con sinceridad. ¿Cómo queréis ser hermanos, si no habéis sabido ser amigos? 21. Se deseáis que el Padre more en vosotros, es menester que aprendáis a vivir como hermanos. Cuando deis ese paso en el camino de la fraternidad, vuestro triunfo tendrá por galardón la comunicación de espíritu a Espíritu. Muchos dones os he entregado y os anuncio, que cuando estéis unidos en voluntad y en pensamiento, Yo os concederé que os comuniquéis por inspiración con vuestros hermanos que habitan más allá de vuestro mundo. 22. Mi obra es de luz, mi verdad es clara, por lo que os digo que nadie podrá andar entre tinieblas, afirmando que allí estoy Yo. 23. En aquel tiempo, cuando hecho hombre habité entre vosotros, ocurrió muchas veces que por las noches, cuando todos reposaban, no faltaban hombres que me buscasen llegando sigilosamente hasta mí, temiendo ser descubiertos, me buscaban, porque sentían remordimiento por haber gritado y escandalizado en contra mía, mientras Yo hablaba a la muchedumbre, y su remordimiento era más intenso cuando comprobaban que en su corazón les había dejado mi palabra un presente de paz y de luz y en su cuerpo había derramado mi bálsamo de curación. 24. Cabizbajos se presentaban delante de Mí diciéndome: Maestro, perdonadnos, hemos reconocido que hay verdad en vuestra palabra. Yo les contestaba: “Si habéis encontrado que sólo hablo la verdad, ¿Por qué os ocultáis? ¿No salís a recibir los rayos del sol cuando éste aparece, y cuándo os habéis avergonzado de ello?” 25. El que ama la verdad jamás la oculta, ni la niega, ni se avergüenza de ella. 26. Os hablo así, porque veo que muchos vienen a escucharme a hurtadillas, mintiendo a dónde han venido, ocultando lo que han oído y a veces negando haber estado Conmigo. ¿De qué, os avergonzáis? 27. Menester es que aprendáis a hablar de mi obra y de mi palabra, en tal forma, que no deis lugar a que os burlen, o a que os señalen. También es necesario que cultivéis la sinceridad, para que cuando deis testimonio de Mí, lo hagáis con palabras que sean expresiones que broten de vuestro corazón. Esa es la semilla que siempre germina, porque posee la esencia de la verdad que toca el corazón y llega al espíritu. 28. Mi divino mensaje, al depositarlo en vosotros, deberá transformarse en mensaje fraternal, más para que él impresione y conmueva el corazón materialista y escéptico de esta humanidad, deberá ir envuelto en la verdad que Yo os he revelado. Si algo ocultáis o calláis, no habréis dado un testimonio pleno de lo que ha sido mi revelación en el Tercer Tiempo, y por consiguiente, no seréis creídos. 29. He venido a probaros que se puede quitar la venda de obscuridad al ignorante o al obcecado, sin hacerle daño, sin lastimarle, ofenderle o herirle, y así quiero que vosotros lo hagáis también. Os he probado en vosotros mismos, que tiene más fuerza el amor, el perdón, la paciencia y la indulgencia, que la dureza, los anatemas o la violencia. 30. Guardad esta lección, discípulos, y no olvidéis que si queréis llamaron dignos hermanos de vuestros semejantes, tendréis que hacer acopio de bondad y de virtudes para derramarlas en ellos. Os prometo que cuando brille en la tierra la luz de la fraternidad, haré sentir en forma vibrante mi presencia. 31. El espíritu del que sabe prepararse, se extasía en la contemplación de las enseñanzas espirituales, inspiradas por la palabra del Maestro. No ha sido estéril la tierra de vuestro corazón, y en breve fructificará el trigo. 32. Mi luz ha rasgado las densas tinieblas de vuestra ignorancia, vuestro corazón se ha enternecido para amarme y vuestro entendimiento se ha despejado para comprender mi revelación. Esta luz os ha hecho contemplar la grandeza de la vida, las perfecciones de la creación, las maravillas de la naturaleza y la sabiduría con que ha sido trazado cada destino. 33. A veces me decís: Maestro, fácil es aprender vuestra lección, pero difícil practicarla. Entonces, el Maestro os alienta y con su amor os inspira confianza; luego en vuestra vida diaria va poniéndoos pruebas al alcance de vuestra capacidad; y así, insensiblemente, comenzáis a practicar las lecciones del Maestro. Comprensión, fe y amor, es cuanto necesitáis para transitar por este camino. 34. Recordad que cuando habéis llegado ante mi presencia, antes que exigiros que iniciéis inmediatamente el cumplimiento de alguna misión, dejo que me escuchéis, para que os saturéis de mi palabra que es sabiduría y fortaleza, bálsamo y paz. Antes he dejado que busquéis mi verdad hasta encontrarla, he dejado que escudriñéis mi obra y penetréis en ella hasta donde queráis, como dije a Tomás que hundiera sus dedos en la herida de mi costado para que pudiera creer. Sólo así podréis ser firmes y perseverantes en la lucha que os espera. 35. He hecho que escuchéis mi palabra incontables veces y que os sintáis discípulos ante mis cátedras. Se ha manifestado mi Divinidad y he dejado que mi mundo espiritual dé pruebas de su presencia, haciendo prodigios entre vosotros. 36. Si sabéis comprender y mirar bien cuanto os he concedido, os convenceréis de que no estáis hambrientos o necesitados de pruebas y milagros. 37. Habéis visto realizarse los prodigios en vosotros mismos o en vuestros hermanos, y esos prodigios han sido los que han encendido la flama de vuestra fe, y los que levantaron un altar de amor en vuestro corazón. 38. Todo lo tenéis, para que podáis llegar a practicar mi doctrina con la pureza y la elevación que ya comprendéis. 39. Hoy me interrogáis a cada paso, mañana seréis los que contestéis a las preguntas que os hagan vuestros hermanos. 40. Delicada y hermosa es la misión que he venido a confiaros. Es la cruz de amor bajo la cual caeréis, y la que os levantará con su fuerza. 41. ¿Quién podrá ir por esta vida sin llevar una cruz? ¿Y quién será aquel que llevándola, no caiga a veces agobiado por su peso? 42. No olvidéis que Yo, vuestro Mesías, vuestro Redentor, también tuve mi cruz en la tierra y hube de caer una vez tras otra bajo su peso. Mas en verdad os digo, que la carne podrá doblegarse y caer agobiada bajo el peso del dolor, de la fatiga y de la agonía; mas el espíritu no quedará vencido, porque en cada caída, se levantará más alto, en cada queja, bendecirá su destino y de la misma muerte se levantará a la luz de la vida verdadera. 43. Cristo no desdeñó tomar su cruz; llevándola a cuestas hasta el calvario y al expirar en ella, os dio el ejemplo más grande de humildad y fue a la diestra del Padre. 44. Esa cruz fue la pluma con que escribí mi pasión en el corazón de los hombres. 45. ¡Oh pueblo a quien he confiado la misión de ser luz y salvación para la humanidad! Sois el discípulo de los tres tiempos, el cual hasta ahora, en el tercero, llegará a ser maestro. 46. Hoy estáis unidos formando congregaciones, multitudes y grupos, mañana os levantaréis por diferentes caminos testificando y enseñando mi doctrina, mas no estaréis distantes espiritualmente unos de otros. 47. Aunque estuvieseis separados por los mares o por extensas tierras, vuestros corazones latirán uno junto al otro, unidos por el ideal de cumplir con vuestra misión. 48. La unificación de este pueblo vendrá después de 1950, el gozo del Padre será muy grande al ver la fructificación de la simiente que cultivó con su palabra, lo que fue como fecundo rocío y que el pueblo recibiera desde 1866 hasta 1950. 49. Ya se acerca el instante, pueblo, en que tendréis que entregar los primeros frutos de vuestra misión a vuestro Padre Jehová, en la falda del nuevo monte Sinaí. 50. Quiero que en esa hora bendita presentéis al Padre aquella unificación que perdisteis en tiempos pasados y que tanto os he pedido en el presente; que no lleguéis ante El llevando en vuestro corazón el fanatismo o la idolatría, y en vuestras manos el fruto de la mistificación. 51. ¿Cómo podría descubrir su error el que adora ídolos, si a vosotros os encontrase también divinizando objetos semejantes? 52. Mi caridad está fertilizando todas las tierras, para que en ellas caiga la semilla de la espiritualidad. 53. No temáis a vuestro destino, pueblo; dentro de esta misión no está la esclavitud, ni este aprisco es una prisión, ni los cargos que os he confiado son cadenas. 54. Bienaventurados los que penetren con fe y buena voluntad en esta arca, porque serán salvos de las tentaciones de este tiempo, serán fuertes, porque en su dolor tendrán mi bálsamo, en sus pobrezas tendrán el tesoro de esta obra, y cuando les persiga la ingratitud o la calumnia, tendrán el consuelo de mi palabra de amor. 55. No he venido a pediros sacrificios sobrehumanos. Ni al hombre le he exigido que deje de ser hombre por seguirme, ni a la mujer le he pedido que deje de serlo para cumplir con una misión espiritual. Al esposo no lo he separado de su compañera, ni a ella la he distanciado del esposo para que puedan servirme, ni a los padres les he dicho que abandonen a sus hijos o que dejen el trabajo para que puedan seguirme. 56. A unos y a otros, al convertirlos en labriegos de esta campiña, les he hecho comprender que no por ser mis siervos dejan de ser humanos y que por lo mismo tienen que saber dar a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que a él corresponde. 57. Sólo os digo que no dejéis pasar ninguna de las ocasiones que a vuestro paso pongo para que cumpláis con la misión de amor que os he enseñado. 58. Enlazados encontraréis vuestros deberes espirituales y materiales, y muchas veces al mismo tiempo estaréis cumpliendo con ambas leyes. 59. Siete etapas espirituales tendrá que recorrer vuestro espíritu para alcanzar su perfección. Hoy que vivís en la tierra, no sabéis en qué peldaño de la escala os encontráis. 60. Sabiendo Yo la resolución de esta pregunta de vuestro espíritu, no debo decírosla por ahora. 61. Trabajad con gran ahínco para que, al llegar la muerte, y cerrar los ojos de vuestro cuerpo para esta vida, vuestro espíritu sienta elevarse por sí mismo hasta llegar a la morada que por sus méritos haya alcanzado. 62. Los discípulos de esta obra contemplarán en el trance de la muerte corporal, cuán fácilmente se rompen los lazos que unen el espíritu a la materia; en ella no habrá dolor por tener que dejar las satisfacciones de la tierra; su espíritu no vagará como sombra entre los hombres, llamando de puerta en puerta, de corazón en corazón en busca de luz, de caridad, de paz. 63. Orad y velad, ved como mientras desciende entre vosotros mi palabra llena de dulzura y paz, allá, en otras naciones, la guerra siembra a su paso la desolación. 64. Orad por el mundo, pueblo. 65. Varones cuando retornéis al hogar con paso presuroso, porque deseáis estrechar a la esposa en vuestros brazos, o miraros en los ojos de vuestros hijos, y lleváis alegría en el corazón porque, el fruto del trabajo vais a entregarlo a los vuestros, orad por aquellos hombres que en campos de muerte se encuentran y ya no podrán retornar en busca de su hogar, porque éste fue arrasado. 66. Cuando tengáis una alegría, no olvidéis que en esa misma hora hay muchos que lloran. 67. Vosotros, mujeres y madres, cuando inclinéis vuestra faz para besar la frente del hijo que dulcemente duerme en la cuna, pensad en aquellas madres, que antes fueron como alondras y ahora han perdido el nido, al compañero y a sus hijos, porque la guerra como viento huracanado todo lo destruyó. 68. Cuando cerréis vuestra puerta y sintáis el dulce calor del hogar y su protección, pensad también en aquellas madres que buscan en las entrañas de la tierra un lugar para proteger de la muerte a sus hijos; pensad en los niños que llaman a sus padres sin recibir respuesta, y en aquellos que tan sólo pronuncian una palabra: pan. 69. Y mientras los hombres se siguen destruyendo, vosotros orad, y que vuestra oración sea como ángel de paz que florece sobre aquellos pueblos. 70. De Maestro a discípulo y de Padre a hijo os he hablado; meditad en mi palabra. 71. La reunión que formáis con mi Divinidad, es semejante a un árbol corpulento que invita al caminante a descansar. Yo soy la raíz y el tronco de ese árbol y vosotros las ramas extensas, cubiertas de follaje. Os alimento con la savia y vosotros en ella recibís vida y fortaleza. Pensad, si podréis vivir desprendidos de Mí. Me decís a veces que habéis debilitado, y que sufrís porque los tiempos han cambiado, y Yo os digo: Que los tiempos son los mismos, lo que ha cambiado es vuestro corazón, porque no ha sabido vivir y perseverad en el amor, en la unión y en la paz, y ésta es la causa de vuestra aflicción. 72. Mi enseñanza viene a renovar la fe de vuestro espíritu, a daros nuevas fuerzas y a iluminaros. Mi palabra es agua cristalina que mitiga la sed y se derrama inagotablemente sobre vosotros. Os doy el trigo en abundancia para que lo cultivéis en el corazón de vuestros hermanos. Quiero que como Yo os amo, os améis los unos a los otros, y también a vosotros mismos, porque os he concedido no sólo la guía y dirección de una porción, sino que el primer deber que tenéis para Conmigo es velar por vosotros mismos; debéis amaros, reconociendo que sois la imagen viva de vuestro Creador. 73. La cosecha que me presentáis hasta hoy, es de dolor y escaso reconocimiento a mi ley, y Yo no os he dado a beber este cáliz. Os he dicho que si sembráis trigo, recogeréis trigo; más debéis cuidar de la simiente que sembréis. Hoy es el tiempo de la siega y cada uno recogerá su cosecha. Después, la tierra será limpia y el hombre dará principio a una nueva vida y Yo estaré muy cerca inspirando su corazón. Será el reinado de la paz, del cual mucho os he hablado, discípulos amados, y para el cual estoy preparando a todo espíritu. 74. Quiero contemplaros como pequeños niños en torno de mi mesa, escuchándome y alimentándoos, penetrando en comunión Conmigo, y al estar recibiendo mis lecciones, formando propósitos de cumplimiento. Quiero que sirváis a vuestros hermanos; Yo os enviaré a ellos, cuando el amor y la caridad hayan florecido en vuestro corazón. Que sea vuestra vida como un espejo limpio para que en él se refleje vuestros actos y sepáis si habéis hecho bien o si habéis faltado. 75. El desarrollo de las virtudes de mis discípulos será estímulo para aquellos por quienes me comunico; la inspiración será abundante y mi gracia y prodigios se derramarán entre la humanidad. Vuestros hermanos espirituales, atraídos por vuestra preparación, os ayudarán y harán fácil vuestro camino y agradable vuestro trabajo. Vuestra influencia irá más allá de vuestro hogar, de vuestra comarca o nación, ayudando a otros corazones; el bien tiene un poder que vosotros todavía no conocéis. 76. He dado mi palabra por conducto de hombres sencillos e ignorantes; mas entre los que me escuchan están los científicos, los de entendimiento cultivado, que han sabido descubrir en la humildad de esta palabra mi esencia divina. He pulimentado vuestro corazón día tras día, para hacerlo sensible a mis inspiraciones, y ha vencido mi amor; de la roca que me hacíais presente en vuestro corazón he hecho un templo en el que me ofrecéis un culto de amor 77. Yo os confío mi obra; defendedla porque es joya de inapreciable valor. Sed centinelas y velad porque ella sea respetada y comprendida. Que nada os haga retroceder en el camino; id siempre adelante. 78. Siempre que vuestro corazón esté sediento de amor, elevaos a Mí; cuando las penas sean como un pesado fardo, recordad que hay un Padre que os ama y que está presto a consolaros; y pensando en Mí, sentiréis que el temor y las penas se desvanecen. Confiadme vuestros enfermos y Yo los sanaré. 79. El árbol de la vida ha extendido sus ramas para daros descanso y frescura, y sus frutos han dulcificado vuestro corazón. ¡Ml PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 134 1. Vengo a traer la paz a vuestro corazón en este mensaje de amor, porque he visto abierto vuestro santuario y he penetrado para morar en él. 2. Os está hablando Cristo, el Maestro, y os recuerda sus obras en la tierra para que logréis inspiraron en mis ejemplos. 3. Debéis aprovechar mi presencia entre vosotros, oh pueblo muy amado, porque el tiempo que estáis viviendo es trascendental para vuestro espíritu. 4. Ese ser de luz que en vosotros habita, sabe que su obra no está terminada, conoce que en anteriores existencias desaprovechó el tiempo que se le había concedido, así como las oportunidades que tuvo para lograr su adelanto espiritual, por lo tanto sabe que hoy debe esforzarse para alcanzar el completo desempeño de su misión, así como el desarrollo de todos sus dones. 5. He querido que a través de esta obra conozcáis todos los dones y potencias de vuestro espíritu; os he impartido mis enseñanzas de amor, os he concedido tiempo suficiente para que cultivéis vuestros dones y para que podáis iluminar el sendero de los que en tinieblas se encuentran, con la luz de mi verdad. 6. Os he hecho comprender que éste es el tiempo en el cual mis escogidos surgirán como profetas, videntes o iluminados, anunciando al mundo que ha llegado la era de la luz. Pocos serán los que presientan en estos anuncios la proximidad de mi reino, el cual se encuentra dispuesto a desbordarse en revelaciones, gracias y sabiduría. 7. Muchos se confundirán por lo que vean, sientan y experimenten, al extremo de llegar a preguntarme: Señor, ¿Qué es lo que ven mis ojos, qué es lo que está aconteciendo en el mundo y cuál es el significado de tantas extrañas manifestaciones y señales entre los hombres? 8. Y aquellos que por su incredulidad, por su orgullo o por su dureza, no lleguen a ver ni a sentir, ni logren por medio de la intuición contemplar las luces de este tiempo, serán los que llamen tinieblas a la luz e impostura a la verdad. 9. ¿No creéis que vosotros, los que os habéis deleitado con la luz de esta palabra que ha venido alentando a vuestro corazón, sois los indicados para definir el porqué de todo esto, anunciando la buena nueva y enseñando mi doctrina por medio del libro de mis enseñanzas a todos aquellos que lo necesitan? 10. Os he dado la ley, las normas, el camino y el conocimiento de lo que es justo y de lo que es lícito, para que nunca tropecéis, para que no dudéis en los momentos de la lucha y para que no manchéis lo que es sagrado. Sé que vais a ver surgir por todos los puntos de la tierra hombres y mujeres que profetizan, que anuncian doctrinas extrañas para todos aquellos que viven alejados de lo espiritual, seres que curan enfermedades de las que llaman incurables y que predican la espiritualidad como la única doctrina que es capaz de dar al mundo la paz. 11. No estarán definidas ni serán puras las manifestaciones de muchos de aquellos hombres, porque les faltó la dirección del Maestro, más para entonces, este pueblo que ha sido mi discípulo, llevará mi mensaje por todos los caminos de la tierra. 12. Muchos tendrán razón al extrañarse de que la vida espiritual llegue a ser la norma de las obras de la humanidad, porque hace mucho tiempo que los hombres cerraron las puertas de su corazón para mi mensaje e inspiraciones. En este destierro voluntario, el hombre sólo escucha la voz de su libre albedrío, y el sendero de su vida está iluminado tan sólo por la débil luz de sus conocimientos materiales; pero esa voz es casi siempre una larga queja, sollozo o imprecación, y su luz la manifiesta por medio de su ciencia que en lugar de elevarlo, va hundiéndole más en su dolor. 13. Los que se levanten después de su sueño de siglos anunciando la luz del nuevo tiempo, serán los muertos que resuciten a la vida espiritual, después de haber permanecido inertes para la verdadera vida. Donde exista el amor, la sabiduría y la justicia, donde hay inspiración e impere la bondad, allí existirá la verdadera vida. Mas donde reine el pecado e impere el vicio, donde exista la guerra, anide la envidia y el egoísmo, allí sólo se encontrará la muerte, la desolación y las tinieblas. 14. Cuando los hombres caen en materialismo, en lugar de que su obra sea creadora, es destructora; entonces se asemejan a una multitud de gusanos dispuestos a terminar de carcomer a un cadáver, cuando por su labor creadora podría parecerse a un enjambre de abejas construyendo su panal en perfecta armonía. La obra de esos pequeños seres consiste en buscar miel para que después ésta endulce los paladares. Y vosotros: ¿Cuándo llegaréis a descubrir el verdadero sabor de la vida para dároslo unos a otros? 15. Ese sabor está constituido por el amor divino, néctar sublime que he depositado en cada corazón y al que no habéis sabido comprender ni buscar, y por ello no endulza aún vuestra existencia. 16. Hoy, la luz del Padre se encuentra derramada a raudales sobre todo espíritu, para que al despertar de su letargo, medite sobre su propia experiencia, que es un libro rico en sabiduría y en luz y perciba el resplandor de la verdad. 17. Pueblo, preparaos, meditad en vuestra misión, meditad vuestra responsabilidad en este tiempo, que es propicio para despertar espiritualmente, y disponeos a trabajar en mi campiña, que Yo os ayudaré en el cumplimiento de vuestra misión. 18. Vengo a escuchar vuestras peticiones, vuestras quejas; quiero que aprendáis a conversar con vuestro Padre. 19. No penséis que sólo a vosotros he venido, Yo he descendido sobre todos, porque el clamor de esta humanidad llegó hasta la altura de los cielos como un grito angustioso, como una inspiración de luz. 20. Al recibir vosotros mi palabra bajo esta forma, me preguntáis interiormente, si vengo como Padre o como Juez, y Yo os digo que desde antes de que escuchaseis mi primera palabra de este día, ya la conciencia os había señalado cada una de vuestras faltas y también cada una de vuestras buenas obras. Más si con mi palabra os juzgase, ¿Por qué teméis? ¿Por ventura mi juicio no proviene del amor que os tengo? 21. Vengo a despertaros para que las pruebas no os sorprendan, y las tempestades y huracanes de estos tiempos no os dejen a obscuras. 22. Ciertamente éste es tiempo de pruebas para el cual es necesario estar fuerte y preparado para no sucumbir. 23. La vida en la tierra siempre ha sido de prueba y expiación para el hombre, mas nunca había estado este camino tan lleno de dolor como ahora, ni había estado el cáliz tan lleno de amargura. 24. En este tiempo no espera el hombre la edad madura para enfrentarse a la lucha; cuántas criaturas en su niñez ya conocen los desengaños, el yugo, los azotes, los tropiezos y fracasos. Y puedo deciros aún más: En estos tiempos el dolor del hombre comienza antes de nacer, es decir, desde el seno de su madre. 25. ¡Grande es la expiación de los seres que en este tiempo vienen a la tierra! 26. Todo el dolor que existe en el mundo es obra del hombre. ¿Qué mayor perfección en mi justicia, que dejar que los mismos que sembraron de espinas el camino de la vida, vengan ahora a recogerlas? 27. No todos tienen igual parte de culpa en el caos que vivís, más los que nos son causantes de la guerra, son responsables de la paz. 28. Tened caridad de vosotros y de vuestros semejantes. Para que esa caridad sea efectiva, reconoced vuestros dones estudiando mi palabra, porque el que ama a su hermano, me ama a Mí, porque su hermano es mi hijo muy amado. 29. Sois un pueblo al que estoy preparando para la oración, para la divulgación de mi palabra y para la curación. La vida con sus miserias, luchas y amarguras, se asemeja al desierto; mas no vayáis a estacionaros en él, porque entonces no conoceréis la verdadera paz. 30. Tened presente el ejemplo del Israel a que se refiere la historia, que tuvo que errar por el desierto por mucho tiempo, para alejarse de la cautividad y de la idolatría de Egipto, a la vez que para alcanzar una tierra de paz y libertad. 31. Hoy, toda la humanidad es semejante a aquel pueblo cautivo del Faraón. Se le imponen creencias, doctrinas y leyes; la mayor parte de las naciones son esclavas de otras más fuertes; la lucha es ruda y el trabajo se realiza bajo los latigazos del hambre y la humillación; es amargo el pan que comen todos los hombres. 32 Todo esto hace que en el corazón de la humanidad vaya tomando cuerpo un anhelo de liberación, de paz, para alcanzar una vida mejor. 33. El estruendo de la guerra, la sangre humana que corre, el egoísmo, la ambición y el odio que fructifican en mil formas, están despertando a los hombres de su profundo letargo; y cuando se unan en un solo ideal de espiritualidad, como se unió el pueblo de Israel en Egipto bajo la inspiración de Moisés, ¿Qué fuerza podrá detener a esos corazones? Ninguna, porque en ese anhelo estará mi luz, en esa lucha estará mi fuerza, en ese ideal estarán mis divinas promesas. 34. ¿Necesita el mundo para liberarse de sus cadenas, a un nuevo Moisés? La enseñanza que os he traído en este tiempo, es la luz que inspiró a Moisés, es palabra de justicia y profecía, es fuerza que levanta al débil, al tímido, al cobarde, y le convierte en valeroso, decidido y ferviente, es ley que guía y conduce por la senda de la verdad, es ternura divina que os sustenta en los largos días de la jornada. 35. Os sentís alentados por mi palabra, pueblo, como si un bálsamo maravilloso cayera sobre vuestras heridas; os sentís fortalecidos, renovados, llenos de esperanza en el mañana; entonces: ¿No creéis que este mismo mensaje, si vosotros lo llevaseis a los pueblos oprimidos de la tierra, obraría en ellos el mismo prodigio? 36. Por eso os digo que os preparéis, para que no retardéis el momento en que os levantéis como emisarios de esta inspiración. 37. Si os digo que os preparéis, es porque esta buena nueva deberá ser extendida de tal manera, que jamás pueda ser causa de que se provoque un dolor, una contienda fratricida, o se derrame una sola gota de sangre. 38. Mi mensaje es persuasivo, dulce, lleno de verdad. Lo mismo toca el corazón, que llega a la mente y convence al espíritu. 39. Escuchadme, estudiad, practicad y estaréis en condiciones de abrir para los hombres brechas hacia la fe, la luz, la libertad y la paz. 40. Sabéis que Yo siempre estoy dispuesto a entregaros una más de mis lecciones. Hoy comenzaré por deciros, que el fin de mi llegada entre vosotros es el de doctrinaros, para que podáis desempeñar con limpidez vuestra misión. 41. Ciertamente, esta existencia es una nueva etapa para vuestro espíritu, el cual había dejado incompleta una obra que se le había encomendado, y ahora se le ha dado la oportunidad de llevarla un poco más adelante en el camino de la perfección. 42. También Yo, el Divino Maestro, tuve que volver entre los hombres, porque mi obra en aquel tiempo quedó incompleta. Habrá quienes nieguen esta aseveración, diciendo que la obra de Jesús concluyó al expirar en la cruz, pero esto será porque han olvidado que Yo anuncié y prometí que volvería. 43. Vosotros, a quienes ahora revelo estas enseñanzas, comprended que a Mí no me es indispensable la reencarnación, porque en mi Espíritu está poder manifestarme de mil maneras a la humanidad. Tampoco he vuelto en busca de perfeccionamiento para mi Espíritu. Si ahora vengo a vosotros, es solamente para enseñaros la senda que pueda conduciros a la luz. Recordad que en el Primer Tiempo os dijeron los profetas: “Es la puerta”. Además, ¿No os dije cuando me humanicé entre vosotros: “Yo soy el camino”; no os estoy ahora diciendo: “Yo soy la cumbre del monte que estáis escalando?”. 44. Yo he estado siempre en la perfección. 45. Me complazco en saberos seguros transitando por mi senda; mañana será el gozo universal, cuando todos viváis dentro del hogar espiritual que ya hace tiempo está en espera de la llegada de los hijos del Señor. 46. Así hablo a vuestro espíritu, porque sé que ya puede comprender estas lecciones, y a él puedo decirle que no es hijo de esta tierra, que aquí en este mundo sólo debe de considerarse como un huésped, porque su verdadera patria es espiritual. 47. Tomad esta palabra en su verdadero sentido, porque de lo contrario llegaríais a pensar que mi doctrina viene en contra de todo progreso humano, y no sería justo que atribuyeseis tales errores a un Padre que sólo busca el perfeccionamiento de sus hijos en las diferentes sendas de la vida. 48. Lo que mi justicia persigue implacablemente es al mal, que toma diversas formas en el corazón del hombre, manifestándose a veces en sentimientos egoístas, en bajas pasiones, otras en codicia desmedida y aún en odios. 49. Discípulos: debéis de estudiar lo que ahora os digo en sentido figurado. La vida es un árbol, sus ramas son en número incontable, y de esas ramas no hay dos que sean iguales, mas cada una de ellas cumple con su misión. Si un fruto se malogra, es desprendido del árbol, y si una rama se desvía, es podada; porque del árbol de la vida sólo frutos de vida tienen que brotar. 50. Toda ciencia que haya causado mal y toda religión que no haya hecho verdadera luz, podéis considerarlas como ramas y frutos, por los cuales no corre la savia del árbol de la vida, porque ya fueron desprendidos de él. 51. Bendito sea el que tenga por ideal seguir mi camino, bendito sea el que busca la forma de hacer grande a su espíritu. Yo recibo a los que callando sus quejas sólo piensan en recibir el rocío de mi palabra, a los que no dejan morir la fe y la esperanza en Mí. Haré con mi palabra que todos lleguen a encontrar un canto a la fe. 52. Vengo a enseñaros la espiritualidad, porque ella os dará salud espiritual y física, ella os hará amaros, os dará fuerza y fe. 53. A través del que piensa en Mí y me ama, pasa el torrente de la vida, en él está mi manifestación divina. Os he dado la vida para que en ella seáis grandes y fuertes, os la he dado para que tengáis caridad y manifestéis vuestra facultad de amar; os la he dado también para que tengáis sabiduría. La vida es el reflejo de Dios, es el gran testimonio de mi existencia; vividla y gozadla, mas también entendedla. Mucho la habéis gozado sin comprenderla. Cantad a la vida y que vuestro canto sea de comprensión, de admiración y de amor. Vuestro espíritu al elevarse, encontrará un mejor salmo al Creador. 54. La vida es una corriente incesante. Para que el espíritu llegue a ser grande, sabio, fuerte y bondadoso, es menester que viva eternamente. Pueblo, creéis que os vengo a visitar, y la verdad es que habito en vosotros. Os visito sólo bajo esta forma de manifestarme haciéndome pensamiento, palabra y visión espiritual, y es que mi manifestación interior en vuestro ser no la percibís con la claridad del latir de vuestro corazón, porque para sentirme palpitar en vuestro ser, es necesario tener sensibilidad. No perdáis la esperanza de llegar a sentirme, porque la esperanza procede de la fe, que es luz en vuestro sendero. ¡Ay del que pierda la fe! La fe es el faro que alumbra el porvenir, la fe es la fuerza que produce aquello que nombráis milagros. ¿Qué sería de vuestra vida, si no tuvieseis fe en mi ley? 55. Yo os doy la vida, mas os digo: Avivad la luz de la fe en vuestro Dios, fe en vosotros mismos, fe en la vida y en lo creado. No dudéis de mi caridad en vuestras vicisitudes; mi amor es más fuerte que vuestras pruebas. Oídme más con el espíritu que con vuestros oídos. A los que se nombran desheredados, a los que dicen que su estrella no brilla y que son lámparas apagadas y a los que lamentan haber venido a la vida para llorar, os digo: ¿Habéis intentado alguna vez olvidaros por un instante de vosotros para llevar un consuelo a vuestros semejantes? Seguramente que no, porque quien practica la caridad, a sí mismo se la hace. He llamado en este tiempo a los que nada tienen para dar al mundo. 56. Amad y dad con desinterés y veréis pronto la recompensa. Llamad a mis puertas y mi voz os responderá. Todos podéis levantaros, aun cuando hayáis caído muy bajo, aun cuando os encontréis cubiertos de cieno. Los hombres perdidos de hoy, serán los hombres de bien del mañana. Sobre vuestras ruinas levantaré mi templo, más el hombre me ayudará a su reconstrucción. Helo aquí, penetrad en la verdadera vida; ella es como un reino, dentro del cual desde lo celestial hasta lo más mínimo en lo material, todo está a vuestro alcance. 57. Abolid el dolor. La vida creada por Mí no es dolorosa; el sufrimiento proviene de las desobediencias y faltas de los hijos de Dios. El dolor es propio de la vida que los hombres en su disolución han creado. Elevad vuestra mirada y descubrid la belleza de mis obras; preparaos para que escuchéis el concierto divino. No os excluyáis de ese festín. Si os aisláis, ¿Cómo podréis participar de ese deleite? Viviríais tristes, atormentados y enfermos. 58. Yo quiero que en el concierto universal seáis notas armoniosas; que comprendáis que habéis brotado de la fuente de la vida, que sintáis que en todas las conciencias esta mi luz. ¿Cuándo llegaréis a la plenitud en que podáis decir: Padre, someted mi espíritu al vuestro, así como mi voluntad y mi vida? Ved que esto no lo podréis decir mientras vuestros sentidos estén enfermos y vuestro espíritu egoístamente aislado del camino. Vivís bajo el tormento de las enfermedades o del temor a contraerlas y, ¿Qué es una enfermedad corporal ante una falta del espíritu? Nada, si él sabe levantarse, porque en mi caridad siempre encontraréis ayuda. 59. Así como la sangre corre por vuestras venas y vivifica el cuerpo, así la fuerza de Dios, como un torrente de vida, pasa a través de vuestro espíritu. No hay motivo para estar enfermo si cumplís con la ley. La vida es salud, alegría, felicidad, armonía; estando enfermos no podéis ser un depósito de los bienes divinos. Mentes, corazones o cuerpos enfermos, el Maestro os dice: Pedid a vuestro espíritu, que es el hijo del Todopoderoso, que vuelva al camino, que sane vuestras dolencias y que os ayude en vuestras flaquezas. 60. ¿Qué podrá negar el Padre a su hijo, cuando éste espiritualmente se acerque para solicitar algo para su cuerpo, pequeña y frágil criatura material? Así os enseño a pedir, más cuando se trate de dar, os digo: Repartid y dad. Repartid lo material y dad amor, porque ¿De qué os servirá dar la parte material si en ella no pusieseis amor? Cuán difícil os ha parecido administrar debidamente los bienes que habéis poseído en el mundo. Unos quieren tener sólo para sí, otros, teniendo demasiado, no sienten el deber de compartirlo. 61. Yo os descubro una fuente de salud que existe en vosotros, en vuestro espíritu, para que a ella acudáis cuando sea necesario; si sabéis buscarla, encontraréis sus aguas. No quiero un mundo derrotado y triste, un pueblo que por su ignorancia de lo que posee a cada instante me hable con angustia, y me pida con desesperación. Quiero un mundo consciente de cuanto es y posee. 62. Hay quienes están pensando: ¿Y si el hombre siempre fuese sano, como moriría? A lo cual os respondo, que no es necesario que vuestro cuerpo esté enfermo para que deje de vivir; basta que el corazón se detenga cuando la hora haya sonado, para que deje de ser. 63. La luz de mi Espíritu se derrama en vosotros para que resucitéis. En este Tercer Tiempo vengo buscando a los descarriados para que me sirvan. Yo soy el libertador de los espíritus, que viene a libraros de vuestra esclavitud. A los rebeldes, vengo a convertirlos en sumisos y humildes siervos. Luego les digo: “Velad”, para que no seáis sorprendidos por los rumores y las tentaciones que os lleven de nuevo al precipicio. 64. Quien ha conocido la escoria y el bajo mundo y de él se ha podido liberar, está preparado para ir ahí, en busca de los que aún permanecen perdidos. Nadie mejor que él para persuadir con su palabra, que es luz de experiencia. ¿Cuándo os convertiréis en los pescadores de corazones y libertadores de espíritus? Cuando afirméis vuestro paso en la senda que os he trazado. 65. Dad sin condición, no juzguéis la casa de vuestro hermano, antes conoced bien vuestra morada, para que si la encontráis sucia, la limpiéis y sea digna de recibirme. No miréis si su alfolí está lleno o vacío o si su cuerpo lo cubren las galas o los harapos. Dejad que mi amor dé muerte a todas esas lacras que podrían empañar la luz que debéis reflejar. 66. Ved que de la mansión perfecta desciendo a vuestra morada para mostrares la grandeza de la vida espiritual, a revelaros una lección que os enseña a conoceros, a conocer a vuestro Creador y a conocer vuestro destino. 67. No quisiera el Padre que lloraran sus hijos, aunque os haya dicho: “Bienaventurados los que lloran”. Mi ley no os enseña que lloréis, sino la manera de evitar el dolor. Si me placiera veros sufrir, no vendría a vosotros como doctor, ni vendría a derramar mi bálsamo sobre toda herida. Aquel que lleva su cruz de penas con mansedumbre, me agrada porque me imita; mas de aquel que en su fanatismo religioso y su ignorancia atormenta y castiga su cuerpo, recibo su intención, que es la de purificarse o tratar de imitarme en mis padecimientos, más el acto no lo apruebo. 68. Basta con que apuréis con paciencia el cáliz que la vida diariamente os ofrece y que, sobreponiéndose a vuestras penas, tengáis fuerzas para pensar en vuestros semejantes y hacerles el bien que podáis, para que cumpláis así con vuestra misión. 69. Ya no os quejéis de sufrimientos, habéis recibido la dádiva de mi amor y os habéis embelesado con mi palabra; reconocedla por su esencia divina y la preparación del portavoz por la dulzura y la firmeza de su voz; entonces, dejad vagar vuestro espíritu por regiones que sólo él puede alcanzar para que allí se sature de luz, mientras que su mente queda extasiada, y su corazón palpitante de admiración y amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 135 1. Vengo lleno de amor y revestido de paciencia para hacerme comprender de todos. Consolaos en Mí. Comed y bebed para que calméis vuestra hambre y sed de justicia. Quiero que el incomprendido por la humanidad se sienta comprendido por Mí y el que sentía su mano vacía, al levantarse después de haberme oído sienta que lleva dones consigo. Que el que ha llegado ante mi presencia trayendo remordimientos en su espíritu, al escucharme se sienta descargado de todo ello y pueda levantar su rostro como aquella mujer adúltera del Segundo Tiempo, cuando le dije: “¿En dónde están los que te persiguen? Yo te perdono, ve en paz y no peques más”. 2. Yo soy el divino juez, que no aplica jamás una sentencia mayor a la falta. Cuántos de los que se acusan delante de Mí, Yo les encuentro limpios. En cambio, cuántos pregonan limpidez y los encuentro perversos y culpables. 3. ¡Qué injusta es la justicia humana! ¡Cuántas víctimas de los malos jueces expían faltas ajenas! ¡Cuántos inocentes han visto cerrarse las rejas de la prisión delante de sus ojos, mientras el culpable camina libre llevando invisiblemente su fardo de hurtos y de crimen! 4. Espiritualmente es imperfecto vuestro mundo. Debéis ayudarlo a elevarse. 5. El mundo material, el planeta, no está próximo a su desintegración, pero el fin de ese mundo de errores y pecados, de tinieblas y mala ciencia, llegará con la luz de mi doctrina, y sobre sus escombros Yo levantaré un nuevo mundo de progreso y de paz. 6. Vuestra misión de labriegos no terminará en 1950; por el contrario, será cuando comencéis a dejar de ser discípulos para convertiros en maestros que con palabra de amor guíen a la humanidad por el sendero de luz. 7. Grandes legiones espirituales esperan tan sólo esta depuración entre los hombres para encarnar y morar nuevamente en la tierra. Ellos poseen una gran misión y esperan que vosotros les dejéis vuestro lugar para ocuparlo ellos. 8. Vengo a explicaros mi doctrina, materializando mi palabra para haceros comprender quiénes sois. 9. Nunca os amedrentéis por el peso de la responsabilidad que he puesto en vosotros; mas pesa el fardo del pecado. Es más doloroso el abismo con sus tinieblas que la luz que existe en la cumbre de la montaña donde mora el Maestro. Nuevamente os digo que el “yugo de Jesús es dulce”. 10. Os he llamado Israel, porque en vuestro espíritu existe una misión de paz, un destino de armonía espiritual con toda la humanidad; porque sois el primogénito, porque no nacisteis sólo de Jacob, venís de más allá de él, de más allá de Abraham. Vuestro punto de partida data de antes de que Yo enviara al primer hombre a la tierra, quien formó una familia de la cual Yo escogí la simiente para formar mi pueblo fuerte en la fe, en la obediencia y en el amor al Dios invisible. Así lo preparé y lo bendije y quedó como un faro en medio de la humanidad. 11. Nada os faltó para desempeñar vuestro destino y, sin embargo, visteis surgir más alto que vosotros a otros pueblos que luego os humillaron con cadenas de esclavitud. 12. ¿Por ventura, eran pueblos superiores al vuestro? Ni en materia, ni en espíritu eran mayores que vosotros, en quienes había desbordado el Padre los dones preciosos de la inspiración, de la sabiduría, de la belleza, del amor, de la salud y la fuerza. Os preparé para que fueseis como un espejo de mi amor por todo lo creado, donde la humanidad me contemplara, y como fuente de aguas cristalinas donde los sedientos de verdad mitigaran su sed. 13. Más al fin humanos, flaqueasteis y en vuestra decadencia fuisteis sometidos por otros pueblos. 14. En este tiempo os vengo a buscar y a estar muy cerca de vosotros recordándoos mi ley, despertando a vuestro espíritu para que escuche la voz de la conciencia y diciendo a vuestro corazón: Despertad, las cadenas que os abrumaban fueron rotas por la muerte y hoy la vida os ha devuelto vuestra libertad. Es por lo que he venido entre vosotros en el Tercer Tiempo. 15. No creáis que sólo en el seno del pueblo de Israel han existido profetas, precursores y espíritus de luz. También en otros pueblos he enviado algunos de ellos, más los hombres los tomaron como dioses y no como enviados y crearon bajo sus enseñanzas, religiones y cultos. 16. El pueblo de Israel no comprendió la misión que para con otros pueblos tenía y durmió en un lecho de bendiciones y complacencias. El Padre lo había formado como una familia perfecta en la que una tribu tenía la misión de defender al pueblo y mantener la paz, otra labraba la tierra, otra tribu era de pescadores y navegantes. A otra le fue confiado el culto espiritual, y así sucesivamente, cada una de las doce tribus que integraron el pueblo, desempeñó diferente misión que en conjunto daba un ejemplo de armonía. Mas en verdad os digo, los dones espirituales que poseísteis en aquellos primeros tiempos, los tenéis aún. 17. Ved entre vosotros a los profetas; mirad cómo los hombres, las mujeres, los ancianos y aun los niños testifican mi verdad por medio de sus revelaciones. Poseéis la elevación espiritual para orar, la potestad para haceros oír y obedecer por los elementos, de lo cual tuvisteis ejemplos en Noé, venciendo la furia de las aguas, en Josué a quien le atribuís que detuvo la carrera del sol, sobre lo cual os digo que los astros jamás han detenido su curso, y que fue mi luz divina semejante a un sol radiante la que prolongó el día y ocultó la noche, para que el pueblo alcanzara la victoria, mientras el universo continuaba su trayectoria sin salirse de sus leyes de armonía. 18. Moisés tuvo también potestad sobre los elementos y a su voz obedecían las aguas, los vientos, las rocas. He confiado al hombre esta naturaleza para que de ella se sirva, pero él ha transformado el orden de la creación y se ha convertido en esclavo de la naturaleza, en la que ha buscado muchas veces a su Dios. 19. En el Segundo Tiempo, os di una lección más sobre estas enseñanzas, cuando hice calmar la tempestad al extender mi mano, también cuando anduve sobre las aguas o cuando resucité a los muertos. Los milagros que realicé en aquel tiempo fueron para salvar al perdido, para convertir la tiniebla en luz y el odio en amor. Yo no vine a maravillar o a sorprender a los hombres con aquello que sirviera sólo para asombro de su entendimiento, como algunos que se hacen admirar de los hombres como seres superiores haciendo aparentes milagros y que, sin embargo, no son capaces de convertir a un pecador. Yo no he venido a enseñaros ciencias superfluas o sorprendentes; Yo os he revelado mi existencia y el porqué de la vuestra; os he descubierto que el fuego que da vida y todo lo anima, es el amor; es el principio de donde han brotado todas las naturalezas. 20. He ahí que vosotros nacisteis por amor, existís por amor, sois perdonados por amor y seréis en la eternidad por amor. 21. Preparaos, para que cuando mi palabra cese, vayáis a las distintas naciones de la tierra, donde encontraréis pueblos cuyo origen se pierde en el tiempo, en los que sus habitantes practican cultos y ciencias en medio de los cuales se ha manifestado el mundo espiritual; ahí oiréis hablar de transformaciones, de maravillas y milagros ante los cuales quedaréis asombrados. 22. Estaréis preparados, porque tendréis que soportar grandes pruebas; sentiréis confundiros por momentos cuando en el seno de aquellos hombres miréis comunicarse al mundo espiritual haciendo maravillas que vosotros no podríais haber hecho. Cuando os presenten escritos conteniendo su historia, sus leyes y preceptos, abriréis vuestros ojos para que no os cofundáis con la maravilla material, con el prodigio exterior, más también para que podáis admiraros e imitarlos en todo lo que vuestra conciencia e intuición os diga que encierra verdad. 23. También encontraréis en ello ahínco por hallar el camino que conduce a la perfección, anhelo de eternidad. 24. A otros los sorprenderéis en su éxtasis espiritual, del cual han hecho un culto fanático; son como plantas parásitas porque ni cumplen con las leyes de amor dictadas por Dios, ni cumplen con los deberes de la tierra. Esas doctrinas no se propagarán en otros pueblos, porque la verdadera espiritualidad destruirá el fanatismo y el misticismo. 25. Yo os he enseñado desde los primeros tiempos una ley que es justa con el espíritu y con la materia; recordad que en cierta ocasión dije: “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. 26. Muchos se sorprenderán y hasta os juzgarán mal cuando escuchen que siendo mis discípulos, cumplís con la ley del trabajo material, cuando miren que tenéis esposa o esposo, que tenéis hijo y familia, que sabéis recrearos en la contemplación y en los frutos de la naturaleza, a la que amáis como a una madre. Entonces os preguntarán: ¿Por qué si sois siervos del Señor no vivís sólo en la contemplación de lo espiritual? Encontraréis también a los que poseen el don de profecía y os sorprenderéis, porque ciertamente, entre ellos hay espíritus adelantados. 27. Preparaos cuando estéis a prueba y Yo hablaré por vuestro conducto, y si esa preparación es además de limpia, sencilla y pura, veréis mis maravillas. 28. Estoy hablando a los que deben cumplir con su misión de apóstoles y profetas en otras tierras, para que no hagan alarde de la misión que les he confiado. Estos no provocarán escándalo combatiendo religiones ni creencias. Otros serán los que promuevan escándalo en contra de vosotros, sin saber que con ello os estarán ayudando a propagar la doctrina, despertando la curiosidad de muchos, que luego se convertirá en fe. 29. Para algunos será la presente existencia su última reencarnación. Es tiempo que preparéis el viaje para el más allá; llenad de buena simiente vuestro alfolí para que con paso firme acudáis al llamado que os haré en el valle espiritual que os espera y del cual nadie podrá huir. 30. A cada uno de vosotros se le ha asignado un número de espíritus a los cuales debe ayudar a elevarse, conduciéndoles por el sendero de mi verdad. Ninguno llegará sin su porción, porque no será recibido. 31. Luchad y trabajad, recreaos aprendiendo y enseñando. Yo estoy fecundando las tierras, apartando de ellas toda mala hierba para que mis sembradores las encuentren preparadas por mi caridad. 32. Entonces se abrirá delante de vuestros ojos un camino a través de un desierto, ofreciéndoos sus oasis y allá en el horizonte la silueta blanca de la “tierra prometida”, cuyas puertas abiertas os invitarán a pasar con las porciones y con los pueblos que no sólo amarán al mismo Dios, sino que practicarán el mismo culto espiritual. 33. Convertid con vuestra oración a los seres en tinieblas, que como ejércitos combaten y luchan mientras dormís. Daos cuenta que en torno vuestro y sobre vosotros, flota y se agita un mundo desconocido, donde la luz lucha contra las tinieblas en una guerra cuyo estruendo e influencia trastorna vuestro mundo, vuestro corazón y vuestra mente. 34. Por eso la tranquilidad y la paz también han huido del corazón de la humanidad; mas bienaventurado el que sintiendo esa batalla, ora, porque él saldrá avante. 35. El que tomare el juicio de este tiempo como simples coincidencias, no sabe que estará a merced de la muerte, de la peste, las plagas y el hambre. 36. Descansad en tierra firme; detened vuestro paso bajo la sombra de esta palmera, y oíd mi voz para que sanéis de todos vuestros males y recobréis vuestras fuerzas para proseguir la caminata. 37. No tenéis necesidad de decirme lo que traéis en vuestro corazón, ni de dónde venís, porque Yo todo lo sé. Sé que vuestro espíritu se acerca al Padre después de vencer en la gran lucha que sostuvo para apartarse de caminos torcidos, que venís a buscar apoyo y fuerza en Mí para no desmayar. Cuando estuvisteis a punto de debilitar, cuando ya vuestras energías se estaban agotando, os elevasteis a Mí para pedirme ayuda, y Yo al instante respondí llamándoos hacia este oasis de paz, para que tuvieseis un descanso por la infinita caridad de vuestro Padre. 38. ¡Cuántas revelaciones habéis comprendido desde el instante en que por primera vez escuchasteis esta palabra! Entre ellas comprendisteis que el espíritu no se perfecciona en un día, ni en un año, ni en una vida, porque teniendo naturaleza eterna, su trayecto tiene que ser adecuado al galardón que le espera. 39. Habéis aprendido a distinguir la voz de la conciencia que habla siempre de ley, de amor, de bien, de rectitud y pureza, de aquella otra voz que proviene de los sentidos de la carne o de las pasiones del corazón, la cual no siempre induce al bien. 40. Ya sabéis que poseéis armas para defenderos, conocéis cuales son; sabéis también cuál es el escudo que os protege, y comenzáis a hacer uso de la oración, de la fe, de los buenos pensamientos, de la firmeza de voluntad. 41. Habéis aprendido a dar su lugar justo en la vida, a los diferentes valores que forman vuestro ser; sabéis que lo esencial está en el espíritu y que después de él, ocupando un lugar digno en el hombre, se encuentran los sentimientos, la mente, las necesidades corporales. 42. Sabéis ahora que la verdadera espiritualidad en el hombre no consiste en apartarse de la carne o en rechazar lo material, sino en armonizar vuestra vida con toda la creación; sin embargo, para que el espíritu pueda lograr esa armonía, es menester que siempre vaya delante, que esté por encima de lo humano, que sea el guía; si no es así, el espíritu no es libre y se transforma en esclavo de la carne o en enemigo de ella. 43. Sabéis que en mi camino no se puede fingir el amor, pureza, ni conocimientos, porque sentís una mirada que todo lo ve y todo lo juzga. 44. Ahora conocéis que para que vuestros méritos sean reales, vuestras virtudes y obras tienen que ser verdaderas y estar inspiradas en el amor a vuestros hermanos. 45. No temáis que os hable así; vuelvo a deciros que no vengo a exigiros la suprema perfección, sino un esfuerzo constante por alcanzarla. 46. Ahora, cuando sufrís, cuando atravesáis una dura prueba, cuando os encontráis en el lecho del dolor, sabéis que aquel cáliz de amargura os purifica y os renueva, que aquel dolor que os hace expirar algunas faltas, que es una sabia lección; entonces lo apuráis con paciencia y conformidad. 47. Habéis llegado a comprender que estoy construyendo en cada uno de vosotros un templo, y ya no os atrevéis a destruir lo edificado; por el contrario, tratáis de ayudarme en esta obra. 48. Habéis entendido que no es delante de los hombres ante quienes debéis hacer méritos para recibir de ellos la alabanza o el galardón, sino delante de vuestro Padre, que es el único capaz de valorizar vuestras obras. 49. Entendiendo todas estas explicaciones, por muy arraigadas que estén vuestras pasiones, tendrán que hacer una sumisión de la materia hacia el espíritu, que será un principio para esa armonía y ese orden que debe existir en el hombre para ser digno hijo mío. 50. De vuestro presente depende el futuro de muchos seres, pueblo amado, no lo dudéis un solo instante; entonces, pensando en esta verdad, despojaos del último resto de egoísmo y labrad para el mañana paz, unificación, moral, espiritualidad. 51. No dudéis de poder llevar a cabo esta obra en el mundo, porque no es la primera vez que en vuestro camino os confío mi semilla; prueba de ello es que os hablo en esta forma y me entendéis. 52. Esta es la continuación de mis lecciones, mas no es el fin de este planeta. El mundo seguirá girando en el espacio; los espíritus llegarán aún a la tierra a encarnar para cumplir su destino; los hombres seguirán poblando la tierra; sólo la forma de vida cambiará. 53. Las transformaciones que la vida humana sufra serán tan grandes, que os parecerá como si un mundo se acabase y naciese otro. Así como en todos los tiempos la vida del hombre se ha dividido en eras o edades, y cada una de ellas se ha significado por algo, ya por sus descubrimientos, por las revelaciones divinas que ha recibido, por su desarrollo en el sentido de lo bello, a lo cual llama arte, o por su ciencia, así, el tiempo que se inicia, la era que asoma ya como una nueva aurora, se significará por el desarrollo de los dones del espíritu, de aquella parte que debíais haber cultivado para evitaros tantos males, y a la cual siempre dejasteis para después. 54. ¿No creéis que la vida humana puede transformarse totalmente, desarrollando la espiritualidad, cultivando los dones del espíritu y estableciendo la ley que dicta la conciencia en este mundo? 55. ¡Ah, sí supieseis cuánto es lo que guarda vuestro espíritu! Pero no lo sabéis, a pesar de los milenios que lleváis habitando el mundo, porque en vuestro egoísmo, que es amor hacia vosotros mismos, sólo os ha importado la ciencia al servicio de cada uno. 56. Yo seré quien os descubra las virtudes, los dones, las bellezas, el poder y todo lo maravilloso que se oculta en vuestro espíritu; éste es el tiempo propicio, ahora que estáis recogiendo los últimos frutos de un mundo o de una vida que termina. 57. Pronto comprenderán todos los pueblos, que Dios les ha hablado en cada era, que las revelaciones divinas han sido la escala que el Señor ha tendido a los hombres para que pudiesen ascender hacia Él. 58. A este nuevo tiempo le llamarán unos el tiempo de la luz, otros la era del Espíritu Santo, otros el tiempo de la verdad; y Yo os digo que será el tiempo de la elevación, de la recuperación espiritual, de la reivindicación. 59. Esta es la era que ha mucho tiempo he querido que viva en el corazón del hombre y la que ha sido continuamente combatida y destruida por él mismo. Un tiempo cuya claridad sea vista de todos y bajo cuya luz se unan todos los hijos del Señor, no a una religión de hombres que acoja a unos y rechaza a otros, que proclame su propia verdad y se la niegue a los demás, que emplee armas indignas para imponerse, o que dé tinieblas a cambio de luz. 60. Pueblo, cuando llegue la hora de que os levantéis a dar la buena nueva, predicaréis con hechos la paz, el amor, la caridad, la unificación y la fraternidad; si en vuestro camino encontraseis a otro que hipócrita y falsamente fuesen predicando lo mismo, con vuestras obras poned a descubierto su mentira; mas si por el contrario, os encontraseis que con ejemplos predican la verdad, el amor y la caridad, uníos en espíritu a ellos, porque su lucha será la vuestra. 61. No puedo dejar de deciros que si vosotros os encontráis impuros, impreparados, indignos de llevar a cabo esta obra, y vieseis que otros se han levantado a luchar con la debida pureza, no les estorbéis el paso, porque entonces sería doble vuestra causa. 62. De todo os hablo, discípulos, para que nada os sorprenda, para que, al levantaros para esta lucha, sepáis realmente despertar en los corazones el ideal de elevación. 63. Esta tierra, que siempre ha enviado al más allá su cosecha de espíritus enfermos, cansados, turbados, confundidos o con muy escaso adelanto, presto me ofrecerá cosechas dignas de mi amor a vosotros. 64. La enfermedad y el dolor se irán desterrando de vuestra vida, y al llevar una existencia sana y elevada, cuando llegue la muerte os encontrará preparados para el viaje hacia la mansión espiritual. 65. ¿Quién podrá sorprenderse o extraviarse al penetrar en la morada desconocida, si ya desde esta vida se la ha mostrado su Maestro en los instantes de orar, de meditar, de soñar o de inspirarse? 66. Ahora os parece inalcanzable tanta paz y tanto bienestar material y espiritual, porque miráis toda la confusión que reina en torno a vosotros, confusión que irá creciendo más y más en todos los órdenes de la vida humana; mas luego que esta noche tempestuosa deje asomar la luz de la nueva aurora, la misma tierra sentirá que sus nuevos moradores vienen a sembrar la vida verdadera con obras nobles, que vienen a restaurar y reconstruir, y que los destructores, los profanos y los impíos ya se ausentaron para encontrar su purificación. 67. Pueblo, en este día os he revelado algo de los planes divinos del Padre para con vosotros; os he adelantado lo que pertenece al futuro y os he preparado para la lucha que se aproxima a toda la humanidad. Meditad en esta enseñanza y os sentiréis fortalecidos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 136 1. Recreaos con mi palabra, dejad que la envoltura repose, mientras vuestro espíritu se recrea en mi banquete celestial. Apartad por unos instantes vuestra mente de las ambiciones de la tierra y dejad que se abran los ojos del espíritu. 2. Pensad y vivid espiritualmente en estos minutos que dura mi manifestación entre vosotros. Traigo verdaderas riquezas para vuestro espíritu. No consideréis perdidos estos momentos. No olvidéis que lo que necesitéis de la tierra, os será dado por añadidura, y que por lo tanto no es lo esencial en vuestra existencia. 3. Para entender verdaderamente estas lecciones, es necesario tener fe absoluta en Mí. 4. Quisiera que supieseis lo que es la fe, para que comprendieseis que quien la posee, es dueño de un tesoro incomparable. 5. El que vive iluminado por esa luz interior, por pobre que le considere el mundo, nunca se sentirá paria, abandonado, débil, ni perdido; su fe en el Padre, en la vida, en su destino, y aun en él mismo, jamás lo dejarán decaer en la lucha, y además siempre estará capacitado para realizar obras grandes y asombrosas. 6. Al oír estas lecciones, suspiráis pensando que no sois aún los verdaderos hijos de la fe. 7. Hombres, mujeres, ancianos y niños, se elevan espiritualmente hacia Mí y me piden que venga a avivar en su corazón esa llama divina; a eso he venido y por eso os estoy hablando. 8. No carecéis por completo de fe, hijos míos; prueba de ello es que al llegar a Mí, depositáis en mi presencia todas vuestras quejas, vuestros dolores, vuestra pesada cruz; se abren los corazones y me presentan sus cuitas, problemas, desengaños, hastío, flaquezas, dolencias y muchas miserias más. 9. ¿Qué le falta entonces a vuestra fe para poder obrar prodigios? Que crezca, que aumente, que se desborde, y entonces no serán miserias las que vengáis a presentarme, ni lágrimas las que me ofrezcáis, sino acción de gracias, satisfacción, conformidad, confianza, alegría, fortaleza y esperanza. 10. Cuando carecéis de fe, o ésta es muy débil, sin daros cuenta, a cada paso me vais negando, y en muchas de vuestras obras vais dando testimonio en contra mía; os digo esto, para que observéis bien vuestros actos y midáis sus efectos, no sólo materiales sino también espirituales. 11. Sois mis discípulos, a quienes vengo a preparar para que deis el gran testimonio de mi manifestación y mis revelaciones de este tiempo, que la humanidad exigirá a quienes las recibieron. 12. No hay uno entre mis nuevos discípulos que no anhele ver el florecimiento y la fructificación de esta doctrina en la tierra, y debéis saber que en parte, depende de vuestro trabajo, de vuestra limpidez y del amor que pongáis en vuestras prácticas; si así lo hacéis, veréis el triunfo de la espiritualidad entre los hombres. 13. Contemplo que muchos de vosotros pensáis que esa espiritualidad es imposible en este mundo, y os concretáis a escuchar mi palabra como quien escucha un bello concierto y se deleita momentáneamente con él. 14. A éstos les pregunto, cuándo se levantarán a la lucha, y responden, que hasta que habiten en el valle espiritual, porque en este mundo todo está en contra de la espiritualidad, del bien y de la justicia. 15. ¡Ah, hombres tímidos que no comprendéis que habéis venido a hacer méritos para alcanzar mayor elevación en la vida espiritual y a labrar una restitución en esta encarnación en provecho de vuestro espíritu! 16. ¿Cuándo comprenderéis que en medio de este torbellino reinante, es en donde podéis hacer los mayores méritos y donde encontraréis las más fértiles y propicias tierras para que sembréis mi semilla? 17. Luchad por dejar en este mundo el fardo de imperfecciones que pesa sobre vuestro espíritu; libradlo aquí de todos sus errores y dejad que cuando vaya al reino espiritual penetre en él sin lágrimas sin manchas. 18. Tampoco esperéis a conocer la paz de Dios hasta que estéis en espíritu; no, desde aquí, en esta tierra convertida en valle de lágrimas por vuestros errores, podréis tener por anticipado un poco de aquella paz perfecta. 19. No os detengáis jamás en vuestro progreso espiritual, así estéis en un mundo o en otro. 20. Habéis logrado evolucionar espiritualmente; si queréis que os dé pruebas de ello, Yo os pregunto: ¿Dónde están los dioses que ayer adorasteis? ¿Dónde quedaron las ofrendas y los sacrificios? Aun dentro del conocimiento del Dios verdadero, ¡Cuántas modificaciones ha sufrido vuestra forma de pensar, vuestras creencias, cultos y prácticas! 21. Debido a ello, y como una prueba más de que sí habéis evolucionado, he llegado a vosotros en este nuevo tiempo, en el cual el espíritu se antepondrá en todo a la materia, hasta lograr la comunicación directa con Aquél que le dio la existencia. 22. Os he enviado en esta Tercera Era a habitar una vez más en la tierra, este suelo por donde antes pasó la bendición de Dios, para que después vinieseis a morar en él y cumplieseis con la ley. 23. Entre todas las comarcas, grandes o pequeñas, elegí ésta en donde os doy mi enseñanza, para que fuese el escenario de mi nueva manifestación. 24. ¡Cuán pocos son los que se han detenido a meditar sobre la historia de este pueblo, sobre las circunstancias en que han vivido siglo tras siglo! 25. Otros hombres de lejanas tierras verán con más claridad que vosotros, todas las señales que han hecho percibir a la humanidad mi presencia y la de un nuevo tiempo. Mi palabra de rey tenía que cumplirse, porque sólo la palabra de los hombres es variable. 26. Aquí estoy, pueblo, no sólo para vosotros, porque en la esencia de mi palabra estoy con todos. 27. Dolorosa fue vuestra restitución para recibir la llegada de este tiempo; la vida fue como un crisol donde se fundió vuestro espíritu y un yunque donde se forjó vuestro corazón. 28. Sobre vuestro espíritu y cuerpo cayó el látigo de los soberbios, la esclavitud con su cadena de humillaciones, de miseria y de ignorancia. 29. Guerras, opresión, sufrimientos, formaron vuestro cáliz de amargura: todo ello no fue estéril espiritualmente, porque quedasteis fortalecidos para la lucha plena de fe, y capacitados para sentir y comprender los sufrimientos de los demás. 30. Todo estaba predicho, las profecías quedaron escritas en vuestros libros; por eso cuando todas las señales precursoras quedaron cumplidas, había llegado el momento de abrir las puertas al nuevo tiempo y tocar con mi amor el entendimiento del hombre para hacer vibrar mi luz a través de su espíritu e iluminar con ella a la humanidad. 31. De la misma manera, en los tiempos pasados, un pueblo fue preparado para recibir en su seno la presencia del Hijo del Altísimo; el anhelo de que llegara, nacía de su dolor, de su tristeza, por la esclavitud y la humillación en que había caído; y la promesa del Señor a aquel pueblo fue cumplida. Si un hombre justo, limpio y puro le había sido prometido como Salvador, natural era que su cuerpo proviniese de un seno casto; y así fue; pues María, Aquella que fue llamada bendita entre las mujeres, fue una flor celestial trasplantada a la tierra por voluntad de Dios, para que dejara en el corazón manchado y triste de los hombres, el perfume de su ternura maternal, de su divino consuelo. 32. Jesús nació y creció entre los hombres; mas cuando se aproximaba la hora de su predicación, un varón que habitaba en el desierto llamado Juan, bajaba a las ciudades para anunciar a los hombres la llegada del reino de los cielos, les preparaba y exhortaba a la enmienda, para que su Maestro les encontrase preparados. 33. Él era la voz que clamaba en el desierto, el más grande profeta, el precursor, era el espíritu de Elías quien anunciaba a la humanidad que las puertas de un nuevo tiempo se abrían ante sus ojos materiales y espirituales. 34. Juan derramaba las aguas del Jordán sobre el cráneo de los hombres, como un acto simbólico de que debían purificarse para la llegada del Maestro. Yo sometí aquel cuerpo a ese acto, como un ejemplo de humildad y mansedumbre, queriendo daros a entender, que cuando el hombre siente que todas sus potencias han alcanzado su completo desarrollo y que su ser ha logrado la armonía entre el espíritu y su envoltura, esa es la hora propicia para hacer las más grandes y nobles obras de la vida, porque se ha alcanzado la madurez, la fortaleza, el ideal, la serenidad. 35. Recordándoos lecciones pasadas, os enseño las nuevas. En este tiempo también tuvo mi llegada un precursor representado materialmente por un varón de nombre Roque Rojas, iluminado espiritualmente por el espíritu de Elías, quien vino a manifestarse por el entendimiento de aquél y hablar por sus labios. 36. Elías había sido y debía ser, porque él es el rayo de Dios que establece comunicación entre los hijos y el Padre, el que prepara y apareja los caminos, el que dispone los espíritus y mantiene despiertos y en espera a los corazones. 37. Hoy no necesitáis símbolos, sólo luz, fe, voluntad, amor; todo ello será la mejor, la más completa purificación del espíritu y de la carne para iniciaros en la jornada luminosa de la espiritualidad. 38. Discípulos amados, hoy me presentáis vuestro corazón sediento de verdad, y por eso os invito a acercaron a esta fuente de amor, para que bebáis hasta que os saciéis. 39. Mirad que no me materializo en mi palabra, sino hasta cierto límite; es entonces cuando os toca analizar mi lección, meditando en todo lo que habéis escuchado. 40. Orad, en vuestra oración interrogad a vuestro Padre y en la meditación recibiréis un destello de mi luz infinita. No esperéis recibir en un solo instante toda la verdad. Hay espíritus que ha mucho tiempo vienen caminando en pos de la verdad, escudriñando y tratando de penetrar en todos los misterios y aún no han alcanzado la meta anhelada. 41. Cristo, el Ungido, vino a enseñaros el camino, diciéndoos: “Amaos los unos a los otros”. ¿Imagináis el alcance de ese sublime mandamiento? Toda la vida de los hombres quedaría transformada si vivieseis en esa doctrina. Sólo el amor será el que pueda revelaros las verdades del arcano, ya que él es el origen de vuestra vida y de todo lo creado. 42. Buscad con afán la verdad, buscad el sentido de la vida, amad, fortaleciéndoos en el bien, y veréis cómo paso a paso irá cayendo de vuestro ser todo lo que era falso, impuro o imperfecto. Sed cada día más sensibles a la luz de la divina gracia, entonces podréis preguntar directamente a vuestro Señor todo aquello que queréis saber y que sea necesario a vuestro espíritu, para alcanzar la suprema verdad. 43. Trabajad en la tierra como hasta ahora y entregaos con fe a vuestros deberes; mas buscad siempre la esencia o el sentido de cuanto os acontezca o de lo que hagáis en vuestro camino, a fin de que vuestra vida material no sea estéril para vuestro espíritu. 44. Orad, con la oración sencilla que brota de lo más limpio de vuestro espíritu, y con la ayuda de vuestra conciencia examinad vuestras obras y gozad entonces de mi presencia. 45. En esta comunicación del espíritu recibiréis más luz para que entendáis mejor la vida, tendréis la inspiración que os induzca a ser más buenos, purificando vuestros sentimientos y despertando vuestro corazón a la caridad. Esos son los momentos en los que despiertan las potencias y dones del espíritu y se preparan para cumplir sus diversas misiones a través de quien las posee. 46. La intuición, que es videncia, presentimiento y profecía, aclara la mente y hace latir el corazón ante los mensajes y voces que recibe de lo infinito. 47. Cuando el hombre haya aprendido a comunicarse con el Padre por medio del espíritu, ciertamente que ya nada tendrá que consultar en los libros, ni qué preguntar en la tierra. 48. Hoy, aún interrogan a quienes creen que saben más, o van tras de textos y documentos, ansiosos de encontrar la verdad, mas Yo os traigo verdaderas riquezas espirituales, para que no sintáis jamás hambre o sed en vuestro espíritu. 49. He venido sobre la nube, como un iris de paz entre los hombres, a los cuales encuentro divididos, ocupados en guerras de naciones contra naciones. 50. Heme aquí, enseñándoos a buscarme con el espíritu y apartando de vuestro corazón los hábitos superfluos. He venido a revelaros las armas espirituales que poseéis para vencer el mal y rechazar las tentaciones. 51. Sólo los verdaderos apóstoles, los verdaderos doctores, podrán salvar en este tiempo a la humanidad. He venido a preparar con mi enseñanza a las grandes multitudes, de entre las cuales surgirán los buenos soldados. Estos dejarán a sus padres, a sus esposas y a sus hijos, para ir en pos de otras comarcas a llevar la buena nueva. Más si os digo que dejéis a los vuestros, quiero daros a entender que tenéis que dejar las comodidades y las satisfacciones que os brindan los afectos, más no que los dejéis en el desamparo y el abandono. Escudriñad bien mi simiente antes de llevarla a sembrar, para que estéis persuadidos del bien que vais a hacer; si sembráis mis semillas bajo mi voluntad, vuestra cosecha será de satisfacciones y goces. 52. Desde 1866 resuena en vuestros oídos esta enseñanza; Elías, el buen pastor de encarnados y desencarnados, vino a aparejar o preparar los caminos, disponiendo vuestro corazón y espíritu para que pudieseis sentir la proximidad del reino de los cielos. Desde entonces, mucho se ha multiplicado mi simiente, las multitudes han crecido, el número de los señalados aumenta cada día, y doquiera, en comarcas, provincias y aldeas, surgen recintos como lugares destinados para vuestras reuniones y para escuchar la diaria enseñanza. 53. He venido a dar vida al mundo, para que abra sus ojos a la luz de este tiempo. 54. Mientras las grandes naciones se encuentran en guerra, he conservado a este pueblo en paz, para que pueda recibir mi mensaje y para que se prepare, porque aquí en su seno se refugiarán los llamados extranjeros. 55. Levantaos por medio de vuestra obediencia; no esperéis que los elementos se desencadenen sobre vuestra nación para acordaros de vuestra misión, ni esperéis que la muerte y la guerra ronden cerca de vosotros, para que os acordéis de Mí. Aprovechad estos instantes porque no sabéis si volverán. 56. Se acerca el año de 1950, el señalado por mi voluntad para mi partida; si para ese tiempo estáis preparados, grandes obras podréis hacer y palpar grandes prodigios. Mas os digo que para entonces, mientras unos estarán de plácemes por haber cumplido, otros llorarán. Desde ahora os anuncio que mi despedida será en todos los recintos y la sentirán en todos los lugares, en las ciudades, en los caminos y aún en los montes; entonces os diré: No os sintáis huérfanos, sólo vuestro oído material dejará de percibir mi palabra, mas vuestro espíritu, junto con su envoltura, seguirá inspirándose a través de su elevación. No habrá motivo para que derraméis lágrimas ese día. Os prepara el Maestro, porque así os hablaré en aquel instante; por ahora me encuentro preparando los entendimientos a través de los cuales escucharéis mi última palabra. Por eso les pido más elevación a cada instante. 57. Más tarde vendrá el tiempo en que desaparezcan del mundo sectas y religiones y sólo quede en el corazón humano la doctrina de Cristo, que es amor, justicia y paz. 58. Hay en el mundo quienes creen que estoy por llegar, sin saber que ya está cercana la hora de mi partida en esta forma de comunicación. Cuando la humanidad sepa que estuve entre vosotros, comunicado por el entendimiento humano, se preguntará: ¿Cómo es posible que éstos hayan oído a Dios? Entonces vosotros explicaréis la forma en que me comuniqué y daréis prueba de vuestro adelanto y regeneración con vuestras obras de amor. 59. Decid al mundo que si en aquel tiempo Cristo se hizo hombre para habitar con vosotros en vuestro mundo, ahora vosotros desde aquí os elevaréis para penetrar espiritualmente en la región donde El habita. La huella que con su sangre os tracé, miradla ahora convertida en huella de luz. 60. Como en el Segundo Tiempo, he acompañado mi palabra de grandes obras para despertar vuestra fe, pero han sido más los prodigios espirituales que los materiales, porque ahora estáis más capacitados para creerme y concebirme en forma más elevada. 61. Algunos esperaban que el Espíritu Santo viniera en este tiempo a manifestarse en sinagogas o iglesias; Yo he venido en busca de la humildad, de la sencillez, porque no halaga el oro, las riquezas o las vanidades, a quien es dueño de toda la creación. 62. Recordad que en aquel tiempo Juan el profeta, el Bautista, que preparaba los corazones para que en ellos penetrase el reino de los cielos, dijo a las multitudes: Cristo vendrá; porque sabía que el Maestro vendría a levantar su templo en el corazón de los hombres. 63. Aquí me tenéis buscando el santuario en lo más puro de vuestro ser; pensad que para ser siempre digno de mi presencia, es menester que preparéis el lugar. ¿Cuántas veces tendrá que ser el dolor el que os purifique, el que lave vuestras manchas? Vengo a ataviaros con una vestidura blanca, pero antes tiene que limpiarse vuestro espíritu para hacerse digno de ella. 64. Discípulos, en el Segundo Tiempo mis apóstoles me preguntaron cómo debían orar, les enseñé la oración perfecta, que vosotros llamáis el ¡Padre Nuestro! Ahora os digo a vosotros: inspiraos en esa oración, en su sentido, en su humildad y en su fe, para que vuestro espíritu se comunique con el mío, porque no serán ya los labios materiales los que pronuncien aquellas benditas palabras, sino el espíritu el que me hable con su propio lenguaje. 65. Mi rayo ha descendido entre vosotros, pueblo amado, su luz se hace palabra humana y el esplendor de esta manifestación se encuentra en la esencia de mi cátedra. Esta palabra es como agua cristalina, más si al pasar por el portavoz humano, éste le mezcla alguna impureza, sea entonces vuestro entendimiento como un filtro, para que al espíritu llegue mi lección con su pureza original. 66. Vengo a dar a vuestro espíritu el agua que lo reanima, porque la sed le abrasa en su larga travesía por el desierto. 67. Sólo el que ha velado esperándome, ha escuchado el eco de mis pasos; ¿Cómo quieren los materialistas que mi nueva venida sea ostentosa, si vengo en Espíritu? 68. Os tenía reservado el goce de mi nueva manifestación, mas ella tenía que llegar en el momento propicio. 69. Mi palabra de Padre es entre vosotros que os encontrabais desolados, que llorabais, sintiéndoos solitarios, cuando nunca lo habéis estado. Y éste es el tiempo marcado por mi voluntad para que mi voz se escuche con toda su fuerza a través de vuestra conciencia. 70. Hasta ahora, más que ser vuestro Señor, he sido vuestro siervo. He escuchado vuestra voz que reclama, que ordena y exige, he recibido injurias y blasfemias que han sido como latigazos. 71. Hoy mi lengua universal se hace oír en todos, para decirles que aunque Yo estoy en cada uno de vosotros, nadie debe decir que Dios está dentro del hombre, porque son los seres y todo lo creado lo que se encuentra dentro de Dios. 72. Yo soy el Señor, vosotros sus criaturas. No quiero llamaron siervos sino hijos, mas reconoced que Yo soy antes; amad mi voluntad y respetad mi ley, sabiendo que en lo dispuesto por Mí no cabe la imperfección ni el error. 73. Estáis en posibilidad de dar un paso definitivo, de alzar el vuelo y remontaros muy alto; vuestra evolución os capacita para ello. 74. Mi arcano está abierto; venid y mirad, penetrad; no juzgaré si ayer fuisteis los que levantasteis vuestra voluntad o vuestra voz en contra mía. 75. Arrepentíos de vuestro pasado, lavad vuestras manchas y entonces asomaos a mi arcano para que contempléis la vida en toda su verdad. 76. No os detengáis pensando que sois indignos de mi gracia. 77. En los altos peldaños de la escala, van caminando muchos que en la tierra fueron fraticidas, traidores y blasfemos. ¿Cómo han podido escalar? Porque tomaron el camino del arrepentimiento, de la regeneración y de la caridad. Imitadles, os dice el Maestro. 78. Cuan cerca de vuestras pupilas se abre el libro de la vida y cuánta luz tenéis para entender sus signos. 79. En los tiempos de vuestros balbuceos espirituales, recibisteis la ley divina grabada en piedra, de acuerdo con vuestra escasa evolución. Pasaron los tiempos y aquella ley que había sido en la piedra, se hizo carne humana en Jesús para hablaros de amor. Ahora estáis siendo preparados para que mi ley eterna la recibáis por inspiración del espíritu. Ahí, en vuestra conciencia, escribiré mi palabra en esta era. 80. ¡Oh párvulos humildes, que a falta de estudios en los libros de la tierra, habéis tenido la vida para recibir mi amor y llegar a comprender la finalidad de vuestro destino! 81. Recibid mi caridad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 137 1. Mi luz y mi poder se manifiestan entre vosotros. Desde el principio, la luz de mi Espíritu ha iluminado el sendero de la humanidad. Cada era, cada edad, ha sido testigo de mis revelaciones. Vuestro espíritu sabe que le he hablado bajo muchas formas. Esa luz os muestra el camino que mi caridad os ha venido trazando para que por él podáis llegar a mi Divinidad, en donde estuvo vuestro origen. 2. En el hombre está el espíritu; el espíritu es luz de la Divinidad; por eso es que en vuestro espíritu estoy en cada uno de vosotros. Si hoy no valorizáis la grandeza de la forma en que me estoy manifestando, mañana la comprenderéis. Aquí tenéis el camino limpio de impurezas humanas; con esto no quiero deciros que vuestras religiones sean malas; no vengo a dividiros, porque si en verdad cada quien cumpliese con lo que su religión le manda, se salvaría. ¿Acaso no todas enseñan a amar a Dios y a sus semejantes? Pero Yo contemplo que en muchas ocasiones hasta la verdad la tomáis para desconoceros. 3. Lo que vengo a enseñaros, es el amor, porque de él brotan los sentimientos más puros y elevados, las más altas inspiraciones. Carecéis de amor, por eso andáis entre tinieblas. Si vengo derrumbando ídolos y aboliendo ritos, es para que podáis contemplar con mayor claridad la luz de la verdad. Como Maestro vengo a entregaros mis enseñanzas; una de ellas es la de que estoy dando mis lecciones por conducto de hombres, sin que para ello sea indispensable que sean justos y limpios de corazón. Cuántas veces será más pecador ante mis ojos, el portavoz del cual me sirvo, que aquellos a quienes me encuentro doctrinando; mi poder y mi sabiduría le inspiran para que de su boca broten ideas santas, justas y puras. Por eso es que, cuando estos entendimientos se ponen en comunicación con su Señor, la vida espiritual se refleja a través de ellos y os revelan mucho de lo que está más allá de vuestra vida. 4. No os ha sido necesario verme o tocarme para poder creer, porque vuestro espíritu en su evolución se ha preparado para sentir mi presencia en forma espiritual. 5. Vuestro corazón se sorprende de poder concebir ciertas ideas; es que él no conoce el camino que ha recorrido el espíritu. De la misma manera os sorprende la inteligencia precoz de la niñez de este tiempo, que os hace preguntas, demostrando que tiene conocimientos que no se le han enseñado en esta etapa de su vida espiritual. Es la luz que el espíritu ha ido recogiendo en su largo camino, la que se va reflejando en cada existencia. Me preguntáis: ¿Si os manifestáis con tanta sabiduría y si nuestro espíritu se encuentra preparado, por qué no nos decís todo lo que para nosotros guarda vuestra enseñanza? Es muy grande lo que os reservo y que no puedo dároslo en un instante, para no causaros turbación en el espíritu o en la mente. 6. Siempre os diré que si no queréis que la luz de la revelación se detenga, es menester que perseveréis en este camino de amor a vuestro Padre y a vuestros hermanos. 7. Id por el camino pausada y firmemente, no vayáis por él de prisa o atropelladamente, porque tropezaréis y al final no sabréis ni por dónde caminasteis. 8. Discípulos. De vez en cuando debo deciros que no juzguéis mejor la enseñanza de un recinto que la de otro, ni el trabajo de un portavoz superior o inferior a éste o a aquel. El sentido de mi doctrina es uno solo a través de todos, y la diferencia es exterior, es superficial, está en el lenguaje. Siempre os diré que busquéis mi verdad en la esencia de esta palabra. 9. La humanidad va a creer; mi obra ha de esparcirse por el orbe. Empezaré con 144,000 señalados, los cuales lucharán con obediencia, con amor y celo en el tiempo de las guerras de creencias y doctrinas, y en medio de esa batalla serán como un eslabón que proponga al mundo, no la cadena de esclavitud, sino la de la alianza espiritual que será de libertad y fraternidad. Esos soldados no estarán solos, mi mundo espiritual les seguirá y protegerá, harán maravillas a su paso y darán así testimonio de mi verdad. 10. Llevad vuestra cruz hasta el fin con paciencia y resignación; y entonces será mi caridad la que os libre de ella cuando lleguéis ante las puertas de aquella morada que os he prometido, en donde llegaréis a gozar de la verdadera paz. Ahora sois los caminantes, sois los soldados, los luchadores, que vais en pos de un ideal, que vais tras de la conquista de una patria mejor. 11. Mas no estáis solos en vuestra lucha; jamás lo ha estado el hombre, porque Yo le he mostrado siempre el mejor camino. 12. Si alguno me preguntase como se guiaba el pueblo del Señor, antes de que fuese conocida por ellos la ley que Moisés recibiera del Señor, les contestaría que, antes que a Moisés, envié al mundo espíritus de gran luz, patriarcas y profetas, los cuales traían la ley en la luz de su conciencia, para enseñarla con sus obras a todos sus semejantes. 13. Aquellos hombres, me honraban con su vida; no eran idólatras, porque ya conocían la espiritualidad, tenían sentido del amor y de la caridad hacia los demás, sabían recibir en sus tierras al extranjero, y dentro de su hogar eran hospitalarios para el viajero fatigado; para todos tenían a flor de labio, una buena palabra y un consejo sabio. 14. Más no todos los hombres han sabido guiarse por la voz de su conciencia, porque ello requiere espiritualidad, y los sentidos de la materia no la comprenden. Por eso fue necesario que vuestro Padre se manifestase en varias formas entre la humanidad, para explicar la ley y revelarle las enseñanzas divinas. 15. Vos, pueblo, que estáis escuchando esta palabra en el Tercer Tiempo y que aún conserváis algo de aquella simiente que os confiara en los tiempos pasados, comprended que debéis de limpiar de egoísmo y de materialismo vuestro corazón, para que pueda llegar a vosotros el instante feliz en que volveréis a seguir vuestra vida, guiándola por los dictados de vuestra conciencia, como lo hicieran aquellos primeros iluminados, como Abraham, del cual brotó el pueblo que en todos los tiempos ha sido el depositario de mis revelaciones. 16. Quiero que cuando llegue el instante en que cese mi manifestación en la forma en que ahora la tenéis, quedéis de tal manera preparados, que cada espíritu de los seres que forman este pueblo, sea como un templo para Mí, cada corazón un santuario, cada hogar un altar, una casa patriarcal, hospitalaria y llena de caridad. Cuán profunda será entonces vuestra paz. Cuán fuerte será entonces vuestro corazón, para salir adelante en todas las pruebas. 17. El pan estará entonces bendito no sólo por Mí, sino también por vosotros, porque para entonces ya habréis aprendido a amasarlo con amor, con fe, con paz. 18. La fortaleza espiritual con la que os he donado, no es otra que la simiente de la espiritualidad; en verdad os digo, que quien cultivase esa simiente en su corazón, cuidándola con verdadero amor, no llegará a ser víctima de las plagas, ni de las furias de los elementos desatados, ni las necesidades materiales le llegarán a afligir en forma deprimente. 19. Pero no debéis esperar que esos días lleguen a vosotros; no, pueblo, con vuestra espiritualidad debéis ser los que por la oración alcancéis el perdón de vuestro Padre, y comprendáis de todo lo que es capaz el espíritu cuando logra elevarse sobre el cielo, el polvo y el fango de una vida materializada e impura. 20. No olvidéis, oh discípulos, que la espiritualidad no puede admitir fanatismo de ninguna especie, idolatría o prejuicios, porque entonces dejaría de ser espiritualidad. 21. El que lleva pureza en su corazón y busca honrarme con los hechos de su vida, ese no necesita de los cultos externos, para sentir que ha cumplido con los preceptos de su Padre y Señor; en cambio, el que lleva en su corazón la intranquilidad que le hace sentir su conciencia al juzgarle, ese busca afanosamente los ritos y los cultos externos, en la falsa creencia de que con ellos alcanzará a reconciliarse con su Creador. 22. Sed sencillos como las flores y puros como las aves, sed transparentes como el aire y diáfanos como el agua pura, entonces habréis logrado la limpidez y elevación que os hará conocer toda la verdad que encierra la vida. 23. El que llegue a decir que mi doctrina es un peligro para el progreso material de la humanidad, comete con ello un grave error, porque Yo, el Maestro de maestros, cuando vengo a mostrar al espíritu el camino de su restitución, también le hablo a la mente, a la razón y aun a los mismos sentidos. Mi doctrina no sólo os viene a inspirar y a enseñar la vida espiritual, sino a hacer luz en toda ciencia y en todas las sendas humanas, porque mi enseñanza no se concreta a encaminar a los espíritus hacia la mansión que está más allá de esta existencia, también llega al corazón del hombre, para inspirarle a vivir en esta tierra una vida grata, digna y provechosa. 24. Si os dije en el Segundo Tiempo que “mi reino no está en este mundo”, ahora os digo que tampoco se encuentra aquí el vuestro, porque esta morada, como ya lo sabéis bien, es tan sólo transitoria para el hombre. 25. Vengo a enseñaros la verdadera vida, la que nunca ha estado basada en el materialismo. Por eso volverán a levantarse en contra de mi doctrina los señores de la tierra. Vengo a vosotros, con mi doctrina eterna, con mi enseñanza de siempre que es de amor, de sabiduría y de justicia; sin embargo, no será comprendida al instante; el mundo volverá a juzgarme, esta humanidad volverá a poner la cruz sobre mis hombros; mas ya sé que deberá pasar mi doctrina por sobre todas estas ingratitudes, para que sea reconocida y amada. Sé que mis más tenaces perseguidores serán después mis más fieles y abnegados sembradores, porque pruebas muy grandes les daré de mi verdad. 26. Nicodemo, en el Segundo Tiempo, príncipe entre los sacerdotes, aquél que buscó a Jesús para conversar con El sobre temas de elevada sabiduría, surgirá nuevamente en este tiempo, para analizar serenamente mi obra y convertirse a ella. 27. Saulo, llamado después Pablo, el que después de perseguirme con saña, se convirtió en uno de mis más grandes apóstoles, aparecerá nuevamente en mi camino, y de todas partes surgirán mis nuevos discípulos, fervientes unos, abnegados otros. La hora presente es de gran trascendencia, el tiempo del que os estoy hablando ya asoma. 28. Estas guerras de ideas, estas contiendas que ahora estáis presenciando y estos acontecimientos que a diario tenéis, ¿No os hablan de algo que se aproxima, no os hacen presentir que un tiempo está tocando a su fin y que una nueva era comienza a esparcir su luz? 29. Sólo quiero que vosotros, los testigos de mi palabra en este tiempo, permanezcáis firmes en los momentos de prueba, que habrán de preceder al establecimiento de mi ley, de mi reino entre vosotros; entonces seré a semejanza del huracán, bajo cuya fuerza la tierra y los mares en los que habita y se agita esta humanidad, tendrán que encresparse y removerse en sus propias entrañas, para que expulsen de ellas todo cuanto de impuro guarden en su fondo. 30. No temáis cuando estas manifestaciones lleguen; deberéis comprender que el principio del fin de una era ha empezado y que la alborada de una etapa de paz se aproxima. 31. La maldad, la injusticia, el orgullo, la esclavitud, la ignorancia, el poder terrenal, sucumbirá, para dar paso al establecimiento del reino del amor, de luz y de paz entre los hombres. No flaquearéis, no apagaréis vuestra lámpara aunque sintáis que la prueba es muy dura y que el cáliz que os toque apurar es muy amargo; por lo contrario, debéis de encender y avivar la llama de la esperanza, como hace el soldado en el fragor de la batalla, cuando siente que está dominando al enemigo y que la victoria se encuentra ya próxima. 32. Cuando os miréis rodeados de multitudes hostiles cuyas lenguas estén arrojando veneno en contra de vosotros y cuyos ojos lancen llamas de odio en contra vuestra, no dudéis de mis promesas; en esos instantes os haré sentir mi presencia tranquilizadora y os haré escuchar mi voz amorosa que os repita: “Yo estoy con vosotros”. 33. Veréis muchas veces cómo de entre aquellas turbas surgirá un corazón que os comprenda y que sea para vosotros como un escudo, mas esto sólo lo lograréis cuando depositéis vuestra confianza y vuestra fe en Mí. 34. Recordad a Daniel, aquel fiel profeta que tanto defendió la verdad del Dios único en Babilonia y a quien salvé de sus enemigos. 35. Antes de que la lucha se inicie, volved a regar la simiente que el Eterno sembró en el espíritu del hombre, dejad que la mala hierba sea cercenada al golpe de la hoz de mi justicia y que sean removidas las tierras, para que queden propicias para el cultivo de la doctrina de amor. 36. Es menester conceder a los hombres que son ambiciosos de los bienes de la tierra unos instantes más, para que su desengaño sea absoluto, para que se convenzan de que el oro, el poder, los títulos y los placeres de la materia, no darán jamás la paz, ni el bienestar al espíritu. 37. Se acerca la hora en que serán juzgadas las obras de toda la humanidad a la luz de la conciencia; ahí estarán los sabios, los teólogos, los científicos, los poderosos, los ricos y los jueces, preguntándose cuál ha sido el fruto espiritual, moral o material que han recogido. Al ver lo exiguo de su cosecha, muchos retornarán a Mí, reconociendo que, a pesar de la gloria que en la tierra tuvieron, algo les faltaba para poder llenar el vacío en el que había caído su espíritu, el cual sólo se puede sustentar con los frutos de la vida espiritual. 38. A esos espíritus ya les tengo preparado el oasis en medio del desierto, porque sé que a través de su existencia, llamando de puerta en puerta y recorriendo camino tras camino, unos han buscado la verdad, otros la fuerza, otros la felicidad; y al final del sendero que han recorrido en la tierra, cuando estén a punto de negarlo todo, les abriré mis brazos, para hacerlos descansar en mi seno, les confortaré y les señalaré cuál es el verdadero camino, para que por él encuentren los campos en los cuales puedan sembrar la simiente fecunda de su existencia. 39. El oasis es espiritual, y a él llegarán por todos los caminos del desierto hombres de todas las razas, cansados los unos, otros llenos de heridas, encanecidos y sudorosos y muchos con su alforja ya vacía, avergonzados ante la esterilidad de la lucha que habían emprendido. Ahí oirán mi voz y reconociéndola, exclamarán: Es el Señor; y en esa frase reflejarán la humildad con la que al fin me buscarán, pues todos deberán llegar por su propio pie, sin carruajes, porque no podrían cruzar con ellos el desierto, sin camellos, porque éstos ya perecieron de sed a lo largo de la jornada. 40. Mas esa hora de infinita dulzura, de reconciliación y de humildad, será también de divino perdón para los “hijos pródigos” que por fin regresaron a la casa paterna en busca de los amantes brazos de Aquél que les dio la vida y la heredad. 41. Hoy recibid mi palabra de amor, de perdón y de justicia, y presentadme vuestro corazón. No pretendáis ocultar vuestras faltas, porque todo lo sé. Habéis prometido amaros, y aún estoy esperando vuestro cumplimiento. Un solo árbol os he entregado para que lo cultivéis, y vosotros me ofrecéis distintos frutos. Os he preparado humildes, sumisos y obedientes, para que sirváis a vuestros hermanos, y no encuentro en vuestras obras esa semilla. 42. El hijo no se inclina ante sus padres, la esposa se rebela al esposo, los hermanos se desconocen, todos hacen actos que revelan soberbia y vanidad, todos se sienten superiores, y Yo sigo enseñando únicamente amor y paz a todos los hombres. 43. Las naciones han firmado la paz y no hay en sus palabras amor ni buenos propósitos. Detrás de esa aparente paz, está el rencor, el anhelo de venganza y la guerra acechando. ¿En dónde está aquel que ha sabido perdonar, que me ha dejado la causa para que Yo juzgue? 44. El corazón humano se ha endurecido y no se conmueve ante el dolor de los niños, la angustia de las mujeres y el trágico destino de los jóvenes y de los hombres que son arrojados sin piedad a la guerra. Más ahí han estado los que me aman y sienten amor por sus hermanos, los que han sabido orar y hacer obras de caridad. La prueba ha sido muy grande para esas naciones, su orgullo ha sido castigado, ellas mismas están destruyendo su poderío. Sólo el dolor las doblegará y las hará reflexionar. Yo he estado muy cerca de cada espíritu para fortalecerle en la prueba, y los que se han preparado, han sentido mi presencia. 45. El ambiente de guerra ha penetrado doquiera sembrando la destrucción; desde el pequeño hogar hasta las grandes naciones, que no han velado, han caído en sus redes sin saber cómo liberarse de este yugo. 46. Os he enseñado, os he dado el secreto de la paz: Amadme, "amaos los unos a los otros", inspiraos en Mí. Cumplid vuestros deberes, conformaos con vuestro destino y tendréis paz y bendición. 47. He recibido el canto de alegría de aquellos que después de la lucha han retornado al hogar, a la patria, mas también recibo el dolor de las madres que no vieron el regreso del hijo, el de los hijos que no vieron más al padre y el de la mujer que ha quedado viuda; a todos bendigo. Que Israel participe con aquellos pueblo en sus sentimientos; y esa oración que habéis elevado por la paz del mundo, seguid ofreciéndola y haced que sea como un canto de protección para todas las naciones. 48. Espíritus que dejasteis vuestro cuerpo en la tierra, iluminaos. Os he recibido. Confiad en Mí y seréis conducidos a la verdadera vida. No habéis muerto, porque el espíritu posee vida eterna. Yo os invito a la verdadera paz y a la justicia. Porque Yo soy la vida y vengo a ofreceros el pan de vida eterna; pero os contemplo hambrientos, y es que no habéis comprendido que la esencia está en el fondo de mi palabra; si la miráis superficialmente, no podréis alimentaros. En ella se encierra mi amor, esa esencia divina que es vida, alegría y paz para el espíritu. 49. Mientras no estudiéis mi palabra, hay muchos seres en ésta y en otras naciones, esperando la buena nueva para dar cumplimiento a mis mandatos. Pero llegará el día en que de entre vosotros se levantarán los buenos apóstoles para ir por comarcas y naciones predicando mi enseñanza; y Yo hablaré a través de su entendimiento, como lo hice con aquellos que en el Segundo Tiempo me siguieron. Todo el que así trabaje, sea lleno de valor y de confianza en Mí. 50. Si encontráis obstáculos, haced como Moisés: Ordenad a los elementos que os favorezcan, y ellos sumisos obedecerán. 51. Si queréis ver prodigios, preparaos, mas no esperéis que todos os crean. Yo he dicho que en este tiempo no todos creerán en mi palabra; entonces, dejadme la causa y seguid adelante. Ellos me reconocerán cuando estén en espíritu. 52. Vosotros, respetad ideas y sentimientos, mas hablad como os he enseñado, con esta palabra que no lastima y descorred los velos que oculten mi luz a los espíritus. 5. El tiempo del despertar para cada espíritu está señalado, Yo os prometo que todo aquel que se prepare, me verá en todo mi esplendor. 54. Pedid y se os dará. Todo lo que deseéis en caridad para vuestros hermanos, pedídmelo. Orad, unid vuestro ruego al del necesitado y os concederé lo que solicitéis. 55. La luz de mi palabra será la vestidura blanca que os cubra a todos. 56. Por amor a vosotros he venido en la nube, símbolo de lo espiritual, a comunicarme con vuestro espíritu; pero al principio ha tenido que posarse esa nube luminosa sobre el entendimiento de los portavoces, como una preparación para cuando ya sepáis comunicaros directamente Conmigo, y sea en vuestro espíritu donde descienda a posarse la nube. 57. Elegí la nube como símbolo para que representase mi llegada al mundo en el Tercer Tiempo. 58. ¿No es la nube, la mensajera que cruza sobre montes, valles y ciudades? ¿No es ella la que fecunda los campos con su lluvia y brinda sombra bienhechora? ¿No surge de ella el relámpago que anuncia la tempestad y el rayo vibrante que estremece? Por eso elegí como símbolo a la nube, por eso mis apóstoles cuando me vieron en Espíritu por última vez, y Roque Rojas en este Tercer Tiempo, cuando les hice contemplar el símbolo que era la señal de mi nueva venida, comprendieron el significado de mi presencia en la nube. 59. Desde entonces, una dulce sombra envuelve al pueblo que se ha ido formando en torno a mi manifestación. Mi palabra ha sido lluvia fecunda sobre los campos áridos de espiritualidad, y el rayo que en cada comunicación desciende sobre el entendimiento humano, ha rasgado las tinieblas de vuestro pecado y de vuestra ignorancia, estremeciendo vuestras fibras y despertando a vuestro espíritu. ¡Cuán terrible ha sido para muchos de vosotros la tormenta que se ha desatado en vuestro espíritu al escuchar mi divina palabra! 60. ¡Cuánta majestad y qué imponente belleza habéis presenciado en esa tempestad de luz que surge de mi palabra en los instantes de su manifestación! Sobrecogidos de admiración, de respeto y de temor, permanecen mudas las multitudes, dejando que aquel torrente de amor, de justicia y de sabiduría, las bañe y las purifique. 61. Oh, pueblo amado a quien he llamado Israel, porque os estoy convirtiendo en el depositario de mis mensajes y revelaciones, ¿Cuándo aprenderéis a traducir e interpretar justamente mi palabra? 62. Mi promesa de volver, hecha en el Segundo Tiempo, os la he cumplido. Los apóstoles, en Betania, me vieron ascender de la tierra al infinito, y vosotros me habéis visto retornar del infinito hacia vuestro corazón. ¿No encontráis también en ello una semejanza con las nubes que se levantan del mar y ascienden para ir a derramar su lluvia bienhechora en otros lugares, donde las tierras sedientas las llaman? 63. Me ha atraído vuestro dolor, mi Espíritu se ha sentido invocado por el vuestro y he acudido en la nube de amor y de justicia a desbordarme en misericordia sobre los hombres. 64. No todos los pueblos me llaman, y son muy pocos los corazones que me esperan. La nube espiritual llegará y cubrirá como un manto de paz a los pueblos que la invocan, a los corazones que la esperan; a todos aquellos que tratan de apagar la sed del espíritu con los placeres del mundo, la nube los sorprenderá con el resplandor de su relámpago y el estruendo de su tempestad les llenará de pavor, porque hasta entonces recordarán que existe una justicia divina y que cada hombre es portador de un espíritu que tendrá que responder a Dios de todas sus obras. 65. La nube de amor, de luz, de misericordia y de justicia, es también una inmensa legión de criaturas espirituales, de siervos míos, de espíritus de luz que viven para cumplir mis designios y multiplicarse en el universo, desempeñando con perfecta armonía su misión de amarse los unos a los otros; porque aquel divino mandamiento, aquella máxima que en el Segundo Tiempo revelé al mundo, no fue tan sólo para los hombres, esa máxima es la ley que rige a todos los espíritus existentes. 66. Pueblo amado: sobre esa nube de luz, que es la legión espiritual del amor y la fraternidad entre todos los mundos, descendí a través de mi rayo, en este Tercer Tiempo, trayéndoos un nuevo mensaje de sabiduría, un consuelo infinito para vuestro dolor y una luz que os sirviese de guía para encontrar el camino olvidado, para que, una vez descubierto, vengáis hacia Mí, paso a paso, mérito por mérito, consciente y firmemente, en pos de vuestra perfección. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 138 1. Amados discípulos, cada instante que transcurre en vuestra vida, es un paso que os acerca más a vuestro Padre. Lentamente, paso a paso, vais recorriendo el camino que conduce al reino de la luz. 2. Poco a poco os acercáis al tiempo en el que sabréis dar en justicia lo que corresponde a lo espiritual y lo que toca al mundo, tiempo de verdadera oración, de culto exento de fanatismo, en el que sabréis orar antes de cada empresa, en el que sabréis velar por lo que os haya sido confiado. 3. ¿Cómo podrá equivocarse el hombre, cuando antes de hacer su voluntad interrogue a su Padre a través de la oración? El hombre que sabe orar, vive en contacto con Dios, sabe el valor de los beneficios que de su Padre recibe y a la vez comprende el sentido o la finalidad de las pruebas por las que atraviesa. 4. El hombre que ora ante Dios, es un hombre espiritualizado que no lleva venda de oscuridad ante sus ojos, apto para descubrir dentro y fuera de él, mundos desconocidos, aspectos ignorados de la vida, luces y verdades que rodean la vida de los hombres sin que éstos las perciban. 5. Quien llega a descubrir esta senda, ya no puede detenerse, porque sus sentimientos han despertado y sus dones espirituales se han sensibilizado; hoy escuchan voces de la naturaleza, mañana podrán percibir mensajes del reino espiritual, más tarde oirán la voz de su Señor en una comunicación de espíritu a Espíritu, fruto del amor entre el Padre y sus hijos. 6. Pueblo, no envidiéis a estos portavoces por quienes me comunico, porque si en verdad os preparáis en materia y en espíritu, llegaréis a superarles después de que esta comunicación haya pasado. 7. Tiempo de maravillas, de pruebas y prodigios es el que está reservado a este pueblo, testigo de mi comunicación en este Tercer Tiempo. 8. No he dicho aún mi última palabra, o sean mis últimas lecciones, en las que os revelaré muchos misterios todavía; pero mi voluntad y mis mandatos están escritos en la conciencia de todo este pueblo, para que tenga pleno conocimiento de cómo habrá de ser el final de mi manifestación. 9. Es necesario que comprendáis que he venido a enseñaros todo lo que debéis saber, para que podáis penetrar en los mundos o moradas que os esperan porque así como vuestro espíritu tuvo que ser preparado en el valle inmediato en que moraba, para poder encarnar y habitar en la tierra, así habrá de prepararse para retornar al valle que dejó, ya que va a moradas más elevadas en amor, en pureza y en sabiduría. 10. No dudéis de mi palabra; en el Primer Tiempo os cumplí mi promesa de liberar a Israel de la esclavitud de Egipto que significaba idolatría y tinieblas, para llevaros a Canaán, tierra de libertad y culto al Dios viviente. Allí os fue anunciado mi advenimiento en cuanto hombre, y la profecía fue cumplida palabra por palabra en Cristo. Yo, aquel Maestro que habitó y os amó en Jesús, prometí al mundo hablarle en otro tiempo, manifestarme en Espíritu; y aquí tenéis el cumplimiento de mi promesa. 11. Hoy os anuncio que tengo reservadas para vuestro espíritu maravillosas regiones, moradas, mansiones espirituales donde podáis encontrar la libertad verdadera para amar, para hacer el bien y extender mi luz. ¿Podréis dudar de ello, después de haberos cumplido mis anteriores promesas? 12. Sabed que los grandes espíritus trabajan en mi obra eternamente; Elías, destinado a anunciar la llegada del Maestro entre sus discípulos, es la luz que abre brecha en los espíritus, descendiendo hasta los perdidos del camino, hacia los que duermen o han muerto a la fe en la vida espiritual, para envolverles en el fuego de amor que de él emana, fuego que es fe, exterminio del mal y purificación. Su voz llama en cada nación, su fuego purificador avanza, arrasando la mala hierba. Ciertamente la purificación deja a su paso una estela de dolor, pero pronto llega un divino consuelo, representado en María, derramando su bálsamo en todo corazón sollozante, en toda criatura atormentada por el dolor. 13. Llegaré a visitar corazón por corazón, para hacer oír mi divino llamado a los hombres, diciéndoles tan solo: “Seguidme”. 14. Vengo a confortaros en vuestras pruebas, y a deciros que cuando el cáliz sea muy amargo en vuestro paladar, digáis a vuestro Padre que mora en los cielos, como Jesús en el huerto: “Padre, si es posible que apartéis de Mí este cáliz, hacedlo, pero ante todo hágase vuestra voluntad, mas no la mía”. 15. Si así oraseis y velaseis, Yo detendré al ángel que se acerca a ofreceros el cáliz de la prueba; pero si la voluntad divina es que lo apuréis, estaré junto a vosotros para daros fortaleza y podáis salir triunfantes de la prueba. No olvidéis que por uno que sufra bendiciéndome, muchos alcanzan clemencia. Ahora podréis comprender, por qué los que se encuentran limpios de pecado, llevan en sí el dolor, porque son dignos de ayudar a lavar las manchas de sus hermanos. 16. No fue mi deseo que el hombre padeciera dolor en la tierra; mas ya que desde el primero hasta los presentes así lo han querido, llevad vuestro fardo con paciencia y amor y ofrecedme vuestros sufrimientos con humildad: vuestro dolor será fecundo en vos y aun en algunos de vuestros hermanos. 17. ¡Cuánto han sufrido inútilmente los hombres en este mundo; cuánto han llorado sin alcanzar un galardón y sin recoger una simiente! En cambio, los que han sabido llevar con paciencia su cruz, cuando ha llegado el último instante para ellos, y han creído encontrarse en el fondo de un abismo, han abierto los ojos de su espíritu y se han contemplado de pie sobre la montaña. 18. No será la sangre derramada en vuestras guerras fraticidas la que salve a la humanidad; pero sí vuestra oración llena de amor y caridad y vuestras virtudes, las que harán dignos a vuestros hermanos de sentir mi paz. 19. No pregonéis que esa paz que han firmado las naciones es la verdadera. Velad y orad, para que la paz se levante sobre cimientos de amor espiritual y humano, no de terror o amenazas de muerte. 20. Esa falsa paz, creada por los hombres, es semejante a un castillo edificado sobre la arena movediza del mar, que pronto vendrá por tierra cuando las olas agitadas por los vientos la azoten. 21. Yo, el Espíritu de la paz, se la he propuesto a los hombres a través de su conciencia, diciéndoles: Aquí estoy, amaos los unos a los otros y os salvaréis. 22. Quiere la humanidad continuar en la infancia, no ha querido llegar a la edad adulta, porque después de vivir tanto sobre la tierra y regarla con su sangre y con sus lágrimas, no ha sabido aún recoger el fruto de la experiencia, por lo cual sigue ignorando lo que significa la paz del espíritu. Su corazón se ha endurecido y por eso el sentimiento más noble de él, que es la caridad, no vibra en su interior. Por eso el cáliz del dolor se ha hecho sentir en cada uno de mis hijos. 23. Todo el dolor causado por los hombres, se unirá en un solo cáliz que será bebido por los culpables. Así despertará su espíritu adormecido. Entonces veréis, ante acontecimientos imprevistos, a hombres notables y poderosos abandonar su puesto o su pueblo, para ocultarse con su espíritu destrozado por los remordimientos. Otros sentirán turbada la razón y el don de la palabra. 24. ¿Qué decís de todo esto, pueblo? ¿Os sentís ya preparados para buscar a la humanidad, perdida en la encrucijada del camino? 25. Mirad en qué corto tiempo preparan las naciones una guerra y hacen de cualquier hombre un soldado, mientras Yo os preparo desde 1866 para que seáis soldados de esta causa, y no logro contemplar a uno de mis hijos completamente preparado. 26. Este tiempo es diferente al Primero y al Segundo. Hoy vivís dentro de un caos de elementos desencadenados, visibles e invisibles. ¡Ay del que no vele, porque sucumbirá, y el que está preparado tiene que luchar! 27. Millares de ojos invisibles os están contemplando, uno para acecharos en vuestro paso y haceros caer, otros para protegeros. 28. La cizaña avanza, cundiendo por pueblos y naciones, penetrando en los corazones y en los hogares. 29. Las costumbres degeneran y los hombres, las mujeres y los niños se familiarizan con la perversidad. 30. Ante todas estas desgracias, no cubráis vuestros ojos ni tapéis vuestros oídos, porque si se acobarda vuestro corazón, no será sensible para entregar amor y hacer caridad testificando mi obra ante sus hermanos. 31. Yo sí tengo que verlo todo, porque os amo, y después de juzgaros os vendré a salvar. 32. Vienen tiempos de mayor amargura; para entonces os preparo, para que no digáis que el Maestro no os habló en profecía; si para ese tiempo estáis ya preparados, saldréis avante de toda situación. 33. Haré la paz entre los hombres por medio de mis enviados. ¿Cómo queréis que la paz del mundo se cimiente sobre odios, ambiciones y temores? Pero antes, el fuego calcinará, las aguas lavarán y las nieves purificarán. 34. Discípulos: Sed fuertes para que resistáis la incredulidad de los hombres, para que la persecución, la calumnia o los ataques no os hagan desmayar; mi palabra hará estremecer el espíritu de la humanidad. El teólogo se verá obligado a consultar su ciencia, el filósofo escudriñará a sus más grandes maestros, y toda secta o religión se conmoverá profundamente ante mis nuevas revelaciones. Entonces surgirá la batalla de ideas, porque mientras unos despierten a la verdad, otros querrán permanecer en su fanatismo y en sus tradiciones y combatirán unos contra otros. En medio de esa lucha deberá escucharse la voz de mis verdaderos discípulos, diciendo a las turbas desenfrenadas: No convirtáis el fruto de la vida en manzana de discordia. 35. Ahora os sentís pequeños y débiles, pero mañana estaréis fuertes y me amaréis en verdad, porque a vosotros os descubriré lo que los teólogos no alcanzarán a descubrir, y comprenderéis lo que los sabios no podrán comprender, mas no porque seáis más grandes o más amados que los demás, sino porque desde el Primer Tiempo habéis sabido abrir vuestro corazón, como un tabernáculo, en donde he ido depositando en cada uno de los tiempos, la ley, la sabiduría y la revelación. 36. En el Primer Tiempo conocisteis los símbolos: El tabernáculo o santuario que guardaba el arca donde estaban guardadas las tablas de la ley. Cuando aquellos símbolos hubieron cumplido su misión, mi voluntad los borró de la tierra, los ocultó de la vista de los hombres para que el mundo no cayera en idolatría, pero el sentido o esencia de aquellas lecciones la dejé escrita en la conciencia de mis siervos. En el Segundo Tiempo, después de consumado el sacrificio de Cristo, hice desaparecer el símbolo más grande del cristianismo: la cruz, junto con la corona, el cáliz y todo cuanto podía haber sido objeto de fanática adoración por parte de la humanidad. 37. En este Tercer Tiempo, he venido a presentarme dentro del tabernáculo de vuestro espíritu, para depositar en el arca ahí guardada, mis nuevas revelaciones. 38. Llegasteis en este tiempo como "hijos pródigos" a la casa del Padre y os dije: Mirad, en vuestra ausencia se dispersaron vuestros hermanos menores y me quedé solo en mi alcoba y en mi mesa. Y el pueblo en su ingratitud ha caído en desunión y muchos han negado a su Padre. Mas hoy he venido a devolveros vuestro caudal, a alimentaros para que vayáis en busca de los que tras de vosotros se perdieron, para que les traigáis ante mi presencia. Entonces estaréis en paz. 39. No vengo a reclamar a vuestra materia la guerra fratricida que ha encendido la humanidad, y la desunión que aún existe entre el pueblo de Israel; es a vuestro espíritu al que me dirijo, porque sobre él pesan las discordias y los cismas que en su seno han sufrido las tribus de aquel pueblo, desde el día en que los hijos de Jacob llenaron de dolor aquel corazón de padre, diciéndole que las fieras habían devorado en el desierto a José, cuando en verdad le habían vendido a los mercaderes. 40. Desde entonces germina esa mala simiente en el corazón de este pueblo que hoy tiene ante sí un nuevo tiempo para honrar a su Señor, cumpliendo con la ley de amar a sus hermanos sin distinción de razas ni lenguas y de ser salvación y bendición sobre todas las naciones de la tierra. 41. El nombre de Israel os lo ha dado vuestro Padre y es nombre espiritual, os he hecho grandes revelaciones y os he revestido de fuerza para que no os sintáis indignos cuando os llame así. 42. A vuestro espíritu es al que vengo a buscar, como en todos los tiempos lo he hecho. 43. Mi doctrina os enseña un culto perfecto, espiritual y puro hacia el Padre, porque el espíritu de la humanidad ha llegado, sin darse cuenta, ante los umbrales del templo del Señor, donde penetrará para sentir mi presencia, para oír mi voz a través de su conciencia y verme en la luz que a su mente desciende. 44. El vacío que los hombres sienten dentro de sus diferentes religiones en este tiempo, se debe a que el espíritu tiene hambre y sed de espiritualidad; no le bastan los ritos y las tradiciones; ansía conocer mi verdad. 45. Yo descubro en el fondo de muchos hombres la lucha interior entre el espíritu y la materia. Quiere ir más allá del esplendor de las ceremonias para encontrar la belleza de lo espiritual. He encendido esa luz que os ilumina y os inquieta; Yo soy esa voz que os llama. Nadie ha podido explicaros vuestra inquietud ni comprender vuestra lucha interior. Sólo Yo he penetrado en vuestro corazón, conozco vuestro anhelo y vuestra sed; soy Yo también el que os indica el sendero que debéis seguir para que encontréis lo que buscáis. 46. ¡Cuántos de los que me escuchan, por ser sinceros y confiar sus sentimientos a alguien, han sido amonestados, desconocidos o lastimados en lo más noble del espíritu! 47. Vosotros, que escucháis mis palabras, me preguntáis por qué he venido entre los más insignificantes y pecadores a manifestar a través de ellos las lecciones de mi Espíritu, a lo cual os contesto: Hago lo mismo que vosotros cuando sois padres en la tierra, dedicáis más atención y más cuidados a aquel de vuestros hijos que es el más débil, el más enfermo o al que está en peligro de descarriarse. 48. Si eso hacen los humanos, ¿Qué no hará vuestro Padre Celestial por sus hijos? 49. Entre vosotros ha surgido la luz de mi palabra como un oasis en el desierto espiritual de esta humanidad, para que se acerquen a él todos los caminantes que buscan agua y paz del espíritu. 50. Es menester que esta doctrina llegue a todos los hombres; ella hará luz en las tinieblas de los confundidos, de los ignorantes, y de los soberbios que creen saberlo todo. 51. Mi palabra vendrá a reconciliar al espíritu con la materia, ya que ha tiempo existe enemistad entre uno y otra, para que sepáis que vuestro cuerpo que habéis considerado un obstáculo y una tentación para el tránsito del espíritu, puede ser el mejor instrumento de vuestro cumplimiento en la tierra. 52. Lavad vuestro espíritu y vuestro cuerpo en esta cascada de luz que en el Tercer Tiempo se desborda sobre vosotros, para que comprendáis mi enseñanza. El que está limpio, puede penetrar en lo que era antes misterio, porque no lo detienen los remordimientos en su camino. 53. Confesaos delante de Mí, ante quien no podréis falsear ni ocultar nada de lo que traigáis en vuestro corazón, y sentiréis a través de la conciencia mi divina absolución. La dignidad será vuestro atavío con el cual no os avergonzaréis de presentaros delante de ningún hombre por grande que sea, ya en el poder, ya en la ciencia. 54. Sembrad mi semilla de amor. Estáis en la tierra, la cual es también maestra de los hombres y os enseña que lo que en ella sembráis, os lo devuelve multiplicado, como prueba de gratitud y amor. 55. Así es el Espíritu de vuestro Padre. El es la suprema y divina compensación. Pero que vuestra semilla sea siempre buena y limpia para que podáis recogerla multiplicada en buenos frutos. Para que vuestro espíritu, que en su camino se ha manchado con el pecado, llegue limpio al seno de Dios, mucho ha de vivir y purificarse, pues él deberá llegar a su Padre sin la menor huella de maldad, ni la más débil sombra de sus imperfecciones pasadas. 56. Si en la tierra fue blasfemo, al ir acercándose a la presencia de su Creador, sólo brotará de él un cántico de amor. 57. Espíritu: ¿Cuánto tiempo vais a hacerme esperar vuestra llegada en la cima de la montaña? 58. Ahí donde ascendí desde la cruz, ahí os espero. 59. Lentamente estáis acercándoos. Fue menester libertaros, despojándoos primero de vuestros bienes terrenales, porque esas posesiones me habían robado a vuestro espíritu. 60. Venid a Mí, al festín que vuestro Padre os tiene preparado, para que en él toméis las lecciones que os corresponden y que forman vuestra heredad. 61. Pensad seriamente en las generaciones que tras de vosotros vienen, pensad en vuestros hijos, a los que, así como les habéis dado el ser material, también tenéis el deber de darles vida espiritual, aquella que es fe, virtud y espiritualidad. 62. Haciendo vibrar mi luz sobre mi pueblo amado, desciende a vosotros para traeros la paz de mi Espíritu. Sois un corto número, mas vuestro amor hacia Mí es grande. 63. Escuchadme ahora a través del portavoz, ya que todavía no sois capaces de recibir directamente la inspiración divina. 64. Tuve que preparar previamente a estas materias, para que las vibraciones de mis pensamientos pudieran ser captadas por ellas lo más fielmente posible y transmitidas a las multitudes. Fijaos que cuando hablan, os explican que no son ellas las que os están entregando la enseñanza, su voz os ha dicho: Yo soy el Divino Maestro, que viene a hablaros. 65. La forma de mi comunicación podrá ser cambiada, más la esencia espiritual de mi doctrina es la misma: absoluta, inmutable, fuera del tiempo y del espacio. Lo infinito es eterno. 66. Sólo el amor de vuestro espíritu llegará a entender estas lecciones. ¿Por qué? Porque él se identifica con lo espiritual, con su esencia, que es eternidad. 67. El hombre al no mostrar interés en conocerse a sí mismo, retarda su elevación y su comprensión sobre lo que encierra la vida eterna, y es por eso que no ha llegado a alcanzar la realización de su obra más grande. 68. Vosotros habéis nacido en Mí; la vida espiritual y material, la tomasteis del Padre; y en sentido figurado puedo deciros, que al tiempo de nacer de Mí, Yo he nacido en vosotros. 69. Nazco en vuestra conciencia, crezco en vuestra evolución y me manifiesto en plenitud en vuestras obras de amor, para que digáis llenos de gozo: El Señor es conmigo. 70. Os estoy preparando como a pequeños párvulos, porque se va acercando la hora en que la campana suene gozosa, tocando a triunfo, anunciando con alegría el despertar espiritual de la humanidad. 71. Escuchadme en silencio, y en silencio meditad, oh pueblo. El mañana os espera, es el sendero que tendréis que recorrer para llegar a Mí. Mas ya iluminados por la luz de mi enseñanza, os podréis guiar por lo que hayáis estudiado y comprendido. Llamad a mi puerta, Yo soy el único que la abre, soy el Maestro revelador; preguntad, pedid y se os dará. 72. En el desierto de vuestro largo peregrinaje, Cristo es el oasis; mas es necesario que tengáis fe, para que sepáis encontrarlo en vuestras horas de soledad o de angustia. 73. Os enseñé a renunciar a vosotros mismos y a renunciar a las falsas grandezas del mundo; pero a muchos les ha sido imposible comprender esta lección; porque les parece imposible concebir la vida sin lujo, sin placeres ni riquezas. Mas en este tiempo, lleno de dolor, y con la experiencia adquirida en las lecciones de la vida, ellos despertarán por sí mismos a la luz de la verdad; y cuán grande será el asombro de la humanidad al descubrir que desmaterializándose y despojándose simplemente de lo superfluo, sentirá brotar dentro de sí mismo un nuevo ser a una nueva vida. 74. Discípulos amados, entre quienes cuento hasta los postreros: Después de mi partida sentirán mi presencia sólo los que se hayan preparado. Hay quienes sienten indiferencia cuando os hablo de esto, porque piensan que aún faltan años. Este tiempo será como un instante. Yo cumpliré con mi misión de Maestro, más cuando mi rayo descienda por última vez al finalizar 1950, nunca más volveré a tomar el entendimiento humano, para manifestarme en esta forma. Confiad en Mí, discípulos, que Yo os cumpliré mi palabra de no dejaros solos. Os haré sentir mi presencia, os daré inspiración, os consolaré. Velad ahora y velad después, para que nunca seáis sorprendidos. Que os encuentre alerta el que a hurtadillas trate de robaros vuestra heredad, o el enfermo que a mitad de la noche os manda llamar desde su lecho, para que le deis el bálsamo de vuestro amor. 75. Con gran claridad os he hablado para que me comprendáis. Habéis hecho que por algún tiempo mi palabra se materialice, porque estáis escasos de elevación para entenderme, pero cuando mi partida esté próxima, mi palabra será más elevada en los labios de los portavoces. 76. A medida que mi enseñanza os haga mayores revelaciones, vosotros buscaréis la forma de corregir vuestros errores, de regenerar vuestra vida y apartaros de todo vicio y mala inclinación. Si llegáis a ser limpios, cuando habléis de mi obra tendréis que ser creídos y considerados como discípulos de Jesús, que verdaderamente predican su enseñanza con ejemplos y obras de amor. Esa es la vestidura de gracia que debéis llevar siempre y por la cual podéis distinguiros entre vuestros hermanos. 77. Extendeos sobre la tierra como profetas de mi Divinidad, despertad a la humanidad aletargada, anunciadle que la justicia se acerca. Decidle que Sodoma fue advertida, mas desoyó al profeta de Dios, y el día de su juicio inexorablemente llegó. 78. Los elementos sólo esperan la hora de desencadenarse sobre el mundo para lavar y purificar la tierra. Cuanto más pecadora y altiva sea una nación, mayor será mi justicia sobre ella. 79. Duro y sordo es el corazón de esta humanidad; será menester que llegue a ella el cáliz de la amargura para que escuche la voz de la conciencia, la voz de la ley y de la justicia divina. Todo será por la salvación y la vida eterna de los espíritus, que son a los que busco. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 139 1. Bienaventurados seáis vosotros, componentes de mi pueblo, porque habéis sabido resistir con paciencia y con presencia de ánimo, las tempestades y las pruebas. Os he visto orar y velar en las horas difíciles y aun os he escuchado que bendecíais mi voluntad, cuando la amargura os había invadido. He premiado entonces vuestra fe y buena voluntad, enviándoos mi paz, por haber sido la barquilla que desafía la tempestad sin zozobrar. 2. También bendigo a los que, olvidándose de sus propios sufrimientos, velan por la paz del mundo o visitan en sus lechos a los enfermos, porque esos méritos, Yo no los dejaré sin galardón. 3. Durante esta guerra en la que el mundo ha vivido, habéis estado unidos en oración día tras día, y en verdad os digo que no he cesado de derramar prodigios entre aquellos de vuestros hermanos por quienes tanto me pedís. No dejéis que vuestra oración se debilite, oh pueblo mío; os digo que la vigilia no ha terminado aún, aunque los pueblos vayan diciendo que la guerra ha cesado. No, Israel, mientras la paz de los pueblos no esté fundada en el amor de los unos para los otros, seguid velando y orando, seguid ganando corazones para esta obra de paz y fraternidad. 4. Pronto veréis que esta paz de la que los hombres están hablando, fue falsa, que sólo constituyó una tregua en medio de su inhumana lucha para luego proseguir en su obra de destrucción. 5. Dispersos por el mundo se encuentran aquellos que tiene la misión de orar y de velar por la paz de la humanidad, entre ellos se encuentra mi pueblo, al cual estoy doctrinando con mi palabra. Todos tenéis la obligación de constituir en el corazón de la humanidad, que es vuestra hermana, el templo de la espiritualidad, el santuario de la paz. Cuando ese santuario espiritual se eleve a las alturas y los hombres encuentren en él la comunicación directa con su Señor, podréis decir que habéis dejado sembrada en el mundo la simiente que os confié en este tiempo. 6. Pueblo, fortaleceos en mi palabra y tened confianza en que vuestra conciencia os dirá, si lo que estáis haciendo está conforme a las enseñanzas de mi doctrina; orad, para que vuestro espíritu y mente luchen por desterrar la guerra. No debilitéis, para que su influencia no vaya a ofuscar vuestra razón o vuestros sentimientos. 7. Cuando uno de vosotros ora, no se da cuenta de lo que con su pensamiento alcanza en lo espiritual, y es menester que sepáis que cuando oráis por vuestros hermanos, por aquellos pueblos que están destrozándose en la guerra, en esos instante vuestro espíritu libra también una batalla mental en contra del mal y que vuestra espada que es paz, razón, justicia y anhelo de bien para ellos, choca contra las armas del odio, de la venganza, del orgullo. 8. Este será el tiempo en que los hombres se den cuenta del poder de la oración; para que la oración tenga verdadera fuerza y luz, es menester que con amor la elevéis a Mí. 9. No os hablo de enviar el pensamiento a vuestros semejantes con mala intención, porque nunca os he dado armas para emplearlas en fines mezquinos, ya que cuando os ciega la ambición o el odio, hacéis uso de lo más sagrado para vosotros y lo empleáis en heriros y aun en mataros. Os inspiro la verdadera lucha en contra del mal y os revelo, cuál es el arma más poderosa e invencible, para que triunféis, aconsejándoos que primero limpiéis vuestro corazón para que luego os elevéis hacia Mí, os llenéis de luz y de fortaleza, para luego enviar vuestros pensamientos como destellos luminosos entre los pueblos sin paz y los hombres sin esperanza. 10. Llevad mi caridad, oh pueblo. Hombres y mujeres para los que han sido muy crueles estos últimos tiempos; hogares en los que ha hecho presa el dolor, sentid mi paz, en donde el pan de cada día se ha tornado en hiel, sentid la dulzura de mi caricia. 11. Mucho tienen que luchar los hombres de ahora para lograr conseguir el sustento, y el Padre os dice: Os aumento tres veces vuestra fuerza, para que no desmayéis. 12. Encended en la juventud el amor hacia sus semejantes, inspiradles grandes y nobles ideales, porque ella será la que el mañana luche por alcanzar una existencia en la cual brille la justicia, el amor y la sagrada libertad del espíritu. Preparaos todos, porque la gran batalla de la que os han venido hablando las profecías, no ha llegado aún. 13. Tened en cuenta que mientras mayor sea la evolución que la humanidad alcance, serán mayores las armas con que cuenten para luchar. No durmáis, pueblo amado, y estad prestos para trabajar por mi causa. 14. Una nueva guerra se avecina, en ella tomarán parte todas las potencias y fuerzas del hombre, y es menester que los hijos de este pueblo, a quienes les toque vivir en esa prueba, sepan cruzar por ella con su estandarte de verdad; dejando una profunda huella de espiritualidad. 15. Los científicos, los teólogos, los sabios, los filósofos, todos se aprestarán para esa gran lucha en la cual quedará destruida la mentira y el mal, surgiendo victorioso el bien y la verdad. 16. Grande será la confusión de los hombres antes de que a ellos venga la luz, porque entre la humanidad habrá hombres que tuvieron una gran fe y la perderán, otros cambiarán de creencias y algunos andarán de puerta en puerta, de religión en religión, en busca de la verdad para su espíritu. Es necesario que todo el camino sea recorrido, para que todo el mal sea expulsado de los espíritus y desaparezca de los corazones. 17. Veréis surgir por caminos, ciudades y aldeas a hombres y mujeres pregonando que son enviados de Dios, diciendo que son profetas o emisarios; y desde ahora os digo que tengáis cuidado, para que sepáis reconocerles por sus obras. Nunca digáis que sois profetas, videntes o apóstoles, pero en vuestras obras dad siempre pruebas de mi gracia, de todo lo que os he confiado y de la doctrina que he depositado en vuestro corazón; entonces ya no serán vuestros labios los que digan si sois profetas o apóstoles o discípulos míos, lo dirán vuestros hermanos por las obras que os vean hacer. Vuelvo a deciros que permanezcáis en oración, hasta que veáis que la paz retorna a los pueblos y la alegría a todos los hogares del mundo. 18. En esta era el Espíritu de vuestro Padre se presenta a la voz de vuestro llamado. Escuchad ahora mi palabra que es el sustento para vuestro espíritu. El día en que cese mi palabra quedaréis dándoos ayuda unos a otros, mas después, a imitación de las aves cuando crecen, aprenderéis a batir vuestras alas y podréis buscar el sustento. Será cuando por medio de vuestra elevación sepáis llegar a Mí para recibir inspiración y paz. 19. Velad, no dejéis que el sueño se apodere de vuestro corazón y venza a vuestro espíritu, porque el tiempo pasa, y llegará el día en que despertéis llorando por el tiempo perdido; entonces vais a querer reponer esos instantes y oportunidades desaprovechadas, mas ya no podréis hacerlo, porque mientras unos se hallen en la ancianidad, otros se encontrarán en espíritu en el más allá. Pediréis clemencia y misericordia a vuestro Padre, sin entender que vosotros fuisteis los que no tuvisteis misericordia ni clemencia de vuestro propio espíritu. 20. Tened caridad de vuestros hermanos, que es tanto como tener caridad de vosotros mismos; si no cumplís esta misión, seréis los primeros en llorar porque contemplaréis que vuestra mano, que estuvo colmada de dones, se encontrará vacía, que el bálsamo con que sanabais al enfermo ha desaparecido, y aquella facultad para liberar a los poseídos, se ha alejado también. Sed humildes para que no sintáis perder vuestros dones, no tratéis de parecer superiores a vuestros hermanos; haced lo que Yo hice con mis discípulos en el santo cenáculo. 21. Vengo a señalaros vuestros errores, no para juzgaros, sino para que os enmendéis y lleguéis a ser el pueblo obediente en el cumplimiento de mis enseñanzas. 22. Esto que hago con vosotros, será para bien de las futuras generaciones, mas no olvidéis que para enseñaros nunca os he lastimado ni he hecho brotar sangre de vuestro corazón. Aprended a enderezar el árbol que ha crecido torcido y a enderezar también las sendas. 23. Mi justicia es grande, más cuando os hablo de ella, no os amenazo tan sólo para llenar de temor vuestro corazón. Vengo a hablaros con verdad porque mi justicia será en cada uno de vosotros, y si no queréis llorar mañana, haced méritos desde ahora. 24. Cada una de vuestras obras queda anotada por Mí, y las obras que son agradables, las tomo como la simiente que he de cultivar hasta multiplicarse entre la humanidad. 25. No me busquéis cual juez, porque tendréis que escuchar mi voz llena de justicia y severidad; buscadme como Maestro y como Padre. ¿Qué esperáis mañana? ¿Queréis ir a expiar vuestras faltas en el más allá? ¿Queréis prepararos desde ahora un camino de abrojos a vuestro espíritu? No desconozco vuestros méritos, mas ellos son todavía como el débil trigo junto al cual crece la cizaña. 26. Practicad mi doctrina confiando en Mí, porque mientras cumpláis con mi palabra, Yo velaré por vos y por los vuestros. ¿Por qué contemplo fuertes a unos y débiles a otros? Es que los fuertes no han sabido comunicar su fortaleza a los débiles. 27. Uníos todos y todos seréis fuertes; amaos y tened lazos de fraternidad y contemplaréis que los débiles arbustos se convierten en frondosos árboles. Recibid a todos porque nadie sabe la misión que trae su semejante. Nadie conoce su pasado, por eso nadie debe ser rechazado por vosotros. Mientras más torpes o necios sean vuestros hermanos, más caridad y piedad debéis tener con ellos, teniendo en cuenta que son los que han caído, los que no han sabido afirmar su planta en el camino. De los corazones endurecidos como roca, sé hacer corazones que manen ternura; vosotros también podéis hacerlo. 28. Limpiad vuestro corazón para que vuestras obras sean limpias. Tened en cuenta que un árbol malo nunca podrá dar buenos frutos. 29. Para esto os he llamado en este tiempo, para convertiros en árboles que brinden su sombra y su abrigo al caminante, y quienes así lo han comprendido, han abierto su corazón para decirme: Hoy sé que soy vuestra criatura y que he sido enviado para cumplir una delicada y noble misión, sé que en vos tengo mi principio y en vos está mi fin. 30. Sí, Yo soy el camino; todo el que quiera caminar por él, que tome su cruz y venga en pos de Mí. Sólo os pido, para que podáis transitar por este sendero, que améis a vuestro Padre en vuestros propios hermanos. Esa es la ley o el camino: “amar a Dios y amarse unos a otros”. Es la ley que en todos los tiempos ha iluminado la senda de los hombres. 31. Con un solo amor os he amado a todos; ¿Por qué no habéis de amaros todos por igual? Las naciones esperan la llegada de los emisarios de la paz; los pueblos de la tierra se lamentaban de su miseria cual ovejas dispersas en espera de la llegada del pastor, de aquel que las reunirá en un solo aprisco. 32. Preparaos, porque está próximo el tiempo en que estas órdenes las recibáis de mi Espíritu, porque ya no serán dadas por hombre alguno en la tierra. Nadie levantará su planta sin antes haber recibido el mandato divino. Yo conozco el camino y no quiero que lloréis en él. Antes os prepararé y os indicaré el momento de iniciar la jornada. 33. Las religiones y las sectas deliberaran entre sí, se preparan y se aprestan a la lucha porque presienten la batalla; también vosotros deliberad, preparaos y orad, para que no seáis sorprendidos, porque si no lo hiciereis, mi doctrina sería juzgada y calumniada por los hombres, mi Espíritu recibiría todas las injurias y Yo os mostraría heridas a semejanza de Jesús en el calvario. 34. Vuestro espíritu está despertando a una vida más elevada; ya comienza a formarse en él un ideal de un mundo mejor. 35. Vengo a enseñaros a conquistar la paz y a conservarla como el verdadero tesoro del espíritu. Mi palabra os libertará del mal en este Tercer Tiempo, apartándoos de los inciertos caminos, por donde tanto habéis peregrinado y sufrido. 36. Mi voz llamará a las puertas de cada corazón, y será el espíritu quien responda desde el interior de cada ser. 37. Unos reconocerán al punto mi llamado; otros, inciertos, se preguntarán quién es el que llama; y así, uno tras otro se irán levantando en pos de la luz. 38. ¡Qué hermoso es el despertar de un espíritu! Cuando el hombre se pregunta: ¿Quién vibra dentro de mí? ¿De dónde nace mi inspiración y quién me impulsa al bien? 39. También mi palabra os enseña a leer en vuestro espíritu, a penetrar en él, a encontrar su esencia que es luz, verdad, amor, obediencia, limpidez. 40. Cuando el hombre se encuentra espiritualmente a sí mismo, es cuando siente en sí la presencia de su Padre; mas, cuando no sabe ni quién es, ni de dónde procede, me siente distante, extraño, inalcanzable, o permanece insensible. 41. Sólo despierto el espíritu puede penetrar en el reino de la verdad; el hombre, por su sola ciencia, no podrá conocerla. 42. Veo que los hombres ambicionan el saber, la gloria, la fuerza, la riqueza y el poder, y Yo vengo a ofrecerles los medios de alcanzarlo todo, pero en su esencia, en su verdad espiritual, no en lo superficial y en lo artificioso del mundo, no en lo pasajero ni en lo engañoso. 43. Cuando el hombre se entrega a lo material, encerrándose en el pequeño espacio de un mundo como el vuestro, empobrece, limita y oprime su espíritu, nada existe ya para él, fuera de lo que posee o de lo que conoce; entonces se hace necesario que lo pierda todo para que abra sus ojos a la verdad, y una vez desengañado de su error, vuelva su mirada hacia lo eterno. 44. Nada mejor que mi doctrina, que está inspirada en el amor divino hacia vosotros, para señalaros el camino verdadero. “¿Quién mejor que Yo, podrá enseñaros a dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César?” 45. Esa es la razón por la que he hecho oír una vez más mi voz en vuestro mundo, porque os he visto perdidos en un mar de tiniebla y confusiones. 46. Mi luz de amor encenderá la lámpara de la fe en los corazones que vienen a oscuras, y mi caridad levantará a los que han muerto para mi reino. 47. El que no sepa encontrar la esencia de esta palabra, podrá llegar a creer que mi doctrina es un yugo que sujeta y esclaviza al hombre; mas quien sepa darle su justa interpretación, sentirá todo su ser inundado de luz y su gozo no tendrá límite. De su espíritu surgirá un cántico interior, llevándolo a una vida armoniosa, que será el mejor culto hacia Mí. 48. El que camine dentro de mi ley, por muy probado que sea, no caerá; la fe le dará la fortaleza necesaria para salir triunfante. Por muy amargo que fuere su cáliz, nunca blasfemará; será paciente y sabrá esperar, conforme con la voluntad de su Señor. Quien practique así mis enseñanzas, estará haciendo méritos para que en él se manifiesten mis prodigios. 49. La fe, la conformidad y la humildad ante lo dispuesto por Mí, harán más breve la jornada, porque no caminaréis por la senda dolorosa más de una vez; pero si en las pruebas surgiese la rebeldía, la inconformidad y la blasfemia, la prueba se prolongará, porque tendréis que recorrer nuevamente aquel camino hasta aprender la lección. 50. La vida es una constante lección para los espíritus. El universo, al formarse bajo mi mandato, no tuvo otra misión que la de enseñar. La vida es crisol y lucha para el espíritu: no es un goce absoluto como muchos quisieran que fuera. El goce, el triunfo, la paz o la gloria, están más allá de toda lucha, más allá de ese crisol. La gloria del espíritu, con todas sus dichas, está en la perfección del espíritu. 51. Comprended esta verdad, para que no paséis de largo ante el libro que día a día os muestra nuevas páginas de sabiduría. Escuchad vuestro espíritu de tal manera, que se convierta en el buen observador, educad vuestra mente en la meditación, orad con la oración propia del espíritu, sensibilizando la mente y el corazón para que podáis recibir mis divinos mensajes y aprendáis el lenguaje espiritual de la vida que os rodea señalándoos el camino de la perfección. 52. Para ayudaros, desciendo a vuestros corazones cansados, para darles nueva vida. 53. Cuando el entendimiento de estos portavoces se eleva limpiamente hacia Mí, mi palabra llega directamente a los espíritus. Esta palabra humilde, que ha conmovido a grandes multitudes, será la que haga el milagro de que volváis a ser Míos, oh pueblo amado, porque ha tiempo que os habéis alejado del camino de la verdad. Habíais olvidado que me lleváis con vosotros, y cuando vinisteis a escucharme, sentisteis brillar nuevamente mi presencia, como la de una estrella luminosa que viniera a iluminar a vuestro corazón. 54. Vengo a recibiros, pero antes de hacerlo con vuestra parte humana, tomo a vuestro espíritu que es el verdadero hijo de mi Divinidad. En el espíritu está la conciencia, la inteligencia, y es por medio de él, por quien haré llegar al ser humano mis inspiraciones y pensamientos. 55. Pueblo, a quien amo infinitamente, un pensamiento mío hecho palabra en labios de estos portavoces, es como un camino lleno de luces para vuestro espíritu. 56. Oídme: sed humildes en el mundo y sembrad bien en él, para que recojáis sus frutos en el cielo. Si cuando hacéis mal no os agrada tener testigos, ¿Por qué os agrada tenerlos cuando hacéis buenas obras? ¿De qué podéis envaneceros, si sólo habéis cumplido con vuestro deber? 57. Comprended que como sois tan pequeños y tan humanos, las alabanzas hacen daño a vuestro espíritu. ¿Por qué después de que habéis hecho una buena obra esperáis inmediatamente que vuestro Padre os dé la recompensa? Quien piensa así, no obra desinteresadamente y por lo tanto, su caridad es falsa y su amor dista mucho de ser verdadero. 58. Dejad que el mundo vea que practiquéis las buenas obras, mas no con el fin de recibir homenajes, sino tan sólo con el de dar buenos ejemplos y enseñanzas y dar testimonio de mi verdad. 59. Por todos los lugares del universo se encuentran los ángeles del Señor, derramando su caridad y su amor, entre todos los hijos de Dios. En silencio espiritual trabajan sin cesar por alcanzar el bien para sus hermanos y, ¿Cuándo habéis visto que lleguen a la tierra a pediros el premio o el pago de lo que os han dado, o cuando menos para hacer ostentación del favor que os concedieron? 60. Sed humildes, porque la grandeza humana, su orgullo y sus vanidades, pertenecen a la tierra, son propias de la materia y con ellas bajáis al sepulcro. El espíritu sólo conserva lo que pueda llevar a las alturas, lo que pueda brillar en la luz; si la grandeza no es espiritual, si sólo es vanidad, mañana tendrá aflicción en su espíritu. 61. Existe la verdad y la falsedad, y es menester que conozcáis ambos caminos, para que en vuestra elección podáis seguir el verdadero camino. Abrid vuestros ojos, despertad a vuestro espíritu, afinad vuestros sentidos, para que percibáis en todo lo creado el amor de vuestro Padre. Yo todo os lo he dado, sin pediros nada para Mí. Si en vuestra incomprensión habéis llegado a decir que es mucho lo que os pido, a cambio de todo lo que os he dado, estáis en un error. Si algo o mucho os pido, es sólo para vuestro bien, para vuestra dicha en la eternidad. 62. Tendréis que rendir cuentas a vuestro Padre de todo cuanto hayáis hecho en la vida; mas, ¿Cómo vais a acallar la voz de la conciencia en esa hora suprema? ¿Qué responderéis cuando vuestro espíritu escuche la voz del Señor, advirtiéndole que nunca podréis justificar el mal? 63. Sólo el esfuerzo para levantaros de la caída, el amor y el ahínco con que marchéis por el sendero de la restitución, harán que de vuestro ser desaparezcan las huellas y las manchas del pecado, para poder presentaros limpios ante el divino juez. 64. Aprended todo esto desde aquí; sabed que donde están vuestros intereses, ahí estarán vuestros pensamientos y vuestro corazón. Si éstos son materiales, estaréis materializados, si son espirituales, estaréis en el camino de la perfección. 65. Vivid en la tierra, como os ha enseñado mi palabra. Vivid la lucha, amad y buscad todo lo bueno, deleitaos con todo lo que os he confiado, pero dejad que vuestro espíritu, a semejanza de las nubes, flote en los espacios infinitos, lleno de blancura y de luz. 66. Es en vano que los hombres busquen el placer perfecto en el materialismo. Todo es triste y vacío sin la presencia del Padre. Él es la alegría verdadera. 67. Dejad que se alejen de vosotros todos los malos pensamientos y atraed los pensamientos nobles. La felicidad no está en lo que materialmente se posee, sino en lo que espiritualmente se conoce. Conocer es poseer y practicar. 68. El que verdaderamente sabe, es humilde de espíritu; no es orgulloso con la sabiduría de la tierra, que sólo aspira a conocerlo todo y niega todo aquello que no ha llegado a comprender. El que lleva en sí la luz del conocimiento inspirado, sabe recibir a su debido tiempo las revelaciones así como también sabe esperarlas. Sabios se han nombrado muchos, y ha sido un misterio para ellos el sol que día tras día brilla a plena luz 69. Muchos han creído saberlo todo, y en verdad os digo, que la hormiga que imperceptiblemente se cruza en su camino encierra también para ello un misterio insondable. 70. Podrán los hombres investigar muchas de las maravillas de la naturaleza, pero mientras no lo hagan por el sendero del amor divino, no llegarán a alcanzar la verdadera sabiduría, la que se encierra en la vida inmortal del espíritu. 71. Hombres, acercaos a Mí; no necesitáis quebrantar vuestra mente para lograr descubrir secretos y misterios, sólo necesitáis abrir el corazón con la llave de la fe. 72. Tened la voluntad firme de ir hacia el Padre, de estar con Él, de penetrar en su estancia, y quedaréis maravillados, y más tarde llegaréis también a hacer maravillas, cuando viváis practicando mi amor y mi perdón. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 140 1. Estoy presente entre vosotros, para enseñar a vuestro espíritu el camino de la paz, de la luz y del bien. 2. Vengo a vosotros porque sólo Yo sé que el dolor y la angustia en que viven los hombres, no son más que hambre, sed y miseria del espíritu. 3. Un hombre hoy y mañana otro, irán abriendo sus ojos a la luz de la verdad, convencidos, al fin, de que jamás podrán llegar a su perfeccionamiento con los placeres, riquezas y satisfacciones mundanas, presintiendo que existe algo, más allá de lo material, cuya esencia, belleza y verdad, son ese pan, ese sustento y esa alegría que tanta falta le hacen al espíritu. 4. Para que el corazón de la humanidad pueda llenarse de luz, antes tendrá que limpiarse de todo cuanto él guarda. ¿Cómo queréis cumplir con mi ley, si todo vuestro ser está saturado de materialismo? Primero tendrá que limpiarse de todo dolor, del mal y del odio que encierra, hasta quedar limpio y entonces, penetrará en vosotros mi gracia. 5. Sabed que en todo hombre he creado un lugar destinado a Mí, pero lo habéis invadido, llenándolo de impurezas, de imperfecciones y de profanaciones. Esa es la verdad, el hombre ha profanado en sí mismo lo más sagrado que le concedí: su espíritu. 6. Sólo Yo podía tener piedad de los hombres, porque de ellos se apartó la caridad; ahora ya no la conocen, y he venido a descubrirles todos sus errores, que son la causa de sus amarguras. 7. ¿De qué les sirven las religiones a los hombres? Veo que todas tienen como principio la creencia en Dios y como ley el bien; ¿Acaso obedecéis lo que vuestras religiones os enseñan y mandan? No podréis decirme que si cumplís, porque lo negaríais con las obras imperfectas que a diario lleváis a cabo en el mundo. 8. No soy creído, ni amado, ni obedecido. Otra sería la vida de los hombres en la tierra, si me creyesen y obedeciesen. 9. Me presenté al mundo y le di pruebas de mi presencia, de mi verdad y mi poder para que me siguiese; y la prueba más grande de mi sabiduría se la revelé en: “Amaos los unos a los otros”, frase sencilla, pero que encierra el secreto de la verdadera grandeza reservada a los hombres espiritualizados. 10. “Amaos los unos a los otros”, fue el último mandamiento que dejé a mis discípulos en aquel tiempo. Mandamiento es lo mismo que ley, por lo tanto, en esa ley de amaros como hermanos en Dios, reuní todos los preceptos, todas las máximas y proverbios conocidos, para que supieseis que el amor es la ley que rige la vida. 11. Sólo Cristo, el Cordero, reveló al mundo esa luz, por lo que os digo que vendrá la hora en que todos los hombres se unifiquen en la verdad de ese mandamiento. 12. Ya es tiempo de que el hombre me ofrezca su tributo de amor como lo hacen todos los seres de la creación. Hasta ahora, la humanidad sólo me ha ofrecido la hiel y el vinagre que el centurión acercó a mis labios en mi agonía. 13. ¿Sabéis que con amargura nunca se podrá calmar la sed de amor, y sin embargo, es lo que siempre me habéis ofrecido? Yo, en cambio, traigo un manto de infinita misericordia para cubriros, un cáliz del vino de la vida y pan del espíritu, pan de sabiduría, de fe, de amor y de verdad para elevaros, no en una cruz de dolor, sino sobre una montaña de perfección. 14. Mis discípulos no mistificarán sus prácticas dentro de mi doctrina. Ella es simple, con esa sencillez que contempláis en la naturaleza. La oración que os enseño, es la que brota del corazón. ¿Qué podéis ocultarme que no conozca? Si en vuestro espíritu se agita una tempestad, ¿Cómo podéis decirme en una oración, que no es vuestra, que estáis tranquilos y que no necesitáis auxilio? Formad vuestra propia oración cada día según vuestras necesidades. Sentidme cerca, y cuando este mundo con sus problemas y turbaciones os fatigue, venid a Mí, buscad también al mundo espiritual, en donde encontraréis protectores y amigos, verdadero amor, afectos puros, y sentiréis su compañía y su consuelo. 15. Estoy gobernando y contemplando todos los mundos y miraré con amor, cómo se acercan los hermanos que habitan distintos planos para identificarse y estrecharse. Más tarde, vosotros seréis sólo espíritus e imitaréis a los que han sido ejemplos de virtud, a esos protectores e intercesores vuestros, a quienes he permitido manifestarse en este tiempo ante el pueblo de Israel, para que cumplan una grande misión entre la humanidad. 16.Aprended a vivir por momentos en planos superiores; volad a esas regiones en donde se respira paz y armonía, y a vuestro retorno os sentiréis más fuertes y confortados. 17. Tenéis todo lo necesario para vivir dentro de mi ley; no podréis decirme que vuestras condiciones de vida no os permiten cumplir. Aun en medio de la lucha, podéis orar, amar y hacer el bien a vuestros hermanos. 18. Las puertas de mi corazón están abiertas para que penetréis a estudiar mi palabra. 19. Sois los espíritus que desde el principio de la creación habéis recibido una misión. Sois chispa de mi Espíritu y habéis sido dotados de razón, de voluntad e inteligencia. Os he formado a imagen y semejanza mía, y por lo tanto, estáis preparados para pensar, sentir y amar. 20. Sois como piedras preciosas que en este tiempo brillarán para hacer luz entre los hombres, y como joyas os amo; para Mí tenéis un valor inestimable. Despertad y dejad que mi cincel os pulimente para que ya preparados podáis trabajar diligentemente en las comarcas y deis a conocer mi verdad, dando testimonio de ella con verdaderas obras de amor. 21. ¿Creéis acaso que en 1950 voy a dejar de manifestarme entre vosotros? Cesará mi palabra por conducto del entendimiento humano, pero mis dones quedarán en vosotros. Os he dicho que sois los cimientos de un mundo de amor, y quiero que os encontréis fuertes, para que piedra sobre piedra edifiquéis y dejéis esta herencia a las generaciones venideras. 22. Cumplid vuestra misión, que Yo pagaré con creces cada una de vuestras obras. El camino para llegar al fin aún es largo, mas vosotros podéis acortarlo con buena voluntad. 23. Recibo a vuestro espíritu, que es el que puede elevarse a las alturas de lo perfecto. Estoy esperando que os espiritualicéis, para que seamos Uno, porque todos os fundiréis en Mí. Mientras, estoy iluminando a vuestro espíritu. 24. Venceréis a través de vuestras pruebas y os daré la bienvenida; será mi amor el que salga a recibiros. Mi amor no pregunta cómo venís, sólo os dice: Venid. 25. Para que podáis llegar ante mi presencia con vuestro espíritu tranquilo, cuidadlo, porque es vuestro verdadero ser; no lo olvidéis, porque será como olvidaros de vosotros mismos y de Dios; dejad de preocuparos demasiado por las satisfacciones, comodidades, personalidad y placeres humanos. 26. Hablo a los que descuidan a su espíritu y les pregunto: ¿Qué habéis labrado para vuestra vida eterna? Nada, porque vivís entregados a la vida perecedera, a lo que hoy es y mañana dejará de ser, a esta vida de cambios constantes donde el triunfo dura poco tiempo, en cambio, el dolor es su inmediata consecuencia. 27. Meditad profundamente en estas palabras. Mi ley y mi doctrina permanecen siempre inalterables delante de vosotros, recordándoos y enseñándoos vuestros deberes espirituales y también los humanos. Ya os he dicho, que vuestra vida les es según sean vuestras obras. Si la humanidad va arrastrando una cadena de dolores, esa cadena no se la he puesto Yo, sino ella misma. Todavía veréis llorar y sufrir mucho. Estudiad mis palabras para que no hagáis más larga esa cadena de amarguras y pruebas dolorosas. Tened piedad de vosotros mismos, porque de Mí, ya estáis perdonados. 28. En el tiempo en que estuve en la tierra a través de Jesús, los corazones pecadores me decían: Rabí, qué extraña doctrina es la vuestra, que nos hace conocer a nosotros los pecadores, el perdón de Dios. Les extrañaba mi palabra, porque ellos sabían que eran criminales o adúlteros y que la única ley que conocían decía: Ojo por ojo y diente por diente; por eso me preguntaban extrañados: ¿Cómo habláis del perdón de los pecadores? ¿Cómo vos, oh Rabí, mostráis vuestro amor por los perversos? Vuestros labios, cuando hablan, brillan con su resplandor celestial y vuestra doctrina es un mensaje palpitante de amor purísimo. A ellos les contesté con cada una de mis obras. 29. Mis enseñanzas no son doctrinas extrañas, es la doctrina del amor, el sendero por donde puede evolucionar el espíritu, por el cual podrá encauzar sus pensamientos, sus palabras y sus obras, las cuales le seguirán hasta el fin de su restitución. 30. Es menester que el que ha pecado, entre en el templo y ahí arrepentido, asista a la fiesta del amor divino. 31. Podréis hacer más corto vuestro viaje a través de las encrucijadas de la vida y con menos caídas que otros, con menos tropiezos, si sabéis hacer uso de la llave que abre la puerta del templo de vuestra preparación espiritual. 32. Si os arrepentís verdaderamente de los males que hayáis causado, seréis siempre bien recibidos, mas es necesario que con obras demostréis vuestro arrepentimiento, porque sólo con ellas os purificaréis. 33. Tres virtudes debéis perseguir: arrepentimiento, perdón y amor. Si en vuestro ser no brillan estos sentimientos, estas virtudes, ¿Cómo pretendéis alcanzar la luz de mi reino para vuestro espíritu? ¿Cómo queréis gozar de las delicias que están reservadas a quienes saben elevarse para alcanzarlas? 34. Quien logra ese goce, lleva en si la gloria de su Padre. Sólo por el camino del amor llegaréis a vuestra verdadera morada, a ese reino que nadie podrá adquirir por algún otro medio, que no podéis comprar a ningún precio, como no sea ganándolo con el corazón. 35. El amor aligera la carga durante la jornada y todo dolor es pasajero. La palabra amor quiere decir vida; amor y vida son mi doctrina. 36. Tres cualidades son necesarias en mis discípulos para llegar a transformar su vida; la primera es escucharme, la segunda, entenderme y la tercera practicar mi enseñanza. 37. Si os apartáis del torbellino de vuestra vida y venís con el pensamiento más claro, mi palabra será luz para vuestro entendimiento; pero venís aturdidos por la lucha y por vuestras obras que no siempre son las que el Padre os ha mandado hacer. Precisamente vengo a recordaros la obra que habéis dejado pendiente o en olvido. La obra espiritual que olvidasteis al nacer o después de nacer. 38. Vuestra vista ha llegado a recrearse inmensamente cuando veis en el alba la salida del sol en todo su esplendor; no sabéis cuál será el gozo del espíritu cuando llegue a contemplar la aparición de mi luz divina como un sol de amor infinito. 39. ¡Ah, sí supieseis despertar vuestros sentidos internos para contemplar al que os está esperando y que lleváis con vosotros! Cuán grande será la sorpresa de los que, buscándome por tantas sendas, un día me descubran en sí mismos. 40. Escuchad, una fuente de agua cristalina tendrá que reflejar fielmente la luz del sol, mientras que otra de aguas turbias no podrá reflejarla con la misma pureza. Así es vuestro espíritu; a vosotros toca limpiar la fuente y llenarla luego de agua transparente. 41. El reino de los cielos no podrá ser vuestro en un momento; es necesario llegar a él paso a paso. La luz del sol no invade la tierra de pronto, va apareciendo lenta y suavemente, sin violencia, hasta despertaros de vuestro sueño con dulzura. Así debe ser vuestro despertar espiritual. 42. Discípulos, quiero hablaros de María, mi Madre en cuanto hombre y Madre espiritual de vosotros. 43. Es menester que el corazón humano conozca a fondo el precioso mensaje que su Espíritu trajo al mundo, y entonces, conociendo toda la verdad, borréis de vuestro corazón todo el culto idólatra y fanático que a Ella habéis consagrado, y en cambio, le ofrendéis vuestro amor espiritual. 44. El mensaje de María fue de consuelo, de ternura, de humildad y esperanza. Hubo de venir a la tierra para dar a conocer su esencia maternal, ofreciendo su seno virginal para que en él encarnara el Verbo; mas no terminó su misión ahí. Más allá de este mundo estaba su verdadera morada, aquella desde la cual Ella puede extender un manto de piedad y de ternura sobre todos sus hijos, desde donde puede seguir los pasos de los perdidos y derramar su consuelo celestial en los que sufren. 45. Muchos siglos antes de que María descendiese al mundo a cumplir un divino destino, encarnando en una mujer, un profeta de Dios la anunció; por él sabíais que una virgen concebiría y daría a luz un hijo, el cual sería llamado Emanuel, es decir, Dios con vosotros. 46. En María, mujer sin mancha, en quien descendió el Espíritu de la ternura celestial, se cumplió la divina promesa anunciada por el profeta. 47. Desde entonces el mundo la conoce, y los hombres y los pueblos pronuncian con amor su nombre y en su dolor la buscan como Madre. 48. Madre de dolores la llamáis, porque sabéis que el mundo clavó en su corazón la espada del dolor, y de vuestra mente no se aparta aquel rostro doliente y aquella expresión de tristeza infinita. 49. Hoy quiero deciros que apartéis de vuestro corazón esa eterna imagen del dolor y en su lugar penséis en María como la Madre dulce, sonriente y amorosa que trabaja espiritualmente ayudando a todas sus criaturas a elevarse por el camino trazado por el Maestro. 50. ¿Veis cómo la misión de María no se concretó a la maternidad en la tierra? También su manifestación del Segundo Tiempo no fue única, sino que a Ella le está reservado un nuevo tiempo, en el que hablará de Espíritu a espíritu a la humanidad. 51. Mi discípulo Juan, profeta y vidente, contempló en su éxtasis una mujer vestida de sol, una virgen radiante de luz. 52. Esa mujer, esa virgen, es María, la que volverá a concebir en su seno, no a un nuevo Redentor, sino a un mundo de hombres que en Ella se sustenten de amor, de fe y de humildad, para seguir las divinas huellas de Cristo, el Maestro de toda perfección. El profeta vio como aquella mujer padecía como si fuese a dar a luz, y ese dolor era el de la purificación de los hombres, el de la expiación de los espíritus; pasado el dolor, la luz se hará en los hombres y la alegría llenará el Espíritu de vuestra Madre Universal. 53. Hoy, venid a Mí, discípulos amados, venid a tomar el lugar que os corresponde; y vosotros, párvulos, también sed Conmigo; hoy que dais vuestros primeros pasos, iniciad el camino de evolución. Al que viene por primera vez a escuchar mi palabra y busca el consuelo para su corazón y la luz para su espíritu, le recibo, y a todos les doy la bienvenida. 54. Os llamo bienaventurados, porque en este tiempo de materialismo en que vive la humanidad, os levantáis buscando mis huellas, cerráis vuestros oídos a las murmuraciones y sólo os trae la esperanza que en Mí habéis puesto. Así como os miro ahora, inocentes y limpios, quiero contemplaros siempre. Y así como os recibo en este día en que sentís mi paz, así os recibiré siempre. 55. Se duele mi Espíritu al contemplar que no todos se preparan de igual manera. Hay algunos que no tienen fe; otros, creyendo, no están dispuestos a afrontar la lucha que se aproxima. Algunos, en su egoísmo, no se sienten unidos a sus hermanos y se han dividido, y os digo: Sólo el amor os hará fuertes y la fe os salvará. Velad siempre para que no seáis sorprendidos. 56. Despertad, los que aún dormís, mirad la luz que está iluminando al mundo y preparaos para que reconozcáis mi venida en este tiempo. Muchos hermanos vuestros querrán apartaros de este camino, ofreciéndoos bienestar en la vida terrestre y adelanto para vuestro espíritu, más en ellos no habrá amor, ni sinceridad, y Yo os pregunto: ¿Quién podrá en el mundo daros la verdadera paz en este tiempo? Las naciones que dicen haber vuelto a la paz, no se han perdonado, los gobernantes no se han reconciliado, por lo tanto, no han puesto los cimientos de una paz duradera. 57. Antes de venir a escucharme, navegabais en una frágil barquilla, vuestra fe flaqueaba. Eran muy pobres las enseñanzas espirituales que habíais recibido, y no tenía vuestro espíritu la tranquilidad y la alegría que habéis experimentado al oír mi palabra. Si os sentís heridos en vuestras creencias, no calléis por temor, confesad que sois mis discípulos; porque si vosotros que me habéis oído, calláis, entonces las piedras hablarán, los elementos de la naturaleza darán testimonio de estas enseñanzas. No quiero ver en vosotros la cobardía que os haga negar cuanto os he entregado, porque si lo hacéis, habrá mucho dolor en vuestro corazón. Si los que se han acercado a vosotros enfermos y menesterosos, al sanar os desconocen, no lloréis, gozad pensando que habéis cumplido con vuestro deber y que ellos han calmado sus penas. Muchos, después de haberos negado su gratitud, os buscarán y reconocerán vuestros dones. 58. Sólo el que tiene fe en Mí puede hacer prodigios. Y Yo me sirvo de los que así creen para conceder beneficios a los que me piden pruebas. Quiero mirar en vosotros el amor, el verdadero amor que ha de restaurar todas las fuerzas y devolver la gracia a la humanidad, enseñando a los hombres a amarse los unos a los otros. 59. La luz de mi doctrina iluminará al mundo. Mi potestad será manifestada por mis labriegos, y así como han sido muy grandes las penalidades, más grandes serán los prodigios que haré entre mis hijos. 60. Si os preparáis, os maravillaréis de mis obras e iréis escalando paso a paso la cima de la perfección. 61. Juventud, orad y practicad mis leyes, porque quiero servirme de vosotros. No encadenéis a vuestro espíritu con las falsas grandezas del mundo. Sed libres, con esa libertad que concedo al hombre dentro de mis preceptos. No sembréis el dolor para que no recojáis esa simiente. 62. A vosotros, padres de familia, os digo: Guiad a vuestros hijos con amor, enseñadles la caridad, velad celosamente por su virtud, y así alcanzaréis la paz. 63. Velad por vuestros gobernantes y respetad sus determinaciones. He mantenido en paz esta nación, porque quiero que sea refugio para los corazones fatigados y un rincón de paz sobre la tierra. No dejéis que la guerra llegue a ella; mas si la llamáis, si así lo deseáis, que no se haga mi voluntad sino la vuestra; si es menester que conozcáis el rigor de las pruebas para sensibilizaros, para que así sepáis tener caridad del dolor ajeno, sea como vosotros lo pedís. Pensad que el elemento bélico sólo esperó vuestro llamado para presentarse a invadir comarcas y naciones. Mientras unos han pedido guerra, otros han orado por la paz del mundo. Esta nación ha compartido su pan y su vestido con aquellas que han atravesado grandes vicisitudes. He permitido que vuestra Tierra, pródiga en frutos, ofrezca su ayuda a los que carecen de ellos. 64. Muchos hombres poderosos en aquellas naciones se han contemplado menesterosos, confundidos con los que nada tienen, han tenido oportunidad de conocer la miseria y el dolor humano y han meditado en lo que significa la grandeza y las posesiones de la tierra. Estos, que no habían pensado en la vida espiritual, hoy se preparan y elevan su espíritu hacia Mí, porque el dolor les ha purificado. 65. Preparaos, labriegos, para el tiempo en que os ordene llevar este mensaje a otras comarcas y naciones. 66. Hoy venid y descansad, aquietad vuestra mente para que recibáis la palabra que proviene del Espíritu Santo. Es el Verbo que revela, aclara y explica la verdad a los hombres, que llenará de esperanza y consuelo a los corazones e inundará de paz a los espíritus. 67. El Consolador prometido es el que os habla, oh pueblo, es mi presencia en Espíritu la que viene a dar cumplimiento a la promesa que os hice en tiempos pasados. Al presentarme, me dais la bienvenida, multitudes, y al instante vuestro corazón comienza a hacerme presente sus amarguras y sus cuitas. 68. ¿Cuándo me haréis presente en lugar de aflicciones, vuestra satisfacción al decirme: Maestro, venid y complaceos con nuestras obras, venid y recoged las flores que han sido cultivadas en nuestro propio espíritu? Entonces penetraré cual si fuera un jardinero, me llegaré a vuestro corazón y de ahí recogeré cual si fuesen bellas flores, vuestros pensamientos y vuestras buenas obras. 69. El único Mesías, el único Rabí, es el que hoy os habla a través de estos portavoces; son hermanos vuestros los que os transmiten mi palabra. 70. Cada uno de mis hijos tendrá las tres virtudes que son esenciales para que sus palabras puedan llegar al corazón de la humanidad, estas son: el poder, el amor y la sabiduría. 71. Cuando visitáis uno, otros y varios recintos, cuando a través de sus portavoces escucháis la misma palabra, se llena de gozo y de fe vuestro corazón y tomáis aquella lección como una verdadera prueba de que aquellas congregaciones se encuentran unidas a través de su espiritualidad. Cuando llegáis a presenciar una manifestación deficiente, tenéis la sensación de que os han herido en vuestro corazón y comprendéis que allí no hay, o no se manifiesta la unidad que debe existir en este pueblo. 72. Esa es la verdad, no todos se aman en mi obra, aun cuando se encuentran en ella, ni todos la han llegado a comprender, por lo cual puedo deciros que unos son de mi obra y otros hacen la suya. 73. Los que me vienen siguiendo por amor, aman mi palabra, porque saben que ella les corrige sin que llegue a herirles y les señala sus defectos, sin que les delate. Eso los hace que perseveren en el perfeccionamiento de sus prácticas. 74. Los que en lugar de tratar de alcanzar ese perfeccionamiento, lo que persiguen es únicamente la adulación, la superioridad, el halago o el medio de qué vivir, en lugar de buscar el perfeccionamiento del espíritu, esos no resisten mi palabra cuando les señala sus defectos; entonces tienen que crear una obra distinta a la mía, en donde sean libres para hacer su voluntad. No han llegado a comprender que lo único que deben hacer las multitudes en el tiempo que dure mi manifestación, es escucharme con la mayor elevación, para después poder analizar mi mensaje. 75. Después de tanto como os he hablado, ¿Qué es lo que habéis llegado a comprender? Muy poco, porque os habéis distraído con tantas prácticas materiales que no os enseña mi doctrina y aun os habéis confundido ante las diversas interpretaciones que le vais dando a las enseñanzas que habéis recibido. 76. Esta es la oportunidad de aprender una lección que jamás os podrá dar la tierra; en los libros humanos podréis llegar a conocer la ciencia material, más la divina que os habla de la vida eterna, sólo el Verbo que es el libro de la verdadera sabiduría, os la podrá enseñar. 77. Y este consuelo, esta piedad, esta comprensión, en una palabra, este amor que hoy derramo en vosotros, es lo que no podrá daros el mundo. Cuando estáis tristes, tiernamente recojo vuestras lágrimas, cuando os tortura una pena, me acerco para aliviarla. Tengo la misión de salvar a la humanidad y de redimir hasta el último de los hombres; no os extrañe, que de vez en cuando venga a llamar a vuestras puertas para solicitar que me deis albergue. 78. Bienaventurados los que al oír mi llamado tengan en su corazón el presentimiento de mi llegada y me digan: Pasad a mi humilde casa, oh Señor, es la vuestra; porque en ella os entregaré mi mensaje. 79. Mañana, muchos de vosotros seréis enviados a otros países y naciones, ocupando el lugar de mis nuevos emisarios. Sabréis hablar Conmigo para después transmitir mi lección a vuestros hermanos, con palabras que serán de paz, sabiduría y fraternidad; de vuestras manos brotará el bálsamo de salud y de consuelo capaz de levantar a los muertos, vuestros ejemplos irán despertando a muchos de mis hijos para que puedan seguirme, animados por vuestro ejemplo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 141 1. Pueblo: veo vuestra lucha y vuestros esfuerzos, contemplo también vuestra paciencia para sufrir, cumpliendo con las lecciones de mí doctrina. La lucha está en todos los caminos que tiene que recorrer el hombre; comprended que no sólo vosotros la tenéis. Ahora más que nunca debéis de ser fuertes. Velad y orad y al rayar cada alba estad Conmigo y os iluminaré en ese instante, para que mi luz os acompañe en todas las obras que vayáis a ejecutar en ese día. 2. No importa que no tengáis palabras o ideas para formar una oración; a Mí me basta con que elevéis vuestro pensamiento hacia el infinito, porque sabré interpretar el lenguaje de vuestro corazón. 3. La lucha espiritual de este tiempo, la miráis reflejarse en muchos hogares. Matrimonios que no comparten las mismas ideas; unos, en los cuales me siguen el varón, otros en los que es la mujer la que arrastra todo por seguirme llena de fe, mientras el compañero la hiere a cada paso con sus burlas y su incredulidad. Muchas veces al estar juntos en su alcoba, sus espíritus viven distantes uno de otro. Las atenciones y la ternura de otras veces, han dejado paso a las palabras violentas y a las frases hirientes; entonces la flama de la fe, que arde en el corazón, se estremece azotada por la tempestad de las pasiones y de los sentimientos exaltados. 4. Hay hogares en los cuales a los hijos, a unos en su niñez y a otros en su juventud, les impresiona el ser testigos de esta lucha entre sus padres, y también sienten que en su corazón se levanta la inquietud, la duda, y se preguntan: ¿A quién es al que debo darle la razón? ¿Quién será el poseedor de la verdad? ¿A quién de ellos es al que debo seguir y por cuál consejo debo guiarme? 5. Esta lucha es amarga y dolorosa, pero tenía que surgir entre vosotros, porque no estabais preparados para comprender mis nuevas lecciones. Lo mismo aconteció en el Segundo Tiempo en el seno de las familias, porque mientras unos de sus miembros daban la vida asegurando que Jesús, el Cristo, era el Mesías, otros le negaban toda verdad y anhelaban ver que se exterminara su doctrina. 6. A vosotros que venís a escucharme que tenéis en vuestro hogar esta batalla, os digo que llevéis de mi doctrina la luz, para que tengáis el tacto necesario para obrar atinadamente; que en vuestro corazón haya caridad; que la inteligencia y el amor de vuestros actos os guíen en vuestro hogar; que toméis fortaleza en mi palabra para que tengáis paciencia en la dura prueba que constituye vuestra restitución. 7. No temáis, porque si sabéis cumplir en la forma que os estoy enseñando, veréis obrar prodigios entre los vuestros, y habrá veces, en que los más reacios, en que los más incrédulos lleguen a ser después los más fervientes. Toco a esos corazones concediéndoles la prueba que les es necesaria para poder creer. 8. No lloréis, pueblo, apurad con amor esta prueba, que la paciencia y la fe con que la soportáis serán vuestro galardón. 9. Concluid por comprender que todos amáis a un mismo Dios y no riñáis por la diferencia de forma en que unos y otros lo habéis venido haciendo. Es menester que lleguéis a comprender que hay seres en los que las creencias, las tradiciones y las costumbres han echado raíces tan hondas, que no será fácil arrancarlas en el primer momento en que les doctrinéis. Tened paciencia y en el transcurso de los años lo lograréis. 10. Hay quienes me escuchan una vez, y desde ese instante se entregan a Mí plenos de fe; en cambio hay otros, que vienen en busca de mi palabra, una, otra y muchas veces más, sin llegar a sentir esa iluminación interior. Eso se debe a que no todos los espíritus marchan al unísono, porque mientras unos están ya a punto de sentirme, otros aún necesitan evolucionar más y fortalecerse con las pruebas que purifican al espíritu, para comprender mis revelaciones. 11. El espiritualismo está provocando una batalla mundial entre las ideas, creencias y los cultos. Pero después de esta lucha, esta doctrina traerá a los hombres la bendita paz que tanto necesitan y hará que brille sobre todos los espíritus el sol de mi divina justicia. 12. Esta etapa de luz, que eso ha sido mi comunicación espiritual, pasará desapercibida para muchos; sin embargo, señales y sucesos demasiado claros quedarán como una huella imborrable que venga a marcar dos importantes acontecimientos para la humanidad: el principio y el final de mi comunicación, para que los hombres estudien, investiguen y por fin lleguen a aceptar que el Señor estuvo una vez más entre ellos. Prepararé a mis hijos para que formen el libro que contendrá mis cátedras y lecciones, el cual llegará a ser un torrente de agua cristalina, un río de vida que venga a calmar la sed de espiritualidad y el ansia de luz de esta humanidad. 13. Ahora que han pasado sobre vosotros dos eras y se inicia la tercera, vengo en Espíritu en busca de vuestro fruto, y en el silencio de vuestro corazón escucho que me decís: Padre, qué poco podemos presentarte de bueno y cuán poco hemos adelantado en el camino. Ya es corto el tiempo en que os seguiré hablando bajo esta forma y debéis apresurar vuestro paso y mejorar vuestras obras, porque las congregaciones están pendientes de vuestro ejemplo; las multitudes están dispuestas a seguiros e imitaros, pero debéis testificar con vuestras obras de amor para ser creídos. 14. Estudiad a fondo mis enseñanzas y analizad mis órdenes, para que llegado el instante os levantéis en pos de los caminos que os señale vuestra misión y podáis hacer salir de su letargo a los que se hayan estacionados, y a la vez podáis salvar al que se haya perdido en la encrucijada. Quiero que conozcáis el sendero antes de andarlo. ¿No os he dicho que mi palabra es el camino? Pues oídme y estudiad. 15. Nadie vaya a levantarse trazando el camino a su voluntad, ni creando leyes o alterando mis mandatos, porque irá al abismo junto con los que seduzca. 16. Si tenéis el convencimiento y la fe de que sois el pueblo del Señor, que tiempo ha cruzado por el desierto de esta vida, no olvidéis ni un instante la ley, no seáis infieles a vuestro Padre, ni perdáis la ruta que conduce a la meta que persigue vuestro espíritu, aquella que llamáis la “tierra prometida” y que es la morada de la luz perfecta donde vuestro Padre os espera. 17. ¿Quién puede decir que es débil cuando recibe a cada instante mi fortaleza? ¿Quién puede decir que tiene hambre, cuando tantas veces se ha sentado a comer en mi mesa el pan de la vida verdadera? Todos tenéis heredad, dones, y si os sentís a veces débiles o pobres, es porque aún tenéis escasa vuestra fe. Reacia es vuestra carne para dejar manifestar cuanto de bueno trae el espíritu, pero en cambio, cuán fácilmente deja reflejar las malas inclinaciones o las insanas tendencias que el espíritu alberga. Comprobad esto en los niños, quienes por sí solos rasgan el velo de su inocencia, o se muestran rebeldes ante las buenas acciones. No todos los que vuelven a la tierra llegan purificados; hay quienes necesitan beber los más amargos cálices que la vida ofrece en sus lecciones, y soportar las más duras pruebas para que se dobleguen, se dulcifiquen y se conviertan. 18. El mundo va a estremecerse con la luz de mis nuevas revelaciones y los hombres conocerán la verdad. 19. Cuando os hablo como Padre, es el libro de la ley el que se abre ante vosotros. Cuando os hablo como Maestro, es el libro del amor el que muestro a mis discípulos. Cuando os hablo como Espíritu Santo, es el libro de la sabiduría que os ilumina con sus enseñanzas y que forma una sola doctrina, porque proviene de un solo Dios. 20. Ya está próximo el día en que cesará esta comunicación; por eso derramo mi palabra extensamente para que el pueblo quede fuerte y preparado. 21. Todos podéis decir que en este tiempo me habéis visto, unos con el corazón, otros con la mente y otros con el espíritu. Cuando os habéis recreado con mis enseñanzas divinas, me habéis visto, cuando asistís al cumplimiento de alguna de mis profecías, me habéis mirado, y cuando sentís en vuestro ser la presencia de las comunicaciones espirituales, me habéis contemplado. Me he dejado mirar bajo distintas formas, para que deis testimonio de mi venida en este Tercer Tiempo. ¿Creíais que la única forma de verme era con los ojos de vuestro cuerpo? Ante lo espiritual, vuestros ojos materiales son la forma más limitada de ver. ¿Pensabais que era indispensable verme en cuanto hombre, como me vio el mundo en el Segundo Tiempo, para que pudierais decir: Le he visto? No discípulos, el espíritu siente con mayor perfección que el corazón, la mente o los sentidos; y él es quien me ha comprendido. Mi palabra hace nacer a la verdad a unos, y a otros los resucita a la vida verdadera, porque el materialismo es muerte. 22. El libro del saber se abre para revelaros cuántos dones y atributos poseéis, muchos de ellos todavía desconocidos por vosotros. 23. Sabéis que he venido a entregaros una más de mis lecciones, para después enviaros a dar la buena nueva a la humanidad; ¿Esperáis penetrar en el corazón de alguno de vuestros hermanos, sin saber lo que es corazón y lo que es espíritu? Cuánto tiempo hace que fuisteis heredados por el Padre y aún no sabéis lo que posee vuestro espíritu; pero ha llegado por fin la era de la espiritualidad para la humanidad: todo lo ignorado será conocido, lo oculto saldrá a la luz y todo misterio quedará aclarado, porque el Espíritu de Verdad se está derramando sobre todo espíritu y toda carne. 24. Cuando los hombres sepan espiritualmente, quiénes son y conozcan su origen, no tendrán lágrimas suficientes para llorar las faltas que por ignorancia y orgullo, su reaciedad les hizo cometer; pero después de la purificación, mi manto de perdón cubrirá al mundo y empezará una nueva era. ¿No creéis que cuando se haga la luz en la vida de los hombres y les ilumine su conciencia, habrá un cambio en su vida? Sí, porque las tribulaciones, las guerras, todo lo que aflige a unos y pierde a otros, es por falta de luz espiritual, esa que podéis llamar conciencia, justicia, amor. 25. Oh pueblo, ya se acerca el día en que voy a dejar de hablaros en esta forma; aprovechad mis enseñanzas para que podáis resistir los torbellinos que os amenazan. Los hombres llegarán hasta vosotros para pediros pruebas de que hablasteis con Jesús y que de El recibisteis sus lecciones. 26. Vais hojeando el libro de mi enseñanza en el cual están escritas la ley, las profecías y mi palabra dada a través de los tiempos; todo quedará al final grabado en vuestro espíritu. Esta es la heredad que os dejo. Probad, experimentad y estudiad mi obra, analizadla; cuando hayáis descubierto y conocido su esencia, os sentiréis inmensamente amados por el Padre y vosotros también me amaréis. 27. Si por haber acudido a mi llamado, vuestros hermanos murmuran, cerrad vuestro oído y callad, son inocentes; más si tomaseis esta causa para juzgarlos, ay de vosotros, porque ya habéis sido iluminados por la luz de vuestra conciencia y sabéis lo que hacéis. 28. Yo soy el juez de todo espíritu y sé quién me ama en verdad. No todo aquel que me dice Padre, está Conmigo; muchos de los que pregonan que son mis escogidos y que me están sirviendo, no me han comprendido. Vosotros podréis engañaron unos a otros, más a Mí, ¿Quién podrá engañarme? 29. Os he enseñado la igualdad, el amor, la humildad; si vuestro destino aparentemente es diferente, la finalidad que he señalado a todos, es la misma. 30. Guiaos por vuestra conciencia, ella os hablará siempre con justicia; y sabréis si estáis dentro de la ley, si habéis hecho actos dignos de ofrecerlos a vuestro Padre. Yo amo lo puro y si queréis agradarme, sed 31. Llegará un tiempo en que el mundo os hará cargos, os pedirá obras poderosas que hablen de vuestros grandes dones, y si no estáis preparados, muchos me negarán como Pedro y dirán que jamás me oyeron, que no me conocían, y vosotros sabéis que por mucho tiempo mi palabra ha sido vuestro alimento y consuelo. 32. ¿Qué me habéis pedido, que no os haya concedido? Muchas pruebas de amor os he dado para alentar vuestra fe. Bienaventurados los mansos y humildes, que saben aceptar con conformidad las pruebas de su vida sin desesperar. 33. Analizad mi palabra, sentidla y practicadla, para que vuestra fe sea más firme cada día. 34. Abrid las puertas de vuestro corazón y de vuestro entendimiento. ¿Con qué obras venís a glorificarme? Todos calláis, calla el espíritu, y también la materia calla ante mi presencia; doblegáis vuestra cervís y os humilláis. No quiero que mis hijos se humillen ante Mí, quiero que sean dignos de levantar su faz y contemplar la mía, porque no vengo en busca de siervos, ni esclavos, no vengo en busca de criaturas que se sienten proscritas, desterradas. Vengo a mis hijos a quienes enseñé el camino de la redención por medio de la sangre del Cordero Divino, para que al escuchar mi voz de Padre se arrojen en mis brazos. 35. He aquí que llego a la casa de Jacob y sólo contemplo temor dentro de ella, espero encontrar fiesta y sólo existe silencio. ¿Por qué, pueblo? Porque vuestra conciencia os reclama vuestras faltas e impide que a mi llegada experimentéis alegría. Es que no os habéis amado, es que no habéis trabajado, como Jesús os enseñó. 36. Os ha faltado preparación espiritual, para presentir la sombra de dolor que os acecha, y es menester que vuestro Padre se materialice y hable en vuestra lengua, para que podáis saber que la guerra avanza, que cada vez sus armas son más fuertes y que frente a ella, el ángel de la paz solloza. 37. Cabalgando en alas del viento, la peste avanza instante por instante, y en el ambiente existen millares de seres que día tras día se agitan en los campos de odio y de cizaña y cuya turbación nubla vuestra mente y vuestro corazón. 38. Los elementos se desatan despertando de su sueño a los hombres de ciencia, pero estos obstinados en su grandeza, siguen su obra destructora entre la humanidad, mientras vosotros os olvidáis de orar, de cumplir con la misión que el Padre os ha confiado de amaros los unos a los otros. 39. Sabéis íntimamente que la misión de hacer paz, pesa sobre vuestro espíritu desde aquellos tiempos en que dije a Jacob: “He aquí que os daré una simiente numerosa en la cual serán benditos los pueblos de la tierra”. Por eso calláis delante de Mí. 40. ¿Acaso creéis que las leyes del hombre os obliguen a cerrar vuestros labios, que he preparado para que deis testimonio de Mí? 41. No seáis hombres de poca fe; si os he escogido, es porque sé que podréis y sabréis servirme. 42. En este día os digo: Si las naciones quieren la paz, Yo la pongo al alcance de su mano; si aún quieren más guerra, la tendrán y por medio de ella, el cetro de mi justicia caerá sobre la tierra. 43. Si la humanidad, persiguiendo a mis nuevos discípulos, tratase de impedir que sanen a los enfermos y hablen de mi doctrina, se desatarán entre los hombres las enfermedades más extrañas; los hombres de ciencia enfermarán, de otros callará su lengua, muchos cegarán y a otros se les trastornará su cerebro. 44. Las puertas del más allá se abrirán y legiones de espíritus turbados asolarán comarcas y poseerán a los hombres. Entonces, ante la impotencia de los hombres de ciencia, se levantarán mis humildes labriegos dando pruebas de mi poder, por medio de las cuales muchos creerán. Ha mucho tiempo os he anunciado todas estas profecías, a pesar de lo cual permanecéis sordos y aun ciegos. Sois ingratos, tornadizos y veleidosos. 45. Es menester que os hable así, mas no toméis mi palabra de amor confundiéndola con un látigo. Yo os amo, venid a mis brazos para que sintáis mi calor, acercaos a Mí, para que sintáis la paz de mi reino. Sois los que a través del desierto me habéis buscado, sois los que habéis caminado siempre en pos de mi promesa. 46. ¿Estáis cansados de esta vida? Pues descansad un instante bajo la sombra de este árbol, decidme aquí vuestras cuitas y llorad en Mí. ¿Hasta cuándo estaréis por siempre Conmigo? Ya quiero contemplar la paz en todo espíritu. 47. Dejad que la alondra por ahora extienda sus alas sobre todo el universo, para que sintáis su paz y su calor. 48. Mujeres, sois vosotras las que con vuestra oración conserváis la poca paz que en la tierra existe, las que como fieles guardianes del hogar cuidáis que a éste no le falte el calor. Así os unís a María, vuestra Madre Celestial, para destruir toda tentación. 49. Varones, os he hecho señores en esta tierra, para que en ella me representéis. Es vuestro espíritu semejante al del Padre y vuestro cuerpo semejante al universo. No juzguéis la perfección de vuestro cuerpo por sus dimensiones, sino por la vida maravillosa que en él existe. En toda su perfección, el cuerpo es limitado, y llega el instante en que deja de crecer; sigue entonces desarrollándose la inteligencia y los sentimientos, hasta que la muerte la detiene para levantarse de ahí el espíritu y crecer sin fin en la eternidad. 50. Haced de vuestro hogar un segundo templo, de vuestros afectos un segundo culto. Si queréis amarme, amad a vuestra esposa y amad a vuestros hijos, porque también de ese templo brotarán grandes obras, pensamientos y ejemplos. 51. Todos sois en este tiempo ovejas de Elías, unos habitando en su aprisco, otros aún descarriados. La luz del Sexto Sello alumbra en este tiempo a todos los espíritus, así encarnados como desencarnados. Mientras en la tierra unos toman esta luz para adelanto o salvación de su espíritu, otros la toman para penetrar sin respeto en los misterios de la ciencia y descubrir nuevas maravillas. Son las manos profanas y desobedientes que aún cortan los frutos del árbol de la ciencia para envenenar el corazón de la humanidad. 52. Os digo en este instante ante Elías, que estáis viviendo la sexta etapa que la humanidad recorrerá en la tierra, como una imagen de uno de los siete peldaños que escalará vuestro espíritu en el más allá. 53. En la primera época, me representó en la tierra Abel; Noé en la segunda; en la tercera Jacob; Moisés en la cuarta; Jesús en la quinta; en la sexta que es la presente, Elías; y en la séptima reinará el Espíritu Santo. 54. ¿Qué habéis hecho de mis enviados? El primero cayó bajo el golpe de su propio hermano movido por la envidia. El segundo fue desconocido y burlado por las multitudes de incrédulos e idólatras. 55. El tercero vivió dando pruebas de mi poder, recibiendo en cambio a cada paso la ingratitud hasta de los suyos. 56. El cuarto hubo de romper las tablas de la ley por la poca fe de su pueblo a quien tanto amó. 57. El quinto, Jesús, habiendo sido anunciada su venida, no fue esperado, ni creído, ni amado, y después de entregar al mundo su mensaje de amor, recibió de los hombres la muerte más ignominiosa. 58. El sexto ha venido en espíritu en este tiempo; sin embargo, los dardos de la duda, la indiferencia y la mofa le persiguen. 59. Cuando el Séptimo Sello sea desatado y en vez de un enviado sea el mismo Espíritu del Eterno quien alumbre a los hombres, ¿Quién tratará de herirme o darme muerte? 60. Os hablo así para que mañana no seáis confundidos por teólogos. 61. Cada sello ha brillado en su tiempo y ha dejado su luz en el espíritu de mis hijos. Dispuesto estaba que en el Sexto Sello se escuchase en la tierra la voz del Verbo. 62. Pueblo, orad ante María; ella es la ternura divina hecha mujer en el Segundo Tiempo, pureza incomprendida por la humanidad materializada, virginidad que no puede ser analizada por la mente de los hombres y que sólo puede ser sentida por aquel que se purifique en sus sentimientos. 63. El manto de vuestra Madre Celestial ha hecho sombra al mundo desde la eternidad, cubriendo con amor a mis hijos que lo son de Ella. María, Espíritu, no nació en el mundo; su esencia maternal ha sido siempre de Mí. 64. Ella es la esposa de mi pureza, de mi santidad; es mi Hija al hacerse mujer y mi Madre al concebir al Verbo encarnado. 65. El Maestro os dice: Mucho os habéis ocupado de vosotros, y por lo mismo habéis olvidado a los demás; es menester que dejéis vuestra indiferencia al dolor y a las necesidades ajenas y os despojéis de vuestro egoísmo. 66. Cuando el dolor se presente en vuestro camino, preparaos a recibirle; cuando miréis muy cerca la prueba, orad como lo hizo Jesús en el huerto, la víspera de su muerte y decid como El: “Padre mío, si fuera posible apartar dé Mí este cáliz, pero antes hágase tu voluntad y no la mía”. Velad, mis hijos, que si os preparáis, Yo en muchas ocasiones apartaré de vuestros labios el cáliz de amargura. Más si la tuvieseis que beber, por vuestra conformidad y sumisión ante la voluntad divina os revestiré de fuerza para salir avante. 67. No olvidéis que el dolor purifica y que cuando es apurado con amor y elevación, no sólo lava las manchas propias, sino aun las ajenas. 68. Ofrecedme vuestro dolor y él no será estéril; ¡Cuánto dolor inútil ha habido entre la humanidad! Mas quien ha podido sufrir hasta el fin de su restitución y llevar su cruz, ha llegado a lo alto de la montaña cuando creía caer para siempre. 69. No ha alcanzado el mundo por vuestras oraciones y méritos en las pruebas, la paz que debería de recibir, porque cuando estáis bajo éstas, sólo pensáis en vosotros para lamentaros y rebelaros, en vez de orar al Padre y decirle: Si uno solo de mis semejantes puede alcanzar un átomo de paz por el cáliz amargo que yo apuro, con cuán satisfacción beberé hasta la última gota. Y el Maestro os dice: Quien así orase y sintiese, hará que su amor alcance a beneficiar a muchos de sus hermanos. 70. Pueblo, la paz aparente se ha hecho en las naciones, más vosotros no pregonéis que la paz ha llegado. Cerrad vuestros labios. La paz verdadera no podrá levantarse sobre cimientos de temor o de conveniencias materiales. La paz tiene que nacer del amor, de la fraternidad. 71. Los hombres se encuentran edificando sobre arena y no sobre roca, y cuando las olas vuelvan a agitarse, azotarán aquellos muros y el edificio vendrá por tierra. 72. He propuesto mi paz a los hombres a través de la conciencia, para decirles: Aquí estoy, pero ellos no han querido escucharme; a veces obran como niños y como necios. Os digo que obran como niños, porque no revelan en sus actos la luz que el espíritu recoge en una larga evolución; viviendo en el Tercer Tiempo, aún no se han dado cuenta de lo que significa la paz; si su espíritu se encuentra aletargado, con mayor razón lo está su corazón que no siente lo que es caridad, ni ha llegado a vibrar de amor por la humanidad; pero llegará a ellos un dolor más amargo que el ajenjo, por el cual despertarán y se sensibilizarán. No seré Yo quien ofrezca a los hombres este cáliz, porque no puede existir en Mí esa amargura. 73. Todo el dolor causado por los hombres, se reunirá en un solo cáliz que será bebido por los que lo originaron; y los que nunca se conmovieron ante el dolor, ahora se estremecerán en su espíritu y en su materia. 74. Se acerca esa hora, en que veréis que los pueblos se conmuevan ante acontecimientos extraños y sorprendentes. Sabréis de hombres que fueron grandes en el mundo y que abandonarán a sus pueblos y naciones, para buscar en el desierto, en la soledad, la paz con su conciencia; otros, que han sido notables por sus odios y por sus ambiciones, sorprenderán al mundo, porque de pronto sus bocas hablarán palabras de amor y de paz; será porque mi luz les envolverá y mi Espíritu hablará en sus labios. 75. ¿Ya estáis preparados para estos acontecimientos, para hallar solución y explicación justa a las preguntas y para llevar luz a las mentes turbadas o confundidas? 76. Ha mucho tiempo que os vengo preparando y aún no podéis ser los soldados de la paz. Mirad a las naciones; qué poco tiempo les basta para prepararse para la guerra y cómo conmueven hasta las entrañas de la tierra. Ved cómo la fuerza de sus odios hace sentir su influencia hasta los más apartados lugares, mientras vosotros no sois capaces de hacerles sentir la paz. 77. ¿Acaso es más fuerte el odio que el amor? ¿Es más potente la tiniebla que la luz? ¿Tiene mayor alcance el mal que el bien? No, mis hijos. 78. No os estoy reprendiendo, sólo os despierto con amor para deciros que no es difícil trabajar en la campiña de Jesús y que debéis perseverar en vuestra enmienda. Cuando por momentos lleváis el propósito de regeneraros, se recrea vuestro espíritu y siente más próximo a su Padre; más las tentaciones acechan vuestros pasos y os hacen caer. 79. Levantaos definitivamente, daos cuenta de que estáis viviendo un tiempo diferente al Primero y al Segundo, en el cual los elementos materiales y los espirituales se agitan por doquier. Es una batalla visible solamente ante quien se encuentra espiritualmente preparado, e invisible para quien no lo está. En este torbellino se agitan millones de seres humanos y espirituales, unos haciendo la luz, otros buscándola; unos sembrando tinieblas, otros huyendo de ellas. 80. ¡Ay de quien buscando la luz flaquease en este tiempo! Millones de ojos invisibles os contemplan para haceros caer, Yo quiero que vosotros seáis la buena simiente que llegue a invadir los campos donde haya crecido la cizaña. Como un mar que se desborda, así avanza el mal y envuelve corazón por corazón, sus aguas impuras penetran en los hogares, en el corazón de la niñez, en la mente de la juventud, en lo más puro de la mujer. Vuestras más nobles instituciones son profanadas; lo más sagrado también. Vosotros, entre tanto, ¿Qué hacéis? ¿También sois de los ciegos que no os dais cuenta? ¿Vais a encerraros en vuestro egoísmo para buscar un poco de paz para vuestro corazón, os vais a encerrar entre las cuatro paredes de vuestra alcoba para no dejar que hasta ahí llegue el estruendo de la guerra ni las lamentaciones de los hombres? 81. Vosotros no diréis que el Maestro no os habló en profecía, cuando veáis llegar el tiempo que os anuncio. Pero antes de que la paz se haga entre la humanidad, el fuego quemará la mala hierba de toda la faz de la tierra, las aguas desatadas lavarán y las nieves purificarán. 82. Alerta, discípulos. Estad preparados para que no os sorprendan porque seréis combatidos con palabras, con hechos y por medio de libros. Armas y calumnias se prepararán en contra de vosotros. También seréis testigos de una batalla de ideas, de doctrinas y teorías. Los teólogos tratarán de escrutar más allá de donde han escudriñado; los filósofos lanzarán al mundo nuevas ideas; los hombres de ciencia proclamarán su saber cómo la única verdad. Los fanáticos de las religiones se levantarán en bandos para lanzarse unos contra otros. 83. Ese será el tiempo para el que debéis estar preparados, porque vuestra voz será la única que se escuche serena y consciente. 84. ¿Ya veis cuánto os reclamo? ¿Ya miráis cuán pequeños sois y cuántas lacras e imperfecciones tenéis aún? Pues vosotros me serviréis y vuestra ofrenda será grata y fragante ante mi Divinidad. 85. El tabernáculo, el arca y la ley están en vuestro corazón. A vosotros, por humildes, os revelaré lo que los sabios no llegarán a comprender. 86. Pueblo, en este tiempo volvisteis como el hijo pródigo a la casa del Padre, os he recibido y os he dicho: Sois el primogénito, más en vuestra ausencia se disgregaron los demás hermanos. Me quedé solo y en mi soledad he llorado, ahora habéis vuelto y os digo: Sentaos a la mesa, ahí están los panes, los frutos y el vino. En la alcoba están las herramientas de labranza. Vosotros entonces, habéis llorado vuestra ingratitud y desobediencia, reconociendo que habéis sido el paria entre otros pueblos que no recibieron lo que vos, habéis rogado que os fueran devueltos vuestros dones, y vuestro caudal os ha sido devuelto. 87. Os he hecho reconocer que en la desunión de la humanidad tenéis grande responsabilidad; entonces os he confiado una espada de amor para que con ella dobleguéis a aquellos que motivan guerras fraticidas y les traigáis ante mi presencia. 88. Vuestra misión es de paz, de fraternidad y espiritualidad. No vengo a reclamar a vuestro corazón sus obras presentes, sino a recordar a vuestro espíritu su pasado, y darle a comprender la sublime misión que le espera en la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 142 1. Mi amor desciende a vosotros, para pediros el cumplimiento de los mandatos que os he enseñado a través de vuestra existencia. Contemplo que estáis llenos de gracia, ungidos y preparados para el cumplimiento de vuestra misión y quiero recoger los frutos de la simiente que os he entregado. Quiero gozar con vuestra humildad y buena voluntad. Si os he ofrecido que el mundo será lleno de gracia y bendiciones por vuestra intercesión, es porque os he dado potestad para que podáis ver multiplicarse vuestras buenas obras más allá de esta tierra; por vuestra intercesión alcanzarán luz los espíritus necesitados. Porque en verdad os digo, que no sólo este mundo atraviesa por una era de dificultades y pruebas para su purificación, sino que también en otros valles hay restitución y dolor. 2. Asimilad mi enseñanza, sentid mi palabra; así como es dulce y amorosa, es también severa; debéis comprenderla y analizarla. No dejéis que esta semilla sea llevada por el viento sin que germine en vuestro corazón, porque mañana va a haceros falta. ¿Qué esperáis para normar vuestra vida en la práctica de mis mandatos? No esperéis que las pruebas os toquen, porque sería muy doloroso para vosotros; hacedlo por amor y convicción, cumplid con el precio que os dice: “Amaos los unos a los otros”. 3. Aprovechad este tiempo en que os estoy hablando con suma claridad y dejad que os guie. Pensad que vuestro porvenir será de paz, si cumplís con mi ley. 4. Penetrad en vosotros mismos, examinaos a la luz de vuestra conciencia y veréis que os hablo con justicia, que no vengo a sembrar el terror, sino que os prevengo para que viváis alerta. 5. Mi palabra es alimento para el espíritu. Os he hablado en todos los tiempos; en el presente, sirviéndome de vosotros mismos, he dejado este mensaje para la humanidad. Estoy velando por el mundo mientras él duerme. He aparecido ante vosotros, y así como en el Segundo Tiempo, en el día de mi resurrección ascendí ante mis discípulos y me miraron partir en Espíritu, así vengo ahora a vosotros, lleno de gloria para juzgar a todos los seres. 6. Hoy mi luz baña a toda la humanidad. De naciones y comarcas, vendrán vuestros hermanos a esta tierra en busca de mi palabra, cuando tengan noticias de estas enseñanzas. En ese tiempo ya no me comunicaré por el entendimiento humano como hoy lo hago, y vosotros, los fieles, os enseñaréis a elevar vuestro espíritu para hacer comunión Conmigo y a todos mostraréis mi palabra impresa y el testimonio que de mi enseñanza habéis recogido. Les diréis que no me hice hombre, sino que vine en Espíritu y así he quedado entre vosotros eternamente. 7. Hoy que conmemoráis mi pasión, os digo que he ido una vez más al calvario, que mi pasión se renueva a cada instante, que la guerra, el pecado y el materialismo forman una cruz de afrenta para vuestro Dios. Vosotros, los que hayáis comprendido mi palabra, os uniréis a Mí en una gran lucha contra el pecado. Los ejércitos espirituales han entablado su batalla, a ellos os uniréis. 8. Las pruebas despertarán al mundo. La buena nueva llegará a todos y sabrán que he venido a dejar un testamento más y a juzgar su obra. 9. No quiero que los que me habéis oído lloréis más tarde, por no haber comprendido mi manifestación divina. Orad, y en vuestra oración recibiréis la luz para penetrar en esta nueva revelación que os estoy entregando. 10. Os concedo el don de la paz; si permanecéis preparados, la esparciréis en vuestros pensamientos y obras. Estos tiempos preciosos en que os reunís para elevar vuestro espíritu y habitar las regiones espirituales desde donde conversáis Conmigo, no volverán. Tampoco volveréis a escuchar mi palabra por el conducto humano, después del tiempo señalado por Mí. 11. Velad y orad y veréis cumplida mi palabra. 12. Os estoy entregando una nueva lección; cada una de ellas viene a prepararos para el cumplimiento de vuestra misión. Vais comprendiendo que no vinisteis a la tierra tan sólo para conservar vuestra envoltura, para acumular o labraros honores. No sois menesterosos en el camino de la vida. Si os habéis creído pobres, es porque no habéis sabido mirar lo que en vuestro espíritu lleváis. ¿Será menester que perdáis cuanto poseéis, para que sepáis aquilatar lo que teníais? No, mis hijos, es mejor que hoy que poseéis vuestros dones, tengáis conocimiento de ellos para que los utilicéis en beneficio de vuestro espíritu. 13. Si os parece extraña mi doctrina, os digo que vosotros sois los extraños, porque tanto Yo como mi ley, somos inmutables y eternos. Cada vez que vengo a vosotros os encuentro más distantes, más manchados y por lo tanto, más extraviados del camino. ¿Os parece nueva la forma en que ahora me comunico con vosotros? No es nueva. ¿Acaso queríais que mi voz se hubiese escuchado en el infinito sin mediación de hombres? Tampoco esa forma sería nueva; ya que en el Primer Tiempo hice oír mi voz ante el pueblo congregado en las faldas del monte Sinaí y, ¿Qué fue de aquel pueblo al escuchar así la voz de su Padre? Que sus oídos, su corazón y su mente fueron impotentes para recibir aquella manifestación de poder, al grado de tener que tapar sus oídos para no escuchar, y de pedirle a Moisés que intercediera ante Jehová para que cesara de hablar, porque su voz era como el estruendo de la tempestad. Mi voz en aquel tiempo descendió de mi Espíritu a vuestra materia, mientras que ahora, os estoy preparando para que os elevéis hasta donde os espera mi amor de Padre y me escuchéis de espíritu a Espíritu. 14. A pesar de que en todo tiempo me he manifestado lleno de claridad, por su materialismo el hombre ha dudado. Ahí mismo en el Sinaí, bajo las sublimes pruebas y manifestaciones que al pueblo dio su Señor, aquellos corazones dudaban, flaqueaban y a cada paso estaban dispuestos a volver la espalda al Padre; en cada flaqueza del pueblo se manifestó la caridad del Señor y al final sólo su verdad resplandeció. 15. Si os hablo de mi manifestación en cuanto hombre, tendré que deciros, que a pesar de haber sido anunciada mucho tiempo atrás, el mundo se encontraba durmiendo y no supo reconocerme. Desde que Jesús abrió sus ojos en este mundo, hasta el instante de cerrarlos, estando pendiente en la cruz, mi corazón fue herido en toda su jornada por la duda de los hombres. 16. Dudaban de la Divinidad de Jesús, juzgándolo por su humildad, por la pobreza de sus vestiduras y su carencia de poder material y de caudales de la tierra; y todavía en su agonía, la duda de aquellos hombres se clavaba en el corazón de Jesús, como si fuesen dardos cada una de sus preguntas: ¿Cómo es posible que su cuerpo sangre siendo Dios? ¿Cómo es posible que muera el Hijo de Dios? 17. Dos mil años han pasado para que algunos comprendieran esas lecciones, y muchos más tendrán que pasar para que todos las comprendan. 18. Si ahora alguien dijera que he llegado por sorpresa, no os dice la verdad, porque Yo os anuncié mi nueva venida y os predije las señales que os daría; pero si estabais durmiendo cuando os di las señales, ¿Cómo podríais advertirlas? 19. Así como en el Segundo Tiempo mi presencia no fue en la misma forma que en el Primero, también en esta era mi manifestación es diferente, siendo la misma doctrina. Siempre he anunciado mi llegada con siglos de anticipación, para encontraros preparados, para no encontrar vuestra casa en desorden y causaros vergüenza con mi visita; he querido que a mi llegada todo lo tuvieseis dispuesto, para que al llamar a vuestra puerta pudierais decirme como las vírgenes de mi parábola: Pasad, Maestro, bienvenido seáis a vuestra casa. Mas ha sido vuestra duda la que ha salido a recibirme, duda por la forma de mis manifestaciones y de mi comunicación, duda ante los prodigios que os concedo, los cuales los llegáis a atribuir a poderes maléficos, duda ante la pobreza y humildad de mis nuevos servidores y de los sitios en que me estoy manifestando; mas sé que después de la partida de mi manifestación, vendrá la fe y la comprensión de ella, como aconteció en los tiempos pasados, a pesar de vuestra frialdad, de vuestra duda y de vuestro materialismo. 20. Vengo a vosotros porque os amo, porque sabía que en el tiempo de mi nuevo manifestación os había de encontrar como rebaño sin pastor, como a enfermos sin doctor y como a párvulos sin maestro. Vengo a preparar una porción de la humanidad para que sea la que siembre la buena semilla en las nuevas tierras, porque habéis entrado en una nueva era, la de la espiritualidad. 21. Desde ahora hasta 1950, aprovechad mi palabra que como manantial se derrama desde los cielos sobre vuestro corazón, almacenadla para que podáis entregarla en abundancia después de mi partida, fortaleceos en mi doctrina para que vuestro ánimo no vaya a flaquear; mirad que habrá quienes tengan que responder de esta enseñanza ante los tribunales; vosotros os concretaréis a decir con toda verdad lo que os enseñé. Después de 1950 vuestra memoria se aclarará para recordar mis enseñanzas, mas también recibiréis por revelación nuevas y desconocidas lecciones. 22. Alguien desde el fondo de su corazón me está diciendo en este instante: Señor, ¿Por qué no hacéis en mi camino aquellos prodigios que hicisteis en los días en que comenzaba a seguirte, si ahora me encuentro más preparado y tengo más fe? Es que no habéis sabido observar. Tampoco estoy haciendo ahora los prodigios que hice en el Primer Tiempo; aquel tiempo fue el de vuestro despertar a la vida del espíritu, fue de pruebas y milagros materiales; hoy es tiempo de prodigios espirituales; ¿Cómo había de ser posible que vuestro espíritu estuviese siempre a la misma altura y que os viniese a repetir la misma lección? 23. Cuando llegasteis a mi presencia a escuchar mi palabra, hice prodigios sorprendentes para alentar vuestra fe; hoy, que ya tenéis esa luz; ¿Por qué seguís exigiendo lo que sólo corresponde a los débiles? Ahora toca a vosotros hacer con vuestros hermanos lo que Yo hice con vosotros. 24. Hoy os enseño mi ley y os digo: Mi paz sea con vosotros, así como la pureza en vuestros pensamientos, para que escuchéis lo que el Verbo os dice en este día. Paz traigo a los hombres que en la tierra restituyen, con amor unos, con dolor otros. Vengo a poner al descubierto ante vuestros ojos aquellas lacras del espíritu, que vuestro corazón no conoce, para que las lavéis con paciencia. También os hago sentir la gran responsabilidad que ante mi obra habéis contraído. 25. En manos humildes y sencillas, pero celosas, he puesto mi obra en el Tercer Tiempo, para que con vuestras obras la honréis y la glorifiquéis. 26. Os doy mi palabra en la intimidad de estas casas a las cuales llamo recintos y no templos, para que no sean confundidos con aquellos donde existen ceremonias y ritos; sabéis que a través de esta doctrina, estoy levantando en el fondo de vuestro corazón el verdadero templo del Dios viviente. Cada congregación de las que se reúnen en los recintos se elevará según su amor, su obediencia y su buena voluntad en cumplimiento de mis preceptos. 27. Es mi voluntad que todos trabajéis por la grandeza de mi obra, porque se acercan tiempos de gran importancia para vuestro espíritu; son aquellos en que mi luz hecha voz y pensamiento, vibre desde lo infinito en vuestro espíritu en la comunicación más elevada a la que podéis llegar. No podéis decir que en este tiempo el Espíritu del Señor ha penetrado en el cerebro del portavoz, porque un ser humano es incapaz de albergar lo que es potencia universal. Ha sido un rayo de luz divina el que ha descendido sobre la mente del predestinado para transmitiros mi enseñanza. Así es como fluye la verdad por esos labios ignorantes, y éste será el principio de la destrucción de la idolatría y el fanatismo religioso. 28. Estos hombres poseen la suprema gracia de servir de asiento o pedestal del rayo divino y su cerebro y sus labios de intérpretes del Verbo y, a pesar de ello, deberán seguir siendo hombres sencillos como los demás. 29. Mañana, estos recintos se multiplicarán y reunidas en ellos las multitudes, escucharán la comunicación de Espíritu a espíritu del Señor con sus siervos, sin que nadie intente engrandecer a quienes sirven de instrumentos al Señor. Quiero sencillez en todas vuestras obras; me complazco con los humildes de corazón. Recordad que nací en un establo, entre pastores, porque en ellos encontré pureza para sentirme y para creerme. Todavía ninguno de vosotros ha tenido por cuna un pesebre, más fue vuestro Rey quien tuvo que hacerlo, para daros ejemplo de humildad. 30. ¿Por qué vengo nuevamente entre los hombres después de haberles dado aquellas lecciones de vida eterna? Porque los hombres han hecho ritos de cada uno de mis ejemplos. Sentidme, y no tratéis de imaginarme en ésta o en aquella forma, porque cualquiera de ellas os alejará de la verdad. Como Padre Eterno, no tratéis de imaginarme a través de un anciano como el que pintáis, porque ni el tiempo, ni la lucha dejan huellas, en el Espíritu del Creador, ya que estoy sobre el tiempo y no como vosotros, sujetos a él. 31. Mi palabra volverá a incomodar a los hombres como en los tiempos pasados, más les diré la verdad. Sin delatar a nadie, dije hipócrita al hipócrita, adúltero al adúltero e inicuo al inicuo. Había sido vejada la verdad y era menester que resplandeciera, tal como ahora en que la verdad ha sido ocultada, y por ello tiene que surgir nuevamente ante los ojos de los hombres. ¿Qué os enseño ahora? A bendecir de corazón y espíritu a todo y a todos, porque quien bendice así, es semejante a su Padre, al hacer llegar su calor a todos. Por eso os digo: Aprended a bendecir con el espíritu, con el pensamiento, con el corazón, y vuestra paz, vuestra fuerza y vuestro calor llegarán a aquél a quien se lo enviéis, por distante que lo creáis. ¿Qué pasaría, si todos los hombres se bendijesen, aun sin conocerse ni haberse visto nunca? Que reinaría la paz perfecta en la tierra, sería inconcebible la guerra. Para que ese milagro se realice, es menester que elevéis vuestro espíritu, por medio de la perseverancia en la virtud. ¿Lo juzgáis acaso imposible? 32. ¡Cuántos grandes pecadores convertidos llegaron a alcanzar el grado que vosotros llamáis de santidad! Aquellos no eran en su origen mejores que vosotros; pero ese grado de perfección no lo habéis alcanzado aún. Comenzáis a amar, el don de la intuición empieza a dar frutos y ya tenéis inspiración, porque cuando os toco, respondéis. No todas las puertas son sensibles a mi llamado, pero aquellas que se abren, son las que dejan pasar mi luz entre vosotros. No es imposible la transformación del pecador. Recordad a algunos nombres de la Segunda Era: Magdalena, Pablo, Agustín, Francisco de Asís. ¿Por qué sólo habéis de recordar a los del Primer Tiempo? 33. Estos que os menciono, supieron del pecado y hasta del cieno de las pasiones, y en cambio, ahora brillan como luminarias en el cielo, y como iluminadores de los hombres envían su luz a vosotros. 34. Sólo Yo puedo revelaros lo desconocido. Así puedo deciros que en vano los hombres de ahora tratan de conocer la juventud de Jesús en la tierra. Escudriñan e imaginan, mas sólo se conoce mi niñez y el tiempo de mi predicación. A vosotros os digo: Jesús, antes de levantarse a anunciar el “reino de los cielos”, nada aprendió de los hombres. ¿Qué tenía que aprender de ellos quien en su infancia confundió a los doctores de la ley? Aquel tiempo, del cual los hombres nada saben, fue tan sólo un tiempo de espera. 35. Si aprendéis de Mí con el amor en el corazón, es imposible que os equivoquéis. 36. Así os estoy preparando; hoy venís unos y por vosotros vienen otros y por aquellos, otros se acercarán. Cada día y cada generación me sentirá más cerca, porque su espiritualidad será mayor. 37. Haced la caridad en cada día, esa será vuestra mejor elevación hacia Mí. Dad, ayudad, consolad y esa será vuestra mejor oración del día, porque hablaréis al Padre con obras, no con palabras, aunque éstas sean hermosas en su forma pero vacías en el fondo. 38. Orad hacia Mí con el pensamiento. No necesitáis lugar determinado para hacerlo y la posición de vuestro cuerpo es indiferente. Elevad en paz vuestro pensamiento a las alturas y esperad entonces mi inspiración. 39. Lo que os voy a decir en este día, ni los profetas lo saben; en mis altos juicios sólo Yo puedo revelároslo. No temáis ignorar los íntimos juicios de vuestro Padre; sed felices sabiendo que, cual Maestro, siempre os estaré revelando nuevas lecciones. ¿Cómo pensar que quiera ocultaros algo, sólo con el fin de que lo ignoréis? Os amo, y en mi corazón de Padre no puede existir el egoísmo, si me acerco a vosotros, es para iluminar a vuestro espíritu para que pueda comprenderme y amarme. 40. He venido en Espíritu entre vosotros, más no todos me han creído, ni todos me han sentido; muchos me han negado y otros más me negarán; si ante los que me niegan me manifestara bajo mil formas diferentes, en ninguna me reconocerían, porque la forma en que me han concebido los tiene confundidos. 41. Nunca me he ocultado detrás de un disfraz para presentarme al mundo, mas sí me he limitado para poder ser mirado, oído y comprendido por los hombres. 42. ¿Por qué no avanzáis en el camino de vuestra evolución espiritual? ¿Debo mostrarme de acuerdo con vuestro retraso? Si estuvieseis preparados y me manifestara en una piedra para hablaros a través de ella, aun en esa forma sería reconocido por vosotros. Los que conocen mi esencia, doquiera podrán sentirme, en cambio los que se han forjado una falsa imagen de mi Divinidad, aunque me contemplasen en todo mi esplendor, no sabrían reconocerme y hasta me negarían. 43. ¿Qué de extraño hay en que me comunique por el entendimiento de un hombre? No me estoy ocultando, estoy presente; quien quiera probarlo, que limpie su corazón, su mente, y con sus ojos espirituales contemplará la verdad. 44. Nadie como el hombre podrá reflejar al Espíritu Divino; la mente del hombre es el espejo de la razón divina; su corazón es fuente donde guardo el amor; su conciencia es luz de mi Espíritu. Si dudáis de poseer tan grandes dones y os sentís indignos de ellos, no es culpa de vuestro Padre, es vuestra, porque aún no habéis comprendido el infinito amor que tengo por vosotros. Mirad que no he venido a juzgaros tan sólo por vuestros pecados, que vuestras manchas no han sido obstáculo para que me manifieste ante vosotros en esta forma; más si los hombres de ciencia mañana juzgaran mal estas manifestaciones, no será a Mí a quien juzguen sino a ellos mismos. 45. Formé al hombre con tal perfección, que contemplándose a sí mismo podrá ver un reflejo de lo que es su Padre; más el hombre no ha sabido mirarse, ni penetrar en su interior, por eso no me ha reconocido. 46. En las diferentes eras me he manifestado a los hombres en forma inesperada. ¿Quién os hubiera dicho que en el Segundo Tiempo el Mesías prometido, el Hijo de Dios, no tendría siquiera un humilde hogar donde nacer? ¿Quién os hubiera dicho que María, la esposa del carpintero sería la Madre de Jesús? 47. Desde mis primeros pasos en la tierra di muestras de mi poder, y sin embargo, por muchos ni siquiera fui presentido. 48. En este tiempo no he venido a sorprenderos. Si os hubieseis preparado transmitiéndoos de padres a hijos, de generación en generación, la promesa de mi nueva venida, os habría encontrado esperando mi llegada, más nadie me esperaba; unos habían olvidado estas profecías, otros las ignorabais porque se encontraban ocultas. ¡Cuán pocos escudriñabais el firmamento y observabais los acontecimientos del mundo en busca de las señales que habían de anunciar el tiempo de mi llegada! 49. Sin embargo, ésos que estaban aguardando mi retorno como Espíritu Consolador, sienten que el tiempo ha llegado y que Cristo ha venido espiritualmente a la humanidad; otros han escuchado los rumores de mi venida y no han creído. 50. Jesús dijo a sus discípulos: “Sólo un tiempo estaré ausente de vosotros, volveré”. Luego les fue revelado que su Maestro vendría sobre la nube rodeado de ángeles y despidiendo rayos de luz hacia la tierra. 51. Heme aquí sobre la nube, rodeado de ángeles que son los seres espirituales que han venido a manifestarse entre vosotros como mensajeros de mi Divinidad y como buenos consejeros vuestros. Los rayos de luz son mi Verbo que os habla de nuevas revelaciones, que desborda sabiduría en todo entendimiento. 52. Bienaventurados los que sin ver han creído porque son los que sienten mi presencia. 53. Velad, porque éste es el tiempo en que la tentación lucha incansablemente por venceros. Presiente que se aproxima el instante en que queda atada; miles de argucias tiene para apartaros de Mí, más debéis orar y velar para que se os revele la forma de esquivar toda acechanza. Os he enseñado a conocer el verdadero sabor del fruto divino que es la esencia de mi palabra; os he enseñado el camino de la virtud y el cumplimiento de vuestros deberes espirituales y humanos. Ese es el camino. ¿Cómo podríais llegar a confundiros? 54. No huyáis de las pruebas, aprended a hacerles frente. No os bastará cerrar vuestra puerta para estar a salvo; con la puerta cerrada el peligro penetrará. No os dejéis tentar por las bajas pasiones. 55. Preparaos, porque seréis combatidos con teorías que están en preparación. Alerta, porque falsos profetas aparecerán. No durmáis creyendo tener ganada la batalla sin haber vencido todavía ni la primera prueba. 56. No temáis a la lucha, velad y venceréis. El espíritu es invulnerable, toda otra arma es frágil; por eso luchad con el espíritu, que vuestra mirada contemple siempre con claridad, y tendréis a merced vuestra al adversario, porque a él la cólera le cegará, porque no conoce la espiritualidad. 57. No quiero ministros ni sacerdotes del espiritualismo, quiero simplemente apóstoles. No quiero que digáis al mundo que vosotros seréis maestros; no, sed mis buenos párvulos y por vuestro conducto, entregaré grandes enseñanzas. 58. Si os preparáis, ese tiempo de lucha, en vez de dolor será de recreo, porque en él se verán maravillas y prodigios. 59. Mi palabra ha resonado en los cielos y su eco se ha escuchado en vuestro mundo. 60. En este día de gracia os recibo; sois los párvulos de Jesús, siempre pequeños ante la grandeza de mi doctrina. Avivo la luz de vuestra lámpara y aparto las espinas que vosotros mismos habéis cultivado para hacer sangrar vuestras plantas. Recibid el bálsamo que cura todas las heridas y con ello dejad de sufrir. 61. Oídme y después analizad mi palabra qué os entrego con sencillez, pero que tiene un significado profundo. En ella encontraréis encerrada mi enseñanza, que es todo amor y justicia. 62. Me he entregado a vosotros al enviaros mi efluvio divino. Os he manifestado mi Espíritu Consolador, pero vosotros no habéis llegado a comprender todavía el significado de esta manifestación y habéis impedido que ella sea más clara, porque al estar juzgando mal a vuestros hermanos, estáis provocando la desunión, impidiendo o cerrando el conducto por medio del cual recibís mis mensajes. Por no haber unión ni amor entre mi pueblo, os habéis ido alejando de la fuente de la gracia, porque no podréis afirmar que me amáis, si no lo hacéis con vuestros hermanos. 63. Mis leyes son justas y la desobediencia a una de ellas basta para que el mundo pierda su paz. Más grandes y delicadas de lo que habéis supuesto son mis leyes, por eso las obras que han hecho los hombres desde el principio de la humanidad, repercuten todavía, y se extienden como estela que llega hasta vosotros. 64. Las naciones no son más que limitaciones hechas por los hombres. Los pueblos, las religiones, los grupos grandes o pequeños, se encuentran fuera de mis leyes, desconociéndose los unos a los otros, juzgando las acciones ajenas que a ellos no les toca juzgar. Cada uno tiene mucho que corregirse a sí mismo, tanto o más de lo que encuentra erróneo en sus semejantes. 65. Los hombres hablan de leyes, mas no las llevan dentro de su corazón, no las sienten ni las practican; ha llegado el momento del despertar para el espíritu. He venido a pulimentar los corazones que son como rocas, porque no brillan como deberían, como joyas muy amadas por su Creador. Cuán pocos son los que encuentro con verdadero valor, más mi paciencia es infinita. Soy el Maestro que eternamente enseña, pule y perfecciona vuestro espíritu. 66. Vosotros no toméis como ejemplo de perfección al hombre, buscad como modelo al Padre, sin que lleguéis a desalentaros al ver que un hermano vuestro comete una mala obra. No dejéis que vuestra fe se debilite, porque todos vais cayendo y levantando a lo largo del camino de restitución; a veces es menester que comencéis nuevamente la caminata. Levantaos y vivificaos en Mí; si os faltan fuerzas para dar principio a vuestra lucha, tomadlas de Mí y apoyaos en vuestro Padre. 67. ¿Por qué habéis dejado que se seque la fuente de amor que he puesto en vosotros? ¿No sabéis, que el amor es vida y redención? Hablad con palabras de amor; difundid mis preceptos y sentid mi fortaleza, porque debéis saber que he venido a restituir al espíritu todos sus dones, y cuando más trabajéis, más fuertes seréis. 68. He venido a enseñaros y quiero corregiros también. Conoceos a vosotros mismos penetrando en vuestro interior; no dejéis que os engañe el creer que habéis adelantado mucho; si antes no aprendéis a perdonar y a amar. Necesitáis estar limpios y practicar la humildad, sólo así podréis sentiros dueños de vuestros dones, capaces de hacer grandes obras y de ir por doquiera; no habrá entonces obstáculo que pueda deteneros y todo peligro desaparecerá. Podréis descender a las tinieblas y no os confundiréis, al contrario, brillaréis con mayor luz y podréis rescatar a los que ahí habitan. 69. Os he dado a conocer desde el principio de los tiempos estos preceptos: “Amarás a Dios de todo corazón y espíritu” y “Amarás a tu prójimo, como a ti mismo”. El cumplimiento de estas leyes que en su dualidad llegan a formar una sola, llenaría de alegría, paz y dicha a este mundo. Si analizáis que por no haber obedecido estos preceptos, el hombre ha padecido y ha perdido la ruta, entonces os animaréis a empezar una nueva vida, y veréis que hay mucho que hacer en vuestro mundo interior y también cerca de vuestros hermanos. 70. El amor es capaz de encender en un solo instante la fe, unir a los hombres, despertar en ellos muchas facultades que hoy están dormidas, dar nueva luz a los ojos del cuerpo y del espíritu. Si lleváis amor en el corazón, tendréis el cielo dentro de vosotros. 71. Cuando el mundo ame, descenderá a él la paz, mi reino y mi presencia estarán en cada espíritu y estaréis preparados para gozar de la vida espiritual, en la cual alcanzaréis una dicha perfecta. 72. ¿Cuántas veces tendréis que volver a la tierra para llevar un cuerpo a través del que se manifieste cada vez con mayor claridad el mensaje que traéis al mundo? Dejad que vuestro espíritu, cual alondra, encuentre en esta vida su primavera y goce de ella, y en su peregrinaje encuentre la experiencia necesaria para volver a Mí. Mientras los ricos acumulan tesoros, que son demasiado efímeros, vosotros debéis acumular experiencia, verdadero saber. 73. Quiero que forméis hogares creyentes del Dios único, hogares que sean templos en donde se practique el amor, la paciencia y la abnegación. En ellos debéis ser maestros de los niños, a quienes debéis rodear de ternura y comprensión, velando por ellos, siguiendo con interés todos sus pasos. Prodigad vuestro amor lo mismo que al que ha sido dotado de hermosura, como a los que aparentemente presentan fealdad. No siempre un rostro bello es el reflejo de un espíritu igualmente hermoso; en cambio, detrás de esas criaturas de aparente fealdad puede esconderse un espíritu lleno de virtud a quien vosotros debéis apreciar. 74. Orad con humildad y dejad que en vosotros se haga mi voluntad, porque no siempre lo que pedís es lo justo, lo noble o lo bueno. Ahí Yo seré quien os dé lo que os convenga para que tengáis una vida apacible y feliz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 5 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 6 ENSEÑANZA N° 143 1. Estoy fortaleciendo a vuestro espíritu para que resista la lucha que se avecina, porque grande será la batalla de ideas, doctrinas y creencias. En verdad os digo, que cuando se desate la persecución en contra de los espiritualistas, surgirán nuevos apóstoles llenos de fe y de valor. Ellos serán los que proclamen que en verdad he estado con vosotros en este tiempo y serán precursores y profetas en sus pueblos. De entre ellos surgirán los que escriban mis inspiraciones, los que analicen mi Doctrina y los que contemplen visiones espirituales. 2. En este tiempo me manifestaré lo mismo en los hombres que en las mujeres, en los jóvenes que en los niños y en los ancianos. 3. Todo el mundo recibirá revelaciones, manifestaciones y mirajes, porque escrito está que todo ojo me verá. 4. Me he presentado en donde trabaja el hombre de ciencia y le ha asombrado mi presencia. He sorprendido a los ejércitos en medio del combate, deteniendo su avance por medio de los elementos. Me he manifestado derramando mi caridad en los hogares desolados donde no había pan; ha llegado a las puertas de las casas un mancebo llevando en sus manos una torta de pan y se han preguntado los hombres y las mujeres: ¿Quién será? 5. Estudiad mi Obra, discípulos, porque tendréis que ser fuertes para que, cuando todos los elementos visibles e invisibles se hayan desencadenado, deis testimonio de mi Doctrina de amor. Siete dones os confié en este tiempo para el desarrollo de vuestro espíritu y para el cumplimiento de vuestra misión, helos aquí: Guía, piedra fundamental, portavoz, facultad, vidente, plumas de oro y columna. Mas no es la primera vez que Yo concedo estos dones al pueblo de Israel; también cuando cruzasteis el desierto en pos de la Tierra de Promisión, os entregué esos mismos dones. Moisés fue guía y a la vez trasmitió mi palabra y expresó mi voluntad al pueblo; en sus manos puse la piedra fundamental de mi Ley que es el cimiento que debéis levantar en vuestro corazón. La tribu de Judá fue la columna fuerte que sostuvo el valor y el ánimo de las multitudes. La tribu de Levi fue la legión de los labriegos espirituales que estuvieron facultados por Mí para que mantuvieran encendida la fe en el Señor. La historia, la profecía y la revelación, fueron escritas por manos predestinadas para ello y bajo mi inspiración los profetas contemplaron el futuro con los ojos del espíritu. 6. No hay nuevos dones en este tiempo para vuestro espíritu, todo lo lleváis en vosotros desde el instante en que brotasteis de Mi. 7. Se acercan los días en que os revele las grandes enseñanzas que no conocíais, porque no serán los hombres quienes os las revelen. Cierto es que en el seno de toda religión se encuentran enviados mios, pero no serán ellos los que abran mi arcano, menos podrán ser los que, sin estar destinados para esa misión, la han tomado por su propia voluntad. A los que Yo he enviado para este servicio, tienen la sabiduría por inspiración; los que no son mis siervos, han tomado el conocimiento de los libros. Mientras unos oran y aman, otros leen y estudian, mas nunca alcanzará la mente la elevación del espíritu. Los primeros cuando hablan, persuaden, conmueven, acarician y sanan. Los segundos, sorprenden, admiran, pero no consuelan ni salvan. 8. Sed humildes, discípulos, trabajad sin esperar recompensa. Gozad amando sabiendo que sois amados por vuestro Padre Celestial. No imaginéis vuestro galardón porque él no podrá ser conocido jamás por vuestra mente. 9. Nuevamente os digo: ¡Preparaos! No sabéis si en el presente año venga a sorprenderos con grandes revelaciones. La luz del Sexto Sello os ilumina en este tiempo y justo es que sepáis el contenido de ese misterio. Yo esclareceré estas lecciones por medio de mis portavoces. 10. Juan, mi apóstol, oyó y escribió lo que vio en mirajes, sin llegar a comprenderlos. La mano bendita de aquel profeta dejó escritas en sentido figurado mis promesas y revelaciones. Y en este tiempo, vengo a daros explicación de aquellas palabras e inspiraciones, porque sólo Yo puedo hacerlo. Mas para que yo os trasmita esta luz y vosotros comprendáis esta palabra, purificaos, velad y orad. 11. En verdad os digo que si hasta ahora no habéis escuchado mayores enseñanzas, es porque os ha faltado elevación y limpidez. Haceos dignos de recibir en vuestro corazón las páginas que encierra este libro de los Siete Sellos, amándoos los unos a los otros. 12. Vengo a mis hijos para enseñaros la virtud, para que vuestro espíritu sea fuerte y podáis vencer las tentaciones que son tendencias de vuestro cuerpo. Abrid vuestros ojos espirituales y contemplad lo mucho que tengo en mi arcano para vosotros. 13. Voy cincelando vuestros corazones con mi palabra, para que forméis parte del templo de mi Espíritu Santo. 14. Pueblo amado: El Maestro os entrega la enseñanza y en su esencia está la luz que ilumina a vuestro espíritu. 15. Os eleváis a Mi en vuestra oración porque sabéis que a través de ella sois escuchados por vuestro Padre, quien os da la fuerza y os ayuda cual cirineo a llevar vuestra cruz. 16. En mi palabra hallaréis el escudo y el arma luminosa para que venzáis en vuestra lucha. Os estoy preparando para que con la evolución de vuestro espíritu y el desarrollo de vuestros dones estéis capacitados para enfrentaros a las pruebas. 17. Vivid alerta, pueblo amado, imitad a las vírgenes de la parábola entregada a mis discípulos en el Segundo Tiempo, estad como ellas, con vuestra lámpara encendida, para qué la fe y la esperanza siempre la tengáis en Mi. En vosotros está el santuario que Yo he venido a preparar con gran amor en este Tercer Tiempo. Sois los depositarios de mi palabra y cada espíritu y corazón lo he convertido en una fuente de amor, de virtud, de bálsamo, que como aguas cristalinas serán derramadas entre la humanidad. 18. Grande es vuestro regocijo, Israel, porque habéis contemplado que cuando habéis estado preparado, el consuelo ha brotado de vosotros para el corazón afligido y los que se encontraban agobiados por el dolor, se han sentido alentados por vuestra palabra. ¡Benditos seáis los que así vais cumpliendo! Seguid luchando para entregar mi caridad a la humanidad. Yo vengo con mi palabra a daros aliento en esta lucha, vengo a enseñaros a edificar y reconstruir lo que a través de los tiempos ha destruido la humanidad con su materialismo. Vuestro espíritu sabe el tiempo en que vive, va aprendiendo a vencer las pruebas que halla en su camino, porque grande es su fe y su amor para mi Obra. 19. Hijos amados: Yo os daré el galardón al final de vuestra lucha. Ahora no sabéis cuándo ni cómo, pero de cierto os digo, que mi palabra se cumple y Yo os he ofrecido la Tierra de Promisión, en donde alcanzaréis la gloria, el descanso y la dicha; sentiréis de lleno mi paz porque para entonces vuestro espíritu habrá triunfado. 20. He venido a mostraros nuevamente el camino que debe recorrer vuestro espíritu, en él está mi luz, las virtudes y los ideales espirituales con los que debéis caminar. He venido en este tiempo con una espada de fuego, no para dar muerte al espíritu sino para combatir las tinieblas que se han cernido a vuestro derredor. 21. ¡He aquí la potestad de mi palabra que en obras de amor manifiesto delante de vosotros! Vengo dando testimonio de mí mismo. Vengo haciendo prodigios en cada corazón, para convertiros en los hijos de la luz; porque vuestro Padre es la Luz y la sabiduría infinita. A cada uno entrego mi palabra que es ley, mas reconoced que no vengo a obligaros con mí poder a que cumpláis con ella, a que veáis en mi palabra un látigo que lastime vuestro corazón. ¿No sabéis que como Padre no quiero el dolor para mis hijos? Ved que con mi enseñanza os limpio y os sano de las heridas que me hacéis presentes y si por instantes mi palabra os juzga, es porque Yo soy la justicia perfecta y con ella vengo a preveniros del dolor que os labráis cuando os olvidáis del cumplimiento de mi Ley. 22. Quiero que seáis libres espiritualmente, mas no caigáis en el libertinaje que os inspira la materia, porque Yo os la he confiado para que sea el dócil instrumento que ayude a vuestro espíritu en su evolución, pero ha convertido en su siervo al que debía de gobernarla. Yo vengo a doctrinaros con mi palabra para que no os dejéis arrebatar por la tempestad de vuestras pasiones y sepáis dominaros. 23. Pueblo mío: amad y en cada una de vuestras obras dad testimonio de Mí. Entregad mi luz, practicad las virtudes; Yo estoy derramando en vuestro espíritu, lo estoy alimentando con el pan de vida eterna; está saboreando el fruto de la vida, está recibiendo mi sabiduría. Esta es la esencia de mi palabra. Vosotros habéis preparado vuestro corazón como un cáliz limpio y en él Yo vierto gota a gota mi sangre. 24. Comprended mi pueblo, el sentido figurado de mi palabra y con ella recreaos. 25. Vuestros ojos materiales no pueden contemplar mi faz radiante, pero si me comprendéis a través de la palabra que asimila vuestro espíritu; mi palabra es la vibración que da el ritmo a todo lo creado para que todo esté en perfecta armonía y así vuestro espíritu cederá a la fuerza de mi palabra para que lleguéis al puerto de salvación y después a la Tierra Prometida. 26. ¡He aquí mi presencia! ¡He aquí el poder de mi Espíritu hecho Ley en vosotros mismos, ley que os dice: amaos los unos a los otros! Con esta ley invisiblemente estoy unificando a todos mis hijos. Yo haré surgir de todos los corazones la flama del amor, para que todos puedan fundirse en un solo ideal. 27. Vuestro Maestro os trae el mensaje de paz y salvación que hace tanto tiempo estáis esperando. Sólo Yo con mi enseñanza puedo ayudaros a encontrar el camino que os conduzca a la mansión espiritual. 28. Escucháis mi palabra a través de unos labios humanos. 29. ¿Qué es lo que necesitáis para iniciaros en el camino de la espiritualidad? Si tenéis amor, llegaréis muy alto, y si en Mí confiáis, no tropezaréis en vuestra vida, y las facultades de curar, hablar y persuadir que hay en vosotros, se desarrollarán y todo ello será para el progreso de vuestro espíritu. 30. Todos podéis seguir mis huellas porque todos estáis preparados para ascender y llegar a Mí. ¿Quién os ha dicho que unos llegarán y otros no? 31. Yo no he creado espíritus con diferentes jerarquías, todos han sido formados de la misma manera y todos lleváis mi unción divina; mas hoy, no todos estáis limpios como cuando lo estuvisteis al ser formados, y por eso os digo que es necesario que os purifiquéis, porque quiero que lo que brote de vuestro corazón sea limpio, que obedezcáis mis inspiraciones para que vuestro trabajo sea desinteresado y vuestra lealtad se refleje en todas vuestras obras. El egoísmo y o la envidia no son manifestaciones de un espíritu elevado. Cuando hayáis limpiado vuestro corazón para dar paso a la luz, entonces estaréis preparados para dar a conocer mi Obra, y será cuando podáis ser los intérpretes, videntes y profetas de la verdad. 32. Mi rayo universal está iluminando al espíritu de los hombres, purificándolos y elevándolos, porque quiero que vayáis más allá de lo humano y hagáis prodigios como Yo os he enseñado. 33. Mirad que soy benévolo y no he juzgado vuestras obras. Vengo a daros mi socorro, vengo en ayuda de los que sufren, de los que han equivocado el camino y no los sentencio porque aún pueden arrepentirse y evitar nuevas caídas. A nadie he delatado, sólo he preparado a vuestro espíritu para que os sintáis responsables de todos y cada uno de vuestros pasos, y podáis levantaros reparando faltas y edificando sobre tierra firme. 34. Sanad enfermos, por fe y por amor; desarrollad vuestras potencias para que sepáis con cuanta gracia os he preparado y no digáis que lo que hoy os pido está fuera de vuestro alcance. 35 Buscad con limpidez mi presencia, y llenos de fortaleza id por los caminos predicando el amor. Enseñad con pruebas, y demostrad que el amor puede devolver la salud a un enfermo, por ser el más poderoso de cuantos medios conoce el hombre para curar. 36. Elevad vuestro espíritu y pensad en los enfermos del mundo, a los que podéis contar por millones y sobre todos ellos derramad el bálsamo de vuestra oración. 37. Cristo no ha muerto, vive eternamente para dar vida y resurrección a los espíritus. Si habéis llegado doloridos a Mí y al salir de este recinto buscáis vuestros dolores y no los encontráis, es porque habéis sabido analizar mi palabra, habéis encontrado en ella el bálsamo que os ha devuelto la salud y la paz. 38. He venido en este tiempo a mostraros mi Ley a pesar de la incredulidad humana. Los que Yo he escogido para formar con ellos mi apostolado, al oír mi palabra han creído, y su fe es inquebrantable; mas aquellos que después de oírme se han alejado, negando que sea Yo quien se manifiesta, llevan ya en su espíritu la simiente de mi amor y tarde o temprano, tornarán a Mí. 39. Si por mi causa fueseis desconocidos y quisieran convenceros de que estáis en error, ¿Qué responderíais? 40. Me decís que me seguiréis hasta el fin; que habéis encendido en vuestro corazón una lámpara de amor y que sufriréis las más grandes pruebas dando testimonio de Mí, y Yo os doy fortaleza, porque en verdad se levantarán grandes torbellinos queriendo apagar la lámpara de vuestra fe. 41. Si mostráis como testimonio de esta verdad vuestra vida sencilla y recta, y dejáis que hable el espíritu lleno de potestad, defenderéis vuestra fe y Yo seré creído. Las armas más fuertes para vencer a vuestros enemigos son el amor, la prudencia y la justicia. Respetad la fe de vuestros hermanos, mas haced luz en su espíritu. Sed humildes y no hagáis guerra por causa de mi Doctrina. Todos dicen estar cumpliendo mis preceptos y hacen actos indignos ante Mí. Vosotros, preparaos y no prevariquéis. Por conducto vuestro hablaré a la humanidad, porque cada uno de mis escogidos deberá ser un portavoz de mi Doctrina, un emisario de buena voluntad. 42. Si queréis que vuestros hermanos me reciban, llevadme con vosotros en el santuario de vuestro corazón. Voy a dejar abierto el libro de mi verdad para que el mundo pueda leer en él. 43. Quiero dejaros preparados antes del año de 1950; quiero deciros adiós dejándoos mi paz. Es mi voluntad que os hagáis acreedores a recibir mis últimos mandatos y recomendaciones. 44. Después de ese año, en que se habrán reunido los 144,000 marcados con el fuego de mi amor; unos en materia y otros en espíritu, habrán quedado preparados y no habrá poder humano que pueda despojarlos de los dones por Mí concedidos, ni revestirlos con otras gracias. 45. Bienaventurados los que para ese tiempo se hayan espiritualizado, los que hayan permitido que su espíritu evolucione siguiendo el camino ascendente, porque ellos estarán preparados para el paso de transición que os espera y serán fuertes para hacer frente a sectas y religiones. 46. Os he dado a conocer mi enseñanza que es como un río vivificador que procede de mí. Nadie podrá detener su corriente, ella ha descendido de un alto monte para fertilizar las tierras que se encuentran sedientas y hacerlas fructificar. 47. Estoy con vosotros y nada debéis temer. Mi inspiración fluye eternamente y siempre podéis alimentaros de Mí. Como aquel ángel, ahora os digo: Gloria a Dios en la conciencia del hombre espiritualizado y paz en la Tierra a la humanidad, cuando ésta trabaje para construir la paz en el mundo. 48. Pueblo amado: derramo en vosotros el fuego purificador de mi palabra para que tengáis fuerza, luz y vida. Os envío mi pensamiento a través de este portavoz, sin que al pasar por él pueda mancharse. La Divinidad no se mancha al comunicarse por el cerebro humano, aunque éste no se haya espiritualizado. 49. Tengo que repetir una y otra vez mis enseñanzas, con el fin de que los postreros que continuamente llegan ante Mí, den el primer paso y desde ese momento, desde la primera lección, vayan conociendo la esencia de esta manifestación. 50. Sabed que los que se aman pueden comunicarse a través de las mayores distancias, Yo os amo y vosotros también me amáis. Para el espíritu no existen barreras, en vuestra senda tendréis muchas ocasiones de probarlo. Estáis aprendiendo a amarme y hay instantes en que tenéis destellos de haber alcanzado el amor verdadero, el cual dejo que ilumine vuestro corazón para que os dé aliento en vuestra jornada. 51. No vengo a exigiros que hagáis lo que no sabéis o lo que no podáis, si eso hiciera sería injusto con vosotros. Si alguien conoce el grado de evolución que habéis alcanzado, ése soy Yo. Observad que no os exijo que os comuniquéis conmigo de espíritu a Espíritu sin que antes paséis por una preparación previa. Esa preparación os la he estado dando al comunicarme por medio de los portavoces, por cuyo cerebro os he hecho llegar mis lecciones. 52. Aprended a escuchar, oh párvulos, porque escuchar no es lo mismo que oír. Todos oyen, pero son muy pocos los que saben escuchar, y esa es la única forma en que se puede comprender la verdad de mis enseñanzas. 53. Sabed que esta labor de acercamiento espiritual entre el hombre y Dios, la está llevando a cabo vuestro maestro al enviaros su pensamiento para que descienda a iluminar al vuestro. Exteriormente es demasiado humilde el lenguaje que brota por los labios de los intérpretes, pero su esencia es perfecta como es vuestro Padre, que es quien os la envía. La finalidad de esta Obra está más allá de lo que imagináis y entendéis, por lo mismo debéis imaginárosla divina, grande, eterna. Ella es más que un consuelo para los afligidos, más que un bálsamo para los enfermos. Es el don supremo para el espíritu, que os da la dicha de amar a Dios y os muestra el conocimiento de la vida verdadera. 54. Sabed que el que llega a entender y conocer algo de lo que está reservado a los que se elevan, ése, ya no podrá apartar de su espíritu aquella luz que le fue revelada. Así penetre en moradas desconocidas o retorne una y otra vez más a la Tierra, lo que un día recibió como un divino destello, surgirá a cada paso de lo más puro de su ser como presentimiento, como un dulce despertar o como un canto celestial que inundará de gozo el corazón, como un anhelo de volver a la mansión espiritual. Eso es lo que significa mi Doctrina para los espíritus que retornan a esta vida. En apariencia el espíritu olvida su pasado, pero en verdad no pierde el conocimiento de mi enseñanza. 55. A los que dudan de que es el Verbo Divino quien os habla en este instante y bajo esta forma, les digo que si no quieren darme ese nombre, si no quieren atribuir esta palabra al divino Maestro, que tomen la esencia de esta lección, que analicen cada uno de sus pensamientos, y si al meditar en lo que han escuchado llegan a la conclusión de que encierra luz y verdad para la humanidad, que la tomen como norma de sus pasos en la Tierra y con ella transformaran su vida. 56. Yo sé que os estoy entregando la verdadera sabiduría, lo que los hombres crean no afecta un átomo a mi verdad, mas se hace necesario que el hombre tenga la certeza de lo que cree, de lo que sabe y de lo que ama; es por eso que en mis manifestaciones llego a veces a colocarme al nivel de la humanidad, para así lograr que me reconozcan. 57. Debo decir a los que llamo ya discípulos, que ellos tienen el deber sagrado de instruir y hacer comprender esta Doctrina a los que llamo párvulos, porque no comprenden aun lo que ven, o lo que escuchan en mis lecciones. Para ser mis discípulos no es suficiente entender, deben también sentir; porque hay muchos que entendiendo bastante de las enseñanzas que en mi palabra les he entregado, no son capaces de tender su mano hacia el que no ha logrado comprender la divina enseñanza. Daos cuenta de que mis párvulos están necesitados muchas veces de vuestras explicaciones y de vuestra experiencia. Preparaos para que les instruyáis y veréis desarrollarse en ellos la fe y en vosotros el don de la palabra. Encenderéis la fe profunda, que también sabe de razonamientos y de comprensión. 58. No es verdad que todos seáis duros de corazón. Yo os he visto muchas veces llorar por los demás y sentir destrozado vuestro corazón ante un dolor ajeno. 59. Este tiempo se ha abierto con la comunicación de mi rayo a través de los entendimientos, los cuales fueron escogidos porque en sí llevaban esta misión; no creáis que han sido elegidos por su pureza, porque si así fuera, no habría encontrado a uno solo. 60. Saturaos de mi fortaleza divina y sentíos seguros porque estáis conmigo, mañana cuando vuestro corazón despierte al amor y sea animado por el sentimiento de la caridad, él será a cada paso con sus hermanos como Yo fui con él. 61. Recordad aquel día que fue de luz y regocijo para la primera congregación de discípulos de esta Obra. Fue aquel primero de septiembre de 1866, cuando la luz de Elías se derramó en inspiración entre los que se reunían en torno de Roque Rojas. 62. En aquel día fueron consagrados los que habían de ser los primeros guías y los primeros portavoces. Fue día de inspiración, de revelaciones, de promesas y pactos. 63. Aquellos discípulos se sintieron espiritualmente transportados al Sinaí o al Monte Tabor, recordaron las grandes revelaciones del Primero y Segundo Tiempos. Y no se equivocaron en su presentimiento, porque la presencia espiritual de Moisés, Mi presencia y la de Elías, estaban con ella, como estuvo en el Monte Tabor, en aquella visión contemplada por algunos de mis discípulos, manifestación que fue llamada por los hombres "la Transfiguración de Jesús". 64. En verdad os digo a vosotros que me escucháis en este día, que la presencia espiritual de Moisés, Mi presencia y la de Elías, están con vosotros, ¿Qué tuvieron los hombres del Segundo Tiempo, que no tengáis vosotros? Lo mismo hay fe en éstos, como en aquellos, como también os digo que lo mismo hay imperfección y pecado entre vosotros, como los hubo en aquel tiempo. 65. Aquí tenéis la presencia de los tres enviados: la de Moisés, la de Jesús y la de Elías. Presencia espiritual, invisible al ojo humano y sólo perceptible a los sentidos del espíritu. Por eso os digo: preparaos, para que gocéis de la luz que se derrama sobre vuestro espíritu en estos instantes. 66. Abrid vuestro corazón y sentid en él la presencia de Moisés; sensibilizaos y oíd su voz espiritual animándoos a seguir en la jornada, lo mismo que alentaba a su pueblo en el Primer Tiempo cuando cruzaron el desierto. 67. Moisés no está inactivo en el seno del Padre, su espíritu trabaja sin cesar, haciendo escuchar en todo espíritu la voz de la Ley. El viene a deciros que seáis los verdaderos hijos de la fe, para que lleguéis a la Tierra Prometida al espíritu. 68. Pueblo: guardad en vuestro corazón la lección que habéis escuchado, para que siempre gocéis de mi presencia espiritual que os ha conducido a través del camino de la vida. 69. Orad, que Yo recibo vuestros pensamientos, y mientras dure vuestra plegaria, Yo derramaré mi bendición en la humanidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 144 1. Elevad vuestro espíritu y traspasad los umbrales de lo material para que os comuniquéis con mi Divino Espíritu. 2. ¿Por qué queréis sujetar el espíritu a la Tierra, privándole de los deleites espirituales? No olvidéis que él pertenece a otro mundo. 3. Dejad que vuestro espíritu penetre en mi santuario para que saturándose ahí de luz, sea después el guía de vuestros pasos, el maestro y el juez interior. 4. Estas multitudes que escuchan mi palabra, han abierto sus ojos espirituales a la luz en este tiempo, porque no hubo ser humano que predicase con la limpidez, verdad y pureza con que Yo he dado mi enseñanza. En todos los tiempos los hombres han falseado mi verdad y han ocultado mi Ley a la humanidad. 5. Ahora, he visto que la Doctrina que os enseñé en el Segundo Tiempo se encuentra oculta, imperfectamente interpretada y no conforme a la evolución espiritual que tenéis ahora, sino adecuada al entendimiento de los hombres de hace muchos siglos. Mas he llegado entre vosotros y al contemplaros hambrientos, os he entregado el pan en abundancia para que os hartéis y luego deis a las multitudes que han de venir. 6. Pensad que un nuevo tiempo os espera, que mi palabra cesará y que os quedaréis solos con mi enseñanza. Entonces, si sabéis prepararos, sabréis hablar de Mí; mas si sabéis y caéis en tentación, si adulteráis mi palabra o no la interpretáis debidamente, entonces mi lección en vuestros labios no será sustento para vuestros hermanos. 7. Aún es tiempo de que oréis y os preparéis para vuestro cumplimiento. No esperéis que mi justicia os toque, no esperéis que el dolor y la guerra os azoten como aquellas naciones hermanas vuestras que están ensangrentando los campos y dejando desolados los hogares. Sostened con la oración a vuestra nación y no queráis verla destruida como lo fue Jerusalén. Cultivad con vuestras obras un jardín en el que las flores sean de perdón, de amor, de oración y caridad. Ese jardín comenzará en vuestro corazón y terminará en vuestro espíritu. Dedicad unos instantes del día a la meditación, dejad que se eleve vuestro espíritu para que mi inspiración llegue a vosotros. Mirad que no tenéis libros en vuestras manos y sólo por medio de esa inspiración podréis percibir la luz de este tiempo. Pensad que llegará el momento en que tendréis que dar testimonio de mi verdad y necesitaréis recurrir al libro que está en vuestro corazón. Aprended a leer en ese libro invisible para que no se turbe vuestra mente, sabed penetrar en vosotros mismos para que la voz de vuestro espíritu pueda brotar por vuestros labios. 8. Toda religión y toda secta se prepara porque presiente la proximidad de la lucha; entre ellas os encontraréis, mas debéis de estar preparados, porque buscaré vuestro entendimiento para manifestarme. 9. Hoy todavía os contemplo débiles, porque si a cambio de vuestra caridad recibís la ingratitud de vuestros hermanos, habéis llorado en silencio y me habéis dicho: "¿Esta es la cruz que habéis puesto en mis hombros?" A lo que Yo os contesto con otra pregunta: ¿Ya olvidasteis el ejemplo de Jesús entre los hombres? Cuando el mundo os hiera, no lo acuséis ante Mí, compadeceos de él; Yo cerraré vuestra herida. 10. Dejad que los hombres os contemplen pequeños, si sois humildes Yo os haré grandes de espíritu. Callad siempre que podáis, pero trabajad intensamente. Dad testimonio de Mí, que Yo también lo daré de vosotros. 11 Si vuestro espíritu experimenta la necesidad de elevarse, es porque hay instantes en que se siente extraño en este mundo, en que se siente como extranjero. Comprended que su verdadera patria, su casa, está en el más allá. 12. Las doce tribus de Israel se encuentran dispersas por el mundo, ellas se unirán en el cumplimiento de su misión aun cuando se encuentren distantes unas de otras. Escudriñan el infinito en espera de mi nueva manifestación. Mas las profecías se cumplirán y contemplarán la luz. Entre ellos están los más grandes espíritus, los entendimientos desarrollados, los corazones de gran nobleza e inspiración. Muchos de ellos vendrán entre vosotros y os sorprenderéis de su elevación a pesar de no haberme escuchado en este tiempo. No vayáis a permitir que ellos se sorprendan de vuestra escasa preparación. 13. Se avecina el tiempo en que se levanten pueblos que os sorprendan por su espiritualidad y el desarrollo de sus dones y en que surjan profetas, porque la luz de mi Santo Espíritu está sobre todo espíritu y sobre toda inteligencia para revelarle el tiempo que vive y designarle a cada quien su misión. 14. Las puertas de esta nación pronto se abrirán para dar albergue a hombres y mujeres que vendrán de naciones extranjeras; todos traerán hambre, dolor, necesidad y entre vosotros encontrarán calor, pan y consuelo. Preparad vuestro corazón para que les recibáis con amor. 15. ¡Cuántos de vosotros tendréis que penetrar en tierras extranjeras y necesitaréis que os reciban como hermanos! 16. Os dejo a todos formando un solo corazón. 17. Decid con los espíritus de luz: "Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad", tal es el canto de los ángeles. 18. Pueblo: disponeos con toda unción a escuchar mi palabra y os daréis cuenta de que ha sido una gracia que hayáis visto nuevamente la luz del Maestro. Mi inspiración se ha hecho palabra humana y viene en busca de los espíritus que estén necesitados o que se encuentren sedientos de luz. El dulce consuelo que anteriormente os fue prometido, viene en la esencia de esta palabra humilde tierna que trata de persuadiros. En ella hay aroma celestial y hace latir los corazones elevados, como latieron los de mis discípulos del Segundo Tiempo en la noche de la última cena. 19. Sed bienvenidos ante mi lección, venís por la promesa de vuestra salvación, veáis por la palabra que os muestra la vida verdadera. Imitadme, amad vuestra cruz, besad la de vuestra vida, bendecid la voluntad de vuestro Padre. 20. Os digo que améis vuestra cruz, porque si al tener que llevarla a cuestas renegáis, el dolor abrirá en vuestro corazón una profunda herida. Yo sí amo mi cruz, oh pueblo, y ¿Sabéis qué es lo que llamo mi cruz? Mi cruz la constituís vosotros, oh humanidad, a quien tanto amo. 21. No debéis blasfemar en la dura caminata, cada nuevo dolor es una nueva luz en vuestro corazón, cada prueba hará brotar en vuestro ser las flores de la experiencia. Comprended que si el dolor llega hasta vosotros, es porque lo necesitabais; también debéis comprender que si la alegría llega a posesionarse de vosotros, era porque también la estabais necesitando. 22. Benditos aquellos que callan sus penas y en cambio hacen participes a sus hermanos de todas sus alegrías, aunque éstas sean muy pequeñas. 23. Bendito sea el que al aceptar el dolor, sabe que éste le perfecciona y que le conducirá a la cumbre, porque se ha dado cuenta de que el dolor es la herencia del hombre y que ese será el medio por el cual logrará lavarse para retornar al Padre. 24. Yo concedí al hombre todos los elementos necesarios para que con ellos construyese con obras de amor una escala que lo elevara hasta Mí. Lo he heredado con mi sabiduría y con mi amor, mas como no ha hecho buen uso de esos dones, ha venido el dolor a llenar ese vacío. 25. La cuna es el principio del hombre, el sepulcro es el final, y veo que en el lapso que une a ambos extremos, es más lo que sufrís que lo que gozáis en vuestra existencia. Lloráis al nacer, cuando vivís y finalmente al morir; Yo que vengo siguiendo vuestros pasos quiero y debo salvaros. Mi Doctrina es la voz que viene a llamaros para que encontréis el camino de la paz. En todos los tiempos mi Ley ha sido de justicia, de amor y de paz, ella os ha señalado y os ha marcado la ruta por la que podéis salvaros. 26. Muchos de los hombres de este tiempo al oír que con frecuencia se repite en mi Doctrina la palabra amor, se dirán: ¿Cuál será el amor que tanto están predicando? Mis seguidores tendrán entonces que llevar a cabo obras que expliquen y aclaren cuál es el amor que Yo os he señalado e inspirado. También en aquel tiempo me preguntaron de qué clase era el amor del que tanto les hablaba Jesús a los hombres, y estando el Maestro sentado junto a un rosal cuyas flores se encontraban secas y marchitas, las acarició con su mano mientras El predicaba, y aquellas flores revivieron bajo el influjo de su caricia, dejando a todos los que le rodeaban verdaderamente maravillados ante semejante prodigio. Así serán los corazones de los hombres cuando sepan amarse unos a otros. Los rosales volverán a florecer y las rosas secas resucitarán. 27. No todos los hombres pensarán de igual manera al recibir esta luz, porque el tiempo de evolución no es el mismo en toda la humanidad. Unos llevan más tiempo que otros en el camino de la vida, también debéis saber que todos los hombres están retrasados en conocimiento y elevación, porqué se han apartado de la senda de evolución. 28. Ha vivido mucho el hombre, pero de su vida ha sido poco lo que ha aprovechado y es que le ha dado mayor importancia a las satisfacciones materiales, despreciando la ciencia de vivir con amor y con justicia. 29. Una nueva lección he venido a dar al mundo, la cual será como un riego divino que resucite a los corazones marchitos y anime a los espíritus estacionados o enfermos. 30. Recordad que os dije: "Pedid que se os dará", y por eso venís con vuestra lista de peticiones. Mas ahora os digo que aprendáis a pedir y a recibir. Pedir con humildad y recibir con conformidad. 31. Vuestro corazón me dice: ¿Cuántas veces, Maestro, os habremos ofendido con necias e ignorantes peticiones? Más Yo os digo que no me habéis ofendido si por ignorancia los hicisteis. 32. Por vuestra falta de conocimiento he venido a mostrarme una vez más como Maestro entre vosotros y aquí me tenéis enseñando y corrigiendo con amor a mis discípulos. 33. Hacéis bien en acudir a mi llamado, porque todos los destinos están en Mí. No es el mundo el que os da; ni son las leyes de la Tierra las que rigen vuestro destino; vuestro libre albedrío también tiene límite, el hombre no es absoluto, Yo soy el único absoluto, en cuyo ser está todo lo creado, sin embargo, os digo que tengo sed de vuestra perfección. 34. ¿Por qué os veo caminar cabizbajos como fracasados en esta vida? Levantad la faz, tened confianza en vuestro destino, mirad siempre adelante y ahí, en el horizonte, me contemplaréis. 35. Humanidad: conoced mi Doctrina, la espiritualidad que ella imparte os hará escuchar mi voz en los instantes de soledad o de dolor, os dará fuerzas desconocidas en las horas de prueba y cuando el murmullo del mundo haya fatigado vuestra mente y sintáis tristeza en vuestro corazón, escucharéis desde el infinito el concierto celestial. Cuando salgáis de vuestro arrobamiento, preguntaréis: ¿En qué libro habré aprendido? y Yo os diré: en el libro de mi sabiduría y de mi amor. 36. Cuando esto sea, os estaréis comunicando de espíritu a Espíritu, entonces habréis penetrado en el Templo del Señor. 37. Es menester que se eleve vuestro espíritu para que la materia sea fuerte y os ayude en la lucha. Si en verdad confiaseis en Mí, no tendríais necesidad de llamar inútilmente a las puertas de vuestros hermanos, cuyo corazón casi siempre está cerrado a la caridad. 38. Mi Doctrina viene a forjar al espíritu, colaborad con vuestro Padre, educando en ella el corazón de vuestros hijos. 39. Hoy sois mis discípulos, mañana lo serán vuestros hijos. 40. ¡Pensad en aquellos que en su niñez pierden a su padre! 41. ¡Pensad en los que nunca supieron de la ternura de la madre! 42. Sólo el camino de mu ley podrá compensar su vacío y llevarles al puerto de su salvación. Por eso está impresa indeleblemente mi huella en todas las sendas de vuestra vida. 43. Pueblo amado: Mañana, cuando corra la voz de que estuve entre vosotros, vendrán multitudes de hombres a interrogaros, si para ese tiempo la vida en vuestro hogar es limpia y vuestro culto al Padre es el que he venido a enseñaros, ¿No creéis que esa será la mejor respuesta que deis y la mejor prueba de que oísteis mi palabra? 44. En este tiempo en que hasta el aire, la tierra y el agua, se encuentran envenenados de la maldad de los hombres, ¡Cuán pocos son los que no se contaminan por el mal o por las tinieblas! 45. ¿Quiénes de vuestros hermanos, al encontrar un pueblo que vive en la virtud y en la paz, podrán negar que el Padre ha estado doctrinándolo? Podrán venir monarcas destronados llorando su poder perdido y en el seno de ese pueblo recobrar la paz del espíritu al reconocer la falsedad de las vanidades terrenas. Vendrán ministros de sectas y religiones, los cuales, al ver la espiritualidad de esa congregación y su culto lleno de pureza, sentirán en su corazón el juicio de su propia conciencia reclamándoles sus errores. 46. Ese pueblo es el del Señor, el cual hará oír su voz sobre todos los pueblos de la Tierra, y les vencerá con la luz de la verdad, y al vencerlos, hará que formen parte de esa familia, porque todos los espíritus son hijos del pueblo de Dios. 47. Hoy sabéis a quién vais a escuchar y disponéis vuestro espíritu para recibir en él este pan celestial. Preparáis vuestro espíritu, porque el que viene a enseñaros no es un maestro humano, no es un sabio, un filósofo, ni hombre de ciencia, o rey en la Tierra, y sin embargo, es más que todo eso junto. Abierto está ante vosotros el libro que os enseña el camino de perfección. 48. Todo esto lo saben mis discípulos, más los postreros que apenas van llegando, se sorprenden de hallarme enmedio de esta pobreza material, y entonces es menester decirles que Yo nada tengo en la Tierra, que cuando vine a morar entre vosotros viví en la humildad, porque así os enseñé a comprender que mi Reino no es de este mundo y que lo que vengo a buscar son corazones. La corona que visteis en mi cabeza no la puse Yo sino los hombres, y fue de espinas. 49. Venid a Mí y confiadme vuestros anhelos, confesad vuestras flaquezas y pedidme fortaleza. Aquí estoy con vosotros, no me aparto de mis hijos y os sigo donde quiera que vayáis, porque si a la prisión penetráis, ahí estoy para consolaros. Si emprendéis un largo viaje, en él tenéis mi compañía. Si enfermáis, a vuestra cabecera me tenéis como enfermero y doctor; si estáis solos os hago sentir mi presencia. 50. Vedme aquí cultivando mi semilla, soy incansable en hablaros desde el tiempo en que Elías, por labios de Roque Rojas anunció el nuevo tiempo. Muchos han abandonado la siembra y la herramienta, mas Yo sigo trabajando en mi campiña, pero si algunos creen que siempre estaré comunicándome de esta manera, están equivocados, porque ya es corto el tiempo en que aún me escucharéis en esta forma. Es menester que cese esta comunicación para que empecéis a espiritualizaros, a comunicaros directamente con mi Espíritu y podáis ver a vuestro Señor sobre la nube de vuestra elevación espiritual. 51. ¿No os preocupa la ausencia de esta palabra? ¿Acaso ya habéis almacenado lo suficiente para vosotros y para vuestros hermanos? ¿O creéis que en el día de mi partida terminará esta Obra? 52. Vengo borrando formas, ritos y tradiciones, para que os concretéis en los tiempos venideros al cumplimiento de la Ley y no hagáis lo que en los tiempos pasados que os entregasteis con todo vuestro entusiasmo a las tradiciones y festines, haciendo a un lado la Ley. 53. No sabéis cuánto ha llorado el espíritu de Moisés en el más allá al contemplar la infidelidad y la flaqueza del pueblo que tanto amó. Su simiente fue más tarde regada con la sangre del Redentor. 54. ¿Cómo encontré al pueblo que había sido heredado en el nombre de sus patriarcas? Dividido, separado en dos reinos que se veían uno al otro como extranjeros. Yo vine a unirles y no sólo a ellos, sino a todos los pueblos de la Tierra. Todo cuanto traje, aquí lo dejé, del mundo sólo me llevé ingratitudes y dolores. Mi palabra la dejé al Mundo como herencia eterna, mi sangre, derramada hasta la última gota, mi cuerpo bajo a las entrañas de la Tierra, y mi Espíritu lo derrame entre mis apóstoles. Ese fue mi testamento. Después de mi partida los hombres me reconocieron; mi semilla germinó y se extendió a otras naciones; mis perseguidores fueron después mis soldados; los que habían blasfemado en contra mía, después me bendecían. 55. Una era de paz y de moral fue para los pueblos el florecimiento de la semilla cristiana; la virtud daba frutos, la meta y el ideal eran el Cielo. Más tarde volvió la fragilidad, la aparente observancia de mi Doctrina, cumplimiento que disfraza el mundo con festines y ritos suntuosos que impresionan a los hombres, que no satisfacen al Padre ni elevan al espíritu. 56. Ha vuelto el caos porque la virtud no existe, y donde no hay virtud no puede haber verdad. No es que la Ley que el Padre confiara a Moisés no tuviera fuerza, ni que la Doctrina de Jesús sólo fuera aplicable a los tiempos pasados. Una y otra en su esencia son leyes eternas, mas reconoced que son como una fuente de cuyas aguas no se obliga a beber a nadie, sino que todo el que se acerca a ese manantial de amor lo hace por su propia voluntad. 57. Yo entregué al pueblo la Ley en el Primer Tiempo para que todas las tribus viviesen unidas en ella, más cuando llegue las encontré divididas, desconociéndose unas a otras, profanando mi Ley y entregadas a la idolatría. 58. Mi Doctrina de amor vino a unir más tarde a todos los pueblos en una sola Ley, y ahora que vuelvo entre los hombres, nuevamente los veo divididos en sectas, en religiones, en ideas y teorías. Cada uno practica según su idea o conveniencia. Todos dicen amar a un mismo Dios, sin embargo, se encuentran divididos y Yo os digo, que el que no ama a su hermano, no me está amando a Mí. Bien está que no todos los espíritus marchen al unisonó, ya que se encuentran en diferente estado de evolución, mas ¿Quién es aquel que conociendo mis leyes y mi Doctrina ignora que ellas tienen por esencia el amor de los unos a los otros? Muchos se nombran cristianos, pero os digo una vez más, que no puede ser cristiano quien no tenga amor. 59. En verdad os digo que el mundo ignora muchas lecciones espirituales de mí Doctrina, porque en lugar de buscar la interpretación de mis enseñanzas para luego practicarlas, se ha conformado con ritos y tradiciones. Por eso es que las grandes pruebas han surgido entre la humanidad y aparecen conflictos a los que los hombres no encuentran solución. 60. ¿Por ventura ha sido una sorpresa para la humanidad el caos de este tiempo? No, estaba anunciado para que lo pudieseis evitar. Yo di a Juan, mi discípulo, la revelación de estos tiempos, que si la hubieseis sabido interpretar, si le hubieseis dado el valor que encierra, en vez de apartarla con indiferencia, habríais sabido que este tiempo pertenece al Sexto Sello del Libro de la Revelación, habríais velado y orado y os hubieseis librado de grandes males. 61. Ved cómo os prepara mi palabra para los tiempos venideros, por eso os digo que la aprovechéis, porque esta manifestación pasará como pasó Moisés por el desierto y no llegó a Canaán, como pasó Jesús por el mundo y terminó su jornada en la cruz. 62. Os estoy preparando para el tiempo que seguirá a la terminación de esta comunicación. Quedará un libro en cada recinto conteniendo mi palabra para que os reunáis y podáis recrearos en su lectura. 63. Si para trasmitir mi palabra en este tiempo escogí a quienes deberían expresarla, seré Yo también quien designe a aquellos que tengan que interpretarla a través de la lectura, cuando ya no me comunique en esta forma. Mas os digo desde ahora, que si os concretaseis a sólo escuchar mis enseñanzas, sin el propósito de llevarlas a la práctica, no podréis al final recoger simiente alguna. Es preciso que comprendáis que mi Doctrina no es para que la vayáis a tomar como un motivo para crear costumbres o tradiciones, sino para que la veáis como el verdadero camino de cumplimiento para vuestro espíritu y para que deis testimonio de ella con vuestras obras. 64. Después de 1950, mi pueblo penetrará en el estudio de esta enseñanza para llegar a grandes conclusiones. 65. Estos libros que bajo un dictado divino están formando mis "plumas de oro", serán valorizados como joyas de infinito valor, pues cada vez que los abráis en vuestras reuniones, la esencia que contiene será como una brisa del cielo sobre vuestros espíritus y sobre vuestros sufrimientos. Este libro os aclarará muchos misterios encerrados en el libro de los Siete Sellos. 66. Estudiaréis estas enseñanzas sin que caigáis en discusiones, y la luz del Espíritu Santo vendrá a iluminaros para que sepáis dar la justa explicación de lo que os había parecido un misterio. 67. Ya se acerca el año anunciado para daros mi adiós a través de esta comunicación y es mi voluntad entregaros todo cuanto tengo que deciros. No perdáis una sola de mis cátedras, una sola de sus sílabas, porque os estoy entregando las últimas palabras de este nuevo testamento por el cual serán comprendidos los dos anteriores y los venideros. 68. No os revelé el análisis de los Siete Sellos en el principio de mi comunicación porque entonces no me hubieseis comprendido; mas ahora he hecho luz en este misterio para que os profundicéis y salgáis de toda ignorancia, duda o confusión. 69. El mundo se interesará por fin en todas estas revelaciones divinas, y sabiendo de vuestra interpretación os buscará para interrogaros. ¿Os ocultaréis de vuestros hermanos cuando eso sea? Vosotros, que en todos los tiempos habéis tenido antes que los demás mis revelaciones ¿Se las negaréis? 70. No durmáis, no vayáis a flaquear ni a estar divididos, que no os encuentren ocupados en lo superfluo porque entonces en vez de hermanos que os pregunten, veréis llegar enemigos que os ataquen, y no sabéis si ellos en su lucha vengan a enseñaros lo que es cumplir con mi Ley y haceros respetar la verdad. Entonces preguntaréis: Señor ¿Acaso has puesto tu brazo justiciero del lado de mis enemigos? 71. Yo os he dicho que os preparéis para que doquiera que miréis, sólo encontréis hermanos. Quiero que la señal divina que he puesto en vosotros, sea la luz que os sirva para ser reconocidos como mis nuevos discípulos. 72. Qué hermoso será para vuestro espíritu retornar al Padre mostrándole vuestra misión cumplida; una imagen de esa dicha la ha experimentado aquí en el mundo el hijo que ha retornado al hogar paterno después de haber ido a cumplir obedientemente una orden de su padre. Cuánta alegría reboza del corazón de ambos al estrecharse, el padre sabiéndose obedecido y respetado, y el hijo mirándose ensalzado y recibido por su padre. 73. ¿Os habéis imaginado cómo será el festín para el espíritu que retorna a la casa del Padre Celestial? ¿Cómo será el ósculo con el que el Padre reciba a su hijo y el júbilo de los seres que habitan aquella mansión? 74. No os detengáis en el camino certero, venid por él, humanidad, y no volváis atrás vuestra vista hasta que lleguéis ante la gran puerta donde Yo os estaré esperando para recibiros. 75. Sed fervientes, aprended a encender en vuestro corazón la llama de la fe y la confianza en Mí, para que siempre estéis conformes con las pruebas que os envío. 76. Os ilumino. Caen sobre la humanidad, innumerables rayos para hacer luz donde antes habíais hecho tinieblas. Ha aparecido la aurora de un nuevo tiempo invitando a todos a despertar y a emprender la jornada de regreso a Mí. Os estoy llamando, porque ya se acerca la hora en la que he de recoger de la Tierra mi semilla, como os lo he estado anunciando. 77. Vosotros que me oís, habéis visto manifestarse mi Verbo, bajo su influjo, habéis visto redimirse hombres y mujeres, volver a la vida los que habían muerto a la fe y a la esperanza; sanar enfermos del cuerpo y del espíritu. Es que he vuelto a vosotros, para ayudaros y haceros menos penoso vuestro viaje. Velad y orad para que nada os impida o retarde el llegar al Padre. Venid por el camino de amor y de sacrificio y cuando elevéis al Padre vuestro espíritu pidiéndome la fortaleza, Yo os recibiré y os alentaré hasta que lleguéis al final de vuestro tránsito en donde os daré la paz. 78. Practicad todo lo que he venido enseñándoos a través de los tiempos; restituid mansamente, mas también os digo: enseñad a vuestros hermanos con el amor y la paciencia con que Yo os he enseñado. 79. Me habéis buscado en las diferentes religiones y sectas que la humanidad ha formado y Yo quiero que os despojéis de ritos y que borréis de vuestro corazón toda huella de fanatismo. Venid a Mí en espíritu, amadme con pureza, respetad y cumplid mis leyes y de esta manera me estaréis ofreciendo el verdadero culto. 80. Venid a Mí, hombres tristes, solitarios y enfermos. Los que arrastráis cadenas de pecado, los humillados, hambrientos y sedientos de justicia, estad conmigo, en mi presencia desaparecerán muchos de vuestros males y sentiréis que vuestra carga se aligera. 81. Si queréis poseer los bienes del espíritu, Yo os los concederé, si me pedís posesiones terrestres para hacer buen uso de ellas, también os las daré, porque vuestra petición es noble y justa. Entonces os convertiréis en buenos administradores y Yo os concederé la multiplicación de esos bienes para que de ellos participéis a vuestros hermanos. 82. Mirad a la humanidad cansada de luchar inútilmente sin llegar a encontrar la finalidad de su existencia. Me presenta una vida sin ideales y es que se ha apartado del camino de virtud y sólo busca el placer, ahí donde hay artificio y muerte. No ha sabido encontrar la alegría en el amor, en la caridad y en la benevolencia, no ha sabido escuchar el insistente ruego de este Padre que tanto le ama y que sólo quiere para todos la paz y la redención. 83. El mundo, dividido en religiones y sectas, me está llamando en esta hora creyéndome ausente, o cuando menos distante. Estando con él, no ha sentido mi presencia; pero a vosotros os digo; uno a uno iréis penetrando en el redil en donde llegaréis a estar todos juntos cuando hayáis comprendido mi enseñanza. 84. Vosotros, cultivad esta simiente y seguid adelante. La luz será vuestra guía y en seguimiento vuestro irán las grandes multitudes que Yo os confiaré. 85. Id en alas de la oración a difundir entre vuestros hermanos la luz. Penetrad en cárceles y hospitales y dejad ahí vuestro consuelo. 86. Si estáis cansados, venid a Mí que Yo os confortaré. No temáis, Yo soy el perdón, la clemencia y la verdadera justicia. 87. Yo soy el manantial que a torrentes se desborda sobre los campos en busca de simiente y de labriegos. 88. La tierra se encuentra preparada para que los hombres se apresten a elegir su parte de trabajo. 89. El campo os espera, cultivadlo con amor y pureza y cuando miréis que la buena simiente empieza a fructificar, destruid la mala hierba que pudiera estorbarle en su desarrollo. Dad muerte a todo brote de cizaña, y no caigáis en apatía porque no levantaréis buena cosecha. 90. Presentadme los campos cuando en ellos se vea brillar la espiga dorada y entonces podréis cosechar y enriquecer vuestros graneros para que la porción espiritual asignada a cada quien, no sufra hambre en su jornada. 91. Las prácticas idólatras que prevalecen entre los hombres, serán abandonadas por falsas; las enseñanzas que os he revelado tienen la razón de la verdad y ellas serán reconocidas al fin. 92. El sabio busca la causa de todo cuanto es y acontece, y espera demostrar con su ciencia que no existe ningún principio ni verdad fuera de la Naturaleza. Más Yo les contemplo pequeños, débiles e ignorantes. 93. Cuando Jesús tuvo que hacer frente a las preguntas, miradas y juicios de las multitudes, no había leído libro alguno, sin embargo, dio cátedra de sabiduría, porque en el entendimiento de aquel niño brillaba la luz del Altísimo y en sus labios florecía el mismo Verbo de Dios. Os digo esto a vosotros, porque también podéis hacerlo, cuando tengáis que enfrentaros a las interrogaciones y pruebas a que seáis sometidos. Entonces convenceréis, porque hablaréis de las lecciones de Dios que tienen siempre un principio, una base, una razón. No existe milagro que no tenga una razón lógica y natural, nada se produce sin causa. La hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad. 94. Os preguntarán: ¿Por qué siendo la majestad del Señor tan inmensa, se vale del más insignificante mortal para derramar su sabiduría? 95. A lo que vosotros contestaréis que el amor de Dios hacia sus hijos, no tiene límites y por ello muchas veces no alcanza a comprenderlo el hombre. 96. Tenéis que ser humildes, porque si vuestro Maestro dejó su Reino para vivir y mostrarse humilde en esta Tierra, vosotros tendréis que imitarme ante aquellos que son iguales a vosotros. 97. Si fuese necesario volver en materia como en el Segundo Tiempo, vendría aun sabiendo que tendría que pasar por aquel trance doloroso del cuerpo y del espíritu, mas ahora vengo en Espíritu y debéis preparaos para que palpéis mi divina verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 145 1. He aquí mi Espíritu Divino entre vosotros. 2. Acercaos a Mí, hijos amados, descansad de vuestro peregrinar por caminos y desiertos, que no soy Yo quien vengo a vosotros, sino vosotros los que habéis llegado a Mí. 3. Yo, vuestro Creador, vengo a mostrar al hombre mi mansedumbre, mi humildad y mi amor por todos mis hijos. En el Segundo Tiempo envié a mi Verbo para que encarnase entre vosotros, se llamó a sí mismo, "el hijo del hombre". 4. Estoy manifestándome por medio de la criatura predilecta de la Creación: el hombre, para que escuchéis mi Palabra a través del entendimiento de vuestros hermanos. 5. Cuán lejos me creíais de vosotros, y en realidad, qué cerca estoy. 6. En vosotros recibo a toda la humanidad que en este día está dando el adiós a un año más que le he confiado. 7. No sabéis cómo me mostraré a vosotros en este día; si como Padre, como Maestro o como Juez. 8. Voy a sorprenderos y a penetrar en lo más íntimo de vuestro corazón. 9. En verdad os digo que Jehová, el Verbo y el Espíritu Santo, son un solo Dios, el único que es principio y fin de todo lo creado, el Alfa y la Omega de todo lo existente. Voy a hablaros como Padre y a enseñaros como Maestro: mi ternura descenderá sobre vuestra materia y sobre vuestro espíritu. 10. María, vuestra Madre Universal, está en Mí, y es ella quien otorga las más tiernas caricias a sus criaturas muy amadas, ha estado en vuestro corazón para dejar en él su paz y la preparación de un santuario. María vela por el mundo y extiende sus alas como alondra, para cubrirlo de un polo al otro. 11. De toda la creación recibo el tributo que como acción de gracias llega Mí. 12. Mi mirada perspicaz penetra en el corazón del hombre y al de la mujer, desde la niñez hasta la ancianidad. Me presento invisiblemente en las naciones, en las comarcas, en las distintas iglesias y ante los seres desencarnados que aún pueblan la Tierra. Y mi presencia espiritual hace estremecer a los hombres. Es que no saben lo que el futuro reserva a la humanidad. 13. Ahora tocaré al hombre en su libre albedrío, él querrá hacer su voluntad, pero todo será hecho según la mía. 14. La evolución es con todos los espíritus y por medio de su virtud e intuición desarrollada llegará a ellos esta luz. 15. Comprenderá que no hay paz en el mundo, que hay sed y hambre, escasez y miseria y Yo os pregunto ¿Por qué? 16. ¿Acaso el caudal de bendiciones que deposité en esta Tierra, ha desaparecido? ¿El orden y las leyes del Universo han cambiado? ¿El astro rey ya no da luz y vida? ¿No hay agua en los manantiales, fertilidad en las tierras, ni fruto en los árboles? ¿No existe luz en vuestro cerebro ni sentimientos en vuestro corazón? ¿No hay un átomo de fuerza en vuestro espíritu para que podáis levantar vuestra faz ante Mí? Entonces ¿Por qué os portáis como enemigos si todos habéis brotado de Mí? 17. También el Espíritu Divino llora, pero no deben caer ahora mis lágrimas en el mundo, Yo le perdono, caigan ellas en mi manto divino. 18. Tomad de Mí la espiga, es el trigo de amor, de paz y buena voluntad. Cultivadlo y con él, haced pan que sustente a vuestro espíritu. 19. En mi manto está una espada, pero no es el arma homicida. Ella es la verdad. El que quiera ser soldado de la verdad, tómela en su diestra y con su luz vencerá en todas las batallas. 20. El espíritu de la humanidad avanza en busca de la Doctrina que os estoy entregando; ya empiezan a llegar los peregrinos. 21. Debéis estar ¡Alerta! porque los hombres de ciencia os pondrán a prueba. No desconfiéis por ser humildes, porque a los humildes se les ha revelado siempre lo que a los sabios engrandecidos se les ha ocultado o no se les ha permitido comprender. 22. Unificaos para que si llegáis a ser perseguidos, el Mar Rojo se abra para daros paso; mas debéis cumplir con mi Ley de amor, oh pueblo, ¿Queréis mi perdón? También Yo quiero que perdonéis a vuestros hermanos. 23. Me habéis entregado a vuestros muertos y Yo os digo: vuestros muertos viven en Mí. Me habéis entregado vuestro amor y os pido que lo mostréis en caridad a vuestros hermanos. 24. Humanidad: ya se acercan los rayos del sol alumbrando la faz de vuestro mundo para deciros con su luz, que un nuevo día aparece ante vosotros como un tiempo precioso, para que en él labréis vuestro progreso y alcancéis la paz verdadera como corresponde a los hombres de buena voluntad. 25. Oíd a vuestro Padre, descansad unos instantes, oh pueblo de espíritus errantes. Bienaventurado el que escucha, ama y cree en mi palabra, porque él es hijo digno del Padre, porque sabe guardar celosamente mis leyes y enseñanzas para cumplirlas después con obras de amor. 26. En estos momentos todos os encontráis atentos a mi palabra, ningún pensamiento superfluo turba vuestro entendimiento. Unos escuchan extasiados, otros, cabizbajos por sus remordimientos, otros más pendientes de cada una de mis manifestaciones. 27. Humanidad, a quien en este instante representa este pueblo, ha pasado un año que fue como una sombra de dolor para los que lloraron, una mano amiga para los que recibieron sus favores, un segundo para la eternidad de vuestro espíritu. Pero el tiempo sigue su marcha, porque el Tiempo soy Yo, Yo que he estado y estaré siempre con todos mis hijos. 28. Hay en este día un instante en que todo espíritu siente mi presencia divina en su conciencia, y cuanto mayor es la misión que lleva, es también mayor la voz que interiormente le habla. 29. 1945 se llevó las últimas sombras de la guerra; la hoz segó millares de existencias y millares de espíritus retornaran al valle espiritual. La ciencia asombró al mundo y con sus armas destructoras hizo estremecer la Tierra. Los que vencieron se convirtieron en jueces y verdugos de los vencidos; el dolor, la miseria y el hambre se extendieron dejando como huella de su paso, una estela de viudez, de orfandad y de frío. Las plagas avanzan de nación en nación, y hasta los elementos hacen oír su voz de justicia y de reproche para tanta maldad. Un manto de destrucción, de muerte y desolación, es la huella que el hombre que se dice civilizado dejó sobre el haz del planeta. Esta es la cosecha que me presenta esta humanidad, mas os pregunto: ¿Esta cosecha, es digna de pasar a mis graneros? ¿El fruto de vuestra maldad, merece ser recibido por vuestro Padre? De cierto os digo que este árbol dista mucho de ser el que podríais haber sembrado si hubieseis cumplido con aquel mandamiento divino que os ordena amaros los unos a los otros. 30. Duros e inflexibles son los hombres con sus hermanos, como lo fueron en tiempos de Moisés cuando era costumbre establecida el devolver golpe por golpe. Hoy os digo, que si esta es la forma en que entendéis la justicia, seréis medidos con la misma vara con que medisteis a vuestros semejantes. 31. Mas Yo os perdono, os bendigo y os doy tiempo para que cultivéis con amor la semilla bendita de mi Enseñanza. Yo soy el gran Guerrero. ¿Quién se apresta a ser soldado de esta causa? Yo hago la guerra con la paz. Y doy muerte al mal con la espada del bien. 32. Todo aquél que en el silencio de su vida se levante a seguirme por la senda del bien, es mi soldado y en su mano deposito una espada para que luche y venza. Esa espada es la verdad, ante ella no habrá enemigo que resista su luz. 33. Es día de júbilo. Israel amado, porque el Eterno se encuentra delante de vosotros para enseñaros a amar y a perdonaros los unos a los otros. Yo os he entregado mi enseñanza. He venido a vosotros lleno de regocijo, pero también he sufrido, porque por momentos os olvidáis de Mí. 34. Recibid mi paz. Una vez más os bendigo y perdono. Han llegado vuestros corazones ante mi planta como una ofrenda, como un holocausto, como una innovación de paz y perdón para todo el mundo. La enseñanza del maestro, como una antorcha de luz, ha quedado encendida una vez más en vuestro entendimiento y espíritu. 35. Es el tiempo de la lucha de la luz contra la tiniebla, que sorprende a los pueblos de la Tierra. Tiempo de pruebas y restituciones. Tiempo de purificación y de justicia. Contemplo confundidas a todas las naciones. Todas las sectas y religiones se encuentran divididas. Y este es el tiempo en que vengo a mostraros nuevamente el libro de la verdad. 36. Vosotros decís que llega un año más, Yo os digo: El espíritu no está sujeto a los tiempos. Es el tiempo el que está sujeto a la eternidad, al espíritu. 37. Bienaventurado el que ha oído y ama mi palabra, el que comprende mis manifestaciones y guarda solícitamente en su corazón el recuerdo de lo que ha visto y oído. 38. Creyentes e increyentes me oyen: lo que me aman y los que me blasfeman están pendientes de mi palabra; los despiertos y los dormidos, los diligentes y los perezosos, los espiritualizados y los materializados: Todos escuchan en mis casas de oración que forman el templo del Espíritu Santo, el templo sin altares materiales, el templo sin vanidades humanas. 39. ¡Cuánto habéis caminado, humanidad! ¡Cuánto habéis errado por los caminos! ¡Cuánto habéis buscado! ¡Cuánto habéis escudriñado! Os habéis levantado muy alto y habéis caído en el abismo. 40. Y he aquí a Jehová, el Eterno, al Desconocido, al Olvidado, preguntando a los hombres: ¿Ya os habéis cansado? ¿Ya queréis deteneros en el camino del pecado? ¿No os habéis desengañado aún? ¿Queréis ser todavía grandes en este mundo? ¿No sabéis que en la humildad está la grandeza? 41. Yo soy el Padre y soy el Dador. Yo soy el que en todos los tiempos ha dicho al hombre: "Pedid, que se os dará". He aquí mi mano; en ella se encuentra un cetro de justicia, una espiga dorada y una espada de luz, tomad lo que queráis, todavía queda en el fondo del cáliz lo más amargo, pero también el nuevo año se acerca como una promesa de paz. 42. ¿Queréis que el Reino de los Cielos se acerque a vosotros, como os lo he prometido? ¡Mi voluntad sea la vuestra! 43. Yo os perdono, humanidad pecadora, porque soy Padre amoroso. Tomad la espiga dorada y cultivad el trigo; multiplicadlo al ciento por ciento y recread vuestro espíritu con vuestra cosecha. Es el trigo del amor, de la armonía, de la fraternidad, de la paz y la buena voluntad, ¡Llevadlo en vosotros! Amasad el pan de cada día con este trigo y brindadlo a vuestro hermano. Es trigo de perdón, de caridad, de amistad. ¿Me comprendéis, pueblo? 44. Descorro en este día el velo del futuro y os preparo. Contemplad cómo avanzan las grandes turbas y caravanas en busca de este pueblo, mirad cómo avanzan las legiones en busca de la luz. Los peregrinos están llamando a vuestra puerta ¡Alerta pueblo! El hombre de la ciencia se apresta para escudriñaros, para interrogaros. 45. Habéis respetado mis arcanos y habéis penetrado cuando Yo os he llamado. Vosotros me conocéis hasta donde os he concedido y vais penetrando paso a paso en Mi. 46. Sois de mis escogidos en este tiempo. Unos fuisteis llamados en la niñez, otros en la juventud, otros en la ancianidad, y a cada quien le ha sido confiada una misión, de acuerdo con el tiempo que aún deba habitar la Tierra. 47. Al llegar a Mí, no hubo un espíritu que no me presentara una cuita. Os parecía que aquel dolor con que llegasteis era un obstáculo en vuestra vida, pero luego os disteis cuenta de que sólo había sido el peldaño que os aproximó a Mí. Entonces bendijisteis aquella prueba que tanta alegría había de proporcionar a vuestro espíritu. 48. Hacéis bien en bendecir aquel dolor que os acercó a Mí, porque por él aprendisteis a buscarme y a pedirme. Más tarde aprendisteis a orar y finalmente a desempeñar una misión espiritual, para poner en práctica mis enseñanzas de amor y caridad con vuestros hermanos. 49. Desde entonces habéis visto realizado un milagro en vuestra vida, porque comiendo el mismo pan que antes comíais, ahora ya no os sabe amargo, sino dulce y agradable, las dificultades que a vuestro paso encontrabais, y que os hacían blasfemar o perder la fe, ahora ya no os amedrentan, porque ya no las consideráis insuperables y hasta vuestros sufrimientos físicos, que antes os llegaban a vencer, ahora ya no os acobardan. 50. Es la fuerza de la fe, es el efecto de la espiritualidad y la regeneración. 51. Antes pasaban desapercibidas para vosotros muchas sensaciones espirituales, porque sólo buscabais la satisfacción de vuestros sentidos y los sentidos tienden muchas veces a materializar vuestro espíritu. Ahora comenzáis a descubrir una vida nueva, comenzáis a encontrar la esencia, la belleza, el sentido, la verdad de cuanto os rodea. 52. A medida que escucháis mi enseñanza, vais elevando vuestro pensamiento, modificando vuestra antigua forma de rendirme culto y mejorando vuestra vida. Ya dejasteis de pedir con la exigencia con que antes lo hacíais, y vais aprendiendo a orar y a sentir lo que en la oración me decís: Así, cuando habéis dicho: "Hágase Señor, tu voluntad en mí", es porque habéis comprendido el significado de vuestras palabras, disponiéndoos a recibir de Mí, según Yo lo ordene. Pero hay siempre postreros entre la multitud, porque sin cesar llegan a estos recintos nuevos corazones en busca del agua de la vida. A ellos tengo que hablarles en otra forma, para que me comprendan y a la vez se sientan comprendidos. 53. Recordad que a cada uno de vosotros así le recibí, cuando por vez primera se acercó a escuchar mi palabra. A unos no les hablo de una misión espiritual, porque no me entenderían, pero les hablo del fardo de sufrimientos que llevan en la vida, bajo cuyo peso se sienten vencidos y agobiados. Les enseño la forma de resolver las grandes pruebas que dentro o fuera del hogar han surgido, les consuelo en su amargura, les concedo el bálsamo que les devuelva la salud, les conforto y les lleno de esperanza. 54. Entonces el enfermo siente que una mirada celestial sabe de su dolor y que esa mirada es la de su Padre, quien viene a liberarle del fardo de sufrimientos que va arrastrando. El corazón que en la Tierra no ha sabido de ternura, de comprensión o de cariño, de pronto se siente envuelto en la ternura de mi palabra; ama con un amor infinito, y siente desbordarse el torrente de su dolor contenido por mucho tiempo. 55. Lo mismo el hombre solitario o incomprendido, que el hombre convertido en esclavo de pasiones o vicios, que la mujer abandonada o la doncella temerosa de enfrentarse a la vida. Lo mismo el padre o la madre de familia que me presentan todos sus problemas, que el huérfano que no tiene amparo en el mundo. A todos les escucho y a todos les toco el corazón con el fino cincel de mi palabra. 56. Yo sé que ocupándome de todo aquello que les aflige, por muy humano o muy material que sea, me estoy ocupando de su espíritu porque le estoy liberando de su carga, porque le estoy preparando el camino que habrá de recorrer después y porque en esa forma le estoy encendiendo la lámpara de la fe. 57. Mi fuente de amor se desborda en estos instantes sobre vosotros, perdonándoos y bendiciéndoos. 58. A todos os recibo en este día para que escuchéis mi palabra y os recreéis con ella. 59. Si entre estas multitudes hay hipócritas y fariseos, usureros, ladrones de bienes materiales, o de bienes morales como es la honra, o de bienes espirituales como son la fe y la paz, Yo quiero acariciaros a todos como si en ninguno hubiese manchas, porque soy vuestro Padre que tiene sed de vuestra regeneración y de vuestro amor. 60. Precisamente en los más perdidos y alejados de la Ley es en quienes siempre pruebo el poder de mi palabra, por lo que en este tiempo vine a hablaros en forma amplia, con una lección llena de amorosa justicia y de enseñanzas infinitamente sabias, para salvaros de los abismos y elevaros a la cumbre, porque los abismos están llenos de tinieblas y ahí no podréis ver jamás la verdad, y en cambio las cumbres están iluminadas con la luz de la sabiduría, del amor y la justicia. 61. Las pruebas justicieras y los reclamos son para los reacios, para los necios y obstinados en el mal, mas Yo sé cuándo es suficiente una palabra de amor para que se rediman. 62. Este pueblo es tocado continuamente en las dos formas. El amor es suficiente para que se dejen guiar por él los dóciles de espíritu y materia, mientras que para aquellos que no son susceptibles al amor, es necesario que sea el dolor el que los reduzca a la moderación y al orden. 63. Lentamente y paso a paso según vaya surgiendo la regeneración en ellos, irán pasando de las filas de los que se purifican con el dolor a las filas de los que se elevan por la espiritualidad. 64. Todos me oís y todos calláis. El libro de vuestra conciencia está abierto ante vuestro espíritu, ante vuestro entendimiento, mostrándoos el camino verdadero y señalándoos el sendero por el que libremente habéis caminado, mas en estos instantes el espíritu de la multitud se ha recogido, para escuchar hasta la última de mis palabras. 65. Aquí, ante esta palabra, no hay hombre que no se estremezca dentro y fuera de su ser, es decir, en el espíritu y en la carne. Aquí, al escucharme, es cuando piensa en la vida, en la muerte, en la justicia divina, en la eternidad, en la vida espiritual, en el bien y en el mal. 66. Aquí es donde al oír mi voz, siente en sí la presencia de su espíritu, y recuerda de dónde procede. 67. Oyéndome, se siente en esos momentos identificado con todos sus semejantes, reconociéndolos en el fondo de su ser como a sus verdaderos hermanos. Hermanos en la eternidad espiritual, más próximos aún que los que lo son solamente por la carne, ya que ésta es pasajera en la Tierra. 68. No hay hombre ni mujer que escuchándome no se sienta contemplado por Mí, por lo tanto, nadie se atreve a ocultar o a disimular delante de Mí sus manchas; y Yo las muestro pero sin señalar a ninguno públicamente, porque soy el Juez que jamás delata; os digo que entre vosotros descubro adulterios, infanticidios, hurtos, vicios y lacras que son como lepra en el espíritu de quienes han pecado. Mas no sólo vengo a probaros la verdad de mi palabra demostrándoos que sé descubrir las faltas de vuestro corazón, quiero también probaros el poder de mis lecciones, dándoos las armas para vencer el mal y las tentaciones, enseñándoos a lograr la regeneración, despertando en vuestro ser un anhelo por lo bueno, lo elevado y lo puro y una repulsión absoluta por todo lo innoble, por todo lo falso y por todo lo malo al espíritu. 69. Hombres y mujeres con quienes formaré mi nuevo pueblo, multitudes amadas que en silencio y en espíritu lloráis en esta hora bendita, descansad en Mí, sentid como desciende mi perdón hacia vosotros, limpiándoos de vuestras manchas y descargándoos de vuestro fardo para que iniciéis una existencia nueva. 70. No temáis, estoy viendo el arrepentimiento sincero en quienes se han dado cuenta de la magnitud de sus faltas y en estos instantes me piden con el corazón desgarrado que les perdone, que no les vaya a hacer pagar sus faltas, midiéndoles con la misma vara con que han medido en el mundo, y finalmente me ruegan que les proporcione una oportunidad para probarme su arrepentimiento. ¿Cómo no he de saber quién es el que llora con verdadero arrepentimiento para que Yo pudiera negarle esa oportunidad que con tanta angustia me solicita? Así como también se de los que se engañan a sí mismos con un falso arrepentimiento, mas no a Mí, que veo más allá de vuestro presente. A ésos les dejaré sujetos a pruebas por el tiempo que sea necesario para su despertar pleno al llamado de su conciencia. 71. Por ahora, sentid todos mi caricia, mi amor y mi paz, porque habéis venido al festín espiritual a la casa del Maestro, y justo es que todos alcancéis a saborear los manjares del perdón y del amor de vuestro Padre. 72. Mi manto de amor se extiende sobre el Universo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 146 1. Discípulos: he acariciado vuestra frente apartando vuestras preocupaciones, y habéis vuelto vuestros ojos hacia Mí para decirme: ¿Aquí estabais, Señor? 2. Es menester que concentréis vuestra atención en mi palabra, porque cuando soy escuchado verdaderamente, abro mi arcano y desbordo mi sabiduría en mis discípulos. Me preguntáis: ¿A qué se debe tanta paciencia y tanto amor divino? Y Yo os contesto: muchos habéis sido padres en la Tierra y todos habéis sido hijos, ¿Qué padre ha deseado el dolor para el hijo, aun cuando de él haya recibido la mayor ofensa, la más cruel ingratitud? En el corazón de aquel padre se ha abierto una profunda herida, el dolor lo ha embargado y a veces hasta el enojo ha turbado su mente, pero ha bastado una palabra de arrepentimiento de aquel hijo o un acto de humildad, para que lo estreche contra su corazón. Si eso hacéis los humanos, ¿Por qué os extraña que os ame y os perdone con perfección? 3. Os formé para amaros y sentirme amado. Vosotros necesitáis de Mí como Yo necesito de vosotros. No dice la verdad quien afirme que no me hacéis falta, si así fuera, no os hubiese creado ni me hubiese hecho hombre para rescataros con aquel sacrificio que fue una gran prueba de amor; os hubiese dejado perder, mas debéis reconocer que si os alimentáis de mi amor, justo es que ofrezcáis lo mismo a vuestro Padre, porque os sigo diciendo: "sed tengo, sed de vuestro amor". 4. ¿Cómo no me habéis de hacer falta y cómo no he de sentir vuestra ausencia si sois parte de mi Espíritu? ¿Veis por qué os pido que analicéis Mi palabra y hasta la forma en que he venido, para que no os extrañe el hecho de manifestarme por medio de materias pecadoras? Para mi amor no ha podido significar un obstáculo vuestro pecado, he venido a purificaros para acercaros a Mí. Unos lo han comprendido y otros no, por eso entre las multitudes de hombres y mujeres que me han escuchado en este tiempo, existen los que han proclamado que Yo he vuelto entre los hombres, así como aquellos que han dicho que esto es imposible. 5. Mi presencia nunca se ha apartado de vosotros. Es mi verbo el que vengo a derramar en cumplimiento de mi promesa; es mi amor y mi luz que emana de esta palabra. Ahora me encuentro doctrinándoos, más cuando llegue el año de 1950, señalado por mi voluntad como el último de esta manifestación, sin que mi Espíritu se aparte de vosotros, haré cesar esta forma de comunicarme. 6. Sólo unos corazones quedarán preparados para ese tiempo. 7. ¿Acaso en el Segundo Tiempo esperé a que el mundo se convirtiese para ausentarme? Yo partí entre burlas, escarnios, crueldades y dudas. Sabía que era menester mi muerte para que el mundo se levantara a la vida. Nuevamente en este tiempo me ausentaré en los instantes de vuestra confusión, de vuestra turbación y de vuestras dudas, pero mi palabra, legada a la humanidad como un testamento de amor, volverá a conmover al mundo. 8. Vendrá la guerra de ideas, credos, religiones, doctrinas, filosofías, teorías y ciencias, y mi nombre y Doctrina andarán en todos los labios. Mi nueva venida será discutida y juzgada, y de ahí se levantarán los grandes creyentes proclamando que Cristo ha estado nuevamente entre los hombres. En esos instantes, desde el infinito animaré a esos corazones y haré prodigios a su paso para fortalecer su fe. 9. La humanidad está recordando en este día, aquel en que unos magos de Oriente llegaron hasta el pesebre de Belén para adorar al Dios niño. Hoy me preguntan algunos corazones: ¿Señor, es verdad que aquellos señores poderosos y sabios se inclinaron delante de vos, reconociendo vuestra divinidad? 10. Si, hijos míos, fue la ciencia, el poder y la riqueza los que llegaron a postrarse ante Mi presencia. 11. También estaban allí los pastores, sus esposas y sus niños con sus humildes, sanos y sencillos presentes, con los que recibían y saludaban al Redentor del mundo y a María como el símbolo de la ternura celestial. Ellos representaban la humildad, la inocencia, la sencillez; más los que tenían en sus pergaminos las profecías y las promesas que hablaban del Mesías, dormían profundamente sin presentir siquiera quién había llegado al mundo. 12. Dudáis a veces de lo que os habla la historia escrita por mis apóstoles, porque mi vida ha sido rodeada por muchas falsas leyendas; ahora os digo que lo que ellos escribieron fue verdad y además fue lo indispensable para vuestra salvación. Todo aquello ahora vengo a confirmarlo y lo que la imaginación de los hombres haya creado quedará destruido con la verdad de mi palabra en este tiempo. Los humildes han llegado ante mi palabra trayendo en su corazón su presente de humildad y de sencillez. Después, vuestro mundo científico, los acaudalados y los hombres del poder, se inclinarán ante mi presencia invisible. 13. A pesar de haberos encontrado más materializados que en los tiempos pasados, la evolución que el espíritu ha tenido permitirá a la humanidad concebir mi nueva manifestación en forma espiritual. Cuando más distante cree el hombre encontrarse de mi Divinidad, he ahí que se halla a un paso de ella. Hay quienes afirman que Yo no existo, mas no os dejáis impresionar por ello, esos hombres hablan así porque me han concebido a través de formas irreales, y al desengañarse por su ciencia de que no estoy donde ellos creían, entonces me han negado, pero aún grande es su deseo de saber si en verdad existo. 14. Todavía el hombre no se ha encontrado, falta que se conozca espiritualmente para que tenga la solución de muchas confusiones y la respuesta a muchas interrogaciones. Este es el tiempo en que puede y debe encontrarse, descubrirse y conocerse. Cuando esto sea, con qué claridad sentirá mi presencia. 15. Os he permitido comunicaros brevemente con los seres del más allá, lo que no autoricé en el Segundo Tiempo porque entonces no estabais preparados para ello, ni unos, ni otros. Esa puerta ha sido abierta por Mí en este tiempo y con ello doy cumplimiento a los anuncios de mis profetas y a algunas de mis promesas. En 1866 se abrió para vosotros esa puerta invisible y también las del cerebro de los escogidos, para manifestar el mensaje que los espíritus de luz habrían de traer a los hombres. Antes de ese año, en las naciones y pueblos de la Tierra se venían manifestando seres espirituales, que fueron las señales precursoras de mi venida. 16. Mucho habéis despertado para la ciencia y mucho habéis dormido para lo espiritual, mas Yo he venido a enseñaros una ciencia divina que tiene como raíz el amor, y de la cual se derivan la caridad, la sabiduría, la fraternidad. Vuestra ciencia ha acercado a los pueblos, ha vencido el tiempo y las distancias, es fruto de la mente. ¿Qué de extraño tiene que por el espíritu se acerquen los mundos y se conquiste la eternidad? Todo aquel que ansíe recorrer este camino, revista su corazón de respeto, vele, ore y sea obediente al llamado de su conciencia. 17. Os he dicho que vuestra comunicación con el mundo espiritual en esta forma materializada y tangible será breve, porque en 1950 esta lección y experiencia habrán terminado, más si la aprovecháis debidamente, os dejará innumerables frutos, entre ellos el de haberos preparado para la comunicación de espíritu a Espíritu, o sea la comunicación directa sin necesidad de la facultad que concedí temporalmente a vuestro entendimiento. Sólo el amor deberá ser lo que os atraiga unos a otros. 18. Así os enseño para que no caigáis en ciencias confusas, en nuevos fanatismos o en supersticiones. Por eso no os fue permitido en el Segundo Tiempo conocer las lecciones dadas bajo esta forma, porque no hubieseis comprendido su esencia. Cristo os lo prometió y Elías vino a darle cumplimiento en este tiempo. Sobre el mundo seguirán materializándose los espíritus aun después de 1950, ello servirá para que muchos escépticos crean y muchos aletargados despierten, mas este pueblo deberá ser obediente dejando que esa forma de manifestación termine para él en el instante indicado: más tarde llegarán estos discípulos a las naciones y con mano firme arrancarán toda la hierba que entre la humanidad haya crecido, dejando solamente la luz de la experiencia como trigo fértil. Sobre la profanación que se haga de lo sagrado, llegarán los que enseñen el respeto a lo que sea puro. Y cuando la espiritualidad sea en el corazón de la humanidad, sentirá que su pensamiento se eleva hacia otros mundos, y los sentirá penetrar en su corazón, entonces habrán alcanzado los hombres una elevación espiritual que les permitirá sentir en su corazón la presencia del Reino de los Cielos. 19. Los lazos de amor con que habéis sido unidos en la Tierra se estrecharán con los que os unen espiritualmente en la eternidad. Así se formará la familia universal, donde no existirán diferencias. 20. Habéis tenido entre vosotros manifestaciones de seres turbados que viven en tinieblas, ellos han pasado por las puertas de ese don que os he confiado, y ¿Quién podrá tomar como malas esas manifestaciones o por ello juzgar impura esta Doctrina? ¿No creéis que ese don está encaminado a hacer la caridad no tan sólo entre los humanos, sino también entre aquellos que llevan tinieblas en el espíritu? 21. Quien juzgue mal estas lecciones, ha estudiado mal las obras de Jesús del Segundo Tiempo. La vida espiritual es semejante a la vida material, aquella tiene también sus encrucijadas, vicisitudes y tentaciones como en esta vida que vosotros vivís; cuando se abre una puerta para hacer caridad, ahí acuden los necesitados como ocurrió con Jesús en el Segundo Tiempo y como ocurre con los que han recibido en este tiempo ese don. Ahí es donde quiero contemplar vuestra caridad. 22. Yo os bendigo, porque cuando han llegado ante vosotros los poseídos, no les habéis llamado endemoniados, sino que habéis visto en el poseído a un hermano en expiación, y en los que lo dominan, a hermanos menesterosos que lo perturban. 23. Mañana no habrá necesidad de que aquellos seres tomen vuestro cerebro para comprender la realidad, les bastará recibir vuestros pensamientos en su espíritu para contemplar la luz. 24. Son ya los últimos tiempos en que estaré con vosotros en esta forma. Creed en ello y creed también que no volveré a este mundo a materializar mi palabra y menos a hacerme hombre. 25. Preparaos, porque llegarán a vosotros rumores de hombres que afirmen que he vuelto, que Cristo ha venido a la Tierra. Vosotros permaneceréis fieles y diréis con firmeza: el Señor está en espíritu con todos sus hijos. Si durmieseis y no os espiritualizaseis, negaréis que Yo levanté mi palabra, y convertidos en blasfemos y desobedientes invocaréis mi rayo sobre las multitudes diciéndoles: pidámosle a aquel que nos dio su palabra que siga hablándonos, elevémosle cánticos y hosannas para que nos escuche; mas de cierto os digo que mi rayo no tornará más al entendimiento humano porque no vendré a alimentar vuestra necedad. ¿A qué os expondríais? A que las palabras de aparente luz os llevaran a la confusión. ¿No quiere eso vuestro corazón? Preparaos para esa prueba, y sobre vuestra obediencia y humildad brillará la luz de mi inspiración. 26. Yo os anuncio que si antes de 1950 no se hace la unificación de estas multitudes en un solo pueblo. La confusión reinará muy pronto porque habrá quienes digan que el Maestro se sigue manifestando, y entonces ¡Ay de este pueblo! ¿No habéis presentido esta amenaza? Todavía no se ha despertado en vosotros ese espíritu de fraternidad y unión, y esperáis que sean los acontecimientos los que os unan, más si eso esperáis veréis desatarse las plagas, los desórdenes, las guerras y la justicia de los elementos, hasta que no haya en el mundo un sitio de paz, ni en la superficie de la Tierra, ni en sus entrañas, ni en el mar, ni en los vientos. 27. Pueblo: Comencé mi palabra en este día llena de dulzura, mas luego se hizo severa porque es menester preveniros de peligros y corregir a tiempo vuestros errores, pero quiero terminar mi cátedra hablándoos con dulzura. 28. Discípulos: no olvidéis que en el día en que los hombres recuerden el nacimiento de Cristo, vine a abriros aún más vuestros ojos para que lleguéis a Mí por el camino del cumplimiento, de la humanidad, de la obediencia. 29. Hoy no me habéis traído leche, miel y pan, como ofrenda de amor y regocijo a imitación de los pastores de aquel tiempo. Tampoco los reyes o los sabios de este tiempo me traerán incienso, oro y mirra. Todos me mostrarán su espíritu, para que en él deposite un presente de amor. 30. En este instante desciendo a vosotros en mi palabra a través de un entendimiento humano, para daros la bienvenida y deciros que mi perdón os lo he dado para siempre. 31. Estoy esperando en vosotros la nueva simiente, oídme para que seáis semilla de luz. 32. Muchos de vosotros queréis morir porque os encontráis cansados y sin ideales en la Tierra. Ciertamente que la muerte del cuerpo es el renacimiento para el espíritu, pero ese cuerpo que ocupáis os sirve para purificaros. Orad y velad y no os debilitaréis. Yo estoy en vosotros; cuando decís que la sangre de Cristo cayó sobre la humanidad ¿Pensáis que sólo se trata de un sentido figurado o de un símbolo? ¿Qué pensaríais si os dijese que tanto mi sangre como mi cuerpo os trazaron la senda del cumplimiento de la misión, que a cada uno de vosotros fue confiada? Y sí mi Espíritu está derramado en cada uno de vosotros ¿Cómo es que no llegáis a reconoceros como hermanos y en cambio os aborrecéis? ¿Nunca habéis pensado que cuanto hagáis con vuestros hermanos lo hacéis conmigo? 33. Dejad de escudriñar la ascendencia humana de Jesús, ello no os revelará la sutileza de mi cuerpo. Penetrad en las grandes revelaciones que en aquel tiempo y en éste os he dado y comprenderéis lo que ahora os estoy dando a conocer. 34. No recurráis a los libros del mundo, que aunque hablan de Mí no están escritos bajo inspiración divina. Ved que lo que brota de la mente humana puede tener errores, más lo que viene de los cielos no puede equivocaros. Guardad mis revelaciones con más celo que si guardaseis perlas o brillantes. 35. Dicen los hombres en sus libros, que Jesús estuvo entre los esenios buscando su saber, mas quien todo lo sabía y fue antes que los mundos, nada tenía que aprender de los hombres; no podía lo divino aprender de lo humano. Donde quiera que estuve fue para enseñar. ¿Puede haber en la Tierra alguien más sabio que Dios? Cristo vino del Padre a traer a los hombres la sabiduría divina. ¿No os dio prueba de ello vuestro Maestro cuando a los doce años de edad, dejó absortos a los teólogos, a los filósofos y a los doctores de la Ley de aquel tiempo? 36. Hay quienes han atribuido a Jesús las debilidades de todos los hombres, gozando con arrojar sobre el hombre divino y sin mancha, el cieno que llevan en su corazón. Esos no me conocen. Si todas las maravillas de esta Naturaleza que contempláis no son más que la materialización de pensamientos divinos, ¿No pensáis que el cuerpo de Cristo es la materialización de un pensamiento sublime de amor de vuestro Padre? Entonces Cristo os amó con el Espíritu, no con la carne. Mi verdad nunca podrá ser falseada porque ella contiene una luz y una fuerza absolutas. 37. El eco dulce e inolvidable de la palabra de Jesús, aquella que no hiere, vengo a manifestarla en este tiempo por conducto de estos humildes y torpes entendimientos. 38. Los hombres, sin respeto y sin amor, han osado juzgar la vida de los seres más elevados que Dios ha enviado entre los hombres, tomando mi propia palabra, como base para sus razonamientos. Si en cierta ocasión llamé a mis discípulos hermanos, no fue la única, ni a ellos solamente a quienes así llamé. María en su seno virgen llevó el cuerpo de Jesús. La Madre escogida, la Madre purísima, la azucena sin mancha, fue la encarnación de la ternura materna que en lo divino existe. ¿Por qué Jesús llamándose el hijo de Dios, no había de llamar hermanos a los hombres cuando ellos también son hijos de Dios? ¿Cuándo tendréis la elevación suficiente que os permita dar su justo sentido a lo divino y a lo humano? Comprended que es la única forma de que sepáis dónde están los errores y dónde brilla la verdad. 39. No son los hombres los que pueden hablaros de Mí con más verdad que Yo, aunque estas lecciones os las digo a través de hombres, mirad que es en sus éxtasis cuando por ellos hablo. Mi Doctrina llegará a ser comprendida, su esencia que es ley será vivida por la humanidad. Antes, la semilla de la cizaña será exterminada. Y vosotros, ¿Cuándo llamaréis hermanos a todos los hombres? ¿Cuándo veréis en ellos a hijos de vuestro Padre? El único título que podrá llevaros hasta mi seno, será el de haber sabido ser hijos de Dios y hermanos de vuestros semejantes. 40. Vosotros que os preocupáis tanto de vuestro hogar, ¿Por qué no os preocupa igual la morada que tendréis que preparar en la eternidad para vuestro espíritu? Vosotros que encendéis la luz de vuestra estancia para no estar a obscuras, ¿Por qué no encendéis la lámpara de vuestro corazón para que no permanezcáis más en las tinieblas? 41. Cuando estéis preparados os hablaré ampliamente de los tres tiempos y de las siete etapas o épocas para que no confundáis a los unos con las otras. 42. He aquí mi palabra reveladora y sencilla, comprendedla y ponedla en práctica. 43. Este es instante de gracia en que la luz de mi Santo Espíritu se esparce en todos los mundos; luz que es sabiduría divina para cada criatura espiritual. Y vosotros que estáis oyendo mi palabra, recreándoos con la sabiduría del Espíritu de Verdad, encontrad en toda ella el sentido de mis enseñanzas, preparaos en verdad, porque es menester que enseñéis a muchos mi Ley. 44. Mi Ley es un camino de justicia y amor al cual estoy volviendo a llamar a los hombres, para que gobiernen a las familias y a los pueblos con ese amor y esa justicia de que os hablo. En esa Ley existe el principio y el fin de todo lo creado; es mi voluntad que todo viva en armonía, y que vosotros, dentro de esta Creación, evolucionéis espiritualmente como evolucionan los diferentes reinos de la Naturaleza, para que alcancéis el progreso de vuestro espíritu. 45. El hombre se ha estancado moral y espiritualmente, ha forjado un culto hacia Mí y una forma de vivir que cree son las mejores, y ha caído en una rutina que hastía y fatiga su espíritu, fanatizándolo en ritos y ceremonias materiales. En cambio ved el nivel de evolución en que se encuentran los reinos que forman la Naturaleza material, ved su orden, su armonía y su perfección. 46. Tenéis que comprender que vosotros, dotados de espíritu, significáis en la Creación, la obra más amada del Padre, porque en vosotros depositó esencia, atributos e inmortalidad. 47. No existe la muerte para el espíritu, la muerte como la concebís vosotros o sea el dejar de existir. No puede ser la muerte del cuerpo, muerte o fin para el espíritu. Ahí es precisamente donde él abre los ojos a una vida superior, mientras su envoltura los cierra al mundo para siempre. Es sólo un instante de transición en la ruta que conduce a la perfección. Si aún no lo habéis comprendido así, es porque todavía amáis mucho a este mundo y os sentís estrechamente ligados a él. Os preocupa abandonar esta morada porque creéis ser dueños de lo que en ella poseéis, y aún hay quienes conservan un vago presentimiento de mi justicia divina y temen penetrar en el valle espiritual. 48. La humanidad ha amado demasiado a este mundo; demasiado, porque su amor ha sido mal dirigido. ¡Cuántos han sucumbido en él por esta causa! ¡Cuánto se han materializado los espíritus por la misma razón! 49. Sólo cuando habéis sentido cerca los pasos de la muerte, cuando habéis estado gravemente enfermos, cuando habéis sufrido, es cuando pensáis que estáis a un paso del Más Allá, de esa justicia que sólo en esos trances teméis y entonces hacéis al Padre promesas y juramentos de amarle, de servirle y obedecerle en la Tierra. 50. El dolor os purifica, el dolor es el cincel que modela el corazón del hombre para que éste alcance espiritualidad. Para que vuestro dolor no sea estéril, necesitáis que la antorcha de la fe os ilumine para que tengáis elevación y paciencia en las pruebas. 51. Vosotros sois el mejor fruto que ha brotado de Mí, que soy el árbol universal; cumplid siempre con mi Ley de amor para que pueda regocijarme con vosotros. 52. Si apuráis en la vida un cáliz de amargura por causa de la humanidad, devolvedle a ella ese mismo cáliz, pero lleno de miel. Como Cristo, quien recogió sólo dolor y amargura entre los hombres a quienes tanto amó, y todavía pendiente en el madero, mientras las turbas blasfemaban y le ofrecían hiel y vinagre, El abrió su costado como manantial de amor para entregar a los hijos su sangre, como vino de resurrección y vida eterna. 53. En el Segundo Tiempo, apartase el Maestro de sus discípulos por unas horas y al volver, observó que deliberaban, entonces les preguntó: ¿Qué habéis aprendido de mi Doctrina? Y uno de ellos contestó: Maestro, cuando vos no estáis con nosotros, estudiamos tus palabras, mas no siempre alcanzamos a comprender. El Maestro entonces les dijo: Contemplad la mar, ved que es inmensa, así en la Ley del Padre, ella es el principio y el fin de todo lo creado, pero Yo os concederé comprender hasta donde sea mi voluntad. 54. Por diferentes caminos va la humanidad en este Tercer Tiempo y no encuentra la verdad. Yo le envió mensajes y señales pero ella se encuentra ciega. No han sido suficientes las voces de los elementos y las guerras para testificar la segunda venida de Cristo entre la humanidad. 55. Entre unos cuantos me encuentro, enseñando mi mensaje de espiritualidad, que el hombre conocerá en este tiempo. Y de entre los que a Mi han venido para oírme, he escogido a los nuevos discípulos, que serán los emisarios y mensajeros de mi Obra en el mundo. 56. Por eso miráis cuán incansable y perseverante soy ensenándoos mi lección, porque quiero dejaros fuertes. Esta palabra habrá de escucharse en todo el Universo. 57. Si trabajáis con pureza y amor, habréis hecho una obra que os dignificará delante de Mí, porque trabajasteis en una labor ardua por implantar entre los hombres la moral, el amor y la espiritualidad. 58. Yo haré que vuestro ejemplo sea reconocido y tomado en cuenta por la humanidad. Entonces las generaciones venideras seguirán firmemente vuestros pasos. 59. Para alcanzar la paz, cumplid con mi Ley y la tendréis en vuestro espíritu, y la hora de la muerte del cuerpo, que no sabéis cuando sea, os encontrará en paz. 60. Velad, cuidando de no manchar vuestra mente con pensamientos impuros; ella es creadora y cuando dais cabida a una idea mala, se rebaja a planos inferiores y vuestro espíritu se rodea de tinieblas. 61. Sed celosos de mi Ley, porque la he puesto en vosotros. ¿Sabéis por qué aparté los símbolos materiales? Porque vosotros mismos sois el símbolo del amor del Padre. 62. Cada vez que asistáis a una de mis enseñanzas, preparaos, y meditad en que si vais a recibir una lección, debéis de aprovecharla, porque de otra manera será estéril la semilla espiritual en vuestro corazón, y vosotros no sólo habréis desaprovechado la divina siembra, sino hasta vuestro tiempo. 63. Medita antes de venir a escucharme, a fin de que no salgáis de mis recintos con los mismos defectos con que a ellos llegasteis y entonces podréis decir con íntima satisfacción, que habéis sabido aprovechar las lecciones de vuestro Maestro. 64. Si no os concentráis para escucharme, ni procuráis llevar a la práctica mis enseñanzas, nunca podréis contemplar el fruto que mi palabra puede producir entre vosotros. Pero en cambio, si os esforzáis por llevar a cabo mi Doctrina, y la aplicáis a vuestros actos y la vivís, entonces comenzaréis a ver cómo salís del estancamiento espiritual para adelantar en vuestra senda de evolución, aquella que habrá de llevar paso a paso a vuestro espíritu a la verdadera grandeza. 65. Mi palabra habla de amor y ese amor, al aplicarlo a vuestra vida se traducirá en fraternidad, en unión, en igualdad, en armonía y paz. Más, para que os inspiréis en la obediencia en mi palabra, antes necesitáis creer en la verdad de mi manifestación. 66. Si no me creyeseis ahora que me comunico a través del entendimiento de estas criaturas, ¿Qué será cuando os hable a través del espíritu de los grandes inspirados de los tiempos venideros? 67. Todos deseáis salvaros; todos queréis escapar de las expiaciones del espíritu y todos soñáis con conocer el Cielo; mas Yo os digo que es bien pequeño el esfuerzo que hacéis por lograr todo esto y que muchas veces, en vez de buscar los medios que podrían ayudaros a conseguirlo, huis de ellos. 68. Vosotros creéis que el Cielo es una región en el infinito, y que a ella podréis llegar mediante un sincero arrepentimiento de vuestras faltas, en la hora de vuestra muerte material, confiando en que seréis perdonados en aquel instante y conducidos por Mí al Reino de los Cielos. Eso es lo que vosotros creéis. En cambio Yo os digo que el Cielo no es un sitio, ni una región, ni una mansión, el cielo del espíritu es su elevación y su perfección, es su estado de pureza ¿En quién está el permitiros que penetréis en el cielo, en Mi que siempre os he llamado, o en vosotros que siempre habéis sido tardos? 69. No limitéis más lo infinito, lo divino. ¿No comprendéis que si el Cielo fuese como creéis, una mansión, una región o un sitio determinado entonces ya no sería infinito? Ya es tiempo de que concibáis lo espiritual de una manera más elevada, aunque vuestra idea no alcance a abarcar toda la realidad, pero que al menos se aproxime a ella. 70. Tened siempre presente que el espíritu que alcanza los altos grados de la bondad, de la sabiduría, de la pureza y el amor, está más allá del tiempo, del dolor y de las distancias. No está limitado a habitar un sitio, puede estar en todas partes, y encontrar en todo un supremo deleite de existir, de sentir, de saber, de amar y saberse amado. 71. Ese es el cielo del espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 147 1. Yo recibo a mi pueblo, a vosotros que venís en busca de la dulzura de mi palabra, para mitigar los sinsabores de la vida. Vengo a entregaros la ternura que alberga mi corazón divino y a bendeciros. 2. Es el tiempo en que vengo a entregar en esta forma mi palabra de verdad en este planeta, valle de dolores en el cual os encontráis sufriendo, ¡Oh humanidad! 3. Sobre vuestro pesado sueño y sobre la amargura en que os encontráis, aparece una vez más mi ley, que viene a despertaros, a iluminar la Tierra, según mi promesa hecha en el Segundo Tiempo. 4. Escrito estaba que cuando los hombres se encontrasen en gran altura de perversidad, brillaría mi luz en el mundo, se convertirían todos los espíritus, por los niños y los ancianos habría profecías; y las mujeres y los hombres tendrían visiones espirituales. 5. Ved que estáis ya en esos tiempos, en que se ha extendido el pecado de Sodoma y Gomorra; en que los padres desconocen a los hijos y éstos se levantan en contra de los padres. Es entonces cuando mi luz, cual faro sublime de esperanza, viene a iluminaros como el sol radiante de la mañana. 6. Os he prometido que si tres de vosotros os reunís en el nombre del Padre, mi rayo descendería y mis pensamientos divinos se convertirían en palabras para consolaros y fortaleceros en vuestra tristeza y soledad. Porque Yo soy el Verbo Divino que ha amado y ama a la humanidad, antes y después de la cruz. 7. El mundo se conmueve porque las mentes están enfermas y en su confusión no saben si soy o no el Maestro. Los hombres han perdido siempre el equilibrio de la justicia y de la verdad. Han tocado los extremos. En los tiempos pasados, adorabais a Dios en todas las formas materiales que estaban delante de vuestros ojos: en los astros, en los elementos y en los ídolos hechos por vuestras manos. Ahora el hombre siente grandeza y enaltece su personalidad y se avergüenza de proclamar a Dios, llamándole con otros nombres para no comprometer su soberbia, para no bajar del pedestal de su posición. Por eso me llaman: inteligencia cósmica, arquitecto del Universo, pero Yo os he enseñado a decirme: ¡Padre nuestro! ¡Padre mío! Como en el Segundo Tiempo os enseñé. ¿Por qué diciéndome Padre, los hombres creen rebajarse o menguar su personalidad? 8. A vosotros, oh discípulos amados, el Maestro os pregunta: ¿Qué es vuestro en este mundo? Todo lo que poseéis, el Padre os lo ha dado para que de ello os sirváis en vuestro tránsito por la Tierra, mientras late vuestro corazón. Si vuestro espíritu procede de mi Divinidad, si es un hálito del Padre celestial, si es encarnación de un átomo de mi Espíritu; si vuestro cuerpo ha sido formado también dentro de mis leyes y os lo confío como instrumento de vuestro espíritu, nada es vuestro, hijos muy amados. Todo lo creado es del Padre y de ello os ha hecho poseedores temporalmente. Recordad que vuestra vida material es tan sólo un paso en la eternidad, es un rayo de luz en el infinito y por ello debéis atender lo que es eterno, lo que nunca muere y eso es el espíritu. 9. ¡Mirad! Todas las galas de este mundo están destinadas a desaparecer, para que a su tiempo vengan otras; mas vuestro espíritu seguirá viviendo eternamente y contemplará al Padre en todo su esplendor, al Padre de cuyo seno brotó. Todo lo creado tiene que volver al lugar de donde provino. 10. El amor de Dios es infinito y cuanto más lo hayáis querido empequeñecer, más grande se levantará delante de vosotros y más intensamente se manifestará en vuestro camino. Le habéis querido humanizar buscándole en diversas formas y le habéis adorado en la estrechez de un santuario de cantera hecho por manos humanas. Pero Yo os digo: ¡No le busquéis tan pequeño! ¡No le busquéis así! Buscadlo en la grandeza de su Espíritu Santo, sublime, divino, majestuoso, dueño de todo lo que ha sido, de lo que es y lo que será. 11. Si en vuestro pensamiento os preguntáis aún si será posible que el rayo de luz de Jesús de Nazareth se encuentre iluminando este mundo pecador por medio de su palabra, esta voz os interroga: ¿Cuándo debe llegar el doctor si no es cuando hay gravedad en el enfermo? Hoy el mundo se agita enmedio de su más profundo dolor, hay agonía y estertor de muerte en los espíritus y por eso es el momento que el Padre ha elegido para iluminar y levantar a los espíritus por medio de este mensaje de paz y de amor, en cumplimiento de las profecías. 12. El hombre se ha olvidado de su Creador y sólo ha querido vivir para la materia. Hoy viene el Maestro a deciros: Aprended a hacer uso de las potencias de vuestro espíritu, para que el dueño del mundo y de los átomos, de las grandezas del infinito y hasta de lo más imperceptible, lo sea también de vuestros pensamientos; brille y resplandezca en vuestra morada de luz y esa luz os envuelva e ilumine como a todos los astros. 13. No os preguntéis más por qué estoy con vosotros. Dejad que mi Espíritu Divino vibre de amor por todas las criaturas, acercaos a este banquete espiritual que os estoy brindando, a la mesa en donde la ternura de mis palabras os invita a elevaros con firmeza por el camino de la verdadera luz. Apresuraos, hijos míos, porque este legado os lo entregaré en sólo cortos instantes. 14. Yo escucho el clamor del agonizante y el de la madre en momentos de tristeza y angustia. Mi espíritu, que está en todo lugar, dentro y fuera de lo humano, les contesta: ¡No temáis, Yo escucho vuestra plegaria, heme aquí con vosotros! 15. Discípulos amados del Tercer Tiempo: Yo vengo a invitaros para que brilléis conmigo, para que seáis la luz del mundo y mis colaboradores en esta divina tarea, para que preparéis la sementera con espiritualidad, con piedad, con misericordia, con amor, como Yo os lo he enseñado. Regad esta siembra con lágrimas de compasión que vertáis al sentir el dolor de vuestro semejante, con lágrimas de arrepentimiento, ellas traen alegría a mi Divinidad y poseen el poder sublime de la contrición y de la fe. No os pido que lo hagáis con la sangre de vuestras venas, porque ella no llega a Mí. 16. El hombre en su ceguedad, me busca por caminos errados, y cuando no humaniza mi Divinidad, diviniza su humanidad. Por eso mi voz le dice: Tiempo es ya de que me escuchéis y me sintáis en el fondo de vuestro corazón. Recordad que en vuestras tristezas y en vuestras alegrías siempre está presente mi amor. Pero cuando vuestro corazón quiere decirme: ¡Yo os he sentido! acalláis su voz; cuando vuestro espíritu quiere elevarse a Mí, le detenéis con las pesadas cadenas de vuestro materialismo. 17. No desesperéis en las pruebas: Llevad con resignación vuestra cruz, como Yo os enseñé a cargarla, tened fe y pensad que nada pasa desapercibido para Mí y que todo cuanto existe está contado: Hasta la última de las arenas del mar y hasta la más lejana estrella. También estuvieron contadas mis palabras en el Sermón de la Montaña; los golpes del martillo que taladraron mis manos y mis pies al ser enclavado en el madero; las espinas de la corona que la humanidad posó en mis sienes divinas y mis últimas palabras en la cruz. 18. Nunca os sintáis solos ni atentéis contra vuestra vida, porque vuestros días también están contados por el Padre. 19. Olvidad por un instante vuestros dolores y entregad misericordia, piedad y amor, para que podáis manifestar el poder y el amor del Padre a través de vosotros mismos. 20. Si os habéis sentido muy pequeños para que Dios se ocupe de vosotros, Yo os digo: Pensáis así por vuestro egoísmo que no os deja concebir la grandeza de vuestro Padre. Recordad todo lo que hacen vuestros padres materiales para guiar vuestros pasos cuando sois pequeños y cuánto se desvelan para cuidaros. Pues el conjunto del amor de todos los padres y de todas las madres de la Tierra es sólo un débil reflejo de lo que os ama Dios. Comprended cuánto debe amaros vuestro Padre Celestial, para haber venido a sufrir a este mundo, para enseñaros el verdadero camino y entregaros la vida eterna. Vosotros sois el ser más preciado, la obra magna de su creación. Siendo átomos, sois grandes delante de Él. En vosotros está representado su Reino y está simbolizado el Universo; dentro de vosotros podéis encontrar el cielo y un sol luminoso, pero no habéis sabido conoceros a vosotros mismos, por lo que hoy os digo: Comprended mi palabra, dejadme alumbrar en vuestro cielo interno y vivir en vosotros. Dejad que mi Obra florezca y fructifique en vuestro corazón, para que sea glorificado vuestro Padre y lleve a cabo su plan divino de dar salvación a todos los espíritus. 21. La humanidad, en su materialismo, me dice: ¿Será cierto que existe el reino del Espíritu? Y Yo os contesto: Oh incrédulos, sois el Tomás del Tercer Tiempo. Sentir piedad, compasión, ternura, bondad, nobleza, no son atributos de la materia, como tampoco los son las gracias y dones que lleváis ocultos en vosotros mismos. Todos esos sentimientos que lleváis grabados en vuestro corazón y en vuestra mente, todas esas potencias, son del espíritu y no debéis negarlo. La carne es sólo un instrumento limitado, y el espíritu no lo está: Él es grande por ser átomo de Dios. 22. Buscad la mansión del espíritu en el fondo de vuestro ser y la gran sabiduría en la grandeza del amor. 23. Aprended de Mí, para que seáis buenos sembradores en la campiña de amor. En este tiempo en que la humanidad no se ama, y no se da cuenta de la hora que vive, he venido a vosotros cumpliendo mi promesa. 24. Vengo a daros nuevamente mis lecciones despertando vuestros sentidos y facultades dormidas, para que todo lo bueno que hay en vosotros lo pongáis al servicio de mi Ley divina. 25. Se acerca ya el término de mi comunicación y debéis llegar a ese día con verdadera espiritualidad y conocimiento de mi Doctrina. 26. Las manifestaciones que estáis viendo no las volveréis a contemplar, ellas sólo han sido la preparación para mi comunicación espiritual directa con vosotros. 27. Siempre que se eleve vuestro espíritu a Mí, sentiréis en verdad mi presencia. 28. Ya es tiempo de que mi Obra debiera ser más conocida, pero vuestro temor no ha permitido que así sea; muchas veces teméis hablar, mas después de 1950 ella será universalmente conocida y comprendida. 29. En mi labor de Maestro en este tiempo, he sido secundado por el mundo espiritual, el cual ha dejado entre este pueblo un ejemplo de fraternidad, de elevación y cumplimiento. Falta que vosotros hagáis lo mismo. 30. Mi palabra ha luchado contra vuestro fanatismo religioso. Dulcemente os ha persuadido de que vuestro espíritu, dentro de la evolución que ha logrado; puede prescindir de todo culto exterior y de toda forma ritual. 31. He querido dejaros unidos como hermanos, porque se acerca el tiempo de la lucha y quiero que lleguéis a poseer temple en el espíritu y fortaleza moral. 32. Mirad que en vuestro camino vais a encontrar cuadros de miseria, de dolor. Vais a cruzaros con los muertos vivientes y los poseídos de las tinieblas. Vais a contemplar a los que tienen el corazón empedernido y a los que han caído víctimas de sus pasiones. 33. Yo os digo desde ahora: No temáis llegar hasta ellos. Si es su cuerpo el que adolece de enfermedades para vosotros repugnantes o contagiosas, no temáis al contagio ni a las enfermedades del espíritu. No olvidéis ni dudéis que estáis protegidos por mi gracia, para que también ello sea un testimonio más ante los incrédulos. Id al encuentro de los enfermos y necesitados y por medio de vuestra elevación, consejos y oraciones, acercadlos al Doctor de los doctores. Si así lo hacéis, habréis puesto en práctica los dones que os he entregado. 34. Aún tenéis que luchar mucho para alcanzar el desarrollo y evolución de vuestro espíritu. Es necesario que aumentéis vuestra voluntad de servirme en vuestros semejantes. 35. Unificad vuestro análisis y vuestra interpretación de mi palabra, para que vuestro culto y vuestras obras sea las mismas en todos. 36. Cuando los hombres se acerquen a vosotros a preguntaros cuál es vuestra ideología, les mostraréis está página de amor divino, con vuestras obras, palabras y escritos. 37. A los discípulos del Espíritu Santo les está encomendada esta tarea. Trabajad y veréis coronados vuestros esfuerzos. 38. Veo en vuestro espíritu el anhelo de conocer el más allá. Ya no os concretáis tan sólo a vivir y a preocuparos por lo que a este mundo pertenece. El dolor, las lágrimas, las pruebas, os han desengañado, os han desmaterializado y os han llevado al camino de la elevación espiritual. 39. Transportaos en alas de la oración a las regiones del espíritu, para que ahí os saturéis de paz y de luz. 40. Dad a mis enseñanzas su verdadero sentido, sin olvidar que los hombres de los que me valgo para hablaros, sólo son un instrumento de mi voluntad. 41. Estáis ante el altar de la sabiduría, del cual os hago guardianes y responsables. Velad porque no sea profanado, pero cuidaos de caer en misticismo, porque Yo he contemplado a muchos que imitan a los blancos mausoleos que exteriormente ostentan su blancura y guardan en su interior sólo podredumbre. 42. Vosotros los que trabajáis en mi campiña, llevaréis mi palabra como una semilla y la sembraréis y cultivaréis como Yo os he enseñado. Seréis los continuadores de mis discípulos del Segundo Tiempo y predicaréis mi evangelio en las distintas naciones. 43. ¡Cuánto tendréis que luchar para lograr ablandar el duro corazón humano y cómo debéis resistir las pruebas para ser creídos! Sólo la fe y la perseverancia en mi enseñanza os llevarán al triunfo. Si debilitáis, habréis perdido esta oportunidad de salvaros y llevaréis en vuestro espíritu el dolor de haber cedido bajo la influencia de los increyentes. 44. Habéis venido a Mí, obedeciendo el llamado que os he hecho y llegaréis buscando sin saber cuál es la mejor forma de presentaros ante vuestro Padre, y Yo os digo: venid como discípulos, hijos míos y permaneced cerca de Mí. 45. Sé, desde antes de que elevéis vuestra plegaria, lo que me vais a pedir, lo que os hace falta y sólo os concedo aquello que es para vuestro bien, porque vosotros mismos no sabéis qué es lo que os conviene. Si confiáis en Mí y estáis conformes con mi voluntad, Yo os daré lo que os hace falta y vuestro corazón os hará notar que lo que habéis recibido es lo justo, lo que necesitáis, y me concederéis la razón para regir vuestro destino. 46 Yo no os pido pago por mis beneficios, os amo y sólo cumplo mi deber de Padre. En cambio, cuando el mundo os otorga un favor, no lo hace por aliviar vuestra pena, sino por atraer hacia sí la admiración, la alabanza, y esa caridad humillante, no es meritoria. Yo os he enseñado la caridad discreta, las obras piadosas que dignifican al que las hace y al que las recibe, esas que se ocultan entre dos corazones y que buscan aliviar y confortar, teniendo como único testigo a mi Divinidad. 47. Todos los que me seguís, debéis buscar en la vida futura vuestra esperanza de salvación y de compensación a vuestras penalidades, y entonces llenos de confianza, seréis pacientes en las pruebas, conformes con vuestra restitución y aún más, seréis dichosos, porque podréis pagar deudas pasadas, reparar errores y libraros de graves faltas. 48. En este instante, estáis elevados saboreando mis palabras, no tenéis secretos para Mí, me invitáis a que penetre en vuestro corazón y para que conozca todo lo que hay en su interior, y Yo dejo en él, como una flor sedienta, mi palabra de amor, que es rocío vivificante. Así como hoy os habéis preparado, hacedlo siempre, guardad en vuestra memoria mis lecciones, analizándolas para después ponerlas en práctica. 49. No creéis que sirviendo a los demás os degradáis y que vuestra personalidad se debilita; ya os he dicho que más os vale dar que recibir, y que si dais una parte de vuestra heredad, estaréis acumulando obras de verdadero valor para vuestro espíritu. Lo que os he dado, no pertenece tan sólo a vosotros, os he hecho depositarios de un caudal de dones que debéis hacer llegar a vuestros hermanos. 50. Esta voz que ahora oís, es la misma que oyeron los primeros moradores de la Tierra, la misma que oyó el pueblo de Israel en su principio, la que hizo estremecer a Moisés. ¿No la reconocéis en su esencia? 51. Cuando lleguéis a comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu, se cumplirán aquellas palabras de los profetas que dijeron: "Los hombres y las mujeres penetrarán en una vida espiritual desconocida hasta ese tiempo, sus ojos verán más allá de lo terrenal y todo se transformará". Vosotros sois de los llamados a ver el principio de una nueva era que llevará a la humanidad a conocer el verdadero fin para el cual fue creada. En este tiempo, Yo seré amado y reconocido por mis hijos y ellos se amarán entre sí. Esta es la meta que Yo he señalado al hombre y a la cual llegará. Yo os la anuncio desde ahora. 52. En esta era, venid ante el Maestro de maestros, venid a descansar de vuestra fatiga terrestre bajo el follaje del Árbol de la Vida. Venid a alimentaros con el pan de vida eterna y a saciar vuestra sed en las aguas cristalinas que a torrentes estoy derramando en vuestro espíritu. 53. Os recibo para daros mi calor de Padre, mi enseñanza de Maestro y el bálsamo cual Doctor de los doctores. Todo lo hallaréis en Mí y no tenéis por qué quejaros, porque Yo no os abandono. Cual ladronzuelo me acerco de puntillas hacia vuestro corazón y en silencio me recreo cuando os encuentro preparados. Cuando meditáis en mi Obra, en vuestra oración enseño a vuestro espíritu a comunicarse con mi Divinidad, es cuando os revelo la verdad y os entrego todo lo que vais a necesitar en vuestro camino. 54. Van a llegar tiempos difíciles para vosotros y también para la humanidad. Tiempos de grandes calamidades y si no estáis preparados, debilitaréis en vuestra fe y en la confianza de lo que os estoy hablando. El mañana veréis cumplidas mis profecías, mirad que Yo no os defraudo. En vuestros buenos propósitos Yo os fortalezco y os digo: Por aquí caminad, y cuando un mal pensamiento os asalta, os digo: Por aquí no caminéis; haced esto y esto no lo hagáis; os muestro el mejor camino; Yo os digo: Comed de este fruto y dejad el otro porque éste es bueno y el otro os envenena. 55. Entonces ¿Por qué vosotros no encendéis más vuestra fe en mi Divinidad? ¿Por qué no os dejáis guiar por mi palabra? ¿Acaso encontráis en ella maldad y mala dirección para vosotros? No, me decís en vuestro corazón. En verdad es vuestro espíritu el que me habla, el que se confiesa delante de Mí, se reviste de mi fortaleza y se satura de mi sabiduría, porque él sí sabe quién es el que le enseña y le ordena. 56. Vengo en pos de vuestro espíritu, es a él a quien he llamado, porque mi voz se escucha espiritualmente en todo el Universo haciendo el llamado a todo espíritu. Porque es el tiempo en que todos debéis recordar las enseñanzas espirituales que han sido olvidadas en el corazón del hombre. 57. Ha sido mi voluntad derramar a torrentes la luz del Espíritu Santo, para que el mundo contemple con claridad el camino que conduce a la espiritualidad, al adelanto y progreso de esta humanidad; un camino que les vengo a mostrar a todos sin distinción alguna, un camino en el cual no están los placeres mundanos, ni el materialismo, un camino limpio de bajas pasiones, exento de conflictos materiales y que sólo conduce a un fin divino, a un fin espiritual. 58. ¿Y quiénes son los que transitarán por este camino? Lo transitará todo aquel que quiera despojarse del materialismo, aquel que quiera penetrar a un cumplimiento espiritual, aquel que quiera ser mi servidor, mi compañero. Porque Yo tengo una campiña y a ella llegará todo el que quiera servir a la humanidad, porque sirviendo a la humanidad, me está sirviendo a Mí. 59. Comprended mi inspiración y mi deseo divino, para que paso a paso os vayáis preparando y estéis dispuestos a recibir lo que tengo que entregaros a cada uno de vosotros en este Tercer Tiempo, porque Yo estoy entregando grandes misiones, estoy heredando a los espíritus y preparando a las materias para que unidos el espíritu y la materia, se levanten al cumplimiento de su misión. 60. Yo os estoy preparando como el fuerte de las naciones, del mundo; por vosotros Yo enviaré mensajes a los afligidos, detendré los elementos desatados; por uno de mis servidores que ostente en su espíritu el triángulo de mi Divinidad y que con fe se eleve en oración, detendré el caos que envuelve a la humanidad. 61. Seguiré preparándoos y entregándoos la luz para que alcancéis a comprender mi enseñanza y así, poco a poco, os iréis elevando en conocimiento espiritual, os confiaré la esencia de mi palabra, mi sabiduría, para que mañana seáis los grandes analizadores de mi palabra. 62. Yo os estoy apartando de vuestros errores, de vuestra ignorancia, de vuestro atraso espiritual; os estoy dando una nueva oportunidad para que os acerquéis más a Mí por medio del conocimiento, de la luz de la convicción y así ya podréis defenderos y defender mi Obra. Mi Ley que en Tres Tiempos os he entregado, ahora ya no la ocultaréis, esa Ley será presentada ante los hombres en toda su pureza, en su verdad, en su sabiduría. Porque todo el que cumpla con la Ley se regenerará en corto tiempo. El pueblo de Israel será preparado con ella y será el pueblo que enseñe a purificarse a todo el que se halle en su camino. 63. Pueblo amado: Yo siempre me he manifestado en mi poder, en mi luz y en mi sabiduría, y si los hombres no me han encontrado en lo que soy, es porque no han meditado ni han contemplado mi grandeza. Sólo se han confundido, sus mentes se han turbado y no encuentran una solución para sus turbaciones. Más llegará el instante en que todos me sentirán y me contemplarán, en lo divino, en lo puro, en lo invisible, en lo espiritual. 64. Haced méritos con obras que os eleven y os dignifiquen ante Mí, porque según sea vuestra preparación, así os iréis acercando al Padre. 65. Por eso os digo que os preparéis, porque tenéis que llegar al Padre y no quiero que os presentéis con la mancha de vuestro pecado. 66. Yo os entrego el arma del amor, con esta arma podréis vencer todos los obstáculos, podréis apartar toda confusión, el odio y la mala voluntad. Con el amor podréis hacer grandes obras. Esgrimid esta arma porque es con la que Yo he venido combatiendo en este Tercer Tiempo y con ella quiero que vosotros hagáis obras maravillosas entre vuestros hermanos. 67. Pueblo, escuchad y seguidme, apartad con la fuerza que os he entregado, todo lo que a vuestro paso se interponga y al final de vuestra jornada seréis el vencedor, el guerrero que triunfe en la batalla; porque si hoy no estáis aún en la gran contienda, mañana sí estaréis, y con la comprensión de la misión que os he entregado y con pleno conocimiento de vuestra responsabilidad, os levantaréis dando alerta, dando la buena nueva de mi enseñanza que viene a daros fortaleza al corazón de la humanidad, para que se levante y os siga en el camino. 68. Estoy enseñándoos cómo se combate y cómo se logra la victoria, para que vosotros llevéis estos ejemplos a vuestros hermanos. 69. Os encontráis bajo la sombra del árbol, comiendo de los más ricos manjares que ningún hombre podría entregaros, el Maestro si os lo puede dar porque Yo he preparado la mesa y los frutos, y Elías os ha reunido para que podáis hartaros, para recreo y alimento de vuestro espíritu y para fortaleza de vuestro cuerpo. 70. He venido nuevamente como el Gran Guerrero, luchando para rescatar a mi pueblo, me he presentado en medio de la tiniebla para disiparla con la luz de mi Espíritu Santo, para que mi pueblo pueda contemplarme en todo mi esplendor, en todo mi poder. 71. Ya desde el Segundo Tiempo os he hablado en parábola y en sentido figurado y ahora ha sido mi voluntad materializar más el sentido de mi palabra, para que todos me podáis comprender. Porque Yo os he dicho que en este tiempo todo ojo pecador y no pecador me contemplará. Ahora, grandes multitudes escucharán mi palabra, se recrearán con mis prodigios y sus cerebros sabrán analizar mis lecciones con perfección. Estoy iluminando los cerebros de los torpes, para que analicen mi palabra. Por eso os vengo limpiando de todo lo que os puede confundir, para que con vuestro entendimiento libre y preparado con mi luz, podéis asimilar la esencia de mi palabra y la deis a conocer por todos los caminos como es mi voluntad. 72. Los hombres en su ciencia, en sus doctrinas y de acuerdo con su propia voluntad, han preparado muchos caminos para conducir a su espíritu hacia Mí, mas Yo os digo; Yo he permitido todo esto a la humanidad, para que después de haberme buscado en su materialismo, se detenga a meditar en lo espiritual, porque se han olvidado que llevan un espíritu que es parte de mi Espíritu. 73. He venido a combatir la confusión y el error en que la humanidad ha caído al confiar y vivir tan sólo para la materia. Por eso me he presentado con toda humildad en este Tercer Tiempo a convivir con vosotros, ya no en materia, ahora en Espíritu, para que os asemejéis a Mí y vayáis despertando vuestro espíritu, para que en él se desarrollen los dones que posee y se manifiesten a través de la materia. Porque quiero un pueblo fuerte, en el cual ponga toda mi confianza, las grandes misiones, los grandes cargos. Un pueblo que no debilite ante la primera prueba ni se detenga ante el invasor; que contemple al enemigo como a un hermano inocente e ignorante en la Obra del Padre, que se le acerque sin temerle y con todo amor y caridad le enseñe, lo prevenga, lo conduzca y le hable a su espíritu, a su corazón. 74. Mi lucha es grande, porque quiero contemplar un pueblo responsable de sus actos, un pueblo activo en el cual se reflejen las buenas obras, el amor, la humildad, el reconocimiento a mi Divinidad, la comprensión de la Obra Espiritualista Trinitaria Mariana. Un pueblo que sólo esgrima las armas del amor, de la caridad y de la luz. Así quiero contemplar a mi pueblo, así quiero dejarlo preparado para después de que finalice mi comunicación a través del cerebro humano, en 1950, fecha señalada por mi Divinidad y como mi palabra no puede volver atrás, en esa fecha daré término a mi comunicación por el entendimiento humano. 75. Vosotros no profanéis este mandato, ni intentaréis retener mi Rayo entre vosotros ni a mi Mundo Espiritual, porque ¡Ay, ay de vosotros si así lo hiciereis! porque no será mi Espíritu, no será mi Rayo el que os ilumine. Después de 1950, Yo me comunicaré con todo el que sepa prepararse, con todo el que se espiritualice para que pueda comunicarse Conmigo de espíritu a Espíritu; porque entonces mi inspiración será recibida por todos, no sólo por los que he nombrado pedestales, no, mi inspiración será trasmitida por todos, en su verdad y en su esencia, porque esta es mi voluntad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 148 1. Grabad profundamente en vuestro espíritu mis palabras, porque cada una de ellas forma parte del libro que os estoy mostrando en este tiempo, en el que podéis estudiar y más tarde enseñar a vuestros hermanos. 2. Todavía no tenéis toda la sabiduría en vuestro entendimiento, ni toda la gracia en vuestro espíritu, por eso es menester que vengáis a recibir mi lección. Mi camino no es un sendero florido, sino camino de lucha y grandes pruebas. Por eso os invito a orar y a meditar, para que podáis comprenderme. 3. La humanidad reconocerá como apóstoles míos a los que llenos de humildad lleven mí Doctrina. Quiero que la justicia y la rectitud estén en todos vuestros actos, para que seáis respetados. Una guerra de ideas se acerca y será desatada en todas las naciones. Cada uno de vosotros será soldado, más para defender esta causa, usaréis las armas de amor, de razonamiento y caridad. Muchos se confundirán al oír vuestro testimonio y dirán que no es posible que el Divino Maestro venga a hablar a los hombres y vosotros explicaréis con las lecciones que habéis recibido, mi Doctrina de amor. Mi luz descenderá a vosotros y Yo hablaré por vuestra boca. 4. Muy pocos son los que en este tiempo luchan por un ideal espiritual, porque la humanidad ha perdido su sensibilidad y ha olvidado los deberes para con su Dios. 5. Contemplo a los niños, sin alegría, sin paz, llenos del saber material su entendimiento, y de las leyes y virtudes espirituales nada han aprendido y su espíritu entristecido ruega, implora caridad y su plegaria no es escuchada. Sus padres no han estado preparados para darles enseñanza. Las mujeres me han pedido el don de la maternidad, que no ha todas he concedido, sin medir su responsabilidad, y he ahí las consecuencias; no han sabido conducir a la niñez, no han modelado su corazón, ni han iluminado su espíritu y éste, no ha podido desenvolverse. 6. Vosotros, que formáis el mundo presente, pasaréis por grandes luchas y el fruto de vuestro esfuerzo lo recogerán las generaciones venideras. Dejadles una herencia de fe y de profundas convicciones, ayudadles a escalar con vuestras obras de amor. 7. Habéis escuchado el llamado del Maestro, quien una vez más os espera para daros su palabra que es caricia divina. No sólo los primeros recibieron esta gracia, también los postreros han sido dignos de recibir esta Doctrina que hará evolucionar el concepto que de Dios tenía la humanidad. Os he dicho que en todos los tiempos he estado con vosotros, pero en verdad os digo: Por la fidelidad de los primeros a quienes di mis primeras órdenes, habéis alcanzado gracia vosotros los postreros. 8. Mi palabra de hoy es la misma que la de los tiempos pasados, sólo es diferente la manifestación. Mañana no os hablaré en la forma en que ahora os estoy hablando; las costumbres de los pueblos cambiarán por la misma evolución, mas siempre estaréis preparados para recibir los mensajes que vuestro Señor os esté enviando. Todos debéis saber que estaré siempre con vosotros. 9. Mis manifestaciones de este tiempo han sido y seguirán siendo motivo de discusiones entre las religiones y sectas, más el Espiritualismo triunfará, porque su pureza hará sentir la grandeza de mi Obra y vosotros daréis testimonio de estas lecciones con vuestra forma de vivir, que será un ejemplo y una enseñanza para vuestros hermanos. 10. A veces os repito mis lecciones para grabarlas indeleblemente en vuestro corazón y en ellas encontraréis la huella del Maestro. 11. Este mensaje es para todos los pueblos, no sólo para los que os llamáis espiritualistas. 12. La esencia de esta Obra, será la base sobre la que descansen todas las leyes y así, el mundo penetre en un período de comprensión, fraternidad y reconstrucción. Sólo con armas de amor podrán los hombres derribar las barreras que hoy los dividen. Solamente bajo estos principios conseguirán los mandatarios de los pueblos unir a los hombres de estos tiempos. Entonces se verá al fuerte tendiendo la mano al débil, y éste, al levantarse, ayudando al fuerte, unidos ambos como una sola familia: la familia de Cristo, aquella que sabe su destino y el fin que le espera: la eternidad. 13. No están solos mis discípulos para esparcir mi Doctrina; también mis huestes espirituales se encuentran diseminadas por el mundo, preparando mentes y corazones para proseguir mi Obra entre la humanidad. 14. Vuestros ojos no verán la realización de estas profecías, pero alcanzaréis a contemplar los campos preparados y la semilla esparcida, la cual germinará en el espíritu de las futuras generaciones. Y así, el mundo seguirá su marcha, reconociendo la autoridad suprema de su Creador, sin cuya voluntad no se mueve ni la hoja del árbol. 15. Preparaos, porque vais a penetrar en un tiempo de grandes acontecimientos espirituales. Hasta aquí, sólo ha sido etapa de preparación, ahora viene el tiempo de enfrentarse al mundo, que se encuentra aferrado a sus ideas, sus conceptos, cultos y doctrinas. 16. Id y hablad de mi Obra, en la que podrán encontrarme todos los que me busquen. A nadie distinguiré. Así anunciaréis que el Maestro está esperando a todos sus hijos, que nadie llegará tarde a mi puerta, porque la salvación de todos deberá ser consumada. 17. En verdad os digo que el mundo está contra vosotros y para ello os preparo, para que sepáis defender la causa de vuestra fe, con las armas de amor y caridad. Os digo que triunfaréis aun cuando vuestro triunfo no sea conocido. Ahora vuestro sacrificio no será de sangre, pero sí sabréis de la calamidad y del desprecio. Más ahí estará el Maestro para defenderos y confortaros porque ningún discípulo estará solo. 18. Lleváis simbólicamente la cruz del sufrimiento, la cual os recordará siempre la que Yo cargué por vuestras culpas, y aun cuando no llegaréis al martirio por mi causa, si sabréis tener abnegación. 19. Esa cruz os la haré liviana, porque cual divino Cirineo os ayudaré a escalar la montaña de vuestra vida hasta llegar llenos de méritos a la presencia de vuestro Señor. 20. Oíd atentos mi palabra porque ella es el manjar que os alimenta; ya no os quejéis de hambre o de pobreza, porque Yo he venido a sustentaros y a daros fortaleza. 21. Todo aquel que me presente su escaso patrimonio en la Tierra, esperando de Mí una palabra de aliento, lo consuelo diciéndole: conformaos con lo que ahora tenéis y no busquéis los bienes temporales, ambicionad la vida eterna. Haced obras que perduren, construid sobre cimientos inconmovibles de fe y amor, y tendréis paz en el mundo, lo demás os lo daré por añadidura y ninguno de mis hijos perecerá. Una vez más os repito aquellas palabras: "las aves no siembran ni cosechan, no hilan, y sin embargo, a ellas no les falta el sustento y el abrigo". 22. Hasta hoy habéis permanecido estudiando conmigo como párvulos y discípulos, pero llegará el día en que saldréis de esta tierra llevando mi palabra de amor a otras comarcas y con ella encenderéis el fuego de amor en muchos corazones que me llaman y que hoy viven silenciosos esperando la hora de mi retorno para levantarse a trabajar, ellos diligentes os ayudarán en vuestra labor. Id como buenos sembradores. Conquistad para Mí el mayor número de corazones que podáis. Cada uno será recibido como una semilla vuestra. Los pecadores que hayáis convertido, los enfermos del cuerpo o del espíritu que hayáis sanado, serán méritos que os acercarán a Mí. 23. Llevad mi palabra como una semilla de vida, cuidadla, y haced que florezca en vuestro espíritu y en el de aquél que la reciba; velad por ella y por aquellos en quienes haya sido sembrada para que vuestra obra sea justa, ¿Que sería de una simiente si se le abandonase durante el tiempo de su germinación o desarrollo? 24. A los corazones que no tengáis cerca, preparadlos con vuestra oración. Todo lo que no este a vuestro alcance confiadlo al Mundo Espiritual y esos seres completarán vuestra obra y todo será orden, armonía y cumplimiento. 25. Todos vuestros actos y misiones serán conocidos por los presentes y por los que han de venir, por ello cuidad que todos vuestros pasos estén iluminados por la luz de mi enseñanza. 26. Los espíritus escogidos están diseminados en todo el mundo y he contemplado en ellos el temor de infringir mis leyes, su anhelo es trabajar para que la Tierra se cubra de seres obedientes que me honren, me glorifiquen y se comuniquen espiritualmente conmigo y Yo les haré oír mi voz incesantemente instruyéndoles, guiándoles para que recuerden el ejemplo de su Maestro. 27. Todo está dispuesto con perfección en el Universo. Doquiera hay precursores y profetas que cumplen su misión inspirados en Mí. Trabajad espiritual y materialmente para que viváis en armonía con las leyes que os rigen. En ambos trabajos tendréis el justo pago; mas no cobréis la caridad o el consuelo en forma material, ni exijáis retribución espiritual a cambio del trabajo que hacéis en la Tierra. 28. Haced que crezca vuestra fe para que hagáis obras dignas de vuestro espíritu. Confiad en vosotros mismos y hablad en nombre mío, porque no serán vuestras palabras sino las mías, las que haré brotar por vuestros labios para que sintáis que estoy con vosotros. 29. Todos tenéis un presente para Mí y lo ofrecéis con humildad; algunos un profundo arrepentimiento por sus faltas, otros, la alegría por haber llevado a cabo una buena obra. Algunos más tenéis el deseo de apoyaros en Mí. Confiad en que saldréis avante en cualquier empresa difícil. Yo estoy leyendo vuestro corazón, concediendo gracia a unos y recibiendo su tributo de otros. 30. Orad y preparad vuestro hogar para que sea un templo, y bajo ese techo sanen los enfermos y se aquieten los espíritus que sufren. El pan y el techo no os faltarán. Os he enviado para que seáis consuelo y caridad entre la humanidad y le llevéis la paz que da el cumplimiento; si después de haber dado lo que tenéis, recogiereis ingratitud, sobreponeos al dolor, tomad fuerza en Mí, que Yo os daré paciencia y conformidad. 31. Llevad en vuestro corazón la paz y obraréis con serenidad, seréis virtuosos en vuestros actos para que sepáis esparcir esta gracia en vuestro derredor. Combatid la guerra, purificad el ambiente, haced obra de reconstrucción en los hombres y en los pueblos, y pronto veréis aparecer las luces de un nuevo día para la humanidad. 32. Entonces veréis a los hombres venir a Mí, en busca de amor y de caridad, de reconciliación y de paz, solicitando la luz divina para no errar más, confiando y esperando de Mí la vida y fortaleza, reconociéndome como Padre. 33. Guardad esta enseñanza en la que se encierran mis revelaciones, profecías y análisis que os doy en este tiempo. Descubrid también su esencia que es aliento para el espíritu, tomadla con delicadeza porque ella forma parte del Libro de la Vida Verdadera, el cual he abierto en el sexto capítulo. Cuando hayáis estudiado profundamente mis lecciones y os dispongáis a ponerlas en práctica, haréis cambiar vuestra vida, viviréis sencillamente, amaréis todas mis manifestaciones, buscaréis estar siempre en contacto conmigo y pondréis los cimientos para la formación de un nuevo mundo que estará regido por mis leyes y en el que seré respetado y obedecido. 34. Cuando el mundo ponga en vuestro corazón su carga de pesares e incomprensiones, venid a Mí y Yo os daré fortaleza y curaré vuestras heridas; sentíos niños ante Mí aunque hayáis vivido mucho y descansad en la paz de mi Espíritu. 35. En el mundo en que habitáis, no hay un solo corazón que no sufra. Todos vais transitando en el camino de vuestro calvario, mas no habéis aprendido a recibir con amor las pruebas y no aceptáis vuestro cáliz de amargura. No habéis imitado a Jesús en su pasión perfecta. Vosotros no estáis solos en vuestras pruebas, me tenéis a Mí como Cirineo, para haceros más ligera vuestra cruz. 36. No os amedrenten las tempestades de la vida, no desesperéis en el dolor, llevad con paciencia vuestra restitución y cuando hayáis escalado el monte y seáis elevados en una cruz espiritual, invisible a los hombres, buscad mi presencia para sentiros fuertes, Yo estaré con vosotros, para daros aliento y vuestro espíritu se fundirá con el mío en la hora suprema. Yo os recibiré, os consolaré y os daré mi paz. 37. Entonces veréis abrirse ante vuestro espíritu un mundo desconocido, sentiréis que penetráis a una nueva vida y al contemplar desde allí a esta Tierra, esta escala en donde ahora habitáis, sentiréis piedad por el mundo que sufre, que se angustia y vive sin esperanza, porque no le ha llegado todavía la luz de esta revelación que Yo os he traído en el Tercer Tiempo y vuestro espíritu me pedirá la misión de trabajar espiritualmente por él, para conducir sus pasos por el verdadero camino. Reuniréis todas vuestras potencias para ponerlas al servicio de vuestros hermanos menores, de aquellos que no han querido oír la voz de su Padre Celestial, que es amor y justicia. Entonces os convertiréis en emisarios de paz, y así seguiréis trabajando en la Obra Divina; conoceréis cuán grande es la misión espiritual que os corresponde, y en cada nueva escala que alcancéis, me sentiréis más cerca. Mi voluntad será la vuestra y la de vosotros la mía. De esta manera os llevaré por el camino que conduce a Mí. 38. Sed incansables al caminar por el sendero marcado por el Maestro. A veces sangra vuestra planta y vuestras vestiduras se desgarran en los espinos, mas vuestra esperanza os sostiene. Así os contempla Aquél de quien brotasteis y al que habréis de volver. 39. Ahora soy vuestro compañero de viaje, el que cura vuestras heridas, para haceros sentir mi bálsamo. Así hago renacer lo que todavía está dormido en vuestro ser y despertéis al llamado de vuestra conciencia, porque soy la resurrección y la vida. 40. Estabais muertos, más os resucité a la vida de la gracia y os hice contemplar la luz de mi Espíritu. 41. Como Maestro, soy pacientísimo e incansable. Mi lección es nueva en apariencia y sin embargo es la misma, porque de generación en generación, desde el principio de los tiempos, sólo os he enseñado a amaros los unos a los otros y por ese camino podréis llegar a Mí. 42. Os hice para Mí y os quiero para Mí. Os he llamado para enseñaros a vivir como espíritus de luz. Hoy transitáis en este mundo, mañana no sabéis si estaréis separados de los que han sido aquí los vuestros. Estad siempre preparados, para que acudáis al llamado de vuestros hermanos en cualquier momento. Os voy a conceder un tiempo más, porque si en este instante os sorprendiese ¿Qué me presentaríais? ¿Habéis esparcido mi Doctrina? ¿Habéis despertado a la vida eterna a los que duermen? ¿Os sentís dispuestos a resistir un juicio? 43. Estas interrogaciones que os hago, son las que vosotros os debéis hacer diariamente, para que viváis alerta y preparados y el Maestro pueda sentirse satisfecho de sus discípulos. 44. He de levantar la iglesia del Espíritu Santo en el corazón de mis discípulos en este Tercer Tiempo. Ahí hará morada el Dios Creador, el Dios fuerte, el Dios hecho hombre en el Segundo Tiempo, el Dios de la sabiduría infinita. Él vive en vosotros, más si queréis sentirle y escuchar el eco de su palabra, tendréis que prepararos. 45. Quien practica el bien, siente interiormente mi presencia, lo mismo aquel que es humilde o el que ve en cada semejante a un hermano. 46. En vuestro espíritu existe el templo del Espíritu Santo. Ese recinto es indestructible, no existen vendavales ni huracanes capaces de derribarlo. Es invisible e intangible a la mirada humana; sus columnas serán el anhelo de superarse en el bien; su cúpula, la gracia que el Padre derrama sobre sus hijos; la puerta, el amor de la Madre Divina, porque todo aquel que llama a mi puerta, estará tocando el corazón de la Madre Celestial. 47. He aquí, discípulos, la verdad que existe en la iglesia del Espíritu Santo, para que no seáis de los que se confunden con falsas interpretaciones. Los templos de cantera fueron sólo un símbolo y de ellos no quedará ni piedra sobre piedra. 48. Quiero que en vuestro altar interior, arda siempre la llama de la fe y que comprendáis que con vuestras obras estáis poniendo los cimientos donde descansará algún día el gran santuario. Tengo a prueba y en preparación a toda la humanidad dentro de sus diversas ideas, porque a todos les daré parte en la construcción de mi templo. 49. Todos los que se levanten alentando este ideal, quedarán unidos espiritualmente, aun cuando sus cuerpos se encuentren muy distantes; su unión será fuerte, y unos a otros se reconocerán. Ese es mi pueblo, el cual ayudará a alcanzar la salvación a todos lo que a su paso encuentre. 50. Algo de esto veréis vosotros y mucho las generaciones venideras, pero vuestro mérito de haber sido los primeros en la lucha por la unificación espiritual, siempre la tendré en cuenta. 51. Vuestra tarea es difícil y delicada, pero nunca imposible. Mientras tengáis voluntad, vuestra misión os parecerá sencilla. 52. Luchad y no desmayéis, luchad con vosotros mismos, bien sabéis que mientras viváis en la materia, habrá inclinación al pecado, habrá tentaciones y se agitarán como tempestad las pasiones. 53. Lucha el espíritu por alcanzar su elevación y su progreso, mientras la materia cede a cada paso a las atracciones del mundo; mas podrían armonizar espíritu y materia, tomando ambos lo que lícitamente les corresponde, eso es lo que os enseña mi Doctrina. 54. ¿Cómo podréis en cada paso practicar mi Ley? Escuchando la voz de la conciencia que es el juez de vuestros actos. No vengo a ordenaros lo que no podríais cumplir; vengo a persuadiros de que el camino de la felicidad no es una fantasía, sino que existe y la forma de transitar por él, es la que os estoy revelando. 55. Sois libres de escoger el camino, pero es mi deber de Padre mostraros el verdadero, el más corto, aquel que ha estado siempre iluminado por la luz del faro divino que es mi amor a vosotros, que sois los discípulos sedientos siempre de escuchar nuevas palabras que vengan a afirmar vuestros conocimientos y a vivificar vuestra fe. 56. Con cuánto amor os acercáis a Mí, sabiendo que en mi enseñanza encontraréis la fortaleza y el consejo, que viene a disipar vuestros dolores. Se alegra mi Espíritu al recibiros, para daros las pruebas de amor, mirando que confiáis en Mí, como el hijo debe de confiar en su Padre. 57. Vuestra vida está llena de manifestaciones de amor, que no siempre habéis sabido percibir. Más aún, en los días de mayores tribulaciones, llega hasta vosotros un rayo de esperanza que no os deja caer en la desesperación o en el desconsuelo. Y es que el Padre acompaña al hijo y no permite que su espíritu se aniquile. Es en esos días cuando os manifiesto más mi protección en forma clara para que aprendáis a confiar, para que cuando lleguen a vosotros otras pruebas de mayor magnitud, os sintáis preparados y dispuestos a que éstas se realicen en vosotros y obtengáis el resultado que está señalado por Mi. 58. En el camino que se ha marcado a vosotros no hay pruebas que sean inútiles. Todas tienen un fin, que es el de perfeccionar a vuestro espíritu. Las grandes pruebas son siempre para los espíritus grandes. Por eso cuando veáis venir sobre vosotros un torbellino que amenace destruir vuestra tranquilidad, no temáis, id a su encuentro y vencedlo con la potestad que os he entregado. Esperad el tiempo necesario y en vuestra lucha no debilitéis, no queráis conjurarlo en el momento en que aparece ante vosotros; permaneced orando y velando. No os hablo de los elementos de la Naturaleza, sino de aquellos que sirven de crisol al espíritu y que cuando son bien aprovechados le ayudan a escalar, descubriendo ante él nuevos caminos, le hacen conocer y le despiertan sentimientos que habían permanecido dormidos y que le eran necesarios para que le ayudaran a evolucionar. "Conoceos a vosotros mismos", os he dicho. Penetrad en vuestro propio ser y haced uso de todas vuestras facultades y potencias, porque hoy necesitáis conocerlo todo y abarcarlo con vuestro espíritu, para que dejéis concluida vuestra obra en la Tierra. 59. Pronto veréis venir a este mundo una nueva guerra en la que estará en peligro vuestra fe. Todos lucharán defendiendo su creencia, todos dirán que poseen la verdad, y en ese combate, el espíritu de los hombres despertará y se hará sensible a mi influencia y unos y otros os veréis obligados a estudiar mi Ley y mis revelaciones. Los libros serán escudriñados por las sectas como nunca lo habían sido y todos me interrogarán, unos como Juez, otros como Maestro. Ese será el tiempo para el cual vosotros debéis de estar preparados y dar a conocer mis enseñanzas. 60. Todo lo que os he anunciado se cumplirá, en cada día encontraréis ocasión de trabajar y de poner en práctica mi palabra. Os preparo para que cuando se cumplan estas profecías, no seáis sorprendidos. 61. Porque en verdad os digo que ha llegado el momento de que cumpláis para conmigo, así como habéis cumplido para con vuestra familia. Ahora es cuando vais a conocer verdaderamente la finalidad para la cual habéis sido creados y cumpliréis la misión encomendada a vuestro espíritu. 62. No será mi palabra ni mi Obra ninguna carga para vosotros, por el contrario, será para haceros más llevadera la existencia en un época de penalidades y amarguras en que todos los hombres como náufragos, buscarán algo a que asirse para no perecer. 63. Vosotros ya habéis descubierto esta barca y estáis por penetrar en ella. Dichosos los que sepan permanecer confiados y firmes dentro de ella porque no perecerán. 64. Yo quiero que dejéis de llorar en vuestros caminos, a pesar de que las pruebas se ciernan sobre vosotros, para eso vengo a haceros comprender que es indispensable no infringir la Ley. 65. Para deciros lo que he venido a revelaros en este tiempo, hube de aguardar muchas eras, mas Yo os pregunto: ¿Qué son para Mí los milenios cuando el tiempo no pasa sobre mi Espíritu? Vosotros si tuvisteis que esperar, mas no en la inactividad, sino evolucionando y creciendo en luz, en saber y experiencia. 66. Ahora os encontráis en aptitud de sentir y comprender mis enseñanzas, por elevadas que sean; no así en el Primer Tiempo, cuando para simbolizar la patria del espíritu tuve que entregar al pueblo una tierra, y para enseñarles la ley hube de dejarla en una piedra. 67. Ahora estáis a punto de presenciar la destrucción del reinado del materialismo, en el que caerán tronos, coronas, poder, orgullo y vanidades. Todo ello ha existido y existirá mientras los hombres crean que no hay más gloria que la que encuentran en el mundo, más cuando la humanidad encienda la lámpara de la fe en la vida espiritual, entonces caerán de su cuerpo las falsas galas, y se ataviará el espíritu con la vestidura de los que aman la verdad, el bien y la pureza. 68. Aprovechad la palabra de vuestro Padre, porque vendrán las multitudes a protegerse junto a vosotros, en este pueblo verán cumplirse las promesas del Señor y se sentirán atraídos por la esencia de que se satura este pueblo. 69. Estoy iluminando vuestro entendimiento, estoy abriendo vuestro corazón a todos los buenos sentimientos y a las buenas inspiraciones y estoy cerrando vuestros labios para la ofensa y la blasfemia, pero dejándolo en libertad para expresar mi Doctrina, para consolar y dar testimonio de la verdad. 70. No deberá haber jueces entre vosotros, ni fanáticos, ni hipócritas, porque donde existan estos defectos, no podrá haber espiritualidad. 71. Mi justicia se hará sentir sin cesar sobre este pueblo mientras no se levante vigoroso a estudiar mi mensaje y a llevarlo como buena nueva a la humanidad, por lo que os digo que más os vale que apresuréis vuestros pasos, y procuréis corregir vuestros errores, a fin de que las pruebas y los días de dolor os sean acortados. 72. ¿Por qué os sorprendéis de que se presenten entre vosotros seres que habitaron la Tierra hace miles de años? ¿Qué es el tiempo para el espíritu? ¿Qué es el tiempo en el mundo espiritual? Nada. 73. Hace cerca de dos mil años que Yo estuve con vosotros y en verdad os digo que este tiempo ha sido un instante para Mí. 74. ¿Os extrañáis de que mi Espíritu o el de mis enviados se manifieste entre vosotros? Es que no analizáis vuestra vida y por eso os sorprendéis de todo y llamáis sobrenatural a lo que es completamente natural. 75. Os sorprendéis de que un espíritu se manifieste o se comunique con vosotros, sin pensar que vosotros también os manifestáis y hasta os comunicáis con otros mundos, en otras moradas. 76. Vuestro cuerpo no se da cuenta de que vuestro espíritu, en los instantes de orar, se comunica conmigo, no sabe percibir la aproximación que por medio de ese don tenéis con vuestro Señor, y no solamente con mi Espíritu, sino también con el de vuestros hermanos espirituales a quienes recordáis en los momentos de oración. 77. Tampoco os dais cuenta de que en vuestro reposo, cuando la materia duerme, el espíritu, según sea su evolución y su espiritualidad, se desprende de su cuerpo para presentarse en lugares distantes, y hasta en moradas espirituales que vuestra mente ni siquiera puede imaginar. 78. Nadie se sorprenda de estas revelaciones, comprended que estáis aproximándoos a la plenitud de los tiempos. 79. Es necesario que comprendáis que los tiempos en que los hombres y los pueblos buscaban mi voz, mi lenguaje y mis mensajes a través de las tempestades, de los vientos huracanados y de toda manifestación de la Naturaleza, han pasado y que ya estáis capacitados para que podáis comunicaros espiritualmente conmigo y podáis recibir mis divinos mensajes a través de los sentidos de vuestro cuerpo. 80. Ciertamente os digo que los elementos de la Naturaleza siguen dando voces a la humanidad, siguen tocando a los hombres, poniéndoles a prueba, despertándolos y purificándolos; pero es por vuestro materialismo, porque sólo sois sensibles a lo que percibís con los sentidos de la carne; mas, cuando haya espiritualidad en la Tierra, cuando los hombres hayan desarrollado sus facultades espirituales y sean sensibles a lo que está más allá de lo material, entonces podréis comprobar cómo la Naturaleza, con todos sus elementos, se aquietará, mostrando una absoluta armonía y no intervendrá más en lo que a vuestra moral y a vuestra espiritualidad corresponde. 81. Los elementos materiales dejarán de ser mensajeros de lo divino, porque los hombres habrán penetrado en mis enseñanzas y habrán alcanzado la comunicación de espíritu a Espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 149 1. He aquí nuevamente al Maestro que viene a entregaros su enseñanza a través de vuestra conciencia. 2. Mi amor se hace palabra de luz entre los hombres, en este tiempo en que el mundo necesita la libertad del espíritu para recibir mis lecciones, que le muestran el camino de salvación. Mas no vengo en este tiempo como hombre, vengo en espíritu sobre cada uno de vosotros, haciendo un llamado a toda la humanidad para que conozca la grandeza de las enseñanzas espirituales del Tercer Tiempo. Es mi voluntad iluminar al espíritu de los hombres de esta era a través de la virtud de mis discípulos. La moral ha huido del corazón de los hombres; pocos son los que se conservan dentro de mi Ley y pocos también los que saben comunicarse con su Creador, por la perversidad e ignorancia espiritual que existe entre la humanidad. 3. Nadie me espere ni me busque en forma de hombre como vine en el Segundo Tiempo; ni me busquéis a través de las figuras hechas por manos humanas. 4. No será el testimonio del Tercer Tiempo el único que os hable de mi amor por la humanidad, serán los hechos y palabras de los Tres Tiempos en los que el Padre se ha manifestado al hombre. 5. He llamado iniciados a los que van principiando a penetrar en el conocimiento de mis enseñanzas. He venido a revelarles el porqué de muchos acontecimientos para que forjen su pensamiento en la razón y en la verdad. 6. Vengo nuevamente a enseñar a los hombres, no a aprender de ellos. En el Segundo Tiempo me vieron conversar en el templo de la sabiduría con príncipes y doctores a quienes sorprendí con palabras que un hombre no puede decir ni comprender. Eso aconteció en la niñez de Jesús. 7. Cuando llegó el instante de la predicación, me dirigí al Jordán en busca del Bautista, quien al mirarme al instante me reconoció. La forma en que Juan me reconoció y la humildad con que adoró a su Maestro, son un ejemplo de espiritualidad, de videncia y elevación. 8. Hoy he vuelto a vosotros y mucho he tenido que hablaros para vencer el materialismo, la duda y la frialdad de vuestro corazón. 9. Aquí estoy, discípulos, enseñándoos a conocer los dones de vuestro espíritu, a que conozcáis el éxtasis, porque en el éxtasis escucháis la voz de la conciencia, se hace transparente lo impenetrable y se ilumina la obscuridad. 10. Este estado de elevación no puede ser privilegio tan sólo de algunos seres, es un don que está latente en todo espíritu, pero siempre me ha sido grato servirme, desde los tiempos pasados, de aquellos que han sabido hacer uso de esa gracia. Para que el éxtasis sea perfecto, antes tenéis que pasar por la vigilia, como los justos de los primeros tiempos. 11. Antes de empezar a predicar la buena nueva, Jesús os enseñó en el Segundo Tiempo estas lecciones retirándose al desierto por cuarenta días para recogerse en la soledad, meditar y confortarse en el Altísimo. 12. En verdad os digo que en aquellas horas de íntima comunión, Jesús, el hombre, contempló el símbolo del sacrificio y su materia se estremeció. El cielo se abrió y ahí contempló el fin que le aguardaba, vio la montaña ennegrecida y en lo alto de ella una cruz donde se encontraba enclavado; sus oídos escucharon la mofa de un pueblo y las frases que le dirigían: "Si sois el Hijo de Dios, bajad de la cruz y salvaos". Apuró el cáliz de amargura porque debía mostraros todo el amor en aquella prueba. Era su misión trazaros el camino y venceros con las armas divinas del amor, del perdón y la humildad. Esas armas son más poderosas que cualquier espada y tienen más fuerza que las olas embravecidas del mar. Ellas han hecho sentir amor a quienes jamás lo habían sentido. 13. Pasado un tiempo, la humanidad cayó vencida por mi enseñanza de verdad, de amor y de consuelo. 14. No vengo a pedir que me imitéis en todo el camino de sacrificio y de sangre que recorrí en el Segundo Tiempo. Unos cumpliréis una parte, otros imitaréis al Maestro en algún ejemplo, porque Cristo sólo existe uno. 15. Preparaos a imitarme, porque aún no sabéis cual sea la parte que tengáis que imitar. Mas si llegaseis a sentir como Jesús, que las palabras de los gentiles y de los incrédulos os hieren con latigazos en la carne desnuda, elevaos en éxtasis al Padre como os enseñó el Maestro en la cruz, y la fuerza será de lleno sobre vuestro espíritu, quien tornará fortalecido a su materia. Y al abrir vuestros ojos, contemplaréis como Jesús en el desierto, que después del éxtasis, mientras el sol dorado calcinaba las rocas y la arena, frescas gotas de rocío que traía la brisa acariciaban su frente y mitigaban su pena. 16. Jesús, el justo entre los justos, en quien se ocultó el Espíritu Divino, antes de dar a conocer el Reino del amor, se preparó así para daros un ejemplo más de humildad y perfección; y vosotros, que sois los discípulos en el Tercer Tiempo, habéis oído que mi Verbo os ha dicho: "Venid a Mí y sed los buenos sembradores de mi palabra", porque el mundo ha perdido su senda espiritual. 17. Os he recordado enseñanzas del Segundo Tiempo para que las unáis a mis nuevas lecciones y con ellas iluminéis a la humanidad, ¡Oh labriegos del Tercer Tiempo! 18. Sentid mi presencia que ilumina vuestro espíritu y os prepara para que comprendáis mi mensaje de paz. l9. Olvidad vuestros sufrimientos para que recibáis mi palabra y su esencia quede en vuestro corazón. 20. Os he enviado una vez más a la Tierra para que continuéis vuestra misión, para que reconozcáis que vuestro espíritu tiene que recorrer una escala de perfeccionamiento y que según sean vuestros méritos, así iréis alcanzando mayor elevación. Tendréis un solo Maestro, una sola luz será la que os guie y os señale siempre el sendero de vuestra evolución. Todos podéis escalar si cumplís vuestra misión. Ha mucho tiempo que disteis principio a la jornada, y es poco lo que hasta ahora os habéis elevado; he venido a daros estímulo al haceros vislumbrar desde este mundo en que hoy habitáis, la vida espiritual de otros mundos 21. Si llegáis a penetrar en la vida de todos los seres, la podéis ver sembrada de muchos beneficios y pruebas de amor. En Mi encontraréis al mejor amigo, al compañero inseparable y al divino doctor. En este tiempo en que derramo sobre todos mis hijos mi amorosa protección, vosotros participaréis de todos estos dones, porque fuisteis formados a mi semejanza. 22. Os habéis olvidado por largo tiempo de vosotros mismos, de los lazos que os unen a Mí, de vuestra naturaleza semejante a la mía y por eso es que habéis descendido y extraviado el camino. El sendero espiritual es infinito y Yo vengo a mostrároslo desde su principio. Si no estáis dentro de él, venid y Yo os ayudaré a recorrerlo, a recuperar el tiempo perdido. 23. Que el mundo no os esclavice, dedicad una parte de vuestro tiempo a la preparación y desenvolvimiento de vuestro espíritu. 24. Muchos de vuestros hermanos se encuentran en gran desconsuelo, están cerca de vosotros y no lo habéis advertido. No sabéis aún penetrar en los corazones, pero me place veros practicando mi enseñanza y me es más grato contemplar a quienes derraman su espíritu amando y consolando, que a los que sólo se dedican al estudio de mi palabra y olvidan sus deberes para con sus hermanos. 25. Trabajad para que tengáis paz, luchad intensamente en este tiempo para que dejéis un ejemplo de trabajo, de obediencia y de fe. 26. Vengo a vosotros para hacerme reconocer como el único Dios, Padre de todos los seres, a deciros que quiero hacer de cada uno de vosotros un discípulo y heredero mío. De mi enseñanza que es semejante a un árbol corpulento, os daré una semilla para que la cultivéis y la llevéis a distintos lugares, para que dé sus frutos se alimente la humanidad. 27. Toda mala interpretación que se haya hecho de mi palabra o de mis obras, la corregiré porque quiero unificar vuestro conocimiento para que todos me améis en igual forma. Velad por el mundo y dejad que vuestro espíritu lleve la luz y la paz a la humanidad, y que el mundo se ilumine con la luz diáfana que irradia de mi Espíritu. La luz es progreso, el amor es redención y la paz es esperanza. El amor es del corazón, la paz es del espíritu y ambos son un reflejo de la eternidad. 28. Contemplo que ante la palabra dulce de Jesús, algunos de mis hijos se sienten hastiados. Es porque sus sentidos no están en mi palabra, están con el pensamiento ocupado en las preocupaciones materiales, y por eso, al terminar de escucharme llevan el corazón vacío; pero el Maestro insiste en acercarse a sus hijos para hacer latir su corazón con su enseñanza divina. 29. ¡Humanidad que despertáis vuestras facultades para conocer la ciencia humana y las adormecéis al estudiar la esencia divina! ¡Vais fatigados, por los caminos sembrados de espinas, buscando la meta de vuestro humano saber! Más Yo, de entre los perdidos entresacaré a mis siervos y haré vibrar su corazón de amor hacia sus hermanos. 30. Si los hombres no se preocupan por su adelanto espiritual, Yo velo por todos los espíritus. Si ellos no escuchan la voz de su conciencia, que es mi propia voz, no llegarán a tener comunicación con mi Divinidad. 31. Esta humanidad, por su materialismo, aún es idólatra. Aarón, Aarón, vos forjasteis el ídolo delante de Israel, más en verdad, los falsos dioses caerán abatidos. ¿Dónde está el templo de Salomón? ¿Dónde el Tabernáculo? Si los símbolos que fueron lícitos les hice desaparecer ¿Cómo no he de combatir hasta exterminar los cultos fanáticos? Salomón edificó un templo material para adorarme, y de él no quedó ni piedra sobre piedra. 32. Los ministros de estos tiempos se atavían regiamente para oficiar simbólicamente en el sacrificio de Jesús, y a pesar de que toman mi nombre y mi representación, descubro su mente turbada, su corazón azotado por los vendavales de intrigas y pasiones; no existe uno que como profeta anuncie que me encuentro entre los hombres de este tiempo. Gran amargura tendrán, porque entre ellos no existe preparación espiritual. ¿Dónde está el cumplimiento de los que han jurado ante Jesús, seguir su huella? ¿En dónde están los imitadores de mis apóstoles? ¿Hay alguno que se asemeje a Juan, que fue de los primeros, o a Pablo, que fue de los segundos? 33. Por esto el Maestro se acerca nuevamente a vosotros para reanudar su lección. Ya veo a los nuevos fariseos y escribas lanzarse llenos de odio en contra mía, entonces será cuando pregunte: ¿Dónde están mis discípulos? Y cuando los soberbios, los falsos, los enriquecidos que temen perder su poder, los amenazados por mi verdad me escarnezcan y persigan nuevamente, soplarán aires huracanados, mas no seré Yo el que caiga bajo el peso de la cruz, sino aquellos que pidieron el sacrificio para el que les dio la vida. 34. No es la voz humana la que escucháis en estos instantes, es la voz celestial que os anuncia los sucesos que han de ser, para que vosotros que oísteis mis profecías, os encontréis preparados y no os turbéis cuando miréis que hasta las mismas fuerzas de la Naturaleza sienten desequilibrio, porque Yo soy la fuerza universal y la justicia, y en justicia me manifestaré. 35. He Venido a apartar los vicios del mundo para que los hombres, librándose de costumbres e ideas pecaminosas, se inspiren y hablen del espíritu, entonces me verán simbolizado en la dulce silueta de Jesús, indicándoles el camino que conduce a la verdadera meta del espíritu, en donde Yo les espero. 36. Sois guardianes del Tercer Testamento. Guardad con sumo celo ese legado a las generaciones futuras. Pero mostrad mis Obras con la perfección que ella tiene, porque si llegaseis a Mí sin haber cumplido vuestra misión, tendréis que reencarnar nuevamente y entonces será más dura vuestra lucha. 37. Imitáis a Moisés en este tiempo, en este desierto de la vida humana. En verdad os digo: Sed una vez más en la montaña, porque allí resonará mi voz: Comprendedme. La montaña de este tiempo es vuestra elevación, donde recibiréis mi mandato, y escucharéis mi voz en vuestra conciencia. Desde ahí alcanzaréis a mirar la Tierra Prometida que se encuentra en la perfección del espíritu. 38. La Ley divina nunca pasa, las leyes humanas sí cambian según sea la evolución espiritual de los hombres. 39. "Amarás a Dios de todo corazón y de todo espíritu", es el primer precepto de la Ley divina, el cual no ha cambiado ni cambiará; su esencia, su sentido, su doctrina, son eternos. Más también oísteis que os fue dicho: amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo; pero ese no fue un precepto de la Ley divina, sino una de tantas leyes humanas que así convenía en aquel tiempo. 40. Llegué entre vosotros a través de Jesús y os dije: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para que seáis reconocidos como hijos de vuestro Padre que está en los cielos". Esta es ley espiritual, por lo tanto eterna, ella no sufrirá cambio alguno. Sólo lo humano es lo que cambia, evoluciona y se transforma. 41. ¿Qué podréis hacer para saber cuáles son las señales, revelaciones, profecías y leyes cuya aplicación ya pasó, y cuáles son las que aún están vigentes? ¿Cuáles revelaciones son eternas y cuáles profecías no han tenido cumplimiento? En verdad os digo, que solamente la oración limpia y la vida fecunda os pueden dar la suficiente espiritualidad para encontrar la esencia divina que en los tres tiempos os he entregado. 42. Cuando los escribas y los fariseos observaron los actos de Jesús y los encontraron que diferían de los suyos, dijeron que la Doctrina que predicaba, iba en contra de la Ley de Moisés. Es que ellos estaban confundiendo la Ley con las tradiciones, mas Yo les probé que no había venido a transgredir la Ley que el Padre había revelado a Moisés, sino a darle cumplimiento con palabras y obras. 43. Ciertamente Yo pasé por sobre muchas de las tradiciones de aquel pueblo, porque ya había llegado el momento de que desaparecieran, para dar principio a un nuevo tiempo, con enseñanzas más elevadas. 44. Si en las primeras revelaciones os hubiera dicho todo, no habría habido necesidad de que el Maestro, el Mesías, os hubiera tenido que enseñar nuevas lecciones, ni de que hubiera venido el Espíritu Santo en este tiempo a mostraros las grandezas de la vida espiritual. Por lo cual os digo, que no os aferréis a lo que os fue revelado en los primeros tiempos, como si ello hubiera sido la última palabra de mi Doctrina. Yo vine de nuevo entre los hombres y por largo tiempo me he comunicado por medio de su entendimiento y aún puedo deciros que mi última palabra no está dicha. 45. Buscad siempre en mi libro de sabiduría, la última palabra, la nueva página que os revele el significado, el contenido de lo anterior, para que verdaderamente seáis mis discípulos. 46. Hoy vivís alejados de los que sufren más que vosotros, pero cuando la espiritualidad sea la que ilumine vuestra vida, entonces buscaréis vivir cerca de aquéllos de quienes hoy os alejáis, porque les creéis perdidos, o porque os inspiran repugnancia. 47. Os convertiréis en portadores de la palabra de luz, de redención y esperanza y os acercaréis a aquellos que han sido olvidados por sus semejantes. 48. A nadie hablaréis con severidad, porque no es así como se redime. Aprenderéis que al pecador no se le injuria para castigar su falta. 49. Yo os digo que si a las fieras se les habla con amor, ellas humillan su cabeza. 50. Si aquel a quien habláis, tuviese algunos méritos, decídselo; si en él encontraseis alguna virtud entre muchos defectos, no le habléis de los defectos sino de la virtud para estimularlo e impulsarlo hacia el bien. 51. Que sea el amor el que os guie, a fin de que lleguéis a convertiros en verdaderos mensajeros del Divino Consolador. Porque vosotros, los que no habéis rodado a un abismo, siempre estáis culpando, estáis juzgando con ligereza, condenáis sin la menor piedad a vuestros semejantes y esa no es mi Doctrina. 52. Si antes de juzgar, hicieseis un estudio de vosotros mismos y de vuestros defectos, os aseguro que vuestro juicio sería más piadoso. Consideráis malos a los que están en las cárceles y tenéis por desdichados a quienes se encuentran en los hospitales. Os apartáis de ellos, sin daros cuenta de que son dignos de entrar en el Reino de mi amor; no queréis pensar que también ellos tienen derecho a recibir los rayos del sol, que fue hecho para dar vida y calor a todas las criaturas, sin excepción alguna. 53. Estos seres recluidos en lugares de expiación, muchos son espejos en los que la humanidad no se quiere mirar, porque sabe que la imagen que aquel espejo les devuelve, será en muchas ocasiones el de la acusación. 54. Mas Yo os digo: Benditos sean aquellos de mis labriegos que sepan sentir en su corazón la pena de los que viven privados de la libertad o de la salud, y les visiten y les conforten, porque un día volverán a encontrarse, sea en ésta o en otra vida, y entonces no sabéis si ellos tengan más salud, mayor libertad y luz que aquellos que les llevaron el mensaje de amor a un presidio o a un hospital, y entonces les correspondan con su gratitud, tendiendo la mano a quien en otro tiempo supo tendérsela. 55. Aquel instante en que hicisteis llegar mi palabra a su corazón aquel momento en que pasasteis vuestra mano sobre su frente y los hicisteis pensar en Mí y sentirme, jamás se borrará de su espíritu, como no se borrará de su mente ni vuestra faz, ni vuestra voz de hermano, por lo que os reconocerán doquiera que os encontrasen. 56. Aquí, escuchando mi palabra, os olvidáis unos instantes de las penas que afligen a todos los hombres, y apartáis de vuestra mente las ideas de destrucción, de guerra y de muerte que amenazan a la humanidad. 57. ¿Teméis al dolor? Desechad el pecado, y el dolor nada podrá contra vosotros. Sentiréis otro dolor, pero ya no será el dolor egoísta; no será el vuestro, sino que comenzaréis a padecer por amor a los demás. 58. El espíritu, cuando se eleva, siente por sus semejantes y mientras más se acerca a Mí, y más me ama, mayor es su amor hacia sus hermanos. 59. Estoy enseñándoos a caminar por el sendero que os libre de las angustias y sufrimientos que provocan los odios y las ambiciones humanas, enseñanzas que por instantes juzgáis impracticables, pero pronto la abrazaréis con fe; convencidos de que es el único camino de salvación. 60. Todavía no habéis comprendido el sentido de mi palabra, ni os dais cuenta de vuestra misión. Es por eso que hay quien sintiendo deleite espiritual al escucharme, prefiere alejarse por temor a contraer compromisos con su Maestro y con sus hermanos. Y hay otros que me dicen: "Señor, no es posible que podamos dar cumplimiento a tus enseñanzas y a tus órdenes, porque somos pequeños y estamos materializados; pero no nos privéis de escuchar tu palabra. ¡Es tan bella! que a pesar de ser impracticable, llena de gozo y de paz nuestros corazones". 61. ¡Ah párvulos que no sabéis lo que decís! Llamáis impracticable mi enseñanza, juzgándola de imposible realización, y no toméis en cuenta que la estáis escuchando a través de un ser humano impuro, pecador como todos vosotros, a quien no le fue imposible transmitir a los hombres el mensaje de Dios. 62. ¿Qué mayor imposible que éste? 63. Amad a vuestro Padre, tened caridad de vuestros semejantes, apartaos de todo lo que sea nocivo a vuestra vida humana o a vuestro espíritu. Esto os enseña mi Doctrina. ¿En dónde miráis las dificultades y los imposibles? 64. No, pueblo amado, no es imposible dar cumplimiento a mi palabra, no es ella la difícil, sino vuestra enmienda, regeneración y espiritualidad, porque carecéis de sentimientos nobles y aspiraciones elevadas. Mas, como Yo sé que todas vuestras dudas, ignorancias e indecisiones, tendrán que desaparecer, os seguiré enseñando, porque para Mí no hay imposibles. Yo puedo convertir las piedras en pan de vida eterna y puedo hacer brotar agua cristalina de las rocas. 65. Penetrad al fondo de mi palabra y ya no tendréis que andar buscando la verdad. En la esencia de este mensaje encontraréis el caudal de luz que necesita poseer vuestro espíritu. 66. Analizad mi palabra para que podáis alimentaros con su esencia; para que podáis encontrar mi presencia y sentir mi caricia divina. Al analizar, procurad ir más allá de la forma de la palabra, y procurad interpretar todo lo que halléis de simbólico o alegórico, buscando la simplificación y la espiritualidad en vuestros análisis, observaciones y estudios; pensando siempre que mañana tendréis que participar de este mensaje a vuestros hermanos, a quienes se lo daréis ya analizado, para que más pronto lo comprendan. 67. Apartad con tiempo todo símbolo y toda imagen material, pero conservad el sentido de ellos. 68. Comprended el escaso valor que tienen las formas, si las comparáis con la esencia eterna de lo espiritual. También procurad penetrar poco a poco en esta sabiduría, para que no os parezca imposible la práctica de mis lecciones. 69. Reuníos, discípulos amados, que el tiempo de vuestra lucha ha llegado y será corto para cada uno de vosotros, si tenéis en cuenta lo breve de vuestra vida en la Tierra. 70. Daos prisa, tenéis mucho que hacer. No penséis que os falte algo para poder ser discípulos míos en esta Obra. 71. En el Segundo Tiempo Yo escogí también a mis apóstoles; no eran sabios, no eran luminosos en sabiduría humana; eran sencillos pescadores del mar, Yo les convertí en sembradores y en pescadores del espíritu. 72. A vosotros también quiero convertiros en pescadores espirituales, para que llevéis mi mensaje de amor a todos los corazones perdidos en el anchuroso mar de pasiones y materialismo en que vive la humanidad, y de allí, de ese mar, entresaquéis y salvéis a todo aquel que en mi nombre sea llamado por vosotros. 73. Entonces mi mensaje de esperanza llegará al corazón del fratricida, del asesino, del soberbio, del profano, del insensible al dolor y a la miseria de los demás, y en todos será cumplida mi palabra. 74. Por ahora, y mientras os preparáis, orad por las naciones y los pueblos, orad por todos, porque la humanidad está pisando sobre cardos y espinos, los mismos que antes puso para que otros pisaran. Son los hombres los que han preparado su abismo y luego tendrán que clamar misericordia, que jamás sintieron ellos por un semejante. 75. Mas es preciso salvar, perdonar y redimir, porque en cada hombre habita un espíritu que habrá de llegar a Mí. 76. Sois las primicias de un pueblo que será el faro espiritual de la humanidad. Un nuevo Israel que, una vez liberado de su cautiverio, se levantará en pos del ideal más elevado que existe en el espíritu, y que es el de llegar a habitar en el seno de Dios, vuestro Señor. 77. Aún estáis distantes de poder alumbrar con vuestro ejemplo el camino de vuestros hermanos; pero mi voz; resonando en vuestra conciencia os anima a proseguir, a no desmayar, a perseverar en la lucha, porque sólo así escribirá este pueblo su historia en el corazón de la humanidad. 78. Las pruebas que a diario veis presentarse en vuestra vida, son el yunque donde se está templando vuestro espíritu, donde se acrisolará vuestra virtud y se fortalecerá vuestra fe. 79. Sin pruebas, no habrá méritos, sin méritos, no podrá haber galardón. 80. Meditad en las pruebas que atravesó Israel en el Primer Tiempo, considerad sus amarguras, sus tribulaciones y necesidades y entonces comprenderéis por qué le fue concedido llegar a la Tierra Prometida, donde por muchos siglos aquel pueblo supo de la paz, de la sana alegría y de la comunión con su Señor. 81. No fue eterna la dicha de aquel pueblo en la tierra que le fue otorgada como galardón a su fe y a su perseverancia, porque nada es eterno en el mundo; pero os digo a vosotros, en verdad, que la nueva Tierra prometida, aquella que es el ideal de elevación de vuestro espíritu, esa sí será eterna, esa sí os dará albergue por siempre y os hará sentir y conocer la vida espiritual en toda su plenitud y elevación. 82. Yo bendigo cada una de estas casas donde os reunís a orar y a recibir el pan de mi palabra, igual que bendigo a vuestros hogares; en verdad os digo que no es más cualquiera de estos recintos que uno de vuestros hogares. 83. Si aquí penetráis en recogimiento y en respeto porque sabéis que el lugar está destinado a uniros en oración para formar el templo espiritual, también os digo que vuestro hogar es un segundo templo; porque si el espíritu forma su santuario en la oración, en la palabra divina, en la meditación y en la práctica de la Ley, el hombre encuentra un segundo culto en el hogar, donde recibe cariño, calor, ejemplos, enseñanzas y consejos. Mas no confundáis el hogar con la casa material; ésta podrá desaparecer y quedar vosotros a la intemperie, y sin embargo vuestro hogar no habrá sido destruido mientras exista entre vosotros amor, respeto, obediencia y todas aquellas virtudes que debe atesorar la familia humana. 84. Tampoco estos recintos pueden constituir el verdadero templo, ya que si lo lleváis en vuestro espíritu, lo mismo lo podréis encontrar aquí que en vuestra casa, en la ciudad que en el campo, bajo un árbol, en la montaña, en la ribera del mar o en el desierto. 85. El templo del espíritu está en todas partes por lo que sólo precisará de vuestra preparación para que lo encontréis. 86. Por ahora seguid congregándoos en estos recintos; mientras tengáis necesidad de ello, hacedlo, que mi amor, mi caridad y mis complacencias serán derramadas en vuestras reuniones, donde permitiré que mi presencia sea sentida; donde haré que los espíritus renazcan a la luz y los enfermos palpen el prodigio de su curación escuchando mi palabra. 87. Mi Arcano está presto siempre a derramar en vosotros aquello que pedís, aquello que necesitáis, sin embargo, no todo debe hacerlo vuestro Padre, estáis viviendo un tiempo en el que el amor del Maestro debe encontrar eco en él corazón de los discípulos, para que el milagro se realice. 88. Sed incansables repasando mi palabra; ella, como un cincel invisible, se encargará de pulir las asperezas de vuestro carácter hasta dejaros preparados para tratar los problemas más delicados de vuestros hermanos. En ellos encontraréis penas, expiaciones y restituciones, cuyas causas pueden ser muy diversas. Algunas no tendrán un origen muy difícil de comprender, en cambio, habrá otras que solamente con la intuición, con la revelación y con la videncia podréis descubrir, para librar de un pesado fardo a vuestros hermanos. Estos dones sólo harán esos prodigios cuando el que los ponga en práctica se haya inspirado en la caridad hacia sus semejantes. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 150 1. Venís en busca del Espíritu Consolador, porque no habéis encontrado alivio en vuestras tribulaciones. Habéis acudido a las puertas de médicos y abogados, al corazón de los seres que os aman, y no habéis logrado recobrar la paz, y os habéis convencido de que el bálsamo o la luz que venís buscando, sólo podréis encontrarla en la fuente de donde procede todo bien. Todos buscáis el camino verdadero, necesitáis el sustento espiritual, la palabra de aliento y de esperanza que venga a reanimaros, y en tanto que lleguéis a lograr lo que habéis venido buscando, me hacéis presente vuestras inquietudes, vuestro temor al juicio divino y el anhelo de encontraros en paz con vuestra conciencia. 2. Estáis en mi presencia, a pesar de que os sentís lejos de Mí. No estáis solos en vuestro dolor, Yo os acompaño, y si os llaméis incomprendidos, os digo que Yo, el Padre, conozco todo lo que pasa en vuestro interior y que os dará la solución que buscáis, la paz que os hace falta y la ayuda para que alcancéis vuestra elevación. 3. Cuando llegasteis por primera vez a escuchar mi palabra, la saboreasteis y la encontrasteis pura en su esencia; reconocisteis que Yo os la enviaba, sólo habéis dudado por la forma de comunicarme con el hombre; pero si la estudiáis, reconoceréis que no me he equivocado, y que el hombre por ser mi hijo, está capacitado para servir como instrumento mío para llevar a cabo mis designios en servicio de sus hermanos. 4. Estoy llamando a los hombres, mujeres y niños, para hacer de ellos mis discípulos y mientras unos creen, otros dudan y desconfían, eso de debe a que es tanto lo que han sido engañados, que hoy que hablo a la humanidad tomando como intérpretes de mis enseñanzas los entendimientos de hombres rudos, sencillos y humildes, mi manifestación os parece extraña. Reconoced que mi palabra es invariable en su verdad, y que lo que os dije en el Primer Tiempo, lo ratifiqué en el Segundo y lo he confirmado en el Tercero. 5. Todos los que de esta manera oís mi palabra, habéis sido preparados para sentir y comprender esta manifestación de mi Espíritu, y sólo esperabais el momento en que os llamara, para atestiguar estas manifestaciones. Yo no he sorprendido a nadie, desde antes de venir a encarnaros os dije que estaríais presentes en estos actos y que pertenecéis al número de seres escogidos para llevar la buena nueva al mundo. 6. Los niños de este tiempo me hacen ver su camino azaroso, me dicen que el ambiente en que respiran, no es el más propicio a la espiritualidad y me piden la luz para sus padres y maestros; en ellos, desde pequeños, se ha entablado una lucha entre el espíritu y la materia, en la que algunas veces vence el bien y la razón, y otras se sobrepone la carne. 7. No me digáis que sois débiles, si lleváis la luz de mi Espíritu, si Yo os he dotado de virtud y energía para que podáis cumplir con vuestros deberes; esforzaos y usad de vuestra potestad. 8. He descendido a todos mis hijos en busca de su espíritu, porque me pertenece, mas no todos quieren seguirme, la mayor parte me pide un tiempo más y me dice que por ahora no puede venir Conmigo, y Yo he dado a cada espíritu el tiempo necesario para su cumplimiento. 9. Es cierto que habéis sufrido mucho en este tiempo y que ansiáis vivir una vida mejor y el Padre os dice: labrad vuestra paz y ya sea en este mundo o en el valle espiritual, encontraréis el descanso. Esta Tierra que habitáis es lugar de expiación, de lucha, de perfeccionamiento. 10. Si queréis recordar la vida de Jesús en el Segundo Tiempo, la encontraréis sembrada de sufrimientos, desprovista de comodidades y alegrías. Él es el ejemplo, el modelo que está delante de vuestro espíritu, para que lo imitéis. Mas todo el que viniere a Mi encontrará el alivio, porque soy el manantial inagotable que se derrama a torrentes, de allí tomad para que reguéis vuestras parcelas. Las tierras están preparadas para que los hombres se apresuren a cultivarlas; los campos les esperan antes de que se cubran de cizaña o de hierbas nocivas, id y cultivadlas, y cuando miréis que el trigo ha madurado, segadlo junto con la hierba y más tarde separad el uno de la otra; por eso Yo siempre os estoy diciendo: velad y orad, porque si os descuidáis, la mala hierba hará mayores progresos que vuestra semilla, y su fruto será el que abunde el día que cosechéis, haced que vuestros campos se doren para que hagáis penetrar vuestro trigo en mis graneros y la cosecha sea abundante. 11. La humanidad está hambrienta de mi palabra, de mi verdad; los hombres reclaman y anhelan que la luz llegue a su entendimiento, claman justicia y esperan consuelo. Este es un tiempo decisivo; en verdad os digo que muchas ideas, teorías y hasta dogmas que como verdades se tuvieron por siglos, caerán por tierra y serán abandonados por falsos; el fanatismo y la idolatría serán combatidos y exterminados por los que más envueltos y apegados a ellos se encontraban; las enseñanzas de Dios serán entendidas, su luz, su contenido y esencia serán comprendidas y sentidas. 12. Los hombres de ciencia, después de un tiempo de pruebas en el que sufrirán confusiones muy grandes, cuando en su espíritu se haga la luz y escuchen la voz de su conciencia, descubrirán lo que nunca habían soñado. 13. Nuevamente os digo: velad, porque en el tiempo de las luchas de credos y doctrinas, de religiones y ciencias, creerán muchos hombres que el saber que les han dado los libros, será el arma con la que puedan vencer a mis nuevos discípulos, sabiendo que vosotros no lleváis libros. Cuando Jesús predicó a las multitudes, no les habló de enseñanzas aprendidas en libros; sin embargo, dio cátedra de sabiduría, pruebas de ello las dio desde su infancia, presentándose en el seno de los doctores de la ley, para confundirlos y hacerlos enmudecer con sus preguntas y dejarlos asombrados con sus respuestas. El saber de Jesús procedía del Espíritu Divino, el cual todo se lo revelaba. 14. Si cualquiera de vosotros limpiara su entendimiento, despojara su corazón de malos sentimientos y bajas pasiones, y elevara su espíritu al Padre para entregarse a Él en el amor y servicio a sus semejantes, quedaría convertido en una fuente limpia que el Maestro llenaría con su inspiración; será aquel hombre, como un vaso limpio en mi mesa, el cual colmaría con el vino de la vida, para que en él mitigasen su sed los que perecen; el que así se prepare, convencerá a quien le hable, consolará con su palabra, hará callar al vanidoso, realizará obras sorprendentes, de esas que el mundo llama milagros y que no son más que manifestaciones naturales del amor y de la fe de un espíritu elevado. 15. Cuando os pregunten: ¿Por qué siendo Dios tan grande se ha valido de un insignificante ser humano para manifestar su sabiduría? Contestaréis: el amor de Dios por sus hijos no tiene límites, por eso se ha servido de ellos para realizar este prodigio. 16. Siendo poderoso, eterno, infinito y a la vez Padre de todo lo creado, puedo valerme y servirme de todas mis criaturas para mis fines divinos. En mi amor de Padre, no vengo a fijarme en vuestra pequeñez en vuestro pecado, os busco por vuestra humildad. Si consideráis muy pequeña vuestra forma humana para que Dios se ocupe de vosotros ¿Quién os dio esa forma, sino Yo? Además al hacerme hombre ¿No fui semejante a vosotros? 17. El eco de la voz que llega a vuestros oídos, es el de la materia que como portavoz me interpreta en los momentos de mi manifestación; la palabra que a vuestra mente y a vuestro corazón llega, es humana, más la esencia de esa palabra es divina y por eso ilumina y conforta al espíritu. 18. Si hubiera venido en forma humana a repetir mi lección del Segundo Tiempo, hubiera estacionado a vuestro espíritu, y la humanidad no me hubiera reconocido; más Yo, el Maestro de toda perfección, os llevo paso a paso, siempre hacia lo alto de la montaña, enseñándoos cada vez nuevas lecciones. 19. A los ojos humanos es invisible Dios y aun su propio espíritu porque no tiene forma ni límites, por eso muchos al miraros elevados en oración, escuchándome, dudan de ello porque no saben que lo divino y lo espiritual, aparentemente invisible a los ojos humanos, es sentido por el espíritu y aun por el corazón. 20. El que cree verdaderamente en Mí, conoce mi voz doquiera que Yo le hable. Soy como un pastor al que siguen sus ovejas y al que siempre reconocen por su voz. Por eso en este tiempo en que me encuentro hablándoos por el entendimiento humano, habéis reconocido la voz de vuestro Señor. No os habéis detenido a juzgar las deficiencias del portavoz, ni habéis tomado en cuanta los errores que su rudeza le hacen cometer, habéis comprendido que soy Yo quien os habla. Al oír mi voz, al instante la reconoceréis para decir: Es El. 21. Siempre han sido los humildes y los pobres los que descubren mi presencia, porque sus entendimientos no están ocupados con teorías humanas que los aparten del claro discernimiento. 22. En el Segundo Tiempo también aconteció que habiendo, sido anunciada la venida del Mesías, cuando Él llegó, quienes le sintieron fueron los sencillos de corazón, los de espíritu humilde y entendimiento limpio. 23. Los teólogos, tenían en sus manos el libro de los profetas y a diario repetían las palabras que anunciaban las señales, el tiempo y la forma de la venida del Mesías, sin embargo, me vieron y no me reconocieron, me escucharon y negaron que Yo fuera el Salvador prometido; vieron mis obras y lo único que supieron hacer fue escandalizarse, cuando en verdad, todas ellas habían sido profetizadas. 24. Cuando llegó el día en que las turbas, azuzadas por quienes se sentían intranquilos con la presencia de Jesús, le hirieron y azotaron; y le vieron sangrar como un simple mortal bajo el efecto de los azotes; más tarde, agonizar y morir como cualquier humano; los fariseos, los príncipes y los sacerdotes, exclamaron satisfechos: he ahí que se nombra hijo de Dios, al que se creyó rey y se hizo pasar por el Mesías. 25. Fue por ellos, más que por otros, por los que Jesús pidió a su Padre que perdonara a aquellos que, conociendo las escrituras lo estaban negando, y ante las multitudes lo estaban mostrando como a un impostor. Ellos eran los que, diciendo ser los doctores de la ley, en realidad, al juzgar a Jesús, no sabían lo que hacían, mientras que allí, entre las turbas, había corazones destrozados por el dolor, ante la injusticia que estaban presenciando y rostros anegados por el llanto, ante el sacrificio del Justo. Eran los hombres y las mujeres de corazón sencillo y de espíritu humilde y elevado, que sabían quién era el que había estado en el mundo con los hombres y comprendían lo que éstos perdían al partir el Maestro. 26. Pueblo: también en este tiempo será juzgada mal la forma de comunicación bajo la cual habéis tenido mi palabra, y también la doctrina y las revelaciones que os he hecho, serán negadas por quienes dicen conocer la forma en que deberá ser mi retorno. Ellos no analizarán mi palabra, no buscarán su esencia, ni tomarán en cuenta los prodigios y señales que os he dado de mi venida y de mi verdad, sino que tomarán como razón para negarme, las obras imperfectas que encuentren en este pueblo, sus profanaciones y desobediencias. Entonces se levantarán diciendo: ¿Ese que os dijo que llegado el año de 1950 dejaría de comunicarse con vosotros, es el espíritu de Cristo? ¿Por ventura puede decir hoy que terminará esta manifestación y mañana proclamar lo contrario? Porque desde ahora os digo que muchos, sostendrán que me seguiré comunicando en la misma forma, cuando el año de 1950, haya pasado. Oh pueblo amado: ¿Queréis ser la causa de que mañana el mundo os burle así y niegue cuanto os he hablado? 27. Ved cómo os preparo para que cuando se aproxime el momento de mi partida no dejéis que las tinieblas penetren en vuestro corazón, mas Yo os digo que los que verdaderamente hayan sentido y entendido mi palabra, se apartarán de los caminos de confusión, para buscarme en la soledad, de espíritu a Espíritu. Estos escucharán en su corazón la voz inolvidable y conocida de su maestro, que les dice: "Bienaventurados vosotros los que lloráis al contemplar la profanación de mi Obra, porque sabéis que esa ha sido la causa de que muchos no la conozcan y de que otros la burlen y la nieguen". 28. Orad y velad, discípulos, para que sigáis reconociendo mi voz entre todas las engañosas que el mundo os proporciona y así os veréis conducidos con amor y cuidado hasta el fin del sendero, donde el seno del Padre se abre como un aprisco de magnitud infinita para guardar por siempre a los que crió con amor y envió para que sus méritos en la Tierra les hicieran merecedores de la morada perfecta. 29. Cuando os digo que es Cristo quien os habla, no falta quien juzgue de blasfemos a éstos que trasmiten mi palabra; mas no es extraña esta manera de juzgar y de analizar, dado que su insensibilidad a lo espiritual les impide sentirme a través de la esencia de mi Doctrina. 30. Cierta vez, delante de los fariseos, dije: El Padre y Yo somos uno y también me llamaron blasfemo y recurrieron a las escrituras, tratando de demostrar que era falso todo lo que Yo decía. 31. Hoy os digo que quien no abra los ojos de su espíritu, no podrá mirar la luz divina; porque nadie ha sido tan probado como lo fue Jesús. 32. Los hombres me interrogaban, me tendían lazos, buscaban confundirme con sus preguntas tendenciosas, me increpaban para probar mi prudencia, y no encontrando la manera de perderme a pesar de sus esfuerzos, me acusaron, me calumniaron y me juzgaron, para ver como se comportaba en ese caso el que se decía hijo de Dios; mas no conformes con todo eso; quisieron también ver si mi cuerpo sangraba y si estaba formado de carne y hueso, y cuando en el camino tropezaba Jesús y sangraba, afinaban su oído esperando oír mis quejas. 33. Cuando dije que el Padre y Yo éramos uno: habló el espíritu; más cuando el cuerpo sangró, fue la parte humana la que emitió la queja, porque era carne viva. 34. El mundo me pidió que le mostrara mi verdad y la verdad le mostré; pero viendo, no miró. Mi palabra y mis obras hubieran sido bastantes para probar el poder divino de quienes las había hecho; sin embargo, no se les atribuyó ese poder, mas mi muerte en cuanto hombre, no fue el final de aquellas pruebas. Fui en espíritu delante de mis discípulos y aun entre ellos hubo uno que me pusiera a prueba y que no creyera en la resurrección de su Señor, sino hasta que se convenció hundiendo sus dedos en la herida de su costado. 35. Después, cuando la semilla de la palabra de Jesús se extendía de comarca en comarca y de nación en nación, los incrédulos, los escépticos, los materialistas, surgían a cada paso, para seguir sometiendo a sus razonamientos mi Doctrina, mis palabras y mis obras. Mas los hombres no se han concretado a juzgar mi verdad tan sólo a través de mis obras y de mi Doctrina, sino que se han entregado a escudriñar mi naturaleza humana, mi formación, mi nacimiento, mi niñez y cuantos pasos di en la Tierra. Más tampoco escapó a ese escrutinio María, la mujer santa y pura elegida por Dios, para dar al mundo el fruto de la vida. También ella supo del escarnio, de los juicios y de las pruebas de los hombres; no les bastó que desde los tiempos pasados el profeta Isaías la hubiera anunciado como virginal y pura. Y aún este es el tiempo en el que los hombres, a través de las religiones y sectas, discuten y deliberan sobre Ella. 36. Os digo, que mientras la humanidad no se despoje de su materialismo al juzgar la verdad, no podrá mirarla de frente. 37. Yo perdono a unos y a otros, mas os aconsejo que no sigáis tomando mis palabras para confundiros unos a otros, para heriros o para daros muerte, porque vuestro juicio tendrá que ser grande. 38. Si ahondáis vuestras discusiones y llegáis a aborreceros los unos a los otros a causa de vuestras diferencias, ¿Cuándo vais a uniros en la verdad que es una sola? 39. No temáis de Mí, temed de vosotros, os dice el maestro: ¿Juzgué desde la cruz a los que me sacrificaron? ¿Tuvo reproches o quejas María en aquella hora infinitamente dolorosa? No, pueblo. 40. Tampoco ahora os estoy juzgando. De cierto os digo que cada quien se forma su propio juicio y se dicta su sentencia; Yo quiero libraros del dolor, de la expiación, del cáliz amargo, y para ello os invito a que principiéis a amaros unos a otros, porque ese es el camino que podrá llevaros a la luz, a la paz y a la verdad. 41. Si aún pensáis que vuestros sufrimientos se deben a vuestros primeros padres, estaréis cometiendo en vuestros juicios una falta de comprensión con vuestro Dios. 42. En una parábola divina, inspiré a los primeros hombres para que empezaran a tener conocimiento de su destino, pero fue mal interpretado el sentido de mis revelaciones. Cuando se os habló del árbol de la vida, de la ciencia del Bien y del Mal, del cual comió el hombre, sólo se os quiso dar a entender que, cuando el hombre llegó a tener conocimiento suficiente para distinguir entre lo justo y lo injusto y comenzó a ser responsable de sus actos, desde entonces comenzó a recoger el fruto de sus obras. 43. Muchos han sido los hombres que han aceptado que todas las lágrimas de este mundo han sido causadas por un pecado de los primeros pobladores y en su torpeza para analizar la parábola, han llegado a decir que Cristo vino a lavar con su sangre toda mancha. Si tal afirmación hubiera sido cierta ¿Por qué a pesar de que aquel sacrificio ya fue consumado, los hombres siguen pecando y también sufriendo? 44. Jesús vino a la Tierra para enseñar a los hombres el camino de perfección, camino que enseño con su vida, con sus hechos y con sus palabras. 45. Sabéis que Dios dijo a los hombres: creced y multiplicaos y henchid la tierra. Esa fue la primitiva ley que se os dio, oh pueblo; más tarde, el Padre no pedirá a los hombres que tan solo se multipliquen y que la especie siga creciendo, sino que sus sentimientos sean cada vez más elevados y que su espíritu emprenda un franco desarrollo y desenvolvimiento. Mas si la primera ley fue la propagación de la raza humana ¿Cómo concebís que el mismo Padre os aplicase una sanción por obedecer y cumplir con un mandato suyo? ¿Es posible, pueblo, que en vuestro Dios exista una contradicción semejante? 46. Mirad que interpretación tan material dieron los hombres a una parábola en que tan sólo se os habla del despertar del espíritu en el hombre; por lo tanto, analizad mi enseñanza y no digáis más que estáis pagando la deuda que por su desobediencia contrajeron los primeros pobladores para con vuestro Padre. Tened una idea más elevada de la justicia divina. 47. Yo os he dicho que hasta la última mancha será borrada del corazón del hombre, mas también os digo que cada quien deberá lavar sus propias manchas. Recordad que os dije: "Con la vara que midierais seréis medidos" y "Lo que se siembra se cosecha". 48. Este es el tiempo en el que podéis comprenderme cuando os digo: "Creced y multiplicaos", que esto debe ser hecho también espiritualmente y que debéis henchir el Universo con vuestras buenas obras y con pensamientos elevados. 49. Yo doy la bienvenida a todos los que quieren acercarse a Mí, a todos los que buscan la perfección. 50. Reposad de vuestras fatigas terrestres, hijos míos, penetrad en vuestro interior, donde está el templo, y meditad en mi palabra. 51. Os tengo destinados para que extendáis por la Tierra el bien, que es la verdadera espiritualidad. 52. ¿Os sentís incapaces y pequeños? ¿Os juzgáis impuros para poder llevar sobre vuestro espíritu una misión de esta naturaleza? Es que no conocéis mi sabiduría y mi misericordia. Es que no observáis con pureza los ejemplos que a cada paso os doy a través de la Naturaleza. 53. ¿No miráis cómo los rayos, iluminándolo todo, llegan hasta la más infecta charca, volatilizándola, elevándola a los espacios, purificándola y convirtiéndola finalmente en nube que habrá de pasar sobre los campos, fecundándolos? 54. A veces me decís: "Maestro, ¿Cómo has puesto tus ojos en la humanidad de este tiempo, cuando ya no hay patriarcas, ni justos, ni hombres que puedan ser apóstoles tuyos, si Tú ves que vivimos en un mundo de cieno y de pecado?" A lo cual Yo os respondo que mi poder hace brotar lirios de entre el mismo fango de donde nadie podría imaginar que surgiera una flor de tan maravillosa pureza. 55. Dejad que el sol de mi palabra penetre en vuestro ser, para que os purifique y os eleve, y presto os levantéis fecundando el corazón de vuestros hermanos. 56. Dejad que en medio de esta vida de pecado y corrupción que vive la humanidad, brote la limpidez de vuestras obras y la pureza de vuestras oraciones, y de cierto os digo que vuestro espíritu no tendrá entonces nada que envidiar de los lirios. 57. Yo hablaré bajo esta forma durante un breve tiempo, tiempo que aprovecharéis como aprovechan las plantas de los campos la estación propicia para crecer, florecer y fructificar. 58. En verdad, en verdad os digo, que hay más amor en los pecadores arrepentidos, que en aquellos que se han tenido siempre por buenos. Así, Yo seguiré hablando y los pecadores se seguirán arrepintiendo de sus faltas y aumentando el número de los convertidos. 59. El corazón del pecador es más sensible al toque de amor de mi palabra, y es que hay muchos hombres que han pecado porque en su vida les ha faltado amor. Ellos cuando han escuchado mi voz de Padre, llamándoles, curándoles sus heridas, comprendiéndolos como nadie en la Tierra los ha comprendido, pronto han sentido el divino toque en las fibras más sensibles y han experimentado la perseverancia de su maestro ante ellos. 60. Así van por el mundo muchos hombres que buscan una frase o una luz redentora, un consuelo para su pena. Buscan a alguien que los disculpe, que no les señale sus faltas, que les hable de una vida mejor, mas no lo encuentran en el mundo y entonces se encierran en sí mismos, se vuelven herméticos y a nadie les vuelven a confiar sus secretos. 61. Esos corazones sólo los abre la llave del amor, la que Yo poseo, y que precisamente vengo a confiar a todo aquel que abra su corazón y me diga: Maestro, quiero seguirte. 62. Del fondo del corazón de la multitud surge esta pregunta: ¿Eres Tú el Mesías? Yo sólo os digo: Oíd mi palabra, penetrad en su sentido y buscad su esencia. 63. Yo hablo la verdad, enseño el camino, revelo la reencarnación que es ley para que se perfeccione el espíritu y llegue a la meta de su destino. ¿Lo dudáis? De cierto os digo que la verdad en nada se altera con vuestras dudas; ella sigue siendo la misma. 64. Yo os digo que nunca neguéis por el solo hecho de que no comprendáis. Pensad que si sólo fuese verdad lo que vuestra pobre mente comprende, no existiría nada. 65. Hay quien me dice: Maestro, si Tú todo lo sabes, si aun antes de que las criaturas sean, Tú las conoces, ¿Sabías que en aquel tiempo Judas iba a entregarte? ¡Ah, entendimientos rudos que llegáis aún en estos tiempos a formular semejantes preguntas! Yo que todo lo sé, por eso lo escogí, porque sabía que aquel hombre no podía obrar de otra manera, y era indispensable que me sirviese de cada una de las imperfecciones de mis discípulos para entregar una lección. 66. El discípulo aquel que traicionó a su Maestro es un símbolo, un libro abierto que existe en cada conciencia humana, para que supieseis entender su significado y escuchar sus enseñanzas. 67. Sabed que en cada hombre habita un "Judas". Sí, discípulos, porque en vuestro caso la materia es el "Judas" del espíritu, la materia es la que se opone a que brille la luz de la espiritualidad, la que acecha al espíritu para hacerlo caer en materialismo, en bajas pasiones. 68. Mas no porque sea vuestra materia la que os orille al abismo, vais a condenarla, no, porque la necesitáis para vuestro adelanto y la venceréis con vuestra espiritualidad, como Yo vencí a Judas con amor. 69. Yo veo que dudáis del poder del amor, que dudáis de la fuerza de la fe; que dudáis de la comunicación de mi Espíritu a través del entendimiento humano; que dudáis hasta de vuestros dones o potencias que aún no desarrolláis. ¿Qué podéis hacer con tanta duda? ¿Qué prodigios podéis palpar? Ninguno. 70. Sois tan obstinados en vuestro escepticismo y estáis tan fuertes en vuestra duda, que no permitís que la luz espiritual llegue con sus destellos al fondo de vuestro entendimiento. Mas cuando lleguéis a espiritualizaros, cuando lleguéis a vivir la vida de acuerdo con mis enseñanzas y conforme a mi voluntad, veréis surgir de vuestro ser los poderes que negasteis y los dones que jamás creísteis poseer. 71. Entonces, cuando seáis espirituales y tengáis pureza y mansedumbre en vuestro corazón, veréis cómo todos los elementos de la Naturaleza os serán amables y obedientes, porque vuestra espiritualidad os hizo entrar en armonía con ellos. 72. Cuando tengáis espiritualidad, no volveréis a decir: "Padre, dadme sustento, dadme inteligencia, dadme riqueza material". Mucho menos caeréis en el error de decirme: "Padre, si me concedes lo que te pido, yo te daré de lo que tengo, lo que me pidas". 73. ¿No creéis, discípulos, que esa forma de pedir equivale a tentar a vuestro Padre? ¿Acaso creéis que Yo pueda daros más y mejor, cuando vosotros me dais? Y ¿Qué sería de vosotros si cuando me decís que os pida de aquello que tenéis, lo que Yo quiera, a cambio de concederos lo que solicitáis, os retuviera lo que más amáis en el mundo? ¿Resistiríais cualquier prueba? 74. No, discípulos, ya es tiempo en que dejéis que sea vuestra conciencia la que guie todos vuestros actos y pensamientos. 75. Dejad que vuestra fe hable y el cielo os contestará. 76. Encontrase el Espíritu Divino lleno de amor, a pesar de existir sólo El. 77. Nada había sido creado, nada había en torno al Ser Divino y sin embargo amaba y se sentía Padre. 78. ¿A quién amaba? ¿De quién se sentía Padre? De todos los seres y de todas las criaturas que habían de brotar de él y cuya fuerza estaba latente en su Espíritu. En aquel espíritu estaban todas las ciencias, todos los elementos, todas las naturalezas, todos los principios. Él era la eternidad y el tiempo. En El estaban el pasado, el presente y el futuro, aun antes de surgir a la vida los mundos y los seres. 79. Aquella inspiración divina se hizo realidad bajo la fuerza infinita del amor divino, y comenzó la vida. 80. El Universo se llenó de seres, y en todos se manifestó el amor, el poder y la sabiduría del Padre. 81. Como un manantial inagotable de vida fue el seno del Señor desde aquel instante en que dispuso que los átomos se uniesen para formar cuerpos e integrar seres. 82. Primero existió la vida espiritual; primero fueron los espíritus y después la naturaleza material. 83. Como estaba dispuesto que muchas criaturas espirituales habrían de tomar forma corpórea para habitar en mundos materiales, todo fue previamente preparado, a fin de que los hijos del Señor encontrasen todo dispuesto. 84. Sembró de bendiciones el camino que habrían de recorrer sus hijos; inundó de vida el Universo y llenó de bellezas la senda del hombre, en el que depositó un destello divino; la conciencia y el espíritu, formando así de amor, de inteligencia, de fuerza, de voluntad y de conciencia, mas a todo lo existente lo envolvió en su fuerza y le señaló su destino. 85. El Padre quedaba ahí, como el principio de todo lo existente, y luego de ofrecerse al Universo el camino de la evolución y el perfeccionamiento, se quedaba en espera del retorno de todos sus hijos, para que en E1 encontrasen también su final que sería la perfección del espíritu y la eternidad. 86. Ese camino trazado a cada elemento, a cada criatura y a cada especie, era la Ley que el Creador escribía imborrable en sus hijos. 87. Desde entonces todo vibra para el fin a que fue creado; desde entonces todo camina hacia la perfección, girando sin cesar en torno a un manto, a un principio y a una ley. 88. El Padre, a semejanza del sembrador, tomó los elementos de vida que en él había, como si fuesen tierra y allí depositó la semilla de vida que procede de su amor, para esperar el día de recoger un fruto tan perfecto como fue la semilla y como fue la inspiración. 89. Los hombres de ciencia de estos tiempos, se abisman al descubrir que su mundo tiene más tiempo de vida del que ayer le supusieron los primeros científicos, y cuando creen que la Tierra es una estrella en decadencia, próxima a apagarse, Yo les digo que ha vivido tan poco todavía, que aún le falta mucho para llegar al grado de poder dar albergue a las generaciones de la gracia y la espiritualidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 151 1. De muchas fuentes habéis bebido, con la esperanza de ver colmada vuestra sed de amor y en este tiempo os encontráis más sedientos que nunca. ¿Qué hicisteis del agua de la vida que desde aquel tiempo os di? 2. Yo había dicho a la mujer de Samaria: El que bebiera de esta agua que Yo doy, sed no volverá a tener. Yo hoy os digo: si de aquella agua viva hubiera bebido la humanidad, no llevaría en sí tanta miseria. 3. No perseveró la humanidad en mi enseñanza y prefirió tomar mi nombre para crear religiones según su interpretación y conveniencia. Yo abolí tradiciones y le enseñé la Doctrina del amor, y hoy venís a Mí, para presentarme ritos vanos y ceremonias que en nada benefician al espíritu. Si no existe espiritualidad en vuestras obras, no puede haber verdad y lo que no tiene verdad no llega a vuestro Padre. 4. Cuando aquella mujer samaritana sintió que la luz de mis ojos penetraba al fondo de su corazón, me dijo: "Señor, vosotros los judíos decís que Jerusalén es el lugar en el que hay que adorar a nuestro Dios". Entonces le dije: "Mujer, en verdad te digo, que se acerca el instante en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre como lo hacéis ahora. Se acerca el tiempo en que se adore al Padre en espíritu y en verdad, porque Dios es Espíritu. 5. Esta es mi Doctrina de todos los tiempos. Mirad que teniendo la verdad delante de vuestros ojos, no habéis querido ver. ¿Cómo podréis vivirla si no la conocéis? Es por eso que habéis llegado sedientos ante mi presencia; más cuando habéis escuchado esta palabra, vuestro corazón ha sentido la frescura del agua de la vida y ya no habéis querido alejaros de la fuente. 7. Me habéis dicho: Señor, nos habéis anunciado que esta palabra que hoy nos dais a través de estos portavoces, tendrá su límite, ¿qué debemos hacer para que la sed no vuelva a sorprendernos? El Maestro os dice: Yo he venido a enseñaros a orar, a revelaros los dones que poseéis y que ignorabais, por medio de los cuales podréis practicar mi Ley e imitarme. El que tiene espiritualidad en su vida, ese no puede sentir sed, fatiga, hambre, ni miseria. Además os digo: Yo estaré más cerca de vosotros después de 1950, por vuestra espiritualidad. 8. Entonces me preguntáis: ¿Cómo se logra la espiritualidad? Y Yo os digo: la alcanzaréis orando de espíritu a Espíritu, procurando ser justos en todos vuestros actos, practicando la caridad con vuestros hermanos. Cuando así se vive, el espíritu se liberta y guía los pasos del hombre, iluminado por la luz de la conciencia; deja de sentirse solo en la Tierra porque comprende que la presencia del Señor y la del mundo espiritual lo acompañan. A cada paso que da por la vida, descubre una nueva luz y obtiene por sí mismo un nuevo conocimiento. Deja de sentirse paria o miserable, recreándose con las maravillas creadas por su Padre, las que ahora descubre por el don de inspiración y de revelación. 9. También os digo en este tiempo, que el que tomare del agua que Yo doy, que es mi palabra, jamás volverá a tener sed. Como también os digo que no busquéis determinado sitio para orar ya que en todos podréis hallarme. 10. Os he prevenido de todo lo que puede provocar desaliento en vuestra vida para que ni por un instante os desaniméis en vuestra jornada. Os he anunciado que llegará el tiempo en que todas las religiones tratarán de escudriñar esta Doctrina y que al interesarse por ella la juzgarán a través de vuestros actos, palabras y testimonios. 11. Ya sabéis que vais a ser discutidos y combatidos, que esgrimirán tantos argumentos en contra de la fe que abrazáis, que muchos tímidamente se ocultarán, otros se desmoralizarán y los más, confundiéndose, se apartarán del buen camino. 12. No olvidéis que todo esto ya os lo he anunciado, mas también debo recordaros que quienes perseveren, a pesar de todos los obstáculos y oren en silencio sin que su fe y su esperanza flaqueen, ésos serán como la semillita de la parábola, la que se salvó del huracán, y que llegado el tiempo señalado comenzó a germinar, a crecer y luego a multiplicarse hasta cubrir las tierras, porque supo esperar que los vientos amainarán para poder vivir y reproducirse. 13. ¿No quisierais ser vosotros la semillita de esta parábola, para tener mañana la gloria de ser llamados por vuestro Padre los hijos de la fe como llamé a Noé? No temáis, que el huracán no se levantará tan sólo en contra de vosotros. Así como veis que los pueblos y las potencias de la Tierra se arman para la lucha, así también las distintas religiones se aprestan para dar la batalla. 14. Es menester que por un instante se cierren los cielos para todos, y que sólo se vuelvan a abrir hasta que un solo clamor sea el que se eleve de la Tierra, reconociendo que es uno sólo el Padre de todos los seres. 15. Quiero que desde ahora comprendáis cual va a ser la misión que vais a desempeñar en el seno de esa contienda, misión que no sólo comprende lo espiritual, sino también corresponde a lo material. 16. La justicia del Padre ha tocado con su cetro a esta nación, para darle potestad en contra de la guerra, la injusticia y la falsedad. Sus moradores han sido ungidos en sus corazones y espíritus, para que se aparte de ellos la guerra. Han sido preparados y acrisolados para que tengan paciencia, que no se amedrenten por los sufrimientos, cuando en el mundo cunda la desolación y se escuchen los lamentos de los moradores de las naciones. De este pueblo se elevará entonces la oración, se depurará el culto a su Padre, las obras de caridad que a su paso hagan se multiplicarán, porque ese será el tiempo anunciado en el que todas las tierras estarán propicias para recibir esta simiente de amor. 17. Anticipaos a la lucha con vuestra preparación, desarrollad vuestros dones, dad brillo a vuestras armas; no rehuyáis las pruebas porque ellas dan temple y fortaleza a vuestro espíritu. 18. Id limpiando vuestro corazón a fin de que lleguéis a esa lucha limpios y preparados, entonces nada tendréis que temer. Las fuerzas espirituales y los elementos de la Naturaleza estarán de parte de todos aquellos que se levanten como soldados de mi causa de amor, de paz y de justicia. 19. En esta era vengo a buscar los corazones de la humanidad para enseñarles el camino. 20. Vosotros, que aún tenéis tradiciones, recordáis mi presencia entre vosotros en el Segundo Tiempo: os acordáis de la entrada de Jesús en Jerusalén, rememoráis con amor aquel tiempo y meditáis sobre el significado de algunos de aquellos pasajes, Y Yo os digo: No hago hoy mi entrada en la ciudad bendita, sino en el corazón de todos mis hijos de buena voluntad. Si queréis recibirme como huésped, preparaos y Yo estaré con vosotros. Yo os he amado siempre de la misma manera; mi Espíritu es inmutable. Los que me amáis y anhelosos queréis seguirme, contempláis delante de vosotros la escala que conduce a Mí. Mi camino es conocido de todos, vuestro espíritu sabe que para llegar a Mí, es menester cumplir con todos los preceptos de la Ley. 21. Quiero que seáis limpios de espíritu. Yo estoy dispuesto a desbordarme en todo aquel que se prepare. 22. Los espíritus justos que habitan Conmigo, al contemplar mi Obra del Tercer Tiempo, lamentan la incomprensión del corazón humano. Todavía hay quienes dudan y ponen condiciones para cumplir, mas Yo seguiré en mi lucha, por amor a vosotros, llamando a los corazones como el necio peregrino, en busca de amor y caridad. 23. El camino es de sacrificio, pero conduce a la cumbre de la montaña; venid Conmigo y caminemos juntos; oíd el Verbo que os habla en este tiempo, está lleno de sencillez, más El tocará las fibras sensibles del corazón de los que han muerto a la vida de la gracia, y los resucitará. 24. En el Segundo Tiempo, doce discípulos estuvieron Conmigo en la última cena; ahora invito a toda la humanidad a tomar el pan del espíritu. Yo os ofrezco también la paz de mi Reino, porque en Mí está el poder ofreceros esas gracias. El que quiera seguirme, bienvenido sea, más el que sea llamado por el mundo y a él quiera servir, al buscar mi camino, tendrá que recuperar con grande esfuerzo y dolor, el tiempo que haya perdido. 25. Servidme y estaréis en paz con vuestra conciencia. Yo os daré por añadidura lo necesario para vuestro sustento; mientras vosotros estéis ocupados en el cumplimiento de vuestra misión espiritual, mis ángeles velarán por vuestros bienes. 26. He visto cómo os preparáis y en verdad os digo que os daré a comer mi cuerpo y a beber mi sangre. 27. El espíritu está dispuesto a estudiar las lecciones que os di en el Segundo Tiempo y cuya explicación os voy a dar ahora. 28. He aquí la mesa donde se encuentra el pan de la vida y el vino de la gracia. Los discípulos me rodean y en su corazón se preguntan: ¿Por qué si el Padre está con nosotros, revela tristeza en su palabra? Mas entre los que así preguntan, hay otros cuyo espíritu presiente que el Maestro algo grave les va a decir; son los que recuerdan cuando el Señor mojó su pan en el vino, para ofrecerlo a aquél que lo había de entregar. 29. Cuando Jesús celebró con sus discípulos aquella pascua, según la tradición de aquel pueblo, les dijo: Algo nuevo vengo a revelaros: Tomad este vino y comed de este pan, que representan mi sangre y mi cuerpo, y haced vosotros esto en memoria mía. 30. Después de la partida del Maestro, los discípulos conmemoraron el sacrificio de su Señor tomando el vino y comiendo el pan que simbolizaban a aquél que todo lo dio por amor a la humanidad. 31. A medida que los siglos pasaron, los pueblos divididos en religiones, dieron diferente interpretación a mi palabra. 32. Hoy vengo a deciros cual fue mí sentir en aquella hora, de aquella cena, donde cada palabra y cada acto de Jesús, fue lección de un libro de profunda sabiduría y de infinito amor. Si tomé el pan y el vino, fue para haceros comprender que ellos son semejantes al amor, que es el sustento y la vida del espíritu, y si os dije: "Haced esto en memoria mía", quería decir el Maestro que amaseis a vuestros hermanos con un amor semejante al de Jesús, entregándoos como verdadero sustento a la humanidad. 33. Jesús no sólo os entregó su palabra; sus enseñanzas y obras no fueron tan sólo parábola o sentido figurado; si a sus discípulos, por encontrarse doctrinados, les representó con pan y con vino su cuerpo y su sangre, al siguiente día delante de un pueblo, entregó su cuerpo y derramó toda su sangre, para dar a comer el pan de vida eterna, el del amor perfecto, a toda la humanidad. 34. Todo rito que de estas enseñanzas hagáis será estéril, si en vuestra vida no lleváis a la práctica mis enseñanzas y ejemplos; he ahí lo difícil para vosotros, mas en ello es donde existe el mérito. 35. Jesús os enseñó la caridad, la mansedumbre, el amor; vino a enseñaros a perdonar de corazón a vuestros enemigos; a deciros que deberíais huir de la mentira y amar la verdad; os manifestó que tanto el mal como el bien que recibieseis lo pagaríais siempre con el bien. Él os enseñó el respeto a cada uno de vuestros semejantes, y os reveló la forma de hallar la salud del cuerpo y del espíritu; a honrar con vuestra vida el nombre de vuestros padres, para que a la vez podáis ser honrados por vuestros hijos. 36. He aquí algunos de los mandatos a los que debe ajustarse todo aquel que en verdad quiera ser cristiano. 37. Para que aquella enseñanza encendiera la fe en los corazones, la acompañé de milagros para que pudiera ser amada por ellos, y para que estos milagros fuesen más palpables, los hice en los cuerpos de los enfermos, sané a los ciegos, a los sordos, a los mudos, a los paralíticos, a los poseídos, a los leprosos y aun resucité a los muertos. 38. ¡Cuántos milagros de amor hizo Cristo entre los hombres! Sus nombres los recogió la historia para ejemplo de futuras generaciones. 39. Hoy vengo a daros nuevamente mi palabra, su esencia es la misma que la que os entregué en el Segundo Tiempo. Vengo a hablaros con el mismo amor; vengo a mostraros una vez más el camino para llegar al Padre; os vengo a enseñar con el mayor desinterés. 40. Hoy no vengo a representar mi cuerpo y mi sangre con el pan y el vino, ni vengo como hombre a derramar mi sangre y a entregaros mi cuerpo en una cruz; este es otro tiempo. Ahora vengo en espíritu, y es a vuestro espíritu al que hablo de su misión espiritual, porque ya está capacitado para comprender las enseñanzas pasadas y también las nuevas revelaciones. Estoy preparando mi templo en vuestro corazón. 41. Como hombre tuve forma, como Dios no la tengo; he aquí que no hay más cuerpo en Mí, que mi verdad, ni más vino que el de mi amor. 42. Mi Espíritu, que está en todas partes, es sentido cuando estáis preparados. Sabed buscadme y Yo descorreré ante vuestra mirada espiritual el velo de muchos misterios; inclinaré vuestro corazón al bien; os señalaré el camino que debáis de seguir. 43. ¿Cómo podéis continuar pensando en sangre y cuerpo, si es el Espíritu Santo el que desciende entre vosotros, si vengo tan sólo a iluminar vuestro espíritu con mi palabra, a sustentaros y a estremecer vuestra materia? 44. La voz de vuestro espíritu me llamó en este tiempo, vuestra elevación, vuestra sed de luz, me hizo acercarme a vosotros. 45. Pronto los discípulos del Espiritualismo extenderán esta enseñanza entre la humanidad, como de la Doctrina que inspirará a los hombres a luchar por la elevación de su espíritu. 46. No formaréis más sectas, sólo el pensamiento os unirá; vuestra conciencia os advertirá cuando estéis apartándoos del camino. 47. Una sola Ley os he dado desde el principio de los tiempos, ella os marca un sendero lleno de claridad que es el de la evolución de vuestro espíritu 48. En este tiempo también seré traicionado, vendido y entregado; la forma, aún no la sabéis, mas abrid vuestros ojos y preparaos para que no seáis los autores de tales obras. 49. ¿Qué será de aquel que escuchó mi llamado, a quien llamé discípulo, y después el mundo y su conciencia lo llamen traidor? 50. Velad y perdonaos los unos a los otros, que mi perdón está cubriendo a todo el Universo. 51. En este día vuestro corazón ha latido con fuerza, es que he estado en él. 52. Multitud que estáis escuchando mi palabra, alejad vuestro pensamiento de las ambiciones terrenales y elevaos para que vuestro espíritu se recree y goce con mi presencia. Guardad la debida preparación, porque el instante es solemne; el Padre habla a sus hijos, y si el Padre lo hace con tanto amor ¿Por qué los hijos no lo han de escuchar con todo el respeto de que sean capaces? 53. Portavoces: más que con vuestros labios, haced llegar mi Doctrina con vuestro espíritu. 54. Plumas de oro: escribid mi palabra, más que con vuestra pluma, con vuestro amor. 55. Quiero que este mensaje despierte a los hombres de su sueño; quiero que la humanidad al oír mis enseñanzas en vuestros labios, o al leerlas en vuestros escritos, se conmueva y estremezca. 56. Se levantará mi pueblo dando la buena nueva y propagando mi mensaje de este tiempo. Daréis pruebas de mi verdad, no sólo con vuestras palabras, sino ajustando vuestra vida al cumplimiento de esta Doctrina, en todas vuestras obras. Afirmaréis que la reencarnación del espíritu, es una de las grandes verdades que la humanidad debe conocer y creer. Hay quienes por intuición presienten, aceptan y creen en ello, como algo que no podía faltar en mi amorosa justicia hacia los hombres; mas también habrá muchos que os llamen blasfemos y mentirosos; no temáis, lo mismo les sucedió a mis apóstoles cuando predicaban la resurrección de los muertos enseñada por Jesús; los sacerdotes y los magistrados los pusieron en la cárcel por predicar tales enseñanzas. Más tarde, el mundo aceptó aquella revelación, aun cuando os lo puedo asegurar que no llegó a comprender toda la importancia de esa enseñanza, siendo menester que viniese Yo en este tiempo a enseñaros que la resurrección de la carne sólo puede referirse a la reencarnación del espíritu, ya que éste es el principio y la razón de la vida, el que en verdad es eterno. 57. ¿Con qué fin habrían de resucitar los cuerpos muertos, cuando sólo fueron las vestiduras temporales del espíritu? 58. La carne baja a la tierra a confundirse con ella, ahí se purifica, se transforma y surge de nuevo a la vida incesantemente; mientras, el espíritu sigue elevándose, sigue encaminándose a la perfección y cuando vuelve a la Tierra, es para él una resurrección a la vida humana y es también para su nueva envoltura una resurrección al contacto del espíritu. Mas lo material no tiene naturaleza eterna y en cambio lo espiritual sí, por lo que os digo una vez más, que es a vuestro espíritu al que busco, al que enseño y al que quiero llevar Conmigo. 59. En aquel tiempo dije a Nicodemo, quien me había buscado de buena fe para hablar Conmigo: Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del espíritu, espíritu es. No os sorprendáis si os digo que es necesario nacer otra vez. ¿Quién comprendió aquellas palabras? Yo os quise decir con ellas que una vida humana no es bastante para entender una sola de mis lecciones y que para que lleguéis a comprender el libro que esta vida encierra, os son necesarias muchas existencias. De ahí que la carne tenga que servir sólo de báculo al espíritu en su tránsito por la Tierra. 60. El espíritu recibe de la materia las impresiones que ésta recoge en la vida; cuando mayor llegue a ser su sensibilidad y preparación, mayor será la cosecha para el espíritu. El cuerpo es sólo el instrumento, el intérprete, el báculo y el crisol. 61. La vida en este mundo es una lección constante y una imagen de la vida eterna del espíritu. Hablo de su armonía, de su belleza, de su perfección. 62. He aquí una más de mis lecciones, pueblo, mas para que la comprendáis mejor, analizadla con vuestro espíritu mejor que con la mente. 63. Habéis preparado vuestro corazón para esperar mi llegada, soy en él vuestro huésped. 64. El velo del misterio y del silencio se ha roto, desde aquí alcanzáis a mirar las luces del Reino y a escuchar la voz de vuestro Padre. Se ha lavado vuestro espíritu en las aguas purificadoras del dolor. ¿Quién es aquel que no ha llorado? ¿Quién no ha conocido la amargura? 65. Anheláis ardientemente la paz y en vuestra oración me decís: Señor, que cesen las guerras en el mundo y venga a nosotros la paz de tu Reino. 66. Estáis empezando a sentir la misión que os di desde el principio a vuestro espíritu, sois aquel pueblo que he escogido para hablarle y confiarle la misión de llevar la paz y la luz de la verdad a los pueblos de la Tierra. Vosotros también formáis parte de aquel pueblo ingrato que no quiso reconocerme en Cristo y mejor me reconocieron otros hombres, que los que decían estarme esperando. 67. Habéis llorado mucho a causa de vuestro materialismo y de vuestra ingratitud, por eso ahora veláis por la paz, y oráis porque los hombres se amen. En vuestro silencio os preguntáis cómo fue posible que no hubieseis descubierto en Jesús a vuestro Señor, cómo fue posible que lo llevaseis al sacrificio y tuvieseis fuerza y valor para verlo morir; cómo fue posible que no lo lloraseis cuando hasta el sol ocultó su faz para hacer comprender a los hombres su ceguedad. No os asombréis de haber sido capaces de aquellos errores, aquí me tenéis bajo otra forma y es muy posible que haya quienes nuevamente me nieguen. 68. No hay paz en la Tierra, ni aun en aquellos días que consagráis a recordar la pasión de vuestro Señor, y Yo os pregunto: ¿Qué habéis hecho de las reencarnaciones que os he confiado? ¿Qué de la vida de vuestros semejantes? Sólo habéis dejado pasar los tiempos y habéis entregado vuestra vida y vuestros ideales en forma equivocada; habéis querido ser señores, y en realidad habéis sido esclavos del mundo y del pecado; soñáis con la inmortalidad y no camináis hacia lo eterno, sino a la muerte. Yo que soy la resurrección y la vida, os he levantado una y otra vez para que viváis la vida verdadera. 69. En verdad os digo, que este mundo fratricida y egoísta, lo sujetaré a juicio, y lo acrisolaré hasta ver que el amor y la luz broten de él y éstos que hoy llevan a sus pueblos al abismo, éstos que ahora siembran y propagan todos los vicios; éstos que han creado su reino de injusticias, serán a quienes daré por restitución combatir las tentaciones, destruir la perversidad y cortar de raíz el árbol del mal. Dentro de este juicio penetraréis también vosotros, pueblo, que desconocisteis a Moisés, que sacrificasteis a Jesús, perseguisteis a Elías y disteis muerte a los profetas, a los apóstoles y discípulos. 70. Yo propongo al mundo la paz, pero la soberbia de las naciones engrandecidas con su falso poder y su falso esplendor, rechaza todo llamado de la conciencia, para dejarse arrastrar sólo por sus ambiciones y odios. 71. Aún no se inclina el hombre del lado del bien, de la justicia y de la razón; todavía se levantan los hombres juzgando la causa de sus semejantes; aún creen que pueden hacer justicia. ¿No creéis que en vez de jueces, deberían llamarse asesinos y verdugos? 72. Los hombres del poder han olvidado que existe un dueño de todas las vidas y ellos toman la vida de sus semejantes como si les perteneciese; las multitudes claman pan, justicia, hogar, vestido. La justicia Yo la haré, no los hombres, ni sus doctrinas. 73. Ha querido el hombre verme siempre como un Juez, no ha sabido jamás levantarme un trono como su Rey, o un altar como a su Dios; sólo ha podido hacer un tribunal, pues os digo que desde ese Tribunal Divino, juzgando estoy cada una de vuestras obras. 74. En su soberbia los hombres han querido someter a la misma Naturaleza y a sus elementos sin darse cuenta de que ellos se tornarán en jueces para castigar el orgullo y la temeridad humana. 75. Lo que los profetas hablaron, se cumplirá en este tiempo; mi nueva palabra llegará ante filósofos y teólogos, muchos se mofarán de ella y otros se escandalizarán, más cuando eso sea, sus ojos asombrados contemplarán el cumplimiento de las profecías que ahora os he anunciado. 76. Sólo he venido a enseñaros a amar el bien, y si a esto he venido, es porque se que en el mundo habéis venerado el mal, cuya fuerza ha brotado de vuestras imperfecciones. 77. Anhelo hablaros bajo otra forma, no corrigiendo yerros, ni reclamando faltas, sino dándoos cátedra de elevada sabiduría y de profundas revelaciones, mas esto será cuando os encontréis fuera de ese cuerpo que os liga y de ese mundo que os aprisiona. Pueblo, que estáis oyendo mi voz, no detengáis vuestros pasos en este desierto, recordad que en aquel Primer Tiempo disteis al mundo de todas las eras un ejemplo de fe, de perseverancia y fortaleza cruzando aquel desierto erizado de pruebas, obstáculos y enemigos, hasta que alcanzasteis el ideal que perseguíais: la tierra de promisión. 78. Imitad ese ejemplo, imitaos a vosotros mismos, porque formáis parte de aquel pueblo. A cada paso alenté la fe de mis hijos y al final premié su fidelidad. En verdad os digo, que un nuevo maná tengo preparado para vuestro espíritu y que otra vez la roca del desierto manar agua en la hora de la prueba. 79. Con cánticos y alabanzas a Jehová, hacia la multitud menos penosa su jornada; en este tiempo la oración y las buenas obras harán que no sintáis las asperezas del camino, ya estáis cruzando el último desierto, tened ánimo y fe, conquistad la cumbre con vuestras obras de amor. 80. Más allá de este mundo existe un valle al cual todos penetraréis en espíritu, ¿Quién no tiene ahí un ser querido? ¿Quién no quisiera volverle a contemplar, alguien a quien recuerde como padre, como madre, como hermano, como hijo, como esposo o esposa, o como amigo? 81. Hoy vuestros recuerdos, pensamientos y oraciones, son voces que aquellos seres escuchan en su morada, mañana la espiritualidad os unirá haciendo que todos habitéis un solo mundo, cumpliendo con el precepto que os dice: "Amaos los unos a los otros". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 152 1. Es día de recordación en el que las diferentes religiones congregan a las muchedumbres hambrientas de la palabra de Dios. Ved como cada una de ellas conmemora en forma diferente la pasión de Jesús. 2. Día de recordación en el que el corazón del hombre, alejado por un instante dé los placeres materiales, presiente que su destino no termina en este mundo, sino que, a semejanza de Jesús, tendrá que recorrer la calle de la amargura en esta vida, para elevarse a la diestra del Señor. 3. ¡Cuán pocos son los que sin ritos ni representaciones, saben revivir en su corazón la pasión del Maestro! Vosotros, espiritualistas que me escucháis a través del entendimiento humano, no esperéis que venga a revivir aquel drama bajo la forma de una materialización, sólo os concederé que a través de mi palabra recordéis las obras y enseñanzas que en aquellas horas os di. Nuevamente están los discípulos Conmigo y les he dicho: Velad y orad, estad alerta ante las acechanzas de la tentación, mirad que la carne es débil. 4. Si en aquel tiempo os dije que un nuevo mandamiento os iba a entregar al deciros: "Amaos los unos a los otros", hoy os digo que ese mandamiento sigue siendo el primero y el último. 5. Dije a mis discípulos en el Segundo Tiempo: "Muy pronto no me veréis porque me voy al Padre, más pronto estaré nuevamente entre vosotros; porque os enviaré al Consolador, al Espíritu de Verdad". Y heme aquí, discípulos del Tercer Tiempo, cumpliendo mi palabra y mi promesa. 6. Cuando se acercaba la hora y la cena había concluido, Jesús había hecho a sus discípulos las últimas recomendaciones. Se encamino al Huerto de los Olivos, donde acostumbraba a orar, y hablando al Padre, le dijo: "Señor, si es posible, aparta de Mí este cáliz, mas antes, hágase Tu voluntad". Entonces, se acercó aquel de mis discípulos que había de entregarme, acompañado de la turba que iba a aprehenderme. Cuando aquellos preguntaron: "¿Quién es Jesús, el Nazareno?" Judas se acercó a su Maestro y lo besó. En el corazón de aquellos hombres hubo temor y turbación al contemplar la serenidad de Jesús y volvieron a preguntar: "¿Quién es Jesús?" Entonces, adelantándome hacia ellos, les dije: "Heme aquí, Yo soy". Ahí comenzó mi pasión. 7. Me llevaron ante pontífices, jueces y gobernadores; me interrogaron, me juzgaron y acusaron de infringir la ley de Moisés y de querer formar un reino que destruyese al de César. 8. ¿Cuántos corazones que días antes habían admirado y bendecido mis obras, olvidándose de ellas se tornaron en ingratos y se unieron a los que blasfemaban contra Mí, mas era menester que fuera muy grande aquel sacrificio para que no se borrara jamás del corazón de la humanidad. 9. El mundo, y vosotros, me visteis ser blasfemado, escarnecido y humillado, hasta donde ningún hombre haya podido serlo; mas Yo apuré con paciencia el cáliz que me disteis a beber. Paso a paso cumplí mi destino de amor entre los hombres, dándome todo a mis hijos. 10. Bienaventurados los que, a pesar de ver ensangrentado y jadeante a su Dios, creyeron en El. 11. Mas algo mayor aún me esperaba; morir clavado en un madero entre dos ladrones; pero escrito estaba y así debía cumplirse, para que Yo fuese reconocido como el Mesías verdadero. 12. Cuando desde lo alto de la cruz dirigí mis últimas miradas a la multitud, contemplé a María, y le dije refiriéndome a Juan: "Mujer, he ahí a tu hijo" y a Juan: "Hijo, he ahí a tu Madre". 13. Juan era el único en aquella hora que podía entender el sentido de aquella frase, porque las turbas estaban tan ciegas, que cuando les dije: "Sed tengo" creyeron que era sed del cuerpo y me acercaron hiel y vinagre, cuando era sed de amor lo que experimentaba mi Espíritu. 14. También los dos malhechores agonizaban junto Conmigo y mientras uno blasfemaba y se hundía en el abismo, el otro se iluminaba con la luz de la fe, y a pesar de ver a su Dios enclavado en el ignominioso madero y próximo a expirar, creía en su Divinidad y le dijo: "Cuando estés en el Reino de los Cielos, acuérdate de mí", a lo cual respondí conmovido por tanta fe: "En verdad te digo, que hoy estarás Conmigo en el Paraíso". 15. Nadie sabe las tempestades que se agitaban en esa hora dentro del corazón de Jesús; los elementos desencadenados eran sólo un débil reflejo de lo que en la soledad de aquel hombre pasaba y era tan grande y tan real el dolor del Espíritu Divino, que la carne sintiéndose por un instante débil, exclamó: "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" 16. Si enseñé a los hombres a vivir, también les vine a enseñar a morir perdonando y bendiciendo, aun a los mismos que me injuriaban y martirizaban al decir al Padre: "Perdónales, que no saben lo que hacen". 17. Y cuando el espíritu abandonaba esta morada, dije: "Padre, en vuestras manos encomiendo mi espíritu". La lección perfecta había concluido, como Dios y como hombre había hablado. 18. Mas aquí me tenéis pueblo, como os lo prometí. No vengo en materia o sea en carne, sino en luz y os digo: El tiempo en que para sembrar mi semilla había que regarla con sangre, ha pasado, mas a cambio de ella, cuanto tendréis que purificaros y prepararos. 19. Inspirados por la luz del Espíritu Santo, iréis paso a paso sembrando esta Doctrina, haciéndola oír al sordo, haciéndola contemplar al ciego. Sufriréis como el Maestro escarnios, calumnias y humillaciones; seréis burlados por los mismos vuestros, mas no flaquearéis; porque al momento recordaréis que el hijo del Altísimo, siendo todo poder y sabiduría, no rehuyó las pruebas de los hombres, para con ellas demostrarles su verdad. 20. He aquí por qué a cada instante os digo: tomad de mi palabra la fuerza espiritual y moral para vuestra lucha, porque aquel que sea fuerte en el espíritu, tendrá que serlo también en la materia. Y puedo deciros también, que hasta llegaréis a veces al sacrificio, como Yo os enseñé a través de Jesús en el Segundo Tiempo. 21. Velad y orad, pueblo, no sólo por los peligros materiales, sino también por las acechanzas que vuestros ojos no alcanzan a distinguir, aquellas que provienen de seres invisibles. 22. Las grandes legiones de espíritus turbados, aprovechando la ignorancia de la humanidad, su insensibilidad y su falta de vista espiritual, le hacen la guerra, y los hombres no han preparado sus armas de amor para defenderse de sus ataques, por lo que ante esa lucha, aparecen como seres indefensos. 23. Era menester que llegara a vosotros mi Doctrina Espiritual, para enseñaros cómo debéis prepararos para salir victoriosos en esa contienda. 24. De aquel mundo invisible que palpita y vibra en vuestro propio mundo, parten influencias que tocan a los hombres, ya sea en su mente, en sus sentimientos o en su voluntad, convirtiéndolos en siervos sumisos, en esclavos, en instrumentos, en víctimas. Por doquiera surgen manifestaciones espirituales y sin embargo, el mundo sigue sin querer darse cuenta de lo que rodea a su espíritu. 25. Es necesario entablar la batalla, destruir las tinieblas, para que cuando se haga la luz en los hombres, todos se levanten unidos en una verdadera comunión y con la oración triunfen en la lucha que emprendan contra las fuerzas que por tanto tiempo los han tenido dominados. 26. Hombres y pueblos han sucumbido bajo el poder de esas influencias sin que la humanidad repare en ello. Enfermedades raras y desconocidas, que son producidas por ellas, han abatido a los hombres y han confundido a los científicos. 27. Cuánta discordia, cuánta confusión y dolor ha acumulado el hombre sobre sí. La falta de oración, de moral y de espiritualidad, han atraído a los seres impuros y turbados, y ¿Qué se puede esperar de los que han partido sin luz y sin preparación? 28. Ahí están aquellos a quienes habéis engañado y oprimido, a los que habéis confundido y humillado. Sólo confusión y tinieblas os pueden enviar, sólo venganzas pueden ejercer y sólo reclamos es lo que vienen a haceros. 29. Ahora llamadme brujo y hechicero porque os hablo de estas revelaciones cuando no soy Yo quien las ha hecho, sino que sois vosotros. Yo sólo vengo a salvar a unos y a otros de las tinieblas, del dolor y de la muerte, porque Yo soy la luz que brilla delante de los hombres y delante de las legiones de espíritus turbados. ¿Quiénes me reconocerán primero? 30. En el Segundo Tiempo, habiendo liberado a un poseído, los que miraban aquello, decían que Jesús tena pacto con el espíritu del mal; en cambio el espíritu que atormentaba a aquel hombre me habló diciéndome: Yo te conozco quién eres: el Santo de Dios. 31. Sin embargo, también había quienes maravillados por esas obras, decían: ¿Con qué autoridad y potencia manda a los seres inmundos y ellos le obedecen? No sabían que ese don está en todos, que esas armas todos las lleváis. Más tarde, mis discípulos repitieron las obras de su Maestro, demostrando con ello que Cristo vino a enseñar a los hombres, que no sólo vino a mostrar su poder, sino a revelarle a la humanidad los dones y la potestad que todos poseen. 32. Orad, os dice el Maestro, la oración da lustre y brillo a las armas de amor, con las que debéis conquistar la paz para la humanidad; hace que despierten las facultades, se sensibiliza el espíritu, la mirada se hace penetrante y el corazón sensitivo. 33. Pueblo: os he enseñado a libraros y a defenderos de las acechanzas invisibles, a curaros de las enfermedades extrañas y a libraros de las malas influencias. Más de cierto os digo que sólo la oración y la virtud os pueden servir como ya os lo he revelado, para salir avante de esas pruebas. Si vosotros inventáis otras prácticas para sustituirlas, seréis víctimas de tales influencias, y en vez de hacer luz en vuestro camino, iréis aumentando las tinieblas. Entonces el mundo os llamará con razón: hechiceros, brujos, cuando Yo os he dado un don precioso para hacer la luz y la paz en todos los espíritus necesitados. 34. ¿Cuándo lograréis que todo aquel mundo de tinieblas, de sufrimientos y de turbaciones, se convierta en un mundo de paz? ¿Cuándo sabréis atraer sobre vosotros la luz de las altas moradas espirituales para que penetréis en armonía con todos vuestros hermanos, en la morada que os tengo destinada? 35. Debido a la enseñanza que os he entregado en mi palabra, se han realizado verdaderos milagros entre vosotros. Los espíritus despiertan a un nuevo día, los corazones laten llenos de esperanza. Los que no llegaban a ver la verdad, porque su ignorancia era como una venda que les cubrió sus ojos espirituales, ahora que ven, quedan maravillados. Los enfermos del cuerpos se sanan al recibir en su ser, en su corazón, la esencia de mi palabra. 36. Entonces, surge de lo más íntimo, de lo más puro de este pueblo, una acción de gracias por las obras que hago en él y me dicen: "Gracias Señor, porque nos habéis hecho dignos de que en nosotros se obren estos milagros". 37. Cuando estos hombres y mujeres se han levantado fortalecidos por mi palabra de amor, de consuelo y sabiduría, han marchado al encuentro de sus hermanos y han hecho prodigios en su camino, muchas veces sin darse cuenta de ello. 38. Con su fe van salvando corazones; con su testimonio, van dispersando las tinieblas y despertando a los que se encontraban aletargados; con su intuición, van resolviendo los problemas de la vida y con su fortaleza saben resistir las pruebas. Sus manos van aprendiendo a ungir a los enfermos, su mente va encontrando la forma de analizar mi palabra y con ello se deleita; su oración les va ayudando a desarrollar sus dones que estaban adormecidos y así, caminando paso a paso, van logrando que su Señor siembre de prodigios su camino. 39. Los recintos donde mi palabra se ha manifestado, se han multiplicado, siendo cada uno de ellos, como una escuela del verdadero saber, donde se congregan las multitudes que forman mis discípulos, los cuales llegan ávidos de aprender la nueva lección. 40. Si cada una de esas congregaciones diera testimonio de todos los beneficios que de mi caridad ha recibido, no acabarían de dar testimonio de esos prodigios. Y si tuvieseis que reunir en un libro cuanto he dicho a través de todos mis portavoces, desde la primera de mis palabras hasta la última de ellas, sería una obra que no podríais llevar a cabo. 41. Mas Yo he de hacer llegar a toda la humanidad, por el conducto de mi pueblo, un libro en el que esté contenida la esencia de mi palabra y el testimonio de las obras que entre vosotros realicé. No temáis acometer esta empresa, porque Yo os inspiraré para que en dicho libro queden asentadas las enseñanzas que sean indispensables. 42. ¿Creéis por ventura, que lo que escribieron mis apóstoles del Segundo Tiempo, fue todo lo que Yo dije en la Tierra? En verdad os digo que no. Fijaos en lo que os dice Juan, mi discípulo: "Hay tantas obras que Jesús realizó, que si se escribiesen cada una de ellas, pienso que en el mundo no cabrían los libros que para ello deberían escribirse". 43. Mirad, discípulos, cómo también a ellos, en el instante de escribir, sólo les inspiré y dejé que recordaran lo que era indispensable que quedara como un testimonio para las futuras generaciones. 44. En esta Era he venido a vosotros resucitando una vez más mi palabra entre los muertos a la vida de la gracia. Os llamo así, porque en vuestro ser lleváis un espíritu que no ha sabido alimentarse con el pan de la vida y por lo tanto no ha comprendido que él pertenece a la eternidad. 45. Vine para ver la fructificación de la palabra que entregué al mundo en el Segundo Tiempo, y me encuentro con que el mal ha seguido floreciendo y dando su amargo fruto entre la humanidad. Busco la huella que debió dejar mi sacrificio en el corazón del hombre, y la sangre que encuentro, es la que ha sido vertida por los hombres en sus guerras fratricidas, sangre pecadora en unos, inocente en otros, pero que siempre me habla de odios, de bajas pasiones, de oscuridad espiritual, de muerte. 40. Este es el mundo al cual vais a enfrentaros, oh pueblo; mas no temáis, porque el espíritu de esta humanidad ha evolucionado mucho y si sabéis dar consejos con palabras que broten de vuestro corazón como Yo os he enseñado, veréis abrir sus ojos a la luz y estrecharos entre sus brazos con amor y caridad. 47. Estos tiempos deben ser de preparación y de meditación, pueblo, porque si ahora no los aprovecháis, vais a suspirar por ellos. 48. Debéis ejecutar muchas obras para que estéis preparados para levantaros a predicar mi Obra; debéis llegar a la completa regeneración de toda vuestra vida para que, cuando aquel que escuche la Doctrina que le vais a predicar, se asome a vuestro hogar, o siga vuestros pasos para escudriñaros, sólo encuentre limpidez y verdad en vuestras obras. 49. Si anheláis mostrar al mundo la grandeza de la Doctrina que en este tiempo os he enseñado. Pensad que primero debéis llegar a ser como espejos limpios que puedan reflejar la luz. No confiéis siempre en la elocuencia de vuestro lenguaje o a la mayor o menor facilidad de vuestra palabra. De cierto os digo, que las más bellas palabras nunca llegarán a tener la fuerza de convicción que tiene una buena obra, por sencilla que ésta sea. 50. Pueblo amado: este es el tercer día en el que vengo a resucitar mi palabra entre los muertos. Este es el Tercer Tiempo en el que me aparezco ante el mundo en forma espiritual, para decirle: éste es el mismo Cristo que visteis expirar en la cruz, que ahora viene a hablaros porque Él vive y vivirá y será por siempre. 51. En cambio, veo que los hombres a pesar de que en sus religiones manifiestan estar diciendo la verdad, llevan el corazón muerto a la fe, al amor y a la luz. Creen que con orar en sus templos y asistir a sus ritos, tienen asegurada su salvación, mas Yo os digo que es menester que el mundo sepa que la salvación sólo la alcanzará mediante la realización de obras de amor y de caridad. 52. Los recintos sólo son la escuela, las religiones no sólo deberán concretarse a explicar la Ley, sino a lograr que la humanidad comprenda que la vida es el camino en donde debe aplicar lo que en la Ley divina haya aprendido, poniendo en práctica mi Doctrina de amor. 53. El que sólo escucha la lección, el que se ha conformado con asistir a la cátedra, a la enseñanza y yo con ello cree haber cumplido con su deber, está en un grave error, porque si aprendió la lección que le fue revelada y no la puso en práctica, ni cumplió con su Maestro, ni para con sus hermanos, ni aun para consigo mismo, fue tan sólo un discípulo que habiendo creído entender la enseñanza, olvidó lo más importante de ella, o sea llevar a la práctica el amor, el perdón, la caridad, la paciencia, la fe y todo cuanto de bueno encierra y aconseja una lección divina. 54. Pueblo amado: aprended a ser el último, para que seáis el primero ante Mí. Os quiero humildes de corazón, sencillos y virtuosos. No os dejéis seducir por las falsas glorias de la Tierra, que sólo sirven para desviar al espíritu del camino verdadero, o para estacionarlo, haciéndolo perder un tiempo precioso para su adelanto espiritual. Buscad siempre el sitio donde podáis ser más útiles, prefiriéndolo siempre al que os haga aparecer como más notable. 55. No seáis vanidosos, ni frívolos, no améis los primeros lugares, como lo hacían los fariseos, para lograr enseñorearse ante el pueblo y que este les hiciera honores. 56. El espíritu verdaderamente elevado no se mancha con esas miserias, porque le repugna la ostentación, el halago y la adulación. El que cumple con la Ley de Dios aplicándola a la vida espiritual y a la humana, le basta y aún le sobra con la paz que de su Señor recibe después de cada una de sus obras. 57. Buscar los mejores lugares, las miradas y los halagos, es amarse a sí mismo antes que a todo lo demás, y eso es estar muy lejos del cumplimiento de la Ley de Dios. 58. ¿No os dije: amaréis a Dios antes que a todo lo creado? Ese es el sentido del primer precepto. ¿No os dije: amaréis a vuestros semejantes como a hermanos? Eso es lo segundo que debéis hacer. Ved entonces como vuestro amor propio, debe ser el último y nunca el primero. 59. Por eso llamé hipócrita a aquellos fariseos, que diciéndose los más celosos en el servicio de Dios, buscaban siempre ser los primeros en la sinagoga, gozaban recibiendo el homenaje de las gentes, procurando cubrir siempre su cuerpo con muy buenas galas para esconder bajo ellas toda su iniquidad. 60. No quiero llamaros hipócritas. Si no os sentís limpios, al menos sed discretos; pero no alardeéis de limpidez, porque sería muy triste que alguien que ya estaba creyendo en vuestra sabiduría y virtud, descubra la verdad y vea que vuestro testimonio era falso. 61. Que la sinceridad y la verdad sean siempre en vuestros actos. 62. Que la humildad sea siempre en vuestra vida, os pide el Maestro. 63. Veréis entonces cómo la verdadera virtud habitará en vuestro corazón, lo notaréis cuando vuestra mano diestra haya hecho una buena obra y de ello ni siquiera se haya percatado la siniestra. 64. Decid al mundo que no es menester que Cristo venga a nacer y a morir delante de cada generación para que podáis salvaros, que aún está viva mi palabra del Segundo Tiempo, tocando a todos los espíritus y llamando al corazón de cada generación. 65. Os estoy entregando mi nuevo mensaje para que él os facilite comprender toda la revelación anterior. 66. He vuelto entre los hombres para acompañarlos en sus pruebas presentes. El Maestro os dice: no os inquietéis cuando conozcáis las señales de mi nueva manifestación, antes bien regocijaos, porque os he permitido palpar estas enseñanzas. 67. Así como en el Segundo Tiempo, después del sacrificio, me presenté en espíritu a Magdalena y ella sorprendida y al mismo tiempo llena de gozo exclamó: ¡Señor, loado y glorificado seas por siempre! Ahora he aparecido ante vosotros, cuando creíais que el Maestro se encontraba ausente o indiferente a vuestras penalidades, y después de vuestra sorpresa me habéis bendecido. Habéis recibido en vuestro espíritu mi luz y después de recibir tanta gracia, habéis recordado a vuestros hermanos y habéis intercedido por ellos diciendo: yo tengo la dicha de escuchar tu palabra, mientras otros ignoran estas enseñanzas y el Maestro os dice: Yo he manifestado mi Espíritu en todas las naciones, en diferentes formas, los que se han preparado reconocen que están viviendo un tiempo de gracia y de justicia y han sentido mi presencia. 68. Así como perdoné a Magdalena, os perdono a todos vosotros, mas quiero que como ella, os hagáis dignos de Mí. 69. ¡Cuántos ejemplos dignos de ser imitados, podéis recoger de vuestros hermanos de otros tiempos! Su obra es como un libro abierto. Y vosotros ¿No queréis dejar escrito vuestro ejemplo? Yo tomaré vuestras obras que encuentre dignas, para presentarlas a vuestros descendientes. No recogeréis, hoy que vivís en materia, gloria ni veneración. Sed humildes y dejad que otros valoricen vuestras obras. 70. En la gran jornada que os espera, Yo seré vuestro Cirineo. 71. Mi Doctrina causará grandes revoluciones en el mundo, habrá grandes transformaciones en las costumbres e ideas y hasta en la Naturaleza habrá cambios; todo esto señalará la entrada de una nueva era para la humanidad y los espíritus que en breve tiempo enviaré a la Tierra, hablarán de todas estas profecías para ayudar a la restauración y elevación de este mundo, explicarán mi palabra y analizarán los hechos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 153 1. Nuevamente se presenta entre vosotros el Maestro para entregaros su enseñanza del Tercer Tiempo. 2. En verdad os digo que vuestra fe en mi comunicación a través del entendimiento humano os sostendrá en las pruebas de vuestra vida porque mi palabra os acompañará por doquier. No seáis como algunos de los que estuvieron junto a vosotros escuchándome, los que hastiados de oírme, se ausentaron sin haber llegado a conocer la heredad que llevaban consigo. 3. Llegará el instante en que todos tendréis que responder de lo que os confío. 4. Vosotros los presentes, con vuestra perseverancia, estáis poniendo de manifiesto vuestra voluntad y ahínco por seguir mi huella; contemplo cómo el amor que existía en vuestro corazón hacia mi Divinidad, aumenta con vuestra elevación y práctica de la caridad. 5. Yo soy el amor del Padre que habla a vuestro espíritu llenándolo de paz. Mi palabra os purifica, porque llega hasta lo más íntimo de vuestro ser. Ella es salvación porque os aleja de los malos caminos, para ofreceros el camino de verdad y por medio de ella al estarme escuchando, llegáis al éxtasis, formando todos un solo corazón y una sola voluntad. 6. Estoy hablando a toda la humanidad, haciendo el llamado de regeneración al pecador, al que se encuentra empedernido en los vicios, porque también a ellos les tengo reservado un sito entre las filas de mis soldados. 7. Mi palabra, eterna y universal, al humanizarse a través del portavoz se limita, pero nunca pierde su esencia de perfección. Mi palabra no hiere ni castiga; ¿Por qué creer que Yo castigo, cuando es el hombre el que siembra de espinas su camino, para después pasar sobre ellas? 8. Reconoced que todo lo que existe, vive dentro de una Ley y que aquel que se aparta del camino recto desobedeciendo los mandatos que os rigen, se ve al instante juzgado por la Ley, para que reconozca su error. 9. Observad unos instantes el Universo que os rodea y admiraréis la armonía, la obediencia y precisión con que todos los reinos y todos los seres cumplen su destino. ¿Creéis que mi Obra sería perfecta si todo lo creado no obedeciese a una sola Ley? Vosotros que sois mi obra maestra, estáis dotados de libre albedrío, voluntad, inteligencia y de todas las potencias que integran el espíritu, para que por medio de los méritos logrados con el desarrollo de vuestras virtudes, lleguéis a conquistar la perfección espiritual, en cuyo estado experimentaréis la paz, la dicha y encontraréis la luz plena que os he preparado para que alcancéis la Tierra Prometida. 10. Es tan estrecho y recto el camino que conduce a la diestra del Padre, que El mismo se hizo hombre en Cristo para trazar al espíritu humano el camino de la perfección, con las huellas de su sacrificio y de la sangre por El derramada. 11. Ese camino, que es la ley del amor, no será borrado por ideas humanas, porque para todo espíritu llega el instante de su redención y sólo la encuentra en Dios. 12. Hoy estáis escuchando y mañana, cuando ya no me manifieste en la misma forma, me seguiréis por los caminos del mundo, imitándome. Si llegaseis a tener algún momento de debilidad, mi palabra os sorprenderá en el camino y al recordar mi enseñanza de amor, encontraréis salvación, continuando vuestra misión de amar a vuestros hermanos. 13. En este tiempo, he venido a vosotros intangible e invisiblemente y sólo me habéis percibido con vuestra sensibilidad espiritual. He probado en esta forma vuestra fe; os he concedido muchas manifestaciones por las que habéis afirmado vuestra creencia. Vuestros ojos espirituales se han abierto y vuestros sentidos están despertando para comprenderme y después testificar. 14. Si vuestros labios no han hablado de mi verdad, si vuestro corazón duda todavía, el espíritu me ama y cree, está ansioso de llegar a Mí y en su oración me pide luz para convencer a la materia, fortaleza y paciencia para doblegarla. No hay unificación aún entre el espíritu y la materia y muchas veces habéis sido vencidos por los caprichos de ésta, poniendo vuestras facultades y voluntad a su servicio, más por eso he venido hoy a alimentarlo, a hacerlo fuerte y a devolverle su heredad. 15. Siempre he buscado al espíritu y le he hablado de la vida eterna que es su finalidad. El me pertenece y por eso lo reclamo. Yo le he puesto en el camino de evolución y restitución, porque ha sido mi voluntad que se eleve por méritos y que con ellos se perfeccione. La envoltura tiene un corto tiempo de vida, una vez cumplida su misión me entrega su tributo, y el espíritu sigue su ruta sin detenerse. 16. Hoy es el tiempo de mayor restitución para el espíritu. Mi juicio ha sido abierto y las obras de cada uno han sido puestas en una balanza; si ese juicio es grande y penoso para los espíritus, junto a ellos está el Padre que antes que Juez es Padre y que os ama. También os envuelve el amor de María, vuestra intercesora. 17. Mis hijos me esperan en medio del caos en que hoy viven; sabiendo que he de venir están temerosos porque han faltado a mi Ley, y cuando me he acercado a ellos y les he preguntado si me reconocen, me han contestado así: "Señor, olvidé vuestros mandatos, descendí a la materialidad y me confundí, mas hoy que vuestra voz me llama, voy a enmendarme y a guiarme con vuestra luz". 18. Y al venir a vosotros que formáis el pueblo escogido, a pediros que me recibáis en vuestro seno, el espíritu presto ha contestado: venid a modelar y perfeccionar con vuestra enseñanza nuestro ser. Y mientras el espíritu conoce su destino y lo acepta, la materia se interpone y comienza entre ambos la lucha, en la que haréis los méritos necesarios para vuestra salvación. 19. Mucho tiempo atrás os anuncié los acontecimientos que habéis mirado realizarse. Os dije: Velad y orad porque está próximo el día en que la guerra y otras calamidades sean desatadas, y vuestro corazón incrédulo me decía: Padre ¿Será posible que permitáis entre nosotros la guerra, si habéis manifestado vuestro amor, dulzura y perdón? Cuando os anuncié estos sucesos fue para que os preparaseis y oraseis por toda la humanidad, para que penetraseis en una vida de recogimiento y contrición, y en el seno de vuestro hogar hicieseis la paz y practicaseis mi Doctrina. Todo esto os pedí para que el dolor fuese atenuado, no quise con ello deciros que así evitaríais lo que estaba escrito, pero os concedí ser intermediarios entre el mundo y mi Espíritu. 20. Y todo lo que había sido predicho apareció en el año de 1939. Naciones fuertes avasallando a las débiles; otras más fuertes uniéndose para caer sobre las primeras, y la guerra avanzando, destruyendo todo a su paso y sembrando el dolor. La oración de algunos de mis discípulos era ésta: "Señor, esperamos que esta palabra no se cumpla". Otros aguardaron los hechos para creer. Y mi palabra se ha cumplido y hoy me preguntáis si habrá desaparecido todo peligro y Yo os digo, que esta paz que hoy veis, es aparente, que lo que ha pasado, es sólo el principio de los dolores que afligirán al mundo. 21. Sois frágiles aún, mis discípulos, porque teniendo mi palabra, aún dudáis. Mi espíritu de Padre espera el resurgimiento de la humanidad. Cada uno de vosotros debe ser en el seno de su hogar un maestro de esta enseñanza, para que cuando llegue el día de la prueba, estéis preparados y seáis fuertes. Mirad cerca de vosotros a los corazones reacios que os han hecho llorar y en vuestro sufrimiento me habéis dicho: ¿Por qué me pruebas en el seno de los míos por causa de vuestra Doctrina? Mas Yo os digo: Ese hermano vuestro que no ha comprendido vuestro ideal, se convertirá por vuestra paciencia y caridad y será después vuestro mejor amigo y confidente. 22. Ya se acercan aquellos que han de oír mis postreras palabras; en corto tiempo penetrarán en la esencia de mi Doctrina. Dadles el mejor lugar, sanadlos y no les detengáis en su camino de evolución. Cuando miréis que sus dones se desarrollan apresuradamente, dejadles avanzar, y su brazo os ayudará a sostener la cruz, y todos daréis pasos de adelanto. 23. ¡Oh Israel amado, en quien he derramado mi palabra tiempo tras tiempo, no habéis comprendido aún cuanto os amo! Muchas veces os habéis conmovido al escuchar mi palabra y al recibir mis prodigios me habéis prometido que me seguiríais hasta el fin. Benditos seáis. Confiad en vuestro Padre que vela siempre por vosotros. No habitáis un mundo de perfecta paz, pero en él alcanzaréis a vislumbrar el Reino prometido a vuestro espíritu. Mi amor es con vosotros. Buscadme como Padre y no como Juez. No queráis encontraros ante mi tribunal. Preparad vuestro espíritu, para que al llegar ante Mí, haya paz y satisfacción en vosotros y gozo en mi Espíritu. 24. En todos los tiempos me he manifestado como Padre. En el principio del mundo hablé espiritualmente a los hombres, me vieron descender muchas veces para aconsejarlos o corregirlos. Hablé a Adán, y me oyó con humildad. Fui delante de Abel y cuánta gracia encontré en aquella criatura; mas también me acerqué a Caín, porque Yo a todos amo, a los justos y a los pecadores. Envié grandes espíritus que llevaban mi luz, para enseñar y revelar la Ley y los mandatos divinos, más cuán pocos supieron despertar su espíritu y escuchar la voz de su conciencia. Algunos cuando pecaban, sabían arrepentirse, pero otros retrocedían ante la ley severa e inflexible de Jehová. Mas mi Ley estaba en todos, y a pesar de que mi luz los iluminaba, contemplé que eran más los que pecaban, que el mal había crecido y había causado mucho daño al espíritu; entonces permití que se llevara a cabo una gran purificación. Sólo sobrevivió Noé y su familia y ellos fueron la simiente, el principio de un nuevo mundo. Yo pacté con el varón justo y el iris de paz apareció, en señal de alianza. 25. Pronto los descendientes de aquéllos volvieron a caer en tentación; los corazones que habían recibido una herencia de amor, se tornaron insensibles y duros, fue menester para su redención, un ejemplo palpable. Cristo entonces se hizo hombre y habitó entre vosotros. Comió de vuestro pan, vivió y sufrió los rigores de vuestra vida. Hizo prodigios para hacerse reconocer, os enseñó el camino, vivisteis cerca de Él y contemplasteis su paso por el mundo y cuando hubo llegado el final de su misión, cuán pocos estaban preparados para contemplar su ascensión, para comprender su sacrificio y marchar sin vacilar por el sendero trazado con su sangre de amor y de perdón. 26. Hoy vengo por segunda vez como Maestro; mi mirada va buscando a los que me han de seguir, a los que han de prepararse para hablar al mundo de mi venida como Espíritu Consolador; pero con dolor contemplo a los corazones tiernos e inocentes que se han tornado duros; ha sido tan grande el llanto, que ha secado las fuentes de los ojos de los hombres, no hay amor para Mí, ni piedad de los unos para los otros, y mi Espíritu de Padre sufre por la humanidad. Mi mirada se detiene en cada corazón y sólo recibo el dolor que habéis recogido a través de este tiempo. 27. El Maestro os dice: No habéis sabido aprovechar los dones que os he concedido, más llegará el tiempo en que comprendáis mejor esta enseñanza y os sintáis muy cerca de Mí y me daréis gracias. 28. Orad, velad e interceded por el mundo y cuando llegue el tiempo de lucha, levantaos y esparcid mi luz, derramad fortaleza y consuelo, apartad enfermedades, haced prodigios, para que cuando lleguéis al final de vuestra jornada vengáis a Mí llenos de méritos y os presentéis en paz ante mi tribunal. 29. Mas ¿Hasta cuándo se dará cuenta este pueblo de la misión espiritual que tiene ante los demás pueblos de la Tierra? 30. Os he dicho que no queráis ser más que ninguno, ni pretendáis estar antes que nadie; sin embargo, vuestro destino es grande y hasta la misma nación que os presta su abrigo tiene que cumplir la parte que le corresponde en esta Obra. 31. He venido a enseñaros para que deis la buena nueva a vuestros hermanos para que cuando el instante sea llegado, llevéis mi mensaje a las demás naciones; pero os veo durmiendo aún, sin que presintáis el alcance tan grande de vuestra misión. 32. ¿Queréis acaso que sea el dolor, la miseria, la enfermedad, el hambre, las que os despierten de vuestro letargo? 33. Es muy amargo el cáliz que bebéis y muy pesadas las cadenas que arrastráis. Seguís siendo el pueblo cautivo del Faraón. Mientras más anheláis vuestra libertad, mayores son los trabajos que os imponen y mayor es vuestro tributo ¿Hasta dónde llegará vuestra amargura? 34. Es menester que los que están despiertos, sacudan de su letargo a los demás, a los que aún siguen dormidos, y les digan que el Señor, al igual que en aquel tiempo, les espera en el monte, para hacerles oír su voz de Padre y enseñarles el camino que les conduzca a la libertad y a la paz; pero unos y otros debéis de entender muy bien mi palabra, porque si no, os preguntaréis: ¿Quién es el Faraón? ¿Cuál es la esclavitud de que se me habla? ¿En qué monte va a hablarnos el Señor? ¿Hacia dónde nos conducirá el camino que Él va a señalarnos? 35. Mas es necesario que aprendáis a analizar el sentido figurado en que os estoy hablando, para que después podáis explicarlo a vuestros hermanos sin que caigáis en confusión. 36. E1 ambiente en que vivís, que en este tiempo os envuelve, es el Faraón de esta era; se encuentra saturado de egoísmo, de odio, de codicia y de todos los pecados de la humanidad. 37. Las cadenas, son vuestras necesidades que os obligan a someteros al egoísmo reinante, a la injusticia y hasta a la perversidad. 38. El monte donde os espero, está en la conciencia de cada uno de vosotros, la cual quiero que se haga oír en vuestro corazón, porque en ella está escrita mi Ley. 39. E1 camino, es la ruta que os llevará a conquistar la paz deseada y a esa libertad que anheláis, que es el cumplimiento de esa misma Ley. 40. ¿Presentís ahora la trascendencia de vuestra misión? Orad, pueblo, para que vuestra nación despierte a mi llamado. Velad, para que cuando os busquen las multitudes, sepáis salir a su encuentro, estimulándolas con vuestro ejemplo. 41. Analizad mis enseñanzas, discípulos, venid a escuchar mi palabra porque estos tiempos no volverán. Hoy aún podéis oírme a través del entendimiento de los portavoces, mas este tiempo pasará y una nueva fase os presentará mi Obra. 42. Recreaos escuchando mi enseñanza y almacenadla en vuestro corazón; haced de vuestra memoria un cofre que guarde la esencia de mis lecciones cual si fuese una joya de valor inapreciable. 43. Hoy que he retornado entre vosotros ante el asombro de unos, la incredulidad de otros y la fe de otros más, esperáis que el Maestro os hable de las enseñanzas que os dio en tiempos pasados. 44. Oídme: Dios, desde el principio de la vida humana, se manifestó al hombre como Ley y justicia. El Espíritu Divino se materializaba ante la pequeñez y la inocencia de las primeras criaturas, haciéndoles oír su voz humanizada y comprensible. La sensibilidad de aquellos seres despertó, hasta saber interpretar al Padre a través de la Naturaleza; cuando vivían en la obediencia, experimentaban la caricia divina a través de cuanto les rodeaba; también sabían del tropiezo y la amargura, que les indicaba que habían faltado ante su Señor. Hice que brillara en ellos la luz de la conciencia, que había de ser en la jornada, el faro, el juez y el consuelo. Instintivamente los primeros hombres supieron que aquel Padre invisible siempre ordenaba el bien, y que esa orden constituía la ley en la que deberían vivir. A esa luz interior le llamasteis "La ley natural". 45. Más tarde, cuando el hombre se multiplicó y en su multiplicación se olvidó de cumplir con aquella ley, desoyendo la voz de su conciencia y apartando de sí todo temor, el Padre, que había seguido al hijo en su destierro, le envió hombres dotados de elevado espíritu, por su virtud y sabiduría, para recordarles el camino del cual se habían alejado. 46. ¿No recordáis al justo Abel, cuya sangre aún reclamo? El murió junto a su ofrenda. 47. ¿Y al ferviente Noé, quien soportando las burlas de la gente, anunció la voluntad de su Señor hasta el último momento? Ellos, con sus actos, os recordaron mi existencia y mi Ley. Os envié después un Abraham, ejemplo de obediencia y fe infinita en su Señor; un Isaac virtuoso y un Jacob fiel y lleno de fortaleza, para que formasen el tronco del árbol de una de cuyas ramas había de brotar Moisés, aquel a quien envié para representarme y entregar mi Ley a los hombres. 48. En Moisés contempló la humanidad un reflejo de mi majestad, vio en él justicia, rectitud, fortaleza inquebrantable, fe, obediencia y caridad. Si antes las flaquezas de su pueblo mirasteis que airado rompió las tablas de la Ley, acabándolas de recibir del Padre, también sabéis que Yo las restituí en sus manos al instante, para daros a comprender que sólo una Ley divina os regirá en todos los tiempos: la del Dios invisible. 49. Cuando los tiempos hubieron pasado sobre la humanidad y ésta necesitaba conocer más profundamente a su Padre, El, incansable en su obra de amor, envió al mundo a sus profetas para anunciar a la humanidad que vendría a la Tierra a hacerse hombre, para hacerle sentir su amor y enseñar con su nacimiento, su vida y su muerte, lo que es una vida perfecta; pero mientras unos creyeron en mis profetas, otros dudaron y les dieron muerte, con cuyo sacrificio prepararon mi camino. 50. La palabra de mis enviados estremeció el corazón de los que pecaban, porque anunciaban la llegada de Aquél que con su verdad pondría a descubierto la falsedad. Mientras los hombres decían: "Dios aconseja el bien, las obras perfectas de amor, de perdón y justicia, porque es perfecto, más nosotros los humanos no lo podemos ser", Jesús nació. 51. Era el mismo Dios que venía al mundo para dar su Ley y su enseñanza a través de una envoltura. Hoy quisierais saber cómo fue formado el cuerpo de Jesús, a lo que Yo os digo: Debéis conformaros con saber que aquel cuerpo fue engendrado y concebido por obra del amor infinito que os tengo. Desde aquel instante Jesús comenzó a apurar el cáliz de amargura que había de beber hasta el final, pasó por todas las vicisitudes humanas, soportando las pruebas, sabiendo del trabajo, de la persecución, de las largas jornadas del hombre, la sed y la soledad, sintiendo sobre el cuerpo el paso del tiempo y contemplando de cerca la vida humana con sus virtudes y sus miserias, Hasta que llegó el instante de levantarse a hablar y hacer obras poderosas. 52. Entonces dejé que los hombres se acercasen a escucharme, a mirarme, a escudriñarme material y espiritualmente. Dejé que el hombre taladrara mi cuerpo en busca de lo divino hasta que contemplara mis huesos, y mi costado se abriera para manar agua. Dejé que el mundo me convirtiera en su reo, en su rey de burlas, en un despojo, y así me condujese hacia el cadalso llevando a cuestas la cruz de la ignominia, donde me esperaban los ladrones para morir Conmigo. 53. Así quise morir, sobre mi cruz, para enseñaros que Yo, vuestro Dios, no soy solamente el Dios de la palabra, sino también el de las obras; pero quienes me vieron morir y contemplaron mi agonía y escucharon mis últimas palabras, dijeron: ¿Cómo puede morir el Hijo de Dios? ¿Cómo es que siendo el Mesías, le hemos visto caer y le hemos oído quejarse? 54. Una prueba más estaban pidiendo los hombres y en mi amor se las di. Si nací en cuanto hombre de las entrañas de una santa mujer, para rendir tributo a la maternidad humana, también bajé a las entrañas de la tierra para rendir tributo a su seno y concluir ahí mi misión como hombre. Más las entrañas de la tierra no pudieron guardar aquel cuerpo que no les perteneció, sino al seno del Padre de donde había venido y a él se volvió. 55. Ahora os digo: si al contemplar a Cristo morir sobre la cruz, dudasteis de su divinidad, podéis decirme: ¿Qué hombre, al tercer día después de muerto, ha salido de su sepulcro sin violarlo y ha ascendido con su propio cuerpo hacia los Cielos? Nadie. Yo lo hice porque soy la vida, porque ni en espíritu, ni en materia podía morir. 56. La duda no fue sólo entre las turbas; aun entre mis discípulos hubo uno que dudara de que Yo pudiera presentarme entre ellos después de muerto; ese fue Tomas, quien dijo que solo hundiendo sus dedos en la herida de mi costado, creería que fuera posible aquello. No acababa de decirlo cuando le hice escuchar mi saludo: "Mi paz sea con vosotros", y aún tuvo fuerzas aquél para acercarse y mirar el fondo de mi herida y tocarla con su mano, para creer que en verdad había muerto y resucitado el Maestro. 57. Bienaventurados los que creen sin antes haber visto. Si, mis hijos, por que también la verdadera fe es mirada que contempla lo que ni la mente ni los sentidos pueden descubrir. Sólo la fe podrá descubrir al hombre algunos de los misterios de la Creación. 58. Y Aquél que se levantó de entre los muertos, viene en este tiempo en espíritu lleno de gloria para hablaros nuevamente. 59. ¿Quiénes de los que moran hoy la Tierra, saben que una nueva era se ha abierto ante la humanidad? Con certeza sólo quienes han escuchado esta palabra, saben que en 1866 nació un nuevo tiempo: el del Espíritu Santo. 60. Por el entendimiento de Roque Rojas habló el espíritu de Elías, el precursor, quien se comunicó en esta forma para preparar el camino del Señor. 61. Por medio de aquel varón justo, abrí el libro de mis enseñanzas, de mis nuevas revelaciones ante la humanidad, invitándola a dar un paso más en el camino. 62. He venido en este tiempo sobre la nube, o sea, espiritual e invisiblemente para los ojos humanos. Esa nube es el símbolo del más allá, desde donde envió un rayo de luz que ilumina estos entendimientos por los cuales me comunico. Así ha sido mi voluntad y por eso es obra perfecta. Conozco al hombre y le amo porque es mi hijo, puedo servirme de él porque Yo le he creado, porque para eso le hice; puedo manifestarme en el hombre porque precisamente lo formé para glorificarme en él. 63. El hombre es mi única y verdadera imagen porque tiene vida, inteligencia, voluntad y potencias como su Dios. 64. Antes de manifestarme en este tiempo bajo esta forma escudriñé el corazón de los hombres, les pregunté a los que alimentan su espíritu dentro de diferentes religiones: ¿Estáis satisfechos? A lo cual contestaron: tenemos hambre y sed de vos. 65. Mucho habían buscado la imagen y el rostro de su Padre sin encontrarlo, esperaron ese milagro y el milagro no se realizó, es que no habían encontrado un pan que en verdad alimentara a su espíritu; mas Yo tenía preparado este árbol, esta fuente y estas tierras para hacer el llamado a las multitudes hambrientas y sedientas de paz, ávidas de amor y de sentirse amadas, y cuando ellas han llegado a mi presencia, han escuchado esta palabra, que se manifiesta en la misma forma en todos los recintos que existen y es, cada vez que vibra, el dulce toque de la mano que despierta al que duerme y la voz amiga que aconseja. 66. Después de escucharme algún tiempo, habéis comprendido que no podéis ser los adoradores que sólo viven en contemplación, y me habéis dicho: Señor, al comer de este fruto que nos habéis dado, hemos contraído con vuestra Divinidad el deber de cultivar su semilla y de esparcirla. 67. Cuando presentís que vuestro Maestro aún lleva a cuestas su cruz de amor, lloráis y venís a decirle: Señor, dejad que nosotros carguemos vuestra cruz, dejad que la hiel y el vinagre sea bebido por nosotros. Y Yo os digo; así como lo habéis pedido, así ha sido. ¿No miráis cuán pesada ha sido vuestra misión en los últimos tiempos? ¿No miráis cuán amargo ha sido este tiempo y que lo que nunca habíais sufrido lo estáis viviendo ahora? Seguid mostrando esta conformidad y orad. 68. Os he escogido humildes, porque si Yo hablara por boca de sabios, de teólogos y científicos, no seria creído; en cambio, por medio del sencillo, Yo sorprenderé a la humanidad. ¿Quién ha traído a tan grandes muchedumbres? Vosotros, unos y otros, porque habéis sabido dar testimonio. Aquí están los que os dijeron: ¿Cómo es posible que Cristo esté en el mundo? Y los que exclamaron: No es posible que el Maestro de toda perfección se comunique por conducto de un hombre. Aquí están los que dudaron de vuestras palabras y promesas. 69. Pueblo: si Jesús con su sangre regó la simiente que el Padre sembró en el Primer Tiempo en el corazón de los hombres, hoy mi Divino Espíritu derrama el rocío de su gracia sobre aquellas campiñas para hacerlas fructificar. 70. Se acerca él día de mi partida. Mi estancia entre vosotros en este tiempo ha sido más larga que la de los tiempos pasados. Más tiempo que el que estuve con Israel en el desierto, más tiempo que el que vivió Jesús entre los hombres. ¿Quién de los que me han escuchado en este tiempo se ha sentido envenenado por esta palabra? ¿Quién es el que por causa de ella se ha perdido en el vicio o en la confusión? De cierto os digo que si ella no os ha hecho bien porque no le hayáis dado cabida, tampoco os causado ningún mal. 71. Recordad que una vez os dije: no os he creado para que seáis como plantas parásitas. No quiero que os conforméis con no hacer mal a nadie; quiero que vuestra satisfacción la alcancéis por haber obrado bien. Todo aquel que no haga el bien pudiendo hacerlo, ha hecho más mal que aquel que no sabiendo hacer buenas obras se concretó a hacer mal, porque es lo único que podía dar. 72. Así os ha hablado en este día Aquél que habiendo muerto para el mundo, resucitó a la gloria del Padre para venir en espíritu a vosotros en este Tercer Tiempo. 73. He aquí mi resurrección al tercer día, en que Cristo se presenta a sus nuevos discípulos para decirles: ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 154 1. La luz de mi Espíritu os ilumina en esta alba de gracia. 2. Mi enseñanza y ejemplos del Segundo Tiempo, no han sido comprendidos por la humanidad, porque en vez de amor de los unos para los otros, encuentro división entre los pueblos y pugna entre las distintas doctrinas, sectas y religiones. Yo vine a daros un ejemplo de humildad, desde mi cuna, hasta que expiré entre vosotros, sobre una cruz. Mi vida, mis ejemplos y enseñanzas y mi sacrificio, no han sido imitados por los hombres. 3. Aquella página del libro de Dios, fue una enseñanza para todos los tiempos; en ella dejé todo cuanto en aquel tiempo tenía que deciros, nada podía olvidar. Os anuncié que volvería entre vosotros, y aquí me tenéis, cumpliendo mi promesa. Mas contemplo a vuestro mundo turbado, a los hombres tratando de cambiar la faz del planeta con sus creencias y doctrinas; pero hoy vengo lleno de amor para deciros: Si no habéis comprendido las enseñanzas del Segundo Tiempo, heme aquí para ayudaros con mi palabra a comprenderlas. 4. Oíd: cierta vez se acercó Jesús a la ribera del Jordán y ahí encontró a Juan, el Bautista, enseñando a sus discípulos, anunciándoles la venida del Reino de los Cielos. El precursor del Segundo Tiempo, al contemplar la luz de su mirada, la serenidad de su faz y la majestad divina que Jesús irradiaba, reconoció al Mesías y ante El se inclinó. Juan, que se encontraba preparando a sus discípulos y había oído hablar de la Doctrina que venía enseñando Jesús, le había dicho: "El Reino se acerca a los hombres", y cuando se encontró frente al Redentor, al instante lo reconoció y exclamó: "Heló ahí, ese es Aquél de quien no soy digno de atar las correas de sus sandalias". 5. Mas como Juan era mi profeta y mi siervo, sus enseñanzas fueron unidas a las mías y sus discípulos también lo fueron míos. 6. En otra ocasión, encontrase Jesús en las cercanías de una aldea, envió a sus discípulos a que buscasen víveres para alimentarse, y ellos al regresar, encontraron a los discípulos de Juan predicando; entonces, llegando ante el Maestro le dijeron: "Señor, Señor, hemos encontrado a unos hombres que predicaban una doctrina y hacen prodigios. ¿Está esto dentro de tu ley?" Jesús les dijo: ¿Por qué os escandalizáis? Todo aquel que practica la caridad está dentro de la Ley. 7. Hoy os digo esto, discípulos del Tercer Tiempo, para que no juzguéis fuera de mi ley a quienes encontréis en vuestro camino, sembrando amor, caridad y luz, sea cual fuera el nombre de la doctrina que practican. 8. En aquel tiempo no fui reconocido por todos como el Sembrador Divino; para muchos fui tan sólo un galileo que predicó sobre la Tierra. Sólo aquellos que encontraron en la palabra de Jesús la voz de la Divinidad, lo reconocieron como Hijo del Altísimo. 9. El que hoy se manifiesta entre vosotros, es el mismo que os habló en el Segundo Tiempo, mas lo que contemplaron entonces los hombres, no es ahora lo mismo; aquel Maestro, de frente serena, de apacible mirada y dulce palabra, viene hoy en espíritu y os habla por conducto del hombre. 10. El que quiera sentirme y contemplarme bajo esta forma de comunicación, haga que penetren en calma su mente y su corazón. 11. Muchos habéis perdido la tranquilidad, más al contemplar la paz y confianza de vuestros hermanos, os habéis refugiado en ellos, en su fe y en su esperanza, deseando alcanzar el puerto de salvación. Así os ayudaréis los unos a los otros. 12. Yo formaré en este tiempo un pueblo que sea celoso de mi Ley, amante de la verdad y de la caridad. Ese pueblo será como un espejo en el cual los demás podrán ver reflejados los errores en que hayan incurrido. No será el juez de nadie, pero sus virtudes, obras y cumplimiento irán tocando al espíritu de todos los que se crucen en su camino, e irán señalándoles sus errores a todos los que falten a mi Ley. 13. Cuando este pueblo sea fuerte y numeroso, atraerá sobre sí la atención de sus semejantes, porque la limpidez de sus obras y la sinceridad de su culto tendrán que sorprender a la humanidad; entonces se preguntarán los hombres: ¿Quiénes son éstos que sin tener templos saben orar de tal manera? ¿Quién ha enseñado a estas multitudes a orar, adorando a su Dios, sin que sientan la necesidad de elevar altares para su culto? ¿De dónde han salido estos caminantes y misioneros que a semejanza de las aves no siembran, ni cosechan, ni hilan y sin embargo subsisten? 14. Y Yo les diré: este pueblo pobre y humilde, pero celoso de mi Ley y fuerte contra las pasiones del mundo, no ha sido preparado por hombre alguno. Estas multitudes que gozan haciendo el bien, a las que ilumina la inspiración y saben llevar a los corazones el mensaje de paz y la gota de bálsamo, no han sido enseñadas por maestros o ministros de ningún culto de la Tierra, porque de cierto os digo que, en este tiempo no existe un solo hombre en vuestro mundo, que sepa o que pudiera enseñar el culto de Dios, bajo la verdadera espiritualidad. No es en el esplendor de los ritos o de las ceremonias, ni en la riqueza o en el poder terrenal donde radica la verdad que por ser humilde, busca como templo a los corazones limpios, nobles, sinceros, amantes de lo puro. ¿En dónde están esos corazones? 15. Cristiana se nombra una gran parte de esta humanidad, sin saber siquiera lo que significa la palabra Cristo, ni conocer su Doctrina. 16. ¿Qué hicisteis de mi palabra, de mis ejemplos, de mi Doctrina que os di en aquel tiempo? 17. ¿Sois actualmente hombres más evolucionados que los de aquella era? ¿Por qué no lo demostráis con las obras de vuestro espíritu? ¿Acaso creéis que esta vida es eterna o acaso pensáis que sólo debéis de evolucionar por la ciencia humana? 18. Yo vine a enseñaros el verdadero cumplimiento de la Ley, a fin de que convirtieseis este mundo en un gran templo donde se adorase al verdadero Dios, donde la vida del hombre fuese una constante ofrenda de amor a su Padre, al que debiera amar en cada uno de sus semejantes rindiendo así tributo a su Creador y Maestro. 19. Y ahora que he vuelto a los hombres ¿Qué es lo que encuentro? La mentira y el egoísmo han sustituido a la verdad y a la caridad; la soberbia y la vanidad, en vez de la mansedumbre y humildad; la idolatría, el fanatismo y la ignorancia, en vez de la luz, la elevación y la espiritualidad; el lucro y la profanación, donde sólo debería existir el celo y la rectitud; el odio y la guerra desatada entre hermanos han sustituido a la fraternidad, la paz y el amor. 20. Mas Yo llegaré a mi templo para arrojar de allí a los mercaderes como lo hice en el Segundo Tiempo en el templo de Jerusalén y les diré una vez más: "No hagáis de la casa de oración una casa de mercado". Enseñaré a los hombres para que cada uno sepa oficiar delante del verdadero altar, para que ya no se confundan más, ni se pierdan en la ignorancia, debido a las malas interpretaciones que dan a mi Ley. 21. El Maestro os dice: el ministro es el espíritu, siendo el altar el corazón, la oración es el pensamiento elevado, y la ofrenda, son las buenas obras que podáis presentar. 22. Cuando sintáis que la caridad y el amor hacia vuestros hermanos forman vuestra verdadera vida, ¿Cómo no ha de comprender el mundo que el corazón no es tan sólo un órgano insensible y que el espíritu es más que la materia? ¿Cómo no ha de comprender que la inspiración, es más valiosa que las imágenes que el hombre ha forjado para representar lo divino, y que las buenas acciones con las que deis testimonio de mi Ley, son más meritorias que los más valiosos bienes terrenales? 23. De cierto os digo que si queréis salvar vuestra fe y así evitar que vuestro espíritu zozobre en esta tempestad, debéis de construir espiritualmente vuestro templo. Dejad que mi Reino descienda a vuestro corazón, contra su luz nadie puede luchar. Veréis entonces cuando pase el torbellino, cómo se levantará invisible, pero fuerte y grande, el templo indestructible, cuyos cimientos estarán en vuestro corazón. 24. Contemplad cómo en este instante se ilumina el mundo con la luz diáfana que irradia de mi Espíritu. La luz os ayuda en vuestro progreso y comprensión y con ella lográis la paz. 25. La luz y el amor nacen del corazón, la paz está en el espíritu como un reflejo de la eternidad. 26. Mi palabra es dulce, mas no os hastiéis de ella, porque encontraré vacíos vuestros corazones recreándose sólo en los goces materiales. Por eso vengo con frecuencia a vosotros, para hacer que vuestro corazón palpite con un ritmo distinto al ponerse en contacto con lo divino, porque siempre os perdéis del sendero de vuestro cumplimiento. 27. ¿Por qué han existido y existen hombres que habiendo llegado a conocer la ciencia humana con el uso de las facultades que el Creador les concedió, la usan para combatir y desconocer la ciencia divina? Porque su vanidad no les permite penetrar con humildad y respeto en el arcano del Señor y buscan su meta y su trono en este mundo. 28. De entre los pecadores seleccionaré a los que en este tiempo me han de servir; mi potencia vibrará en ellos y les transformaré con mi gracia. 29. Reconciliaos con vuestra conciencia para que seáis perdonados por ella, porque mientras creáis estar en preparación y no escuchéis la voz interior que os señala vuestros errores, no podrá existir comunicación Conmigo ni podrá desaparecer absolutamente la idolatría. 30. En este tiempo os hablo como Padre y como Juez, mas no temáis, que también en lo divino existe el amor y la ternura de una Madre a quien llamáis María. 31. Amados hijos míos: sentid amor hacia Ella. Yo escucho la plegaria que brota de vuestro espíritu para ensalzarla, porque sabéis que vuestros labios son torpes para hacerlo, porque los consideráis impuros y preferís cerrarlos. 32. Más Yo os pregunto: ¿Habrá alguien que no haya recibido una caricia de la Madre Celestial? En verdad os digo que todos, absolutamente todos, alcanzáis de su amor. 33. Ved a los que ayer se hallaban perdidos, ahora se encuentran escalando las alturas de la montaña; hoy podréis estar entre la escoria y pronto, mediante mi gracia y vuestros méritos de paciencia y caridad en este tiempo de crisol espiritual, harán que también os elevéis por sobre toda miseria; no olvidéis que el dolor es el artífice del espíritu. 34. El espíritu y la envoltura, van formando un ser armonioso, consciente de sus deberes espirituales y humanos. Habéis sido testigos de la evolución de las doctrinas y en vuestra meditación habéis llegado a comprender quién es el Creador de toda la belleza de vuestro mundo, porque ya no existe niebla en vuestra mente. 35. Vivís en paz porque procuráis estar en armonía con vuestro Dios y la paz es tesoro para el espíritu en este mundo, se experimenta después de haber cumplido todos los deberes para con el Padre. 36. Procurad vivir experimentando siempre esa satisfacción para que en el momento de vuestra elevación de este valle hacia el otro, no se lleve vuestro espíritu ninguna preocupación terrestre, ni dolor por falta de cumplimiento. 37. No podéis cansaros de hacer el bien, ya que os lo estáis haciendo a vosotros mismos. Hablad de mi enseñanza con amor y mi palabra florecerá en los corazones. 38. Os estoy preparando y llenando de sabiduría porque ya os he dicho que después de 1950, ya no escucharéis mi palabra por el entendimiento humano, y el que no aproveche mis lecciones, sentirá vacío su corazón y vagará como muerto. ¿Por qué como muerto? porque espiritualmente y moralmente se sentirá decaído y en sus pruebas no encontrará fuerza para sobreponerse y percibir mi caricia divina. 39. A vosotros toca volver a la vida a aquellos hermanos vuestros, apartándolos del materialismo y persuadiéndolos de la gracia tan grande que encierra la espiritualidad. 40. Después de 1950, seguiré manifestándome por la inspiración de cada uno de vosotros. Si sabéis preparaos, Yo haré prodigios. Sólo os pido que vuestra fe, sea al menos del tamaño del grano de la mostaza y veréis mi palabra cumplida. 41. Hablad y entregad la caridad sin temor a ser censurados, es menester que tendáis vuestra mano a vuestros semejantes, sin distinción, porque no sabéis quiénes son los que interiormente sufran más. Veréis muchas veces cómo vuestros hermanos al escucharos, se alegrarán y os darán palpables muestras de gratitud. 42. Invitadlos incansablemente al camino del bien y ya en él muchos dolores se apartarán de ellos. 43. Sobre la Nueva Jerusalén descenderá el maná. 44. Yo haré que entre vosotros exista la libertad de credo y de palabra y que haya justicia, para que al penetrar entre vosotros hombres de otras nacionalidades, a su regreso lleven en su corazón un presente de amor y encendido un ideal de fraternidad y justicia. 45. Después de 1950, la humanidad espera la paz verdadera, más Yo os digo: es menester que la hoz exterminadora prosiga segando la mala hierba, hasta que los campos queden limpios y pueda brillar la espiga del trigo. 46. Veréis partir de este mundo, mandatarios notables que son obstáculos para la paz, y las naciones que se opusieran a la justicia divina, desaparecerán para dejar lugar a nuevos pueblos que ahí mismo surgirán. 47. Orad, para que depositéis ya vuestra simiente de paz; unificaos como un solo corazón y un solo pensamiento y sentiréis muy cercana mi presencia. 48. Cumplid con el mandato que en dos tiempos os he dejado: "Amaos los unos a los otros". 49. Así como se repartió al pueblo de Israel la Tierra Prometida, así se repartirá toda la Tierra a la humanidad. Esto sucederá cuando el tiempo sea propicio, después de la depuración. Como es mi voluntad que haga esa repartición, en ello habrá justicia y equidad, para que todos los hombres puedan trabajar unidos en una misma obra. 50. Hoy los pueblos comen las migajas de la mesa de los reyes y señores, mientras éstos se enriquecen acumulando el pan de sus siervos y vasallos; pero siendo duros los mendrugos de los pobres, éstos no son tan amargos como los manjares que comen los grandes. 51. Unos y otros son víctimas, por eso es menester que Yo venga a libertaros, a romper vuestras cadenas, pero también es necesario que la esclavitud y devastación provocada por las plagas vaya en aumento, porque de otra manera los hombres no querrían seguir al que viene a salvaros. ¿Recordáis el cáliz que bebía Israel cuando en Egipto gemía en la esclavitud? Fue necesario que surgiera Moisés para llevarle a la liberación. ¿Recordáis también cuando el pueblo se encontraba en su misma patria cautivo y humillado, y cómo se encontraban las demás naciones cuando apareció el Mesías en la Tierra para enseñarles el camino de la salvación? 52. También en este tiempo será preciso que antes de la liberación conozcan los hombres la estrechez, la miseria, la opresión, la injusticia, el hambre, la sed, para que al fin se levanten deseando llegar a encontrar otra vida que sea mejor. 53. Cuando esta humanidad se despoje de su materialismo y comience a reconocer lo alejada que ha vivido de mi Ley, dirá desde su corazón: Cuán necios y torpes hemos sido los hombres al entregarnos voluntariamente a las pasiones, para luego ser esclavos de ellas. Ahí está el monte desde el cual el Padre os ha mostrado su Ley, subid por el sendero que os he señalado; la Tierra de Promisión se encuentra con sus puertas eternamente abiertas en espera de las multitudes, a las cuales les está brindando paz y bendiciones. 54. Cuando el hombre haya descendido al fondo del abismo y cansado de luchar y sufrir ya no tenga fuerzas ni para salvarse a sí mismo, verá maravillado cómo surge del fondo de su misma flaqueza, de su desesperación y desengaño, una fuerza desconocida que es la que emana del espíritu, el cual al darse cuenta de que ha llegado la hora de su liberación, batiendo las alas se levantará de los escombros de un mundo de vanidades, de egoísmo y de mentiras para decir: ahí está Jesús el repudiado, Él vive, en vano le hemos querido matar a cada paso y en cada día; vive y viene para salvarnos y darnos todo su amor. 55. Esa será la hora en que el hombre reconozca que para lograr la verdadera grandeza espiritual así como una vida elevada en la Tierra, no existe otra Ley que la de Dios, ni más Doctrina que la que os di en la palabra de Cristo. 56. Analizad vuestros conflictos, estudiad los problemas que os afligen, y luego poned en práctica mis mandamientos y mis máximas, y veréis cómo en ellas puede encontrar la humanidad la solución de todos los problemas que la afligen; mas como no os sentís capaces de llevar a la práctica las palabras y los ejemplos que os diera el Divino Maestro, será menester que el dolor que también es maestro, se acerque a vosotros para persuadiros, de muchas verdades, para sensibilizaros y además para doblegaros. 57. Me preguntáis: ¿Por ventura vuestra palabra no tiene el poder suficiente para persuadirnos de nuestros errores y salvarnos, evitándonos tener que pasar por el crisol del dolor? Y Yo os digo: Mi palabra tiene más fuerza de la que pudierais llenar a suponer. más si el que me escuchase Quedara transformado al instante, sin esfuerzo, tan sólo por el hecho de haberla escuchado ¿Qué mérito tendría eso de vuestra parte? 58. Es necesario que aquel que la escucha, ponga fe, voluntad, esfuerzo y amor. Entonces habrá un mérito grande, cuyo premio o galardón será el de no sentir el dolor, porque ha tomado como arma mi Ley y mi Doctrina. 59. Multitudes que me estáis escuchando: ¿No sentís sobre vuestro espíritu la presencia de mi Ley? ¿No sentís que vuestro corazón al escuchar mi palabra, palpita con una nueva vida? 60. Orad para que entendáis, y velad para que llevéis a la práctica mis enseñanzas, porque en esta hora amarga y difícil para la humanidad, tenéis grandes responsabilidades. 61. Si a pesar de las grandes vicisitudes que os afligen no perdéis ese átomo de espiritualidad que habéis logrado alcanzar, veréis realizarse en vuestro camino verdaderas maravillas y prodigios, con los cuales vuestro Padre os irá alentando en la dura jornada. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSENANZA N° 155 1. Os parecen nuevas muchas de las lecciones que en este tiempo os doy porque permanecían olvidadas por vosotros, mas este es el tiempo en que Yo os las vuelva a mostrar. Tengo preparada para vosotros una gran campiña en la cual os invito a que vengáis a sembrar la simiente de eternidad que es la que os estoy entregando. 2. Vengo a preparar a mis nuevos discípulos, los cuales llegarán a alcanzar, mediante su fe y su caridad, potestad sobre las enfermedades del cuerpo y del espíritu, potestad sobre los elementos y también sobre el mundo espiritual. 3. Comprended que ya no son los tiempos de la ignorancia; ahora vivís en los tiempos de la comprensión y de las grandes prácticas de mi enseñanza. ¿Imagináis hasta donde habríais ya llegado, si desde los primeros tiempos, hubieseis practicado mis lecciones y obedeciendo mis mandatos? Pero por largo tiempo habéis dormido y también por largo tiempo os habéis entregado a satisfacer a la materia con los placeres y todo esto os ha estacionado en el camino de la evolución espiritual. Por eso, ahora que he llegado ante vosotros, con mi nueva lección espiritual, ésta os parece extraña y fuera de vuestra manera de pensar, de sentir y de vivir. Pero os basta meditar en una de mis cátedras para que reconozcáis la verdad de mi palabra, entonces veis que no es extraña mi Doctrina, sino que más bien, la que es extraña es vuestra manera de vivir. 4. Venid a mi campiña, que Yo aquí os recordaré todo lo que habíais olvidado. Borraré todo aquello que no debéis conservar como simiente espiritual y os mostraré todo lo que hasta ahora no habéis visto. De un solo paso, os haré salir del estancamiento en que estabais sumergidos para haceros penetrar en una nueva vida, en aquella que debíais haber vivido desde un principio. 5. ¿Veis cuán humilde es esta palabra que florece en los labios de los portavoces? Pues de cierto os digo, que ella, en su sencillez y en su pobreza de forma, llevará a los hombres a la comprensión de la sabiduría que por medio de las ciencias y con la ayuda de las teologías, no habían llegado a comprender. 6. Los buenos discípulos, los perseverantes, los fieles, serán los grandes analizadores de esta Doctrina. Ellos también serán humildes, pero a pesar de su sencillez asombrarán a sus hermanos con la luz de la palabra. 7. Mi pueblo no deberá hablar tan sólo con sus labios, sino que predicará mis enseñanzas con sus obras, enseñando cómo se cumple y se respeta mi Ley, sabrá dar sin egoísmo, cuanto de su Señor haya recibido, mostrará su celo, por la verdad y la pureza del tesoro que se le ha confiado. 8. Enseñad a vuestros hermanos, con buenas acciones puras y elevadas. Pensad que desde aquí debéis de ir purificando vuestro espíritu, para que cuando pase a otra morada, sea digno de estar en ella y no se turbe, ni se pierda. 9. Tenéis la fuerza necesaria para ir apartando de vuestro camino todo lo que os obstruya el paso, ya sabéis que el arma que todo lo vence es el amor. Muy grande será el gozo de aquel que salga triunfante en esa lucha humana, y se presente como el soldado victorioso después de haber ganado esa batalla. 10. Recordad que soy Yo, quien os ha dado las armas y que no me he concretado a sólo eso, sino que también os he enseñado a combatir para ganar las batallas. 11. ¿Qué tenéis entonces que buscar por otros caminos, cuando todo os lo estoy dando por el camino de la verdad? 12. He venido a abrir el entendimiento de los torpes para que puedan recrearse con la interpretación de mi palabra. He venido a abrir los ojos de los ciegos a la luz de la verdad, para que se purifiquen de sus pecados al sentirse amados de su Señor. 13. ¿No se os profetizó desde los primeros tiempos, que llegaría el día en que todo ojo contemplaría a su Padre? Pues el que esté limpio me verá y ese será su premio y aquel que lleve mancha en su corazón, también me verá y esa será su salvación. El que abre sus ojos delante de mi luz, penetra en el misterio y conoce el por qué. Sabe el principio y el fin. Ese tendrá que caminar con firmeza en el futuro. 14. Interpretad justamente mi enseñanza, no penséis que mi Espíritu pueda gozar viendo vuestros sufrimientos en la Tierra, o que Yo venga a privaros de todo lo que os es grato, para gozarme con ello. Yo vengo a haceros reconocer y respetar mis leyes, porque son dignas de vuestro respeto y de vuestro acatamiento y porque obedecerlas, os traerá la felicidad. 15. Os enseñé a dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, más para los hombres de hoy sólo existe el César y a su Señor nada tiene que ofrecerle. Y si al menos le dieseis al mundo lo justo, vuestras penas serían menores; pero el César que habéis puesto delante de vuestras acciones, os ha dictado leyes absurdas, os ha convertido en esclavos y os quita la vida sin daros nada en compensación. 16. Estudiad cuán distinta es mi Ley, que no ata al cuerpo ni al espíritu; sólo os persuade con amor y os guía con dulzura; todo os lo da sin interés y egoísmo y todo lo premia y os lo compensa a lo largo del camino. 17. Comprended, discípulos, estudiad mis lecciones para que sepáis que quiero formar con vosotros un pueblo en el cual el Padre deposite su confianza, porque estará preparado para desempeñar grandes misiones. Un pueblo que no se amedrente al primer toque de alarma, un pueblo que sepa ir al encuentro de aquel que se dice su enemigo y que lo sepa perdonar, amar e instruir. 18. Así quiero que estéis preparados para el día de mi partida. Todos sabéis que 1950 es la fecha señalada por mi voluntad, para dejar de comunicarme por el entendimiento del portavoz y como mi palabra siempre se cumple, ese día cerraré mi comunicación, que marcó para vosotros el principio de la Tercera Era. 19. No intentaréis cambiar esa fecha, ni trataréis por ningún medio de retener la manifestación de mi palabra bajo esa forma, ni la del mundo espiritual. Desde ahora os digo, que quienes lo hicieran no estarán ya iluminados por la luz del Maestro. 20. Más ¿Por qué habríais de caer en tal profanación, cuando Yo os he anunciado y os he prometido, que después de este tiempo, os comunicaréis Conmigo de espíritu a Espíritu, aun cuando no hayáis sido pedestales? 21. También os digo que aquellos a quienes he llamado y donado como profetas de este tiempo, tienen la misión de prevenir a las multitudes, de no dejarlas dormir. A ellos les revelaré grandes lecciones para que os ayuden a no caer en tentación. 22. Os estoy hablando con suma claridad, aun usando el sentido figurado, porque sé que así podréis entenderme mejor. En el Segundo Tiempo, cuando hablaba a las multitudes, muchas veces lo hice por medio de parábolas para que me comprendieran, más cuando sólo me dirigía a mis discípulos, lo hacía con lenguaje sencillo, pero profundo en su enseñanza. 23. Por eso, entended que cuando hablo por medio de parábolas y empleo el sentido figurado, es para que los postreros, los torpes de entendimiento o los que aún tienen poco evolucionado su espíritu, alcancen a comprender todo el significado de mi enseñanza; cuando os hago revelaciones sin emplear el sentido figurado, están dirigidas para aquellos cuyo desarrollo y conocimiento de las lecciones espirituales, les permite entender mejor. 24. En vano dirán muchos hombres que esta Doctrina es nueva, o que no tiene relación con las revelaciones divinas que os hicieron en tiempos pasados. Yo os aseguro que cuanto os he dicho en este tiempo por conducto del entendimiento humano, tiene sus raíces y sus cimientos en lo que ya se os había profetizado en el Primero y Segundo Tiempos. 25. Más la confusión de que os hablo vendrá porque los que han interpretado aquellas revelaciones, han impuesto a la humanidad sus análisis y éstos han sido en parte acertados y en parte erróneos. También será porque aquella luz espiritual de mis enseñanzas, fue ocultada a los hombres y a veces se les ha dado a conocer adulterada. Por eso ahora que ha llegado el tiempo en que mi luz ha venido a sacaros de las tinieblas de vuestra ignorancia, muchos hombres han negado que ésta pueda ser la luz de la verdad, ya que no concuerda, según su criterio, con lo que antes os había enseñado. 26. Os aseguro que ninguna de mis palabras se perderá y que los hombres de este tiempo, llegarán a saber qué fue lo que os dije en los tiempos pasados. Entonces dirá el mundo cuando conozca el Espiritualismo: en realidad, ya todo lo había dicho Jesús. 27. Efectivamente: todo lo dije ya, aun cuando de muchas de las verdades reveladas, sólo os manifesté el principio de ellas; os las dejé para que empezaseis a entenderlas, porque en aquel tiempo aún no estaba capacitada la humanidad para comprender todo lo que ahora he venido a mostraros en plenitud. 28. Cierta ocasión se encontraba Jesús con un hombre que era entendido en Ley y el Maestro contestando a las preguntas de aquél, le hizo una revelación. Entonces el hombre, asombrado ante lo que nunca había imaginado, dijo a Jesús: Señor, ¿Pero cómo puede ser esto? A lo que el Divino Maestro respondió: ¿Si no podéis creer en las cosas terrenas que os digo, como llegaréis a creer en las lecciones celestiales? Mas ya es tiempo de que me entendáis, porque el espíritu evolucionado del hombre, puede recibir aquella luz intensa de la Divinidad que todo lo revela, lo descubre y lo explica y a lo cual llaméis la luz del Espíritu Santo o sea el Espíritu de Verdad. 29. No temáis, pueblo amado, que la enseñanza que os he traído en este tiempo, será para vosotros el pan de la vida eterna. 30. También ahora tan sólo os estoy dejando entrever las enseñanzas que mañana comprenderéis plenamente, porque ahora no las comprenderíais, ni las creerías muchos de vosotros. Con esto os quiero decir que no habéis alcanzado aún la meta, la cima del conocimiento espiritual, ni mis enseñanzas divinas han alcanzado su límite. 31. Sed eternamente mis discípulos, sed siempre celosos de mi palabra la cual nunca trataréis de cambiar. Mi Ley y mi Doctrina jamás se contradicen. En lo divino todo es orden, armonía y perfección, de la cual os podéis convencer por la naturaleza material que os envuelve. 32. En el Segundo Tiempo nadie podía resistir la fuerza divina que emanaba de la palabra de Jesús. Quien la oía quedaba al punto convencido, subyugado y persuadido. Lo mismo el pecador que el orgulloso, el pobre que el rico, el fariseo y el escriba, el representante de Dios, que el representante del César; todos los que lo creyeron sintieron que su espíritu se estremecía ante la presencia divina del Hijo de Dios. 33. Es que la palabra de Jesús era tan solo la explicación de sus obras, porque el testimonio de su existencia, estaba contenido en las palabras de su Doctrina. 34. De la misma manera enseñó Jesús a sus discípulos, haciéndoles ver que para que su palabra pudiera ser creída, era menester que la acompañaran con el ejemplo de sus buenas obras. 35. También la palabra de Dios, en los labios de aquellos discípulos hacía estremecer a los que la escucharon, porque de sus ojos irradiaba la luz y de sus palabras brotaban verdades a las cuales no se les podía oponer negación alguna. Ellos también enseñaron con sus ejemplos, predicaron con sus obras y las sellaron con su sangre al igual que su Maestro, con su muerte confirmaron la verdad de la palabra con la que hablaron al mundo. Por eso conquistaron el corazón de los pueblos y de las naciones adonde llevaron la simiente de la verdad y del amor. 36. Las multitudes, aun siendo gentiles y paganas, se rendían ante la verdad y la pureza de mi Doctrina, practicada y predicada también con pureza y verdad. 37. Todo aquel que ha tenido la dicha de recibir en su corazón mi palabra en su original pureza, ese, ya nunca se ha desviado del camino; mas ¡Ay de los que la han recibido mezclada con las impurezas humanas! Esos, cuando han llegado a descubrir aquella imperfección, le han vuelto la espalda y se han mofado de lo que antes tuvieron por verdad absoluta. 38. Mirad a esos grandes pueblos de la Tierra, dominados por el egoísmo que es la negación de mi Doctrina, miradlos hundidos en el materialismo, viviendo tan sólo para el mundo y desoyendo todo llamado espiritual. Os digo que también ellos conocieron mi enseñanza; pero faltó que quienes entregaron mi simiente hubieran dado testimonio de aquella verdad, con su vida y con el ejemplo de sus obras, como lo hicieron aquellos discípulos del Señor y también algunos otros que les imitaron después, entregando con su vida la verdad de la Doctrina. 39. ¿Cómo es posible, os preguntáis algunas veces, que habiendo sido sembrado este mundo con la palabra del Redentor y regado con su sangre y la de los que le siguieron, haya hombres y pueblos que no conserven algo de aquella enseñanza? 40. A lo cual Yo os digo que en estos tiempos han faltado apóstoles de la verdad, que demuestren con sus obras de amor los errores de los hombres y prueben la verdad contenida en la enseñanza divina. 41. De la práctica de mi Doctrina, que sólo os enseña el amor, la caridad, el respeto, 1a justicia y la paz, se pasó al culto idólatra, al materialismo, al fanatismo religioso, a la profanación, y la humanidad al sentir en todo ello un alejamiento de la verdad, buscó su liberación. 42. Hoy, no solo se han alejado muchos del cumplimiento de mi Doctrina, sino que la han atacado y están tratando de borrar del corazón de los hombres hasta los últimos restos de ella. No saben que Yo estoy dispuesto a sorprenderlos utilizando aquella palabra a la que nadie puede resistir, con aquella voz que hacía temblar a reyes y señores y que hizo caer tronos e imperios. Mas es menester que antes quede arrancada de raíz toda planta que no haya sido sembrada por Mí, para que mi semilla divina vuelva a caer en tierras preparadas. 43. Discípulos: id al fondo de toda esta lección para que seáis de los que veléis y oréis en los tiempos de prueba. 44. Nada perturba en este instante vuestra paz. Nada altera el recogimiento con que habéis logrado vuestra elevación. 45. Siempre que recibáis al Maestro en esta forma, sentiréis cómo se disipan las tristezas que a veces llenan de niebla vuestro corazón. 46. Grande es mi caridad, porque también grandes son vuestros sufrimientos, pero no digáis que los tiempos han cambiado y que ellos os han traído el dolor, porque los tiempos no cambian, son los hombres los que se modifican. 47. Se ha transformado vuestra vida a causa de la ciencia, de las nuevas leyes, ideas y costumbres. Si vuestro espíritu se sujetara siempre a la espiritualidad, no sufrirla la contaminación del materialismo que le rodea, pero él muchas veces se deja arrastrar por las influencias del mundo y en la culminación del materialismo viene a vosotros mi divina luz que os pregunta: ¿Qué cambios habéis observado en la Naturaleza que os rodea? Ninguno, pero id más allá de las formas materiales y veréis la evolución espiritual y mental de la humanidad. 48. Es densa la oscuridad que os envuelve, y el espíritu necesita libertad; esa libertad viene a dársela mi palabra que hará el prodigio de que el espíritu se reconcilie con la materia al comprender que ambos están unidos por una sola Ley. Entonces obrarán materia y espíritu de acuerdo con la conciencia, la que os revelará quiénes sois y a donde vais. 49. Vuestras obras nacerán de acuerdo con vuestro modo de pensar y si el pensamiento se ilumina con la inspiración del espíritu y éste escucha la voz de la conciencia, vuestras obras serán perfectas, ya que el espíritu es perfecto en cuanto a su procedencia. 50. Siempre os diré: tomad de las satisfacciones que vuestro mundo os pueda proporcionar, pero tomadlas bajo mi Ley, y seréis perfectos. 51. Oís con frecuencia el reclamo de la conciencia y es porque no habéis armonizado materia y espíritu, con la Ley dada por Mi. 52. Muchas veces seguís pecando porque creéis que no tenéis perdón; creencia ignorante, porque mi corazón es una puerta eternamente abierta para el arrepentido. 53. ¿Acaso no vive dentro de vosotros la esperanza que os anima para aguardar un mañana mejor? No os dejéis invadir por la melancolía y la desesperación, pensad en mi amor que siempre es con vosotros. Buscad en Mi la respuesta a vuestras dudas, y pronto os sentiréis iluminados por una nueva revelación, la luz de la fe y de la esperanza se encenderán muy dentro de vuestro espíritu. Entonces seréis baluarte de los débiles. 54. Años de hambre se acercan, más si os amáis como hermanos, se obrará nuevamente el milagro del Primer Tiempo y el maná descenderá sobre vosotros. 55. Yo he venido a desatar la lengua de los hombres en este tiempo, para que me reconozcan por un solo idioma: el espiritual, el del amor. Cumplida quedará entonces la profecía de Isaías cuando dijo: las lenguas se desatarán porque lenguas de fuego vendrán a desatarlas. 56. Manifestad mi caridad, hablad de mi Obra, no os detengáis ante el sacrificio. Haced uso de vuestras armas de amor, caridad, nobleza y templanza y si os enfrentáis con fe y valor a la lucha, no tardaréis en obtener la victoria. Mas analizad mi palabra, para que no sintáis que mi Doctrina os obliga a cumplir, porque Yo sólo os invito a escucharme y una vez que me hayáis comprendido, que se levante a cumplir aquel que lo haga por amor, por convicción, por voluntad propia; mi deber de Padre es mostrar siempre el camino de salvación a mis hijos. 57. Ved, amados míos, cómo en esta enseñanza sencilla tenéis la forma de conocer y comprender la caridad de vuestro Padre. Yo también vengo a buscar la sencillez y pureza de vuestro corazón para manifestarme a vosotros en plenitud. 58. Ahora que es el tiempo de mi comunicación, me estoy manifestando en todos los portavoces, dando por su conducto órdenes y enseñanzas. ¿Quién puede atreverse a negar que Yo me comunique por éste o por aquél? ¿Quién es aquel que conoce de verdad mi esencia? Amaos y respetaos unos a otros, para que vuestra obra tenga mérito en los cielos. Es también mi voluntad que mi palabra sea impresa para que la conozcan las generaciones venideras. 59. Para que vosotros seáis reconocidos por vuestros hermanos, tenéis que procurar que vuestros actos los guie siempre el amor. Sed sensibles al dolor ajeno, apartad con la potestad que os he dado, las malas influencias que perturben la salud de vuestros hermanos y seréis conocidos por ellos como hombres de poder espiritual. Oíd mi parábola. P A R A B O L A 60. "Iba por un camino un anciano avanzando lenta y trabajosamente, pronto fue alcanzado por dos jóvenes que alegremente marchaban por el mismo sendero, los cuales le dijeron: Buen anciano ¿Aún está muy lejos vuestra meta? A lo que el anciano contesto: La meta está distante, aún es largo el camino y hay que andarlo despacio para no desfallecer. Creo, aunque estoy cansado, llegar con el último esfuerzo. 61. Aquellos jóvenes, después de escucharlo, continuaron rápidamente su jornada, olvidando las palabras del anciano y juzgando irónicamente el optimismo de aquel viejo caminante que esperaba llegar al final del camino, cuando, según ellos, estaba próximo a caer. 62. El anciano siguió caminado y aquellos mancebos que tan pronto se habían alejado de él, fueron sorprendidos luego por la sed, el hambre y la fatiga, cayendo al fin vencidos por el cansancio. Dormían profundamente cuando fueron alcanzados por el anciano, quien despertándoles dulcemente les dijo: Mancebos, que en vuestra juventud habéis sentido cansancio, no toméis con paso vertiginoso este camino que es tan largo, vayamos paso a paso y os aseguro que llegaremos. Pero aquellos despertando, contestaron: Dejadnos que hemos agotado el último esfuerzo y no podemos continuar, vos tenéis báculo y podéis seguir, nosotros no lo tenemos. 63. El anciano, incomprendido, al contemplarlos así, les ofreció un trozo de pan con lo cual los reanimó, acercó un poco de agua a sus labios y les calmó la sed. Los ayudó a levantarse, les acompañó en la jornada y encendió su fe hasta hacerlos llegar por fin a la meta". 64. Analizad y estudiad, discípulos amados, porque tendréis que ser guías de la humanidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 156 1. Sean bienvenidos los discípulos que en pos de la sabiduría llegan ante el Maestro. Heme aquí, hijos míos, una vez más entre vosotros, porque contemplo que sois el discípulo ávido de enseñanza. Consideráis que aún no estáis preparados para entregar mi palabra a vuestros hermanos y acudís a oír a Aquél que todo lo sabe. Mañana ya estaréis doctrinados y seréis maestros. 2. Me pedís mi gracia para poder comprender mi palabra y Yo os la concedo. Más reconoced que os estoy hablando en este tiempo con absoluta claridad. 3. Tomad mi palabra y alimentaos con ella porque vengo a fortalecer a vuestro espíritu. 4. Mis lecciones siempre son distintas, mas tienen la misma esencia, el mismo amor. Siempre principio hablándoos con amor y concluyo desbordándome en caridad. Entre esas dos virtudes está encerrada mi Ley. De esa fuente tomad la fuerza y la luz, esa es mi voluntad que os manifiesto, no como orden, porque el Maestro, siendo sabiduría infinita, os pide que comprendáis y cumpláis por vuestra propia voluntad. 5. Os he concedido libre albedrío y sólo vengo a señalaros el camino por el cual debéis transitar. Y siempre os diré que ese camino es de perfección; camino cuyo fin no está en la muerte corporal, sino que se prolonga más allá de esta vida, de la cual subsistirá vuestro espíritu. 6. Yo os he dicho: que cuando cumpláis vuestra misión en este mundo, os prometo la dicha en el más allá y ya no volveréis a mancharos con el fango y las pasiones de la materia. 7. No sabéis cuantas etapas tendréis que vivir aún en este planeta. Si encuentro justo que volváis a encarnaros, tendréis que venir en nueva materia, pero trayendo mayor evolución en el espíritu, el cual no se rebelará a la voluntad divina; y continuaréis vuestra labor en bien de vuestros hermanos: Seguiréis elevándoos y perfeccionándoos, plenos de confianza y esperanza en mi justicia. 8. Tendréis que ser fuertes para resistir peligros y tentaciones y ante vuestro ejemplo y pruebas de fortaleza, os llamarán los iluminados y escogidos del Señor, porque en vuestros pasos os ayudará el mundo espiritual de luz, que velará por vosotros en todo instante; caminado juntos y bajo mi voluntad, haréis que se cumpla mi palabra profética. 9. Seguid trabajando, aun cuando el fruto de vuestra lucha no lo vean los ojos de vuestro cuerpo, acaso lo veréis en espíritu o a través de nueva envoltura. 10. Esa será la labor de la humanidad del mañana, en que cada uno trabajará por el bien de todos y las naciones lucharán por la paz del mundo. 11. En este tiempo se iniciará la lucha de ideas y credos. Será tiempo de controversias y discusiones en el cual los intelectuales de este mundo pondrán a prueba vuestro saber. 12. Se discutirán las diversas interpretaciones que se han dado a mi palabra del Segundo Tiempo y de todo cuanto he dicho por medio de mis iluminados. Entonces, se descorrerá el velo de muchos misterios y la hipocresía de muchos será abatida por la verdad de mi Enseñanza. 13. Mi divino deseo es que los hombres a través de sus doctrinas lleguen a comprenderse, dando así un paso hacia la unificación espiritual. 14. Preparaos para este tiempo, y entonces persuadiréis con palabra humilde y sencilla a sabios y entendidos, porque me bastará vuestra elevación para inspiraros mi sabiduría, que brotará inagotable por vuestra boca. Seguid el camino trazado por vuestro Señor. 15. Veo que estáis padeciendo a causa de la aflicción que os proporciona el mundo y también porque habéis venido siguiéndome por un camino de humildad y caridad. 16. No lloréis por vosotros, porque en verdad vuestro espíritu se está purificando. Llorad por los que aún viven aferrados a los placeres del mundo y siguen cautivos de la materia. No penséis que Yo gozo con vuestras penas, porque eso sería tanto como negar la virtud de vuestro Padre, que es la del amor. Observad que Yo vengo a vosotros, precisamente para acortar vuestros días de aflicción y lograr que vuestros dolores se atenúen. Os aconsejo que perseveréis en el bien, porque más vale que ahora estéis padeciendo por obrar bien, que si os dedicáis en hacer el mal. 17. Por sobre vuestros sufrimientos Yo os haré sentir mi paz, esa gracia divina, que no consiguen gozar los poderosos, a pesar de todos sus caudales. 18. Os he enseñado a sanar a los enfermos del cuerpo y del espíritu; quien con tal virtud cumpliera y llegara a su vez a sentirse enfermo, sentirá a la cabecera de su lecho, la presencia del Doctor de los doctores. Aprended a sentir mi compañía así como la del mundo espiritual, para que nunca os sintáis en la soledad; para que el huérfano no se sienta sin protección; para que la viuda no se sienta sola o desamparada, para que el hombre o la mujer abandonados, no sientan un vacío en el espíritu y que los que no han conocido el amor en la Tierra, sientan en su corazón el amor de su Padre Celestial. 19. Amad a vuestros semejantes, servidles, dedicadles aunque sólo sea una parte de vuestro tiempo, porque así lograréis que vuestro espíritu cumpla con su misión. Entonces lograréis imitar en vuestra vida las lecciones del Divino Maestro, el que olvidando sus padecimientos y sus amarguras, sólo se dedicó a bendecir y a derramar el consuelo de su enseñanza a cada uno de sus pasos. 20. Pueblo: ahora que me tenéis bajo esta forma; vibrad de gozo al escuchar mi palabra. 21. Recreaos los pobres, los que nunca habéis poseído nada, los enfermos, los parias, los que han tenido hambre y sed de justicia, los tristes, los oprimidos; llenad de esperanza vuestro corazón, porque en verdad os digo que esa esperanza no se verá defraudada. Comprended que la hora de justicia ha llegado y que todos los que han sufrido con paciencia su restitución, los que han sabido apurar con mansedumbre su cáliz y han soportado con amor sus pruebas, todos ellos recibirán su galardón. 22. Revelaciones, conocimiento, pan, llaves del trabajo y bálsamo, todo eso y más les ha sido dado a los que han sabido esperar la hora de mi vuelta. 23. Discípulos, multiplicaos para que mi paz y mi luz se extiendan por todo el orbe. Mi mensaje no está dirigido a determinadas criaturas exclusivamente, viene dirigido a todos mis hijos. Bienaventurados sean los que lo reciban y todos los que lo esperen. 24. Sois párvulos ante las enseñanzas del Padre y es por eso que aún no vivís de acuerdo con la perfección de la vida espiritual. Todavía no habéis alcanzado la plenitud de la vida verdadera y para ayudaros ha sido menester que vuestro Señor descienda para auxiliaros, para que con su socorro logréis conocer todo lo que no sabéis, lo que no habéis comprendido y lo que habíais olvidado. 25. Cristo es y debe ser vuestro modelo, para eso vine a hacerme hombre en aquel tiempo. ¿Cuál fue la manifestación que Jesús entregó a la humanidad? Su amor infinito, su divina sabiduría, su misericordia sin límites y su poder. 26. Yo os dije: imitadme y llegaréis a hacer las mismas obras que Yo hago; si vine como Maestro, debíais de comprender que no fue para enseñaros lecciones imposibles o que estuvieran fuera del alcance del entendimiento de los hombres. 27. Comprended entonces que, cuando hagáis obras semejantes a aquellas que Jesús os enseñó, habréis alcanzado la plenitud de la vida, de la que os hablé anteriormente. 28. Cuántos hombres, por el saber que han alcanzado, creen poseer la grandeza espiritual y no son para Mí mas que unos niños estacionados en su camino de evolución; porque deben de considerar que no es tan sólo el desarrollo de su mente por la que pueden lograr la elevación de su espíritu, sino que debe ser por el desarrollo del conjunto de su ser y hay muchos dones en el hombre que es necesario desarrollar, para lograr alcanzar la plenitud. 29. Por eso es que instituí, como una de mis leyes de amor y de justicia, la reencarnación del espíritu, para concederle un camino más extenso, que le brinde todas las oportunidades necesarias para lograr su perfeccionamiento. Cada existencia es una breve lección, porque de otra manera sería muy corta la oportunidad de un hombre para abarcar en ella el cumplimiento de toda mi Ley; pero es necesario que conozcáis el sentido de esta vida, para que toméis de ella su esencia y alcancéis su armonía, que es la base de la perfección humana, para que podáis pasar a un plano superior, hasta llegar a la vida espiritual, donde tengo guardadas para vosotros tantas lecciones que debo enseñaros y tantas revelaciones que aún debo haceros. 30. Nunca han marchado todos los seres aquí en el mundo en el mismo nivel espiritual; junto a hombres de una gran elevación, han convivido otros en gran retraso. Debo advertiros que este tiempo tampoco será el único en el que puedan surgir hombres de un espíritu muy elevado. 31. En todos los tiempos, aun en los más remotos de la historia de la humanidad, habéis tenido ejemplos de hombres de espíritu elevado. ¿Cómo podríais explicaros que desde los primeros tiempos ya hubiese hombres de espíritu evolucionado, si antes no hubiesen pasado por reencarnaciones sucesivas que les ayudaron a elevarse? 32. Es que el espíritu no nace al mismo tiempo que la envoltura, ni el principio de la humanidad coincide con el del espíritu. En verdad os digo que no existe un sólo espíritu que haya venido al mundo sin antes haber existido en el más allá. Y ¿Quién de vosotros puede medir o conocer el tiempo que haya vivido en otras moradas antes de haber venido a morar la Tierra? 33. En otros mundos, también gozan los espíritus de libre albedrío y pecan y se desvían, o perseveran en el bien y así logran elevarse, igual que como lo hacéis vosotros en la Tierra; mas llegado el instante marcado, los que están destinados a venir a este mundo, descienden a él unos para cumplir una noble misión, otros para expiar su restitución; mas según ellos quieran ver esta Tierra, así se les presentará como un paraíso para algunos o como un infierno para otros. Por eso es que, cuando ellos comprenden la misericordia de su Padre, sólo ven una vida maravillosa sembrada de bendiciones y enseñanzas para el espíritu, un camino que los acerca a la Tierra Prometida. 34. Unos se van de este mundo deseando retornar, otros lo hacen con el temor de tener que volver, y es que vuestro ser aún no ha llegado a comprender la armonía en la que debéis vivir con el Señor. 35. Ya os he revelado que mi pueblo se encuentra diseminado por toda la Tierra, es decir que la simiente espiritualista se encuentra diseminada en toda la redondez de la Tierra. 36. Hoy estáis desunidos y hasta llegáis a desconoceros unos y otros, por verdaderas pequeñeces; más cuando las doctrinas materialistas lleguen a amenazar con invadiros a todos, entonces será cuando llegaréis a identificaros todos los que pensáis y sintáis con el espíritu. Para cuando ese tiempo llegue, Yo os daré una señal para que podáis reconoceros, algo que todos podáis llegar a ver y oír en la misma forma. Así, cuando deis testimonio unos a otros, os maravillaréis y diréis: Es el Señor quien nos ha visitado. 37. Entended que vuestros hermanos espiritualistas, no sólo se encuentran habitando esta nación sino que también se encuentran en otros pueblos, comarcas y naciones. Sabed que debéis prepararos para alcanzar la mayor limpidez en vuestra vida para que deis testimonio verdadero, de todo lo que aquí escuchasteis y recibisteis. Yo estoy tocando a todos los espíritus, para que llegada la hora, sepan entregaros un fiel y completo testimonio de todo lo que ellos a su vez hayan recibido, y para que estén preparados para escucharos con amor. 38. No serán fuerzas humanas las que muevan en la Tierra a este pueblo cuando se una, él será espiritualmente uno solo, sin buscar para ello una ciudad especial, ni existirá un gobierno espiritual que rija el mundo. 39. Una luz superior le guiará y le inspirará entre diversas ideologías, doctrinas, tendencias, religiones, credos y sectas, y entonces, la humanidad que hasta hoy ha vivido sumergida en el más completo materialismo, se asombrará al llegar a contemplar la aparición de este pueblo doctrinado. 40. Mi pueblo en los tiempos pasados, no hizo obras que lo acercaran a la perfecta unión con su Creador, más bien cayó en la profanación y en la desobediencia; sin embargo, Yo no lo exterminé, porque mi justicia de amor quiso conservarlo y multiplicarlo sobre la Tierra, a fin de que se purificase de sus faltas pasadas y desempeñase ya con mayor luz en el espíritu, la misión que desde los primeros tiempos se le ha encomendado, que es la de llevar a sus hermanos el mensaje divino, la de abrir brecha espiritual a los demás pueblos y de enseñar con sus obras y ejemplos, cómo se respeta y se cumple la Ley divina del Padre. 41. Comprended que si os he enviado al mundo, ha sido para la bendición de los hombres. Orad y velad, para que lleguéis a estar preparados en esa hora, en la que todos estaréis unidos en espíritu, en pensamiento y en obras, aun cuando materialmente os encontréis distantes unos de otros. Sólo con la Espiritualidad, llegaréis a poder combatir y vencer al dragón del materialismo, que avanza paso a paso devorando pueblos y sembrando el dolor y la desolación. 42. En esta Era os digo: Benditos seáis vosotros que habéis sido predestinados para recibirme en este tiempo y oír mi palabra. Yo os he preparado y mi luz ha bañado vuestro espíritu, por eso seréis fuertes y aun cuando viniesen sobre vosotros grandes pruebas, no os dejaréis vencer. Cuando estéis ya en el valle espiritual, conoceréis cuán grande ha sido el privilegio que habéis tenido y os sentiréis dichosos. 43. Cuando escuchasteis mi palabra por primera vez, sentisteis que era yo quien os hablaba y meditando en vuestras obras, pensasteis que no estabais limpios, que debíais haceros dignos, y comenzasteis una vida nueva y en cada día os perfeccionabais; mas cuán difícil es para vosotros perseverar en ese propósito. Llegáis muchas veces al sacrificio, sin que Yo os lo haya pedido, y os cansáis pronto; Yo os digo que me complace que toméis con paciencia el camino, ¿Cómo queréis perfeccionaros en corto tiempo, si es tan grande la obra que vais a emprender? 44. Me amáis y ésta es vuestra base; me presentáis vuestra fe y aun así, cuando las pruebas llegan a vosotros, me decís: Maestro, siempre encuentro obstáculos para cumplir tus leyes; la incredulidad de los míos me hace debilitar, la tentación se interpone a cada instante para hacerme caer y aun yo mismo he quebrantado mi propósito. Yo os digo: en medio de esta lucha tenéis que trabajar, esos obstáculos que encontráis son pruebas para vuestra fe y con ellas, el espíritu se irá acrisolando. Confiad en vosotros mismos, comprended que lleváis mi Espíritu y habéis sido preparados para participar en esta gran batalla. 45. Apenas estáis dando los primeros pasos y aun cuando os he llamado a unos guías, a otros portavoces, todos tenéis que prepararos para llegar a conocer vuestro cargo y saber desempeñarlo, mas no desconozco vuestros méritos, habéis dado a mi causa el primer lugar en vuestro corazón y vuestro mayor anhelo es seguirme. Yo, como Padre, os he guiado, os he conducido y he abierto mi corazón, para que en él leáis mi amor y mi caridad. 46. Mi paciencia no tiene límites, os he concedido tres eras e innumerables reencarnaciones para que alcancéis vuestra elevación espiritual y aún en este tiempo he venido a hablaros, sin contemplar la incredulidad y el materialismo humano. Estáis en el Tercer Tiempo de las manifestaciones espirituales y si sabéis aprovechar vuestros dones, contemplaréis la potestad de vuestro espíritu y sabréis que Yo siempre he querido hacer de vosotros seres superiores capaces de llevar a cabo grandes obras. Todo lo he dispuesto para que os rijáis por mi Ley de amor y la respetéis. A la diestra de cada labriego está un ángel guardián y cuando esos seres se han comunicado con vosotros os han manifestado su humildad, su obediencia, ellos os han acompañado en la jornada y con vosotros han sufrido las asperezas del camino. Oídlos, porque en su palabra llena de luz, encontraréis la explicación de mis revelaciones. Después del año de 1950, recordaréis el ejemplo de esos seres virtuosos, los cuales no serán alejados de vosotros, sino que seguirán inspirando a vuestro espíritu y protegiendo a la humanidad. 47. Preparaos, para que no atribuyáis imperfección a mi palabra. Conoced su esencia; si el portavoz del cual me sirvo no estuviere preparado, si su espíritu no estuviese atento a mis dictados, la palabra que brote de sus labios, no reflejará mi perfección. Entonces, penetrad en el verdadero sentido de ella y sabréis lo que he querido expresar. No me atribuyáis a Mí las imperfecciones, comprended que Yo soy vuestro Dios que soy Perfecto. 48. Levantaos llenos de celo y defended mi causa, todo lo que encontréis fuera de la Ley en las prácticas de los labriegos, corregidlo con amor y justicia. 49. Recibo de vuestra simiente la que encierra verdad y limpidez, y la que no ha llegado a la madurez, la dejo en vuestras manos para que la sigáis cultivando y corrigiendo. 50. Más venid a Mí, hijos míos, Yo os recibo. Sois el caminante cansado que ha errado por distintos caminos y ahora después de grandes pruebas y desengaños, buscáis mi bendición y mi apoyo. Habéis llegado bendiciéndome y dándome gracias por haber encontrado el descanso, y el Maestro os dice: Yo os lleno de gracia, y es mi voluntad que recobréis fuerza, que os llenéis de valor, porque después de que os extasiéis oyendo mis enseñanzas, vais a prepararos para hacer frente a una lucha que se aproxima para todos los hombres y particularmente para el pueblo de Israel. Reconoced que formáis parte de ese pueblo, cuyos cargos han sido muy grandes en todos los tiempos. Entre vosotros están los profetas, los intérpretes de mi palabra, los sabios. 51. Habéis sido formados con perfección. Vuestro espíritu ha sido iluminado para que conozcáis la grandeza de mi creación, para que estudiando su parte espiritual, comprendáis que sois semejantes a Mí y conociendo la Naturaleza material, podéis serviros de ella, porque ha sido puesta por Mí como una sierva humilde ante el hombre. ¿Cuándo llegaréis a conocerla y dominarla? ¿Cuándo seréis tan dignos que podáis ordenar a un elemento que se detenga o cambie, en beneficio de vuestros hermanos? Cierto es que ellos obedecen a leyes dictadas con justicia y amor, más vosotros tenéis potestad y Yo os he dicho que cuando os espiritualicéis, podréis detener en mi nombre las enfermedades, la inclemencia del tiempo, el rigor de las calamidades y el pecado. Todo podréis hacerlo si tenéis fe. Llegará el momento en que todo espíritu se conmueva y toda inteligencia despierte, y al buscar la fuente de donde procede la luz y la perfección, me encontrarán a Mí. 52. Una era de regeneración se acerca. Vosotros, mis discípulos, pondréis los cimientos para la formación de un mundo nuevo, trabajaréis como trabajan los ejércitos del bien, los ángeles que, por amor a vosotros, luchan por lograr la elevación espiritual de la humanidad. 53. El amor es la fuerza más poderosa con la que el hombre podrá alcanzar su regeneración. 54. En el Segundo Tiempo, muchos dudaron de Mí, no podían creer que el hombre humilde, mezclado entre las turbas de menesterosos, de enfermos y pecadores, fuese el Maestro, el Verbo del Padre. Y al contemplar mis beneficios y obras de amor y de perdón, decían: ¿Es un hechicero o un profeta? Cuando estuvo ante mi presencia aquella mujer que había cometido adulterio, quisieron probarme y dijeron: Juzga a esta mujer que ha pecado, es perversa y no merece estar entre nosotros. Arrójala porque no es digna de oír tus enseñanzas ni compartir tu pan. Yo les dije: Vosotros conocéis la culpa de esta mujer, todos juzgáis que es pecadora más aquel que se encuentre limpio, libre de todo pecado, que arroje la primera piedra. Yo toqué a los que la acusaban a través de su conciencia y pronto conocieron que sus culpas eran muy grandes, mayores que las de aquella mujer; y avergonzados se retiraron, y la que había sido acusada y juzgada por aquella turba, me pidió perdón, reconoció su mancha y fue tan grande su arrepentimiento, que se sintió purificada y en su corazón se encendió el amor; entonces la levanté y le dije: Yo te perdono, anda y no vuelvas a pecar. 55. Así, cuando vosotros os sintáis torturados por el peso de una culpa y estéis arrepentidos, limpiaos con la oración y con las buenas obras, venid a Mí, recobrad la paz y no volváis a pecar. Más también os digo: ¿Por qué juzgáis sin piedad las faltas ajenas y no miráis vuestro interior? Yo os perdono desde antes de cometer la falta, y cuán pocas mujeres arrepentidas he encontrado en el camino, más os anuncio una vez más que el pecado desaparecerá. 56. La Tierra será limpia. El hombre volverá a oír la voz de su conciencia. Yo os invito a morar Conmigo y ese es el único camino para llegar a Mí. 57. Siempre que veléis y oréis, seréis salvos de penas y tentaciones. El tiempo que os doy, tomadlo para hacer obras que den prueba de vuestra fe de discípulos. El mundo se acercará a vosotros y se sorprenderá al contemplar vuestra paz y dirá: ¿Cómo es posible que este pueblo goce de tranquilidad, mientras las naciones se han convertido en una hoguera de odio? Y el Maestro les contestará: Encuentro purificado y digno a este pueblo, más Yo he descendido a todos. Todo el que me busque, me encontrará y estaré tan próximo a él, que me sentirá en su propio corazón. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 157 1. Pueblo de Israel: me presentáis vuestro corazón. Quiero que me améis como Padre; mi Espíritu se encuentra deseoso de vuestro amor. El mundo me ha olvidado, y si me busca, lo hace por medio de cultos imperfectos, y como no tiene pruebas de mi presencia, pierde su fe y se vuelve incrédulo. Si alguien le dijera que Yo estoy hablando al pueblo de Israel, no lo creería, me pediría pruebas y sería como Tomás; y Yo os he dicho: Bienaventurado el que sin ver cree. 2. El templo que he preparado para Mí, está en el mismo espíritu del hombre, como siempre os lo he enseñado. 3. Estudiad mis manifestaciones y pensad que he venido una vez más entre vosotros porque no habéis sabido venir a Mí; teniendo la Ley, mi palabra y las profecías, no habéis cumplido vuestra misión. Si hubieseis analizado, estaríais esperando los acontecimientos que han de señalar esta nueva era. 4. Yo he venido a daros mi enseñanza como en el Segundo Tiempo. Muchos me desconocerán, sólo aquellos que se espiritualicen, verán con claridad esta manifestación. Vosotros que me oís sentid caridad por la humanidad que no ha encontrado mi huella y preparaos para enseñar, convertíos en maestros. Con cuánto regocijo miraréis en vuestros discípulos crecer su fe y conocimiento en mi Doctrina. 5. Muchos corazones vendrán a Mí. Los que se han llenado de soberbia, vendrán humildes; otros llegarán guiados por su conciencia, midiendo sus obras y con gran arrepentimiento. Yo estoy esperándoles para prepararles, para que sea su espíritu como una fuerza limpia, y mi palabra, como agua cristalina que calme su sed. 6. Elías fue enviado a preparar a los que habían de recibir esta luz. Sorprendió a la humanidad durmiendo en profundo sueño para todo lo que es espiritual, sólo unos cuantos estaban preparados para recibir el mensaje ¡Cuánta dicha en esos hijos al ver cumplida mi promesa! ¡Y cuánto amor en mi Espíritu para todos los hombres! Han pasado los años y mi palabra ha fluido llena de esencia, para alimentar los corazones. Otros despertarán tarde, cuando esta manifestación haya pasado; mas que no se lamenten, porque un tiempo de mayor gracia vendrá para todos, en que buscaréis comunicaros Conmigo sin intermediarios materiales. 7. Los hombres de ciencia serán tocados por Mí. Muchas enfermedades extrañas aparecerán y no sabrán curarlas; serán impotentes para calmar el dolor. Sólo aquellos que se eleven espiritualmente, tendrán el poder de curación. Habrá ministros que llenos de anhelo de espiritualizarse, se adhieren al pueblo de Israel. Muchos que han sido primeros, serán postreros. De muchas instituciones e iglesias que no han sido fincadas sobre bases de amor, no quedará ni piedra sobre piedra. Estoy limpiando los campos, y no quiero que junto al trigo crezca la cizaña. 8. Visitad hogares, acercaos al lecho del enfermo, ayudad a los que sufren en presidios y lugares de expiación, consolad a todos, id en mi nombre y practicad vuestros dones. 9. Tomad como ejemplo al mundo espiritual, imitadlo en su paciencia y en su amor por la humanidad, en su lucha por el bienestar de todos vosotros. 10. Los que mucho han amado al mundo, pero que luego me han escuchado, han reconocido sus errores y han sentido que nace en ellos el deseo de purificarse, sostienen una lucha interior y luego me preguntan: Señor ¿Es menester desconocer a la carne y al mundo, para lograr que nuestro espíritu se liberte? A lo cual Yo les respondo: el mérito no consiste en desconocer a la carne, sino en llegar a encontrar la armonía entre el espíritu y el cuerpo que le sirve de envoltura, mas ¿Cómo alcanzar esa armonía si antes el espíritu no se deja conducir por su conciencia? 11. ¿Creéis que Yo haya puesto a vuestro cuerpo como un enemigo de vuestro espíritu? No, me contestáis; pero así han marchado siempre, como enemigos. En guerra continua han andado siempre el uno y el otro, porque siente el deseo de libertarse y de alcanzar un grado de mayor perfeccionamiento. 12. Sólo mis enseñanzas, que son la explicación de la Ley, podrán llevaros a la concordia, a la reconciliación interior de vuestro ser. Creed, que cuando hayáis ganado esa batalla, todo el camino os será ya fácil. 13. La carne, y así lo debéis comprender, es la nave, el espíritu es el piloto, ¿Cómo ha de ser justo que la nave sea la que conduzca al piloto según a ella le parezca? 14. De esa falta de armonía en el hombre, es de donde han surgido esas grandes tempestades, de las cuales, la mayoría de las veces ha salido derrotado el espíritu. Mas cuando la carne, doblegada al fin por la persuasión y la confianza de que el espíritu se encamine hacia su gran final, tome mansamente la misión que le corresponde y ya no prive a su espíritu de lo que a él le pertenece, se habrá logrado alcanzar la armonía entre dos naturalezas de que está formada la criatura humana. Esta elevación la alcanzaréis cuando la materia y el espíritu caminen unidos por el sendero de la evolución espiritual que les muestra el amor y la sabiduría de su Creador a través de su conciencia. La materia, con su obediencia, con su docilidad y mansedumbre ante los dictados de su espíritu, llegará a crucificarse, en la cruz del sacrificio y de la renunciación, para dar a su espíritu la elevación y la alegría de haber alcanzado su lugar en la vida eterna. 15. El libre albedrío es la expresión más alta, es el don más completo de la libertad que le fue concedida al hombre en el camino de la vida, a fin de que su perseverancia en el bien, lograda por el consejo de la conciencia y por la lucha en el cumplimiento de las pruebas, le hiciese alcanzar el seno del Padre. Mas el libre albedrío ha sido sustituido por el libertinaje, es desoída la conciencia y sólo se atiende a los dictados del mundo, y la espiritualidad ha sido sustituida por el materialismo. 16. Ante tanta confusión y tanto desvío, mi Doctrina les parecerá absurda a los hombres de este tiempo, más yo os digo que es la enseñanza justa para lograr que los hombres se libren del letargo en que se encuentran. 17. Caminantes: dejad vuestro cayado y vuestra alforja y descansad de vuestro largo viaje, sentaos en torno mío, comed de mi pan y conversad con vuestro Maestro. Dejad que vuestro espirilo venga a mí en una comunión perfecta. 18. Sois el mismo pueblo que en otros tiempos me seguisteis en busca de perfeccionamiento para vuestro espíritu y ahora me preguntáis sorprendidos: ¿Por qué habéis vuelto entre nosotros? Y Yo os contesto: escrito está que el espíritu de mis hijos ha de vivir a la diestra de su Señor por toda la eternidad, y para que vosotros podáis llegar a Mí, es menester que aprendáis y hagáis méritos imitando a vuestro Maestro. 19. He sembrado mi simiente en vosotros a través de los tiempos y cuán pocos son los que me han amado. He manifestado mi poder por medio de enviados, elegidos entre un gran número de espíritus, desde el justo Abel que fuera ejemplo de humildad; José, hijo de Jacob, en quien fuera derramada la sabiduría y la santidad; Juan el Bautista, quien sólo vivió para dar testimonio de Mí, sin haber tomado del mundo nada que dañara su cuerpo o su espíritu; y como éstos, que fueron limpios de espíritu, tantos otros que vosotros conocéis y cuya obra crece y se agiganta con el correr de los años. Más no os han bastado tantas pruebas y tantas voces que habéis dejado perderse en el infinito, porque no habéis querido ver en mis enviados un reflejo de mi Divinidad. 20. Pedisteis la presencia de vuestro Señor, para palparlo y oír su voz hablando vuestro mismo lenguaje y os fue concedido para lograr vuestra salvación, y a pesar de haberme tenido tan cerca y de haber hablado a mi pueblo, no habéis venido en pos de Mí, y me habéis obligado a volver entre vosotros. 21. Está escrita en el libro de vuestra conciencia mi lección del Segundo Tiempo. Os enseñé a amar y a recibir la caricia y la ternura de María. Me recreé sintiendo y amando el calor del regazo materno, saboreando también el sustento que su seno me ofrecía. Supe gozar con Ella y compartir el trabajo y las duras jornadas. Recibí la caricia de los rayos del astro rey y goce contemplando los montes, los campos, el mar y sobre todos derramé mis bendiciones. Preparé las mieses, las aguas y todo aquello que da el alimento a los hombres. 22. Supe estrechar la mano del amigo, me recreé con la inocencia de los niños, con la gallardía y la nobleza de los mancebos y con la pureza del corazón de las doncellas. Me llené de satisfacción al contemplar la abnegación y el sacrificio de las madres y la fortaleza de los hombres. Durante treinta y tres años viví en el mundo, para que el hombre palpara la perfección y los ejemplos de su Señor, al cual podían contemplar de cerca y para que aprendiesen a imitarme en todo momento. Os enseñe el amor a Dios, así como el cumplimiento de sus leyes; os dije cómo debíais amar a vuestros padres, a vuestros hermanos y a vuestros hijos; os hablé del amor entre esposos; os mostré el camino limpio del trabajo, del respeto y de la caridad de los unos a los otros; os invité a vivir en perfecta comunión con el Padre y en armonía también con la Naturaleza. 23 Sin embargo, muchos fueron los llamados y pocos los escogidos; fueron doce en quienes derramé el caudal de mi sabiduría. A ellos les hice responsables del Segundo Testamento, de mis lecciones dadas casi todas en sentido figurado; de mis parábolas que fueron incontables, y todo eso quedó grabado en la conciencia de los hombres, para que ni el tiempo, ni las vicisitudes llegasen a borrarlo. 24. Di fortaleza a esas criaturas, para que nada les acobardase en la lucha que les esperaba, y supieran enfrentarse a los sabios y colocarse sobre la ciencia humana. Dije a mis discípulos: "Os dejo como pastores de la humanidad, de ese rebaño hoy disperso que tendrá que ser reunido en un solo aprisco". También les dije: "Edificad el templo" y al hablarles así, no me refería a templos construidos de cantera, les hablaba del espíritu, en donde corresponde construir la morada para vuestro Señor. Mi templo, no puede el hombre siquiera representárselo, porque lo forman el Universo con todas sus criaturas y es en él donde se encuentra el verdadero altar, la ofrenda y la luz. 25. El corazón de mis discípulos se encontraba preparado, el vaso estaba limpio de dentro y de fuera y lleno de dulzura, de fe y de esperanza. Así se levantaron a comunicar a la humanidad la buena nueva. Y al hablar después de mi partida, decían a sus hermanos: Todos podéis recibir al Señor, en su palabra está contenida la sangre y el cuerpo del Maestro. 26. Así hablaban y Yo les conducía paso a paso. Supieron enseñar y comprobar con hechos todas sus palabras. Por doquiera que fueron, estaban dentro del templo, ya estuvieran en el desierto, en el valle o en las diversas naciones que su planta pisó. Su boca fue como manantial de aguas cristalinas y vivificadoras que purificaban a los pueblos. 27. No tuvieron, como no lo tuvo Jesús, ni corona, ni cetro, ni manto de púrpura; fueron humildes. Yo les dije: "Sed humildes, sed los últimos doquiera que vayáis. Dad a vuestros hermanos todo lo que de Mí hayáis recibido, no ocultéis nada y haced que mi simiente se multiplique y llegue a todos los corazones". 28. Mis discípulos respetaron siempre la vida humana, no osaban tomar jamás mi lugar de juez. Supieron dejarme la causa, justa o injusta que sólo Yo podía resolver. No preguntaron a los hombres por qué pecaban y para todos tuvieron piedad y misericordia. 29. Ahora, en el Tercer Tiempo, cuando mi pueblo se acerca al final de mi comunicación, me encuentro preparando nuevos discípulos. Todo se ha consumado según mi voluntad. Estoy edificando el templo indestructible en el espíritu de mis hijos. 30. No me presentéis más símbolos, ni me representéis en forma material; sólo oíd y obedeced mis inspiraciones, eso os bastará para lograr alcanzar la espiritualidad. 31. En este tiempo habéis oído mi voz en la misma forma en que os la hice oír en el Primer Tiempo, en el que hacía estremecer el espíritu de los hombres. 32. Ahora no vengo a daros mi enseñanza por conducto de Jesús, mi Verbo Encarnado; os he hablado a través de criaturas humanas, porque ya habéis escalado y podéis comprenderme y transmitir mi palabra. 33. Ya está próximo el final de esta manifestación, para iniciarla en una forma más elevada, estableciendo la comunicación de espíritu a Espíritu con vuestro Creador, que es la que usan los espíritus más elevados que habitan cerca de Mí. 34. No temáis al día de mi partida, porque jamás estaré ausente de vosotros. En el Segundo Tiempo, después de mi ascensión, me presenté a mis discípulos limitado en la forma de Jesús, para darles el consuelo. Hoy, ignoráis cuántos días no me sentiréis, más al cabo de ellos, volveréis a mirarme y a sentir que os inspiro, y que afluyen a vuestra mente nuevas palabras. Solo os pido unificación, un solo cuerpo y una sola voluntad, para que así seáis dignos de llegar hasta el final. Estarán presentes en ese día, las doce tribus del pueblo escogido; los doce apóstoles también os acompañarán; para que os sintáis fortalecidos con su ejemplo, porque voy a dejaros al igual que a ellos como ovejas entre lobos hambrientos; mas Yo estaré con vosotros en vuestra persecución, en la prisión, en todo momento en que me necesitéis 35. Yo protegeré mi semilla. 36. Trabajad todavía mucho, para que cuando Yo contemple que entre mi pueblo reina el amor, la limpidez y la sencillez, os deje como maestros de la humanidad. Si os piden enseñanza, entregadla; si os hacen callar, callad humildemente; sembrad siempre a vuestro paso, como os lo he enseñado. 37. Amad a vuestros hermanos, para que pongáis los cimientos de la paz y de la concordia entre ellos. 38. Pueblo: ¿Hasta cuándo habréis de fructificar? Ha pasado mucho tiempo desde que os estoy doctrinando y aún no surgen los apóstoles que tanto está necesitando la humanidad para levantarse. 39. Corto es el tiempo que os queda para que aún podáis oírme y es menester que aprendáis mis lecciones, para que os sea más fácil dar testimonio de ellas. 40. Pensad que de los ejemplos que deis así como de vuestras obras, después de que Yo haya dejado de hablaros, depende que muchos de los corazones que no tuvieron la dicha de escucharme en esta manifestación, despierten a la fe y se conviertan a mi Obra. 41. Os pongo como un ejemplo de estas palabras, la conversión de Saulo, más tarde llamado Pablo, quien entregó por completo su cuerpo y su espíritu al servicio de su Señor. 42. Pablo no se contaba entre los doce apóstoles, no comió en mi mesa ni me siguió por los caminos para escuchar mis enseñanzas; más bien, él no creía en Mí ni veía con buenos ojos a los que me seguían. En su corazón existía la idea de exterminar la simiente que Yo había confiado a mis discípulos, la cual empezaba ya a extenderse; pero Pablo ignoraba que él era uno de los míos. Conocía que habría de venir el Mesías, y creía en ello; mas no podía imaginar que el humilde Jesús fuese el salvador prometido. Su corazón estaba lleno de la soberbia del mundo y por eso no había sentido la presencia de su Señor. 43. Saulo se había levantado en contra de su Redentor. Perseguía a mis discípulos así como a la gente que a ellos se acercaban para escuchar mi mensaje de labios de aquellos apóstoles. Y así le sorprendí, dedicado a perseguir a los míos, le toque en lo más sensible de su corazón y al instante me reconoció, porque su espíritu me esperaba, por ello oyó mi voz. 44. Fue mi voluntad, que aquel hombre público se convirtiese de esa manera, para que el mundo fuese presenciando a cada paso esas obras sorprendentes que le sirviesen de estímulo a su fe y a su comprensión. 45. ¿A qué citar hecho por hecho la vida de aquel hombre, que desde entonces se consagró a amar a sus semejantes, inspirado en el amor hacia su Maestro y en sus divinas lecciones? 46. Pablo fue uno de los más grandes apóstoles de mi palabra, su testimonio fue siempre de amor, de limpidez, de verdad y de luz. Su anterior materialismo, se transformó en una espiritualidad muy elevada, su dureza se convirtió en infinita ternura, y así se cambió el perseguidor de mis apóstoles en el más diligente sembrador de mi palabra, en el incansable caminante que llevara a distintas naciones, a comarcas y a aldeas, el divino mensaje de su Señor, por quien vivió y a quien le ofrendó su vida. 47. Aquí tenéis, pueblo amado, un bello ejemplo de conversión y una demostración de que, aun no habiéndome escuchado, pueden llegar los hombres a ser mis grandes apóstoles. 48. Hoy os digo: ¿En dónde está mi pueblo? ¿Dónde está aquel que era prudente en las pruebas, fuerte en las batallas y perseverante en las luchas? Está diseminado por el mundo; mas Yo le levantaré con mi voz y lo reuniré espiritualmente, para que vaya al frente de todos los pueblos; pero os digo que ahora estará formado por hombres de todas las razas, los cuales llegarán a entender cuál es la alianza que estoy esperando de todos los hombres. 49. Este pueblo será fuerte y combativo, mas no tendrá armas homicidas, ni carros de guerra, ni entonará cantos de exterminio. Su bandera será la paz, su espada la verdad y su escudo el amor. 50. Nadie podrá descubrir dónde está ese pueblo y él estará en todas partes, sus enemigos tratarán de destruirlo, pero no podrán, porque nunca lo encontrarán reunido materialmente, porque su unión, su orden y su armonía, serán espirituales. 51. Si en aquel tiempo un Moisés lo libertó y por caminos áridos y solitarios lo condujo, atravesando en medio de enemigos que lo cercaban y lo hizo cruzar entre ellos, hasta ponerlo a las puertas de la Tierra Prometida; ahora un Elías invisible pero manifiesto y presente, llamará a la lucha al pueblo y le mostrará sendas de luz para llevarlo con paso firme y certero hasta los umbrales de la morada que tengo reservada a vuestro espíritu. 52. La Ley espiritual que le sirva de norma y de guía, será la misma que escribí en la piedra y que os fue revelada en el Monte Sinaí. El pan espíritu al que le sustente, será el que está contenido en la palabra que por conducto de Jesús se os dio; la luz que le dé esperanza y fortaleza para no desviarse nunca más del sendero de la verdad, será la inspiración que en este tiempo está descendiendo desde el infinito, para revelar a los espíritus todo lo que era para ellos desconocido. 53. Todo el que manifieste adelanto en los dones que le he concedido, así como en sus facultades espirituales, que sea además un buscador infatigable de la verdad, o que ame la espiritualidad, de cierto os digo que ése será uno de los soldados de este pueblo y sabrá escuchar la voz de su Señor cuando llame a la lucha, así como cuando lo invite a la paz. 54. ¿Os parece este miraje tan sólo un bello sueño? 55. Cuando Moisés buscó a Israel en Egipto y le anunció las bendiciones de la Tierra de promisión, el pueblo dudó, porque se había acostumbrado a estar atado al yugo de la servidumbre y a las penalidades de la esclavitud, pareciéndole imposible que pudiera existir para él una tierra de libertad y de bienestar; sin embargo, aquel pueblo se levantó y poco a poco se fue acercando a aquella tierra que al principio le había parecido tan sólo un hermoso sueño, hasta lograr alcanzar el fruto de su perseverancia y de su lealtad. 56. No me imaginéis tocado con corona y ostentando un cetro, no, mejor recordadme humilde y sencillo. 57. Quiero que toméis de mi palabra su esencia que es el alimento de todo espíritu. En ella encontraréis el pan de la vida, el vino de la alegría espiritual, el fruto del verdadero amor. 58. Es menester que mientras coméis Conmigo en la mesa de amor y espiritualidad, aprendáis a hablarme y aprendáis a oírme, porque esta manifestación que ahora presenciáis, es pasajera y es indispensable que aprendáis a comunicaros espiritualmente Conmigo para que al dejar de oír mi voz bajo esta forma, no vayáis a sentiros abandonados, solitarios o huérfanos. 59. Recreaos en este tiempo que tenéis mi comunicación; pero nunca apartéis de vuestra mente el día que está señalado por mi voluntad, para que recibáis por última vez mi palabra. 60. Os digo esto porque quienes se familiaricen demasiado con mi comunicación, será para ellos la muerte el día que ya no puedan escucharme y entonces estarán expuestos a buscar por medios ya ilícitos, una manifestación que en algo llene el vacío de su corazón, mas no estará allí mi luz. 61. Es necesario que desde ahora comprendáis que de no tener un término esta comunicación, nunca podríais dar un paso hacia adelante, porque no tendríais interés en estudiar mi palabra, ni en procurar la comunicación espiritual; ¿Para qué hacerlo si día tras día podríais escuchar esta palabra y recibir este consuelo cada vez que lo pidierais? Pero cuando la lección haya concluido y el mensaje haya sido entregado, todo cambiará y entonces, si queréis sentirme cerca, tendréis que meditar en todo aquello que vuestra memoria guardare y si queréis sentiros fuertes, tendréis que entregaros a un verdadero cumplimiento espiritual, en el que os convirtáis en sembradores de paz, de luz, de bálsamo y caridad. 62. Por vuestro bien, debe ser breve el tiempo que me escuchéis a través del entendimiento humano, porque sois tan pequeños y tan frágiles, que no bien ha pasado un poco de tiempo de estarme oyendo, cuando ya comenzáis a familiarizaros con mi presencia en esta forma. Dejáis de sentir aquella emoción que os embargaba los primeros días, y cada vez vais experimentando menos aquella alegría, aquel gozo de venir a escucharme, gozo que os quitaba muchas noches hasta el sueño, pensando en que ibais a escucharme, ansiando que llegara el día y el momento de volver a oír aquella voz que por momentos os parecía imposible que pudieseis escuchar. 63. "¿Será verdad, preguntabais en vuestro corazón, que pueda yo escuchar la voz de mi Señor? ¿Seré digno de presenciar la manifestación de mi Creador, a través de esa maravillosa palabra?" "¡Oh Maestro, qué gozo tan grande el que has dado a nuestro espíritu haciéndonos oír tu voz paternal, tu palabra de Maestro, tu Verbo Divino!" Y no os cansabais de escucharme, y no queríais perder una sola palabra, y no queríais desobedecer uno de mis mandatos. Pero fue pasando el tiempo y os fuisteis acostumbrando a oírme y como ya no procurabais profundizaros, comenzó a cansaros mi palabra, a la que encontrabais monótona, siempre la misma, siempre igual, sin daros cuenta de que erais vosotros los que no llegabais preparados como en los primeros días, cuando os acercabais llenos de unción, de respeto, de asombro, de fe, de amor y humildad. 64. Puedo deciros que no ha habido un solo corazón que habiéndome escuchado por algún tiempo, no se haya familiarizado con mi palabra y mis manifestaciones; por lo que os digo una vez más, que, debido a vuestra pequeñez y fragilidad humana no podéis permanecer por mucho tiempo en la espiritualidad y es mejor que por vuestro bien Yo limite el tiempo de mi comunicación, porque de no hacerlo así, acabaríais todos por no sentir respeto por algo que ha sido una gracia que vuestro Maestro, en cumplimiento a una promesa del Segundo Tiempo, he venido ahora a entregaros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 158 1. La luz divina de mi Espíritu sea entre vosotros. 2. Sed bienvenidos, discípulos amados, que acudís cual mansas ovejas al llamado del Buen Pastor, y si después de encontraros dentro del aprisco, alguna osare saltar el cerco, Yo dejaré a las demás a buen cuidado para ir en busca de la perdida, porque no es mi voluntad que se pierda una sola de mis ovejas. 3. Estoy velando por todos, estoy dando a vuestro corazón mi paz y luz a vuestro entendimiento, para que sigáis por el buen camino, y si alguna vez llegáis a abandonarlo, olvidando a Aquél que todo lo ha dado por salvaros y con el cual vivisteis y os confortasteis con su calor, de cierto os digo: Mi caridad os seguirá por doquier y mi voz a través de vuestra conciencia, os estará haciendo incesante el llamado. No podéis equivocaros. Os he manifestado con claridad la Ley que debéis seguir. No podéis engañaros a vosotros mismos porque tenéis una conciencia que juzga acertadamente cada uno de vuestros actos, que os dice lo que es lícito y lo que no lo es; sabed que si desoís su consejo, vuestros actos os acusarán. Una vez más os digo: Conoceos a vosotros mismos para que podáis conocer a vuestros hermanos. 4. Preparaos para que seáis fuertes, porque no serán débiles mis nuevos apóstoles, ni caerán en el camino a poco andar. Serán los que tengan suficiente firmeza para demostrar que pueden guiar con su ejemplo, su palabra y su pensamiento, inspirando confianza, a las multitudes. 5. Todos tenéis dones para ser en el futuro verdaderos guías de corazones y espíritus, y aun a los seres desencarnados que vivan en la turbación, podréis librarlos de sus tinieblas guiándoles hacia la luz. 6. Esta misión es delicada y os la hago comprender a través de todo portavoz. 7. Si alguno se aparta del sendero por falta de comprensión en mi Obra, le haré un nuevo llamado para hacerle ver que quien ha hecho un pacto con Dios no puede retroceder en su camino de evolución. Hablo a vuestro espíritu, para el cual todo era obscuridad antes de reconocerme, más desde que el Padre se manifestó en su camino se convenció de la caridad y amor del Espíritu Divino que en tres tiempos se ha limitado, en tres fases distintas pero perfectas, para hacerse comprensible al espíritu del hombre. 8. Algunos quieren buscar la verdad por otros caminos, a ellos digo: Si tenéis razón para buscar, hacedlo, pero buscad bien. Otros sienten que no tienen por qué apartarse, porque comprenden que están dentro de la familia del Padre, sin cuya presencia ya no podrían vivir. 9. Nadie podrá cuidar de vosotros como YO, nadie os levantará con tanto amor cuando caigáis en el sendero. Soy el único que os ilumina el camino de la vida. Venid a Mí, oh amados míos, como Yo vengo a vosotros, con elevación, amor y pureza; que todos vuestros actos llevan espiritualidad y experimentaréis una dicha inefable. 10. Vendrán años de prueba y en medio de ella tendréis que cumplir vuestra misión. Esa misión consistirá en ayudar a vuestros hermanos que sufran, olvidándoos de vosotros mismos. 11. No os ofendáis si vuestra nación es juzgada por otras como inferior, demostrad que ante mi amor y bajo mi Ley todos sois iguales; que vuestro espíritu se refleje con limpidez en vuestras obras y de vuestro entendimiento brotarán lecciones y explicaciones sobre los errores de los hombres en sus distintas ideologías. 12. Quiero que meditéis en todo cuanto os he dicho para que guardéis esta enseñanza y por medio de ella seáis fuertes en vuestro camino. 13. No vengo a trazaros en este tiempo distinto sendero y os puedo decir como en el Segundo Tiempo en el templo de Salomón: "No vengo a abolir la Ley sino a darle cumplimiento", porque contemplé que los Doctores de la Ley no la comprendían y por eso estaban interpretando mal mi palabra. 14. Yo, el verbo, encarné en Jesús para enseñar a la humanidad una Doctrina de amor y de justicia, que partía de la Ley entregada por el Padre a la humanidad en tiempos atrás; y la enseñanza de espiritualidad que os estoy revelando en este tiempo, es para enseñaros el cumplimiento de la Doctrina de Cristo, para que el espíritu escale las cimas del conocimiento y la verdad espiritual. 15. La humanidad, espiritualmente, se encuentra dividida en religiones, sectas, doctrinas e ideologías y Yo demostraré el poder de mi palabra uniéndolas. Aunque ya os he dicho que antes que esto sea, el mundo se depurará y los espíritus se estremecerán como los bosques al soplo del huracán. Velad, porque vosotros aunque ignorados y humildes, poseéis la luz con la cual podréis librar de las tinieblas a los que entre ellas caminan como ciegos, mostrándoles un cielo despejado y un futuro mejor. 16. Dejad de ser los conservadores de tradiciones y ritos fanáticos. Practicad mi palabra con pureza, porque os he dicho que ella será el eslabón espiritual que unificará a los pueblos y a las razas, porque mi palabra de amor es Ley universal. 17. Por amor a vosotros y para que comprendáis hasta dónde os hago dignos de mí, me comunico por vuestro entendimiento, más llegará el instante en que ya no sea necesaria esta forma de comunicación y entonces la fuerza de vuestra elevación acercará vuestro espíritu al del Padre para que oigáis de El su divino concierto, aquel que empieza por deciros: "Amaos los unos a los otros". 18. Hoy os digo: Venid a mí y encontraréis la paz. He preparado estos recintos para que sean como árboles que os den sombra y bajo ellos sigáis mi palabra. En el Segundo Tiempo me escuchasteis en los valles, a la orilla de los ríos y en las montañas; en el templo de la Naturaleza os extasiabais y hacíais comunión Conmigo. Hoy también buscaréis esos lugares y ahí, lejos del mundo que peca y me niega, sentiréis el ambiente puro, saturado de esencia, donde todo habla de Mí y ya libre vuestro espíritu vendrá a unirse con el Padre en una comunión perfecta. 19. Muchos espíritus me están buscando en diversas religiones, sectas y filosofías y me han pedido la luz para encontrar el camino verdadero, el más corto; y no saben que he venido a manifestarme en esta nación, bajo esta forma que vosotros conocéis. Y Yo os estoy conduciendo a todos a la luz, porque mi amor no distingue razas ni naciones. Vosotros que me oís, preparaos, transformaos, para que seáis instrumentos míos en la obra de amor, de pacificación y de elevación del espíritu. 20. Por vosotros saldrá la palabra profética, la palabra que sana y conforta. ¿Queréis servir a la humanidad? Las leyes fundamentales que os he dado son: El amor a quien os ha creado y el amor de los unos a los otros. Todas las virtudes tienen por principio el amor a Dios y al semejante. 21. Todos habéis brotado de Mí, con iguales dones. No he distinguido a unos de otros. Cada espíritu tiene las facultades y dones para labrar su propia elevación. 22. Sed fuertes, aceptad vuestra restitución y colaborad en la Obra del Tercer Tiempo, para que podáis mirar el establecimiento de mi Reino en el espíritu de los hombres. Escalad, para que lleguéis a habitar en mundos superiores a éste, en donde no hay sufrimientos, hasta que os hayáis perfeccionado y lleguéis a Mí. Si esta morada os ofrece tantas satisfacciones y encierra belleza y gracia, pensad en la vida espiritual que os espera y desde hoy acercaos a ella. Yo os concederé contemplar desde este valle, por medio de mirajes, esa vida maravillosa plena de paz, de amor y de armonía. 23. Os digo una vez más, que en Mi será salva toda la humanidad. Aquella sangre derramada en el Calvario es vida para todo espíritu, mas no es la sangre en sí, puesto que ella cayó en el polvo de la tierra, sino el amor divino que en ella está representado. Cuando os hable de mi sangre, ya sabéis cuál es y qué significado tiene. 24. Muchos hombres han derramado su sangre al servicio de su Señor y por el amor a sus hermanos; mas ella no ha representado el amor divino, sólo al espiritual, al humano. 25. La sangre de Jesús si representa el amor divino, porque no hay ninguna mancha en ella, en el Maestro nunca hubo un pecado y de su sangre os dio hasta la última gota, para haceros comprender que Dios es todo para sus criaturas, que a ellas se entrega completamente, sin reservas, porque las ama infinitamente. 26. Si el polvo de la tierra bebió aquel líquido que fue vida en el cuerpo del Maestro, fue para que comprendieseis que mi Doctrina habría de fecundar la vida de los hombres con el divino riego de su amor, de su sabiduría y de su justicia. 27. El mundo, incrédulo y escéptico de las palabras y ejemplos del Maestro, combate mi enseñanza diciendo que Jesús derramó su sangre por salvar del pecado a la humanidad y que a pesar que ello el mundo no se ha salvado; que peca más cada día a pesar de estar más evolucionado. 28. ¿En dónde está el poder de aquella sangre de redención? Se preguntan los hombres, mientras los que deberían enseñar los verdaderos conceptos de mi Doctrina, no saben satisfacer las preguntas de los hambrientos de luz y sedientos de conocer la verdad. 29. Os digo que en este tiempo, tienen más fondo y mayor sentido las preguntas de los que no saben, que las respuestas y explicaciones que a ellas dan los que dicen conocer la verdad; mas Yo he venido nuevamente a hablaros y he aquí mis palabras para los que piensan que aquella sangre alcanzó el rescate de los pecadores ante la justicia divina, de todos aquellos que estaban perdidos y condenados al suplicio. Yo os digo que si el Padre que todo lo sabe hubiera creído que la humanidad no iba a aprovechar y entender toda la enseñanza que en sus palabras y obras les dio Jesús, de cierto que nunca lo hubiese enviado, porque el Creador nunca ha hecho nada inútil, nada que no esté destinado a dar su fruto; más si Él le envió a nacer, crecer, padecer y morir entre los hombres, es porque sabía que aquella vida radiante y fecunda del Maestro, quedaría marcando con sus obras un camino imborrable, como huella indeleble, para que todos sus hijos encontraran el sendero que los llevara al verdadero amor y que cumpliendo con su Doctrina los condujera a la mansión en la que los esperaba su Creador. 30. También sabía que aquella sangre que hablaba de pureza, de amor infinito, al derramarse hasta la última gota, enseñaría a la humanidad a cumplir con fe en su Creador la misión que la elevara hasta la Tierra Prometida, donde al presentar su cumplimiento pueda decirme: "Señor, todo está consumado". 31. Ahora puedo deciros que no fue la hora en que se derramó mi sangre en la cruz, la que marcara la hora de la redención humana. Mi sangre aquí quedó, en el mundo presente, viva, fresca, trazando con la huella sangrienta de mi pasión, el sendero de vuestra restitución que os llevará a conquistar la morada que os tiene prometida vuestro Padre. 32. Os he dicho: Yo soy la fuente de la vida, venid a lavaros de vuestras manchas para que caminéis libres y salvos hacia vuestro Padre y Creador. 33. Mi fuente es de amor, inagotable e infinita, de eso es de lo que os habla mi sangre derramada en aquel tiempo, ella selló mi palabra, ella rubricó mi Doctrina. 34. También en el desierto entregue a mi pueblo un símbolo: el maná, a pesar de que le confiaba mi Ley. 35. En este tiempo tenéis otro maná, no es el mismo que alimentó materialmente al pueblo. Tenéis también mi sangre, aunque no sea aquella que brotara de las heridas de Jesús. 36. Estoy en espíritu y vosotros en espíritu me estáis oyendo. Os sustentáis con mis palabras que es el pan de vida eterna y os purificáis llevando a la práctica mis enseñanzas. Ahora comprended que para alcanzar vuestra salvación, debéis de poner también la parte que os corresponde, que es amor y caridad hacia vuestros hermanos. 37. Os he dado mi sangre, sabed recibirla. Si con el solo hecho de que os la hubiera dado, os bastara para alcanzar la salvación, de cierto os digo que ya nadie pecaría, que ya no sería necesaria la Tierra para la expiación de los pecados, porque entonces ya todos los hombres estarían habitando en la Gloria. 38. Yo quiero que os hagáis dignos de llegar al Señor, por vuestros propios méritos, porque siendo seres conscientes, merecéis gozar de la infinita gracia, de la dicha inefable de haber llegado al seno del Padre, porque le supisteis amar y también amasteis sus criaturas, que son vuestros hermanos. 39. Sobre mis méritos fundad los vuestros. Ellos os trazan el camino, os conducen a lo más alto del espíritu, allí en donde existe la luz, la paz, la vida verdadera. 40. He aquí al maestro, quien viene a dar luz a vuestro entendimiento con sus divinas lecciones, porque estáis en el tiempo de la luz. 41. Acudís con presteza a mi llamado demostrando conformidad ante mi Ley, porque habéis confirmado que practicándola os dignificáis ante vuestro Señor. Es la Ley Universal de amor que conocerá y vivirá la humanidad, ella cambiará la faz del mundo, transformando a los hombres turbados en hombres de alta moral. 42. Me estoy sirviendo de los mismos pecadores aprovechando de ellos su voluntad de regenerarse para dar ejemplos al mundo. No os sorprendáis de que me comunique por medio del pecador, ya que no he venido a ver su pecado, sino su anhelo de salvación. 43. Si miráis que me encuentro hasta en los más pequeños seres de la Naturaleza, ¿Cómo he de desconoceros y apartarme de vosotros, sólo porque tenéis imperfecciones, si es entonces cuando más me necesitáis? 44. Yo soy la vida y en todos estoy, por eso nada puede morir. Analizad, para que no quedéis atados a la forma; aquietad vuestros sentidos y encontradme en la esencia. 45. Desde ahora, en que aún estáis encarnados, quiero que conozcáis las facultades del espíritu para que sepáis amarme, que vuestro culto sea digno de Mí, así me sentiréis dentro y fuera de vosotros. 46. Existen muchas doctrinas, religiones y sectas; todas tienden a buscarme, más Yo os digo: el camino por donde todos podrían hallarme es aquel por donde menos me buscan: el del amor, que quiere decir verdad, caridad, elevación. 47. Cada vez uso menos del sentido figurado y de la parábola, porque es el tiempo de que me comprendáis a través de esta palabra humilde y sencilla. No es todavía la luz de vuestra fe la que os alumbra el camino, aun cuando así debiera ser; es la explicación de mis revelaciones y misterios la que os hace distinguir el bien del mal. Pero la luz de la fe se encenderá en vosotros y os hará mirar con claridad. Recordad que os he dicho que tendréis que salvar a muchos de vuestros hermanos. No temáis al mañana, el mañana soy Yo y en él también me encontraréis. 48. ¿Quién mejor que vosotros para comprender y aliviar las penas de vuestros hermanos, si son las mismas que trajisteis delante de Mí y de las que os estáis purificando? Yo os dejaré preparados para consuelo de los corazones atribulados. 49. Mirad cómo os he ayudado a comprender y a desempeñar la delicada misión que desde la eternidad recibisteis de vuestro Padre. 50. No temáis, que si en Mí creéis y en Mí confiáis, saldréis avante. Recordad a aquel varón que a Mí se acercó en el Segundo Tiempo, para decirme: "Señor, yo creo en vos, y vengo a pediros que deis la salud a mi padre, que moribundo se encuentra. Yo sé que si vos lo decís, él sanará". Entonces el Maestro, viendo tanta fe en aquél, le dijo: "Id, que cuando lleguéis a vuestra morada, vuestro padre sano saldrá a vuestro encuentro". Y así fue. 51. Así quiero que sea vuestra fe, y que cuando contempléis el prodigio, volváis al Padre para darle gracias. 52. No conocéis ni la paz, ni el amor verdadero, y Yo quiero que conozcáis mi paz y que llevéis en vuestro corazón mi amor. 53. Todos los que anheláis obtener una vida mejor, todos los que vivís atormentados por la confusión que reina en el mundo, uníos en oración, para que comencéis a atraer mi paz hacia la Tierra. Tratad de ir poniendo en práctica mi Doctrina, para que mi palabra os haga sentir cómo empieza a llegar de nuevo el amor a los corazones. Id preparándoos para la llegada de mi Reino entre vosotros; sed como emisarios y precursores de mi paz. 54. El mal, que es el conjunto de todos los pecados humanos, de los vicios y de la ignorancia, ha imperado por mucho tiempo sobre los hombres, mas es mi voluntad que ahora, ellos mismos destruyan ese poder. Para ello Yo les ayudaré, les prestaré mi espada, para que con ella venzan al mal. Ese poder caerá destrozado, su influencia será rechazada de todos los corazones, sus voces serán desoídas y sus indicaciones ya no serán obedecidas. El espíritu se emancipará y estará sobre el pecado, la materia se doblegará por fin y las pasiones llegarán a ser contenidas. 55. La experiencia, la persuasión, la luz y la serenidad, como frutos de la evolución espiritual de los hombres, serán la tierra fértil donde descienda mi simiente. 56. Yo reinaré entonces; pero será en vuestro corazón. Os será encomendada la paz de los pueblos y Yo os inspiraré desde el infinito. Las diferencias de razas comenzarán a desaparecer; los obstáculos, hasta hoy considerados como insuperables, serán al fin vencidos con la razón; la equidad y el buen juicio estarán en las obras humanas y cada hombre vivirá en vigilia para que no se trastorne la paz del mundo. 57. La amargura y el dolor dejarán un recuerdo imborrable en los espíritus y ese dolor, ese recuerdo, será como un fantasma al que temerán los hombres, como hasta hoy le han temido a la muerte. 58. Pero la humanidad quiere aún más pruebas y éstas llegarán. De estas pruebas saldrán limpios muchos corazones y libres muchos de los espíritus. La guerra de ideas, no la habéis sufrido aún, es menester que surja y que se extienda, para que los dormidos despierten y los que se hallan estacionados, salgan de su rutina y avancen por el camino de la restitución. Mi nombre y mi palabra, serán tomadas como armas y con ellas se herirán los hombres; mas os digo que, no serán mi nombre ni mi palabra las que hieran o las que den muerte, sino que serán las intenciones con las que los hombres las esgriman. 59. Al final, todos seréis vencidos por mi Doctrina, por mi amor, porque de mi palabra brotará la luz que necesita el mundo, para creer, para saber y para salvarse. 60. Preparaos, porque la responsabilidad de los que han recibido mi palabra en este tiempo es muy grande. 61. Extraño os parece todo lo que entre vosotros está pasando en este tiempo; los hombres y las mujeres sienten el despertar de sus dones que estaban dormidos; oyen voces del más allá, contemplan visiones espirituales, tienen sueños proféticos, se estremecen bajo la influencia de fuerzas desconocidas, sienten que su mente antes torpe, se aclara y pueden analizar las lecciones profundas; los pobres de verbo, se recrean con la luz de la inspiración, los poseídos se libertan de su carga y descubren que poseen el don de la comunicación con el mundo espiritual, la voz del Señor, se hace oír de los más preparados, otros logran prodigios con los enfermos a los cuales les dan la salud por misericordia divina. 62. Ante todos estos prodigios ha habido gozo entre todas estas multitudes que se creían abandonadas por mi caridad y de pronto han descubierto que su espíritu estaba lleno de dones. Ha tiempo que se os anunció por la boca de un profeta que llegaría esta era. 63. Ha llegado el tiempo que os profetizó Joel; mas debo advertiros, que esos dones que ahora habéis visto surgir de vuestro ser, no os fueron dados hasta ahora, han venido sufriendo una transformación junto con vosotros desde el principio de vuestro espíritu y ahora, en este tiempo, Yo os envié a la Tierra a recoger el fruto de vuestra evolución. 64. El espíritu de Elías vino a abrir esta era tocando con el rayo de luz que en él existe, el entendimiento del hombre, puerta por la cual vendría más tarde a pasar mi luz hecha palabra, para dar amplia enseñanza a las multitudes y dejar mi palabra como testamento y camino para un nuevo tiempo. 65. Elías fue quien primero se hizo oíl a través del portavoz humano, para anunciaros la proximidad de mí presencia espiritual entre vosotros y de que él quedaría como vuestro Pastor Espiritual, aun después de que mi comunicación hubiera cesado. Menester es que Elías os siga conduciendo, porque no todo lo que vengo a enseñaros lo alcanzaréis a entender por vosotros mismos. 66. Elías restituirá a su verdadero sentido la enseñanza que os entregué desde los primeros tiempos; él os iluminará para que encontréis la verdadera interpretación a mis revelaciones; tocará todo espíritu y todo corazón, para despertarles a la luz de este nuevo amanecer; también él os purificará de todas las manchas y errores que hayáis mezclado a los dones que habéis manifestado, porque no debéis pensar que habéis obrado con perfección y que toda vuestra labor ha estado apegada a la verdad. 67. Os he marcado el año de 1950 para la terminación de esta forma de comunicación por el entendimiento humano, pero ello no señalará la terminación del desarrollo de los distintos dones que poseéis, por el contrario, después, ante la ausencia de mi palabra, vuestro espíritu buscará mi luz, mi presencia y mi inspiración, se esforzará por alcanzarla, perfeccionándose más cada día. 68. Dad testimonio de mí, con vuestros dones, aplicándolos al cumplimiento de la virtud, al adelantado espiritual, a conseguir la paz para vuestros hermanos. Velad, porque un instante de flaqueza, un paso dado sin meditación, una prueba que os haga flaquear, podrá desviaros del camino recto, de la senda de la verdad, para hacer que os perdáis por caminos de aparente luz que os vayan apartando de vuestro cumplimiento. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 159 1. Multitudes: vuestro espíritu se llena de júbilo por haber tenido la gracia de ver la aurora del nuevo tiempo que os fuera anunciado por los profetas y por el Señor vuestro Dios. Estad pendientes de todo cuanto pasa por el mundo, porque no es solamente a vosotros a quienes me estoy manifestando. 2. He venido a sorprender a los hombres en su materialismo, para que se den cuenta del tiempo que están viviendo y reconozcan como señales divinas, muchos de los acontecimientos que han visto con indiferencia, por haberlos atribuido a otras causas. 3. En los tiempos pasados, hubo épocas en que el pueblo de Dios supo interpretar espiritualmente todo cuanto pasaba a su alrededor, porque era el pueblo que vivía dentro de la Ley, que me amaba, y que hacía una vida sencilla y virtuosa; las fibras de su corazón aún eran sensibles, así como también lo era su espíritu. Aquel pueblo vivía en continua comunicación espiritual con su Señor. Escuchaba la voz humanizada de su Creador, sabía recibir mensajes del mundo espiritual, de aquellos seres a quienes llamaba ángeles; y en el reposo de la noche, en la paz de su corazón, y por medio del don de los sueños, recibía mensajes, avisos y profecías, a los cuales daba crédito y obediencia. 4. Dios no sólo estaba en sus bocas, también se albergaba en su corazón; la Ley no era para ellos sólo un escrito, sino que era vivida por los hombres; era natural que su existencia estuviese llena de prodigios que ahora ya no contempláis. 5. Esos son los ejemplos dignos de imitarse que aquel pueblo dejó escritos con su vida, y que ahora deben ser el camino y la simiente para las generaciones que les han sucedido. 6. Entended que, si por su sencillez y elevación aquellos hombres sintieron cerca de sí lo espiritual, natural es que el materialismo y la falta de fe de los hombres de este tiempo, hayan alejado de sí aquellas manifestaciones; mas os digo que ya basta de la vida pobre, infecunda y miserable que vive esta humanidad; que por eso os he buscado, llamando al corazón de los que duermen, dando la vista a los ciegos que no aciertan a contemplar la verdad, y tocando las fibras escondidas de los hombres para hacerlos sensibles a mi presencia. 7. ¿Creéis difícil que este mundo científico y materialista vuelva a sentir inclinación por la espiritualidad? Os digo que no es nada difícil, porque mi poder es infinito. La elevación, la fe, la luz y el bien, son para el espíritu una necesidad más imperiosa que lo que es para vuestro cuerpo el comer, beber y dormir. 8. Si los dones, facultades y atributos del espíritu han estado adormecidos mucho tiempo; despertarán ante mi llamado y harán que vuelva entre los hombres la espiritualidad con todos sus prodigios, porque ahora estáis más capacitados para comprenderlos. 9. Debo decir a los hombres de este tiempo y de los tiempos venideros, que no esperen contemplar las mismas señales o manifestaciones que vieron los primeros, porque debéis comprender que ahora estáis viviendo en una nueva era, que habéis caminado y evolucionado lo bastante, para intuir, comprender y sentir de una manera completamente diferente. Por lo tanto, no pidáis manifestaciones exteriores que sólo vengan a impresionar vuestros sentidos, para fundar en ellas vuestra creencia. Yo os tengo reservadas en número infinito, señales, manifestaciones y prodigios, los cuales veréis más con vuestra mirada espiritual que con la de la materia. 10. Estudiad y analizad lo que la historia os dice; pero entended que este es otro tiempo, que es otra era la que estáis viviendo y que si en vuestro espíritu existe mayor evolución que en aquellos días, la forma en que ahora os estoy presentando mis lecciones no es la misma, aun cuando su sentido sea el mismo porque es eterno. 11. En este día en que habéis esperado con una oración a vuestro Maestro, desciendo en verdad a vuestro corazón. Recibidme ahí pueblo, que Yo os recibo en mi Espíritu de Padre. 12. Encuentro paz en vuestro espíritu y armonía en vuestros sentidos. Esa paz la esparce vuestro ser y esa preparación interior invita a mi Espíritu a descender en su irradiación divina. Tened preparadas todas vuestras potencias para que podáis analizar mi enseñanza. 13. No os hablo en este instante de los sentidos corporales sino de los del espíritu que ha tiempo están en él, pero que vosotros no los habéis comprendido porque sólo aceptáis las formas y rechazáis la esencia. 14. Os estáis acercando a la vida imperecedera y os digo: Sois aún pequeños, porque las inclinaciones de vuestra materia desarmonizan con vuestro espíritu. Más Yo os he dejado la fortaleza y el valor para que venzáis los instintos con la meditación y la oración. 15. Mi palabra entregada a través del portavoz se ha hecho cada vez más clara, profunda y perfecta, haciendo que los corazones endurecidos se conviertan en sencillos y nobles. 16. ¿Quién es aquél que no ha tenido un calvario y quién no ha sufrido en la vida? Nadie, porque todos lleváis una cruz a imitación de Cristo. Os contemplo caminar sumisos y obedientes, sin rebelaros a las leyes naturales ni a los elementos, y al ver que no habéis quebrantado dichas leyes os he dicho: Sois dignos del Padre y del Maestro, habéis llegado a comprender que no es el sacrificio de la materia con lo que debéis rendir pleitesía al Creador y habéis comprendido la forma de ensalzarle con el espíritu, dejando así de ser los paganos. 17. Estáis morando en la Tierra y tenéis que serviros de los elementos de la Naturaleza para vivir, mas como todos se encuentran bajo una Ley, tomadlos dentro de esa misma Ley, así daréis al espíritu lo de él, y a vuestro cuerpo lo que a él corresponde. Nada os prohíbo porque nada contraría mis designios divinos, más tomadlo con moderación. 18. Si conocéis la Ley del Padre, nada tendréis que temer, porque sabréis tomar lo que os corresponde dentro de mi Ley. 19. Cumplid con lo que os ordena mi palabra, porque quiero hacer de vosotros un pueblo de paz y progreso, porque sois el pueblo que busco; sois Israel, en el cual se encuentra Leví al que he acrisolado para que en este tiempo me sirva. 20. En el Primer Tiempo el Padre ungió a Levi para que de él brotaran los servidores del culto divino y fueran los intérpretes de mi inspiración y de mi Ley; por eso veis que entre los novicios busco a mis servidores, a aquellos que han de caminar hacia otras naciones a cumplir mi mandato. Esto acontecerá después de 1950, porque mi Obra será reconocida universalmente. 21. Hoy sois el discípulo ávido de saber, porque reconocéis que aún no podéis consideraros maestros y entonces acudís a oír la palabra del que todo lo sabe. 22. Preparad vuestro espíritu, corazón y mente y llegaréis a ser maestros que os recreéis con vuestros discípulos. 23. Yo recibo vuestra oración en la que me pedís que derrame gracia en vosotros, para poder comprender mi palabra. 24. Ved que no siempre os hablo en parábolas, lo hago con toda claridad para que podáis comprender. 25. Alimentad y fortaleced vuestro espíritu en mi Doctrina para que pueda evolucionar. 26. La lección del Maestro comienza siempre en la misma forma, porque encierra el mismo amor. Principia en amor y termina en caridad, dos palabras dentro de las cuales se encierra toda mi enseñanza. Esos sentimientos elevados son los que dan fuerza al espíritu para alcanzar las regiones de la luz y la verdad. 27. Ved en que forma os vengo haciendo comprender y cumplir mi voluntad; no como una orden, porque Yo, como sabiduría infinita, sé que si os inspiro y os despierto para el amor, de vosotros mismos nacerá la voluntad de obedecer mi Ley, Mi amor os ilumina y os deja en libertad. Mi caridad sólo os señala el camino de perfección por donde debéis caminar. El camino de que tanto os hablo, es aquel que va más allá de la muerte del cuerpo, porque debéis de estar siempre preparados para ese momento de transición. ¿Acaso vuestra intuición o vuestra conciencia, no os dice que hay algo que persiste sobre la materia y que ese algo es el espíritu? Siempre he venido a enseñaros ese camino y a prepararos para pasar la encrucijada, para que vuestro espíritu al pasar de la vida pasajera del mundo al valle espiritual donde está la vida eterna, no se sorprenda, no se turbe ante el infinito. 28. Sólo os toca cumplir aquí con vuestro destino y Yo os prometo, por el buen cumplimiento de vuestras misiones y deberes, una jornada dichosa en la vida espiritual. Cuando así sea, no volveréis a mancharos en el lodo de la maldad de este mundo. Vuestro espíritu no volverá a obscurecerse con las bajas pasiones de la materia. 29. En verdad os digo que para que lleguéis a la completa limpidez, aún tendrá vuestro espíritu que purificarse mucho en este mundo y en el valle espiritual. 30. Cuantas veces os sea necesario tendréis que volver a este planeta y mientras más desaprovechéis las oportunidades que vuestro Padre os concede, tanto más retardaréis vuestra definitiva entrada en la vida verdadera y prolongaréis más vuestra estancia en el valle de lágrimas. 31. Todo espíritu debe demostrar en cada existencia terrestre el adelanto y los frutos de su evolución, dando en cada vez un paso firme hacia adelante. 32. Tened presente que el único bien que redunda en beneficio propio, es aquel que se hace por verdadero amor y caridad con los demás, aquel que, además, se hace desinteresadamente. 33. Cuando un espíritu llega a ser dócil y sumiso a la voluntad de su Señor, es porque en El confía, no se rebela para dejar una materia y volver al más allá, porque no teme al juicio, ni se resiste en volver a la Tierra donde le esperan los peligros y las tentaciones, porque sabe que de ese crisol saldrá más puro. 34. El que venza las tentaciones de fuera y las de sí mismo, será llamado por los demás, iluminado y escogido del Señor. Además, tendrá a su lado a un ser espiritual o ángel de luz, que velará por él y unidos trabajarán hasta que se cumpla mi voluntad. 35. Por eso, no temáis que vuestros ojos no lleguen a contemplar el cumplimiento de estas profecías en esta vida. Yo concederé a vuestro espíritu no sólo mirar sino hasta recoger el fruto que él haya sembrado en tiempos pasados, ya sean próximos o lejanos. 36. Viene el tiempo de controversias en el que los hombres pondrán de manifiesto su inteligencia y su elocuencia, de la que llegarán hasta el alarde y la vanidad. Volverá a ponerse a discusión mi palabra del Segundo Tiempo, y también se discutirán las diversas interpretaciones que a ella se han dado. En verdad os digo: De ese torbellino surgirá la luz y muchos velos quedarán descorridos y la hipocresía será abatida por la verdad. 37. Es mi divino deseo que los hombres lleguen a la unificación de ideas y de culto espiritual, porque algo tengo reservado para ellos cuando esto sea. 38. Estudiad, asimilad y vivir mis enseñanzas, para que nada tengáis que temer de los sabios, de los científicos y de los letrados. 39. Orad para que de vuestra boca emane la sabiduría infinita. 40. Pueblo: ¿Teméis llegar ante mi presencia y encontrarme como Juez? En verdad os digo, que también como Juez soy perfecto, por lo cual no debéis temer injusticia alguna de mi parte. 41. Basta que recordéis el caso de la mujer adúltera, a quien ya sus jueces habían sentenciado; ella quedó a salvo por las palabras de Cristo, el mismo que en estos instantes os habla. 42 Yo no puedo daros sentencia mayor al peso de vuestras faltas, por lo cual os digo que de Mi nada debéis temer, sino de vosotros mismos. 43. Sólo Yo se la gravedad, la magnitud y la importancia de vuestras faltas; los hombres constantemente se dejan llevar de las apariencias, y es que ellos no logran penetrar en el corazón de sus semejantes. Yo sí penetro en los corazones y puedo deciros que han llegado hombres delante de Mí, acusándose de graves faltas y llenos de pesar por haberme ofendido y Yo les he encontrado limpios; por el contrario, otros han venido para decirme que nunca han hecho mal a nadie y Yo sé que mienten, porque, aunque sus manos no se hayan manchado con sangre de su hermano, sobre su espíritu ha caído la sangre de sus víctimas, a quienes han mandado quitar la vida; ellos son los que lanzan la piedra y esconden la mano. Cuando en mi palabra he llegado a pronunciar las palabras de: "cobarde", "falso" o "traidor", todo su ser se ha estremecido y muchas veces se han ausentado de la cátedra porque han sentido sobre ellos una mirada que los ha estado juzgando. 44. Porque la justicia humana es imperfecta, vuestros presidios están llenos de víctimas y los patíbulos se han manchado con sangre de inocentes. ¡A cuántos criminales veo gozar de libertad y de respeto en el mundo y a cuántos perversos habéis levantado monumentos para venerar su memoria! 45. ¡Si pudieseis contemplar a esos seres cuando ya habitando en el valle espiritual se ha hecho la luz en su espíritu! En vez de insensatos e inútiles homenajes, les enviaríais una oración para consolarles en su remordimiento. 46. Yo vengo a establecer un Reino de paz entre los hombres, y, aunque esto mueva a risa a algunos, seguiré adelante hasta probaros la fuerza del amor y de la justicia, fuerzas que no conocéis porque muy poco uso habéis hecho de ellas. 47. No será sobre escombros ni sobre cadáveres donde Yo levante este Reino, será sobre tierras fértiles, fecundas por la experiencia y abonadas con el dolor, allí florecerá mi simiente, allí veréis brillar mi justicia. 48. A esta humanidad toca regenerar y purificar su envoltura, para que deje buena herencia a los que vendrán después, que, por lo que toca a los espíritus que habrán de venir a encarnar para esos tiempos, ya los tengo preparados y escogidos. 49. Comprended vuestro destino, pueblo, analizad esta palabra para que lleguéis a conocer vuestra misión; no quiero que intentéis hacer más de lo que en verdad os corresponde, ni que hagáis menos de lo que os he confiado, porque entonces vuestra obra no será firme. 50. Algunos de vosotros en vuestro corazón me decís: Maestro ¿Por qué a veces en vuestra palabra nos hacéis responsables de la paz de la humanidad? Y Yo os digo que no seréis vosotros quienes salvéis al género humano en este tiempo, porque es obra sobrehumana, más si sois el principio de una nueva forma de vivir, el principio de una humanidad espiritual y este principio sí tendrá que influir en la salvación y liberación de los pueblos y de las naciones. 51. Es necesario que una vez más os diga que este pueblo que estáis formando en torno a mi manifestación, no es un pueblo al que el Padre distinga con su amor sobre los demás pueblos de la Tierra, si el Señor ha puesto su mirada en él, es porque lo ha formado con espíritus que han estado en el mundo siempre que ha descendido una nueva revelación divina. Son hijos espirituales de aquel pueblo de Israel: pueblo de profetas, de enviados, de videntes y patriarcas. 52. ¿Quiénes mejor que ellos podrían recibirme en este tiempo, comprender la nueva forma de mi manifestación y testificar el cumplimiento de mis promesas? 53. Os digo esto, que solamente Yo podía revelaros, porque estaba escrito que sólo el Cordero podría abrir el Libro de los Siete Sellos; os lo hago saber para que comprendáis la responsabilidad que volvéis a contraer con los demás pueblos del mundo, ante los cuales debéis ser como un espejo que refleje mi Ley. 54. Para este pueblo sólo un Dios ha existido y sabe que Cristo fue el Verbo a través del cual habló el Padre a los hombres. Ni Moisés, ni Abraham, ni Salomón, ni Elías, ninguno de los profetas fue visto por él como Divinidad; en cambio, ¡Cuántos enviados del Señor han sido divinizados en otros pueblos, olvidando o desconociendo con ello al Dios verdadero! 55. Cuando hablo de mi "pueblo de Israel", del "pueblo del Señor", me refiero a los que han traído misión espiritual a la Tierra, a los que dieron a conocer mi Ley, a los que me anunciaron, a los que me fueron fieles, a los que proclamaron la existencia del Dios viviente, a los que perpetuaron la semilla del amor y a los que supieron reconocer en el Hijo, la presencia y la palabra del Padre. Esos son los que forman el pueblo de Dios, ese es Israel, el fuerte, el fiel, el prudente Israel; esa es mi legión de soldados fieles a la Ley, fieles a la verdad. 56. Los que persiguieron a mis profetas, los que laceraron el corazón de mis enviados; los que volvieron la espalda al Dios verdadero para inclinarse delante de los ídolos; los que me negaron y me burlaron y pidieron mi sangre y mi vida, ésos, aunque por la raza se nombrasen israelitas, no eran del pueblo escogido, no eran del pueblo de los profetas, de la legión de iluminados, de los soldados fieles; porque Israel es nombre espiritual que indebidamente fue tomado para dominar una raza. 57. También debéis saber que todo aquel que aspire a formar parte de mi pueblo, puede lograrlo con su amor, su caridad, con su celo y su fidelidad en la Ley. 58. Mi pueblo no tiene tierras ni ciudades determinadas en el mundo, mi pueblo no tiene raza, sino que está en todas las razas, entre toda la humanidad. Esta porción de hombres que escuchan mi palabra y reciben las nuevas revelaciones, son sólo una parte de mi pueblo, otra parte está diseminada por la Tierra y otra, la mayor, habita en el valle espiritual. 59. Ese es mi pueblo: el que me reconoce y me ama, el que me obedece y me sigue. 60. Delante del pueblo, marchan como guías ciento cuarenta y cuatro mil escogidos, unos están en materia y los otros en espíritu, detrás de ellos, caminan grandes legiones, lo mismo de espíritus que de hombres que tratan de conquistar la luz para llamarse dignamente "hijos del pueblo de Israel". 61. Los hijos de este pueblo siempre dieron pruebas de tener potestad sobre los elementos de la Naturaleza, su paso por el mundo dejó huella de grandes maravillas que asombraron a la humanidad de aquellos tiempos. Esa potestad debe seguirla demostrando Israel al mundo, porque ella habla de la superioridad del espíritu sobre la materia. 62. Cuando alguno de vuestros hermanos os muestre el poder de sus ciencias ocultas, no temáis, ni os asombréis, que mayores maravillas os he enseñado. Tampoco vayáis a juzgar mal a nadie, porque cada pueblo ha buscado la verdad acerca de la vida espiritual, según su capacidad y creencia. 63. De todo os hablo para que todo sepáis y nada os sorprenda; os doy ampliamente mi enseñanza para que no vayáis a caer en ciencias que llamáis ocultas, en misticismo o en muda o inútil contemplación. 64. La espiritualidad es claridad, es sencillez, es culto al amor y es lucha por alcanzar la perfección del espíritu. 65. Cuando este pueblo, surja y se extienda entre la humanidad doctrinando con palabra y con obras, será combatido por religiones, sectas y ciencias; unas encontrarán una parte que atacar, otras conceptos que combatir; para entonces ya estará fuerte el pueblo, ya la fe y el conocimiento serán un fruto maduro en su corazón. 66. ¿Quiénes de los hijos de este pueblo, serán los que lleven esta semilla hasta los confines de la Tierra? No lo sabéis, pero sí os revelo que vosotros sois el principio de la siembra en este tiempo. 67. Juan, el discípulo, habló mucho para vosotros; sus inspiraciones son luz para vuestro camino, son respuesta a vuestras interrogaciones y tema para vuestro estudio. En su revelación vio la lucha espiritual de este tiempo, cuyas guerras fratricidas sólo son un reflejo de la Gran Batalla que en el espacio espiritual y en este mundo se está librando. 68. Ciego está el hombre ante la verdad de lo que ocurre y necesita de esta revelación para conocer el porqué de la lucha y del caos que reina en el mundo; también necesita adquirir espiritualidad para tener armas para su defensa en medio del combate. 69. Bienaventurados los que crean en mi palabra y se preparen, porque serán salvos, ¡Ay de los que escuchen con indiferencia mis amonestaciones porque ellos serán sorprendidos por el torbellino en completa impotencia! 70. Antes pasarían los Cielos y la Tierra, que mi palabra no se cumpliese. Ya veis: hace muchos siglos os fue anunciado este tiempo y llegó, porque Yo lo había profetizado. 71. Vosotros debéis orar, multitudes, porque la oración limpiará el camino de los que más tarde se levanten como sembradores. Sabed que en el instante de vuestra comunicación Conmigo, desde lo infinito desciende mi luz como rocío de gracia sobre aquellos por quienes estéis orando. 72. Comprended vuestra misión para que cada uno de vosotros sea un digno hijo de Israel, el pueblo de Dios. 73. Os estoy preparando para que imitéis a aquellos apóstoles que me siguieron en el Segundo Tiempo y que supieron con su ejemplo trazar un camino de mansedumbre, obediencia y humildad. Seréis mensajeros de esta buena nueva y a cada paso escucharéis la voz de vuestra conciencia, que os hará comprender si vais dejando en el camino el buen ejemplo con vuestras obras. He de mostraros las extensas sementeras donde habrá de caer mi simiente divina, ya mi caridad lo está preparando y disponiendo todo. 74. Sobre todo espíritu y toda carne he derramado la luz de mi Espíritu, para que todos me sintáis y me contempléis, para que todo el mundo dé testimonio de mi verdad. 75. El hombre está despierto, se ha preparado y ha desarrollado su mente, pero ha dejado aletargados los dones del espíritu que son esenciales para su perfeccionamiento. 76. El hombre ha equivocado el camino, porque estas guerras que ha promovido, son frutos de su mala ciencia que no ha querido purificar ante la luz de su conciencia. Cuando la mente humana evolucione al par que los sentidos iluminados por la luz divina, veréis a los hombres descubrir y crear maravillas con su ciencia, cuando estén inspirados en el amor a sus semejantes. 77. Sólo mi voz puede guiaros enmedio de esta confusión en la que ya nadie sabe lo que es verdad, ni alcanza a distinguir el bien del mal, ni la luz de la tiniebla. 78. A vosotros que me escucháis, os digo: vuestra heredad en este tiempo es la misma de los tiempos anteriores: llevar la luz de mi mensaje a las naciones. 79. No sólo mi palabra ha venido a prepararos, también las pruebas que a cada paso habéis ido encontrando, han formado parte de mi divina lección; a veces habéis sabido entender y aprovechar las pruebas, otras, habéis permanecido insensibles y sordos a la voz del Maestro. 80. Un ser que parte de vuestro lado para llevarlo a morar al valle espiritual; algo de que os despoje en la Tierra; una enfermedad que os retenga en el lecho purificándoos con el dolor, son pruebas que sabiamente llegan a vuestra vida para ayudaros a cumplir con vuestro destino, que es el de amaros los unos a los otros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 160 1. El fruto de vida, el fruto dulce y agradable al espíritu, es el que vengo a daros en mi palabra, Comed y sentid que os encontráis en torno a la mesa del Señor. ¡Oh profetas del Tercer Tiempo! Preparaos para que miréis lo que sólo a los señalados les es dado contemplar. Mientras que muchos de los que forman estas multitudes, no sienten mi presencia en su corazón y espíritu, vosotros podéis dar testimonio de vuestros mirajes, un testimonio lleno de luz y de verdad, tanto en el contenido como en la forma: De cierto os digo que cuando uno de vosotros se prepara, el espíritu penetra en la luz de la vida espiritual, donde se satura y se inspira para poder después explicar su visión a quienes están esperando su testimonio. 2. Cuando este pueblo se espiritualice y aprenda a sentir mi presencia, dejará de tener necesidad de que el vidente le dé pruebas de que ha sido una verdad mi manifestación. Entonces podré decirles: "Bienaventurados los que sin ver han creído". 3. Delicada y grave es la responsabilidad del vidente, porque en muchos casos, de su palabra depende la fe de muchos corazones débiles que buscan pruebas para creer. 4. Grande debe ser la intuición que desarrolle el vidente para comprender si lo que ve en espíritu, es fruto de una buena preparación, o no; si lo que ha contemplado debe ser testificado a sus hermanos, o si debe callarlo, pero ¡Cuán pocos de los que han recibido este don, han sabido cultivarlo con el amor, el celo y la espiritualidad que requiere! 5. Es el don de la videncia uno de los más delicados, por lo que os digo, que sin espiritualidad nunca podrá penetrar la mirada del vidente en la región espiritual. 6. Espiritualidad quiere decir elevación de los sentimientos, pureza en la vida, fe, amor a los demás, caridad, humildad ante Dios y respeto profundo a los dones recibidos. Cuando lográis alcanzar alguna de estas virtudes, comenzáis a penetrar con vuestra mirada espiritual en la mansión del amor y la perfección. Así, cuando alcancéis la espiritualidad, desde la Tierra podréis decir que habitáis, aunque sea solamente en los instantes de vuestra oración, en el valle espiritual, y al mismo tiempo recibiréis la luz que os revele hechos que pertenecen al futuro, ya que para el espíritu, cuando comienza a elevarse, va dejando de ser un misterio el porvenir. 7. Sí, discípulos. Sólo en la vida humana, el hombre ignora lo que pasará en el futuro, lo que vendrá el mañana; desconoce su destino, ignora el camino que tendrá que recorrer y cuál será su fin. 8. El hombre no podría resistir el conocimiento de todas las pruebas por las que en su existencia habrá de pasar, y en mi caridad por él he tendido ese velo de misterio entre su presente y su futuro, impidiendo así, que su mente se extraviase contemplando o sabiendo todo lo que habrá de vivir y sentir. 9. En cambio el espíritu, un ser revestido de fuerza y creado para la eternidad, tiene en sí la facultad de conocer su futuro, el don de conocer su destino y la fortaleza para comprender y aceptar cuantas pruebas le esperen, porque sabe que al final del camino, cuando éste se ha recorrido dentro de la obediencia a la Ley, tendrá que llegar a la Tierra de promisión, paraíso del espíritu, que es el estado de evolución, pureza y perfección, que al fin habrá alcanzado. 10. Para vuestra espiritualidad, tomadme a Mí como ejemplo, porque para eso me hice hombre en aquel tiempo. Cada una de mis obras quedó como una lección para los hombres. Más si mis obras fueron una enseñanza para la humanidad, debéis imitarlas, para que logréis vuestra evolución y el desarrollo de los dones del espíritu y de las facultades humanas y os aproximéis más y más al ejemplo que con mi vida, mis obras y palabras os di. 11. Recordad que Yo, en cuanto hombre, siempre supe cuál era mi destino en el mundo, conocía el futuro y de ello di testimonio desde mi niñez. A través de Jesús hablé a mis discípulos sobre todo lo que acontecerla en los últimos días de mi estancia en la Tierra, cómo sería mi pasión y mi sacrificio. Revele a la humanidad el futuro espiritual de los hombres; anticipé lo que habría de acontecer en las naciones, desde las de aquellos tiempos hasta las que existirían en el tiempo que señalé para mi nueva manifestación, a la que llamáis "la nueva venida". 12. La espiritualidad del cuerpo de Jesús le permitió conocer su destino, porque mi Espíritu se lo revelaba, y esa misma espiritualidad le daba fuerza para aceptar con amor y humildad absolutas la voluntad del Padre. 13. No podéis alcanzar el grado de espiritualidad de vuestro Maestro para poder saber lo que os reserva vuestro destino, lo que os tiene deparado el futuro, pero por medio de vuestra elevación os haré presentir la proximidad de algún acontecimiento. 14. Ese presentimiento, esa videncia sobre el futuro, ese conocimiento sobre vuestro destino, sólo lo iréis logrando conforme vuestro ser, formado de cuerpo y espíritu, se vaya elevando por el camino de la espiritualidad, que vuelvo a deciros, es fe, es pureza, es amor de vida, es amor y caridad para vuestros semejantes, es humildad y amor ante vuestro Señor. 15. Para ayudaros en la purificación de vuestro ser, os estoy transmitiendo mis pensamientos que los recibís convertidos en palabra a través del entendimiento de mis portavoces, y que os señala un camino de luz. Yo bendigo al que cree en esta verdad, como bendigo también al que duda, porque todos sois mis discípulos, mis hijos muy amados. 16. Mis lecciones a través de esta comunicación dejarán entre las multitudes una estela de espiritualidad, que recordará a mis discípulos que estuve con ellos bajo una nueva forma, para cumplirles mi promesa. 17. Este es el nuevo día al que han saludado con sus trinos las alondras, para anunciar a la humanidad la presencia del Tercer Tiempo. 18. Mi nueva manifestación estaba anunciada que habría de coincidir con el tiempo de la lucha entre la elevación del espíritu y la materialidad de la envoltura, de la guerra entre la verdad y la mentira, de la batalla entre el bien y el mal entre la luz y la sombra. 19. Contemplad a vuestros hermanos, a los que se llaman poderosos; quieren triunfar matando, quieren levantar su nuevo reino sobre escombros, ruinas y cadáveres. 20. A vosotros os digo que estáis a tiempo de sembrar la semilla de la luz y de la paz, en las tierras que habéis fertilizado con vuestro amor. 21. Por eso busco el corazón de los hombres, para salvarlo de su tribulación y liberarlo de su confusión, porque Yo triunfaré dándoos vida eterna, para poder reinar al final sobre vivos. 22. Mis huestes espirituales se encuentran en plena lucha por la salvación de sus hermanos en la Tierra, y en verdad os digo, que no retornarán derrotadas, sino por el contrario llegarán entonando himnos triunfales. 23. Vengo a redimiros a través del pensamiento, sin que haya necesidad de que mi Verbo encarne nuevamente para habitar entre vosotros. ¿Qué de extraño tiene que mi Espíritu se comunique con el vuestro a través del pensamiento? ¿Qué de extraño tiene que el Pastor busque a sus ovejas extraviadas? 24. En verdad os digo que desde antes que existieseis, Yo os amaba, y conociendo vuestro destino ya había pensado en vuestra salvación. Por eso fue mi voluntad convivir humanamente con los hombres, porque con mi amor quería enseñaros el camino de la luz que os llevase algún día a morar en la eternidad, en mi seno paternal. 25. En la Tierra manifesté mi divino poder a través de Jesús: resucité Lázaros, convertí Magdalenas, devolví la luz a los ciegos del cuerpo y del espíritu, inundé de fe y de esperanza los corazones, abrí un nuevo camino a los espíritus estacionados, y finalmente, regué la tierra con mi sangre y os entregue mi cuerpo, en prueba de que estuve entre vosotros por amor, para darme todo a quienes mucho amo. 26. Ahora, como en aquel tiempo, vengo a darme en espíritu a la humanidad, a salvaros haciéndoos útiles, porque la semilla que os he traído para que la sembréis, es la semilla de la utilidad que hará que dejéis de ser estériles de espíritu y parásitos de la vida. 27. ¿Tardaréis aún en practicar? Si, mis hijos, pero lo que para vosotros son años y siglos, para Mí son instantes. Yo me sirvo del tiempo para que madure en las mentes, en los corazones y en los espíritus el fruto del amor. 28. Este es el tiempo en que la luz divina brillará en plenitud en mis seguidores, los cuales manifestarán los dones del espíritu, demostrando que no necesitan de los bienes terrenales ni de las ciencias materiales para hacer la caridad y obrar prodigios. Ellos curarán en mi nombre, sanarán a los enfermos desahuciados, convertirán el agua en bálsamo y levantarán de su lecho a los muertos. Su oración tendrá la potestad de aplacar los vientos, de apaciguar los elementos y combatir las epidemias y las malas influencias. 29. Los poseídos se libertarán de sus obsesiones, de sus perseguidores y opresores, ante la palabra, la oración y la potestad de mis nuevos discípulos. 30. Más en verdad os digo que, cuando vea a mi pueblo preparado, le haré conocer la hora en que deberá levantarse a la lucha de la luz contra la tiniebla. Y si sois desconocidos, pensad con serenidad que no es la primera vez que el hombre repudia mi semilla. Desde los primeros tiempos, el hombre ha cortado ramas al Árbol, para plantarlas según ha sido su voluntad, desconociendo después cuál fue su origen, y Yo quiero que sepáis que en esencia ese árbol soy Yo, en mi Obra sobre la cual el hombre no debe ejercer ninguna influencia, sino recibir tan solo sus beneficios y propagar su simiente. 31. La lucha del bien contra el mal, existe no tan sólo en vuestro mundo, también la podéis encontrar en el valle espiritual, hay grandes batallas y su influencia llega hasta vosotros, traduciéndose en guerras. No permitáis que el mundo espiritual que os ha venido protegiendo, pueda ser reemplazado por seres de escasa luz; velad por vuestros pasos e invocad constantemente la paz para este mundo en que habitáis. 32. Orad y trabajad. Espiritualizaos, para que podáis vencer en todas las pruebas. Recordad las lecciones que os dio aquel pueblo llamado Israel que supo levantarse al llamado de su Señor. Fue llevado al desierto, para aprender una gran lección, conoció allí la Ley, aprendió a comunicarse con su Padre, dejó que despertaran los dones espirituales; aprendió a obedecer los dictados divinos, a inspirarse en la Ley y a caminar unido, con armonía y fraternidad. 33. Aquella obediencia lo libró de peligros y de tropiezos; su unión lo hizo fuerte delante de sus adversarios; su orden, le hizo llevadera y muchas veces feliz, su travesía; su perseverancia y su fe lo llevaron a alcanzar la victoria y a lograr ver el cumplimiento de la promesa divina. Cuando los hombres de este tiempo repasan la historia de aquel pueblo, se maravillan de tanta fe de aquellos hombres y se asombran de tantos prodigios que en su camino sembró el Señor y cuando escuchó que vuestro pecho suspira ante aquella fe y espiritualidad, os digo que en el hombre está el que aquellos prodigios retornen. Cuando les contemple preparados, Yo me manifestaré en ellos. 34. Ahora os corresponde a todos los que ya estéis preparados y despiertos, el anunciar la liberación del mundo. Recordad que Elías, el prometido para este tiempo, lo está preparando todo para rescatar del domino del Faraón a las naciones de la Tierra, esclavizadas por el materialismo, como en aquel tiempo lo hiciera Moisés en Egipto con las tribus de Israel. 35. Decid a vuestros hermanos, que ya se manifestó Elías por el entendimiento humano, que su presencia ha sido en espíritu, y que seguirá iluminando el camino a todos los pueblos que en adelante lleguen. 36. Vuestro Pastor tiene por misión restituir a todas las criaturas a su verdadero sendero, ya sea éste de orden espiritual, moral o material, por lo cual os digo que serán bienaventuradas las naciones que reciban el llamado de su Señor, a través de Elías, porque ellas quedarán unidas por la Ley de justicia y de amor, la cual les traerá la paz como fruto de su comprensión y de su fraternidad. Así unidas, serán llevadas al campo de la lucha donde combatirán contra la maldad, el materialismo y la mentira. En esa lucha, verán los hombres de este tiempo los nuevos milagros y entenderán el sentido espiritual de la vida, aquel que les habla de inmortalidad y de paz. Dejarán de matarse entre sí, reconociendo que lo que deben destruir es su ignorancia, su egoísmo y las pasiones insanas, de las cuales han provenido sus tropiezos y miserias, tanto materiales como espirituales. 37. ¿De dónde proviene la idolatría y el fanatismo religioso, sino de la ignorancia de las leyes que rigen el espíritu? ¿Cuál es la causa de las guerras que siembran la confusión entre los pueblos, destruyendo a sus hombres, sino la codicia desmedida o el odio irrefrenable? 38. Concluid entendiendo que el combate final no será de hermanos en contra de sus propios hermanos, sino del bien en contra del mal. Yo pondré mi espada en la diestra del hombre, para que se venza a si mismo y llegue a las puertas de la Tierra de Promisión; más no esperéis que esa Tierra sea un determinado país que recibáis como heredad, porque esta nueva Tierra Prometida, la encontraréis dentro de vuestro espíritu, en medio de la paz; contemplaréis la transformación de vuestro mundo, antes incierto, hostil y miserable, en una tierra pródiga y acogedora. Viviréis una existencia donde haya espiritualidad, justicia y amor, esto traerá a los hombres progreso, como resultado de haberse alimentado del verdadero saber. La vida humana será más elevada y al manifestarse mi Espíritu entre los hombres preparados del futuro, vendrán un tiempo de revelaciones en todos los órdenes y se verán cumplidos los prodigios y las maravillas, los cuales os profetizaron las generaciones pasadas. 39. Cuando el mundo alcance su nueva liberación y guiado por la luz de Elías, penetre en esa vida justa y buena, tendréis aquí en la Tierra un reflejo de la vida espiritual, que os aguarda más allá de esta vida para gozar eternamente de la paz y de la luz de vuestro Padre, más si os preguntáis ¿Cómo se llegarán a unir todas las naciones en un solo pueblo, como lo estaban aquellas tribus que integraron el pueblo de Israel? Yo os digo: No temáis, porque una vez llevadas todas al desierto, las unirán las pruebas, y cuando esto sea, un nuevo maná descenderá del cielo a cada uno de los corazones necesitados. 40. Gozad con mi presencia, pueblo amado, haced fiesta en vuestro corazón, vibrad de alegría, porque al fin habéis visto llegar este día del Señor. Temíais que llegara este día porque aún pensabais como los antiguos, creíais que el corazón de vuestro Padre era vengativo, que guardaba rencor por las ofensas recibidas y que por lo tanto traería preparada la hoz, el látigo y el cáliz de amargura, para ejercer una venganza sobre los que tanto y tan repetidas veces lo habían ofendido; pero grande ha sido vuestra sorpresa al comprobar que en el Espíritu de Dios no puede existir la ira, ni el furor, ni el aborrecimiento, y que si el mundo solloza y se lamenta como nunca, no se debe a que su Padre le haya dado a comer ese fruto, ni a beber de ese cáliz, sino que se debe a que es la cosecha que por sus obras va recogiendo la humanidad. 41. Ciertamente que todas las calamidades que se han desatado en este tiempo os fueron anunciadas; mas no por haberos sido anunciadas, penséis que os las trajo vuestro Señor como un castigo; todo lo contrario, en todos los tiempos Yo os he prevenido en contra del mal, en contra de las tentaciones y os he ayudado a levantar de vuestras caídas; además he puesto a vuestro alcance todos los medios que os son necesarios para que podáis salvaros; pero también debéis reconocer que siempre habéis sido sordos e incrédulos a mis llamados. 42. Hoy mismo os estoy diciendo: tomad mi Obra como si fuese un arca y penetrad en ella para que seáis salvos de las tempestades que se avecinan; pero veréis cómo muchos no van a querer dar crédito a mi aviso, y no se van a preparar; y cuando la prueba llegue y los azotes, entonces empezarán a decir que me he vengado en ellos y que les he castigado. 43. Oíd mi palabra, oh pueblo, y saboread su dulzura; abrid vuestro corazón y sentiréis la visita de vuestro Padre. Confesaos espiritualmente delante de Mí, y sentiréis una paz que os hará desear no perderla ya nunca más. 44. ¿Cómo es posible que me estuvieseis esperando, si estabais llenos de violencia y si mi venida os a causado terror en lugar de una infinita alegría? Vuelvo a deciros que de Mí nada debéis temer, en cambio, de vosotros mismos, todos los males os pueden llegar. Cuidaos entonces, de la restitución que os podéis acarrear a causa de vuestras faltas. 45. Celoso si soy, inexorable, pero justo, recto y puro. Si de Mi brotasteis limpios, creo que es justo que en esa misma forma debéis de retornar. Os he enseñado que lo manchado no puede llegar a Mí, antes debe de purificarse y eso es lo que está aconteciendo en el mundo en este tiempo. 46. En Jesús, el mundo miró a su Dios humanizado, de él sólo recibieron los hombres lecciones de amor, enseñanzas de infinita sabiduría, pruebas de justicia perfecta, pero nunca una palabra de violencia, un acto o una demostración de rencor; en cambio, mirad cómo fue ofendido y escarnecido, Él tenía potestad y todo el poder en su mano, cual no lo tiene el mundo entero, pero era menester que el mundo conociese a su Padre en su verdadera esencia, justicia y caridad. 47. En Jesús, el mundo vio a un Padre que todo lo da por sus hijos, sin pedir en cambio, nada para él. Un Padre que perdona con infinito amor las peores ofensas, sin ejercer nunca venganza, y un Padre que, antes de quitarle la vida a los hijos que le ofenden, les perdona, trazando con su sangre el camino de su redención espiritual. 48. ¿Cómo había de ser posible que en este tiempo en que me manifiesto a los hombres en espíritu, viniese Yo a borrar de sus corazones el concepto que tienen del Padre amoroso y justo, que de Mí se han formado a través de su vida en la Tierra? 49. Debéis de prepararos, porque traigo justicia para todos. Prepararos, porque la majestad con la que me presento no debe causaros miedo en vuestro corazón, sino que debe ser motivo de gozo y de alegría. 50. Velad y orad, para que en la batalla que se aproxima, podáis estar a mi lado. 51. Contemplad cómo mi luz viene a rasgar las tinieblas de vuestro mundo. Ciertamente que Yo vengo a combatir a los hombres; pero solamente para borrar todo lo malo que en sus corazones alienta. Yo pondré la luz y la fuerza de mi amor en los que fielmente me sigan y entonces éstos dirán: Vamos a buscar al dragón que nos acecha, a la bestia que nos induce a pecar y a ofender al Señor. La buscarán en los mares, en el desierto, en los montes y en las selvas, en lo invisible y no la hallarán, porque ella vive en el corazón de los hombres, él es el que la ha engendrado y ahí ha crecido, hasta llegar a dominar la Tierra. 52. Cuando los reflejos de mi espada de luz hieran el corazón de cada hombre, la fuerza que procede del mal se irá debilitando hasta morir, entonces diréis: "Señor, con la fuerza divina de vuestra caridad he vencido al dragón, aquel que yo creía que acechaba desde lo invisible, sin llegar a pensar que lo llevaba dentro del corazón. 53. Cuando la sabiduría brille en todos los hombres, ¿Quién se atreverá a tornar el bien en mal? ¿Quién dará lo eterno por lo pasajero? Nadie, en verdad os digo, porque todos seréis fuertes en la sabiduría divina. 54. El pecado procede de la ignorancia y de la debilidad. 55. Por eso os estoy invitando a que penetréis a mi cátedra divina, para que seáis verdaderamente hijos de la luz. 56. Una nueva era se ha abierto ante la humanidad; mientras el mundo duerme sin darse cuenta de la luz que le está iluminando, en lo espiritual hay gozo y fiesta. Sobre todo espíritu y sobre toda carne, se ha derramado mi Espíritu en este tiempo. 57. Está diseminada la nueva simiente de Abraham y es menester reunirla para darle mi nueva lección espiritual. No han bastado las guerras, la destrucción, el caos y la muerte, para hacer comprender a la humanidad que mi justicia ha descendido a hacerle un llamado al camino de mi Ley. Los emisarios que he enviado duermen, y en el mundo sólo van en pos de comodidades, bienestar y posesiones terrestres; el ideal de eternidad espiritual lo han escondido. La voz de la conciencia les ha hablado y su grito se ha perdido en el materialismo de la mente y del corazón humano. Yo he dejado que todo el dolor, la amargura, el odio y la impiedad se desborden, pero al mismo tiempo he recordado a los hombres mi Ley de amor y de justicia, haciéndoles reconocer que en un tiempo como éste estaba pronosticada mi venida. 58. Un humilde rincón de la Tierra fue elegido por Mí para mi manifestación; hombres y mujeres humildes fueron escogidos en este tiempo para que me sirviesen de medio para mi comunicación y tuvieran la dicha de ser los que escucharan por primera vez mis divinas palabras en este Tercer Tiempo. Pacientemente y en virtud de la esencia de esta palabra y de los prodigios que he hecho entre mis hijos, aquel primer grupo se convirtió en multitud y más tarde en un pueblo. 59. Ha luchado mi palabra por apartar a estos corazones de las complicaciones materiales, del egoísmo y de la hipocresía, también en alejarlo de los vicios y de la ignorancia, esa es la única cruz que sobre sus hombros he posado; pero esos son los primeros pasos. He dicho a este pueblo, que llegará el día en que con su mirada, con su palabra o con su pensamiento, lleve a cabo obras sorprendentes. ¿Cuándo serán estos acontecimientos? Cuándo haya espiritualidad entre vosotros. 60. Los pensamientos unificados de una multitud serán capaces de abatir las malas influencias y derribar a los ídolos de sus pedestales. 61. Hoy todavía os sentís estremecer bajo la influencia de la guerra, ante la furia de los elementos y teméis al juicio de los hombres. Es que aún os sentís pequeños y torpes por la falta de desarrollo de vuestros dones. 62. Bienaventurado el que se prepare porque estando dentro de esta batalla, será el soldado fuerte que al final salga victorioso. ¿Cuáles creéis que son las fuerzas que van a contener? Me contestáis con razonamientos humanos, Yo os digo que serán las fuerzas del bien y del mal las que han de enfrentarse en la lucha decisiva. ¿Cuál de esas fuerzas creéis que vencerá? Me decís: Indudablemente la fuerza del bien, Maestro. Y en verdad el bien vencerá en vosotros al mal, cuando os améis los unos a los otros. 63. Os enseñé en aquel tiempo a vencer las tentaciones del mundo y a la muerte, haciendo que el amor y la verdad salieran triunfantes. Ahora quiero que me imitéis, que arrojéis de vuestro corazón las pasiones, para que ahí, en vuestro interior, se aloje la paz del Espíritu Divino y me invitéis a tener en vosotros mi santuario. Más cuando hayáis vencido el mal, os sorprenderéis al comprender que la tentación la habíais formado con vuestras pasiones, tendencias, debilidades y pecados y que cuando las vencisteis, disteis muerte en vosotros a aquella influencia dominante. 64. Haced méritos para alcanzar la paz, pueblo, mas no me pidáis esa paz, sin antes haber luchado para merecerla. Los tiempos han pasado, vuestro espíritu ha crecido y él tendrá que labrarse cuanto anhele y necesite. Su niñez, aquella edad en que el Padre tenía que proveer de todo a sus pequeños, ha pasado. 65. Voy a probar a la humanidad que sus problemas no se resolverán por la fuerza y que mientras haga uso de armas destructoras y homicidas, por terribles y fuertes que ellas parezcan, éstas no serán capaces de hacer la paz entre los hombres; al contrario, traerán como consecuencia mayores odios y deseos de venganza. Sólo la conciencia, la razón y los sentimientos de caridad podrán ser los cimientos sobre los cuales se asiente la era de paz, más para que esa luz brille en el interior de los hombres, es menester que antes beban hasta la última gota del cáliz de amargura. 66. No os amedrentéis, discípulos, cuando escuchéis rumores de guerra, cuando veáis llegar el hambre y la miseria y aparezcan las más extrañas epidemias. 67. En el fondo de vuestro corazón tendréis la certeza de que cuando lleguen estas pruebas, la humanidad estará bebiendo los residuos del cáliz de amargura; no permaneceréis inactivos o indiferentes en esa hora, por el contrario, os entregaréis a vuestra misión llevando luz a la mente del confundido y bálsamo al enfermo. 68. Velad y orad, pueblo, para que las influencias de esa fuerza del mal en la que vibran las pasiones humanas y se agitan los espíritus turbados, no empañen la luz que he hecho llegar a vuestro entendimiento. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 161 1. Soy el inseparable amigo del corazón humano. Os he acompañado en todos los caminos a través de los tiempos. Si me habéis buscado como consejero, habéis recibido sanos y amorosos consejos. Si habéis recurrido a Mí en busca de alivio, me habéis tenido como doctor, fortaleciendo vuestro espíritu. En los días de placer he compartido vuestras alegrías y he sonreído cuando habéis sonreído llenos de inocencia por los sanos goces que encontráis a vuestro paso. Invocadme con respeto cuando en medio de los vicios os encontréis, sabiendo que hacéis daño a vuestro espíritu y causáis degeneración a la envoltura. No me busquéis en la sombra ni en el materialismo de una vida complicada o artificial. Buscadme en la luz y emplead vuestros dones en beneficio de vosotros y de vuestros hermanos. Os estoy transformando para que volváis al estado de perfección que poseías en el principio. Esta lección que he repetido tanto, quiero que la grabéis en vuestro espíritu, porque pronto mi palabra ya no será escuchada a través de los portavoces. No quiero que después de este tiempo se alejen de Mí los que han recibido mi enseñanza. Estad preparados para la comunicación de espíritu a Espíritu y aprended a recibir por intuición mis mandatos y profecías. Oíd en el fondo de la conciencia mi voz que os guía. 2. El espíritu, por su libre albedrío, es dueño de elegir el camino, más Yo quise que usara su razón, y su voluntad, que demostrara su amor y reconocimiento a Mí. En el espíritu está grabada la Ley, más la materia es frágil. Yo preparé espíritu y materia para que formaran un solo ser capacitado para llevar a cabo un gran destino que encierra sabiduría y perfección. 3. Desde entonces, dos caminos quedaron preparados para la lucha del espíritu, dos representantes también, desde el principio de los tiempos: Abel y Caín. Abel es el primer ejemplo de obediencia y Caín el primero que alimentó su corazón con la maldad y las tentaciones del mundo. 4. Mi luz ilumina todo lo creado y todo aquel que quiera ser salvo, que cumpla con la Ley y doblegue su reaciedad. Yo como Padre sufro por el que ha caído en tentación y se ha confundido, mas todos llegaréis a Mí. El tiempo del despertar del espíritu ha llegado y Yo he venido a llamar a la humanidad; quiero que lleguéis a la ciudad bendita que os ha sido prometida desde el principio de los tiempos. 5. Vengo a mostraros mi sendero, a invitaros a que lo toméis por amor; no os obligo, no sois mis esclavos, todos lleváis mi luz y podréis elegir el camino que os plazca. He contemplado que el mundo os ha causado cansancio y que os estáis preparando para penetrar paso a paso en el Reino de los Cielos. Desde el plano en que os encontráis, orad por la humanidad y enviadle un rayo de luz con vuestro pensamiento. Todo lo que hiciereis en mi nombre, Yo lo bendeciré. 6. ¿Quién reveló al hombre los misterios de la carne? La carne misma. ¿Quién le reveló los misterios de la ciencia? La mente. Más os digo que la existencia de Dios, sólo se la puede revelar el espíritu. 7. La hermosa parábola del paraíso, del árbol de la ciencia del bien y del mal, fue dada por inspiración a los primeros. Fue un bello mensaje para los hombres de todos los tiempos y de todas las edades; pero la verdadera esencia de aquella enseñanza, no fue entendida por unos y fue falseada por otros. 8. De esta incomprensión nació una pugna que dividió a los que han estudiado las revelaciones divinas, y a los que han hurgado en la Naturaleza y así fue cómo surgió la lucha entre los que me buscan con el espíritu y los que todo lo esperan en forma material. 9. Qué necios fueron los que sostuvieron que la ciencia era abominable ante los ojos de Dios, Yo nunca me he declarado enemigo de ella, ya que Yo soy el principio y el fin de todas las ciencias. Los que con su ciencia llegaron a formar su ley, fueron los materialistas; por rendirle culto a su ciencia olvidaron a Dios. Aquél que con su sabiduría divina lo ha hecho todo. 10. ¿Cuál fue el verdadero sentido de aquella parábola que entregué a los primeros? Su sentido se lo enseñó la voz divina que por vez primera se hacía sentir en el hombre a través de su conciencia, para prevenirlo ante las pruebas que la vida le presentaría. Era la voz paternal que le decía con todo cariño al hijo: "Preparaos, velad y orad para que no caigáis en tentación". Alerta, despertad vuestros sentidos y potencias para que podáis salir avante de la prueba que os dejo dentro de la lucha del espíritu y la materia, en la que deben triunfar los valores eternos sobre la pequeñez del cuerpo perecedero. Mirad todo cuanto os rodea, pero caminad con cautela para que no vayáis a tropezar. Ese cuerpo que poseéis y a través del cual percibís todas estas maravillas y bellezas de la Creación, es una débil criatura a la cual debéis guiar con el espíritu, no vayáis a dejar que ella os imponga sus deseos y sus inclinaciones materiales, enseñadla a que ella tome lo que necesite siguiendo mi Ley. 11. ¿Quién podrá aconsejaros en cada uno de vuestros pasos? La conciencia, esa luz divina que dejo en vosotros para que sea vuestro faro y vuestra guía en la jornada. Y ¿Cómo podréis ser sensibles a esa voz y a ese llamado? Por medio de la oración, que es la forma de comunicaros con el Padre. Si así os preparáis, vuestra existencia en la Tierra será un perpetuo "Edén". 12. Más os digo que la inspiración que puse en el hombre no fue atendida y el dolor hizo su aparición en su vida. 13. Muchos son ahora los que se mofan de esas inspiraciones que sobre lo espiritual tuvieron los hombres, pero en este tiempo que es de luz, la humanidad comprenderá las enseñanzas reveladas en los tiempos pasados; más para lograrlo, aún tendrán que comer algunos frutos de la cosecha del árbol de la ciencia que ha cultivado. 14. ¡Ah!, sí desde el primer instante en que los hombres tuvieron conocimiento del bien y del mal hubieran cultivado con verdadero amor el árbol de la ciencia, os digo que muy distintos hubieran sido los frutos que hubieran cosechado. Mirad cuánto bien han hecho a la humanidad todos los que con nobles fines han tomado de esos frutos. 15. Cuánto tiempo han necesitado los hombres para convencerse de sus errores y cuánto tiempo deberá transcurrir aún para lograr restituir el mal que han sembrado, más Yo les ayudaré en todo lo que necesiten para que devuelvan a su espíritu su primitiva y original pureza. 16. Yo recibiré a vuestro espíritu cuando la última generación humana haya vivido en este mundo como en un santuario, cuando haya hecho de su existencia un verdadero paraíso, logrado por la espiritualidad de su vida. 17. Estoy dirigiéndome a hombres de otros tiempos, pero es bueno que vosotros vayáis meditando en estas enseñanzas, para que procuréis ir limpiando el camino a los que vienen, y ellos a los que vayan a suceder, hasta que llegue el tiempo al que me he referido en esta lección. 18. Mi Espíritu envía su luz e ilumina el sendero por donde ha de venir a Mí vuestro espíritu, en él se encuentra impresa la huella de Jesús. El que penetra en mi sendero siente que recobra su heredad perdida, así como el que se aleja de él, se siente desheredado. 19. Es tiempo de juicio, más a pesar de ello no es mi intención que los hombres se sometan a mi Ley por temor a mi justicia, sino que se rindan ante mi amor divino. 20. Sois creación de mi caridad infinita y os llevaré a la perfección. Pasarán siglos y eras sobre vuestro espíritu y mi cincel no cesará de pulimentarlo. Ninguna obra divina puede quedar sin concluir. 21. El hombre, haciendo uso de su libre albedrío, ha torcido la ruta hasta olvidar de quién ha brotado, y ha llegado hasta el grado de parecerle extraño a su naturaleza, la virtud, el amor, el bien, la paz, la fraternidad, y miran como lo más natural y lícito, el egoísmo, el vicio y el pecado. 22. La nueva Sodoma está en toda la Tierra y es menester una nueva purificación; la buena simiente será rescatada y con ella se formará una nueva humanidad. Sobre tierras fértiles regadas con lágrimas de arrepentimiento caerá mi semilla, la que germinará en el corazón de las futuras generaciones, las cuales sabrán ofrecer a su Señor un culto más elevado. 23. Os pregunta el Maestro: ¿Se ha preparado vuestro espíritu para iniciar la comunicación de espíritu a Espíritu cuando haya cesado mi palabra? 24. Vuestros hijos ya no me escucharán a través del entendimiento de estos portavoces, pero vosotros les prepararéis la senda y ellos sabrán dar un paso más adelante en la espiritualidad. 25. La luz que ilumina este tiempo es la del Sexto Sello. He ahí el candelero como lámpara de fe inagotable, iluminándolo todo, iluminando a vivos y a muertos. 26. En esa luz se inspira el hombre de ciencia, de ella toma el filósofo y todo aquel que quiere penetrar en los arcanos. 27. ¿Más que son los Siete Sellos? ¿Qué es el Sexto Sello? ¿Podríais responder con certeza a esta pregunta que el Maestro os hace y podríais hacerlo acertadamente al teólogo y a la humanidad, si esta misma interrogación os hiciese? 28. Breve es el tiempo en que permaneceréis como párvulos, para luego convertiros en discípulos y finalmente maestros que lleven por los caminos de la humanidad la semilla de mi verdad. 29. Voy a abrir mi arcano en este día, voy a descorrer un velo y revelaros un secreto, para que seáis fuertes entre los hombres, para que seáis maestros. 30. Yo esperé que vosotros, profundizando en vuestro análisis, llegaseis a descubrir el contenido de este misterio, pero hasta ahora todavía no os habéis desvelado estudiando mi Obra. 31. En esto no habéis imitado a los hombres de ciencia que consagran su vida al estudio. No os digo que seáis científicos, porque la sabiduría de mi Doctrina está por sobre todas las ciencias, sólo os digo: imitadles en su perseverancia. Ellos cultivan el árbol de la ciencia, cuyos frutos Yo os los he dado al entregaros el árbol de la vida espiritual para que lo cultivéis y de él toméis sus frutos para alimentar vuestro espíritu. 32. Orad, para que Yo os encuentre preparados y dignos, porque mi palabra quedará escrita para las generaciones venideras y vosotros deberéis dar testimonio de ella con vuestras obras. 33. Es el Cordero el que os habla, Él es quien os revela estas enseñanzas y quien descifra estos misterios, porque hasta ahora sólo Él ha sido digno de desatar los sellos. Más el sacrificio del Cordero inmolado os hace a todos dignos de esta luz y a su debido tiempo llegará este conocimiento a todos los confines de la Tierra. 34. Os hablaré también como Creador, porque el Padre está en el Hijo, así como el Hijo está en el Padre y en el Espíritu Santo. 35. Discípulos: de Mi han brotado las tres naturalezas: la divina, la espiritual y la material. Como Hacedor y dueño de todo lo creado puedo hablaros en forma divina y a la vez comprensible. Si la naturaleza material nació de Mí, también puedo materializar mi voz y mi palabra, para hacerme comprensible al hombre. 36. Yo soy la ciencia perfecta, el principio de todo, la causa de todas las causas y la luz que todo lo ilumina; Yo estoy por sobre todo lo creado, sobre todas las sabidurías. 37. Para que Dios pudiera nombrarse Padre, hizo brotar de su seno espíritus, criaturas semejantes a Él en sus divinos atributos y los convirtió en seres humanos para que tuvieran en su ser las tres naturalezas. Pero antes, el Padre le preparó su morada: la Tierra, con sus entrañas de roca y fuego, el aire, el agua, los metales, los gases y la luz. Y todo ello fue como un reino, fuerte e inconmovible, para servir de cimiente a la mansión del hombre: el reino mineral. 38. Quiso el creador engalanar esa morada y para ello hizo brotar de la tierra las plantas, los árboles, sus flores y sus frutos, para que el hombre encontrara en ellos, sustento, sombra, deleite, inspiración, bálsamo y alegría, y fue como un nuevo reino: el vegetal. 39. No debía encontrarse solo el hombre y el Padre le dio por amigos y siervos a los seres inferiores, las bestias, las aves y los peces. Todos los seres que habitan las entrañas de la tierra y la superficie, los que cruzan los vientos y los que habitan las aguas, para que el hijo encontrara en ellos, sustento en unos, amistad en otros y ayuda en otros más, y cuando esa familia se encontró creada en tal forma, fue un nuevo reino en la Tierra: el reino animal. 40. Los tres reinos formaron con su armonía un solo mundo, y cuando todo era como una gran fiesta en que la vida, la luz y la gracia animaba el Señor, envió al hombre, al ser que se asemeja a su Creador y en el cual se refleja la Divinidad, en el que puso Dios una chispa de su espíritu: la conciencia, para que en el trayecto de su jornada alcanzara ese ser así dotado, la perfección del espíritu. 41. Esos tres reinos que forman vuestro mundo, fueron hechos en siete etapas que algunos hombres han llamado días. 42. Fue el Padre forjando con paciencia perfecta todo lo necesario para el camino y la vida de sus hijos. Así creó en una etapa el sol y los astros, en otra la Tierra con sus plantas y sus mares, en otra los animales y finalmente el hombre. 43. Todo quedó preparado, ordenado y previsto para que el hombre no encontrara imperfección alguna, sino que viera a cada paso maravillas y perfecciones y encontrara por doquier el amor de su Padre y su presencia en todo lo creado. 44. Y cuando todo estuvo dispuesto, dijo al hombre: He ahí vuestra morada, he ahí vuestro reino pasajero. Cruzad los caminos, bebed de las fuentes, probad y saboread los frutos, conocedlo todo, levantaos como señor de la Tierra, es vuestro reino. Y el hombre, cuando abrió sus ojos a la luz y a la vida, sintió gozo al ser acariciado por los rayos del astro rey, se deleitó en la frescura de las aguas y en el sabor de los frutos que a sus labios se ofrecían. 45. Mas sabéis que el hombre por razón de su libre albedrío tuvo flaquezas desde su origen, por las cuales conoció el dolor, el trabajo, la lucha, las tinieblas, las caídas. 46. Todo estaba previsto y dispuesto para que el espíritu encontrase el camino de su evolución. Entonces el Padre le reveló su Ley por medio de la conciencia, para que conociese el camino de la luz y la armonía con la Divinidad y con la Naturaleza. Y desde entonces la intuición le reveló al hombre la existencia de su propio espíritu, cuya conciencia que es mi propia luz, le enseñó a distinguir el bien del mal e interiormente le indujo a marchar por el camino recto. Y entonces el Padre preparó para el espíritu del hombre el camino y el santuario. 47. En el principio de los tiempos el Señor dejó que la humanidad se multiplicara y poblara la Tierra, y manifestó su existencia, su presencia y su justicia, hablando a los hombres por medio de los elementos, que unas veces pródigos y otras hostiles e inclementes, corregían los yerros o premiaban los actos buenos. 48. Pero no sólo la voz de los elementos os habló de mí, también envié al mundo hombres que aconsejasen la virtud y mantuviesen despierto al espíritu de la humanidad, enseñándole la existencia de un Ser divino a quien debía de servir y adorar. 49. Ese fue el Primer Tiempo, cual primer reino espiritual, en el que el Padre reinó en el corazón del hombre, quién vivió en gracia en aquella morada creada para su espíritu. 50. Mas esta morada que comenzaba a edificar el Señor en el corazón de sus hijos, también había de formarla en tres eras o reinos. 51. El Segundo Tiempo o segundo reino lo fundó el Padre al encarnar en Jesús y habitar entre los hombres y el Tercer Tiempo con el que se cierra esta obra de perfección espiritual, lo inicia con su advenimiento como Espíritu Santo en este tiempo que viene a ser el tercer reino. 52. En el primero se manifestó el Espíritu Divino como justicia, en el segundo fue el amor y para culminar esta obra en el Tercer Tiempo, vino a manifestarse como luz de sabiduría y como revelación. 53. He ahí tres reinos que forman uno solo, he ahí tres tiempos en los que se consuma una obra de perfeccionamiento espiritual. Tres eras que encerraban un misterio que en este día el Maestro os ha revelado. Pero sabed que estos tres reinos fueron formados en siete etapas de lo cual tenéis una imagen en la creación de la Naturaleza material; siete etapas, de las cuales la última es la mansión perfecta del espíritu. 54. La primera de estas etapas de evolución espiritual en el mundo, está representada por Abel, el primer ministro del Padre, quien ofreció su holocausto a Dios. Él es el símbolo del sacrificio. La envidia se levantó ante él. 55. La segunda etapa, la representa Noé. Es el símbolo de la fe; él construyó el arca por inspiración divina y llevó a los hombres a penetrar en ella para que alcanzasen salvación. Ante él se levantaron las multitudes con la duda, la burla y el paganismo en su espíritu. Más Noé dejó su simiente de fe. 56. La tercera etapa representada por Jacob. El simboliza la fuerza, es Israel, el fuerte. El vio espiritualmente la escala por la que todos pasaréis para sentaros a la diestra del Creador. Ante él se levantó el ángel del Señor para poner a prueba su fuerza y su perseverancia. 57. La cuarta está simbolizada por Moisés. Representa la Ley. El presenta las tablas donde fue escrita para la humanidad de todos los tiempos. Él fue quién, con su fe inmensa rescató al pueblo, para conducirlo por el camino de salvación a la Tierra Prometida. Es el símbolo de la Ley. 58. La quinta etapa está representada por Jesús el Verbo Divino, el Cordero Inmolado, quien os ha hablado en todos los tiempos y os seguirá hablando. Él es el amor, por el que se hizo hombre para habitar en la morada de los hombres, sufrió el dolor de ellos, mostró a la humanidad el sendero del sacrificio, del amor y de la caridad, por el cual debe alcanzar la redención de todos sus pecados; vino como Maestro a enseñar a nacer en la humanidad, a vivir en el amor, a llegar hasta el sacrificio, y a morir amando, perdonando y bendiciendo. El representa la quinta etapa y su símbolo es el amor. 59. La sexta etapa la representa Elías. Es el símbolo del Espíritu Santo. Él es quien va sobre su carro de fuego llevando la luz a todas las naciones y a todos los mundos desconocidos por vosotros, pero conocidos por Mí, porque Yo soy el Padre de todos los mundos y de todas las criaturas. Esta es la etapa que estáis viviendo, la de Elías, es su luz la que os ilumina. El representa las enseñanzas que estaban ocultas y que en este tiempo se le están revelando al hombre. 60. La séptima etapa está representada por el mismo Padre. Él es el final, es la culminación de la evolución, en Él está el tiempo de la gracia, el Séptimo Sello. 61. He aquí descifrado el misterio de los siete sellos, he aquí por qué os hablo de que este tiempo es el sexto; porque cinco de ellos ya pasaron, el sexto es el que se encuentra desatado y el séptimo aún permanece cerrado, el contenido de él aún no ha llegado, falta tiempo para que esa etapa aparezca delante de vosotros. Cuando esa etapa sea llegada, habrá gracia, perfección y paz, pero para llegar a ella, ¡Cuánto tendrá que llorar el hombre para purificar su espíritu! 62. Cuando cese la purificación, la tentación será retenida, habrán cesado las guerras entre los hombres y no habrá perturbaciones ni perversidad; entonces vendrá el reino de paz y de gracia, alcanzará la humanidad gran progreso espiritual y su comunicación con el espíritu del Padre será directa. 63. Así como os he revelado que el hombre es semejante a su Creador, ahora os digo que este reino material, formado por Mí con gracia y perfección, es un libro abierto que siempre os habla de los tres reinos, de los tres tiempos y de las potencias del Padre. La creación quedó también preparada para que las siete etapas de su formación fueran una figura de los siete sellos, ese gran libro de la vida, cuyo velo que cubría su secreto, he venido a descorrer con la luz de mi palabra. 64. Dejad que la luz del Sexto Sello os alumbre. 65. Sólo Yo podré decir en donde termina la sexta etapa y en donde comienza la séptima. Estáis viviendo en la sexta etapa, en el tiempo de Elías, en el Tercer Tiempo y a pesar de estar bañados con la luz de mi Espíritu que brota de mi palabra, aún no os habéis despojado del pecado, ni habéis alcanzado la perfección, comunicándoos de espíritu a Espíritu con mi Divinidad. Pero vuestros hijos, las generaciones venideras, alcanzarán esa limpidez y serán mis discípulos que conversen espiritualmente con su Maestro, serán verdaderos profetas en los caminos del mundo. Ellos vivirán en paz y en armonía con todas las leyes y llegarán a crear la verdadera morada del espíritu del hombre en la Tierra. 66. En verdad os digo que para que estas profecías se cumplan, muchos soles pasarán, muchas aguas caerán de los cielos, muchos años transcurrirán y serán olvidadas por los hombres, y muchas generaciones también, pero llegará al fin aquel tiempo en que el Padre corone su Obra en este planeta. 67. Llevad esta enseñanza sencilla y diáfana como la luz del día, transparente como las aguas, para que, en el silencio de vuestra alcoba, en el recogimiento de la noche, analicéis y meditéis en lo que os he revelado y podáis recrearos con su perfección. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 162 1. No hay día en que la humanidad no se estremezca ante una prueba o no se maraville ante un acontecimiento que califica de extraordinario, y sin embargo, no ha llegado a darse cuenta del tiempo en que vive, ni del significado de cada una de esas pruebas. Con cuánta claridad os anunciaron los antiguos profetas, Joel, Daniel y el apóstol Juan sobre lo que había de ocurrir en estos tiempos; mas cuán indiferentes han sido los hombres de esta era ante los llamados de su Señor. Si acaso llegan a romper su indiferencia y materialismo, es tan sólo para preguntarse: ¿Qué es lo que está pasando en la Tierra, que todo es zozobra, guerra, dolor, desolación y muerte? Mas no velan, no oran, ni llegan a meditar en lo que les ha sido revelado, porque hasta ahora sólo les han interesado las falsas satisfacciones que el mundo les proporciona. 2. Mientras más cercados se ven los hombres, mientras más amenazados se encuentran por las calamidades que ellos mismos han desatado, en lugar de refugiarse en Mí, de invocar mi caridad y solicitar mi ayuda, creen que les bastan sus propias fuerzas, se dejan arrastrar por sus bajas pasiones, haciendo de sus odios y ambiciones las armas con las que quieren combatir y defenderse; mas, ¿Cuándo habéis sabido que el mal se pueda combatir con el mal? 3. Dejaré que los hombres continúen en su soberbia y se vanaglorien en su materialismo, que por un tiempo más continúen en su falta de caridad, para que vean hasta donde los van a llevar sus pasiones. Mientras, Yo me haré sentir en el corazón de todo aquel que se halle preparado y que se encuentre esperándome. 4. He derramado mi Espíritu sobre todo espíritu y sobre toda carne, para que de acuerdo con la profecía, los hombres y las mujeres profeticen. Yo os hablo por medio de sueños y de visiones espirituales y doy señales a la humanidad por los elementos de la Naturaleza, para que surja de entre la multitud, un pueblo fuerte, grande, tan grande como nunca lo han conocido. Este pueblo arrasará con el mal que encuentre a su paso y no habrá enemigo que no sea vencido por él, ni habrá muro que no pueda salvar. Sus hombres, penetrarán por todas partes, sus voces llegarán a ser oídas por toda la humanidad, su palabra acabará con toda obra falsa y logrará hacer ver la verdad a todos los hombres. Ante su paso temblarán las doctrinas, religiones, ideas y ciencias que oculten la verdad. 5. Vosotros, los que estáis escuchando esta palabra, dad gracias al Señor, vuestro Padre, de haber logrado ver el cumplimiento de mi palabra dada por mis antiguos profetas, aquellos que ya os habían profetizado mi comunicación, cuando uno de ellos os anuncio: "que mi Espíritu se derramaría sobre toda carne". 6. Velad y sed fuertes para que lleguéis a formar parte de ese pueblo de valientes soldados que Yo levantaré en breve. No creáis, como ya os lo he dicho en numerosas ocasiones, que sólo vosotros formáis parte de ese pueblo, porque no sólo los que me han oído en esta forma de comunicación, serán los agraciados con el conocimiento de mi Doctrina, recordad que mi simiente se encuentra dispersa por todo el orbe. 7. Aquellos profetas de los tiempos pasados no recibieron consagración o autorización alguna en la Tierra, no estaban obligados a tener sumisión ante ninguna autoridad y sólo se concretaban a obedecer los dictados de su Señor, que era el que ponía su palabra en los labios de aquellos escogidos por El. 8. Llenos de fe y de valor, nada los detenía en su misión de enseñar mi Ley al pueblo y apartarlo del fanatismo religioso, haciéndole comprender la indolencia y los errores de los sacerdotes. 9. Si meditáis un poco y estudiáis las escrituras, veréis cómo a través de todos los profetas, una sola fue la esencia que en su palabra entregaron a los hombres. Ellos dieron a la humanidad amonestaciones, revelaciones y mensajes, sin los errores del culto materializado que profesaba el pueblo en aquellos tiempos. Enseñando a obedecer la Ley y la palabra de Dios, ayudaron a la humanidad a ponerse en contacto con su Padre Celestial. 10. Pueblo: ¿No encontráis gran semejanza entre aquellos profetas y estos portavoces por medio de los cuales os estoy hablando ahora? También en los labios de estos últimos, pongo la esencia de mi Ley, también llega a vosotros mi inspiración a través de sus palabras y de ellas surge vibrante la enseñanza que invita a las multitudes a buscar a su Señor por los medios más puros; hablan sin temer que entre las multitudes que los escuchan existen escudriñadores o fanáticos. Cumplen con su misión entregándose al servicio de su Padre para que por su conducto Él hable a la humanidad, y entregue estas lecciones que abrirán nuevas sendas de luz a los hombres. 11. Pueblo: No sólo existe una gran semejanza entre aquellos profetas y estos portavoces, sino que también hay una perfecta relación entre ellos. Aquellos anunciaron a éstos y lo que aquellos pronosticaron ha mucho tiempo, lo están contemplando ahora estos siervos. 12. No pensáis que en aquellos tiempos todo el pueblo creía en lo que predicaban sus profetas. No, muchas veces tuvieron que soportar la burla de sus hermanos, las amenazas de los sacerdotes y la persecución de los poderosos. Era menester que se cumpliesen las profecías que anunciaban la justicia de Dios sobre los hombres; para que todos creyesen en la verdad que los siervos del Señor predicaban. Muchas veces, se cumplió lo que anunciaron cuando ya no pertenecían a este mundo. También en este tiempo, estos hijos míos han sufrido la burla, la calumnia, la indiferencia de muchos de los que les han escuchado, pero mi palabra será conocida fuera de estos recintos, no importa que sea burlada y rechazada; también lo que os he anunciado se irá cumpliendo y entonces los hombres empezarán a fijar su atención en lo que antes miraron con desprecio o con indiferencia. 13. Así como aquel pueblo una vez que creyó en lo que sus profetas pronosticaban, se saturó de fe en el Dios invisible, todo poder y justicia, así este pueblo que ahora ha recibido esta manifestación, llegará a saturarse de una fe inquebrantable, fortalecida por la comunicación que ha recibido de su Señor. Esta fe es indispensable para que el testimonio que de vuestros labios brote, vaya lleno de firmeza, aunque ya os he dicho que si vosotros no supieseis dar testimonio de Mí, Yo lo daré cuando la hora sea llegada, porque no podría faltar a mis promesas. 14. Cuántas veces en la historia del pueblo de Dios, los hombres se interpusieron con sus desobediencias y a pesar de sus errores se cumplió mi palabra. Lo mismo sucederá en este tiempo. No todos serán obedientes a mis mandatos; mientras unos se levanten interpretando justamente mis órdenes, otros queriendo conciliar lo puro y verdadero con lo bajo y carnal, tratarán de pasar sobre mi voluntad, sin comprender que la voluntad divina que es poder y justicia infinita, será la que juzgue todos los actos impuros de quienes hayan profanado mi palabra. 15. Os hablo así, porque sé que vendrá entre vosotros una confusión que desde estos tiempos os profetizo; pero Yo pondré a salvo el libro donde se ha escrito mi palabra, para que sea llevado más tarde a todo el mundo y dé testimonio de lo que el Maestro os dijo en su nueva manifestación. 16. Oídme a través de mis nuevos profetas, a quienes llamáis portavoces, e interpretad justamente mi palabra, para que después cumpláis con los mandatos que os he dado. 17. Mientras los hombres han querido ver en Mí un Dios distante, remoto, Yo me he propuesto demostrarles que estoy más cerca de ellos que las pestañas de sus ojos. 18. Rezan maquinalmente y si no ven realizado todo lo que pidieron en forma inmediata, exclaman desalentados: "Dios no nos ha oído". 19. Si ellos supiesen orar, si unieran la mente con el corazón a su espíritu, escucharían en su conciencia la voz divina del Señor y sentirían que su presencia estaba muy cerca de ellos, pero ¿Cómo quieren sentir mi presencia si me piden a través de cultos materializados? ¿Cómo es posible que logren sensibilizar su espíritu, si hasta a su Señor lo adoran en imágenes hechas con sus manos? 20. Quiero que comprendáis que me tenéis muy cerca, que os podéis comunicar fácilmente Conmigo, así como sentirme y recibir mis inspiraciones. 21. Si analizáis las revelaciones y enseñanzas que he venido dándoos a través de los tiempos, sólo llegaréis a encontrar un camino que puede conduciros a la meta de la espiritualidad. Fijaos que soy Yo quien os ha enseñado los medios perfectos y eficaces para que podáis llegar a Mí; no veo por qué os dejáis seducir por falsas enseñanzas que sólo fomentan vuestro fanatismo y aumentan vuestra ignorancia. 22. Cuando se dio la Ley al mundo os dije: "No tendréis dioses ajenos a Mí". 23. En el Segundo Tiempo, cuando una mujer preguntó a Jesús si era en Jerusalén el lugar en donde debía de adorar a Dios, el Maestro le contestó: Se aproxima el tiempo en el que ni Jerusalén, ni ningún otro lugar sean el sitio indicado para adorar a Dios, porque será adorado en espíritu y en verdad, o sea, de espíritu a Espíritu. 24. Cuando mis discípulos me pidieron que les enseñara a orar, Yo les di como norma la oración que llamáis el Padre Nuestro, haciéndoles comprender que la oración, la verdadera, la perfecta, será aquella que a semejanza de la de Jesús, nazca espontánea del corazón y se eleve hasta llegar al Padre. Debe encerrar obediencia, humildad, confesión, gratitud, fe, esperanza y adoración. 25. Cuántas y cuántas lecciones llenas de espiritualidad os ha dado el Padre a través de estos mensajes, y cuánto es lo que se ha deformado su Ley y su Doctrina en la Tierra. Esa materialización, la continua profanación y la falsedad de lo que os he entregado puro, son la causa del caos que está padeciendo la humanidad, tanto en lo espiritual como en lo material; esas dos formas de la vida que siempre han ido unidas en el hombre, porque no sería posible afectar a una de ellas sin que la otra no resulte afectada. 26. ¿Os asombráis de que muchos hombres me han abandonado en estos tiempos y de que otros pueblos han rechazado mi Doctrina? ¿Os indignáis cuando veis que las doctrinas materialistas siguen avanzando entre la humanidad? Cada uno de vosotros oiga la voz de su conciencia y pregúntese si con vuestra vida habéis dado un testimonio verdadero de la Doctrina que se encierra en mi palabra. 27. Sobre las grandes faltas y sobre los errores que se han cometido en mi Ley, estará mi justicia; no quedará una sola falta que no vaya a ser corregida por el Maestro perfecto. No debéis confundiros, corregíos y no juzguéis. Comprended que Yo nunca os castigo, vosotros mismos os castigáis. 28. Hago luz en el que ha pecado por ignorancia y muevo hacia el arrepentimiento al que ha pecado a sabiendas, para que ambos llenos de fortaleza en mi perdón se levanten a reparar la falta cometida, ésta es la única forma de llegar a Mí. 29. Pensad en todo esto, ministros que conducís a los hombres por los distintos senderos de las religiones. Orad y llevad a los vuestros hacia la espiritualidad. Ya es tiempo de que os arrepintáis de vuestros errores, para que iniciéis una lucha en contra del materialismo humano, que es muerte y tiniebla para el espíritu; para ello debéis usar mi verdad, esgrimir como arma mi palabra y vivir en mi enseñanza. 30. Yo no tengo preferencia para una o por otra religión; no seré Yo, sois vosotros los que debéis estar de parte mía, porque si así lo hacéis habréis logrado uniros todos en espíritu. 31. De párvulos os habéis ido convirtiendo en discípulos, sin embargo, veo que os habéis estacionado y con ello no ayudáis a vuestros hermanos. Sí, pueblo, estáis deteniendo el progreso de las nuevas multitudes, por vuestra falta de adelanto en mi Doctrina. Habéis creado una barrera que está haciendo muy difícil que alguno de vuestros hermanos pueda dar un paso más allá de donde vosotros habéis llegado. 32. Así como en esta manifestación Yo os daré a conocer hasta la última lección que podáis comprender, así vosotros tendréis que practicar hasta la última de sus enseñanzas. 33. Si aún no habéis llegado a prepararos, es porque a pesar de estar oyéndome no habéis sabido escucharme. Si no habéis comprendido mi palabra es porque no habéis meditado en ella. Si hasta ahora no habéis practicado la verdadera caridad, es porque no os habéis sensibilizado en mi palabra de amor, y si no habéis recibido más de lo que hasta hoy habéis logrado, ha sido porque vuestros méritos han sido escasos. 34. Mayores serían las multitudes que acudieran a escuchar mi palabra si ellas pudiesen contemplar en vosotros, ejemplos dignos de imitarse; porque vuestras obras serían una prueba de respeto, de fe, de obediencia hacia mi Obra y de cumplimiento a mi Doctrina. 35. Os he enseñado a orar, para que por medio de la oración, no sólo os acerquéis al Padre, sino también a vuestros hermanos necesitados para que les llevéis vuestro mensaje de paz; más cuando Yo os pregunto qué ha sentido vuestro espíritu cuando ha orado por las naciones, por las viudas, por los huérfanos, por los menesterosos de pan, por los cautivos y por los enfermos, sólo sabéis decirme: Señor. Tú eres el único que sabe derramar los beneficios en los necesitados, somos tan pequeños y tan ignorantes, que no sabemos sentir el dolor de nuestros hermanos ni comprender a distancia lo que a ellos acontece. Sólo nos concretamos a pedirte que derrames sobre ellos la caridad de tu amor infinito, pero ante necesidades tan grandes del espíritu, debemos de confesar que aún no llegamos ni a párvulos. Sólo Tú podrás decirnos qué hizo nuestro espíritu durante su oración. 36. Por lo menos en este instante sois sinceros y confesáis vuestra ignorancia y vuestra pequeñez, por lo cual Yo os bendigo y hago más clara mi Doctrina a fin de que sea entendida por el más rudo de los hombres. 37. Pueblo: sabéis que los seres espirituales se acercan a los hombres, y que según sea la índole de aquellos seres, así será la influencia que ejerzan sobre la humanidad. Debéis de saber que cuando oráis por algún semejante, vuestro espíritu se desprende de su materia, para acercarse a aquel por quien está pidiendo. Ahora llegad a la conclusión de que de acuerdo con vuestra preparación y el grado de limpidez y espiritualidad que hayáis alcanzado en la vida, así será la influencia espiritual que comuniquéis a aquellos por quienes estéis orando. 38. No temáis si os digo que constantemente estáis rodeados de seres invisibles, muchos de los cuales están necesitados de vuestra ayuda; dedicadles vuestros pensamientos, vuestras palabras y vuestras obras de amor, para que logren encontrar el camino del cumplimiento y lleguen a ver la luz. 39. Las armas que Yo os doy, no son de las que arrancan la vida, no ciegan a nadie, no derraman sangre, ni causan dolor, no dejan viudas ni huérfanos a su paso, ni dejan hogares sumidos en la desolación, puesto que las armas que Yo os he dejado son: el amor, la caridad, el perdón, para que con su ayuda podáis luchar por cambiar las malas influencias en vibraciones de luz. 40. Dedicad siempre en vuestras oraciones un pensamiento en favor de aquellos que sin ser vistos por los ojos del cuerpo, lloran cerca de vosotros; pero no tratéis de llegar a ellos, o de obligarlos a manifestarse si no es a través del pensamiento. Comprended que las armas que Yo os he dado son armas de amor, de elevación, de paz. 41. Para llegar a ser maestros en esta Doctrina, es indispensable que analicéis mi enseñanza, y también os digo que existen espíritus llenos de luz y de sabiduría, que Yo he dejado como custodios. Son en número infinito y trabajan incansablemente en la Obra del Padre de todo lo creado. Confiad en que no estáis solos ni abandonados a vuestras propias fuerzas, sino que tenéis quienes velan y trabajan junto a vosotros, con humildad y sin ostentación, para que escaléis espiritualmente. 42. La Ley Divina se encierra en dos mandamientos: Amar a Dios, que es vuestro Padre, y en El, amar a vuestros hermanos; eso es lo que han venido haciendo esos seres, a quienes llama la humanidad; ángeles guardianes, protectores, espíritus de luz, seres superiores. 43. Imitadles, ayudadles en su misión, y así se establecerá una gran armonía espiritual, que es la que debe de existir entre todos los hijos de mi Divinidad. De esa armonía brotará la paz, supremo galardón para el espíritu en la eternidad. 44. Yo os he dicho que vuestra vida material es limitada, y os lo recuerdo, para que cada uno pueda reconocer si ha cumplido con la misión que el Padre le ha asignado. Si lo habéis olvidado, vengo a recordárosla, para que os levantéis a cumplir como buenos discípulos. 45. Vuestra estancia en la Tierra es corta; reconociéndolo así, me pedís un tiempo más y me decís: Señor, dadme tiempo para cumplir. Yo sólo os digo: el sol no sale ni se oculta un instante antes o después del marcado por el Creador. Todo se rige por una ley infalible. Por lo tanto, vosotros no moraréis en la Tierra un segundo más de los marcados en vuestro destino. He aquí por qué mi palabra está sonando para vosotros como el reloj de la eternidad que os aconseja que aprovechéis el tiempo. 46. Mientras que para vuestro espíritu se acerca el día luminoso de la eternidad, para vuestra materia se acerca la noche. Comprendedlo y no digáis que estáis cumpliendo mi Ley por el solo hecho de estar escuchando mi palabra. No tratéis de cumplir según vuestro modo de pensar, sino basándoos en mis divinas enseñanzas. 47. Pensad que después de cumplir vuestros deberes y misiones en esta vida, cuando ya os encontréis en estado espiritual, Yo os concederé descender sobre el entendimiento de esta humanidad, a inspirarle e iluminarla, ayudándola así en su jornada de evolución. 48. Delicada es vuestra misión, para cumplirla tenéis que mostraros humildes, como Jesús os enseñó, con la mansedumbre y caridad con la que El cumplió su misión. 49. Tenéis que despojaros de la vestidura de superioridad y de grandeza que sólo encierra vanidad. Tenéis que despojaros del egoísmo y descender hasta los harapientos y leprosos a consolarles en sus penas. Y así seréis mis discípulos, porque estaréis cumpliendo con el ejemplo que os di. 50. Mi caridad os he donado y es menester que manifestéis tales dones. 51. Si al orar, vuestra mente está limpia y se ha alejado de todo el materialismo que la rodea, Yo os concederé lo que vengáis a solicitar para vuestros hermanos. Veréis entonces con admiración cómo en vuestros labios se desborda el consuelo para el que sufre. Vuestra labor será fructífera y bendita porque estaréis practicando mi lección de amor. 52. Ahora os digo que no sólo debéis ser humanitarios con vuestros semejantes, sino también con los demás reinos y especies, porque todas son criaturas del Señor; toda es obra perfecta del Padre en la que se manifiesta su sabiduría. 53. En la naturaleza todo es vida, evolución y transformación dentro de ella misma. 54. Yo os hago saber quiénes sois, para que comprendiéndolo, seáis humanitarios con toda criatura. 55. Conoceos, conoced vuestras facultades, vuestros sentimientos. No confundáis los sentimientos puros con las pasiones. Conoced las inclinaciones e instintos propios de la materia para que el espíritu impere siempre sobre ella. No neguéis a vuestro espíritu las oportunidades de amar, porque no podrá vibrar de caridad por vuestros hermanos, si existe egoísmo. Cuando améis, hacedlo espiritualmente y que vuestro amor sea para todos. Si lo personificáis, encerrándolo sólo en determinados seres, habréis caído en egoísmo. 56. Al amor espiritual podéis considerarlo como el amor universal. Preparad vuestro corazón a semejanza de una fuente que reciba el amor de mi gracia como agua cristalina y que se desborde en vuestros hermanos a través de vuestras obras. 57. Cuanto más sintáis ese amor en vosotros, mayor será la salud que derraméis sobre las heridas. Será verdadero bálsamo que resucite al espíritu decaído y será perfume que embalsame la vida de los que lloran. 58. Ved cómo el amor espiritual no anida en el corazón de los hombres. Ellos aman, pero con un amor egoísta que destruye aun su propia vida, porque la pasión es como un gusano que corroe los mejores sentimientos. Cuando las pasiones se agitan en el corazón del hombre, llegan a destruir todo lo bueno que había en su espíritu. La pasión es el abismo que se abre a los pies del hombre, y que al arrastrarlo a su fondo, le hace perder la luz y la paz. 59. Ved que mi enseñanza está destruyendo la ignorancia, para que vosotros, reconociéndome como sabiduría divina y única, destruyáis los falsos dioses, como hizo Abraham al buscar a Dios más allá de lo que sus ojos contemplaban. Por eso hice pacto con él, para que fuese la simiente del pueblo escogido. El demostró, cuando fue puesto a prueba, que su Dios era Creador y Dios viviente. 60. Vosotros también tendréis que demostrar la verdad de estas revelaciones, con una práctica limpia y un culto libre de adoraciones superfluas y fanáticas. 61. Recordad que en las tablas de Moisés quedó grabado aquel precepto que dice: "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el Cielo, ni abajo en la Tierra, ni en las aguas debajo de la tierra". 62. Mirad desde cuándo he venido librándoos de la idolatría, para que llegaseis a mirarme sobre todo lo creado, sobre todo lo que se mueve y cambia, para que ahí elevéis vuestro espíritu al Reino de los Cielos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 163 1. Pueblo: Veo vuestras lágrimas y escucho vuestros sollozos. Contemplo vuestros trabajos y sufrimientos. Veo las cadenas de pobreza y privaciones que lleváis, el desengaño que aflige a vuestro corazón, porque os habéis convencido que en el mundo no existe justicia ni caridad. Entonces oráis diciéndome: "Señor, no soy digno de tu paz, si no merezco tus beneficios, dame fuerza para soportar los sufrimientos y las injusticias de esta vida". 2. En esos instantes se hace sentir mi presencia que os dice: Perseverad en la paciencia, seguid vigilantes, no desesperéis ni un momento, porque no sabéis en qué instante puede llamar mi paz a vuestra puerta. Reclinad vuestra cabeza en mi pecho y ahí dejad de oír el rumor de la guerra; olvidad vuestras aflicciones y pensad que, estando Conmigo, no moriréis. Venid a Mí, acompañad a vuestro Padre y Señor. En Mí, hallaréis al hermano, al esposo, al amigo, al padre. 3. Fortaleced vuestro corazón escuchando mi palabra, para que cuando tengáis que volver a la lucha, lo hagáis con el cuerpo erguido levantando vuestra faz y podáis sonreír con esperanza. 4. Ya no dudéis en el momento de la prueba, no digáis que no os he escuchado en el momento del dolor, en el trance más difícil. Mientras haya aliento de vida en vuestro ser, mientras respire vuestro cuerpo, mientras vuestra mente piense y sufra vuestro espíritu, Yo estaré con vosotros, porque Yo soy la vida que palpita y vibra en todo el Universo. 5. Sabed orar, no sólo en vuestras horas de congoja, sino también en vuestros momentos de alegría. A Mí sólo me ofrecéis lágrimas, penas y tristezas; pero en vuestras alegrías me olvidáis, cuando vuestro corazón está de fiesta, entonces me cerráis sus puertas. 6. Yo debo hablaros y prepararos para vuestra lucha que será grande. Quiero que dentro y fuera de vosotros haya luz, que dentro y fuera de vuestro hogar practiquéis la virtud, porque así, nadie podrá sorprenderos durmiendo. 7. Os he anunciado que a este suelo vendrán caravanas de gentes de países extranjeros, en busca de su paz para su corazón y de luz para su espíritu. Encontrarán a los discípulos de esta Doctrina a los cuales interrogarán, les pedirán testimonio de lo que oyeron y les pondrán a prueba para confirmar la verdad de esta palabra. 8. ¿No creéis que vuestro corazón deberá ser para entonces una verdadera fuente de caridad, de bondad y de luz dispuesta a desbordarse en socorro de las necesidades de vuestros hermanos? ¿No os agradaría que cada uno de los hogares de mi pueblo, fuese una escuela donde se practicara la enseñanza divina? 9. En el Segundo Tiempo, llevé mi enseñanza por muchos lugares de la Judea y a cada paso encontraba un sitio a propósito para hacer oír mi palabra. El Maestro, siempre velaba y cuando fue puesto a prueba nunca fue sorprendido. Los valles escucharon mi voz, las montañas devolvieron el eco de mis palabras, las ondas del mar recibieron la vibración de mis mensajes y la soledad de los desiertos se iluminó con mi presencia. 10. Quiero que os unáis, que este pueblo sea como un oasis en el desierto del mundo. Sé que los hombres os buscarán, porque se cansarán de destruir, de pecar, de matar. Ante las palabras de luz y ante los pensamientos elevados, el espíritu hoy dormido despertará y mi Doctrina surgirá en la Tierra como un arca de salvación. Ese tiempo será de prueba para este pueblo, porque de su testimonio estarán pendientes muchos corazones. 11. ¿Por qué acobardarse entonces o rebelarse ahora ante las pruebas, si ellas son el cincel que está puliendo vuestro corazón, para que mañana pueda y sepa ser el intérprete de su Maestro? 12. Quiero oír que me digáis: "Gracias Maestro, vuestras pruebas me han templado y vuestra luz me ha alentado en el sendero, mis enfermos sanan y he logrado consolar al triste en mi camino". 13. Espero que otros me digan que les prepare para que sean mis labriegos, que les confié las herramientas de labranza para sembrar la simiente de la paz y del amor, en el corazón de sus hermanos. 14. Mi caridad está pendiente de vuestra petición, para concederos el divino don de ser labriegos en la campiña espiritual. 15. Ahora vengo a consolaros en vuestras aflicciones. Enfermos que a lo largo de vuestra vida habéis llevado la cruz del dolor, venid a Mí, Yo os sanaré. Os enseñaré a luchar contra vuestras enfermedades y a saber esperar con paciencia y humildad el instante de la liberación de la pena que os ha venido agobiando. También os mostraré todo lo que con el dolor habéis alcanzado en vuestra restitución. 16. Venid a Mí todos aquellos que habéis traído una carga de sufrimientos. Es en vano que busquéis bálsamo y consuelo entre los hombres, porque la caridad ha huido del corazón de la humanidad y debéis saber que sin la caridad no se puede hacer prodigios. La ciencia sola, no es bastante para salvar al mundo de sus dolores. 17. Los hombres de ciencia, llenos de vanidad, han llegado a considerar a las revelaciones divinas como indignas de su atención. No quieren elevarse espiritualmente hasta Dios y cuando no alcanzan a comprender algo de lo que les rodea, lo niegan para no tener que confesar su incapacidad y su ignorancia. Muchos de ellos no quieren creer más que en lo que llegan a comprobar. 18. ¿Qué consuelo podrán llevar estos hombres al corazón de sus semejantes, cuando no reconocen el principio del amor, que es lo que rige a la Creación y además, ignoran el sentido espiritual de la vida? 19. Ya sabía que llegarían estos tiempos de predominio de la ciencia materialista, de egoísmo, de indiferencia hacia el que sufre y perece, y es por eso que os ofrecí enviaros al Consolador. Y aquí tenéis el cumplimiento de aquella promesa. He venido en espíritu a esclareceros todos los misterios, para que lleguéis a convertiros en los hijos de la luz, vengo a traeros el consuelo divino de esta revelación y con su ayuda podréis salir avante de todas las pruebas de la vida y elevaros a Mí. 20. Os he llamado y al llegar a mi presencia, bañados en llanto me habéis dicho que sois los más menesterosos de la Tierra, mostrándome vuestra miseria, haciéndome presente vuestra falta de saber y escasez de dones para abriros paso entre las vicisitudes de la vida. Es entonces cuando os he revelado que estáis muy lejos de ser los parias o los más pobres. Os he probado y os encontrabais llorando al sentiros desheredados, sin haber descubierto que en vuestro espíritu lleváis un tesoro. 21. El enfermo lloraba porque no tenía un médico que estuviera a su alcance para sanarle, y no había descubierto que en su espíritu se estaba desbordando el bálsamo de curación. 22. Aquel que lloraba por su ignorancia, no percibía que en el silencio de su corazón, resonaba la divina voz de su Maestro, que le hacía un llamado al reino espiritual. El que se creía desheredado, no había descubierto todos los dones con los que el Padre le envió a cumplir su misión en la Tierra. Era menester que la verdad se abriera paso hasta vosotros, haciendo la luz en vuestro corazón, para que despertaseis del profundo letargo y os levantaseis llenos de fe, diciendo: "No estamos solos, el Señor está con nosotros; no somos parias, nuestro ser está lleno de los dones del Padre; no pereceremos bajo el peso del dolor, porque llevamos en el corazón el consuelo inefable de la palabra del Maestro, la cual nos da su luz en cada uno de nuestros pasos. No estamos a merced de la voluntad de los hombres, nuestra suerte no depende de ellos, sino de la voluntad de nuestro Padre, ya no habrá obstáculos, tropiezos, ni encrucijadas que nos debiliten, haciéndonos desistir de proseguir en la verdadera senda; en el dolor encontraremos consuelo, en las tinieblas llegaremos a hacer brillar la luz y en nuestra lucha, sentiremos que nos llega la fuerza. ¿Quién nos ha salvado? ¿Quién nos ha devuelto la salud y la vida? Ha sido el Maestro el que con su divina palabra nos ha vuelto al camino verdadero, entregándonos el consuelo prometido por El, desde los primeros tiempos". 23. Amad la verdad, oh discípulos, comprendedla y vividla. Quien conoce la verdad, lleva en si la dicha de ver la luz de Dios, conoce la paz y camina con firmeza por los senderos del cumplimiento. 24. Esta Obra será criticada y rechazada por muchos, al saber que en ella se manifestaron los seres espirituales; pero no temáis, porque sólo los ignorantes serán los que combatan esa parte de mis enseñanzas. 25. ¡cuántas veces los apóstoles, los profetas y los enviados del Señor hablaron al mundo bajo la influencia del mundo espiritual sin que la humanidad se diera cuenta de ello, y cuántas veces en vuestra vida cada uno de vosotros ha actuado y hablado bajo la voluntad de los seres espirituales, sin que os hubieseis percatado de ello! Y esto que siempre ha pasado, ahora os lo he confirmado. 26. Jesús, en el Segundo Tiempo os enseñó que la mente humana es una puerta por donde puede penetrar el mundo espiritual; os enseñó a libraros de los seres turbados que con sus malas influencias vienen a probar a los hombres en su camino de expiación por las faltas que han cometido, así como también os enseñó a prepararos a tal grado, que el Espíritu Santo hablara por boca del hombre. 27. Sin embargo ¡Cuánto se ha lucrado con estas revelaciones y cómo se les ha profanado! Es por esa causa que mi Obra en este tiempo ha sido y seguirá siendo combatida. Más los que verdaderamente creen en ella, la seguirán estudiando y practicando para que mañana puedan explicar mis enseñanzas y aparten de su error a los que se encuentran confundidos y a los que profanen mi Doctrina. 28. En este tiempo, quise ampliar y terminar de explicar todas estas revelaciones y para ese fin envié a Elías, para que iluminara vuestro entendimiento y os preparara el camino, para que no fueseis a confundiros con mi llegada y con la de mis huestes espirituales. 29. Elías en espíritu, llamó a las puertas del elegido en este tiempo, el que sin saber, sin conocer nada de esta comunicación, se vio abrumado, sometido y vencido ante la fuerza espiritual que llamaba a su corazón, para inducirlo a entregarse a este servicio. Esa fue la primera semilla, que fue cultivada por los primeros creyentes la que dio las primeras flores y los primeros frutos. 30. Esa planta creció y se convirtió en arbusto, sus flores fueron la comunicación de los seres de luz que como emisarios, profetas, ángeles custodios y consejeros llegaron hasta el pueblo; y los frutos fueron las comunicaciones de vuestro Maestro por medio de su rayo divino, que os ha traído el dulce sabor de la vida. 31. ¿Cómo podríais destruir en vosotros la idea de la muerte sin palpar la existencia de los seres que ayer fueron en la Tierra y que hoy invisiblemente habitan en otra morada? ¿Cómo podríais libraros de los que os acechan y causan males, y cómo podríais armonizar con aquéllos que son todo luz y todo bien? Solamente sintiendo su presencia, oyendo su voz y siguiendo su consejo, palpando sus manifestaciones y mirando como se hacen efectivas sus obras. Es menester que el testimonio de este pueblo se extienda por el mundo para convencer a los hombres que diciendo que creen en la vida no creen en la resurrección y en la eternidad. Son ellos los muertos que velan a sus muertos, porque tienen miedo de llegar a saber. 32. Pueblo: aprovechad los días que aún os restan de esta comunicación espiritual por medio del entendimiento del hombre; sabéis que esta lección será breve, que el fruto de vuestra experiencia será el testimonio verdadero, limpio y libre de mixtificaciones, que llevéis mañana a vuestros hermanos. 33. No os permitiré materializar lo espiritual una vez que haya pasado el instante marcado por mi voluntad; mas debéis saber que aunque el rayo del Señor y de los seres espirituales ya no estén poseyendo vuestro cerebro, la inspiración de vuestro Señor es eterna en todo aquel que se eleve en oración; y la luz del mundo espiritual iluminará de un mundo a otro mundo, de un espíritu a otro espíritu y llegará a todos mis hijos. 34. Bienaventurados todos los que verdaderamente aprovechen este tiempo de enseñanzas, porque después del año de 1950, serán los que extiendan la simiente de mi Doctrina. Vosotros, que habéis formado parte del follaje del árbol corpulento, ayudad a que los hombres encuentren en él el fruto de la vida y de la verdad. 35. Pueblo: si cuando habláis, lo hicieseis sintiendo en vuestro corazón la verdad de mis lecciones, veríais realizarse muchas de vuestras palabras y si llegáis a cambiar en obras todas vuestras palabras, estaríais haciendo verdaderos prodigios; pero si el espíritu no es el que habla por la materia, si no es el que se manifiesta, no podrá dar paz ni salud. 36. El espíritu podrá llegar a hacer oír su voz si estáis preparados; el hijo del Padre que en vosotros mora, tiene potencias muy grandes que le ha concedido su Creador, para ayudar a los que están necesitados. Por eso os estoy enseñando a no dejar morir a los que os hacen presente su queja, a no dejar que se pierda en el desierto la voz de Aquél que os llama. Dar de lo que recibís, es Ley que vuestro Padre os ha enseñado. ¿Os he amado Yo? Entonces podéis dar amor a vuestros hermanos. Entregaos ese amor fraternal de unos a otros. 37. No sólo de lo material vive el hombre, también debe de sustentarse de riquezas espirituales. Hablo así a estas multitudes que humildemente me escuchan, y mi Doctrina las va transformando poco a poco. Mas, ¿Cuándo haréis llevar esta luz a todos los pueblos de la Tierra? ¿Cuándo lograréis que todos los hombres se purifiquen en mi verdad? 38. Todo ha sido profanado por el hombre, no sólo su espíritu; las aguas están contaminadas, el aire está viciado y saturado de enfermedades y de muerte y Yo os pregunto: ¿Con qué doctrinas y en qué tiempo pensáis purificaros? ¿Cuándo llegaréis a limpiar vuestro espíritu y materia, si sólo vuestro cuerpo queréis lavar? ¿Qué lograríais con ello? Engañaros a vosotros mismos. Limpiad primero el corazón y la mente que es de donde provienen todos los malos pensamientos y las malas obras. El ser encarnado necesita pan espiritual, para llegar a sentirse aunque sea por unos momentos lo que es: espíritu. 39. Buscad otro pan además del necesario para cada día, buscad otra morada además de la de vuestro hogar. Ese pan es el de mi palabra, y esa morada está en el infinito. 40. Mientras estoy hablando, vuestro corazón me comunica también muchos de sus deseos, de sus esperanzas. Voy a contestar a algunos de mis hijos, a los que en su camino han experimentado la presencia de seres espirituales que acostumbráis llamar obscuros, o turbados. 41. ¿Por qué me pedís que aleje a esos seres de los lugares en que acostumbran manifestarse? Ellos necesitan saber que viven después de su aparente muerte, para dar cumplimiento a la ley de restitución y adquirir experiencia. Ellos cumplen aunque sea involuntariamente con su misión de dar a los hombres incrédulos y materializados el testimonio fiel de que el espíritu sobrevive a la materia. 42. Por eso es que los retiraré hasta que llegue el tiempo señalado por Mí, ahora tienen una misión que desempeñar, por lo tanto no me pidáis que los aleje de vosotros, deben esperar su término. ¿Por qué queréis que todo en la vida, se haga de acuerdo con lo que vosotros deseáis y no como conviene a los demás? Os advierto que, si sois generosos, si tenéis caridad con aquellos seres, ellos no os molestarán. 43. En este momento, elevad vuestro pensamiento pedid y recibiréis. Pedid lo que creáis justo para vosotros y para vuestros hermanos. En estos instantes en que pedís y en que tenéis la fe de que soy Yo el que está presente, guardad silencio, para que penetréis en comunión Conmigo. Escucho a los espíritus, llego a los corazones, os hablo de Espíritu a espíritu. Aparto de vuestro corazón todos los dolores, todas las angustias, tristezas y sinsabores. No hay un solo corazón al que no haya visitado, no hay un solo pensamiento al que no haya iluminado, no hay un solo dolor del que no hay librado a mis hijos, para traerlos Conmigo y formar con todos una corona de espinas. 44. Así quiero que oréis, así quiero que lleguéis siempre a recibirme. No demostraréis vuestro amor con manifestaciones externas, que sólo os sirvan para que en ellas os vean. Buscadme en silencio, estad a solas con vuestro Señor, y lograréis tener mi presencia en vuestro corazón y oiréis mi voz que os dice: Vengo a entregaros mi caridad, porque sois pasajeros en este mundo. 45. Elías se encuentra reuniendo a los espíritus escogidos, encarnados y desencarnados para que unidos sean fuertes, porque son grandes las pruebas que se avecinan; mas vosotros surgiréis iluminados por la luz de mi Espíritu Santo, porque Yo os amo y no os dejaré caer. Preparaos para que analicéis mi palabra y sepáis apartar el trigo de la mala hierba, velad y orad, para que no os apartéis de este camino y no os vaya a sorprender el dolor. 46. Comprended que no soy Yo quien depara el dolor, porque soy vuestro Padre que viene a engalanar a vuestro espíritu. Sois vosotros mismos los que vais sembrando el dolor en vuestro sendero y cuando éste os sorprende, me decís: Señor, ¿Por qué nos agobia el dolor? Mas mirad que Yo sólo vengo a entregaros amor, a bendeciros y a daros mi enseñanza. 47. Oíd mi parábola: 48. "En un camino marchaba una mujer conduciendo a tres pequeños niños, el mayor de 8 años, otro de 7 y el más pequeño de 4. Les prodigaba la ternura de una madre, alimentándolos y vistiéndolos con gran cariño. En una ocasión, el más grande de aquellos niños le dijo a la mujer: Ha mucho tiempo que venís trabajando para alimentarnos y vestirnos, soy el mayor de mis hermanos y estoy dispuesto a cumplir con lo que me encomendéis para ayudaros en el sostenimiento de mis hermanos. Así también mi hermano el mediano, cuando sea grande trabajará para ayudarle al menor y cuando éste crezca, trabajará como nosotros y estaremos todos unidos en el mismo camino. 49. La mujer le dijo: sois pequeño todavía y de cierto os digo que aún no conocéis el mundo, los hombres con su maldad tratarán de causaros daño y entonces tendríais que retornar a mí cuando estéis lleno de dolor y como yo os amo, no quiero que os perdáis ni que vayáis en busca del dolor. Aquel pequeño, sumiso y obediente, le dijo: haré lo que sea vuestra voluntad, esperaré hasta cuando sea el tiempo propicio y pueda transitar por los lugares que me designéis. 50. Aquella mujer le dijo: ciertamente que ya habéis aprendido la primera lección y por ello os considero como el mayor de vuestros hermanos, no sólo por vuestra edad sino porque sois obediente y reflexivo. 51. Pasaron los años y aquel niño se había convertido en un mancebo, sus hermanos que también habían crecido imitaban la reflexión de su hermano mayor cuya inteligencia era cada día más grande. 52. En cierta ocasión, la mujer le dijo al mancebo: ¿Queréis transitar por los caminos del mundo? Voy a entregaros un libro cuyo contenido estudiaréis para que grabéis su enseñanza en vuestra mente y en vuestro corazón y en verdad os digo, que ella os hará salir ileso de todos los peligros y el dolor no os sorprenderá. Entonces le guió; en unión de sus hermanos, hacia una choza donde moraba un venerable anciano a quien le dijo: he aquí a mis hijos, a quienes habéis esperado por mucho tiempo, porque antes que yo, vos les conocíais y espero que les recibáis y les entreguéis conforme sea vuestra voluntad. 53. El anciano les contempló con gran amor y dijo a la mujer: vuestros hijos son buenos, pero aún necesitan preparación para que puedan caminar por los caminos, porque aún son débiles y el mundo podría contaminarlos con su perversidad. Dadme el libro que traéis en vuestras manos para que Yo os revele de él grandes enseñanzas. Analizad estas lecciones y su verdad os hará salir avante en todos los peligros. Dirigiéndose al mancebo, le dijo: Aprenderéis en este libro y con amor enseñaréis a vuestro hermanos, para que éste a su vez enseñe al postrero dando todos testimonio de esta enseñanza con vuestras obras de amor. 54. El mayor de los hermanos, al contemplar al anciano, cuyo rostro era tan dulce y apacible, se postró ante El y le dijo: Dejad que bese vuestras manos y vuestra frente, el anciano le dijo: Hacedlo, porque sois digno de mi amor y con él, grandes obras alcanzaréis. Entonces, la mujer le dijo al mancebo: preparaos, porque os vais a alejar de mi regazo, pero aun estando lejos estaréis conmigo; espero que recordéis siempre a vuestros hermanos y meditéis que ellos deberán seguir el ejemplo que les deis, no piséis en falso, sed cual un espejo limpio y puro, en donde ellos puedan contemplarse, para que siguiendo vuestro ejemplo se liberen del dolor. 55. El mancebo respondió: porque os amo a vos y al buen anciano haré todo lo posible por ser el buen ejemplo ante mis hermanos. Llegó el tiempo propicio y el mancebo partió hacia distintos lugares y en todos contempló que la maldad y la amargura eran grandes y que los corazones estaban endurecidos por el pecado. Por un instante sintió temor, pero recordando las palabras del anciano abrió el libro y en la primera página encontró la Ley que debía regir a la humanidad para que mediante su cumplimiento fuera fuerte; encontró lecciones de infinito amor con el cual podría entregar el bálsamo que aliviara de su dolor a los enfermos y que alentara a los tristes, la luz para devolver la vista a los ciegos, para iluminar a los confundidos y la sabiduría para llevar la paz al corazón de sus hermanos. 56. Grande fue la alegría de aquel mancebo, quien en medio del desierto elevó su espíritu y dijo al anciano: Bendito seáis Señor, con vuestras enseñanzas me habéis iluminado y siendo que moráis en mi corazón y que me habéis inspirado las obras que debo hacer conforme a vuestra voluntad. Dispuesto estoy a enfrentarme a la lucha para entregar a los moradores de este mundo vuestro Divino Mensaje, acercarme a los que sienten la tristeza en su corazón, a los sedientos de vuestra enseñanza. 57. Aquel mancebo contempló que aquellas multitudes, además del dolor que sentían en su corazón, les cubría una inmensa oscuridad, estaban hambrientas de justicia y caridad. 58. Lleno de amor se acercó a aquellas multitudes y les dijo: De lejano lugar vengo a vosotros en cumplimiento al mandato de un anciano, para entregar el bálsamo a vuestros sufrimientos y preparar vuestro entendimiento. Escuchad el mensaje que os traigo, abrid las puertas de vuestro corazón y dad albergue a la verdad, porque Yo os amo, como amo al anciano que me envió hacia vosotros y os entrego su caridad. 59. Entonces aquellos menesterosos, extendieron sus manos y al sentir aquel presente de amor, de sus ojos brotó el llanto de arrepentimiento y las palabras de aquél enviado fueron como agua cristalina que mitigaron su sed. Sintieron la paz y dieron las gracias al anciano que le había enviado a aquel mancebo que les enseñaba con su ejemplo el sendero de su redención. 60. El mancebo les dijo: lo que habéis recibido, guardadlo en vuestro corazón y no permitáis que el tiempo o la maldad del mundo os lo arrebaten, porque entonces sería doble vuestra restitución. 61. Aquellas multitudes regocijadas le preguntaron de dónde venía y cómo se llamaba, a lo que el mancebo respondió: no os lo puedo decir, sabed tan sólo que soy un enviado, tened confianza en lo que habéis recibido, porque si tenéis fe, aun vuestra lepra desaparecerá. 62. El pueblo, al sentirse sano y fuerte, entonó un cántico de amor que antes no conocía y dirigidos por el mancebo ofrecieron al anciano su fe, su devoción, su amor. 63. Al regresar el mancebo al lado del anciano para entregar el cumplimiento de su misión, contempló que Aquél que lo había enviado a entregar su mensaje de amor a sus semejantes, le estrechó contra su corazón y dirigiéndose a la mujer que a Él lo había llevado le dijo: "He aquí al hijo que ha sabido cumplir con la misión que le encomendé, que su ejemplo sirva de guía a sus hermanos, para que llegado el tiempo se levanten a predicar mi verdad en el corazón de la humanidad". 64. Pueblo amado: una vez más os he entregado mi lección de amor para que la analicéis y sea ella la luz que os guie en el sendero de vuestra vida, para que cuando logréis cumplir con vuestra misión, os acerquéis a vuestro galardón y os mostrará como a Moisés las luces de la Tierra Prometida. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 164 1. Mucho os he probado en este tiempo, para que podáis adquirir la luz y la fortaleza necesarias al espíritu para alcanzar su perfeccionamiento. No hay prueba que no tenga solución, ni dolor que no deje un rayo de luz en el espíritu. Ahí es donde vosotros os podéis dar cuenta de vuestra resignación y donde podéis apreciar vuestras flaquezas; porque es menester que deis muestras de fe y testimonio de mi Doctrina, no sólo con vuestras palabras, sino con vuestras obras, que servirán de ejemplo a vuestros hermanos. 2. Os preparo para que después de recibir la lección, tengáis la oportunidad de ponerla en práctica y no la olvidéis. Os estoy pulimentando en el camino de vuestra vida, para que cuando llegue el tiempo en que ya no tengáis mi palabra a través de los portavoces, podáis seguir comunicándoos Conmigo de espíritu a Espíritu. Doquiera que vayáis, iréis acompañados por Mí y en vuestra palabra estará mi Verbo, en vuestro pensamiento mi inspiración, y en vuestro espíritu estará el mío. Sois mis nuevos discípulos y no os abandonaré, como no abandoné a los que me siguieron en el Segundo Tiempo. También ellos fueron probados y en el momento supremo de la prueba, los observé y juzgué su fe. 3. Recordad este pasaje: Navegaba el Maestro acompañado de sus discípulos en un mar tranquilo; Jesús hablaba y aquellos lo oían, después de terminada la lección, el Maestro cerró los ojos y se entregó al reposo. Ellos comentaban mi palabra ayudándose los unos a los otros en su análisis. Hasta ese momento, todo era paz en torno de aquel grupo; después, aparecieron las señales de una gran tormenta. La tempestad se desató y el mar embravecido se agitó, las ondas se encresparon y la barca se convirtió en juguete de las olas. Los discípulos temieron por sus vidas, se daban órdenes unos a otros, plegaron las velas, mientras unos oraban. No se atrevían a despertar a Jesús, mas como el peligro crecía, lo llamaron a grandes voces; más Él dormía y no eran atendidos. Le llamaron por segunda y tercera vez, diciendo: Maestro, despierta, mira que zozobramos. Jesús abrió los ojos y les dijo: ¡Ah hombres de poca fe que no habéis creído en Mí! Y extendiendo su mano, ordenó a las aguas que se calmaran. Nuevamente reinó la paz y el mar quedó tranquilo. Los discípulos, avergonzados por su falta de fe y maravillados por el prodigo que ante sus ojos habían visto realizarse, se prometieron no volver a dudar y después de esa prueba, su fe fue mayor. 4. En este tiempo vais navegando por el mismo mar, lucháis con una tempestad de confusiones, de pecado y de egoísmo. La barca es mi Obra, aquel Maestro, es el mismo que estáis escuchando, los discípulos, sois vosotros que ahora estáis Conmigo. Las olas que hoy azotan vuestra barca también son grandes y viendo que la tempestad aumenta, creéis que Yo duermo y cuando me llamáis a grandes voces, os hacéis acreedores a que Yo os repita aquellas mismas palabras y a que os diga que no habéis aprovechado mis lecciones. 5. Sigamos navegando en la barca, mirad que ya se acerca el momento en que Yo extienda mi mano sobre las aguas para decirles: Aquietaos, sea la calma. Hoy os preparo, porque pronto ya no me oiréis y quiero dejaros fortalecidos. No os he entregado aún mi última lección, más cuando esa hora llegue, no temáis a las pruebas, no vayáis a acobardaros ante el peligro, recordad y analizad mi enseñanza y con ella seréis fuertes y sabréis cumplir. 6. Ahora el Maestro os pregunta: ¿En dónde están vuestros muertos y por qué lloráis la desaparición de los seres que amáis? En verdad os digo que, delante de Mí, ninguno ha muerto, porque a todos les he dado vida eterna. Todos viven, aquellos que creíais perdidos, son Conmigo. Ahí donde creéis contemplar la muerte, está la vida; donde miráis el fin, está el principio. Donde creéis que todo es misterio e insondable arcano, está la luz, con claridad de interminable aurora. Donde creéis que está la nada, está el todo y donde percibís el silencio, está el concierto. 7. Vuestro espíritu no ha despertado plenamente a su evolución, pero las pruebas que en este tiempo en muchas formas os presentaré, os pondrán frente a la realidad, y este mundo que tanto amáis ahora, que tanto admiráis, porque ha dado placer a vuestra envoltura, lo miraréis pequeño, porque ya habréis escalado y os habréis colocado en un plano más alto, más espiritual, y así seguiréis hasta alcanzar la plenitud. 8. Benditos sean los que tomen del mundo tan sólo lo que sea necesario para el adelanto de su espíritu y de su materia, porque en esa forma no os parecerá difícil la separación de este mundo, no sentiréis que vuestro espíritu sufra cuando tenga que abandonar su envoltura. 9. Quiero que sepáis desprenderos con verdadera sumisión, del cuerpo que temporalmente es vuestra envoltura, vuestro vestido, y que lo mismo hagáis con todo lo que hayáis alcanzado en el mundo que hoy habitáis. Quiero que sepáis que para el espíritu no existe la distancia, la ausencia o la muerte, y que al partir de este mundo, comprendáis que vais a una vida mejor, en la que seguiréis amando al mismo Padre, rigiéndoos por la misma Ley y alentando el mismo ideal de elevación; que desde ahí contemplaréis mejor la vida, desempeñaréis en mejor forma vuestra misión y que sabréis distinguir el abismo de la cumbre. 10. Cuánto teme el hombre a la muerte, cuánto es lo que se acobarda cuando va llegando la hora suprema. El espíritu teme al infinito, a ese valle supremo y desconocido, ¿Y por qué teméis? Porque no os habéis preparado, Yo os he dado la enseñanza espiritual, conocéis desde su principio vuestro destino. Siempre han estado aparejadas la ley divina y la humana, enseñándoos a vivir, para que lleguéis conscientes y preparados a esa hora. 11. Cuando habéis estado a punto de olvidar mi Doctrina, ha aparecido ante vosotros un enviado mío, ya sea un profeta o Yo mismo, para devolveros la luz; por eso ahora he venido ante vosotros en silencio, sin alarde, lleno de misterio según algunos, de ejemplo claro para otros, en forma confusa para los que no me han llegado a comprender, más lleno de majestad para quienes sí han sentido mi presencia. 12. Orad, pueblo, y que la paz de mi Espíritu, unida a esa oración, sea sentida y derramada en todo el mundo. Cuando todos os encontréis en el valle espiritual, contemplaréis que no fueron inútiles vuestras prácticas, ahí sabréis cuán cerca están todos los seres y cuán fácil es la comunicación de espíritu a Espíritu. Esto que la ciencia no ha logrado presentir, lo practicaréis vosotros dentro de mi enseñanza que todo lo abarca, y de la cual ahora os estoy dando estas lecciones a través del entendimiento humano. 13. En esta alba de gracia, la irradiación de Cristo se manifiesta para recibiros en representación del mundo entero. 14. Concentraos y escuchad mi palabra. He venido en esencia a vosotros, porque vosotros no habéis venido a Mí, más en verdad os digo: es menester que el hombre alcance su completa evolución espiritual para que se eleve y pueda llegar a Mí. En todos los tiempos el hombre ha manifestado oposición a mis mandatos pretextando la reaciedad de su materia que interrumpe el progreso de su espíritu. Más Yo he venido lleno de bondad a enseñaros a poner en práctica mi enseñanza, para que comprobéis que no es imposible de ejecutar. 15. Ved que estáis estacionados mientras el mundo os necesita; que es necesario que os preparéis y os unáis para que encontréis fuerza en vuestras obras. Es menester que comprendáis, que esta palabra, no sólo os llena de entereza material, sino también de confianza espiritual. En ella está la gracia del Padre. 16. La salvación espiritual la alcanzaréis mediante el ahínco que tengáis por perfeccionaros, en sembrar de amor y caridad el sendero de vuestra vida. 17. Luchad por alcanzar la espiritualidad siendo hombres de bien, con firmeza en vuestro carácter, porque esta Obra está sobre toda ciencia humana, sobre todo lo que el hombre posee y lo que podrá conocer en este mundo. La materialización a que ha llegado la humanidad no le permite vislumbrar la vida maravillosa de la espiritualidad. No os juzgo en este instante, sólo quiero que me comprendáis, analizando mi palabra. 18. El mundo no está escuchando porque la voz de estas materias por las que me comunico tienen escaso alcance, es entonces la voz de la conciencia que es mi sabiduría la que habla a la humanidad sorprendiendo a muchos, que encerrados en su egoísmo, están sordos al llamado de aquella voz, atentos sólo a la adulación y a la adoración terrestre, recreándose en su grandeza y en su poderío. 19. Esos hombres, cuando sepan que he venido a conversar con vosotros y que os he revelado que para llegar a Mí es menester que practiquéis el amor y la caridad, despertarán de su profundo letargo y preparándose llegarán a Mí, humildemente para servirme. Por medio de estos ejemplos hablaré a la humanidad, conmoveré sus principios, se fundirán las lenguas y las razas, porque los hombres hallarán el secreto de la fraternidad que no habían encontrado en sus libros y pergaminos. 20. A todos os amo, a todos os entrego mi palabra orientadora, para que os guie por el verdadero sendero, y lleguéis a convenceros de que estáis practicando mi Ley perfecta. 21. Hoy vivís más para el mundo que para Mí. Debéis ser equitativos dando a vuestra materia lo que ella necesita para su sostenimiento y a vuestro espíritu lo que él requiere para su salvación. 22. Todos laboran para el engrandecimiento de su obra humana, cada mente es fuente de diferentes ideas, mas no todas las obras de los hombres os sirven para alcanzar mayor evolución, porque hace falta que ellas estén de acuerdo con la Ley perfecta de amor. 23. El hombre con su ciencia, viola las leyes naturales y encauza las fuerzas que Yo he dejado para provecho vuestro, por la senda de la destrucción. Por eso existen muchas perturbaciones en vuestra vida, porque desatáis la guerra homicida y los emisarios de la paz se sienten fracasados y sin fe. 24. Pero estoy preparando nuevos enviados para que lleven mi paz a todo corazón necesitado de ella; y esos sois vosotros. Participad de esta paz a la humanidad por medio de vuestras oraciones. También con obras haced la paz entre vuestros hermanos y así, conquistando corazón por corazón, llegará el día en que el mundo penetre en el reino de la paz, no esa paz que los hombres crean basada en su poderío y en sus amenazas, sino en la paz espiritual, en la paz que alcanzaréis amándoos los unos a los otros. 25. Después de 1950, comenzara el tiempo de la espiritualidad. Yo me comunicaré por todo el que se prepare y así sentiréis que mi Espíritu jamás se aparta del vuestro. 26. Mi palabra quedará grabada en vuestro espíritu y la veréis cumplida. Cuando la recordéis, sentiréis consuelo en vuestro corazón, y en el espíritu, fortaleza y luz. 27. Mi Ley no podrá ser pesada cruz sobre vuestros hombros, por el contrario, es descanso y deleite para el espíritu. 28. No temáis a vuestros hermanos incrédulos, por estarme sirviendo así; también ellos tienen marcado el instante en el que deberán llegar ante mi presencia, y cuando eso sea, se levantarán a servirme, más antes, es menester que vosotros me sirváis para que deis ejemplo de mi Doctrina. El tiempo que aquí ocupéis en servirme, Yo os lo compensaré en la vida eterna. 29. Quiero entregarle mi amor a la humanidad a través de vosotros. Ved que mientras vuestra nación está a salvo, otras se hunden en el abismo. Dirigid vuestras miradas y vuestros pensamientos hacia el Oriente y ahí encontraréis el hambre, el dolor y la desesperación. Más para esto es menester que vuestra oración encierre caridad y amor por el semejante, entonces el amor de vuestro espíritu, para el que no existen distancias, llegará a vuestros hermanos envolviéndolos en vuestra caricia. 30. Cuántos son los que sueñan en morir, con la esperanza de que ese momento sea el de su llegada ante Mí para adorarme eternamente en el Cielo, sin saber que el camino es infinitamente más largo de lo que ellos han podido creer. Para ascender un peldaño de la escala que os conducirá hacia Mí es necesario haber sabido vivir la vida humana. La ignorancia es la que hace que muchos confundan la esencia de mis lecciones. 31. Temen mancharse en el mundo creyendo con ello perder el Cielo para siempre; y están en un error, porque el Cielo nadie lo perderá, la eternidad es la divina oportunidad que vuestro Creador os da para que todos lleguéis a Él. 32. Otro error está en querer conservarse limpio, no por amor al Padre, no por querer agradar a quien lo ha formado, sino únicamente por el interés egoísta de conservarse en condiciones de labrarse un lugar para sí, un sitio cómodo y de venturas en la vida eterna de acuerdo con la imagen que de ella se han formado los hombres. 33. Hay algunos que se sienten movidos a ejecutar buenas obras temerosos de que la muerte les sorprenda, porque no tienen méritos que hacer presentes ante su Señor. Otros se apartan de lo malo, tan sólo por el temor de morir en pecado y tener que soportar después de esta vida el tormento del infierno. 34. Cuán deforme e imperfecto es ese Dios en la forma en que tantos lo imaginan; qué injusto, monstruoso y cruel. Reuniendo todos los pecados y crímenes que hayan cometido los hombres, no pueden compararse con la perversidad que significa el castigo del infierno para toda la eternidad al cual, según ellos, condena Dios a los hijos que pecan. ¿No os he explicado que el atributo más grande de Dios es el amor? ¿No creéis, entonces, que un tormento eterno seria la negación absoluta del atributo divino del amor eterno? 35. Cristo se hizo hombre para manifestar ante el mundo el amor divino, pero los hombres son duros de corazón y de entendimiento reacio, olvidan pronto la lección recibida y la interpretan mal. Yo sabía que la humanidad llegaría a confundir la justicia y el amor, con la venganza y el castigo, por eso os anuncié un tiempo en que volvería espiritualmente al mundo a explicar a la humanidad, las lecciones que no había comprendido. 36. Ese tiempo anunciado es éste en que vivís, y os he dado mi enseñanza para que se manifieste mi justicia y mi sabiduría divina, como una perfecta lección del amor sublime de vuestro Dios. ¿Creéis que Yo haya venido por el temor de que los hombres llegaran a destruir las obras de su Señor o aun la misma vida? No, Yo vengo sólo por amor a mis hijos, a los que quiero ver llenos de luz y de paz. 37. ¿Verdad que es justo que también vosotros vengáis a Mi únicamente por el amor? Mas no por el amor a vosotros mismos, sino amando al Padre y a vuestros hermanos. ¿Creéis que se inspire en el amor divino aquel que huye del pecado sólo por miedo al tormento, o aquel que hace buenas obras pensando sólo en el premio que con ello puede alcanzar al conquistar un lugar en la eternidad? El que así piensa, ni me conoce, ni viene por amor a Mí, obra únicamente por amor a sí mismo. 38. Ya es hora de que caiga para siempre la venda de la ignorancia que por tanto tiempo ha cubierto los ojos de los hombres, para que puedan contemplar la vida en su plenitud. Si algunos quieren que los hombres sigan creyendo en el castigo del infierno, para que esa creencia les sirva de freno para guiar sus pasos en la Tierra, Yo os digo que la verdad tiene más poder sobre el espíritu que el engaño. 39. Oíd mi palabra con recogimiento, oh discípulos, y meditad profundamente en ella. 40. Humanidad: si todo lo que habéis dedicado a fomentar guerras sangrientas, lo hubieseis dedicado a ejecutar obras humanitarias, vuestra existencia estaría llena de las bendiciones del Padre, pero el hombre ha venido utilizando las riquezas que ha acumulado, en sembrar la destrucción, el dolor y la muerte. Esta no puede ser la verdadera vida, la que deben llevar los que son hermanos e hijos de Dios. Esta forma de vivir no está de acuerdo con la Ley que escribí en vuestra conciencia. 41. Para haceros comprender el error en que vivís, brotarán volcanes; el fuego surgirá de la tierra para exterminar la mala hierba. Los vientos se desencadenarán, la tierra se estremecerá y las aguas arrasarán comarcas y naciones. 42. De esta manera manifestarán los elementos su resentimiento con el hombre; han roto con él, porque el hombre ha ido destruyendo uno tras otros los lazos de amistad y de fraternidad que lo ligaban con la Naturaleza que lo rodea. 43. Os hace estas revelaciones el Maestro, porque veo que mientras los hombres de ciencia se desvelan por arrancar a la Naturaleza sus secretos y descubrir nuevos elementos y nuevas fuerzas para destruir y matar, descuidan la verdadera ciencia, aquella que enseña a conservar, a amar y a construir. No se han dado cuenta los hombres de este tiempo, que han venido descuidando su verdadera labor, que tienen abandonada su misión. 44. Millones de enfermos pueblan la Tierra; millones de niños andan por el mundo abandonados a sus propias fuerzas, sin camino fijo; multitudes de ancianos sin conocer el consuelo de un báculo que los ayude a cumplir con su destino; viudas y mujeres desamparadas que ignoran las delicias del calor de un verdadero hogar. Lo más digno de la vida humana lo habéis hollado por haber profanado el matrimonio que es una institución de origen divino. Se atenta contra la vida humana que debería ser sagrada; se destruyen las casas de mis hijos que deben respetar por ser los santuarios y los templos en que se me venera, por humildes que ellos sean. Sin embargo, dicen los hombres tener religión, a lo cual Yo podría preguntarles: ¿Cuál es la religión que os enseñan a ejecutar las obras que habéis venido haciendo? 45. En el gran día hablará el Padre a todos los hombres y su voz será de justicia. 46. Este desastre proviene de la materialización en que ha caído la humanidad. Si habéis relegado al espíritu a último término y antepuesto a él las pasiones de la materia y las ideas de la muerte, natural es que hubieseis llegado a obtener el resultado que hoy estáis mirando. Si la carne es egoísta ¿Qué otro fruto podríais haber esperado de ella, si no las guerras y la más completa degeneración moral? 47. Sólo la Doctrina de la espiritualidad logrará hacer que la voz de la conciencia sea escuchada por el hombre y que el espíritu logre liberarse del pecado. 48. La nueva guerra que se desatará no será de ambiciones materiales, será una lucha entre el espíritu y la materia, y cuando el espíritu haya triunfado, dará como señal de restablecimiento de la paz del mundo, el imperio del amor de los unos a los otros. ¿No creéis que sobre los cimientos de una paz verdadera podréis levantar un mundo de progreso espiritual y material? 49. La obra espiritual constructiva es la que espera a las futuras generaciones; cuando el hombre viva consagrado a esta noble y elevada labor sentirá que ha encontrado la armonía con su Señor, con su Creador, el cual no ha cesado de construir. 50. Si escuchando estas lecciones empezáis a renovar el pequeño mundo de vuestras palabras, pensamientos y obras, con ello ayudaréis a la renovación de la humanidad. 51. El Universo es un gran libro de sabiduría el cual he abierto ante los ojos del hombre para que en él conozca las leyes que rigen a la Creación y aprenda a respetarlas. Estudiando en ese libro, alcanzará la sabiduría, buscará el mejoramiento, el bienestar y el adelanto de su vida en la Tierra, y si sobra ese conocimiento coloca todo lo que es espiritual, alcanzará un triunfo absoluto en esta existencia, que es una profunda y grande prueba, porque se hará poseedor de la verdad y será inmortal. 52. Las leyes divinas que rigen al Universo, son las de la sabiduría, poder y amor, de ellas se desprenden todas las demás en lo que se refiere a la creación de todo lo que existe. 53. Universo: cuando el hombre te estudie con el corazón limpio y la mente llena de anhelo por conocer más de mi verdad, inspirado ante todo por el espíritu, y no obligado por sentimientos egoístas o de orgullo, de ti recibirá las grandes lecciones que hasta ahora no ha recibido, en ti podrá encontrar una semejanza con mi Reino. 54. Amados hijos míos: en vuestra mente derramo mi luz para que estudiéis mis palabras como letras del libro de mi sabiduría. El pensamiento humano es un campo infinito que se presta a la reflexión, meditad en mis palabras. 55. Muchos me han escuchado, por ahora no todos se levantarán con el mismo amor a seguirme. También en aquel tiempo llamé a grandes multitudes, más de ellas sólo me siguieron doce hombres; de ellos sólo tres estuvieron realmente cerca del Maestro y fue Juan el único que tuvo la revelación de los grandes misterios, porque abrió el arcano con el poder de su gran amor. El amor abre las puertas de la sabiduría porque encierra humildad y mansedumbre. El amor es el verdadero remanso de paz en la eternidad del espíritu. El que lo practica, no necesita preguntar nada porque a él viene la sabiduría. Comprende a los imperfectos, a los pecadores, a nadie condena y a todos disculpa. Sabe comprender a los débiles y también a los fuertes. El amor todo lo hizo, por él fue creado el hombre y será la potencia que a todos moverá y logrará unir. El amor es la causa de vuestra existencia. 56. Cuántos misterios existen aún para el hombre. Está rodeado de seres invisibles e impalpables, los cuales ya deberían ser visibles y palpables para él. 57. Una vida llena de belleza y revelaciones palpita sobre la existencia de los hombres y éstos en su ceguedad no han alcanzado aún a mirarla. 58. No olvidéis mis enseñanzas porque ellas os ayudarán a ser apóstoles de la verdad; el verdadero apóstol de mi Doctrina es aquel que practica todo lo que Dios le enseñó a través de Jesús. Yo os aseguro que si preguntase a cada uno de vosotros, a los que tanto me habéis escuchado: ¿Qué estáis haciendo, qué os he dado a hacer o qué queréis? ¿Hacéis lo que Dios os dicta, o lo que vosotros habéis ordenado? No sabríais contestarme. 59. Esta nación fue escogida para cumplir en esta era mi promesa, para que fuerais vosotros los testigos de la llegada y la partida de mi palabra. En el Segundo Tiempo tampoco fue necesario que mi manifestación se extendiese a todo el mundo para que éste supiera de mi venida, fue suficiente despertar a un pueblo para que él se levantara a testificar y a esparcir la simiente recibida. Debo advertiros, que el pueblo al que he doctrinado con mis lecciones, no debe considerarse como dueño absoluto de tal heredad, ni tampoco el único a quien se le confíe una misión espiritual en esta Obra. Mi mensaje de todos los tiempos se ha dirigido a toda la humanidad y ha sucedido que el pueblo que recibió la revelación fue el que menos provecho supo obtener, porque no logró apreciar los dones y gracias que en él había derramado el Señor. 60. Recordad cómo en el Segundo Tiempo la simiente que Cristo sembró en Judea, floreció fuera de ella. 61. No quiero deciros con esto, que todos esos hechos se tendrán que repetir en vosotros, porque Yo deseo que entre este pueblo brille mi Doctrina alumbrando su camino, pero si vais a entregaros al cumplimiento de la bendita misión que os he confiado, si vais a consagraros como verdaderos discípulos del Divino Maestro, llamad a las multitudes, explicadles lo que hablé a quienes me escucharon, transmitidles mis mandatos, iluminadles el camino para que cumplan con mi Ley y mis órdenes. 62. No olvidéis que mi palabra es sustento y que la humanidad perece porque le hace falta; mi palabra es la huella que marca el camino de la salvación, pensad que hay muchos que se han perdido y que vagan turbados. Id a ellos y salvadlos. 63. Fijaos en los que vienen a escuchar mi palabra. Ved cómo lloran de dicha y forman propósitos de enmienda arrepintiéndose de sus faltas pasadas. Mirad cómo los que han llegado ante mi presencia hambrientos de amor, han retornado a su hogar llevando en su corazón la paz. Eran parias cuando les trajisteis ante mi presencia y contemplasteis que de ellos hice portavoces, guías y profetas, para que siguieran extendiendo mi Obra. Mi palabra no tan sólo confortó su espíritu, sino también fue salud para su materia. 64. Sois un pueblo al que hace siglos vengo hablando y enseñando. Me refiero a vuestro espíritu al que muchas veces lo he iluminado con la luz de mi verdad, ayudándolo en su restitución, concediéndole una nueva envoltura. 65. Un libro de amor y de sabiduría os he legado a través de los tiempos, para que en sus páginas podáis encontrar la luz que os marque el camino que os conduzca hacia Dios. Si queréis encontrar en mis revelaciones de este tiempo una prueba palpable de su verdad, la podéis hallar en la íntima relación que existe entre esa palabra y la que os di en tiempos pasados cuando os dije: "Yo soy el camino la verdad y la vida, y nadie viene al Padre si no cumple mi Ley". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 165 1. Descansad unos instantes, pueblo amado, dejad en Mí vuestra fatiga. Mi caridad os ha llamado para que lleguéis ante el Maestro. Sólo os pido que limpiéis vuestra mente, para que la esencia de mi palabra sea recibida por vuestro corazón y mi presencia sentida por vuestro espíritu. No habéis comprendido muchas de las enseñanzas que os he dado por esa falta de preparación y de espiritualidad. Por tiempo indefinido venís como párvulos, debiendo ser ya los discípulos si hubieseis analizado mi palabra y puesto en práctica mí Doctrina. 2. Comprended que si queréis dominar vuestras pasiones y rechazar la atracción que el mundo ejerce sobre vosotros, en mi palabra podéis encontrar la luz y la fuerza para hacerlo. 3. Quien se conforma y pretende tranquilizar su conciencia tan sólo con escucharme, pronto volverá a su letargo y vive expuesto a caer en tentación. Por eso viene mi palabra alentando y levantando a los que caen en el camino. 4. Como la estrella que anunció en aquel tiempo la venida del Mesías, así en este tiempo el espíritu de Elías os anunció mi llegada con su luz. Mi caridad os preparó este jirón de tierra para que recibieseis la revelación del Tercer Tiempo. Hoy el mundo ignora estas enseñanzas, más a su debido tiempo, la buena nueva llegará a toda la humanidad. Por el don de intuición presiente la trascendencia espiritual de esta era, hay muchos que alcanzan a ver en los grandes acontecimientos de este tiempo, la confirmación y el cumplimiento de las profecías de los tiempos pasados. 5. Pueblo: reconoced de cuanta gracia estáis gozando, y aún hay entre estas multitudes, quienes dudan de mi comunicación y atribuyen a los portavoces mi palabra. ¿Qué pueden daros ellos si son tan ignorantes como vosotros y les visteis salir de entre vuestras filas? Hay quienes son por su rudeza, materia y más materia, pecadores como vosotros, más cuando mi luz los ilumina cuando mi rayo los inspira, se transfiguran por un milagro de mi amor y de mi poder. 6. Sois aún la ciudad que duerme, cuyos moradores se entregan a su reposo y no escuchan si alguien gime, si alguien necesita socorro, abrigo, bálsamo o pan. Ahora olvidáis a la humanidad para pensar sólo en vosotros mismos y si tenéis olvidados a los hombres, que son visibles a vuestras miradas y cuyas aflicciones podéis palpar, ¡Cuánto más habréis olvidado a los que en espíritu se encuentran y van arrastrando una penosa cadena de amargura! Sabed que vuestra misión es la de velar, orar e interceder por todos vuestros hermanos, tanto presentes como ausentes, distantes o próximos, visibles e invisibles. 7. En esta era os estoy haciendo pasar por un crisol para que cuando salgáis de él, podáis ser el sabor del mundo, la luz que ilumina las tinieblas de los caminos. 8. Mi voz llena de majestad llama a la humanidad para despertarla de su letargo, para que todos vengáis a formar parte de mi pueblo amado. 9. Os estoy confiando la llave que abre la puerta tras de la cual están muchas de las revelaciones que queréis saber. Tomad esta llave y aprended a abrir la puerta del Reino para que conozcáis todo aquello que creíais era un insondable arcano. 10. Aún os falta comprender muchas de las revelaciones que están destinadas a formar parte de vuestro saber y han supuesto los hombres que su conocimiento pertenece tan sólo a Dios. Cuando alguien llega a expresar su deseo de interpretarlas o intenta penetrar en ellas, al instante es llamado blasfemo o juzgado temerario. 11. ¿Qué hubieran dicho los hombres de las primeras edades si se les hubiera dicho que un día la humanidad llegaría a conocer todo lo que vosotros sabéis, tanto en lo que se refiere a la ciencia como a las revelaciones espirituales? El que hubiese anunciado tales acontecimientos hubiera sido llamado blasfemo o le hubieran negado estar en uso de la razón. 12. Aún en este tiempo sucederá que, cuando sea anunciada la comunicación de espíritu a Espíritu, el establecimiento de la paz en toda la superficie de la Tierra y el conocimiento del más allá, el mundo materialista se levantará negando con toda energía la posibilidad de alcanzar tales metas y juzgará con dureza a los que se atrevan a anunciar tales acontecimientos. 13. Si la humanidad hubiera estudiado y analizado las palabras y los anuncios dados por los profetas de los tiempos pasados, habrían hallado en ellos mucho de lo que ahora estáis viendo realizarse, de lo que ahora está viviendo la humanidad. 14. La concepción que de lo espiritual habéis alcanzado, os fue predicha, así como todo lo que vuestra ciencia ha descubierto. 15. Hoy os puedo asegurar que en el futuro la comunicación a través del pensamiento alcanzará un gran desarrollo y por ese medio desaparecerán muchas barreras que hoy separan a los pueblos y a los mundos. Si aprendéis a comunicaros en pensamiento con vuestro Padre, si alcanzáis a lograr la comunicación de espíritu a Espíritu ¿Qué dificultad podréis tener para comunicaros con vuestros hermanos visibles e invisibles, presentes o ausentes, cercanos o distantes? 16. En mi Doctrina estáis aprendiendo esta forma de comunicación espiritual que Yo he venido a enseñaros y para que os ejercitáis diariamente en ella, os he aconsejado que guardéis silencio, que cerréis vuestros labios y dejéis que hable vuestro espíritu. 17. Quiero que seáis mis buenos y humildes discípulos, aquellos que no pretenden nombramientos u honores dentro de la congregación, sino que vuestro ideal sea tan sólo el de alcanzar el perfeccionamiento por medio de la virtud y seguir mis enseñanzas para que vuestra vida sea un ejemplo. ¿De qué os podrán servir los grados, títulos o nombres si no tenéis méritos para poseerlos? 18. No hagáis ni conservéis nada que sea falso. Los grados los otorgo Yo sé cuándo habéis dado un paso firme en el camino. Sentíos siempre párvulos aunque en el fondo ya seáis maestros. 19. Es grande el amor que tengo por vosotros, y este amor, que ya lo habéis sentido en vuestro corazón, viene a despertaros para que os levantéis a cumplir el mandato del Padre. 20. A través de los hombres humildes os doy mi palabra, y ella, cual fino cincel, pule y modela vuestro espíritu. 21. El ideal de pureza que mi Ley siempre ha inspirado a los hombres, quiero que vosotros lo conservéis, para que os ayude a sosteneros en la lucha, hasta cimentar en el mundo la fraternidad y la espiritualidad. 22. Cada uno de vosotros me comprende según el grado de adelanto espiritual en que se encuentra, por eso me manifiesto de diferentes formas para que todos reciban mi luz y sepan analizar mis enseñanzas. 23. No os detengáis en vuestro camino de evolución espiritual, tened en cuenta que en vuestro adelanto me manifiesto cada vez más y en cada paso que dais, me recibís con mayor grandeza. 24. Si los que transmiten mi palabra, llegasen a desmayar en la lucha, Yo sabré comunicarme con mi pueblo; porque en verdad os digo: No quiero que os falte esta enseñanza. Reconoced que escuchándome habéis encontrado la fuerza para que sea vuestra fe la que os ayude a vencer los obstáculos que se presenten en el sendero de vuestra vida. Os quiero preparar para dejaros como testigos de mi manifestación y para que sirváis de ejemplo a vuestros hermanos dando testimonio con vuestras obras de la enseñanza que habéis recibido. 25. Aprended y practicad, enseñad sintiendo lo que hagáis y digáis, confirmad mi Doctrina con vuestras obras. No quiero prevaricadores entre mis discípulos. Pensad qué sería de la humanidad y de vosotros, si esta Obra, iniciada con tanto amor y paciencia, se derrumbara por falta de moral, de virtud y de verdad en vuestra vida. 26. Contemplad cómo han pasado sobre la humanidad eras de purificación y aún no existe en ella regeneración. Ved cómo hay hombres y pueblos que han luchado por cimentar la paz, y ésta no ha llegado, antes bien, la ola sangrienta se sigue extendiendo. Es porque no existe amor ni sinceridad en los hombres. No han sabido amarse los unos a los otros, por eso he venido trayendo mi paz y mi palabra, que enseña a las mentes a unirse y a los hombres a amarse. 27. Por ahora, vosotros que me oís en estos recintos humildes, uníos, amaos como labriegos de una misma campiña, tened el mismo ideal y que ese ideal sea la salvación de la humanidad. 28. Buscad la esencia de mi Obra, y dejaos de deliberaciones superfluas. Principiad por limpiaros de manchas, y así no mancharéis lo que es diáfano y puro; así estimularéis a vuestros hermanos a corregir sus imperfecciones. 29. Amaos como os enseñó Jesús. Apartad el egoísmo, prescindid de vuestra personalidad. 30. No podéis partir de este mundo, sin antes haber dejado consumada vuestra obra de paz y amor, ese será el testimonio que deis de Mí y la forma de saldar una cuenta que Conmigo tenéis. 31. Os digo todo esto por conducto de los humildes, de los postreros, de los que, encontrándose olvidados de los hombres en el camino de la vida, oyeron la voz del Maestro y se levantaron a luchar por seguirle; pero esta huella que voy marcando con mi palabra es la misma que os tracé en el Segundo Tiempo y la misma que os legué por conducto de Moisés en el Primer Tiempo. 32. Buscadme más allá de las formas y aunque podáis encontrarme simbolizado en todo lo creado, buscadme en espíritu, que sean los ojos de vuestro espíritu los que contemplen mi presencia. 33. El materialismo es el que no deja ver a los hombres el sendero por donde caminan. El pecado, el fanatismo, las vanidades, forman el espeso velo que les impide contemplar a su Padre. Si así no fuera, pensarían en lo transitorio de esta vida y en el valor de la vida espiritual, presentirían aquel mundo de perfección que se encuentra más allá de la muerte. 34. Si los hombres fuesen humildes de espíritu y corazón, tendrían consigo la paz, porque la paz está en la humildad, no en las falsas grandezas, ni en el vano esplendor; pero la humanidad se encuentra dividida en clases y mientras unos poseen todas las comodidades, otros sucumben en la miseria, por eso no existe paz; pero todas esas grandezas serán destruidas bajo mi justicia y los hombres se reconocerán como hermanos, hijos del mismo Padre. 35. Ha sido la caridad de vuestro Señor, la que os ha confiado el trigo dorado para que con vuestro trabajo lo multipliquéis sobre la Tierra. Es la simiente de una Obra que hace tiempo comencé en el espíritu del hombre, la cual le dará la paz verdadera. 36. Dichosos vosotros que habéis escuchado mi palabra en este tiempo, porque en ella encontraréis el camino certero; pero debéis no tan sólo oírla, sino analizarla, interpretarla justamente, para que cuando la enseñéis a vuestros hermanos, no vayáis a sembrar la confusión en su corazón. 37. Vuestro espíritu debe esperar a que su materia se purifique y regenere, para que pueda levantarse a cumplir su misión. Entonces seréis espíritu y materia, un solo ser, un instrumento dócil y obediente, a través del cual se manifestarán los dones que el Padre le ha concedido. No imitéis a quienes sin haber comprendido ni analizado mi Doctrina de espiritualidad, sin tener la suficiente preparación y desarrollo, van por los caminos llamándose labriegos, sin darse cuenta de que la simiente que cultivan no es precisamente la mía. 38. Recordad que aquellos doce discípulos de la Segunda Era, necesitaron que pasara el tiempo, para que llegaran a comprender la enseñanza de su Maestro. Muchas fueron las lecciones que recibieron, muchas las pruebas a las que fueron sometidos; a cada paso eran interrogados por Mí y cada una de sus flaquezas o de sus imperfecciones eran tocadas y corregidas a través de mi palabra, para que en ellos penetrase la limpidez, la verdad y sin embargo, tuvieron que prepararse para dar a conocer mi Doctrina. 39. ¿Qué no habré de hacer con vosotros, nuevos discípulos, que vivís en un tiempo mucho más materialista que lo fuera aquel? 40. Comprended ahora que he sido extenso en doctrinaros y entended por qué os pruebo a cada paso. 41. Mientras que a Andrés, a Simón y a Juan les dije cuando por primera vez me vieron: "Seguidme", y me siguieron, a vosotros en este tiempo he tenido que hablaros mucho para que al fin en vuestro corazón se abriera paso la fe. 42. Quiero que encontréis en aquellos apóstoles el ejemplo que os fortalezca en vuestra jornada y que comprendáis que cuando ellos salieron a los caminos a predicar con mi palabra, en sus corazones había penetrado ya la paz y el amor, habiendo huido de ellos la impureza. 43. No hubo uno que sembrara semilla que no fuera la mía, ni que ejecutara un acto con el cual pudieran confundirse sus hermanos. Es que ellos, a su vez y a semejanza de los frutos, esperaron a madurarse en el árbol de la vida para poder ofrecerse con pureza a la avidez de los corazones hambrientos de conocer la verdad. 44. En cambio, ahora os habéis levantado pretendiendo ser maestros, cuando aún no habéis podido aprender mi primera lección; queréis ir a salvar a vuestros hermanos, cuando todavía estáis en peligro de caer y vais hablando de limpidez, de pureza, de espiritualidad, cuando aún no habéis hecho desaparecer vuestros vicios. 45. Esta es la causa por la cual muchos de vosotros volvéis a Mí, llorando y quejándoos de que os han llamado impostores, porque no pudisteis sanar a un enfermo, porque no llegasteis a convencer a un incrédulo, o porque fuisteis sorprendidos ejecutando prácticas impropias de mi Obra. Entonces algunos se consagran a estudiar mi Doctrina y a mejorar su vida para no volver a fracasar, mientras que otros prosiguen en su impureza de sembrar la confusión, y otros finalmente, desalentados por los tropiezos sufridos, se alejan del camino, negando la verdad de mi Obra. 46. Yo he querido llevaros paso a paso, enseñando a vuestro espíritu página por página mis lecciones de amor, porque no hay camino más largo que éste de la evolución del espíritu. En verdad os digo: que no podéis encontrar en la Tierra nada que sea más sagrado para vosotros que uno de vuestros semejantes. 47. Esta Doctrina viene a daros el conocimiento de lo que es y lo que debe significar para vosotros el espíritu, la conciencia, los sentimientos, la fe. Cuando uno de vosotros llega a conocer estas enseñanzas, siente que de su corazón emana hacia sus hermanos un respeto y un amor profundo, porque en cada uno de ellos puede ver algo de la presencia de Dios, ve a un hijo del Ser Supremo; en cada uno de sus semejantes y en el interior de cada uno de los hombres contempla el templo del Señor. 48. El que llega a comprender y a considerar como ciertos todos estos conocimientos, ¿Osaría profanar ese templo, o llegaría a ser capaz de ofender a ese hermano? 49. Esa es la lección que quiero que lleguéis a comprender, porque cuando esto sea, estaréis ya sólo a un paso de empezar a practicar el supremo mandamiento que os dice: "Amaos los unos a los otros". 50. ¿Cómo podréis llamaros espiritualistas, mientras no sepáis lo que es un espíritu y lo que significa y vale ante Dios? 51. Meditad en todo cuanto os he dicho, para que vuestra envoltura fundida en una sola voluntad con vuestro espíritu, deje que éste se manifieste y cumpla con su misión. Veréis entonces que cada uno de vuestros dones es una luz y una fuerza ante los que se doblegarán las más duras cervices y los más duros corazones; y cuando reciban una prueba de verdadera espiritualidad exclamarán conmovidos: "éstos si van practicando la Doctrina de Jesús, éstos van predicando la verdad". 52. Tomad esta hora como la de vuestra comunión con el Padre. Conversad espiritualmente Conmigo, Yo os escucho, oh pueblo. Depositad en Mí todas las penas que vais recogiendo por el mundo; lavad con vuestras lágrimas las manchas de vuestro espíritu. Veréis cómo el llanto y la oración van haciendo sentir más liviana la carga a vuestro corazón. Entonces Yo derramaré mi gracia en vosotros con lo cual os haré sentir fuertes. 53. Si os nombráis Trinitarios porque habéis analizado mis enseñanzas y dais testimonio de ellas con vuestras obras, no puede faltar en vosotros la luz, la fortaleza y la paz. 54. He puesto en vosotros el sello divino que os hace herederos de la sabiduría que está guardada en el libro de mi Divinidad y quien lleva esa luz no puede caer. 55. El Padre de todos los tiempos es el que ahora os está hablando, el mismo que con Moisés os reveló la Ley, en Cristo os hizo escuchar la voz del Verbo, y el que ahora os envía a Elías en espíritu para que venga a preparar a los hombres, porque en este tiempo aprenderán a comunicarse con el Espíritu Santo que soy Yo mismo. Quién llegare a comunicarse Conmigo, encontrará que soy el propio Padre y que Aquél a quién llamáis el Hijo, es el Verbo de amor de la Divinidad. La Trinidad de Dios no significa diversidad de espíritus, sino de atributos o potencias. 56. Ley, amor sabiduría, he ahí las tres fases con las cuales me he mostrado al hombre para que llegue a tener plena firmeza en su camino de evolución y un completo conocimiento de su Creador. Esas tres fases son distintas entre sí, pero todas proceden de un solo principio y en su conjunto son la perfección absoluta. 57. En varias ocasiones os he dicho: ¿Por qué os empeñáis en querer mirar tres seres divinos donde sólo podéis encontrar uno? Una sola voz os ha hablado en todos los tiempos, un sólo Espíritu Divino se ha mostrado delante de vosotros. Esa voz única, eterna, que a través de diversas expresiones os ha manifestado mi Ley, es la que lleváis grabada en vuestra conciencia, y deberíais guardar en vuestro corazón su esencia, pero en vez de amarme en espíritu y en verdad como os lo ha enseñado mi Doctrina, me amáis a través de vuestro materialismo, porque no podéis concebir en otra forma a vuestro Creador. 58. Cuando grabé mi Ley en una piedra ¿Quién había de dudar que aquellas tablas eran sagradas si contenían el mandamiento divino? Sin embargo, Yo aparté de la vista del hombre aquellas piedras, dejándoles tan sólo el conocimiento de mi Ley. 59. Cristo nació y murió en pobreza, pureza y perfección, y hubierais deseado que permaneciese eternamente en la Tierra, por ello lo habéis querido perpetuar en imágenes fabricadas por la mano del hombre; debéis comprender que desapareció su forma humana para dejar tan sólo al espíritu del hombre, la esencia purísima de su palabra y de sus obras, que fueron la expresión perfecta del divino amor. Ahora que vengo a manifestarme en espíritu y me he comunicado por medio de los entendimientos preparados por Mí ¿Qué es lo que podéis materializar de mi tercera manifestación? ¿Esperáis divinizar objetos, lugares o personas? No, sólo debéis conservar de este tiempo de mi comunicación espiritual, la luz infinita que he derramado en vosotros, luz de eterna sabiduría. Si en la Ley del Primer Tiempo buscaseis amor y sabiduría, los encontraréis; si en el amor de Jesús buscaseis ley y sabiduría; las hallaríais, y si en la sabiduría que mi Espíritu ha derramado en este Tercer Tiempo sobre todas las criaturas, trataseis de encontrar la ley y el amor, en su fondo podréis encontrarlos. Ved cómo todas las virtudes y potencias divinas forman una sola esencia y ésta es Dios. 60. Analizad la lección que os he dado, en ella se manifiesta el amor que tengo para la humanidad. 61. Con mi enseñanza vengo a modelar vuestro corazón sirviéndome de los hombres humildes. Los discípulos del Espiritualismo conservarán mi Doctrina en toda su pureza, porque ella será la que consolide la paz y la fraternidad entre la humanidad. 62. Desaparecerán los símbolos religiosos, porque es menester que el hombre no me limite, para que su obra sea digna del Padre. 63. Escuchándome sin representación material, habéis formado en vosotros un nuevo carácter, se ha despertado vuestra mente y se ha fortalecido vuestra moral. 64. Yo quiero para el mañana, hombres y mujeres de convicción, discípulos que prediquen con ejemplos, no prevaricadores, porque sería muy dolorosa vuestra caída por falta de moral y verdad, por falta de paz y valor. 65. Ved cómo la humanidad que a través de las eras ha atravesado por el crisol que purifica y las pruebas de fuego que redimen, aún no logra cimentar su paz. Sigue prolongándose la huella sangrienta, porque lo hombres han olvidado mi palabra. No existe sinceridad, confianza, caridad ni amor. 66. Y heme aquí, con mi nuevo mensaje de unificación y paz, con mi humilde palabra que realizará después de gran batalla, el milagro de unir las mentes y los corazones de los hombres. ¿Y aún habrá quienes pregunten por qué he venido? 67. También en este tiempo muchos fueron los llamados y pocos los escogidos, mas no tengo privilegiados. Porque es el hombre el que se dignifica ante su Señor y se hace acreedor a su gracia. 68. A todos he dado mi enseñanza en igual forma, a todos los he enseñado a andar por este camino y a habitar el valle de lágrimas. Comprendedme: no tan sólo vosotros tendréis que vivir bajo esta Ley sino el mundo entero, pero serán mis discípulos diseminados por todo el orbe, los que la implanten con su moral y su ejemplo. 69. Cumplid desde ahora y no dejéis que el tiempo pase sobre el espíritu sin aprovecharlo, porque podría llegar el instante de las lamentaciones. 70. Esa es la razón por la que me estoy sirviendo de los humildes, de los que encontrándose perdidos por los caminos de la vida, oyeron la voz salvadora del Señor y se levantaron dispuestos a seguirle. Esos sois vosotros, los postreros, porque me estáis sirviendo en el Tercer Tiempo. 71. Os envió mi paz, pero en verdad os digo: mientras existan hombres que poseen todo lo necesario y se olviden de los que mueren de hambre, no habrá paz en la Tierra. 72. La paz no está en las grandezas humanas, ni en las riquezas. Está en la buena voluntad, en amarse, en servirse y respetarse los unos a los otros ¡Oh, si el mundo comprendiese estas lecciones, desaparecerían los odios y brotarla el amor en el corazón humano! 73. Sólo mi amor y mi justicia pueden amparar ahora a los que tienen hambre y sed de ellas. Sólo Yo sé recibir en mi justicia perfecta a quién atenta contra su propia existencia. 74. Si supiesen que la soledad del espíritu es más tremenda que la soledad de este mundo, esperarían con paciencia y fortaleza hasta el día postrero de su existencia. 75. Os he dado mi caricia en esta palabra, testificad mi verdad con vuestras obras. 76. Amaos los unos a los otros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 166 1. Día de júbilo para mi pueblo, día de paz para los que han venido a escuchar mi palabra. Cuando entregué a los primeros esta heredad, les dije que la cuidasen porque era como un pequeño arbusto que más tarde se convertiría en frondoso y corpulento árbol; hoy vienen las grandes multitudes a escuchar mi palabra testificando con ello el cumplimiento de mi profecía. 2. El árbol dio ramas y éstas fueron desprendidas para ser plantadas en otras tierras, más de cierto os digo, que unas han sido plantadas por mi voluntad y otras por la voluntad de los hombres. 3. Hace tiempo os dije que el árbol por su fruto es conocido, y en breve, cuando estos árboles comiencen a fructificar, veréis que clase de fruto da cada uno, si es bueno o no. Ha habido arbustos que empezaron llenos de verdor y de fuerza, los cuales eran prometedores de buenos frutos y de buena sombra para los caminantes fatigados, porque aquel que los cuidaba se levantó lleno de amor y de caridad y se convirtió en la salvación del perdido; contestó con palabras de luz a las preguntas de los hombres, dio luz a los ciegos y consuelo a los enfermos; los prodigios sucedieron, los milagros brotaban de sus labios y de sus obras, las verdades se recibían por inspiración y es que el Padre viendo el ahínco y el celo de aquellos labriegos se derramó en amor y sabiduría. Las multitudes, al ver la entrega de aquel discípulo, al confirmar su caridad y sinceridad, lo siguieron a la montaña, le obedecieron y creyeron ciegamente; más cuando aquel contempló que las turbas le seguían, que las multitudes obedecían su voz como si fuera una ley, sintió en su corazón la vanidad y la grandeza, y olvidándose de Aquél que todo le dio sin lo cual nada podía haber hecho, haciendo a un lado la humildad, comenzó a hacer alarde de sus méritos y de su potestad sobre los demás; se sintió perfecto en la práctica de mi Doctrina, pregonó ser verdadero discípulo y hasta maestro. 4. Os digo que quienes vayan haciendo alarde de sus dones y no siembren con humildad, su cosecha será vana. 5. Yo podría preguntar a muchos de los que se levantaron pregonando caridad: ¿En dónde están vuestras multitudes; dónde quedaron aquellos que os iban siguiendo? ¿Qué se hicieron todos aquellos que recibieron dones para esparcir esta semilla? Y tendrán que decirme que se han quedado solos, porque los que fueron hallados, volvieron a extraviarse, los que sanaron volvieron a enfermar, y los que empezaban a ver la luz volvieron a sus tinieblas; y os pregunta el Maestro: ¿Por qué aconteció esto entre mis doctrinados? Porque tomaron las lecciones recibidas según su entendimiento y voluntad, porque se levantaron antes de tiempo, es decir, antes de comprender bien la lección del Maestro. 6. Los que esperaron la hora de levantarse a cumplir estudiando, velando y orando, son los que permanecen firmes, porque sus raíces se han profundizado, y sus ramas han resistido tempestades, éstos se levantaron a tiempo, cuando la vanidad ya no podía hacer presa de su corazón. Pero este es día de paz y de perdón, en el que quiero que todos meditéis en mis palabras para que cuando tornéis a vuestro árbol y a vuestras tierras, corrijáis cuanto de imperfecto hayáis hecho: aún es tiempo de enderezar el árbol y de salvar la siembra, más tenéis que multiplicar vuestro esfuerzo. 7. Volved a vuestras campiñas, y si os veis solitarios y olvidados por aquellos que os siguieron ciegamente, a los que no supisteis retener, cubrid las raíces del árbol, cortad todo el fruto dañado, podad sus ramas secas, dadle riego y veréis de nuevo a los caminantes venir en pos de su sombra y de sus frutos. 8. Benditos sean los que sepan levantarse de su propia caída, benditos los que resurjan a la luz; veréis entonces que de sus bocas saldrá la voz que habla de mi nueva venida, la que esperaron los hombres siglo tras siglo, y que hará estremecer a muchos muertos aun en sus tumbas. 9. En verdad os digo que aquella divina promesa de volver entre vosotros como Espíritu de Consolación, nadie la borró, ni el tiempo, ni el pecado, ni las edades que sobre los hombres han pasado; tampoco la prueba de mi venida será borrada, y al fin los hombres se doblegarán ante mi verdad. 10. Al escuchar mi palabra, repasáis vuestra vida a la luz de la conciencia y cuando mi cátedra ha terminado, os sentís descargados de vuestras culpas, aflicciones y remordimientos. Mi palabra aunque la recibís a través de entendimientos rudos, estremece a vuestro ser, porque en ella sentís un ojo que os está mirando, un oído que escucha hasta el más leve de vuestros suspiros, y una sensibilidad capaz de percibir hasta el más oculto de vuestros pensamientos. 11. Desde el primer día en que hablé a la humanidad por este medio, abrí una nueva era espiritual. Los corazones que estuvieron presentes ante mi divina manifestación, se sintieron sobrecogidos de temor, de respeto, de asombro y de gozo. Por eso aquella corta porción de mis primeros discípulos fue creciendo y aumentando, hasta llegar a convertirse en las grandes congregaciones que ahora asisten a escuchar mis enseñanzas. 12. Entre estas multitudes se encuentran los que después de haberme oído año tras año, se han familiarizado con esta manifestación y ya no se estremecen como cuando me escucharon en las primeras lecciones recibidas. Sin embargo, la mayoría continúa escuchando con verdadero gozo mi palabra y su corazón palpita apresuradamente cuando asisten a oír mi sabia y amorosa Doctrina. 13. He querido formar espiritualmente a los corazones que vienen a recibir esta palabra, para hacer de cada uno, un labriego fuerte para el trabajo que se le tiene asignado, consciente de su misión y celoso de mi Obra; pero unos han permanecido fieles escuchándome, aprendiendo y perfeccionándose, para hacerse dignos de ofrecer a sus hermanos los frutos ya maduros con su estudio y meditación, con paciencia, con esfuerzo y perseverancia. Otros han buscado halagos, ansiosos de sembrar, antes de que sea llegado el tiempo, han partido antes del momento señalado y han enseñado lo poco que han aprendido. 14. Por eso algunos han mixtificado las lecciones recibidas, modificando mi enseñanza a su voluntad por falta de conocimientos, dificultando con ello la buena marcha de los que se levantaron a predicar mi Doctrina hasta que estuvieran capacitados para practicar mis enseñanzas. 15. Yo os digo que, cuando suene la hora, el trigo de los buenos sembradores superará a la cizaña de los infieles y en la hora de la lucha, el mundo sabrá distinguir a quienes le llevaron mi verdad. 16. Si oís que algún espiritualista hace alarde de su cargo y va por el mundo gritando que él es uno de los nuevos discípulos de Cristo, podréis afirmar que su boca va profiriendo mentiras, porque el verdadero discípulo de esta Obra, es aquel que no hace alarde, aquel que en silencio va trabajando por la gloria de su Maestro, amando verdaderamente a todos sus hermanos. A mis buenos servidores, podréis reconocerlos por su humildad. 17. Al final ¿Qué será de los que no practicaron mis enseñanzas, de acuerdo con los dictados de mi Ley? Serán purificados y tendrán por nueva misión reparar todos sus yerros y lavar todas sus manchas, hasta que logren convertir en trigo la cizaña que habían venido cultivando. 18. A la multitud que en estos instantes está escuchando mi palabra, le digo: seguid escuchando con unción mi enseñanza, no dejéis que se pierda de vuestra mente sin antes meditar en ella; no pretendáis levantaros a enseñar, cuando sólo sois un débil párvulo; debéis esperar a convertiros en un discípulo fuerte y preparado, entonces será cuando podáis ver que cada semilla que sembráis, germinará, crecerá, florecerá y fructificará. Y Yo os diré: vengo a recibir vuestro presente, el fruto de la simiente que os he confiado. 19. No vengo aún a juzgaros porque si así fuese os encontraría escasos de méritos. Me presento ante vosotros como Padre, para perdonaros y ofreceros un tiempo más, como una oportunidad preciosa que debéis aprovechar y de la cual me responderéis. 20. En este día de gracia os digo que la presencia y el amor de María lo he dado a conocer y lo he hecho sentir a la humanidad, porque en Ella se hará la Nueva Alianza en este tiempo. María, en su ternura y humildad, también se ha comunicado con vosotros. 21. El Padre ha derramado sus complacencias en este pueblo, más en verdad os digo, que de la presencia de la Madre Divina también tenéis que responderme. 22. Os reclamo sí, porque quiero que tengáis conocimiento de todo cuanto os he concedido, pero en el fondo de este reclamo, está mi caricia. 23. El mundo ignora mi Obra y mi manifestación de este tiempo, porque habéis tenido temor de proclamar estas enseñanzas ante los hombres, pero las nuevas generaciones las conocerán y engrosarán estas filas. En verdad os digo, que el nombre de Jesús y el de María están unidos en la obra de redención, y ya que en este tiempo los hombres no han sabido formar la alianza con su Señor, el nombre de la Madre será el símbolo de la unificación y de la fraternidad entre la humanidad. 24. La fuerza de los elementos será la voz que despierte a los hombres que se obstinan en vivir en tinieblas, y no será que Yo venga a juzgarlos, serán ellos los que caigan en la justicia por sus propios actos. 25. Los hombres han formado su misión, la que siendo originalmente pura, la han manchado con su pecado y profanado con sus ciencias inspiradas muchas de ellas en el egoísmo, en el odio y en la soberbia. 26. Oíd: En el Primer Tiempo pacté con Abraham y sus generaciones; aquel pacto lo olvidaron los hijos de aquel pueblo. Pacté con Moisés, quien sacó de la esclavitud a Israel, y con el paso de los tiempos nuevamente los hombres se olvidaron del pacto. 27. En el Segundo Tiempo vine al Mundo, mi pacto con los hombres lo sellé con mi sangre, y ese pacto de amor tuvo validez suficiente para enseñar a mis hijos el camino por el que la humanidad de todos los tiempos puede redimir todos sus pecados. Porque Yo, en Jesús, vencí a la muerte, triunfé sobre las tinieblas, convertí el dolor en pasión divina y abrí el camino de la luz a los espíritus. 28. Hoy habéis escuchado que vengo a hacer con vosotros nueva alianza, porque no os encuentro unidos ni en Mí, ni en vosotros mismos, y es mi voluntad que en este Tercer Tiempo, en el seno del Sexto Sello, forméis la alianza de amor y fraternidad en Mí. 29. Todos os encontráis dentro del Sexto Sello, que es una etapa, un capítulo del Libro de los Siete Sellos, cuyo contenido es la sabiduría de Dios y la perfección de los espíritus. 30. Las nuevas generaciones vendrán y conocerán la obra del Tercer Tiempo, en el que vosotros disteis los primeros pasos. Ellas proseguirán vuestra labor, y cuando al fin las diferentes razas y pueblos se amen como hermanos, cuando los hombres hayan destruido sus odios, la obra del Espíritu Santo se habrá establecido en el corazón de la humanidad. 31. Desde el Primer Tiempo os enseñé a consagrarme el séptimo día. Si durante seis días el hombre se entregaba al cumplimiento de sus deberes humanos justo era que cuando menos uno, lo dedicase al servicio de su Señor. No le pedí que me consagrara el primer día, sino el último para que en él descansara de sus labores y se entregara a la meditación, dando a su espíritu la ocasión de acercarse a su Padre para conversar con Él a través de la oración. 32. El día de descanso se instituyó para que el hombre, al olvidar aunque fuera por un momento la dura lucha terrestre, dejara que su conciencia le hablara, le recordara la Ley, y se examinara a sí mismo, se arrepintiera de sus faltas y formara dentro de su corazón nobles propósitos de arrepentimiento. El sábado fue el día que anteriormente estaba dedicado al descanso, a la oración, y al estudio de la Ley, pero el pueblo al cumplir con la tradición, olvidó los sentimientos hacia la humanidad y los deberes espirituales que tenía para con sus semejantes. Los tiempos pasaron, la humanidad evolucionó espiritualmente y Cristo vino a enseñaros que aun en los días de reposo debéis de practicar la caridad y todas las buenas obras. 33. Jesús quiso deciros que un día estaba dedicado a la meditación y al reposo físico, pero debíais comprender que para el desempeño de la misión del espíritu, no podía señalarse día y hora. 34. A pesar de haberos hablado el Maestro con suma claridad, los hombres se distanciaron buscando cada cual el día que para ellos fuera el más propicio y así, mientras unos siguieron conservando el sábado como día dedicado al reposo, otros adoptaron el domingo para celebrar sus cultos. 35. Hoy vengo a hablaros una vez más y mis enseñanzas os traen nuevos conocimientos; habéis vivido muchas experiencias y habéis evolucionado. Hoy no tiene importancia el día que dediquéis al descanso de la fatiga terrestre, pero sí la tiene el que sepáis que todos los días debéis caminar por la senda que Yo os he trazado. Comprended que no existe hora señalada para que elevéis vuestra oración, porque todo tiempo es propicio para que oréis y practiquéis mi Doctrina en favor de vuestros hermanos. 36. Quiero que en vuestro espíritu siempre haya luz, inspiración y amor. Que la mente y el corazón sean el espejo del espíritu y que en él se reflejen sus virtudes, se traduzcan en ideas brillantes y en nobles pensamientos y sentimientos. Entonces llegaréis a daros cuenta de cuán perfecta es la armonía que existe entre el espíritu y el cuerpo, entre lo espiritual y lo humano, entre las leyes y deberes del espíritu y las leyes y deberes del mundo; al final, podréis comprobar que toda la vida con sus pruebas y lecciones tiene una sola meta: el perfeccionamiento del espíritu, por medio del cual alcanzará a conocer el reposo y la dicha verdadera en el Reino del Señor. 37. A veces pensáis y decís que para qué sirve esta existencia ya que nada bueno os da y ningún provecho obtenéis de ella. Cuando alguien llega a pensar así, es porque está evitando que la luz brille en su espíritu. Cree que es inútil la vida porque no ha logrado obtener que en ella se realizaran todos sus deseos, porque quisiera haber obtenido todo conforme a sus pensamientos. Cree que también él es inútil, y eso se debe a que no ha conocido el sentido de mi palabra, porque no la ha analizado. 38. La parte espiritual del hombre se encuentra aletargada, y es por eso que ha vivido tantas vidas inútiles. 39. Yo podría exigiros y obligaros a que cumplieseis mis mandatos, más entonces vuestros méritos no serían reales, vuestro adelanto no sería verdadero. Dejo que la vida, en la que sin daros cuenta vais forjando para vosotros mismos lecciones y pruebas, os dé la verdadera enseñanza, a veces dolorosa, según hayan sido vuestras obras. Y en medio de la prueba, mi Espíritu os envía la luz, la cual llega a vuestro espíritu, a veces dulcemente, y en ocasiones como juez inexorable, para que despertéis y sigáis la voz de la conciencia, que es mi propia voz. 40. Yo os pregunto: ¿Queréis ser útiles y sentir que vuestra existencia también lo es? Aprended entonces de mi palabra, aquella que os di en tiempos pasados, aprended de ésta que hoy estáis oyendo, porque una y otra se complementan, pero no vayáis a creer, que con sólo repetir mis frases y mis máximas, ya habéis dado cumplimiento a mis enseñanzas, no, el que no sepa amar, no sabrá decir las divinas palabras y cumplir con lo que ellas os enseñan. 41. El amor es el principio y la razón de vuestra existencia, oh humanidad, ¿Cómo podríais vivir sin ese don? Creedme, hay muchos que llevan en si la muerte, y otros que están enfermos tan sólo por no amar a nadie. El bálsamo que a muchos a salvado, ha sido el amor y el don divino que resucita a la vida verdadera, que redime y que eleva, es también el amor. 42. Por eso, párvulos que habéis oído esta enseñanza, os dice el Maestro: Desde este día empezad a amar; dejad que con ese sentimiento se saturen todas vuestras obras para con los demás y también que influya en las palabras y las oraciones que me dediquéis. 43. Sabed que la palabra que no lleva amor, no tiene vida ni poder. Me preguntáis cómo podéis empezar a amar y qué debéis hacer para que en vuestro corazón se despierte este sentimiento, y Yo os digo: Por lo que debéis empezar, es por saber orar. La oración os acercará al Maestro y ese Maestro soy Yo. 44. En la oración hallaréis consuelo, inspiración y fuerza, ella os dará la dulce satisfacción de poder hablar íntimamente con Dios, sin testigos ni mediadores; Dios y vuestro espíritu, reunidos en ese dulce momento de confidencias, de comunicación espiritual y de bendiciones. 45. Preparaos, discípulos, porque quiero manifestarme a vosotros. Todos me presentáis cuitas e inquietudes y Yo os digo: ¿Por qué teméis? ¿No habéis sentido mi mirada posarse llena de caridad sobre vosotros? ¿No os hace fuertes mi presencia? No queráis que repita mis palabras del Segundo Tiempo y que os diga que sois hombres de poca fe, que teniéndome tan cerca y diciéndome conocerme, no habéis confiado en Mí. 46. Siempre que elevéis vuestra oración y me busquéis, estaré con vosotros, mi palabra y los mandatos que os he dado en todos los tiempos, os darán mi lección a través de vuestra conciencia, haced acopio de fuerza y preparación. Llevad por doquiera esta palabra de vida a los corazones que han menester consuelo y luz, porque os he nombrado sembradores de la campiña espiritual. 47. Si vosotros habéis sido llenos de mis complacencias y lo que habéis recibido es un caudal inagotable de enseñanzas, debéis compartir con amor este conocimiento. Id a los demás menesterosos, a los que no tienen sobre la Tierra afectos, consideración o respeto. Buscad a los huérfanos, a las viudas, a los enfermos incurables, y prodigad caridad. Derramad este bálsamo espiritual que brota del fondo del espíritu y atended más a su espíritu que a su cuerpo. 48. He formado el cuerpo de labriegos con hombres y mujeres, ya que no sólo el hombre sabe interpretar mi Ley. La mujer, dotada de bellos y nobles sentimientos, ha sido siempre colaboradora de mi Obra de redención. También en ella hago descansar en este tiempo la responsabilidad del buen cumplimiento de mis mandatos. Yo dejo a ambos velando unidos en esta causa que os he confiado. 49. Pueblo mío: Voy a permanecer unos instantes con vosotros a través de este entendimiento. Habéis orado y en el momento de mayor elevación, se ha escuchado en el silencio de vuestros corazones, el saludo amoroso del Maestro que os ha dicho: "La paz sea con vosotros". Os habéis dado cuenta del alcance que tiene la oración, y habéis comprendido el poder tan inmenso que ésta tiene cuando la eleváis, tanto para remediar una necesidad espiritual, como para pedir la solución de una aflicción material. 50. Recordad que muchas veces os ha bastado pronunciar la palabra "Padre", para que todo vuestro ser se estremezca y vuestro corazón se sienta invadido por el consuelo que os da su amor. Sabed que cuando vuestro corazón me llama con ternura, también mi Espíritu se estremece de gozo. 51. Cuando me llamáis "Padre", cuando ese nombre brota de vuestro ser, en el cielo se escucha vuestra voz y al arcano le arrancáis algún secreto. 52. No dejéis que sean solamente los labios los que me llamen "Padre", porque muchos soléis hacer esto maquinalmente. Quiero que cuando digáis "Padre nuestro que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre", dejéis que esa oración brote de lo más puro de vuestro ser, meditando cada una de sus frases para que luego quedéis inspirados y en perfecta comunión Conmigo. 53. Yo os enseñé la palabra poderosa, maestra, aquella que verdaderamente acerca al hijo hacia su Padre. Al pronunciar con unción y respeto, con elevación y amor, con fe y esperanza la palabra Padre, las distancias desaparecen, los espacios se acortan, porque en ese instante de comunicación de espíritu a Espíritu, ni Dios está lejos de vos, ni vosotros os encontráis lejos de Él. Orad así y en vuestro corazón recibiréis a manos llenas el beneficio de mi amor. 54. Entonces me veréis con vuestra mirada espiritual, caminando delante de vosotros como lo hace el pastor con sus ovejas. Veréis la luz divina iluminando el sendero de vuestra vida y oiréis mi voz que repite a cada momento para alentaros en vuestro camino: "Sed fuertes, no os detengáis, cada paso que dais hacia adelante os acerca más a vuestro Padre". 55. Este día, oh discípulos, os he hablado una vez más sobre el amor y la oración, para que lleguéis a comprender la gracia que ella encierra y su eficacia, para que alcancéis el galardón que mi caridad os tiene prometido. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 167 1. De muchos corazones se eleva hacia Dios esta pregunta: Señor, ¿El dolor que aflige a este mundo, se prolongará por siempre? A lo cual el Maestro les contesta: no, mis hijos muy amados, vuestro dolor desaparecerá cuando lleguéis a encontrar el verdadero amor. 2. Aunque mucho se habla de amor en la Tierra, en realidad no existe entre vosotros. Hay quienes lo fingen, otros lo confunden con un sentimiento egoísta y otros con una baja pasión. Reina la falsedad en el corazón humano, impera la mentira, se finge amor, amistad, caridad. La mala hierba ha crecido y se ha extendido por doquiera y sólo el fuego del dolor será el que llegue a exterminarla. 3. Ese fuego lo encenderán los hombres con sus guerras de ideas, credos, filosofías y ciencias; es la guerra que se está aproximando a grandes pasos. Ahí, en ese fuego que será encendido por sus propias ambiciones, pasiones y odios, encontrarán su purificación. Así lo han querido, así lo han exigido. 4. ¿Cómo va a ser posible que los hombres se amen como hermanos, si no han llegado a limpiar su corazón? Es menester una gran prueba en el mundo para que de ella salgan limpios, porque el dolor purifica. 5. También os digo: los hombres deben creer en los hombres, tener fe y confianza unos en otros, porque debéis convenceros de que en la Tierra todos necesitáis de todos. 6. No creáis que me halaga cuando decís que tenéis fe en Mí y sé que dudáis de todo el mundo, porque lo que Yo espero de vosotros es que me améis a través del amor que prodiguéis a vuestros semejantes, perdonando a los que os ofenden, impartiendo caridad al más pobre, pequeño o débil, amando a vuestros hermanos sin distinción y poniendo en todas vuestras obras el mayor desinterés y verdad. 7. Aprended de Mí que jamás he dudado de vosotros, que tengo fe en vuestra salvación y confianza en que os levantaréis para alcanzar la verdadera vida. 8. Aunque en el exterior haya mucha falsedad en las obras de los hombres, no hay uno en cuyo interior no exista una parte de verdad. Esa parte es la chispa de la luz espiritual que lleva en sí, es mi presencia divina, destello que interiormente lo va iluminando. Yo haré que esa luz que es mía, brille en cada corazón y que su reflejo se manifieste en cada una de vuestras obras. 9. Quiero que viváis en la verdad, y para ello es preciso que muera todo el mal. Los que estéis conscientes de la hora que se avecina, velad y orad desde hoy, anunciad como profetas a vuestros hermanos esa batalla, para que se preparen y no desesperen en los instantes de amargura durante la lucha que se avecina. 10. Estad convencidos de que todas las tierras fructificarán cuando n preparadas, mi semilla está pronta a descender sobre ellas. Cada ser humano será una planta que florezca y de frutos de amor, cumpliendo así con el destino de todo lo creado. 11. En el reino vegetal existen plantas parásitas, inútiles; no imitéis su ejemplo. 12. ¿Sabéis por qué el Padre espera de vosotros únicamente frutos de amor? Porque la semilla de vida que puse en cada criatura, la Simiente original, fue el amor. 13. Si a veces, como sucede en las plantas, os habéis secado aparentemente, si os habéis marchitado por momentos o habéis sentido la angustia de la sed, no es porque el agua de mi gracia os haya faltado. Mi fuente de amor se ha desbordado eternamente sobre todo espíritu y sobre todo corazón cual riego de vida. Pero estas plantas humanas, dotadas de espíritu, poseen libre albedrío y a causa del mal uso de ese precioso don, se alejan de aquella gracia divina, que es lo único que puede salvar y fortalecer el espíritu. ¡Cuán distintos sois de las plantas de la Tierra que siempre sumisas en su sitio, reciben cuanto venga de la caridad de Dios! 14. Todos creéis haber amado en vuestra vida, y Yo os digo: Ha habido quienes han amado verdaderamente, mientras que otros, confunden las pasiones y el egoísmo con el amor. 15. La lección perfecta que os di a través de Jesús, en ella analizad mi paso por el mundo en cuanto hombre desde el nacimiento hasta la muerte y tendréis explicado el amor en forma viva y perfecta. 16. Yo no vengo a pediros que seáis iguales a Jesús, porque en Él hubo algo que vosotros no podéis alcanzar; Ser perfecto en cuanto hombre; ya que quien estuvo en Él fue el mismo Dios en forma limitada, pero si os digo que debéis imitarle. 17. Mi Ley eterna os ha hablado siempre de ese amor. Os dije en los primeros tiempos: "Amarás a Dios de todo corazón y espíritu", "amarás a tu prójimo como a ti mismo". 18. Más tarde os di estas inspiraciones: "Amad a vuestros hermanos como el Padre os ha amado", "amaos los unos a los otros". 19. En este tiempo os he revelado que améis a Dios antes que a todo lo creado, que améis a Dios en todo lo existente y a lo existente en Dios; que practiquéis caridad y más caridad con vuestros hermanos para que veáis al Padre en todo su esplendor, porque la caridad es amor. 20. Nunca como ahora ha estado el hombre en condiciones de amarse a través de un culto espiritual, libre de impurezas. Los tiempos paganos y del gentilismo han quedado distantes; la idolatría, que ha estado presente en todos los cultos y en todos los tiempos, ha fatigado con su materialismo y su falso esplendor a los espíritus. 21. Están próximas las generaciones que hagan surgir el culto espiritual a mi Divinidad por todos los puntos de la Tierra, y cuando ese culto llegue a establecer un reino de paz y de luz entre la humanidad, el fanatismo religioso desaparecerá de los hombres, porque en la espiritualidad no tienen cabida las pasiones ni la ignorancia. 22. No porque miréis extenso el camino os detengáis pensando que nunca llegaréis al final; seguid adelante, porque un instante que perdáis lo llorará más tarde vuestro espíritu. ¿Quién os ha dicho que en este mundo está la meta? ¿Quién os ha enseñado que la muerte es el fin y que en ese momento podréis alcanzar mi Reino? 23. La muerte es como un breve sueño, después del cual, ya reparadas las fuerzas, despertará el espíritu bajo la caricia de mi luz, como a un nuevo día que empieza para él. 24. La muerte es la llave que os abre las puertas de la prisión en que os encontráis al estar adheridos a la materia y es, al mismo tiempo, la llave que os abre las puertas de la eternidad. 25. Este planeta, convertido por las imperfecciones humanas en valle de expiación, ha sido cautiverio y destierro para el espíritu. 26. En verdad os digo, que la vida en la Tierra es un grado más en la escala de la vida ¿Por qué no lo entendéis así, para que aprovechéis todas sus lecciones? Es la razón por la que muchos tienen que volver a ella, una y otra vez: porque no comprendieron ni sacaron utilidad de su vida anterior. 27. En los hombres del mañana habrá tanta espiritualidad y comprensión de la evolución que debe alcanzar su espíritu, que cuando penetren en la agonía y se hallen a un paso de la muerte, consideren ellos y quienes les acompañen en aquella hora, aquel momento como el más hermoso de toda su existencia, aquel que debe ser como la culminación de una vida fecunda y provechosa y puedan decir como su Maestro en la cruz: "Todo está consumado"... 28. Vengo a hablaros, en tono paternal y con lenguaje sencillo. Llena de misterios esperabais mi nueva manifestación en este tiempo, y grande ha sido vuestra sorpresa al contemplar la sencillez de mis lecciones y la humildad en la forma de hablaros. 29. Elías llegó como un rayo de luz enmedio de una tormenta, seguido de sus huestes invisibles, de sus grandes legiones de espíritus de luz, que lo siguen como las ovejas siguen al pastor; camina abriendo paso a las multitudes, derribando a diestra y siniestra las zarzas y espinas para abrir brecha a los que vienen tras él y uniendo a los espíritus que reconocen en su voz la del Pastor que en este tiempo ha de conducirles hasta Mí. 30. ¿No recordáis que fue una oveja de Elías la que os dio testimonio de mi presencia y os invitó a uniros al rebaño para seguir la huella del Pastor? 31. ¡Levantaos, humanidad, encontrad el camino, encontrad la razón de la vida! ¡Uníos pueblos con pueblos, amaos todos! ¡Cuán delgado es el muro que divide un hogar de otro, y sin embargo, cuán distantes se hallan sus moradores unos de otros! Y en las fronteras de vuestros pueblos, ¡Cuántas condiciones para que dejéis pasar el extranjero! Y si esto hacéis entre humanos ¿Qué habéis hecho con los que se hallan en otra vida? Poner entre ellos y vosotros, cuando no el velo de vuestro olvido, el de vuestra ignorancia que es como densa tiniebla. 32. Cuando contemplo a los moradores de este mundo, veo que todos los pueblos conocen mi nombre, que millones de hombres pronuncian mis palabras y sin embargo de ello, de cierto os digo que no veo amor de los unos a los otros. 33. Todo cuanto os enseño en este tiempo, y cuanto acontece en el mundo, es la explicación y el cumplimiento de la revelación que por conducto de mi apóstol Juan, hice a la humanidad, cuando habitando mi discípulo en la Isla de Patmos le llevé en espíritu a las alturas, al plano divino, a lo insondable, para mostrarle por medio de símbolos el principio y el final, el Alfa y la Omega y vio los acontecimientos que fueron, los que eran y los que habrían de ser. 34. Nada comprendió por el momento, más mi voz le dijo: "Lo que vieres y oyeres, escríbelo" y él escribió. Juan tuvo discípulos los cuales le buscaban en su retiro cruzando en barcas la mar. Ávidamente aquellos hombres preguntaban al que fue discípulo de Jesús, cómo había sido el Maestro, cómo era su palabra y sus milagros, y Juan, imitando en amor y en sabiduría a su Señor, les maravillaba con su palabra. Pero cuando llegó la ancianidad, ya agobiado aquel cuerpo por el tiempo, aún tenía fuerzas para dar testimonio de su Maestro y decir a sus discípulos: "Amaos los unos a los otros". Los que le buscaban, viendo que el día de la partida de Juan se aproximaba, y queriendo poseer toda la sabiduría que aquel apóstol atesoraba, le pedían les revelara cuanto de su Maestro había aprendido, y por toda respuesta escuchaban siempre aquella frase: "Amaos los unos a los otros". 35. Los que con tanto afán e interés preguntaban, se sentían defraudados y pensaban que la vejez había borrado de su memoria las palabras de Cristo. 36. Yo os digo, que de Juan no se había borrado una sola de mis palabras; sino que de todas mis lecciones brotaba como una sola esencia aquella que condensa toda la Ley: el amor de los unos a los otros. 37. ¿Cómo podría borrarse de aquel discípulo tan amado, la lección del Maestro a quién tanto amó? 38. ¿Acaso sabéis, discípulos de este tiempo, si llegado el año de 1950, último de mi comunicación, también os diga por toda lección: "amaos los unos a los otros"? Todo a vuestro paso os habla de estas lecciones: El árbol, extendiendo su follaje para daros sombra; la flor deshojándose después de que aspiráis su perfume y convirtiendo su sacrificio en deleite vuestro. 39. Ese es el camino, por eso os he dicho que améis a Dios en todo lo creado y a toda la creación en Dios, porque en todo estoy presente y en todo os hablo. 40. Miro enfermos a todos los hombres, ya sea del cuerpo o del espíritu. Hombres en cuyo interior sólo se escucha el constante llamado de la conciencia, buscadme como fuente de salud, porque Yo poseo el bálsamo que sana todos los males. Más para que Yo manifieste mi poder entre vosotros, es menester que me presentéis vuestro corazón limpio de manchas. 41. Deseáis que Yo derrame mi poder y mis prodigios a vuestro paso, y estoy dispuesto a concedéroslo. El arcano de vuestro Padre sólo espera vuestra preparación para desbordarse en salud, fortaleza y luz. 42. Hoy mi palabra os cultiva, ella es simiente y es riego a la vez, y mañana, cuando el tiempo sea propicio, vendré a recoger la cosecha de amor, el trigo dorado de mis campiñas. 43. ¿Os preguntáis por qué siempre estoy corrigiendo vuestras faltas e imperfecciones? Es que vengo a cortar la cizaña y la ortiga que han crecido en vuestro corazón y han ahogado vuestros buenos sentimientos. 44. Este tiempo es de purificación, no sólo los seres humanos deberán lavar sus manchas en las aguas cristalinas de mi justicia, también los espíritus están sujetos a esta depuración. 45. Cuando los hombres se encuentren limpios de toda mancha, sentirán que la Tierra se aproxima al Cielo. Esa aproximación será espiritual y os llenar de paz, de confianza y reconocimiento. 46. Discípulos: Si en vuestro reposo os ocupáis de analizar mi palabra, llegaréis a encontrar en su esencia una completa razón y una justicia infinita. Mi palabra despierta a los hombres a una vida elevada, a una existencia feliz; más si a vosotros os fue necesario que os hablase bajo esta forma para lograr despertaros, ha habido algunos mundos para quienes no ha sido necesaria la materialización de los espiritual, para despertarlos al cumplimiento de mi Ley. 47. Los espiritualistas intuitivos, los inspirados, los soñadores, esos me llevan en su corazón sin haber escuchado la palabra que vosotros habéis estado recibiendo, tiempo ha que se comunican espiritualmente con su Maestro. 48. Vosotros los encontraréis en vuestro camino y os sorprenderéis de sus conocimientos en mi Obra; también ellos, cuando os encuentren, se regocijarán al confirmar sus ideas y sus obras, al escuchar vuestro testimonio y vuestras explicaciones; pero que no lleguen a encontrar en vuestros conceptos, prácticas y culto, o en vuestra vida, algo que niegue la espiritualidad de mi Doctrina, porque entonces se alejarán de vuestro camino, con el desengaño en su corazón. Velad y orad, discípulos, para que comprendáis mi lección y la apliquéis en vuestra vida con la misma pureza con que la habéis recibido. Entonces será grande el gozo en vuestro corazón, cuando os encontréis con aquellos a quienes he llamado espiritualistas intuitivos, unos y otros llegaréis a formar en el mundo un pueblo fuerte, que con su vivir y su amor al prójimo, lleguéis a enseñar a la humanidad, el verdadero culto a Dios, y les señaléis también la senda de buena voluntad para vivir en paz en la Tierra. 49. En la humildad de vuestra oración me decís: "Señor, si vos sois el Supremo Hacedor, y además nuestro Padre, haced de nosotros lo que os plazca. Si está en vuestra voluntad que el dolor sea el que pulimente nuestro corazón, hágase en nosotros lo que haya dispuesto vuestra voluntad. Si queréis que nos purifiquemos antes de que nos confiéis una misión, que sea como vos lo hayáis ordenado". 50. Son pocos los que así me hablan, más de ellos me valgo para daros el ejemplo de lo que debe ser vuestra mansedumbre y sumisión ante los mandatos del Padre. Pero a todos os estoy dando mi enseñanza para que lleguéis a ser igualmente humildes y obedientes. 51. A veces os parecerá mi palabra llena de justicia y tocará la sensibilidad de quienes la escuchan, mas siempre la encontraréis impregnada de una esencia divina, de una gran ternura y caridad infinita, que harán que siempre sea escuchada con deleite y con interés. 52. Si mi palabra llegara a abrumaros, no la podríais analizar y Yo quiero que meditéis en las divinas lecciones que os enseño, porque el que analiza, se inspira, y el que se inspira en el amor divino, ese ya es mi discípulo. 53. Oh discípulos espiritualistas, no temáis al cumplimiento de vuestra misión porque no es difícil de cumplir. Con sabiduría os guio por el camino para que no tropecéis, para que ninguno se pierda; mas no porque Yo os prepare el camino, penséis que esté sembrado de rosas, no, en él encontraréis espinas y pruebas. 54. Yo os digo, que el que quiera seguirme o el que quiera encontrarme, debe preferir el camino del sacrificio y de las renunciaciones al de los insanos placeres y de las bajas pasiones, porque en aquel camino podréis encontrar los goces que os proporciona mi fortaleza y mi estimulo, y en el segundo, tropezar muy dolorosamente. MI huella divina, mi huella de amor, la encontraréis siempre en la senda de la lucha, del sacrificio, de la caridad y de la humildad. 55. Los hombres son como niños que no meditan en la consecuencia de sus actos y es por eso que no llegan a comprender que un tropiezo que encuentren en su camino, sólo es un obstáculo que puso el Maestro para detener su insensata carrera o para evitarles tomar una mala determinación. 56. Quiero que ya os comportéis como mayores, que meditéis vuestras obras, vuestros actos, que penséis vuestras palabras. Esta es la forma de aplicar la prudencia y la justicia a vuestra vida. Además, debéis reflexionar que la vida es una inmensa y constante prueba para el espíritu. 57. En mi camino nadie sucumbe y aunque hay ocasiones en que el hombre cae doblegado por el peso de la cruz, una fuerza superior le levanta y da ánimos, esa fuerza proviene de la fe. 58. Discípulos benditos: en verdad os digo que si el pueblo practicara mi enseñanza, ya la buena nueva de mi palabra hubiera llegado a muchos corazones. Con el ejemplo de las obras de vuestra vida estaríais dando el más grande de los testimonios acerca de la verdad de mi Doctrina. 59. Que ninguno crea que los presentes están destinados a hacerlo todo; no, pueblo, cada generación está encargada del desempeño de una parte de mi Obra. 60. Haced de vuestro corazón un vaso y dejad que llegado el momento se desborde en el corazón de vuestros hermanos; pero no forméis obstáculos que retarden o impidan el avance de mi Doctrina, porque con gran dolor de la materia o del espíritu, tendríais que destruirlos. 61. Haced sentir a vuestros hermanos, todo lo que de saludable y de bueno encierra mi Obra; os digo que todo aquel a quien hagáis sentir el efluvio divino que de ella emana, ése bendecirá mi palabra. 62. Lo que he hecho con vosotros, os concederé que lo hagáis con vuestros hermanos, porque si mi palabra fue la que obró el milagro, esa palabra la lleváis en vuestro corazón y es la misma que debéis transmitir a vuestros hermanos. 63. Si Yo os sané del espíritu y del cuerpo, si os devolví la paz o hice que naciera en vuestro corazón la fe y os saqué del abismo, eso mismo debéis hacer con todos los necesitados; más debo advertiros que para que mi palabra obre esos milagros, es indispensable que primero la sintáis en vuestro corazón, como vuestro Padre la siente cuando os la entrega. 64. Si queréis conocer la virtud y el poder de mi palabra, ponedla en práctica y muchas veces os maravillaréis, más si la guardáis en vuestro corazón sólo para recreo de vosotros mismos, seréis como el rico avaro, que no sabe lo que tiene, ni el valor de lo que posee, porque su tesoro es un caudal muerto. 65. Aprended a pescar corazones en las tempestades de esta vida, a sanar enfermos y a conducir espíritus. Preparaos espiritualmente y en ello llegaréis a encontrar una fuerza, que os permitirá atravesar las pruebas con serenidad y confianza. Esa espiritualidad se reflejará en vuestra vida material y será sustento, bálsamo y antorcha que ilumine vuestro camino. 66. Llegará a escasear el pan en la mesa de vuestro hogar, sin que vuestro cuerpo experimente el hambre, ni llegue a debilitarse en sus energías. Llegarán días de dolor y desolación, en que las epidemias asolen las ciudades y ahí, en donde no hubiera un doctor, ni se contara con medicamentos, se manifestará mi bálsamo invisible, el cual descenderá en el instante de la oración de mis hijos; mas debéis hacer méritos antes de que los días de desolación se acerquen, para que entonces, en lugar de que os ocupéis en vuestro propio dolor, vayáis a calmar el de vuestros hermanos. 67. Encended lámparas de fe en el corazón de vuestros hermanos, enseñadles a pronunciar con todo respeto mi nombre, a venerar mi Doctrina y a orar con el espíritu. Recordad que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que viene del Señor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 168 1. Velad y calmad vuestra sed en mi amor, dejad vuestro cansancio, caminantes. Os traigo un presente en mi palabra, que es una enseñanza para vosotros. Si ante Mi llegáis desnudos de méritos, me place confiaros cargos dentro de mi Obra, para que os sintáis hijos del Señor y hermanos de todos los hombres. 2. Vuestros dones, siendo atributos innatos al espíritu, se manifestarán en forma desconocida para esta humanidad y nadie podrá deciros que habéis hurtado o usurpado. Más tarde, este pueblo será considerado como el precursor del tiempo de la espiritualidad. 3. Una legión de seres espirituales ha sido enviada en vuestra ayuda, para que unos y otros os unáis en esta misión. Esos seres os darán valor, os inspirarán y os levantarán cuando tropecéis, y cuando vuestro camino se vea invadido por los seres en tinieblas, ellos os indicarán la forma de hacer luz, que los ilumine y los libre de su turbación. La luz de vuestros guardianes os iluminará para que podáis contemplar el sendero y descubrir las acechanzas. 4. Estudiad y comprended para que podáis practicar con pureza mi enseñanza y nadie os confundirá con falsas lecciones, que han sido tomadas de lo espiritual para crear ciencias, doctrinas y filosofías. Os veréis entre hombres preparados, seréis interrogados y puestos a prueba, y vuestro ánimo no desmayará, porque en vuestra lucha os sentiréis acompañados por mi caridad; comprended que tenéis que ser celosos de esta joya que en vuestro espíritu he depositado, la cual no mezclaréis con conocimientos superfluos, ni la cambiaréis por recompensas materiales. 5. Se acerca el tiempo en que todo ojo debe estar preparado para contemplar mi presencia, entonces os levantaréis como emisarios míos testificando la forma en que vengo a comunicarme con vosotros, para despertar de su letargo a todo espíritu. Seréis los profetas que anuncien al mundo las pruebas que han de venir y la era que precederá a esos acontecimientos. 6. ¿Veis a esta humanidad ocupada egoístamente en las satisfacciones que les proporciona la vida humana sin preocuparse por el futuro de su espíritu? De cierto os digo que en el fondo tienen necesidad de amor, y que el manjar que por tanto tiempo los ha esperado en mi mesa, será el alimento de los que antes lo vieron con indiferencia. 7. Perseverad hasta el fin, discípulos, no os entristezcáis si llegáis a Mí despreciados por vuestros hermanos. Yo compensaré vuestra fe y os haré justicia para que al final, vuestra faz se ilumine con la sonrisa del triunfo. La luz se hará, las tinieblas se disiparán y la restauración se iniciará, para que sobre cimientos de paz y de justicia se levante el templo en que la humanidad honre a su Creador, con una vida que sea un culto de amor, de espiritualidad y respeto a las leyes que el Padre dictó para sus hijos. 8. La luz de mi Espíritu es con vosotros, no la miráis con los ojos de la materia, pero la sentís brillar en vuestro entendimiento. 9. El Espíritu del Padre es invisible, pero se manifiesta en una infinidad de formas. Todo el Universo es tan solo una manifestación material de la Divinidad. Todo lo creado es un reflejo de la verdad. 10. He rodeado la existencia de los espíritus, que son hijos de mi Divinidad, según la morada en la que habitan, de una serie de formas en las cuales he puesto sabiduría, belleza, esencia y buen sentido, para dar a cada una de esas moradas la prueba más palpable de mi existencia y una idea de mi poder. Os hago notar que la esencia de la vida consiste en amar, en saber, en poseer la verdad. 11. Os digo que quien no ama, no manifiesta su amor en la forma más elevada y con absoluta pureza; carecerá del verdadero saber y muy poco será lo que posea. En cambio el que ame con todo su espíritu y con todas las potencias de que ha sido dotado, ese llevará en sí la luz de la sabiduría y sentirá que realmente es el dueño de todo lo que le rodea, porque lo que el Padre posee, es también propiedad de sus hijos. 12. Estoy esclareciendo lo que os dije en el Segundo Tiempo y que no llegasteis a comprender, os estoy revelando en la forma más clara, de acuerdo con la elevación actual de vuestro espíritu, lo que entonces no os dije. 13. En cierta ocasión hablé a las multitudes que me oían: "Aún tengo muchas cosas que deciros, más por ahora no os las diré, porque no las comprenderíais". Ahora que vuelve a escucharse mi voz en el mundo, os digo: "Este es el tiempo en el que podréis comprender lo que callé entonces". Escuchad y analizad. 14. El Padre es Creador, es fuente de toda verdad y de toda vida; más para recrearse en su Obra, necesitó de la existencia de seres que tuvieran espíritu, que disfrutaran con El de todo cuanto brotó de su caridad divina. Que tuvieran además, conocimiento pleno de su existencia, que supieran recibir el amor de su Padre y que le supieran amar. 15. Ya os he explicado cual ha sido la causa que ha alejado a la humanidad del cumplimiento de la Ley de amor a la cual la sujeté, a pesar de que el hombre va iluminado por la luz de su conciencia. Os he dicho también, que ese desvío que ha originado tantos errores y pecados humanos, hizo que el Padre enviase su Verbo al mundo, para daros la mayor prueba de su amor infinito al hacerse hombre y enseñaros el camino que puede conduciros a merecer vuestra salvación. 16. Ahora, a muchos siglos de distancia de aquellos acontecimientos, os digo que, a pesar de haber derramado mi sangre por toda la humanidad, sólo han logrado alcanzar su salvación los que han tomado el camino que Jesús vino a enseñaros, mientras que todos aquellos que han persistido en la ignorancia, en su fanatismo, en sus errores o en el pecado, aún no están a salvo. 17. Yo os dije que si mil veces me hiciera hombre y mil veces muriera en la cruz, mientras la humanidad no se levante a seguirme, no habrá alcanzado su salvación. No es mi cruz la que debe salvaros, sino la vuestra; Yo llevé la mía a cuestas y en ella expiré en cuanto hombre, y desde ese instante fui en el seno del Padre. Vosotros debéis imitarme en mansedumbre y en amor, llevando a cuestas vuestra cruz con verdadera humildad hasta alcanzar el final de vuestra misión para llegar a ser también con vuestro Padre. 18. El ideal de muchos es llegar a conocer a Dios, pero ese ideal no lo han visto realizado, porque no han sabido buscarme en donde verdaderamente hábito, en el espíritu. Para reconocerme, es menester que se conozcan antes. 19. Hoy vengo a ayudar a todos mis hijos. A unos les ayudaré con su cruz para que pronto puedan escalar el monte en cuya cima les espera su Padre. A otros, les abriré sus pupilas y les daré claridad y videncia para que me contemplen, y a otros les enseñaré a penetrar en su interior para que en lo más sublime de su ser encuentren una herencia que anteriormente no soñaban poseer. Entonces llegarán a realizarse muchos de los ideales y brillará la armonía en todos aquellos que sean de buena voluntad. La luz divina se hará plenamente en los espíritus que no presenten resistencia al conocimiento de la verdad. 20. No os asombréis de que Yo os haya dicho que es vuestra cruz la que debe salvaros, porque con ello os he querido decir que Yo deposité con mis divinos ejemplos un Redentor en cada uno de los corazones, para que él guiase vuestros pasos y al final os redimiese. 21. Oíd mi voz en vuestra conciencia y decidme si no ha vibrado en ella mi palabra a lo largo de vuestra existencia y si esa irradiación no se hace sentir más en los momentos en que os llega la prueba. 22. Faltaría Yo a la justicia y a la perfección si os llevase manchados a mi Reino, sin que vuestro espíritu llegara purificado por vuestra restitución. ¿Qué méritos habría en vosotros, si por mi solo sacrificio hubieseis obtenido toda la gloria? 23. Os digo esto, para haceros meditar, salir de vuestro letargo, llegar a Mí, que constantemente os estoy haciendo el llamado. 24. Venid, pueblo escogido, y descansad vuestra sien cansada, que ahora, como siempre, os ofrezco mi amor. Abrid vuestro corazón y dejad que Yo sane la herida, que por mucho tiempo os ha hecho sufrir, sin que vuestros hermanos la hayan advertido. ¿Por qué teméis al futuro, si sabéis que estoy cerca de vosotros? Miro en vuestro interior y sé que aún debilitáis en las pruebas y llamáis con angustia a Elías y a Mí, al Maestro, porque sentís que perecéis, y Yo os digo que no os dejaré caer, que Elías es báculo fuerte que os sostiene, que Yo he señalado un destino justo a cada uno de mis hijos, y que las pruebas forjarán vuestro espíritu y lo acercarán a Mí. 25. Yo estoy más allá del tiempo y os doy de este tesoro para que lo toméis para vuestra elevación espiritual. Soy vuestro Maestro que os enseña en todos los momentos de vuestra vida. El destino del hombre no es sufrir. No os he enviado a padecer, sino a perfeccionaros para llegar a Mí. Os he dado a conocer mi voluntad en todos los tiempos, en el Tercero os estoy enseñando como os lo había prometido. 26. Habéis venido de distintos lugares de la Tierra para oír mi palabra, venciendo los obstáculos que se interponían en vuestro camino; ha sido más grande vuestro amor que las barreras que habéis encontrado a vuestro paso y habéis salido avante en vuestra lucha. Hoy me dais gracias por lo que os he concedido y en mi amor os sentís seguros. 27. Os he alentado porque habéis creído y perseverado en mi enseñanza. Habéis reconocido que el mundo no podrá daros la paz y os apartáis de él, para consagrar este tiempo al estudio de mi palabra. 28. Sentid mi paz y la frescura del árbol. No es esta casa el árbol de que os hablo, sino mi Espíritu lleno de misericordia y amor para todos mis hijos. Y cuántas veces vosotros, pensando que hay muchos hambrientos y desnudos de esta gracia, lloráis y el dolor embarga vuestro corazón. Mas os digo: Si queréis que mi palabra llegue a todos vuestros hermanos, preparaos y sed mensajeros de buena voluntad. Os digo que todos serán salvos, que no se perderá un solo espíritu y que unos en este mundo y otros en diferentes valles, me amarán y me reconocerán. 29. El mundo por su desobediencia, hace que mi Espíritu se entristezca. Aun el pueblo que me ha oído va a flaquear, y no quiero que a este tiempo de complacencias, siga otro de dolor. 30. Si después de que Yo os haya hablado, buscáis para vuestro recreo enseñanzas con lenguaje florido y menospreciáis mi palabra porque es sencilla, será porque no la habéis analizado, porque no habéis comprendido la lección que os enseña todo lo que necesitáis para vivir dentro de mis leyes y os descubre los misterios, en los que el hombre no ha alcanzado a penetrar. 31. Habéis sentido el deber de orar y ayudar no sólo a vuestros hermanos materiales, sino a los que habitan ya otras regiones y hasta ellos ha llegado vuestro amor. No sabéis cuánto consuelo han recibido esos seres olvidados, han reconocido en vuestro amor e intercesión a mis labriegos de este tiempo. 32. No he venido a sorprender al mundo con nuevas enseñanzas, todo lo que hoy os enseño, os lo había anunciado desde el principio de los tiempos. Os he preparado para recibir mi palabra, que os entrego a través de los portavoces, y más tarde de Espíritu a espíritu. Entonces me conoceréis en verdad, cuando comunicados Conmigo recibáis la esencia de este fruto de vida. Y los que han juzgado imperfecta esta manifestación, sabrán que ella ha sido el primer paso para la comunicación del Padre con sus hijos y la mirarán justa y perfecta. 33. Dais gracias a Mí y a vuestra Madre, por los beneficios que os ha prodigado. Ella es vuestra guía, sostén de las doncellas, cultivadora del corazón de los niños y fortaleza para los hombres en su lucha. 34. Abrid vuestro corazón y dejad que Yo sea en él. Venid en pos de mi huella marcada profundamente, para que de ella no os perdáis jamás. Quiero que también vosotros dejéis huella profunda de vuestro paso. Desde cualquier punto en que os encontréis, podréis divisar la cumbre de la montaña, como meta de vuestro destino. Elevad vuestra mirada para que la contempléis y no os desviéis del sendero. 35. Os estoy dando a comer en el desierto, un pan que os prometí en tiempos pasados. Habéis llegado al fin al árbol que buscabais. El árbol soy Yo, que os esperaba, para daros sombra y ofreceros mis frutos. Los ojos de vuestro espíritu se han abierto, estáis contemplando maravillas y verdades. Bienaventurados vosotros que al comer este pan, pensáis en los que aún no lo han saboreado. Orad por ellos, mas no os acongojéis, porque la mano de Elías también los tomará, para llevarlos en sus hombros como si fuesen ovejas. He aquí mis brazos como una cuna, donde vuestro espíritu crecerá bajo mis consejos y también bajo los cuidados de María, vuestra Madre celestial. 36. Es menester que vuestro corazón sea sensible y que en vuestro espíritu se anide la ternura, para que podáis desempeñar la misión que os he asignado. Mirad que esta misión no se concreta a que llevéis un consuelo a los que sufren en la Tierra, sino que además tendréis que penetrar por medio de la oración en la región invisible, en el más allá, donde también existen el dolor, la miseria y la turbación, para que entreguéis a aquellos que forman muchedumbres de menesterosos y que tanto esperan de vosotros, un poco de caridad y de amor en su expiación. Sentidlos cerca cuando oréis por ellos, haced vuestro su dolor, amadles sin recelos, sin repugnancia, que no por manchados han dejado de ser mis hijos, ni han dejado de ser vuestros hermanos. 37. En este tiempo veréis desarrollarse vuestros dones y facultades. La luz del Sexto Sello os ilumina, y la luz de los siete, iluminarán toda la Tierra al final de vuestra evolución. 38. De una revelación a otra, siempre he dejado pasar un tiempo. No podéis decir que mi revelación en esta era vino a sorprenderos, o que no estáis capacitados para comprenderla. Ved que ahora os estoy preparando y hablando por conducto del entendimiento humano, después tendréis que buscar vuestra comunicación con mi Espíritu por medio del vuestro; será entonces el tiempo de mis nuevos y grandes prodigios. ¿Por qué os hablo así? Porque quiero que os vayáis acostumbrando a la idea de que esta palabra dejará de oírse y tendréis que espiritualizaros para ser fuertes. Cesarán estas manifestaciones por conducto de los portavoces y entonces habrá tristeza en mi pueblo y aquellos que más dudaron del portavoz y más le hirieron, serán los que más lloren. 39. Después me conoceréis mejor. Entonces comprenderéis que vine a poneros en el principio de un camino, valiéndome para expresaros mi voluntad, de un medio humano, como un peldaño más en la escala de vuestro perfeccionamiento espiritual. Quise que la voz de María se escuchase también bajo esta forma, para que oyendo su dulce palabra, siguiese siendo el pueblo mariano, aquel que sin ofrecerle las flores de los huertos que en la Tierra cultiváis, supieseis recoger en los valles y en los jardines del corazón y del espíritu, las flores fragantes que la virtud cultiva, para dedicárselas. Ningún aroma mejor que el que se eleva del corazón, porque él llegará hasta el corazón de vuestra Madre. María es un faro de luz material. Bienaventurado el que nunca pierde la esperanza de anclar, iluminado por ese faro de salvación. 40. Venid, discípulos amados, a recibir el bautismo espiritual. Muertos os sentíais en el espíritu, pero habéis resucitado. 41. Mucho os he hablado de los dones del espíritu, porque este es el tiempo en qué habéis venido y qué futuro os espera. 42. Este conocimiento ha ido iluminando vuestro entendimiento, porque aun cuando vuestra memoria no alcanzara a retener todas mis palabras, vuestro espíritu si guarda la esencia de ellas, y llegado el momento se las recuerda a la mente con la claridad con que fueron escuchadas. Por eso sois responsables de todo cuanto os estoy entregando. 43. A veces creéis no poseer ni recordar nada de mis enseñanzas, haciendo que vuestro corazón se sienta débil para luchar. Más el Maestro os pregunta: ¿Cuál es el fruto de la semilla que he depositado en vosotros? Todas las obras que hacéis inspirados en mi enseñanza, la dicha que sentís por saber que sois tocados por mi gracia y la perseverancia en la lucha de los que van por los caminos derramando la luz de la verdad. 44. Quiero que así os levantéis, que en todos florezca y fructifique mi palabra. 45. No sólo Yo espero esto de vosotros. En la Tierra hay quienes esperan el resurgimiento de mis emisarios y apóstoles, y también en el valle espiritual existen seres que ansiosamente aguardan vuestro cumplimiento en mi Ley; porque el mundo espiritual busca afinidad y armonía con el mundo material: A unos les acerca el cariño, a otros el dolor, a muchos la luz de la conciencia. 46. Ellos están cerca y vuestra fe contribuirá a que haya más luz en quienes la necesiten y más alegría en quienes os aman. 47. El verdadero espiritualista sabrá elevarse cada día en beneficio del Mundo Espiritual. 48. Viene mi enseñanza para hacer luz en los entendimientos, mas no os asombréis de la forma en que he venido a vosotros en este tiempo; no os confundáis ni os familiaricéis. Cuando mi luz divina llega al entendimiento del hombre que me sirve de portavoz, se limita en vibraciones que se traducen en palabras de sabiduría y de amor. ¡Cuántos peldaños de la escala tiene que descender mi Espíritu para llegar en esa forma hasta vosotros! y aún he tenido que enviaros a mi Mundo Espiritual para que os dé amplia explicación de mis enseñanzas. 49. No juzguéis con demasiada severidad al portavoz, porque todo humano es falible y se encuentra lejos de la perfección, más si queréis juzgar el sentido o esencia de la palabra que sus labios vierten, hacedlo porque ahí encontraréis mi presencia, mi perfección. 50. La esencia, sabor o substancia de esta palabra, son las mismas que tuvo la palabra que Jesús os diera en el Segundo Tiempo. Podrá variar la forma, según la preparación e inspiración del portavoz, más no la esencia. 51. La mente del hombre es limitada y sólo alcanza a elevarse hasta cierto grado, hasta ahí tiene que descender mi Divinidad por amor a vosotros para establecer esta comunicación entre el hombre y Dios. 52. Había de llegar este tiempo, porque la evolución espiritual no se detiene, menos el Maestro en sus lecciones; por eso pido a mis servidores regeneración y limpidez, porque si el cerebro de aquellos por quienes os hablo no estuviere limpio, la comunicación sería imperfecta. 53. Rechazad toda imperfección, para que no lleguéis a tener dudas o confusiones, porque mis discípulos deberán ver con claridad lo que los demás vean entre tinieblas. 54. Mi palabra amorosa es la llave con la que se abre vuestro corazón. He enviado a vuestro espíritu a la Tierra, no a soportar un castigo sino a cumplir con una expiación. Mas esa expiación no será dolorosa si tomáis la cruz del amor hacia vuestros semejantes y con ella escaláis la cumbre, donde os espera el amor de vuestro Padre. Si temíais el destierro, o el castigo del fuego eterno por vuestras faltas, estabais en error; cuando esperabais tan sólo apurar las amarguras de la restitución, os envié al mundo para concederos que escuchaseis mi palabra y así convertiros en pescadores de espíritus. ¡Cuán distintos volverán vuestros espíritus al más allá de como vinieron la última vez! Venían contritos, temerosos, vacíos de méritos. Ahora podrán retornar sonrientes y su elevación podrá llevarlos a la luz de mi Reino. ¿Quién osaría cambiar esta cruz de amor por el pesado fardo del dolor que labra la desobediencia? ¡A cuántos les he confiado el cargo de guía para que levanten los frutos que no cosecharon en otras vidas! ¿Podría decir alguno de ellos, que este lugar lo conquistó con sus méritos? Es tan delicada y alta esa misión, que sólo mi amor podría entregarla. 55. Tomad este tiempo como si fuese la última oportunidad de llegar a Mí, para que os esforcéis en el cumplimiento de vuestra misión. Trabajad con desinterés, sin esperar retribución en este mundo por vuestros servicios a la humanidad, porque sería doloroso para vuestro espíritu después de su jornada llegar ante la presencia de su Padre y ver que su obra fue estéril. 56. Haced que vuestras obras sean dignas de imitarse; entonces podréis con justicia ser comparados con un espejo limpio, en el cual vuestros hermanos puedan contemplarse y corregir sus defectos. Ya en otras vidas vuestro espíritu consagró su existencia al goce de los placeres terrenales. Ahora, consagrad parte de vuestro tiempo al cumplimiento de vuestros deberes espirituales; con ello se elevará vuestro espíritu sin que hayáis tenido que abandonar vuestros deberes humanos. 57. ¿Quiénes fuisteis antes de esta vida, quiénes sois en la presente y quiénes seréis en el futuro? Estos son los misterios que sólo al Juez Divino corresponde saber. Por ahora debe bastaros comprender el verdadero significado de la ley de reencarnación que os he revelado como una suprema verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 169 1. Mi mirada penetra en vuestro corazón. Dejad que ella sea en vosotros como el trigo en tierra fértil. Si os viniese a juzgar en este instante, os diría que vuestras herramientas para cultivar la campiña se encuentran enmohecidas por el ocio; que las armas se encuentran abandonadas, que habéis ocultado la semilla y las fuentes de agua vivificante las habéis dejado secar. 2. Más hoy sólo he venido a recibir vuestras cuitas. Lloráis y sufrís y todo vuestro dolor lo atribuís a mi justicia, y no os dais cuenta que vosotros sois los responsables de vuestro tropiezos porque en vez de levantaros con ahínco a la lucha, os habéis recostado a dormir bajo la sombra del árbol corpulento. 3. Sentís pena de que el Padre os hable así, más, ¿Por qué os avergonzáis? ¿Os ha faltado enseñanza? ¿No habéis tenido al Maestro entre vosotros? Sólo cuando escucháis mis reclamos dejáis que vuestra conciencia os hable de las faltas cometidas y es cuando recordáis que no habéis logrado la unificación entre vosotros como el Padre os ha ordenado. Pensad que las grandes guerras están aún por desatarse y que si vosotros no sembráis mi simiente de amor y caridad, para con ello alcanzar la paz entre vuestros hermanos, tendríais abierta una puerta por donde penetraría la guerra, las epidemias, el hambre y la muerte. 4. Os he dicho que pudiendo juzgaros, no he venido como Juez entre vosotros. ¿Por qué entonces vosotros tomáis mi lugar de Juez para juzgar los actos de vuestros semejantes? ¿Acaso creéis que sois perfectos e infalibles? 5. No equivoquéis mi Ley, ni interpretéis mal mis enseñanzas, no hagáis vuestra voluntad. 6. Si a vosotros, humanos, os trato con tanto amor y caridad, de cierto os digo: Con esa misma caricia busco a los que en el valle espiritual expían sus pasadas faltas. A esos seres les envío mi luz para librarles de la turbación que es como tiniebla y del remordimiento que es el fuego, para después enviarlos entre los hombres para que los que ayer sembraron dolor en los corazones, ahora revestidos de luz, se conviertan en benefactores y guardianes de sus propios hermanos. 7. La Ley que os guió en el Primer Tiempo y la sangre que en el Segundo os enseñó el camino de la restitución, es la luz que a todos os eleva en este Tercer Tiempo, en el que mi voz a través de vuestra conciencia, aparta a los hombres del camino de la confusión. Debo deciros que veo a toda la humanidad transitar por el camino de la confusión. 8. Los sabios, al conocer estas palabras, van a ofenderse, y los que se hacen pasar como limpios de espíritu también van a protestar. Más Yo probaré a unos, a otros y a todos, que hoy la humanidad camina pérdida por un sendero donde sólo reina la incertidumbre y la angustia, que son simiente de confusión. 9. ¿Acaso hay serenidad y paz en algún pueblo de la Tierra o en algún hombre? ¿Por ventura los humanos han puesto su confianza en el triunfo del bien y la justicia sobre el mal? ¿Tienen los pueblos de la Tierra un camino seguro para salvarse moral, espiritual y físicamente de la destrucción que amenaza a la humanidad? No, pueblo, los hombres no saben a dónde van, ni que es lo que quieren. El odio, que proviene de la falta de espiritualidad y de la ignorancia de la Ley; el temor de los unos a los otros, la ambición, el querer ser superiores a los demás, la libertad que se ha dado a las bajas pasiones y la falta de verdad en el cumplimiento a las leyes divinas, han conducido a la humanidad a un sendero de tinieblas donde todo es presagio de mal y donde no hay esperanza ni fe, mucho menos caridad. 10. Muchos hombres están de tal modo familiarizados con el mundo de pecados y dolores en que vivís, que piensan que esa vida es la más natural, que la Tierra está destinada a ser valle de lágrimas y que jamás podrá dar albergue a la paz, a la concordia y al progreso espiritual. 11. Esos hombres que así piensan, están aletargados en el sueño de la ignorancia. Está equivocado quien crea que este mundo fue destinado por Mí para valle de lágrimas y expiación. El edén que ofrecí a los hombres, puede y debe retornar, porque todo cuanto Yo he creado es vida y amor. Por lo tanto, está equivocado quien diga que el mundo fue destinado por Dios para dolor de los hombres, cuando debieran decir que ellos fueron quienes lo condenaron a una misión de justicia, cuando había sido formada para deleite y recreo del espíritu hecho hombre. 12. Ninguno estaba destinado al pecado, aunque todo estaba previsto para salvar de sus caídas al hombre. 13. No quiso el hombre elevarse por el amor, ni hacerse sabio cumplimiento con mi Ley y olvidó que mi justicia, de la que siempre ha tratado de huir, es la que lo ampara, porque mi justicia procede del amor perfecto. 14. Esta Tierra profanada con el pecado, manchada con crímenes y mancillada por la codicia y el odio, tendrá que recobrar su pureza. La vida humana que ha sido una lucha incesante entre el bien y el mal, será el hogar de los hijos de Dios, un hogar de paz, de fraternidad, de comprensión y de nobles anhelos; más para alcanzar ese ideal, es necesario que los hombres pasen por las pruebas que los despierten de su letargo espiritual. 15. Este tiempo es propicio a la meditación, aunque penséis lo contrario, al sentiros prisioneros en una humanidad sin caridad, sin amor, sin paz. Y a medida que os vayáis aproximando más a la culminación de la batalla, vuestro despertar irá siendo mayor, porque la intuición del espíritu os dirá que después de la prueba llegará la paz y con ella la restauración. 16. ¡Cuán lejos de la realidad se encuentran en estos instantes millones de seres, que sólo viven para su presente material! ¿Cómo podrán abrir sus ojos a la realidad? Solamente escuchando la voz de la conciencia. Esa voz que para ser oída requiere de la concentración, de la meditación y la oración. 17. No os impacientéis, pueblo amado; no queráis que mis palabras se cumplan en el término de unas horas. Algunas de ellas se realizarán pronto y otras a lo largo del tiempo. 18. Para los seres humanos, sobre todo cuando viven horas dolorosas, hay instantes que les parecen siglos, porque no saben revestirse de esperanza, de fe, de paciencia y mansedumbre, más cuando se eleven a Mí para recibir luz, esas virtudes les darán fuerzas para esperar y para luchar y además les endulzarán las horas difíciles. 19. Tiempos difíciles vivís, en los que está a prueba el adelanto que en el espíritu habéis alcanzado. En el espíritu, os he dicho, porque él es el único que puede sosteneros en la fatigosa jornada. 20. No os fiéis solamente de vuestra fuerza humana, porque la materia es frágil; pero sí debéis hacerlo con la fortaleza del espíritu, que es el que ora ante Mí y se satura de fe, entonces podréis confiar en que saldréis avante en la contienda. 21. Mi amor, como un manto de protección os cubre en las horas de dolor y de justicia que vivís, y mi caridad os hace comprender que el cáliz que bebéis es necesario. 22. Yo apartaré ese cáliz y os lo cambiaré en vino de vida eterna, en cuanto me mostréis vuestros méritos. 23. Habréis alcanzado la preparación para dar a conocer mi enseñanza como maestros, cuando hayáis podido encontraros a vosotros mismos. Oiréis la voz de la conciencia y el antifaz que cubre todo lo malo caerá ante vosotros. 24. Buscad la salvación del espíritu aun a costa de la materia, que cuando más perdieseis por esa causa, más tendréis después. Cuando más dieseis, más se aumentarán los dones en vuestro espíritu. En verdad os digo que cuando el egoísmo no encuentre cabida en vuestro corazón, habréis llegado a ser maestros, y mi amor os recibirá diciéndoos: Sois bien recibidos por vuestro Padre que viene a ofreceros el pan espiritual. En verdad os digo, que os he hecho el llamado por doquier, que la voz de la campana divina se ha escuchado en todo el Orbe; pero han sido pocos los que han acudido al llamado. 25. ¿Habréis comprendido, pueblo, que os he llamado para daros a comer el pan de vida eterna? 26. Todos tendréis señalado vuestro lugar en el banquete espiritual y el Maestro contempla que hay lugares vacíos; son los de aquellos que no han aceptado mi invitación, han dejado los manjares que les había preparado; con dolor os digo que el que desprecia lo que el Cielo le ofrece, más tarde tendrá que llorar. Estas palabras las ha escuchado uno de mis siervos, el cual recibe la orden de ir por los caminos, para que a todo aquel que encuentre hambriento lo traiga hacia Mí, y Yo le siente a mi mesa, y esos que ni siquiera presentían ni esperaban tanta gracia, serán los que ocupen los lugares vacíos y gocen más que los que se nombran mis escogidos. 27. Seguiré llamando a los hombres y también a los seres que pertenecen al más allá, para que reunidos los desencarnados con los encarnados, se sienten a mi mesa, porque todos son mis hijos. 28. Discípulos: Cuando mi palabra llega a vosotros y no la comprendéis, la ponéis en duda y Yo os digo: cuando os atormente la incertidumbre, retiraos a la soledad de los campos y ahí, en medio de la Naturaleza, donde sólo tengáis por testigos a la campiña, a las montañas y al firmamento, volved a interrogar a vuestro Maestro, profundizaos en su palabra y presto vendrá a vosotros su dulce respuesta, entonces os sentiréis transportados, inspirados, llenos de un goce espiritual desconocido. Así dejaréis de ser los hombres de poca fe, sabiendo que toda palabra de Dios encierra verdad, pero que para descubrirla es menester saber penetrar en ella con recogimiento y pureza, porque ella es santuario. 29. Siempre que os encontréis preparados y queráis saber algo, vuestra sed de luz atraerá la luz divina. ¡Cuántas veces os he dicho: id a la montaña y decidme ahí vuestras inquietudes, vuestros dolores y necesidades! 30. Jesús con su ejemplo, os enseñó estas lecciones en el Segundo Tiempo; recordad mi ejemplo cuando me retiré al desierto para orar antes de principiar mi predicación; recordad que en los últimos días de mi estancia entre los hombres, antes que penetrar en la sinagoga para orar, busqué la soledad del Huerto de los Olivos para conversar con el Padre. La Naturaleza es un templo del Creador, donde todo se eleva a Él para rendirle culto, ahí podréis recibir directamente y con toda pureza la irradiación de vuestro Padre. 31. Ahí, lejos del egoísmo y del materialismo humano, sentiréis llegar a vuestro corazón inspiraciones sabias que os mueven a practicar el bien en vuestra senda. 32. Estas manifestaciones que a través del entendimiento humano os estoy dando, llegarán a su fin en el año de 1950, ese momento irremisiblemente llegará, mas ¿Qué importa que no escuchéis mi palabra a través del portavoz, si vosotros habréis aprendido a elevaros para recibir la inspiración directamente del Maestro? 33. Levantaos, hijos amados, y obrad a imitación de Jesús. 34. Así como veis que me estoy comunicando por medio de estos entendimientos, así recibiréis mi inspiración; entonces hablaréis en mi nombre, de las enseñanzas que os inspiré; así veréis que mi enseñanza sigue, que mi revelación es eternamente sobre vuestro espíritu. Sólo la forma exterior en algo cambiará. 35. Cuando estéis preparados, iréis por los caminos revestidos de humildad, porque de cierto os digo: que si existe en vuestro corazón un poco de vanidad o soberbia, no haréis una buena obra. El que quiera predicar mi Doctrina, tendrá que practicarla con la humildad. Os hablo así para que comprendáis lo que os falta por hacer. Queréis levantaros de lleno para entregar mis enseñanzas, mas, ¿Cómo podréis doctrinar, si en vuestros actos y en vuestra vida, no se manifiesta la Doctrina de Jesús? Dejad que en vuestros hechos las multitudes vean mi Obra; así, en el discípulo será reflejada la imagen del Maestro. 36. Yo os digo que sabréis sentir cuando vuestro espíritu ya esté preparado para enseñar mi Doctrina a vuestros hermanos, porque será cuando os hayáis encontrado a vosotros mismos, escucharéis entonces con claridad la voz de la conciencia; mientras esto no sea en vosotros, no podréis sentirme en verdad. 37. No hay quien no quiera encontrar la felicidad, y mientras más duradera sea, mejor, porque Yo vengo a enseñaros un camino que conduce a la suprema y eterna felicidad; sin embargo, sólo os muestro el camino y luego os dejo elegir el que más os agrade. 38. Os pregunto: ¿Por qué si anheláis felicidad, no la sembráis para luego recogerla? ¡Cuán pocos son los que se han sentido impulsados a entregarse a la humanidad! 39. Os hablo en una forma, en que tanto vuestro espíritu como vuestra envoltura me entienda; pero sabed, que es al espíritu al que vengo a salvar aun a costa de su materia. Sabed que mientras más deis, más tendréis. Cuando lleguéis a ese grado, seréis maestros, entonces vuestra vida será un ejemplo, un espejo, donde los demás reconozcan sus defectos y reparen sus errores. 40. Para ayudaros en vuestra preparación, venid a escuchar mi divina palabra. 41. Preparad vuestro entendimiento y aquietad los sentidos para que podáis sentir mi voz en vuestro corazón. 42. Mi palabra es el camino marcado por mi voluntad desde la eternidad, para que los espíritus no vaguen errantes por la Tierra. En verdad os digo que es menester que el hombre conozca la espiritualidad para lograr la evolución de su espíritu. 43. Esta es la era de la luz del Espíritu Santo, sentida interiormente por los espíritus evolucionados, por aquellos que vean más allá de las formas. 44. Contemplad y apreciad en toda su perfección y belleza al Universo; fue creado para que en él se inspiraran los hijos del Señor y en él vieran una imagen del Padre. Si así tomáis la Creación, elevaréis vuestra mente hacia mi Divinidad. 45. Que nunca esté inerte vuestra mente, que nunca se detenga, así como no se detiene la evolución de las razas a través de sus generaciones, o la ciencia humana que con el paso del tiempo va señalando un camino siempre hacia adelante. 46. Buscadme con el espíritu, sin deteneros en rutinarias tradiciones, ni ritos simbólicos. Buscadme en vuestro corazón y en él me hallaréis, porque el corazón ama, sufre y siente. 47. Si la humanidad, tratando de superar sus conocimientos en la ciencia, no hubiese olvidado su corazón, no existiría tanta discordia y tanto egoísmo, y ya habrían descubierto la chispa divina que todos lleváis por la que todos sois hermanos en Mí. Ya estarían los hombres cumpliendo con la máxima de Jesús de "amarse los unos a los otros", con lo que bastaría para que este mundo tuviera paz y luz. 48. Ahora, la voz de la conciencia encuentra sordos a los hombres, que sin detenerse a oírla, se levantan en guerras homicidas destruyendo naciones, destruyendo elementos de vida y fuerzas materiales, sin contemplar que detrás de todo ello, van sembrando la destrucción moral y espiritual, lo que es más grave todavía. 49. Tengo que hablaros de todo esto, varones y mujeres, para que en la obra de restauración moral y espiritual, cumpláis con vuestra misión en este tiempo. No os limitéis a escuchar mi palabra, analizadla y ponedla en práctica, porque si no lo hacéis, sería semilla vana. 50. Ayudad al progreso de vuestro espíritu y dejad que abandone a su materia con toda conformidad y elevación, cuando llegue el instante marcado por mi voluntad. Comprended que ninguno llegará a Mí materializado, sino en espíritu. Cuando eso sea, procurad llegar a los peldaños elevados de la escala, donde ya no existe el dolor ni la turbación. 51. Sois imperfectos en cuanto a vuestras obras no en cuanto a vuestro origen o creación, pero llegaréis a alcanzar esa perfección por vuestros propios méritos. 52. Habéis estado en verdad ante el altar de la sabiduría, donde vuestro espíritu ha quedado rebosante de mi gracia. 53. Discípulos: Cuando vosotros y Yo, ya sin portavoces ni mediadores, nos comuniquemos de Espíritu a espíritu y solos ante la inmensidad nos encontremos, escucharéis en lo más íntimo de vuestro ser, la voz divina que surgirá del silencio para hablar con vuestro espíritu. Más allá de ese silencio está el concierto celestial, cuyas notas aún no sabéis escuchar, porque vuestro oído sólo sabe percibir los sonidos materiales. 54. Escuchad con verdadera unción este mensaje porque llegará el tiempo en que ya no me escuchéis en esta forma, pero sí quedáis preparados, más tarde lo recibiréis de una manera más perfecta. Esta forma de comunicación de la que ahora disfrutáis, podréis calificarla como de exterior, pero aquella otra que os prometo será interna, y la llegaréis a tener cuando os elevéis más. Entonces se acercarán los hombres hacia la comunicación perfecta, cuando ya sin mediadores ni testigos se eleven a su Padre y reciban directamente de Él lo que solicitan. Empezará entonces a brillar el espíritu humano cual nunca había brillado, porque estando en comunión Conmigo, Yo me reflejaré en él. 55. La comunicación de mi luz a través del entendimiento humano ha sido para traeros la lección elemental y sentar las bases para la gran lección que luego vendrá. También he venido para haceros más liviana la carga de la cruz que cada uno de vosotros lleváis en la vida, cruz que cada uno ha creado para sí y en la que voluntariamente se ha crucificado. 56. A muchos que me han mostrado sus llagas y su cáliz de amargura, Yo podría decirles que nadie les ha llevado al Calvario, ellos mismos y por su propia voluntad han sido los que lo han buscado. También podré decirles que si en la hora suprema de la prueba saben llegar a Mí y saben llamarme, de ellos desaparecerán los clavos, las espinas, la hiel y el vinagre, para surgirá una nueva y mejor vida. 57. Al oír esto, me preguntan algunos: "Maestro, ¿Al hablaros de esa nueva vida, te refieres a la del más allá o a la existencia que debemos de llevar en la Tierra?". A lo cual Yo os contesto, que si resucitáis a la luz, al amor, a la verdad y al bien, no debéis preocuparos del sitio que vais a ocupar. 58. Yo os dije en aquel Segundo Tiempo: "La casa de mi Padre tiene muchas moradas" ¿Sabéis que cada espíritu es una habitación de la Divinidad? En todo lugar donde exista una conciencia, ahí estará el Señor. 59. Hoy no podréis formaros una idea de lo que será el mundo cuando practique plenamente mi enseñanza, cuando la humanidad arranque el pecado de su corazón, Yo sí lo sé. Sé que después vendrán tiempos en los que el hombre y la mujer, desde el niño hasta el anciano, podrán gozar de absoluta paz y experimentarán la dicha de vivir en plena felicidad aquí en este mundo, donde tanto se ha llorado y tanta sangre se ha derramado. Aquellos hombres no querrán romper la armonía con su Dios ni un solo instante y llevarán escrita en su espíritu la esencia de mi Ley, con su divina máxima de amarse los unos a los otros. 60. Por eso vosotros que me escucháis, comprended cuan necesario es que os dispongáis a llevar la buena nueva a vuestros hermanos, para que no retardéis más el gozo que va a producirles su despertar. Pensad que muchos de aquellos a quienes despertéis, harán lo que vosotros no pudisteis hacer, y a su vez, a quienes ellos despierten harán más de lo que lograron hacer aquellos que les llevaron la buena nueva y así sucesivamente, hasta que llegue el tiempo en que el pueblo sea grande, numeroso y en la Tierra se pueda ver el cumplimiento de mi palabra. 61. He esperado a que llegaseis a la madurez espiritual, para deciros: Tomad la semilla e id a sembrar. 62. En el Segundo Tiempo os di un ejemplo de como debéis esperar la hora justa para dar cumplimiento a la misión que os trajo a la Tierra. 63. Yo esperé a que mi cuerpo, aquel Jesús que contemplaron los hombres, llegase a su mejor edad para cumplir a través de él la divina misión de enseñaros el amor. 64. Cuando aquel cuerpo, el corazón y la mente habían llegado a su pleno desarrollo, mi Espíritu habló por sus labios, mi sabiduría cruzó por su mente, mi amor se posó en su corazón y fue tan perfecta la armonía entre aquel cuerpo y la divina luz que lo iluminaba, que muchas veces dije a las multitudes: "Quien conoce al hijo, conoce al Padre". 65. Cristo tomó la verdad de Dios para enseñarla a los hombres, no vino a tomarla del mundo. Ni de los griegos, caldeos, esenios, o fenicios, de ninguno vino a tomar la luz. Ellos no conocían aún el camino del cielo y Yo vine a enseñar lo que no era conocido en la Tierra. 66. Jesús había consagrado su infancia y su juventud a la caridad y a la oración, en tanto llegaba la hora de anunciar el Reino de los Cielos, la Ley del amor y la justicia, la Doctrina de la luz y de la vida. 67. Buscad la esencia de mi palabra vertida en aquel tiempo y decidme si ella puede proceder de alguna doctrina humana o de alguna ciencia conocida entonces. 68. Yo os digo que si verdaderamente hubiese tomado sabiduría de aquellos hombres, hubiese buscado a mis discípulos entre ellos y no en los hombres rudos e ignorantes con que formé mi apostolado. 69. Me preguntáis qué puedo deciros acerca de las doctrinas y filosofías de aquellos pueblos y Yo os digo que son inspiraciones del espíritu; pero no la suprema verdad que sólo Yo poseo. 70. En este Tercer Tiempo ha sido mi voluntad comunicarme por medio del hombre, empleando su conciencia y su entendimiento, más lo he hecho sirviéndome de los humildes, de los rudos y sencillos buscando que su mente estuviese virgen de ciencias y teorías. Para daros mi lección a través de estos pobres labios humanos y sorprender a las multitudes formadas por hombres de todas las condiciones, no creáis que primero les envié a buscar maestros de quienes tomaran la preparación y la sabiduría, por el contrario: les he alejado de toda contaminación y de toda influencia para que su entendimiento se encontrase despejado, limpio y libre para expresar ante el pueblo la divina inspiración. ¿Qué podrían haber preguntado a los hombres sobre el mensaje profundo y desconocido que mi Espíritu iba a revelar a la humanidad? 71. A eso se debe que Yo haya venido escogiendo a hombres rudos y sencillos para manifestar mi enseñanza a través de su entendimiento. 72. La Doctrina que vertí en Jesús en aquel tiempo, fue perfecta en su fondo y en su forma; no le podréis atribuir mancha alguna, porque quien la inspiró y quien la transmitió es perfecto. 73. Ahora que me comunico por conducto de estas criaturas que viven muy lejos de la perfección, tenéis que buscar más la esencia de la palabra que la forma exterior de ella, ya que son criaturas humanas que no pueden armonizar con la perfección de quien les está inspirando el Divino Mensaje. 74. A todo esto os digo que el pueblo ya doctrinado, el pueblo que tiene fe en mi presencia bajo esta manifestación, tiene el deber de colaborar con su elevación mental, su oración y su preparación con el portavoz que cumple tan delicada misión espiritual. 75. Quien no comprenda la responsabilidad de quienes desempeñan este cargo, no sentirán caridad hacia ellos; pero quienes sean comprensivos, serán como fieles cirineos, ayudando con su oración a repartir el peso de la cruz con sus hermanos. 76. Cuando mi comunicación haya cesado y comprendáis todo el amor que os demostré al manifestarme a través de estas criaturas, tendréis que decirme: "Señor, si descendisteis hasta nuestra miseria, hasta nuestra iniquidad y pequeñez, ¿Qué no tendremos que hacer nosotros para corresponder a tanto amor?" Y entonces comenzaréis a amar y a consagrar vuestra vida a los que necesitan amor, luz y caridad. 77. Los que me rodearon y siguieron en el Segundo Tiempo, aquellos amados discípulos, dieron su vida, desbordaron su espíritu y regaron su sangre, porque quisieron corresponder con amor a quien había dejado su trono para venir a vivir con ellos, y a entregarles el más preciado tesoro del Espíritu: La Verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 170 1. Cuando pensáis en los tormentos que padecí en la cruz, os horrorizáis de que la maldad humana hubiera llegado a esos extremos de crueldad y Yo os digo, que ese dolor y el cáliz que entonces bebí, no fue la mayor amargura. 2. El dolor más grande para Mí fue ver que, estando entre mis hijos, ellos no querían darse cuenta de quién era YO, el de estar revelándoles la verdad con palabras llenas de luz, y ver que las rechazaban y me negaban, y el de estar derramando mi amor en sus corazones, mientras ellos se burlaban de Mí y de sus labios brotaban blasfemias en contra mía. 3. El último suspiro que exhalé en la cruz, fue el perdón divino que sobre tanta miseria y tanta muerte, brotaba de mi corazón, pero mi pasión no terminó al exhalar aquel suspiro; os había dicho que Yo era la vida y mi Espíritu en la eternidad siguió recibiendo las ingratitudes de todos los hombres. 4. Discutieron sobre si Yo era o no el Mesías prometido; analizaron mis obras para ver si eran la confirmación de lo que las profecías habían anunciado y mientras unos llegaban al convencimiento de que Yo era el prometido, otros, los materialistas, los que sólo rendían culto a la materia, los que habían interpretado las profecías según sus ambiciones humanas y sus conveniencias, ésos siguieron negándome. 5. ¡Cuán ciegos estuvieron aquellos que habiendo escuchando mis palabras de vida y habiendo visto mis obras poderosas, no pudieron llegar a comprender que sólo Dios era capaz de llevarlas a cabo. 6. Hoy podéis decir que la humanidad entera ha reconocido a Cristo como el Mesías que el Padre había prometido a la humanidad desde los primeros tiempos. Sin embargo, no cesan los hombres de negarme, de desconocerme y de ofrecerme a cambio de mi amor, la hiel y el vinagre de sus ingratitudes. 7. Hoy ya no dudan de Jesús, pero muchos discuten y aún niegan mi Divinidad. Unos me atribuyen gran elevación espiritual: otros, afirman que Yo también voy caminando por la senda de la evolución del espíritu, para poder llegar al Padre; más si así fuese, no hubiera venido a deciros: "Yo soy el camino, la verdad y la vida". 8. Conozco vuestras reflexiones, vuestras filosofías. Sé que para vosotros, sólo encarna un espíritu que necesita de esa prueba para lograr su elevación y perfeccionamiento, y esto os impide el creer que el Verbo Divino se hiciera hombre. Sé que no concebís que el Ser Divino pudiera llegar a sentir dolor y por eso la humanidad al ver que Cristo lo experimentó, niega que El pudiese ser la Divinidad prometida. 9. ¡Ah mis hijos amados! si pudieseis llegar a comprender que la encarnación del Verbo sobre la Tierra es la más grande expresión del amor divino; fue un anhelo de humildad ante vosotros y una lección en mi deseo de limitarme, de hacerme pequeño, para que me sintieseis más vuestro y vosotros más cerca del Padre. 10. Pero de aquel gran dolor ¡Qué poco es lo que sabéis! Sólo pensáis en lo material, en la carne que sufre, en la angustia del espíritu; pero no llegáis a comprender que mientras no exista armonía entre las criaturas humanas y su Padre Celestial, tendrá que existir entre vosotros el dolor, y, ¿Qué dolor podréis sufrir que no se refleje en vuestro Padre? 11. No penséis que Yo venga a defenderme de vuestros juicios, ni a pediros que no me despojéis de esa esencia divina que me estáis negando. Yo he venido en esta era para decir al hombre que sea su espíritu el que me juzgue. 12. Basta ya de que sea vuestra pequeña razón humana la que quiera leer y penetrar en el gran Libro de la Vida, el cual fue escrito por el Espíritu Divino para vuestro espíritu, porque éste será el que alcance la inmortalidad y no la materia. 13. Mirad que vengo a dar estas lecciones a través de torpes y sencillas criaturas a fin de que les deis crédito; porque si os hubiese entregado por conducto de hombres entendidos y preparados, tomaríais estas revelaciones como una teoría más de las muchas que en estos tiempos han aparecido sobre la Tierra. 14. Los que se han conmovido con mi palabra en este tiempo, son los que se han levantado como afanosos labriegos, luchando incansablemente inspirados en mis enseñanzas. No abren sus labios para decirme: "Maestro, aquí estamos Contigo", porque saben que cumpliendo con mi Ley, doquiera están Conmigo y el mañana serán los orientadores y mensajeros espirituales ante la humanidad. 15. En el mundo, los hombres ya están en espera de la llegada de los apóstoles de la paz y de la luz, de vosotros que habéis estado con el Divino Maestro, que sois los que llevaréis la buena nueva a los corazones. 16. Aún estáis a prueba y en preparación llevando a la práctica mis lecciones, saturándoos de mi amor y compenetrándoos de mi Obra. 17. Son ya los últimos años de mi comunicación. Después de 1950, cuando haya levantado mi palabra, la recordaréis y se llenará de tristeza vuestro corazón, si no la supisteis aprovechar, más en verdad os digo que Yo no me apartaré de vosotros, sólo cambiará la forma de comunicarme, y aun puedo deciros que estaré más cerca de vosotros, porque vendrá el tiempo de la verdadera espiritualidad. 18. Vosotros seguiréis en comunicación espiritual Conmigo. Reconoced cuán sencilla es mi Doctrina, cuán comprensible es mi Ley; la misma que vino a enseñaros Jesús, el Galileo. 19. No he venido a juzgaros aún, sino a señalaros una vez más el camino que conduce a Mí. 20. Ahora sois discípulos, mañana seréis maestros y enseñaréis con palabras y obras lo que os he revelado. Hombres y mujeres seréis maestros de alta moral. Pensad que tendréis que enfrentaros a las religiones entre las cuales haréis gran labor espiritual, porque la fe se ha apagado en muchos, porque la esperanza ha desaparecido y es que los hombres no se conocen, ni tienen caridad de ellos mismos. Mas, para que prediquéis mi verdad y habléis de amor, tendréis que purificaros. 21. En el Segundo Tiempo dije a mis discípulos: Si alguno de los miembros de vuestro cuerpo fuese causa de vuestro pecado, cortadle; es decir, aun a costa de dolor y sacrificio debéis ser limpios. A vosotros os digo; limpiad vuestro corazón, no dejéis que en él arraiguen las pasiones. Limpiad el vaso por dentro y por fuera. 22. Dejad que vuestro corazón llegue a latir al ritmo de mi amor y vuestros hermanos tendrán que reconoceros por la blancura de vuestro espíritu y la pureza de vuestros sentimientos. Revestíos de calma, perdonad y seréis perdonados. Vivid en paz con vosotros mismos. 23. Ved cómo muchos de vuestros hermanos, esperan en el seno de su idolatría la venida del Mesías. Mirad cómo muchos en su ignorancia, creen que sólo vendré a descargar mi justicia sobre los malos, salvar a los buenos y destruir al mundo, sin saber que estoy entre los hombres como Padre, como Maestro, como Hermano o Amigo, lleno de amor y humildad, extendiendo mi caridad para salvar, bendecir y perdonar a todos. 24. Por eso estáis desarrollando vuestros dones bajo mi enseñanza, para dar pruebas de mi nueva manifestación, ya sea apartando el dolor del que sufre, ya enseñando el camino de luz al perdido o resucitando al muerto a la voz de "Levántate y anda". 25. Vosotros destruiréis el concepto de la muerte y enseñaréis el camino de la vida verdadera. 26. Cuando habléis de mi Obra, hacedlo con firmeza; expresad en el instante de vuestra inspiración lo que el corazón sienta. Preparaos, porque quiero hablar por vuestros labios a la humanidad. Vivid alerta sin alejaros de mi enseñanza, para que nunca os veáis envueltos en las confusiones de la humanidad. 27. Aún es pequeño el grupo que se congrega a escuchar mi palabra, más Yo lo tomo en representación de toda la humanidad y le doy mi enseñanza como lo he venido haciendo desde que por conducto de mi hija Damiana Oviedo di a conocer mi voluntad a través de su entendimiento. Lo que en esta forma os he entregado, han sido lecciones de sabiduría que debéis guardar cual joya preciosa en vuestro corazón, porque su esencia es de amor. 28. Os bendigo porque sois incansables recibiéndome. Quiero que como Yo he venido a enseñaros y a guiaros, vosotros guiéis y enseñéis a vuestros hermanos. Os he concedido el don de sanar el dolor con mi bálsamo que es la caridad. 29. Sois testigos de la forma en que he venido a comunicarme, mañana, cuando esta palabra ya no brote por los labios humanos y esta gracia haya desaparecido, recordaréis con amor este tiempo y estas manifestaciones. Entonces testificaréis lo que oísteis y contemplasteis. 30. Después de 1950 los hombres os preguntarán de qué modo se manifestaba la palabra del Señor y vosotros les diréis que era en una manifestación llena de humildad, con lenguaje sencillo y comprensible para todos. 31. Seréis escuchados con interés y los libros que quedarán de mis lecciones serán leídos con avidez. 32. Bajo distintas formas he venido a doctrinaros a través de los tiempos, pero siempre ha sido la misma Doctrina la que os he enseñado; ella ha encendido primero la fe, para que os dignificaseis delante de Mí y finalmente para que logréis alcanzar la recompensa de vuestros méritos en la vida eterna. 33. ¿Qué podréis hacerme presente en vuestro corazón que Yo no pueda contemplar? 34. Todo lo escucho y todo lo sé. Velad y orad porque el lobo acecha. No juzguéis a quienes han caído en tentación durante la caminata, antes bien, invitadles nuevamente con amor a reanudar la marcha para lograr el adelanto en el camino de la evolución. 35. En el Segundo Tiempo, una mujer a quien la tentación hizo caer en pecado, era juzgada en plena calle por las turbas. Jesús acertó a pasar por ahí, aquellos hombres acusaban de adulterio a la mujer y trataban de darle muerte. Entonces, dirigiéndose al Maestro, le dijeron para probarlo: Señor, esta mujer ha sido sorprendida en adulterio y la ley de Moisés dice que deberá morir a pedradas por el pueblo. ¿Vos, qué decís? A lo que Jesús, contemplándoles con piedad, les contestó: "El que se encuentre limpio de pecado que arroje la primera piedra". 36. La luz de aquella palabra iluminó a los espíritus y sintiéndose todos imperfectos e indignos de juzgar a un semejante, se retiraron avergonzados dejando la plazuela limpia. 37. Preguntó entonces Jesús a la mujer, que yacía en tierra: "Mujer, ¿En dónde están los que te acusan? Se han ido. Levántate, vete y no vuelvas a pecar". 38. En verdad os digo que toda causa, sólo a Mí me corresponde juzgarla. 39. Yo os invito a estudiar mi palabra, y si queréis mi paz, guardad mis preceptos para que os sirvan de guía en todo momento. 40. Pueblo: haced de la caridad vuestra bandera; el que desee trabajar en mis tierras, que adopte como lema de su trabajo la caridad y tendrá una gran misión que desempeñar. 41. Las tierras en donde el dolor se ha extendido, son muy vastas y es muy poca la simiente de amor y de caridad que hay almacenada en el corazón de los que han de levantarse a sembrar. 42. Mi Espíritu Consolador se derrama entre todos aquellos que van a cumplir con esta gran obra de caridad en el mundo; pero ese consuelo también ha sido depositado entre el mundo espiritual, en los seres que han sido destinados a derramar su luz en todos los caminos de la Tierra. 43. Cuando os hablo de mi mundo espiritual, me estoy refiriendo a aquellas huestes de seres obedientes como verdaderos siervos, los cuales sólo hacen lo que la voluntad de su Señor les ordena. Esos son a los que he enviado entre vosotros, para que sean los consejeros, los guardianes, los doctores y verdaderos hermanos entre todos los hombres. No vienen a llorar porque llevan en sí la paz; no vienen a hacer preguntas, porque la luz de su evolución y su experiencia en las largas jornadas, les ha dado el derecho de poder hacer la luz en el entendimiento del hombre. Son oportunos en su ayuda, solícitos y humildes, a cualquier llamado o necesidad. 44. Yo soy quien les ha mandado manifestarse entre vosotros, para que os den su lección, su testimonio y su estímulo. Van caminando delante de vosotros, para que encontréis limpio el sendero y prestaros su ayuda para que no vayáis a desfallecer. 45. Mañana, también vosotros formaréis parte de ese ejército de luz, que en el mundo infinito de los espíritus viene trabajando tan sólo por el amor a sus hermanos, sabiendo que con ello glorifican y aman a su Padre. 46. Si queréis asemejaros a ellos, consagrad vuestra existencia al bien. Compartid vuestra paz y vuestro pan, recibid con amor al necesitado, id a visitar al enfermo y al cautivo. Haced luz en el camino de vuestros hermanos que van a tientas en busca de la verdadera senda. Llenad de pensamientos nobles el infinito, orad por los ausentes y la oración os aproximará a ellos. 47. Y cuando la muerte detenga los latidos de vuestro corazón y se apague la luz en vuestras pupilas, iréis a despertar a un mundo maravilloso por su armonía, por su orden y su justicia. Ahí comenzaréis a comprender que la caridad de Dios es la que puede compensaros de todas vuestras obras, pruebas y sufrimientos. 48. Cuando un espíritu llega a aquella morada, comienza a sentirse invadido por una paz infinita, vuelve al instante su recuerdo a los que aún viven lejos de aquella beatitud, y en su afán, en su anhelo de que aquellos a quienes ama, lleguen a poseer aquel don divino, se suma a las huestes espirituales que luchan y trabajan por la salvación, por el bienestar y la paz de sus hermanos. 49. Para preparar vuestro corazón y dar fortaleza a vuestro espíritu, mi voz os alienta en este camino de pruebas, las cuales ya habéis comprobado que dan temple a vuestro espíritu. Quien tiene fuerza, podrá impartirla a quien se sienta débil. 50. Pronto contemplaréis la llegada de multitudes de otros países, que vendrán a esta nación donde el Maestro se manifiesta. 51. La luz de mi sabiduría despertará de su letargo a los hombres y les veréis evolucionar espiritual y mentalmente, ese paso será benéfico para la humanidad. 52. Las naciones fijarán sus ojos en esta parte de la Tierra y vendrán a conocer mi Obra y mi palabra, que habrá quedado impresa, pues para ese tiempo los cerebros de los que habéis sido portavoces habrán sido cerrados para esta comunicación. 53. Los recintos que han congregado a las grandes muchedumbres, permanecerán abiertos después de mi partida, para que ahí se sigan reuniendo los discípulos a estudiar mi palabra; ellos serán los que velando cual guardianes, esperen la llegada de los postreros que hoy anuncio. Si estáis en vuestro puesto, aquellos reconocerán la grandeza de lo que os he revelado; si no sois fieles a este mandato, será la miseria y las calamidades quienes reciban a los que en busca de paz y de luz traten de acercarse a vosotros. 54. Quiero también enseñaros a cumplir vuestros deberes para con los que gobiernan en el mundo: Si queréis que sus determinaciones sean favorables y justas para sus pueblos, debéis ayudarlos con la oración. 55. Si en vez de cumplir en esta forma les abandonáis y os dedicáis sólo a criticar sus determinaciones, dejaréis que su ánimo decaiga en la lucha y queden expuestos a influencias nocivas. 56. En verdad os digo que desde los primeros días de la humanidad, el hombre tuvo la intuición de llevar en sí un ser espiritual, un ser que si bien era invisible, se manifestaba en las distintas obras de su vida. 57. Vuestro Señor, os ha revelado de tiempo en tiempo, la existencia del espíritu, su esencia y su arcano, porque aun llevándolo en vosotros, es tan denso el velo en que os envuelve vuestra materialidad, que no podréis llegar a contemplar lo que es más noble y puro en vuestro ser. 58. Muchas son las verdades que el hombre se ha atrevido a negar, sin embargo, la creencia de la existencia de su espíritu, no ha sido de las que haya combatido más, porque el hombre ha sentido y ha llegado a comprender que negar a su espíritu, sería tanto como negarse a sí mismo. 59. La materia humana, cuando ha degenerado a causa de sus pasiones, de sus vicios y de su materialismo, se ha convertido en cadena, en venda de obscuridad, en prisión y en obstáculo para el desarrollo del espíritu. A pesar de ello, nunca le ha faltado en sus horas de prueba, un destello de luz interior que venga en su ayuda. 60. De cierto os digo que la expresión más elevada y pura del espíritu, es la conciencia, esa divina luz interior que le hace ser entre todas las criaturas que le rodean, la primera, la más alta, la más grande y la más noble. 61. "Maestro me preguntáis en silencio ¿Por qué sabemos tan poco del espíritu? ¿Por qué sabemos tan poco de nosotros mismos?". 62. Y el Maestro os contesta: porque os habéis dedicado más a lo que os brinda el mundo y no os habéis consagrado al estudio de lo imperecedero, que es vuestro espíritu. El mismo espíritu, ante las bellezas, ante las maravillas y los deleites que le proporciona la vida, renuncia aunque sea pasajeramente, a los goces que le pueda proporcionar su propio desarrollo. Sin embargo, debo deciros en verdad, que no por ello vayáis a creer que la materia sea más poderosa que el espíritu y que esa sea la causa de que haya descendido hasta materializarse. No, el espíritu es incomparablemente más fuerte y nunca dejará de serlo, más si ha caído, ha sido voluntariamente, seducido por los atractivos de un mundo que, aunque sea fugazmente, le ofrece a través de los sentidos de la carne una vida fecunda en placeres y en tentaciones. 63. Es natural que su materialidad le impida el conocerse a sí mismo y no le permita manifestar sus dones a través de su parte humana. Porque la naturaleza material, parece ser la más opuesta a la naturaleza espiritual; sin embargo, cuando en vosotros lleguen a armonizar ambas, llegaréis a ver que vuestra naturaleza material es como un espejo límpido que refleja en toda su belleza lo espiritual y aun lo divino. 64. Buscad mi presencia en las obras llevadas a cabo por Mí y a cada paso podréis encontrarme; tratad de oírme, y me escucharéis en la voz potente que surge de todo lo creado, porque no encuentro dificultad alguna en manifestarme a través de los seres de la Creación. Lo mismo me manifiesto en un astro, en furor de una tempestad, que en la dulce luz de una aurora. Lo mismo hago oír mi voz en el melodioso trino de un ave, que lo expreso por medio del aroma de las flores. Y cada expresión mía, cada frase, cada obra os habla a todos de amor, de cumplimiento a las leyes de justicia, de sabiduría, de eternidad en el espíritu. 65. ¿Por qué no habéis logrado llegar a mostraros en toda la plenitud espiritual, en la gran belleza de vuestro espíritu, habiendo tenido potestad sobre lo material? Por haberos dejado arrastrar por las pasiones del mundo. 66. Por lo tanto, no huyáis del estudio y de la práctica de mi Enseñanza, creyendo que por este medio alcanzaréis mayor espiritualidad; debéis aprender a merecerla con sabiduría y habréis alcanzado el principio de la armonía universal en la que sabréis dejar que vuestro espíritu se manifieste. 67. Interpretad y cumplid con la Ley y con ello os prepararéis para llegar a habitar en las moradas superiores de la espiritualidad. Mientras existan mundos materiales, es necesario que el mundo espiritual siga vibrando y derramando su luz sobre ellos. 68. Considerad que si ahora no habéis podido dominar una frágil envoltura ¿Qué misión podré confiar a vuestro espíritu cuando esté morando en un valle de mayor espiritualidad? 69. Sólo Yo puedo daros estas lecciones, oh humanidad, ¿Qué hombre podría llegar a deciros lo que para vosotros tengo reservado en mi arcano? Meditad y orad, oh discípulos, para que mi enseñanza os conduzca a la reconciliación del espíritu con su envoltura. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 171 1. La fuente de la gracia viene a desbordarse sobre vosotros, para que calméis vuestra sed de paz y os purifiquéis. 2. Es preciso que venga a aleccionaros, porque aún os contemplo débiles. En esta palabra está la fortaleza que reanima al espíritu. 3. ¿No veis cómo al escucharme se alejan de vuestro corazón las penas? Es que la voz del Padre os alivia y conforta. 4. Sois niños aún en el largo camino del espíritu, y por eso mi caridad os sostiene y mis consejos os guían. En el camino hay espinas y a sus lados existen precipicios, más Yo os enseño a no dar pasos en falso, a no dejaros vencer por la tentación; porque estáis destinados a dar enseñanza a vuestros hermanos con el ejemplo de vuestra vida; con ello daréis el mejor testimonio de que escuchasteis al Maestro de maestros. 5. Si bien pienso en vuestro espíritu, no me olvido de vuestro cuerpo, débil criatura que necesita de caridad, amor y paciencia, para que llegue a encontrarse en armonía con el espíritu y sirva a su Dios con un átomo de perfección. 6. Haced un examen de conciencia al finalizar cada año, ya que mientras moréis en la Tierra, estaréis también bajo las leyes del tiempo. Volved vuestro recuerdo al pasado, recorredlo todo, recordad el día en que por vez primera escuchasteis mi palabra, aquella vez en que presintió vuestro espíritu que una nueva era se abría ante él y comprendió que se estaba desgarrando el velo de muchos misterios, para dejarle contemplar con claridad la verdad de esta enseñanza. Porque desde aquel instante comprendisteis los errores y equivocaciones que habíais tenido en vuestra vida, despertándose en vosotros el deseo inmenso de servir a vuestro Señor, amando y sirviendo a vuestros hermanos. No titubeasteis en jurar que me seguiríais desde ese instante, sin pensar si podría llegar un momento de debilidad o de desmayo que os hiciera flaquear. 7. Y a medida que me fuisteis escuchando, mi enseñanza se fue infiltrado en vuestro ser, y vuestra conciencia fue el celoso juez que ha frenado los instintos de la materia. 8. Vuestra conciencia nunca ha juzgado vuestros malos actos sin antes haberos prevenido, haciéndoos ver lo que es cumplir con mis leyes y lo que es contravenirlas. 9. Así, guiados por la conciencia, os deje que eligieseis el camino, y habiéndoos decidido a buscarme y practicar el bien por este sendero, habéis tenido un Maestro incansable y amoroso que os corrige con dulzura, que os juzga con divina justicia y que os ama como Padre perfectísimo. 10. Aun así, no habéis llegado todavía al grado de espiritualidad que debéis tener para esparcir mi enseñanza. 11. Cuando hagáis vuestros los dolores, penas y también alegrías de vuestros hermanos, habréis dado un paso firme en el camino. Mientras juzguéis a quienes tienen menos culpas que vosotros y os consideréis superiores a otros, en vez de ser humildes de corazón, estaréis todavía lejos de ser mis discípulos. ¿No me visteis clavado en la cruz, perdonando a la humanidad? ¿Por qué no me imitáis? Porque veis siempre con mayor interés las satisfacciones para el cuerpo, que las que atañen al espíritu. 12. Veo que aún no comprendéis bien mi enseñanza, ni tenéis una idea clara del fin que os espera. 13. No quiero que ninguno de mis hijos se pierda en el abismo insondable de la obscuridad. Quiero que sigáis escalando uno a uno los peldaños de la escala de perfección espiritual. 14. Ahora, haced un examen de toda vuestra vida y vuestros actos a la luz de vuestra conciencia, para que sepáis si habéis adelantado o si habéis permanecido estancados. Hay quienes deben poner fin a su desenfreno; Yo os aseguro que en medio del sacrificio que signifique para el cuerpo castigarlo en sus pasiones, sentiréis el deseo de servirme y amar a vuestros hermanos. En ese instante surgirá el arrepentimiento y el llanto dejará frescura y descanso en el corazón, y pureza en el espíritu. 15. No os he pedido ni os pediré una consagración absoluta a mi servicio, porque las obligaciones que habéis contraído en el mundo también os reclaman; pero aun dentro de ese cumplimiento, quiero que manifestéis lo que de Mí habéis aprendido. 16. Velad y orad por los que sufren hambre, enfermedad o miseria, que Yo velaré por vosotros. Analizad mi palabra; analizándola, estaréis Conmigo en continua comunicación. 17. Contemplad con el espíritu la escala que ante vosotros se eleva hasta el infinito, como senda luminosa que invita a vuestro espíritu a llegar al seno del Padre, seno de paz y gozo inefables. 18. Os encontré perdidos como náufragos sin brújula, como peregrinos extraviados en el desierto; mas os envié mi luz que os hizo encontrar un sendero lleno de esperanza, de fe y de consuelo, que levantó a vuestro espíritu, inundándolo de vigor y energías para seguir en pos de la meta. 19. En el final de la Escala, en el último peldaño, existe una morada a la cual estáis, predestinados todos, pero a la que es menester conquistar con méritos, con fe, con gran amor y caridad, venciendo obstáculos, dominando enemigos, hasta llegar al fin a la Nueva Tierra Prometida, al Reino que no es de este mundo. 20. Esa escala es un camino recto, y en ella no hay encrucijadas ni laberintos, con lo que os doy a entender que es el cumplimiento de mi Ley y en el análisis de mis enseñanzas, no hallaréis complicaciones. 21. Vais a marchar firmemente por ese camino, vais a luchar por vuestra elevación. Yo os haré fuertes, si no es con mi poder y mi luz ¿Con qué armas vais a luchar y a defenderos? ¿Con qué venceréis vuestras tentaciones? Si no os cubriese con mi manto de amor ¿Cómo podríais libraros de vuestros enemigos? Más en verdad os digo, que también mi protección y la luz de mi espada las tendréis que ganar con méritos. 22. Vuestras huellas quedarán impresas en la senda espiritual que se abre ante vosotros, más esas huellas hablarán de buenas obras, de renunciaciones, de actos nobles, de amor elevado y de caridad sin límites. 23. Cada quién tiene trazado su destino con su misión espiritual y su misión humana, ambas deben armonizar y tender hacia un solo fin y en verdad os digo que no sólo tomaré en cuenta vuestras obras espirituales, sino también vuestras obras materiales, porque en ellas encontraré méritos que ayuden a vuestro espíritu a llegar a Mí. 24. No estaréis solos en la caminata; delante de vosotros, unos más próximos y otros más distantes, existen muchos seres que también avanzan paso a paso y que velan y oran por los que tras ellos caminan. Su ideal no es llegar solos, o llegar primero, sino preparar el sendero a sus hermanos para que un día, el gozo de los primeros sea el gozo de todos. 25. ¡Cuán hermoso contemplo ese camino! ¡Cómo se recrea mi Espíritu viendo el adelanto de mis hijos, su esfuerzo por elevarse y alcanzar nuevos grados de perfeccionamiento! 26. Allí hay seres de todos los mundos, unos en espíritu y otros encarnados, todos desempeñando diversas misiones. En el infinito en donde estáis construyendo vuestra morada, para deleitaros mañana con el sabor de la miel que os dará la paz del espíritu. 27. Bienaventurado sea el que me siga por el camino de la verdad. 28. Bendito el que me ame y confié, el que conozca su misión y la cumpla. 29. Al hablaros del camino, no señalo ninguno en la Tierra, porque no es el mundo que habitáis en donde está mi Reino. Es el camino espiritual siempre ascendente. Es la evolución y el progreso que espera a vuestro espíritu. Por eso, doquiera que os encontréis en la Tierra, podéis estar dentro del camino del espíritu. 30. Hijos míos: si habéis salido del camino, tornad a él; si os habéis detenido, seguid adelante. 31. La misión que lleváis, os la he dado conforme a vuestra capacidad y a vuestra fuerza, sólo necesitáis comprenderla y amarla. Orad en cada día para que recibáis la luz necesaria para vuestros trabajos; después, permaneced preparados, atentos, para que podáis oír las voces de los que os llaman, de los que os solicitan, y también para que sepáis hacer frente a las pruebas. Porque cada día de vuestra existencia, es una página del libro que cada uno de vosotros está escribiendo. Cada día está señalado con una prueba y cada prueba tiene un significado y una razón. 32. Quiero hacer de vosotros un pueblo sano de espíritu y materia, porque sois el escogido, el testigo de mis manifestaciones en todos los tiempos, y habéis venido en esta etapa a cumplir una delicada misión y a preparar el camino de las nuevas generaciones. 33. Yo he sembrado de pruebas de amor vuestro sendero para que no dudéis de Mí, ni de vosotros. Los que me habéis oído en este tiempo, no os vayáis a la tumba llevándoos el secreto de esta comunicación que he tenido con vosotros, porque vuestra principal misión es hablar en mi nombre a la humanidad, testificar mis revelaciones. 34. No me digáis que os falta preparación para hacerlo, porque mucho os he hablado y al oírme, os habéis purificado. Todos podéis llevar este mensaje al mundo. Los hombres lo esperan y están preparados para recibirlo. ¿No os habéis dado cuenta del anhelo de espiritualidad y de paz que tiene la humanidad? ¿No os conmueve su ignorancia y su dolor? 35. Mi Espíritu se derrama sobre todos los hombres, les habla a través de su conciencia y les dice: Venid a Mí y descansad. Tomad la fe que os hace falta, no seáis más los ciegos del camino. 36. Pueblo: ¿Sabéis la obra que estoy desarrollando en el mundo? "No, me decís, sólo vemos agitarse a esta humanidad, precipitarse en grandes abismos y soportar una gran prueba". De cierto os digo, que he permitido que el hombre se haga justicia por su propia mano y reconozca todos sus errores, para que vuelva a Mí purificado. Sobre toda criatura he enviado mi luz y la he acompañado en sus días de tribulación. 37. Mi Espíritu se ha derramado sobre todo espíritu y mis ángeles están diseminados en el Universo, cumpliendo mis mandatos de ordenar y volver todo a su cauce. Y cuando todos hayan cumplido, la ignorancia habrá desaparecido, el mal no existirá y sólo el bien reinará en la Tierra. 38. ¡Ah, sí hubieseis alcanzado a comprenderme, si conocieseis mi anhelo de perfeccionaros, cuánto habríais escalado ya y cuán cerca de Mí os encontrarías! ¡Si vuestra voluntad fuese la mía, ya habríais llegado a la cima en donde os espero! 39. ¿Y cuál es mi anhelo, pueblo? Vuestra unificación y vuestra paz. 40. Aquí me tenéis una vez más hablándoos, conmoviendo vuestro corazón, en espera de vuestro despertar. 41. Todo árbol bueno será protegido y sus raíces y ramas se extenderán para dar abrigo y sustento al caminante. Más la mala yerba será cortada de raíz y arrojada al fuego inextinguible. 42. Os hablo en sentido figurado y al deciros de ese árbol, os hablo de las obras de los hombres. 43. A los que he confiado cargos les digo: preparad vuestra cosecha. Padres de familia, maestros y gobernantes, señores y siervos, grandes y pequeños, no quiero que me presentéis vuestras tierras sin cultivo, aunque fuese una pequeña simiente, hacédmela presente limpia y pura. 44. Venid a Mí, llamad y se os abrirá, más venid gozosos, satisfechos de vuestra obra, para que os sintáis grandes, semejantes a Mi. 45. En verdad os digo que si mil entendimientos preparados hubiese, por los mil al mismo tiempo me comunicaría. 46. Os estoy dando mi enseñanza, desde que por vez primera me comuniqué por conducto de mi hija Damiana Oviedo, por cuyo entendimiento os di a conocer mi voluntad. Desde entonces, brota mi sabiduría por conducto de estos portavoces, sabiduría que debéis atesorar en vuestro corazón cual joya preciosa, porque en ella existe amor. 47. Quiero que así como os he enseñado y guiado, enseñéis a vuestros hermanos. 48. Vosotros sois los testigos de cuanto he dicho en este tiempo, para que de estas lecciones habléis mañana a vuestros hermanos, cuando ya mi palabra no sea con vosotros. Entonces, recordando estas manifestaciones, explicaréis a quienes os pregunten, cómo se comunicaba el Maestro y cómo trabajaba el portavoz. Porque después del cincuenta, los hombres os interrogarán e interesados por vuestros testimonios, buscarán los libros en donde haya quedado impresa mi palabra y ahí encontrarán mi presencia y mi esencia; y buscando imperfecciones no las encontrarán, porque a esos libros no pasarán las imperfecciones de aquellos por los que me comuniqué. 49. Esos escritos encenderán la luz de fe verdadera en los corazones, mostrarán a los pecadores el camino de la regeneración y harán surgir nuevos discípulos, nuevos soldados, muchos de los cuales demostrarán más fe y más amor, que muchos de los que me escucharon en este tiempo. 50. Preparaos, para que vuestros testimonios sean limpios y verdaderos. Yo derramo mi luz en todos los hombres. 51. Bienaventurado el corazón que se encuentra preparado, porque él sentirá mí presencia. 52. Pueblo, es mi voluntad que en este Tercer Tiempo todo entendimiento, todo corazón y todo espíritu alcance este conocimiento espiritual. 53. El libro de la sabiduría se encuentra abierto, para que todos se conviertan en mis discípulos. 54. Guardad con sumo celo la enseñanza que os estoy mostrando. 55. Sois mi familia humilde a quien he confiado una heredad, a quien he venido a revelar cuanto ha sido mi voluntad. 56. No conocéis la morada celestial y seguís errando en el desierto, más he venido a unificaros en mi amor y no olvidéis que el amor de vuestro Padre os espera. Estoy preparando el camino, para que podáis llegar a descansar de la dura jornada, pero desde ahora os digo que en ese camino hay más espinas que flores; vosotros que habéis conocido los caminos de la vida y en ellos habéis adquirido temple y fortaleza, de nada tendréis ya que sorprenderos. 57. Sois mis discípulos en este tiempo, estáis tratando de comprender mi revelación y al mismo tiempo os sorprendéis ante los adelantos de la ciencia. Regocijaos por haber sido testigos de todas estas maravillas, porque no sólo habéis conocido los frutos de la inteligencia humana, sino que habéis alcanzado también el conocimiento espiritual en un alto grado de evolución. 58. Cuántos hombres de ciencia, teñidos por sabios, niegan la vida espiritual, mientras que vosotros comprendéis lo que ellos no han conocido. A vosotros toca dar a conocer en este tiempo un paso más hacia la luz. 59. Contemplo el deseo de los hombres que anhelan llegar a Mí. Os he dicho: Tengo preparados los caminos para que todos experimenten el goce infinito de encontrarme. Los que habéis dado un paso hacia la regeneración, a la espiritualidad, sentís vuestro espíritu rebosante de alegría. 60. Quiero dejar preparadas estas multitudes antes de mi partida en 1950. 61. En el Segundo Tiempo, preparé doce hombres y ellos esparcieron mi enseñanza por el mundo conocido en aquel tiempo. Doce hombres fueron bastantes para cimentar mi Ley de amor, a ellos les dije que nuevamente sería Yo entre la humanidad; he aquí cumplida mi palabra, al venir el Maestro en espíritu, seguido de sus huestes espirituales. 62. Este es el tiempo de la liberación del espíritu, era de luz y evolución. Vosotros contemplaréis la simiente que vengo a dejar en los espíritus, y esa simiente será el testimonio de mi venida entre los hombres en este Tercer Tiempo en el que me he manifestado desde el año de 1866. 63. Vosotros que me estáis escuchando, sois mis discípulos de este tiempo, los cuales llegasteis a Mí sin saber en qué camino os encontrabais. 64. Quiero que mis nuevos discípulos sean los sembradores de la paz en este mundo. 65. No sabéis cuánto alcanza vuestro espíritu en su evolución, por estos instantes que le robáis al mundo para dedicármelos a Mí. En verdad, Yo os reservo sorpresas para cuando lleguéis a vuestro Padre. 66. Delicada es la misión que os he encomendado, mas no es pesada cruz del sacrificio. Nada os obliga a cumplir con estas enseñanzas, ya que estáis dotados de libre albedrío; pero por sobre esa libertad que tenéis de pensar, de vivir y de obrar, brilla una luz que es la de la conciencia, la que os aconseja lo que debéis hacer y os enseña a distinguir el bien del mal. Esa luz soy Yo, que estoy dentro y fuera de vosotros, que os acompaño lo mismo en la alegría que en el dolor, lo mismo cuando marcháis por buen camino, que cuando corréis hacia el abismo. Doquiera estoy porque soy el corazón divino que palpita en todo el Universo. 67. No quiero más restitución ni dolores para vosotros, quiero que, así como las estrellas embellecen el firmamento, los espíritus de todos mis hijos vengan con su luz, a iluminar mi Reino y a llenar de alegría el corazón de vuestro Padre. 68. Sabed prepararos para recibir a la mensajera del amor que es María. La madre que desciende a consolar el corazón del hijo. 69. El amor tiernísimo de Dios para sus criaturas, no tiene forma, sin embargo, en el Segundo Tiempo tomó forma de mujer en María, la madre de Jesús. 70. Comprended que María, siempre ha existido, ya que su esencia, su amor, su ternura, siempre han estado en la Divinidad. 71. Sobre María ¡Cuántas teorías y confusiones han forjado los hombres! Sobre su maternidad, su concepción y su pureza ¡Cuánto han blasfemado! 72. El día que ellos comprendan en verdad esa pureza, se dirán: "Más nos valiera no haber nacido". Lágrimas de fuego quemarán su espíritu, entonces María les envolverá en su gracia, la divina Madre los protegerá con su manto y el Padre los perdonará diciéndoles con amor infinito: Velad y orad que os perdono y en vosotros perdono y bendigo al mundo. 73. No vengo buscando en vuestras manos la cosecha, porque sé que me las presentáis vacías. He visto a los que en lugar de sembrar la fe en los corazones, han arrancado de ellos la poca que llevaban. 74. Os he colmado de dones, para que podáis impartir la caridad y no es justo que ante Mí vengáis menesterosos implorando mi ayuda. 75. Cuando vuestros hermanos se han acercado a pediros ayuda ¿Les habéis escuchado y atendido? Vuestra conciencia os dice que en muchas ocasiones habéis permanecido sordos e indiferentes, y esa no es la Doctrina que os enseñé en Jesús. 76. Mi mirada lee en vuestro corazón, mi palabra os juzga y no sabéis estremeceros. Mientras os juzgo os enseño, os amo y os perdono. Perdono a los que me oís y perdono a la humanidad. 77. A veces os contemplo indecisos, temiendo seguir adelante, temiendo a los tropiezos del camino, temiendo hasta de mi luz, porque creéis cegaros con su reflejo. Entonces, ¿Cómo queréis ser fuertes y rechazar el dolor? Dejad que la luz de mi Espíritu llene vuestro ser y comprenderéis muchas revelaciones y vuestra flaqueza se apartará. No os confundáis si un mismo Dios os juzga, os ama y también os toca; no os extrañe que del corazón del Padre surja el más severo juicio, a la vez que la más dulce intercesión por sus hijos; mas no desafiéis la justicia del Padre llevando ya en vuestro espíritu mi luz, porque cuando ella se haga sentir inexorable en vuestra vida, llegará a pareceros que os he negado mi perdón, que he dejado de amaros, que he traspasado el límite de la justicia, para mostrarme cruel e injusto. En vuestra ofuscación no podríais comprender que nadie recoge un dolor que antes no haya sembrado. 78. Si entendierais mi Doctrina, sentiríais mi amor y entonces veríais mi presencia en vuestra vida, evitándoos tropiezos y caídas, levantándoos con ternura si vuestra ingratitud o necedad os había hecho caer; otras veces me veríais atenuando el paso agobiador de vuestras faltas a fin de mover vuestro corazón a profundas reflexiones, porque mi amor y mi perdón son infinitos. 79. Hasta ahora, sólo se han acercado a conocer mi Obra los hombres rudos y de corazón sencillo, los de mediano saber. En todos los tiempos, éstos han sido los primeros en llegar a Mí para escucharme; mas ahora también vendrán los sabios, los filósofos y los hombres de ciencia. Unos lo harán con el objeto de llegar a escudriñar el sentido de esta Doctrina y otros con el presentimiento de que van a encontrarse ante una luminosa realidad. Todos ellos llegarán a aprender nuevas enseñanzas en mi palabra, y esa nueva sabiduría que encontrarán en mis revelaciones, transformará la manera de pensar, de ser y de sentir de toda la humanidad. 80. Cuánto se maravillarán ante la forma sencilla y perfecta que he elegido para que mi manifestación se verifique y cuántas aclaraciones y soluciones van a encontrar en mis enseñanzas. 81. Voy a confiar un nuevo tiempo a esta humanidad, formada por seres de distinta elevación espiritual, así como de diferente misión sobre la Tierra. 82. Una lucha intensa espera al hombre del mañana; lucha que no será por la ambición de los bienes materiales, ni será tan egoísta que arrastre a su paso las vidas humanas, no, Yo os hablo de una lucha noble y elevada por medio de la cual será restaurada la paz y el amor en el mundo, Yo os hablo de trabajo, de esfuerzo y sacrificio en aras de vuestro mejoramiento, tanto moral como material, así como de vuestra salvación y adelanto espiritual. 83. Sobre cimientos de verdadero saber, de amor y de justicia, levantarán los hombres del mañana un mundo de paz y de luz. Un nuevo mundo en lo moral, en lo espiritual, intelectual y científico, surgirá de los escombros del pasado con el cual se transformará por completo la vida de los pueblos. 84. Aquí, donde tanto se ha combatido el bien, donde tanto se ha profanado lo sagrado, donde tanto se ha rechazado todo lo que es justo y lícito, se llegará a establecer la Ley del Amor. El actual valle de lágrimas se transformará en un valle de paz, porque la buena voluntad del hombre por perseverar en la Ley, tendrá su justa compensación al recobrar ese supremo don del espíritu que es la paz. 85. Cuando la vida del hombre se desarrolle en un ambiente de paz, su ciencia será más grande, su inspiración más elevada, como nunca lo ha sido hasta ahora. 86. ¿Cómo pueden los hombres de ahora inspirarse en medio de un mundo viciado, donde están vibrando tantos y tantos pensamientos de odio, de maldad y de materialismo, formando una especie de cortina, que impide a su espíritu contemplar la verdad de lo eterno? 87. Venid a Mí, oh humanidad, orad y decidme en lenguaje espiritual vuestros anhelos y sufrimientos, que Yo os tomaré de la mano y os conduciré al interior de mi santuario en donde os descubriré todo aquello que pueda serviros para adornar, embellecer y ennoblecer vuestra existencia. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 172 1. Con vestidura de gracia os he cubierto, para que sea ella lo que os distinga entre los pueblos y religiones de la Tierra. 2. Sólo con la práctica de mi Doctrina podréis conservar limpia esa vestidura, que no es material, sino que la lleváis hecha de luz en vuestro espíritu. 3. Es tan delicada, que hasta una mala mirada que refleje malos sentimientos para vuestros semejantes, es capaz de imprimir en ella una mancha; ya podréis comprender que si cometéis faltas mayores, entonces no serán manchas, sino jirones los que arranquéis a vuestra vestidura. 4. Todos, al brotar de mi Espíritu, fuisteis dotados de esa vestidura que es pureza espiritual. ¿Quién ha logrado conservar intacta esa gracia hasta su retorno? ¿Quién ha salido impecable a través de todos los combates y de las tentaciones? Muy pocos, la mayoría viste de andrajos y muchos van desnudos de virtud. 5. Ahora he venido a cubriros, a vestiros nuevamente, derramando mi luz sobre los espíritus, como un inmenso manto que hago jirones para engalanaros. Sabed, oh pueblo, que es precisamente esa luz por la que el mundo os reconocerá. 6. Os estoy librando de la maldad para que seáis dignos de poseer mi semilla y de sembrarla, ¿Cómo podría enviaros desnudos o harapientos, manchados o impuros a dar testimonio de mi palabra? 7. Ahora que habéis iniciado una jornada de regeneración, no os detengáis, no vayáis a dormiros en mitad del camino porque entonces retardaréis vuestro adelanto espiritual. 8. Quiero que cada paso que deis dentro de mi Obra, sea un peldaño más que os eleve en vuestra caminata y que sepáis que cada obra tiene un fruto que daros. No dejéis de recogerlo, no os conforméis con sembrar para luego descuidar la cosecha. 9. Si verdaderamente anheláis llegar a ser maestros en espiritualidad, tenéis que ser perseverantes, pacientes, estudiosos y observadores, porque entonces tendréis ocasión de ir recogiendo a vuestro paso el fruto de vuestras obras, con lo que iréis acumulando experiencia que es luz, que es conocimiento de la vida verdadera. 10. Los que enseñen en el mundo mi Obra, tendrán que ser verdaderos conocedores del ser humano, tanto en lo que corresponde al espíritu como en lo que respecta a la materia. 11. Un consejo para que sea acertado, una palabra para que resuelva un problema, un juicio para que sea recto, una enseñanza para que sea persuasiva, tendrá que provenir de un espíritu acrisolado en la experiencia, fortalecido en la lucha y purificado en el bien. 12. ¡Cuántos hay en el mundo que se dedican a guiar espiritualmente a través de las diversas religiones y sectas que existen, y que en lugar de guiar a sus hermanos por la senda de la verdad, los hacen perderse entre tinieblas y los arrojan a los abismos de la ignorancia! ¿Por qué? Porque no conocen a la humanidad, porque no tratan de comprenderla; mas ¿Cómo podrán conocer a la humanidad si ni a sí mismos se conocen? 13. No quiero que esto os vaya a acontecer a vosotros, discípulos amados del Tercer Tiempo. Mirad cómo he venido a enseñaros a penetrar primero en vuestro interior, a conoceros íntimamente, a saber juzgaros a vosotros mismos. Ved a cuántas pruebas, grandes y pequeñas, os voy sometiendo a fin de que podáis llevar a la práctica mis enseñanzas y viváis en verdad mi palabra. Cuando ya estéis preparados, cuando hayáis sido pulimentados por el fino cincel de mi justicia y de mi amor, entonces os enviaré hacia vuestros hermanos con un mensaje de consuelo, de esperanza y de paz. 14. ¿Quién podrá resistir la fuerza de la verdad que brote de vuestras palabras? ¿Quién no se sentirá cautivado y conmovido ante la comprensión, la indulgencia y la persuasión de vuestros consejos? Habrá fe en los corazones, habrá conversión, habrá salud y prodigios innumerables. Ese es el fruto que quiero que recojáis, esa es la cosecha que espero que levantéis. No os confundáis. Cuando en mis enseñanzas os hablo del fruto, no ha faltado quienes interpreten esta palabra en forma completamente material y busquen el fruto de sus obras en forma de adulación, de honores, de atenciones y hasta de pago en monedas. ¡Cuán lejos está este fruto de ser al que Yo me refiero en mi palabra! Ya habéis sabido que Yo he hablado del fruto de la experiencia, de la pureza, de la comprensión, de la serenidad y de la espiritualidad. 15. Los que aún buscan recompensas en la Tierra a través de monedas y de adulaciones, son espíritus de corta elevación que no quieren contemplar la verdad y que todavía se conforman con el pago que da el mundo. 16. Ya despertaran de sus sueños y se darán cuenta de su desnudez, cuando creían estar engalanados, y comprueben su miseria espiritual, cuando creían poseer un tesoro inagotable y se sientan menesterosos de espíritu. 17. Discípulos: Cuidad de vuestra vestidura, aprended de Mí para que mañana podáis y sepáis enseñar a vuestros semejantes. Despojad vuestro corazón de toda mala tendencia, convirtiéndolo en tierra fértil, donde mi palabra germine y fructifique para gozo de vuestros hermanos y para gloria de vuestro espíritu. Yo siempre estoy con vosotros, más vosotros no siempre estáis Conmigo. Por eso os digo cuando llegáis ante la manifestación de mi luz divina a través del portavoz: sed bienvenidas, oh multitudes ansiosas de sabiduría. 18. Mientras vosotros venís a cumplir con una cita, Yo me presento a cumplir una promesa y os bendigo porque no me habéis dejado predicando solo en el desierto. 19. No os he encontrado preparados, porque hace muchos siglos que la humanidad, en vez de estudiar mi Doctrina, se entregó a los ritos y cultos externos que no iluminan el sendero del espíritu; pero os perdono y vengo en vuestra ayuda para haceros alcanzar el conocimiento que aún está oculto en mi palabra del Segundo Tiempo. Así, cuando hayáis asimilado aquella lección, os daré mi nuevo mensaje, que habrá de llenaros de gozo por la esencia y la sabiduría que él os traerá. 20. Quiero que esta humanidad deje de ser el párvulo en el conocimiento espiritual, para convertirse en el buen discípulo, que comprenda la responsabilidad que tiene ante el Padre en esta era de juicio, restitución y elevación espiritual. 21. Y voz, pueblo, tendréis que dar testimonio de mi enseñanza con vuestras obras de amor, para que otros pueblos surjan a la luz, que es liberación, verdad y vida. 22. Mucho tiempo os he estado haciendo gozar de esta comunicación, pero a muy pocos les encuentro preparados, los más se desvían de la misión a la que deberían de consagrar todas sus fuerzas, su amor y su fe, ya que será ella la cruz que les eleve y les acerque hasta Mí. 23. Si algunos no han comprendido mi palabra, no es porque a ella le falte claridad, es que no han sabido preparar su entendimiento, no han sentido hasta ahora la caridad en su corazón, no han dejado que la esencia de mi palabra penetre en su corazón, para despertarlo al amor verdadero. 24. Os quejáis a veces de que el número de los adeptos de mi palabra aumenta con lentitud, mas, Yo os digo que debéis quejaros de vosotros mismos, porque sois los que tenéis la misión de hacer crecer y multiplicar las multitudes que forman este pueblo. Pero si falta fe en vuestro corazón, si vuestros dones carecen de desarrollo, si en vuestro entendimiento falta la luz de los conocimientos espirituales, ¿Cómo vais a conmoverlo con vuestra fe y con vuestro amor, si esas virtudes no están desarrolladas en el corazón? 25. Quien no comprenda no podrá hacer comprender; quien no sienta, no podrá hacer sentir. Sabed ahora por qué vuestros labios han temblado y titubeado cuando habéis tenido necesidad de dar testimonio de mi palabra. 26. El que ama no puede titubear, el que cree, no teme; el que siente tiene muchas formas de probar su sinceridad y su verdad. 27. Os hablo incesantemente de que debéis preparaos analizando mis enseñanzas, de que pongáis en práctica mi palabra; porque quiero que vuestros pasos en este camino sean firmes. El que no llegue con verdadera espiritualidad al tiempo en que ya no se manifieste mi palabra en esta forma y mi mundo espiritual ya no os hable a través de mis escogidos, cuando ya no haya símbolos ni ritos entre mi pueblo, los que no me hayan comprendido verdaderamente, quedarán en peligro de caer en confusión, quedarán al borde del abismo. Más: ¿Por qué teméis que eso suceda, cuando con tanto tiempo y en tantas ocasiones he venido a preveniros para que evitéis peligros, caídas y pruebas? 28. Es tiempo de que meditéis sobre los pasos que debéis dar en esta senda, sobre la forma de cumplir vuestra misión de la manera mas limpia y agradable ante Mí, porque de cierto os digo, que quienes se inspiren en estos ideales, serán los que lleguen a tener una visión verdadera de su futuro y una certeza de cuanto tienen que llevar a cabo en la vida. Para ellos no habrá abismos, ni tinieblas, ni incertidumbres. 29. Esos espíritus fuertes quiero que lo seáis todos, por eso os hablo incansablemente de preparación, de meditación y de análisis. 30. Os veo arrepentidos, llorando en silencio al escuchar mis palabras y os bendigo, porque habéis dejado llegar la esencia divina de mis enseñanzas a vuestro corazón, hasta hoy adormecido para el amor, para la caridad, para el bien. 31. Vuestro espíritu ha tenido un instante de reposo que ha sido un descanso en la dura prueba que soporta a través de la materia. 32. ¡Cuántos espíritus, de los que llegan ante esta manifestación, no habían tenido un instante de reposo desde el día que llegaron a encarnarse en ese cuerpo, hasta que oyeron por vez primera mi palabra! ¡Cuántos seres sólo encuentran paz en los instantes de mi comunicación! A ellos y a todos os digo que sigáis gozando con intensidad de mi palabra; pero que también penséis que vendrá el día en que dejéis de escucharla y que será entonces cuando debáis levantaros a probar vuestra fe, vuestra espiritualidad y vuestra obediencia, en la seguridad de que entonces veréis premiado vuestro adelanto con la comunicación directa de espíritu a Espíritu. 33. Os he mirado luchar con vuestra materia para doblegar su reaciedad, habéis tenido que sostener grandes batallas con vuestro corazón para imponerle obediencia y sumisión. Su naturaleza se rebela a los dictados de la conciencia, más si perseveráis en la oración, si veláis, haréis de ella la mejor colaboradora en el cumplimiento espiritual. Esa lucha forma parte de vuestra restitución en este tiempo. 34. Todos vuestros atributos han estado latentes desde el momento en que fuisteis creados: la inteligencia, la sensibilidad, la razón, han existido en vosotros para que podáis librar la batalla final. Cuando hayáis vencido al mal y vuestro espíritu sea el piloto que guie la nave, estaréis en condiciones de ir en busca de vuestros hermanos, presentándoles un ejemplo claro, un testimonio verdadero. Sin hacer alarde de fortaleza y de dominio, mostraréis vuestras obras y ellas revelarán obediencia y acatamiento a mis leyes y serán el ejemplo que anime a vuestros hermanos a seguiros por el camino de la evolución. 35. Cuando ya no oigáis mi palabra por medio de los portavoces y vuestro espíritu se sienta ansioso de practicar lo que Yo os enseñe en este tiempo, cada uno de mis discípulos deberá tomar al grupo que le sea señalado, como a su propia familia, para enseñarlo y guiarlo. Usad con ellos la caridad, corregid con amor y sabiduría, hacedles respirar un ambiente de paz como este que habéis formado hoy, y mi Espíritu se hará presente para inspiraros y bendeciros a todos. 36. No les preguntéis de donde vienen ni por qué me buscan, Elías los conducirá cuando su hora haya llegado. Desde hoy preparo a los que han de venir en la hora postrera y llamo bienaventurados a los que crean en esta palabra que os he dado por el conducto humano. 37. Os estoy enseñando para que seáis el buen sabor de la Tierra, para que vayáis a endulzar la vida de los hombres con la buena nueva de que el Maestro se ha manifestado en este tiempo de dolores y ha dejado su palabra como una herencia para que todos se sustenten y vivan eternamente con ella. 38. No os encargo a vosotros la transformación completa de esta humanidad, más llevad con celo mi palabra a los corazones y ella hará prodigios. ¡Qué gran consuelo recibirán vuestros semejantes en sus días de prueba si les enseñáis a interpretar mi enseñanza y vosotros, cómo añoraréis estas horas que vivisteis cerca de Mí, bebiendo esta esencia divina, sintiéndoos niños para recibir de vuestro Padre toda su ternura y su amor! 39. La humanidad es hoy campo fecundo para trabajar. Son muy extensas las tierras y escasos los labriegos. ¿Cómo vais a presentarme el adelanto espiritual de la generación que hoy habita este mundo si no trabajáis diligentemente? Tenéis un tiempo limitado, y es mucho lo que hay que preparar. ¡La hora es propicia! ¡Reedificad los templos que se han derrumbado en el interior de los corazones! ¡Ayudad a reconstruir hogares, predicad espiritualidad a vuestro paso! ¡Testificad con vuestras obras! 40. Velad para que la virtud torne a vuestros hermanos, que los niños sean dulce lazo entre el padre y la madre, y los jóvenes, cimiento fuerte de nuevas generaciones; el esposo y la esposa, imagen de Dios y su Creación, y que todos unidos a los ángeles guardianes que os acompañan, alcancen la armonía perfecta con vuestro Padre. 41. Vuestras peticiones llegan a Mí, la luz que he derramado en vuestro espíritu ilumina vuestro ser. Todas vuestras obras están presentes y podéis juzgar vuestros méritos. Los dolores que vivís ahora, pasarán, y la paz brillará en el Universo. 42. Orad por las naciones que se debaten en guerra. Compartid vuestro pan y vuestro vestido con aquellos que han caído en desgracia. Abrid vuestros graneros y dadles de comer con verdadero amor. Demostrad vuestra fraternidad en esta hora de angustia para el mundo. Practicad la caridad con los enfermos, preparad al espíritu que ha de partir al más allá, levantad la fe de los tristes y llevad a todos la paz. Pedid y Yo haré prodigios entre la humanidad, con la que he estado en todas las eras, porque si pensáis que he dejado mi trono por venir a comunicarme con vosotros estáis en un error, porque ese trono que vosotros imagináis, no existe; los tronos son para los hombres envanecidos y orgullosos. Comprended que mi Espíritu no habita en un lugar determinado; siendo infinito y omnipresente, está en todas partes, en todos los sitios, en lo espiritual, en lo material y en todo lo creado. 43. ¿Dónde está ese trono que vosotros me atribuís? 44. No toméis mis palabras como reproches a vuestra escasa comprensión y conocimiento de la verdad, porque no me presento entre vosotros para humillaros en vuestra pequeñez, sino para elevaros hacia la luz. 45. ¿Creéis que no reconozco la evolución y transformación que vuestros conocimientos y creencias han sufrido desde que estáis escuchando esta palabra? En verdad os digo que me doy cuenta de los pasos que dais en el sendero espiritual. 46. Cuando llegasteis ante mi manifestación, no creísteis en mi presencia a través del hombre, porque os habían hecho creer que sólo me podíais encontrar en las imágenes, símbolos y objetos consagrados por vuestras religiones. Después, cuando a pesar de vuestra falta de fe, comprendisteis que en mis lecciones había una esencia que iluminaba y daba paz a vuestro corazón, reconocisteis que una luz divina se manifestaba a través de estas criaturas destinadas a transmitir mi mensaje. 47. Una nueva fe nació en vuestro corazón, una nueva luz que os daba el conocimiento de que el hombre puede comunicarse directamente con Dios. Mas, no era eso todo, faltaba que llegaseis a comprender que no es necesaria la mente humana para que el Padre os hablara y entonces supisteis que esta comunicación divina a través del portavoz, sería pasajera, porque vendría más tarde el tiempo de la comunicación de Espíritu a espíritu, cuando ya los hombres hubieran apartado de su culto, de sus creencias y prácticas hasta el último rastro de materialismo, de fanatismo e ignorancia y todo fuere en ellos espiritualidad. 48. Ya algunos habéis comprendido, ya otros estáis practicando, pero aún os falta mucho para alcanzar la meta, desde donde podréis concebirme en mi verdad, en mi realidad, ya no a través de fantasías forjadas por vuestra imaginación humana. 49. Dejad de imaginarme en tronos semejantes a los de la Tierra; despojaos de la forma humana que siempre me atribuís; no tratéis de imaginar el Cielo, porque vuestra mente nunca podrá concebirlo en toda su perfección. Cuando os libertéis de todo lo material, sentiréis como si rompieseis las cadenas que os ataban, como si una elevada muralla se derrumbase ante vuestra vista, como si una espesa bruma se disipase, dejándoos contemplar un horizonte sin límites y un firmamento desconocido, profundo y luminoso, a la vez que accesible al espíritu de buena voluntad. 50. Unos dicen: Dios está en los cielos; otros dicen: Dios habita en el más allá; pero no saben lo que dicen ni comprenden lo que creen. 51. Ciertamente, Yo habito en los cielos; mas no en aquel lugar determinado que habéis imaginado. Yo habito en los cielos de la luz, del poder, del amor, del saber, de la justicia, de la felicidad, de la perfección y la armonía. 52. Estoy en el más allá, sí; pero más allá del pecado humano, más allá del materialismo, más allá de la soberbia, y de la ignorancia y de la pequeñez; porque os hablo en forma que vuestros sentidos me perciban y vuestra mente me comprenda, no porque llegue Yo de otros mundos o moradas: mi Espíritu habita en toda la Creación. 53. Mucho habéis luchado y mucho tiempo habéis necesitado para transformar vuestras creencias y conceptos, y aún tendréis que esforzaros más para alcanzar la meta espiritual a que os he destinado y que es la de conocer a vuestro Padre, amarle y rendirle culto a través del espíritu; hasta entonces comenzaréis a presentir la verdadera gloria del espíritu, aquel estado de elevación, de armonía, de paz y bienestar que son el paraíso verdadero a donde habréis de llegar todos. 54. Daos la mano unos a otros en prueba de amistad, más hacedlo con sinceridad, ¿Cómo queréis ser hermanos si aún no sabéis ser amigos? SS. Si deseáis que el Padre more entre vosotros es necesario que aprendáis a vivir como hermanos. Cuando logréis dar ese paso en el camino de la fraternidad, vuestro triunfo tendrá por galardón la comunicación de espíritu a espíritu, porque amándoos los unos a los otros, estando unidos en la voluntad y en pensamiento, os concederé que os comuniquéis por inspiración con vuestros hermanos que habitan en el más allá de vuestro mundo. 56. Mi obra es de luz, mi verdad es clara, por lo que nadie podrá andar entre tinieblas afirmando que allí estoy Yo. 57. En aquel tiempo cuando habité entre vosotros, muchas veces por las noches, cuando todos reposaban, no faltaban hombres que me buscasen, llegando sigilosamente hasta Mí, temiendo ser descubiertos. Me buscaban porque sentían remordimiento por haber gritado y escandalizado en mi contra, mientras Yo hablaba a la muchedumbre, y su remordimiento era más intenso cuando comprobaban que en su corazón había dejado mi palabra un presente de paz y de luz y en su cuerpo había derramado mi bálsamo de curación. 58. Cabizbajos se presentaban delante de Mí, diciéndome: "Maestro, perdonarnos, hemos reconocido que existe verdad en vuestra palabra", Yo les contestaba: "Si habéis encontrado que sólo hablo verdad ¿Por qué os ocultáis? ¿No salís a recibir los rayos del sol cuando éste aparece? y ¿Cuándo os habéis avergonzado de ello? 59. De cierto os digo que el que ama la verdad jamás la oculta, ni la niega, ni se avergüenza de ella. 60. Os hablo así, porque muchos vienen a escucharme a hurtadillas, mintiendo a donde vienen, ocultando lo que han oído y a veces negando haber estado Conmigo. ¿De qué podéis avergonzaros? 61. Es necesario que aprendáis a hablar de mi enseñanza en tal forma, que nunca deis lugar a ser motivo de burla. También es necesario que cultivéis la sinceridad, para que cuando deis testimonio de Mí, lo hagáis con palabras que sean expresiones de vuestro corazón. Esa es la semilla que siempre germina, porque posee la esencia de la verdad que toca al corazón y llega al espíritu. 62. Mi divino mensaje al depositarlo en vosotros, debe transformarse en mensaje fraternal, más para que él impresione y conmueva al corazón materialista de esta humanidad, deberá ir envuelto en la verdad que os he revelado. Si algo ocultasteis, si algo callasteis, no habréis dado un testimonio verdadero de lo que ha sido mi revelación en el Tercer Tiempo, por consiguiente, no seréis creídos. 63. He venido a probaros que podéis quitar la venda de obscuridad al ignorante o al obcecado, sin hacerle daño, sin ofenderle o herirle; así quiero que vosotros lo hagáis también. Os he probado en vosotros mismos, que tiene más fuerza el amor, el perdón, la paciencia y la indulgencia, que la dureza, los anatemas o la violencia. 64. Guardad esta lección, discípulos, y no olvidéis que si queréis llamaros dignos hermanos de vuestros semejantes, tendréis que hacer acopio de bondad y virtud para derramarlas en ellos. Yo os prometo que cuando brille en la Tierra la luz de la fraternidad, haré sentir en forma vibrante mi presencia en vuestro espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 173 1. Ya no sois niños en el camino espiritual, sois espíritus evolucionados. ¿Sabéis qué quiere decir espiritualista? Yo os lo diré en una breve frase: Espiritualista quiere decir discípulo del Espíritu Santo. 2. Todos seréis grandes cuando alcancéis la verdadera humildad, cuando practiquéis el verdadero amor. Mientras la maldad exista en vuestro corazón, no alcanzaréis a conquistar el galardón que os tengo prometido, por eso vengo a doctrinaros, a corregiros y a lavaros en las aguas puras del río de la vida, para que seáis dignos de llegar a Mí. 3. Yo corregiré con amor vuestras faltas, os levantaré cuando caigáis, os consolaré en vuestros sufrimientos, no permitiré que os perdáis, no os abandonaré jamás. Yo os llevaré de la mano por el sendero de perfección hasta que lleguéis a mi Reino. Si vosotros no habéis velado, Yo sí he velado. Es con vosotros mi misericordia y mi gracia para que os desbordéis en amor sobre los demás pueblos de la Tierra. Os he enseñado a rendir culto agradable a mi Divinidad. Me he manifestado en palabra a través de vuestro entendimiento, a través de la intuición y de la revelación. También os he hablado a través de mi Mundo Espiritual. Me he manifestado como Padre en cada una de vuestras pruebas, dolores y vicisitudes. 4. He recibido el tributo de todos los mundos, de todos los cielos. Más cuando he dirigido mi mirada a este planeta, he escudriñado todas las sectas y religiones y sólo he recogido dolor y he recibido cultos materializados impropios de este tiempo. Más Yo derramo mi gracia y mi amor en todos y recibo la buena semilla. He dirigido mi mirada entre el pueblo espiritualista y he encontrado también imperfecto vuestro culto. 5. Yo me he comunicado con vosotros a través del entendimiento humano para señalaros el camino, y os he dicho: Espiritualizaos, despojaos de todo lo superfluo. He venido a libertaros de la idolatría, del fanatismo, del materialismo, borrando con mis enseñanzas las tradiciones y los ritos, porque a mi Doctrina le habéis añadido algo de vuestras pasadas costumbres, habéis introducido en ellas las tradiciones y los ritos arraigados en vuestro corazón y que fueron herencia de vuestros antepasados. 6. Sois el pueblo israelita a quien estoy hablando a través del entendimiento humano para que después de 1950 os comuniquéis Conmigo de espíritu a Espíritu y enseñéis al mundo el verdadero culto. 7. Preparad a vuestros hijos, porque son las generaciones del mañana las que se levantarán sembrando mi verdad sin mezcla de fanatismo ni de idolatría. 8. Cuán grande y bella es mi Doctrina y qué lejos se encuentra de lo superfluo; analizad para que no caigáis en el fanatismo; llegará el tiempo en que podáis comprenderla con claridad y podáis alcanzar con vuestro pensamiento el más allá. ¡Qué hermoso será cuando hayáis alcanzado esa espiritualidad! 9. Entonces reconoceréis que era grande vuestro retraso aun teniendo al Maestro de maestro entre vosotros; comprenderéis también el porqué de tantas pruebas, purificaciones y vicisitudes. 10. No temáis al mundo, iluminad su sendero con la luz de vuestro espíritu, desmaterializadlo y despojadlo de su pecado. 11. No vengo a distinguiros en clases, éstas diferencias desaparecen al estar vosotros delante de Mí; al que bien se atavía no le humillo porque él con su atavío, no pretende humillar a los demás; al pobre lo dignifico y lo siento junto a aquel a quien ha visto siempre como superior, y de esta reunión espiritual hago nacer la verdadera fraternidad, dándoos a todos la misma palabra, porque así como en el sabio puede existir un espíritu de poca elevación, en el humilde puede encontrarse un gran espíritu; más esto sólo es contemplado por Mí, por eso invito a todas las razas y tribus, a escuchar la misma palabra para que seáis todos los discípulos del Espíritu Santo. 12. Llegará el año de 1950, pero mi mundo espiritual no se apartará de vosotros, ya no tendrán acceso en vuestro cerebro, más os seguirán protegiendo e inspirando. Yo vibraré y hablaré por boca de los que estéis preparados; abriré los caminos para que podáis levantaros a dar la buena nueva a la humanidad. Si os habéis comunicado con vuestro Padre y con vuestros hermanos espirituales, ¿Cómo no vais a atravesar la tierra y los mares para comunicaros con vuestros hermanos de otras razas y otras lenguas? Yo os daré la potestad y el lenguaje universal, que es el amor. 13. Quiero que seáis un espejo limpio, un ejemplo digno de imitarse, no quiero que seáis una secta más en la Tierra; quiero que seáis el puerto seguro para el náufrago, estrella para el perdido en el desierto, árbol para el caminante moribundo y cansado. 14. Para ayudaros en el cumplimiento de vuestra misión, Yo os bendigo, pueblo amado; veo el anhelo con que os reunís para esperar mi palabra, no queréis perder una de mis lecciones, porque en ellas encontráis el sustento que fortalece al espíritu y reanima a la materia y estáis persuadidos de que no existe herencia comparable a la que os da el conocimiento en esta Obra. 15. En esta palabra habéis encontrado resurrección y vida y os habéis entregado a ella, como hace el náufrago cuando llega a descubrir una barquilla. 16. La vida humana es semejante a una tempestad y queréis salvaros de quedar destruidos por las guerras, por las pasiones desatadas y las calamidades. 17. Queréis vivir en paz, deseáis un mundo de justicia, soñáis con la fraternidad de los hombres y por eso, al escuchar mi palabra, descubrís en ella la divina promesa de ese mundo que anheláis, os habéis agrupado en torno a esta manifestación para sentiros seguros, preparados y esperar llegar a Mí, purificados por vuestras buenas obras. 18. Yo bendigo a esta generación que supo escucharme y creer en mi comunicación, como bendeciré a las generaciones venideras que eleven su culto y su práctica dentro de la verdadera espiritualidad. 19. Mi enseñanza será nuevamente oída por la humanidad, más no será porque mi Ley haya retornado a los hombres, porque siempre ha estado escrita en su conciencia; serán los hombres quienes retornen al camino de la Ley. Será este mundo una semejanza del hijo pródigo de mi parábola, también como aquél, encontrará al Padre en su sitio, esperándole para estrecharle con amor y sentarle a comer en su mesa. 20. Todavía no es llegada la hora del retorno de esta humanidad hacia Mí, aún conserva parte de su heredad, la que tendrá que derrochar en festines y placeres hasta quedarse desnuda, hambrienta y enferma para elevar entonces la mirada hacia su Padre. 21. De precipicio en precipicio fue el hombre descendiendo espiritualmente hasta el grado de negarme y de olvidarme, hasta el extremo de negarse a sí mismo al desconocer su esencia, su espíritu. 22. Sólo mi misericordia podrá evitar a los hombres el dolor de tener que desandar el camino para retornar a Mí; sólo Yo, en mi amor, sabré poner al paso de mis hijos los medios para que encuentren la senda salvadora. 23. ¿No se llena de gozo vuestro corazón, pensando que tenéis a la vista la casa paterna? ¿Y no os conmovéis ante la tragedia moral y espiritual en que viven los pueblos de la Tierra? 24. ¡Ah, si ya hubieseis comprendido la misión que tenéis que cumplir en este tiempo, cómo os preocuparíais por vuestros hermanos y cómo os olvidaríais de vuestras propias penas! Mas veo que aún no tenéis una idea de los dones que cada uno posee, ¿Cómo os vais a unir para dar a conocer a la humanidad que la salvación está próxima? 25. Ciertamente la misión de uno no es la del otro, pero debéis uniros para que en armonía todos lleguen a formar un solo cuerpo y una sola voluntad y así unificados en el cumplimiento de mi Ley de amor, lucharéis por un mundo mejor. ¿Cómo vais a tener derecho a soñar en un mundo de paz, de armonía y de fraternidad, si no ponéis de vuestra parte los medios para lograrlo? 26. No estáis solos para luchar, ni ciegos para caminar, ni carecéis de armas para defenderos. He hecho comprender a vuestro espíritu las bellezas de la vida espiritual; he abierto vuestra mirada espiritual hacia el futuro; os he descubierto los dones y potencias que lleváis aletargadas en lo profundo de vuestro ser. 27. Aquella idea de inutilidad, de incapacidad, de torpeza y de pequeñez, que habíais formado de vosotros mismos, la he apartado de vuestra mente para que comprendáis que todos podéis ser útiles y que todos debéis elevaros hasta alcanzar la morada donde os espera vuestro Padre. 28. Algunos me dicen: Señor, ¿Por qué no permitís que todos os miremos como esos hermanos nuestros que testifican que os contemplan? 29. ¡Ah corazones débiles, que necesitáis ver para creer! ¿Qué mérito encontráis en contemplar a Jesús humanizado en una visión en forma de hombre, cuando vuestro espíritu, a través del amor, de la fe y de la sensibilidad puede percibirme infinito y perfecto en mi esencia divina? Hacéis mal los que envidiáis a quienes poseen el don de mirar lo espiritual limitado en figuras o símbolos, porque lo que ellos ven, no es precisamente lo divino, sino una alegoría o imagen que les habla de lo espiritual. 30. Sed conformes con vuestros dones y analizad los testimonios que recibáis, buscando siempre el sentido, la luz, la enseñanza, la verdad. 31. Llevad vuestra cruz hasta el fin con paciencia y resignación, y entonces será mi Ley la que os la aparte, cuando lleguéis ante las puertas de aquella morada que os he prometido, en donde llegaréis a gozar de la verdadera paz. Ahora sois los caminantes, sois los soldados y luchadores que vais en pos de un ideal, que vais tras de la conquista de una patria mejor. 32. En vuestra lucha no estáis solos, jamás lo ha estado el hombre, porque Yo le he mostrado siempre el mejor camino, le he acompañado y lo he alentado. 33. Si alguno me preguntase cómo se guiaba la humanidad antes de que fuese conocida por ellos la Ley de Moisés, que éste recibiera del Señor, Yo les contestaría que, antes que a Moisés, envié a todos los espíritus con la Ley escrita en su conciencia, para que todos los actos de su vida fueran agradables a mi Divinidad. Después envié al mundo espíritus de gran luz, patriarcas y profetas para que con sus obras enseñaran a todos sus hermanos el cumplimiento de mi Ley. 34. Aquellos hombres me honraban con su vida, no eran idólatras, porque ya conocían la espiritualidad, tenían el sentido del amor y de la caridad hacia los demás, sabían recibir al extranjero en sus tierras y dentro de su hogar; eran hospitalarios con el forastero y con el viajero fatigado; para todos tenían una buena palabra y un consejo sabio. 35. Mas no todos los hombres han sabido guiarse por la voz interior de su conciencia, para ello se requiere espiritualidad, y los sentidos de la carne huyen de ella. Por eso fue menester que vuestro Padre se manifestase en varias formas entre la humanidad, para explicarles la Ley y revelarles lo divino. 36. Vos, pueblo, que estáis escuchando mi enseñanza en el Tercer Tiempo, y que aún conserváis algo de aquella simiente que os confiara en los tiempos pasados, comprended que debéis limpiar de egoísmo y materialismo vuestro corazón, para que llegue a vosotros el instante feliz en que volváis a orientar vuestra vida guiándola por los dictados de vuestra conciencia como aquellos primeros iluminados, como Abraham, de quien brotó el pueblo que en todos los tiempos ha sido el depositario de todas mis revelaciones. 37. Quiero que cuando llegue el instante en que cese mi manifestación en esta forma en que ahora la tenéis, quedéis de tal manera preparados, que cada espíritu de los seres que forman este pueblo, sea como un templo para Mí, cada corazón un santuario, cada hogar un altar, una casa patriarcal, hospitalaria y llena de caridad. Cuán profunda será entonces vuestra paz. Cuán fuerte será entonces vuestro corazón, para salir adelante en todas las pruebas. 38. El pan estará bendecido no sólo por Mí, sino también por vosotros, porque para entonces habréis aprendido a amasarlo con amor, con fe, en una ambiente de paz. 39. La gracia espiritual con que os he donado, es la simiente de la espiritualidad; quien cultive con amor en su corazón esa simiente, no llegará a ser víctima de las plagas, ni de los elementos desatados, ni las necesidades materiales la afligirán. 40. No debéis esperar que estos días lleguen por sí solos a vosotros; no, pueblo, vosotros, con espiritualidad debéis hacerlos llegar, para que veáis sus maravillas y sepáis apreciar de cuanto es capaz el espíritu cuando logra elevarse sobre el cieno, el polvo y el fango de una vida materializada e impura. 41. No olvidéis, oh discípulos, que la espiritualidad no puede admitir fanatismo de ninguna especie, idolatría o prejuicios, porque entonces dejaría de ser espiritualidad. 42. El que lleva pureza en su corazón y busca honrarme con las obras de su vida, ese, no necesita de los cultos materiales para sentir que ha cumplido con los preceptos de su Padre y Señor; en cambio, el que lleva en su corazón la intranquilidad que le hace sentir su conciencia al juzgarle, ese busca afanosamente los ritos y los cultos materiales con la falsa creencia de que con ellos alcanzará a reconciliarse con su Padre. 43. Sed sencillos como las flores y puros como las aves; sed transparentes como el aire y diáfanos como el agua pura, entonces habréis logrado aquella limpidez y elevación que os hará conocer la verdad de la vida. 44. Quien llegara a decir que mi Doctrina es un peligro para el progreso material de la humanidad, comete con ello un grave error; Yo, el Maestro de maestros, vengo a enseñar a la humanidad el camino de su evolución y del progreso verdadero. Mi palabra no sólo habla al espíritu, también habla a la mente, a la razón y aun a los mismos sentidos. Mi Doctrina no sólo viene a inspiraros y a enseñaros la vida espiritual, sino que viene a hacer la luz en toda ciencia y en todas las sendas, porque mi enseñanza no se concreta a encaminar a todos los espíritus hacia la mansión que está más allá de esta existencia, también llega al corazón del hombre, para inspirarle a vivir en este planeta una vida grata, digna y provechosa. 45. Si os dije en el Segundo Tiempo que mi Reino no está en este mundo, ahora os digo que tampoco se encuentra aquí el vuestro, porque esta morada, como ya lo sabéis, es transitoria para el hombre. 46. Vengo a enseñaros la verdadera vida, la que nunca ha estado basada en el materialismo. Por eso volverán a levantarse en contra de mi Doctrina eterna, con mi enseñanza de siempre que es de amor, de sabiduría y justicia; sin embargo, no será comprendida inmediatamente, la humanidad volverá a juzgarme, volverá a ponerme en la cruz, más yo sé que deberá pasar mi enseñanza por sobre todo esto, para que sea reconocida y amada. Yo sé que mis más tenaces perseguidores serán después mis más fieles y abnegados sembradores, porque pruebas muy grandes les daré de mi verdad. 47. Aquel Nicodemo del Segundo Tiempo, príncipe entre los sacerdotes, el cual buscó a Jesús para conversar con El de enseñanzas sabias y profundas, seguirá nuevamente en este tiempo, para analizar serenamente mi Obra y convertirse a ella. 48. Aquel Saulo, llamado Pablo, el que después de perseguirme con saña, se convirtió en uno de mis más grandes apóstoles, volverá a aparecer en mi camino, y de todas partes surgirán mis nuevos discípulos, fervientes unos, abnegados otros. La hora presente es de gran trascendencia, el tiempo del que os estoy hablando se acerca a vosotros. 49. Estas guerras de ideas, estas contiendas que ahora estáis presenciando y estos acontecimientos que a diario tenéis: ¿No os hablan de algo que se aproxima, no os hacen presentir que un tiempo está tocando a su fin y de que una nueva era comienza a esparcir su luz? 50. Sólo quiero que vosotros, los que estáis siendo testigos de mi palabra en este tiempo, permanezcáis firmes en los momentos de prueba que habrán de preceder al establecimiento de mi Ley, porque mi nueva manifestación entre vosotros, será semejante al huracán, bajo cuya fuerza la tierra y los mares en los que habita y se agita esta humanidad, tendrán que encresparse y removerse para que expulsen de ellas todo cuanto de impuro guarden en su fondo. 51. Cuando estas pruebas lleguen no temáis, porque cuando ellas sean, comprenderéis que el principio del fin de un reinado ha empezado y que los albores de un nuevo tiempo más feliz se aproxima. 52. La maldad, la injusticia, el orgullo, la esclavitud, la ignorancia y el poder terrenal, sucumbirán para dar paso al establecimiento del reinado del amor, de la luz y de la paz entre los hombres. No flaquearéis, ni apagaréis vuestra lámpara, aunque sintáis que la prueba es muy dura y que el cáliz que os toque apurar es muy amargo; por el contrario, encenderéis y avivaréis la llama de la esperanza, como hace el soldado en el fragor de la batalla, cuando siente que está dominando al enemigo y que la victoria se encuentra cercana. 53. Cuando os miréis rodeados de multitudes hostiles, cuyas lenguas estén arrojando veneno en contra de vosotros, no dudéis de mis promesas, porque en esos instantes os haré sentir mi presencia tranquilizadora y os haré escuchar mi voz amorosa que os repita: "Yo estoy con vosotros". 54. Veréis muchas veces cómo de entre aquellas turbas surgirá un corazón que os comprenda y que sea para vosotros como un escudo, más esto sólo lo lograréis cuando depositéis vuestra confianza y fe en Mi. 55. Recordad a Daniel, aquel profeta que tanto defendió a su pueblo opreso en la esclavitud en Babilonia. 56. Dejad que venga la lucha, es menester que volváis a regar con vuestro amor la simiente que el Eterno sembró en el espíritu del hombre. Dejad que la mala hierba sea cercenada al golpe de la hoz de mi justicia y que sean removidas las tierras, para que queden propicias para el cultivo. 57. Es menester conceder a los hombres que sean ambiciosos de los bienes de la Tierra unos instantes más, para que su desengaño sea absoluto; para que al fin lleguen a convencerse de que el oro, el poder, los títulos y los placeres de la carne, no les darán jamás la paz ni el bienestar de su espíritu. 58. La hora del examen con la luz de la conciencia se acerca para toda la humanidad; ahí estarán los sabios, los teólogos, los científicos, los poderosos, los ricos y los jueces, preguntándose cuál ha sido el fruto espiritual, moral o material que han recogido, con el cual puedan dar de comer a la humanidad. Después de ese instante, muchos retornarán a Mí, reconociendo que, a pesar de la gloria que en la Tierra tuvieron, algo les faltaba para llenar el vacío en el que había caído su espíritu, el cual sólo se puede sustentar con los frutos de la vida espiritual. 59. Tengo preparado para esos espíritus el oasis en medio del desierto, porque sé que a través de sus existencias, llamando de puerta en puerta y recorriendo camino tras camino, unos han buscado la verdad, otros la fuerza, otros la felicidad y al final del sendero que han recorrido en la Tierra, cuando estén a punto de negarlo todo, Yo les haré descansar en mi seno, les confortaré y les señalaré el verdadero camino, para que por él encuentren los campos en los cuales puedan sembrar la simiente fecunda de su experiencia. 60. El oasis es espiritual, al que llegarán por todos los caminos del desierto, hombres de todas las razas, cansados los unos, otros, llenos de heridas, encanecidos, y muchos con su alforja vacía, avergonzados ante la esterilidad de la lucha que habían emprendido. Ahí oirán mi voz, reconociéndola al punto y exclamarán: "Es el Señor"; en esa frase reflejarán la humildad con la que al fin me encontrarán porque todos deberán llegar a Mí por sus propios méritos. 61. Esa hora de infinita dulzura, de reconciliación y de humildad, será también de divino perdón para los hijos pródigos que por fin regresaron a la casa paterna en busca de Aquél que les dio la vida y la heredad. 62. Habéis señalado este día de Noviembre para recordar a los seres que partieron al más allá. Desde que apunta el alba, muchos espíritus se elevan en oración por los que llaman "sus muertos". Os digo que está muy bien que los recordéis, que tengáis para ellos un pensamiento de gratitud, de amor, de admiración; pero lo que no está bien es que los lloréis como si fueran bienes que hubieseis perdido, ni tampoco que los deis por muertos, porque si en los instantes en que vuestros ojos derraman llanto por ellos y vuestro pecho suspira por los que partieron, pudieseis contemplarlos, quedaríais asombrados ante la luz que los ilumina y la vida que los mueve, entonces exclamaríais: "verdaderamente ellos son los que viven y nosotros somos los muertos". 63. En verdad que vivís confundidos cuando lloráis ante un cuerpo inerte, mientras olvidáis que un espíritu vibra y palpita. 64. Si en lugar de dedicarles esta tradición, consagrando un día a los que pasaron a la vida espiritual, estuvieseis siempre unidos a ellos por el lazo de la oración, su presencia invisible, pero real en vuestra vida, y su benéfica influencia, serían sentidas por vosotros a lo largo de vuestra existencia, en vuestras luchas, en vuestras pruebas y también en vuestros momentos amables. Y aquellos seres por su parte, tendrían oportunidad de trabajar en vuestras obras y empresas nobles, con lo cual adquirirían más luz. 65. Dije en aquel tiempo: "Dejad que los muertos entierren a sus muertos" y si analizáis con cuidado y con amor mis palabras, veréis cuánta razón tuve al decíroslo. 66. Todos lleváis en el corazón y ante vuestros ojos, la última imagen, la visión material de vuestros seres queridos. Al que partió en la niñez de su cuerpo, lo recordáis como niño; al que dejó esta vida en la ancianidad de su envoltura, lo recordáis como un anciano, así como al que se desprendió de un cuerpo extenuado por el dolor o en medio de dolorosa agonía, así es como lo recordáis siempre, y es menester que meditéis sobre la diferencia que existe entre lo que es cuerpo y lo que es espíritu, para que comprendáis que ahí en donde el hombre muere, nace el espíritu a una nueva vida, donde deja de mirar la luz del mundo, contempla la luz divina que ilumina la vida eterna del espíritu. 67. Una vez os dije que el hombre era idólatra por su inclinación material y en el culto por sus muertos da una prueba palpable de su idolatría. Mas mi Doctrina, como una aurora de belleza infinita, ha aparecido en vuestra vida, disipando las sombras de una larga noche de ignorancia en la que los hombres han vivido confundidos, y esta luz ascendiendo hacia el infinito, como un astro divino irradiará sus más bellas luces sobre vuestro espíritu en una preparación que os llevará con paso seguro a gozar de aquella vida en la que todos logréis penetrar por vuestra elevación. 68. Ya no seréis los que lloren amargamente por aquellos que han partido para ir a morar en una vida mejor, ni los que estando ya en espíritu lloren por aquellos que se han quedado, o que lloréis por haber dejado el cuerpo que por toda una vida os sirviera de envoltura. 69. Hay seres que sufren y se angustian al contemplar la desintegración del cuerpo que tanto amaron; mas vosotros debéis ser los que, al contemplar que ha llegado el final de una misión desempeñada por aquel cuerpo humano, elevéis un himno de gracias al Creador. 70. Hoy vengo a dispensaros, a perdonaros de todos vuestros errores y al mismo tiempo a mostraros una página del divino Libro de la Vida, en donde podáis iluminar vuestro espíritu y vuestra mente para que hagáis obras dignas de quien os las ha enseñado. 71. Estáis contrayendo una grande responsabilidad ante la humanidad y a medida que más y más lecciones recibís de Mí, esa responsabilidad va en aumento, porque sois el pueblo que deberá hablar de espiritualidad a los hombres. Entre vosotros dejaré implantada la forma perfecta de llegar a comunicaros Conmigo, sin ritos ni formas idólatras, simplemente de espíritu a Espíritu. 72. Esta bendita simiente que ya está en vuestro corazón, será el pan que deberéis compartir con vuestros hermanos y también será la herencia espiritual que leguéis a vuestros hijos. 73. Cuando os dije: "Amaos los unos a los otros", no quise deciros que esto sólo debía de ser entre humanos, sino aun de un mundo a otro; mas ahora os digo que, cuando penséis en los que decís se han ido, no los sintáis distantes ni los imaginéis insensibles. No améis a muertos, ni recordéis a muertos, sólo debéis de reconocerlos vivos, porque ellos habitan en la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 174 1. Amados discípulos: cada instante que transcurre en vuestra vida, es un paso más que os acerca a vuestro Padre. Lentamente, paso a paso, vais recorriendo el camino que conduce al Reino de la luz. 2. Os acercáis a un tiempo en el que sabréis dar en justicia lo que corresponde a vuestro espíritu y al mundo lo que a él le pertenece. Tiempo de verdadera oración, de culto libre de fanatismo, en el que sabréis orar antes de cada empresa, en el que sabréis velar por lo que os haya sido confiado. 3. ¿Cómo podrá equivocarse el hombre, cuando en lugar de hacer su voluntad se anticipe a interrogar a su Padre a través de la oración? Quien sabe orar vive en contacto con Dios, sabe el valor de los beneficios que de su Padre recibe y a la vez comprende el sentido o la finalidad de las pruebas por las que atraviesa. 4. El hombre que ora directamente ante Dios, es un hombre espiritualizado, que no lleva venda en sus ojos y que está preparado para descubrir dentro y fuera de él, mundos desconocidos, de sabiduría y verdad, que existen en la vida de la humanidad sin que ésta lo perciba. 5. Quien llega a descubrir esa senda, ya no puede detenerse, porque habiendo despertado sus sentidos y sus dones espirituales sensibilizándose, hoy escucha voces de la Naturaleza, mañana percibe mensajes del Reino Espiritual, más tarde oirá la voz de su Señor en una comunicación de espíritu a Espíritu, fruto del amor entre el Padre y sus hijos. 6. Pueblo: No envidiéis a estos portavoces por quienes me comunico, porque si en verdad os preparáis en materia y en espíritu, llegaréis a superarles después de que esta comunicación haya pasado. 7. Un tiempo de maravillas, pruebas y prodigios está reservado a este pueblo, testigo de mi comunicación en este Tercer Tiempo. 8. Aún no he dicho mi última palabra en la que os haré grandes revelaciones; pero mi voluntad y mis mandatos están escritos en la conciencia de todo este pueblo, para que tengan pleno conocimiento de cómo habrá de ser el final de mi manifestación, así como el día elegido y marcado para mi postrera lección. 9. Es necesario que comprendáis que he venido a enseñaros todo lo que debéis saber para poder penetrar en los mundos o moradas que os esperan, porque así como vuestro espíritu tuvo que ser preparado en el valle inmediato en que anteriormente moraba para poder encarnar y habitar en la Tierra, así habrá de prepararse para retornar al Valle que dejó, aunque a moradas más elevadas en amor, en pureza y en sabiduría. 10. No dudéis de mi palabra; os cumplí en el Primer Tiempo mi promesa al librar a Israel de la esclavitud de Egipto, que significaba idolatría y tinieblas, para llevaros a Canaán, tierra de libertad y culto al Dios viviente. Allí os fue anunciado mi advenimiento en cuanto hombre y la profecía fue cumplida palabra por palabra en Jesús, El Maestro que habitó y os amó, prometió manifestarse en espíritu y aquí tenéis el cumplimiento de esa promesa. 11. Hoy os anuncio que tengo reservadas para vuestro espíritu maravillosas regiones, moradas, mansiones espirituales donde podéis encontrar la libertad verdadera para amar, para extender el bien y hacer la luz. ¿Dudaréis de ello, después de haberos cumplido todas mis anteriores promesas? 12. Sabed que los grandes espíritus trabajan en mi Obra eternamente: Elías, destinado a anunciar la llegada del Maestro entre sus discípulos, es la luz que abre brecha a los espíritus, descendiendo hacia los perdidos del camino, hacia los que duermen o han muerto a la fe en la vida espiritual, para envolverse en el fuego de amor que de él emana, fuego que es fe, exterminio del mal y purificación. Su voz llama en cada nación, su fuego purificador avanza. Ciertamente la purificación deja a su paso una estela de dolor, más pronto llega un divino consuelo, representado en María, a derramar su bálsamo en todo corazón sollozante, en toda criatura atormentada por el dolor. 13. Luego llegaré a visitar corazón por corazón para hacer oír mi divino llamado a los hombres, diciéndoles tan solo: "Seguidme". 14. Mi Doctrina desarrolla al hombre en todas sus fases; sensibiliza y ennoblece al corazón, despierta la mente y perfecciona y eleva al espíritu. 15. Haced de mi Doctrina un profundo estudio que os permita comprender la forma justa de practicar mis enseñanzas, con el fin de que vuestro desarrollo sea armonioso, es decir, que no sólo deis desenvolvimiento a la mente sin preocuparos por los sentimientos que debéis cultivar o por los ideales del espíritu, que debéis alentar. 16. Todas las potencias de vuestro ser, pueden encontrar en mi palabra la senda luminosa por donde podrán evolucionar y perfeccionarse hasta lo infinito. 17. Os he dado tiempo suficiente para asimilar y comprender mis enseñanzas, tanto que muchos de vosotros que llegasteis niños, sois ahora jóvenes, así como otros que llegaron jóvenes, son ahora ancianos. Unos han nacido en este camino y forman ya parte del número de mis labriegos y otros han exhalado el último suspiro ocupando su lugar entre mis escogidos. 18. He concedido el tiempo suficiente a este pueblo, para que en él se avive la luz de una fe firme y verdadera y para que su espíritu tenga un profundo conocimiento de mi Obra. Mi palabra os prepara para cuando dejéis de escuchar esta voz y tengáis que concentraros en el fondo de vuestro ser, podáis sentir mi presencia y recibir mi inspiración. 19. Mi lección está siendo escrita en vuestra conciencia; ahí está el arca que mejor guarda mi Ley, para que cuando los tiempos pasen y estas horas de recreo espiritual que tenéis con vuestro Maestro queden distantes, la esencia de mi palabra vibre llena de vida en vuestro espíritu, fresca, palpitante de amor y de sabiduría. 20. En mi palabra encontraréis que a cada paso os digo que alcancéis la espiritualidad porque será lo que deba distinguiros en la Tierra. Sin la espiritualidad no podréis dar a vuestros hermanos el testimonio que debéis dar. 21. No temáis porque Yo haga cesar mi palabra entre vosotros; mi Obra no decaerá, ni vuestro espíritu desmayará. Tengo dispuestos en el valle espiritual a los seres que deberán llegar a encarnar para ser guías y profetas de los pueblos; seres de luz, espiritualistas que os enseñarán a dar un paso hacia adelante en la senda abierta por mi palabra. 22. Hoy quiero deciros que así como aquí necesitáis que vengan del Valle Espiritual seres de luz que os ayuden en la jornada, también hay moradas espirituales que están necesitando que algunos de vosotros lleguéis a ellas con la luz de mi enseñanza. No sabéis quienes de los que en estos instantes me escuchan tendrán que partir pronto en pos de una misión espiritual. Esa es la razón por la que hace tiempo se están purificando muchos corazones y por la que, a cada día que pasa, sienten su espíritu más dentro de mi Obra. 23. Quiero que entre mis huestes espirituales estén algunos de vosotros, para unirlos con aquellos que en esta Obra bendita de restitución y de justicia trabajan Conmigo por la salvación de todos los seres que caminan fuera del sendero de la vida y la verdad. 24. Guardad en vuestra conciencia esta palabra que podrá serviros de preparación en el instante supremo de abandonar esta existencia para liberaros espiritualmente. 25. ¡Hermoso tiempo de revelaciones es éste, oh pueblo amado! ¡Tiempo de luz que eleva a los espíritus! ¡Bienaventurados los que se preparan, porque ellos reciben mi luz en plenitud! 26. Mas, pensad que son apenas los principios de una era, que no os he revelado todo cuanto este tiempo reserva a los hombres, ni todo lo que habéis recibido ha sido ya comprendido por vosotros. 27. Días, años y siglos pasarán en los que esta humanidad será testigo de maravillosas luces y revelaciones espirituales jamás conocidas. 28. Esos tiempos se acercan, por eso debéis preparar el camino a los que vendrán a ocupar vuestro lugar; debéis bendecir la senda con vuestras buenas obras, entonces habéis iniciado la construcción del templo verdadero, que otros vendrán a continuar y más tarde otros vendrán a concluir. 29. Os he dado mi enseñanza por largo tiempo para que ella, como buena semilla, eche profundas raíces en vuestro corazón y viváis con el testimonio presto a desbordarse ente vuestros hermanos. 30. Formad con mi palabra un libro. Extraed de ella la esencia, para que alcancéis a tener el verdadero concepto de la pureza de mi Doctrina. En la palabra trasmitida por el portavoz, podéis encontrar errores, mas no así en la esencia. Mis intérpretes no siempre han estado preparados; por eso os he dicho que no la miréis superficialmente, sino que penetréis en su sentido, para que podáis encontrar su perfección. Orad y meditad, para que podáis comprenderla. 31. Todos necesitáis fe para vivir. ¡Ay de aquel que sólo vive para las vanidades del mundo porque su espíritu estará vació y al final de su jornada terrestre, no podrá presentar cosecha alguna! Pensad que habéis sido enviados a la Tierra para desempeñar una misión espiritual, que después tornaréis a Mí; mientras, la materia irá a confundirse con la tierra de la cual ha brotado. Para alcanzar una gran fe, inspiraos en mi amor, haced de vuestro corazón un templo. Cerrad los ojos del cuerpo y abrid los del espíritu, para que miréis más allá de vuestro mundo. Yo estoy fuera y dentro de vosotros, en lo más íntimo de vuestro ser, velando y vigilando a vuestro espíritu. Conozco todos vuestros anhelos y esperanzas y os digo: Escalad el monte del perfeccionamiento llenos de paciencia y sacrificio. Cuando estéis cerca del final, entreabriré las puertas de mi Reino, para que presintáis mi paz y seáis fuertes en la última hora. 32. Todo evoluciona. El hombre adelanta en su ciencia, mas no aprovecha este saber que ha adquirido en hacer el bien, no sabe consolar ni proteger a sus semejantes. Las ambiciones y el mal entendimiento del libre albedrío, han causado una nueva guerra y su consecuencia es el dolor. Contemplo orfandad, miseria, desolación y muerte por doquier, y de todo esto me responderéis. ¿Qué habéis hecho de mi palabra? La habéis desoído y os perdéis en un mar de dolores y confusiones, y aun así, no será la última guerra que haréis, más el juicio se acerca para todos. Están en mi presencia jueces y reos, verdugos y víctimas. Todas las naciones oirán mi voz. Yo os invito a orar en esta hora suprema y os doy la luz de mi Espíritu. 33. Mi creación es constante y nada muere. Si el dolor consume la carne y el espíritu queda desnudo sin haber cumplido su misión en la Tierra, Yo le daré una nueva vestidura corporal y le haré tornar a ella. 34. Os invito a hacer obras espirituales que perduren a través de los tiempos. Edificad sobre tierra firme, para que no haya elemento alguno que destruya lo que habéis hecho. 35. Estáis frente a mi mesa, sentaos en torno mío y escuchadme. 36. Es mi voluntad que en este tiempo, todo hombre y todo espíritu alcance este conocimiento divino que el Espíritu Santo ha venido revelándoos. 37. Mi palabra en este tiempo ha sido como un libro de sabiduría que se ha abierto ante los hombres. 38. A vosotros, a quienes he nombrado mis discípulos, os hago celosos guardianes de esta enseñanza. 39. Sois la familia humilde de Jesús, a quien se le ha confiado una heredad. Comprended que Yo, el Maestro, he venido a manifestaros mi voluntad. 40. Ninguno de los que habitan la Tierra, conoce la morada celestial. Sois aun peregrinos en el desierto de la vida, algunos caminan errantes sin saber a dónde van; pero desde la eternidad os está esperando el amor de vuestro Padre, por eso desciendo a ayudaros en vuestra fatigosa jornada, para que lleguéis al seno de donde partisteis. 41. Antes quiero unificaros en el amor, para que los méritos que hagáis, luchando por acercaros, perdonándoos unos a otros y estrechándoos con fraternidad, os acerquen a Mí. Tengo preparado el camino para que lleguéis por él a la paz de mi Reino, esa paz que en esta vida no encontráis, porque en ella sólo habéis conocido el dolor. ¿Por qué no seguisteis el camino que os tracé en el Segundo Tiempo? No habríais tropezado ni caído. Ahora sois mis discípulos, porque os amo y quiero daros una nueva oportunidad para salvaros. Vais a aprovecharla, ¿O vais a estacionaros nuevamente? Mirad que lo que os he revelado con tanta sencillez y humildad, es algo que pertenece al arcano del Padre que había estado oculto aun para los sabios y los teólogos. Más, no por saberos poseedores de esta gracia, vayáis a imitar a los hombres de ciencia que debido a sus descubrimientos han caído en vanidad y ceguera, hasta el punto de desconocer a quien todo lo ha hecho. 42. Hoy poseéis vosotros lo que otros han desconocido o despreciado; pero cuando os levantéis a extender mis enseñanzas, no os detengáis a juzgar, si aquél a quien estáis hablando, es digno o no de recibir mis lecciones, aun cuando sean los que más me han desconocido. 43. Vosotros, que al escucharme mostráis vuestro espíritu rebosante de alegría, sois los que daréis a conocer mi Obra. Se acerca la hora de mi partida y debéis estar preparados. 44. En el Segundo Tiempo elegí doce hombres, los cuales después de mi partida, extendieron la buena nueva por el orbe. Doce hombres fueron bastantes para realizar aquella obra. En este tiempo he doctrinado a millares de hombres y mujeres; he enviado en vuestra ayuda a mis huestes espirituales, porque estáis en el tiempo de liberación de los espíritus. Si son muchos mis soldados, es porque ahora la humanidad es mayor y sus pecados y tinieblas más grandes también. 45. Sed humildes y conformes con vuestro destino. 46. A veces formuláis en vuestro corazón esta pregunta: ¿Habré progresado espiritualmente o me encontraré estacionado? Y YO, el Maestro digo a mis discípulos, que si han llegado a sentir el dolor de sus hermanos, han dado un paso hacia adelante; que si han sabido perdonar a los que les hayan ofendido gravemente, han dado un paso más; y que si su corazón ha llegado a identificarse con todos los hombres sin distinción de razas, o clases, han avanzado bastante en el sendero de la evolución espiritual. 47. Y ¿Cuál ha sido el móvil de esos sentimientos y actos? El amor que mi Ley ha sabido inspiraros. Sólo el amor podrá enseñaros mi Doctrina, porque de él se derivan todas las virtudes. Es en vano que los hombres traten de encontrar la solución a sus problemas por otros medios; inútilmente querrán establecer la paz en el mundo, si ella no está cimentada en el amor de los unos hacia los otros. 48. Sin embargo, veo que mi Doctrina es vista aún con indiferencia, y a veces hasta con burla por quienes sólo ven la vida a través de los sentimientos que les inspira un corazón materializado y egoísta; más Yo os digo que hasta ellos llegarán a convencerse de que sólo una moral elevada, un conocimiento claro y una razón justa, serán las que puedan llegar a salvar a la humanidad del abismo en que ha caído. Y esa moral elevada, la puede dar únicamente la espiritualidad que vengo enseñándoos, esa limpidez de vuestras obras ante la luz de la conciencia y esa justicia para razonar, las encontraréis sólo en mi palabra, porque Yo no vengo hablando de imposibles, ni vengo a enseñaros sólo fantasías; mi Doctrina se basa en la realidad, en la verdad. 49. Imposibles son los que ha tratado de realizar el hombre a través de los medios que no os ha aconsejado mi Ley de amor y de justicia, y si Yo le he permitido que obre con libertad, es para que experimente por sí mismo, aun cuando siempre ha tenido mi Ley presente en su conciencia. 50. Si el corazón de los hombres no se hubiese endurecido tanto, el dolor de la guerra hubiera bastado para hacerle reflexionar sobre sus errores y hubiera vuelto al camino de la luz; pero aún tiene el recuerdo amargo de aquellas matanzas humanas y ya se está preparando para una nueva guerra. 51. ¿Cómo podréis concebir que Yo, el Padre, el Amor Divino sea capaz de castigaros con guerras? ¿Creéis que quien os ama con amor perfecto y desea que os améis los unos a los otros, pueda inspiraros el crimen, el fratricidio, la muerte, la venganza y la destrucción? ¿No comprendéis que todo ello se debe al materialismo que ha acumulado la humanidad en su corazón? 52. Los hombres se han alejado de la senda que les marca su conciencia, han perdido la razón, se han apartado del sendero de la moral y de los buenos sentimientos. No han querido detenerse a tiempo, no han meditado y van hacia el fondo del abismo que han labrado, al encuentro de las tinieblas. Sin embargo, mi amor les ha perdonado sus faltas y mi luz ha tratado de detenerles, mostrándoles que van por un camino equivocado; pero mi Ley respeta el libre albedrío de que les he dotado, aunque mi justicia les dejará que recojan el fruto de lo que van sembrando en su vida. 53. Y cuando parezca que todo ha terminado para el hombre y que la muerte es la que ha vencido o que el mal es el que ha triunfado, de las tinieblas surgirán los seres a la luz; de la muerte resucitarán a la verdadera vida, y del abismo del mal se levantarán a practicar la Ley eterna de Dios. 54. No todos conocerán el abismo porque así como unos han procurado permanecer aislados de esa guerra de pasiones, de ambiciones, de odios y han vivido en las afueras de la Nueva Sodoma, otros que si habían pecado mucho, sabrán detenerse a tiempo, y con su arrepentimiento oportuno y su completa regeneración, evitarán muchas lágrimas y mucho dolor. 55. Los que estáis escuchándome, no alimentéis ni contribuyáis en forma alguna a esas guerras, perseverad en mi camino para que vuestra vida y vuestras palabras, así como vuestras obras, sirvan para que muchos corazones se detengan a tiempo en su vertiginosa carrera, para que experimenten mi paz y se liberen de tener que beber ese cáliz de amargura. 56. Aprovechad este día que dedicáis a vuestro Creador. Vuestro corazón se prepara y late de amor hacia mi Divinidad y os llenáis de mi gracia porque os hacéis dignos de recibir mi presencia. 57. Dejad que la alegría de vuestro espíritu se refleje en vuestra materia, que no por ello será alegría insana. ¿Cómo podría estar alegre vuestro espíritu y al mismo tiempo triste vuestro corazón si ambos viven en armonía? 58. Es bello ese estado cuando proviene del goce del espíritu. Buscad la perfección de vuestras obras, porque en la perfección está la suprema dicha. 59. ¿Qué imperfección encontráis en la Creación? Ninguna, me decís. Sin embargo, las imperfecciones abundan y esas se encuentran en las obras de los hombres. Haced mi voluntad, porque todo lo que se haga fuera de la Ley es imperfecto. 60. Comprended: No deis rienda suelta a la imaginación, no juzguéis las obras de vuestros hermanos. Os quiero buenos y además, deseo que lleguéis a ser perfectos, porque vosotros aparentemente tan pequeños, sois más grandes que los objetos materiales y los mundos, porque tenéis vida eterna, sois una chispa de mi luz. Sois espíritus. Es menester que reconozcáis lo que es espíritu para que podáis comprender por qué os llamo al camino de perfección. 61. En vuestro dolor, he venido a buscaros para salvaros, es el amor de vuestro Padre que no se ha cansado aún de llamar a las puertas de vuestro corazón. 62. Desde 1866, a través de hombres inspirados por Mí, he venido a comunicarme con vosotros para mostraros el camino del bien y la justicia. 63. El Maestro os dice: Es mi voluntad testificar que esta es la Tercera Era. 64. En el Primer Tiempo, Abraham pactó con el Padre. En el Segundo Tiempo, Cristo selló con su sangre el pacto que hizo con los hombres, porque con su sangre, que quiere decir amor, vida, sacrificio y perdón, mostró al mundo el camino para la redención de sus culpas, dando salvación y vida eterna al espíritu. 65. En este tiempo vengo a desbordar mi luz en el espíritu, porque si queréis llegar a Mí en cuanto hombre, jamás lo lograréis porque la mansión prometida en la eternidad es para el espíritu. 66. Os recomiendo mi enseñanza para que en la misma forma que os la doy la transmitáis a vuestros hermanos, más nunca discutáis con violencia al enseñarla. Cuidaos de censurar lo que no conocéis, pero comprended que un ejemplo limpio será suficiente para convertir a los hombres a la espiritualidad. 67. En mi mandato en que os digo: "Amaos los unos a los otros", está condensada mi enseñanza. ¿Por qué si al crearos os di a todos el mismo grado de comprensión, no todos me han llegado a comprender? ¿Por qué mientras unos saben dar a Dios lo que es de Él y al mundo lo que a él pertenece, otros se lo dan todo al mundo, del que llegan a hacer su dios, su paraíso y su gloria? Porque han olvidado que os dije en el Segundo Tiempo: "Mi Reino no es de este mundo". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 6 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 7 ENSEÑANZA N° 175 1. La luz de mi espíritu ha venido a revelaros todos los dones que existen en vuestro ser, todo lo que desde vuestro origen habéis llevado con vosotros sin presentirlo, os he hecho saber que ya es tiempo de que os conozcáis verdaderamente, de que os encontréis a vosotros mismos y sepáis cuál es vuestra heredad, para que seáis grandes de espíritu. 2. De tiempo en tiempo os he hecho revelaciones; primero fue la ley, más tarde mi doctrina y finalmente el conocimiento pleno de vuestra misión espiritual. 3. Decís que Yo he estado tres veces con los hombres, más lo cierto es que siempre he estado con vosotros; Yo soy aquel Padre que en el Primer Tiempo reveló su ley de justicia a la humanidad, que en el Segundo hizo encarnar su Verbo en Jesús, su Hijo, y que ahora se manifiesta espiritualmente al mundo, y os he dado con ello una parábola divina a través de las eras, cuyo sentido os habla de vuestra evolución espiritual y os hace saber que quien os ha hablado a través de los tiempos ha sido un solo Dios, un solo Espíritu y un solo Padre. 4. ¿Me preguntáis qué pretendo al manifestarme espiritualmente a la humanidad de este tiempo? Yo os contesto, que lo que busco es vuestro despertar a la luz, vuestra espiritualidad y vuestra unificación, ya que en todos los tiempos habéis estado divididos, porque mientras unos han buscado los tesoros del espíritu, otros se han consagrado a amar las riquezas del mundo. Espiritualismo y materialismo en pugna constante, espiritualistas y materialistas que nunca han podido entenderse entre sí. 5. Recordad que Israel estando en espera del Mesías, cuando lo tuvo frente a sus ojos se dividió en creyentes y en negadores de mi verdad. La explicación es sencilla: creyeron los que me esperaban con el espíritu, y me negaron los que me esperaban con los sentidos de la materia. 6. Nuevamente esas dos fuerzas habrán de enfrentarse, hasta que de esa lucha surja la verdad. La lucha será enconada porque a medida que los tiempos pasan, los hombres aman más lo terrenal, en virtud de que su ciencia y sus descubrimientos los hacen sentirse en un reino propio, en un mundo creado por ellos. 7. Los hombres de ahora han extendido sus dominios, señorean y cruzan toda la tierra; ya no hay continentes, tierras, ni mares ignorados; han trazado caminos por tierra, por mar, por aire, y no conformes con lo que en su planeta poseen como heredad, sondean y escrutan el firmamento en busca de mayores dominios. 8. Yo bendigo en mis hijos el anhelo de saber y me es infinitamente grata su ambición de ser sabios, grandes y fuertes; mas lo que no aprueba mi justicia, es la vanidad en que muchas veces fincan sus ambiciones o la finalidad egoísta que en ocasiones persiguen. 9. Yo no vengo a impedir que los hombres aumenten sus conocimientos, ni vengo a ocultarles la luz de la ciencia. Cuando deposité en la tierra la semilla humana y le ordené crecer y multiplicarse, también le dije que enseñoreara la tierra, es decir, que el hombre fuera, entre todas las criaturas que habían de rodearle, el ser consciente, conocedor de las leyes humanas y de justicia divina y cultivador de virtudes, en torno al cual girasen armoniosamente todos los seres y los elementos. 10. ¡Cuán lejos de la armonía ha vivido el hombre desde que inició su tránsito sobre la tierra! De ello dan prueba sus incesantes tropiezos, el inagotable cáliz de sufrimientos que ha padecido, su falta de paz. 11. Os estoy dando la nueva lección, que será para todos los hombres. No todos han orado esperando mi llegada, pero el dolor les ha mantenido alerta y les ha preparado para recibirme. La humanidad ya tiene la experiencia que desde el Segundo Tiempo le dejó el pueblo de Israel, para que nadie intente desafiar a la divina justicia. ¿Acaso no sabéis que a los pobres de espíritu que anhelaban la venida del Señor para recibir de El la luz de la esperanza y del saber, les fueron dados los dones de la profecía, de la ciencia divina y del poder espiritual? Si me preguntáis por el paradero de aquellos espíritus, os diré que están habitando moradas donde todo lo que existe de grande en este planeta, es ante ellos como simple polvo de la tierra. Más si me preguntáis qué fue de los que nada aceptaron de mi reino porque les pareció pobre mi palabra y mis promesas, os diré que ellos son de los que encarnan y reencarnarán hasta la completa evolución de su espíritu, porque pidieron oro, poder y en justicia para su restitución espiritual, les fue concedido el mundo con sus mezquinas riquezas y su falso poder. Han sido tocados por la justicia divina, pero nunca desechados del camino de salvación que lleva al reino de mi Espíritu, a ellos les buscaré afanosamente para hacerles comprender que éste es el Tercer Tiempo, precisamente aquél en el que se consuman los tiempos, de los que hablé al referirme al juicio del pueblo judío. 12. Todos tenéis una cita Conmigo y os habréis de reunir para escucharme, porque todos tendréis que oírme. 13. Todo será puesto en la balanza de mi justicia, donde serán pesadas todas las obras que estén sin juzgar. Mi presencia y mi poder se harán sentir cual nunca se habían manifestado, porque después del caos, todo tendrá a volver a su cauce. 14. ¡Orad y velad continuamente para que no seáis sorprendidos, oh pueblo; más de cierto os digo, que si velaseis y oraseis por el mundo, habrá un manto invisible que os protegerá, porque supisteis amar a vuestros hermanos y sentir como propio su dolor! 15. Os repito que voy a hacer sentir mi presencia, mi poder y mi justicia. Si he permitido que el hombre en su maldad profane cuanto de sagrado existe en la vida, voy a ponerle límite a su maldad; si lo he dejado caminar por la senda de su libre albedrío, voy a probarle que todo en él tiene un hasta aquí; si lo he dejado colmar sus ambiciones de poderío y de grandeza en el mundo, voy a detenerle en el camino, a hacerle mirar su obra a través de su conciencia, para que pueda responder a mis preguntas. 16. He permitido que el dolor, la destrucción y la muerte se dejen sentir en vuestra vida, para que esos frutos tan amargos os hagan comprender la clase de árbol que cultivasteis; mas también Yo haré que el dolor desaparezca y deje que el espíritu descanse y medite, porque de él tendrá que surgir el himno de amor a su Creador. Dicho está y también escrito, que ese día llegará, cuando los hombres hayan ataviado su espíritu con la vestidura blanca de la elevación, cuando se amen los unos a los otros. 17. Todos serán salvos, todos serán perdonados, todos serán consolados. ¿Dónde está la muerte, dónde la condena eterna y el infierno sin fin? 18. Yo no creé la muerte ni el infierno, porque al concebir mi Espíritu la idea de la creación, sólo sentía amor y de mi seno sólo brotó vida; si la muerte y el infierno existiesen, entonces tendrían que ser obras humanas, por pequeñas; y ya sabéis que nada de lo humano es eterno. 19. En verdad os digo, que en los instantes en que mi palabra se escucha a través del portavoz, no sólo el espíritu de este pueblo se estremece, sino todos aquellos seres que en el valle espiritual también necesitan de la luz divina. 20. No llega a ellos el sonido de la palabra humana, pero sí la esencia y la inspiración de mis mensajes, porque mi voz es universal y su eco alcanza a todos los mundos y moradas donde habite un hijo de Dios. 21. Yo envío a cada mundo un rayo de mi luz; a vosotros os he hecho llegar esta luz en forma de palabra humana, a otras mansiones les llega por medio de inspiración. 22. En la luz de ese rayo divino se irán uniendo todos los espíritus, haciendo de él una escala que les conduzca hacia el reino espiritual prometido a todos los que sois partícula espiritual de mi Divinidad. 23. Imaginaos el regocijo de todos aquellos seres que en la tierra tuvieron vínculos materiales con vosotros y que hoy habitan el más allá de vuestro mundo, cuando saben que la voz que ellos escuchan, también la oyen en la tierra. Ellos no se han alejado de vosotros, no os olvidan, ni dejan de rogar por los que se quedaron unos instantes más en el valle terrenal. Su caricia y sus bendiciones son continuamente sobre vosotros. 24. Allí habitan los que fueron vuestros padres, hijos, hermanos, esposos, amigos o benefactores, los que en espíritu son simplemente hermanos vuestros, pero su amor por vosotros es el mismo o aún mayor, así como su potestad para ayudaros y protegeros. 25. Orad por ellos, pueblo, no vayáis a dejar de amarles y recordadles, porque vuestro recuerdo y vuestras oraciones son un dulce consuelo en su lucha. Nunca los imaginéis turbados o habitando entre tinieblas, porque sería tanto como si vosotros os sintieseis capacitados para dictaminar un juicio y una sentencia sobre ellos; y si aquí en la tierra los humanos suelen ser tan imperfectos e injustos para juzgar las causas de sus semejantes, ¿Qué será tratándose de juicios sobre algún espíritu? 26. Os digo nuevamente, que a vosotros sólo os toca ayudarles con vuestra oración y con vuestras buenas obras en el mundo. 27. No sintáis la necesidad de que ellos se manifiesten en alguna forma material en vuestra vida, ya sea tomando un cerebro o de alguna otra manera, porque negaríais la espiritualidad que os he enseñado. Tampoco tengáis determinado día del año para invocarles, no; meditad en que lo espiritual vive fuera del tiempo material y por lo tanto, todo instante podrá ser propicio para aproximaros a ellos a través de la oración espiritual. 28. Cuántos de estos seres a quienes muchas veces habéis imaginado sufriendo turbaciones, son precisamente los que han luchado por acercaros a este camino en la tierra. No lloréis entonces por ellos, y mucho menos tengáis luto porque partieron al valle espiritual; no han muerto, simplemente se adelantaron unos instantes al momento en que vosotros habréis de partir; así fue dispuesto por Mí, para que os preparasen el camino. 29. Pueblo: ¿Creéis que sea necesario que os diga, que nada tenéis que hacer en los cementerios, y que las lágrimas que sobre las tumbas derramáis, son las lágrimas de la ignorancia, de la materialidad y el fanatismo? 30. El espíritu del que lloráis, vive, y os obstináis en darle por muerto en aquel cuerpo que desapareció bajo la tierra. Les dais por perdidos, mientras que ellos, llenos de amor os están esperando para daros testimonio de la verdad y de la vida. Les creéis lejanos o insensibles y sordos ante vuestras luchas y penalidades, y no sabéis cuántos pedruscos van apartando de vuestro paso y de cuántos riesgos os van librando. 31. La ignorancia os obliga a ser ingratos y hasta crueles con vosotros mismos y con los demás, aunque debo deciros: ¿Quién puede ser ignorante después de haber escuchado alguna de mis cátedras? 32. Mi palabra es el rayo de luz que ha de envolveros a todos para que quedéis fundidos en el fuego de mi amor; si después de oírla, la creéis y la ponéis en práctica, quedaréis desde ese instante unidos a todos los que me aman, me creen y glorifican. 33. Os he dicho en mis enseñanzas, que la vida es la vía dolorosa del espíritu, y el término de su existencia en la tierra es su calvario, para que procuréis imitarme, poniendo en práctica mis ejemplos. 34. Dichosos los espíritus que saben llegar con fe y virtud hasta la cima, porque en el instante de desprenderse de la materia, experimentan la caricia del Padre como premio a su fortaleza y a su amor. Esos son los que penetran sin tropiezo en la eternidad. 35. Mi palabra en este tiempo ayudará a los hombres a comprender el sentido de mi ley y mi doctrina. El cumplimiento que a ellos dé la humanidad, le proporcionará la felicidad, felicidad del corazón y paz del espíritu, porque la dicha perfecta sólo la encontrará el espíritu en la morada a que él pertenece. ¡Cuántas oportunidades tenéis de ser buenos y útiles a vuestros semejantes! Cada hogar es un campo propicio para sembrar mi semilla; cada ciudad y cada pueblo es como tierra sedienta de caridad y amor, y Yo vengo a convertiros en sembradores para que reguéis de amor y consuelo el mundo y lo sembréis de paz. 36. Obras, palabras, oraciones, son los medios que debéis y podréis emplear para cumplir con la misión de servir y amar a vuestros hermanos. 37. Os he enseñado la oración perfecta, la que es verdadero idioma del espíritu, la que pone al hombre en comunicación directa Conmigo. 38. Os he dado el don de la palabra que es expresión de la luz que hay en el espíritu y del amor que atesora el corazón. 39. Pueblo que me escucháis: No digáis que os estoy pidiendo demasiado, cuando Yo sé mejor que vosotros mismos de lo que sois capaces. Hoy os sentís débiles, torpes, impotentes e indignos, porque examináis vuestro interior y descubrís muchas flaquezas, muchas necesidades que no os dejan sentir el dolor ajeno, pero primero os voy a sanar, a haceros sentir mi paz, a fortalecer vuestro corazón, a limpiar vuestro camino, y entonces no sentiréis timidez ni tendréis dudas, ni os sentiréis incapaces. 40. Por eso os he dejado un tiempo escuchándome, fortaleciéndoos poco a poco en mi palabra, sin enviaros aún a las comarcas a cumplir vuestra misión; más cuando vuestro espíritu se encuentre saturado de mi esencia, no esperará pruebas ni señales para levantarse, porque sabrá recibir por inspiración cuanto deba hacer. 41. Orad, pueblo, y mientras oráis, Yo derramaré mi paz en todos los pueblos de la tierra, bendeciré vuestros hogares e iluminaré vuestros caminos. 42. Os daré una prueba de que es verdad cuanto os he prometido. ¿Qué prueba será esa? La que veáis realizarse en vuestra vida algo que hace tiempo estáis esperando, algo que para algunos es imposible obtener. A unos les llegará pronto lo ofrecido por Mí; a otros les haré esperar; más en verdad os digo, que no habrá uno que no reciba mi prueba de amor. Cuando esa gracia llegue a cada uno de vosotros, recordaréis mi palabra y aumentará vuestra fe. 43. No desesperéis, no derraméis vuestro llanto, sabed esperar esa hora practicando mi enseñanza, orando y velando. 44. ¿Veis cómo en estos instantes en que eleváis vuestro espíritu, os olvidáis de vuestras penas y os llenáis de mi paz? Procurad estar siempre delante de Mí, practicad mi doctrina y veréis prevalecer mi paz y mi luz sobre vuestras vicisitudes y trabajos. 45. Comprended que vuestras penas no son inútiles, que tenéis la misión de templaros espiritual y corporalmente para que podáis formar parte del número de mis sembradores. 46. Los que van a llevar consuelo a los hombres, los que van a levantar a los que han caído, los que van a dar fuerzas a los débiles, tienen que estar iluminados por la luz de la experiencia y tienen que estar fortalecidos en la lucha y en las pruebas. Que no les amedrente ningún cuadro de dolor, que no tiemblen ante la desgracia de un semejante, que no huyan del dolor cuando las manos de sus hermanos se tiendan hacia ellos en demanda de caridad. 47. Allí, entre los que se han endurecido en el vicio y en el dolor, vais a ver surgir a muchos hacia la luz, buscando la regeneración y la espiritualidad; más para que esa inspiración llegue a ellos, tenéis que depositar en su corazón una verdadera prueba de fraternidad, una acción que sea el rayo de luz que ilumine las tinieblas de aquel ser. 48. Comprended entonces, que el dolor que os ha acompañado en muchas formas, ha sido el cincel que interiormente ha estado modelando a vuestro espíritu para el desempeño de una delicada misión. 49. La lección que en este Tercer Tiempo he venido a daros, es un nuevo testamento que quedará unido a los de los tiempos pasados, porque los tres forman una sola revelación. 50. Mi luz iluminará el entendimiento de los hombres destinados a unir en un solo libro todas mis enseñanzas. 51. Mis siervos espirituales guiarán la mano de mis elegidos para que en ese libro no exista mancha alguna. 52. Las diferencias que entre este pueblo han existido, sus discusiones y su desunión, desaparecerán cuando os profundicéis en el análisis de ese libro y lleguéis a comprender la verdad de mi obra. 53. Hoy no os dais cuenta aún de las consecuencias que vuestra desunión va a ocasionar, pero en verdad os digo que mañana vais a llorar a causa de ello. ¡Cuántas veces os he pedido la unificación de pensamientos, de prácticas, de espíritus; otras tantas han sido las que habéis desoído mi divino consejo! 54. Os he inspirado para que forméis un pueblo, dándoos el nombre del nuevo Israel; os he dado misiones y cargos diversos, para que en vuestra jornada y en vuestras luchas contéis con todos los elementos necesarios, como aconteció con Israel en el Primer Tiempo, cuando cruzó por el desierto en pos de la "tierra prometida" mas no habéis tratado de comprender hasta ahora mis mandatos, ni habéis querido observar el ejemplo de unión que aquel pueblo dejó escrito, ejemplo imborrable porque fueron su armonía y su unión las que lo hicieron vencer las vicisitudes que en su camino encontró. 55. Una nueva "tierra de promisión" os espera a vosotros, pero aún os encontráis distantes de ella. Vais cruzando ya el extenso desierto, dejasteis atrás la esclavitud del Faraón y ya recibisteis la ley; sin embargo no habéis abandonado por completo la idolatría y sin daros cuenta adoráis al "becerro de oro". 56. Tendrán que llegar hasta vosotros las pruebas, los obstáculos y las persecuciones para que despertéis de vuestro sueño. Entonces si estaréis dispuestos para cumplir mis mandatos y seréis celosos para velar por la obra que os he revelado, como en aquel tiempo los israelitas construyeron el tabernáculo y el arca para guardar la ley, porque las pruebas les habían despertado a la luz. 57. Ahora vuestro espíritu será vuestro tabernáculo, y vuestra arca la conciencia. Allí estará mi ley iluminando la senda del pueblo del Señor. 58. No ha surgido en este tiempo un hombre que, imitando a Moisés, camine delante de este pueblo, alentando con prodigios su fe, pero con un poco de preparación podríais sentir la presencia espiritual de Elías, que es quien os guía, os alienta e inspira en esta jornada. 59. Están llorando las multitudes que me escuchan. Sólo Yo sé el porqué de sus quejas, sólo Yo conozco todos los obstáculos y dificultades que a su paso han encontrado y que les van deteniendo. 60. Perseverad, multitudes, sedme fieles y veréis abatidos los obstáculos. Orad y trabajad cada vez con mayor verdad, pureza y perfección, para que en el desempeño de vuestra misión encontréis el consuelo y la fuerza necesaria para sobrellevar las vicisitudes de la vida. Si así camináis, cuando menos penséis miraréis despejado el sendero y desaparecidos los tropiezos. 61. Vosotros sois mis campos donde por ahora crece juntamente el trigo y la cizaña. No es aún la hora de segar; pero cuando llegue, serán juzgadas las obras de cada uno de vosotros; entonces dejaré en la tierra a los buenos discípulos y levantaré de este mundo a quienes no hayan dado frutos de unificación y espiritualidad. 62. Velad y tened en cuenta mi palabra; no por haber recibido de Mí cargos y misiones muy grandes, os confiéis, creyendo que mi justicia nunca puede llegar hasta vosotros. Recordad a David y a Salomón, quienes habiendo sido grandes delante de su pueblo; se durmieron en su grandeza, faltaron a la ley y vieron llegar sobre ellos mi divina justicia, inexorable y sabia, cuando creían que por ser tan amados del Padre, jamás serían tocados por El. 63. Pensad, oh pueblo, en las generaciones nuevas. Pensad en vuestros hijos como lo hicieron los patriarcas, quienes prepararon a sus pueblos para que supiesen recibir la llegada del Mesías. 64. Orad por los que vienen, preparadles con caridad y amor el camino, comprended que ellos tendrán que cumplir misiones aún más elevadas que las vuestras y que será bueno que encuentren una huella de espiritualidad por donde caminar. 65. ¿Cuál será esa huella? La de vuestra vida, la de vuestras obras. 66. Todo espíritu tiene una gran deuda con su Padre. Mi amor por vosotros y mi justicia, os han ofrecido en la tierra esta nueva oportunidad de justificaros delante de Mí, de restituir espiritualmente y de purificaros para que podáis pasar a la siguiente morada. 67. ¡Oh bendito Tercer Tiempo, eres el portador de todo cuanto el mundo necesita para salvarse de su esclavitud! ¡Bienaventurados quienes aprovechen tu luz porque ellos serán salvos! 68. A lo largo de vuestra jornada espiritual Yo os he guiado, os he probado y preparado para la revelación de este tiempo. No serán los hombres quienes organicen al nuevo pueblo de Israel; seré Yo quien lo forme, lo depure, lo eleve y lo envió al mundo a cumplir su misión. Mientras este pueblo va creciendo y se va preparando. Yo le voy iluminando los caminos, abriendo las puertas y derribando los obstáculos para que pase. Así lo hice con Israel cuando lo saqué de Egipto y lo llevé por el mar y por el desierto. 69. Este pueblo trae la misión de despertar espiritualmente a la humanidad; más cuando haya cumplido, y los hombres se den cuanta del tiempo en que viven, veréis surgir de su corazón un anhelo de luz y de su espíritu un ideal de elevación, que conmoverá la vida humana hasta sus raíces y transformará al mundo. 70. La conciencia será escuchada y obedecida; los llamados del espíritu serán entendidos; los anhelos espirituales serán tomados en cuenta y respetados y en todas partes brillará el deseo ferviente de conocer a Dios, de sentirlo, de acercarse a Él, de sembrar su verdad. 71. Estas profecías habrán de cumplirse entre los hombres, cuando el hambre y la sed espiritual les hayan llevado hasta los límites de su resistencia, cuando, abatida su soberbia, se confiesen delante de su Señor; cuando desciendan de sus tronos, de sus tribunas y de sus sitiales, desde donde han tratado de ignorarme, desde donde me han juzgado y negado, y arrepentidos de sus errores vuelvan sus ojos hacia Mí y me hablen como hijos, a un Padre que les ha estado esperando por siglos y siglos. 72. ¡Hasta donde se ha iluminado el hombre en su materialismo, llegando a negar a quien todo lo ha creado! ¿Cómo ha podido la mente humana ofuscarse a tal grado? ¿Cómo ha podido vuestra ciencia negarme y profanar la vida y la naturaleza, como lo ha hecho? 73. En cada obra que vuestra ciencia descubre, está mi presencia; en cada obra se manifiesta mi ley y se deja escuchar mi voz. ¿Cómo es que estos hombres no sienten, ni ven, ni escuchan? ¿Por ventura es una prueba de adelanto y de civilización el negar mi existencia, mi amor y mi justicia? No estáis entonces más adelantados que los hombres primitivos, que supieron descubrir en cada elemento y en cada maravilla de la naturaleza la obra de un ser divino, superior, sabio, justo y poderoso, al que atribuyeron todo bien en todo lo existente, y por eso lo adoraron. 74. A través de una inteligencia naciente, trataban de comprender lo que sus sentidos corporales recibían; ¿Qué culto perfecto podían ofrecerme? ¿Qué comprensión podían tener de la verdad? Sin embargo, su asombro, su fe y su culto eran recibidos por Mí como las primicias de un extenso campo que mi Espíritu habría de cultivar a través de las eras. 75. Desde entonces hasta ahora, ¡Cuántas lecciones ha dado a la humanidad! ¡Y cuántas revelaciones le he hecho! Sin embargo, cuando esta humanidad ya debiera haber alcanzado la cumbre de la comprensión y cuando su culto debiera ser perfecto, es cuando su ciencia egoísta, soberbia e inhumana se ha levantado para negarme y cuando los cultos que existen viven en el letargo de la rutina y de las tradiciones. 76. Yo os di el don del libre albedrío y he respetado esa bendita libertad concedida a mis hijos; pero también puse en vuestro ser la luz divina de la conciencia, para que guiados por ella encaucéis vuestros dones; y Yo os digo que en la lucha del espíritu y la materia ha sufrido el espíritu una derrota, una caída dolorosa, que poco a poco lo ha ido alejando más y más de la fuente de la verdad. 77. Mas su derrota no es definitiva, es pasajera, porque del fondo del abismo se levantará cuando ya no pueda soportar su hambre, su sed, su desnudez y sus tinieblas. Más el dolor será su salvación, y oyendo la voz de su conciencia se levantará fuerte y luminoso, ferviente e inspirado, tomando nuevamente sus dones, pero ya no con aquella libertad de aplicarlos al bien o al mal, sino consagrándolos tan sólo al cumplimiento de las leyes divinas, que es el mejor culto que podéis ofrecer a vuestro Padre que tanto os ama. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 176 1. Sed fuertes ante las tentaciones del mundo y de la materia. Cuando os encontréis ante los dolores de una prueba, recordad mis lecciones del Segundo Tiempo y seguid mi ejemplo. 2. ¿Me preguntáis cómo fue posible que a Jesús le tocasen las tentaciones del mundo? A lo que Yo os contesto, que no fueron tentaciones bajas las que tocaron el corazón de vuestro Maestro. 3. El cuerpo que tuve en el mundo fue humano y sensible, era el instrumento que utilizó mi Espíritu para entregar mis lecciones a la humanidad. Sabía la prueba que le esperaba porque mi Espíritu se lo revelaba y aquella materia sufrió por el dolor que lo aguardaba. 4. Quise que aquel cuerpo os diese aquellas muestras de humanidad para que quedaseis convencidos de que mi dolor fue real y mi sacrificio en cuanto hombre, verdadero. 5. De no haber sido así, mi sacrificio no hubiese tenido mérito ante los hombres. Por eso tres veces invocó Jesús la fuerza de mi Espíritu que era quien le animaba, para vencer en la dura prueba. La primera vez fue en el desierto, la segunda en el huerto de los olivos, la tercera en la cruz. 6. Menester fue hacerme hombre y entregaros mi cuerpo y sangre para que en ese cuerpo hiciese mella el dolor que la humanidad le infiriese. Si hubiese venido en Espíritu, ¿Qué sacrificio hubiera hecho por vosotros? ¿A qué hubiese renunciado y qué dolor podríais haberme hecho sentir? 7. El Espíritu Divino es inmortal, el dolor no llega a Él, más la carne es sensible al dolor, es limitada en sus potencias, es mortal por naturaleza; por eso elegí ese medio para manifestarme al mundo y ofrecerle mi sacrificio verdadero, para enseñaros el camino de vuestra salvación. 8. Mientras seáis pecadores, tenedme presente en aquella pasión y recordad aquella sangre, para que, arrepintiéndoos de vuestras faltas, os purifiquéis y tratéis de imitarme en aquel ejemplo de amor infinito que os di. 9. Mientras seáis hombres, recordadme en aquella cruz, perdonando, bendiciendo y sanando a mis verdugos, para que vosotros a lo largo de vuestro pesado camino, también bendigáis a quienes os ofenden y hagáis todo el bien posible a quienes os hubiesen causado algún mal. Quien obre en esa forma, será mi discípulo y en verdad os digo, que su dolor será siempre breve, porque Yo le haré sentir mi fuerza en los instantes de su prueba. 10. Muy pocos son los que anhelan enseñar a su hermanos con los ejemplos del Maestro. Lo mismo entre este pueblo que en la mayoría de las religiones, se da la enseñanza con palabras que carecen de fuerza, porque les falta ser confirmadas con obras y ejemplos de amor. 11. Ahora tenéis oportunidad de escuchar la explicación de mi doctrina, la que irá puliendo vuestro corazón hasta dejarlo preparado para desempeñar la misión que a vuestro espíritu he confiado. 12. No temáis seguir mis pasos porque a ninguno le exigiré que me iguale en mi sacrificio: También debo deciros que solo el cuerpo apuro el cáliz que mi Espíritu le ofreció; otro hombre no lo hubiese apurado, porque mi cuerpo tomó vida en la virtud y se fortaleció en la pureza de Aquélla que ofreció su seno para concebirle: María. 13. Meditad, pueblo, y aprovechad este bendito silencio en que penetráis al escuchar mis enseñanzas. En verdad os digo, que en estos instantes de recogimiento y espiritualidad, mi semilla germinará en vuestro corazón. 14. Alcanzáis en este día la unión y la paz dentro de vuestro corazón, para presentaros ante Mí como un solo ser consciente del acto que va a presenciar al oír mi palabra por medio de un portavoz. Y Yo recibo a vuestro espíritu. Todo lo que me ofrecéis limpio y sencillo en vuestra oración y en vuestras prácticas, lo tomo como el justo tributo de los hijos hacia el Padre Celestial. 15. La más ferviente petición que hacéis, es la de que haya paz en este mundo, que vuelva a los hombres la vida patriarcal de otros tiempos, y Yo os digo que esa paz volverá cuando vosotros, mis nuevos discípulos, hayáis puesto los cimientos de un mundo nuevo, para lo cual os estoy preparando. 16. Cuando miréis en cada semejante un hermano, cuando hagáis desaparecer la diferencia entre unos y otros y me améis en ellos, estaréis mirando los albores de un nuevo tiempo. Y la vida será risueña para el hombre y Yo seré reconocido y amado como Padre. 17. Mi palabra de este tiempo es la misma que os di en Jesús. Es la misma corriente cristalina que bañó vuestro espíritu cuando me seguisteis por las tierras de Palestina. Su esencia os es conocida, su sabor no lo podréis confundir jamás, porque quedó impreso en vuestro espíritu su sello divino. Y ahora, que he descendido para comunicarme por medio de estos hombres y mujeres y oís la palabra que brota por sus labios, reconocéis que sólo puede venir de Mí, y me preguntáis por qué no elegí otra forma para hacer llegar a la humanidad mi mensaje de este tiempo. 18. Me decís que no hay entre vosotros hombres de acrisolada virtud, capaces de servirme. No está Moisés, ni los profetas del primer Tiempo, tampoco está Pedro ni Juan, pero en verdad os digo, que en todos los tiempos he enviado espíritus virtuosos y entre ellos están éstos que me han servido con humildad; amadlos y ayudadlos, porque su cargo es muy grande. He conservado su mente y corazón como una fuente limpia, y muchas veces ha sido el dolor el mejor medio para purificarlos. Su vida es semejante a la de mis enviados de otros tiempos. Yo los bendigo. ¡Bienaventurados los que así me han seguido y han sentido toda la importancia del cargo que Yo les he dado! 19. Os invito a penetrar a mi reino, oh pueblo amado. Así estoy llamando a todas las naciones de la tierra sin distinción alguna, mas sé que no todos me escucharán. La humanidad ha apagado su lámpara y camina entre tinieblas, pero ahí donde sólo se advierte confusión, surgirá un iluminado mío que hará luz en derredor suyo, un guardián espiritual que vele y espere mi señal para dar la voz de alerta que despierte y conmueva a sus hermanos. Dejad que sea el amor de esos enviados semilla fructífera en vuestro corazón; no los desconozcáis si se presentan ante vosotros con la pobreza material; oídlos porque van en nombre mío a entregaros un poder que ahora no conocéis. Os enseñarán la oración perfecta, os librarán de los lazos de materialismo con que estáis atados, para daros la libertad espiritual y podáis elevaros a Mí. 20. Vosotros que me oís, esperáis ansiosamente el cumplimiento de todas mis palabras. Anheláis ver a la humanidad convertida en mi discípulo, me pedís ser de aquellos a quienes Yo envié con difíciles misiones a otras tierras, y en verdad os digo que antes debéis prepararos, porque la lucha que os espera será grande. Mas no todos los enviados de quienes os hablo, están entre vosotros, ni todos habrán oído mi palabra a través de portavoces; muchos de ellos hablarán intuitivamente, porque Yo los he preparado espiritualmente, los he distribuido sabiamente, para hacer llegar mi luz a todos vuestros hermanos. 21. ¿Cómo podéis creer que mientras he descendido a vosotros, pudiese descuidar a otras naciones, si todos sois mis hijos? ¿Creéis que alguien está lejos o fuera de Mí, si mi Espíritu es universal y comprende todo lo creado? Todo vive y se alimenta de Mí. Por eso mi rayo universal ha descendido sobre todo el orbe y el espíritu ha recibido mi influencia en este y en otros mundos, porque he venido a salvar a todas mis criaturas. 22. No quiero que desperdiciéis este tiempo, que paséis por el mundo sin dejar huella de vuestro paso, sino que seáis verdaderos cultivadores de la semilla que os confío y que cuando abandonéis este mundo, sigáis trabajando hasta hacer florecer vuestra siembra en el espíritu de vuestros hermanos. 23. No vengo a ataros a mis mandatos, sólo os inspiro, porque no recibiré otro cumplimiento que no sea el que haya nacido de vuestro espíritu consciente y preparado. Sed libres dentro de mis leyes, pero llevad por hábito la obediencia. Dad cumplimiento a las dos leyes que rigen al hombre, que en esencia forman una sola, porque ambas proceden de Mí. 24. Orad por todos los seres, anhelad la armonía y comprensión de todos hacia Mí, y que vuestra oración se eleve como un canto, como un himno ferviente que levante a los espíritus y les señale el camino por el cual llegarán al final de su destino. 25. Mi doctrina desarrolla al hombre en todas sus fases, sensibiliza y ennoblece al corazón, despierta y profundiza a la mente y perfecciona y eleva al espíritu. 26. Haced de mi doctrina un profundo estudio que os permita comprender la forma justa de practicar mis enseñanzas, con el fin de que vuestro desarrollo sea armonioso; que no sólo deis desenvolvimiento a la mente sin preocuparos por los ideales del espíritu que debéis alentar. 27. Todas las potencias de vuestros ser, pueden encontrar en mi palabra la senda luminosa por donde podrán crecer y perfeccionarse hasta lo infinito. 28. Os he dado tiempo suficiente para asimilar y comprender mis enseñanzas; tan ha sido así, que muchos de vosotros que llegasteis niños, sois ahora jóvenes, así como otros que llegaron jóvenes, son ahora ancianos. Unos han nacido en este camino y forman parte del número de mis labriegos y otros han exhalado el último suspiro ocupando su lugar entre mis escogidos. 29. He concedido tiempo suficiente a este pueblo para que en él nazca una fe firme y verdadera y para que en su espíritu llegue a tener un profundo conocimiento de mi obra. Mi palabra os prepara para cuando dejéis de escuchar esta voz y tengáis que concentraros en el fondo de vuestro corazón para sentir mi presencia y recibir mi inspiración. 30. Mi lección está escrita en vuestra conciencia; ahí está el arca que mejor guarda mi ley, para que cuando los tiempos pasen y estas horas de recreo espiritual que tuvisteis con vuestro Maestro queden distantes, la esencia de mi palabra vibre llena de vida en vuestro espíritu, palpite de amor y de sabiduría. 31. En todas mis lecciones encontraréis que a cada paso os digo que alcancéis la espiritualidad, porque será lo que os haga distinguiros en la tierra. Sin espiritualidad no daréis a vuestros hermanos el testimonio que les debéis dar. 32. No temáis al día en que Yo haga cesar mi palabra entre vosotros; mi obra no decaerá, ni vuestro espíritu desmayará. Tengo dispuestos en el valle espiritual algunos seres que habrán de llegar a la tierra a encarnar para ser guías y profetas de los pueblos, seres de luz, que os enserarán a dar un paso hacia adelante en la senda trazada por mi palabra. 33. Hoy quiero deciros que así como aquí necesitáis que vengan del valle espiritual los seres de luz que os ayuden en la jornada, también hay moradas espirituales que están necesitando que algunos de vosotros lleguéis a ellas con el mensaje de mi enseñanza. No sabéis quiénes de los que en estos instantes me escuchan, tendrán que partir presto en cumplimiento de una misión espiritual. Esa es la razón por la que hace tiempo se están purificando muchos corazones y por la que a cada día que pasa, sienten su espíritu más iluminado por la luz de mi doctrina. 34. Quiero que os unifiquéis con mis huestes espirituales para que con vuestro amor hacia todos vuestros hermanos, trabajéis por la salvación de todos los seres que caminan fuera del sendero de la vida y la verdad. 35. Guardad en vuestro espíritu esta palabra, que podrá serviros de preparación en el instante supremo de abandonar esta existencia para liberaros espiritualmente. 36. ¡Comprended cuán hermoso tiempo de revelaciones ha sido éste, pueblo amado! ¡Tiempo de luz que eleva a los espíritus! Bienaventurados los que se preparan, porque ellos reciben mi luz en plenitud. 37. Mas pensad que son apenas los principios de una era, que no os ha sido revelado todo cuanto este tiempo reserva a los hombres, ni todo lo que habéis recibido ha sido comprendido por vosotros. 38. Días, años y siglos transcurrirán, en los que esta humanidad será testigo de maravillosas luces y de revelaciones espirituales jamás conocidas por su espíritu. 39. Esos tiempos ya se acercan, y por eso vosotros debéis preparar el camino a quienes vendrán a ocupar vuestros lugares; debéis bendecir la senda con vuestras buenas obras; entonces habréis iniciado la construcción del templo verdadero, que otros se encargarán de continuar y más tarde otros vendrán a concluir. 40. Os he mirado luchar con vuestra materia para doblegar su reaciedad; habéis tenido que sostener grandes batallas con vuestro corazón para imponerle obediencia y sumisión. Su naturaleza se rebela a los dictados de la conciencia, pero si perseveráis en la oración, si veláis, haréis de ella la mejor colaboradora en el cumplimiento espiritual. Esa lucha forma parte de vuestra restitución en este tiempo. 41. Todos vuestros atributos han estado en vosotros desde el momento en que fuisteis creados; la inteligencia, la sensibilidad, la razón han iluminado a vuestro espíritu para que pudieseis librar la batalla final. Cuando hayáis vencido sobre el mal y vuestro espíritu sea el piloto que guie a la materia, estaréis en condiciones de ir en busca de vuestros hermanos, llevando un ejemplo claro, de cómo lograr la evolución del espíritu; sin hacer alarde de fortaleza y de dominio, mostraréis vuestras obras y ellas revelarán obediencia y acatamiento a mi ley. 42. Cuando no oigáis ya mi palabra a través de los portavoces y vuestro espíritu se sienta ansioso de practicar lo que Yo os enseñé en este tiempo, cada uno de mis discípulos deberá tomar el grupo que se le sea señalado, como a su propia familia, para enseñarle y guiarle. Emplead siempre la caridad, corregid con amor y sabiduría, haced sentir un ambiente de paz como el que habéis formado hoy, y mi Espíritu se hará presente para inspirar y bendecir a todos. 43. No preguntéis a nadie de dónde viene ni por qué me busca; Elías los conducirá y su hora habrá sido llegada. Desde hoy preparo a los que han de llegar y llamo bienaventurados a los que creen en esta palabra que os he dado por el entendimiento humano. 44. Os estoy enseñando para que seáis el buen sabor de la tierra, para que vayáis a endulzar la vida de los hombres con la buena nueva de que el Maestro ha tornado a ellos en este tiempo de dolores y ha dejado su palabra como una herencia para que todos se sustenten y vivan eternamente. 45. No os encargo a vosotros la transformación completa de esta humanidad; llevad con celo mi palabra a los corazones y ella hará prodigios entre vuestros hermanos. ¡Cuánto consuelo recibirán en sus días de prueba si saben oír e interpretar mi enseñanza, y vosotros cómo añoraréis estas horas que vivisteis cerca de Mí, bebiendo esta esencia divina, sintiéndoos niños para recibir de vuestro Padre toda su ternura y su amor! 46. La humanidad es hoy como campo fecundo para trabajar. Son muy extensas las tierras y escasos los labriegos. ¿Cómo vais a presentarme esta generación convertida a mi enseñanza, si no trabajáis? ¡Tenéis un tiempo limitado y es mucho lo que debéis trabajar! ¡La hora es propicia! ¡Reedificar los templos que se han derrumbado en el interior de los corazones! ¡Ayudad a reconstruir hogares, predicad espiritualmente a vuestro paso con pensamientos, palabras y obras! 47. Velad para que la virtud torne a los seres, y los niños sean fuerte lazo entre el padre y la madre, y los jóvenes, cimiento fuerte de nuevas generaciones, el esposo y la esposa, imagen de Dios y su creación, y todos unidos a los ángeles guardianes que os acompañan, formen Conmigo la armonía perfecta. 48. Vuestras peticiones llegan a Mí, la luz que he derramado ilumina vuestro ser. Todas vuestras obras están presentes y podéis juzgar vuestros méritos. Los dolores que vivís ahora pasarán y la paz brillará en el universo. 49. Orad por las naciones que se debaten en guerra. Compartid vuestro pan y vuestro vestido con aquéllos que han caído en desgracia. Abrid vuestros graneros y dadles de comer. Demostrad vuestra fraternidad en esta hora de angustia para el mundo. Practicad la caridad con los enfermos, preparad al espíritu que ha de partir al más allá, levantad la fe de los tristes, llevad la paz a todos vuestros hermanos. Pedid y Yo haré prodigios entre la humanidad. 50. Vuestro mundo está lleno de esclavos, esa es la causa de que en cada hombre aliente un profundo anhelo de libertad; pero no debéis culpar de ello a las leyes del espíritu, ni a las humanas, sino a vosotros mismos, porque la verdadera ley, ya sea divina o humana, debe conducir, guiar, enseñar y proteger, pero nunca encadenar. 51. Comprended que no sois libres espiritualmente, porque alejados de la esencia divina, de la ley de amor a vuestro Dios sobre todo lo creado, y de amaros los unos a los otros como hermanos en el Creador, os habéis hecho esclavos del fanatismo religioso, de la idolatría y de la superstición. 52. Tampoco sois libres dentro de las leyes humanas, porque éstas, que deberían impartir la justicia entre la humanidad, han sido contaminadas por el egoísmo de los pueblos, por la injusticia y por la mentira. 53. Los que gobiernan y los que están encargados de conducir a los espíritus, son también hijos de mi Divinidad; las leyes que unos y otros aplican deben ser hermanas y, sin embargo, cuán distantes caminan y viven unos de otros. 54. ¿Cuándo podrá llegar la humanidad a "dar a Dios lo que es de Dios y al César, lo que es del César?" 55. Mientras unos se concretan a cumplir únicamente con las normas del mundo, desconociendo toda ley divina, otros buscan la elevación del espíritu a través de los caminos que les marcan las diversas religiones, a pesar de llevar la rebeldía en su corazón, evitando el someterse a las leyes de la tierra. 56. En verdad os digo, que ni uno ni otro están cumpliendo con su deber. 57. ¿Veis el astro rey que aparece por el oriente cada día, cómo alumbra y calienta a todos por igual, sin distinción de ninguna criatura? 58. Así es el amor del Padre para cada uno de sus hijos, y así debería ser vuestro amor y vuestra justicia, para que en esa forma fueran aplicadas mis leyes sobre la humanidad. 59. ¿No contempláis la perfecta armonía que existe entre lo divino y todo lo que ha sido creado por vuestro Señor? Entonces, ¿Por qué entre los humanos que son hijos de Dios, no puede haber armonía perfecta? 60. Bienaventurado el que escuche este llamado y reconozca la era de luz en que vive, porque podrá continuar caminando en la senda de evolución espiritual. 61. Estáis ya en los últimos años en que escucharéis mi palabra, que ha sido en vuestra vida como un destello de mi sabiduría. 62. Esta enseñanza quedará grabada en libros y ella y los discípulos que en verdad os preparen y lleven fe inquebrantable en su corazón, serán el testimonio viviente que deje, cuando llegue la hora de mi partida, a los que no me oyeron en este Tercer Tiempo. 63. Bienaventurados los que permanezcan fieles a pesar de las pruebas, porque ellos alcanzarán sabiduría y paz. 64. Para que cada quien pueda cumplir con la misión que ha recibido, debéis uniros en una sola voluntad, apartar la pereza de vuestra materia para las enseñanzas espirituales, dejar de concentrar vuestra atención tan sólo en lo que toca a vuestra vida material, para pensar ya en vuestro espíritu. 65. Yo soy la vida eterna; si queréis alcanzarla, sólo tendréis que dar cumplimiento a mi ley. 66. Que este recogimiento que tenéis dentro de mi recinto al escuchar mi palabra, lo sepáis conservar después, y sea en vuestra vida orden, respeto, disciplina, humildad. 67. Estoy iluminando a vuestro espíritu, a vuestra mente y corazón, estoy encauzando vuestra vida. 68. Quiero que mi enseñanza eche raíces en vuestro corazón para que no podáis olvidarla, porque no sabéis cuánta falta os hará en los tiempos de la lucha, ni conocéis el tiempo que tengáis que permanecer en esta tierra. Por eso haced el bien a través de mi doctrina, para que cuando el Padre os haga el llamado, ese llamado no os sorprenda, sino que os encuentre trabajando como el buen labriego. 69. De cierto os digo, que esta enseñanza restablecerá la moral de este mundo, ya que será un paso hacia la espiritualidad, porque ella despertará los corazones a la fraternidad. 70. En este tiempo aún sigo siendo el incomprendido, porque mientras los humildes, en su ignorancia me ofrecen cultos fanáticos, los que pasan por sabios o poderosos, dicen bastarse a si mismos. 71. ¡Cuán pocos me siguen! 72. Pueblo amado: Dejad que mi palabra os siga preparando. 73. Yo doy paz a vuestro corazón, paz a vuestro hogar y libertad a vuestro espíritu en los instantes en que la materia se halle entregada al sueño. 74. Conservad esta gracia y tomad mi bendición. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 177 1. Humanidad, que estáis representada en este instante por este pueblo que se postra contrito y temeroso ante la presencia de su Señor: ¿Con qué podréis saldar vuestra deuda de amor y agradar verdaderamente al Espíritu de vuestro Padre? 2. Yo voy a deciros la forma de hacerlo: Luchad por vuestra paz y elevación espiritual; así lograréis lavar vuestras culpas y elevar vuestro espíritu. 3. Os confío un tiempo, para que dentro de él colméis el anhelo de vuestro espíritu; surge la nueva era ante vosotros, como un día esplendoroso lleno de promesas y revelaciones. Con su luz os viene diciendo: ¡Luchad!, y en esa palabra está contenido el mandato del Padre. Luchad por la paz, por la regeneración, por el triunfo de la espiritualidad. 4. En vuestra conciencia vengo a grabar estas palabras, para que sea ella, la que a cada paso que deis os las repita. 5. Haced de cuenta que mi amor es una ciudad que tenéis que conquistar; existen muchos obstáculos y son muchos los enemigos que tenéis que vencer; os presentarán batalla para deteneros, pero en vuestras manos luce una espada invencible si la sabéis esgrimir, esa espada es de amor. Luchad, combatid con ella y no dudéis, porque al fin veréis caer rendida a la ciudad, porque vuestro amor habrá conquistado al Padre. 6. Yo he querido crear en vuestro seno una familia unida, fraternal y hospitalaria, para que las caravanas de viajeros buscadores de paz y caridad penetren en vuestro hogar deseosos de compartir el amor que en vosotros he derramado. Pero vuestra preparación ha sido lenta, os habéis retrasado y las caravanas de viajeros se han detenido en el desierto al contemplar que la estrella que guiaba sus pasos detuvo su trayectoria. Eso es debido a que no quiero que los hombres os encuentren durmiendo, o que si estáis despiertos, os encuentren pecando, porque entonces no lograréis testificar mi nueva venida, sino que habréis traicionado a vuestro Maestro. 7. Os estoy dando tiempo para que os arrepintáis de vuestras faltas y reconstruyáis vuestra vida. Que el padre de familia que ha faltado a sus deberes abandonando a los suyos, vaya en su busca y vuelva a reconstruir el hogar. 8. Que aquéllos que han rodado por las pendientes del vicio, se levanten venciendo las flaquezas de la materia, imponiendo la voluntad y la fuerza de su espíritu hasta ponerse a salvo. Que todos los que son servidores de esta obra, se unan en espíritu, se amen y ayuden los unos a los otros; entonces la estrella que se había detenido en la ruta, estacionando con ello a las grandes caravanas en el desierto, reanudarán su marcha señalando a aquella multitudes el camino que conduce a la tierra de paz. 9. Aquellos hombres que venían huyendo de la guerra, de la muerte y de la destrucción, trayendo en su corazón la visión del odio y del crimen, al penetrar en el seno de un pueblo, en donde en cada hogar se levanta un santuario al verdadero amor, donde en cada matrimonio resplandezca la luz de mi ley, donde los padres amen a los hijos y los hijos amen y respeten a sus padres, donde la niñez sea conducida con ternura y sabiduría y donde la vejez sea respetada, ¿No creéis que ellos al ver tantas muestras de respeto a mi ley, confesarán que en ese pueblo ha habido un milagro, sólo atribuible a la caridad del Padre? 10. ¡Oh pueblo, que hasta ahora habéis sido duro e ingrato, no he venido a pediros sacrificios ni a exigiros imposibles; si a veces os parece difícil cumplir con mi doctrina, se debe a vuestra falta de amor! Para el que ama, no hay obstáculos ni abismos, ni imposibles, porque el amor es la fuerza divina que todo lo anima, que todo lo mueve. 11. Venid a mis tierras, oh multitudes. La campiña os espera para recibir de vuestro amor la simiente y más tarde premiar vuestros trabajos con el dulce fruto que brotará de su seno. 12. Uníos fuertemente con los lazos de fraternidad, porque la tentación está al acecho de mi pueblo, la guerra anda en busca de una puerta, en donde el guardián duerma, para que penetren al seno de esa nación la peste, el hambre y las enfermedades con nuevas modalidades extrañas. 13. Yo os he dado la ciencia de la tierra para combatir estas calamidades y alejar esas amarguras, pero os he enseñado una ciencia que es superior, ante la cual se rinden todos los enemigos de la luz, todos los destructores de la salud y de la paz. Esa ciencia es la virtud del amor, la cual se fortalece con la oración. 14. Meditad en estas palabras, oh pueblo, y escuchad luego lo que vuestra conciencia os aconseja. 15. Mi Espíritu os envía su paz, la cual no siempre sabéis retener. ¿Hasta cuándo aprenderéis a llevarme con vosotros sin que ninguna de vuestras acciones o pensamientos me rechace? 16. Nadie se turbe cuando le digo que quiero que me llevéis con vosotros, en lo más íntimo de vuestro corazón, porque es mi luz y mi paz las que quiero que habiten en vosotros. 17. Mi voz de juez es la que os reclama en este día vuestra falta de cumplimiento, vuestra falta de amor para esta obra que os he confiado y que es la que representa vuestro destino. Es la voz divina la que ahora llega a través de la conciencia haciendo estremecer a vuestro corazón al preguntaros: ¿Qué habéis hecho con todo lo que he venido a revelar y a enseñaros en este Tercer Tiempo? 18. Por instantes os dais cuenta de esa responsabilidad, que ha llegado hasta vuestro espíritu; pero la comprensión es como una ráfaga de luz que pasa fugazmente por vosotros y volvéis a caer en debilidad creyéndoos siempre pequeños, enfermos y menesterosos, cuando en realidad tenéis a vuestro alcance un tesoro de dones divinos. 19. Si en mi palabra encontráis un reclamo, éste es de amor. No me llamaréis injusto, porque si en realidad lo fuera y si en Mi encontraseis la ira como llegáis a decir, ha mucho tiempo que mi justicia os hubiese exterminado; mas Yo no destruyo mis propias obras, os pongo en el camino de la evolución, para que en él encontréis vuestro perfeccionamiento. 20. Yo os digo, que el verdadero concepto de Dios no es conocido aún en la tierra, a pesar de haber enviado a Jesús para que a través de El me pudierais conocer. Comprended que si Yo supiese que el hombre no había de salvarse, no vendría a él con el amor con que siempre le he buscado. Mi presencia entre vosotros es la prueba evidente de que llegaréis a Mí, porque el Padre sí conoce el futuro y el destino de todos sus hijos. 21. Yo haré que la palabra que he venido a entregaros en este tiempo sea escrita con claridad, para que en ese libro encuentre la humanidad la explicación de muchas de las enseñanzas que no había comprendido y la interpretación justa de mi doctrina. Surgirá entonces de ese conocimiento el verdadero temor, no el temor al castigo divino, sino la pena de llegar a mancharse con el pecado, la de ofender al Creador, la de retornar al Padre en el más allá con el espíritu manchado, sin haber conseguido dar un paso hacia adelante en el sendero de la espiritualidad y del verdadero saber. 22. ¿Con qué podréis saldar la deuda de amor que tenéis con vuestro Padre? ¿Con qué podréis pagar a Aquél que a cada instante perdona vuestras ofensas y vuestras ingratitudes? Yo os lo diré: Haciendo obras dignas de mi Divinidad, sirviéndoos y amándoos los unos a los otros. 23. Ante vosotros se presenta un nuevo año, y del que acaba de pasar no le pido cuenta a la naturaleza ni a sus elementos; Yo me presento en vuestra conciencia a preguntaros qué habéis hecho dentro de vuestra misión y qué uso habéis hecho del tiempo y de los dones que os he confiado. 24. El año que termina me habló de vuestras luchas, de vuestras lágrimas, de esfuerzos, de trabajos, también de luto, sangre, ruinas y odios. Ese saldo doloroso es el que arrojó ante mi presencia el año que terminó. 25. Un nuevo año os concedo, ante vuestra mirada se presenta como un horizonte de luz que enciende vuestra esperanza en el futuro. Esa luz es la voz que os dirá en cada día: ¡Luchad! 26. Si, humanidad: ¡Luchad por la paz, luchad por la regeneración, luchad por la justicia! 27. Cuatro años solamente os daré ya mi palabra a partir de este día; sabed aprovechar este tiempo precioso. Mi obra no terminará en 1950, porque ella pertenece a la eternidad, ni vuestra misión concluirá para ese tiempo; antes bien, entonces comenzará vuestra lucha, porque en el tiempo de mi comunicación habéis estado sólo en preparación. 28. Sabed unir en una sola ley la misión espiritual y la material, para que podáis ofrecer al Padre un buen cumplimiento. 29. No sólo os enseño a darme lo que a Mí pertenece; también os enseño a dar al César lo que es del César. 30. El mundo pronto sabrá de vosotros, y por vosotros sabrán de mi venida, de mis prodigios y de mis enseñanzas. Los hombres escudriñarán estos recintos y juzgarán vuestra vida. Entre ellos vendrán hombres del poder, ministros de sectas y religiones, científicos y aquellos que escrutan el más allá. Yo deseo que en el seno de vuestras reuniones y en el seno de vuestro hogar mostréis, si no la perfección, si la misma armonía, la moral, el respeto, la caridad de los unos para los otros, la espiritualidad. 31. ¿Qué pensarían los que vienen en pos de una verdad, si entre vosotros encuentran fanatismo en vuestras prácticas espirituales, y en vuestra vida privada descubriesen a los esposos distanciados o a los hijos abandonados, porque sus padres no han sabido cumplir con sus deberes? 32. Mirad las aves que cuelgan sus nidos en las ramas de los árboles y tomad ejemplo de ellas cuando lo necesitéis; no me preguntéis a Mi cómo deben amarse los que en matrimonio se unen y cómo deben amar a sus hijos. Asomaos a esos nidos y allí encontraréis una lección de fidelidad y de ternura. ¡Si así se amasen todos los humanos! 33. Velad y luchad para que al finalizar 1950 podáis ofrecer al Padre frutos dignos de El, porque si para entonces no estuvieseis preparados, habrá gran dolor entre las multitudes en el instante de mi partida. 34. Si no os preparaseis para resistir la ausencia de mi palabra, cuan doloroso será para vosotros mi adiós y el que os dé también mi mundo espiritual. 35. En este día en que mi Espíritu os ha llenado de paz y bendiciones, ¿Qué más podréis pedirme? 36. Ahora soy Yo quien os pide, quien llama a las puertas de vuestro corazón para pediros que os améis los unos a los otros. 37. Orad sinceramente por la paz de las naciones, sentid profundamente el dolor de la humanidad. 38. En verdad os digo, que la peste y la muerte merodean vuestra nación; vosotros no tenéis medios científicos para detener el avance de las plagas y las calamidades, pero haced uso de la oración y en ella encontraréis armas y fuerza para combatir esas calamidades. Orad y unid a vuestra oración las buenas obras, y habréis hecho verdaderos méritos ante vuestro Señor que es Todopoderoso, quien os concederá por vuestra humildad prodigios capaces de asombrar al mundo. 39. Cuando los elementos se desencadenen dando muestras de justicia, vosotros orad, permaneced serenos y no lloréis por vosotros, sino por los demás; mas, a quien os buscare, secadle su llanto, escuchad su queja y dadle el bálsamo. 40. Humanidad muy amada: No creáis que si he vuelto en este tiempo, ha sido para reclamaros mi sangre derramada en el Segundo Tiempo; no, aquella esencia ha quedado depositada en vuestro espíritu. Esa sangre hablará en cada uno de vosotros cuando sea llegado el caso; mientras tanto, muchos están esperando que vuelva el Hijo de Dios, para pedirle una vez más su sangre. En cada corazón de mis hijos estoy viviendo mi pasión divina. 41. Nazco en él en su inocencia, cuando él nace a la fe. Padezco en él cuando sus pasiones se desencadenan y le azotan. Cargo la pesad cruz de sus pecados, de sus ingratitudes y de su orgullo. Muero en su corazón, cuando me desconoce, declarando que no tiene más señor, ni más rey que el mundo. Y allí en lo más profundo y obscuro de su ser encuentro mi tumba. 42. De vez en cuando, aquel corazón escucha, como si fuera un eco distante, la voz del maestro, de Aquél a quien diera muerte en si mismo para que no le presentara obstáculos en su camino. Es la voz de su conciencia, la que logra vencer la muralla de materialismo que envuelve aquel corazón, hasta llegar a hacerse oír. 43. Así como he encontrado en cada corazón de la humanidad una cruz y una tumba, de cierto os digo, que en todos habrá un tercer día, en el cual he de resucitar lleno de luz y de gloria. 44. Hoy se encuentran estériles las sementeras; queréis algunas veces dignificar vuestra vida sembrando el bien en alguna de sus formas, más luego abandonáis llorando vuestra empresa, porque en vez de tierra que os permitiera hacer la siembra, sólo habéis encontrado rocas. Es porque no habéis comprendido que, antes de emprender la siembra, debéis de reconocer las tierras en donde pretendéis hacerla. Recorredlas, preparadlas, limpiadlas y fertilizadlas; y esto, hijos míos, aún no lo sabéis hacer; es por eso que vuestros buenos propósitos, ideas e inspiraciones, han fracasado muchas veces. Pero no por eso desmayéis en vuestra lucha, porque mucho bien podéis hacer despertando a vuestros hermanos, abriendo sus ojos a la verdad y a la luz de este tiempo, para que los hombres se den cuenta de que todo el dolor que como un cáliz de amargura está obligada a beber la humanidad, es la hoz justiciera que viene a cortar de raíz la mala hierba; es la justicia sabia e inexorable que remueve y prepara las tierras porque luego hará despertar a los hombres, a los pueblos y a las naciones, y ya no será necesario que el dolor venga a lavar todas las faltas, porque en su lugar quedará el arrepentimiento, la reflexión y la regeneración de los que logren alcanzar el mismo fin, que es el de la purificación. Más cuando hayáis logrado alcanzarla, vendrá un tiempo en que se escuchará esta palabra en todo el mundo, como un canto de amor y de retorno a la paz. 45. Hoy os contemplo ajenos a todo lo que se avecina, porque reina una completa ignorancia y confusión entre la humanidad. 46. La mayor parte de los hombres se dicen cristianos, y sin embargo, con su vida y con sus hechos, la mayoría de las veces prueban lo contrario. 47. Si llegan a hacer un bien, lo publican y se envanecen de ello, y si cuando han cometido un error, se arrepienten de él y me piden perdón, lo hacen en tal forma que demuestran con ello que ignoran hasta en lo que consiste mi perdón. 48. Ya podéis decir al mundo, oh pueblo, que oís esta palabra, que mi luz ha venido de nuevo entre los hombres, ya que también les podéis anunciar que la humanidad está próxima a salir de su letargo. 49. No volveré a daros sangre humana para salvaros del pecado. Si mi sangre divina derramada en aquel Segundo Tiempo os habló de amor divino e infinito, de perdón sublime y de vida eterna, comprenderéis que esa sangre no ha cesado de derramarse ni por un instante sobre vosotros, sobre vuestro ser, para trazar con su huella el camino de vuestra evolución. 50. Nadie me debe esperar ni debe buscarme humanizado, porque si Yo accediese a cumpliros ese deseo, tal manifestación estaría fuera de tiempo, y vosotros debéis comprender que el Maestro no hará nunca nada que esté fuera de la perfección, porque sus enseñanzas son siempre perfectas, porque El enseña lo perfecto. 51. Del mismo modo, cuando esta forma de comunicarme que ahora he usado con vosotros llegue a su término, no habrá petición ni súplica que me convenza de no cumplir con lo que os he anunciado; ella cesará para siempre, porque su tiempo habrá concluido y su misión estará terminada. 52. Pronto se cumplirán dos mil años desde que estuve como hombre entre vosotros, y la sangre que os legara como una prueba de mi amor, es la herencia que aún está fresca. 53. Sin embargo, el mundo está pidiendo una vez más mi sangre, y voy a dársela, pero no aquélla que vivifica el cuerpo, sino la que le da vida eterna al espíritu. En mi luz enviaré vida y salud a los hombres, ella será como un sol que hará llegar su calor a los fríos corazones de esta humanidad. 54. Sobre todos se extenderá mi misericordia como si fuesen las alas de una alondra que estuviera cubriendo a sus hijos. Mi amor será más clemente y hermoso que el firmamento azul que tanto admiran vuestros ojos; sentiréis mi aliento cual si fuese una brisa celestial que sólo vuestro espíritu podrá percibir. Yo soy el tiempo, la vida y también la eternidad. Yo soy la primavera y el verano, el otoño y el invierno de vuestra vida, y cada una de esas fases es una lección palpitante y vívida que el Divino maestro entrega a sus hijos. 55. Dejad que el rocío divino penetre en vuestro espíritu para que pueda vivir una eterna primavera. Dejad que el corazón se agote bajo el sol candente de la lucha, pero que en lo íntimo de vuestro ser se conserven frescas las flores de la virtud, de la fe y del amor. 56. ¿Por qué estáis tristes? No lo sabéis. Yo sí sé que os agobia la tristeza porque habéis dejado que vuestro espíritu enfermara junto con la materia, y cuando el huracán de las pasiones o las pruebas os azotan o la nieve del invierno os hiela, entonces perdéis toda esperanza y anhelo de vivir. 57. También mi Espíritu experimenta tristeza que proviene de ver siempre llorando a esta humanidad que no quiere despertar y darse cuenta de que esta tierra sigue siendo un paraíso terrenal; os veo perecer de hambre estando rodeados de fecundidad y de vida. Es a esta humanidad a la que me refiero cuando os digo: "Tienen ojos y no ven". 58. Tras de la ciencia han marchado los hombres locamente, y muchas son las maravillas que han descubierto, pero aquélla que da la paz, la salud y la dicha verdadera, ésa no la han encontrado entre todos los bienes de la tierra, porque está más allá de lo humano, precisamente donde el hombre no ha querido llegar. Esa ciencia divina la enseñó Jesús cuando os dijo: "Amaos los unos a los otros". 59. Buscad el reino de Jesús que no está en este mundo y en él encontraréis la luz y la paz necesarias para endulzar y hacer llevadera esta jornada. 60. Ahora venís a recibir el mandato divino. Os contemplo dispuestos a obedecer mi ley, tratando de seguir la huella trazada por Jesús. 61. Ha mucho tiempo estuve entre vosotros y aún vengo a llamar a la puerta de vuestros corazones para que os améis. 62. Bienaventurado el que se ha sabido preparar para recibir en su corazón al Padre Celestial, porque Él le da a cada instante la forma de cumplir, contemplando que el discípulo quiere estar cerca de su Maestro. 63. Si en este año que para vosotros principia encontráis la prueba, sed fuertes y no flaqueéis; entonces podréis demostrar a vuestros hermanos la fuerza que existe en vuestro espíritu; ellos querrán conocer la fuente de donde habéis bebido y encontrarán que la fuente soy Yo, Cristo, de quien tanto se han alejado. 64. En verdad os digo, que a esta fuente vendrán hombres de todas las razas y religiones, porque la espiritualidad será en todos los cultos que los hombres me rinden y al final se hallarán todos próximos a la verdad, a la unificación. 65. Discípulos: Ha habido instantes en que habéis sentido mi justicia, y os he visto confesaros con humildad ante mi Espíritu Divino; entonces he apartado mi mirada de vuestros pecados para contemplar tan sólo que sois mis hijos a quienes amo y perdono. Así os enseño a amar y a perdonar a vuestros semejantes. 66. No dejéis pasar el tiempo sin aprovecharlo, porque nadie sabe los instantes que le quedan de vida en este mundo. Por eso os digo: No esperéis un tiempo más propicio que el presente para levantaros a trabajar; no sea que esperando tiempos mejores, os sorprenda la muerte sin cosecha ni cumplimiento. 67. Se acerca el año de 1950 en el cual os diré mi adiós a través de esta comunicación y ese adiós será sentido por vosotros, como lo sintieron mis discípulos del Segundo Tiempo, cuando les anuncié que la hora de mi partida había llegado. 68. Si aquéllos tuvieron el consuelo de contemplarme después de mi muerte, fue para grabar con fuego en su espíritu la verdad de la vida espiritual. Más entre vosotros sólo algunos contemplarán la forma humanizada de Jesús, y los demás le sentirán profundamente, y esa será la forma de comunicarse Conmigo de espíritu a Espíritu. 69. Velad y orad por la paz de la tierra, para que cesen tantas calamidades, porque en ella se encuentra la simiente de las nuevas generaciones. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 178 1. Pueblo. Cada vez que se inicia un nuevo año, escucho vuestras preguntas en esta forma: Señor, ¿Este año será también de prueba para nosotros? A lo cual os contesto que la vida es una continua prueba, pero que no debéis estar temerosos, porque si sabéis velar y orar, lograréis salir avante en vuestra restitución hasta llegar al fin de vuestro destino. 2. Esas pruebas en las que vive la humanidad, son el fruto que viene a cosechar, es el resultado de su propia siembra, cosecha que a veces es la consecuencia de la semilla sembrada el año anterior, y en otras ocasiones el fruto de lo que sembró años atrás o en otras encarnaciones. 3. ¿Un nuevo año empieza? Pues haced lo que hacen los buenos sembradores, que previamente limpian su simiente en espera del tiempo propicio para depositarla en tierra fértil. Así vosotros limpiad previamente vuestro corazón, para que de vuestras buenas obras recojáis mañana una buena cosecha de paz, amor y satisfacciones. 4. ¿Habéis visto la armonía en la que vive toda la creación? ¿No os parece como si en todo lo que existe se amasen unas criaturas a otras? Mirad al sol; parece un padre que estuviera abriendo sus brazos para abarcar en ellos a todas las criaturas en un abrazo de vida y de amor, de luz y de energía, las aves trinan y los seres trabajan, ofreciendo su tributo de agradecido amor al astro rey. 5. Es un hermoso ejemplo de cómo debéis armonizar can todo lo que os rodea en esta naturaleza y con todo lo espiritual. 6. De la comprensión que alcancen los hombres en estas enseñanzas y de su obediencia para con las leyes que rigen el universo, depende su felicidad, que algunos creen que no existe en la tierra y que otros llegan a pensar que sólo Yo atesoro, pero que sí se manifiesta en la paz de vuestro espíritu. 7. Ahora sabéis, oh pueblo, que vuestra felicidad está en vosotros mismos para que enseñéis a los hombres que en el fondo de su ser, donde creen que sólo llevan amarguras, odios y rencores, remordimientos y lágrimas, existe una luz que nada puede apagar, y que es la del espíritu. 8. Por torcidos caminos ha encauzado sus pasos la humanidad, heredando una generación de errores de generaciones anteriores y aumentando sus yerros a medida que el tiempo va pasando sobre vosotros. Esta humanidad está ahora recogiendo el fruto de la simiente de dolor que ayer sembró en el mundo, así como las generaciones venideras recogerán el fruto de lo que hoy sembréis. 9. ¿Por qué no encauzar vuestras creencias, luchas, ciencias, ideales y anhelos por el único sendero de justicia, que os señala mi doctrina? ¿Cuándo llegarán los hombres a reconocer la verdad de mi palabra? 10. Mi ley, inmutable y eterna, se levanta delante de los hombres, señalándoles el camino de la verdadera felicidad, camino que conduce a los campos donde sembrando el bien, se recoge la cosecha de paz. 11. Benditos sean los que han sentido mi llamado en el fondo de su corazón y han acudido a escuchar la divina lección, porque con su esencia aumentarán su saber; serán baluarte entre los suyos y sabrán sostenerse con la fe en las pruebas. 12. Vengo a apartar todo lo que sea vano en vosotros, para que vuestras obras sean gratas ante el Padre. 13. En esta escuela de Cristo muchos han sido los iniciados que ante el Maestro de toda sabiduría han dicho al llegar: Señor, si Vos sois Cristo el que enseña este camino y descubre en cada uno de nosotros la misión y los dones que posee, concedednos la realización de nuestro destino, para llegar a Vos. 14. Entonces Yo os he señalado vuestra heredad, os he dado mandatos y os he convertido en labriegos. Mas en verdad os digo que no tengo privilegiados entre mis hijos, porque todo aquél que a Mí se acerque con el deseo de servirme, recibirá mi gracia en su corazón. Pero también llegará el instante en que todo cuanto hayáis hecho con los dones que os fueron confiados, será juzgado por Mí y vosotros me tendréis que responder. 15. Ahora no vengo a pediros cuentas todavía, porque estáis tratando de aplicar mi ley a las obras de vuestra vida, y sois aún pequeños para resistir el juicio. Pero sed cada uno de vosotros un celoso guardián de mi enseñanza, que ese cumplimiento no impedirá que atendáis también las obligaciones de vuestro mundo. Ved a los que han despreciado esta heredad; existe en ellos tristeza y vacío, pero mi misericordia es grande y se manifiesta perdonándolos. 16. El que ha cumplido, justo es que sienta mi paz, y al que no, lo toco a través de su conciencia para mantenerlo despierto, para que el instante supremo de la muerte no sorprenda al espíritu desnudo de obras buenas, porque sin ellas no podría elevarse. 17. Llevad de corazón en corazón mi enseñanza; al recibirla vuestros hermanos, unos dirán: Esta palabra encierra profecía; otros la juzgarán como una enseñanza de escasa importancia, y mientras, unos la juzguen adelantada, otros la juzgarán muy atrasada. Cada quien la interpretará según su capacidad espiritual y la limpidez de sus obras. 18. Sed humildes, para que seáis un ejemplo vivo ante la humanidad y mi obra sea reconocida. 19. Más no os mostréis humildes tan sólo en el instante en que me escucháis, sino en toda vuestra vida, a fin de que podáis persuadir a vuestros hermanos, porque la sola palabra no convencerá. Preparaos para el ejemplo y aun para el sacrificio. 20. Si me amáis, id y perdonad a quien os haya ofendido. Si me amáis, id junto al lecho del enfermo o al calabozo del presidiario, consoladles y orad con ellos. Entonces vuestro amor abatirá todo orgullo que pudieseis albergar. 21. Mi palabra es voz de alerta, porque mientras estáis Conmigo, sois como mansos corderos, pero cuando volvéis a vuestros caminos os desgarráis y os negáis el perdón. 22. El tiempo de las complacencias ha pasado y tendréis que salir de vuestro estancamiento, para alcanzar mayor evolución de vuestro espíritu. 23. Recuperad la vestidura blanca de la espiritualidad, para que cuando habléis de mi palabra a los hombres, lo hagáis con la inocencia del niño. Entonces no tendréis temor de hablar de mi obra, porque vuestras obras y vuestra vida hablarán por vosotros. 24. Mi palabra a través de los portavoces, esencialmente es la misma; a cada congregación le hablo según su comprensión y capacidad. 25. Hoy que principia un año, desde sus primeras horas habéis reunido vuestras fuerzas para continuar en la lucha. Así me lo habéis manifestado. Vuestro propósito es levantaros como el buen sembrador que deposita la semilla en el surco preparado, con el deseo de recoger abundante cosecha al final de la faena. 26. Esa semilla es la palabra de luz que vais a sembrar en el corazón de vuestros hermanos. 27. Tendréis que enfrentaros al mundo, a la sabiduría del hombre, porque aquéllos que se han preparado, os presentarán lucha y si vosotros no estuvieseis firmes en vuestra fe, saldríais derrotados. 28. Yo no he venido a llenar de ciencia vuestro entendimiento para haceros contender con los científicos. He venido a iluminar vuestro espíritu, para que él penetre en lo insondable por medio de la elevación e inspiración. Nadie podrá decir que lo que habéis recibido en este tiempo ya lo conocíais, porque muchas de las lecciones que os he dado en este tiempo por medio del entendimiento humano, son las nuevas revelaciones. 29. Vais a hablar del espíritu, de su inmortalidad, porque a él se le ha concedido la vida eterna. Más para que vosotros habléis de estas revelaciones, antes tendréis que sentirlas; entonces ya podréis llamaros mis discípulos. 30. Espiritualista no es el que penetra en estos recintos donde os doy mi palabra; espiritualista es el que ora espiritualmente y se eleva desde cualquier sitio; espiritualista es el que lucha por el perfeccionamiento de su espíritu y también aquél que vive para mitigar el dolor ajeno. 31. Comprended que el espiritualista puede encontrarse en todas partes. Será conocido más por sus actos que por su palabra; por eso siempre os digo: Sed ejemplo de amor, de humildad y caridad. 32. Mirad que no todo el que se dice espiritualista lo es. 33. Yo he simplificado vuestra práctica y vuestro culto sin entregaros nuevas leyes. 34. Os hice comprender que la adoración a mi Divinidad por medio de imágenes era imperfecta y que debíais abandonar todo fanatismo. 35. ¿Acaso ignoráis que la fuerza de vuestro Dios se limita para llegar hasta vosotros? ¿No os he dicho que cuando oráis, Yo desciendo a vuestro corazón para darle vida? ¿No os he enseñado, que cuando estáis limpios de corazón y espíritu, vengo a morar dentro de vosotros? 36. Esta era de luz no podríais haberla vivido antes, porque la poca evolución que teníais no os lo hubiera permitido, más ahora que la vivís y la contempláis, os parece lo más natural palpar el cumplimiento de las profecías. 37. El mismo hombre de ciencia ha descubierto maravillas y ha realizado adelantos que antes creíais imposibles. 38. ¿Por qué no habíais de comprender que todas esas grandezas se deben a la gracia de su Señor? 39. El espiritualismo enseña e invita a los hombres a encontrarme en sus propios caminos, porque Yo estoy manifestado en todo como Creador, como fuerza, como vida, perfección y armonía. ¿Y quién puede mantener esa armonía en el universo si no Dios? Ese Dios no tiene forma ya no lo debéis imaginar a través de figuras limitadas, porque al dejar este mundo, os encontraríais con una realidad que no podríais comprender. 40. Mi enseñanza no es solamente conocimiento; es caricia y es también consuelo; mi caridad se extiende a todos los que sufren, a los que van derramando lágrimas, a los que van soportando injusticias. Ella conforta a la madre y a la esposa, cuida de la doncella, fortalece al mancebo y sostiene al anciano; viene a encender la luz de la esperanza en esa dicha inefable que os aguarda a todos. 41. En esta era derramo mi gracia en vosotros, para que sigáis en el sendero de luz, y nunca sean el dolor ni las flaquezas bastante fuertes para apartaros de él. 42. En vuestro espíritu ya existe ansiedad por llegar a su verdadera patria, al mundo de paz de vuestro Padre. Aquí os habéis purificado en el crisol de la lucha, en las vicisitudes y pruebas, más Yo os digo: Llegad con firmeza y resignación hasta el fin, porque si no existiese paciencia en vosotros, haréis más larga la jornada. 43. Por mucho que dure esta existencia, es transitoria y fugaz al lado de la vida espiritual que es imperecedera. 44. Presentid la grandeza de la vida que os prometo, para que no temáis perder esa materia que tanto amáis. 45. Yo haré que todos los seres que habitaron esta tierra se reconozcan en el más allá, se amen y vivan en paz. Entonces comprenderéis el porqué de la existencia que dejasteis con todas sus amarguras y pruebas a veces incomprensibles para el hombre. 46. Está tan cerca de vosotros la vida espiritual, que a veces os basta cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del espíritu para poder contemplar las maravillas de aquel reino. 47. Estáis tan cerca del valle espiritual, que puede bastaros un instante para pasar de este mundo a aquél. En todo tiempo he hablado de estas revelaciones a los hombres por medio de mis profetas, quienes han testificado mi verdad; en este tiempo os hablo del único camino que conduce a mi reino y lo hago por medio de hombres y mujeres preparados por mi caridad. 48. Ved que no estáis solos en esta vida; si vivieseis con espiritualidad, podríais contemplar y sentir al mundo espiritual muy cerca de vosotros. Dejad que la verdad y la grandeza de ese mundo se reflejen en todos los actos de vuestra vida. 49. Dedicad siempre los instantes de vuestro pensamiento más puro al Padre que está en los cielos, para que lleguéis con firmeza e iluminados por la luz de vuestra conciencia al tiempo en que penetréis en comunión directa con mi Espíritu, que será después de 1950, cuando ya no me escuchéis en esta forma. 50. Sin elevación no podréis alcanzar esa comunión de vuestro espíritu con vuestro Creador. Haced vuestro el anhelo de elevaros a Mí y también consagradme algo del tiempo que aún viváis en la tierra, para que sea fácil a vuestro espíritu el paso de transición al más allá. 51. Ved cómo oyéndome han llegado a armonizar vuestros sentidos, corazón y espíritu. Materia y espíritu han meditado profundamente en el futuro, la una conoce y acepta su final, el otro se regocija contemplando el horizonte sin fin que se presenta ante su vista. Más, ¿Quién puede medir la distancia espiritual que tiene que recorrer para llegar a Mí, que soy la meta de vuestra perfección? ¿Quién puede saber por lo menos la hora marcada en el reloj de la eternidad para dejar su cuerpo en la tierra? 52. Vivid preparados, velad y orad. Acumulad méritos y no tendréis turbaciones, porque al dejar la materia, vuestro espíritu batirá sus alas y sabrá volar, como las avecitas cuando abandonan el nido para emprender el primer vuelo. 53. No debéis entristeceros pensando en las renunciaciones. Sólo el materialista añora y sufre recordando las satisfacciones de esta vida. No seáis materialistas, preocupaos de lo que toca a vuestro espíritu, sin abandonar las atenciones que debéis a vuestra parte humana. 54. Comprended que todo está preparado para vuestro recreo. El que quiera comer este manjar de amor, siéntese a mi mesa y saboréelo al igual que los ángeles. 55. No habéis venido por el azar, habéis sido conducidos por Mí para presenciar mis manifestaciones. A muchos os he encontrado muertos a la vida espiritual y mi palabra os ha resucitado; hoy respiráis vida y hay en vuestro corazón esperanza. A todos recibo, a los que tienen fe y a los incrédulos. A los hombres de diversas religiones y sectas les digo: Bienaventurados los que creen en mi palabra. 56. Si queréis percibir mi inspiración y traducirla en pensamientos y en palabras, preparaos; todos podréis ser mis intérpretes. El Padre quiere ser comprendido por sus hijos, y por eso ha venido a invitaros a penetrar en el templo espiritual. 57. Buscadme con el corazón limpio, oyendo siempre la voz de vuestra conciencia, y en verdad os digo que muy pronto me encontraréis; antes de que vuestro espíritu levante el vuelo, habré venido a vosotros para llevaros a esa mansión de paz que os tengo prometida; mas es menester que conozcáis la senda que conduce a Mí; vuestro camino está trazado hacia la espiritualidad. Para escalar la cima, debéis orar y trabajar. No contemplo aún entre los pueblos de la tierra la santa aspiración de espiritualizarse. El materialismo no ha llegado al límite permitido por Mí; pero está cerca el fin de esa etapa. Después buscaréis con ansiedad retornar a la práctica del amor y la caridad para labrar con méritos la elevación de vuestro espíritu. 58. Las tinieblas que forman el pecado y la confusión, serán disipadas y la verdadera ley iluminará a todos los seres. 59. Os estoy concediendo grandes mirajes que os hablan del futuro, para que lleguéis a analizarlos y estéis preparados. Dad testimonio de esto a vuestros hermanos; mas llegará el momento en que los hombres de distintas razas y de diversos pueblos vean en el infinito mis señales y ello será consuelo para unos y feliz cumplimiento para otros que en ello verán el cumplimiento de mi palabra. 60. Mi enseñanza contiene todos los conocimientos espirituales que pudieseis desear. En vuestro espíritu encontraréis las experiencias que habéis recogido a través de vuestro camino de evolución y ellas os servirán para encontrar el progreso espiritual si sabéis prepararos. 61. Eleváis con vuestra oración un cántico que llega hasta Mí. Me ofrecéis vuestra lucha en mi obra y esperáis que la simiente que habéis cultivado sea buena y agradable a Mí y os bendigo: Vais esparciendo mi simiente en las tierras benditas, porque sabéis que los bienes que os he dado no son tan sólo para vosotros, sino que también pertenecen a vuestros hermanos. En esa lucha no os he pedido sacrificios, sólo cumplimiento a la ley, que viváis como hijos míos y manifestéis las virtudes de las cuales os he hecho poseedores. Sed vasos limpios por dentro y por fuera, para que seáis colmados de la perfección divina. 62. Algunas veces he contemplado en vosotros protestas e inconformidades con vuestro destino; la vida temporal que tenéis en la tierra no os satisface, y el Maestro os dice: La morada verdadera del espíritu está en el más allá. Hoy transitad pacientes, apurad las pruebas con fortaleza y cumplid con mi ley dentro de esa etapa. Haced que los malos tiempos sean buenos, y cuando oigáis rumores de guerra y destrucción, orad y no os mezcléis en ellas, no hagáis división. Estas y muchas calamidades están desatadas, haciendo obra de depuración entre la humanidad, mas ello es para el bien y evolución de los espíritus; después de esta gran batalla que el espíritu libra, una tierra mejor os espera y habréis alcanzado una escala superior en donde descansaréis de vuestra fatiga. 63. Abrid vuestros ojos espirituales y contemplad el tiempo en que estáis viviendo, y así podréis confirmar mis palabras del Segundo Tiempo, que anunciaban grandes pruebas a la humanidad. 64. Todo se ha cumplido conforme estaba escrito. Elevaos, practicad con pureza mi doctrina y no olvidéis que os he dicho que la contienda es universal, que no sólo en la tierra lucha el espíritu, sino también en otros valles. Ayudad con vuestros ejemplos a esas legiones de espíritus desencarnados que viven materializados. Sentid cómo se acercan en demanda de oración y de consejos; no les rechacéis, hacedles salir de su estado de turbación, influid en ellos con vuestra caridad antes que ellos influyan en vosotros. Y aquellos que por vuestro amor alcancen la luz de mi enseñanza, llenos de gratitud se convertirán en abogados vuestros y os ayudarán en vuestro cumplimiento. Todo se desarrollará dentro de mis leyes de amor y justicia. Amaos todos en Mí, aunque habitéis distintos planos espirituales. Perdonaos también. 65. Luchad con todas las fuerzas de vuestro espíritu por llegar al cumplimiento de vuestro destino; según sea vuestra decisión, así permitiréis que se manifieste vuestra virtud y podréis probar vuestra fe con palabras y obras de amor. 66. En esta era como en el Segundo Tiempo, el Maestro se presenta entre sus discípulos, y al ver en ellos tanta sencillez y humildad, les concede la gracia de escuchar su palabra. 67. Recordad que toda obra llegará a Mí cuando esté cimentada en mi ley. 68. Mi ley es la buena simiente que de Mí habéis recibido, la cual depositaréis en el corazón de vuestros hermanos y en el corazón de vuestros hijos. Hay corazones que ante mi llamado se han encendido cual antorchas de fe y perseveran en mi obra. 69. En vuestras luchas habéis vencido muchas veces a la tentación, alentados por el ideal de que mi doctrina florezca entre la humanidad. 70. Vengo a iluminar a vuestro espíritu con mi sabiduría, para que cuando encontréis al que no crea en vuestra fe, le deis pruebas convincentes de que conocéis la verdad y a la vez le ayudéis a creer. 71. Os preguntarán si os consideráis profetas y si tenéis potestad sobre el espíritu y os someterán a prueba como a Elías en el Primer Tiempo. Vosotros les daréis pruebas; más para ello será indispensable que en esa hora tengáis fe, cumpláis con mi ley y os sometáis a mi voluntad. 72. He aquí al Maestro hablando a través de la mente humana, que es imagen de la inteligencia divina, don que he puesto en la criatura más perfecta que habita en la tierra: El hombre. ¿Cómo dudar de que me comunique en esta forma, si manifestado estoy en cada uno de vosotros? La sabiduría que emana de esta palabra, es el horizonte infinito que abro ante el espíritu para que conozcáis la verdad y por ella sintáis la suprema dicha. 73. Quien abra sus ojos no podrá buscarme más a través de las formas creadas por su propia mano, porque será aquél que por medio de su elevación se inspire y se comunique con mi Divinidad. 74. Es menester que el hombre aprenda a desprenderse de la materia en el momento de su elevación, para que los instantes que su espíritu pase en el más allá le sirvan para iluminarse y fortalecerse; así podrá encontrar siempre el camino de evolución y marcárselo a quien no lo conozca. Yo vengo a facultaros para que deis testimonio de estas revelaciones. 75. Hoy os digo que no debéis luchar tan sólo por salvar vuestro espíritu sino también el de vuestros hermanos, con lo cual la humanidad contemplará cumplida mi palabra, que os enseña a amaros los unos a los otros. 76. ¡Mucho de lo que me pedís os concedo; más si me pidieseis que cambiara vuestro destino, de cierto os digo, que eso no os lo concedería, porque vuestro destino, aquel que os habla de virtud, de perfección, de amor, está escrito por Mí! 77. El que fue creado para ser labriego en mis tierras, tendrá que sembrar en ellas y la semilla será de fe, de amor y de buena voluntad. 78. Bebed de esta fuente, oh espíritus sedientos que andáis buscando la luz sin encontrarla. Sentid esta dulce paz que no conoce vuestro corazón y, cuando la hayáis sentido, deducid quién es el que os está hablando. Ya no tendréis necesidad de preguntar por qué he venido nuevamente hacia los hombres, porque la respuesta la llevaréis en vosotros mismos. 79. Si en el mundo no hubiese ignorancia, si no corriere la sangre, si no existiese el dolor y la miseria, no habría razón para que mi Espíritu se materializara haciéndose perceptible a vuestros sentidos; pero me necesitáis, sé que sólo mi amor puede en estos instantes salvaros, y por eso he venido. 80. Si no os amase, ¿Qué importaría que os perdieseis y qué importaría vuestro dolor? Mas soy vuestro Padre, un Padre que siente en si el dolor del hijo, porque cada hijo es una partícula suya; por eso vengo a daros en cada una de mis palabras e inspiraciones, la luz de la verdad que representa la vida para el espíritu. 81. Late apresuradamente vuestro corazón escuchando esta palabra y habéis estado a punto de gritar para bendecir mi nombre, mas no ha sido necesario que vuestros labios expresasen la emoción que embarga a vuestro espíritu, porque antes ya sabía Yo del gozo que ibais a tener al oírme. 82. Soy vuestro Maestro, el mismo a quien el mundo inmolara en el Segundo Tiempo y que ahora viene hacia los hombres con el mismo amor; soy Aquél que agonizando en la cruz sintió sed infinita de amor y en vez de agua, que hubiese sido una forma o una prueba de caridad por parte de los hombres, recibió en sus labios hiel y vinagre, como manifestación de desprecio, de burla y de ignorancia. 83. Mas nada vengo a reprochar a la humanidad; por el contrario, le traigo un nuevo mensaje que habrá de elevarlo, haciéndole sentir la paz tan necesaria del espíritu. 84. "Sed tengo", dije en aquella hora. Sed tengo, vuelvo a deciros, sed de vuestro amor, sed de sentiros cerca de mi Espíritu, sed de que os améis los unos a los otros. 85. También vosotros tenéis sed; el dolor quema vuestro corazón y necesitáis con angustia de la frescura del agua espiritual, necesitáis que la fe, la esperanza, el consuelo y la paz, vengan a mitigar vuestra sed del espíritu, del corazón y de la mente. 86. ¿Pedís fuerza? Llevadla. ¿Necesitáis bálsamo? Recibidlo. ¿Tenéis un grave problema? Yo os concedo la solución. ¿Me presentáis vuestra pobreza? Llevad las llaves del trabajo y el pan de cada día. ¿Tenéis amargura? Llorad y enjugad en mi manto vuestras lágrimas, sentid mi caricia y levantaos a la vida con nuevas fuerzas. 87. Desde este día comenzad una nueva vida; Yo gozaré con vuestros triunfos y os ayudaré a vencer los obstáculos. Nuevamente os digo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 179 1. Estoy hablando al mundo por conducto de mis escogidos. Benditos sean los que se han inspirado en Mí, porque su verbo se ha desatado, ha habido esplendor en él y Yo he manifestado mi sabiduría y mi voluntad. 2. En el principio de los tiempos el hombre, dotado de inteligencia y de razón, empezó a discernir, a formar ideas y a elevar su culto a su Señor. Su espíritu fue forjándose, y cuando hubo evolucionado, después de grandes experiencias, envié a Abraham, a Isaac y a Jacob, para que fuesen ejemplo y tronco de un árbol espiritual, padres de una numerosa familia, cuyo linaje había de perdurar a través de los tiempos. De ahí brotaron las doce tribus, llenas de fuerza y potestad para llevar a las naciones la misión de enseñar el verdadero culto al creador y abolir el pecado. Yo encomendé esta tarea al pueblo de Israel, porque contemplé en la primera edad del hombre muchos balbuceos y malas interpretaciones a mi ley. El culto espiritual, sencillo y puro que pedía a mis hijos, degeneraba en idolatría, en actos materiales y abominaciones. Teniéndome cerca de ellos, me sentían muy distantes, y creyendo cumplir con la ley, pecaban. Cuando envié profetas a la humanidad, les desconocieron, y al oír su palabra llena de celo y rectitud, me decían: No podemos seguiros, Señor, el camino es muy estrecho. Y el Padre que es amor y que vivifica y acompaña a todos sus hijos, ha esperado su reconocimiento. 3. Hoy vivís en el Tercer Tiempo, pueblo escogido, y os he enviado con la misma misión de despertar y aconsejar al mundo. Si os preparáis, vuestra inspiración será inagotable, y después de 1950 dejaréis manifestar a través de vuestras palabras la enseñanza como discípulos míos y con ella mi voluntad, mis revelaciones y mi caridad. Vuestro amor a la humanidad hará prodigios, y penetraréis en una vida de trabajo y solicitud constante; y cuando hayáis dado pasos de espiritualidad, no deberéis sentir superioridad sobre aquellos vuestros hermanos, cuyos espíritus no alcancen todavía la capacidad vuestra. 4. Elevaos, y si es menester que descendáis para salvar a su espíritu, hacedlo, así como el pastor desciende hasta el abismo donde su oveja ha caído, para rescatarla y reunirla con las demás que forman su rebaño. Sed buenos pastores y aprended a cultivar el corazón de vuestros hermanos con esta enseñanza que es vida, elevación y grandeza. 5. Jamás cerréis vuestro corazón al amor y sabréis conocer a través de él la obra infinita de vuestro Padre. 6. Sed clementes con las faltas de vuestros semejantes, ¡Oh discípulos amados! 7. Bienaventurados los que no juzguen las faltas de sus hermanos y eviten que el escándalo sea en torno de ellos, porque manifiestan limpidez en su corazón y saben practicar la caridad. 8. Sólo tendrá derecho a juzgar Aquél que sepa hacerlo y que además, sepa corregir y enseñar con verdadero amor. En las actuales pruebas en que se encuentra la humanidad, puedo deciros que Yo soy el único que tiene derecho a juzgar, porque entre todos los hombres no veo a un justo que tenga derecho de hacerlo. 9. Cuando améis la virtud y os duelan los errores de los demás, cuando lleguéis a consagrar toda vuestra vida para el mejoramiento de vuestro espíritu, lograréis dar el verdadero ejemplo, y si con obras, palabras y pensamientos vais enseñando y haciendo luz en el sendero de vuestros hermanos, habréis logrado asemejaros al Divino Maestro, el que cuando estuvo en la tierra os demostró cómo se puede ser un juez perfecto. 10. Yo dejaba que llegaran ante mi presencia los grandes pecadores, hombres o mujeres; dejaba que en mi camino se cruzaran los grandes hipócritas, permití que me sometieran a prueba, que me interrogaran, que se burlasen o tratasen de humillarme; Yo bien sabía que mi juicio no lo resistirían y que todos llegarían a sentir mi divina presencia. En algunas ocasiones me bastó sólo una frase para llegar a conmover a un hombre, en otras era suficiente una mirada o simplemente el silencio; pero debéis saber que en mi actitud había humildad, dignidad, amor, piedad. 11. La humildad, la dulzura y el amor, eran la esencia de la justicia de Jesús y sin embargo la humanidad no tuvo juez tan inexorable como El. ¿Quién podrá resistir al verdadero amor, a la absoluta pureza, a la luz divina? 12. En verdad os digo, que no existe fuerza que podáis oponer a mi amor. Los enemigos resultan pequeños, las fuerzas contrarias son débiles, las armas que han tratado de luchar en contra de la verdad y de la justicia, siempre han sido frágiles. 13. La lucha que las fuerzas del mal han sostenido en contra de la divina justicia, os ha parecido una contienda interminable, y sin embargo, ante la eternidad, será como un instante y las faltas cometidas durante el tiempo de imperfección de vuestro espíritu quedarán como una débil mancha que vuestra virtud y mi amorosa justicia se encargarán de borrar para siempre. 14. Todo el que tomare de mi palabra, que es como el agua cristalina, sed no volverá a tener. Todo el que me reconociera en el Tercer Tiempo en estas lecciones que vengo a entregar, será fuerte en las grandes pruebas que se acercan a la humanidad y no perecerá. 15. Vengo a prepararos para que no seáis sorprendidos. Encended vuestra fe y aun cuando el huracán sople y quiera apagar vuestra lámpara, velad, guardadla celosamente y no quedaréis en tiniebla. 16. Hoy no sonríe el mundo al oír mis lecciones; el espíritu sabe que está atravesando por el gran día del Señor, en el que han de ser juzgadas todas sus obras, y en el que mi mirada penetrará hasta lo más profundo de su ser; sabe que su cosecha está mezclada con la mala simiente cuyos frutos van a darle amargura. Su conciencia le dice que no ha cumplido las órdenes divinas, que se ha apartado del camino de sumisión y obediencia, y que por eso su cruz es muy pesada. Yo he dado a todos los seres un cáliz para que lo llenen de amor y buenas obras, y me presentáis sólo amargura y veneno; queréis apartarlo porque sentís morir, y buscáis el antídoto, y Yo os digo: Venid a Mí, que aún podéis recobrar la vida; oídme y trabajad. 17. Amad, desechad el odio, dejad detrás de vosotros las antiguas costumbres que apartan vuestros pasos de la senda del bien. Iluminad vuestro sendero con mi palabra de todos los tiempos; buscad la herencia divina en el fondo de vuestro espíritu, y recordad mis máximas que os fueron entregadas por conducto de Moisés, mi palabra y ejemplos a través de Jesús; reconoced mis revelaciones que como Espíritu Santo he venido a haceros en el Tercer Tiempo y sabréis por qué lloráis. Más Yo aparto de vosotros el cáliz y os ofrezco mi paz. 18. En mi palabra de este tiempo encontraréis la misma esencia de aquella con la que os doctrinó Jesús, la misma verdad que en los diez mandamientos os entregué en el Sinaí. Todo aquél que quiera servirme, conozca antes que mi camino es de sacrificio y de entrega por amor a sus semejantes. Más también os digo, que Yo tomaré en cuenta todos vuestros méritos para llevaros a la verdadera vida. 19. Sentid mi amor y venid a Mi, hombres de buena voluntad, levantad vuestra faz y mirad a Cristo que ha vuelto entre los hombres cumpliendo su promesa. 20. Penetro en lo profundo de vuestro corazón y ahí recibo el homenaje sencillo de vuestro espíritu que me habla por medio de la oración y me presenta su propósito de seguirme, de practicar mis enseñanzas, de ser fuerte y mostrarse sereno ante las pruebas. 21. La respuesta a esa oración sentida y humilde, es la de ofreceros que siempre estaré con vosotros y que esta presencia os la haré sentir más clara en las horas difíciles por las que atraveséis. 22. La luz de esta era viene rasgando el velo de obscuridad que envolvió al espíritu de los hombres; viene rompiendo las cadenas que lo tenían sujeto, impidiéndole llegar al verdadero camino. En verdad os digo que no penséis que mi doctrina prohíbe la investigación de todas las ciencias. Si Yo soy quien despierta vuestro interés, vuestra admiración y vuestra curiosidad; por eso a vuestro espíritu le he dado el don del pensamiento para que se traslade libremente a donde quiera. Os he dado la luz de la inteligencia para que comprendáis lo que miréis a vuestro paso; por eso os digo: Investigad, escudriñad, más procurad que vuestra forma de penetrar en mis arcanos sea respetuosa y humilde, porque entonces será verdaderamente lícita. 23. No os he prohibido que conozcáis los libros que los hombres han escrito, más debéis estar preparados para que no tropecéis y os confundáis. Entonces sabréis cómo empezó el hombre su vida y su lucha y a dónde ha llegado; y cuando esto sea, tendréis que buscar mi fuente de enseñanzas y revelaciones, para que Yo os muestre el futuro y el fin que os espera. 24. Prepárese cada quien en la forma en que su conciencia le dicte. Comprended que llegará el momento de la lucha y que no vais a buscar entonces las sombras de un claustro para meditar, sino que daréis la cara al mundo y a las tentaciones y no rehuiréis un solo instante esa lucha. 25. Si no os preparáis, si no analizáis mi doctrina, mañana podrá surgir entre la humanidad una teoría que, aunque falsa, tenga visos de verdad, y no es mi voluntad que os dejen en el camino como impostores, porque tratarán de demostraros que no fue verdad mi venida en este tiempo. 26. Aprovechad vuestra propia fuerza para prepararos y no la desperdiciéis juzgando las obras de los demás. 27. Muchas veces os he dicho: Unificaos, más cuando os hablo de unificación, comprended que no hablo solamente de vuestros recintos, sino que esa palabra abarca todo el universo. 28. Ved que no he venido a inspiraros rito alguno. Ni en el Segundo Tiempo ni en éste he venido a buscar trono o sitial dentro de los recintos que a mi culto habéis destinado. Hoy vengo a deciros que no me ofrezcáis tesoros de la tierra ni vanidades humanas, porque estaréis haciendo lo que el tentador con Jesús en el desierto: Ofrecerle su reino a cambio del mío. Ya sabéis que mi reino no está en este mundo. Por eso me hice hombre naciendo y viviendo en la humildad, para demostraros que para conquistar el "reino de los cielos", no son necesarios el poder y las grandezas de la tierra. 29. Más, ¿Por qué habéis de ofrecerme las riquezas materiales si de antemano sabéis que todo es mío? Dadme lo que no poseo aún: vuestro amor. 30. Es vuestro espíritu al que vengo a buscar, porque es parte del mío y a Mí tiene que tornar; más para rescatarlo tuve que descender hasta él. Hoy será vuestro espíritu el que tendrá que elevarse por la virtud hasta llegar a mi seno. 31. Discípulos míos: Buscáis dentro de vosotros los pensamientos y las obras que sean agradables a Mí para alcanzar mi gracia, y Yo que conozco vuestro amor y esfuerzo, os concedo lo que solicitáis. No son bienes terrenales los que me pedís, no ambicionáis tanto los goces perecederos como los que son perdurables; vais camino de la vida eterna, en donde descansaréis de vuestra lucha. 32. Saturaos de la esencia contenida en mi palabra, y si hay dolor en vosotros, consolaos pensando que en él encontraréis una luz que siempre os estará señalando el camino de la vida eterna. Ese mismo dolor no permitirá que el espíritu duerma o se envanezca, será como rocío que refresque y vivifique el corazón. 33. En todos los tiempos os he hablado de la vida eterna, de ese camino que el espíritu recorre y que no tiene fin, en el cual se desarrolla, se perfecciona y llega a su Señor. Para que tuvieseis un ejemplo que palpar y seguir, vine Yo en el Segundo Tiempo. Me limité en Jesús, nací y viví como hombre, cumplí con las leyes divinas y humanas, sentí los rigores de esta vida, trabajé para labrar el pan; pero sobre estos cumplimientos entregué al mundo mi mensaje de amor y de ternura. 34. Cuando hubo llegado el tiempo de la predicación y de los hechos, consagré mi Espíritu al cumplimiento de esa misión. 35. No todos han sabido comprender que el espíritu es antes que la carne. Y de esa doctrina de amor que os entregué, muy pocos frutos me habéis presentado. ¡Cuán frágil es vuestro corazón! Muchos dicen amarme y desconocen los beneficios de mi enseñanza. 36. En aquel tiempo, cuando Yo revelé a mis discípulos que volvería entre los hombres, me preguntaron cuándo seria la realización de mis profecías y Yo les dije: Velad y orad y las contemplaréis. Muchos me esperaban muy pronto, y es hasta este tiempo que he venido como juez, para preparar el camino de todos los seres. Si abriesen sus ojos espirituales, me contemplarían descender sobre la nube blanca y desde ahí enviar sobre la tierra innumerables rayos de luz. 37. ¿Quién podrá analizar la esencia de mi Espíritu, si soy luz, amor divino, si en Mi no hay forma material? He venido a vosotros en medio de la humanidad; la virtud que os enseño, es la misma que prediqué en el Segundo Tiempo. Quiero acercar a Mi vuestro corazón y que reconozcáis mi nueva manifestación. 38. Hay muchos que por temor o falta de estudio, no han evolucionado y practican sólo la ley de Moisés, sin reconocer la venida del Mesías, y otros que creyendo en Jesús, no han esperado al Espíritu Consolador prometido; y Yo he descendido por tercera vez y no me han esperado. 39. Los ángeles han anunciado estas revelaciones y su voz ha llenado el espacio. ¿Les habéis reconocido? Es el mundo espiritual que ha venido entre vosotros a dar testimonio de mi presencia. Todo lo que ha sido escrito, se cumplirá. La destrucción que se ha desatado, vencerá el orgullo y la vanidad del hombre y éste, humilde, me buscará para llamarme Padre. Amadme y me reconoceréis. Así brotará de vuestro corazón la súplica por la paz de las naciones. A todos os amo, y cuando ya preparados tornéis a Mí, haré pacto de alianza con los hombres y habrá gozo en el Padre y en los hijos. 40. Aquellos que me esperaban, no se han sorprendido de mi palabra dada a través del hombre. Los demás han negado que el Maestro haya vuelto a manifestarse en esta forma al mundo. Mas Yo os digo: Orad y analizad, estudiad las profecías, escuchad la voz de la conciencia en el fondo de vosotros mismos y sabréis responder a toda pregunta que os hagan. 41. Yo os bendigo, pueblo. Os he dado vida y os estoy alentando en el camino de evolución, porque os amo. Al hombre y a los seres inferiores les he dado los elementos necesarios para vivir. Todos vivís dentro de Mí y estáis sujetos a mi voluntad. Os he dicho que "la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad". Para vivir tenéis el aire que respiráis, el sol que calienta vuestro cuerpo, las aguas y los frutos que os alimentan; más a vosotros que estáis dotados de espíritu, os concedo penetrar en mis arcanos para que conozcáis todo lo necesario para vuestra elevación espiritual. Vuestro espíritu no morirá, mientras que la naturaleza material hoy existe y mañana ya no será, porque le he formado para que sea sierva del hombre y después de cumplir su destino, desaparecerá. 42. La tierra, las plantas, los animales, pagan un tributo de gratitud a su Dios. Toda la creación se inclina y se somete a las leyes. Las fieras en la selva se aman, no matan a seres de su especie y si lo hacen es para alimentarse, respetan a la compañera, no se multiplican antes de tiempo, no se censuran. Y vosotros, hombres, hacéis todo lo contrario, porque tenéis libre albedrio y voluntad; mas Yo os he dado la conciencia y la ley para iluminar vuestro sendero. Despertad, abrid vuestros ojos a la luz de mi enseñanza, y si habéis de llegar a Mí, ¿Por qué retardáis vuestro paso? No hagáis dolorosa la jornada. Dejad que el espíritu me busque, me ame y me comprenda y en su oración y práctica se fortalezca y se reanime. 43. Os preparo para que cumpláis con celo mi ley, y así podáis enseñar y ser báculo de vuestros hermanos. 44. Quiero que me améis como Padre y me miréis en la obra perfecta de mi creación. En el agua cristalina de los arroyuelos, en el verdor de los campos, en el aire que acaricia vuestras mejillas, en el firmamento sembrado de estrellas, no me neguéis, no me deis ese dolor. 45. Ved que me estoy derramando en esencia para alimentar vuestro espíritu; estoy sanando a los leprosos del cuerpo y del espíritu; porque así como el cuerpo necesita alimento para vivir, el espíritu necesita Sustento espiritual, necesita amor, la comunicación con su Padre, el cumplimiento de los deberes. En esta armonía podréis vivir felices hoy en la tierra y mañana en la mansión espiritual. 46. Mi amor es con vosotros. Mi inspiración se traduce en palabra por medio de la mente de estas criaturas preparadas. Son mis intérpretes y Yo me manifiesto según su preparación y capacidad espiritual. Todos podréis ser mis portavoces. El hombre es muy pequeño para recibir la potencia de mi Divinidad, más Yo envío al entendimiento un rayo limitado, para hacerme comprender y que mi Verbo sea pronunciado por sus labios y os digo: Venid a recibir el amor de vuestro Maestro y la enseñanza para mitigar vuestra sed de saber. Algunos sentís temor y os pregunto: ¿Por qué albergáis ese temor, si siempre he estado con todos mis hijos, si me tenéis en vuestro corazón? 47. Mi amor ha sido grande para vosotros y por eso os he escogido de distintas comarcas y naciones, porque mucho me necesitáis. Tenéis contraído un compromiso Conmigo porque en tiempos pasados no cumplisteis con vuestra misión, y es menester apresurar el paso para que podáis llegar a Mi limpios y puros como brotasteis de Mí. 48. Todavía no os habéis perfeccionado y ya estáis en la consumación de los tiempos. Ha mucho que en esta era os hablo por conducto del hombre. Os he hablado en parábola, y si leéis los escritos en donde mi palabra está impresa y fue transmitida por los primeros portavoces, apreciaréis mi paciencia y sentiréis dolor por vuestra negligencia. En todas las congregaciones en donde el pueblo se reúne, he derramado mi esencia y os he dicho: Estudiaos a vosotros mismos, para que comprendáis a vuestros hermanos. Sentid su dolor, amadlos como os amo Yo. 49. He venido en busca de esa parte de mi Espíritu que está en vosotros y que me pertenece, para rescatarla. Vengo a declarar la guerra, pero no a la humanidad, sino al pecado, al mal. En esa lucha que ya es entre vosotros, debéis permanecer fuertes. Poned en práctica vuestros dones, para que a medida que entreguéis el bien, ellos se multipliquen y sean inagotables. Si os hablo de regeneración, es porque habéis perdido la gracia y pureza con que os engalané y que debíais haber conservado a través de los tiempos. 50. Os dije que vendría en la nube y que vendrían también mis ángeles. Y ¿Acaso estas profecías no se han cumplido? ¿Mi mundo espiritual no os ha hablado corroborando todas mis palabras? Grandes pruebas vendrán y conmoverán la tierra. Para entonces, no quiero que me busquéis como juez; buscadme como Padre y Maestro. Yo os enseñaré el verdadero camino de la vida, el amor y la humildad, para que no busquéis corona ni cetro. Si queréis ser grandes, sed humildes. 51. Quiero que estéis unidos, porque después de 1950 no oiréis la palabra de vuestro Padre a través de los portavoces y vuestro espíritu buscará un aliciente para continuar en este sendero, y muchos de vosotros seréis débiles como Pedro, y otros dudaréis como Tomás, mas, ¿Quién imitará a Juan? En verdad os digo, que si me amáis como ese discípulo predilecto, me veréis en todo mi esplendor y os diré: Venid a Mí, corazones afligidos; soy el Padre y siento el dolor de todos mis hijos. Orad y sentiréis muy cerca al cirineo ayudándoos a cargar vuestra cruz. Conformaos y sed fuertes en las pruebas y vuestras penas serán ligeras. 52. He preparado a esta nación y sus moradores para manifestar mi doctrina, para que el pueblo pueda elevar su espíritu y contemplar en el más allá la segunda Jerusalén, la tierra espiritual prometida en donde han de reunirse con los patriarcas al final de los tiempos. Mi voluntad es que en esta nación se mezclen las diferentes razas, que encuentren paz aquellos que cansados de guerras y discordias busquen un lugar para meditar sobre mi enseñanza, y los hambrientos de espiritualidad tengan la manifestación de mi Espíritu que les llene de luz y de consuelo, para que desde el valle material puedan contemplar los umbrales de la vida superior donde el espíritu debe morar y ver el cumplimiento de mi palabra. 53. Yo daré esplendor a esta nación. No sólo se elevará espiritualmente, sino materialmente alcanzará poder. Sus tierras serán fructíferas, en sus moradores habrá energía y fuerza moral, y el espíritu preparado por Mí dará prueba de elevación y conocimiento de mi ley. 54. Y cuando el hombre del mundo se acerque y contemple en vosotros mi obra, sentirá el anhelo de enmendar su vida y buscará los principios naturales, que lo ayuden en su restitución; meditará en la ley, buscará mi palabra, y su espíritu volverá a estar en contacto Conmigo. Yo le hablaré secreta y amorosamente y lo pondré en el principio del camino, y a partir de esta etapa empezará a subir para escalar el monte en donde Yo le espero. 55. No todos oirán mi palabra en este tiempo en la misma forma en la que os hablo a vosotros, mis discípulos; mas sabed que todo el que me busque, me encontrará. Mi inspiración estará en todo aquél que me ame y de ello daréis testimonio. Si vosotros os habéis levantado al cumplimiento antes que ellos, preparad su camino dando ejemplo de amor y de humildad. 56. Estad cerca de Mí. Dejad que los ojos de vuestro espíritu se abran y que vuestro corazón perciba mi amor, que todo lo que oigáis y sintáis sea guardado en vuestro ser, para que mañana recordando y analizando mi palabra podáis enseñar a vuestros hermanos. 57. No desperdiciéis estas lecciones que son páginas del libro de la sabiduría que ahora os doy para vuestra salvación. 58. Yo os recibo y en vosotros recibo a todos mis hijos. Mi sabiduría desciende sobre todos mis discípulos que han sabido preparar su entendimiento y su corazón. 59. Vengo como luz y fortaleza, como paz y amor a vuestros corazones, para que no sintáis debilidad ante los hombres. 60. Os revestís de paciencia sabiendo que habéis venido va cumplir la noble misión de establecer la fraternidad y la paz en el mundo; porque sabéis que tenéis que velar para que sea cumplida la voluntad del Padre Celestial. Debéis ser como centinelas que velen por ese mandato no cumplido aún. 61. Mi voz incesantemente llama al hombre al camino de la ley, y vosotros, que fuisteis los primeros en recibir mis revelaciones en este tiempo, habéis venido a ser los postreros, para que contempléis cómo llegan a Mí las multitudes; mas como sois de aquellos que primero me reconocieron, estáis obligados a ser un ejemplo dentro de mi enseñanza, a ser como un báculo para vuestros hermanos. 62. Siendo tan grande vuestra misión, veo que aún os falta valor y fe para ser los apóstoles del Tercer Tiempo. Aún tenéis en vuestra vida instantes de flaqueza, de desesperación y de lucha con vosotros mismos. Venced todas las barreras. Vuestro corazón ya ha sentido la grandeza de mi obra, habéis comprobado que mi palabra es alentadora. En mi enseñanza habéis aprendido a orar para libraros de la tentación. 63. No quiere el Maestro que sigáis desaprovechando el tiempo, ved cómo la humanidad en algunos sentidos ha alcanzado adelanto, pero Yo quiero que su progreso sea completo, que la vida humana y la espiritual armonicen. 64. Esta vida es una hermosa oportunidad que se presenta a vuestro espíritu para progresar. Caminad, creced, evolucionad, mirad cómo todo en la creación evoluciona y se transforma. Fuisteis en el principio semejantes al átomo en vuestra pequeñez; pero por la inteligencia de que os doté, habéis llegado a tomar en vuestras manos los elementos que la naturaleza posee, para serviros de ellos. Desde que llegasteis a morar la tierra, ya se encontraba en ella la ley esperándoos, y el Padre desde entonces os ha estado revelando la vida espiritual, encaminándoos a la morada a donde habéis de llegar a descansar y a gozar de paz después de la lucha, para alcanzar vuestra purificación. 65. Oíd siempre la voz de vuestra conciencia para que ella os diga si habéis o no cumplido con la ley. P A R A B O L A 66. Oíd: Encontrase un varón sobre una montaña, conocía los montes, los bosques y los caminos, por donde se internaba en busca del sustento para los suyos. Cierta ocasión, en medio de su soledad, escuchó una voz que decía: "Yo te contemplo, varón, y veo tu lucha; por eso vengo a ti, porque Yo soy la vida que palpita en todo lo creado, más escucha: Levántate, ve y únete a los que te pertenecen y diles lo que has escuchado y lo que sintiendo no has podido ver, y cuando estén persuadidos de lo que tú ya crees, forma con ellos el principio de un pueblo, levántales en pos del cumplimiento de la promesa de una tierra que les tengo preparada". Aquel varón, al oír esa voz, sintió palpitar su corazón con fuerza y no se atrevió a levantar su faz para contemplar al que así le hablaba. Sintió que una fuerza desconocida penetraba en su ser, como si una luz celestial inundara de valor su espíritu. Cuando aquella voz calló, sintió que la fatiga de su cuerpo se apartaba, a la vez que sobre su espíritu experimentaba el peso de una responsabilidad. En seguida partió en busca de los suyos para testificar lo sucedido y como era hombre recto, todos creyeron en su palabra. El varón decía: "Aquella voz que escuché, me habló de un camino, más de todos los que conozco, no sé cuál sea; acaso exista una que conduzca a alguna gran ciudad o tal vez lleve a una extensa tierra de viñedos". Una noche, al encontrarse recostado en su lecho, oyó la voz clara en su conciencia, ya no en sus sentidos, que le decía: "El camino no lo conocen tus ojos, porque él sólo es visible a la conciencia, es el camino de mi ley". Y entonces escuchó los preceptos de ella que hablaban de amar a Dios sobre todo lo creado, de no adorarlo a través de figuras creadas por la imaginación o el fanatismo y oyó hablar también del amor de los unos a los otros. Ese era el camino, el del amor y el bien. Cuando despertó el varón, comprendió que todo aquello había sido una revelación divina hecha a su espíritu. Nuevamente dio testimonio a su familia de lo que había recibido en sueños y lleno de fe y obediencia reunió a todos los suyos, para que con su unión formasen la simiente de un pueblo fuerte y grande. 67. Es mi parábola de este día en que os hablo de Moisés, aquel espíritu con quien tienen semejanza los guías de este tiempo. Aquél que oraba en silencio y se comunicaba con su Padre, aquél que condujo a su pueblo en larga jornada a través del desierto, el mismo que ante la debilidad de las multitudes rompió contra el suelo las tablas de la ley. 68. Tres eras han pasado y os pregunto: ¿Quién de vosotros conoce el camino? ¿Quién es aquel que de verdad se prepara para escuchar la voz del Eterno? Dónde están los que pueden decirme, como lo hicieran hermanos vuestros en otros tiempos: Señor, si es menester el sacrificio de mi existencia en bien de tu obra, hágase en mí tu voluntad. 69. Hoy no encuentro quien hable así a su Maestro. ¿Cómo vais a dar a conocer al mundo mi palabra en este tiempo? Es menester que os unáis, para que mi obra de amor y de pureza sea reconocida. Si la presentaseis a través de ritos, símbolos o creencias, no lograréis estremecer el espíritu de vuestros hermanos; en cambio, si con vuestras obras dais el ejemplo de amor, mi ley será conocida y respetada. 70. Estudiad mi palabra, porque en ella escucharéis la voz del Padre, quien a través de vuestra conciencia os señalará siempre el camino y os hará contemplar la perfección que vayáis alcanzando en él. 71. Así como escudriñáis y os maravilláis ante la vista del cuerpo humano que es tan sólo la forma exterior del hombre, así abismaos en la contemplación y en el estudio del espíritu, porque sólo así conoceréis su grandeza. 72. Luchad y aunque vuestra lucha sea intensa, no os canséis de testificar mi verdad. Haced el bien aunque tengáis que llegar hasta el sacrificio. Tenéis la misión de salvar a vuestros hermanos. 73. Yo os doy mi bendición y mi perdón. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 180 (Dada durante la 2a. guerra mundial) 1. Os doy la luz para que analicéis mi palabra y comprendáis mi lección, discípulos amados. 2. Sigue el labriego cultivando la tierra y abriendo el surco en donde ha de depositar la semilla con la fe y el anhelo de levantar abundante cosecha, y el Maestro os dice: Tened cuidado de elegir la tierra que sea propicia, para que no se malogre la simiente, y siempre recogeréis frutos de acuerdo con el amor con que hayáis cultivado vuestra tierra. 3. Todos podéis ser labriegos en mis tierras, pero antes es preciso sentir y comprender esta misión. El objeto de esta lección es apartar la venda de oscuridad del ignorante y hacer andar al paralítico, mostrándole que Yo soy el único Dios a quien deben servir. Por eso os digo: Os estoy preparando, para mostraros a los demás como un ejemplo, ya que supisteis abrir vuestros ojos a la luz y confesar con humildad que erais ignorantes. Yo, a través de vosotros, también sembraré y recogeré los frutos de mi caridad. 4. Os preguntarán vuestros hermanos, cómo habéis recibido esta enseñanza, cuáles han sido mis manifestaciones y por qué seguís este camino; a toda pregunta responderéis con absoluta verdad. Porque si no procedéis con la verdad, no seréis fuertes y saldréis derrotados; entonces, la semilla no germinará. 5. No quiero que miréis vacía vuestra mano, ni que al final de vuestra lucha quedéis sin levantar cosecha, después de haberos apartado del mundo por seguir mi camino y de haber sido nombrados mis discípulos. No sería justo que recogieseis desengaños y amarguras sólo por no haber sabido aprender a defender mi obra, estudiándola y analizándola para adquirir fuerza, serenidad y conocimientos suficientes para hacer frente a las pruebas. 6. Mi enseñanza es una sola lección dicha en muchas formas, para que podáis comprenderla y a la que nada tengáis que añadir. Y aunque es ley, no vengo a imponérosla porque caeríais en hipocresía, aparentando exteriormente su cumplimiento, mientras que vuestro corazón se encontraría infringiendo. 7. He puesto a la conciencia en vuestro ser, para que ella esté presente en todos vuestros pasos, ya que la conciencia sabe distinguir el bien del mal y lo justo de lo que no lo es. Guiados por esa luz, no podréis ser engañados, ni llamados ignorantes. ¿Cómo podría el espiritualista engañar a su propio semejante o tratar de engañarse a sí mismo, si lleva en su propio ser la luz de su Creador? 8. En aquel tiempo se acercó un rico mancebo a Jesús y dijo: "Maestro, creo merecer el reino que prometes, porque practico la enseñanza" Jesús le preguntó: 9. "¿Cumples con la ley?", y el mancebo contestó: Sí Señor, yo ayuno, trato bien a mis hermanos, no hago mal a nadie y doy una parte de mi hacienda para ayuda del templo. Entonces Jesús le dijo: "Si queráis seguirme, deja todo lo que posees y ven en pos del Maestro"; mas era tanto lo que en el mundo poseía el mancebo, que no queriendo abandonar sus riquezas, prefirió apartarse del Señor. Creía estar cumpliendo con mi ley y se engañaba a si mismo. 10. ¡Cuántas veces os he dicho: Practicad la caridad, manifestad esta virtud, mas no hagáis ostentación de ello porque dejará de ser caridad y os engañaréis! 11. Discípulos: Si no queréis sufrir equivocaciones o errores, analizad vuestros actos a la luz de vuestra conciencia, y si hay algo que la empañe, examinaos a fondo y encontraréis la mancha, para que podáis corregirla. Dentro de vosotros existe un espejo donde podréis miraros y ver si estáis limpios o no. 12. El espiritualista deberá ser reconocido por sus actos, los cuales para que sean limpios, tendrán que haber sido dictados por la conciencia. Quien así practique, se sentirá con derecho a llamarse mi discípulo. 13. ¿Quién podrá engañarme a Mí? Nadie. Yo no vengo a juzgaros por lo que hacéis, sino por la intención con que lo hacéis. Estoy en vuestra conciencia y más allá de ella. ¿Cómo podéis pensar que Yo pueda ignorar vuestros actos y el móvil de ellos? 14. Preparaos para la lucha, para que mi obra no sea atacada por causa de vuestras malas obras, porque en muchos casos dependerá de vosotros el reconocimiento o desconocimiento que de mi obra tenga la humanidad. 15. ¿Qué puede perder mi obra si es la misma verdad, si es pureza impecable? Más vosotros si perderéis ocasiones para hacer méritos y elevar el espíritu. 16. Si alguien ignora mi verdad, es porque no ha sabido acercarse a beber de esta fuente que desborda sus aguas cristalinas para todo labio sediento de amor. 17. La verdad que revelé a los patriarcas, a los profetas y a los justos, es la misma que hoy os estoy mostrando, porque mi doctrina que hoy recibís es la ley de todos los tiempos, con la que os he señalado el camino de evolución para que continuéis vuestra jornada hasta el fin. En mi doctrina nunca os he dicho algo que no tenga una explicación apegada a la verdad; más si vosotros dieseis explicaciones distintas y en forma complicada, si modificáis mi enseñanza o entregáis análisis defectuosos a los que necesitan explicación de ella, mala cosecha recogeréis. 18. Mirad cómo entregáis y cómo habláis; comprended que sois responsables de un don muy grande. 19. Yo soy el dueño de la simiente, vosotros los labriegos; si alguno es perezoso y no cumple con su misión, si hay quien se pierda del sendero, no me culpéis a Mí, que por doquier os llamo. Reconoced que algún esfuerzo tiene que hacer aquél que quiere salvarse. 20. Ved que vengo a vuestro corazón para que, sintiéndome, podáis decir: Maestro, yo os seguiré. 21. Escuchad: En todos los tiempos el Padre ha manifestado su amor a la humanidad por medio de mensajes a través de sus enviados; ese amor que hasta este instante estáis tratando de comprender y de sentir es el mismo que os ha acariciado siempre. 22. Quiero que os saturéis de esa luz, porque sin amor no llegaréis a Mí; sin esa virtud no podréis comprender mi grandeza. 23. Mi palabra viene a tocar las fibras más sensibles de vuestro corazón para que despertéis al amor, haciéndoos comprender que si sólo vivís preocupados por adquirir las riquezas del mundo y no dejáis espacio ni tiempo para que el corazón y el espíritu desarrollen sus dones, éstos no tendrán desenvolvimiento en su jornada. 24. No dejéis engreír vuestro corazón, porque él simboliza el fuego de la eternidad del que todo brotó y donde todo se vivifica. 25. El espíritu se sirve del corazón para amar a través de la materia. Si amáis sólo por la ley de la materia, vuestro amor será pasajero, porque ella es limitada, más cuando amáis espiritualmente, ese sentimiento se asemeja al del Padre, que es eterno, perfecto e inmutable. 26. Toda la vida y todo lo creado están relacionados con el espíritu, porque él posee vida eterna. No os limitéis, amadme y amaos, ya que poseéis esa chispa del Ser que no tiene límites para amar, que es Dios mismo. 27. Comprended que todo lo que existe es para vosotros, así como todo, en su destino, es un perpetuo tributo y homenaje al Creador. 28. De todos los seres recibo su fruto, mas todo recibe de Mí la fuerza vivificadora. 29. Os esclarezco todas las lecciones, para que vuestro espíritu deje de ser prisionero de vuestros sentidos, para que cuando vayáis a sembrar mi enseñanza, deis a conocer que el espíritu, como todo lo creado, está sujeto a la ley de evolución. 30. Evolución: palabra que estará en los labios de la humanidad cuando se ocupe de su espíritu, porque significa progreso, elevación, transformación y perfeccionamiento. 31. ¿Cuándo quedará libre el hombre de prejuicios para que ya no vaya en busca de formas, ni vea todo lo que le rodea más grande que él? Cuando alcance la libertad de espíritu. 32. Ahora podréis comprender que si siempre me he manifestado en sabiduría a los hombres, ha sido para libertar a los espíritus aprisionados por entendimientos limitados. 33. Aún existe en esta era mentes entorpecidas y faltas de inspiración. Cuando los hombres ya deberían poseer una mente lúcida y despejada por su evolución, todavía muchos piensan y viven como en las épocas primitivas. Otros han alcanzado un gran adelanto en la ciencia, encerrándose en su vanidad y egoísmo, creyendo haber alcanzado la cima del saber; se han estancado en el camino de su adelanto espiritual. 34. A vosotros que me habéis escuchado en este tiempo y que habéis oído que en mi enseñanza se repite constantemente la palabra espíritu, os digo que la grandeza y la luz que encierra esa palabra conmoverá a esta humanidad cuando la comprenda. 35. Seguid haciéndoos dignos de esta gracia por medio de la humildad bien entendida. Humildad no quiere decir miseria ni pobreza material. 36. Conservad la fuerza moral, porque os habéis templado como el acero en el crisol con los sufrimientos de esta vida. 37. Os veo conformes con vuestro destino. Si vuestro pasado fue tormentoso, no volváis los ojos a él; olvidadlo y vivid en paz el presente. No temáis al porvenir, porque el mañana soy Yo. 38. Todas mis profecías se cumplirán y ésta vuestra pequeña nación será vista por la humanidad como la "tierra de promisión". Yo dejaré que en ella sientan paz los corazones y se iluminen los espíritus. A ella vendrán altos mandatarios de otros pueblos y en su seno se inspirarán para gobernar con amor. 39. Las tribus perdidas de Israel vendrán a congregarse y a sentir mi paz en esta tierra preparada por mi caridad. 40. Vosotros debéis estar preparados porque vuestros hermanos se acercarán, no sabéis cómo o cuándo, pero mi palabra quedará cumplida. 41. Por eso os pido que os unifiquéis, para que aquellos hermanos vuestros sientan que han llegado al seno del pueblo del Señor, donde recibirán lo que sea mi voluntad. 42. Os estoy previniendo para todos los acontecimientos del futuro y en lo que toca a esas tribus, os digo que vendrán movidos por mi sabiduría a recibir la heredad que vosotros habéis recibido. No llegarán por casualidad, pero es menester que vosotros estéis unidos para que veáis cumplirse mi palabra. 43. En el Segundo Tiempo, cuando César gobernaba la Palestina, ésta se encontraba dividida entre sí. El pueblo de Israel era esclavo de los gentiles y sobre sus hombros sentía el peso del yugo de la tiranía. 44. Fue entonces cuando llegó entre los hombres el Hijo de Dios. 45. ¡Cuánto dolor había en aquel pueblo y qué grande el egoísmo de los hombres! Pero se escuchó mi palabra y fue como bálsamo en todas las heridas de aquel pueblo desheredado. Yo mitigué su sed de amor, y por eso, los que creían en Mí decían: Sólo el Nazareno sabe amar. Y sin embargo fui desconocido. Cuando los hombres me llevaron a cumplir el sacrificio, me preguntaban: Jesús, ¿En dónde están los que te seguían? En ese instante contemplé a Jerusalén y dije: "No es tiempo aún de que la semilla germine, más el tiempo llegará y la humanidad conocerá su fruto". Y en verdad, después de mi partida, mis discípulos se levantaron dando a conocer mi palabra. 46. Ahora os digo a vosotros: En el año de 1950 se levantarán los que desobedecerán mi palabra y me llevarán a consumar nuevamente el sacrificio, que será la desobediencia y desconocimiento entre vosotros mismos. Entonces diré como en aquel tiempo: "Yo deposité la simiente en estos corazones y ella florecerá y de sus frutos comerán las naciones, que conocerán mi palabra conservada en los escritos". 47. Este legado es para vosotros. Recordad que siempre tendréis que sembrar en vuestro camino. 48. Se acercan los días en que el mundo cristiano se concentra en su corazón, para recordar el drama que tuvo lugar en el Gólgota hace cerca de dos mil años. Es entonces cuando algunos recapacitan, para analizar, si los actos de su vida están de acuerdo con su conciencia, o si han sido débiles ante la tentación. 49. Y este pueblo que ahora me escucha, siente que no le hace falta contemplar la imagen del Crucificado, porque comprende que aquella sangre derramada en el calvario vibra aún en el corazón de la humanidad, porque fue regada para enseñarle cómo se cumple una misión. El pueblo espiritualista no necesita revivir aquel drama; ha aprendido a elevarse hasta sentir y contemplar las grandezas que hay en el espíritu. A quien ha dudado cual Tomás, le he permitido hundir sus dedos en la herida de Jesús, y ver mi sangre que aún está fresca y que, como fuente inagotable, se sigue derramando en amor y fortaleza sobre todo espíritu. 50. Os he dicho que me encuentro tan cerca de vosotros, que conozco hasta lo más íntimo de vuestros pensamientos; que doquiera que os encontréis, ahí me encuentro Yo, porque soy omnipresente. Soy la luz que ilumina vuestra mente con inspiraciones o ideas de luz. 51. Yo estoy en vosotros, porque soy el Espíritu que os anima, la conciencia que os juzga. Estoy en vuestros sentidos y en vuestra materia, porque Yo soy toda la creación. 52. Sentidme más y más en vosotros y en todo cuanto os rodea, para que llegado el momento de abandonar este mundo, penetréis de lleno en la vida espiritual, y que no haya perturbaciones en vuestro espíritu por las impresiones que os pudiera dejar la materia y os acerquéis un paso más a Mí, que es la fuente de pureza infinita en la que beberéis eternamente. 53. ¡No sabéis cuánto tiempo os falta para dar ese paso! Por eso velad, porque la tentación intentará haceros flaquear. Yo os preparo y os prometo que mi caridad estará dispuesta para libraros del huracán. Os ofreceré mi ayuda cuando estéis a punto de caer, porque para Mí no existe uno que sea más, ni otro que sea menos. Soy el Padre y siempre que ante Mí lleguéis arrepentidos, os recibiré y os entregaré vuestro galardón de acuerdo con vuestros méritos. 54. Meditad y haced un examen de vuestra vida, iluminaos por la luz de vuestra conciencia; Yo os haré conocer vuestro progreso espiritual. 55. Interpretad debidamente mi palabra, sabiendo que no es la forma de ella la que debe de analizarse, sino la esencia que va en ella y el fin que os señala. Mis portavoces son susceptibles de errores, más lo que viene de Dios, puro es y no puede ser manchado. 56. Os he entregado una simiente de la que debéis recoger abundante cosecha. Id a imitación mía derramando en el camino el amor y la caridad entre vuestros hermanos, y la humanidad reconocerá la fe y la fortaleza que habéis adquirido. 57. Tratad de comprender el significado de mi obra, como la comprendieron e interpretaron los que me siguieron hasta el fin. 58. Si habéis preparado vuestro corazón como un santuario en el cual esperáis la visita de vuestro Padre, para que en él sienta el calor de vuestro amor, de cierto podréis decir que la alondra ha estado con vosotros. Me circundan los hombres, mujeres y niños, y todos son como polluelos en el árbol de la vida. 59. Habéis caminado incesantemente buscando en las entrañas de la tierra las raíces de ciertos árboles para juzgar sus frutos, y muchas veces encontrasteis en aquellas raíces el gusano roedor. Después me buscasteis por montes y valles con la esperanza de escuchar una voz paternal, o al menos una voz amiga que os librase de la incredulidad y os condujese hacia el camino de la verdad. Ahora que estáis ante mi palabra, me dais gracias por haberos concedido oír mi enseñanza que viene a prepararos para una comunicación espiritual más perfecta que la que ahora tenéis. Hoy tengo que limitar mi luz para ser comprendido por vosotros, más llegará el instante en que vuestro espíritu y vuestra mente puedan soportar directamente mi sabiduría. Hoy les basta a muchos un poco de luz y de paz en su corazón, a los niños una caricia, a los ancianos cansados la dulce mirada de sus hijos porque con ello sienten un rayo de luz en su corazón fatigado y triste, más luego todos se levantarán anhelando una luz que ilumine el sendero de su vida. 60. Si ahora les preguntasen a muchos de mis hijos si desearían oír mis enseñanzas, contestarían que son indignos, y Yo os digo que ninguno de mis hijos es indigno de escucharme. Todos necesitan de mi palabra; los justos para recrearse con ella, escuchando a su Dios; los ignorantes para aprender y alcanzar la elevación de su espíritu con las lecciones del Maestro; los pecadores para regenerarse con su arrepentimiento escuchando al Padre. 61. Una voz llega a Mí y me dice: "Venid, mirad cuán débil soy en la tierra, cuán manchado se halla mi espíritu. Yo sé que vos me amáis y podéis perdonarme, que sois guía en mis tinieblas y amparo en mi soledad. Socorredme, porque en las pruebas de esta hora siento el dolor de la agonía". 62. ¿Quién me habla así? ¿Quién hace llegar de esta manera sus voces hasta Mí en demanda de clemencia? ¿Acaso un corazón? No, pueblo, es la humanidad, que no ha olvidado que soy amor, reconoce su mancha y pide redención. 63. Yo lloré vuestra partida desde el instante en que dejasteis la morada espiritual para ir a la tierra. Desde entonces han sido mis lágrimas y mi sangre las que os han perdonado vuestros pecados, y mi voz dulce y serena no ha dejado de aconsejaros en vuestra jornada. Mi sombra os ha seguido por todos los caminos. Yo soy quien en verdad os ha extrañado, vosotros no, porque cuando partisteis os sentíais fuertes y creíais que ya no necesitaríais de mi apoyo. Vuestro camino fue el libre albedrío, vuestros sentidos se dilataron para aspirar y palpar todo cuanto os rodeaba, y fue necesario que cayeseis muy abajo para que volvierais vuestros ojos nuevamente hacia Mí. Hasta entonces recordasteis que teníais un Padre a cuya mesa os sentabais. Entonces clamasteis a vuestro Señor, más antes ya os había llamado Yo y estaba reclamando en mi mesa vuestra presencia. Os había buscado, como el padre que vio partir a su hijo llevando la inocencia en su corazón y desconociendo el camino. 64. Si analizáis mi palabra comprenderéis que la intención del Padre al enviaros al mundo a recorrer sus caminos llenos de peligros y acechanzas, no fue para que os perdierais en ellos, porque habían sido preparados de antemano para que en ellos encontraseis las lecciones necesarias para la evolución del espíritu, para daros la experiencia de que carecíais, y finalmente para volveros a Mi llenos de luz. Vuestro espíritu al brotar de Mi fue como una chispa a la cual los vientos habían de convertir en flama para que al retornar a Mí, vinieseis a fundir vuestra luz en la de la Divinidad. 65. Os hablo desde la cumbre del nuevo monte, ahí os espero y en verdad os digo: el día de vuestra llegada habrá fiesta en este reino. Venís por el camino del dolor lavando vuestras faltas, camino que Yo no tracé y que el hombre ha labrado, por ese sendero me hicisteis caminar; mas desde entonces, el camino del sacrificio y del dolor fue glorificado por mi sangre. 66. Oíd en el infinito el eco de mi voz, como oís el eco de una campana. 67. Mirad que es tiempo de justicia, porque en verdad os digo, toda falta será expiada. La misma tierra reclamará el mal uso que de ella y de sus elementos haya hecho el hombre. Todo lo que haya sido destruido os reclamará, haciendo reconocer a los hombres que fueron hechos por el Creador con fines de amor, y que esa voluntad única que podía destruirles es la que les cuida, les protege y les bendice. 68. ¿Podrá partir tranquilamente de este planeta un espíritu, cuando lo que profanó y destruyó le está llamando para reclamarle? Esos son los que han tenido que formar un mundo en el que los remordimientos, el materialismo y el resultado de una vida de desobediencia a mi ley son como tinieblas entre la luz para que empiecen a restaurar todo lo que destruyeron. 69. Para socorrerlos les digo: He aquí de nuevo al Maestro entre sus discípulos. 70. Hoy vengo a encender la fe en quienes por instantes desfallecen. 71. Si he venido a vosotros, también vendré a todo aquel que a Mi se eleve. Mi amor, mi luz, son para todos. 72. Cuando la comunicación del Señor se establece con sus discípulos, sentís infinito gozo en vuestro espíritu y aunque mi manifestación sea breve, os dais por satisfechos. 73. Quiero que esa paz y esa alegría que experimentáis al escucharme, podáis sentirla cuando en la oración me busquéis, para que cuando logréis esa elevación, vuestro pensamiento sea como un fecundo rocío que descienda sobre campos estériles. 74. Mientras el mundo se agita, la sombra del caos aparece sobre las naciones y la guerra estremece a la humanidad, escucho a los que decís: Si para Dios no hay imposibles ¿Por qué no detiene la guerra y crea un mundo nuevo lleno de paz? Y Yo os digo que así como en el hombre está la guerra también está la paz. Cada hombre posee una conciencia severa y sabia y por ella sabrá escoger el camino que le conviene. 75. Ya se ha desatado en el mundo una nueva contienda. Naciones enteras luchan con el afán de vencer a sus enemigos, otros buscan la superioridad para avasallar pueblos y tener esclavos, y otros para que su raza demuestre que es la más elevada entre todas, y no comprenden en su ceguedad el abismo que a todos espera. 76. Dentro de ese ambiente de tinieblas y turbación, haced penetrar vuestro pensamiento como un rayo de luz; con ello ayudaréis a vuestros hermanos a pensar con claridad en sus momentos de prueba. De esta manera cumpliréis con la misión que os he encomendado. 77. Sed fuertes para dominar vuestras pasiones, y así no os inclinéis hacia un bando u otro. Es menester que vuestro corazón se inflame de caridad y fraternidad por todos, participando interiormente de las penas y miserias que afligen a esta humanidad. Así vuestro corazón latirá al compás del mío. Todo el bien que hagáis tendrá su recompensa o, ¿No consideráis que será una compensación para vuestras oraciones la llegada de la paz entre los hombres? 78. Ved que no es un sacrificio el que os pido. No os estoy enviando a predicar entre aquellas turbas desenfrenadas, ahora sólo basta que limpiéis vuestro pensamiento para que iluminéis con él la senda de vuestros hermanos. 79. Luchad, orad, velad, para que la tentación que tiene poder para presentarse a vuestro paso, revestida de las formas más atractivas, no vaya a desviaros de vuestras buenas intenciones y os aparte del cumplimiento. Aprended a luchar con ella y a vencerla; no durmáis porque ella luchará hasta el fin. 80. Vuestra lucha es más grande de lo que podáis imaginar, porque ese adversario es invisible, porque muchas veces buscándolo en muchas partes lo lleváis en vosotros mismos, oculto en vuestros sentimientos y en vuestras pasiones. Para esa lucha no existe mejor arma que la oración. 81. Os ha dado el Padre sus consejos. Si cada cátedra es diferente, su esencia, su propósito, son los mismos: entregaros mi amor y enseñaros el camino de perfección que os dará la salvación. 82. En los días de recordación, hasta el corazón más duro siente mi presencia. En el infinito vibra incesantemente el eco de la campana divina que anuncia la manifestación de este nuevo tiempo; pero, ¡Cuán sordo es el corazón de esta humanidad! 83. Cuando despierten los hombres y vengan en busca de mi palabra, ya será tarde, porque habré partido; entonces tendrán que recibir tan sólo testimonio de mi manifestación. Muchos se lamentarán de no haberme buscado en los lugares en donde me manifesté y no haber oído mi voz. 84. En este tiempo, grandes pruebas afligen a la humanidad. De todos los lugares del mundo se eleva el llanto; es que han venido los espíritus a la tierra a recoger el fruto de lo que en otro tiempo sembraron, porque nadie escapa a mi justicia. Dejaría de ser perfecto, si no os la mostrara, si no os dejase cosechar el fruto de vuestras obras; más también me encuentro preparando a los hombres con la luz de este mensaje. A todo oído llegará el rumor de mi venida, de las lecciones que dejé a la humanidad. Irán mis discípulos a llevar el bálsamo a los enfermos, serán cirineos de aquellos a quienes encuentren agobiados bajo el peso de su cruz. Os repito mucho estas lecciones, para que no las olvidéis después de mi partida. 85. Velad y orad para que estéis fuertes; pero orad con el espíritu, para que lleguéis a alcanzar y a gozar la comunicación perfecta con el Señor. Cuando miréis que se ha realizado lo que recibisteis por inspiración en los instantes en que orabais, esa será la prueba de que tuvisteis un momento de comunicación espiritual con el Maestro. 86. Llevad a la perfección vuestra forma de buscarme, de orar. Mirad que cuando mi palabra ya no se escuche en el interior de vuestros recintos, se levantarán los hombres de las religiones queriendo reconquistaros, tratando de recobraros. ¿Seréis entonces capaces de cerrar vuestros ojos a esta luz y hacer a un lado la misión que habéis recibido, para conformaros con la práctica de un rito? 87. No temáis si a veces os hablo de que seréis calumniados y perseguidos; Yo sólo os digo, que si estáis cumpliendo con mi ley divina y si cumplís con las leyes de la tierra nada tenéis que temer. 88. Demostrad desde ahora que no en vano habéis oído hablar a Jesús en este tiempo; que si Yo os nombré discípulos, sabréis llevar ese título con dignidad. Ante la verdad y limpidez de vuestros actos, el más reacio se doblegará. Y cuando sea en el mundo el tiempo de luchas entre doctrinas e ideas religiosas, cuando los hombres se opongan más a la propagación de mi doctrina espiritual, mayores serán los prodigios que os conceda, y esas pruebas harán estremecer al mundo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 181 1. Multitudes: Venid a la luz, cerrad por unos instantes los ojos del cuerpo y mirad con el espíritu el esplendor de mi presencia que llega hasta vosotros; es la luz divina del amor y de la sabiduría la que vengo a daros como vestidura; es la luz que viene a disipar las tinieblas de la ignorancia, del fanatismo y la maldad. 2. Estoy dándoos mi lección en este día que habéis dedicado al descanso material y al culto del espíritu. Es el séptimo día, en el que reposáis de la fatiga de la semana, en que recogéis el fruto de vuestro trabajo y acumuláis fuerzas para proseguir en vuestro camino 3. Tomad este día como la representación de la séptima etapa de vuestra evolución, aquella en la que habrá de abrirse el último sello, en la que reposaréis después de la extensa jornada. 4. Muchos creen que sólo desciende mi luz en estos lugares donde se manifiesta mi palabra, pero la verdad es que mi presencia espiritual es con todos; por ello he llamado a la luz que os envío: rayo universal, porque en el preciso instante de vibrar a través de los portavoces, la sienten todas las criaturas bajo distintas formas; sí pueblo, siendo Omnipotente y Omnipresente, me estoy manifestando en varias formas, todas ellas espirituales. Si en el Segundo Tiempo me visteis hecho hombre, fue porque vine buscando vuestro corazón; mas ahora me veis venir espiritualmente porque es a vuestro espíritu al que vengo iluminando. 5. Salvador me llamasteis y Salvador me seguiréis llamando, porque vengo a rescataros de las malas sendas 6. No maldigáis las pruebas que os agobian a vosotros y a todo el género humano, no digáis que son castigo, ira o venganza de Dios, porque blasfemáis; os digo que esas pruebas son precisamente las que están acercando a la humanidad al puerto de salvación. 7. Llamadles justicia, expiación o lecciones, y estaréis en lo cierto y en lo justo. La ira y la venganza son pasiones humanas, propias de seres distantes todavía de la serenidad, de la armonía y de la perfección; no es justo que a mi amor por vosotros, que es el que preside todas mis obras, le apliquéis el vulgar nombre de castigo o el nombre indigno de venganza. 8. Pensad que voluntariamente habéis penetrado en sendas espinosas o en abismos tenebrosos y que no habéis acudido a mi llamado amoroso, ni habéis escuchado la voz de vuestra conciencia, por lo que habéis necesitado que el dolor viniese en vuestra ayuda para despertaros, para deteneros, haceros reflexionar y regresar al camino verdadero. 9. Ha sido menester dejar que el dolor habite en las tinieblas y que la paz more en la luz para que podáis elegir libremente el estado espiritual al que aspiréis. 10. Cuando veo que os dejáis vencer por el dolor y que en vez de extraer de él la luz que cada prueba encierra, os concretáis a llorar, a maldecir, o simplemente a esperar la muerte como el fin de vuestros sufrimientos, es cuando me aproximo a llamar dulcemente a vuestro corazón, dándole consuelo y esperanza, fortaleciéndole, para que se sobreponga a sí mismo, a su debilidad y falta de fe y pueda triunfar de las pruebas, porque en ese triunfo está la paz y la felicidad espiritual que es la felicidad verdadera. 11. A esto he venido, pueblo, a apartar la noche interminable que os cubría y daros un nuevo día lleno de esplendor. Mi palabra hará el milagro de fundir el hielo de vuestro corazón para que comience a sentir lo espiritual y a latir para todo lo bueno; mi palabra abrirá los cerrojos de la cárcel en que vuestro espíritu se ha visto aprisionado; mas a vosotros toca hacer el otro milagro, el de alcanzar la paz y la elevación por medio de los méritos de vuestras obras. 12. ¡Cuán distantes quedarán entonces los senderos donde heristeis vuestros pies dejando marcada vuestra huella con sangre y con lágrimas y donde bebisteis hasta el fondo el cáliz de amargura! 13. Mi divino anhelo es el de salvaros y llevaros a un mundo de luz, de bellezas y de amor, donde vibréis por la elevación del espíritu, por la nobleza de los sentimientos, por el ideal de perfección; mas, ¿No descubrís en ese divino anhelo mi amor de Padre? Ciertamente, quien no lo comprenda así debe estar ciego. 14. Algunos pretenden abarcarme con vuestra mente, creyendo así poder comprenderme; otros, más pequeños y materiales, quisieran verme en forma humana para creer en Mí, sin pensar que existe en su ser un sentido superior, a través del cual puede comprenderme, sentir mi presencia y mirarme; pero ese sentido sólo puede manifestarse a través de la fe y de la espiritualidad. 15. ¡Cuánto gozo dan a mi Espíritu los discípulos que verdaderamente buscan la elevación, porque ellos, aun siendo pequeños y torpes para el mundo, saben sentir mi presencia en su corazón, sabed interpretar o comprender mis inspiraciones y aceptar lo que mi voluntad les concede! 16. Sed así, para que todos me sintáis y gocéis de mis bienes, porque Yo soy de todos. Ved que después de haber preparado los caminos con mi doctrina, dirijo mí mirada a vosotros, corto número de corazones que sois de los discípulos llamados en este tiempo para seguir mi huella. 17. Esta palabra de luz que os entrego, es el pan espiritual con que os alimento en el Tercer Tiempo. Todos mis hijos, a través de sus credos, buscan ese sustento, unos en la forma y otros en la esencia. Yo a todos recibo con amor y a todos entrego mi gracia. 18. Dije a mis apóstoles durante el santo cenáculo: "Tomad el pan, es mi cuerpo. Tomad el vino, que es mi sangre, y después de mi partida recordaréis esta lección". 19. Ahora os digo a vosotros: Tomad mi palabra que es de vida eterna y guardad su esencia, y después de 1950, cuando ya no sea escuchada, recordadla y sustentaos de ella. Y así como mis discípulos supieron normar su vida por mi enseñanza y con humildad la esparcieron, así sed vosotros, para que llevéis este pan del espíritu a todos los hambrientos, porque escrito está que mi palabra no se perderá y será escuchada por toda la humanidad. 20. Os he dicho: Escuchad mi palabra y en su esencia encontraréis el pan de la gracia. Os he dicho: Buscad el amor del Padre, porque lo necesario para vuestra vida en la tierra os será dado por añadidura. 21. De esta semilla tendréis que responderme, ya que en todos los tiempos os la he confiado. ¿Quién puede decir que ha cumplido y que se encuentra libre de toda mancha? 22 Practicad la caridad es la misión más alta de vuestro destino; derramadla en obras, en palabras y aun en pensamientos, porque un pensamiento dirigido con amor, lleva consuelo a vuestros hermanos. 23. Quiero que aprendáis a perdonar; os invito a tomar mi cruz de amor y a seguirme. Escucho y recibo al que interiormente me dice: Señor, yo quiero seguir tus pasos. 24. Y a la vez os pregunto: ¿Quién será el que me entregue en este Tercer Tiempo? Escudriñaos y me responderéis cuando el tiempo sea llegado. 25. El que no cumpla con mi ley, el que me desconozca, el que en alguna forma profane o manche mi obra, ése será el que me entregue a la chusma, ése será el que con sus obras grite: ¡Crucificadle!, porque sus hechos harán que la humanidad se pregunte: ¿Estos son los discípulos del Maestro? ¿Estos son los que escucharon su palabra? 26 Amad a la humanidad, no publiquéis vuestra caridad, y bastará con esto para que seáis los apóstoles del Tercer Tiempo. 27. Hoy estoy presente ante el mundo, presente ante el hombre y le digo: ¿De qué me acusáis? He hablado la verdad, he aconsejado el bien, he venido a cumplir mi promesa de volver. No vengo a desmentir lo que os dije en el Segundo Tiempo, porque soy el ejemplo de verdad. Sigo llevando la pesada cruz y es el hombre el que hiere mi cuerpo. 28. Recordad que el Hijo de Dios se acercó en aquel tiempo a los hombres y ellos no le comprendieron, mas ahora ya podéis comprenderme. 29. Aún estoy crucificado, porque me encuentro dividido en partículas en cada uno de vosotros. Decidme, ¿Acaso no puedo Yo sentir vuestros propios dolores? Entonces, ¿Por qué vosotros no me sentís? 30. Voy nuevamente al sacrificio. En este tiempo, ¿Quiénes me crucificarán?, ¿Quiénes me gritarán: Sigue adelante y no te detengas? 31. Mi mirada es penetrante y al mismo tiempo dulce; si de ella se desprende una lágrima, ésta no cae al suelo, sino que penetra en vuestro espíritu. Yo estaré siempre con vosotros; el mundo aún me necesita. 32. Tiempo llegará en que la fraternidad sea sentida entre vosotros, cuando penetréis en el santuario de mis pensamientos. 33. De donde vengo y a donde voy, vosotros no podéis ir por ahora; mas vendrá un día en que llegaréis a mi presencia y por esta palabra me reconoceréis. Veréis entonces al vencedor de la muerte, al que con su sacrificio os dio vida eterna, porque soy la resurrección y la vida, soy el consuelo que busca a todo espíritu afligido para darle la paz. 34. Esta luz que ahora derramo sobre vosotros, que sea paz y moral en las generaciones venideras. 35. En verdad una vez más os digo, que Yo sufro en todos los que sufren, que el hambre y la sed de amor de los hombres es hambre y sed de mi Espíritu. En ellos sufro y en ellos estoy enclavado; mas mi amor os dice: Discípulos, sed fuertes, porque se acercarán a vosotros los hipócritas, los fariseos y los gentiles para preguntaros si me habéis reconocido y si me amáis; ante esas preguntas sentiréis temor, y si sois débiles, diréis como aquel apóstol: "Nunca conocí yo a ese Galileo" 36. No olvidéis que vuestra recompensa no está en este mundo. Si por estar Conmigo os hiriesen, no desmayéis, perdonad y amad, sed mis discípulos. 37. No hagáis el símbolo de la cruz materialmente, puesto que me encuentro crucificado en vosotros mismos. 38. Yo me haré sentir en la conciencia de todos los que festejan mi divina pasión con fiestas paganas y profanas, haciendo que sientan contrición y que su corazón palpite y llore. Recibiré su arrepentimiento, porque nunca será tarde para abrir los ojos a la verdad. 39. Purificaos del pecado y amaos los unos a los otros, para que desenclavéis el cuerpo de Jesús y vuestro corazón sea su morada. 40. He aquí cumplida mi promesa: Destruido fue el templo y Yo lo edificaré en tres días. Construido está el santuario espiritual en donde habita el Señor 41. He encontrado a la mujer piadosa y al verla llorar le he preguntado: ¿Por qué habéis llorado? Y ella ha dicho como en aquel tiempo: "Lloro porque el Maestro ha desaparecido, he ido a buscar su cuerpo y no está". Entonces Yo le he dicho: Mirad hacia arriba y contemplad que el Maestro está cerca de vos. 42. Id y decid a vuestros hermanos, que se reúnan porque el Maestro los sorprenderá, y que aquel que sepa sentirme por su fe, Yo le mostraré la vida eterna. 43. Discípulos amados: Me estáis contemplando con la mirada de vuestra fe, porque estoy transfigurado en la esencia de esta palabra, en la inspiración del hombre; pero también descubro a Tomás, aquél que hundió sus dedos en mis heridas para poder creer. Hoy no podéis tocar mi cuerpo porque soy intangible, no es ya el tiempo en que podíais tocarme. 44. He venido a vosotros en Espíritu, y tiempo llegará en que abracéis mi doctrina con el corazón y con el espíritu. Yo, el vencedor de la materia, de la tentación y de la muerte, he penetrado hasta los antros de obscuridad y he hecho luz en los espíritus de los que habitaron este mundo y pasaron a otra vida; presos entre cadenas de remordimientos y turbaciones, les he hecho ver la luz de mi gloria y los he liberado, porque lo mismo habito en la luz, que desciendo a los abismos, donde se purifican los espíritus, porque Yo soy resurrección para todos. 45. Sed testigos fieles de estas manifestaciones; sentidlas y recordadlas con veneración, para que podáis depositar su simiente en tierra fértil. 46. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que mi enseñanza haya sido conocida. 47. Seréis desconocidos y censurados, más Yo os digo: No temáis a la burla, ni aún a la muerte de la materia. Nadie podrá mataros, porque Yo estoy con vosotros. Después de esta lucha, el mundo conocerá la alegría espiritual de la comunicación con el Padre. Vendrá la paz a los pueblos, porque ellos en su convencimiento practicarán mi enseñanza. Sed lo fieles discípulos, mirad que os he dado tiempo y ocasiones para conocer el mundo. ¿Qué podéis desear de él? 48 Si sois débiles en materia, en cambio sois fuertes en espíritu. Habéis comprendido el sentido de la vida humana y ahora tratáis de comprender el sentido de la vida espiritual. ¿Quién de vosotros no ha sentido en sí los dones que Yo le he entregado? Tened fe en Mí para que podáis penetrar en lo invisible y sosteneros, porque aún contra vosotros mismos tendréis que luchar. 49. Os he resucitado, porque estabais muertos; os he abierto mi gloria, he engalanado a vuestro espíritu con la luz de mi palabra; conservad esta gracia y sentid que llega a vosotros la vida verdadera. 50. Ahora perdonad y amad a los que os hayan ofendido y pensad que no ha sido para vosotros la ofensa sino para Mí, que estoy en cada uno de mis hijos. Si Yo perdono a todos, ¿Por qué vosotros no podéis perdonar? ¡Por el egoísmo y la vanidad de la materia! ¿Más a dónde va vuestra materia? A confundirse con los reinos de que fue formada, mientras vuestro espíritu perdurará para responder de todos sus actos realizados a través de su envoltura, en tanto que la luz infinita del creador lo espera para confundirse en un abrazo de amor con el hijo. 51. ¿Quién no querrá en ese instante ser digno de aquel galardón? 52. Discípulos: Yo quiero que en este tiempo sintáis el gozo que experimentaron aquéllos que vieron elevarme en la bóveda celeste. Mi manifestación ante mis discípulos fue para cumplir la promesa que les hice un día antes del sacrificio. Yo les doctriné acerca de la vida del espíritu y lo que significaba la muerte del cuerpo; ellos no comprendieron y tuve que anunciarles que vendría en Espíritu a comunicarles cuanto les había dicho. Cuando ya en Espíritu estuve entre los discípulos, y uno de ellos hundió sus dedos en mis heridas frescas, les dije: "Yo estaré siempre con vosotros y vendré como luz del Espíritu Santo". Cuando aquellos intentaron reclinar su cabeza en el pecho del Maestro, la silueta de Jesús desapareció, porque la prueba que de mi verdad les di, ya era bastante. Si prometí volver a los hombres sobre la nube, ellos han visto desde su morada espiritual el cumplimiento de mi palabra, y vosotros habéis visto realizarse aquella promesa en vuestro mundo. Esta es la resurrección que os he manifestado en este tiempo. 53. Os dejo mi paz; guardad mi enseñanza y guiaros por ella para que no os perdáis entre tinieblas. Después de 1950 penetraréis en el santuario de mi inspiración divina para que os levantéis a enseñar esta buena nueva, como hicieron vuestros hermanos, mis apóstoles en el Segundo Tiempo. Veréis florecer mi doctrina limpia y pura de ritos, tradiciones y vanidades, porque Yo no busco templos materiales, sino el corazón de mis hijos, para transformarlo en un verdadero santuario, donde more el amor de Jehová. 54. ¿Qué me hacéis presente en este día? ¿Por qué lloráis, si os he dado mi paz y os he hecho sentir mi amor y mi ternura? Calláis ante mi interrogación. Os he llenado de gracia y sentís que no habéis sabido aprovecharla, por eso hay dolor en vuestro corazón. Más, ¿Qué es lo que os aleja del cumplimiento? El mundo que habitáis es un crisol, y cuando más os purifiquéis, os sentiréis más libres; vuestras deudas pasadas no pesarán sobre vuestro espíritu y podréis elevaros espiritualmente. No temáis a la pobreza; si el mundo os despoja de vuestros bienes, si os pide lo que tenéis, cededlo y nada habréis perdido. Temed al que quiere quitaros la paz, al que intente apagar vuestra fe, porque estos dones no sólo son vuestro tesoro, sino que pertenecen a vuestra porción; es el medio por el cual os daré la salvación, junto con la de los seres que he confiado a vuestro cuidado. 55. Llega hasta Mí la intercesión de María, la dulce y abnegada Madre, y el pastor me hace presente al pueblo. Velan por vosotros eternamente la ternura divina, el pastor y vuestros protectores. Más Yo, el Padre, conozco y siento vuestro dolor y mi caridad es con vosotros. Salvaos, pueblo, y salvad a la humanidad. Os he enseñado el camino, y si queréis la paz, sed hombres de buena voluntad, desechad el egoísmo y dad de lo que haya en vuestro corazón. Hoy no os amáis en espíritu unos a otros, más llegará el tiempo, en que miréis en cada hermano un representante mío, una imagen de mi Divinidad, y ese amor disipará el dolor. 56. Comprended que todos me pertenecéis; el precio de vuestro rescate es el ejemplo trazado con mi sangre, mi sacrificio por amor, y es preciso que reconozcáis que vengo por vuestro espíritu para llevarlo hasta las puertas de la "tierra prometida". Mi palabra no os abandonará antes del tiempo señalado, y después, cuando os hayáis preparado, por vosotros y por mis enviados en distintas naciones se conocerá la buena nueva. Mi palabra será escudriñada y al fin será estudiada y comprendida. Cerca del año 2000 empezarán a manifestarse los dones espirituales de la humanidad, dando testimonio de mi palabra. 57. Preparaos, y en corto tiempo reconoceréis vuestros dones. Todos poseéis una heredad desde el momento de vuestra formación, por lo tanto todos podéis trabajar y ser mis labriegos. 58. Las tierras están preparadas esperando la semilla y el cultivo. No os detengáis, iniciad el cumplimiento de vuestra misión. El tiempo es propicio, y vuestra oración y práctica en la ley llenarán de paz vuestro espíritu. 59. Sólo unos instantes han transcurrido desde que recordasteis concentrados en vuestro espíritu la hora en que visteis al Hijo de Dios crucificado. 60. He venido para deciros que los instantes que han pasado han sido provechosos para la humanidad. He venido para dar testimonio de mi amor y estaré con vosotros muy cerca, para manifestarme a todo espíritu, a todo corazón y a toda materia, porque es la era de la luz, el tiempo del Espíritu Santo. 61. Tomad ejemplo en mis enseñanzas y llevadlas a la práctica, mas no juzguéis que esto significa un sacrificio para vosotros; si así fuere, indicarían que vuestro espíritu no se ha preparado y por ello no experimenta goce. 62. Si queréis seguir a Jesús, tendréis que sufrir; pero en el fondo de aquel dolor estará la dicha de sufrir por el bien de vuestros semejantes. Ahora no será de sangre vuestro sacrificio, porque los tiempos han cambiado y la humanidad ha evolucionado, será de amor. 63. Vuestro espíritu arrastra pesadamente una cadena formada por las vidas que os he brindado como oportunidad para perfeccionaros y que no habéis aprovechado; cada existencia forma un eslabón. Más si normáis vuestra vida dentro de mis enseñanzas, si os anegáis a mi ley, ya no vendréis a sufrir a este mundo. 64. Si dejáis pasar el tiempo sin estudiar mi palabra, YO, que soy el tiempo, os sorprenderé. Estudiad, para que podáis ocupar en mi obra el lugar que os corresponde. 65. Quiero que cesen la incomprensión y las diferentes creencias sobre mi Divinidad; comprended que todos brotasteis de un solo Dios. 66. Os seguiré señalando el camino único que conduce a mi seno; es estrecho, es áspero, en él existe una huella de sangre, pero al final de la jornada encontraréis flores de exquisito perfume y frutos de buen sabor. 67. Algunos añoráis el tiempo en que tuvisteis felicidad y paz. Yo os digo: No suspiréis. Os he traído nuevamente felicidad y paz y estas gracias perduran hasta la eternidad. 68. Cuando os digo: "Pedid, que se os dará", me pedís para la materia. En verdad: ¡Qué poco me pedís! ¡Pedidme ante todo lo que beneficie a vuestro espíritu! No atesoréis en la tierra, porque aquí se encuentra el que hurta; atesorad en el reino del Padre, porque ahí vuestro caudal se encontrará seguro y será para la felicidad y paz de vuestro espíritu. 69. Los tesoros de la tierra son las riquezas, el poder y los títulos de falsa grandeza. Los tesoros del espíritu son las buenas obras. 70. No vengo a desconocer el saber y la ciencia que los hombres han alcanzado; por el contrario, vengo a iluminar su talento, para que sus obras tengan un fin noble y elevado, porque entonces si alcanzarán la verdadera grandeza. 71. En el Segundo Tiempo mostré al mundo lo que el hombre podía hacer por medio de la fe. Levanté al que muerto estaba, al ciego le di vista, al leproso lo dejé limpio, al paralítico lo hice caminar. 72. Yo bendigo la ciencia del hombre, que ha sanado y rescatado de la muerte al que estaba al borde del sepulcro. 73. Ahora he venido a mostraros una vez más mi sabiduría que se encuentra más allá de todas las ciencias, y os digo: El mundo conocerá al Consolador del Tercer Tiempo; pero mientras vosotros sabéis que me encuentro nuevamente entre los hombres, ellos aún me esperan, cuando ya está cercana mi partida. 74. En mi palabra del Segundo Tiempo os hice saber que nuevamente vendría Yo a vosotros, que descenderían mis huestes espirituales Conmigo, pero la humanidad no ha comprendido ni interpretado debidamente el sentido de mi palabra, por eso cada religión me espera en su seno, por eso esperan contemplarme con sus ojos mortales; y quienes así me esperan ahora son los mismos que en aquel tiempo negaron que Jesús fuese el Mesías y le juzgaron como un soñador. 75. Vosotros, mientras tengáis fe, veréis iluminado vuestro camino. 76. He venido en este tiempo a edificar mi templo. El templo de vuestro corazón, que habíais destruido, Yo lo reedificaré en tres días. 77. Todos guardáis preparación y así os presentáis a Mí. Siempre que abrís vuestro corazón para recibir mi palabra, habéis experimentado paz. ¿Quién de vosotros que me haya buscado con amor, no ha tenido comunicación Conmigo? Y si vosotros habéis alcanzado esta caridad, ¿Por qué no la enseñáis a vuestros hermanos? Si en la práctica del amor encontráis vida, amad desinteresadamente. Si el cumplimiento de los deberes os llena de salud, sed incansables trabajando. 78. Quiero encontraros dignos de Mí. Quiero contemplar en vuestro hogar la paz y a cada uno de vosotros cultivando y fomentando el bien, para que podáis vivir cerca de Mi e identificaros con vuestros hermanos. PARABOLA 79. "Encontrase un humilde Maestro dando enseñanza a sus párvulos. Entre ellos estaban los corazones que llenos de fe se mostraban impacientes por levantarse a cumplir su misión. Después de un corto tiempo de recibir sus lecciones, preguntaron a su Maestro: Tú que eres sabio y enseñas el amor puro y la emancipación del espíritu, dinos, ¿Cuándo podremos partir para enseñar en el nombre de nuestro Padre, lo que hemos aprendido? Y el Maestro contestó: Oh pequeños, ¿Ya queréis entregar mi enseñanza?, ¿Ya os habéis saturado de ella?, ¿No teméis a los peligros, no os arredra la incredulidad?, ¿Ya estáis fuertes? Y el párvulo insiste: Maestro: Nos habéis dado un antídoto, nos sentirnos fuertes y queremos practicar vuestra enseñanza. Aquel Maestro, lleno de ternura y de bondad, bendice a sus discípulos, les da potestad y les deja partir. Y va el párvulo por los caminos cultivando corazones, dándoles de aquella gran enseñanza. Muchos le buscan y al oír su palabra se convierten a su doctrina y le siguen; mas después de haber preparado a aquellos nuevos adeptos, el labriego dice a la multitud que le sigue: Tendréis que presentaros ante Aquél que me enseñó, para recibir la última lección, porque ese Maestro va a partir y quiere dejaros llenos de su sabiduría. ¿Queréis venir en pos de mí? 80. En caravana llegaron ante aquel Maestro y tuvieron la sorpresa de ver que era el Maestro de maestros, el Dios infinito, el Hacedor de todo lo creado. Entonces se postraron, penetrando en contrición y su espíritu hizo comunión con El y la paz inundó el corazón de los párvulos". 81. Hoy digo a vosotros, mis discípulos: Llegará el momento en que me veréis en todo mi esplendor. Para ese tiempo, la tierra y sus moradores habrán sido purificados, y restauradas la virtud y la gracia del espíritu. Desaparecerá el dolor y todo será dicha, será un día infinito, interminable para vosotros. ¿No queréis contemplar estas maravillas? ¿No queréis que vuestros hijos se comuniquen con mi Espíritu y libres del pecado puedan formar un mundo de paz? 82 Os he entregado los dones para que practiquéis mi enseñanza. Sed perseverantes en el bien. Si vuestra decisión es grande, venceréis lo infranqueable y el mundo, que no ha creído en mi venida en este tiempo, me amará y será salvo. 83. Pueblo: Vos gozaréis contemplando mis manifestaciones cada día más espirituales. Venid a Mí por amor, no por temor. 84. Sed fuertes, porque las pruebas se acercan y tenéis que atravesarlas con serenidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 182 1. Pedid por la humanidad antes que por vosotros mismos. Ella es como un náufrago en medio de un mar de tinieblas y turbaciones, que en su confusión no encuentra el faro que ha de iluminarla para ponerse a salvo. 2. Todo el que cree en Mí y observa mis preceptos, está dentro de un arca salvadora donde quiera que se encuentre, ya en el valle espiritual o en el mundo. El que ama en espíritu y en verdad, está Conmigo. Toda criatura tiene en sí misma los medios para salvarse y ellos son: La luz de la conciencia y la intuición del bien que palpita en el espíritu; son atributos que Yo os he concedido. 3. La oración es consuelo y báculo para el corazón en las horas de prueba. Para ser fuertes, debéis unificaros en mi ley, y aun cuando os encontréis en distintos caminos, si practicáis mi doctrina espiritualmente, llegaréis a amaros y a comprenderos. 4. No todos los que han oído mi palabra creen en ella, y no todos los que dicen amarme, me aman en verdad. Para llamaros mis discípulos, tendréis que practicar mi ley y seguir mi huella. 5. Mi amor es igual para todos. ¿No habéis mirado que a nadie he negado la luz, el calor y el pan? Aun cuando las pruebas del espíritu sean grandes, mi protección no os abandonará jamás. 6. ¿Queréis verme materializado para creer en Mí y sentirme cerca? Penetrad en la esencia y vida de este universo que habitáis, y me contemplaréis manifestado en todos los seres que lo componen. 7. A todos os he dado el pan, sin embargo, a unos los contemplo satisfechos y otros están hambrientos; es porque no compartís el fruto de vuestro trabajo ni vuestro hogar con los demás. 8. Os he puesto en el principio de vuestra evolución, para que todos lleguéis a Mí. Mi amor que recibís en estas manifestaciones es para todos mis hijos; llegad a Mí, buscadme con vuestro espíritu preparado y Yo seré con vosotros. Todos podéis sentir mi presencia y alimentaros de Mí. 9. Las grandes obras espirituales se llevan a cabo practicando la humildad, la limpidez de espíritu y la palabra de luz que sale por vuestros labios. Mas no habléis de vuestras obras, hablad de la obra divina y dejad que Yo os juzgue y premie vuestro esfuerzo. 10. No olvidéis la oración por la paz del mundo, porque grandes desastres lo amenazan. Mas no queráis penetrar en mis altos juicios; dejad que Yo, con sabiduría, corte de raíz los malos árboles y toque con rigor las instituciones. 11. Vosotros orad y tan sólo ayudad a cuantos podáis. Ese tiempo está cercano y Yo os prevengo para que viváis alerta y contempléis el cumplimiento de estas profecías. 12. Cuando hayáis comprendido mi palabra, seréis todos como un rebaño, y Yo, vuestro Dios, cual pastor, os guiaré hasta la fuente de la vida eterna, en la cual no volveréis a tener sed. 13. El Maestro es entre vosotros, y me encuentro deseoso de dejaros preparados para el instante propicio. 14. Vengo a doctrinaros en este instante en que el mundo se encuentra en aparente quietud. 15. El hombre se ha entregado al materialismo y sólo por momentos piensa en el ejemplo que le dejó el Hijo de Dios, para luego volver a la lucha de su mundo y a lo que atañe a su vida material. No está preparado para la espiritualidad. 16. La humanidad tiene fechas señaladas para recordar la pasión de Jesús, y es entonces cuando logrará conmoverse su corazón. 17. Más vosotros, que habéis escuchado mi palabra, comprendéis que no existe hora ni día determinado para recordar o practicar aquellas enseñanzas que os diera el Divino Maestro. Habéis llegado a comprender que en todo instante podéis hacer obras en beneficio de vuestros semejantes, inspirados en aquel ejemplo de amor y caridad divinos. 18. Esta lección que estáis aprendiendo quiero que la transmitáis a vuestros hermanos. Sólo necesitáis que vuestro corazón esté dispuesto para sembrar y entonces, la primera cosecha os llenará de gozo y de ánimo para seguir en la jornada. 19. Cuando mi palabra llegue a todos mis hijos, en los hombres de ciencia confundidos será como un rayo de luz que ilumine su mente. Y cuando descubran la alianza que existe entre Dios y el hombre, la relación entre la ciencia humana y el misterio de la creación, habrán dado un paso de adelanto que será en beneficio de las nuevas generaciones, porque todo marchará en perfecta armonía. Hombres y acontecimientos evolucionan hacia la perfección sin detener su marcha. 20. En el presente siglo alcanzó gran desarrollo la ciencia de los hombres, por lo que lo llamaron el siglo de la luz, sin saber que también para el espíritu se abrió este tiempo como el tiempo de la luz. Ellos ignoraban que el Santo Espíritu está manifestándose e iluminando a todos los seres, en cumplimiento de las profecías. 21. En las grandes obras humanas está la influencia y la labor de seres espirituales elevados que trabajan y vibran continuamente en los entendimientos, inspirando o revelando lo desconocido a sus hermanos encarnados. 22. Por eso en todo tiempo diré a los sabios y a los científicos: No podéis jactaros de lo que comprendéis ni de lo que hacéis, porque no todo es obra vuestra. ¡Cuántas veces sólo servís de instrumento a aquellos espíritus de quienes os hablo! ¿No os habéis sorprendido muchas veces del alcance de vuestros descubrimientos? ¿No os habéis confesado interiormente impotentes e incapaces de intentar lo que ya habéis realizado? Pues ahí tenéis la contestación. Entonces, ¿Por qué os engrandecéis? Sabed que vuestra labor es guiada por seres superiores. Nunca tratéis de modificar sus inspiraciones, porque ellas siempre van encaminadas al bien. 23. Infinita y profunda es mi enseñanza; en ella existe la esencia de que se sustentan todas las religiones. En mi doctrina Yo os hago hermanos de todos, sin distinción de credos. Nunca os encerréis en una celda para orar, porque será como apartaros de la humanidad y como huir de las tentaciones, temerosos de caer. Jesús os enseñó a hacer frente a toda lucha; Jesús sabía que Él era la verdad y que ella, como la luz, no puede ocultarse. Desde entonces os enseñé la forma de seguir mi huella. 24. Fui juzgado, fui calumniado, pero nunca se me pudo descubrir alguna imperfección. Así como perfecta es la naturaleza, como obra confiada a vosotros, ¿Quién podrá encontrar defecto o imperfección en esa obra hecha por Mí? ¿Quién podrá imitarla? 25. Cuando no comprendáis mi palabra, elevaos en oración antes de que quedéis confundidos, porque, ¿Cómo podéis pensar que Yo os entregue una idea que no encierre razón o verdad? Elevaos para que vuestros pensamientos alcancen el efluvio divino. 26. Enseñaréis mi doctrina sin añadirle tendencias vuestras, porque no podréis engañar a nadie; la mentira tarde o temprano es derrumbada por la verdad. 27. Si sois sinceros con vosotros mismos, conoceréis la verdad, porque la encontraréis dentro de vosotros y en vuestros hermanos, si los amáis, si existe dulzura en vuestra mirada, si ponéis caridad en la palabra y en las obras. No veáis con sencillez la fe, con ese abandono y esa seguridad de que por fuerza se realizará el milagro. Recordad que tenéis que haceros dignos de tales beneficios. 28. La convicción de mi palabra y la fuerza de vuestra oración os preparan para alcanzar la fe y realizar grandes obras. 29. Os estoy dando la luz y la explicación del misterio en que muchas profecías permanecieron durante siglos. 30. Pedid luz, que se os dará; quiero que haya comunión entre vuestro espíritu y el mío. 31. Esta gracia que derramo en cada una de mis palabras, será la que os conforte para cuando ya no me manifieste a través del entendimiento humano. Por esta gracia seréis maestros entre vuestros hermanos, porque sabréis conduciros dentro de mi ley. 32. Nada habrá que os confunda, ni ideas ni doctrinas os harán perderos del camino, porque todo cuanto de Mí aprendisteis lo llevaréis grabado con fuego en el espíritu. 33 En todas las religiones le presentan al hombre dos caminos: uno, el del descanso espiritual y el otro, el del castigo eterno. Por más que ha luchado por conocer la realidad, sólo encuentra misterios donde se confunde su mente. 34. Y vosotros, sencillos discípulos que no habéis conocido las ciencias, en cambio habéis recibido mi inspiración y mi palabra sabia con la cual se descorrió el velo del misterio y supisteis que, después de esta vida, después de la lucha, de los combates y la purificación, el descanso y la paz que deseáis, os esperan a todos. 35. Vosotros, que ya conocéis esta realidad, sabréis revelarla a quienes no la conocen. 36. Seréis el profeta que da a conocer mi voluntad; entonces vuestros hermanos podrán comprobar que hablasteis con verdad cuando contemplen que lo que anunciaron vuestros labios, se realizó. 37. La paz no está en las naciones; aparentemente existe quietud en las mentes de los hombres, pero la guerra está amenazando al oriente. En verdad la guerra se desatará y el mundo se encontrará en desolación. Esto pronto acontecerá. 38. Mis elementos se desatarán y asolarán comarcas. Los hombres de ciencia descubrirán un nuevo planeta y una lluvia de estrellas alumbrará vuestro mundo, pero esto no acarreará desastres para la humanidad, sólo anunciará a los hombres la llegada de un nuevo tiempo 39. Vengo a daros a conocer estas profecías para que no os sorprendan cuando acontezcan. 40. Aun con mis elementos tendréis que identificaros, porque ellos también son mis servidores e instrumentos de mi justicia. Grandes desastres se verán en el mundo, que preocuparán a los hombres de ciencia, quienes buscarán la causa de todo ello en la misma naturaleza. Es el científico que busca su existencia en las células, desconociendo lo esencial, o sea, el reino del Espíritu, fuente primera y única de donde procede todo lo que existe. 41. Mucho os revelaré estando aún vosotros en este mundo, mas cuando cerréis vuestros ojos corporales a esta vida y se abran los del espíritu para contemplar el infinito, reconoceréis que existe más claridad y luz en la vida del espíritu. La voluntad, la inteligencia y la razón no os abandonarán porque son dones innatos al espíritu. 42. En las religiones reconocen el poder del mal y lo han personificado en forma humana; le atribuyen un reino poderoso y le han dado diversos nombres. Sienten temor los hombres cuando creen tenerlo cerca, sin saber que la tentación está en las pasiones, en las flaquezas. Que lo mismo se agita en el interior del hombre el bien y el mal. El mal predomina en este tiempo en el mundo y ha creado una fuerza, un poder que se manifiesta en todo. Y en lo espiritual existen legiones de espíritus imperfectos, turbados, inclinados al mal y a la venganza, cuya fuerza se une a la maldad humana para formar el reino del mal. 43. Ese poder se rebeló ante Jesús en el Segundo Tiempo y le mostró su reino. Mi carne sensible a todo, fue tentada, pero mi fortaleza espiritual venció a la tentación. Porque Yo había de ser el vencedor del mundo, de la carne, de la tentación y de la muerte. Porque fui el Maestro que descendió entre los hombres para dar ejemplo de fortaleza. 44. Jesús, después de exhalar el último aliento en la cruz, resucitó de entre los muertos, descendió a los antros de obscuridad donde se encuentran los espíritus turbados, para conducirles a la luz, y volvió en Espíritu ante los apóstoles para mostrarles la vida superior del espíritu. 45. Os he dicho en este tiempo: No alberguéis la idea que existe entre la humanidad acerca del infierno, porque no hay más infierno en este mundo, que la vida que habéis creado con vuestras guerras y odios, y en el más allá no existe más fuego que el remordimiento del espíritu, cuando la conciencia le muestra sus errores. 46. Mi doctrina hablará al teólogo, al filósofo, al científico, y encontrarán que mi obra es manantial inagotable de revelaciones. 47. El hombre con su regeneración apagará su infierno, y cuando penetre su espíritu en el más allá, sólo encontrará luz, armonía y gracia, porque en la morada del espíritu no puede existir lo que sólo la superstición humana ha forjado. 48. Preparaos, aquietad vuestra mente porque vais a recibir la luz que os envío. Sensibilizad vuestro corazón y no me digáis sólo con vuestros labios que me amáis. Amadme en verdad, porque quiero que viváis en armonía Conmigo. Haced que brille esa señal que lleváis en vuestro espíritu y que habíais opacado. Quiero que os sintáis poseedores de mis dones eternos y que deis testimonio de Mí. 49. He tenido para vosotros infinita paciencia, he esperado vuestro reconocimiento y aún me decís que no turbe vuestro sueño, que no queréis vivir en la realidad; pero estaba dicho que Yo había de venir a levantar a mi pueblo escogido y a darle armas para combatir las tinieblas. ¿Cómo es que despreciáis la luz si estáis destinados a llevarla a la humanidad? Muy pronto os convertiréis en soldados de la paz, de la verdad y del amor. Las pruebas que os envío, pulimentarán vuestro corazón y lo acercarán al camino. Estáis a punto de tomar vuestro cargo para dar principio a la jornada. Otros se levantarán al cumplimiento cuando estén en espíritu habitando otros valles. 50. No quiero contemplar entre vosotros un solo discípulo que traicione a su Maestro, que cambie sus dones por la falsa riqueza, porque volverán a abrirse mis heridas para manar agua de compasión y sangre para lavar la mancha del discípulo amado. 51. Los que habéis acudido a mi llamado, benditos seáis. Recibiréis grandes pruebas de amor, y seréis fortalecidos para el tiempo de lucha que se avecina; vuestras penas serán llevaderas y tendréis paz en el espíritu. 52. Si me pedís mandatos, buscad en el libro que os entrego y encontraréis en cada palabra un mandato, una ley inmutable que habla a vuestro espíritu de la morada que debe conquistar. Cuando sintáis que es llegada la hora de trabajar, miraréis con sorpresa y alegría, cuán vastas son las tierras que os he confiado y cuán abundante y rica la semilla. 53. Lo que os he enseñado, quiero que sea transmitido con pureza a quienes no oirán en este tiempo mi palabra. En la virtud de vuestra vida encontraréis lo necesario para guiar, aconsejar y consolar a la humanidad. Yo espero recibir en este tiempo del corazón humano la comprensión, la cosecha que no he recibido en tiempos pasados, para ayudaros a escalar el alto monte donde me encuentro esperando a todos mis hijos. 54. Humanidad: ¿Qué habéis hecho de la simiente que os traje como presente de amor en el Segundo Tiempo? Os decís cristianos, más de hecho no lo sois, porque no encuentro amor entre los hombres, ni caridad, ni justicia. Sin daros cuenta estáis amando a otro dios y habéis forjado otro mundo; allí tenéis afectos, ambiciones, posesiones, ideales y riquezas; fuera de todo esto nada existe para vosotros. ¿En dónde está vuestra fe?, ¿Dónde está la práctica verdadera de mis enseñanzas? Sólo las lleváis en vuestra mente como una más de vuestras teorías. Cuántos de vosotros pensáis que esto que digo es una exageración, y cuántos que mañana conozcan estas palabras, tendrán que hacer escándalo en torno de ellas; más de cierto os digo que Elías en este Tercer Tiempo os probará que estáis adorando a un falso dios, aunque creáis estarme amando a Mí; como en el Primer Tiempo sorprendí al pueblo de Israel adorando a Baal, y con la potestad que Dios había dado a su profeta, éste probó a aquel pueblo caído en tinieblas que se encontraba en un error, vuelvo a deciros que Elías en este tiempo descargará el rayo de Dios sobre los espíritus, haciendo que vuestros ídolos caigan por tierra. ¿Cuáles son vuestros ídolos? El mundo, la carne, la ciencia, el fanatismo religioso, los vicios, el dinero. 55. Cuando la luz se haga en todo espíritu, comprenderéis que el mundo y la ciencia no pueden ser el fin a que aspiráis, ni pueden ser la suma perfección, que sólo son medios que Dios ha puesto en vuestra senda para que vayáis de peldaño en peldaño hacia Él, que es el Espíritu perfecto. 56. Elías es el precursor, el profeta, el enviado; Yo soy la luz, que a través de Elías, probaré de nuevo a los hombres que con su ciencia creen mover el mundo y poderlo todo, pero que llegado el instante de la prueba, cuando la desolación se extienda por doquier, Elías dirá a los sabios y científicos: Invocad vuestra ciencia y contened el avance de los elementos desatados, haced uso de vuestro poder y apaciguad la furia de una tempestad; si lo hacéis, Yo reconoceré vuestra fuerza y sabiduría. Mas Yo vengo a inspiraros un poder y un saber, superiores a vuestra ciencia, y ese poder es el de la oración. 57. Ese es el momento en que el indicó de Elías os señale, pueblo, y su voz os llame para probar al mundo a través de los nuevos discípulos la verdad de la oración y el poder de la espiritualidad. 58. Bajo una forma espiritual viviréis las pruebas que recibieron los hombres de la antigüedad, el pueblo de Israel, porque el sentido de aquellas lecciones, el fondo que había en aquellos llamados que el Señor hacía a sus hijos, aún no ha sido interpretado debidamente. 59. Cierto es que los hombres se convencerían de sus errores y se arrepentirían atemorizados por la injusticia divina, pero no llegaban al fondo de la verdadera sabiduría al espíritu. 50. Os he dicho que en este tiempo de luz, serán comprendidas e interpretadas justamente todas las revelaciones divinas de los tiempos pasados, porque el espíritu de la humanidad, atravesando el extenso desierto de su peregrinaje y recorriendo los caminos interminables de la experiencia, ha alcanzado la madurez para ponerse en contacto con lo espiritual, armonizar con su conciencia y comprender el sentido real de su existencia. 61. El hombre está próximo a salir de su sueño, para levantarse haciendo las grandes obras a que fue destinado, obras inspiradas por el espíritu, dictadas por la conciencia y reflejadas en los sentimientos. 62. Cuando la multitud de espiritualistas llegue a formar un pueblo unido y fuerte, su paso por la tierra irá dejando una huella de luz. Será para la humanidad como un hermano mayor cuya mano se extienda generosamente para ayudar a levantarse a su hermano menor. 63. Con palabra amorosa he venido hablándoos, para que vuestro corazón se dulcifique y suavice las asperezas de vuestro carácter, porque mañana seréis vosotros los que tendréis que hacer conocer mi obra a vuestros hermanos; y si queréis conmover las fibras de aquellos corazones, tendréis que usar una gran dulzura e impregnaros de amor y caridad en todas vuestras obras. 64. Aprended a comunicaros Conmigo de espíritu a Espíritu, con la oración sin palabras, la oración que es pensamiento, que es sentimiento; ésa es la que os acercará más ante mi presencia divina. Mirad que mañana tendréis que enseñar todas estas lecciones, y ya es necesario que mis nuevos discípulos practiquen desde ahora lo que les ha venido enseñando mi doctrina. Si llegáis a enseñar con vuestras obras y a predicar con vuestros ejemplos, la humanidad se sentirá estimulada a imitaros y dejará de adorar dioses sordos y sin vida, para llegar a buscar al verdadero Dios viviente y eterno que sólo habita en lo espiritual. 65. La oración es la barca salvadora de todos los náufragos en este mar tempestuoso, porque el que llega a orar bien, se fortalece, se llena de fe, se siente superior a todas las pruebas y sabe esperar confiado la llegada de la paz. 66. Muchas de las lecciones que os he dado, están basadas en preveniros de los peligros que os acechan en los tiempos de mayor amargura, porque formaréis parte de mis huestes de seres espirituales. Por cada uno de vosotros irá una multitud de seres invisibles que serán los guardianes y los protectores. La misión de unos y de otros será la de unirse para alcanzar el ideal supremo de lograr la paz universal; y desde ahora os digo, que de esta armonía espiritual entre todos mis siervos, nacerá una fuerza que hará invencible a este pueblo. 67. Los pobres de espíritu se verán inspirados; los torpes de palabra y de entendimiento tendrán en su boca un torrente de palabras saturadas de verdad y de vida 68. Ya os he advertido que habrá tropiezos en el camino, pero también os digo que el que se prepare podrá salvarlos. Sólo los que ahora duermen mientras Yo les estoy hablando, serán los que tropezarán, caerán y por fin llegarán a retroceder, juzgando que los escollos que a su marcha se presentan son insuperables. 69. Oración, meditación, serenidad y elevación, son bienes que ya deben de incorporarse a vuestra vida diaria como parte esencial de ella, para que así nada pueda sorprenderos. 70. Comprended por qué a través de todos los tiempos transcurridos os he venido repitiendo: "Velad y orad". 71. Ahora os ofrezco el pan que ha de alimentaros, es sin levadura, es de vida eterna. 72. Antes de ilustraros en mis enseñanzas, quiero sanar vuestro corazón y aliviar vuestro espíritu; os invito a elevaros a mi mansión de paz y ahí confesadme todos vuestros pecados; Yo sabré oíros. Respetaré vuestro dolor y no os juzgaré con rigor. Si ese dolor os lo causan los remordimientos, no temáis, que he venido a buscar precisamente a los que no habéis encontrado clemencia ni comprensión en vuestros hermanos. Vengo a salvaros para que presto lleguéis Conmigo. 73. Preparo vuestro entendimiento, vuestros labios, para que no os sintáis torpes para hablar y testificar mi obra. Si sentís amor, podréis hablar; si tenéis fe, podéis hacer grandes obras en mi nombre. 74. Os doy una página blanca para que escribáis vuestra vida, y la conciencia os hablará con claridad; por ella sabréis cuándo habéis honrado a vuestro Padre y cuándo lo habéis desobedecido. 75. Me pedís en este día y, ¿Qué necesitáis que no esté en mi amor el concederos? Más si bebéis un cáliz amargo como restitución por vuestras faltas, no me reclaméis, no me preguntéis por qué no os he dado a beber el cáliz de leche y miel, ya que pertenecéis al pueblo escogido. Está en vosotros alcanzar la paz; Yo os concedí el libre albedrío para que escojáis el camino y os elevéis por vuestros méritos hasta Mí. ¿Por qué no imitáis a los buenos discípulos?; ¿Por qué no lleváis la vida de los patriarcas? Porque no me glorificáis todavía con vuestras obras. 76. Dad, siempre tenéis algo que dar. No imitéis a los ricos avaros; no arrojéis a los enfermos, a los menesterosos, juzgándolos imprudentes. No despreciéis a los hambrientos. Si sabéis penetrar en su corazón, descubriréis su dolor y sentiréis piedad de ellos. Yo os he dado en el amor el bálsamo para curar todos los males. ¿Teméis ser censurados porque al hacer caridad me imitáis? ¿Qué teméis de esta humanidad injusta y egoísta que nada sabe de Mí? Venid y refugiaos en mis leyes inmutables, bebed mi esencia y sentíos llenos del Espíritu de Verdad. 77. La verdad es mi reino de amor, de luz y de justicia, verdad que enseña la ley que os he revelado. Verdad es la huella trazada con mi amor para que lleguéis a ser grandes, perfectos e inmortales. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 183 1. Guardad mi palabra, discípulos, porque ya se acercan a esta nación hombres de distintas creencias que han de pediros pruebas de que recibisteis mi enseñanza. 2. Estoy apartando de vosotros penas y enfermedades, para que aprendáis a consolar y hagáis con vuestros hermanos la caridad en la misma forma que Yo la hago con vosotros. 3. Mi enseñanza llenará de gozo al que la reciba con preparación; será agua cristalina en los labios sedientos, pan para los hambrientos, quietud y paz para el espíritu cansado y para todos fortaleza y luz. 4. Yo estoy iluminando a este pueblo, desde los gobernantes hasta el más pequeño, para que abran sus brazos a esas porciones que vendrán en busca del Maestro 5. Llegarán a Mí contritos unos, temerosos otros, porque el dolor habrá sido muy dentro de ellos, y su conciencia hablará diciéndoles que el juicio ha llegado para cada espíritu. Más para todos tengo una nueva oportunidad de salvación. El espíritu recibirá la confirmación de todos sus dones y si su fe despierta, por ella conocerá por qué ha venido una vez más entre los hombres y cuánto los amo. 6. No vengo con mi palabra de este tiempo a borrar lo que dije en el Segundo Tiempo; antes bien, os lo vengo a recordar, porque lo habéis olvidado, y a explicarlo, porque no lo habéis comprendido. Os estoy revelando lo que entonces no os dije y que tenía reservado para vosotros en el tiempo presente en que vuestro espíritu está más evolucionado. 7. Los que escribieron mi palabra con amor, con sangre y lágrimas, obedecieron a su memoria y a su inspiración, ellos fielmente interpretaron mi voluntad; mas después vinieron otros y mi palabra fue adulterada, su esencia se ha perdido entre ideas y prácticas que no pertenecen a mi doctrina. Y en este tiempo la luz viene a romper todo velo, para dejar ver la pureza de mi verdad. 8. Vengo a enseñaros a que no os desconozcáis por causa de mi obra, que no discutáis injustamente. Más también os prevengo con estas revelaciones: Falsos maestros y profetas aparecerán, aun en el seno del pueblo de Israel. 9. Muchos que hoy comen el pan en mi mesa, mañana buscarán sólo su bienestar material, su reinado y alabanza y debéis cuidaros de ser confundidos. 10. Grande se presenta vuestra lucha, fieles discípulos que velaréis por esta causa. Voy a dejar preparados ciento cuarenta y cuatro mil, en quienes descansará esta responsabilidad, y entre ellos están los que han de darme la espalda, los que han de tomar mi nombre para decir: He aquí al Maestro; y los que no hayan calmado su sed y los que no quisieron oírme en el tiempo propicio, a ellos se acercarán sedientos de verdad y se confundirán. 11. Practicad la humildad y no aduléis a vuestros hermanos ni permitáis que os adulen; apartaos de aquellos que queriendo haceros bien, provoquen vuestra vanidad y os pierdan. 12. No deis oído a la tentación. La potestad que os he entregado es para que la empleéis en obras espirituales, en obras de amor y caridad. 13. No lucréis jamás con mi doctrina. 14. Yo os protejo, pueblo, os estoy ocultando a las miradas de vuestros hermanos, para que escuchéis en paz mi palabra hasta el año de 1950; si por creer en mi venida en este tiempo os desgarran, Yo os defenderé; si fuereis reducidos a prisión, Yo abriré las puertas y seréis salvos. Sólo os digo, cumplid con mi ley, no caigáis en lucro y mistificación. Cuando seáis llamados para curar al enfermo, practicad la caridad y cuidad de que vuestras obras sean espirituales. 15. En el Segundo Tiempo, después de mi partida, quedó vuestra Madre Celestial fortaleciendo y acompañando a mis discípulos. Ellos, después del dolor y la prueba, encontraron abrigo en el dulce corazón de María, su palabra siguió alimentándolos, y ellos alentados por la que seguía enseñándoles en representación del Divino Maestro, prosiguieron su camino, y cuando Ella partió, comenzó su lucha y cada uno tomó el camino que le estaba señalado. En este Tercer Tiempo tendréis muy cerca de vuestro corazón el amor de María, aliviando y fortaleciendo vuestro ánimo en todas vuestras pruebas. 16. Vais abriendo vuestro corazón para sentirme y para amarme, más os digo: Oíd mis órdenes y sabed practicar. No sólo me améis a Mí, amad a vuestros hermanos. No os juzguéis injustamente unos a otros. Toda causa justa o injusta dejadla a mi justicia, porque sólo Yo conozco el porqué de ella y a Mí toca juzgar. A los que no han cumplido con mi ley, les estoy invitando a penetrar en ese camino y pronto llegarán a Mí y les diré: No es una ley nueva la que en este tiempo os presento, es la misma que escribí en la conciencia del primer hombre y que después di a conocer, clara y precisa, por conducto de Moisés. 17. No os dejéis llevar por la palabra de vuestros hermanos si ella no está basada en mi ley, y creyendo estar en el camino de la luz, estéis pisando el de tinieblas. El lenguaje florido no es el que me agrada. Yo os he hablado siempre con sencillez; más si en aquellas palabras encontráis verdad, extraed la esencia, lo que haya de amor, de caridad y paz, que pertenece a Mí, y podéis tomarlo e interpretarlo debidamente. Os he dado un juez que no miente jamás y está dentro de vosotros; es la conciencia; para oír su voz necesitáis penetrar en vuestro interior, orar y meditar y ella hablará con verdadera sabiduría y elevación. 18. El mundo os ha desengañado y hoy que oís mi palabra manifestarse por criaturas tan humildes, en sencillos recintos, reconocéis que no necesitáis levantar palacios para ofrecerlos al culto espiritual, que no debéis limitar mi doctrina, ni representarla con imágenes materiales. 19. Para traer esta misión al mundo en el Tercer Tiempo, os fue ordenado encarnar nuevamente como espíritus de luz llenos de potestad, y por estas gracias vuestros hermanos os han desconocido; han mirado mal vuestra fe y confianza en Mí, sin saber que a nadie he distinguido y que a todos atiendo y protejo. Y vosotros que habéis llegado a Mi llenos de contrición, cuán cerca me tenéis y por vuestro arrepentimiento os hacéis dignos de llevar mi presente de amor y caridad a los enfermos, a los pobres de espíritu. Vuestra fe hablará y llenará de energías a los que se han debilitado y su espíritu se levantará a una nueva vida. Muchos "hijos pródigos" llegarán a mi regazo en este tiempo y Yo haré fiesta por su retorno, y la oración de la familia israelita se elevará para seguir atrayendo corazones. 20. Cuando viereis que uno de mis discípulos por su consagración a Mí se eleva en sabiduría, no lo envidiéis, ayudadlo aún más, porque por él manifestaré prodigios y el beneficio será para todos vosotros. 21. La envidia mancha el corazón y enferma el espíritu. Es mi voluntad que todos os elevéis y hagáis comunión perfecta Conmigo y viváis en armonía. 22. Haced uso de vuestra razón para que comprendáis cuánta justicia hay en el destino de todas las criaturas. 23. No viváis inútilmente; aun las más pequeñas y extrañas pruebas encierran una finalidad que Yo he determinado. 24. Deliberad y estudiad mi ley. Dejad que vuestro espíritu por medio de la oración llegue a Mí para que sea lleno de mi unción al escuchar mi palabra y reciba el bálsamo para sanar vuestro cuerpo enfermo 25. Si os preparáis, el mundo tomará nuevos derroteros. La guerra amenazadora huirá y habrá paz; más si hacéis mal, ese mal repercutirá en vosotros mismos. Una vez más os digo: "Con la vara que midierais, seréis medidos". 26. Venid y alimentaos con el manjar de mi palabra y cuando hayáis comido, no olvidéis a los hambrientos y llevadles el sustento. Aprended a extraer de mi palabra la esencia y de ella tomad, fortificaos y compartid con vuestros hermanos. 27. Presentís desde vuestra morada la mansión de paz que os he prometido. A cada momento me pedís que os deje mirar las luces de esa "tierra bendita" y Yo os digo que no estáis lejos, que estáis en el camino que conduce a ella y que no pasará mucho tiempo para que os encontréis llamando a sus puertas. 28. El camino es mi ley; si la observáis podéis estar seguro de que llegaréis a la "ciudad prometida" y allí encontraréis todo lo que os he ofrecido. Sed fuertes y virtuosos en esta travesía, iluminaos con la fe para que hagáis dulce y llevadera vuestra jornada. 29. Habéis conocido las vicisitudes; a veces tiritáis de frío sintiendo el egoísmo y la falta de amor de la humanidad y me mostráis desnudo vuestro espíritu; mas no habéis desesperado, sino que confiáis sabiendo que Yo velo por vosotros y que María, vuestra Madre, es estrella en la noche que atravesáis, y así os sentís fortalecidos. 30. En este instante de comunión me presentáis en silencio el corazón de vuestros hijos afligidos y necesitados de paz, y Yo quiero haceros depositarios de mis beneficios, para que los llevéis a los vuestros, a todos vuestros hermanos, para que aprendáis a dar, siendo mensajeros míos e intercesores de vuestros semejantes. 31. Si sois recibidos por vuestros hermanos y aceptan vuestro presente, bendecidlos. Si no saben tomar lo que Yo les envío, bendecidlos también y dejad que YO, con paciencia infinita, siga puliendo y despertando su espíritu hasta convertirlos en corazones ardientes y crédulos. Esta es mi voluntad. 32. Bienvenidos los que creen en mi presencia, bienvenidos también los que dudan porque han venido atraídos por su propio espíritu, porque también en ellos será la fe. 33. ¡Ay de los que en este tiempo no luchan por encender su lámpara, porque se perderán! He aquí que siendo este tiempo el de la luz, imperan las sombras por doquiera. Vosotros sabéis por mi palabra, que escogí esta nación para manifestarme en mi tercera venida, más el por qué, lo ignoráis; ha sido un misterio para vosotros, el Maestro, que no quiere tener secretos para sus discípulos; viene a revelaros todo lo que debéis saber, para que contestéis con certeza a quienes os interroguen. He visto que los moradores de este rincón de la tierra siempre me han buscado y amado, y aun cuando su culto no ha sido siempre perfecto, su intención y su amor los he recibido como una flor de inocencia, de sacrificio y de dolor. Sobre el altar de mi Divinidad siempre ha estado presente esa flor llena de fragancia. Fuisteis preparados para cumplir en el Tercer Tiempo esta gran misión. Hoy sabéis que en vuestro seno he hecho reencarnar al pueblo de Israel, porque Yo os lo he revelado. Sabéis que la simiente que alienta en vuestro ser y la luz interior que os guía es la misma que derramé desde el Primer Tiempo sobre la casa de Jacob. 34. Sois israelitas por el espíritu, poseéis espiritualmente la simiente de Abraham, de Isaac y de Jacob. Sois ramas de aquel árbol bendito que darán sombra y fruto a la humanidad. 35. He aquí por qué os nombro primogénitos y porque os he buscado en este tiempo para manifestar en vosotros mi tercera revelación al mundo. Es mi voluntad que el pueblo de Israel resurja espiritualmente entre la humanidad, para que ella contemple la verdadera resurrección de la carne. 36. Sí, discípulos, el espíritu no muere, sólo vuela al más allá, al espacio, cuando ha llegado el término a su cuerpo. La carne tampoco muere, se desintegra y se confunde en los elementos de la naturaleza, de donde la hago brotar nuevamente para dotarla de espíritu. 37. Así resurge o resucita la carne, así vuelven a aparecer en la tierra los espíritus encarnados convertidos en hombres; así haré surgir a Israel sobre el haz de la tierra, mas no le ofreceré tierras en este mundo, ni le dividiré en tribus; por el contrario, haré de todos sus miembros una sola familia para borrar el cisma tradicional en él. Formaré matrimonios y familias con hijos de Rubén, con los de Judá, los de Aser y Zabulón, con los de Neftalí o Benjamín. Así hago desaparecer toda división, porque ésa no es semilla de Dios. 38. ¿Quién podría llevar a cabo estas obras, si no Yo? ¿A quién se le podía confiar la misión de persuadir al pueblo escogido del Señor, de que Canaán no era la patria eterna sino sólo un símbolo? A Mí, que fui quien ocultó a vuestro espíritu en otra raza o en otra tierra, que fui quien os dijo: Vosotros sois aquellos; más si os he enviado nuevamente, es para que concluyáis en la tierra la grande y delicada misión que desde el principio os fue confiada. Esa es vuestra cruz. 39. También habéis vuelto para lavar manchas, reparar yerros y saldar deudas. Ya no volveréis a caer en flaquezas ni en idolatría como en los tiempos pasados, siendo el pueblo que conocía al Dios verdadero y tenía la ley. Más el dolor os ha hecho buscar la luz y la paz. Así en aquel Primer Tiempo cuando escaseó el trigo y por lo mismo el pan en vuestra tierra, emigrasteis hacia el poderoso Egipto; más tarde, esclavo del Faraón, os levantasteis desafiando las penalidades del desierto, buscando la "tierra de promisión", porque ansiabais libertad. En este tiempo habéis desafiado la burla y la ira de vuestros hermanos, porque me estáis buscando bajo esta forma, porque vuestro espíritu está sediento de elevación y espiritualidad. 40. Sois el "hijo pródigo" que siempre que vuelve a la casa de vuestro Padre, halla sus brazos abiertos para estrecharlo y la mesa servida para sentarlo al festín. 41. Llegasteis cansados por la larga jornada, manchado vuestro espíritu y débil vuestro cuerpo; pero sorprendidos contemplasteis desde lejos que las puertas de la ciudad se encontraban abiertas, esperando que llegaseis para daros mi amor, mis enseñanzas y la caridad de mi nuevo advenimiento. 42. No fue mi voluntad manifestarme ahora en Canaán, que fue vuestra patria en los tiempos pasados, porque ya no es el tiempo de Moisés ni el de Cristo, es la Era del Espíritu Santo. Estáis escuchando mi divina palabra, y en verdad os digo: Aquel maná del Primer Tiempo que encendió vuestra fe en Mí, y aquel pan que os ofrecí en la mesa del Segundo Tiempo con el cual os enseñé el camino de vuestra redención, es el sustento que ofrezco en este tiempo para que vuestro espíritu alcance la paz y la luz eternas y hambre no vuelva a sentir jamás. 43. Aprovechando esta sencillez espiritual que conserváis, vengo a entresacar de entre vosotros a mis portavoces, a mis nuevos profetas y a mis discípulos, como en otro tiempo hice surgir de entre este pueblo a patriarcas, profetas, enviados y apóstoles. Ahora os explico mi Ley por medio de mi doctrina, os enseño cómo debéis orar en este tiempo, cómo me serviréis y cómo viviréis para ser verdaderos hermanos de la humanidad e hijos de Dios. 44. Cuando mis nuevos discípulos se encuentren fuertes, la segunda Jerusalén descenderá de mi reino sobre los hombres y en sus muros invulnerables se estrellará la maldad, la idolatría, la mentira y todas las tinieblas que de la mente y del corazón humano han brotado. 45. Recordad que vuestro Padre, por medio de un sueño, prometió a Jacob bendecir en sus hijos a todas las naciones, Reconoced que si procedéis de aquel tronco, vuestro destino es el de atraer mi paz y llevarla al corazón de vuestros hermanos. 46. Pueblo: En este tiempo hay quienes aún practican la ley de Moisés, otros que viven la era cristiana; no todos presienten o desean la presencia de una nueva era. Es que no todos avanzan ni evolucionan en la misma forma. Por eso os digo: Conoced estas lecciones para que seáis los buenos labriegos que imiten al buen pastor y buen sembrador. Mirad a los que cultivan la tierra; ellos siembran en mi nombre; si la época fue buena y su siembra fructificó, elevan sus preces y acciones de gracias al Creador; si el tiempo fue inclemente y la siembra se malogra, esperan con ilusión el siguiente año para volver a sembrar con el mismo ahínco hasta reponer y multiplicar la primera simiente. Si vosotros aprovecháis este tiempo y os levantáis llenos de esperanza y de fe a sembrar en el corazón de la humanidad, el rocío de mi gracia fertilizará los campos, las tierras fértiles con mi poder, y vuestra semilla sembrada con cariño y buena voluntad germinará; Yo protegeré vuestra siembra y el sol radiante de mi Espíritu dorará las espigas para que vuestra cosecha sea recogida entre himnos de gloria y alabanzas a vuestro Señor. 47. Daos cuenta de que Yo soy quien vela por esta nación para protegerla de las tempestades. Yo la conservo en paz, porque en mis altos designios la tengo destinada para que cumpla en este tiempo una gran misión en lo humano y en lo espiritual. 48. El caos vendrá, porque mientras existan poderes y reinos en la tierra, existirán ambiciones, odios y guerras, y no habrá paz 49. No existe caridad entre los hombres, mi ley no es practicada. No existen verdaderos hermanos, ni padres, ni hijos, y por eso el caos amenaza a la humanidad. 50. Yo sólo os anuncio esto, porque de Mí no puede brotar el mal; el caos sólo está en la impreparación del hombre, cuya conciencia ha desoído y se ha dejado conducir por las malas inspiraciones; mas vosotros, ¿Esperáis que sucedan todas estas pruebas para que se conmueva vuestro duro corazón? No, mis hijos, desde ahora orad, trabajad incansablemente, haced méritos y regeneraos. Esa es vuestra misión. Velad por la paz del mundo, atraed con vuestras oraciones mis bendiciones y conservaos fieles a mi ley para ejemplo de vuestros hermanos. 51. Todo el que esté dispuesto a seguirme participará de mis enseñanzas y será llamado párvulo o discípulo. 52. El conjunto de espíritus que me rodean forman parte del pueblo de Israel. De su obediencia depende el resurgimiento de las virtudes en la humanidad. Hoy he tomado a este pueblo como mi intérprete para hablar con los hombres, y he recibido de él los primeros frutos de su cumplimiento. 53. Sois vosotros los primeros que he preparado como luchadores de mi obra, los que tenéis que trabajar con entusiasmo para poner sobre la tierra firme las primeras piedras de la gran ciudad; tenéis que apoyaros en la fe y en la confianza en Mí. Os hablaré incansablemente hasta el último día de 1950 por conducto de mis portavoces, y después quedaréis entre la humanidad para dar pruebas de vuestra potestad. 54. Yo enviaré entre vosotros a aquellos hombres de ciencia que se hayan desvelado queriendo penetrar en los misterios de la vida espiritual sin conseguirlo. Os buscarán sabiendo que os habéis establecido en esta nación, que poseéis mis revelaciones y que habéis sido ungidos por Mí; en vosotros beberán con ansia mi palabra y sabréis por intuición cómo debéis de conduciros ante ellos sin alarde, mansamente, como corresponde a mis discípulos, como predicó Pedro o como habló Juan, así hablaréis si os preparáis, y si os claváis buscando mi ayuda, Yo hablaré por vosotros y llegaré a su corazón. En su afán de conocer los lugares y las personas que me sirvieron os buscarán, y vosotros sólo les daréis a conocer la esencia de mi doctrina. Muchos de ellos se convertirán y formarán parte de este pueblo por la verdad de vuestras palabras. 55. El camino de este pueblo ha sido largo; en su seno he enviado siempre espíritus fuertes, celosos, que señalen la meta y sean defensores de la ley. Y este pueblo forjado en tres tiempos, a través de pruebas, vicisitudes y luchas, unas veces fuerte y otras débil, unas veces libre y otras cautivo, ya incomprendido y después amado y reconocido, ha poseído siempre mis privilegios. 56. Sólo Yo os he hecho justicia; habéis tenido la prueba de amor más sublime en el calvario y también el rigor de mi justicia cuando así lo habéis merecido. Habéis sido predestinados para recibirme en los tres tiempos. Hoy, como en el Segundo Tiempo, he buscado a los humildes, a los desheredados y a los hambrientos de justicia, y he elevado a su espíritu haciéndolo ocupar el lugar de discípulo o de apóstol. 57. Estáis viviendo un tiempo en que la humanidad evolucionada materialmente, se enorgullece con su saber y me desconoce; olvida su misión espiritual y desprecia la naturaleza que he puesto a su servicio, al alcance de su entendimiento para vida y recreo de su cuerpo y elevación de su espíritu. Opaca lo que hay de más valor en ella y por lo que he venido siempre, que es su espíritu el que me pertenece. Mas así como la faz de la tierra ha de cambiar, el hombre también me reconocerá. Sus ideales que hoy todavía son materiales, se tornarán en anhelos espirituales. Todos los seres han sido sometidos a pruebas y en ellas se acrisola y se doblega el espíritu. 58. Desde el año de 1866 la humanidad ha penetrado en un nuevo tiempo, en el que he ido preparando a los escogidos. Este pueblo ha recibido cargos, le he confirmado sus dones, le he revelado a cada criatura la tribu a que pertenece y cuál es su misión especial. He reunido a mis huestes espirituales, unas en materia y otras en espíritu, como estaba escrito. 59. Nombré guías para que hubiera un representante delante de cada congregación y les manifesté, que es mi voluntad que todos estén unidos entre sí, para que el pueblo sea fuerte. 60. Di la misión de portavoces a criaturas preparadas por Mí para manifestarme a la humanidad en palabra humana y multipliqué el número de ellos, para que mi enseñanza se extendiera. Formé el cuerpo de labriegos para que el mundo espiritual viniera a comunicarse con los hombres, manifestando su caridad, curando y aconsejando. 61. Fue mi voluntad nombrar piedra fundamental a aquél que había de ser en cada recinto el sostén del guía, medianero entre éste y los que llevan cargos, y también intermediario del pueblo. 62. Nombré videntes y los preparé para que recibiesen mirajes que fuesen analizados por el pueblo para que éste viviese alerta. 63. Di el cargo de pluma de oro a aquéllos que habían de escribir, preparé su mente y envié a su custodia seres espirituales que en otros tiempos también han velado por los escritos, para que mi palabra fuese impresa y quedara para todos los tiempos. 64. Preparé guardianes para que velasen por el orden del pueblo, nombrándoles columnas. 65. A todas estas criaturas las he iluminado y mi inspiración se derrama en ellas. Ahora pregunto a todos los que han recibido estos cargos, si han comprendido lo que ellos encierran. 66. Tres años más os concedo para vuestra preparación; después, estos cargos formarán uno solo, y todos seréis llamados labriegos en la campiña divina, y os serán confiados todos aquellos que no oyeron mi palabra para que los enseñéis; dejaréis de ser discípulos para convertiros en maestros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 184 1. Humanidad: Os habéis hundido en las tinieblas, más ha llegado la hora en que salgáis a la luz. 2. Os envío a Elías que él os libre del letargo. ¿Cómo podríais sentir mi presencia si no estuvieseis despiertos? 3. No esperéis que venga a vuestro mundo en cuanto hombre; aquella lección pasó; sin embargo, aunque sólo vais a tenerme en Espíritu, os voy a probar que es una forma más elevada que aquellas, a través de las cuales me he manifestado hasta ahora; es la prueba de que os considero espiritualmente más aptos que a los hombres de los tiempos pasados. 4. No necesitaré de un cuerpo para habitar entre vosotros, ni será indispensable que mi voz se humanice para poder ser escuchada, y sin embargo me tendréis en plenitud como Maestro, como Juez, como Doctor. 5. Muchos dones y sentidos tiene vuestro espíritu, para que por medio de ellos recibáis mis mensajes; mas como hasta ahora ignoráis esas potencias que existen en vuestro ser, creéis que sólo con los ojos del cuerpo podréis mirarme y con vuestros oídos podréis escucharme. Ya os probaré lo infundado de esa creencia, cuando en el silencio de vuestra alcoba sintáis mi presencia y en los instantes de vuestra oración os sintáis bañados por la luz de la inspiración. 6. Aún sois espíritus sin luz, más haré que de vosotros salgan destellos en forma de inspiraciones, de ideas elevadas, de sentimientos nobles y buenas obras. 7. Sois como Lázaro en el sepulcro, muertos a la vida espiritual; pero ante mi voz os levantaréis para seguirme y dar testimonio de mi verdad. 8. Esos acontecimientos que a diario estremecen a los pueblos de la tierra, son voces de justicia que os llaman al arrepentimiento, a la oración, la regeneración y purificación; mas este tiempo de pruebas se prolongará hasta que la reaciedad y necedad de los hombres se dobleguen, hasta que abandonen su orgullo y su impiedad. No todo el tiempo serán voces de justicia las que se escuchen en la tierra, porque después, cuando la humanidad haya sido purificada, serán muy diferentes los acontecimientos que vengan a estremecer a los hombres; serán inspiraciones divinas y manifestaciones espirituales, serán revelaciones de la naturaleza, unas para perfeccionamiento de vuestro espíritu, otras en bien de vuestra vida en el mundo. 9. ¿Sabéis cuál es el don o la virtud por medio de la cual pueden alcanzar los hombres más gracia? La caridad, porque ella ennoblecerá sus corazones, dará ocasión al espíritu para desbordarse en sus hermanos y será la que más semilla de fe recoja, porque los campos y las tierras están llenos de miseria, de dolor, pobreza y enfermedad, tierras hambrientas de amor, que sólo esperan una semilla y un poco de riego para florecer. 10. Si a los que predican mi palabra en la tierra, les parece ya imposible contener el avance del pecado, el desbordamiento de odios y pasiones, para Mí no es imposible, ni siquiera difícil el retorno de los hombres al bien y a la justicia. 11. ¿Veis a esos hombres que gobiernan grandes pueblos? ¿Conocéis la fuerza de sus leyes y de sus doctrinas? ¿Miráis a los hombres de ciencia penetrando insensata y temerariamente en los arcanos de la naturaleza? En verdad os digo que con ese orgullo, ese poder y toda su ciencia, vendrán a postrarse humildemente ante Mí, porque toda obra humana se está acercando a su límite, en donde los hombres por sí solos deberán abrir los ojos a la realidad, reconociendo la trascendencia de cada uno de sus obras, la gravedad de sus faltas y la magnitud de sus errores. 12. No quiero deciros que todo cuanto ellos han hecho es imperfecto; no, pero es tan poco el bien que procuran a sus semejantes, tan poco lo bueno que hacen, que es mejor que mi ley juzgue lo impuro y malo, que es lo que más pesa en la balanza de la justicia. 13. Un corto tiempo le es concedido a la humanidad, para que en él consuma su obra y responda al juez divino, cuando le llame a cuentas 14. Mientras, mi luz avanza, se difunde y penetra en todas partes y en todo espíritu. 15. Era mi voluntad que cuando llegase este tiempo de mi comunicación, todos mis señalados estuviesen ya preparados, velando y orando, esperando la hora de mi venida, formando un solo cuerpo y una sola voluntad, para oír lo que Yo os revelase; mas no he encontrado entre vosotros la verdadera fraternidad. 16. Este pueblo que ha recibido mi enseñanza, preparará a sus hermanos, convirtiéndose en maestro de ellos. 17. Más en verdad os digo, que no he venido a iluminar sólo a vosotros que moráis en la tierra, sino que he llamado a todos los espíritus que han perdido el camino, en otros valles desconocidos para vosotros. 18. ¡Cuánta sumisión he contemplado en los seres espirituales para cumplir mis mandatos; a su espíritu, libre de la materia, le ha sido más fácil disponerse para cumplir su misión en este tiempo! 19. ¡Cuántos de ellos me esperaban, limpios de errores y faltas, después de una larga expiación, y al revelarles esta parte del "libro de los siete sellos" que corresponde a la sexta etapa, se ha elevado su espíritu, y en su elevación os han impulsado, han apartado obstáculos de vuestro paso y os han colocado en el digno lugar de discípulos! 20. Para llegar a comprender las enseñanzas divinas, es menester regenerarse y analizar la ley; por ella llegaréis a comprender mi palabra y recibiréis grandes revelaciones que por medio de la ciencia humana no podríais alcanzar. Llegará el día en que el hombre doblegará su cerviz y amará a su Padre con el respeto y amor que os estoy reclamando. Mi manifestación es comprensible a todos. He hablado conforme a la capacidad de vuestro cerebro, porque no podríais comprender toda mi sabiduría. A esta palabra sencilla con la que os he dado a conocer mis lecciones, no le añadáis nada de vuestra mente, y al traducirla a otros idiomas, dejad que persista su esencia divina. 21. Preparaos para que vuestro cerebro sea como un espejo limpio que deje reflejar mi luz en toda su pureza, cuando os encontréis ocupados en esta delicada misión. 22. Vivid cerca de Mí. Yo soy la vida, principio y fin de todo lo creado. Si he puesto en vosotros una misión semejante a la mía, es porque os amo y quiero que me imitéis. 23. Redimid corazones, haced prodigios, amaos los unos a los otros. 24. Cuando sintáis la fe y el temple necesarios para tomar la cruz, id a los hogares y llevad mi palabra, calzad las comarcas y surcad los mares; delante de vosotros iré Yo preparando el camino. 25. Estad alerta, porque vendrán a vosotros muchos lobos con piel de oveja y querrán sorprenderos para alejaros del camino, más velad y sabréis descubrir las intenciones de su corazón. 26. Si llegan vuestros hermanos sufriendo y quieren que enjuguéis su llanto, hacedlo, dad todo el bien que haya en vosotros y más tarde, en el más allá, recibiréis caridad mayor que la que hayáis hecho en este mundo. 27. Pueblo amado: Vuestra oración se eleva hacia Mí como en el Primer Tiempo se elevaban vuestros salmos en el templo; mas ha pasado el tiempo y vuestro espíritu ha evolucionado. Ya no existe el gran templo de Jerusalén, porque mi palabra se cumplió, y de su estructura material no quedó ni piedra sobre piedra. 28. Ya no están el arca, ni las tablas de la Ley sobre el altar. Vuestro espíritu hoy busca la verdad más allá de las formas y símbolos que antaño le sirvieron para llegar a creer y a comprender, enseñándole a adorarme; pero ahora comprende que éstos ya carecen de objeto, puesto que su sentido ha sido comprendido por el espíritu. Los símbolos fueron sólo objetos materiales de los que se sirvió el Señor para explicar al hombre las divinas lecciones. 29. Por eso, cuando el párvulo ha llegado a comprender la enseñanza elemental, debe olvidar las prácticas antiguas, para elevarse en busca de más altas inspiraciones y de un culto más espiritual. 30. Pensad que mientras necesitéis tener algún símbolo delante de vuestros ojos que me represente, no podréis comunicaros directamente con el Espíritu Divino, y ved que todos estáis llamados a emplear esa comunicación de espíritu a Espíritu. 31. Todo lo que os rodea y os envuelve en esta vida, es una imagen de la vida eterna, es una profunda lección explicada con formas y objetos materiales, para que pueda ser comprendida. 32. Aún no habéis llegado al fondo de esa maravillosa lección, y ha vuelto el hombre a equivocarse, porque ha tomado la vida que lleva en la tierra como si fuera la eternidad. Se ha conformado con tomar de ella las formas, renunciando a todo lo que encierra de revelación divina, lo que es esencia y verdad que se encuentra en toda la creación. 33. También, cuando este libro haya dejado su luz en los espíritus y haya sido entendida hasta la última página, el hombre dejará la tierra y su espíritu pasará a una nueva morada donde sabrá y pondrá en práctica todo lo que le enseñó a su paso la vida humana. Entonces llegará a comprender muchas lecciones que a través de lo material le fueron reveladas. 34. Estudiad estas palabras que con tanto amor os ha dedicado vuestro Maestro, para que con su luz podáis juzgar vuestras obras, y si comprendéis que os habéis quedado estacionados, analicéis cuáles han sido las causas que lo han motivado, para que en lo sucesivo las evitéis y prosigáis vuestro camino de evolución siempre hacia adelante. 35. La misión que he encomendado a mi pueblo en la tierra, es grande y muy delicada; por eso lo he buscado en cada era, para inspirarlo con mi palabra y revelarle algo más del contenido de la ley. 36. La ley de amor, de bien y de justicia, ha sido la herencia espiritual que en todos los tiempos le he traído. De lección en lección he llevado a la humanidad a la comprensión de que la ley se puede resumir en un solo mandamiento: Amor. Amad al Padre, que es el autor de la vida, amad al hermano, que es parte del Padre, amad a todo cuanto ha creado y ordenado el Señor. 37. El amor es causa, principio, simiente de sabiduría, de grandeza, de fuerza, de elevación y de vida. Ese es el verdadero camino que ha trazado el Creador al espíritu, para que de peldaño en peldaño y de morada en morada vaya sintiendo cada vez más el acercamiento a Mí. 38. Si el hombre desde el principio de los tiempos hubiese hecho del amor espiritual un culto, en lugar de caer en ritos idólatras y en el fanatismo religioso, este mundo, hoy convertido en valle de lágrimas por la angustia y miseria de los hombres, sería un valle de paz, en el cual los espíritus vendrían a hacer méritos, para alcanzar después de esta vida aquellas moradas espirituales a donde el espíritu en su camino de elevación debe penetrar. 39. En verdad os digo, que en ninguna época de la vida humana ha carecido el hombre del conocimiento de mi ley, porque de la chispa divina, que es su conciencia, jamás le ha faltado un destello en el espíritu, una intuición en su mente o un presentimiento en su corazón; sin embargo, vuestro espíritu ha vuelto hacia el más allá con una venda de obscuridad, y Yo os digo, que quien no se aprovecha de la lección que encierra la vida en este mundo, en este valle de pruebas, tiene que volver a él para terminar su restitución y sobre todo, para aprender. 40. Errónea es la idea que tenéis de lo que significa la vida en la tierra, de lo que es el espíritu y de lo que es el valle espiritual. La mayoría de los creyentes piensa que viviendo con cierta rectitud o que arrepintiéndose en el postrer instante de la vida de las faltas cometidas, tiene asegurada la gloria para su espíritu; y ese falso concepto que priva, al hombre no le permite perseverar durante toda su vida en el cumplimiento de la ley, y hace que su espíritu, cuando abandona este mundo y llega a la mansión espiritual, se encuentre con que ha llegado a un sitio en el que no contempla las maravillas que se había imaginado, ni siente la dicha suprema a la que creía tener derecho. 41. ¿Sabéis qué es lo que sucede a esos seres que tenían la seguridad de llegar al cielo y que en lugar de ello sólo encontraron confusión? Al no seguir habitando en la tierra, porque les faltó el punto de apoyo de su envoltura material y no poder elevarse a las alturas en que se encuentran las moradas de la luz espiritual, crearon para sí, sin darse cuenta de ello, un mundo que ni es humano ni es profundamente espiritual. Entonces es cuando se preguntan los espíritus: ¿Esta es la gloria?, ¿Esta es la morada destinada por Dios a los espíritus, después de tanto caminar en la tierra? 42 No, dicen otros, éste no puede ser el seno del Señor, donde sólo la luz, el amor y la pureza es lo que puede existir. 43. Lentamente, por la meditación y el dolor, llega el espíritu a la comprensión. Comprende la divina justicia e iluminado por la luz de su conciencia juzga sus obras pasadas y las encuentra que fueron pequeñas e imperfectas, que no eran dignas de merecer lo que él había creído. Entonces, con esta preparación, aparece la humildad y nace el deseo de retornar a los caminos que dejó para borrar las manchas, reparar los yerros y hacer verdaderos méritos ante su Padre. 44. Es menester esclarecer a la humanidad estos misterios, para que comprenda que la vida en la materia es una ocasión para que el hombre haga méritos para su espíritu, méritos que lo elevarán hasta merecer habitar en una morada de espiritualidad superior, en donde nuevamente deberá hacer méritos para no estacionarse y seguir escalando de peldaño en peldaño, porque "en la casa del Padre hay muchas moradas". 45. Estos méritos los haréis a través del amor como os lo ha enseñado la ley eterna del Padre. Y así de peldaño en peldaño, por la escala de perfección, irá vuestro espíritu conociendo el sendero que conduce a la gloria, a la verdadera gloria, que es la perfección del espíritu. 46. Bienvenidos seáis los que venís a Mí tratando de encontrar los caminos de paz y de amor. A estos hombres les doy la bienvenida y les hago comprender que una misión espiritual les está aguardando. 47. Discípulos: Lucharéis Conmigo, trabajaréis junto a vuestro Maestro y así recorreremos el sendero que os conduzca a la cima de la montaña. Llegaréis ante Mí llenos de humildad, sin pedir que vuestro Padre os conceda éste o aquel don, sino a recibir mansamente lo que Él tenga destinado para cada uno de sus hijos 48. Tenéis luz en vuestro espíritu y además ya habéis transitado mucho por el camino de las pruebas que ha hecho fructificar vuestra existencia, y por ello ya no os dejaréis dominar por la vanidad de querer ser grandes para ser admirados y servidos. 49. ¿Quién que no sea Yo, será capaz de reinar en los espíritus y regir su destino? Nadie; es por eso que quien ha intentado usurpar el lugar de su Señor queriendo reinar, crea para sí un reino de acuerdo con sus inclinaciones, caprichos, ambiciones y vanidades, reino de materia, de bajas pasiones e innobles sentimientos. 50. A la conciencia no podéis imponeros, porque en ella está la justicia perfecta. En los espíritus sólo la pureza tiene poder sobre las fibras nobles, sólo el bien las conmueve; en una palabra, el espíritu sólo se alimenta con la verdad y el bien. 51. Por eso, oh discípulos, aunque lleguéis a veros colmados de dones y comprendáis que tenéis un beneficio que no todos poseen, no por ello os creáis superiores a nadie; poned al servicio de mi causa, todo cuanto tengáis, porque ella es de amor y le debéis dedicar toda vuestra vida para así ser útiles a vuestros hermanos. 52. Destruid el reino de vanidades que habéis formado, dominad las pasiones humanas y dejad que vuestro espíritu se manifieste en su esencia, pleno de amor y de la luz que le dé la sabiduría. Tratad en todos los actos de vuestra vida de imitar a Jesús. Él no fue enviado a la tierra para expiar una falta o recibir el juicio de su Padre. Cristo, que hoy viene a hablaros nuevamente, descendió al corazón de los hombres, para crear en ellos su reino de amor, de justicia y de verdad. El no trajo a los hombres doctrinas materiales, ni leyes injustas. El no vino a tentar la codicia de la humanidad, ni a alimentar sus pasiones. El trajo la doctrina del amor, que es la moral del espíritu; por eso dijo a las multitudes: "Mi reino no es de este mundo". 53. Me preguntáis en lo más íntimo de vuestro corazón, cómo puede ser posible que espíritus grandes lleguen a ser rebeldes y quieran obrar en contra de Dios, y Yo os digo que, quienes se levantan en mi contra, no han llegado aún a ser grandes; son espíritus imperfectos que han logrado desarrollar una parte de sus potencias y descuidado el adelanto de otras; su inteligencia ha sido desarrollada, pero no los sentimientos nobles de su espíritu. 54. Por eso es que en aquel tiempo os advertí, que "no sólo de pan vive el hombre"; porque además de las enseñanzas materiales que la tierra le brinda, necesita para su completo perfeccionamiento la luz del espíritu, que sólo puede obtener en mi enseñanza. 55. Humanidad: Muchos siglos habéis errado por la tierra, siempre doblegada bajo el peso de vuestras pasiones; mas ha llegado el fin; ya estáis en la era de vuestra liberación espiritual, en la cual el espíritu reinará en la materia que será su sierva, y tendrá por morada el infinito. 56. Pronto sabréis de dónde vinisteis y hacia dónde camináis, para que sepáis dar al mundo el lugar que debe ocupar en vuestra vida y concedáis al espíritu el sitio que debe tener en vuestra existencia. 57. Estas palabras que os entrego, son de profecía, para que tengáis un aliciente, para que luchéis y contéis con una luz de esperanza en vuestro futuro. 58. Los que van por el mundo llorando sus dolores, no deben pensar que los he abandonado. Estoy probando su paciencia y sólo espero que alcancen su purificación para que aumenten el número de mis seguidores. 59. Vendrá a los hombres la espiritualidad disipando sus dudas, volviéndoles al camino certero, haciéndoles contemplar la luz de la verdad. Será entonces cuando los hombres digan: La palabra del Señor se ha cumplido, cuando nos dijo: "Todo ojo me verá". 60. Es menester que sepáis que el dolor de este tiempo es muy grande, porque el espíritu de la humanidad ha venido a saldar deudas que vuestro corazón ignora y a borrar manchas que por mucho tiempo han estado en vosotros. Ignoráis quiénes sois y cuáles han sido vuestras obras en el largo camino que habéis recorrido; mas ahora los que conozcáis esta revelación, debéis revestiros de paciencia y resignación, porque ello os elevará y os ayudará a obtener vuestra purificación. 61. Yo os aseguro que por ahora no es menester que conozcáis vuestro pasado; que os baste tener la intuición o el presentimiento de que en otros tiempos habéis cometido errores que ahora es preciso que reparéis. En cambio Yo quiero que a través de mi palabra conozcáis mucho de vuestro futuro, porque esa luz hará surgir en vuestro corazón la esperanza de alcanzar una vida de paz y de luz en que el espíritu y la materia se eleven, porque vendrán tiempos en que habrá armonía entre lo material y lo espiritual. 62. Mi luz iluminará todos los senderos y las sectas y religiones verán ante sí una sola senda, una sola ley: La ley de amor del Espíritu Divino. Esa será la doctrina universal que unificará a todos los espíritus. ¡Ml PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 185 1. Yo os bendigo, porque tenéis fe en que es mi Espíritu quien os entrega esta enseñanza, a pesar de que estáis escuchando mis lecciones a través del entendimiento humano. 2. Dejáis pasar inadvertidas las imperfecciones del portavoz, interesados en comprender tan sólo la esencia divina. Los que estudian mi palabra en esta forma, son los que van encontrando la verdad. Ellos serán los discípulos, que se levanten mañana a explicar a la humanidad mi doctrina. Harán comprender a quienes se han confundido interpretando las escrituras de los tiempos pasados, que para descubrir la verdad de mis revelaciones es menester no detenerse en el significado material de las palabras, sino buscar el sentido espiritual que es la esencia, que es la verdad y la vida. 3. Por eso he sometido a este pueblo a una prueba, que es al mismo tiempo una profunda lección, dándole mi palabra por conducto de un entendimiento humano, y enseñándole que no debe detenerse ante la forma exterior de la palabra, sino que debe penetrar en su fondo para encontrar la esencia. Con esta lección quedará capacitado este pueblo para explicar a los que buscan la interpretación de mis pasados mensajes, la forma de descubrir espiritualmente la esencia de cada enseñanza, pasaje o ejemplo, la verdad que es una sola. 4. Contemplo también entre este pueblo a los que han llegado a comprender, que mientras mayor sea la preparación de su espíritu y la de su materia, más abundante y clara será mi enseñanza a través del portavoz. ¡Ah, si todas estas multitudes buscasen verdaderamente la forma de hacerse dignas de mi gracia, cuán grande y perfecta seria mi manifestación! Pero aún veo que muchos corazones buscan el culto exterior para poder creer en mi presencia, sin comprender que en vez de dejar que su espíritu se eleve libremente, lo detienen ante un altar material, lo distraen con inútiles ceremonias y lo aletargan en la rutina de las tradiciones. En verdad os digo que para vosotros ya ha pasado ese tiempo. Mucho recreasteis vuestros sentidos ante el esplendor de las religiones, mucho admirasteis las obras de arte de vuestros hermanos; ahora debéis ir más allá de todo ello para que vuestro espíritu se encuentre ante la vida maravillosa que a él le pertenece, se sature de luz en ella en los instantes de su oración y transmita a su materia todos los deleites e inspiraciones que recoja durante su éxtasis. Entonces os daréis cuenta de cuan pequeñas y burdas han sido las formas con las que el mundo ha querido representar lo divino. 5. Vuestro espíritu ha pasado de la infancia a la juventud, y por lo tanto debe operarse un cambio en su vida. 6. En los tiempos pasados recibí de vuestro espíritu todas las ofrendas que me presentó, aun cuando en ellas hubiese mucho de ignorancia y de imperfección. Ahora sólo lo que sea puro, sincero, verdadero, podrá llegar a Mí. 7. ¿Miráis cuan bellas son esas flores de vuestros huertos, que a veces me ofrecéis? De cierto os digo que ni esa ofrenda debo recibir en este tiempo, porque esas flores no son obra vuestra, sino mía, y lo que a Mí debéis ofrecer, son las flores espirituales de vuestro corazón, es decir, vuestras buenas obras, vuestras oraciones limpias, vuestras virtudes 8. No os engañéis más, ya no tratéis de suplir con lo exterior lo que debe ser profundamente espiritual. NO temáis derribar el cerco, no temáis enfrentaros a la verdad. La gloria es sólo de los valerosos y fervientes. 9. Cuando destruyáis todo fanatismo y toda idolatría en vuestro corazón y aprendáis a orar de espíritu a Espíritu, habréis llegado ante el verdadero altar del Señor, aquél que "no es de este mundo". En ese altar podréis depositar vuestra ofrenda, que será la de vuestras buenas obras, y que ante Mí será más hermosa que las flores de vuestros jardines, porque las buenas obras de vuestro espíritu nunca se marchitarán. 10. Multitudes: Abrid vuestro corazón, para derramar en él el rocío de mi gracia; quiero que este pueblo se asemeje a un inmenso huerto, donde luzcan las flores más bellas del pensamiento, del corazón y del espíritu, que son las que vengo a cultivar. 11. Pueblo: Cuando os hablo de cultos y de ofrendas, con la caridad con que manifiesto mi palabra, ¿Sentís dolor porque os aparto de vuestras pasadas creencias? NO, Maestro, me decís. 12. Es que en mi palabra existe un bálsamo y una luz que no deja que en ningún entendimiento surja alguna confusión ni se lastime ningún corazón. 13. Así quiero que habléis a vuestros hermanos, cuando tratéis que abran sus ojos a la luz; hacedlo con la claridad y el amor que Yo he empleado con vosotros y no dejaréis dolor en los corazones sino más bien paz y luz. 14. Cumpliendo con una promesa divina, he venido a comunicarme con vosotros en este tiempo. En la esencia que existe en el fondo de esta palabra me habéis tenido en plenitud. El que ha encontrado esa esencia, me ha sentido; en cambio, quienes se han detenido a juzgar lo superficial de mi manifestación, no han podido encontrar la verdad. 15. Mientras unos se han maravillado al escuchar mis lecciones, otros no han sentido el menor estremecimiento, ni se han dado cuenta de mi presencia y de que me han oído. 16. Cuando mi palabra cese de escucharme a través de estos entendimientos, habrá muchos corazones que lloren la terminación de este tiempo, como también habrá quienes, aun habiéndome escuchado, no se den cuenta del bien que tuvieron y que perdieron, porque no lo supieron aprovechar. 17. Tiempos vendrán en que esta palabra sea extendida por muchos lugares, pero entonces será por medio de los testimonios de quienes la escucharon, la comprendieron y la creyeron, y seréis testigos de que muchos de los que nunca tuvieron la gracia de oír mis enseñanzas, sabrán descubrir la esencia divina que ellas atesoran y exclamarán convencidos y llenos de fe: Es la palabra del Maestro. 18. Vosotros veréis llorar de gozo a vuestros hermanos, enternecidos ante mi mensaje y les veréis lamentarse de no haber sido de mis escogidos; entonces sentiréis remordimientos por haberme tenido por tanto tiempo entre vosotros sin que vuestro corazón hubiese mostrado la fe y el amor que tan sólo por vuestro testimonio veréis surgir en vuestros hermanos. 19. Entre aquellas multitudes encontraréis a los hombres intuitivos de lo espiritual, a los inspirados, a los que presienten la comunicación de espíritu a Espíritu, a los videntes y a los que poseen dones y poderes del espíritu en pleno desarrollo. 20. ¿Creíais acaso que Yo iba a entregar mi palabra a todos los pueblos de la tierra? No, también en esto mi nueva manifestación es semejante a la de los tiempos pasados, en que habiéndome manifestado a un solo pueblo, éste tuvo la misión de levantarse a extender la buena nueva y a sembrar la simiente que en mi mensaje recibió. 21. Recordad cómo germinó mi semilla con más fuerza en otros pueblos, tan sólo por el testimonio de mis apóstoles. 22. Reconoced, pueblo amado, que si otros pueblos creyeron en aquellos testimonios, fue porque quienes los entregaron supieron hacerlo con todo el amor y la verdad de que sus corazones fueron capaces. Os digo esto, porque si queréis que el mundo me crea en vosotros, debéis prepararos e imitar a aquellos apóstoles en su amor, en su humildad, en su espiritualidad y en su fe. Entonces el mundo tomará esta doctrina como una verdad y mi palabra será sagrada para los hombres. Entonces veréis a vuestros hermanos leer con avidez los escritos que de mi palabra se hagan y les veréis traducirla a diferentes lenguas con el fin de que todos los pueblos la conozcan. 23. Esta palabra, con la que tanto se ha familiarizado este pueblo, que tan profanada ha sido por quienes más la han oído, veréis cómo mañana será el oasis para los que mucho sufren en la tierra; veréis cómo será bálsamo y vida, sustento y luz en la vida de los que tienen hambre y sed de verdad, de amor y de justicia. 24. Varones y mujeres que por mucho tiempo habéis escuchado mi palabra y que además habéis contraído cargos dentro de esta obra, dejad que mis frases toquen vuestro corazón, dejad que la conciencia hable en el fondo de vuestro ser. Mucho habéis comido del fruto del árbol de la vida, mas, ¿Qué habéis hecho de la semilla? ¿Por qué no todo lo que sembráis es de la simiente que Yo os he dado? Veo que también tenéis vuestra propia semilla, la cual vais mezclando a la que he confiado a vuestros cuidados. ¿Quién es aquél que no entiende lo que en estos instantes estoy diciendo? 25. No vengo a reprobar cuantas obras hacéis; lo que vengo a deciros, es que al bien que practiquéis, no le mezcléis impureza alguna, porque entonces ya no estaréis sembrando mi verdad como Yo os la he revelado, y es natural que mañana, cuando llegue la hora de que vuestro espíritu recoja el fruto de su siembra, se encuentre con que ese fruto es justamente lo que en su camino sembró. 26. Yo soy la esencia de todo lo creado. Todo vive por mi poder infinito. Estoy en todo cuerpo y en toda forma. Estoy en cada uno de vosotros, pero es menester que os preparéis y os sensibilicéis para que podáis sentirme y encontrarme. 27. Yo soy el aliento para todos los seres, porque soy la vida. Por eso he hecho comprender, que si me tenéis presente en todas vuestras obras, no hace falta que forjéis en barro o en mármol mi imagen para adorarme o sentirme próximo a vosotros. Esa incomprensión sólo ha servido para conducir a la humanidad a la idolatría. 28. A través de mi palabra presentís la armonía que existe entre el Padre y todo lo creado, comprendéis que Yo soy la esencia que alimenta todos los seres, y que vosotros sois parte de Mí mismo. 29. A medida que comprendáis el sentido de vuestra vida, el destino del espíritu y el porqué de la evolución, insensiblemente vais penetrando en la vida espiritual. Así vais olvidando las formas que me atribuisteis, bajo las cuales me buscasteis, y de vosotros se van borrando las falsas creencias y conceptos erróneos en los que por tantos siglos ha caminado la humanidad. 30. El espíritu, por sus dones, podrá elevarse hasta alcanzar su perfeccionamiento. Pero Yo soy el Maestro que siempre he venido a ayudaros en vuestra jornada para que vuestra vida no sea estéril. 31. Si llegáis a ser hombres de buena voluntad, vuestra vida llegará a armonizar con la perfección de toda la creación, alcanzaréis la luz del verdadero conocimiento y el fruto de vuestras obras os servirá de eterna paz. Vuestra parte física es substancia que vendrá a diluirse en átomos en la creación. Esto lo habéis palpado, pero es incomprensible para muchos la vida inmortal del espíritu; comprenden tan sólo aquello que sus ojos ven o su ciencia comprueba. ¿Dónde están los que moraron con vosotros en esta vida? No lo sabéis. Si acaso, podéis imaginaros que están morando en una mansión de luz, a lo que el Maestro os dice: Muchos de ellos están cerca de vosotros. El espíritu tiene potencia, tanto para ocupar el lugar que el Padre le ha asignado en el más allá, como para desempeñar al mismo tiempo una misión junto a vosotros. He ahí la fuerza del espíritu. 32. Estas lecciones no las habéis comprendido aún, más para alcanzar el desarrollo de esa facultad, sería necesario que en vosotros se cumpla aquello que os dije en el Segundo Tiempo: "Es menester que el hombre, para que alcance mi gracia, se asemeje al niño en su pureza" 33. Más ya no os sintáis solos. En toda obra que el hombre realice está la intervención de un espíritu de luz. El mundo espiritual trabaja en las mentes humanas y las guía. Aquel mundo es mayor y más hermoso que éste que con vuestros ojos contempláis. Es un mundo de luz y armonía perfecta. Sus moradores están Conmigo, ellos velan en unión mía por la creación. 34. Y conociendo y teniendo fe en estas enseñanzas, ¿Podréis seguir lamentando que los seres que amasteis en el mundo hayan partido al más allá, cuando sabéis que están velando por vosotros? ¿Por qué les recordáis en su forma humana, si ellos ahora sólo son esencia espiritual? 35. Hoy os he hablado sobre lo que vosotros llamáis el misterio de la otra vida. 36. Sólo Yo puedo revelaros estas lecciones; los hombres no lo pueden hacer porque ellos no han penetrado en el arcano. 37. He tenido que prepararos para que podáis penetrar en mi santuario a escuchar una más de mis lecciones, porque veo que estáis necesitando impresionar primero vuestros sentidos, para que vuestro espíritu pudiera elevarse. Buscaban vuestros ojos la imagen que pudiera hablaros de mi presencia, vuestros oídos estaban en espera de las notas musicales de los himnos para despojar al corazón de las preocupaciones terrenales, y hasta el incienso y el aroma de las flores os eran necesarios para poder pensar en Mí, aunque fuera por unos instantes. Mas como el conjunto de toda esa liturgia sólo la encantabais en el interior de los templos dedicados a ese culto, fuera de ellos os encontrabais incapacitados para concebir o siquiera sentir mi presencia. En cambio ahora, vuestra preparación espiritual, en lugar de empezar por desarrollar los sentidos de vuestra materia, ha empezado por el despertar de vuestro espíritu, para venir a terminar en lo que se refiere a la materia. 38. Ya no son vuestros ojos los que vienen en busca de una imagen que para vosotros pueda representar a la Divinidad; ya no son vuestros oídos los que vienen en pos de esas notas musicales que necesitabais para haceros olvidar momentáneamente las atracciones del mundo; ya no esperáis asistir a la celebración de un rito, para llegar a creer que sólo en aquel acto y en aquel lugar estoy Yo presente. 39. Lo único que hoy os preocupa, es cómo despejar vuestra mente, cómo limpiar vuestro corazón para poder recibir, sentir y comprender la esencia divina de mi palabra; y sabéis que para ello no hay mejor medio que la meditación y la oración. 40. Hoy llegaría a estorbaros cualquier objeto que se pusiera delante de vuestros ojos, y la mejor música os parecería demasiado pobre junto al concierto celestial de mi palabra, y en vez de que os ayudaran en vuestra elevación, podrían llegar a perturbaros. Nada necesitáis ni queréis de lo exterior, por eso es que vuestros ojos han acostumbrado cerrarse durante el tiempo en que estáis recibiendo mi manifestación, porque el espíritu, en el supremo anhelo de elevarse, quisiera despojarse de todo contacto con lo material. 41. Ayer estaba fuera de vosotros el altar que habíais elevado a mi Divinidad, ahora lo habéis levantado dentro del corazón. Vuestra ofrenda, que por mucho tiempo había sido material, ahora la habéis cambiado por una manifestación espiritual. Sabéis que ante mi vista es más hermoso vuestro amor que la flor más bella de vuestros huertos, y que el perdón que le otorguéis a un semejante, tiene ante Mí más valor que el tributo con el que antes creíais lavar vuestras manchas. 42. Yo os escucho en el silencio, no necesito que tengáis que mover vuestros labios. No soy el pecador que está escuchando a otro pecador. Estoy en Espíritu, y es a vuestro espíritu al que estoy escuchando, y es él quien trata de elevarse y comunicarse Conmigo. 43. Muchos han escuchado en este tiempo mi palabra, pero no todos la han tenido como una verdad. Ciertamente que no todos han llegado en el momento en que puedan entender esta doctrina. En todos los tiempos han sido muchos los llamados y pocos han llegado a ser escogidos, por esa causa que hoy os recuerdo; es por lo que sólo los que están a tiempo de comprender, de sentir o de creer, son los que se han quedado y se preparan para seguirme. A veces veis que llegan hermanos vuestros con la apariencia de estar muy adelantados espiritualmente y comprender mi doctrina de amor; luego veis que no aceptaron como verdad la que recibieron de mi palabra, y es que la inteligencia humana no es la que puede descubrirme primero, es el espíritu cuando en él existe el amor. No confundáis la una con el otro. En cambio, otras veces veis llegar ante mi manifestación a algunos de vuestros hermanos, que parecen rudos y demasiado materializados, de los cuales no abrigáis ni remotamente una esperanza de que pueden llegar a sentir mi palabra, y os habéis quedado maravillados de su sensibilidad y de la comprensión que veis han alcanzado; es que ellos, en lo exterior, en lo humano, son torpes, pero en cambio han logrado un desarrollo espiritual muy grande en su interior. 44. No siempre los que han creído, han despertado al primer instante a la fe. Casi todos han luchado interiormente. Yo he sorprendido en su corazón éstas o parecidas preguntas: ¿Será verdad? ¿Será posible que aquí encuentre la presencia del Señor? ¿Será posible que aquí encuentre alivio para mis males por tanto tiempo considerados como incurables? Y cuando han recibido el milagro, todavía algunos me han preguntado: ¿Seria El quien me sanó? Pero también ha habido muchos que desde el primer instante en que llegaron a oír mi voz, han creído y aun ha habido quienes desde antes de escuchar mi palabra ya creían en ella. 45. Lo que más ha torturado la mente de muchos hombres, es la pobreza, la humildad en que he venido a manifestarme, porque estaban acostumbrados a lo fastuoso de los ritos y a la riqueza derrochada en los templos materiales; mas Yo os digo, que así como en aquel tiempo vine a juzgar la vanidad de los hombres haciéndoles presente mi humildad, ahora huyendo de los falsos esplendores, he querido aparecer no sólo entre pobres, sino entre pecadores. 46. Mañana, cuando ya en calma, los hombres estudien la forma de mi manifestación y la comparen con las profecías contenidas en las escrituras y analicen el medio en el que me presenté y en el que se desarrolló mi manifestación, la nación que escogí y el pueblo a quien llamé, llegarán a la comprensión absoluta de que todo fue hecho a la perfección y que en todo se fueron cumpliendo fielmente las profecías. 47. Aquí estoy hablando nuevamente a los hombres, hablándoles con mi esencia divina, pero con palabras y conceptos al alcance de su entendimiento, y mientras unos creen en Mí tan sólo por la esencia divina que encuentren en mí palabra, otros necesitan de aquellos que vosotros llamáis milagros para llegar a creer. Por ello os digo que sois el mismo pueblo, aquel del Segundo Tiempo que me presentaba a sus enfermos sin curación humana posible, a fin de poner a prueba mi poder. 48. Os encuentro a unos ciegos, a otros paralíticos, leprosos a muchos, y a otros poseídos por espíritus turbados. A todos os voy a sanar, y en verdad os digo que ninguno perecerá, mas también debo de advertiros que debéis estar preparados, porque los milagros de este tiempo, más que en el cuerpo, vengo a hacerlos en vuestro espíritu elevado. 49. Lázaro no será el único por quien os haga conocer la resurrección; Yo resucitaré a todos los muertos. 50. Multitudes: Aquí tenéis mi palabra; podéis creerme o no creer en ella, amarme o no amarme, pero en verdad os digo, que este tiempo ya no volverá, que estas lecciones de sabiduría, estas prácticas divinas, ya no las volveréis a oír en esta forma. Después de 1950, si queréis escucharme, penetraréis en espíritu al más allá. Recordad que os dije: "Mi reino no es de este mundo". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 186 1. Bienvenidos sean todos aquellos discípulos que se acercan a Mí para aumentar sus conocimientos. Felices y bienaventurados sean todos los que quieran ver con claridad la verdad de mis enseñanzas. Hacéis bien en querer rasgar el velo que cubre vuestros ojos espirituales. Hay gran responsabilidad en todos aquellos que no hacen ningún esfuerzo por penetrar más profundamente en los misterios de mi arcano. 2. ¿Cuándo llegarán al completo hastío de los placeres que la carne les ha venido proporcionando? ¿Hasta cuándo llegarán a darse cuenta de que esos placeres les han estado impidiendo deleitarse con la gracia del espíritu? Son vasallos del reino del pecado, son esclavos de sus pasiones y van por el mundo semejantes a los sordos, a los ciegos, a los paralíticos y leprosos sin darse cuenta de sus errores. Cuando alguno llega a comprender que está enfermo su espíritu, no sabe buscar el bálsamo en la luz que irradia de mi Espíritu. 3. Los ciegos van guiando a los ciegos; es así como veo a muchas de las naciones del mundo, a bastantes pueblos de la tierra. Se ha debilitado la virtud y se han perdido los buenos sentimientos; el corazón humano que debe ser quien inspire todos los sentimientos nobles y todo pensamiento elevado, hoy se ha convertido en fuente de egoísmo, de vicios y de errores. 4. ¿Qué de extraño tiene que vuestro Señor, que os ama infinitamente, llegue ahora hasta vosotros para daros las armas con las que deberéis combatir el mal que está imperando en todos los seres? 5 Ciertamente que mi doctrina es un arma, una espada de luz que toca el corazón y llega hasta lo más sensible del hombre. Voluntad para vencer el mal es lo que necesitáis, y esa fortaleza para vuestro espíritu viene a dárosla mi palabra. La batalla más grande y noble en la que quiero veros vencedores, es la que vais a sostener en contra de vosotros mismos, para llegar a dominar vuestras pasiones, el egoísmo y la voluptuosidad, de potencia a potencia y en vuestro interior, será donde se libre esa gran batalla. 6. De un lado están la buena voluntad, la razón, la justicia y la caridad; del otro se alzarán las insanas pasiones humanas; será la luz la que triunfará sobre las tinieblas; si Yo supiera que no habría de ser así, no os permitiría que os empeñaseis en una lucha inútil y estéril para vuestro espíritu. 7. Cuando penséis en los patriarcas, en los profetas o en mis apóstoles, no les juzguéis como seres extraordinarios, porque todos ellos fueron formados de la misma esencia con la que vosotros fuisteis creados, pero aquéllos fueron seres que se esforzaron por permanecer en el sendero de la luz, por ajustarse a la verdad, respetando siempre mi ley y por vivir en el bien; su voluntad no llegó a debilitarse, por eso dejaron obras que son ejemplo para sus hermanos. 8. ¿Veis esa humanidad que corre tras los placeres, las comodidades o simplemente tras el pan de cada día, indiferentes a los dones del espíritu, insensible a las verdades que os revelan la vida eterna? Después las veréis correr afanosamente en pos del santuario espiritual, para convertirse en trabajadores del verdadero templo. 9. En mi divina palabra es en donde los hombres encontrarán la luz que les enseñe a usar la fuerza que guarda el espíritu y a caminar con firmeza por el sendero de pruebas que es la vida. El que mira mi luz, nunca pisa en falso ni tropieza. 10. Es menester que analicéis mi palabra, porque si no lo hacéis, veréis misterios en donde el Maestro os habló con claridad y perfección. Dios no tiene misterios para el hombre. Lo que ha sucedido es que unas veces no habéis querido penetrar a la luz y otras, deseáis conocer las revelaciones antes de su debido tiempo. El cieno en que el hombre ha caído es el motivo de que muchas de mis enseñanzas no las haya sabido interpretar debidamente, a pesar de ser ya tiempo de que las comprendiera. 11. ¿Qué habéis aprendido de vuestras religiones? ¿De qué os sirve decir que profesáis ésta o aquella, si vuestra vida no se sujeta al cumplimiento de las máximas que ella aconseja, ni tratáis de acercaros a Mí por medio de ellas? 12. Si queréis saber si estáis cumpliendo con la ley divina, preguntaos si vais recogiendo por el mundo una cosecha de amor. 13. Tengo mucho de que hablaros en este tiempo, para que comprendáis que estoy presto a entregaros mi gloria; más para ello debéis liberar vuestro espíritu, porque él será quien me reciba. Entonces me veréis y me sentiréis. 14. Se hará una alianza de paz entre los hombres de buena voluntad, más os advierto que no esperéis estar en la mansión espiritual para hacer esa alianza. El mérito está en que aquí, en donde el mundo recibió la sangre del Cordero como semilla de amor, ofrezcáis a vuestro Padre el tributo de gratitud y su mejor prenda: vuestra obediencia, amándoos los unos a los otros. 15. Creed en la inmortalidad del espíritu. Os digo esto, porque hay quienes creen que la muerte, en los que se obstinan en el pecado, destruirá su existencia y los proscribirá de la vida eterna, dejándolos sujetos al castigo también eterno. 16. Los que tal concepto se forman, son los que han interpretado erróneamente algunas de mis revelaciones, equivocándolas en su sentido. Si eso fuera cierto y posible, sería tanto como declarar la derrota del amor, del bien y de la justicia. ¿Qué objeto hubiera tenido entonces que me hubiera humanizado, mi pasión, mi muerte y mi presencia en cuanto hombre entre vosotros? No olvidéis que Yo vine por los pecadores, por los enfermos, por los esclavos, por los hambrientos, por los perdidos. 17. Vuestro espíritu posee la vida eterna que le fue transmitida por el Espíritu Divino, y lo único que en él morirá será la envoltura, la carne, la cual dejará para poder elevarse. También verá morir el pecado, si es que lo lleva consigo, y las tinieblas de la ignorancia caerán de él como fruto sin vida; más el espíritu, después de cada una de esas muertes que experimentará en sí, sin morir él, se levantará más fuerte, más consciente, más luminoso y puro. 18. ¿Habéis experimentado en vuestra vida alguna pasión material que hubiese abrasado todo vuestro ser, privándoos de escuchar la voz de la conciencia, de la moral y la razón? Es cuando ha caído el espíritu más bajo, porque es entonces cuando las tentaciones y la fuerza de la bestia del mal, que habita en la carne, lo han dominado. ¿Y, acaso no es cierto que habéis experimentado un gozo y una paz profundas cuando lograsteis libertaros de aquella pasión y vencisteis su influencia? 19. Esa paz y esa alegría, se deben al triunfo del espíritu sobre la materia, triunfo logrado a costa de una inmensa lucha, de una cruenta batalla interior; mas bastó que el espíritu cobrase fuerza y se irguiese, inducido y aconsejado por la conciencia, para que al sujetar los impulsos de la carne se librase de seguir dejándose arrastrar hacia el abismo. Ahí, en esa lucha, en esa renunciación, en esa batalla en contra de vosotros mismos, visteis morir algo que habitaba en vuestro interior, sin que fuese él vuestra vida; era tan sólo una insana pasión. 20. Comprended entonces, que cuando el hombre llegue a guiarse por la inspiración de la conciencia y sujete todos sus actos al mandato superior, será como si naciera dentro de él un hombre nuevo, aquél para quien no exista la muerte, porque a la materia tan sólo la considerará como la necesaria envoltura para su espíritu, y cuando éste deba ir a habitar a su verdadera morada, el cuerpo tendrá que descender al seno de la tierra para ir a fundirse con ella. 21. Os digo que la muerte eterna no existe, mucho menos podría existir la expiación eterna. Muere sólo lo que es superfluo, lo inútil, lo malo, y la expiación debe cesar cuando se ha logrado la purificación. Ya os dije en aquel tiempo, que nada en mi obra se perdería, os dije también que no se perdería ninguno de mis pequeños, y además os revelé la inmortalidad del espíritu diciéndoos: "Yo soy la vida, quien crea en Mí, no morirá jamás". 22. Pueblo amado: Cerrad vuestros ojos humanos y sentid mi presencia sobre la nube. Escucháis una voz de hombre, es la que transmite el portavoz del cual me estoy sirviendo para haceros llegar mi vibración; más si os eleváis espiritualmente, sentiréis mi presencia espiritual. ¡Oh Tercer Tiempo bendito, en el que todo ojo podrá contemplar a su Señor! La idolatría caerá por tierra y los hombres llegarán a conocer la verdad en toda su plenitud. 23. Para iniciar este tiempo he querido comunicarme por vuestro propio entendimiento, para que me sintáis más próximo, más íntimamente, más vuestro. También en el Segundo Tiempo me acerqué a los hombres viniendo a nacer junto a ellos, viviendo a su lado, compartiendo sus dolores y sufriendo ante su vista. 24. Hoy despiertan las multitudes ante mi nueva palabra y forman entre sí un pueblo. En su mayoría lo forman los pobres de la tierra, aquéllos a los que nombráis desheredados, pero que en realidad no carecen de ninguno de los dones que os ha otorgado el Espíritu Santo. Ante mi doctrina, esos hombres han despertado de su letargo y se han dado cuenta de cuanto llevan en sí. Entonces ha comenzado en ellos un desarrollo espiritual y su rudeza ha comenzado a desaparecer, la intuición ha surgido iluminando su ser; la inspiración ha acariciado su mente, la videncia ha iluminado su vista en el momento de su oración, dejándoles descorrer el velo de lo espiritual y revelándoles también algo de lo que encierra el futuro. El don de curar, ya sea con la simple palabra, con la unción o aun con el pensamiento, ha brotado desde lo más íntimo de su corazón y muchos dones más se han puesto de manifiesto en los humildes discípulos de esta obra. 25. Es que ellos, no poseyendo nada en la tierra, al sentirse heredados por su Padre, han puesto todo su corazón y su entusiasmo al servicio de esta causa, descubriendo de esta manera muchas de las gracias que su ser atesoraba y que ellos ignoraban. 26. ¿Cómo habían de descubrir los hombres los dones que su espíritu poseía, si su corazón estaba ansioso de poseer tan sólo las riquezas de la tierra? 27. Si los hombres hubiesen sabido orar, si hubiesen comprendido que Yo conozco el lenguaje del corazón, que entiendo las necesidades de su espíritu, que sé comprender hasta su más mínimo deseo, que sé interpretar su pensamiento, por confuso que éste parezca, habrían elevado su oración al Creador; pero el hombre es mundano y ha materializado su culto y su evolución espiritual; mas, ¿Cómo hacer comprender a la humanidad sus errores? Enviándole un pueblo que esté espiritualizado, cuyos hijos vivan en esa moral superior que es la que enseña mi doctrina. 28. La humanidad con su ciencia, con su pecado, con sus guerras, con sus doctrinas y materialismos, ha desafiado a la justicia divina, y cuando sus ofensas han sido mayores, sólo el castigo podía esperar; pero mirad cómo he respondido, enviando a los hombres mi luz divina, que es consuelo, revelación, perdón y paz, para que los ilumine y los ayude en su evolución. 29. El hombre ha llenado de amargura un cáliz que más tarde deberá beber, y de cierto os digo que por ese dolor obtendrá la luz; pero Yo traigo a vuestro corazón una luz que llegará dulcemente a vosotros, que convencerá a vuestro espíritu por medio del amor y de la verdadera sabiduría. 30. Multitudes que os encontráis oyendo esta voz, recreaos pensando que fuisteis destinadas a contemplar mi luz en este tiempo de grandes luchas espirituales. 31. No durmáis, porque no sólo os estoy hablando por medio de estos portavoces. Os hablo en cualquier instante en que tengáis vuestro espíritu en paz y pueda elevarse en comunión Conmigo. 32. Para que podáis serviros de vuestro corazón como guía, dejad que antes lo pulimente para que recibáis a través de sus sentimientos la inspiración divina. 33. No sólo vosotros me invocáis, también vuestros hermanos a través de distintas religiones están llamando a su Dios. No sólo vengo a vosotros; YO, el Espíritu Consolador, vengo a dar paz a todo corazón y espíritu afligido. 34. El hombre forjó en su mente una imagen del amor de Jesús y la trazó en un lienzo, dándole la forma humana, ya que no podría representar al Espíritu del Creador. 35. De todos los hombres, de todos los pueblos a través de las eras, he recibido siempre su culto, sus holocaustos, ritos y sacrificios, porque es la intención y no el hecho lo que vale para Mí. 36. Ciertamente son imperfectas las imágenes que de Mí han hecho los hombres, mas no me detengo a contemplar la figura por la cual me reconocen, sino la intención de su propósito es la que llega a Mí. 37. Sin embargo, cuán grato será para el Padre contemplar a la humanidad practicando la espiritualidad, como este pueblo que principia a dar sus primeros pasos, despojándose de lo superficial y exterior para sentir que en verdad me lleváis en vuestro corazón, que estoy en vuestro propósito cuando intentáis hacer una obra buena. Que estoy en vuestro pensamiento cuando tratéis de comunicaros Conmigo. 38. ¿Quién podrá dudar al escuchar esta voz, que la grandeza de Dios se está manifestando en la pequeñez de un cuerpo humano? ¿Será más grato a Dios, manifestarse en un pan, que es materia inanimada, que por medio de sus propios hijos, del hombre creado a mi imagen y semejanza y considerado como el ser más perfecto de la creación? ¿Cómo no ha de manifestarse la luz, el Espíritu Divino, por medio de la criatura predilecta, hecha a su imagen y semejanza? Nada tiene de extraño que Dios pueda manifestarse por la mente del hombre. Mas esta humanidad es incrédula y desconfiada, porque muchas veces ha sido herida en sus más sagrados sentimientos. Por eso sólo oye y no escucha. 39. Es menester cincelar nuevamente el corazón humano con el cincel del amor, para que de él broten los sentimientos de fraternidad y nobleza. 40. Se ha endurecido tanto el corazón humano, que no se conmueve ante el dolor ajeno y comprender por qué sufre, para que logre adelantar en su camino de evolución. 41. Cuando el hombre se limita a juzgar a su hermano, sólo se confunde, más cuando trate de comprender el porqué de su pena con el noble propósito de darle ayuda, le será revelado el origen oculto de aquel dolor que entonces podrá calmar. 42. ¡Cuántos hacen insufrible su vida por falta de fe espiritual, porque piensan que el mundo físico es el único que existe y dudan de que haya espíritu, porque para ellos nada puede comprobarlo! Estas y otras tristes reflexiones los llevan a la desesperación y aun a la muerte. 43. Sobre esta enseñanza descansará la primera lección que deis a vuestros futuros discípulos. Les daréis oportunidad de escalar desde el primer peldaño de su camino de evolución. Les revelaréis que el Padre, en su amor infinito y en su justicia perfecta, concede a cada espíritu tantas existencias materiales, como le sean necesarias para su perfeccionamiento; que algunas materias sufrirán más que otras, que habrá vidas plenas de bienestar y otras de amargura y expiación. 44. Esas materias que viven sin dolores ni grandes pruebas, son las que han dado lugar a que muchos ignorantes e inconformes me llamen injusto. 45. Estos casos abundarán en vuestro camino y vosotros seréis los encargados de dar la aclaración. Os preguntarán si es cierto que existe el premio o castigo después de esta vida, a lo cual contestaréis que, mientras el espíritu no haya alcanzado la elevación suficiente para morar en el valle espiritual, tendrá que encarnar en esta tierra, recorriendo cada existencia de acuerdo con el adelanto de la anterior; a veces será para recoger una buena cosecha, otras para saldar alguna deuda o concluir una obra empezada. 46. Y cuando el espíritu haya recorrido todo el camino señalado a él como su destino en la tierra, podrá elevarse a la mansión espiritual, donde encontrará la continuación del camino que le conducirá a la gracia eterna, al seno del Señor. 47. No dejaréis puntos obscuros ni confusos. No convenceréis a todos, pero hasta por la duda de los incrédulos os guiaréis, conociendo sus pensamientos, para combatir a otros que más tarde encontraréis. 48. Y en verdad os digo que mi enseñanza será para la humanidad como el despertar en una mañana de primavera, como el rocío que fertiliza los campos, hoy que el mundo es un campo de muerte, árido y seco. 49. Llegad a todos en mi nombre. ¿Quién podrá negar el dulce nombre de Jesús si por todos fue mi sacrificio? 50 Haced sentir a vuestros hermanos que os encontráis al pie de la montaña esperando la enseñanza vivificadora de vuestro Maestro, porque mi palabra es vida para vuestro espíritu. 51. Yo preparo la mesa con blancos manteles y en ella poso los frutos del árbol de la vida, para que vuestro espíritu se fortifique. 52. La luz del Espíritu Santo viene a librar de las tinieblas a vuestro espíritu, porque habéis extraviado el camino, estáis confundidos y habéis muerto a la vida de la gracia. 53. Caísteis en idolatría, oh pueblo amado, en la desobediencia y en la ingratitud; despejasteis la luz para penetrar en la tiniebla, os despojasteis de la blanca vestidura y bebisteis en lugar del agua cristalina las aguas turbias y con ellas os envenenasteis. 54. En el Segundo Tiempo vine a hacerme hombre para enseñaros a amar y a perdonar, vine a daros ejemplo de humildad y mansedumbre. Cual Maestro os di mi enseñanza. Más han pasado los tiempos y caísteis en confusión. 55. ¡Oh pueblo, a quien he entresacado de entre toda la humanidad! Vine a buscaros y os encontré en las catacumbas, os encontré en el desierto alimentando los siete pecados. Hoy vengo cual buen pastor buscándoos por todos los caminos y veredas, salvándoos del precipicio. Y vosotros me habéis escuchado y me habéis sentido y habéis recibido de Mí todo lo que a vuestro espíritu hacía falta. Os he dado pruebas de amor, os he iluminado, y del libro de mi enseñanza os he entregado en abundancia. 56. Venid, pueblo mío, encumbrad la montaña paso a paso; al escalarla os sentiréis en comunión con vuestro Padre y podréis saborear el fruto del árbol de la vida. Un manantial de agua cristalina desciende desde la cumbre de la montaña para mitigar vuestra sed. 57. Israel del Tercer Tiempo: Escuchando estáis a vuestro Maestro que os enseña y profetiza, ¿Para qué, pueblo amado? Para que con mi gracia divina despertéis del letargo en que os encontráis. 58. El que tenga ojos que vea, el que tenga cerebro que analice y el que tenga oídos que escuche a su Maestro. Sois los que mi índice ha señalado, los muertos a quienes he dado vida, los ciegos a quienes he devuelto la vista, los perdidos a quienes con mi luz vengo guiando y los náufragos a quienes he mostrado la barquilla salvadora. 59. Contemplad el banquete que el Padre ha preparado al "hijo pródigo", al que se encontraba perdido, azotado por los vendavales y apurando el cáliz de amargura. 60. Sentidme y dejad que more en vuestro corazón y os diga como dije a mis discípulos en el Segundo Tiempo: "Tomad y comed, que este es mi cuerpo". Así os digo ahora a vosotros en este Tercer Tiempo: Tomad y comed, que esta es mi palabra 61. Discípulos amados, se acerca el año de 1950 en que dejaré de hablaros en esta forma, pero para entonces Yo os digo, habréis recibido mi palabra en abundancia y os levantaréis a imitación de vuestro Maestro, seréis como faro ante la humanidad y derramaréis caridad en vuestros hermanos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 187 1 Venid a comer el pan de la vida eterna en la mesa del Maestro. Los ángeles han preparado el festín y vuestro Padre os recibe a todos. Comed y bebed, pero sabed apreciar el sabor celestial de estos manjares, y no os comportéis como algunos que se sientan a mi mesa, comen, beben y luego se marchan sin haber llegado a saber con quién han estado. 2. El pan que hoy vengo a ofreceros es el mismo que os traje en el Segundo Tiempo; buscad la esencia en ambos y encontraréis que es la misma, la de mi amor divino. 3. Vengo a salvaros como lo hice en el Segundo Tiempo y a todos los que quieran seguirme, les digo: "Tomad vuestra cruz y seguid mi huella". Ellos saben bien que la cruz es de humildad, de amor, de caridad, de renunciación y de sacrificio; quien la toma, ya conoce la senda que deberá seguir. A nadie he engañado diciéndole que mi camino está sembrado de rosas, porque quiero que mis soldados me sigan por amor y fe. 4. Yo sé que después de mostrar a mis hijos la verdad de mi doctrina, quienes me sigan serán fieles y sinceros en todos los actos de su vida; entre mis fieles no habrá servidores pagados, sino solamente discípulos fervientes y seguidores desinteresados. 5. Si alguien llegase a interpretar torcidamente esta obra y la utilizara para fines mezquinos, él mismo se dará el título de traidor y su conciencia será su propio Juez. 6. Ya tuvisteis un doloroso y triste ejemplo en uno de mis discípulos del Segundo Tiempo, para que lo evitéis y por ningún motivo tratéis de imitarle, porque no es justo que después de haber estado entre el número de mis hijos fieles, tenga alguno que ausentarse para ocultar su falta que lo ha manchado, como Judas cuando se alejó del cenáculo, al comprender que no era digno de permanecer un instante más entre aquellos que iban a dar su vida para dar testimonio de la verdad revelada por el Divino Maestro. Los que en aquel tiempo me siguieron, lo hicieron por amor a mi causa. Ahora quiero que los que venís en pos de mi doctrina, también me sigáis, mas no guiados por intereses humanos o por el mal entendido temor a mi justicia. Quiero que sólo os inspire el amor a vuestros semejantes, ya que en él estáis amando y cumpliendo con vuestro Padre y Creador. 7. Si Yo quisiera que fuera el temor el que os convenciera, me bastaría el desearlo, para que los elementos se desencadenaran y así os demostraran que el único poderoso soy Yo; más quiero que en cada uno de vosotros se acumulen los méritos logrados por la humildad, la fe y el amor. 8. Este es un nuevo tiempo, y esa es la causa por la cual estáis recibiendo nuevas lecciones, porque los hechos de los primeros tiempos, según los espera la humanidad, no se repetirán en esta era; eso sería como si el tiempo se hubiera estacionado y la humanidad estuviera repitiendo la misma lección. 9. Soldados de Jesús, así os llamo, porque os estoy confiando mi causa. Analizad mi doctrina para que estéis ciertos de esta verdad; no sea que al llegar a vosotros la confianza, os aletarguéis y mañana los teólogos os sorprendan con preguntas, aunque lo que ahora os he mostrado no encierra ningún misterio. El arcano se ha abierto ante vuestro espíritu para que conozcáis más y más a vuestro Padre. ¿Qué objeto tendría que viniera con misterios ante vosotros? ¿Podríais llamar revelaciones a esos misterios? 10. Yo os prometí al Espíritu de Verdad, quien llegaría a vosotros para esclareceros mis lecciones pasadas; y ahora os puedo decir que en esta palabra he venido a entregar todo lo que corresponde a este tiempo. 11. Sabed ser mis discípulos escuchando atentamente mis lecciones, meditándolas profundamente y más tarde poniéndolas en práctica. 12. Hijos míos: Mientras vosotros me reconocéis por mi palabra, Yo os reconozco por vuestros actos. 13. Estando reunidos aprenderéis mejor mi lección. La enseñanza es extensa, llena de luz, porque es el mismo amor del Padre que se derrama en palabra. He ahí por qué tenéis que poner toda vuestra voluntad para cumplir como buenos párvulos. 14. Vuestro mundo es un desierto, Yo soy el oasis, vosotros sois peregrinos sedientos que me habéis clamado, mostrándome toda vuestra sed de justicia y amor. Y os he enviado mi palabra como agua pura y cristalina, en ocasiones ha sido cual maná, pero siempre ha sido el sustento que fortalece a vuestro espíritu en su larga y pesada travesía. 15. Llegado el momento, vosotros os convertiréis en oasis que brinden sombra, agua y frescura al doliente peregrino. En vosotros curarán su corazón los que sufren, porque os estoy convirtiendo en bálsamo. 16. Este es el tiempo de la luz, todos estáis revestidos de ella. Esta luz hará comprender al hombre que en él existe un átomo de la Divinidad que es el espíritu, cuya inteligencia guiada por la conciencia, le conducirá a la paz. 17. Sean esos dones los que lo libren de las restituciones dolorosas y le permitan encumbrar los planos de la sabiduría perfecta. 18. A través de los tiempos Yo he contemplado a muchos de mis hijos que han renunciado a los placeres que este mundo ofrece y han penetrado en el camino de mi ley para trazar a la humanidad una huella de ejemplos y alicientes espirituales. Esas criaturas, esos seres que habitaron la tierra como vosotros y vinieron sólo para traer su mensaje de amor y consuelo, hoy moran en el mundo espiritual y gozan de la verdadera paz. 19. No os pido que me dediquéis todo vuestro tiempo, porque os he confiado deberes y responsabilidades en la tierra; pero es menester que comprendáis que el cuerpo humano que tanto amáis; no es más que la capa o envoltura del espíritu; es la materia en la cual se despiertan todas las pasiones. 20. A esa materia le habéis dejado llenarse de imperfecciones y tentaciones que forja vuestra mente, cuando no veláis y oráis. 21. Sé que mientras estéis en este mundo, vuestro corazón y vuestros sentimientos latirán para él; pero luchad contra todo lo superfluo, lo vano y lo frívolo. No os aconsejo que os encerréis en claustros, renunciando al mundo y al trato con vuestros semejantes, porque vuestro amor y servicio a mi Divinidad sería mal entendido. No aspiréis a ser puritanos, olvidando que estáis sujetos a cumplir con las leyes de la naturaleza. 22. Cumplid con las leyes a que os ha sujeto el Creador; unas pertenecen al espíritu, otras a la materia, y sólo os mando que renunciéis a lo superfluo, a la vanidad y a la hipocresía. 23. Oh discípulos amados, que estáis atentos a la lección del Maestro, ved cómo mi palabra despierta las facultades que se encontraban dormidas en vosotros. 24. Bien podréis decir que ya son éstos los últimos momentos de mi estancia entre vosotros bajo esta forma; son momentos preciosos, porque al recordarlos después de mi partida, podréis decir: ¡Cuánta gracia nos concedió el Señor! 25. Ahora bien, discípulos amados, cuidaos de caer en tentación; no toméis la causa que no os toque juzgar, dejad que en vosotros se pueda reflejar la espiritualidad. Sé que vuestra lucha es ardua, que hacer el bien es duro y amargo a veces. Por eso, antes os enseño a amar y a perdonar a los vuestros para enviaros luego entre la humanidad. 26. No os canséis, que el trabajo para el espíritu nunca terminará. Si ahora os parece una restitución o un castigo, cuando vuestro espíritu se eleve, lo recibirá como una recompensa, porque él nunca se fatigará de amar y sembrar el bien. 27. Bienaventurado el corazón preparado porque se asemeja a la rosa fragante que exhala su perfume. Bienaventurado el pensamiento del hombre que ha sabido elevarse a Mí, porque él contempla las bellezas espirituales. Quien sepa elevar su espíritu, hará obras grandes, y su mente sabrá concebir y forjar un mundo mejor. 28. Yo he venido a prepararos para que os levantéis a edificar un mundo en que reine el bien, porque los hombres en este tiempo han contribuido con sus pecados en una y otra forma a la destrucción de lo más noble y elevado que pueda existir en el corazón de la humanidad, el amor espiritual. 29. No persigáis tanto vuestra comodidad; dejad ese afán de querer asegurar el mañana; dejad vuestra inconformidad. ¿Qué queréis o esperáis de este mundo? Ya habéis tenido glorias, placeres, elogios. Unos habéis tenido todo, otros habéis tenido mucho; sin embargo, os encuentro a todos desnudos de buenas obras. 30. Preguntaos si habéis sido justos con vosotros mismos. Tenéis inteligencia, tenéis razón y libre albedrío; estáis escuchando mi palabra; no podéis llamaros ignorantes. Habéis aprendido a buscarme en el infinito, en donde no existen formas porque como Dios no las tengo. 31. Yo soy en vosotros mismos. ¿Por qué los hombres me han de buscar siempre en ese azul que llaman cielo? También puedo deciros: Yo estoy más allá de ese cielo. Buscadme con humildad y respeto, y Yo os permitiré penetrar muy dentro de mi sabiduría; más, ¿Qué hombre habrá penetrado con su pensamiento donde está la potencia de Dios? Nadie, porque ninguno conoce camino o escala para llegar a Mí, porque ha desoído la voz de la conciencia. 32. El hombre todavía no conoce su morada, la tierra, cuya naturaleza aún le reserva muchas sorpresas. Y aún existen muchos mundos como el que os rodea. Pero si no es conocida la creación que es solamente parte de mi obra, ¿Cómo hay quien pretenda conocerme por medio de su ciencia? 33. Estoy hablando al espíritu, que algún día cruzará por el verdadero camino que a Mí conduce y verá mi divino esplendor. 34. Sed los humildes hombres del saber. Sed hombres de paz. 35. Me pedís que derrame mi gracia sobre vosotros, porque sabéis que mi palabra es alimento único para vuestro espíritu. Es que la vida que atravesáis os hace caer por momentos. En vuestros labios lleváis el sabor de la amargura, por eso me acerco a vosotros para daros dulzura y caricia en mi palabra y calmar vuestra sed con mi amor que todo lo llena; pero hay hombres infinitamente más hambrientos que vosotros, por eso os dejo cual depositarios de mis revelaciones, para que les participéis de mis gracias. 36 Habéis de convertiros en maestros, más debéis grabar en vuestro corazón mis últimas lecciones, una a una. No estáis preparados aún. Si en este instante el Maestro llamara al más adelantado para ocupar su lugar hablando en su nombre, ése no se sentiría capaz, y su temor no le dejaría ni despegar los labios. 37. Y pronto tendréis que hablar en esta forma, después de 1950, cuando Yo haya levantado mi palabra. Entonces tendréis que vencer todo vuestro temor y hacer uso de mi fortaleza para que entréis de lleno en el cumplimiento de vuestra misión. No será ya preciso el éxtasis que hoy habéis conocido, por medio del cual os he hablado en este tiempo; bastará que os elevéis a Mí, plenos de fe y escuchando la voz de vuestra conciencia, para que la inspiración sea en vuestro entendimiento. 38. Enseñaréis a las multitudes a que os ayuden con su pensamiento, su elevación y preparación; entonces cuidaréis que vuestra palabra sea realmente portadora de una inspiración divina 39. Ved cómo la forma cambiará y todo se simplificará para mejor comprensión de la humanidad, porque el hombre quiere claridad, ya no quiere cansar su mente en descifrar las lecciones que juzga inexplicables. Es por eso que en los últimos tiempos de mi comunicación hago más comprensible mi palabra para que no cometáis errores. 40. También en el Segundo Tiempo el Maestro hizo más clara su doctrina en los últimos instantes, porque esas lecciones postreras harían comprender todas las enseñanzas pasadas. 41. A vosotros os digo: Quiero que todos vuestros actos sean un destello de la verdad, porque la doctrina que he venido a entregaros es como el agua cristalina. De mi obra nada presentéis confuso ante los hombres, porque todo tiene una explicación clara y una razón de ser. Todo lo que entreguéis deberá ser sin temor al mundo; de esta manera todos los que hayan engañado a sus hermanos con manifestaciones ilícitas, reconocerán su error y sólo quedarán a mi servicio los que con buena intención y buena preparación estén dispuestos a entregar a la humanidad mi verdad, mi caridad y mi paz. En verdad os digo, que la mala hierba que crezca en los corazones, será apartada de los campos fértiles; sólo así conocerá la humanidad la verdadera obra del Espíritu Santo. 42. Encontraréis diseminados en el orbe a todos mis discípulos, porque todo aquel que sea espiritual en su manera de vivir y rendirme culto, es espiritualista. 43. La unificación de las religiones será, cuando el espíritu de la humanidad se eleve por encima de materialismos, tradiciones, prejuicios y fanatismos; entonces se habrán unido los hombres espiritualmente en un solo culto: El bien por amor a Dios y al prójimo. Cuando así sea, penetrará la humanidad en un periodo de perfeccionamiento. Por eso os pido que mostréis mi obra a través de actos buenos y puros. No os preocupe no llegar a contemplar la realización de todo esto; pero si lograréis la satisfacción de haber contribuido con vuestra siembra al establecimiento del reino de paz, siembra que fructificará en el corazón de las generaciones del mañana. 44. Preparaos sembradores de mi campiña, porque los campos están dispuestos para recibir la semilla de mi doctrina. 45. No está lejano el día en que veáis a las multitudes que os buscan, cruzar los mares en pos de lo que el Maestro os entregó para ellos. Este continente los recibirá con fraternidad y paz. Las razas se mezclarán, será la unificación de los hombres, porque sus costumbres e ideas se entrelazarán y eso traerá una paz verdadera y perenne. Surgirá un mundo nuevo; el que ahora vivís, es de preparación. Es menester sea grande la lucha para que venga un tiempo más, porque las ideas que hoy prevalecen, no pueden ser borradas en un instante. Es menester un tiempo entre estos dos mundos: El que vivís, que ha de desaparecer y del mañana, que subsistirá. 46. Ya estáis en el tiempo más difícil de lucha, por eso he venido a guiaros, para que podáis contemplar ese mundo del mañana; os doy fuerzas necesarias para que realicéis vuestro propósito y bendigo a la humanidad. 47. Bienaventurados seáis, porque buscáis aumentar vuestros conocimientos para descubrir lo más elevado y anheláis ver con claridad, penetrando en la senda espiritual, pero no podréis conocer plenamente mi enseñanza, hasta que hagáis caer la venda que cubre vuestros ojos. 48. El hombre es responsable de su retraso espiritual, porque estando dotado de razón y de conciencia, no hace ningún esfuerzo para elevarse al plano que le corresponde; se abandona y toma los placeres de la carne, sacrifica a su espíritu, se enferma y se arrastra como paralítico sin que tenga el menor deseo de curarse de su mal. 49. Muy poco han servido mis enseñanzas y mi sacrificio, porque al cabo de los siglos veo con tristeza que los ciegos guían a los ciegos y los paralíticos tratan de dar impulso a los paralíticos. Encuentro que la mayoría de los hombres son frágiles, sólo criaturas débiles, y es porque no queréis vivir como os he enseñado; dejáis que las pasiones os dominen y germinen en vuestro corazón, haciéndoos daño. 50. Estáis dotados de grandes atributos y no hacéis buen uso de ellos. He puesto al servicio del espíritu la inteligencia y la voluntad, para que seáis dueños de vuestros actos, de vuestra vida y buenos legisladores, para que en esa lucha que sostenéis entre el espíritu y la carne, venzáis y ganéis la batalla. Cuando lo consigáis, seréis los buenos profetas, los que guiarán a las multitudes, los hombres de buena voluntad. Entonces no temeréis a la lucha, porque os habréis vencido a vosotros mismos; os sentiréis fuertes y os veréis los unos a los otros con respeto y amor, aun a los seres inferiores, a esos pequeños hermanos, los cuales se convertirán en vuestros amigos. 51. No creáis que los profetas de la antigüedad, a quienes llamáis grandes hombres, los que alcanzaron la liberación, fueron fuertes y elevados solamente porque para eso estaban destinados, sino porque lucharon y forjaron el verdadero templo de paz y amor. Pero los que más se esfuerzan por alcanzar la verdad, también están expuestos a caer en errores; más por su elevación han distinguido el bien del mal, y rechazan cualquier enemigo logrando hacer triunfar la luz que hay en ellos. 52. Ese principio de vida que hay en vosotros, esa luz, procede de mi Espíritu Divino y la posee todo hombre sin comprender lo que vale. Por eso ha despreciado este tesoro; y habiendo sido dotado de grandes atributos para ser inmortal, se despoja de ellos, se sacrifica voluntariamente y pierde su fuerza. Yo dejo que sienta y conozca las consecuencias de su error, para que después con su esfuerzo y experiencia recobre su dignidad y busque el cumplimiento y los goces del espíritu, dejando para siempre los goces perecederos. 53. ¿Qué necesitáis para vivir siempre dentro de mis leyes? Usar vuestra fuerza y energía, trabajad como mis verdaderos discípulos para vencer las tinieblas que han invadido al mundo. 54. Quiero que comprendáis mi verdad y que sepáis que no tengo misterios ni secretos para vosotros, que si os preparáis en este tiempo, llegaréis a practicar el verdadero culto a mi Divinidad. Decís que practicáis la ley y que creéis en Mí, pero vuestras obras dicen lo contrario. Hoy estáis conociendo mi voluntad y mis mandatos, pero llegará el día en que os encontréis preparados, entonces os comunicaré mi gloria, haré alianza con vosotros y será la paz en este mundo. 55. En ese instante me reconoceréis como único Señor y os amaréis como hermanos, sin distinción alguna. Más si hoy queréis ser mis verdaderos discípulos, no será necesario que dejéis la tierra para sentiros fuertes y limpios. Desde esta morada que habitáis veréis realizarse mis promesas, porque todo se cumplirá. 56. La mesa está dispuesta, sentaos, tomad vuestros lugares; dejadme conduciros y serviros. Tomad Conmigo el pan de la verdad; iluminaos con la luz del amor y entonad alabanzas a vuestro Dios. 57. Escuchad qué armonía tan hermosa; vuestro canto de amor repercute en los cielos y la voz de los ángeles se une a la vuestra. 58. Entregadme vuestras penas, dadme vuestras tristezas y no os acordéis más de ellas. 59. Así como estáis en este instante Conmigo, así quiero que la humanidad venga a Mí; Yo la espero. Sed limpios doquiera que vayáis, para que mi doctrina no sea atacada, sino reconocida por todos por los frutos que ella ofrece. 60. Mi palabra divina vibra, más que en vuestro oído, en vuestra conciencia. Os doy mi lección para que en el mañana podáis ser maestros; pero es menester que conozcáis el principio de mi enseñanza para que podáis hablar de ella, y ese principio es el amor. Aún más, os digo que no es suficiente, conocer tan sólo ese principio, es necesario poseerlo, sentirlo. ¿Cómo hablar de caridad cuando no la habéis sentido por vuestros semejantes? 61. Si en mis enseñanzas os repito frecuentemente la palabra amor, es que puedo hacerlo, porque en verdad os amo. 62. Yo os he dicho, discípulos, que mañana seréis los maestros; esto será cuando améis a vuestros semejantes. Mirad que mi palabra como fino cincel os pulimenta poco a poco, ya tocando vuestros entendimientos, ya las fibras del corazón o a través de la conciencia, para que su luz os ilumine. 63. Así hablo a vuestra parte humana para hacerla dócil y sumisa a vuestra conciencia, que es la que en verdad guía los pasos del hombre sobre la tierra, ella es quien tiene la fuerza y la luz. 64. Hoy contemplo al hombre estacionado en el camino espiritual; se ha internado por los caminos de la ciencia, del poder y de las pasiones. ¿Creéis que si no se hubiese detenido en su evolución espiritual, que es acercarse al amor, al bien y a la verdad, habría encendido la hoguera de la guerra? 65. Llegó el tiempo de la espiritualidad, y si los hombres se resisten a contemplar mi luz, se confundirán, porque hasta la misma naturaleza tendrá manifestaciones que no podrían comprender. 66. No me cumpláis por temor a mi justicia, ni por obligación. ¿Qué mérito tendrá vuestra obra, si no la realizáis por voluntad propia? Vosotros sabéis que tenéis que llegar a Mí por méritos propios. Ya conocisteis el mundo y sus placeres y tan sólo os debilitaron y ensombrecieron vuestro espíritu. Mas no os confundáis creyendo que os vengo a prohibir las obras buenas y justas, a las que estáis ligados en la tierra y de las que necesitáis a cada paso. 67. A todos amo, Yo no os distingo por razas; pero mientras el hombre no se reconozca como espíritu antes que como hombre, se creerá superior a sus hermanos, y la discordia y la guerra existirán. 68. El lenguaje universal de mi palabra, cuya esencia es el amor, será escuchado por todos los hombres, y él será quien los una entre sí y en su Padre. 69. Despertad, oh pueblo, porque vuestra lucha comenzará después del cincuenta en que mi palabra habrá cesado a través de estos portavoces. Y vosotros y vuestros hijos y más tarde los hijos de ellos harán imborrable mi doctrina en el corazón de la humanidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 188 1 Venid, discípulos amados, he aquí al Maestro. Vosotros me reconocéis por la esencia de mi palabra, Yo os reconozco por vuestros actos. 2. En el mundo mis discípulos serán reconocidos por la limpidez de sus obras, y al llegar ante mi presencia, llenos de buen cumplimiento, les diré: Vosotros sois en verdad mis discípulos, porque habéis practicado lo que os enseñé. 3. Luchad por alcanzar la espiritualidad, porque ella significa la liberación del espíritu. Ajustaos a mis leyes que son amorosas e infalibles y ellas regirán vuestra vida, porque todo cuanto os rodea, ya sea material o espiritual, vive dentro de mi ley. 4. El hombre, que es obra perfecta dentro de la creación, debe vivir de acuerdo con la gracia que el creador ha depositado en él. 5. No vengo a deciros que os apartéis de las obligaciones del mundo, instituidas por Mí para vuestra conservación, satisfacción y perfeccionamiento. Sed equitativos y justos dando lo necesario a vuestro espíritu y a vuestro cuerpo. 6. He hecho libre al hombre desde un principio, más su libertad ha sido siempre acompañada de la luz de la conciencia; a pesar de ello, él ha desoído la voz de su juez interior, alejándose del camino de la ley, hasta crear esas guerras fraticidas, sangrientas y monstruosas, en las que el hijo se ha levantado en contra del Padre, porque se ha apartado de todo sentimiento de humanidad, de caridad, de respeto y de espiritualidad. 7. Ya deberían huir los hombres de la destrucción, de las guerras y evitarse una dolorosa restitución; sabed que si no alcanzan a purificarse en el bien antes de llegar a Mí, tendré que enviarles nuevamente a este valle de lágrimas y sangre, porque quien camina en sentido inverso a la perfección, no podrá llegar a Mí. 8. ¿Cómo podrá llegar esta palabra a la humanidad? En la forma en que la hice llegar en los tiempos pasados, por medio de emisarios, profetas y discípulos. 9. Os estoy preparando para que hagáis llegar mis enseñanzas y revelaciones a todos los lugares de la tierra. 10. Si hoy sois ignorantes, mañana seréis reconocidos. La misión de los nuevos apóstoles será reconstruir la moral entre esta humanidad. Esta lucha será intensa. 11. Orad siempre para que alcancéis fortaleza; practicad para que alcancéis perfección. Velad, porque al espíritu lo acecha la bestia del mal bajo mil formas. 12. Dejo caer en vuestro corazón mis palabras como gotas de rocío que le dan vida, más si pudieseis comprender cuanto os digo; cuán claro miraríais el camino. Sobre vuestro pensamiento derramo la paz y mi luz, porque también a través de él llegaréis a Mí. 13. Venid a escuchar mi lección que el Maestro viene a daros en lenguaje espiritual, en el idioma universal del amor, que acerca a los hombres a su Creador. 14. Es mi palabra como nueva aurora de paz para vuestro espíritu, como rayo de luz que ilumina vuestro sendero. Mucho habéis escuchado esta voz y ya vais comprendiendo su sentido. 15. Me estoy manifestando en toda la humanidad, porque es el tiempo en que todo el mundo conocerá la espiritualidad, el tiempo de la comunión espiritual. El Cristo del amor está derramándose en sus hijos para que alcancen su salvación. 16. Hay muchos que sin haberme escuchado en este tiempo como vosotros, van buscando el mismo fin que perseguís, porque sienten que ha llegado el tiempo de la lucha del espíritu por comunicarse con su Padre Celestial. En el Segundo Tiempo os di a comprender que llegaría una etapa en que la humanidad conocería y desarrollaría la comunicación de pensamientos y recibiría mi sabiduría por medio de la intuición e inspiración. Entonces se acercó un fariseo y me dijo: Si sois el Hijo de Dios, decid cómo es El, si sois enviado del Padre, decid cómo es el Padre; y Yo le contesté así: "El que conoce al Hijo, conoce al Padre, porque Yo de El vengo" 17. De cierto: Yo he estado siempre en el hombre, más para sentirme es necesario no dejaros llevar por los instintos de la materia. Cuando la humanidad despierte y se levante analizando lo que Yo le he revelado, conocerá el sentido de la vida y el mandato que en ella existe. Será entonces cuando comience a dejar de sentir los dolores y las vicisitudes, porque habrá puesto sus potencias y sentidos al servicio del espíritu. 18. Si la vida de Jesús, el Nazareno, es de todos conocida, he ahí un ejemplo para que sigáis un camino en el cual Yo soy la estructura del mundo que habitáis y el aire que respiráis. Yo soy la fuerza que hace que el hombre se levante a una vida superior, desde este mundo no es sólo valle de lágrimas, es también, aunque pasaderamente, el lugar donde podéis tener satisfacciones, alegría y paz. 19. Conocedme y os conoceréis a vosotros mismos. 20. Veis cómo la humanidad ha pasado por este mundo, depurándose siempre por medio del dolor; y es que no habéis sabido acercaros a Mí, habiendo tenido siempre mi luz que os habla de lo pasajero de esta vida y la inmortalidad del espíritu. Por eso os hablo hoy en idioma espiritual, haciendo uso de vuestro lenguaje humano para hacerme comprender. 21. Oyendo habéis comprendido y adelantado, porque estas manifestaciones ya no las escucháis ni las veis tan sólo en la parte material, o sea superficialmente, sino que las analizáis en busca de su esencia. Ya no percibís en vuestro oído el sonido de la voz de aquél por quien os hablo, porque el eco divino de mi palabra ha encontrado resonancias en lo más íntimo de vuestro espíritu y de vuestro corazón. He aquí otra transfiguración de mi Divinidad, porque Yo, el "Verbo" del Padre, comunicándome así, hago que vuestra mente, que es finita, pueda comunicarse con la mente infinita del Padre. 22. Vuestro espíritu, que al recibir mi gracia se siente dignificado, me dice: Señor, llegáis a nuestro corazón como verdadero efluvio de amor. 23. En verdad os digo, que si de este modo estáis ya comprendiendo y viviendo mi enseñanza, estáis alcanzando espiritualidad, porque dejáis las vanidades y las satisfacciones superfluas, por venir a escuchar el concierto celestial. 24. Analizad cuanto Yo os muestre. Mirad cómo los hombres de ciencia, escudriñando el cuerpo humano, se han maravillado de su perfección; y si ese cuerpo, que es un ser pasajero en esta vida, encierra tan prodigiosa perfección, ¿Imagináis la grandeza del espíritu, cuya naturaleza es inmortal? 25. Asombraos ahora de la inmensidad del mar, de las dimensiones de vuestro planeta, para tener en cuenta que vosotros sois más que todas esas maravillas, porque poseéis un espíritu que puede transportarse en un instante más allá de esos límites, y que cuando se encuentre purificando y habite en el reino del Padre, le serán mostrados todos los mundos. 26. Quien me ha escuchado pierde el temor de regresar a su origen y aunque se considere un solo átomo en medio de la creación, siente el íntimo goce de existir, porque es hijo del Padre Celestial. 27. Cuando dejéis este mundo, seréis como gota de rocío que siga vivificando todo lo creado. Yo os digo: Dios, el infinito, el Eterno, está en toda la creación, es la esencia que todo lo anima. En las criaturas contempla toda la belleza de su obra y experimenta el goce que existe en los frutos de su inspiración, porque todo habla de Él, todo lo glorifica y le rinde homenaje. 28. En toda manifestación de vida está, porque Él es el autor de todo lo que existe. Meditad en esto y comprenderéis que la muerte no existe. 29. He aquí mi lección de este día, lección que como todas las que os he dado, quiero que quede anotada en ese libro que será herencia para las generaciones venideras: El Tercer Testamento. 30. Este es el Tercer Tiempo en el cual daréis un paso adelante. El tiempo en que me buscasteis por medio de símbolos, ha pasado. Ahora se abre una nueva era delante de vuestra vista, mas no un nuevo camino. Yo no he venido a destruir vuestra simiente ni a confundiros con palabras extrañas. No os digo que desconozcáis el mensaje espiritual que os dejé en los tiempos pasados, sólo vengo a continuar mi lección comenzada, la cual había dejado en su segunda parte. 31. Cuando en aquel tiempo surgió Cristo en la plenitud de su vida humana para anunciar a los hombres la llegada del reino, sorprendí a aquel pueblo celebrando ritos y ceremonias, por lo que le dije que no se olvidara de la ley por dar cumplimiento a las tradiciones; mas luego con mi palabra y con mis obras abolí todas las prácticas superfluas, para dejar solamente en su corazón la ley de Moisés, porque con mi vida, mis obras y mi sangre os enseñé a darle cumplimiento. Pero también os enseñé nuevas lecciones, propias del tiempo en que Yo vine y de acuerdo con vuestro desarrollo espiritual. Esa era la segunda parte del gran libro de mi sabiduría. Os enseñé una forma de orar más pura, para que ella hiciera florecer vuestro amor a Dios y a vuestros semejantes. 32. En este tiempo me reconocisteis como amor; os hice saber el porqué de mi venida; os revelé la vida espiritual, os anuncié mi nuevo advenimiento, el nuevo tiempo, y os dejé preparados para que, llegado el instante, pudisteis recibir mi tercera lección, la tercera parte de este libro que hoy se encuentra abierto delante de vuestro espíritu. 33 Hoy vuelvo a los hombres en medio de los rumores de guerra, de los acontecimientos y señales con que os predije mi llegada; sin embargo, los hombres no me han sentido. 34. En medio de este silencio, de esta humildad, en este rincón de la tierra estoy haciendo vibrar mi palabra a través del entendimiento humano, llamando a los hombres, despertándolos a una nueva vida, regenerándolos con mi enseñanza persuasiva y dulce, despertando en ellos sus dones adormecidos, para levantarlos en los caminos a imitar a su Maestro. 35. Debo deciros que en este tiempo os encontré envueltos en mayor fanatismo religioso o idólatra que en ninguno de los pasados, y a la vez vuestro espíritu más desnudo de virtudes que nunca. Ahora os pregunto: Después de haberme oído por años y años a través de esta comunicación, ¿Quién siente que Yo haya venido a destruirle sus principios? ¿Quién cree sentirse confundido o ve destruida su fe cristiana? De cierto os digo, que lo que os revelé en los primeros tiempos, os lo he venido a recordar, porque lo habíais olvidado o desvirtuado. Que lo que los hombres os habían ocultado, Yo lo he venido a sacar a la luz, y lo que estaba guardando en mi arcano, os lo he venido a revelar. Esta era es de libertad espiritual; los hombres están iluminados por la conciencia y sabrán elegir el camino certero. 36. A través de un ambiente donde flotan las tinieblas del materialismo y del pecado, han cruzado mi rayo y mis enviados espirituales. 37. Habéis meditado en estos instantes y reconocéis, que en verdad, no estáis adorando a un Dios distinto del que ayer adorabais; que nadie ha cerrado las puertas de vuestro corazón hacia María, la Virgen y Madre Universal; que esta doctrina ha fortalecido vuestra fe y aumentado vuestro conocimiento en la vida inmortal del espíritu, y que aquellas máximas de amar a vuestro prójimo como a vosotros mismos, de amaros los unos a los otros, las he venido a escribir en vuestro espíritu con la luz de mi palabra. 38. Sólo he venido a apartar de vuestro corazón lo superfluo, aquello que no os dejaba progresar. Por eso acabo de deciros que he venido a concederos libertad espiritual, para que podáis encontrarme y sentirme en cualquier instante o lugar, y en vez de preguntar al mundo lo que él no os podrá contestar, lo preguntéis espiritualmente a vuestro Padre y recibíais de su caridad el pan del espíritu; así cuando hayáis ofendido a vuestro Dios en la persona de vuestro hermano, sepáis perdonarlo si os ofendió o sepáis pedir perdón si le ofendisteis; y Yo os perdonaré, porque a quien no hayáis ofendido, no podrá otorgaros el perdón del mal que a otro hicisteis. 39. Discípulos: Si ya no os sorprendéis de que Yo haya venido en este tiempo entre vosotros, tampoco os sorprendáis que el mundo espiritual se manifieste entre vosotros. 40. Desde el principio de la evolución de la humanidad, el Padre prometió la manifestación de la existencia de aquel mundo, de aquella vida. En verdad os digo, que aquel mundo siempre ha estado en contacto con el hombre por mi voluntad. En vuestro principio prohibí que la humanidad invocase a los espíritus, porque el tiempo no era llegado; ni encarnados ni desencarnados se hallaban preparados para esa comunicación. 41. Es Elías en este Tercer Tiempo el precursor de mi llegada, a quien le di la llave para que abriera las puertas del mundo espiritual de luz, para que sus moradores tuvieran acceso en el mundo material, así como a los hombres permití penetrasen en el más allá, y hubiera aproximación, armonía y caridad entre unos y otros. 42. Antes de que mi voz marcara el instante para esa comunicación, hubo en la tierra, desobedientes, curiosos e impacientes, que profanando lo prohibido, se convirtieron en los precursores de otra clase de comunicación, donde las tinieblas y la turbación se han manifestado, porque no estaban ordenados por mi Divinidad. 43. Mi obra es otra; hasta que os consideré capacitados y conscientes para alcanzar estas enseñanzas, vine a traeros esta gran lección, una de las mayores que a este mundo he dado, para que por medio del espíritu aprendáis a mirar, a interrogar, a comprender y a descubrir. Más al abriros este horizonte, os he enseñado una ley que os prohíbe engrandeceros por medio de estos dones y hacer lucro o mal uso de ellos. En este tiempo y cuando habéis penetrado en mi doctrina, algunos han sentido temor, otros desconfianza, algunos hasta confusión, y no ha faltado quien sienta horror por la palabra espíritu, sin recordar que dentro de si lleva uno que le ha dado su Creador, quien también es Espíritu. ¿Quién os inculcó ese temor? ¿Quién os hizo sentir aversión por el espíritu? ¿No habéis meditado en que ese cuerpo o materia que tanto amáis, sólo es polvo que a la tierra tornará y sólo quedaréis en espíritu para una eternidad? ¿Qué haréis cuando os encontréis en ese estado? ¿Huiréis de vosotros mismos? 44. Para ayudaros en vuestra misión, os concedo el tiempo necesario para vuestro estudio, y para aliviar vuestras necesidades y sufrimientos os envío a siervos espirituales, verdaderos ángeles de caridad, luz y paz. Confiad en que esta comunicación no ha sido por voluntad del hombre sino por inspiración divina. 45. No confundáis esta comunicación con aquella que libremente hacen los hombres bajo su propia voluntad, inspirados unos en la ciencia, otros en la curiosidad y otros en las supersticiones. 46. Si vosotros observáis, encontraréis que esas dos manifestaciones están presentes entre la humanidad, desde el primer hombre quien a la vez que oyó la voz de su Señor que le señalaba el camino de la luz, escuchó otra voz que le incitaba a la desobediencia y al orgullo. Ved desde ahí la lucha del hombre bajo la influencia de esas dos fuerzas, la del bien y la del mal. Si desde entonces conoce el hombre la ley natural y se siente iluminado por la luz de la conciencia, también desde ahí siente la acechanza de las tentaciones. 47. Os digo todo esto para robustecer vuestra fe y vuestro conocimiento. No faltéis al respeto a mis emisarios o mensajeros espirituales, porque si pudieseis contemplar la gracia de que están revestidos, confesaríais que ni Salomón en el esplendor de su trono tuvo la majestad de estos siervos. 48. ¿Qué dieran las naciones que se desangran y perecen bajo las pestes y el hambre, porque ese mundo de paz y de caridad se presentase entre ellas y pudieran escuchar su voz de consuelo y de amor? 49. Fluido llamáis a esa fuerza con que esos seres sanan vuestras dolencias físicas o morales. Y en verdad, en ese fluido está el bálsamo; es el mismo con el que Jesús dio vista al ciego, movimiento al paralítico, habla al mudo, con él curó al leproso y resucitó al muerto. 50. Nadie llega limpio ante mi presencia, más si alguno llegara limpio, de este camino no saldrá manchado. En este tiempo en que Elías, por mandato divino, vino a abrir las puertas del más allá a los hombres, Yo haré comprender a la humanidad que esta comunicación no fue una profanación de quienes la practicaron, sino una gracia reservada por el Padre para los hombres de este tiempo y que será precursora de la comunicación de espíritu a Espíritu, después de 1950, cuando aquella gracia os sea retenida. 51. Preparaos para que después de este tiempo no vayáis a caer en impostura, en mixtificación, porque aún tengo muchas lecciones reservadas que revelaros; no será vuestra imaginación la que forje falsas revelaciones o inspiraciones. De los cielos vendrá la luz al hombre preparado para que hable con mi verdad a sus semejantes. 52. Se acerca el tiempo en que los hombres abandonen las armas, las ambiciones y los odios, para ir en busca de lo espiritual, y de entre las multitudes surgirán los apóstoles cuya palabra será escuchada y su huella seguida. Esto será en el tiempo de la guerra de ideas, de religiones y doctrinas. 53. Será grande esa batalla, más terrible que las que han sido originadas por las ambiciones del poder terrenal, porque la paz huirá de los corazones, las mentes se ofuscarán por las tinieblas del fanatismo y no se escuchará la voz de la conciencia y la razón. El fanatismo se removerá hasta su fondo y multiplicará sus fuerzas, levantando templos y haciendo ostentación. Unos sucumbirán abrazados a su ídolo, pero otros abrirán sus ojos a la luz y serán rescatados de ese abismo. 54. Hoy os parecen muy lejanas todas estas profecías, sin embargo su cumplimiento está próximo. Los ojos de los hombres verán caer de su pedestal a los ídolos, a los falsos dioses y a los grandes templos que han sido orgullo y vanidad de las religiones; pero no seréis vosotros quienes públicamente desmintáis a quienes mientan; esa misión la cumplirán otros. Vosotros estaréis preparados con la palabra, el corazón y la mente, para que vuestro espíritu trabaje por la salvación de esta humanidad con verdadero amor. 55. Ante el torbellino desatado no huiréis, ni buscaréis las catacumbas para ocultaros, antes bien permaneceréis serenos en medio del huracán. Y veréis a los hombres despertar de su letargo estableciendo comparación entre una religión y otra; y al encontrar en todo la imperfección humana, preguntarán: ¿Qué es el espiritualismo? Entonces mis emisarios y apóstoles, sin pregonar ni prevaricar, sin hacer alarde de ninguna clase, mostrarán la pureza, la sencillez y la luz de esta doctrina, y el mundo se inclinará persuadido de su verdad. 56. Habrá grandes luchas, seréis perseguidos y calumniados. Encontraréis la contradicción por doquier y a veces grandes y razonados argumentos; mas no os dejéis impresionar por la palabra de los hombres, porque si ella no está apoyada en obras de verdad, será tan sólo palabra vana. 57. Si tenéis confianza en Mí y os preparáis, Yo no os dejaré solos, hablaré por vuestra boca y estaréis conscientes de las obras que Yo haga por vuestro conducto. 58. La humanidad comenzará a presentir el verdadero camino y a buscarme, como Yo lo he esperado, con el espíritu; todo aquél que reconozca que lleva al Padre en su propio corazón, dejará al instante de ser enemigo de su propio hermano y semejante. Será cuando surja el perdón, la reconciliación, la caridad y la fraternidad. 59. Entonces podrán los hombres decir que han visto a Jesús, que ha descendido de su cruz para decir al mundo: La sangre que he vertido por vuestra salvación, ha cesado de manar, heme aquí por siempre con vosotros. 60. Pueblo: He recibido ante mi palabra a buenos y a perversos, a hombres de todas las tendencias, a quienes me aman y a quienes me han vuelto la espalda, porque todos son mis hijos, a todos amo igual y todos me amarán y servirán también. 61. Hoy vengo a uniros a todos, ya que no os bastó mi sangre derramada en el Segundo Tiempo, porque no habéis sido capaces de llevar a cabo la obra de fraternidad y amor que mi doctrina vino a enseñaros. 62. ¿Hasta cuándo vais a convenceros de que sólo en el cumplimiento de mi ley podéis encontrar la salud, la felicidad y la vida? Reconocéis que en la vida material existen principios a los que tenéis que apegaros para poder sobrevivir; pero os habéis olvidado de que también en lo espiritual hay principios que es necesario respetar, para que el hombre logre disfrutar de la fuente de vida eterna que existe en lo divino. 63. En este tiempo tendrán que oírme los orgullosos y los necios, los materializados y los incrédulos, y en su corazón que ha sido como tierra estéril para mi simiente, volveré a sembrar hasta que de las rocas broten flores. 64. Sobre todo espíritu derramaré la fuente de mi gracia hasta purificarle; mas no serán ya las aguas del Jordán, sino la luz de mi gracia, de mi justicia, la que al tocar esos espíritus, les despierten para que escuchen la voz de su conciencia que les encaminará a la oración, al arrepentimiento y a la regeneración 65. Estoy cumpliéndoos lo que os prometí en el Segundo Tiempo. Os lo anuncié cuando os permití comprender, a través de mi palabra, que llegaría una era de paz y de espiritualidad. Ahora estáis viviendo en esa era en la cual serán borradas las tradiciones, los ritos, las ceremonias, los símbolos e imágenes, librándose vuestro espíritu de prejuicios, de fanatismo e idolatría para adoptar el verdadero culto hacia Dios. 66. Cuando estas palabras lleguen a los oídos de los materialistas, éstos se sonreirán con incredulidad ante mi doctrina y ante mis profecías, pero nunca el escepticismo del hombre me ha herido. 67. En el Segundo Tiempo aconteció, que cuando llegó la buena nueva de mi enseñanza a las grandes ciudades y a los grandes imperios como Roma, los hombres también se sonrieron al saber que Jesús era un pobre Galileo a quien seguían unos cuantos pescadores, tan pobres y humildes como El. Sus mofas no me lastimaron, porque sabía que no me conocían. No comprendían que mi poder radicaba precisamente en aquella humildad y que mi fuerza estaba en aquella palabra llena de amor y de justicia, que a muchos les parecía incomprensible y otros la juzgaban como imposible de llevar a la práctica. 68. Cuando supieron que Jesús había muerto crucificado como si se tratara de un malhechor y que aquella muerte serviría de escarmiento a sus discípulos y seguidores, no contaron con que aquella sangre serviría para fecundar la simiente que hacía poco se había sembrado. 69. Surgió de entre los escépticos la fe, entre los creyentes brotó el sacrificio, brilló la luz de la esperanza entre los esclavos, entre los oprimidos, y por doquier se escuchaban las diversas enseñanzas del Redentor en los labios de los hombres clamando justicia y hablando de amor. Una fuerza superior envolvió el espíritu de los hombres de fe, y aquella fuerza desbordada fue como un torrente al que ningún poder humano pudo ya contener. 70. Era una corriente impetuosa que avanzaba de ciudad en ciudad y de comarca en comarca, que bajaba a los valles y ascendía las montañas. No había un hogar, ya se tratase de una choza o de un palacio, donde aquella influencia no llegara. Era el río de la vida que venía a desbordarse sobre los campos muertos, era la justicia siempre amorosa de vuestro Padre la que llegaba a los hombres para lavar sus espíritus y juzgar sus obras. Cuando aquel torrente cesó de correr, un nuevo mundo surgió a la luz, una nueva humanidad apareció en la tierra y sin embargo, era la misma. 71. La luz de una nueva enseñanza la había sacado de su letargo, para ayudarla a dar un paso en el adelanto espiritual que la conducta hacia el Ser perfecto a quien llamáis Dios y Padre. Por eso ahora os digo, hombres escépticos y materialistas, que cuando oigáis estos rumores de que he estado entre los hombres comunicándome con ellos a través de su entendimiento, y cuando lleguéis a enteraros de las enseñanzas contenidas en mi doctrina, no vayáis a sonreír burlonamente, ni vayáis a juzgar como de imposible realización humana las enseñanzas de mi obra, de esta obra que os estoy encomendando, porque más tarde os dolerá el haberos resistido a escucharla, cuando veáis el florecimiento de ella; más bien, cuando sintáis que la fuerza del torrente azota vuestras puertas, abridlas y dejadlo entrar. Yo os aseguro que sólo se llevará lo que encuentre de impuro, porque lo bueno que hubiera en vuestra vida, lo respetará. 72. Con esto os doy a entender que debéis aprender a analizar la esencia de esta palabra, para que os enteréis poco a poco de mi verdad al profundizaros en ella, porque en esa meditación llegaréis a convenceros de que la realización de muchas de las profecías dadas en anteriores tiempos, en verdad se están realizando, así como muchas de las profecías que os entregaron mis enviados, cuando os anunciaron la llegada del Espíritu de Verdad, del Espíritu de Consolación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 189 1. Humanidad. Vengo a unificaros; os contemplo como si fueseis un pueblo disperso por todo el mundo y quiero veros como un solo hijo. Aquí tenéis una nueva página del libro de la vida, aún desconocida para mis discípulos. 2. Pueblo: Elías, cuyo espíritu se presenta a través de mis portavoces y os habla con palabras llenas de luz y de profecía, es el mismo que en el Primer Tiempo sorprendió con su potestad al mundo, y no os maravilléis si también os revelo que él estuvo entre los hombres del Segundo Tiempo, siendo entonces conocido como Juan el Bautista. Os digo que no os asombréis, porque no es hoy cuando he venido a revelaros estas enseñanzas, sino que ya están escritas. 3. Un ejemplo de ello es que los profetas dijeron que Elías vendría antes que Cristo para preparar los caminos al Señor, y aquella profecía su cumplió; pero luego Jesús declaró que, cuando fuese su segunda venida al mundo, antes llegaría Elías para restaurarlo todo; esa promesa ha tenido entre vosotros su debido cumplimiento. 4. Mañana, cuando esta revelación sea estudiada por los hombres que mucho han hurgado en las escrituras, podrán comprobar que el espíritu de Elías vino en este tiempo a cumplir la misma misión que se le había confiado en el Segundo, la de aparejar los caminos del Señor, purificando a los que después habían de ser los discípulos del Espíritu Santo. 5. Hoy no vino a padecer en la tierra como en tiempos pasados, en los que tuvo que soportar la burla de los gentiles, la amargura de la persecución y más tarde sufrir la muerte, porque de su boca brotaba la palabra profética que anunciaba el juicio a todos los perversos. 6. Hoy ha venido en espíritu, y por lo tanto no podrá tocarlo ni herirlo la mano del hombre; sin embargo, todavía este pueblo le ha ofrecido el cáliz amargo de la ingratitud. 7. Es Elías un pastor que busca amorosamente a sus ovejas descarriadas; a veces ha logrado reunir a las noventa y nueve, pero se ha dado cuenta de que le falta una para completar el número de las que forman su rebaño, y ésta llora al ver que se ha extraviado entre las breñas de los precipicios; mas Elías vuelve ligero para ir en su busca. Cuánto gozo experimenta su espíritu cuando ha logrado rescatarla del peligro; con cuánto amor espera depositar a la oveja amada en la compañía de sus hermanos, pero cuán grande es su dolor, cuando al regresar al redil comprueba que muchas otras han saltado el cerco y se han alejado siguiendo los dictados de su libre albedrío. 8. Estas multitudes que han sido testigos de la presencia de Elías y que han visto el florecimiento de una obra que él anunció, no serán las que más se profundicen en el estudio de las revelaciones que su Señor les ha hecho. Mañana vendrán hombres a los que les bastará el estudio de los testimonios de este pueblo, para que convencidos pregonen a los cuatro vientos, que esta obra es una verdad, que el Señor ha estado entre los hombres una vez más y que Elías también fue su precursor. 9. Reposad y escuchadme. Mi palabra viene a alimentaros, a daros consuelo y perdón, para que podáis sentiros reanimados y cumpláis con la misión que os he conferido. 10. No forméis propósitos de seguirme tan sólo cuando me estéis escuchando, sabed sentirme en todo instante de vuestra vida. 11. ¡Muy grande es el atraso moral y espiritual en el que encuentro a la humanidad! ¡Cuán grande es la responsabilidad de los que han recibido la gracia y la luz de mi palabra en este tiempo! 12. Discípulos: Convertíos en maestros, apartad de vuestro corazón el temor a los hombres, desechad la indiferencia y la pereza; reconoced que en verdad sois portadores de un mensaje celestial. Sois los que daréis la explicación de todo lo que sucede en estos tiempos, los que tenéis que luchar por enseñar los principios de mi doctrina que la humanidad ha olvidado. 13. No vayáis a repetir mi palabra a vuestros hermanos tal como Yo la dije, preparaos para que sepáis explicarla. No buscaréis palabras tratando de sorprender con vuestra florida elocuencia; hablaréis en forma sencilla, que es la que mejor expresa la verdad del espíritu. 14. ¿Cómo podréis saber cuándo estáis hablando por vosotros mismos o cuándo soy Yo quien habla por vuestros labios? Cuando os olvidéis de vosotros, cuando penséis en el dolor de vuestro hermano y os sintáis humildes, indignos de merecer mi gracia, será el momento preciso en que mi inspiración divina descienda a vuestra mente, porque todo vuestro ser palpitará en ese instante de amor hacia el Padre y hacia el hermano. 15. Cuando hagáis una obra en mi nombre, sabed usarla, no lo pronunciéis jamás en vano. 16. La compensación existe en toda mi obra; quien da, recibe; quien niega, al fin tendrá que perecer de necesidad. Quiero que comprendáis mi doctrina, cuyos cimientos son la caridad y el amor. 17. Debéis entregaros al bien, esta es vuestra misión; pero cuando vuestra materia se rebela, os sentís indignos de ser mis discípulos; entonces pensáis que existen muchos que son mejores que vosotros y a quienes no se les ha llamado. Yo os digo: Es que vosotros lo necesitabais más porque faltaba paz a vuestro corazón, porque vuestro sendero estaba lleno de acechanzas y vuestros pies se habían manchado con el lodo de este mundo. 18. Tampoco mis discípulos del Segundo Tiempo eran justos cuando Yo los elegí, pero se dignificaron con sus obras y se elevaron practicando mi enseñanza. Así quiero que os convirtáis y dignifiquéis; que sean vuestras obras las que os eleven y os acerquen a Mí 19. Si Yo os preguntase: ¿Qué es lo que habéis aprendido de lo mucho que os he enseñado?, tendríais que reconocer que es muy poco lo que habéis aprovechado. No vengo a juzgaros, sino a perdonaros, porque vuestras culpas son las de toda la humanidad; por eso al hablaros a vosotros, hablo a todos mis hijos. 20. Os nombro mis emisarios; sabréis buscar la forma de relacionaros con vuestros hermanos. Si vencéis su incredulidad con palabras y obras convincentes, habrá gran mérito en vosotros. Cuidad de entregar con perfección vuestro testimonio, para que nunca desvirtuéis la finalidad de mis enseñanzas. 21. Buscad siempre que exista armonía entre lo espiritual y lo material, o sea que aprendáis a dar a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que a él corresponde. 22. Así vengo a entregarme a vosotros en mi palabra. Tomad su esencia que es sabiduría y todo cuanto de bueno y perfecto queráis encontrar, siempre que vuestro ideal sea el de que más tarde vuestra mano sea pródiga con vuestros hermanos. 23. Los instantes son propicios, aprovechadlos, porque se acerca el día en que esta palabra deje de escucharse. Mi voluntad ha de cumplirse; ya está cerca la era de la comunicación espiritual entre Dios y el hombre, por lo tanto ya no será menester el entendimiento humano como portavoz o intérprete de mi voluntad. 24. En este tiempo, en que me estoy manifestando en palabra llena de luz, he concedido la oportunidad a esta humanidad de que llegue a interpretar debidamente mi enseñanza. 25. Hoy contemplo que mis discípulos reunidos en torno al Maestro, aún tiene cada uno distinta manera de comprender mi palabra, y cuando se comunican el uno al otro sus propios análisis, caen en discusión y crítica, cuando es unificación de pensamiento lo que Yo quiero entre mi pueblo; para esto debéis de tener caridad, ser tolerantes y esperar el momento propicio de hablar. 26. Hoy tenéis diferente concepto de mis enseñanzas, más al final todos llegaréis a la igualdad de comprensión y conocimiento; esto os reanimará en la lucha, porque estando todos unidos os sentiréis más fuertes. 27. Siempre os he dicho: No forméis teorías de mis enseñanzas y revelaciones, porque ellas desvirtuarán la verdad de la que he venido a revestiros. 28. Encontrad dentro de mi doctrina esa libertad de que os hablo, para que os profundicéis en ella y veáis todo con mayor claridad. 29. Cada vez que he venido a vosotros, os he enseñado cómo alcanzar la comunicación con vuestro Padre; he venido a enseñaros a encontrar la verdad en vosotros mismos para que no la busquéis en doctrinas que sólo retrasan al espíritu. La humanidad ha pasado de la infancia a esta era de luz, en la cual el espíritu y la mente humana han visto abrirse ante ellos el infinito. 30. Para que la luz que ilumina este tiempo sea contemplada por todo ojo, es menester que descorráis la venda del fanatismo religioso. Por eso os dejé escritas en las tablas de la ley que entregué a Moisés: "No adoraréis figura de criatura alguna, ni cosas materiales como si fuesen vuestro Dios; a El amaréis de todo corazón y espíritu sobre todo lo creado". 31. Y me preguntáis: ¿Por qué el mundo cayó en fanatismo y en culto exterior? Porque los hombres encargados de mi ley, lejos de rechazar a imitación de Jesús, los honores, las galas y las vanidades, han tomado para sí las riquezas, los títulos y la grandeza de la tierra, privando con ello de toda libertad al espíritu. Y dentro de esa turbación, aún hay quienes se sienten infalibles, cuando infalible sólo existe uno, que es vuestro Padre Celestial. 32. Así, si vosotros queréis tener un mejoramiento en el espíritu, luchad con inteligencia y con espiritualidad, sed hombres de buena voluntad y humildes de corazón. Así alcanzaréis el progreso que llevará a vuestro espíritu a la salvación. 33. Vengo a haceros sentir mi amor, voy a apartar los abrojos de vuestro camino para haceros menos pesada vuestra cruz. 34. Contemplo el interior de vuestro corazón y os digo: Preparad vuestra mente, elevad vuestro pensamiento y unificad vuestros sentidos para que podáis escuchar y analizar mi palabra. 35. Orad y enmendaos, porque la paz del mundo depende también de vuestra evolución. Tenéis que orar, porque el mundo se encuentra bajo la amenaza de la guerra y debéis trabajar para alcanzar la paz. Sois el pueblo que ha conocido el poder de la oración, su influencia y su luz. 36. Todos buscan un horizonte y no lo han encontrado, porque no existe fraternidad entre los hombres, y al ver el panorama sombrío de las naciones, donde se ha desatado la guerra, sólo les alienta el presentimiento de que sobre el haz de la tierra ha de existir un rincón de paz. Ese rincón será esta nación, la cual será vista desde la distancia como una estrella luminosa. 37. Esa es la responsabilidad de este pueblo, el cual debe prepararse espiritual y materialmente para dar un ejemplo de fraternidad, de elevación y caridad, ya sea para sanar al enfermo, como para estrechar la mano del enemigo en señal de perdón. 38. Sed laboriosos en mis tierras y veréis todo lo que os rodea revestirse de mayor belleza, porque habréis encontrado la razón de vuestra existencia. Quien cae en estancamiento y en rutina, no deja que su espíritu se eleve para contemplar las grandezas que encierra la vida, cuando se vive dentro de mi ley. 39. Observaos a vosotros mismos para que sepáis descubrir cuando vuestra existencia se convierte en inútil, al dejaros arrastrar por las inclinaciones de la materia. Quiero que dejéis fruto, pero que ese fruto sea la paz para vuestros hijos, porque vuestro corazón florecerá, y esos frutos serán vuestras obras. 40. Por vosotros daré a conocer al mundo mi palabra de este tiempo, la cual será reconocida después del año de 1950. 41. Estas revelaciones llegarán a toda la humanidad; para eso he preparado a aquellos a quienes nombro Plumas de Oro, para que con celo hacia mi obra y sumisos al llamado de su conciencia, trabajen para que mi palabra quede impresa. Estos escritos no serán tan sólo para las presentes generaciones, sino también para las venideras. 42. La grandeza de mi palabra, como en todos los tiempos, descansa en su sencillez y en su esencia; quiero que de igual manera sea vuestro lenguaje al hablar de mi obra. No olvidéis que no sólo la boca habla, sino también el corazón. Tened limpidez en vuestros actos. 43. A cada momento recibís de Mi la fortaleza, la luz y la paz que necesitáis para vuestra jornada. Recibid también mi bendición. 44. En este Tercer Tiempo convertiré a toda la humanidad en discípulos míos; para lograrlo, he empezado a derramar mi luz en cada hombre; luego les haré llegar mi palabra, la misma que ahora os estoy dando. Los testimonios, los escritos y los ejemplos de mi pueblo se irán conociendo de comarca en comarca y de pueblo en pueblo, despertando corazones y avivando a los espíritus ante la luz de su conciencia. 45. Hoy vagan sin rumbo muchos seres, los cuales muchas veces llegan a preguntarme así: ¿Señor, a dónde vamos? ¿Hacia dónde nos conducirá esta vida, y cuál es el fin que nos espera? 46. Son espíritus angustiados los que así me interrogan; viven atormentados en un mundo que ha alcanzado su mayor nivel de maldad y materialismo; y a ellos les hago llegar mi luz como un rayo de esperanza, para que sigan velando y orando, mientras pasa la tempestad y llega a sus corazones la paz. 47. Aquí, en este jirón de la tierra, hago oír mi voz humanizada a través de estos iluminados que he elegido para servirme de ellos para esta comunicación; y al dirigirme a estas multitudes, dedico algunas de mis palabras a la niñez, a la cual exhorto para que se fortalezca en la virtud y huya de la corriente de maldad que ha arrastrado a tantos corazones al precipicio. 48. Quiero que desde su más tierna edad, estas criaturas tengan pleno conocimiento de la misión que el futuro les tiene destinado. También he hablado directamente a la juventud para orientarla en el incierto camino de su vida, porque Yo la contemplo como una frágil barquilla en medio de un mar embravecido, y para ayudarla, he levantado ante sus ojos mi obra como faro luminoso para que la guie al puerto de salvación. La juventud es la que se encuentra más alejada de Mí. 49. Mientras el hombre es niño aún, ora y piensa en Dios; lo mismo hace cuando ha traspuesto la cumbre de la montaña de su vida y comienza a hundirse, como el sol en el ocaso. Pero cuando su corazón es como un ave, que está ansiosa de volar y su carne vibra al contacto de las tentaciones del mundo y se siente fuerte, se aleja entonces de las lecciones divinas, porque no quiere que su doctrina de humildad, de amor y de sacrificio le lleguen a reclamar en cada uno de sus pasos, sus obras, palabras y pensamientos. 50. Hasta que el corazón humano se sienta naufragar en el mar de sus pasiones, es cuando levanta sus ojos en busca del faro divino, cuya luz le descubre el camino que le conduzca al puerto salvador. 51. He escuchado al corazón de las viudas que me dicen: Padre mío, miradnos, somos como hojas desprendidas del árbol que vagan a merced de los vientos. Me he acercado a ellas para decirles que no están solas, que aquél que partió en viaje espiritual a otro de los mundos, las está contemplando desde ahí, les ayuda y protege y sólo se les ha adelantado unos instantes para preparar el camino a todos los seres que le fueron confiados. 52. Más si no llegáis a sentir, si fuese imperceptible su presencia en vuestra vida, entonces orad dirigid vuestros ruegos hacia Mí, que Yo haré que sintáis su presencia. De algunos seré el báculo, de otros, el cirineo y de todos, el dulce compañero que los guie y los ayude en su viaje. 53. Si las fieras en las selvas, las aves en el espacio y las flores en los valles, reciben a cada instante el efluvio de amor y de vida de su Padre, ¿Cómo será posible que lleguéis a pensar que Yo os niegue un sólo segundo la gracia de mi amor divino, cuando lleváis en vuestro ser un fragmento, de mi propia Divinidad? 54. El padre de familia me ha buscado para comunicarme sus cuitas y preocupaciones; sus hijos desconocen su autoridad, le vuelven la espalda y se tornan enemigos del consejo paternal. 55. Debo advertiros, que es muy delicado el cargo que lleváis; es pesada vuestra cruz, más si sabéis apurar con fe y paciencia vuestro cáliz y sabéis amar y perdonar a vuestros hermanos y a vuestros hijos, me iréis imitando en el camino y vuestros hijos no se perderán. 56. Pueblo: Si anheláis que mi obra sea ampliamente conocida en toda la tierra, vivid mi doctrina, aplicad mi enseñanza a todas vuestras obras, santificad vuestro hogar con la virtud que emana de esta palabra. Comprended que vuestro pasado es un libro sellado y que ahora se presenta la vida como un camino nuevo y desconocido ante vuestros ojos, camino que tendréis que recorrer hasta el fin. Hoy estáis tranquilos, tomáis de mi palabra lo que queréis y aplicáis mi enseñanza cuando así lo deseáis; mas llegará el momento en que pida cuentas a este pueblo, desde la primera hasta la última de mis palabras con las que he venido a doctrinarlo. 57. No olvidéis que esta nación tiempo ha que viene desempeñando una misión espiritual en la tierra y está llamada a desempeñar un alto destino entre la humanidad. Si a vosotros os ha señalado la caridad del Señor para venir a morar en ella, sembrad en su seno aunque sea una sola simiente, pero que ésta sea de amor, de paz, de espiritualidad, y con eso, vuestro paso por la tierra no habrá sido estéril. Desde ahora debo advertiros que por alto que sea el destino de esta nación, no la debéis de tomar como la "tierra de promisión", ni como una nueva Jerusalén. No confundáis a nadie y vosotros no entréis en confusión. A los discípulos del Señor, a los espiritualistas, el Padre no les podía heredar con bienes materiales. Si es grande la misión de este suelo, si esta nación deberá alcanzar un gran desarrollo, sus moradores serán los que anuncien al mundo mi presencia y los que testifiquen la grandeza y la verdad de mi doctrina con sus ejemplos y obras. 58. Os dejaré una vibrante huella de mi comunicación entre vosotros, con la cual podréis conmover al mundo; esta será mi palabra, que ha sido escrita bajo dictado divino. 59. Primero quedará escrita en libros materiales, en donde los hombres puedan asomarse a mi arcano y penetrar en mi sabiduría. Después, cuando esa esencia haya sido guardada en el corazón de mis discípulos, aparecerá el verdadero libro en el espíritu del pueblo del Señor. 60. De complacencias os he venido colmando al manifestar la vibración de mi palabra a través del portavoz. Os he enviado a mi mundo espiritual para que os aclarara y explicara mis mensajes; sembré de prodigios vuestro camino y he dejado que vuestros ojos se maravillaran en la contemplación de los mirajes espirituales. Pero no sois los únicos que han gozado y que gozarán de estas manifestaciones, porque os he anunciado que "todo ojo me verá"; y en verdad que el mundo llegará a verme y el mundo espiritual se manifestará también y todas estas manifestaciones en el mundo lograrán estremecer a los corazones más incrédulos. 61. Los hombres han venido necesitando que lo espiritual se materialice y que lo divino se humanice, para poder creer; y Yo les he concedido a unos esta gracia. 62. Pueblo: Conoced a fondo el destino que tenéis entre todos los pueblos de la tierra, para que sepáis cumplir vuestra misión, ahora que el tiempo es propicio. 63. Vengo a preparar vuestro corazón para poder morar en él. El mundo también se preparará; en las mentes de los hombres germinará la semilla de la paz, y vosotros que la habréis esparcido por todos los rincones de la tierra, estaréis de plácemes al contemplar el fruto de vuestro trabajo, porque caminando a imitación del Maestro, enseñasteis el buen vivir y orasteis por todos. 64. En todas las naciones se hablará de reconciliación, de fraternidad y paz, y ello será un principio de unificación 65. Os he venido preparando, y os he preguntado si ya estáis dispuestos a levantaros en pos de los caminantes, en busca de vuestros hermanos para mostrarles la sabiduría que en inspiración os he dado y a contestar satisfactoriamente a sus interrogaciones. A nadie le parezca imposible de cumplir este cargo; mirad que los conocimientos que os he dado, os permiten comprender vuestra misión. 66. No será preciso que todos mis hijos lleguen a las comarcas que llamáis extranjeras; muchas veces bastará que eleven su oración en su pensamiento y limpien su corazón, para que su espíritu se manifieste y se identifique con sus hermanos por distantes que éstos se encuentren. Y aquellos serán puestos alerta por el mundo espiritual. 67. Os uniréis al mundo espiritual, formando con él una barrera que impida nuevas guerras y nuevos sufrimientos. Continuaréis orando por aquéllos que pretenden realizar por medio de la fuerza el dominio espiritual. Os sorprenderéis y el mundo también se maravillará, cuando los hombres vean, que no es la fuerza la que ha dominado a la razón, la fraternidad y la justicia. 68. Cuidaos de no entregar una caridad aparente, llevando en vuestro corazón el egoísmo. Haced cuanto bien podáis, sin interés personal. Hacedlo por amor, que es la ley que os he enseñado y habréis acumulado méritos para la elevación de vuestro espíritu. Mostrad mi enseñanza como Yo os la he entregado; es la misma que mostré a mis profetas y a mis apóstoles de otros tiempos. 69. El hombre en su materialismo ha encontrado la conveniencia de equivocar mi palabra que he entregado en todos los tiempos. Mas mi obra es perfecta y no radica en palabras materiales. Preparaos y descubriréis siempre mi verdad; entonces encontraréis que mi semilla os la he dado en todos los tiempos con grandeza, para que vosotros también la entreguéis con el mismo amor y caridad. 70. No será menester que impresionéis a nadie haciendo uso de ritos o de formas exteriores; el templo de vuestro corazón se hará visible y en él contemplarán vuestros hermanos su lámpara y su altar. 71. Aprended desde ahora a sentirme, lo mismo en vuestras buenas obras, que cuando estéis luchando por dejar el fango en el que habéis caído. 72. Yo os he enseñado a buscar la verdad en la sencillez. ¡Cuán pobre es aún la mente humana al buscar la verdad en las ciencias complicadas que ella misma forja! ¿Por qué ir a buscarme tan lejos llevándome consigo? ¿Quién no sabe que está creado a semejanza del Padre, dotado de atributos divinos como son la conciencia, la inteligencia y la voluntad? 73. Yo vine a vivir con los hombres en el Segundo Tiempo, compartí vuestro pan y vuestro techo; más la grandeza de Cristo radica en su humildad. 74. Así os enseño para que sepáis desprenderos de lo material en aras de vuestro amor al prójimo; pero antes debéis purificaros, porque es ley que evolucionaréis; y si es ley que todo evolucione, no deben maravillaros las profecías que están por suceder; lo que contemplen vuestros ojos, sólo os llenará de regocijo al comprobar que todo lo gobierna una ley perfectísima, y que lo que hoy acontece a vuestro espíritu no pudo haberle acontecido antes, porque todo se manifiesta a su tiempo, hasta lograr la perfección. 75. No sólo en la tierra se lucha por el adelanto de la humanidad; desde otros mundos trabaja por su salvación y progreso el mundo espiritual. Por lo que os digo que la simiente espiritualista fructificará en el seno de todas las religiones; después de las grandes luchas, y cuando los hombres digan que es una nueva religión que viene a sembrar la división, vosotros contestaréis que el espiritualismo es una doctrina y es la misma que la primera entregada a los hombres y la única que ha regido a los espíritus; pero esa voz saldrá de vuestro corazón que es donde radican vuestros sentimientos, que se manifestarán cuando lloréis por el dolor ajeno, también cuando lloréis de alegría por la de vuestro semejante, porque lo que os he enseñado siempre, es amaros los unos a los otros. 76. Os hablo por medio del entendimiento humano; mi luz y mi gracia se infiltran en él y se traducen en palabras, esa palabra que traza el único camino para llegar a Mí, el de pureza de sentimientos y el de la humildad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 190 1. Pueblo, humanidad, la presencia de Elías es con todos en este tiempo. 2. Multitudes que estáis gozando de esta comunicación, oíd la voz de Elías, cuyo nombre no ha tenido muy presente la humanidad, aun cuando ya os di a comprender la importancia de su misión en el monte Tabor, pero no habéis querido analizar esta manifestación. Ahora que escuchasteis la voz de Elías, ya sentís su presencia y hasta os parece oír la llegada de su carro de fuego. 3. Elías es el rayo que siempre os he enviado para que ilumine vuestro camino, Él es quien ha iluminado la tierra para que encontréis y sigáis la senda que os conduce más pronto hasta donde os está esperando el Padre. Él es el portador de los grandes misterios del espíritu, los cuales en este tiempo os ha venido a esclarecer, para que podáis conocer mejor a vuestro Padre. También ahora, como en el Primer Tiempo, viene a desempeñar una misión semejante, a derribar los ídolos de sus altares, para enseñar al mundo el verdadero culto espiritual. 4. En Elías podéis encontrar explicada y comprobada la ley de la reencarnación que hoy tanto combaten los hombres. En él también podéis encontrar una enseñanza y una explicación de lo que es la comunicación a través del entendimiento humano, cuando se manifestó espiritualmente a través de los labios y del entendimiento del profeta Eliseo. 5. Ved cuántas y cuán grandes lecciones os ha traído siempre Elías, cómo ha venido a enseñar a vuestro espíritu; mirad cómo en todos los tiempos ha venido a daros a conocer grandes manifestaciones de difícil explicación para vosotros; mas todos aquellos conocimientos que no hubierais comprendido en los tiempos pasados, ahora, en este Tercer Tiempo, os serán explicados por el mismo Elías, quien viene con la misión de restituir todo a su verdadero sentido. 6. Bienaventurados sean en el mundo todos aquellos que, al sentir que comienza a avivarse la luz de su espíritu, digan: Elías ha llegado, y luego añadan: La vuelta del Señor se acerca a nosotros. Como en aquel Segundo Tiempo, cuando los hombres se dieron cuenta de que Juan estaba profetizando y hablando de las maravillas del reino de los cielos, dijeron: ¿Será Elías? 7. El gran profeta, el precursor, el enviado está entre vosotros; mas ahora no ha encarnado; se encuentra en espíritu y el rayo de luz con el que se ha manifestado es el mismo del que se sirvió para destruir los falsos dioses y con el que encendió la verdadera fe en el corazón del pueblo del Señor. 8. Espíritus, ¡Seguidle! ¡Humanidad, oídle! Él es el pastor que viene guiándoos hacia mi regazo; es el faro que viene alumbrando e indicando la ruta para que lleguéis al puerto de salvación. 9. Comprended que el tiempo transcurre y se acerca el día en que ya no he de hablaros más por medio de estos portavoces. Los que han aprovechado mi enseñanza se encontrarán en paz, más habrá muchos huérfanos que buscarán en vano mi presencia en esta forma. Yo no me ausentaré, estaré más cerca de vosotros y os hablaré por medio de todo el que se prepare de espíritu a Espíritu. 10. Llegará el momento en que diferentes sectas y religiones anuncien la venida del Señor y os digan que todas las señales están cumplidas y que ya es llegado ese tiempo. Vosotros, que conocéis la verdad, les diréis lo que sabéis de Mí. Desde el año de 1866 he aparecido como Espíritu Consolador y he venido en busca de los míos, de aquéllos por quienes daré a conocer la buena nueva, ¡Oh humanidad! 11. Vosotros no os sentiréis distantes de aquellos, que esperándome, no supieron descubrir a tiempo las señales precursoras y comprendieron tarde lo que su intuición les aconsejaba. No os desconozcáis por esas diferencias, y si ellos no pudieron ser testigos de mi presencia, Yo he iluminado a su espíritu y están en buen camino. Todos os fundiréis en el ideal. 12. En las distintas ramas del árbol están mis escogidos. Muchos vendrán antes del año de 1950, a presenciar mi comunicación, otros retardarán su paso. Bienaventurados los que oigan mi palabra por conducto de un portavoz, porque sentirán en sí que ya conocían esta voz, que no es humana, sino que procede de Mí. 13. Vengo a deciros que os guiéis por vuestra conciencia, que os libertéis y no volváis a ser esclavos de aquellos que quieren someteros a cultos imperfectos, a prejuicios y dogmas. 14. Todos podéis ser mis labriegos, emisarios de mi doctrina. En vuestra lucha no os sentiréis solos, en mi regazo estaréis seguros y nada podréis temer. 15. Yo, que estoy sobre toda la creación y palpito en ella, hablo a través del hombre, mi criatura predilecta. No os extrañéis que me comunique por medio de los humildes, de los torpes y que me manifieste en lugares llenos de humildad y de pobreza. Yo os aseguro que lo que para vosotros es un palacio, para Mí no lo es. En cambio, ahí donde sólo veis pobreza y humildad, es posible que en el fondo haya verdadero esplendor espiritual. 16. Os digo esto, porque ha habido muchos que en su interior se preguntan por qué no me manifiesto en el interior de las grandes sinagogas o en las suntuosas iglesias. También en aquel tiempo muchos hombres se preguntaban por qué el Mesías no nació bajo el templo de Sión. 17. Ahora como entonces, vengo a enseñaros que lo que llega directamente al Padre, es la pureza de vuestro corazón, porque cada uno de sus latidos me estará hablando de vuestras buenas obras. 18. Ved la humildad con la que siempre he llegado entre vosotros; contemplad cómo en todos los tiempos he venido sin tronos, sin cetro ni palacio, siempre envuelto en la sencillez y en la mansedumbre. ¿Qué pensarían de Mí los pobres, los parias, los desheredados, si me viesen llegar a ellos rodeado de pompas y de lujos? Se sentirían humillados, indignos de Mí. En cambio los señores, los ricos, los grandes de la tierra, me llamarían el Dios de su casta y de su grupo. 19. Cuando los pobres del mundo me contemplan descalzo, jadeante y sangrando bajo el peso de la cruz, se estremecen de ternura ante la humildad de su Señor y se sienten identificados con El. En cambio los ricos, aunque en realidad no lo sean, quienes deberían tener los mismos sentimientos que los humildes, no pueden concebirme en la pobreza; entonces, una imagen con la cual pretenden representarme, la cubren de púrpura, oro, sedas y de lo que ellos llaman piedras preciosas. Es que han olvidado mi doctrina y por eso han querido rodearme de todo lo que más combate mi enseñanza: la vanidad. 20. Debo volver a deciros que Yo no vengo hablando en contra de ninguna de las religiones, porque todas ellas son benditas en Mí, pero también debéis comprender, que Yo como Maestro debo señalar los errores que el hombre ha venido cometiendo, para que algún día lleguéis a enmendarlos, porque si Yo no os ayudase a encontrar la verdad, ¿Cuándo la hallaríais vosotros solos? 21. Dejad que mi verdad hecha luz y amor llegue a cada hombre, a cada religión y a cada pueblo, así como Yo permito que vuestra verdad, o lo que habéis llegado a formar como verdad, llegue hasta Mi. ¿Cuál es esa verdad vuestra que de todos recibo? Es vuestra oración, vuestra fe y esperanza. 22. Esa luz que existe en todo espíritu al elevarse a Mí, al hablarme se despoja de toda tiniebla y de toda mentira, para mostrarme solamente lo que lleva en si de verdad, porque hasta el malvado, al confesarse Conmigo, me muestra sus manchas, sin tratar de engañarme. 23. Al hombre le toca perfeccionarse, mejorar su vida en la tierra, sin juzgar la forma a través de la cual los demás me busquen. Yo soy el único capaz de juzgar la verdad de vuestras obras. 24. Desde el idólatra al espiritualista, todos están bajo mi luz y mi mirada, así como de aquél a quien juzgáis retrasado espiritualmente, recibo muchas veces grandes pruebas de su elevación; también puedo aseguraros que de aquéllos que se creen caminar a la vanguardia de la espiritualidad, muchas veces recibo pruebas de gran retraso. 25. Un pueblo es el que me ha recibido en este tiempo y a él le he confiado esta página de mi sabiduría, pero en esa página de amor hay un mensaje para cada una de las religiones que existen sobre la tierra. 26. Mi luz despertará a todos como un divino amanecer universal, y al levantarse el hombre a vivir dentro del nuevo día, llegará a sus sentidos la proximidad de lo divino. 27. Ahora debo deciros que no será el "reino de los cielos" el que descienda a los hombres, sino más bien el espíritu de la humanidad el que se eleve hacia el reino de su Padre Celestial. 28. ¿Por qué me hacéis venir siempre con reclamos? Vengo a vosotros por amor, porque veo que lleváis dolor en vuestro corazón y quiero consolaros, porque quiero que llevéis mi paz en vuestro espíritu. 29. A veces me manifiesto ante vosotros como Juez, en ocasiones me tenéis como Padre, y siempre me presento como Maestro. Bajo estas tres fases tenéis la esencia divina que es una: La ley, el amor y la sabiduría; he ahí la Trinidad que existe en mi Espíritu. 30. Cerrad vuestros ojos y dejad libre al espíritu, para que él viva intensamente estos instantes de comunicación con su Maestro. Dejadle que se sienta cerca del Señor, como aquéllos que en el Segundo Tiempo siguieron al Maestro por caminos, valles, aldeas, riberas y desiertos, para no perder una de sus enseñanzas. Entonces podréis comprender el sentido figurado con que a veces hablo, cuando tomo los bienes de la tierra para representaros lo espiritual y ponerlo a vuestro alcance. Veréis cómo mi palabra acerca el "reino de los cielos" a vuestro espíritu. 31. Venid, humanidad, a que os enseñe, ¿O queréis que sea el dolor quien os siga enseñando a lo largo de vuestra vida? 32. Venid a mi campiña a sembrar de fraternidad las tierras; os aseguro que esa labor no os defraudará como el mundo. 33. Aquí está el camino frente a vuestro espíritu, invitándoos a tomarlo y a no deteneros jamás, porque cada paso que en él deis, aproximará más a vuestro espíritu a la morada perfecta que le espera. 34. Ya es muy breve el tiempo que estaré entre vosotros entregándoos mi enseñanza en esta forma, y quiero que aprendáis a hacer méritos, para que en estos últimos años mi "Verbo" se desborde a través de estos portavoces. 35. ¿Qué debéis hacer para que las divinas inspiraciones sean como un premio a vuestros méritos? Desarrollar vuestra fe, vuestro ahínco y vuestra espiritualidad. Que exista en el seno del pueblo el amor, que se practique la caridad, que se ame la verdad. 36. De cierto os digo que si no os unieseis como es mi voluntad, la humanidad os dispersará, y os arrojará de su seno si viese que vuestra vida se aparta de lo que predicáis. 37. ¿Qué pasará si los hombres descubren que en cada recinto existe un culto diferente y una forma distinta de practicar mi doctrina? No podrán concebir que Yo haya sido quien os enseñó. 38. Os confío los tres últimos años de mi comunicación, para que trabajéis por la unión de este pueblo, unificación que abarque lo espiritual y lo exterior, para que vuestra labor, plena de armonía y de igualdad, sea la prueba más grande de que a todos vosotros en diferentes recintos y en diversas comarcas os doctrinó un sólo Maestro: Dios. 39. No todos habéis contemplado con los ojos del espíritu los tiempos que se acercan para la humanidad. No todos habéis sentido su dolor; mas Yo estoy formando con vosotros un pueblo numeroso y convirtiéndolo en labriego afanoso que ya empieza a amarme y que ya se encuentra ávido de luchar para fertilizar el corazón humano. 40. Sembradores de mi palabra: Cuando llegue el tiempo del trabajo en la campiña, id llenos de fe en el que os ha enseñado; no temáis a la burla ni al escarnio. Sembrad en tierra fértil, no en la roca, ni en la arena movediza, porque ahí la semilla no fructificará; la veréis nacer y crecer, mas no dará frutos. Si entre espinos y mala hierba la depositáis, tampoco fructificará; por eso debéis orar para recibir mi inspiración, y así sabréis escoger la tierra preparada. Yo que soy el dueño de las tierras, os daré grandes extensiones para que las cultivéis. Llenaos de una gran voluntad para trabajar; sembrad y cosecharéis, y llegará un día en que con el trigo de vuestra cosecha amasaréis el pan para vuestro sustento. Mirad que os hablo en sentido figurado y no sabéis si esa cosecha la recojáis en el más allá. 41. Por hoy os digo: Grande es el cumplimiento que tenéis que desarrollar por conducto de la materia que os he confiado; ella es vuestro báculo y debéis conducirla sabiamente. 42. El mundo se encuentra invadido por plagas y calamidades que le he anunciado; comienza a sentir temor, trata de elevarse buscando una mano salvadora, una palabra de aliento, y vosotros sois la salvación 43. Tendréis que cruzar mares y trasponer montañas para ir a otras comarcas o naciones, para ir en pos del que sufre. No temáis al camino, id sencillamente, sin llevar doble calza. 44. Cuando Yo os he señalado vuestra misión, os he dicho: "Tomad vuestra cruz y seguidme". ¿Por qué teméis perder las comodidades de la tierra? Me decís que amáis al mundo y que no podéis llegar al sacrificio y a la castidad que esta misión exige, y Yo os prevengo diciéndoos: En cualquier edad, cualquiera que sea vuestro estado o condición, podéis amarme y servirme, sin dejar de cumplir con vuestros deberes. 45. Transformad el mundo con vuestro ejemplo, destruid los malos prejuicios y haced de él un paraíso y no un valle de lágrimas. 46. Os doy un corto tiempo para vuestro cumplimiento en la tierra. 47. Pensad que debéis dejar una herencia de espiritualidad a vuestros hijos, porque de sus descendientes brotarán las generaciones benditas, por las cuales Yo me manifestaré. Entre esos espíritus estarán los profetas, los explicadores de mi palabra, los de gran fe que orientarán a la humanidad. 48. ¿Queréis dar cumplimiento a mi palabra? Yo os bendigo porque me habéis oído y queréis seguirme. Vuestro corazón está rebosante de gracia; de ella dad a todo el que la solicite. 49. En este tiempo venís a recibir mi lección, unos como discípulos, otros como párvulos y otros más, sólo llevados de vuestra curiosidad, pero todos buscáis la paz, la tranquilidad y también el cumplimiento de las profecías correspondientes a este tiempo. 50. No habéis encontrado plenamente en las sectas y religiones la certeza de mi nueva venida; ha sido fuera de ellas donde Yo he puesto un emisario que os ha dado la buena nueva. He venido a juzgar a todo espíritu y a poner las bases para una nueva vida, un nuevo orden espiritual para la humanidad. Si os preparáis, podréis contemplar desde vuestro mundo la perfección del valle espiritual en donde habitan los espíritus de los justos, de los que han sabido elevarse por sus méritos, y que hoy en unión mía trabajan por vuestra salvación. Todo lo que no habéis podido comprender hoy, lo conoceréis en el seno de este pueblo humilde, porque mi luz se ha derramado y el velo que cubría vuestras pupilas se ha descorrido. Os hablo de los ojos del espíritu, que se habían cerrado para lo espiritual y lo divino. Habéis recobrado esta luz y sois guiados por Mí; permaneced velando. Si doblegáis la materia, y el espíritu lleno de mansedumbre sigue mis pasos, esa luz os cubrirá como un ropaje, y vuestros hermanos contemplarán que sois de mis escogidos y seréis amados y respetados por la humanidad. 51. Sois soldados del bien. Os he dado armas, para que podáis combatir el pecado pero no a vuestros hermanos. No quiero que el hombre nazca, crezca y muera en su pecado, ignorando la bendita misión que ha traído a la tierra. Si penetráis en mi doctrina, os fortaleceréis y seréis invencibles. No habrá tentación que os haga caer, y así preparados, os elevaréis y seréis más que hombres, ángeles encarnados para el bien de la humanidad. 52. Muchos son los llamados y pocos los escogidos, y entre ellos, aún menos los privilegiados; pero, ¡Ay de ellos, si se enorgullecen!; que no sean como Salomón, en quien deposité sabiduría, gracia y poder, y le confié un pueblo para que gobernara, y él, después de una etapa de grandeza espiritual, en que dio muestra de su elevado espíritu, dejó de velar, fue dominado por la carne, y toda su obra, inspirada en el amor y la justicia, fue opacada por sus actos vanidosos y carnales. Vosotros no caigáis en el orgullo, aun cuando miréis que por vosotros derramo grandes complacencias. Si quisiera escogeros para gobernar una comarca o una nación, y vosotros, inspirados en Mí, dictaréis leyes justas, no os engrandezcáis como hombres; elevaréis vuestro espíritu y os inclinaréis ante Mí. 53. Muchos vendrán a esta tierra que Yo he escogido y mirarán mi luz reflejada en sus moradores y se sentirán dichosos al conoceros y pisar este suelo en donde reuní a mi pueblo para doctrinarlo en el Tercer Tiempo. Los que lleguen después de 1950, buscarán los escritos, y al conocer mis revelaciones sentirán la fuerza que mi enseñanza imparte, os bendecirán y me amarán. Cuántos de ellos pertenecen al pueblo de Israel, a los 144,000 señalados que se unirán a vosotros para obedecer mis mandatos. 54. Hoy las naciones se encuentran envueltas en materialismo y confusión; les he hablado espiritualmente, y mi semilla ha quedado sembrada en el corazón de mis escogidos, para que sea esparcida por doquier. Vosotros, desde vuestra nación, haced cuanto podáis por ayudar a todos en su jornada espiritual. 55. Corto es el número de mis discípulos que en este instante me rodea, pero mi palabra se extenderá hasta los confines de la tierra. Llena de amor llegará al corazón de todos aquéllos que claman amor. 56. Para vosotros éste es el tiempo propicio para que conozcáis la misión que debéis cumplir ante la humanidad. Os he preparado para que comprendáis la forma de desempeñar vuestro cargo en este mundo y conozcáis lo que os espera más allá de la barrera material, donde principia la vida espiritual. Os he ayudado a desarrollaros espiritualmente para que comprendáis así mismo porqué suceden acontecimientos que la mente no alcanza a concebir. 57. Mientras el espíritu se encuentra fundido a la materia, no distingue ni puede saber los méritos que haya hecho en sus vidas anteriores; pero ya sabe que su vida es la eternidad, un continuo desenvolvimiento, tratando de alcanzar la cúspide, pero que hoy no sabéis qué altura habéis alcanzado. 58. Yo os he contemplado desde que principiasteis a caminar con una mente confusa, con un cerebro torpe. Os he visto despertar poco a poco y evolucionar hasta alcanzar ideas más precisas de la realidad. Os he contemplado luchar contra la adversidad, las pruebas y las tentaciones; y cuando al fin habéis descubierto el valor de la vida espiritual, alcanzando a elevaros, he visto sonreír a vuestro espíritu. Esa sonrisa ha sido de paz, de satisfacción y esperanza. Pero también lo he visto retroceder, enfangándose en el mundo; entonces ha llorado y ha tenido que purificarse para alcanzar mi gracia, más aun en sus caídas ha encontrado una luz, la luz de la experiencia. 59. Ya estáis en posibilidad de no engañaros, porque el velo que empañaba la claridad de la verdad, lo habéis descorrido con mi luz y habéis contemplado el horizonte despejado para seguir adelante con paso seguro. 60. Esa luz que alumbra el sendero es clara; ya no podéis desviaros, a menos que queráis rebelaros contra la misma verdad, seducidos por el falso brillo de los placeres y las posesiones terrestres. 61. No puedo deciros tampoco que viváis confiados en vosotros mismos, ni que estéis libres de todo toque de tentación, porque existen fuerzas que pugnan por derribar lo que estoy construyendo en unión vuestra, fuerzas que ocultan su negrura, presentándose llenas de atractivos. De esto os prevengo para que podáis defenderos con el valor de vuestra fe. 62. El destino del hombre es conocer la verdad y elevarse a quien creó todo lo que existe; más el camino es largo, para que en él podáis desarrollar todos vuestros dones, mirarme, sentirme y amarme. El camino tiene espinas, es escabroso y pondrá a prueba la fuerza y fe con que lo hayáis elegido. Después de recorrerlo, el espíritu se encontrará purificado. 63. El otro camino es aquel que da vueltas y rodeos, pero que como ofrece goces y encierra atracciones aparentes, os hace detener vuestro paso sin importaros llegar más tarde, ya que estáis gozando. Mas quien es sorprendido en la hora suprema dentro de ese sendero, experimentará la infinita amargura de ver que nada hizo en bien de su espíritu. 64. Podría enumeraros uno a uno los caminos que a la vista del hombre se presentan; por ser muchos, os parece difícil escoger el más conveniente. 65. Al espíritu al venir a habitar la tierra, se le ha concedido como una oportunidad para su desarrollo y perfeccionamiento una materia o cuerpo humano, cuya formación maravillosa y perfecta le permite a través de ella sentir, pensar y moverse a voluntad, de acuerdo con su capacidad espiritual. 66. De la satisfacción de la carne participa el espíritu, así como en sus sufrimientos se acrisola. Mas también el ser humano es sensible a los deleites y a las penas del espíritu; ambos forman, mientras están enlazados, un solo ser. 67. Existe perfección en la criatura humana, por eso Cristo, el "Verbo", vino a encarnar en un cuerpo de hombre semejante al vuestro; mas no padeció por causa de propias imperfecciones, sino por el pecado de los hombres a quienes elevó con su dolor, con su sacrificio y su palabra, porque habían caído muy bajo. 68. Cuando el espíritu con toda su fuerza no puede vencer la dureza y reaciedad de la materia, la caridad misericordiosa del Padre, que fue quien creó el espíritu y la carne, acude a salvaros como el buen pastor a la oveja descarriada, porque ninguno de mis hijos se perderá. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 191 1. En el pan y en el vino de mi mesa está la simiente de vida eterna; venid a ella, comed y bebed. No lloréis más de hambre y de sed, ya no quiero escuchar más vuestros lamentos y vuestros sollozos. Quiero contemplar en mis hijos regocijo y paz. Como Padre soy todo amor, como Maestro sigo siendo el amor, y si como juez inexorable me presentase, dentro de esa justicia estaría mi amor. 2. Es que la esencia de mi Espíritu es el amor, en él tenéis vuestro principio y vuestro fin. Acercaos, discípulos, y sentaos en torno del Maestro, como lo hicisteis en aquel tiempo en que estuve en cuanto hombre entre vosotros. Dejad que vuestro espíritu recuerde la dulce voz de aquel Maestro Divino que fue Jesús; dejad que recuerde las veces en que me siguió a los valles, a la ribera de los ríos, al desierto y a la montaña para escuchar mi palabra. 3. Vuestro espíritu se transporta al "reino de los cielos" escuchando la palabra de aquel Maestro que tomaba las formas y criaturas de la tierra para crear sus parábolas y dar a los hombres una idea de lo que es el "reino celestial" y mientras unos creían, los otros dudaban, mas todos los corazones se inundaban de paz y todos los enfermos sanaban. Quiero que os sintáis Conmigo en la soledad de un valle; haced que desaparezcan de vuestra vista los muros del recinto y los símbolos, para que a vuestro espíritu no lo detenga ningún obstáculo para elevarse a Mi. 4. Discípulos: Si os he llamado el pueblo de Dios, el pueblo amado y escogido, no por ello penséis que ame menos a los demás pueblos de la tierra. Cuando todos me hayan reconocido, formaré con ellos una familia espiritual, en la que serán amados todos por igual. 5. No consideréis espiritualmente inferior a ningún pueblo o raza; si os consideráis los únicos privilegiados, en verdad os digo, que si desde los primeros tiempos os he entregado revelaciones y profecías divinas, no es porque seáis los más amados, sino los primogénitos en el sentido espiritual entre la humanidad. Ved que antes que vanidad debéis sentir vuestra responsabilidad. 6. Repasad la historia de Israel y veréis que en ninguno de los tiempos pasados supo hacer partícipe a los demás pueblos de la heredad y gracia con que su Padre lo engalanó; que, haciendo lo contrario de lo que mi ley y mi doctrina le dictaban, se encerró en su egoísmo y tomó sus dones para sí. 7. En este tiempo he preparado de nuevo a vuestro espíritu, le he iluminado para conducirlo nuevamente al camino donde cumplirá su destino de anunciar, bendecir y salvar a sus hermanos. 8. Pronto dejaréis de escuchar esta palabra; mas no por ello penséis que me he ausentado, que os he dejado solos, huérfanos y extraviados del sendero de evolución. Mi Divino Espíritu os dejará preparados y seguirá después velando por vosotros; como una sombra divina seguiré vuestros pasos. Os seguiré inspirando, hablaré, por vuestros labios, sanaré por vuestro conducto a los enfermos y con vuestra voz resucitaré al muerto, y cuando estéis unidos, haré mi verdadero santuario en vosotros. 9. En este Tercer Tiempo he encontrado el corazón del hombre más estéril que nunca, tierra llena de pedruscos, tierra petrificada, cubierta de cizaña, de ortiga y abrojos. Por doquier crecen la mala hierba y los árboles de frutos venenosos. Las aguas se han contaminado, los manantiales se han secado, las fuentes se encuentran turbias y los ríos ya no corren; no hay flores en los huertos y si algunas se encuentran, están marchitas; no hay nidos ni aves en los árboles. Las plagas todo lo devoran y el gusano roedor todo lo destruye; éste es el cuadro que la humanidad presenta a mi mirada en este tiempo. Mas Yo he venido a traeros semilla, agua y herramientas para que busquéis las tierras que os pertenecen, para que las cultivéis. 10. No digáis que me voy pronto de entre vosotros; reconoced que ahora no fueron tres años los que os hablé como en el Segundo Tiempo. Entonces bastaron tres años para que la fama de mis prodigios traspasara los límites de la Judea y conmoviera reinos e imperios. En esos tres años mis discípulos se convirtieron en maestros. Les desperté al amor, les mostré que la humanidad es ingrata, pero que detrás de esa ingratitud posee nobleza, y esa nobleza es la chispa de amor divino que todo humano encierra por ser hijo de mi Divinidad. 11. La doctrina de Jesús conmovió las raíces más profundas del morando; pero el hombre en su ambición de poderlo, de riqueza, de glorias humanas y de placeres, ha cambiado la vida, las costumbres, las leyes y principios, y es menester que Cristo retorne entre las muchedumbres para despertarlas de su largo sueño y enseñarles nuevamente el camino. Aquí me tenéis hablándoos desde 1866 hasta el presente por la boca de uno, otro y otro portavoz, siempre la misma palabra, la misma esencia, las mismas revelaciones y profecías. 12. No han sido tres años lo que ahora he hablado; ha sido menester prolongar el tiempo de mi predicación para explicar mi enseñanza en muchas formas, para que llegaseis a comprenderla. Cuantas veces alguno de mis discípulos, después de confesar que me ama y cree en Mí, se aleja negándome, después de haber recibido manifestaciones y pruebas de mi verdad, y cuando se ve en el abismo, entonces llora, se arrepiente y me dice: Vos sois mi Maestro, ayudadme. Y Yo, que soy amor y paciencia infinita, lo levanto, le atraigo hacia Mí, le siento a mi mesa en el mejor lugar y le digo que es el "hijo pródigo". Hago fiesta, él se regocija, y cuando todos creen, menos el Maestro, que aquél se ha arrepentido para siempre, vuelve a caer en tentación. Cuántas veces he visto a muchos caer, levantarse y volver a Mí. He ahí porqué ha sido prolongado el tiempo de mi comunicación con vosotros hasta 1950, para recibiros por primera, segunda y tercera vez y al fin dejaros fuertes en la vida. 13. ¿Qué nuevos atractivos y experiencias podrá ofreceros el mundo? ¿Qué sorpresas agradables podrá reservaros la ciencia, o qué nuevos goces os dará la materia? ¿Qué tenéis que aprender por los caminos del vicio o del pecado? Si anheláis nuevas satisfacciones y queréis goces verdaderos, si estáis ávidos de enseñanza y de paz, venid a mi campiña, caminad por mi senda, aprended a sembrar mi simiente y hallaréis más de lo que podéis desear. 14. Quien no valorice esta obra como pura, perfecta e infinita, es porque no ha limpiado su mirada para contemplar la verdad, para asomarse al arcano de la verdadera sabiduría; es que aún es muy pequeño y no ha dejado que le muestre todavía lo que tengo que revelarle. 15. Se acercan los tres últimos años de esta comunicación; ellos serán una representación de aquellos tres en que prediqué en el Segundo Tiempo. 16. Haré reformas, no a mi ley, sino a vuestras prácticas. He esperado mucho tiempo a que vosotros las hagáis por vosotros mismos y no habéis dado ese paso. Os he anunciado mi partida para 1950; entonces cerraré el cerebro de mis portavoces y facultades para estas manifestaciones. Os he dicho, que entonces se iniciará la comunicación de Espíritu a espíritu; mas, ¿Qué harán los que no se preparen? Seguirán invocando mi rayo divino, el cual no volverá a descender, y entonces ellos hablarán aparentando que aún me comunico a través de su entendimiento. Sus videntes darán testimonio de que ahí estoy presente y los labriegos penetrarán en éxtasis diciendo que el mundo espiritual es quien habla, y entonces aquellos se mofarán de quienes acataron mi voluntad, dirán que a éstos les fue retenida esa gracia por el Padre y habrá gran confusión. 17. Pensad que si aquellos se levantan como precursores y emisarios por las naciones, ¿Qué podríais hacer vosotros? Sólo hallaríais las tierras sembradas de confusión y de impostura. Tiempo es aún de que meditéis y os preparéis para cuando el mundo llegue a interrogaros, porque no se conformará con escudriñar mi palabra, ya que a ella la encontrará siempre limpia, sino los frutos que ella ha dado entre este pueblo; entonces vuestros hermanos tratarán de penetrar en vuestra vida, en vuestros actos y prácticas, para hallar la confirmación de mis enseñanzas y de mis manifestaciones. Si sólo con conocer mi palabra pudierais salvaros, ya desde el tiempo de Moisés se hubiera salvado la humanidad con la revelación de la ley; sin embargo, después hubo de venir Cristo, convertido en Maestro; y aún ahora en Espíritu vengo a hablaros incansablemente para haceros comprender que lo que os salvará y llevará hasta mi diestra, serán vuestras obras de amor, humildad y caridad. ¿Recordáis a mis apóstoles de aquel tiempo que no se concretaron a dar testimonio con la palabra, sino que con sus hechos lo sellaron, con su propia vida y con su sangre? 18. Hoy sólo quiero que la puerta de vuestro corazón se abra llena de caridad hacia vuestros semejantes, para que la humanidad, a través de la virtud de mis nuevos discípulos, pueda dar gracias al cielo de que esta obra no es una doctrina más ni una nueva teoría, que no es una fantasía humana ni el producto de una mente turbada, sino la continuación del camino trazado por Dios a los hombres desde el principio de los tiempos, con lo cual se cumplen los anuncios y profecías de Jesús. Que el mismo Cristo que estuvo en el Segundo Tiempo, es quien os habla ahora. 19. Mientras el mundo se prepara para apurar el cáliz de amargura que ofrece la guerra, Yo os doy miel para que seáis el buen sabor un la tierra. Si la luz que vibra en el entendimiento del hombre, lo mueve a ejecutar grandes obras en beneficio de la humanidad, haciendo cambiar y evolucionar la vida humana, ¿Cómo será la luz de mi sabiduría divina que viene a transformar las costumbres del hombre, para prepararlo a la vida espiritual? 20. La luz divina, la sabiduría que desde mi Espíritu desciende hasta vosotros, limitándose de acuerdo con vuestra capacidad, os produce una iluminación interior que disipa toda tiniebla. Analizad y veréis que antes de reconocer esta verdad que hoy poseéis, por el tiempo que lleváis de escuchar mi palabra, todo era incierto a vuestro alrededor y no podíais imaginar que llegaríais a tener la explicación de tantos misterios que vuestro entendimiento no llegaba a comprender. 21. Hoy estoy apartando de la mente humana esa niebla, estoy preparando al hombre en tal forma, que no pueda dudar de la verdad que lleva. 22. Mientras existan la duda y la debilidad que pugnan por venceros, no podrá haber verdadera fe en vosotros. La fe se siente, es el impulso que os hace poner en práctica una idea sin temor a fracasar. Es la mirada espiritual que alcanza a contemplar la verdad, el final del camino. 23. Dejad que la fe arraigue en vosotros, porque no todos la tenéis; una vez que ella se encienda, luchará contra la oposición de la tentación que os acecha. Para que podáis rechazar la maldad, procurad encontrar armas en la esencia de mi palabra; mas quien no está seguro de mi presencia y de mi comunicación, juzga lo que ve y lo que oye, sin que su espíritu pueda elevarse hacia Mí, porque necesita aún de los adornos que halagan los sentidos, creyendo en esa forma sentir lo que llamáis inspiración o elevación de espíritu. 24. Yo vengo a enseñaros que no es menester ya a vuestro espíritu dulcificar el corazón con el sentido de las notas musicales. Mis discípulos en el Segundo Tiempo se elevaban hasta sentir la paz espiritual del más allá, no teniendo sobre su cabeza más que la bóveda celeste. Se elevaban, porque sentían en su corazón la vibrante voz del Maestro. 25. En este tiempo me ha placido manifestarme a vosotros a través del entendimiento humano. ¿En qué forma mejor podríais comprenderme, si no en ésta, valiéndome de vuestra propia mente y de vuestro lenguaje? 26. Por esta doctrina alcanzaréis elevación, porque todo tiende a evolucionar; comprended que todo tiene un principio: La fuerza del bien. Desarrollad vuestras virtudes dentro del medio en que vivís; tenéis mi luz para poner las bases en que edificaréis el mundo del mañana. 27. Tenéis pruebas palpables de vuestra evolución espiritual; hoy no podéis pensar igual que ayer, sois diferentes a vuestros padres, y vuestros hijos serán diferentes a vosotros. No lo podéis evitar, es una fuerza superior la que os impulsa. En verdad os digo, que el mal no prevalecerá, será la virtud, porque el que practica la caridad no puede ser egoísta, el que siente amor no puede odiar, la luz no admite tinieblas. 28. Quiero que afirméis vuestros pasos en este camino que os presento, para que enseñéis a caminar por él a vuestros hijos. Que vuestro consejo sea siempre sincero, y mi palabra llegará oportuna al corazón de quien la necesita. 29. Habrá quien esté luchando contra sí mismo, por su propia perversidad, y necesitará de mi luz para reconocer su error y amar a su semejante como a su propio hermano. 30. Yo voy delante de vos, pueblo, apartando de vuestro paso todo obstáculo para que sigáis adelante. 31. Hoy venid al festín, pueblo amado, en el que gozaréis por unos instantes de la presencia de vuestro Señor. 32. Venid y llenad de mi paz vuestro corazón, de esta paz que existe en Mí, y de la que tanto carecéis en la tierra. 33. Me basta con que unos cuantos me escuchen, porque ellos llevarán mañana el testimonio a sus hermanos; sé que si a todos les hiciese el llamado, las mayorías no acudirían porque se encuentran ocupadas en los quehaceres del mundo: me negarían e impedirían que el hombre de buena voluntad se acercase a escucharme. 34. Aquí, en el recogimiento de estos humildes lugares en que me manifiesto, estoy haciendo que germine mi semilla. Reúno en grupos a los corazones sencillos, y una vez alejados del bullicio de la vida materialista, les hablo del amor, de lo eterno, del espíritu, de los verdaderos valores humanos y espirituales, haciendo que contemplen la vida a través de la conciencia y no de los sentidos. 35. A estos pequeños les llamo discípulos, y ellos, que nunca han poseído nada, que nunca han sido tomados en cuenta por sus semejantes, se han llenado de satisfacción al verse llamados por Mí y han resucitado a una nueva vida; se han levantado con la convicción y el gozo de que pueden ser útiles a sus semejantes, porque el Señor ha puesto en ellos sus revelaciones y les ha descubierto el camino del amor. 36. Habrá quienes los nieguen y de ellos se mofen porque se dicen discípulos de Jesús, más en verdad os digo, que a pesar de serles negada esa gracia, seguirán siendo mis discípulos. 37. Cree el hombre que los cielos están tan distantes y altos, que es muy difícil que Yo me manifieste entre esos pequeños, y es porque tienen una vaga noción de lo que es y de lo que quiere decir cielo. Ignoran que cielo es para el espíritu el estado de perfección, de pureza y de luz a que todo espíritu debe llegar, y no un sitio determinado en el espacio. 38. El espíritu, a medida que se eleva, amplia más y más el mundo o mansión en que habita; así, al llegar a su perfección, dominará el infinito, podrá ir a todas partes, todo en él será luz, armonía con su Padre y con todos; ese será su cielo, esa será su gloria. ¿A qué más puede aspirar el espíritu, que a la paz eterna, a la sabiduría, a la felicidad de amar y saberse amado? 39. Hace cerca de dos mil años que habité entre los hombres. A los actuales ha llegado a parecerles tan largo ese tiempo, que ya la historia de mis hechos y el recuerdo de mis palabras lo ven a través de la fantasía, como si todo lo que me rodeó en aquel tiempo hubiese sido sobrenatural; y deben saber que tan natural eran la tierra y los hombres de aquel tiempo como los actuales. Si creéis que sólo aquellos fueron dignos de la gracia de mi presencia, estáis en un error, porque Yo siempre he habitado en el corazón del hombre, manifestándome ante él de tiempo en tiempo, ya como hombre como en aquel Segundo Tiempo, o en Espíritu como ahora. 40. Es menester que el hombre me conozca para que tenga una idea clara de la verdad; porque quien conoce la verdad no pude desviarse del camino de la ley, ya que entonces se encontrará en condiciones de oír la voz de su conciencia. 41. El que ignora la verdad es un ciego que no encuentra la senda verdadera, es un sordo que no puede escuchar la voz interior que procede de Dios; por eso he venido nuevamente al mundo, a descubrir la verdad que le han ocultado y a revelarle nuevas luces que lo eleven de la condición triste y miserable en que espiritualmente vive. 42. Yo sabré despertar en el hombre la noble ambición de elevarse hacia Mí por el camino del bien; Yo le revelaré la existencia del verdadero "cielo", la nueva "tierra prometida" y le probaré que no estoy distante, sencillamente porque si Yo estuviese distante de la humanidad, el hombre no existiría. 43. Discípulos: Guardad en vuestro corazón el recuerdo de estas palabras para que os deleitéis en vuestras meditaciones y en vuestras reflexiones de mi ley. 44. Comprended que Yo soy la fuente de amor; venid a Mí y calmaréis vuestra ansia de caridad y amor. Ved la luz de mi Espíritu iluminando todo entendimiento y levantaos a una vida útil y fecunda. Ayer no erais capaces de guiar vuestros propios pasos, y hoy vais guiando multitudes 45. Muchos iban caminando hacia el abismo, pero oyeron mi voz, volvieron sobre sus pasos y hoy están luchando por encumbrar la montaña. Ahora que sois mis discípulos, os digo, que habiendo formado un pueblo con vosotros, sólo os recibiré cuando lleguéis a Mí unidos en una sola voluntad. 46. Existen entre este pueblo muchas incomprensiones e interpretaciones erróneas; de ahí las divisiones y las diferencias. Yo os digo, que aún es tiempo de estudiar mi enseñanza para corregir esas faltas y arrancar del corazón de las multitudes todo lo que haya germinado como planta nociva. Los más responsables son aquellos que primero recibieron los cargos, porque son los que me han escuchado más tiempo. A los primeros les digo: Llenad de caridad vuestro corazón y ved en los postreros a vuestros hermanos pequeños, que vuestros ejemplos, vida y palabra, muestren a las multitudes la perfección, la grandeza y la bondad de mi obra. 47. Es menester que los guías se desvelen estudiando mis enseñanzas y órdenes, que velen y oren por sus multitudes, para que sean oídos y obedecidos por el pueblo, y que éste los vea como profetas. 48. Cada vez que oís al Padre hablándoos en tono de justicia, os estremecéis, más luego vuestra flaqueza os traiciona nuevamente y caéis bajo las pruebas del desierto que sirven para forjar a vuestro espíritu. 49. ¿Cuándo se unirán a vosotros todos los hijos de este pueblo que hoy se encuentra esparcido en las naciones? Son corazones que sólo esperan los rumores de la multitud que camina entre vicisitudes, en pos de la "tierra de promisión", para levantarse y unírsele. No será menester que unos y otros se unan materialmente, ya que el camino está dentro del corazón y la "tierra prometida" está en la paz del espíritu. 50. Cada uno en su lugar recibirá la inspiración de su Padre y el pensamiento de sus hermanos para sentirse confortado. Mi nuevo pueblo de Israel surgirá de todos los puntos de la tierra enseñando con verdadera pureza la doctrina de la espiritualidad. 51. ¿Cómo podéis pensar, pueblo, que por reuniros en distintos recintos, sea este el motivo de que os encontréis distanciados unos de otros? Sólo la ignorancia impedirá que os deis cuenta de los lazos espirituales que unen a todos los hijos del Señor. 52. Dejad que los dones de vuestro espíritu se manifiesten, para que la intuición y la revelación guíen vuestros pasos y no profanéis ni manchéis los dones que os he confiado. 53. Este tiempo ha traído a vuestro espíritu el presente divino de una nueva oportunidad de elevaros hacia vuestro Padre. 54. Aquél que vino como Mesías, que anduvo en la tierra y con su palabra y sus obras trazó el camino de salvación al hombre, es el que viene ahora en Espíritu haciendo oír su voz de justicia a través de la conciencia. 55. A muchos les he hecho el llamado para que vengan a presenciar esta manifestación, a escuchar esta palabra, mas no todos los llamados han acudido. 56. Estas multitudes que me siguen, son las que sintieron en su espíritu el anhelo de acercarse a gozar de la sombra del árbol corpulento y recibir como herencia la semilla que después habrán de llevar por caminos y comarcas. Oyeron la voz de su Señor y anhelaron ser sembradores como El. Lentamente se van convirtiendo en los discípulos que saben que mañana dejaran el calor del hogar paterno para llevar un presente a todos los que padezcan hambre o sed de amor, de verdad o de justicia. 57. Grandemente he manifestado mi Palabra Para que este pueblo no se intimide ante el hombre del saber, porque en verdad os digo, que muchos de los llamados sabios se han confundido en su propia sabiduría. 58. Obras, palabras, oración, es la misión con la que habrá de enseñar este pueblo a sus hermanos. Bajo el manto de protección de la Madre amantísima, habrá de cruzar las distancias, confiando en que aquella caridad divina no se apartará de él. 59. Muchas veces hablaréis de la existencia y del amor de María, y veréis que los corazones no se conmueven; otras veces seréis rechazados por predicar su nombre y enseñar la fe en Ella; mas no temáis, acordaos que mientras Jesús expiraba en la cruz, una mujer traspasada de dolor se sentía agonizar al pie del madero; era María, la Madre, la que sintió todo el dolor de este mundo. ¿Acaso esa turba reparó en la presencia de aquella mujer? No, pueblo, más pasó el tiempo y Aquélla cuyo nombre ni siquiera era conocido, fue considerada como la Madre del Redentor en cuanto hombre y como Madre de la humanidad espiritualmente. En el corazón de los hombres se levantó un altar hacia aquella ternura celestial que a través de María se asomó al mundo. 60. Como el que va a una fuente por agua para regar sus tierras, así viene la humanidad ante la manifestación de mi palabra. Cada quien tiene una porción, una familia o un pueblo a quien alimentar espiritualmente, y sabe que sólo en Mí puede encontrar el agua cristalina que haga florecer y fructificar satisfactoriamente sus tierras. 61. Mi corazón de Maestro recibe conmovido a esos emisarios que vienen de lejanas comarcas en nombre de una multitud; Yo, por su conducto, envío a aquéllos corazones mi mensaje de paz y mi lección de sabiduría. 62. Hacéis bien en buscarme en el seno de los que más me han escuchado, porque ellos han aprendido mucho, mas no olvidéis que no es necesario cruzar distancias materiales para encontrarme, porque Yo doquiera estoy. La única distancia que tendréis que recorrer para sentir mi presencia, es aquella que existe entre vuestra materialidad y los bienes espirituales. 63. Volved en paz a vuestro hogar, a vuestra comarca o al seno de vuestra congregación, pero antes revestíos de celo, de justicia y de energía, para que llevéis a vuestras multitudes por el sendero recto, para que no dejéis que nadie profane con sus obras esta doctrina, para que llevéis en vuestro corazón bálsamo para enjugar el llanto de vuestros hermanos que día tras día llaman a las puertas pidiendo vuestra caridad. Haced que por vuestras obras aparezca mi doctrina como lo que es: verdadera fuente de amor, de perdón y redención. 64. Meditad en vuestro pasado, analizad vuestro presente y estaréis convencidos de que realmente habéis sido enviados a la tierra a cumplir esta misión. No serán las palabras del hombre las que os persuadan de esta verdad, sino las pruebas que a vuestro paso Yo os he enviado. Convencidos de la verdad de estas enseñanzas, consagraos al desempeño de vuestra misión con todo el celo y el amor de que seáis capaces. 65. El Maestro os dice: No encerréis esta obra dentro de una rutina, por pura que os parezca, diciendo: Señor, cuán perfecta es tu obra, porque más allá de lo que contempláis existe algo más elevado que mañana alcanzaréis; y así, de un peldaño a otro, iréis eternamente sin llegar jamás a vislumbrar los límites de mi sabiduría porque no los tiene. 66. No os estacionéis, ni tampoco caminéis de prisa, medid vuestros pasos y cada uno de ellos afirmadlo con el estudio y la meditación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 192 1. Bienvenidos en este día de recordación en el cual conmemoráis el instante en que por vez primera escuchó la humanidad mi palabra a través del entendimiento humano. Han pasado los años y Yo contemplo que los entendimientos de los que me he servido, así como el de los que me han escuchado se han desarrollado. Ya no son los párvulos en el sentido e espiritual, ni los ignorantes ante la manifestación de la Divinidad; por la elevación que han alcanzado, han logrado que la luz del Maestro venga a manifestarse entre la humanidad, para perfeccionamiento de vuestra vida espiritual. 2. La ignorancia de las verdades espirituales en que se encontraba la humanidad, quedó destruida con mi luz, y comprendió el hombre que el poder del Omnipotente se limitaba en un acto de amor, para hacerse oír y sentir a través de sus hijos. 3. Desde entonces, una nueva era nació para los hombres, los que ya no encontrarán barreras que les impidan gozar y recrear el espíritu con la gracia que encierra esta obra. 4. Desde entonces, todos mis discípulos se vieron libres de aquella falsa creencia de la condenación eterna si morían en pecado, o de una dicha imperecedera, si la muerte los sorprendía limpios de toda mancha. Despertasteis y presentisteis el camino de evolución que sigue todo espíritu a través de la reencarnación hasta alcanzar el perfeccionamiento para habitar en lo espiritual sin tener que habitar más la tierra. Comprendisteis el porqué de la restitución y el sentido de las pruebas. 5. Los pecadores que ante Mí llegaron, comprendieron que la condenación eterna no existe y se levantaron llenos de esperanza y de fe a trabajar en beneficio del espíritu. 6. Una nueva concepción de lo que es la vida espiritual surgió en la mente de aquellos, y renació para esa vida el que estaba muerto a la fe. Este milagro se realizó a través de mi comunicación por medio del entendimiento humano. 7. Al principio os permití que siguieseis con vuestras costumbres y tradiciones religiosas, por estar saturado de ellas vuestro espíritu y habituados vuestros sentidos, pero a medida que mi enseñanza fue haciendo luz en vuestro espíritu, aquellos ritos y prácticas fueron desapareciendo. Estimulados por los prodigios que alcanzabais por la fe, lograsteis que se repitiera lo que en el Segundo Tiempo os dijera Jesús: "El milagro lo hace la fe". 8. Lo que os entregué en el año de 1866, fue un recordatorio de la ley que desde Moisés se os dio a conocer, y de la palabra de Jesús, el Unigénito, que vino a enseñaros en el Segundo Tiempo. 9. Fue menester que en este Tiempo os fuese recordado que la ley se encontraba promulgada desde el Primer Tiempo. 10. El cumplimiento que debéis dar a mi ley no tiene limitaciones; ahora en una forma, mañana en otra, tenéis que buscar siempre el bien para vuestro hermano. Mi ley no es mandato que se imponga por la fuerza, es una eterna invitación al bien. Yo no os impondré el bien, os lo inspiraré y aguardaré a que lo sintáis, para que cuando lo practiquéis, sintáis que habéis cumplido con la ley de Dios. 11. A través de los tiempos, el hombre ha forjado en su mente una imagen de Dios, por medio de la cual le ha buscado y le ha adorado. Mas como existía confusión en la práctica de las creencias, el Padre se ha valido de enviados y emisarios, hombres iluminados por mi Divinidad, que han venido a esclarecer las ideas confusas. Entre ellos están mis portavoces, a los que he preparado para haceros oír por su conducto mi palabra de luz. Mientras unos han escuchado los divinos mensajes con interés, otros, al sentir que sus arraigadas costumbres eran combatidas, han sentido repulsión hacia el llamado de mis enviados. 12. Todos los mensajeros de mi Divinidad han tenido que sufrir escarnios; todos ellos han conocido la crueldad y la ingratitud humana. En cada época, mis precursores han venido a predicar y a practicar lo que Yo les he confiado, siempre de acuerdo con el adelanto espiritual de la humanidad. 13. Yo siempre os he manifestado mi existencia como Creador del universo y os di a comprender desde el principio, que la base para habitar en paz este mundo eran el amor y la caridad. Entonces descubristeis que en vuestro ser había algo que no pertenecía a la materia; ese presentimiento, tomando cuerpo en vuestro corazón, os reveló la existencia del espíritu y la convicción, de que después de esta vida había otra para ese espíritu: La eternidad. 14. Cuando Jesús habitó en cuanto hombre con vosotros, os mostró su doctrina siempre nueva y siempre eterna, que os señalaba el camino que debíais seguir para encontrarlo nuevamente; y en el Tercer Tiempo me habéis vuelto a escuchar, ahora como Espíritu Santo, a través del entendimiento del hombre. 15. Cada vez que he venido a vosotros, os he apartado de la adoración de las falsas deidades, para encauzaros por el verdadero sendero. El Espíritu Divino ha venido en verdad sobre vosotros, mostrando al mundo que su palabra como semilla de amor, es la vida que nace, crece y se perfecciona. Cuando Cristo terminó su obra, dijo: "Todo está consumado", es decir, aquella lección había tocado a su fin. Sin embargo, antes había prometido volver entre los hombres porque aún les tenía reservadas nuevas lecciones. 16. Y he aquí al Maestro entre vosotros, revelándoos las nuevas enseñanzas y recordándoos las olvidadas, para que tengáis siempre presente los deberes de vuestro espíritu, que debe ser verdadera imagen del Creador, para con el Padre y para con vuestros hermanos. 17. Después de mi estancia como Jesús entre los hombres, he venido siempre a los que como soldados o apóstoles vinieron a confirmar mi doctrina con sus obras y a impedir que la humanidad torciera mis enseñanzas; pero muchos sordos y ciegos, interpretando imperfectamente mi palabra, dividieron sus opiniones, creando así diversidad de sectas. Y si los hombres se encuentran espiritualmente divididos, ¿Cómo podrán amarse unos a otros, según el precepto máximo de mi ley? Por eso os digo, que esta civilización es sólo aparente, porque los mismos hombres la destruyen. Mientras la humanidad no edifique un mundo sobre los cimientos de mi ley de justicia y amor, no podrá tener la paz y la luz del espíritu, sobre cuyas virtudes crearía y forjaría un verdadero mundo de elevación, tanto en el espíritu, como en la ciencia y en la moral. 18. Si ya os pudieseis conducir obedeciendo los dictados de vuestra conciencia, no tendría que materializarse la Divinidad para recordaros vuestros deberes. Si ya comprendisteis que la sangre del hombre perfecto, que fue Jesús, fue vertida para señalaros el camino de vuestra salvación, me buscaríais continuamente en ese camino; pero no lo hacéis; mas Yo os amo y vengo a buscar a los que me han olvidado, para renovarles mi promesa, diciéndoles que aún les espera el "reino de los cielos". No traigo para vosotros nueva doctrina, ni nueva ley, pero sí muchas nuevas revelaciones; mas todo cuanto os enseñe, será para induciros al cumplimiento de aquella máxima que os dice: "Amaos los unos a los otros". 19. A medida que escucháis mis lecciones y aprendéis de Mí, vuestro espíritu se ilumina más y más. Será entonces inútil que tratéis de engañaros a vosotros mismos, porque él como juez os reclamará. En vano trataréis de justificar vuestros malos actos, porque la conciencia implacablemente señalará vuestros errores hasta que los enmendéis. Vosotros seréis vuestros jueces. Porque Yo no dicto sentencias, ni os indico el lugar que después de esta vida vais a ocupar en el mundo del espíritu; sólo os inspiro a labraros la luz y la paz para el más allá. Así os muestro que entre Dios y el hombre existe una relación íntima. Amadme, aun cuando no podáis imaginar cómo soy. Yo no tengo forma, soy simplemente el amor, la potencia, la sabiduría, todo cuanto existe. Más si no podéis concebir todas estas virtudes, miradme e imaginadme a través de Jesús; mas recordad que Él os dijo: "Quien conoce al Hijo conoce al Padre". 20. Cuando améis, cuando os sintáis impulsados a practicar la caridad, cuando tengáis que perdonar, figuraos a Jesús, sentidlo, dejadlo que viva en vuestro corazón. Entonces seréis en verdad semejantes a vuestro Padre, tanto en el amor como en que vosotros espiritualmente no tenéis forma, porque sois luz. 21. Humanidad amada: Os contemplo cansada y agobiada por el peso de vuestras faltas; me pedís un bálsamo que cure vuestro espíritu y vuestra materia, y Yo os digo: Emprended una lucha con vosotros mismos, penetrad en vuestro interior y conoceos. Juzgaos con la luz de vuestra conciencia para que sepáis por qué padecéis en este tiempo; y así, llenos de firmes propósitos de obedecer mi ley, podáis arrancar el germen del mal y ser sanos. La mala hierba será cortada de raíz y arrojada al fuego. No es el hombre la mala hierba que crece en la tierra, sino el pecado, la ignorancia que se ha multiplicado, invadiendo los corazones; pero mi palabra viene a iluminar al espíritu humano, mis inspiraciones y revelaciones detendrán el avance del mal y convertirán el corazón del hombre en tierra fecunda, y en esas tierras Yo sembraré mi semilla hasta hacerla fructificar abundantemente. 22. Soy el doctor que viene en busca del enfermo. Cuando cansados de sufrir os encontréis y no halléis una mano piadosa que os cure, venid a Mí, orad y penetrad en comunión Conmigo y Yo derramaré el consuelo que necesitáis; no juzgaré vuestro pasado, os conduciré al camino del cumplimiento y paso a paso os transformaré en hombres de buena voluntad. 23. Prometeos a vosotros mismos enmendaros; no juréis ante Mí, porque la carne es frágil y puede traicionaros. 24. Cuando los tiempos sean adversos, no desesperéis, no blasfeméis; resistid las tempestades, aceptad las pruebas y vuestro espíritu se acrisolará y alcanzará a perfeccionarse. 25. Yo detendré la ambición de los hombres. La destrucción tendrá un límite, y después del día, de que os han hablado los profetas, en que la soberbia humana será abatida. Yo concederé a cada criatura la paz, según sus méritos, y una nueva aurora brillará para este mundo. ¿Quién puede penetrar en mis altos juicios? ¿Quién osará destruir lo que Yo he formado dentro de vosotros? El espíritu es intocable; si destruyen el cuerpo, quedara el espíritu cuya esencia es inmortal, y la conciencia como una ley seguirá guiando los pasos de éste, hasta que llegue a Mí. 26. Todo aquél que se doblega ante el juicio divino, encontrará el cauce que conduce a la perfección. He señalado el destino de cada espíritu; su principio y su final están en Mí. A lo largo del camino le esperan grandes dichas. Librará una batalla después de otra; más en todos sus pasos, me encontrará y mi amor le fortalecerá. El Padre no se apartará del hijo y cuando éste haya retornado al seno divino, habrá fiesta en los cielos y alegría en este mundo. Entonces, Maestro y discípulos reunidos podrán encontrarse. 27. En verdad os digo: No sólo en este mundo tengo discípulos; también en el más allá los espíritus reciben mi enseñanza y escuchan esta misma palabra que vosotros oís; aun aquéllos que por su elevación y luz son maestros, se acercan a escuchar la palabra del Divino Maestro. Así como en vuestro mundo existen diferencias materiales, de acuerdo con la preparación que cada uno posee, también en el mundo espiritual hay muchos peldaños en la escala de perfección. 28. Así como vosotros venís a oírme para saber cómo debéis desempeñar vuestra misión, también los seres de luz se disponen a escucharme para servir cada vez mejor a su Padre; por eso siempre que os hablo, me encuentro rodeado de multitudes. En esa hora unos y otros se unen con lazos divinos de amor. 29. En el valle espiritual no se distinguen unos de otros, nadie es desconocido; existe una gran atracción y caridad entre todos. Esto mismo deberá hacer el pueblo espiritualista en las naciones, las religiones y las sectas, hasta lograr la fraternidad entre la humanidad. 30. Los nuevos discípulos verán realizarse las profecías que anunciaron el reino de Cristo en el universo. 31. Sabed que aquéllos que en otros mundos habitan, desde ahí me sirven y reciben mis órdenes; vendrán a vosotros como cirineos y compañeros de viaje, manifestando en vuestro camino su fuerza y su luz; ellos os hablarán por medio del don de revelación; así mismo las generaciones futuras, las que darán un paso más adelante del vuestro, recibirán en su entendimiento la luz de grandes espíritus. 32. Reconoced por todo esto que os revelo, que no todo lo que acontece en vuestro mundo es obra de los hombres; sabed descubrir la influencia del mundo espiritual en vuestra vida. 33. Mi enseñanza os ha dado el conocimiento suficiente para romper los velos del fanatismo y la ignorancia, esos velos que os impiden contemplar la verdad. 34. Dejad libre a vuestro espíritu, ante el cual se abren espacios infinitos; no le sujetéis a creer tan sólo en las formas que crea vuestra imaginación. Dejadlo que se inspire en mis lecciones, que descubra y que vea, así adquirirá la sabiduría. Si queréis ser grandes de espíritu, ayudadlo en su desarrollo, no lo estanquéis en el fanatismo. Todo evoluciona, todo cambia y se perfecciona; sólo mi ley es inmutable e inconmovible, porque siempre ha sido y será perfecta. Ella es la guía del mundo, es el consuelo divino, la luz que inspira el bien. 35. Mañana hablaréis bajo mi inspiración y, mientras llega ese momento, el mundo espiritual penetra en el corazón del hombre para orientar a la humanidad hacia el camino que la conducirá al reino de paz. 36. Mi voluntad ha escogido pecadores, porque no vine a buscar justos; esos ya están a salvo; mas ya os ha entresacado mi caridad; mostrad a vuestros hermanos vuestra vida como un espejo, como un ejemplo y una prueba de regeneración. 37. Sé de las luchas que existen en vuestro propio espíritu, de las debilidades de vuestro corazón, de que a veces no encontráis fuerzas para salir avante en las pruebas, y es cuando eleváis vuestra súplica al Maestro pidiéndole venga en vuestro auxilio, es cuando ante Él os confesáis indignos de mis dones y mis gracias. 38. Por eso me he acercado a vosotros y os he dicho: Bebed de la esencia de mi palabra, porque ella es mi propia sangre, la cual os lavará y os salvará. 39. Los espíritus se extasían escuchándome, los corazones laten apresuradamente al recibir la luz de mi palabra, los labios empiezan a balbucir las primeras frases de espiritualidad; son los de los nuevos discípulos que nacen a la vida verdadera. 40. Yo vi vuestra pequeñez y vuestra pobreza, al mismo tiempo que una gran humildad y conformidad en vuestro espíritu, y cuando el momento propicio hubo llegado, vine a traeros vuestra heredad. 41. Cuando las multitudes comenzaron a llegar a los lugares donde se manifiesta mi palabra, sólo contemplé corazones huérfanos. Escuchasteis entonces mi palabra, cuya esencia, como un bálsamo poderoso, hizo el milagro de levantaros a la vida. 42. Sólo mi palabra, sólo esta doctrina podía enseñaros a buscar en vuestro ser la existencia de vuestro espíritu, sus potencias, sus atributos, sus misiones. 43. Ahora, cuando comenzáis a conoceros, empezáis a experimentar una gran confianza en la vida, una fe real y verdadera en Mí, una paz que antes no conocisteis. 44. ¿No creéis que sea justo que vuestro espíritu conozca el camino por donde debe ir? Eso es lo que Yo he querido al daros mi enseñanza. Recordad que desde aquel tiempo os dije: "Yo soy el camino, quien viene por él, no tropieza". 45. No sólo los que me escuchan a través del entendimiento de estos portavoces serán sabios; no, Yo estoy preparándolo todo para que mi palabra, aun después de dejar de manifestarse por estos conductos, llegue a todos los lugares de la tierra, pues mi mensaje es para todos los pueblos que forman la humanidad. 46. Multitudes, que llegasteis enfermas y que os habéis sanado con el bálsamo de mi palabra, comprended que no sólo vinisteis a sanar del mal que os aquejaba; comprended que la verdadera finalidad de mi llamado ha sido la de revelaros la misión espiritual que debéis cumplir para con vuestros hermanos. 47. No os concretéis a regocijaros por haber recobrado vuestra fe, buscad también para vuestro espíritu el goce que dan las obras de caridad. Que vuestro testimonio no se concrete a decir: El Maestro me sanó, sino que además hagáis lo mismo con vuestros semejantes, porque entonces si estaréis cumpliendo para Conmigo y para con ellos, estaréis dando testimonio del amor de vuestro Padre. 48. Quien no sienta caridad hacia los necesitados, quien no experimente en su corazón el dolor ajeno, no habrá dado el paso que es necesario dar en mi camino para llamarse discípulo de Cristo. 49. Os he encontrado endurecidos, indiferentes y egoístas para los demás y he empezado por derramar mis beneficios en vosotros, endulzando vuestro corazón y sensibilizando fibras, para que más tarde pudieseis fijar vuestra atención en los demás y también olvidaros de vosotros mismos. 50. Hoy el mundo ignora que estoy reuniendo un pueblo cuya voz habrá de oírse un día en todas partes. Yo enviaré a los nuevos discípulos a predicar; pero será hasta que les encuentre preparados, cuando sepan enfrentarse a la lucha, y los hombres no los puedan hacer callar porque antes, les habrán dado pruebas rotundas de mi verdad. 51. La humanidad no sabe de los dones que estoy revelando a este pueblo, que son los dones que todo hombre y todo espíritu posee. Cuando mis discípulos hayan desarrollado dichos dones y se hayan preparado, podrán dar un testimonio amplio y verdadero a sus hermanos. 52. Todavía tendrá que luchar mucho este pueblo para alcanzar su preparación y su espiritualidad; muchas pruebas tendrá que pasar para purificarse de las lacras que aún le acompañan; mas mi palabra, dicha en estos tiempos, se cumplirá, como se ha cumplido la que en los tiempos pasados revelé a la humanidad, y veréis extenderse la semilla espiritual por todos los caminos de la tierra, como un torrente incontenible de aguas cristalinas, lavando, purificando, arrastrando todo lo malo, fertilizando los campos, llevando la vida y la verdad a todas las comarcas. 53. ¿Qué significa la fuerza de los hombres ante mi poder? ¿Qué podrá la oposición de los pueblos materialistas contra la fuerza infinita de la espiritualidad? Nada. Yo he permitido que el hombre vaya hasta el límite de sus ambiciones y hasta la cumbre de su soberbia para que compruebe que el don de libre albedrío de que fue donado por su Padre, fue una verdad; mas allí, llegando al límite, abrirá los ojos a la luz y al amor para inclinarse ante mi presencia, rendido ante el único poder absoluto y la única sabiduría universal que es la de vuestro Dios. 54. Luchad y perseverad, pueblo, y en verdad os digo, que Yo os concederé contemplar el cumplimiento de mi palabra 55. Sentid, discípulos amados, cómo se manifiesta el amor divino cuando os arrepentís de vuestras faltas; mi Espíritu se encuentra entonces de plácemes ante los hombres. 56. A través del entendimiento humano me habéis tenido como Padre comprensivo y tierno, corrigiendo con sabiduría y paciencia infinita vuestras imperfecciones. 57. En este tiempo he venido a dejaros en palabras sencillas la expresión más sublime de lo que es la espiritualidad. He venido a enseñaros la forma más práctica de cumplir, para que el discípulo de esta obra camine sin tropiezos por el sendero trazado por mi caridad desde la eternidad. 58. El espiritualismo no viene creando nuevas leyes, sólo os revela la forma de ascender y caminar sin estacionarse, dentro de la ley de todos los tiempos. 59. El espíritu originalmente es puro y, si se ha contaminado de impurezas en el mundo antes tendrá que purificarse hasta alcanzar el triunfo en esta causa a él encomendada. 60. El espiritualista, por convencimiento, debe eliminar de sí mismo todo lo que juzgue que le origina atraso; porque mi palabra no será impuesta por el temor, ella convertirá y persuadirá haciendo sentir su verdad y su amor, como la doctrina de Cristo en el Segundo Tiempo tampoco fue impuesta. 61. Hoy Cristo, el Maestro, os dice: Ese milagro de transformarse por mi palabra, lo hace la fe. 62. ¿Quién duda en este tiempo de mi presencia? ¿Quién puede limitar las facultades de quien todo lo puede? ¿Quién podrá impedir que el Maestro venga a manifestarse por una criatura humana, que es su obra maestra, hecha a su imagen y semejanza en cuanto al espíritu? 63 De esta explicación que os doy, tomad su contenido como arma para que expliquéis el mañana estas manifestaciones al incrédulo. 64. Os veréis asediados por las preguntas de los necios y de los enemigos de esta causa, mas no temáis, que Yo estaré con vosotros. Antes os he dejado conocer los caminos, las encrucijadas y los peligros para que, conociendo el bien y el mal, sepáis descubrir siempre el camino verdadero, que os volverá a vuestro origen, al seno del Padre, de donde brotasteis. 65. Si el hombre mora en la tierra, es por voluntad del Padre; por El respira y vive; y de esa forma humana tomó vuestro Señor para vivir en el mundo y dejar que el bien y el mal a Él se acercaran, dejándose tentar en su humildad. Si Yo me hice hombre por amor, para vivir entre vosotros, ¿Por qué no había de manifestarme por medio del entendimiento del hombre, a quien tanto amo y a quien busco para ayudarle a salvarse? 66. Todo ser humano siente vivir dentro de sí a su propio espíritu y siente a veces el anhelo de una mano invisible que se tienda hacia él. Cuando la pena invade su corazón levanta su vista al cielo en busca de resignación y grita desde lo más profundo de su ser para ser oído. ¿Cómo puede pensar que su voz llegue al Creador y que su rostro afligido sea visto por El? ¿Cómo puede abrigar la idea de que su Señor le conozca? Porque en el espíritu existen facultades que lo hacen presentir y conocer al Padre para implorarle, cuando lo que busca no lo encuentra en la tierra; si así llegáis a comprender mis lecciones, ¿Por qué no creer que Dios se pueda manifestar por medio de los atributos del hombre, si éste es parte de Dios mismo? 67 El hombre, por muy materialista que sea, presentirá un poder que se encuentra por encima de todo, y ese presentimiento o intuición de mi existencia le convencerá de que estas manifestaciones están sujetas a un principio de verdad, de justicia y de amor. 68. Cierto es que ha sido necesario que el hombre donado para este servicio tuviese el convencimiento suficiente para desempeñar tan delicado cargo, y que cuando no supo apartar a tiempo las flaquezas e inclinaciones hacia lo material para recibir mi rayo divino, la manifestación no tuvo el esplendor exterior que los oyentes siempre ansiaban, aun cuando detrás de las imperfecciones de la materia estuvo siempre presente la esencia y la verdad del Divino Espíritu. 69. Si al estudiar mi palabra encontráis alguna diferencia en la expresión, que esto no os confunda, porque no tiene importancia; la inspiración llega a todos los portavoces y ellos le dan la expresión, según la perfección que haya alcanzado dentro del lenguaje 70. Buscad la esencia, que es la que debéis de llevar con vosotros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 193 1. Vuestro espíritu viene a recibir mi enseñanza y Yo le doy la bienvenida. 2. Discípulos: Debéis estar alerta porque los hombres se levantarán a escudriñar mi obra, a la que algunos juzgarán basada en ciencias materiales; entonces vosotros la daréis a conocer como la doctrina espiritual que transformará al mundo. 3. No es que venga en contra de la ciencia, ya que la ciencia es saber, conocimiento, luz; es que mi enseñanza está sobre todo conocimiento humano. En mi palabra vengo a explicaros el espiritualismo, que quiere decir, conocimiento de lo espiritual, de lo divino, conocimiento de una vida superior, que está más allá de todo lo que es materia. En verdad que Yo bendigo la ciencia que los hombres han desarrollado en beneficio de la humanidad. 4. Este es el tiempo en que se hablará mucho de espíritu y de ciencia. La ciencia no es sólo privilegio de los que se preparan materialmente para conocerla, porque ella es luz que brota del espíritu, el cual la recibe de Dios. 5. Mi divina enseñanza es una ciencia superior que os enseña a perfeccionar el espíritu; además os he dado el cerebro y el corazón, para que ahí pulimentéis vuestra inspiración y vuestros sentimientos 6. El conocimiento que os estoy dando, no tiene límites, es universal, es infinito, en él encontraréis el verdadero saber de la vida espiritual y de la vida material. 7. Os encuentro ya capacitados para comprender mi enseñanza y penetrar en sus misterios. Por medio de la ciencia material estáis conociendo las leyes que rigen a toda la creación y que está condensada en vuestro propio cuerpo, y cuando habéis estudiado mucho y llegáis a conocer las leyes que antes eran un misterio para vosotros, os encontráis ante los umbrales del más allá, donde os espera el corazón del Padre quien trata a cada instante de comunicarse con vosotros. ¿Qué podéis ignorar conociendo mi doctrina? 8. Por eso os digo que mi humilde enseñanza os da el conocimiento superior que impedirá que vuestro corazón flaquee en presencia de los sabios de este mundo. 9. Para que vosotros reveléis el significado de cualquier acontecimiento de la naturaleza o de vuestra vida, no tendréis que recurrir a los libros de ciencia para consultarlos; os bastará preparar vuestro entendimiento y limpiar vuestro corazón, para que de vuestros labios fluya la inspiración. 10. Si vosotros, estando dentro de mi obra, os sintieseis inferiores y despreciaseis la ayuda que podéis alcanzar con vuestra oración, os llamarán torpes e ignorantes. 11. Comprended que cuando Yo os he dicho que en este tiempo he venido a comunicarme con vosotros a través del entendimiento de seres ignorantes, he querido manifestaros que para mí comunicación no escogí a los que vosotros llamáis sabios o filósofos; sin embargo, un cerebro que deja pasar mi inspiración, revela luz en el espíritu y la luz es sabiduría. 12. Nuevamente os digo: Luchad, porque mientras el espíritu se encuentra en camino de evolución, estará expuesto a las tentaciones. Por eso os enseño y os doy fortaleza, para que venzáis vuestras malas inclinaciones. Si vuestro espíritu está fuerte, él dará fuerza a la mente y voluntad firme al corazón para vencer los deseos de la carne. Cuando falta luz al hombre, su espíritu no evoluciona; entonces todas las vicisitudes repercuten con fuerza en su corazón y es como una barquilla que naufraga en medio de la tempestad 13. Cuando el hombre está preparado espiritualmente, es como si llevase una coraza invulnerable contra las acechanzas de la tentación. 14. A vosotros os he revelado estas enseñanzas, para que cuando por un instante caigáis o tropecéis en el camino, reconozcáis vuestra falta y busquéis el camino de la enmienda. 15. Si os portáis con humildad, vuestro caudal espiritual aumentará en la vida que os espera. Entonces obtendréis la paz, que os dará la sensación más hermosa de vuestra existencia. Nacerá en vuestro espíritu el anhelo de servir al Padre, siendo un fiel guardián de lo creado por El, siendo un consuelo para el que sufre y la paz para el que no tiene sosiego. 16. No es sólo mi palabra la que os anuncia mi presencia en estos momentos, es vuestro propio espíritu, el que me siente profundamente. 17. Os doy la bienvenida. He aquí la esencia de mi palabra que viene a alimentar vuestro corazón para que sus sentimientos armonicen con el espíritu. Sin conocer vuestras ciencias ni filosofías, estáis adquiriendo sabiduría. Sois videntes y tenéis dones de intuición y revelación, por medio de los cuales recibís mi inspiración. 18. Antes de que en mi ley se unan los hombres, habrá rumores de guerra. La humanidad se depurará y entonces vendrá el reinado del Espíritu Santo. 19. A vosotros toca interpretar la palabra que el Maestro os dio a través del entendimiento del hombre. No hagáis doctrinas que os dividan de mi divina enseñanza, porque ella es la doctrina universal que os unirá a todos. 20. Comprended que sois capaces de doblegar la reaciedad de la materia para llevar a la práctica mis lecciones. Haréis bien, sembrando amor y caridad, y con ello habréis dado luz y progreso a vuestro espíritu. 21. Os dejo como responsables de esta palabra que habéis oído, la cual entregaréis con la pureza con que la habéis recibido. 22. Mi venida en este tiempo es una nueva invitación al camino de la ley, y toda la esencia de esta palabra se resume en aquella máxima que ha tiempo os enseñé: "Amaos los unos a los otros". 23. Sed conformes con las pruebas, mirad que no sois un pueblo desheredado sino aquél que, en una u otra forma siempre ha gozado de mis complacencias. 24. María, la dulce Madre, también viene a través del entendimiento humano a daros su caricia y a llenaros de fortaleza para que no os sorprenda el cansancio en vuestra vida. 25. Bienaventurado el espíritu porque él contempla la faz de su Padre. Bienaventurados vosotros que habéis alcanzado libertad de pensamiento y habéis rechazado formas y dogmas para buscarme. Mi enseñanza ha venido a iluminar vuestro entendimiento y ahora sabéis que la obra, los sentimientos y la limpidez de corazón, son la mejor forma de rendir culto al Padre y dar cumplimiento a su Ley. Así llega a la comunicación perfecta del hombre con su Creador, la comunicación espiritual donde el hijo puede decir: Padre, hágase en mi tu voluntad, y el Padre pueda contestarle: "Amaos los unos a los otros, como os amo Yo". Esa voz resonará en la conciencia de todo aquel que así se eleve. Esa voz modelará el corazón y el espíritu de quien se acerque a Mí. Esa comunión será como un bálsamo para el espíritu que en esta vida se acrisola y se purifica a través de la materia, para adquirir sabiduría y llegar a conocer a su Creador. 26. Por eso os he dicho que lo que aprendáis en este mundo, os servirá para el camino que conduce al espíritu a la vida eterna. Si cumplís en esta vida vuestra misión y aprovecháis de ella sus lecciones, cuando dejéis la materia seréis semejantes al rocío que desciende de las flores, porque vendréis a inspirar el bien a los corazones. 27. Sentid a vuestro Señor en vuestro espíritu y sentid el supremo goce de morar en El, porque Jehová, el Creador, está en todo y esa alegría debe aumentarse en vosotros al contemplar que he venido nuevamente comunicándome por el entendimiento humano, para seguiros entregando mis lecciones. Unid vuestra alegría a la que se desborda de mi mundo espiritual, esos seres que vienen a deciros en su mensaje, que su mundo, con ser infinitamente mayor que el vuestro, es sólo un átomo del mundo de perfección. 28. Estas horas que pasáis Conmigo, no las habéis perdido, son luz para vuestro espíritu, porque él se ilumina con la sabiduría del Maestro. Si del fondo de vuestro ser surge una voz que diga: Maestro, creo en vos, porque con vuestra palabra no sólo le dais sabiduría a nuestro espíritu, sino también fortaleza y esperanza para soportar los dolores de esta vida, en verdad, habrá hablado vuestro espíritu. 29. Hoy estáis aprendiendo a conversar Conmigo, saturándoos del sentido espiritual de mi enseñanza. 30. En éste, que es el último tiempo de complacencias, os recomiendo que cumpláis con mis mandatos. Os dejaré mi legado de amor por medio del cual los hombres se unirán entre sí y todos con el Señor. 31. Vuestro corazón me dice: Maestro: ¿Después del año de 1950 a quién nos acogeremos? Yo os contesto: A mi palabra, que cual testamento os dejaré impresa. 32. Vosotros os quedaréis unos instantes en la tierra para que cumpláis mis órdenes, y al anunciaros mi inminente partida os diré como en aquel tiempo a los apóstoles: "A donde Yo voy, vosotros no podéis ir ahora, más el tiempo llegará en que vosotros iréis a donde Yo voy ahora". 33. Para ayudaros a escalar, mis palabras consoladoras descienden hasta vosotros. Cada una de ellas es un rayo de luz que viene a iluminar vuestra mente para que conciba sentimientos e ideas dignas de vuestro Padre y de vosotros mismos. 34. El espiritualista será reconocido por su palabra humilde y sencilla en su forma, pero profunda en su sentido. 35. El espiritualista no buscará el bien propio, sino sabrá darse enteramente a los demás. Ese discípulo vendrá a llenar un hueco en el corazón de la humanidad; ayudará a sus hermanos a perfeccionar su idea respecto a Dios. En verdad es fácil servir y vivir en armonía con los demás. 36. Los apóstoles de esta doctrina harán comprender al mundo que no es menester me ofrezcan recintos o templos llenos de lujos, para desagraviarme por las ofensas que hayan cometido contra su Padre o sus hermanos. 37. Cuando el hombre sepa que él es más esencia que materia, ofrecerá a su Señor las flores de la parte eterna de su ser: su espíritu. 38. Fuerzas contrarias se opondrán al desarrollo de la espiritualidad, porque lo que se ha creído y practicado y que ha reinado por siglos, algunos no querrán que caiga. 39. Mi divina enseñanza no viene a imponerse por la fuerza, ni a infundir ningún temor. Ella penetrará dulcemente en el espíritu y en el corazón por la persuasión, por su verdad, por su justicia. 40. En todas partes del mundo los hombres buscan el porqué de lo que llaman fenómenos y que son las manifestaciones propias de la evolución de todo en la creación. 41. Mucho ha aprendido la humanidad, es grande la diferencia que existe entre la que hoy habita la tierra y la de los tiempos pasados. También espiritualmente tendréis gran adelanto, que os asombrará cuando lo comparéis con el atraso espiritual en que vivías. 42. Estad preparados para cuando la lucha venga, fortaleced vuestra fe y templad el espíritu para enfrentaros a los que van a combatir. Aún está mi Verbo con vosotros para daros los toques finales y haceros las últimas recomendaciones. 43. Quiero que estéis íntimamente convencidos y firmes en seguirme hasta el final. Vuestro corazón me dice: ¿Acaso dudáis de nosotros, Maestro? Y Yo os digo: ¿No habéis hecho muchas veces juramentos de seguirme, y en un instante de prueba os ha llegado la duda? 44 No os impongo condiciones, ni os exijo sacrificios. Sólo os hago saber que el bien que hagáis a vuestros semejantes, es un bien que os haréis a vosotros mismos. 45. Dad mi enseñanza y haced toda la caridad que podáis sin lucrar con ello. No engañéis a nadie. Si aún falta pureza a vuestros actos, es tiempo de que os corrijáis; confiad en Mí, en vuestro Maestro. 46. Hay veces en que imploráis mi fuerza para poder servir a vuestro hermano, sabiendo que vosotros también sois pobres en el mundo; os asusta la miseria y flaquea vuestro corazón. En esos momentos no confiáis en Mí. 47. Cuando el sufrimiento os embarga, pedís que al instante desaparezca porque os parece insoportable. Es que no existe perfección en vosotros porque le falta desarrollo a vuestro espíritu. No creéis merecer la purificación, no alcanzáis a descubrir que el dolor es muchas veces sólo una lección para que después comprendáis mejor al que sufre. 48. Aprovechad completamente vuestra estancia en la tierra, sufrid con amor, elevación y paciencia, para que aquí mismo os purifiquéis de vuestras manchas, y cuando el dolor pase y en vuestro corazón penetre nuevamente la paz, gozadla y prolongadla. Hasta con vuestra manera de sufrir tendréis que dar ejemplo y enseñanza. No quiero que al espiritualista se le juzgue elocuente en su palabra y reprobable en sus actos. Debéis siempre confirmar vuestra fe y vuestras palabras con obras dignas. 49. No olvidéis que cuando imploréis mi ayuda, Yo ya me habré anticipado a limpiar vuestro camino. 50. Cumplid de acuerdo con vuestra conciencia, para que llegado el instante de vuestro juicio, podáis responder de vuestros actos. De Mí no esperéis castigo; mi justicia jamás ha castigado; no tendría entonces fuerza mi amor. Cada quien es su propio juez, y cuántas veces he tenido que salvaros de vosotros mismos porque dentro de sí lleváis el enemigo que es la maldad, el egoísmo, la vanidad. 51. Por todo esto comprenderéis que no basta al espíritu una vida para purificarse. 52. Llegará el instante en que podáis fungir como maestro; entonces Yo estaré con vosotros para ayudaros en los momentos difíciles. 53. En vuestro corazón me decís: Padre, bendito seáis porque habéis venido hacia nosotros, ya que nosotros no hemos podido ir a Vos. 54. De vuestra vista desaparece el hombre por el que me estoy comunicando y sólo queda mi esencia divina que recoge vuestro espíritu en los instantes de mi comunicación. 55. Bien sabéis que estas materias nada tienen de divino, que sólo son instrumentos que transmiten mi mensaje; por eso es que dejáis escapar libremente a vuestro espíritu lejos de toda influencia material, para gozar de mi presencia. 56. Con frecuencia os hablo del verdadero cumplimiento que desempeña el portavoz, para que sepáis hasta qué punto puede él dar perfección a su palabra, hasta qué límite llega su capacidad de entendimiento, y entonces podáis analizar con justicia cada una de mis manifestaciones, con pleno conocimiento de lo que debéis atribuirme, como es la sabiduría y la esencia, y lo que debéis conceder al portavoz, que es su buena preparación; de esta manera no podréis caer en errores, atribuyéndome las imperfecciones de aquéllos por quienes me comunican, o por el contrario, atribuyendo al portavoz la sabiduría y el poder que mi Espíritu entregó por su conducto. 57. Así os hablaré con frecuencia, porque estáis en peligro de fanatizaros con la forma material de esta obra, forma que ha representado el portavoz, por ser el instrumento de mi comunicación. 58. Si no meditáis a tiempo sobre todo esto, vuestro apego a todas las prácticas materiales va a ser tan grande, que no podréis libraros de vuestra materialidad cuando el instante de la prueba llegue. ¿Cuál es ese momento de prueba de que hablo? Es aquel día en que habré de daros mi última palabra a través de un portavoz. 59. Yo no he mantenido en secreto la fecha señalada, a fin de que todos os encontréis preparados para ese día. 60. Es grande este pueblo y muchas son sus ramas; sin embargo, no existe un recinto en donde no hubiese expresado mi voluntad de dar por concluida mi comunicación en el año de 1950. 61. Todos sabéis que esta comunicación no será eterna, que desde los primeros días de mi manifestación hice saber al pueblo, que sólo por un tiempo me comunicaría en esta forma con los hombres. 62. Otras revelaciones que he hecho en todos los recintos donde ha vibrado mi palabra es aquella en la que os he dicho, que estáis destinados a comunicaros de espíritu a Espíritu en el futuro, es decir, ya sin mediación de los hombres, de símbolos o cultos externos. 63. Lo mismo en el recinto que da albergue a grandes multitudes, como en el humilde lugar donde se reúnen unos cuantos discípulos, lo mismo en las grandes ciudades, que en las provincias y en pequeñas aldeas, la esencia de mi obra se ha manifestado; estáis capacitados para dar el paso con firmeza hacia la espiritualidad; os he fortalecido en cada una de mis lecciones para que, llegada la hora decisiva en que tengáis que demostrar vuestra obediencia, humildad y amor al Maestro, sepáis imitarle, sacrificándoos si es necesario y renunciando a lo que por mucho tiempo fue vuestro aliciente, con el pleno conocimiento de que esta renunciación significará para todo el pueblo un gran paso de adelanto en el sendero de la espiritualidad. 64. Si no escucháis estas lecciones de preparación, habrá un despertar muy doloroso para quienes no les dan ahora la importancia que ellas encierran. Ese despertar podrá ser el día de mi partida o tiempo después, pero siempre será doloroso. 65. Quiero evitaros las pruebas a que puede conduciros una desobediencia, una mala interpretación o una necedad; más si después de cuanto os he enseñado y prevenido, alguien creyéndose más fuerte que YO, más sabio y con más derecho que Yo a dictar órdenes, a sabiendas no cumpla con lo que Yo he ordenado, habrá redactado y firmado su sentencia, cuya magnitud estará de acuerdo con las dimensiones de su falta. 66. Donde más haya florecido mi palabra, será donde haya mayor responsabilidad, porque fue donde más brilló mi enseñanza y se definió más mi obra; por lo tanto, de esos lugares deberá salir el mejor ejemplo hacia los demás, hacia los pequeños, para que todos hagan mi voluntad 67. Mientras unos llegan de distantes lugares, otros llegan de cercanas comarcas, todos en pos de esta palabra que llena de paz a vuestro corazón. No preguntéis a la humanidad, si es verdad que me he manifestado en este tiempo. ¿Qué podrán deciros los que ignoran mi venida y mis nuevas revelaciones? En el fondo de vuestro corazón está mi palabra y en vosotros mismos hallaréis su sentido. 68. Os he llamado, os he escogido; no han sido órdenes de los hombres, ha sido mi voluntad la que os ha acercado a estos humildes lugares donde escucháis mi palabra. Ha tiempo que os estaba llamando para que escuchaseis mis enseñanzas, porque esta manifestación está próxima a terminar. Unos llegaron a temprana hora y muchos se recrearon, otros llegaron tardíamente, pero sabrán aprovecharlas. 69. No fue la casualidad la que os trajo a este camino. Sois el pueblo de ayer, de hoy y de siempre, el pueblo a quien se le han dado vestiduras a través de las cuales sólo Yo os he podido reconocer. Yo que soy el Padre que vigila los días y las noches del hijo amado, he llegado a vosotros para haceros un nuevo llamado y revelaros que sois espiritualmente los mismos a quienes en tiempos pasados se les trazó el camino de la vida y la verdad. 70. Esta existencia es una oportunidad más que se os ha, confiado para que la aprovechéis cumpliendo mis leyes y mandatos. Los tiempos han pasado, hoy he venido a haceros el llamado a través de los entendimientos preparados por mi Divinidad 71. Elías se manifestó espiritualmente por los cerebros, de los cuales después Yo me serví, y por esos conductos recibisteis la explicación de las revelaciones pasadas. Por el entendimiento de los primeros fueron preparados los que habían de seguirles en la senda, los que más tarde se multiplicaron, dejando escuchar mi voz en muchas comarcas. A éstos los he llamado portavoces. 72. Hoy que faltan tres años para que mi palabra cese, vengo a pedir de esos corazones que transmitan la inspiración pura del Altísimo y que, penetrando en su propia conciencia, reconozcan que tanto su labor como mi palabra habrán de alcanzar su culminación en estos últimos instantes. Para ello es menester llegar al sacrificio, para conservarse dispuestos y preparados cual nunca lo estuvieron antes. 73. Les acecharán las tentaciones, pero no estarán solos, porque a su diestra y siniestra posaré ángeles o espíritus de luz que velen por sus pasos. 74. Hasta hoy la humanidad no ha sabido comunicarse espiritual y directamente Conmigo. Es por ello que siempre he enviado a los seres de luz por quienes he hablado al mundo. ¿De qué os sorprendéis ahora, si Yo hablé por la boca de Moisés y de los profetas a la humanidad? Muchos seres en el más allá me piden, les envíe al mundo a encarnar para prestarle ayuda a esta humanidad que sucumbe; mas Yo les he dicho: Los mensajeros ya están en la tierra; ya se encuentran designados y diseminados por el mundo mis emisarios. Todos ellos forman parte de mi pueblo, y tendrán que dar pruebas de su fortaleza y elevación. 75. A Mí no llegaréis con vuestras manos vacías ni con el trigo vano, porque no os sentiréis dignos ni de pensar en Mi. 76. Mirad a los hombres en diferentes lugares del mundo y a través de diversas religiones esperando el rayo de mi luz y esperando que mi voz les hable. Oíd sus plegarias y sus súplicas, oíd como imploran mi venida diciéndome: Padre, ha mucho tiempo estamos esperándoos y no habéis aparecido; ya hemos sufrido mucho y vos, nuestro Salvador, no habéis venido en nuestro auxilio. 77. Despertad de vuestro sueño, discípulos, para que dejéis que la humanidad conozca mi obra espiritual; entonces diré a aquellos que me aman: Esperad un poco más, que pronto llegará el instante en que me sintáis aproximarme a vuestro corazón. 78. Discípulos: Fortaleceos en mi palabra, y si por momentos debilitáis después os levantaréis con grande ánimo. Tened serenidad y vivid alerta. 79. Haced que la humanidad crea en mi venida por vuestros propios actos. Consagrad vuestro hogar al bien, a la caridad, al amor, pero no sólo para los que dentro de él moren, abrid sus puertas y dejad que por ellas penetren los menesterosos, los enfermos, los tristes. Con la caridad con que os he recibido en estos recintos, recibid en vuestros hogares a vuestros hermanos. 80. Estudiad mi palabra, analizad cuanto os he dicho; no es menester que busquéis los libros de la tierra para instruiros en lo espiritual Yo he sido vuestro libro y mi mundo espiritual una de sus páginas; acudid a él. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA No. 194 1. Mi amor es con vosotros. Acercaos a esta fuente, caminantes de la vida; venid y bebed, oh corazones angustiados, manos que os extendéis menesterosas hacia Mí, llevad mi caridad, descansad todos aquí, bajo la sombra del árbol de la vida. 2. No todos veáis llorando, también entre las multitudes están aquellos que vienen agradecidos por los últimos beneficios recibidos, y en su corazón me dicen: Gracias, Padre, vuestra caridad es infinita con nosotros. 3. Es el Espíritu eterno del amor el que está entre vosotros, Aquél que en otro tiempo se hiciera hombre para habitar con la humanidad, salvándola del vicio, del pecado y las tinieblas. 4. Soy el mismo; los tiempos no pasan sobre Mí, son ellos los que están bajo mi voluntad. Es por eso que vengo a recordaros vuestro pasado y a anunciaros lo que seréis en el mañana. 5. Vengo a recordaros aquellas palabras que en el Segundo Tiempo escribí en el corazón de la humanidad y las huellas sangrientas del calvario con que señalé mi paso por el mundo. 6. En mi palabra existe la miel que puede endulzar vuestra existencia y apartar para siempre la amargura, que ha sido en todos los tiempos el triste sabor de vuestra vida. 7. Si antes no comprendíais para qué os entregué la tierra, ahora llegaréis al conocimiento de vuestro destino y de vuestra misión, para que no volváis a errar. 8. Salid de vuestro estacionamiento; la misión de todos los espíritus es evolucionar, transformarse y renovarse constantemente hasta alcanzar la perfección. 9. He venido a anunciaros una nueva era, un nuevo tiempo en el que saldréis de vuestro letargo espiritual y ascenderéis un paso más en el sendero que conduce a la cima del Monte. Mas no sólo mi palabra os anuncia el nuevo tiempo y os habla de evolución y de perfeccionamiento; también la naturaleza que os rodea lo demuestra a través de su lenguaje que no queréis oír ni entender. También ella se prepara a dar un paso hacia la perfección, porque a medida que los tiempos pasen, su seno irá siendo albergue de seres más evolucionados y perfectos; por lo tanto esa morada tiene que estar en armonía con quienes vengan a habitarla 10. ¿No habéis notado ninguna señal en los elementos, en las estaciones, en el firmamento, en la tierra o en los mares? ¿Estáis ciegos y no contempláis esos signos de que os hablo, o sordos para no escuchar sus voces? Sabed y anunciadlo a la humanidad, como lo hacían los profetas de los tiempos antiguos, que pronto habrá de estremecerse vuestro planeta en todos los órdenes, como un árbol cuando lo sacude el huracán; así será estremecida la tierra y quedarán en las ramas del árbol sólo las hojas que tienen vida, porque las secas serán desprendidas y arrastradas por el torbellino. 11. Aquellos días serán de prueba para todos los hombres y sólo en la oración y en el bien encontrarán refugio y paz. 12. ¡Cuán hermoso seria que surgiese un pueblo en la tierra, que fuese como puerto salvador, que fuese como un faro en las tinieblas y paz en medio de la confusión! ¿No os agradaría a vosotros ser ese pueblo? La palabra que estáis recibiendo encierra y enseña todo lo que necesitáis para poder ser un baluarte de la humanidad en los instantes de la prueba. 13. Mi presencia entre vosotros y la comunicación de mi palabra no han sido sólo por el acaso; todo ello cociera un significado y ese es el de que habéis sido llamados para oír la voz que viene a abrir el nuevo tiempo, para que os levantéis llenos de amor y de fe a extender el mensaje recibido. 14. Cuando esta doctrina surja en toda su pureza y verdad en el mundo, los hombres acudirán a ella como va el peregrino sediento y cansado en pos del oasis a través del desierto. 15. No podéis decir aún que esta enseñanza se haya hecho sentir en la tierra, porque os habéis concretado a recibir mis divinos mensajes. 16. Para que este pueblo se levante llevando la semilla espiritual con toda la luz y la esencia con que Yo os la he confiado, antes pasará por muchas confusiones, cometerá errores, contradicciones y profanaciones. 17. La práctica buena, el culto verdadero y el buen cumpliendo vendrán, cuando los discípulos del Tercer Tiempo den a mi palabra la justa interpretación y con sus obras den testimonio de mis enseñanzas. 18. La espiritualidad no se ha definido aún entre este pueblo, porque no ha logrado deshacerse de viejas tradiciones y costumbres, y al mezclar a mi doctrina espiritual sus prácticas y cultos externos, va impidiendo con ello que los hombres contemplen la verdad de esta obra. 19. En mi arcano reservo grandes prodigios y obras para desbordarlos en el mundo a través de este pueblo, cuando se encuentre preparado. 20. Estoy en espera de la espiritualidad de estas multitudes, a quienes he doctrinado e inspirado el tiempo suficiente para su preparación Hasta ahora no contemplo el fruto que espero. ¿Dónde está vuestra armonía y fraternidad?, ¿Dónde la obediencia, la humildad y la caridad, ajena a todo interés mezquino? 21. ¡Cuán lejos está este pueblo de poder enseñar la espiritualidad al mundo, y cuán lejos de ser el testigo digno de mi palabra! 22. Os he dicho que en la humanidad existe una sed y un hambre del espíritu, que sólo una doctrina pura y clara como ésta podrá mitigar su angustia y salvarle; pero si esta palabra y esta obra no son expuestas en toda su pureza, ¿Qué obra salvadora podrán realizar quienes la enseñen? Por todo esto, una vez que concluya mi comunicación, concederé a este pueblo un tiempo para que medite, ore, se espiritualice y prepare. Así, cuando se levante convertido en emisario de mi palabra, será un discípulo consciente de la misión que va a cumplir y su testimonio será verdadero. 23. Todo el mensaje que este pueblo llevará al mundo, será de consuelo; en él encontrarán los hombres el secreto que encierra cada espíritu, con su caudal de atributos y dones desconocidos hasta ahora. En él encontrará la humanidad la revelación que le enseñará la comunicación de espíritu a Espíritu. 24. Los buenos sembradores del espiritualismo jamás se distinguirán por algo exterior o material. Ni hábitos, ni insignias, ni ninguna forma especial de hablar habrá en ellos. Todo será en sus actos sencillez y humildad; sin embargo si por algo se distinguen será por su caridad y su espiritualidad. 25. Los verdaderos predicadores del espiritualismo, no serán notables por lo florido de su lenguaje, sino por la sabiduría y sencillez de su palabra, pero sobre todo por la verdad de sus obras y bondad de su vida. 26. Recordad que Yo en la tierra no necesité del bello lenguaje exterior para cautivar el corazón de las multitudes, sino que supe llegar a ellas con el amor, con la verdad, con el bálsamo y la sabiduría. Ese es el ejemplo que quiero que toméis en cuenta e imitéis. 27. Tampoco quiero que encerréis vuestro culto en recintos materiales, porque aprisionaréis vuestro espíritu y no lo dejaréis abrir sus alas, para conquistar la eternidad. 28. El altar que os dejo para que celebréis en él el culto que Yo espero, es la vida, sin limitación alguna, más allá de todas las religiones, de todas las iglesias y las sectas, porque existe en lo espiritual, en lo eterno, en lo divino. 29. Discípulos: A pesar de que muchos de vosotros habéis llegado a la ancianidad con el corazón lleno de experiencias, al escuchar en este tiempo mi palabra y recibir mis nuevas revelaciones, tuvisteis que confesar que ante mi sabiduría sólo erais párvulos. 30. Os ha tocado estar en la tierra y escucharme bajo esta forma al iniciarse el Tercer Tiempo, para que pudieseis ser los fieles testigos del Espíritu de Verdad, los que estéis capacitados para explicar al mundo mi doctrina. 31. Este tiempo, llamado por Mí el de la luz espiritual, será de grandes confusiones en su principio. Del hombre surgirán grandes interrogaciones, profundas dudas, incertidumbres y luchas del espíritu. Todo ello será una señal para que el hombre despierte a la vida espiritual. 32. Yo quiero que para entonces, estén despiertos y preparados todos mis discípulos, porque va a ser necesario que de sus labios brote la palabra que venga a disipar todas las tinieblas o que sosiegue la tempestad. Veréis entonces con cuánta rapidez se va a extender la doctrina espiritualista, porque será sentida en todo corazón y calmará el dolor como el agua calma la sed del sediento. 33. La vida entonces cambiará. Las religiones, la moral, la ciencias, la filosofía, todos los conceptos sufrirán grande transformación, y los hombres, conociendo por fin el verdadero sentido de la vida, tratarán de acercarse al cumplimiento de mis leyes de amor, de justicia y caridad. 34. Llegará a comprender el hombre que su reino tampoco es de este mundo, que su cuerpo o envoltura humana es tan sólo el instrumento a través de cuyos sentidos se asoma su espíritu a este mundo de pruebas y restitución. Concluirá por saber que esta vida es tan sólo una magnífica lección ilustrada con maravillosas formas e imágenes, para que puedan llegar a entender mejor los discípulos, o sea toda la humanidad, las lecciones que la vida les da, con las cuales, si las saben valorizar, alcanzarán la evolución de su espíritu y comprenderán la finalidad de la lucha que los va forjando, el dolor que los pulimenta, el trabajo que ennoblece, el saber que ilumina y el amor que eleva. 35. Si esta existencia fuera la única, en verdad os digo que ha mucho tiempo que habría apartado de ella el dolor pues sería injusto que sólo hubieseis venido a este mundo a beber el cáliz de amargura; más los que hoy están sufriendo y llorando, es porque ayer se deleitaron con exceso; pero ese dolor les purificará y les hará dignos de elevarse a gozar en forma más pura en las moradas del Señor. 36. En aquel tiempo vine a doctrinar a la humanidad para que aprendiese a vivir con pureza y amor en el mundo. Hoy vengo a doctrinaros para que aprendáis a vivir en la espiritualidad, para que os vayáis preparando para morar mañana en el valle espiritual entre seres de luz. 37. Humanidad: Sólo a la materia le corresponde desintegrarse después de que haya cumplido su misión cerca del espíritu al que le sirviera de instrumento o envoltura; pero el espíritu que estuvo en aquel ser, la luz de su inteligencia, la razón, la voluntad, los sentimientos, todo eso no muere jamás, no puede morir, porque forma parte del espíritu inmortal que animó la vida de aquel ser en la Tierra. 38. Amados hijos, que vais ganando espíritus en las sendas de las diversas religiones, Yo os digo que debéis enseñar a los hombres a pensar, que les hagáis meditar, que les ayudéis a analizar. El rito, la forma, la tradición, lo externo, ya no puede satisfacer al espíritu de la edad presente; es menester darle luz, esencia, verdad, para que se sienta seguro en su camino, para que en las horas de prueba no crea que va solo. 39. Veo distintos hombres que, creyendo en Mí, es tan débil su fe y tan confuso su conocimiento, que semejan en la vida a esas naves que van navegando sin brújula, caminantes sin estrella que les señale el rumbo, o como ovejas sin pastor. 40. Os doy estas lecciones a través de algunos de vuestros hermanos, a los cuales he tomado de entre las multitudes, para servirme de su entendimiento para transmitiros este mensaje. 41. Hoy empieza a formarse un pueblo alrededor de esta palabra. En los rincones de las ciudades, en la oscuridad de la pobreza y en el silencio de la vida humilde, abren sus puertas los recintos en donde hago oír mi doctrina de Padre, de Juez y de Maestro. 42. Mañana quedará rota la indiferencia con la que muchos han visto este mensaje, la indiferencia con la que muchos han escuchado el rumor de mi nueva presencia entre los hombres; y el desprecio de otros hacia esta obra se tomará después en interés, haciendo que los hombres se levanten en busca de testimonios, de noticias y de pruebas que les ayuden a afirmar su fe. 43. Yo haré que esos corazones encuentren las huellas de mi paso en este tiempo, y cuando estén frente a Mí, les diré: Bienvenidos seáis, pueblo amado, concentraos en vosotros mismos y oíd mi palabra. 44. Amor es lo que en todos los tiempos os he manifestado y ahora, comunicado por el entendimiento de mis escogidos, no podía manifestarme en otra forma. 45. Esta enseñanza de ahora os pone en camino de comprender la doctrina que a través de Jesús os di en el Segundo Tiempo, para que su esencia la guardéis celosamente en vuestro corazón y de él brote cuando sea menester. 46. Esta palabra será sentida en todo el universo, porque todo está preparado para mi comunicación espiritual con todos los hombres, de lo cual ellos darán testimonio. 47. Vuestro espíritu me ha buscado siempre y Yo nunca lo he dejado solo; doquier que habéis caminado, ahí he sido con vosotros, mi amor ha velado por vuestros pasos. 48. En todas las eras os he buscado y he contemplado que vuestro espíritu ha sabido reconocerme. Ahora toca al espíritu saberse imponer a las debilidades de la materia, para hacerle comprender cuál es el camino, cuál es su misión en este tiempo de gracia. 49. Os he llamado, os he doctrinado y seréis los propagadores de mi enseñanza, de esta palabra que pronto dejaréis de escuchar. Está próximo el instante en que Jesús cese de transmitir su "Verbo" por medio del cerebro humano, pero quedará preparado vuestro entendimiento para analizar mi palabra y vuestro espíritu para recibir mi inspiración. 50. Estoy hablando a vuestro espíritu, a ese átomo que nació del mío, y que por haber brotado de Mí, me pertenece. Así como os dije en aquel tiempo: "Mi reino no es de este mundo", a vosotros os digo: Vuestro reino tampoco está en la tierra; está más allá de todo lo que muere, de todo lo que cambia y más allá de vuestra mente. 51. Este es el tiempo en que todo espíritu debe velar y despertar a la vida verdadera. Con esto no quiero daros a entender que desconozcáis lo que os he dado en este mundo, porque mientras moréis en él, tendréis que obedecer sus leyes. Sólo os pido me dediquéis un instante del día para hacer una obra buena con vuestra hermana la humanidad. 52. Mi bendición sea con vosotros, que en vosotros bendigo a todos mis hijos. 53. Dejad que repose vuestro espíritu en este día de reunión de todas las congregaciones. Como en aquel tiempo en que elegí a mis discípulos, pero que también daba mi palabra a todo aquél que quisiera escucharla, así en este tiempo vengo a elegir a los que ahora van a seguirme; mas dejo que mi palabra sea escuchada por las grandes multitudes. El camino es para todos, mi pan también, mas no todos podrán venir al mismo tiempo; unos lo harán antes y otros después, más nunca volváis vuestra vista hacia atrás. 54. Los que han formado en su corazón un santuario, son los que van siguiendo paso a paso a su Maestro. 55. La semilla que hoy vengo a daros y a enseñaros a cultivar, viene de la mansión de vuestro Padre, ella encontrará tierra propicia en el corazón de la humanidad. Antes, mi justicia cual si fuese una hoz, viene cortando la cizaña que ha cubierto los campos para que la simiente pueda germinar. Las tierras volverán a ser propicias, en ellas encontraréis mis huellas, que ni el mundo, ni los hombres, ni los pecados, ni las pasiones han podido borrar. Mis huellas perduran en el transcurso de los siglos y se mantendrán frescas en la eternidad. 56. De su profundo letargo despertarán los hombres, los cuales mirando hacia su interior encontrarán su yo espiritual y escuchando la voz de su conciencia, descubrirán mi huella divina por la cual vendrán presurosos hacia Mí. Tendréis que esparcir mi semilla por el mundo, y cuando lleguéis a Mí, a entregar vuestra cuenta, llegad ante vuestro Padre aunque sea con un grano, pero que éste sea bueno. Si nada traéis, Yo os recibiré porque soy amor y caridad, pero pensad que la siembra que dejéis comenzada, más tarde la tendréis que venir a buscar para terminar vuestra labor. ¿Sabréis acaso si la cizaña no habrá vuelto a cubrir las tierras y si las plagas, habrán penetrado allí? 57. Con esto quiero deciros que cuando sintáis mi llamado, acudáis inmediatamente, para que podáis aprovechar el tiempo que os confió para el cumplimiento de vuestra misión. Meditad sobre todo esto y veréis que sois vosotros los que os labréis lo mismo un galardón de bienandanza y paz, que con vuestra diestra podréis firmar vuestra sentencia. 58. A pesar de la justicia de mi palabra, es un Padre amoroso el que os habla. Mirad cómo mi manto se extiende para cubrir a todos, sin mirar vuestras faltas. 59. Estudiad mi palabra, ella es luz que ilumina a vuestro espíritu para que escuche la voz de la conciencia, y éste es un tiempo de gracia en que a todo hombre llega profundamente esta luz. 60. Soy Cristo que viene a entregarse en amor a vosotros, para que me presentéis el dolor de la humanidad, porque sois los que creéis en esta manifestación. Yo os digo: Quiero morar en vuestro corazón. 61. ¡Cuánta sangre humana se ha derramado sobre la tierra en este tiempo! Ved a mis hijos, en su dolor inmenso, cómo me buscan e invocan bajo distintas formas, mientras un íntimo presentimiento les dice que ha llegado el tiempo en que mis enviados se acerquen a los pueblos y a los hombres a establecer la paz. 62. Cada religión espera ver realizado el milagro de mi retorno en el seno de su culto, dentro de su credo, o bajo sus formas. 63. Y os digo a vosotros que creéis en mi venida, que sabéis comunicaros Conmigo y que os encontráis a salvo, sois los iniciados para llevar este mensaje de amor a vuestros hermanos. 64. Mirad que los hombres no encuentran la solución a sus conflictos, ni en sus leyes, ni en sus iglesias, y se sienten envueltos en un ambiente de tinieblas. 65. El dolor tiene en sí la fuerza suficiente para detenerlos en su carrera y hacerlos que eleven su mirada hacia Mí, para escuchar mi voz, como fuisteis detenidos vosotros en vuestro camino, para que abrieseis los ojos del espíritu y me contemplaseis nuevamente. Mas ahora sois los encargados de dar a conocer mi palabra a todos los hombres, lo mismo al que se ha encumbrado por medio de su talento, como al que se encuentra escaso de evolución. 66. Sólo en el primer instante se sorprenderá el que escuche la buena nueva, porque luego recordará que desde antes de que el Maestro viniera en el Segundo Tiempo, su advenimiento fue anunciado por los profetas, así como mi venida en este tiempo; Yo mismo, a través de los labios de Jesús os la anuncié, dándoos a conocer las señales que aparecerían como prueba de mi llegada. 67. Como todo se ha consumado, los hombres quedarán convencidos. He aquí la luz del Espíritu Santo que es la que os ha iluminado en todos los tiempos, porque la luz divina fue, es y será siempre. 68. Nuevamente mi verdad combatirá la ignorancia de la que se derivan el fanatismo, la idolatría y el misticismo, porque el fanático es ciego, el idólatra es materialista y el místico es hipócrita. 69. Yo iluminaré las profundidades del abismo, para que de ahí surjan limpios e iluminados todos los espíritus. 70. Nunca se detendrá en la eternidad el desarrollo o evolución del espíritu, porque todos estáis sujetos a la ley de perfeccionamiento. 71. Si a veces llega el espíritu a estacionarse en su ruta, es por la influencia de la materia; entonces tiene que reponer el tiempo perdido apresurando el paso o a través de nuevas materias. Ved que si os juzgo, mi justicia es de amor, pero nunca la desafiéis. Amad siempre y penetraréis en paz en la vida eterna. Cuando la muerte llegue, no se turbe vuestro espíritu, porque ella será sólo para el cuerpo, quien penetrará en el sueño apacible de la tumba. 72. Id en paz a la morada espiritual, sabiendo que se ha cimentado entre los hombres la Era del Espíritu Santo, del Espíritu de Verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 195 1 Escuchad mi lección, discípulos amados. 2. A través de la inspiración del portavoz llega a vosotros mi palabra llena de enseñanzas. Escuchándola habéis reconocido que ella es virtud, bálsamo y regeneración, y en su esencia vislumbráis la vida del espíritu. 3. No creáis que a vuestro Maestro le basta tan sólo con verse rodeado de vosotros; hay algo más que debéis hacer, y que en verdad le complacería, y es pagar esa deuda que habéis contraído con El y que aún no habéis saldado. Es una cuenta que ha pesado sobre vosotros a través de las etapas en que habéis venido a morar en la Tierra. Por eso es que en la caricia de mi palabra sentís el reclamo; en su amor encontráis un mandato y en la esencia una ley. 4. Vuestra mente se confunde a veces y se rebela a este cumplimiento, y es que esa deuda sólo puede reconocerla el espíritu; más si se inclina por las satisfacciones de la tierra, será espiritualmente un paria. 5. Quiero que mis discípulos sean firmes en su fe y en sus convicciones, que no sean de aquellos que dicen creer en mi palabra, dicen seguirme, y al sentir que las arenas del desierto queman sus plantas, temen continuar el camino y sienten dejar las riquezas que pertenecen a este mundo; éstos sólo son prevaricadores, no han llegado aún a ser discípulos 6. No esperéis encontrar este camino sembrado de rosas, más bien presentidlo lleno de espinas Es el mismo camino que siguió Jesús, es el que conduce a la cima del calvario. 7. Mi palabra es la que os orienta para que no tropecéis. 8. Este es el tiempo en que todo entendimiento y todo espíritu reciban mi luz. Las religiones y doctrinas alcanzarán la completa lucidez y os sorprenderéis cuando veáis los pasos de espiritualidad que den vuestros hermanos sin haber escuchado esta palabra. 9. Velad por la paz del mundo y reconoced que mi caridad os ha tenido a salvo de la guerra. 10. En verdad os digo: Que a pesar de vuestra admiración y amor ante mi palabra, no le habéis dado el valor que ella tiene; mas vendrán las generaciones del mañana y se asombrarán y se sentirán sobrecogidos de respeto y recogimiento ante los libros que quedarán escritos. 11. Vosotros sois aquellos que encontré dormidos en el seno de diversas religiones y que, aun cuando todos son caminos que conducen al mismo fin, quise venir a mostraros una vez más el camino más corto 12. Sed conformes, hijos amados, y vivid en paz. 13. Se acerca más y más el momento en que dejaré de daros mi enseñanza, esta hermosa lección que por tanto tiempo recibisteis a través del entendimiento humano. Yo he querido que estéis preparados para que nada os sorprenda, que los enemigos de mi obra encuentren en mis testigos la fuerza invencible de la fe, y vosotros tendréis la certeza absoluta de que no estáis solos, de que me encuentro cerca de todos mis hijos. 14. Hoy surge de vuestro ser una fuerza que os levanta a trabajar; es la conciencia que íntimamente os habla. 15. En lo material es la fuerza de la ley la que os señala la forma de comportaros. 16. En lo espiritual, mi ley es de amor universal y se manifiesta en el aire que respiráis, en los mundos que giran en torno a vosotros y en toda la creación. 17. Todo vibra al ritmo de esa ley; si los seres inferiores nacen, crecen y declinan en el seno de la naturaleza, es porque viven dentro de la ley sin saber de ella. 18. Y, ¿Por qué el hombre, dotado de la luz del espíritu, de conciencia, inteligencia y voluntad, se aparta tantas veces del sendero marcado por mi ley? Se debe a que mientras unos se olvidan del Padre, otros se forman de Mí un concepto erróneo, limitándome bajo formas imaginadas por el hombre y olvidando que Yo soy esencia y potencia y todo se encuentra bajo mi voluntad. Cuando trata de analizar de buena fe la creación, en la que está manifiesta la potencia de Dios, observa la semilla y se abisma en el misterio que ella encierra, la ve surgir de la tierra convertida en planta, estudia las distintas especies, y aun cuando sus virtudes son diferentes, todas se alimentan de un mismo seno: La tierra. 19. La semilla es un símbolo de la vida, de la multiplicación, de la transformación y de la evolución. Y si en una criatura tan pequeña podéis contemplar la imagen del Creador, ¿Qué será cuando observéis al hombre, al cosmos o estudiéis al espíritu? 20. Ved que no hay forma precisa bajo la cual podáis imaginar a vuestro Dios. Estoy en todo, lo mismo en lo espiritual y eterno, que en la naturaleza material. Yo soy la vida, el espacio y la luz. Soy el remedio para todos los males que el hombre pueda encontrar. 21. En lo espiritual existe un antídoto para todo mal que aqueja al espíritu, así como en la naturaleza el hombre encuentra por medio de la ciencia el remedio para sus males corporales. Si analizáis, encontraréis que en los distintos reinos está manifiesta la perfección infinita del Padre. Vuestra imaginación y vuestra curiosidad van a veces más allá de lo que toca a vuestro mundo y os preguntáis si en otros mundos habrá seres y si ellos tendrán una vida y una evolución semejante a las que vosotros tenéis en la tierra. Estudiad y practicad mi enseñanza, y cuando el tiempo sea propicio, conoceréis el misterio de la vida de los astros. Al hombre toca, por medio de sus méritos, rasgar ese velo. A él corresponde proseguir su camino de evolución, para que sus ojos logren al fin contemplar cuanto sea mi voluntad y hagan luz en la mente de sus hermanos. En verdad os digo que no será posible escalar hasta ahí sin sufrir tropiezos; es menester ascender paso a paso; de lo contrario, el cerebro humano se desquiciaría y nada alcanzaría a comprender. 22. Por eso he permitido vayáis alcanzando vuestra evolución poco a poco, al ritmo de vuestro desarrollo. 23. De las grandes luchas toma el hombre la luz y hace nuevos descubrimientos para adelanto de la humanidad. Pero el hombre olvida que todos sus adelantos se deben a alguien más poderoso que él y que en su mente está recibiendo la luz del creador, que es sabiduría. Es grato veros crecer en ciencia, más en verdad os digo: Más deberíais trabajar para el espíritu que para la materia. Para ello os estoy entregando una revelación que forme en vosotros un concepto real de las criaturas, tanto espiritual como humanas, y que en su sencillez encierre el conocimiento que os abra camino para una vida mejor. 24. Esa vida no la veréis con los ojos de vuestro cuerpo; pero podéis anunciar estas lecciones a los hombres que vivirán aquí el mañana. 25. Ahora veis sólo guerras y clamáis que es castigo de Dios, cuando os he enseñado que Dios, que es Padre, no castiga; que los acontecimientos se suceden por causa de ellos mismos. 26. ¿Qué ha motivado la furia de los elementos? Todo esto ha sido provocado por la falta de armonía en que los hombres viven con la naturaleza que los rodea. 27. El hombre llegará a reconocer la evolución a que está sujeto su espíritu, a presentir su grado de adelanto o retraso a buscar la forma de lograr su verdadero progreso; comprenderá que no debe concretarse a vivir para él, ni tan sólo tomar en cuenta la vida material. 28. Entonces volverá los ojos en busca de mi ley, de aquella que desde Moisés entregué a la humanidad y así; analizando, llegarán los hombres al conocimiento de la doctrina que en este tiempo os he revelado y comprenderán que ella es universal. 29. Hijos míos, uníos. Este conocimiento que vais adquiriendo, esparcidlo en vuestros semejantes. No sólo os reunáis en los recintos, id al campo, a las montañas, ahí me manifestaré entre vosotros. 30. Llamáis a este siglo, el siglo de la luz, más Yo os digo: Vosotros no lo llaméis así tan sólo por los inventos de los hombres, sino porque la luz del Espíritu Santo se ha derramado sobre todo entendimiento, abriendo a la humanidad el camino que conduce a una vida superior, la vida espiritual. 31. Mi palabra de este tiempo servirá para que el hombre del mañana desarrolle su espíritu y su entendimiento. ¡Cuán grande será la capacidad de aquellos para comprender y analizar! 32. Por eso vengo con mi palabra de luz a preparar a las nuevas generaciones y a deciros que vosotros preparéis también el camino. 33. Estudiad esta lección, practicadla y tendréis paz en el corazón, elocuencia en vuestros labios y convicción en vuestras palabras. 34. Amados discípulos del Maestro: Venid a Mí. 35. He venido una vez más a vosotros, acudiendo a vuestro llamado, porque veo vuestro anhelo de prepararos. 36. La humanidad ha hecho de estos días una tradición, para recordar a los que ya no pertenecen a este mundo. La imaginación humana ha tratado de formarse una idea del lugar en que aquellos seres se encuentran y de la vida que les rodea. Y en el anhelo de que gocen de la paz eterna, creen mirarlos a la diestra del Padre, recreándose en su gracia. Lejos se encuentran de la realidad, sin embargo vosotros, a quienes os he revelado tantas realidades de aquella vida, aunque miréis que entre la humanidad existen diversos conceptos de la vida espiritual, estad unidos en espíritu con todos, bastándoos saber que todos sienten la vibración espiritual. 37. Tiempo llegará en que podáis abrir ante vuestros hermanos este libro que os estoy confiando, para que este conocimiento lo transmitáis de corazón en corazón. 38. El fin de todo espíritu es el de fundirse en la Divinidad, después de su purificación y de su perfeccionamiento. Por ello inundo de luz vuestro camino y doy fuerza a vuestro espíritu, para que escaléis peldaño tras peldaño. De acuerdo con la elevación que poseáis cuando dejéis esta tierra, será la morada espiritual que habitéis en el más allá, porque el universo fue creado como una escuela de perfección para el espíritu. 39. Cuando terminéis aquí vuestra misión y no tengáis ya que venir, vuestro espíritu irá a habitar otro mundo, desde donde velaréis y trabajaréis por la paz y el progreso de los hombres. 40. Paso a paso iréis penetrando en el arcano, y a medida que el espíritu se compenetre de sí mismo, irá sintiendo mayor atracción hacia el bien, y ello lo acercará aún más a la Divinidad. 41. Los seres que se encuentran errantes en el espacio, luchando por alcanzar la luz de un mundo superior; son aquellos que conservan las miserias e impresiones que en ellos dejó la materia y la vida terrestre; luchan entre las dos fuerzas que les atraen, la espiritual y la material, porque aún sienten el apego y el amor por las satisfacciones de este mundo. 42. Buscad con la oración a esos seres, porque su luz y su fuerza no les bastan aún para romper las cadenas que les atan a lo que dejaron; por ellos velad; y de los que han vencido al mundo y a la muerte, descuidad. Ellos pertenecen a mundos completamente distintos, y toda la experiencia que han recogido en la jornada, la convierten en luz, para desde ahí inspiraros. Ellos son vuestros intercesores, vuestros ángeles guardianes, los que trabajan por el bien de todos; recordadlos y amadlos. 43. También existen en lo espiritual enormes legiones de seres que no saben a dónde ir, ni qué pensar, ni qué hacer; son los que ha poco dejaron este mundo y aún no sienten el despertar de sus facultades y potencias latentes. Por ellos orad, que vuestra voz espiritual resonará en su espíritu y les despertará para que puedan encontrar el camino que Jesús les trazó desde el mundo con su palabra y su sangre en la cruz. 44. Y mientras estos días son de luto para el mundo porque lamenta la pérdida de seres queridos, para el que conoce la vida del espíritu, no puede haber luto, mas sí regocijo, porque sabe que los que han partido de este mundo, al emanciparse de la materia, han logrado la liberación y han dado un paso más hacia la paz que da la perfección. 45. A vosotros os digo: No tengáis prisa por penetrar en el valle espiritual para comenzar a dar pasos de perfección en el camino. En materia, desde esta Tierra, debéis aspirar a esa perfección. Descubrid en vuestra materia, en este mundo y en la vida que os rodea, a pesar de sus amarguras y de sus vicisitudes, ocasiones sin fin de hacer méritos para el adelanto de vuestro espíritu. 46. La materia es sólo la vestidura temporal del espíritu, de la que cambia cuantas veces le es necesario para sus experiencias, su evolución o expiaciones. Aquél que todavía no comprenda esta ley de justicia divina, es un párvulo. 47. No seríais espiritualistas si dudaseis de la ley de la reencarnación, porque es un conocimiento fundamental que viene a revelar a muchos y a confirmar a quienes de ello tenían un presentimiento o intuición. En esa ley existe una razón y una justicia tan clara como la luz. 48. Mas quien tenga fe en esta lección y se levante a explicarla, enseñará que la materia es la envoltura o vestidura del espíritu, que ese cuerpo contribuye al desenvolvimiento del espíritu, porque le proporciona los medios necesarios para manifestarse y purificarse. La lucha interior del espíritu y la materia, del bien contra el mal, da ocasión para hacer méritos. Los sufrimientos de la carne, los deseos no cumplidos, son purificación para el espíritu, una experiencia más, aparentemente amarga, pero que más tarde se traducirá en luz. No quiero deciros con esto que para purificarse en menester el dolor. ¡Cuántos seres existen en mi seno, a quienes ha purificado el amor sin haber experimentado dolor! 49. Pero es destino del hombre sufrir, escalar la montaña bajo el peso de su cruz hasta alcanzar su salvación; mas no por ello despreciéis ese cuerpo a través del cual tanta amargura bebéis, antes bien amadlo, porque en él también se refleja el poder de Dios, porque es débil criatura de la cual sois responsables. Cuidadla y conducidla hasta el día en que Yo determine pediros cuenta de ella. Si os digo: Amad a vuestra materia, entended lo que quiero decir, porque no vengo a despertar en vosotros vanidades ni egoísmos; mas también amad a vuestro espíritu que es la parte noble y elevada de vuestro ser y parte de vuestro propio Padre. Amadle por muy manchado que se encuentre, porque aun envuelto entre tinieblas, nunca dejará de llevar consigo una chispa de mi Divinidad que es la conciencia, y siempre, a pesar de todo, existirá pureza en ella, desde el instante en que Yo habito en cada uno de mis hijos. Pero si esa luz es despreciada, el espíritu en su rebeldía seguirá sin adelanto y retrasará su llegada al seno de su Creador. 50. Aunque mis palabras y mis obras parecen contradecirse, no existe en ellas tal contradicción. Os he dicho que Dios es pureza y perfección y que vuestro espíritu es semejante a la Divinidad; pero cuando el espíritu ha caído arrastrado por las inclinaciones de la materia, al detenerse en su evolución, duda de su semejanza con el Creador, al considerarse repugnante o impuro, a pesar de que la gracia y presencia del Padre no se apartan de aquél, sólo que no pueden ser sentidas. 51. Trabajad en bien del futuro de vuestro espíritu. ¿Por qué temer a la muerte? Mas nada dejéis pendiente para que no tengáis que venir a purificar faltas anteriores ni a saldar deudas. 52. Que no pase el día sin que hayáis realizado una buena obra, así estaréis trabajando para vuestro espíritu. 53. No seáis fatalista, afirmándoos en la creencia de que vuestro destino es directamente el que Dios puso en vuestro camino, y si sufrís es porque estaba escrito, y si gozáis es porque también estaba escrito. Yo os he convencido de que lo que sembréis, eso tendréis que recoger. Más oíd bien, porque habrá veces en las que recogeréis de inmediato la cosecha y en otras ocasiones, vendréis en nueva existencia a segar y recoger vuestra simiente. Analizad esto que acabo de deciros y destruiréis muchos malos juicios sobre mi justicia y muchas confusiones. 54. Comprendedme y que no haya duda alguna en vuestro corazón; ved que por vuestro conducto tendré que doctrinar a la humanidad. Más si os declarasteis impotentes para explicar tan profundos misterios a los hombres, Yo haré brotar mi palabra por vuestra boca, porque la torpeza de vuestros labios no podrá ocultar la grandeza de mi obra. 55. El espíritu que llega a comprender el camino que tiene que seguir, no podrá apartarse ya de él; podrá abandonar este mundo y penetrar en otros, pero sin desviarse jamás del sendero que le marca la conciencia. El espíritu no preparado encuentra peligros lo mismo en este mundo, que en otro cualquiera. Carecerá de conocimientos que son luz, no podrá ascender, y entonces su turbación hará sentir en los mismos hombres su influencia insana, al contrario de aquellos que lograron escalar las alturas de lo espiritual y que por su misma elevación se convierten en los maestros del espacio y hacen sentir su saludable influencia en sus hermanos. 56. Imitad a éstos últimos, aspirando a ese mundo donde la perfección es el ideal de amar y conocer más al Eterno, del cual brotasteis y del que no saldréis más. 57. Mi gracia se extiende en todos los espíritus, pero mientras unos la reciben, otros la rechazan. El que esté sediento de amor, que beba de Mí, que soy torrente inagotable que apaga esa sed. 58. El que esté perdido, que eleve su mirada para que contemple el rayo de mi luz y por él se guíe. El que se sienta desnudo, que se cubra con el manto de mi perdón y de mi caridad. Quien tenga dudas, que prepare su entendimiento, que Yo soy la sabiduría y de ella le revelaré. El atribulado acérquese a Mí, donde todo lo podrá encontrar, y cuando haya bebido del cáliz de este amor, en él se encenderá la fe. 59. Orad por el mundo de los que sufren y haréis que alcancen los que aparentemente están abandonados 60. Yo soy el "Verbo", Yo soy la palabra, oídme. 61. En el fondo de vuestro corazón formuláis mil preguntas. Me decís: Señor, ¿No habremos cumplido con tus órdenes? ¿No habremos hecho bien a la humanidad? ¿En vez de comprenderos, no nos habremos confundido y estaremos confundiendo a los demás? 62. No, mis hijos; por eso me encuentro aún entre vosotros, para corregiros y con mis enseñanzas impediros que cometáis errores; cuando estéis fuertes, ya no tendréis dudas ni titubeos. 63. Espiritualmente no sois niños, ya que no es ésta la primera vez, ni la Primera Era en que habitáis la Tierra. La luz del Sexto Sello, que os ilumina en este tiempo, no es la única que ha alumbrado vuestra existencia. Sois espíritus desarrollados, evolucionados en el largo camino de la evolución hacia la perfección; por lo tanto, no os confundáis, antes bien sentid el gozo porque el Señor se encuentra entre vosotros, porque es señal de que podéis comprenderle y obedecerle. 64. En el Primer Tiempo el pueblo de Israel fue cautivo en Egipto, donde reinaban la idolatría y el paganismo. Yo permití que mi pueblo viviera y creciera en el seno de aquellos gentiles para darles pruebas de mi existencia y de mi poder a través de un pueblo que creía en el Dios invisible de Abraham, de Isaac y de Jacob. 65. Cuando las penalidades y la amarguras de la esclavitud llegaron a su máximo, hice surgir del seno de los israelitas un varón ungido de mi gracia, en el cual brillaba mi inspiración y al que ordené y hablé así: "Id a vuestro pueblo y salvadle, está abrumado de cadena, de humillaciones y trabajos; rescatadle del yugo del Faraón, libertadle y tomando el camino que conduce a Canaán, guiadle a través del desierto, porque quiero que cuando este pueblo llegue a la tierra que os prometo, pueda consagrarse ahí un culto digno de mi Divinidad". Ese varón fue Moisés. 66. ¿Cómo rescató Moisés a un pueblo de las garras del Faraón? ¿Puso acaso las armas en las manos de su pueblo? No, su arma fue la fe en su Dios Todopoderoso. 67. Cuando aquel Faraón se opuso a los deseos de Moisés, que eran mis mandatos, demostré al pagano, que si grande era su reaciedad e incredulidad, mi justicia y mi poder eran más grandes. Diez veces desoyó mi voz y diez veces toqué al Egipto con grandes pruebas que ablandaron la cerviz y doblegaron el duro corazón del tirano. 68. Moisés levantó a su pueblo y tomando el camino del desierto, le llevó a las faldas del monte Sinaí, donde él sabía que tenía una cita con su Señor; y mientras el pueblo aguardaba el retorno de Moisés, éste, elevado en oración al Altísimo, recibía de Jehová las tablas de la ley que había de regir el destino de la humanidad. El siervo obediente recibió en su conciencia aquella revelación divina y quedó también preparado para dictar por sí mismo leyes para todos los órdenes y todos los actos de la vida humana. Y después de sufrir y batallar largamente en el desierto, llegó el pueblo al fin de su destino: La "tierra de promisión". Ahí el pueblo edificó sus hogares, labró sus tierras y sus huertos, formó sus familias y adoró a su Señor. Del cumplimiento de las obligaciones con el mundo y del cumplimiento de las leyes del espíritu, hizo un solo culto para elevarlo a quien tantas pruebas le había dado de su amor y de su misericordia. Más el culto espiritual se encontraba lejos todavía de la perfección. Las ofrendas y tributos eran materiales, sus sacrificios eran de sangre de criaturas inocentes. Tampoco dentro de la vida humana había alcanzado a obrar con gran moral y justicia. Imperaba la ley del talión que decía: Ojo por ojo y diente por diente, y en los casos en que una mujer era sorprendida en adulterio, había una ley que la condenaba a morir lapidada por el pueblo en las afueras de la ciudad. 69. ¿Por qué el Padre permitió esto en aquel tiempo? Porque la humanidad se encontraba dando espiritualmente sus primeros pasos. 70. Pasó el tiempo. Las primicias de vuestros campos, los primeros frutos de vuestras cosechas y la sangre de vuestras víctimas inocentes que en el ara me ofrecisteis, Yo las recibí. 71. Las tradiciones de aquel pueblo eran profundas, mas, ¿Quién le hubiera dicho que todo aquello habría de cambiar, que aquellas leyes y aquel culto se habrían de transformar? No fue Moisés, ni fueron los profetas quienes hicieron cambiar aquellas formas y costumbres. Moisés sólo inició el camino, los profetas sólo predijeron. Fue el Mesías prometido, el Divino Maestro, el que vino a despertaros de vuestro sueño, el que, sin desconocer uno solo de los mandamientos de la ley que recibió Moisés, vino a borrar tradiciones y cultos impropios de aquel tiempo, abriendo una nueva era de luz y sabiduría, que transformaría la vida de la humanidad. 72. Yo no reformé la ley, sólo la práctica que de ella se hacía. 73. Había pasado la niñez de aquel pueblo en lo espiritual y penetraba en la adolescencia. Entonces os di a saborear manjares desconocidos y rasgué el velo de vuestra ignorancia. Toda mi palabra fue una ley condensada en una frase: "Amaos los unos a los otros". 74. Mas Yo os anuncié y os prometí mi nueva venida como Espíritu Santo, porque en aquel tiempo no os lo dije todo, y de lo que os revelé, no todo lo pudisteis comprender e interpretar, y era menester que viniese entre vosotros el Espíritu de Verdad a revelároslo todo. 75. En 1866 se escuchó por primera vez mi voz a través del entendimiento humano y se abrió un nuevo tiempo para la humanidad: La Tercer Era. 76. De su adolescencia espiritual pasa el espíritu humano a su juventud. Tiempo pasará para que llegue a su plena madurez y sus frutos sean perfectos. 77. La doctrina de Cristo fue espiritual, más el hombre la rodeó de ritos y de formas para ponerla al alcance de los espíritus de escasa elevación. 78. Habéis penetrado en el tiempo del Espíritu, el de las grandes revelaciones, en el que desaparecerá de todo culto la materialización, la impostura y la imperfección, en que todo hombre, a través de su espíritu, reconocerá a su Dios que es todo Espíritu, y por ese camino encontrará la forma de la comunicación perfecta. 79. Desde el día en que por primera vez me comuniqué en esta forma, habéis venido tratando de comprender la grandeza de esta obra, y no le contempláis aún su fondo ni su fin. 80. ¿Quién podrá decir que la ha comprendido o que la ha practicado con perfección? Nadie; aún estáis lejos de alcanzar la perfección. 81. Mi ley, mi obra, es la escala de Jacob por la que vendréis paso a paso, peldaño por peldaño, y a medida que os vayáis elevando, iréis mirando más de cerca a vuestro Padre. 82. Al iniciarse el año de 1948, primero de los tres últimos en que estaré por medio de mi palabra entre vosotros, quiero que os levantéis fuertes, practicando como el Maestro os ha enseñado, para que al final, el día de mi partida, si queréis ofrecer un homenaje de elevación y de amor al Maestro que por tanto tiempo os vino a doctrinar, ese homenaje sea digno de vuestro Señor. 83. Ante una preparación como esa, Yo haré el llamado al mundo, porque sé que podréis dar testimonio con palabras y obras de que Yo estuve entre vosotros y me manifesté y os hablé. 84. ¿No os dais cuenta de las acechanzas? ¿No miráis a vuestro derredor las tinieblas que por instantes os impiden contemplar la luz del candelabro que os ilumina, que es el del Sexto Sello? 85 No infrinjáis las leyes humanas; sanad a los enfermos con la palabra, con la oración y con el fluido. Se abre ante vosotros una nueva etapa de buenas obras y de espiritualidad. Los científicos no podrán mofarse de vosotros, la justicia humana no os sancionará y las religiones tendrán que concederos que poseéis potestad espiritual. 86. Introdujisteis símbolos en vuestras prácticas, más de ellas debéis apartaros porque esa forma de culto pertenece al pasado y el culto del presente y del futuro es la comunicación de espíritu a Espíritu. 87. Se acerca el momento de mi partida en mi segunda venida entre los hombres, que si en silencio se ha llevado a cabo, después repercutirá hasta el confín de la tierra y, movido el mundo a curiosidad, vendrá a escudriñar los lugares donde se escuchó la divina palabra, a los mensajeros que la transmitieron y los libros que quedaron. Y cuando se acerquen, ¿Cómo vais a recibirlos? No vais a presentaros desunidos ni a mostrar que en vuestro seno está la discordia. No vais a mostrar un hogar desavenido, un matrimonio sin amor o unos hijos irrespetuosos y desobedientes. No vais a causar decepción por vuestra falta de cumplimiento en los deberes espirituales y materiales. ¿Qué pasaría por la mente de aquellos, si os encontrasen faltos de elevación espiritual, llamándoos espiritualistas? ¿Qué pensarían si os encontrasen hundidos en fanatismo o idolatría? 88. Sabed, pueblo, que se acerca el tiempo en que surjan falsos profetas, falsos cristos, nuevas iglesias, nuevos labriegos; por eso velad y orad. 89. Cumplid con cada una de las órdenes de vuestro Padre, ved que su justicia está muy cerca de vosotros; esto no es una amenaza ni una sentencia, es sólo una advertencia; recordad que mi justicia es perfecta y amorosa. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 196 1 He aquí al Padre que viene a manifestarse al pueblo que tanto ha invocado el nombre de Dios a través de los tiempos, diciendo que lo ama. Veo que lloráis. Por vuestros rostros corren abundantes lágrimas, mas no son por amor a mi Divinidad, son de dolor, porque vuestra vida está llena de amarguras. No es una cruz la que lleváis, es un pesado fardo que ya no soportáis. Es que olvidasteis la lección, cerrasteis el libro y os apartasteis de los mandatos que él encierra. 2. ¡Oh pueblo, que escucháis esta palabra! No sólo las naciones se han dividido, también entre vosotros existe la división. ¿Olvidasteis que en 1931 jurasteis unificación y obediencia ante el arca de la nueva alianza? Vais poniendo vuestras órdenes y vuestra voluntad delante de la mía; mas Yo destruiré vuestras tradiciones y leyes imperfectas para que se conozca mi obra y se cumpla mi ley. Tocaré con mi justicia el egoísmo, el orgullo y toda mala simiente. De este pueblo desaparecerán los señores y sólo quedarán los discípulos, los servidores. Más le valiera ser levantado de la tierra a quien quisiera levantarse sobre su pueblo, oprimiéndolo. 3. Finalizando está el año de 1947, y en el último día, es menester que forméis un propósito firme de cumplimiento para que no sea mi justicia la que os haga reconocer el camino. 4. ¿No queréis que esta enseñanza salga a la luz y la conozca la humanidad? De cierto os digo que hay quienes en vez de facilitar el avance de mi doctrina, se han levantado estorbando mi paso en el camino. Estoy tocando el corazón de la humanidad para que conozca esta revelación, para que la reciba pura, como Yo os la he entregado y confiado. 5. Si alguno no estuviera conforme con poseer una rama del árbol, devolvédmela; más vale que Yo la recoja a que vosotros la dejéis crecer torcida. Os dice esto el Padre, porque contemplo recintos que han cerrado sus puertas a la caridad, y ahí afuera sollozan los menesterosos y contemplo a los muertos. 6. Servidores de mi obra: Escuchad mis mandatos y dadles cumplimiento, porque los hombres no impedirán vuestro paso. Nadie podrá impedir que se lleve a cabo este plan divino del cual os he confiado una parte, si presentáis esta obra libre de toda manifestación, lo que podréis lograr en estos tres últimos años de mi comunicación. Para 1950 vendrán hombres de dura cerviz, que ante la grandeza de mi manifestación y la limpidez de vuestras prácticas, caerán rendidos ante su Señor. Breve es el plazo, sin embargo es bastante para que apartéis la materialidad, el fanatismo y todas las lacras de que adolece vuestro culto. Mi doctrina es espiritual, por eso os nombráis espiritualistas; mas, ¿Habéis meditado y estudiado lo que ello encierra? ¿Os parece justo que predicando el espiritualismo con palabras, con vuestras obras pregonéis todo lo contrario? 7. ¡Cuán grande y limpia veréis mi obra si aprovecháis esta luz que os estoy enviando! 8. De los que van delante de cada congregación, depende que el pueblo se levante y dé cumplimiento a mis mandatos. Aun cuando mis plumas de oro no escribiesen, dejo impresas mis palabras con letras imborrables en la conciencia de este pueblo. Y cuando estéis en mayor altura de espiritualidad, se maravillarán vuestros ojos contemplando los prodigios que haré entre vosotros. No sufriréis por la partida de mi palabra, porque sentiréis cercana mi presencia. A falta del portavoz para escucharme, vuestros dones espirituales se desarrollarán más, con lo que tendréis gran regocijo y fe, porque me tendréis por inspiración, por videncia, por sueños proféticos, por intuición. Os recrearéis oyendo vuestra propia palabra y viendo sanar a vuestros enfermos. 9. El mundo espiritual, cada vez poseyendo más luz y mayor potestad, será el buen protector y el fiel guardián del pueblo para que todos cumplan y trabajen en mi campiña. Yo sólo contemplo espíritus sin hacer distinción entre los que estén en materia, de los que se encuentren libres de ella. 10. Esta es la luz del Sexto Sello, desatado por mi caridad en este tiempo. Os envié desde aquel tiempo a Jesús, mi Divino Hijo, el único que en la tierra ha dado cumplimiento a mis mandatos y ha hecho la voluntad de su Padre; más le envié para que convirtiese a los hombres en sus discípulos y así, imitando al Maestro, glorificasen al Padre. Yo os lo envié y Él os dio vida; mas, ¿Cómo me lo devolvisteis? Hoy vengo de nuevo a vosotros, no como hombre, sino como Espíritu de Consolación. 11. Aprovechad mi caridad y despertad plenamente a la luz, para que vuestro corazón se sensibilice. Dejad que vuestro espíritu lleve una vida de sumisión y obediencia y se convierta en mi discípulo. Creed en esta palabra que os estoy entregando a través de los portavoces y preparaos, para que sintáis su esencia y palpéis su verdad 12. Estos conductos de los cuales me he servido para que llegue a vosotros mi palabra, en verdad que no son perfectos, más han sido escogidos por Mí, para llevar a cabo mis designios y cumplir así mi promesa de volver entre vosotros; mas esta manifestación que hoy estáis percibiendo, desaparecerá en 1950, para dar paso a una manifestación más elevada, más pura, más espiritual, y que será la comunicación de espíritu a Espíritu, en la cual el hijo podrá conversar con su Padre Celestial, sin necesitar la mediación de hombres o de espíritus y llegará a recibir su inspiración sin ninguna limitación. 13. Por ahora conformaos con oírme en esta forma, en tanto que os preparáis para poder penetrar en el nuevo tiempo; analizad mi palabra y saturaos de su esencia, dejad que el espíritu se eleve para que llegue a Mí y pueda beber en la fuente hasta que calme su sed. 14. No os detengáis juzgando al portavoz del cual me sirvo, ni tratéis de averiguar por qué ha sido escogido; sólo Yo sé su principio y conozco su destino en este delicado cargo que es para algunos la realización de un elevado ideal y para otros representa una restitución y una prueba muy grande. 15. Todos podéis llegar a servirme y aprovechar el tiempo que os he concedido. Vuestra misión es detener el mal, limpiar el camino de los que llegarán después de vosotros y poner los cimientos de una humanidad que sepa amarme e identificarse conmigo. 16. En todos los tiempos he venido a daros oportunidades de trabajar, para que deis un paso más en la senda de vuestra evolución. Os he dado la enseñanza y los medios de escalar para que podáis acercaros a Mí; pero cuántos, después de haber llegado al final del camino, después de haber tornado al valle espiritual; han analizado su vida y la han encontrado vana, sin méritos; entonces me han pedido una oportunidad más para restituir a su espíritu la dignidad y la gracia de las que lo despojaron, y presentarme así un mejor cumplimiento. Yo les he concedido el don pedido y han vuelto a la tierra. 17. He dotado al espíritu de inteligencia y voluntad para que tome el camino recto y sepa apartarse de los tropiezos y peligros que cada instante le acechen. He permitido que existan el bien y el mal, para que el hombre, por amor a Mí y por respeto a sí mismo, venza y se aparte del mal. Si hubiese un solo camino y vosotros, inconscientemente, llevados por la fuerza de las leyes naturales cumplieseis vuestra misión, como lo hacen los astros, los elementos o los seres inferiores, no tendríais ningún mérito en marchar por el camino de la virtud; no habría lucha, aspiraciones, ni experiencias en vuestro espíritu. Y Yo marqué un camino de evolución y os coloqué en el principio de él, para que fueseis ascendiendo por vuestros propios esfuerzos, para que todos conocieseis ese camino, que es el único por el que se puede llegar a Mí. 18. Llevad mi enseñanza y no prevariquéis, ni imitéis a los malos discípulos. Si lleváis en vosotros dones y gracias con los que podéis guiad a vuestros hermanos aliviándolos de muchos de los males que hoy los afligen, no los ocultéis, dejad que vuestro espíritu hable con la experiencia que ha alcanzado y así edificaréis dentro de esta gran obra lo que a vosotros corresponde. 19. Rescataréis a las ovejas que se habían perdido y ayudaréis al Pastor que soy Yo, a congregar en el aprisco al número completo de ellas. Así habréis labrado los méritos que Yo os he pedido para que alcancéis la elevación de vuestro espíritu. 20. En esta fecha, desde que apunta el alba, muchos espíritus se elevan en oración por lo que ellos llaman: sus muertos. Yo os digo que está muy bien que los recordéis, que tengáis para ellos un pensamiento de gratitud, de amor, de admiración; pero lo que no está bien es que los lloréis como si fueran bienes que hubieseis perdido, ni tampoco que los deis por muertos, porque si en esos instantes en que vuestros ojos derraman llanto por ellos y vuestro pecho suspira por los que partieron, pudierais contemplarlos, quedaríais asombrados ante la luz que los ilumina y la vida que los anima; entonces exclamaríais: Verdaderamente ellos son los que viven y nosotros somos los muertos 21. ¿Verdad que vivís confundidos cuando lloráis ante un cuerpo inerte, mientras olvidáis que un espíritu vive, vibra y palpita? 22. También debo deciros que si en lugar de dedicarles según esta tradición un día a los que pasaron a la vida espiritual, estuvieseis siempre unidos a ellos por el lazo de la oración, su ser invisible, pero real en vuestra vida y su benéfica influencia, sería sentida por vosotros a lo largo de vuestra existencia, en vuestras luchas, en vuestras pruebas y también en vuestros momentos amables. Y aquellos seres, por su parte, tendrían oportunidad de trabajar en vuestras obras y empresas nobles, con lo cual adquirirían más luz. 23. Dije en aquel tiempo: "Dejad que los muertos entierren a sus muertos". Si analizáis con cuidado y con amor mis palabras, veréis cuánta razón tuve al decíroslo. 24. Veo cómo todos lleváis en el corazón y en vuestras retinas la última imagen, la visión material de vuestros seres queridos. Al que partió en la niñez, lo recordáis como niño; al que dejó esta vida ya en la ancianidad de su envoltura, lo recordáis como un anciano, así como al que se desprendió de un cuerpo extenuado por el dolor o en medio de una dolorosa agonía, así es como lo recordáis siempre; y es menester que meditéis sobre la diferencia que existe entre lo que es cuerpo y lo que es espíritu, para que concluyáis que ahí en donde el hombre muere, nace el espíritu a una nueva vida, donde se cierran unos ojos a la luz del mundo, otros se abren a la luz divina que ilumina la vida eterna del espíritu. 25. Una vez os dije que el hombre era idólatra por inclinación, y por este culto a sus muertos da una prueba palpable de su idolatría. Pero mi doctrina, como una aurora de belleza infinita, ha aparecido en vuestra vida, disipando las sombras de una larga noche de ignorancia en la que los hombres han vivido siempre confundidos; y esta luz, ascendiendo hacia el infinito como un astro divino, irradiará sus más bellas luces sobre vuestro espíritu, en una preparación que os llevará con paso seguro a gozar de aquella vida en la que todos lograréis penetrar por vuestra elevación. 26. Ya no seréis de los que lloran amargamente por aquellos que han partido para ir a morar en una vida mejor, ni seréis tampoco de los que estando ya en espíritu lloran por los que se han quedado, o por haber dejado el cuerpo que por toda una vida les sirviera de envoltura. 27. Hay seres que sufren y se angustian al contemplar la desintegración del cuerpo que tanto amaron; mas vosotros debéis ser de aquellos que, al contemplar que ha llegado el final de una misión desempeñada por aquel cuerpo humano, elevéis un himno de gracia al Creador. 28. Hoy vengo a perdonaros de todos vuestros errores y al mismo tiempo a mostraros una página del divino libro de la vida, en donde podáis iluminar vuestro espíritu y vuestra mente para que hagáis obras dignas de quien os las ha enseñado. 29. Estáis contrayendo una gran responsabilidad ante la humanidad, y a medida que más y más lecciones recibís de Mí, esa responsabilidad va en aumento, porque sois el pueblo que habrá de hablar de espiritualidad al mundo. En vosotros dejaré implantada entre la humanidad la forma perfecta de llegar a comunicarse conmigo, sin ritos ni formas idólatras, simplemente de espíritu a Espíritu. 30. Esta bendita simiente que ya está en vuestro corazón, será el pan que deberéis de compartir con vuestros hermanos y también será la herencia espiritual que leguéis a vuestros hijos. 31. Cuando os dije: "Amaos los unos a los otros", no penséis que era sólo respeto a vuestros semejantes, sino de un mundo al otro; mas ahora os digo, que cuando penséis en los que se han ido, no los sintáis distantes y tampoco os los imaginéis insensibles. No améis ni recordéis a los muertos, sólo debéis recordarlos vivos, porque ellos habitan en la eternidad y están cerca de vosotros. 32. De cierto os digo que vosotros sois el pueblo de Israel que pasando por distintas etapas ha llegado hasta este tiempo, sin poder decir que ha cumplido el mandato que sobre él pesa desde los primeros tiempos. No se ha espiritualizado, porque Yo aún escucho sus lamentos al ver partir a los suyos, a quienes confunde con los muertos. 33. Por eso vengo a daros luz, moradores de la tierra, que la necesitáis más que aquéllos que han pasado al más allá, porque vosotros sois los muertos, mientras ellos viven la eternidad. 34. A aquellos seres les es concedido por Mí acercarse a vosotros en el instante de vuestra elevación, más os digo que no los recordéis ya bajo la forma humana que tuvieron, porque ahora son espíritus de luz. 35. No os inclinéis sólo a las tradiciones del mundo, desechando la gracia que sobre vosotros se está derramando en este tiempo; mirad que mientras aquí podéis desaprovechar el tiempo, los espíritus alcanzan adelanto en el más allá. 36. Doblegad la materia para que podáis aprovechar esta oportunidad de liberación y elevación espiritual; porque tendré que llamaros en espíritu y tendréis que cumplir con la ley de evolución, y contemplará el espíritu cómo el cuerpo se desintegra en las entrañas de la tierra. 37. Si no queréis llegar a los umbrales de la eternidad envueltos en turbación, luchad por vuestro adelanto, haced méritos en el mundo acercando a los hombres distanciados, orando y trabajando por la paz de las naciones, derramando caridad y amor entre vuestros hermanos. 38. Aún hay quien me diga: Señor, si sois Vos el Dios omnipotente, dadme una prueba de vuestro poder, y Yo os digo: Cuán pequeños sois hablando así a quien, con sólo quererlo, haría desintegrarse la tierra. 39. Yo vengo a hacerme sentir en el espíritu, que es el que ha de llegar hasta Mí y el que puede reconocer mi esencia. Vuestro cuerpo es materia a la que perdono sus flaquezas. 40. Purificaos, oh pueblo, para que lleguéis a armonizar vuestro espíritu con su materia y así, por propios méritos os elevéis hacia Mí. Dejad que la humanidad me busque a través de religiones y sectas diversas; no la juzguéis porque vosotros aun no podéis hacer obras perfectas. 41. Dejad que los idólatras, descendientes e imitadores de Aarón, forjadores de dioses, sigan adorando a sus diferentes deidades a través de ídolos e imágenes; ya despertarán de su profundo sueño. 42. Toca a vosotros sembrar la simiente de la espiritualidad, demostrando a los hombres que el culto interior es el más grato del Padre. Es así como los hombres sentirán la presencia de lo espiritual y lo divino sin exigir ver para creer, como en estos instantes habéis sentido la presencia de aquellos seres espirituales a quienes con amor y gratitud recordáis y que se han acercado a vosotros como un perfume o un aliciente que os invita a seguir por el camino que ellos os están trazando. Aquellos seres se acercan a la humanidad sin sentir ya el anhelo por las vanidades de este mundo y sólo para despertar en los espíritus el deseo de alcanzar la vida que os espera. 43. Quienes lloran la ausencia de los seres queridos, son los muertos que velan a sus muertos, son los que, materializados en su ignorancia, no comprenden el significado de la vida, y diciendo creer en la inmortalidad del espíritu, con su llanto y su luto demuestran que no tienen un átomo de fe, pues lloran por muertos a quienes de verdad viven, sólo porque no los ven, o porque su cuerpo ha desaparecido. 44. Quedad en paz, dentro del mandato de Cristo, que una vez más os dice: "Amaos los unos a los otros". 45. Venid a Mí y fortaleceos. Resucitad a la vida de la gracia. Convertíos en mis discípulos, mensajeros de la buena nueva. El mundo reclama mi presencia y voy a hacer llegar a él mi palabra por conducto de vosotros. Ahí están los que me esperan tiempo ha, los que han presentido que ya es la hora de mi presencia en el mundo para encauzar a los espíritus hacia el progreso y la espiritualidad. Mas antes de enviaros, tendréis que limpiaros y cultivaros; si las penas os agobian y os sentís cansados, recordad que Yo soy vuestro cirineo y os ayudo con la cruz para que no caigáis bajo su peso. Si oráis y os entregáis al cumplimiento, no habrá prueba ni obstáculo que os haga debilitar; iréis con la sonrisa en los labios y la esperanza en el corazón. No temeréis al mañana y todo mal juicio o intención en contra vuestra se desvanecerá. No me neguéis, aun cuando fueseis muy probados, porque no sabéis si es mi voluntad concederos un prodigio para dar testimonio de que sois mis discípulos, en el momento culminante de la prueba. 46. Oíd y analizad mi parábola: 47. Acercase a una casa en busca de caridad una multitud de hambrientos, enfermos y desnudos. Los dueños de la casa la preparaban de continuo para dar de comer en su mesa a los caminantes. El hacendado, dueño y señor de aquellas tierras se acercaba para presidir el banquete. El tiempo transcurría y los menesterosos siempre encontraban en la casa sustento y abrigo. 48. Un día contempló aquel señor que el agua de la mesa era turbia, que los manjares no eran sanos y agradables y que los manteles estaban manchados; entonces llamando a los encargados de preparar la mesa les dijo: ¿Habéis mirado los lienzos y probado los manjares y bebido el agua? Sí señor, contestaron aquellos. Entonces, antes de dar de comer a estos hambrientos, haced comer a vuestros hijos, y si ellos, encuentran buenas las viandas, dad a estos visitantes. Los hijos tomaron el pan, los frutos y cuanto había en la mesa y el sabor fue desagradable y hubo descontento y rebeldía en contra de aquellos y reclamaron con dureza. El hacendado dijo entonces a los que esperaban, venid bajo un árbol, que voy a ofreceros los frutos de mi huerto y los manjares gratos al paladar, y a los encargados dijo así: Limpiad lo manchado, apartad el mal sabor de los labios de los que habéis engañado, desagraviadme, porque os he mandado recibir a todos los hambrientos y sedientos para ofrecerles los mejores manjares y el agua limpia y no habéis cumplido; vuestro trabajo no es agradable a mí. 49. El señor de aquellas tierras preparó el banquete, el pan fue substancioso, los frutos sanos y maduros, el agua fresca y confortante, y entonces invitó a los que esperaban, mendigos, enfermos y leprosos y todos se alimentaron y su gozo fue grande. Pronto se vieron sanos y libres de males y decidieron quedarse en la hacienda. Empezaron a trabajar las tierras, se hicieron labradores, más eran débiles y no supieron guiarse por los consejos de aquel señor. Mezclaron diferentes semillas y la cosecha degeneró. El trigo fue ahogado por la mala hierba, y cuando llegó el tiempo de la siega, se acercó el hacendado y les dijo: ¿Qué hacéis, si a vosotros sólo os encargué el cuidado de la casa para recibir a los visitantes? La siembra que habéis hecho no es buena, otros son los encargados de las tierras. Id y limpiad los campos de cardos y de mala hierba y volved a guardar la casa; la fuente se ha secado, el pan no sustenta y los frutos son amargos. Haced con los caminantes, lo que Yo hice con vosotros, y cuando hayáis alimentado y sanado a los que se acercasen a vosotros, cuando hayáis hecho desaparecer el dolor de vuestros semejantes, Yo os haré descansar en mi mansión" 50. Mi Espíritu Divino viene a entregaros esta palabra para guiaros en el camino y preveniros de los peligros que os acechan. 51. Estáis viviendo el Tercer Tiempo, el tiempo de la espiritualidad. 52. Vengo a entregar paz a vuestro corazón, fe y esperanza, y es mi voluntad divina, que deis albergue en vuestro corazón a este mensaje 53. Haced presente al Señor vuestras cuitas. Él os ha formado y a El debéis retornar. 54. Es tiempo de que estudiéis la palabra del Maestro, tiempo también de que os unifiquéis en un solo pensamiento, para que quedéis atados a este amor sublime. 55. Cada uno de vosotros lleva un mandato y no lo habéis cumplido aún. 56. No abandonéis la enseñanza; tomadla con amor, para que el mañana no caigáis en error, ese error que detendría la marcha de vuestro espíritu y os sumergiría en las aguas cenagosas de la confusión. 57. Mi verdad se manifiesta más clara, cuando os contemplo preparados; pero sois los ignorantes, los que aún no me habéis comprendido Mas también os digo: Sois los que más cerca estáis del Padre, porque estáis en el camino de la espiritualidad, camino que no tiene fin. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 197 1. El amor del Maestro se derrama entre sus discípulos, entre sus hijos. En cuanto Dios, sois mis hijos, en cuanto Maestro, sois mis discípulos 2. Pueblo amado: Ese Dios Creador y Padre vuestro os legó un espíritu fuerte y combativo, cuya espada es el bien y que ha de luchar hasta rechazar el mal que se engendró en el espíritu y alimentó el corazón del hombre; mas también os ha sido dada la sabiduría, para que el hombre se librase de las tinieblas de la ignorancia. 3. Después de mi partida en el Segundo Tiempo, Juan, mi discípulo, contempló en sus éxtasis la época en que estáis viviendo, los peligros en que la humanidad se vería envuelta, las calamidades que azotarían al mundo, las luchas y contiendas de los hombres y la paz que después de todo esto vendría. También le fue revelada la forma en que deberla quedar escrita aquella revelación o profecía, para que se diera a conocer en toda la tierra. 4. Quiero que mis nuevos discípulos conozcan el sentido de aquellas revelaciones y la esencia de la palabra que os estoy dando, porque entonces sí comprenderéis el objeto del espiritualismo y podréis ser firmes en la lucha. 5. La doctrina soy Yo mismo, entonces ella no puede contaminarse; es blancura y pureza y no puede mancharse. Así, cuando vuestro Señor desciende entre vosotros comunicándose por medio del portavoz humano, no se mancha con el pecado del hombre, antes bien la purifica; porque la verdad es, que aunque los portavoces a través de los cuales os hablo, revelen inclinación hacia el bien, se elevan al infinito para recibir el toque de la Divinidad y así reciban la inspiración, la revelación y el conocimiento divino, también es cierto que aún son muy pequeños y les falta preparación. 6. Pero soy el Espíritu del amor y no sólo busco comunicación con los justos; también vengo a la morada de los hombres, donde no habitan justos pero si hijos a quienes amo con perfección, para salvarles del pecado y las tinieblas, porque me necesitan más que los que ya están a salvo. Son los hombres los que necesitan del fuego de mi justicia y de mi amor para purificar en él todas sus manchas, necesitan de mi poder y de mi gracia para levantarse; y así acudo a su conciencia para hacerme presente. Entonces es cuando el hijo se ha identificado con su Creador, porque se ha contemplado semejante a su Padre. 7. ¿Por qué el hombre se admira de que la gracia de Dios venga a manifestarse entre los pecadores? ¿Acaso en el Segundo Tiempo los que escucharon mi palabra fueron justos? ¿Por ventura mis propios discípulos habían alcanzado ya la perfección? No, pueblo, ante las multitudes que me oyeron estaban los pecadores, los viciosos empedernidos, estaban los incrédulos, y entre mis apóstoles existían también miserias humanas. Mas Entiendo en su conciencia el llamado de la Divinidad y consagrándose a mí doctrina, legaron con su ejemplo una enseñanza más a la humanidad, dejando sus nombres en el corazón de los hombres. 8. El espiritualista deberá reconocer y seguir siempre esos ejemplos, porque fueron aquellos discípulos verdaderos sembradores de mi semilla. En muchas partes veréis la efigie de aquellos apóstoles; no es necesario que los busquéis a través de esas imágenes, más hasta en ellas veréis que su memoria es indeleble. Amadles, imitadles en su virtud; recordad que Yo os he enseñado a amarme en vuestros propios hermanos. 9. Preguntáis: ¿En dónde está la verdadera sabiduría? y Yo os digo: En Dios. Alguno más pregunta: ¿Cuál es la verdadera religión? Y el Maestro contesta: Quien me ame y ame a su hermano, ha encontrado la verdad y ha cumplido con la ley. 10. He dejado que en la tierra existan religiones, que son para el espíritu caminos que conducen a Dios. Toda religión que enseñe el bien y el amor y enaltezca la caridad, es buena, porque encierra luz de verdad. Cuando dentro de ellas los hombres degeneran y convierten en malo lo que en un principio era bueno, entonces el camino se pierde entre el materialismo y el pecado. 11. Por eso vengo en este tiempo a mostraros nuevamente mi venida, que es camino, esencia y ley, para que esta ley que es faro y estrella, la busquéis más allá de las formas y de los ritos, más allá de todo lo humano. El que así me busque será espiritualista. 12. Los hombres serán testigos de que lo que hará fuerte a la humanidad en tiempos venideros será esta palabra. El espiritualista del mañana será reconocido, no como el místico, ni como el religioso que se aparta del mundo y de los hombres para poder orar, sino como aquél que sabe luchar contra las tentaciones y que aun en medio del torbellino sabe distinguir el camino de la verdad. El espiritualista del mañana sabrá enfrentarse a un mundo preparado, su palabra de profeta y de vidente anunciará lo que ha de ser, él sabrá salvar al que está propenso a caer en el abismo. 13. El mensaje de espiritualidad no es obra del hombre, es obra del Creador, es la ley eterna que rige a los espíritus. 14. Sentid mi obra profundamente, para que ella os haga sentiros grandes en medio de vuestra humildad e insignificancia. Si vuestro verbo no es abundante, no temáis, que Yo os he dado la elocuencia de la verdad. Esa es la razón por la cual mi palabra prevalecerá. 15. Espiritualmente os dejo reunidos con todos vuestros hermanos, sin distinción de doctrinas. 16. Aparentemente habéis llegado antes que Yo, pero en verdad os digo que Yo ya estaba en mi mesa esperándoos. 17. He dejado mi solio por estar con vosotros, para daros mi enseñanza y consolaros en vuestras aflicciones. También vosotros, por estar conmigo habéis dejado la comarca, el hogar, los afectos. 18. Así como vosotros habéis sentido con esta palabra un deleite incomparable y llevándola a la práctica habéis encontrado el secreto de la paz y la armonía, así muchos pueblos vendrán a Mí y se consagrarán a vivir mi palabra. 19. Mi enseñanza en este tiempo viene a despertar al espíritu de la humanidad por mucho tiempo dormido. Todavía vibran mis palabras que di a los hombres en el Segundo Tiempo y nadie las práctica según las enseñé. Era menester que mi Espíritu retornase entre vosotros para convenceros de que la doctrina es el camino infinito del espíritu, a fin de que nunca os detengáis en la jornada. 20. Los que sueñan con lo eterno, los que aman lo verdadero, los que anhelan elevarse a esta obra, los que tengan caridad de su espíritu, los que prefieran el atavío del espíritu a las galas del cuerpo. En éstos podréis ver un destello de comprensión; no serán los que crean que mi misión se reduce a aliviar vuestros dolores y libraros de vuestras enfermedades, serán los que habrán comprendido que mi promesa encierra algo más que la liberación del dolor: la vida eterna. 21. El sentido de mi doctrina viene a inspiraros para que destruyáis el mundo materialista que habéis creado, para que sobre él levantéis un mundo de espiritualidad en el cual disfrutaréis de la paz que anheláis y veáis surgir y desenvolverse todas aquellas potencias que han permanecido dormidas hasta ahora en el fondo de vuestro ser. 22. En los entendimientos turbados brillará la luz, y de los hombres en quienes anidó el odio, brotarán lágrimas de reconciliación, de arrepentimiento y de amor. 23. Mi voz es una invitación al trabajo espiritual, y en esta obra hay labor para todos. Nadie tema robar a la vida material unos instantes para ocuparse en lo mío; de cierto os digo que llegará la hora en que vuestro espíritu os lo agradezca. 24. No me digáis: Señor, he visto pobreza entre éstos que te van siguiendo, en cambio en los que ni siquiera se acuerdan de Ti, ni pronuncian tu nombre, veo abundancia, placeres y satisfacciones. Mi pueblo no tomará estos casos como una prueba de que el que me siga tiene que ser necesariamente pobre en el mundo. Mas Yo os digo que la paz que tienen éstos que escuchan y que consagran parte de su vida a impartir la caridad, no la conocen aquéllos a quienes tanto envidiáis, ni la podrán conseguir con toda su riqueza. 25. Hay quienes saben poseer al mismo tiempo los bienes del mundo y los del espíritu, otros a quienes no se les da lo del mundo porque se olvidan de lo espiritual, y otros a quienes sólo les interesa lo del mundo creyendo que las leyes divinas son un enemigo para las riquezas terrenales. 26. Los bienes son siempre bienes, mas no todos les saben emplear; también debéis saber que no todo de lo que muchos poseen se los he dado Yo; los hay que tienen lo que de Mi han recibido como compensación, así como existen otros que todo cuanto tienen lo han hurtado. 27. La mayor prueba que los hombres pueden tener sobre vuestro cumplimiento en la vida, es la paz del espíritu no la cantidad de monedas. 28. Hablándoos en muchas formas, amplio los conocimientos de los que van a seguirme en este tiempo; ellos serán los que contesten a las preguntas de sus hermanos con la claridad con que Yo les he contestado en mi palabra, aun tratándose a veces de preguntas torpes o necias. 29. Quiero que mi palabra deje un recuerdo de luz en la memoria de quienes la escucharon, para que al evocarla, llegue a su corazón el eco de la enseñanza llena de amor que recibieron. 30. Los testigos de mi comunicación serán los destinados a recibir a las multitudes del mañana, así como Yo os he recibido. 31. ¿Recordáis cómo llegasteis a Mí? Veníais vencidos, derrotados, habíais buscado a quienes tenían más que vosotros y nada os dieron; buscasteis a quienes sabían y no os enseñaron; mostrasteis vuestro cuerpo enfermo, agobiado, agonizante y no os dieron la salud, y cuando el desengaño se apoderó de vuestro corazón y os convencisteis de que entre los hombres no existe la caridad, porque en vez de miraros como hermanos os veían como seres extraños, perdisteis la fe y la esperanza; unos blasfemasteis, otros maldijisteis, otros deseasteis la muerte. 32. Así llegaron muchos de vosotros ante Mí para saber que mi fuente de misericordia es la única que jamás se seca y que sólo hay que saber buscarla para sentir como se desborda sobre todo espíritu atribulado 33. Pronto veréis, no a un pueblo, sino a toda la humanidad desengañada de sí misma, convencida de que todo su humano poder, su riqueza o su ciencia, no son fuerzas suficientes para contestar a sus interrogaciones, para dar la paz a su espíritu o para aliviar su dolor; entonces la veréis buscando la fuente de verdad más allá de su mundo, más allá de los hombres y de su falso poder 34. ¡Cuántos me buscarán e interrogarán intuitivamente de espíritu a Espíritu! A ellos Yo les contestaré, pero cuántos también se cruzarán en vuestro paso y os preguntarán, os pedirán luz; a éstos les sabréis recibir en mi nombre y les daréis de lo que Yo os he confiado 35. Si en verdad dieseis a vuestros hermanos con amor, con luz, con espiritualidad, de cierto os digo, que además de encender en ellos la fe en el Padre, les devolveréis la confianza en los hombres, esa confianza que debe existir entre vosotros como hijos de Dios. 36. Yo reconozco vuestros méritos. Observo a los que han dejado sus ocupaciones materiales para venir a escuchar mi palabra, a los que han renunciado a la satisfacción de algún placer o a disfrutar de algunas horas de descanso, para estar Conmigo, o a los que soportando las críticas o las murmuraciones de los suyos, han despreciado todo y están presentes en el momento de daros mi lección. 37. Mi bendición y mi paz sea con todos. Bendigo el anhelo de los que quieren perfeccionarse, bendigo a los que tienen hambre y sed de conocimiento. Son los que quisieran cambiar de vida y de costumbres para sentirse más cerca de su Señor. Si ellos perseveran en su camino, llegarán hasta el final de él y alcanzarán lo que tanto desean. 38. Así quiere el Maestro que todo el pueblo venga a escucharme, con anhelo esencialmente espiritual, que sólo soñasteis con mejorar vuestra vida y que hiciereis desaparecer todo lo que de impuro tuvieseis en vuestro pasado. Ciertamente que todos estáis luchando por alcanzar este fin, unos con mayor ahínco, otros débilmente, pero todos lucháis por llegar a ser mejores de lo que erais ayer. ¿Creéis que Yo no contemplo los combates que estáis librando? 39. Aún os tientan los vicios, las pasiones, la idolatría; más en esos momentos oráis y vuestra fe os ayuda para que alcancéis la salvación. Vuestro espíritu está preparado para recibir bajo esta forma y escucharme por este medio; mas esa preparación no la ha adquirido en la tierra, sino a través de su evolución espiritual, y os fue necesario despojaros de muchas tendencias adquiridas a vuestro paso por el mundo, para comprender mi manifestación de este tiempo. Los que no se han preparado, no aceptarán como verdad esta manifestación; por eso es que veis divisiones en el seno de vuestras familias, padres que desconocen por esta causa a sus propios hijos, hijos que se convierten en los jueces de sus padres, hermanos que hasta ayer se comprendían y que hoy se ven como si fueran extraños, y matrimonios que discuten y hasta se desconocen entre sí, porque uno cree y el otro niega. 40. No es la primera vez que esto ocurre. En los tiempos de mi predicación los hombres se desconocieron, porque mientras unos creyeron en mi palabra y hasta dieron la vida sosteniendo su verdad, otros la tildaron de impostura y falsedad. 41. Si la humanidad verdaderamente hubiera estado esperando a su Señor, no se hubiera confundido, como no se confundieron los que íntimamente le deseaban, le esperaban y le llamaban. 42. Os he dicho que invitéis a todos vuestros hermanos, sin distinción, para que se sienten a mi mesa, porque aunque no todos creen en Mí, por ahora, debo hablarles a todos. 43. En aquel tiempo salí en busca de las multitudes; el sitio en el que les hablé me fue siempre indiferente. Lo mismo les dirigí la palabra en un pórtico del templo, que en un camino, en un valle o en la ribera del mar o en la cima de una montaña. 44. En este tiempo, en que para hablaros es necesaria la preparación del portavoz, pequeña criatura que no sería capaz de ir por plazas, por calles o por caminos y ciudades, poseída de mi rayo para dirigir mi palabra a las multitudes, os he reunido en humildes recintos para entregaros mi palabra, y en vez de que Yo fuera a las multitudes, ellas vienen a escucharme; por eso digo a los que día tras día se acercan a Mi: Llamad a vuestros hermanos bajo la sombra de mis árboles, donde podrán oír mi voz. 45. Vengo a prepararos porque una nueva etapa va a comenzar. Tiempo de gran espiritualidad y elevación va a ser el que suceda a éste en el que os estoy dando mi palabra. 46. Tres años más os daré mi enseñanza por el entendimiento del hombre, que serán como tres días, porque el tiempo pasa sin detenerse. 47. ¡Cuánta tolerancia y cuánta complacencia habéis recibido dentro de mi obra, oh pueblo! Mas debo advertiros que todo tiene su límite, y esas complacencias que el Padre os ha concedido, deben terminar. Pronto sabréis guardar el verdadero respeto a todo lo que es espiritual, a todo lo que significa una verdadera preparación. 48. Mi obra no es una de tantas doctrinas, no es una secta más en el mundo. Esta revelación que hoy os he traído, es la ley eterna; sin embargo, por falta de espiritualidad y comprensión, cuántos ritos le habéis mezclado, cuántas impurezas, hasta haber llegado a deformarla. Cuántas prácticas habéis introducido en mi doctrina, diciendo y creyendo que todo lo que habéis hecho ha sido inspirado u ordenado por Mí. 49. Se aproxima un tiempo en el que se abrirán vuestros ojos y comprenderéis la verdadera esencia del espiritualismo. En verdad os digo que mi obra es más sagrada que todo lo que en el mundo así hayáis considerado. Sin embargo, estoy presto a perdonar cuanto hayáis faltado en vuestra misión, y con vuestro arrepentimiento penetraréis en una nueva vida más espiritual, practicando mis enseñanzas con la máxima sencillez para que sea el verdadero espiritualismo lo que enseñéis. 50. Si desde 1866 en que se iniciaron estas lecciones entre mis nuevos discípulos, éstos hubieran aprovechado la esencia que recibían, ¿No consideráis que ya era tiempo de que hubieran asimilado esta enseñanza? 51. Era natural que mientras no veías definida mi revelación, a pesar de haberla explicado con todo detalle, para que vuestro entendimiento la comprendiese, cayerais en errores e interpretaseis equivocadamente algunas de las enseñanzas; pero cuando mi palabra ha alcanzado su plenitud entre vosotros, esas faltas son injustificadas. 52. Llegasteis a creer que Yo os había traído a esta obra con el fin de remediar la pobreza material en que se encuentra parte de la humanidad, para ayudaros a ser grandes delante de los demás; y hoy os sorprende que os venga a entregar los bienes espirituales, la caridad, el consuelo, el bálsamo, los que debéis de dar con el más absoluto desinterés. 53. Esta es la verdad; quien haya puesto precio a los servicios que imparta a sus hermanos, no ha sido a mi obra a la que ha vendido, ha sido a sí mismo a quien ha fijado un precio, precio de traición. 54. Aún quedan algunos instantes durante los cuales os hablaré libremente, y nadie podrá decir que Yo lo castigué con dureza o le hice expiar demasiado los errores que haya cometido, porque mi enseñanza es dulce, así como los medios que empleo para corregiros. 55. No será el pago del mundo el que os traiga la paz y las satisfacciones; éstas vendrán para con vuestros hermanos. 56. Si amáis la paz, sed además hombres de buena voluntad y así la tendréis con vosotros. De cierto os digo, que no hay tesoro que pueda compararse con la paz del espíritu. 57. Podéis decir que sólo por instantes se puede contar el tiempo que falta para que dejéis de escuchar esta palabra. Ya se acerca el tiempo en que os levantéis a esparcir la buena nueva. Vendrá la plenitud del tiempo de la luz, y sobre vuestras cabezas descenderá el Espíritu del Señor, como descendió en aquel tiempo sobre mis apóstoles, haciendo aparecer en cada uno de ellos una lengua de fuego, como símbolo del verbo o don de la palabra, que en ese instante les era concedido. Es menester que perseveréis en mi doctrina, para que pueda hacerse mi voluntad en vosotros. Si sufrieseis humillaciones a causa de mi obra, soportadlas con paciencia y perdonad. Volved vuestra mirada hacia Jesús y vedle en aquel tiempo sufriendo las más grandes humillaciones entre los hombres, sin protestar, y sí perdonando y amando a quienes le ofendían. 58. Si os dije que mostraseis el carrillo derecho a aquél que os golpease en el izquierdo, en señal de perdón, no concreté mi doctrina solamente a palabras. ¡Cuántas veces en los últimos días que en el mundo pasé, recibí sobre mi rostro y en todo mi cuerpo, cuando no los azotes, el bofetón, sin que mi corazón se airase, ni mi mirada manifestase rencor! Mi mansedumbre, la dulzura con que contemplaba a aquellos hombres, realizaron muchos milagros, muchas conversiones que sólo Yo contemplé. A eso vino Jesús el Salvador, a enseñaros el camino de la elevación espiritual por medio de la humildad. 59. La humildad divina se manifestó plenamente al mundo desde la hora de mi nacimiento en cuanto hombre. Desde aquella fría noche en la que una mujer purísima de Espíritu y cuerpo, llena de regocijo oraba ante su Señor desde el interior de un establo, único refugio que se abrió en aquella noche para recibir en su seno al Salvador del mundo, ahí en el pesebre que fue mi cuna, se inició la lección de amor y de humildad que traje a los hombres. 60. Hoy vivís otro tiempo; he vuelto a vosotros y aunque no ha sido como hombre, he venido a enseñaros nuevamente mi lección de humildad. Las tinieblas en que encuentro sumergida a la humanidad en este tiempo, son más negras que las que aquella noche nació Jesús. La dureza de los corazones que han recibido mi nueva venida, ha sido a semejanza de las rocas de aquella gruta, en donde el Dios Niño abrió sus ojos a la luz de este mundo; la indiferencia de la humanidad hacia lo eterno, hacia lo espiritual y su falta de amor de unos a otros son como el frio de aquella noche bendita; y la dureza de los entendimientos por los cuales me comunico en este tiempo, la aspereza de sus corazones, han sido como la dura paja del pesebre. Así comencé de nuevo mi lección entre vosotros, más os pregunto: ¿También la concluiré sobre una cruz como entonces? 61. Mirad mi huella y seguidla; si en ella encontráis el sufrimiento, el sacrificio, la renunciación, la humillación, elevad vuestra mirada a Jesús y Yo os enviaré mi fuerza y os daré mi brazo como cirineo para ayudaros a llevar la cruz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 198 1. Bendito el que llega a mi lleno de humildad. 2. Son los tiempos en que dejaré hombres preparados de espíritu y de entendimiento para que testifiquen la verdad de mi venida. 3. Cuando mis discípulos vayan por el mundo, hablando y doctrinando en mi nombre, llevarán en sí la fe y la seguridad de que Yo acudiré en su auxilio en el momento de prueba, porque siempre he dado pruebas de mi amor y de mi presencia en todas partes. 4. Cuando os agobia la pena y clamáis a vuestro Padre porque vuestra fe os convence de que sois escuchados y de que vuestro rostro afligido es contemplado por el Señor, sentís un consuelo y una esperanza, que es la caricia que el maestro os da al escuchar vuestra plegaria. 5. Si al hombre se le presenta la vida llena de tropiezos y amarguras y entonces solicita el consuelo de su Padre, ¿Por qué no había de venir quien puede levantarle? 6. El amor divino se derrama en todo instante en la humanidad y de ello testifican quienes han sabido sentirme íntimamente en su corazón, porque Yo, aun siendo omnipotente, me limito para acercarme al hombre y ser sentido por él. 7. No juzguéis a ninguno, ved como los hombres de las distintas religiones oran en diversas formas, todas distintas a la vuestra; Yo os he revelado que a todos desciendo y a todos escucho, porque de nadie que me busque me quiero ocultar. En cambio, los demás sí os juzgarán por vuestra forma espiritual de orar, y también por haber creído en mi comunicación por el entendimiento del hombre. ¡Cuántos habéis sido ya víctimas de la calumnia y de la burla por parte de aquéllos por aceptar mi comunicación en esta forma! Sólo la flama de la fe que arde en el corazón de este pueblo os ha hecho resistir las pruebas, y es que tenéis la confianza de que esta doctrina, después de pasar por grandes combates, será del conocimiento universal. Vosotros, que estáis escuchando directamente mi palabra y que seréis maestros entre la humanidad, no veréis desde este mundo el resultado de vuestro trabajo, porque tardará tiempo para que la semilla rinda su fruto. 8. Esta humanidad poco a poco va aceptando la idea espiritual; cuando haya alcanzado cierta elevación, comprobará que en mis comunicaciones y manifestaciones no existió impostura; que fue verdad que el Maestro se derramó en amor, en sabiduría y en gracia a través de cerebros humildes, pero despejados e iluminados por mi Divinidad; imperfectos, sí; mas siendo la misma pureza, he venido a valerme de entendimientos de hombres que luchan continuamente contra sus propias inclinaciones. Si el hombre cree que sólo por medio de un hombre justo y perfecto debía comunicarme para ser creído, se encuentra en un error, y a él Yo le preguntaría: ¿Acaso los representantes de mi Divinidad en las religiones son hombres perfectos y justos? En verdad os digo que no encuentro entre ellos un solo justo en toda la tierra, sin embargo son intérpretes de mi palabra revelada en los tiempos pasados. 9. Estos portavoces por los cuales os hablo, no son mis representantes, ni mis ministros, son simplemente instrumentos para transmitir mi inspiración. 10. Muchas lecciones os ha traído mi enseñanza; os he dicho que no es preciso que levantéis templos suntuosos para agradar a vuestro Dios; que tampoco es preciso que confeséis vuestras faltas ante otro pecador como vosotros. Que el mejor templo donde podéis penetrar para adorarme es vuestro propio corazón, y que cuando sintáis arrepentimiento sincero por vuestras faltas y luchéis contra vosotros mismos por enmendaros, en verdad seréis perdonados por Mí. La prueba de que habéis lavado vuestra mancha, será la paz que experimente vuestra conciencia y la alegría que inunde vuestro corazón. 11. ¿A qué llaman los hombres sobrenatural, si todo en Mí y en mi obra es natural? ¿No serán más bien las obras malas e imperfectas de los hombres las sobrenaturales, ya que lo natural sería que siempre obrasen bien, procediendo de quien procede y poseyendo los atributos que en sí llevan? En Mí todo tiene explicación sencilla o profunda, nada hay a obscuras. Llamáis sobrenatural a todo aquello que desconocéis o que miráis envuelto en misterio, pero que, cuando vuestro espíritu conquiste con méritos su elevación y contemple y descubra lo que antes no podía ver, encontrará que todo en la creación es natural. 12. Si unos siglos atrás se hubiera anunciado a la humanidad los adelantos y descubrimientos que en estos tiempos lograría el hombre, hasta los científicos habrían dudado y hubieran considerado como sobrenatural tales maravillas. Ahora que habéis evolucionado siguiendo paso a paso los adelantos de la ciencia humana, aunque os maravilláis con ello, los contempláis como obras naturales. 13. En verdad os digo: El mañana, cuando la comunicación espiritual del hombre con su Dios se extienda por el haz de la tierra, la humanidad se familiarizará con estas manifestaciones, creerá en que Yo me comuniqué a través del entendimiento humano, creerá en lo que hablé y dejará de juzgar un imposible o algo sobrenatural tales manifestaciones. 14. Los hombres del mañana serán los que reconozcan a través de los escritos que queden de mi palabra, la grandeza y la esencia de mi doctrina. Causará admiración en ellos la sencillez con que explico lo profundo, lo insondable, la sencillez con que os expongo la verdad. 15. Así os prepara mi palabra para que podáis contestar a quienes vengan en pos de este conocimiento. Vendrán hombres a vosotros, que no se conformarán con simples explicaciones. Vendrán los científicos que han pasado su vida escudriñando la naturaleza y los libros y os preguntarán: ¿Por qué el Señor siendo poder no se materializó, explicando cuáles serían los descubrimientos de la ciencia? 16. Entonces contestaréis: En el fondo de la palabra divina, cuya sencillez encierra sabiduría, se encuentra la explicación y la profecía de lo que el hombre realizará y de lo que espera a la humanidad. 17. Discípulos, desde ahora os digo: No penséis que la sabiduría que os estoy enseñando en mis revelaciones, es para que la enfrentéis a la sabiduría de los hombres; si por ese camino quisieseis ir, desde ahora os digo que nada recogeréis. 18. No es menester ser sabios para llegar a Mí; basta tener elevación espiritual, manifestar mi palabra, como Jesús la manifestó en el Segundo Tiempo y como ahora os la estoy entregando, llena de sencillez y amor. ¿Acaso ella ha revelado sabiduría científica? ¿Trata ella de resolver los problemas científicos de los hombres de estos tiempos? 19. Yo sólo hablo al espíritu. Sólo he enseñado el camino que conduce a la vida perfecta; y esta misión tenéis también vosotros, de hablar al espíritu y descubrirle en el horizonte la silueta de la "tierra de promisión" 20. Vosotros exponed con sinceridad y pureza mi doctrina y dejad que el hombre escudriñe, investigue e interrogue. No lo repruebo, ni lo impido; cada quien buscará la forma que esté a su alcance para encontrar la verdad. 21. Sembrad, vuestra semilla fructificará mañana; no importa que sean las generaciones futuras las que recojan el fruto. 22. Estudiad mi palabra y penetrad en su esencia. 23. Yo vengo a entregaros mi doctrina y no a contemplar vuestra mancha y vuestra iniquidad. 24. El pueblo de Israel debe mostrar un ejemplo de fortaleza, porque Israel es el fuerte de la humanidad. 25. Nuevas órdenes recibiréis, por las cuales me reconocerán las multitudes. 26. Las calamidades se encuentran desatadas, y mientras Israel duerme, los hombres imploran caridad y la han recibido de Mí; mas es mi voluntad que la humanidad reciba por la preparación de mi pueblo. 27. Vosotros lleváis el ejemplo del Padre al enseñaros sumisión y obediencia. 28. Cuando el tiempo sea llegado, recibiréis un mandato. Iréis a lejanas tierras. No haréis distinción de razas y además os digo: Ellos me esperan. Más para los que no han despertado aún, os digo: El infante llegará en que el Padre se haga sentir en todos los corazones. 29. No vengo a contemplar vuestras vanidades humanas. Sólo veo que vuestro corazón y espíritu me han buscado y Yo os enviaré a las comarcas cual emisarios del Maestro, enseñando con el ejemplo, como Jesús en el Segundo Tiempo. 30. Sí, Israel, llevad mi palabra que es savia de vida eterna. 31. A vos toca dar al mundo lo que le pertenece, en cumplimiento de mi mandato, porque sois los poseedores de la luz y la gracia del Tercer Tiempo. 32. Soy el Padre, que lleno de amor me aposento a levantaros nuevamente a la vida de la gracia, a encaminaros en el sendero recto. Caros me costasteis en el Segundo Tiempo y ahora me tenéis en espíritu dándoos nuevamente mi palabra, mi "Verbo Divino" que se distingue por el amor, para que practiquéis y llevéis al mundo mi enseñanza perfecta. 33. Con mi palabra que es el cincel más fino, pulimento vuestro corazón, porque le contemplo adormecido aún. 34. Es alba de gracia en que el Maestro desciende en todos sus discípulos. 35. Los videntes han testificado mi presencia y han contemplado la luz de mi Espíritu. 36. Se han preparado y han cerrado sus pupilas a las atracciones del mundo y por sus bocas han brotado palabra proféticas. 37. Seguid preparándoos, porque si no lo hiciereis, de cierto os digo: Las piedras hablarán. 38. Mas también os digo: No quiero forzaros. Quiero que el amor brote de vuestro corazón con sencillez y naturalidad. 39. Preparaos, pueblo, porque no sabéis como ni de dónde, pero las multitudes de distintas aldeas y comarcas se levantarán y vendrán a los recintos. 40. Elevaos en oración. Ayudad a vuestros hermanos. Estudiad mi palabra. No quiero contemplar a Israel avergonzado porque no haya sabido luchar. No, pueblo. Haced presente uno, dos o tres granitos, pero que vuestra simiente sea limpia. A vosotros toca analizar mi palabra. 41. Soy Padre de amor, y cual Padre vengo a vosotros porque como juez soy inexorable. Regeneraos, preparaos, para que siempre mes contempléis como Padre. 42. Se avecina el tiempo de la gran lucha. Tres años os restan de mi palabra, y el Padre quiere dejar doctrinadas a las multitudes. Pero es menester os preparéis vosotros, a quienes dejaré al frente de las porciones que han de quedar en los recintos. 43. Llegad a la comprensión y no dejéis que el mundo os arrebate la savia de mi palabra y su esencia regrese a mi solio divino. 44. Apartaos del mundo y recordad mis palabras que os dicen: Lo que fuisteis el ayer, no lo seáis hoy y lo que sois ahora, no lo seáis el mañana. Regeneraos. Renunciad a lo superfluo y malo; no quiero místicos ni fanáticos. 45. En el Primer Tiempo os envié a Moisés, en el Segundo Tiempo fui en Jesús de Nazareth entre vosotros, y hoy me tenéis como Espíritu Santo. Contemplo vuestro espíritu en la Escala de Jacobo, recibiendo la gracia y la luz de mi Espíritu. 46. Todos formáis un solo pueblo. Todos sois un solo hijo en quien poso mi ósculo de paz. 47. Estudiad mi palabra y llevadla a las multitudes, que el camino ya está preparado. A esta nación se acercarán los hombres. Dadles el mejor banquillo, mostradles buen ejemplo, para que os reconozcan como discípulos del Espíritu Santo. 48. Lleváis cada uno de vosotros un ser espiritual que os cuida. Cuando el momento sea llegado, él me responderá de vosotros y vos de él. En verdad os digo que es grande la responsabilidad que lleváis. 49. Llevad ahínco y anhelo de cumplir vuestra misión y quedad unidos por un solo ideal y una sola voluntad. Sed gratos ante mi justicia, que contempla hasta el íntimo latir de vuestro corazón. 50. Es tiempo precioso. Os toca levantaros presurosos, con amor, a cumplir con mi mandato, los unos ya como discípulos, los otros como párvulos. 51. Dejad al mundo lo que le pertenece y llevad un solo ideal, que es la salvación del espíritu, porque habréis de entregar cuentas de todo lo que labraréis en este planeta, cuando el momento sea llegado. 52. No sois inocentes ni ignorantes, todo lo hacéis con conocimiento de causa. 53. Yo os prevengo de los sucesos futuros. Cuando ya no escuchéis mi palabra, os comunicaréis Conmigo de espíritu a Espíritu. 54. Ahora os contemplo reunidos a imitación de mis apóstoles del Segundo Tiempo, y os estoy preparando para que hagáis grandes prodigios. 55. Lleváis una grande potestad, por lo tanto, entregad a vuestros hermanos de lo mucho que os he dado en mi palabra. 56. Yo he venido a derramar mi sabiduría entre vosotros, pero contemplo al lobo hambriento con piel de oveja que quiere devoraros poniendo pensamientos pecaminosos en vosotros para perderos. Más cuando contemplo que vuestro ser está próximo a sucumbir, aquí me tenéis cual Padre que viene en vuestra ayuda, porque no quiero que os perdáis. 57. Corta es la porción que lleva en su corazón el amor al Padre y voluntad en servirme; mas os digo: Perseverad para que alcancéis la elevación de vuestro espíritu en mi ley. 58. Así reunidos quiero contemplaros, que si sois con el Padre, Yo estaré con vosotros, no os dejaré un solo instante, y la tentación lejos será del pueblo de Israel. 59. Analizad mi palabra, comprended que es corto el instante de mi comunicación y dúos cuanta de cuán grande es mi amor y cuán grande la luz que poso en vuestro espíritu. Ved que tenéis que llegar limpios a Mí. 60. "Mi reino no es de este mundo", por lo tanto comprendedme cuando os digo: Lo que labrareis en la tierra, Yo os lo guardaré en el más allá. 61. Aquí en esta mesa os espero a todos. Ante mi presencia desaparecerán razas, castas y linajes; todos me pertenecéis por igual, todos lleváis un espíritu como joya preciosa, y a ese espíritu es al que vengo buscando. 62. Si lo queréis saber, éste era el lugar señalado para mi nueva manifestación al mundo, en el que habríais de verme venir sobre la nube, delante de todos los pueblos de la tierra. 63. Entended bien las lecciones; con esto Yo quiero deciros, que en Espíritu desciendo a todos, pero que esta palabra, no todos la escucharán. Así pasó en aquel tiempo; un pueblo fue el testigo de mi enseñanza, de mis obras, y los demás pueblos de la tierra creyeron por los testimonios. 64. Hoy me encuentro congregando al espíritu de aquel pueblo, para que perfeccione su misión bajo la palabra de su Maestro. 65. No vengo a prometerle reinados terrenales, sino un reino de eterna luz en el espíritu. 66. Su espíritu, ahora lleno de egoísmo ante las necesidades de sus semejantes, mañana será generoso para hacer partícipes a sus hermanos de la heredad que les he concedido. 67. Los que en aquel tiempo esperaban la llegada del Mesías, como la de un rey de la tierra y le vieron llegar en su humildad divina, se desalentaron y confundieron. ¿Por qué ahora vosotros habíais de imitarlos y de confundiros al verme manifestar de esta manera, si ya tenéis antecedentes de que "el reino de vuestro Señor no es de este mundo?" 68. Vengo a enseñar a un pueblo, para que él doctrine en el mañana a todos aquellos que no tuvieron la oportunidad de oírme bajo esta forma. Los que ahora me están escuchando, oyen a un Padre que con gran amor les anuncia una partida próxima y que por ese motivo extrema su ternura con todos aquellos que le rodean. Es la voz de un Padre que quiere que le recuerden, que no quiere dejar sollozando a ninguno de sus hijos, que desea que todos disfruten de su herencia y ésta es la de su amor. 69. Todo cuanto necesite este pueblo para la lucha que se avecina, su gran lucha espiritual, lo tendrá, porque El, en su riego fecundo, hará que brote de nuevo mi simiente. 70. Sí, pueblo, mi nombre volverá a estar en todos los labios, mi esencia en todos los corazones, y mi ley se manifestará en todas las conciencias ¡Cuán dichosos serán aquellos que hayan tomado parte en esta obra divina, porque ese gozo espiritual les compensará de todas sus tribulaciones y amarguras! Ellos recordarán que aquí, en la tierra, fueron los discípulos de Cristo, que cuidaron amorosamente la simiente que el Divino Maestro les enseñó a cultivar. 71. Conquistad esa paz para vuestro espíritu, oh pueblo, ganad ese lugar en la eternidad. 72. Yo como Maestro, voy delante de vosotros guiando a vuestro espíritu; por eso las obras de mis discípulos deben ser claras, y de vosotros tomarán ejemplo los que os miren. El mundo está hambriento y vosotros tenéis el pan que alimenta; si me seguís como ellos, sentiréis mi potestad para combatir todo mal. Todos los elementos os ayudarán en vuestra misión, si sabéis usarlos. 73. Hoy contempláis entre la humanidad escasez y pobreza, el desvelo por conseguir el pan del cuerpo, mientras vosotros os habéis conservado sin sufrir tantas penalidades, porque quiero que tengáis paz y que dediquéis una parte de vuestro tiempo a la práctica de mi doctrina. Muchos hombres y mujeres van a emigrar buscando en este país un refugio para su corazón cansado de luchar, y encontrarán una tierra bendita, pródiga en beneficios, y vosotros compartiréis con ellos vuestro pan y encontrarán abrigo y cimentarán aquí su hogar. 74. Despertad, pueblo, porque sólo quedan tres años en que he de comunicarme con vosotros. Buscadme desde hoy de espíritu a Espíritu, porque ya se acerca la hora en que os sentiréis huérfanos y quiero que seáis fuertes en la prueba. El mundo espiritual no os dará su palabra de aliento, de consejo; no oiréis este concierto descender del más allá, y es menester que sepáis elevaros para seguir alimentando vuestro espíritu. 75. Acercaos a lo que es perfecto. Unid a mi voluntad la vuestra. Buscad todo el bien para vuestro espíritu y amad menos los bienes terrenales. Ha llegado la humanidad a un límite en donde voy a detenerla; las tinieblas desaparecerán, "la mala hierba será cortada, atada en gavillas y arrojada al fuego", como está escrito. Todo esto será hecho. Yo os preparo, pueblo, para que conozcáis el tiempo en que vivís y pongáis alerta a vuestros hermanos. Bendito aquél que se disponga a redimirse, ore y haga penitencia, porque será salvo; más si por esta causa sois desconocidos, si os hieren, recordad a Jesús en su pasión divina e imitadle. 76. Sed comprensivos y sabed perdonad las ofensas; no tengáis enemigos y si os combaten, esgrimid vuestras armas de amor, de luz. Si así os conducís, alcanzaréis perfección y tendréis en la tierra el don de la paz. Yo os doy la semilla, a vosotros toca cultivarla. 77. El momento en que Yo había de venir estaba señalado y esta profecía se ha cumplido. Estaba dicho: "Los hombres escalarán el monte del pecado y el materialismo. Las guerras cundirán de nación en nación como incendio que lo destruye todo. El odio y la mala voluntad crecerán como mala hierba e invadirán los campos". 78. Sabía que a través de los tiempos me olvidaréis y que haríais salir de vuestro corazón mi palabra. Por eso os anuncié que volvería. Aquella luz ha sido opacada, el corazón humano se encuentra frio e insensible, como la noche en que Jesús vino al mundo, y la Madre no encontrando hospedaje en los hogares de los hombres, buscó abrigo en la rústica morada de pastores y rebaños. 79. Hoy no preparé un regazo para hacerme hombre, porque he venido en Espíritu a hablaros; y en medio de tanta dureza e incredulidad os he encontrado a vosotros, os he escogido y habéis preparado vuestro corazón para recibirme, me habéis oído y se ha encendido vuestra fe. 80. Si queréis seguirme, cumplid con mi palabra; Yo os ayudaré con la cruz; mas no quiero que este pueblo que hoy me cree, mañana me juzgue y me condene, como aquél que me llevó a la cruz. Hoy no sabéis quiénes serán los fieles; Yo os digo que serán pocos y a veces se encontrarán solitarios; mas su camino estará abierto y los ángeles vendrán a custodiarlos y a librarlos de los peligros para conducirlos al aprisco celestial. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA No. 199 1. La paz del Espíritu Santo sea con vosotros 2. Incansablemente os hablo, porque la prueba para los discípulos se acerca y quiero que sepáis entonces dar a conocer mi obra. Yo os he dado a conocer sus principios, para que siempre la mostréis en toda su pureza y verdad. 3. Mi doctrina unirá al mundo en un solo ideal, y cuando esa unión de pensamientos, de corazones y de voluntades se haya realizado, el mundo conocerá la paz y algo más de la vida del espíritu. 4. Existe en este tiempo la lucha de ideas y de doctrinas. Cada hombre quiere tener la razón, y en esa lucha de egoísmos e intereses, ¿Quién poseerá la razón? ¿Quién será dueño de la verdad? 5. Si quienes se consideran estar dentro del camino perfecto y creen poseer la verdad, se envanecen por ello, en verdad os digo que aún no conocen el camino, porque en él es menester llevar humildad, y basta que desconozcan la verdad que encierra la creencia de los demás, para que hayan dejado de ser humildes. Y Yo os dije desde el Segundo Tiempo: "Bienaventurados los mansos y humildes de corazón". 6. El hombre que juzga la fe y la creencia de sus semejantes, se aleja de la salvación, porque en su soberbia e insensatez trata de igualar a su Dios. 7. Yo os digo que os mostréis tal cual sois, para que no caigáis en la hipocresía. Sed sinceros considerando que os falta mucho para alcanzar la perfección de vuestro espíritu. 8. Quien por su humildad se considera no merecido de las gracias que recibe, ese nunca podrá engrandecerse por mucho que Yo le colme. Unos a otros se enfrentarán; la lucha será desigual, porque mientras unos apoyen su razón en la fuerza del poder de la tierra, otros en su pobreza material sólo presentarán las armas de su amor, porque ellos no tendrán más patrimonio que su heredad espiritual. 9. Sabéis, pueblo mío, que os he formado y reunido entresacándoos de aquí y de allá, porque en todas las sectas y religiones, que son como caminos, se encuentran los espiritualistas, los discípulos con los que he de formar esta familia. No les uniré en un recinto, sino en una ley, en un mismo amor; porque todo aquel que sienta latir su corazón de amor hacia su hermano, ese será hijo de este pueblo. En verdad os digo, que no seréis espiritualistas tan sólo por penetrar en estos recintos en donde mi palabra habla de espiritualismo, sino por el amor que deis a vuestros hermanos. 10. No os asuste el pensar que tendréis que luchar contra ideas, costumbres y errores de siglos, ni os importe que vuestro número sea reducido; sabéis que la luz que os he dado viene a romper las cadenas de la esclavitud e ignorancia- 11. ¿De qué se podrá acusar al pueblo espiritualista cuando él cumpla con la ley espiritual, con la ley moral y con sus deberes materiales y vaya dejando en su camino una huella de virtud? Mas guardaos de todo aquello que Yo no os haya enseñado para que no os hagáis reos de la justicia humana; hoy os digo como en el Segundo Tiempo: "Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César", y nadie os encontrará mancha que juzgar. 12. Cumplid con las leyes que rigen al país en que vivís y tened respeto hacia aquéllas que rigen a los demás pueblos. 13. Os dejo mi palabra para vuestro estudio y análisis. 14. Levantaos como emisarios a imitación de vuestro Pastor, para llevar la buena nueva a los corazones. 15. En verdad os digo, que por vosotros ha de salvarse el género humano. 16. Paso a paso os voy encaminando por el sendero de amor, ese sendero angosto, pero que os llenará de satisfacciones y de paz. 17. Quiero contemplaros caminando detrás del Maestro por la senda que conduce a la suprema felicidad. No toméis los caminos de maldad que os alejan de Mí. 18. Los que han cumplido se encuentran circundándome. Más he venido a vosotros cual Padre de amor y caridad para enseñaros nuevamente a que me dediquéis unos instantes de cada alba, 19. Labriegos: Luchad y trabajad para que al finalizar 1950 entreguéis abundante cosecha. 20. Es delicada la misión que tenéis que cumplir, unos en lejanas comarcas, otros en el seno de vuestra familia. 21. La heredad que os he dado en este tiempo, es la misma que tuvisteis en los tiempos pasados; más el pacto de amor y buena voluntad que habéis hecho Conmigo tiempo ha, lo habíais roto y fue menester volver a recordároslo. 22. Contemplad que la humanidad se encuentra en un alto grado de maldad. Más vosotros servid de limpio corazón y os sentiréis fuertes y seréis salvos en medio del caos. Uníos, para que las congregaciones sean como una fortaleza, como una muralla firme, como una cadena irrompible en la que cada uno sea un fuerte eslabón 23. Levantad al caído. Yo a todos entrego mi caridad, más los unos son azotados por las tentaciones del mundo y no han oído aún el llamado de su conciencia. A vosotros toca tenderles la mano y ser un báculo para ellos en el sendero, hasta que logréis que caminen tras de mi huella de amor. 24. Cuidad, mis hijos, de las enseñanzas del Padre, que lo vuestro cuidado está. 25. Os he entregado un cuerpo para que cumpláis una delicada misión en la tierra. Guiad, oh espíritus, a ese cuerpo con amor, porque grande será vuestro dolor si no cumpliereis con mi mandato. 26. Es a vuestro cuerpo a quien debéis guiar y no él quien os retenga en el camino del cumplimiento. 27. Sembrad la semilla y haced que germine, para que multiplicada retorne a los graneros del Padre. 28. Es mi voluntad contemplaros humildes, pero muchos de vosotros en vuestra ignorancia imploráis mi caridad. 29. Contemplo que habéis jugado con mis vestiduras. Las he dejado entre vosotros para que os resguardéis de la intemperie de los tiempos, más no para que las dejéis a la medianía del camino. 30. Desde 1866 tenéis mi nueva manifestación de amor entre vosotros y, ¿Acaso os ha faltado algo? 31 Bienaventurado el que haya apurado con paciencia el cáliz de amargura, porque su dolor se transformará en gracia. 32. Preparad el santuario, que tiempo ha el Padre ha querido morar en él. 33. Tomad el lugar que os corresponde y todos contemplarán que Cristo está entre vosotros. 34. Es mi voluntad que obedezcáis mi palabra y deis buen ejemplo a las multitudes; para ello llevad mi fortaleza; os he entregado un camino y él se encuentra lleno de luz. Seguid mi huella y escalad la montaña. 35. Los unos me pedís las monedas, más Yo os digo: En el Primer Tiempo, grandes riquezas llevasteis en la tierra y ante mi ley fuisteis el desobediente. Hoy el pan no falta en vuestra mesa y corta es esta etapa de cumplimiento para vosotros. Sed incansables entregando a vuestros hermanos, para que al final de la jornada me hagáis presente la semilla multiplicada. 36. No temáis al morador de la tierra, temed a mi justicia divina. 37. Todos sois mis hijos y todos llegaréis a Mí cuando el instante sea propicio. 38. Por vosotros que os acercáis al Maestro, entrego a todos por lejanos que les creáis. 39. Cultivad las tierras preparadas por el Pastor, que son los corazones de las multitudes. 40. Cuando contempla el Pastor que la oveja lanza el balido lastimero, acude a ella y la acerca al redil. 41. A duras pruebas estáis sometido, Israel, más el Padre os entrega la fortaleza para que salgáis avante. 42. Si cumplís en la tierra, os espera grande regocijo en el más allá. 43. Las puertas del reino se encuentran abiertas invitando a todo el que quiera vivir en él. Esas puertas las encontraréis en vuestra conciencia. 44. Hoy vengo a sentaros a mi mesa de amor, para daros el manjar del espíritu. 45. Hijos de mi Divinidad, discípulos del Maestro, dejad que penetre hasta lo más íntimo de vuestro espíritu la luz del mensaje que mi amor os envía. 46. Sed bienvenido, oh pueblo, que llegáis a Mí cansado, enfermo y triste del espíritu. 47. Bienvenidos seáis ante la luz de mi rayo divino, porque en él encontraréis fortaleza, bálsamo y alegría. 48. ¿Por qué hay algunos de vosotros a quienes parece extraño que Yo llegue bajo esta forma? 49. Yo no os he dicho que me encuentre en esta materia; no, sólo os he dicho que esta mente está captando mi inspiración. Estoy dando un nuevo mensaje a los hombres, a semejanza de una inmensa fuente que estuviera desbordando su contenido sobre campos y huertos sedientos. Considerad que vuestra mente es el depósito de mi sabiduría, en donde vengo a derramar mi luz. 50. Mi pensamiento lo he hecho palabra que derrama amor y ternura, para que en ella encontréis el bálsamo que cure a vuestro espíritu y a vuestro cuerpo. También he venido a enseñaros a que adoréis a vuestro Dios en el altar de la verdad, no en los altares de sombras, de idolatría y de fanatismo. 51. Preparaos para que recibáis el caudal que os traigo, dejad que hoy descorra este velo para que podáis comprender todo el sentido de mi nuevo mensaje. 52. Vengo a haceros entender sin libros y sólo con el espíritu; vengo a enseñaros a interpretar el sentido de todas las revelaciones. De esta manera dejaréis de caer en idolatría, porque no os conformaréis con deteneros ante el símbolo, sino que sabréis penetrar en el fondo de la doctrina, para interpretar su verdad. 53. Habéis oído que en el cielo los ángeles escuchan eternamente el concierto divino. Si os detenéis ante ese sentido figurado, entonces cuidaos de no creer que también en la gloria se escuchan músicas semejantes a las que estáis acostumbrados a oír en la tierra; quien así piense, habrá caído en un error completo de materialismo; en cambio, el que al oír hablar de la música del cielo y de la dicha de los ángeles al escucharla, piense en la armonía con Dios en el concierto divino, ese habrá estado en la verdad. 54. Mas, ¿Cómo es que hay algunos que no lo entienden así, siendo que cada uno de vosotros lleva en su espíritu una nota del concierto universal? ¿Cómo es que escuchando esta palabra hay quien no la entienda o quien no la sienta o la interprete mal? 55. Oh hijos amados, que sois frágiles en vuestro entendimiento, buscad en la oración la luz. Preguntadme en vuestras meditaciones, que por grande que sean vuestras interrogaciones, Yo desde el infinito os sabré contestar. A mi vez, Yo también os interrogaré, para que entre el Maestro y los discípulos surja la luz de la verdad. 56. La música celestial es la presencia de Dios en vosotros, y en medio de ese concierto vibrará vuestra nota cuando hayáis alcanzado la verdadera elevación, que es la belleza espiritual. Esa es la música celestial y el canto de los ángeles. Cuando sepáis y sintáis así, la verdad resplandecerá en vuestro ser y sentiréis que Dios está en vosotros; la vida os ofrecerá un eterno y divino concierto y en cada una de sus notas descubriréis una revelación. Aún no habéis escuchado las bellas notas en su perfecta armonía, notas dulces algunas veces, vibrantes otras. Si acaso las llegáis a percibir, os parecerán notas vagas que no llegáis a unir, y no habéis podido daros perfecta cuenta de la belleza que ellas encierran. Es menester ir más allá de los sentidos, más allá de las pasiones y de las sombras del materialismo, para llegar a escuchar el concierto de Dios en vuestro espíritu. 57. ¿Por qué creéis imposible mi comunicación con vosotros si estáis recibiendo la comunicación del universo? ¿Cómo ha de pareceros imposible la vibración de mi Espíritu a través del pensamiento humano, si todos estáis llenos de los pensamientos de Dios? ¿Cómo ha de ser imposible que Dios se comunique secretamente con vosotros, cuando los ángeles, los mundos, los espacios y todo lo creado está lleno de Él? ¿Por qué no había de ocuparme de vuestro espíritu o por qué había de abandonarlo? ¿No os habéis dado cuenta de que esto si sería posible? 58. Escuchadme bien: Yo soy el Maestro, este planeta es escuela para el espíritu; la vida y mis enseñanzas forman la lección perfecta. ¿Podréis creer que Yo abandonara mis deberes y que pudiera olvidarme de mis discípulos? 59. Pueblo: Os repito que las notas del concierto divino están vibrando en torno vuestro y que es indispensable que vuestro espíritu se eleve, para percibir su armonía; de no ser así habréis dejado que aquellas notas queden vibrando en los espacios en espera de otros que si sepan escucharlas. 60. Quiero que adquiráis la sensibilidad por lo espiritual, para que con ello endulcéis vuestra tristeza aquí en esta tierra donde tanto floráis y sufrís. 61. No escuchéis a aquellos que niegan esta verdad de que Yo estoy en vosotros y con vosotros. Despertad y escuchad aquella parte de mi concierto que por ahora os concedo oír. Vuestros oídos hasta ahora sólo han estado dispuestos para escuchar el eco de las lamentaciones y el estruendo de las guerras de esta humanidad, las cuales son la mejor prueba de vuestro desconcierto y de vuestra falta de armonía. Esa demostración la podéis encontrar en todos los lugares y en todos los órdenes de vuestra vida humana. 62. La guerra fraticida y la guerra de ideas están en su plenitud. Grandes y pequeños, fuertes y débiles, creyentes y profanos, se agitan en un mar de confusiones; pero la poda ya está cerca, y de cierto os digo que todo árbol que no de buen fruto, será cortado. 63. El dolor, el tiempo y la verdad serán la hoz implacable que corte de raíz la mala hierba, la cual más tarde será arrojada al fuego de la sabiduría, donde todo lo que sea falso, será consumido. 64. En medio de este caos también hay quienes duden de mi amor, a lo cual Yo os digo: ¿Cómo he de abandonar a este mundo, si sólo Yo puedo calmar las olas de este mar embravecido? 65. No olvidéis que siempre que os encontréis en tinieblas, vendré a socorreros, porque soy la luz del mundo. 66. Son los hombres los que provocan las tempestades, pero es mi deber el venir a enseñarles a hacer la paz; y eso es lo que estoy haciendo a través de mi doctrina, la cual ha descendido en todos los tiempos como un concierto dulce y armonioso, como un mensaje venido de aquel reino de amor y de justicia. 67. Yo seguiré hablando a vuestro corazón; los cielos quieren manifestarse en vuestro mundo, dejadles pasar por vuestra mente. 68. Es imposible la separación del Creador y de sus criaturas, es imposible que haya distancia entre Cristo y los hombres, así como no puede existir un cuerpo sin cabeza, ni sol sin planetas. 69. Cuando améis la verdad, grande será la belleza de que gozaréis en vuestra existencia y cuando logréis esa santa libertad que he venido a ofreceros a vuestro espíritu, viajaréis a través del pensamiento por cielos, espacios y mundos. 70. Vengo a consolaros en este tiempo de aflicciones que estaba anunciado por los profetas ha mucho tiempo. Roque Rojas, mi enviado en este tiempo, os habló de las pruebas que estaban por llegar, y desde mi primer portavoz os hice conocer que las profecías se estaban cumpliendo. Los que me escuchasteis desde aquellos días, recordaréis que el Maestro os decía: He aquí que la vida cambiará y la humanidad apurará un cáliz muy amargo; las naciones se desconocerán; los padres desconocerán a sus hijos y los hijos a sus padres; el hombre repudiará a su esposa y ésta a su vez le faltará al compañero, y muchos niños, teniendo padres, caminarán como huérfanos. A causa del vicio que se propagará y del hambre y del pecado que se multiplicarán, muchas gentes morirán. 71. Y he aquí que al cabo de pocos años, todas esas calamidades, como un torrente incontenible, irán arrasando vida, hogares, pueblos, creencias e instituciones. Siempre estoy diciendo a los que me escuchan, que velen y oren para que no se dejen arrebatar por esa corriente. 72. Velad por la virtud de vuestra familia y por la paz de vuestro hogar. Mirad cómo hasta los más pobres pueden ser dueños de este tesoro. Reconoced que la familia humana es una representación de la familia espiritual; en ella está el hombre convertido en padre, guardando verdadera semejanza con su Padre Celestial; la mujer, con su corazón maternal lleno de ternura, es imagen del amor de la Madre Divina, y la familia que con su unión forman, es una representación de la familia espiritual del Creador. El hogar es el templo en donde mejor podréis aprender a cumplir mis leyes, cuando los padres han sabido prepararse. 73. El destino de los padres y de los hijos está en Mí, más a unos y a otros toca ayudarse mutuamente en sus misiones y en sus restituciones 74. ¡Cuán liviana seria la cruz y llevadera la existencia si todos los padres y los hijos se amasen! Las pruebas más grandes serían atenuadas por el cariño y la comprensión; su conformidad ante la voluntad divina la verían recompensada con la paz 75. La primera institución en la tierra fue el matrimonio, porque dicha unión quedó consagrada por el Creador, desde la primera mujer y el primer hombre. A través de los tiempos mi ley y mis revelaciones os han hablado de lo alto de esa misión. Cuando fui con vosotros en la tierra, gusté de visitar a los matrimonios y a las familias. Mi presencia en los hogares santificaba aquella unión y bendecía sus frutos. Hablaba a la niñez, a la juventud y a los ancianos, hablaba al mancebo y al padre de familia, a la doncella, a la esposa y a la madre, porque era menester reconstruirlo todo y dar nuevas luces sobre la forma de vivir en este mundo que es una etapa de la vida espiritual. Mi palabra fue para todos; por eso cuando hablaba, llegaban presurosas las madres llevando de la mano y en sus brazos a los niños. Aquéllos corazones sencillos, al escuchar que Jesús les decía: "Quién conoce al Hijo conoce al Padre", sentían que en aquella palabra estaban oyendo a Dios, y desde el fondo de su corazón decían al Maestro: ¡Aleluya, sois el Mesías que esperábamos! ¡Bendito sea Aquél en cuyo nombre venís! 76. Ahora se ha abierto una nueva era con mi llegada, y mi palabra en esencia es la misma. Ella viene a recordaros lo olvidado, a enseñaros nuevas enseñanzas, y a elevar vuestra vida acercándola más a la perfección. 77. Si estuvieseis viviendo dentro de mi ley, ¿Creéis que hubiese Yo venido a materializarme, comunicándome en esta forma? 78. Vengo a cultivar con mi palabra la semilla que en otros tiempos sembré, más en esta forma sólo hablaré hasta 1950; después seguiré cultivando vuestro espíritu, pero mi comunicación será más sublime y elevada. He venido hoy a recordaros algunos principios que han sido hollados por la planta del hombre. Con mis consejos celestiales estoy bendiciendo una vez más el matrimonio y la familia, más para ampliar vuestros horizontes espirituales y evitar que caigáis en egoísmo, vengo a enseñaros a que principiéis a formar en este pueblo una verdadera familia espiritual, cuyo Padre contemplaréis en el infinito, y en el mundo miraréis como hermanos a todos vuestros semejantes. 79. ¿No creéis que quien haya sabido cumplir para con los suyos, se sentirá más fuerte y digno de salir de su hogar, de su pueblo y aun de su nación a esparcir mi enseñanza con su palabra y su ejemplo? No temáis porque os digo que tenéis que salir de vuestro hogar y de vuestra comarca. Os digo que Yo velaré por lo que dejéis y no os será necesario llevar doble alforja; Yo antes prepararé los caminos, las puertas, los corazones para que podáis cumplir vuestra misión. No os aguarda el sacrificio de sangre, aunque tengáis que sacrificar algunas de vuestras satisfacciones. El hogar del cual salga uno de sus hijos para ir en pos de las comarcas, será bendito. Os hablo de estas revelaciones porque sólo faltan tres años en los que os dé mi palabra y quiero dejaros preparados, para que nadie venga a sorprenderos. Vuestro don de intuición os guiará en estos tiempos para que sepáis a qué sitio y por cual camino tendréis que ir. No irán solos los discípulos, sobre ellos irá una gran legión de espíritus de luz en su ayuda, y sobre de todos, Elías, el pastor espiritual iluminará los senderos y cuidará de sus ovejas. Mi voluntad se pondrá de manifiesto en vuestras obras. 80. No sois los únicos en quienes descansará esta obra; en el más allá se encuentran ya dispuestos aquellos que han de venir a encarnar después de vosotros, para continuar vuestra siembra. El mundo se transformará, mas no será en un instante. 81. Meditad en mi palabra, para que se haga la luz en vuestro entendimiento. Humanidad, cuando sepáis el lugar que ocupáis en la creación del Padre y la misión que traéis, sabréis que vuestro destino es siempre amar y bendecir. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 200 1. Las puertas del reino están abiertas para todo aquél que quiera recibir sus beneficios. Ese reino se encuentra en el espíritu del hombre. 2. Hay fiesta en vuestro espíritu y en el mío, cuando os disponéis a recibir mis mensajes de luz. 3. Bienvenidos seáis, hombres enfermos, tristes y necesitados de amor espiritual, porque en Mí encontraréis el bálsamo, la luz y la fortaleza que os han hecho tanta falta. 4. Os amo, y por ello os envío mi luz para que disipe vuestras penas, inquietudes y temores y os sintáis envueltos en mi amor, protegidos y a salvo de los múltiples peligros que os acechan. Mi fuente de misericordia se desborda para curaros del espíritu y del cuerpo, y eso que hago con vosotros, lo estoy llevando a cabo en éste y en todos los mundos, porque mi Espíritu Consolador ha descendido a todas las moradas donde habitan mis hijos. 5. Si os alimentáis de Mí, si sabéis recibirme, ya no podréis negarme, no dudaréis ni desconoceréis este pan que os ha dado la vida, y vuestra existencia llegará a ser un testimonio constante de gratitud y de amor. 6. ¿Acaso imagináis las delicias del reino prometido? Habéis querido formar en vuestra mente una imagen de lo que podría ser la vida de los seres perfectos y habláis de cantos, de belleza, de pureza y de amor, y ahora os digo que en esa morada reina una armonía perfecta. 7. Debéis saber que todos vosotros llegaréis a formar parte de ese concierto, que participaréis de esa dicha cuando os hayáis perfeccionado y vengáis a Mí. Entonces me encontraréis y Yo estaré en el trono de la dignidad que vosotros me deis. Y esa música celestial cantará dentro de vuestro espíritu, cuando lleguéis a descubrir mi presencia en vosotros mismos, y os extasiéis en la contemplación de mi obra, de mi creación, que he de mostraros para haceros participes de ella. Cuando os encontréis Conmigo, percibiréis la más bella armonía y el más dulce canto se elevará de vuestro espíritu hacia el mío. 8. Cuando sintáis en vosotros resplandecer así mi presencia, encontraréis en cada escala un concierto, en cada nota una revelación y estaréis tan cerca de Mí, que me llegaréis a tener como la única causa y fin de la existencia. Yo os recibiré como se recibe al viajero que llega a la última etapa de su viaje, consciente de su obra y de lo que va a encontrar. 9. Pueblo: No habéis escuchado todavía la música de bellas notas porque no habéis logrado aún desmaterializar a vuestro espíritu. El concierto se encuentra más allá de donde habéis logrado llegar, más Yo estoy preparando el camino, para que pronto lleguéis a Mi. 10. ¿Por qué creéis difícil mi comunicación por medio del entendimiento del hombre? ¿Dudáis que Yo pueda estar eternamente en contacto con vuestro espíritu? Si la creación es alimentada por Mí y todos los espíritus viven como las ramas de un árbol, tomando la vida de él y alimentándose de su savia, ¿Cómo podéis pensar que me encuentre distante o que sea indiferente a vuestros padecimientos, si soy vuestro Maestro, vuestro Doctor y vuestro Padre? 11. Escuchad: Se acerca la guerra de ideas. Espíritus encarnados y desencarnados se agitan en un mar de confusiones; todos presentan su cosecha de dolor y de mal; todos buscan herirse y darse muerte; todos hacen obra de destrucción; más el dolor ha llegado también. El segador está presente en este tiempo, con la misión de cortar todo árbol que no produzca buenos frutos. Y en esta gran lucha sólo la justicia y la verdad prevalecerán. Muchas de las iglesias desaparecerán, algunas quedarán en pie. En unas resplandecerá la verdad, en otras presentarán sólo la impostura; más la hoz de la justicia seguirá cortando, hasta que toda la simiente que en la tierra exista, se haya seleccionado. 12. En esos tiempos, los que se hayan espiritualizado, alcanzarán el ideal, la elevación, y ese conocimiento les dará la verdadera sabiduría. No necesitaréis de las ciencias humanas para guiaros, porque el espíritu debidamente preparado con mis enseñanzas os podrá revelar cuanto necesitéis saber. 13. Vendrán a Mi doctores en leyes, filósofos y sacerdotes, y Yo les contestaré y les convertiré con mi palabra. Unos no alcanzarán a comprenderme y se confundirán. Otros, humildemente me pedirán perdón; no me exigirán pruebas, Yo se las daré, porque les amo y quiero que me reconozcan. 14. Cuando los científicos no sepan contestar a la humanidad, ni puedan resolverles sus problemas y sus dudas, ella vendrá a Mí; entonces sabrá que la he estado esperando para enseñarla y consolarla; sabrá que esta palabra viene de Cristo, Aquél que sabe acariciar a todos los tristes y hablar a todos en este lenguaje que es tan dulce, el mismo en el que el maestro os enseñó el sublime mandamiento que os dice: "Amaos los unos a los otros" 15. Estáis en tiempos de purificación, y ya se han escuchado ayes de dolor. Mas ese mismo dolor os servirá para que os acrisoléis y podáis ser las columnas del templo; y después de vosotros, nuevos apóstoles llegarán. 16. Yo estaré con vosotros para consolaros y daros firmeza, para que podáis proseguir en el camino de restitución. Quiero que convirtáis en amigos a vuestros enemigos, que en vuestra lucha sepáis conquistar el reino, en donde alcanzaréis el fruto de todas vuestras obras. 17. Os hablo así, para que vayáis modelando vuestro corazón, porque vuestro destino es amar y bendecir. Vivid como vivió Jesús, siempre en comunión con el Padre, en perfecta armonía con todos los seres de la creación. 18. ¿No habéis escuchado en vuestro interior, cuando hacéis un bien, cuando acariciáis a un niño desvalido, socorréis a un necesitado o protegéis a un ser indefenso, resonar una voz que os bendice y que os anima a continuar por esa senda? ¿De quién es esa voz? De la conciencia. Es la voz del Padre que premia al hijo, porque sabe imitarlo. 19. Si queréis llegar a ser los dignos hijos de mi Divinidad, los príncipes herederos de mi gloria, antes necesitáis purificaros, y ya sabéis que las mejores aguas purificadas son las buenas obras. Os hablo así, para que sintáis que os espero en mi reino, que hoy estáis en el camino que a él conduce, pero que aún os falta mucho que caminar. Quiero hacer de cada uno de vosotros, un apóstol y de cada apóstol, un maestro. 20. Encuentro que la humanidad está practicando el culto en distintas formas y os digo que Yo no reconozco religiones que sean mayores o menores; os he enseñado el amor y existe tan sólo una verdad. No creáis que es una iglesia, un sacerdote o muchos sacerdotes, los que han de redimir a la humanidad; soy Yo, el sabio y amoroso Pastor que os cuida, os consuela y os ama de tal manera, que entregué mi vida por vosotros para enseñaros el camino de la verdad y de la vida. 21. Si los hombres de aquel tiempo creyeron que al quitarme la vida me destruirían y lograrían hacer desaparecer mi doctrina, no se dieron cuenta de que sólo conseguirían con ello darme más vida y gloria más alta, obtenido por el sacrificio. Desde mi cruz bendije a mis apóstoles de todos los tiempos, a todos los que humildemente me han seguido por el mismo camino. 22. Así os bendigo a vosotros que en el tiempo presente me habéis recibido y que ya os estáis preparando para continuar mi obra. 23. Israel, caminante cansado que venís en busca de mis palabras, para llevar a cabo vuestro destino en el Tercer Tiempo, llegáis con la amargura en los labios y el dolor en el corazón. Vosotros y vuestros hijos, habéis atravesado el azaroso camino, y hoy que oís el llamado de mi Espíritu, acudís seguros de que recibiréis fortaleza. 24. A unos encuentro humildes esperando mis mandatos; otros, después de haber pecado mucho, ante mi presencia sentís arrepentimiento; y otros curiosos escudriñáis mi enseñanza, buscando en ella algún error para condenarla. Yo os conozco y os amo y a todos recibo en este día. 25. De los humildes me serviré para llevar en corto tiempo la buena nueva a los corazones que me esperan. Al que ha faltado, lo purifico con mi palabra que es agua cristalina, y al saber que lo perdono y que lo convierto en mi discípulo, se arrepentirá y no volverá a pecar; y al que escudriña y duda, lo ilumino y le doy pruebas para que conozca la verdad y dé testimonio de Mí. 26. Y cuando todos estéis preparados, os enviaré ante aquéllos que han cultivado su mente y hablan con florido lenguaje; y vosotros no os sentiréis inferiores a ellos, ni los envidiaréis, porque Yo os he dado grandes dones espirituales. 27. La ciencia va a detenerse; muchos sabios se confundirán y encontrarán inútil su saber, porque el conocimiento adquirido no les ha conducido al bienestar y a la paz del espíritu; y cuando lleguen a esa conclusión, me buscarán, anhelarán conocer la esencia y finalidad de la vida espiritual y me pedirán, humildes, penetrar en mis arcanos, y Yo les concederé ir hasta donde sea mi voluntad. 28. Los que más me seguirán serán los pobres, los desheredados, y cuando hayan recibido este caudal de esencia que vierte mi palabra, se levantarán llenos de amor, para llevar el testimonio de mi venida en este tiempo. Unos aparecerán como profetas, otros con el don de la palabra cautivarán los corazones y todos harán obras de amor entre la humanidad. 29. Esas naciones que han sido menospreciadas, esos pueblos que se cubren de harapos, despertarán, me amarán y servirán a la humanidad. Entre ellos están los grandes espíritus acrisolados en el dolor. En el fondo de esas criaturas se ocultan mis enviados, mis apóstoles; Yo llamaré a todas las naciones y vendrán a Mí en breve tiempo los que han de comprender mi inspiración, para ser precursores míos. 30. Israel: Ahí están vuestros hermanos de lucha, esperando mis mandatos y viviendo en un caos; mientras ellos invocan la paz, otros piden el exterminio; ellos necesitan contemplar nuevos horizontes, nuevas tierras, ansían emigrar a otros países más clementes, para formar su hogar y poder desarrollar su espíritu, en cumplimiento de las leyes divinas. 31. Las imperfecciones en el culto de los hombres desaparecerán a medida que la espiritualidad penetre en los corazones y que el espíritu, cansado de falsos dioses, busque mi presencia, mi palabra; no me llamarán en las riberas de los ríos, ni en las montañas, ni en el valle o el desierto, me buscarán en el fondo de su espíritu, y ahí formarán un templo en donde me amarán. 32. Veréis a muchos hombres que fueron grandes materialmente, descender de su plano, y en esa condición, después de grandes pruebas que serán como un crisol para su espíritu, buscarán mi doctrina y se elevarán por sus virtudes y para llegar a conocer el verdadero valor de los dones que Yo he concedido al hombre. En el año de 1950 veréis cumplirse muchas de las profecías. 33. Muchos corazones que han sido tierras áridas, fructificarán, y a vosotros a los que he cultivado día a día, os digo: Preparaos y disponeos a sembrar mi semilla. 34. Después de ese año habrá guerras entre Israel, y sólo los que hayan permanecido velando y orando y trabajando dentro de mis leyes, serán escudo para los demás. 35. Yo os he dado la luz, para que caminéis con certeza y enseñéis a vuestros hermanos. 36. Benditos seáis todos, lo mismo los que me están escuchando como los que aún se encuentran ajenos a mi manifestación. 37. Es tiempo de lucha el momento que estáis viviendo, de lucha espiritual y de lucha de ideas. 38. Sobre esta enseñanza he insistido porque tendréis que encontraros ante aquéllos que tratan incansablemente de penetrar en el misterio de las enseñanzas; así mismo os hallaréis ante multitud de hombres y mujeres de diversos credos y descubriréis que en toda iglesia o religión existen hombres de buena fe que se afanan, porque sus actos encierren perfección. 39. Para todos es mi gracia, porque he visto en el mundo del hombre que todos, aunque sea por un instante, han inflamado de amor a mi Divinidad su corazón. 40. Diseminados en la tierra se encuentran los que aún buscan hacer el bien y la forma de ser útiles a sus semejantes. Y en verdad os digo: Todo aquél que alimente este propósito, está Conmigo. 41. Os he dicho que llegará el momento en que la luz brote en todos los lugares, en todos los países, en todos los continentes; esa luz brillará de acuerdo con la preparación espiritual del hombre; más a través de ella se formará una nueva y más acertada idea de la creación, una nueva etapa de evolución espiritual. 42. Cuando al fin todos los entendimientos se unifiquen, su idea de lo divino, de lo eterno y lo espiritual se purificará. Pasarán los hombres muchas pruebas, pero una vez pasadas resaltará aún más la verdad. Y la verdad, que es siempre cristalina y pura, podrá ser comprendida por todos. Así se realizará la unificación espiritual. 43. La doctrina que os he revelado y las normas que os he dado, serán las que prevalezcan, pero tened en cuenta que será la esencia de mi palabra, no la forma, la que tendréis que entregar. 44. Tampoco vayáis a sorprenderos de que en el seno de vosotros, la forma exterior de vuestro culto cambie, porque de cierto os digo: Llegará el momento en que comprendáis que el Padre sólo llega a la esencia y pureza de vuestros actos. 45. Vendrán entre vosotros muchos hermanos vuestros, que, al compenetrarse del espiritualismo, os obligarán a apartar hasta el último resto de fanatismo que conservéis. 46. Cuando me acerco a vosotros comunicándome por medio del portavoz, descubro a los que escuchan sin comprender y sin sentir, también a los que sólo han llegado atraídos por la curiosidad. Algunos han tratado de poner a prueba al mundo espiritual. Muchos no vienen con el debido respeto. ¿Y así, cómo podrán creer en lo sobrenatural que ante sus ojos se está verificando? ¿Podrá él mismo darse una explicación razonada, de lo que está sucediendo, si no sabe atribuir este prodigio a una fuerza superior? ¿Qué explicación podrá dar de lo que es esta obra a quien le interrogue? 47. Quien tiene fe, lleva de estos lugares el agua saturada y con ella hace milagros. Y el Maestro os pregunta: ¿Existe efectivamente en esa agua el poder sobrenatural? En verdad os digo, que el poder no está en el agua, está en vosotros mismos, en la fe y en la pureza de vuestras obras, porque el Señor está en vosotros, así como en la naturaleza y en toda la creación. Recordad que en aquel tiempo os decía: "Vuestra fe os salvará". 48. Yo soy el eterno milagro, el que da luz a vuestro entendimiento y conmueve vuestros sentimientos para encauzarlos por el camino del bien. Pero el hombre ha exigido más de su Padre y ha pedido ver, escuchar y palpar, lo que sólo debiera percibir por medio de la sensibilidad de su espíritu, y por amor he condescendido con mis hijos, teniendo para ellos comprensión y complacencias 49. Por eso en este tiempo he permitido que se acerque a vosotros mi mundo espiritual y os he dado el don de que se comunique por medio de vuestro entendimiento, para que todos palpéis la realización de estos prodigios y creáis en mi presencia. La comunicación de los seres espirituales se prestará a malas interpretaciones por parte de los escudriñadores de mi obra, lo tomarán como arma para heriros, calumniaros y juzgaros hechiceros. Más después de que esa comunicación haya dejado su simiente, desaparecerá. Entonces veréis que los dones que os he entregado, persisten y los milagros siguen sucediéndose, porque vosotros intuitivamente guiaréis entonces vuestros pasos, buscando siempre por medio de mis enseñanzas prodigar la caridad en la mejor forma. 50. Analizad mi palabra para que veáis que no os estoy imponiendo determinadas costumbres. 51. Es mi esencia la que debéis guardar y esparcir en los caminos, porque también llegará la hora en que no necesitéis de estos recintos; Yo me manifestaré en vuestro sendero, en vuestra alcoba, en la montaña, en todo lugar. Vuestro campo será ilimitado para realizar la caridad y demostrar que sois mis discípulos. Porque también las circunstancias serán diferentes en cada uno de vosotros, pero siempre os darán la oportunidad para obrar bien. Ese bien podréis hacerlo lo mismo con el pensamiento, que con los actos, con la palabra y aun con la mirada. 52. Acostumbraos a tener la conciencia por juez de vuestros propios actos, y ella os indicará cómo debéis obrar para que manifestéis todo lo que he depositado en vosotros. 53. Cuando miréis que vuestros hermanos en mi obra no saben explicar el porqué de mis manifestaciones, levantaos y explicad; para ello tenéis el conocimiento necesario. 54. No os sorprendáis cuando el momento llegue y sólo queden rodeándome los apóstoles de la fe. Yo os he dicho: "Muchos son los llamados y pocos los escogidos"; mas no es que Yo escoja a unos y rechace a otros; a todos llamo, pero mientras unos se quedan Conmigo, otros se alejan. 55. Muchos han venido y aún vendrán a Mí, mas sólo quedarán aquéllos que lleven dentro de sí simiente de caridad. 56. No sólo para los hombres es esta palabra, también las huestes espirituales la escuchan, porque llevan una misión que cumplir, esparcidos por la tierra. 57. Os dejo libres; caminad por donde creáis y sintáis que más os conviene, por donde sintáis amor. Si mi palabra a través de un portavoz no os conmueve, buscadme donde me sintáis de lleno, porque todo el que me siga debe sentirme en su corazón. 58. Vengo a reconciliar a los unos con los otros, a uniros, nunca a dividiros. Vengo a daros luz para que llegado el instante sepáis distinguir la verdad de la falsedad. 59. Os contemplo como a pequeños niños que se acercan buscando el calor paterno, o que vienen en pos de la sabiduría que pueda guiarles por el camino de la vida. 60. Sois pequeños, sí, pero por vuestra debilidad, porque no habéis aprovechado las lecciones que en múltiples formas voy entregando a vuestro paso. 61. Quien conozca mi nombre y mi palabra, no tiene derecho a llamarse ignorante, pequeño o débil. ¿No os dije en aquel tiempo en mi palabra: "Yo soy el camino, la verdad y la vida"? ¿De qué podríais carecer si caminasteis por esa senda de amor y si os sustentasteis con la luz de mi sabiduría? ¡Con razón llora el hombre en el instante de nacer! Ya sabe el espíritu que le espera el valle de lágrimas. 62. ¿Por qué no transformáis esta morada de valle de lágrimas en tierra de paz? Comprended que el sentido de mis enseñanzas conduce a ese hermoso fin: "Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad". ¡Paz! Que los hombres pueden obtener practicando el mandamiento de amarse los unos a los otros. 63. Ese es el secreto para alcanzar la paz; Yo se lo revelé al mundo, le di la llave que abre las puertas de ese reino; el hombre no lo ignora, pero no ha querido conseguir la paz, la grandeza y el saber por el camino del amor; ha preferido construir un mundo a su idea y una paz a su manera. 64. Su obra ha sido débil, porque no la ha levantado sobre los cimientos de la fraternidad en Dios, y hoy su mundo de vanidad se desintegra. El hombre, orgulloso del progreso de su ciencia, quisiera entonar un himno de triunfo por sus descubrimientos; pero en su lugar escucha brotar de su pecho un ¡Ay! de dolor, de horror y de arrepentimiento cuando palpa el resultado de su obra, en la que no puso amor. 65. ¿Mi palabra os parece amarga? Ella sólo os dice la verdad. 66. Mi palabra no es ortiga, es trigo, no es tiniebla, es luz. 67. Haced mi voluntad y no lloréis. Vivid mi doctrina y conoceréis la felicidad. Amaos los unos a los otros y viviréis en perfecta paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 201 1. Pueblo: En esta era en que el Espíritu de Verdad irradia su luz sobre todos espíritu, quiero que los que están destinados a escucharme bajo esta forma, se concentren y mediten porque solamente así podrán entender el divino mensaje que en este tiempo os he traído. Este mensaje es el libro que vengo grabando en vuestro espíritu, es la interpretación divina de la ley que recibió la humanidad desde los primeros tiempos, es la esencia que encierra el "libro de los siete sellos", cuyo misterio os comienzo a esclarecer, iluminado vuestro espíritu con la luz de mi palabra. 2. Mañana, cuando ya hayáis comprendido mi lección, comenzará la lucha; ya no tendréis mi palabra bajo esta forma, pero sentiréis mi presencia en vuestro corazón. 3. Dios, en el Primer Tiempo por conducto de Moisés, escribió en piedra la ley; la palabra de Jesús se escribió con sangre en el corazón del hombre; y en esta era escribiré mis revelaciones en vuestro espíritu, con la luz de la inspiración. 4. Si tropezáis ante las imperfecciones de estos mediadores, por los cuales me he venido comunicando, no por ello vayáis a deteneros en esa confusión; analizad, serenaos y seguid adelante, porque mi deseo es que os deis cuenta de la magnitud y verdad que encierra mi revelación. 5. Es necesario que cuando este pueblo se levante en busca de comarcas, pueblos, aldeas y aun naciones donde hacer oír la buena nueva, se encuentre fuerte y espiritualizado. Hoy todavía sois el niño inocente que ansía ver llegar el instante del cumplimiento de su misión, pero que aún ignora las acechanzas y las pruebas que le aguardan en el camino. Pero todo el que se sature de fe y amor, podrá desafiar los vendavales y ser insensible al dolor propio, más no indiferente a las miserias de la humanidad. 6. Extensa ha sido mi lección en este tiempo, porque he querido dar ocasión a que me escuchen muchos, para cumplir de esta manera la promesa que os hice en tiempos pasados, de que "todo ojo pecador y no pecador me contemplaría espiritualmente", para alentar así vuestra esperanza y vuestra confianza en Mí. 7. Mi voluntad ha sido que se escriba la palabra que os he venido entregando, porque en ella hay predicciones, anuncios, mensajes, para que sean conocidos por los hombres de mañana, porque muchas veces vuestra memoria es infiel. 8. Mi palabra viene a formar un pueblo iluminado, al que pertenecerán hombres y mujeres de toda la tierra y su fuerza estará en su espiritualidad. A ese pueblo encomendaré la restitución de la paz en el mundo, la justicia, la moral y la verdadera fe. 9. Hoy, al parecer, la humanidad está durmiendo, pero con verdadera sorpresa veréis cómo algunos pueblos, al oír la voz de mis emisarios, abrirán las puertas de su corazón, como se abren las flores para recibir el rocío y la caricia de los rayos del sol. Vosotros, que ahora me estáis oyendo, ya formáis parte de ese pueblo que crecerá en el futuro hasta cubrir toda la tierra. Vuestra misión es exhortar a los hombres a que se despojen de su materialismo, predicar la comunicación de espíritu a Espíritu y sostener en la fe a vuestros hermanos, cuando sobre ellos se ciernan las grandes pruebas. 10. Las multitudes que en este tiempo han escuchado mi palabra, sólo son una pequeña porción del pueblo que surgirá mañana. Su deber es permanecer unido, a pesar de las pruebas y de las tempestades que puedan azotarlo; si llegara a disgregarse, perdería la batalla, perdería la estrella que hasta ahora le ha guiado y se extraviaría en la inmensa soledad del desierto y, ¿Cuál sería el testimonio que sobre mi verdad entregarían? ¿Cuál sería el ejemplo que presentarla a sus hermanos? 11. Discípulos bien amados, pensad que si he descendido para hablaros materializando por vosotros mi divina presencia y mi palabra, un gran bien debe de perseguir vuestro Maestro, y que vosotros, a quienes he doctrinado y amado, no debéis desvirtuar en ninguna forma mi divina doctrina. 12. Discípulos: Si anheláis poseer dones espirituales, dejad que sea el amor y el deseo de hacer el bien, los que os inspiren ese anhelo. No busquéis el llegar a poseer mi gracia tan sólo con el fin de halagar vuestra vanidad, por sentiros algo más elevados que vuestros hermanos. Tampoco busquéis a través de estos dones formar una fortuna por medio del lucro. En verdad os digo que cuando el amor espera algún pago, desde ese memento deja de ser amor, y cuando la caridad que se hace tiene por objeto esperar una recompensa, deja de ser caridad; por eso os advierto que, cuando tengáis el deseo de poseer uno de esos dones, que sea el amor el que os inspire. 13. Todo aquél que quiera seguirme por esta senda, debe despojar su corazón de todo interés mezquino, de todo egoísmo y de toda vanidad. Sólo a través de un corazón limpio puede sentirse mi amor. 14. Cuando encuentro que alguno de vosotros está ocupado en la ejecución de una buena obra, elevado en oración, pidiendo por algún hermano necesitado y me hace presente su corazón lleno de angustia por el dolor de su semejante, mi divino amor deposita en aquél una gota de mi bálsamo de curación y le concedo el prodigio que ha estado pidiendo. 15. En ese momento, un gozo muy grande invade al hijo que ha intercedido por su hermano ante el Padre, que es quien entregó lo que le fue solicitado en el necesitado, que recibió mi caridad. En cambio, cuando aquél que lleva la misión de sembrar la caridad en su camino, hace uso de sus dones para fines egoístas, sin darse cuenta de ello, se ha despojado de la gracia del Padre y nada puede dar, se engaña a sí mismo y está engañando a sus hermanos. Ese mal labriego, en lugar de sembrar trigo en su camino, va sembrando la cizaña. Después de ejecutar cada una de sus malas obras, le quedará un sabor muy amargo, una insatisfacción, una intranquilidad y no podrá encontrar en la dulce faz de su Padre esa sonrisa amorosa que bendice y aprueba sus obras, ni logrará hacer sentir en su hermano la influencia de sus dones espirituales. 16. Si el enfermo sanó, o el atribulado recibió consuelo, o si se verificó un milagro, ese prodigio no se debió a aquel labriego sino a la infinita piedad del Padre para el necesitado que, en su inconciencia, depositó toda su confianza en el mal discípulo del Señor. Y todavía, cuando el milagro se ha realizado, el mal servidor se lo atribuye a sus ruegos, a sus dones y utiliza aquel testimonio para aumentar el número de los que en él confían. A esos tendrá que tocarles mi justicia, a fin de que detengan sus pasos equivocados, mediten sobre lo erróneo de sus obras y vuelvan al sendero. 17. Bienaventurados los que al primer toque de mi justicia se han arrepentido de sus culpas, se han librado de seguir por el camino de sus faltas y han luchado por reparar todos sus yerros, porque han comprobado con ello, que las satisfacciones del espíritu nunca podrán compararse con las de la tierra. Ellos han menospreciado la paz que deja en el corazón una obra limpia, han aceptado el halago o el miserable pago de una moneda y han visto que lo primero engrandece al espíritu y lo segundo lo empequeñece y lo rebaja. 18. Todo aquel que es labriego en mis tierras, debe saber que Yo le envié a dar testimonio de Mí; y para que su testimonio sea verdadero, deberá estar justificado por sus obras, por medio de actos de caridad, de palabras y de pensamientos buenos, procurando que su corazón se mantenga limpio para que Yo me manifieste en él. 19. En aquel tiempo os dije "Quien conoce al Hijo, conoce al Padre", con lo cual quise deciros que por mis obras en la tierra podríais llegar a conocer el amor que vuestro Padre ha derramado siempre sobre vosotros. Ahora os digo, que quiero llegar a ser reconocido a través de las obras de mis discípulos. 20. Cuando este pueblo llegue a comprenderme y ajuste su vida a esta enseñanza y abrace con verdadero amor su cruz, la humanidad despertará, se dará cuenta de sus obras y tendrá que convencerse de que es la verdad la que los guía; entonces considerará mi obra como una revelación divina, así la llame religión, doctrina o ideología. 21. Sabed y comprended, oh discípulos, cuál es la misión que os he marcado, pesad vuestra responsabilidad y examinad cada una de vuestras obras, para que todas ellas se ajusten a la verdad de mi doctrina. 22. En muchas sociedades, órdenes y congregaciones, suelen los hombres llamarse hermanos. Sus labios pronuncian la dulce palabra de hermano, sin sentirla en el corazón la mayoría de las veces. 23. De cierto os digo, que si os dedicaseis a profundizaros en el sentido de esa palabra, podríais descubrir la fuente de la vida de donde habéis brotado, comprenderíais mi ternura divina, y todo ello os haría estremecer de remordimientos, pensando en lo lejos en que habéis vivido los unos de los otros, en la indiferencia con la que miráis a los que llamáis extraños y en las ofensas que a cada paso os inferís los unos a los otros. 24. Cuando vine al mundo a vivir con los hombres, lo hice para enseñarles a ser hermanos. Tomé carne en María, y os llamé mis hermanos para enseñaros cómo debíais amaros los unos a los otros. Toda mi doctrina se concretó a mostraros esa ley divina y única con la que podríais amar y glorificar al Padre. ¿Cómo llegaréis a amarme sin amaros vosotros? De cierto os digo que todo lo que llegareis a ofrecerme, es mejor que lo compartáis entre vuestros hermanos; porque el Padre todo lo posee y en cambio a vosotros todo os falta. 25. Inspirad en mi ejemplo toda vuestra vida y vuestras obras y en verdad os digo, que cuando así lo hagáis, a cada paso me estaréis glorificando y dando verdaderas pruebas de vuestro amor. Si los hombres uniesen todos sus dones con el fin de elevar su existencia, sentirían en plenitud mi presencia entre ellos. Unos darían su saber, otros su amor, otros su caridad, su ciencia, su inspiración y otros su fuerza. Entonces surgiría una humanidad fuerte y unida, como si fuese formada por un solo hombre iluminado, grande y bueno y por lo tanto poderoso. Ese es el hombre en el que mucho tiempo vengo esculpiendo mi ley de amor. 26. Dura es la roca de su corazón, pero no resistirá el filo del divino cincel de mi palabra. 27. He venido anunciándoos un tiempo de armonía entre la humanidad; os lo anunciaron también mis profetas tiempo ha; para entonces, veréis fraternizar a las naciones, compartir su pan, su fuerza y su saber; veréis a los hombres sembrando la paz ahí donde antes sólo supieron vivir entre guerras y odios. Veréis llevar el consuelo a los enfermos, como verdaderos doctores de la humanidad. 28. ¿Reconocéis ahora que verdaderamente no habéis logrado vivir como hermanos en mi ley? ¿Comprenderéis por qué os dije desde aquel tiempo que mi mandamiento supremo era: "Amaos los unos a los otros?" 29. No he venido en este tiempo a borrar de vuestro corazón aquella máxima ni a sustituirla por otra. Ella es inconmovible e inmutable, sólo os la explico para que comprendáis todo su alcance y conozcáis su contenido que es mi sabiduría. 30. ¿Cuándo comprenderá esta humanidad que en el cumplimiento de esa ley está la paz que tanto necesita, la salud de la que hoy carece y la dicha que nunca ha encontrado? 31. Yo sé que los hombres se dirigen, sin saberlo, hacia ese punto en el que al llegar abrirán por fin sus ojos a la luz de la verdad. 32. Después de deciros todo esto, quiero que cuando llaméis hermano a uno de vuestros semejantes, comprendáis lo que esa palabra significa y procuréis sentir la verdad de lo que hoy os he revelado. 33. Yo os recibo en mi amor de Padre. Aun cuando sea corto el número de los que me escuchan, no por ello dejo de manifestarme con amor. 34. Vuestra mente quedará bañada de mi luz y ella destruirá toda duda que pudieseis tener. 35. Corto es el número de los que me siguen y aún los contemplo débiles; mas he aquí que mi palabra les transformará en soldados firmes y llenos de valor, los cuales, aun cansados y heridos, llegarán hasta el fin, agitando en su diestra el estandarte, símbolo de paz y fraternidad. Vuestro triunfo ha de alentar a muchos seguiros. 36. Bienaventurado el que llega a conocer y desempeñar su misión. El espíritu requiere para su evolución firmes propósitos, esfuerzo y voluntad; cuando esto falta, el adelanto es lento y requiere de muchas existencias para su perfeccionamiento. Deben los hombres conocer toda mi enseñanza, que es el camino del espíritu en pos de la perfección. No es bastante la intuición, también necesitan del conocimiento para que no se detengan jamás en el camino, para que concedan al tiempo y a las oportunidades el valor que tienen y dejen de ser los muertos de espíritu. 37. La vida debe manifestarse antes en el espíritu que en la materia. Cuántos son los que han habitado este mundo y cuán poco los que han vivido espiritualmente, los que han dejado manifestar la gracia que existe en cada ser, en esa chispa divina que el Creador depositó en el hombre. 38. Si los hombres lograran conservar la transparencia en su conciencia, a través de ella podrían contemplar su pasado, su presente y su futuro. 39. El espíritu es semejante a mi arcano. ¡Cuánto encierra él! ¡A cada paso y a cada instante tiene algo que revelaros, manifestaciones a veces tan profundas, que llegan a ser incomprensibles a vosotros! 40. Esa chispa de luz que existe en todo humano, es el lazo que une al hombre con lo espiritual, es lo que lo pone en contacto con el más allá y con su Padre. 41. Si observáis, comprenderéis que todo está relacionado con la vida eterna, Aquella que os espera y a la que os acercáis cada día o instante que pasa. 42. Necesito en mi campiña trabajadores que aprendan a sembrar y a cultivar esta semilla, entendimientos limpios y corazones de buena voluntad, porque muchos que recibieron mis dones, se convirtieron en "hijos pródigos", que sólo un tiempo estuvieron cerca del Padre, para ir luego en pos de los placeres; pero mi palabra se cumplirá y ellos retornarán. Encontrarán en su camino mi justicia inexorable, pero al volver a Mi me encontrarán como siempre, cual Padre bondadoso. 43. Multitudes, levantaos y marchad como emisarios de esta obra, dando la buena nueva a todos vuestros hermanos. Tened fe en mi palabra y haréis maravillas. Esta luz levantará de su sueño a la humanidad. 44. Id paso a paso por el camino, para que lo vayáis conociendo; es el camino estrecho de mi ley. La lucha en él es incesante; a veces beberéis cálices muy amargos, mas también recogeréis infinitas satisfacciones al experimentar en vuestro espíritu la paz del Señor. 45. Yo voy delante marcándoos la senda; vosotros llevad la mansedumbre de las ovejas y no tropezaréis. Si me preguntáis hacia dónde os conduzco, os contestaré que hacia la suprema felicidad del espíritu. ¿Quién podrá perderse en el camino de la vida si lleva sobre sus hombros la cruz del amor? No penséis que os estoy pidiendo que me dediquéis todas las horas de vuestra vida; tenéis vuestros deberes en la tierra a los que tenéis que dar cumplimiento y debéis saber que también ellos son sagrados y forman parte de vuestro destino espiritual. 46. Para Mí sólo os pido una corta oración espiritual en cada día, pero en esos instantes que me dediquéis, debéis despojaros de todas las pequeñeces y miserias humanas, para que verdaderamente lleguéis a estar ante mi presencia y gocéis de mi caricia y de mi paz. 47. Todos tenéis misiones diferentes que cumplir espiritualmente; unos no saldrán de la comarca en donde han vivido, otros se levantarán para ir en busca de otras tierras. Unos se alejarán de los suyos para desempeñar su labor, otros tendrán su misión en el seno de su familia. 48. Hay quienes creen que hasta este tiempo el Maestro vino a vosotros para confiaros una misión espiritual, más están en grave error, porque vuestro espíritu, desde su origen, ha llevado en sí trazada su trayectoria. En este tiempo, lo mismo que en eras pasadas, sólo he venido a recordaros el pacto que vuestro espíritu hizo con su Padre, antes de venir a esta tierra. 49. Abrazad con amor vuestra misión, oh discípulos, para que logréis que vuestros hermanos vengan tras de mi huella divina; debéis daros cuenta de que tenéis todo lo necesario para ser sembradores de esta simiente. En el espíritu y en vuestra materia, lleváis todos los dones para salir avante en las pruebas y vencer en la lucha. 50. Que sea vuestro espíritu el timón de vuestro cuerpo, y la luz de vuestra conciencia la que ilumine vuestro camino dominando las pasiones y los impulsos de la carne; y entonces será fácil el cumplimiento de vuestra misión. 51. Mirad que la semilla espiritual que a cada quien le ha sido confiada, la tenéis que devolver multiplicada para ser almacenada en mis graneros. Con esto debéis entender que tenéis que aprovechar el tiempo de que disponéis. 52. Bienaventurado el que apure con paciencia el cáliz de amargura que la lucha le ofrezca, porque al final su dolor se transformará en dicha. Llenaos de fe y de valor, así no temeréis los juicios de la humanidad. Temed de vosotros mismos, porque una flaqueza o una equivocación pueden provocaros graves consecuencias; cuando uno de vuestros hermanos momentáneamente cegado por las tinieblas que envuelven al mundo os hiera arteramente en el corazón, perdonadle y venid a Mí para que cierre vuestra herida con mi amor. 53. Llevad con paciencia el peso de vuestra cruz, y sabed que esta existencia y el desempeño de vuestra delicada misión espiritual es para que logréis elevar vuestro espíritu al reino que le pertenece. 54. Si cumplís en la tierra, cumpliréis en el más allá. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 202 1. Ved con la mirada de vuestro espíritu la estrella que os conduce ante la presencia de vuestro Padre 2. He aquí al Salvador, que viene a traeros en su palabra el divino calor que necesitan vuestros espíritus angustiados por el doloroso peregrinaje de la vida. 3. Si por el dolor os acercáis a Mí, es mi amor quien os recibe; confiad y penetrad en la solemnidad de esta manifestación. 4. Quiero estar con vosotros, tan cerca de vuestro corazón, que sintáis verdaderamente mi presencia. Quiero que vosotros y Yo seamos uno en la armonía y ternura de esta noche; que tengáis presente que Yo soy vuestra luz primera, la promesa divina, el Maestro incansable que trabaja para hacer a vosotros espíritus perfectos, dignos de Dios. 5. Quiero estar con vosotros, aunque sea una hora tan sólo, pero de tal manera que os sea imposible separaros de Mi; mirad que vengo a llenaros de ternura, de esperanza y de bálsamo, y quiero que recordéis que una noche como ésta vine al mundo, para enseñaros con mi vida y ejemplos el camino que conduce al "reino de los cielos". 6. Acercaos a Mí, para que recibáis en vuestro corazón la esencia de esta palabra, y vuestra oración, que en el silencio se escapa de vuestro corazón, se una a todos los cantos de los cielos y de la tierra en esta hora solemne. 7. Orad todos, orad por los pobres, por los tristes, por los cautivos, por los enfermos, por los huérfanos; orad, para que vuestros pensamientos vayan a ungir al que sufre, a alentar al triste y a enjugar las lágrimas del que llora. 8. No hay uno de vosotros, por duro que sea vuestro corazón, que en estos instantes no se dulcifique; mas os digo también que, para pensar en los demás, es menester olvidarse de sí mismo; entonces sí, ellos, vosotros y Yo, seremos uno en esta hora de comunión espiritual. 9. He venido a visitaros en vuestra soledad, y al cesar mi lección de este día, dejaré como huella de mi presencia una fragancia que será inolvidable para este pueblo. 10. Dejad que Yo recoja las flores marchitas que vuestro corazón lleno de tristezas y de heridas me presenta, y ahí dejaré encendida una lámpara de fe y de esperanza. 11. Vuestro corazón es lo que hoy busca mi Espíritu para surgir nuevamente en el corazón de la humanidad. 12. De cierto os digo que cuando hagáis de mis frases vuestra ley, cuando sigáis mis pasos e imitéis mi ejemplo, comenzará a florecer en vuestro corazón el amor divino, que al hacerse hombre hace muchos siglos, os trajo la semilla de la inmortalidad. 13. Yo mismo vengo ahora a explicaros el porqué de este amor, ya que vosotros no lo habéis podido comprender. 14. Vuestro espíritu se estremece escuchándome y me dice: Señor, tal parece que yo hubiese estado con Vos en aquél tiempo, vuestra palabra todo me lo recuerda; ¿Quisieseis sacarme de esta duda, Maestro? 15. En verdad os digo que en aquel tiempo, espíritus y hombres, todos fueron testigos de mi venida y de mi obra en el mundo. 16. Vuestro espíritu es el mismo aunque haya vivido en otro mundo o habitado en otro cuerpo. Hoy llora con otros ojos, pero su ser es el mismo, y sus interrogaciones las mismas; también me pregunta, trata de contemplarme o de descubrirme, y entonces Yo les digo que no tema, que se serene y se dé cuenta de que la vida en el infinito es una constante interrogación, y que, para entender las divinas lecciones, es necesario ser humilde, perseverante y de gran fe. 17. Queréis entender muchas veces primero lo grande y después lo pequeño, más empezad por conoceros; analizaos a vosotros mismos, interrogaos y veréis cómo empezáis a alimentaros con el fuego de vuestro ser, ya que Dios lo encendió con el fuego de su Espíritu Santo. 18. Vagamente comprenderéis esta enseñanza, porque sabéis que no podéis tener más luz que aquella que corresponde a vuestra evolución, pero Yo os aseguro que aquellos que sepan buscarme en el interior de su ser, en el templo de su propio espíritu, ésos pronto obtendrán respuesta a aquellas preguntas que por siglos no habían podido hallar su explicación. 19. Si en el hombre existe rebeldía ante lo espiritual, es natural que su pequeñez no pueda juzgar lo infinito, y por mucho que el Maestro os hable de la grandeza del Padre, no alcanza a concebir lo que esa verdad encierra. 20. Debo deciros que os estoy hablando de aquel conocimiento que de Dios debéis tener, porque abarcarlo todo, penetrar y conocerlo como quisierais, eso no podéis alcanzarlo. 21. Sólo Dios conoce verdaderamente a Dios, os dice el Maestro. 22. Percibid, pueblo, el silencio profundo con que el universo saluda en esta hora y rinde culto a su Señor. Todo entra en dulce sumisión, en sublime contemplación, en profunda adoración. 23. Es que todos los seres y todo lo creado saben que estoy dando mi palabra, la misma palabra que habló en labios de Jesús, a la cual obedecían los hombres y los elementos, a la cual cedían las enfermedades incurables y ante la cual se levantaron los muertos. 24. En esta noche de fiesta espiritual para el que sabe prepararse y elevarse, tenéis en lo invisible, en lo intangible, la presencia y la visita de aquellos seres a quienes llamáis ángeles; y si en verdad supieseis apartar de la materia a vuestro espíritu, contemplaréis los campos, las ciudades, los hogares y el espacio iluminados con el brillo celestial de innumerables seres, mensajeros de luz, de paz y amor. 25. Los cielos se acercan a la tierra y su luz busca lo mismo al que se detiene a recordar, que al que se ha olvidado de la verdad espiritual, 26. ¡Alegraos, oh humanidad, alegraos al menos por esta noche, ya que aún no sabríais retener por siempre esta paz! 27. Alegraos con sana alegría del corazón, que es ternura y retorno a la bondad. Alegraos, sí, con gozo del espíritu, que es iluminación eterna. 28. Noche Buena llamáis a esta noche los que recordáis cuando el Rabí llegó al mundo. 29. Bajo el influjo divino de esos recuerdos, los seres se acercan, se evoca al ausente, se perdonan las ofensas, se reúnen las familias, se visitan los amigos, se llenan de esperanza los corazones, todos parecen esperar algo desconocido que no aciertan a definir, en la noche en la cual los hombres ponen un poco de ternura en la dureza de su corazón, y algunos un poco de espiritualidad sobre su materialismo. Mas Yo os pregunto: ¿Creéis que sólo esta noche sea digna de llamarse buena por los hombres? ¿No podríais, con un poco de amor, hacer buenas todas las noches y los días de vuestra existencia, a fin de que vieseis que toda la vida sin excepción de un instante es buena? 30. Me decís: Es la noche en que recordamos cada año aquella en que llegasteis a nuestro mundo para traernos un mensaje de amor, y Yo os respondo, que aquella hora marcó el momento en que nació el hombre en quien vino a encarnarse el "Verbo", pero que mi Espíritu tan cerca estuvo entonces de los hombres, como lo estuvo antes y como está ahora. 31. Pero mientras no llevéis una vida diaria apegada en todo a la ley, a la verdad y al amor de los unos hacia los otros, al menos procurad estar unidos espiritualmente en esta noche de recordación. 32. Buscadme todos, venid todos a Mí, pero venid mansos y humildes, esperándolo todo de la caridad de vuestro Señor. 33. Nadie venga con grandeza o vanidad, porque os digo que os prefiero menesterosos y pecadores, pero humildes, tratando de lavar vuestras manchas en las aguas cristalinas de mi perdón. 34. ¡Ah, sí pudieseis venir Conmigo en espíritu y contemplar desde aquí toda la miseria de la humanidad! 35. Si los poderosos, los ricos y los que viven rodeados de comodidades quisiesen estar Conmigo esta noche, Yo les llevaría en espíritu a los lugares de dolor y de pobreza que ellos no quieren ver. 36. Entonces les diría: Dejad por un momento vuestra fiesta y recorramos juntos los sitios donde viven vuestros hermanos los pobres, veamos cómo viven ellos esta noche bendita de tristezas para unos y de fiestas para otros. No temáis, les diría, que sólo unos instantes os pido, y luego podréis retornar a vuestro festín y a vuestra alegría; entonces les llevaría de sitio en sitio y les mostraría a una madre anciana, que en la soledad de su mísera alcoba llora la pérdida de sus hijos, que eran su esperanza, los cuales le fueron arrebatados por la guerra. 37. Esa mujer vive sólo de recuerdos y de oraciones; mientras hay muchos que llegan a embriagarse de placer, ella apura su cáliz de amargura. Su espíritu sólo espera la hora de dejar este mundo y penetrar en la eternidad, porque su esperanza en los hombres hace tiempo que ha muerto. 38. Después les mostraría a la niñez, vagando entre la humanidad que no respeta la vida de su semejantes, no ama ni comprende al necesitado. 39. Yo haría que esos hombres escuchasen las interrogaciones tan profundas de los niños, que en su inocencia humana se preguntan el porqué de tanta injusticia, de tanto odio, egoísmo y crueldad. 40. Luego les llevaría hasta aquellos lugares, donde se ahogan los ayes y lamentos del enfermo, del que ha visto doblarse su cuerpo, como se quiebra una rama cuando azota el huracán; son los enfermos, los vencidos, los olvidados. 41. Más tarde haría que las puertas de las cárceles nos dieran paso, para que contemplaran los millares de seres que han caído en las tinieblas del cautiverio por falta de amor, de caridad, de luz, de justicia, de paz. 42. Y así, de sitio en sitio, les presentaría en un solo cuadro toda la miseria y el dolor que han producido las ambiciones, la codicia, el odio, el materialismo y la sed incansable de poder de los envanecidos con su falso poder, de los que, creyéndose poderosos, no lo son, ni dejan poseer a nadie lo que a cada quien en justicia le corresponde. 43. Pero no les llamo, porque sé que, aunque en su conciencia se escucha mi voz, se hacen sordos a ella. 44. Mas vos, pueblo, que me estáis escuchando, que sabéis de privaciones, de soledad, de frío y de orfandad también, y que por lo, tanto vibráis junto con esa humanidad que llora su hambre y sed de justicia, venid a Mí, y juntos visitemos en espíritu a los enfermos, a los tristes, a todos los pobres y olvidados del mundo. 45. Venid, para que veáis cómo extiendo mi manto y lo uno al vuestro para cubrir amorosamente a toda la humanidad; venid para que escuchéis mi voz espiritual diciendo a los que lloran: No lloréis más, no estéis tristes, despertad a la fe y a la esperanza que son luz en el sendero de la vida; de cierto os digo que si volvéis a orar y a velar con fe verdadera, estos días de dolor para la humanidad serán acortados. 46. Sí, pueblo, amado, desde ahí, desde el asiento donde reposáis para escucharme, podéis dejar que vuestro espíritu se acerque a mi morada, para que contemple, comprenda y sienta mejor la tragedia de los hombres, de sus hermanos. 47. ¿Veis aquellas muchedumbres, que llenas de animación se encuentran? Son soldados que han dado breve tregua a su combate para ofrendarme unos minutos de oración y de recuerdo; pero su alegría y animación son ficticios; comen y beben para calmar sus penas, más en su corazón hay un gran dolor. Sufren, pueblo, sufren mucho y sobre todo en esta noche que es para ellos de tortura; cada recuerdo es una espina, cada nombre o cada rostro que evocan es una herida. 48. Mientras vosotros tenéis paz a pesar de vuestras pobrezas, mientras vosotros podéis ver a vuestros padres, hijos y esposas, ellos tienen que respirar la amargura de no poderles estrechar y la angustia de pensar que tal vez no volverán a mirarlos. 49. Muchos, muchos de ellos sufren segando vidas, destruyendo hogares y ciudades, sembrando dolor, luto y lágrimas, y entonces creen haber perdido todo derecho a volver al hogar, a la paz, al seno de los suyos. 50. Yo sé que muchos de ellos no son culpables, no llevan odio ni perversidad en el corazón; sé que son víctimas, son esclavos e instrumentos de los verdaderos malvados. 51. Sólo Yo puedo rescatarlos, sólo mi amor puede cubrirles; están solos en el mundo. 52. Vos, pueblo, que no podéis imaginar lo que esa prueba significa, pero que hoy por mi palabra habéis sido tocados en vuestra fibras más sensibles, enviadles vuestros pensamientos llenos de caridad y de luz; porque en verdad os digo, que ellos, sin saber por qué, se sentirán fortalecidos y alentados a orar y a esperar, que al fin la guerra Raticida cese, y, en vez del ronco estruendo del combate, sus oídos vuelven a escuchar aquellas dulces frases que dicen: "Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad". 53. Orad, pueblo, y con ello haced que el mundo espere la luz de un nuevo día; que los hombres recuerden mi promesa, aquella que habla de tiempos mejores, de espiritualidad y bienandanza. 54. También a vosotros os digo: Vamos ahora al corazón de los niños y busquemos a aquéllos a quienes toda les falta. Miradles; duermen, en su sueño no hay reproches para nadie, aunque su lecho es muy duro. 55. La mesa hoy no tuvo pan, sin embargo descansan confiados en el nuevo día. Visten harapos, mas no sienten vergüenza, porque son inocentes y sonríen aunque a sus cuerpos les falte calor. Son ángeles en la tierra, porque en sus sonrisas sin maldad reflejan algo de la pureza de los cielos. 56. ¡Oh inocencia! ¡Cubridles con vuestro fino manto peque de ellos es el "reino de los cielos"! 57. Llamáis todos Noche Buena a esta noche, y Yo derramo lluvia de bendiciones sobre todos mis hijos. 58. Sabed que Yo soy vuestro y vosotros míos. Recordad que os probé mi amor viniendo a vivir entre vosotros los humildes, naciendo en la pobreza, luchando entre abrojos y muriendo en la ignominia. 59. De Mí no podéis decir que no os comprendo, porque no sólo he visto vuestros dolores sino que los he vivido. 60. Os hablo también de los ancianos, de aquéllos que ha tiempo dejaron la primavera de la vida y ahora sienten el frío del invierno. Con la vejez va faltándoles la fuerza, la energía, la salud; el trabajo se hace pesado, los miembros se tornan torpes y ya no se les solicita para desempeñarlo. 61. Así, los ancianos se ven excluidos de la lucha de los demás, se ven abandonados, y su corazón abatido tiene que hundirse en la tristeza y tiene que conocer la necesidad, la miseria, el hambre, la soledad. Os hablo de ellos, porque necesitan también de vuestra ayuda y consuelo. Amadles, pueblo, y tendréis derecho a sentaros en la gran mesa del banquete espiritual, donde os diré: Bienaventurados vosotros que a imitación del Maestro supisteis comprender a todos los que sufren. 62. Empezad así a desarrollar la caridad en vosotros, y entonces tomaré vuestra manos para hacer pasar por ellas mis bendiciones, y nunca os volveréis a oponer a que tome lo vuestro para darle a vuestro hermano, para que cuando me digáis: Señor, todo lo mío es vuestro, lo digáis con el corazón. 63. Si en vuestra vida habéis practicado la caridad, continuad haciéndolo; más si no, entonces empezad con el primer necesitado que llame a vuestra puerta, ya sea un enfermo del espíritu o del cuerpo, un corazón desolado, una viuda, un anciano o un niño. 64. Pensad que los verdaderos necesitados representan a Jesús, que El viene en cada uno de ellos para deciros: "Sed tengo", sed de que os améis los unos a los otros. 65. ¿Será posible que el corazón de los hombres no se conmueva ante los grandes cuadros de dolor y de miseria que presenta esta humanidad? Sí, sí es posible; Yo veo a los que no padecen miseria acariciar con su mirada las riquezas que poseen, con más cariño que a los seres, hijos de Dios. 66. Pueblo amado: Me habéis acompañado en estos breves momentos a visitar a los necesitados, por ello, benditos seáis; no creáis que me olvido de los ricos y de los poderosos, porque aunque en apariencia no me necesitan, Yo soy quien mejor sabe su miseria y sus amarguras, y quien mejor conoce sus desgracias; pero hoy creen tenerlo todo; entonces, ¿Para qué acudir a Mí si soy, según ellos, el Cristo de los enfermos, de los parias, de los tristes? No saben que mi misión es salvarlos del falso esplendor para darles la verdadera y eterna felicidad. 67. Además de vosotros, ¿Sabéis quién ha escuchado con ternura mi palabra y ha sentido vibrar de amor su Espíritu? María, pueblo amado, el Espíritu materno que habita en el seno del Creador y cuya esencia estará siempre unida al recuerdo de Jesús. 68. Su paso por el mundo, aunque más largo que el mío, porque llegó antes y se fue después, fue corto; sus palabras breves y dulces fueron una caricia celestial. 69. Sentidla en Espíritu, amadla y buscadla espiritualmente; sabed que, en cuantas obras de caridad hiciereis, Ella estará con vosotros, que sobre el mundo doliente y sangrante tiene extendido su manto de intercesión y de ternura y que en cada una de vuestras quejas o pesares podréis escuchar una voz que os responde con ternura: No temáis, aquí estoy Yo, confiad. 70. Así, pueblo, habéis estado Conmigo; mi hálito ha penetrado en vuestro corazón en esta noche bendita y os he hecho olvidar toda penalidad. 71. Orad, para que la luz de vuestro Salvador sea guía y os conduzca a través de este mar tempestuoso que hoy cruzáis. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 203 1. Bienvenidos seáis los que queráis ampliar vuestros conocimientos para descubrir lo más elevado en vuestro ser. 2. Felices y bienaventurados sean los que quieren ver con claridad; más de cierto os digo, que no podréis lograrlo hasta que hagáis el esfuerzo de quitaros la venda que cubre vuestros ojos. 3. El hombre se ha hecho doblemente culpable, no solamente porque no hace ningún esfuerzo para que caiga la venda que le impide el conocimiento de las enseñanzas más elevadas, sino porque no se ha desligado de los lazos de la materia que le llevan a los placeres corporales, en oposición a los placeres espirituales; y es por eso que se ha esclavizado bajo el imperio de las pasiones, dejando que su espíritu se asemeje al paralítico que nada hace por sanarse. 4. En todos los órdenes contemplo frágiles a la mayoría de los hombres; por doquier encuentro solamente al hombre débil, ¿Y esto en qué consiste? En que no tenéis el valor y la fuerza de voluntad suficiente para salir de la inmundicia en que os encontráis, de la pereza que forja los lazos que atan a la materia, y esto es el principio de todos los vicios, de todos los errores. 5. Pero el hombre no quiere hacer uso de esa potencia de que ha sido dotado, que es la voluntad. 6. La voluntad que debe ser la legisladora absoluta, que debe erigirse en directora, y, ayudada de la razón, luchar potencia contra potencia, imperio contra imperio, por una parte las pasiones y los deseos, por otra la razón y la voluntad, hasta que éstas últimas ganen la batalla y podáis decir que estáis liberados; entonces podréis ser los grandes profetas, los grandes iluminados, los superhombres; entonces podréis vivir con las fieras y jugar con los reptiles; porque en verdad os digo, que son las faltas que os cubren las que hacen que vosotros temáis a esos pequeños hermanos vuestros, y es por esto también, que ellos os atacan; más si os ponéis a observar a los hombres, encontraréis que hay hombres que son más feroces que los tigres y que tienen más ponzoña que la cobra. 7. No creáis que los profetas de la antigüedad hayan logrado hacer prodigios porque ya venían predestinados para ello; no, es que ellos lucharon hasta vencer y fueron verdaderos trabajadores del templo; mas en verdad os digo: Aquel que más se esfuerza por alcanzar la verdad, está expuesto a errores y pasiones, pero vosotros poseéis la luz que os ilumina, que es la fuerza divina, la naturaleza inmortal y pura, la esencia indestructible que todo lo vivifica y lleva al hombre a la más alta felicidad; esta esencia indestructible es el elemento puro que todo hombre posee. Pero el hombre se ha envenenado con goces terrenales y es por esto que esta substancia indestructible, ese ser inmortal se cubrió de la vestidura mortal y se sacrificó voluntariamente. Pero con la fuerza que posee, restaurará poco a poco la dignidad del hombre mortal y éste buscará los goces del fruto inmortal, dejando para siempre de perseguir los goces perecederos que proporciona el mal fruto. 8. ¿Y qué necesitáis para lograr todo esto? Saber cómo usar vuestra fuerza y energía, trabajar como verdaderos obreros del templo para que podáis vencer y dejar caer la venda que cubre vuestros ojos, para que podáis ver con claridad y no piséis en falso, ni vayáis a tientas. 9. Yo os he venido hablando de lo que llamáis misterios, pero debéis analizar detenidamente mi palabra para percibir la luz plena. 10. Quiero que comprendáis esta gran verdad, que ni Dios ni la naturaleza tienen misterios para el hombre; es la flaqueza, la debilidad ante las lecciones divinas, lo que ha incapacitado al hombre para practicar la verdadera ley; por ello va de aquí para allá, de un lado para otro sin comprender nada, sin sentir nada, sin saber que Dios está en la conciencia del hombre, siempre vibrando en su provecho. 11. La verdadera ley significa perfeccionamiento, porque, ¿De qué os sirve decir que practicáis una u otra religión? ¿De qué os sirve decir que creéis en Dios, si vuestras obras, vuestros pensamientos, dicen todo lo contrario? Día llegará en que os heredaré mi gloria, para que veáis que Yo soy en el Padre y vosotros en Mí y Yo en vosotros; y esta alianza se llamará la alianza de la paz; entonces se cumplirá la ley, reconoceréis a Él como único Señor, no habrá distinción del uno para el otro, porque todos os amaréis como un solo hombre, como un solo ser; y si queréis, si vosotros, amados míos, hacéis el esfuerzo, si deseáis ser los verdaderos trabajadores del templo, hoy mismo podremos establecer esa, alianza de paz. No creáis que necesitéis dejar este planeta para establecer esa alianza; no, lo que necesitáis es voluntad; la mesa está puesta y Yo os invito para sentaros; venid y tomad vuestros lugares, dejadme conduciros, serviros; tomad Conmigo el pan de la verdad, iluminados con la luz más elevada como hijo de Dios que sois. Yo os invito, venid Conmigo, entonad Conmigo esta alabanza: Gloria a Dios en las alturas y que la alianza de la paz se establezca ya en la tierra. Aleluya, Aleluya al Señor. Recibid mi rocío benéfico, mi saturación; entregadme vuestras penas, dadme vuestras tristezas y no os acordaréis más de ellas; cantad Conmigo: Aleluya, Aleluya al Señor, no desentonéis, amados míos, que Yo estoy con vosotros. 12. Si vosotros pudieseis armonizar con el concierto celestial, no os quedaría el menor deseo de volver a tomar el fruto envenenado, dejaríais que el ser inmortal brillara siempre en vosotros. ¿Queréis venir a la mesa, amados hijos míos? Esta puesta y Yo soy vuestro servidor, Yo soy el que os conduce, venid que os espero. 13. No seáis como los fariseos que se presentan al templo, a las sinagogas con el rostro demudado para que los hombres digan que han ayunado y luego dan rienda suelta a su maldad y materialismo; no, amados míos, vosotros debéis ser dentro del recinto, en la calle y en vuestros hogares los mismos, siempre limpios como el agua pura, para que los que quieran atacar la doctrina de Jesús, vean y digan, que en verdad mi doctrina es buena, porque vosotros sois en vuestra vida pública y privada el espejo viviente de virtud, porque vais dejando en todas partes amor, verdad y bondad. 14. En este instante me acerco para contemplar a mi pueblo y escribir mi palabra en su corazón. Vengo a dejaros el recuerdo de mi comunicación a través de estos portavoces. Si meditáis, comprenderéis que ni un solo instante he permanecido en silencio; que Yo, el "Verbo", he hablado y conversado siempre con vosotros. Mi voz, que en muchas formas hago llegar a los hombres, ya sea a su razón, a su conciencia o a su corazón, es aliento, fortaleza, esperanza, inspiración y a veces juicio. 15. También os digo: En todos los tiempos los hombres me han buscado espiritualmente, unos con mayor ahínco que otros. 16. Porque no todo lo encontráis en la tierra; existen conocimientos y revelaciones que Yo me reservo, para que al buscarlos, me encontréis. Nunca os he negado mi amor, mi caridad, llegando hasta concederos aquellos que vosotros sabéis que no os conviene, con el fin de que os convenzáis por vosotros mismos de vuestro error al pedirlo. 17. Este tiempo de manifestaciones espirituales y de palabra divina ha sido un festín, un banquete, al cual fuisteis invitados para hartaros de sus manjares. Quien llegó desnudo, encontró vestiduras dignas para cubrirse. 18. Después de grandes jornadas y luchas pudisteis llegar bajo la sombra del árbol corpulento, donde habéis reparado vuestras fuerzas y aprendido a vencer las acechanzas de la tentación, que a cada paso os invita a dejar el camino. Así vais aprendiendo a ser los buenos discípulos. 19. He aquí por qué después de entregaros mi enseñanza, os encuentro fervientes, dispuestos a seguir luchando por esta causa. Habéis comprendido vuestra responsabilidad, vuestra obligación de dar a conocer esta obra con la limpidez y pureza que ella tiene. Ya reconocéis que si trabajáis con el celo, mansedumbre y amor, habéis apartado del camino de los hombres muchos abrojos y espinos. De distintos puntos de la tierra habéis acudido a este llamado para convertiros en soldados y discípulos. 20. Hoy venís a demostrarme vuestra fidelidad para seguirme, a ofrecerme el fruto de vuestra labor que sólo Yo conozco. Sólo Yo sé quiénes fuisteis, quienes sois y quienes seréis mañana. Sois los que llegasteis con hambre de hacer buenas obras, sedientos de amor y de ser amados, y el Padre os recibió, mitigó vuestra hambre y os convirtió en sus siervos. 21. Cuando habéis conocido y sentido mi divino amor, todo cuanto ha encerrado vuestro corazón y ocultado al mundo, me lo habéis confiado en una confesión profunda. Vuestro arrepentimiento por faltas cometidas ha sido verdadero, porque vuestro espíritu antes se iluminó con mi luz. 22. Quiero que estéis preparados, que ese pacto de amor que con mi Divinidad habéis hecho, lo honréis con vuestras obras y vuestro recogimiento al volverme a escuchar, porque si ahora me habéis tenido cual Padre, he de venir sobre vosotros cual juez. 23. A nadie quiero sorprender durmiendo, porque despertará tardíamente y tendrá que llorar. 24. Sólo tres años más podréis escuchar esta palabra; ella os ha doctrinado incesantemente. ¿Cuándo seréis maestros? ¿Podréis quedaros en mi lugar, para seguir sustentando a las muchedumbres? Hoy mi palabra es como un toque de alerta, porque habéis penetrado en el tiempo de la culminación de mi palabra. 25. Os he acercado para que os unáis en espíritu, para que os levantéis con firme propósito de cumplimiento y os estrechéis en un abrazo fraternal. 26. Comprended que todos sois iguales, que no haya entre vosotros señores ni superiores; quiero que todos seáis servidores de mi causa. Ved que la historia de mi palabra está quedando impresa por aquellos a quienes he nombrado plumas de oro, y no quiero que a través de esos escritos las generaciones venideras descubran divisiones entre vosotros; tampoco vosotros lo habéis de querer. Dejadles vuestros ejemplos escritos con obras, y ellas se levantarán, como vosotros también encontrareis estímulos entre vuestros propios hermanos. 27. Yo he descendido a dar mi caricia a todos, a cubrirles con mi manto, mas esta humanidad ha permanecido insensible y sorda. Le he hablado por medio de prodigios, y ante ellos no se ha doblegado. Le he hecho sentir mi justicia y de mi justicia ha huido. Os hablo a vosotros con palabra de amor, para que deis testimonio, y vosotros no habéis dado la buena nueva, ni aquellos han presentido el tiempo en que se encuentran. Todos tenéis en el espíritu los mismos atributos, más a unos les preparo como enviados y a los otros les preparo para que los reciban. 28. Id como labriegos, siempre sujetos a mi voluntad, conservaos preparados, porque si no lo estuvieseis, llevaréis vuestras manos vacías, cuando han sido colmadas por mi Divinidad. 29. He puesto mi obra perfecta en manos de pecadores, mas ésta no es razón para que vosotros no la podáis manifestar. Si sois indignos, mi amor os dignifica y os da los medios para que os améis y os salvéis unos a otros. 30. Si soy poderoso, quiero que mis criaturas no sean menesterosas, y entonces derramo mis tesoros y bondades en manos pecadoras, para que ellas a su vez se abran y desborden en los demás. 31. Bienaventurado el que ha podido entregar todo lo que ha llevado en su espíritu, porque el que ha sido incrédulo, egoísta o necio, ni siquiera ha conocido lo que en sí ha llevado. Sed hombres de fe, para que resucitéis Lázaros y hagáis ver a los ciegos. 32. Si por querer saber qué tanta verdad encierra mi palabra, la ponéis en práctica para sujetarla a prueba, no será a ella a la que probéis, sino a vosotros mismos, porque si no tenéis fe en lo que decís o hacéis, ¿Qué fe podrán tener los demás en vosotros? Debéis ser como un espejo en el cual vuestros hermanos se puedan contemplar y reconocer que sois mis emisarios. 33. Desempeñad vuestra misión y cuando lleguéis al final, os encontraréis ante una gran puerta cerrada que podrá abrir vuestra mano porque ella tendrá la llave. Detrás de esa puerta estoy Yo esperándoos. La llave ajena no os servirá para abrir la puerta, ni tampoco podréis pasar del primer al tercer peldaño en la escalera, sin antes haber estado en el segundo, porque los siete peldaños de ella significan el camino de perfeccionamiento espiritual, que todos tenéis que recorrer. 34. Hago de todos un solo corazón, para dejaros formando una sola voluntad y un solo ideal. 35. Os habla en este instante Aquél que os ha dado leyes y mandatos desde el principio de los tiempos, para que camináis con rectitud y elevación y dieseis la mano a los que debilitan; mas vuestros frutos son escasos y aún no os habéis alimentado con la sustancia de ese pan que os he ofrecido siempre y que es amor, es bien y caridad. Calláis mis revelaciones y guardáis para vosotros vuestros dones; y el espíritu de los hombres se encuentra pobre y un día os reclamará, y no quiero que sintáis el rigor de su juicio, cuando sepan vuestra responsabilidad. Trabajad y Yo multiplicaré vuestra simiente. 36. Es verdad que lleváis sobre vosotros una cruz muy pesada y que pesan sobre vosotros los cargos, penitencia y juicio; si no cumplís, sentiréis mucho mayor vuestra responsabilidad. 37. Para este tiempo, la buena nueva debería haberse extendido y ser mucho mayor el número de mis discípulos. ¿En dónde están los enfermos que habéis sanado y los pecadores que habéis convertido? El cargo que os doy no es superior a vuestras fuerzas y capacidad. Vuestra cruz es semejante a la mía, cruz de abnegación, de sacrificio, llegará a Mí con su corazón traspasado de dolor por la incomprensión de sus hermanos, pero en paz Conmigo y satisfecho de su obra. 38. Sobre estos guías que miráis que son hermanos vuestros, se levanta Elías, iluminando e inspirando vuestro espíritu, y María, vuestra Divina Madre también presenta a sus criaturas y las acerca a Mí, para que haya siempre comunión entre el Padre y el hijo. Es María vuestra constante intercesora. Ante Ella, todos sois pequeños y tiernos niños, y cómo derrama su llanto cuando los hijos muy amados pecan. En verdad no conocéis su amor y sus desvelos y no habéis consolado su Espíritu de Madre. Mi justicia muchas veces se ha detenido por su intercesión, mas no creáis que en Ella hay una voluntad opuesta a la mía, porque es parte de mi Espíritu Divino. María representa mi ternura y es ejemplo de amor maternal. 39. Todo el que se prepare en este tiempo con oración y buena práctica de mi doctrina, se verá libre de los elementos desatados. Yo os invito a orar y a todos os doy la oportunidad de poneros a salvo; mientras los elementos purifican y reducen al orden a los desobedientes, vosotros permaneced velando y trabajando, orando por vuestros hermanos. 40. Mucho os he pedido la unificación, para que llevéis al mundo una sola enseñanza. Porque si os dividió, tendréis grandes pruebas y vuestra restitución será mayor, porque conociendo mi voluntad y vuestra delicada misión, os habréis apartado de mis preceptos. Uníos, permaneced como un solo espíritu y una sola voluntad. Amaos los unos a los otros. 41. Estáis en mi presencia y os avergonzáis por vuestra falta de cumplimiento; veáis desnudos de obras buenas y habéis perdido la vestidura de gracia con que Yo os he engalanado. No habéis atendido mis mandatos, atribuyéndome imperfección, porque os he dado órdenes por conducto del hombre. Juzgáis que el ser humano no es capaz de transmití la palabra divina y Yo os estoy probando que mi determinación es justa. E1 hombre posee mi Espíritu y está capacitado para comprenderme; por lo tanto Yo lo he convertido en portavoz, y de él me estoy sirviendo para comunicarme con el mundo. 42. Lleváis en vuestro espíritu un libro, en el cual habéis escrito vuestras obras a través de las distintas encarnaciones que habéis tenido en la tierra, y en el tiempo presente, tiempo de justicia, os he enviado a unos a restituir y a otros a cumplir una delicada misión. Os he elegido entre grandes porciones de seres, para llevar a cabo una obra de depuración, una obra de regeneración y elevación espiritual entre la humanidad. 43. E1 mundo se preguntará por qué os he escogido torpes y pecadores; Yo os digo que el destino de todos los seres está en Mi. Voy a pulimentaros para hacer de vosotros mis apóstoles, y el cumplimiento os acabará de purificar. 44. Elías ha preparado vuestro entendimiento, para que pudieseis mirar con claridad el principio de la sexta etapa, el Sexto Sello desatado que ha traído gracia y luz para todo espíritu. Habéis tenido mi palabra sencilla y comprensible, esclareciendo misterios, abriendo sendas y haciendo luz en toda criatura. Muchas profecías habéis visto cumplirse, y ante tanta prueba habéis despertado y os estáis disponiendo a practicar mi enseñanza. 45. Os concedo la gracia de escucharme hasta el año de 1950, en que mis portavoces cesarán de transmitir mi palabra. A todos ellos les pido fraternidad y constancia en sus trabajos para que puedan transmitir con perfección y mi enseñanza tenga en todos los recintos la misma esencia, porque es un solo Maestro el que os habla. E1 mundo espera la buena nueva y mi voluntad ha sido escogeros para llevar hasta él este mensaje. 46. Los gobernantes de vuestra nación no saben que hay en ella un pueblo escogido por Mí, que ora y vela por la paz y el buen entendimiento entre los hombres. Yo les preparo y permito que penetren entre vosotros, para presenciar mis manifestaciones y vuestra práctica. 47. Cuidad de interpretar bien mis palabras y cumplir mis mandatos. No deis a las multitudes frutos de ignorancia o fanatismo; corregid vuestras imperfecciones; haced sensible vuestro corazón, y por vuestro cumplimiento Yo detendré los elementos que destruyen la vida y la tranquilidad de vuestros hermanos y la propia vuestra. 48. Un corto tiempo os concedo mi palabra; el tiempo señalado por Mí se acerca y es menester que estéis unidos, guías y labriegos. Imitadme. Recordad que el Maestro para llevar a la culminación su obra en el Segundo Tiempo, padeció y llevó a cuestas la cruz hasta el calvario. Sed humildes y aceptad vuestra misión. Vuestro dolor llega hasta Mí y vuestro llanto se mezcla con el mío, llanto de amor y de dolor por la humanidad. 49. Haced obras de amor y caridad, guiad con celo y rectitud a las multitudes como es mi voluntad. 50. Preparaos, para que a la terminación del año de 1950 llevéis mi doctrina al corazón de la humanidad y el pueblo se disperse en todas las naciones, os doy fortaleza, porque después de este tiempo en que oís mi palabra, vuestro camino será escabroso. Yo os bendigo. 51. Mi paz es con vosotros en el instante en que me dais la bienvenida. 52. Yo sabré dejaros un recuerdo imborrable de esta manifestación y de esta palabra que por largo tiempo os he concedido. 53. Mi palabra os ha engalanado, más nunca vayáis a hacer alarde de ello; sólo Yo sabré quiénes fuisteis, quiénes sois y quiénes seréis. Los que ante Mi llegaron con hambre y sed en el espíritu, calmaron su necesidad oyendo mi palabra y hoy son mis siervos. Estos siervos son los discípulos a quienes he mostrado la luz del Sexto Sello. 54. En este día os reunís llegando de distintas comarcas, porque mi voz se hizo oír en los espacios llamándoos a congregación. 55. No vengo a juzgaros ni a reclamaros; vuestra conciencia y vuestra intuición son los que mejor os podrán decir vuestra responsabilidad y el mérito de vuestras obras. 56. No creáis que sólo vosotros me amáis; en todos los caminos del mundo se encuentran los que me buscan, me siguen y me aman; pero si quiero que al prepararos en mi enseñanza podáis servir de ejemplo a quienes me amen imperfectamente o con impureza; de cierto os digo que en toda la humanidad están distribuidos los dones de profecía, de inspiración y de palabra. 57. No durmáis, que sólo tres años os restan para que dejéis de escucharme en esta forma. ¿Cuándo seréis maestros de esta enseñanza? 58. Os he reunido hoy para daros mi voz de alerta, para que os unáis en una comprensión de verdadero amor espiritual y comprendáis que entre vosotros no quiero que existan ni señores ni vasallos. Mi palabra quedará escrita, pero mirad que no es mi voluntad que en ese libro queden escritas vuestras imperfecciones. 59. ¿Queréis acaso legar a las futuras generaciones la historia de vuestros errores como un mal ejemplo? 60. Mi obra es sagrada, es divina, y sin embargo la he venido a poner en manos pecadoras, porque los pecadores al sentirse acariciados, dignificados y perdonados por su Señor, son los que con más amor, fidelidad y abnegación me siguen. 61. Además: ¿En dónde están los justos de esta tierra? 62. A vosotros, discípulos, os digo: Prestad de vuestra parte toda vuestra buena voluntad para que Yo, a través de mis lecciones, os deje perfeccionados. 63. No dudéis de vosotros por vuestra torpeza, porque Yo puedo hacer hablar a las mismas piedras. 64. En vuestros caminos, en vuestra vida, existe una escala que empieza en el hombre y termina en Dios; id por ella paso a paso hasta que podáis llegar al mismo seno de vuestro Padre, cuando vuestro espíritu alcance el grado de perfección más elevado. 65. Elías es como un faro que ilumina en este tiempo vuestro sendero, él os fortalece en las pruebas y os profetiza las que han de llegar. 66. Benditos sean los labriegos que en estos instantes guiados por su conciencia escuchan mi palabra, porque ellos son los que en su camino han sabido sembrar salud, paz y alegría. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 204 1. Yo os recibo, pueblo. Las puertas de mi reino se abren para daros la bienvenida y derramar mi amor sobre vosotros. Os doy en este instante lo que necesitáis conforme a la fe de unos y a la necesidad de otros 2. Vengo buscando el santuario de vuestro corazón, vengo a daros la luz de la verdad, que es la luz del amor, cuya fuerza poderosa mueve la creación y mantiene dentro de ella todo en orden, en armonía, en equilibrio. Por eso os enseño a amar, para que conozcáis el secreto de la vida. Sed generosos, para que vuestro amor sea un canto que alegre el corazón de los tristes. 3. Está en vuestras manos conocer y cumplir vuestra misión. Vuestro destino es sobreponer el espíritu a toda miseria y a todo pecado, elevar todo vuestro ser, ennobleceros y dignificaros. Quiero que lleguéis a dominar vuestro cuerpo sin violencia, que lo hagáis con sabiduría y a la vez con caridad. Cuando los hombres en vez de discutir mis leyes las cumplan con amorosa obediencia, harán de este mundo un paraíso semejante a aquel que los primeros hombres gozaron con su inocencia y obediencia, antes de que lo mancharan con pensamientos y actos impuros. 4. Si el hombre viviese de acuerdo con la voluntad del Padre Celestial, este mundo sería un valle de bienandanzas materiales y de elevación espiritual; no lamentaría la inclemencia de los elementos, porque viviría en armonía con ellos y con todas las criaturas. Sería un divino concierto en el que cada hombre sería una nota; pero el hombre no vive en armonía con las leyes divinas, y por eso ha caído prisionero del dolor, esclavo de sí mismo. El hombre arrastra cadenas, sufre, llora y se desespera, sin reconocer que todo ello es debido a su propia obra. Si comprendiese que no hay una lágrima injustificada, pronto alcanzaría su elevación. 5. De cierto os digo que la solución a todos los males que sufre la humanidad, se encuentra en las manos del hombre; él puede ser su propio doctor. Por eso os digo que, cuando penetréis en la senda que os dicta la conciencia, vuestro espíritu se elevará hacia Mí. 6. ¿Para qué queréis esta vida, si no es para beneficio de vuestro espíritu que pertenece a la eternidad? Habéis llegado a este mundo de enfermedades, de lágrimas, de dolores y no queréis saber que con un poco de bondad transformaríais vuestra vida. 7. El que me ame en verdad será el sabio que abarque primero al mundo y después al universo. Ved el amor de vuestro Dios manifestarse en toda la creación. Él es obra sabia, palabra perfecta, es la llave del reino. El amor, que es el corazón del universo, elevará vuestra existencia hasta lograr la comunicación de todos los seres por medio del pensamiento. 8. Pueblo: El año tiene 365 días, mas, ¿Cuántas obras de caridad, de amor hacéis en él? ¿Por qué me decís que me amáis, si nada hacéis por vuestros hermanos los necesitados? Yo, cuando os digo que os amo, lo pruebo con obras de verdad. Dicen los hombres amar a Cristo y me hieren a cada instante, me juzgan, destruyen en sí mismos mi memoria y ejemplos y se niegan a seguir mis obras. ¿No creéis que todo ello equivalga a una corona de espinas y a ser crucificado nuevamente? ¿Por qué cuando estoy acompañando espiritualmente a los enfermos, a los tristes, a los pobres, a los prisioneros, no os he visto ahí haciéndome compañía? ¿Por qué negáis un poco de caridad a quienes os la están pidiendo? Ved por qué os digo que me habéis vuelto a crucificar, porque quien niega amor, me niega a Mí. 9. Yo os decía que debéis, como hijos de Dios, estar identificados con El; ¿Por qué no ayudáis a embellecer la creación del Padre con vuestras propias creaciones mentales, morales o espirituales? 10. El verdadero siervo de Dios es aquél que administra el bálsamo de amor para los hombres, el que practica la caridad inspirado en una piedad sentida y honda. 11. Mi dolor por vosotros ha durado mucho tiempo, y este dolor proviene de vuestra incomprensión y falta de amor. 12. En este Tercer Tiempo vuelvo para repetir dulcemente aquella frase: "Amaos los unos a los otros". 13. Pueblo: Preparaos para recibir mi bálsamo; todo aquel que se disponga será curado, todo débil será fortalecido. Concentraos en vuestro corazón, elevad vuestro espíritu a Mí y esperad; Yo os daré más de lo que habéis pensado. Recibid en silencio, que en silencio os doy. Soy el sol de vuestra esperanza, ovejas amadas. Pero así como Yo os doy, también vosotros dad; no tengáis miseria en el corazón. Cuando deis algo no penséis en lo que vais a quitar a vuestros hijos; porque si os pesa lo que deis, más vale que no lo hagáis. 14. No juzguéis la vida de vuestros semejantes, porque no sólo mancharéis vuestros labios, sino también vuestro corazón. En cambio, debéis de estar dispuestos a juzgar cada uno de vuestros actos y escuchar los dictados de vuestra conciencia. 15. Ejercitad una vida más pura, y al acercaros a la armonía con todos los hijos de Dios, empezaréis a sentir esa paz que tanto anheláis. 16. En verdad os dice el Maestro: Desde esta alba tenéis la semejanza de los tres tiempos, simbolizada en los tres años en que os daré mi palabra. Por lo tanto, mi enseñanza será más profunda, ya que mi luz ha abierto vuestro entendimiento y ha penetrado en vuestro espíritu. 17. No sois ya los hombres del Primer Tiempo, quienes en su estado primitivo no tenían un conocimiento absoluto de una ley espiritual a la cual apegarse. Fue necesario que los profetas enviados del Padre, testificaran la existencia de Dios. Todos ellos hablaron de un mismo Ser Divino, y así se comenzó a formar en la humanidad una creencia, una fe en el Dios viviente y verdadero. Abraham con su amor a su Señor, Jacob con su firmeza en las pruebas y Moisés con sus inspiraciones y la ley, fortalecieron y aumentaron el reconocimiento de Dios por los hombres. 18. Aquellos hombres fueron los precursores de una era, como vosotros habréis de serlo de otra, de la era de la espiritualidad. 19. En este año de 1948 que representa el Primer Tiempo, conoceréis en mi palabra muchas lecciones referentes a aquel tiempo. Conoceréis el significado de la historia de Israel, que no ha sido el único pueblo rescatado en el Primer Tiempo y redimido espiritualmente en el Segundo; a ese pueblo lo podréis encontrar en el corazón de todas las razas. A Israel lo podréis encontrar también en todas las religiones, porque ese pueblo fue escogido como instrumento para dar un ejemplo y una enseñanza a toda la humanidad. Por eso os digo que la historia de Israel, al que espiritualmente pertenecéis, debe ser conocida por todos, porque en aquella están contenidas las grandes revelaciones que hice a los primeros. 20. Os maravillaréis al encontrar en aquellos tiempos espíritus tan grandes como Abraham, aquel que amó a su Señor sobre todo lo creado con amor puro. Meditad en la vida y en las obras de aquel hombre y encontraréis que su fe, su fuerza, su mansedumbre y su amor, son el verdadero tronco del árbol israelita. 21. En aquellos tiempos existían pueblos idólatras y gentiles que adoraban como a deidades las fuerzas de la naturaleza, a las que ofrecían cultos impuros; fue entonces cuando surgió Abraham, dando a conocer la inspiración que de su Señor recibía, que era luz de verdad y de justicia. Más los hombres, duros e incrédulos, sometieron a prueba al patriarca. El salió avante de todos los lazos y acechanzas, convirtiéndolos a la doctrina del bien, hasta proclamar al Dios de Abraham como el Dios invisible, pero viviente, de todos los tiempos. 22. Mirad desde cuándo existen estas luchas espirituales entre la humanidad, más ved que siempre después de ellas ha brillado la luz de la verdad. 23. Comprended que no vengo a complicar vuestra vida con mi palabra, sino a simplificar vuestro culto y vuestras prácticas. Os enseño que no es menester que os olvidéis de los bienes del mundo ni de vuestros deberes para agradarme, porque mientras estéis en materia, estaréis sujetos a necesidades humanas; pero también os enseño a tomar aun lo de la tierra dentro de una ley, en beneficio de vuestro espíritu. Si así vivís, estaréis cumpliendo con mi ley. 24. Desde el Primer Tiempo he puesto delante de vosotros un pastor espiritual, que a la vez ha sido el precursor de mi llegada entre mi pueblo. No habéis reconocido con perfección estas lecciones y por ignorancia caísteis en falsos cultos, adorando a los elementos o al "becerro de oro". 25. El Dios de Verdad se ha manifestado siempre en vuestra existencia, ya derramando riquezas en vosotros, luz en vuestra inteligencia o poder para gobernar al mundo. 26. Fuisteis señores ayer, supisteis de la opulencia, pero os dejasteis llevar del egoísmo y de la vanidad para convertir a los humildes en siervos y esclavos. A pesar de ello, os he perdonado y he venido como Padre, levantando al que ha caído y bendiciendo a todos. He sido para vosotros vuestro siervo, ya que os he concedido todo cuanto me habéis pedido, pero he esperado pacientemente la hora en que os levantéis a cumplir la misión que desde el principio de los tiempos os confié. 27. Yo soy la justicia, sin embargo, no os castigo, pues ni el haberme crucificado he venido a reclamaros. Por ello, vuestras luchas y penalidades son las que os van purificando. Es vuestra desobediencia a mi ley la que os hace necesaria la purificación, la restitución, la restauración del original estado de limpidez espiritual. Pero estáis en el camino seguro del progreso y dela redención del espíritu. Mas debéis daros cuenta de vuestra misión y del tiempo que vivís, porque si preguntáis a vuestra conciencia, qué habéis hecho en beneficio de la humanidad, si mi ley es ya conocida por el mundo y si mi obra ha avanzado, ella os dirá que no. 28. Ahora que estoy hablándoos, os familiarizáis con mi palabra. Ved que para ser creído he buscado corazones sencillos y humildes para manifestarme por su conducto. Sin embargo, habéis dudado y aun llegado a creer que es el hombre el que os habla. Por eso os he permitido que escudriñéis fuera del éxtasis a estos seres, a través de los cuales me comunico, para que podáis atestiguar su torpeza y su ignorancia, os he enseñado la humildad y la caridad, os he preparado y he derramado cargos entre mi pueblo, pero muchos de los que ya los han recibido, han vuelto a engrandecerse, a enseñorearse y a querer ser primeros. 29. Primero, sólo Yo, y no vengo a humillaros ni a haceros mis esclavos, sino a depositar en vuestras manos todo cuanto os haga falta. Soy el Padre y no puedo ser indiferente ante vuestras penas. Soy Dios y no puedo abandonaros en las tinieblas, por eso vengo a manifestarme ante vosotros para que podáis conocerme, sepáis delante de quién os encontráis y a quién estáis escuchando. 30. No habéis dado ejemplo de unión, y por eso podéis ver la falta de fraternidad y armonía entre las religiones y sectas, cuyas diferencias y divisiones alimentan el ansia de grandeza y se preparan para una nueva batalla. 31. Aún no habéis podido dar cumplimiento a mi ley. El camino es de luz, y muchas veces vais caminando entre tinieblas; recibís a cada instante el amor del Maestro y aún alimentáis odios; recibís continuas enseñanzas de moral y de virtud y todavía tenéis malos actos y pensamientos, por todo eso el postrero se mofa, porque contempla falsedad en mis discípulos. Así mismo, cuando los científicos asisten a mis comunicaciones, no creen en la manifestación de mi rayo universal a través del entendimiento humano. Tenéis que dar grandes pruebas de potestad, levantando de la fosa a Lázaro, dando la luz al ciego y movimiento al paralítico, todas aquellas pruebas que el hombre tiene que ver para creer en mi venida entre vosotros en este tiempo. 32. Es vuestra materia, la que se levanta como un obstáculo para que el espíritu desempeñe su misión y la que se resiste ante mi voluntad; pero he dotado con una espada a vuestro espíritu, para que en el combate con las pasiones de su propio cuerpo venza y haga mérito, ya que la reacia materia sirve de restitución o crisol al espíritu. 33. Por eso he venido a ayudaros, soy vuestro Salvador, y os ofrezco la oportunidad de conocer y habitar la "tierra prometida". 34. Aprovechad el tiempo que os he confiado, no conocéis la hora en que os llame. Despojaos del materialismo, practicad, sed el verdadero apóstol, y Yo manifestaré a los hombres por vuestro conducto el poder de la misericordia divina. 35. Las grandes pruebas os esperan. ¡Preparaos! No quiero que mañana digáis que no fuisteis doctrinados, ni quiero veros perdidos y menesterosos, cuando podáis gozar de una inmensa potestad. Yo que tanto amor os he dado, que os he hecho saborear en mi banquete el manjar y el vino, no quiero miraros después arrastrando las cadenas de la miseria y del sufrimiento. 36. Si no cumplís, iréis labrando vuestro futuro de dolor, y de ser primeros os sentiréis los últimos, veréis perecer a los vuestros, veréis escasear el pan de cada día; la guerra os arrebatará seres queridos, y esta tierra, que Yo he escogido para desbordar mi luz y mi paz, la veréis mancharse de sangre inocente. Sentiréis el yugo extranjero, seréis sus esclavos y seréis alejados del camino verdadero, entonces ya no escucharéis mi voz. 37. Yo, el Creador, no os exijo ni os impongo mi ley; desciendo a pediros cumplimiento y humildad. 38. Paz a vosotros, pueblo, cuando escuchéis mi palabra con buena voluntad. 39. Yo soy el jardinero divino que cultiva los huertos de vuestros corazones y los riega con aguas celestiales y he venido a derramar una gota de amor divino sobre tanta amargura de la tierra; vengo a enseñaros el sendero que conduce al reino del Padre, camino del que nunca encontraréis el fin, pero en el que siempre alcanzaréis progreso y conoceréis nuevas grandezas. 40. Ahora os pule mi palabra y os doy forma; estoy cincelando al hombre interior, al espíritu; vosotros aprended a modelaros y a daros bellas formas, que vuestra obra Yo la bendeciré, para que luego llevéis a cabo en este mundo la realización de vuestra gran misión. 41. Soy vuestro Maestro, mas no me veáis separado del Padre, porque Yo soy el Padre; no existe diferencia entre el Hijo y el Espíritu Santo, porque el Santo Espíritu es Uno, eso soy Yo; ved en mis manifestaciones de todos los tiempos a un solo Dios que se ha mostrado ante vosotros a través de múltiples y diferentes lecciones, un solo libro con muchas páginas, con muchas lecciones de amor. 42. Santificad con vuestras obras mi nombre, y hallaréis en vosotros esa luz que os libertará de las tinieblas de la ignorancia y del pecado. 43. ¿Os acordáis, pueblo, de lo que fuisteis antes de ser modelados por mi palabra? ¿Recordáis que antes erais capaces de muchas acciones que ahora no lleváis a cabo? No podéis comparar vuestra vida de hoy con vuestra vida pasada; antes erais el peregrino solitario que cruzaba la senda sin una luz que alegrara la existencia y encendiera en él la esperanza; hoy sois un párvulo de Jesús, en cuya fuente de amor habéis calmado vuestra sed y lavado vuestras heridas; mi amor viene a arrancar las espinas que tengáis clavadas; y si vuestra cruz tiene clavos, también los arrancaré. 44. Yo soy la luz de éste y de todos los mundos, quiero que os vistáis con esa luz. Mi palabra es bálsamo de curación; sanaos con ella escuchándola. ¿Por qué si lleváis a Dios en vosotros, estáis enfermos, sufrís y lloráis? Examinaos a vosotros mismos y corregid cuanto haya que corregir, limpiad todo cuanto haya que limpiar. Yo os dije: "Limpiad el vaso por dentro y por fuera", o sea que vuestro ser interior armonice en voluntad e inspiración con vuestra parte material o humana. 45. Yo modelo vuestra vida interior, aquella que escondéis a los hombres, que es invisible a los demás, pero que ante Mí no la podéis ocultar. Modelad vuestro exterior de tal manera, que su faz sea un reflejo fiel de vuestro espíritu; entonces existirán en vuestros actos sinceridad, verdad; ésa es la razón por qué los hombres presentan al mundo una faz, mientras esconden otra. 46. ¿Ya examinasteis vuestras heridas, habéis dejado en ellas el bálsamo que os he entregado? Si dudáis de la verdad de mi bálsamo, curadlas nuevamente, más si creéis, apartad de ellas la curación y veréis cómo mi amor las sana, y cuando las busquéis ya no estarán; a otros les concederé que encuentren su salud a través de la fe, de la oración, del pensamiento; vendrán multitudes de seres espirituales, los cuales unirán su potestad y su fuerza, os ungirán y sanaréis. 47. El espiritualista dice: ¡Qué bella es la vida! El profano, el materialista, dice: ¡Qué amarga, qué triste y qué sombría es la vida! El hombre sin elevación con todo tropieza, todo lo hiere; el que se ha elevado, ni siquiera nota las asperezas del camino. Las mentes elevadas, cuando se ocupan de los demás, son para alabar las virtudes ajenas o para disculpar sus errores, jamás para juzgar o sentenciar; las mentes bajas juzgan, calumnian, publican las faltas ajenas y encuentran placer en ello. 48. A éstos que juzgan y toman la causa de sus hermanos les pregunto: ¿Os parece liviano vuestro fardo de pecados, que aún queréis agregar el de los demás? ¿Si os podéis libraros de vuestra carga, por qué la aumentáis con la de los demás? ¿Por qué en vez de buscar valores espirituales en vuestros hermanos para enriqueceros, preferís llevaros el cieno para cargarlo vosotros? 49. "Muchas moradas tiene la casa del Padre", más los que moran en las altas regiones espirituales, ayudan a los hombres a despojarse de su carga, o les ayudan a llevarla, pero sin juzgarlos, ni gozarse con sus miserias. 50. Yo os he visto un día murmurando y otros días arrepentidos; os he visto negando mi comunicación y después testificando su verdad; os vi un día calumniando, y al otro defendiendo al que calumniasteis. Está bien que rectifiquéis vuestros errores, pero mejor será que no volváis a incurrir en el mal para que no tengáis que rectificar. Os vi un día dando caridad al que no la necesitaba y os vi negarla al verdaderamente pobre; mas no vengo a culparos ni a juzgaros, vengo con la luz de mi enseñanza a iluminaros, para que no volváis a pecar; mas también debo deciros, que a veces os he visto serviciales, nobles, caritativos y comprensivos, y esos méritos han sido siempre tomados en cuenta y anotados por Mí, pero ya debería haber en vuestro corazón más trigo que cizaña. 51. No oréis sin sentir en vuestro corazón y espíritu el deseo de elevaros, moviendo maquinalmente los labios; orad sintiendo, sin hablar; que esa facilidad con que en los tiempos pasados prometíais falsamente y jurabais en vano, la tengáis ahora para decir la verdad. 52. No toméis lo ajeno; el que toma lo ajeno tiene que restituir con dolor y con vergüenza; a nadie señalo, más quiero que cada quien tome de mi palabra la parte que le corresponde. 53. No os culparé ni os reclamaré de lo que hicisteis cuando dabais vuestros pasos entre tinieblas de ignorancia, de pequeñez y de materialidad; más ahora que tenéis conocimiento pleno de lo que es mi ley, si persistís en lo ilícito, en lo impuro, responderéis de vuestros hechos ante Dios, quien se manifestaría inexorable para vosotros en vuestra misma conciencia. 54. Todos vosotros sois mi semilla y el Maestro la recoge; si entre la buena simiente viene la de cizaña, también la tomo con amor para transformarla en dorado trigo. Veo en los corazones germen de cizaña, de fango, de crimen, de odios, y sin embargo os recojo y os amo; a esta semilla la acaricio y la purifico, hasta que brille como el trigo ante el sol. 55. ¿Creéis que la potencia de mi amor no sea capaz de redimiros? Después de lavaros, Yo os sembraré en mi jardín donde daréis nuevas flores y nuevos frutos; en mi divina tarea está la misión de dignificaros 56. Mi amor viene a bendeciros, a perdonaros y haceros dignos de escuchar mi palabra. 57. Mi palabra es el camino. Yo os enseñé mi ley desde los primeros tiempos, para que vuestros pasos fuesen siempre dentro del camino del bien y de la justicia. 58. Esta doctrina es la misma que os he mostrado en los tiempos pasados, la doctrina del amor. 59. Vuestro espíritu es el hijo del amor perfecto del creador. Vuestro corazón, ese órgano que poseéis, donde radican los sentimientos, es un símbolo del amor. 60. Dad pues amor, que la humanidad muy necesitada de él se encuentra. Hay hambre en el corazón de los hombres, hay retraso espiritual, hay necesidad de vivir. 61. Si vosotros multitudes que me habéis oído, habéis sido confortadas y sustentadas por el pan de la vida, bien podréis prodigar alimento al espíritu y al corazón fatigado. 62. Donde encontréis una creencia o un concepto erróneo, llevaréis mi luz, más nunca impondréis mi doctrina por la fuerza. No haréis nunca diferencia entre el rico y el menesteroso para entregarles en distinta forma, y sólo veréis en el fondo de sus sufrimientos a un hermano vuestro que ha caído y que gime; entonces, conmovido vuestro corazón ante aquel dolor, buscaréis la forma de aliviarlo. Cubrirá vuestra caridad al desnudo; llevaréis la tranquilidad al que no tiene paz; seréis como estrella en el camino del que entre tinieblas vaya perdido. Si así cumplís, seréis dignos de que os llame maestros. 63. Mi doctrina no necesita de la edificación de recintos para congregar nuevas multitudes. Mi voluntad es que se llegue a levantar el templo universal, que será formado por los corazones. 64. Sabed seguir el ejemplo que Jesús os dio en el Segundo Tiempo, que no escogió recintos para entregar su palabra, sino que buscó los campos como lugar apropiado para sus enseñanzas y parábolas. 65. Mas quien tomare los recintos para lucrar con la inocencia o el dolor de la humanidad, no gozará de mi luz, ni deberá llamarse espiritualista. 66. Tendréis que luchar, y el campo para vuestra lucha estará en cualquier lugar, lo mismo en vuestro hogar, que en el trabajo material o en los caminos. 67. Ahí, en el instante propicio, os prepararéis y hablaréis bajo mi inspiración, sin que el que os escuche sepa quién le ha estado hablando a través de su conciencia. 68. No esperéis que los hombres olviden sus costumbres de un momento a otro. Tampoco os sorprendáis que alguien os llame equivocados. Mi doctrina en el Segundo Tiempo también a muchos les pareció un error, y después fue tomada como la más absoluta verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 205 1. Venid a recibir la esencia de mi cátedra, descansad vuestro espíritu, aquietad la mente y el corazón. 2. Acercaos de tal manera a Mí, que os sintáis fundidos en la paz de vuestro Maestro. 3. Así como vosotros habéis venido, así veréis llegar de lejanas tierras a vuestros hermanos, buscando todos la luz de este mensaje. 4. A todos entregaré las primeras lecciones que les preparen para entender más tarde las enseñanzas para el espíritu. 5. Meditad en la palabra, penetrad en la frase buscando siempre el sentido, la esencia de mi doctrina. Comprended que sois vosotros, los hombres, quienes debéis haceros a mis leyes y no mi ley amoldarse a vuestras ideas y a vuestras conveniencias. 6. Si Yo conviniese con vosotros que aplicaseis mi doctrina a vuestra vida según vuestra voluntad y no según la mía, de cierto os digo que jamás saldríais de vuestro estancamiento espiritual y nunca permitiríais a vuestro espíritu su desenvolvimiento, su desarrollo y perfeccionamiento. 7. Ahí tenéis a la humanidad aletargada en sus religiones, sin dar un paso hacia la luz, porque no se han sometido a lo que ordena la divina ley, sino que han tratado de someter la ley a su voluntad, llenándola de mitos y de errores. 8. Ha sido menester que muchos hombres de este tiempo se emancipen de toda religión para poder buscarme con el espíritu y poder desarrollar todo aquellos atributos, dones y potencias, que sienten latir en lo más íntimo de su ser. 9. Estos son los que han podido dejar pasar los mensajes que les hablan de la vida eterna. 10. A vosotros he tenido que apartaros de las diversas veredas por donde caminabais, para traeros a este sendero donde brillan mis revelaciones y repercuten mis mensajes, porque quiero que seáis de los que vean la vida desde una mayor altura de elevación espiritual 11. ¿Qué es la materia sin el espíritu? Un conjunto de células inanimadas. El espíritu es la vida de la materia, pero uno y otro proceden de Dios. 12. ¿Habéis pensado alguna vez en que procediendo todo de Dios, Él está en vosotros? ¿Y por qué está en vosotros y para qué? ¿Acaso para permanecer sin manifestarse? No sería Dios, puesto que El doquiera surge, habla, ilumina, se hace sentir y se manifiesta. No supongáis entonces que Dios está en vosotros para permanecer oculto sin daros su mensaje; no penséis que pueda estar en vosotros sin ideas. Sabed que Dios quiere manifestarse por vosotros en plenitud. 13. ¿Sabríais contestarme si Yo os preguntase por qué está Dios en vosotros? ¿Por qué El siendo el Todo, está en lo que vosotros llamáis espíritu, en esa parte de vuestro ser? ¿Por qué quiere que seáis un dócil instrumento de su manifestación? Aún no podéis contestarme, discípulos, porque nadie os había enseñado a meditar; por eso no sabéis por qué manifestáis al Padre y por qué Él se expresa a través de vuestras obras; pero si os consagráis con amor al estudio y a la práctica de mi doctrina, no dudéis de que pronto podáis contestar a éstas y otras preguntas aún más profundas; y cuando hayáis alcanzado la luz de esos conocimientos, sabréis en verdad por qué y para qué habita el Padre en cada uno de sus hijos. 14. Hay quienes dicen que Dios no existe y otros que, confesando creer en su existencia, no les interesa; y unos y otros, ignorando que le llevan en sí, no saben que no pueden vivir sin Él. 15. Cuando todos tengáis conocimiento de esta verdad y creáis sinceramente que sois hijos espirituales de aquella esencia divina, os preguntaréis con frecuencia, hasta qué punto habéis dejado manifestarse a través de vosotros al Dios que lleváis presente en vuestro espíritu. 16. Pasarán los tiempos, recorreréis largamente el camino, y un día os detendréis para contemplar maravillados las obras que el Señor hizo por vuestro conducto; entonces recordaréis a Jesús, el Maestro, quien dejó hacer en Sí la voluntad de su Padre. 17. ¿Cuándo comprenderéis que Dios, quien os confió la vida, quiere tomarla para manifestarse? Mirad cómo a veces basta uno solo de estos mensajes para haceros mirar y comprender mucho más allá de donde habíais alcanzado, y está comprensión os pondrá en camino de hacer maravillas, porque os conoceréis a vosotros mismos, y por lo tanto sabréis emplear vuestra heredad espiritual. 18. Oh discípulos amados, debéis aprender a impartir amor, hacer caridad y dar con el espíritu. Yo os digo que el que manifiesta al mundo la potencia de su espíritu y toma de aquella fuente de conocimientos para ofrecer a los demás, ése estará haciendo la voluntad del Padre. 19. Necesitáis conocer todos los poderes y fuerzas que en vosotros lleváis, para que empiece a manifestarse la esencia de vuestro ser. Veréis entonces, cuán fácil es resolver los problemas de la vida, cuan serena y apacible es la lucha por ascender. 20. La miseria, el dolor y la enfermedad se alejarán con la fuerza del espíritu, quien las expulsará con la oración. 21. Preparaos para recibirme, tened con frecuencia momentos de preparación espiritual, en los que estéis dispuestos a comunicaros con vuestro Señor. 22. Si vosotros creyeseis verdaderamente llevar a Dios en vuestro ser, ¿Podrían tocaros las enfermedades o haceros caer las tentaciones? ¿Cómo podría dominaros la débil fuerza de la materia? 23. Os estoy liberando y fortaleciendo para que triunféis sobre el mundo y la carne, porque os voy conduciendo y acercando hacia la perfecta comunicación con el Padre. 24. No creáis tener ya la comunicación perfecta en ésta que tenéis a través de estos cerebros; no es ni la simple intuición que a veces ilumina vuestra mente. La comunicación más elevada, la más intensa que logréis, nunca será a través de vuestra materia. 25. El cuerpo, discípulos, es sólo un estuche, pero en su interior existe un frasco cuyo perfume o esencia es el espíritu, y ¿No creéis que sea injusto que aquel perfume esté encerrado, cuando su aroma podía embalsamar toda una estancia? La estancia podría ser hoy vuestro hogar, mañana será el mundo, después el espacio sin fin. 26. Pueblo: Abrid vuestro templo interior para que recibáis en él la esencia que contiene esta palabra. Si os quedáis en el exterior, si no hacéis por penetrar en vuestro santuario, os marcharéis después de escucharme, llevando sobre vuestros hombros el fardo que traíais al llegar, fardo de fatigas, de enfermedades, de desengaño. 27. Aprended de los que ya se preparan para escucharme, penetrando primero en el templo interior que existe en el espíritu. Ellos se fortalecen y sanan con mi mensaje de amor. 28. Os falta la fe para levantar vuestra faz y sonreír con esperanza y mirar de frente al futuro, sin recelos, sin desconfianza, porque en el futuro estoy Yo. 29. Cuántas veces estáis enfermos sólo porque así lo pensáis, porque a cada paso creéis que os sigue la fatalidad u os acecha el dolor; entonces atraéis con la mente a las tinieblas, de las cuales rodeáis vuestra vida material y vuestra jornada espiritual; mas aquí me tenéis para encender de nuevo la fe en la vida, en la verdad, en lo eterno, en la paz perfecta y también para enseñaros a atraer la luz hacia vosotros. 30. Discípulos: El plan divino ha sido, es y será haceros perfectos; y si Dios os concedió para vuestra formación la idea perfecta, ¿Por qué empañar la luz de esa verdad que el Padre puso en vuestro ser, así como en todo lo que ideó? Sabed que el hombre es a semejanza del universo y el universo a semejanza del hombre. El universo es la gran morada de los hijos del Señor, más en ella hay muchas habitaciones, por las cuales habréis de pasar para vuestro perfeccionamiento, y el espíritu del hombre es el santuario en el que debe morar vuestro Señor. 31. Comprendiendo mi palabra, pronto diréis: Padre, desde hoy abro las puertas de mi templo interior para que vuestra esencia, que es vida y salud, sabiduría y fuerza, penetren en mí. 32. Yo os digo que cuando me habléis así, será porque el espíritu se ha entregado a su misión; entonces me veréis manifestarme a través de vosotros, aun de vuestro cuerpo, pequeño ser, que sin embargo encierra grandeza en su formación. 33. Hoy habitáis esta morada, mañana habitaréis otra más allá de la tierra, y de cada morada iréis tomando lo necesario para vuestro perfeccionamiento. 34. Doquiera encontraréis a vuestros hermanos, porque el universo está lleno de criaturas y todas son hijas de Dios. 35. Soles, astros, mundos, elementos, seres de toda especie, átomos, fuerzas, todo, desde el ángel más elevado hasta el más obscuro reptil, todos son hijos del Ser Absoluto, todo es de Él. Vosotros sabéis que no hay riqueza que no tenga dueño y el dueño de esa riqueza universal es Dios. 36. Ahora os pregunto, discípulos: ¿Es posible que estéis enfermos? ¿Es posible que estéis atribulados cuando esta enseñanza es para haceros libres y felices? 37. Para la revelación que os he traído, es necesaria la iniciación espiritual que sólo Yo, el Maestro del espíritu, vengo a daros 38. Si os habéis sentido siempre más materia que espíritu, Yo vengo a enseñaros a ser y a sentiros más espíritu que materia. Eso es redención, salvación y paz. 39. A veces os preguntáis, por qué en este tiempo sufrís más que los hombres de los tiempos pasados, y por qué habéis tenido que venir a cumplir una misión espiritual que antes no tuvisteis, y Yo os digo: Esta misión de caminar espiritualmente por las sendas del bien y de la luz para llegar a la cima de la divina montaña, siempre ha estado en vuestro espíritu y que, por otra parte, en la presente existencia se han acumulado deudas pasadas, obras sin concluir y misiones sin terminar. 40. El que no sepa comprender el significado de una nueva vida, renegará en contra de mi justicia, tomando su restitución como un castigo; en cambio, el que vea en una nueva existencia la oportunidad de saldar deudas y de lavar manchas, ése bendecirá el nombre del Señor 41. Aún sois pequeños, y como pequeños debéis ser sinceros; no os apenéis de pedirme pequeñeces en vuestras oraciones; lo esencial es que oréis; que Yo os iré inspirando y educando. 42. Orad, tomad mis frases y con la fe y la fuerza que ellas vierten, ungíos y sanaos. 43. Mañana, cuando ya vuestra oración no sea para curar vuestros males, sino para recrearos en vuestra comunicación con el Padre, el espíritu viajará por regiones desconocidas para la mente. A unas llevaréis fortaleza y deleites del espíritu. 44. Dios, que está en vosotros, manifestará por vuestros labios sus mensajes, cuando vuestro espíritu y cuerpo sepan interpretarlo. 45. ¿Cómo es posible que Dios hable a través del hombre? Podéis preguntaros, y Yo os digo: En aquel tiempo el "Verbo" se hizo hombre para hablar la palabra de Dios. El "Verbo", que es la expresión de la sabiduría, tomó carne y su cuerpo fue Jesús, el hombre. 46. Vosotros, que sois discípulos de Aquél en quien habló el "Verbo", ¿Por qué no habréis de manifestarlo a través del espíritu y aun a través de la carne? 47. Hoy sois párvulos y no siempre acertáis a comprender mi lección, más por lo pronto hablad a Dios con vuestro corazón, con vuestro pensamiento, y Él os responderá desde lo más interno de vuestro ser. Su mensaje, que hablará en vuestra conciencia, será una voz clara, sabia, amorosa la que poco a poco iréis encontrando y a la que más tarde os acostumbraréis. 48. Es menester que desde un principio meditéis en los mensajes que vuestra oración recoja, para que lleguéis a conocer verdaderamente los que recibáis de vuestro Padre y nunca los confundáis con aquellas voces, ideas, pensamientos y hasta revelaciones de vuestro espíritu confundido. Sólo en el silencio y en la meditación podréis distinguir el camino por el cual llegue a vosotros cada mensaje. 49. ¿Qué hombre podría decir en qué regiones espirituales penetra su espíritu y hasta qué altura de la luz sabe elevarse? Ninguno, por eso el que no conoce los caminos de la oración, de la comunicación con Dios, de la meditación del espíritu, muchas veces se confunde, porque en vez de ir hacia la luz, penetra entre tinieblas, de donde recibe malas inspiraciones y falsos mensajes. 50. Luchad, tratad de alcanzar el saber que conduce hacia la luz eterna del espíritu, ahí donde está vuestro origen y vuestra finalidad. 51. Raudales de salud desborda mi palabra; si os preparáis para recibir, sanos seréis. Si sabéis buscar la salud, comprobaréis que os habéis curado por el espíritu. 52. Pedid, orad, buscadme; Yo os concederé por añadidura algunos adelantos, más procurad hacer méritos. 53. Poco a poco penetrad en la armonía de la vida, formando con todos vuestros hermanos, presentes y ausentes, visibles e invisibles, una sola familia. 54, Entonces gozaréis una paz interior jamás conocida y que será aquella que provenga del cumplimiento al divino mandato de amaros los unos a los otros. 55. Labriegos amados: Os contemplo afanosos cultivando los campos, preparando la tierra, depositando en ella la semilla que mañana os dará sus frutos, compensando así vuestro esfuerzo. Seleccionad la semilla y removed la tierra, porque estáis empezando un año, que es el primero de los tres últimos en que Yo me manifestaré entre vosotros de esta manera. El tiempo que falta es corto y tendréis que apresuraros en vuestra preparación, porque no quiero dejaros como débiles párvulos, sino como discípulos adelantados, próximos ya a convertirse en maestros. 56. Después de mi partida seréis los responsables de la interpretación que a mi enseñanza deis con vuestras palabras y vuestras obras. La humanidad juzgará mi doctrina en vuestros actos y en vuestra vida. 57. Mi inspiración no os faltará; por ella conoceréis el momento en que tengáis que hablar y lo que tengáis que decir. Con palabra clara, precisa y sencilla daréis a conocer la existencia del más allá que os he revelado, trazando con verdadero amor un sendero espiritual a vuestros hermanos, y siempre acompañaréis con hechos o ejemplos vuestras palabras. 58. Poco a poco vais aprendiendo a sentir como propias las penas ajenas. Es porque vuestro espíritu, al saturarse de mi enseñanza, se eleva, recorre las distancias y penetra en los misterios del más allá, donde descubre que el origen de todos los seres es uno solo: El Padre, en quien todos sois hermanos. 59. Pero no sólo vuestro espíritu ha encontrado en mi obra motivos para su adelanto, también vuestras facultades mentales han tenido su desarrollo al sentir cómo la inspiración espiritual va siendo mayor en vosotros, al comprobar que la comprensión de todo lo que ayer mirabais confuso, aumenta y los misterios se aclaran. 60. Si no lográis penetrar de lleno en el mundo del espíritu, para comprender y sentir más de cerca todo lo que él encierra, es porque aún tenéis la opresión de la materia y la influencia del mundo. Mucho os he revelado, pero en verdad os digo que el hombre jamás llegará a comprender desde esta tierra, cómo es el mundo que le espera, en qué forma vive allí el espíritu, qué goces experimenta ante la Divinidad y cómo encuentra su purificación aquél que está cubierto de imperfecciones. 61. Si la mente humana concibiese el gozo del espíritu puro en el más allá, aquella felicidad tendría límites como los tiene el hombre; por eso os digo, que desde aquí no alcanzaréis a comprender aquello, mas sí lo presentiréis. 62. Tampoco podréis imaginar la intensidad del dolor que un espíritu experimenta cuando su conciencia lo acerca ante mi Divinidad. Por eso os digo siempre: Preparaos y elevad vuestro espíritu, porque a él le son reveladas las enseñanzas que debe conocer. Ved cómo debe existir una verdadera armonía entre el espíritu y la mente, para que podáis vislumbrar desde aquí aquella verdad. 63. He dejado que vuestra inteligencia se ensanche y busque en el infinito la luz que necesita. Os he concedido libre albedrío para que elijáis el camino; pero he antepuesto mis preceptos a vuestra voluntad. En esa ley podréis ver el camino recto, en él podréis encontrar el conocimiento para que purifiquéis vuestras obras. Si no quisiereis seguir ese camino, sois libres de apartaros de él, mas ya no os podréis engañar, vuestra conciencia os hablará sin cesar. También cuando ante Mí lleguéis, ya sin materia, ese juez interior de la conciencia os juzgará y os dirá cuál camino de purificación deberéis seguir. Esa luz de justicia es parte del mismo Dios que está en vosotros y que os enseña a amar lo bueno y a rechazar lo malo. 64. En estos años de preparación os dedicaréis a estudiar mi enseñanza, porque existen muchos corazones que necesitan de vuestra palabra. Hay fatiga por tanta perversidad, hay hambre de vivir espiritualmente. 65. Los discípulos de esta obra prodigarán el alimento espiritual, corregirán los conceptos erróneos que la humanidad ha llevado hasta ahora, darán la buena nueva del tiempo que viví, anunciarán la evolución de ideas y de vida que este tiempo traerá, estarán al servicio de la humanidad, sin distinguir clases, sectas, religiones o razas, serán sensibles a toda necesidad espiritual o física. Serán estos discípulos como el faro que ilumina la barquilla del náufrago, la estrella que salve a quien camina a tientas en la noche. 66. No construirán templos de piedra, ni levantarán aliarse para publicar sus obras. Construirán un gran templo espiritual, cuyas piedras serán los corazones de la humanidad, uniéndose uno a uno por la fuerza del amor. 67. Escuchad con atención mis lecciones de estos tres últimos años, porque los discípulos que aprendan esta enseñanza serán los maestros después del cincuenta. En ese tiempo, doquiera que os congregaseis y os elevaseis en verdad a Mí, Yo os iluminaré con la luz de mi inspiración para que hagáis obras grandes y profundas; mas preparaos para ello, porque llegado el instante por Mí marcado, no me volveré a servir del pedestal. 68. Irradiará mi luz en cualquiera de mis hijos que se preparase en el tiempo de la comunicación directa con el Maestro, pero no estará en aquellos que vendiendo mi obra, en mercaderes se convirtiesen. Preparaos, para que al concluir mi palabra en 1950, hayáis comprendido la forma de proseguir en el camino, porque ¡Oídlo bien!: Surgirá la confusión en todos aquellos que no se hayan preparado debidamente. 69. Comprended, pueblo amado, la forma en que quiero que llevéis mi palabra entre la humanidad. Para que no tropecéis, no pretendáis transformar de un momento a otro las costumbres que la humanidad por siglos ha llevado. Dadle mi enseñanza y ella comprenderá los errores en que ha vivido. La fuerza de convicción que posee mi doctrina iluminará su entendimiento y será reconocida la verdad. Entonces, lo que un día apareció ante sus ojos como falso, resplandecerá con luz infinita. 70. Hijos míos: He estado con vosotros y he tocado vuestro corazón para que en él me hagáis un lugar donde pueda morar por siempre. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 206 1. Mi caridad hacia vosotros proviene de mi amor y se derrama incesantemente sobre todos los seres. Mi amor os bendice y os perdona siempre, os purifica y os ayuda a elevaros por el sendero de vuestra evolución, para que os sintáis cerca de Mí, y os hagáis dignos de reconoceros como hijos míos. 2. Os he dado mi ley, para que os conduzcáis guiados por ella. Ese es el camino que os he trazado desde el principio de los tiempos, esa es la base, el cimiento sobre el que debéis edificar vuestras obras. Esa ley os mostrará los principios necesarios para vosotros, porque en ella se encierran mis sabios preceptos. 3. Esta palabra con la que ahora os enseño, es la continuación de la enseñanza que he venido dándoos desde los primeros tiempos, que no acaba porque no tiene principio ni fin. Y a medida que vuestro espíritu evolucione, iréis comprendiendo más mis sabias lecciones, mi anhelo de perfeccionaros. 4. Os estoy inspirando la más alta espiritualidad, para que me améis en la forma más digna y para que seáis sensibles a mis manifestaciones y podáis interpretarlas debidamente. 5. Cuando hayáis estudiado mi palabra y sepáis extraer de ella su esencia, os sentiréis fortalecidos, sustentados plenamente; entonces hablaréis con caridad a toda la humanidad, que está ignorante de mi venida en este tiempo, y un sentimiento de piedad llenará vuestro ser; e iréis en busca de vuestros hermanos, para revelarles lo que Yo os he hablado y les daréis todo el caudal que Yo he dejado para ellos, como si fuera un depósito sagrado en vuestras manos. 6. La humanidad necesita luz para poder dar un paso adelante; hay hambre en todas las criaturas, necesidad de vivir apoyados en la fe, de conocer la verdad y también de saber a dónde van. Yo les daré la enseñanza a través de los que se hayan preparado, y en su delicada misión sabrán corregir con amor todos los errores que llegaren a encontrar en sus prácticas. Vosotros daréis principio a esta misión y trataréis de imitarme. No distinguiréis pobres ni ricos para calmar el dolor. No impondréis vuestra fe, ni obligaréis a nadie a aceptar vuestro conocimiento; no os dividiréis a causa de mi última venida, ni haréis guerra a aquellos que poseen los pasados testamentos, si no saben o no quieren aceptar mis últimas lecciones. 7. Haced luz en las tinieblas, llevad la paz a los corazones y calmad la impaciencia de los que me han esperado. Id en ayuda de vuestros hermanos y Yo velaré por vuestra familia y por vuestros bienes. 8. Si así trabajáis, estaréis construyendo en el espíritu de la humanidad el templo que perdurará y donde se elevará el culto que siempre he esperado de la humanidad, de estos mis hijos muy amados. 9. Cuidad que vuestras obras sean sinceras. Hablad siempre con verdad, sed mis discípulos. En esta palabra estoy hablando a los hombres de los tiempos futuros, a todos aquellos que quieran seguirme e imitarme. 10. Cuando haya pasado 1950, no busquéis un lugar determinado para orar o para estudiar mi palabra. Elegid lo mismo un hogar que un valle o que el lugar en donde estéis labrando vuestro pan. Imitad a mis doce discípulos que supieron hallar el templo doquiera se encontraban, porque lo llevaban en ellos mismos, en su espíritu, y lo grande y lo solemne en sus actos estaba en su elevación y comunión Conmigo. 11. Mientras haya sufrimientos en la tierra, mientras haya miseria, la intercesión de María no cesará ni un solo instante y su Espíritu estará iluminando la vida de todas sus criaturas. 12. Me ofrecéis la morada de vuestro corazón, desde donde me habéis llamado y he acudido presuroso a la cita. 13. En mi camino habéis experimentado el descanso espiritual que jamás habíais encontrado en la tierra. Recorristeis muchos caminos en busca de dulzura para vuestro paladar, hasta que encontrasteis la miel de mi palabra. 14. Desde la niñez, a través de la juventud y hasta la edad madura, habéis buscado sin descanso el camino, porque habíais errado el sendero y las tinieblas se interponían a vuestro paso. Pero surgió ante vosotros la luz de mi Espíritu, y ese día fue el de vuestra resurrección, tan importante como el día de vuestra encarnación. 15. No olvidéis el día que escuchasteis mi palabra por primera vez, porque fue el instante en que tornasteis a la vida de la luz. 16. Llegasteis menesterosos, escudriñando mi palabra, unos humildes y otros soberbios, atraídos todos por la fuerza de mi presencia. Teníais que llegar a Mí; ¡Hacía tanto que os esperaba! Y mientras unos han despreciado mi caricia volviéndome la espalda y tornando al camino incierto, otros han quedado Conmigo para deleitarse con mis palabras y consagrarse al servicio de mi obra. 17. Yo estoy en todos mis hijos, hasta en el corazón del asesino. De ninguno me alejo, y estoy más cerca del que se cree más indigno. 18. A los que han venido, corresponde orar por los que han caído. Pero no seáis sus jueces, que ellos alcanzarán la luz. 19. No esperéis la regeneración de la humanidad por sí sola, sin haber sido vosotros para ellos un ejemplo. No quiero que os convirtáis en plantas parásitas. 20. Vosotros detendréis la desenfrenada carrera de los hombres con el don de palabra que os he dado. Yo os confiaré a la humanidad como plantas tiernas que necesitan de riego y cuidados, porque de todos los caminos llegarán a Mí, y hasta de las mismas cárceles vendrán los hombres para convertirse en mis discípulos. Pero si vosotros no cumplieseis ahora vuestra misión, tendrá que venir vuestro espíritu a resucitar al muerto que dejasteis abandonado en el camino, vendréis a sanar al enfermo que no atendisteis, tendréis que buscar el pan para ofrecérselo al hambriento que descuidasteis. Más, ¿Por qué buscar una expiación tan dolorosa, pudiendo ahora cumplir con vuestro deber? 21. La ciencia humana es grande, pero el espíritu del científico está adormecido y deja que mueran los hombres. Por eso he depositado en vuestras manos el bálsamo de curación, para que, convertidos en doctores de la humanidad, deis el ejemplo de caridad y amor. 22. Se desatarán las epidemias en el mundo y gran parte de la humanidad perecerá. Serán enfermedades extrañas y raras, ante las cuales la ciencia será impotente. 23. El universo se limpiará de mala hierba. Mi justicia separará el egoísmo, el odio, las incansables ambiciones. Aparecerán grandes fenómenos en la naturaleza. 24. Naciones quedarán arrasadas y comarcas desaparecerán. En un toque de alerta para vuestro corazón. 25. El camino está preparado; Yo soy vuestro guía, soy inseparable en vuestra jornada. 26. Pueblo bendito de Israel: Bienvenido seáis ante la presencia de vuestro Señor, de este Señor que manso y humilde viene a posarse ante vosotros en esta morada. Más no es la morada material en la cual me presento. La morada está en vuestro corazón, invisible, y es la que me brindáis en este instante de elevación espiritual. 27. Sé que os hace falta mi palabra. ¿Qué sería de vosotros sin ella, mi pueblo? Sé que me necesitáis y vengo incansablemente a fortaleceros. Mi palabra os aconseja y os levanta, esta palabra pura y llena de luz, que no encontráis en ningún libro escrito por la mano del hombre. 28. Los hombres de ciencia que me han escuchado, no confiesan ante vosotros que esta palabra no es comparable a ninguna otra, pero ellos lo reconocen muy dentro de su corazón. 29. He venido a haceros sentir en este camino el descanso espiritual que antes no habíais podido encontrar sobre la tierra. Muchos caminos habéis transitado. Muchas mieles habéis probado como necio colibrí de flor en flor, pero ninguna ha sido más dulce para vuestro paladar. Y esta palabra, que se ha convertido en miel en vuestros labios, ha borrado todos los sabores que antes habíais probado. 30. Habéis buscado incesantemente el camino y habéis encontrado los diversos senderos. Habéis luchado contra la tiniebla, y vuestro paso de veloz carrera se había tornado en débil y cansado. 31. Más la luz de mi Espíritu Divino brilló para vosotros y ese día imborrable para vuestra conciencia y espíritu, escrito está en el álbum del más allá, en donde habréis de leer con vuestros ojos espirituales todo lo que hagáis sobre la tierra y todo lo que habéis escuchado del Maestro. Ese día fue de resurrección a la vida de la gracia para vuestro espíritu. 32. Los unos llegasteis engrandecidos, los otros menesterosos. Para unos y otros, el instante estaba marcado, teníais Que llegar ante vuestro Padre, que amoroso os estaba esperando, que tenía que daros la bienvenida y haceros resucitar a la vida espiritual. 33. Os llenáis de regocijo con mis palabras y sentís que la materia corpórea que os envuelve, os impide entregaros de lleno a mi obra bendita. Pero os resignáis, porque sabéis que a los discípulos no les está permitido intercalarse en mis altos juicios, que el discípulo debe ser sumiso y obediente; que a través de esa materia conoceréis lo mismo el camino de la luz que las sendas de la mentira y de la tiniebla; saborearéis el fruto de bienandanza bajo la sombra del árbol corpulento y apartaréis la manzana de la discordia; os recrearéis a la sombra de la verde palmera y vigilaréis que no destruya su follaje el gusano roedor, ni hagan sus nidos las aves de rapiña. 34. Os he dejado en el camino para que conozcáis el sabor de todas las mieles y al fin sepáis escoger la de mejor sabor a vuestro paladar. Os he dejado conocer los dos extremos, para que guiados por el hálito de mi aliento divino podáis distinguir e inclinaros siempre hacia el bien. 35. El Maestro os ha dicho: Detrás de esa puerta que encontráis cerrada y que llamáis muerte, está la vida. La vida soy Yo. La muerte es la que brinda la tentación que ciega vuestros ojos y que no os deja vivir a mi lado. Más lleváis un arma poderosa para libraros de la tentación; es la oración. Es el arma que os hace sentiros fuertes, que os acerca a mi Divinidad y os hace caminar junto Conmigo en el camino de vuestra evolución espiritual. 36. Yo, el Padre, a nadie he desechado de mi seno de amor y perdón, ni a los que se han dejado tocar por la tentación y han caído en el abismo. No he abandonado a nadie. No hay seres desamparados sobre la tierra ni en el valle espiritual. ¿Quién de vosotros podría ser arrojado de mi regazo, por pecador e indigno que fuera de recibir mi caridad? Yo vivo en el corazón del pecador empedernido que no ha podido recibir la luz de mi Espíritu Divino por no atender el llamado que le hace la voz de su conciencia. ¿Creéis que por su cadena de maldades me he alejado de él? No, en verdad. Yo soy el Padre de todas las criaturas, sin distinguir a ninguno de mis hijos. Soy amor, y como Padre amoroso no descuido a ninguno, mi pueblo. 37. A vosotros os toca orar por el perdido, pedir que la luz de mi Espíritu ilumine a su espíritu, para que despierte, rompa los lazos de tentación y aparte la tiniebla que le ha cegado. 38. Pero Israel ha dormido. Israel espera que la humanidad alcance su regeneración por sus propios méritos. No ha tomado el lugar que le corresponde, porque su misión es ser ejemplo ante los demás. 39. Y a vosotros os digo, pueblo: ¿En quién he dejado mi ley? ¿Acaso en manos de los pecadores empedernidos? La ley está en vuestras manos. ¿Quién es entonces responsable de que mis mandatos no estén cumpliéndose todavía? ¡Israel! Y además os digo: ¿Por qué habéis convertido vuestra planta en parásito sobre la tierra? ¿Por qué no os habéis levantado a cumplir los mandatos que os he entregado? ¿Por qué dejáis que el pecador siga su camino en desenfrenada carrera? ¿Por qué no lo acercáis a Mí con ese don de palabra que os he confiado y le habláis en mi nombre? ¿Queréis que las tinieblas sigan cegando la pupila del hombre? ¿No sabéis que por vuestro conducto han de ser disipadas las tinieblas? 40. Levantaos, pueblo, os dice el Padre. Id y levantad al caído. Nuevos mandatos he de entregar a la humanidad. Grandes y nuevas órdenes daré a cada nación, a cada uno de sus mandatarios, a cada uno de sus moradores. 41. Grandes fenómenos aparecerán ante vosotros. Los tiempos cambiarán. Los inviernos serán crudos y la primavera no sabréis en que tiempo llegará. Porque los hombres han medido el tiempo, pero a mi voluntad, ¿Quién podrá oponerse? Las aguas serán retenidas y no llegarán a vuestras tierras, por lo tanto, preparaos, pueblo, porque se acerca el tiempo de caos entre vosotros, e Israel debe multiplicar su lucha. 42. La paz estará entre vosotros. ¡Conservadla! No desechéis de vuestro corazón esta paz. Esta nación fue escogida por Mí, y no es mi voluntad que sea tocada; mas estad preparados, porque por vuestro cumplimiento espiritual ha de alcanzar esta nación y ha de recibir luz la humanidad. 43. ¡Aquí me tenéis, Israel! Sólo escucháis mi voz sin que podáis mirarme, pero quedáis conformes oyendo el eco de la campana celestial. 44. Vengo a la voz de vuestro llamado al rincón de vuestra alcoba. Ninguno de vuestros sufrimientos puede pasar desapercibido para, Mí y vengo a entregaros todo aquello que sea para bien del cuerpo y del espíritu. 45. No os doy falsas riquezas, porque os perderíais, y Yo vengo a salvaros para llevaros después de esta vida a mi diestra. 46. Pedidme riquezas para el espíritu y os las daré. No engalanéis vuestra materia y tengáis desnudo al espíritu. 47. Mi ley, dada al hombre en los dos primeros tiempos, no ha sido aún obedecida; por eso me tenéis nuevamente con vosotros para salvaros. 48. Desde 1866 se escucha mi palabra en esta nación, donde se desbordan de sus fuentes las aguas cristalinas en los sedientos del espíritu. Aquí me presento para pulimentar los corazones de roca de mis hijos muy amados. 49. ¡Ah, si todos viniesen a escucharme! Pero hay quienes, habiéndome oído, prefieren tomar los inciertos caminos sembrados de guijarros, a caminar por el sendero de luz del Señor; y ese es vuestro hermano, el ingrato, el desobediente, el que a cambio del pan de vida eterna prefiere comer el pan amargo de la tierra. 50. Bienaventurados los que permanecéis Conmigo, sabiendo que soy Cristo que está en espera del hijo descarriado. 51. Vuestro Padre ha venido a enseñaros su doctrina, esta enseñanza espiritual que no admite fanatismo, que os enseña a dar cumplimiento perfecto a la ley divina y a las leyes humanas. 52. No os he enseñado a lacerar o mortificar vuestro cuerpo para alcanzar mi perdón. La única penitencia que de vosotros acepto, es aquella en la cual os priváis de lo superfluo o malo, aún muchas veces con dolor de vuestro corazón. Cuando así habéis obrado, vuestro corazón ha sentido la paz de mi Espíritu. 53. Os hablo de esta manera, porque no quiero que vuestro espíritu se arrastre sobre el polvo de la tierra, cuando es otra su morada. 54. ¿Sabéis lo que os espera después de esta vida? ¿A dónde irá vuestro espíritu? Sois viajeros en este mundo, pero pronto terminará este viaje y estaréis más cerca de Mí. 55. En los tres tiempos he buscado diferentes formas de comunicación con la humanidad: A través de Moisés en el Primer Tiempo, para guiar vuestros pasos hacia la libertad y la luz. Haciéndome hombre en el Segundo Tiempo, al encarnarse el "Verbo" y trazar una huella de redención para el mundo. Hoy he venido sobre la nube blanca, como iris de paz, para deciros: Venid en pos de la luz del Espíritu Santo. No quiero que esperéis nuevos tiempos para levantaros, porque los venideros serán de mayor dolor y más grandes pruebas. 56. Estoy legando el Tercer Testamento, para que lo estudiéis y le deis cumplimiento, porque ya se acerca 1950. 57. Si no aprovecháis mi lección, lloraréis amargamente cuando escuchéis al Maestro dándoos su adiós. ¿Esperáis acaso esto? ¿Esperáis que también se desaten la peste y el hambre y que el luto y el dolor penetren en vuestro hogar? 58. Quiero dejaros unidos y fuertes. No vayáis a desconoceros. Amaos y la paz será universal. 59. ¿Quiénes de vosotros surcarán mañana los mares, cruzarán montes y penetrarán en lejanas comarcas? ¿Quiénes tendrán que abandonar a su familia, a sus hijos, para llevar mi palabra a las naciones? 60. Velad y meditad, porque hasta antes de 1950 solos habéis comido el pan que os he dado. Habéis cerrado vuestra mano para ocultar los restos de este manjar y habéis escondido las aguas sin acordaros de los sedientos. Pero los acontecimientos cambiarán, y después de estos tres últimos años en que os daré mi palabra, os levantaréis como maestros a enseñar a los párvulos. Purificaos de muchas de vuestras imperfecciones, para que os encontréis limpios y podáis ser ejemplo ante religiones y sectas. Preparaos, porque muchos de los que están escuchándome, me volverán la espalda, otros se levantarán haciendo su propia voluntad; entre vosotros está aquel que me ha de traicionar, el que me ha de entregar y vender. 61. Estudiad mi palabra para que mañana no digáis que fue el hombre el que habló y no vuestro Dios. Más, ¿Quién es capaz de hablaros como Yo lo hago? ¿Qué ser humano tiene el poder de transformar y regenerar un pueblo como Yo lo he hecho? 62. Pronto ya no escucharéis esta voz, pero recordaréis que Yo estuve desde 1866 hasta 1950, y que mientras muchos me escucharon, otros arrojaron de su corazón mi palabra. Vosotros que estuvisteis Conmigo, estaréis también con el Padre en la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 207 1. Benditos seáis porque ya no necesitáis de ninguna figura que me simbolice para sentir mi presencia; esto es un paso que habéis dado hacia la espiritualidad. 2. Tenéis ante vuestra vista un extenso campo, en el cual podéis analizar lección por lección, sin llegar al fin jamás, porque esta vida, que como humanos tenéis, no os será suficiente para comprenderlo todo. 3. ¡Cómo ha cambiado la faz de lo que os rodea desde que habéis escuchado mi voz! Se rompió el velo que cubría vuestros ojos y ya no podéis cerrarlos, pues, ¿Quién es aquél que contemplando la luz quiere quedarse otra vez en las tinieblas? 4. Ya no podéis ahogar en vuestro corazón la admiración, la gratitud y el amor que por Mí sentís y me lo demostráis en vuestra oración espiritual y en vuestros actos. Ya habéis olvidado las oraciones aprendidas, llenas de palabras rebuscadas y floridas que no comprendía vuestra mente, ni sentía vuestro corazón. Entonces no teníais lenguaje propio para hablar a vuestro Dios. 5. Hoy, cuando os encontráis ante la desnudez, la miseria o el dolor de vuestro hermano, sentís que brota de lo más profundo de vuestro ser un sentimiento de piedad, de amor, que es el idioma que mejor expresa vuestro deseo de bien para vuestros semejantes. 6. Ha tiempo habíais levantado un templo para adoraros, os admirabais a vosotros mismos, reconociendo el poder y el dominio que podíais ejercer sobre otros seres; os amabais a vosotros mismos, os creíais fuertes y poderosos. 7. Ese orgullo vuestro lo he venido a doblegar, haciendo que sintáis humildad, reconociendo vuestra insignificancia material. Os he revelado que existe algo en vosotros que constituye vuestro valor y vuestra fuerza, de lo cual no podéis envaneceros; y que ese algo es vuestro espíritu. Que su grandeza dista mucho de ser la grandeza que sentís en vuestra materia, porque el espíritu es parte de Dios y está sobre todo lo material. Ahí está la verdadera grandeza que en el hombre he puesto; mas vosotros debéis luchar porque su luz no se empañe, para que alcancéis por méritos su elevación en el camino de evolución. 8. Antes, cuando vuestra vida estaba dominada por las pasiones, vuestro espíritu sentíase encadenado y oprimido. Ahora estáis aprendiendo a dominar esas pasiones, porque en el corazón de mis discípulos no tiene cabida la soberbia ni el egoísmo, ni el odio. Vuestro espíritu comienza ya a dirigir los actos, los pensamientos y todos los pasos de vuestra vida, y esa sujeción es como una expiación voluntaria a que os sometéis para purgar las faltas cometidas. 9. Así el espíritu irá tomando fuerza en el bien. Y si él llegase así hasta el fin de la jornada humana, será tanta su grandeza que al desprenderse de este mundo penetrará de lleno en la morada del espíritu, sin llevar huellas de orgullo ni rastro de miserias. 10. Quien con esa humildad y elevación llegue al más allá, no podrá olvidar a los necesitados que dejó en esta tierra; entonces volverá a ellos para convertirse en protector y guardián de los débiles, de los enfermos y de los perdidos. 11. Desarrollad por medio de la práctica del bien los dones de vuestro espíritu, y en verdad os digo: Las calamidades, las plagas, las enfermedades, cederán ante aquel que guardase espiritualidad y buena preparación. Esto no será para que se envanezca, porque no lo habrá logrado con su fuerza física, sino por el espíritu, quien tiene poder por la humildad. 12. Uníos a Mí y escuchad mi palabra. 13. El mundo necesita salvación, necesita de hombres de buena voluntad que se levanten trabajando en pro de mi doctrina. 14. Es este un tiempo en el cual el hombre no posee un conocimiento completo de su situación espiritual. 15. El número de los que han despertado escuchando mi palabra es muy pequeño comparado con el de los que ni noción tienen de mi comunicación. Existen algunos que en forma intuitiva sienten la proximidad y la presencia de lo espiritual. 16. Necesitan los hombres de una mano y de una palabra salvadora. Esa mano y esa voz serán las de mis nuevos discípulos, los cuales a través de grandes luchas llevarán el conocimiento espiritual que ponga a salvo a los perdidos. 17. Se acercan los tiempos de prueba. Yo os he preparado para que tengáis fuerza y valor para contemplar cuanto os he anunciado. En esa lucha llegarán a comprender los hombres que la causa de la guerra entre naciones y la pugna de sus doctrinas es debida a que viven en la incomprensión y alejamiento de la enseñanza de Cristo, porque si ella fuese puesta en práctica, el mundo estaría de plácemes; pero si en vez de amor existe egoísmo, ¿Cómo puede haber claridad en el entendimiento y espiritualidad en las obras de su vida? ¿Cómo puede el espíritu en esa forma sobreponerse a la reaciedad de la carne para manifestar su esencia? 18. Hoy los hombres en vez de remediar la miseria que por doquier les rodea, procuran obtener de ella el mejor provecho para sí mismos. ¿Por qué los hombres no se han elevado en busca de un ideal que les haga tener sentimientos más puros y afanes más dignos del espíritu? Porque no han querido ver más allá de donde sus ojos mortales pueden alcanzar, es decir, más allá de sus miserias, de sus goces terrenales y de su ciencia material. Se han dedicado a aprovechar el tiempo de que disfrutan en el mundo para acumular riquezas y goces, pensando que, acabando la materia, terminó todo para ellos. El hombre, en su orgullo ignorante, en vez de elevarse considerándose hijo de Dios, desciende al grado de ser inferior, y si su conciencia le habla de la Divinidad y de una vida espiritual, su miedo a la justicia de Dios se apodera de él y prefiere acallar esa voz interior, apartando su pensamiento de aquellas advertencias. No ha meditado en la propia existencia, ni en su condición espiritual y material. ¿Cómo podrá dejar de ser polvo y miseria, mientras viva y piense en esa forma? 19. Por eso vengo a doctrinaros, y he aquí que quienes me escuchan llevan en su mente una idea distinta y piensan profundamente en esa vida superior que es la del espíritu, y la que puede comenzar a vivirse desde la materia llegando a comprender que algo elevado existe dentro del hombre que es mi gracia divina. 20. Desde ahí podéis reconocer que la ley o fuerza que todo lo rige, es Dios cuya potencia y sabiduría se manifiesta en la naturaleza que es un reflejo de su perfección. Cuando esta humanidad reconozca y valorice la grandeza de su padre, cuando comprenda que no es preciso crear su imagen para adorarle, y sepa encontrarlo hasta en los seres aparentemente insignificantes de la creación, entonces irá por buen camino y estará en vía de contemplar la sabiduría y el poder de Dios que abarca todo lo creado. Así, quienes van recibiendo mi enseñanza, se van espiritualizando, porque ya su entendimiento se abrió a horizontes más extensos. Queda destruida ante sus ojos la muralla que les aprisionaba, para contemplar un mundo donde podrá analizar y comprender enseñanza por enseñanza. 21. Más en verdad os digo: No es suficiente aun lo que habéis aprendido para que lleguéis a comprender cuanto es mi voluntad. Todavía tenéis que andar mucho por ese extenso camino; mas sí os digo, que desde el instante en que pudieseis romper el velo de la ignorancia, no podréis ya volver atrás; quien ha escuchado este canto celestial, no podrá cerrar más su oído a mi inspiración, ni dejarán sus labios de ensalzar a su Señor. 22. Hoy sois capaces de crear una oración distinta cada vez, nacida de lo profundo de vuestro corazón, cuando hace poco aún pronunciabais palabras rebuscadas en la mente y en los libros. Ahora no tiene límites vuestra oración, porque cada vez que os eleváis con fe verdadera, sentís que os acercáis más a la lucha; y así en el dolor propio o ajeno, como en la acción de gracias, en vez de acudir las palabras a vuestros labios, es la inspiración la que se acerca a vuestro espíritu para llevarlo a la presencia del Señor. Hoy no son vuestros labios los que cantan las grandezas del Señor, ahora es todo vuestro ser el que da testimonio de su bondad. 23. Conoceos, y cuando hayáis descubierto vuestros errores, corregidlos; alentaos a vosotros mismos con la esperanza de volver al lugar donde todo espíritu tendrá que llegar. Con ese afán luchad aun contra vosotros mismos; demostraos que sois superiores en vuestra naturaleza espiritual; demostraos que podréis venceros cuando se trate de dominar las pasiones, las malas inclinaciones. 24. Y aquella herencia de tiempos pasados, cuando vivíais para las satisfacciones del cuerpo y habíais levantado un templo para adoraros creyéndoos eternos, fuertes y poderosos, quedará destruida con el conocimiento real de lo que significan los valores espirituales y los materiales. 25. La convicción de vuestra fortaleza y de vuestro valor espiritual no será causa de vanidad, porque la grandeza espiritual difiere mucho de la grandeza material. 26. Espíritu es chispa de luz, semilla de amor, germen de vida. 27. Ved que camino tan errado llevabais cuando tratando de alcanzar grandeza, sólo dabais rienda suelta a vuestras ambiciones terrestres. 28. Vais ya comprendiendo la espiritualidad y así, cuando lleguéis al término de esta vida que se os ha prestado, vuestro espíritu llevará luz, conocimiento y gracia. 29. ¿Comprendéis entonces la época en que vivís? 30. Orad para que ayudéis a los representantes de las naciones que se reúnen para resolver los conflictos entre los pueblos. ¿Creéis que todos ellos tienen un concepto diferente para cada solución? No, pueblo, ellos se engañan, interiormente su conciencia está de acuerdo. Son los intereses materiales los que les hacen pasar sobre sus propias convicciones. Cuán fácil sería la solución de todos los conflictos, si cada quien obrase de acuerdo con su conciencia; entonces el mundo estaría en paz. Los hombres que rigen los destinos de los pueblos, lejos de pensar en su propia grandeza, pensarían en el bienestar de todos; mas nada de esto existe, y la desconfianza hace a los hombres estar siempre en acecho. 31. Nuevamente os digo: Cuando el mundo vuelva sus pasos sobre mi sendero y ponga en práctica mi doctrina, resolverá sus problemas y vivirá en paz. 32. En este día desciende mi rayo universal sobre vuestro espíritu para alimentaros con el pan de vida eterna, es mi voz la que os ha hecho el llamado. Entre vosotros contemplo a los postreros a quienes invito a recrearse en mi palabra; unos son increyentes, otros idólatras, algunos vienen como mansas ovejas al redil, otros traen en su rostro la máscara de la hipocresía; dudan de mi presencia e interiormente se mofan de mi enseñanza, porque para ellos es imposible que el Creador se comunique por el entendimiento humano. 33. Si no fuera el Dios verdadero el que se comunica, no estaría dando las pruebas que doy, ni os estaría enseñando el camino de la virtud. El que no cree, es porque no ha meditado, su corazón se ha cerrado y se encuentra entre tinieblas. 34. La voz os dice: Yo soy el Dios verdadero, el Padre, la vida y la luz. Desciendo a comunicarme bajo esta forma, para destruir vuestras aberraciones, errores y bajas pasiones, que os impiden comprender y analizar la verdad. 35. No vengo a delatar a uno entre los demás, porque estáis en mi banquete. Con mi luz que está en vuestra conciencia, le hablo a vuestro espíritu para que se estremezca y despierte. 36. Soy el mismo Cristo que condenasteis en el Segundo Tiempo, y los tiempos han sido marcados según mi voluntad. 37. Si en aquel Tiempo me condujisteis a la cruz, en la cual derramé por amor a vosotros hasta la última gota de mi sangre, os hice aparecer como el inocente que no sabe lo que hace, aun cuando sí juzgasteis con conocimiento de causa al Mesías; mas os dejé al cuidado de doce varones, quienes, imitando al Maestro, esparcieron mi doctrina entre la humanidad. 38. Hoy encuentro entre vosotros a los que en otro tiempo gritaron a voz en cuello: ¡Crucificadle! ¡Es el hechicero!, desconociendo así los beneficios que vine a derramar. 39. Los tiempos han pasado y vuestro espíritu ha venido por mi voluntad a morar en esta nación para que escuchaseis al "Verbo Divino", la palabra de amor y de vida, bajo otra forma. 40. ¡Heme aquí con vosotros! Estoy tocando vuestro corazón para que me deis albergue. Desciendo en busca de vuestro espíritu al que mucho amo, porque lo habéis encadenado al pecado, empañando así su luz. 41. Cuando ha brillado vuestra inteligencia, no ha sido para amar a vuestro semejante, porque vuestro amor se ha aletargado dentro de una vida de conveniencias y materialismos. 42. Olvidáis la vida eterna del espíritu y llegáis a creeros dioses en este mundo. Llegáis a dudar de mi existencia y de mi justicia, porque veis que no impido el derramamiento de sangre entre la humanidad, sin comprender que soy inexorable como juez y permito la expiación y purificación de las faltas por medio del dolor. 43. ¡Abrid vuestro corazón! ¡Elevad vuestro espíritu! ¡Dejad que él os diga que la voz que escucháis es la misma que siempre os ha hablado de amor, de caridad y de perfección! ¡El Tercer Tiempo os ha sorprendido! ¡No queráis contemplarme humanizado como en el Segundo Tiempo! Recordad que os dije, que vendría sobre la nube. Mi Espíritu Divino desciende hasta vosotros, y por eso desde la escala de perfección envío mi rayo sobre el portavoz, y mi voz es escuchada aun en el fango de este mundo. 44. No sólo vosotros escucháis mi palabra. Yo, el "Verbo", derramo mi luz en el universo, pero si preguntáis a todos si han escuchado una voz que desciende del más allá, os responderán negativamente. ¿Por qué? Porque la humanidad va caminando sorda por los caminos del mundo, envuelta en pecado y en fanatismo sin atender el llamado que le hace su conciencia. 45. Desde el año de 1866 os he entregado mi palabra, que es redención para vuestro espíritu y que os señala el sendero por el cual habéis de alcanzar la paz perfecta en el universo. 46. He investido a vuestro espíritu con una delicada misión, por medio de la cual saldará la deuda contraída con su Señor. Cortando la mala hierba me encuentro, para atarla en gavillas y arrojarla al fuego, hasta convertirla en ceniza, porque al fin, la luz brillará y mi doctrina será mundialmente reconocida. 47. El hombre creará nuevas doctrinas y nuevas leyes, mas ya no se hará su voluntad, sino la mía. Entonces habrá paz, armonía y fraternidad. Ya no se alimentarán de odio los corazones, no se levantará más la mano fraticida; más para que todo esto sea, antes os purificaré. Unos veréis cumplirse estas profecías desde el valle espiritual, y los que queden morando la tierra, daréis testimonio a las nuevas generaciones después de 1950. 48. Pueblo: El camino que he marcado para que lleguéis a Mí, es uno solo; está trazado con luz; en él está la vida y la oración; es el camino del espíritu. Caminando por él no os perderéis. Si vosotros estáis en el sendero, manifestad al mundo la doctrina espiritualista, dad testimonio de mis revelaciones y enseñad a vuestros hermanos a llegar a Mí por medio de la oración perfecta. 49. Recordad, pueblo, aquel ejemplo de oración que os di en el "huerto de los olivos", al invocar ante el Padre el perdón para la humanidad. Se postró el cuerpo de Jesús ante el Padre Celestial, mas no ante imagen alguna, y elevé mis palabras a los cielos, las mismas que legué a la humanidad. 50. Una vez más derramo mi caridad entre vosotros y os estrecho con amor. Caminantes de la vida, discípulos y párvulos: Es día de gracia en que la voz del Maestro desciende a acariciaros. No me presento como juez severo, sino como Padre justo, y con mi palabra vengo a guiaros por el sendero trazado por Mí, del cual os habíais alejado. 51. Todos sois luchadores; contemplo que algunos llegan derrotados, otros han alcanzado el triunfo y otros más aún no elevan el canto de victoria. Estáis en la plenitud de esa lucha y no conocéis el final. Las tierras que tenéis que sembrar, y que aún no conocéis, son muy extensas, pero poseéis abundante semilla y podréis sembrarla. 52. Mientras unos son sumisos y fuertes en el cumplimiento de su misión, a otros lo sorprende el cansancio y se aletargan, sabiendo que existe un ojo que todo lo ve, un oído que todo escucha y una mano que siempre anota. Pensad que estáis dejando pasar un tiempo precioso, que hoy vivís, y que mañana vuestros ojos sin luz no se abrirán más. Entonces se levantará vuestro espíritu entristecido, porque no quisisteis escuchar la palabra. Se apoderará de vuestro espíritu un inmenso deseo de escucharme como en este tiempo, y sólo una voz severa llegará a vosotros, la voz de la conciencia, la cual os estremecerá. Por eso ahora os digo: No os apartéis de mi palabra; no seáis sordos a mis mandatos. Tomad de esta enseñanza su esencia, como una página sagrada de la cual tendréis que responderme, porque es la ley. 53. La ceguedad del pueblo para comprender la grandeza de mi enseñanza proviene de su pecado y de su dolor. 54. Esta esencia que os doy es vida para el espíritu y bálsamo para todo espíritu dolorido. Es semejante al rocío sobre los campos estériles. 55. Si no habéis recogido aún buenos frutos, preguntad la causa a vuestra conciencia y ella os responderá que para obtener buenos resultados es necesario trabajar y velar. Sembrad buenos ejemplos en la tierra, sembrad virtud, manifestad los dones con que he formado vuestro espíritu. Desnudadlo de las malas pasiones y vestidlo con buenas obras. Entonces seréis sobre la tierra mis verdaderos hijos y una representación de mi Divinidad. 56. En cada uno de vosotros he depositado la responsabilidad de dar a conocer mi obra Espiritualista Trinitaria Mariana, la cual será discutida por la humanidad y suscitará una revolución de ideas en las mentes y confundirá a todos aquellos que, no comprendieron el principio de esta obra, menos podrán comprender el fin. 57. Duermen mis sembradores, y no manifiestan mi obra que es limpia y pura, porque reconocen que a ella han mezclado sus malas obras. Solamente instantes os quedan, para que el mundo escuche mi palabra en esta comunicación; si dormís, mañana tendréis dolor y amargura en el corazón; pero no será el Padre quien os juzgue, será vuestra conciencia. 58. Unos cuantos instantes os restan en que podáis saborear estos manjares. ¿Quiénes estarán Conmigo en el final de 1950? ¿Quiénes presentaréis el trigo fértil de vuestra cosecha? 59. El mundo duerme en su profundo letargo, en espera de que lleguéis vosotros y les levantéis a la vida. No habéis ido todavía en busca de los muertos porque os falta confianza en Mí. ¿Qué teméis de los hombres? ¿Teméis su justicia o la muerte? Yo os he dicho que de la muerte os libraré; recordad que os he dado vida eterna. 60. No me he cansado de hablaros, porque soy el "Verbo Eterno". Mi palabra es el cincel que esculpe y pulimenta los corazones de roca de los cuales hago brotar agua cristalina. 61. En este tiempo de dolor y tragedia quiero que me imitéis; pero depositad toda vuestra confianza en Mí y vuestros hermanos podrán conocer el esplendor del espiritualismo. Podréis imitarme, no estaréis inciertos. No es el peso de la cruz superior a vuestras fuerzas. 62. Pueblo: A cambio de las grandes pruebas tenéis mi palabra. Habéis sido desconocidos y despreciados por los vuestros por causa de mi obra. Cuántos de vosotros estabais entregados a las orgías y a los placeres del mundo, llevando a la degeneración a vuestro espíritu para quien cada placer era un golpe. Y ¿Quién llegó a apartaros de ese camino? Vuestro Maestro. Habéis comprendido mi amor y me dais gracias por ello, porque sabéis que a cambio de vuestras renunciaciones he venido a conversar con vosotros. 63. Creíais que no existía mirada que pudiese conocer vuestro pasado, y aquí me tenéis, leyendo el libro de vuestra vida para que no dudéis de mi existencia y de mi presencia. 64. En este tiempo os he sentado en el lugar de mis discípulos, como senté a mis apóstoles en el Segundo Tiempo en torno mío. 65. Mi palabra os conduce por el sendero que mi huella marcó. Tiempo ha que venís caminando, y todavía no se escapa de vuestros labios el grito de triunfo. Estáis en plena lucha y obtendréis el galardón cuando lleguéis al fin de la jornada. A unos les veo fuertes, a otros les sorprendo fatigados. Yo os daré treguas, para que en ellas meditéis, que éste es un tiempo precioso que ninguno debe despreciar. 66. No descuidéis mis mandatos, ni seáis sordos a mi voz. Oíd esta palabra y tomad de ella la esencia. Limpiad vuestra mente y vuestro corazón para que contempléis su grandeza; en ella está lo que da vida a vuestro espíritu. Este es el rocío que derramo sobre los campos estériles y es la simiente que llevaréis a la humanidad. Si alguno de mis hijos después de sembrar no han podido recoger el fruto, es porque la semilla no se encontraba limpia. Sembrad la buena simiente y esperad el buen fruto. 67. Desechad de vuestro corazón el temor a los hombres que siempre os ha detenido para el desempeño de vuestra misión. Librad a vuestro espíritu de toda lacra, hasta dejarlo desnudo, y entonces comenzad a vestirlo con la luz de vuestras buenas obras; entonces os sentiréis íntimamente dignos de llevar mi ley. Exponed mi doctrina y dejad que los hombres la escudriñen; al penetrar en mi obra no le encontrarán principio, ni le verán el fin. 68. Es tan pura mi doctrina que de nada tendréis que cohibiros ni avergonzaros ante la humanidad; más si llegaseis a avergonzaros, será de lo que le hayáis añadido, o de que vuestra vida no esté de acuerdo con lo que enseñáis. Muchas veces quisierais pasar desapercibidos pero esto no será posible, porque os envié para que dieseis esta buena nueva con el ejemplo de vuestras buenas obras. 69. El mundo se dará cuenta de que un nuevo tiempo le ha sorprendido y buscará a quienes le puedan decir algo sobre estas lecciones; más si durmieseis, con cuánto dolor despertaréis. 70. Sólo instantes os quedan de escuchar esta palabra. ¿Quiénes estarán Conmigo cuando finalice? ¿Quiénes conservarán mi ley limpia como os la he entregado? 71. Mirad que de ahí os levantaréis fuertes a cumplir vuestra noble misión. No temeréis a la muerte, porque os digo que la muerte no será enviada a vosotros; mas sí daréis muerte a la tentación que lleváis en la materia, para que no tropecéis. El buen discípulo debe aprender a vencerse a sí mismo, para enseñar a los demás a vencer sus debilidades y sus pasiones. 72. ¿No miráis la humildad con que os hablo? En verdad os digo, que es la misma que se manifestó en el Segundo Tiempo en que me limité para ser semejante al hombre y con mi verbo y mis ejemplos elevarlo para que fuese semejante a Dios. 73. Sed mis instrumentos, pero nunca obstáculos para que Yo llegue a los corazones. ¿Por qué dudáis de poder imitarme? Mal habéis entendido las enseñanzas; si sois mis hijos, algún parecido habréis heredado de vuestro Padre, y vuestro Padre es bueno. 74. Habéis descendido de lo espiritual a la tierra, para buscar a través de vicisitudes las huellas del Divino Maestro, y ahora que me estoy comunicando por vosotros, dejáis todo cuanto tenéis por venir a escucharme. ¿Creéis acaso que vuestras renunciaciones y sacrificios no tengan mi recompensa? No olvidéis un solo día la finalidad de vuestro destino, para que diariamente deis un paso hacia delante. 75. Tened en cuenta que a Mi nada me daréis, todo lo que labréis, será vuestro. 76. ¿Por qué me inclino y a veces hasta desciendo hasta el fondo del abismo para salvaros? Porque os amo. 77. Aquí tenéis en esta doctrina una base, un camino breve y seguro para retornar a vuestra patria. Es la doctrina de la espiritualidad; si la comprendéis, cuánta luz tendréis en vuestros pensamientos, en las palabras y en las obras. No repitáis solamente con los labios que sois espiritualistas. Cuando verdaderamente lo seáis, no tendréis necesidad de pregonarlo. 78. Meditad en estas lecciones que vengo entregando a vuestro corazón y espíritu; mañana tendréis que buscarlas ahí para enseñárselas a vuestros hermanos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 7 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 8 ENSEÑANZA N° 208 1. Os habéis despertado con el eco de mi palabra, y habéis venido de lejanas naciones, pueblos y comarcas, por un largo camino de vicisitudes, con el anhelo de encontrar al Maestro, y habéis logrado la finalidad de vuestras luchas y sacrificios, porque habéis llegado a mi presencia. Es el primer paso que dais en el camino que os conducirá a la cumbre de la montaña a donde me adelanté a esperaros. 2. Habéis abierto vuestro corazón como un libro en limpio, para que en él escriba esta enseñanza. Algunos me han presentado su entendimiento, en el cual también he escrito mi palabra, en espera de que el corazón se sensibilice, porque esta luz penetrará hasta el espíritu, en donde encontrará una morada de la cual no volverá a salir. 3. Jamás había sido tan clara y extensa mi palabra, como en este Tercer Tiempo, en que he venido a humanizarla. Mi palabra os hace comprender lo que os entregué en las dos eras pasadas. Toda mi Doctrina se encierra en dos preceptos que os legué desde el principio "AMARÁS A DIOS CON TODO TU CORAZON Y ESPIRITU" Y "AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO". Más tarde Jesús os vino a decir: "AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS" y ahora vengo a continuar mis enseñanzas, para dejar consumada mi Obra entre vosotros, en cumplimiento a mi promesa de volver. 4. No aparecí en este tiempo en el seno de ninguna iglesia, porque vine en busca de mi templo que existe en vuestro corazón. La solemnidad de las liturgias, el esplendor de los ritos religiosos no son los que atraen mi Espíritu ni significan mi Iglesia. 5. En el Segundo Tiempo, los príncipes y los sacerdotes esperaban el nacimiento del Mesías en el seno de la iglesia; sin embargo, no nací entre ellos, porque encontré más limpio el establo de Belén, hallé más amor entre los pastores y más clemencia en el crudo invierno. He ahí por qué los teólogos de aquel tiempo se confundieron y por qué los reyes me persiguieron desde mi nacimiento hasta mi muerte. 6. Hoy vuelven a confundirse los teólogos ante mi nueva venida, porque las profecías y anuncios de ella no han sido interpretados con acierto. 7. Desde un principio ha sido puesta en duda mi venida a pesar de que os he dado pruebas, testificándome a mí mismo, y en esta forma he levantado la fe en el corazón de mi pueblo. 8. Grandes muchedumbres de discípulos han surgido en este tiempo, pero con ser tan grandes, no alcanzan a poseer la fe y la fuerza que tuvieron aquellos doce que me siguieron en el Segundo Tiempo. Y ¿Qué vais a hacer después de mi partida? Todos sabéis que os estoy hablando, dentro de los últimos tres años de la enseñanza que recibiréis a través del entendimiento humano. Si me comprendieseis en verdad, tendríais la certeza de que eternamente estoy con vosotros, de que eternamente os hablo. Más ¿Quiénes son aquéllos que se están preparando para sentir mi presencia divina y para oír mi voz? ¿Quién alcanzará para 1950, tiempo marcado para mi partida, la espiritualidad suficiente para comunicarse con el Maestro sin necesidad de pedestal? 9. No me sentiré ofendido si no me ofrecéis altares ni flores o si no me encendéis lámparas, porque lo que he buscado todo tiempo en el corazón del hombre, es el altar espiritual. 10. Las flores son las ofrendas de los huertos y de los valles, cuya fragancia y perfume, llega hasta Mi como un tributo de amor. No usurpéis entonces a los valles y a los huertos sus ofrendas. No encendáis más lámparas que la de la fe en mi Divinidad, porque de nada os servirá encender lamparillas de aceite si está en tinieblas vuestro corazón. 11. No habéis alcanzado a comprender, y menos a practicar la Doctrina perfecta que os he revelado, y cuyo nombre de Espiritualismo Trinitario Mariano, lo dice todo: elevación espiritual, reconocimiento de la Trinidad de manifestaciones divinas y culto a María, la Ternura Divina. 12. Antes de iniciarse el año de 1948, os dije a través de numerosos portavoces: Preparaos porque reformaré vuestras prácticas espirituales, porque no quiero que el mundo os juzgue como los malos discípulos, que han atraído a su Maestro a participar de sus costumbres superfluas. Os he confiado mi Obra perfecta, la cual no debéis de desmentir con vuestros hechos, todo aquél que se levante a seguirme, cargará su cruz y entregará la verdad con todo su ser, hasta donde le sea posible y sus potencias lo permitan. No siempre estáis preparados, más ojalá siempre lo estuvieseis, porque en el momento menos esperado puede presentarse la prueba o el necesitado y ahí debéis estar al instante. 13. Para los padres de familia es grave el peso de la cruz, porque habiendo traído al mundo a las nuevas generaciones, han comprendido que eso no les basta para dar por terminada su misión. La Ley del Padre para los primeros fue esta: "Creced y multiplicaos" y en el tiempo actual, en que encuentro gran evolución en el espíritu humano, os vuelvo a decir: "Creced y multiplicaos", pero no solamente lo hagáis en materia sino en espíritu, en virtudes, en amor. Esta es la Ley del principio y del fin a la que daréis cumplimiento, para que podáis llegar satisfechos ante mi presencia y podáis decirme: Señor, he aquí mi cumplimiento espiritual y humano, he aquí el fruto. 14. Pueblo amado: los tiempos no os permiten el estacionamiento; los elementos, el dolor, la guerra, los conflictos y el caos, os dicen a cada instante: ¡Despertad y trabajad! ...Dejad que vuestro corazón se llene de este vino, que es la sangre del Maestro, para que se desborde en vida y en amor sobre vuestros hermanos. 15. Mirad que mi palabra viene de un Padre que os busca, que os ama y corrige, que os levanta cuando tropezáis y os sana cuando estáis enfermos. Ni siquiera he venido en este día a ordenaros, simplemente a acariciaros. Voy a señalar todos vuestros actos delante de vuestra conciencia, no a unos delante de otros, porque Yo soy el velo que os defiende de vuestros enemigos, para que escuchéis en el silencio la voz del Juez interior y recordéis que los discípulos de Jesús han de glorificar con sus obras el nombre de su Maestro. 16. Os hablo con frecuencia de mi partida, como lo hice con mis apóstoles en el Segundo Tiempo: "Encontrase Jesús rodeado de sus discípulos, todos eran mayores en edad que el Maestro, mientras unos se hallaban en la Madurez de la vida, otros se encontraban ya en la ancianidad. Sólo había uno menor que Jesús, era Juan. El Maestro solía hablarles de su próxima partida y ante aquel anuncio, aquellos hombres se preguntaban: ¿Cómo habla de su próxima partida si nosotros estamos más cerca del final? Y es que los discípulos no alcanzaban a comprender como aquel hombre, todo vida, todo amor y fuerzas, podía morir para el mundo. No podían concebir que Aquél que vino del Padre, pudiera dejar de vivir. Pero Jesús seguía hablando de su partida, seguía dando su adiós, haciendo que aquellos corazones se acostumbraran a la idea de la separación y comprendieran que debían aprovechar el tiempo y almacenar aquella preciosa semilla en el corazón. Entonces alguno dijo a su Maestro: Señor, si alguien intenta tocarte, nosotros lo impediremos, a lo que Jesús contestó: "Lo que escrito está, tendrá que ser y la voluntad del Padre se consumará, pues antes desaparecerían los Cielos y la Tierra que dejar de cumplirse su palabra". 17. Y los discípulos, cabizbajos y tristes, escuchaban e interiormente se preguntaban ¿Qué podrían hacer cuando Él ya no se encontrara entre ellos? ¿Cómo podrían luchar solos entre la humanidad? ¿Cómo podrían dar luz al ciego, limpiar al leproso, resucitar al muerto y convertir al pecador? El Maestro leía sus pensamientos y en una ocasión les dijo: Vosotros quedaréis en mi lugar, como ovejas entre lobos, pero si creéis en Mí y permanecéis en el camino no pereceréis. 18. Mi pasión se consumó: mi palabra se cumplió y mis apóstoles sintieron flaquear en su ánimo y en su fe; cuando miraron a Jesús sudar sangre en el Huerto de los Olivos, cual si tuviera temor de los hombres, Él, que tenía el poder en su mano, ante la gritería de las turbas, pensaban ellos que el Maestro les podría enmudecer, ya que a los mismos poseídos había hecho callar. Y cuando las impías manos cayeron sobre el Rabí para aprehenderlo, los discípulos atónitos interrogaban: Señor, ¿Por qué te has dejado aprehender como cualquier malhechor, si en Ti no hay pecado alguno? Entonces se ocultaron abandonando a su Señor. Pero Cristo seguía enseñando en cuanto Dios y en cuanto hombre, porque quiso ser hombre para dar el ejemplo perfecto y para sentir el dolor humano y en Él fueron todas las angustias, toda la soledad: recibió sobre su cuerpo todas las ingratitudes y las blasfemias y llegó la última hora: 19. Desde lo alto del madero, sus ojos buscaron entre la multitud a sus amigos, a los discípulos, aquellos que habían vivido con Él y que le amaban y seguían por los caminos; pero aquellos no estaban en el último instante, sus ojos corporales no los vieron, sólo Juan, el más pequeño, se encontraba presente acompañando a la Madre del Maestro. Al discípulo le entregó su último mensaje, y a María la consagró en ese instante, ante la humanidad, como la Madre Universal. 20. Todo fue consumado. 21. Los discípulos, unidos por el llanto y el luto, buscaban el consuelo en María. Más el Maestro ya espíritu, se hizo visible. Visitó a la Madre y a las santas mujeres, quienes dieron testimonio a los apóstoles de lo cual ellos dudaron. Pero Jesús, queriendo demostrarles que Él seguía entre ellos, también los buscó para manifestarse. 22. Encontrase en cierta ocasión los apóstoles en una casa, Tomás no estaba entre ellos. Mientras aquellos hombres se encontraban entregados a los recuerdos, el Maestro penetró a través de los muros, en la alcoba, diciéndoles: "Mi paz sea con vosotros". El asombro de los discípulos fue indescriptible, al reconocer el acento de aquella voz única para ellos. 23. Ausentase la silueta de Jesús, y los apóstoles llenos de fortaleza y alegría, comunicaron a Tomás la nueva, más aquél se mofó de sus hermanos, y mientras negaba el testimonio, hallándose cerrada la puerta del aposento Jesús nuevamente se presentó saludándoles así: "La paz sea con vosotros". Tomás, ante el prodigio, temeroso primero y arrepentido después, contempló la silueta de Jesús, pero la duda le atormentó. Entonces el Maestro le dijo: "Acércate. Tomás, hunde tus dedos en la herida de mi costado"; y el discípulo incrédulo y material, los hundió y pudo contemplar a través de aquella herida, la Tierra Prometida. Tomás, entonces, cayó a los pies de su Maestro y presa de dolor y arrepentimiento confesó: "Señor, Señor, eres Tú". Sí, Tomás, confiesas que soy Yo, porque has visto. Bienaventurados los que sin ver creen". 24. Pueblo: todo aquello lo estáis viendo ahora. Os estoy anunciando a cada instante mi partida. Os estoy desmaterializando para que después no seáis los incrédulos, los ignorantes o confundidos. 25. En el último día de mi estancia entre vosotros, no quiero contemplaros mesar vuestros cabellos, no quiero que vuestras bocas vayan a exclamar ¿Por qué te vas, Maestro? 26. Quiero en el momento final, veros envueltos en un manto de espiritualidad, de serenidad, de recogimiento, llenos de confianza en que Yo no he partido, de que Yo estoy más cerca de vosotros. 27. Os he dicho que todo ojo pecador y no pecador me contemplará; unos verán espiritualmente la silueta de Jesús, otros sentirán mi presencia en su corazón; otros percibirán mi luz en su entendimiento y otros verán maravillas a su paso. Me manifestaré en la oración y en las pruebas. Más no será menester que contempléis la forma humana de Jesús sino que me sintáis en el espíritu y en el corazón. Y no habrá luto, no existirá vacío, ni soledad, no habrá congoja ni sollozos. 28. Quiero que al partir os unifiquéis, para que reunáis todas vuestras fuerzas espirituales y con ellas podáis suplir lo que el Maestro os daba con su palabra. 29. Cuando se haga la verdadera unificación entre vosotros, habrá señales en el Cielo y en la Tierra y las naciones lo reconocerán. 30. Esta es mi cátedra, ésta ha sido mi palabra de amor y de enseñanza: Una perpetua caricia. 31. Debéis prepararos más y más a medida que se aproxima el instante en que deje de hablaros a través del entendimiento humano. Vais buscando saturaros de la fuerza espiritual que imparte mi palabra. El materialismo está en su plenitud; hasta ahora ha vivido el mundo sin sentirme ni escucharme. Son muy pocos los que viven con espiritualidad, los que contemplan mi luz y progresan en su camino; pero cuántos se encuentran en tinieblas. Hay quienes están en espera de mi nueva venida, en ellos existe la creencia de que Cristo volverá a hacerse hombre. 32. Discípulos que me habéis escuchado: ante vosotros se muestra clara la misión que tenéis que desempeñar: anunciar a los hombres la buena nueva de mí venida en este tiempo y comunicarles mis revelaciones y enseñanzas. Sois los testigos que sabéis que he vuelto entre vosotros en la misma forma en que fui contemplado por última vez en el Segundo Tiempo; en espíritu. 33. Más antes que lleguéis a comunicaros de espíritu a Espíritu con vuestro Señor, he querido comunicarme por el entendimiento del hombre humilde, pero agraciado por Mí, para que esta comunicación os sirviera de base o preparación, para vuestra futura elevación. 34. La ciencia humana con su desarrollo, es una prueba de que el espíritu ha evolucionado y aunque es otro el camino, en cada era ha ido dejando la huella de su adelanto. Día llegará en que las mismas ciencias colaboren al progreso del espíritu, porque todo está destinado a ese fin. Os digo que el verdadero hombre de ciencia, es aquél que por amor a sus semejantes busca en las entrañas de la Creación sus secretos, hasta encontrar la luz divina. Quien así trabaje, nunca se envanecerá de su obra, tan sólo se considerará un instrumento del Creador; por lo mismo, nunca negará la existencia de la Divinidad. 35. También vendrá un tiempo, en que los religiosos recluidos en sus celdas, salgan de ellas, convencidos de la inutilidad de su retiro y de su misticismo; lucharán entre la humanidad, para cumplir con el fin para el cual fueron creados, en una palabra: darán fin al estacionamiento espiritual, para emprender el camino del progreso. 36. La semilla de la espiritualidad es la semilla del Tercer Tiempo, la cual vengo sembrando entre vosotros. Ella dará a la humanidad el secreto para alcanzar una vida mejor. 37. Ved como por la falta de espiritualidad, la humanidad se desconoce y se divide, ella misma ha ido creando diferentes caminos que han apartado a los unos de los otros. Sois testigos de esa incomprensión. 38. Nuevamente os digo que la guerra entre los hombres no ha terminado; porque vendrá la guerra de ideas, de credos y religiones, de filosofías y doctrinas, cada quien queriendo ser el único poseedor de la verdad, cada quien buscando superioridad sobre los demás. 39. Mi sacrificio del Segundo Tiempo aún no ha sido comprendido por esta humanidad. Diciendo los más reconocer a Cristo, no han sabido reconocerse en Mí ¿Por qué buscarme por caminos torcidos, cuando Yo sólo tránsito por el camino de la mansedumbre, de la caridad y la justicia? 40. Para llegar a Mí, es indispensable amar a vuestros hermanos. 41. Hoy todavía habéis menester de ministros, de jueces y maestros mas cuando vuestras condiciones espirituales y morales se hayan elevado, no necesitaréis ya de esos báculos, ni de esas voces, en cada hombre estará un juez, un guía, un maestro y un altar. 42. Quiero contemplar un pueblo sin ritos, reglamentos ni dogmas, que sepa conducirse por el camino recto y que viva mi Doctrina de amor. 43. Esta libertad os doy en este tiempo; porque ya no estaréis sujetos a formas determinadas. No es éste un nuevo derrotero, sino una parte del mismo camino que os había trazado; pero que no conocíais. Estudiad, penetrad en mis palabras y reconoceréis que en ellas existe la verdad. 44. Soy amor, y como amor me doy a vosotros sin imponeros condición alguna. En los momentos que estáis viviendo necesitáis de este aliciente, de este amor que se encuentra por sobre todo afecto humano. 45. Para lograr esa elevación que os pone en comunicación con mi Divinidad, ya no necesitáis estimular vuestros sentidos, mediante la armonía de unas notas musicales, ni exaltaros ante la contemplación de ritos o de objetos materiales, porque a vuestro espíritu sólo le estremece lo que es profundamente espiritual. Siempre que abráis vuestro corazón para elevar vuestro espíritu hacía Mí, experimentaréis esa sensación de paz que desciende del infinito. 46. ¿Cómo es posible que exista quien nada haga por su progreso espiritual? ¿Cómo pueden existir seres humanos que lleguen a descender más bajo que los seres inferiores o irracionales? El ser irracional no peca, porque él tan solo se limita a seguir sus propias leyes. En cambio, el hombre sí peca porque lleva en sí un espíritu de luz, una conciencia y un don de intuición. 47. Entre los llamados a luchar en esta obra, están también los que por instantes se olvidan del camino que tienen que seguir; olvidan la marca espiritual con que el Señor les ha señalado para que en su senda, sólo dejen huellas de paz y bendición. ¿Cómo podéis descender de la escala en que os he colocado? He aquí por qué desciendo continuamente a hablaros, para que mi palabra, cual fino cincel pulimente las asperezas de vuestro corazón. Para haceros comprender que la comunión con Dios, no podéis realizarla si no os alejáis de lo impuro. Entonces, cuando logréis sobreponer vuestro pensamiento a todo lo superfluo y me busquéis en el infinito, sentiréis una extraña sensación de gloria. Por eso reconoceréis que si así me buscáis, no tarda la caridad del Padre en manifestarse en vuestro espíritu. 48. De cierto, en esos momentos no os encontráis en el mundo material, aunque vuestro cuerpo se encuentre en la Tierra. El espíritu se ha elevado apartándose de todo contacto material, para penetrar en una vida y en un espacio distintos; ahí es donde el amor del Padre es sentido, donde la paz y la beatitud de su reino, es presentida. 49. Para despertar en los reacios ese anhelo, me convierto en el necio peregrino, hasta hacerles sentir el bien dentro de su corazón, ese sentimiento que los hará realizar obras que los acercarán a Mí. Cuando han llegado a dar ese paso, han contemplado la inmensidad del campo que se extiende ante su vista, invitándoles al trabajo y a la lucha. ¡Cuánta dicha sienten en su corazón, al comprender todo aquello que viendo no miraban y oyendo no escuchaban, porque todo era confuso, y no se daban cuenta que estaban llamados a desempeñar una noble y delicada misión! 50. Os digo a todos: Cuando lleguéis a identificaros con el Maestro, llegaréis a sentir como vuestra la miseria de los demás y a tratar de hacer con vuestros hermanos, lo que visteis que Yo hice con vosotros. Si por instantes os llegaseis a considerar indignos o torpes, bastará que sintáis la caridad y me busquéis, para que Yo haga lo que no podáis hacer vosotros. Todo es principiar, aunque de pronto parezca imposible la tarea, luego vendrá el prodigio y la fe se encenderá. Entonces comenzarán a llegar a vuestra puerta los hambrientos, los leprosos, los harapientos y los perdidos. La necesidad en todas sus formas. Mas debéis velar y orar, porque la tentación y las seducciones os acecharán, ofreciéndoos el mundo a cambio de vuestra espiritualidad; también llegarán los que traten de confundiros con palabras e ideas aparentemente grandes. Los placeres tentarán a vuestra materia tratando de que ella haga debilitar a vuestro espíritu. Vosotros tendréis que hacer frente a todo, unas veces solos, otras en unión de vuestros hermanos. Vuestras armas serán la preparación, la fe, el fin que lleváis, el conocimiento que del Maestro vais adquiriendo. 51. Así, de ser los vencidos de la vida, habréis quedado convertidos en soldados fuertes. Habréis penetrado preparados al tiempo de lucha que estáis viviendo. Vuestro espíritu no se acobardará, porque sentirá que necesita esa lucha para purificarse y elevarse. En verdad os digo que todo aquél que pueda presentarme su obra consumada ella será tomada como vuestro último trabajo dentro de la materia. 52. Entonces, mientras vuestro cuerpo esté convirtiéndose en polvo, y vuestro espíritu ya despojado de su último vestido humano haya empezado su trabajo espiritual, contemplará la escala por donde ascenderá, etapa por etapa, los siete peldaños, hasta llegar al seno del Padre, que es poder, gracia y luz. 53. Mirad cómo habiendo descendido a tanta imperfección, recorriendo los caminos del mundo en diferentes materias, conociendo el fango y la impureza, fuisteis dignos de mi caridad; pero toda esa larga jornada fue la experiencia que vuestro espíritu recogió, para poder aquilatar el valor que encierran mis leyes y el valor que tiene lo espiritual; para comprender que en la evolución del espíritu existen la grandeza y la satisfacción perfectas. Por eso siempre invito a los hombres a este camino, porque mientras no lleguen a él, les seguirá tocando el sufrimiento y los falsos placeres les seguirán azotando. 54. Lo que os estoy enseñando es en beneficio de todo el que abraza mi Doctrina, para que sus actos lo conviertan en el maestro del mañana, de aquél que comparta mi fuerza y mi luz que han de dominar la perversidad del mundo. 55. La maldad en estos tiempos ha abierto ante los hombres abismos de desesperación. 56. Muchas obras existen entre los hombres, aparentemente grandes y buenas por eso os digo: Velad, para que podáis combatir toda impostura, reconociendo que en vosotros lleváis una grandeza incomparable y cierta. 57. ¿Qué mayor grandeza que el bien compartido y practicado? ¿Qué mayor grandeza que el amor que puede prodigarse a los semejantes, cuya luz e influencia pueden contribuir para que también ellos penetren en el camino de perfección? ¿Qué mayor goce para su espíritu, que poder vencer las flaquezas de su materia para elevarse del nivel en que se encuentra? 58. Desde el Segundo Tiempo os hablé de la vida espiritual y vuestro espíritu comprendió parte de lo que Yo hablaba y del fin a que él está destinado. Ahora que os contemplo nuevamente rodeándome, os revelo y os aclaro todo lo que era confuso para vuestra mente. Y os digo nuevamente: el que quiera seguirme tome su cruz y sígame, que mi cruz no será de muerte, sino de amor y abnegación, de sacrificio de los bienes superfluos en beneficio del espíritu. 59. Discípulos: dejad que en la niñez de hoy se infiltre mi Doctrina. Todo aquél que haya comprendido mi palabra, debe preparar a sus pequeños con ideas elevadas y apartar toda maldad del corazón. Sembrad en ellos la semilla del bien que es espiritualidad y así, cuando esta niñez tenga la capacidad suficiente para comprender la fuerza de mi Doctrina, no vacilará en su camino, antes bien, su paso será firme y nadie le podrá engañar. 60. Como un sol radiante de vida, de luz y de calor me he desbordado en todos, más cada quien alcanzará según su evolución o preparación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 209 1. A medida que se acerca el tiempo señalado para que esta forma de entregaros mi enseñanza termine, vais penetrando más y más en mi divino mensaje. 2. Sabéis que mientras os he estado entregando mi palabra, el mundo ha vivido sin sentirme ni escucharme. 3. Pocos son los que han sabido de mi venida, el resto de la humanidad se encuentra esperando que cuando yo vuelva según mi promesa, lo haga en materia, o sea que me haga hombre nuevamente. 4. Sólo vosotros sabéis que ya os encontráis en el Tercer Tiempo, en el cual he venido a hablar a vuestro espíritu a través de los escogidos para portavoces de mi palabra. 5. La ciencia humana os da muestras de su desarrollo, reconoced que ello revela también evolución espiritual. El hombre en cada Era ha ido dejando su huella de progreso que van asimilando los que vienen después. 6. La ciencia es luz de mi sabiduría que inspira y revela sus misterios a los hombres. El científico que posea un espíritu elevado, no me buscará a través de ritos, porque su don de ciencia a cada instante lo acerca al Padre que es la ciencia Divina. Ese hombre no deberá de envanecerse nunca de su obra, porque es aquel que mientras más descubre, más pequeño se siente. Tampoco podrá negar mi existencia porque a cada paso contemplará en la naturaleza la huella del Creador. 7. Discípulos: También en vosotros he depositado dones que debéis de desarrollar, para que podáis ser los que con palabra sencilla pero llena de verdad, cimentéis esta Doctrina en el corazón de vuestros hermanos. 8. La semilla de la espiritualidad, que siempre he sembrado en el mundo, es la que una vez más dejaré en este tiempo. Esa semilla encierra el secreto de una vida mejor. 9. Si hoy la humanidad combate entre sí, si está dividida en creencias, en clases y en razas; si los hombres no se aman, ni se comprenden, ni tienen caridad, es porque en su corazón no germina mi semilla de amor, mas en este tiempo en que vengo como rocío de gracia sobre los campos, mi semilla guardada en el corazón de toda criatura humana, germinará y fructificará. 10. Así como en el Segundo Tiempo os anuncié mi venida, así ahora os anuncio la guerra de credos, de ideas y de religiones, como el anuncio precursor del establecimiento de mi reino de espiritualidad entre los hombres. 11. Mi palabra, como espada de fuego destruirá el fanatismo que ha envuelto por siglos a los hombres, descorrerá el velo de su ignorancia y mostrará el camino blanco, luminoso, que conduce a Mi. 12. Cuando la humanidad por su regeneración, sea sensible a lo espiritual, no sólo en el espíritu sino aún en la materia, no habrá menester del rigor de las leyes, ni de la justicia de la Tierra para conducirse bien, porque entonces cada hombre podrá ser su propio guía y su propio juez. 13. Mi Doctrina no establece dogmas, ni ritos, sólo inspira el bien. Mi Doctrina espiritual no sujeta a nadie a formas determinadas, ella es una perpetua invitación al camino de la verdad. 14. Llegáis bajo la sombra del árbol corpulento, donde sabéis que está Aquél que os ofrece el pan de Vida Eterna. Ese alimento que os da fuerza para resistir la jornada. 15. Ha venido el verbo entre vosotros para abrir una nueva Era. 16. Siempre os he enviado mensajes espirituales invitándoos a la elevación, porque la materia, como pesado eslabón, encadena al espíritu a la Tierra. 17. En vuestra evolución, habéis llegado a comprender que vuestro destino no depende de la materia sino de mi voluntad. 18. No siempre está conforme el hombre con mis designios y me muestra su inconformidad y su desobediencia. Muchas veces me ha llamado injusto y ha tratado de penetrar en mis altos juicios. Otros, al no conseguir de Mí lo que solicitan, dudan de mi poder y después, cuando lo han logrado, lo atribuyen sólo su esfuerzo. De ahí que lleguen a creerse dioses y reyes, olvidando a Aquél, que puso espíritu en el hombre y lo rodeó de una Naturaleza maravillosa. 19. ¿Podría el hombre con toda su ciencia crear algo de lo que Yo he formado? No, pueblo. 20. La ciencia humana tiene su límite y Dios Creador no lo tiene. La ciencia es luz, pero en manos de muchos hombres se convierte en tinieblas. En cambio, en el Universo todo habla de Mí. Todos los elementos elevan un canto de vida y de amor. Y no obstante que voy diciéndoos a través de todo lo creado: Aquí estoy, vais buscando mi imagen en obras imperfectas hechas por manos de hombres. Entonces sí, ante ellas os inclináis y las adoráis impidiendo a vuestro espíritu toda elevación. 21. Vengo a daros amor, porque no encuentro un hombre cuyo corazón se entreabra para hacer suyo el sufrimiento ajeno. Aquellos a quienes confío riquezas y poderes para servir a sus semejantes, van negando toda caridad, y aun los que dicen representarme en la Tierra, rodeados de su opulencia y vestidos como reyes, cierran su oído y su corazón al lamento del que va en pos de amor y caridad. 22. Esos no son mis caminos. El sendero que Yo he trazado es el del bien, por eso una vez más os digo: Mi palabra es mi camino, porque siempre os habla de virtud, de moral y de amor. 23. Estoy haciendo sensible a vuestro corazón para grabar en él mis enseñanzas y para que os sintáis en verdad alimentados por el pan de la vida eterna. 24. Amo a todos por igual, sin embargo no todos me escucharán en esta era. Como en el Primero y Segundo Tiempo, he escogido un lugar de la Tierra para congregar en él a los que han de oírme. 25. En cada religión se levantan al frente de ellas hombres que se dicen mis enviados, mis escogidos, mis predilectos, más Yo no contemplo un solo justo por el cual pueda redimirse la humanidad. No hay labios que puedan hablar como Yo en Jesús os hablé en aquel tiempo. 26. En medio de un torbellino se agitan los seres humanos y en medio de su caos, sufren y gimen ante la amenaza de la guerra. 27. Podían aquellos pueblos haberse sustentado espiritualmente, mientras Yo tornaba, con mi palabra del Segundo Tiempo, pero aquel pan ha sido ocultado o se ha adulterado. Y ahí tenéis a los hombres, caminando libres unos, indiferentes otros, fanáticos e ingratos los más. 28. ¿Cuándo logrará el rico acaudalado, saber repartir su riqueza entre los pobres? 29. ¿Cuándo sabrá el hombre regiamente ataviado despojarse de sus vestiduras para cubrir al desnudo? La humanidad está hambrienta de ejemplos y necesidades de justicia y caridad. 30. Es que se han olvidado que Yo he renunciado a mi Reino para habitar con vosotros y daros todo cuanto hay en Mí. ¿Dónde están mis representantes, los que en verdad me imiten? 31. A vosotros os digo: Os he llamado para heredaros nuevamente, concediéndoos potestad para sanar a los enfermos con el bálsamo de mi amor que es mi propia sangre. 32. ¡Conoceos a vosotros mismos, para que comprendáis que aún sin mérito os he hecho dignos de mi gracia, y contemplad esos seres que cual oveja perdida elevan su queja! Ved a los hombres llegar al hogar con sus manos vacías, oíd la voz del dolor y de la desolación. 33. Mirad vuestra mano y en ella hallaréis potestad y consuelo para remediar esas penas. ¿Por qué dudáis de esta gracia? Dejad que arda en vuestro corazón la lámpara de la fe, que ella se convierta en antorcha; no cerréis vuestro corazón, porque entonces os convertiréis también en ricos avaros. Ved que tenéis que testificarme y hablar de Mí, mas si no lo hicieseis, las piedras darán testimonio de Mí. 34. Yo soy poder y justicia, pero no queráis que os demuestre estas lecciones por medio del dolor o de los elementos desatados. Esperad que sea mi efluvio divino el que os envuelva y mi amor el que siempre os bendiga. 35. Mi Espíritu Divino se presenta para mitigar vuestros sufrimientos, porque muy probados habéis sido en vuestro camino. Y el Maestro de la humildad desciende a traeros su lección y su consuelo. 36. A veces os reclamo vuestra falta de cumplimiento a mi Ley, porque ha mucho tiempo que os la di, marcándoos con ella el sendero perfecto. 37. Ya no es tiempo que ocultéis mi Doctrina en vuestro corazón, aprended a mirarme y a sentirme, para que no os confundáis. 38. Os he hecho poseedores de infinitas grandezas, pero de ellas no sabéis participar a vuestros hermanos. 39. Ha sido menester repetir mucho la lección que vengo dándoos desde 1866, para que ésta pudiera grabarse en vosotros, y por ella sabéis que jamás os conduzco hacia el retraso. Amorosamente os ayudo para llevaros por el camino verdadero. Os he hablado con suma sencillez dentro de vuestro idioma, para hacerme comprender y para que podáis analizar mi palabra. 40. Contemplo que os habéis detenido en la mitad del camino y que vuestra elevación es escasa, más, volved vuestra faz y mirad al mundo que llora, al incrédulo que se mofa de mi palabra; contemplad también al sediento de amor y de luz. Mas vosotros, discípulos, no podéis decir que sois ignorantes, ni enfermos, ni menesterosos o débiles, porque sería negar cuanto os he dado. Entonces tendréis que recordar aquellas palabras que vertí "¡Ah, hombres, de poca fe!" 41. Son pocos los corazones que han sabido elevarse y que escuchan mi palabra en donde ella está. Y son muchos los que en vez de acercar su espíritu hacia Mí, vienen sólo a presentarme su vida terrenal con sus miserias y necesidades. He ahí el porqué de vuestra debilidad y de la falta de unión entre el pueblo. ¿Cuándo vais a olvidaros de vosotros para pedirme por el mundo? 42. Lloran las madres porque su consejo no es oído por los hijos; la ciudad desolada me presenta el vacío de su vida. La esposa me muestra su corazón incomprendido por su compañero y todos olvidáis que ése es el camino que conduce a la Tierra Prometida: el del sacrificio. "En el hueco de mi mano existe el destino de cada uno de vosotros". 43. Sed conformes y sí mucho sufrís, Yo estoy con vosotros. 44. No aumentéis vuestro dolor, juzgando a vuestra manera aquello que solamente Yo puedo juzgar. 45. Pensad que os amo, no soy insensible a vuestras penas y que os comprendo en verdad. Mirad cómo estando vosotros tan cerca de Mí, aún cometéis tantas faltas, mas Yo os perdono. 46. Hay quienes ante el peso de las pruebas, dudan de mi presencia, se apartan del camino y buscan aquél que dejaron, con la esperanza de encontrar lo que creen haber perdido, pero vuelven sus miradas a mi Obra, cuando contemplan vacías sus manos y su espíritu impotente ante los grandes dolores universales, la peste y la muerte, que toca a las puertas de las naciones y os amenazan también, porque el presagio de una nueva guerra les conmueve. 47. No imitéis en su incredulidad a los que me piden pruebas para creer en mi existencia, a los que me dicen: "Haz que cese la guerra en un instante, derrama el pan en todas las mesas, y creeré en Tl". 48. Os digo una vez más que sólo os restan tres años, para que finalice esta comunicación con vosotros y debéis aprovechar los instantes para que podáis invitar al mundo, con sus sectas y religiones al camino de la luz y de la espiritualidad, en donde todos podrán penetrar en comunión conmigo, de espíritu a Espíritu. 49. Esto será cuando el fanatismo y la idolatría sean arrancados del corazón de los pueblos. 50. Estaréis entonces como navegantes en medio de un mar embravecido, confiando en la barca salvadora. 51. Aún tendré que hacer el llamado a todos aquéllos que perteneciendo a las Tribus de Israel, dispersos pueden encontrarse, para que den también cumplimiento a su misión. Entonces la humanidad oirá mi voz y contemplará la luz resplandeciente de la aurora, alumbrando a los que moran en esta Tierra. 52. No os familiaricéis con mi palabra y al oírla no miréis por cuál portavoz os la estoy transmitiendo. Penetrad en ella y buscad su esencia para que vuestro análisis sea perfecto. 53. La esencia es el sabor de lo divino. 54. Lo que vais a oír y a contemplar no es la ceremonia rutinaria, ni el rito que impresiona vuestros sentidos, porque la solemnidad de esta manifestación está en el interior de vuestro espíritu. 55. En estos instantes no estáis dentro de las cuatro paredes de este recinto, antes, Yo he esperado vuestra elevación para que logréis la comunicación con mi Divinidad en el verdadero culto interior. Os he permitido la construcción de estos recintos, para que en ellos encontréis el recogimiento, el silencio y la unificación de vuestros pensamientos, por medio de lo cual atraeréis a mi Rayo Divino. Mas estas cuatro paredes no son mi templo. Estos recintos son lugares destinados para vuestras reuniones, porque el verdadero templo, mi santuario, está en vuestro espíritu. 56. Me preguntáis si después de 1950 desaparecerán estos recintos y os contesto: No, vosotros no sabéis por cuanto tiempo os concedo estos lugares. Porque mientras no exista en el pueblo el conocimiento de mi Obra, la elevación y la firmeza en mi Ley, no podréis prescindir de ellos. Después de mi partida, en el día consagrado al descanso, os reuniréis, no como una tradición o conmemoración, sino para recordar y analizar mi palabra y la del Mundo Espiritual; para que os deis unos a otros testimonios verdaderos de mis prodigios en vuestro camino; para que sigáis unidos amándome rindiéndome culto agradable y no vaya a enfriarse vuestro corazón ni a caer en hastío, en fanatismo o en materialismo. 57. No sabéis el tiempo que aún os conceda estos lugares, porque después de 1950, todavía se seguirán fundando nuevos recintos, no para que en ellos resuene mi palabra a través del portavoz, ni para que se presente el Mundo Espiritual, porque esos tiempos habrán pasado, sino para que en ellos se entregue mi palabra y mi Doctrina limpia y pura cual Yo os la he entregado. Y en aquel ambiente de paz estará mi presencia, la de María, la presencia de Elías y la del Mundo Espiritual. Ahí sanará el enfermo, abrirá el ciego sus ojos a la luz, el profano conocerá el respeto, el pecador se redimirá y todos alcanzarán según sus necesidades, para que siga esparciéndose el agua cristalina, el buen fruto y la buena simiente. 58. No sabéis si en la presente encarnación llegaréis a conocer el verdadero Templo de mi Divinidad, pero tenéis la misión de preparar el camino. Si no alcanzáis la meta, por lo menos dejad el camino preparado para vuestros hijos o para que los hijos de ellos lleguen a penetrar en el Templo de mi Divinidad y entonces llegaréis a comprender que no sólo en estos recintos se encuentra mi presencia; que no sólo en ellos debéis postrar vuestro espíritu, y reconoceréis que el Templo de la Divinidad es el Universo, vuestro corazón el altar, vuestra fe la lámpara y la ofrenda. La creación también es templo: Hasta el polvo que vuestras plantas pisan. Los montes son altares que se elevan hacia Mí. Los valles con su césped y sus flores me entregan su ofrenda. El astro rey, todos los luminares y planetas, son mundos que me rinden su tributo de amor y doquiera que piséis o miréis, ahí está mi Espíritu Divino, como Padre. Entonces reconoced que vosotros eternamente vivís dentro del templo. 59. Cada quien lleva en su interior un templo y también vuestro hogar es santuario, porque en él mora la familia humana que es semejante a la familia espiritual. Ahí en el seno del hogar está mi mejor templo. 60. Más hoy contemplo que la verdadera luz no es comprendida por los hombres que caminan distantes del sendero. Contemplo que el único sitio en donde se elevan a Mí, es el Templo material. 61. Veo el caos entre la humanidad, el desconocimiento hacia las leyes humanas y divinas. Mi Doctrina ha sido ocultada en este tiempo y se ha tomado como algo que pertenece al pasado; por eso los hombres sucumben, las instituciones se dividen y hacen mofa de lo más sagrado. Así encuentro a la humanidad desconociéndose, destruyéndose, dándose muerte; confundiendo al espíritu con la materia, lo divino con lo humano, y la luz con la tiniebla. 62. En este tiempo de confusiones y maldades he escogido una Nación desconocida y menospreciada: la Nación Mexicana, para hacer el llamado hacia ella a los escogidos que se encuentran morando en otras naciones, para reunirlos en torno mío, pulimentarlos con el cincel de mi palabra, entregarles cargos y ya preparados y llenos de amor, enviarlos como emisarios de mi Obra por todo el Orbe. 63. Esta es la responsabilidad que pesa sobre las multitudes que escuchan mi divina palabra. 64. Vengo depurando a mi pueblo y apartando sus imperfecciones, pero esta depuración no será solamente en vuestras prácticas espirituales; penetrará también en vuestros hogares. Yo he surgido como un torbellino y su fuerza hace caer todos los malos frutos, quedando entre el follaje del árbol espiritual y del árbol humano, solamente los buenos frutos, porque se acerca el tiempo de prueba en que la humanidad venga a escudriñaros. 65. Mi obra será vista como una nueva secta, los hombres os escudriñarán en vuestra vida interior, en el hogar, en el trabajo, en todos vuestros deberes, y si no estáis preparados para dar testimonio de Mí, si mi palabra no la confirmáis con vuestros hechos, seréis como aquellos fariseos hipócritas que bajo la impecable túnica escondían la podredumbre de su corazón. 66. El juicio de vuestro Señor será en el último año de mí estancia; principalmente el día de mi partida será sentido por todos y contemplado por todo ojo pecador y no pecador. A todos preparo para que seáis los verdaderos portadores de mi palabra, de la palabra que en este tiempo os entregó el Espíritu Santo. 67. Conservad calma y serenidad porque habéis penetrado en el tiempo de la lucha que ha mucho os anuncié. Esta lucha será entre vosotros mismos; en ella esgrimiréis las mismas armas. Los que me comprenden y me aman, esgrimirán sus armas en pro de mi causa; los que no me han comprendido las pondrán al servicio de su propia causa. Mas al final, la verdad triunfará. Ha tiempo que os dije: recordad una parábola del Segundo Tiempo. "Dejad creced juntos el trigo y la cizaña y segad hasta que ambos hayan fructificado, para poder apartar el trigo y arrojar al fuego la cizaña". Yo, el Buen Labriego, he dejado crecer en vuestro corazón el trigo de mi palabra junto a la cizaña del pecado, mas ha llegado el tiempo de segar con la hoz de mí justicia para que en el corazón de mis labriegos y en el seno de sus hogares quede solamente la semilla de la verdad y del amor. 68. No analizáis mi enseñanza y por eso las pruebas os sorprenden como inesperadas. Esta es la causa por la que os dividís y no os comprendéis, porque al cumplirse mi palabra, no estabais preparados. Aún os preparo para que tengáis serenidad y paz y dejéis que el torbellino arranque todos los frutos malos; porque todo lo que no dé vida, fruto o sombra, morirá. Bajo la fuerza del vendaval muchos árboles caerán, muchos labriegos volverán la espalda, muchos guías querían devolverme la misión a ellos encomendada mas mi voluntad es que os corrijáis. 69. Llegará el tiempo en que todos aquellos que hayan vuelto la espalda, despierten y contritos retornen diciéndome: "Maestro, cuán limpia es vuestra Obra". 70. Lo que hoy acontece en el seno de este pueblo, también acontece en todas las naciones del mundo. Yo me he hecho presente a todos con mi espada de justicia y no sólo en este Orbe: también en el Mundo Espiritual y en todo sitio donde mora un espíritu imperfecto para iluminarlo, purificarlo y perfeccionarlo. El mismo que os habla en este instante, os habló en el Segundo Tiempo y de todas las muchedumbres que me escucharon por la Galilea, a sólo doce escogí y por ellos extendí mi Doctrina por el mundo, a través de largos caminos. En aquellos tiempos a muchos pareció fantasía la palabra de Jesús; tampoco faltan ahora quienes piensan lo mismo del Espíritu de Verdad. Más antes pasarán los cielos y la Tierra que dejar de cumplirse mi palabra. 71. ¿Quién podrá perseguiros o acusaros de prevaricadores o lanzaros calumnias si cumplís con mi Doctrina? Mas sólo enseñaréis lo que os he enseñado: El amor, el culto interior, el conocimiento del verdadero templo de mi Divinidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 210 1. Vengo a libraros del tormento en que os ha hundido vuestro materialismo, entregándoos la lámpara con la que podáis alumbrar el sendero. 2. Sois los hombres del Tercer Tiempo, aquéllos que habrán de conocer verdaderamente el por qué de su vida, y Yo vengo a ayudaros a obtener ese conocimiento por medio de mis revelaciones. 3. Sois los hombres del Nuevo Tiempo en el cual mi Reino busca vuestro corazón para levantarse en él, en el que haréis del bien vuestro ideal espiritual y aprenderéis que la mejor oración es la de vuestras obras. 4. El amor y la verdad corresponden al espíritu, de él es la sabiduría porque fue creado para amar y conocer a su Padre. 5. Yo, el Maestro, vengo a estremeceros con los recuerdos de vuestro pasado espiritual, que vuestro corazón no conoce porque pertenecen al espíritu, cuando éste vivía su verdadera existencia, cuando era otra vuestra morada y no habitabais aún en este cuerpo que ahora tenéis, que es crisol, yunque y lección para el espíritu. 6. Os traigo recuerdos de la vida espiritual, oculta tras el velo de vuestra materialidad, para deciros que esa vida os espera nuevamente, para que vengáis a gozarla en plenitud después de vuestro peregrinaje, de vuestra experiencia y de vuestra evolución. 7. Cuando estéis de retorno en la morada infinita y sintáis el gozo de habitarla, no os cansaréis de bendecir este mundo de lágrimas adonde vinisteis a aprender a apreciar la felicidad, la paz, la luz., 8. Mi nueva venida, ahora en Espíritu, tiene por fin recordaros el camino de la Ley que os unirá con el Absoluto, que os hará penetrar en la armonía universal y, cuando forméis parte de esa armonía divina, cuando os alimentéis ya del pan de mi sabiduría, sabréis verdaderamente quiénes sois. 9. ¿Qué podrá haceros llorar en el mundo cuando estéis por sobre las pequeñeces de la vida humana? Ni los sufrimientos, ni las necesidades, ni las pruebas morales, ni los elementos, nada podrá venceros o abatiros cuando hayáis alcanzado verdadera espiritualidad. 10. Vuestros sufrimientos serán por los demás, vuestras preocupaciones serán por la salvación de todos los hombres, y cada vez que contempléis la salvación de un ser, sentiréis la luz del Padre alumbrando vuestro interior y estaréis bendiciendo el día en que disteis el primer paso firme en el sendero. 11. Mi palabra es el camino espiritual al que debéis penetrar con todos vuestros sentidos, con todo vuestro entendimiento y todo vuestro amor, si queréis saber de dónde habéis venido y hacia dónde camináis. 12. Nadie se conoce aún. Si no conocéis todavía vuestro cuerpo, ¿Cómo creéis conocer vuestro espíritu? Pero llegaréis a conoceros, a medida que vayáis practicando mis divinas enseñanzas. 13. Yo os enseño con la palabra, porque ella lo contiene todo, puesto que procede de Mí que soy el Verbo. Vosotros aprended a hablar de lo espiritual en tal forma, que cada palabra que deis a los demás pase de vuestro corazón al corazón de vuestro hermano como si fuese una perla, una joya de infinito valor. 14. Aprended a hablar a los espíritus, enseñadles a oír la voz de su conciencia, sensibilizad sus sentimientos con mis enseñanzas. 15. Mirad cómo todas mis frases van por el sendero que orienta, y aunque por ahora las miréis superficialmente, mañana, cuando podáis penetrar en un plano superior, encontraréis sólo esencia en mi palabra. 16. Yo no desciendo, pueblo; cuando os digo que he descendido hasta vosotros, es en sentido figurado, porque mi comunicación es a través de una inspiración que se hace ideas en la mente de estos portavoces. Como sé que al instante de escuchar estos mensajes no podéis comprenderlos, ni siquiera retenerlos en la memoria, he ordenado que escribáis mis palabras, para que lo que ahora no comprendéis, mañana poco a poco, lo vayáis entendiendo. 17. Muy pobre es en apariencia mi manifestación de este tiempo, porque su esplendor es espiritual, mas, ya sentiréis la grandeza con que he venido a vosotros y veréis a esta Doctrina obrar el milagro de salvar a la humanidad por la espiritualidad. 18. El templo espiritual construido con amor por los hijos del Señor, será sostenido por muchas columnas, cada una de las cuales será uno de los que con firmeza permanezcan en el camino de mi Ley. 19. ¿No lo creéis posible? Es que no tenéis fe en vosotros todavía, mas Yo sí tengo fe en todos, siempre la he tenido y por eso a través de los tiempos he venido a confiaros nuevas y mayores revelaciones. De cierto os digo que no está lejano el día en que deis enseñanzas de profunda sabiduría a vuestros hermanos, mas no con la palabra que se estudia sino con aquella que brota del venero del espíritu cuando se está en comunión con el Divino Maestro. 20. ¿Por qué no ha de ser posible que de corazones estériles broten los buenos sentimientos? ¿Por qué no ha de ser posible que del corazón del que ha pecado, brote agua de gracia para aplacar la sed de los que sufren? 21. No sólo sois mentes que hoy piensan y mañana no; no sois sólo carnes que hoy palpitan y pronto dejan de existir; para Mí, ante todo sois espíritus eternos, hijos de Dios y por eso os trazo el camino que en verdad os corresponde. 22. No vengo a privaros de nada de lo que en esta Naturaleza he depositado para la conservación, la salud, el sustento, el bienestar y el goce de mis hijos; por el contrario, os digo que así como ofrezco el pan del espíritu y os invito a aspirar esencias divinas y a saturaros de efluvios espirituales, no desconozcáis ni os alejéis de cuanto os brinda la Naturaleza, ya que así lograréis la armonía, la salud, la energía, y por lo tanto, el buen cumplimiento a las leyes de la vida. 23. Sabéis que soy vuestro guía, pueblo, mas decidme: si soy vuestro guía ¿Ya me sentís en vuestro corazón, ya me obedecéis, ya acatáis mis mandamientos y mis leyes? Si soy vuestro guía ¿Hasta qué punto me obedecéis? 24. La voz de la conciencia es quien contesta desde vuestro interior, diciéndome que todavía vuestra entrega no es absoluta, que vuestra obediencia no es constante. 25. No olvidéis ni un momento que en mi palabra os digo que quien obedece mis leyes conoce mi paz. Por eso los que conocen mi palabra no se sienten solos ni tristes, porque para ellos las palabras "desgracia", "condenación" y "muerte", no les acechan como una amenaza o como una sombra sobre la paz de su espíritu; a ellos les preocupa conocer la verdad, vivir en la luz, conquistar para siempre la salud, la paz y la sabiduría. 26. Los que vienen a Mí por el sendero de mi enseñanza, saben que no pueden perderse porque una luz divina les conduce, es aquella luz que les da la certeza del fin y del verdadero objeto de la vida. 27. Mi camino es el sendero del bien, discípulos. Venid por él, paso a paso, sembrándolo de buenas obras, de buenos pensamientos, y de buenas palabras; pero jamás llevéis cuenta de vuestros buenos hechos, en cambio sí os aconsejo que toméis cuenta minuciosa de vuestras malas obras, palabras y pensamientos, para que vayáis dejando de cometer yerros. 28. A Mí dejadme la buena semilla recogida y vosotros tomad la semilla vana; escudriñadla para que conozcáis la causa de vuestra flaqueza, cuidad de que ella no se mezcle entre los buenos granos y después exterminadla. 29. Sólo la bondad puede dar paz, alegría, salud, saber; por lo tanto, el que sea abundante en amor, tendrá que ser grande en espíritu. 30. Esto es lo que vine a enseñaros cuando habité en el mundo con vosotros, y esto vengo ahora a recordaros. Si a través de Jesús, tocando con mi mano sané a los enfermos, también en este tiempo vengo a tocarlos para devolverles la salud y hacerlos entrar de nuevo en el milagro de la vida. 31. Hoy no tengo manos para tocar vuestro cuerpo enfermo, porque vengo en Espíritu, mas el espíritu también puede tocaros con su amor y haceros sentir su presencia. 32. Los hombres ciegos de aquel tiempo, ciegos del espíritu, derramaron la sangre del Maestro y clavaron las manos que sanaban tocando, que acariciaban, y bendecían; mas no pudieron destrozar mi Espíritu, ni aprisionarlo, ni enclavarlo; Él se levantó por sobre la pequeñez de los hombres, prometiendo volver, ya que en aquellos instantes no era reconocido, ni comprendida su palabra como la Suprema Verdad. 33. Aquí me tenéis cumpliendo mi promesa y esperando que la humanidad me reconozca. 34. Más, si Yo os preguntase: ¿Qué fue de aquel cuerpo bendito en el que habitó Cristo? ¿Sabríais contestarme? Debo ser Yo mismo Quien os diga Que aquel cuerpo que fue instrumento del Amor Divino, una vez concluida su jornada, una vez que sus labios se cerraron para siempre y sus ojos también, bajó a la tierra para terminar de cumplir su misión en cuanto hombre, pero en cuanto la tierra le envolvió en su seno, aquel cuerpo, cuyas células sólo vibraron para amar, se esparcieron en el infinito para caer después como lluvia de vida sobre los mismos seres que habían rechazado la vida que el Redentor les trajo. Cuando pensáis que Dios mismo se hizo hombre para habitar con vosotros, llegáis a sentir la vanidad de ser tan amados por el Padre y entonces pensáis también en que sois la obra maestra del Señor. Mas, de cierto os digo que no existe una obra del Padre que no sea maestra y, además, debéis saber que existen espíritus cuya perfección, belleza y elevación ni siquiera podéis imaginar. 35. Más allá de vosotros, hay obras más grandes que las que aquí conocéis y también obras de hermanos vuestros, superiores a las obras de los hombres. 36. ¿Por qué creer que el hombre sea lo más grande que hoy existe dentro de las obras del Señor? Sólo sois pequeñas criaturas que vais por un largo camino en pos de la verdadera grandeza. 37. Grandes y perfectos sois en cuanto a que sois obra mía, pero en cuanto a vuestras obras, sois todavía muy pequeños e imperfectos, por eso vengo a manifestarme como Maestro ante vosotros, para enseñaros nuevas revelaciones que os lleven a la cumbre del bien, del saber, del amor y os unáis armoniosamente con todo lo perfecto. 38. ¿Cómo va a existir perfección en vuestro mundo si existe el dolor, si hay menesterosos, viciosos, lisiados, oprimidos, si hay soberbios y egoístas y también fratricidas? 39. La felicidad es el patrimonio de las moradas elevadas y en vuestro mundo aún no contemplo la felicidad. 40. Hoy vengo a dejaros en esta palabra mi nuevo mensaje para que surjáis a una nueva vida. 41. Construid vuestra paz, construid vuestro mundo de felicidad, empleando para ello la virtud de mis enseñanzas. 42. Ciertamente habéis luchado mucho para procuraros comodidades, placeres y adelantos, mas vuestros ideales muchas veces encierran egoísmo, maldad, ambición desmedida; entonces en vez de lograr felicidad o paz, recogéis dolor, guerra y destrucción, que es lo que estáis recogiendo en estos momentos que vivís. 43. ¿Cómo van a ser perfectas vuestras obras en la Tierra, cuando os veo enemistados con los elementos de la Naturaleza que son los mismos de los que tomáis vida? 44. Mi Doctrina no viene a prohibiros que utilicéis los elementos y fuerzas de la Naturaleza, pero viene a ordenaros y a enseñaros a emplearlos para fines buenos. 45. Los elementos de la Naturaleza en vuestras manos, pueden convertirse, de amigos y hermanos, en jueces que os castiguen severamente. 46. Ya era tiempo de que los hombres recogiesen el fruto de la experiencia para que no provocaran más las fuerzas de los elementos, porque con toda su ciencia no serán capaces de contenerlos. 47. ¡Oh humanidad, siempre alejada de Mí! A pesar de vuestro olvido, mi recuerdo no se separa de vos, mundo regado con mi sangre: Yo os traigo de nuevo mi amor. 48. ¿Recordáis mis ejemplos del Segundo Tiempo? Escuchad: 49. Encontrándome en las afueras de una aldea, llegó ante Mí el emisario de un poderoso, quien me dijo: Señor: ¡Cuánto he tenido que andar para llegar hasta vos! Yo le dije: "Bienaventurado el que me busca, porque siempre me hallará". 50. "¿Delante de quién os encontráis?" Le pregunté. Delante de Aquél que sana con su poder todos los males. ¿No sois acaso el Hijo de Dios? Yo le dije entonces: "Yo soy el principio y el fin, soy la resurrección y la vida, soy Aquél que ha bajado de los cielos al mundo para salvaros. ¿Veis a estos hombres que me siguen por comarcas, provincias y aldeas? Así, vos, me seguiréis mañana, dejando vuestra regia capa y confundiéndoos entre los humildes y los pobres. En verdad os digo que habéis venido a llamarme en nombre de vuestro amo, quien desea que lo limpie de su lepra. ¿No es verdad?" Aquel hombre, sorprendido, se sintió sobrecogido de temor, mas Yo le dije: "no temáis, que sólo he dicho la verdad, porque a eso he venido al mundo". 51. Entonces, el siervo aquél, me dijo: "Señor, ya que lo sabéis, venid a la casa de mi señor, quien llamándoos está". 52. "¡Oh varón, le dije, decid a vuestro señor que me basta que haya creído en Mí, que cuando vos lleguéis, él estará limpio!" 53. Aquel hombre se alejó y pronto sus ojos testificaron llenos de gozo la palabra de Jesús. En eso Mateo vino hacia Mí y me dijo: Maestro, una mujer viene a buscaros. "Ya lo sé, le contesté, es María, la Magdalena, quien viene a buscarme para que la liberte de las influencias de los espíritus que la poseen". El discípulo quedó sorprendido de que Yo lo supiese todo. 54. Iba Yo por un camino hacia una aldea, cuando vi a María que venía hacia Mí. ¡Oh, Hijo amado, sé que tus labios han anunciado tu próxima partida, y aunque mi corazón ya lo sabía no puedo menos que decirte que sufro infinitamente por la humanidad! "Sí, escrito está, le contesté, y así debe de cumplirse; es menester mi sacrificio, es necesario que la semilla muera en las entrañas de la tierra para que fructifique y se multiplique. Esta sangre de vuestro hijo, que al derramarse hará sentir dolor muy intenso a vuestro corazón, será como un raudal de vida para los hombres, a quienes dejaré como vuestros hijos. Mi muerte será la vida y ni por un instante estaremos distantes vos y Yo". 55. "Ahora voy a la casa de Lázaro, porque él en breve irá a la tumba, mas de ella Yo le haré volver, para que el nombre de mi Padre sea glorificado". 56. "Id también vos, para que vuestra presencia conforte a aquellas mujeres porque su dolor pronto va a ser grande y en vuestro amor encontrarán dulce consuelo". 57. Volví a reunirme con mis discípulos, eran ya los últimos días de mi permanencia entre ellos. Así se los hacia comprender para que no fueran a verse sorprendidos. Pedro lloraba y recibía en silencio mis órdenes; Juan oprimía mis manos entre las suyas, al serle anunciado que él quedarla acompañado de mi Madre para que ambos se consolasen en las horas de prueba. 58. Tadeo sufría ya la separación del Maestro y Yo aún estaba entre ellos. El instante era tierno y doloroso, más que los labios, hablaban los espíritus. Mas yo era el Verbo y mi palabra debía calmar el dolor inmenso acumulado en aquellos corazones. 59. Hablé como el Padre a los hijos, como el hermano a los hermanos, como el maestro a los párvulos: "¡Oh, discípulos, que habéis bebido conmigo el agua del peregrino sediento, que habéis soportado la fatiga de los largos caminos por ir en pos de mi palabra y de mis obras, en verdad os digo que aunque parta de vuestra vista, no os abandonaré y que si queréis llevarme en vuestro corazón os resignéis con mi muerte, para que Yo viva en vosotros y hable por vuestras bocas". 60. Escuchad, mis discípulos, hasta la última de mis palabras; entonces llegó ante mi presencia una mujer regiamente ataviada, era Magdalena, quien me buscaba hacía tiempo para encontrar en mis ojos la luz que podía salvarla. En sueños había visto al Nazareno libertándola de su inmundo fardo y venia hacia Mí, impulsada por su espíritu ansioso de luz y redención. 61. Cayó a mis pies, ante el asombro de todos los presentes, y cuando esperaban que de ella me apartase o que al menos tuviese una frase de reproche, le dije: "¿Por qué lloráis? Lloráis de pena y de gozo, mas Yo os perdono mucho, ya que mucho habéis pecado". 62. En aquel instante cayeron de aquella criatura todas las cadenas que al mundo la ataban y una vez libre, siguió mi huella como el más fiel de mis discípulos. 63. Aquella mujer, que había sido vergüenza y mancha de su hogar y abismo en la senda de los hombres, quedó transformada ante una palabra de perdón, en la sierva más humilde del Maestro y más tarde en el dulce báculo de María, cuando la hora del dolor a todos cubrió. 64. Yo, que escucho la voz de los espíritus, oía que aquella mujer me preguntaba: Señor, ¿Será posible que yo, con todo mi pecado sea digna de estar con Vos en esa hora postrera que anunciáis? ¿Será posible que yo llegue a serviros verdaderamente? ¡Oh, mujer! -le dije- ¡Levantaos que ya estáis limpia, cubríos con el manto de la humildad y volved al seno de los vuestros, id en busca de mi Madre y seguidla! 65. Luego, viendo en todos los semblantes la sorpresa retratada, dije: "Yo soy la luz del Mundo, que ha venido a iluminar el camino del perdido entre tinieblas; Yo soy el libertador que viene a romper las cadenas de los cautivos. Habéis contemplado lo que os faltaba por ver y lo habéis visto, mas se acerca el instante en que todos sintáis vibrar mi vida en vuestro ser". 66. Salí de aquella estancia seguido de mis discípulos, mas deteniéndome bajo la sombra de un árbol, les dije: "Ya se aproxima el instante, pero aún podéis saborear el fruto de mi palabra. Ciertamente quedaréis como ovejas entre lobos, mas no sucumbiréis porque mi manto os cubrirá. Mirad cuán grandes son las multitudes; a ellas alimentaréis como Yo lo hice en el desierto y sabréis multiplicar el pan como Yo os lo enseñé". 67. Así os hablé a través de Jesús y acaricié a cada uno de mis discípulos mientras sus ojos desbordaban en llanto y en su corazón me expresaban sentimientos llenos de ternura y me hacían innúmeras promesas de seguirme. 68. Hoy no quiero recordaros los últimos tres días que en el mundo pasé, esto será en otra ocasión, pueblo bendito, en la que os hable del Cenáculo, de mi última visita al Huerto, donde me retiraba a orar y finalmente os hablaré de mi sacrificio. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 211 1. Mi sabiduría y mi amor las transformo en palabra humana para hacerlas llegar a vuestro corazón. 2. Vengo a vos, pueblo, para que viváis unos instantes bajo el efluvio espiritual de mi palabra, para que viváis por unos momentos en el Reino de la vida espiritual. 3. Tomad y comed el pan de mi palabra que es fuerza y vida, para que no vayáis a desfallecer en las pruebas. 4. Algunos de mis nuevos discípulos tendrán su Gólgota en donde consumarán su misión en la Tierra, pero esa cumbre sólo la alcanzarán los que sean todo espíritu, elevación y amor. 5. Por ahora, descansad y escuchad mi palabra, confortaos, que mañana tomaréis vuestra cruz, mas no temáis, pueblo, que quien tomare esa cruz, lo hará porque su corazón se desbordará en amor hacia la humanidad. 6. ¿Quién protestará por tener que cumplir con esta misión cuando todo su ser esté poseído de una inmensa caridad y de una gran ternura? 7. Todo el que sea espíritu fuerte en esta era de la espiritualidad, sabrá tomar la cruz con amor y llevarla con mansedumbre. 8. Esa cruz pertenece a los grandes por el espíritu, a los que llegan a sentirse saturados por el fuego del verdadero amor. 9. Un fuego está consumiendo ahora a esta humanidad, pero no es el mío, el fuego con el cual se están destruyendo hermanos con hermanos, proviene del incendio de sus violencias, pasiones, odios, de su desmedida codicia, venganzas y materialismo. 10. Ese fuego en que se consume la humanidad, no es el que nace del Espíritu Santo, sino de ese infierno que los hombres han creado con sus pecados. 11. Mi fuego divino es vida que despide luz para todos los seres, no destrucción ni muerte. 12. Mi fuego es la luz que purifica y ennoblece, que alumbra y fortalece, más nunca el fuego que atormenta sin fin o que extermine la vida del espíritu, él es vida, no muerte. 13. Si os he llamado en este tiempo para que me escuchéis, pensad que ha sido para ofreceros una oportunidad más para que surjáis a la luz, en una edad espiritual propicia al florecimiento de la semilla que he traído para el mundo. 14. Estoy depositando dentro de vuestro espíritu mi sabiduría y mi amor, este torrente de espiritualidad que es vida, salud, alegría y paz. 15. Derramad sobre la humanidad la palabra de verdad, no solamente la que os dejaré escrita, sino aquella que brota del espíritu. 16. Quiero que surjáis en este tiempo y mientras unos sean como estrellas que guíen a los caminantes por las distintas veredas del mundo, otros sean faros que envíen su luz sobre los mares tempestuosos de las pasiones humanas desatadas, iluminando la ruta del náufrago. Quiero que sepáis llevar en vuestros labios mi enseñanza, para que la palabra de Dios, que es el pan de la vida eterna, sea extendida por toda la Tierra. 17. Entended que he venido a renovar a este mundo, a purificarlo, a cambiarlo todo. 18. En estos momentos de recordación, hago que todo el espacio esté lleno de mi luz; que todo el que esté en pie se detenga un instante ante el recuerdo del Maestro y medite; que todo el que agoniza en esta hora me contemple con la mirada de su espíritu, para que no tema pasar más allá de este mundo. 19. Yo soy el sembrador de amor, vosotros sois mis tierras ¿Quién puede dudar de mi poder para haceros fructificar en amor? 20. No podéis saber el caudal de semilla que os traigo; si vosotros no podéis tomarla toda, la seguiré guardando para los que vengan, y si aquéllos tampoco la pudiesen aprovechar, quedará para las futuras generaciones, hasta que no exista tierra por cultivar ni simiente por sembrar. 21. Entended mi mensaje para que podáis desarrollarlo en vuestro camino; abrid vuestros ojos para que os deis cuenta de las obras que cada día estoy haciendo. 22. ¿Veis esos hombres que quieren ser poderosos por la fuerza? Muy pronto vais a mirarlos convencidos de su error. 23. Voy a demostrarles que sólo por la bondad, que es emanación del amor, se puede ser grande y poderoso verdaderamente. 24. Pero mientras unos y otros ignoren lo que es el amor, Yo tendré que seguir enseñando al mundo. 25. El verbo derrama sobre vosotros su luz, para enseñaros a esparcirla en aquellos que vienen tras de vosotros y Yo estaré velando por todos. 26. Yo soy el Eterno Sembrador, aún antes de venir a la Tierra y ser llamado Jesús por los hombres, ya era el Sembrador, ya me conocían los que estaban más allá de la materialidad, de la turbación o la ignorancia, aquéllos que habitaron regiones y moradas espirituales que aún no conocéis ni podéis imaginaros. 27. De aquéllos que me conocían antes de que viniese a la Tierra, os envié a muchos para dar testimonio de Mí en el mundo, a anunciar la llegada de Cristo, el amor y el Verbo del Padre. Aquéllos fueron profetas unos, precursores otros y apóstoles otros más. 28. No es este mundo el único que sabe de la huella de mi paso; doquiera que ha sido menester de un Redentor, allí ha sido mi presencia, pero debo deciros que mientras en otras moradas mi cruz y mi cáliz me fueron apartados por la regeneración y el amor de vuestros hermanos, aquí, en este mundo, después de muchos siglos, aún me tenéis coronado de espinas, atormentado en la cruz de vuestras imperfecciones y bebiendo siempre el cáliz de hiel y vinagre. 29. Como mi Obra de amor encierra la redención para toda la humanidad, os espero con infinita paciencia; y os he concedido no una, sino muchas oportunidades a cada ser para su elevación y esperado muchas eras el despertar de todos los que duermen en profundo letargo. 30. Ahora os encontráis en un tiempo, en el que podéis elevaros llenos de luz y plenos de vida; he venido a desatar un sello más del libro de la vida y la sabiduría, para que conozcáis un capítulo más de esta Obra. 31. Vengo a daros con justa medida hasta donde podáis recibir y sólo lo que podáis comprender y conservar. 32. Los hombres en su evolución crecerán, y a medida que sea su desarrollo espiritual y su elevación, en mayor abundancia les daré mi sabiduría. 33. Quiero que vuestro espíritu sea como un cáliz capaz de contener las grandezas reservadas por el Padre a vuestro espíritu; entended que sólo lo grande se derrama en lo grande y que lo pequeño no podrá satisfacer lo grande. 34. La voluntad de vuestro Padre es que seáis útiles dentro del plan de la Creación, que seáis notas armoniosas en medio del concierto de la paz. 35. Yo sé que el que sienta la iluminación interior del amor, tomará voluntariamente la cruz, e irá paso a paso en busca de su calvario sabiendo que ello significa elevación y aproximación hacia el Padre; si es necesario os dejaréis crucificar, porque sabéis que en aquella renunciación, en aquella entrega os levantaréis como el Maestro, gloriosamente de entre los muertos para ascender hasta el Reino del Espíritu, donde existe la vida en plenitud y perfección. 36. Humanidad: Aquí me tenéis, Yo he venido a salvaros de la miseria; esa mano suave que ha tocado al que es duro de corazón, ha sido la mía; ese dulce médico que ha penetrado en vuestro corazón para sanaros, he sido Yo. 37. Humanidad enferma y triste, con vos estuve y no supisteis conocer quién os visitaba; no supisteis mirar en mis ojos la luz del Cielo. ¡Oh humanidad, que no comprendisteis el contenido y significado de cada gota de mi sangre derramada por vos! No sois felices, porque no habéis querido regar vuestras tierras con el agua de gracia que Yo vine a daros. 38. Venid hasta aquí a escuchar el concierto cuyas notas hablan de amor perfecto y armonía sin fin para vuestro espíritu. 39. Dejad que la luz divina penetre a vuestro corazón, como alumbró aquella noche de mi última oración en el Huerto de Getsemaní. 40. ¿Recordáis cuando me entregué a la turba, que iba en busca mía para juzgarme? 41. Muy grande era la lección que en aquel instante el Maestro daba a todos, pero nadie la entendió. 42. Aquella entrega era una ofrenda de acatamiento, de humildad, de amor; era un ejemplo vivo para la humanidad, porque todo aquél que se entregue a los hombres por amor, se hará digno de entregarse después a Dios. 43. Pueblo amado: Mi vida fue un libro abierto para que en él aprendieseis a amar, pero no habéis sabido leer en él. 44. Tengo piedad por vuestra pequeñez que manifiesta la poca fuerza que hay en vosotros; mas Yo soy fuerte y grande para suplir vuestra debilidad y pequeñez, y amoroso para suprimir vuestra ausencia de amor. 45. Me aproximo a vosotros y os enseño a ser limpios, a purificaros en el dolor resignado y elevado, que es arrepentimiento sincero y verdadero. 46. La purificación es necesaria para la perfección del espíritu. Acerca de la purificación y de la perfección, no os confundáis, porque un espíritu perfecto es más grande que un espíritu solamente limpio. 47. Pronto podréis estar limpios, mas para lograr la perfección, no sabéis cuánto tiempo y cuántas pruebas tendrá que pasar vuestro espíritu. 48. Es necesario que ya sepáis mucho de la vida espiritual para que no os turbéis al pasar de esta existencia a la otra. Cuántos hombres, por tener en la Tierra caudales, comodidades y satisfacciones, se consideran felices y no pueden concebir que algún día llegue a ellos el dolor, y menos en el espíritu; cuando dejan la carne en la Tierra y con ella todo cuanto poseyeron, pasan entonces a ser los seres más desdichados, los errantes sin paz, sin alegría y sin la luz del conocimiento. Son como sombras que vagan sin descanso; no lloran como se llora en el mundo, pero sus sufrimientos, aunque ya no físicos, son infinitamente más intensos que los que se experimentan en el cuerpo, puesto que el espíritu se ha quedado a solas con el juez de su conciencia. 49. En aquellas regiones hasta donde lograron ir con la escasa fuerza de su espíritu, se han convertido en menesterosos, han sabido lo que es miseria, soledad, olvido, necesidad. En su existencia triste sólo conservan un leve destello de esperanza: que llegue el instante en que aparezca la luz y llegue el descanso. 50. Preferid ser pobres en la Tierra, sabiendo que estáis logrando algo en beneficio de vuestro espíritu; preferid ser menesterosos, necesitados, enfermos, pequeños, pero no en la morada donde se encuentra la vida verdadera, porque el dolor en el mundo espiritual es incomparablemente mayor que el de la vida material. 51. Bendito aquel que reconociendo las enseñanzas de mi Doctrina pase de la soberbia a la humildad, porque él poseerá el Reino de la Paz. 52. Vosotros no sois menesterosos aunque llevéis vestiduras materiales humildes, comprendedlo así para que lleguéis a ser grandes más allá de vuestro mundo. ¿Qué os preocupan las miserias de ese valle de lágrimas? Es mil veces más triste no tener paz, ni ser fuerte, ni grande en espíritu. Los espíritus grandes se sobreponen a todo, logran la serenidad ante las pruebas y viven la verdadera vida que está llena de luz y de paz. 53. No llegáis a conocer la verdad porque no queréis disponeros a ello: sólo el sencillo y el humilde de corazón puede conocerla. 54. Los que no contemplan la luz de la verdad, a cada paso me dicen que fue estéril mi palabra, porque siguen alimentando la perversidad; me dicen que fue inútil el camino del Calvario y el sacrificio en la cruz, los prodigios que llevé a cabo, mi enseñanza de amor, mi piedad, mis últimas palabras y el postrer suspiro, que fue una invocación de perdón para mis perseguidores y verdugos. 55. ¿Qué saben de todo esto los que no conocen la verdad? Quién se levanta por sobre el abismo y ora por sus verdugos y bendice a sus calumniadores, éste alumbra con su espíritu más que la luz del sol. 56. Para los que piensan que toda aquella vida, pasión y obras fueron inútiles, les digo que no habrá uno que no reciba a su tiempo aquella luz y por ella se salve. 57. Mas no todos piensan como éstos; hay quienes aun estando en las sombras de un presidio pagando la culpa de un crimen, tienen momentos en que ponen su pensamiento en Mí y en una balbuciente oración me dicen: "Señor, si aquel pecador que ante tu presencia llegó arrepentido, halló salvación en Ti ¿Por qué no he de esperar que en el postrer momento como a Dimas, me des tu mano y me apartes de las tinieblas para llevarme a la luz?" 58. ¡Cuántos que aún no han logrado arrojar al príncipe de las tinieblas que llevan en su carne, tienen momentos de fe, de iluminación, de arrepentimiento y de esperanza en el Salvador! ¡Cuántos, desechando de su corazón la idea de un nuevo y mayor castigo en el más allá, prefieren pensar y creer que Jesús les espera para librarles de su tortura y angustia! 59. Esos son los que llamáis escoria de vuestra sociedad y ved cómo hay momentos en que presienten la verdad, y vosotros que gozáis de libertad de aceptación, de confianza en el mundo, y que creéis muchas veces saberlo todo, porque todo lo juzgáis y comentáis, no tenéis ni un instante de iluminación que os haga mirar frente a frente la verdad, por el contrario, os envolvéis en dudas y sombras. 60. La semilla que con mi palabra, mi pasión y mi sangre sembré en los espíritus, no siempre florece en la plenitud de la vida de un hombre, de un pueblo o de un mundo; muchas veces florece hasta el instante en que el hombre va al encuentro de la muerte y presiente la vida que le aguarda, cuando aquél que fue soberbio y orgulloso en su fuerza, de pronto cae abatido y vencido en el lecho del dolor; allí medita, se purifica y se ennoblece pensando en Mí, juzgándose a sí mismo a través de mis ejemplos, entonces llora y se transforma, porque ha llegado a él en un instante la verdad. 61. También los pueblos soberbios, cuando se han hallado en el esplendor de su poder material y sus hombres han estado entregados febrilmente a sus pasiones, falsa e hipócritamente han estado cumpliendo para con Dios a través de religiones, porque toda su atención y su amor están bajo el dominio de sus ambiciones; pero cuando ha llegado la derrota y la destrucción, cuando han visto desmoronarse sus sueños de grandeza y la realidad ha llegado para despertarles, entonces han vuelto sus ojos a Mí para decirme: "Señor, tenéis razón, sólo para los hombres de buena voluntad puede ser la paz y ciertamente vuestro Reino y el nuestro no son de este mundo". 62. ¿Veis cómo mi semilla no está perdida? A vosotros que dudáis de ello, os digo que busquéis con la meditación esa semilla, sin esperar a que sea el dolor el que os ponga frente a la verdad. 63. Este mundo está lleno de mi palabra, es mentira que mi huella se haya borrado, doquiera que vayáis, encontraréis señales mías y ecos de mi voz que resuenan eternamente en las conciencias. 64. Yo estoy presente en todas partes e incesantemente os hablo, porque aún no he terminado de daros mi mensaje. 65. Pueblo mío: ¿Por qué a veces aún queréis volver a poner a prueba a vuestro Maestro? 66. Sí, ya sé que también hay quienes no conciben por qué Cristo si era el hijo de Dios, se entregó a sus perseguidores y no pudo escapar a la muerte. Si no hubiese querido el sacrificio, muy fácil me hubiera sido desaparecer para no entregarme a los que me buscaban, y sus ojos, asombrados ante una desaparición milagrosa e incomprensible, les hubiese i hecho exclamar: ¡Verdaderamente era el hijo de Dios! Pero no era esa la lección que venía Yo a dar, porque ella no hubiese enseñado el amor. Además, Yo venía a deciros que el que hace su voluntad y ésta no es la del Padre, no está unido a Él. 67. Es menester os intereséis por comprender todas estas explicaciones, porque si no entendéis lo que es de este tiempo, ¿Cómo podréis intuir o presentir lo que ha de venir? Quiero anticiparos algunas revelaciones para que os sirvan de preparación, de promesa y profecía. 68. Yo, El Maestro, os digo que cuando el hombre sea grande y elevado por el cumplimiento de la Ley y viva verdaderamente unido y en armonía con el espíritu, dejarán de existir para él las dos vidas que ahora dividen su existencia y que son la humana en la tierra y la espiritual en el mundo universal e infinito del espíritu. 69. Entonces no contemplará más que una existencia, porque en su ser sólo habrá una voluntad; ya no existirá lucha entre la carne y la conciencia y se sentirá fundido a la vida universal. Habitará en lo espiritual o en la Tierra y doquiera esté, se sentirá en la casa de su Padre; en todo sitio gozará de la presencia del Señor y en todas partes estará cumpliendo consciente y obedientemente su misión. La muerte de la materia dejará entonces de significar lo que ahora significa. Esos serán los que venciendo la muerte, penetren en la vida eterna. 70. Después de que os he dicho que fue mi voluntad entregarme aquella noche a mis perseguidores me preguntáis: Señor, ¿Entonces Judas no fue culpable? Y Yo os digo: no lo juzguéis, porque para juzgarlo como lo hago Yo, necesitaríais tener piedad en vuestro corazón. Era tan pequeño y humano como vosotros y en su debilidad dejó que los hombres penetraran en su ser para traicionar a su Maestro. 71. ¿Creéis que aquel discípulo ya hubiese venido destinado por Dios para traicionar a su Maestro? No, pueblo, no era necesario que nadie me entregara, la hora había llegado, los perseguidores acechaban mi paso, el cadalso me esperaba. 72. Aquel varón, como todos los demás que me siguieron, había sido escogido también para sembrar la semilla del amor, flaqueó en el momento decisivo al volverle la espalda al que tanto le había amado, para ponerse del lado de los que querían la vida del Maestro; sólo porque comprobó que Jesús no era Rey de la Tierra, sino de un mundo desconocido y el corazón del discípulo todavía soñaba con la riqueza de este mundo. 73. ¡Cuán grande fue el arrepentimiento de Judas cuando escuchó en su conciencia una a una las frases que había aprendido de Jesús, cuán grande su dolor al pensar para lo que había sido llamado y cuál era su obra! 74. Os digo todo esto para que si alguno de vosotros me traicionase en este tiempo, no quiera disculparse diciendo que tal vez para eso había venido destinado. 75. Nadie ha sido destinado para traicionar; todos habéis sido llamados para redimiros con mi amor. 76. Yo era el que estaba destinado a morir en una cruz para luego florecer en una tumba y mostraros el triunfo de la vida sobre la muerte. 77. Ahora digo a mis nuevos discípulos: cuando se trate de cumplir con mi Obra, no améis el dinero, porque es la falsa moneda del espíritu, su valor es negativo y representa falsos valores para la vida eterna. El dinero puede desviaros del sendero de la verdadera caridad, de la humildad que todo apóstol mío debe llevar. 78. Debo deciros que de antemano yo sabía lo que Judas iba a hacer, y de ello pruebas di cuando dije que uno de los doce había de entregarme. Cada uno de aquellos discípulos dio lo que tenía que dar, cada uno de ellos fue como una nota en el concierto que entregué al mundo. 79. Si uno dio la nota de pureza y elevación; otro la dio de fe y fortaleza; otro de elocuencia y persuasión, otro la de humildad y de mansedumbre, así cada uno dio lo que traía, lo que había tomado del Maestro y lo que sentía. Hubo uno débil y su flaqueza también sirvió de lección a la humanidad para que no se le imite, más no para ser su juez. 80. Discípulos: elevad vuestro pensamiento en esta noche, para que estéis en la Cena conmigo. Venid a alimentaros con mi luz, venid a beber el vino de mi palabra, en ella encontraréis el libro abierto para su lectura y al mismo tiempo os encontraréis a vosotros en espíritu. 81. Acercaos a la mesa en la que sentiréis vibrar el divino amor, en la que palpita también la angustia, en donde se mezcla la dulzura de la esperanza con la amargura de la despedida y con el beso de la traición. 82. Aquí es donde mejor podréis oír la voz de la conciencia, la cual os dirá si habéis también traicionado, si habéis mentido, si habéis besado sin amor. 83. Antes de sentaros a la mesa, lavaos en las aguas límpidas de la oración; lavad la mente y el corazón, para que dejéis que sea el espíritu el que asista a esta Cena espiritual. 84. ¿Ya estáis preparados? Sentaos en torno mío y escuchad en el más profundo silencio y recogimiento de vuestro corazón. 85. ¿Ya está todo preparado, ya estáis aquí para la fiesta, dispuestos y ataviados? Yo he querido que en estos instantes vuestro espíritu no sea menos nítido que los manteles de esta mesa espiritual. 86. Dejad fuera el torbellino de la vida material, las pequeñeces y miserias humanas. Venid espíritus encarnados y también los que habitáis en espíritu. Humanidad, venid a aprender a hablar conmigo para que dejéis de ser esclavos en la Tierra, porque el que habla de espíritu a Espíritu con el Maestro, ese ha conquistado la libertad plena sobre la carne, el mundo, las tinieblas de la ignorancia, sobre todo yugo. 87. Comed el pan de mi palabra profundamente para que sepáis cuál fue la lucha de Jesús en aquellas horas de agonía y cómo venció a la muerte. 88. Ahora os digo: Orad en el Huerto del silencio y de la espiritualidad para que dejéis saturar de fuerza todo vuestro ser y seáis capaces de resistir el peso de la cruz hasta el punto más alto de la montaña. 89. Orad para que miréis alumbrada vuestra escala interior: la del perfeccionamiento espiritual. 90. Serenaos para que sigáis sin desmayo en el sendero de vuestra misión y no temeréis ver rotas vuestras vestiduras, ni a los hombres que os persigan buscando culpas o errores en vosotros para acusaros. 91. Olvidaos de vuestras tristezas y aún de vuestras alegrías materiales y atraed las del espíritu. 92. Son pocos los que saben orar para gozar, pero son más los que oran para llorar a éstos digo: haced con todas las tristezas de la Tierra un canto, pero elevadlo con tal fe y esperanza en Mí, que podáis de pronto sorprenderos al oíros entonando un himno profundo y vibrante de amor y de paz. 93. Os hablo de alegría espiritual, y sin embargo no podéis apartar de vuestro corazón las horas que se acercan y que seguirán siendo de recordación. 94. Sí, pueblo: triste miraréis el sol en el nuevo día cuando sean las tres de la tarde, y triste estará todo aquél que se recoja en sí mismo y me recuerde. 95. El sol se esconderá entre crespones como aquel día se ocultó tras las tinieblas para no contemplar la ingratitud del pueblo. 96. Delante de cada una de las imperfecciones humanas vino Cristo el Maestro a dar su lección. 97. ¿Se burlaban? Él Maestro tomaba la burla para dar una enseñanza. ¿Le interrogaban con malicia? Él contestaba con amor y sabiduría, pues para eso había venido. ¿Le traicionaron? Él, ante aquella traición dio su lección de perdón. ¿Le pidieron su vida? Él aceptó y dio la vida. Era necesario aceptarlo todo para poder salvar y convencer. 98. Ahora decidme, amados discípulos: Cuando seáis traicionados por vuestros hermanos ¿No os revelaréis, ni protestaréis? Sabed que para ganar un corazón a veces es necesario dejarse traicionar; no es la violencia la que gana las batallas del espíritu, es el verdadero amor. 99. Discípulos míos: el libro ha quedado abierto para este tiempo, dejad que en estos instantes Jesús camine en vuestro pensamiento, para que en vuestras meditaciones y evocaciones traigáis a vuestra mente todos los instantes de mi pasión que bien conocéis; el que de una manera elevada y espiritual me recordase, recibirá la luz que en inspiración le haga descubrir el sentido de muchas lecciones ignoradas. 100. Dejad que camine con mi cruz a cuestas por las calles de vuestro pensamiento; dejad que Jesús, olvidando sus dolores, camine pensando en sus hijos y perdonando sus ofensas. Dejad que me extienda sobre mi cruz y que desde ahí clame perdón para los que no me han conocido. Dejadme estar en vosotros hasta que miréis el triunfo del amor, de la vida y de la justicia. 101. Multitudes: ¿Cómo queréis estar conmigo, como amigos o discípulos? ¿O acaso formando vosotros mi cruz: Vais a hacer como los clavos que taladraron mis manos y mis pies? ¿Queréis ser las espinas de mi corona o la lanza que abrió mi costado? 102. Lloráis, pueblo, y entre sollozos de dolor, me decís que queréis estar conmigo como estuvo Juan: a los pies del Maestro en la cruz; y Yo os digo que así quiero que estéis conmigo como aquel discípulo en quien fuisteis todos representados cuando os dejé bajo el manto de amor de María, como sus hijos. 103. Mi amor os dejo y mi bendición. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 212 1. Bienaventurado el que acude a Mí, el que busca al Maestro, el que busca el perdón, el que toma la cruz, porque en Mí encontrará la luz que le guie y el perdón de sus pecados. 2. El Maestro os recibe con amor en este día de conmemoración. La huella de su pasión que dejó en la humanidad, se renueva en este día. 3. Si la sangre de aquel cuerpo se evaporó, su esencia quedó en el espíritu de todos los hombres. Ella es imborrable en vuestra conciencia, porque me recordáis cuando sentís por momentos el peso de la cruz o la pesada cuesta del calvario. 4. Desde que Jesús trazó con sangre de amor el camino, todo hombre que aspira a la salvación o al perfeccionamiento del espíritu, busca las huellas que dejé en la Tierra, para seguirlas. Ese camino es el que os estoy trazando en este tiempo y por el cual llegaréis a la vida espiritual, donde no existen tinieblas ni dolor. 5. El mundo cristiano adoptó como símbolo la cruz, porque en aquel madero Jesús derramó su sangre y expiró en cuanto hombre, consumando en ella su obra de redención. Desde entonces, la cruz quedó como símbolo de amor y de perdón divino. Ella ha sido estandarte de luchas de ideas entre la humanidad; y ahora que ha pasado una Era desde aquel sacrificio, me presento nuevamente en el mundo, ya no como hombre sino en Espíritu y en verdad os digo que ya no es necesaria para Mí esa cruz. Ya no la cargaré sobre mis hombros, ya no veréis al Rabí ensangrentado y coronado de espinas, con su cuerpo flagelado, mojando con su sangre los pedruscos del camino. Ya no contemplaréis sus ojos abatidos por el sufrimiento, inspirando piedad a unos y terror a otros. No le veréis llegar a la cima del monte, para ser clavado en su cruz entre los malhechores. 6. La cruz, que era afrenta y vergüenza para el que en ella moría, quedó convertida en el símbolo del sacrificio por amor. Esto no lo imaginaron siquiera quienes me persiguieron y escogieron para Mí la muerte mas ignominiosa, para dejar satisfecha su crueldad, porque las turbas necesitaban acusar y condenar al que nada había hecho contra ellas, a quien fue para todos bondad, consuelo y perdón. El hombre estaba en un abismo desde el cual no concebía el bien, el amor que Yo vine a mostrarle con mi sacrificio. 7. En este tiempo no he venido como hombre, y no será sobre Mí la cruz, ahora soy Yo quien coloca sobre vuestro corazón, una cruz de amor para que sigáis mis pasos. 8. Ya habéis sentido el grave peso de esa cruz, ya habéis sentido flageladas vuestras carnes, cuando el dolor ha llegado hasta el espíritu; ya habéis sentido también, lo que es caer en el camino. Las penas de vuestra vida han sido golpes de látigo, y las burlas, cuando por vuestra manera de buscarme os han juzgado faltos de razón, como al mismo Jesús, han sido como la lanza que abrió el costado del Redentor. 9. He aquí vuestra vida como un calvario, discípulos. Todo aquél que quiera imitarme, seguirme y llegar hasta Mi, tendrá que vivir con pasión y beber el cáliz de hiel y de vinagre. 10. Habéis llamado bien a esta Tierra, Valle de lágrimas, a ella habéis venido a conocer el bien y el mal, porque nadie ha nacido perfecto en conocimiento y méritos. Entonces, os he concedido el libre albedrío para elegir el camino, para que vuestro espíritu sea quien por su esfuerzo alcance alturas superiores. 11. Mas, quien elige el mal camino, es menester que en él conozca el dolor, para que al sentir que se aleja de la gracia y de la luz, se lave y fortalezca en el arrepentimiento y así aprenda a vencer las tentaciones. 12. Cuán meritorio es ante Dios el esfuerzo de aquél que lucha contra las tentaciones que se hacen más insistentes, a medida que busca más su regeneración. 13. Mi sacrificio no fue inútil, pueblo, porque tanto los que me aman, como los que me niegan, tendrán que seguir mis huellas. Aquella obra prevalecerá en el libro de los tiempos y dará fruto siempre. 14. Vosotros no podéis saber por qué el peso de vuestra cruz, o sean las responsabilidades y sufrimientos, son más ligeros en unos que en otros. Todos en esta tierra ignoráis vuestro pasado, nadie sabe el instante en que su espíritu recibió la luz. Ante esto, tomad con resignación la cruz que quien así me siguiere, sobrevivirá a la misma muerte. 15. Mi voz en este día es de ley y de justicia, es la misma voz que escuchasteis en el Sinaí. Hoy, como en aquel día, contemplo la incredulidad de muchos. Os di entonces mi Ley grabada en piedra por primera y segunda vez, porque la primera la rompió Moisés exasperado ante vuestra idolatría y vuestra fragilidad; más ahora que vengo a escribirla en vuestra conciencia; ¿Qué vais a hacer de ella? ¿Vais a hacer que Elías, el enviado de este tiempo os reclame el cumplimiento de mi Ley? 16. En el fondo de vuestro corazón me decís: Señor, ha mucho tiempo que nuestra ingratitud hizo que las tablas de vuestra Ley fueran rotas por la ira de Moisés; ¿Cómo seríamos capaces en este tiempo de desconocer vuestra Ley nuevamente? Y el Padre os dice: es menester que estéis velando, porque en el Segundo Tiempo vino Jesús a traeros la Ley de amor y le hicisteis derramar hasta la última gota de su sangre y no lo reconocisteis. 17. Os pregunto a vos, pueblo, y a vos, humanidad: ¿En dónde está la Ley que os di en el Sinaí? ¿En dónde está el pan de vida eterna que Jesús os dio después? Cabizbajos escucháis mis preguntas, porque reconocéis que andáis fuera del camino. 18. En el Primer Tiempo erais un pueblo formado de doce tribus, mas Israel, haciendo a un lado todo temor a mi justicia, se dividió en varios pueblos. Hoy estáis nuevamente en la Tierra, mas, ¿Cómo podríais dividiros en pueblos o tribus, cuando una sola familia está formada por hijos de distintas tribus y los matrimonios han sido formados también por elementos de las doce tribus? ¿Quién ha concebido este plan? Yo soy quien os ha entresacado y reunido. He aquí porqué hay quienes se estremecen al escuchar esta voz sin saber por qué, es que son los que me escucharon en los tiempos pasados. 19. Aquí tenéis la Tercera Era acercándose a su culminación, en ella estáis recibiendo el maná del desierto, la sangre de Jesús y la luz del Espíritu Santo. Cuando es necesaria vuestra purificación tenéis a María, vuestra Madre Universal, quien os lava con sus lágrimas de amor y os cubre con su manto de piedad. 20. Nuevamente el Padre dice a su pueblo: Unificaos, pues estoy contemplando que mientras unos hacen el propósito de cumplir mis mandatos, otros se están oponiendo a ello. No os dividáis, porque con ello abriréis la puerta a la tentación. Mi palabra es para todos, no importa que haya entre las multitudes quienes no inclinen su cerviz ante mi voz, dominados por la duda que les produce verme comunicado por medio de un entendimiento rudo, torpe y humilde. 21. ¡Cuántos de los que me han perseguido y burlado en los tiempos pasados, hoy han venido a vivir llenos de paz, la cual Yo les he dado en prueba de mi amor que todo lo perdona, pero al escuchar que he venido nuevamente, su espíritu se ha sentido sobrecogido por el temor y han venido cautelosamente a comprobar si es verdad lo de mi comunicación; entonces al escucharme se han estremecido, porque se han sentido llamados por mi voz! 22. Este es el pueblo que Yo elegí para que llevase la luz y la paz a las naciones, el cual se había diseminado y ocultado entre la humanidad; pero mi mirada perspicaz y penetrante sabía en dónde estaba cada uno de mis siervos para hacerles el llamado y señalarles su misión y por cuyo cumplimiento aún les sigo esperando. 23. El mundo vio con indiferencia el paso de María por la Tierra, mas en verdad os digo, que hoy conoceréis su voz de Madre, su dulce voz que es arrullo, consuelo, esperanza y bálsamo. Unos la reconocen, otros la niegan, sin embargo, Ella, tierna y amorosa, extiende su divino manto sobre el Universo, y bajo él da calor y protección a todas sus criaturas. Ella también salva y redime, es el arca Celestial que encierra sus misterios por revelar. Si en cuanto a mujer, su vientre fue el arca donde estuvo depositado el cuerpo de Jesús. ¡Cuánto no guardará su espíritu para todos sus hijos! 24. ¡Cuán profundo ha sido el dolor que el mundo ha clavado en el corazón de su Madre y con cuánta ternura ella esconde sus lágrimas, para mostraros tan sólo la dulzura de su sonrisa y lo amoroso de sus caricias! Siempre entre mi justicia inexorable y los pecados de los hombres se levanta la intercesión y la ternura de María, vuestra Madre Celestial. 25. Desde la nube os estoy hablando e invitando a que vengáis a Mí. 26. Aún os contemplo estudiando la Primera Página del libro y el tiempo de mi enseñanza ya es corto. 27. Quiero que cuando lleguéis a Mí, podáis decirme: "He aquí, Señor, el fruto de mi cosecha: la regeneración de algunos de mis hermanos por medio de mi ejemplo". Porque si no cumplís con vuestra misión, no podréis entrar a mi Reino. 28. En tres tiempos he venido a ofreceros la salvación espiritual y habéis permanecido sordos a mi Voz. Este es el último llamado que os hago; por eso os pido que me escuchéis; que os revistáis de humildad, que descendáis de vuestra grandeza y arrojéis todo odio de vuestro corazón. 29. Mi palabra no es florida, es sencilla para que la comprendáis todos y no le deis diversas interpretaciones. 30. No puede haber ignorantes entre mi pueblo, porque os he inundado de sabiduría. 31. En todos los árboles contemplo frutos buenos y otros vanos, mas de estos últimos no quiero que me presentéis. Vosotros sois los indicados para escoger los frutos agradables que habéis de mostrarme. Ya sois conscientes de todas vuestras obligaciones. Ayer transitabais tropezando por el mundo, porque un velo de obscuridad cubría vuestras pupilas, mas vine Yo como un rayo en la noche para iluminar vuestras sendas. Desde entonces sabéis dónde andáis. 32. Habéis aprendido a consultar vuestra conciencia antes de dar un paso. 33. Hoy, que os encontráis reunidos, sed obedientes ante mis enseñanzas, porque se acercan las grandes pruebas. 34. El Maestro una vez más está con vosotros, en este día he venido a mimaros, a levantaros con mi palabra de amor, a entregaros mi ósculo de paz y a preguntaros que me hacéis presente en vuestro corazón. 35. No he venido a juzgaros, pero sí a pediros que tengáis el verdadero amor y caridad en vuestros actos, que escuchéis la voz de vuestra conciencia. 36. En todos los tiempos he venido a derramar mi sangre por vosotros, unas veces delante de la mirada material del hombre y otras intangiblemente; a cada instante me encuentro velando por vosotros, para que no sufráis en este mundo y para que después de vuestra vida material alcancéis en el más allá la vida eterna en vuestro espíritu; pero no me habéis comprendido, no habéis hecho caso de mi palabra y por eso en este tiempo he venido desde la nube blanca a echar a vuelo mi campana sonora y a pediros que os congreguéis y os améis los unos a los otros. 37. Empezáis a estudiar, pero no habéis comprendido ni la primera página de mi libro sabiendo que ya es corto el tiempo en que os entregue mi lección. Tenéis que estudiar y analizar mi enseñanza y levantaros fuertes en el camino, porque no os recibiré sin que antes vosotros hayáis estudiado lo que os he entregado en este tiempo. 38. Me habéis hecho llorar y derramar sangre y ya quiero que lleguéis a Mí y ante mi planta me digáis: "Maestro, he aquí la enseñanza, he aquí la cosecha, he aquí el buen ejemplo que he dado a la humanidad; allí está la humanidad regenerada". Quiero que me hagáis presente al hombre y a la mujer que hayáis convertido, porque sin este cumplimiento no entraréis a mi Arcano. Tres veces he venido a este mundo, para brindaros distintas oportunidades de salvación de vuestro espíritu, mas vosotros habéis dejado pasar desapercibidas mis palabras y habéis desobedecido mis mandatos, por eso os digo que ésta es la última de esas oportunidades y vosotros debéis poner en práctica lo que os estoy entregando revistiéndoos de humildad, descendiendo del pedestal de vuestra falsa grandeza, desechando la mala voluntad y el odio para vuestros hermanos, mitificándoos, porque esto es lo que os estoy pidiendo, para que el cetro de mi justicia no caiga sobre la humanidad. 39. Ya nos sois los ignorantes, porque he derramado en vosotros mi enseñanza y os pregunto: ¿Por qué contemplo que mis discípulos no me han querido comprender y van interpretando mis palabras y mis órdenes en diferentes formas y según su propia voluntad? ¿Acaso no he venido a hablaros en vuestro propio idioma, con palabras sencillas para que todos vosotros me comprendáis?...No estoy hablando en forma diferente a unos y otros, por eso no quiero que mañana me digáis: Maestro, no supimos comprenderte; no entendimos tus órdenes y por ello no las cumplimos. No, Israel, es menester que desechéis la ponzoña que ahora alberga vuestro corazón: debéis comprender bien esta Ley, porque ella no tiene la culpa de vuestro pecado y no es justo que mi Obra pague estas ingratitudes, ¿Por qué los hombres no han sabido apreciarla si Yo os la estoy entregando tan blanca y pura como campo de nieve? 40. Velad y orad, porque a cada instante contemplo las divisiones de los unos y los otros. Contemplo que os queréis apartar de mi Ley, unos volviéndome la espalda y los otros levantando su planta para caminar según su propia voluntad, dando traspiés y prefiriendo encontrar el espino antes que transitar con rectitud en el camino que he venido a trazaros. Por doquier de los lugares crecen árboles brindando a la humanidad un fruto diferente al que estoy entregando, mas contemplo que también se encuentra mezclado el fruto bueno y por ello os digo: sacad el fruto vano y dejad el bueno, escogedlo y hacedme presente tan sólo la semilla limpia y el trigo dorado. Ya no sois los hijos de las tinieblas como lo erais ayer, porque Yo he venido entre vosotros como un rayo luminoso, para alumbrar vuestro camino, para daros a saber cuál es el sendero de la verdad. Ya podéis ver y caminar por él, porque he venido a daros fuerzas y a tomaros de la mano para que deis los primeros pasos y después podáis transitar solos, pero firmemente, sin caer en el dolor ni en el pecado y sin dejaros conducir por la maldad que existe en este mundo. 41. Hoy ya no sois inocentes niños, hoy sabéis cómo habéis de avanzar, qué actos vais a desarrollar y cuáles son los buenos y los malos caminos, porque os he entregado corazón y conciencia para que los consultéis. Por ello, ha tiempo que os estoy pidiendo que no comáis el fruto prohibido, que no desenvainéis vuestra espada de dos filos para dar muerte civil a vuestro hermano; que os deis cuenta de la pureza y perfección de mi Ley que ha sido una a través de todos los tiempos, para que os levantéis con la comprensión y la buena voluntad cumpliendo con mis mandatos celestiales, para que la paz sea en el Universo y el exterminio no siga arrancando vidas; no quiero contemplaros llorando y con la amargura en vuestro paladar. En este día también Yo voy a entregaros mi caridad divina. 42. Bienaventurado aquél que se encuentre preparado, porque él contemplará la paz en su camino y mi caridad derramada en su espíritu y materia. Desde la Gloria derramo las aguas cristalinas para que os levantéis fuertes en este tiempo. Yo os entrego mi amor a torrentes, para que sigáis adelante y os deis cuenta de que soy incansable, para que vosotros me imitéis el mañana, despojándoos de todo materialismo, de toda vanidad y llevando con vosotros sólo las buenas nuevas obras, seáis el espejo limpio en que se pueda contemplar esta humanidad. 43. Siempre he venido en pos de los descarriados, para levantarlos del pecado y ponerlos en el camino de salvación, mañana vendrán las grandes pruebas y es mi voluntad dejaros como el soldado fuerte de Jesús que pueda luchar y salir avante de ellas. 44. En presencia, potencia y esencia, he estado en esta alba entre vosotros, os entrego el pan de cada día y el bálsamo, os bendigo a vosotros, a vuestros hijos, a las madres afligidas y a la ancianidad, a todos entrego mi paz, mi amor y mi luz. 45. Amad, humanidad, amad con el más puro amor que os pueda llevar a la verdad, y entonces sabréis lo que quiero deciros con estas palabras; la fuerza que movió los labios de Jesús cuando estuvo con vosotros, fue la del amor, esa voz por eso os dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida". 46. No hay potencia mayor que la del amor, es también fuego que purifica y agua de gracia que limpia. 47. A pesar de cuanto os hablo, hay discípulos que hoy creen y mañana no, porque tienen sus horas para creer y sus horas para dudar. 48. Veo en vosotros un pueblo cansado de su vida humana e intensamente preocupado, y de ello resulta un pueblo que, diciéndose espiritualista, vive muy apegado a las cosas terrenas. 49. Y Yo os he dicho: Despertad a la verdad y no hagáis lo que los escribas y fariseos que limpian el vaso sólo por fuera, o que cuando tratan de hacer caridades piensan que "no deben darlo todo, porque se quedarían pobres y sin un pan que llevar a sus labios". 50. ¡Ah cuánto tendréis que vagar como sombras los que penséis así! Naceréis y volveréis a nacer, mientras no aprendáis a dar el amor que Yo os enseño. 51. No quiero que eternamente seáis niños, ¿es acaso justo que este pueblo sea el que en su oración me diga: Señor, os amo y después en su camino no haga una sola obra de caridad? ¿Por qué aún os sorprendo engañando? ¿Por qué no hacéis la verdadera caridad y cuando la hacéis es para que os vean y os oigan? 52. Os confundís, y a veces hacéis alarde de fe cuando vuestra fe se ha enfriado; entonces os encuentro fríos también en la caridad, en la lealtad y en la pureza. 53. En verdad os digo que nadie pasará por la puerta de la cruz si no aprende a ser leal. 54. Amados discípulos: Yo os digo que si a veces os hablo con palabra dura, no llega a ser tan justiciera como la que merecéis conforme a vuestros hechos. 55. Sólo vengo a lavaros de imperfecciones con mi palabra ¿En dónde están las blancas vestiduras que os preparasteis para estar conmigo en esta fiesta? 56. Quiero penetrar en vuestro interior, para contemplar mi santuario, ¡oh espíritus de hombres que os creéis nacidos ayer y tiempo ha que brotasteis de Aquél que en sí lleva el amor de padre y el amor de madre, porque de Él brotan todas las formas del amor perfecto! 57. Así como veis desarrollarse el cuerpo del hombre, también en él se va desarrollando el espíritu; mas el cuerpo encuentra un límite a su desarrollo mientras el espíritu requiere de muchas materias y de la eternidad para alcanzar su perfección. 58. Esa es la causa de vuestras reencarnaciones. Nacisteis de la mente paterna y materna de Dios, puros, sencillos y limpios, semejantes a una semilla, mas no os confundáis porque no es lo mismo ser puros y sencillos a ser grandes y perfectos. 59. Podéis hacer la comparación de un niño que acaba de nacer, con un hombre de experiencia que enseña a niños. 60. Ese será vuestro destino a través de las edades, cuando vuestro espíritu esté desarrollado. Pero, ¡Cuán lento avanza vuestro espíritu! 61. Hace ya casi dos mil años en que con pocas palabras os enseñé la manera de encontrar el Reino de Dios. Amaos los unos a los otros, os dije. Habéis vivido muchas veces, sin materia o con ella, en este valle y en otros, y no habéis podido aprender la lección. 62. Mucho andaréis aún hasta que se haga realidad en vuestro espíritu aquella sublime enseñanza. 63. Este mundo está llamado a espiritualizarse con sus moradores y terminar así con los sufrimientos y vicisitudes. 64. El fuego de mi amor viene a fundir la nieve de vuestro corazón, y aunque pasen los siglos Yo seguiré enseñando, y vosotros llegaréis a aprender y amar. 65. ¿Recordáis a María Magdalena? ¿No habéis entendido el símbolo que ella encierra? 66. La mente del hombre no sabe comprender mis símbolos, se estaciona ante el misterio y se conforma con el símbolo. 67. Los símbolos son imágenes caídas que ya no deben existir en el culto de la humanidad en su edad de luz. 68. María Magdalena la pecadora, como el mundo la ha llamado, fue merecedora de mi ternura y de mi perdón. 69. Pronto logró su redención, lo que no sucede con otros que piden débilmente el perdón por sus pecados; mientras ella encontró pronto lo que buscaba, otros no lo logran. 70. Magdalena se hizo perdonar sin hacer alarde de su arrepentimiento, ella había pecado como vosotros pecáis, mas había amado mucho; el que ama podrá tener equivocaciones en su conducta humana, pero el amor es la ternura que rebosa del corazón; si vosotros queréis ser perdonados como ella, volved vuestros ojos a Mi llenos de amor y confianza, y seréis como ella, absueltos de toda mancha. 71. Aquella mujer no volvió a pecar, el amor que de su corazón rebosaba lo consagró a la Doctrina del Maestro. 72. Fue perdonada aunque había cometido errores, pero en su corazón llevaba el fuego que purifica, y por aquel perdón que recibió la pecadora, ya no se apartó un instante de Jesús, más bien mis discípulos me dejaron solo en las horas más cruentas que aquella pequeña; María no se apartó de Mí, no me negó, no temió ni se avergonzó. 73. Por ello le fue concedido llorar a los pies de mi cruz y sobre mi sepulcro, su espíritu pronto se redimió por lo mucho que amó; en su corazón llevaba también espíritu de apóstol; su conversión resplandece como luz de la verdad; había sabido humillarse ante mi planta para decirme: "Señor, si tú lo quieres yo seré salva del pecado". 74. Mientras vosotros, cuántas veces quisierais convencerme de vuestra inocencia cubriendo vuestras faltas con largas oraciones. 75. No, discípulos, aprended de ella, amad en verdad a vuestro Señor en cada uno de vuestros hermanos, amad mucho y os serán perdonados vuestros pecados. Grandes seréis cuando hagáis florecer en vuestro corazón esa verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 213 1. La luz de mi Espíritu es con vosotros, Cristo es sobre vuestro espíritu y a través de labios humanos manifiesta la palabra de vida y verdad como un camino que conduce hasta Mí. 2. Abrid las puertas de vuestro santuario para que Yo penetre a lo más puro de vuestro ser. 3. Domingo de Resurrección llamáis a este día porque en él evocáis los acontecimientos que vivió Jesús a su paso por la Tierra. 4. Descorred ya el velo del misterio para que penetréis en el santuario de la verdad. En esta cátedra os revelo grandes enseñanzas para que desaparezcan de vosotros las tinieblas del misterio con que ayer envolvíais mi luz. Escuchad: Sólo el que muere puede resucitar ¿Creéis que Jesús haya muerto en aquel tiempo? ¿Habéis podido imaginar muerto a vuestro Maestro? 5. La muerte es sólo un símbolo, la muerte existe para aquellos que aún no alcanzan el conocimiento de la verdad; para ellos la muerte sigue siendo un espectro tras el cual está el misterio o la nada; a vosotros os digo: Abrid vuestros ojos y comprended que tampoco moriréis; os separaréis de la materia, mas eso no quiere decir que moriréis; vosotros, como vuestro Maestro, tenéis vida eterna. 6. Cuando dejé mi cuerpo, mi Espíritu hizo su entrada en el mundo de los espíritus para hablarles con la palabra de verdad como a vosotros, les hablé del amor divino porque ése es el verdadero conocimiento de la vida. 7. En verdad os digo que el espíritu de Jesús no estuvo un solo instante en la tumba, tenía en otros mundos muchas caridades que hacer; mi mente infinita tenía para aquellos, como para vosotros, muchas revelaciones que manifestar. 8. También hay mundos donde los seres en espíritu no saben amar, moran en la obscuridad y ansían la luz; hoy los hombres saben que donde hay desamor y egoísmo existe obscuridad, que la guerra y las pasiones son la llave que cierra la puerta del camino que conduce al Reino de Dios. 9. El amor, en cambio, es la llave con que se abre el Reino de la luz que es la verdad. 10. Aquí me he comunicado a través de materias, allá me he comunicado directamente con los espíritus elevados, para que ellos instruyan a los que no están capacitados para recibir directamente mi inspiración. 11. Y esos seres elevados, luminosos, son como aquí para vosotros, los portavoces. 12. Hoy sabréis el porqué de mi venida a este mundo y el porqué de mi visita a aquellos mundos. 13. Yo había dicho a los espíritus: "volveréis a nacer", y antes de expiar en cuerpo limpiaréis vuestro espíritu de toda impresión superflua para que en vuestro nuevo nacimiento seáis como antorchas encendidas. 14. Los hombres que llevan en sí la luz de mi Espíritu Santo, son como antorchas encendidas; los que no quieren conocer la verdad, son como antorchas apagadas, lámparas que no arden porque no se han encendido en el fuego de mi sabiduría. 15. Yo no quiero que seáis antorchas apagadas, porque no podréis cumplir con vuestro destino, o sea con la misión de vuestro espíritu. 16. En verdad os digo que en los instantes en que vibra mi palabra por el entendimiento del hombre, millares y millares de seres desencarnados están aquí presenciando mi manifestación y escuchando mi voz; el número de ellos es siempre mayor al de los que se presentan en materia. Como vosotros, van saliendo lentamente de la tiniebla para penetrar en el Reino de la Luz. 17. Sois inmortales, os he dicho. Si la célula de vuestra materia no muere, no tiene por qué morir el espíritu. 18. Este día de recordación y meditaciones, es el símbolo de la gloria del espíritu, de la resurrección de la luz de vuestra lámpara. 19. Me ha placido manifestarme entre vosotros en estos días de conmemoración, para despertar en vuestro corazón sentimientos de fe, de piedad, de espiritualidad; he aprovechado estas horas para lavar y purificar vuestros corazones. 20. ¿Por qué os habéis manchado? Porque no os habéis dejado conducir por el poder del espíritu, cuya fuerza la habéis confundido con la de vuestra voluntad humana, vuestras vanidades y caprichos. 21. Es necesario que penetréis en vuestro corazón, en vuestro interior, para que sepáis en qué grado os encontráis para la voz de la conciencia, en qué estado de amor estáis para con vuestros semejantes; entonces sabréis hasta qué punto sois antorchas encendidas o flamas apagadas. 22. Yo os digo que de acuerdo con vuestro amor, así será la fuerza, la bondad y la luz que poseáis. 23. También vosotros tendréis vuestro día de liberación y vuestro día de gloria. ¿Cuál será ese día? Aquél en que venzáis en el campo de batalla de vuestra vida. 24. La Tierra es campo de lucha, mucho hay allí que aprender; si así no fuese, os bastarían unos años de vida sobre este planeta y no seriáis enviados una vez tras otra a reencarnar. No hay tumba más lóbrega y obscura para el espíritu, que su propio cuerpo, si éste lleva en si escoria y materialismo. 25. Mi palabra os levanta de esa tumba y luego os da alas para que remontéis el vuelo a las regiones de paz y luz espiritual. 26. Conforme vuestro espíritu va triunfando de las tinieblas y va salvando obstáculos, en él va apareciendo la luz; por ello, unos recorreréis en mayor tiempo que otros el camino. 27. Grande será el que siga la huella del progreso espiritual, y pasando sobre él las edades y las eras adquiera la luz, la experiencia y la evolución. 28. Y después de esa lucha, esfuerzos y lágrimas, tendréis vuestra liberación y vuestra gloria, aquélla en que surjáis brillando en plenitud con la luz de la conciencia. 29. La gloria no es un lugar determinado, la gloria es el final de la evolución del espíritu; no siendo esa gloria un lugar fijo, es necesario que comprendáis por qué los que dudan de la existencia del Espíritu dicen: "yo moriré" y piensan en la muerte como en el fin; y en cambio quienes creen en la vida eterna dicen: "yo siempre viviré". 30. El que materializa su fe y su culto imagina y busca a Dios en forma limitada. 31. El espiritualista sabe que el Omnipotente está en todo, que el mundo, el Universo y el infinito, están saturados de mi esencia y mi presencia. 32. El que así me reconozca y me conciba, es templo viviente de Dios y no materializará ya las manifestaciones del espíritu con símbolos o formas. 33. No digáis ya que hay solamente un Cielo y una Tierra, y que éstos son lugares determinados, existen millares de mundos; no olvidéis que dije en Jesús: "hay muchas moradas en la casa de mi Padre". 34. Bien está que en la vida material os aneguéis a las leyes de vuestra Naturaleza, mas también comprended que dichas leyes no son eternas. 35. Yo he venido una vez más a los humildes porque son los que entienden mejor estas palabras; recordad que dije: "el que ha sido humillado, será ensalzado". En este día que llamáis de Resurrección, espiritualizaos para que digáis: "Yo soy el templo y la lámpara, yo soy la ofrenda". Amaos, si, pueblo, porque el que ama lleva en si la gloria. Pueblo bendito, espíritus de las doce tribus de Israel encarnados en este tiempo para formar el escudo de la humanidad, os estoy preparando en espíritu y en materia para hacer de vosotros un instrumento dócil y llevaros por esta senda que os trazo, para que dejéis vuestro ejemplo a las nuevas generaciones. 36. Entre vosotros están los descendientes de Rubén, de Dan, de Judá y Levi, de Isacar y Zabulón, y de todos los patriarcas de las tribus, y como espíritus fuertes que sois, debéis seguir manifestando esa fortaleza y fe en vuestro Dios. 37. El nombre de Israel no puede borrarse, y aunque ha sido codiciado, probado y perseguido, este pueblo no morirá porque es la simiente de vuestros primeros padres, que fueron tronco y vida de muchas generaciones. Hoy miráis esa raza decadente y en alto grado de degeneración, que ha amado más a su carne que a su espíritu y se ha envanecido con sus dones; por eso a vosotros os he hecho encarnar en otra tierra, en otra raza, para que no cayeseis en aquellos errores. 38. La espiritualidad os ha sido inspirada desde el principio de los tiempos, es una semilla que os fue dada para que la cultivéis con esmero, y os encomendé la tarea de transmitirla a todos los pueblos sin distinción de razas. Hoy, en la plenitud de los tiempos vengo a vosotros para pediros cuenta de esa simiente. 39. Todos los hombres lleváis esa semilla porque antes que materias, habéis sido espíritus, y la espiritualidad es el camino que os está señalado por lo cual llegaréis a perfeccionaros. 40. Sois el pueblo más agraciado y a pesar de ello no habéis sabido usar vuestros dones, no habéis querido interpretar mi voluntad. Este mundo que he preparado para recreo, desarrollo y bendición de vuestro espíritu, lo habéis amado como si fuese vuestra morada eterna, y habéis echado en él profundas raíces; olvidáis la vida espiritual y no preparáis vuestra entrada en ese valle que os espera. 41. Mirad, esa morada se encuentra poblada de espíritus escasos de méritos por su falta de espiritualidad, de preparación, y cuánto dolor los embarga, cuánto arrepentimiento. Vosotros no debéis habitar ese mundo, sin antes hacer progresar a esos espíritus que ya sea por ignorancia o rebeldía no supieron labrar su elevación. 42. Lo que la humanidad llama progreso, no lo es para los espíritus, porque si estuviesen elevados me amarían sobre todo lo creado y habría paz y armonía entre los hombres, ellos sólo me presentan su desnudez e ignorancia espiritual. 43. Cuán dura es la humanidad para convertirse al bien. No estáis conformes con mis leyes y no queréis modificar vuestra vida, os lastima mi palabra cuando os hablo de regeneración ¿Cómo queréis que calle si no estáis a salvo? 44. Sed fuerte, Israel, luchad contra el mal; id aún en contra de vosotros mismos si lleváis huellas de maldad. Preparad el ambiente que respiráis, venced toda influencia extraña, haced uso de vuestras facultades y potencias, velad y orad. 45. Cimentad la fe de la humanidad y construid con ella una torre tan alta, que llegue a lo celestial cuya base sea inconmovible. 46. Con vuestra oración y con obras espirituales podéis detener el avance de los elementos de destrucción, porque serán desatados con mayor fuerza que ahora después de 1950; la humanidad se purificará para que pueda recibir la buena nueva, y después de su gran dolor verá brillar el iris de la paz y sentirá mi llamado que le invita a penetrar en una nueva vida. 47. Hoy que habéis vuelto a la Tierra, venís a testificar mi presencia, es una de las misiones que siempre habéis tenido y os sorprendéis cuando os hablo en esta forma, porque creéis no tener conocimiento del pasado de vuestro espíritu. Pero es tan profunda esa huella, que no podréis ni vosotros ni el tiempo, borrar vuestra historia. 48. Os estoy enseñando para que más tarde prediquéis mi enseñanza, y los que hayan de oíros se sorprenderán de vuestras palabras y os tendrán por los nuevos profetas y apóstoles, entonces os amarán. Haced que vuestra obra sea fructífera. No sembréis en tierra estéril, no expongáis mi Obra a la burla. Sed prudentes y complaced a los que os soliciten y perdonad a quienes no sepan recibiros. 49. Mi palabra ha encontrado eco en la unión de vuestros pensamientos y se deleita mi Espíritu de Maestro enseñando a mis nuevos discípulos. 50. Si meditáis profundamente, encontraréis que Yo he estado siempre con vosotros y que desde la primera revelación, mi mensaje encaminó a los hombres a la espiritualidad. Es natural que después de algunos miles de años de habitar espíritus en esta Tierra, Yo os traiga una Doctrina de mayor elevación de la que ahora tenéis. 51. Mi Doctrina, que es en todo tiempo la explicación de la Ley, ha venido a vosotros como camino de luz, como brecha segura para el espíritu; sin embargo, los hombres empleando el libre albedrío de que fueron dotados, queriendo seguir un camino para su vida, han elegido siempre el camino fácil de la materialidad, desoyendo algunos de manera absoluta los llamados de la conciencia que siempre encaminan hacia lo espiritual; y otros, creando cultos y ritos para creer que van con paso firme por la senda espiritual, cuando en verdad son tan egoístas como aquéllos que han excluido de su vida mi nombre y mi palabra. 52. Si pudieseis contemplar desde aquí el valle espiritual donde habitan los seres materializados, aquéllos que nada han labrado para la jornada espiritual después de esta vida, quedaríais anonadados; pero ni por un instante diríais: ¡Cuán terrible es la justicia de Dios! No, en cambio exclamaríais: ¡Qué ingratos, qué injustos y crueles somos con nosotros mismos! ¡Qué indiferentes para con nuestro espíritu y qué fríos hemos sido como discípulos de Jesús! 53. Por eso el Padre ha permitido que aquellos seres se manifiesten a veces en vuestra vida y os den el mensaje doloroso, angustioso, de su vida oscura y sin paz. Son moradores de un mundo que no tiene la luz radiante de las moradas espirituales, ni las bellezas de la tierra que habitaron. 54. Aquel extenso valle, lleno de turbación, de remordimientos, de dolor, de tristeza y desesperación, sólo es iluminado por la luz de la conciencia que va despertando uno a uno a aquellos seres y cuando esa luz llega a invadir todo el espíritu, éste reconoce su camino, arroja la vestidura de materialidad que conservaba y vuelve a sentir que vive, que ha sido resucitado, que una voz le llama desde lo infinito, y que esa voz es la del Padre, quien desde el principio de los tiempos le trazó el sendero de luz y felicidad. 55. Nadie de vosotros quiera ir a habitar en las tinieblas de la turbación, ni a beber el cáliz de los remordimientos. 56. Para evitaros aquella infinita amargura, tened caridad de vuestro espíritu, haced obras verdaderas de amor, no obras superficiales con las cuales tratéis de engañaros a vosotros mismos. 57. Mi Doctrina imparte espiritualidad, y la espiritualidad quiere decir verdad, pureza, luz, sinceridad y amor. 58. Esta es mi senda, la única, aquélla que desde los principios os fue trazada y quedó escrita en toda conciencia. 59. Mi voz, que resuena nuevamente en lo recóndito de vuestro ser, viene a llamaros hacia el camino perdido, hacia el sendero olvidado, para que acumuléis méritos, que serán luz, satisfacciones y elevación para vuestro espíritu, cuando él tenga que traspasar el velo que existe entre lo material y lo espiritual. 60. Os hablo de ese velo, porque vuestra pequeña elevación espiritual aún no os permite unir en una sola todas las moradas existentes, y así como en la Tierra, vuestra falta de fraternidad os ha dividido en pueblos y naciones, en el Universo, los seres pequeños se han visto divididos por mundos, moradas y espacios. 61. Tiempo llegará en que las fronteras de este mundo sean borradas por el amor y en que los mundos se acerquen unos a otros por espiritualidad. 62. Mientras, seguirá la lucha entre la conciencia y el libre albedrío, del cual toma y se aprovecha el hombre para hacer de su vida lo que le place. 63. La lucha entre esas dos fuerzas llegará a su culminación y el triunfo se inclinará de parte del espíritu, el cual, en una entrega absoluta de amor hacia su Padre, le dirá: "Señor, renuncio a mi libre albedrío, hágase en mi sólo vuestra voluntad". 64. Yo bendeciré al que así llegue delante de Mí y lo envolveré en mi luz, mas le haré saber que esa bendita libertad de que fue dotado, nunca se la quitaré, pues el que hace la voluntad de su Padre, el que es fiel y obediente, es digno de la confianza de su Señor. 65. ¿Verdad que habéis entendido lo que os he hablado de la vida espiritual? Ved como lo espiritual es simple y diáfano, al contrario de las doctrinas y enseñanzas vuestras que todo lo complican. 66. Meditad, discípulos. 67. Mi Arcano se abre y algo de él dejo manifestar a los hombres a través del portavoz. 68. En el año de 1866 brilló una estrella como aquélla que anunció el nacimiento del Mesías. Pocos la contemplaron porque el mundo estaba durmiendo. 69. Esa estrella fue Elías, y con su manifestación a través del entendimiento de Roque Rojas se abrió una nueva era espiritual. Con su luz vino a iluminar el camino para guiar a los hombres y anunciarles un tiempo de grandes revelaciones. Mas como Elías es mi profeta y mi precursor, a través de su espíritu profeticé el tiempo de mi comunicación en esa misma forma. 70. Los primeros oyentes, los primeros testigos de esa manifestación, se sorprendieron al escuchar que la palabra que Roque Rojas pronunciaba, no era de él sino que venia del Más Allá; que era una palabra llena de consuelo, de promesas y de esperanza. 71. El corto número de párvulos creció, convirtiéndose en multitud, la cual al recibir más tarde la presencia del Maestro a través de nuevos portavoces, reconoció en la palabra un fruto con sabor divino y esencia espiritual, que era el único que podía apagar su sed y mitigar su hambre. 72. Un nuevo apostolado surgió de entre ese pueblo, formado por corazones sencillos y humildes, pero llenos de amor y de fe para seguirme. No podía faltar entre ellos un nuevo Tomás que necesitase ver para creer en mi presencia; un nuevo Pedro que creyendo en Mí, me negase por temor a la humanidad y un nuevo Judas Iscariote que me traicionase, cambiando mi palabra y mi verdad por monedas y halagos. 73. Las multitudes que forman este pueblo siguieron aumentando y ramificándose por ciudades, comarcas y aldeas, y fueron surgiendo de este pueblo apóstoles de la verdad y la rectitud, labriegos abnegados y llenos de celo en la Doctrina de su Señor y profetas limpios de corazón que han hablado la verdad. 74. Ante una inmensa e invisible mesa espiritual les siento para que coman mi pan celestial y mi vino de eternidad, para que nunca les falte la fortaleza en su misión. Mientras hay quienes escuchándome, permanecen aletargados espiritualmente, hay también quienes me interrogan a cada instante, porque se hallan ávidos de saber. Estos me preguntan: ¿Por qué me manifiesto a la humanidad bajo esa forma; por qué Elías vino antes; quién es Elías y quién Roque Rojas y quién desató los Siete Sellos? 75. Yo a todos contesto y enseño con el amor del perfecto Maestro. Si algunos se confunden porque no vengo entre regios altares o suntuosas ceremonias, la espiritualidad que otros tienen les dice que Jesús nunca buscó galas ni vanidades, sino corazones. 76. Siempre he venido en pos de vuestro espíritu, no de vuestro cuerpo; porque la materia pertenece a la Tierra donde su seno la reclama, mientras el espíritu a través de su conciencia, estará oyendo siempre la voz divina que le llama. 77. Extenso ha sido el tiempo de mi predicación en mi última venida, abarca desde 1866 hasta 1950. 78. Los primeros frutos de mi enseñanza deben ser los de vuestra regeneración espiritual y material, abandonando idolatría, fanatismo, superstición, erróneas interpretaciones y también egoísmo, malas voluntades, vicios y toda lacra; cuando eso sea, podréis hablar de mi Ley sin confundir a nadie; no imprimiréis en mi Doctrina vuestros errores, ni trataréis tampoco de ocultarla reservándola sólo para vosotros. 79. Elevad vuestro espíritu a través de un culto más perfecto y elevad vuestro corazón por medio de una vida virtuosa y seréis como el principio para un nuevo mundo, una nueva humanidad que supo levantarse sobre los cimientos de espiritualidad que os traje en mi revelación del Tercer Tiempo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 214 1. A través de los labios humanos os entrego mi palabra, porque los mensajes que instante por instante envío a los hombres, ni siquiera los percibís. Esa es la razón por la cual he tenido que comunicarme por el entendimiento del hombre. No es que Yo necesite de aparatos humanos para manifestarme, sois vosotros los que lo habéis necesitado. 2. Mi Ley amorosa sólo ha venido a apartar abrojo por abrojo del sendero, para que podáis llegar ante Mí. 3. Para el Padre nada es imposible ni difícil, así es que del mismo hombre hice el instrumento de mi comunicación y con ello os demostré mi caridad hacia vosotros, perdonando vuestras imperfecciones y no reparando en vuestras manchas; también os di pruebas de mi poder al entregaros una palabra sabia, dulce, divina, a través de un pobre entendimiento y de unos impuros y torpes labios. 4. Ese milagro todos lo habéis visto, cuando habéis sentido que desaparece la materia del portavoz y percibís la presencia del Maestro. Entonces habéis gozado con la divina palabra, os habéis sentido transportados a un mundo de luz y os habéis deleitado en la paz espiritual del éxtasis. 5. ¿Cuánto tiempo duró hablándoos el Maestro? ¿Cuánto tiempo estuvisteis dentro de aquella elevación? No lo podríais decir, porque en aquella hora estuvisteis más allá del tiempo. 6. Después, cuando la cátedra ha cesado, habéis sentido deseos infinitos de llegar a vuestro hogar para repetir mis palabras, habéis tenido nobles deseos de encontraros en el camino con alguien que os hubiese ofendido para perdonarlo, o con algún necesitado para darle la buena nueva de mi presencia. 7. Cuando al fin encontráis a alguien, a quien relatarle lo que oísteis, sentís que vuestros labios son torpes para expresar aquella divina lección y entonces comprendéis que verdaderamente es profunda esta palabra y que también la forma en que trabajan estos portavoces es digna de vuestra atención. 8. Dice el Maestro a los que sufren considerándose torpes para expresar la divina palabra: No temáis, que poco a poco vuestros dones se irán desarrollando hasta que llegue el día en que ni siquiera necesitéis de la comunicación a través de los portavoces, porque el mensaje que os envíe, lo recibiréis directamente a través de la comunicación perfecta de "espíritu a Espíritu". 9. Cuando alcancéis a dar ese paso, fijaos bien en lo que os digo: la vida surgirá ante vuestro espíritu, ante vuestros sentidos y ante vuestra mente, como un torrente de sabiduría, como un canto de amor, como una escala que os eleva hacia el Creador. 10. Llegad pronto a esa altura, pueblo, para que viváis en forma elevada, espiritual y en verdadera armonía con todo lo creado. 11. Ahora sois apenas los tiernos párvulos de una Doctrina infinita en poder y sabiduría, más, el que os la enseña es el Maestro de maestros. Dejaos conducir dócilmente por Él y miraréis cómo su amor irá apartando del sendero toda espina y todo tropiezo. 12. Mi palabra en este Tercer Tiempo viene a llenar el inmenso vacío que existe en el espíritu de la humanidad, vacío que los hombres jamás han podido llenar con amor humano, con riquezas del mundo, con ritos o cultos materiales. 13. Ha llegado entre vosotros el mensaje deseado, bendiciendo a quienes lo esperaron y despertando a quienes dormían. Mi mensaje es para todos y todos le conocerán conforme la hora vaya llegando a cada corazón, a cada pueblo y a cada nación. 14. Mi palabra es luz de verdad y justicia que brilla en las tinieblas de esta humanidad. Habla a vuestro espíritu invitándolo a meditar para que conozca el porqué de mi venida y la explicación de todo misterio. 15. Para que la humanidad pueda entonar un himno de paz, necesita amar y perdonar. No alimentéis más el egoísmo ni el rencor, el odio o la ofuscación, porque estáis deteniendo a mi Espíritu que quiere llegar al vuestro para formar entre los hombres su reinado de paz. 16. Sí, pueblo, vos que sois una pequeña parte de la humanidad, sabéis de la destrucción moral y material que existe, veis su miseria y su escasez, su tristeza y desolación, esa miseria y ese dolor lo sufre no sólo la materia sino también el espíritu que ha debilitado por falta de méritos. 17. Sed guías de vuestros hermanos, sed mis precursores; sentid mi amor y amad plena y desinteresadamente; iluminaos y llevad por el mundo ésta luz, inspiraos en la verdad y profundizaos en las grandes revelaciones que os lo he a través de los tiempos y llevad este conocimiento a los que saben menos que vosotros. 18. Penetrad con esta luz en vosotros mismos y descubrid el poder con que Yo he dotado a vuestro espíritu y cuando aprovechéis el valor de esos dones, sabréis amar la vida, y desde este valle que habitáis amaréis y conoceréis la vida eterna. 19. Amad y perdonad mucho si queréis llamaros mis apóstoles. Pensad en Mí, y vuestra pena se disipará. No sintáis dolor si os ofenden, bendecid y dejadme vuestra causa; entonces os sentiréis más dichosos que aquéllos que se creen ricos por sus caudales, porque habéis perdonado; no sabéis si ese perdón sea el precio de vuestra salvación y con esa obra podréis iluminar el espíritu de aquél que os hizo sufrir y con ello lo hayáis rescatado también. 20. Amad todo, hasta el aire que respiráis, porque en él está mi amor como está en toda la Creación. Amad el tiempo y la hora en que vivís, porque en todo está manifestado mi Espíritu. ¿No sentís cómo esta Naturaleza que os rodea pide paz y amor? Volveré a su cauce todos los elementos; restauraré todas las criaturas, mas el hombre tendrá que sufrir todas las consecuencias de sus faltas que han dado origen a la destrucción. 21. Este pan que os estoy dando es el alimento que necesita la humanidad, el único que puede sustentarla. Recibidlo con amor y con él haceos fuertes para que estéis dentro del cumplimiento. 22. Vivid ampliamente vuestra vida, vivid serena y pacientemente para que demostréis vuestra fe. Nada temáis, Yo estoy con vosotros. Si sois fuertes, podréis ver caer vuestra ciudad piedra tras piedra y no os amedrentaréis, porque dentro de vosotros está el poder divino, esa parte de mi Espíritu que hay en vosotros y con él podréis construir grandes obras en el corazón de vuestros hermanos. Podéis dar alegría a los tristes, enjugar lágrimas, levantar el ánimo caído; la obra que edifiquéis con fe y con amor será grande e indestructible. 23. Dejaos conducir por mi amor a la vida eterna. Abrid vuestros ojos y participad de las grandezas y bellezas que he creado para la felicidad de todos mis hijos. Mi bendición llega a todos, creyentes e increyentes. Limpio de espinas el camino para que no lastiméis más vuestra planta y sigáis adelante siempre firmes, obedientes a vuestro Padre Celestial. 24. En mi palabra os traigo curación para vuestras dolencias; en vuestra palabra vengo a depositar bálsamo para los enfermos; pero comprended, pueblo, que este bálsamo no es tan sólo para el cuerpo, sino también para el espíritu, no sólo para el que vive en el mundo, también para el que está en espíritu. 25. A veces, cuando os estoy hablando por medio de estos portavoces, contemplo que venís rodeados los unos, poseídos otros y perseguidos otros más, por seres turbados que dominan vuestra voluntad, perturban vuestra mente o enferman vuestro cuerpo; entonces les hablo con el lenguaje del espíritu y les aparto de vuestro camino; pero no todo ha de hacerlo el Maestro; Yo quiero que sepáis cuál es la causa de que esos seres, hermanos vuestros, penetren en vuestra vida material y qué es lo que debéis hacer para libraros de sus malas influencias, haciendo al mismo tiempo, luz en aquellos espíritus dignos de vuestra caridad. 26. Esos espíritus que no pertenecen ya a la vida humana, llegan a los hombres y aún conviven con ellos: de esto os di muchas lecciones en el Segundo tiempo aprovechando los casos en que me eran presentados algunos poseídos; pero aquel pueblo y sus sacerdotes no supieron comprender el sentido de aquellas revelaciones y me juzgaron según su mala fe. 27. Ahora vengo a ampliar mi lección para que seáis poseedores de este conocimiento y a daros armas para que luchéis y venzáis la confusión. 28. Discípulos: La causa que motiva la presencia de los espíritus turbados, sin paz y sin luz, entre vosotros, son los malos pensamientos, las malas palabras, las bajas pasiones, las malas costumbres, los vicios; todo ello es como una fuerza que atrae a todos aquéllos que, por no haberse purificado, tienen que buscar moradas impuras en donde habitar. Son seres ya sin cuerpo, que en su turbación buscan cuerpos ajenos para expresarse a través de ellos, pero por su turbación y su influencia lo único que logran es perturbar la paz, nublar la mente o enfermar a aquellos a quienes se acercan. 29. Esos espíritus son el símbolo de la enfermedad, los habitantes de las sombras, los que no saben ni lo que es vida ni lo que es muerte. 30. Yo, que soy la luz del espíritu, busco uno tras otro a los perdidos, uno tras otro a los muertos a la vida espiritual, para rescatarles de su tormento y hacerles sentir la paz, aquella paz que viene de la comprensión. Mas, vuelvo a deciros que no sólo el Maestro, sino los discípulos también deben saber hacer luz en aquellos seres que, aunque invisibles al sentido de vuestra vista material, son perceptibles a la sensibilidad de quien sepa prepararse. 31. La forma de luchar contra las malas influencias de aquel mundo más numeroso y fuerte que el vuestro, es la de orar, la de permanecer fieles a los dictados de mi Doctrina y la firmeza en el bien. El que lucha con estas armas no sólo a sí mismo se liberta, sino también salva y liberta a sus hermanos. 32. ¿Cómo podréis ser espiritualistas si ignoraseis esta enseñanza? ¿Cómo podía haber sido completa la curación que practicaba Jesús, si no hubiese revelado la curación de los poseídos? 33. Estudiad profundamente mis palabras y no tratéis de hacer ciencias de mis enseñanzas, ni a valeros de lo que Yo he enseñado, para libraros sin amar a los que llegasen a perturbaros, porque caeréis junto con ellos en las tinieblas. 34. ¿Cuándo haréis con vuestras buenas obras de esta Tierra un mundo en el cual todo aquél que pase turbado, después se marche lleno de luz? ¿Cuándo dejaréis de ser habitación propicia para la presencia de aquel mundo de malas influencias? 35. Si no llegáis a conocer esta realidad, nunca podréis libraros de aquellas acechanzas, ni podréis hacer nada en beneficio de los grandes necesitados; seréis unos y otros enfermos que continuamente se contagien sus males. 36. Pensad entonces en la finalidad de mis enseñanzas, en el sentido de mi nueva venida, en todo lo que abarca mi palabra con su luz, para que dejéis de imaginaros como únicos habitantes de esta morada. Mirad cuánto os rodea y llegad a ser verdaderamente los hijos de la luz. 37. Oídme, analizad mi palabra y os aseguro que presto os convertiréis en discípulos del Maestro de todos los siglos y de todas las eras. 38. Pueblo de Israel, que habéis sido forjado en muchas luchas a través de los tiempos, vos que sabéis de los sinsabores de la esclavitud, de la persecución, de las largas jornadas, descansad y ahora sed libres en esta Tierra que os doy como morada pasajera. En este tiempo no iréis en busca de tierras que manen leche y miel, ni os encaminaréis a Samaria, sino buscaréis mi reino espiritual, vendréis a este inmenso valle al cual os invito a respirar la paz, a envolveros en la luz de mi sabiduría y a recobrar vuestras fuerzas perdidas. 39. Desenvolved vuestro espíritu porque vivís en un nuevo tiempo y como el hijo primogénito del Padre, habéis venido a iniciar entre la humanidad esta etapa de espiritualidad que os corresponde. 40. Antes de dar principio a vuestra misión, oíd y aprended de Mí; mi palabra es el libro, y cuando hayáis comprendido sus lecciones, id a vuestros hermanos, predicad y unid a vuestras palabras vuestras obras. Orad y poneos en contacto conmigo y con vuestros ángeles guardianes, para que vuestra inspiración sea fecunda. Yo os invito a penetrar en una vida de recogimiento, para que podáis concentrar en vuestro cumplimiento, todas vuestras fuerzas y en corto tiempo veréis la transformación de vuestro ser. Miraréis con claridad vuestro destino y seréis como un faro que iluminará el sendero de vuestros hermanos. 41. No temeréis al futuro porque sabéis que Yo soy vuestro guía y que he dispuesto todo con justicia. Llegará el momento en que os sentiréis inspirados por Mí, e impulsados por vuestro espíritu, iréis en busca de los enfermos y en ellos derramaréis el consuelo, buscaréis a los que tienen hambre y sed de conocimientos verdaderos y a ellos les daréis la palabra que es luz, y también llegaréis a los desheredados, a los humildes y a ellos también tenderéis vuestra mano y pronto os encontraréis convertidos en consejeros, en guías e intermediarios de la humanidad. 42. Mientras más grande sea el abismo en que hayan caído vuestros hermanos, mayor deberá ser vuestra paciencia y vuestra caridad para ellos. 43. Sabéis que todos en vuestro principio habéis sido puros y que en vuestro final volveréis a serlo. No desconozcáis vuestro origen y apresuraos en el camino para que presto retornéis a Mí. 44. La humanidad se ha multiplicado en número y la Tierra se encuentra henchida de esta simiente; el hombre ha cumplido mi mandato que le di en el principio de los tiempos, más hay muchas leyes que no ha sabido cumplir. No es el amor el que lo mueve a emprender grandes obras. No es la razón por la cual ha luchado. Su espíritu ha descendido mucho y en su caída ha perdido el equilibrio. Mas Yo vengo a detenerlo y a hacerlo volver al plano que le corresponde. Son tan grandes las virtudes que he puesto en su espíritu, que si hubiese sabido hacer uso de ellas, estaría en una escala muy alta y el dolor no se hubiese enseñoreado para hacerlo sufrir. 45. Aún podéis recobrar lo que habéis perdido, por eso he venido a vosotros y os doy todos los medios de alcanzar vuestra elevación. 46. ¡Venid a Mí, humanidad, pedidme y os daré! mis complacencias no han acabado, la fuente está rebosante de gracia para todo el que las solicite. Yo os perdono y os dejo limpios para que deis principio a vuestro cumplimiento. 47. Bienvenidos seáis a la fuente de inspiración, donde venís a mitigar la sed y a dejar la fatiga. En Mí existe esa agua cristalina que apaga la sed de amor de los espíritus. 48. En este tiempo, el camino de vuestra vida se ha hecho azaroso y la jornada dura. Por eso he venido, para iluminar vuestra caminata con la luz de mi palabra que es esperanza. En mi enseñanza no ceso de animaros a proseguir y os recuerdo siempre que no olvidéis lo transitorio de vuestra existencia, detrás de la cual está un más allá esperándoos para envolveros en su paz. 49. Sois en verdad, los peregrinos del desierto que os alimentáis con la esencia de mi palabra, y animados por la fe de vuestro espíritu vais en pos de la meta que habréis de alcanzar. 50. La fe es una fuerza que levanta, que transforma e ilumina, por ella puede el hombre remontarse hasta su Creador, porque su luz ilumina el camino de la Ley, por donde se llega al Padre. 51. Así, con esta fe venís caminando, aceptando con toda conformidad de espíritu y materia, los tropiezos y vicisitudes propios de este tiempo. Mas llegará el día en que habléis y testifiquéis de Mí, de la forma en que he estado con vosotros, de cómo me habéis oído y contemplado y también de cómo habéis recibido mi inspiración. Yo os anuncio que encontraréis preparada a la humanidad para comprender la enseñanza de la espiritualidad. Hoy no podéis pregonar que el Maestro está entre vosotros porque no os creerían y os juzgarían faltos de razón. 52. Ved en la historia cómo siempre los inspirados de Dios han sido desconocidos, porque los hombres, cubiertos de materialismo, no pueden contemplar la verdad. 53. Igual os pasará a vosotros al hablar de mi Obra, cuando tropecéis con los que sumidos en el fanatismo, en la ignorancia y en el materialismo se encuentran. Ante ellos expondréis mi doctrina y cada quien la tomará según su desenvolvimiento espiritual, mas al final brillará esta verdad, porque la verdad soy Yo. 54. Cuando los hombres hayan alcanzado la paz, será el tiempo en que el Maestro os revele grandes enseñanzas para el espíritu, revelaciones que serán comprendidas por las generaciones venideras, quienes tendrán una evolución mayor. 55. Vosotros estáis conmigo, aprendiendo a sembrar, sabiendo que el fruto lo saborearán los que vengan detrás de vosotros, aunque ellos no tropezarán con los obstáculos que vosotros encontrasteis, pero sí juzgarán vuestras obras; por eso dejad en el camino una huella de amor y de caridad, para que podáis tener en espíritu, la satisfacción de haber cumplido la Ley que os enseñé. Analizad mi palabra y dejad que os juzgue YO, mientras, mejorad vuestra vida y vuestras obras. 56. Si queréis que vuestros hermanos descubran que sois mis discípulos, daos a conocer por la nobleza de vuestro corazón. Dejad que la humildad se refleje en vuestros actos, que el que es manso de corazón, lo es también de espíritu. El soberbio y vanidoso aparenta ser fuerte, mas en realidad es pobre de espíritu. 57. El espiritualismo viene a destruir costumbres y tradiciones impuestas por los hombres las que han retrasado al espíritu. Espiritualismo es evolución y elevación incesante del espíritu, el que por medio de sus dones y atributos se purifica y se perfecciona hasta llegar a su Creador. El espiritualismo señala la forma en que el espíritu expresa, siente y recibe a su Señor. El espiritualismo liberta al espíritu y lo desarrolla. 58. Lo espiritual es fuerza y luz universal que está en todo y de todos es. A nadie le serán extrañas mis enseñanzas. 59. Los atributos del espíritu son inmutables porque son virtudes de mi divinidad, son fuerzas eternas. Mas comprended que, según hayáis vivido, así será mayor o menor la pureza que podáis demostrar. 60. Cuando habéis puesto manchas sobre la pureza de vuestro espíritu y él escucha el reclamo de la conciencia, se acoge a lo divino que es fuente de purificación, de redención y de perdón. 61. Mi doctrina, como un libro, se abre nuevamente delante de esta humanidad, para que se bañe en las aguas puras de esta enseñanza y transforme su vida, se aparte de las tendencias materialistas y tienda a elevarse en busca de la vida eterna. 62. Cuando se conozca la vida superior, sin desconocer ésta en que vivís, sabréis poner aquélla antes que todas las vanidades y se apartarán los hombres de todo lo superfluo e inútil. Ello será señal de que esta humanidad comienza a sentir anhelo por alcanzar las regiones espirituales. 63. Mi Doctrina hará que en este mundo exista un concepto más perfecto de la vida. 64. Desde que llegasteis a este mundo, pesa sobre vosotros un mandato, que es la cruz de vuestro destino, con la cual llegaréis hasta la cumbre del monte. 65. Comprendedme y no desmayéis, que la Doctrina que vais a predicar no es una fantasía, porque lo espiritual vibra en todos los hombres, puesto que todos tienen espíritu. 66. De cierto os digo, que cuando el Espiritualismo reine en el mundo, los hombres habrán puesto los cimientos de su verdadera paz. 67. No contemplaréis desde esta Tierra esa Era, pero la estáis preparando y cuando se encuentre en plenitud, también habrá paz y gozo en vuestro espíritu. 68. Será la fructificación de la Semilla que Cristo sembró en el Segundo Tiempo, en las tierras preparadas desde la Primera Era. 69. Hoy se encuentra todavía mezclado el Trigo con la cizaña, mas cuando ésta sea exterminada y el trigo brote en doradas espigas, llegará la Era esperada por la humanidad. 70. Yo soy el camino, transitad por él y estaréis en Mí. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 215 1. Mis palabras son como gotas de rocío que descienden a vuestro corazón para resucitarle, porque lo encuentro marchito, es que habíais olvidado mi promesa de volver y os sentíais muertos a la vida espiritual. 2. Cuando la débil flama de vuestra esperanza se extinguió, oísteis llamar a la puerta de vuestro corazón; al abrir y verme no me reconocisteis porque me habíais olvidado. Fue necesario mostraros la herida de mi costado y deciros: hundid ahí vuestros dedos, para que supieseis quién era el que llamaba a vuestra puerta. 3. Sois como los caminantes de Emaús, quienes llevándome a su lado no podían reconocerme; os parecéis a Tomás que creyó hasta ver y palpar mis heridas. 4. Ya que me habéis pedido pruebas de mi presencia, y os las he dado, sabed que he venido a rescataros de la idolatría, a haceros volver al culto sencillo, a la fe libre de complicaciones, a la práctica de la caridad entre vosotros. 5. Os he encontrado adorando dioses sordos, ciegos, e inmóviles, practicando ritos fuera de vuestro tiempo e impropios de la evolución espiritual que hoy tenéis y practicando lo que Yo nunca instituí. 6. Nadie más que Yo podía deciros la verdad sobre vuestros errores sin heriros y ofreceros al mismo tiempo una luz, un sustento y un aliciente que al instante viniese a llenar el vacío de vuestro corazón. 7. Nunca más seréis deslumbrados por falsos y superficiales esplendores, ni os sentiréis seducidos por la palabra que sólo llega a la mente, pero jamás puede penetrar hasta el espíritu. De ahora en adelante, el que en verdad haya saboreado la esencia de esta palabra, no podrá alimentarse con otro pan que no sea el Divino. 8. ¿Qué hombre os había hablado como Yo lo he hecho a través de estos hombres humildes que son mis portavoces? ¿Quién os había hablado de espiritualidad como en esta palabra habéis oído? ¿Quién os ha dado en vuestra vida pruebas que fueran la confirmación de una revelación divina? Nadie, pueblo. 9. Mi palabra, como una campana echada a vuelo, llama a los hombres a congregación y ellos van llegando en caravanas, en multitudes. 10. Es breve el tiempo en que me tendréis comunicado en esta forma y quiero que sean muchos los que reciban la luz de mi palabra para que al concluir el año de 1950, todo el pueblo, consciente de mi mandato, se someta mansamente a mi voluntad de Padre. 11. Aún es tiempo para que el pueblo llegue preparado para ese día y cuando se reúna, ya no sea para escuchar mi palabra a través de pedestal, sino para estudiar la lección que recibió, sienta en su entendimiento mi inspiración y diga convencido: "El Señor está con nosotros". 12. Así quiero contemplaros: como buenos discípulos. 13. Al principio de mi cátedra os decía que he traído el culto sencillo, aquél que no tiene ritos ni ceremonias y que sin embargo se eleva más allá del humo del incienso, más allá del eco de los cánticos: el culto del amor, de la caridad, de la fraternidad. 14. Es necesario que hagáis un minucioso examen de vuestras prácticas para que vayáis destruyendo todo vestigio de idolatría, de fanatismo religioso, de supersticiones y creencias impropias de esta obra. 15. Si creéis en Cristo y amáis todas su obras reconoced que esta sencillez y espiritualidad que ahora vengo a inspiraros, es la misma que de palabra y con obras prediqué en el Segundo Tiempo, ¿Por qué entonces os habéis apartado tanto de aquella sencillez sin la cual no puede existir la espiritualidad? 16. Ved en cuántas confusiones ha caído esta humanidad, pero ha llegado la luz de un nuevo día y con ella nada podrá ocultarse ni empanarse. 17. He ahí por qué me encuentro preparando todos los caminos de la Tierra, para que los discípulos y apóstoles del Espiritualismo, se extiendan por el mundo anunciando mi buena nueva. 18. Antes de enviaros a otras tierras, quiero que todo el que se nombre discípulo de esta Doctrina, sea espiritual en su vida y en sus obras, para que su testimonio sea verdadero y por lo tanto, creído. 19. Alcanzando la espiritualidad, es fácil el camino, la cuesta no se hará pesada estando alentados por el ideal de ascender, las tentaciones ya no os harán caer en las profundidades del abismo, haciéndoos retroceder, ya sabréis tomar de este mundo lo estrictamente justo, lo lícito e indispensable, dando con ello libertad a vuestro espíritu para soñar con un mundo mejor y dejarlo luchar por alcanzarlo. 20. Mi luz baña vuestro espíritu y es guía para todos vuestros pasos, esa luz ha descendido sobre todos los hombres sin distinción de razas o creencias. 21. Israel ha vuelto en este tiempo y está diseminado por todo el mundo para cumplir su misión espiritual. Es el pueblo más antiguo, el primogénito y por lo mismo el primero en comunicarse conmigo. Su espíritu ha evolucionado conforme a la Ley que fue dada a todo espíritu al ser enviado a la Tierra. 22. En el Primer Tiempo, en mi primera venida, sorprendí a la humanidad en su inocencia e ignorancia, vivía en un bajo nivel moral y Yo le hablé desde la cumbre de la montaña para darle mi primera lección. En el Segundo Tiempo descendí, después de una larga era en que os concedí pruebas para que vuestro espíritu afirmara su fe y viviera en la observancia de mi Ley, y os encontré más despiertos, más desarrollados, pero distantes del verdadero cumplimiento que os había pedido, porque no supisteis poner vuestros dones al servicio del espíritu. 23. Vine en ese tiempo a deciros cómo se toma la Ley para darle cumplimiento, cómo se honra al Padre y cómo se testifica la verdad. Me tuvisteis en Jesús para que todo vuestro espíritu me palpara y me sintiera, y os dejé preparados con mi palabra. Después, os concedí el tiempo suficiente para que vuestro espíritu aprovechara mis enseñanzas y viviera imitándome, seguisteis evolucionando y despertando, mas para alcanzar vuestra elevación, no habéis preparado vuestro camino para acercaros a Mí. Vuestra luz es débil, vuestra fe frágil y no presentisteis que mi tercera venida ya estaba cerca. En el año de 1866, en el preciso instante en que mi palabra y las profecías me habían anunciado, he llegado entre vosotros para dejar en vuestro espíritu un caudal de sabiduría, en las nuevas enseñanzas que os prometí para este tiempo. 24. Cuán pocos han estado velando y esperando mi venida. La humanidad dormía cuando fue abierta esta nueva era. 25. Mi voluntad ha sido que vivieseis alerta en todos los tiempos, esperando la hora, para que en ninguna de mis venidas fueseis sorprendidos y Yo contemplase vuestro adelanto y reconocimiento. 26. Habéis andado por muchos caminos para llegar a Mí y en ellos os habéis perdido; fue menester que el Pastor apareciese buscando a sus ovejas para reunirlas en un solo aprisco, porque no hay hombre sobre la Tierra a quien Yo le pudiera confiar este cargo, porque no encuentro a uno solo que esté preparado. 27. Estoy iluminando y preparando en todas las naciones a hombres de buena voluntad para que hablen de mi venida en espíritu y del tiempo de gracia que ya se acerca. Cada uno de ellos tiene un delicado cargo y por conducto suyo estoy despertando en los demás sanos ideales; estoy dando vida a su espíritu e inspirando amor y confianza en mí Ley, para que ello les dé fuerza en su lucha por la redención y progreso espiritual de la humanidad. 28. Evitad que por causa de mi Doctrina se dividan los pueblos. No hagáis guerra, ni sintáis superioridad unos sobre otros. Yo estoy inspirando a todos por igual, la espiritualidad que es paz, amor y respeto al semejante; haced caer el fanatismo religioso, perfeccionad las prácticas, elevad el culto de vuestros hermanos, esa es mi voluntad y cuando os encontréis unos y otros, reconoceos, amaos y testificadme. 29. Vosotros que oís esta palabra someted a vuestro espíritu y estudiad mi enseñanza. No toméis en cuenta a los portavoces, ni atribuyáis a ellos esta luz, sólo son mis instrumentos por quienes doy a conocer mi voluntad. Elevaos más allá de vuestra mente para que podáis sentirme con vuestro espíritu. 30. Cuán pequeño es el hombre para realizar una manifestación de esta magnitud, cuya etapa actual comenzó en 1866 y terminará en 1950. Aprended de este Maestro que os ha enseñado en todos los tiempos y también sentid que sois juzgados, porque es Padre y Maestro, mas también es juez. El cumplimiento que os he señalado es para ahora que habitáis en la Tierra; después, cuando estéis en espíritu, recibiréis nuevos mandatos; vuestra lucha es grande, inmortal, porque sois mis hijos. ¿Cómo queréis perfeccionaros en la corta vida que tiene vuestra envoltura, y con ella pretendéis llegar a Mí para descansar en paz, si es tan vasto el campo de labranza que ha de preparar cada espíritu? Libraos ya de vuestra restitución, tened caridad de vosotros y haced los méritos suficientes para saldar vuestra deuda pasada ante mi Ley. 31. Quiero que dejéis de ser párvulos para convertiros en discípulos. Sed siempre humildes para que no os pida pruebas superiores a vuestra capacidad. Revelad en vuestra vida, caridad y paciencia, cuando hayáis ganado la confianza de vuestros hermanos, revelando mi obra, hablad de mi venida como Espíritu Consolador y despertad el espíritu de los hombres para que vivan en un nivel mejor y se interesen por iluminarse y elevarse por el cumplimiento espiritual. Su corazón es tierra fecunda en donde podéis depositar la semilla divina. 32. Cuando estéis preparados, seréis diseminados por el mundo y pisaréis todos los caminos. ¿Dónde tendréis que ir? No lo sabéis, iréis por causas aparentemente materiales, pero en el fondo estará mi voluntad que os guía al lugar destinado. 33. Llevad luz y bendición a las comarcas, bálsamo y paz para que seáis reconocidos como mis enviados, verdaderos discípulos del amor y la caridad, velad por vuestros pasos, porque seréis juzgados en vuestra vida. 34. Oídme, porque estoy previniendo y descubriendo vuestro porvenir. No profanéis mi Obra con vuestros actos, ni opaquéis la luz de vuestro espíritu. 35. Escalad la montaña y llegad a la cumbre de la espiritualidad. No echéis raíces en este mundo, si Yo os he dicho que éste no es mi Reino, vosotros como mis discípulos, tampoco lo encontraréis aquí. Desmaterializaos y penetrad en vuestro interior para que conozcáis todo lo que hay de valor en vuestro espíritu. 36. El tiempo de mi comunicación a través del entendimiento humano llega a su fin y no sabéis lo que acontecerá después a la humanidad, no presentís las pruebas que vendrán sobre ella, porque no habéis desarrollado vuestros dones. La intuición no es clara en vuestro espíritu y no os habéis preparado para contrarrestar las fuerzas de los elementos, que se desatarán con gran fuerza para agobiar a los hombres, os he dado poder en la oración para que detengáis el mal, el pecado, la enfermedad y las calamidades, sin que hasta hoy hayáis hecho uso de esos dones. 37. ¡Oh Tomás del Tercer Tiempo que no me habéis comprendido! ¿En dónde están vuestros dones? ¿Dónde los habéis sepultado? ¿Por qué los habéis olvidado? No lo sabéis, pero yo os lo diré: Esos dones están latentes, vibran en vosotros y no los sentís porque estáis materializados; no debéis vivir inactivos, debéis de manifestarlos en todas formas y hacer con ellos grandes prodigios para que testifiquéis a vuestro Padre y a vosotros mismos. 38. Trabajad, Israel, para que alcancéis la posesión de la Tierra de paz, la tierra espiritual de promisión que os espera. 39. Recibo vuestra confesión, vuestra gratitud en este día en que veáis a recibir la ratificación de vuestros dones, preparaos y oíd: después de 1950, sólo os presentaréis espiritualmente, así recibirán vuestros niños y los postreros que han de llegar. No habrá intermediarios, y vuestra fe os dirá que he descendido plenamente para recibir y agraciar a todos mis hijos. 40. Todos seréis preparados y guiados por Mí en los tiempos venideros y mis lecciones de hoy serán amplias y claras cuando las recordéis o paséis vuestros ojos sobre los libros que hayan quedado escritos. 41. Mi amor es con vosotros ¡Oh discípulos míos! La luz del Espíritu Santo se derrama eternamente en vosotros, esa luz viene a encender vuestra lámpara de fe. 42. Vosotros, que sentís la necesidad de los dones del espíritu, que tratáis de limpiar vuestra vida, vuestra mente y vuestro corazón en las aguas del arrepentimiento y la regeneración; vosotros, que anheláis conocer la verdad y la reclamáis, oíd mi voz que os llega como una caricia, para que os llenéis de mi luz. En este tiempo se oculta la verdad y reina la fantasía, por eso vengo a daros mi esencia divina que es verdad y sustenta al espíritu. 43. Cuanto más entendáis mi verdad, más fácil será vuestro progreso, por medio del desarrollo de vuestras facultades espirituales, que son a semejanza de vuestros sentidos materiales. ¿No sentís que vuestro espíritu anhela acercarse a una fuente de aguas cristalinas, o sea una doctrina sencilla, sin complicaciones, ni ritos, ni formas? Pues esta Doctrina que os traigo, es grande y luminosa, es la que buscáis. Sus firmes cimientos los respeta el tiempo, porque en ellos está mi voluntad. Para los que aman la verdad, mi Doctrina será la de siempre, la del amor, la sabiduría y la justicia. 44. Lo que es de Dios viene al hombre en virtud del amor del Padre hacia el hijo, sólo espero que éste se disponga a recibirme. Quiere el Padre que su sabiduría, que en vosotros está como átomo, se desarrolle y se manifieste. Aquí estoy para animaros. Yo tan sólo espero que atendáis mis palabras, para que recibáis los secretos que os está dado conocer. 45. En vuestro mundo en tiempos pasados dejé la Doctrina del amor con mi ejemplo; ahora sigo dándoos la Doctrina espiritual, que tiene el poder de iluminar al mundo, disipar las tinieblas de la mente, facilitar el camino, evitar sufrimientos inútiles, confusiones y lágrimas. Para tanta hiel derramada, está la dulzura de mi Doctrina y para tanta sombra de guerra y de miseria, está la luz de mis revelaciones. 46. El templo del Universo tiene por columna y sostén mi Doctrina, porque en ella está la potencia divina y creadora que enseña, que redime, que persuade y da vida. 47. Os hablo a través de labios humanos, mas mi amor transforma en palabras materiales mis pensamientos, para que podáis escucharme y os salvéis y viváis en Dios. Yo soy el Maestro de esta escuela de amor que nunca defrauda al corazón noble que anhela progresar. Vengo a hacer de cada hombre un párvulo, luego un discípulo y más tarde un maestro que enseñe la verdad. De cada hombre haré una potente luz, que ilumine el sendero de muchos espíritus extraviados, y cada ser será un instrumento de mi voluntad sin que ellos pierdan la propia, porque mientras mayor sea vuestra espiritualidad, mejor armonizaréis con la voluntad del Padre. 48. Muchas amarguras habéis tenido por vuestro libre albedrío, mas quiero que sepáis que nunca os he abandonado. No deis tantas vueltas para llegar a la verdad, amadla, que ella llegará a vosotros, cuando abráis las puertas de vuestro amor. Amad la verdad sencilla y quitaos de teorías y complicaciones. Esa luz alumbrará el camino en el desierto de vuestra vida y no llegaréis cansados ni demasiado tarde. Los materialistas no descubren la verdad, porque ella está en el amor, porque ella es luz, sabiduría, revelación; por tanto, el amor es un verdadero Maestro. 49. Vendrán a vosotros los materialistas, los profanos de siempre, diciendo: tenemos el cerebro cansado de ideas, de libros, de ciencia, ayudadnos a encontrar la verdad. Entonces vosotros, con sabiduría, disiparéis las nubes que empañan su mente. 50. Escuchad en el infinito las preguntas y las respuestas como el rumor de los mares, como el eco del viento; escuchad la sabiduría, que torna la ignorancia en luz, descanso y ternura; escuchad ese dulce coloquio de amor, que hace grata la existencia en el conocimiento de la vida y de la muerte, de los grandes arcanos, de las leyes de Dios en el hombre, de la eternidad y de la luz, ¡Escuchad! 51. No habéis llegado a haceros amar, ni habéis llegado a haceros perdonar; porque sois pequeños aún, y, ¿Sois vosotros los que venís a analizar para poder creer? Nadie tiene todavía luz espiritual para juzgar con perfección mi palabra o mi obra. Yo he puesto a prueba a filósofos, a sabios, a doctrinarios y pensadores y también a los de la eterna duda, que siempre están preguntando: ¿Será en verdad el Padre? Y a todos he dicho: "El árbol por su fruto es reconocido; mi palabra dice quién soy; mi palabra seguirá sorprendiendo a filósofos y a rudos". A vosotros os digo: Sólo por el amor sabréis quién soy y quiénes sois vosotros, ya que a través de él, lograréis ver mi faz. No os demoréis, no deis tantas vueltas sobre la eterna pregunta, en el amor encontraréis las respuestas y en el amplio horizonte de la verdad, encontraréis la verdadera vida. 52. Id por esta senda y los cielos estarán de fiesta y en vuestra existencia resplandecerá la luz, porque habréis cambiado la tristeza de vuestro corazón, por la dulce y sana alegría de vivir. 53. ¿Creéis acaso que contemplando al mundo y a sus moradores en la altura de perversidad en que se encuentran y necesitándome como me necesitan los abandonase? Pensad en esto, porque os he sorprendido hablando y pensando así. 54. Yo soy el Redentor, el Maestro que viene al pecador caído para levantarle, para espiritualizarle y enseñarle a amar. 55. El mundo se transformará cuando escuche a su Redentor y conozca y cumpla sus leyes. 56. Tomad esta palabra que es Doctrina para el espíritu y disponeos a recibir lo que el Consolador Prometido os de para vuestro progreso espiritual, porque habréis de llegar a comunicaros de espíritu a Espíritu con vuestro Señor. 57. No olvidéis mi palabra cuando la emoción de haberme escuchado os haya abandonado. 58. La caridad y el amor del Padre os reciben. 59. Los brazos del Padre se abren para estrecharos y para que descanséis en ellos. Consolaos en vuestras cuitas y escuchad esta palabra que viene a endulzar vuestra existencia. 60. Con cuánto gozo desciende mi Espíritu, entre vosotros, sin detenerme a juzgar vuestros pecados. Vengo a hablaros de amor y en esta palabra se lava el que lleva alguna mancha, se redime el pecador y despierta al que duerme. 61. El reloj de la eternidad con su campana sonora se deja oír en todo el Orbe, para hacer comprender a la humanidad el tiempo en que vive. 62. Vengo a buscaros porque me pertenecéis, y como os amo, no quiero que os extraviéis más. Sois chispa de mi luz divina y en Mí tendréis que fundiros. Es la eternidad la que vengo a ofreceros, para que podáis admirar todo su esplendor. 63. Vengo hablándoos con palabra clara y sencilla para que entendáis su sentido y no vayáis más tarde a quejaros de que os hablé con palabra incomprensible. 64. Si en el Segundo Tiempo os di mis lecciones en parábolas, muchas de las cuales no alcanzasteis a comprender, ahora vengo a hacer la aclaración de todas las enseñanzas con la luz vibrante del Espíritu Santo. 65. Comprended que todas las penalidades de esta vida que vivís, son consecuencias de las faltas humanas, porque Yo que os amo, no podía ofreceros un cáliz tan amargo. Os he revelado desde los primeros tiempos la Ley como un camino donde podéis preservaros de las caídas, del abismo y de la muerte. 66. Para todos tendrá que llegar el instante en que os pida cuenta de mi Ley y de los dones con los que os he agraciado. 67. Vais por el camino de vuestra vida llevando a cuestas unos la cruz del deber y del dolor, otros llevan la cruz de su pecado, mas si me llamáis, Yo seré vuestro cirineo para ayudaros a llegar a Mí. 68. Cumplid con mis enseñanzas y al instante os sentiréis aliviados de vuestra carga, os sentiréis tranquilos y una suave frescura mitigará vuestra fatiga. 69. Abrid vuestros ojos, penetrad con la mirada espiritual y contemplad mi esplendor. Mirad cómo se abre la puerta que ha de dejar pasar a los siete espíritus que he confiado a la humanidad; son siete virtudes que quiero alienten siempre en vosotros, ellas son: El amor, la humildad, la paciencia, el orden, la serenidad, la perseverancia y la caridad. Dejad que estas virtudes aniden en vuestro corazón y experimentaréis la felicidad. 70. En esta forma mi Espíritu se acerca al vuestro para saturarlo de luz y decirle: este cuerpo que hoy poseéis, como vestidura pasajera, es el instrumento por el cual alcanzaréis gran purificación y elevación espiritual. 71. Si os presentase en vuestro paso al enfermo de lepra ¿Os apartaríais de él llenos de horror? ¿Seréis incapaces de tocarlo con vuestra mano? ¿Acaso teméis contagiaros? No, mis discípulos, porque en vez de contemplar la miseria de aquel cuerpo debéis contemplar su espíritu, que es vuestro propio hermano, que es mi hijo quien espera vuestra caridad. ¡Cuánto tenéis que aprender aún! 72. Bienaventurado el corazón humano que se arrepiente de sus flaquezas y hace propósito de enmienda, porque además de ser perdonado alcanza mi luz. Yo he de hacer de los pecadores mis discípulos amados. 73. Yo soy la resurrección y la vida, venid a Mí y viviréis eternamente, porque en Mi encontraréis la paz. 74. La luz de mi Espíritu Santo está derramada en todo el Universo. Por los dones de intuición, de revelación y videncia, despiertan los hombres al nuevo tiempo. 75. Vibra mi Espíritu lleno de justicia y penetra hasta lo más profundo de la conciencia para ayudarla a apartar a los espíritus del pecado, atar la cizaña en gavillas y arrojarla al fuego. 76. Para que vosotros podáis decir al mundo: He aquí, al Padre que está entre vosotros mucho tendréis que prepararos. 77. Muchas naciones están asoladas por el hambre, hambre del pan de la tierra y del pan celestial. 78. A través de religiones, filosofías y sectas, me buscan los hombres, son caminos por los que algún día, me hallarán. 79. Mientras vosotros caminéis por el sendero estrecho que conduce directamente a mi corazón, aunque tengáis que recorrer distancias, escalar montañas y salvar abismos, sentiréis en cada uno de vuestros pasos, que vais escalando en la senda espiritual, desde donde podréis contemplar la silueta de la Tierra Prometida. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 216 1. Discípulos: cumplid mis mandatos para que no lloréis el tiempo perdido. Profundizaos en el estudio de mi palabra para que sepáis qué es lo que os corresponde cumplir y cuál es la parte que les toca hacer a los que han de venir después de vosotros. 2. He revelado a vosotros los humildes, esta Obra Espiritualista, antes que a los científicos, porque he encontrado pureza e inocencia entre vosotros, fe y buena voluntad para seguir mis enseñanzas, disposición para llevar esta semilla al corazón de vuestros hermanos. Por eso os he escogido, porque sois los pobres que han sentido la tristeza, los que no han buscado la comodidad en la Tierra, ni sus placeres; porque sabéis que más allá de este mundo existe la verdadera paz espiritual, el bien y la alegría y no os habéis dejado engañar por la falsa grandeza, no habéis ambicionado el poder temporal, los goces que sólo duran un instante. Aspiráis a más de todo lo que puede ofreceros este mundo, me amáis y confiáis en que he de haceros retornar al hogar que os espera, al seno de donde habéis salido y en donde habréis de poseer mi reino. 3. Esta esperanza os hace fuertes en las tribulaciones e invencibles en vuestra lucha. Si seguís fieles en vuestro cumplimiento pronto alcanzaréis el triunfo del espíritu sobre la carne, porque habréis permitido que sea vuestro Dios quien influya en vuestra vida. En la sencillez de vuestra vida, podéis percibir mejor mis enseñanzas, os dejaréis iluminar por ellas y experimentaréis goces insospechados por los demás. 4. Por eso me seguís y ya nada podrá apartaros de Mí. Os sentís amados por el amor perfecto y estáis dichosos. Me amáis y en ello fundáis vuestra alegría. En verdad os digo, que así me amaron mis discípulos del Segundo Tiempo y todos aquéllos que me han seguido; por lo mismo no os hiere la duda o la burla de vuestros hermanos; el dolor, que es crisol para el espíritu, no os hace retroceder; sabéis que vivís una vida transitoria y buscáis hacer méritos para llegar al fin que sabéis os espera. 5. Preparaos, porque voy a dejaros como guardianes de la humanidad. Vuestros dones están latentes, para que hagáis buen uso de ellos. Todos estaréis presentes con vuestra obra y con vuestros dones para el último día del año de 1950, para ser juzgados por Mí. Unos en espíritu y otros en materia estaréis ante Mí para recibir mis últimos mandatos. Después quedarán abiertos ante vosotros, los caminos por donde habréis de ser diseminados, para llevar la buena nueva y dejar en el corazón de la humanidad el testimonio de mí venida en este tiempo. 6. No os pido sacrificios, ni obras superiores a vuestras fuerzas, sólo os pido vuestro amor, del cual Yo os he revestido, humildad y paciencia para que sepáis llevar a cabo el cumplimiento de vuestra misión. 7. Mi manifestación cesará el último día de 1950, para dejar paso a los discípulos en quienes he derramado mis complacencias; el Maestro estará presidiendo vuestras obras y no cesaré en mi afán de llevaros hasta el cumplimiento de todos mis mandatos. 8. Discípulos; Yo os prevengo, ¡Cuántas veces veréis a los científicos negar esta Obra! pero vosotros les perdonaréis y continuaréis vuestra jornada. Si así obráis, Yo sorprenderé a la humanidad al concederos que a través de vuestro espíritu, descubráis lo que los hombres con toda su ciencia no han podido encontrar. 9. Discípulos os llamo a cada instante para estimularos en la lucha, para apartar de vuestro corazón esa idea de inferioridad que en vosotros ha dejado la pobreza y las humillaciones, quiero haceros grandes en el conocimiento de lo espiritual, para que despertéis a los hombres a una vida superior, a una vida perfecta, en la que se enlacen armoniosamente la ley del espíritu con las que rigen la vida material. 10. No sois los únicos depositarios de mis secretos, ni los únicos dignos de una herencia espiritual, os digo esto para que nunca alardeéis de ser los más dignos o los más amados, y para que nunca germine en vuestro corazón la vanidad; si dejaseis que estos sentimientos creciesen en vuestro ser, estaríais en peligro de veros despojados de la gracia adquirida. 11. Humanidad: vuestro celo y amor os hará poseedores eternos de los dones del espíritu, quiero que seáis siempre humildes, celosos del bien, de la Ley y de la verdad, bondadosos, con la bondad del espíritu, que es superior a la del corazón. 12. Mi Doctrina es la luz de donde parten todas las sabidurías, conocimientos, revelaciones y ciencias, ella lo revela todo en forma sencilla. Cuando sea el espíritu el que guie los pasos de la humanidad podréis comprobar que aquello que los hombres de ciencia lograron descubrir después de largo tiempo de estudio y de grandes sacrificios y tribulaciones, por la elevación espiritual, por la oración, por la meditación en Dios y por la inspiración en el bien, os serán revelados los secretos y abiertos los arcanos, en los que por otros medios, jamás hubiese podido penetrar el hombre. 13. Mucho de lo que en este tiempo os he hablado, es profecía que se refiere a tiempos próximos a veces, y a veces a tiempos del futuro, por eso muchos hombres no querrán dar importancia a este mensaje divino, en cambio, esta palabra surgirá llena de luz entre la humanidad de los tiempos venideros, que verán y encontrarán en ella grandes revelaciones, cuya exactitud y perfección dejarán maravillados a los hombres de ciencia. 14. Esa es la causa de que os haya ordenado escribir mi palabra, para que cuando vosotros paséis de ésta a otra vida, o cuando este pueblo llegue a olvidar mis enseñanzas, quede escrita fiel e indeleblemente en un libro. 15. Para vos, pueblo, ya es el tiempo propicio en que os levantéis dando pruebas de esta verdad, haciendo prodigios en vuestros hermanos con los dones que os he descubierto. 16. No vayáis a dormir esperando que lleguen aquellos tiempos de que os he hablado para levantaros y decir a la humanidad: Esto que veis ya estaba dicho, no, pueblo, es indispensable que lo anunciéis con anticipación, que lo profeticéis, que preparéis el camino para la llegada de todo lo que os he pronosticado y prometido, y entonces habréis cumplido vuestra misión de precursores de la espiritualidad en la Tierra. Así cuando comiencen a surgir prodigios en el mundo y el Espíritu del Señor os hable a través de acontecimientos nunca vistos, y el espíritu de la humanidad empiece a manifestar dones y potencias nunca presentidos, veréis removerse todas las creencias, las teorías, las normas, las instituciones y las ciencias y entonces la humanidad confesará que aquellos que desde su humildad predicaban una Doctrina en apariencia extraña, tenían razón porque sus palabras tuvieron confirmación al cumplirse. 17. Veréis entonces a los pueblos de la Tierra, interesados en la enseñanza espiritual, a los teólogos comparando las enseñanzas de Cristo con las nuevas revelaciones, y veréis a muchos que habían sido siempre indiferentes para lo espiritual, interesarse vivamente por el estudio de las revelaciones de éste y de pasados tiempos. 18. Ahora no podéis aunque quisierais, mirar el cumplimiento de todo cuanto os anuncio, pero si en verdad creéis en mi palabra, con la mirada de vuestra fe podréis contemplar muchos acontecimientos del futuro, y si estáis preparados, vuestros sueños, vuestros mirajes e inspiraciones, no os engañarán. 19. Escuchadme con profunda atención: Cuando cese de hablaros en esta forma, recoged con amor mi palabra que grabasteis en escritos, para legarla, como testimonio de lo que os hablé en este tiempo a las generaciones venideras. 20. Considerad mi palabra como una semilla para que no dejéis que se le mezcle la menor impureza. 21. Las tierras, que serán los corazones de esta humanidad, pronto se encontrarán limpias y preparadas para la siembra, y ¿Sería justo que encontrándose ellas limpias, la semilla no lo estuviese? 22. Meditad en mi palabra, amados discípulos, en ella os iréis transformando y depurando para el buen desempeño de vuestra misión. 23. Ahora he vuelto entre los hombres para acompañarlos en sus pruebas presentes, El Maestro os dice: Después de 1950, no os inquietéis cuando miréis aparecer las señales de mi venida en plenitud, antes bien regocijaos, porque os he permitido palpar estas revelaciones. 24. Así como en el Segundo Tiempo, después del sacrificio, me presenté en espíritu a Magdalena y ella sorprendida y al mismo tiempo llena de gozo exclamó: Señor, loado y glorificado seas por siempre; Hoy he aparecido ante vosotros, cuando creíais que el Maestro se encontraba ausente o indiferente a vuestras penalidades y después de vuestra sorpresa me habéis bendecido. Habéis recibido en vuestro espíritu mi luz, y después de recibir tanta gracia, habéis recordado a vuestros hermanos y habéis intercedido por ellos diciendo: Yo tengo la dicha de escuchar vuestra palabra, mientras otros ignoran estas enseñanzas; y el Maestro os dice: Yo he manifestado mi Espíritu en todas las naciones en diferentes formas, los que se han preparado reconocen que están viviendo un tiempo de gracia y de justicia y han sentido mi presencia. 25. Así como perdoné a Magdalena, os perdono a vosotros, mas quiero que como ella os hagáis dignos de Mí. 26. ¡Cuántos ejemplos para ser imitados podéis recoger de vuestros hermanos de otros tiempos! Su obra es como un libro abierto. Y vosotros, ¿No queréis dejar escrito vuestro ejemplo? Yo tomaré de vuestras obras las que encuentre dignas, para presentarlas a vuestros descendientes, mas vosotros no recogeréis, hoy que vivís en materia, gloria ni veneración. Sed humildes y dejad que otros valoricen vuestras obras. 27. En la gran jornada que os espera, Yo seré vuestro Cirineo. Mi Doctrina causará grandes revoluciones en el mundo, habrá grandes transformaciones en las costumbres e ideas y hasta en la naturaleza habrá cambios, todo esto señalará la entrada de una nueva era para la humanidad, y los espíritus, que en breve tiempo enviaré a la Tierra, hablarán de estas profecías para ayudar a la restauración y elevación de este mundo, explicarán mi palabra y analizarán los hechos. 28. Venid y escuchadme, concentraos en el fondo de vuestro corazón y os aseguro que por escasa que sea vuestra fe en mi presencia, me sentiréis. 29. No vengo a juzgar vuestra falta de fe, por el contrario, vengo a perdonarla porque no estabais preparados para recibirme; hacía muchos siglos que la humanidad dormía en un profundo letargo, embriagada de fanatismo e idolatría, de materialismo. 30. ¿quién os había recordado que Yo había anunciado volver y que, por lo tanto, habríais de velar para esperarme? ¿Por ventura vuestros padres? ¿Acaso vuestros ministros? ¿Quiénes os mantuvieron alerta? 31. Pocos estuvieron en espera de los acontecimientos, deseosos de que la nube simbólica de mi promesa apareciera en el horizonte, iluminando vuestro espíritu, fortaleciendo vuestra materia y revelándoos que mi nueva venida es en Espíritu. 32. Por eso vuestra lucha ha sido tan grande para comprender mi presencia en este tiempo y habéis tenido que salvar muchos obstáculos para llegar hasta Mí; pero todo esto es meritorio, os lo tomo en cuenta y en verdad os digo que ninguna de las amarguras que hayáis tenido por seguirme por este camino, se quedará sin un galardón. 33. ¿Cuál creéis que sea la compensación a vuestra paciencia por sufrir burlas y desprecios aún dentro de vuestra familia? La conversión de los vuestros; mas, ya que habéis tenido paciencia para resistir sus incomprensiones, tenedla también para esperar el instante en que su fe se encienda, para alcanzar esto, mucho tendréis que luchar con obras, con palabras y pensamientos, pero al fin veréis realizado el prodigio. 34. A vosotros os daré la misión de anunciar a vuestros hermanos mi nueva venida; os confío el mensaje o buena nueva de mi comunicación espiritual con la humanidad. Gozad pensando que sois los portadores de tan precioso mensaje y dejad que ese gozo sirva de bálsamo para las heridas que en el camino de la lucha recibáis. 35. Unos han llegado ante la manifestación de mi palabra con la inocencia de aquellos pastores de Belén, su fe sencilla fue la ofrenda humilde de sus corazones; otros han venido pidiéndome pruebas para creer, eran los enfermos, los que por mucho tiempo y de puerta en puerta habían buscado la salud sin encontrarla; otros vienen a semejanza de los escribas y de los fariseos a escudriñarme, a interrogarme y a ponerme a prueba, temiendo siempre que la verdad ponga a descubierto su hipocresía y su falsedad; a todos he recibido, para todos he tenido una caricia, una demostración de mi poder, una prueba de mi verdad. 36. También debo deciros que de todos éstos que os he mencionado, muchos se han quedado para seguirme, porque su corazón ha sabido latir de gratitud y su espíritu se ha iluminado con la luz de mi palabra en un anhelo de aprender a sembrar y cultivar la verdad. 37. De un pequeño grupo que vino a reunirse para escuchar mis primeras lecciones ya os habéis convertido en multitudes que forman un pueblo, mas, por ahora no todos sabrán convertirse en los verdaderos apóstoles de este mensaje de espiritualidad. 38. Entre estas multitudes hay hombres de toda índole y condición, así como hay entre ellas espíritus de diversa evolución; y para que esta revelación divina, para que este mensaje que en mi palabra he traído, llegue a esclarecerse y a definirse entre el pueblo que presencia mis manifestaciones, muchas pruebas tendrá que pasar, muchas luchas interiores tendrá que sostener y muchos crisoles en qué fundirse, hasta salir limpio de ellos como un verdadero discípulo del Espiritualismo. 39. No será la primera vez que los hombres luchen por definir una revelación divina o por alcanzar claridad en algo que a sus ojos se presenta como un misterio. Ya en el Segundo Tiempo, después de mi predicación en el mundo, los hombres deliberaron sobre la personalidad de Jesús, queriendo saber si era o no divino, si era Uno con el Padre o era una persona diferente; juzgaron y escudriñaron en todas formas mi Doctrina. 40. Ahora volveré a ser objeto de análisis, de discusiones, de luchas, de escrutinio. 41. Se juzgará si al presentarse el Espíritu de Cristo, éste se encontraba independiente del Espíritu del Padre, y habrá otros que digan que es el Espíritu Santo el que ha hablado y no el Padre ni el Hijo. 42. Mas lo que llamáis Espíritu Santo, es la luz de Dios y lo que llamáis el Hijo es su Verbo; por tanto, cuando escuchéis esta palabra, cuando toméis de mi Doctrina del Segundo Tiempo o penséis en la Ley y en las revelaciones del Primer Tiempo, sabed que estáis ante la presencia del Dios único, escuchando su Verbo y recibiendo la luz de su Espíritu. 43. Es tiempo de que estudiéis esta revelación, para que cuando seáis interrogados y puestos a prueba, sepáis contestar con palabras de verdadera luz, dejando paz y regocijo en todo corazón en que depositaseis la esencia de mi palabra y la luz de vuestro análisis. 44. Tengo hambre y sed de vuestro amor, pueblo, dejadme estar con vosotros por unos instantes, porque algo tengo que deciros. 45. ¿Por qué me buscáis tan sólo cuando os agobian vuestras penas? ¿No os agradaría ofrecerme también vuestras alegrías, vuestros triunfos y satisfacciones? 46. En el Segundo Tiempo vine a inspiraros amor y confianza para que supieseis acercaros sin temor a Mí. ¿Por qué entonces dudáis a veces de mi amor o de mi perdón? ¡Ah hijos pródigos que teméis retornar a la casa paternal! Yo sabía que a pesar de las pruebas de infinito amor que os di en aquel tiempo, era necesario volver a buscaros, no para que me contemplaseis humanizado sino para que me sintieseis dentro, muy dentro de vuestro espíritu. 47. Volved a rodearme como mis discípulos en aquel tiempo, volved a seguirme como lo hicieron las grandes multitudes, que Yo, a mi vez os haré escuchar el concierto celestial de mi palabra, al mismo tiempo que haré aquellas obras de amor que vosotros llamáis milagros. 48. Vengo como Padre para que en Mi encuentren el divino calor todos los que en el mundo han carecido de amor, de afecto, de ternura. 49. Vengo como doctor para que depositéis en Mi vuestras dolencias, vuestras cuitas y todos los sufrimientos recónditos que han enfermado a vuestro espíritu y a la vez al cuerpo. 50. Vengo como amigo para que me confiéis vuestros más íntimos secretos, luchas y anhelos, y me dejéis andar en vuestra compañía. 51. Vengo como Maestro, porque quiero abrir ante vosotros el libro de la sabiduría y de la vida. 52. Vengo como juez a juzgar a vivos y muertos según decís vosotros; a encarnados y desencarnados, digo Yo, sin que pase desapercibida para mi justicia la más pequeña de vuestras obras. 53. Entre estas muchedumbres que se reúnen en los humildes recintos para escucharme, hay muchos que entienden y sienten esta palabra. Son los espíritus evolucionados en los largos senderos de la lucha, de las pruebas, de la experiencia, y purificados en las grandes jornadas de dolor. Ellos me entienden y no vienen a pedirme bienes para el mundo; saben que en su espíritu existe un libro de saber y sólo esperan del Maestro aquella divina lección, por la que podrán conocer la forma de desbordar la luz que el espíritu trae, sobre los necesitados de experiencia y de enseñanza. 54. Aquí están también los que sin haber andado mucho, tomarán mi palabra como camino para no perderse, y su amor les ahorrará infinitos sufrimientos a su espíritu. 55. Estas multitudes traen en su corazón una sola oración: la de su dolor, vienen todos a decirme que su carga es muy pesada y demasiado amargo su cáliz; vienen a presentarme soledad, desengaños, fatiga, flaquezas, miseria, enfermedades, luto y muchas penas más; pero no sólo ellas sufren, el dolor está en toda la humanidad. No saben que éste es el tiempo de la purificación en la que espíritus y hombres lavan sus manchas para después dar un paso hacia adelante, hacia la cumbre de la montaña. Cuando esas manchas hayan sido borradas, entonces ya no experimentaréis ni un instante más de dolor, porque el bálsamo de la regeneración os habrá devuelto aquella salud que el Señor depositó en sus criaturas cuando brotaron de su seno. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 217 1. Venid a Mí, discípulos amados, descansad en mi casa y sentaos a mi mesa ahora que aún estoy con vosotros, porque estos tiempos no volverán. Vendrá para vosotros un nuevo tiempo en el cuál daréis un paso hacia adelante en el sendero de vuestra evolución. 2. Sois aún niños que vivís bajo la custodia del Padre, quien no os deja alejaros mucho de la casa paterna, para que no encontréis tropiezos ni vayáis a caer en un abismo. Pero pronto estaréis fuertes y preparados para recorrer todas las sendas. 3. Haced de vuestro corazón un cofre en el que guardéis mis palabras cual joyas. 4. He vuelto a vosotros conociendo la incredulidad de los hombres. Vengo a recordar y a vivir mi pasión. Hoy os recuerdo el instante en el cual el Maestro que os habla, ascendió al solio Divino para ser eternamente en el Padre. Fue después de haber concluido Jesús su misión sobre la Tierra, cuando llegó como manso cordero a la presencia del Eterno. 5. Dios se manifestó desde los primeros tiempos a los hombres y sus enseñanzas fueron escuchadas. La voz del Señor se hizo humana y comprensible a las criaturas primitivas. En ellas, la conciencia que es la sabiduría divina, les enseñó a conocer el bien y el mal. En sus buenos actos sentían la paz y cuando obraban mal, experimentaban el dolor. Eran las primeras lecciones, las primeras manifestaciones de la conciencia. 6. En el transcurso de los tiempos, cuando la humanidad ha desoído esa voz, he enviado a hombres toda virtud y sabiduría que le ordenaran con sus palabras y ejemplos seguir el buen camino. 7. Recordad que en los primeros tiempos Yo envié a un justo Abel, cuyo holocausto de amor a mi Divinidad, fue precursor de la oración y del culto perfecto. 8. Os envié a Noé, el ferviente, que desoyó las burlas, atendió sólo al cumplimiento de un mandato divino, de construir el Arca de salvación para los hombres de buena fe. 9. Fueron entre vosotros Abraham, Isaac, y Jacob, los cuales formaron el tronco de un árbol del que salieron ramas, follajes, y frutos, y el ejemplo de aquellos patriarcas quedó escrito con la fe inquebrantable de Abraham, la obediencia de Isaac y la fidelidad y fuerza espiritual de Jacob. Y un fruto de ese árbol fue Moisés, representante de mi Ley, e imagen de mi justicia. En él pudisteis ver un reflejo de mi Majestad. 10. De tiempo en tiempo he ido penetrando en la sensibilidad de la humanidad y por eso hube de hacerme hombre, para penetrar más en vuestro corazón. Mas para venir al mundo fue menester anunciarme por medio de los profetas. 11. Vine a vivir entre los hombres haciendo de mi vida un ejemplo, un libro. Yo supe de todos los dolores, de las pruebas y de las luchas, de la pobreza, del trabajo y de las persecuciones; supe del desconocimiento de los parientes, de la ingratitud y de la traición; de las largas jornadas, de la sed y del hambre, de la burla, de la soledad y de la muerte. Dejé que todo el peso del pecado humano, cayera sobre Mí. Permití que el hombre escudriñara mi Espíritu en mi palabra y en mi cuerpo taladrado, donde podía contemplarse hasta el último de mis huesos. Siendo Dios, quedé convertido en rey de burlas, en un despojo y aún tuve que cargar la cruz de la ignominia y escalar el montículo donde los ladrones morían. Ahí cesó mi vida humana, como una prueba de que Yo, no solamente soy el Dios de la palabra, sino el Dios de las obras. 12. En 1866, mi caridad abrió las puertas a una nueva Era: la del Espíritu Santo. ¿Sabrá toda la humanidad el tiempo en que se encuentra? Sólo lo sabe el pueblo espiritualista que estoy congregando bajo la sombra de estos árboles, Mi Obra será reconocida en el mundo después de grandes batallas y acontecimientos, después de guerras de doctrinas y de ideas, para que los hombres se levanten afirmando que una nueva Era ha surgido. 13. Ha tiempo que partió de esta Tierra aquél por quien me comuniqué por vez primera en este tiempo: Roque Rojas, el enviado, cuyos pasos fueron guiados por el espíritu de Elías, el precursor. Así desaté el sexto sello, abriendo la brecha infinita del espiritualismo. 14. Y desde Roque hasta este día, mucho habéis luchado, ¡Oh Espiritualistas Trinitarios Marianos! dejando en la lucha, fuerzas, juventud y vida y todo cuanto poseías, por seguirme y honrar esta Obra. Callada y humildemente habéis trabajado, para dar a conocer a los hombres la nueva venida del Señor. 15. No vino mi verbo a encarnarse nuevamente. Estoy en este tiempo sobre la nube, símbolo del Más Allá, de donde brota mi Rayo que ilumina la mente del portavoz. 16. Me ha placido comunicarme con el hombre y mi determinación es perfecta. Conozco al hombre porque Yo lo he creado. Puedo servirme de él porque para eso lo formé, y puedo manifestar mi gloria por su conducto, porque lo creé para glorificarme en él. 17. ¡El hombre! He ahí mi imagen porque él es inteligencia, vida, conciencia, voluntad, porque posee algo de todos mis atributos y su espíritu pertenece a la eternidad. 18. Muchas veces, sois más pequeños de lo que habéis creído y otras, sois más grandes de lo que podéis imaginar. 19. El envanecido cree ser grande sin serlo, y es pequeño el que se conforma con las riquezas superfluas de esta vida, sin descubrir los verdaderos valores del corazón y del espíritu. Cuán pequeños son sus deseos, sus amores, sus ideales ¡Con qué poco se conforman! 20. Más el que sabe vivir, es aquél que ha aprendido a dar a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo. Aquél que sabe recrearse en el seno de la Naturaleza, sin convertirse en esclavo de la materia, ése sabe vivir, y aunque aparentemente nada posea, es dueño de los bienes de esta vida y está en camino de poseer las riquezas del reino. 21. Lo que os digo en este tiempo, no os lo enseñé en los tiempos pasados. Este es mi nuevo testamento. Soy el necio peregrino que llama incesantemente a vuestra puerta y no os deja dormir. Soy la sombra que os sigue por doquier, ¿Qué queréis? Mi amor es infinito. 22. Ya se acerca la hora de mi partida. Mi visita en este tiempo, ha sido larga, desde 1866 hasta 1950. 23. De cierto os digo que si alguno dijere que mi palabra no os ha hecho algún bien, tampoco os ha ocasionado ningún mal. Pero recordad que no quiero que seáis como las plantas parásitas; que no quiero os conforméis con no hacer el mal, sino que estéis satisfechos de hacer el bien. Porque el que no lo practica, pudiéndolo hacer ése ha hecho más mal que aquél que no pudiendo hacer ningún bien, sólo hace el mal, porque es lo único que puede dar, de acuerdo con sus grado de evolución espiritual. 24. Os hice el llamado a este sendero porque os contemplé tristes en vuestro espíritu. Buscabais en los distintos ritos mi luz, ibais en pos de milagros para dar fe de Mí, y cuando me crucé en vuestro camino para preguntaros si estabais satisfechos, respondisteis: he comido, pero no he sustentado mi corazón ni mi espíritu. 25. Mientras, el árbol de la vida ha estado esperando al caminante para brindarle sus frutos, y la fuente de aguas cristalinas ha esperado rebosante al peregrino sediento, como una promesa de paz. Yo soy el divino hortelano que esperaba triste, contemplando el paso de las estaciones sobre los campos. 26. Ahora han llegado las grandes turbas de sedientos de amor, de paz, de verdad y de trabajo. Habéis llevado el fruto a vuestros labios y después de haber calmado el hambre y la sed, habéis tomado las herramientas de labranza, para convertiros en hortelanos. 27. Ya no existen entre vosotros riquezas temporales. ¿En dónde están vuestros bienes? No lo recordéis ni lamentéis haberlos perdido, porque hoy habéis recobrado el tesoro espiritual de mi verdad, que está en mi palabra en esta palabra que vengo a daros a través del hijo humilde, porque si os hablara por conducto de un sabio, o de un filósofo, no me creeríais. 28. Hombres de todas clases llegan a Mí, mas dichas clases desaparecen ante el Maestro, no todos los que han venido a oírme, se han quedado conmigo: Muchos son los llamados y pocos los escogidos me seguirán, pero en verdad os digo: en todos he sembrado mi palabra y la semilla de Cristo no muere jamás. Mi simiente no es vana y el corazón del hombre, infecundo por un instante, será fértil y fructificará. 29. Mujeres que regáis el camino de este mundo con vuestras lágrimas, y que con sangre marcáis vuestro paso por esta vida: descansad en Mí para que cobréis nuevas fuerzas y sigáis siendo el nido de amor, el Fuego del hogar, el cimiento fuerte de la casa, que en la Tierra os he confiado. Para que sigáis siendo la alondra, cuyas alas envuelvan al esposo y a los hijos, Yo os bendigo. 30. Yo enaltezco al varón y el lugar de la mujer a la diestra del hombre. Santifico el matrimonio y bendigo la familia. 31. En este tiempo vengo con espada de amor a colocar todas las cosas en su sitio ya que antes fueron puestas por el hombre fuera de él. 32. Discípulos de mi Divinidad: heme aquí entre vosotros, mostrándoos una página más del libro de mis enseñanzas. 33. Es el pan sin levadura el que coméis en este instante. Y el agua que bebéis es de aquélla que quien la tomare, sed no volverá a sentir. 34. Sois como extranjeros en esta Tierra, porque es otra vuestra verdadera patria. Os estoy señalando un camino, es aquél que conduce a la Tierra de Promisión. Mi palabra os lleva por el camino del progreso, soy el Maestro incansable, que os prepara para que después de mi partida alcancéis la comunicación perfecta con mi divinidad. 35. Hoy, el cincel de mi palabra de amor, pule y da forma a vuestro corazón. 36. Como en el primer tiempo, vais atravesando el desierto de las vicisitudes. Más no pereceréis de hambre ni de sed en la jornada. De vuestro propio corazón, endurecido como la roca, haré brotar el agua cristalina del arrepentimiento y del amor que calma la sed del espíritu. Y cuando el hambre de justicia y de verdad se apodere del pueblo, mi palabra, a semejanza del maná del desierto, caerá sobre vosotros para que os alimentéis. 37. Llegará el instante en que todos volváis a Mí, mas por ahora quedaos entre la humanidad para que la enseñéis a caminar por la senda de la verdad. Os esparciréis por diferentes caminos, sin que llevéis doble alforja, confiando en Mí, pero trabajaréis en silencio, humildemente, sin alarde, y Yo os acompañaré en la lucha y os confortaré en vuestra oración ya sea que me llaméis en el rincón de vuestra alcoba o bajo la sombra de un árbol. Llegará el día en que seréis reconocidos en Mí. 38. Es necesario que comprendáis que está cercana mi partida, que abráis vuestro corazón y elevéis vuestro espíritu para que podáis contemplarme. 39. Por conducto de muchos portavoces me he manifestado, para que no dudéis de Mí. Los he escogido sin distinguir clase, condiciones ni raza, Y por boca de todos ellos os he dado vuestra heredad, para que en la ausencia de mi palabra no vayáis a sentiros huérfanos, ni abandonados. 40. Si os preparáis en verdad, seréis el árbol, la fuente, y la mesa para el festín que reciba a todos los hijos pródigos que se ausentaron de la casa del Padre. Entonces las naciones no se inclinarán ante vosotros, pero os reconocerán y ante Mi se postrarán. 41. En todos los tiempos, os ha parecido mi Ley demasiado inflexible para cumplirla y por eso habéis creado sectas y ritos al alcance, según vosotros, de vuestra capacidad espiritual. 42. Si hubieseis cumplido con mis órdenes del Primer Tiempo, habríais reconocido a Jesús y no le hubieseis sacrificado. Si la humanidad hubiese vivido mi Doctrina del Segundo Tiempo, no estaría dudando de mi comunicación a través del entendimiento del hombre. 43. No seréis vosotros quienes juzguéis a las naciones, pero Yo, según escrito está, sí juzgaré en vosotros a las naciones y a las religiones. Este pueblo será ejemplo de celo, limpidez y espiritualidad. 44. Sube hasta Mí el clamor de la humanidad. Es el llanto de los niños, es la juventud que clama justicia, es la ancianidad que eleva su invocación de paz. 45. Es que los hombres han perdido la semilla de amor que, sin saberlo, llevan en lo más puro de su corazón, tan dentro que ellos mismos no alcanzan a descubrir. 46. La simiente del amor, ha quedado ahogada por el odio, la vanidad y las bajas pasiones. Y el cáliz de amargura se llena una vez más, para ser bebido hasta las heces. 47. Mientras el mundo naufraga en medio de la tempestad, vosotros, desde la barquilla, tranquilamente contempláis el desastre. 48. Estáis durmiendo en el regazo del Padre, sin pensar en los que lloran, y ellos enmedio de las vicisitudes, celebran cultos dedicados a Mí, los cuales, aunque estén envueltos en fanatismo e idolatría, se los recibo porque soy Padre, mas les hago comprender que mi corazón está abierto al culto perfecto. 49. De altar en altar, de rito en rito, y de secta en secta, van los hombres en busca del Pan de la Vida, sin encontrarlo, y ante el desengaño, se tornan en blasfemos para tomar caminos sin rumbo y vivir sin Dios y sin Ley. ¡Y pensad, pueblo que entre ellos están los grandes espíritus, que entre ellos descubro a los profetas y a los discípulos del Espíritu Santo! 50. Los espíritus de luz que vibran en lo espiritual, ya preparan sendas por planicies, mares, montes y desiertos, para que aquellas razas, aquellos pueblos, en caravanas y muchedumbres se levanten en pos de esta nación, donde ha resonado mi palabra y se han visto mis prodigios. 51. Cuando aquellos hombres llamen a vuestras puertas ¿Qué vais a ofrecerles? No les vais a ofrecer imperfecciones, porque de ello harto se encuentran. Ellos vienen en busca de verdad, de caridad y de amor. Ellos vendrán a aprender a elevar un culto tan puro como el perfume de las flores. 52. Hoy os digo que enseñéis siempre a los postreros el cumplimiento de mi Ley, en ella se encierran mis enseñanzas de los tres tiempos. 53. Inspiraos para orar, en la oración del huerto Yo os enseñé como es la oración perfecta. 54. En tanto no estéis preparados, los caminos permanecerán cerrados por Mí y no haré el llamado a las multitudes. 55. No quiero partir de entre vosotros enmedio de vuestra desunión, de la desobediencia y la incomprensión. 56. Veo que ya estáis preparando mi cruz, para el momento de mi partida, cruz de ingratitud. 57. Todavía es tiempo de que redobléis vuestro ahínco, para que la hora no os sorprenda y digáis: ¡El Padre ha partido! Porque sólo dejaréis de escucharme a través del portavoz, pero Yo estaré presente y de ello los videntes darán testimonio. Oiréis mi voz por inspiración, y cuando estéis doctrinando en los hogares y en las comarcas, no serán vuestros labios los que hablen sino Yo. 58. La comunicación de espíritu a Espíritu, alcanzará su esplendor en esos tiempos y mi presencia será sentida con mayor claridad, de tiempo en tiempo y de generación en generación. 59. Ante estas revelaciones, nadie deberá lamentar la ausencia de mi palabra y aquél que llorase, será porque su conciencia le reclama no haber aprovechado el tiempo de mi estancia con vosotros, y se siente por ello débil, y torpe para proseguir el camino. 60. Quiero que vosotros quedéis como testigos de que estuvisteis conmigo. Que mostréis a los hombres los libros de oro que os he concedido formar. 61. Entre este pueblo no habrá sacerdotes ni ministros. Habrá sólo servidores. Estos recintos serán lugares de reunión y de estudio, donde los guías velarán por el cumplimiento del pueblo. 62. El reinado de muchas doctrinas, será muy corto. Porque toda aquélla que no tuviese simiente de verdad, de justicia y de amor, destruida será. 63. Mas mi Obra de amor será reconocida. Vendrá el forastero y llamará a vuestra puerta. Dejadle pasar. Preparadle el lecho para que descanse, mas si quiere ir antes a la mesa, dejadle. Cuando se haya hartado, si duerme, velad por su sueño. Mas cuando despierte y contemple la luz, repasará ante su conciencia sus hechos pasados y hasta su última mancha será lavada con sus lágrimas. Yo le daré entonces vestidura blanca, y le sentaré entre los que han estado junto a Mi. 64. Es la Tercera Era, y aún me encuentro dando mi enseñanza a la humanidad, porque en aquellos mensajeros que os he enviado, no habéis confiado. 65. Mientras las criaturas humanas discuten mi Divinidad, mi existencia y mi Doctrina, existen mundos en donde soy amado con perfección. 66. En el mismo tiempo en que unos han alcanzado la máxima limpidez espiritual, vuestro planeta, moral y espiritualmente vive un tiempo de gran perversidad. 67. Más vosotros que me escucháis, sabed que os he enviado entre la humanidad para dar ejemplo de humildad y obediencia a mi Ley. Envié a vuestro espíritu revestido de mi gracia, envuelto en mi luz y portando en su conciencia la Ley. 68. Si por un instante caísteis en el abismo, penetrasteis en las tinieblas y sucumbisteis en las flaquezas, Yo os levanté con mi voz, demostrando a la humanidad que de la misma escoria puedo Yo entresacar a mis discípulos. 69. Soy la bondad divina que se manifiesta a cada paso. Si no queréis elevaros buscándome espiritualmente y preferís deteneros a contemplar la Naturaleza, ahí en ella, también me encontraréis: El astro rey, cuyos rayos de luz, vida y calor, hablan de Mí, el aire que os da vida y que es mi propio aliento. 70. Mas cuando os elevéis espiritualmente a Mí, en vuestras obras o en la oración, percibiréis la gracia que existe en el más allá y un camino de luz que promete maravillas y revelaciones en el arcano celestial del Padre. 71. Vosotros tenéis conocimiento de estas bellezas que encierra la vida en el más allá, y por eso trabajáis con afán en la viña del Señor. 72. Quiero que exista amor entre los labriegos, que exista caridad. 73. No es pesado el madero que sobre vuestros hombros he puesto, no es imposible que podáis cumplir con la misión confiada a vuestro espíritu. Si confiáis en mi poder, contemplaréis lo imposible hecho posible a vuestro paso y comprobaréis que quien vive en obediencia a mis enseñanzas, cerca de Mi se encuentra. 74. A todo labriego que alcance preparación, le enviaré a las comarcas de la Tierra, para que lleve la buena nueva. 75. Vuestro espíritu hoy sostiene gran lucha con la materia; ha desenvainado su espada para enfrentarse a la tentación, a la cual en mi nombre vencerá. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSENANZA N° 218 1. Pueblo bendito: venís al encuentro de este Maestro que os llama incesantemente a congregación, para alimentaros con su amor y fortaleceros en los tiempos de prueba. Venís abandonando todo por oírme. Los padres dejan a sus hijos, la madre al pequeño en la cuna, ansiosa de recibir consuelo para ella y para los suyos; la juventud apartándose de los placeres terrestres; los ancianos olvidando el peso de sus pruebas y todos dejando tras de sí lo que es miseria humana, enfermedades, angustias, para presentarse delante de Mí y decirme: Maestro, hemos orado a temprana hora y elevado nuestro espíritu, y Elías, nuestro pastor, nos ha preparado para oír la divina palabra; recibidnos. 2. Os reunís bajo la sombra de este árbol, que ha extendido sus ramas hasta los confines de esta nación escogida por Mí, y escucháis bajo sus múltiples ramas la misma palabra, la misma esencia, el mismo fruto que durante tanto tiempo os he entregado. 3. Con todos vosotros he formado un pueblo que es primogénito entre todos los pueblos de la Tierra, escogido en todos los tiempos, mas no el único en mi amor porque Yo amo y he amado en todos los tiempos a los pueblos del mundo; pero éste, mi escogido, me ha amado de singular manera y se ha hecho acreedor a mis complacencias. Mas esos favores que Yo le he concedido, no han sido sólo para él y el pueblo todo lo ha tomado para sí y se ha convertido en el rico avaro y ha dicho: Yo soy el más amado, el escogido, superior a los demás, el más cercano al Espíritu del Señor; los demás han de inclinarse ante mí, porque en mí el Padre ha derramado su Ley, sus complacencias; y Yo os digo: No os envanezcáis. Me ha complacido donaros en los tres tiempos; a través de tres largas eras me he derramado sobre vuestro espíritu en las distintas envolturas que habéis poseído, para que me imitaseis y participaseis de mis dones, y llenos de amor para con vuestros hermanos, fueseis como un árbol cuya sombra y fruto sean para todos los caminantes. 4. Y ahora en esta era, iluminados por mi Espíritu, vais comprendiendo lo que el Padre os entregó en los primeros tiempos, lo que Jesús os enseñó en el Segundo y Yo os digo: No volváis a ser como ricos avaros, sed como este Maestro que se entrega a los discípulos por amor, y al presentaros a otros pueblos hermanos, no os sintáis superiores, ni digáis que sólo vosotros poseéis los tres testamentos y que de ellos sois dueños, que habéis poseído el arca de la alianza, el tabernáculo y los símbolos. No pueblo. Quiero que digáis a vuestros hermanos de diferentes razas, que todos podéis llegar a ser el pueblo escogido del Señor, de esa familia bendita, porque todos habéis brotado de un solo Espíritu, de un solo Padre. 5. Entonces habréis comprendido vuestra misión y podréis ser la salvación del mundo. Ya no permitiréis que sea el Padre quien venga a materializarse, para hacerse comprender de los hijos que no saben elevarse espiritualmente, y me diréis en vuestra oración de espíritu a Espíritu: Padre, permanece en tu solio, has descendido ya por mucho tiempo, has sufrido por nuestra materialización y pecado; todavía en el Tercer Tiempo has tenido que hablarnos en una y mil formas para enseñarnos y ya has derramado tu fuerza y tus virtudes entre este pueblo, que es tu discípulo; déjanos como responsables de la humanidad. 6. En todos los tiempos os ha parecido demasiado difícil de cumplir mi Ley, siendo vosotros seres humanos; y por eso desde los primeros tiempos habéis formado distintas religiones, y habéis practicado de manera imperfecta. Si en el Primer Tiempo hubieses cumplido con mis leyes entregadas por conducto de Moisés, no hubiese sido necesario que Jesús, el Verbo del Padre, viniese entre vosotros, ¿Por qué padeció aquel Maestro? Porque el pueblo de Judá le desconoció, le arrojó de su seno y le sacrificó, sin haber mirado ni sentido quién era. 7. Ese pueblo no se había preparado, no había cumplido con las leyes divinas, de éstas y de los preceptos había hecho sus propias leyes, en las que creía cumplir. Y el Divino Maestro se hizo hombre y con su nacimiento, su vida y su pasión, escribió una página más del libro de la sabiduría divina, en la que cada palabra era conformada por obras poderosas, palabras y obras selladas con sangre; así recibisteis el Segundo Testamento, y si vosotros hubieseis cumplido con esos dos testamentos ¿Habría tenido que comunicarme en este tiempo por el conducto humano, por medio de entendimientos imperfectos y perecederos? Si hubieseis practicado mis mandamientos y mi Doctrina que con tanto amor os he dado, no me estaríais juzgando, ni dudando de Mí porque me comunico por el entendimiento humano. 8. Reunid los tres testamentos y no adulteréis ni mistifiquéis mi palabra. Es la herencia que dejo a la humanidad. La luz de mi Espíritu os ilumina y vuestro espíritu, que sabe quién es, recuerda su pasado y sabe por qué he venido en este tiempo y puede comprender mi enseñanza. 9. Sólo así conoceréis la pureza y perfección de mi Obra dada en los tres tiempos, que está sobre las religiones e ideas humanas. Es el camino, la vida, el principio y el fin de todo espíritu, lo que encierra el libro de mi sabiduría. 10. ¿Por qué no me reconocen las sectas y religiones, y muestran tanta incomprensión? Vosotros que me oís, no juzguéis a nadie; Yo juzgaré, como está escrito, a todas las naciones y a todas las religiones. 11. Si cumplís con humildad, el mundo os creerá. Ese mundo cansado de palabras y de ritos, necesita ejemplos. Vos, Israel, que en todos los tiempos habéis recibido la simiente pura ¿A quién podréis imitar? ¿Qué religión de las que han brotado, han velado por el cumplimiento de todos mis preceptos? Ninguna, mas puedo deciros: si en ellas encontráis hombres celosos, imitadles; si encontráis amor, imitad su amor; si miráis en ellos respeto a Mí, también imitadles, para que sepáis apreciar la virtud y deis a cada quien lo que corresponde en justicia; mas lo imperfecto, lo censurable, jamás lo imitéis. Si no sabéis qué es lo justo y qué lo censurable, orad, oíd mi palabra y dejad que vuestra conciencia os aconseje. 12. El clamor de la humanidad llega hasta Mí, la angustia de la niñez, de la juventud, de los hombres y mujeres de edad madura y de los ancianos, se eleva; es la voz que clama justicia, es una invocación de paz, de misericordia que el espíritu hace, porque la simiente de amor en este mundo se ha perdido y ¿Sabéis en dónde está el amor? En lo más profundo del corazón humano, tan dentro que no alcanza a descubrirlo, porque el odio, las ambiciones, la ciencia y la vanidad han ahogado la simiente y no hay espiritualidad, ni misericordia; el cáliz de amargura va llenándose y el mundo lo bebe hasta las heces. 13. Y vos pueblo, contempláis en paz desde la barquilla la tempestad que se ha desatado, llenos de confianza en el Padre. Mientras aquellas naciones envueltas en guerras blasfeman en contra de mi Espíritu unos, y otros practican cultos imperfectos, vosotros me estáis glorificando. Más todos despertaréis en este tiempo de pruebas y llegaréis a unificaros por el amor y el conocimiento espiritual. 14. Discípulos: Yo os recibo y estoy presto a perdonaros. Quiero sentirme amado por vosotros y también anhelo que viváis en armonía los unos con los otros. Que el hijo ausente retorne a mi regazo y si se ha distanciado de Mí por incomprensión o ignorancia, no tema que le reproche su proceder. Quiero acariciar a vuestro espíritu y devolverle lo que ha perdido, su paz, su alegría y esperanza. Es mi deseo que toméis de esta vida su dulzura, que sepáis recibir sus sinsabores, que viváis mansa y pacientemente, que trabajéis por vuestra elevación. ¿Quién podrá alejarme de vosotros, o qué poder existe que impida que Yo os ame y os proteja? 15. En cambio, vosotros sí sabéis alejaros de Mí e imitar al hijo pródigo; y sólo cuando el dolor hiere vuestro corazón, recordáis que hay un Padre que os ama y está presto a socorreros, a libraros de todo peligro que os aceche. 16. Yo siempre os he inspirado confianza para que veáis en Mí a un Padre amoroso, a un amigo leal, a un confidente. 17. Recordad la parábola del hijo pródigo, vosotros que lleváis el peso de una gran falta, y pensad que ante todo soy amor y perdón. Debéis tomar en cuenta que estáis destinados para llegar a Mí perfeccionados, libres de errores, limpios; y si hoy estáis dentro de esa oportunidad de modelar vuestro corazón y hacer grandes obras espirituales, debéis aprovechar estos tiempos y hacer breves los días de vuestro destierro. 18. Si ya tenéis la experiencia de las eras pasadas y sabéis que existe la ley de restitución ¿Por qué volvéis a caer en los errores de ayer en vez de dar un gran paso adelante de vuestro camino? 19. Mirad a la humanidad restituyendo sus faltas y lavando sus manchas; está sujeta a grandes transformaciones a fin de purificar y restablecer todo lo que ha mancillado. 20. Mi palabra se cumple; habéis visto gran parte de mis profecías cumplidas ante vuestra incredulidad. Muchas otras están por ser vistas, y de esto daréis testimonio. Mi juicio está abierto como lo anuncié para estos tiempos. 21. El caos envuelve a las naciones; mientras unos cuantos velan y saben el porqué de sus penalidades, muchos duermen y se contentan con vivir sin hacer un esfuerzo por conocer la causa de todas estas pruebas. Vosotros si sabéis el por qué, habéis leído en el libro de la sabiduría y mi palabra os ha preparado, nada puede sorprenderos. Más sois todavía pequeños para dar la voz de alerta a la humanidad, aún no os habéis fortalecido y vuestros pasos son vacilantes. Habéis oído mi palabra y no alcanzáis a comprenderla, o cuando la habéis comprendido no la lleváis a la práctica. Os dividís sabiendo que sois un mismo pueblo, y los cargos que os he dado sentís que pesan sobre vosotros como un fardo insoportable. Os pregunto ¿Por qué no habéis llegado al fondo de esta enseñanza si os he iluminado con luz de verdad? ¿Por qué no sois fuertes si os he alimentado con este pan de vida eterna, del cual es suficiente una migaja para dar vida al hambriento? Es que os habéis familiarizado con mi palabra y la habéis tomado sin aprovecharla; mirad, mientras vosotros estáis hartos de ella, hay muchos hambrientos que ansían tomarla para alimentarse. 22. Se acerca el tiempo en que esta palabra cesará, entonces habrá quedado en el corazón de mis discípulos y estará grabada en libros para ser dada a conocer a la humanidad. Después de 1950 quiero que conservéis la mayor pureza en vuestras prácticas y la obediencia a mis órdenes y mandatos, con ello testificaréis que Yo estuve con vosotros. 23. Todos vuestros cargos os han sido dados según vuestra capacidad y fortaleza porque conozco y sé vuestra virtud. Trabajad por amor, no por temor, mirad en el fondo de mis enseñanzas, mi amor de Padre y mi perdón manifestarse siempre sobre todos mis hijos. 24. ¡Cuánta dicha descubro en vuestro corazón mientras estáis escuchando mi palabra! Yo soy la infinita paciencia, que aguarda en el instante en que os levantéis de lleno a la lucha. Yo os he revelado vuestro futuro. 25. ¡Cuán grande va a ser vuestra jornada después de mi partida, ni siquiera lo habéis presentido! Para entonces tengo algunos secretos que revelaros, para que podáis persuadir a los hombres. 26. Os sorprendí como a aquellos pescadores del Segundo Tiempo, a quienes encontré entregados a sus faenas y deberes, diciéndoles: Seguidme, desde ahora seréis pescadores de hombres. Les concedí la virtud de sanar al enfermo, les di el don de la palabra, les iluminé con mis revelaciones y les enseñé a libertar a los poseídos. Y ya preparados y confortados, les señalé los caminos y les ofrecí las comarcas para que pusiesen en práctica mi Doctrina de redención. 27. En este tiempo no habéis sido doce los escogidos; sois una porción numerosa que he consagrado y doctrinado bajo la sombra de diversos arbustos. Vosotros seréis quienes infundáis valor a la humanidad, en las grandes pruebas que amenazan al mundo. 28. Pronto dejará de comunicarse el Mundo Espiritual, y quiero que desarrolléis vuestros dones, para que no titubéis. 29. Quiero que viváis alerta para que escuchéis en intuición o en sueños la voz del Más Allá, cuando os diga: ¡Levantaos! y entonces encaminaréis vuestros pasos a los hogares y a las comarcas donde la enfermedad o la furia de los elementos hayan sembrado la desolación. Y cuando tengáis que ir en pos de países remotos, escuchéis la orden de] Padre indicándoos el instante y señalándoos el camino. 30. De las sectas y religiones vendrán a observaros, pondrán a prueba vuestra potestad. Habrá quienes, convencidos de vuestros dones, os tienten por medio del dinero para utilizaros con fines materiales. No olvidéis que todo aquél que convierta mi Obra en mercadería perderá mi gracia. 31. Voy a dejar de hablaros por el conducto humano porque escrito está, pero no os abandonaré. Yo os daré la inspiración y os haré sentir mi presencia. Y la tranquilidad de vuestra conciencia, no dejará que el tiempo marque profundas huellas en vuestro cuerpo. 32. Toda casa de oración y recinto donde mi Doctrina no se practique con pureza, desaparecerá y sólo quedarán aquéllas que sean un refugio y una barca de salvación para el necesitado. 33. Después de mi partida, vendrá la depuración en este pueblo; será en pleno tiempo de luchas y contiendas mundiales, después de las cuales vendrá la paz y huirá la miseria. 34. Sed fuertes, porque en el tiempo de la lucha seréis perseguidos y hostilizados. Os será negado el trabajo y el pan. Pero entonces manifestaré mi misericordia y mi poder en vosotros, pues hambre no sentiréis, vuestro rostro jamás se verá demudado, ni llegaréis a ser menesterosos. Entonces vuestro espíritu hará reminiscencias del camino a la Tierra prometida a través del desierto, en el Primer Tiempo; y recordará que ante su sed se abrió la roca, para ofrecerle la frescura de sus aguas; cuando el sol calcinante del desierto os quemaba, las nubes, como manto os cubrieron y cuando el hambre y la escasez amenazaban, descendió el maná como un mensaje de amor de vuestro Padre. 35. De todo os prevengo, para que mañana no digáis que no os preparé. 36. En forma clara os explico mi Doctrina, para que no vayáis a caer en tentación, ni os dejéis sorprender. 37. Quiero contemplaros siempre preparados, para que seáis comprensivos y respetuosos de mi voluntad. Si sois los primeros que habéis recibido mi enseñanza y habéis tenido en vosotros mismos las pruebas de que Yo he descendido para comunicarme con el hombre, debéis de esforzaros para dejar un buen ejemplo a los que vengan después de vosotros. Debéis conocer vuestro origen espiritual, vuestros deberes y las misiones que os haya confiado, para que veléis por vuestro espíritu y sepáis conservaros en la virtud. 38. Mientras habéis evolucionado, viniendo a la Tierra una y otra vez en diferentes encantaciones, miráis que mi Obra permanece inmutable, inalterable a través de los tiempos que han transcurrido. Siempre os manifiesto los mismos atributos, os hago sentir mi amor de Padre, mi paciencia sin límites, mis obras que redimen, y a pesar de todas estas pruebas no me reconocéis. Es necesario que despertéis y os deis cuenta del tiempo que os he dado para que en él labréis vuestra salvación, se acerca el momento de que partáis al más allá, y no os habéis apresurado para que lleguéis en el preciso momento en que os llame, para que me mostréis vuestra cosecha y que esa cosecha sea de simiente cultivada con la oración, estando además vuestro espíritu en la mejor disposición de arrepentimiento y elevación. 39. Pensad que si sois parte de mi Espíritu, poseéis la vida y la gracia al igual que Yo. Sois puros en cuanto a vuestro principio y así es como debéis llegar a Mí, en vuestro retorno. Por eso debéis de luchar sin descanso en este tiempo, para que podáis volver a vuestra primitiva pureza y perfección. 40. Tened caridad de vuestros hermanos y de vosotros mismos, ya que formáis una sola familia, un solo espíritu. Sobre de vosotros hay seres que están trabajando por vuestra salvación, cruzando el espacio, esparciendo caridad, convertidos en vuestros protectores. ¿Qué sería de vosotros, sin su ayuda? porque vosotros no habéis sabido interpretar mi voluntad y caéis en errores a cada instante. 41. Pensad en la lucha de vuestros protectores espirituales y ayudadles haciendo que su labor sea menos dolorosa. No sembréis de cardos su camino, no desoigáis su voz que siempre os previene del peligro, su consejo que orienta vuestros pasos y su luz que os guía. Vivid con ellos en armonía y lograréis estar en perfecta comunión conmigo. 42. No os distinguiréis de vuestros hermanos por insignia o señal alguna material, distinguíos por vuestras obras, de las cuales serán vuestros propios hermanos los que den testimonio. Así lograréis ganar la confianza de los que os rodean y convertiréis en amigos a vuestros enemigos. 43. No todos habéis despertado, pero Yo me valdré de la preparación de un solo corazón en cada recinto, para despertar a los demás; para que en la hora del llamado, en la hora de la justicia del Señor, todos me entregáis un solo fruto, siempre igual en las manos de todos mis labriegos. Para que el Padre haga el llamado a la humanidad y todos los pueblos de la Tierra tengan acceso en vuestra Nación; para que vengan a tomar no sólo la palabra que dejo escrita, sino también vuestro ejemplo. 44. Y así mi Doctrina se abrirá paso entre todas las doctrinas. Porque ella vencerá y prevalecerá, al fin, entre todas las demás. 45. Toda doctrina que no sea confirmada con hechos y con ejemplos, ha dictado su sentencia de muerte. Mas toda doctrina que sea confirmada con hechos, ésa prevalecerá. Mis ejemplos, mi sacrificio en el Segundo Tiempo, os hablan mucho; y ahora os digo: Aquél que sella su palabra con su sangre y su vida, está dando ejemplo de verdad y de fortaleza. 46. En este tiempo no sellaréis con sangre ni con la vida vuestras palabras El mundo no tiene hambre de vuestra vida ni sed de vuestra sangre. El hombre tiene sed de verdad, de amor y de caridad; y cuando os hayáis preparado y espiritualizado, sin caer en ningún fanatismo, cuando sepáis practicar mis leyes divinas y las leyes humanas, sinceramente como el Padre os ha enseñado, entonces, daréis al mundo el secreto de su salvación el secreto de la paz y de la redención en todos los caminos. 47. Porque mi Obra no viene en contra de la ciencia, ni de las instituciones humanas, no viene en contra del matrimonio, ni de la familia; no viene en contra de nada que encierre justicia y amor. 48. Si en otros tiempos el hombre se ha levantado como ministro de mi Divinidad en contra de la ciencia, de cierto os digo: Ese ministro no me ha honrado, no me ha comprendido ni me ha seguido; porque Yo, siendo el principio de toda espiritualidad, soy el principio también de toda ciencia; y si muchas veces habéis oído que el Padre abomina las ciencias humanas, no son de las ciencias en su principio, sino del fin que el hombre les ha dado. Yo abomino las malas ciencias que han llevado a la humanidad a su destrucción, a las ciencias que el hombre ha puesto al servicio del mal, para la destrucción de la vida y de los principios; eso es lo abominable de las ciencias delante de Mí. Más todo hombre científico que se haya convertido en benefactor de la humanidad, aunque vosotros no lo hayáis nombrado santo, Yo lo tengo en lugar selecto en el plano espiritual. 49. Esto os dice el Maestro en este día, para que no caigáis en fanatismo, porque en verdad vosotros estáis participando del fruto de la ciencia, porque Yo he inspirado a los hombres con mi luz para que encontraran los elementos de vida a su paso. Si no hubiera sido mi voluntad que el hombre tomara la ciencia para su provecho, no hubiera Yo creado los elementos, ni hubiera puesto en las entrañas de la Tierra ni en los espacios, todo cuanto el hombre ha tomado para su adelanto y evolución; pero hice todo para recreo, beneficio y progreso del espíritu y de la materia también. 50. Desde los primeros tiempos a los primeros moradores les entregué la Tierra, diciéndoles: Yo la dejo a vuestro cuidado, es vuestro tesoro, vuestro huerto, vuestra morada y vuestro hogar. ¡Creced y multiplicaos! Y esa frase no os la dije sólo como humanos para la multiplicación de la especie, sino también como espíritus y como inteligencias; pues Yo os multiplicaré en todos los caminos y en todos los órdenes, en espíritu y en verdad. 51. En este tiempo vengo en contra de todo lo superfluo e innecesario, de todo lo malo, de todo lo perjudicial, de toda mala semilla. A través de mi Doctrina Espiritual combatiré a todos los que han puesto la ciencia al servicio del mal; combatiré todas las malas ciencias, hasta que el hombre despierte a mi verdad. Entonces esta Doctrina penetrará, como la luz del día, en todos los lugares y a todos despertará. Por eso preparaos y reconoced vuestra misión, vuestro cargo y responsabilidad entre los que sufren. 52. Mirad lo que os enseña mi Obra. Mirad los horizontes que os abre mi Doctrina y mi palabra y mirad qué grande es el espíritu y qué cortas son las distancias. El que ha orado con amor, sintiendo el dolor de su hermano, se ha desprendido, se ha transportado desde aquí hasta lejanos sitios y ha depositado su amor, su bálsamo y su caricia en los que sufren. 53. Por esta oración de mi pueblo de Israel, que se eleva hasta Mí en todos los recintos, Yo bendigo al Universo y le entrego mi luz y mi caricia paternal; ya que ellos no se recrean con mi palabra, hago que mi esencia llegue a todos los corazones, que todos ellos me sientan, que se levanten en busca de mi verdad, en busca del camino porque a todos estoy preparando para que lleguen a Mi. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 219 1. Os doy en este instante mi bálsamo, mi fuerza y mi caricia. 2. Yo soy vuestro cirineo, ya que en la Tierra cuando el peso de mi cruz se hizo agobiante, hubo un hombre con piedad en su corazón que me ayudó a compartir mi carga. 3. Aquí me tenéis, presto a acudir en vuestro auxilio cuando caigáis en el camino, para dar fuerza a vuestro espíritu y levantarlo a continuar la jornada. 4. Paso a paso os vais acercando al Calvario de vuestra vida en la Tierra, donde vuestro espíritu habrá de decirme: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, ya todo está consumado". 5. Bienaventurados los que al llegar esa hora y pronuncien esas palabras hayan dejado concluida su misión, porque será grande su paz y su gozo. 6. Quiero que todos alcancéis esa cumbre, no importa que lleguéis destrozados y sin bienes materiales, allí sentiréis como nunca lo habíais sentido mi presencia y mi misericordia. 7. Allí espero al hombre, allí espero a la mujer, a los padres, a las madres, a todos los que al mundo llegaron con misiones que cumplir. 8. ¿Queréis llegar a la cima? Confiad en Mí que soy vuestro destino, aceptad con amor las pruebas, acatad mí voluntad sea cual fuere, con la sonrisa en los labios, con la fe y la resignación en vuestro corazón. 9. No olvidéis que soy Omnipotente y Omnipresente, para que la duda o la debilidad no vayan a haceros caer en tentación. 10. A veces, cuando lloráis en el mundo y pensáis que Yo habito en el Cielo donde todo es felicidad del espíritu, dudáis de mi amor, porque no concebís que el Padre goce, mientras millones de sus criaturas sufren hasta la muerte en la Tierra. Es que no queréis comprender que mi dicha no será absoluta hasta que el último de mis hijos se halle en la tierra de salvación. 11. Si soy vuestro Padre, pensad que necesariamente tengo que sentir lo que los hijos sientan, sólo así comprenderéis que mientras cada uno de vosotros sufre y siente su propio dolor, el Espíritu Divino sufre con el dolor de todas sus criaturas. 12. Como una prueba de esta verdad vine al mundo a hacerme hombre y a cargar una cruz que representó todo el dolor y el pecado del mundo. Y si en cuanto hombre cargué sobre mis hombros el peso de vuestras imperfecciones, y si sentí todo vuestro dolor, ¿Podría en cuanto Dios mostrarme insensible ante las penas de mis hijos? 13. En mi Espíritu existe un himno cuyas notas nadie ha escuchado, nadie lo conoce en el Cielo, ni en la Tierra. Ese canto será escuchado en todo el Universo cuando el dolor, la miseria, las tinieblas y el pecado hayan quedado extinguidos. Aquellas divinas notas encontrarán eco en todos los espíritus, uniéndose el Padre y los hijos en ese canto de armonía y felicidad. Yo os digo en verdad, que hasta las piedras hablarán cuando esa armonía ilumine la vida de mis hijos muy amados. 14. Seguid acrisolando vuestro espíritu, seguid evolucionando y perfeccionándolo, llevando siempre vuestra fe encendida como flama inextinguible. 15. Debo deciros que mientras habitéis en la Tierra, debéis luchar por hacer lo más amable posible vuestra existencia en ella, no es forzoso llorar, padecer y sangrar infinitamente para poder merecer la paz en el más allá. 16. Si pudieseis transformar esta Tierra, de valle de lágrimas en un mundo de felicidad, donde os amaséis los unos a los otros, donde os preocupaseis por practicar el bien y vivir dentro de mi Ley, en verdad os digo que esa vida sería ante Mí, mas meritoria aún y más elevada que una existencia de sufrimientos, vicisitudes y lágrimas por mucha conformidad que tengáis para sufrirla. ¿Cuándo llegaréis a unir la vida espiritual con la vida humana, de tal manera que no miréis límites entre una y otra? ¿Cuándo haréis de vuestra existencia, una sola vida, apartando la idea de la muerte, para penetrar en la eternidad? Esa luz será en los hombres hasta que la espiritualidad florezca en el mundo. 17. La luz de mi palabra viene en este tiempo a salvaros de las tinieblas del materialismo en que se han sepultado los espíritus, tinieblas que no les dejan mirar la verdad aunque la tengan cerca y la lleven dentro. 18. El Tercer Tiempo es con vosotros y de ello pruebas y señales está dando a los hombres y aún mayores las seguirá dando, como si fuese una inmensa campana echada a vuelo para despertar a vivos y a muertos. 19. Orad, observad, meditad, dejad que mi inspiración os guie, la reconoceréis siempre que os sintáis impulsados al bien y a la elevación, cuando de vuestro espíritu se eleve la salutación a su Creador. 20. "Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad". 21. Pueblo bendito, escogido por mi caridad; Yo os he entresacado en estos tiempos de perversidad, de confusión y de dolor, para reuniros en una familia y formar entre los pueblos de la Tierra el pueblo de paz. 22. Vivís tiempos de caos. Solamente aquellos que logren espiritualizarse en estos tiempos de prueba, podrán sobrevivir al dolor, a la confusión, a la tempestad que se avecina. Sólo aquéllos que se eleven por encima de todas las vanidades materiales, de las miserias humanas, podrán resistir con serenidad y calma el caos universal v serán como náufragos enmedio del océano que logren asirse a un madero, que será la fe en mi amor. 23. Para ese tiempo os estoy preparando. Por eso os estoy enseñando a imitarme, mas no es mi voluntad que seáis los únicos que practiquéis mi Doctrina, quiero que las virtudes de vuestro corazón, vuestras palabras y obras, atraigan a todos los corazones que han de llegar a Mí para recibir mi enseñanza en este tiempo, para que el pueblo se multiplique en número, en fuerza y en elevación entre la humanidad. 24. Mas ¿Cuál es ese caos, esa tempestad, esa prueba que se avecina? Son las heces del cáliz de amargura que no ha bebido aún la humanidad. Es menester que el hombre, que ha preparado ese cáliz con sus hechos a través de los tiempos, lo apure hasta la última gota, para que conozca su propia obra y su fruto. 25. Pueblo bendito: Esos hombres que se levantan llenos de grandeza y predominio en las naciones, en los pueblos de la Tierra, son grandes espíritus revestidos de potestad y poseedores de grandes misiones. No se hallan al servicio de mi Divinidad; no han puesto su grandeza y sus dones al servicio del amor y de la caridad; han formado su mundo, su ley y su trono; sus vasallos, sus dominios y todo cuanto ellos pueden ambicionar. Mas cuando sienten que el trono se estremece ante las pruebas, cuando sienten que se acerca la invasión de un enemigo poderoso, cuando contemplan en peligro sus caudales y sus nombres, se levantan con toda su fuerza, llenos de grandeza, de vanidad terrestre, de odio y mala voluntad y se lanzan en contra del enemigo, no importándoles si su obra, su idea, va dejando tras de sí tan sólo la huella del dolor, de la destrucción y del mal. Buscan solamente la destrucción del enemigo, erigir un trono mayor, para tener mayor dominio sobre los pueblos, sobre las riquezas, sobre el pan de cada día y sobre la misma vida de los hombres. 26. Yo os estoy preparando para que seáis mis soldados, mas no los que causen la destrucción ni el mal, no soldados del odio y la perversidad, de las tinieblas ni de la codicia, sino soldados de la espiritualidad, de la fraternidad, del amor, de la mansedumbre y de la caridad. Os levantaréis llenos de fuerza y de confianza en Mí, que soy vuestro ideal, llenos de confianza en vuestras armas que son la verdad y la justicia. Yo os estoy preparando para que desde ahora podáis luchar contra aquel enemigo, que también es poderoso, pero que no lo es más que vosotros. 27. El día en que despertéis a la espiritualidad, llegaréis a la comprensión de que las tinieblas son débiles ante la luz, el odio es un átomo frente a la fuerza irresistible del amor y ese átomo se desvanece al contacto de la verdadera caridad. El materialismo se empequeñece ante los dones del espíritu. Lo material es pasajero y lo espiritual tiene vida eterna. 28. Vosotros estáis formando el pueblo espiritualizado y capacitado para apartar la confusión del mundo, para desmaterializarlo y desfanatizarlo, con vuestro buen ejemplo, con los buenos pensamientos, palabras y obras que desde ahora estáis practicando. 29. Si los hombres os preguntan acerca de enseñanzas que no habéis oído de Mí, o que no habéis alcanzado a comprender, Yo hablaré por vuestro conducto y sorprenderé a los hombres, a los sabios, a los teólogos, al engrandecido, al mandatario y al juez, a los maestros de la Tierra. 30. Haré que mi Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, penetre por doquier, como el aire penetra en todo lugar, como la luz disipa toda tiniebla, para iluminar al mundo. Así se esparcirá mi Obra, así se extenderá mi Doctrina: Penetrará en toda secta, en toda institución, en toda congregación humana, en todo corazón y en todo hogar. Cruzará por los caminos, atravesará los desiertos y mares, y llenará este mundo porque el Tercer Tiempo, la era de la luz, ha llegado para toda la humanidad. 31. En todos los tiempos he humanizado mis manifestaciones. Recordad que en el Primer Tiempo escogí a Moisés para comunicarme con vosotros. Él fue mi portavoz y mi emisario, le llamé al Monte y le dije: "Moisés, inclina tu faz porque no podrás mirarme, ve y di a tu pueblo que Yo soy su Señor y su Dios; que soy el Dios de sus padres y es mi voluntad se limpien por dentro y por fuera, para que sean dignos de recibir mis mandatos, mi ley, mis preceptos". Por conducto de Moisés me manifesté como Padre, como Ley y como Justicia. Por su conducto me comuniqué con mi pueblo escogido. Por aquel varón hice llegar mis mandatos a todo corazón. 32. En el Segundo Tiempo, quise estar más cerca de vosotros. No fue mi voluntad divina que aquel pueblo me tomara solamente como un Juez inexorable. Quise sentir la caricia de mis hijos, de las criaturas hechas a mi imagen y semejanza. Y en un acto de amor y mansedumbre, el Padre se hizo hombre para enseñar la humildad que es grandeza del espíritu, el verdadero cumplimiento de las leyes, la vida dentro del amor; enseñar al hombre a luchar por un ideal justo, eterno y verdadero. 33. La Doctrina de Jesús, entregada como ejemplo, como un libro abierto para que la humanidad lo estudiara, no ha encontrado ningún otro pueblo de la Tierra, en ninguna generación, en ninguna raza, nada semejante. Porque aquéllos que se han levantado entregando preceptos de justicia o doctrinas de caridad, han sido enviados por Mí a la Tierra como precursores, como emisarios, mas no como Divinidad. Sólo Cristo vino entre vosotros como Divinidad. Él vino a entregaros la lección más clara y más grande que ha recibido el corazón del hombre. 34. Y ahora en este tiempo, pueblo amado, no he venido a hacerme hombre como en aquel Segundo Tiempo, pero me ha placido comunicarme con todas mis criaturas a través del entendimiento del hombre. Y aún en el valle espiritual y en los espacios infinitos han sentido mi presencia divina. Porque en la Escala de Perfección hay muchos peldaños, en el valle espiritual y en los espacios sin fin, hay muchos mundos. Y en verdad os digo: Siempre me he comunicado con todos; y según sea la escala espiritual, el mundo en que se encuentren, así ha sido mi manifestación entre ellos. 35. Hay quien me pregunta: ¿Por qué es que el Padre se comunica por el entendimiento del hombre, si el hombre es pecador, impuro y alberga bajas pasiones? Y el Maestro os dice: Mi Rayo bendito es toda pureza y perfección, y aunque el Padre no se escandaliza del pecado del hombre, no puede entrar en contacto con lo impuro. Yo llego hasta la conciencia del pedestal y es la conciencia la que transmite mi luz, mi palabra y mi enseñanza al entendimiento del portavoz. Ya el pedestal, de antemano se ha elevado a Mí en un acto de amor, de temor, de preparación, para no mezclar las bajas pasiones y las tendencias de la carne, con la perfección de mis lecciones. 36. Mas pronto dejaré de comunicarme por el entendimiento humano, porque llegará el instante en que podáis hacerlo de espíritu a Espíritu. Entonces llegará también mi rayo divino hasta vuestra conciencia y allí escucharéis mi voz, recibiréis mis inspiraciones, mis profecías y mis mandatos. Hacia ello os voy conduciendo. 37. Yo os seguiré enseñando y perdonando, para que en los últimos instantes de mi comunicación por el entendimiento humano, podáis decirme: "Señor, cuán grande es nuestro pecado y nuestra maldad; lo hemos reconocido a tiempo nos hemos depurado por dentro y por fuera, en nuestra vida espiritual y nuestra vida humana, y ahora llegamos ante vuestra misericordia infinita amándonos los unos a los otros, amando todo lo creado, formando un sólo cuerpo y una sola voluntad". 38. Si a eso llegáis en 1950, el ojo pecador y no pecador me contemplará en todo mi esplendor, porque será el momento en que deis principio al cumplimiento de la Ley que el Padre os ha confiado. 39. Sed firmes en el camino, pueblo, porque vuestro espíritu está cumpliendo una delicada misión en este planeta. Solamente el que se purifique por el amor, el que practique mis leyes, puede dejar de venir a reencarnar en este planeta; mas aquél que en su última reencarnación deje huella de sangre o de maldad, ése tiene que tornar a esta Tierra a reparar yerros, a reconstruir lo destruido, a dar vida a lo que dejó inerte, a perdonar a los que no perdonó. En una palabra: a restituir, por eso mi amor infinito os dice: ¡Oh peregrino incansable que ha tiempo venís caminando con la amargura en vuestro corazón! He aquí al que viene a consolaros, al que viene a fortaleceros, para que prosigáis la jornada hasta el fin. 40. Ha mucho tiempo que habéis iniciado este viaje y no es la primera vez que vengo a manifestarme en vuestro sendero. Mi caridad ha levantado al caído, sanado al enfermo y ha devuelto la vida al muerto. Mi voz de Padre, ha despertado al que duerme. 41. Con la luz que irradia mi Espíritu sobre vosotros, se ilumina vuestro espíritu y contempla su pasado como el largo camino de expiación y evolución espiritual. También comprendéis la responsabilidad contraída con vuestro Maestro de ser los testigos fieles de mi enseñanza. Os he dicho que llegará el día en que de las sectas y religiones vengan a interrogaros y escudriñaros y no quiero que os sorprendan torpes. Os encontrarán humildes, pero manifestando dentro de vuestra humildad mi sabiduría. 42. La humanidad os necesitará y vosotros que formáis espiritualmente el pueblo más antiguo de la Tierra, no ocultaréis los dones que os he dado, mostraréis el libro que he abierto ante vosotros. 43. En cada tiempo, y desde el principio de la Creación, he hecho pacto con vosotros. Lo ofrecido por Mí os lo he cumplido fielmente, pero en verdad os digo: mi pueblo ha faltado siempre a sus promesas. 44. Seis veces he renovado este pacto con vosotros porque os amo y quiero vuestra salvación. 45. En los doce que escogí en el Segundo Tiempo, están representadas las virtudes y las flaquezas humanas. De sus virtudes me serví para ejemplo y estímulo de la humanidad y aproveché sus imperfecciones para daros grandes enseñanzas. La incredulidad de Tomás, representa al positivista, el que cree tan sólo en lo que palpa y ve. 46. Pedro representa al temeroso de los juicios de los hombres y Judas a los que ponen precio a los bienes del espíritu. 47. En este tiempo no vengo a daros las riquezas terrestres, ya os las di en otros tiempos. Ahora vengo a colmaros de Sabiduría. 48. En todos los tiempos los hombres de ciencia han desmentido y combatido mis revelaciones y manifestaciones espirituales. Más Yo no combato la ciencia, porque Yo soy la Ciencia. Soy quien la inspira al hombre para el bien y recreo de él mismo. En verdad os digo que quien toma la ciencia para causar males, ése no ha sido inspirado por Mí. 49. Reconoced por su esencia mi palabra, Yo soy la vid, de ella estáis bebiendo el vino. 50. ¿Qué necesitáis para poder seguirme? Yo todo os lo daré. Edificando estoy un santuario en vuestro corazón para morar siempre en él, pues mi palabra a través del portavoz humano dejará de escucharse y sólo vuestro espíritu la sentirá vibrar en lo infinito. 51. Bienaventurados aquéllos que tengan espiritualidad, porque sentirán mi presencia y serán los que, caminando entre miseria y lágrimas, lleven el consuelo y la salvación a esta humanidad. 52. Mi rayo universal ilumina vuestro entendimiento y en esa luz que os baña, os sentís llenos de mi presencia. Los videntes contemplan con regocijo y palpan esa luz que envuelve a todo espíritu. Han visto un gran libro, que muestro a Israel, en el que está contenida la lección y está abierto en el sexto capítulo. 53. Habéis sentido muy cerca de vosotros el reino que os fuera prometido al oír mi palabra y ya presentís la dicha que os espera. Todos vuestros temores se disipan, porque empezáis a reconocerme como Padre; y al contemplar el cumplimiento de mis promesas que fueran dadas en otro tiempo al pueblo de Israel, al pueblo escogido, os llenáis de esperanza y empezáis a formar grandes propósitos de enmienda y acatamiento a mi Ley. 54. En mi nuevo advenimiento, me acompañan espíritus de gran luz, seres que os están anunciando la proximidad de mi Reino y preparando el corazón humano. 55. Vuestro mundo se ha iluminado con mi presencia; pronto penetraréis en una era de renacimiento espiritual que os ha de llevar al resurgimiento de todas las virtudes y que ha de colocaros en planos superiores; mas así como he venido a vosotros, he llegado a otros mundos, en donde lucha y se perfecciona el espíritu y restituye con dolor. Entre esos mundos y el vuestro he venido a establecer alianza y amistad. Quiero que enlacéis vuestro pensamiento con los seres que los habitan, que dediquéis una oración que consuele e ilumine al espíritu atribulado de vuestros hermanos. 56. Así lograréis comprender que vuestra misión no está reducida tan sólo a ayudar a vuestros hermanos visibles, sino que hay seres que no conocéis, que no podéis palpar desde vuestra actual morada y que, sin embargo, están necesitados de vosotros. 57. Este mundo que hoy es vuestro hogar, donde habéis tenido mi manifestación clara, es propicio para que intervengáis ante Mí rogando por esos seres de que os hablo. 58. En cada era me he manifestado lleno de sabiduría, de esencia, de amor. Vosotros habéis sido testigos de mis manifestaciones. ¿Quién ignora que Yo, Jehová, hablé al mundo desde sus primeros días? ¿Quién no sabe que vine en Jesús a daros mi enseñanza? Quiero que la Humanidad sepa que hoy he venido a esclarecer y a explicar toda palabra y todo misterio que hubiese contenido el libro de la sabiduría eterna. 59. En vuestro continuo transito habéis sido protegidos por Mí; sois eternos viajeros y no sabéis el futuro que os espera. No adivináis cuándo se acerca la tempestad, ni cuando aparecerá el iris de la paz. Sólo Yo, que soy el que velo por vosotros, os anuncio, cuando estáis preparados, lo que ha de venir. Este valle, que en algunas ocasiones ha sido propicio y amable para vosotros, también os ha sido hostil y os ha hecho derramar abundantes lágrimas, con las cuales habéis lavado y purificado vuestro espíritu. 60. Venid a Mí; estáis cansados del camino; venid bajo la sombra de este árbol, el cual se presenta ante vosotros lleno de misericordia y amor para todos sus hijos; y cuando hayáis descansado y todas vuestras penas se hayan aliviado, pensad en los que sufren y abogad por ellos. Mirad que Yo todo les puedo dar sin vuestra mediación, pero me place que se manifieste en el hijo el amor, la caridad y la misericordia, para llegar a compartir el dolor o la dicha de sus hermanos. 61. Vuestra existencia no tiene límite, el final de la carne no es el del espíritu, porque cuando ella baje a la tierra, éste le sobrevive y encuentra en su nueva vida infinitos motivos para luchar y seguir escalando. Es entonces cuando el espíritu, libre de la materia que lo ha estado oprimiendo, se liberta y encuentra un campo vasto donde aplicar sus dones y las virtudes que posee. 62. Cuando Jesús expiró en la cruz, se borró de vuestra mente la figura del hombre y me concebisteis infinito, capaz de penetrar en todas las moradas, para abarcar con mi amor al Universo. 63. Contemplaos todos como iguales, amaos fraternalmente, porque después de 1950 desaparecerán de entre vosotros los cargos, no habrá guías ni portavoces, columnas o videntes, facultades o plumas de oro, ni piedra fundamental, ya no habrá distinciones; para ser grandes me basta veros preparados aun cuando no hayáis tenido cargos, para que Yo derrame mi inspiración por vuestro conducto y por ella os guiéis. 64. No sólo los que han llevado esos cargos son los que están capacitados para desempeñar grandes misiones. Quiero que todos sirváis a esta causa y que en cada uno de vosotros lleguen a estar encerrados todos los cargos, para que os sintáis responsables de mi Obra. 65. Mi palabra dejará de materializarse y con ello alcanzaréis mayor espiritualidad, porque entonces me buscaréis en el infinito, elevando vuestro pensamiento, buscaréis agradarme ejecutando obras meritorias, y eso os dará mayor progreso espiritual. 66. Quiero que os miréis como verdaderos hermanos, que viváis unidos, para que lleguéis a sentiros más próximos los unos a los otros, para que estéis más cerca de Mí. Los que hayáis alcanzado mayor comprensión de mi Obra, enseñad a vuestros hermanos, a todos aquellos que van dando sus primeros pasos. Daos la mano, protegeos los unos a los otros. Esta es mi voluntad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 220 1. Bienvenidos seáis ante Mí, discípulos. 2. He aquí al Maestro que cumple su promesa del Segundo Tiempo, viniendo como Espíritu Santo a iluminar con su luz al Universo. 3. Ante Mi se encuentran los que dudaron, los que blasfemaron en contra mía, pero que ahora vienen arrepentidos a pedir perdón y a convertirse en mis siervos. 4. Antes de que Yo llegara, ha sido Elías con vosotros, para disipar la noche y traeros la luz, para acercaros a la fuente de gracia y sabiduría que soy Yo. 5. Os he encontrado preparados y os he hecho sentar a mi mesa, para que saboreéis mis manjares. 6. Espiritualmente estoy derramando mi sangre gota a gota, para trazaros el sendero de restitución, para que nunca más os alejéis del camino. 7. Mi amor se desborda sobre vosotros, mas no todos sois sensibles a él. Mientras unos lo sienten en su corazón, otros permanecen aletargados. Sin embargo, a ninguno aparto de mi mesa porque la resurrección espiritual será en todos mis hijos. 8. Los que en verdad han sentido mi presencia en esta comunicación, me dan gracias por el consuelo que mi palabra ha traído a su corazón, que se sentía solo y abandonado. 9. Este recinto no es la casa del Padre; mi altar se encuentra en vuestro corazón, vuestra fe es el cirio encendido a Mí, y vuestra conciencia es esa luz superior que brilla en vuestro sendero, que os aparta de los malos caminos, que os advierte de los abismos, que os alienta al bien. 10. Sabéis que Yo hice la luz, como hice todo lo creado, para que esa luz que llamasteis día, os descubriese las grandezas de la Creación y tuvieseis conocimiento de mi amor y mi poder. 11. Os formé a imagen y semejanza mía, y si Yo soy Trino y Uno, en vosotros existe también la trinidad. 12. Vuestro cuerpo material representa a la Creación, por su formación y armonía perfecta. Vuestro espíritu encarnado es una imagen del Verbo que se hizo hombre para trazar en el mundo de los hombres una huella de amor, y vuestra conciencia es una chispa radiante de la luz divina del Espíritu Santo. 13. Siempre que el hombre se ha apartado de mi Ley, desoyendo la voz de su conciencia ha penetrado en la noche de la tentación, de las tinieblas y del pecado, entonces he tenido que juzgar sus actos y ante mi justicia ha experimentado dolor. Pero siempre le he concedido ocasión para el arrepentimiento y le he dado tiempo para su restitución. Ante mi justicia se ha doblegado el pecador, pero más tarde al recibir mi perdón y mis complacencias, ha reincidido en su pecado. Para mostraros el sendero de vuestra restitución vino a materializarse entre vosotros vuestro Dios y la Madre Universal hubo de hacerse mujer para redimiros con su ternura. 14. Espiritualmente habéis recorrido un largo camino y ahora os asombráis ante la intuición y el desarrollo que manifiestan las nuevas generaciones desde su más tierna infancia; porque son espíritus que han vivido mucho y que altera vuelven, para caminar delante de la humanidad, unos por las sendas del espíritu y otros por los caminos del mundo, según sus dones y su misión. Mas en todos ellos, la humanidad encontrará la paz. Esos seres de que os hablo serán vuestros hijos. 15. Ya no es tiempo de que transitéis por desiertos, ni de que os ocupéis en misiones banales. Pensad en el futuro, y preparad a la humanidad del mañana, porque al hablar de mi Doctrina y al derramar mi bálsamo de curación, los hombres sorprendidos os preguntarán ¿De quién habéis recibido tan gran lección y quién os ha dado tan extraño poder de sanar las enfermedades? Entonces la humanidad verá mi poder en las obras de amor de mis labriegos. 15. Al espíritu le están concedidas siete etapas para su evolución y perfeccionamiento en varias reencarnaciones, para su progreso y expiación, mas no le está dado recordar las reencarnaciones anteriores; la materia es como un denso velo que las cubre. Sólo la conciencia os da la intuición de que debéis caminar hacia adelante por el camino de la luz, que es el de la perfección. 17. Ese camino, es la escala con siete peldaños que conducirá al espíritu a mi seno, donde quedará irradiando eternamente su luz sobre los que queden en los peldaños más bajos. 18. Ese es mi plan divino y eterno; vosotros sois mis colaboradores y llegaréis a reinar conmigo, cuando hayáis roto las cadenas del materialismo. 19. ¡Apresuraos! ¡Todo cuanto podáis hacer ahora, hacedlo! Practicad mi Enseñanza y experimentaréis mi paz aún enmedio del caos de este mundo. 20. ¡La Fe, la Esperanza y la Caridad, como ángeles, quedan flotando sobre vuestro espíritu! 21. Os ilumino el corazón, el espíritu y la mente, para que en este tiempo de mi comunicación, comprendáis la sabiduría de mi palabra. Este tiempo dejará su huella en las generaciones venideras para que comprendan la era que van a vivir. 22. He venido como faro de luz a iluminar vuestro espíritu, a fortalecerlo, y he sido resurrección para todos aquéllos que escuchándome, han creído; porque al conocer la paz de la vida superior, se han levantado formando propósitos de enmienda y haciendo renunciación de los bienes superfluos. Si logran sostenerse en las pruebas, formarán mi ejército de soldados de buena voluntad. Irán a enfrentarse al mundo de maldad, poblado de mentes turbadas que, sirviéndose de lo que Yo he creado, aún me niegan, a un mundo convertido en desierto cuyas arenas candentes requeman las plantas del caminante, y en ese desierto inclemente, vendavales de ideas les azotarán sin piedad. 23. Oídme: Preparaos y no temáis, que si en vosotros hay fe y lleváis como ideal mi Obra, tendréis en la jornada mi fuerza como báculo que os sostendrá. 24. Dejad que en vuestro corazón se acrisole el amor y la fe, porque de ellos brotará el perdón para quien os ofendiere. En verdad os digo, que ante esa muralla siempre se ha detenido la maldad. Tendréis que beber cálices amargos, oh discípulos muy amados. 25. La lucha comenzará después de mi partida, cuando haya dejado de ser vuestro consejero a través del entendimiento humano, y sólo encontréis mi palabra en los escritos que os dejaré. 26. Mi palabra os ha explicado todo lo que antes fuera un misterio para vosotros, para que nada ignoréis y sepáis enfrentaros serena y valerosamente a las pruebas. 27. Habéis tenido, a través de mis lecciones, un tiempo de alegrías imborrables. Vuestro espíritu, que anhelaba goces elevados, quedará satisfecho, porque pudo contemplar en la esencia de mis manifestaciones, la luz de la verdad, la vida del espíritu que os espera; aquella vida donde nada se limita, donde todo es hermoso y perfecto, de la que con sólo su reflejo podríais purificar vuestro espíritu. 28. Al presentir aquella existencia, vuestro espíritu siente el goce de la eternidad, vuestra materia se reanima y se levanta, porque sabe que todos sus dolores, sus combates y sus renunciaciones encontrarán la más justa de las compensaciones para el espíritu: la paz. 29. Esto que estáis adquiriendo, es espiritualidad, porque espiritualidad es también conocimiento de la vida eterna, mas si llegáis a armonizar con la Creación, habréis encontrado una forma más de la espiritualidad, porque estaréis viviendo dentro de mis leyes. Si antes era para vosotros el declinar del cuerpo como el fin del camino, hoy sabéis que ahí es donde principia la senda. La materia es tan sólo una fugaz vestidura. Ya reconocéis que no sólo sois substancia sino también esencia, porque sabéis que donde termina el hombre, no es el final en el camino del espíritu. 30. Y preguntáis: Maestro, ¿Entonces es posible que lo que es esencia se mezcle con lo que es materia? Y Yo os digo: Sí, mis hijos, porque el Padre que es omnipotente y omnipresente, está en todo lo creado para que tenga vida. 31. Escuchad siempre la verdad, ella es como el agua cristalina que deja ver todo cuanto hay en su fondo. Sabedme encontrar en vuestra propia inspiración. 32. Sencilla es mi palabra aun cuando hable de grandes revelaciones, pues así como en forma clara y comprensible os he explicado cómo es el camino que conduce al verdadero Cielo, así también os digo que con mi palabra, aboliré en este tiempo el infierno que los hombres a través de religiones y erróneas interpretaciones, han forjado para inspirar temor y poner una venda de ignorancia a la humanidad. 33. Mi palabra es como un libro, ha abierto ante vosotros sus páginas para mostraros la sencillez del más allá. Los tiempos en que los hombres cumplían en forma religiosa, olvidándose de la Ley pasarán, porque aquello era prevaricar. 34. Yo no he venido a infundiros temor; he venido a inspiraros amor. 35. Os he enseñado que Yo no os castigo, que sólo dejo que vayáis a recoger frutos de vuestra siembra, los cuales si son dulces, serán vuestra felicidad y vuestra salvación, y si son amargos, os despertarán al arrepentimiento y al deseo de perfeccionaros. 36. Para ayudaros en vuestra lucha, he preparado un nuevo día lleno de luz y de gracia, para que os recreéis con mi palabra, pueblo de Israel. 37. Desde vuestra niñez, en vuestra juventud, en la edad madura y en la ancianidad, me habéis buscado, habéis llegado a Mí, en distintas edades. Contemplo en las congregaciones que forman el pueblo de Israel, desde el niño recién nacido hasta el anciano. 38. El anciano me dice: tarde llego ante Vos, oh Padre mío, y muy poco tiempo gozaré de vuestra palabra, beneficios y caridad. Y el Padre le dice: Anciano, sed conmigo, nunca más os apartéis de Mí. Seguidme hoy, y cuando vuestro espíritu llegue a los umbrales del valle espiritual, y sea en la nueva vida, no tendréis edad. Seréis siempre joven y fuerte. No lamentéis haber llegado ahora que vuestro cuerpo está cansado y enfermo, a conocer la luz de mi Doctrina. Mirad que he llamado a los niños y en el seno de mi Obra han crecido, y hoy que se encuentran convertidos en hombres y mujeres, se han alejado, se han cansado de mi palabra y han ido en busca de nuevos senderos, olvidando mis consejos y mis caricias. Mas Yo los atraeré nuevamente y en la hora final, todos serán conmigo porque Yo estoy en todos los planos en los que el espíritu habita. 39. Cuando el hombre se aleja de la senda del bien, por la falta de oración y de buenas prácticas, pierde su fortaleza moral, su espiritualidad y queda expuesto a la tentación, y en su debilidad, da cabida a los pecados, y éstos enferman el corazón. Mas Yo, he venido como Doctor al lecho del enfermo y he puesto en él todo mi amor y mi cuidado. Mi luz ha sido como agua cristalina en los labios abrazados por la fiebre y al sentir mi bálsamo sobre su frente, me ha dicho: Señor, sólo vuestra caridad puede salvarme. Me encuentro gravemente enfermo del espíritu y la muerte llegará muy pronto a Mí. Y Yo le he dicho: No moriréis, porque Yo, que soy la vida, he llegado y todo lo que habéis perdido, os será devuelto. 40. Id al cumplimiento de vuestros deberes y todo el mal que habéis hecho, convertidlo en bien. Yo os doy la fortaleza para que llevéis a cabo esta gran obra de regeneración, porque tengo para vos una gran misión. 41. Así os encuentro en el Tercer Tiempo, conozco vuestro mal y vuestra angustia, mas todos seréis salvos, porque en vosotros está el principio de vida eterna. 42. Preparaos, para que al haceros dignos de Mí, podáis presentarme vuestro corazón como un vaso limpio de dentro y de fuera, en el que Yo deposite mi palabra y con la luz que os entrego podáis analizarla. De cada una de mis palabras, formad frases y con ellas grandes libros. Preparo vuestro entendimiento, para que habléis a vuestros hermanos y calméis el hambre de verdad y de justicia que siente la humanidad. 43. Apreciad mi palabra, para que no digáis de mi partida: "Cuán grande era el privilegio que tenía, y no supe comprenderlo". 44. No quiero que seáis como los hijos que, teniendo a su lado un padre bondadoso y amante, lo desprecian, y cuando éste ha cerrado los ojos para este mundo y lo hago ocupar un lugar en el valle espiritual, entre los hijos predilectos por su virtud; entonces aquéllos, lloran su falta de amor y de gratitud para aquel padre y reconocen tarde el bien que tenían y que no supieron apreciar. 45. Trabajad ahora que me tenéis con vosotros, para que podáis decir al mundo: El Señor está hablando y dando pruebas de su presencia. Acercad a Mí a los que me buscan, pues ellos creerán. Mañana tendréis que prepararos mucho para llegar a convencer a vuestros hermanos. 46. A cada instante llegan a vosotros penalidades que os hacen llorar y me decís: Maestro; ¿Por qué me pruebas, si me has prometido la paz? y Yo os digo: Es que gracias a esas pruebas el espíritu permanece alerta. Enmedio de la tranquilidad, la luz de vuestra fe se apaga y os detenéis en el camino de lucha y perfeccionamiento. Si vuestro cuerpo os duele, o las penas afligen vuestro corazón, conformaos, porque habéis recobrado hoy en mi Obra la paz y la salud del espíritu. 47. Llegará el día en que vosotros ya preparados, vayáis a la humanidad con vuestras pupilas abiertas y vuestra intuición desarrollada, para penetrar con respeto en el interior de los corazones y descubrir su dolor, su pobreza espiritual y con mi enseñanza podréis calmar su necesidad y alentar a su espíritu. 48. Siempre que pongáis en práctica mi palabra, contemplaréis prodigios. Ella no os defraudará jamás. Si os preparáis debidamente iréis cumpliendo con vuestra misión y con mi voluntad. 49. A cada recinto le he dado una misión determinada: a unos los he preparado como arca salvadora para todos aquellos que no han encontrado comprensión en sus hermanos, para el desarrollo de sus dones. A otros como fuente de luz, en donde he derramado mi sabiduría. En otros me he manifestado como amor, derramando ternura y caridad. Aún surgirán nuevos recintos y nuevos labriegos, pues estoy preparando a los postreros. Estos serán como un báculo para los primeros. Hoy son pequeños párvulos, mas se convertirán en mis discípulos, y más tarde, serán los maestros de las nuevas generaciones. 50. Para ser reconocidos, tenéis que vivir en la virtud, en el cumplimiento de todos mis preceptos. En mi Obra todos sois iguales, primeros y postreros. Los últimos han tenido que prepararse en menos tiempo para instruirse en mi enseñanza. 51. A los labriegos les digo: Preparaos, para que el Mundo Espiritual se manifieste con perfección a través de vuestro entendimiento, y la palabra que brota por vuestros labios, sea pura y tenga esencia espiritual. No permitáis que mi inspiración al pasar por vuestro entendimiento, se empañe. Si es muy grande vuestra responsabilidad, también será grande vuestra recompensa. La alegría y la paz que disfrutaréis, cuando hayáis cumplido, no la habéis presentido. Vuestros dones son de gran valor y os llevarán a la felicidad verdadera. 52. Espíritus desencarnados, de distintas condiciones se acercan a los labriegos en busca de caridad, y cuando han encontrado cerrada la puerta de vuestro corazón y no les habéis dado consuelo, se ha quebrantado vuestro cerebro y han dejado su influencia de dolor y de inquietud entre vosotros. 53. El cumplimiento os espera. Sed caritativos. Israel ha sido preparado para llevar la luz y la paz a los espíritus necesitados y en tanto no cumpláis, sentiréis sobre vosotros pesar una gran cruz de deberes, que no os dejará hasta que hayáis trabajado. 54. Yo os prometo mi paz como galardón precioso. 55. Os encontráis purificados en vuestro pensamiento y en disposición de escucharme. Incansablemente me presento entre vosotros para repetir mis divinas manifestaciones, para que lleguéis a destruir la duda que aún pudiera existir en vuestro corazón. 56. He manifestado mi presencia y mi esencia para que nadie pueda negar que he estado entre este pueblo. 57. Esta sabiduría que derramo a través del pedestal, no ha sido tomada de los libros, no es el acopio de los conocimientos que el hombre haya podido adquirir a través de los tiempos; tampoco os estoy haciendo historia como lo hace la humanidad. 58. Yo vengo a manifestar mi luz a través de un hombre igual a vosotros, con conocimientos semejantes a los que vosotros lleváis, y lo único que busco, es la limpidez del entendimiento y la pureza del espíritu del que va a convertirse por un instante en un instrumento y portavoz de la Divinidad, como también la preparación y recogimiento espiritual de los que van a escucharme. Cuando esta unión de pensamientos y voluntades se realiza, la luz de mi Espíritu viene a vosotros, porque en esos instantes vuestro espíritu se ha despojado del materialismo y vuestro corazón comprende el bien; porque todo vuestro ser siente la necesidad de acercarse al Padre, convencidos de que no sois capaces de realizar sin mi ayuda, grandes acciones, ya sea en lo espiritual o en lo material. 59. Llegasteis a Mí con el corazón destrozado por las dudas, porque hacía mucho tiempo que buscabais la verdad sin encontrarla y al escuchar mi palabra, de pronto dudasteis; mas luego llegó la fe y quisisteis saber lo que existe aparte de vuestro cuerpo y de la vida material; quisisteis comprender esos dones y os convencisteis de que, cuando el cuerpo que ahora poseéis quede inerte bajo la tierra, vuestro espíritu seguirá viviendo, porque una voz os dice que no sois únicamente materia. 60. Y os preguntáis: -¿Qué es el espíritu? ¿En qué forma vive? ¿Cómo debemos prepararlo para que penetre en el mundo en que ha de habitar eternamente? ¿Qué evolución deberá alcanzar? ¿Y qué relación tendrá con los demás seres espirituales y aún con la misma Divinidad? 61. Todas estas preguntas os habéis hecho; el interés os atrae; ese interés más tarde se ha ido convirtiendo en una necesidad espiritual, reconociendo que lo que habéis escuchado de labios del portavoz ha conmovido profundamente vuestro corazón. 62. Habéis venido sin ser obligados por nadie, tampoco habéis venido engañados. No ha sido la ostentación o el esplendor lo que os ha deslumbrado, ya que habéis encontrado estos lugares pobres y humildes; ha sido la luz resplandeciente de mi palabra. 63. No os entristezcáis cuando recordéis que desde el Segundo Tiempo os dije: Muchos son los llamados y pocos los escogidos; porque en verdad no soy Yo el que escojo. Yo llamo a todos y Conmigo quedan los que me aman y quieren seguirme. Si vosotros que habéis sido llamados queréis ser de los que me sigan, perseverad. 64. Mi palabra y mis revelaciones son para todos; unos llegarán primero a la comprensión, otros más tarde, pero todos llegarán. 65. El hombre, por el libre albedrío de que goza, es quien voluntariamente escoge el camino que le agrada, el que comprende o el que más fácil le es de seguir. A todos hago el llamado, pero aquél que más preparado se encuentra, es el que escoge mejor camino. Así, aquél que viene a escuchar mi palabra y ha sido sensible al llamado y se ha estremecido al oír mi lección, encontrará en ella la verdad que busca y ya no se apartará. Estos serán los que no necesiten de la ostentación y grandeza de los templos edificados por los hombres, porque no les inspiran ya ni devoción ni fe. Saben que esos templos serán innecesarios cuando el hombre haya logrado la espiritualidad; su preparación será un llamado a la perfección; y es mi Divinidad quien se acercará a él para purificarle. Así habitaré en su corazón y estableceré entre él y mi Espíritu la verdadera comunión espiritual. 66. Si por un instante pudieseis desprenderos totalmente de vuestra parte material, se llenaría de gozo vuestro espíritu al sentirse envuelto en la luz del Más Allá. Esa luz es la que llega a vosotros en forma limitada a través de mi rayo divino. Me limito para haceros sentir mi presencia, porque siendo Yo fuerza universal, creación, poder, luz y vida, no podría venir a vosotros en toda mi potencia. 67. Así como tomáis del sol que os alumbra solamente los rayos necesarios para vivir, también os digo, si abusaseis de esa fuerza, os dañaríais porque ella es demasiado grande y fuerte para criaturas como vosotros. 68. Lo mismo acontece con lo espiritual. Tenéis que tomar de la Divinidad la parte necesaria a vuestro espíritu, sabiendo que en esa chispa que recibís tendréis toda la fuerza para sentir la inspiración que mueva las fibras de vuestro corazón, la luz que os dé entendimiento y comprensión para cumplir vuestra misión. En ella encontraréis esa armonía que debe existir entre Dios y el hombre. 69. Os hablo así para ayudaros a comprender esta manifestación, para que elevéis la parte espiritual y vuestra mente reciba la inspiración del más allá, el consejo elevado que os enseñe la forma en que debéis vivir. Entonces comprenderéis que la parte más pequeña de vosotros, es la materia que por envoltura tenéis. 70. Yo soy como un sol, vosotros sois como una chispa de él. Fuisteis creados pequeños para que crecieseis por vuestros méritos desarrollando vuestros dones. Fuisteis puros en un principio, pureza que más tarde manchasteis en las pruebas y en el pecado, porque fuisteis puestos en un camino donde os levantaseis por el esfuerzo de vuestra voluntad, para que en él hicierais méritos y levantaseis cosecha. ¿Qué esfuerzo hubierais hecho por elevaros, si siempre hubieseis habitado en las alturas? ¿Qué anhelo de desarrollaros podría haber en vosotros, si desde el principio hubieseis sido grandes? ¿De qué méritos podría haberos Yo recompensado, si siempre hubieseis sido perfectos? Pero llegasteis a la Tierra y en ella encontrasteis el sentimiento opuesto a la perfección, al bien. Encontrasteis la tentación que induce al mal, la debilidad de la carne, las acechanzas del mundo. Allí comenzó la lucha del espíritu dentro de la envoltura cuya naturaleza era diferente a la suya. El espíritu, desorientado en un principio por el mundo y la Naturaleza de que se veía rodeado, cayó en el letargo, dejando que la materia creciese y obrase de acuerdo con sus condiciones terrenales, con sus pasiones materiales. 71. Fue necesario que el espíritu viniese entonces a la Tierra a encarnar nuevamente, una vez tras otra, en diferentes materias, más perfectas unas que otras, unas con vida más larga que otras, todas de diferentes inclinaciones, para que el espíritu se formase un concepto de sí mismo, para que adquiriese conocimiento y elevación. Así, paso a paso, pudo llegar el tiempo presente en que pudiera no sólo comprender, sino aún conocer su futuro entre la Humanidad y también la vida espiritual que le espera. Quien llega a adquirir amplio conocimiento a través de su lucha, no necesitará para su evolución de nuevas materias, porque está capacitado para habitar en las moradas espirituales. Así irá escalando peldaño por peldaño la escala de perfección hasta llegar a Mí. 72. Si es tan grande vuestro destino y vuestro espíritu es semejante a Mí, ¿Cómo podéis caer en idolatría y hacer con vuestras manos una imagen para adorarme en ella? ¿Por qué no me admiráis mejor a través de esta Naturaleza, ya que no sabéis ir hasta lo espiritual, y os inspiráis en la contemplación de su magnificencia, en la vida que brota y palpita a cada paso que dais, en el sin número de bellezas y maravillas, con que he adornado vuestra morada, en el firmamento donde brillan millares de mundos desconocidos para vosotros y que os hablan de vida, de ley y de obediencia, para que forméis vuestra oración de amor, vuestra acción de gracias y vuestra confesión? 73. Este es vuestro tiempo ¡Oh espíritus! ¡Despertad, levantaos, venid a Mí! ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 221 1. Pueblo, voy a tocar vuestras fibras más sensibles para prepararos y haceros dignos de recibir mi enseñanza. 2. Voy a hablaros de la Madre divina, de ese espíritu que encarnó en el Segundo Tiempo para cumplir un elevado destino. 3. María fue enviada para manifestar su virtud, su ejemplo y divinidad perfecta. No fue una mujer más entre la humanidad. Fue una mujer distinta y el mundo contempló su vida, conoció su manera de pensar y de sentir, supo de la pureza y gracia de su espíritu y cuerpo. Ella es ejemplo de sencillez, de humildad, abnegación y amor. Y a pesar de que su vida ha sido conocida por el mundo de aquel tiempo y de las siguientes generaciones, hay muchos que desconocen su virtud, su virginidad. No se explican el hecho de que haya sido virgen y madre y es que el hombre es incrédulo por naturaleza y no ha sabido juzgar las obras divinas con el espíritu preparado. Si estudiara las escrituras y analizara la encarnación de María y la vida de sus antecesores, llegaría a saber quién es Ella. 4. María es esencialmente divina, su espíritu es uno con el Padre y con el Hijo, ¿Por qué juzgarla humana, si fue la hija predilecta, anunciada a la humanidad desde el principio de los tiempos como la criatura en quien se encarnaría el Verbo Divino? 5. Entonces ¿Por qué blasfema el hombre y duda de mi poder y escudriña sin respeto mis obras? Es que no ha profundizado en mi enseñanza divina, no ha meditado en lo que hablan las escrituras, ni acepta mi voluntad. 6. Hoy, en el Tercer Tiempo, también dudan de que Ella venga a comunicarse con los hombres y Yo os digo que tiene participación en todas mis obras porque es la representación del amor más tierno que se alberga en mi Espíritu Divino. 7. Os he dado pruebas de esta verdad y he permitido que los profetas de todos los tiempos testifiquen a María como la Madre Universal; hoy los que poseen este don, también han visto manifestarse en símbolos o alegorías que la representan; habéis sentido su influencia maternal que os acaricia, su fortaleza y consuelo aliviando vuestras penas, y también presentís que su intercesión os ha salvado de muchos peligros; en este tiempo en el que va el mundo transitando por diversos caminos conducidos por la ciencia en vertiginosa carrera, en el que la materialización, la vanidad y los placeres le han alejado del verdadero camino. 8. Por eso vengo a llamar al corazón de mi pueblo para doctrinarlo y enviarlo después como emisario de esta buena nueva. 9. Siempre han sido desconocidos mis enviados, mas no temáis que el Todopoderoso está con sus siervos. Yo mismo fui desconocido, ya que no todos supieron ver en Cristo, la presencia de Dios y sólo alcanzaron a ver en Él, a un profeta, o a un iluminado. 10. Tuve que dar testimonio de Mí mismo, con mi vida, mis obras y mi muerte sobrehumana. Y ante aquella verdad se levantaron muchos con la fe ardiente en su corazón, que testificaron mi Doctrina. 11. Aún muerto no os abandoné, porque después del sacrificio me manifesté espiritualmente en plenitud de vida. Llegué entre mi pueblo del valle espiritual y ahí le preparé, le envolví en mi luz, le atavié con la blanca vestidura de la pureza y le envié al mundo a encarnarse nuevamente. Mas llegó el tiempo de reunir las tribus de mi pueblo y les hice el llamado hacia este jirón de tierra. Porque sois en verdad el pueblo de Israel, mas no por la sangre sino por el espíritu. Mi reino no es de este mundo ni vuestra morada eterna está en la Tierra. 12. Ved a vuestro Rey y Señor, cómo desciende entre la maldad humana lleno de humildad y amor para hacer llegar sus enseñanzas a los muertos a la luz del Tercer Tiempo. 13. Ya no me busquéis en cultos idólatras. Ya no es tiempo de que me améis con fanatismo. Desde los primeros tiempos he combatido estas malas inclinaciones entre vosotros y os he revelado la comunicación directa con mi Espíritu, por medio de la oración. 14. Las escrituras de los tiempos pasados podrían revelaros lo que hoy os repito, pero el hombre se ha atrevido a falsear mis verdades para difundirlas adulteradas. Y ahí tenéis una humanidad espiritualmente enferma, cansada y sola. 15. Por eso mi voz de ¡Alerta! se deja escuchar a través del portavoz, porque no quiero que encontréis la confusión. 16. Por el camino que os estoy trazando, podréis encontrar el que os enseñé en los tiempos pasados, porque todos son uno mismo. 17. Van los hombres caminando con ansiedad, en busca de justicia, de verdad, de caridad y amor. Van tropezando y cayendo ante la indiferencia humana. Más los que han oído esta voz en el Tercer Tiempo, han sentido mi presencia y en mi esencia han calmado hambre, sed y dolor. Sin embargo, entre los que han sido testigos de mi manifestación, existen aquéllos que la niegan, creyendo imposible que Dios se digne comunicarse a través del hombre pecador. Al incrédulo le digo que la luz purísima de la Divinidad no se empaña con el pecado humano, porque mi luz es infinitamente superior a las obras buenas o malas de los hombres y además he venido a dar luz al que se encuentre entre sombras. 18. Hay un placer divino en llegar hasta el pecador, confortar su corazón, hacerle sentir el calor del Padre, y darle a conocer el sabor del pan de vida eterna. 19. Vosotros que me oís y que sabéis que formáis el pueblo del Señor, comprended que hasta ahora no habéis cumplido la misión que el Padre os asignó desde el principio de los tiempos, que habéis ocultado la Ley y habéis sembrado los caminos de dolor; pero la amargura y las vicisitudes os han hecho conocer el dolor para que podáis comprender y amar a vuestra hermana la humanidad. 20. Mi palabra es universal, mas si no es escuchada por todo el mundo es por su materialismo, que cual venda de obscuridad cubre sus ojos, y su oído espiritual ha perdido la sensibilidad para escuchar al Verbo Divino. 21. Tiempos de peligro se acercan. La guerra con su caudal de dolor, miseria y luto hará estremecer una vez más a los hombres. Se turbarán las mentes y los espíritus, y todo ello hablará a la humanidad de su falta de obediencia a mis leyes de amor y de justicia. Más Yo como Padre de amor, me interpondré ante el caos y haré brillar mi luz en el firmamento como una aurora de paz y redención. 22. Os estoy preparando para que seáis mañana la luz del mundo, que seáis vida y pan, caridad y amor entre vuestros hermanos. 23. Penetrad en mi palabra y en su esencia me hallaréis. 24. Mi palabra, es luz y paz para el espíritu, desciende en estos instantes a vuestro corazón. Busca mi luz a ese pueblo que en los tres tiempos ha recibido mis divinas lecciones. 25. Dormía Israel, cuando de pronto las señales de mi llegada comenzaron a despertarle y a inquietarle. Me presenté entre los hombres y abrí para ellos una nueva era. 26. Traje en mis nuevas lecciones mayores enseñanzas que las de los tiempos pasados, porque encontré más capacidad en las mentes y mayor evolución en los espíritus. 27. No toméis como una distinción el hecho de haber escogido un pueblo de la Tierra entre los demás; Yo amo igual a todos mis hijos y a los pueblos que ellos han formado. 28. Cada pueblo trae una misión a la Tierra, y el destino que Israel ha traído es el de ser entre la humanidad el profeta de Dios, el faro de la fe y el camino de perfección. 29. Mis profecías y revelaciones que desde los primeros tiempos os he hecho, no tuvieron una justa interpretación porque no había llegado aún la hora en que la humanidad las comprendiese. 30. Ayer, Israel era un pueblo de la Tierra, hoy, es una multitud diseminada en el mundo; mañana, el pueblo de Dios estará formado por todos los espíritus, los cuales en perfecta armonía, formarán junto con su Padre, la familia divina. 31. Mi palabra es el libro de la sabiduría que hará penetrar al hombre en una vida desconocida, más elevada y más bella, conocerá su esencia y a través de su espíritu comprenderá las revelaciones que antes le parecían arcanos insondables y que el Padre estaba dispuesto a revelárselas cuando la hora fuese llegada. 32. Buscaréis y amaréis las enseñanzas espirituales, y al ir en pos de ese ideal, sentiréis que se hace ligero vuestro tránsito en la Tierra. Cada hora que pasa, cada día y cada año que transcurren, os aproximan a la culminación de ese tiempo. 33. Estoy derramando a raudales mi palabra para que cuando cese de oírse, no caigáis en confusiones. No quiero que ese día sorprenda impreparados a los primeros ni a los postreros. ¡Con cuánta confianza podréis entregaros después a vuestro cumplimiento si sabéis comprender y obedecer mis mandatos! 34. Falta que os despojéis de muchas prácticas que todavía empañan vuestra vida y vuestro culto. Debéis de interesaros por elevar más vuestra existencia, para que lleguéis a leer en el libro divino que hay en Mí. 35. Hablo al espíritu más que al corazón, porque es el que puede concebir lo que quiere decir elevación y eternidad. Y a los que han hecho de esta Tierra su mansión eterna y en ella buscan su gloria, honores, placeres y poder, les digo: mirad vuestro mundo estremecido de dolor, poblado de miseria y desolación e iluminado por las falsas luces de una ciencia egoísta y vanidosa. 36. Toda la vida y las obras de los hombres son juzgados en estos instantes; hasta la Naturaleza por medio de sus elementos toca a los espíritus y habla a los corazones. 37. A cada criatura le preguntaré cuál es el fruto de su ambición. ¿Cuál será su respuesta ante el Eterno? ¿Y vosotros, multitudes que habéis oído mi voz en este tiempo y sabéis que en cada palabra mía habéis recibido un mandato, qué responderéis llegada la hora? 38. De cierto os digo, que a unos y a otros les estoy concediendo el tiempo necesario para que no se presenten desnudos delante de Mi, manchados o miserables. Os quiero fuertes para que sepáis enfrentaros a las vicisitudes, a las grandes lecciones de la vida, a las tentaciones. 39. En verdad os digo que sois más fuertes de lo que creéis, pero que os falta penetrar más en mi Doctrina para que sepáis descubrir en vuestro interior el tesoro espiritual con que está donada cada criatura. 40. Vosotros podéis solucionar conflictos, disipar tinieblas y hacer luz, alejar el mal y atraer el bien. 41. Soldados de Dios serán llamados los que sepan esgrimir sus armas y vencer con ellas toda adversidad. Los espíritus más evolucionados intuitivamente protegerán a sus hermanos más débiles, y éstos a su vez, presentirán cerca de cuál corazón se sentirán más seguros. 42. La grandeza del hombre no se la darán sus posesiones terrestres, ni sus títulos, ni su atavío; en el pobre podrá estar un espíritu elevado por su evolución y espiritualidad, y entre ellos están muchos que manifestarán a la humanidad la verdad eterna. 43. Esta hora en que os reunís conmigo, es para vosotros un momento de gozo espiritual, porque os disponéis para recibir mi inspiración y mis mandatos. Vuestro espíritu se ha purificado para recibir la esencia de esta enseñanza y comprenderla. 44. Unos habéis sido dóciles y habéis estado dispuestos a escucharme, otros se han obstinado en desconocerme y Yo espero paciente el despertar de estos discípulos. He venido como guerrero y me he lanzado a la conquista de los espíritus, porque son mis hijos. No será el rigor el que venza su reaciedad, sino mi amor y mi paciencia. Quiero que me miréis, que me reconozcáis, para que podáis amarme y sepáis que vivís dentro del Universo que Yo gobierno celosamente, y que debéis seguir el camino de rectitud que os he trazado. 45. Os he dado la Ley y he esperado vuestro cumplimiento basado en lo que os dice vuestra conciencia; no os he impuesto mi voluntad, puesto que os he dado voluntad propia, libre albedrío, facultades, para haceros semejantes a Mí, mas si queréis saber mi anhelo, os diré que ya quiero veros caminar celosamente dentro de mis leyes de justicia, libres de errores, para que dejéis a vuestros descendientes, una simiente buena, un ejemplo claro, un sendero luminoso. 46. La lección que hoy os dejo para vuestro perfeccionamiento forma parte del libro de mi palabra, en el cual está contenida mi sabiduría para que sea estudiado y sentido, más con el espíritu que con la mente o el corazón. 47. Hay mucha pobreza en el espíritu de los hombres por su escasa espiritualidad, de ahí nace la tristeza, la orfandad, el hambre. Esta humanidad que amo tanto, necesita alimentarse de sabiduría, de esencia pura y sólo la palabra divina la fortificará. Para que la humanidad tenga el testimonio del pueblo que me ha oído, aún tendrá que esperar vuestra preparación y entrega al cumplimiento de vuestra misión. 48. Os he enseñado a trabajar con el espíritu, para que vuestra obra sea pródiga en beneficios. Os he dicho que ahí donde vuestra planta no pueda ir, porque no podáis salvar las distancias, vuestro espíritu puede llevar vuestro mensaje y preparar el ambiente de pueblos y naciones que se encuentren en peligro, de hogares que hayan sido invadidos por la pena, o de enfermos que invoquen la caridad. Todo esto podéis hacer en mi nombre, os lo permito para que podáis presentarme mayores méritos. 49. Para el espíritu no hay distancia que no pueda salvar. Podéis llevar vuestra oración o un buen deseo a vuestros hermanos, y no encontraréis obstáculo que os detenga en vuestro afán de enviar a los demás vuestro mensaje de buena voluntad. 50. Vuestro espíritu presiente que ya está cercano el tiempo en que ha de penetrar en una etapa de mayor elevación, en la que ha de alcanzar la comprensión de sus dones en todo su significado. 51. No quiero que vayáis a quedaros sin recibir hasta la última de las lecciones que he de entregaros. Os daré a conocer mi Obra de este tiempo desde la primera hasta la última parte, para que os sintáis capacitados para presentar a la humanidad el testimonio de mi palabra con vuestras obras de amor. 52. Os he enseñado a orar, para que aprendáis a estar en comunicación conmigo y podáis recibir mi inspiración que vendrá a iluminaros en los momentos de prueba, porque los hombres se hundirán en un caos mayor que aquél por el que están atravesando y es menester que oréis por todos vuestros hermanos. 53. Estoy escribiendo la historia de la humanidad, en ese libro quedará impreso todo lo que en el mundo hicisteis. ¿Queréis presentar ejemplos de mansedumbre y de paciencia, o preferís dejar una herencia de desobediencia y rebeldía? 54. Muchos de vosotros ya no tendréis una nueva oportunidad de venir a la Tierra, a reparar en ella vuestras faltas, no poseeréis ese instrumento que hoy lleváis y que es vuestro cuerpo, en el que os apoyáis. Es menester que comprendáis que el venir al mundo es un privilegio para el espíritu, que nunca es un castigo; por tanto, debéis aprovechar esta gracia. 55 Después de esta vida iréis a otros mundos a recibir nuevas lecciones y allí encontraréis nuevas oportunidades para seguir escalando y perfeccionándoos. Si habéis cumplido vuestros deberes como hombres, dejaréis este mundo con satisfacción por la misión cumplida, llevando en vuestro espíritu la tranquilidad. 56. En este tiempo os he enviado no sólo para que vosotros os salvéis, sino que os he confiado una legión de seres encarnados unos y desencarnados otros, para los cuales debéis ser guías y guardianes. 57. A todos debéis llevarles mi palabra con la misma pureza con que os la he dado, sencilla en su exterior y profunda en su fondo, sustanciosa, plena de revelaciones para todos, lo mismo se trate de entendidos que de rudos. Y después de las grandes luchas que en el mundo se van a librar en busca de la verdad, triunfará mi Doctrina, prevalecerá una sola idea; el culto de los hombres a la Divinidad se simplificará para hacerse espiritual. Habréis conocido todos los caminos y habréis elegido el más corto para llegar a Mí. 58. Mi obra vendrá a coronar el esfuerzo de todos aquéllos que han vivido en vigilia, esperando mi retorno. Esclarecerá muchos de los misterios que el hombre aún no ha logrado comprender, será un arma poderosa en manos de aquéllos que aman el bien y la justicia, llenando de alegría los corazones. 59. Veréis convertirse a mi enseñanza a los grandes príncipes y dejar su reinado, su poder temporal para alcanzar el del espíritu, aquél que no se acaba jamás. Así veréis derrumbarse iglesias que antes lucieron fuertes en su soberbia y vanidad, para seguir mi huella de humildad. Los hambrientos buscarán con avidez hasta en la última de mis palabras al Espíritu de Verdad, al Consolador, al Maestro que regresa triunfante para restablecer su Reinado en el espíritu de los hombres. 60. Antes que todo eso suceda, toda impostura y falsedad será señalada, no permitiréis más adulteraciones. Los libros en los que no esté encerrada la Verdad, desaparecerán y sólo quedará el único libro que Yo he confiado a los hombres y que ha sido escrito desde el principio de los tiempos en su propio espíritu. 61. Siempre que la humanidad se ha encontrado en peligro, he llegado para salvarla. Hoy estoy preparando a mi pueblo para que sea baluarte de esta humanidad que se ha empeñado en tantas luchas, que ha caído en un caos del cual no ha podido levantarse. Cuando esta prueba haya pasado, brillará el iris de la paz. 62. ¿Quiénes de vosotros estaréis en la Tierra para ese tiempo? ¿Quiénes verán esa era de paz? En verdad os digo que no está lejano ese día y entonces este mundo será una imagen de la Tierra de Promisión que existe en el más allá. 63. El amor, que es el principio y la razón de ser de vosotros, estará en todos los corazones de los que se elevará un culto sencillo y puro que llegará a Mí. 64. No habéis pensado en el mañana y esperáis tranquilos los acontecimientos. Estáis confiados en que el Maestro saldrá en defensa de su Obra y debéis de recordar que con mi Obra es al hombre a quien he venido a rescatar; Yo siempre he venido en contra de sus enemigos, éstos son su vanidad, su egoísmo, su amor al mundo, su materialismo; y Yo quiero que en esa lucha seáis los soldados invencibles para que detengáis y extingáis al mal que hoy habita en vosotros. 65. El arrepentimiento, como agua purificadora, está lavando a los espíritus y en ellos está penetrando la luz, el reconocimiento a mis mandatos, han comenzado a germinar los buenos propósitos. 66. Yo bendigo todas las obras y buenos pensamientos de mis hijos. 67. Vengo a concederos lo que os hace falta, ¿Qué pueden daros estas criaturas por quienes me comunico para alimentar a vuestro espíritu? Aunque son como vosotros, imagen mía y llevan mis virtudes, no están capacitados para ofreceros el pan del espíritu, miradlos sólo como mis instrumentos para esta comunicación que he establecido con el hombre. 68. El espíritu de Israel ha evolucionado y aun así no ha alcanzado la completa espiritualidad, y ha sido menester que Yo, a través del entendimiento humano, os entregue mis enseñanzas en lenguaje material para hacerme comprender de vosotros. 69. Los tiempos en que Jesús, mi Verbo encarnado, se manifestó a los hombres, han pasado; Él es ejemplo para los portavoces de hoy, y si éstos lo imitan, alcanzarán grandes inspiraciones y los seguirán grandes multitudes. 70. No todos han comprendido mi Obra escrita con letras imborrables a través de los tiempos; por eso me acerco a vosotros para ayudaros a analizar mi lección de los tiempos pasados y a estudiar las presentes revelaciones. Libertaos, pueblo, no más esclavitud ni cautiverio, sed libres para amar, creer, pensar, y trabajar por el bien universal. 71. Buscad y reconoced en vosotros la semejanza que tenéis conmigo, para que hagáis obras poderosas y dejéis ver mi imagen en vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. Si por el contrario, os apartáis del camino, os alejaréis de vuestro Creador y no permitiréis que mi Espíritu se manifieste en vuestras obras, estaréis limitando las virtudes con las que os he donado, perderéis la ruta y no sabréis de dónde habéis venido a dónde vais y cuándo será vuestro retorno a Mí. 72. El espíritu de los hombres está hambriento, busca en religiones, ideas o doctrinas, el alimento que le hace falta, siente el llamado de su Padre y no sabe dónde encontrarlo. Yo hable a su espíritu desde la montaña, para que aprenda a elevarse y alcance la comunicación directa con mi Espíritu. 73. A todos invito a mi mansión, he hecho palpables mis manifestaciones; como buen Pastor estoy señalando el aprisco que es mi seno, para hacer descansar en él a los espíritus. 74. Todo os lo entregaré para ese viaje de retorno a Mí. Analizad la esencia de mi palabra, y en ella tendréis el conocimiento y la fortaleza necesaria. 75. No distingáis a nadie, en todos los caminos hay hombres de buena voluntad, espíritus que me aman y que saben recibir mis dones. Llevad presente mi precepto que os dice: "Amaos los unos a los otros". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 222 1. Miráis muy cercana la partida del Maestro, y por eso lloráis en silencio porque os habéis acostumbrado a mi dulce palabra. Mas os digo No partiré sin antes haberos dado mi última lección y así no seréis torpes al transmitir mi enseñanza. 2. Se avecinan grandes pruebas de dolor, y vuestra oración mucho podrá lograr en esas horas de amargura. Uníos en vuestro trabajo espiritual, acatad mis órdenes, porque no quiero que en el Libro de Oro queden impresas vuestras faltas y desobediencias. 3. En este tiempo ha sido grande el número de los llamados; cada vez que me presento entre vosotros, llegan nuevos corazones a engrosar estas filas; los cuales se asemejan a las tumbas, pues guardan en su interior a un muerto, que es su propio corazón. 4. Mas el dolor purifica a los espíritus, por eso muchos no volverán a encarnar. Irán a otros mundos a ocuparse en las misiones que les señale el Padre. 5. Vengo a ayudaros en vuestra regeneración, para que al desprenderos de este mundo, no tengáis que expiar vuestras faltas sino que lleguéis ante el Supremo Juez, limpios de toda mancha. 6. Comprended que todo cuanto hagáis a vuestros hermanos me lo hacéis a Mí, porque todos sois parte de Mí mismo. No lo olvidéis, para que podáis mirar en cada uno de vuestros semejantes a vuestro Padre. 7. Llegan los hombres a sentir placer en causar dolor, pero tarde o temprano llega también el remordimiento como juez inexorable, a juzgaros y a lavaros. 8. Si en este tiempo cumplís vuestra alta misión de regeneraros y ponéis a salvo a vuestros hermanos, mañana vuestro nombre y el de mi pueblo, serán pronunciados con respeto y gratitud, aún en las más lejanas comarcas. 9. No os perdáis de sentir la satisfacción de poderos llamar dignamente mis discípulos después de mi partida, pero debéis de estar preparados para presentaros en las comarcas, villas y aldeas a enseñar la Buena Nueva de mi Tercer Testamento, dando testimonio con vuestras obras. 10. En este tiempo han triunfado aparentemente algunas doctrinas humanas y existen diversidad de ideologías; mas se acerca la hora en que una sola idea prevalezca, en que la humanidad se unifique en una sola Doctrina y ésta será el Espiritualismo. 11. Los elementos de la Naturaleza se encargarán de despertar a los hombres y siempre que traten de tergiversar mi verdad, aquellas fuerzas hablarán de mi justicia. 12. Llegará mi Obra a los ministros, a los reyes y señores de la Tierra, y vosotros les contemplaréis postrados ante mi Divinidad. Entonces muchos libros desaparecerán en el fuego y surgirá el libro que mis plumas de oro escribieron bajo mi dictado, para conocimiento de las generaciones venideras. 13. Este libro lo estudiarán y a él se asomarán los hombres curiosos de conocer el futuro, porque el gran caos será presentido por la humanidad. 14. ¡Perseverad todos en la esperanza, porque será muy grande la paz después de ese caos! Y será muy grande la bonanza, la misma Naturaleza que a veces os parece hostil, la veréis amable en sus distintas estaciones. Los montes, valles y collados, ostentarán exuberancia y belleza. Los árboles se cargarán de buenos frutos y la salud, el bienestar y la paz, envolverán la vida humana. 15. Hoy la tierra se limpia de toda impureza, hasta alcanzar nueva virginidad. 16. Cuando estén próximas a desatarse las plagas, Yo os daré el presentimiento y os hablaré en sueños para que estéis prevenidos y oréis por los demás. 17. No habéis contemplado aún el principio de la lucha contra mi Obra y debéis despertar porque la combatirán hombres preparados. 18. Dejad de pensar demasiado en las necesidades del cuerpo y pensad en el futuro espiritual de toda la humanidad. 19. Mi Doctrina se extenderá por todo el Orbe, pero no la darán a conocer los prevaricadores, serán mis nuevos apóstoles de la humildad y la espiritualidad, los que testifiquen con sus obras la caridad y el amor de su Creador. 20. No dejéis que la humanidad vea que sois débiles y que nada habéis aprendido de Mí; ved que los hombres mucho tendrán que aprender de vosotros. No imitéis a aquéllos que diciendo: "Señor, hágase en mí tu voluntad", en el momento de la prueba son inconformes y aún se atreven a atribuirme imperfecciones. 21. Os hablo sencillamente, en vuestro idioma, porque no quiero dejar nada en misterio. En estos últimos años de mi estancia entre vosotros, muchas lecciones os daré a conocer. ¡Oh pueblo bendito de Israel, que como peregrinos incansables vais atravesando el desierto, deteneos por un momento para oír mi palabra! Mi casa abre sus puertas para todos los caminantes que llamen a ellas con humildad. Calmad vuestra hambre y sed y ya no volveréis a ser los hambrientos ni los sedientos. 22. Estáis atravesando días de prueba, tiempos de purificación y de restitución mas Yo estoy cerca de vosotros, para ayudaros a que no desfallezcáis en la prueba. No penséis ni por un momento en que sois débiles, afirmaos en la certidumbre de que sois el mismo pueblo de los tiempos pasados. Pueblo fuerte, valeroso, barquilla salvadora para el náufrago, buen compañero de viaje, amigo, hermano y ejemplo. La misión que ahora os he confiado es la de amar. El amor es la simiente que he sembrado en vosotros, porque ella, es el principio y la razón de todas sus criaturas. 23. Si vosotros contempláis que Yo soy la Sabiduría, esa sabiduría brota del amor. Si me reconocéis como Juez, esa justicia se basa en el amor. Si me tenéis por poderoso, mi poder esta fincado en el amor. Si sabéis que soy eterno, mi eternidad proviene del amor, porque éste es vida y la vida, hace inmortales a los espíritus. El amor es luz, es vida y saber. Y esa semilla os la he dado desde el principio de los tiempos, la única que Yo, como labrador perfecto, he sembrado en las tierras que son vuestros corazones 24. Hoy, en el Tercer Tiempo, una vez más os levantáis en las tierras del Señor, para ir sembrando esa simiente que habéis encontrado, pero habéis visto que no todas las tierras son fáciles de sembrar, habéis visto además, que unas fructifican pronto y otras son tardías. A unas las habéis encontrado tan duras como si fueran rocas, otras han estado cubiertas de cizaña y de mala hierba y muy pocas son las que han estado limpias y preparadas. Mucho es lo que habéis tenido que trabajar para limpiar aquellas tierras, y después sembrarlas, mas cuando habéis sido pacientes y las habéis regado con el agua de vuestra fe, habéis podido contemplar en las tierras antes infecundas, que la simiente ha germinado y crecido y con ello os habéis regocijado. Esas tierras que pareció que os rechazaban a cada instante, hoy son vuestra alegría, vuestra esperanza y han traído paz a vuestro espíritu. Ahí está vuestra obra, vuestro afán y vuestros desvelos, ya no podéis apartaros de ellas. 25. Seguid velando y orando por esas parcelas, porque del fruto que recojáis os podréis alimentar eternamente; mas para que este fruto os dé el buen sabor y os alcance la verdadera vida, lo tenéis que cultivar con esmero, para que la simiente se convierta en planta y ésta en árbol corpulento con extensos ramajes que le brinden al caminante la sombra acogedora y los frutos abundantes que dan la vida a las grandes multitudes. Y después, esa simiente debe volver al corazón de la tierra; para allí seguir naciendo, creciendo y fructificando hasta la consumación de los tiempos. 26. ¡Qué grande es mi gozo al encontrarme entre mis discípulos en estos momentos de verdadera comunión espiritual! Es el instante feliz en que el Padre siente el amor de sus hijos y ellos reciben el ósculo paternal que les fortalece. Es el momento en que al venir me decís: Padre, hemos trabajado según tus enseñanzas; mas como no somos perfectos, venimos a Ti, como párvulos llenos de mansedumbre y humildad, a mostrarte nuestra siembra tal como se encuentra este día y para que Tú, Divino Maestro, con tu amor y sabiduría, nos enseñes, nos corrijas y nos digas cómo hemos de seguir. Señaladnos lo que hayamos hecho mal, para enmendarlo con vuestra ayuda y ya preparados por vuestra caridad mostremos a la humanidad la Obra, sin añadirle ni restarle mérito alguno. 27. Yo os contesto: Benditos seáis porque confiáis en Mí, sabéis que no venís ante un verdugo o ante un Juez injusto, sino que estáis ante un Padre que es todo amor y enseñanza. 28. Os doy una lección más, para que os preparéis y aprovechéis hasta el último momento mis palabras, para que quedéis después de 1950, como maestros, y guías de la humanidad. 29. El mundo está sujeto a prueba, las naciones sienten todo el peso de mi justicia que cae sobre ellas. Y mi luz, mi voz que os llama, se deja sentir en toda la humanidad. Los hombres sienten mi presencia, perciben mi rayo universal que desciende y descansa sobre ellos; y elevan hacia Mí su espíritu para preguntarme: Señor ¿En qué tiempo nos encontramos? ¿Estas pruebas y amarguras que han llegado a los hombres, qué significan, Padre? ¿Acaso no escucháis el clamor de este mundo? Tú dijiste que volverías. ¿Hasta cuándo vas a venir oh Señor? Y en cada secta y religión, se eleva el espíritu de mis hijos y me buscan, me invocan, me preguntan y me esperan. Y cuando ellos, por su impreparación no llegan a sentirme, se debilita su fe, se confunden y blasfeman. Y os digo que ya era tiempo que vuestros emisarios estuvieran traspasando las fronteras de vuestra nación y hubieran llegado a ellos, como precursores de mi enseñanza dando la buena nueva, ayudándoles a comprender el significado de las pruebas, el porqué del caos en que vive la humanidad. 30. Habéis dormido, pueblo, dejando que los tiempos transcurran y os habéis concretado tan sólo a saborear la dulzura de mi palabra, a recibir mis prodigios, a escuchar mi perdón que os acariciaba a cada instante, sin recordar que en esos mismos momentos en que vosotros estabais gozando de la paz, existen millones de hermanos vuestros, que se confunden y se pierden en su fe; que caminan sin Dios y sin Ley, que carecen del pan de cada día y del alimento espiritual. 31. Mientras que vosotros os reunís con vuestros hermanos, con vuestros hijos, esposas o esposos en torno a vuestra mesa a saborear vuestros manjares, hay millares de familias dispersas, que ven destruidos sus hogares por las guerras que han encendido las pasiones y la ambición humanas. Muchos padres se han quedado sin hijos, muchas madres no tienen sustento para sus pequeños, hay muchos huérfanos que desde hace mucho tiempo están privados de contemplar la faz querida de sus padres; viudas que han enloquecido de dolor, multitudes de hombres que han sido aprisionados, que se encuentran apurando un cáliz de amargura, comiendo tan sólo un mendrugo de pan que no les alcanza para alimentar su cuerpo. 32. Y si es cruento el dolor material que apuran las naciones, considerad cuánto más grande será lo que está sufriendo el espíritu. En verdad os digo, que están bebiendo ya las heces del cáliz más amargo. 33. Levantaos, oh pueblo, preparaos en oración, para que vayáis con vuestro pensamiento, como alondras de paz a esa naciones y abráis las puertas de la luz, de la razón y de la justicia a esos pueblos. Os estoy preparando, pero antes he querido purificaros. Recordad que para llegar a Mí, ¡Cuántas pruebas tuvisteis que atravesar y cuánta amargura azotó a vuestro espíritu y a vuestra materia! La enfermedad en unos, la miseria en otros, el desconocimiento de los seres queridos, su abandono o su partida. El dolor en todas sus formas, como un cáliz muy amargo fue bebido por vosotros para lograr purificaros. Vuestro corazón se abrió en medio del dolor que os estaba purificando para llegar a reconocerme y amarme. 34. Cuando llegasteis a Mí, conducidos por Elías, el buen Pastor, llegasteis muy humildes a preguntarme qué iba a hacer con vosotros, porque humildemente me pedíais que hiciera en vosotros mi voluntad. Y mi voluntad ha sido enseñaros el amor, el perdón y la caridad en todas sus formas. Para ellos os he dado dones, facultades y gracias. 35. Aún permanezco entre vosotros, porque todavía no habéis aprovechado y asimilado mi divina enseñanza. Todavía no habéis llegado a comprender la grandeza de mi enseñanza divina en toda su magnitud. Todavía no estáis preparados para la lucha y es por eso que continuaré hablándoos hasta el final de 1950. 36. Esta Doctrina no tan sólo ha venido a salvar a mi pueblo escogido, sino a todas las naciones de la Tierra. Yo salvaré a mis hijos de toda esclavitud o cautiverio para que se sientan dueños de sí mismos y no vuelvan a caer en el cautiverio de la ignorancia o del fanatismo, y cuando hayan alcanzado la absoluta liberación, puedan ir a salvar a sus hermanos. Hoy estáis depurando vuestras costumbres y prácticas tanto espirituales como humanas; después iréis a ejecutar la misma obra con la humanidad, mas debo advertiros que lo debéis de hacer con humildad, sin hacer alarde de elevación espiritual, con mansedumbre que revele la pureza de vuestros propósitos, con verdadero amor en vuestras obras. 37. Id a cumplid vuestra misión llenos de firmeza y de confianza en Mí, y haced todo aquello que no habíais hecho en tiempos pasados, para que dejéis concluida vuestra obra y podáis llegar por fin al cumplimiento espiritual que os aguarda. 38. Si este mundo ha sido hasta ahora un valle de lágrimas, se debe a que el hombre se ha apartado de mi Ley, Yo formé para él un paraíso e hice que muchos de los primeros espíritus encarnaran en las primeras materias, sin dejar de ser ángeles. Quise que al venir a la Tierra, no perdiesen su gracia y viviesen en paz y conformidad; mas el hombre, no lo quiso así y su debilidad e ingratitud, su falta de espiritualidad dieron origen a un mundo de dolores y de luchas. 39. El hombre ha sufrido para labrar el pan de cada día y la mujer le ha acompañado en su camino de dolores y de vicisitudes. Mas este mundo que ha sido el valle de lágrimas durante tantas eras, se convertirá en un valle de paz, cuando vosotros, mis primeros discípulos, os hayáis redimido y vayáis doquiera dando testimonio de Mí, con vuestras buenas obras. 40. Este planeta que ha recibido espíritus en diferentes grados de elevación, la mayor parte retrasados, recibirá en su seno, seres de gran elevación, que podrán comunicarse conmigo, de espíritu a Espíritu. Y cada generación que vaya pasando, vivirá con mayor pureza, hasta que el Reino de los Cielos quede establecido en el corazón de los hombres. 41. Para alcanzar todo esto, tendréis que luchar dentro de vuestro propio hogar para que hagáis de él un templo de amor y de enseñanza de mi Ley, en donde los padres sean para sus hijos mis representantes en la Tierra y los hijos sean para sus padres, joyas de gran valor, tiernas plantas que deberán de ser cultivadas con amor. Que el hombre en su campo de labranza, en el trabajo que se le haya asignado, lleve por estandarte el cumplimiento de su misión con fortaleza; que la mujer sea la compañera amorosa del hombre y la madre abnegada, para que ambos, en unión de sus hijos, bendigan el pan que les dé el sustento. 42. Quiero que por doquiera que vayáis, llevéis el pan de mi enseñanza y prediquéis con humildad, porque habrá quienes al contemplar vuestra vida, intrigados se pregunten: ¿Quiénes serán estos que saben vivir con tanto amor y sencillez? ¿Quiénes son éstos que saben ser felices con un mendrugo de pan y que a pesar de su escasez se muestran sanos y fuertes y no necesitan recurrir a los hombres de ciencia en busca de sus consejos o de la salud? Y cuando lleguen a preguntaros quién os ha enseñado, les diréis: El Divino Maestro en Espíritu, que ha llegado a nosotros en el Tercer Tiempo, en cumplimiento a su promesa hecha en los Tiempos pasados Quiero que deis testimonio de Mi con vuestros hechos, porque la humanidad está hastiada de palabras. Ahí tenéis a muchos de vuestros hermanos que se afanan en predicar el Evangelio y a pesar de que es la palabra que os di en el Segundo Tiempo, no han logrado salvar a la humanidad de este Tercer Tiempo, porque les ha faltado la práctica de las buenas obras, el ejemplo. Por esas mismas palabras dieron sus vidas mis apóstoles, pero ellos si supieron imitarme y sellaron con su sangre su cumplimiento. 43. Hoy no vengo a pediros vuestra sangre, ni que sacrifiquéis vuestra vida; lo que os pido es amor, sinceridad, verdad, desinterés. 44. Así os doctrino y os enseño, preparando con ellos a los discípulos de mi divinidad en este Tercer Tiempo, porque os veo contemplar indiferentemente la marcha del mundo, y es que no sabéis penetrar en el corazón de la humanidad, en donde hay tanta miseria y tanto dolor. Existe gran desigualdad, pues veo señores a quienes sólo falta la corona para nombrarse reyes y contemplo súbditos que son verdaderos esclavos. De ahí que se haya encendido la lucha. Entre esos señores enriquecidos en el mundo hay muchos que se dicen cristianos, mas Yo os digo que apenas si conocen mi nombre. 45. Quienes no ven en los demás a su prójimo, quienes acumulan riquezas y se apoderan de lo que es de otros, esos no son cristianos, porque no conocen la caridad. Vendrá la lucha entre lo espiritual y lo material, en esa lucha entrará la humanidad y para que el triunfo de la justicia llegue, ¡Cuántas amarguras tendrá que sufrir! 46. En medio de esa contienda de doctrinas e ideas, surgirá mi enseñanza, como aparece la luz del faro en medio de la tormenta. Comprended a través de mi palabra la situación que agobiará a la humanidad y entonces sabréis juzgar con mejor tino y sabréis lo que debéis hacer para no permanecer inactivos. 47. Comprended que el único tesoro espiritual por el que debéis de luchar, es el de mi Ley. Habéis sacrificado los símbolos a través de los cuales ayer me rendíais culto, para dar paso a una idea más perfecta. Sin embargo, ved cómo aún en este tiempo se levantan pueblos disputándose la posesión de aquella tierra y aquellos lugares donde en los tiempos pasados me manifesté. Muchos símbolos he hecho desaparecer, pero a los hombres no les faltan motivos para su idolatría y fanatismo. Os digo que antes de que las generaciones venideras se inclinen ante los ídolos de hoy, mi justicia les destruirá y las únicas columnas que resistan el poder de mi justicia, serán aquellas que sostengan los santuarios levantados en el fondo de vuestro corazón: Santuarios de la fe; de paz y de fraternidad, porque lo espiritual es indestructible. 48. Mi Doctrina espiritual en el Tercer Tiempo, cuando la Tierra ya se encuentre preparada, llegará mansamente al corazón de la humanidad, su triunfo no se logrará con sangre ni con ofensas. El Espiritualismo se establecerá mediante la comprensión de unos y otros. Nadie que trate de imponer mi Doctrina por medio de la fuerza será soldado de la Verdad; porque no viene mi Doctrina en son de conquista material, pues si en el Segundo Tiempo en que vine a prepararos para reinar en vuestro corazón os dije que mi Reino no estaba en este mundo, hoy que vengo a elevar vuestro espíritu para reinar en él. ¿Cómo podría deciros lo contrario? Mi Doctrina descansa sobre cimientos de amor, pero lo habéis olvidado y por eso os he dicho que era menester que volviera entre los hombres a recordarles la Ley olvidada, aquélla que amaron vuestros antepasados y por la que murieron muchos mártires y apóstoles pensando en vosotros. 49. No bastó mi sacrificio de aquel tiempo y aquí me tenéis nuevamente. Se necesitan nuevos apóstoles y pronto les enviaré con la semilla divina. Como los vientos que van de un extremo al otro de la Tierra, así se esparcirá mi Doctrina. No irán solos mis enviados, un mundo de seres invisibles como ejércitos de luz, les acompañará para hacer más prodigioso su paso y en verdad serán escuchados por todos. 50. Discípulos, aprended de Mí, mientras llega el instante en que tengáis que levantaros a enseñar mi lección a vuestros hermanos. Sabed desde ahora que pasado el año de 1950, no volveréis a penetrar en este éxtasis para hablar, que para entonces os bastará elevar vuestro pensamiento a Mí, con esa preparación que os he enseñado para que por vuestros labios salgan palabras de luz. Desarrollad vuestros dones para que vayáis sabiendo recibir mi inspiración. 51. Os doy esta lección, para que la estudiéis detenidamente y analicéis su esencia la cual os será útil mañana, cuando tengáis que doctrinar a vuestros hermanos, con mi doctrina de amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 223 1. He descendido hasta vosotros a buscaros, porque ha mucho tiempo que camináis alejados del sendero y nada hacéis por encontrar el verdadero camino. 2. Mi presencia de Maestro os hacía falta, y por eso me he presentado entre vosotros a daros valor, fuerza y fe para luchar por vuestra salvación. 3. Una gran ignorancia espiritual envuelve a la humanidad; no se da cuenta de su destino ni de su responsabilidad en la Tierra, y por eso ha perdido la senda. 4. El hombre ignora quién es, por lo que no sabe cuánto atesora en su espíritu. Se ha concretado a desarrollar sus facultades humanas, pero las del espíritu las ha ignorado por su falta de interés en lo que es elevado y noble. 5. ¿Cómo podría la Humanidad descubrir las potencias que en sí lleva? 6. Ha sido menester que me aproxime a vuestro corazón para despertaros del profundo letargo espiritual en que estabais sumidos y recordaros que no sois tan sólo materia, que no sois pequeños y menos parias. 7. Al escuchar mi palabra, llenos de gozo me habéis dicho: Señor, ¿Es posible que existan tantos dones en nuestro ser? Entonces habéis comenzado a comprender algo de lo que sois y de lo que significáis en el Universo. 8. A veces ponéis en duda los dones de los que os he dicho que sois poseedores, y Yo os digo que vuestra duda proviene de que no los habéis desarrollado, por lo que no pueden manifestarse en la forma que vosotros quisierais. 9. Es cierto que hay casos en que con sólo la fe podéis realizar obras sorprendentes, pero debéis saber que fue mi amor el que os concedió aquel prodigio para alentar vuestra fe, aun cuando todavía no os encontraseis capacitados para llevar a cabo aquella obra. 10. Largo es el desarrollo de las potencias del espíritu, tanto que una sola materia no le es bastante, ni una sola existencia en la Tierra le es suficiente. Pero mi providencia, que en todo está, va preparando a cada espíritu nuevos cuerpos en que pueda continuar su desarrollo, ayudándole en su perfeccionamiento para que pueda llegar al lugar que le está destinado. Os lo digo, porque os he sorprendido pensando que es muy poco lo que habéis logrado en comparación con lo que se os ha dicho que poseéis; entonces surgen en vuestro corazón dudas y os invade el decaimiento. 11. Con lo que ahora os he dicho, podréis ya comprender que no os será posible, en una sola existencia, desarrollar en toda su capacidad los dones de que está formado vuestro espíritu, porque siendo ellos parte de un ser que pertenece a lo eterno, que es parte de lo infinito, es natural que en una vida tan efímera, como es la vida del hombre en la Tierra, no alcancéis a mirar el desarrollo completo de algunos de vuestros dones. 12. Sin embargo, debo aclararos que no por saber que en la presente existencia no podréis alcanzar el máximo desarrollo de vuestros dones, vayáis a flaquear en vuestro ahínco de lograr vuestra evolución. Por el contrario, pensad que si en una sola existencia pudieseis contemplar el desarrollo completo de vuestros dones espirituales, éstos serían muy pequeños. 13. Sólo os pido que deis un paso en cada encarnación, pero que sea un paso firme hacia la perfección; entonces será vuestro espíritu el que advierta su adelanto, manifestándose cada vez con mayor sabiduría a través de aquellos cuerpos que le vayan siendo confiados. 14. Ahora os encontráis en preparación: ya os fueron revelados por mi palabra todos los dones que poseéis y se os ha dado a conocer la misión que en vuestro trayecto espiritual tendréis que cumplir. 15. Ya fuisteis probados con las pruebas a que un espíritu debe ser sometido para recibir un mensaje o una revelación divina; os resta tan sólo iniciar vuestro desarrollo, en la confianza de que vuestra senda estará iluminada con la luz de la conciencia, que siempre os dirá qué es lo que debéis hacer. 16. Quisierais que vuestra comunicación de espíritu a Espíritu fuese perfecta, que el don de la videncia se hubiese manifestado en plenitud, que el poder curativo os permitiera realizar un prodigio en cada caso y que el don de la palabra floreciese en vuestros labios desbordándose en consuelo, en sabiduría y en profecías; mas cuando os convencéis de que distáis aún de alcanzar esas alturas, os entristecéis y os tornáis callados y taciturnos; ¿Por qué, discípulos? ¿No comprendéis que mucho de lo que anheláis alcanzar depende de vuestra preparación? 17. Bien sabéis cuál es la preparación que debe tener el discípulo para poder recrearse con el fruto de su espiritualidad y que es la de llevar una vida limpia, el estar prestos a la oración, a servir a vuestros semejantes, a resistir las tentaciones, a fin de que en el instante de necesitar vuestra fuerza espiritual y vuestros dones para llevar a cabo alguna obra de amor, encontréis dispuesto vuestro ser, y así tengáis la satisfacción de ver hecho realidad el prodigio que en vuestra oración solicitasteis de vuestro Padre. 18. Entonces podréis ver las primeras luces del Gran Día anunciado por profetas y enviados tiempo ha; podréis sentir cómo desciendo en Espíritu a hablaros de la vida eterna que a todos os espera, porque todos estáis destinados a ella. 19. Hasta la intimidad de vuestro ser penetro, para probaros que para Mí no existen barreras ni obstáculos que impidan a mi luz llegar al fondo de vuestro espíritu. 20. Vengo a decir a los hombres, que ya que han caminado por la vida material, desentendiéndose de los deberes y de la misión de su espíritu, les envío este mensaje de sabiduría para que se preparen y sepan penetrar a la vida espiritual cuando a cada uno se le haga el llamado. 21. Vengo a decirles que, ya que aquí en la Tierra han cerrado el paso al espíritu, al menos dejen que él se prepare para cuando no tenga ya necesidad de la materia. 22. ¿Creéis que la vida se concreta a vuestra existencia en la Tierra? ¿Creéis que mi Ley y mi Doctrina sólo iluminan vuestra vida en el mundo? No, multitudes que escucháis mi palabra, la Ley divina no la di a vuestro cuerpo; vine a iluminar con ella vuestro espíritu. 23. Yo sé por qué os hablo en esta forma, porque mi mirada descubre entre las turbas a aquellos hombres que necesitan que así les hable. 24. Son los materialistas, los que no ven más allá de donde alcanzan sus ojos a mirar, sin creer que más allá de su mente y de sus sentidos es donde comienza la eternidad, la verdad, la sabiduría. 25. No necesitan que les hable así a los que ya comienzan a dejar que sea el espíritu el que gobierne en sus obras, en sus pensamientos y en toda su vida; aquéllos que ya empiezan a desprender su espíritu de cuanto los ataba al mundo. Ellos llegaron materializados ante la manifestación de mi palabra, sin saber lo que oían, sin comprender su sentido, y también les toqué en lo que más amaban en su vida. 26. El Reino del Espíritu es infinito y para alcanzar la elevación que os permita gozarlo y vivirlo, es menester conocer el camino y tener luz para ascender por él; pero no creáis que menosprecio vuestra vida material, no, discípulos, ¿Por qué había de menospreciarla, si Yo la preparé para vosotros? Comprended que la vida en el mundo material también forma parte de la vida en el Reino espiritual, infinito y eterno. 27. Precisamente la finalidad que mi palabra viene a cumplir entre vosotros es la de mostraros el camino certero por donde debéis transitar para alcanzar la espiritualidad. 28. Cuando os hablo de la vida espiritual, no me refiero concretamente a la existencia de espíritus desencarnados, sino que os hago comprender que la vida espiritual está en todas partes, porque todo procede de ella. 29. Sólo la luz de esa vida podrá revelaros la verdad, sólo en ella podrán los hombres comprender cuanto desean y necesitan saber. 30. Quienes se empeñen en ignorar la vida del espíritu, sólo serán pobres seres que vivirán en la Tierra caminando sin rumbo, tropezando y cayendo, sin darse cuenta de que en el fondo de su ser tienen la llave de la puerta de la eternidad y llevan también la lámpara que puede iluminarles el camino que conduce a la paz, a la sabiduría y a la felicidad. 31. Mas mi caridad viene a despertarlos de su letargo, viene a levantar a los postreros, para que ayuden a los primeros en la lucha de este tiempo contra el materialismo, en todo lo que ellos no hayan podido hacer. 32. El mundo se halla preparado y acrisolado por el dolor, esperando a los discípulos del Divino Maestro. La humanidad está atravesando una hora de prueba. 33. Comprended lo grande de vuestra misión. 34. Yo iluminaré vuestro sendero cuando por instantes se opaque su luz, para que vuestro espíritu no tropiece ni se confunda, porque sois los emisarios de la paz, los poseedores de una revelación eterna. 35. No volverá a contaminarse vuestro culto de influencias extrañas, ni volveréis a caer en la esclavitud espiritual. 36. No vendrán los hombres a poner delante de vuestros ojos la imagen de su Señor, porque mi verdadera imagen no la han sabido encontrar aún, a pesar de llevarla en sí mismos. 37. En cada hombre se encuentra un más allá, un arcano, un infinito, un misterio. Ahí está el santuario en donde mora el Padre, cuya puerta está cerrada, porque no habéis sabido penetrar en vuestro interior. No ha sabido el hombre encontrar el verdadero santuario que consigo lleva. Sólo ve hacia afuera y siente lo exterior. Es materia y sentidos corporales. 38. Este es un tiempo en que espiritualmente toda la humanidad duerme. No existe una sola religión que eleve a su Dios el verdadero culto. Vosotros os levantaréis a dar mi palabra, dando testimonio de Mí con vuestro ejemplo. Sin obras de amor, no tendrá fuerza mi Doctrina en vuestros labios. 39. Os enviaré a las naciones cuando os contemple preparados, cuando exista verdad en vuestro espíritu y en vuestra materia. Entonces podréis solucionar los grandes conflictos; podréis atravesar grandes torbellinos sin dejaros arrebatar; podréis resistir tormentas y atravesar espesas tinieblas, porque ya estaréis abriendo los ojos a una luz superior a toda ciencia humana. 40. Siendo vosotros humildes, estáis destinados a descorrer muchos velos ante filósofos y sabios; para todos seréis paz, consuelo y redención. 41. En todos los pueblos de la Tierra estoy dando señales de mi nueva manifestación a través de la intuición y de los sueños. El eco de mis pasos ya se escucha cercano. 42. Comprended cuánto os amo ¿Por qué teméis? Quién esté dentro de mi Ley, nada tiene que temer de Mí. 43. Estáis escuchándome con respeto y preparación y sin embargo me teméis: Es porque vuestra conciencia os dice que no hacéis aún obras perfectas. 44. Cumplid para con vuestro Dios y para con vuestros semejantes, pagad vuestra deuda de gratitud y todos seréis recibidos por el Señor. 45. Si en el camino se detuviesen algunos por torpeza, falta de estudio, falta de espiritualidad o ignorancia, que los demás no se detengan, pero dadle vuestra ayuda al que cayere y despertad al que duerma. 46. En verdad os digo que los primeros no llegarán al verdadero cumplimiento en esta Tierra, ni vosotros, aun cuando avancéis en el camino. Vendrán otros después, quienes darán un paso más hacia adelante; después de ellos, otros que avancen más y así sucesivamente. Pero mientras éstos estén adelantando en su evolución, ya vosotros en espíritu habréis escalado espiritualmente. Por lo que os digo que siempre los primeros han de limpiar el camino a los postreros. 47. Pronto dejaréis esta materia y al penetrar en el mundo espiritual os convenceréis de que no fue estéril vuestra jornada en esta Tierra y que el conocimiento del Espiritualismo os permitió, al desprenderos de la materia, extender las alas del espíritu para llegar cerca de vuestro Padre. 48. Alentad la esperanza de esa nueva vida y os consolaréis en las vicisitudes que ahora padecéis en este valle de lágrimas, de sangre y muerte. 49. Convertid a vuestros hermanos en mis discípulos, mirad cómo el postrero comprende que no podréis ofrecerle un mal fruto. 50. La humanidad está llegando a cierta madurez espiritual para comprender mi obra. 51. Después de 1950, esta Doctrina no decaerá, antes bien florecerá, el trabajo se intensificará y los libros de oro serán abiertos para que de ellos brote la sabiduría y lleguéis a comprender lo que antes no comprendisteis. Los escritos conteniendo mis máximas y mis parábolas, serán llevados de comarca en comarca, de hogar en hogar y de corazón en corazón. 52. Entonces veréis como muchos os darán buena acogida y os recibirán con los brazos abiertos, porque su espíritu se encontrará ansioso de contemplar al Padre en su verdadero altar. 53. Daréis mis enseñanzas tomando ejemplos y preceptos de Moisés, recordando la palabra de Jesús y lo que en este Tercer Tiempo os he revelado, uniendo todo en una sola obra. 54. Surgirá en el mundo una guerra de ideas y doctrinas, mas Yo haré que ese movimiento os conduzca a la luz. 55. Mi luz es en toda la Tierra. En toda ella levantaré hombres y mujeres por los cuales me manifestaré. 56. Esta nación que habitáis cumplirá con una gran misión en este tiempo y en tiempos venideros. En el mayor dolor y en las grandes pruebas, será baluarte, dará luz y paz y será sustento para otros pueblos. Su corazón se despojará de egoísmo y conveniencias, convirtiéndose en caritativo y fraternal. 57. Todas las religiones serán juzgadas y las más poderosas serán las más tocadas. No sabéis cuáles de ellas tomen a cuestas su trono de grandeza para trasladarlo a otras tierras, huyendo de mi justicia. 58. Hoy quiero deciros que entre vosotros no se erigirán templos materiales, ni altares de fanatismo; el rito y la tradición desaparecerán. No se levantarán ante vosotros sacerdotes ni ministros. 59. No tendréis autoridad o potestad alguna para dar títulos de santidad a ningún ser humano. 60. Los que alcancen gran comunicación espiritual con mi Divinidad, serán los más humildes. 61. Ha llegado el tiempo en que del culto imperfecto no quede ni piedra sobre piedra, en que el único templo esté en el interior del hombre, el altar en su corazón, la ofrenda en sus obras, la lámpara en su fe y la campana en su voz que despierte a los espíritus dormidos. 62. Vengo a hablaros con amor para que me reconozcáis por ese amor. 63. Sois pequeñas criaturas a quienes conduzco por la senda de la elevación espiritual y a los que perdono por sus faltas para que aprendan a perdonar a sus semejantes. 64. Analizad mi palabra sílaba por sílaba, para que seáis fuertes de espíritu y podáis ser como un báculo entre la Humanidad. 65. Os he dado de mi luz con la que podréis iluminar a vuestros hermanos. Con esa potestad desataréis, a imitación de Jesús, a los espíritus en tiniebla que encadenados y turbados se encuentran poblando el Universo. 66. Mi luz todo lo abarca y envuelve, porque todos habéis brotado de mi Espíritu, me pertenecéis y a Mí habréis de volver. 67. No penséis que vengo solamente en pos del pueblo de Israel. Ciertamente, en vos he depositado desde los principios, leyes, cargos y órdenes, para convertiros en mis discípulos que han de doctrinar a la Humanidad, los que han de ser la luz del ciego, el báculo del paralítico, el bálsamo para el leproso; por lo tanto, sólo os he dejado como hermanos mayores. Más quiero que comprendáis también que al referirme a esas penalidades, hablo de ceguedad del espíritu, de falta de movimiento o libertad espiritual y de la lepra que es vicio y pecado. Sabed que es a vuestro espíritu a quien vengo a salvar, aunque también Vuestra materia es digna de mi caridad, mas a ella le entrego por añadidura. 68. En vuestro espíritu existe una gran potestad curativa que no se ha manifestado en toda su plenitud, por vuestra falta de fe y confianza en ese don. 69. El espíritu está revestido de mi gracia, mas tropieza con la flaqueza de la carne. Luchad por la armonía y unificación entre vuestro espíritu y vuestra materia, para que podáis hacer mi voluntad. 70. Mi palabra es agua cristalina que os ofrezco, para que sed no volváis a sentir en este mundo. 71. La humanidad a través de sus religiones y sectas, me busca y me ama, y ella recibe mi caricia y mi luz. 72. En diferentes peldaños de la escala se encuentran los espíritus, pero a todos les amo en forma igual y les doy los medios de llegar a la cima. De igual manera debéis amar a vuestros hermanos, sin importaros el grado de elevación espiritual que posean. 73. Quiero que abráis plenamente vuestro corazón, para hacer en él mi morada y encender ahí la antorcha de la fe. Quiero enseñaros a sentir el dolor ajeno como si fuese propio. 74. Las tribus de este pueblo se unificarán espiritualmente, antes que lleguen las grandes penalidades pronosticadas. 75. Ahora tenéis que hacer méritos para que el mundo alcance luz en su sendero y espiritualmente combatáis al egoísmo y al odio que se han apoderado nuevamente del corazón de la humanidad. 76. ¡Bienaventurado el que me escuche y abra las puertas de su corazón, porque él será mi buen discípulo! 77. Dad albergue en vuestro corazón a la fe, la esperanza y la caridad, para que exista confianza absoluta en vuestro Señor, para que no sintáis fatiga en el camino, ni os detengáis, y para que hagáis obras de piedad entre los que sufren. 78. Esta es la simiente que siempre he venido a confiaros, mas si vosotros no habéis hecho obras perfectas como vuestro Padre, es porque aún estáis a la mitad del camino y vuestra carne aún peca. Todo esto lo sé, y por eso os busco con paciencia infinita. 79. Así lección tras lección, estoy formando el libro de sabiduría que dejaré delante de vuestros ojos y cuando levante mi palabra, y en él encontréis las lecciones que os animarán a seguir caminando en el sendero de vuestro cumplimiento, llenos de esperanza, en pos de la tierra que os he ofrecido, la cual es mi propio seno. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 224 1. Estoy escribiendo en el libro de la elevación espiritual, cada una de vuestras obras. Y para que no ignoréis vuestra misión en la Tierra, he venido a despertar los dones espirituales que os he confiado desde el principio de los tiempos. 2. Habéis brotado de Mí y desde ese instante, habéis sido preparados y al enviaros a la Tierra que es morada de lucha y perfeccionamiento, os he dado la Ley, que os enseña el amor a vuestro Padre y que también os dice: Amaos los unos a los otros, para que estéis en armonía con todos los seres que he creado. Delante de Mí, todos sois grandes, dignos. Yo he formado a todos con el mismo amor y para Mí no hay diferencia entre unos y otros. 3. Ha mucho tiempo que espero el retorno del hijo. Si al escuchar mi palabra, no se conmueve vuestro corazón, si no derramáis lágrimas de atrición, es que no habéis velado y esperado el cumplimiento de mi promesa, hecha a vosotros en el Segundo Tiempo. He venido ahora a derramar beneficios espirituales y materiales. Mi palabra, que es el fruto del Árbol de la Vida, viene a calmar vuestra hambre. Traigo para los hombres de buena voluntad, la paz, que es el galardón que os concedo en la Tierra, mediante el cumplimiento de mis preceptos. 4. Elevad vuestro espíritu, limpiad vuestro corazón y en un acto de amor a Mi Divinidad, penetrad en comunión espiritual conmigo. Yo derramaré mis complacencias sobre vosotros. 5. Orad y vuestra oración convertirá a los pecadores, y convencerá de su error al que por ignorancia ha pecado y no sabe cuánto ha faltado delante de Mí. Yo aparto el germen de maldad y os hago conocer los beneficios de la regeneración y del cumplimiento. 6. Para cada una de vuestras buenas obras, tengo una bendición, para vuestros problemas una solución y para vuestros dolores un bálsamo. Y cuando sanos y fuertes os encontréis, enseñad a vuestros hermanos, inspirad el bien y sed ejemplo, para que no sean sólo las palabras las que hablen de Mí, sino vuestros actos, los que testifiquen de que sois mis discípulos y que me estáis imitando. 7. Voy a hablar al mundo cristiano y al que no ha creído en Cristo; al Pueblo de Israel o sea a los mosaicos, en todos derramaré mi luz, y mi caricia. Esta luz, disipará la confusión y la ignorancia; y la fe en Mí unificará a todos los espíritus y los hará semejantes unos a otros. 8. Después de gran lucha, la paz vendrá a los hombres. Hoy encontráis enemigos para vuestra fe, espiritualidad y buenas prácticas, porque el ambiente que reina es impuro y no habéis podido detener el avance del mal, y en verdad sois vosotros los encargados de transformar este mundo devolviéndole la salud, la paz y la fe que ha perdido. 9. En vuestra lucha, no estaréis solos. Vuestro Dios lucha antes y siempre. Las fuerzas del mal, serán atadas, la humanidad será libre y rehará su vida y la fe volverá a su corazón. 10. Si en el ejercicio de vuestros dones, tuvieseis grandes triunfos, no os envanezcáis, no hagáis que vuestra materia sea admirada, tan sólo por haber sido el instrumento del cual me serví para hablar a los hombres. 11. Pensad que he perdonado vuestras faltas y he apartado vuestras imperfecciones. Me he servido de entendimientos sencillos, rudos e ignorantes, que he pulimentado para llevar a cabo mis designios. 12. Mi palabra quedará escrita. Ese libro será guía y enseñanza del Pueblo. Si no estáis preparados para comprender mis nuevas inspiraciones, seguid estudiando mi palabra. Yo estoy preparando los corazones de los discípulos que han de formar este libro. En él, encontraréis mi esencia y mi presencia. Será la herencia que legaré a la humanidad y los hombres inspirados en Mí, dictarán leyes de amor, preceptos sabios, pensamientos y máximas que conocerá el mundo, pues mi palabra encontrará corazones ansiosos, dispuestos a recibirla en todos los pueblos de la Tierra. 13. Aquellas naciones que han pasado por los rigores de la guerra, esperan a los emisarios que confirmen su creencia de que Yo he venido una vez más a establecer mi Reino en el espíritu del hombre y hacer con él un pacto de amor y de justicia, como estaba escrito. 14. He dejado a vuestra diestra un ángel guardián, que conoce vuestra vida. Él tiene la misión de guiaros, de libraros de los peligros. Es el mundo espiritual que os acompaña, cumpliendo una gran misión de amor. Tenéis a Elías, abnegado Pastor que guía vuestro espíritu, encarnado o desencarnado. 15. Su nombre no es conocido por toda la humanidad, tampoco su misión, mas pronto sabrá que él es mi precursor en todos los tiempos. María es dulzura y consuelo vuestro, en todas las tribulaciones a que el espíritu está sometido. Ella vela por vosotros y en este tiempo de rigores os acompaña para daros valor en la prueba. Es la intercesora entre el hijo y el Padre. Y el Maestro que os habla, ha venido para enseñaros y dejaros preparados como sucesores míos cuando Yo parta. 16. Vuelvo a vos, humanidad, a través del entendimiento humano, para depositar en vuestro espíritu mi enseñanza y en vuestro corazón mi esencia. Vuelvo a vos como antorcha de luz celestial para guiar a los hombres por el sendero de la espiritualidad, que es el camino de la vida eterna. 17. La luz de mis enseñanzas os ilumina para que brilléis entre las sombras de este mundo. 18. Recibid este mensaje que Cristo os envía, para que lleguéis a comunicaros por medio del pensamiento con vuestro Padre Celestial, que Él amorosamente os contestará a través del mismo pensamiento. 19. Bienvenidos seáis, humanidad triste, cansada de sufrir. Venid y descansad en mi amor. Soy la paz y la serenidad, y eso mismo vengo a dejar en vuestro espíritu. Yo soy vuestro Cirineo y vuestra esperanza. ¡Alegraos y fortaleceos, Yo estoy con vosotros! 20. En los instantes en que escuchéis mi palabra, sentíos felices. En mi Divino Espíritu hay paz al sentirme escuchado por vosotros, y esa emoción os la quiero transmitir. Tiempo ha que esperabais mi retorno. 21. Guardad mi palabra que es trigo dorado, y no la perdáis. Es menester que conozcáis el significado inmenso de la caridad, porque entonces sabréis las maravillas que hace el amor. ¡Cuán triste es que alguno de mis hijos no sienta en el corazón la alegría que experimenta su espíritu! Quiero veros consolando, amando, curando, ya sea el cuerpo o el espíritu del que sufre. EI que ama, no conoce el odio que amarga la vida. El que ama, no conoce el rencor que destroza el corazón y entristece el espíritu. El que ama tiene dulzura en su palabra, en su mirada y en sus obras, su vida es dulce y su muerte corporal tendrá que ser apacible. 22. Eternamente mi espíritu está consolando al vuestro con su palabra paternal, mas cuando sufrís hondamente y en medio de vuestro dolor me llamáis, creéis que vuestra voz no ha sido escuchada por Mí. Dudáis porque no estáis en condiciones de sentirme, porque llevándome dentro de vosotros no lo sabéis, ni lo creéis. ¿Cuándo he dejado de deciros que os amo? Si supieseis escucharme, cuán felices seríais. Cada hombre sería un sembrador en mi campiña, un cultivador en mis vergeles, y su semilla de amor sería regada por Mí. 23. Estáis materializados y por eso os encontráis perdidos y os sentís distantes de Mí, mas Yo os daré la espiritualidad que os acerque a esta fuente de sabiduría y revelación. Hay muchos que viven sobre las páginas de mi evangelio sin practicar ni vivir mis enseñanzas, ¿De qué les sirve repetir mis palabras? En cambio, quienes me sigan por el camino del corazón, del sentimiento, se acercarán a su Maestro. 24. En verdad os digo: Venid a Mí, humanidad, pero que sea por la escala del amor, del pensamiento elevado. Empezad ya, para que vayáis deteniendo vuestro sufrir, para que dejéis de llorar y despertéis de ese sueño en el cual os encontráis sumergidos. 25. ¡Hay tantas formas de servirme y de ser útiles a vuestros semejantes! Diseminad mi semilla para consuelo de los que sufren. Resistid con fe las pruebas de dolor que a vuestro paso halléis. La fe no conoce imposibles porque es don divino; unida al amor será vuestro baluarte contra las tempestades de este mundo. ¿Qué seréis sin las prácticas del bien en la vida? Aprovechad esta existencia, porque si así no fuese, no reconoceréis la salud del espíritu porque él toma su fuerza sólo en la bondad. Haced que vuestros pensamientos sean blancos como los lirios, que vuestras obras tengan la fragancia de las flores. 26. Levantaos, humanidad, y venid a Mi porque os estoy esperando. Venid por el camino del corazón y por él llegaréis y aunque pasen siglos Yo os seguiré esperando. 27. No seáis como pequeñas aves que mueren en sus nidos antes de haber aprendido a volar. 28. Os hablo a través del pensamiento, el cual en el momento de preparación es de Dios, aún cuando esté interpretado por labios humanos. Mi presencia viene a vosotros, os acaricia y os despierta. Entonces no esperéis el mañana para entregar vuestra caricia a los que a su vez os esperan. No quiero escucharos diciéndome: mañana me levanto al cumplimiento, porque si no aprovecháis vuestra vida, quedaréis llorando y Yo esperando. Sois mi semilla amada, la que promete dar bellas flores y buenos frutos bajo mi cultivo. 29. Allá en la eternidad se encuentran los espíritus de los que en el mundo fueron grandes por el amor, por la caridad. Allá se reúnen después de que terminan su misión en la Tierra y desde allí prestan su ayuda a los seres débiles y a los espíritus tímidos que aún cruzan por el mundo y siguen derramando su amor sobre la humanidad. Allá no hay separaciones, ni distancias como en vuestro mundo en el que los hombres no se aman ni se entienden, porque sus credos y dogmas religiosos los separan. Sabed que las religiones son simples caminos temporales que conducen a los espíritus a la luz, donde todos brillarán por igual unidos por la ley del amor. 30. Por eso os digo que el amor debiera ser la piedra fundamental de toda religión, porque ésa luz está fuera de toda teoría, ciencia o filosofía, y es sentida y contemplada por todos los seres. 31. Entre las muchedumbres que escuchan mi palabra en este tiempo, están los de espíritu fuerte y adelantado que vienen en busca de lo espiritual huyendo de las ceremonias, de los ritos y de las formas. Vienen en busca de Dios como amor y como sabiduría, al que adoran por encima de la materia y una vez libres sienten que ya no necesitan sacerdotes, ni maestros, ni doctores. Esos son como antorchas que iluminan el camino a los demás. 32. Muchos que hoy habitan el valle espiritual os trazaron el sendero de evolución con su huella indeleble de fe, caridad, sabiduría y amor. Son seres elevados, brillantes, a los cuales encontraréis cuando retornéis al más allá, porque ellos unirán a todos en el amor infinito del Padre, con el que debieran estar unidas en la Tierra todas las religiones. Los mensajes que aquellos seres, envían a este mundo, vienen como blancas aves a posarse en la mente de los hombres preparados con amor e inspiración. Cuántos de esos pensamientos, inspiraciones o mensajes que en forma de ángeles han llegado entre los hombres, han tenido que volver al más allá, porque no supieron recibirlos. Ahí, en mi seno esperarán a que los corazones humanos se preparen para volver a enviarlos como una brisa de amor. 33. ¡Preparad la morada, oh humanidad! Ya no cerréis vuestro corazón cuando el mensaje retorne a vos, como veis que vuelven las olas, como vuelve el canto de las aves con la aurora, como vuelve la esperanza a los corazones cansados de sufrir y de esperar. 34. Amad, el que no ama lleva en sí una tristeza profunda: la de no poseer, de no sentir lo más bello y elevado de la vida. 35. Eso fue lo que Jesús vino a enseñaros con su vida y con su muerte, y lo que os legó en su divina palabra condensada en la frase de "Amaos los unos a los otros, con ese amor que Yo os he enseñado". 36. Día llegará en que los que no han amado, despojándose de su amargura y sus prejuicios vengan y descansen en Mí, donde volverán a la vida escuchando mi palabra dulce, de infinita ternura. En verdad os digo: que en el amor está mi fuerza, mi sabiduría y mi verdad. Es como una escala infinita que se presenta bajo distintas formas, desde las inferiores de los humanos, hasta las más elevadas de los espíritus que han alcanzado la perfección. Amad, aunque sea a vuestra manera, pero amad siempre. No odiéis, porque el odio deja una cauda de muerte, mientras que por amor se perdona y se borra todo rencor. 37. Estudiad mi palabra, quiero escucharos hablando de las facultades del espíritu, del amor, de la caridad. 38. Sabed también que por los sentimientos del corazón se adquiere sabiduría. Esos sentimientos se transforman en palabras que contienen profundas lecciones, sublimes ideas que dicta el amor. 39. Os doy esta luz para que vuestra vida se eleve y se transforme, para que deis esa luz a los enfermos, a los niños, a los necesitados, porque este camino no os cansara. 40. Convertíos en apóstoles del bien, y vuestra faz espiritual se hará de tal manera hermosa, que ésta se reflejará en vuestras obras. 41. Si por escuchar mis cátedras habéis creído que obtenéis la gloria, estáis en un error. Sólo alcanzará la gloria aquél que practique mis enseñanzas. Si creéis que con asistir a los ritos de las diversas religiones, el espíritu tendrá el descanso necesario, de cierto os digo que no, el espíritu descansa sólo cuando la conciencia nada le reclama. 42. Mi amor siempre busca a quien más falta le hace. Así en aquel tiempo me hice hombre para venir en pos de un pueblo, ese pueblo oyó mi palabra, mas a pesar de haber escuchado la verdad, me desconoció, culminando su ceguedad al derramar la sangre inocente del cordero. 43. ¡Jerusalén! ¡Jerusalén! Tierra donde se consumó mi predicación y mi sacrificio, no seréis la única en el dolor y en la guerra, sin embargo estáis grandemente afligida; pero habrá guerra en otros lugares, porque los hombres la están forjando con la mente y en ella tendrá que terminar. 44. Si la humanidad lleva la guerra en el pensamiento, es porque no tiene amor en su corazón. Y Yo os pregunto: ¿Por qué no podéis amar, ni perdonar? ¿Acaso creéis que Yo amo menos a los que me sacrificaron, que a los que lloraron por Mí? Sabed que me estáis crucificando con vuestra falta de amor y comprensión. 45. Jerusalén es ahora tierra de dolor y os digo: cuidad de no derramar sangre inocente ni injuriar a mis enviados, porque vuestros hijos verterán muchas lágrimas por cada una que vosotros arranquéis, y grandes dolores por uno solo que a un inocente causéis. No será mi castigo, sino el fruto de vuestra siembra. 46. Llorad, humanidad si no sabéis amar; llorad si no sabéis perdonar; llorad con la amargura del que llora su propia muerte, porque quien no ama, no puede llegar a Mí. Por eso os digo: llorad, conmoveos, porque si sentís es que aún tenéis vida y podéis lavaros en vuestro arrepentimiento. 47. En todos los tiempos he buscado a los hijos de mi pueblo, para recordarles el pacto de alianza que hicieron con el Padre y decirles que son los emisarios de mi paz entre esta humanidad extraviada en los caminos del pecado. 48. Mi luz ha iluminado siempre el sendero de Israel, para que en él haga obras agradables a los ojos de su Señor. 49. La luz de mi divinidad siempre ha descendido sobre el pueblo, pero cuando se ha creído solo, ha perdido su espiritualidad y su fe, y ha caído en idolatría. 50. Por eso ha sido lento su avance espiritual. Si este pueblo desde los primeros tiempos se hubiese despojado de egoísmo, y hubiese entregado en los pueblos de la Tierra todo cuanto Yo le di y le revelé, mi Ley y mi Doctrina serían respetadas por toda la humanidad. Pero mirad al mundo caminando sin mi Ley, apurando un cáliz muy amargo y sufriendo de hambre y dolor. 51. No supo mi pueblo impedir que la Tierra se empapara de sangre humana. La paz nunca se ha hecho porque los emisarios de ella la han guardado para sí en su corazón, porque han dudado de ser capaces de obrar ese prodigio. Os parecéis a Tomás, mi discípulo, quien os dio un doloroso ejemplo al mostraros a un Apóstol mío dudando de mi verdad. También entre vosotros se encuentran los que dudan. 52. Hay hijos de este pueblo cuyo corazón se ha envanecido hasta creerse absolutos en la Tierra. Son espíritus dominados por el materialismo del mundo y las ambiciones del corazón. 53. Son los que han olvidado mi justicia y la inmortalidad del espíritu, al que han puesto una venda de obscuridad que le impide contemplar la claridad de mi luz. Y es mi justicia y mi amor los que descienden en este tiempo a los componentes de este pueblo, quienes han encarnado nuevamente en la Tierra por mi voluntad, para decirles cómo deben esparcir mi paz y mis bendiciones entre la humanidad. Entre este pueblo están los que envié en este tiempo para que diesen fe de mi nueva manifestación entre vosotros y para que después diesen testimonio de ello a vuestros hermanos. Sentís ahora un profundo dolor cuando contempláis que aún estando cerca de vuestro Señor, no os amáis, no os habéis reconocido unos a otros y tenéis momentos en que os sentís menesterosos de la paz. 54. No me veréis encarnado en este tiempo y a pesar de no verme con vuestros ojos, creeréis en mi comunicación. Tendréis que reconocer el tiempo en que os encontráis espiritualmente y la misión que os he confiado. 55. Este tiempo de responsabilidad pesa sobre vosotros. Para que salgáis avante en la lucha, analizad antes mi palabra, sintiendo que escucháis al Maestro en la ribera del rio. En este tiempo, vuestro espíritu, por la regeneración, alcanzará gran limpidez, haciéndose digno de compartir sus dones con los demás y digno de ser ante mi presencia. 56. Cuando el mundo se entere de que me tuvisteis entre vosotros y me escuchasteis, buscará en este pueblo virtudes, ejemplos y enseñanzas capaces de persuadirle. 57. No solamente vosotros haréis caridad con los demás; Yo soy quien prepara los corazones para que os hagan la caridad cuando de ella necesitéis. Y vosotros que sois sensibles, sabréis a quién atribuir esa caridad. 58. Pero no será mi voluntad la que ponga el abrojo en vuestro camino, porque en verdad os amo, sólo iréis encontrando lo que vosotros mismos sembrasteis en el camino y si ello es dolor, si es ingratitud, si son lágrimas, no reclaméis a vuestro Dios, ni menos blasfeméis, porque sois los hijos de la luz. 59. Comprended que todos sois herederos de mi reino, mas para conquistarlo, grandes méritos tendréis que hacer. 60. Practicad mi Ley en vuestra vida y ella, cual estrella refulgente, os llevará hasta las puertas de la Tierra prometida. 61. Sed en el mundo la luz, el camino, el saber, invitad a vuestros hermanos a venir a mi mesa que os espera, en ella os deleitaréis con el pan de la vida eterna. 62. Comed ricos y pobres, porque nada os costará este banquete, pero debéis mezclaros los unos con los otros, para que la verdadera alegría reine en este festín. 63. Venid a escuchar esta palabra porque pronto ya no la oiréis. 64. Algunos, cuando hablo de que el fin de esta manifestación se aproxima, no alcanzáis a comprender por qué no permito que ella siga indefinidamente entre la humanidad, a lo que Yo os contesto que ninguna de las formas en que Dios ha hablado a los hombres a través de los tiempos, ha sido eterna, siempre ha tenido que materializarse vuestro Padre y que humanizarse para poder ser oído, visto y sentido por vosotros; por lo tanto, la comunicación material no será nunca la forma más elevada y perfecta de vuestra comunicación con el Señor. 65. Cuando hayáis logrado por medio de la espiritualidad la elevación de vuestra vida, cuando la justicia, el amor y la luz que existen en mi Doctrina sean la norma de vuestras obras y el culto que me ofrezcáis sea absolutamente espiritual, entonces estaréis en el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu, de la comunicación perfecta; cuando el Padre ya no tenga necesidad de grabar su Ley en una piedra para hacerse comprender y obedecer; cuando ya no tenga que hacer encarnar su Divino Verbo, para hablar a los hombres a través de labios humanos; cuando ya no tenga que emplear el entendimiento rudo de los portavoces, en quienes he concedido mi inspiración en este Tercer Tiempo. 66. Mi ley grabada en piedra, en esencia sí es eterna, pero su forma exterior fue pasajera, hice desaparecer las tablas donde fueron grabados los mandamientos. Lo que vuestro Padre quería era que la Ley quedase escrita en los corazones. También os digo que ni Jesús el prometido, el ungido, el hijo de Dios, fue eterno en la Tierra; su palabra, su Doctrina, sus obras, y su vida ejemplar, sí fueron perdurables, tuvieron esencia de eternidad; pero su vida humana fue breve en el mundo, porque habiéndose desbordado en sabiduría, en amor y en piedad, no tenía por qué permanecer un instante más, una vez consumada su obra ejemplar. La voz de Cristo es el verbo del Padre, vibró y vibrará eternamente en todos los espíritus. 67. Lo mismo sucederá en este tiempo, pueblo; esta forma de comunicarme con vosotros a través de los portavoces, pronto tendrá su final, porque no es la más perfecta; en cambio, la esencia que emana de la palabra vertida por los labios de los portavoces, ésa, será eterna, ya que es la misma esencia de la palabra que antaño os traje y la misma esencia que contiene la Ley que os entregué en el Primer Tiempo. 68. Analizad serenamente como buenos discípulos y veréis que las formas exteriores, la parte humanizada o material de cada una de las manifestaciones de vuestro Padre, no pueden ser eternas entre vosotros, porque si así sucediera, jamás saldríais de vuestro estancamiento, nunca evolucionaríais, y debéis comprender que vuestro destino espiritual, es subir, alcanzar, conquistar, saber. 69. La parte exterior de aquella revelación del Padre en el Sinaí, fue la piedra que sirvió como medio para que en ella se grabara la divina Ley. 70. Lo exterior en la comunicación de Dios con los hombres a través de Jesús, fue la envoltura, la forma humana de Cristo, y en este tiempo, la parte exterior de mi comunicación ha sido el portavoz, por lo que esta forma, como la de los tiempos pasados, tendrá su fin. 71. Entended que sois los hijos del pueblo Espiritualista, el que no deberá alimentarse de formas, sino de esencia, si comprendéis bien mi palabra, nunca más caeréis en idolatría, ni os aferraréis a las prácticas exteriores, a las formas, a lo pasajero, porque iréis siempre en pos de lo esencial, de lo eterno. 72. Ved cómo vivís aferrados en todo a lo material, Yo os he visto cuando uno de vuestros seres queridos parte de este mundo, abrazaros a su cuerpo inerte queriendo darle nueva vida o retenerle, ignorando que no es aquel cuerpo, aquella forma a la que debéis ataros, sino al espíritu de aquél que desde ese instante os contempla desde una mansión de más luz, sin apartarse de vuestro lado, sin desconoceros ni olvidaros, sin romper los lazos eternos con que todos estáis atados. 73. El que llora la muerte de la carne creyendo ver ahí el final de un ser amado, es un muerto que vela a otro muerto, es un ser ignorante y sin luz que ha cerrado su corazón a aquél que desde la luz le contempla. 74. Si en vez de complicadas religiones, la humanidad se concretase a estudiar y vivir cumpliendo con las enseñanzas de mi Doctrina, en vuestro mundo habría más luz, habría paz en los espíritus. 75. Grande es el testamento que Dios ha puesto en vuestras manos; pero no sabéis aun lo que poseéis, por eso vuestro planeta sigue siendo valle de lágrimas. 76. Si en vez de soñar en encontrar el arca que contenía las tablas de la Ley y querer perpetuar la forma del Divino Maestro en imágenes diversas, se concretasen los hombres a penetrar en el sentido de la Ley Divina y de la Doctrina, verdaderamente se unirían y se haría la paz. 77. Os digo todo esto, porque vosotros que habéis recibido en este tiempo una de las grandes revelaciones, estáis en peligro de aferraros a la parte exterior o sea a la forma, para tratar de retenerla siempre con vosotros; quienes así lo hicieren; serán muertos velando a sus muertos porque todas las formas pasan y sólo queda de ella lo esencial, lo espiritual, lo eterno. 78. Emplead vuestro entendimiento a fin de que comprendáis y haced uso de vuestra voluntad para que practiquéis. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 225 1. Discípulos amados: mi amor y mi paz son con vosotros. Vengo a enseñaros con mi divina lección a olvidar los bienes de la Tierra, para que se desprenda vuestro espíritu y se comunique en el más allá con el Maestro. 2. Hay en cada corazón una cuita, una queja que tratáis de ocultar a mi mirada; venís a aprender de Mí y no queréis mostrarme vuestra amargura, pero estáis delante de mi mirada perspicaz que penetra hasta el fondo de vuestro corazón y siente vuestra pena. 3. Antes de daros mi enseñanza, quiero derramar mi bálsamo en vuestra herida, llenar de paz vuestro espíritu. Quiero veros fuertes, sentiros cerca de Mí, que los lazos que existen entre vosotros y el Padre, sean más estrechos cada día, para que las cadenas que atan a vuestro corazón a la Tierra se rompan y vuestro espíritu se liberte. Os he enseñado a dar cumplimiento justo a las leyes espirituales y a las humanas, con lo cual no caeréis en materialismo ni en fanatismo espiritual. 4. Habéis sufrido mucho para llegar a contemplar mi tercera manifestación y oír nuevamente mi palabra. Entre vosotros se encuentran los que a pesar de haberme oído, no están exentos de penas, porque su espíritu no se ha podido librar de las miserias humanas, mas vengo como Maestro paciente y amoroso para ayudaros con mi lección para que los párvulos adelanten en su caminata. Las pruebas de la vida forman parte de mi enseñanza, ellas van forjando y dando temple a vuestro espíritu para resistir las nuevas pruebas que han de venir. El dolor ha sido el medio por el cual habéis llegado a Mí. Lo mismo sucedió en el Segundo Tiempo. Fueron los ciegos, los leprosos, los paralíticos, los poseídos, los sordomudos, los que llevaban lacras no solamente en el cuerpo sino también en el corazón, los que dieron testimonio de Mí. 5. Las obras de amor y de caridad que hice entre vosotros y que llamasteis milagros, encendieron la fe de aquellos corazones, y por ellos, otros muchos llegaron a Mí. Fue mi voluntad hacer aquellas obras, para estremecer las fibras más profundas del corazón y del espíritu, para que palpara la humanidad el poder de Jesús, aquel hombre sobrenatural que hizo obras imposibles de realizar por los demás hombres; obras superiores a la ciencia y a todo lo que habían hecho en tiempos pasados los enviados del Señor. No era aún la culminación de los tiempos y por eso el Padre, siendo Espíritu, descendió entre los hombres, oculto en la carne de Jesús para que todas sus obras y sus palabras, fuesen visibles y palpables. 6. Por eso en muchas ocasiones sané antes a los enfermos del cuerpo, para que la prueba fuese patente a los ojos del más incrédulo y materializado, porque si aquellos prodigios, los hubiese verificado solamente en el espíritu, no hubiesen sido contemplados ni creídos por el pueblo. 7. Los tiempos han cambiado. Si no fueseis los mismos, repetiría entre vosotros aquellos milagros para dar testimonio de Mí, pero vosotros fuisteis mis testigos en aquel tiempo, no sólo vivisteis, sino también recibisteis mi caridad. ¡Cuántos de vosotros sentisteis la caricia de Jesús, el dulce peso de su mano sobre vuestra cabeza; cuántos escuchasteis el eco de aquella palabra, que saturaba con su bálsamo y su amor vuestro cuerpo y vuestro espíritu! 8. Hoy vengo directamente a vuestro espíritu, porque lo he encontrado ciego en unos, privado de movimiento en otros, sordos a mi voz divina otros más y algunos leprosos por el pecado y por el vicio. Entonces os he hecho el llamado, para que llegáis a Mí dóciles y en paz, pero habéis sido duros de corazón, hasta que el dolor ha sido muy acerbo os habéis levantado en mi busca. Antes llamasteis puerta tras puerta, en busca de paz, de salud o de consuelo, y no encontrando estas bendiciones en parte alguna, doblegasteis la cerviz humildemente para venir ante mi presencia. Todos habéis llegado así. No ha venido ante Mí un solo corazón o un espíritu que no necesite de mi caridad, por lo que os digo nuevamente que por el dolor habéis llegado al camino. 9. Algunos en su incredulidad me exigieron un milagro para creer, entonces Yo les puse a prueba no concediéndoles el prodigio que pedían porque el que crea en Mí y me ame, jamás pondrá condiciones al Padre. Otros a pesar de su falta de fe, perseveraron escuchando mis enseñanzas hasta que su corazón se doblegó, realizándose en ellos el milagro. Cuando abrieron los ojos llenos de fe en su Señor, contemplaron con infinita alegría, que habían recobrado la salud y la paz; y otros más que perseveraron también oyendo mi palabra, olvidaron su dolor corporal y fueron elevando su espíritu, hasta llegar a bendecir sus propios sufrimientos, porque fueron los que les acercaron a Mí. 10. Benditos seáis porque habéis reconocido que así he probado vuestra fe y amor y que por vuestro anhelo de redención habéis alcanzado mi caridad y mis dones. 11. He sido Maestro, he sido Padre, Doctor y Juez. Yo soy el amor de los amores. Buscadme siempre como Padre y como Maestro. No enferméis para que no me busquéis como Doctor, ni desafiéis mi justicia para que no me tengáis como Juez. 12. La práctica de la moral, de la virtud y de la espiritualidad os librarán de las enfermedades de la materia y del reclamo de la conciencia. 13. Os digo nuevamente que ahora no he llegado ante la humanidad a repetir los milagros del Segundo Tiempo, porque he venido en busca de vuestro espíritu, aunque sin olvidar a vuestra materia, porque ella es también mi criatura. Me he acercado para llenar de paz vuestro corazón y hacer sonreír vuestra faz enmedio de las vicisitudes y dolores de este tiempo. 14. He venido a encender vuestro corazón con la luz de un ideal que es una realidad, porque ese ideal soy Yo, la meta del camino, a lo largo del cual tendréis mi presencia, mi compañía. En él seré voz de alerta, amigo, doctor y guardián que vele vuestro sueño. 15. Vuestro espíritu está encontrando su mundo, aun morando en la Tierra; está conociendo su santuario, ha encontrado el camino y desde él contempla en el horizonte su verdadera patria. En vuestro corazón me preguntáis quiénes llegarán a ella y Yo os contesto: todos. Pero en el futuro no será el dolor el que os conduzca, ni las pruebas las que os obliguen, será vuestro amor, la luz que os guie hasta Mí. Las pruebas del camino son solamente para despertaros de vuestro materialismo. 16. Cuando las tempestades y los torbellinos hayan pasado, la calma y la paz serán en vuestro corazón y entonces lograréis vuestra unificación y el Padre os dirá: ya estáis preparados, pensad ahora en los demás, ya tenéis derecho de enseñar a vuestros hermanos, porque ya podéis dar un buen 17. La nueva Jerusalén abrirá sus puertas, dentro de ella quedarán los guardianes y de ella saldrán los emisarios en pos de las naciones para llevar la bienandanza y el testimonio. 18. Vuestra palabra derrumbará de sus pedestales a los ídolos y la luz que de vosotros emane, disipará las tinieblas. 19. Aunque os parezca demasiada responsabilidad os digo que podéis cumplir esta misión porque vuestro espíritu ha tiempo que inició su camino de evolución. 20. En el Primer Tiempo; Israel guardó el Arca para sí solo, pero cuando Jesús predicó en la Tierra, borró las fronteras de la Judea y envió sus apóstoles a otras naciones para extender la semilla del amor. 21. Hoy vengo como Espíritu Santo y mi Doctrina Universal abarca a todos sin distinguir razas, sabios o ignorantes, ricos o pobres. Esta Doctrina es para el espíritu. En ella se unirán todos los moradores que en número infinito de mundos habitan el Universo. 22. De este pueblo surgirá el templo espiritual donde moraré eternamente. Templo interior, en el que se levante un altar de amor a mi Divinidad, santuario que no será construido con piedras, sino con oraciones, obras de caridad y testimonios verdaderos. En ese templo estará mi imagen, no la que ha hecho la mano del hombre, sino la que he hecho Yo a semejanza Mía: el ser humano dotado de espíritu e iluminado por la luz de la conciencia. 23. En vos tenéis un reflejo de lo divino, me lleváis en verdad. La inteligencia, la voluntad, las potencias, sentidos y virtudes que poseéis, hablan de la esencia superior a la que pertenecéis y son un testimonio viviente del Padre de quien brotasteis. 24. A veces la imagen que de Mí lleváis en vuestro ser, la llegáis a manchar y a profanar con la desobediencia y el pecado, entonces no os asemejáis a Mí, porque no basta tener un cuerpo humano y un espíritu para ser imagen del Creador; la verdadera semejanza conmigo, está en vuestra luz y en vuestro amor para todos vuestros semejantes. 25. "Creced y multiplicaos", digo a vuestro espíritu en este Tercer Tiempo, como dije a los padres de la especie humana, cuando se les ordenó "Henchid la Tierra de criaturas humanas". Creced y multiplicaos, pueblo amado, pero creced en espiritualidad y multiplicaos en virtudes. 26. Sed lámpara entre tanta tiniebla que reina en este tiempo. Sed oración y maná, sed bálsamo y caricia, entonces estaréis armonizando con los seres que me aman, con los espíritus que me rinden culto. 27. En la Tierra tenéis un refugio que es vuestro hogar, esa institución que es imagen del Universo, para que en su seno toméis fuerza para luchar. 28. Haced porque vuestro hogar tenga algo de templo, que sea un pequeño reino, un oasis en el desierto árido y hostil de vuestra vida. Velad por la virtud de vuestro hogar, mas no por un exceso de celos vayáis a caer en egoísmo, porque entonces dejará de asemejarse al Universo por su falta de hospitalidad, amor, y caridad. Dejad que vuestro techo sea hospitalario y que vuestra mesa sea fraternal. 29. Sólo por el camino del amor llegaréis a Mí y me conoceréis, por eso os he enseñado como caminar dentro de esta Doctrinal porque ella os inspira el verdadero amor. 30. Mi palabra será vuestra guía en este Tercer Tiempo y os abrirá brecha por entre obstáculos, abismos y tinieblas, porque en ella están mis mandatos. 31. Recordad que sólo Yo soy vuestra salvación. En los tiempos pasados, en los presentes y en los venideros, mi Ley fue, es y será el camino y guía de vuestro espíritu. 32. Benditos sean los que confíen en mi Ley porque jamás se perderán en las encrucijadas del camino. Llegarán a la Tierra Prometida y entonarán el himno del triunfo. 33. Pueblo amado: cada paso de adelanto que dais en el camino Yo lo bendigo, llenando de paz y de confianza vuestro espíritu, como un aliciente para que no os detengáis ni os aletarguéis como hicisteis en los tiempos pasados. 34. No os conforméis ni quedéis satisfechos con vuestras primeras obras, tened presente que la meta aún se encuentra distante y que para alcanzarla necesitáis caminar todavía mucho, hacer nuevos méritos esforzaros por lograr vuestra elevación. 35. El perfeccionamiento del espíritu no puede sujetarse a plazos en la Tierra, así sean siglos o eras. El perfeccionamiento y la evolución del espíritu tienen por campo la eternidad, pero no porque tengáis por delante la eternidad menospreciéis los días o los minutos de vuestra vida terrestre, pensando que si los perdéis tenéis muy amplia oportunidad de reponerlos. Vosotros no os habéis dado cuenta de lo que vuestro espíritu sufre cuando ha perdido un paso en su jornada o cuando se ha retrasado un instante. Es menester que conozcáis el valor que tiene cada uno de los instantes de vuestra existencia para que viváis alerta, aprovechándolos en beneficio de vuestro mejoramiento material y espiritual. 36. Sé que no todos podéis venir con el mismo paso por esta senda, por eso les digo a los que ya han logrado caminar con seguridad y firmeza: No os olvidéis de los que tras de vosotros vienen, ved que unos llegan fatigados, otros se han estacionado, y otros pierden por momentos la fe. 37. Os doy la misión de que veléis por los que vienen tropezando y cayendo en el camino, para que encontréis la ocasión de practicar vuestra fraternidad y de probar lo que hayáis comprendido de mis enseñanzas. 38. Si alguno intentase reservar para si sus conocimientos, su fe y sus dones, temiendo que otros aprovechen y gocen de lo que él ha labrado, ése llegará solo y con las manos vacías ante Mí, me presentará su semilla, pero no su cosecha porque nunca sembró, ya que se concretó a recibir simiente y tomarla para sí. 39. El que se olvide de sí mismo por dar a sus hermanos de lo que en su espíritu lleva, y su goce más grande sea el de ayudar a sus semejantes a elevarse hacia la cumbre del monte donde se encuentra la meta espiritual ése llegará seguido de muchedumbres bendecido por sus hermanos, con el espíritu lleno de luz en el cumplimiento de su misión. 40. Venid a Mí, discípulos, párvulos y postreros. Llamo discípulos a los que habéis estudiado mi enseñanza, desde el momento en que os revelé que es ya el Tercer Tiempo, en el que el espíritu del hombre debe elevarse y colocarse a gran altura para armonizar con el Padre. Y vosotros que os sentís párvulos, en verdad os digo que no es ésta la primera lección que recibís de Mi; ha mucho tiempo, en otras eras, he conversado con vosotros y desde entonces conocéis mi Ley, y también desde ese tiempo, he esperado vuestro cumplimiento. A los que he llamado postreros, os digo que no os sorprendáis que venga a manifestarme entre vosotros, porque estaba profetizado que Yo volvería entre los hombres. 41. Oídme todos y preparad vuestro espíritu, porque voy a daros el alimento espiritual, el pan sin levadura, como os dije en el Segundo Tiempo. Sólo de Mí podéis recibir este pan, que es esencia y amor de mi Espíritu para toda criatura. Desde hoy alimentaos con él, que no le falte a ninguno de mis hijos este sustento; no muráis de hambre porque Yo, el Padre, vengo a deciros que nunca me habéis tenido tan cerca de vosotros como ahora. 42. Os he prometido sosteneros y daros protección, porque sois mis hijos. No dudéis más, no os sintáis hambrientos o huérfanos de este amor y en cualquier escala en donde os encontréis, sentid mi presencia. 43. Quiero que conozcáis el sabor de este fruto que os ofrezco, para que no os dejéis engañar; porque se acerca el final de mi comunicación y después de ese tiempo habrá peligros y acechanzas para el pueblo escogido. Aquéllos que no hagan el análisis de la enseñanza que reciben, podrán caer en tentación. Sólo los discípulos que permanezcan velando y orando se verán libres de error y llevarán la simiente pura y sabrán transmitirla a sus hermanos. 44. Yo he marcado el tiempo que han durado mis manifestaciones en las tres Eras. Desde el primer hombre hasta el nacimiento de Jesús fue el tiempo que comprendió la Primera Era de la humanidad. Fue una larga etapa de pruebas, de combates y experiencias para vuestro espíritu que se encontraba en plena evolución. Jesús marcó el principio de la Segunda Era y el hombre estudió la lección que con su ejemplo le dio y se conmovió al sentir cerca de sí al Verbo, al Enviado del Padre. Su estancia en este mundo fue breve; un corto tiempo y tornó al Padre, de donde había venido, después de preparar y disponer a los elegidos para que su palabra fuese llevada hasta los confines de la Tierra. De ese tiempo hasta el año 1866 en que aparecieron las señales que daban a conocer el principio de una nueva Era, fue lo que abarcó la segunda etapa. Después de ese tiempo, se ha abierto un nuevo ciclo para la humanidad, el tercero, y mi Espíritu en plenitud ha venido a enseñaros a pasar de una etapa a otra y a tomar la simiente, la luz y la gracia que corresponden a este tiempo, para que conozcáis en qué grado de evolución os encontráis y os acerquéis paso a paso a la espiritualidad. 45. El tiempo en que os entregué mi enseñanza por conducto del hombre, está señalado y como toda orden mía, ha de cumplirse. Después vuestra fe, intuición y confianza en Mí, os dirán que estoy cerca de vosotros, y me sentiréis muy dentro de vuestro espíritu, guiando vuestros pasos y señalando siempre la cumbre del monte, ayudando a mis hijos a que alcancen la perfección que es la meta que espera a los espíritus. 46. Mujeres benditas: también vosotras formáis parte de mi apostolado. Entre el espíritu del varón y el vuestro no existe diferencia, aunque físicamente seáis distintos y también diferente la misión del uno y de la otra. 47. Tomad como Maestro de vuestro espíritu a Jesús y seguidle por la senda trazada por su amor; haced vuestra su palabra y abrazaos a su cruz. 48. Estoy hablando a vuestro espíritu con la misma palabra con que le hablo a los hombres, porque espiritualmente sois iguales. Sin embargo, cuando vuestro corazón de mujer busque un modelo a quien imitar; cuando necesitéis de ejemplos perfectos en qué apoyaros para perfeccionaros en la vida, recordad a María, observadla a lo largo de su jornada en la Tierra. 49. Fue la voluntad del Padre que la vida humilde de María, quedara escrita por mis discípulos, quienes la conocieron a través de sus obras y conversaron con ella. 50. Aquella vida, humilde para quien la conozca, fue luminosa desde su nacimiento hasta su final en el mundo. Muchas páginas de amorosa enseñanza escribió María con su humildad de espíritu, con su infinita ternura, con la pureza de su corazón, con su amor a la humanidad, que expresó con silencio, más que con palabras, ya que Ella sabía que quien venía a hablar a los hombres, era Cristo. 51. El espíritu de María era la misma ternura emanada del Padre para dar a la humanidad el ejemplo perfecto de humildad, de obediencia y mansedumbre. Su paso por el mundo fue estela de luz. Su vida fue sencilla, elevada y pura, en Ella se cumplían las profecías que anunciaban que el Mesías nacería de una virgen. 52. Sólo Ella podía haber llevado en su seno la semilla de Dios; sólo Ella era digna de quedar después de cumplida su misión ante Jesús, como Madre espiritual de la humanidad. 53. Por ello es María vuestro modelo perfecto, mujeres, buscadla e imitadla en su silencio, en sus obras de humildad, de infinita renunciación por amor a los necesitados; en su dolor callado, en su ternura que todo lo perdona y en su amor que es intercesión, consuelo y dulce compañía. 54. Doncellas, esposas, madres, huérfanas o viudas, mujeres solas que tenéis el corazón traspasado por el dolor, nombrad a María vuestra dulce y solícita Madre, llamadla con el pensamiento, recibidla con el espíritu y sentidla con el corazón. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 226 1. El maestro os bendice, pueblo. Os preparo para que os recreéis con mi presencia y recibáis fortaleza, para resistir las pruebas espirituales, morales y materiales que están ya entre vosotros. 2. Mucho os he hablado de las pruebas que habrían de afligir al mundo en este tiempo. Si observáis, contemplaréis que se han manifestado ya; mañana vendrán otras aún mayores. Vosotros, que tenéis el antídoto, podréis ser respetados. Si cumplís mis mandatos, podréis ordenar a los elementos que se detengan y no hagan daño a los vuestros, y ellos como siervos sumisos obedecerán. Vuestra potestad alcanzará no sólo a una pequeña porción, sino comarcas y naciones recibirán un atenuante en su aflicción por la oración del pueblo de Israel. Más ¡Ay! de vosotros si no permanecéis orando y velando, porque entonces vuestra falta de cumplimiento pesará sobre vuestro espíritu y os sentiréis frágiles para hacer frente a las vicisitudes. 3. En este tiempo de meditación y de cumplimiento debéis prepararos para concluir la misión comenzada en tiempos pasados. Reparad yerros, restituid con amor su limpidez a vuestro espíritu. Vuestra deuda es grande, porque no habéis entregado como emisarios míos todo lo que os he confiado para la humanidad. 4. Bendito sea el que tiene fe, mas también bendigo al que viene a Mí, pidiéndome ese precioso don. "La fe os salvará", os he dicho siempre. En los trances difíciles, en las grandes pruebas, todo el que ore y confíe será salvo. ¿Por qué caéis a veces en el abismo de la desesperación y de la desconfianza, sabiendo que os amo y que tenéis toda mi protección? Si no habéis practicado la fe, buscadla en vosotros mismos, y cuando la hayáis encontrado la llevaréis como una lámpara para iluminar vuestro camino. Entonces seréis fuertes, pacientes y conformes con vuestro destino. 5. Yo os he enseñado a orar y en esa oración hemos conversado. Me habéis llamado en vuestros sufrimientos y en vuestras horas de paz; también cuando habéis pecado, habéis buscado mi presencia para llorar Conmigo vuestras faltas y tranquilizar así a vuestro espíritu. Mi amor y mi paciencia son infinitas y se manifiestan a cada instante entre vosotros. 6. La fecha señalada para mi partida se acerca. Mi palabra cesará, mas Yo quedaré en Espíritu en el corazón de mis discípulos. Para ese tiempo habréis aprendido a buscarme en el templo interior de vuestro ser, la grandeza de él, estará en la fe, en el amor y elevación del espíritu. Nadie podrá destruir ese santuario, si lo habéis edificado con firmeza. Perseverad en mi Doctrina, para que podáis conocer la misión que he confiado a vuestro espíritu, en todos los tiempos. 7. Buscadme en el infinito con la sensibilidad de vuestro espíritu, mas no pretendáis mirarme. Vuestros ojos no podrán mirar a mi Espíritu. Juan, mi discípulo del Segundo Tiempo, no contempló en su gran visión a mi Espíritu en toda su magnitud. Sólo presenté a su pupila espiritual, símbolos que encerraban un gran misterio, que él con toda su elevación no alcanzó a interpretar. 131 me dio gracias por lo que Yo le había concedido y escribió lo que vio y oyó en ese gran miraje, para las generaciones futuras. 8. Profetas de este tiempo: Penetrad con respeto en el infinito y Yo os concederé por vuestra preparación hermosos mirajes que alienten al pueblo y le anuncien los acontecimientos que han de suceder; los niños darán testimonio de lo que han visto. Yo les concederé grandes videncias; la luz de mi sabiduría descenderá entre vosotros. 9. La palabra que el Maestro ha venido a transmitir en este tiempo, tiene la gracia de manifestar las enseñanzas ignoradas por los hombres, por medio del hombre preparado que cumple con verdadera comprensión su misión de portavoz. Y esta gracia a la vez, os enseña a comprender a través de mis manifestaciones, la evolución que el espíritu ha alcanzado en el Tercer Tiempo. 10. Mi luz es la que os ha hecho mirar con claridad esta verdad, ella se infiltra en todo vuestro ser; es para el espíritu fatigado, agua cristalina para calmar su sed; para el corazón es fortaleza en la lucha contra la miseria y las tentaciones con las que tenéis que enfrentaros día tras día. Ese conocimiento es la fuerza que os alienta, es la gracia que reviste a mis discípulos. 11. Para llegar a conocer algo más del espíritu y de la vida que os rodea, habéis tenido que desarrollaros a través de varias existencias. Habéis penetrado en la Era de la Luz, que os permite contemplar las lecciones de mi Doctrina en su verdadero sentido, ya no en la forma en que la imaginabais. Y eso os permite distinguir el camino que conduce a la vida eterna. Por esta luz, ¡Cuántas revelaciones conocerá el hombre y cuántos pasados errores tendrá que lamentar al descubrirlos! Porque es la hora del despertar, es la era de la libertad del espíritu y del pensamiento. 12. Todas las costumbres superfluas que como cadenas arrastró el hombre, desaparecerán de él al liberarse del materialismo con su nueva preparación. 13. Tendréis que levantar vuestra voz para que la escuche el mundo. Vosotros seréis los portavoces de esta Buena Nueva, como testigos verdaderos que sepan explicar lo que sus oídos escucharon y su entendimiento recibió, confirmándolo con vuestras obras de amor y caridad. 14. Si hasta ahora no existe perfección en vuestros actos es porque no habéis querido transformaros dentro de mi Doctrina; os ha faltado voluntad, abnegación y esfuerzo, pero vuestro espíritu quiere elevarse ansioso de acercarse a Mí y de cumplir su misión. 15. Si los hombres de ciencia proclaman la grandeza de su sabiduría, es porque se encuentran convencidos de ello. Para que vosotros podáis hablar de mi Obra, también tendréis que profundizaros en ella hasta estar ciertos de su verdad. 16. De lo que no conocéis, comprended que no podéis hablar ni afirmar, por temor a caer en mentira o error; cuando haya en vosotros preparación, conocimiento y fe profunda, poseeréis la luz de la verdad. 17. Mirad que mi enseñanza no se limita a vuestros conceptos y vuestra capacidad de comprensión. Mi sabiduría divina no tiene fin. No hay quien pueda decir que alguna de mis revelaciones la tuvo o la concibió antes de que Yo se la revelase. 18. Mientras los científicos tratan de explicarlo todo a través de sus conocimientos materiales, Yo revelo a los humildes la vida espiritual, la vida esencial, en la cual está el porqué, la razón y la explicación de todo lo que existe. 19. Del conocimiento que impartáis, surgirá el concepto que de mi Obra se formen los hombres. Muchos por falta de comprensión, juzgarán mi Doctrina por vuestra humildad, como en el Segundo Tiempo fue juzgado Jesús el Cristo por su apariencia humilde y su vestidura pobre, y porque también aquéllos doce que le seguían mostraban la humildad de su indumentaria. Yo os digo en verdad, que no estaban cubiertos de andrajos y que solamente habían renunciado a las vanidades materiales, porque a través de mi enseñanza habían comprendido cuáles eran los verdaderos valores del espíritu. 20. Os digo, discípulos: Cuando los hombres se levanten a estudiar mi Obra y os busquen e interroguen, no vayáis a caer en tentación creyéndoos superiores por el conocimiento que de Mí habéis recibido. Cuanto más humildes os mostréis, más nobles y dignos de confianza os contemplarán. 21 Así, de hombre en hombre, irá penetrando la luz que disipe el fanatismo y liberte al espíritu. Y los que se nombraron cristianos sin serlo, conocerán e interpretarán las verdaderas enseñanzas de Cristo a través de esta luz, porque ella les dará un elevado concepto de la vida espiritual, de la que Jesús habló en sus enseñanzas. 22. Discípulos: Oídme, porque Aquél que os enseñó la humildad y en su amor os llamó hermanos, es el mismo que hoy viene a hablaros en este tiempo. 23. Mi Arcano se abre ante los discípulos para convertirlos en maestros. Escuchadme y estudiad mi palabra para que pueda enviaros a las comarcas y pueblos a esparcir mis enseñanzas. 24. En este tiempo os hablo desde mi Solio y mi voz se escucha en vuestro mundo a través del hombre donado por Mí. 25. Así como en el Primer Tiempo fue anunciada la venida del Mesías, así también anuncié mi nueva venida, y ¡Aquí me tenéis! 26. En 1866, por conducto de Roque Rojas, se manifestó el espíritu de Elías, el profeta y precursor, para preparar los caminos del Señor, para encender una lámpara en el corazón de los primeros, anunciarles mi próxima llegada y preparar a los portavoces por los cuales habría de manifestarse mi Espíritu Santo, hombres y mujeres carentes de ilustración material. 27. Por esos conductos me he venido a comunicar para que mi palabra se escuche aún por los nombrados ministros de Dios en la Tierra, para que todo aquél que en alguna forma infrinja mis leyes, se exima de seguirlas profanando y se levante enseñando a los hombres el camino verdadero que conduce a Mi. 28. Nuevamente se levantarán los escribas y los fariseos para juzgarme y someterme a prueba; ahora será en vosotros, mas os digo: Sed humildes, con esta humildad que os vengo enseñando, para que ellos os reconozcan como mis discípulos. 29. No se encuentra reunido aún el pueblo de Israel, porque mientras unos están en espíritu, otros aún tienen materia; mientras unos se hallan salvos, otros se encuentran al borde del abismo. Entre éstos están los que creyendo amar al Padre, a quien adoran es al becerro de oro. Mas se acerca el instante en que este pueblo se encuentre reunido y preparado. 30. Vosotros que me estáis escuchando y que formáis parte de ese pueblo, sois los que habéis acudido a la voz de mi llamado, que cual campana sonora toca a vuelo y la recompensa de vuestra sumisión y buena voluntad la tenéis al escuchar al Verbo Divino, al mismo que os habló en Jesús, el Rabí de Galilea. 31. Yo os enseño a no censurar las creencias y prácticas de vuestros hermanos en sus diferentes religiones. Mi Doctrina, Que es universal, os enseña el respeto a toda creencia. Sabéis que estoy en todos, lo mismo en el que está limpio, como en el que se encuentra manchado por el pecado. 32. Yo a todos amo y a nadie castigo; es mi justicia la que corrige y perfecciona a los espíritus. 33. El Espíritu Divino está lleno de amor; en Él no existe la ira, creed que si el Padre, ante vuestras ofensas y faltas, por un instante se sintiese airado, ese instante bastaría para exterminaros. 34. Por eso he venido sobre la nube blanca para haceros oír mi palabra, apartando vuestra maldad, abriendo a la verdad vuestros ojos espirituales y presentándome en el desierto de vuestra vida como una palmera, bajo cuya sombra habéis descansado. 35. No he venido a daros riquezas materiales, porque si necesitándolo todo llegáis a volverme la espalda, ¿Qué haríais si os convirtiese en acaudalados? Pero de cierto os digo que lo que os estoy entregando es más que una joya, es un tesoro. 36. ¿A dónde van los espíritus después de la muerte corporal? Vuestro corazón no lo sabe, él no conoce aquellas moradas. Pero debéis de elevaros en el sendero de vuestra evolución espiritual para que vuestro espíritu no vaya a penetrar en el valle en tinieblas. 37. Levantaos a vivir una nueva vida, una vida de paz, quiero que veléis y que oréis ahora que la destrucción amenaza a la humanidad. 38. Hay quienes no creen en mi presencia porque juzgan la pobreza y humildad de estos recintos y la insignificancia de los portavoces por quienes me comunico, pero si los que así dudan estudiaran la vida de Cristo, verían que Él nunca buscó galas, ni honores, ni riquezas. 39. Tan pobres y humildes pueden ser estos lugares, como el establo la paja en que nací en aquel tiempo. 40. Discípulos: habéis estado en mi mesa celestial y en ella habéis comido el pan y bebido el vino de mi amor. 41. Desde mi solio envío mi rayo para deleitaros con el concierto de mi palabra. 42. Esperaba, como en los tiempos pasados, vuestra llegada. 43. Sentaos a mi mesa y rodeadme. Si tenéis hambre y sed, he aquí los manjares; tomad y comed. Si os sentís tristes o enfermos, he aquí mi presencia para daros salud y consuelo. 44. Alentad siempre la esperanza de que llegaréis a morar conmigo eternamente. Si os he cumplido mis promesas para el mundo, os cumpliré también mis promesas para la vida espiritual. 45. Haced méritos en la Tierra y no perderéis jamás el camino que os conduce a Mí. 46. En este tiempo, estáis atravesando un nuevo desierto, en el cual no habéis perecido de hambre, porque en él se ha hecho el milagro de mi palabra, que ha sustentado a vuestro espíritu, como os alimentasteis con el maná en la soledad del desierto y después comisteis de los panes y de los peces del milagro de Jesús, también en un desierto. 47. Ahora no es el desierto de candentes arenas el que atravesáis ni es el pan de la Tierra el que os estoy ofreciendo. Ahora vais hacia la cumbre de la montaña y os alimenta el pan de vida eterna. Vuestro espíritu comprende perfectamente el sentido figurado en que os hablo, porque vuestra evolución espiritual os permite penetrar en el fondo de mi enseñanza. 48. Vais escalando paso a paso la montaña bajo el peso de vuestra cruz. Cuando os canséis, llamadme y presto el Maestro, cual Cirineo, os ayudará con vuestra carga, para que podáis proseguir hasta el fin de vuestra restitución. Todos lleváis cargos y deberes, por eso soy con todos, lo mismo con el niño, que con el joven y con el anciano. Mas si soy Yo quien os ha trazado el destino y confiado la cruz, es porque sé que podéis cumplir para con vuestro Padre. 49. Nadie podrá determinar su grado de evolución espiritual, ni el plano en que su hermano se encuentre, esto sólo Yo lo puedo juzgar. 50. He venido a romper las cadenas que os atan al mundo para daros la libertad espiritual de elevaros en busca de la luz que es la verdad. 51. Nadie quiere ser el último, todos quisierais ser primeros. Pues haced méritos, trabajad; regad con amor las tierras, dejadlas fecundas y en ellas sembrad la semilla del Maestro. Y las generaciones que vengan detrás de vosotros reconocerán, por vuestra huella, que fuisteis doctrinados por vuestro Padre. 52. Defended vuestras tierras con la espada de luz que os he dado, para que la tentación no llegue a malograr vuestros cultivos. 53. Os he ofrecido la gloria como premio para vuestro trabajo espiritual y en ella seréis con vuestro Creador, que en esta era viene a vosotros como Padre y Maestro para confortaros e iluminaros; he aquí mi enseñanza en la que veréis manifestado mi amor, mi rectitud, mi justicia y también mi consejo con el cual quiero llevaros a la sabiduría. 54. En todos los tiempos me he manifestado al hombre, en una forma sencilla para que pudiera comprenderme, siempre lo he hecho al alcance de vuestro entendimiento y de vuestro corazón. He descendido hasta vosotros para daros con ello un ejemplo de humildad llegando hasta vuestra vida humilde para levantaros a una vida mejor. 55. Os he preguntado en qué forma preferíais que os hablara y me habéis contestado que en cualquiera en que lo hiciera, llegaríais a reconocerme. No me sometáis a prueba, lo que debéis hacer es tratar de espiritualizaros para que interpretéis mejor mis manifestaciones y con ellas testifiquéis plenamente mi Doctrina con obras de verdadero amor. 56. Siempre os he traído la luz y os he señalado el camino ascendente. Hoy vengo a prepararos para que penetréis con vuestra oración en un éxtasis mayor y podáis contemplar de cerca la vida espiritual y miréis a vuestro Padre en todo su esplendor sobre sus criaturas. 57. Mi Espíritu está llamando a cada espíritu, entendimiento y corazón para alimentaros de Mí, porque estáis hambrientos. No habéis sabido sustentaros con mi palabra, no habéis aprovechado las enseñanzas que os he dado en los tiempos pasados; el Libro de la Vida, en el cual está mi Ley y los mandatos, se encuentra guardado, olvidado por el mundo presente. 58. He venido en Espíritu y mi presencia os ha conmovido. Mi luz ha llegado a vosotros y vuestra conciencia os ha recordado todas vuestras obras. 59. Yo os invito a penetrar en una vida nueva y conquistar una mayor elevación espiritual. He permitido vuestra evolución espiritual a través de los tiempos, para que hoy comprendáis mis revelaciones, y después de haberme oído, abarquéis con vuestro espíritu toda la responsabilidad que os corresponde y abracéis con amor vuestra misión. 60. ¿Cómo lograréis invitar a la humanidad a que alcance la espiritualidad en una época de tanta materialidad y confusión? Pensad que es difícil vuestro trabajo, que para poder cumplir con él, tenéis que ser fuertes y pacientes en la lucha. Debéis trabajar mucho para corregir la errónea interpretación que se ha dado a mi Ley y también la forma imperfecta en que me ofrecéis vuestro culto. Pero debéis de considerar que no podréis hacer variar en un instante sus conceptos y sus prácticas, sino que para lograrlo debéis revestiros de paciencia y de buena voluntad y dar ejemplo de amor con vuestras obras. 61. En el primer tiempo, vuestras ofrendas fueron materiales. Vuestros tributos fueron seres inocentes, corderos o aves, semillas y frutos de los campos con los cuales creísteis agradarme. Erais muy pequeños y no podíais mirar más allá de vuestro mundo. Yo os concedí tiempo tras tiempo, siempre en espera de vuestro despertar. 62. En el Segundo Tiempo recibisteis mi palabra a través de Jesús y Él os enseñó el amor más perfecto que un hijo puede ofrecer a su Padre, y con su palabra, abrió un mundo nuevo al espíritu de los hombres, os legó un caudal de sabiduría que aún no habéis llegado a comprender. Hoy, en el Tercer Tiempo, os estoy abriendo el Libro de la Vida y os estoy mostrando nuevas lecciones que os hablan de la proximidad de mi Espíritu, de la era de paz que espera al hombre después de su purificación y elevación espiritual. 63. Todas estas lecciones viven en lo más profundo de vuestro espíritu. Ahora os enseño para que mañana seáis guías y maestros de las nuevas generaciones y veléis por su espíritu para que en él no arraiguen tradiciones inútiles o falso conocimiento. Llevad en vuestro espíritu la Ley y mi palabra, con ella instruid y llevad por el camino certero a esta humanidad que empieza a vivir. 64. No he enviado a Moisés ni a los profetas a traeros este mensaje he venido Yo mismo a prepararos para haceros dar un paso decisivo en la senda espiritual. 65. Velad y orad, meditad siempre y practicad mi enseñanza para que podáis conocer la magnitud de esta revelación del Tercer Tiempo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 227 1. ¡Oh pueblo amado: una vez más me tenéis escuchando vuestra oración, en la que me pedís os conforte porque vais atravesando duras pruebas, que os hacen derramar lágrimas! 2. Contemplo envolturas doblegadas prematuramente, sienes encanecidas a temprana edad, rostros envejecidos de niños y jóvenes; en el corazón no contemplo alegría, ni paz en el espíritu de los hombres. 3. Vos mismo, que sois el pueblo escogido no tenéis la dicha perfecta, porque vosotros antes que los demás, sabéis que vivís en un mundo de luchas, de expiación y de pruebas, que la paz reina en otros valles superiores a éste y que para escalar es preciso hacer méritos. 4. He concedido a esta humanidad pequeñas treguas en medio de su lucha, para que cobre fuerzas y descanse por un momento en su jornada. 5. En vano busca el hombre bienestar, la paz, el dominio y la grandeza terrestre. A través de los tiempos sólo ha encontrado el tropiezo, el desengaño, el dolor. 6. Ah, si supiese aceptar con humildad su destino y comprendiese su condición de espíritu dotado de fuerza y potestad, su lucha sería diferente y su conquista real, su aspiración elevada y sus triunfos verdaderos. 7. No creáis por esto que os digo, que esa humanidad de la cual formáis parte, se encuentre en un abismo. Yo la llevo paso a paso hacia la luz, hacia la salvación, porque todos han sido destinados para moras, en mi diestra y Yo soy su guía. 8. Esta humanidad es tierra hambrienta y sedienta de conocimiento y espiritualidad. En verdad os digo, que el pecado no prevalecerá y en cambio el bien reinará y será establecida la paz en la Tierra. 9. El espíritu de los hombres se ha acrisolado en el dolor, en las pruebas, y está a tiempo de oírme, de mirarme y comprenderme. 10. A muchos de vosotros os parece mi Doctrina imposible de practicar, es porque os habéis materializado y confundido, pero los que sois humildes, los que habéis permitido que el dolor os pulimente y habéis inclinado ante Mí vuestra cerviz y no poseéis más que vuestro anhelo de elevaros a Mí, habéis creído posible la práctica de mi palabra y habéis mirado con alegría los primeros frutos de vuestra siembra. 11. Venís de distintos caminos, pero no os distingo por clases, títulos o razas. Estáis todos reunidos como discípulos formando una sola congregación. Descubro entre vosotros a grandes espíritus ocultos en una envoltura pobre e insignificante y si no son reconocidos es porque son humildes y carecen de ilustración; pero me aman, me testifican y comprenden. Quiero formar mi nuevo apostolado con todos los que han creído en mi palabra de este tiempo y probar a esta humanidad que mi Doctrina es para todos los tiempos, que mi enseñanza es eterna. 12. En el Segundo Tiempo no fui reconocido por todos. Cuando aparecí en el seno del pueblo judío, el cual ya me esperaba porque veía cumplidas las señales dadas por los profetas, mi presencia confundió a muchos que no habían sabido interpretar las profecías, y esperaban ver a su Mesías como un príncipe poderoso que abatiera a sus enemigos, que humillara a los reyes, a los opresores y concediera posesiones y bienes terrestres a los que le esperaban. 13. Cuando ese pueblo contempló a Jesús, pobre y sin calza, cubriendo con humilde túnica su cuerpo; cuando lo vio nacer en un establo y después trabajar como humilde artesano, no pudo creer que Él fuera el enviado del Padre, el prometido. Fue menester que el Maestro hiciera prodigios y obras palpables para que le creyeran y comprendiesen su divino mensaje. 14. En verdad os digo que no sólo descendí para dar vista a los ciegos, ni a limpiar a los leprosos, o resucitar a los que habían muerto. Mi Obra fue la de un Dios todo sabiduría y eternidad, que vino en busca del espíritu adormecido de los hombres, para levantarlos a la verdadera vida espiritual. 15. Aquellos prodigios fueron solamente pruebas de que lo que Yo ejecutaba, no lo podían hacer los demás y de esa manera conmover y hacer un llamado a los espíritus que habían caído en profundo sueño. 16. ¿Quiénes me reconocieron en aquel tiempo? Los pecadores a quienes perdoné; los hambrientos y sedientos de justicia, los ansiosos de verdad, de espiritualidad y eternidad. 17. ¿Quiénes no me reconocieron? Los poderosos, los teólogos, los fariseos y para muchos que no creyeron, mi palabra fue causa de confusión. 18. Muchos dijeron: "Lo que este hombre predica es imposible de cumplirse". Pero vosotros sabéis que doce me siguieron de cerca y aprendieron de Mí y a ellos les dije: Guardad mis enseñanzas, practicad y enseñad. Yo pronto partiré, mas no estaré lejos, me tendréis en vuestro corazón y he de seguir dando testimonio de Mí. Lo que Yo he hecho con vosotros, hacedlo con vuestro hermanos. 19. Y aquel pueblo preparado por los profetas, no supo comprenderme. Mas mi semilla ya estaba sembrada y era llevada por aquellos doce discípulos a las naciones y comarcas, y mientras el pueblo escogido los rechazaba, perseguía y juzgaba en sus tribunales, en las naciones paganas y gentiles recibían mi semilla y ésta fructificaba. 20. La Roma pagana recibió a mis discípulos y con ellos la semilla de mi Doctrina, esa nación fertilizada por el dolor, hastiada por los placeres, abrazó mi enseñanza y fue fuerte espiritualmente; de ahí surgieron nuevos apóstoles que llevaron mi Doctrina a otros pueblos. 21. Aquel pueblo que no supo seguirme, que juzgó imposible de practicar mi enseñanza ¿En dónde está? Os digo que nuevamente se encuentra en la Tierra dividido en porciones; unos engrandecidos por el poder terrenal moviendo los destinos de este mundo; otros conmigo, siendo testigos de mi nueva manifestación, y los demás esperándome encarnado una vez más. 22. Vosotros representáis a aquel pueblo que me siguió, compuesto por los enfermos, los pecadores, los hambrientos de justicia. 23. Hoy no sólo he venido a repetir mi enseñanza del Segundo Tiempo, sino a daros una lección más para haceros dar un paso adelante. La semilla que sembré en vosotros, vengo a cultivarla para después recoger el fruto. 24. Llenaos de espiritualidad y seguid recibiendo mis beneficios para que podáis llevar a la humanidad el fruto de mis enseñanzas. Sentid mi presencia. Vengo a vosotros como un rayo de luz que se convierte en pan, en consuelo y caricia al llegar a vuestro corazón. 25. No me presento cual juez para descubrir vuestras faltas ante los ojos de vuestro hermano. Mi palabra de amor es la que corrige y pule los corazones. 26. No existe en la Tierra nadie que enseñe ni Doctrina con la verdad con que Yo la revelé, más si existen los que la han ocultado. Por eso he descendido a este mundo bajo esta forma de comunicación, para que la humanidad contemple de nuevo la estrella refulgente, para que los náufragos descubran la barquilla salvadora. 27. He venido a heredar a los parias, he sanado a los enfermos y los he convertido luego en doctores, para que mostrasen mi poder al mundo, porque ante estos hechos, aún el mismo hombre de ciencia tendrá que despertar, dándose cuenta del tiempo en que vive. 28. Os estoy enseñando a doblegar vuestra materia, haciéndola sumisa colaboradora en vuestra misión espiritual, pero también estoy enseñando a vuestro espíritu a desprenderse de la envoltura cuando la contemple cansada, para que bata sus alas y se libre de sus cadenas, trabaje lleno de amor en el valle espiritual, trayendo de retorno al corazón un mensaje de esperanza y fortaleza. 29. Por eso os digo que seréis la luz del Mundo siendo apóstoles del espiritualismo; pero aprovechad mi estancia entre vosotros porque 1950 se acerca. Yo cesaré de hablaros en esta forma y aún no os veo preparados. 30. Mi Ley y mi palabra de este Tercer Tiempo, con sus revelaciones, sus profecías y sus dones, forman el arca de la Nueva Alianza en la que se identificará y se unirá el espíritu de la humanidad, pero antes tendrá que ser desconocida y combatida. 31. Vosotros seréis quienes defiendan el Nuevo Tabernáculo, los nuevos soldados de mi causa que no debilitarán en la lucha porque mi presencia y mi palabra os han fortalecido. 32. No os ocultaréis en los días de prueba, porque no será justo que habiendo venido Yo a entregaros mi sabiduría y potestad, vayáis a esconder vuestros dones ante aquéllos a quienes hace falta vuestra caridad. 33. Ved al Maestro una vez más rodeado de sus discípulos. Vengo a manifestarme en sabiduría y vuestro espíritu debe estremecerse, porque habiendo pasado él por las pruebas a que le he sometido, siente el anhelo de saturarse de luz y fortalecerse. Es un rayo de mi luz el que llega al cerebro por el cual me comunico, es una inspiración por la cual os hago llegar mi mensaje. Así vengo a revelaros la vida espiritual, así os ilumino nuevamente el camino que trazó Jesús en su Doctrina. 34. A medida que vais escuchando mi palabra, dentro de vuestro ser se va haciendo la luz y se va calmando la sed de justicia; entonces vuestra conciencia os ilumina el camino y quedáis preparados para ofrecerme actos que estén de acuerdo con mi Ley. 35. Al acercaros a Mí, no sólo buscáis la salud del espíritu sino también la de la materia y el Padre al contemplar vuestro esfuerzo, os va concediendo beneficios para el uno y para la otra, según su voluntad. 36. El espíritu es la parte de vuestro ser cuya vida no tiene término; él ha existido antes que vuestra materia. Al espíritu le he venido a hablar, porque pertenece a otro mundo; sin embargo, también hablo a la materia y la acaricio porque habiendo paz y tranquilidad en su corazón, sabrá recibirme mejor. 37. Cuando os preocupáis demasiado por las necesidades materiales, distraéis a vuestro espíritu y muchas veces lo alejáis de sus deberes. 38. Aún hay quienes escuchándome se preguntan: ¿Será verdad que el Maestro se está comunicando por medio del hombre, que Dios, siendo potencia, creación, venga a comunicarse por un cerebro indigno de transmitir su grandeza en un humilde recinto? Yo os digo: No contempléis la riqueza o la pobreza de estos recintos para formaros una idea de vuestro Dios. ¿Será menester que siempre tengáis que buscar el falso esplendor de los ritos para creer en mi presencia? No olvidéis el ejemplo de humildad y pobreza material que Jesús os enseñó, desde el lugar en que nació el Mesías hasta el lugar en que expiró. Ahí está la grandeza de vuestro Maestro, en la humildad. El Reino de Dios se finca en lo verdaderamente eterno, no en el alarde de poder. Comprended mi verdadera grandeza, humildad y misericordia, para que no os sorprendáis más de que venga a comunicarme por un entendimiento que juzgáis indigno, en un recinto que no reviste importancia material, ni juzguéis la importancia de esta Obra por el corto número de los que hoy me rodean, porque esto que os he revelado, a su tiempo tendrá cumplimiento y asombrará al mundo. 39. En verdad os digo que vuestra vida y vuestros actos serán los que testifiquen que sois mis discípulos. 40. Amadme a través de todo lo creado por Mí y desechad la idea de que Dios pueda estar limitado en alguna forma. La Humanidad ha hecho mi imagen bajo diversas formas para sentir que estoy con ella. ¿Por qué no me buscáis a través de mis obras? Yo he dejado que todos podáis contemplar las maravillas que os rodean para que en ellas miréis mi poder, desde las criaturas menos perceptibles hasta el majestuoso astro rey. Más no os digo que Yo soy la Naturaleza ni que ella es Dios. No os digo tampoco que el sol es mi Espíritu Divino, porque ellos son apenas átomos en la Obra del Creador. 41. Si limitaseis vuestra mente a esas creencias, imitaríais a vuestros antepasados, aquéllos que me adoraron a través del sol. Pero no debéis juzgar mal a vuestros antepasados, porque el hombre de entonces apenas alcanzaba a concebir en esa fuerza el poder de Dios, porque en ella encontraba calor luz y vida; pensad que no estaban muy lejos de la verdad. 42. Cuando vengo a comunicarme por conducto humano, Yo no digo que este hombre es vuestro Dios; ciertamente tengo que limitarme sólo para que podáis recibirme y escuchar la esencia de mi palabra que es la misma en todos los portavoces, aunque la forma de expresión cambie. Un solo entendimiento no basta para manifestar cuanto tengo que revelaros. 43. En esta forma sencilla he venido a daros mi Doctrina, para que encontréis el camino que conduzca a vuestro espíritu a la paz y perfección a la que él aspira; para ello os aconsejo despojaros de vanidades y malas inclinaciones. Os enseño a amar e impartir caridad a vuestros hermanos con verdadera fraternidad y conocimiento de vuestros deberes para con ellos. 44. Os he enseñado que vuestra materia se desintegrará y que sólo sobrevivirá vuestro espíritu; el cual se elevará después de esta vida hasta donde sus méritos le conduzcan. De allí seguirá luchando por elevarse más y más por acercarse a la perfección, que es acercarse a Dios. 45. Para lograrlo, os estoy enseñando cómo debéis orar y buscarme y así como Yo os estoy enseñando, quiero que enseñéis a vuestros hermanos con verdadera caridad. 46. Así como Yo no he venido a juzgar vuestras imperfecciones, tampoco quiero que juzguéis las de vuestros hermanos. 47. Mostradles tan sólo lo que os he enseñado; quien se encuentre preparado será el que os comprenda. 48. Sembrad, aunque aquí no recojáis la cosecha. 49. Analizad mi palabra, mis hijos, porque en estos tres últimos años en que me escucharéis todavía, de párvulos os convertiréis en discípulos. 50. Venís por el sendero perfecto que os conduce a vuestro Redentor. Y una vez más, como en los tiempos pasados, Israel viene delante de la humanidad. Estáis en posición del conocimiento de la vida espiritual y sois responsables de la Ley. 51. El descanso y la pereza han pasado; os habéis levantado a cumplir vuestra misión; cerrando vuestro corazón a las tentaciones del mundo. 52. Os encontráis en una nueva reencarnación o sea en nueva envoltura, para que vuestro espíritu concluya su destino sobre la Tierra y pueda llegar purificado a Mí, a recibir lo que para él tengo preparado en el Más Allá. 53. Vosotros sois los nuevos discípulos los que como aquellos doce del Segundo Tiempo, que a veces se ausentaban del Maestro, para poner a prueba los dones y enseñanzas recibidas; y que luego retornaban tristes, porque no habían obrado milagros por su falta de fe o caridad. 54. Era entonces cuando les enseñaba la parábola del grano de mostaza y cuando les decía que la fe puede cambiar de lugar una montaña. Me vieron resucitar a los muertos, libertar a los poseídos de espíritus turbados; me vieron sanar a los incurables y salvar a los pecadores; y después de que el Maestro partió, despertaron a la verdadera fe en sus dones, para llevar con perfección la Doctrina que habían aprendido y enseñar con amor a sus hermanos. 55. También vosotros estáis ahora esperando mi partida, para levantaros a dar la Buena Nueva. 56. Analizad mí palabra, aprended de Mí, para que presto seáis el buen apóstol que dé testimonio del Espíritu Santo con sus obras de caridad. 57. Sobre la cima de la montaña me encuentro; os estoy hablando desde ahí y grabando en vuestro corazón mis palabras, esperando que sepáis hacer uso de vuestro libre albedrío, para que renunciéis a las vanidades del mundo y hagáis conscientemente mi voluntad que es perfecta. 58. No tratéis de comprender mi palabra tan sólo con la inteligencia, desoyendo la voz de vuestra conciencia, en la cual se manifiesta la sabiduría del Arcano. 59. He llamado a los pecadores para convertirlos en seres virtuosos. Mi misión de Maestro es enseñar continuamente, hasta que los espíritus se hayan perfeccionado. Muchos de vuestros hermanos se disponen a seguiros, a imitaros, sabiendo que sois mis discípulos. ¿Ya estáis preparados para recibirme? ¿Ya habéis aprendido de Mí? Os digo que sólo el cumplimento de vuestros deberes espirituales y materiales, os harán acreedores a llamaros discípulos míos. 60. Si trabajáis por la regeneración de la humanidad, llegaréis a contemplar el principio de un nuevo día y sentiréis mi paz. 61. Mi palabra os enseña, mas no os obliga; os he dado el libre albedrío para que os sintáis dueños de vuestros actos y cumpláis la Ley por convicción, para que vuestros méritos sean legítimos. 62. Una vez más la Tierra se ha teñido de sangre, la guerra ha ensombrecido el espíritu de la humanidad, el ambiente está cargado de lutos de amargura y zozobra, y en medio de ese caos, he aparecido Yo, y me he hecho visible para unos y de otros me he hecho oír. Del dolor que el mundo apura, está lleno mi cáliz eso es lo que me ofrecéis en este tiempo y Yo lo acepto. 63. Mi Doctrina viene a hacer luz en todo espíritu. Yo os propongo la paz, la concordia. No desoigáis mi voz que es la de un Padre que os ama. 64. Guardad mi palabra porque ya se acerca el año de 1950 y es mi voluntad que en ese tiempo mis enseñanzas queden impresas para que sean alimento para vuestro espíritu; entonces os prepararéis para darles lectura y recordaréis estos momentos de dicha que vivisteis escuchando al Maestro. 65. Luchadores del Tercer Tiempo, que vais entregando mi palabra: Sed incansables. Os apresuráis a prepararos a medida que se acerca el instante en que os deje sin mi palabra. Poco a poco os habéis ido saturando de la fuerza que hay en mi Doctrina. 66. No todos los que me escucharon en el Segundo Tiempo tuvieron fe en Mí; ha sido menester retornar al mundo, para daros nuevas pruebas. Y en este tiempo, no todos los que me escucharon me han creído. La materia como un espeso velo, impide al espíritu recibir la luz divina. Mas ese velo se desvanece al analizar mis lecciones, para dar paso a los impulsos del espíritu por librarse del materialismo y acercarse a su Creador. Si algunos escuchándome no habéis sentido esta elevación en vuestro ser, os digo que tiempo llegará en que contemplaréis esa luz. Otros escuchándome con fe, no han alcanzado el conocimiento de las revelaciones espirituales, porque les ha faltado preparación para comprender la enseñanza. 67. Si en el mundo muchos seres se han estancado en su evolución, es porque van confundidos en la idolatría de sus creencias; no pueden concebir ideas elevadas por haber atrofiado su capacidad espiritual. En mi Obra habéis sentido que lo superior se acerca a vosotros para rodearos de un ambiente de paz; de esa paz hasta vuestra materia ha participado, puesto que también es criatura del Señor, hecha con perfección. Perfecto es tanto lo espiritual como lo material. Así podéis contemplar, hasta en el átomo y en la célula, manifestada la omnipotencia divina, y si estudiáis el espíritu, descubriréis en él su naturaleza simple, como el átomo de una vida superior. Entonces veréis que nada existe que se encuentre desligado de lo divino. 68. Todo en mi Creación es movimiento, armonía y orden que conducen a la perfección. Para que el hombre pueda despertar y la voz de su conciencia lo lleve a la realidad, no debe mirar la Creación sólo en su apariencia, desconociendo la esencia de ella. El hombre sin fe en la vida espiritual caerá en materialismo, porque contemplará como única vida la de este mundo; más si llegara a hastiarse de sus placeres o a desesperarse en sus amarguras, ¿Qué acontecerá con él? Unos perderán su equilibrio mental, otros atentarán contra su existencia. 69. No todos los hombres se encuentran en un mismo nivel de comprensión: mientras unos se maravillan a cada paso, otros todo lo contemplan imperfecto, mientras unos sueñan con la paz como la cúspide de la espiritualidad y la moral del mundo, otros proclaman que son las guerras las que hacen evolucionar a los hombres. 70. Sobre esto os digo: Las guerras no son necesarias para la evolución del mundo; si los hombres las utilizan para sus fines ambiciosos y egoístas, es por el estado de materialidad en que se encuentran quienes las promueven; y entre ellos hay quienes creen en la existencia en este mundo solamente, pues ignoran o niegan la vida espiritual y son tenidos por sabios entre la Humanidad; por eso es menester que esta revelación sea conocida por todos. 71. Los que en su fanatismo religioso sólo esperan en el Más Allá el castigo del infierno, mientras abriguen esa creencia ellos mismos forjarán su infierno, porque la turbación del espíritu es semejante a la de la mente humana, aunque más poderosa. Vosotros preguntáis: Maestro, ¿Para aquéllos hay salvación? Yo os digo: Hay salvación para todos, pero la paz y la luz llegarán a aquel espíritu hasta que las tinieblas de la turbación se aparten. ¿Habéis sentido vosotros alguna vez piedad ante un hombre cuya razón extraviada le hace contemplar lo que no existe? ¡Cuánto mayor sería vuestro dolor si contemplaseis en el Más Allá a aquellos seres turbados que están mirando su infierno imaginario! 72. ¿Quién que tenga noción de lo que es la muerte corporal y la verdadera expiación, sería capaz de atraer la turbación en aquella hora suprema? 73. Mi Doctrina de amor y sabiduría perfecta no es sólo de este tiempo, ni data de la Segunda Era. En todos los tiempos os he hablado de estas lecciones" pero la errónea interpretación de las revelaciones es la que ha hecho caer al hombre en fanatismo y en turbación. 74. Cuando el dolor del mismo materialismo se haga insufrible para el espíritu turbado, ese dolor le despertará a la luz, y entonces aquél lamentará profundamente su error. 75. Enseñad mi Doctrina ante vuestros hermanos, para que nazca en los hombres el anhelo de buscar un mundo de perfección, donde los espíritus al perfeccionarse lleguen al seno del Padre. 76. Yo soy la luz que viene a uniros a todos en Mí. Para daros esta palabra estoy sirviéndome de uno de vosotros, tan falto de méritos como todos; he ahí mi amor y mi caridad. 77. El año de 1950 se acerca y al final de él os daré mi adiós. Habrá dolor y mi palabra os hará falta, pero ella quedará impresa y allí encontrarán todos la lección del Maestro. Entonces diréis: ¡Cuán dulce era su enseñanza para aquel tiempo! Yo prepararé entendimientos y labios que os hablen por inspiración; otros darán lectura a mis cátedras y volveréis a sentir la esencia que recibisteis cuando Yo me manifestaba; así estaré entre vosotros, en vuestro espíritu y entendimiento, en medio de la armonía y la fraternidad. 78. Os he dado a todos más luz para vuestra vida, si en cada paso encontráis una espina, porque el camino del hombre es doloroso, orad, y vuestra fe os sostendrá anhelando la vida eterna. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSENANZA N° 228 1. Sobre la cima de la montaña, donde se encuentra el Maestro, también está María, la Madre Universal; Aquélla que se hizo mujer en el Segundo Tiempo para que se realizara el prodigio de la encarnación del Verbo Divino. 2. Mucho ha juzgado y escudriñado el hombre a María y también la forma en que Jesús vino al mundo, y esos juicios han desgarrado la vestidura de pureza del Espíritu Maternal, cuyo corazón ha derramado su sangre sobre el mundo. 3. Yo he venido en este tiempo a descorrer los velos de lo desconocido, para alejar la duda del incrédulo y darle el conocimiento de las enseñanzas espirituales. 4. De mi verdad, que es como un camino, los hombres han hecho muchas veredas en las cuales, las más de las veces, se pierden. Y mientras unos buscan la intercesión de la Madre Celestial y otros la desconocen, su manto de amor y de ternura envuelve a todos eternamente. 5. Desde el principio de los tiempos revelé la existencia de la Madre Espiritual, de la que hablaron los profetas antes que Ella viniese al mundo. 6. A veces os reclamo en mi palabra, mas mi reclamo encierra luz, pueblo. No sería Yo Maestro perfecto si no os diera a conocer todo lo que debéis saber. No sería Padre si no os hiciese saber cuándo habéis equivocado el camino. 7. Yo no quiero que se manche vuestro espíritu ni que encuentre la muerte a la vida verdadera. Por eso os toco con mi justicia cuando os encuentro entregados a los goces y placeres insanos. Vuestro espíritu ha de llegar limpio a mi seno, como salió de él. 8. Todos los que dejan un cuerpo en las entrañas de la Tierra y se desprenden de este mundo en estado de confusión, al contemplar mi presencia, manifestada en la luz del infinito que ilumina las conciencias, despiertan de su profundo sueño, en medio del llanto y de la desesperación del remordimiento. Mientras dura el dolor en el hijo para librarse de sus penas, también sufre el Padre. 9. No dudéis que me estoy comunicando por el entendimiento humano, para que los postreros, al oír el eco de la campana y el llamado del Señor, contemplen la luz del Espíritu Santo que les dará la salvación. 10. No busqué en este tiempo iglesias ni sinagogas. Si en el Segundo Tiempo nací bajo el techo de un establo, hoy me presento a través del hombre aunque sea pecador. El medio en que me presento es de pobreza y humildad, mas no os extrañéis por ello, si recordáis que en aquel tiempo, conviví con los pobres y hasta en mi vestidura manifesté mi humildad. 11. En mi amor por los hombres que no saben buscarme, por los perdidos y por todos los que necesitan de Mí, en mi tarea divina de amaros, he buscado la forma de acercarme a vosotros para que me miréis, me escuchéis y me sintáis. 12. Hoy os doy mi palabra bajo el techo humilde de estas casas que son una imagen de los sitios en que os reuní en aquel tiempo; las riberas del río, la montaña o el desierto. 13 Mas si los hechos se repiten, ¿Habréis de llevarme nuevamente a la cruz, clavando el dolor en el corazón de María con siete dagas? 14. Cuando Jesús expiraba en el madero, por un instante fue envuelto por tinieblas y por una soledad infinita. En la misma hora, María sintió una inmensa soledad en su corazón de Madre. Es que en ese instante el hijo se sentía incomprendido por los hombres. 15. Venís a Mí, humanidad, soy el camino, la verdad y la vida, soy el Maestro del amor que transforma al hombre en espíritu. Humanidad enferma y cansada, Yo os recibo y os bendigo y al bendeciros, mitigo vuestro dolor. 16. Venid llenos de ternura para que descanséis en Mí y toméis la enseñanza que necesitáis. Soy aquél que viene a vuestro encuentro para animar a vuestro corazón. El espacio está poblado de quejas, de ayes de dolor y de amargura de ayer y de ahora. 17. Los que escucháis esta palabra, o los que la repaséis mañana, al recibir su esencia, dejad todos vuestros problemas, debilidades y deseos, para entregaros a la meditación sobre lo divino que vengo a entregaros. 18. También el espíritu tiene problemas, y es menester que os preocupéis por resolverlos: ¿Cómo? Dando oportunidad a que la sabiduría penetre en vosotros, esa semilla que con mí cuidado y vuestros esfuerzos germinará y se desarrollará, hasta convertirse en árbol de vida eterna. Entonces daréis buenos frutos al mundo que tan necesitado esta de ellos. Esa será la realización de mi obra entre vosotros. 19. He venido a deciros: "Levántate y anda", pero ahora lo he dicho con palabra sencilla a vuestro espíritu, mostrándole el camino que conduce al verdadero paraíso, a la eternidad. 20. Quiero despertaros de vuestro triste letargo, para que sepáis todo lo que al espíritu le está reservado y a enseñaros además a poseerlo. Han pasado años, eras y edades sobre este planeta, y la humanidad sigue sin conocer la verdad, aún niega a Cristo; porque para los hombres sólo la vida aparente de cuerpos y formas materiales es la que existe, sólo a ellas les da importancia, dejando pasar desapercibidas las facultades del espíritu sin querer percatarse de ellas. 21. El hombre, estando formado de espíritu y materia, olvida la importancia de la vida del espíritu que para él debiera ser primordial, y sólo atiende la parte humana busca en lo material su felicidad, sus deleites, sus satisfacciones y pasiones, y cuando le hablo del espíritu llega a decir que esas enseñanzas son simplemente un conocimiento más; ésa es la causa por la cual queda aletargado en su sendero. 22. En cambio, el hombre que anhele espiritualizarse, limpia su corazón y su mente, se lava en las aguas del arrepentimiento, se desprende de las ambiciones materiales y siente que los pasos de su vida están iluminados con la luz de Dios. Ese hombre sabe que los que alcanzaron grandeza en el espíritu, se modelaron en el crisol de sus sufrimientos, llegando a ser guías de la humanidad en la Tierra, y más tarde, seres luminosos en el espacio espiritual, protectores de los hombres, inspiradores y guardianes. Esos espíritus están ligados a los hombres por el amor y así brillan en un firmamento, más allá de lo visible, en la dulce vida espiritual, iluminando con su luz a esta humanidad sin abandonarla nunca. 23. Es necesario que despertéis para que vuestro espíritu realice los anhelos de manifestarse a través de su cuerpo material. Sabed que por vuestras obras, podéis mostrar el grado de evolución de vuestro espíritu; empezad por ser tolerantes con las flaquezas ajenas, pensad que si ya pasasteis por senderos escabrosos ya habéis corregido vuestros errores, hay otros que aún no los han transitado, y por lo tanto, debéis ser comprensivos para con vuestros semejantes ayudándoles a levantarse de sus tropiezos y dándoles la luz de vuestra experiencia. 24. En verdad os digo, que hermanos mayores vuestros que recorrieron antes el camino por donde ahora transitáis, escalaron la altura espiritual, porque vivieron para amar a sus semejantes siendo en la Tierra benefactores, médicos y maestros. Por eso os digo, que si obedecieseis los impulsos de vuestro espíritu, estaríais en mejor lugar, y que si no aprovecháis lo que en esta Doctrina vengo a ofreceros, más tarde, en el mundo espiritual os reclamaré vuestra falta de cumplimiento. No desperdiciéis, por tanto, esta ocasión, trabajad llenos de amor y confianza en mi palabra. 25. El que niega amor a sus hermanos, niega a Cristo. Si veis que vuestro semejante sufre y llora y necesita de vos, ¿Por qué no le servís? Es que habéis materializado hasta lo más noble y sutil de vuestros sentimientos. 26. Transformad vuestro ser y vuestra vida, desmaterializad lo que habéis materializado; espiritualizad vuestros sentimientos, pensamientos y obras, sed cada vez más conscientes de la misión del espíritu y con esa transformación dejaréis de ser inútiles para haceros útiles y vuestra vida dará testimonio de mi verdad. 27. Para todos llegará el momento en que el espíritu sienta deseo ferviente de triunfar sobre la materia, aniquilando el egoísmo para manifestar el amor que del Padre recibió, y la sabiduría y poder con que fue heredado. Cuando el espíritu tome su verdadero sitio en el hombre, éste tendrá semejanza con Cristo. Decir Cristo, es decir amor, poder y sabiduría, verdad y vida. 28. Más pasarán algunas generaciones en este mundo sin que la humanidad comprenda el gran significado de Cristo. Cristo desapareció como hombre y ha aparecido como espíritu triunfante, sin materia, todo amor; es la revelación constante de la misericordia divina delante de la humanidad. 29. Sabed que me place veros útiles y serviciales con vuestros hermanos; Me agrada veros a la cabecera de los enfermos, me recreo viéndoos sembrar la semilla de mi Doctrina, acariciando, consolando, socorriendo a los menesterosos. Recordad que cuando estuve en el mundo, dejé establecida mi Doctrina sobre los cimientos de esta máxima: ¡Amaos los unos a los otros! Y han pasado los siglos y sigo esperando que sintáis en vuestro corazón ese mandamiento. 30. Preparad vuestro corazón, vuestro entendimiento y vuestro espíritu porque vais a escuchar mi palabra celestial. 31. No debéis confundiros, porque os estoy hablando con perfecta claridad y a través de diferentes portavoces. 32. Vengo también a escudriñar vuestro corazón para contemplar lo que habéis analizado de mi enseñanza, vengo a buscar la lámpara de vuestra fe. 33. Oíd la voz de vuestra conciencia. Meditad, para que lleguéis a cumplir cuanto habéis prometido a vuestro Padre. 34. Mi Ley ha sido mancillada en esta Tierra y a vosotros siempre os he encargado de cuidar de ella y defenderla. 35. No manchéis la Ley, no durmáis, no materialicéis vuestros espíritus. ¡Trabajad! 36. Pensad que vuestro espíritu es el mismo que en otros tiempos no dio cumplimiento a los mandatos del Padre, y que ahora está ante una nueva oportunidad de redención que por amor le brinda vuestro Señor. 37. Yo sé, Israel, que a pesar de tanto como os amo, se levantarán las multitudes como en el Segundo Tiempo a herirme y a burlarse de Mí. Sé que entre vosotros se oculta el Iscariote, pero no será inútil mi comunicación a través del entendimiento del hombre, no será en vano que Yo haya desatado el Sexto Sello. 38. Mi advenimiento entre vosotros ha sido para salvaros por la regeneración y la enmienda, apartándoos de la escoria y de la iniquidad, ofreciéndoos a cambio el camino de paz y bienandanza. 39. Bienaventurado el que se purifique y se prepare porque él triunfará en las pruebas. 40. Los elementos de la guerra y del exterminio se encuentran desatados. El hambre y la peste con sus extrañas e incurables enfermedades, os amenazan. Por eso, velad y orad. Trabajad en vuestra misión y la prueba pasará. 41. Soy Cristo, el mismo que se manifestó en Jesús en el Segundo Tiempo. En esta forma me ha plácido manifestarme a vosotros. 42. En este tiempo, todos los pueblos de la Tierra me han de sentir. 43. Mi palabra es el libro de la enseñanza que he puesto en vuestras manos para que estudiéis. Se levantarán sectas contra sectas, religiones en guerra con otras religiones y doctrinas contra doctrinas. Ante ese caos de espíritus, quiero que deis ejemplo y seáis baluarte. 44. No por ser mis escogidos vayáis a envaneceros. Después de haber adquirido esta responsabilidad no os vayáis a dormir, porque entonces volveréis a caer en los abismos que dejasteis y al encontrar en vuestro camino la miseria y el dolor, os preguntaréis ¿Cómo es posible que habiendo sido de los que escuchamos la enseñanza del Maestro, tengamos que apurar un cáliz tan amargo? 45. Recordad mis ejemplos y aprended a amar lo espiritual sobre lo material, y preocupaos en verdad por el bienestar de vuestro espíritu después de la vida terrestre, labrad para él desde ahora una vida de luz y de paz; porque hasta ahora os ha importado más el bienestar de vuestra materia, sus vanidades y sus galas, que el espíritu que sucumbe de hambre y de sed, y cuya vestidura se encuentra desgarrada. 46. No os equivoquéis. La materia es el vestido del espíritu y el espíritu es el que ha de ascender hasta Mí. El cuerpo es polvo y al polvo retornará junto con sus posesiones terrenales. Dejad que vuestro espíritu alcance las riquezas espirituales porque ésas sí las llevará consigo a la eternidad. 47. Para los ricos de los bienes de la Tierra, no existo Yo, su caudal lo es todo. No se acuerdan de Mí. ¿Qué les importa la miseria y el dolor del mundo? ¿Qué les importa el luto ajeno? Han cerrado sus oídos a la voz de la conciencia que en cada caso les juzga y en cada paso les habla de mí poder. 48. En verdad os digo: Así desafían mi justicia. 49. Mas todo cambiará, las complacencias cesarán y ese poder que a ciertos hombres he concedido para que hagan bien y mal a la humanidad, será sometido a juicio 50. ¡Cuántos hubieran ya conocido mi Obra si os hubieseis levantado invitando a los necesitados a comer del pan de mi mesa! 51. Recordad que lo que os he dado, es para vuestros hermanos. 52. Amaos los unos a los otros os enseñé desde aquel tiempo. Han pasado los siglos y os sigo hablando de la misma enseñanza y aún no sentís en vuestro corazón aquel sublime mandamiento. 53. Yo os pregunto para que os contestéis interiormente: ¿Quién puede amar a los egoístas? Entended que os hablo de aquellos que sólo piensan en sí mismos, que no hacen un servicio ni dan un pan, ni ofrecen a nadie un consuelo. Sólo Yo que entiendo sus debilidades puedo amarlos y comprenderlos. 54. Cuando comprendáis que habéis venido a este mundo a recoger experiencias y a poner en práctica la divina Ley del amor y de la caridad para con vuestros semejantes, habréis penetrado en la armonía de esta vida; ya sabéis por mis revelaciones que quien no acate mi Ley tendrá que volver a este mundo hasta que el espíritu cumpla con la misión que se le confió. 55. Sois semejantes a los árboles milenarios, que muestran el sinnúmero de sus grietas como huella de su lucha contra el tiempo y los huracanes; aún no brilla de lleno en el hombre la luz de su espíritu. Os amo mucho, sin embargo, la furia de los elementos seguirá azotando a la humanidad porque ésta los ha desafiado y sus efectos serán destructores. Es la guerra que desatará el hombre materialista y esto traerá desolación entre los pueblos, los cuales llorarán amargamente y ¿Quién podrá consolarlos? Escuchad: La Humanidad recibirá un alerta después de otro, los elementos desatados vendrán sobre el planeta y arrasarán lugares enteros; entonces os daréis cuenta de que no habéis cumplido con la Obra espiritual, que nada habéis hecho; hablo a todo el mundo cristiano. 56. La humanidad llorará sobre vuestro pecho y éste lo tenéis duro como el granito y frío como la lápida del sepulcro, ¿Cómo le vais a consolar? 57. Si fueseis tierra fértil, la semilla ya hubiese germinado. Más sois tierra estéril que no da frutos. La humanidad pondrá en vosotros su mirada y ¿Cómo vais a darle la ternura que necesita cuando de vuestro corazón sólo emanan desprecios, reproches y dureza? ¿Quién va a escuchar conmovido los ayes de los hombres? ¿Quién será el amparo de los que sufren? Tendré que ser Yo a través de mis intérpretes quien consuele al que sufre. A pesar de ello, digo al mundo cristiano: Abrid vuestro corazón, para que al menos recibáis el llanto de la humanidad. Haced un esfuerzo para contrarrestar los efectos de las guerras y de las calamidades, porque en verdad lo que hasta ahora ha sucedido es poco para lo que falta por venir. El dolor humano no ha llegado aún a su mayor grado y vosotros debéis, como cristianos que decís ser, demostrar lo que sois. Si ahora no tratáis de serlo, ¿Cuándo vais a levantaros a cumplir vuestra misión? 58. En el espacio, resuenan los ecos desesperados del dolor, de vuestros hermanos. Si contemplaseis lo que hasta allí llega, os arrepentiríais de vuestra falta de cumplimiento y entonces haríais algo en bien de vuestros semejantes. Hay seres en el valle espiritual que lloran y suplican por los hombres que se encuentran cegados por su egoísmo y también porque se calme la tempestad que se cierne sobre este mundo. A semejanza de ellos, quiero veros convertidos en bálsamo, en caricia, en luz, en piedad. Quitad de vuestro corazón la indiferencia que os aleja de la familia humana y observad que por este mundo está pasando la muerte que arrasará a la mayor parte de sus moradores. Reina la enfermedad del espíritu y del cuerpo. Hay cuerpos que sanan con medicinas materiales, otros que no pueden curarse porque el espíritu es el que está enfermo. 59. Discípulos: ¿No deseáis sanar las enfermedades del espíritu así como las de la materia? De cierto os digo que podéis hacerlo, mas, ¿Cuándo va a comenzar vuestra actividad? ¿Cuándo pondréis punto final a vuestro materialismo? ¿Cuándo vais a empezar la nueva vida plena de espiritualidad? 60. Transformaos bajo mi enseñanza, sentíos hombres nuevos, practicad mis virtudes e irá apareciendo la luz en vuestro espíritu y Cristo se manifestará en vuestro camino. 61. Mis mensajes son la fuerza que anima la Tierra, son como un sol que da calor y vida, son agua que riega. Hablo de la tierra de vuestro corazón la cual a pesar de mis continuas manifestaciones permanece estéril. 62. Humanidad, humanidad: levantaos, el tiempo apremia y si no lo hacéis en este día, no despertaréis en esta existencia. ¿Vais a permanecer adormecidos a pesar de mi mensaje? ¿Queréis que os despierte la muerte de la carne, con el fuego voraz del arrepentimiento de vuestro espíritu sin materia? (se salta de numero las enseñanzas con respecto al tomo 8 de 1960) 63. Sed sinceros, poneos en el caso de encontraros en la vida espiritual frente a frente a la verdad, donde nada podrá disculpar vuestro materialismo, donde os miraréis con vuestros harapos verdaderos, manchados, sucios y destrozados, que será lo que por vestidura traiga vuestro espíritu. En verdad os digo que ahí, al contemplar vuestra miseria y sentir tanta vergüenza, experimentaréis el inmenso deseo de lavaros en las aguas del más profundo arrepentimiento sabiendo que sólo limpios podréis ir a la fiesta del espíritu. Contemplaos más allá del egoísmo humano con todas sus lacras que ahora son vuestro orgullo, vuestra satisfacción, y decidme si alguna vez os ha preocupado el dolor de la Humanidad, si en vuestro corazón encuentran eco las quejas de los hombres, los sollozos de las mujeres o el llanto de los niños; entonces decidme: ¿Qué habéis sido para la Humanidad? ¿Habéis sido vida? 64. Después de haber hecho un examen ante la luz de vuestra conciencia ¿No estáis dispuestos a que mi Espíritu Divino aparezca libertándoos de las cadenas que con vuestros errores formasteis? Resolveos a lograr la espiritualidad para que caigan de vuestro espíritu los andrajos. Os estoy ayudando a conoceros interiormente tal como sois. 65. Y vosotros, los que con gran interés leeréis los escritos que llevarán la esencia de mi palabra, os enterneceréis porque sabréis que os amo como a todos los que ahora me están escuchando. 66. Tiempo ha os espera el Maestro en el camino de la vida y aunque pasen la edades os seguiré esperando. Tened presente que nadie llega al Padre si no es por el camino que Cristo os trazó; mas ahora venid aunque estéis manchados, harapientos y sucios. Yo limpiaré vuestra mente y corazón, renovaré vuestra vestidura y os conduciré a la estancia donde celebro una fiesta espiritual; ahí encontraréis los exquisitos manjares de la sabiduría y del amor, ahí escucharéis el himno armonioso que eleva hacia Mi todo el Universo. 67. Quiero que aprendáis a amar, que vuestro amor convertido en piedad os lleve a los enfermos y os haga buscar a los que han perdido la fe. Quiero que todo lo bendigáis sin que haya nada que no podáis bendecir, para que poco a poco os acerquéis por vuestra espiritualidad y perfección a la comprensión de lo sublime. 68. Ha sido el egoísmo materialista el que se ha enseñoreado de la mayor parte de la humanidad, y el espíritu, siglos y siglos ha estado en espera de oportunidades para manifestarse. En verdad os digo: que si fuese permitido, las piedras conmovidas ante la esencia de mi palabra se moverían para demostrar vuestra falta de espiritualidad y veríais cómo ellas levantándose exclamarían: "Cristo tiene razón". Más llegaré a venceros con el amor. Sabed, humanidad, que todos los pecadores caben dentro de mi amor. Aunque el mundo se avergüence de vosotros, Yo no me apartaré de vuestro lado; si os juzgasen despiadadamente, os defenderé y en vuestras caídas os levantaré. 69. Hay en vosotros parte de materia que es de la Tierra, y parte espiritual que es del cielo. Tiempo hay en que el humano se siente materia y tiempo en que se siente espíritu. Cuando dejéis esta materia y paséis al estado espiritual, comprenderéis lo que ahora no habíais comprendido. Vuestro cuerpo aquí quedará, porque pertenece a la Tierra, mas vuestro espíritu volará a elevadas regiones donde seguiréis viviendo para continuar vuestra evolución espiritual. 70. "Bienaventurados los que sufren, porque de ellos es el Reino de los Cielos" "Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados". Ahora añado: "Bienaventurados los que comprenden lo oculto y lo sencillo de las grandes frases, porque de ellos será la sabiduría". 71. Todo el que ame será rico, porque se sentirá amado; amad, aunque no seáis amados; sed a semejanza de Jesús. El amor está por encima de las pequeñeces. 72. Yo podía haber dejado de padecer entre vosotros, mas os digo que mi amor está ligado a vuestro destino. Sabía que me necesitabais y vine a vosotros, mas nunca os dije: Amadme para que os ame Yo. 73. ¿Sabéis que hay quienes son amados sin merecerlo? Así os amo Yo. Dadme vuestra cruz, dadme vuestras tristezas, dadme vuestras esperanzas que han fracasado, dadme la pesada carga que lleváis, Yo puedo con todos los dolores. Sentíos libres de vuestro fardo para que seáis felices, penetrad en el santuario de mi amor y guardad silencio ante el altar del Universo, para que vuestro espíritu pueda conversar con el Padre en el más hermoso de los lenguajes: el del amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 229 1. Discípulos amados: Me presento dentro de vuestro santuario, en la morada del Maestro que se ha abierto en vuestro espíritu con vuestra elevación. 2. Algunos de vosotros me han escuchado mucho, otros por vez primera escuchan mi palabra y se sorprenden, aunque en verdad os digo: unos y otros oísteis ya está voz en otro tiempo. 3. Soy el Verbo de Amor que viene a consolar al que sufre, al turbado, al que llora, al pecador y al que me ha buscado. Y es mi palabra en esos corazones, el río de la vida donde calman su sed y limpian sus impurezas, es también el camino que conduce a la morada eterna del descanso y la paz. 4. ¿Cómo podéis imaginar que la lucha en la vida, sus sacrificios, vicisitudes, y pruebas, terminen con la muerte sin hallar una justa compensación en la eternidad? Por eso mi Ley y mi Doctrina con sus revelaciones y promesas son en vuestro corazón el aliciente, la caricia y el bálsamo en la jornada. Sólo cuando os apartáis de mis enseñanzas os sentís hambrientos y débiles. 5. Os alimento de amor para que os sintáis hartos de él y lo llevéis como la semilla perfecta a los corazones que están durmiendo, y a los que sientan hambre de ella. 6. Habrá paz en vosotros, cuando os améis. Recordad que Yo soy el Espíritu de la paz. 7. Espiritualmente sois el pueblo escogido en todos los tiempos, para señalar la ruta a la humanidad. Ahora he venido a deciros: Vosotros seréis la salvación de vuestros hermanos. Grande es el peso de vuestra cruz, oh pueblo, que ayer estuvisteis formado por tribus y ahora formáis una familia espiritual. Yo, cual peregrino, incansablemente llamo a vuestra puerta, para daros la fortaleza, para que podáis dar cumplimiento a vuestro destino, y podáis ser el ejemplo ante la humanidad, a quien amo igual que a vosotros. 8. Vosotros sois el primogénito entre los pueblos de la Tierra; el que nació primero a la luz del Espíritu Santo. 9. No sintáis temor ni duda ante vuestra responsabilidad, porque siendo ricos de espíritu os sentiríais menesterosos si llegáis a dudar. 10. En este tiempo como en los pasados, la humanidad tiene comunicación con mi Divinidad, por vuestro conducto. A través de vosotros trazo el camino a los demás, y mañana vendrán por él, una a una todas las sectas y religiones. Los hombres llegarán a unificarse espiritualmente, porque sólo un Dios existe y en Él seréis todos. 11. En diferentes planos espirituales se encuentran los hombres, pero el grado de evolución de cada uno, sólo Yo puedo saberlo. 12. Todos han venido a expiar sus faltas y a lograr su elevación por sus méritos, para todos tengo luz, porque a todos amo. 13. Hoy os encontráis en un oasis, mas no sabéis qué caminos habéis transitado. 14. No volváis a dividiros, recordad que en otros tiempos, de un varón formé vuestro pueblo, y ese varón, en el que hallé gracia, fue Jacob, llamado el fuerte Israel por Mí. En su corazón había un santuario para mi Divinidad y le premié dándole doce hijos que habían de ser los patriarcas del pueblo del Señor, el tronco de este pueblo que me ha seguido en todos los tiempos. 15. No quiero que os perdáis más, ved que lleváis mi luz como un sello en vuestro espíritu, es el pacto que hicisteis conmigo de seguir mi luz siempre, de serme fieles. 15. He aquí mi mesa, a la que vengo a sentar a todos sin distinguir linajes ni razas. A todos les vengo ofreciendo del mismo pan. 17. Así vengo a despertaros como a Lázaro, cuando le dije: "Levántate, no duermas más". 18. Este es el camino del progreso en el que no debéis deteneros jamás, pues cuando el peso de vuestra cruz os agobia, el Divino Cirineo viene en vuestra ayuda diciéndoos: "No os detengáis". 19. Así como me manifiesto a vuestro espíritu, dejo que vuestra materia palpe mi presencia en la Naturaleza, para que ambos formando un solo ser, asciendan hasta la cima de la montaña. 20. De Mí salisteis y tendréis que retornar a mi Seno. Yo soy el principio y el fin, el Alfa y la Omega. 21. No os importe la humildad de vuestra condición humana si sabéis que tenéis a vuestro alcance la grandeza espiritual, cual joya de incalculable valor. 22. No cerréis vuestra mano ante el necesitado, ni le juzguéis indigno de vuestra caridad, porque sea malvado. Mirad mi mesa en este tiempo; me rodean muchos que ayer en el fango se encontraban; hoy son mis discípulos. 23. Así os ha hablado el Maestro en este Día. Yo os perdono y bendigo. 24. La luz de mi sabiduría es con vosotros. Vengo a apagar la sed de vuestro espíritu con el agua cristalina de mi amor que es consuelo y bálsamo. Soy perdón, quien hiciere un firme propósito de enmienda, experimentará la dulzura de mi perdón al instante de reconciliarse con su propia conciencia. El mundo tiene sed de conocimiento espiritual, prueba de ello es que la humanidad se encuentra investigando el misterio de la Creación. Desnudo de perfecciones se encuentra el espíritu, es por ello que busca la presencia de Dios para purificarse en El. 25. El espíritu despierto es el que busca la luz y el camino sin que muchas veces se dé cuenta de ello su parte humana, siendo entonces la materia, la que se rebela contra el espíritu, la que se interpone en su camino de evolución espiritual. Por eso os aclaro los misterios a través de mis revelaciones y las dejo al alcance del ser humano, manifestándome con claridad y hablando a sus propios sentidos; y aun así, muchas veces el hombre se resiste a aceptar lo que es claro como la luz. 26. ¡Cuánto ha tenido que luchar el espíritu con la rebeldía de la materia! El hombre, alcanzando muchas veces gran desarrollo y adelanto en las ciencias y en la vida humana, espiritualmente no tiene ningún adelanto. Y de ese letargo espiritual no lo despiertan las religiones en las que sólo encuentra mixtificaciones y fanatismo. 27. Entonces se niega el entendimiento a penetrar en lo espiritual, por temor a romper el misterio que le revele el motivo de su atraso espiritual y crea para sí una forma de acallar los llamados de su conciencia tratando de ajustar la Ley a sus conveniencias, a sus creencias, a su vida. Así se siente tranquilo y justificado en sus actos. Así, podrá aparentar amor al prójimo, piedad y caridad, aunque esté muy lejos de sentirla. Podrá presentarse ante los altares ostentosos que ha forjado el hombre y fingir un amor y una fe que ni siquiera conoce. 28. Vengo en el Tercer Tiempo a dar la luz al mundo, y a vosotros, discípulos, en verdad os digo: No caigáis en fanatismo en mi Doctrina, ved que he venido a prepararos, librando a vuestro espíritu de antiguas tradiciones para hacerlo evolucionar. Adquirid la responsabilidad de corregir los errores de vuestros hermanos. Apartad de vuestro corazón y de vuestros labios toda crítica, para que juzguéis serenamente todo lo que contempléis en vuestro camino. 29. Encontraréis que los hombres aún creen en la santidad de los lugares en donde se reúnen para celebrar sus ritos, y que hasta los objetos que allí existen los llegan a considerar sagrados, y que sus representantes creen ser superiores y justos. 30. Más os digo: ¿Acaso porque me estáis oyendo de viva voz y porque os he revestido de dones, ya estáis muy cerca de Mí? ¿Por ventura vais a sentiros superiores a vuestros hermanos? Hasta ahora sólo habéis dejado que vuestro entendimiento se aclare para comprender mi palabra; una vez que la hayáis comprendido, podréis labrar el adelanto de vuestro espíritu, reconociendo que todo aquello que hagáis por el bien y para el bien de vuestros semejantes, será mérito para vosotros y contribuirá para el desarrollo de vuestro espíritu. 31. Mi Doctrina os prepara para que viváis desarrollando eternamente ese ser de luz que está en vosotros creado con perfección y sabiduría, que es el espíritu, para que las manchas que en él hayan dejado las pasiones terrestres, las purifique y limpie una a una, hasta alcanzar la limpidez original. 32. De cierto os digo, que antes de mi partida, habrá tanta luz en vuestro entendimiento, que veréis con claridad lo que antes os era difícil de comprender. Entonces, vuestro conocimiento y vuestra fe serán mayores y habréis aprendido a manifestar el poder de vuestro Padre por medio de la elevación espiritual en la oración. No dudaréis y no os mostraréis inconformes como lo hacéis algunas veces en que me habéis dicho: Maestro, me he preparado, he orado, he depositado el bálsamo en el necesitado y no he logrado lo que he pedido. A lo que Yo os puedo decir: ¿Por qué dudáis? ¿No es acaso vuestra fe la que debe salvaros? ¿No os he enseñado que no todo lo que solicitáis es lo que os conviene? Ni siquiera conocéis la naturaleza material de vuestros hermanos. ¿Qué vais a saber de su naturaleza espiritual? ¿Qué sabéis de lo que necesita aquel espíritu para su desarrollo, para su expiación y perfeccionamiento? 33. Yo vengo a enseñaros a simplificar las enseñanzas; amad, tened caridad, orad y pedid por vuestros hermanos y entonces, dejadme hacer mi voluntad, vosotros ya cumplisteis. Así aprenderéis a recibir todo como un beneficio, aún aquello que antes considerabais contrario a vuestra salud o a vuestra fe. 34. No será sólo la resignación la que os acompañe, sino el conocimiento de que todo cuanto de Mí recibáis, es para vuestro bien, mas cuando Yo os conceda según vuestra petición porque así os convenga, llenaos de alegría y encended más vuestra fe. 35. Soy el Maestro de siempre, el que hoy nuevamente os enseña. Cristo vino como Espíritu perfecto a manifestarse entre los hombres, su caridad fue infinita, puesto que se hizo hombre y llegó al sacrificio por amor a la humanidad. Jesús es ejemplo de caridad, imitadle, no olvidéis que toda criatura trae una misión que cumplir, por causa de la cual apurará una prueba que debéis aceptar con la humildad con que Jesús aceptó la amargura. 36. Discípulos amados: Ahora que habéis penetrado en el tiempo de la preparación, comprended que se acerca el instante trascendental del final de mi palabra, en esta forma. 37. El Maestro no duerme, vosotros, tampoco durmáis, porque estoy preparando el final de mi manifestación a través del cerebro humano. Mi Espíritu no se alejará de vosotros, antes bien, me sentiréis más próximo por vuestra espiritualidad. 38. El que no se prepare y deje pasar mi enseñanza, sin analizarla, se sentirá huérfano después de mi partida y me sentirá ausente. 39. Los buenos discípulos no llevarán luto ni tristeza, porque tendrán amplia comprensión de mis órdenes y contemplarán entonces cómo se abre ante su espíritu un horizonte en el infinito desde donde recibirán grandes inspiraciones del Padre, las cuales ya no se limitarán al pasar por el portavoz, porque vendrán directamente del Espíritu Santo. 40. Después del día marcado por mi Divinidad, no escucharéis más mi palabra, pero ella habrá quedado impresa en vuestra conciencia, en vuestro corazón y en los libros. 41. Quien se levante como portavoz invocando mi Rayo, no sabe la sentencia que está arrojando sobre sí mismo. Os advierto para que no prestéis oído a los falsos profetas, falsos portavoces y falsos cristos. Os despierto para que evitéis a tiempo la confusión, e impidáis el acceso de espíritus en tinieblas entre vosotros. Velad, porque de estas enseñanzas me responderéis si no estáis preparados. 42. El que desde ahora se disponga, gozará de gran inspiración, se comunicará conmigo y se deleitará escuchándome a través de la lectura de mis Cátedras que os dejaré como herencia. Su camino no será incierto; el desempeño de su misión será liviano, sentirá mi presencia en las pruebas. 43. Entonces comprenderéis que habéis dado un paso adelante. 44. Será cuando comencéis a demostrar la pureza y elevación de mi Doctrina, porque no admitiréis entre vosotros cultos exteriores, fanatismo ni idolatría. 45. Con el pensamiento, la palabra y la acción, daréis testimonio de mi Obra Espiritual. 46. Mientras no comprendáis mi Doctrina, y no os hayáis preparado de corazón y espíritu, no podré utilizaros como emisarios de Buena Nueva, y veréis ante vuestros pasos el obstáculo que se interpone. Mas cuando el discípulo viva y sienta mi Obra en el espíritu, Yo abriré caminos y acercaré a él caminantes necesitados para que les dé a conocer mi enseñanza. 47. Recreaos, porque la Voz que os despierta es mi palabra de amor, pero velad, no sea que otra voz venga a despenaros, y mañana esa voz sea la justicia de la Tierra. 48. Tendrán los hombres que fijarse en vosotros, serán los hombres de la justicia y las leyes, los teólogos y teósofos, los científicos, vendrán animados de diversas intenciones, pero os escudriñarán y os someterán a prueba. No vais a ocultar vuestra vida y vuestras obras presentándoles sólo mi Ley, no vais a escudar vuestras imperfecciones con la perfección de mi palabra escrita en vuestros libros. 49. Si en la historia de la humanidad existen malos ejemplos no los imitéis vosotros. 50. No os hablé así en los tiempos pasados. En el Primer Tiempo, la Ley iluminó al espíritu humano; en el Segundo Tiempo, Cristo iluminó con la luz del amor el corazón del hombre. Hoy la luz del Espíritu Santo ilumina vuestro espíritu para elevarlo por sobre todo lo humano. 51. De un sólo Dios habéis recibido estos tres mensajes y entre uno y otro ha transcurrido una era, tiempo necesario para la evolución del espíritu, para que él pudiera recibir el nuevo mensaje, o nueva lección. 52. Ahora podéis comprender por qué os he llamado discípulos del Espíritu Santo. 53. Todo lo creado me rinde culto, desde el átomo hasta el astro de mayores dimensiones; desde la criatura humana más retrasada, hasta el espíritu más evolucionado. Vosotros que palpáis todo cuanto existe en vuestro mundo, miráis cómo cada ser y cada materia desempeña una misión y cumple con un destino, en ese cumplimiento me rinden culto; es el tributo de su armonía con el todo; en verdad os digo que todas las criaturas se recrean en sí mismas, aún la roca que por su dureza e inmovilidad os parece insensible o mueva, porque el Espíritu de Dios que está en todo lo creado por Él, es la vida. 54. Mirad cómo el astro rey envía su luz, que es energía, vida y calor hasta donde alcanza su potencia. Es su calor el que levanta las aguas de los mares para llevarlas por el viento, convertidas en nubes y dejarlas caer en fertilizante lluvia sobre los campos áridos que después se cubrirán de verdor, de flores, árboles y frutos; follajes cuyas ramas sirven de hogar a las aves; que en su idioma elevan al infinito sus cánticos; mientras todo germina, todo crece y se multiplica, todo se engalana en un constante tributo al Padre. El Creador se recrea con su obra y deja que todas las criaturas se recreen en Él. 55. Y vosotros ¿Qué sois enmedio de la creación? Sois también criaturas que cumplen una misión, pero que a más de pertenecer a la Naturaleza material, estáis dotados de espíritu, el cual posee la conciencia, la intuición, la inteligencia, la revelación, la voluntad, la libertad, la razón y los sentimientos. Por este motivo, sois entre todas las criaturas de este planeta, seres superiores que tenéis todo a vuestro alcance como instrumentos, como siervos, como sustento, recreo y elemento para vuestro progreso espiritual y humano. 56. Si vuestro espíritu en su evolución, os hace superiores, pensad que vuestro culto también tiene que ser superior y ese culto que es del espíritu, Yo os lo he venido a revelar en todos los tiempos. 57. La humanidad, desde sus principios, ha buscado la forma de rendirme culto espiritual; la intuición de mi existencia la ha inducido a buscarme y a penetrar en el mas allá, y cuando he contemplado en el hombre esa inquietud, he venido a manifestarme ante él. Y lo que he venido a revelarle es el camino espiritual que conduce al espíritu a la perfección. Más para que esta humanidad llegue a la espiritualidad que no ha alcanzado aún, he tenido que veros pasar por los grandes errores y por las más grandes confusiones, por largos caminos de sufrimiento y pruebas, por tiempos de luz y tiempos de tinieblas, hasta llegar a las puertas del tiempo del espíritu, que es éste en el cual estáis viviendo. 58. El culto que debía ofrecerme vuestro espíritu en forma elevada y pura, se materializó en vuestro corazón, al ofrecérmelo vuestro cuerpo, forjándose la oración en la mente, y pronunciándola los labios; ofreciéndome los frutos de la naturaleza como si fuesen obras vuestras; recreando vuestros sentidos con el brillo de las ceremonias, mientras vuestro espíritu se presentaba ante Mí, desnudo, hambriento, mudo y torpe, porque la misión que a él le correspondía la había usurpado la materia. 59. En el Tercer Tiempo, mi Doctrina espiritual dará al espíritu la libertad para extender sus alas y elevarse al Padre para consagrarle el verdadero culto. 60. Más también el hombre en cuanto humano, tiene un culto que rendir al Creador y ese tributo consiste en dar cumplimiento a sus deberes en la Tierra, practicando las leyes humanas, teniendo moral y buen juicio en sus actos; cumpliendo con los deberes de padre, de hijo, de hermano, de amigo, de señor y de siervo. 61. El que viva de esta manera, me habrá honrado en la Tierra y dará ocasión a que su espíritu se eleve para glorificarme. 62. El amor del espíritu no deberá concretarse a vuestros hijos y hermanos materiales; el amor espiritual debe ser universal, para que ame sin distinción de clase, ni de planos de evolución espiritual. 63. EI espíritu debe ser fuerte ante las flaquezas de la materia, que es la que lo induce al fanatismo y a la idolatría; deberá despojarse de prejuicios y pasiones para que sepa conceder la razón al que la posea y aceptar la verdad en donde ésta se encuentre. 64. Entonces seréis hombres de paz que con vuestra vida deis cumplimiento a la frase mía de dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César; no dando al Padre lo que pertenezca al mundo, ni ofreciendo al mundo lo que pertenece a Dios; sino sabiendo armonizar todas las leyes, para llegar a un cumplimiento justo de ellas, reconociendo que toda Ley divina de amor y de justicia ha brotado de Mí. 65. En el Segundo Tiempo, Jesús os habló con suma perfección, ahora vengo a hablaros con suma claridad y sencillez, pero mucho de lo que en este tiempo os he revelado, no os lo dije en aquél porque no estabais capacitados para comprenderlo. 66. Todo el que ha sido llamado ante mi Cátedra y ha sido señalado para una misión, es porque está a tiempo de comprender estas lecciones. Y una vez más os digo que no es la primera vez que vuestro espíritu cruza por este planeta, ni es la primera vez que recibe la luz de una revelación divina; mas su pasado momentáneamente se oculta tras el velo de la materia; vuestro espíritu sabe esto y al oír mi palabra, despierta y siente que en verdad viene de muy lejos, por un largo, muy largo camino en cual ha contemplado y vivido mucho. 67. A fin de que pudieseis oír estas enseñanzas habéis tenido que andar mucho, pero vuestro espíritu no ha decaído, no ha envejecido, porque la vejez, la decadencia y la muerte, no son con el espíritu; antes bien, la evolución, la experiencia y el desarrollo que dan la lucha y las pruebas, le dan madurez y le acercan a la plenitud de la vida eterna. 68. Habéis tenido existencias de bienestar y complacencias, de esplendor y placeres, otras de vicisitudes y fracasos. Unas han servido de expiación, otras de experiencia, algunas para el desarrollo de la mente; otras para el de los sentimientos, y ésta que ahora tenéis es para la elevación del espíritu. 69. Todo lo habéis conocido y todo lo habéis poseído, por eso si hoy miráis que no tenéis riquezas, ni esplendores ni títulos, no lo lamentéis, pensad que para caminar con firmeza en este tiempo y alcanzar la espiritualidad, tuvisteis que perder todo lo superfluo e innecesario para adquirir vuestro progreso espiritual. 70. Siendo vosotros los portadores de una Doctrina esencialmente espiritual, no podréis presentarla al mundo bajo formas de culto exterior, porque con vuestra contradicción sólo provocaríais la desconfianza y la mofa. 71. El Reino de paz se acerca y aun cuando no sabéis cuánto falta para que ese tiempo llegue, Yo ya he comenzado mi Obra de reconstrucción moral y espiritual. Entonces este mundo que hasta ahora ha sido valle de expiación y lágrimas, será morada de espíritus adelantados. 72. Estad serenos, que aún estoy con vosotros; confiad en Mí, ya que aún no podéis confiar mucho de vosotros mismos, pero perseverad hasta lograr esa preparación espiritual que os pido para que os tengáis confianza. 73. Pronto veréis a la humanidad interesada en los dones espirituales, interrogando a unos mientras otros discuten. 74. Os doy mi caricia y mi bálsamo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 230 1. Os contemplo llegar de distintos lugares, venís a recrearos bajo la sombra del techo paterno. Os habéis unido y hay gozo por ello en el corazón del Padre, pues basta que dos corazones se reconcilien para que Yo haga fiesta. 2. Estáis atravesando un tiempo de pruebas, cuya trascendencia no habéis llegado a comprender, aun teniendo la luz de mi palabra. Mas como el tiempo es un tesoro que no quiero que malgastéis, vengo como Maestro a enseñaros a aprovecharlo, dándoos a conocer vuestro destino y vuestra misión. 3. Aprovechad estos instantes, porque pronto partiré de entre vosotros. Mi divina palabra que por tantos años os he dado a través del entendimiento humano cesará para siempre. 4. Aún resta un corto tiempo en el cual os daré toda mi enseñanza y escribiré todo mi libro. 5. Por eso llego presuroso a las puertas de vuestro corazón, para decir al hijo que tanto se ha acostumbrado a mi palabra, que despierte de su profundo sueño, que empuñe el azadón y la pala, que cave y cultive las tierras y las ame como a su propia vida; que sepa compartir sus tierras y sus aguas con sus hermanos; que sus ojos miren con bondad, su diestra se extienda en prueba de amistad y su corazón se encuentre libre de egoísmo, para que sea el verdadero labriego de las tierras del Señor. 6. No esperéis que el corazón de los hombres se conmueva para hacer la paz en la Tierra. ¡Levantaos y trabajad! No deseéis la caída de unos y el triunfo de otros para obtener la paz y la libertad; la que debe triunfar es la justicia, la fraternidad, el amor. 7. No serán los hombres los que establezcan la verdadera paz en la Tierra; la paz vendrá de mi Reino a este mundo, cuando hayáis alcanzado verdadera preparación espiritual. 8. La luz que os ilumina en este tiempo es la luz del Sexto Sello y si alguno dijera que es otro sello el que se encuentra abierto, está en un error. El sexto candelero está ardiendo como lámpara inextinguible, iluminando con sus revelaciones a vivos y a muertos y despertando con sus nuevas profecías a los espíritus. Mas no creáis que esta luz sólo ilumina al que oye esta palabra, porque os digo de cierto, que los científicos y los teólogos se encuentran también bajo esta luz. 9. ¿Por qué no os desveláis estudiando mi Doctrina, para que el Maestro no tenga que materializarse explicando lo que por análisis debéis comprender? 10. Llegad a unir los frutos de la ciencia con los frutos de amor del espíritu y llevaréis a vuestro paladar el buen sabor. 11. Descansad, caminantes, gozad de la frescura de este árbol y comed sus frutos. 12. Es ante vosotros el Padre que siempre se ha presentado en vuestro camino. 13. Os recibo como representantes de toda la humanidad y os contemplo preparados para recibir y sentir mi presencia espiritual. 14. Siempre habéis buscado a mi Divinidad; cuando creíais no haberme encontrado, acudisteis a las imágenes formadas por vuestras manos para sentirme cerca. Así vive gran parte de la humanidad en este tiempo, buscándome y adorándome en las imágenes, mientras Yo me encuentro hablando al mundo en la plenitud del tiempo de esta comunicación. 15. Por medio de sueños estoy de hablando a la humanidad, sueños simbólicos y proféticos, a los cuales los hombres no prestan atención ni análisis por falta de fe y de preparación, y así olvidan aquella visión sin saber que es un mensaje divino. 16 ¡Cuan alejada del verdadero camino se encuentra la humanidad! Vive el mundo gobernándose por su libre albedrio y va en pos del placer y de las pasiones de la materia. 17. El espíritu duerme, la inteligencia no ha despertado aún a la luz que es la verdad, ni presiente la vida verdadera. 18. Todavía la humanidad no ha dado ocasión a que su conciencia hable y juzgue Aún hay quienes se creen infalibles y limpios de errores, llevando tinieblas en el corazón. 19. Pero ya están cansados los hombres y por eso vengo acercándome a ellos para señalarles el sendero, para llenar de luz a su espíritu: haciéndoles comprender sus equivocaciones y el tiempo perdido, y entablar en el interior del hombre un combate entre la luz y la tiniebla. 20. En muchas formas me manifiesto a mis hijos, siempre con íntimo amor para que su espíritu no se pierda. 21. Si vosotros habéis penetrado en estas humildes casas de oración, no ha sido por vuestra voluntad. Ha sido mi caridad la que os ha llamado para daros el sustento espiritual y señalaros el camino de redención por el cual podéis llegar a mi presencia, no llegaréis cabizbajos, tampoco altivos, pero si dignos y humildes. 22. Os estoy ofreciendo la paz eterna como ofrecí en el Primer Tiempo las tierras de Canaán No podéis perderos del camino porque él está trazado con mi sangre. Mi sangre es verdad es amor y eternidad. Velad, porque mi verdad revelada en mi Doctrina, ha sido falseada por los hombres y algunas revelaciones han sido ocultadas. 23. Mi ejemplo y el de mis apóstoles no ha sido imitado por todos los que han tratado de seguirme. Muchos se han convertido en señores en vez de ser servidores, han llenado su corazón de superioridad y orgullo y solo han perseguido la riqueza, la pompa y los honores, olvidando las necesidades de los pobres haciéndose indiferentes e insensibles a la miseria y al sufrimiento de los demás. Por eso los hombres van de una religión a otra en busca de verdad De ahí la necesidad espiritual que experimentan de crear nuevas sectas para buscarme libremente. 24. Aquéllos que ayer fueron vistos como santos y semidioses, hoy son desconocidos por una humanidad desengañada. 25. Los hombres van dejando de buscar al confesor que les absuelva de sus faltas, porque lo encuentran indigno. Y la amenaza del infierno con su fuego eterno ya no impresiona ni estremece el corazón del pecador. 26. Aprovechando esta desorientación espiritual, el lobo acecha tras de la maleza. 27. Todo ministro de mi Divinidad y todo representante, tiene la misión de hacer la paz entre los hombres y es lo contrario lo que se encuentran haciendo en este tiempo. Cada quien se cree primero, cada quien quiere ser el más fuerte, olvidando que el único fuerte que soy Yo, está en todos. 28. Ahora podéis explicaros por qué en el Segundo Tiempo os prometí volver. Ahora podéis comprender por qué he venido a doctrinaros nuevamente. Porque sólo mi palabra puede apartar la venda de obscuridad del espíritu, sólo mi amor es capaz de redimiros de vuestros pecados. 29. Vosotros habéis sido llamados y escogidos para que deis ejemplo de fe en mi venida y de confianza y obediencia en mi palabra, pero no esperéis a que los postreros sean los que os den el ejemplo del buen cumplimiento en mi Ley, porque muy grande será vuestro dolor. Y cuando les veáis marchar, atravesar fronteras y penetrar en las naciones como emisarios de mi palabra, comprenderéis vuestra negligencia e ingratitud. 30. Recapacitad y si queréis ser creídos, empezad por dar buen ejemplo en vuestro hogar. Quiero que si ayer os desconocisteis por la diferencia de tribus, ahora os améis como una sola familia. 31. He aquí mi palabra clara; si os viniese a hablar en otro idioma, sería injusto. 32. Vengo a preparar vuestro corazón para poder morar en él. El mundo también se preparará, en las mente de los hombres germinará la semilla de la paz, y vosotros, que la habréis esparcido por todos los rincones de la Tierra, estaréis de plácemes al contemplar el fruto de vuestro trabajo, porque caminando a imitación del Maestro, enseñasteis el buen vivir y orasteis por todos. 33. En todas las naciones se hablará de reconciliación, de fraternidad y paz; y ello será un principio de unificación. 34. Yo os he venido preparando y os he preguntado si ya estáis dispuestos a levantaros en pos de los caminos, en busca de vuestros hermanos para mostrarles la sabiduría que en inspiración os he dado y a contestar satisfactoriamente a sus interrogaciones. A nadie le parezca imposible cumplir este cargo, mirad que los conocimientos que os he dado, os permiten comprender vuestra misión. 35. No será indispensable que todos tengáis que visitar las naciones que llamáis extranjeras, para extender mi Doctrina, os bastará elevar vuestro pensamiento en oración y limpiar vuestro corazón, para que vuestro espíritu se manifieste y se identifique con vuestros hermanos por distantes que estos se encuentren. Y aquellos serán puestos alerta por los seres de luz. 36. Os uniréis al mundo espiritual, formando con él una barrera que impida nuevas guerras y nuevos sufrimientos. Continuaréis orando por aquellos que pretender realizar por medio de la fuerza el dominio espiritual. Os sorprenderéis y el mundo se sorprenderá, cuando los hombres vean que la fuerza no ha dominado a la razón, la fraternidad y la justicia. 37. Cuidaos de entregar una caridad aparente, llevando en vuestro corazón el egoísmo. Haced cuanto bien podáis sin interés personal alguno. Hacedlo por amor, que es la Ley que os he enseñado y habréis acumulado méritos para vuestro espíritu. Mostrad mi enseñanza como Yo os la he entregado; es la misma que enseñé a mis profetas y a mis apóstoles de otros tiempos. 38. El hombre, en su materialismo, ha encontrado la conveniencia de modificar la palabra que os di en tiempos pasados. Mas mi Obra es perfecta y no radica en palabras materiales. Preparaos y descubriréis siempre mi verdad; entonces encontraréis que mi semilla os la he dado en abundancia en todos los tiempos, para que vosotros también la entreguéis en esa forma. 39. No será menester que impresionéis a nadie haciendo uso de ritos o de formas exteriores; el templo de vuestro corazón se hará visible y en él contemplarán vuestros hermanos su lámpara y su altar. 40. Aprended desde ahora a sentirme, lo mismo en vuestras obras, que cuando estéis luchando para dejar el fango cuando habéis caído. 41. Yo os he enseñado a buscar la verdad en la sencillez. ¡Cuán pobre es aún la mente humana al buscar la verdad en las doctrinas complicadas que ella misma se forja! ¿Por qué buscarme tan lejos llevándome consigo? ¿Quién ignora que está creado a semejanza del Padre, dotado de atributos divinos como son la conciencia, la inteligencia y la voluntad? 42. Yo vine a vivir con los hombres en el Segundo Tiempo, compartí vuestro pan y vuestro techo, mas la grandeza de Cristo radica en su humildad. 43. Así os enseño para que sepáis desprenderos de lo material en aras de vuestro amor al prójimo; pero antes debéis purificaros, porque es ley que evolucionéis, y si es ley que todo evolucione, no deben maravillaros los acontecimientos que están por suceder. Lo que contemplen vuestros ojos sólo os llenará de regocijo al comprobar que todo lo rige una Ley perfectísima, y que lo que hoy acontece no pudo haber acontecido antes, porque todo marcha hacia su perfección. 44. No sólo en la Tierra se trabaja por el adelanto de la humanidad; desde otro mundo también piden y ayudan por su salvación y su progreso; es el mundo espiritual, por eso os digo que la simiente espiritualista fructificará en el seno de todas las religiones, después de las grandes luchas, y cuando los hombres digan que es una nueva religión que viene a sembrar la división, vosotros contestaréis que el Espiritualismo es una doctrina, que es la misma que la primera y la única que ha regido a los espíritus; pero esa voz saldrá de vuestro corazón que es donde radican vuestros sentimientos. Ellos se manifestarán cuando lloréis por el dolor ajeno, también cuando lloréis de alegría por la de vuestro semejante; porque eso es lo que os he enseñado siempre. 45. Os hablo por medio del entendimiento humano, mi luz y mi gracia se infiltran en él y se traducen en palabras, esa palabra que traza el único camino para llegar a Mí: el de perfección y el de pureza de sentimientos. 46. Humanidad muy amada de Jesús: Necesitáis grandes pruebas de espiritualidad para que pueda renacer vuestra fe y fortalecerse vuestra esperanza. Necesitáis de la palabra clara, para levantaros de ese letargo en que os encontráis. Ha sido menester que se manifestara mi Divino Espíritu en esta forma, para que sintierais que el Padre jamás os abandona, que desde el Reino de verdad os guía. 47. ¿No os convencéis ante esta prueba de amor? Mi pensamiento es luz que desciende a avivar la luz mortecina de vuestra lámpara. Os dice el Maestro, que por el hombre espiritualizado se manifestará la verdad del Universo, porque sabrá vibrar armoniosamente en este mundo, al cual viene a aprender lecciones provechosas para su evolución. Este mundo no es eterno, ni se necesita que lo sea. Cuando esta morada deje de tener la razón que ahora tiene para existir, desaparecerá. Cuando vuestro espíritu ya no necesite las lecciones que da esta vida, porque otras más elevadas le esperan en otro mundo, entonces, con la luz adquirida en esta lucha, dirá: Con cuánta claridad comprendo ahora que todas las vicisitudes de esta vida sólo fueron experiencia y lecciones que Yo necesitaba para comprender mejor. Cuán larga me parecía esa jornada cuando los sufrimientos me agobiaban; en cambio ahora, que todo ha pasado, cuán breve y fugaz me parece ante la eternidad. 48. El hombre está llamado a engrandecer su espíritu, está llamado a espiritualizar su existencia a medida que se eleve en busca de perfección. 49. Esta materia que poseéis, también está llamada a alcanzar espiritualidad, cuando eso sea, las condiciones de vida de la humanidad cambiarán, de ella brotarán facultades espirituales, hoy desconocidas por los moradores del mundo. 50. Necesitáis de esta Doctrina que viene a alentar vuestra esperanza, de ese manantial de sabiduría inagotable y verdadera, donde calmar vuestra sed. Mi luz desciende a las tinieblas de la mente de aquél que dice que no ama al espíritu porque no lo conoce, en cambio ama la riqueza material, la hermosura física que halague su vanidad, la inteligencia que sea causa de admiración, el nombre, los títulos, eso es lo que ama y eso es amar al no ser. El humano no es la materia, ni sus riquezas. El humano sólo vale y existe por su espíritu. Os digo de nuevo, que el hombre está llamado a ser quien manifieste la verdad del Universo, de los cielos y de los mundos. Aún hoy no lo logra, porque su materialidad no le permite desarrollar los dones sutiles del espíritu. Cuando este materialismo desaparezca, se convertirá en vidente que gozará contemplando las maravillas de la vida espiritual. Entonces comprenderá la conversión de Saulo en Pablo, la transformación del hombre a tal grado que fue menester el cambio de nombre. Con su nombre anterior, desaparece el recuerdo de sus pasiones y se convierten en cenizas la materia y las maldades que ella provocó. Si el espíritu comprende que está evolucionando, que le falta elevación, o que lo que tenía que aprender y desarrollar en el mundo material está por terminar, entonces tiende a unirse a la luz de la divinidad porque el espíritu es luz que hacia la luz va. 51. Alegraos, humanidad, pensad que sois aves de paso en este mundo lleno de lágrimas, de pobrezas y sufrimientos. Alegraos porque no es vuestra morada para la eternidad. Mejores mundos os esperan, así, cuando os despidáis de esta Tierra, lo haréis sin amargura y aquí quedarán los ayes de dolor, los trabajos, las lágrimas. Diréis adiós a este mundo y os elevaréis hacia aquéllos que en las alturas os esperan. Desde ahí veréis la Tierra como un punto en el espacio a la cual recordaréis con amor. 52. No estéis tristes, porque día llegará en que os alejaréis de este valle de lágrimas en el que tanto habéis sufrido y al que mañana amaréis reconociendo que en él, adquiristeis la luz que anhelaba vuestro espíritu. 53. Sed felices amando a vuestros semejantes, curando a los enfermos, consolando a los tristes, animando a los pobres, y entonces llegarán a vosotros las bendiciones de los cielos. ¿Queréis espiritualizaros? Cristo os ayudará para que alcancéis esa gracia. 54. En verdad os digo: que si hoy los hombres son más materia que espíritu, mañana serán más espíritu que materia. Los hombres han tratado de materializar absolutamente a su espíritu, mas esa completa materialización no la lograrán; porque el espíritu es como un brillante y un brillante nunca dejará de serlo, aun cuando haya caído en el cielo. 55. La humanidad no conoce la felicidad del espíritu perfecto, porque no ha llegado a la altura de la perfección. Cuando limpie su corazón y en su espíritu guarde mi verdad para ponerla en práctica, descubrirá una paz y una felicidad que antes no conoció. Esa será la vida que simboliza el árbol de la primera parábola revelada a la humanidad cuyos frutos maduros calmarán el hambre del espíritu. Perfeccionaos, elevaos por encima de la Tierra y no sufráis por la ingratitud o la incomprensión de los demás. 56. El amor es la escala que conduce a Dios que os ama, y a María, la Madre espiritual que también os ama, así como a vuestros hermanos espirituales, quienes también os aman. 57. De la mente divina, se desprende un torrente de mensajes, guardad de ellos cuanto agrade a vuestro corazón. 58. Dadme las tinieblas de vuestros sufrimientos, Yo las convertiré en claridad de paz; dadme vuestros sollozos y lágrimas. Cuando Yo visite vuestro corazón en el silencio, penetraré como un rayo de sol para iluminarlo. 59. Cátedra de amor os he dado, para que sintáis en vuestro corazón esta esencia. He aquí mi bálsamo consolador derramándose en cada una de vuestras aflicciones. Vuestros espíritus se fortalecen. 60. Yo os digo, benditos seáis vosotros que os acercáis a Mí con vuestro corazón preparado, porque mi palabra se hace bálsamo y caricia que aviva la llama de vuestra fe. 61. Mi reino desciende sobre la humanidad doliente y mi palabra resuena a través de los escogidos de este tiempo, para que aquellos que me escuchen, se conviertan en el consuelo de los humanos. 62. En todos los tiempos he tenido intermediarios entre los hombres y mi Divinidad; han sido los mansos y humildes de corazón de los que me he servido. Estoy preparando a los nuevos mensajeros de mis enseñanzas para que esta buena nueva sea entre los hombres el despertar a la vida espiritual. 63. ¡Cuántos de los que se encuentran capacitados para desempeñar una noble misión espiritual, están durmiendo diseminados por el mundo! Ellos despertarán, y su adelanto espiritual lo manifestarán al transformarse en seres útiles a sus semejantes, en la nobleza de sus sentimientos. Serán humildes y nunca harán alarde de superioridad. 64. La vanidad, que ha sido flaqueza manifestada desde el primer hombre, será combatida por medio de la espiritualidad. Es la lucha que siempre ha existido entre el espíritu y la materia; pues mientras el espíritu tiende a lo eterno y elevado en busca de la esencia del Padre, la materia busca tan sólo lo que le satisface y halaga, aun cuando sea en perjuicio del espíritu. Esta lucha que en cada humano se presenta, es una fuerza originada en el mismo hombre por la influencia que del mundo recibe, porque lo que es material busca todo lo que se relaciona con su naturaleza. Si el espíritu logra dominar y encauzar esa fuerza, habrá armonizado en su propio ser sus dos naturalezas y alcanzará su progreso y elevación. Si por el contrario, se deja dominar por la fuerza de la materia, entonces se verá inducido hacia el mal, será una barca sin timón en medio de una tempestad. 65. Vosotros que me oís, sentís el deseo se apartaros de todo lo superfluo para liberar vuestro espíritu, estáis en plena lucha por lo que os digo: Seguid velando y orando para que llegue el tiempo en que vuestro espíritu se identifique y armonice con su cuerpo. Hoy sufrís todavía la atracción del mundo y os sentís débiles para resistir a la tentación. Por intuición la humanidad presiente una era de perfeccionamiento, mas no sabe el tiempo en que será. 66. Por diferentes senderos irán los hombres en pos de esa meta, pero a ella llegarán los que luchen por el progreso del espíritu. Los que se aferren en el fanatismo religioso, no evolucionarán y los que se dediquen todo el tiempo al estudio de lo material sólo obtendrán resultados materiales. 67. La espiritualidad será la que lleve al hombre a la perfección, mas no confundáis la práctica de la verdadera espiritualidad que es comunión y acercamiento al Creador por medio del amor, de la caridad y del culto interior, con la práctica de aquellas ciencias por medio de las cuales profanan y materializan los hombres a los seres del Más Allá. He aquí mi Doctrina que viene a apartar el velo de ignorancia que oculta la verdad a los hombres. 68. Mi Doctrina de amor os preparó en este tiempo para que recibieseis en vuestro seno la presencia de mi mundo espiritual, para que él os ayudase a comprender mi palabra, tiempo que toca ya a su fin. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 231 1. Mi mirada perspicaz penetra en vosotros, y contemplo que formáis con vuestros corazones un ramillete de flores para hacerlo presente a mi Divinidad. 2. Veo vuestros sufrimientos y los alivio con mi caricia paternal, para que alentados por mi palabra lleguéis a ser un pueblo fuerte en las pruebas. 3. Siempre que habéis venido a Mí para presentarme vuestras debilidades o para pedirme ayuda en las tormentas que atravesáis, siempre que habéis estado en peligro de caer bajo el peso de la cruz y me habéis buscado, os he librado de vuestra carga y de vuestro dolor, convirtiéndoos en espíritus fuertes. Entonces os he dicho: ¡Adelante! no volváis vuestra faz, porque se llenará de temor vuestro espíritu al contemplar su pasado. 4. Yo vine a sacaros del abismo para llevaros al puerto de salvación, que es donde ahora os encontráis saboreando este pan. Habéis descansado en mi regazo de paz. He sido un rayo de luz en las tinieblas de vuestra existencia para ayudaros a caminar sin tropiezos. 5. Si estos conductos o portavoces por quienes me comunico, hablasen por sí mismos, no serían capaces de enseñaros el camino de la verdad, mas si sus bocas vierten palabras de luz, es porque Yo me comunico por su entendimiento y Yo os he dicho que soy el Camino. 6. Habéis visto cómo muchos se sorprenden ante estas enseñanzas y se preguntan si será verdad que el Rabí es quién está hablando, si será cierto que el Verbo ha vuelto a este mundo que crucificó a Jesús. 7. Vosotros sabéis que os lo prometí, sabéis que soy perdón y que estoy cumpliendo mi divina misión, levantando a los muertos, sanando a los enfermos y devolviendo al ciego la luz. Vosotros conocéis la razón de mi retorno y la forma en que he venido, pero todo esto el mundo lo discutirá y mucho dudarán. 8. Os he dicho por qué en vez de buscar al sabio, al teólogo o al científico, busqué al humilde, al rudo y sencillo, para manifestarme por él, porque el testimonio del humilde sorprenderá al mundo. 9. Si vosotros observáis profundamente, os convenceréis de que en todos los tiempos me he comunicado con la humanidad a través de hombres, y siempre fueron humildes y sencillos. 10. Varias existencias os he concedido en la Tierra para que testifiquéis estas manifestaciones y lleguéis a dar cumplimiento a vuestra misión. 11. Es menester que aprovechéis mis enseñanzas para que penetréis en los secretos del Más Allá, que el Padre tiene a bien revelaros. Mi arcano no se ha ocultado a vuestra mirada, pues de otra manera nunca podríais penetrar en la vida eterna. 12. Estudiad, analizad, porque hay quienes se confunden pensando que si vuestro espíritu es partícula de mi Divinidad ¿Cómo es posible que sufra? Y que si la luz del espíritu es chispa de la luz del Espíritu Santo ¿Cómo puede verse por instantes envuelto en tinieblas? Reconoced que esta jornada es para hacer méritos suficientes ante Dios, con los que podáis convertir vuestro espíritu, de inocente y sencillo, en gran espíritu de luz a la diestra del Padre. 13. Venid a Mí y oíd una vez más mi palabra que es sustento para vuestro espíritu. Esta palabra que os he entregado a través del entendimiento humano en este Tercer Tiempo, ha obrado el milagro de unificaros, de levantaros llenos de ahínco y de fe en mi Divinidad, al manifestarse ésta, plena de verdad y de enseñanza. Porque vuestro espíritu se sentía cansado de las doctrinas terrestres; vuestra planta fatigada de recorrer los caminos en busca de la paz, del amor y la verdad. Vuestras manos también se encontraban fatigadas de trabajar las tierras, sin llegar a recoger una cosecha que diera satisfacción a vuestro espíritu. 14. Así fue mi voluntad, oh pueblo, que recorrierais los senderos, que probaseis los frutos, que llamaseis a distintas puertas, y que conocierais el corazón de los hombres de distintas razas y linajes; que entresacarais del contenido de los libros las distintas filosofías, doctrinas y teorías; que llegarais a conocer la vida humilde de la Tierra con toda su miseria y dolor. Que supierais de la falsa opulencia de este mundo con sus placeres y su grandeza engañosa, que oyerais la voz de los hombres y conocierais su inspiración, que recogierais lo bueno y lo malo que ellos os han brindado a través de los tiempos; para que después de esta jornada, llegarais a encontrarme como el postrero que llega a las puertas de vuestro corazón, como el último que cruza en vuestro camino, el último de los peregrinos que pasa a vuestro lado y os pregunta: ¿A dónde vais? ¿De dónde venís y qué es lo que buscáis? Y que entonces vosotros, sin soberbia y sin grandeza, doblegados por el dolor y fortalecidos por la experiencia, iluminados y templados por la lucha, al instante me reconocierais, me abrierais vuestro corazón confesando vuestra pequeñez, manifestándome que sólo Yo puedo comprender vuestro dolor, vuestros fracasos y también vuestros anhelos. 15. He aquí la razón por la cual la mayor parte de los que vienen a Mí, al escuchar mi palabra se sienten cautivados por esta esencia, sienten que les contemplo hasta el fondo de su corazón y experimentan mi amor que les envuelve. Y es que me estabais esperando, sabíais que después de las grandes luchas, de los grandes combates de la existencia, después de esa noche tenebrosa en la cual habéis vivido, había de surgir la luz de un nuevo día. Sabíais que después de apurar hasta las heces vuestro cáliz de amargura, vendría alguien que lo había de llenar de dulzura; porque la esperanza, la confianza en mis promesas que en otros tiempos os hice, no se había extinguido en vuestro espíritu, la flama se había conservado en vuestro corazón y aún aquellos que han negado que sea Yo el que se comunica en este tiempo, no lo han hecho con su espíritu sino con su materia, ignorante e insensible a las manifestaciones espirituales, que no sabe de Mí. Mas Yo que conozco a todos les he dado a esos incrédulos, a los reacios de cerviz un tiempo más, porque sé que no es su espíritu el que me niega, y lleno de mi luz ha de levantarse y libertarse de las cadenas de su propia envoltura para que pueda mirarme y sentirme, y exclamar como Pedro, en el Segundo Tiempo: "En verdad, Tú eres el Hijo del Dios vivo". 16. De párvulos os estoy convirtiendo en discípulos, porque después de haberme oído os confiaré un Libro de Sabiduría, para que con él enseñéis a vuestros hermanos y llevéis la buena nueva a los moradores de vuestra nación y después a las demás naciones. Si aprendéis de Mí, seréis mansos y humildes, no os limitaréis a sólo analizar mi palabra, ni a hablar con palabra elocuente para con ella sorprender a las multitudes, si no que vuestras inspiraciones y análisis, vuestras palabras claras y profundas serán confirmadas con obras que serán el fruto de vuestra comprensión. No quiero que esas obras broten tan sólo de vuestro entendimiento, sino que sean dictadas por vuestra conciencia a vuestro corazón, que es donde se encuentra sembrada la simiente de amor. 17. Entonces sí lograréis convertir a la humanidad, porque después de encontrarse hastiada de palabras huecas, enferma y cansada por la falsedad de las diversas doctrinas e ideas, buscará una enseñanza que le hable del verdadero amor, de caridad y de paz; que haga luz en las tinieblas y derrame bálsamo en donde exista el dolor, que transforme a los que llevan en su ser degeneración espiritual o moral. Entonces sí triunfará mi Doctrina y crecerá el número de los que me siguen llevando su estandarte de paz, unión y buena voluntad. 18. Quiero que aprovechéis debidamente este tiempo, que el espíritu enseñe y estimule a la envoltura, que la doblegue y llegue a convertirla en su propio instrumento, en su sierva humilde; que no sea la carne la que venga a rendirme el culto que debe ofrecerme el espíritu; que no se interponga entre vuestro espíritu y el Mío, porque entonces la purificación será continua y lo que siente la materia llegará al espíritu, porque éste no sabe sobreponerse todavía al dolor y a las flaquezas. Espiritualizaos sin llegar a caer en fanatismo y veréis cuánta paz experimentareis, cuánta fortaleza impartiréis a vuestro corazón y cuán fuertes seréis ante las acechanzas del dolor, de la vejez y las enfermedades. 19. Esta es mi enseñanza. ¿Quién de vosotros no alcanza a comprenderla? Es clara como la luz del día y esa luz todos podéis mirarla. Os estoy entregando esta lección para que la grabéis indeleblemente en vuestro espíritu, porque ella os dará fuerza mañana, cuando las pruebas se ciernan sobre vosotros. 20. En esta Tierra siempre ha existido la lucha entre los hombres, la guerra, la discusión, la división. Desde los primeros tiempos siempre se han levantado las ideas de unos en contra de las de los otros; y así miráis que en contra de la virtud, se ha levantado la maldad; ante la justicia, la injusticia; ante la voz del espíritu, la de la carne; ante un conocimiento, otro más. Y aquéllos que han propagado mi Doctrina espiritual desde los primeros tiempos, han encontrado como adversarios a los hombres de ciencia. Todavía en este Tercer Tiempo contemplo estas luchas entre los hombres, pero ha llegado el día en que Yo diga la última palabra. 21. Toda sabiduría, conocimiento o ciencia ha brotado de Mí. Yo preparé este planeta para que fuese morada de espíritus encarnados, y antes de enviaros preparé este mundo con gracia, con amor y sabiduría. Deposité en las entrañas, en la superficie, en todo, los elementos necesarios para vuestra vida, para la conservación, el placer y la satisfacción de mis hijos. Para que descubrieseis en el seno de esta Naturaleza todas las fuentes de vida, todo lo que se encontraba envuelto en el misterio o guardado en profundo arcano; os di talento, os iluminé y os entregué el don de la ciencia, para que mediante ese talento y conforme a vuestras necesidades, evolución y pruebas, fueseis la fuente inagotable de vida y de sabiduría. 22. Todos habéis gozado de ese don de la ciencia, pero he escogido a algunos para darles grandes misiones, para que descubriesen todo aquello que hiciere bien al espíritu y entonces os ofreciesen del agua inagotable de esa fuente y os ayudaran en vuestra vida y dicha terrestre. A esos escogidos les confié también la intuición de la vida espiritual, de aquella que se encuentra más allá de las ciencias, por encima de esta Naturaleza terrestre, y por eso desde los primeros tiempos el hombre me ha rendido culto y ha presentido la existencia de un ser universal, de un Dios poderoso, omnipotente y Creador, que os tiene reservada una vida elevada, que está más allá de este mundo; una vida en la que brillará la conciencia, el amor, la luz y la razón, porque todo esto forma parte de vuestro espíritu. Y aunque todos tenéis esa intuición que os habla incesantemente de estas facultades, fue menester que enviase entre vosotros a espíritus de gran potestad para que viniesen a revelaros los más grandes misterios; que abriesen brecha a los espíritus y los condujesen a Mí por los más cortos y certeros caminos. Ellos son los profetas, los patriarcas y los enviados de todos los tiempos. 23. He aquí, que trayendo unos la misión de dar luz a los espíritus, y otros de dar a conocer la ciencia, se han levantado unos en contra de otros a través de los tiempos, sin pensar que no son misiones opuestas, sino que ambas se complementan. Mi luz ha sido derramada en todos los seres para que comprendáis vuestra misión y toméis respetuosamente la parte que os corresponde. 24. Si habéis oído de Mí que censuro la obra de los científicos, que reclamo a la ciencia, eso se debe a que esa fuente de vida, esas revelaciones que les he hecho, algunos no las han utilizado para el bien y el adelanto de la humanidad, sino que las han puesto al servicio del mal y de la destrucción. Mas todos aquellos que hayan cumplido su misión, que hayan penetrado con humildad, elevación y respeto para descubrir lo que haya sido mi voluntad revelarles, en ellos me he derramado, me he complacido y mirad cuántas obras benéficas han hecho. 25. Vuestra vida material ha evolucionado; ya no es la misma de los tiempos pasados, y a medida que vuestros pasos os han ido llevando por el camino de la evolución, habéis encontrado los frutos de la ciencia concedidos a todos los que han cumplido su misión. A los que han equivocado mi mandato y penetrado en mis arcanos para descubrir los misterios de la Naturaleza, a los que han tomado la fuerza de los elementos tan sólo para utilizarla en obras de destrucción y de muerte, les censuro y les hago un llamado, porque he venido a ordenar y a encauzar a todos los elementos, y todo debe ser restaurado y vuelto a su lugar. 26. Llegará un tiempo en que la humanidad sabrá distinguir la luz divina, la sabiduría permitida por Mí, y llegará a reconocer que Yo soy la fuente de donde han brotado todas las naturalezas, que en Mi se encuentra la simiente y el fruto, y que de todo esto os he participado para que hagáis una vida digna de vuestro espíritu y de mi Divinidad. 27. Y es en ese tiempo de espiritualidad, que ahora os anuncio, en el que los hombres pondrán su fuerza mental al servicio del espíritu, y la misma ciencia se inclinará ante su luz. ¿Cuándo llegará ese día? Vosotros estáis preparando el camino para que la humanidad pueda llegar a esa meta, porque la obra que os he encomendado tiene una misión universal. 28. Los hombres, sin apartarse de sus deberes, de sus misiones en el mundo, pondrán al servicio de mi causa divina su ciencia, su fortaleza, su talento y su corazón. Buscarán los goces sanos, los que sean saludables para su espíritu y su materia. Lucharán por su regeneración y por su libertad, no se contaminarán, no tomarán lo que no les sea necesario. Será entonces cuando desaparezca de la Tierra la maldad, la frivolidad; entonces el espíritu habrá alcanzado el dominio absoluto sobre su envoltura, y habitando todavía en una materia hará una vida espiritual de amor, de fraternidad y de paz. 29. Ese será el tiempo en que las guerras desaparecerán, cuando haya respeto y caridad de unos a otros, cuando reconozcáis que ya no podéis disponer de la vida de un semejante, ni de la propia; sabréis entonces que no sois dueños de vuestra vida, ni de la de vuestros hijos y esposos, ni de esta Tierra, sino que Yo soy el dueño de toda la Creación; pero que siendo vosotros mis hijos muy amados, sois también poseedores de todo lo que es Mío. Y siendo Yo el dueño y poseedor de todo lo creado, soy incapaz de dar muerte a mis criaturas, de herir o causar dolor a nadie. ¿Por qué entonces los que no son dueños de la vida han tomado lo que no es suyo para disponer de ello? 30. Cuando esta enseñanza sea comprendida por los hombres, habrán escalado en su evolución espiritual y este mundo será una morada de espíritus adelantados. No sabéis si después de este tiempo volveréis a habitar este planeta. Yo señalaré a aquellos que habrán de mirar esos tiempos de gracia, a los que habrán de venir a contemplar este valle que en otra época fuera un valle de lágrimas, de destrucción y de muerte. Esos mares, montes y campos que fueran testigos de tanto dolor, después estarán convertidos en una morada de paz, en una imagen del Más Allá. Yo os he anunciado que cuando las luchas cesen, mi Reino estará ya cerca de vosotros y que vuestro espíritu florecerá en virtudes; mi Doctrina estará presente en todos los espíritus y por conducto de hombres y mujeres me manifestaré. 31. Los dones espirituales se desarrollarán; el don de palabra, de curación y de comunicación de espíritu a Espíritu llegarán a ser asombrosos en los hombres de esos tiempos. 32. La ciencia no se detendrá en su camino, y el científico penetrará en mi Doctrina para estudiarla y se maravillará con mis revelaciones, e inspirado por ellas hará obras benéficas que llevarán al adelanto y al progreso, no sólo a la humanidad, sino al espíritu de encarnados y desencarnados. 33. Si en los tiempos pasados y en los presentes ha gozado mi Espíritu contemplando las obras de mis hijos, ya sean éstas espirituales o materiales, obras bellas que han brotado del corazón, de la sensibilidad o de la inteligencia, cuán grande será mi gozo cuando no sean tan sólo unos cuantos los que se encuentren con su espíritu elevado, sino que sea la humanidad en su conjunto la que esté practicando el amor. Entonces ya no habrá lágrimas, luto ni orfandad en los hogares por causa de las guerras, y sólo será la fe, la salud, la fuerza y la armonía las que persistirán en la vida de los seres humanos en esos tiempos de dicha reservados a este planeta. 34. Vosotros sois las primeras generaciones que han recibido la Buena Nueva de este Tercer Tiempo y debéis ser los que preparen el camino para todos aquellos que habrán de venir después de vosotros. Allanad los abismos, apartad las piedras del camino para que dejéis como herencia la buena voluntad, la fortaleza, los buenos principios. 35. No sois vosotros los que vais a llevar mi Obra a su culminación. No está entre vosotros aquél que ha de unificar al pueblo de Israel. El establecimiento de mi Doctrina en todo el mundo no lo contemplaréis en lo material. Esa obra la haré Yo, porque si entre vosotros se llegara a levantar alguno que doblegara la reacia cerviz de mi pueblo y lograse su unificación, ese hombre se engrandecería o no soportaría las pruebas que sobre él vendrían. 36. Más Yo, el fuerte, el que ama y perdona, os uniré a los unos con los otros. Prueba tras prueba os enviaré, a fin de que ellas os pulimenten y os identifiquen en el mismo ideal espiritual. 37. No quiero que mi pueblo prepare una nueva cruz para Mí, un cadalso o un tribunal. Quiero morar en su santuario interior, quiero ocupar mi trono en el espíritu de mi pueblo, para comunicarme a cada instante con él y esperarlo en mi morada eterna, en mi trono universal de humildad, en mi sitial de Padre amoroso; cuando ya todos llenos de méritos, de cumplimiento, fortalecidos por la lucha y acrisolados por la virtud, lleguéis a Mí, dignamente, para recibir vuestro galardón. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 232 1. Pueblo escogido, que estáis escuchando mi palabra a través del entendimiento del hombre, que habéis sido preparado a través de los tiempos para marchar delante de la humanidad: todo os ha sido concedido por mi gracia. He descendido a vosotros porque os amo y vengo a confiaros la tercera parte del Libro, en el que están contenidos los mandatos, la Ley para vosotros y para la humanidad. 2. El mundo se agita enmedio de una tempestad y ha perdido el rumbo. No se ha levantado a buscar el camino certero, se ha conformado con vivir, buscando lo necesario para el sustento de su cuerpo y ha olvidado en el fondo de su ser al espíritu, a quien he confiado una misión muy alta. Yo he aparecido entre vosotros y os he sorprendido viviendo en medio del caos, y mi palabra os ha dicho: Deteneos, volved al cumplimiento, tomad vuestra cruz, seguidme y la paz será entre vosotros. 3. En este tiempo os he preparado derramando a raudales mi luz en vuestro entendimiento. Desde vuestros primeros pasos habéis sido firmes, y esa fe, ese amor a mi Obra, os anima para hablar en mi nombre a vuestros hermanos. Muchos os escucharán y vendrán a Mí, hambrientos y sedientos de amor; otros se acercarán en busca de alivio a sus males; otros acudirán llevados tan sólo por su curiosidad, y Yo os prometo que todos alcanzarán, a todos concederé una prueba, porque Yo me complazco, en entregar al hijo una señal de que he escuchado su petición. 4. Después de mi partida, seguiréis preparando los corazones; los apartaréis de la ignorancia, de las creencias erróneas, del fanatismo. Mas ¿Cómo podréis ser maestros de vuestros hermanos? ¿Cómo podréis alcanzar la humildad, la justicia y la rectitud? Orando y cumpliendo con mi Ley. No aparentéis ser hombres justos, porque justos todavía no lo sois. Mostraos como párvulos o como discípulos míos, que lucháis por perfeccionaros cada día. Y cuando llenos de abnegación en el cumplimiento os contemple, acercaré a vosotros a multitud de hermanos vuestros señalados por Mí, para recibir el conocimiento de mis últimas revelaciones. 5. Voy a escoger de las sectas que los hombres han formado, que son ramas desprendidas del Árbol de la Vida, a los ansiosos de espiritualidad, a los que me buscan en forma imperfecta, pero que me aman; a los que pronuncian con unción mi nombre y me presentan actos de amor, de humildad y reconocimiento. Vengo como el buen pescador en busca de corazones, y si hoy el número de los que me siguen es corto, mañana se multiplicará. Ya se acerca la hora en que las pruebas convencerán al mundo de que Yo he venido a dejaros mis legados de amor, y vosotros, como testigos de estas revelaciones, hablaréis con justicia. 6. No hagáis distinción alguna entre vuestros hermanos; en el ideal espiritual se unirán todas las razas y condiciones humanas. 7. Presentadme las necesidades de vuestros hermanos. Cuanto más pecadores, son más dignos de mi amor y caridad. Ya se acerca el tiempo en que mi Doctrina se extienda y los labriegos vayan a distintas comarcas. Ellos se establecerán por mi voluntad, en los lugares donde mi palabra ha de derramarse en los corazones que Yo he preparado como tierra fecunda, dispuesta a recibir en su seno la simiente divina. Ahí está vuestro trabajo. Yo os hago responsables de una porción que he de poner a vuestro cuidado, cuando os contemple fuertes y dispuestos. 8. La buena nueva llegará a los hombres de toda doctrina o secta. Todos sabrán de mi venida en el Tercer Tiempo como Espíritu Santo. Llegará el tiempo en el que estas revelaciones serán manifestadas plenamente y por esta causa harán guerra en contra de vosotros; mas no temáis, mi luz no será opacada. Será entonces cuando brille con mayor esplendor mi palabra de este tiempo. 9. Os preparo como afanosos labriegos en la campiña. El verbo será abundante en vuestros labios. Hablaréis muchas veces de lecciones desconocidas para vosotros; serán las nuevas inspiraciones que vendrán de mi Espíritu a vuestro corazón preparado. Vuestros hechos corroborarán siempre vuestras palabras. Que todos vuestros actos sean sinceros para que seáis creídos. Yo os contemplaré y juzgaré vuestras obras. 10. Recordad las costumbres puras de Israel de los primeros tiempos y volved a ellas. Su salud y su fuerza provenían de su obediencia y acatamiento a mi Ley. De ese pueblo brotaron hombres ejemplares, patriarcas y profetas. Ahí tenéis a Abraham, a Isaac y a Jacob que son el tronco de vuestro linaje. Ellos fueron probados en su espíritu y en su materia y la fuerza no les abandonó. Era menester que aquéllos que habían de dar vida al pueblo de Israel, diesen un ejemplo de fortaleza y amor a todos sus descendientes. Vosotros reconoceréis vuestra fuerza y virtud en la hora de las grandes pruebas. 11. Estoy preparando a los espíritus que han de seguir inspirando al pueblo después de mi partida. Ellos velarán por las enseñanzas fundamentales de mi Obra, y vosotros les oiréis y respetaréis. 12. Cumplid en la presente etapa vuestra misión y después las generaciones venideras continuarán vuestra obra. Siempre enviaré a la Tierra seres de grande elevación para que velen por la Ley, por la esencia de mi Doctrina. 13. Sed conformes con vuestras obras. El que no ha alcanzado lo que me pide y cree que es para su bien, Yo le digo: sé vuestro destino y eso que me pedís, no hará vuestra felicidad, sólo os dará amargura. Pensad en vuestra restitución; en la Tierra no saborearéis la paz perfecta, sólo el cumplimiento os dará tranquilidad hoy; y mañana, cuando os encontréis en la vida espiritual, me diréis: Padre, supisteis guiarme como convenía a mi espíritu, pues si me hubieses concedido lo que os pedía, me hubiese desviado, o hubiese retardado mi llegada a Ti. 14. Os he dado en este tiempo la luz de mi palabra, para que luchéis por la paz del mundo y para que vuestro espíritu escale un paso más en el camino de perfección. Os he hecho comprender los dones que posee vuestro espíritu, para que domine todos los obstáculos y adversidades que se crucen a su paso. Os he hecho comprender que este tiempo de amarguras que vivís, es tiempo de expiación, que cual cáliz debéis apurar con conformidad y fe. 15. Así he venido de lo infinito a libraros de las cadenas que os oprimían. 16. En esta Tercera Era, he reunido a todos los que recibieron en los tiempos pasados la misión de dar a conocer mi verdad a la humanidad, para que ésta alcance mis bendiciones. 17. Para esto os he dado nuevas revelaciones. 18. Asimilad mis enseñanzas, para que las podáis practicar, más cuando salgáis de estos recintos que son como árboles para los caminantes y bajo los cuales oísteis trinar la alondra, no os encaminéis en pos de placeres superfluos, en vez de buscar el recogimiento para meditar, porque la esencia espiritual que del Maestro recibisteis, se esfumará de vuestro corazón. 19. Las pasiones como aires huracanados son las que arrebatan de vuestro espíritu esa gracia con la que vengo a revestiros y al despojaros de ella, dejáis que la debilidad y las enfermedades se apoderen de vuestro ser. 20. Elevad la oración de vuestro espíritu al infinito, para que forméis un ambiente de paz en torno a la humanidad. Cuando contempléis a vuestros hermanos bajo el peso de mi justicia, haced méritos y su pena será acortada. Orad por el mundo cuando escuchéis la voz de los elementos, no busquéis el refugio solamente para vosotros; si os preocupáis por vuestros hermanos en la hora de aflicción, olvidándoos de vosotros mismos, Yo os protegeré. Vosotros proteged con vuestra oración y vuestra caridad a la humanidad. 21. Creed en la fuerza de la oración, mas debéis saber que para que ella llegue a Mí, debe ser ante todo sentida. 22. Si ya tuvieseis una fe grande y verdadera, estaríais haciendo prodigios. Apresuraos, porque llegará la hora en que os debéis levantar a llevar el conocimiento de esta Obra por los caminos de la Tierra. Para entonces no debéis temer a la justicia de los hombres, ni deberá preocuparos la calumnia. 23. Habéis avanzado en la senda, volved vuestra faz y mirad vuestro pasado. Atrás quedó el materialismo, el orgullo, las bajas pasiones, la idolatría, la ignorancia, el pecado. 24. Más perseverad aún en el camino, para que alcancéis mayores progresos espirituales; entonces experimentaréis en vuestro corazón la paz de la Tierra Prometida. 25. Este es el día en que el espíritu del pueblo escogido recibe la inspiración y su entendimiento se ilumina para poder comprender las lecciones que estaban guardadas en el gran Libro de la Vida que Yo había de mostrarle según mi palabra dada en los tiempos pasados. 26. Y vosotros para venir a Mí, habéis dejado el mundo, os habéis purificado y ya preparados, habéis orado para recibir mi rayo universal; él ha bañado vuestro espíritu y bajo su influencia han despertado vuestras facultades y han vibrado las fibras más sensibles de vuestro ser. Habéis visto surgir desde el fondo de vuestro corazón, muchos sentimientos que hasta hoy os eran desconocidos, que os han hecho mirar esta vida de una manera diferente. Y una vez que habéis sido ya capaces de darle paso al amor y a la caridad, os sentís fuertes para abarcar grandes obras y comprender a grandes multitudes de hermanos vuestros. Queréis multiplicar vuestros cuidados con los necesitados y enviar con vuestro pensamiento mensajes de luz a los que están distantes de vosotros. Todo eso lo podéis hacer, porque he descubierto ante vuestro espíritu un vasto campo en donde podéis trabajar. 27. Vuestros dones no tienen límites, no se agotarán aún cuando lleguéis a suponer que ya habéis entregado todo vuestro caudal. Cuanto más deis a los demás, más se multiplicará vuestra heredad. Vuestra misión en todos los tiempos ha consistido en laborar por la paz e interceder por el mundo. 28. Os he probado para que tengáis confianza en vosotros mismos, para que sepáis de lo que sois capaces. En cuantas ocasiones en que habéis estado indecisos, o que os ha faltado la fe, o en aquellas en que habéis desconfiado de vuestra fortaleza, os he enviado la prueba que necesitáis y por ella habéis obtenido la respuesta. Prueba tras prueba os he hecho pasar, mas antes os he preparado, porque nunca he querido sorprender a nadie. 29. Estoy dirigiendo vuestros pasos, os estoy rodeando de un ambiente de paz, en el cual podáis estudiar y profundizaros en mi Doctrina. Y cuando ya estéis preparados, quedaréis al frente del pueblo que ha de resurgir en este tiempo. Hoy aún no brillan vuestras obras; pero mi pueblo ha de fortalecerse en la virtud, ha de luchar en contra del materialismo, para ayudar a la humanidad a encontrar el camino seguro que la ha de conducir a Mi. 30. Ya habéis gozado de la paz de mi Espíritu, cuando os habéis elevado haciendo comunión conmigo; pero la paz perdurable aún no es de vosotros. Estáis en el principio del camino y sólo vuestros méritos os darán la inefable alegría de acercaros a Mí, Yo multiplicaré vuestros frutos, y acortaré la senda, para que lleguéis pronto a Mí. 31. Habéis sido de los primeros en recibir este mensaje divino y quiero que sepáis transmitirlo a los demás. Esta humanidad que hoy duda y desconfié, creerá. Le he dado bastantes pruebas en este tiempo y todas ellas le hablan de Mí. Aún permanecerá sorda unos instantes más, después oirá el llamado que le hago, se sentirá atraída por mi enseñanza, querrá descubrir lo que le espera al espíritu después de esta vida y la respuesta la encontrará en el Libro que a todos dejo: El Libro de la Vida. Todos llegarán a poseer la luz, porque ésta es patrimonio divino, es la herencia que os pertenece y que a nadie le será negada. A todos los enseñaré, lo mismo al que sabe cumplir e interpretar justamente mis mandatos como a los que me desobedecen. 32. Cuando habéis escudriñado vuestras obras, y llorado al ver el escaso fruto que habéis conquistado, aflige al espíritu darse cuenta de lo distante que estáis aún del final que os tengo destinado, y recordáis aquella profecía que os fue dada en la que se os decía: "Si Israel no trabaja por su unificación, se hará sentir una nueva guerra, y una vez más llorará la mujer y derramará su sangre el hombre, y habrá luto, necesidad y hambre en los hogares y el espíritu sufrirá". 33. Por eso os digo que no os desconozcáis unos a otros, no hagáis obras de división. Mi enseñanza tiende a unificar a todos los espíritus, a acercarlos, para que podáis identificaros y reconocerme todos como vuestro Padre. 34. Dejad por ahora vuestro fardo de pesares, venid a Mí sin dudas ni temores, confiad plenamente y dejad que haga en vosotros mi voluntad. Yo sé lo que pasa en vuestro interior y os doy la fortaleza que necesitáis. 35. Yo soy el principio y el fin de todo lo creado. Por mi voluntad habéis venido a este mundo y por mi voluntad lo dejaréis. 36. Vengo cual Padre cariñoso a daros mi perdón porque aún sois débiles. 37. Esta vida os ha sido confiada como una oportunidad para que vuestro espíritu haga méritos, por lo tanto, todos los pensamientos y actos humanos debieran ser dentro de mi Ley de amor y justicia; pero los hombres se han apartado del camino que les señala mi Ley, y ha sido necesario volver a ellos para recordárselos; con ese fin he venido a comunicarme con vosotros en este tiempo. El objeto de que vengáis a escuchar mi palabra, es el de que profundicéis en mi Doctrina y os preparéis para la vida espiritual. No vengáis por curiosidad, por obligación o porque así creáis cumplir. Venid con el anhelo de encontrar en cada nueva lección una revelación más, una enseñanza más. Aprovechad mi presencia, así estaréis más preparados para cumplir vuestra misión. 38. Si habéis sido sanos de cuerpo, si habéis tenido satisfacciones y comodidades o si habéis soportado enfermedades, vicisitudes y pobrezas, todo eso queda aquí en la Tierra, donde termina la jornada humana y principia la vida del espíritu. Por la elevación del espíritu habéis luchado y habéis tenido que sufrir y sujetar vuestra materia. Por eso os digo: Escuchad bien, interpretad mejor y analizaos a vosotros mismos para que encontréis la verdad. 39. Y cuando encontréis a los que digan que estáis practicando una nueva doctrina, les diréis que únicamente habéis dejado las prácticas religiosas que pertenecen al culto externo y que os habéis apartado del fanatismo. 40. Mi obra será reconocida en todo el mundo, porque así como en otros tiempos envié profetas para anunciar mi venida, así en este tiempo enviaré mis nuevos profetas a dar a conocer mi enseñanza y anunciar el reino que se aproxima a todos los hombres de buena voluntad. 41. Cada revelación ha sido de acuerdo con la capacidad espiritual de la humanidad y con el tiempo en que ha vivido. Hoy he venido en esta forma, mañana os hablaré en forma más elevada. Esta manifestación está por terminar, cesará al finalizar 1950; entonces se levantarán mis discípulos como maestros, los cuales no se sentirán solos porque en la luz de su conciencia, esa parte de mi Divinidad que hay en cada uno de vosotros, estoy Yo para hablar, para perdonar, para amar y enseñar. 42. Dentro de esa conciencia será libre vuestro espíritu, pues ni de recintos necesitará para entregar mi Doctrina. Hablaréis donde la ocasión se presente y vuestra vida será el santuario donde me rindáis culto con la pureza de vuestras obras. 43. Aun cuando en el presente os parezca imposible cimentar la paz entre la Humanidad, Yo os digo que la paz se hará y aún más, que el hombre practicará la espiritualidad. 44. Muchas calamidades sufrirá el mundo antes del establecimiento de ese tiempo; pero esos sufrimientos serán para bien de la Humanidad, tanto en lo material como en lo espiritual; serán como un "hasta aquí" a la carrera desenfrenada de maldades, egoísmos y lujuria de los hombres. Así vendrá un equilibrio, porque las fuerzas del mal no podrán prevalecer sobre las fuerzas del bien. La purificación tiene apariencia de castigo sin serlo, porque viene siempre a tocar lo más sensible, lo más delicado y querido; pero en realidad es medio de salvación para el espíritu alejado o perdido del camino. Quien juzga materialmente, no puede encontrar nada útil en el dolor; quien juzga que lleva consigo un espíritu que vive eternamente, extrae, del mismo dolor, luz, experiencia, temple y regeneración. 45. Si pensáis espiritualmente, ¿Cómo podéis creer que el dolor sea un mal para la Humanidad, si viene de un Dios que es todo amor? 46. El tiempo pasa y llegará un instante en que esas grandes pruebas comiencen a aparecer y huya del mundo hasta el último resto de paz, que no retornará hasta que la Humanidad haya encontrado el camino de mi Ley, escuchando esa voz interior que le dirá a cada momento: ¡Dios existe! ¡Dios está en vosotros! ¡Reconocedlo, sentidlo, reconciliaos con Él! 47. Será entonces cuando el orden de vuestra vida cambie, desaparecerá el egoísmo y cada quien será útil a los demás. En mi justicia se inspirarán los hombres para hacer nuevas leyes y gobernar con amor a los pueblos. 48. Llevad pronto mi mensaje a la Humanidad, para que aproveche mis enseñanzas y advertencias; el hombre reconocerá que esta palabra en verdad fue una profecía, y que Yo todo lo tenía previsto. 49. Cuando ese mar revuelto haya aquietado sus aguas y se hayan calmado los vientos; cuando ya no existan epidemias que azoten a los pueblos y las plagas hayan sido exterminadas, entonces principiará la era de paz para la Humanidad. 50. Vosotros oraréis y pediréis por este mundo, que habrá de pasar la más grande de sus pruebas y tendrá que apurar un cáliz muy amargo. 51. ¡Cuántos que hoy creen tener fe, al contemplar aquellas calamidades temblarán! ¡Cuántos que os creéis fuertes, iréis a ocultar vuestra cobardía! Os estoy preparando para que estéis conscientes de vuestros actos, llegada la hora, y podáis cumplir la misión que os he confiado. 52. Todo misterio os ha sido esclarecido en este tiempo, aún el de la Trinidad de manifestaciones de mi Divinidad, que en breves palabras repetiré. 53. El padre, Dios, no tiene figura, no tiene límite, ni principio ni fin, lección que no llegaríais a comprender, pues cuando más decís: Dios es el Creador de Todo, la luz, la fuerza que sostiene al Universo, la vida que palpita en todos los seres. 54. ¿Y el Hijo? El Hijo es el Verbo, es la potencia de Dios, que se limitó en un hombre perfecto: Jesús, para que en Él habitara el amor del Padre. 55. Si el Espíritu Divino fue en Jesús, éste fue hombre y fue Dios; hombre por su naturaleza material, Dios por su naturaleza espiritual. En cuanto hombre tuvo manifestaciones propias del ser humano: sentía y sufrió como hombre; mas el conocimiento que tenía de su propia misión y su fortaleza espiritual, le hacían sobreponerse a las necesidades materiales y a las tentaciones. Todo lo que no estaba en armonía con su misión, era desdeñado por Él. Así a través de aquel varón justo y puro, pudo manifestarse Dios como hombre. 56. Habiendo concluido Jesús su misión, retornó al Espíritu Divino llevando en si la huella de la vida humana, las pruebas a que se sometió a sí mismo en cuanto hombre, por eso es que el Hijo siendo el amor del Padre, tiene algo de cada uno de vosotros y os sentís comprendidos sabiendo que vivió en vuestro mundo y pisó el mismo polvo que vosotros pisáis. 57. Mas el Padre y el Maestro son un mismo Dios. 58. Y el Espíritu Santo, puedo deciros que es la forma más elevada en que ese mismo Ser se manifiesta a todos los hombres, quienes poseen en su conciencia una chispa de la misma naturaleza del Creador. 59. Entonces, el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo, son una misma potencia, una sola voluntad, no tres personas, sino un solo ser divino que ha tenido que manifestarse bajo diversas formas a sus hijos para llegar a ser comprendido. 60. Ved cuánto amor hay en vuestro Dios, que siendo toda omnipotencia, no se detiene para limitarse, para que podáis sentirlo y contemplarlo. Que se multiplica para mostraros que no sólo es vuestro Hacedor y Juez, sino al mismo tiempo vuestro Padre, vuestro Amigo, vuestro Hermano, vuestro Maestro. 61. Vosotros decís: ¿Cómo es posible todo esto? Sois aún pequeñas criaturas ante las cuales vengo a limitar mis explicaciones poniéndolas al alcance de vuestro entendimiento. 62. Yo os perdono y os doy mi bendición. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 233 1. La luz de mi Espíritu sea con vosotros. 2. Discípulos, que venís luchando con vosotros mismos, que aspiráis a la eternidad espiritual, que no estáis satisfechos de vuestras obras; preparaos, porque si bien es cierto que no habéis alcanzado lo que vuestro espíritu anhela, ni habéis contemplado el fruto de vuestra labor, Yo os digo que habéis logrado elevación y adelanto. Esto vais a confirmarlo en aquella vida que os espera en la que tendréis pleno conocimiento de vuestro progreso espiritual. Ahí será donde sintáis que el amor del Maestro en verdad se ha infiltrado en vuestro ser y que el sentimiento de caridad hacia los que sufren, se ha acrisolado en vuestro espíritu. Esa será la cosecha recogida por vosotros después de las diferentes reencarnaciones que habéis tenido. 3. El valle espiritual se poblará de espíritus de luz, cuyas virtudes estarán al servicio del bien y del progreso de la humanidad. 4. Quienes en este mundo realmente se preparen y lleven su misión con verdadera caridad y amor, no aspirarán a contemplar la realización de su obra para escuchar el clamor del triunfo, porque el que a esto aspire, aún tiene mucho de materia y muy poco de espíritu. 5. Si os he dicho que deis a vuestra materia la importancia y el lugar que tiene en vuestro destino, me he referido a que sepáis conducirla para que ella sea instrumento para vuestro perfeccionamiento; porque es vuestro espíritu el que tiene que llegar a Mí. 6. Ved cuán simple es mi Doctrina en todas sus fases, por eso os digo que nunca busquéis complicarla. Mirad cómo os facilito la forma de cumplir con ella, mas a medida que veo que os compenetráis de mi enseñanza, os hago sentir la responsabilidad que con ello adquirís. Cuanto más ignorante de mi enseñanza se encuentre un hombre, menor es su responsabilidad. 7. ¿Por qué hay quienes habiendo estado conmigo me abandonan? ¿Por qué llegan a cambiarme por satisfacciones que hacen daño a su espíritu? Y cuando les alcanzo en su camino y les llamo, llegan en su ingratitud a decirme que nunca me han visto ni me han sentido. Qué pronto han creído haber olvidado al que marcha con ellos paso a paso, al que les ha acompañado en las horas de prueba y en las vicisitudes; al que ha llevado en esos instantes el corazón atormentado, la armonía celestial de mi caricia y de mi paz divina que le dice: Venid a Mí, descansad en Mí; seguidme, Yo soy el Cielo que buscáis. En ese instante, aquél corazón se ha sentido embargado de emoción porque ha comprobado que el hombre no está solo en su camino y ha brotado de él una oración de amor que es acción de gracias al Maestro. ¿Es posible que alguien pueda olvidar estas pruebas de mi amor? ¿Es posible que después de recibirlas haya quien niegue haberme sentido? 8. Vosotros que me estáis oyendo, me preguntáis: Maestro ¿Cómo puedo saber lo que es bueno y lo que es malo? A lo cual os respondo: Yo soy la justicia divina y como justicia me manifiesto en cada uno de vosotros por medio de la conciencia que es luz de mi Espíritu Divino. Esa es la voz de Dios dentro del hombre, y como en el hombre existen facultades que lo capacitan para interpretar y entender esa voz, sus llamadas y sus juicios, no podrá justificar que no conoce el camino del bien, que es la Ley del amor y la justicia. ¿Cuáles son esas facultades o atributos que permiten al hombre escuchar la voz de su propio guía y juez? La intuición, la razón, los sentimientos. 9. Por eso es que quien obra mal, no es que carezca de oídos para escuchar esa voz, es que los ha cerrado para no escuchar su propio juicio. No es que no tenga ojos para contemplar el buen camino, es que voluntariamente se hace ciego para caminar por el sendero que ha creado bajo su propia voluntad. 10. Os digo a vosotros: ¿Por qué callar la voz dulce y armoniosa de Dios que os habla a través de vuestra conciencia, si ella siempre os guía con certeza por la senda del bien? 11. Es la carne muchas veces la que como un denso velo no os deja mirar la luz de la verdad, por eso os digo, que escucharéis aquella voz con toda claridad cuando os encontréis libres ya de la materia. Y aquel instante puede ser el de la suprema felicidad para el espíritu, que llegó al cumplimiento de su misión en la Tierra o también el de infinito dolor, al comprobar sus faltas y ver sus manchas, que le harán desear una nueva materia, como una oportunidad para empezar el camino. Ahí la justicia del Padre, que tiene como principio el amor, se manifiesta en poder, concediendo al espíritu un cuerpo humano más, donde cumplir su destino. 12. Como ésa, cuántas oportunidades os he confiado a cada quién para que al cabo del tiempo lleguéis a Mí, ya que como hijos me pertenecéis. Mas no quiero que sólo por mi caridad y amor lleguéis a Mí, sino que también sea por vuestros méritos para que os hagáis dignos de poseer y contemplar toda la grandeza de mi Obra. 13. En verdad os digo que hay más alegría en el Cielo a la llegada de un pecador convertido que si en él penetrasen cien justos. Es el triunfo del bien contra el mal, cuando el espíritu caído en tinieblas recobra su grandeza. 14. Vengo a hablaros en esta forma para destruir en vosotros todas aquellas creencias fanáticas que entorpecían vuestro camino de evolución espiritual, pues mi Doctrina no os había sido expuesta con claridad por sus intérpretes. 15. Pueblo: sed fuerte ante el dolor y cuando lleguéis a la comprensión, me daréis gracias por haberos probado. 16. Acercaos a Mí y oídme, que en mi palabra os sustentaré espiritualmente. 17. Mi enseñanza en este tiempo ha obrado el milagro de levantaros en multitudes ávidas de luz. 18. En el silencio de vuestro corazón habéis escuchado al Maestro y ante Él habéis descansado de los largos caminos, de los cuales traéis como cosecha vuestra fatiga y vuestros dolores. 19. De lo que el mundo está hambriento, es de amor, de paz, de verdad. 20. Llevad la unión donde reine la discordia, la luz donde exista la confusión, la moral en donde habite el pecado y el bálsamo en donde haya dolor. 21. Entonces seréis el espejo limpio, espejo que es vuestra conciencia, donde se refleje mi divina lección y donde la humanidad contemple sus imperfecciones. 22. Grande es vuestro destino entre la humanidad, por eso he venido a enseñaros para que no tengáis tropiezo alguno que fuera causa de que os juzgasen vuestros hermanos. 23. Haced de vuestro cuerpo un siervo humilde que jamás se interponga entre vuestro espíritu y el Mío; que sepa rendirme el culto que a él toca y deje a vuestro espíritu elevarme el culto que le corresponde. 24. La espiritualidad bien entendida os dará fuerza y salud. 25. Desde el principio de los tiempos, los emisarios de la Ley y la Doctrina del espíritu, han encontrado como adversario al hombre de ciencia. Y entre unos y otros se han entablado grandes luchas; y ha llegado el tiempo en que os diga algo sobre estas controversias. 26. Yo hice este mundo para que sirviese de morada pasajera a espíritus encarnados, pero antes de que ellos viniesen a poblarlo, los preparé con los dones de la conciencia, del entendimiento y de la voluntad. Y Yo, de antemano sabía el destino y la evolución de mis criaturas, deposité en la Tierra, en sus entrañas, en su superficie y en su atmósfera, todos los elementos necesarios para la conservación, para el sustento, el desarrollo y aún el recreo del ser humano. Mas para que el hombre pudiera descubrir los, secretos de la Naturaleza cual fuente de vida, Yo permití que su inteligencia despertara. 27. Y así le fue revelado al hombre el principio de las ciencias, cuyo don todos poseéis, aunque han existido siempre hombres de mayor capacidad, cuya misión ha sido la de arrancar a la Naturaleza el secreto de sus fuerzas y elementos para bienestar y regocijo de la humanidad. 28. También he enviado grandes espíritus a la Tierra para que os revelasen la vida sobrenatural, aquélla que se encuentra sobre esta Naturaleza, más allá de la ciencia. Y por medio de esas revelaciones ha sido presentida la existencia de un ser universal poderoso, creador, omnipotente y omnipresente, quien reserva una existencia al hombre después de su muerte; la vida eterna del espíritu. 29. Mas trayendo unos misiones espirituales y otros misiones científicas, se han levantado en pugna unos contra otros en todos los tiempos, siempre como enemigos, las religiones y la ciencia. 30. Hoy os digo que materia y espíritu no son fuerzas opuestas, entre ambas debe existir armonía. Luz son mis revelaciones espirituales y luz son también las revelaciones y descubrimientos de la ciencia. Mas si habéis oído de Mí, que mucho censuro la obra de los científicos, es porque muchos de ellos, han tomado de la Naturaleza, su energía, sus elementos y fuerzas antes desconocidas, para fines perversos de destrucción, de odios y venganzas, de dominio terrestre y desmedida ambición. 31. Os debo decir que, en aquellos que han desempeñado con amor y buenos fines su misión, en aquéllos que respetuosa y humildemente han penetrado en mis arcanos, me he complacido revelándoles grandes misterios en beneficio de mi hija la humanidad. 32. La ciencia, desde el principio del mundo, ha hecho caminar a la humanidad por el sendero del progreso material, en cuyo camino y a cada paso el hombre ha ido encontrando los frutos de la ciencia, dulces unos amargos otros. 33. Este es el tiempo en que debéis comprender que toda luz pertenece a mi Espíritu, todo lo que sea vida es de mi Divinidad, porque Yo soy el arcano, la fuente y el principio de toda la creación. 34. Esas pugnas de lo espiritual contra lo científico, desaparecerán de los hombres, hasta el grado de unir la espiritualidad a la ciencia en una sola luz que ilumine el sendero del hombre hasta lo infinito. 35. Vosotros comenzáis a preparar ese tiempo, porque el espiritualismo tiene una misión universal que desempeñar, él será el que revele a todos los hombres la verdadera vida. 36. Concebid una humanidad que consagre su ciencia y su talento, al servicio de ella misma, que sin fanatismo ni idolatría, rinda culto agradable a Dios; que aún los placeres sean saludables y sus goces sanos al cuerpo y al espíritu y tendréis un mundo nuevo, moral, científico y espiritualmente elevado. Se respetará la vida del semejante y no se dispondrá de la propia, porque comprenderán aquellos hombres que no son dueños de sí mismos y que el único dueño de todo soy Yo. 37. Señalados están aquellos que tengan que morar en el mundo en esos tiempos de gracia; y lo que fue valle de lágrimas, campo de destrucción y de muerte, será convertido en un valle de paz. 38. Será tiempo propicio para el desarrollo y florecimiento de los dones del espíritu. Entonces la ciencia no se impondrá al avance del espíritu, mas sí les concederé penetrar aún más en mis arcanos, donde les revelaré grandes misterios para beneficio de la humanidad. 39. Mi Espíritu se recreará como siempre, con las obras buenas de mis hijos, ya sean espirituales, ya científicas o frutos de su sensibilidad a la belleza. 40. Este pueblo preparará el camino, pero vosotros, con los ojos de vuestro cuerpo, no contemplaréis aquel tiempo. 41. De entre vosotros no surgirá ningún llamado redentor, ni siquiera unificador de este pueblo, será mi palabra la que os una y redima. 42. Al finalizar mi comunicación en 1950, quiero presentarme en vuestro santuario; ahí en vuestro corazón, será para Mí, el trono de amor que mi pueblo me prepare. No queráis que me presente en una cruz, en un cadalso o en un tribunal. 43. No dejéis que el tiempo borre estas palabras para que podáis formar con ellas, el Gran Álbum de sabiduría de vuestro Padre. 44. Orad, hablándome con el espíritu, ya que la voz de vuestra materia no resuena en la Gloria. 45. Mientras unos se presentan en espíritu, porque no pudieron venir junto con su materia, otros me presentan sólo a su envoltura, ya que su espíritu anda lejos, ocupado en la materialidad y Yo os he dicho que para oírme es necesario prepararse; mas quiero que mi luz, como un maná espiritual, descienda en todas partes donde se encuentren mis hijos. 46. Prepararé para ese día un festín, para que con él se recreen los que viven en la Tierra y aquellas grandes multitudes de espíritus que viven en el Más Allá. 47. Vengo a recibiros ante la luz del Libro de los Siete Sellos. Elías en este tiempo preparó el entendimiento humano para mi comunicación; desde entonces habéis venido descubriendo en mi Obra una nueva revelación. Unos dieron una justa interpretación a mi enseñanza, otros torcieron su sentido y cuando llegó la hora de que el pueblo se ramificara en congregaciones o recintos, cada uno obró de la manera en que había sido enseñado por los que iban adelante. 48. Cuando comenzasteis a oír mi palabra, era corto el número de mis oyentes, entre ellos había hombres y mujeres, adultos y niños. Aquella pequeña reunión creció y se convirtió en un pueblo y entonces le revelé que espiritualmente era Israel el cual se encontraba oculto y diseminado por el mundo. Pasó el tiempo y las multitudes se multiplicaron, entonces las llamé a congregación porque había descubierto que sus corazones vivían distanciados, que no había entre ellos unión ni armonía. 49. Mi palabra se manifestó gloriosa y mi corazón se abrió como un arca donde brotaba la Ley y las promesas; ante ella inclinó su cerviz el pueblo y levantando su diestra juró seguir al Padre, juró unificarse. Imborrable fue mi palabra de ese día, porque quedó escrita en la conciencia del pueblo, así como la promesa de este pueblo fue tomada como un nuevo pacto ante el Espíritu Divino. 50. Desde entonces venís luchando por vuestra unión, para que una sola luz y un solo culto sea en los corazones; pero este pacto, no todos lo respetaron, no todos hicieron suyo el ideal de unión y espiritualidad, y eso ha provocado torbellinos y huracanes sobre este pueblo, haciéndolo a veces debilitar. Hoy veo que mientras unos pugnan por conservar la limpidez, pureza y sencillez de esta Doctrina, otros no comprendiendo esta pureza por falta de espiritualidad, la han ido contaminando con ritos extraños y con influencias de diversas religiones. 51. Yo traje a los discípulos de este tiempo una Doctrina cuyo contenido es la esencia de lo que enseñó Moisés, de lo que Jesús derramó en la humanidad y lo que mi Espíritu viene a revelaros, mas he contemplado cómo ha habido entre vosotros quienes han ocultado mi verdad para poderse levantar como señores y reyes delante de sus pueblos. Si ellos pudiesen, llevarían corona en su cabeza, manto sobre sus hombros y cetro en su diestra; pero a falta de ello, humillan a sus hermanos y gustan de recibir tributos, adulaciones y alabanzas. 52. Los hombres llegan a mis recintos día tras día; nuevas multitudes y discípulos postreros van acrecentando este pueblo; si ellos llegan a un recinto donde mis hijos se preocupan por mostrar la bondad y pureza de mi Obra, se llenan de luz y me glorifican, mas si llegan a donde la vanidad y las pasiones anidan, se confunden y así confundidos prosiguen su camino. ¿Cómo podrán detener el avance caótico de esos labriegos, quienes van delante de las multitudes? ¿Cómo podrán demostrar al mundo que no se trata de una secta o de una nueva religión, sino de la Ley eterna, la luz del Espíritu Divino hecha Doctrina para conducir a los hombres a la perfección de su espíritu? 53. Si desde un principio hubieseis comprendido la esencia de mi Doctrina y su finalidad, no hubiese tantos confundidos en el camino. Creísteis que vuestros dones eran para vuestras satisfacciones terrenales y dejasteis que la luz de mi palabra se apagara al llegar a los corazones. Los portavoces han transmitido mi palabra desde el primero hasta el último de los recintos, haciendo enronquecer su garganta, para que al menos la intensidad de su voz, despertara e impresionara vuestro endurecido corazón. 54. Habéis visto a las congregaciones desconocerse por su diversidad de criterios y de conceptos y habéis permanecido insensibles, sin intentar nada para evitar esa división. A veces queréis levantaros reclamando a vuestros pueblos para darles enseñanza, mas ¿Qué podéis enseñarles si nada sabéis? 55. Sé que los que han sufrido y luchado por demostrar mi Doctrina con toda limpidez, están llorando en estos momentos al escuchar estas palabras. Ellos me piden perdón y fortaleza para seguir en la brecha y Yo a todos doy perdón, fortaleza y luz. Bendigo a los humildes, mas a los que no lo son, les digo: sed humildes, no olvidéis que os he comparado con el hijo pródigo de mi parábola, quien después de derrochar su herencia lejos de la casa paterna, cuando vio sus manos vacías y su cuerpo exhausto y desnudo, retornó al hogar en busca de los brazos de su Padre. Él le recibió e hizo fiesta por la dicha de tenerlo nuevamente con él. Entonces aquel hijo tornase en humilde, en obediente y amoroso para con su Padre, porque el dolor de sus faltas habían hecho luz en su corazón; mas a vosotros, a quienes he dicho que he recibido en este tiempo como al hijo pródigo, ¿Creéis que sea justo que después de haber hecho fiesta a vuestra llegada, de haberos sentado a mi mesa y de haberos colmado de gracias, os llenéis de vanidad y os enseñaréis de mi casa? 56. Mi palabra ha logrado conmover vuestro corazón y en él forman los unos el propósito de mejorar sus obras y los otros el propósito de enmienda. Entonces os dice el Maestro: el tiempo de la depuración ha llegado, id al seno de vuestras congregaciones y desenvolved los dones con que he agraciado a cada uno de vosotros. Es mi deseo que cesen tantas imperfecciones y profanaciones, si no queréis veros privados de mi palabra antes del tiempo marcado por mi Divinidad. 57. Analizad mis palabras, meditad en ellas y luego levantaos con el propósito firme de enmendar yerros, corregir imperfecciones y depurar prácticas. Orad y velad, aún es tiempo de exterminar la mala semilla, de sembrar la buena y de recoger su fruto. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 134 1. Habéis dejado unos instantes el mundo para estar conmigo. Habéis pasado prueba tras prueba, adquiriendo en vuestro espíritu la luz, porque mi amor ha estado con vosotros en las horas difíciles, recordándoos mis palabras de consuelo y fortaleza. 2. La Doctrina Espiritualista es el Arca de la Nueva Alianza, donde la humanidad encontrará la luz y el consuelo en estos tiempos. 3. Cuando contempléis que estos recintos son insuficientes para dar cabida a las multitudes, os haré el llamado a los valles, a los campos, a la montaña, y ahí manifestaré mi Espíritu entre vosotros. 4. En general, la humanidad no ha escuchado en este tiempo mi palabra, su letargo espiritual es profundo, por eso no encuentra la paz. 5. Vosotros habéis tenido por Maestro al Espíritu Santo, a ello se debe que os haga responsables de la paz. 6. Esta enseñanza divina requiere profundo análisis para que podáis descubrir toda la verdad que contiene. Es la estrella que ilumina el camino de la salvación del espíritu. 7. El Tercer Tiempo sorprendió al mundo en un abismo de odios, pecados y fanatismo. No estuvo preparado para sentir la llegada del nuevo tiempo, el despuntar de la nueva aurora. Y aún tendrá que soportar sus cadenas por un tiempo más, hasta que la regeneración y el arrepentimiento las rompan, para elevarse moral y espiritualmente. 8. No creáis que sólo con vosotros estoy. En todo el Orbe existen religiones en las que la humanidad refugia su espíritu, y en el interior de cada hombre existe una morada que Yo visito para manifestarme en ella: la conciencia. 9. Mi amor llama a todas las puertas con una promesa de paz. Desde el hombre del poder, el envanecido en su gloria terrestre y el que ha alcanzado sabiduría, hasta el paria o el más obscuro ser, tienen la visita de su Señor. 10. He venido en este tiempo a preparar un pueblo, cuya voz sonora se deberá oír en toda la Tierra. Le he confiado un puñado de trigo para que se convierta en su cultivador. Antes, le he sentado a mi mesa y le he dado a beber el jugo de la vid, para que se fortalezca y pueda resistir la caminata. En mis sabios consejos, le he enseñado a conocer los falsos caminos, para que de ellos se aparte. Le he mostrado el verdadero santuario para que en él penetre y sienta mi presencia en todas partes. Lo he liberado; no he querido que en este tiempo sintiesen sus pies o sus manos el peso de las cadenas. Más si le vengo dando grandes virtudes y cargos, no es para que se ciegue y se envanezca creyéndose rey, dios o juez, porque si mucho vengo derramando sobre su espíritu, es para que se revista de humildad y consagre su vida a ser útil a sus hermanos y a servir a la humanidad. 11. Quiero que cuando se presente ante mi Divinidad, sea para ofrecerme el fruto de su siembra y no para pedirme perdón por sus faltas. Vos sois el pueblo espiritualista que estoy preparando; hoy aún cometéis errores a pesar de hallaros bajo mis enseñanzas, porque sois parte de esta triste humanidad que se arrastra sobre la Tierra porque no ha sabido elevarse. 12. He puesto delante de vosotros un pastor, Elías, para que os conduzca hacia el aprisco de salvación, cuyo cerco no intentaréis saltar. 13. Mi Obra, que descansa en parte sobre vosotros, pesará como una cruz de responsabilidades, de renunciaciones y sacrificios, pero tendréis en cada paso y en cada caída, un Cirineo lleno de amor, que os levantará con toda caridad. 14. Hasta ahora ha sido vuestro paso torpe, incierto, titubeante y a causa de vuestra imperfección, habéis recogido amargura y habéis derramado lágrimas; pero es que aún sois párvulos, mañana, cuando os envió a los caminos que conducen a las comarcas, caminaréis con seguridad y fe en el camino. 15. En este día, os digo: formad en vuestro corazón y espíritu el propósito de seguirme en paz, unión y buena voluntad, y así esperaréis lo que el Eterno tiene decretado para 1950. 16. Ved que en estos instantes perdono vuestras faltas para que caminéis libres de esa carga, mas no volváis a llevar el pesado fardo del pecado, sobre vuestro espíritu. 17. He aquí, que cuando os doy mi palabra de perdón, se hace la luz en las tinieblas. 18. Discípulos: aunque todos veáis por el mismo camino, vuestro destino es diferente y vuestra misión distinta también. Antes de llegar el espíritu a la Tierra, ha contemplado el sendero, y ese conocimiento se ha traducido en experiencia e intuición una vez encarnado, con lo cual se ha librado de abismos y tropiezos. En estas lecciones vengo derramando mi sabiduría, porque sois mis discípulos que venís a preparar el camino a los maestros que enviaré a la humanidad. Ese camino de preparación está erizado de peligros y tentaciones. Velad para que podáis sorprender al lobo entre la maleza, entonces esgrimiréis la espada de amor, a la que no resistirá vuestro adversario, y los campos cubiertos de cardos y espinos, se convertirán en floridos valles. 19. Si vosotros habéis escuchado esta palabra de luz, no seria justo que mañana cayeseis en los falsos caminos. 20. Practicad el amor, practicad la caridad que es hija del amor, y estaréis a salvo. No escondáis el pan que os he confiado. 21. No seáis indiferentes al dolor de vuestros hermanos, porque no sembraréis fe en mi Doctrina; penetrad en el interior de cualquier espíritu y veréis que todos buscan la luz, que es la verdad. La carne, pocas veces manifiesta las luchas del espíritu. 22. Preparaos, porque mientras estéis aprendiendo la lección, claman caridad y ternura los menesterosos. 23. Discípulos: Aprovechad este tiempo que es precioso. Vais a convertiros en labriegos de las tierras del Señor que son el corazón de la humanidad. Penetraréis incansablemente en comarcas y hogares, porque el tiempo de dormir ha pasado. 24. En verdad os sorprenderéis y gozaréis al mirar que el corazón de vuestro hermano ya se encontraba preparado para recibiros. 25. Espíritus de luz que descienden de lo espiritual, velan y trabajan en el sendero de los hombres, lo mismo en los grandes que en los humildes. 26. Instante de gracia es éste para los que moran en la Tierra y para los que han dejado de vivir en ella, porque oyendo están mi voz, la cual se escuchó por vez primera bajo esta forma en 1866. 27. Los primeros en escucharme tomaron como árbol mi Obra, cortando de él las primeras ramas para plantarlas en diferentes comarcas. Unos interpretaron bien mis enseñanzas, otros equivocaron el camino. 28. Pequeñas eran las porciones que se reunían bajo la sombra de los humildes recintos, mas cuando éstos se multiplicaron las multitudes crecieron, les llamé a unificación, para que todos se reconocieran como discípulos de un solo Maestro y todos practicasen la lección en la misma forma, para que la semilla fuese sembrada, no bajo el libre albedrío de los labriegos, sino bajo la voluntad divina. 29. Ante el Arca Espiritual de la Nueva Alianza, las multitudes prometieron sumisión, obediencia y buena voluntad, pero cuando los huracanes y los torbellinos soplaron con fuerza y azotaron las ramas del Árbol, hubo quienes debilitaron mientras otros impasibles, siguieron firmes enseñando a los nuevos labriegos a cultivar las tierras. Hay quienes, reconociendo la grandeza de esta revelación, han intentado penetrar en mis arcanos, más allá de donde es mi voluntad, con el fin de adueñarse de un saber y de una potestad que les haga superiores a los demás, mas no han tardado en encontrarse ante mi justicia. 30. Otros, no sabiendo descubrir la grandeza de esta Obra en la pureza, en la sencillez, han copiado de sectas y religiones, ritos, símbolos y ceremonias, creyendo con ello darle solemnidad a mis manifestaciones. 31. Yo os he nombrado el pueblo fuerte, porque os habéis sustentado con mi divina palabra que es verdadero libro de sabiduría no escrito por mano de hombre. Cada palabra de él es una página, cada página un volumen. Analizad, no os concretéis a grabar mis inspiraciones en vuestra memoria y, entonces, este libro habrá quedado guardado en vuestro corazón. 32. Al acercarse el tiempo en que deje de hablaros, vengo a corregiros de todo aquello que los primeros no supieron corregir, porque no quiero entre los discípulos, párvulos que no comprendan mi enseñanza, ni labriegos que no sepan sembrar. 33. La Doctrina que vengo a enseñaros no es nueva, no digáis que con mi venida ha surgido una nueva religión en la Tierra; mi comunicación en esta Era, viene a señalaros el mismo camino que os trazó desde el principio de los tiempos, y mi palabra os explica y revela los misterios de la Ley y la Doctrina que antes no habíais recibido. 34. Aquéllos a quienes llamáis extranjeros, han sido entre vosotros, pasando a engrosar vuestras filas y a convertirse en discípulos de mi Divinidad; mirad a todos como verdaderos hermanos. No deis malos ejemplos. No toméis a hurtadillas nombramientos o responsabilidades antes de tiempo o que no os correspondan, porque veréis secarse las plantas que cultivéis. Esto ocasionará gran dolor a vuestro corazón. 35. Preparaos, porque ya os he dicho que a vuestra puerta llamarán vuestros hermanos de distintas religiones unos para reclamaros lo que creen les habéis hurtado; otros para pediros la explicación de muchos misterios; otros, buscando refugio y consuelo en vuestro corazón. Preparaos para que deis albergue al necesitado y satisfactoria respuesta al que os interrogue. 36. Dejad que entren al camino los grandes y los humildes, los sabios y los torpes de entendimiento, pero no permitáis que a mi Obra se introduzcan o mezclen mixtificaciones, ni permitáis las profanaciones. 37. Mi Doctrina ha de transformar a los hombres persuadiéndoles con su amor, su dulzura y su justicia y les traerá la regeneración y la paz. Los reyes, humildemente bajarán de sus tronos; las guerras fratricidas cederán el paso al perdón y a la concordia; se refrenarán las malas pasiones, y esa sed de sangre, comparable a la de las bestias que se dan muerte para satisfacer sus instintos, dará paso a los sentimientos de humanidad. 38. Este pueblo será el sabor de la Tierra, sabor de paz y de bendiciones. 39. Discípulos amados: Está con vosotros mi enseñanza, la cual no consta aún en libros materiales. 40. Os sorprendí en este tiempo al haceros oír mi palabra a través de entendimientos humildes y sencillos. Más no es la primera vez que vengo a servirme del humilde o del ignorante para sorprender al sabio con mi poder. 41. Vosotros que me oís, no podéis decir que por esta causa os encontráis todos a la misma altura; pues el espíritu que es activo en esta senda, evoluciona más pronto que el indolente y que aquél que, deleitándose con los frutos, se aletarga en su egoísmo. 42. Aun cuando es vuestro espíritu a quien he venido a buscar, preparándole de esta manera para que pronto pueda comunicarse directa y espiritualmente conmigo, volverá la humanidad sus ojos al Dios vivo y verdadero, olvidando efigies e imágenes. Más os digo, que nunca os ha faltado mi Ley como luz de salvación espiritual; porque ha mucho tiempo fue inspirada a Moisés, en la cual existen dos preceptos que si fuesen practicados por los hombres, estarían dando fe de toda mi Doctrina, estarían cumpliendo con toda la Ley y estarían a un paso de la perfección; son aquellos que os hablan de amor a Dios de todo corazón y espíritu y amar a vuestros hermanos como a vosotros mismos. 43. No se practica mi Ley entre los hombres, prueba de ello es que existe la injusticia. Ved al rico humillando al pobre, el fuerte dominando al débil, el que goza, sin importarle el que sufre. Por eso he querido en este tiempo hacer justicia, donando a los pobres, a los débiles y a los que sufren para que sus corazones se dulcifiquen y sus labios pronuncien palabras de amor y de perdón, para aquellos por quienes fueron ofendidos. Así os descubro la forma de llegar a poseer los tesoros del reino. 44. Pronto os levantaré por comarcas, aldeas, ciudades y pueblos, esparciendo la caridad, para que esta humanidad alcance a purificar sus manchas y obtenga su salvación o ¿Queréis que este mundo siga siendo indefinidamente sitio de expiación? Yo quiero que sintáis es esta Tierra la paz de mi Espíritu, una paz precursora de la que habéis de gozar en mi Seno. 45. Ved cuán perseverante e incansable he sido desde que en 1866 comencé a hablaros en esta forma, porque quiero dejaros preparados y unidos después de que suspenda mi palabra y se inicie entre vosotros el tiempo de la comunicación directa de mi Espíritu con el vuestro, o sea la comunicación del Cielo con la Tierra. Mas Yo seguiré desbordando mi Verbo desde la nube en intuición, videncia e inspiración. 46. Vendrán los teólogos de este tiempo a escudriñar mi palabra y las nuevas escrituras y preguntarán: ¿Quién eres tú, que así has hablado? Como se levantaron los escribas y los fariseos de aquel tiempo diciéndome: ¿Quién eres tú, que vienes a desconocer y a cambiar la Ley de Moisés? Entonces les haré comprender que las tres revelaciones son la Ley única que siempre he venido a enseñar y a darle cumplimiento. 47. Muchos de los que me juzguen en esta etapa, son de los que dudaron en el Segundo Tiempo, mas Yo les he conservado y les he enviado a la Tierra nuevamente para que contemplen el triunfo de mi Ley y abran sus ojos a la luz. 48. Discípulos: en verdad habéis bebido leche y miel en mi palabra. Preparad vuestro corazón para conversar con vuestro Maestro. Elías os conduce a Mí, invitando a vuestro espíritu a elevarse a las regiones de la paz. Él os hace olvidar las vanidades de la Tierra, para que podáis estar a mi diestra y saborear mi palabra. 49. Os he llamado de distintas comarcas y naciones para reuniros en un solo pueblo; y en estas humildes casas os reúno, para haceros oír mi Enseñanza. Habéis sentido mi presencia y habéis seguido mis pasos, porque vosotros, seréis los fieles testigos de esta Obra que muchos no conocerán sino hasta después de 1950. Más bendito sea aquél que cumpla mis mandatos, porque él estará preparado para todos los tiempos. 50. Yo os daré a conocer en la esencia de mi Palabra, el porqué de mi venida en este Tercer Tiempo y de mis manifestaciones, para que no os confundáis jamás; porque os digo que después de mi partida, van a levantarse falsos profetas y a ellos no los debéis oír. No me busquéis después de este tiempo en la forma en que hoy he venido a hablaros, porque cometeríais grave falta delante de Mí, después de que os he prevenido. 51. Sólo me buscaréis espiritualmente, me presentaréis vuestra fe y los progresos que hagáis en vuestras prácticas, y trabajaréis por la unificación. Atraeréis a vuestras reuniones a los nuevos discípulos, porque este pueblo se multiplicará en ésta y en otras naciones. 52. El camino que os trazo es de amor, de renunciación y sacrificio. Para llegar a Mí, muchas veces tendréis que sacrificar lo más querido. Vuestro corazón, que se encuentra atado a las satisfacciones terrestres, tendrá que apartarse para entregarse al estudio y análisis de mi Doctrina. 53. En el Segundo Tiempo mi palabra fue escuchada por multitud de seres, de entre ellos escogí doce a quienes convertí en mis discípulos. Fueron aleccionados por mi palabra. Mi amor, como un cincel, pulimentó en todas formas su corazón. Ellos vivieron cerca de Mí, presintieron la grandeza de aquellas manifestaciones divinas; leyeron en mis ejemplos mi destino de amor y redención; sufrieron por mi causa, y cuando me ausente, se convirtieron en apóstoles míos. Todo lo dejaron por seguir mis pasos. La calumnia o falso testimonio, no los hizo retroceder. En ellos habitaba sólo el amor y la lealtad. Lo que Yo había sembrado en su espíritu, había fructificado, y antes y después de mí partida me dieron a probar sus frutos, que encontré llenos de dulzura y sumisión, y les dije: Seguid oyéndome y después, hablaré por vuestra boca de grandes revelaciones desconocidas para vosotros mismos. El Verbo será inagotable y la inspiración fecunda, que se desbordará en muchas formas por vuestro conducto. Todos seréis un presente para la humanidad, presente que Yo le hago como testimonio de mi verdad. 54. Mis discípulos prometieron imitarme en todos sus actos y hacer con la humanidad lo que Yo hice con ellos. Llevaron a cabo su obra y su ejemplo es imperecedero. 55. Así, con el mismo amor, os preparo a vosotros en el Tercer Tiempo y os digo: ¿Estáis dispuestos a recibir las pruebas que fuere mi voluntad enviaros para perfeccionar vuestro espíritu? Sí, me decís en el fondo de vuestro corazón. Os amamos y queremos serviros, mas esperamos toda vuestra ayuda. Yo os digo: Mi fortaleza no os abandonará jamás. Os guiaré para que mi luz os señale siempre vuestros deberes, y vuestras obras sean siempre dentro de mis leyes. 56. Os habéis elevado, pueblo, y vislumbráis ya la vida espiritual; sentís por momentos la paz del reino que os espera, habéis conocido la satisfacción del cumplimiento y me decís: Maestro, examinad la semilla que os hago presente, y decidme si he cumplido o he faltado. Y Yo os digo: He recibido vuestro amor, y buenos propósitos; no temáis, tenéis una gran potestad para vencer en las pruebas y un antídoto contra todo mal. Usad todos vuestros dones para que miréis cuán fuertes sois. Yo cultivaré vuestras virtudes, las haré crecer y de ellas me serviré, porque grandes frutos habéis de dar a la humanidad y entonces os miraréis llenos de mis complacencias y beneficios. 57. Cuando así os encontréis, no miréis con indiferencia a los que sufren, no despreciéis a los pobres, impartid la caridad, dejad que mi luz ilumine su vida, que el amor que he depositado en vosotros, llegue a ellos y les dé calor, aliento y esperanza. 58. Amad espiritualmente con un amor puro y desinteresado. Amadme como Yo os amo, amad a vuestros hermanos, porque en cada uno de ellos estoy Yo. 59. Sed humildes entre los más humildes, sed siervos de todos como Yo soy vuestro siervo; he recibido muchas veces vuestras órdenes y os he obedecido para enseñaros. No desciende el que sirve sino que se dignifica. Y a cambio de vuestro servicio no pidáis pago alguno. No hay en la Tierra quien pueda apreciar vuestro trabajo. Yo os daré con justicia según vuestros merecimientos. 60. Dejad en Mí todas vuestras causas y Yo sabré juzgaros con benevolencia. Si contemplo que vuestro propósito fue hacer el bien, que luchasteis defendiendo los principios que os he dado para vuestra salvación, que supisteis oírme y obedecerme, tomaré vuestras obras y por ellas no sólo os salvaréis vosotros, sino la porción espiritual a la que estáis atados por los lazos fraternales y los que forman vuestra familia. Y vuestro ejemplo repercutirá no sólo en el mundo en que habitáis, sino en otros valles, y será como una semilla que se multiplicará infinitamente a través de los tiempos. Y vosotros, en unión mía, recogeréis los frutos y con ellos os alimentaréis eternamente. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 235 1. Llego a vosotros como un nuevo día, disipando amorosamente con mi luz vuestra incomprensión y vuestra duda. 2. Venid al banquete preparado por Mí, para que llevéis a vuestros labios el buen manjar que os llenará de fortaleza y de gracia. 3. Os invito a disfrutar de la paz de haberos rescatado del mar embravecido y os señalo nuevamente el sendero de la fraternidad y del amor, porque quiero que lleguéis a ser ejemplo de virtud y cumplimiento. 4. Los peligros acechan y amenazan a vuestro espíritu; pero mi luz os pone alerta y vuestra oración os hará vencer. Contempláis a este mundo sembrado de maldades y egoísmo; al hombre y a la mujer hiriéndose y sembrando de abrojos y espinos el sendero. Sentís tristeza cuando contempláis a la niñez perdiéndose en los caminos torcidos. Es ahí donde hacen falta los emisarios de la luz, del consuelo y la paz. 5. Mientras las tempestades azotan a la humanidad, Yo sigo hojeando ante vuestro espíritu el Libro de la Vida para convertiros en soldados de paz. 6. Mi Espíritu os habla a través del entendimiento humano. No ha encarnado el Verbo en este tiempo y por eso os puedo decir nuevamente: Bienaventurado el que sin verme ha creído en Mí, porque él conocerá muchas enseñanzas de mi arcano. 7. Pensad, discípulos, en lo próximo que está el fin de esta forma de comunicación. El año de 1950 se acerca y más adelante ya no escucharéis esta palabra. Si no veláis, la tentación os sorprenderá y el falso Cristo se presentará a través de labriegos que hoy están a mi servicio y mañana por su flaqueza negarán que mi palabra ha sido levantada. Ellos pondrán una venda de obscuridad en los ojos de sus hermanos y conducirán a las multitudes por el camino del dolor y las tinieblas, pondrán cadenas de ignorancia a los espíritus y ante ellos abrirán abismos de soledad y amargura. Entonces, los que hayan caído en esa confusión se volverán blasfemos contra Mí para juzgarme, olvidando que el Maestro os previno a tiempo para que no cayeseis en tentación. 8. Conoced el camino, ved que con su sabiduría el Espíritu Santo desde la cima del monte os llama para daros el descanso, para haceros oír la voz celestial, bendiciendo la llegada de vuestro espíritu que supo vencer la debilidad de la materia y las acechanzas del mundo. 9. Dejad que vuestro espíritu beba el vino que le ofrezco, dejad que siga sustentándose de mi amor; el enfermo recobrará la salud y el ciego verá mi luz, porque estos corazones se abrirán como una flor cuyo perfume llegará hasta el Padre. 10. Que la caridad de mi Divino Espíritu anime a vuestro cuerpo y espíritu, discípulos amados. 11. Os recibo como a parvulitos para daros una lección a través del entendimiento humano. 12. Acercaos a Mí, oídme y retened cada una de mis frases, analizadlas porque con su esencia podréis olvidar vuestros dolores, tristezas y pesares. Olvidad por un instante el pasado y vivid el momento presente. Yo soy el camino, la verdad y la vida. 13. Consagrad este instante elevando vuestro pensamiento limpio, porque quiero llegar hasta lo más íntimo de vuestro corazón. 14. Cuando por medio de mi palabra lleguéis a comprender y a vivir mi Doctrina, y hayáis desarrollado las potencias de vuestro espíritu, habréis llenado vuestro corazón de las aguas de esta fuente divina con las cuales podréis apagar la sed de los necesitados. 15. La finalidad de mi Doctrina es la salvación moral y espiritual de la humanidad. Para ayudaros en vuestra elevación, mi Espíritu se encuentra irradiando esta luz. Ese es el objeto de mi mensaje. 16. En verdad os digo que la regeneración humana deberá empezar por la mujer, para que sus frutos, que serán los hombres del mañana, se encuentren limpios de las manchas que los han llevado a la degeneración. 17. Y luego al hombre corresponderá hacer su parte en esta obra de reconstrucción, porque todo aquél que haya pervertido a una mujer, deberá regenerarla. 18. Pensad, varones, que muchas veces habéis sido vosotros los que habéis hecho caer en vuestras redes a mujeres virtuosas, buscando en ellas las fibras sensibles y débiles. Y esos espejos que fueron limpios y que hoy se encuentran empañados, debéis hacer que reflejen nuevamente la claridad y la belleza de su espíritu. 19. ¿Por qué hoy despreciáis a las mismas que ayer indujisteis a la perdición? ¿Por qué os quejáis de la degeneración de la mujer? Comprended que si vosotros la hubieseis conducido por el camino de mi Ley, que es ley del corazón y de la conciencia, del respeto y la caridad, amándola con el amor que eleva y no con la pasión que envilece, no tendríais por qué llorar y quejaros y ellas no hubieran caído. 20. El hombre busca y exige en la mujer virtudes y hermosura, mas ¿Por qué exigís lo que no merecéis? Veo que os creéis aún con grandes méritos, a pesar de estar escasos de ellos. Reconstruid con vuestras obras, palabras y pensamientos lo que habéis destruido, dando a la honestidad, a la moral y a la virtud el valor que tienen. 21. Si asé lucháis varones, habréis ayudado a Jesús en su obra de salvación y vuestro corazón gozará cuando contempléis los hogares honrados por buenas esposas y dignas madres. Vuestra alegría será grande cuando miréis que la virtud retorna a aquellas que la habían perdido. 22. La redención es para todos. ¿Por qué no ha de redimirse hasta el más pecador? Por eso os digo, varones: trabajad conmigo para salvar a las que habéis llevado a la perdición, alentándolas con la luz de mi Doctrina; haced llegar a su mente y corazón mis pensamientos amorosos; llevadles mis mensajes hasta las mismas prisiones y hospitales, aún a los lugares del fango, porque ahí, ellas llorarán de arrepentimiento y de dolor por no haber sido fuertes cuando el mundo con sus tentaciones las arrastró hacia la perversión. 23. Toda mujer fue niña, toda mujer fue virgen, por lo tanto podríais llegar a su corazón por el camino de la sensibilidad. 24. De los hombres que no han mancillado esas virtudes, me serviré para confiarles esta tarea, recordad que os he dicho: "Por vuestras obras seréis reconocidos". 25. Dejad que el espíritu hable a través de la materia. 26. Mas a quienes no han sabido respetar las gracias depositadas por Mí en ese ser, les digo: ¿Por qué decís que amáis, cuando no es amor lo que sentís? ¿Por qué procuráis que caigan otras y nada os detiene? Pensad, ¿Qué sentiría vuestro corazón si lo que hacéis con esas flores deshojadas lo hiciesen con vuestra madre, con vuestra hermana o con la mujer amada y, por lo tanto, respetada? ¿Habéis pensado alguna vez en las heridas que causasteis a los padres de aquellas a quienes cultivaban con tanto amor? 27. Preguntad a vuestro corazón en un recto examen a la luz de la conciencia, si se puede recoger lo que no se ha sembrado. 28. ¿Cómo preparáis vuestra vida futura si estáis hiriendo a vuestros semejantes? ¿Cuántas serán vuestras víctimas? ¿Cuál será vuestro final? En verdad os digo que tenéis muchas víctimas sacrificadas en el torbellino de vuestras pasiones, algunas que pertenecen a vuestro presente y las otras a vuestro pasado. 29. Quiero que el corazón y los labios que han sido un nido de perfidias y mentira, se conviertan en nido de verdad y de casto amor. 30. Iluminad el camino de los demás con la palabra y el ejemplo, para que podáis ser los salvadores de la mujer caída. ¡Ah sí cada uno de vosotros redimiese siquiera una! No os expreséis mal de esa mujer, porque la palabra ofensiva que hiere a una, herirá a todas las que la escuchan, porque desde ese instante también aquellas tendrán que convertirse en malos jueces. Los actos y secretos de los demás, respetadlos, porque no os corresponde juzgarlos. Yo prefiero hombres caídos en el pecado para levantarlos, que hipócritas que aparentan pureza y sin embargo pecan. Prefiero un gran pecador pero sincero, a la pretensión de una falsa virtud. Si queréis engalanaros, que sea con las galas de la sinceridad. 31. Si encontráis una mujer virtuosa, de sentimientos elevados y os sentís indignos de llegar a ella aunque la améis, si luego la rebajáis y la despreciáis y si después de haber sufrido y haber comprendido vuestro error la buscáis para encontrar consuelo, en vano llamaréis a su puerta. 32. Si todas las mujeres que han pasado por la vida de un solo hombre, hubiesen recibido de él la palabra y el sentimiento de amor, de respeto y comprensión, vuestro mundo no se encontraría a la altura de pecado en que está. 33. No tratéis mal a vuestra esposa, tened caridad, ella es parte de vosotros mismos, os he dicho Amaos los unos a los otros, empezad por vuestra propia familia porque así amaréis y comprenderéis a los demás. 34. El Maestro del amor y de la paz, os ha estremecido con su palabra llena de ternura pero también de justicia, porque si siempre os hablase con mansedumbre, mi Obra no sería completa. A veces soy brisa de primavera que acaricia y a veces vendaval de otoño que azota. Y es que por momentos os sentís demasiado grandes, os sentís amados y admirados y en verdad sois vanidosos, egoístas y crueles. No conocéis vuestra miseria que sólo Yo os he venido a descubrir para que contempléis vuestra pequeñez. 35. Empezad a pensar, a obrar y a vivir; la humanidad necesita de hombres y mujeres nuevos que vengan con el ejemplo de sus buenas obras a mostrarle el camino de redención. 36. ¡Humanidad, humanidad que vais tropezando los unos con los otros! Yo os he encontrado negando vuestra iniquidad y haciendo alarde de lo que creéis que es grandeza, mientras escondéis vuestras lacras. Y Yo os digo que el hombre que halagado cree en su aparente grandeza, es un pobre de espíritu. Y a los que a falta de virtudes murmuran de los defectos de los demás y juzgan las faltas ajenas, debo decirles que son hipócritas y están muy lejos de la justicia y de la verdad. 37. No sólo asesinan los que quitan la vida del cuerpo, también los que destrozan el corazón con el engaño. Los que matan los sentimientos del corazón, la fe, el ideal, son asesinos del espíritu. Y cuántos de estos van libres, sin presidio y sin cadenas. 38. No os sorprendáis que así os hable, porque contemplo entre vosotros hogares destrozados, porque desatendiendo vuestros deberes, os habéis creado fuera de ellos nuevas obligaciones sin importaros el dolor y el abandono de los vuestros. Ved por doquiera, cuántos hogares destruidos, cuántas mujeres en el vicio y cuántos niños sin padre. ¿Cómo podrán existir en esos corazones, la ternura y el amor? ¿No juzgáis que quien ha dado muerte a la felicidad de esos seres y ha destruido lo que era sagrado, es un criminal? 39. Os habéis familiarizado en tal forma con la maldad, que aún a los hombres que inventan esas nuevas armas de muerte, les llamáis grandes, porque en un instante pueden destruir millones de seres. Y aún les llamáis sabios. ¿En dónde está vuestra razón? Grande sólo se puede ser por el espíritu y sabio sólo el que va por el camino de la verdad. 40. No confundáis a los agitadores con los grandes genios, para que no deis vuestra admiración a quienes sólo maldad llevan en el espíritu, aunque por fuera aparenten una dignidad que no tienen. Si por un instante escuchasen la voz de la razón y de la conciencia, ella los derribaría de su pedestal, mas al perverso no le agrada conocerse tal cual es, y cuando por un instante contempla al hombre miserable que lleva dentro, prefiere dirigir su pensamiento a otro punto, no le agrada contemplar y valorizar sus errores. 41. ¡Ah, hombres de la Tierra, hasta cuándo escucharéis el mensaje de esa voz interior de la conciencia que a cada paso se levanta para reprochar vuestros actos indignos! 42. Me escucháis estremecidos y es que cuando la verdad de Cristo habla, el hombre enmudece reconociendo sus culpas. 43. Hoy os he inspirado para que salvéis a la mujer que en su camino ha tropezado, y cuando me presentéis a la que habéis salvado, Yo le daré una flor, una bendición y una paz muy grande para que no vuelva a caer. 44. Si así cumplieseis esta misión, esos seres heridos por el mundo sentirían penetrar en su corazón el amor de Jesús. 45. Yo escucharé cuando en su oración me digan: Padre mío, no veáis mi pecado, ved tan sólo mi dolor; no juzguéis mi ingratitud, ved sólo mi sufrimiento. En ese instante descenderá a aquel corazón atribulado mi consuelo y se purificará con el llanto. ¡Si supierais que la oración del pecador es más sentida que la del vanidoso que se cree justo y limpio! 46. Entre las multitudes que escuchan mi palabra están esas mujeres de quien os he hablado. Mi mano las ha protegido de vuestras miradas y vuestros juicios, porque también las he sentado en el gran banquete del espíritu. 47. Vosotros llamadlas a esta fiesta de amor y de perdón, para que en mi presencia sientan el amor que buscaban y que nunca sintieron ni encontraron entre los hombres. 48. En esos corazones tristes descenderá mi ternura a hablarles y sabrán sentirme y creerme. 49. Entonces veréis cuál es la obra que mancha y cuál la que redime. Veréis las maravillas que hace el verdadero amor y así habréis ayudado a vuestro Señor a reconstruir lo que vosotros mismos destruisteis; lo que ensuciasteis, Yo lo purificaré. Y aquellas florecitas caídas volverán a adornar con su virtud y su fragancia el altar del Universo. 50. Mirad cómo vengo a dar redención a pecadores por labios también de pecadores. 51. Y vosotras mujeres que os consideráis de clases superiores y os avergonzáis de acercaros a aquellas que han pecado, ¡Ay de vosotras si os sentís ofendidas por ello, porque no habéis comprendido que espiritualmente todos sois iguales! ¡Cuántas de vosotras no habéis pecado materialmente, mas si con el pensamiento y cuántas otras habéis sabido ocultar vuestras caídas! Entonces, si habéis pecado ¿Por qué os escandalizáis? Yo os digo que tanto las doncellas, como esposas y madres, deberán también luchar por la noble idea que en este día os he inspirado. 52. Esta es la enseñanza que el Maestro os da con palabra que lleva esencia y amor para vosotros. Trabajad y amad para que a vuestro corazón llegue la paz y la felicidad espiritual de que os hablé en el que llamasteis Sermón de la Montaña. 53. No soy Yo el que descienda, sino vosotros los que os elevéis hasta la nube para oír mi voz. 54. En el Tercer Tiempo el Verbo Divino no se ha hecho hombre, ha venido a vosotros en forma espiritual. Y esta parte de la Tierra en que vivís, ha sido ahora la destinada para recibir el cumplimiento de mis promesas y designios. Aquí estoy escribiendo el tercero de mis testamentos, y aquí os reuní para que me esperaseis, porque vosotros sois los mismos de los tiempos pasados. Así como en este tiempo me estuvisteis esperando y vuestra espera fue dolorosa, llena de ansiedad, sólo animada por la luz de mi promesa de volver, así en el Primer Tiempo, cuando crujían las cadenas de vuestra esclavitud, soportasteis las penalidades del destierro, alentados por la esperanza en mi promesa hecha a vuestros padres. Probé vuestra fe, hicisteis méritos de paciencia, y al fin lograsteis como recompensa, la posesión de la Tierra Prometida. 55. Y encontrasteis una nueva vida, olvidó el pueblo su pasada esclavitud; quedaron lejos los falsos dioses; terminó la opresión y la servidumbre, y cada hijo de Israel abrió los ojos para contemplar que el sol era suyo, los hijos suyos, las tierras propias, que el pan le era agradable y los frutos abundantes. Gran progreso alcanzasteis mientras estuvisteis dentro de mi Ley. La fama de vuestro esplendor llegó a otros reinos despertando su codicia, y cuando la división surgió entre las tribus del pueblo, otros pueblos cayeron sobre vosotros, para convertiros nuevamente en siervos y tributarios de reinos e imperios. 56. Mi justicia os arrebató aquella tierra, pero rescaté al mismo tiempo vuestro espíritu, para acrisolarle y enviarle en busca de este girón de Tierra semejante a aquél que poseísteis y cuyo seno virginal os ha dado leche y miel y ha sido pródigo en bendiciones. 57. En ella he venido a buscaros. Aquí está nuevamente mi presencia con vosotros iluminándoos y fortaleciéndoos, para que no volváis a ser esclavos del mundo, ni de las bajas pasiones. Las cadenas que rompisteis no deben volver a caer sobre vosotros, y aun cuando sintieseis oprimida vuestra vida humana, vuestro espíritu vibrará libre de cadenas, para que os elevéis y contempléis mi verdad. 58. Tomad todas vuestras amarguras y calamidades como el crisol que os purifica o como el yunque que os forja, para ser fuertes en el camino de la ascensión y purificación de vuestro espíritu. 59. Sé que sufrís, porque pruebo vuestro pan de cada día y lo encuentro amargo, penetro en vuestro hogar y no siento paz en él; os busco en el rincón de vuestra alcoba y os sorprendo llorando, entonces os hago sentir mi presencia y os doy mi fuerza para que no sucumbáis bajo el peso del dolor. Vais con el ¡Ay! angustioso y universal, pero de vuestros labios no saldrá nunca la blasfemia. 60. Cuando hayan pasado los días de prueba, os sorprenderéis de haber salido avante de ellas y reconoceréis que Yo estuve siempre con vosotros. 61. Os he llamado en este tiempo para brindaros una nueva ocasión de cumplimiento a vuestra misión, porque vosotros participaréis de vuestra heredad a todos vuestros hermanos, ya que Yo a todos amo por igual. 62. La paz perfecta para vuestro espíritu la hallaréis al terminar vuestra lucha en el valle espiritual. Ahora sois soldados que combatís por esta causa y no dormiréis. 63. Este pueblo espiritualista vive ignorado. El mundo no conoce vuestra existencia, los grandes no reparan en vosotros, pero se acerca la lucha entre espiritualistas y cristianos, entre espiritualistas y judíos. Esa lucha es necesaria para el establecimiento de mi Doctrina en toda la Humanidad. Entonces se unirán en una sola esencia al antiguo Testamento con el Segundo y Tercero. 64. A muchos os parecerá esto imposible; para Mí es lo más natural, justo y perfecto. 65. Cuando viví en cuanto hombre con vosotros, la iglesia de Moisés estaba establecida y representada por príncipes, sacerdotes y escribas, quienes poseyendo las profecías y sabiendo la llegada del Mesías, no abrieron sus ojos para contemplar mis señales, ni abrieron su corazón para sentir mi presencia. Mas cuando escuchaban mi palabra, bajaban sus ojos, porque su conciencia les decía que estaban delante del juez. Pero no estando preparados no sabían explicarse mi presencia en aquella forma, y dudando de Mí hicieron dudar al pueblo. 66. ¡Cuán pocos me sintieron! ¡Cuán pocos confesaron, al mirarme, que Yo era el Hijo de Dios! 67. Después de mi sacrificio se entabló la lucha; la persecución fue grande sobre los que me siguieron por el camino del dolor, de la calumnia y del presidio, hasta la muerte. Fueron arrojados de su propia tierra y caminaron por naciones extranjeras sembrando mi semilla, que encontró tierras fecundas, en las cuales germinó, floreció y dio frutos. 68. Cuando los discípulos de la Doctrina de Cristo se hallaron fuertes, buscaron la unificación con los primeros, haciéndoles reconocer que el Dios que entregó la Ley por conducto de Moisés, fue el mismo que habló por boca de Jesús. 69. La lucha fue intensa y quedó sellada con sangre. Mas al final de ella, mi voluntad se cumplió al unirse en una sola obra los testamentos del Primero y Segundo Tiempos. 70. Por eso os digo a vosotros que, antes que la revelación del Tercer Tiempo se una a los testamentos anteriores, tendréis que atravesar por la gran batalla espiritual que está anunciada. 71. No os extrañe que la fusión de los tres testamentos no se lleve a cabo en la nación señalada en el Tercer Tiempo para estas revelaciones; tampoco la unión del Primer Testamento con el Segundo se verificó en Judea. Recordad que ni Yo fui profeta en mi Tierra. 72. No queráis que se repitan los milagros de los tiempos pasados, penetrad en el fondo de mis enseñanzas, para que descubráis que en todos los tiempos he venido con el único fin de redimiros. 73. Os digo una vez más: no olvidéis la Ley por las tradiciones. Yo borré muchas tradiciones, mas enseñé a dar cumplimiento a la Ley y si en las últimas horas que como hombre pasé con vosotros, bendije el pan y el vino transformándoles en mi Cuerpo y en mi sangre, para que por medio de ellos me recordaseis y me llevaseis en vuestro corazón, debéis reconocer que en este Tercer Tiempo, ya no habéis menester de símbolos, porque mi Cuerpo y mi Sangre que son mi amor, os los estoy ofreciendo espiritualmente en mi enseñanza. 74. Ahora quiero que vuestro corazón, sea pan y vino para vuestro hermano, amándolo, iluminándolo, resucitándolo a la verdad y al amor. 75. En ningún tiempo he venido como ministro, nunca he celebrado ritos ante vosotros. Yo sólo he sido el Maestro que os ha dado sus lecciones en sentido figurado. 76. Hoy la Humanidad va penetrando en preparación espiritual; los grandes de la Tierra van doblegándose lentamente al comprender su obra. Mas todavía no es tiempo de que el dolor se levante de este mundo, porque los hombres volverían a levantarse en contra mía, tomando como instrumentos de venganza a la ciencia y a los elementos. Por eso, el cáliz de amargura será bebido un tiempo más. 77. Y cuando esté la humanidad preparada, mi voz vibrará en toda conciencia, y los hombres verán que no existe otro poder, otra justicia y otra sabiduría como la mía. 78. Larga es la historia de este mundo, larga también la jornada de la humanidad, con la lucha de sus pueblos por alcanzar el cenit, tras del cual ha venido el descenso y el derrumbe. ¡Cuánta sangre derramada por mis hijos con la cual se ha enrojecido la tierra, cuántas lágrimas de hombres, mujeres y niños! ¡Cuántos pecados y errores! pero también, ¡Cuántas pruebas de amor he recibido y cuánta virtud he contemplado! Y después de tanto vivir, aún no habéis alcanzado la meta de paz y redención. 79. Todavía faltan los últimos combates con sus amarguras y los últimos torbellinos. Falta aún que todas las fuerzas se agiten y los átomos se remuevan en un caos para que, después de todo ello, venga un letargo, una fatiga, una tristeza y un hastió que aparenten la muerte; y ésa será la hora en que se escuche en lo sublime de las conciencias el eco vibrante de un clarín que, desde el Más Allá, os anuncie que el Reino de la Vida y de la Paz se acerca entre los hombres de buena voluntad. Y ante esa voz, los muertos resucitarán, derramando lágrimas de arrepentimiento y a ellos recibirá el Padre como a los hijos pródigos cansados por la gran jornada y fatigados por la gran lucha, para sellar sus espíritus con el ósculo de amor. 80. Desde ese día, el hombre abominará la guerra, arrojará de su corazón el odio y el rencor, perseguirá al pecado y comenzará una vida de restauración y de reconstrucción. Muchos se sentirán inspirados por una luz que antes no contemplaron y se levantarán a crear un mundo de paz. 81. Será sólo el principio del tiempo de gracia, de la Era de paz. 82. La edad de piedra está distante ya. La era de la ciencia pasará y luego vendrá a florecer entre los hombres la Era del Espíritu. 83. La fuente de la vida revelará grandes misterios, para que los hombres edifiquen un mundo fuerte en la ciencia del bien, en la justicia, en el amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 236 1. Bienvenido sea ante Mí el cansado, el afligido, el triste, el enfermo, el pecador; porque Yo vengo a consolaros, a sanaros y a perdonaros. Lo mismo tengo caridad del ferviente que del incrédulo. 2. Al cansado le digo: Venid, que voy a libraros del pesado fardo que lleváis, para que carguéis en su lugar la cruz que llevaréis por este camino trazado con mi amor. 3. Al enfermo que ha perdido toda esperanza de salud, le sanaré y lo levantaré a la vida verdadera. 4. Espíritus y materias, os vengo sanando, porque mi caridad desciende a sanar todos los males. 5. Siempre os he buscado, y en los instantes de prueba claramente me he manifestado. Recordad que en el desierto solitario cuando el hambre amenazaba al pueblo, os envié el maná cual mensaje de amor; si la sed abrazó al pueblo, Yo hice que la roca se abriese y que de sus entrañas brotara un manantial, para encender la fe en los duros corazones. 6. ¿No creéis que esa necesidad de amor, de paz y de verdad que me presentáis ahora, es hambre y sed del espíritu? y ¿No creéis, que mi palabra en este tiempo, es el maná y el agua cristalina que os envío para encender vuestra fe y alentar a vuestro corazón en esta jornada que os recuerda el desierto del Primer Tiempo? 7. Aun palpando mis pruebas de amor, muchos permanecen con su corazón endurecido y por eso es para ellos más larga y pesada la caminata. 8. Comprended que quien no sepa recibir mi caridad, tampoco podrá ni sabrá hacerla en su camino. Y Yo os he enviado a la Tierra, no sólo para que recibáis mis beneficios, sino para que llevéis mi caridad al corazón de vuestros semejantes. 9. Bienaventurados los que son sorprendidos por la muerte corporal en la práctica de la caridad, porque su espíritu encontrará su morada, puesto que en esta Tierra sois extranjeros. 10. Si al llegar ante mi presencia, me mostráis vuestra espada mellada o rota, Yo os bendeciré porque luchasteis con denuedo. Unos llegarán antes, otros después, pero el ir y venir de los espíritus continuará hasta que el último llegue a su mansión de paz eterna, habiendo cumplido su misión. 11. Ahora me encuentro probando a los que no volverán más a esta Tierra. Mientras, el mundo seguirá siendo morada para hombres, mujeres, ancianos y niños que se purifican y acrisolan para acercarse un paso más a la perfección para que se encuentren preparados en el instante del llamado. 12. Sentid mi caricia, vosotros que habéis elevado vuestro espíritu para oírme en el infinito. 13. Una vez más mi comunicación es con vosotros. 14. Un mensaje de amor envío al mundo, un mensaje de perdón para esta humanidad que se desconoce. Quiero que los hombres se amen con el amor puro del Padre. 15. A vosotros, que estáis aprendiendo de Mí, os nombraré mensajeros de este amor, porque sabréis dejar a vuestro paso una huella de caridad y fraternidad entre vuestros semejantes. 16. Cada espíritu brotó de un pensamiento puro de la Divinidad, por eso los espíritus son obra perfecta del Creador. 17. Luego que la obra material quedó consumada y la tierra os dio albergue, envié a los primeros espíritus a encarnar en seres humanos. Si por instantes el espíritu se ha perdido en las encrucijadas y en los abismos del mundo material, como se pierde una perla en las profundidades del mar, el Padre, que no aparta de ninguno de sus hijos su caridad, extiende su ayuda para rescatarle, poniendo en su camino los medios necesarios para que logre su elevación. 18. Vosotros habéis sido rescatados, y en este tiempo en que la humanidad se encuentra perdida en el abismo, haré llegar a los hombres por vuestro conducto, este mensaje de esperanza y de fe en la salvación. 19. Vuestra palabra imitará a la mía, que ha sido como un fino cincel, incapaz de herir vuestro corazón. Ella ha sido caricia; por eso, a medida que más la oís, sentís que os va devolviendo la brillantez perdida, porque cada vez sois más comprensivos y más espirituales. 20. Esta Doctrina que por revelar lo espiritual se llama espiritualista, es el camino trazado al hombre, por el cual llegará a conocer, servir y amar a su Creador. Es el libro que enseña a los hombres a amar al Padre en sus propios semejantes. El Espiritualismo es una ley que dicta lo bueno, lo puro, lo perfecto. 21. El deber de acatar esta ley, es de todos, sin embargo, no obliga a nadie a cumplirla, porque cada espíritu goza de libertad en su voluntad, para que su lucha y todos sus actos, al juzgarse, puedan ser tomados en cuenta como méritos propios. 22. Ved entonces que esta Doctrina es la llama del amor divino que ha iluminado y dado calor desde el primero hasta el último de mis hijos. 23. Para que lleguéis a comprender, a sentir y a vivir estas enseñanzas, he esperado a que vuestro espíritu y aún vuestro entendimiento, tuvieran toda la lucidez necesaria para interpretar mis revelaciones de este tiempo. 24. Hoy vuestra evolución espiritual es grande, así como la capacidad de vuestra mente. De no ser así, no os habría llamado, porque al no comprenderme, os confundiríais. He dado a vuestros labios el poder y el don de la palabra, para que sepan expresar e interpretar el conocimiento espiritual y la inspiración. 25. En la grandeza de mi Doctrina, no ha intervenido jamás la mente humana. Así como en este tiempo en que os hablo por boca del portavoz humano la esencia de la palabra Que brota de sus labios, no pertenece al hombre. 26. El camino del espíritu comienza y termina en Mí, ése es el que el Maestro viene a enseñaros nuevamente. 27. Quien haya alcanzado alguna espiritualidad por su perseverancia, evolución y amor a las lecciones del Padre, será espiritualista aunque sus labios no lo digan. 28. Quien tenga fe, y elevación en sus actos, tendrá que reflejar lo que su espíritu posee. 29. Este mundo que se agita en un torbellino, llegará a su máximo de confusión y después entrará poco a poco, en una era de perfección. 30. Antes de que termine el año de 1950, muchos acontecimientos habréis contemplado. Naciones empeñadas en guerras, nuevas doctrinas, conflictos y calamidades. Sabéis que todas ellas son las señales que marcan la partida de mi palabra, señales que después serán reconocidas por la humanidad, como el indicio de que el Maestro estuvo entre los hombres en el tiempo anunciado. Y esta palabra de la que os he hecho depositarios trascenderá, llegará a muchos corazones; porque la verdad, lo perfecto de ella, no podrá pasar desapercibida. Ella desatará un tiempo de evolución y renacimiento espiritual en el mundo. 31. Si el hombre fuese débil para anunciar ese tiempo, la naturaleza con sus voces testificará y despertará a los aletargados; mas en todo aquél que se prepare, será la voz del espíritu la que hablará de una era que está próxima a llegar entre la humanidad. 32. Entonces los que se creyeron hombres fuertes en el mundo, se sentirán débiles. El poderoso verá perder su poderlo, y los que por su humildad se tuvieron por débiles, serán los fuertes por la fortaleza de su espíritu; por su capacidad y comprensión, porque lo espiritual será entonces lo que predomine. 33. Comprended mi palabra, que Yo os doy mi luz para que lleguéis al final. 34. Llego a vosotros por el camino preparado por Elías, a iluminar con mi luz al hijo amado que es la humanidad. No vengo a juzgar vuestras faltas ni a contemplar vuestras manchas. Sólo vengo a convertir al ignorante en mi párvulo y al párvulo en mi discípulo, para que en el mañana todos lleguéis a ser maestros. 35. Teniendo vosotros una misión tan delicada entre la humanidad, no podéis caminar como ciegos, ni permanecer ignorantes, ni demostrar debilidad. Meditad y podréis comprender vuestra responsabilidad. Preparaos porque vuestro espíritu tendrá que mostrar al Padre el fruto de su misión, pero serenad vuestro corazón y seguid oyéndome mientras me encuentro hablando a través del entendimiento humano. 36. Yo envié a la Tierra a vuestro espíritu a cumplir esta misión, grabando mi Ley indeleblemente en su conciencia y aún le vine a buscar para revelarle grandes lecciones y darle ejemplo de amor y de humildad, para que supiera ir al encuentro de sus hermanos, a darles la buena nueva y a hacerles partícipes de mi luz. 37. Mi palabra es semejante a un banquete al cual invito a todos a comer y beber; porque no están ante Mí solamente espíritus encarnados, no; también los moradores del valle espiritual se recrean con el concierto divino de mis enseñanzas, porque mi Doctrina es universal. 38. Al oír mi voz, unos y otros se sienten aliviados de sus faltas y se levantan para seguir mis huellas cargando su cruz. Y cuando habéis experimentado esta paz y este descanso en mi seno, es cuando habéis vuelto vuestra mirada a esa humanidad, para comprender su tragedia. 39. Comiendo vosotros el pan de vida eterna en mi mesa, pensáis en el hambre espiritual de vuestros hermanos. Sintiendo la frescura y la sombra de este árbol, habéis considerado a los que van atravesando el desierto, abrazados por el sol, el hambre y la sed, engañándose a veces con el espejismo de falsos oasis. 40. Yo os bendigo porque sentís la aflicción ajena. Orad y trabajad, que en vosotros existe lo necesario para aliviar penas y sanar males. 41. No es menester jurar que vais a seguirme. Prometeos a vosotros mismos serme fieles, constantes y obedientes y cumplid vuestros propósitos. 42. Mi verbo se hace caricia para hacer comprender al discípulo que ha sonado la hora de levantarse a practicar lo que ha aprendido. 43. Que mi palabra, como un rayo de luz, llegue a vuestro entendimiento, oh pueblo amado; iluminando vuestro sendero. 44. Sabed concentraros en el fondo de vuestro corazón, porque no sentirá mi presencia quien no se prepare; escuchará la voz del pedestal, mas no recibirá la esencia divina que os envío. 45. Haced de vuestro corazón una fuente limpia donde recibáis el torrente de agua purísima que es mi sabiduría. 46. Este es un día de recordación; en una fecha como ésta, consagré a mis primeros portavoces para dar a conocer a través de ellos mis nuevos mandamientos y mis nuevas revelaciones. El espíritu de Elías vibraba a través de Roque Rojas, para recordaros el camino que es la Ley de Dios. 47. El instante fue solemne, el espíritu de los presentes se estremeció de temor y de gozo, como se estremeció el corazón de Israel, en el Monte Sinaí, cuando fue promulgada la Ley. Como se estremecieron los discípulos que en el Monte Tabor contemplaron la transfiguración de Jesús, cuando Moisés y Elías aparecieron espiritualmente a la diestra y siniestra del Maestro. 48. Ese primero de septiembre de 1866, fue el nacimiento de una nueva era, la aurora de un nuevo día: El Tercer Tiempo que se abría ante la humanidad. 49. Desde aquel instante y sin cesar, se han estado cumpliendo muchas profecías y muchas promesas hechas por Dios a los hombres hace miles de años. En vosotros se han venido a cumplir, hombres y mujeres que habitáis el mundo en este tiempo. ¿Quiénes de vosotros habréis estado en la Tierra cuando fueron dichas aquellas profecías y cuando fueron hechas aquellas promesas? Sólo Yo lo sé, mas lo importante, es que sepáis que os lo prometí y que lo estoy cumpliendo. 50. ¿Sabéis de aquella nube sobre la cual me vieron ascender mis discípulos la última vez que a ellos me manifesté? Pues en verdad quedó escrito que sobre la nube vendría nuevamente y lo he cumplido. El primero de septiembre de 1866, mi Espíritu vino sobre la nube simbólica a prepararos para recibir la nueva lección. Después en 1884, principié a daros mi enseñanza. No llegué en cuanto hombre, sino espiritualmente limitado en un rayo de luz para posarlo sobre el entendimiento humano. Ese es el medio elegido por mi voluntad para hablaros en este tiempo y Yo tomaré en cuenta la fe que en esta palabra depositéis, porque no será Moisés quién os guie a través del desierto en pos de la Tierra prometida, ni Cristo hecho hombre el que os haga oír su palabra de vida como un camino de salvación y libertad; es ahora la voz humana de estas criaturas la que llega a vuestros oídos y es menester espiritualizarse para encontrar la esencia divina en donde estoy presente, por eso os digo que tiene mérito que creáis en esta palabra porque es dada a través de seres imperfectos. 51. El mérito será mayor que el de los que creyeron en Mí en el Segundo Tiempo o el de los que siguieron a Moisés por el desierto; pero no os faltará guía un sólo instante, ya que mi palabra no ha sido vaga o imprecisa, sino una Doctrina definida y perfecta; además, sobre vosotros velará siempre el espíritu de Elías, quien vino en este tiempo a despertar al mundo y a aparejar los caminos para que el espíritu de la humanidad llegare ante mi presencia espiritual. 52. Pueblo bendito: que este instante de recordación sea de gozo para vuestro espíritu y sea también de meditación en todas estas lecciones que vengo a daros. Preparad vuestro entendimiento y abrid vuestro corazón, para que en ellos pueda Yo depositar mi gracia. Olvidad por un instante las vanidades del mundo y acercaos espiritualmente a Mí. 53. Vais a escuchar una vez más mi palabra a través de un portavoz humano, que aunque escogido por Mí, no es superior a vosotros ni tiene nada de divino. Son los portavoces de mi palabra, criaturas imperfectas todavía, aunque la elevación de su espíritu les permita penetrar en comunicación con el Padre. Oíd la cátedra con fino oído para que pase con claridad a vuestro cerebro, dejad que después cruce como un rayo de luz por vuestro corazón y la esencia divina llegará hasta vuestro espíritu como pan de vida eterna. 54. Si os preparáis de esta manera, sentiréis que en verdad he estado con vosotros. 55. No quiero que seáis tradicionalistas, pero si es mi voluntad que recordéis todos aquellos acontecimientos por medio de los cuales me manifesté con vosotros y os di ejemplos y enseñanzas. Haced por medio del recuerdo un festín dentro de vuestro corazón y vuestros pasos serán más firmes en la senda. 56. En 1866 promulgué la Ley nuevamente entre mi pueblo, abriendo una nueva era espiritual, cumpliendo así una promesa mía hecha a vosotros en tiempos pasados. Desde entonces vibra mi Espíritu Santo desde la nube, a través de mi rayo y también las voces de mis ángeles se dejan oír en la Tierra. 57. Este es el Tercer Tiempo, en el que he venido a fundir en una sola Ley los mandamientos que os di por medio de Moisés, la Doctrina de amor que como Jesús os di en el Segundo Tiempo, que fue una confirmación de la primera. Y en este tiempo os doy esta Doctrina como faro luminoso, como una barca salvadora, como una escala de perfeccionamiento para que alcancéis la evolución de vuestro espíritu. 58. Os doy mi enseñanza con gran sencillez y claridad para que, como buenos espiritualistas, sepáis contestar a los que os pregunten si sois mosaicos o cristianos. 59. Antes de que os fuese revelada la Ley en el Primer Tiempo, vivisteis en la ley natural, alentados por hombres por quienes os aconsejé la virtud, por quienes manifesté mi verdad y mi justicia, hombres por los cuales me manifesté como el Dios del bien y del amor. 60. Ese pueblo que supo mantenerse en el temor del Dios verdadero, y que supo conservar la institución de un Dios de justicia y de bondad, es el pueblo de Israel. Pero una ley concreta y definida no conoció ese pueblo hasta que, contemplándolo el Padre en peligro de caer en el gentilismo y en la idolatría, de su propio seno hice surgir un varón fuerte de espíritu para entregar por su conducto la Ley de Dios para los hombres, escrita en roca viva. El varón fue Moisés, libertador y legislador, quien con fe inquebrantable y gran amor al Señor y a su pueblo, condujo a las muchedumbres a una Tierra propicia para construir un santuario y elevar un culto grato al dios viviente e invisible. 61. Mirad cómo desde los primeros tiempos os he inspirado la espiritualidad. Con la promulgación de la Ley sobre el Sinaí, culminó ante la humanidad el Primer Tiempo. Aquel primer enviado fue como una estrella en el desierto, fue el índice que guía, fue consejero y legislador, fue pan, cuando el hambre se dejó sentir y agua que calmó la sed. Fue amable compañía en la soledad de los desiertos y conductor del pueblo, hasta las puertas mismas de la Tierra deseada. 62. Cuando Cristo apareció entre la humanidad, en el seno de ese mismo pueblo, habían transcurrido muchos siglos desde Moisés. 63. Fue la nueva alborada para el pueblo que esperaba la llegada del Maestro Divino, que venía a nacer y vivir entre los hombres para enseñarles la segunda parte del libro de la vida. 64. Habíais conocido al Dios de Justicia y ahora, Él venía a mostrarse como Dios de Amor, preparando con su palabra y sus obras un nuevo tiempo, una nueva vida para el espíritu. El Segundo Tiempo y todo cuanto os enseñé con mi palabra, milagros y ejemplos, hasta culminar con mi pasión, fue la hoja de la Ley de Amor que escribí para vosotros. 65. Ahora, en el Tercer Tiempo, Elías manifiesta su espíritu, como Enviado y Precursor del Espíritu Santo, diciendo a través del entendimiento humano: "He aquí a Elías, el profeta del Primer Tiempo, el mismo que después apareció sobre el Monte Tabor junto a Moisés y Jesús en la transfiguración de Cristo ante los discípulos". 66. Elías tiene la llave con que se ha abierto la Tercera Era, el nuevo tiempo. 67. Ahora podréis comprender lo que ni los mismos apóstoles alcanzaron a comprender de algunas de mis revelaciones. 68. Elías es el rayo de Dios, con cuya luz viene a disipar vuestras tinieblas y a libertaros también de la esclavitud de este tiempo que es la del pecado, y quién guiará vuestro espíritu a través del desierto hasta llegar a la Tierra Prometida en el seno de Dios. 69. He ahí los tres enviados por los cuales habéis recibido la Ley y las máximas revelaciones. 70. Tiempo de luz para vosotros ha sido éste, en el que habéis tenido explicadas las revelaciones de los tiempos pasados y anunciadas las profecías de lo que ha de ser. 71. Más este tiempo de mí comunicación por medio del entendimiento del portavoz, pronto pasará y vendrá un tiempo de gracia y espiritualidad en el cual aquél que se prepare, podrá conversar conmigo en forma espiritual. 72. Y cuando mi Reino se haya establecido en el corazón de la humanidad, cuando la tentación haya sido destronada y el hombre me ame sobre todo lo creado, este mundo será morada de grandes espíritus, donde los hombres se amen en verdad y sepan recibir con caridad a espíritus necesitados para regenerarlos y llenarlos de sabiduría. 73. No sabéis ahora en qué forma me manifieste a todo el Orbe, desde 1950 en adelante, mas os dejo alerta, porque veréis que los dones y potencias del espíritu se impondrán a los sentidos del cuerpo, y la humanidad sentirá que está viviendo el nuevo tiempo, el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 237 1. Bienvenidos seáis discípulos y párvulos. Sois perseverantes en recibir mi enseñanza. Vuestro Maestro viene a vosotros, porque es el tiempo anunciado en que os he llamado para ayudaros a dar los primeros pasos en el camino de la espiritualidad. Vosotros habéis conocido las primeras luces de esta etapa que dio principio en el año de 1866 y no sabéis cuándo terminará. 2. En el año de 1950, cesará mi palabra a través del entendimiento humano, mas Yo seguiré enseñándoos en un lenguaje superior: el del espíritu. 3. Si cumplís vuestra misión, pueblo de Israel, dejaréis un ejemplo y después de vosotros vendrán los que han de continuar esta Obra. Enseñaréis la oración verdadera, predicaréis el amor y lo testificaréis con vuestras obras. Las naciones al oír vuestras palabras, penetrarán en meditación y profunda oración, para encontrar la solución a sus grandes conflictos. Y YO el Padre, descenderé sobre todos, para fortalecer y vivificar a todos mis hijos. 4. ¡Oh humanidad que os encontráis hambrienta y sedienta de mi palabra, mientras el pueblo de Israel está harto de ella! Vos no habéis contemplado descender al Espíritu Santo entre los hombres. He venido a iluminar vuestro espíritu y os llamo por tercera vez. Quiero que abráis vuestro corazón y dejéis penetrar a este viajero, para dejar en todos, lo que os hace falta. Abrid vuestros oídos, y mi palabra caerá en vuestro corazón, como un bálsamo. Sentiréis mi paz y mi luz iluminará vuestro camino y podréis contemplar el porvenir. 5. Yo os acompaño en las grandes y pequeñas pruebas. 6. Estoy preparando el valle donde he de reunir a todos mis hijos para el Gran Juicio Universal. Yo juzgaré con perfección, mi amor y caridad envolverán a la Humanidad y en ese día encontraréis salvación y bálsamo para todos vuestros males. Si hoy expiáis vuestras faltas, dejad que el espíritu se purifique, así estaréis preparados para recibir de Mí, la herencia que tengo destinada para cada uno de vosotros. 7. Si he llamado antes al pueblo de Israel y lo he preparado como el hijo primogénito, es porque él siempre ha traído un mensaje de mi divinidad a los hombres. Es mi emisario que lleva en sus labios mi esencia y en su corazón mi verdad. 8. Vais a conocer vuestros errores, sabréis por qué tropezabais, pues mi luz iluminará vuestro ser; y vuestro corazón, que se había cerrado para Mí, volverá a abrirse y de él brotará un torrente de agua cristalina. 9. Yo os hablo desde el Más Allá. Si eleváis vuestro espíritu podréis contemplarme. Todavía os falta recorrer un espacio del camino de vuestra evolución para que llegue el día de vuestro retorno a Mí. Yo, vuestro Padre, endulzaré vuestros días, os daré paz para que podáis atravesar la última gran prueba que os espera. 10. Las profecías correspondientes a este tiempo se están cumpliendo. Los que han dormido, se han sorprendido al contemplar los acontecimientos. Es que no habéis leído en el libro de los profetas, en el libro de vuestro Dios, mas Yo haré de vosotros mis discípulos que sepan interpretar mi palabra de todos los tiempos. 11. La humanidad despierta lentamente. Todos esperan la luz de un nuevo día, la aurora que ha de aparecer trayendo para ella paz, comprensión y luz que todo lo ilumine. Una fuerza que haga volver al orden a todo lo que ha sido cambiado en su principio. Espera también al guía que ha de corregir las imperfecciones, que ha de darle la salud a los enfermos y la resurrección a los muertos. 12. Esa luz ya ha sido entre los hombres, os dice el Maestro, y no habéis sabido reconocerla. 13. Yo vengo a ayudaros en la restauración de todo lo que habéis profanado. 14. En el tiempo cercano de la propagación de mi palabra, no adulteréis, no compliquéis esta enseñanza. Si os preparáis en espíritu y en verdad, tendréis para los que os interroguen, buena respuesta, mostraréis un mundo infinito de luz. Hablaréis de la simplicidad de mi enseñanza, en la cual se refleja mi pureza, mi sabiduría y mi verdad. 15. Les diréis que con mi venida en este tiempo se cumplen las profecías y mis promesas dadas en tiempos pasados. 16. Que Elías vino antes que Yo a preparar el sendero por donde había de pasar mi Divinidad. 17. Que él llamo a los espíritus a oración y congregación, anunciando que era llegado el tiempo del Espíritu Santo. 18. Todas estas lecciones con las cuales os habéis familiarizado, serán para vuestros hermanos gran revelación, y conmoverán las fibras más sensibles de su ser. 19. La comunicación de mi Espíritu por conducto del hombre, la venida de Elías, la presencia del Mundo Espiritual aconsejando. Todo esto lo testificaréis y ellos, a su vez, habrán sido testigos de otras manifestaciones espirituales, con las cuales confirmarán mi palabra. 20. No os conforméis con lo que hasta hoy habéis alcanzado, seguid estudiando siempre. Cuanto más podáis ensanchad el conocimiento de mi Doctrina practicando virtudes. Siempre os revelaré nuevas lecciones para alentar vuestro espíritu en la senda de evolución. 21. Reposad unos instantes pueblo amado, escuchad y analizad la palabra del Maestro. 22. Preparándoos estáis para llegar al final. Presurosos se encuentran los que han recibido en su entendimiento la gracia de transmitir mi palabra, atentos a mi enseñanza los discípulos que han tenido comprensión para el Espiritualismo, para esta Doctrina que hará de quien la abrace, un hombre nuevo. 23. Sois aún mis discípulos a quienes todavía no puedo llamar maestros; por lo tanto, seguid interpretando mi enseñanza, tomando como principio su esencia y su sencillez. No la compliquéis a través de vuestro análisis, y trabajad porque sea uniforme en este pueblo la interpretación, para que no aparezca entre vosotros la división. 24. Vais a encontrar en el camino a los que, sabiendo que sois los discípulos del Espíritu de Verdad, os hagan la siguiente pregunta, muy natural en quien desea saber más de lo que conoce: ¿Cómo es el Más Allá? Les explicaréis la transformación que el espíritu sufre al dejar de vivir en un cuerpo humano, para habitar en las regiones espirituales. Nadie conoce aún aquella vida en toda su plenitud. Esa ha sido siempre una idea que ha preocupado al hombre, una interrogación sin respuesta que lo intriga. De esa necesidad espiritual de saber y comprender, cuántos se han valido para lucrar con la ignorancia, sembrando su semilla de falsedad en corazones de buena fe. Nadie puede decir con toda certeza cómo es el Más Allá; nadie puede decir justamente cómo es el espíritu y en qué forma viven en otros mundos. 25. Aún es limitada la mente humana para concebir lo que sólo el espíritu elevado puede conocer y penetrar. Limitaos, por ahora, a comprender y explicar hasta donde os ha revelado mi enseñanza, que encierra infinita luz y sirve de firme cimiento a vuestro futuro espiritual. No dejéis libre a vuestra imaginación para que ella dé la explicación de aquellos misterios, porque parecerán a la humanidad extrañas teorías, y mi Doctrina se funda en la verdad. 26. Cada revelación os la aclaro para que no haya nada que no sea debidamente comprendido por vosotros. Por ahora no necesitáis conocer más de lo que os he revelado, porque si alcanzáis a comprender de la vida espiritual más de lo manifestado por Mí, perderíais el interés por esta vida, caeríais en misticismo o en fanatismo; viviríais en una inútil contemplación y dejaríais de desempeñar la importante misión que en el mundo tenéis que cumplir. 27. Muchos han intentado sondear la morada del espíritu sin lograr mirar más allá de lo que está permitido. Mas a quién pregunta: ¿Cómo se comunica el mundo espiritual a través de un entendimiento humano? Yo le contesto así: Haciendo uso de vuestras facultades de entendimiento y de intuición, tal como lo hace vuestro propio espíritu. 28. Mi Doctrina en éste como en el Segundo Tiempo conmoverá a la humanidad. Los hipócritas tendrán que enfrentarse a la sinceridad. La falsedad dejará caer su máscara y la verdad brillará. La verdad se impondrá sobre la mentira que envuelve a este mundo. 29. El hombre estará capacitado para comprender y reconocer todo aquello que encierra razón y verdad, más todo lo que se le obligó a creer aunque no lo comprendiese, él mismo lo rechazará, por eso mi Doctrina cundirá, porque desborda luz de la cual los hombres están necesitados. A vosotros toca una gran parte de esta obra, revelando a vuestros hermanos su principio y su fin. 30. Guardaos bien de no adulterarla, porque ella es un tesoro que os he confiado y que me tenéis que devolver. Vuestra responsabilidad es grande, no así la de los que no han escuchado directamente mi palabra, porque mientras ellos obran con ignorancia, vosotros lo hacéis con absoluta seguridad, porque sabéis qué es lo que debéis aceptar y lo que debéis rechazar. Si presentís un peligro y en tentación caéis, es por vuestra voluntad, con todo conocimiento de lo que estáis haciendo. Ya en vosotros no existe justificación para obrar mal. 31. Ahí donde la materia quiere hacer su voluntad, demostrad la fuerza y superioridad de vuestro espíritu. ¿De qué os serviría adquirir conocimientos si no practicáis? Tenéis ante vuestros ojos un libro de sabiduría que os explica lo que debéis hacer en cada paso que el espíritu dé. Si ese libro lo cerraseis egoístamente y de su conocimiento no tomaseis para dominaros o conduciros ¿Cómo podríais después predicar sus verdades si vuestras obras demuestran lo contrario de lo que vais enseñando? ¿Cómo podréis servir de báculo a vuestro hermano si vais cayendo en el camino? ¿Cómo levantar al caído si no tenéis fuerzas para levantaros a vosotros mismos? Tened presente que si queréis ejercer en vuestros hermanos una benéfica influencia tenéis que adelantaros a dar ejemplo. 32. No olvidéis que en vosotros debe siempre imperar la verdad. 33. Para llegar al final del camino, tenéis que encontrar muchos tropiezos. El que más méritos tenga, será aquél que haya vencido la tentación. 34. El trabajo en mis tierras es duro pero lleno de satisfacciones. 35. No vayáis a cerrar vuestros oídos a la voz de la conciencia, porque podría abrirse un precipicio ante vuestros pies y ya puestos en la pendiente es difícil retroceder. 36. Recoged el maná espiritual que desciende sobre vosotros, para que os alimentéis a lo largo del desierto que estáis cruzando. 37. Aquí está el oasis, caminantes; descansad unos instantes bajo esta palmera y recobrad las fuerzas perdidas; mirad que aún queda mucho por andar y necesitáis energías para llegar hasta el final. 38. ¿Qué puede deteneros en vuestro camino? ¿Qué temores abrigáis? Orad y destruiréis obstáculos; tened fe en la oración y lo imposible lo veréis hecho posible. 39. Necesitáis ser un pueblo fuerte para que triunféis y nada os dará mayor fuerza, que el cumplimiento a mi Ley. 40. Muchas tentaciones, persecuciones y acechanzas vendrán sobre vosotros; habrá quienes se complazcan en sembrar de abrojos vuestro camino, pero de todo ello saldréis triunfantes si confiáis en Mí, si permanecéis unidos y si perseveráis en el cumplimiento de mi enseñanza. 41. Este pueblo irá aumentando día a día, mas si ahora os parecen grandes las multitudes que acuden a escuchar mi palabra, en verdad os digo que resultarán pequeñas cuando las comparéis con las que habrán de congregarse después de mi partida, en el tiempo de vuestro testimonio. 42. Más debo deciros que el rumor del Nuevo Pueblo del Señor, cundirá hasta que por vuestra unión y fraternidad os hagáis merecedores de los grandes prodigios y pruebas de poder que tengo reservadas a mi pueblo. 43. No exijo de vosotros ningún sacrificio, no exijo de vosotros la suma perfección, sólo espero el propósito inquebrantable de obedecer mis mandatos y un poco de caridad hacia vosotros y hacia vuestros hermanos, lo demás lo hago Yo; mas cuando hayáis dado con firmeza ese paso, entonces os pediré que deis uno mayor para que no os detengáis en el desierto, porque allí no es vuestra morada. Ya sabéis que en su evolución encontrará vuestro espíritu la Tierra bendita de promisión, que es hacia donde dirijo vuestros pasos. 44. Nunca vayáis a decir: Yo he luchado mucho y nadie ha visto mis esfuerzos y mis sacrificios. No olvidéis que Yo estoy viendo cada uno de vuestros pasos y anotando cada una de vuestras obras. No esperéis recompensas del mundo ni una comprensión o justicia completa por parte de vuestros semejantes. Confiad en Mí, porque en verdad os digo, que jamás me quedaré con lo que en justicia os corresponde como galardón. 45. Tampoco penséis que forzosamente tenéis que morir para recoger vuestra cosecha, no, algunos frutos os serán dados en esta vida, como premio a vuestros méritos dentro de la vida humana, en cambio aquellos méritos que hayan sido espirituales, si tendrán que aguardar el instante en que estéis en el Más Allá. 46. Hágase la luz en vuestro entendimiento, oh pueblo, para que podáis comprender y más tarde practicar la divina inspiración. 47. ¡Discípulos amados! Venís a Mí, habiendo limpiado vuestro corazón, como un vaso al que limpiáis por dentro y por fuera, para recibir mi palabra. Todo lo que brota de Mi es puro; y si vosotros queréis conocerme, tenéis que prepararos con limpidez, para que podáis recoger la esencia y comprendáis el sentido de mi palabra y la llevéis después a la práctica. 48. Amaos y respetaos unos a otros, sea cual fuere vuestra creencia, ideal y condición espiritual. Practicad la unión. Perdonad también. No toméis las causas ajenas para juzgarlas. Mas si queréis interceder, hacedlo y llegará el día en que os uniréis e iréis en pos de un ideal. 49. He probado vuestra caridad. He acercado a vosotros al enfermo, al afligido y al debilitado por los grandes dolores de este tiempo. He enviado en el seno de vuestra familia innumerables pruebas para que tengáis ocasión de aplicar mi enseñanza. Habéis sufrido por los vuestros y llenos de fervor, me pedís por ellos y Yo os digo: Pedidme también por los ajenos, por todos los que crucen en vuestro camino, como lo habéis hecho por vuestros padres o por vuestros hijos, para que practiquéis la verdadera caridad. 50. El dolor ha sensibilizado los corazones y en su afán de encontrar consuelo, me buscan. Yo dirijo sus pasos y sé el momento propicio en que han de penetrar en mi Obra. Hay muchos que no están preparados todavía para oírme, y a ellos retardaré su paso, hasta que puedan encontrarse dispuestos a recibir mis revelaciones. 51. Para creer en mi Obra, necesitáis fe. Todo en ella es espiritual. No os he entregado manifestaciones materiales. Sólo os he pedido que os elevéis para llegar a mi presencia y sentir mi amor y mi caridad que os envuelven. 52. He preparado los ojos del espíritu, los ojos de la fe, para que podáis mirarme; y he guardado puros los sentimientos de vuestro corazón, para servirme de ellos. Vuestros dones están latentes y mi palabra viene a despertarlos, para que deis principio al cumplimiento de vuestra misión. 53. Todo lo que he puesto en vuestro derredor, es perfecto y grato, y aun así, contemplo que no sois felices, que no estáis conformes con vuestro destino. Es que no habéis analizado la vida, ni habéis comprendido vuestra verdadera misión. No seré Yo quien enumere los beneficios que os concedo, sino seréis vosotros los que por gratitud reconozcáis el amor que profeso a cada uno y el bien que os entrego. 54. Os he enviado a restituir, porque os amo y quiero contemplaros limpios y dignos de Mí. Habéis encontrado el camino sembrado de espinos, como Jesús en el Segundo Tiempo, y es que quiero que me imitéis, que aprendáis a luchar para que en cada victoria que obtengáis, seáis más fuertes. Todo lo he preparado para vuestro beneficio. Todo está hecho según mi amor y mi justicia, porque soy Padre y Juez inexorable, que no vuelve atrás en sus determinaciones. 55. Pueblo amado, dejadme hacer mi voluntad. Someteos a mi Ley y Yo os llevaré a la paz y gloria espiritual. Este es el Destino de todas mis criaturas. Tomad vuestra cruz y seguidme. 56. Estáis llenos de dones, poseéis la inteligencia, la voluntad y la razón, para llevar a cabo vuestra obra. Vuestro tránsito es largo porque os detenéis a cada paso; si tomaseis el recto camino, el de la abnegación y cumplimiento, seríais dichosos, apreciaríais la vida, sabríais amar, conoceríais el valor de vuestros dones espirituales y no desearíais lo que otros poseen. 57. Mi obra es de libertad. Vengo a iluminar a vuestro espíritu, para que podáis conocerme. Sois la criatura predilecta, a quien he formado a imagen y semejanza mía y en vosotros he puesto mis complacencias. 58. La escala por la cual ascenderéis es grande y no sabéis en qué grado de evolución os encontráis. Según vuestra evolución, así os ha sido marcado el camino que hoy atravesáis, pues todo está relacionado y sujeto a leyes invariables y eternas. 59. El templo del cual os hablo en sentido figurado, es espiritual. No es la casa fincada con canteras, sino el templo de amor, la fe del hombre que quiere elevarse hasta llegar a Mí. Sobre los buenos cimientos que vosotros pongáis, las siguientes generaciones edificarán. 60. Grande será la alegría de los postreros, cuando Yo les presente mi Obra, mi palabra. ¡Cuánto me han buscado! ¡Cuánto han sufrido por llegar a Mí! Su ideal es uno solo: encontrar el camino espiritual, llegar a la fuente, donde poder sustentar y perfeccionar su espíritu. ¡Y cómo adelantarán en sus prácticas! Ellos darán testimonio de lo que han recorrido buscando mi palabra y vosotros, de que les esperabais; porque Yo os anuncié estas profecías. Os he confiado una parte de mi Obra para su cumplimiento y cuando hayáis concluido, sonreiréis de satisfacción por haber colaborado con vuestro Dios. 61. Descansad, dejad que se alimente vuestro espíritu. Dejad que vuestro corazón al sentir mi presencia, lata apresuradamente. 62. Vengo a alentaros en el camino, para que no detengáis vuestro paso, Yo soy Aquél que sabe quién ha aprovechado el tiempo y las oportunidades; quién ha perdido el tiempo y quién camina perezosamente en la senda de evolución espiritual. 63. Vosotros podéis daros cuenta de vuestro adelanto o retraso, sólo cuando os encontréis en espíritu. 64. Todo lo preparé para que en este tiempo, al venir vosotros nuevamente a morar en la Tierra, encontraseis al Maestro comunicándose por medio del hombre, para recordaros vuestra misión de trazar una huella de buenos ejemplos, para que por ella llegaran al camino los que vivieron en la ignorancia, en la idolatría y en el fanatismo religioso. 65. Os preparé para que vuestros labios humildes, sorprendieran a la humanidad con la luz, la profundidad y verdad de sus palabras. Sois mis testigos, mis emisarios y aún mis precursores. 66. Si por instantes os corrijo y aún llego a reclamaros, es porque las pasiones, los torbellinos o las vicisitudes llegan a empañar momentáneamente la luz de vuestro entendimiento y os hacen caer en faltas, en materialismo o en frialdad. 67. Mi caridad os va guiando por el camino de salvación, y ha apartado toda venda de ignorancia de vuestros ojos, para que contempléis las luces de esta jornada. Recordad que todo ojo pecador y no pecador me contemplará. 68. ¿Os habéis preguntado si existe verdadera fe en vuestro corazón? ¿Habéis sentido el calor de esa flama? 69. Voy a deciros cuál es la prueba de que existe fe verdadera: 70. Cuando el corazón no zozobra en la hora de la prueba. Cuando la paz inunda al espíritu en los trances supremos. Aquél que tiene fe, está en armonía conmigo, porque Yo soy la vida, la salud y la salvación; quien busca de verdad este puerto y este faro, no perece. 71. Quien posee esta virtud, hace prodigios fuera de toda ciencia humana y da testimonio del espíritu y de la vida superior. 72. No podrá haceros desfallecer el incrédulo si vosotros creéis en Mí, ni podrá heriros la calumnia. 73. Yo he alentado la fe en vosotros, con pruebas os he fortalecido para seguir haciendo el llamado a las multitudes que se alimentarán con vuestra fe. 74. Os he dicho en este tiempo: No me busquéis en las materias por las cuales os hablo, porque tropezaréis con sus imperfecciones y atribuiríais estas faltas a mi Obra; penetrad al fondo de la palabra que vierten esos labios, y en su sentido, en su esencia, encontraréis al Maestro. 75. No vayáis a caer en idolatría con éstos por quienes me comunico, porque entonces serían los que ocuparan el lugar que ayer tuvieron en vuestro corazón las imágenes grabadas en lienzos o esculpidas en piedra y seguiríais hundidos en ese materialismo y en ese fanatismo religioso que no ha permitido al Padre poseer plenamente vuestro espíritu. 76. Guardad la esencia del Verbo, para que cuando ya no escuchéis esta enseñanza, sintáis que en lo más profundo de vuestro corazón resuena la palabra celestial que eleva e invita a penetrar en comunión directa con vuestro Señor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 238 1. Pueblo amado, os dice el Maestro: Vengo en busca de mi pueblo, del santuario que existe en vuestro corazón. Aquéllos que lo hayan cerrado para Mí, es tiempo que lo abran a la espiritualidad; quien lo haya destruido, reconstrúyalo y dele firmeza; quien lo tenga en tinieblas, debe iluminarlo con la luz de la fe, mas en verdad os digo, que no vayáis a perder vuestro tiempo construyendo templos materiales, pensando que la devoción, la gracia y el arte que en ellos pongáis sean el mejor homenaje que me presentéis. Tan sólo os concedo que preparéis humildes lugares en donde os pongáis a cubierto de la intemperie o de las miradas indiscretas; a esos recintos destinados tan sólo para vuestras reuniones, no les llaméis templos porque podría suceder que el ignorante llegara a adorar esos lugares como si fueran sagrados. 2. No introduzcáis en vuestras prácticas, ritos o ceremonias, con ello podríais apartaros de la misión que os he confiado, que es la de sembrar la caridad y el amor. 3. Sencillez y humildad, tanto en lo exterior como en lo interior, es lo que os pido, y con ello tendréis mi presencia llena de esplendor en vuestro espíritu. 4. Estoy en los corazones y vibro en vuestro espíritu. ¿Para qué habíais de representarme con objetos materiales, si estáis sintiendo mi divina presencia en lo más íntimo de vuestro ser? ¿No creéis que si Yo buscase el esplendor mundano, en lugar de haber nacido en cuanto hombre en un establo, hubiera nacido en el interior del templo de Sión? ¿Qué obstáculo hubiera impedido mi nacimiento en ese lugar, si sabéis que María era conocida en el templo y fue sumisa y obediente a todos los mandatos divinos? 5. Meditad en mi palabra y pensad que nunca he buscado el culto externo en los hombres, que sólo he venido a pedirles su amor, su elevación, su fe y todo lo que sea fruto de su espíritu. 6. Por un tiempo más conservaréis estos lugares dedicándolos a celebrar en ellos vuestras reuniones, porque aún son necesarios para que vengáis a escuchar la palabra que os he dejado, a analizarla y a tratar de ponerla en práctica; pero el tiempo de doctrinaros, el tiempo de vuestra preparación pasará y entonces dejaréis de necesitarlos. 7. La flama de la fe se encenderá más y más en el espíritu de mis discípulos, cada corazón será un altar, el amor por sus semejantes será para ellos un culto, y en cada hogar habrá un santuario. Haréis comprender a vuestros hermanos que con su oración se eleva su espíritu por encima de todo lo superfluo y de toda miseria terrestre, y ellos lograrán contemplar que el Templo del Señor es universal, es infinito y que está en todas partes, lo mismo en el espíritu del hombre, que en su cuerpo, en lo visible que en lo invisible; comprenderán que así como pasó el tiempo en que me ofrecían sacrificios de sangre, también el culto por medio de ritos o de ceremonias exteriores deberá pasar. La espiritualidad vendrá a purificar vuestro ambiente y mi Doctrina llegará a ser comprendida. 8. Surgirá la verdadera oración, el culto elevado, espiritual, agradable ante mi mirada divina; la penitencia bien entendida, aquélla que es arrepentimiento, enmienda y reparación de las faltas cometidas. Aparecerá en los hombres el amor verdadero basado en la limpidez del corazón y llegarán a comprender que para orar son suficientes breves momentos, pero que para cumplir su misión, que es la de hacer la caridad entre sus hermanos, necesitan emplear todos los instantes de su vida. 9. Meditad en mis lecciones, oh discípulos, analizadlas, y encontraréis en su fondo más, mucho más de lo que las palabras expresan. Yo os ayudaré y os iluminaré para que conozcáis todo aquello que en mi palabra haya quedado oculto, porque la mente del portavoz no la haya llegado a traducir. 10. Hoy os doy la bienvenida, sentaos a mi mesa, lo mismo recibo al que me ama, que al que me niega, a todos os acaricio por igual porque todos sois mis hijos. 11. Me presento entre pecadores. ¿Acaso hay un justo en la Tierra? Vengo a ofreceros los bienes de mi Reino y a poner a vuestro alcance los medios para lograrlos. Si mi gloria me pedís, os la daré, porque os está prometida desde el principio de los tiempos. Vosotros, los hijos del Señor, sois los herederos del reino, ¡Cuántos méritos tendréis que hacer para conquistar la Tierra Prometida! Unos la alcanzarán con una lucha larga y penosa, otros en cambio, darán grandes pasos en el camino y pronto se acercarán al reino de la Luz. ¿Recordáis lo que prometí a Dimas, mientras se hallaba en agonía, al ver su arrepentimiento, su fe y su humildad? Le ofrecí que ese mismo día sería conmigo en el Paraíso. 12. Humanidad, Yo os pregunto tomando a este pueblo como representante vuestro: ¿Hasta cuándo vais a levantaros amándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente vuestros agravios? ¿Hasta cuándo queréis que sea la paz en vuestro planeta? 13. El perdón que proviene del amor, sólo mi Doctrina lo enseña y él posee una fuerza poderosa para convertir, regenerar y transformar al malo en bueno, al pecador en virtuoso. 14. Aprender a perdonar y tendréis en vuestro mundo el principio de la paz. Si mil veces fuese necesario perdonar, mil veces debéis hacerlo. ¿No os dais cuenta de que una reconciliación oportuna, evita que apuréis un cáliz de amargura? 15. Os hablo del dolor al que os hacéis acreedores, el que habéis ido acumulando y que se desbordará llegada la hora. Yo nunca ofrecería semejante cáliz a mis hijos, pero en mi justicia sí puedo permitir que recojáis el fruto de vuestra maldad, soberbia e insensatez, para que volváis arrepentidos a Mí. 16. Los hombres han desafiado mi poder y mi justicia al profanar con su ciencia el templo de la Naturaleza en la que todo es armonía, y su juicio va a ser inexorable. 17. Se desatarán los elementos, se conmoverá el Cosmos y se estremecerá la Tierra. Entonces habrá pavor en los hombres y querrán huir, mas no habrá a dónde encaminar sus pasos; querrán detener las fuerzas desencadenadas, y no podrán, porque se sentirán responsables, y tardíamente arrepentidos de su temeridad e imprudencia, buscarán la muerte para escapar al castigo. 18. Vos, pueblo, que no ignoráis estas profecías, sois responsables de cuanto acontezca si no veláis ni trabajáis para conservar la paz que os he confiado. 19. Preparad vuestro cayado y vuestra alforja, porque voy a enviaros como profetas y como emisarios a amonestar a los pueblos. 20. Unos irán por el Oriente, otros hacia el Occidente y otros por los demás puntos y caminos de la Tierra. 21. No os llenéis de vanidad pensando que habéis sido los privilegiados, en quienes he depositado mis mandatos en este tiempo para haceros mis discípulos; pero también os digo: No os conforméis con ser los llamados, haced méritos para que seáis de los escogidos. 22. Desechad toda vanidad para que no imitéis al gusano que se hincha con la humedad de la tierra para después convertirse en nada. 23. No durmáis, confiándoos en que os amo mucho, para evitar que tengáis tropiezos. Ciertamente sois muy amados, pero también por lo mismo, sois muy probados. 24. Tres cuartas partes del haz de la Tierra desaparecerán y sólo una parte quedará salva para ser refugio de los que sobrevivan al caos. Vosotros veréis el cumplimiento de muchas profecías. 25. Vos, pueblo, cumplid mis mandatos y Yo os cumpliré lo prometido. 26. Orad, velad, sembrad amor, extended la luz, dejad huella de caridad, y estaréis en paz con vuestra conciencia y en armonía con el Creador. 27. Oíd con atención esta palabra, para que después la analicéis y la sembréis en el corazón de vuestros hermanos; no os conforméis con entenderla; hablad, dad ejemplo y enseñad con vuestras obras. Sed intuitivos, para que conozcáis cuál es el instante propicio para hablar y cuál es el momento oportuno para que vuestros hechos den testimonio de mi Doctrina. 28. Un solo idioma os doy para que extendáis mi palabra, y ese idioma es el amor espiritual, el cual será entendido por todos los hombres. Un idioma dulce al oído y al corazón de la Humanidad que irá derribando piedra por piedra la torre de Babel que en su corazón ha levantado; entonces mi justicia cesará, porque todos se entenderán como hermanos. 29. Las tierras son propicias y fértiles, pueblo, preparaos verdaderamente en espíritu y materia y estaréis en condiciones de levantaros a sembrar la semilla de esta revelación, preparando a la vez el camino a las nuevas generaciones. 30. Os he prometido enviar a morar entre vosotros a los espíritus de grande luz, que esperan tan sólo el momento de acercarse a la Tierra para encarnar y cumplir una gran misión de restauración. Cuando aquellos seres habiten este mundo, ¿qué tendréis que enseñarles? Nada, de cierto os digo, porque ellos vendrán a enseñar, no a aprender. Os maravillaréis de escucharles desde la infancia hablando de enseñanzas profundas, sosteniendo conversaciones con los hombres de ciencia y con los teólogos, asombrando con su experiencia a los ancianos y aconsejando la buena senda a la juventud y a la niñez. 31. Bienaventurado el hogar que recibiese en su seno a uno de estos espíritus. ¡Cuán graves serán los cargos que se hagan a quienes traten de impedir el cumplimiento de mis enviados! 32. Ved ahora por qué quiero que os vayáis purificando y regenerando, para que de generación en generación vuestros frutos vayan siendo más y más limpios. 33. ¿Por ventura será vuestro hogar el que reciba la presencia de aquellos seres de luz? Si estáis preparados os elegiré; si no lo estáis, buscaré corazones dispuestos y ahí les enviaré. 34. Vosotros creéis en mis profecías, pero habrá muchos que nieguen mis palabras de este tiempo como han negado las revelaciones pasadas; mas no temáis, que al cumplirse mis palabras, ellos serán los primeros en inclinar su faz, avergonzados de su incredulidad. 35. Toda revelación divina que ha sido negada por los hombres, reconocida y creída será; todo lo que ha sido olvidado u ocultado por religiones y sectas, a la luz saldrá. 36. Enseñaréis al mundo con vuestro ejemplo a penetrar con espiritualidad y respeto en las enseñanzas de lo revelado por el Padre y a no tratar de ir más allá de lo concedido por El. Amor, humildad, respeto; eso tendréis que enseñar a una humanidad que sin preparación espiritual ha intentado siempre interrogar los arcanos del Señor. 37. ¿No respetáis la alcoba de vuestros padres? Pues respetad más los secretos de vuestro Padre Celestial. Es tanto lo que os he descubierto y lo que os he mostrado, que no habéis terminado aún de conocerlo y ya queréis nuevos arcanos en qué penetrar. 38. A vosotros, discípulos de una ciencia superior, de una sabiduría que pertenece a una vida más elevada que la vida humana, os digo que no queráis saber más de lo que Yo os revele, porque caeríais pronto en confusión. Os he enseñado muchas lecciones y todavía tengo más que entregaros por conducto del entendimiento del hombre. Muchas nuevas revelaciones conoceréis y comprenderéis más de lo que habéis imaginado. 39. Mi palabra, que es la divina lección, vendrá siempre acompañada de pruebas y acontecimientos en vuestra vida, para que esta Doctrina se vaya afirmando en vuestro corazón y no seáis los discípulos teóricos, sino los discípulos que deis testimonio de mi verdad con vuestras obras. 40. ¿No es verdad que muchas veces comprendéis alguna de mis palabras sólo hasta que habéis pasado una prueba? 41. Hablándoos en ocasiones sobre la inmortalidad del espíritu, sobre los erróneos conceptos que tenéis de la vida y de la muerte, no me habéis comprendido al instante de escuchar mi lección, pero ha llegado la prueba en el seno de vuestro hogar, habéis visto partir de este mundo a un ser querido y vuestros ojos se han abierto a la realidad, a la luz de la verdad y me habéis dado gracias por haber puesto tanta perfección en todas mis obras y por haberos sacado de vuestra ignorancia y de vuestra confusión. 42. Penetrad con la mente y con el espíritu en mi palabra. Unificaos en el fondo de vuestro ser para que entre el espíritu y la materia sólo exista una voluntad, de esta manera comprenderéis más fácilmente mi Doctrina y atravesaréis con mayor elevación las pruebas. 43. Benditos sean los menesterosos de los bienes del mundo que vienen a tomar el pan de mi palabra con el anhelo de ser grandes, porque en mi camino lo lograrán. Bienaventurados los que siendo ricos en el mundo, dejen sus comodidades por venir a aprender de Mí, porque conocerán la riqueza verdadera. 44. Hoy desciende mi Espíritu en un rayo de luz sobre la humanidad, en un tiempo en el que no existe el temor a mi justicia, ni el amor de los unos a los otros. 45. Sois un pueblo humilde, testigo de mi presencia y también de mi palabra, mas en este pueblo falta amor y no contemplo respeto a mi manifestación, porque se ha familiarizado con ellas. Esa es la razón por la que a veces os reclamo, tocando con mi palabra llena de justicia, la indiferencia de vuestro corazón. 46. Pensad, oh discípulos, que si no tenéis ahora respeto a esta Obra divina, no podréis ser más tarde los que vayáis por el camino del cumplimiento como labriegos obedientes en la Obra de vuestro Maestro. 47. Ese instante es de prueba para la humanidad, los grandes pueblos del mundo están haciendo preparativos para lanzarse unos en contra de otros como fieras sedientas de sangre y ciegas de odio. Los pueblos pequeños se encuentran temerosos ante el presagio de la guerra, que es luto y destrucción. Los hogares se ensombrecen, los corazones laten llenos de terror y los amantes de la paz y de la justicia se atormentan ante el fantasma de la guerra que amenaza la paz de los hombres. 48. ¡Cuántos sueños de progreso se van desvaneciendo en estos momentos! ¡Cuántas ilusiones se ven extinguidas y cuántas vidas están ya sentenciadas! Esta es la hora de iniciar trabajo, de hacer sentir vuestra presencia en el mundo, oh pueblo. Este es el instante propicio para orar. 49. Orad haciendo sentir vuestra fe, uniendo vuestro corazón al de todos los que en esta hora de angustia me invocan y ruegan porque la paz se haga en el mundo. Orad por todos los que se han apartado de toda práctica del espíritu y que sólo viven en la persecución de una meta material que por sus ambiciones, por sus odios se han trazado. 50. Llenad el espacio de pensamientos puros y que cada uno de ellos, sea como una espada que en lo invisible, ahí en donde vibran los pensamientos de los hombres, vaya luchando por lograr la destrucción de las tinieblas que amenazan invadir al mundo; mas tened fe en la fuerza de la oración, porque si pensáis que ella se pierde en el infinito, no tendrá la potestad necesaria para llegar hasta la mente de vuestros hermanos. 51. Hasta Mí llegan siempre vuestros pensamientos, por imperfectos que sean y escucho vuestras oraciones aunque carezcan de la fe que siempre debéis poner en ellas. Es que mi Espíritu capta la vibración y los sentimientos de todos los seres; pero los hombres que se encuentran distanciados entre sí por su egoísmo, alejados de la vida espiritual por el materialismo en que hoy se han dejado envolver, no están preparados para lograr comunicarse unos con otros por medio de sus pensamientos. Sin embargo, Yo os digo que es menester que empecéis a educar a vuestro espíritu; para lograrlo, hablad a los espíritus aunque no tengáis contestación aparente de ellos. Mañana, cuando todos hayan aprendido a dar, comenzarán a tener indicios de una comunicación espiritual jamás presentida por los hombres. 52. Vuelvo a deciros que Yo capto todo pensamiento y plegaria, en cambio el mundo no sabe recibir mi inspiración ni se ha preparado para dejar brillar en su mente mis divinos pensamientos ni oye mi voz cuando contesto a su llamado. Pero Yo tengo fe en vosotros, creo en vosotros, porque os he formado y os he dotado de un espíritu que es un destello del mío y de una conciencia que es imagen mía. 53. Si os dijera que no espero que lleguéis a perfeccionaros, sería tanto como si declarase haber fracasado en la obra más grande que de mi voluntad divina ha brotado, y eso no puede ser. 54. Sé que estáis en el tiempo en el que vuestro espíritu saldrá victorioso de todas las tentaciones que ha encontrado a su paso, después de lo cual surgirá pleno de luz a una nueva existencia. 55. En esta comunicación que hoy he tenido con vosotros, os he entregado tan sólo una lección que servirá para daros una idea de lo que será en el futuro vuestra comunicación con el Padre, y también con vuestros hermanos a través del pensamiento. Esa es la meta que debéis alcanzar, mas debéis cuidaros de no llegar a ella empleando medios impropios de una obra tan pura como es ésta. 56. Analizad, practicad, sed perseverante, e insensiblemente llegaréis a alcanzar la comunicación de espíritu a Espíritu. 57. Hoy venís bajo la sombra del Árbol, donde escucháis la voz que os habla en el Tercer Tiempo, la voz del Espíritu santo. 58. Vuestra elevación en este día ha sido grande porque la prueba ha sido en vuestro camino. 59. El temor se apoderó de vuestro corazón en las últimas albas y habéis velado. Los aletargados despertaron y los débiles se levantaron en busca del Árbol donde se halla la fuerza para resistir los torbellinos. 60. ¿Por qué teméis, pueblo, si os encontráis bajo la protección de mi misericordia? Que no os falte la fe, cumplid mis mandatos, recordad que siempre que confiáis en Mí, mi palabra es en vuestra boca, mi luz en vuestro entendimiento, entonces habréis asombrado a la humanidad. No olvidéis que siempre que vuestra desconfianza os ha apartado de Mí, habéis visto huir de vosotros toda potestad. 61. Mucho teme vuestro espíritu la esclavitud, porque ya la conoce; mucho teméis al yugo del faraón. Amáis la libertad en el mundo y a través de ella vais en pos de la paz. No queréis guerra, sangre ni dolor, buscáis hacer méritos para que vuestros hijos no penetren en el caos y oráis para tener lucidez, para regeneraros y tener un átomo de limpidez. 62. Sólo Yo puedo daros la paz porque sólo en Mi existe. 63. Penetrad en el seno de las religiones buscando esa paz y no la encontraréis. Escuchad a los llamados príncipes de la palabra y os convenceréis de que su palabra no tiene esencia de paz. Buscadla desde las regias mansiones hasta las más humildes chozas y no la encontrareis, porque en este tiempo se ha apartado de la Tierra. 64. ¿Por qué cuando creyentes e increyentes escuchan mi palabra en estos humildes recintos, sus corazones se sienten inundados de paz? ¿Verdad que este solo hecho podría bastar para probaros que mi Espíritu Divino es quien se comunica con vosotros? 65. Es la tercera vez que vengo para traeros mi paz, para llenaros de valor, de fe y fortaleza; a recordaros que estáis destinados a llevar bendiciones y paz al corazón de los hombres. Ya la humanidad espera y ansia que lleguen aquéllos que le tiendan su mano con verdadera caridad, y la tierra ya está fecunda para sembrar en ella la semilla de amor; la peste avanza de comarca en comarca; las enfermedades extrañas aparecen sin que la ciencia las pueda combatir; la confusión de ideas y la degeneración moral ha llevado al mundo al abismo. Y mis emisarios no han llegado aún para mitigar aquellas penas y hacer luz en aquellas tinieblas, porque muy lentamente se preparan. 66. Si alguno titubea porque se juzga menesteroso y contempla sus vestiduras raídas o pobres, es porque se encuentra falto de fe y sin darse cuenta está blasfemando ante mi Divinidad. 67. ¿Aún os inclináis delante de los grandes de la Tierra? ¿Aún os sorprenden las riquezas humanas? No, mi pueblo, lo único grande y de verdadero valor en la vida del hombre es la elevación espiritual y hacia ella os conduce mi palabra. 68. ¡Cuán menesterosos llegan ante mi puerta celestial los que fueron grandes y poderosos en la Tierra, porque se olvidaron de las joyas espirituales y del camino de la vida eterna! Mientras la verdad de mi Reino le es revelada a los humildes, se les oculta a los sabios y entendidos, porque harían de la sabiduría espiritual lo mismo que han hecho de la ciencia material, buscarían en esta luz tronos para su vanidad y armas para sus guerras. 69. ¿Quiénes sois vosotros a los que he abierto este arcano? Sólo conocéis que ya habéis sido antes, pero no sabéis quienes fuisteis, por lo cual ignoráis quiénes sois y quienes seréis y de dónde habéis venido, o a dónde iréis. Por eso he venido a vosotros como Maestro para enseñaros cuánto ignoráis. 70. En el Primer Tiempo Jacob y su familia reconocían al Dios verdadero y al contemplar el Padre que aquellos hombres conservaban la simiente de la fe en su Divinidad, los envió a habitar en el seno de un pueblo pagano e idólatra para dar ahí testimonio de su existencia y de su poder. 71. Ahí se multiplicó la familia del patriarca, sus hijos formaron nuevas familias y éstas se convirtieron en tribus. Más he aquí que el rey de aquella comarca sintió temor de aquél pueblo que bajo su reinado crecía, le quitó la libertad y lo hizo su esclavo cargándolo de cadenas y trabajos. 72. La prueba fue grande, larga y penosa. Los hombres trabajaban y sucumbían bajo el látigo, y el llanto y la amargura era en el corazón de las mujeres. Sobre aquel pueblo fue la humillación y la miseria, para probar su fe y fortaleza ante los gentiles. Mas el Padre, conmovido por el dolor de su pueblo y queriendo manifestar al faraón su poder, llamó a un varón llamado Moisés a quien preparó e inspiró para que libertase a su pueblo. Y le dijo así: "Id y manifestad mi justicia y poder ante el Faraón y ante mi pueblo, porque han flaqueado hasta los míos, me han olvidado y han dejado que su corazón se contamine con las costumbres y creencias de los gentiles. A vos, que habéis sido fiel, os doy esta orden para que encendáis en los vuestros el ideal de libertad y convenzáis al Faraón de que deje marchar a Israel hacia Canaán, la Tierra Prometida, para que sirva a su Dios. Haced que el pueblo ore, que vele y reconozca que su libertad no la conseguirá por medio de las armas fratricidas". 73. Aquel varón se presentó varias veces ante el Faraón para pedir la libertad del pueblo, la cual una y otra vez le fue negada. El Señor entonces, hizo sentir su justicia y sobre el Egipto se desataron las plagas y las calamidades, llegando el dolor y el exterminio a tal grado, que el rey llamó a Moisés y le concedió saliera de sus tierras con su pueblo. 74. Cuando Israel marchaba en pos de su libertad, el Faraón reconoció que aquel hombre realmente tenía potestad Divina. 75. Moisés alentaba la fe de su pueblo para que soportara las privaciones y sufrimientos de la jornada. La travesía fue larga y azarosa, muchos cayeron en el camino agobiados por la fatiga o la ancianidad, sin poder contemplar la Tierra de Promisión, pero sus hijos llegaron a la Tierra que manaba leche y miel y que esperaba al pueblo de Israel. 76. Como un nuevo paraíso se ofrecía esa tierra a aquellos que la habían conquistado. Allí había paz, fertilidad y abundancia, extensos valles, agua cristalina y hermosos cielo, y en ella se multiplicó aquel pueblo, ahí floreció su culto hacia el Dios verdadero, mas no fue eterna aquella paz y aquella dicha, porque aquel pueblo cayó en tentación, en idolatría y en división en el seno mismo de aquella tierra de bendición. Perdió su vigor y volvió a ser dominado por pueblos paganos y ambiciosos. Cuando oró y me buscó fue fuerte, más cuando me olvidó por los placeres y vanidades, se despojó de mi gracia. 77. Recordad la sabiduría de Salomón y la inspiración de David, grande fue el esplendor de sus reinados, más cuando cayeron en tentación todo lo perdieron. 78. Volvió aquel pueblo a ser vasallo de pueblos extranjeros y más tarde súbdito del César. El pueblo había olvidado su pacto con Jehová y era menester que el Padre lo renovara para que se cumpliera la palabra de los profetas, por la cual se le había prometido un Salvador, un Mesías al pueblo. Y el Mesías se hizo hombre para venir a salvar a todo perdido y enseñar al mundo el camino que conduce a la mansión espiritual, al reino de los Cielos, la verdadera Tierra de Promisión. 79. El nuevo libertador era Cristo, quien venía a enseñaros la mansedumbre y que encontrando a su pueblo como esclavo, le enseñaba a dar al César lo del César y a Dios lo de Dios, libertando de esta manera al espíritu. 80. Si Moisés no penetró en la Tierra Prometida y sólo contempló su silueta desde lo alto de un monte, Cristo desde la cruz contempló el Reino de los Cielos, en donde había de esperar a todos sus hijos. 81. ¡Cuánto padecieron los que me siguieron! Por comarcas, provincias y reinos fueron buscados y perseguidos; el látigo, el martirio y el cadalso se levantaron en el camino de aquéllos, y muchos, para poder orar y pronunciar sin temor mi nombre, buscaron las entrañas de la tierra, mas ¿Cuántas veces tembló la mano del verdugo delante de un cristiano al contemplar su entereza y su fe! ¡Cuántas veces los mismos reyes se estremecieron ante la presencia de aquéllos, o al escuchar la palabra inspirada de sus víctimas que morían pronunciando el nombre de su Maestro! 82. La huella de Jesús fue de Sangre y ése fue el camino que siguieron los apóstoles y los mártires. Mas la lucha cesó cuando al fin se hizo luz en el espíritu de la humanidad vencida y abrumada por tantos milagros de fe y tantos sacrificios de amor. 83. Mi palabra resonó en las naciones y mi Doctrina penetró en los corazones, y hubo un tiempo en que la paz del reino de Dios se sintió en la Tierra. Cristo era amado lo mismo de los reyes que de los pobres, y su presencia era sentida en los corazones. Los pueblos se acercaron unos a otros y muchos odios desaparecieron. Mi nombre fue entonces pronunciado con amor por todas las lenguas. 84. Mas ¿En dónde está aquel pueblo que venció al faraón y resistió las pruebas del Desierto? ¿En dónde están también aquellos que, después con su sacrificio vencieron imperios y reinados llevando como arma, la palabra de Jesús? En verdad os digo que están en la Tierra, pero nuevamente he sido olvidado y mi Ley y mi Doctrina adulteradas. Entonces, a los espíritus que han sido fieles, humildes y abnegados, les he enviado nuevamente a la Tierra para que den testimonio de mi venida y de mi palabra; mas a este pueblo, en este tiempo, no lo he formado con una sola raza, ni en una sola nación, porque os he dicho que Israel, el pueblo de Dios, no está en la carne sino en el espíritu. 85. Yo soy el único que puede aclarar quiénes sois y os lo vengo a decir. Vengo a revelaros a qué habéis venido y a señalaros el punto a donde debéis de ir; Vosotros sois simiente de aquel pueblo fuerte y habéis venido a esta vida a luchar por alcanzar el reino de paz del espíritu y llevar la luz al mundo, como en otro tiempo vencisteis las amarguras del desierto por alcanzar la Tierra Prometida. 86. Por eso os señalo vuestra heredad y os revelo vuestros dones para que ellos sean las herramientas con que labréis las tierras y las armas con que (revisar en libro y anexar en correcciones) 87. ¿Por qué teméis entonces? ¿Queréis seguir siendo esclavos? No, me dice vuestro corazón. 88. Os anuncié por distintos portavoces, grande caos en la Tierra y mientras unos creyeron aunque durmieron, otros dudaron y fue menester que el rumor de la guerra llegase a ellos para que despertasen, fue necesario que vuestros hijos fueran llamados a las armas para que creyeseis en mi palabra al ver su cumplimiento. 89. Velad y orad y no temáis por vuestros hijos que Yo a ellos les haré soldados de paz entre las multitudes. 90. Elías es delante de vosotros y de las naciones, abriendo camino y libertando a los espíritus con la luz de la verdad. 91. Sabed juzgar mi palabra y analizadla para que sepáis descubrir su esencia divina. 92. Os revisto de fortaleza y os dejo mi bendición. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 239 1. Sentidme, porque en verdad me encuentro muy cerca de vosotros. Quién está convencido de mi presencia me siente muy dentro de su corazón. 2. Sin embargo, una vez más os digo: Nadie os obliga a creer ni a seguirme, la luz de la fe se encenderá por sí misma y ella hará brotar vuestro amor. 3. Sois la criatura predilecta en este valle, a quien he dotado del don de la razón y a quien he puesto en medio de un vasto mundo lleno de obras, de criaturas y manifestaciones de mi poder, que son testimonio de Quien le dio la vida es Todopoderoso. 4. Yo concedí al hombre desde un principio libertad de pensar, mas siempre ha sido esclavo, a veces por el fanatismo y otras ocasiones de las falsas creencias del Faraón y del César. He aquí por qué en este tiempo, ante la libertad que el espíritu está logrando y ante la claridad que a sus ojos se presenta, se deslumbra, porque su mente no estaba acostumbrada a esa libertad. 5. El hombre había reducido la fuerza de su entendimiento para lo espiritual y por eso cayó en fanatismo, caminó por senderos torcidos y fue como una sombra de la voluntad de los demás. 6. Había perdido su libertad, no era dueño de sí mismo ni de sus pensamientos. 7. Mas ha llegado la era de la luz, el tiempo en que habéis de romper las cadenas y extender las alas para volar libremente hacia el infinito en busca de la verdad. 8. Espiritualidad es libertad; por eso los que me escuchan ahora y han comprendido el sentido de esta Doctrina libertadora, ven abrirse delante de ellos ese extenso valle en el que lucharán y darán testimonio de que llegó el tiempo en que Dios, Creador Omnipotente, ha venido a establecer comunicación entre Él y el hombre. 9. Aquella comunión directa que los hombres creyeron que sería imposible entre un Dios todo fuerza, sabiduría y perfección y la criatura humana tan llena de pobreza, de ignorancia y pecado, Yo la he realizado. Yo soy quien ha venido a vosotros. 10. ¿Quién llegó a imaginarse que el hombre podría comunicarse con su Señor? Pensabais que esto sólo había sido privilegio de los justos y de los profetas, de aquéllos que caían deslumbrados ante sus propios mirajes y después anunciaban la venida del Mesías; de aquéllos cuya oración era tan profunda y ferviente que llegaban al éxtasis y podían contemplar lo divino. 11. Ahora hay dureza en los corazones, mucha incredulidad en lo espiritual y los hombres se limitan a creer tan sólo en aquello que logran comprender, y lo que no, lo rechazan a pesar de que en su interior nunca dejan de presentir la vida que les espera más allá de la muerte. 12. Os entrego esta enseñanza valiéndome de un entendimiento humano como el vuestro, para que sintáis más cerca de vosotros esta palabra. ¿Qué importa que Yo venga a comunicarme por medio del hombre pecador, si él sabe prepararse para recibirme? 13. ¿Qué de extraño tiene que así me comunique si también con vosotros hablo a través de vuestros sueños; si doquiera que vais, cuando más me necesitáis, llego a tocar con mi amor vuestro corazón? Hay algo en vosotros que os eleva del mundo en que vivís. ¿Qué puede ser sino el espíritu que es un reflejo de lo divino? 14. Despertad, pueblo, comprendedme. Ocupaos de mi enseñanza y de vuestro espíritu. 15. Como Maestro y como Padre, vengo a vosotros. Cada lección que os doy os fortalece para la jornada que se aproxima, porque es mi voluntad que en medio del caos de ideas y de doctrinas, vosotros permanezcáis serenos, y seáis los que deis la justa interpretación a mi Doctrina. 16. Hay quienes se han sorprendido porque me comunico por conducto del hombre, y no aciertan a comprender si ha sido por voluntad del Padre o por voluntad humana. Mas Yo os digo: Fue el Maestro quien sorprendió a la humanidad: El Casto esposo, que ha encontrado dormidas a las vírgenes y apagadas sus lámparas. 17. Hay religiones que intentan prepararse para mi nueva venida, sin saber que estoy ya despidiéndome. 18. A todos llamé, y en verdad que mi llamado y el rumor de que me estoy comunicando con los hombres, llegó a todos los rincones de la tierra, acompañado de testimonios y pruebas que hablan de Mí, pecadores regenerados, increyentes convertidos, muertos que resucitan, desahuciados que sanan y poseídos que se libertan de su mal. 19. Pero encontré sordos a muchos, a otros envanecidos en su gloria terrestre y a otros temerosos para dar a conocer mi manifestación como Espíritu de Verdad. Yo recibí y doctriné a cuantos a Mí llegaron confiando en mi amor. 20. Al llegar a esta fuente, todos os habéis lavado del polvo que habíais recogido del mundo, para que fueseis dignos de tomar el pan de la mesa y para que no manchaseis la página de mi Ley. 21. Se acerca la hora en que el juicio en plenitud se haga sentir en el mundo. Toda obra, palabra y pensamiento serán juzgados. Desde los grandes de la Tierra que gobiernan a los pueblos, hasta los más pequeños serán pesados en mi balanza divina. 22. Más no confundáis justicia con venganza, ni restitución con castigo, porque Yo sólo permito que recojáis los frutos de vuestra siembra y los comáis para que conozcáis por su sabor y su efecto si son buenos o nocivos, si sembrasteis bien o mal. 23. La inocente sangre derramada por la maldad humana, el luto y el llanto de viudas y huérfanos, el paria que sufre miseria y hambre claman justicia; y mi justicia perfecta y amorosa, pero inexorable, desciende sobre todos. 24. Vengo a quitar al hombre sus tronos, su orgullo con que me desafía, su poder; vengo a persuadirlo de que es mi hijo y que quiero que sea humilde, porque de los humildes es mi reino y Yo vengo a heredarlo. Recordad que os dije: "Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico avaro penetre en el reino de los Cielos". 25. Estad siempre conmigo y tendréis siempre mi paz. 26. Labriegos: Contemplad cómo desciendo a recoger el fruto que habéis cosechado en mi campiña. 27. Aunque contemplo fríos a algunos, otros me interrogan con interés y hay quienes me dan gracias porque el regocijo brota de su corazón. 28. En verdad os digo que la lucha que hoy tenéis al cultivar tierras que ayer eran estériles, dará paz y alegría a vuestro espíritu. 29. Cuánta paz ha experimentado vuestro corazón después de haber recibido en vuestros brazos al cansado y después de haberle dado la luz de la razón al que turbado de sus facultades mentales se encontraba. 30. Ciertamente habéis necesitado mucho tiempo para desarrollar vuestras potencias y dones, porque esa evolución no se inició en vuestra presente vida material. Todavía os detiene el temor o la falta de fe para caminar con mayor firmeza, aunque entre vosotros hay multitud de espíritus que pueden llamarse primogénitos entre la humanidad. 31. Ahora estáis viviendo la Tercera Era en la cual me he comunicado por el entendimiento humano, comunicación que toca ya a su fin, pero después de la cual no me perderéis, porque Yo soy Aquel que está cerca de quien sabe buscarme y esperarme. 32. Cuando en aquel tiempo me retiré al desierto, no me ausente de la humanidad, antes bien, pensé en ella y sufrí por ella. Más tarde, cuando la tierra se abrió para ser sepulcro de mi cuerpo, tampoco me aparté de mis hijos, porque detrás de la muerte que me disteis, se levantó mi Espíritu para ser en todos cual luz de redención. 33. Cuando os digo que al final de 1950 cesará mi palabra y dejará de hablaros mi Mundo Espiritual, entended que tanto el Padre como sus siervos espirituales seguirán velando por vuestra vida y vibrando en pos de la humanidad y de todo espíritu errante y necesitado de luz. 34. He aquí que os estoy legando un Nuevo Testamento, el cual no sufrirá adulteración porque lo dejo guardado en el templo de vuestro corazón donde habito Yo. ¿Cómo podréis entonces perderme si me lleváis dentro de vosotros? 35. Estudiaréis mis lecciones en las que encontraréis justicia en unas, sabiduría y enseñanza en otras, consuelo y bálsamo en otras más y en algunas también profecía. Mi palabra es Ley y mandato, es camino y meta, es amor. Velad, porque en los tiempos de lucha las tentaciones acecharán vuestro paso, y cuando mayor sea vuestro propósito de regeneración y vuestra consagración en mis enseñanzas, más fuertes serán las voces y llamados que traten de apartaros del camino, mas templad vuestro espíritu para que lleguéis a tener el vigor y la fuerza de los buenos soldados. 36. Sentid todos mi ósculo de amor y de paz. 37. Descansad junto al Maestro, discípulos amados. Recread vuestro espíritu y fortaleced vuestro cuerpo. 38. Vengo a derramar mi luz en todos sin distinción de razas o clases así como en todos los tiempos y a todos los pueblos he enviado grandes espíritus a encarnar, por medio de quienes ha recibido la humanidad mis divinos mensajes, la Ley, las profecías, las revelaciones. 39. En mi amor por vosotros también me hice hombre para que me sintieseis más próximo, y aun cuando muchos no me reconocieron en Jesús, más tarde se hizo la luz en ellos, comprendieron su error y me amaron. 40. Nuevamente vengo a daros mi enseñanza, pero ahora en vez de hacerme hombre, me he venido a comunicar a través d él. 41. Os encuentro espiritualmente desviados del camino, débiles y enfermos, cansados e indiferentes, dentro de un mundo cuya ciencia os ha dado una falsa grandeza, y al reconocer vosotros que en medio de los esplendores de vuestro siglo, no poseéis la paz, ni conocéis aún lo espiritual, ni encontráis sustento para el corazón; volvéis los ojos al infinito interrogándole sobre cuándo vendrán a la Tierra los nuevos apóstoles de la paz y del amor. 42. He aquí por qué a los que he llamado para escucharme les hago responsables de la paz, porque han sido preparados por Mí como guardianes. 43. Cuando la humanidad eleve su mirada a su Creador en busca de perdón y de consuelo, se cumplirá una de las profecías del Segundo Tiempo; entonces los hombres verán mi luz cual estrella salvadora que conducirá sus pasos hacia la nueva Jerusalén donde encontrarán el pan de la vida. 44. La campana sonora ha tiempo llama sin descanso, invitando a reunión. 45. Veo tristeza en vuestro corazón porque habéis tropezado con la incredulidad, con la indiferencia y con la mofa, que como abrojos y espinos habéis sentido clavarse en vuestro corazón, pues este dolor lo habéis recibido de los mismos vuestros, de los propios hermanos y también del amigo. 46. No temáis, os dice Jesús, porque no estáis solos; Yo llamaré a la puerta de aquellos corazones y ellos más tarde llamarán a la vuestra, sólo quiero que no guardéis amargura ni rencor, que veléis y estéis preparados. 47. Vuestro espíritu es invitado a mi mesa para que venga a comer el manjar de vida eterna. Aquí en esta mesa, no existe ni primero ni último en sus lugares, todos los sitios que podéis ocupar están junto al Maestro. Más tarde, cuando vosotros vayáis en pos de hombres a quienes enseñar, también tendréis dentro de vuestro corazón un solo lugar para recibir y amar a vuestros hermanos. Esa hora llegará y tendréis que levantaros para tomar los caminos que conducen a los grandes pueblos de la Tierra, así como a las humildes comarcas y pequeñas aldeas, veréis como en todas partes encontraréis el hambre y la sed del espíritu como tierra propicia para recibir vuestra simiente. 48. 1950, el año señalado para mi partida se acerca, y cuando él haya pasado, se iniciará entre vosotros el tiempo de preparación para que luego empecéis a caminar. Yo marcaré a cada quien la hora. Quiero que al comenzar vuestra misión, hayáis alcanzado un poco de madurez espiritual, que estéis fuertes en la fe y sepáis perseverad en la virtud. En vuestra jornada os acompañará mi inspiración la cual recibiréis de Espíritu a espíritu. ¡Veréis entonces cuántos os estaban esperando! 49. Inmensa caridad derramé en la humanidad en este Tercer Tiempo con mi comunicación y la del mundo espiritual por vuestro entendimiento. Mas ya había hablado en el Primer Tiempo por boca de mis profetas y en el segundo por conducto de mis apóstoles. 50. Hoy de nuevo me hallo entre vosotros. He venido a recoger la hoja olvidada de la Doctrina que en otro tiempo os traje. 51. Vengo a recordaros mi pasada lección y a enseñaros a interpretarla. 52. Yo soy el libro, el cual he abierto en este tiempo en su Sexto Capítulo, para revelar a la humanidad una lección más de la sabiduría que debe poseer para llamaros dignamente: hijos de la luz. 53. Sólo comprendiendo el contenido de este mensaje podréis decir con entereza al mundo, que fue mi voz la que escuchasteis; que fue mi palabra la que os doctrinó; que la luz que visteis fue la que irradiaba el Sexto Sello. 54. Tiempo por tiempo y etapa por etapa me he ido mostrando más y más ante vuestro espíritu. ¿Podrían los hijos amar a su Padre si no lo conociesen? Entended por qué os muestro mi amor, os hago sentir mi presencia y os hago escuchar mi voz. 55. Hasta ahora no ha sido espontáneo vuestro impulso por buscarme para encontrar la verdad, la paz, la elevación. 56. Habéis tenido que penetrar en el gran desierto espiritual para conocer la sed, la soledad, las necesidades, las vicisitudes, el hambre, la debilidad. Ha sido entonces cuando os habéis levantado en busca del agua que da vida, en busca del oasis, en pos de alguna huella que os llevase a tierras de paz. 57. ¡Cuántas lecciones os ha revelado el desierto de vuestra vida! ¡Cuánto habéis aprendido en la lucha y cuánto os habéis fortalecido en el dolor! Mañana, cuando hayáis penetrado en la Tierra Prometida del espíritu y las puertas de la nueva Jerusalén se abran para recibiros en su seno de paz, bendeciréis el tiempo de vuestra restitución, que fue el de vuestra travesía por el extenso desierto de las pruebas y de la purificación. 58. Moisés sostuvo espiritualmente a su pueblo a través del desierto y Josué hizo penetrar a las multitudes en la Tierra de Promisión, tierra que fue sólo un símbolo o imagen de la mansión eterna y verdadera que ha sido prometida a vuestro espíritu. 59. Ahora es Elías, quien invisiblemente marcha al frente del Pueblo, cien veces multiplicado, para llevaros paso a paso por el desierto sendero hasta el fin de vuestro peregrinaje que será la mansión de los justos, de los espíritus llenos de verdadero amor y verdadera sabiduría. 60. ¿Sabéis qué será lo que os acerque a aquel Reino prometido? Vuestras obras de amor, de caridad, de humildad. 61. Ahora mi pueblo no sabe quién es, ni en dónde se encuentra, ni qué es lo que va hacer, pero cuando surjan por todo el mundo los espiritualistas, predicando con palabras y dando testimonio con sus obras de luz que les inspira mi Doctrina, todos se identificarán se reconocerán y finalmente se unirán formando así el nuevo Pueblo de Israel, que será baluarte de la espiritualidad y el verdadero interprete de la Ley del Padre. 62. Con mi luz vengo a marcar a todos aquellos que en este tiempo me sigan. Mi tus descenderá de Espíritu a espíritu. 63. En el Segundo Tiempo fue la sangre de mi sacrificio, la que se derramó en los corazones para iluminar a los espíritus. 64. En el Primer Tiempo, el acto simbólico de marcar la puerta del hogar con la sangre de un inocente cordero, fue el mandato del Padre para aquél pueblo, al cual desde ese instante ponía en el camino de las divinas revelaciones. 65. En los tres tiempos el Señor ha señalado de cierta manera a los que han de seguirle; aunque os digo que siempre el sello de mi amor está indeleblemente impreso en todo espíritu. 66. Oíd y meditad en mi lección, discípulos a quienes ha tocado la gracia de escucharme en este tiempo, porque más tarde tendréis que explicar a la humanidad mis enseñanzas. 67. No creáis que mi palabra a través del portavoz humano tenga que ser escuchada en todas las naciones, no discípulos; se acerca el instante de hacer callar mi comunicación por estos conductos, mas quedará de testigo un pueblo, a través de cuyas obras y palabras me oirá la humanidad. Este testimonio y esa explicación que deis de mi doctrina, será la preparación que los hombres reciban para iniciar la comunicación de espíritu a Espíritu. 68. Ved a mucha gente en este tiempo escudriñando las escrituras de los tiempos pasados, meditando sobre los profetas y tratando de penetrar en las promesas que Cristo hiciera de volver. 69. Oídles como dicen: "El Maestro está cerca", "El Señor ya está" o "no tarda en llegar", y añaden: "Las señales de su regreso son claras y palpables". 70. Unos me buscan y me llaman, otros sienten mi presencia, otros más presienten mi venida en Espíritu. 71. ¡Ah, sí en todos fuese ya esa sed de conocimientos, si todos tuvieran ese anhelo de conocer la suprema verdad! 72. Muchos ignoran que he venido al mundo, que estoy comunicándome con los hombres por medio del entendimiento humano, y si no saben qué estado con vosotros, menos podrán saber que está ya próxima la partida de mi palabra. 73. Mas vuelvo a deciros, que este pueblo saldrá de la oscuridad a la luz para dar testimonio de mi venida. 74. Hoy no quiero que la humanidad descubra todavía a este pueblo, porque sus obras pequeñas e imperfectas, en vez de levantar fe en los hombres, serían delante de ellos la negación de la espiritualidad que mi Doctrina proclama. 75. ¿Cómo os juzgaría el mundo si contemplase vuestra ingratitud? ¿Cómo os juzgarían esos hambrientos y sedientos del espíritu si mirasen vuestra negligencia y egoísmo? Pero aún confío en vosotros y os sigo dando mi enseñanza. 76. Días vendrán en que de este pueblo se levanten emisarios, misioneros y postales, sembrando esta simiente por pueblos, comarcas, aldeas, ciudades y naciones, y en ellos revelaré al buen discípulo de Jesús. 77. Hombres fuertes de espíritu serán los que lleven el testimonio de mi verdad, nada podrá detenerles en el camino y Yo a través de ellos, daré grandes pruebas de mi poder. 78. Ante el testimonio de amor de uno de mis labriegos, se levantarán hombres de fe extendiendo mi mensaje, caminando hacia otras tierras, para llevar la luz y también ellos conquistarán corazones y pueblos, con su fe, su amor y espiritualidad. 79. La lucha será grande, intensa, pero fructífera; porque la tierra es fértil en este tiempo. Antes será removida para que cuando la simiente llegue a ella, se encuentre preparada. 80. Os digo esto, pueblo, porque antes de que os levantéis con vuestro testimonio, tendréis que contemplar la guerra de ideas, la pugna entre religiones, la lucha entre las doctrinas. Allí estará mi justicia y entonces escucharéis en medio de tanta confusión, a los que preguntan: ¿En dónde está la verdad? ¿En dónde está la luz? 81. Esas preguntas angustiosas serán las que marquen el instante oportuno de vuestra llegada, pueblo. 82. Llegaréis revestidos de humildad, plenos de conocimientos para responder a toda interrogación, llenos de confianza en el triunfo de la verdad; no pensando en salvar vuestra vida, ni en salir avante en los trances difíciles, sino pensando tan sólo en los corazones que mi Doctrina gane con vuestras palabras y obras de amor. 83. No temáis por vuestra vida, discípulos, porque debo deciros que en este tiempo no será con vuestra vida o con vuestra sangre con lo que deis a la humanidad el mejor testimonio de mi verdad. 84. Los tiempos pasan, las costumbres cambian, los hombres evolucionan; ahora os pedirán amor, sinceridad y caridad como pruebas para creer en la verdad de la Doctrina que vais a predicar. 85. Los tiempos en que sólo dando la vida o sellando con sangre la palabra pronunciada era creída, han pasado, por lo cual os digo, que más que disponeros a morir sacrificados por quienes os persiguen, os preparéis para dar testimonio de la verdad con vuestra vida en obras, palabras y ejemplos. 86. Tiempo ha viene caminando este pueblo bajo mi caridad divina, animado por la esencia de mi palabra, avanzando paso a paso en el sendero, y el Maestro, viendo que sus discípulos no pueden aún ser los maestros, les ha ocultado con su manto de caridad de las miradas indiscretas, diciéndoles: Venid cerca de Mí, aprended mi lección para que apartéis vuestras faltas, dejad que aquí, junto a mi corazón de Padre se ennoblezcan y purifiquen vuestros sentimientos y podáis amar con limpidez a vuestros hermanos. 87. Sí, pueblo, no queráis que sea el mundo quien os corrija o despierte, porque los hombres cuando se convierten en jueces son crueles, inhumanos e inflexibles. 88. La piedad y la misericordia no están con los hombres, ¿Qué justicia podéis esperar de vuestros hermanos? Sólo os queda prepararos en verdad y en espíritu y confiar en Mí, en vuestro señor, en quien sí existe misericordia y por lo tanto, justicia. 89. Ved cómo os preparo para después de este tiempo de mi comunicación por el entendimiento del hombre, porque será cuando os encaminéis por vuestro propio paso hacia la plenitud del tercer Tiempo. Será cuando os acerquéis a la comunicación perfecta entre mi espíritu y el vuestro, comunicación que nunca había alcanzado la humanidad. No será la voz que escuchó Moisés sobre el Monte, voz materializada en el fragor del trueno; tampoco será la voz humanizada que escucharon los hombres a través de Jesús, ni la forma que ahora tenéis, escuchándome por medio de un hombre en éxtasis, porque también pronto pasará, como pasaron aquellas formas o medios que el Señor empleó en otros tiempos para hablar a sus hijos. 90. Ahora viene hacia vosotros la comunicación directa con vuestro Padre, cuando vuestro espíritu haya aprendido a desprenderse de su materia, cuando ya conozca e interprete el idioma divino, cuando su corazón sea verdaderamente un santuario donde existe el culto puro, sencillo y elevado hacia Dios. 91. Pueblo: esta gracia de comunicaros de espíritu a Espíritu, no será sólo vuestra, es necesario que comprendáis que se trata de un don que pertenece al espíritu, el cual, desarrollado, acerca al hombre a Dios poniéndole en comunicación con lo espiritual. Hoy aún os parece difícil o imposible aquella comunicación; pero de cierto os digo que cuando hayáis logrado la preparación que da la espiritualidad, veréis cómo esa forma de comunicarse con el Padre y con el mundo espiritual es la más sencilla y la más fácil de cuantas habéis practicado. 92. La comunicación de espíritu a Espíritu tiene un sentido amplio, infinito; dentro de ella está el desarrollo de todas vuestras potencias y de todos vuestros dones. 93. En ella encontraréis el libro de la eterna sabiduría; en la oración os sentiréis iluminados por grandes inspiraciones; la intuición será una brújula en vuestra vida y el bálsamo curativo llegará a vuestras manos directamente del Más Allá. Todos los dones, adormecidos hasta ahora, despertarán de su letargo y florecerán en el corazón del hombre; y cuando la espiritualidad sea una realidad entre vosotros, vuestra mano podrá ser como fue la de mi apóstol Juan, y escribiréis en la hora de vuestra inspiración, todo aquello que la voz divina os dicte a través de la conciencia. En ese mensaje recibiréis todo lo que el portavoz en su pequeñez no haya podido transmitir, así como también sentiréis llegar a vuestra mente la profecía clara y luminosa, para señalar el sendero a las generaciones que habrán de suceder a los que inicien el tiempo de la espiritualidad. 94. Cuando lleguen estos tiempos y os encontréis hablando a grandes multitudes, no digáis que estáis hablando bajo la inspiración del Espíritu Santo, dejaréis que sean los hombres los que descubran la verdad en el fondo de aquella inspiración. 95. Recordad. Cuando Yo hablaba a las multitudes no faltaba quien, asombrado de la sabiduría de mi palabra o de la justicia de mis obras, se aproximase para preguntarme: "¿Eres Tú el Hijo de Dios, eres el Mesías?" A lo cual Yo contestaba simplemente: "Tú lo has dicho". 96. Mi comunicación, si la analizáis a fondo, no cesará en 1950, sino que seguirá, porque el Verbo de Dios es eterno y nunca ha cesado de iluminar a sus hijos; mas esta forma de comunicación por medio de un portavoz humano, sí dejará de ser en la hora fijada por mi voluntad, para dar paso al tiempo en que habré de comunicarme a través de vuestra conciencia. 97. Nadie diga que voy a ausentarme, ni crea que el Mundo Espiritual que se ha manifestado entre este pueblo va a su descanso, porque estaríais muy lejos de la verdad. Sabed desde ahora, y tened fe en lo que os digo, que será en los días en que ya no escuchéis esta palabra cuando comencéis a sentir en vuestro interior la presencia del Maestro, cuando comprendáis la preparación que deberéis conservar para haceros dignos de alguna gracia y cuando busquéis la forma de no alejaros de aquellos benditos seres que son como faros o estrellas que iluminan el camino de vuestra vida. 98. Yo os prometo que en cada una de vuestras reuniones os daré pruebas de mi presencia, siempre que también vosotros me deis pruebas de vuestra elevación. 99. Velad, pueblo, porque también entre vosotros, entre este pueblo, se levantarán los impreparados como falsos profetas; aquellos que no han sabido penetrar en el fondo de mi palabra diciendo que se comunica de espíritu a Espíritu y que el Padre ordena esto o que el Maestro ordena aquello, no siendo verdad. 100. Alerta, discípulos, ninguno de los que oís estas palabras vayáis a caer en tales errores, ni vayáis a permitir que en vuestro seno surja la mentira o ciegue a alguno la vanidad. Yo a todos he enseñado a distinguir el fruto bueno del malo, a distinguir la verdad de la impostura. 101. Id dando a vuestros hermanos lo que vayáis logrando merced a vuestra evolución y a vuestros méritos; pero nunca tratéis de dar lo que no hayáis alcanzado todavía. 102. Yo os digo que aquellos que profeticen con falsedad, que mientan por hacerse grandes entre sus hermanos o sentirse profetas sin serlo, serán más tarde señalados por las multitudes y muchas lágrimas tendrán que derramar para reintegrarse entre los celosos y amantes de la verdad. 103. ¡Alerta, os digo, pueblo, porque tiempos peligrosos para vosotros se acercarán! 104. También seréis escudriñados por hermanos vuestros a quienes parecerán extrañas vuestras prácticas y después de observaros, os juzgarán; porque no tenéis altar, porque no tenéis imágenes o símbolos, ceremonias ni ritos; mas, no temáis, pueblo amado. Vosotros hablaréis diciendo que vuestro culto es espiritual, que el santuario o templo lo estáis construyendo en vuestro corazón; que la ofrenda, es toda aquella obra que lleváis a cabo en la vida y que vuestra conciencia os dice sí, es digna de ofrecérsela a Dios y que vuestra oración es de espíritu a Espíritu. 105. Si habláis con claridad, dejaréis absortos a vuestros escudriñadores y ellos os dejarán en paz, comprendiendo que habéis hablado una verdad y que no hay error por donde atacaros. 106. Los que defiendan en esta forma mi Doctrina, serán llamados discípulos del Espiritualismo, porque con sus obras estarán confirmando sus palabras; no serán de los que dicen una cosa y con sus obras la contradicen. Yo contemplo a muchos que se dicen espiritualistas, que pasan su vida adorando objetos a los que llaman símbolos, ¿Qué pensarán de ellos los hombres que descubran semejante contradicción? Yo aún les estoy dando tiempo para que reflexionen, para que depuren sus prácticas y regeneren su vida. Unos serán dóciles a mi llamado, otros serán rebeldes porque su fanatismo les ha cegado. 107. Yo bendeciré a los que se aparten de sus errores para venir por la senda de la espiritualidad. Bendeciré a los que renuncien a sus ídolos y a los que, habiendo danzado en torno al becerro de oro, dejen su materialidad y tomen la cruz de la espiritualidad. 108. ¡Oh pueblo!, os dice vuestro Maestro: Velad por la inocencia de vuestros hijos, orad por los niños. No quiero que esas generaciones vayan a heredar restos de vuestro pasado fanatismo. Sed sus maestros, mirad que todavía el espíritu no ha revelado a la materia su misión, porque espera que primero les encaucéis por el camino de la luz. ¿Qué quiere decir con esto el Maestro? Que vosotros, padres de familia, tenéis el deber de formar el corazón de vuestros hijos, para que sirva de cimiento a las obras del espíritu. 109. Vuestra ternura y vuestra inteligencia para conducirles, vuestra sabiduría para guiarles y corregirles, vuestro amor para dulcificar sus pasiones, serán el cincel que pulimente y dé forma a la parte moral e intelectual de esas generaciones. 110. Vuestra mejor y más rica herencia para vuestros hijos será aquélla que les permita formar un pueblo fuerte, una familia unida, saludable, fraternal y útil a todos, mas, para que eso sea, esforzaos en dejarles un bello ejemplo, amándoos los unos a los otros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 240 1. Preparaos, porque en este día os digo: el que cree en María, debe creer en su pureza, porque ella fue escogida entre todas las mujeres, para ser el símbolo de la inmaculada perfección como mujer y como Madre. Ella había de ser en el mundo el ejemplo de ternura, del amor, de la mansedumbre y la castidad. 2. Ella es el modelo perfecto para toda mujer, porque la misión de todas ellas es delicada, noble y abnegada hasta el sacrificio. Su seno debe albergar los mejores sentimientos, en él se forma el hombre. La mujer despierta el corazón del niño al amor, encauza los sentimientos del hijo por la senda del bien, enjuga sus lágrimas cuando llora y lo consuela cuando sufre. Es la madre quien enseña al hombre la primera oración y le revela la existencia del Creador. Hasta el final de la jornada terrestre, la sombra de la madre acompaña al hombre, así como María, a los pies de la cruz, asistió al sacrificio del hijo amadísimo, y recibió en su regazo los despojos del que dio la vida por amor a los hombres. 3. Es grande la misión espiritual de la mujer, es delicado su corazón, su mente, su seno, todas sus fibras son delicadas. Sólo así puede ser capaz de desempeñar su misión tan alta y beber su cáliz tan amargo. 4. Corporalmente son distintos el hombre y la mujer, pero espiritualmente son iguales. Todos son espíritus que luchan por su perfección. 5. Yo he colocado a la mujer a la diestra del hombre para endulzar su existencia, para llenarla de encanto. 6. Es el hombre en la vida de la mujer, escudo, guardián; su señor, porque en él he puesto mi luz, mi Ley, mi fuerza. 7. Así os he unido en este mundo, trazándoos el camino que debéis seguir. 8. Conoceos a vosotros mismos y entonces podréis dar ejemplos y enseñanzas a vuestros hermanos. 9. Estáis frente a los hombres de diferentes creencias, conviviendo con ellos en el mismo mundo, mas no queráis levantaros a dar enseñanza si antes no estáis practicando mi Doctrina. Primero llegad al convencimiento de lo que habéis aprendido para que podáis ser los maestros. No os engañéis a vosotros mismos, ni os forjéis complicaciones. 10. Llevad en vuestro espíritu mis revelaciones fundamentales para que ellas os sirvan de norma en vuestra vida. 11. Obtened a través de esta enseñanza espiritual, el conocimiento necesario para la vida del espíritu. Estad alerta porque en vuestro camino encontraréis muchas versiones sobre el espiritualismo y debéis estar preparados para no seguir un camino equivocado. 12. Conservad la debida preparación para que en cualquier momento de vuestra vida os encontréis dispuestos a dejar este mundo. 13. Sabed que el espíritu no podrá por su inmediata presencia en el mundo espiritual, gozar esa dicha eterna con que soñáis. Así como tampoco sufrirá eternamente por sus culpas, porque ya conocéis la base de mi Doctrina que es el amor. Por lo tanto cada quien recibirá de acuerdo con sus actos y arrepentimientos, y esto deportará en el espíritu aún más grande su ideal de perfeccionamiento. 14. Tampoco creáis que en el transcurso de la vida material, es donde el espíritu goza la dicha o sufre el dolor. 15. El espíritu se purifica y perfecciona, porque su intuición y mi revelación le dicen que él proviene de la Divinidad y a ella tendrá que tornar. 16. Por eso concedo al espíritu cuanta oportunidad necesita para obtener su desarrollo y alcanzar su felicidad eterna en Mí. 17. El Espiritualismo es la revelación que os descubre y enseña todo cuanto poseéis y lleváis dentro. Os hace reconocer que sois obra de Dios, que no sois únicamente materia, que hay algo sobre vuestra carne que os eleva sobre el nivel de la naturaleza que os cubre y sobre lo inmundo de vuestras pasiones. 18. Cuando los hombres lleguen a la espiritualidad, todo precepto y toda máxima formará parte de la luz de su conciencia. Aunque su memoria no retenga una sola frase o una sola palabra de mi enseñanza, llevará su esencia dentro de su ser, porque la ha comprendido, porque la siente y la practica. 19. El espiritualista ha de ser el cristiano puro, el que reconoce y practica la Doctrina de Cristo, el Divino Maestro, que redimida a los hombres en su incansable afán de legar a la humanidad su propio Reino de amor, para ser de ellos una gran familia. 20. Ahora en el Tercer Tiempo, iluminados por la luz del Espíritu Santo, reconocéis que la Doctrina que os he dado en los tres tiempos, ha tenido los mismos principios y que sólo la forma exterior de mis manifestaciones es la que ha cambiado de un tiempo a otro. 21. Así, en el Primer Tiempo, había tal sencillez en vuestra vida y en vuestro corazón, estabais tan cerca de la naturaleza, que de acuerdo con todo ello me manifesté. En la Naturaleza radiante visteis y sentisteis mi presencia y absorto quedó vuestro espíritu en la contemplación de las maravillas a través de las cuales comprendisteis la voluntad de vuestro Señor. 22. En el Segundo Tiempo, cuando el egoísmo ya había germinado en el corazón de la humanidad y el entendimiento de los hombres había despertado para lo malo, vine a nacer en el seno de vosotros para haceros comprender que lo que estabais practicando como culto a la Divinidad y las obras que manifestabais de los unos para los otros, no eran lo que os había ordenado y por lo tanto no os llevarla a vuestra salvación. Que lo que hacíais era sólo un cumplimiento aparente ante los hombres, pero escondíais en el corazón la hipocresía y el egoísmo. 23. Fue preciso que Jesús os mostrara los principios que debíais seguir y de los que os habíais apartado. 24. Os mostré toda mi mansedumbre, mi amor, mi sabiduría y caridad, y apuré ante vosotros el cáliz del dolor, para que vuestro corazón se conmoviera y vuestro entendimiento despertara. Era necesario que los corazones nacieran al bien, y el dolor de verme crucificado por amor a ellos, fue como una espina que les recordase que todos debéis sufrir por amor para llegar al Padre. Mi promesa para todo aquél que quisiera tomar su cruz y seguirme, fue la paz eterna, el supremo bienestar que no tiene fin en el espíritu. 25. Mi promesa en este tiempo está en pié, es la misma, pero la disfrutaréis en verdad hasta que estéis purificados. 26. Del tiempo en que escribí con mi sangre en vuestra conciencia mi Ley de amor y justicia, al presente en que vivís, encuentro evolucionado vuestro espíritu; su capacidad y comprensión es mayor, sus facultades y potencias están a punto de recibir mis nuevas revelaciones. 27. Hoy, por vosotros mismo, sabéis apartar las falsas creencias de las verdaderas. Sin embargo, es tiempo de prueba para el espíritu, porque de todas partes han surgido ideas, teorías, doctrinas, religiones y ciencias, cuya fuerza hace flaquear a veces el ánimo del débil que no sabe qué camino seguir. 28. Este tiempo es decisivo, porque los hombres darán pasos definitivos en la senda espiritual. 29. Caerán muchas vendas de oscuridad, desaparecerán el fanatismo y la idolatría, se borrarán muchas visiones del pasado y se desarraigarán las tradiciones. Entonces, se abandonará todo lo que es transitorio. 30. Mis hijos: Sed conformes con vuestra posición, no sintáis envidia de aquéllos que vivan mejor que vosotros. Pensad que en la humildad os acordáis más de Mí y me servís mejor. 31. Ved bien hacia dónde vais, en qué forma tomáis la vida y qué hacéis de los bienes que pongo a vuestro alcance. 32. Os doy mi amor. Mi amor es con vosotros. 33. Quien duda de Cristo manifestado en este Tercer Tiempo, dudará también de Jesús como hombre en el Segundo Tiempo, porque mi amor y mi esencia son las mismas. Si queréis tener una mayor comprensión del legado que el Divino Maestro os dejó entonces, debéis observar cómo, a medida que la evolución de vuestro espíritu lo ha ido permitiendo, mi sabiduría y mis revelaciones se han ido manifestando en vuestra vida con mayor claridad. 34. Si queréis penetrar en el misterio de la enseñanza que Yo quiero que conozcáis, destruid en vosotros el temor a lo desconocido, preparaos con espiritualidad, que es respeto y humildad, y Yo mucho, os revelaré. Cuando los ojos de vuestro espíritu se abran, veréis a ahí a Cristo recorriendo las calles de dolor de los necesitados, cargando aún su cruz de amor y derramando su sangre sobre tantas miserias de esta humanidad. Veréis al Maestro derramando su caridad en unos y otros, descubriréis que también en lo espiritual se rodea de discípulos que ansiosos escuchan su palabra, su cátedra, con cuya inspiración se iluminan para enviar después su luz a los que viven en tinieblas. 35. Así le veréis si sabéis penetrar en lo espiritual. Así conoceréis un poco más a vuestro Señor. Si tratáis de saber cómo es el Espíritu Santo, lo encontraréis en la luz de la sabiduría que brota del Verbo Divino. Allí le conoceréis como inteligencia infinita, como gracia espiritual que a la vez os ilumina, os consuela y os salva. 36. Por eso cuando oís esta palabra a través del pedestal os digo que busquéis su sentido, porque en él existe la esencia de mi Doctrina. 37. Cuando hayáis penetrado en la palabra que Cristo en cuanto hombre y en cuanto espíritu os ha dado, habréis alcanzado el conocimiento de lo que es vuestro Dios, de la Trinidad de manifestaciones y entonces en verdad lo amaréis, creeréis en Él en todas las formas en que a vosotros ha venido. 38. Cuando hayáis alcanzado esa elevación, seréis como esos espíritus elevados que como maestros, invisiblemente vienen a iluminar los entendimientos de los hombres para conducirlos por el camino del bien. No os manifestaréis tomando cerebros humanos, mas ejerceréis buena influencia sobre todos los que se preparen en este mundo. Los iluminaréis e inspiraréis. Vuestra comunicación será de espíritu a Espíritu y cuando hayáis cumplido esa misión, ante vosotros se presentará un peldaño más que escalar. Así, por ese camino, es como los espíritus llegan al seno del Padre, purificándose, perfeccionándose hasta poder confundirse en la luz purísima del Espíritu divino. 39. Yo os preparo desde ahora para el siguiente peldaño que vais a escalar, no os hablo de otros, porque no los comprenderíais. Basta que sepáis que son siete etapas o peldaños los que tenéis que recorrer. En cada uno de ellos encontraréis una gracia para vuestro espíritu que os servirá para ayudaros a dar el siguiente paso, hasta llegar a la presencia de Dios y al cumplimiento de mis promesas a quien me siga hasta el fin. 40. Vuestro pensamiento no alcanza a comprender toda esta lección, porque todavía cuando pensáis que me vais a ver, me imagináis como un ser semejante a vosotros por la forma material. Mas nadie espere unirse a su cuerpo material para habitar eternamente en mi seno. Esa no es la resurrección en la carne de la que os hablaron los apóstoles; sólo el espíritu conocerá la eternidad después de haber surgido una y otra vez en la Tierra a través de diferentes materias y luego de haber recorrido espiritualmente el camino hasta el final. 41. El Juicio Final, como lo ha interpretado la Humanidad, es un error; mi juicio no será de una hora ni de un día; ha tiempo que él pesa sobre vosotros, mas en verdad os digo que los cuerpos muertos, muertos están y han ido a confundirse en su propia naturaleza, porque lo que es de la tierra, a la tierra volverá, así como lo espiritual buscará su morada que es mi seno. Mas también os digo que en vuestro juicio, vosotros seréis vuestros propios jueces, porque vuestra conciencia, conocimiento e intuición, os dirán hasta qué punto sois dignos y en qué morada espiritual debéis habitar. Claramente contemplaréis el camino que deberéis seguir, porque al recibir la luz de mi Divinidad, reconoceréis vuestros actos y juzgaréis vuestros méritos. 42. En el valle espiritual existen muchos seres confundidos y turbados; a ellos llevad mi mensaje y mi luz cuando penetréis en él. 43. Desde ahora podéis practicar esa forma de caridad, por medio de la oración, con la cual podéis establecer comunicación con ellos. Vuestra voz resonará donde ellos habitan y los hará despertar de su profundo sueño. Les hará llorar y lavarse con el llanto del arrepentimiento. En ese instante habrán recibido un rayo de luz, porque entonces comprenderán sus pasadas vanidades, sus errores, sus pecados. 44. ¡Qué grande es el dolor del espíritu cuando la conciencia le despierta! ¡Cómo se humilla entonces ante la mirada del Supremo Juez! ¡Cuán humildes brotan de lo más íntimo de su ser las peticiones de perdón, las promesas, las bendiciones para mi nombre! ¡Allí reconoce el espíritu que no puede acercarse a la perfección del Padre y, dirigiendo su mirada a la Tierra, donde no supo aprovechar el tiempo y las pruebas que fueron oportunidad para aproximarse a la meta, pide una materia más, para expiar faltas y desempeñar misiones no cumplidas! 45. ¿Quién hizo justicia entonces? ¿No fue el mismo espíritu quien formó su juicio? 46. Mi Espíritu es un espejo en el que tenéis que contemplaros y Él os dirá el estado de pureza que guardéis. 47. En cuanto os encontréis en espíritu ante vosotros mismos, vuestra conciencia os iluminará, se despejará vuestra memoria y recordaréis lo olvidado. ¿Por qué entonces teméis a mi justicia, si no vais a recibir más de lo que merecéis? ¿Por qué no temer desde ahora a vuestros actos? Ved con cuánta bondad dejo que vuestro entendimiento comprenda el misterio de lo que es vuestro juicio. 48. Alejaos del fanatismo, qué está muy lejos de la verdad. Meditad en mis enseñanzas que encierran una Doctrina de paz, de luz y bendición. 49. Si vosotros llegáis a olvidaros de los que han pasado al valle espiritual, el Maestro de ninguno se olvida. 50. También en lo espiritual hay quienes duermen, quienes han cerrado sus ojos a la luz de la verdad y los que van errantes arrastrando cadenas de remordimientos, turbaciones y dolor. 51. Os he llamado para deciros que no sólo podéis hacer el bien al sanar al enfermo y señalar el camino a vuestros hermanos que habitan con vosotros en la Tierra, sino también a los seres que moran en el más allá; entre ellos están los enfermos, los perdidos, los necesitados de amor y de consuelo. Son los que se purifican en el dolor para llegar limpios a mi presencia, pero vosotros podéis ayudarles en su expiación con vuestras oraciones, con vuestra caridad y nobles pensamientos y les acortaréis el tiempo de amarguras. 52. Mi Doctrina de amor universal unirá y acercará a todos los espíritus sin distinción de mundos y hará que los seres se amen con amor espiritual. 53. Llegan entre la humanidad legiones de seres en tinieblas como nubes de tempestad, ocasionando trastornos, turbando las mentes y ofuscando el corazón de los hombres. Y teniendo esta humanidad armas para defenderse de estas acechanzas, no saben esgrimirlas unos, y otros ni siquiera presienten tenerlas. 54. En las guerras, en el homicidio y en las bajas pasiones, está la influencia de esas fuerzas. Vosotros que habéis abierto los ojos a la luz y que conocéis las armas espirituales de amor y de justicia que os he confiado, orad por el mundo y por el mundo espiritual, reconciliad a los que se odian, enseñad a amar, a perdonar y a orar. 55. Mas tened en cuenta que las obras buenas que en la Tierra hagáis, serán luz que ilumine a los espíritus turbados, y vuestras oraciones serán para ellos bálsamo que os alivie de su turbación. Luchad contra las tentaciones y las malas inspiraciones para que experimentéis el triunfo de la luz. 56. Preparaos, que el mensaje que habréis de llevar a la humanidad, será para que conozca sus atributos y potencias desconocidas unas y sin desarrollo otras. 57. Con buenas obras enseñaréis, devolviendo la salud al desahuciado de la ciencia y salvando al espíritu que los hombres habían dicho condenar al castigo eterno. Unos y otros verán el esplendor de mi Obra y de sus ojos caerá la venda de oscuridad. 58. Es el tiempo en que me dejaré mirar, en que me haré sentir en todos y en que hablaré al mundo. 59. Os digo en este día: benditos sean los que van siguiendo en su camino el ejemplo de María, llevando la pureza en su espíritu. María es la pureza y la ternura; el que la ame, imítela en esto. De nada os servirá repetir su nombre o decir que la amáis, si vuestros actos no corresponden a esas palabras. 60. Reconoced los verdaderos valores humanos y espirituales; no os dejéis seducir del falso esplendor de las glorias terrestres. Ya vuestra luz os puede descubrir todo lo que es falso. Ved que hay muchas obras que aparentando pureza, sólo encierran tinieblas y os llevan por caminos oscuros que aparentemente brillan. 61. Comprended entonces vosotros, por quienes me comunico la responsabilidad que habéis contraído de mostrar en vuestra vida, en vuestra conducta y en vuestras pruebas, un proceder digno de las palabras que vierten vuestros labios en los instantes de mi comunicación. El pueblo tiene fijos sus ojos en vosotros, esperando que en vuestras acciones mostréis elevación espiritual. Debéis ser como un espejo limpio, porque si los actos de quienes no me han escuchado en este tiempo y se nombran siervos de Dios, no siempre son lícitos, el mundo los ve sin sorprenderse, pero si estos mismos actos ilícitos, los ve en vosotros, si habrá sorpresa en quienes os observen, porque no concebirán que llevando esta gracia en vosotros, aún podáis hacer acciones contrarias a la Doctrina que habéis recibido. El Maestro os dice: Desde el momento en que habéis hecho el propósito de seguirme, guardaos del escándalo, mirad que vuestro espíritu desde ese día ha renunciado a todo cuanto pueda dañarlo. Tenéis que perseverar en el camino del bien, sintiendo toda vuestra responsabilidad. Si me estáis sirviendo, si os habéis abandonado a mi voluntad, es que me habéis reconocido, es que estáis plenamente ciertos de la verdad de mi comunicación y no existe una duda en vosotros. 62. Cuando os he visto entregados en esta forma a mi servicio, os he dicho que estáis haciendo una gran obra de caridad en vueltos hermanos. Ya os he dicho que este cumplimiento espiritual no os impide el cumplimiento de ninguno de los deberes humanos. Nadie intente complicar la sencillez de mi Doctrina. Vosotros entregad la esencia de mi enseñanza y dejad que en ella se inspiren los hombres. 63. ¡Cuán extraordinario os parece que mi voluntad divina se haya unificado con vuestro entendimiento! A lo que Yo os digo, que es lo más natural, tratándose de Dios que es Espíritu y del hombre, quien por su espíritu es semejante a su Creador. Quisierais penetrar en muchos misterios que todavía no podéis saber y sólo os digo que no será la ciencia la que os los revele sino el espíritu por el amor a su Creador. 64. Manifestad mi Obra con la misma sencillez con que Yo os la he entregado y vuestros hermanos la entenderán merced a la evolución que han alcanzado, y cuando vuestros actos puedan manifestar que sois dignos de las grandezas que recibís, vuestra obra será maravillosa y el hombre creerá en Mí, por vosotros. 65. Recibo en Mí a vuestro espíritu para que deje su fatiga y los sinsabores del mundo. 66. De distintos puntos venís en busca de mi lección y de mi paz. Al escuchar mi palabra sentís el calor paternal y se quieta vuestro corazón. 67. No falta quien quisiera seguiros hacia el recinto donde os entrego mi palabra, pero el temor al mundo le detiene; en cambio otros miran con desprecio, aun oyendo como una voz interior que les dice que es seguro el camino por donde vais, y que es el que conduce a la verdad, aun escuchando las voces de los elementos desencadenados y de los acontecimientos extraordinarios que pregonan que un nuevo tiempo ha llegado: el tiempo del juicio, el precursor del tiempo de la gracia. En todos los lugares de la Tierra y en todos los corazones, me he manifestado, Les hablo por inspiración, por intuición y por sueños o revelaciones. 68. Estoy preparando a las futuras generaciones, las cuales no vacilarán entre la duda y la fe, y las que darán su verdadero valor e interpretación a las escrituras de los libros que os dejaré. 69. Ellos anunciarán el cumplimiento de las profecías de los primeros tiempos. 70. Los escritos de este tiempo los dejaré bajo vuestra responsabilidad, para que los deis a conocer a todos aquellos que no escucharon mi palabra. Vuestra verdadera lucha vendrá después de mi partida. 71. Mi Doctrina, vuestro culto y vuestras prácticas, serán juez para todos aquellos que de sectas y religiones os viniesen a escudriñar; no será menester que vosotros les señaléis sus errores, por el contrario, les daréis la bienvenida con sinceridad y amor, mostrándoles mi Obra en todas sus partes. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 241 1. Yo os recibo, pueblo, que venís a alimentaros con la palabra divina que es el pan del espíritu. Vengo a vosotros por el amor que os tengo. ¡Ah humanidad que sólo vais en busca de dolores, de sangre y angustias; las sombras del materialismo han empañado la mirada de los hombres y no pueden contemplar el camino de restitución! 2. Al menos vosotros que me oís, regocijaos con mi palabra y consolaos en Mí, porque esta humanidad ha extraviado su mente y sus sentimientos, ya que en vez de ir en pos de la verdad, va en pos de confusión. Las grandes inteligencias humanas florecen hoy en el crimen, y de ellos hacen su ideal, por eso ha mucho que os he dicho a los que he nombrado mis discípulos, que desempeñando ellos esta misión que les he confiado, su ejemplo influirá en la vida, en el pensar y hablar de los demás, al grado que puedan decir: hoy me encuentro utilizando mi espíritu que antes creía inútil. 3. Discípulos: Cuando el espíritu de la humanidad se levante, se libere y trabaje en los campos que le pertenecen, terminará el cáliz del dolor que apura este mundo; cuando en la mente y en el corazón del hombre florezca la espiritualidad, habrá florecimiento en todas las sendas de vuestra vida. Estoy hablando a los que aspiran a ser mis discípulos y en los que encuentro sensibilidad al escucharme. 4. Pueblo mío, haced que no se pierda un sólo instante de vuestra vida, amaos unos a otros y sentid el dolor de no haberlo hecho antes. Meditad profundamente en los principales actos buenos y malos de vuestro pasado, porque de esa meditación obtendréis buenos frutos y entonces pensad en el futuro. Preguntaos: ¿Qué tengo preparado para los tiempos venideros? Comprenderéis que algo tenéis que decir a la humanidad, que algo tendréis que hacer para despertarla de ese sueño que no la deja contemplare el manto con que la muerte la está cubriendo y acechando a cada instante, que algo tenéis que hacer para que despierte y escuche la voz de la conciencia. 5. ¡Ah humanas vanidades! ¡Ah hombres que buscáis vuestro florecimiento y vuestra glorificación en esta Tierra! 6. Para decir palabras que matan habéis llegado a haceros un trono, desde cuál hacéis oír vuestras órdenes de guerra, de invocación a la destrucción y a la muerte. 7. ¿Qué es la inteligencia humana, si ésta no va unida a la espiritualidad que es conciencia, justicia y caridad? ¿Con qué palabras responderán ante Dios los hombres que con su luz han inventado las grandes armas destructoras? ¿Con qué saldarán la deuda que está contrayendo? ¿Cómo recogerán la cosecha de su gran siembra? 8. Y a todos los que hablan de Mí y se nombran mis discípulos y ministros les pregunto: ¿Qué hacéis en estos instantes y qué tenéis preparado para proteger al mundo? 9. ¡Oh pequeños que me escucháis en este tiempo! ¡Trabajad en mi Obra de amor, apresuraos a consagrar esa parte de vuestra vida que os pido en beneficio de vuestros semejantes, que a la vez será en beneficio vuestro! 10. Mi Obra necesita soldados, ¿Por qué no dar la vida en este frente espiritual, cuando la dais sin provecho alguno en los campos de batalla? 11. Esa parte de tiempo que os pido, utilizadla enseñando, dad cátedra de amor y de saber, enterneced y despertad a los corazones; mirad mi existencia divina consagrada a amaros, a cuidaros y a daros salvación. Recordad que también Yo, en cuanto hombre, os dediqué toda mi vida. No os conforméis con recoger poca semilla. ¿Cuál será el regalo o presente que depositéis en mi mano cuando penetréis en lo que llamáis el Más Allá? Os di a raudales el agua de mi fuente y ¿Vais a devolverme sólo unas cuantas gotas? Testificad con vuestras buenas obras. 12. Los dones espirituales que en vosotros se han manifestado en este tiempo, han sido para ayudaros a desbordar esas aguas cristalinas sobre el espíritu de vuestros hermanos. Aprended de vuestro Maestro, que se ha mostrado siempre como un venero de amor para vosotros, como una dádiva perpetua, como una lámpara encendida para iluminar el corazón del que sufre. ¿No es acaso cada una de mis palabras como una antorcha de luz en el camino del viajero que va en busca de la meta de su destino? ¿No es acaso este mensaje una nueva revelación que os acerca a Dios? 13. Sólo el que sienta y viva mi Doctrina y mi Ley, podrá llamarse maestro en mi Obra. Ahí os conduce esta palabra para que conozcáis lo elevado y lo profundo, porque al espíritu que quiere ser grande sólo las obras grandes le interesan, el espíritu pequeño anda sólo en torno de lo pequeño, y para creer, tiene que despojarse de lo superfluo con dolor y fortalecerse con el amor de su Padre. 14. El espíritu grande sacrifica hasta lo que podéis considerar más querido, en aras de su ideal elevado, o en aras de su misión de amor. 15. ¿Os extrañáis de que mis discípulos del Segundo Tiempo todo lo hayan dejado por seguirme, todo os lo hayan dado por amaros? 16. A todos invita mi palabra a volver al camino del amor, ahí se avergonzarán muchos de haber sentido odios o rencores por sus hermanos, de haberles dejado de amar; y entonces, con el dolor y a la vez con el gozo del arrepentimiento, les volverán a estrechar con el corazón. Entonces aparece la espiritualidad y desaparece la materialidad. 17. Aún más os diré sobre los espíritus grandes; ellos no son sensibles a las ofensas, ni débiles ante los golpes, ven con indiferencia esas miserias y ven con piedad a los que las llevan, ellos están por sobre esas pequeñeces y van solamente a lo que es grande. 18. Todos vosotros tendréis que atravesar grandes pruebas, necesitáis ser muy fuertes para no desmayar y con ello evitar la vergüenza de vuestra flaqueza. Vosotros que habéis escuchado esta palabra, y que habéis venido a la mesa de los buenos manjares y os habéis alimentado de mi sabiduría, sed fuertes y alentad a vuestros hermanos con vuestro amor. 19. El que practique el bien, es apóstol de Cristo, mas no necesitará títulos que lo acrediten como tal, ni será menester que haga alarde de ello. 20. ¿Qué me decía al revelaros los sucesos dolorosos del futuro? ¿Qué podréis ofrecer a los profanos que vengan a vosotros en busca de consuelo? 21. Sólo os digo: sembrad mi semilla. Esta Doctrina es vuestro legado, si sabéis penetrar en las profundidades de vuestro espíritu, ahí encontraréis al Mesías que vuelve a cada instante a vuestro corazón para iluminarlo con su luz. 22. De los que han de venir mañana a saber de mi venida, pueden hacerse dos grupos: Unos que vendrán dudando y saldrán creyentes y enternecidos, porque les tocó el amor de mi palabra; y otros que viniendo increyentes, así seguirán insatisfechos, porque son mas materia que espíritu, mas necedad que reflexión; mas a vosotros que habéis sido nombrados mis nuevos discípulos y que habéis sido señalados por el Espíritu Santo, os digo: ¿Cuándo empezáis a iluminar al mundo con el ejemplo de vuestras obras de amor? 23. Escuchad: Cuando Yo estuve en la Tierra con vosotros, los hombres llegaban a Mí en caravanas, hombres de altos puestos, cubiertos de vanidad, gobernantes que secretamente me buscaban para escucharme. Unos me admiraron, pero no lo confesaron por temor, otros me negaron. Hasta Mí llegaron multitudes formadas por hombres, mujeres y niños, y me escuchaban por la mañana, por la tarde, por la noche, y siempre encontraban dispuesto al Maestro a entregarles la palabra de Dios. Ellos contemplaban al Maestro olvidado de sí mismo y no sabían a qué hora se alimentaba para que su cuerpo no decayera, ni se debilitara su voz y es que no sabían que Jesús tomaba fuerzas de su propio espíritu y en sí mismo encontraba el sustento. 24. Así vosotros, algún día sabréis que aquél que inspirado por el amor divino, consagre su existencia a consolar, a sustentar y a amar a sus hermanos, encontrará en su propio espíritu fuerza y alimentos desconocidos que le sostendrán sin decaer un instante en la lucha. 25. Así me manifesté en aquél pueblo, que es este mismo de ahora y que mañana formará un sólo conglomerado en el mundo entero; el pueblo de Dios. 26. Aprended de Mí y aprovechad vuestros dones para que saldéis la gran deuda que con vosotros y con la humanidad tenéis; aceptad gustosos vuestra restitución, y no queráis pagar esa deuda con algo que, a la vez que os agrade, no os incomode, porque muchas veces tendréis que llegar al sacrificio o a la renunciación. 27. No os pido vuestra vida, sólo unas horas, sólo una parte de vuestro tiempo. 28. Recordad que Jesús, por estar con vosotros, dejaba a su Madre, aquella dulcísima Madre que fue lo único que tuvo en la Tierra. De ella se ausento en la vida, y sólo se entregó en sus brazos cuando ya exánime fue desprendido de la cruz; a vosotros no os pido tanto, sólo una pequeña parte de lo que os di y enseñé. 29. Dad vuestra vida consolando al triste, sanando al enfermo y salvando al perdido, mas no os dejéis matar tan sólo por demostrar que sabéis morir por Mí. 30. En mi Doctrina no debe haber acusados ni acusadores, ofendidos ni ofensores; en ella sólo deben existir los que aspiren a elevarse por la práctica de mis enseñanzas. 31. Todo lo poseéis para llegar a Mí; el mundo es una escuela, la vida es un libro, mi inspiración es una luz; el Maestro soy Yo, los hombres son mis discípulos; he aquí por qué os llamo incesantemente y os digo: todos cabéis en mi amor. 32. No me dejéis solo con mis enseñanzas; no seáis fríos ante este amor que os estoy manifestando, mirad que a través de unos labios humanos, la palabra de mi Espíritu os alumbra. 33. Si en la Tierra decís que Yo con mi Doctrina, con mi Ley, os he traído religiones, Yo os digo: que ante Mí sólo existe un culto que es el del amor, el amor al Padre, a los semejantes o hermanos, y a todo cuanto ha brotado del Creador. 34. Aquella divina máxima de amarse los unos a los otros, será la Ley que una a todos los hombres, que les ilumine para que se sientan hermanos, se amparen, se ayuden, se defiendan de las tentaciones y se reconozcan sin detenerse en diferencias de razas o credos. 35. Imaginad un mundo así y lo imaginaréis en paz, como una sola familia regida por las leyes del amor, el respeto y la justicia. 36. Estas profecías se realizarán porque vuestro mundo no está condenado a ser eternamente un valle de tinieblas y pecados. 37. Brillará la virtud en el corazón de los hombres como las flores en los huertos, porque Yo os digo: las flores son en su belleza, semejantes a las ideas e inspiraciones que brotan de Dios para salvar a los pecadores. 38. Venid, éste es vuestro camino, aquí está el pan de los pobres y el consuelo de los tristes, venid y nada temáis. 39. Pueblo bendito de Israel, el Padre os dice: Escuchad la voz de vuestra conciencia, preparad vuestro entendimiento, porque voy a dejar escrita imborrablemente mi palabra en cada uno de vosotros. Escuchad la palabra viva que estoy derramando, que brota de la fuente de sabiduría, que es mi Espíritu. 40. He abierto todos los caminos, para que lleguen a Mí, todos mis hijos, es el tiempo del despertar, en que mostraré con claridad mi palabra de los tiempos pasados y las nuevas revelaciones que os haré y que son el complemento, la tercera parte del Libro del cual seréis poseedores. 41. He venido a descorrer ante vosotros el velo que ocultaba la grandeza de mi Doctrina. Os di en el Segundo Tiempo la semilla para que la sembraseis y cultivaseis, y en el tiempo propicio me la hicierais presente. 42. Más he pedido el fruto a los encargados de esparcirla y he recogido escasos granos, después de una larga era. Ya os había dicho: nuevas generaciones vendrán a la Tierra y ella recibirán mi último mensaje. Yo estoy preparándolas y os digo: llegó el tiempo en que dio principio esta nueva era. 43. El precursor inició a los primeros labriegos de mi Obra, y después el maestro abrió el Libro para mostrar todo su contenido que es luz, sabiduría, salvación para la humanidad. Así llegó para vosotros ese momento de gracia. Reuní a hombres y mujeres de distintas creencias e ideas. Penetré en su corazón y sólo contemplé amargura, desengaño; y ellos al oír mi palabra, no la rechazaron, no cerraron su corazón, no la discutieron, sino la acogieron con amor y con respeto. 44. Yo hice que se consagraran a estudiar cada una de las manifestaciones de mi Divinidad, y ellos las encontraron ciertas, llenas de gran trascendencia y su corazón se fortaleció. Más llegó el momento en que les dije: os he arrullado, os habéis deleitado con mis caricias y ahora ya es tiempo de luchar. Y los labios que antes habían sido torpes o mudos, hablaron con el Verbo Divino. Derramé mi palabra por ellos mismos y fueron mis portavoces. A otros que encontré llenos de fe, los convertí en guías y les dije: Atraed a los corazones y con ellos formad multitudes. Preparaos con fortaleza, porque vais a tropezar con la dureza de la humanidad. Vais a luchar con los incrédulos, porque la semilla de Tomás está regada y ha germinado en los corazones. Más Yo cortaré de raíz esta simiente y os ayudaré en vuestra labor. Cada uno de vosotros será como una antorcha que ilumine el camino de vuestros hermanos. Y cuando este tiempo de mi comunicación llegue a su término y vosotros sólo os comuniquéis conmigo de espíritu a Espíritu, seguiréis enseñando. Y los hombres se sorprenderán y preguntarán en dónde habéis aprendido y vosotros mostraréis el libro de vuestro corazón, en donde estará grabada mi enseñanza y del cual brotarán nuevas inspiraciones. 45. Yo lucharé hasta dejaros preparados para después de mi partida. Por eso marqué un largo tiempo, para que en él tuvieseis grandes oportunidades de comprender mi Obra. Más no he sido visible para los ojos materiales. He dicho que en este tiempo todo ojo pecador y no pecador me verá, mas no han de ser los ojos de la materia, sino la mirada espiritual la que me contemple, iluminados por la conciencia; y el espíritu, como un santuario, el que me sienta. 46. He preparado labriegos en muchas comarcas, para manifestar mi Obra. Escuchando mi enseñanza. ¡Cuántos momentos de dicha ha tenido vuestro espíritu! ¡Cómo habéis gozado con los prodigios que os he concedido! Para que me reconozcáis, os he dado innumerables pruebas, pues quiero que vosotros ya preparados, recibáis a los que están señalados por Mí, para llegar al conocimiento de esta enseñanza. Como hermanos mayores vosotros estaréis cerca de los corazones que sufren para sostenerles y servirles de báculo. Volved al redil a las ovejas descarriadas, aliviad penas, salvad a vuestros hermanos. 47. Yo os ayudaré con vuestra cruz, cuando os encontréis cansados, y os enseñaré a encumbrar la montaña del cumplimiento. ¿Qué podríais esperar si no cumplieseis? ¿Cómo sentirás fortaleza, cómo podréis vivir si después de haberme oído no dais testimonio de estas lecciones? 48. Sed fuertes, amaos unos a otros y mi bendición caerá sobre vosotros como rocío para alentaros siempre. 49. Cuando sentís los goces de la vida, atribuís al mundo este placer y Yo os digo: Os quiero alegres, por eso envía a vosotros esos momentos de felicidad, porque cuando el hijo sonríe, sonríe también el Padre. Buscad los goces sanos que no perturban al espíritu y en ellos me encontraréis. Mas si podéis sonreír en medio de vuestros sufrimientos, ¡bienaventurados seáis! 50. Mi mirada de Padre se posa en vuestro corazón, oh hijos amados, y contemplo vuestro recogimiento. Habéis olvidado lo que pertenece a vuestra vida material y venís a alimentaros con mi palabra, a llenaros de su esencia y a sentir profundamente mi presencia en vosotros mismos. Vengo a manifestarme a vosotros porque os amo y quiero que comprendáis mi anhelo; vosotros, llenos de reconocimiento, me mostráis con humildad vuestro corazón y me decís: Maestro, leed en él como en un libro abierto y haced en nosotros vuestra voluntad, seremos conformes con lo que ordenaseis en vosotros. 51. Contemplo vuestra fe y confianza en mí Divinidad. Sabéis que os amo y os concedo todo lo que es justo y es para vuestro bien. Por eso confiáis y me pedís ayuda. Es un tiempo de restitución el que vivís, en que no tendréis goces perfectos ni paz perdurable. Esta Tierra no es vuestra patria. Sois pasajeros moradores de ella y sólo estáis labrando una vida mejor, superior a ésta según sean vuestros méritos. 52. En la Tierra sentiréis, cuando estéis preparados, la paz de mi espíritu, esa paz que habéis saboreado y que el resto del mundo desconoce; esa dulzura que se derrama en mi palabra, esa grandeza que habéis experimentado cuando os encontráis elevados en comunión conmigo. El mundo no tiene ese aliciente y lo necesita, lo espera, porque sabe que ha de venir y algunos se preparan presintiendo que se acerca el momento de que Yo llegue a ellos. Mas os digo: todos seréis dueños de esta paz, todos conocerán la luz de la verdad. Mi palabra se extenderá, e irá de labio en labio, de hogar en hogar y de una nación a otra, por medio de los labriegos. Pero he contemplado en ellos y en el pueblo su lento caminar, su temor; y mi Obra no ha ido más allá de los pequeños limites en que la han encerrado y ésa no es mi voluntad. 53. Labriegos; os he pedido unión para que forméis un sólo espíritu; una sola mente y corazón, para que doquier que vuestros hermanos os encuentren, escuchen de vosotros una misma palabra, el mismo testimonio en todos y vean reflejado en vosotros mi amor divino. 54. Os he enseñado el amor, la paciencia, la humildad, para que llevéis vuestra misión como una dulce cruz. La obra de regeneración, depuración y espiritualidad de la humanidad, es obra de tiempo, una generación transmitirá a la siguiente el mismo espíritu de lucha y elevación espiritual, hasta que el mundo, a través de los tiempos, se perfeccione y llegue al cumplimiento de su misión. 55. No temáis el mañana. No temáis tampoco ir demasiado adelante y perder el camino. Es tan larga la jornada que no llegaréis al fin en corto tiempo. Yo estoy en cada uno de vuestros pasos. Lo mismo delante que tras de vosotros a vuestra diestra y siniestra. La fuerza de mi Espíritu os reviste; esa fuerza interior que os anima a luchar sin cansancio, no os abandonará. Los unos habéis luchado año tras año, y habéis contemplado la alborada de cada día como la primera en que vais a trabajar por mi Obra. 56. Buscad en Mi toda perfección, mas no exijáis absoluta justicia y perfección de los labriegos; son humanos y están expuestos a caer en debilidad; ellos también están luchando por su redención. Esa perfección que vuestro espíritu anhela contemplar, buscadla en los espíritus que habitan altas escalas espirituales, donde todo es amor, belleza y luz. 57. Vuestro corazón se acrisola en el cumplimiento. Cada uno adelanta según su amor, su ahínco y afán de servir. Mi palabra ha sido la misma para todos y sin embargo, he encontrado labriegos dando grandes pasos de espiritualidad y otros retrasados en su evolución. 58. Para conocer el fondo de mi enseñanza, necesitáis practicar. Si sólo oís mis lecciones y después las olvidáis, no podréis conservar ni impartir esa deliciosa esencia que encierra mi enseñanza; es tan sencilla que podéis practicarla desde el primer momento en que la oís. El amor es la primera Ley que os he dado a conocer, y de la cual brotan todas las demás leyes y preceptos. 59. Os he dicho que he formado a todos por igual y a todos amo. ¿Por qué vosotros no amáis sin distinción de razas, clases o creencias? ¿Por qué amáis a unos y desconocéis a otros? No sólo améis a los que os hacen bien, buscad a todos y estrechad lazos de amor. Practicad el amor universal que abarca todo y amad a vuestros hermanos materiales y espirituales. Mi Obra coloca en el mismo plano a todos los espíritus. Yo quiero contemplar a todos formando mi familia que se ame y haga la paz universal, que pacte con mi Divinidad para que sea cada uno de vosotros, mi representante doquiera os encontréis. 60. Preparaos para que seáis cada uno de vosotros un fruto del Gran Árbol, y ese fruto se multiplique infinitamente. 61. Orad por el mundo y que esa oración sea como un manto que proteja a la humanidad, como un antídoto contra la guerra, que a cada instante se aproxima y hace caer al hombre. 62. Yo bendigo a todas mis criaturas y las dejo unidas en estrecho abrazo. 63. Venid a Mi los que llorando os encontráis, Yo soy el consuelo. El amor se acerca a vosotros porque sois las criaturas que en su destierro necesitan la caricia del Padre para levantarse. 64. Todos lleváis a cuestas una cruz para que imitéis en ello al Maestro, pero esa cruz no quiero verla convertida en insufrible o molesto fardo por vuestra falta de comprensión y elevación. 65. Las vicisitudes azotan como huracanes vuestra vida, pero ese amor al Padre y la confianza que habéis depositado en Él os dan tranquilidad en las pruebas y os hacen salir triunfantes de ella. 66. Quien confié en Mí verdaderamente, no quedará defraudado jamás. 67. El dolor sensibiliza el duro corazón, él será el que haga brotar de las rocas agua cristalina. Las pruebas mantienen despierto al espíritu. 68. Os habéis levantado en pos de mi palabra, porque reconocéis la voz del divino Pastor a quien siguiendo veáis tiempo ha. 69. No ha sido el deber el que os ha impulsado a seguirme por este camino, ni ha sido el temor, sino el anhelo de ser útiles a vuestros semejantes para agradar al Señor. 70. Así se preparan los nuevos discípulos, para ser las antorchas que iluminen al mundo. Bienaventurados los que me comprendan y crean en mi palabra, porque ellos no sentirán hambre ni sed en el espíritu. 71. No quiero que mañana vuestro corazón se llene de vanidad y grandeza al palpar los prodigios realizados por medio de vuestros dones, pero tampoco quiero veros tímidos, porque no sabríais despertar confianza en vuestros hermanos, tened firmeza en lo que habléis y hagáis. 72. Tendréis que aumentar vuestra preparación y perfeccionar vuestros pasos, para que seáis reconocidos después de mi partida. 73. A todos os he confiado el don de curación, con el que podéis hacer milagros entre los enfermos del cuerpo y del espíritu. 74. Iréis en busca del perdido, aún al mismo fango, para darle la mano salvadora. Si creéis que ahí no germina mi semilla, os equivocáis. Yo puedo demostraros que del fango pueden brotar flores tan blancas como el campo de la nieve. Mientras más perdido se encuentre un espíritu, más amor se requiere para ir a buscarlo, y él, al sentir la caricia o el bálsamo, sentirá penetrar un rayo de luz y será de los más fervientes. Su gratitud será muy grande, porque le será perdonada su deuda que también era muy grande. 75. A éstos buscaréis como Yo siempre os he venido a buscar. No olvidéis que los justos ya están conmigo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 8 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 9 ENSEÑANZA N° 242 1. En este tiempo en que el dolor de la humanidad es acerbo y su jornada penosa, ha sido mi voluntad acercarme a vosotros para ayudaros a encontrar vuestra heredad. 2. Volved vuestra faz y ved el camino que dejasteis, del cual algunos hoy se horrorizan. A esos mismos caminos os haré volver, mas no para que os manchéis ahí, sino para que rescatéis a los que perdidos se encuentran. 3. Aprovechad mi estancia entre vosotros, discípulos, para que llevéis mi paz en vuestro espíritu y él la haga sentir a sus hermanos. 4. Mi Doctrina en este Tercer Tiempo, os levantará de vuestro estancamiento espiritual y os hará dar grandes y firmes pasos en el sendero espiritual. 5. Yo os concedí la gracia de que mi comunicación fuese por vuestro propio entendimiento, para que os sintieseis dignos de mi Divinidad, para que, viendo que si fuisteis capaces de transmitir mi palabra y de que en torno a ella se reuniesen grandes multitudes, mañana, cuando esta voz ya no se escuche, no se acobarde vuestro corazón ante la lucha sabiendo que mi palabra quedó grabada en vuestro ser. 6. Cuidaréis la simiente que os estoy confiando, ved que Yo nunca desheredo al hijo, sino que él, con sus malas obras, se va desheredando. 7. Cuando los hombres llamen a vuestra puerta en demanda de explicaciones y de testimonios, no os vayáis a ocultar, ni vayáis a preguntar: ¿Qué haré? ¿Qué responderé? 8. Seréis los que con ánimo sereno y voz firme habléis de Mí y defendáis mi nombre con las armas que os he dado, que son: caridad, amor, verdad. 9. Por eso he permanecido entre vosotros manifestándome por largo tiempo, para que mis múltiples lecciones os iluminen y mis prodigios enciendan vuestra fe. La esencia de mi palabra os ha hecho olvidar vuestro antiguo fanatismo religioso y cuando seáis escudriñados, sólo encontrarán en vosotros la sencillez del verdadero culto espiritual. 10. A torrentes se desborda mi palabra en los diferentes recintos donde ella se hace oír, para que en los tiempos de mayor lucha y pruebas, no vayáis a sentiros carentes de enseñanza, mas ya se aproxima el instante en que mi palabra deje de oírse entre vosotros. 11. No temáis quedaros sin esta gracia, pensad que desde el Primer Tiempo, os vengo preparando para la comunicación de espíritu a Espíritu. 12. Cada tiempo ha sido una lección nueva para vuestro espíritu y un paso hacia adelante en el camino de evolución. 13. Estoy dando mi mensaje de paz al mundo, haciendo oír mi voz a través de muchos portavoces. Y como en todos los tiempos, mi enseñanza tiende a perfeccionar a vuestro espíritu. 14. Si el hombre careciese de espíritu y fuese un ser absolutamente material, su misión y su destino terminarían con su último aliento de vida, pero en él existe algo que es imperecedero, por lo que luchará, velará y elevará su mirada a lo eterno. 15. Mi palabra os prepara para vivir en el mundo del mañana, en ese tiempo en el que comenzará a ser comprendido mi mensaje, entonces comprobaréis que Yo supe anticiparme a los acontecimientos, que mucho tiempo antes os predije. 16. Luchará mi Doctrina y sostendrá verdaderas batallas en el corazón de los hombres, mientras ellos insistan en vivir una existencia egoísta, haciéndoles comprender que donde no existe caridad y amor, no podrá haber paz. 17. Mis lecciones espirituales no son tan sólo para los que viven oprimidos en la pobreza y en la humillación; ellas tienen también la misión de encauzar a los espíritus y las mentes de quienes conducen y gobiernan en los distintos órdenes a la humanidad. Mi palabra está haciendo un llamado a los sentimientos nobles que alberga todo humano, porque es la forma en que comprenderéis el destino superior que hay en cada uno de vosotros. 18. Si en vez de guardar en el corazón odio, egoísmo y pesimismo, albergaran los hombres el deseo de hacer el bien y alimentaran la esperanza en el triunfo de la justicia, la espiritualidad se iría extendiendo y os amaríais como hermanos formando una fuerza poderosa ante la cual se desvanecerían todas las situaciones que os conducen a la guerra. 19. Yo no os castigo; pero soy justicia y como tal, la hago sentir en todo aquel que contravenga mis mandatos, porque el Eterno os ha hecho conocer su Ley que nadie puede modificar. 20. Ved cómo el hombre en medio de la prueba, al caer en un inmenso abismo, al ver que la mujer llora ante la pérdida de los seres queridos, a la niñez privada de alimento y los hogares sumidos en la miseria y en el duelo, llora, se consterna ante su desgracia, se desespera y en lugar de orar y arrepentirse de sus culpas reniega contra Mi, diciendo: ¿Cómo es posible que Dios me castigue en esta forma? Mientras el Espíritu Divino en verdad, también llora por el dolor de sus hijos y sus lágrimas son sangre de amor, de perdón y de vida. 21. En verdad os digo que en este tiempo, por la evolución que la humanidad ha alcanzado, no depende solamente de mi caridad el remedio de su situación. Ella es víctima de sí misma, mas no de mi castigo, porque mi Ley y mi luz brillan en toda conciencia. Mi justicia desciende a arrancar de raíz toda yerba nociva, y las mismas fuerzas de la Naturaleza se manifiestan como intérpretes de esa justicia. Entonces, parece que todo se une para exterminar al hombre, cuando sólo es para su purificación, pero habrá quienes se confundan y digan: "Si hemos de sufrir tanto dolor, ¿Por qué venimos a este mundo?". Sin reflexionar que el dolor y el pecado no nacieron de Mí. El hombre es responsable de permanecer en la ignorancia de lo que es justicia y de lo que es expiación, de ahí primero su inconformidad y luego su blasfemia. Sólo el que ha observado mi enseñanza y está atento a mi Ley, es incapaz de lanzar cargos a su Padre. 22. El espíritu es una chispa brotada del Espíritu Divino y puesto a prueba a través de diferentes materias. Por esa evolución que ya habéis alcanzado, es posible que en este tiempo, mi mensaje espiritual llegue directamente hasta él y sea comprendido. Si todo se perfecciona, natural es que también vosotros evolucionéis. ¿Cómo es posible que siguierais imaginando a vuestro Dios en la forma tan limitada en que lo concibieron vuestros antepasados? Ya no podréis vivir y pensar como aquellos que obraron de acuerdo con los ritos y preceptos que les obligaron a seguir. Ya no podéis consideraros como ellos, demasiado pequeños para enfrentaros a lo que es espiritual. 23. Si antes los hombres trataban de encontrar su salvación construyendo templos materiales y pretendían alcanzar la purificación de su espíritu en la práctica de cultos exteriores, vosotros no permaneceréis en ese estancamiento de fanatismo e ignorancia, porque se aletargarían en vuestro ser las facultades que poseéis para comprender y contemplar la grandeza de vuestro Dios. 24. Os he dicho: concentraos en el fondo de vuestro corazón para que contempléis, no con los ojos de la materia sino con los del espíritu, lo infinito e insondable. Entonces, ante tanta gracia recibida de mi caridad, no pretenderéis demostrar vuestra gratitud con ofrendas materiales. 25. Vuestros sentimientos y obras de amor constituirán vuestra mejor y más digna ofrenda. 26. Si queréis alcanzar la gloria, haced un libro escrito con vuestras buenas obras, entonces seréis los únicos responsables de vosotros mismos y ya no relegaréis vuestra responsabilidad en otras personas. 27. Después de haberos señalado el camino que es el mismo que os tracé desde los tiempos pasados y que es firme cimiento para vuestro futuro, debéis guardaros de constituir nuevas leyes o preceptos que pudieran aparecer como nuevas doctrinas, pues se apartarán del sentido de mí palabra. 28. No vengo a atacar ninguna religión, cada una de ellas tiene su responsabilidad. Yo sólo muestro lo perfecto; el que quiera perfeccionarse que me siga. 29. Yo derramé mi sangre para enseñaros a conquistar la salvación. Se aproxima la hora en que también vosotros, en la hora de prueba, reconozcáis cuán justas fueron las palabras de Jesús. 30. Mi luz se manifiesta en la conciencia de las multitudes congregadas bajo la sombra de estos humildes y pequeños recintos, que son árbol para el cansado viajero y oasis para los peregrinos del desierto, ella los ilumina y los conforta. 31. En el amor con que os perdono y corrijo, me doy a conocer. Cuando vivisteis bajo vuestra voluntad ofendiendo a cada instante al Padre, no corté el hilo de esa existencia de pecado, no os negué el aire, ni el pan; no os abandoné en el dolor ni desoí vuestra queja; y la Naturaleza os siguió rodeando con su fecundidad, su luz y sus bendiciones. Así me doy a conocer y me manifiesto a los hombres. Nadie podrá amaros en la Tierra con este amor, y nadie sabrá perdonaros con el perdón Que Yo os doy. 32. Es vuestro espíritu una semilla que vengo cultivando y perfeccionando desde la eternidad hasta que dé las más hermosas flores y los más perfectos frutos. ¿Cómo podría dejaros morir o abandonaros a la furia de las tempestades? 33. ¿Cómo abandonaros en vuestro camino si el único que sabe el destino de todas las criaturas soy Yo? 34. Mucho os estoy revelando a vosotros, para que en vuestro camino aprendáis a escuchar la queja que no brota de los labios, a descubrir la tristeza que se oculta detrás de una sonrisa y a sanar las enfermedades que no tienen alivio por medio de la ciencia. 35. Ahora que se cruzan en vuestra senda los necesitados, depositad en ellos algo de lo que habéis recibido, mas no perdáis el tiempo y os sorprenda el reloj de la eternidad llamándoos al valle espiritual, porque lamentaréis amargamente la oportunidad perdida. 36. Labrad desde ahora la paz para el espíritu. 37. Discípulos: mi palabra muchas veces ha sido justiciera entre vosotros, pero en su fondo habéis encontrado el sabor dulce del fruto que os ha levantado a la regeneración en este tiempo. 38. Os he reclamado con rigor cuando habéis sido obstinados en el pecado, pero no habéis tardado en descubrir la intención de vuestro Padre, que es la de salvaros. Y así, la reaciedad de la materia ha ido cediendo a la espiritualidad. 39. Del amor con que os he dado la vida, pocas pruebas o señales dan los hombres. De todos los afectos humanos, el que más se asemeja al amor divino es el amor maternal, porque en él existe el desinterés, la abnegación y el ideal de hacer la felicidad del hijo aun a costa del sacrificio. 40. Pero volverá a brotar de los corazones el amor, el cual transformará al mundo. Este amor lo inspira mi Espíritu Santo, quien envía sus destellos sobre la humanidad, para despertarla de su sueño profundo, para que pueda gozar con la claridad de este nuevo amanecer. 41. Todo el que en este tiempo quiera seguirme, tendrá que abandonar algo para ir en pos de mi huella. Unos dejarán posesiones, otros olvidarán falsos amores, habrá quienes desciendan de sus altos sitiales y tronos, mientras otros abandonan sus altares. 42. Detrás quedarán las pasiones, las vanidades, los fugaces e insanos placeres. 43. Es que vengo en busca de vuestro espíritu, al que ayudo con mi amor para salvarle. No he abierto las puertas de la Tierra Prometida para que en ella penetre vuestra envoltura. Esa blanca ciudad, es la morada que espera cual novia ataviada con sus mejores galas la llegada del prometido, que le ha conquistado con sus méritos y sus victorias en las grandes batallas de la vida, y ese es vuestro espíritu. 44. Vengo a enseñaros a hacer los méritos necesarios para llegar a la morada eterna. Os he enseñado a orar por el mundo con esa oración profunda y sencilla que se eleva a Mí como el néctar de las flores. Os he dado facultades y dones, para que hagáis la caridad en muchas formas. Os he revestido de fuerza espiritual y moral para vivir y atravesar las pruebas con ánimo sereno. Os he estimulado en vuestros propósitos de regeneración y enmienda, para que sintáis la dicha de llamaros mis discípulos y la satisfacción de ir sembrando con ejemplos mi Doctrina. 45. Vuestro espíritu se ha preparado para recibir mi presencia. Veo que a medida que el tiempo pasa, va dejando de preocuparos la vida terrestre y comienza a interesaros más vuestro futuro espiritual. 46. Los sufrimientos y vicisitudes que vais encontrando en vuestra senda, los tomáis como pequeños pedruscos que sólo hieren levemente vuestra planta y no como obstáculo decisivo, para detener vuestra marcha. Ahora guardáis el sollozo y las lágrimas para los grandes trances. 47. Mi caridad os va conduciendo y vosotros vais comprendiendo. Ya no sois aquellos que os concretabais a recrearos mientras oíais mi palabra sin guardar nada de ella, y estabais sólo atentos a solicitar del Señor los bienes materiales. 48. Ahora venís como verdaderos discípulos en busca del Maestro y como tal me encontráis. Si antes os dije: "Yo soy el Camino", ahora os puedo decir: Yo soy la escala por la cual ascenderéis hasta Mi porque ya habéis hallado en mi luz la forma de elevaros, de acercaros a Mí y de conversar espiritualmente con el Maestro por medio de la oración. 49. Me estáis encontrando dentro de vosotros mismos, en la morada donde siempre he habitado desde que vosotros existís. Habéis mirado hacia vuestro interior, y habéis descubierto un santuario, el cual guarda un altar de amor, una ofrenda de humildad y una lámpara, cuya flama no apagan las más violentas tempestades: la Fe. 50. Vuestro espíritu ha sido emisario y portador de misiones espirituales, desde el principio del tiempo ha sido destinado para salvar y bendecir a sus semejantes. 51. Para él, pasó el tiempo en que creaba la imagen de su Dios para sentirlo accesible y cercano, para tocarlo, mirarlo y hablarle. 52. Hace tiempo que habéis vuelto la espalda a aquellas imágenes, figuras y símbolos, porque habéis comprendido que la imagen real del Creador la lleváis en vosotros, puesto que poseéis algo de cada una de las potencias y atributos de la Divinidad, como son la vida, el amor, la conciencia, la voluntad, la razón, la fuerza, la eternidad espiritual. 53. En este tiempo seré comprendido y amado por vuestro espíritu, también seré imitado. Mi luz está revelando todo lo que fue confuso e incomprensible para los hombres. 54. He venido a hablaros por medio de vuestro entendimiento, traduciéndose la luz de mi efluvio divino en palabra humana; mas sabed que cuando el portavoz y la multitud de oyentes se han sabido preparar para recibirme, me he manifestado en esencia divina, pero cuando mis hijos no se han sabido elevar, ni han dispuesto el santuario para Mí, el Rayo Divino ha quedado flotando sobre los espíritus sin penetrar de lleno en ellos. 55. Mucho os revelaré aún y os enseñaré en estos últimos instantes. Mi legado será grande, todavía existe en mi arcano mucho de lo que a cada quien corresponde. No todos alcanzaréis el mismo grado de comprensión, aun siendo del número de los señalados, porque unos se encuentran en peldaños más elevados que otros. Comprendiendo esto, no tratéis de forzar a nadie, sed amables y condescendientes y ayudaos todos en vuestra misión. 56. Os estáis fortaleciendo para las pruebas, las que llegarán en formas imprevistas. Un indicio de lo que ellas han de ser, lo habéis tenido bajo formas simbólicas a través de sueños proféticos y mirajes espirituales. Velad y orad que Yo os prevendré. 57. Os sentís indignos y pequeños ante mi Obra y ante vuestro propio destino, pero en verdad os digo que todas las asperezas de vuestras imperfecciones serán pulidas por el cincel de esas pruebas que os anuncio. 58. Todo hablará de Mí y Yo estaré hablándoos a través de todas las manifestaciones de esta Naturaleza; las voces que antes no fueron oídas, hoy serán escuchadas y comprendidas. Toda la creación latirá, se estremecerá y se conmoverá para dar testimonio de que el juicio divino es en el Universo. Y después de haber sido juzgados, volverán los seres a su cauce, pero habiendo dado un paso hacia la perfección. Será el despertar y el renacimiento de esta humanidad. 59. La luz de la virtud podrá brillar en este mundo sin que nadie la apague; la razón logrará imponerse y el amor dejará de ser palabra para convertirse en obra. Comenzarán a desaparecer señores y esclavos. Tendré mis discípulos en toda la Tierra y ellos serán luz, paz y revelación para los pueblos. 60. Este mundo, convertido por la ambición y el egoísmo humano, en manzana de discordia, será al fin compartido por todos, aun sin ser sus dueños, porque al haceros el llamado el Dueño de todo lo creado, obedientemente dejaréis todos vuestros bienes. 61. La humanidad se está preparando para cuando lleguen esos tiempos de luz. Vosotros, cuando os sintáis en medio de la prueba, no vayáis a desesperar, ni menos a blasfemar; orad, velad y resistid. La blasfemia, la negación y las imprecaciones en contra de mi justicia, partirán de la boca de los ignorantes, a quienes perdonaréis y enseñaréis a elevarse. Cuando en medio de la desesperación de los hombres se haga el silencio, hablaréis y seréis escuchados. Entonces veréis cómo aquellos que tanto se alejaron de Mí y me ofendieron, por su arrepentimiento serán perdonados como el hijo pródigo de la parábola, pero entonces no os sorprenderéis al contemplar que en vez de castigo, sobre ellos fue el perdón y la caricia. Antes lloraréis de gozo al contemplar el festín de la paz y del amor en el mundo. 62. Cuando se eleve al infinito el templo del Espíritu Santo desde el corazón de la humanidad, ahí en su seno, surgirán las nuevas revelaciones que serán mayores cuando más se eleven los espíritus. 63. Ahora trato de unir a todos los que me escuchan en los diferentes recintos. No estáis unidos porque no me habéis comprendido, cuando eso sea, os amaréis, y al amaros estaréis latiendo como un solo corazón. 64. La falta de comprensión se debe a que vuestro análisis es superficial y débil, y estáis siempre preocupados por los bienes de la Tierra; os conformáis con lo primero que llega a vosotros o sea un poco de tranquilidad en el corazón, un techo seguro, un poco de salud corporal, el calor de los vuestros y un puñado de monedas. 65. No os digo que despreciéis los bienes de la Tierra, pero tampoco que los prefiráis a los dones del Espíritu Santo. 66. Buscad en mi camino la elevación de vuestro espíritu, pero huid de las adulaciones y honores terrestres, sabed que de entre vosotros no se destacarán nombres, sino las obras del pueblo en conjunto. La memoria del que sembró buena simiente, será respetada, bendecida, y su ejemplo, imitado; ese será su único monumento en la Tierra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 243 1. Mi fuego de amor desciende a vosotros para dar calor a vuestro corazón y encender una flama ardiente en vuestro espíritu, porque la lámpara que interiormente os ilumina, ha estado a punto de extinguirse en unos, mientras en otros se ha apagado, y sólo tinieblas de incertidumbre me presentan. Mas mi luz se hace en todos en este instante. 2. ¿Por qué retroceder o detenerse en el camino emprendido? ¡Adelante, Discípulos! 3. La humanidad espera ya a mis enviados, a los portadores de la buena nueva. Esos emisarios sois vosotros, testigos de mi presencia y mi palabra en el Tercer Tiempo. ¿Podrán los hombres llegar a Mí, a través de distintas religiones? Sólo os diré, que existe un solo camino para la elevación de la humanidad y ese es el que os señalé en mi Ley en el Primer Tiempo, camino que fue sellado en la Segunda Era con mi sangre e iluminado por mi Espíritu Santo en este tiempo. 4. Toda mi Ley se condensa en dos preceptos: el amor a Dios y el amor al prójimo. Ese es el camino. 5. Las religiones son pequeñas verdades que conducen a los espíritus al camino verdadero por el cual podrán ascender paso a paso hasta llegar a Mí. Mientras los hombres profesan distintas religiones en la Tierra, están divididos, mas cuando estén en el camino de amor y verdad, se habrán unido, se habrán identificado con esa luz única, porque una sola es la Verdad. 6. Pero los caminantes, los peregrinos se han detenido y se encuentran durmiendo; el amor y la verdad han huido de los corazones, por eso he venido a hablaros y a preparar emisarios que con amor y caridad despierten y levanten a los que extraviados o cansados se encuentren, antes que los elementos se desencadenen y con sus voces imponentes se encarguen de despertar espíritus, sentimientos e inteligencias. 7. En contra de la Doctrina Espiritual se levantarán sus enemigos esgrimiendo sus mejores armas, empleando toda su fuerza, buscando testimonios en contra de esta revelación. Mas en verdad os digo: esa luz que ha surgido en este tiempo, no habrá poder humano que la extinga, como en aquel tiempo no pudieron los hombres callar la voz de Cristo, ni con el sacrificio del Gólgota, porque la sangre derramada ahí por ellos, siguió hablando por una eternidad. 8. No temáis ser llamados impostores o hechiceros, todas esas blasfemias fueron arrojadas sobre vuestro Maestro y también fueron el título que los incrédulos y perversos dieron a mis profetas y a mis apóstoles. Mas cuando la verdad del Señor y de los suyos triunfó, aquellos que más blasfemaron fueron después los más arrepentidos y fervientes, como Pablo. 9. En mi apostolado del Tercer Tiempo, se encuentra también la mujer, que, habiendo sido la que acompañó al Maestro en el camino de amargura hasta los pies del madero de la crucifixión, desoyendo blasfemias y soportando escarnios, ahora en el Tercer Tiempo ha sido labriego fiel, espíritu fuerte y soldado de lucha, por eso le he dado asiento en mi mesa de este tiempo, porque el apóstol está en el espíritu, sin distinción de sexo. 10. Trabajad unidos y caminad por la senda de verdad, hasta llegar a la Tierra Prometida. 11. Este es el tiempo en que Israel se levantará lleno de humildad, sin publicar la caridad. Que ignore su siniestra lo que dé la diestra; que no haga ostentación de ser discípulo del Señor, ni busque la adulación. Cuando eso sea, se les unirán las legiones espirituales en verdaderos ejércitos, para formar unos y otros una sola voluntad, un solo frente, cuya lucha se encamine a combatir la ignorancia, el pecado y el fanatismo religioso. 12. Este pueblo, este ejército de hombres y espíritus, será el guardián de esta Obra en los tiempos futuros, para que no sea mixtificada la Doctrina y la Ley, para que el hombre cese de luchar contra la verdad. 13. Bajo la sombra de mi Doctrina, no se construirán tronos, desde los cuales puedan los hombres engrandecidos dominar a los espíritus de sus hermanos; nadie se coronará ni cubrirá con manto de púrpura, tratando de ocupar el sitio del Señor, ni surgirán confesores que juzguen, perdonen, condenen o sentencien sobre los actos de la humanidad. Para juzgar desde un tribunal justo y perfecto a un espíritu, sólo Yo puedo hacerlo. 14. Yo puedo enviar a quienes corrijan, enseñen y guíen, mas no mandaré a quienes juzguen y sancionen. He enviado a quienes han sido pastores de la humanidad, mas no señores ni padres. El único Padre por el espíritu soy Yo. 15. La espiritualidad se infiltrará en vuestro espíritu y será transmitida a las generaciones futuras, las que hallarán en su materia un instrumento dócil a los mandatos de la conciencia y una gran claridad para recibir las inspiraciones divinas. De aquellas generaciones podrán surgir los grandes maestros de la enseñanza espiritual, y también grandes científicos, de mente e inteligencia despejadas; habrá patriarcas ejemplares por su moral y virtud, surgirán profetas y apóstoles de la verdad. 16. Cuando os digo que os preparéis, es también para que podáis dejar a vuestros hijos, como testamento, vuestro ejemplo de obediencia, de espiritualidad y fraternidad, vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. 17. Entonces vuestro nombre será bendecido y recordado por las generaciones del mañana, que os amarán a través de la huella de vuestra lucha, de los actos buenos y ejemplos dignos de seguir: ¿Cómo no habéis de ser reconocidos por vuestros hijos, si vosotros sois los que vais limpiando de espinas y cardos el camino, para que ellos no se hieran? Por eso no paséis con indiferencia sobre las asperezas del sendero sin apartar los tropiezos, porque los que vengan tras de vosotros cada vez que encontraran el obstáculo o la espina, os reclamarán y habría quienes os maldijeran. 18. Tendréis que perfeccionar vuestras prácticas en mi Doctrina, para que los que vengan tras de vosotros, contemplen que fuisteis capaces de cumplir y practicar lo que a muchos parecía imposible; tendréis que demostrar que el Espiritualismo no es una fantasía, ni una Doctrina demasiado adelantada, sino que ella ha venido a manifestarse entre la humanidad a su debido tiempo, cuando el espíritu se encuentra capacitado por su evolución, para comprenderlo y ejecutarlo. 19. Este es el tiempo en que el espíritu de Elías vibra en todo el Universo iluminando a todos los mundos, todos los senderos, y todos los espíritus, despertando a los que duermen, resucitando a los muertos, y descubriendo entre las enormes muchedumbres a los que forman parte de los 144,000 señalados o marcados, que tienen desde el principio de los tiempos un cargo del Señor para la humanidad. 20. Así he formado ahora, con espíritus que en otro tiempo pertenecieron a las doce tribus de Israel, las nuevas familias de este pueblo, en cuya mesa se sienten los que fueron de la tribu de Rubén, junto a los de Levi o Zabulón, para borrar con esto fronteras, límites y cismas. En esto hay justicia divina. 21. No trabajéis para engrandecer el nombre de un recinto ni el vuestro, trabajad para que mi nombre y mi Doctrina sean reconocidos y honrados por vuestros hermanos. Cuando en 1950 tenga que hablaros por última vez, no será para recibir al pueblo dividido en grupos o recintos; Yo recibiré al conjunto de mis labriegos sin juzgar cuál recinto practicó mejor mis enseñanzas y cuál fue el que no supo someterse a mi voluntad. 22. No contaré el número crecido o escaso de labriegos que cada recinto albergue, recibiré de cada corazón su tributo y con todos haré un solo corazón donde edificar mi santuario. 23. Elías ha sido en vuestro camino y su potestad os ha hecho vencer en la lucha contra los incrédulos, los fanáticos y los materialistas. 24. El unió el pueblo en el Primer Tiempo, cuando lo dividió el cisma; y en este tiempo, espiritualmente con su luz de amor, vino a uniros nuevamente. 25. Recordad que en aquel tiempo el pueblo se dividió en dos reinos, quedando diez tribus de una parte y dos de la otra; la parte mayor había caído en idolatría y se había convertido en adoradora de Baal. Entonces surgió Elías entre ellos, para dejar manifiesta mi gloria, mi existencia y mi poder ante los paganos, y les habló así: "Yo, Elías, vengo en nombre de Jehová, vuestro Dios, a quien habéis desconocido y ofendido y delante del cual habéis levantado falsos dioses e ídolos; vengo a deciros que pongáis a prueba el poder de ellos, que yo invocaré también la presencia de Jehová, mi Señor, y aquel que fuese oído, poseerá el Dios verdadero". 26. Los adoradores de Baal aceptaron, haciendo un holocausto, invocaron a su dios y le pidieron les enviase fuego, para mostrar su existencia y poder. Durante días y noches los sacerdotes y las multitudes estuvieron invocando con danzas y festines al falso dios, mientras el holocausto permanecía inalterable. Elías, entonces, construyó su holocausto sobre un altar formado por doce piedras que representaban las doce tribus del pueblo de Dios, invocó a Jehová y le dijo: "Señor, yo, tu siervo, te ruego te manifiestes ante éstos que te han desconocido, para que vuelvan a adorarte y glorificarte". Y el Padre tuvo a bien manifestarse en medio de una tempestad de la cual brotó un rayo que cayó sobre el holocausto del profeta, incendiándolo. Y los idólatras, los ciegos e infieles, comprendieron que el enviado del Verdadero Dios era Elías, el profeta del fuego en el cual desaparece todo mal y con cuya luz se iluminan las tinieblas. 27. Ese es el que preparó el camino para que Yo llegase a vosotros, el que reunió en este tiempo espíritus que fueron de aquellas doce tribus, los cuales ahora se encontraban como rocas, para hacer descender sobre el nuevo holocausto el Rayo Universal de mi Divinidad, porque nuevamente estabais divididos y distantes, mas esta luz volvió a uniros por una eternidad. 28. Ahora os digo: bienvenidos seáis todos, lo mismo el primero que el postrero, el discípulo que el párvulo, el ferviente que el incrédulo. 29. Os preparo a todos porque el mundo os pedirá pruebas de mi nueva manifestación. 30. Muchas religiones existen en esta Tierra, pero ninguna de ellas unirá a los hombres ni hará que se amen los unos a los otros. Será mi Doctrina espiritual la que realice esta obra. En vano será que el mundo se oponga al avance de esta luz. Cuando la persecución de mis discípulos sea más intensa, los elementos se desencadenarán, pero se apaciguarán por la oración de estos labriegos, para que la humanidad contemple una prueba de la potestad que les he dado. 31. No durmáis para que no vayáis a quedar confundidos entre el dolor y el caos del mundo, después de haberos elevado Yo por sobre todo ello. 32. No desperdiciéis este tiempo, confiados en que vendrá otro mejor, porque llegará el instante que está marcado para que retornéis al valle espiritual y entonces, aunque pidáis la prolongación de vuestra vida, para desempeñar vuestra misión, encontraréis la justicia del Padre que os dirá que esta oportunidad ha pasado. 33. Reconoced que tenéis la misión de recibir en vuestro seno al caminante cansado y al pecador extenuado por el vicio, que en vuestro ejemplo, en vuestros consejos y enseñanzas hallarán su regeneración. 34. No vengo a vosotros como juez, porque os veo venir a Mí en busca de consuelo para mitigar las penalidades terrestres. Mas os enseño para que hagáis con vuestros hermanos lo que Yo hago con vosotros. Recordad que cuando os he confiado esta heredad espiritual, os he dicho: dad a vuestros semejantes, los necesitados, que si por ellos descuidaseis a los vuestros. Yo por ellos velaré. 35. Esta Doctrina no será defendida con armas homicidas, las únicas armas que os he confiado para que luchéis por ella, son las palabras de luz y las obras de amor; quien bien las esgrima, verá como ante ellas caen destruidas las malas intenciones y los ataques que sufriere. 36. Cuando tratéis de exhortar al bien a un pecador, no lo hagáis amenazándole con mi justicia, con los elementos o con el dolor en caso de no regenerarse, porque le infundiréis aversión hacia mi Doctrina. Mostrad al verdadero Dios, que es todo amor, caridad y perdón. 37. Pero no sois los únicos sobre quienes ha venido la luz del Espíritu Santo en este Tercer Tiempo; esta luz está dentro y sobre toda criatura humana, en todo espíritu, asé como ante vosotros se ha abierto este tiempo como una ocasión preciosa para elevaros; también se ha presentado ante los ministros, sacerdotes y pastores de todas las religiones como una oportunidad, para enmendar yerros y cumplir con la voluntad del Padre. 38. Vosotros, buscad agradarme; para ello tendréis que agradar a vuestros hermanos. Ellos escucharán con atención la buena nueva, si con verdaderas obras de amor dais testimonio de mi verdad. 39. Después de 1950 no volveréis a escuchar mi palabra bajo esta forma, pero ya os he enseñado cómo podréis lograr la comunicación de espíritu a Espíritu, haceos dignos de ella por la elevación y buena práctica de mis enseñanzas; no quedaréis sin mis inspiraciones y mis nuevas revelaciones. 40. Los sitios donde os reunís, no serán engalanados con ornamentos, buscando agradar con estas galas a mi Divino Espíritu. Mi presencia será sentida mejor en la humildad y en la sencillez. 41. Yo prepararé hombres fuertes que comprendan e interpreten mi Doctrina en forma limpia, para que sean estimulo entre las multitudes, y la niñez vea en ellos un buen ejemplo: porque este pueblo será simiente de fraternidad, unificación y concordia. 42. He querido que al final de este tiempo en que me estoy comunicando, forméis una familia en la que se amen los unos a los otros, que el dolor de uno sea sentido por los demás, como corresponde a verdaderos hermanos, comprended que habéis brotado de un mismo Padre. Cuando alcancéis este ideal, vuestra fuerza será invencible. 43. No juzguéis el valor de vuestros propios dones ni los comparéis con los de vuestros hermanos. No digáis que a unos les ha sido dado más que a otros; porque habiéndole dado a cada quien sus dones y su misión, cada criatura va recogiendo en el camino de su vida el fruto de su amor y de su perseverancia, así como también el de sus faltas y desvíos. En los distintos cargos que dentro de mí Obra desempeñáis, existe justicia, restitución y también premio, pero ninguno sabe si lo ha logrado por méritos o por una deuda contraída con su Señor. 44. Mi enseñanza será inolvidable para vuestro espíritu, lo mismo en la Tierra que en el valle espiritual. Ya nunca más será rebelde en su jornada y estando en contacto con su Padre, siempre podrá escuchar su voz, porque Yo soy la luz del mundo, el que a Mi viniere no perecerá. 45. La unión de la carne humana con el espíritu, Yo la hice. Así formé al primer hombre, a quien desde un principio le revelé mi Ley por medio de diferentes manifestaciones; para hacerle reconocer el amor que debe guardar a su Señor y a sus semejantes. 46. Mis enseñanzas han hecho que la humanidad se reconozca como hija del Padre. He aquí por qué os digo que las guerras entre los hombres no tienen fundamento, porque el Creador ha capacitado a todos para razonar, sentir y comprender, mas no todos razonan a través de la conciencia y menos valorizan su propio espíritu, porque se dejan llevar de sus ambiciones terrestres. El hombre debería tener siempre presente que es parte de Mi mismo, que está hecho a mi imagen y semejanza. 47. Pronto sabrá que ha venido más de una vez a este planeta, mas no a confundirse o a perderse en él. Entonces comprenderá que ese cuerpo que posee y que tanto ama, sólo es un instrumento del espíritu al cual se encuentra unido mientras vive en este mundo. 48. Vosotros habéis sido testigos de este advenimiento, habéis recibido mis revelaciones y enseñanzas y habéis contemplado mis manifestaciones. 49. Para muchos hoy son incomprensibles estas lecciones, y sin embargo, llegado el momento las comprenderán a través de vuestra palabra y de vuestras obras. Mi palabra viene a iluminar el pensamiento humano, su luz llegará a todos los espíritus para conducirlos hacia el camino de la verdad, apartarlos del fanatismo, despertándolos y haciéndoles oír la voz de su conciencia. 50. De distintas formas me he valido a través de los tiempos para venir a vosotros, hasta llegar a hacerme humano en Jesús. La forma en que ahora me tenéis, es la más elevada y profunda, porque me sentís, me palpáis y oís a través de vuestra elevación espiritual y de vuestra inspiración. 5l. Para comunicarme a través del entendimiento humano me limito, según la capacidad de aquel por quien hablo y de quienes me escuchan. Hay quienes escuchándome, no pueden comprenderme, en cambio otros sin oírme, me comprenden. Los que ahora me habéis oído, sois los llamados en este Tercer Tiempo para dar un paso más hacia la espiritualidad. También en los primeros tiempos, el pueblo se levantó a la voz de los profetas para abandonar su idolatría. Habéis sido hasta ahora el pueblo conservador de tradiciones, pero que en el fondo de vuestro ser esperabais mi nuevo advenimiento para abandonar inútiles tradiciones y vanos ritos, a cambio de la espiritualidad que es culto interior de humildad, caridad y amor. 52. Os estoy dejando este mensaje que habéis de llevar más allá de los mares. Mi palabra cruzará por el viejo continente y llegará hasta los hombres de Israel, que en lucha fratricida se han levantado por un pedazo de tierra, sin darse cuenta de la miseria de su espíritu. No podéis comprender la prueba por la que pasará el mundo. Todos esperan la paz y ésta sólo será efectiva hasta después de que los elementos hayan dado testimonio de Mí. 53. Los hombres no sienten ya temor ante mi justicia. La guerra ha sido cruel y la humanidad no se regenera; y no es que Yo castigue los pecados humanos con la guerra; si mi justicia la permite, es porque el hombre tiene que depurarse. 54. Muchos son los que se llaman hijos de Dios, pero muy pocos los que en verdad le reconocen, porque a mi Divinidad debéis buscarla con el espíritu. Mas ya está entre vosotros el tiempo del despertar, del resurgimiento, de la resurrección. Después de la siembra, vendrá el fruto, mas éste no será solamente producto de la evolución humana, sino también obra de mi poder celestial. Es menester que os preparéis y contribuyáis para que las nuevas generaciones puedan florecer y dar buenos frutos. Procurad que vuestra fe no disminuya, porque después de 1950, tendréis que testificar y profetizar la verdad de mi Doctrina. 55. Juan, mi discípulo, contempló los acontecimientos que habían de ser. Por mandato divino contempló lo futuro y lo dio a conocer para salvación de la humanidad. El contempló que los marcados se salvaban. Vosotros sois de los señalados y no pereceréis, ni los que a vosotros se acerquen como último refugio. 56. Vuestros labios serán heraldos que den a conocer mi palabra a la humanidad. 57. Pueblo de Israel: os he preparado para acariciar y ungir a los enfermos, para multiplicar el pan de los que sufren escasez y para llevar la paz a vuestros hermanos. 58. Vengo en este día a escudriñar vuestra siembra, lo que habéis cosechado, y a preguntaros cómo habéis conducido a vuestros hijos y si habéis preparado el camino a las generaciones que han de venir. 59. Buscáis a cada instante mi huella y me decís: ¿Cómo debo conducirme en éste o en aquél +trance? Yo os digo: mi palabra lo enseña todo, estudiadla y en ella encontraréis la solución que buscáis. 60. El camino que transitáis es escabroso, mas cada paso, cada obra que hagáis dentro de mi Ley, os acerca a la finalidad que todo espiritualista tiene. 61. Vuestra restitución es grande y por lo mismo, vuestro dolor también lo es, mas cuando hayáis pagado vuestras deudas y hayáis labrado vuestra salvación, comprenderéis que no fue vano el dolor y que vuestro destino es justo. 62. ¿Por qué no os habéis servido los unos a los otros, como lo hace el siervo con su Señor? Comprended que no es menos el que sirve, porque su humildad lo eleva y dignifica. Todos los mandatos que os he dado, podéis cumplirlos, ellos están al alcance de vuestra capacidad y virtud. Os he dicho que os améis y que hagáis caridad sin interés alguno; que no esperéis de vuestro hermano la recompensa, que el metal no es el precio de vuestro amor o sacrificio por los demás. 63. Perdonaos unos a otros y en esto encontraréis alivio para vosotros y para el que os ha ofendido. No llevéis sobre vuestro espíritu el peso del odio o del rencor, sed limpios y habréis encontrado el secreto de la paz y viviréis como apóstoles de mi verdad. 64. En este día recordaréis a los seres que os pertenecieron en la Tierra: vuestros padres, hijos o hermanos, y hay quienes en medio de su confusión me reclaman por haberles llevado al valle espiritual, y Yo les digo: los lazos de amor que os unían, no se han roto, todos vivís dentro de este Universo e iréis de una escala a otra hasta llegar al fin, y ahí os encontraréis todos. Esos seres por quienes me pedís, no han muerto, viven y hay en su espíritu mayor claridad que en vosotros. Están iluminados, y lejos de haberles perdido, son para vosotros báculo y consuelo en las penas, intercesores y protectores; a ellos uníos, porque a Mi están unidos por el amor y la conciencia. No sufren, están conformes, porque se encuentran evolucionando y perfeccionándose para llegar a Mí. 65. María, vuestra intercesora, envía sobre el mundo su ternura, su fortaleza y su paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 244 1. Mi amor y mi caridad están entre vosotros, ¡Oh pueblo amado de Israel! 2. Hombres y mujeres que doblegáis vuestra cerviz ante la presencia del Padre: yo os bendigo. Espíritus del Pueblo escogido de Dios en los tres tiempos y que hoy nuevamente abrís vuestros ojos para contemplar mi presencia y mi luz: ¡Benditos seáis! 3. Penetrad en el fondo de mi palabra. Cristo se está comunicando a través del entendimiento humano, para daros la enseñanza, mas Yo os digo que cuando os ha entregado su palabra, ahí ha estado Jehová el Padre y el Espíritu Santo. No busquéis en mi Espíritu Divino tres personas sino un solo Espíritu Creador, un solo Padre que ha venido a vosotros en tres tiempos y fases diferentes. 4. De cierto os digo: ¡Cuánto han confundido a la humanidad los teólogos! Pero os doy mi luz para salvaros, redimiros y levantaros, diciéndoos con verdad, que no será vuestra mente la que revele al espíritu estas enseñanzas, sino el espíritu quien revele a la mente humana el conocimiento espiritual y divino, por ello os dice vuestro Señor: no serán los teólogos, sino los espiritualistas, los verdaderos discípulos del Espíritu Santo, los espíritus que aprendan a comunicarse y a estar en contacto con mi Espíritu Divino, para escuchar mi voz y sentir la caricia, la fortaleza y arrullo de vuestro Señor. 5. Por eso en este instante, me he limitado en un solo rayo de luz para comunicarme con vosotros a través de un solo entendimiento y os hablo como Padre con mi propio Verbo, que fue el que encarnó en el Segundo Tiempo, con mi Espíritu Santo que siempre ha estado en Mí, porque soy Yo mismo y de quien habéis brotado todos vosotros. Reconoced la verdadera Trinidad Divina, buscando un solo Espíritu, una sola esencia y un solo calor. 6. Habéis penetrado en el tiempo de la evolución, de la manifestación y revelación del Espíritu Santo, y cada una de mis revelaciones despertará al pueblo y le hará meditar. Habrá instantes de confusión en que diréis: Padre, la razón siempre está en Vos, la verdad sois Vos y yo soy siempre un párvulo delante de vuestra presencia. 7. Os recibo en este día de conmemoración, y la tradición que aún es con vosotros, se borrará en tiempos futuros y el advenimiento de la Divinidad y del Mundo Espiritual no será conmemorado en un solo día: quiero que siempre estéis en contacto conmigo y con vuestros hermanos. 8. En el Primer Tiempo me entregabais un culto de temor y no de amor hacia Mí, que brotaba tan solo de vuestra parte material, porque no habíais descubierto aún en el corazón del Padre su amor infinito y perfecto para sus criaturas, y solamente mirabais en Mí a un Padre inexorable, severo y justiciero. Poseíais mis leyes y las cumplíais por temor a mi justicia, y Yo esperaba el tiempo en que me reconocierais como a un Padre amado y no temido. Pero a pesar de que os di grandes pruebas de mi amor, mi calor y mi ternura, vosotros seguíais temiendo la justicia de Jehová; seguíais temiendo la voz de vuestra conciencia, a través de la cual os hablaba incansablemente el Padre. Y en aquel tiempo de preparación y despertar para el espíritu, en el cual comenzabais a dar los primeros pasos con firmeza, en el camino que conduciría a vuestro espíritu hacia el Mío, os di a comprender que no era mi voluntad que penetrarais en comunicación con los espíritus de ultratumba, porque todavía no estabais preparados para ello y no sabríais hacer buen uso de aquella gracia, no estaba preparado el Mundo Espiritual ni vosotros para tener comunicación entre sí, pero la intuición de esto ya existía, como también la facultad y la gracia, y es por eso que desde aquel entonces ya surgían en el mundo los hombres que buscaban la comunicación con los espíritus. 9. La prohibición no había de ser eterna, ¿Cómo había de prohibir el Padre, que ama tanto a sus hijos, la comunicación entre ellos mismos? ¿Cómo había de poner barreras y distancias mi Espíritu Divino, a los hermanos que se buscaban con afán y amor? No era el tiempo propicio, y por eso os lo evité; mas en mi amor infinito hacia el hombre, hacia vuestro propio espíritu encarnado, me hice hombre, profetizándoos, previéndoos antes estas enseñanzas, para que mi venida no fuera una sorpresa y os pudiera encontrar velando y orando, en vigilia y en espera de mi presencia. 10. Cumplí mi promesa y encarnó mi Espíritu. Vine a nacer como hombre y a habitar entre vosotros; a vivir, crecer y morir, en ese tiempo en que Yo, vuestro Padre, me hice hombre, os di manifestaciones, lecciones y enseñanzas llenas de espiritualidad. Muchas revelaciones entregué a vuestro espíritu, las que a unos los llenaron de luz y por las cuales otros se confundieron. 11. Yo os preparé con mi venida en el Segundo Tiempo, para que elevaseis vuestra mirada y contemplaseis más de cerca mi Reino, para que en este tiempo sintiese vuestro espíritu que el Reino de los Cielos se iba acercando más y más. Y entonces, Yo encontré entre la humanidad a grandes legiones de espíritus invisibles e intangibles para vosotros, que eran un misterio inaccesible todavía para vuestro propio espíritu; aquella vida que vibraba y se agitaba entre vosotros. Yo os la revelé, descubrí el misterio de esas manifestaciones y mostré al teólogo y al científico que mi revelación era superior a sus descubrimientos y palabras. 12. Yo sané a los enfermos desahuciados por la ciencia, porque sus enfermedades eran sobrenaturales, porque pertenecían a la naturaleza espiritual. Liberté a los poseídos por las grandes legiones de espíritus turbados y los que en Mi creían se levantaron glorificando mi nombre y reconociendo mi poder; los que no creían en Mi me juzgaron y atribuyeron aquellos poderes al mal, tratándome como hechicero. Yo abrí una puerta de luz a la humanidad, para que contemplaseis que para el espíritu no hay distancias, y en el instante de mi muerte en cuanto hombre, mi Espíritu despertó a los espíritus que moraban en sus sepulcros, les levanté como a Lázaro de sus tumbas y los envié entre vosotros para dar testimonio de su presencia y de su existencia. 13. Vuestros ojos les contemplaron y vuestros corazones les sintieron muy cerca, porque Yo, en ese instante de prueba les resucité, para que testificaran la vida gloriosa del espíritu, la vida eterna del más allá, que a todos vosotros espera. Y aun fue mi voluntad, que después de pasar mi cuerpo por las entrañas de la tierra, volviera a vosotros en la forma de Jesús, para manifestarme delante de vuestros ojos, por primera, segunda y muchas veces más para dejar eternamente abierta la puerta que comunica al valle espiritual con éste que vosotros habitáis actualmente, para dar acceso a los espíritus hacia mi Reino bendito y prometido, y que ellos contemplasen que esa puerta de amor del Padre, del Espíritu Santo, quedaba por siempre abierta para todos; que aquella puerta, cerrada por un tiempo solamente, porque vuestros espíritus estaban incapacitados para atravesar sus umbrales, era abierta por la caridad del Señor. Desde ese instante el espíritu del hombre despertó para la comunicación espiritual. 14. Mas no era todavía el tiempo de la plena comprensión de las revelaciones espirituales, pero la sed de estas enseñanzas divinas comenzó a envolver a la humanidad, los hombres de las distintas generaciones del Segundo Tiempo, comenzaron a buscar con ahínco el más allá, haciendo uso de sus facultades y dones dormidos en su propio seno, y fueron encontrando la senda que les conducía al valle espiritual. 15. Muchos tropiezos y desengaños tuvieron los humanos, muchas profanaciones se cometieron en mi Obra y en mi Mundo Espiritual, mas el Padre todo lo perdonó, contemplando la ansiedad de los espíritus que poblaban esta Tierra por lograr la comunicación con sus hermanos espirituales. Y mientras parte de la humanidad anhelaba el descubrimiento de estas revelaciones, y la comunicación con el más allá, otra parte veía con recelo y repulsión la comunicación espiritual. 16. Pero ha llegado entre vosotros la Tercer Era, el tiempo en que Yo, vuestro mismo Dios, el mismo Padre que vino en el Primer Tiempo como Ley, el mismo que se hizo hombre para derramar entre vosotros su Verbo, he venido como Espíritu Santo; no a materializarme como en el Primer Tiempo, ni a humanizarme como en el Segundo, sino a prepararos a través del entendimiento del hombre, comunicándome por breves instantes, para después poder hacerlo con vosotros de Espíritu a espíritu; porque ahora todavía, hablando como Espíritu Santo tuve que materializarme hasta donde fue mi voluntad al hablar a través del propio hombre. 17. En corto instante se abrirá ante vosotros una nueva era, el Tiempo de la Gracia del Espíritu Santo, en el cual vosotros me encontraréis, no a través de ritos, ni de ceremonias religiosas, ni a través del entendimiento, sino en vuestro propio espíritu. 18. Los tiempos han pasado y con ellos las pruebas, la lucha, la evolución para vuestro espíritu; y ahora os levantáis en el tiempo del Espíritu Santo como seres capaces de comprenderme. 19. Ya no es el tiempo de la prohibición de la comunicación con el más allá. Ya no es el tiempo en que os venga solamente a preparar y a prometer; es el tiempo del cumplimiento de mis promesas, tiempo de deciros que no solamente habéis esclavizado vuestra materia en esta Tierra, sino también a vuestro espíritu le habéis encadenado a las necesidades materiales, siendo que vuestra verdadera morada es el infinito, es el Universo, es el espacio espiritual sin fin que Yo os brindo; porque no importa que vuestro espíritu se encuentre encarnado, desde aquí podéis conquistar los espacios, podéis en verdad, habitar en el mundo espiritual y estrecharos como hermanos los unos a los otros. 20. Si mi luz ha borrado las fronteras, antes os he preparado para que podáis entrar en comunicación tanto con mi Espíritu Divino, como con vuestros hermanos del Valle Espiritual, porque no quiero que seáis los hijos de la ignorancia, sino que como discípulos de mi Obra Espiritualista Trinitaria Mariana, podáis entrar con toda pureza y elevación dentro de esa comunicación. Sólo el que no sepa prepararse, no podrá quedar dentro de ella. Aquel que se encuentre manchado, no podrá tampoco llegar a la feliz comunicación de que os estoy hablando, porque ya os he dicho que lo manchado no llega a Mí. 21. Si solamente la curiosidad os llevase a pretender la comunicación con el más allá, no encontraréis la verdad; si os llevase el deseo de grandeza o la vanidad, no obtendréis la comunicación verdadera; si la tentación revistiese vuestro corazón de falsas finalidades o intereses mezquinos, tampoco obtendréis la comunicación con la luz de mi Espíritu Santo. Sólo vuestro respeto, vuestra oración limpia, vuestro amor, vuestra caridad, vuestra elevación espiritual obrarán el prodigio de que vuestro espíritu extienda sus alas, traspase los espacios y llegue a las mansiones espirituales hasta donde sea mi voluntad. 22. Esa es la gracia y el consuelo que el Espíritu Santo os reservaba, para que contemplaseis una sola morada y os convencieseis de que la muerte y la distancia no existen. De que ni una sola de mis criaturas muere para la vida eterna, porque en este Tercer Tiempo, podréis también estrecharos en un abrazo espiritual con aquellos seres que habéis conocido y amado y perdido en este mundo, pero que no habéis perdido en la eternidad. 23. Muchos de vosotros os habéis comunicado con esos seres a través de mis labriegos, pero de cierto os digo que ésta no es la comunicación perfecta, y que se acerca el tiempo en que los espíritus encarnados y desencarnados se podrán comunicar entre sí de espíritu a Espíritu, sin emplear ya ningún otro medio material o humano; por inspiración, por el don de la sensibilidad espiritual, de la revelación o del pensamiento. Los ojos de vuestro espíritu podrán sentir la presencia del más allá, después vuestro corazón sentirá el paso de los seres que pueblan el valle espiritual y entonces el regocijo de vuestro espíritu será grande, lo mismo que vuestro conocimiento y amor hacia el Padre. 24. Entonces sabréis cuál es la vida de vuestro espíritu, quién es y quién fue, reconociéndoos a vosotros mismos sin consideraros con límites tan pequeños como los que corresponden a vuestra materia, pues el Padre os dice: si pequeña es en verdad vuestra materia, cuán semejante es vuestro espíritu a mi Espíritu Divino. 25. Os hablo para el presente y para el futuro. Os estoy preparando y despertando con mi palabra a través de esta revelación. Vosotros levantaréis vuestra planta para hacer lo mismo con los demás hombres, hablándoles de mi Obra Divina, no solamente en el Tercer Tiempo, porque lo que os he enseñado y revelado en él, no es mi Obra completa. Lo que os enseñé y revelé en el Primero y Segundo Tiempos, son también parte de ella y por eso tendréis que conocer las enseñanzas de los tres tiempos, para que podáis ser los verdaderos Trinitarios; porque habéis estado con el Padre en los tres tiempos, en sus tres manifestaciones, en sus tres revelaciones. 26. Preparaos en esa forma pueblo amado, para que mañana no confundáis a la humanidad y para que no exista en el corazón, en la mente o en el espíritu de los hombres, una sola pregunta que os deje en silencio; sino que vosotros, con la luz de mi Espíritu, todo lo podáis contestar o iluminar, para que no dejéis a un solo espíritu en turbación, sino que les deis a todos la vida, la explicación de lo que el hombre había visto envuelto en misterio, en tiniebla o incertidumbre. 27. Yo soy luz, sencillez y verdad; no es tiempo ya de que veáis misterios donde todo es claridad; Yo voy revelando mi sabiduría al espíritu según éste se eleva; a medida que avanza y se espiritualiza, comprende más y más las revelaciones que él ignoraba, y por este camino eternamente gozará vuestro espíritu con las lecciones siempre nuevas que os muestre mi Espíritu Divino. 28. Vosotros ya tenéis la certeza en este tiempo, de que habéis venido a morar la Tierra en múltiples veces, porque creéis en la reencarnación del espíritu, pero esta revelación, como os la he entregado, estremecerá al mundo, hará revolución entre los hombres y con ello alcanzarán la explicación de muchos misterios y la fortaleza para su espíritu, porque es ley de amor y en ella está mi luz. 29. No sabéis aún, oh pueblo amado, cuántas veces fuisteis en este mundo a través de distintas materias y aun cuando la carne se escudriña a sí misma y pregunta a su propio espíritu, no alcanzáis a contemplar vuestro pasado, vuestras vidas anteriores; porque Yo, como Padre, he velado estos conocimientos, he evitado que vuestro espíritu a través de la vida humana descubra sus vidas anteriores, siendo ésta todavía una prohibición del Espíritu Santo que existe entre vosotros. Pero estáis preparando a las generaciones venideras, a los que han de venir poseyendo espíritus de gran elevación espiritual y que aún están habitando en el más allá, en donde se encuentran acrisolándose y elevándose para venir a este planeta; a ellos si les será dado por el Espíritu Santo, la facultad de recordar sus vidas anteriores, conocer su pasado, porque ello será útil a su propio espíritu. Si no os lo he concedido a vosotros, es porque todavía encuentro fragilidad en vuestro espíritu y más aún en la materia y comprendo que os acobardaríais, contemplando vuestro pasado. El que mucho faltó y ofendió a su Padre, no tendría fuerzas para resistir el arrepentimiento y el reclamo de su conciencia; y el que fue grande se llenaría de vanidad, el que fue pequeño se sentiría humillado y en su corazón nacería el ansia de la venganza; es por eso que vuestro Padre, que es sabiduría perfecta, no ha querido revelaros todavía a través de vuestra materia, el pasado de vuestro espíritu. 30. Para las generaciones del futuro está reservada esa gracia, a las que el conocimiento de su pasado no hará mella, y vosotros seréis para ellas como un libro abierto delante de sus ojos. Serán esos espíritus los reveladores de muchos misterios, los que vengan a aclarar la vida del espíritu a través de sus propias vidas materiales, los que hablen a este mundo de otros mundos y de ese camino tan largo que es el camino espiritual. 31. Preparaos, pueblo, para que podáis heredar esta preparación a los que han de brotar de vosotros, para que exista esta gracia en vuestra descendencia; para que las materias que engendréis y concibáis, sean instrumentos dóciles a los espíritus de las generaciones venideras, porque me encuentro preparando a través de vosotros mismos, un mundo nuevo para esta humanidad. Sois el trigo que estoy cultivando en este tiempo y regando con las aguas cristalinas de mis enseñanzas. 32. Los espíritus encarnados y los que habitan en el Valle Espiritual, me rinden homenaje en este instante. Toda la Creación me entrega su tributo de amor. 33. El que no se preparó en este día para recibirme, lleva tristeza en su corazón. Mas esa puerta que se cerró para Mí, Yo la abriré con la llave de mi amor, porque soy el peregrino que visita a todos, para dejar como huella de mí paso mi enseñanza perfecta. 34. Mi voz viene a despertar al que duerme y a fortalecer al que cansado se encuentra para hacerle comprender que es corto el tiempo de que dispone y es menester aprovecharlo. 35. Mi palabra ha sido para todos, lo mismo para el culto que para el rudo. A todos les he hablado en una sola forma, humilde y sencilla, porque ante la cátedra espiritual del Divino Maestro, todos sois párvulos. Pero dentro de esa palabra humilde ¡Cuánta vida, cuánta verdad y cuántas revelaciones habéis encontrado, no habiendo llegado aún a comprenderla y a analizarla completamente! 36. Grande es la responsabilidad de quienes me han escuchado en este tiempo, porque ellos deben ser como semilla de regeneración en este mundo y un estímulo para que los hombres se conviertan. Mis nuevos apóstoles y labriegos, llevarán la resurrección a los que han muerto a la vida de la gracia aunque siguen viviendo materialmente. Ellos escucharán la voz de mis enviados, semejante a aquel "¡Levántate y anda!" que escuchó Lázaro. 37. Unos se han preparado desarrollando sus dones y practicando mis divinas lecciones y llenos de ahínco y esperanza se aprestan a la lucha. Otros, por el contrario, se muestran cabizbajos, porque no han aprovechado el tiempo, no han luchado aún. Yo a todos hablo e ilumino, para que cada quien tome lo que le corresponde. 38. No quiero ver a unos satisfechos por el buen cumplimiento, presentando el trigo dorado en abundancia, mientras otros esconden apenados sus manos vacías, porque mi gozo no podrá ser absoluto. Mas no quiero robar con esto la alegría al que ha cumplido con su misión, porque para mostrarme su cosecha ha tenido que trabajar, desvelarse y muchas veces llorar, pero a ellos toca también reanimar y estimular a los tímidos, a los fríos, a los que se han fatigado, para que haya fiesta en todo el pueblo cuando se presente el Maestro a pediros cuenta del resultado de vuestro trabajo. 39. Con amor estoy forjando vuestro corazón, para que de él broten obras de caridad y fraternidad. 40. Seguid caminando siempre hacia adelante y no penséis como aquellos que se han conformado con lo que han hecho, creyendo haber conquistado ya la Tierra Prometida. 41. Estáis en el camino de los espíritus, trazado por Dios desde la eternidad. No es camino terrestre visible a los ojos humanos, porque si así fuera, las tierras de Canaán seguirán siendo en todo el Orbe, como vosotros que, habiendo habitado en tiempos pasados en el Oriente, ahora habéis surgido en Occidente sin haberos salido del sendero espiritual. 42. Para algunos es aún indispensable el símbolo representado en forma material, otros llevan en su mente las figuras que representan las fuerzas espirituales. Cuando lleguéis a la verdadera espiritualidad, no tendréis necesidad de imágenes o figuras visibles o invisibles, para creer en la presencia de lo divino o para comprender su sentido. 43. Sois precursores porque nuevas generaciones de vosotros brotarán y en ellas encarnarán nuevas legiones espirituales. 44. A ellos les estáis preparando el camino para que su culto, sus prácticas y comunicación conmigo sean más adelantados. 45. Caminad con paso firme y escalaréis peldaño por peldaño. Despojad vuestro culto de errores y materialismo y daréis cada día mayor elevación y libertad a vuestro espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 245 1. Regocijado se encuentra mi Espíritu porque venís en busca mía. ¿Por qué recordáis más en este día a los seres que han pasado al más allá, si para el espíritu no existen días ni fechas? No os confundáis con los muertos que velan a sus muertos. Vosotros no sois muertos ni tampoco lo están los que en esta vida os pertenecieron como vuestros padres, hijos, hermanos, parientes o amigos y ¿Por qué no también los que os hayan causado mal, si ellos se han purificado? 2. Estáis ávidos de luz y mi Obra satisface en verdad esa necesidad de vuestro espíritu que, a medida que se ilumina, se aleja más de la muerte aparente. 3. Se entristece vuestro corazón cuando veis a vuestros hermanos llorar sin esperanza y sin consuelo por sus muertos; por ellos orad y trabajad para que aprendáis a resucitar a los muertos de éste y del otro mundo. 4. Cuando la humanidad haya comprendido la realidad de estas lecciones, dejará de llorar sobre la tumba que guarda unos despojos, para convertir su llanto en respeto hacia los lugares destinados al descanso del cuerpo y en oración para los espíritus que habitan en el Valle Espiritual, oración que será abrazo, saludo, ósculo y caricia. 5. Estáis ya en la Tercera Era y aún la humanidad está retrasada espiritualmente. Sus ministros, sus teólogos y pastores espirituales bien poco y a veces nada le revelan de la vida eterna. A ellos les revelo también los misterios de mi arcano y os digo: ¿Por qué los callan? ¿Por qué temen despertar al espíritu aletargado de los hombres? 6. Vosotros que me estáis oyendo, sabéis labrar aquí la evolución y el adelanto para el futuro de vuestro espíritu, pero cuántos ignoran u olvidan estas verdades y la muerte les sorprende impreparados. 7. Quiero que los pensamientos puros sean el lenguaje con el que os comuniquéis con vuestros hermanos que moran en lo espiritual; que en esa forma os comprendáis, y en verdad vuestros méritos y vuestras buenas obras les sean provechosas, como también la influencia de aquellos mis hijos, sus inspiraciones y su protección hacia vosotros, será una poderosa ayuda en vuestra jornada para que lleguéis, unidos a Mi. 8. Espiritualizaos y experimentaréis en vuestra vida la presencia grata de esos seres: El arrullo de la madre que dejó al hijo en la Tierra, el calor y el consejo del padre que tuvo también que partir. 9. Después de daros esta lección, comprenderéis el juicio de los que se quitan la existencia, de los que dan muerte a su hermano y de los que fomentan guerras homicidas. Velad y orad por todos ellos, desde Caín hasta el último homicida, para que su juicio sea atenuado. 10. Como nubes negras que presagian tempestades, así flotan sobre vosotros legiones de seres turbados. Orad para que no seáis victimas de sus influencias. Orad para que esas tinieblas se conviertan en luz. 11. No os canséis de esta vida, no reneguéis en vuestras penas porque no sabéis qué deuda de pasadas existencias estáis saldando. 12. Vivid en armonía y en paz en el seno de vuestro hogar y de vuestra sociedad, para que puedan seguir vuestro ejemplo muchos de vuestros hermanos que serán conducidos hacia vosotros por seres de luz. 13. Estad de plácemes en este Tercer Tiempo, porque mi palabra ha venido llena de esplendor hacia vosotros. 14. Es instante de paz para todo espíritu. Los mundos se iluminan al derramar el Padre sobre ellos su luz. Son instantes de gloria para todos los seres que están preparados para recibir esa dádiva divina, esa gracia ha llegado hasta vuestro mundo y en él he contemplado a los muertos enterrando a sus muertos, rindiendo culto y adoración a los bienes de la Tierra y haciendo presente a Dios ofrendas materiales a través de vanidosas ceremonias. 15. La luz de mi Espíritu Santo se derrama en este tiempo sobre todos los hombres y por ella podrán llegar a comprender cuál es la ofrenda agradable al Señor. El espíritu sabrá prepararse como ofrenda que ha de llegar a la presencia del Creador cuando se desprenda de su cuerpo, de esa materia que al bajar a la tierra se desintegra y pierde su forma y será sólo un pequeño haz de átomos. Ahí donde está el fin de un ser humano, da principio una vida que los hombres no han sabido comprender. 16. Los hombres son conservadores en sus tradiciones y costumbres; bien está que guarden un recuerdo imborrable de los seres que han bajado a la tumba y les atraiga el lugar donde depositaron sus restos; mas si se profundizaran en el sentido real de la vida material, verían que al desintegrarse aquel cuerpo, vuelve de átomo en átomo a los distintos reinos de que está formado y prosigue desenvolviéndose la vida. 17. Pero el hombre a través de los tiempos, por su falta de estudio de lo espiritual, ha creado una cadena de cultos fanáticos a la materia. Trata de hacer imperecedera la vida material y olvida al espíritu que es el que en verdad posee vida eterna. ¡Cuán lejos se encuentran todavía de comprender la vida espiritual! 18. Ahora sabéis que no tiene objeto llevar ofrendas a esos lugares, donde una lápida que dice "muerte", debiera decir "desintegración y vida" porque ahí está la Naturaleza en pleno florecimiento, ahí está la tierra que es seno fecundo e inagotable de criaturas y especies. 19. Cuando estas lecciones sean comprendidas, la humanidad sabrá dar a lo material su lugar y a lo divino el suyo. Entonces desaparecerá el culto idólatra de los antepasados. 20. El hombre debe reconocer y amar a su Creador, de espíritu a Espíritu. 21. Los altares son crespones negros y las tumbas, son una prueba de ignorancia y de idolatría. Yo perdono todas vuestras faltas, mas en verdad debo despertaros. Mi enseñanza será comprendida y llegará el tiempo en que los hombres cambien las ofrendas materiales por pensamientos elevados. 22. Discípulos: cuando habéis pasado por la prueba de perder a un ser querido, ya comienza a brotar de vosotros una oración como ésta: "Señor, sé que aquel que dejo este mundo se encuentra con vos, que sólo adelantó su viaje al de nosotros y que llegará el instante en que nos concedáis estar todos unidos en la misma morada. No hay lágrimas en nuestros ojos, porque sabemos que ellos no son los muertos, mas bien lo somos nosotros que estamos en este mundo; que en el valle espiritual está la verdadera igualdad y fraternidad, porque mientras los que ya han alcanzado la luz en plenitud, avanzan por el camino del progreso y otros que sólo tienen una débil chispa que ilumina su sendero, son ayudados por los primeros, existe entre ellos la perfecta armonía, la ayuda, la caridad". 23. Entonces ¿Por qué concretar vuestros recuerdos de los que se fueron, a su existencia material? Recordadlos con espiritualidad para que no les turbéis y una vez que ellos se hayan despojado de toda tendencia humana, volverán invisiblemente a vosotros; les será concedido que se acerquen a vuestro corazón, aunque no sabéis en qué forma. En la vida espiritual sólo existe una aspiración, un deseo: el de acercarse a la perfección divina. Yo os dije en aquel tiempo: "No entrará el hombre en el Reino de los Cielos, mientras no se asemeje a Mí". 24. Quien no comprenda mi enseñanza es porque no se ha preocupado por estudiarla, porque ella es luz para todos. Tiempo llegará en que toda la humanidad se levante diciendo: "Creo en Ti, en la resurrección a la vida". 25. Discípulos: este ambiente de paz que habéis tenido y que habéis contemplado como un cielo despejado, es en verdad el seno de la segunda Jerusalén, en cuyo firmamento brillará la estrella que conducirá a los hombres que vienen en busca de paz y de verdad. 26. Se deleita mi espíritu al hablaros y tan grande es mi gozo en los cielos cuando a ellos llega un pecador arrepentido, como cuando llega un justo, porque éste siempre estuvo a salvo, en cambio aquél estaba perdido y fue hallado. 27. No porque estéis escuchando mi palabra os creáis a salvo, diciendo: Estábamos perdidos, pero hemos sido hallados y tenemos seguro el Cielo No, es menester que comprendáis que sólo he venido a poneros en el camino que conduce a mi Reino y que vosotros tendréis que esforzaros por no desviaros jamás de esa senda y por avanzar un paso cada día hasta llegar a la puerta, tras de la cual existe la mansión eterna, cuna y patria verdadera del espíritu, a donde todos habréis de llegar, para no errar nunca más y así gozar del fruto recogido en la lucha, así como del galardón prometido por el Padre a todos los que saben perseverar en la fe y en el amor. 28. Os sentís encadenados a la carne, al mundo y al dolor, pero antes que desalentaros por ello, pensando que son obstáculos para vuestra elevación, quiero que comprendáis que esos obstáculos son en realidad los medios para que probéis vuestra fe, amor y perseverancia en el bien. 29. Soy vuestro Salvador, vuestro Libertador, mas, comprended que si os doy mi amor para rescataros, vosotros también debéis entregarme el vuestro: Yo habré hecho mi parte y vosotros la vuestra, dándoos ocasión de hacer méritos para llegar a Mí, conscientes de vuestras obras y sabiendo ante quién llegáis y por qué. 30. ¿Qué mérito tendría para vosotros que Yo, sólo por compasión, os apartase del mundo y del dolor y os llevase a las regiones celestiales? En verdad os digo, que no os sentiríais dignos de habitar en ellas, ni sabríais apreciar esa vida; en una palabra: ni siquiera sabríais en dónde habitabais. Por eso os digo que es mi voluntad que cuando lleguéis hasta allí, sea por vuestros méritos, porque entonces seréis dignos de todo lo que os rodea y de todo cuanto poseáis. 31. Sabéis que en cada uno de vuestros pasos, en vuestras pruebas o dificultades, en vuestros anhelos, obras y pensamientos estoy presente, dándoos mi amor, hablándoos, fortaleciendo vuestra voluntad alentando vuestra fe, pues sin mi ayuda, ¿Quién podría acercarse a la perfección? 32. ¡Despertad! ¡Levantaos! ¡Surgid a la luz y emprended la lucha! ¿Os sentís prisioneros? Romped la cárcel de vuestro materialismo. ¿Os agobia el dolor y la miseria? Aprended a sobreponeros a las miserias humanas. ¿Os sentís pequeños junto a los demás? En vosotros está el ser grande, desarrollando el espíritu por medio del bien. No he creado espíritus destinados a ser siempre pequeños ni a vivir siempre en la oscuridad. Si en las altas mansiones existen espíritus grandes, es porque ellos han ascendido por el camino del amor; mas en su principio fueron también pequeños. 33. Ved por qué goza mi Espíritu cuando conversa con los que son pequeños, con los que habitan en tinieblas o viven encadenados al dolor y la miseria, porque sé que con mi amor vuestro espíritu despierta a la luz, se inunda de esperanza y de fe y abraza el ideal de elevación. 34. Os quiero a todos felices, en paz y habitando en la luz, para que lleguéis a poseerlo todo no sólo por mi amor, sino también por vuestros méritos porque entonces vuestra satisfacción y dicha serán perfectas. 35. Para ayudaros en vuestra elevación, mi rayo divino desciende entre vosotros para traducirse en palabras de enseñanza. Y os digo como en el Segundo Tiempo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" y así me he manifestado en vuestro sendero, entresacándoos de la escoria para poneros en el camino de la verdad, la moral y la espiritualidad perfecta. He roto vuestras cadenas para que podáis seguirme. 36. Jesús, el Nazareno, estuvo entre los hombres en el Segundo Tiempo para dejaros un ejemplo vivo de cómo debe amarse y servirse al Padre, y cómo debe amarse a la humanidad. Os hablo así para que no alberguéis la creencia de que sólo he venido a sanaros de vuestras penas, sino a enseñaros también a hacer la caridad a vuestros semejantes. Os recuerdo los pasajes de mi vida y mi pasión en cuanto hombre, para que comprendáis que el camino que os señalo ahora, es el mismo que Jesús os trazó. Es el camino de siempre, el único, el eterno. 37. A muchos os parece una falsedad o un imposible que Yo me esté comunicando por medio del entendimiento humano. Y a estas dudas Yo contesto que en todos los tiempos y desde el principio de la humanidad me he comunicado a través de hombres, por cuyo conducto he dado al mundo mis órdenes, mis inspiraciones y mis revelaciones. Lo que ahora acontece es que la humanidad se encuentra materializada, encadenada al mundo y a la materia y aprisionada por su fanatismo religioso. 38. Estoy hablando para todos porque Yo no os distingo, ya que en un principio sólo envié espíritus iguales a morar la corteza de la Tierra. 39. Soy Yo el único que conoce el destino de todos, el único que sabe el camino que habéis recorrido y el que tenéis que transitar. Soy el que comprende vuestros sufrimientos y vuestros goces. Sé lo que habéis andado para encontrar la verdad y la justicia. Mi caridad es la que percibe la voz angustiada del que interiormente me pide perdón por sus faltas. 40. Y como Padre vengo a atender toda súplica, a recoger vuestras lágrimas, a curar vuestras dolencias, a hacer que os sintáis perdonados y absueltos de vuestras manchas para que rehagáis vuestra vida. 41. También Yo soy el único que puede perdonaros las ofensas hechas a Mí por vosotros que sois mis hijos. 42. Vosotros sois la simiente que estoy preparando; si en tiempos pasados habéis llegado hasta a desconocerme, os he perdonado os he sentado ahora a mi mesa, para convertiros en mis discípulos. 43. Veo cansado a vuestro espíritu, con la fatiga que ha recogido en el mundo y por eso ha buscado el camino que le conduzca al verdadero descanso. La profunda huella de dolor que los sufrimientos han dejado en vosotros, se borrará a medida que caminéis por esta senda ocupando a vuestro espíritu en la práctica del amor a vuestros semejantes. En esa lucha él no se fatiga jamás. Si este pueblo llega en su presente existencia al término de su misión sobre la Tierra, no volverá más a ella, porque su morada será ya por siempre el universo espiritual. 44. Vosotros no sois de este mundo, pero a él habéis venido a aprender profundas lecciones, a hacer méritos, a expiar culpas, a dar pasos hacia adelante en el camino del perfeccionamiento espiritual, a sembrar el bien dando testimonio de Mi. 45. Los que me han escuchado en este tiempo deben tener mayor comprensión de sus obras y de su responsabilidad. Los que no me han escuchado, podrán ser considerados inocentes. Los primeros tendrán que responder de todo cuanto aprendieron, practicaron y dejaron de hacer. 46. Si os escudriñaseis, encontraríais que nada os hace falta para que podáis servirme y para llegar hasta la cima de la montaña. Ya sea que me sirváis o que no lo hagáis, seguiréis poseyendo siempre la misión y los dones, mas ¿Para qué queréis dones y potestad, si no habréis de ponerlos en práctica? No vayáis a imitar al rico avaro cuyo caudal podrá ser muy grande, pero que es inútil. 47. Cuando el espíritu llega a la Tierra, viene animado de los mejores propósitos de consagrar su existencia al Padre, de agradarlo en todo, de ser útil a sus semejantes; pero una vez que se ve aprisionado en la materia, tentado y probado en mil formas en su jornada, debilita, cede a los impulsos de la carne, cede a las tentaciones, se torna egoísta, y termina por amarse a sí mismo sobre todas las cosas, y sólo por instantes da oído a la conciencia donde se encuentra escrito el destino y las promesas. 48. Mi palabra os ayuda a recordar vuestro pacto espiritual y a vencer las tentaciones y obstáculos. Nadie podrá decir que del camino trazado por Mí nunca ha salido; pero os perdono para que aprendáis a perdonar a vuestros hermanos. 49. ¿Quiénes son los que me aman? En verdad os digo: sólo Yo lo sé. Hay quienes me aman y no lo saben, y hay quienes creen amarme y hasta de ello hacen alarde y no me aman. 50. No quedaréis solos después de mi partida, a los seres que me aman les dejaré entre vosotros, porque en su corazón no existirá mala simiente ni vanidad. En ellos habrá amor, caridad y humildad. 51. No porque algunos me amen más, gozan por ello de mayores dones, no. Yo estoy dando oportunidad a todos de despertar a la vida verdadera para ser los instrumentos de mis altos designios. 52. A muchos hice el llamado en este tiempo y no todos acudieron. El rumor de mi presencia entre los hombres llegó a muchos sitios y a muchos corazones, y puedo deciros que la humanidad ha sido sorda a este llamado. Mas cuando las grandes pruebas se acumulen y las fuerzas de la Naturaleza lancen sus voces de justicia, la humanidad despertará de su largo sueño, reconociendo que en verdad, Yo estuve entre vosotros. 53. No vine a salvar tan sólo a determinado pueblo o nación, vine por toda la humanidad, para enseñar a todos la oración que los comunica con el Creador en una verdadera comunión espiritual. 54. Hay quienes al oírme hablar, me preguntan: Señor ¿En lo futuro no deberemos ya elevar cánticos a tu Divinidad? A lo que Yo contesto: hijos, las aves glorifican mi nombre con sus trinos desde que despunta el alba. Si para elevar vuestro espíritu lo necesitáis, hacedlo, si no, hay otro himno que nace del espíritu y cuyas notas no resuenan en vuestros oídos aunque su eco vibra en el infinito: la oración. 55. Nadie alardee de espiritualidad. ¿Quién puede decir que ya es más espíritu que carne y que puede transitar sobre las aguas sin hundirse? No será vuestra materia la que se eleve, será solamente la que, en su recogimiento, ayude al espíritu para atravesar las distancias. 56. Mi Espíritu divino que mora en vuestro corazón os dice: 57. Pueblo amado: si existiese un justo sobre la Tierra, por ese justo se salvarla el mundo. Por eso mi Rayo Universal desciende a iluminar el camino trazado por el Padre a los hombres desde los primeros tiempos; ese camino de moral, de virtud y espiritualidad que os ha levantado, cuando por flaqueza habéis caído de hinojos ante falsas deidades. 58. Desde el Primer Tiempo me he comunicado con la humanidad a través de hombres escogidos por mi caridad, fueron los profetas, los inspirados, los justos, los patriarcas, los que os daban a conocer mis mandatos y mi voluntad. Ved cómo todos ellos os condujeron desde el principio por el camino de la espiritualidad, os enseñaron a orar ante el Padre invisible y a preparar como un santuario el corazón para que tuvieseis la presencia del Señor, lo mismo en el rincón de vuestra alcoba que en una montaña, en un camino o en las márgenes de un río. 59. Por instantes os habéis perdido por los caminos del materialismo, apartándoos del Padre, equivocando el verdadero culto, sustituyéndolo con el fanatismo y la idolatría y al final cayendo muchos en la incredulidad. 60. Pero sentisteis de cerca los pasos del Señor en este tiempo; oísteis como el eco lejano de una campana y tuvisteis que acudir al llamado misterioso que se os hacía. ¿Qué miraron vuestros ojos corporales? Unos humildes recintos donde se congregan mis nuevos discípulos y unas criaturas insignificantes por las cuales brotaba como manantial inagotable una palabra dulce, llena de ternura, de sabiduría y persuasión. Desde entonces, para muchos, ha sido esta palabra el pan de la vida, el agua que mitiga su sed y el bálsamo que alivia su dolor. 61. Ante el prodigio de mi presencia nuevamente entre los hombres, el sordo ha oído, el ciego ha visto, el corazón endurecido se ha sensibilizado, el espíritu muerto a la vida de la gracia ha resucitado. 62. Y los hombres y las mujeres se han convertido en afanosos labriegos, en estudiosos discípulos que después hablarán de la verdad. Estos no volverán a negarme, no me desconocerán más, ni volverán a dudar de mi poder. 63. Ellos serán en el camino del perdido como un faro luminoso. Y así en este tiempo los espíritus encontrarán el sendero de la verdad para acercarse un paso más a su Creador. 64. Mientras tengáis un soplo de vida, buscad a los que se han extraviado, levantad a vuestros hermanos caídos en la lucha; sanad al espíritu, al corazón o a la carne del enfermo. Haced caridad, dando así testimonio de Mí, no importa que aquellos, que recibieron un beneficio, no se conviertan a mi Obra. La semilla que sembrasteis nunca morirá, ella germinará mañana o en la eternidad. 65. Reconoced la fuerza de vuestros dones que ningún hombre sabio o poderoso podría haberos dado, para que lleguéis a ser en verdad la luz y el buen sabor del mundo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 246 1. Discípulos amados: habéis sido llamados para desempeñar una misión espiritual en este tiempo. Para que vuestro espíritu fuera digno de alcanzar estos cargos, tuvo que atravesar grandes pruebas y apurar cálices muy amargos, pero ese crisol os dio temple, evolución y experiencia. 2. Sois los mismos a quienes en otros tiempos he buscado para doctrinaros, pero esta porción que formáis, es sólo una mínima parte del pueblo de Dios que está diseminado en el Universo, y al que amo por igual como a vosotros. 3. Todos tenéis el mismo origen, todos poseéis los dones del Espíritu Santo y llegaréis al mismo fin, mas os he nombrado mi pueblo, porque sois como hermanos mayores entre la humanidad, que tenéis la misión de llevar la simiente de amor a todo espíritu. De Mi brotasteis como simiente virgen y habréis de volver a Mi como semilla multiplicada en número infinito, pero tendrá que ser limpia como la original. 4. Así llegarán los espíritus a mi seno; grandes por el desarrollo de sus dones y limpios por la pureza de sus obras. 5. Os he confiado una parte de mi Obra, porque si el Padre todo lo hiciese, no os daría ocasión para perfeccionaros. 6. A través de los tiempos os he dado una Doctrina que he ido ampliando para que ella como ley rija vuestra vida humana, y afirme a vuestro espíritu en la senda que conduce a la luz eterna. 7. De mi Ley, que es semejante a un árbol, los hombres han cortado ramas que son las sectas y las religiones, las cuales por haber quedado desprendidas del árbol han perdido la savia, su sombra ha sido escasa y entre su follaje no existen nidos de amor ni frutos de buen sabor. 8. No os he revelado mi Doctrina sólo para que viváis bien en la Tierra; ella es el camino que conduce al espíritu a la parte más alta, a las regiones más elevadas del amor, de la sabiduría y de la armonía con todos los seres. 9. Las religiones no han cumplido con la misión de conducir a los espíritus hacia los umbrales de la eternidad; éstos, al desprenderse de este mundo, se pierden en la encrucijada de la muerte, ignoran el camino, tropiezan por falta de luz y caen en materialismo, buscando la vida que dejaron. 10. Ese no es el camino que Yo he trazado; mi camino es de luz, de revelación, de profunda sabiduría para todos, de caridad y amor. Para no desviarse de él se requiere sacrificio, renunciación, y perseverancia en el cumplimiento de mi Ley. 11. Y mi Espíritu, que os ama, se ha presentado en el camino de cada uno de mis hijos, para despertarlos a la luz de la verdad y ponerlos en camino de encontrar el Árbol de la Vida que brinda agradable sombra y ofrece buenos frutos porque su savia es perfecta. 12. Esto os da a comprender que llegarán tiempos en que no tengáis más pastor, ni más guía que vuestra propia conciencia, en la que brilla mi luz. 13. En este mundo no existen fuentes de verdadero saber espiritual, la fuente de gracia y sabiduría la hallaréis en Mí a través de vuestra humildad, en vuestra comunicación espiritual con el Padre. 14. Estos humildes y pequeños recintos donde penetráis para tener y gozar de mi manifestación, os protegen de la inclemencia del tiempo y de las miradas indiscretas, pero ellos nunca podrán ser el templo de mi Divinidad, porque prefiero buscarlo en el Universo que he creado, donde cada ser es una ofrenda, donde cada vida es un santuario y cada corazón una lámpara. 15. Doquiera que vayáis y miréis, palparéis mi presencia, porque mi Espíritu habita eternamente en su templo, donde lo divino, lo espiritual y lo material están enlazados en perfecta armonía para formar el Santuario y cada corazón una lámpara. 16. Pero no sólo Yo habito este templo, sino que dentro de él están todas mis criaturas, ocupando cada quien la morada que le corresponde. 17. En verdad os digo que no existe en la Tierra maestro alguno que pueda enseñaros un camino más corto y que os lleve más lejos que éste, ni que pueda mostraros un horizonte tan amplio cuya luz os haga contemplar la eternidad. 18. El hombre ha desarrollado su ciencia grandemente, mas siente que está llegando a un límite, pero no es que la ciencia pueda tener límites, es que me he interpuesto en la carrera de aquél, para hacerlo meditar sobre su obra, para hacerle oír la voz de su conciencia y esperar su rectificación; cuando el hombre aplique su ciencia al bien de sus hermanos, la Naturaleza desbordará sobre él sus secretos y como sierva quedará a sus pies, porque envié al hombre a la Tierra para que en ella gobernase y fuese su señor. 19. La purificación es universal, porque desde el pequeño que está naciendo hasta el que ha llegado a la ancianidad, apuran un cáliz de amargura. Todos los elementos y las fuerzas se encuentran empeñadas en una batalla. 20. Legiones de espíritus de toda índole luchan entre sí, y un ambiente de guerra, de dolor y de tristeza, se respira por doquier. Sed fuertes, porque cuando esta batalla pase y las heces amargas hayan sido bebidas, el cáliz vacío será llenado con el vino de la vida y habrá en todos los espíritus de la Tierra como un renacimiento. 21. Entre los que han aprendido mi lección escuchándome en este tiempo, habrá quienes no salgan de su comarca para desempeñar su misión, pero otros tendrán que levantarse en pos de otros pueblos y de otras naciones. Hoy quiero que permanezcáis escuchando mis últimas cátedras, para que llevéis hasta la última de mis palabras como una herencia. 22. ¡Ay de los portavoces que cierren sus labios antes de tiempo! ¡Ay de los que retengan mis revelaciones por falta de preparación o inspiración, porque después su conciencia implacablemente les reclamará! 23. En 1950 dejaré de comunicarme en esta forma, pero vuestra misión no habrá terminado, por el contrario, será el principio de una vida de lucha. Yo os mostraré una nueva forma de comunicación, hablaré a vuestro corazón, me comunicaré con vuestro espíritu, inspiraré vuestra mente y así seguiréis oyendo la voz del Divino Maestro cada vez más perfecta, más elevada, más espiritual. 24. Después de levantar mi palabra de entre vosotros, nadie intente atraer mi rayo para escuchar nuevamente mi Verbo, porque no sabe a lo que se expone. Si en otros pueblos o países donde desconozcan estas enseñanzas, llegasen a comunicarse con el mundo espiritual y a invocar mi Divino Espíritu para escucharlo a través del entendimiento humano, Yo perdonaré a aquellos porque no saben lo que hacen, pero a vosotros os digo: apresuraos para que mi luz llegue antes que el caos, porque viene un tiempo de confusión en el que el sabio creerá no saber nada, en que muchas convicciones queden destruidas y muchas lámparas apagadas. Y en medio de ese torbellino, andará mi nombre de boca en boca. La humanidad volverá sus miradas a las escrituras en busca de las profecías y en busca de fe. Los teólogos, los ministros y los hombres de ciencia serán interrogados. Y ese tiempo que os anuncio y para el cual os preparo, es el mismo para el que debéis preparar a las nuevas generaciones, a los que han de continuar vuestra misión, para que mi pueblo no muera en vosotros, sino que crezca y se multiplique en número, en espiritualidad, en saber y en virtud. 25. Se acerca el día en que os deje como maestros, como ejemplo y como libro, porque cuando mi Doctrina resuene entre la humanidad, mi mirada os escudriñará. 26. Pasaron los tiempos en que me escuchabais sin sentir responsabilidad alguna, en que comíais en mi mesa el fruto y el pan sin contraer deuda y bebáis el vino que queríais hasta derramarlo y erais felices encontrando el bálsamo para vuestras enfermedades. 27. Ahora venís con el espíritu despierto, ahora sentís vuestra responsabilidad. Os preocupáis por la humanidad, sufrís por vuestros enfermos y lucháis por mi causa. Y conscientes de que estáis presenciando mis últimas comunicaciones, os apresuráis a oírme y a guardar en vuestra conciencia mis inspiraciones. Hacéis bien en prepararos, para recibir el juicio en el último día de esta comunicación. 28. El mundo verá surgir a Israel de entre sus cenizas, pero no al judío metalizado y carnal, sino a Israel por el espíritu, el que haciendo acto de presencia entre los hombres, dará testimonio de la reencarnación del espíritu, ley de amor y justicia que conmoverá cimientos, criterios y creencias. Al principio provocaréis luchas y originaréis guerras de ideas, pero luego haréis sentir vuestra paz, que aun en los instantes de mayor agitación os hará permanecer serenos e inmutables y la confusión pasará porque la turbación espiritual nunca es eterna, ya que en el fondo de cada ser existe una chispa de luz que nunca se apaga. 29. Entonces seréis llamados para que expliquéis lo que Yo os enseñé y deis luz para destruir la confusión de vuestros hermanos, y cuando el mundo haya penetrado en paz, mi Reino estará cerca de los hombres, porque mi caridad se encontrará dispuesta a despertar el Séptimo Sello. 30. Sin pregonar que sois mi apóstol, lo seréis. Aunque seáis maestros diréis que sois discípulos. No llevaréis vestidura que os distinga de los demás; no llevaréis libro en vuestras manos, no edificaréis recintos, ni tendréis en la Tierra el centro o cimiento de mi Obra, ni tendréis delante a hombre alguno que me represente. 31. Los guías que habéis tenido hasta ahora, son los últimos. La oración, la espiritualidad y la práctica de mi Doctrina guiarán a las multitudes por el camino de la luz. 32. Es solemne el instante en que la esencia de mi palabra llega hasta vuestro corazón, dejando una huella de luz; es la misma que en otro tiempo os tracé con sangre de amor. 33. El espíritu, en su afán de redimirse, busca el camino en este tiempo y en él me encuentra, a Mí que soy el perdón que lava y el amor que eleva. En verdad os digo que este amor es la fuerza que une todo lo creado por Mí, es el aliento divino que da vida y fortaleza a todos los seres. En el trayecto de vuestra evolución, habéis ido transformándoos hacia la perfección, tanto espiritual como corporal, aunque os digo que lo esencial de vuestro ser es el espíritu, ya que la materia es solamente una envoltura en la cual el espíritu se desarrolla. 34. Si a través de los tiempos os habéis perdido, siguiendo las inclinaciones de la carne, comprended ahora que ya habéis encontrado el camino, que habéis penetrado en el recogimiento, en el cual el Padre se está manifestando al mundo, para que éste alcance salvación. Vosotros, en el afán de salvaros, habéis llegado a veces al sacrificio, porque comprendéis que tarde o temprano, pero inexorablemente tendréis que penetrar en la vida espiritual. 35. No dejéis de reconocer que esta vida, sembrada de bellezas y maravillas, es grandiosa; no podéis negar que el hombre ha puesto en ella su obra también, que ha dado adelanto a vuestra manera de vivir; sin embargo, ha llegado el tiempo en que volváis vuestros ojos a Mí, para decirme que Yo soy el Creador y dueño de todo cuanto os rodea y que soy la luz que revela la ciencia a los hombres. A este grado de elevación no todos han llegado, porque no todos han comprendido los tiempos en que viven, ni tienen noción de la vida que anteriormente han tenido. 36. ¿Cómo pueden presentir la gracia de este tiempo, aquellos que envueltos en fanatismo religioso, quitan toda libertad al espíritu y le privan de toda expresión natural? Todo espíritu guarda en sí mismo grandes dones, puesto que él ha sido antes que el mundo, pero si él se encuentra encadenado y privado de expresar lo que encierra, tendrá que vivir incomprendido y confundido; tendrá que vivir de presentimientos de lo espiritual y de reminiscencias de su propio pasado, ocultando y callando todo, por el temor que sobre lo espiritual le han infundido fanáticas creencias. Así no podrá sentir mi presencia si le sorprende hasta la palabra espíritu. ¿Cómo podrá tener fe en la resurrección del espíritu, que es la reencarnación? ¿Cómo podrá creer en estas manifestaciones que ahora miráis? 37. Se aproximan los últimos instantes en que os hablaré así, y la humanidad no ha dado pruebas de sentir mi presencia. 38. ¡Cuán pocos son los que han sabido de mi comunicación en este tiempo! ¡Cuán pocos los que, a más de dar crédito a mi comunicación por medio del entendimiento humano, tienen la certeza de que la Divinidad para manifestarse, puede hacerlo en número infinito de formas! Más si vosotros, a quienes estoy preparando para que seáis mis testigos, no dieseis testimonio de mi manifestación en este tiempo, la Naturaleza y sus elementos hablarían, y las nuevas generaciones conocerán mi Obra aun no habiendo escuchado mi palabra. 39. Pesad vuestra responsabilidad y ved que aún es tiempo de aprovechar mis enseñanzas, las cuales sabéis que encierran un profundo sentido espiritual, que marca un camino de desarrollo para vuestro perfeccionamiento. Guardad en vuestro corazón la impresión que os deja mi esencia y olvidad que fue manifestada a través de un hombre, cuyos labios sólo expresaron mi inspiración. 40. No daréis enseñanza si antes no la habéis practicado, porque nadie os creerá. Los hombres os pedirán pruebas, que a vosotros os he enseñado a dar. De lo que hasta ahora podéis y debéis saber del espíritu, os he hablado; nada añadiréis a lo revelado por Mí. Seguiréis luchando por ser fuertes de espíritu y materia, pues si hasta ahora existen enfermedades entre vosotros, es porque no habéis sabido elevaros sobre la miseria y el dolor de esta vida, por falta de espiritualidad y de fe. 41. Mi Doctrina no sólo enseña a tener fe en el poder de Dios, sino a que tengáis fe en vosotros. Quien sea verdadero espiritualista podrá en cualquier hora recibir en su entendimiento la idea pura de su Señor, porque tanto en su espíritu como en su cuerpo habrá dignidad. Finalmente os digo en este día: velad y orad, y que la fuerza de vuestro pensamiento, elevada en oración al Padre Celestial, descienda y se extienda como bálsamo sobre los sufrimientos de esta humanidad. 42. Hijos amados: he aquí mi presencia divina con vosotros, no hecho hombre como en el Segundo Tiempo, sino espiritualmente. 43. Hablo al conjunto que me escucha, pero si penetráis en mi palabra sentiréis que el Maestro habla a cada corazón. 44. No os familiaricéis con mi palabra, mirad que ella está modelando vuestro espíritu para que afirme su planta en el sendero. 45. Elías es el Pastor invisible que guía a las ovejas hacia el aprisco seguro, como Moisés os guió en el Primer Tiempo hacia la Tierra de Promisión. 46. ¿Cuándo seguirá esta humanidad extraviada la huella de su Pastor? Yo la iluminaré para que encuentre el camino. 47. El camino de que hablo es el de la regeneración, el de la espiritualidad, el de la práctica de la caridad. Que todo el que escuche la voz angustiada del enfermo, la petición del cansado y sin consuelo, abra su corazón y lo sienta palpitar de amor y de piedad. 48. Es mi deseo que dejéis manifestar a vuestro espíritu en su verdadera esencia, para que seáis reconocidos como apóstoles de mi Obra. 49. Preparando me encuentro a las nuevas generaciones que darán un paso más adelante en el camino. Vosotros preparadles el sendero. 50. A vosotros os tocó escuchar mi divina enseñanza en este tiempo, porque así estaba escrito. El reloj marcó la hora en que cada uno había de llegar a recrearse bajo la sombra del árbol corpulento donde habita el Padre en espera del retorno del hijo pródigo para quien siempre tiene una mirada de perdón, un abrazo de bienvenida y una sonrisa de amor. 51. Llega la luz de mi divino Espíritu al fondo del corazón a través de vuestro cerebro. Y en vuestros labios pongo mi palabra para que cumpláis la misión que os he confiado. 52. No es esta palabra obra de la fantasía humana. Es la elevación que el espíritu ha alcanzado, la que lo ha acercado en esta forma a Mí; porque vais comprendiendo mi Ley, y conforme os desarrolléis dentro de ella vais alcanzando mayor evolución. 53. Quien no me comprenda, aun habiéndome escuchado, es porque mezcla a mis enseñanzas sus teorías e ideologías de la Tierra, es porque confunde el espiritualismo con credos dogmáticos y costumbres religiosas, impuestas a ellos por sus antepasados. 54. Mi Doctrina no os impone dogma alguno; vuestra capacidad espiritual es la única que os dará el conocimiento de mi enseñanza. Vosotros sólo debéis seguir ese desarrollo sin deteneros, hasta que vuestro espíritu haya alcanzado su perfección. 55. Mi deseo, expresado en mi Ley y en mi Doctrina, es que los hombres fraternicen, que se amen unos a otros, que exista paz en el mundo, que cada hombre me represente en la Tierra por su virtud y ejemplos. 56. He sorprendido a la humanidad confundida en este Tercer Tiempo y le he enviado esta inspiración divina para que se salve. 57. Mas he tenido que combatir sus costumbres y formas antiguas de rendirme culto, porque las he juzgado impropias ya de este tiempo, y mi lucha ha sido grande con los conservadores de esta herencia que no es mía. 58. La Doctrina que os he traído y que he nombrado Espiritualista, es la eterna, la que siempre os he enseñado, mas en verdad os digo: quien no la haya sentido nunca, no podrá decir que la ha comprendido. 59. Debéis estar de plácemes, porque mi venida marca en vosotros un paso en la senda del progreso espiritual. 61. ¡Qué distantes se encuentran los hombres de comprender la paz espiritual que reinará en el mundo! Ellos tratan de imponerla por medio de la fuerza y de amenazas, es el fruto de su ciencia, de la cual hacen alarde. 62. No es que Yo venga a desconocer, o esté en contra de los adelantos de la humanidad, porque ellos son también una prueba de su evolución espiritual; pero si os manifiesto que no es grato ante Mí, su alarde de fuerza y de poderío terrestre, porque con él, en vez de hacer liviana la cruz de la humanidad, ultrajan los principios más sagrados, atentan contra las vidas que no les pertenecen y siembran dolor, lágrimas, luto y sangre, en vez de paz, salud y bienestar. ¿Por qué si la fuente de donde toma su ciencia, que es mi propia Creación, que es inagotable en amor, sabiduría, salud y vida, sus obras manifiestan lo contrario? 63. Quiero igualdad entre mis hijos, como lo prediqué desde el Segundo Tiempo, pero no como la conciben los hombres únicamente material. Yo os inspiro la igualdad por el amor, haciéndoos comprender que todos sois hermanos, hijos de Dios. 64. No temáis llevar a la humanidad estas revelaciones; no seréis llevados al martirio, porque esos tiempos ya pasaron, aunque si seréis motivo de investigaciones. 65. Así os preparo a través del entendimiento del hombre. Mi palabra tiene la misma esencia en todos los portavoces y si juzgáis que ella es diferente en todo, es porque vosotros os detenéis en la forma y no vais al sentido. 60. Como aún sois pequeños y débiles, no alcanzáis a contemplar toda la grandeza que mi revelación encierra. Pero os desarrollaréis bajo mis enseñanzas y llegaréis a dar un buen ejemplo ante aquéllos que esperan que vosotros marquéis con vuestra vida, el camino espiritual que la humanidad ha perdido. No vayáis a desesperarles o decepcionarles si a ellos llegáis sólo con palabras y ningún ejemplo, porque no os reconocerán como a mis discípulos, debéis de dar testimonio de mi enseñanza con vuestras obras. 66. Quiero recibir vuestras obras en beneficio de vuestros hermanos, quiero contemplar en vosotros la práctica de mis enseñanzas. ¡Cuántas maravillas que sorprendan a los hombres podéis hacer! 67. Cumplid, y por medio de vuestros méritos, poseed la Tierra Prometida, esa promesa que será en vosotros realidad eterna. 68. Llega el hijo ante su Padre en busca de calor, viene a convertirle en su confidente para depositar en él, cuitas, amarguras, e inquietudes. Y en verdad me complazco escuchando hasta el más íntimo latido de vuestro corazón. A esto me acerco entre vosotros, a daros la luz de mis enseñanzas para que os levantéis. Si no vengo a derramar riquezas de la Tierra en vuestras manos, tampoco quiero que viváis en la miseria, entonces podréis mostrar un limpio ejemplo a las futuras generaciones, cuando sepan que me seguisteis y os regenerasteis sin perseguir intereses mezquinos ni apartaros con fanatismo de nuestros deberes materiales. 69. Edificad sobre la tierra firme, para que lo que he levantado de espiritualidad y regeneración en vosotros, no vengan a destruirlo los incrédulos. Mas no por temor al mundo vayáis a ocultaros; esta verdad tendréis que mostrarla al mundo a la luz del día; en este tiempo no buscaréis catacumbas para orar y poder amarme. No debilitaréis al hablar o al dar testimonio de Mí, en alguna forma, porque los hombres negarán que me comuniqué con vosotros, dudarán de que las multitudes de enfermos y menesterosos sanaron y encontraron consuelo a sus penas, negarán los prodigios que hice para encender vuestra fe. 70. Os dejaré el libro de mis enseñanzas para que digáis al mundo: he aquí lo que legó el Maestro. Y en verdad: ¡Cuántos al oír la lectura de mi palabra creerán y cuántos pecadores se regenerarán! Recordad todas estas enseñanzas para que no os sorprendan las pruebas en vuestra vida. 71. Seguiréis impartiendo el bálsamo a lo largo de vuestra jornada, vuestra palabra será consuelo dulce para niños, jóvenes y ancianos, y así como ahora habéis sido buscados, mañana seguiréis siendo solicitados. Seréis llamados por el agonizante que busca vuestro auxilio, y vuestras palabras serán como un camino o un faro en la hora suprema de los espíritus. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 247 1. Bienvenidos seáis oh pueblo, que os acercáis a Mi en número creciente cada día. He aquí al Maestro de todos los tiempos que viene a entregar la lección de amor a los que le esperan de buena voluntad. 2. Os recibo a todos como lo hice en el Segundo Tiempo y os hablo con la misma esencia, porque soy el mismo Maestro. Entre vosotros están muchos de aquellos que oyeron mi palabra, de los que fueron testigos de mi paso por la Tierra y que miraron con indiferencia mis Obras; mas entre ellos, muchos me oyeron con respeto, bebieron con ansiedad mis palabras, y se extasiaron con la luz de mis lecciones, que les ofrecía un paraíso y un mundo desconocido de dichas eternas para el espíritu. Así me recibieron los hambrientos y sedientos de amor, los enfermos, los tristes y oprimidos. ¡Cuántos me buscaron y llegaron a Mí después de largas jornadas, porque sabían que la curación iba a hacerse en ellos, que Yo podía sanarlos, porque soy la vida y la resurrección para el espíritu! 3. También en este tiempo he encontrado corazones llenos de fe, que han acudido presurosos y han sabido recibir en su espíritu mi divina palabra y han sanado. 4. Mucho es lo que tengo que enseñaros para que os convirtáis en mis discípulos, y cuando ya estéis preparados, os enviaré a la humanidad, abriré los caminos para que sembréis mi semilla y armonicéis con todos los que me aman y me buscan espiritualmente; mas aquellos que aún no hayan iniciado sus pasos en la senda de la espiritualidad, llevadlos de la mano hasta que podáis encontraros todos unificados marchando por el mismo camino. 5. Seguid siempre adelante, hijos míos, buscad la sabiduría para que encontréis la esencia de la vida. Amad y podréis penetrar en mi arcano, no habrá secretos, todo os será revelado cuando escaléis la cima del verdadero amor. 6. Los niños de ahora serán los apóstoles mañana, y vosotros podéis llegar a serlo desde ahora. No queráis, por vanidad, dejar el recuerdo de vuestro nombre en la hermandad. Imitad a los buenos apóstoles, superadlos si queréis, pero hacedlo sólo por amor a la humanidad. Buscad el bien, trabajad por la paz, señalad siempre el camino de la perfección. 7. Os inspiro en vuestras meditaciones, para que vayáis en mi nombre a consolar a los enfermos y a enseñar a vuestros hermanos a que retornen a Mí, buscando la armonía, la salud y la paz. Dad a esa humanidad tan amada el secreto de la salud, decidle que es menester que vuelva a la sencillez, a la pureza, a la oración y a las prácticas piadosas y en ello encontrará cuanto pueda desear. Os acompañaré en la hora de vuestro cumplimiento, os doy aliento para que sigáis por esa senda en la que todos debéis de reconoceros, estrecharos y formar una sola familia. Siempre que extendáis vuestra mano para entregar caridad, descenderá mi efluvio y percibiréis que el ambiente se satura de exquisito perfume que emanará de vuestras buenas obras. 8. Benditos sean todos aquellos que van abriendo el camino a la humanidad, que le van preparando su futuro. Señalad este tiempo de gracia en que vivís con obras que quedarán impresas en la conciencia de vuestros hermanos. Esos serán vuestros pasos precursores, el mejor llamado que les podéis hacer y la herencia que si perdurará. 9. Evitadles dolores, prevenid y enseñad con ejemplos, para que pronto se encauce la humanidad, no quiero verla llorar ni que siga tropezando, es mi hija muy amada a la cual he venido a rescatar. 10. Caminantes: os encontráis bajo la sombra del árbol corpulento y deleitándoos con su fruto. Aquí mismo existe una fuente de aguas puras y cristalinas donde podéis apagar vuestra sed. Porque todo cuanto necesitéis aquí lo podréis hallar. 11. Habéis dejado atrás las turbas de hombres y mujeres que buscan el árbol y la fuente. 12. Os he contemplado fuertes; cuando de vosotros ha desaparecido el hambre, la fatiga y la sed, os he dicho: volved vuestros ojos a aquellos que perecen de necesidad. 13. La estrella que os conduce y que es vuestra guía, ha brillado sobre de todos, pero no todos la han podido contemplar, y esos son los que se han extraviado. 14. Así contemplo al espíritu de la humanidad en este tiempo: hambriento, porque el pan se le ha ocultado, náufrago, porque ha debilitado ante las pasiones del mundo y no ha encontrado una mano salvadora que se tienda hacia él. 15. Os preparo desde ahora como pescadores de espíritus para que rescatéis con amor a vuestros hermanos. 16. Sed báculo para el enfermo y el cansado, porque ya estáis fuertes. Curad las heridas ya sean del espíritu o del cuerpo, derramando en ellas mi bálsamo. Si el sediento no tiene fuerzas para llegar hasta Mi, vosotros llevadles el agua hasta sus labios. 17. Esta es mi Ley eterna de amor que os estoy dictando; sea vuestro corazón la nueva arca donde quede guardada, y entonces esa luz interior será la que guie vuestros pasos y trace el camino a los que os sigan. 18. Mi palabra es en este tiempo el maná que alimenta vuestro espíritu en su jornada de vicisitudes, penalidades y luchas, semejante a la travesía del desierto. Pero este maná es de vida eterna, no es como aquel que alimentó al pueblo de Israel sólo por el tiempo que duró la jornada del desierto, y del cual guardaron recuerdo los hijos de ese pueblo llevando un puñado como reliquia. 19. Varones y mujeres: permaneced fieles a mis enseñanzas, para que seáis entre vuestros hermanos como soles que disipen las tinieblas; dad buen ejemplo a la niñez para que ella sea en el seno del hogar como una lámpara de luz inextinguible. 20. Benditas sean mis criaturas amadas, en quienes contemplo el ahínco y al mismo tiempo el dolor, un profundo dolor, porque sabéis que este tiempo está terminando, muy poco es lo que habéis aprovechado de mi enseñanza. Mas en verdad os digo, no va a terminar el tiempo de gracia. Yo estaré cerca de vosotros, custodiando vuestro paso. Los ojos de los profetas me contemplarán, caminando delante del pueblo escogido. 21. Soy amor infinito, caridad sublime, y no dejo nunca desamparados a mis hijos. Mi Espíritu siempre está cerca del vuestro, esperando el llamado, para daros mi caricia. Nunca habéis sido los huérfanos y si por momentos os sentís solos, es porque vosotros me habéis abandonado. Mas ahora contemplo que queréis sentir el efluvio de mi gracia. 22. Bienaventurado el que me llama, porque Yo desciendo y permanezco en su corazón. El que busque la luz de mi Espíritu será iluminado. El que me llame como Padre, como Padre me encontrará. Si me necesitáis como Doctor, me tendréis con vosotros y sentiréis mi bálsamo. Aquí que me llamare como hermano, Yo extenderé hacia él mi caridad para conducirle y consolarle, y el que me solicite como Maestro, recibirá la lección en su corazón. 23. Nada hay imposible para Mí. Soy el Todopoderoso, y el amor infinito que siento por mis criaturas, hace que derrame mi caridad y mi perdón entre la humanidad, que no vea vuestras flaquezas, que sólo venga a elevar el espíritu, porque es él parte de mi Espíritu y me pertenece. Sobre él está la conciencia. He venido a prepararos como una columna, porque voy a edificar un mundo nuevo, un mundo de paz y de luz. 24. Y vosotros, que como los discípulos del Segundo Tiempo, escucháis mi palabra, me pedís ser un instrumento valioso para mi Obra y Yo os doy la fuerza y la luz. En cada uno de vuestros pasos me sentiréis. 25. Quiero que comprendáis mi palabra de este tiempo, que quede grabada en vuestro corazón y también que comprendáis el sentido de mi venida en el Segundo Tiempo, porque lo que aconteció en ese tiempo fue la Obra de Redención del Espíritu. 26. Descendí de la perfección como Salvador, haciéndome hombre en la Tierra. Vine a cumplir la misión de salvar a todas las criaturas que desde Adán, habían caído en pecado, por su desobediencia. Su debilidad hizo que su espíritu cayese más y más, y en el tiempo propicio, en cumplimiento de los anuncios de la venida del Mesías, me hice hombre, para dar mi enseñanza y apartar las cadenas del espíritu y darle la resurrección. 27. Todos sabéis lo que aconteció en el Cenáculo. El pan y el vino que brindé a mis discípulos, fue sustento para todo el Universo. Simbolizó mi esencia y mi amor, que flota sobre todos mis hijos, creyentes e increyentes. A todos fue dada la luz de mi Espíritu. 28. Lavé los pies de mis apóstoles para demostrar mi humildad y pedirles que se levantaran por los caminos de la Tierra, a preparar a todo corazón con mi amor, con este inmenso amor que siento por todos, para que nadie se perdiese y todos llegasen a Mí. Y este acto os enseña a limpiaros de todo pecado, cuando vayáis a dar principio al cumplimiento de vuestra misión. 29. Nada había oculto para Mí, ¿Qué podían tramar los hombres en contra mía, que no lo hubiese sabido antes? Todo estaba preparado según era mi voluntad, y así como se desarrolló, así era la forma destinada por Mí, para convencer a los corazones. Me llevaron a la cruz y desnudaron mi cuerpo, ataron mis manos y mis pies en el madero y éste es el símbolo de la cruz. 30. El madero horizontal es el pecado del mundo, que se interpone al madero vertical. Este asciende y señala las alturas, mas el pecado es siempre la barrera para elevarse a lo divino. 31. Fui enclavado en aquel madero y al contemplar mi Espíritu la frialdad de los corazones, el horror y después su alegría de ver aquel cuerpo materializado y el rostro descompuesto por el dolor, mis labios pronunciaron aquellas palabras: "Perdónalos Señor, que no saben lo que hacen". Y ahora en este tiempo, nuevamente os perdono, porque no me habéis comprendido aún; cuántas de mis criaturas dicen amarme y no me aman, cuántas creyendo servirme, están sirviendo a la tentación. 32. Nuevamente se posan mis ojos en las multitudes, reconociendo a uno y a otro de los que me rodearon, de aquéllos que habiendo recibido prodigios un tiempo antes, no supieron reconocerme. 33. Contemplé en aquellos rostros, no la misericordia, ni el amor, por eso dije a la humanidad:’ “Sed tengo". No era la sed del cuerpo, era sed del espíritu, que hacía que brotaran esas palabras, tenía sed del amor de la humanidad. Lejos de amor, Yo miré en aquellos la satisfacción, el agrado por haberme hecho padecer hasta la muerte. Entonces la tierra se estremeció, el sol se ocultó, y era que mi Espíritu se apartaba del cuerpo de Jesús. 34. Mis hijos contemplaron el cuerpo, sobre quien cayó todo el peso del pecado y el oprobio del mundo y la materia torturada exclamó: "Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?" 35. Fijé después mi mirada en el rostro de María lleno de dolor, en mi apóstol Juan y en aquellas mujeres que acompañaban a María y sabiendo que la humanidad me reconocería, queriendo dejar una prueba más de amor, confié a María el cuidado y protección de todos mis hijos y le dije: "Mujer, he ahí a tu hijo", y a Juan: "Hijo, he ahí a tu madre". Era la heredad que Yo depositaba en ese momento en la humanidad. Juan representó al hijo, a la humanidad. María fue confiada a vosotros para velar eternamente, consolar y proteger a todas las criaturas. 36. Busqué después a aquél que lleno de angustia clamaba, al que también enclavado en una cruz podía encontrarse: Dimas. Penetré en su corazón y vi su gran arrepentimiento. El me decía: "A ti que eres perfecto te están sacrificando, ten piedad de mí que he pecado". Yo le consolé diciéndole: "En verdad y de cierto, en cortos instantes conmigo estarás en el Paraíso". 37. La muerte corporal se acercaba a Jesús y entonces pronuncié estas palabras: "Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu"; Yo os enseñé a volver al Padre, después del cumplimiento de sus mandatos. Mi Espíritu volvía a la presencia de Él, para unificarse a su Espíritu. 38. Mis últimas palabras fueron: "Todo está consumado". Bienaventurado el corazón que pueda llegar al final de su jornada porque Yo lo recibiré y él se encontrará lleno de gracia y perfección. 39. Estas son las siete palabras que el mundo, año por año escucha, sin comprender su sentido espiritual. 40. Mis discípulos y amigos, después de la muerte de Jesús, rescataron el cuerpo, lo embalsamaron como era costumbre y le dieron sepultura. Durante los tres días siguientes, mi Espíritu descendió a los mundos donde me esperaban los espíritus para darles libertad y señalarles el camino. La redención alcanzaba también a aquellas criaturas que habitaban en las tinieblas, esperando a su Salvador. 41. Yo aparecí después haciéndome visible y visité a mi Madre, a María Magdalena y también a mis discípulos. Y antes de mi ascensión les di la última enseñanza, para indicarles cómo habían de conducirse entre la humanidad, llevando mi sabiduría infinita, la enseñanza perfecta, para resucitar a todos los espíritus. 42. Y ahora que se acerca el tiempo de despedirme de vosotros, os digo: Después de esta etapa de enseñanza, no temáis, el espíritu ha evolucionado y no necesitáis contemplarme con los ojos materiales. Ya no es menester que oigáis mi Verbo en labios materiales. El espíritu ha evolucionado, se ha elevado y él recibirá espiritualmente. Yo seguiré señalando el camino a cada uno de mis discípulos. 43. Estoy dando mis instrucciones para todos mis hijos. Os dice el Maestro: cuando hayáis transformado vuestras porciones en fértiles parcelas, donde el amor fructifique, estará reinando entre vosotros la unión y la fraternidad. Entonces podréis consideraros mis discípulos. 44. A veces os hablo en lenguaje figurado para que podáis penetrar en las lecciones y os hablo extensamente, para que no haya nada en que tropecéis o caigáis en confusión. Si así no fuera, ya habríais creado insignias, grados y clasificaciones entre los discípulos y los párvulos, entre los primeros y los postreros en vuestras congregaciones; y en medio de festines, os coronaríais de ficticios laureles; porque los humanos tienen inclinación a la vanidad y a la ostentación. 45. Sembrad entre vosotros la semilla de la hermandad, que cultivaron mis apóstoles en aquel tiempo. Aquella semilla fue el ejemplo, con que fundaron congregaciones, aldeas y ciudades. 46. ¿Qué necesitáis saber para enseñar mi Doctrina? Amar. Imposible es que seáis misioneros de Cristo, si no tenéis amor en vuestro corazón. Todos llegaréis a Mí y será por amor. Unos llegarán antes y otros después; los que más tarden por su propia causa, tendrán que llorar más; todos sois como flores, que no se abren al mismo tiempo para recibir la claridad del nuevo día. Si vuestro corazón ha permanecido cerrado para el amor divino, ahora os digo: vuestro pasado, pasado es, ahora la eternidad os reclama. Yo tengo en mis manos el libro de vuestra vida pasada, en el cual ciertamente hay muchas manchas, mas también están las páginas limpias de vuestra vida futura y de vuestra transformación. Todo lo veo y lo sé. 47. Vuelvo a deciros que todos os reuniréis conmigo; pero cada uno tendrá que conquistar la altura por sí mismo. Esa conquista podéis hacerla fácilmente por el amor o penosamente por el dolor. Yo os ayudo, os consuelo y os dirijo, mas a vosotros toca hacer el resto. Yo os fortalezco, y esa fuerza es la del amor, la verdadera energía que mueve al Universo, a todo lo creado y sin la cual, no existiríais. También os oculto el libro de vuestro pasado, pues si contemplarais sus páginas, lloraríais de pena y enfermaríais de tristeza. En muchos, sería tan grande su horror y su amargura, que se considerarían indignos de perdón y redención. Ahí, en esas tinieblas, también brilla mi amor, impidiéndoos una agonía terrible y sin fin, y preparando nuevos caminos donde podáis, con obras limpias, ir regenerando vuestro espíritu. Mas si conocieseis las páginas futuras del libro de vuestra vida, ¡Cómo sonreiríais de dicha! 48. Cuando os hayáis elevado ya, recordaréis con gozo vuestros dolores pasados y daréis gracias al Padre, porque esos dolores fueron menos de lo que merecíais. 49. He aquí mi palabra dada por el entendimiento del hombre, la cual, para ser perfecta como la deseáis, es menester que os espiritualicéis y de ella participéis a vuestros hermanos por quienes os hablo. Dadles idealidad, tranquilidad y estimulo; su trabajo es delicado para el espíritu y fuertemente pesado para la materia. Mi Obra necesita de portavoces fuertes, sólo así podrá hacer las maravillas que el mundo incrédulo exige, o sean aquellos que imitan en su duda a Tomás, los que necesiten ver y tocar para convencerse, ignorando que ellos también podrían hacer maravillas, si imitasen menos a Tomás y más al Maestro que os habla. 50. Portavoces de mi palabra: mientras vuestro trabajo no sea comprendido y veáis que no recibís el cuidado y la consideración que merecéis por la labor que desempeñáis, resignaos, perdonad, no perdáis vuestra afabilidad; mas cuando sintáis el toque espiritual de mi luz que busca vuestro entendimiento, para luego brotar por vuestros labios, pensad en Mí, entregaos con alegría sirviendo a vuestros hermanos. Yo responderé a vuestra preparación, llenándoos de gracia en esos instantes. Para que seáis merecedores de todo esto, es menester que os dulcifiquéis y llevéis en vuestro corazón el sentimiento de la verdadera caridad. 51. No penséis en el instante de prepararos para mi comunicación, en sabidurías o en filosofías de la Tierra, porque todo ello será inútil ante mi sabiduría. Yo soy quien os inspiro en vuestros éxtasis y quien os da fuerzas para el desempeño de vuestra delicada misión. Si os entregáis a Mí, ¿Qué podréis temer? 52. Orad, pero que vuestra oración esté formada con vuestras intenciones y obras del día, esa será vuestra mejor oración; mas si queréis dirigirme un pensamiento, formulando con él una petición, decidme entonces: "Padre, hágase en mi tu voluntad". En ella estaréis pidiendo aún más de lo que podríais entender y esperar, y esa sencilla frase, ese pensamiento, simplificará aquel "Padre nuestro", que me pedisteis en otro tiempo. 53. Ahí tenéis la oración que todo lo pide y que mejor hablará por vosotros. Mas no la digan vuestros labios, sino que la sienta vuestro corazón, porque decir no es sentir y si lo sentís, no necesitáis decírmelo. Yo sé escuchar la voz del espíritu y entiendo su lenguaje. 54. ¿Qué mayor alegría para vosotros que saber esto? ¿Acaso creéis que Yo necesitaba que me dijeseis lo que tengo que hacer? No os afirméis en la creencia de que para mis comunicaciones es menester de sitios adecuados, de vestiduras especiales y hasta actitudes determinadas para que Yo me manifieste. Días vendrán en que mi inspiración sea con vosotros en cualquier sitio y en cualquier hora; delante de diversas multitudes ante las cuales expresaréis mi pensamiento con palabras y lenguas que todos entenderán. 55. El único templo donde resonará esta palabra, será en el corazón de vuestro hermano. ¿Vais acaso a aprender lenguas para saber dar mi palabra en idiomas distintos al que habláis? Yo os digo que expresaréis mis ideas, que son luz, y cada quien las recibirá en su propio idioma, como sucedió cuando mis apóstoles hablaban de mi Reino a los hombres de diversas lenguas o idiomas. Los que aceptan estas maravillas, las llaman milagros, mientras otros las niegan, juzgándolas imposibles. Más Yo os digo que son pequeñeces que sin esfuerzo podréis hacer cuando seáis en verdad discípulos de mi amor. Seguid los impulsos de vuestro corazón, oh mis portavoces, sin imitar a nadie, mirad que cada uno tiene una misión que desempeñar. 56. Pueblo: multiplicaos, ayudad con vuestro pensamiento a éstos que son mis instrumentos; ellos en su éxtasis os dan la luz espiritual, el manjar que os fortalece y deleita. Ellos sirven para que vosotros aprendáis. Mañana, otros harán por vosotros lo que hoy hagáis por ellos. Podéis decir que la forma exterior del lenguaje con que hablé en el Segundo Tiempo y la que ahora uso son diferentes, y en parte tendréis razón; porque Jesús os habló en aquel tiempo dentro de los términos y de las costumbres de los pueblos en que vivió, como hoy lo hago, según la mentalidad de los que escuchan mi palabra; pero la esencia que viene de esa palabra dada en uno y en otro tiempo, es la misma, es una, es inalterable. No obstante, esto ha pasado inadvertido para muchos que tienen el corazón endurecido y cerrada la mente. 57. Siempre hay quienes se apartan de la raíz para ir a lo exterior, en donde se confunden y se pierden sin saberlo. El lenguaje manifestado en cualquiera de mis hijos por quienes os hablo, es de gran sencillez y pureza, revela amor y tiene esencia espiritual, mas no os dejéis seducir de términos floridos que suenan muy bien en vuestro oído y nada dicen a vuestro corazón. 58. Dejad estremecer vuestro corazón antes que vuestro cerebro, porque aquél es dueño de éste. Mientras más elevado es un hombre, más ama, se siente más humilde y es más sano. 59. Buscad mi Obra en lo más puro y elevado de vuestra fe, de vuestro amor y de vuestras concepciones. No compliquéis con conocimientos inútiles, ni opaquéis con cultos externos, la nitidez de esta Doctrina. No olvidéis que por esas causas y otras más que después os diré, os habéis extraviado del verdadero camino. 60. ¿Qué preferís: buscarme a través de los objetos que creáis para representarme, o recibir directamente en vuestro corazón el toque de mi amor o el llamado de mi voz? Espiritualizaos. En verdad os digo que quien logre esto, tendrá algo que vale más que todos los títulos y nombramientos juntos de la Tierra. 61. Veréis prodigios cuando esto sea y aun antes, muchos acontecimientos increíbles pasarán. ¡Adelante, discípulos! No os dejéis sorprender por espíritus faltos de luz, ya sean encarnados o desencarnados; mas amadles y ayudadles, que también son mis hijos muy amados, los cuales me buscarán como vosotros me buscasteis. Yo entonces saldré a su encuentro y en mis brazos los recibiré como al pródigo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 248 1. Mi paz sea en todo espíritu. Sentid profundamente esta paz, para que pueda brotar la luz que os descubra los verdaderos caminos, y podáis apartaros de los senderos oscuros que por siglos habéis recorrido, tropezando entre breñales. De cuánta tristeza habéis cubierto el hermoso planeta que os confié para que moraseis un instante de vuestra vida eterna. 2. Solamente con la paz en vuestro espíritu, podréis seguirme y entenderme. Esta cátedra que os doy es para espíritus fuertes, para hombres templados en el dolor y en el amor, para que éstos mas tarde brillen ante la humanidad como ejemplos. 3. Si pensáis en el ejemplo de Jesús, aprovecharéis más mis lecciones; mas si persistís en comer los amargos frutos que cultiva la humanidad, poco o nada comprenderéis de la Doctrina del Maestro. Hay muchos frutos peligrosos o traicioneros, porque ofrecen dulzura por fuera y esconden en su interior el veneno. 4. Os digo nuevamente: Aquietad vuestro espíritu, olvidando momentáneamente vuestros problemas, pensando que son los de toda la humanidad, ya que el mundo vive un tiempo de restitución. 5. Sois como arbustos, que a veces tienen ramas tan secas y enfermas, que necesitan del corte doloroso de la poda, para apartar vuestros males y haceros recobrar la salud. Mi justicia de amor, al arrancar del árbol humano las ramas enfermas que carcomen un miembro de su cuerpo, gime, tiembla y se acobarda, aun sabiendo que es para apartar de él lo que tiene enfermo, lo que está muerto y amenaza a lo que aún puede vivir. También los rosales, cuando sufren el corte de la poda, vierten su sabia como lágrimas de dolor; pero luego, se cubrirán de más hermosas flores. Mi amor, en forma infinitamente superior, corta el mal en el corazón de mis hijos, a veces sacrificándome Yo mismo. Cuando los hombres me crucificaron, cubrí con mi dulzura y mi perdón a mis verdugos y les di vida. En mis palabras y en mis silencios les llené de luz, les defendí y les salvé. Así corto el mal, deteniéndolo con mi amor y defendiendo y salvando al malhechor. Aquellos perdones fueron, son todavía y serán eternamente veneros de redención. 6. Hoy como ayer, vengo a levantaros en vuestras caídas, a interponerme en vuestro extravío. Ved cómo de Mi nada tenéis que temer, temed de vosotros mismos. 7. Yo muestro siempre a mis hijos el camino fácil, bello y seguro. Os evito las caminatas largas, pesadas y amargas que con vuestras obras os creáis. Si os perdéis o sois perezosos y retenéis vuestra llegada al camino de luz, es porque en ello os obstináis. 8. Os doy nuevas revelaciones, para que alcancéis también nuevas transformaciones. Nada ni nadie podrá oponerse a que mis cátedras, en forma de escritos, lleguen a los espíritus. Mi palabra destruirá toda la falsedad que se ha acumulado en la vida humana. 9. No vengo a provocar una leve contienda, sino una gran guerra de ideas, en las que brillarán los inspirados. Yo os inspiraré la palabra, para que analicéis mi enseñanza. 10. Venid al Maestro y aprended de Él, para que destruyáis las malas interpretaciones que sobre las escrituras de los tiempos pasados os han enseñado. Esas erróneas interpretaciones que han sido como espesos velos, no os han dejado mirar la verdad. 11. Os han hablado del Anti-Cristo, al que se refiere en revelación mi discípulo Juan, y en vuestra confusión, habéis atribuido esa personalidad a muchos de vuestros hermanos, tanto del pasado, como del presente. Hoy Os digo: que ese Anti-Cristo como lo ha concebido la humanidad, ni ha existido ni existirá. Anti-Cristo, es todo aquél que no ama, porque Cristo es el amor del Creador. Ved entonces cómo vuestro mundo se encuentra lleno de Anti-Cristos cegados por el materialismo. 12. Yo os digo, que más os vale estar llenos de incertidumbres y de negaciones, que llenos de afirmaciones falsas o de mentiras que pasáis por verdades. Menos mal os hace la negación sincera que nace de la duda o de la ignorancia, que la afirmación hipócrita de una falsedad. Es mejor la duda limpia, que tiene hambre de comprensión, que la firme creencia de un mito cualquiera. Es mejor la incertidumbre desesperada, que a gritos pide la luz, que la firmeza fanática o idólatra. Hoy abundan por doquiera los increyentes, los desconfiados y los amargados. Son rebeldes que muchas veces ven más claro que los demás, que no sienten el ritualismo, ni les convencen las afirmaciones que han escuchado de quienes dirigen espiritualmente a los hombres; porque todas aquellas complicadas teorías no llenan su corazón sediento de aguas puras que calmen su angustia. Esos que juzgáis rebeldes, muchas veces tiene en sus preguntas más luz que los que, creyéndose sabios o grandes, las contestan. Sienten, ven, palpan, oyen y entienden con más claridad, que muchos que se dicen maestros en las lecciones divinas. 13. Y así disputáis sobre el temido y terrible fin del mundo que suponíais a la puerta de cada una de vuestras guerras. También os digo ahora, que ese fin que esperáis, no vendrá; mis palabras del Segundo Tiempo se referían a un mundo materializado y científico que no me honra, ni me ama, ni me reconoce. 14. Habéis creído al pie de la letra en la venida de hombres que a sí mismos se llamarán cristos y habéis acabado por creer y comprender que esos serán los falsos cristos. 15. Persistís en querer entender al revés los símbolos u os apegáis a ellos de tal manera, que os confundís y al fin no sabéis qué pensar. Dejad de pensar tanto, purificad vuestro espíritu y vuestro corazón y venid a Mí. Yo os daré la luz y os revelaré lo que debéis saber, tanto para vuestro mejoramiento material, como para vuestra ascensión espiritual. 16. ¿Quiénes son los falsos cristos? Todos aquellos que pregonando superioridad y virtud, y diciendo ser difusores del bien y hagan todo lo contrario. 17. Aún habláis de la justicia terrible de Dios, de la ira de Jehová, del ojo por ojo y diente por diente, del día del juicio en que Yo seré el juez vengador, y ¿Cuántos días de juicio habéis tenido durante vuestra existencia? Mas en esos tristes momentos para vuestro espíritu, no he sido vuestro juez, sino vuestro defensor. En mi Espíritu no puede existir la ira, entonces ¿Cómo podría manifestarla? En Mi solo existe la armonía. Los que se cobran ojo por ojo y diente por diente, sois vosotros. Mi justicia es amorosa y sois vosotros los que pedís la oportunidad de purificaros, pues Yo no os castigo. 18. A los que vais caminando por senderos extraviados, pronto estoy para recibiros y daros mi fuerza y mi luz cuando me llamáis. No importa que en vuestra materia y en vuestro espíritu traigáis la huella de los grandes pecadores. Yo haré que bendigáis a quienes os hayan injuriado y que bendigáis a Dios por haber visto posible en vos esa maravilla. Entonces estaréis empezando a sentir el amor de Cristo en vuestro corazón. Habrá quienes piensen al oír estas palabras: ¿Cómo es posible que los grandes pecadores puedan recibir esta gracia igual que los justos que la poseen por méritos? ¡Oh humanidad, humanidad, que no veis más allá de vuestros ojos! Yo siempre os he entregado mis beneficios por gracia, antes de que os hagáis merecedores. 19. Yo respondo lo mismo a un pensamiento puro, que al triste lamento de quien se acerque manchado a Mí, siempre que de él brote aunque sea un pequeño destello de humildad o de reconocimiento, por su falta de amor a sus hermanos. 20. Yo soy el defensor de los débiles que lloran en medio de su impotencia y de su ignorancia. Yo soy la esperanza divina que llama y consuela al que llora, soy el dulce Jesús que acaricia suavemente al que gime en su dolor y en su restitución. 21. Yo soy el Salvador, el Redentor vuestro; Yo soy la verdad al alcance del hombre. 22. He aquí una más de mis lecciones discípulos, de cierto os digo que cuando os creéis fuertes, grandes o excelsos, os alejáis de Mí, porque vuestro orgullo ahoga el sentimiento de humildad; mas cuando os consideráis pequeños, cuando reconocéis que sois como átomos en medio de mi Creación, entonces os acercáis a Mí, porque a través de vuestra humildad me admiráis, me amáis y me sentís cerca; es cuando pensáis en todo lo grande y misterioso que encierra Dios y que quisierais saber y conocer, os parece escuchar el eco del murmullo divino en vuestro espíritu. 23. Soy el Maestro de vuestro espíritu y su Salvador. La materia en vosotros, es uno de tantos instrumentos que se os han dado; pero los más al encarnar, suelen olvidarme y extraviarse influenciados por la vida que en la Tierra les rodea, es cuando todavía carece el espíritu de verdadera grandeza y elevación; otros, sin olvidarse de que soy su Señor y su Padre, se muestran insaciables en pedir, pero avaros cuando se trata de dar, a esos les falta grandeza de espíritu para saber amar; creen saber pedir, pero no saben dar; no se preocupan por aprender a pedir, y menos en aprender a dar, lo único que deben pedirme es que Yo haga mi voluntad en vosotros, porque ya habéis reconocido que mi voluntad es justa, perfecta y amorosa. 24. Yo os he dicho: "Pedid que se os dará". 25. ¿Acaso juzgáis insignificante esa frase o esa petición? En verdad os digo, que quien la eleve a Mí, sintiéndola, habrá hallado una fuente de prodigios; en cuanto a dar, dad todo cuanto os aconseje el amor. 26. Tratáis en el mundo de adormecer los sentimientos más puros del espíritu con vanas sensaciones; mas como el Espíritu Divino está latente en vuestro ser, todos tendréis que rendiros a Él, unos primero, otros después. 27. Los hombres no podrán luchar eternamente contra Dios, contra el único que pueda elevaros de vuestra condición de seres imperfectos, a las alturas de lo perfecto. 28. Os enseñé con mi Divinidad el sentido verdadero de la vida, y a interpretar con justicia no sólo mi palabra de este tiempo, sino también la del tiempo pasado, porque con vuestras erróneas interpretaciones, habéis creado en torno a mis palabras, prácticas fanáticas, por eso vuestro materialismo no os deja entender, cuando os dije: "Los Cielos y la Tierra pasarán, mas mi palabra, no pasará". Pensáis: ¿Será posible que los Cielos pasen también como la Tierra? He ahí vuestra falta de penetración, os quise decir en ello, que este Cielo que miráis, y esta Tierra en que moráis, pasarían, ya que el tiempo marca en ellos su huella segundo a segundo, pero que la esencia y sustancia de mi palabra no pasarían, porque ella es eterna por ser divina, y lo divino es inmutable; vuestra Tierra y vuestro Cielo se transforman y pasan insensiblemente para los hombres, mientras que mi amor permanece inalterable, mi amor no pasa, porque de él está lleno el Universo. 29. Jesús vino a enseñaros el amor, no a satisfacer vuestras vanas curiosidades; mas, cuán pocos saben amar en su nombre. Siempre que hacéis un bien, decís: soy noble, soy generoso, soy caritativo, por eso hago esto; Yo os digo: si esas obras las hicieseis en nombre de vuestro Señor, seríais humildes porque la bondad es de Dios y se la he dado a vuestro espíritu, entonces quien atribuye a su corazón humano sus buenas obras, está negando a su espíritu y a quien lo revistió de esas virtudes; en cambio, cuando hacéis un mal, os laváis las manos como Pilatos, y ese hecho se lo atribuís al Padre diciendo: fue la voluntad de Dios, estaba escrito; Dios lo quiso, es el destino. 30. Decís que nada pasa sin la voluntad de Dios para disculparos de vuestros errores, mas en verdad os digo que os equivocáis porque si pasan vuestros errores, vuestras pequeñeces sin la voluntad de Dios; ved cómo el Todopoderoso jamás se impone por la fuerza sobre vosotros, por su poder, eso lo hacéis vosotros con vuestros hermanos más débiles. De cierto os digo: el mal, la impureza, la falta de armonía son vuestras; el amor, la paciencia, la serenidad, son de Dios; cuando vosotros amáis, es el Creador de vuestro espíritu quien os está inspirando, en cambio cuando odiáis, sois vosotros, es vuestra debilidad la que os impulsa y os pierde. 31. Siempre que pasa algo mal en vuestra vida, estad seguros de que es obra vuestra, mas entonces os preguntáis: ¿Por qué lo permite Dios? ¿Qué El no sufrirá por nuestros pecados; no llorará al vernos llorar? ¿Qué le costaría evitarnos estas caídas? Yo os digo: que mientras no améis, Dios será para vosotros algo que no podréis entender, porque la magnanimidad de vuestro Creador está por sobre vuestra comprensión. 32. Haceos fuertes, grandes, sabios, aprended a amar; cuando améis, no tendréis la infantil tendencia de querer analizar a Dios, porque entonces lo miraréis y lo sentiréis, y con eso os bastará. 33. Mi amor viene a contestaros esas preguntas que a veces en vuestras penas os hacéis: Yo sólo permito que lleguéis a conocer el sabor del fruto que habéis cultivado, para que sintáis algo de lo que habéis hecho sentir; mas también os digo, que cuando colméis vuestro cáliz, estando a mi alcance evitaros el dolor, dejo que él y aún la muerte sean en vosotros, porque vuestro espíritu está más alto que todas esas pequeñas sensaciones que a través de la materia lo prueban. 34. He aquí por qué vino Jesús entre los hombres, para enseñaros cómo debe un espíritu elevado recibir los latigazos, las injurias y las espinas, para que si os crucifican, tengáis el valor de estar frente al verdugo o frente al calumniador, amándolo y bendiciéndolo. 35. Así es como debéis de dejar el mundo y el cuerpo. 36. Mas hoy os doy la bienvenida en esta alba de gracia, en que mi palabra vuelve a vosotros a través del entendimiento humano. 37. Estáis preparándoos, humanidad, para conmemorar el nacimiento de Jesús. 38. Fiesta de Navidad, de alegría y evocación. 39. Para los ricos y los poderosos, significa satisfacciones mundanas y placeres; para los que se encuentran a imitación de Cristo, que no tuvo ni lecho, ni hogar la noche en que nació, es fiesta con privaciones, pero con alegría espiritual. 40. Humanidad cristiana, que os disponéis a engalanar vuestros altares y a preparar vuestros festines, de cierto os digo que vuestro corazón se encuentra vacío. ¿No habéis meditado que esos altares que erigís y esas imágenes con que me representáis, sólo son un recreo para vuestros ojos y una imitación de lo divino, que está muy alejada de la realidad? Yo he venido siempre a habitar en el templo de la verdadera humildad. Así os he enseñado a cumplir vuestra misión con todo amor y abnegación. 41. Hoy contemplo que aquella enseñanza ha sido desvirtuada, que su esencia ha sido olvidada por esta cristiandad, pues los que enlutan los hogares se nombran cristianos, los que hacen ostentación de grandeza y poderío y los que promueven guerras, también se dicen cristianos. Mas no todos seguirán ese ejemplo y ese camino, porque muchos despertarán, reconociendo que la grandeza del espíritu está en la esencia del corazón, donde anidan los sentimientos puros que Dios inspira al hombre. 42. Hace cerca de dos mil años de mi venida al mundo en cuanto hombre. Si os lo recuerdo, es para que veáis cuán lejos estáis de cumplir mi enseñanza. Mi ejemplo de hombre perfecto comenzó desde el instante de mi nacimiento, continuó a lo largo de mi niñez y de mi juventud, hasta concluir al exhalar el último aliento sobre la cruz del martirio. Esa historia, escrita con mi sangre, es el libro de la vida y el principio de la redención humana. 43. Yo vine a morar entre los hombres para hacerlos comprender que el amor del Padre por ellos es tan grande, que llegué a limitarme para vivir humanamente con vosotros. Lejos de todo esto, del concepto que de la Divinidad tenían los príncipes, que ejercían la Ley que Moisés les dejara. ¿Cómo podrían concebir al hijo de Dios en la pobreza, siendo que ellos vivían en la opulencia? ¿Cómo habían de inclinarse ante Jesús, el hijo del carpintero, si ellos se sentían privilegiados'? Mi Doctrina de amor y mansedumbre no fue comprendida por ellos. Fue tan humilde mi cuna, que de aquellos nadie se acercó, ni siquiera a prodigarme una caricia o una mirada; pero la Naturaleza si se conmovió con mi presencia en cuanto hombre y ella en sus distintos reinos, abrió su seno para darme la bienvenida, mientras la luz del Eterno, simbolizada en una estrella, anunciaba al mundo la llegada del Mesías. 44. Ahora, en este tiempo en que no he tenido que nacer cual criatura humana, ni hacerme hombre para ser perseguido, la luz de mi Espíritu que desciende sobre vosotros, será contemplada por la humanidad, la cual podrá reconocer en dónde se está derramando mi palabra. 45. Hoy vengo como luz, como esencia, a llenar de paz a los hombres de buena voluntad, a los que han sabido recordar con espiritualidad y alegría este día, y a los que me han ofrecido como un tributo, su corazón. 46. Sufrimientos y humildad, es lo que ofrecéis a vuestro Señor, recordando que vuestro Maestro así vino al mundo a padecer. 47. Yo recibo esta ofrenda y enciendo en vuestro corazón una flama inextinguible. Si me ofrecí en sacrificio para enseñaros el camino de vuestra redención, no olvidéis que estoy siempre presto a extender mi caridad para salvaros. 48. Vuestra infancia espiritual pasó y debéis comprender vuestra evolución. 49. Os he dado mi representación, porque os he dicho: el que cumpla como discípulo, será semejante a su Maestro. Sembrad amor, depositad la paz en los corazones, haced milagros; resucitad a la vida de la gracia, a los muertos a la verdad. 50. Espiritualista: sed el intérprete y emisario de mi palabra. En este día Yo acaricio a todos los hombres que recuerden mi venida, conforme a la enseñanza que han recibido. 51. Al ascender del portavoz mi rayo divino, mi inspiración descenderá sobre vosotros para que comprendáis mi palabra. Quiero contemplaros unidos en un solo deseo: la paz entre la humanidad. 52. Bienaventurado el que viene en pos de Mí, porque él tendrá la luz de mi Espíritu Divino. El que me busca, es porque ha sentido dentro de sí que ha llegado el momento de su evolución. 53. La mente humana trata de romper las cadenas de esclavitud que la han tenido atada. Os he dicho que este es el tiempo en que la mente y el espíritu deben buscar su libertad, porque ante ellos se extiende un campo infinito donde pueden conocer y alcanzar más de lo que su corazón les ha mostrado. Así se perfeccionará el hombre y alcanzará más sabiduría, entonces habrá verdad en cada idea humana. 54. Hoy vengo hablándoos por medio de múltiples portavoces, dejando a través de ellos un libro para vuestro espíritu, como en el Segundo Tiempo dejé un legado de sabiduría y amor a esta humanidad; porque los cimientos de mi Doctrina son de amor, esa fuerza universal y superior que tiende a unir a todos los seres en una sola familia. 55. Esta cualidad divina debéis poseerla porque no podrá haber caridad donde no haya amor. Mas Yo os he llenado de amor para que siempre que se presente la oportunidad de practicar la caridad, lo hagáis, sabiendo que no se limita ni sujeta a determinada forma. Para que desarrolléis esas facultades, os he dado una parte de Mi mismo, la que ha vivido en vosotros, es vuestro espíritu iluminado por la conciencia quien os hace comprender que procedéis de Mí. 56. Así lográis comprender que la fuerza divina se manifiesta en todo lo que es vida, porque vida es todo lo que os rodea. Yo os he enseñado a no limitar a vuestro Dios en una forma. Puedo tener todas las formas o no tener ninguna, porque Yo soy el Creador. 57. Cuando vuestra inteligencia os lleve al principio de la vida y descubráis ahí cómo nacen y se transforman las criaturas, os maravillaréis al comprender la explicación de muchas de mis lecciones. Ahí descubriréis que Dios está manifestado en todo, desde los seres imperceptibles a vuestra mirada hasta los mundos y astros mayores. 58. De este modo comprenderéis que el hombre no es creador de vida ni elementos, que él tan sólo usa y transforma lo ya creado, para eso he puesto al hombre en medio de la creación y para desarrollar todos los dones y potencias de que le he revestido. 59. La Creación es Dios mismo y llegará el momento en que los hombres que desconocen la relación que existe entre el Creador y el hombre, comprendan que todo lo que el hombre haga, lo toma de la potencia divina. 60. El hombre tiene un desarrollo como lo tiene todo lo que forma la Creación. Él era pequeño en un principio. Su inteligencia estaba de acuerdo con la vida primitiva que llevaba; pero Dios hizo que él se desarrollara por sí mismo, que conociera lo que es el bien y el mal para que descubriese en sí su parte espiritual y su parte material; porque él en un principio desconocía su espíritu. Así el hombre se fue desarrollando, sabiendo de dónde viene y a dónde va, reconociendo sus facultades que le habrán de conducir a la perfección. Así ha llegado hasta este tiempo en que le he revelado que para el perfeccionamiento del espíritu no es bastante una existencia. 61. De esto podéis tener una prueba clara, al comprobar que la experiencia del hombre de ahora es mayor que la de los hombres de hace tiempo; porque es el espíritu el que trae consigo la luz recogida en los caminos de anteriores vidas. Y habéis llamado a este tiempo el siglo de la luz, por los adelantos de la ciencia humana y es que la luz divina ha brillado en todo entendimiento. 62. Yo, el Padre, soy quien os habla. Para el que dude, hago mi palabra clara y precisa; ella se manifiesta de acuerdo con la capacidad del portavoz, su cerebro recibe la transmisión de mi sabiduría y la expresa según su alcance, mas la esencia es la misma en todos los intérpretes. 63. A todos recibo y os bendigo. 64. He aquí al Juez perfecto entre vosotros, el que llama a las puertas de vuestra sensibilidad para haceros comprender la escasa importancia que puedan tener vuestros pensamientos, palabras y obras, ante su omnipotencia, justicia y sabiduría. Ha logrado evolucionar vuestro espíritu de tal manera, que vuestra conciencia no sólo juzga las faltas de vuestra presente existencia, sino que también os revela antiguas deudas contraídas con mi justicia divina. 65. Cuando vuestros sentidos hayan alcanzado una mayor espiritualidad, el recuerdo de vuestro pasado y la intuición serán más claras en vosotros. Ahora es sólo un vago presentimiento el que tenéis de todo esto, pero que sin embargo, os ayuda a llevar con resignación y conformidad vuestra cruz, con la certeza de que en esa forma se limpia y se salva vuestro espíritu. 66. Los que ayer se mofaron de Jesús al mirarlo jadeante con la cruz a cuestas, son los que ahora han tomado mansamente su cruz para encumbrar la cuesta. Los que en aquel tiempo gritaron: ¡Crucificadle! Ahora se han consagrado a servirme y amarme. 67. Aquellos gritos traspasaron mi corazón, aquellos odios y blasfemias me hirieron, mas a ellos no les di muerte, les perdoné y les di nueva vida, porque no sabían lo que hacían. 68. Espiritualmente sigo enclavado en la cruz, aunque materialmente hayáis desprendido mi cuerpo del madero. Aún mi costado vierte sangre y agua y están frescas todas las heridas, porque todavía no os amáis los unos a los otros, porque todavía existen los odios y las guerras. 69. En verdad os digo: preparaos para que escuchéis con claridad la voz de la conciencia y para que los ojos de vuestro espíritu puedan contemplar la verdad de todo cuanto os he dicho. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 249 1. Pueblo amado: he aquí al Verbo entre vosotros, el mismo que os habló en el Segundo Tiempo, que hoy se manifiesta espiritualmente a través del entendimiento del hombre. 2. En verdad os digo que no fue dulce la existencia de Jesús entre los hombres. Desde mi infancia llegó a mis labios el cáliz de amargura. Mas a eso vine: a padecer del principio al fin, para mostraros el camino de la redención y enseñaros que si Yo, el dueño de la vida, de la paz y de la dicha, renuncié a mi Gloria para sufrir por vosotros en la Tierra, ¿Qué os toca hacer a vosotros? ¿Qué podéis esperar de las dichas, placeres y victorias de vuestro plano terrestre? El mundo cristiano aún conmemora el día en que Jesús llegó al mundo, pero aun en los días de conmemoración se oye el estruendo de la guerra, y los hombres se matan. Las mujeres quedan desamparadas y los niños huérfanos. Mientras María, la Madre, extiende el manto de su amor sobre el Universo. Ella es la ternura, el calor, el regazo eterno, el hogar. Madre perfectísima de Jesús en cuanto hombre, entregó también su divina lección que comenzó en el pesebre del establo y concluyó en la cruz del Calvario. 4. Sea la paz con los hombres de buena voluntad que amen, que bendigan y que velen por la humanidad. 5. Criaturas mías que venís a buscarme sin pedirme nada esperando tan sólo lo que sea mi voluntad concederos; y al sentir mi amor y mis caricias, las recibís con amor profundo, estáis confiándome vuestros pensamientos y me decís que anheláis perfeccionaros. 6. Sois como las aves que van en pos del nido en donde cobijarse, os habéis acercado los unos a los otros en busca de calor, y mi palabra os ha alimentado y ha satisfecho vuestro corazón. 7. En este día, venís a hacerme presente vuestras obras. Dejáis tras de vosotros, lágrimas y sufrimientos y tenéis la esperanza de que el nuevo año traiga la ansiada paz para la humanidad. 8. Me dais gracias por haberme encontrado después de haber sufrido incomprensión y desengaños y al sentiros amados por mí, eleváis un canto de gratitud. 9. Vais descubriendo el tesoro, la herencia que buscabais y al penetrar en vuestro espíritu, os habéis maravillado al encontrar vuestros dones, al contemplar virtudes que estaban ocultas y olvidadas. 10. Habéis hallado en Mí el amor que habíais buscado, al verdadero Maestro, al amigo leal. Se han despertado todas las fibras nobles de vuestro espíritu y sentís el anhelo de decir a la humanidad que mi Espíritu está vibrando sobre todo ser, que mi luz se ha hecho palabra para ser oída por todos y que el instrumento que he escogido es el hombre, el que se ha convertido por mi voluntad en el portavoz de mi enseñanza. Si al llegar la buena nueva por vuestro conducto a los hombres, sois oídos, regocijaos, si no os oyen, no temáis, que yo me manifestaré en muchas formas para vencer la reaciedad humana. 11. En el Segundo Tiempo dije a mis discípulos: "Volveré y hablaré al espíritu del hombre, cuando éste haya conocido el pecado en su mayor altura", mas les advertí de que manera había de volver, espiritualmente, y aquí me tenéis cumpliendo mi promesa. Aquellos discípulos me preguntaron: ¿Cómo te reconoceremos? que aunque no están sobre la Tierra aquellos apóstoles, vosotros a los que he escogido en este tiempo para entregaros mi enseñanza, habéis conocido la voz de vuestro Padre. 12. Cuando llegué al Calvario y apuré mi cáliz, estuvieron presentes muchos de los que ahora me están oyendo hablar a través del conducto del hombre. No comprendieron quién era Aquél que les hablaba y esos sois vosotros que despreciasteis mi enseñanza y que ahora me decís: "Maestro, te amamos, queremos seguirte, si en otro tiempo no te reconocimos, ahora comprendemos nuestro error y te pedimos perdón. Déjanos seguir de cerca tus pasos". 13. Y Yo os digo: ¡Oh discípulos, que habéis abierto vuestro corazón y dejáis que mi palabra, como semilla fértil germine, crezca y fructifique, permitid que esta enseñanza deje en vosotros sus beneficios y que éstos sean para todos vuestros hermanos! 14. Se acerca el tiempo en el que el espíritu humano busque la verdad, para entonces mi simiente estará esparcida sobre todo el haz de la Tierra y por doquiera surgirán apóstoles. 15. Hoy preparaos, sed pacientes en la lucha. Todos vuestros padecimientos serán recompensados, sentid mi caricia y mi perdón que vienen a suavizar vuestras penas. Así os estáis purificando para llegar limpios a Mí, y al hablaros así, sentís la paz y se tranquiliza vuestro corazón. 16. Dejad vuestra tristeza, no me busquéis por el camino del dolor, venid a Mí que soy amor. 17. Quiero veros fuertes, llevando con paciencia vuestra cruz y esparciendo dones a vuestro paso. Velad por cada una de vuestras obras para que seáis siempre dignos de la paz que os ofrezco. 18. Multitudes, hijos míos que venís en busca de luz; esperáis mis palabras, esperáis mis pensamientos para lograr olvidar vuestras amarguras. 19. Aquí os habéis reunido y habéis encontrado mi luz en la esencia de mi enseñanza. Cuando conversáis unos con otros, habéis comprendido que fue una misma causa la que a todos os hizo buscarme en esta palabra y que esa causa fue la sed de verdad, la sed de amor. 20. Bien poco es lo que he tenido que daros, pueblo, porque todo cuanto habéis venido a pedirme, lo llevabais ya en vuestro espíritu. Sólo he tenido que enseñaros a mirar hacia lo eterno de vuestro ser para que allí descubráis vuestra herencia y vuestra riqueza. 21. Sólo mi luz abre los ojos del espíritu a la verdad, sólo ella ilumina el camino sin fin de la verdadera sabiduría, la senda de vuestra redención. 22. Mientras más busquéis en esa senda, más encontraréis; mientras más os profundicéis, mayores tesoros hallaréis; tesoros que estaban ocultos pero que existen en vuestro espíritu y en la vida a la que él pertenece. 23. ¡Cuántas riquezas que habíais olvidado y cuántas nuevas maravillas, encontraréis en esta senda! 24. Mucho tenéis que aprender para haceros sensibles a mis inspiraciones, y a mis llamados. ¡Cuántas veces percibís las vibraciones de lo espiritual sin acertar a comprender quién os llama! Es tan confuso para vosotros aquel lenguaje, que no acertáis a entender y termináis atribuyendo las manifestaciones espirituales a alucinaciones o a causas materiales. 25. Duros son vuestros corazones y necios vuestros entendimientos que no permiten al espíritu recibir la influencia de su verdadera morada. No era así el pueblo de Dios en los primeros tiempos, la espiritualidad era cultivada por aquellos hombres de corazón sencillo y elevado espíritu, a quienes preocupaba el cumplimiento de la Ley Divina y la observación de las leyes de la Tierra. 26. Quiero volver a ser sentido y amado como en aquel tiempo, pero de una manera más espiritual. 27. Esto fue anunciado por profetas, por mi palabra y por uno de mis apóstoles. Si verdaderamente llegaseis a unir todas aquellas revelaciones en una sola, quedaríais maravillados de la claridad con que ellas os hablan de este tiempo que estáis viviendo y de las manifestaciones que estáis contemplando. 28. Breve será mi comunicación a través del entendimiento humano, porque si ella se prolongase os quedaríais estacionados, os consagraríais tan sólo a recrearos con mi palabra y acabaríais por familiarizaros con mi presencia. Pronto terminará mi manifestación bajo esta forma y entonces os veréis obligados a estudiar lo que escuchasteis, a perfeccionar vuestra oración para sentir mi presencia y a prepararos mejor para haceros dignos de mis prodigios. 29. Dos errores deseo que evitéis: que os estanquéis en la rutina de vuestras prácticas, y que pretendáis caminar de prisa. Dirigíos paso a paso, firmemente a la meta que os tracé, así iréis ascendiendo, limpiando las manchas de vuestro espíritu y saldando deudas; os iréis aproximando a la vida eterna, destinada como albergue para todos los espíritus cuando alcancen el estado perfecto. 30. Al oírme, oh mis párvulos, unos oráis implorando mi perdón, otros lloráis: veo lágrimas de amor, de arrepentimiento, de temor: Yo todo lo recibo. Ved de cuántas maneras sois escuchados por vuestro Maestro, que sabe interpretar todos los lenguajes. 31. Cuando estáis escuchándome, no quisierais que esta hora pasara. ¡Cuánta paz, qué tranquilidad, qué infinita dulzura! Me dice vuestro espíritu. Más Yo os respondo: esta paz, esta dulzura, esta dicha de sentir, de amar, de saber y de poder, la tendréis en la vida espiritual, no por una hora, sino por toda la eternidad. 32. Yo os esperaré en aquella Tierra Prometida y mi luz os seguirá en vuestra jornada hasta que lleguéis a Mí, porque soy la luz que desciende a iluminar vuestro camino. 33. En mi palabra os he dado profecías que habéis visto cumplidas, para que de vuestra fe participéis a los que escuchen vuestro testimonio. ¡Cuánto gozo habrá en los que viviendo muertos a la fe, de pronto abran sus ojos y descubran sobre ellos la vida eterna y dentro de ellos, la semejanza con la misma Divinidad! En ese instante cambiará la existencia para aquellos seres, pues dejarán de ser los que piden para ser los que den gracias. Porque el que pide es porque no ha reconocido que tiene lo suficiente, y el que da gracias es el que está convencido de que tiene más de lo que merece. 34. Cuando contempláis las maravillas de la Naturaleza y os dais cuenta de que habéis sido objeto del amor y de la caridad divina, ¿No ha brotado de vuestro corazón una acción de gracias? ¿Qué mayor prueba de agradecimiento podéis darme en ese instante, que vuestra admiración, vuestra humildad y vuestra confesión de mi grandeza? No ha sido entonces ni el dolor, ni la necesidad, ni el interés, los que han exaltado vuestro amor hacia Mí. 35. Cuando musitéis una oración de gratitud, acompañadla de obras que confirmen aquel sentimiento. 36. Debo apartar toda confusión de vosotros, porque el tiempo en que os hable en esta forma es ya muy corto y al finalizar 1950, reconoceréis en vosotros mayor comprensión de mi Obra, porque habréis estudiado más a fondo mi enseñanza, ayudados por los sabios consejos de mi mundo espiritual. Estos pedestales, a quienes se ha encomendado la misión de transmitir el mensaje divino, cada vez se prepararán con mayor conocimiento de su responsabilidad. 37. Para el tiempo en que levante mi palabra, habrá entre todos vosotros depuración de prácticas y de costumbres. Entonces, el que quiera seguirme con la bandera de la verdad que se levante y me siga, y quien por egoísmo o interés personal persista en falsear lo que es puro, quedará sujeto a sufrir las consecuencias de su desobediencia y falta de celo. 38. No seré Yo quien castigue al hijo: él mismo dictará su sentencia. Toda mala hierba será cortada de raíz. 39. A este pueblo espiritualista, Yo lo he libertado, he iluminado sus campos y le he apartado las barreras y obstáculos, pero por tantos beneficios, también tiene grandes responsabilidades. Velad, para que escuchéis con claridad la voz de vuestra conciencia, la que os indicará lo que debéis hacer y os dará la voz de alerta a cada instante. 40. En este año, que ha sido de preparación para vosotros, porque habéis luchado por romper las cadenas que os ataban a un fanatismo que impedía vuestro desarrollo espiritual, tuvisteis la grande voluntad para despojaros de muchos prejuicios. Desde ese momento os sentís más libres y más próximos a la verdad, ahora os sentiréis más fuertes para la lucha. 41. ¡Cuántos acontecimientos sucederán! ¡Cuántos pequeños mundos que el hombre ha creado serán destruidos! De cierto os digo, que toda falsa grandeza y toda obra egoístas será aniquilada. 42. De entre vosotros, son pocos los que han comprendido mi enseñanza, mas cuando llegue el momento de mi partida, dejaré a mis discípulos con el conocimiento y la fuerza necesaria para hacer frente a la lucha, porque el Maestro es indulgente con vosotros, porque ve vuestro esfuerzo, que aunque pequeño, es digno y Yo lo recibo. Tenéis el convencimiento de que estáis trabajando para el espíritu, de que lo que ahora con amarguras sembráis, mañana dará dulces frutos. ¿Quién sabiendo esto, se atreverá a desperdiciar su tiempo? 43. Pronto contemplaréis que mi Doctrina se da a conocer en distintos idiomas. Entonces mi palabra, mi enseñanza, os pondrá en comunicación con hombres de lejanas comarcas, y aun cuando no os hayáis mirado nunca, os reconoceréis, aunque haya de por medio entre unos y otros tierras y mares, estaréis unidos e identificados por mi Obra. 44. Cuando finalice el año de 1950 habrá incertidumbre y duda en muchos de vosotros. ¿Por qué algunos que gozan de mayor inteligencia que los que creen en mi comunicación, dudan de mis manifestaciones? Porque no es el conocimiento humano, ni es la mente la que puede juzgar mi verdad, y cuando el hombre así lo comprende, se deja invadir por un temor hacia todo lo nuevo, hacia todo lo que juzga desconocido, para rechazarlo inconscientemente. Y vosotros, los débiles, los impreparados, los que no podéis llegar a la altura de los hombres reconocidos por su inteligencia, sois los que creéis, los que tenéis fe y os sabéis profundizar en los misterios de lo espiritual. ¿Por qué? Porque es el espíritu el que revela a la mente la vida eterna y sus maravillas. 45. La inteligencia humana representa una fuerza, con la que vais a entablar la lucha, porque a través de ella, el hombre se ha forjado ideas y conceptos de lo espiritual, que no le han sido revelados por el espíritu. 46. Para esa lucha estaréis fuertes, con una fortaleza que también provendrá del espíritu. Vuestra fuerza nunca descansará en vuestra materia, ni en el poder del dinero, ni en apoyos terrestres; sólo vuestra fe en la verdad que lleváis os hará vencer en la contienda. 47. El mundo se estremecerá cuando mi palabra se haga oír en las naciones, porque el espíritu de la humanidad, que se encuentra preparado para esta revelación, vibrará de gozo y a la vez de temor; entonces, el que quiera conocer la verdad, que se liberte de la esclavitud de sus ideas materiales y se recree ante los horizontes luminosos que se presentan a su vista. Más, quien persista en su ofuscación y en luchar contra esta luz, queda en libertad de hacerlo. 48. La conversión a la espiritualidad, traerá amistad y fraternidad entre las naciones, mas es preciso que os preparéis, porque la contienda será grande. Si los hombres se levantan en guerras, no es porque ésta sea mi voluntad, sino porque ellos no han comprendido la Ley de Dios. 49. Como la evolución espiritual está sujeta a una ley justa, el hombre encuentra a su paso la purificación, de esa manera se hace justicia él mismo ante Dios. 50. Este tiempo ha sorprendido a la humanidad muy lejos del camino. La guerra, el hambre, la peste, el luto y la destrucción, son voces que hablan de la falta de caridad, de espiritualidad y de justicia que imperan en el mundo. 51. Comprended que Yo os inspiro la paz, jamás os he incitado a la guerra. 52. En medio de este caos, he venido a doctrinaros, apartándoos del torbellino de las pasiones para revelaros lo que en otros tiempos os prometí, para deciros que, aunque sois pequeños y humildes, vuestra preparación espiritual y vuestra fe, os transformarán en fuertes soldados y abnegados apóstoles de mi Obra. 53. El mundo sentirá en vosotros mi presencia, reconocerá mi Ley hoy olvidada y conocerá las nuevas revelaciones y enseñanzas. La humanidad me verá en todo mi esplendor al recibir el testimonio de vuestras obras de amor. 54. Si vuestra fe debilitara ante las grandes pruebas, no podréis inspirar fe a vuestros hermanos, no podréis sanar al enfermo. Os sentiréis por momentos despojados de aquella potestad de iluminar los caminos, de abrir puertas a los necesitados. Os sentiréis indignos de tomar de la mano al ciego para guiarle y entonces vuestro corazón llorará amargamente. Será cuando oréis con toda vuestra confianza depositada en Mí, y Yo os recibiré, os escucharé, daré paz a vuestro espíritu y encenderé la lámpara de vuestra fe con la luz inextinguible de mi amor. 55. He querido formar con vosotros un pueblo, una familia unida en mi Ley, que se ame entre sí, donde no exista la mala voluntad, para que sirváis de ejemplo a vuestros hermanos y seáis el cimiento de mi santuario. 56. No os pido imposibles, sólo quiero que en vuestras obras y palabras exista verdad. Si con humildad y comprensión practicáis mi enseñanza, si sabéis tener virtud y sencillez en vuestra vida, no tendréis que hablar ni esforzaros para despertar el espíritu de vuestros hermanos, bastará el testimonio de vuestra caridad. 57. No seréis vosotros los únicos en quienes descanse esta responsabilidad, vendrán nuevas multitudes, nuevos labriegos y nuevos soldados con tanto o mayor ahínco y amor que vosotros, los que alcanzarán a dar un paso más adelante en el camino de evolución. 58. Como enseñé a los doce apóstoles del Segundo Tiempo a sanar al enfermo, a amar al semejante, a perdonar las ofensas, a libertar al poseído y a resucitar al muerto con palabras y obras de amor, también a vosotros os he enseñado, para que seáis los verdaderos apóstoles de mi Doctrina. 59. Aquietad vuestra mente, preparad vuestro corazón, porque en verdad os digo que según sea vuestra preparación, así recibiréis de Mí y puedo deciros: aquí me tenéis cumpliendo mi promesa de que nuevamente estaría con vosotros. 60. Habladme en lo más íntimo de vuestro ser, porque Yo escucho vuestro lenguaje espiritual. Me hacéis presente vuestras vicisitudes, pero también contemplo que padecéis al ver el sufrimiento que como cáliz de amargura apura en este tiempo la humanidad, porque el mundo me ha desconocido y ha caído en las garras de la tentación y se debate en sus tinieblas y sufrimientos. Yo me acerco lleno de humildad para tocar las puertas de cada corazón para entregar a los hombres el consuelo, la paz, el pan para sus espíritus, mas la humanidad se ha olvidado de Mí, me arroja lejos de si porque me ha desconocido. La humanidad llora su soledad porque me siente lejos, porque no ha escuchado esta palabra que a vosotros estoy entregando, por eso vuelvo a recordaros la misión sublime que tenéis que cumplir entre la humanidad. 61. Yo os he llenado de mi potestad para que despertéis a los espíritus, para que entreguéis mi paz, para que oréis por los que no saben orar, para que sintiendo el dolor de vuestros hermanos, roguéis por ellos. Sois el pueblo a quien he despertado y a quien he agraciado para que deis los primeros pasos de cumplimiento llenos de amor, de fraternidad y de perdón. Sed los discípulos verdaderos los que estudiéis y practiquéis la lección que he venido a entregaros, porque como mis discípulos os dejaré sobre la Tierra. 62. Pueblo: entre vosotros están los incrédulos que no se satisfacen con la esencia de mi palabra, los que no sintiendo una fe verdadera en mi manifestación espiritual, me buscan en el materialismo, en los cánticos y rezos materiales, en los ritos y en las ceremonias, porque aún sus espíritus no se han fortalecido en la verdad y por esta causa se alejan de Mí. 63. Mucho os he enseñado, os he prometido morar en el santuario que me preparéis en vuestro corazón, mas aquellos que practican un culto materializado, creen que me agradan y cumplen mejor con su misión y Yo les digo: Yo os he entregado claramente mi enseñanza ¿Por qué aún permanecéis dormidos? Mucho os he hablado y muy poco es lo que habéis aprendido, cuando he venido a haceros grandes revelaciones, vosotros os habéis rebelado y habéis dicho: esa forma de rendir culto al Padre no nos agrada, permaneceremos estacionados en nuestras prácticas porque la forma de rendir un culto de espíritu a Espíritu al Padre, no la hemos aprendido. Mas Yo os digo: los tiempos pasarán y vosotros quedaréis dormidos y no tendréis el despertar luminoso que eleve a vuestro espíritu, mañana os creeréis huérfanos de Mí y estando tan cerca de vosotros no me sentiréis porque no habéis aprendido a sentirme. 64. Recordad, oh pueblo amado, que en todos los tiempos vuestro Padre os ha hablado. En el Segundo Tiempo el Maestro Divino, os mostró el camino de evolución, dejando impresas en él sus huellas para que llegaseis a la Patria verdadera. En este tiempo he iluminado a vuestro espíritu, os he preparado con mi palabra y con mi gracia para que os levantéis a trabajar a imitación de Elías y así podáis convertiros en los guías de la humanidad. 65. Este es el tiempo en que he venido a reunir y a congregar a las doce tribus del pueblo escogido de Israel para que reciban nuevamente la enseñanza del Verbo Divino. Cual Maestro he materializado mi enseñanza entre vosotros. Con mi palabra he venido a prepararos, a orientaros, mas esta forma de comunicación con vosotros pronto pasará. 66. Israel, convertíos en los guías de la humanidad, dadle este pan de vida eterna, mostradle esta Obra Espiritual para que las diferentes religiones se espiritualicen en mi Doctrina y así el Reino de Dios sea sobre todos los hombres. 67. Vengo a daros leche y miel, porque sois el pueblo que tenéis que cumplir con una delicada misión, una misión que no será una cruz pesada en vuestros hombros. Sois el pueblo que una vez más me habéis reconocido y queréis levantaros llenos de espiritualidad para mostrar vuestro estandarte ante la humanidad. 68. Yo os he enseñado a vivir en armonía conmigo y a ser humildes y sencillos en todos vuestros actos y pensamientos. Yo os he enseñado que mientras el hombre alimenta sus guerras para darse muerte, vosotros debéis de ser los soldados de mi Divinidad, que llevéis en vuestras manos las armas de luz para combatir el odio y las tinieblas del mundo. 69. Ved, mi pueblo, cómo a vuestro derredor la humanidad se debate en su angustia y en su dolor y sois vosotros los indicados para llevarle el consuelo, el aliento y el amor de mi Espíritu Divino. 70. He aquí que, cuando hayáis cumplido en esta forma, sentiréis mi paz y de esta paz compartiréis a la humanidad. Despojaos de toda ambición material y revestíos de mi amor para que por vosotros se manifieste mi misericordia en todo el orbe terrestre. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 250 1. ¿Qué espíritu oyéndome hablar de la Tierra de promisión no siente el deseo de habitar en ella? La finalidad de mi comunicación entre vosotros es la de ayudar a vuestro espíritu a llegar a la morada de la luz y de la paz eterna, desde donde se percibe la grandeza de vuestro Creador. Un camino os ha sido trazado desde todos los tiempos, para que por él lleguéis a las puertas de esa eternidad, de esa vida que espera a vuestro espíritu. 2. Os he perdonado y os he aligerado vuestro fardo de restitución para que apresuréis vuestro paso, lavéis vuestras culpas y os sintáis confortados para emprender de nuevo la caminata. Grande es la misión y la lucha que tenéis en la Tierra, pero es mayor en estos tiempos de guerras y calamidades, en los cuales debéis aprender a orar con tal devoción que vuestro espíritu invisible e intangible a los demás, logre detener el avance de la guerra y extienda sobre los pueblos el manto de mi paz. 3. Esta nación donde moráis no es la Nueva Jerusalén, porque esa ciudad os espera en lo espiritual; pero ha sido elegida para mi manifestación en este tiempo y será como una puerta que os conducirá a la blanca ciudad que en su éxtasis contemplo mi apóstol Juan. 4. En vuestra ciudad penetrarán los extranjeros y a ellos les veréis como a hermanos por el espíritu, sin menospreciarlos por ser de otras razas. 5. Elevad unos instantes vuestro pensamiento y haré que a vuestro corazón llegue el rumor de la guerra, el lamento de los hombres, el dolor de las madres, el llanto de los niños, para que comprendáis vuestra misión y os levantéis a cumplirla. Tiempo de justicia es éste, en el que estáis viendo cómo al rico avaro y a la nación poderosa y egoísta les es quitado su poder; así como al que ha tomado lo ajeno sin el permiso de su dueño para aumentar su caudal, también le ha llegado el día de ver cómo otras manos le quitan lo que sin derecho poseía. 6. Vosotros, en vuestra pobreza material, pensáis que estáis exentos de mi justicia, mas os digo que os equivocáis, porque también podéis convertiros en ricos avaros de la riqueza espiritual que os estoy entregando. 7. Hoy os he invitado a elevar vuestro pensamiento para que tratéis de sentir el dolor que aflige a las naciones y he contemplado que no sabéis sentir aún el dolor de vuestros hermanos, aun cuando de ese dolor se halle saturado hasta el aire que respiráis. ¿Será menester que paséis por esa prueba y que apuréis ese cáliz, a fin de que podáis comprender el dolor que agobia a la humanidad? Tenéis aún endurecido vuestro corazón y no brota de él el agua cristalina del amor. 8. Bienaventurado el que se levante a servir a sus hermanos, porque ha visto las calamidades que les afligen; Yo lo haré descansar en mi seno después de concluida su labor. Recordad que cuando la vida os ha sonreído, habéis visto con indiferencia a los que sufren, y otros, después de haber conocido la miseria y habiendo llegado al esplendor, en vez de ayudar a los que a sus puertas llaman, los rechazan de su presencia v les dicen: id por vuestro camino, sufrid y luchad, como yo sufrí y luché y entonces tendréis lo que con tanto trabajo logré. 9. Mi Doctrina os enseña que la paz de que disfruta vuestro corazón a la luz de vuestro espíritu, la habéis alcanzado a través de grandes pruebas o sufrimientos. Yo os digo, que esas joyas las repartáis entre vuestros hermanos sin tratar de saber si han hecho méritos para poseerlas. 10. Mi palabra ha hecho en vosotros lo mismo que cuando resucitó Lázaro. Un hálito de muerte había penetrado en vuestro corazón destruyendo toda esperanza que hubiera albergado para llegar a sobrevivir a esta guerra que amenaza vuestra paz a cada instante. Mas al mismo tiempo que han llegado los rumores de la guerra, habéis tenido noticias de una congregación de corazones sencillos y humildes, y sin preguntaros más acerca de si seria verdad, si tal milagro seria posible, habéis venido en mi busca, porque sabéis que Yo soy la paz. 11. Al oír esta voz, todas las fibras de vuestro espíritu se conmovieron y habéis exclamado: "Eres Tú, mi Señor, quien habla". Sin embargo, vuestra fe no ha llegado aún a ser absoluta, porque estando conmigo aún seguís temiendo, como aquellos discípulos que navegaban conmigo en una barca, al ver que las olas del mar se encrespaban, gritaron: "Señor, Señor, sálvanos que perecemos". 12. ¿Por qué teméis, oh pueblo, si os encontráis refugiados bajo la protección de mi misericordia? ¿Por qué desconfiáis de mi poder? No hagáis con ello que vuestro esfuerzo por venir a escucharme resulte inútil y sea estéril. Daos cuenta de que muchos para oír mi palabra vienen de lejanas comarcas, otros tiene que vencer al escepticismo de su familia; otros se ven obligados a abandonar sus trabajos materiales y sus deberes del mundo y ese sacrificio no debe ser estéril. 13. Considerad que si en vez de dudas y desconfianzas, llegáis a depositar toda vuestra fe en mi palabra, ella, al quedar escrita con el fuego de vuestro amor en vuestro espíritu, os iluminará a cada instante y os fortalecerá en cada una de vuestras pruebas. 14. Mucho es lo que vuestro espíritu teme a las cadenas de la esclavitud, porque ya conoce el sabor de ese cáliz de amargura. 15. Amáis intensamente la paz, y ese anhelo de vuestro espíritu es el que me ha traído hasta vos, oh pueblo, porque sabéis que la paz se ha concentrado toda en Mi. Sería en vano que la buscaseis en las diversas instituciones humanas, entre los hombres del poder o entre las más avanzadas teorías de la ciencia moderna, porque ese tesoro lo ha perdido la humanidad. Cuando el hombre quiera recobrar ese don que ha desechado, tendrá irremediablemente que buscarlo en Mí, como aconteció con vosotros. 16. Clara y al alcance de todos mis hijos es la lección que he venido a daros, porque quiero prepararos para que seáis los emisarios de esta buena nueva, los que descubráis a la humanidad la mejor forma de buscarme para encontrar la paz. 17. Aquí tenéis cumplida la palabra que os di cuando en el Segundo Tiempo Jesús daba gracias a su Padre por haber ocultado su sabiduría a los sabios y entendidos, en cambio se la había dado y revelado a los humildes. Si, mi pueblo, porque los que llamáis sabios, se engrandecen y quieren humillar a los humildes, enseñándoles tan sólo lo que ellos consideran las migajas del pan, que de Mi han recibido; mientras que los pobres, los humildes, que si conocen las necesidades que la vida presenta y sus privaciones, cuando llegan a poseer algo, sienten que es demasiado para ellos y participan a los demás. Ahora agrego que, cuando el avaro se torne en generoso y el soberbio en humilde, llegarán al instante a gozar de cuanto tengo reservado para el que sabe practicar la virtud pues mi amor no es parcial, es universal, es para todos mis hijos. 18. Todo esto lo debéis de conocer porque si alguno quiere llegar a ser sabio en mi Doctrina, no olvide que para lograrlo, antes tiene que ser humilde como Salomón a quien hice rey y sabio al grado de que su nombre fue famoso y respetado en el mundo de aquella época, el que maravilló por la sabiduría de sus consejos y de sus juicios; pero todo su poder, su luz y esplendor cayeron bajo la fuerza de mi justicia, cuando faltó a mis órdenes. 19. Pueblo: luchad y trabajad por la paz, como Israel conquistó la Tierra Prometida después de tantas vicisitudes y conflictos por los que tuvo que atravesar y vencer. Yo sé que vuestro espíritu me comprende bien cuando le hablo de Israel, porque esa simiente la lleváis en vuestro ser y esa historia fue escrita en vuestra conciencia. 20. Ahí está su experiencia, evolución y luz, ahí está el libro abierto en su espíritu, señalándole la Ley y evitándole caer en error. He hecho que vuestro espíritu venga a reencarnar en este tiempo, lejos de antiguas posesiones terrestres que os hubieran materializado como ha ocurrido en otras razas y pueblos, para que vuestra única pasión fuera la de abrir una brecha espiritual a la humanidad, mostrarle por dónde encaminar sus pasos y conducirla a la paz de mi Reino de justicia y de amor. 21. Hoy venís en busca de caridad, y ¿Quién puede decir que no la ha recibido? Los enfermos han sanado, los caminantes cansados han encontrado paz y los hambrientos y sedientos de espiritualidad, han calmado su hambre y su sed; pero aún hay entre los que me siguen algunos que no han despertado, que dudan y piden pruebas para creer, a ellos les voy a conceder lo que necesitan, según mi voluntad, mas no son las posesiones terrestres las que voy a entregarles, tengo para mis hijos los bienes del espíritu y de ellos daré sin límite al que me los pida con sus obras de caridad y amor hacia sus hermanos. 22. Busco al espíritu que es parte de mi ser, para enseñarlo y guiarlo, quiero elevarlo y hacerlo llegar a Mí, mas no todos me reconocen, ni saben recibirme. El mundo y sus innumerables pruebas han amargado vuestro corazón y no tenéis fuerza para pensar en la vida espiritual y os digo que ahora que el mundo se ha vuelto hostil con vosotros, debéis buscar con más afán refugio en mi amor infinito. 23. Mi Doctrina cae lentamente sobre vosotros como gota incesante de agua cristalina, ella irá poniendo los cimientos de fe, de esperanza, de confianza para la obra que a cada espíritu le he encomendado. 24. Los elementos están desatados en contra del hombre, vosotros no debéis temer, porque sabéis que os he dado una potestad para vencer el mal y proteger a vuestros hermanos. Podéis ordenar a esos elementos de destrucción que se detengan y ellos obedecerán. Si permanecéis orando y velando, podréis hacer prodigios y sorprender al mundo. 25. Orad con limpidez, haced comunión con mi Espíritu, no busquéis para ello determinado lugar. Orad bajo un árbol, en un camino, en la cumbre de una montaña, o en el rincón de vuestra alcoba Yo descenderé a conversar con vosotros, a iluminaros y a daros fortaleza. 26. Cuando oigáis esta palabra, abrid vuestro corazón y dejad que su luz os vivifique, y después ya limpios y preparados, id por el mundo derramando el testimonio de lo que habéis recibido. Muchos me ofrecen llenos de alegría sus primeros frutos, mientras otros, temerosos ocultan su semilla. Estos pusieron todo su esfuerzo y no obtuvieron el fruto deseado, pero Yo veo su celo, su amor, y les digo: esperad, perseverad y recogeréis. 27. Velad para que la mala semilla no prospere, que no germine en la Tierra. Hoy que el tiempo es propicio para la siembra, trabajad y Yo os ayudaré a cultivar. 28. He dejado a vuestra nación a imagen de la segunda Jerusalén, pronto vendrán a ella hermanos vuestros de distintas razas, y al verla pródiga, se despertarán sus ambiciones y querrán despojaros. Os prevengo y os digo: Yo la he preparado para ofrecer paz a los espíritus; no quiero verles convertidos en señores y a vosotros en esclavos; os inspiro amor, justicia, equidad, para que viváis en paz. 29. Aprovechad el tiempo y analizad mi enseñanza porque ya se acerca 1950 en que dejaré de hablar por este medio; dejad que os corrija y os lleve paso a paso a la perfección. 30. María vela por vosotros y aunque no la miráis, sentís que su amor y consuelo se derrama en vuestro ser como un rocío de gracia. Los tristes han sido llenos de esperanza, los pecadores se purifican y todos habéis sido bendecidos y ungidos por Ella. Buscad en la Madre Divina el consuelo a vuestras penas. ¿Pensáis que les pueda negar su compañía y protección a sus hijos cuando es buscada con amor? No, pueblo, en su espíritu divino solo encontraréis amor, ternura y caridad. 31. Mujeres del mundo, imitad a María, evocad el tiempo en que vivió cerca de vosotros como mujer virtuosa y abnegada madre, y sentiréis llenarse de fortaleza vuestro espíritu. 32. Y vosotros, varones que habéis sido creados a semejanza mía y que vais por el camino de pruebas, sintiendo la justicia divina, llenaos de fortaleza, usad vuestros dones y regid con amor y prudencia vuestra vida. 33. Para fortaleceros os digo: comed de este pan y jamás moriréis. Bebed de esta agua cristalina y sed no volveréis a tener. 34. En esta Era he venido a comunicarme con vosotros bajo esta forma para preparar a vuestro espíritu para la comunicación de espíritu a Espíritu. Vengo a hablaros extensamente para que lleguéis a conocer la esencia divina de mi palabra y no os confundáis con otras doctrinas. 35. Os he hecho penetrar en un camino de regeneración para que no sintáis vergüenza cuando estéis en mi presencia y para que os sintáis dignos de escucharme. 36. Contemplo hasta lo más íntimo de vuestro corazón. Descubro aun lo que estáis por hacer, por eso no os extrañe que a veces os corrija antes de que hayáis faltado. 37. Así, cuando el Padre formó al mundo y le dio como destino el de ser un valle de expiación. Él ya sabía que sus hijos tendrían flaquezas y faltas en su camino, que sería menester una morada para que diesen el primer paso hacia la regeneración y el perfeccionamiento. 38. Cuando los primeros seres humanos habitaron la Tierra, en ellos puso el Creador su amor y les dotó de espíritu, encendió su luz en la conciencia, a la vez que les era dado el libre albedrío. 39. Y mientras unos lucharon por perseverar en el bien combatiendo todas las tentaciones con el fin de permanecer limpios y dignos del Señor y de acuerdo con su conciencia, otros, de pecado en pecado y de falta en falta, fueron forjando una cadena de pecados, eslabón por eslabón, guiados sólo por la voz de los sentidos, dominados por sus pasiones, sembrando el error y la tentación entre sus hermanos; pero al lado de estos espíritus turbados, también han venido mis profetas como ángeles mensajeros de mi Divinidad, a despertar a la humanidad, a prevenirle de las acechanzas y a anunciarle mi llegada. 40. Los espíritus de tiniebla, cruzándose en el camino espiritual de la humanidad, la confunden induciéndola a la idolatría, al paganismo, al fanatismo. 41. Mis profetas, mis enviados, mis siervos, han venido a combatir la perversidad y la mentira, han venido a padecer y a morir por sus hermanos, señalando con su índice el camino de la verdad, la justicia y el amor. 42. Buscad la palabra de los profetas y en ella comprobaréis que ellos os preparaban desde aquel tiempo y os hablaban de hechos que habían de cumplirse. Ved cómo Joel os habló de estos tiempos de manifestaciones espirituales. Daos cuenta que todos los profetas han combatido la idolatría para enseñar la comunicación de espíritu a Espíritu. 43. Cuando Cristo vino al mundo, ya la humanidad había pecado mucho, ya el diluvio había lavado la faz de la Tierra. Sodoma y Gomorra habían sido consumidas por el fuego y Babilonia había sido destruida. El venía a reclamar la desobediencia a su Ley y la sangre de sus profetas y también tuvo que ser juzgado y muerto por sus propios hijos. 44. El Verbo se hizo hombre y tomó carne de un seno virginal, habló de humildad, de perdón, de amor y elevación espiritual, y fue perseguido y juzgado. Siendo Dios, padeció y murió; como hombre, fue burlado y escarnecido. 45. Los hombres que han logrado penetrar en los misterios de aquellas revelaciones, han descubierto la verdad y ante ella hoy se inclinan. 46. Mas en este tiempo surge de nuevo la confusión, y los hombres llenos de soberbia en su falsa grandeza, tratan de desterrar del corazón humano el nombre de Jesús y su Doctrina, he ahí la tiniebla. Mientras, el Padre, en cumplimiento a la profecía de Joel, abre una nueva era y derrama su espíritu en toda carne y en todo espíritu se deja escuchar, se hace sentir y se deja contemplar, manifestándose en muchas formas. 47. La Naturaleza abre su seno y sorprende al mundo y a la ciencia al revelar secretos que han maravillado al hombre y que son voces que hablan de una sabiduría y un poder que está sobre todos los conocimientos humanos. Las tumbas guardan a los muertos, pero los espíritus se escapan y se materializan para dar testimonio de la supervivencia del espíritu. 48. Los ojos de los hombres, lo mismo en el niño, que en el joven o en el anciano, atraviesan lo material para profundizarse en el Más Allá y contemplar la vida espiritual. 49. Oíd estas bocas torpes y humildes hablaros de enseñanzas divinas, y comprobaréis que esta manifestación es de los más grandes de este tiempo anunciada muchos siglos antes. 50. ¿Quiénes no han tenido sueños que han sido verdaderas profecías y que luego las habéis visto cumplirse? Es el tiempo de la luz, del despertar del espíritu que se había aletargado con la ciencia, maravillado ante los descubrimientos materiales. 51. Los hombres también han llamado a este tiempo el de las luces, por su ciencia. Miradles como aves cruzando las alturas; vedles dominando los mares y la tierra, y cómo han encontrado luz para iluminar la noche. Cada día descubren fuerza y elementos para combinarlos y crear nuevas sorpresas para la humanidad, pero esa luz les ha cegado. El materialismo y la vanidad les ha hecho sordos a la voz del corazón y de la conciencia. 52. Hoy desciende al mundo la luz del Espíritu Santo para que los hombres levanten su faz y reconozcan que un solo Dios existe y una sola es su Ley en la que todos deberán unirse para que las obras de la humanidad sean grandes y dignas del Creador. 53. No os confundáis, porque antes de que el Sexto Sello se cierre, sucederán grandes acontecimientos, los astros darán grandes señales, las naciones de la Tierra gemirán y de este planeta tres partes desaparecerán y sólo una quedará en la cual brotará la simiente del Espíritu Santo como una nueva vida. La humanidad comenzará una nueva existencia unida por una sola Doctrina, una sola lengua y un mismo lazo de paz y de fraternidad. 54. Cuán lejos os encontráis del tiempo en que vivisteis bajo la ley natural llevando en vuestra conciencia la voz del Señor, quien dijo a los primeros: "Creced y multiplicaos, henchid la Tierra". 55. Ahora la espiritualidad os hará volver a la sencillez y a la naturalidad, pero llevando en vuestro espíritu la luz que a través de la larga jornada habéis recogido. 56. La luz de la conciencia que iluminó el primer paso del hombre y le acompañó por caminos y veredas, por cimas y abismos, le hará retornar al principio del sendero, la conciencia jamás se extravía porque es mi propia luz ¿Por ventura oísteis que ella alguna vez os dijera: matad a vuestro hermano, que os ordenara desconocer al padre que os engendró o a la madre que os concibiera? ¿Escuchasteis que ella os aconsejase tomar lo prohibido? No, mis hijos, buen guía, consejero y juez ha sido la conciencia, porque en la conciencia estoy Yo. 57. Es por eso que siempre os he dicho que doquiera que estéis me tenéis con vosotros. Entonces ¿Por qué si soy omnipresente me buscáis en objetos hechos por vuestras manos? ¿Por qué tenéis que penetrar en determinados recintos para decir: aquí está el Señor, porque ésta es su casa, cuando sabéis que soy universal? ¿Por qué os dejáis deslumbrar con festines y ornamentos si sabéis que en el esplendor de la Naturaleza y en el santuario interior de vuestro espíritu habito y me manifiesto Yo? 58. Estudiad mi Enseñanza como buenos discípulos y en vuestro espíritu habrá más luz. 59. Mientras mi palabra desciende día tras día entre vosotros, en unos se enciende la fe y en otros se levanta la duda; unos hacen propósitos de enmienda y otros dudan si en verdad seré Yo quien me limito en esta palabra, para creer y regenerarse. Estos sienten el deseo de contemplarme para creer en Mí y dejar de atormentarse, pero al no verme con sus ojos materiales, buscan fenómenos espirituales y sobrenaturales para encender su fe. 60. Otros cierran sus ojos tratando de penetrar en lo invisible para contemplar mi faz y en su esfuerzo han llegado a fatigarse; mas cuando su mente cansada ha penetrado en el sueño quedando el espíritu elevado en los espacios. Yo he descendido para conversar con ellos, darles mi enseñanza y encender su fe. Al despertar de aquel profundo sueño, tanto el espíritu como el cuerpo, se han sentido renovados y han contemplado la vida iluminada por una nueva luz. Entonces vagamente recordáis vuestro sueño y decís: yo soñé a Jesús, ¿En verdad habrá estado el Maestro conmigo? 61. En verdad os digo que el espíritu tiene muchos ojos para contemplarme. Reconoced este don y desarrolladle, porque por medio de él se cumplirá la palabra de aquel profeta que dijo que llegaría el tiempo en que la humanidad tendría visiones y sueños proféticos. 62. También os digo: estudiad bien estas lecciones para que no vayáis a buscar a los falsos profetas y videntes de este mundo y en ellos creáis. 63. En todos los tiempos he preparado vuestro espíritu para que él se comunique directamente conmigo y en este Tercer Tiempo ya debería de haber alcanzado una grande elevación; si eso hubiera sido, al venir Yo en espíritu, no hubieseis dudado, ni hubieseis querido tocarme con vuestras manos. 64. Cuando os hablo de los primeros tiempos, muchos nada entendéis porque ni siquiera habéis leído las escrituras. 65. Estoy manifestando mi tercera enseñanza desde el año de 1866 y estando todo predicho, muchos habéis dudado, unos por ignorancia y otros por confusión debido a malas interpretaciones. Por eso ahora que he preparado el aposento y la mesa para que vengáis a comer el manjar de la vida eterna, os he encontrado sin preparación y he tenido que manifestarme con infinita paciencia en espera de vuestra elevación y de vuestro despertar. 66. Regeneraos, apartad vuestro fanatismo religioso, dejad de ser hipócritas y egoístas y os sentiréis como nuevos seres; entonces no tendréis que preguntaros si seré Yo quien desciende entre vosotros, porque la limpidez de vuestro corazón dejará a vuestro espíritu sentir mi presencia. La fe es una de las mayores virtudes, alcanzadla. 67. Vosotros sois a cada momento ante los ciegos, ante los paralíticos, delante de los desahuciados; los tenéis que sanar con vuestra fe y encender la luz en los corazones de vuestros hermanos. 68. Entre vosotros existen ya ejemplos de lo que podéis lograr con vuestra fe en Mí; hay muchos testimonios de los prodigios que con la fe podéis lograr. 69. No dejéis que 1950 os sorprenda débiles en vuestra fe, porque grande será vuestra tribulación, porque os sentiréis como huérfanos. 70. Hoy me presento ante los caminantes para enseñarles el camino verdadero. No me detengo a juzgar si sus vestiduras son regias o miserables, sino a buscar en su corazón un santuario. 71. Al que va cayendo vencido por la fatiga, le ayudo a levantarse y le hago comprender que cuando ha blasfemado, ha rechazado mi fuerza y mi luz. 72. Orad para que vuestro ánimo no se altere en las pruebas, porque en un instante de violencia podéis cegaros y perder cuanto poseéis en vuestro espíritu. 73. Ahora podréis daros cuenta por qué la humanidad se ha ido despojando de todo aquello que la hacía grande y elevada espiritualmente. 74. He salido al encuentro de vosotros, porque os he visto próximos a caer en el abismo, dispuestos a pedir que vuestros días fueran acortados, mas al escuchar mi palabra os levantasteis comprendiendo que tendréis que morar en la Tierra hasta el instante marcado por mi Divinidad. 75. Para probaros que vuestros dones espirituales están nuevamente con vosotros, os he dicho: extended vuestras manos en mi nombre cuando estén desatados los elementos y veréis que ellos os obedecen. 76. Esos prodigios aumentarán vuestra fe y cuando menos lo penséis, os habréis convertido en mis labriegos; entonces recibiréis de vuestro Maestro lecciones más profundas para que alcancéis gran preparación y sepáis recibir a aquellos que vendrán a someteros a prueba y a los que querrán destruiros. 77. Si en verdad sabéis dar testimonio de mi palabra, veréis a muchos de vuestros hermanos glorificarme cumpliendo con el precepto que os dice Amaos los unos a los otros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 251 1. En este tiempo, os vais a maravillar, cuando veáis los prodigios que podéis hacer con vuestros dones, entonces ya no os sentiréis pobres ni desheredados, porque a cada paso tendréis pruebas de que os amo y de que he puesto en vosotros mi mirada. 2. Los dones fueron depositados en vuestro espíritu desde el instante de vuestra formación; pero fue necesario que Yo viniera a doctrinaros y que caminaseis mucho, evolucionando siempre para que esos dones comenzaran a manifestarse. 3. Este tiempo es precisamente en el que el espíritu de la humanidad ha sentido que está viviendo en una nueva era, que la ilumina la luz de un nuevo día. Ha experimentado un estremecimiento, una inquietud que le ha hecho despertar del profundo letargo en que se hallaban adormecidos sus dones y potencias. 4. Ahora la humanidad se interroga, sólo presiente, mas ya viene la hora en que exclame con certeza: ¡He ahí el camino! Y lo siga con fe. 5. ¿Quién podrá detener el avance del espíritu de esta humanidad, una vez que emprenda la marcha y qué poder logrará hacer cambiar la ruta trazada por mi luz? Nada ni nadie podrá detener el despertar espiritual de los hombres, cuando ellos se levanten en pos de la heredad y del mensaje que les ha traído el Tercer Tiempo. 6. Yo podía haberos despertado hace mucho tiempo, pero quise llegar a vosotros en el momento justo, cuando os hubieseis cansado del profundo sueño en que habiais caído y cuando el horror de vuestros pecados y de vuestras continuas guerras, os librase de las pasiones de vuestra materia. 7. Hoy un pueblo, mañana otro y pasado otro más, irán despertando iluminados por una luz interior que a todos les hablará de espiritualidad. 8. En el instante del despertar de esos pueblos, Yo estaré dispuesto a manifestarme ante ellos. Será la voz del Padre respondiendo al llamado de los hijos: pero en verdad os digo, que no a todos me manifestaré en la misma forma; por ejemplo: esta comunicación que he tenido con vosotros a través del entendimiento humano, sólo a vosotros fue concedida y podéis consideraros como el pueblo que primero despertó a la llegada de esta Era. 9. El tiempo para comunicarme en esta forma con vosotros, ya está señalado y no existe un espiritualista que ignore el año y el día para la terminación de esta etapa. 10. Al concluir mi lección entre vosotros, tendréis que prepararos para esparcir esta semilla por los pueblos de la Tierra, con lo que ayudaréis grandemente a vuestros hermanos en los instantes críticos de su despertar. Ellos ante la certeza de sus presentimientos, ante la realidad de mi mensaje, se prepararán para recibirme en forma espiritual y así como entre vosotros me manifesté y me derramé según la preparación de cada congregación y de cada portavoz, de la misma manera me derramaré en aquellos, según la espiritualidad de cada pueblo y la preparación que haya en sus congregaciones. 11. Escribid y guardad mi palabra para que, llegado el tiempo la deis a conocer, porque será cimiento y punto de partida para los nuevos pueblos que en el mundo vayan surgiendo a la vida espiritual. 12. No vayáis a dejar que mi mensaje vaya mezclado con la materialidad y los errores propios de quienes me han servido de instrumentos, porque entonces no habréis entregado limpio el fruto que he venido a confiaros. Os he enseñado durante mucho tiempo a conocer mi esencia divina, para que os apartéis de toda tendencia humana. 13. La luz de mi Espíritu seguirá los pasos de quienes me comprendan y se levanten mañana interpretando mis mandatos con la mayor fidelidad que les sea posible, porque ellos, en su camino, verán que su lucha, sus sacrificios y esfuerzos no han sido en vano. Yo llegaré a sorprenderlos en su labor, anunciándoles que ya les esperan otros pueblos, que ya pueden levantarse a sembrar, porque la semilla ha llegado a su madurez. 14. Habrá emoción espiritual y lágrimas de gozo en mis discípulos cuando sean testigos del cumplimiento de mi palabra 15, No tendréis que andar llamando a las puertas buscando quien os escuche, pues vosotros comprobaréis que serán vuestros hermanos los que os busquen y os llamen A Mí me basta que estéis preparados y Yo seré quien os señale los caminos, quien os inspire lo que debéis hacer y quien ponga a vuestro paso a quienes tengan que acercarse a mi pueblo en demanda de un testimonio de amor, de espiritualidad de caridad. 16. Cuando lleguéis formar con vuestra armonía el pueblo que Yo espero de vosotros, no tendréis que esforzaros en daros a conocer, porqué serán otros los que cumplan con esa misión, extendiendo de corazón en corazón la nueva de que existe un pueblo, en cuyo seno brilla la luz de un mensaje divino que es pan de vida espiritual para todos los hombres. 17. Confiad en Mí, pueblo. Yo os digo que si llegaseis a ser arrojados del seno de vuestra sociedad, si os rechazan de las ciudades en donde habitéis, os llevaré lejos de vuestros perseguidores, os llevaré al desierto, al monte, a los valles o a las riberas del mar y allá os alimenté, como alimenté al pueblo de Israel en el desierto, enviándole el maná. 18. Ahora traigo un nuevo maná para mi pueblo, el que pronto descenderá, en cuanto las pruebas agobien a mis escogidos. 19. Las pruebas llegarán, porque mi palabra jamás deja de cumplirse, servirán para unir a este pueblo, como Israel se unió en Egipto, bajo la esclavitud del Faraón. 20. Cuando lleguen las pruebas, quedarán en este camino únicamente los que me aman, los fuertes y los fieles; se apartarán los falsos, los hipócritas, los que temen al mundo, los que no me seguían por amor a Mí me bastará con ver unidos a los que en verdad me amen, para decirle al mundo: "Este es mi pueblo, ésta es mi simiente" 21. Os aseguro que ni agua, ni pan les faltará a los que me sigáis con toda la fe de su espíritu, porque nunca ha sido defraudado nadie en su fe. 22. Ya escucho que algunos me están preguntando en su corazón: "Maestro, ¿Cuándo será todo esto?" Es que sentís temor, es que tembláis cuando os anuncio las pruebas, mas Yo os digo, que quien tenga miedo, no venga al desierto, que se quede en la ciudad, donde gusta más de la opresión por haberse acostumbrado a la servidumbre y a la humillación, más cuando abra los ojos a la verdad y su corazón se llene de valor y de fe, venga al desierto, corra en busca de la libertad de su espíritu y de la paz de su corazón. 23. ¿Me preguntáis cuándo vendrá esa prueba? Os digo, que para algunos ya ha llegado y que luego se irá presentando a otros, hasta que todos quedéis preparados y fortalecidos. 24. Las pruebas llegan de una manera tan sutil, que muchas veces ni siquiera os dais cuenta de cuándo llegaron ni cuándo terminaron, ¿Qué sería de vosotros, si Yo os anunciase la fecha, el día y la hora para que las esperaseis? 25. Cuántos de vosotros estáis habitando ya en el desierto de que os he hablado en este día, y vivís alimentados con el nuevo maná. Son los que arrojados del seno de la sociedad han sido desconocidos por parientes y amigos. Son aquellos a quienes les han negado el saludo y se les han cerrado las puertas del trabajo; son también aquellos a quienes se ha juzgado de herejes, de traidores y apóstatas y han sido arrojados del seno de las religiones. 26. Sufrieron la calumnia, las malas miradas, las humillaciones, las burlas, el desprecio, mas todo lo sufrieron con paciencia, sabiendo que nada perdían y ganaban la gracia de escucharme. 27. Tuvieron que retirarse al desierto, pero no a un desierto material, sino a un retiro espiritual, aun cuando han seguido materialmente viviendo donde siempre han vivido. 28. Allí, en ese retiro espiritual, han encontrado una paz que antes no conocían, han tenido satisfacciones que antes nadie les daba y si al principio sintieron soledad porque no sabían percibir mi presencia, hoy me dan gracias porque nada les ha faltado y porque nadie les ha vencido. 29. La vida de frivolidades que antes llevaron, quedó atrás, todo lo falso, todo lo superficial pasó, porque para ellos llegó el tiempo de encontrar la verdad y abrazarse a ella con toda la fuerza de su ser. 30. Bienaventurados los hombres de buena voluntad y de fe, porque ellos no serán victimas de sus enemigos. Mi poder detiene la mano que a traición quiere herirlos, mi luz sorprende a quien acecha a su paso, para que sigan adelante sin detenerse, porque la Tierra Prometida les espera, en ella hay una fiesta preparada para cuando todos penetréis a su seno. 31. Mi palabra ha tocado las fibras de muchos corazones que me han dicho: "Señor, nadie como Tú para decir la verdad, porque efectivamente desde que nos levantamos a seguirte en este tiempo, tuvimos que resistir los juicios de nuestros hermanos que fueron como las hierbas amargas que tu pueblo comió la noche de la liberación en el Egipto". 32. Pensad en vuestra fe, oh pueblo amado, y veréis cómo aquellos mismos que os desconocieron, vendrán a engrosar vuestras filas, porque también a ellos se les hará el llamado, también a ellos se les brindará la oportunidad de liberarse de su vida materializada y falsa, para llenar el vacío de su espíritu con la divina esencia que desborda esta Obra. 33. El llamado puede llegar a todos al mismo tiempo; pero no todos pueden responder en el mismo momento. Unos estarán prestos a acudir, otros no podrán hacerlo porque su espíritu aún no ha evolucionado para levantarse al cumplimiento de su misión. 34. Os digo esto, para que cuando os hable de los llamados y de los escogidos, sepáis que en cada tiempo son muchos los llamados y pocos los escogidos, porque Yo selecciono solamente a los preparados y todos los que fueron llamados y no pasaron a ser de los escogidos, esperarán un tiempo y volverán a ser llamados. 35. ¿No recordáis que muchas veces os he dicho que Yo he llamado por primera, segunda y tercera vez a las puertas de vuestro corazón y que hasta que habéis estado alerta y preparados, habéis acudido a mi llamado? Por lo tanto no desesperéis ante aquellos a quienes llegue mi mensaje y no demuestran interés. 36. Cumplid con vuestra misión de dar a conocer mi palabra y sed conformes con el resultado inmediato o tardío de vuestro trabajo. 37. Venís a buscar en mi palabra la fuerza que sentíais que os faltaba para apartaros de lo superfluo que hay en vuestra vida y es que habíais dejado arraigar en vuestro corazón las costumbres, hábitos, tradiciones y vicios de vuestros antepasados. 38. Ahora ha surgido en vuestro interior la lucha, porque la voz de la conciencia se deja escuchar cada vez más clara; pero vuestro corazón aún le opone resistencia, porque él, en su materialismo, se inclina más por la materia que por el espíritu. 39. Yo bendigo vuestra lucha interior porque es signo de que sentís amor por Mí, de que concedéis verdad y justicia a mi palabra. 40. Hay instantes en que teméis que en vosotros triunfe la carne, porque vuestra fe y vuestro amor aún se sienten débiles ante las tentaciones es cuando acudís presurosos a escucharme, con la esperanza de encontrar en mi palabra las armas necesarias para combatir el pecado y las tinieblas. Llegáis contritos, apenados, deseando que, de ser posible, mi mirada no os descubriese, aunque sabéis que no escapáis ni un instante de mi vista. Luego, al recibir en vuestro corazón la ternura de mi palabra, dejáis correr el llanto, en un desahogo que instante por instante os aligera la carga. Entonces llegáis a pensar que si os he recibido con tanto amor, ha sido porque no he penetrado en vuestro corazón ni he descubierto en él todo lo que os avergüenza delante de Mí. 41. ¡Ah, párvulos pequeños y débiles, que no conocéis aún a vuestro Maestro! ¿Qué sería de vosotros que venís a buscar fuerza en Mí para ya no pecar, si en vez de palabras de perdón, de estímulo, de amor y de sabiduría, os recibiese con juicios y sentencias, con reclamos, amenazas y castigos? Acabaríais un día por dudar de estas palabras para luego entregaros en forma absoluta en brazos del materialismo. No digáis entonces que mi mirada no os descubre en los momentos en que os doy mi palabra a través del portavoz. 42. Ved a este grupo de labriegos, servidores en esta Obra: ellos llegaron también como vosotros, con el corazón lleno de sufrimientos y de pasiones desatadas, ellos también se conmovieron con mi palabra y supieron de la lucha interior del espíritu y de la carne y también creían que mi mirada no les descubría entre las multitudes, porque en mi palabra no les reclamaba sus pecados. Ahora están aquí, en mi campiña, desempeñando en paz una misión que Yo les he confiado, porque al fin la fe llegó a su corazón, porque la serenidad fue en su espíritu después de la lucha y porque comprendieron que jamás podrían escapar a mi divina mirada, que os sigue doquiera que vayáis. 43. Todavía el mundo y la carne les tienta y eso sirve para poner a prueba su amor, su fe y su lealtad y para que no duerman. Hay quienes suelen desafiar al mundo cuando todavía su fuerza espiritual no es lo suficientemente grande para librarlos de todas las caídas, esos son los que van cayendo y levantando, los que hoy se alejan y mañana retornarán hasta que llegue un día en que ya no sean débiles y sepan perseverar en la verdad hasta el fin. 44. De vosotros, que hoy venís acongojados porque no podéis dominar vuestras flaquezas, Yo haré nuevos labriegos, aunque os parezca imposible por ahora, que podáis ser útiles a alguien; entonces veréis realizarse un milagro en vuestro ser, porque contemplaréis vuestra transformación espiritual. Entonces el débil se sentirá fuerte y el incrédulo será ferviente. 45. Benditos sean los que al pecar se arrepienten y lloren por haberme ofendido. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque Yo he llegado para darles valor y hacerles triunfar del mundo, del pecado, del materialismo y el vicio. 46. Mañana tendréis que dar testimonio del milagro de vuestra conversión, del prodigio de vuestra regeneración. Mañana seréis un libro abierto ante vuestros hermanos y de vuestras páginas, o sea de vuestro pasado, extraeréis toda la luz de la experiencia y la sabiduría adquirida en mi Obra, para que la ofrezcáis a vuestros hermanos, como el fruto maduro de vuestra lucha, de vuestra preparación y de vuestro triunfo. 47. En las naciones, en las comarcas y aldeas, donde los hombres anhelan mi llegada, donde se presiente la presencia de mi palabra, llegará el testimonio de mis labriegos como un verdadero rocío sobre el espíritu sediento de los hombres. 48. Ya os he dicho que mis testigos y seguidores tendrán que ser negados, burlados y perseguidos; pero también serán creídos y bendecidos por otros, esa será otra lucha que también Yo bendeciré, porque habiendo lucha, habrá triunfo. 49. Para que todos los hombres de la Tierra puedan dar fe de la verdad de este mensaje, Yo he hecho que aquellas señales profetizadas en los tiempos antiguos, profecías que hablaban de mi nueva venida, fuesen sentidas en todo el orbe; así, cuando esta buena nueva llegue a las naciones, los hombres escudriñarán e investigarán cuanto se haya hablado en estos tiempos y sorprendidos y gozosos encontrarán que todo lo que fue anunciado y prometido para mi nueva venida, se ha cumplido fielmente, como corresponde a quien sólo tiene una voluntad, una palabra y una ley. 50. Os he dicho en mis enseñanzas, que la vida es la vía dolorosa del espíritu y el término de su existencia en la Tierra; es su calvario en el que procuraréis imitarme, poniendo en práctica mis ejemplos. 51. Dichosos los espíritus que saben llegar con fe y virtud hasta la cima, porque en el instante de desprenderse de la envoltura, experimentarán la caricia del Padre como premio a su fortaleza y a su amor. Esos son los que penetrarán sin tropiezo en la eternidad. 52. Mi palabra en este tiempo ayudará a los hombres a comprender todo el sentido de mi Ley y mi Doctrina y el cumplimiento que a ellas dé la humanidad, le proporcionará la felicidad. Felicidad del corazón y paz del espíritu, porque la dicha perfecta sólo la encontrará el espíritu en la morada a que él pertenece. 53. Cuántas oportunidades tenéis a cada paso de ser buenos y útiles a vuestros semejantes. Cada hogar es un campo propicio para sembrar mi semilla; cada ciudad y cada pueblo, son como tierra sedienta de caridad y amor, y Yo os vengo convirtiendo en sembradores para que roguéis vuestro consuelo entre la humanidad y sembréis la paz. 54. Obras, palabras y oraciones, son los medios que debéis y podéis emplear para cumplir en el mundo con la misión de servir y amar a vuestros hermanos. 55. Os he enseñado la oración perfecta, la que es el verdadero idioma del espíritu, la que pone al hombre en comunicación directa conmigo. 56. Os he dado el don de la palabra que es expresión de la luz que hay en el espíritu y del amor que atesora el corazón. 57. Pueblo, que escucháis mi palabra: no digáis que os estoy pidiendo demasiado, cuando Yo sé mejor que vosotros mismos de lo que sois capaces. 58. Hoy os sentís débiles, torpes, impotentes e indignos, porque examináis vuestro interior y descubrís muchas flaquezas, muchas necesidades que no os dejan sentir el dolor ajeno; pero primero voy a sanaros, a haceros sentir mi paz, a fortalecer vuestro corazón y a limpiar vuestro camino y entonces no sentiréis timidez, ni tendréis dudas, ni os sentiréis incapaces. 59. Por eso os he dejado escuchándome por un tiempo, fortaleciéndoos poco a poco en mi palabra, sin enviaros aún a las comarcas; mas cuando vuestro espíritu se encuentre saturado de mi esencia, no esperará pruebas ni señales para levantarse, porque sabrá recibir por inspiración cuanto deba hacer. 60. Orad, pueblo, y mientras oréis Yo derramaré mi paz en todos los pueblos de la Tierra, bendeciré vuestros hogares, iluminaré vuestros caminos. 61. Yo os daré una prueba de que es verdad cuanto os he prometido. ¿Qué prueba será ésa? La de que veáis realizarse en vuestra vida algo que hace tiempo estáis esperando, algo que para algunos es imposible obtener. A unos pronto les llegará lo ofrecido por Mí; a otros les haré esperar; pero en verdad os digo que no habrá uno que no reciba mi prueba de amor. Cuando esa gracia llegue a cada uno de vosotros, recordaréis mi palabra y aumentará vuestra fe. 62. No desesperéis, no derraméis vuestro llanto, sabed esperar esa hora practicando mi enseñanza, orando y velando. 63. ¿Veis cómo en estos instantes en que eleváis vuestro espíritu, os olvidáis de vuestras penas y os llenáis de mi paz? Procurad estar siempre delante de Mí, por medio de una práctica completa de mi Doctrina y veréis prevalecer mi paz y mi luz sobre vuestras vicisitudes y trabajos. 64. Comprended que vuestras penas no son inútiles, sino que tenéis la misión de templaros espiritual y corporalmente para que podáis formar parte del número de mis sembradores. 65. Los que van a llevar consuelo a los hombres, los que van a levantar a los que han caído, los que van a dar fuerza a los débiles, tienen que estar iluminados por la luz de la experiencia, tienen que estar templados en la lucha y en las pruebas. Que no les amedrente ningún cuadro de dolor; que no tiemblen ante la desgracia de un semejante; que no huyan del dolor cuando las manos se tiendan hacia ellos en demanda de caridad. 66. Allí, entre los que se han endurecido en el vicio y en el dolor, veréis surgir a muchos hacia la luz, buscando la regeneración y la espiritualidad; mas, para que esa inspiración llegue a ellos, tenéis que depositar en su corazón una verdadera prueba de fraternidad, una acción que sea el rayo de luz que aparte las tinieblas del que sufre. 67. Comprended, entonces, que el dolor que os ha acompañado en muchas formas, ha sido el cincel que interiormente ha estado modelando a vuestro espíritu, para el desempeño de una delicada misión. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 252 1. Pueblo, que habéis sido testigo de mi manifestación en este tiempo: sois el preparado para interpretar y quedar como un ejemplo para los postreros. Vosotros sabéis el porqué de mi venida, como también conocéis el porqué de mi partida, llegada la hora señalada por Mí. 2. Nada tenéis que temer del mundo por ser mis discípulos. No por ser humildes vais a ser indigentes, no confundáis la humildad del espíritu con la pobreza de la materia. No por ser espiritualistas vais a perder vuestros derechos de humanos, por el contrario, quien comprende y aplica a su vida la espiritualidad, es dueño de cuanto le rodea, y vive y goza con mayor intensidad que quien sólo ve y palpa lo material. 3. Hombres espiritualizados son los que van a ostentar dignamente el nombre de discípulos de Cristo en el Tercer Tiempo; hombres que sepan dar a Dios lo que es del espíritu y al mundo lo que es de la materia; hombres que hagan de todas las leyes una sola: que es la de amar a su Creador y amarle en sus semejantes. 4. Un hombre preparado espiritualmente por mi Doctrina estará capacitado para realizar obras sobrehumanas. 5. De su espíritu y de su cuerpo emanará una luz, una potestad y una fuerza que le permitirá realizar lo que la inteligencia sola no es capaz de llevar a cabo. 6. A ese grado de elevación quiero que lleguéis pueblo amado, porque entonces cada obra vuestra será un testimonio de mi verdad. De vuestra palabra, como de vuestra oración y aún de vuestras manos, brotará el bálsamo divino que será gozo y liberación de los enfermos del cuerpo o del espíritu, de vuestra palabra surgirá la luz que lleve la fe a los espíritus y vuestra oración será el medio por el cual se transporte el espíritu, sembrando a su paso el bien. 7. Ese es el fruto de los que me sigan y sepan interpretar y cumplir mis enseñanzas. 8. Velad desde ahora para que nunca vaya a ofuscarse vuestra mente, para que en las pruebas que tengáis que pasar, no vayáis a traicionar lo que hoy es vuestra fe. 9. ¡Cuánto gozo habrá en este pueblo cuando se haya librado de sus imperfecciones y esté practicando mi palabra según mi voluntad! 10. Por ahora aún tenéis muchos obstáculos que os impiden avanzar hacia la espiritualidad. Esos obstáculos sabéis que son vuestra falta de unión, vuestro apego a los cultos externos y la falta de verdadera caridad. 11. No se levanta aún de entre vosotros el pueblo fuerte, idealista y luchador, el pueblo en el cual la humanidad pueda encontrar al consejero, al doctor, al hermano, al guía. No aparece todavía entre vosotros el pueblo que en su unión y fraternidad se asemeje a un inmenso hogar, lleno de paz, de respeto y amor, donde el pan de uno sea de los demás y el techo de uno sea el de todos. 12. ¿Dónde está ese ejemplo? ¿Cuándo habéis luchado por un ideal así? 13. No es un reproche de lo que os digo, pueblo, es la palabra de un Padre que quiere sólo el bien para sus hijos y que para lograrlo tiene que señalarles sus errores y ayudarles a corregirlos. 14. Todavía estaré un tiempo más dándoos mi palabra y en ella seguiré haciendo revelaciones, seguiré descubriendo lo que tenía guardado para este tiempo, seguiré derramando en mi enseñanza la luz necesaria para que la humanidad se salve de la confusión que se aproxima. 15. Yo os he anunciado que llegará el momento en que veáis surgir muchos "espiritualismos" y que deberéis estar preparados para descubrir en quienes existe verdad y en quiénes impostura. 16. Veréis aparecer falsas comunicaciones atribuidas a Mí. Rumores de enviados divinos que traen mensajes al mundo; sectas con el nombre de los Siete Sellos y muchas doctrinas confusas e indefinidas. 17. Todo ello será producto de la gran confusión espiritual que la humanidad ha venido preparando, mas no temáis, procurad vivir velando y orando y no sucumbiréis en la confusión, porque mi palabra, en los momentos de mayor tiniebla, será luz que os haga contemplar mi verdad diáfana y perene. 18. Comprended que este tiempo es de estudio, de enseñanza y revelaciones. No seáis tardos ni negligentes porque más tarde lloraréis el tiempo. 19. Desarrollad vuestra intuición a fin de que vuestro espíritu os revele la misión de la que es portador. Dejad que él trabaje en mi Obra, dadle facilidad para cumplir la promesa que me ha hecho y que lleva escrita en la conciencia. Si Yo, vuestro Maestro, os prometí venir en este tiempo a iluminar con mi palabra vuestra existencia, ¿Por qué los discípulos no han de cumplir su palabra de retornar a Mí? 20. Yo no vine a sorprenderos con mi presencia en este tiempo, porque mi palabra quedó escrita y el mundo sabía de mi retorno: que a nadie extrañe que al llamarle a escuchar mi enseñanza sea con el fin de ratificarle los dones y misiones que en su espíritu deposité al enviarle a la Tierra. 21. Cumpliéndoos mi promesa os he dado una prueba de que mi palabra se ejecuta por sobre todo lo creado, para que así, cuando llegue la hora de hacerla cesar entre vosotros, nadie diga que no lo sabía, nadie diga que ha sido sorprendido, ni replique diciendo que no tuvo tiempo para prepararse. 22. Aprended desde ahora a respetar mi voluntad, acatando mis órdenes y amando cuanto Yo disponga. El que ama y hace mi voluntad, es mi hijo y es mi discípulo; el que no respete mi voluntad y haga la suya, es mi hijo, pero no mi discípulo, porque ni me ama, ni me imita. 23. En mi Doctrina vengo a daros las normas para que triunféis como discípulos de esta Obra, para que no tengáis tropiezos ni cometáis errores que después os hagan llorar dolorosamente. 24. Os digo desde ahora, que los que verdaderamente siembren esta semilla con la gracia con que Yo os la he confiado, caminarán en paz, se les abrirán las puertas que habían sido sordas a su llamado y aunque lleguen a ser combatidos, nunca serán derrotados en la lucha porque su virtud les hará salir avante en todas las pruebas. 25. En cambio, los que no escuchan la voz de su conciencia, los que desobedezcan mi palabra y me traicionen, estarán siempre a merced de sus enemigos, vivirán intranquilos y sentirán temor a la muerte. 26. ¿Será justo pregunto Yo a mis discípulos que una obra perfecta como es la que he venido a revelaros, la expongáis ante la humanidad a que sea juzgada como falsedad o a que sea, considerada como una más de las doctrinas y teorías surgidas en estos tiempos, como frutos de la confusión espiritual que reina? 27. ¿Estaría bien que vosotros, a quienes tanto he amado y preparado con mi palabra para que vuestro testimonio sea limpio, tuvieseis que caer en manos de la justicia de la Tierra, víctimas de vuestros errores o fueseis perseguidos y diseminados por consideraros nocivos a vuestros semejantes? ¿Creéis que mi Doctrina bien practicada, pudiera dar lugar a estos acontecimientos? No, discípulos. Dejadme que os hable así, porque Yo sé por qué lo hago; mañana, cuando haya dejado de hablaros en esta forma, sabréis por qué os hablé así, y diréis: "Bien sabia el Maestro de cuántas flaquezas íbamos a adolecer, nada escapa a su sabiduría". 28. Quiero que cuando mi comunicación haya concluido, tengáis una idea bien definida de lo que es esta Doctrina, para que le deis su debido cumplimiento, porque hasta el presente no han surgido los espiritualistas verdaderos entre las multitudes que han oído mi palabra. Hasta ahora no ha sido Espiritualismo lo que habéis practicado, sino una forma que habéis concebido de lo que es mi Obra, pero que dista mucho de la verdadera espiritualidad. 29. Necesitáis revestiros de fuerza para aceptar que os habéis confundido; debéis levantaros para enmendar vuestras prácticas, buscando con ahínco que brille entre vosotros la verdad y la pureza de esta Doctrina. 30. No temáis cambiar la parte exterior de vuestras prácticas y de vuestro culto, mientras no alteréis la esencia de mis enseñanzas. 31. Yo os daré vuestro galardón, premiaré cuanto esfuerzo y cuanto sacrificio hagáis por el mejoramiento de vuestras obras dentro del camino que os he señalado. 32. Muchos escudriñáis mi manifestación para convenceros si es o no verdad; pero muchas veces, en vez de escudriñarla en su esencia, la juzgáis en su exterior y llegáis por esa causa a confundiros. 33. Os he visto observar a mis portavoces hasta en sus menores movimientos, os he visto sorprenderos cuando los habéis visto llorar o ser tan humanos como vosotros, y entonces vuestro corazón ha estallado en blasfemias negándole verdad a mi comunicación. He oído cuando habéis dicho: ¿Cómo pueden éstos llamarse pedestales o portavoces de Jesús, si les he visto débiles, pequeños y humanos como cualquier mortal? ¡Ah, espíritus materialistas que sólo buscan la verdad en lo que pueden ver o tocar! también en aquel tiempo los hombres me juzgaron porque nací en la pobreza y se escandalizaron cuando vieron que mi cuerpo sangraba en la cruz y que mis labios se quejaban. ¡Pobres seres que no podían entender el misterio o el sentido de cada uno de mis actos! 34. A los que sienten en su espíritu mi presencia, les basta la esencia de mi palabra, la luz de mi enseñanza, el efluvio de mi amor, el consuelo de mi caricia espiritual. Esos son los que cierran sus ojos a todo lo exterior para buscarme con el espíritu, esos son los que me siguen siempre. 35. En los que sintieron la presencia de Dios en la palabra de Jesús, fue en los que quedó la esencia del sacrificio del Maestro como el sello divino del amor, como en este tiempo quedará la esencia de mi palabra en quienes me buscaron en espíritu. 36. ¿Será necesario que a cada paso os repita que mi reino no es de este mundo? 37. Mi palabra en este tiempo viene a recordaros lo pasado, a revelaros los misterios y a anunciaros lo venidero. Ella enderezará cuanto los hombres han torcido y desvirtuado, porque Yo, celoso de la verdad, vengo con la espada de mi celo y mi justicia a derribar todo lo falso, a destruir la hipocresía y la mentira, a arrojar nuevamente del templo de la verdad a los mercaderes. 38. Comprended que no tenéis que buscar en libros, en consejos o en mandamientos de hombres la verdad para alcanzar vuestra salvación. 39. Todos estáis para ser salvados, no encuentro a uno que esté ya en tierra firme, sois náufragos en medio de una noche de tempestad, en la que cada quien pugna por sí mismo sin acordarse de su hermano, porque su vida. 40. Y en verdad os digo: soy vuestro único Salvador, el que llega una vez más en busca de los que se han perdido, porque se alejaron de la ruta que es la Ley; vengo a iluminar vuestra senda para que lleguéis a tierra, esa tierra bendita que os espera, porque en su seno guarda infinitos tesoros para el espíritu. 41. Dejad, oh pueblo, que mi palabra endulce vuestro corazón, para que mañana sepáis amar a vuestros hermanos y ser con ellos en su dolor, como Yo he sido con vosotros en estas horas de pruebas. 42. Ayudad a que las ramas del Árbol que es esta Doctrina, crezcan y se extiendan sobre el mundo, dando fruto y sombra a tanto ser hambriento y cansado que peregrina sobre la Tierra. 43. Yo soy el Árbol y vosotros seréis los frutos por los que la humanidad habrá de reconocerme. 44. Si en vuestras obras existe dulzura y vida, habréis dado fiel testimonio de quién os ha doctrinado y os ha dado la savia del amor y la verdad. 45. La lección que en este Tercer Tiempo he venido a daros, es un nuevo testamentó que quedará unido a los de los tiempos pasados, porque los tres forman una sola revelación. 46. Mi luz iluminará el entendimiento de los hombres destinados a unir en un solo libro mis enseñanzas. 47. Mis siervos espirituales guiarán la mano de mis elegidos para que en ese libro no exista mancha alguna. 48. Las diferencias que entre este pueblo han existido, sus discusiones y su desunión, desaparecerán cuando os profundicéis en este libro y lleguéis a comprender la verdad de mi Obra. 49. Hoy no os dais cuenta de las consecuencias que vuestra desunión va a ocasionaros; pero en verdad os digo que mañana vais a llorar por causa de ello. ¡Cuántas veces os he pedido la unificación de pensamientos, de prácticas, de espíritus; cuántas han sido las que habéis desoído mi divino consejo! 50. Os he inspirado para que forméis un pueblo, dándoos el nombre de Nuevo Israel; os he dado misiones y cargos diversos para que en vuestra jornada y en vuestras luchas contéis con todos los elementos necesarios, como aconteció con Israel en el Primer Tiempo, cuando cruzó por el desierto, en pos de la Tierra Prometida; mas no habéis tratado de comprender hasta ahora mis mandatos, ni habéis querido observar el ejemplo de unión que aquel pueblo dejó escrito, ejemplo imborrable porque fue su armonía y su unión las que lo hicieron vencer las vicisitudes que en su camino encontró. 51. Una nueva Tierra de Promisión os espera a vosotros; pero aún os encontráis distantes de ella. Vais cruzando el extenso desierto, dejasteis atrás la esclavitud del Faraón y ya recibisteis la Ley, sin embargo, no habéis abandonado por completo la idolatría y sin daros cuenta adoráis a veces al becerro de oro. 52. Tendrán que llegar hasta vosotros las pruebas, los obstáculos y las persecuciones para que despertéis de vuestro sueño. Entonces si estaréis dispuestos para cumplir mis mandatos y celosos para velar por la Obra que os he revelado; como en aquel tiempo los israelitas construyeron el Tabernáculo y el Arca para guardar la Ley, porque las pruebas les habían despertado a la luz. 53. Vuestro Tabernáculo será ahora vuestro espíritu y vuestra Arca, la conciencia. Allí estará mi Ley iluminando la senda del Pueblo del Señor. 54. No ha surgido en este tiempo un hombre que, imitando a Moisés caminara delante de este pueblo alentando con prodigios su fe, pero con un poco de preparación podríais sentir la presencia espiritual de Elías, que es quien os guía, os alienta e inspira en esta jornada. 55. Están llorando las multitudes que me escuchan. Sólo Yo sé el porqué de sus quejas, sólo Yo conozco todos los obstáculos y dificultades que a su paso han encontrado y que las van deteniendo. 56. Perseverad, multitudes, sed fieles y veréis abatidos los obstáculos. Orad y trabajad, cada vez con mayor verdad, pureza y perfección, para que en vuestra misión encontréis el consuelo y la fuerza necesaria para sobrellevar las vicisitudes de la vida. Si así camináis, cuando menos penséis miraréis despejado el sendero y desaparecidos los tropiezos. 57. Vosotros sois mis campos, donde por ahora crece juntamente el trigo y la cizaña. No es aún la hora de segar, pero cuando ella llegue, serán juzgadas las obras de cada uno de vosotros, entonces dejaré en la Tierra a los buenos discípulos y levantaré de este mundo a quienes no hayan dado frutos de unificación y espiritualidad. 58. Velad y tened en cuenta mi palabra, no por haber recibido de Mi cargos y misiones muy grandes, os confiéis, creyendo que mi justicia nunca puede llegar hasta vosotros. Recordad a David y Salomón, quienes habiendo sido grandes delante de su pueblo, se durmieron en su grandeza, faltaron a la Ley y vieron llegar sobre ellos mi divina justicia, inexorable y sabia, cuando creían que por ser tan amados del Padre jamás serían tocados por El. 59. Pensad, ¡Oh pueblo! En las generaciones nuevas. Pensad en vuestros hijos como lo hicieron los patriarcas, quienes prepararon a sus pueblos para que supiesen recibir la llegada del Mesías. 60. Orad por los que vienen, preparadles el camino con caridad y amor, comprended que ellos tendrán misiones aún más elevadas que las vuestras y que será bueno que encuentren una huella de espiritualidad por donde caminar. ¿Cuál será esa huella? La de vuestra vida, la de vuestras obras. 61. ¿Por qué habéis de hacerme venir siempre con reclamos? Vengo a vosotros por amor, porque veo que lleváis dolor en vuestro corazón y quiero consolaros, porque quiero que llevéis en vuestro espíritu mi paz. 62. A veces me manifiesto ante vosotros como Juez, en ocasiones me tenéis como Padre, y siempre me presento como Maestro. Bajo estas tres fases tenéis la esencia divina que es Una: la Ley, el Amor, la Sabiduría, he ahí la Trinidad que existe en mi Espíritu. 63. Cerrad vuestros ojos y dejad libre el espíritu, para que él viva intensamente estos instantes de comunión con su Maestro. Dejadle que se sienta cerca de Mi como aquellos que en el Segundo Tiempo siguieron al Maestro por caminos, valles, aldeas, riberas y desiertos para no perder una sola de sus enseñanzas. Entonces podréis comprender el sentido figurado con que a veces hablo, cuando tomo de lo material de la Tierra para representaros lo espiritual y ponerlo a vuestro alcance. Veréis cómo mi palabra acerca al Reino de los Cielos a vuestro espíritu. 64. Venid, humanidad a que os enseñe Yo, ¿O queréis que sea el dolor quien os siga enseñando a lo largo de vuestra vida? 65. Venid a mi campiña a sembrar de fraternidad las tierras, Yo os aseguro que mi campiña no os defraudará como el mundo. 66. Aquí está el camino, frente a vuestro espíritu, invitándoos a tomarlo y a no deteneros jamás, porque cada paso que en él deis, será un paso que aproxime a vuestro espíritu a la morada perfecta que le espera. 67. Es muy breve el tiempo que aún estaré entre vosotros hablándoos en esta forma y quiero que aprendáis a hacer méritos para que en estos últimos años mi Verbo se desborde a través de estos portavoces. 68. ¿Cómo hacer para que las divinas inspiraciones sean como un premio a vuestros méritos? Con vuestra fe, vuestro ahínco y vuestra espiritualidad. Que exista en el seno del pueblo el amor, que se practique la caridad, que se ame la verdad. 69. De cierto os digo que si no os unificáis como es mi voluntad, la humanidad os dispersará, y os arrojará de su seno si viese que vuestra vida se aparta de lo que predicáis. 70. ¿Qué pasará si los hombres descubren que en cada recinto existe un culto diferente y una diversa forma de practicar mi Doctrina? No podrá concebir que Yo haya sido quien os enseñé. 71. Os confió los tres últimos años de mi comunicación para que trabajéis por la unión de este pueblo, unificación que abarque lo que sea espiritual así como lo exterior, para que vuestra labor, plena de armonía y de igualdad, sea la prueba más grande, de que a todos vosotros, en diferentes recintos y en diversas comarcas, os doctrino un solo Maestro: DIOS. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 253 1. Mi presencia en este día es de juez; mi luz penetra en el santuario de vuestro ser. 2. Vengo a recibir y también a dar, a recibir el fruto de la buena siembra y a daros nueva simiente que cultivar. 3. Vosotros llegáis ante mi presencia a darme gracias por los beneficios recibidos y por el buen resultado de vuestras obras en el sendero espiritual. Hay quienes llegan arrepentidos ante Mí, son los que traen el peso de algún remordimiento y ante mi voz de justicia se estremecen y se llenan de temor. Unos y otros buscan mi perdón y oran para que no les falte el sustento en los tiempos venideros. 4. Hoy principia un año entre vosotros, precisamente el penúltimo de mi comunicación por el entendimiento humano y es natural que mi palabra se manifieste justiciera para con el pueblo que por mucho tiempo ha recibido estas lecciones 5. Con fuego de amor y de justicia os haré comprender mi enseñanza escrita desde el principio en vuestra conciencia, para que mañana sepáis testificar sobre esta verdad. 6. Todas mis obras están escritas por Mí en un Libro que se llama: "Vida"; el número de sus páginas es incontable; lo infinito de su sabiduría, fuera de Dios que es su autor, no podrá ser alcanzada por nadie; pero allí, en cada una de sus páginas, existe un resumen en el que el Padre ha limitado cada una de sus obras, para ponerla al alcance de todo entendimiento. 7. También vosotros estáis escribiendo el libro de vuestra vida, en el que quedarán escritas todas vuestras obras y cada uno de vuestros pasos a lo largo del camino de evolución. Ese libro quedará escrito en vuestra conciencia y será la luz del saber y la experiencia con que mañana iluminéis la senda de vuestros hermanos menores. 8. Todavía no podéis presentar a nadie vuestro libro, porque ni siquiera conocéis su contenido; pero, pronto se hará la luz en vuestro ser y podréis mostrar a vuestros hermanos las páginas que hablan de vuestro desarrollo, de vuestra restitución y de vuestras experiencias. Seréis entonces un libro abierto delante de la humanidad. Bienaventurados los que se posesionen de su misión, ellos sentirán que ascienden por la escala que en sueños vio Jacob, que es el camino espiritual que conduce a los seres hasta la presencia del Creador. 9. Tomad con amor todas las pruebas de vuestra vida, sabiendo que son lecciones que ilustran a vuestro espíritu y lo fortalecen para caminar por el extenso camino que aún le falta recorrer; mientras mayor sea vuestra comprensión, más grande tendrá que ser vuestro amor hacia Aquél que os envió al camino de la lucha por el perfeccionamiento y que siempre os ha ayudado en el cumplimiento de vuestras pruebas. 10. Ciertamente Yo os pruebo, os toco y os juzgo; pero al mismo tiempo os sustento, os perdono y os levanto, jamás saldrá defraudado un espíritu de mi presencia, porque en Mi no cabe la injusticia. 11. Yo os bendigo, multitudes que habéis aprendido a escucharme en silencio, acallando los sollozos que os arrancan los abrojos del sendero. Vuestro labio calla, para no dejar alguna queja, en cambio vuestro corazón me bendice. ¿Cómo no ha de bendeciros a su vez el Padre, que así se siente comprendido por sus criaturas? 12. La luz se está haciendo en vuestro espíritu, es el tiempo en que las tinieblas se levanten del pueblo que ahora vengo buscando y reuniendo. 13. Muchas congregaciones forman este pueblo, y de cada una de ellas estoy recibiendo en este día su tributo o sea el fruto de su trabajo, a fin de que cada quien reciba el galardón según sus obras, sus aspiraciones e ideas. 14. El que vaya buscando honores y alabanzas del mundo, aquí las tendrá; pero ellas serán de poca duración y de nada le servirán el día de su entrada en el mundo espiritual; el que vaya en pos del dinero, aquí tendrá su retribución, porque fue a lo que aspiró; mas, cuando sea llegada la hora de dejarlo todo aquí, para presentarse en el Más Allá, no tendrá el menor derecho a reclamar compensación alguna para su espíritu, aunque crea haber hecho mucho en pro de la caridad. Por el contrario el que siempre haya renunciado a los halagos y favores, el que haya renunciado a todo galardón material, ocupado en sembrar el bien, gozando al realizar la caridad, ese no estará pensando en galardones porque no vivirá para la satisfacción propia, sino para la de sus semejantes. ¡Cuán grande será su paz y su felicidad cuando sea en el seno de su Señor! 15. Es menester dejar crecer los árboles para reconocerles por sus frutos, entonces será la hora del Juicio, en el que serán destruidos en el fuego de mi justicia de amor todos aquellos que hayan dado frutos venenosos, y sólo serán respetados los que hayan producido frutos de vida y de salud. 16. Así serán juzgadas las religiones y todas las sectas que existen en la Tierra, de manera que sólo queden aquellas que amen y sigan la verdad y desaparezcan todas las que la oculten tras el velo de la mentira, de la falsedad y de la hipocresía. 17. Sólo una Ley existe y por lo tanto, una sola forma de darle cumplimiento, es la que debéis buscar todos para que os encontréis unificados espiritualmente. 18. Juzgaos íntimamente en este instante, vosotros que oís mi voz; preguntaos si vuestro ideal es elevado y vuestras obras limpias; preguntaos si ya estáis preparados para que después de mi partida sepáis quedar entre la humanidad como patriarcas, profetas y apóstoles. Decid si ya os habéis espiritualizado, si estáis haciendo honor al nombre de espiritualistas que os he dado para designaros. 19. En el año de 1948, una conmoción ha sacudido a este pueblo, ha sido el toque de mi justicia que os ha venido a despertar, como en todos los tiempos, cuando habéis caído en el letargo del fanatismo o de la rutina. 20. Si desde que comenzasteis a tener mi manifestación en este tiempo, hubieseis tratado de comprender la esencia de mi Nuevo Mensaje, cuánto dolor, cuánta discusión y cuántas luchas interiores os hubieseis evitado; pero os inclinasteis como siempre, al culto exterior, que impide libertad y elevación al espíritu, y tuvo que llegar el instante de poner límite a vuestros errores. ¿Sois espiritualistas? Pues necesitáis demostrarlo en vuestro culto hacia Dios, en vuestra vida y en vuestras relaciones de los unos para con los otros. 21. Mientras unos han despertado comprendiendo cuál es la verdad y se han levantado pugnando por la espiritualidad, otros, aferrados a sus pasadas costumbres, se han abrazado a sus símbolos, a sus formas y a sus hábitos, diciendo que Yo os mostré todos los símbolos y que por lo tanto, son para ellos la ley. 22. La lucha ha surgido, mas no es la primera vez que esto sucede entre el Pueblo doctrinado por Dios. Ya en el Primer Tiempo, en uno de los mandamientos dictados por Dios en la cumbre del Monte Sinaí, les ordenaba a los hombres no emplear figura alguna que representase lo divino y al mismo tiempo les hacía comprender que el verdadero culto era el del cumplimiento de aquella Ley, que se encerraba toda en amor a Dios y en amar al prójimo. 23. Sin embargo, el pueblo creó infinidad de tradiciones, creciendo cada día en fanatismo y en idolatría. Ya el símbolo no era la forma a través de la cual se recibía la explicación de algo superior, sino el objeto de idolatría y de adoración. 24. Fue menester que viniese Yo al mundo a enseñaros el camino del que os ibais alejando, más cuando los sacerdotes y los fariseos se dieron cuenta de que Yo no venía predicando tradiciones, me acusaron diciendo al pueblo que mi palabra venia en contra de la Ley de Moisés. Ahí, mi voz se levantó para replicar a los hipócritas representantes de la Ley, que Yo no venía en contra de lo instituido por el Padre, sino a darle cumplimiento con mi vida, que lo que venía a borrar de los corazones, eran las tradiciones y las ceremonias inútiles, por las cuales se habían olvidado de cumplir con la Ley, o sea de "Amar a Dios amándose los unos a los otros". 25. ¿No creéis justo que ahora, en que vivís en el tiempo del Espíritu Santo, venga a apartar de vuestro corazón cuanta tradición y culto externo hayáis introducido en esta Obra, a la que conocéis por Espiritualismo? 26. Bien está que al iniciaros en cada una de las tres revelaciones, que a la humanidad ha entregado Dios, os hayan sido permitidos algunos símbolos y algunos actos para facilitar vuestra comprensión y asimilación de las divinas enseñanzas, mas no para que las conservaseis perpetuamente y mucho menos para que les adoraseis. Esa ha sido siempre la causa de vuestro estancamiento espiritual y la razón por la cual Yo he venido en todos los tiempos a rescataros del camino incierto para conduciros al verdadero sendero de la luz. 27. Ahora tampoco vengo a desconocer lo instituido por Mí en los tiempos pasados, sino a enseñaros a que le deis cumplimiento, elevando vuestra vida y vuestras obras a un grado mayor de espiritualidad que es al mismo tiempo verdad. 28. Así, cuando Yo deje de hablaros en esta forma, no tendréis necesidad de materias, ni de ritos, ni de formas, porque ya os habréis libertado de la idolatría y del materialismo, para buscar con el espíritu la presencia del Padre, que es también Espíritu. 29. Vais a penetrar en el seno de una humanidad cansada de cultos externos y hastiada de su fanatismo religioso, por lo que os digo que el mensaje de espiritualidad que vais a llevarle, llegará a su corazón como fresco y vivificante rocío. 30. ¿Creéis que si llegaseis con cultos fanáticos y prácticas opuestas a la espiritualidad, podría el mundo reconoceros como portadores de un mensaje divino? En verdad os digo que os tomarían por fanáticos de una nueva secta. 31. Ante la claridad con que os vengo hablando, hay quienes me dicen: Maestro, ¿Cómo es posible que desconozcamos muchas de las prácticas que ejemplo del Segundo Tiempo, cuando hice comprender al pueblo que por cumplir con ritos, formas, tradiciones y fiestas, se había olvidado de la Ley, que es lo esencial. Os recordé ese hecho de vuestro Maestro, para que comprendieseis que también ahora debéis olvidaros de tradiciones y ceremonias, aunque las hayáis aprendido de Roque Rojas, como en aquel tiempo el pueblo las había heredado de Moisés. 32. Ahora bien, no quiero deciros que ellos os hayan enseñado algo malo, no, ellos tuvieron necesidad de recurrir a símbolos y actos que ayudasen al pueblo a comprender las divinas revelaciones; pero, una vez logrado aquel objeto, ha sido necesario venir a borrar toda forma o simbolismo ya inútil, para hacer que brille la luz de la verdad. 33. Lo que vengo pidiendo de vosotros, es limpidez, desde el portavoz que transmite mi palabra, hasta el último de los párvulos. 34. La mayor responsabilidad pesa sobre los portavoces, porque a través de sus labios estoy explicando la Ley; pero ellos no han comprendido su responsabilidad. A ellos les digo: ¡Despertad! ¡Oíd la voz de vuestra conciencia! Mirad a este pueblo, inocente, ávido de mi palabra, se ha revestido de humildad y de conformidad ante lo que vosotros le ofrecéis, ¿Qué sería de vosotros si el pueblo se levantase exigiéndoos preparación espiritual? Y cuánta razón y derecho tendría, puesto que se trata de su fe, de su espíritu, de su paz en la Tierra y de su camino hacia la eternidad. 35. Portavoces, intérpretes de mi palabra, profetas del Tercer Tiempo, no es vuestra torpeza, ni vuestra pequeñez, ni vuestra pobreza obstáculo para que Yo pueda manifestarme por vuestro conducto ante la humanidad, es vuestro pecado y falta de preparación las que limitan la esencia y ocultan la verdad que Yo he traído para mi pueblo. 36. En verdad os digo que quien no se sienta capaz de espiritualizarse, mejor cierre sus labios, pero no mezcle tinieblas a la verdad, porque las multitudes que escuchen no saben separar aún la paja del trigo, o sea la mentira de la verdad, lo superfluo de lo esencial. 37. Mi palabra es severa y terminante, mas mirad que también esta manifestación está llegando a su término y es menester que vuestro mejor trabajo sea la coronación de la labor espiritual que os he confiado. 38. Sabed que esta palabra que ha brotado por vuestros labios, es el mensaje espiritual que viene a derrumbar reinados, imperios y tronos para que se establezca en el espíritu de la humanidad el Reino de los Cielos que es reino de amor, de paz y de justicia. 39. Hacia otras naciones he enviado emisarios de mi palabra, orad por ellos y con vuestro pensamiento dadles fuerza. Ellos levantarán simiente y congregarán multitudes, las que una vez espiritualizadas se unirán a vosotros, con lazos de fraternidad y comprensión. 40. Estoy preparando a nuevos enviados de mi palabra, que también tendrán que llevar esta Buena Nueva a otros países. Sobre todos extiendo el manto de mi paz. 41. Este tiempo que vivís, es de transición, de evolución, de pruebas, cambios y sorpresas. Vivid alerta, velad y orad y perseverad en mi Ley. 42. Hoy es la lucha, hoy se hacen méritos, hoy se sufre, se batalla y se trabaja; mañana, cuando todos estéis en Mí, cuando hayáis conquistado la perfección del espíritu, tendréis vuestra morada en el seno del Padre, donde llega y queda guardado todo lo que alcanza su perfección; seno que encierra sabiduría, perfecciones y bellezas que aquí no podéis concebir. 43. Mi palabra es el camino, la verdad y la vida que conduce a vuestro espíritu a la Tierra de Promisión; venid por él, no os perdáis, pueblo amado. 44. Mi rayo de luz se posa sobre la montaña y la vida desde donde os pregunto ¿Por qué aún os encontráis en la falda de ella, por qué no habéis logrado escalarla? 45. Muchos me escuchan con gran júbilo en su corazón, pero hay quienes al oír mi palabra se dejan invadir por una gran tristeza, éstos son los que a semejanza de Israel en el Egipto, se sienten esclavos, traen aún las señales del látigo y su hambre es de libertad y de luz. 46. Sabed que es por vosotros por quienes he venido, porque os he visto hambrientos y sedientos de justicia, de libertad y amor. 47. Venid y oíd esta voz, que viene a infundiros valor, a llenaros de fortaleza y a iluminaros para que le volváis la espalda al Faraón y salgáis de sus tierras, donde habéis sido cautivos, heridos y humillados. 48. Levantad la vista y contemplad la Divina Montaña cómo os invita a escalarla, venid a ella, tened fe en que llegaréis a la cumbre, caminad los primeros pasos, ascended y pronto vuestro gozo será grande cuando sintáis que las cadenas que os sujetaban y el yugo que os oprimía han quedado atrás. 49. ¡Oh pueblos de todos los tiempos, apartad de vuestro corazón la ingratitud, para que experimentéis verdaderamente la paz de vuestro Padre! 50. En esta senda los ciegos ven, los fatigados recobran la fuerza, los tullidos andan, los enfermos sanan, los tristes cantan de alegría. 51. Vengo a reunir de nuevo a mi pueblo y a ratificarle su misión espiritual ante la humanidad, convirtiendo a los parias en seres útiles a sus semejantes y a los que se creían desheredados haciéndoles profetas y doctores del espíritu. 52. Sois los que tendréis que testificar mi venida en este Tercer Tiempo. Sé que las naciones y las comarcas necesitan de vuestro testimonio; mas sabed que cuando os levantéis, ha de ser para mostraros como los hijos de la luz. 53. Antes quiero que comprendáis la grandeza espiritual de la misión que os estoy confiando, sólo así vuestro espíritu dará cuenta de la responsabilidad de vuestra misión. 54. Pero si creéis que Yo debo esperar hasta que sea vuestra voluntad prepararos para llevar este mensaje de luz al mundo, estáis en grave error, porque soy Yo el que viene a salvar a los hombres y a rescatar a su espíritu, vosotros sólo vais a ser precursores, anunciadores, profetas, servidores. Para cumplir estas misiones es para lo cual os estoy doctrinando. 55. Una esencia he depositado en el corazón de cada discípulo, esa esencia estará presente en vuestros pensamientos y oraciones, en vuestras palabras y en vuestras obras de caridad. 56. ¿No recordáis que os he dicho que seréis el sabor espiritual entre la humanidad? 57. ¿Qué más podéis desear en la Tierra que ser consejeros, guías y doctores espirituales de los necesitados? 58. La caridad es una de las flores más bellas del amor, y es precisamente la flor que quiero que se abra en vosotros para esparcir su esencia entre vuestros hermanos. En verdad os digo que si tenéis el ideal o el anhelo de darle grandeza a vuestro espíritu, os brindo el camino de la caridad, os ofrezco esa senda poco transitada por los hombres, para que a través de ella os elevéis hasta Mí. 59. Yo quiero que lleguéis al final de esta etapa con la satisfacción de haber permanecido fieles escuchando mis lecciones. Mi palabra viene a fortaleceros para que continuéis con firmeza hasta el fin de la jornada. 60. Muchas tentaciones y obstáculos habrán de presentarse a vuestro paso en los últimos días de mi comunicación, por lo que os prevengo y os doy la voz de alerta, para que veléis y oréis. 61. Sed fuertes, oh pueblo, que la prueba pasará, porque si no os sostuvieseis en la obediencia y en la fidelidad, y caeríais en tentación, os crearéis una cadena interminable de pruebas que confundirán a muchos entendimientos y acabará con la fe de muchos corazones. 62. Ya está trazado el plan para vuestra misión y no debéis apartaros de él. 63. Os he dicho, que una vez que ponga término a mi palabra, os daré tiempo suficiente para prepararos, estudiando, meditando y practicando entre vosotros mi enseñanza. Cuando Yo encuentre que mi pueblo se ha espiritualizado, abriré los caminos por donde habrán de encaminarse llevando el mensaje de luz que os he confiado para darlo a conocer a la humanidad. 64. Claro y sencillo es el plan que os he trazado para que no lo modifiquéis ni lo alteréis lo más mínimo si es que queréis llamaros espiritualistas. 65. El que anhele tener potestad para convertir a sus hermanos, poder para sanar enfermos como no lo habéis visto hasta ahora y virtud para obrar prodigios, sea fiel a mi Ley, sumiso a mis mandatos y nunca se verá huérfano de inspiraciones ni de fuerza para llevar a cabo obras grandes llenas de amor y de sabiduría. 66. El que desprecie los dones del espíritu y los frutos que brotan de la práctica limpia de mi Doctrina, porque le seducen más las alabanzas y las recompensas materiales, hártese de vanidades y de falsas satisfacciones que no alimentan el espíritu. Eso es lo que ama en la Tierra y lo que ha venido a buscar en mi Obra y Yo le concedo que lo tenga. Mas de cierto os digo a quienes no llevan a cabo lo dispuesto por Mí, que no salgan del estancamiento, ni renuncien a su fanatismo, a sus vanidades y a su materialidad: serán el obstáculo que no deje avanzar a los que aman mis mandatos y quieren llevarlos al verdadero cumplimiento. 67. ¿Con qué palabras o razones me responderán los que desobedezcan mis órdenes, cuando les presente al pueblo estacionado, envuelto en fanatismo y en tradiciones inútiles, cuando les presente a los pueblos que se quedaron esperando la llegada de los apóstoles del Tercer Tiempo? 68. Mi amor es el que os habla, mi luz que vela sin cesar sobre vosotros os previene, para evitar que os labréis el cáliz de amargura en vez del adelanto espiritual. 69. Yo os preparo para el día en que habré de hablaros por último; porque desde ese momento todo cambiará en lo espiritual para este pueblo. Por eso hace tiempo os he venido diciendo que no seáis tradicionalistas ni conservadores de formas exteriores, que no hagáis de vuestras prácticas, costumbres o hábitos que luego no podáis desarraigar de vuestro corazón. 70. ¿Creíais acaso que todo tendría que permanecer en la misma forma por tiempo indefinido? ¿Creíais que toda la vida ibais a estar reunidos dentro de estos recintos o estancias? No, pueblo, es menester que todo cuanto hasta ahora habéis tenido, desaparezca de vuestra vista para que sintáis surgir la luz de la verdadera espiritualidad. Hasta ahora no habéis comprendido la esencia de mi mensaje, ni la finalidad de esta Obra. 66. El que desprecie los dones del espíritu y los frutos que brotan de la práctica limpia de mi Doctrina, porque le seducen más las alabanzas y las recompensas materiales, hártese de vanidades y de falsas satisfacciones que no alimentan el espíritu. Eso es lo que ama en la Tierra y lo que ha venido a buscar en mi Obra y Yo le concedo que lo tenga. Mas de cierto os digo a quienes no llevan a cabo lo dispuesto por Mí, que no salgan del estancamiento, ni renuncien a su fanatismo, a sus vanidades y a su materialidad: serán el obstáculo que no deje avanzar a los que aman mis mandatos y quieren llevarlos al verdadero cumplimiento. 67. ¿Con qué palabras o razones me responderán los que desobedezcan mis órdenes, cuando les presente al pueblo estacionado, envuelto en fanatismo y en tradiciones inútiles, cuando les presente a los pueblos que se quedaron esperando la llegada de los apóstoles del Tercer Tiempo? 68. Mi amor es el que os habla, mi luz que vela sin cesar sobre vosotros os previene, para evitar que os labréis el cáliz de amargura en vez del adelanto espiritual. 69. Yo os preparo para el día en que habré de hablaros por último; porque desde ese momento todo cambiará en lo espiritual para este pueblo. Por eso hace tiempo os he venido diciendo que no seáis tradicionalistas ni conservadores de formas exteriores, que no hagáis de vuestras prácticas, costumbres o hábitos que luego no podáis desarraigar de vuestro corazón. 70. ¿Creíais acaso que todo tendría que permanecer en la misma forma por tiempo indefinido? ¿Creíais que toda la vida ibais a estar reunidos dentro de estos recintos o estancias? No, pueblo, es menester que todo cuanto hasta ahora habéis tenido, desaparezca de vuestra vista para que sintáis surgir la luz de la verdadera espiritualidad. Hasta ahora no habéis comprendido la esencia de mi mensaje, ni la finalidad de esta Obra. 71. Bien está que los primeros, carentes de doctrina y de enseñanzas, no acertarán a definir la esencia de una revelación que acababa de sorprenderles, pero vosotros, que vais a ser de los postreros, de los que testifiquen el final de esta etapa, ¿Consideráis justo que conservéis los errores de los primeros y sigáis ignorando la esencia de este mensaje, como lo ignoraron los que contemplaron tan sólo el alborear del Tercer Tiempo? 72. No, me dice vuestro corazón. Os digo a todos, que este convencimiento que en estos instantes tenéis no vaya a abandonaros en la hora de vuestras tentaciones. No olvidéis que en este día os digo que a cambio de vuestra obediencia y de vuestra rectitud tendréis la paz en vuestro hogar y en todos los caminos que recorráis. 73. Haced todo cuanto podáis por penetrar preparados y fuertes en el tiempo de la confusión, que se avecina. No vayáis con vuestra confusión a aumentar la que originen las sectas, las religiones, las filosofías y las doctrinas, llegado el tiempo en que todas se disputen la verdad. 74. Quiero que este pueblo, doctrinado en forma espiritual por Mí, penetre sereno, consciente, celoso y humilde en ese tiempo, y que su presencia sea un rayo de luz y un hálito de calma sobre aquella tempestad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 254 1. Vengo a recibir y a daros, vengo a escucharos y a que me escuchéis. 2. Incontables veces me he manifestado como Padre y como Maestro, hoy es mi voluntad mostrarme cual juez, porque os confié un año del cual vengo a pediros el fruto. En la eternidad ese lapso de tiempo es sólo un instante, pero las obras hechas por vosotros dentro de él quedan anotadas en un libro donde vais escribiendo la historia de vuestra vida. Ese libro espiritual, escrito en la conciencia, guardará la huella de vuestras luchas por alcanzar la meta y será el que representéis ante el supremo Juez. 3. Hoy sólo me mostráis una página que representa un átomo de tiempo en el cual disteis un paso hacia adelante en el camino de evolución. 4. A medida que vayáis escalando, vuestras obras irán alcanzando mayor perfección e iréis concibiendo más grande y profunda mi Obra, para ello os inspiro confianza en mis promesas, os levanto, os despierto y os sano. 5. Quiero recibir vuestro fruto porque lo habéis logrado con un ideal de amor, con esfuerzo y con el fin de agradar a vuestro Padre. En medio de pruebas habéis luchado, sobre guijarros habéis caminado, han llorado los ojos de vuestro cuerpo y ha sollozado también vuestro espíritu. 6. Calla vuestro labio y no se queja el espíritu en este instante y toda la amargura recogida la convertís en esperanza en Mí y en perdón para vuestros hermanos. Yo os bendigo por vuestra obediencia. 7. Sentís que despertáis a un nuevo día, que estáis dando un paso hacia adelante y que desde ahí os ilumina aún más vuestra conciencia y me comprendéis mejor, también medís con mayor certeza vuestra responsabilidad contraída ante el Padre y ante el mundo. 8. Hoy sabéis que el tiempo es tesoro precioso que no debe desaprovecharse y que vuestros dones son como joyas que no deben permanecer ocultas. 9. El tiempo de las tinieblas y la ignorancia ha pasado para vosotros; hoy, cual apóstoles, sabéis lo que decís, lo que hacéis y lo que pensáis y procuráis hacer méritos para haceros acreedores a mis bendiciones. Vivís en medio de la luz y si alguno se cegara con ella, será por falta de limpidez en la mirada. 10. Yo derramo mi gracia sobre todos en la misma forma, pero cada quien la recibe según su preparación o elevación espiritual. 11. Estoy recibiendo el resultado del trabajo de seres encarnados porque la vida material está medida por el tiempo. Cuando penetréis en la vida espiritual, veréis que la eternidad no puede medirse por horas, días o años, porque el tiempo no tiene acción sobre lo espiritual. 12. Estoy presente, invisiblemente delante de toda la humanidad porque la vida palpita en Mí, porque soy un Padre, el único que con perfección puede juzgar su vida y sus actos. La veo agitarse en el caos, llevando la guerra en el corazón y aún en el espíritu, llevando el arma homicida y destructora no sólo en las manos sino en el corazón y desatando la lengua como verdadera espada de dos filos. Unos atacan, otros se defienden. Unos siembran la muerte mientras otros se aferran a la vida. Y como una sombra se va extendiendo el manto de las nuevas doctrinas que avanzan de corazón en corazón y de espíritu en espíritu. Ante esa amenaza tiemblan hombres y pueblos, y se preguntan por qué el Omnipotente no impide el avance de estas calamidades. A lo que el Padre contesta: Yo les permito germinar, crecer, florecer, extenderse y fructificar, para que eso árboles sean reconocidos por la humanidad por sus propios frutos. 13. Las doctrinas, las teorías e ideas se extenderán en el mundo, para que los hombres, después de haber comido de todos los frutos, puedan volver sus ojos al árbol de la vida y comprender que el verdadero fruto, el que tiene dulzura en su sabor y vida en su substancia es el que os ofrecí en mi Ley de amor desde el principio de los tiempos. 14. La paz de los hombres es perecedera, sólo la paz que Yo os ofrezco es eterna. 15. Os hablo a través del entendimiento humano y mi palabra es la misma semilla de amor que siempre he sembrado en vosotros. 16. Os he dado fuerzas, más no para que impongáis mi voluntad por medio de ella a vuestros hermanos. He libertado a vuestro espíritu, mas no para que llegue a hacer mal uso de esa libertad. Mis armas son la verdad, el amor, la caridad, la paz, el perdón. 17. Para que podáis representarme dignamente y ser mis testigos fieles, debéis aprovechar mis enseñanzas y profundizaros en mi palabra, para no caer en confusiones que os dividan, haciendo que mientras unos defiendan y traten de conservar los cultos exteriores y las tradiciones, otros se levanten pugnando por la esencia y la espiritualidad de mi Doctrina. Recordad que en el primer precepto de la Ley que por Moisés di a la humanidad, dije "No haréis imagen ni semejanza de las cosas del Cielo para postraros a adorarlas". Desde entonces quedó trazado con claridad el camino para el hombre y el camino para el espíritu. 18. No se concretó Moisés a transmitir a los hombres el Decálogo, también instituyó leyes secundarias para la vida humana, e implantó tradiciones, ritos y símbolos dentro del culto espiritual, todo de acuerdo con los pasos que daba entonces el espíritu humano. Pero vino el Mesías prometido y borró tradiciones, ritos, símbolos y sacrificios, dejando intacta solamente la Ley, por eso cuando los fariseos dijeron al pueblo que Jesús venia en contra de las leyes de Moisés, les respondí que Yo no venía contra la Ley, antes bien venía a darle cumplimiento, y que si mis enseñanzas venían borrando las tradiciones, era porque el pueblo por cumplir con ellas se había olvidado de observar la Ley. 19. El caso se ha repetido en este tiempo, pueblo. En 1866 mi presencia a través del entendimiento humano fue revelada a Roque Rojas, quien os la dio a conocer, mas él también creó tradiciones, cultos y símbolos, para ayudaros a comprender el sentido de las revelaciones. 20. Ahora que está próximo el momento en que os deje de hablar bajo esta forma, quiero borrar de vuestro corazón todo el materialismo y fanatismo que pueda existir en el interior de vuestro culto y prácticas, para que podáis ostentar dignamente el nombre de discípulos del Espíritu Santo; pero comprended que si he venido a borrar tradiciones y costumbres superfluas, no por eso estoy en contra de mi Ley, pues como en el Segundo Tiempo, por cumplir con las tradiciones, podéis faltar al verdadero culto espiritual y vuestros deberes para con la humanidad. 21. Si ya estáis libres de todo materialismo en vuestro culto al Padre, no os levantéis vanidosos creyendo haber escalado la cúspide de la espiritualidad, desde donde creáis ver pequeños a todos los que profesan sectas o religiones, porque mirando la paja en el ojo de vuestro hermano Yo os podré descubrir la viga que cargáis. 22. La humanidad se encuentra cansada de tradiciones, de formas y ritos, quiero mostrarles la luz de mi Doctrina como remanso para el espíritu fatigado de buscar la luz. 23. Pueblo: Dejadme ser vuestro juez, escuchad mi voz que os habla en vuestra conciencia; no busquéis aún en Mí el galardón o la alabanza, no vengáis en pos del premio, porque si Yo os adelantase estas satisfacciones, no las sabríais poseer y os convertiríais en reyes. Venid a buscarme humildemente como el más pequeño de mis hijos. Si traéis un remordimiento, inclinaos ante Mí, que Yo sabré ser vuestro juez y os hablaré con suma verdad. Yo os corregiré con caridad. Entonces veréis mas allá de mis palabras, la promesa divina de algo jamás presentido, de algo superior a todo anhelo. 24. Os doy el don de la palabra para que ella despierte como la voz de las campanas a los que duermen, para que lleve esencia, bálsamo y vida. 25. No esperéis que las calamidades hagan que la humanidad vuelva a Mí; velad, orad y sembrad, y entonces la luz y la paz de mi Espíritu irán avanzando de corazón en corazón. 26. Mi palabra, a pesar de que pasa por el cerebro y los labios del hombre, es de luz y amor. Preparaos, multitudes y dejadme manifestar a través de mis portavoces, y vosotros que habéis sido escogidos para esta alta y delicada misión, preparaos más. El que no se sienta capacitado para transmitir con pureza mi palabra que se prepare; si no puede hacerlo mejor calle y selle sus labios. Pero tened en cuenta que vuestra pequeñez, vuestra torpeza o vuestra humildad, no son un obstáculo para mi comunicación; del torpe y del rudo me he venido sirviendo, para sorprender al mundo. Lo que Yo reclamo es la impureza, el pecado. 27. Quiero que os hagáis dignos de que en los últimos años de mi palabra, mis revelaciones se suceden las unas a las otras y no sean reclamos los que se escuchen bajo las bóvedas de los recintos. 28. He recibido el tributo de toda la Creación, desde los astros mayores hasta los seres menos perceptibles a vuestra mirada. Todo está sujeto a evolución, todo camina, todo avanza. Todo se transforma, se eleva y se perfecciona. Cuando haya alcanzado la cumbre de la perfección, mi sonrisa espiritual, como una aurora infinita será en todo el Universo, del que habrá desaparecido toda mancha, miseria, dolor e imperfección. 29. He aquí mi justicia en el fondo de mi palabra. 30. Multitudes: Mi palabra es la llave con la que vengo a abrir vuestro corazón, ese corazón que tan poco ha latido para Mí. 31. Hoy comenzáis el segundo año de los tres últimos que os fueron confiados para vuestra preparación. 32. ¿Qué habéis logrado hasta este día? Nada en lo absoluto; después de vuestro examen ante la luz de vuestra conciencia, habéis comprendido que no habéis dado un sólo paso de adelanto hacia la unificación y hacia la espiritualidad. 33. Os habéis familiarizado con mis reclamos y por eso permanecéis recostados indolentemente, mas, no os confiéis demasiado, desechad la creencia de que voy a prolongar el tiempo de mi manifestación entre vosotros, porque si cayeseis en ese error, viviréis engañados y engañando. 34. ¿Quién osará pedir una nueva oportunidad, después de las que le he concedido? Sólo el necio o el ignorante, más vosotros no sois ignorantes, puesto que os he hablado sin cesar año tras año. 35. ¿Por qué os digo esto? Porque veo el deseo y la intención oculta en el fondo de algunos corazones, intención y deseo que aún sin haberlos llevado a cabo, ya están profanando la verdad y la pureza de mi Obra. 36. Ese deseo de que mi palabra prosiga indefinidamente, de que todo siga como hasta ahora, es una prueba de que el tiempo precioso que les fue confiado, lo han desaprovechado y ahora quisieran un tiempo más, para poder hacer algo, mas cuando el tiempo señalado haya llegado a su término, nadie podrá hacer variar una determinación divina, porque intentarlo, equivaldría a negarle perfección a lo dispuesto por Dios. 37. No vayáis a pasar sobre mis mandatos, oh pueblo, porque si alguien lo hiciere, será testigo de mi justicia y verá venir sobre esta nación a los elementos desencadenados, haciéndole comprender su desobediencia, ya que no supo obedecerme a pesar de mis palabras de amor. 38. ¡Qué amargura y qué vergüenza para esos espíritus, cuando despierten de su equivocación y se den cuenta de su retraso espiritual, al ver que todavía el Padre tiene que despertarles y tocarles a través de los elementos, como acontecía con los hombres de la antigüedad! 39. Yo levantaré de entre este pueblo toda la simiente impura y sólo dejaré la buena semilla, por la cual pueda reconocerme mañana la humanidad. ¿Cómo podrían los hombres mirar el esplendor de mi verdad a través de un pueblo confundido, desobediente o fanático? 40. Estos días de preparación, son de profunda meditación para vos, pueblo, con el fin de que después de esa reflexión y de ese examen ante la conciencia, elijáis la senda que vais a seguir, con la advertencia de que, quien haga mi voluntad podrá caminar en paz, y el que haga la suya, tendrá que decidirse a aceptar las pruebas que, llegado el tiempo, inexorablemente le tendrán que sorprender. 41. El que acate mis mandatos habrá paz verdadera, porque será hombre de buena voluntad para obedecer a su Padre; en el que desconociera mis órdenes, no habrá un instante de paz; escuchará incesantemente el reclamo de su conciencia y vivirá en continuo sobresalto. 42. No estoy sentenciando a nadie, me concreto a revelaros a tiempo lo que podréis encontrar como resultado natural de vuestras obras. Os lo digo a tiempo, porque os amo y para que lo evitéis; para que miréis de frente hacia la verdad y no os desviéis del camino. 43. El desobediente siempre es soberbio, más ¿Quién es el que cree tener derecho de hacer su voluntad o hacer variar la voluntad del Padre? ¿Quién cree haber recibido por verdaderos merecimientos, los dones que en si lleva? ¿Quién cree que este pueblo me sea indispensable para el cumplimiento de mis planes divinos? 44. No dejéis que vuestra mente se ofusque, no acalléis la voz de la conciencia, no dejéis que las tentaciones de la materia hagan flaquear a vuestro espíritu, porque sería muy doloroso. 45. Velad y orad para que nunca os falte la fuerza, meditad, juzgaos a vosotros mismos severamente y vuestra conciencia estará presta a derramar su luz en vuestro entendimiento y en vuestro corazón, para que reine entre vosotros la paz. 46. Mi lección prosigue mostrando hoja tras hoja el Libro de la Vida a vuestro espíritu, porque él habrá de quedar fuerte y preparado para cuando termine este tiempo de enseñanzas. 47. Si en verdad anheláis elevaros como los profetas del Primer Tiempo, y como ellos, ser faros de luz en el sendero de la humanidad, id hacia la espiritualidad, que no será difícil encontrarla, ya que cada una de esas enseñanzas, es una lección de espiritualidad para los hombres. 48. Quiero que sepáis que antes de que empiecen a llegar al mundo aquellas generaciones de hombres espiritualizados que os he anunciado, este mensaje será extendido en las naciones y los pueblos, a fin de que cuando ellas vengan a la Tierra, encuentren las sendas preparadas por el pueblo que oyó la voz del Señor y por los que a este pueblo se unieron porque creyeron en su testimonio. 49. Os estoy invitando incesantemente a dar nuevos pasos en este camino que es de eterna ascensión. No os detengáis, y cuando lo hagáis, que sea con provecho, porque hayáis tenido que madurar algún propósito, que afirmar la fe o que meditar, más, después seguid hacia adelante. 50. ¡Cuántos en su corazón me están diciendo: Maestro, ¿Por qué en este tiempo no vinisteis a nosotros en cuanto hombre, para poder contemplar vuestra presencia? Y Yo os contesto con otra pregunta: ¿No os dais cuenta de que al desear en esta forma mi presencia en el mundo, estáis pidiendo nuevamente mi sangre? Tenedme así: En Espíritu, invisible sólo a vuestros ojos materiales, pero perceptible a todos los sentidos de vuestro espíritu. En aquel tiempo derramé mi sangre para sellar con ella el amor que en mi Doctrina prediqué, ahora estoy derramando esencia divina sobre de todos, como una prueba de que mi amor por los hombres, a pesar de sus ingratitudes, es el mismo, y que por eso me aproximo a ellos, para enseñarles el sendero luminoso que les lleve a habitar conmigo en mi Reino por la eternidad. 51. Otros, espiritualmente me dicen: "Si al menos esta palabra que con tanto amor nos habéis hecho oír, no la apartaseis nunca de nosotros". A éstos Yo les digo, que si verdaderamente aprovechan mis enseñanzas y tratan de comprender mis propósitos, no les será doloroso renunciar a esta comunicación, cuando llegue la hora de darla por concluida. Y no os será doloroso, porque vuestro espíritu quedará impregnado de mi esencia y saturado de mi luz, mas si algunas, o muchas de mis enseñanzas no las hubieseis podido retener en vuestra memoria, por eso he ordenado la formación del libro que contenga mi palabra de este tiempo. En ese Libro que se haga de mis divinas lecciones, encontraréis el arca verdadera que los primeros espiritualistas no lograron comprender y por eso tuvieron que representar con objetos o símbolos. 52. El Arca verdadera está en mi palabra, porque quien la abra, y penetre en ella con respeto, espiritualidad y amor, encontrará en su fondo la sabiduría, la profunda revelación, la profecía y todos los dones del espíritu. A esa Aurora os asomaréis cuando ya mi palabra no sea escuchada a través de los imperfectos portavoces humanos y seréis testigos de cómo en medio de vuestras meditaciones, en los instantes en que estudiéis o en los momentos de vuestra oración, sentiréis llegar a lo más sutil de vuestro ser, una luz superior, aclarándolo todo, una influencia paternal envolviéndoos y una voz que no es humana, hablándoos en forma pura y perfecta. Será la luz de mi inspiración llegando hasta vosotros en una verdadera comunicación de espíritu a Espíritu. 53. Benditos seáis vosotros, que habéis logrado apartar de vuestras prácticas, muchas de las ceremonias superficiales e inútiles que os legaron los primeros, conservando tan solo lo esencial, pero reconoced que aún os queda algo por depurar y mucho por espiritualizaros. 54. ¡Cuán feliz será vuestro espíritu si desde esta Tierra logra ofrecerme el culto que de él espero! Mas si de aquí partiese al valle espiritual, dejando entre sus ejemplos algo que no fuese digno de mi Obra, las nuevas generaciones, analizando la herencia que les legasteis, sabrán apartar cuanto de impuro hayáis dejado, dando así, el paso que no hayáis podido dar. 55. Os digo que mientras más depuréis vuestras prácticas y perfeccionéis vuestro culto, menos tendrán que sufrir aquellos que vengan tras de vosotros y que vuestros méritos ante Mi, serán mayores, porque no trabajasteis para vosotros, sino que lo hicisteis pensando en vuestros hermanos, sintiendo en vuestro corazón, caridad hacia ellos. 56. ¿Ya habéis visto cuánto habéis tenido que luchar por depurar lo que recibisteis de vuestros hermanos que os antecedieron? Pues no deis esa penosa labor a quienes vengan en pos de vuestras huellas. 57. En el Segundo Tiempo llegó mi Enseñanza a su culminación cuando estaba ya muy próxima mi partida. 58. Los discípulos, sabedores de que eran los últimos instantes que estarían con el Maestro, ponían toda su atención para escuchar y guardar en el corazón hasta la última de aquellas palabras. 59. El anhelo divino de Jesús era que sus discípulos se convirtiesen en los sembradores de su Doctrina redentora; por eso, en el instante supremo de su última cátedra a los discípulos, que fue también la última conversación entre el Padre y los hijos, les dijo con acento dulce: voy a dejaros un nuevo mandamiento: "Amaos los unos a los otros", encendiendo con la luz de aquella máxima, la esperanza más grande de la humanidad. 60. También en este tiempo, cuando estoy por concluir mi comunicación entre vosotros, contemplo el recogimiento y la atención con que escucháis mis lecciones, ellas se marcarán indeleblemente en la conciencia de mis nuevos discípulos. 61. Así como en aquel tiempo dije a mis apóstoles que iban a quedarse en el mundo como ovejas entre lobos, a fin de que vivieseis siempre alerta, ahora a vosotros os digo que os preparéis, que veléis y oréis, porque muchos se levantarán contra vosotros, empleando armas traidoras y usando todos los medios para confundiros. 62. El tiempo es de lucha, todos lo sabéis para que ninguno se vea sorprendido. 63. Os he simplificado hasta el máximo mis lecciones para que las comprendáis y podáis analizarlas en busca de su esencia y llegado el instante tengáis una fácil respuesta para cada interrogación que os hiciesen. No necesitaréis hablar mucho para convencer; si estáis verdaderamente preparados, vuestra palabra además de ser sencilla, será breve. No necesitaréis conocer la ciencia para contestar al científico ni saber teología para responder al teólogo. Una palabra de luz lo ilumina todo y Yo quiero que de vuestros labios broten palabras de luz. 64. No todos los que me han oído en este tiempo van a levantarse a testificar mi palabra; se levantarán los que en verdad me amen; los que me amen en sus propios semejantes y vayan en busca de los necesitados en quienes desborden su caridad y su consuelo. 65. Los que comprendan mi Enseñanza y la sientan profundamente, la abrazarán con fe; ellos serán los que tengan que enfrentarse a toda adversidad, los que tengan que esgrimir las armas de la verdad, del amor y de la justicia, a través de sinsabores y en un mundo del cual esa justicia y esa verdad ha mucho tiempo que se han apartado, irán estos sembradores, llenos de paz y de confianza en su Dios extendiendo por el mundo el mensaje espiritual del Tercer Tiempo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 255 1. Habéis penetrado en tiempo de lucha, de oración y méritos. Sentís que el tiempo de las complacencias ya pasó y que tenéis que apresurar vuestros pasos porque la humanidad está despertando y vosotros tenéis la responsabilidad de darle la Buena Nueva y el testimonio de mi venida, con palabras y hechos. 2. Ved como en todas las religiones y sectas, los hombres escudriñan el tiempo, la vida y los sucesos, con la esperanza de descubrir las señales que anuncien mi llegada. Son los inocentes que no saben que ha tiempo me estoy manifestando, y que está a punto de terminar esta forma de comunicación. Mas también os digo que muchos de los que con tanta ansiedad me esperan, si presenciaran la forma en que me he venido a comunicar no me reconocerían, antes bien, me negarían rotundamente. 3. A ellos sólo llegarán los testimonios y por medio de ellos si creerán que estuve entre mis hijos. 4. También vosotros íntimamente me esperabais con impaciencia, mas Yo sabía que me reconoceríais y seríais de mis labriegos en este tiempo. 5. Podrá el mundo burlarse de la forma en que me he venido a comunicar, mas no se reirá de Mí, sino de ellos mismos, porque ni siquiera presienten ni comprenden lo que cada criatura significa para la Divinidad. 6. Para Mi es lo más justo que puedo hacer con mis hijos, comunicarme con ellos a través de las potencias con que les he donado, sin pretextar que son pecadores y que son impuros. ¿Qué aliciente más justo que el hijo pueda conocer a su Padre, oírlo, mirarlo y sentirlo para poder amarlo? 7. Dicho está en una antigua profecía que todo ojo pecador y no pecador me había de contemplar. Ahora, en este tiempo os he dicho: no he venido en busca del justo para comunicarme por su conducto, sino del mismo pecador, que en las pruebas de la vida y en un instante de arrepentimiento se purificó porque es el hijo que al saberse amado y digno del Padre, penetra de lleno por el camino de la regeneración y la virtud. 8. De los portavoces por los cuales os he hablado, ¿Quién presintió el don que ya poseía y el servicio a que estaba destinado, antes de escuchar mi palabra? Ninguno; ellos fueron preparados a lo largo de su vida como en un crisol, pero su don permanecía guardado en el secreto hasta que el instante de revelárselo fue llegado. 9. Este es el principio o la preparación para que el espíritu del hombre conozca una comunicación más elevada con el Padre, y os habéis sorprendido. ¡Si supieseis todo lo que tengo reservado para revelároslo a su debido tiempo, no alcanzaríais a comprender por qué os amo tanto, ni los méritos que tendréis que hacer para lograr tanta gracia! 10. En 1866 nació la primera congregación de espiritualistas, discípulos de esta Obra. Bajo la luz de mi Espíritu y orientados por Elías, comenzaron aquellos primeros párvulos a recibir los destellos del mensaje que ahora, en su final, estáis recibiendo en plenitud. 11. Desde entonces hasta el presente, muchas congregaciones se han formado como ramas que brotaron de aquel tronco fundado por Roque Rojas. 12. Sólo una luz ha brillado sobre las multitudes que forman este pueblo y sin embargo cuántas diferencias existen entre un grupo y otro. Muchos años habéis gozado de la manifestación de mi palabra a través de una enseñanza sencilla, clara y comprensible y son muy pocos los que han acertado a definir la esencia de la Doctrina Espiritualista. 13. Un año falta tan sólo para que cese mi comunicación en esta forma y la mayor parte del pueblo aún se encuentra muy lejos de la verdad. Yo he perdonado desde los primeros hasta los postreros el hecho de haber materializado una revelación divina que estaba muy distante de poder comprender en el primer instante; pero, cuando la lección espiritual se ha extendido por largos años y mi palabra ha ido esclareciendo parte por parte esta Obra, veo llegado el tiempo de ordenaros que salgáis de vuestra rutina, que penetréis algo más al fondo de mis enseñanzas y que deis un paso definitivo y firme en el camino de la espiritualidad. 14. ¿Cómo queréis seguirme buscando y adorando a través de símbolos y formas, de cultos externos y materialidades? Me decís: "Es la herencia de los primeros y nosotros la respetamos". Bien, pueblo, ahora os digo que aquellos primeros sólo fueron vuestros precursores, para que aquella forma de culto y aquella forma de comunicación espiritual que ellos iniciaron, vosotros la llevéis a la perfección. 15. No confundáis la Ley Divina, con las religiones o formas que tengáis para interpretar aquella Ley. 16. La Ley es eterna e inmutable; las religiones, los cultos y prácticas evolucionan y se transforman según el desarrollo moral y espiritual de quienes las profesan. Si esa evolución espiritual no existiese, aún estaríais adorando a Dios en los astros y en los elementos como los pueblos primitivos. 17. No os estacionéis en vuestra forma de amarme, de servirme y de rendirme culto, id siempre a más, siempre mejorando, buscad vuestro perfeccionamiento; en cambio, no toquéis la Ley, no la alteréis, ni la cambiéis; ella siempre os enseña lo más elevado, siempre os mandará cumplir con perfección; estará presente y eterna como Ley Universal, enseñándoos el amor verdadero a Dios y el amor verdadero de los unos a los otros. 18. No seáis conservadores de hábitos, formas o tradiciones, porque os quedaréis por siglos sumidos en el letargo del fanatismo y la ignorancia; en cambio, sed conservadores de la Ley y de la verdad. 19. No vayáis en este tiempo a imitar al pueblo judío del Segundo Tiempo, que por ser tradicionalista, conservador y fanático, no pudo comer el pan del Reino de los Cielos que el Mesías le trajo y a quien estaba esperando por siglos y siglos, y llegada la hora no pudo reconocerle porque su materialidad no le dejó ver la luz de la verdad. 20. En este día os dejo sólo dos palabras para que las analicéis a fondo, y saquéis de ellas todo el contenido de que seáis capaces por medio de una buena preparación: "Espiritualismo" y "Espiritualidad". Solamente así, meditando, orando y velando, podréis llegar a comprender cuál debe ser el culto verdadero y justo, que por medio de esta Doctrina habéis de profesar a vuestro Señor. 21. Si, pueblo, para amarme a través de cultos exteriores, buscarme en imágenes y símbolos y adorarme por medio de liturgias, ceremoniales y festines, hay muchas religiones y muchas sectas en las que podéis satisfacer vuestro corazón si aún tiene hambre o necesidad de tales prácticas, pero si queréis servirme y amarme a través de esta Obra Espiritual y por ella renunciar a otra forma de rendirme culto, comprended lo que significa "Espiritualismo" y lo que representa la "Espiritualidad" para que si en verdad queréis ser discípulos en esta Doctrina, no seáis los que impongáis costumbres, normas, tradiciones y cultos externos, porque tornaréis a caer en materialismo, en idolatría y en fanatismo, y de Espiritualismo solo conocéis el nombre. 22. Elevaos hasta donde podáis, buscando adaptaros y ajustaros a mi Enseñanza, mas no hagáis lo contrario o sea adaptar mi Doctrina a vuestras pequeñeces y conveniencias, materializándola, deformándola o alterándola. 23. Sirva esta lección de hoy como voz de alerta para quienes la han escuchado, para que inspirándose en ella, se revistan de energía, de celo, de amor y fe, para romper las redes que por mucho tiempo les han aprisionado, surja en su mente la concepción verdadera de lo que significa Espiritualismo verdadero discípulo de esta Doctrina de luz y perfección. 24. Amado pueblo cuando vuestras diferencias hayan desaparecido, cuando la desunión que ahora reina entre vosotros, haya dejado su lugar a la fraternidad, y cuando hayáis comprendido, vuestra misión, surgirá de vuestro espíritu el anhelo y de vuestro corazón el impulso de levantaros a sembrar la semilla de la espiritualidad que en mi palabra recibisteis. 25. Llegará para vosotros el instante de iluminación, en que con suma claridad comprenderéis la grandeza de esta Obra, asombrándoos de encontrar en su fondo, maravillosas revelaciones que nunca imaginasteis. Entonces os levantaréis espontáneamente y os extenderéis por la Tierra, sembrando de caridad, de luz y de consuelo vuestro camino. Ya no os harán daño los juicios de vuestros semejantes, ni os harán sufrir los desprecios de vuestros familiares, porque todas las penas de la Tierra os parecerán pequeñas ante la magnitud de vuestra misión. 26. Bienaventurados los que alcancen ese grado de espiritualidad, que les haga inmunes al dolor, porque ellos estarán protegidos por el manto de mi misericordia. 27. Fe, amor y espiritualidad, son las tres virtudes que harán invencibles a los soldados y apóstoles del Tercer Tiempo. Esas virtudes estuvieron presentes en todos aquellos siervos, que desde los primeros tiempos testificaron mi existencia, mi presencia, mi Ley y mi verdad. 28. Entre esos siervos podréis encontrar a los patriarcas, a los profetas, a los apóstoles y a los mártires; pero no han sido ellos los únicos en la historia de la humanidad, ha habido muchos más, que en diversos caminos han ido a desempeñar su misión y a testificar mi verdad, resistiendo todo género de ataques, burlas, persecuciones y calumnias; mas su fe, su indulgencia para quienes les han herido, su amor constante y fiel hacia sus hermanos, amor inspirado en su Señor, les ha hecho vencer el dolor, la injusticia y la muerte. ¿Cómo podríais explicaros la resignación de los mártires ante sus verdugos? ¿Cómo podríais concebir la paciencia y la serenidad ante las persecuciones de todos los que me han amado y seguido? 29. Cuando vosotros me améis así, ya nada podréis temer en el mundo. Mientras vuestra fe no sea plena ni firme vuestro amor, la lucha os arredrará. 30. ¿A qué teméis? ¿A qué os encarcelen, a que os quiten la vida? Bien sabéis que esos tiempos ya pasaron y que fueron muchos los mártires que ofrendaron su vida para probar a los enemigos de la verdad que el martirio, el presidio y el cadalso, en vez de apagar la fe de mis siervos avivaba el fuego de su amor, haciendo que se propagaran con mayor fuerza mis enseñanzas. 31. Teméis al juicio de vuestros semejantes y teméis perder vuestra paz en el mundo. ¿Por qué no teméis mejor al juicio de vuestro Dios o a perder la paz del espíritu por no haber cumplido vuestra misión? 32. Hoy os parece mucho lo que os pido a cambio de la Tierra Prometida, mas en verdad os digo que cuando estéis en ella, os maravillaréis de encontraros allí, hasta sentiros indignos y decir: ¡Cuán poco fue lo que hicimos para merecer tanta gracia! 33. En vuestro corazón me estáis preguntando: Maestro ¿Por ventura vais a darnos más de lo que merezcamos? A lo que Yo os contesto: que si os diese según vuestras obras, bien poco o nada poseeríais. ¿Creéis que esta vida que tenéis, ese cuerpo que poseéis, esos dones que palpitan en vuestro ser y todo cuanto os rodea en vuestra existencia, sea un premio justo a vuestros méritos? 34. En verdad os digo que siempre os he dado y os daré más de lo que en justicia merezcáis, porque os amo, porque soy vuestro Padre. 35. Lloráis, pueblo, reconociendo vuestra falta de fe y de amor, entonces me preguntáis lo que debéis hacer para agradarme y lograr méritos delante de Mi, a lo cual contesto que sirváis a vuestros semejantes con la mejor voluntad, que hagáis vuestro el dolor de los que sufren; que desarrolléis vuestros dones y los perfeccionéis en bien de los necesitados, porque de lo que hagáis con vuestros hermanos, depende lo que recibáis a vuestra llegada en espíritu. 36. A Mí, ¿Qué podéis darme que no tenga? Tengo poder, tengo paz, tengo luz, soy poseedor del Universo, soy amado y servido, no hay la menor sombra de egoísmo en mi Espíritu, porque soy la perfección. En cambio, entre vuestros hermanos, que son hijos de mi Espíritu, ¡Cuánta miseria existe! ¡Cuánto dolor y tiniebla! ¡Cuánta necesidad! ¿Por qué no me amáis en ellos? ¿Por qué no me dais cuanto haya de amor en vosotros, amándoos los unos a los otros? 37. Pueblo: esta es mi respuesta a vuestra pregunta y es mi celestial consejo ante vuestras indecisiones. 38. Hijos amados, a quienes recibo en representación de la humanidad: se acerca el final de mi comunicación a través del entendimiento humano, después tendrá vuestro espíritu que esforzarse por tener comunión de espíritu a Espíritu con mi Divinidad. 39. Hoy mi palabra es vuestro baluarte, vuestro aliciente; pero también después de este tiempo de mi comunicación, podréis sentir mi presencia y mi aliento si en verdad os sabéis preparar. 40. Los tiempos en que necesitabais de un guía espiritual en el mundo, han pasado; desde ahora, todo el que penetre en este sendero, no tendrá más camino que el de mi Ley, ni más guía que su propia conciencia. No por esto dejará de haber varones y mujeres de gran luz y gran fortaleza que ayuden con su ejemplo y con su inspiración a las multitudes. 41. Si fuese de otra manera, ya os habría enviado a la Tierra espíritus como Moisés o como Elías, a que os trazasen el camino y os recordasen a cada paso la Ley. Ellos os ayudan, os vigilan y acompañan, mas ya no a través de una forma humana, sino desde lo espiritual. ¿Quién los ve? Nadie, pero si os preparáis, sentiréis sobre vuestro ser la presencia de los grandes espíritus que han tenido siempre relación con la humanidad y en ella grandes misiones que cumplir. 42. Buscadles en vuestra oración y si en verdad confiáis en ellos, Yo os digo, que nunca os perderéis porque os conducirán con aquel amor y celo de que tantas pruebas os dieron en el mundo. 43. Vuelvo a deciros que no os faltarán en el mundo hombres dotados de gran luz, que iluminen vuestra senda y siembren de amor vuestra vida; siempre ha tenido la humanidad la presencia de esos hombres en la Tierra y vienen tiempos en que lleguen al mundo las grandes legiones de espíritus de gran luz, quienes vendrán a destruir el falso mundo que habéis creado, para levantar uno nuevo donde se respire paz e impere la verdad. 44. Mucho van a padecer ellos por causa de la maldad de los hombres; mas no será nada nuevo, ya que ninguno de los enviados de Dios ha escapado a la persecución, a la burla y a las ofensas. Ellos tendrán que venir al mundo y habitar en él, porque su presencia es necesaria en la Tierra. 45. Llegarán llamando con amor al corazón de la humanidad; su palabra, impregnada de la justicia del Padre, tocará el orgullo y la soberbia de todos los que han cambiado la vestidura de humildad de su espíritu, por el atavío de la vanidad, del orgullo, del falso poder y la falsa grandeza. 46. Estos serán los primeros que se levanten, señalando con su índice tembloroso por la ira a mis enviados; pero eso servirá para que en cada prueba a que sean sometidos mis siervos, puedan dar grandes testimonios de la verdad que al mundo han traído. 47. No sabéis ahora en que caminos de la vida humana tendrán que surgir, mas Yo os digo que unos aparecerán en el seno de las grandes religiones, esos lucharán por la unificación y la armonía espiritual de todos los hombres. Otros se levantarán entre los hombres de ciencia para mostrar con el fruto de sus inspiraciones que la verdadera finalidad de la ciencia, es la de perfeccionamiento espiritual del hombre y no su miseria y destrucción. Y así en cada sendero aparecerán mis siervos llevando en su corazón mi Ley y testificando con palabras y obras lo que os he venido a hablar en este tiempo. 48. También os digo que mi semilla, que es esta Doctrina que habéis recibido, dará en vosotros sus frutos y que esos frutos serán los grandes espíritus que vengan a encarnar en vuestros hijos o en los hijos de vuestros hijos. 49. Ya son mis últimas lecciones y aun os sigo hablando de nuevas enseñanzas, es que vengo a cumplir mi misión de Maestro hasta el último instante, derramando luz en cada palabra para que no os quedéis a oscuras en los tiempos de la amargura y el dolor, cuando la justicia divina se haga sentir como nunca. 50. Velad y orad por el mundo, pueblo amado. 51. ¡Venid a Mi! Yo soy el consuelo y la paz. 52. Habéis encontrado amarguras y vicisitudes en la Tierra por no haber desarrollado el espíritu sus facultades y sus dones para lograr sobreponerse a las miserias humanas. 53. Este mundo podría ser paraíso en vez de valle de lágrimas, si los hombres llevaran buena voluntad. Yo sembré de bendiciones esta morada, no regué abrojos en los caminos. El dolor de los hombres proviene de sus faltas, mas, así como ellos crearon el dolor, deberán encargarse de destruirlo. 54. Vosotros que me oís, no sois un pueblo perdido o errante; sois como una familia que ha edificado su hogar bajo la sombra de un árbol corpulento, cuyas ramas os ofrecen constantemente sus frutos. 55. Bajo esta sombra, recobráis fuerzas y destapiáis heridas, porque habrá que emprender de nuevo la jornada, para escalar el monte hasta la cumbre. 56. Ya vuestro espíritu alcanza a elevase al sexto peldaño de la escala en donde encontráis la luz que disipa toda confusión, y que os presenta su ayuda para alcanzar el séptimo escalón. 57. Yo destruiré la confusión y las malas interpretaciones que sobre los Siete Sellos existen entre vosotros; de cierto os digo: no es que pertenezcáis a determinado sello, sino que debiendo recorrer vuestro espíritu, desde el primero hasta el último, vive ahora en el Sexto Sello o sexta etapa de su evolución espiritual. 58. ¡Cuán grandes han sido las lecciones y las pruebas que el espíritu ha tenido que vencer para pasar de un sello a otro! ¡Cuántos méritos ha tenido que hacer! Y falta aún el de la culminación, el Séptimo. 59. La fuerza del mal, con sus tentaciones, se interpondrá con insistencia en vuestro paso, pero recordaréis a vuestro Maestro venciendo al mundo, al dolor y a la carne, para que imitándolo, salgáis victorioso de la prueba. Buscad en vuestra conciencia la espada para luchar, ahí encontraréis siempre dispuesta el arma infalible. 60. ¿Cómo podrá perderse irremisiblemente para Mí un espíritu, si lleva en si un destello de mi luz que jamás se extingue y doquier que vaya me tiene delante? Por muy larga que sea su reaciedad o muy duradera su turbación, nunca serán esas tinieblas más largas que mi eternidad. 61. He venido a libertaros nuevamente o ¿No sentís más libre vuestro espíritu después de haber destruido su pasado fanatismo y sus perjuicios? 62. Yo soy la vida y la he venido a derramar por igual en todos, aun cuando siempre haya buscado un pueblo o una porción de hombres para manifestarme en ellos, ha sido para convertirlos en emisarios, profetas o testigos de mi Divinidad al servicio de la humanidad, mas no porque les distinga con un amor o complacencia mayores que a los demás. 63. Fortaleceos en mi palabra, hijos míos, para que lleguéis a mirar con verdadera caridad a vuestros hermanos y no seáis jueces del pecador, del vicioso, del fanático, del engrandecido, porque oiréis en vuestra conciencia mi voz que os dice: "El que se encuentre limpio, que arroje la primera piedra". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 256 1. Mi paz es sentida por vuestro espíritu, pueblo, cuando escucháis mi palabra con buena voluntad. 2. Yo soy el divino jardinero que cultiva los huertos en vuestros corazones y los riega con las aguas celestiales de mi amor. Una gota de ese amor divino lo derramo sobre tanta amargura en la humanidad. Vengo a enseñaros el sendero que conduce al Reino del Padre, nunca encontraréis el fin de ese camino, pero siempre alcanzaréis progreso y conoceréis nuevas grandezas. 3. Ahora os pule mi palabra y os doy forma. Estoy cincelando al espíritu. Vosotros, aprended a modelaros y a daros bellas formas cumpliendo con mi Ley, que vuestra obra Yo la bendeciré, para que luego llevéis a cabo en este mundo la realización de vuestra gran misión de encaminar a vuestros hermanos por este sendero de amor. 4. Soy vuestro Maestro, mas no me veáis separado del Padre; porque Yo soy el Padre. No existe diferencia entre el Hijo y el Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo y el Hijo son un solo Espíritu y ése soy Yo. Ved en mis manifestaciones, a través de todos los tiempos a un solo Dios que es el que os ha doctrinado a través de múltiples y diferentes lecciones. Un solo libro con muchas páginas. 5. Santificad con vuestras obras mi nombre y hallaréis en vosotros esa luz que os libertará de la noche de la ignorancia y del pecado. 6. ¿Os acordáis, pueblo, quienes fuisteis antes de ser modelados por mi palabra? ¿Recordáis que antes erais capaces de muchas ingratitudes que ahora seriáis incapaces de llevar a cabo? No podéis comparar vuestra vida de hoy con vuestra vida pasada. Antes erais el peregrino solitario, que cruzaba la senda, sin una luz que alegrara su existencia y encendiera en él la esperanza. Hoy sois un párvulo de mi Enseñanza, en cuya fuente de amor habéis calmado vuestra sed y lavado vuestras heridas. Mi amor viene a arrancar las espinas que tengáis en vuestra planta y si vuestra cruz tiene clavos, también los arrancará. 7. Yo soy la luz de éste y de todos los mundos, y quiero que os vistáis con esa luz. Mi palabra es bálsamo de curación, sanad con ella, escuchándola y poniéndola en práctica. Cada palabra es una gota de la fuente de la vida. ¿Por qué si lleváis a Dios en vosotros, estáis enfermos, sufrís y lloráis? Examinaos a vosotros mismos y corregid cuanto haya que corregir, limpiad todo cuanto haya de limpiar. Yo os dije, limpiad el vaso, tanto de dentro como de fuera, o sea que vuestro espíritu armonice en voluntad e inspiración con vuestra parte material o humana. Yo modelo vuestra imagen interior, aquella que escondéis a los hombres, pero que a Mi no me la podéis ocultar. Modelad vosotros vuestro exterior, de tal manera que vuestra faz sea un reflejo fiel del espíritu, entonces existirán en vuestros actos sinceridad y verdad. Esa es la razón por la que los hombres no confían en los hombres, porque presentan al mundo una faz, mientras esconden otra. 8. Practicad mi enseñanza y haced uso de vuestros dones. 9. ¿Ya examinasteis vuestras heridas? ¿Habéis dejado caer en ellas el bálsamo que os he entregado? 10. Si dudáis de la efectividad de mi bálsamo, curadlas nuevamente; mas si creéis, apartad de ellas la curación y veréis cómo mi amor las cura y cuando las busquéis, ya habrán cerrado. A otros les concederé que encuentren su salud a través de la fe, de la oración, del pensamiento. Vendrán multitudes de seres espirituales, quienes uniendo su potestad y su fuerza, os ungirán y vosotros curareis con su ayuda. 11. Es menester que se cumpla mi palabra: "Vuestra fe y vuestros méritos os salvarán", porque después, cuando estéis sanos, os enviaré a la lucha para alcanzar lo más elevado de vuestra vida: el amor a vuestros semejantes: ¿No os agradaría ser luz para los demás? ¿No os agradaría que vuestras palabras tuvieran esencia de verdad? ¿No os agradaría tener algo que enseñar a los que en vosotros buscaran un consuelo? Pues si eso os agrada, podéis hacerlo porque mucho depende de vuestra buena voluntad y esfuerzo en alcanzarlo, todo lo demás lo hago Yo. 12. El espiritualizado dice: ¡Qué bella es la vida! El profano, el materialista dice: ¡Qué amarga, que triste y que sombría es la vida! El hombre sin elevación, con todo tropieza, todo lo hiere; el que se ha elevado, ni siquiera nota las asperezas del camino. Las mentes elevadas, cuando se ocupan de los demás, es para alabar las virtudes ajenas o para disculpar sus errores, jamás para juzgar o sentenciar. Las mentes bajas, juzgan, calumnian, publican las faltas ajenas y encuentran placer en ello. 13. A éstos que juzgan y toman la causa de sus hermanos, les pregunto: ¿Os parece muy liviano vuestro fardo de pecados que aún gustáis de agregar el de los demás? Si no podéis libraros de vuestra carga ¿Por qué la aumentáis con la de vuestros hermanos? ¿Por qué en vez de buscar joyas en vuestros hermanos para iluminaros con su luz, preferís llevaros el cieno, para mancharos vosotros? 14. Muchas moradas tiene la casa del Padre, mas los que moran en las altas regiones espirituales, ayudan a los hombres a despojarse de su carga o les ayudan a llevarla; pero sin juzgarlos, ni gozarse con sus miserias. 15. Yo os he visto un día murmurando y otro día arrepentidos. Os he visto negando mi comunicación y después testificando que es verdad. Os vi un día calumniando y al otro día defendiendo al que calumniasteis. Está bien que rectifiquéis vuestros errores, pero mejor será que no volváis a incurrir en el mal, para que no tengáis que rectificar. Os vi un día dando caridad al que no la necesitaba y os vi negarla al verdaderamente pobre; mas no vengo a culparos ni a juzgaros, vengo con la luz de mi enseñanza a iluminaros para que no volváis a pecar. También debo deciros, que os he visto ser serviciales, nobles, caritativos y comprensivos, y que esos méritos han sido siempre tomados en cuenta y anotados por Mí; pero comprended que ya debe haber en vuestro corazón más trigo que cizaña. 16. No oréis sin sentir, moviendo maquinalmente los labios, orad sintiendo, sin hablar. Que esa facilidad con que en los tiempos pasados prometíais falsamente y jurabais en vano, la tengáis ahora para decir la verdad. 17. No toméis lo ajeno, el que toma lo ajeno, tiene que restituir con dolor y con vergüenza. A nadie señalo, mas quiero que cada quien tome de mi palabra, la parte que le corresponde. 18. Yo no os culparé ni os reclamaré de lo que hicisteis cuando vuestros pasos los dabais entre las tinieblas de ignorancia, de pequeñez y de materialidad; mas ahora que tenéis conocimiento completo de lo que es mi Ley, si persistís en lo ilícito, en lo impuro, responderéis de vuestros hechos ante Dios, quien se manifestaría inexorable para vosotros en vuestra misma conciencia. 19. Todos sois mi semilla, y el Maestro la recoge; si entre la buena simiente viene la semilla de cizaña, también la tomo con amor entre mis manos, para transformarla en dorado trigo. 20. Veo en los corazones semilla de cizaña, de fango, de crimen, de odios, y sin embargo os recojo y os amo. A esta semilla la acaricio y la purifico, hasta que brilla como el trigo en el sol. 21. ¿Creéis que la potencia de mi amor no sea capaz de redimiros? Yo os sembraré después de lavaros, en mi jardín, donde daréis nuevas flores y nuevos frutos. En mi divina tarea está la misión de dignificaros. 22. Vengo a recrearme entre vosotros, vengo a conversar con vuestro corazón. Mi presencia os da fortaleza para que podáis cumplir la misión que os he encomendado. 23. Y vosotros ¿No sentís el dolor de la humanidad? ¿No sentís tristeza al ver cómo la muerte es la que arranca el pecado de este mundo en vez de que sea la luz de la conciencia? 24. Tenéis una misión muy grande que desempeñar como discípulos de Jesús en el Tercer Tiempo, ya que sois de los que han escuchado mi palabra y han aprendido de Mí. 25. Sabed que los hombres, por medio de la ciencia, buscan también la comunicación con el Más Allá. Levantaos a dar testimonio de mi Doctrina, si no queréis que ellos os despierten. 26. El hombre de ciencia, que muchas veces ha negado mi existencia, escudriña la Naturaleza en todas partes, sondea la tierra, los mares, el espacio, y a cada descubrimiento que hace, habla el amor con que Yo he formado toda la Creación. 27. Mucho tenéis que hablar para que mi luz llegue a todos vuestros hermanos y alcancen a comprender que todo lo creado, desde los átomos hasta los más grandes conjuntos de estrellas, están destinados a producir vida, sustento, bienestar y perfección. 28. Dad a conocer mi enseñanza en forma perfecta para que no le atribuyan imperfecciones los ignorantes. Sembrad bien y las generaciones que de vosotros broten no tendrán que sufrir vuestros errores, ni recogerán como herencia el dolor. 29. Quiero que de vosotros brote la simiente limpia y sana, que lleve bendiciones por doquier. 30. Sembrad de buenos ejemplos el camino, no adulteréis mis enseñanzas, imitad en esto a mis apóstoles del Segundo Tiempo que nunca cayeron en cultos materiales para enseñar y explicar mí Doctrina. No se les puede atribuir a ellos la idolatría en que después cayó la humanidad. Sus manos jamás erigieron altares, ni construyeron palacios para el culto espiritual; pero llevaron la enseñanza de Cristo a la humanidad, llevaron la salud a los enfermos, la esperanza y el consuelo a los pobres y a los tristes, y como su Maestro, enseñaron el camino de salvación a los perdidos. 31. La religión cristiana que conocéis en estos tiempos, no es siquiera un reflejo de la Doctrina que mis apóstoles practicaron y enseñaron. 32. Nuevamente os digo que en aquellos discípulos podéis encontrar modelos perfectos de humildad, de amor, de caridad y elevación. Ellos sellaron con sangre la verdad que pronunciaron sus bocas. 33. De vosotros no pedirá ya sangre la humanidad, para creer en vuestro testimonio; pero os pedirá verdad. 34. Mi Doctrina ha enseñado siempre al hombre a no ser materialista, pero dista mucho de enseñaros el desprecio por los bienes de la Tierra. Yo os digo: amad la Tierra, sus maravillas, sus bellezas, sus goces, con ese amor con que debéis amar todo cuanto Yo he creado; pero estad preparados a renunciar a todo, cuando sea preciso, y no olvidéis que vuestro espíritu es pasajero en esta vida y tendrá que retornar a la morada que dejó, de la que añoráis espiritualmente su paz. 35. Hoy me preguntáis desde lo más profundo de vuestro corazón si debéis despreciar la vida material y olvidar todo lo que amáis en la Tierra para servirme mejor, a lo cual Yo os contesto que quien creyese que Yo he dicho esto, se encuentra en un error y que no ha analizado mi enseñanza. 36. ¿Cómo concebís que Yo os prohíba lo que la vida material os ofrece, si he creado la Naturaleza para sustento de mis hijos? Nada de lo hecho por Mi puede estar en contra vuestra, para que Yo os lo prohíba, pero tomad todo con medida. Si Yo os he hablado de que debéis de apartaros de la lujuria y del materialismo, siempre me he referido a bajas pasiones, a vicios, a frivolidades o al uso de lo superfluo y de lo malo. 37. Ahora que vengo haciendo amplia explicación de mi Enseñanza, he de haceros comprender que todo lo que hagáis fuera de las leyes que rigen al espíritu o la materia, es en perjuicio de ambos. 38. La conciencia, la intuición y el conocimiento, son los guías que con vosotros irán señalándoos el camino certero y evitándoos tropiezos. Esas luces son del espíritu, pero es menester dejarlas que brillen. Cuando esa claridad se encuentre en cada uno de vosotros, exclamaréis: ¡Padre, vuestra semilla de redención germinó en mí ser y vuestra palabra floreció al fin en mi vida! 39. Vengo a inspiraros grandes pensamientos, a mover vuestro corazón para las grandes obras, mas en verdad os digo: esta Doctrina no se quedará encerrada en este pueblo, porque el Espiritualismo es Universal; la Doctrina o revelación del Espíritu Santo no es sólo para un pueblo, sino para todos los hombres. 40. Como un río que corre con ímpetu arrastrándolo todo, así será el torrente que formen las multitudes espiritualistas, río que nadie podrá detener porque su fuerza será invencible, mas aquél que a su paso quisiera interponerse como obstáculo, será arrastrado por la corriente. 41. ¿Quién podrá tener en la Tierra potestad para detener la evolución de los espíritus o el curso de los planes de Dios? Nadie; el único Ser absoluto en poder y en justicia es vuestro Padre y El ha ordenado que todo espíritu avance hacia la perfección. 42. Si por instantes mis leyes divinas han sido desobedecidas por los hombres, hago que mi voz, cual si fuese el eco de una campana sonora, sea escuchada hasta por los muertos a la vida espiritual. 43. La voz de este pueblo también resonará en los corazones con eco de campana que despierta e invita a orar y a meditar; pero es menester que os revistáis de humildad y que vuestro corazón se llene de caridad para que vuestras obras brillen como ejemplos verdaderos entre la humanidad. 44. Dejad de amar vuestra persona para que empecéis a amar a los demás, no busquéis honores para vuestro nombre y preocupaos sólo porque vuestras obras sean limpias y pasaréis a la inmortalidad. Yo os digo en verdad, que el que siembre con humildad, dejará una huella imperecedera de su paso por el mundo; en cambio, quien trabaje en mi Obra buscando el halago y la gloria del mundo, ése contemplará que sus obras pronto quedarán borradas y que su nombre ni siquiera alcanzó a ser conocido por la tercera generación después de él. 45. Hermosa misión os he confiado; pero a la vez muy delicada, mas no por eso es superior a vuestras fuerzas, porque cada quien tiene asignada una pequeña parte que desempeñar. 46. La redención de la humanidad no la hará un solo hombre, ni siquiera un pueblo: seré Yo, que di mi sangre representando con ella mi amor, quien haga levantar en este tiempo a los hombres, buscando el camino que Cristo enseñó. 47. Velad y orad siempre, porque es el tiempo en que las tinieblas y la confusión andan desatadas, en que las legiones obscuras rodean y turban a los hombres. 48. Tened la comprensión absoluta de que mi comunicación con vosotros ha sido para sanar vuestro espíritu, para libertarlo, para regenerarlo y elevarlo hacia la luz; para revelarle grandes conocimientos y esclarecerle misterios no comprendidos por los hombres y también para descubriros lo que os ha sido ocultado. 49. Llevad mi palabra llena de esencia y de vida eterna, sentid mi fuerza en vosotros. No temáis: todo lo sé, hasta la última de vuestras penas está presente delante de Mí. 50. Mi justicia toma vuestra causa, enjugo vuestras lágrimas, os ofrezco un báculo para que os apoyéis en él en la vida y deposito mi ósculo en vuestra frente para que os sintáis ungidos y amados por el Maestro. 51. No temáis a los pequeños guijarros del camino, aprended a pasar sobre ellos sin heriros, que es lo mismo que vivir elevados por sobre las miserias de la vida humana. 52. Orad por las naciones, con tal fe y caridad, que vuestra influencia sea sentida por vuestros hermanos y vosotros sintáis que mi manto de amor os cubre a todos. 53. En cada tiempo que os he concedido para la evolución de vuestro espíritu, habéis ido adquiriendo más luz. 54. Esa luz es la que ilumina vuestra inteligencia y vuestros sentimientos. 55. Desde antes que llegaseis a la Tierra, Yo ya conocía vuestra trayectoria e inclinaciones, y para ayudaros en vuestra jornada, puse en vuestro camino a un corazón que, con su amor a vosotros iluminara el sendero. El corazón lo mismo fue de un hombre que de una mujer. Así he querido ayudaros, para que lleguéis a ser como un báculo de fe, de fuerza moral y de caridad para los necesitados. 56. Teméis abrir vuestros labios para hablar abiertamente de mi venida y en vuestro interior se entabla una lucha entre el anhelo de hacer la caridad y el temor de que os rechacen. Entonces preferís ocultaros con vuestros dones y misiones que de Mi habéis recibido, pero pensad, párvulos, que ocultar los dones que poseéis equivale a negarme y a negaros a si mismos vuestra evolución. 57. Creed, que si este pueblo estuviese unido y se hubiese levantado lleno de fe y valor a dar la Buena Nueva, de palabra y con obras, el conocimiento de que me estoy comunicando con los hombres hubiese llegado al confín de la Tierra. 58. Si aún os sentís débiles, os digo comed y bebed, porque no quiero contemplar hambre o sed entre vosotros. 59. Haced mi voluntad y la recompensa presta llegará al sentir mi amor dentro de vosotros, al presentir la paz del Más Allá, como una puerta que invita a pasar y a contemplar mi faz. 60. A todos os estoy enseñando a elevar el espíritu en la oración. Algunos ya saben recrearse con esta gracia, otros, aún no lo han logrado, porque sus impresiones pasadas han dejado huella profunda en su mente, porque no han olvidado costumbres y tradiciones religiosas, pero todos luchan por la depuración de sus prácticas, por la regeneración y por la elevación espiritual. 61. Bienaventurados los que han creído en mi presencia a través del entendimiento del hombre, porque ellos penetrarán con paso firme en el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu. 62. Os habéis acercado a Mí para recibir el consuelo y el calor que necesitáis, como una tregua en vuestra vida, ya que ésta es como un yunque que forja los espíritus con grandes pruebas. Pero vuestra confianza en el destino es grande y sabéis que de este crisol saldréis limpios para la lucha. 63. Día tras día llega hasta Mí vuestra oración espiritual, cuyo lenguaje no conoce vuestra materia porque no son palabras pronunciadas por vuestros labios ni son ideas formuladas por vuestra mente. La oración del espíritu es tan profunda, que está más allá de la potencias y de los sentidos. 64. En esa oración el espíritu llega a las regiones de la luz y de la paz donde moran espíritus elevados, y ahí saturándose de aquella esencia, retorna a su cuerpo pasajero para transmitirle la fortaleza. 65. Este es el tiempo en que el hombre libere su espíritu, en que las cadenas que por mucho tiempo le ataron queden rotas y la paz verdadera penetre en su corazón. 66. Estad alerta para que no combatáis a quienes como vosotros se levanten cumpliendo misiones confiadas por mi Divinidad, para que podáis reconocer a los verdaderos profetas y a los falsos; y confirméis las obras de unos y destruyáis las obras de los otros. Porque este es el tiempo en que todas las fuerzas se han levantado para combatir. He ahí el bien luchando contra el mal, la luz contra la tiniebla, el saber contra la ignorancia, la paz contra la guerra. 67. Estáis despertando para el Espíritu Santo y vais despertando al que duerme para que contemple la luz que borra fronteras y limites, para formar con todos los seres una sola familia unida por el amor. 68. La palabra que he hecho vibrar por conducto del portavoz, resonará por doquier llegada la hora. Escuchadme con atención en estos últimos años, porque no será la última cátedra de 1950 la que os señale la ruta, ni encierre todos los mandatos; pero en el conjunto de mis cátedras tendréis todo cuanto debáis saber y hacer. Estos tres años han sido una revelación incesante para vosotros. 69. Yo quiero que todos mis discípulos y mis párvulos me escuchen el día postrero para recibirles en representación de la humanidad. Mis brazos se abrirán, mas no quiero que sea en una cruz como en aquel Segundo Tiempo, quiero estrecharos en un abrazo de amor con el que se cierre esta comunicación del Espíritu Divino a través del hombre. 70. Ha llegado la hora en que la voz de la campana sonora la escuchen hasta los muertos a la vida del espíritu. 71. Ninguno de los que he escogido en este tiempo se envanezca creyéndose superior a los demás por sus dones espirituales, pues aún no podéis compararos con Juan, aquél de quien dije que siendo el más grande entre los profetas, era menos que el más pequeño en el Reino de los Cielos. 72. Vivid para el Padre amando a sus hijos que son vuestros hermanos y alcanzaréis la inmortalidad. Si caéis en el egoísmo, y os encerráis en vuestro amor propio, la simiente que dejéis y vuestra memoria, difícilmente perdurarán. 73. Sed mansos y humildes de corazón y estaréis siempre llenos de mi gracia. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 257 1. En silencio habéis quedado. Los pensamientos se elevan hacia vuestro Padre. 2. Bienvenidos seáis, os dice el Maestro. Buscáis reposo, paz, o consuelo y habéis acertado en venir a escucharme, porque Yo soy quien posee todo lo que necesitáis. 3. Si buscáis la esencia de la palabra de Jesús, de cierto os digo que también la encontraréis. 4. La palabra de Jesús fue la voz del Verbo Divino, Jesús fue el nombre del cuerpo de Cristo, cuerpo que fue como un templo para albergar mi Espíritu y manifestar la verdad en mis palabras. 5. Mas si creéis en Mí, si me amáis y me seguís, no importa el nombre que me deis, entre los muchos que tenéis para designarme. Lo esencial es que me sintáis, aunque no vengo a exigiros que los hagáis con toda perfección. 6. Dichoso el que me sienta en su propio ser en la medida que su capacidad espiritual se lo permita. 7. En unos late con fuerza su corazón, otros quieren decirme algo y no aciertan a formar un pensamiento; otros experimentan la necesidad de llorar y dejan que sus ojos se desborden, y hay quienes se sienten invadidos de temor porque saben que una mirada penetrante les contempla. 8. Los que se preparan y logran sentir mi presencia, son los que verdaderamente se acercan a la mesa espiritual a comer del pan de la gracia. Son los espíritus que, de lección en lección, llegarán algún día más allá de la mente y de lo humano, para penetrar al sentido de mi palabra y hallar allí su contenido. 9. Estos serán los que se entreguen a la práctica de la caridad, los pacificadores, porque habiendo encontrado la fuente de paz, padecerán contemplando a los que viven en medio de la discordia y de la guerra, que es verdadera tiniebla para el espíritu. Serán los que vivan para consolar, para confortar, para hacer luz en las mentes ofuscadas, para sanar a los enfermos del cuerpo o del espíritu. 10. Solamente el que sienta mi presencia, el que interprete en su espíritu la esencia y el amor de mi palabra, podrá más tarde revestirse de piedad ante los que sufren y sentir también el dolor, la desnudez, la pobreza y las tragedias de los hombres. 11. Si a todos os he invitado a mi mesa y os he pedido que os preparéis para que disfrutéis espiritualmente de mi presencia, quiere decir que todos estáis destinados a deleitaros con los manjares del Reino de los Cielos; pero al mismo tiempo, que todos tenéis la misión de sembrar de amor los campos donde creció la discordia y llenar de luz todo sitio donde han ido a ocultarse el vicio, la miseria y la ignorancia. 12. Os da esta lección Aquél que por sentir hacia vosotros un amor infinito, todo lo dejó para salvaros de vuestras tinieblas, aunque para ello tuviera que hacerse hombre, vivir perseguido y burlado hasta morir en una cruz. 13. Discípulos: Antes de que deis vuestro primer paso en el mundo, conozco de antemano vuestra vida, obras y pensamientos, por lo que os entrego cuanto habréis de necesitar en la jornada que vais a emprender. 14. El espíritu inicia a través de su cuerpo una etapa de prueba; pero él ya se ha iluminado antes y se ha fortalecido para no dejarse desviar por las tentaciones que les presenta el mundo. 15. A veces le corresponde habitar en un ser cuyo corazón encierra gran rebeldía y entonces le parece difícil manifestar su luz. Ese corazón será su crisol y su prueba en la vida y si logra someterle y persuadirle de que sólo estando en armonía materia y espíritu puede el hombre encontrar la paz, habrá triunfado de su prueba y podrá aspirar a un mundo más elevado. 16. Si el corazón es débil ante los sufrimientos y vicisitudes de la vida y se torna en blasfemo, es porque el espíritu se dejó dominar por los sufrimientos, es que descendió hasta la escala de la materia e hizo suyas todas las miserias y pequeñeces que a él no le correspondían. El que reflexiona a tiempo, ora y en la fe se fortalece, podrá triunfar y de aquella prueba le quedará el fruto de la experiencia para no volver a flaquear ni a debilitar; en cambio, el que por un momento olvide su esencia y se consagre a vivir y a sufrir para el mundo, ese habrá caído, vencido por la fuerza de la materia, por las necesidades, las tentaciones y las pequeñeces de la vida humana. 17. ¡Ah si desde vuestros primeros pasos en la Tierra, escuchaseis en los labios de vuestros padres una doctrina sabia, fortificante y consoladora, cuánto ayudaría esto al espíritu a guiar a la mente y al corazón en su elevación hacia vuestro Dios! 18. Una gran enseñanza espiritual se requiere para que el hombre camine de acuerdo con la voz de su conciencia, porque la materia que le rodea en el mundo a pesar de estar todo saturado de amor divino, sabiamente hecho para el bien y pata la felicidad del hombre, constituye una prueba pata el espíritu, desde el instante en que viene a habitar un mundo al cual no pertenece, unido a un cuerpo cuya naturaleza es diferente a la suya. 19. Ahí podréis encontrar la causa por la que el espíritu olvida su pasado. Desde el instante en que encarna en una criatura inconsciente, recién nacida y se funde en ella, inicia una vida junto con aquel ser. Del espíritu sólo quedan dos atributos presentes. La conciencia y la intuición, pero la personalidad, las obras hechas y el pasado, temporalmente quedan ocultos. Así ha sido dispuesto por el Padre. ¿Qué seria del espíritu que ha venido de la luz de una elevada morada a habitar entre miserias de este mundo, si recordara su pasado? ¡Y cuántas vanidades habría entre los hombres al serles revelada la grandeza que en otra vida existió en su espíritu! 20. Es preciso que sepáis que el espíritu antes de encarnar, ha tenido una vasta preparación, ya que va a quedar sometido a una larga y a veces dura prueba; pero gracias a aquella preparación no se turba al penetrar en esta vida; cierra sus ojos al pasado para abrirlos a una nueva existencia y así, desde el primer instante se adapta al mundo al que ha llegado. Cuán diferente es la forma en que vuestro espíritu se presenta ante los umbrales de la vida espiritual o cuando acaba de dejar su cuerpo y al mundo. Como ha carecido de verdadera preparación para retornar a su morada, entonces se ve turbado, le domina aún las sensaciones de la materia y no sabe qué hacer ni a dónde ir, eso se debe a que no aprendió que también es necesario saber cerrar los ojos para este mundo en el postrer instante, porque sólo así podrá ir a abrirlos al mundo espiritual que había dejado, donde le esperaba todo su pasado para unirlo a su nueva experiencia y a todos sus méritos anteriores sumar los nuevos méritos. 21. Un denso velo nubla su mente mientras recobra la luz; una influencia tenaz de todo lo que dejó, le impide sentir la vibración de su conciencia y en tanto se desvanecen sus sombras para reintegrarse a su verdadera esencia, ¡Cuánta turbación, cuánto dolor! 22. ¿Habrá quién, después de escuchar o de leer este mensaje, lo rechace como lección inútil o falsa? Yo les digo que solo aquél que llegare a encontrarse en un grado de materialismo extremo o de ciego fanatismo, podría rechazar esta luz sin que su espíritu se conmoviese. 23. En este tiempo retengo a revelar al hombre el pasado de su espíritu; pero si a asegurarle que su espíritu ha vivido, que ha venido a desempeñar una misión elevada a la Tierra y que dude retornar a su mansión, no sólo sin mancha, ni siquiera con la misma luz que trajo, sino aún con mayor luz. 24. Espíritus que habitáis la Tierra: Sentid mi presencia, mirad la luz divina que se derrama sobre vosotros. Muchos medios tiene vuestro Padre para haceros llegar sus destellos e inspiraciones; pero además de ello, os envió esta palabra que he manifestado a través de entendimientos humanos, para que llegue hasta vosotros y meditáis sobre ella; es maná de vida en vuestro desierto, es rocío de gracia sobre la esterilidad de vuestra existencia, es bálsamo en vuestro dolor y luz infinita en vuestras tinieblas. 25. A vosotros toca, multitudes oyentes y testigos de mi manifestación, prepararos para hacer llegar mis divinos mensajes a toda la humanidad. 26. Mi caridad infinita está dispuesta para recibiros a todos, lo mismo al que viene fatigado y lloroso, que al que se acerca sin fe verdadera a escucharme, como al que llega anheloso como buen discípulo, a ofrecerme el fruto de su cumplimiento. 27. Soy el Padre que busca a vuestro espíritu para llenarle de luz por que vivís en un tiempo de incertidumbre y turbación. 28. Yo traigo para la humanidad una enseñanza que la lleve a la realización de obras de verdadera caridad, de utilidad espiritual y elevación, obras por las cuales serán los hombres recordados, bendecidos e imitados por las generaciones futuras. Sólo la huella de las obras que encierran verdad, será imperecedera en el mundo porque se aproxima la hora de juicio en que toda obra que no esté fincada sobre cimientos de verdad, sea destruida y de ella no quede ni piedra sobre piedra. 29. A vosotros os digo, discípulos, que si queréis dejar simiente en el corazón de vuestros hermanos, que sea con vuestras obras y ejemplos, obras limpias de vanidad. Tened siempre presente que para no torcer ni equivocar el camino, debéis ser el siervo humilde y el discípulo obediente de Cristo, cuyas obras están escritas en vuestra conciencia. 30. Ahí están mis ejemplos presentes, eternos e imborrables, a pesar de tantas tempestades y torbellinos. 31. Pueblo: ¿Reconocéis que mi palabra os ha librado de las miserias humanas en este tiempo? Pues sabed que lo mismo tendréis que hacer con vuestros hermanos. Vuestro corazón me dice: Señor, vos nos habéis concedido dones y gracias, ¿Cómo podríamos hacer lo mismo con nuestros semejantes? A lo cual Yo os contesto que si no podéis repartir dones, ni conceder gracias, si podéis hacer que vuestros hermanos escuchando en vuestros labios mi Doctrina, sientan el despertar de sus dones y potencias y que, aprendiendo a comunicarse con su Padre reciban por inspiración la misión que tengan que desempeñar. ¿No os parece ya bastante grande y meritoria vuestra misión? 32. Debo deciros, discípulos, que si os interesa que vuestras obras tengan valor delante de Mí, no tendréis que pedir nada en cambio de ellas a vuestros hermanos. 33. El maná divino del Tercer Tiempo ha descendido sobre este pueblo, ¿Cómo podríais tornaros de hijos de la luz en hijos de las tinieblas, de la profanación y la desobediencia? ¿Cómo es que habiendo sido nombrados depositarios de mis revelaciones, pudierais llegar a convertiros en seres miserables sobre la Tierra? 34. Velad y orad, os digo siempre, para que no caigáis en tentación, para que no ocultéis ante nadie vuestros dones, ya sea por temor o por egoísmo, comprendiendo que en vuestra alforja lleváis muchos presentes que no os pertenecen, porque os los he dado para que los depositéis en vuestros hermanos. Sabed que por mucho que poseáis, si no dieseis nada, es como si nada tuvieseis. Por eso muchas veces os he reclamado que habiendo recibido tanto de Mí, venís y me mostráis vacías vuestras manos, porque nada han dado, porque no han sembrado mi palabra de amor. 35. En verdad os digo que si necesitáis un aliciente para cumplir con vuestra misión, llevéis a cabo obras de verdadera caridad, porque en la práctica de mi Enseñanza encontraréis el estimulo y la compensación. 36. Quienes viven esperando de Mí la caridad y pudiendo hacerla en su sendero no la hacen, no han tenido caridad de sus hermanos ni de ellos mismos. Esos son los que han dejado enfriar su corazón, los que han apagado su lámpara, los que se asemejan a débiles pajarillos caídos del nido, o a las hojas secas que en otoño se desprenden de los árboles, para ser llevadas sin rumbo por los vientos. 37. ¿Acaso le ponéis defecto a mi comunicación, por el hecho de que os la doy a través de criaturas pecadoras? Ciertamente no son seres puros; pero decidme si mis palabras a través de estos labios humanos, no han dejado en vuestro corazón algún recuerdo, o si en alguna ocasión su dulzura no apartó la amargura que traíais en vuestro corazón. 38. Varón: Recordad que llegasteis con vuestro corazón herido, con la mente turbada y el espíritu destrozado y que luego de escucharme os levantasteis fuerte. ¿Quién había hecho esto con vos? 39. Mujer: Vos llegasteis con los ojos y el corazón cansado de llorar, y cuando creíais no tener más lágrimas, oísteis mi palabra y vuestras mejillas volvieron a ser surcadas por el llanto; pero ahora fue llanto de esperanza y de ternura ¿Quién había llegado al fondo de vuestro corazón antes del día en que oísteis mi voz? 40. Esta Doctrina os ha probado que no es una palabra vacía, sino que está saturada de esencia divina, por eso es sencilla en su forma, porque su profundidad y su sentido están en su significado. 41. Así como he venido a consolaros en vuestras aflicciones, he venido también a daros luz en vuestro espíritu, porque se han desatado y removido en sus abismos todas las tinieblas y es menester que sepáis defenderos. 42. Encended de nuevo vuestra lámpara, despertad el amor en vuestro corazón, interesaos por la vida eterna y tened caridad de vuestro espíritu, sólo así podréis sentir piedad hacia vuestros semejantes y consagrar parte de vuestra vida a la práctica del amor. 43. Guardad vuestro tesoro compartiendo de él y siempre haciendo buen uso de cuanto él encierra, entonces nacerá en vosotros una fuerza, una salud y una luz que jamás habíais experimentado. Esa fuerza, esa luz y esa salud provendrán del espíritu y se reflejarán en la materia. 44. Pueblo; ya no sois el caminante que a tientas va buscando una luz; vosotros ya la habéis encontrado. 45. Esta palabra ha hecho el milagro de resucitaros a la vida; ha sido la fuerza que os ha levantado y os ha sanado, ¿Quién podría convenceros de que ella no proviene de Dios, cuando habéis experimentado en vuestro ser una transformación sólo atribuible a mi poder? 46. Hermosa oportunidad tenéis de mejorar vuestra vida, de poder ser útiles y de labrar a vuestro espíritu una digna morada en la mansión espiritual, ¿Quién podrá arrebataros esta oportunidad? Nadie, a menos que os olvidéis de velar y orar y que vuestra negligencia os hiciese caer en tentación. 47. Si queréis encontraros en paz cuando surjan los grandes acontecimientos anunciados por mis enseñanzas, permaneced firmes en vuestros pasos. 48. Ya veréis cómo llegará el instante en que los representantes de las grandes Iglesias sientan la presencia de lo divino y reconozcan la llegada del Nuevo Tiempo. 49. Les veréis a unos y a otros deliberar, interrogarse y hacerse proposiciones, aun cuando por momentos su vanidad les haga creerse superiores unos a otros. 50. Este tiempo de lucha será inolvidable para vuestro espíritu, porque en él logró vencer al materialismo y dar expansión a su fe, al amor, al anhelo de ascender a Dios por el sendero de la espiritualidad. 51. El entendimiento y el corazón del espiritualista, participarán del deleite de su ser superior y mientras tengan vida, colaborarán con el espíritu en el desempeño de su elevada misión, mas llegada la hora de reposar en el seno de la Obra del Señor y los últimos pensamientos, así como los últimos latidos de aquel ser, se grabarán indeleblemente en el espíritu que habitó una envoltura humilde, noble y dócil a los mandatos divinos. 52. Ved por qué os digo que transforméis vuestra materia en un báculo, en un apoyo del espíritu aquí en la Tierra, dándoos a comprender que le quitéis a vuestra carne ese cetro y ese mando con que ha tratado de someter al espíritu, que guiado por la conciencia, es el único timón y luz en la vida del hombre. 53. Os he hablado de acuerdo con vuestra capacidad, porque no quiero que ignoréis el sentido de ninguna de mis palabras, aunque os digo también, que según la preparación de cada grupo, multitud o congregación, así es la forma en que me manifiesto. 54. Todo espíritu tiene una gran deuda con su Padre. Por mi amor hacia vosotros, os he ofrecido en la Tierra esta nueva oportunidad de justificaros delante de Mí, de restituir espiritualmente y de purificaros para que podáis pasar a la siguiente morada. 55. ¡Oh bendito Tercer Tiempo que traéis en vuestra arca cuanto el mundo necesita para salvarse de su esclavitud! ¡Bienaventurados quienes aprovechen vuestra luz, porque ellos serán salvos! 56. A lo largo de vuestra jornada espiritual os he guiado, os he probado y preparado para la revelación de este tiempo. No serán los hombres quienes organicen al nuevo pueblo de Israel, seré Yo quien lo forme, lo depure, lo eleve y lo envíe entre la humanidad a cumplir su misión. Mientras, este pueblo va creciendo y derribando los obstáculos para que pase. Así lo hice con Israel cuando lo saqué de Egipto y lo conduje por el mar y por el desierto. 57. Este pueblo trae la misión de despertar espiritualmente a la humanidad, mas, cuando haya cumplido y los hombres se den cuenta del tiempo en que viven, veréis surgir de su corazón un anhelo de luz y de su espíritu un ideal de elevación, que conmoverá la vida humana hasta sus raíces y transformará al mundo. 58. La conciencia será escuchada y obedecida, los llamados del espíritu serán entendidos, los anhelos y derechos espirituales serán tenidos en cuenta y respetados, y en todas partes brillará el anhelo de conocer a Dios, de sentirlo, de acercarse a Él y de mirar su verdad. 59. Todo esto habrá de surgir en los hombres cuando el hambre y la sed les hayan llevado hasta los límites de su resistencia, cuando, abatida su soberbia se confiesen arrepentidos delante de su Señor, cuando desciendan de sus tronos y de sus sitiales, desde donde han tratado de ignorarme, desde donde me han juzgado y negado; para que arrepentidos de sus errores, vuelvan sus ojos hacia Mí y me hablen como hijos a un Padre que les ha estado esperando por siglos y siglos para colmarlos de su amor. 60. ¡Hasta dónde se ha hundido el hombre en su materialismo, llegando a negar a quien todo lo ha creado! ¿Cómo ha podido la mente humana ofuscarse a tal grado? ¿Cómo ha podido vuestra ciencia negarme y profanar la vida y la Naturaleza cómo lo ha hecho? 61. En cada obra que vuestra ciencia descubre está mi presencia, en cada obra se manifiesta mi Ley y se deja escuchar mi voz. ¿Cómo es que estos hombres no sienten ni ven, ni escuchan? ¿Por ventura es una prueba de adelanto y de civilización el negar mi existencia, mi amor y mi justicia? 62. No estáis entonces más adelantados que los hombres primitivos, que supieron descubrir en cada elemento y en cada maravilla de la Naturaleza, la obra de un ser divino, superior, sabio, justo y poderoso, al que atribuyeron todo bien, todo lo existente y por eso lo adoraron. 63. A través de una inteligencia naciente trataban de comprender lo que sus sentidos corporales recibían, ¿Qué culto perfecto podían ofrecerme? ¿Qué comprensión plena podían tener de la verdad? Sin embargo, su asombro, su fe y su culto eran recibidos por Mí como las primicias de un extenso campo que mi Espíritu habría de cultivar a través de los tiempos. 64. Desde entonces hasta ahora ¡Cuántas lecciones le he dado a la humanidad! ¡Cuántas revelaciones le han confiado mi amor! Sin embargo, cuando estos hombres debieran haber alcanzado la cumbre de la comprensión y cuando su culto debiera ser perfecto, es cuando su ciencia egoísta, soberbia e inhumana se ha levantado para negarme y cuando los cultos que existen, viven en el letargo de la rutina y de las tradiciones. 65. Yo os di el don del libre albedrío y he respetado esa bendita libertad concedida a mis hijos; pero también puse en vuestro ser la luz divina de la conciencia para que guiados por ella, encauzaseis vuestros dones y Yo os digo que en la lucha del espíritu y la materia ha sufrido el espíritu una derrota, una caída dolorosa, que poco a poco le ha ido alejando más y más de la fuente de la verdad que soy Yo. 66. Su derrota no es definitiva, es pasajera, porque del fondo de su abismo se levantará cuando su hambre, su sed, su desnudez y sus tinieblas no las pueda soportar más. El dolor será su salvación y oyendo la voz de su conciencia, se levantará fuerte y luminoso, ferviente e inspirado, tomando nuevamente sus dones; pero ya no con aquella libertad de aplicarlos al bien o al mal, sino consagrándolos tan sólo al cumplimiento de las leyes divinas, que es el mejor culto que podéis ofrecer a mi Espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 258 1. Os presentáis temerosos delante de Mi, oh, pueblo, porque mi voz de justicia os hace estremecer, mas Yo os pregunto: ¿Es acaso a mi justicia o a una injusticia a la que teméis? Si es a mi justicia, sabed que debéis ser conformes en recibir el juicio divino de vuestras obras, si es a una injusticia, estáis en un error, porque Yo no podría cometerla. 2. Tenéis por juez al más inexorable, pero al mismo tiempo al más dulce, paciente y comprensivo Padre. Un juez que en vez de publicar vuestras faltas o de delataros delante de vuestros semejantes, os llama a solas, os habla al corazón, os prueba según sea necesario y os da nueva oportunidad, ya sea para concluir una obra o de reparar una falta. 3. Si en la justicia divina no existiese el mayor amor del Padre, si su justicia no tuviese ese principio, no existiría ya esta humanidad, su pecado y sus ofensas incesantes hubieran acabado con la paciencia divina; pero no ha sido así. La humanidad sigue viviendo, los espíritus siguen reencarnando, y a cada paso, en cada obra humana, se manifiesta mi justicia que es amor y caridad infinita. 4. Para entender la lección de que os hablo, necesitarían los hombres profundizarse en la esencia de mi lección y por ahora se encuentran entregados a sus preocupaciones y ambiciones terrenales; mas ya viene la hora en que dejen por un instante lo que tanto les preocupa y esclaviza, para elevar su mirada al firmamento y preguntarme interiormente: "Dios mío ¿Qué es lo que acontece en el mundo? ¿Qué ha sido de nuestra vida y qué hemos hecho con ella, que no nos dábamos cuenta?" Ese será el instante de la iluminación que muchos van a tener. 5. Otros serán sorprendidos por la palabra que os he traído en este tiempo, la que llegará al corazón de mis emisarios, de mis testigos y discípulos, que sois vosotros. 6. Los hombres tratarán de negarle verdad a mi revelación, pero los hechos, las pruebas, los acontecimientos, estarán dando voces y testimonio de la verdad que en labios de mi pueblo llegará, como el gran mensaje del Tercer Tiempo. Y también por medio de escritos se extenderá por el mundo mi Doctrina, porque es un medio lícito que desde los primeros tiempos inspiré a mis enviados. Sólo quiero que seáis celosos de mi verdad y la llevéis a los corazones en la forma más limpia y sencilla. 7. Discípulos: Ved cómo el Maestro, estando próximo a hacer cesar su palabra, en cada lección os da una cátedra de preparación espiritual para vuestra lucha. 8. En caravanas llegáis a recibir mi enseñanza después de que habéis recorrido un vasto desierto de vicisitudes; es que vuestro espíritu ha sentido la llegada del tiempo anunciado para mi Nueva Venida, es que él ha escuchado la voz divina que le llama. 9. Caravanas de enfermos, de hambrientos, de sedientos y cansados que vienen en busca del pan del amor, del maná de la vida, alentados por la luz de la esperanza, van llegando a la presencia de su Creador. 10. Bienvenidos seáis todos; descansad bajo la sombra de mi paz, comed y bebed y sanaos de vuestros males. 11. Si sabéis ser constantes escuchando esta palabra, cuando os levantéis para proseguir en la lucha de la vida, sentiréis más ligero vuestro fardo porque os fortalecisteis en la fe y en el saber. 12. Los que vienen buscando en Mi tan solo bienes o riquezas del mundo y no aceptan la existencia de los dones espirituales, sufrirán un desengaño, y cuando se alejen del camino al que fueron llamados, mirarán vacías sus manos y desolado su corazón. Son espíritus que aún aman lo impuro y tendré que darles un tiempo más para que evolucionen, recojan experiencias y cuando retornen a mi senda, se encuentren mejor dispuestos a recibirme. 13. Para el que ha venido con espiritualidad, mi presencia por medio de esta palabra es un verdadero festín de luz, donde los mejores manjares del Reino Espiritual se ofrecen a la avidez de los hambrientos de amor, de justicia, de sabiduría y de paz; éstos no podrán apartarse de mi senda y sabrán recibir los bienes del mundo por añadidura. 14. Mi Obra será lo esencial en su vida y lo material será el complemento para subsistir y cumplir con la misión que les haya sido confiada. 15. ¡Ah, si todos comprendieseis que el sol de ésta palabra pronto va a ocultarse, os apresuraríais a guardar algo de su valor y de su luz en vuestro corazón, pero sois tardos para comprender, sois reacios para desarrollar el don de la videncia, para que pudieseis contemplar desde ahora la proximidad del Nuevo Tiempo. 16. Ciertamente ya será breve mi estancia entre vosotros bajo la forma en que me habéis tenido y es preciso que viváis el presente y el futuro, olvidando muchas costumbres, creencias, ideas y prácticas de vuestro pasado, que forman parte del enorme fardo que llegasteis arrastrando cuando vinisteis a escuchar mi palabra por vez primera. 17. Soy el Salvador de los espíritus, soy el defensor de vuestra fe y de vuestra vida; no podía dejaros hundidos en los abismos o perdidos en los desiertos sin haceros oír mi voz consoladora, sin haceros contemplar la luz verdadera que surge de mi Espíritu. 18. ¿Queréis conformaros tan sólo con oírme para dar paz a vuestro corazón, sin prepararos para sembrar mi Obra en el corazón de vuestros hermanos, o queréis ser mis discípulos? 19. Si anheláis agradarme siendo útiles a vuestros semejantes, participadles y aprovechad las divinas enseñanzas que en cada vez que me presento os doy, para que quedéis aptos para hablar de Mi, de mi Ley y de mi Doctrina y no seáis sorprendidos por quienes viven preparándose para combatir toda nueva luz que surja, aunque esa luz sea la de la más absoluta verdad, la sabiduría de todos los tiempos. 20. Comprended que no os llamé tan sólo para consolaros en vuestras aflicciones, sino también para enseñaros a sentir el dolor de vuestros hermanos y a consolarlos en sus amarguras. 21. Si queréis saber lo que tenéis que hacer entre la humanidad, basta que miréis lo que Yo he hecho con vosotros desde el día en que por vez primera oísteis mi palabra. 22. Os perdoné, os recibí con caridad y amor infinito, os hice descansar de la penosa jornada, no me detuve a juzgar vuestra condición, vuestra esfera o clase, limpié la lepra de vuestro pecado y sané vuestras dolencias; fui comprensivo, indulgente y benévolo al juzgar vuestros defectos, os reintegré a la vida verdadera, dándoos una Doctrina de amor que os capacita para salvaros, salvando a vuestros semejantes. 23. Ahí, en mis obras que he tenido para con cada uno de vosotros, podréis encontrar el mejor de los ejemplos para que los llevéis a la práctica entre los necesitados del cuerpo y del espíritu, que también llegarán en caravanas hasta vosotros. 24. Hablando a este pueblo, hablo a la humanidad; a vosotros os toca acercaros mañana al corazón de los hombres y fraternalmente transmitirles mi palabra, la cual consumará la obra de redención. 25. Hoy sentís que el dolor os ha tocado y a veces no comprendéis que por medio de ese cáliz os estáis purificando. ¿Cómo podríais hablar de Mí estando manchados? ¿Cómo podría brotar de vuestro corazón el amor manifestado a través de los sentimientos de caridad y humildad, si él estuviese lleno de egoísmo? 26. Las imperfecciones de los hijos de Dios han hecho que exista el dolor, dolor que se ha convertido en maestro para forjar vuestro corazón y señalaros el camino que perdisteis. Mi amor se posa en vuestro corazón para apartar de él todo mal, porque quiero veros fuertes, sanos y limpios. 27. Oíd esta voz que vibra entre vosotros bajo esta forma, no os canséis de escucharla. He prolongado mi manifestación con el fin de pulir las asperezas de vuestro corazón, y al dejar de manifestarme en 1950, poder dejaros firmes en esta fe. 28. La humanidad se encuentra entregada a su ciencia, su corazón y mente están entregados por completo a la vida que viven en la Tierra, por eso elegí entre los hombres a estos por quienes os hablo, sencillos y sin ciencia. Toqué a esos corazones y luego penetré por medio de mi luz en sus entendimientos para entregar a mi pueblo este mensaje de amor. 29. Esta luz ha venido a iluminar el sendero de vuestra vida y por eso os habéis entregado a Mí. Después de mi partida os dejaré entre la humanidad para que deis testimonio de mi verdad y entre los discípulos surgirán los maestros que prediquen con sus obras la Doctrina del amor espiritual. 30. Las delicias del Reino son para todos; aquí en la Tierra tendréis un poco de aquella paz y un reflejo de la vida eterna. Sed de buena voluntad en la Tierra y no os faltará mi paz. 31. Muchas páginas del libro de la vida habéis visto pasar desde que os doy mi palabra, cada una de ellas ha sido una lección perfecta. A veces ha sido el amor del Padre el que os ha hablado, otras ha sido el Maestro el que os ha sentado ante su cátedra, y a veces ha sido el Juez el que os ha tocado. 32. Todos habéis recibido mi palabra, entonces, todos habéis recibido en el espíritu, órdenes y misiones que cumplir. Unos han empezado, otros están esperando el instante de levantarse, otros están en preparación. No existe uno de vosotros que no haya recibido facultades que desarrollar, y mientras unos han dado principio a su desarrollo desde ahora en que aún me comunico bajo esta forma, otros iniciarán su desenvolvimiento espiritual después del tiempo de mi comunicación, mas en esos tiempos, levantaos todos como un solo espíritu. 33. Tenéis dones para analizar mi palabra, para recibir mis inspiraciones así como las videncias que os anunciarán lo venidero. 34. Los que hoy se han estacionado, los que recibieron dones para recibir mi rayo divino o dejar que por ellos se comunicara el mundo espiritual y no cumplieron su misión, se levantarán más tarde a cumplir, aunque les digo desde ahora, que habrá de cambiar la forma de entregar, para que no lleven confusión a la humanidad. 35. Día llegará en que estéis diseminados por el mundo; uno en una nación, otro en otras tierras y sin embargo, os sentiréis unidos por la armonía espiritual que os he traído. 36. Os estoy preparando para que os améis y con ese lazo seáis fuertes e invencibles, para eso he sido el Maestro amante y constante que viene con sus ejemplos a mostrar el camino a los discípulos. Velad por vuestros pasos, por vuestras obras y aún por vuestras palabras y pensamientos. Que no sea el hombre el que juzgue vuestras imperfecciones, que sea siempre el Maestro el que os corrija a través de vuestra conciencia. 37. Quise comunicarme a través de seres pecadores para daros muestra de mi fuerza y de mi amor; ahora id hacia vuestro Padre por medio del espíritu a probarle que también le amáis. Buscad esa meta, llegad a esa sublime comunicación de espíritu a Espíritu sin conformaos con los primeros frutos que recojáis, sino hasta que hayáis alcanzado la perfección. Cada hombre llevará entonces en su interior al guía divino que le conducirá eternamente por las sendas destinadas a los que saben elevarse en busca del amor de su Creador. 38. Mi luz hecha palabra, la vida, las pruebas, todo ha venido a despojaros de vuestra materialidad. Mañana, la misma ciencia humana tendrá espiritualidad, elevación, ideales nobles, y logrará hablar de lo que aparentemente le ha sido ocultado y que en realidad no ha descubierto, porque no será la mente la que penetre en el arcano sino el espíritu, y eso ocurrirá cuando haya logrado la limpidez; pero no temáis, pueblo, que por atender al espíritu y cuanto a él corresponde, la vida humana y vuestros deberes materiales se vean abandonados, ni que vuestra salud y vuestro cuerpo sufran consecuencias que hoy no vislumbráis, porque cuando el espíritu de esta humanidad se levante de la escoria en que hoy vive, sentirá en su materia una fuerza y una luz desconocidas que le llevarán a crear una existencia pródiga en bienestar, prosperidad y salud. 39. ¿Cómo han pretendido los hombres alimentar a su espíritu eternamente, con prácticas pasajeras y algunas veces frívolas? Ni al espíritu, ni aun al corazón deberíais engañarlo con cultos que no tengan esencia o sustancia de verdadera vida. 40. Es preciso que pronto llegue esta luz al corazón de la humanidad, no importa que al principio sea origen de disputas o combates. Siempre han chocado la luz y las tinieblas, la verdad y lo falso, el bien y el mal. Así como las sombras de la noche se disipan ante la luz del día, así se apartará la maldad de los hombres ante mi mensaje de amor. 41. En aquel Segundo Tiempo mi venida en cuanto hombre, sólo fue creída por unos cuantos corazones, sin embargo, la humanidad tomó después el nacimiento del Salvador como el comienzo de una nueva era; así en este tiempo, el principio de mi comunicación con vosotros, o sea mi advenimiento en cuanto Espíritu Santo, será mañana tomado como el principio de otra era. 42. Escuchad lo que os dice Cristo, la manifestación del amor divino. 43. Paz a los hombres de buena voluntad, a los que aman la verdad y siembran la semilla del amor. 44. Soy el Verbo que viene a buscar a los hombres, porque ellos no han podido llegar a Mí. Es mi verdad la que vengo a revelarles; ya que la verdad es el Reino al cual quiero que todos penetréis. 45. ¿Cómo encontrar la verdad, si antes no os digo que se requieren muchas renunciaciones? 46. A veces, para hallar la verdad, es preciso renunciar a cuanto se posee, renunciar aun a sí mismo. 47. El vanidoso, el materialista, el indolente, no puede conocer la verdad mientras no destruya las murallas dentro de las cuales vive, es necesario que se sobreponga a sus pasiones y flaquezas para mirar de frente mi luz. 48. Un materialista sólo ama la vida humana, más reconociendo que todo en ella es fugaz, procura vivirla intensamente. Cuando sus planes o sus ambiciones no se realizan, o el dolor en alguna forma lo sorprende, entonces se desespera, blasfema y reta al destino, culpándole de no recibir las dádivas a las que cree tener derecho. 49. Son espíritus débiles en materias reacias, son seres moralmente pequeños, que son probados en muchas formas, para hacerles comprender el valor que ellos en su materialidad atribuyen a obras de escaso mérito. 50. ¡Cómo descartan modificar su destino los materializados! ¡Quisieran que todo se hiciera según su idea y su voluntad! 51. Se puede lograr de Dios todo cuanto de bueno se desee, sin necesidad de retar su justicia o de desafiar su poder. Mi amor está presto a atender a todo aquél que desea mejorar su existencia. 52. Vuelvo a deciros; paz a los hombres de buena voluntad, que aman la verdad, porque ellos algo hacen por plegarse a la voluntad divina y quienes se amparan bajo mi protección, necesariamente tienen que sentir mi presencia tanto en su espíritu, como en su vida humana, en sus luchas, en sus necesidades, en sus pruebas. 53. Los hombres de buena voluntad son hijos obedientes a la Ley de su Padre, caminan por el sendero recto y cuando sufren intensamente, elevan su espíritu hasta Mí, en demanda de perdón y de paz. Ellos saben que muchas veces es necesario el dolor y por eso lo apuran con paciencia, sólo cuando éste se hace irresistible, suplican les sea aliviado el peso de su cruz. Señor, me dicen; yo sé que mi espíritu necesita purificarse, sufrir, para los que piensan y oran de esta manera, porque van buscando el ejemplo de su Maestro para aplicarlo a las pruebas de su vida. 54. Es cierto que cada dolor, que cada sufrimiento renueva el corazón, estremece el espíritu y lo limpia de sus manchas, dándole ocasión de creer y elevarse. 55. ¡Cuánto bien hace el dolor en el espíritu, cuando ese cáliz es bebido con amor y paciencia! 56. Largo ha sido el camino de pruebas para vuestro espíritu. Sois a semejanza de los árboles milenarios que sueltan sus hojas secas al contacto de los vientos que les azotan y los desnudan, para después cubrirse de nuevas hojas. Así cumple el árbol la voluntad del Padre; así deberíais cumplir todos dejando que las pruebas y lecciones que a través de la vida os da vuestro Padre, os despojasen de viejas vestiduras, de impurezas y andrajos del espíritu, para surgir revestidos de nuevas galas. 57. Sabed, discípulos, que el dolor aparta de vuestro corazón los malos frutos, os da experiencia, haciendo que vuestros errores se tornen en aciertos. 58. Así os prueba vuestro Padre, con el fin de que la luz se haga en vuestro entendimiento, mas, cuando no comprendéis y sufrís estérilmente por no encontrar el sentido de mis sabias lecciones, vuestro dolor es inútil y desaprovecháis la lección. 59. En este tiempo, he venido a explicaros el sentido de la vida, en el que sabréis el por qué del dolor, qué significa expiación y restitución y por qué necesitáis purificaros. Cuando mi pueblo comprenda y sienta mi enseñanza, se colocarán los cimientos de una nueva humanidad. 60. ¿Os ha sacudido algunas veces el dolor? ¿Han crujido vuestras ramas, se han desprendido las hojas secas y han caído de vuestro árbol los malos frutos? Yo os digo que el bien que ha adquirido vuestro espíritu, no se compara con lo que más valga en el mundo. 61. Os pongo ejemplos que en la Naturaleza miráis cada día, como el del árbol cuando es azotado por el vendaval, porque la Naturaleza divina, por lo tanto, en todo cuanto os rodea en esta vida, podréis encontrar una lección o una revelación para vuestro espíritu. 62. Así como vuestro cuerpo para vivir busca el aire, el sol, el agua y el pan, también el espíritu necesita del ambiente, de la luz y del sustento propio de su ser. Cuando se ve privado de la libertad de elevarse en busca de lo que a él lo alimenta, se debilita, se marchita, se entorpece, como si a un niño se le obligase a permanecer siempre en su cuna y encerrado en su alcoba. Se paralizarían sus miembros, palidecería, se debilitarían sus sentidos y se atrofiaran sus facultades. 63. ¡Ved cómo también el espíritu puede ser un paralítico! ¡Si Yo os dijese que el mundo está lleno de paralíticos, de ciegos, de sordos y enfermos del espíritu! El espíritu que vive encerrado y sin libertad para desarrollarse, es un ser que no crece, ni en sabiduría, ni en fuerza, ni en virtud. 64. No esperéis a que sean los furiosos vendavales los que os limpien de impurezas, porque también podéis esperar la llegada de las estaciones para renovaros en ellas, para purificaros y florecer. 65. Mucho tendréis que aprender en este mundo para que podáis llegar a otras moradas más elevadas. 66. Aprended, meditad, sabed luchar, sufrir y esperar; amad siempre y confiad también. Sed hombres de fe y de buena voluntad y tendréis que ser espíritus grandes. 67. Si queréis buscar mi presencia dentro de la Naturaleza en que habitáis, hacedlo, Yo sé que en todo tendréis que encontrarme porque me encuentro en todas y cada una de mis obras. 68. Ved como me comunico a través de estos hombres en quienes me oculto por un instante para hacer brotar de sus labios mi divina palabra. ¿Cuándo me miraréis más allá de lo que pertenece a este mundo? ¿Cuándo me escucharéis a través de vuestros sentidos espirituales sin necesidad del aparato humano? 69. La cátedra eterna de Dios siempre está vibrando, porque El es el verbo, mas sólo la escucha directamente o sea de espíritu a Espíritu los seres luminosos. 70. Cuando vosotros lleguéis a estar en comunión estrecha con lo divino y con lo humano, cuando alcancéis la armonía de vuestro ser, oiréis el canto en el que se une el ángel y el hombre, el cielo y el mundo, el Más Allá y el Universo, el espíritu y la materia. Todo se unirá en un himno de amor hacia el Ser divino que ha dado vida a sus obras convirtiéndolas en sus hijos. En ese himno os uniréis, discípulos, porque para ello he venido nuevamente a los hombres. 71. Es necesario que penetréis en vuestro santuario interior, aquél que no fue construido por la mano del hombre, sino por la mente divina. Os digo que allí conoceréis la revelación de la verdad, allí comprenderéis la esencia de lo eterno, para que lo améis por sobre todo lo pasajero. 72. ¿Qué es vuestro cuerpo? Avecillas viajeras, cuyo vuelo tiene poca duración, ave que sin saber canta su pronta desaparición. Pobre cuerpo que mucho pide y mucho desea para si en su egoísmo. En cambio, el espíritu es el ave invisible al mundo, pero blanca y luminosa, que se eleva más y más según marcha el tiempo, es el ser para quien no existen las edades, los años o los siglos. 73. Sabéis qué día, qué hora y qué año nacisteis, mas ¿Sabéis por ventura cuándo surgisteis espiritualmente a la vida? 74. Elevad el espíritu, esa es la esencia de vuestra vida, ese es vuestro destino y el fin para que fuisteis creados. Elevaos, porque así vendréis a Mí, que tengo mucho que daros, mucho más de lo que en el mundo habéis encontrado. 75. El amor habrá de venceros al fin y por el amor me conoceréis. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 259 1. Bienvenidos seáis mis discípulos, habéis venido a escuchar mi enseñanza y Yo os preparo el banquete, para que os alimentéis con los manjares de vida eterna. 2. Si vuestra carne es débil, vuestro espíritu en cambio es fuerte para obedecerme. Bienaventurado sea el discípulo que ha preparado su corazón dejando lo que pertenece al mundo por venir a escuchar al Verbo. 3. Vengo a ofrecer a vuestro espíritu la vestidura de gracia, porque a través del tiempo habéis hecho girones la que os di. 4. Mi Ley es la Doctrina que a través de los tiempos habéis recibido, Ley que no habéis cumplido y por vuestra desobediencia caísteis en confusión. Ahora vengo nuevamente a iluminaros con la luz del Espíritu Santo. 5. Os he confiado una joya de incalculable valor, para que brille ante la humanidad, no la ocultéis ni os despojéis de ella. 6. En este día conmemoráis mi entrada triunfal en la antigua Jerusalén. Ahora también el hombre me presenta palmas en sus manos materiales, mas en su corazón no veo la paz. 7. En aquel tiempo las multitudes me recibieron entonando con su espíritu el "hosanna", porque sabían que la gracia del Señor era con ellos; en esta forma dieron testimonio de que el Hijo de Dios estaba con los hombres. 8. Después, cuando llegué al sacrificio en el ara santa de la cruz, para enseñaros a cumplir vuestra misión, muchos dudaron de que Jesús fuese el Hijo del Dios verdadero el Cordero de Dios anunciado mucho tiempo antes por los profetas, mas así estaba escrito que el Cordero os iluminaria con su sangre. 9. Ahora vengo en Espíritu a daros nuevamente mi enseñanza para espiritualizaros, para disipar con la luz del Espíritu Santo las tinieblas, para que os regeneréis y dejéis que las virtudes se manifiesten en plenitud. 10. La humanidad aún no ha escuchado esta palabra, se desconocen los unos a los otros y a vosotros he nombrado "el fuerte Israel" porque os levantaréis llenos de mi fortaleza para dar testimonio de mi presencia espiritual entre la humanidad, para que llevéis mi verdad y apartéis el cáliz de amargura que apura en este tiempo el mundo. 11. Entre vosotros está el lobo hambriento. Tenéis que velar y orar, tenéis que practicar mi Doctrina. Aquel que sepa cumplir con mis mandatos, sentirá mi paz. 12. En este tiempo os he hablado con toda claridad para que me comprendáis, os he mostrado que este camino está limpio y si el dolor os sorprende, no es el Padre quien os lo ha puesto, sois vosotros mismos que en vuestra desobediencia lo habéis labrado. 13. Ved que soy amor infinito, sublime y santo, que a todos amo, mas os digo: amad como el Padre os ama y os seguirá amando en todos los tiempos. 14. He venido a purificaros, como el oro en el crisol, para que seáis el ejemplo de la humanidad. Es menester que comprendáis mis enseñanzas, para que seáis entre vuestros hermanos, una antorcha de luz, que ilumine a todos los espíritus. 15. Es a vuestro espíritu a quien vengo a darle vida eterna, porque ha brotado de Mi, a él vengo a prepararle para que me obedezca y sepa comunicarse conmigo de espíritu a Espíritu. 16. Mostradme espiritualmente vuestras palmas, porque las palmas materiales no llegan a Mí. Estáis viviendo el tiempo en que la humanidad apura un cáliz de dolor, velad y orad para que ese dolor no os sorprenda. 17. En estos días la humanidad conmemora mi pasión, mas de cierto os digo que ahora estáis en el tiempo en que he venido a resucitaros. 18. Grande es el dolor en mi Espíritu al contemplar que la humanidad en su fanatismo, confusión y pecado aún sigue crucificándome. Mas vosotros, pueblo escogido, que sois los iluminados, practicad mi verdadera Doctrina, la cual reinará eternamente entre la humanidad. Los hombres no podrán retener mi amor ni obscurecer mi luz divina, Yo vengo a fortaleceros y a guiaros con mi palabra para que sigáis mis huellas, y deis cumplimiento a mi Ley. 19. Mañana os elevaréis en oración a mi Divinidad e iluminados por la intuición, seréis guías en la senda de vuestros hermanos. 20. La misión que os he confiado, es un mandato que tenéis que cumplir a través de los tiempos, porque por vuestro conducto tiene que recibir mi luz la humanidad y Yo la levantaré a la vida de la gracia. 21. Israel, no queráis permanecer dormido, porque si así lo hiciereis, los elementos de la Naturaleza os despertarán y os reclamarán vuestra falta de cumplimiento a la misión sublime y delicada que Yo os he confiado. 22. Os he hecho reconocer vuestros dones y la inmensidad de las tierras que os confío para que las limpiéis y las cultivéis. 23. Sois mis hijos que estáis bajo mi amparo, bajo el follaje del árbol de la vida y vuestro espíritu ha sido de regocijo. Yo os digo, pueblo escogido: ¿Quién de vosotros que ha implorado mi caridad, no la ha recibido? Bienaventurados seáis aquellos que reconociendo mis grandes beneficios os levantéis a testificar que el Padre ha estado con vosotros, porque por vuestro testimonio se levantarán grandes multitudes. 24. Testificad que Yo he estado con vosotros, para que la humanidad lleve en su espíritu la vida de la gracia, para que encuentre en Mí al Doctor de los doctores y para que me busque de espíritu a Espíritu. 25. En el Segundo Tiempo mis discípulos esparcieron mi enseñanza para que la humanidad la estudiase, la meditase y la pusiese en práctica, pero más tarde el hombre se apartó de la esencia de mi Doctrina y forjó su propia ley para guiar a las multitudes. Mas Yo no vengo a recibir lo que el hombre en su confusión y materialidad ha edificado, sólo vengo a recordaros que mi verdadero templo debe estar edificado en vuestro corazón y en vuestro espíritu. 26. En este tiempo, a los que me habéis buscado, os he enseñado a sentirme en vuestro corazón, a grabar en él mis enseñanzas, para que seáis el pueblo que viváis llenos de gracia y de luz. 27. Preparaos y levantaos llenos de humildad para que llevéis a la humanidad este mensaje de paz, orad por ella, que vuestro Padre hará que su Ley sea reconocida y practicada por todos los hombres, para que lleven vida de gracia y sepan buscarme de espíritu a Espíritu. 28. Recordad que he dicho: cuando estéis reunidos dos o tres en mí nombre, Yo seré entre vosotros y me manifestaré según sea vuestra preparación. 29. He venido en este tiempo a dar una prueba más de mi amor a la humanidad al manifestarme entre vosotros, pueblo escogido. 30. Vosotros tenéis que dar testimonio a la humanidad y enseñarle que si sabe prepararse, si sabe despojarse de su materialidad, me sentirá y me verá con su espíritu. Por eso he venido a hablaros a través del entendimiento humano, y esta comunicación a través de un pecador ha sido la prueba de amor que os he concedido para que recibáis mi palabra y más tarde la llevéis a la humanidad. 31. Preparaos, Israel, porque es corto el tiempo de mi comunicación a través del entendimiento humano, y no quiero que el mañana por vuestra falta de preparación os vayáis a sentir como huérfanos y vayáis a imitar a las multitudes que se reúnen en sus templos de cantera y se conforman con ceremonias y cánticos materiales. Dentro de esas multitudes, muy pocos son los que me han sentido, mas he venido a vosotros para preparar vuestro corazón y a iluminar vuestro espíritu, a entregaros mi palabra llena de amor para que sintáis mi presencia y seáis los que mañana entreguéis a vuestros hermanos este amor y esta paz. 32. Si con mi palabra llena de amor, no preparáis vuestro corazón, entonces ¿Qué va a ser de vosotros, qué va ser de vuestros semejantes, si estáis viviendo el tiempo en que la grandes pruebas y torbellinos están azotando a la humanidad? No hay paz en los corazones y si por instantes esa humanidad se entrega a los placeres buscando el consuelo, en verdad os digo, dentro de esos placeres llevan un espíritu sufriente y enfermo que no siente mi paz; en el recreo que ellos buscan sólo satisfacen sus sentidos materiales, pero sus espíritus sólo llevan el dolor. 33. Esa humanidad no me ha sentido, a ella aún no ha llegado quien la tome de la mano y le muestre el camino; a ella Yo le recibiré cual inocente y con caridad juzgaré sus faltas, Yo le daré la oportunidad de restituir. Mas vosotros, pueblo escogido, que me habéis escuchado, en quien me he manifestado ¿Cómo os sentiréis ante Mi, si llegáis en espíritu haciéndome presente vuestra desobediencia? Sois los agraciados por el Padre y quiero recibiros con el cumplimiento de vuestra delicada misión; no quiero que seáis el reo ante mi presencia, quiero recibiros con mi sonrisa paternal y enviaros nuevamente al mundo como espíritus de luz, como guías y protectores de vuestros semejantes. 34. En verdad os digo: habéis llegado ante Mí, porque Elías os ha entresacado de diversos caminos, porque sois los escogidos a quienes Elías me ha mostrado como ovejas. El que está dentro del redil de Elías, está defendido por El, ese pastor incansable os protege de las acechanzas. 35. El Espíritu Santo ha venido a iluminaros, mas no solamente los que ostentáis mi sello divino tenéis esta gracia, sino todo aquél que se prepare y se eleve a Mi, guiados por Elías. 36. La luz del Espíritu Santo ha venido a iluminaros para que seáis conmigo en espíritu y en verdad. He aquí el camino en donde sentiréis mi amor y hallaréis la salud. 37. Vengo a recibir a las ovejas que Elías me hace presente. El seguirá buscando a las descarriadas, porque Yo entregaré mi caridad a todos los pueblos de la Tierra y a todas las generaciones venideras. 38. El Maestro os dice: bebed de esta fuente inagotable sus aguas cristalinas; alimentaos con el pan de vida eterna, tomad el fruto de la vid. He aquí que en mi mesa os he preparado el mejor lugar. 39. Yo os pregunto, Israel: ¿Qué pedís para las naciones? Porque esta caridad no es tan solo para vosotros, ved que las naciones han sido sorprendidas por las grandes pruebas de dolor y a vosotros he dicho: Israel, si veláis y oráis por vuestros hermanos, mi voluntad se hará en toda la humanidad. 40. Los hombres han equivocado mi Doctrina, mas Yo he venido entre vosotros para prepararos nuevamente con mi enseñanza, con mi sabiduría, para que os convirtáis en mis discípulos y seáis los que mañana enseñéis al mundo y le hagáis sentir mi presencia en su espíritu. 41. Las naciones se preparan para lanzarse a nuevas guerras, mas si vosotros veláis y oráis, por vuestro conducto propondré y entregaré mi paz a la humanidad. 42. He venido en Espíritu en este Tercer Tiempo a levantaros a la vida, como a Lázaro de su sepulcro. He sanado vuestra lepra y he apartado vuestro dolor. 43. He venido a daros mi enseñanza para que llevéis en vuestro corazón mi amor y así preparados os levantéis para guiar a la humanidad, para mostrarle el árbol que os ha dado sombra y vida en sus frutos. 44. Invitad a la humanidad a que venga hacia Mí para darle mi caricia de Padre, para iluminar su espíritu, para salvar del mar anchuroso de maldades, para darle leche y miel y apartar la amargura de su vida. 45. Si así habláis a vuestros hermanos, habéis cumplido con el mandato que os he dado a través de los tiempos. Escuchad, pueblo amado en vosotros mismos la voz de la conciencia y fortaleced el propósito de amarme y de amar a vuestros hermanos. 46. Vengo buscando el amor de vuestro corazón para que en él me forméis un santuario, Yo os amo, os he engalanado con mi gracia divina y os he iluminado para que seáis a mi servicio. 47. En vosotros he depositado esta palabra, que cual buena semilla el mañana se multiplicará, porque cuando ya no me escuchéis en esta forma, las multitudes serán en pos de mis discípulos para recibir la enseñanza que no alcanzaron a escuchar a través de mis portavoces. Vosotros les enseñaréis y Yo seré con ellas. Seréis sumisos y obedientes a mi Ley para que mi Obra os sirva de baluarte y levantaréis en alto el estandarte de la espiritualidad. 48. Israel, las grandes pruebas prestas están para ser entre la humanidad, porque los hombres así lo han querido, porque en su corazón aún está el propósito de destrucción y también han formado su propio dios en este mundo; mas antes de que el hombre haga su propia voluntad, el Padre se hará sentir nuevamente entre la humanidad. Vosotros, mi pueblo, os levantaréis para mostrar nuevamente el arca de salvación que es mi Ley, así como Noé habló a la humanidad de aquel tiempo. 49. Preparaos, mi pueblo, para que recibáis a los que van a llegar a vosotros, entregadles mi amor, enseñadles a amarse los unos a los otros, mostradles mi Ley, encended en sus corazones la flama de fe y dadles en mi palabra la paz, para que de ella se alimenten en sus caminos. Enseñaréis a esas multitudes a buscarme de espíritu a Espíritu. 50. Vosotros habéis venido a la Tierra a cumplir esta misión, por eso he venido a prepararos con mi palabra, a saciar la sed de vuestro espíritu con estas aguas cristalinas, a fortaleceros y a ungiros. Fuertes os levantaréis a hablar a la humanidad en mi nombre, seréis mis mensajeros y por vuestro conducto Yo le entregaré mi luz. 51. Elevaos en oración, que Yo seré con vosotros y en unión de mi Mundo Espiritual poco a poco iréis despertando a la humanidad. Velad y orad por aquellos que no me han sentido y en su dolor claman y me dicen: "Padre, Padre ¿Por qué no nos escucháis?" Y vosotros, que ya sabéis buscarme de espíritu a Espíritu, enseñaréis a vuestros hermanos a orar y a buscarme en el silencio y en la elevación de su propio espíritu. Yo les haré sentir mi perdón, a ellos les entregaré la luz y la sabiduría, para que cumplan con mi Ley. 52. Por aquellos que me habéis reconocido y estáis conmigo, Yo entrego a los que perecen en el mar anchuroso de maldad, Yo los perdono y los bendigo. Más vosotros, que habéis recibido de vuestro Dios y Señor, testificad ante la humanidad, todo lo que Yo os he enseñado y revelado para que ella también me ame y se levante en pos de su misión espiritual. 53. Está profetizado que en este tiempo aparecerá en la Tierra el nuevo pueblo de Dios, el pueblo de Israel, y mi palabra habrá de cumplirse, mas no os confundáis creyendo que se trata del pueblo judío cuando menciono al nuevo pueblo de Israel, ya que el pueblo de que os hablo estará formado por todas las razas y todos los idiomas. Su unión no será material, sino espiritual, así como también su misión será espiritual. 54. Si en aquel Primer Tiempo Israel se formó con doce tribus, ahora serán doce misiones las que desempeñe el nuevo pueblo, doce misiones diferentes que, con su armonía le darán la fuerza de un pueblo invencible. 55. No necesitarán agruparse los hombres para formar las nuevas tribus, esas Yo las formaré, dándole a cada una un diferente cargo que desempeñar entre la humanidad. 56. Los dones de intuición, de revelación e inspiración estarán despiertos en el espíritu del Nuevo Israel, porque a través de ellos será como reciban mis mensajes. 57. Los hombres que formen el nuevo pueblo no serán escogidos en la Tierra, sino que por mi amor ya irán señalados o marcados en su espíritu, como seres evolucionados, como seres de luz que no podrán perderse de la senda que les haya trazado. 58. Así como en el Primer Tiempo Israel se preparó y ordenó para cruzar el desierto en pos de la Tierra Prometida, y a cada tribu le fue confiada diferente misión, así en este tiempo unos a otros se fortalecerán espiritualmente y cada quien cumplirá con la misión que se le haya confiado. 59. Vosotros que me estáis escuchando, sois sólo una parte de ese pueblo que estará diseminado en toda la Tierra y que será tan numeroso como las estrellas del firmamento. 60. Esa marca que alguno de vosotros habéis recibido, es solamente un símbolo de la señal que trae en su espíritu todo aquél que en este Tercer Tiempo venga a cumplir una misión dentro del Nuevo Pueblo de Israel. 61. Muchas veces os he dicho que todo cuanto posee vuestro espíritu, ya lo trata consigo desde antes de llegar a la Tierra, por lo que ese acto al que llamáis "La marca" no ha sido más que un símbolo. Más llenaos de gozo, porque vuestra misión ya está definida, porque ya sabéis cuál será vuestro destino y vuestro papel en el seno del Nuevo Pueblo. 62. Vosotros seréis el heraldo que anuncie a los pueblos mis órdenes y seréis quienes reveléis a la humanidad el divino mensaje de que os he hecho portadores, porque en ese mensaje se unirán todos los enviados y los señalados, espiritualmente. Vosotros anunciaréis a la humanidad este tiempo en que han sido desatados todos los dones y facultades del espíritu y enseñaréis la forma de descubrirlos, de desarrollarlos y de emplearlos. 63. Inspiración, intuición, don de palabra, curación, profecía, revelación, comunicación espiritual: He ahí los dones que, derramados sobre mi pueblo, harán de todos los hombres una nueva humanidad. Mas orad, tened fe, fortaleza, para que derraméis paz, justicia y caridad entre vuestros hermanos. 64. Mis enviados estarán cumpliendo misiones en todas partes, en el seno de toda institución. Su corazón ignorará el encargo espiritual que está cumpliendo, pero su espíritu estará absolutamente consciente de cuanto haga. El será quien haga presentir al corazón el destino que ha venido a cumplir en la Tierra y le revelará a la mente cuanto tenga que realizar. 65. ¡Qué grande es la responsabilidad de vosotros que habéis recibido este mensaje! porque tenéis que prepararos para dar testimonio de lo que oísteis y para dar ejemplo y enseñanza de espiritualidad. 66. Ni una sola confusión deberá haber entre vosotros cuando llegue el momento de abrir vuestros labios para anunciar a la humanidad la Buena Nueva, y tanto en vuestras obras, como en vuestras palabras y escritos, habrá verdad y elevación. 67. Ahora os pregunto: ¿Queréis ser vosotros los que deis la voz de alerta a la humanidad, despertándola con el toque de una campana cuyo sonido sea el de la verdad llamando a los corazones? ¿O queréis que aguarde a que haya desaparecido la última de vuestras huellas en la Tierra para que sean las nuevas generaciones las que den ese testimonio a los pueblos del mundo? 68. No me he equivocado al enviar a cada uno de vosotros, a pesar de que a veces dudéis de vuestra fortaleza, para cumplir con tan elevado destino. 69. Dudáis de ser escogidos o enviados porque conocéis vuestras flaquezas, mas debo deciros que esas flaquezas no están en el espíritu que Yo envié, sino que en la carne que os sirve de prueba en la Tierra. 70. El instante en que el espíritu se sobreponga a la materia, llegará, y la luz se hará en todo entendimiento. Entonces seréis uno dentro de vosotros, porque habrá una sola voluntad: La de obedecer al mandato escrito por el Padre en vuestro espíritu, para poder ser dignos hijos del Nuevo Pueblo de Israel. 71. La luz divina del Maestro se esparce en todo el orbe. Hago el llamado a mis labriegos para que podáis aposentaros en la mesa del Señor. Manifestad vuestra obediencia y humildad, venid a alimentaros para que llevéis amor, comprensión y caridad. 72. Yo, el Maestro de maestros, doy el ejemplo perfecto a mis labriegos; vengo preparando a mis discípulos en este Tercer Tiempo, para que seáis los corazones que cumpláis la Ley y entreguéis la caridad de la cual sois poseedores. 73. Vengo hasta vosotros, discípulos amados, para alentaros con mi amor, para que podáis sentirme y conocerme, para que sepáis de quién estáis escuchando la palabra y podáis comprenderla penetrando en el estudio y el análisis. 74. Contemplad, labriegos amados, que la tiniebla se extiende en la humanidad, el odio, la codicia y la vanidad y vosotros tenéis una grande potestad, sois los que debéis hablar de mi Obra, para que el enfermo, el leproso, el incrédulo pueda conocer lo que el Verbo Divino entregando se encuentra en este tiempo. 75. Sois la luz del mundo y brillando entre la humanidad, aún no os conocéis ni os reconocen los hombres. 76. La humanidad incrédula abre su labio para desconocer mi poder, porque espera contemplar las pruebas y los prodigios que le entregué en el Segundo Tiempo. Alimenta la idolatría porque no ha sabido elevar su espíritu, no ha sabido orar, ni ha sabido pedir. 77. Cuando a vosotros os he enseñado a pedir, os he puesto en el camino de la verdad, de la elevación y de la preparación. Yo os he dicho; Enseñaréis a la humanidad a velar y a orar. 78. Penetrad en meditación, estudiad y así comprenderéis que el Maestro se manifiesta en vuestra humildad para entregaros la luz, el perdón y la bendición; que nunca os he abandonado. Yo estoy con vosotros para haceros liviana vuestra cruz, para daros el consuelo. 79. Os he confiado las parcelas y las herramientas para que podáis labrar y cultivar las tierras. 80. La humanidad tiene hambre y sed de la verdad que Yo os he confiado. La humanidad se encamina a la tiniebla, hacia el abismo, hacia la perdición, mas hay corazones que me han de amar, de distintas lenguas, razas y colores; Yo sólo vengo haciendo el llamado a los espíritus sin contemplar diferencias. 81. Sois vosotros, Israel, los que debéis indicarles el camino, los que debéis de darles mi enseñanza. 82. Reconoced la gracia que poseéis y el valor de mi palabra, levantaos como un solo corazón, como un solo hombre y con una sola voluntad; a cumplir con la misión que os he confiado. 83. Amaos los unos a los otros, unificaos y sed ejemplo de humildad, dad mi palabra, entregad la salud, dad el consuelo, levantad a Lázaro de su sepulcro y entregad la luz al ciego, sanad al paralítico y por estos prodigios espirituales, la humanidad me reconocerá. 84. Después de 1950 ya no me escucharéis a través del portavoz, y entonces reconoceréis que era el Maestro, que era el Espíritu Santo quien se estaba comunicando por el entendimiento humano. 85. Hoy como Padre vengo a entregaros mi gracia y como Maestro vengo a daros la enseñanza. Os he hecho el llamado con mi campana sonora y os he entresacado de diversos caminos para convertiros en este tiempo en los guías de la humanidad. He venido a recordaros la misión que debéis cumplir y he preparado vuestros ojos espirituales para que me contempléis a través de símbolos y figuras. Os he entregado el don de palabra para que podáis dar testimonio a la humanidad de las revelaciones que habéis recibido de Mí. 86. Sois mis escogidos y os he dicho: Doquier que caminéis, dejaréis una estela de luz, mas para que dejéis esta huella, tenéis que regeneraros, tenéis que prepararos. 87. Si ponéis en práctica mis enseñanzas, ¿Qué podréis temer del mundo? Estoy hablándoos con claridad para que podáis comprenderme, para que sepáis imitarme. 88. Vengo a aleccionaros para que entreguéis al mundo palabras de verdad, para que le hagáis sentir mi presencia. Ofrendadme las flores de vuestro corazón, elevad a mi Espíritu el perfume de vuestras buenas obras, sed el buen ejemplo de vuestros hermanos y el mañana, cuando ya no me escuchéis a través de estos portavoces, levantaos como mis buenos discípulos a mostrar este camino a la humanidad. 89. Los hombres han adulterado mi Obra y se han confundido, mas vosotros preparaos y no caigáis más en idolatría, porque las imágenes hechas por la mano del hombre, no hablan, no sienten ni oyen. ¿Acaso mi esencia necesita materializarse para estar cerca de vosotros? La verdad triunfará a través de los tiempos, mas siempre Yo os he entregado palabras de verdad para que vosotros también sepáis dar testimonio de Mí. 90. La tentación, como ave de rapiña, querrá despojaros de vuestros dones, mas estáis en el tiempo en que tenéis la libertad de creencias, porque la era de la opresión ya ha pasado y vosotros debéis aprovechar esta libertad y no dejaros convertir en los esclavos de la maldad y de la mentira de los hombres. 91. Vosotros, impartid esta enseñanza con amor, porque amor es lo que os he entregado, no he tomado el látigo para que creáis en Mi, porque si así lo hiciere dejarla de ser vuestro Padre y vuestro Dios. 92. En los caminos y en las veredas del mundo, encontrasteis el dolor, ahora contemplad este camino en donde está mi verdad, contemplad su grandeza con vuestra vista espiritual. Yo os he confiado llaves, dones y poder, haced buen uso de todo esto, para que la humanidad os reconozca como discípulos míos. 93. Es el tiempo en que debéis prepararos para que os levantéis al cumplimiento de vuestra misión cuando ya no me escuchéis a través de los portavoces, jamás me apartaré de vosotros, Yo os inspiraré y os hablaré de Espíritu a espíritu para que podáis cumplir con vuestra delicada misión. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 260 1. Volvéis en este tiempo a Mí para escuchar mi nueva lección, para recoger la hoja de mi Doctrina que habíais olvidado y buscar el libro de mis revelaciones que los hombres os habían ocultado. 2. Yo he venido a abriros un capítulo más del Libro de la Vida, el Sexto Sello, que contiene infinita sabiduría, que es la que os estoy revelando en forma sencilla y comprensible. Esta revelación os esclarece los misterios en los cuales no podíais penetrar. 3. El Sexto Sello se encuentra abierto en plenitud y sus páginas un tras otra, las voy mostrando a vuestros ojos. 4. Cuando ha sido grande vuestra preparación al oírme, siempre habéis alcanzado grandes manifestaciones divinas. Sois los herederos del libro de la sabiduría, por lo que si os preparáis, el contenido del Sexto Sello se derramará en vosotros para que seáis el testigo que afirme que la voz que oyó, era mi voz y deis testimonio de ello con vuestras obras. 5. Si el Padre no se diese a conocer a sus hijos, ¿Podría esperar de ellos una comprensión y un amor perfecto? Recordad cómo de tiempo en tiempo he manifestado mis lecciones ante vuestro espíritu, cada vez con mayor sencillez. 6. He de deciros que aunque viviendo en el tiempo del Espíritu Santo, aún no me conocéis en plenitud, no tenéis una idea perfecta de lo que soy, ni habéis comprendido lo que os he revelado. Pero vuestro amor os llevará al fin de la jornada, alentados por la palabra de vuestro Maestro. 7. Venís caminando por el desierto espiritual, estáis iluminados por la luz de un faro divino. No son las arenas candentes las que están quemando vuestros pies, ni los rayos del sol hiriendo vuestra sien; no es la escasez de agua y de pan lo que os martiriza y sin embargo la vida que atravesáis, con sus sacrificios, sus necesidades y vicisitudes, también son un desierto por el cual venís caminando lentamente, pero con la firme esperanza de llegar al reino de la paz. 8. Elías es el guía, el que en este tiempo camina delante del pueblo, señalándole el camino y alentándole en la lucha. 9. Esta jornada dejará adelanto y perfeccionamiento en vuestro espíritu, mas reconoced que si en el Primer Tiempo fuisteis párvulos en el Segundo fuisteis discípulos, y en este tiempo estáis recibiendo la preparación para convertiros en maestros. Debéis estar alerta porque los hombres se levantarán a escudriñar mi Obra, a la que algunos juzgarán científica; entonces vosotros la daréis a conocer, como la Doctrina espiritual que transformará el mundo y daréis testimonio de ella con vuestras obras de amor para vuestros hermanos. 10. No es que venga en contra de la ciencia del hombre, ya que ciencia es saber, conocimiento, luz; mi enseñanza está sobre todo conocimiento humano. En mi palabra vengo a hablaros del espíritu, del conocimiento de lo espiritual, de lo divino, del conocimiento de una vida superior, que está más allá de todo lo que es sustancia y materia. En verdad os digo, que la ciencia que los hombres han desarrollado en beneficio de la humanidad, Yo la bendigo. 11. Este es el tiempo en que se hablará mucho de espíritu y de ciencia. La ciencia no es sólo privilegio de los que se preparan materialmente para estudiarla, porque ella es luz que brota del espíritu, el cual la recibe de Dios. 12. Mi divina enseñanza es una ciencia superior que os enseña a perfeccionar el espíritu, para ello os he dado el cerebro y el corazón para que ahí pulimentéis vuestra inspiración y vuestros sentimientos. 13. La enseñanza que os estoy dando no tiene límites, es universal, es infinita en ella encontraréis el verdadero conocimiento de la vida espiritual y de la material. 14. Os encuentro capacitados para comprender mi enseñanza y penetrar en sus secretos. Por medio de la ciencia material habéis llegado a conocer las leyes que rigen la Creación, leyes que están condensadas en vuestro propio cuerpo, y cuando habéis llegado a conocer lo que antes era un misterio para vosotros, os habéis dado cuenta de que os encontráis ante los umbrales del más allá donde habéis palpado el corazón del Padre, quien trata a cada instante de comunicarse con vosotros. ¿Qué podéis ignorar conociendo mi Doctrina? 15. Por eso os digo que mi enseñanza, os da el conocimiento superior, que impedirá que vuestro corazón flaquee en presencia de los sabios de este mundo. 16. Para que comprendáis el sentido o el significado de cualquier acontecimiento de la Naturaleza o de vuestra vida, no tendréis que recurrir a los libros de ciencia; os bastará preparar vuestro entendimiento y limpiar vuestro corazón, para que de vuestros labios fluya la inspiración. 17. ¡Es tan grande mi amor hacia vosotros, que siendo tan pequeños os vine a ofrecer mi Reino y descendí hasta vosotros para daros mi sangre! 18. Este pueblo que estoy doctrinando, no será por ello más grande que los demás, pero si más responsable de lo que en él he depositado y de lo que le he revelado. Vuestra misión consiste en participar a los demás de lo que poseéis y hacerlos iguales a vos, para que habiendo sido el primero en recibir, sepáis ser el último por humildad. No temáis que los que vienen tras de vosotros alcancen mayores adelantos. Mientras más deis, más crecerá vuestro saber. En cambio, si de lo que habéis recibido del Padre, nada disteis, vuestro espíritu quedará desnudo, vuestro corazón vacio y vuestras manos sin potestad. Habréis perdido el tesoro y se habrá cerrado el libro, vuestra boca enmudecerá para hablar de las lecciones espirituales y perderéis el bálsamo que Jesús os ha confiado. 19. Vuestra misión entre la humanidad es de paz y de amor, esa misión trajo vuestro espíritu desde el Primer Tiempo. Aquél en que fuisteis los párvulos de mi Ley, en que os tomé como instrumentos para dar lecciones y ejemplos a los hombres de todos los tiempos. En el Segundo fuisteis los discípulos de Jesús, ya que de mis labios oísteis lo que los doce apóstoles escucharon y difundieron para que el pueblo entero fuese testigo. Por eso después de mi partida surgieron muchos discípulos de Cristo y muchos mártires. 20. Pueblo: en este tiempo en que vengo como Espíritu Santo, os dejaré preparados como maestros, dispuestos para la comunicación directa con la Divinidad. 21. Multitud de criaturas humanas, no van a escucharme a través del entendimiento del hombre, pero recibirán de vosotros mi enseñanza. Ya se acerca el instante en que retenga para siempre esta forma de daros mi palabra en este mundo, y muchos pueblos que no me oyeron, me oirán a través de vosotros. Ahora mi pacto con vosotros no será con mi sangre, sino con mi luz. 22. No tendréis que preguntar a los hombres lo que tenéis que hacer, ni titubear o enmudecer ante sus preguntas. Lleváis interiormente al Maestro que os hablará e inspirará. Vuestra oración llegará a tener fuerza y poder suficiente para hacer prodigios. 23. Mirad cómo el mundo ante sus grandes tribulaciones, medita en las promesas que hizo Jesús en el Segundo Tiempo, de volver entre la humanidad, y estudia a los profetas de los primeros tiempos, con la esperanza de que los acontecimientos que rodean esta era sean el indicio de mi próxima. 24. Si estando dentro de mi Obra, os sintieseis inferiores y despreciables ante vuestros hermanos, os llamarán torpes e ignorantes. 25. Es sólo una forma de expresión la que uso cuando os digo que me comunico a través de un ignorante; porque un cerebro que deja pasar mi inspiración, revela luz en el espíritu y la luz es sabiduría. 26. Nuevamente os digo: Luchad, porque mientras el espíritu se encuentre en camino de evolución, estará expuesto a las tentaciones. Por eso os enseño y os doy fortaleza, para que venzáis las malas inclinaciones. Si vuestro espíritu está fuerte, él dará fuerza a la mente y voluntad firme al corazón para vencer los deseos de la carne. Cuando falta luz al hombre, su espíritu no evoluciona, entonces todas las vicisitudes repercuten con fuerza en su corazón y es como una barquilla que naufraga en medio de la tempestad. 27. Cuando el hombre está preparado espiritualmente, es como si llevase una coraza invulnerable contra las acechanzas de la tentación. 28. A vosotros os he revelado estas enseñanzas para que cuando por un instante caigáis o tropecéis en el camino, reconozcáis vuestra falta y busquéis nuevamente el camino de la enmienda. 29. Si os portáis con humildad, vuestro caudal espiritual aumentará en la vida que os espera. Entonces obtendréis la paz, que os dará la sensación más hermosa de vuestra existencia. Y nacerá en vuestro espíritu el anhelo de servir al Padre, siendo un fiel guardián de todo lo creado por Mí, siendo un consuelo para el que sufre y paz para el que no tiene sosiego. 30. No es solo mi palabra la que os anuncia mi presencia en estos momentos, es vuestro propio espíritu el que me siente profundamente en medio de esta paz que vengo a entregaros. 31. El Maestro es con vosotros. Ante mi mesa celestial se ha sentado vuestro espíritu. En verdad os digo que en esta mesa no existen lugares de preferencia, todos son iguales porque están dentro de mi caridad. 32. Mi amor se infiltra en vuestro ser para que lleguéis a amar a vuestros semejantes como os amo Yo y para que en vuestro corazón no existan primeros ni últimos lugares. Si ya os hubierais levantado en pos de las naciones, de las comarcas y las aldeas, encontraríais una humanidad sin amor, sin caridad, encontraríais por todas partes el dolor y la miseria. Doquier encontraríais tierra propicia para sembrar mi simiente. 33. La humanidad siente mi presencia, sin saber en qué forma he venido a comunicarme, y en su oración angustiosa me dice que sólo mi sangre podrá salvarle, que si vengo a darle mi pan no perecerá de hambre y sed de amor y que sólo mi luz dará solución a sus conflictos. Su voz doliente y desesperada me pregunta: ¿Por qué no veáis? ¿Por qué no os acercáis al que os llama e invoca en su dolor? 34. Ellos no saben que hay quienes me están escuchando día tras día, y recibiendo la presencia de mi Espíritu, que con su gracia convierte a los parias en servidores de la Divinidad. 35. Si supieseis que ya estoy próximo a partir, os juzgarían severamente de ingratos por vuestra indiferencia ante su necesidad de consuelo, de una palabra espiritual, de un rayo de luz. 36. Ahora os preparo para después de mi partida, para que permanezcáis unidos a pesar de las vicisitudes, porque el Verbo seguirá vibrando espiritualmente en vosotros, porque seguiré revelando grandes inspiraciones. Cuando os reunáis a conversar sobre manifestaciones espirituales, recibiréis de Mi inspiraciones divinas y sentiréis en esos instantes el calor del Maestro y el dulce peso de su mano que se posa en vuestra cabeza. Entonces os parecerá escuchar una grata y querida voz que os dará mi paz. 37. Yo os doy una gota de bálsamo, para que cuando seáis perseguidos, hagáis prodigios de curación entre la humanidad, porque en las grandes epidemias, cuando surjan las enfermedades extrañas y desconocidas para la ciencia, se manifestará la potestad de mis discípulos. 38. Os confío una llave con la cual abriréis el cerrojo más enmohecido, o sea el más reacio corazón y abriréis aún las puertas del presidio para dar libertad al inocente y salvar al culpable. Caminaréis siempre con paz y confianza en Mí, porque doquier que vayáis estaréis protegidos por mis ángeles. Ellos se unirán a vuestro cumplimiento y os acompañarán a los hogares, hospitales, presidios, campos de discordia y de guerra, doquier que fueseis a depositar mi semilla. 39. Entonces brillará con fuerza la luz del Sexto Sello, que será como una antorcha universal cuyos rayos serán vistos por todos y el nombre de mi Doctrina surgirá entre la humanidad. 40. Este jirón de tierra donde en este tiempo me he manifestado, será un reflejo de la Nueva Jerusalén, la cual abrirá sus doce puertas para dar acceso a los forasteros que en caravanas llegarán preguntando en dónde estuvo el Maestro en este tiempo, a pedir testimonio de los milagros que hizo y las pruebas que dio, a estudiar su palabra y observar a los que fueron sus discípulos. Muchos traerán las escrituras con las profecías de los tiempos pasados para confirmar si en verdad estuve entre vosotros. 41. De mis discípulos, unos permanecerán donde ahora están, pero otros tendrán que levantarse en busca de otras tierras y ellos en su camino de apóstoles y misioneros contemplarán los campos de batalla donde el exterminio y la muerte han dejado la huella de su paso. Verán las ciudades muertas, los escombro y la miseria. Entonces será la lucha por volver los muertos a la vida de la fe, de la luz, del amor. Mas si los hombres dudasen de la veracidad de mis labriegos. Yo haré milagros por su conducto, y los no creyentes se convertirán, llorarán y sobre el corazón de estos enviados desahogarán su dolor las multitudes. 42. No sabéis ante quiénes seréis entonces llamados y recibidos, pero doquiera que vayáis y ante quienes os presente, hablaréis siempre revestidos de humildad y mansedumbre. Explicaréis la Ley, las revelaciones y enseñanzas de los tiempos pasados, y lo que en este tiempo ha sido revelado por el Espíritu Santo. Hablaréis en sentido figurado, pero sabréis explicar mis metáforas y parábolas, para que los hombres comprendan, los niños despierten y los ancianos no quebranten su entendimiento. 43. Los que se conviertan a esta palabra se unirán a los labriegos y se levantarán conquistando corazones y espíritus para Mi. 44. La lucha será intensa pero fructífera, porque antes el dolor habrá fecundado los corazones. 45. He aquí los cambios que se verificarán por causa de mi Doctrina. 46. El poder material quedará aniquilado, la ciencia confundida, la soberbia humillada y las pasiones retenidas. 47. El espíritu de la humanidad que ya se encuentra desarrollado por su evolución, pronto comprenderá y asimilará las revelaciones de mi Doctrina. Detrás del materialismo, de los intereses y las vanidades, existe el espíritu que está en espera de mi llegada. 48. Procurad que la semilla que vais a sembrar sea pura como Yo os la he confiado. 49. Encontraréis hombres que piensan diferente de vosotros, que sienten y viven en forma distinta y que además, sus costumbres, sus condiciones, sus leyes, sus doctrinas y sus ritos, tienen raíces muy profundas en su corazón. 50. Seréis testigos de las luchas de ideas y doctrinas, unas apegándose en parte a mi Ley, otras apartándose por completo de estos principios, Yo permitiré que se enfrenten unas a otras y luchen. 51. En esta contienda veréis a las grandes religiones usar más de la fuerza y la injusticia que del amor y la caridad. Veréis sus ambiciones por absorber a los débiles. 52. La derrota será en todos porque la verdad tiene sus propias armas para defenderse que están dentro de la misma verdad. Y cuando de los hombres surja esta pregunta ¿En dónde está la verdad? Responderéis vosotros: En el amor. 53. Discípulos: Es grande vuestro regocijo porque aún tenéis mi palabra entre vosotros, esta palabra que os ha dado vida, que os ha sostenido en las horas de prueba y que os ha alimentado, al contacto de la cual habéis visto cerrarse vuestras heridas y transformarse vuestra vida. 54. ¡Cuántas ambiciones materiales murieron en vuestro corazón, con gran regocijo de vuestro espíritu que vio la ocasión de aprovechar la vida haciendo obras buenas con simiente espiritual! Volvéis vuestros ojos al pasado juzgando cómo fuisteis ayer y cómo sois ahora, advertís el progreso espiritual que habéis tenido y me dais gracias desde lo más profundo de vuestro ser. 55. Cuando habéis faltado os he corregido con dulzura sin delataros ante los demás, porque no quiero que el mundo vea defectos entre vosotros y os corrija, el mundo es cruel, y en su justicia no existe misericordia. 56. Dejad que mi mundo espiritual os corrija, ellos son vuestros mejores amigos, son vuestros hermanos en el amor, los que no publican sus obras de caridad. ¡De cuántos abismos y peligros os han salvado, de cuántas malas determinaciones os han hecho desistir; cuántas veces han sellado vuestros labios para que la violencia de vuestro corazón no se desbordara en palabras que podrían ser una sentencia para vosotros mismos! Cuando habéis fracasado en una mala empresa que creíais buena, ellos os han trazado luego el buen camino. Son incansables a vuestro lado como enfermeros y como protectores. Ellos también dejarán de comunicarse cuando Yo cese de hablaros, pero no os olvidéis de esos seres todo caridad, porque estarán muy cerca de vosotros y os seguirán prestando su ayuda. 57. No porque Yo deje de hablaros y mi mundo espiritual también, mi Obra habrá terminado; por el contrario, se iniciará el tiempo de la comunicación perfecta con el Padre en la que escucharéis su voz espiritualmente. 58. No se oirá mi palabra como la oyó Moisés en el Sinaí, materializada en el estruendo de la tempestad, ni humanizada como en el Segundo Tiempo en labios de Jesús, ni tampoco a través de portavoces humanos como la habéis escuchado del Espíritu Santo en este tiempo. Todo el que se prepare alcanzará la comunicación de espíritu a Espíritu, que no será privilegio sólo de algunos. 59. Es lo más natural que los espíritus sepan comunicarse y conozcan el lenguaje del Espíritu del cual brotaron. 60. La espiritualidad traerá el despertar de los dones o facultades adormecidas y la sensibilidad de todas las fibras del corazón. 61. Mi presencia será palpable. Cuando habléis de mi Obra, estaréis inspirados por Mi y hablaréis con frases de inmensa sabiduría que sorprendan aún a los hombres de mucho saber. Los que lleguen a alcanzar gran adelanto en esta comunicación, recibirán no sólo palabras, frases o ideas, sino cátedras llenas de perfección. Vuestras manos podrán ser como las de las plumas de oro escribiendo, como la de Juan el apóstol bajo la inspiración del Espíritu Santo. 62. Cuando os encontréis rodeados de increyentes, de escribas y sacerdotes y os sintáis llenos de mi Espíritu, no digáis a nadie que es el Padre el que habla por vuestra boca, pero Yo estaré hablando a la humanidad a través de vosotros. En esta comunicación tendréis vuestros ojos abiertos, y vuestro espíritu extasiado, maravillándose de lo que los labios estén revelando en ese instante. 63. El don de la profecía por medio de la videncia se desatará también y os descubrirá misterios no revelados y os dejará ver el futuro. Pero el vidente no será nunca juez o delator de sus hermanos. 64. Esa será la comunicación de espíritu a Espíritu bajo algunas formas, por lo que vuelvo a deciros que en 1950, cuando cese mi palabra entre vosotros, mi Obra no habrá concluido. Seguirá su destino, su misión en todo el Universo. 65. Os prepararéis y siempre que os encontréis reunidos ya sea en estos recintos, en vuestros hogares o en los valles, allí, en esas reuniones, sentiréis espiritualmente mi presencia. 66. Pero velad, porque surgirán también los falsos discípulos, pregonando que se comunican directamente con el Padre, e irán transmitiendo falsas órdenes e inspiraciones. Yo os he enseñado a distinguir la verdad de la impostura, a conocer el árbol por su fruto. 67. Yo probaré a unos y otros y veréis a los verdaderos discípulos salir avante por la fe y a los falsos caer por su debilidad. 68. Cuando me encuentre entregando mi última cátedra, veréis tristes a los que no aprovecharon mis enseñanzas y en los que comprendan el sentido de mi partida veré satisfacción por su adelanto. 69. Os dejaré como escala para llegar a Mí, la oración; no aquella que pronuncian los labios, ni las que decís con cánticos, sino aquella que está impregnada de pensamientos puros y nobles sentimientos. 70. Si llegaseis a ser combatidos por estas actividades, no temáis; si sois juzgados porque no os postráis delante de altares e imágenes, tampoco temáis, llegará vuestro instante de hablar y convenceréis con la verdad. Mostraréis que vuestro culto no es público ni ostentoso, sino interior y espiritual. Buscarán errores en todo esto los hombres y no los encontrarán. 71. Sed firmes y veréis a los idólatras reconociendo su error y destruyendo con sus propias manos sus ídolos. 72. En verdad os digo que antes pasarán los Cielos y la Tierra, que dejar de cumplirse mi palabra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 261 1. Mi palabra es clara, su expresión sencilla persuade y conmueve lo mismo al culto que al rudo. Ante su claridad, habéis comprendido con facilidad muchas lecciones que, o no podíais comprender o no queríais aceptar. 2. Ahora sabéis que el hombre puede reconocer a su Dios sin necesidad de recurrir a la exaltación de los sentidos para percibir a través de ellos lo espiritual. Hoy sabéis que a pesar de vuestro cerebro limitado, podéis daros una idea de cómo se realizará la comunión perfecta entre Dios y el hombre, así como también estáis convencidos de la verdad de mi manifestación a través del entendimiento de mis portavoces. 3. Se ha hecho la luz en quienes me han escuchado, por lo cual, lo falso y lo impuro no volverá a entrar en su corazón. 4. Es el tiempo de la luz, en el que el hombre, además de creer, comprenderá, razonará y sentirá mi verdad. 5. La finalidad de mi Doctrina hará que todos acepten que nadie vino a este mundo sin causa justificada, que esa causa es el amor divino y que el destino de todos los seres es cumplir con una misión de amor. 6. En todos los tiempos, desde el principio, los hombres se han preguntado ¿Qué soy? ¿A quién debo la vida? ¿Por qué existo? ¿A qué he venido y a dónde voy? Parte de sus dudas y de su falta de conocimiento la han hallado en mis explicaciones y a través de sus reflexiones sobre lo que os he revelado de tiempo en tiempo, mas, hay quienes ya creen saberlo todo y Yo os digo que están en grave error, porque lo que está guardado en el Arcano de Dios, no es posible que los hombres lo descubran mientras no les sea revelado, y es mucho lo que existe en ese arcano que aún no conocéis, su contenido es infinito. 7. Este mundo dará un paso más en el conocimiento de la verdad; de pronto va a sufrir confusiones, mas luego se serenará y llegará a la comprensión. 8. Siempre ha luchado el hombre por alcanzar el conocimiento de la verdad. En el principio todo lo atribula a la Naturaleza, pero más tarde, observando y meditando, llegó a pensar que no era posible que de la nada surgieran a la vida tantas maravillas y obras perfectas, que tenía que existir una fuerza creadora, una inteligencia y un poder superior. En esa creencia se fue afirmando la fe de los hombres, quiénes a su vez crearon cultos y ritos para adorar a Aquél de quien habían brotado todas las criaturas. 9. Nuevas interrogaciones surgieron del corazón humano ¿Quién es Dios? ¿Cómo es? ¿Existirá realmente o no? Estas y otras preguntas se hacían los hombres sobre mi existencia y sobre mi esencia, mas Yo siempre he respondido a todo llamado y a toda pregunta. 10. Muchas pruebas y revelaciones le había hecho Dios a los hombres desde los primeros días de la humanidad, manifestaciones materializadas tangibles y visibles, de acuerdo con la ingenuidad, ignorancia e inocencia de aquellas criaturas, hasta que, llegado el tiempo oportuno, me mostré al mundo a través de Jesús, para contestar personalmente a todas las preguntas de los hombres, para disipar todas las incertidumbres y prepararlos para un tiempo en el cual dejarían de ser los niños ignorantes, inocentes y necios, para convertirse, merced a la luz del Espíritu Divino, en los grandes discípulos, en los hijos elevados por el amor y el conocimiento, en los seres conscientes de su naturaleza, de su destino y del porqué de su existencia. 11. Así, mientras unos han buscado siempre el apoyo y la ayuda divina para triunfar en la vida, otros, a medida que fueron evolucionando en inteligencia, fueron creciendo en soberbia, creyéndose absolutos, poderosos y sabios. Se consideraron capaces de concebir ideas creadoras y de bastarse a sí mismos. 12. Espiritualistas y materialistas han existido siempre en esta humanidad, así como la lucha de ideas entre unos y otros, pugnando cada uno por demostrar que posee la verdad. 13. Mi presencia espiritual en este tiempo vino a pacificaros, a hacer que os reconciliéis, a contestar a todas vuestras interrogaciones y a probaros que ni los que han pugnado por lo espiritual, ni los que proclaman que la única verdad es la que se tiene en la vida material, tienen razón; los primeros han pecado de fanáticos y los segundos de necios; no se han dado cuenta de que unos y otros llevan una parte de esa verdad, pero que no han sabido armonizarlas, conciliarlas ni unirlas con amor. 14. Os parece imposible que unos y otros lleguéis a entenderos, no creéis en una unificación de tal magnitud, mas de cierto os digo, que Yo si sé que esa unión se realizará. 15. Dejaríais de estar constituidos en la forma perfecta en que Dios os creó y dejaríais de tener mi luz en la conciencia para no llegar a obrar de manera justa y recta como son todas las obras del Padre; pero es necesario esperar un tiempo todavía para que esa luz, esa parte divina que llamáis conciencia, recorra a través del hombre todo el trayecto de libre albedrío concedido a éste, para que ella sea la que lo inicie en la obra de regeneración, restauración y elevación espiritual. 16. Habéis dispuesto vuestro corazón como un santuario para recibirme en él; pasasteis primero por un examen de vuestra conciencia y de muchos ojos rodaron lágrimas de arrepentimiento. 17. Os he escuchado a todos y a todos bendigo. 18. Yo sé quién ha sentido pena por haber sido débil en la prueba; quién me había prometido perdonar a su enemigo y no lo hizo, y al volver a Mi, para escucharme, sintió al instante el reclamo de su conciencia y confesó con humildad su falta, pidiéndome una nueva oportunidad. 19. Sabed que Yo vengo a fortaleceros para que no volváis a caer, que vengo a enseñaros con paciencia y piedad infinitas y que a todos les daré nuevas ocasiones de demostrar su comprensión, su esfuerzo, su voluntad y su adelanto. 20. Ved cómo un arrepentimiento sincero lava algunas manchas, aligera vuestro fardo y le da paz a vuestro corazón. Cuando ya os sintáis libres de vuestra carga, pensad en que hay muchos de vuestros hermanos que no oran y si sufren, para que oréis por todos ellos, con la fe plena de que mi bálsamo será derramado sobre todos los dolientes y necesitados. 21. No os pido la oración que dura largas horas, sino la oración breve y sentida, sencilla en la forma y profunda por su espiritualidad, esos instantes me bastarán a Mí, para concederos mi caridad. 22. La oración es el medio espiritual que he inspirado al hombre para comunicarse con mi Divinidad, por eso ella se manifestó desde un principio en vosotros como un anhelo, como una necesidad del espíritu, como un refugio en las horas de prueba. 23. El que no conoce la verdadera oración, no conoce los deleites que ella encierra, no sabe la fuente de salud y de bienes que en ella se encuentran; siente el impulso de acercarse a Mi, de hablarme y presentarme su petición; pero, careciendo de espiritualidad, le parece tan pobre la ofrenda de elevar tan sólo el pensamiento, que busca al instante algo material que ofrecerme, creyendo que con ello me halaga mejor. 24. De esta manera la humanidad ha ido cayendo en idolatría, en fanatismo, en ritos y cultos externos, ahogando a su espíritu y privándolo de aquella bendita libertad de orar directamente a su Padre. Sólo cuando el dolor es muy intenso, cuando la pena llega a los limites de las fuerzas humanas, es cuando el espíritu, olvidando formas y derribando ídolos, se liberta y se eleva para gritar desde lo más profundo: "Padre mío, Dios mío". 25. Por la oración se logra la paz, se adquiere sabiduría, se obtiene salud, se comprende lo profundo, se ilumina la mente y se fortalece el espíritu. 26. El que sabe orar de espíritu a Espíritu, se siente acompañado en todas partes, no así el que busca formas e imágenes, que necesita ir a donde están ellas para sentir su presencia y sentirse seguro. 27. ¿Veis en este tiempo de materialismo a los pueblos ocupados en hacerse la guerra unos a otros? Pues Yo os digo que ahí, en medio de esas guerras, muchos hombres han encontrado el secreto de la oración, aquella que nace del corazón para llegar a Mi como un llamado imperioso, como una queja, como una imploración, y cuando han visto surgir a su paso el milagro pedido, han sabido que no existe otra forma de hablar a Dios como no sea con el lenguaje del espíritu. 28. Discípulos: Vosotros que formáis un pueblo que ha recibido, no una lección, sino un libro, quedaréis preparados para hablar de Mí como nadie ha hablado. 29. Muchas oportunidades de cumplir vuestras misiones voy a daros, aprovechadlas. A todos dad, a todos enseñad; lo que os he dado no tiene límite y por ello jamás quedará vacío vuestro corazón, por el contrario: cuanto más deis, más lo veréis multiplicado en vosotros, cuanto más améis, más grandes seréis en la virtud. 30. Mi amor dejo entre mi pueblo, como testimonio de mi presencia. 31. Mi comunicación es con vosotros, mi luz irradia sobre el entendimiento humano para enviar por su conducto mi mensaje de amor a la humanidad. 32. Vosotros seréis los emisarios en cuyos labios vaya mi palabra de comarca en comarca y de corazón en corazón. 33. Estos instantes son de meditación para este pueblo, os sirven para vuestro examen interior, para que sepáis verdaderamente si me amáis con pureza o si habéis caído en fanatismo. La hora es propicia para reparar 34. Estudiando el sentido de la palabra "espiritualidad", habéis comprendido que es un error querer representar lo divino a través de formas que llamáis símbolos, error que aumenta cuando consideráis que estáis ocultando con apariencias la realidad que tenéis frente a vosotros. 35. Mirad que Yo siempre me manifiesto en inteligencia, en vida, en amor, en poder, nunca en cuerpos inertes; hoy mismo estáis asistiendo a una de mis manifestaciones, la cual es a través del entendimiento del hombre, ¿Por qué os empeñáis en representarme con formas y cuerpos inanimados? Este hombre por el cual me estoy comunicando, me está sintiendo profunda e intensamente en su espíritu y aún en su materia, su gozo es profundo y su éxtasis le hace contemplar con claridad la luz que llega a su entendimiento. 36. Vosotros sois semejantes a este hombre, entonces ¿Por qué no me sentís igualmente en vuestro corazón? 37. Meditad sobre esta enseñanza y llegaréis a la conclusión de que no podrá haber espiritualidad donde persista la tendencia a materializar lo divino. 38. No todos vais a comprender por ahora lo que significa "espiritualidad", ni tampoco comprenderéis por qué os pido que alcancéis esa elevación. ¿Podríais ser mansos y obedientes a mis mandatos, cuando ni siquiera sabéis lo que os estoy pidiendo? Pero hay quienes comprenden el ideal que está inspirando el Maestro a sus discípulos y ellos se apresurarán a obedecer sus indicaciones. 39. El amor al simbolismo y a las formas, así como el culto a las imágenes, es una reminiscencia de la infancia espiritual de la humanidad; de los tiempos primitivos en que los hombres necesitaban de lo externo y de lo aparente para creer en lo divino. 40. La inteligencia humana estaba en el principio de su evolución, entonces Yo no les hubiese dicho: "analizad y comprended lo que pertenece al espíritu"; pero ahora, que el hombre ha penetrado en todos los caminos de la ciencia, que ha desarrollado muchas filosofías, que ha evolucionado mentalmente en muchos otros órdenes ¿No llegará a comprender el Espiritualismo? ¿Se confundirá ante mi nuevo mensaje? No, pueblo, el espíritu de la humanidad necesita y ansia mi Doctrina salvadora. 41. No temáis a la lucha por extender y sembrar esta enseñanza, ya muchos pueblos respetan el derecho sagrado de pensar libremente, más tarde conocerán los hombres la libertad del espíritu que hasta ahora no ha conocido la humanidad. 42. Las guerras continuarán en el mundo, la amenaza de la muerte y del exterminio se cierne sobre los pueblos; es que los hombres empeñados en conservar sus filosofías y doctrinas, no quieren contemplar la verdad. 43. Os doy la fortaleza espiritual, pueblo, para que no temáis a un fracaso; cuando os he dicho que esta luz que he hecho brillar en vuestro espíritu habrá de disipar las sombras, os repito que os he dicho la verdad. 44. En este instante os envuelvo en la luz de mi Divinidad. Desciendo a prepararos como maestros para que enseñéis con palabras y con obras de amor y caridad, de humildad y perdón a vuestros hermanos. Más os digo en verdad, que las obras hablan siempre más que las palabras. 45. El hombre también le habla de amor a la humanidad, de fraternidad y paz, pero desmiente con sus obras sus palabras. 46. Ahora que el Padre ha descendido para comunicarse con vosotros por medio del entendimiento humano, os digo: No seáis de aquellos que hablando de amor albergan odio, que hablando de bien, practican lo contrario y hablando de paz provocan guerras. No, para que veáis florecer mi palabra entre vosotros, deberéis hablar de ella por medio de obras que nazcan de vuestro corazón. 47. Hablad por el espíritu, porque estáis en la plenitud del tiempo del Espíritu Santo. Mantenedlo siempre elevado, que si por instantes me llegaseis a sentir lejano, no seré Yo el que se haya alejado, sino vosotros los que habéis debilitado en vuestro espíritu. Porque Yo siempre vivo en vuestro corazón. 48. Las distancias y las barreras entre el Espíritu Divino y el corazón del hombre, el mismo hombre las crea. Pero Yo habito tan cerca de vosotros, que no tendréis que escudriñar con vuestra mirada el horizonte para contemplarme; bastará que penetréis con unción y recogimiento en vuestro interior para que me encontréis en mi santuario. 49. Mis revelaciones de este tiempo vienen a poneros en contacto espiritual con mi Divinidad, intimidad que vuestro espíritu siempre buscó. 50. Aún contemplo y escucho a esta humanidad halagarme y llamarme con sus ritos, cánticos, oraciones verbales y formas diversas de culto, para sentirme próximo; a todos les hago sentir mi presencia, con todos estoy, pero ha llegado un tiempo en que el Señor quiere que el culto de sus hijos sea perfecto, que su comunicación con el Padre también sea perfecta. Y es lo que esta enseñanza ha venido a revelaros en este tiempo. Hoy habéis aprendiendo de Mí como debéis orar y cómo se llega a la comunicación de espíritu a Espíritu. 51. Para que dieseis pasos de adelanto en esta senda, os estimulé a que dejaseis a un lado lo ritual y todo culto exterior. Entonces fueron desapareciendo de vuestros recintos todos aquellos objetos con que tratabais de representarme atributos divinos, y también la materialidad o exteriorización de vuestro culto espiritual. 52. Mi Doctrina no es tan sólo para daros fortaleza y tranquilidad durante vuestro paso por la Tierra, ella os enseñará a dejar este mundo, a transponer los umbrales del Más Allá y a penetrar en la mansión eterna. 53. Todas las religiones confortan al espíritu en su tránsito por este mundo, pero cuán poco le revelan y le preparan para el gran viaje al Más Allá. He ahí por qué muchos miran la muerte como un límite, sin saber que desde ahí se contempla el horizonte infinito de la verdadera vida. 54. Habéis llamado espiritualismo a las enseñanzas que como Espíritu Santo os he traído en este tiempo, porque os ha revelado muchos misterios impenetrables. Ya no es tiempo de que exista un velo entre el Más Allá y el hombre. Yo os revelaré de aquella vida hasta donde podáis comprender y sólo lo que sea mi voluntad. 55. No miréis la tumba como el fin, no miréis de ella el vacio, la muerte, la tiniebla o la nada. Porque más allá de la muerte material está la vida, la luz, el todo. 56. Antes de penetrar en aquellas regiones tendréis que prepararos, y por la elevación de vuestro espíritu podréis desde ahora que estáis encarnados, habitar o penetrar en el valle espiritual 57. No veáis en vuestro cuerpo una cadena, un enemigo o un verdugo, ved en vuestra materia una criatura débil a quien debéis fortalecer, porque entonces ella será vuestra sierva, vuestro báculo y vuestro mejor instrumento para cumplir una misión y escalar hacia la montaña. Espiritualizadla sin dejarla caer en fanatismo, para que podáis desprenderos en vuestra oración y llevéis en alas del pensamiento el bálsamo a los enfermos. 58. Cuando en el Segundo Tiempo hablaba de mi Reino a mis discípulos, no comprendían y me preguntaban: ¿En dónde está tu Reino, Señor? Mas cuando se acercaba el día de mi partida, mi palabra dejó de ser en sentido figurado, se hizo clara y todos comprendieron. 59. También en este tiempo, como ya se acerca el instante en que deje de comunicarme en esta forma, he dejado el sentido figurado para hablaros con claridad y sencillez de las grandes lecciones que os tenía reservadas. Todo cuanto os hablé desde 1866, quedará resumido en mis enseñanzas de estos tres últimos años. 60. Esta palabra, que mediante el Rayo Divino que ilumina el entendimiento del hombre, habéis escuchado en este tiempo, ha sido para vosotros el nuevo maná para vuestro espíritu, ha sido también semejante al milagro de los panes y los peces que Jesús obró en el desierto. 61. Ya es muy corto el tiempo en que os hablaré, preparaos y aprovechad mi palabra y mis ejemplos, para que con ello os levantéis entre la humanidad a testificar mi enseñanza. Muchas puertas se abrirán para vosotros, otras permanecerán cerradas. Multitudes de hombres vendrán a escucharos y entre ellos estarán los sordos. Vosotros sembraréis, porque el corazón de la humanidad es como la tierra. Yo os enviaré el rocío y la lluvia sobre vuestra siembra y la semilla germinará. 62. Los destinados para ir en pos de otros pueblos, atravesarán las fronteras como enviados de paz. 63. El mundo, como un valle de expiación os espera con todos sus dolores, sus vicios, sus enfermedades y sus llagas, para que en él depositéis el bálsamo que cura todos los males, el cual Yo os he confiado. 64. No os sentís capaces de grandes acciones, pero Yo, por un átomo de vuestro amor o de vuestra caridad, haré por vuestro conducto obras sorprendentes de las cuales llegaréis hasta a sentiros indignos. 65. Cuando ya no vibre mi palabra en estos recintos, os reuniréis para dar lectura a mis cátedras, de las cuales comprenderéis muchas enseñadas que antes no alcanzasteis a comprender. Los videntes contemplarán la silueta del Maestro, que como Espíritu Santo os hará nuevas revelaciones. Ahí, en vuestro seno, aliviarán su dolor los enfermos y recobrarán la vida los moribundos, el triste hallará consuelo y el desesperado la calma. 66. Con el ejemplo de vuestra misma vida doctrinaréis, Yo haré lo demás. He querido daros parte en esta obra de amor, para que amando a vuestros hermanos me améis a Mí. 67. Llegad preparados al día de mi última cátedra, porque ella será como la última cena del Segundo Tiempo, en la que vendréis a recibir mis últimas palabras. 68. Los que no hayan cumplido con mis mandatos, ni se hayan preocupado por la espiritualidad, los obstinados en pasadas costumbres y tradiciones, tendrán que llorar y más tarde, leyendo en el Libro que os estoy confiando, se dará cuenta de sus errores, entonces llenos de dolor y arrepentimiento tratarán de enmendar sus yerros. 69. La luz de mi amor alumbra al mundo y sus senderos, cuando la tiniebla amenaza envolverlos. Día tras día, en gran número, se levantan espíritus que dejan esta vida sin saber a dónde van, no os olvidéis de ellos, dadles la luz de vuestra oración, de vuestra caridad. Descuidad de los seres de luz, porque ellos ya están en la luz y son quienes velan por vosotros. No oréis sólo por los hombres, orad por todos vuestros semejantes. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 262 1. Mi Espíritu se complace al contemplaros unidos en el mismo anhelo de acercaros al Maestro. Aquí, ante la manifestación de mi palabra, olvidáis miserias, rencores, envidias y sufrimientos. 2. Hacéis bien en limpiar vuestro corazón, porque mi palabra debe llegar a él, cuando lo hayáis preparado como un santuario. 3. Humildad y sencillez es lo que debe existir en vuestro culto espiritual, para que lo material y ostentoso no os distraiga de lo esencial que es el amor a vuestro Padre y la caridad hacia vuestros semejantes. Cuando habéis llegado a tener esos instantes de elevación, vuestro pensamiento ha vibrado bajo el pensamiento divino. 4. Formad un pueblo unido, fraternal y amante de la verdad y de las buenas prácticas, que sepa regocijarse con la llegada de nuevos hermanos, que sepa darles la bienvenida con una sonrisa en los labios, con verdadera caridad en el corazón y con una oración en el espíritu. Les daréis lo que habéis estado acumulando en el tiempo en que me habéis escuchado. Les enseñaréis el verdadero sendero, el que Yo os he trazado y gozaréis sabiendo que me estáis imitando. No importa que vuestros conocimientos aún no sean muy profundos, si vuestra caridad es grande, haréis verdaderos prodigios. 5. Nunca parecerá ardua esta misión si quien la practica va iluminando sus obras con el amor, en cambio, al que la practique como un deber simplemente, podrá parecerle una pesada cruz. 6. No os desaniméis si juzgáis que sois todavía muy imperfectos para desempeñar una misión tan delicada, la buena voluntad lo vence todo. 7. Yo voy a enseñaros una forma de prepararos para que vuestras obras de cada día estén todas inspiradas por nobles sentimientos y para que las vicisitudes y dificultades no os detengan ni os hagan retroceder; cuando abráis vuestros ojos a la luz del nuevo día, orad, aproximaos a Mi a través del pensamiento, formad entonces vuestro plan ya inspirados con mi luz y levantaos a luchar, proponiéndoos ser fuertes y no faltar un solo instante a la obediencia y a la fe. 8. En verdad os digo que no pasará mucho tiempo sin que os maravilléis de vuestra fortaleza y del resultado de vuestras obras. 9. Procurad que vuestros actos encierren verdad y limpidez y no temáis ser burlados por vuestros hermanos, porque en ese momento de confusión no sabrán lo que hacen. 10. Veo que teméis a los juicios y a las críticas. Yo no deseo que seáis burlados; pero si vuestra conciencia nada os reclama, perdonaré a quienes os hayan ofendido y haré que en su mente brille la luz de la verdad. 11. Tened un conocimiento verdadero de lo que es la caridad, de cómo sentirla y cómo impartirla, para que llegue a ser limpia y la hagáis sin ostentación. Que siempre ignore vuestra siniestra lo que dé vuestra diestra, es decir, que no deis con ostentación porque con ella destruiréis toda obra de caridad. 12. He querido formar con cada una de estas congregaciones una verdadera familia en la que todos os améis, en la que os ayudéis en vuestros sufrimientos y en vuestras penas, a fin de que entre vosotros aprendáis a hacer la caridad y cuando ese sentimiento se haya desarrollado y haya madurado en vuestro corazón, sepa levantarse en el camino de la lucha a ofrecer sus buenos frutos a los necesitados de amor y de luz, que por millares se cruzarán en vuestro sendero. 13. Llegará el día en que dejéis de formar parte de estos grupos de discípulos que ahora se reúnen para escuchar mi enseñanza; pero aunque os encontréis diseminados por diversos puntos de la Tierra, en espíritu permaneceréis unidos en la lucha y en el desempeño de vuestro cargo. Esos lazos de afinidad espiritual nadie podrá romperlos. 14. Benditos seáis porque habéis estado en armonía con vuestro Padre, ni un pensamiento impuro ha turbado vuestra mente en esta hora de comunión con vuestro Dios. Todo ha sido armonía y en ella habéis escuchado mi palabra en el seno de la Naturaleza, lejos de todo recinto. 15. Mirad la magnificencia de lo que os rodea: Las altas montañas simbolizando altares en perpetuo homenaje al Creador, al astro sol como inmensa lámpara alumbrando la vida de los seres; el canto armonioso de las aves, elevando al Padre sus trinos que son como plegarias, y en medio de ese esplendor, vuestro espíritu en éxtasis, ante el conocimiento de la palabra divina. 16. Mi caricia es con vosotros, mi luz se derrama en destellos y al mismo tiempo recojo de vuestro corazón la ofrenda que me habéis traído. 17. Así, en este ambiente de elevación y espiritualidad, veréis realizarse entre vosotros los más grandes prodigios. Pedid por los enfermos, por los necesitados, por los ausentes, por los perdidos, porque ellos grandemente recibirán. 18. Pueblo amado, que para presentaros a Mi buscáis la mejor ofrenda; habéis penetrado en purificación para lavar las faltas que vuestra conciencia os señala, y después de arrepentiros por haber pecado, preparáis el santuario para estar en comunión conmigo. 19. Velad y orad os enseña el Maestro para que seáis fuertes ante la tentación y no volváis a pecar. Orad por vosotros y por los que no saben orar. ¿Cuánto tiempo necesitaréis para orar en cada día? ¿Acaso largas horas para elevar a Mí vuestro espíritu? No, pueblo, cinco minutos bastarán: Ese corto tiempo de amor, de entrega a Mí, es el tiempo que necesitáis para ofrecerme vuestra sumisión y acatamiento a mis disposiciones en el día que vivís. Yo sabré consolaros en vuestras tribulaciones, alentaros en vuestro trabajo e iluminaros para el desarrollo de vuestras empresas. 20. Siempre que necesitéis un confidente, un amigo bondadoso, buscadme y depositad en Mi, las penas que haya en vuestro corazón, y Yo os aconsejaré el mejor camino, la solución que buscáis. Si vuestro espíritu se encuentra agobiado por los pesares, es porque habéis pecado, Yo os recibiré y seré benévolo en mi juicio, fortificaré vuestro propósito de enmienda y os devolveré las fuerzas perdidas. 21. Sólo la práctica de mis enseñanzas os conservará en gracia y salud espiritual y corporal la experiencia que recojáis será luz que iréis acumulando en vuestro espíritu. 22. Mi juicio y mi Ley son inexorables, y si habéis de pagar vuestras deudas en este tiempo, hacedlo con amor, pacientemente, y cuando os encontréis cansados, Yo sostendré vuestra cruz, para que cobréis nuevas fuerzas para seguir luchando. 23. Si sabéis que vuestro destino está escrito, que sólo las pruebas pulimentan el corazón y doblegan la materia ¿Por qué os rebeláis? 24. Vuestro espíritu ha sido dotado de grande fuerza, y las pruebas que os envío no son mayores a la potestad y energía que poseéis. Ellas son benéficas, os ayudan para hacer méritos y salvaros. 25. Mi espíritu de Padre sufre al contemplar el dolor de la humanidad. Yo no la he castigado. Mis leyes de amor y de justicia, llevadlas a la práctica, traen tan sólo bienandanza y paz. 26. Por causa del hombre, los elementos de destrucción se han desatado. La guerra ha sembrado su simiente en todos los corazones. ¡Cuánto dolor ha sentido la humanidad! ¡Cuánta desolación, miseria, orfandad y luto ha dejado a su paso! ¿Creéis que ha perecido el espíritu de aquellos que han caído en la contienda, o que ha dejado de existir esa parte de vida, de eternidad que habita en el hombre? 27. No, pueblo. El espíritu sobrevive a la guerra y a la muerte. Esa parte de mi mismo Espíritu se ha levantado de los campos de dolor y busca en mi camino un nuevo horizonte, para seguir viviendo, desarrollándose y evolucionando. 28. Los que han quedado en la Tierra y han contemplado sus comarcas arrasadas, sus campos devastados, la peste y el hambre, los principios de moral y de bien caídos por tierra, a ellos les he conservado su fortaleza, y he velado por todos. Ahí están los espíritus que no han perdido la fe, van acercándose a Mí. Yo les he hecho sentir mi presencia y ellos me han contemplado. 29. En tiempos futuros me serviré de ellos, para llevar la luz de mi palabra a otros pueblos, les confiaré una grande misión espiritual. 30. Han aprendido a orar como Yo os he enseñado a vosotros. No hay dolor, ni miseria en esos espíritus. Hay grandeza, porque en medio de su prueba me han amado, me han comprendido y obedecido. Se han acrisolado en el dolor. 31. Pueblo, unid vuestra oración a la de esos espíritus. Vosotros no habéis sido acrisolados en el dolor, vuestro crisol ha sido la paz que he venido a ofreceros en este tiempo en mi palabra de amor. Cuando os encontréis preparados los unos por el dolor y otros por el amor, os estrecharéis, os uniréis y juntos en el cumplimiento de mis enseñanzas analizaréis mi palabra; beberéis este cáliz de amor y confirmaréis que ha sido benéfico todo lo que habéis recibido. Yo llevaré adelante mi Obra y os mostraré al final, el resultado de ella. Sobre las ruinas espirituales y morales que presente la humanidad, Yo levantaré un mundo sano y fuerte. 32. Vuestro juicio se prepara, pueblo, y así como los demás pueblos han soportado el peso de mi justicia, vos lo recibiréis en el tiempo señalado según vuestras obras. 33. A todos os doy la bienvenida, lo mismo al que viene ávido de oírme, como al que penetra para escudriñar o al que con mucha suficiencia niega todo cuanto ha escuchado y viene sólo por curiosidad. 34. En verdad os digo, que mi vibración ha sido y será por siempre; ayer en una forma, hoy en otra, mañana en otra más, y así por una eternidad. 35. Existe un lazo entre el padre y los hijos, que jamás se puede romper, y ese lazo es la causa de que exista la comunicación entre el Espíritu divino y el de todos vosotros. 36. Bendito el que busca la verdad porque es un sediento de amor, de luz y de bondad. Buscad y encontraréis, buscad la verdad y ella os saldrá al encuentro. Seguid meditando, seguid interrogando al Arcano y El os contestará, porque jamás el Padre ha permanecido callado o indiferente ante aquél que anhelosamente le interroga. 37. Cuántos que andan buscando la verdad en libros, entre los sabios y ciencia diversas, acabarán por encontrarla en si mismos, ya que en el fondo de cada hombre he depositado una semilla de la eterna verdad. 38. Aquí está mi luz vibrando en un cerebro humano y haciéndose palabra. ¿Por qué juzgáis imposible esta comunicación? ¿Pensáis que el hombre pueda tener más poder que Dios, al lograr con su ciencia la comunicación a distancia entre unos y otros? 39. De cierto os digo, que si no conocéis las facultades de que está dotado el espíritu del hombre, menos vais a conocerme a Mi. 40. Yo me comunico a través del entendimiento humano, porque el cerebro es el aparato perfecto hecho por el creador, para que en él se manifieste la inteligencia, que es la luz del espíritu. 41. Ese aparato es el modelo que jamás podréis igualar con toda vuestra ciencia. Tomaréis su forma y su construcción como un modelo para vuestras creaciones, pero jamás llegaréis a la perfección que tienen las obras de vuestro Padre. ¿Por qué dudáis de que pueda Yo usar lo que he formado? 42. Vuelvo a deciros que aún no os conocéis, porque si os conocieseis espiritualmente, no solamente aceptaríais esta comunicación divina a través de vuestro entendimiento, sino que comprenderíais que aún sorpresas mayores os están reservadas. Si os conocieseis no os quejaríais de no ser comprendidos por vuestros hermanos, cuando ni siquiera a vosotros mismos os conocéis. Conoceos para que no seáis una eterna interrogación ante vosotros; para que no vayáis a andar buscando en muchas partes la contestación que en vuestro interior lleváis. 43. Toda mi Doctrina tiene por finalidad descubrir ante vuestros ojos lo que encierra vuestro ser, porque de ese conocimiento nace la luz para encontrar el camino que lleva hacia lo eterno, hacia lo perfecto, hacia Dios. 44. Mi Doctrina tiende a formar dentro de vosotros un ser superior a cuanto le rodea en el mundo, un ser que sea elevación, luz y belleza espiritual; virtud, sabiduría y poder. ¡Cuán grande será entonces vuestro gozo y vuestra paz interior! Vuestra conciencia os dirá: "Esta es la verdadera esencia de vuestro ser". Qué diferente será la conducta de los que habiendo rechazado de su corazón toda buena simiente, han consagrado su ser a una vida egoísta, a una vida materialista y perversa; cuando han llegado a mirar hacia su interior, cuando han tenido un instante de comunicación con su conciencia, se han contemplado en aquel espejo que nunca se empaña, que nunca miente y se han horrorizado del monstruo que en si llevan y al cual no pueden reconocer como obra de ellos mismos. 45. ¡Oh incrédulos! Venid a escucharme con frecuencia, mi palabra vencerá vuestra duda. Si os parece que la forma de mi palabra no es la misma que tuve en aquel tiempo. Yo os digo que no os detengáis ante la forma, ante lo exterior, sino que busquéis el sentido, que es el mismo. La esencia, el sentido, son uno siempre, porque lo divino es eterno e inmutable; pero la forma dentro de la cual os llega la revelación o a través de la cual os doy a conocer una parte más de la verdad, esa se presenta siempre de acuerdo con la capacidad o evolución que hayáis alcanzado. 46. Una gran parte de mi enseñanza ha tenido por objeto que os encontréis, que os conozcáis, para que dejéis de caer en el camino y dejéis de clamar misericordia cuando os sentís perdidos o miserables. 47. ¿Por qué llorar llevando tantas riquezas y tesoros ocultos en vuestro ser? He ahí uno de los fines de vuestra vida que ha mucho tiempo habíais olvidado: debéis conoceros para descubrir todo lo que el espíritu guarda. 48. Interrogad, escudriñad, profundizaos y mientras más penetréis en vuestro ser, mayores tesoros y sorpresas encontraréis. 49. Multitudes: venid conmigo, yo vengo a salvaros. Cuando vuestro mundo os canse, cuando os desconozcan vuestros hermanos, cuando los vuestros no os comprendan, venid a Mí y Yo saldré a vuestro encuentro. Yo os probaré que no ignoraba nada de cuanto os pasaba. 50. Venid para que Yo os resucite a la verdadera vida y os recuerde que habéis sido creados para dar; pero que mientras no sepáis lo que lleváis en vosotros, os será imposible dar a quien lo necesite. 51. Ved cómo cuanto os rodea cumple con la misión de dar. Los elementos, los astros, los seres, las plantas, las flores y las aves, todo, desde lo más grande hasta lo imperceptible, tienen el don y el destino de dar. ¿Por qué os hacéis vosotros una excepción siendo los mayormente dotados de la gracia divina de amar? 52. ¡Cuánto tendréis que crecer en sabiduría, en amor, en virtud y poder para que seáis luz en el camino de vuestros hermanos pequeños! ¡Qué destino tan elevado y hermoso os ha deparado vuestro Padre! 53. Sentid mi paz y llevadla en lo más profundo de vuestro corazón; no dejéis que nadie os arrebate mi paz; ella es un tesoro, el mayor que el hombre puede poseer. 54. No han sido capaces el poder y la ciencia de daros la paz; sin embargo os digo que no os desesperéis si no la encontráis, porque no pasará mucho tiempo en que comprendáis que la paz está verdaderamente en los hombres de buena voluntad para amar, para servir y para obedecer las leyes dictadas por Dios. 55. Oíd mi Doctrina que viene a enseñaros la forma más práctica, sencilla y simple de dar cumplimiento a la Ley. Comprended que vuestro Dios, sus obras y la vida, son simples y sencillas, que son vuestra ignorancia y vuestra pequeñez las que os hacen mirar complicado lo que es simple, y misterioso lo que es diáfano. 56. Dios no es complicado, misterioso, ni confuso en su Creación, porque lo perfecto es simple; en cambio, las criaturas en sus diferentes escalas, mientras más imperfectas, más complicadas. 57. Tratad de conocerme, de penetrar en el sentido de lo espiritual hasta que podáis tener una idea verdadera de vuestro Padre; aunque sea pequeño vuestro conocimiento de Mi, pero que sea acertado. 58. Teniendo una idea real de mi existencia, de mi esencia, de mi poder y mi justicia, podréis, llegado el instante, llevar a vuestros hermanos una idea verdadera de lo que es vuestro Padre. 59. Veréis cómo ese Dios que los hombres se han forjado distante, inaccesible, misterioso e incomprensible, desaparecerá para que en su lugar surja el Dios verdadero, cuyo corazón está eternamente abierto para sus hijos, presente en todo sitio y en todo instante. 60. Cuando me conozcáis verdaderamente, porque aún vuestro concepto es más humano que espiritual y vuestra fe pequeña, me amaréis más profundamente que ahora. Cuando me améis con mayor perfección, seréis incansables llevando la luz doquiera que encontréis las tinieblas. Vuestra piedad será sincera hacia todos aquellos que no conocen al verdadero Padre, para aquellos que creyendo amarme y conocerme en verdad, no me conocen realmente ni me aman con pureza. 61. En el Segundo Tiempo gustaba Yo de cruzar por las campiñas, en las cuales los labradores al verme pasar, venían a mi encuentro y con su corazón me hablaban. Mi Espíritu gozaba contemplándoles puros y sencillos. Penetraba en los hogares, a veces en el instante en que los padres con sus pequeños se sentaban a la mesa; al escuchar mi llamado venían hacia Mi, gozosos, invitándome a comer con ello, me abrían su corazón para pedirme alguna gracia. Yo bendecía a todos y al reunirme con mis discípulos les decía: estas familias son una imagen del Reino de los Cielos y estos hogares son como santuarios. 62. Hubo ocasiones en las que encontrándome solitario, era descubierto por los niños, quienes, llegando hasta Mi venían a mirarme, a ofrecerme florecillas, a contarme alguna cuita y a ofrendarme sus ósculos. 63. Las madres se apenaban al encontrar a sus pequeños en mis brazos escuchando mi palabra; los discípulos, creyendo que aquello significaba una falta de respeto hacia el Maestro, trataban de ahuyentarles de mi presencia, entonces Yo hube de decirles: "Dejad a los niños que vengan a Mi, porque para que alcancéis a penetrar en el Reino de los Cielos, es menester tengáis la pureza, la sencillez y simplicidad de los niños". 64. Yo me recreaba en aquella inocencia y en aquel candor, como quien deleita su mirada contemplando un capullo próximo a abrirse. 65. Ellos son también espíritus en capullo, promesas para el mañana, vidas que empiezan a vibrar. 66. Amo a los espíritus porque son capullos que han de florecer para la vida y para la gloria del Padre. 67. En cierta ocasión fui invitado a una boda en unión de María, mi Madre en la Tierra. Quise estar con mis hijos en aquel instante trascendental en la vida de dos seres que se unen por amor. Quise contemplar la alegría de aquellos corazones y convivir con ellos su fiesta, dándoos a comprender con eso, que ninguna de vuestras sanas alegrías me es indiferente y que mi presencia no puede faltar en ninguno de los instantes importantes o trascendentales de vuestra vida y también María, la dulce Madre e intercesora vuestra, dio una prueba de lo que es su misión para con esta humanidad, al pedir a Jesús que, haciendo uso de su poder, aumentara el vino de la fiesta que por instantes escaseaba. Yo concedí aquel prodigio por aquella bendita intercesión, por aquel corazón de mujer, cuya fe en mi poder e intuición para pedir, son ejemplo perfecto ante vosotros. 68. Dejadme mencionar aunque sea brevemente aquellos pasajes, mas no digáis que es imprescindible que Yo vuelva al mundo, porque tendré que deciros que todo aquello que viví y hablé, quedó escrito y está presente en vuestra conciencia. Por otra parte, deberéis reconocer que esta vida, maravillosa en todas sus fases, es un libro profundo e infinito que os habla eternamente de Mí 69. Observadla, sentidla, y encontraréis en ella al Maestro, al Padre y al Juez, oiréis la voz que desde aquí os habla de otra vida más elevada, luminosa y perfecta. 70. Discípulos: Yo he venido a levantaros del polvo de la Tierra, donde yacíais vencidos por el dolor, a una vida de esperanzas y de realidades. Os he hecho sentir mi fuerza en vuestras pruebas, os he enseñado a no dudar, a no desesperaros aún en las mayores amarguras. 71. Hoy sabéis que el cáliz de amargura lo está bebiendo toda la humanidad, que no sois los únicos que sufrís ni los únicos que lloráis o los que con mayor intensidad apuráis el dolor, por lo cual me dais gracias y ponéis vuestro pensamiento en vuestros hermanos, olvidándoos un poco de vosotros. 72. Todos traéis una herida en el corazón ¿Quién como Yo para penetrar en vuestro interior? Sé vuestra amargura, vuestra tristeza y desaliento ante tanta injusticia e ingratitud que existe en vuestro mundo; sé de la fatiga de los que han vivido y luchado en la Tierra y cuya existencia es para ellos como un pesado fardo; sé del vacío de los que se van quedando solos en esta vida. A todos os digo: "Pedid, que se os dará", porque a eso he venido, a daros según necesitéis de Mí, ya sea compañía, tranquilidad, bálsamo, misiones o luz. 73. No temáis llorar delante de Mí, varones, que las lágrimas no sólo son del niño o de la mujer; bienaventurados los que lloren delante de Mí, porque mi mano enjugará su llanto y mi palabra de consuelo descenderá a su corazón. El que venga débil ante Mí, después será fuerte delante de sus hermanos, porque supo fortalecerse en el poder de su Padre. 74. Sabed que Yo no me concreto a sentir vuestras aflicciones, sino que vengo a remediarlas; pero además de saber esto, es necesario que tengáis amor y fe en mi Ley, que sepáis pedir y orar y que tengáis paciencia en las pruebas. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 263 1. Que la paz de mi Espíritu sea en vosotros en este instante de comunión, en que la luz Divina os ilumina y alienta a vuestro espíritu. 2. Benditos seáis los que soñáis con un paraíso de paz y armonía. 3. Bienaventurados aquéllos que han despreciado y visto con indiferencia las trivialidades de lo superfluo, las vanidades y pasiones que ningún bien le dan al hombre y menos al espíritu. 4. Benditos los que han apartado las prácticas fanáticas que a nada conducen y han alejado antiguas y erróneas creencias, para abrazar la verdad absoluta, desnuda y limpia. 5. Yo bendigo a quienes van renunciando a lo exterior para penetrar en la meditación, en el amor y en la paz interior, porque van comprendiendo que la paz no la da el mundo; que la podéis encontrar dentro de vosotros mismos. 6. Benditos vosotros a quienes la verdad no atemoriza, ni os habéis escandalizado ante ella, porque de cierto os digo, que la luz caerá como cascada sobre vuestro espíritu para mitigar por siempre vuestra sed de luz. 7. Extiendo mi manto de paz sobre vosotros que reunidos en uno u otro lugar, os transportáis en espíritu en busca del Divino Maestro. Cuando lleguéis a Mi, orad, orad mis discípulos, porque aunque no habéis visto cumplirse todo lo que os he profetizado, lo tendréis que contemplar. 8. Continuad orando para que se aparte el peso de la ignorancia del hombre, y también la vanidad de aquellos que se dicen sabios, porque han acumulado los conocimientos de otros hombres, ignorando que el verdadero sabio no es aquel que se desvela tratando de descubrir la mejor forma de destruir, de dominar, de aniquilar, sino aquel que se eleva para poder crear, para armonizar la vida de los seres inspirándose en el amor al Dios de todo lo creado y en el amor a todas las criaturas. 9. Yo os digo, discípulos, que no busquéis la verdad en la mentira, que busquéis la verdad en el espíritu humilde, en el corazón elevado por el amor a sus semejantes, en la sencillez y en la pureza de la vida. 10. En la sabiduría está el bálsamo y el consuelo que anhela vuestro corazón, por eso os prometí en aquel tiempo al Espíritu de Verdad como Espíritu de Consolación. 11. Pero es indispensable tener fe para no detenerse en el camino ni sentir temor ante las pruebas. 12. La fe es como un faro que ilumina vuestra ruta hasta llegar al puerto seguro de la eternidad. 13. No puede ser fe la de aquellos espíritus tibios y medrosos que hoy avanzan un paso y mañana vuelven atrás, que no quieren luchar con su propio dolor, confiando en el triunfo del espíritu únicamente por la caridad del Padre. 14. Fe es aquella que siente el espíritu que sabiendo que Dios está en él, ama a su Señor y goza sintiéndole en sí y amando a sus hermanos; que es tanta la fe en la justicia del Padre, que no espera a que sus semejantes le amen; que perdona ofensas y errores pero que mañana estará lleno de luz porque con sus méritos alcanzó su purificación. 15. El que tiene fe, tiene paz, posee amor y encierra bondad. 16. Ese es rico en espíritu y aún en materia; pero con la verdadera riqueza, no con aquélla que vosotros concebís. 17. Los hombres huyen angustiados de la miseria, y en su horror vuelven a caer en sus abismos y estrecheces, no piensan en medios para salvarse de esas garras; pero el que huye de la miseria del mundo, es un egoísta que arrolla, hunde, destroza y pierde a cuantos se cruzan en su camino. Sólo piensa en sí mismo, tiene por único ideal y fin, su seguridad y su conservación. Los demás no son sus hermanos, son todos extraños para él. No tiene fe, no conoce esa luz, no confía en la verdad porque no ha querido conocerla. 18. Mas, ¿Qué habéis hecho, humanidad, de aquellos hombres que os he enviado para que os recuerden mi camino, el camino de la fe, que es el de la sabiduría, del amor y la paz? 19. Nada quisisteis saber de sus mensajes, combatiéndoles con la fe hipócrita que tenéis por vuestras teorías y religiones. 20. No quisieron vuestros ojos contemplar la luz que como mensaje de amor os trajeron cada uno de mis enviados, así les llaméis profetas, videntes, iluminados, doctores, filósofos, científicos o pastores. 21. Esos hombres han brillado y no habéis querido ver su luz, han ido delante de vosotros y no habéis querido seguir sus pasos; os dejaron el ejemplo del camino del sacrificio, del dolor, de la caridad y tuvisteis miedo de imitarles, sin saber que el dolor de los que me siguen es alegría del espíritu, es camino de flores y horizonte lleno de promesas. 22. Ellos no vinieron a aspirar el aroma de las flores de la Tierra, ni a embriagarse en los placeres fugaces del mundo, porque la aspiración de su espíritu ya no era hacia lo impuro, sino hacia lo elevado. 23. Sufrieron, pero no buscaron ser consolados, porque sabían que habían venido para consolar. No esperaban nada del mundo, porque estaban esperando para después de la lucha, la alegría de contemplar la resurrección a la fe y a la vida de los espíritus, de todos aquéllos que habían muerto a la verdad. 24. ¿Quiénes son estos seres de los que os hablo? Os digo que se trata de todos aquellos que os han traído mensajes de luz, de amor, de esperanza, de salud, de fe, de salvación. No importa el nombre que hayan tenido, ni el camino por donde les hayáis visto aparecer, ni el titulo que en la Tierra hayan ostentado. 25. Como ellos, podéis ser también vosotros, imitando los grandes ejemplos que a través de mis enviados os doy a cada paso. Más, no toméis como pretexto la incomprensión de la humanidad hacia vuestras obras. No digáis que aquellos que os trajeron mensajes de amor, sólo sembraron y nunca han recogido. No, pueblo, la cosecha del espíritu no se levanta pronto, si tenéis en cuenta que la carne es tierra estéril a la que hay que fertilizar continuamente con amor hasta hacerla fructificar. 26. ¿Qué queréis que os diga de vuestros sabios de ahora, de los que provocan a la Naturaleza y desafían a las fuerzas y a los elementos haciendo aparecer lo bueno como si fuese malo? Gran dolor tendrá por cortar y comer un fruto verde del árbol de la ciencia, un fruto que sólo con amor podría haber madurado. 27. ¡Sólo mi amor puede salvaros! Ved que en los hombres no queda ni resto de amor. Orad, pero con verdadera fe en el poder de la oración, con una fe tan grande que supere a la fuerza de las armas con que vuestros hermanos combaten en la vida y destruyen la paz de sus semejantes. 28. Vosotros, que habéis apartado de vuestros ojos aquellas formas e imágenes que empleabais antaño para orar, podéis practicar la verdadera oración, porque ya no limitáis a Dios en un anciano, ni dejáis que la imaginación dé forma humana a lo que no tiene forma, porque es divino. 29. Cuando vuestra materia se quede en la Tierra y vuestro espíritu se eleve a las moradas celestiales, cuando paséis por aquello que llamáis muerte y os levantéis en la eternidad, comprenderéis cuántas falsas imágenes ha formado vuestra mente y entonces sentiréis cómo se aparta de vuestro espíritu la mentira, como si fuese una venda que se desprende de los ojos dejándoles contemplar la luz de la verdad. 30. Cuántos también esperan llegar a la altura de los cielos para conocer a María, a la que siempre imaginaban en la forma humana de la mujer que fue en el mundo, madre de Cristo en cuanto hombre, y que representan como reina en un trono, hermosa y potente, mas Yo os digo que no sigáis dando forma en vuestra mente a lo divino. María vuestra Madre espiritual existe, pero no tiene forma de mujer ni ninguna otra forma. Ella es la santa y dulce ternura cuya caridad se extiende en lo infinito. Ella reina en los espíritus y su reinado es el de la humildad, de la caridad y la pureza, pero no tiene trono, según lo imaginan los hombres. Es hermosa, pero con una hermosura que no podéis expresar ni imaginar con el rostro más bello. Su hermosura es celestial y lo celestial nunca lo alcanzaréis a comprender. 31. Yo os digo que si queréis acercaros un poco a la verdad y comenzar a arrobaros en su contemplación, persistid en alejar de vuestros ojos y de vuestra mente, cuantas formas habíais creado, tratando de darle forma a lo divino. 32. Cuando vayáis comprendiendo que el Divino Maestro tiene mucho que enseñar y corregir, dejaréis que mi verdad penetre en vuestra mente y entonces miraréis cómo un nuevo horizonte aparece ante vuestro espíritu, ofreciéndoos campos, valles, caminos y montañas por donde viajar para aprender, para conocer y elevaros espiritualmente. 33. Mi luz está en todas las conciencias, ya estáis en el tiempo en que Mi Espíritu ha de derramarse sobre los hombres, por lo cual os digo que pronto sentiréis todos mi presencia, lo mismo los sabios que los ignorantes, igual los grandes que los pequeños, los poderosos que los pobres. 34. Unos y otros se estremecerán ante la verdad del Dios viviente y verdadero. 35. Aquí tenéis una nueva lección, discípulos; para que meditéis profundamente sobre ella, comprended que no he venido tan sólo por haceros oír palabras que deleiten vuestros oídos o acaricien vuestro corazón. Comprended que la finalidad del Maestro es la de apartaros de la obscuridad para mostraros la luz de la verdad. 36. Yo soy la luz, la paz y la felicidad eternas y como vosotros sois mis hijos, quiero y debo haceros participes de mi gloria y para eso os enseño la Ley como el camino que conduce al espíritu a las alturas de aquel Reino. 37. Las oportunidades para cumplir y hacer méritos están en cada día, en cada hora, no dejéis que pasen, no dejéis que partan, porque después no las podréis alcanzar. Preparaos para un buen día y os digo que al anochecer vuestro sueño será tranquilo y apacible. Vivid una vida virtuosa y vuestro desarrollo espiritual será eterno. 38. Discípulos amados: en dos ocasiones he estado entre los hombres, una en forma humana y otra en forma espiritual, ya es tiempo de que comprendáis mis enseñanzas. 39. ¿Por qué venís llorando y quejándoos las más de las veces? Cuando estuve en el mundo no viví entre comodidades y placeres, ni tuve cetro de poder terrenal. Padecí, luché y ni siquiera renegué de mi dolor. A eso vine, a tomar mi cruz y cumplir con la misión que voluntariamente me impuse. 40. Yo debía enseñaros cómo el espíritu que hace la voluntad del Padre, una vez consumada su obra, levanta el vuelo buscando el infinito, dejando abajo todo lo que es materia para ir en pos de la región celestial. 41. Muchas veces en vuestra miseria o en vuestras privaciones os preguntáis por qué vuestro Padre no os da todo lo que deseáis, siendo que en vuestro concepto sólo queréis gracias para vuestro bien. Yo os digo que si os diese cuanto deseáis y os permitiese todo gozo que en la Tierra anheláis, os pesaría más tarde porque os convenceríais de vuestro estancamiento. Si, discípulos: al tenerlo todo, lo derrocharíais, no lo cuidaríais, puesto que no os había costado esfuerzo ni trabajo obtenerlo. Por el contrario, cuando esto que ahora pedís sin merecerlo, lo obtengáis por medio de méritos, veréis con cuánto amor lo vais a conservar. 42. ¿Hasta cuándo será entendida mi palabra? ¿Hasta cuándo dejaréis que florezca en vuestro corazón y fructifique en vuestro espíritu? Pensad en Mí, como Yo pienso en vosotros. ¿Quién se siente solo en el mundo? ¿Quién se dice huérfano? Si os preparáis, no volveréis a decir que estáis solos, porque doquiera sentiréis mi compañía. Buscad la luz de mi camino y nada tendréis que temer; no os fiéis de la luz de la ciencia o de los conocimientos humanos, porque la luz de la mente es muy poca para conducir a un espíritu a la presencia de Dios. 43. En verdad os digo que lo que puede elevaros es el amor, porque en él existe sabiduría, sentimiento y elevación. El amor es un compendio de todos los atributos de la Divinidad y Dios ha encendido esa llama en toda criatura espiritual. 44. ¡Cuántas lecciones os he dado para que aprendáis a amar! ¡Cuántas oportunidades, vidas y reencarnaciones os ha proporcionado la misericordia divina! La lección se ha repetido cuantas veces ha sido necesaria, hasta que ha sido aprendida. Una vez cumplida, no existe razón para ser repetida, porque tampoco podrá ser olvidada. 45. Si pronto aprendieseis mis lecciones, no tendríais por qué sufrir, ni por qué llorar errores. Un ser que en la Tierra aprovecha las lecciones en ella recibidas, podrá volver al mundo, pero siempre será con mayor adelanto y en mejores condiciones. Entre una vida y otra siempre tendrá una tregua, necesaria para meditar y descansar antes de emprender la nueva tarea. 46. Alguno en su corazón me dice: Padre, esa tregua o descanso ¿Es para enviarnos a buscar nueva fatiga en el mundo? Y ¿Hasta cuándo? 47. ¡Ah, pequeños, Yo perdono vuestra ignorancia y os digo que nada injusto ni imperfecto tengo dispuesto en la jornada que habréis de recorrer! El espíritu es incansable, sólo cuando vive en la materia siente la impresión de la fatiga que el cuerpo le transmite, mas volviendo nuevamente a la libertad y a la luz espiritual, se despoja de su fatiga y se torna nuevamente en incansable. 48. Sed fuertes ante las tentaciones del mundo y de la carne. Recordad mi ejemplo cuando os encontréis en los instantes de una prueba. 49. ¿Me preguntáis cómo fue posible que a Jesús le tocasen las tentaciones del mundo? A lo que Yo os contesto que no fueron tentaciones bajas aquellas que tocaron el corazón de vuestro Maestro. 50. El cuerpo que tuve en el mundo, fue humano y sensible, era el instrumento de mi Espíritu para darle mis lecciones a la humanidad. El sabia la prueba que le esperaba porque mi Espíritu se lo revelaba y aquella materia sufrió por el dolor que le aguardaba. 51. Quise que aquel cuerpo os diese aquellas muestras de verdadera humanidad para que quedaseis convencidos de que mi dolor fue real y mi sacrificio en cuanto hombre, verdadero. 52. De no haber sido así, mi sacrificio no hubiese tenido mérito ante los hombres. Por eso tres veces Jesús invocó la fuerza de mi Espíritu, que era quien le animaba, para vencer en la dura prueba. La primera vez fue en el desierto, la segunda en el Huerto de los Olivos, la tercera en la cruz. 53. Menester fue hacerme hombre y entregaros mi carne y mi sangre para que en ella hiciese mella el dolor que la humanidad le infiriese, mas si hubiese venido en espíritu ¿Qué sacrificio hubiese hecho por vosotros? ¿A qué hubiese renunciado y qué dolor podríais haberme hecho sentir? 54. El Espíritu Divino es inmortal, el dolor no llega a él, mas la carne es sensible al dolor, es limitada en sus potencias, es mortal por naturaleza, por eso elegí ese medio para manifestarme al mundo y ofrecerle mi sacrificio verdadero a cambio de enseñarle el camino de su salvación. 55. Mientras seáis pecadores, tenedme en aquella pasión y recordad aquella sangre, para que, arrepintiéndoos de vuestras faltas, os purifiquéis en aquel ejemplo de amor infinito que os di. 56. Mientras seáis hombres, recordadme en aquella cruz, perdonando, bendiciendo y sanando a mis verdugos, para que vosotros a lo largo de vuestro pesado camino, también bendigáis a quienes os ofendan y hagáis todo el bien posible a quienes os hubiesen causado mal. Quien obrase en esta forma, será mi discípulo y en verdad le digo que su dolor será siempre breve, porque Yo le haré sentir mi fuerza en los instantes de su prueba. 57. Muy pocos son los que anhelan enseñar a sus hermanos con los ejemplos del Maestro. Lo mismo entre este pueblo que en la mayoría de las religiones, se da la enseñanza con palabras que carecen de fuerza porque les falta ser confirmadas con obras y ejemplos. 58. Ahora tenéis oportunidad de escuchar la explicación de mi Doctrina, la que irá puliendo vuestro corazón hasta dejarlo preparado para desempeñar la misión que a vuestro espíritu le he confiado. 59. No temáis seguir mis pasos, a ninguno le exigiré que iguale mis sufrimientos en el mundo ni que lleve a cabo en la misma forma mi sacrificio. También debo deciros que sólo aquel cuerpo apuró el cáliz que mi Espíritu le ofreció, otro hombre no lo hubiese soportado, porque mi cuerpo tomó vida en la virtud y se fortaleció en la pureza de Aquélla que ofreció su seno para concebirle: María. 60. Meditad, pueblo y aprovechad este bendito silencio en que penetráis al escuchar mis enseñanzas. En verdad os digo que en esos instantes de recogimiento y espiritualidad, mi semilla germina en lo más recóndito de vuestro Corazón. 61. Bienaventurados vosotros que sabéis aprovechar los últimos tiempos de mi comunicación en esta forma, sabiendo que esta gracia no la volveréis a tener. 62. Tiempo de complacencias ha sido el de mi manifestación; he colmado de dones a los desheredados, he levantado a los vencidos en la lucha y he dado oportunidad a los pecadores y a los parias. 63. Tiempos venturosos que serán recordados con nostalgia cuando hayan pasado, porque aunque mi palabra haya sido escuchada a través del portavoz, los corazones sintieron mi presencia y los espíritus se llenaron de mi esencia divina. 64. Multitud: conservad siempre la espiritualidad, que en esta hora bendita demostráis, y que ella esté siempre presente en vuestras reuniones, en los instantes de vuestra oración y en cada una de vuestras obras. 65. Bebed de este vino, comed de este pan hasta satisfaceros, porque pasará mi comunicación ya que os encontráis en la consumación de este tiempo de preparación. 66. El discípulo que verdaderamente se prepare, tendrá siempre el testimonio a flor de labio y le será imposible ocultar la verdad que de su Maestro heredó, la luz será en él y todo su ser será un testimonio viviente de la palabra y la obras que os manifesté. 67. El que ocultase en su corazón mi palabra y los dones que le confié, no sabrá el gozo de que se ha perdido, porque sembrar, luchar y hasta padecer en mis tierras, es placer y dicha del espíritu. 68. No siempre ha de ser fácil la lucha; habrá días o instantes de pruebas amargas; pero aun en ellas, el espíritu sabrá responder con humildad y con amor ante la voluntad del padre, siendo precisamente en medio de esa mansedumbre donde manifestaré mi paz en los buenos discípulos, en los fieles testigos. 69. ¿Creéis que a mis apóstoles del Segundo Tiempo les fue llevadera la jornada y fácil la lucha? No, pueblo, ellos, a imitación de su Maestro, también tuvieron su vía dolorosa y su calvario, pero en medio de sus sufrimientos se elevaba su espíritu, lleno de paz, sabiendo que todo cuanto padecían era por amor hacia sus hermanos, necesitados de verdad. 70. Si preguntáis a aquellos seguidores de mi enseñanza, si tuvieron flaquezas o si sintieron temor ante sus perseguidores y verdugos, os dirían que ni un solo instante desmayó su fe, que su confianza en el Poder Divino fue absoluta, y que por esa fe lograron ser indiferentes a los quebrantos, a las mofas, a las pruebas y aun a la misma muerte. 71. Esa es la huella que tenéis ante vosotros, el testimonio vivo de que no es imposible al hombre seguir los pasos de Jesús y semejársele en poder, en amor, en fortaleza, en caridad. 72. No quiero deciros que para ser mi discípulo tenéis necesariamente que soportar una persecución y una agonía como la de aquellos mártires; os doy a entender que para amar a vuestros semejantes tenéis que renunciar al amor que por vosotros mismos sentís, que debéis olvidar en determinados momentos lo vuestro, para pensar en los demás, porque sólo del verdadero amor podrán brotar las obras inmortales, dignas de quedar como ejemplos para otros, como las de aquellos discípulos, emisarios de la divina palabra quienes, en su afán por extender la Buena Nueva, en su anhelo de llevar a los corazones la luz de su Maestro, todo lo dieron. 73. Era el ejemplo que habían recibido muy cerca y trataban de imitarlo con todas las fuerzas de que eran capaces. ¿Quiénes de vosotros vendréis por el camino de la renunciación, de la mansedumbre y de la caridad? El camino está abierto, la senda espera, a los lados del camino están las tierras sedientas de agua y hambrientas de simiente. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 264 1. Pueblo amado: en vos descubro al espíritu luchador que quiere apegarse a mi Ley, que trata de inspirarse en mi palabra y dejar una huella de luz en el camino de la humanidad. 2. Para que este Pueblo se multiplique como se multiplicó Israel en el Egipto y para que otros pueblos se le adhieran, necesitáis dar pruebas de verdadera obediencia a mi Ley. Yo vengo a estimularos para que prosigáis en la jornada espiritual que os he confiado como misión, por lo que os digo, que es difícil que desmaye quien haya dejado penetrar mi palabra en su corazón, la haya analizado y comprendido. 3. No os pido todo vuestro tiempo para el desempeño de esta misión: Me basta con que dediquéis unos minutos del día al estudio de mi palabra; que realicéis una buena obra o que en alguna forma deis un paso hacia adelante en el sendero espiritual. 4. Sois como un espejo al cual quisiese asomar mi caridad y mi amor, pero está empañado y no deja reflejar la luz y la verdad; limpiadlo y veréis a mi Espíritu reflejado en el vuestro. 5. Cuando desde lo más profundo de vuestro corazón me digáis: "Maestro, soy tu siervo, estoy presto a obedecer tu voluntad", ese será el instante en que verdaderamente comience a manifestarme en vosotros. 6. Hoy, a pesar de vuestra buena voluntad, vuestro corazón aún está durmiendo para mi amor, y es necesario que comprendáis que vuestro cumplimiento ha de estar inspirado en el amor. El discípulo que se levante movido por esa fuerza, será en su vida un apóstol, será capaz de grandes obras, porque a nada temerá, nada lo hará debilitar. 7. Si vais a hablar de paz, llevad paz en vuestro corazón; si vais a hablar de Mí y de mi hora, conocedme primero para que nunca deforméis la verdad. No vayáis a creeros sus únicos poseedores, porque pecaríais de ignorancia y de fanatismo. Yo quiero que a la vez que prediquéis con enseñanzas que encierran verdad, sepáis encontrar la verdad en vuestros hermanos. Unos tendrán mucha luz, otros solo un átomo, pero en todos encontraréis mi presencia, porque todos sois mis hijos. 8. Dad gracias a vuestro Padre y gozaos, porque habéis asistido al tiempo de la restauración, recreaos mañana, cuando ya en el mundo espiritual contempléis el fruto de vuestras obras en la Tierra. Si, discípulos; este valle de lágrimas y expiación se convertirá en tierra de paz y de progreso espiritual. 9. Hasta ahora la humanidad no ha construido el verdadero templo para amar a su Señor. Muchos cultos ha elevado, muchos ritos ha establecido y muchas religiones ha fundado; pero aquel templo del espíritu, cuyos cimientos sean inconmovibles, no lo ha levantado hasta ahora. 10. Cuando ese santuario sea edificado sobre la piedra inconmovible y eterna del amor, de la verdad y la justicia, se desvanecerán todas vuestras diferencias de credos y veréis desaparecer vuestras guerras. 11. Sólo en mi verdad podréis descubrir vuestra hermandad, mas si estáis distantes de ella, tendréis que olvidaros hasta de que sois hermanos. 12. Vos, mi pueblo espiritualista: tendréis por misión fraternizar con todos, para enseñar con ejemplos mis máximas de amor. 13. Todavía no sabéis cómo vais a trabajar, ni sabéis hasta dónde llegará la fuerza de vuestro espíritu; pero Yo si lo sé y os digo: no temáis, confiad en Mí, mi luz os mostrará la brecha y mi voz os marcará el instante para que iniciéis la jornada. 14. Vuestro espíritu ya me escuchó, y despertó, por lo tanto ya nunca os dejará dormir. El tiene anhelos de elevarse a través de sentimientos puros, porque presiente mi amor en su destino. Dejadle cumplir, dadle libertad para su misión y no desoigáis su voz cuando os haga sentir que aquella hora le pertenece para alguna obra elevada. 15. Los que desde ahora se consagran al estudio de mis revelaciones, los que se desvelan meditado en mi palabra, serán los que encuentren más transitable el sendero y más liviana la cruz; la palabra brotará de sus labios como torrente y el bálsamo será milagroso en sus manos espirituales. 16. ¡Benditos los que me escuchen y aprovechen mi enseñanza, porque tendrán mucha satisfacción, goces y triunfos en su espíritu! 17. Los buenos discípulos tendrán que ser humildes y sus obras de caridad serán las que diga quiénes son, no como algunos de mis párvulos que sin tener noción aún de lo que significa un cargo dentro de mi Obra, van haciendo alarde de ser de mis escogidos y quisieran que el mundo contemplase en su frente la señal de mi Marca. 18. Esta humanidad, intuitiva y despierta, descubrirá muy pronto a los que predican con verdad y a los que sólo la fingen. 19. Si Yo os he hablado a todos, prueba es de que quiero que todos poseáis la luz. 20. Vuestra responsabilidad no se limita a enseñar el camino al que nunca había venido por él, sabed que a vuestro paso tendrán que cruzarse los labriegos descarriados del sendero, a ellos tendréis que aconsejar para hacerles retornar al redil. 21. Velad todos por lo que os he confiado; caminad con humildad y prudencia y triunfaréis. Si apuráis el cáliz de amargura, hacedlo con paciencia y él pronto pasará. 22. Si presentís o sabéis que ya es el juicio en vosotros y que ha llegado la hora de las grandes pruebas, elevad vuestro espíritu, aumentad vuestra fe y fortaleced vuestro corazón. 23. Si hasta ahora os habéis sentido como desterrados, si os sentís lejos de la Patria o ausentes de la casa paterna, no temáis; vuestros méritos os llevarán a la patria por la que ha suspirado vuestro espíritu y por otra parte vuestras obras habrán hecho que se aproxime el tiempo de la paz en la Tierra, cuando améis a vuestro Padre Celestial, amando y perdonando a vuestros hermanos. 24. No os podéis imaginar el gozo del espíritu que ha salido avante en esta vida de pruebas y llega a la presencia de su Señor. En el sublime lenguaje espiritual le dice a su Padre: "Vencí, Señor, vencí por la luz que disteis a mi Espíritu, por el amor que me revelasteis. Muy grandes fueron mis pruebas; muy fuertes las tempestades que me azotaron; pero con vuestro poder triunfé en todo y aquí estoy ante vos". 25. Esa flama de amor la encendieron las pruebas, porque la vida del espíritu si careciese de lecciones, dejaría dormidas en él todas sus potencias. 26. Veo tristeza en muchos de mis discípulos, porque presentís que no tardará mucho mi llamado y que al dejar esta Tierra, vuestro espíritu no tuvo la dicha de contemplarla en paz. Yo os digo también: No temáis, que ya vuestro espíritu gozará desde el reino espiritual de donde vino, cuando vea llegar a este mundo los tiempos de paz. 27. Ya se acerca el tiempo en que mi palabra de vida florezca en el corazón de la humanidad, en que veáis cumplida día por día mi palabra y si para entonces ya no pertenecieseis a esta Tierra, desde la morada espiritual todo lo miraréis y testificaréis con absoluta claridad y comprensión. 28. Calmad vuestra sed de saber y os maravillaréis a cada paso en el trayecto de vuestra vida y si vuestra cruz fuese pesada, aprenderéis a hacer la existencia breve y llevadera. 29. Elevaos en virtud como discípulos para que descienda mi enseñanza a vuestro espíritu y en ella encontraréis toda la fuerza que necesitáis para vencer en las tentaciones y en las pruebas. 30. Ya he recogido en mi granero las primicias de vuestro cumplimiento como sembradores de mi campiña y con mi palabra os he alentado para que sigáis propagando la semilla. No desfallezcáis, si algunos corazones no responden pronto a vuestro mensaje, sabed que, así como hay espíritus a punto de despertar, los hay también que serán tardíos. 31. Ya contemplo a las grandes multitudes llegando a la fuente de la gracia que es mi Doctrina, a lavar sus manchas, a despojarse de sus vestiduras impuras y a revestirse de mi luz. 32. ¿Quién de los que han escuchado mi palabra en este tiempo, ignora que al concluir el año de 1950 haré cesar esta forma de comunicación? Nadie. Lo mismo en las grandes que en las pequeñas congregaciones; en los recintos de las ciudades y en los de las aldeas; a través de todos los portavoces he manifestado mi voluntad de dar por terminada en esa fecha, esta etapa de comunicación a través del entendimiento humano. 33. Un nuevo día será para el Pueblo Espiritualista el tiempo en que no escuchándome bajo esta forma, me reciba y me sienta en lo más sublime de su espíritu. 34. Cuando dejéis de escucharme a través del pedestal, meditaréis profunda mente en mi enseñanza y llegaréis a comprender muchas de las lecciones que ahora no lograréis explicaros, así cuando seáis interrogados por quienes no me escucharon; cuando os pregunten el porqué de mi venida y de mi manifestación, vosotros, con palabra clara sabréis decirles que mi retorno obedeció a la misma causa que me hizo venir al mundo en cuanto hombre en aquel tiempo, a encaminaros por el camino de la verdad, de la Ley, de la cual os habíais alejado, porque tratabais de sustituir el verdadero cumplimiento con tradiciones, ritos y cultos idólatras, y eso no es lo verdadero, aunque a veces lleve la buena intención de adorar al Padre y de agradarle. 35. Si en aquel tiempo se habían dado falsas interpretaciones a los mandatos divinos, en este también se había falseado mi Doctrina, y fue necesario que el Maestro viniese de nuevo a ayudaros a salir de vuestros errores, ya que por vosotros mismos, muy pocos son los que logran liberarse de las confusiones. 36. Ciertamente Yo os prometí desde aquel tiempo que volvería; mas también debo deciros que lo hice porque sabía que llegaría un día en que la humanidad, creyendo vivir dentro del camino de mis enseñanzas, andaría muy alejada de ellas, y este es el tiempo que Yo anuncié para mi vuelta. 37. Os he cumplido mi palabra: He venido en espíritu, tal como os lo prometí en aquel tiempo, cuando por última vez fue contemplada mi silueta por mis apóstoles. Si me he comunicado a través de estos portavoces, ha sido porque mi presencia en espíritu no la hubieseis podido sentir, ni hubieseis captado mi inspiración. 38. Se hacía necesaria mi manifestación al alcance de vuestro espíritu y aún de vuestros sentidos, la cual sirviese de peldaño para la comunicación de espíritu a Espíritu, por eso me habéis tenido temporalmente comunicado a través de esos entendimientos, por los cuales he señalado el día de mi última manifestación. 39. Esta ha sido la forma intermedia elegida por Mi para hablaros, antes de que llegase el tiempo de la comunicación espiritual entre los hijos y el Padre; intermedia porque, ni vine en cuanto hombre, visible y tangible como en aquel tiempo, ni absolutamente en Espíritu, sino comunicado por medio de entendimientos iluminados por Mi 40. Esta forma de comunicación ha servido para infundiros confianza en mi presencia. Algo semejante concedí a mis apóstoles en el Segundo Tiempo, cuando después de mi sacrificio, me manifesté delante de ellos a través de la forma de un cuerpo que ni era divino ni era completamente humano, pero si visible y tangible, y por lo tanto capaz de infundir confianza hasta a los más incrédulos. 41. ¡Cuánto hubieseis querido tener en este tiempo mi presencia como la tuvieron aquellos caminantes de Emaús, y cómo hubieseis querido escuchar a través de aquélla forma la palabra que escucharon los apóstoles; pero era otro tiempo y por lo tanto, otras lecciones! 42. Creedme que esta forma en que ahora me escucháis, es más adelantada que aquélla, porque ésta se verifica en vuestro ser, brota del entendimiento, de la conciencia, del espíritu, y aquella que contemplaron y escucharon mis discípulos estuvo fuera de ellos y sólo se manifestó a sus sentidos. 43. Hoy no necesitáis abrir vuestros ojos para contemplar forma humana en Mí, ni recibir de mi mano un pan para creer en mi presencia, ni hundir vuestros dedos en mis heridas para creer que soy Yo. 44. ¿Preguntáis cómo contemplaban mi forma humana y aún pudo tocarme uno de mis discípulos, no perteneciendo ya al mundo de los hombres? Mucho tendréis aún que aprender de Mi para conocer la verdad de cuanto os he mostrado, pero todos los misterios se disiparán a su debido tiempo; que os baste saber por ahora, que entre la naturaleza divina y la naturaleza del hombre, existen muchas otras de las cuales el Señor se sirve para sus altos fines. 45. Cristo se adelantó mucho tiempo con sus revelaciones y enseñanzas, para que cuando llegasen los tiempos en que el hombre despertara para lo espiritual y se interesara por todo lo relacionado con aquella vida superior, a cada paso encuentre en Jesús al Maestro que todo lo reveló, lo dijo y lo legó a sus hijos. 46. Orad y meditad en mi palabra, porque vienen los días de trabajo y de lucha para este pueblo que tuvo esta manifestación de su Maestro, de la cual tendrá que llevar el testimonio por todo el mundo. 47. Pueblo de Israel, discípulo amado: Os habéis preparado como guardianes de la humanidad. Guardáis las puertas de la ciudad bendita de la nueva Jerusalén, las doce puertas espirituales por las cuales entrará el forastero, en busca de luz. 48. ¡Benditas sean las doce tribus! ¡Cuántas bendiciones habéis recibido, cuántos privilegios! He descendido a vos en todos los tiempos a conversar de Espíritu a espíritu. Os he preguntado por vuestro afán y me habéis contestado: "Nuestro anhelo es que la humanidad se salve". Consideráis que vosotros estáis a salvo; que podréis vencer de las vicisitudes de la vida y miráis en vuestro derredor una humanidad empobrecida, ignorante y materializada, que no aspira a elevarse y sufrís por ella; oráis, pidiéndome que llegue a poseer los dones espirituales para ser salva. Y Yo os digo: Yo salvaré a todos los espíritus. La buena nueva llegará a ellos. Sólo un reducido número ha escuchado mi palabra por el entendimiento humano. No todos conocerán esta fase de mi Obra, pero estoy buscando en cada ser la comunicación espiritual. Mi Verbo se derrama en múltiples formas, por medio de la conciencia; por pruebas que hablan de Mí, por los elementos o por mis hijos espirituales. Mi Verbo es universal. Todo el que se prepare oirá mi voz. 49. Mi Doctrina os enseña el amor perfecto, el amor desinteresado. Os he mostrado mi amor de Padre, de Amigo y de Hermano. Así quiero que os améis los unos a los otros, que sintáis por vuestro hermano, verdadera caridad. Que levantéis al que cae, que perdonéis siempre. Mi vida que estuvo tan cerca de vosotros en el Segundo Tiempo, es un ejemplo para que cada uno pueda imitarme. Esa lección que os di, es para los hombres de todos los tiempos. 50. Devolved a vuestro espíritu toda la gracia de que ha sido revestido en el principio, y que habéis ido dejando en jirones en el camino a través de los tiempos. Quiero que lleguéis a ser el templo en donde Yo pueda morar eternamente. 51. ¡Oh, Israel amado! Id en ayuda de la humanidad. Preparad su sendero, fortificad su fe, llenad de esperanza su corazón. ¿Cómo podréis volver al camino a ese mundo lleno de confusiones, si él mirase en vosotros sus mismos errores e imperfecciones? Vos, párvulos, hablad íntimamente con vos mismos, examinaos, gobernad con amor la envoltura que os he dado, guiad sus pasos y formad de espíritu y materia, un solo cuerpo y una sola voluntad. Someteos a la Ley. Usad el libre albedrío para amar sin límite y haced una existencia útil y armoniosa. Cumplid con las leyes del espíritu y las del mundo, que ambas Yo las he dictado y son perfectas. 52. Yo, el Padre, siempre os he mirado con benevolencia y he preparado y dispuesto todo para que lleguéis a poseer todos los dones espirituales. He ofrecido a vuestro espíritu el pan de los ángeles y a vuestra materia los frutos de la Naturaleza, creada por Mí. Habéis tenido oportunidad de venir a la Tierra a concluir el trabajo empezado para perfeccionar vuestro espíritu, y en todo esto ¿No descubrís mi amor? ¿No habéis penetrado en vosotros mismos para mirar que sois semejantes a Mí? Todo os lo he dado porque os amo y quiero que estéis Conmigo, en la perfección. 53. Rechazad el pecado: no os dejéis seducir por falsas promesas, aunque veáis que son gratos a vuestro corazón los placeres terrestres. Mientras mi camino está sembrado de espinas, tomad este sendero, porque éste es el que conduce a la paz. Yo tengo para cada herida un bálsamo, mientras que el mundo no tiene para vosotros amor ni caridad. 54. La humanidad prepara para Mí una cruz. Su falta de fe hiere a cada instante mi Divino Espíritu, mas Yo ocultaré bajo el manto de perdón todas mis heridas y acallaré mis quejas para que no os acobardéis. 55. Velad al pie de la cruz del Tercer Tiempo. Mi cáliz es muy amargo; vosotros me pediréis una gota de ese cáliz para conocer su sabor y Yo desde ahora os digo: Si vuestra vida ya es muy dolorosa, si estáis viviendo una vida de expiación, mas bien, endulzad vuestros días, sonreíd de amor, gozad contemplando mis revelaciones que os anuncian que después de este tiempo vendrá la paz, que todo será renovado y la gracia y la virtud serán las fuerzas que moverán al hombre. 56. Yo estoy preparando a todas las naciones, a todos los hogares y corazones, para enviar mi mensaje de paz y unión, y después de la última batalla que la humanidad librará, mi Reino se acercará al espíritu de los hombres, para establecerse eternamente en él. Yo os dejo a vosotros como luchadores del bien contra el mal, para que destruyáis todo elemento de guerra, todo germen de vicio o de enfermedad. Acompañad en ese trance a la humanidad y desplegad todo vuestro amor para aliviar sus penas. 57. En este tiempo he dado mi palabra por conducto de muchos portavoces, ha sido manifestada siempre con la misma esencia, su sentido es el mismo. Me he servido de hombres y mujeres, rudos, sencillos, que he tomado como instrumentos para entregar mi palabra vivificante, amorosa y sabia. Después de mi partida, cuando hayáis reunido mis enseñanzas y analicéis cada una de mis inspiraciones, distinguiréis lo perfecto y apartaréis lo imperfecto. No me atribuyáis a Mí la parte que corresponde al portavoz. Yo os iluminaré para que unáis en un solo libro, las tres partes que he entregado en los tres tiempos y que forman una sola obra. Por eso a cada instante os hablo de Moisés el enviado del Primer Tiempo. Avivo el recuerdo de Jesús y sus hechos, y uno a ellos mi manifestación del Tercer Tiempo, como Espíritu Santo. 58. Siempre que estéis en paz y unidos, oh discípulos, os daré mis revelaciones. Que vuestra faz refleje al espíritu lleno de sinceridad. Os dejaré en posesión de todos vuestros dones y desde el Más Allá, seguiré vuestros pasos, miraré vuestros actos, porque estaré muy cerca, en el templo y en el hogar de vuestro corazón. 59. Yo contemplo que alejáis a los niños, porque creéis que no comprenden mi palabra, y no recordáis que os he dicho que dentro de esos pequeños cuerpecitos, habitan grandes espíritus que saben mucho de Mí No queráis cerrar sus pupilas para la luz de esta Obra, cuando ellos están ansiosos de palpar el cumplimiento de las profecías. Vuestra obra será ratificada por ellos. Este mundo no se detendrá en su evolución hacia la espiritualidad. En diferentes edades os llamo porque el espíritu no tiene edad, ni sexo, su esencia es eterna, es semejante a Mí. Recreaos con la luz de esos espíritus y velad por su cumplimiento, desde sus primeros pasos. 60. Vuestra oración en este día, es una invocación de paz para el mundo. Yo me convierto en mensajero vuestro. Por cada acto bueno Yo derramaré beneficios, por cada perdón vuestro, perdonaré a una nación. Vuestra simiente será multiplicada por Mí en la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 265 1. Discípulos: Venid ante mi Cátedra y meditad en mis enseñanzas, veréis cómo de vuestra meditación llegaréis a encontrar la esencia que contiene esta palabra, la cual os descubrirá el verdadero sentido de vuestra vida. 2. Si los hombres desde un principio y a través de todas las edades hubiesen reconocido que el perfeccionamiento del espíritu constituía su finalidad, otra hubiese sido su existencia y otras sus obras. Pero al hombre desde sus primeros pasos se consideró dueño de lo que sólo se le había prestado por breve tiempo y utilizó para fines impuros todo cuanto se le confió para obras nobles. 3. Ved a este mundo esforzándose por descubrir con su ciencia sólo la grandeza y el poder de la Tierra, sin preocuparse por su perfeccionamiento espiritual, y si el espíritu no desarrolla su potencia ni emplea las virtudes que en él existen, no podrá haber paz en su vida, ni amor, ni sentimientos de verdadera caridad. 4. Muchos quisieran libertar a su espíritu de esa vida materialista, viciada y egoísta que reina en el mundo y no pueden liberarse porque les es tan complicada, amarga y difícil la lucha para vivir, que aun el mismo espíritu está atado a las preocupaciones y problemas de la vida humana. 5. Si vuestra existencia en la Tierra fuese más sencilla, también la lucha seria menor y tendrías libertad y tiempo para que vuestro espíritu se ocupase en cumplir con las misiones que a él corresponden. 6. A vosotros, mis pequeños discípulos, no toca realizar la transformación de la humanidad, porque es una obra superior a vuestras fuerzas, pero debéis extender este divino mensaje que habrá de apartar a los hombres de los grandes errores en que han vivido. 7. Esta labor de sembrar la semilla espiritual en tierras tan áridas, requiere fe, amor y esfuerzo como todas las grandes obras, por lo cual os digo que no debéis dudar ni un instante de la realización de mis planes divinos, porque si dudaseis, nada efectivo lograréis. A vosotros corresponde actuar como miembros que sois de este conjunto de discípulos que estoy preparando. 8. No creáis ser los iniciadores de esta Obra espiritual, comprended que sois los continuadores de otros esfuerzos anteriores, de otras obras realizadas por vuestros hermanos en tiempos pasados. 9. Por eso os he dicho que la Doctrina que hoy os he traído es la misma de ayer y de siempre, que si alguna diferencia le encontráis, está es superficial, porque la forma en que os he manifestado en cada era mi Enseñanza ha sido de acuerdo con la evolución espiritual adquirida por la humanidad y también según el pueblo al que me he dirigido. 10. A vosotros tocó recibirme en este tiempo, vuestra misión no será menos importante que aquella que confié a mis enviados y apóstoles de los tiempos pasados. Mi palabra, unida a la limpidez de vuestras obras, será la semilla fecunda destinada a florecer en el corazón de la humanidad. 11. ¿Podríais cambiar con mi palabra y vuestro ejemplo, la vida de los hombres y de los pueblos que por muchos siglos han vivido una existencia alejada de lo espiritual? 12. Comprended que antes tenéis que prepararos hasta que logréis ser maestros en esta enseñanza, y podáis tomar con amor a vuestros hermanos, como si fuesen párvulos, para llevarles paso a paso desde la primera lección hasta la última. 13. Nadie desperdicie un tiempo tan valioso como es éste, ni espere el futuro para cumplir con su misión sin haber aprovechado debidamente el presente que es por ahora el que debe preocuparos, para que llegada la hora de la lucha no os acobardéis; que vuestra confianza en lo que vais a predicar sea absoluta y desechéis el temor de que vuestros consejos sean fácilmente destruidos por los excéntricos y materializados. 14. El que teme es porque no está plenamente convencido de mi verdad, y a éste es necesario probarle, hasta que de su corazón surja la llama de la fe. 15. Cuando el discípulo haya alcanzado la gracia de ser maestro, su presencia y sus palabras serán dulces, amistosas, persuasivas; obrará de tal manera que inspire confianza desde el primer momento. Su palabra demostrará que verdaderamente tiene conocimiento de lo que habla, que hay una absoluta convicción en lo que enseña y que una luz superior le inspira. Cuando el buen discípulo se vea atacado por sus adversarios, sabrá esperarles tranquilo, porque su corazón nada temerá y porque su confianza en Quien le enseñó, es plena. 16. En verdad os digo, que el que quiera seguirme para ser mi discípulo, tiene que dejar la vestidura de hipocresía y cubrirse con la pureza y la verdad que viste el Maestro, porque Yo soy la Verdad. 17. Es necesario que surjan en la Tierra los sembradores de la verdad esparciendo mi bálsamo por todos los caminos, para que los sordos oigan y los ciegos vean la luz de mi Mensaje. 18. Dios sólo quiere el bien para sus criaturas; bienaventurados todos los que ayuden en la realización de ese bien. 19. El eco de mi palabra y lo que estáis haciendo ha sido conocido en muchas partes, más allá de donde vosotros creéis y aunque los hombres escépticos a quienes han llegado noticias de mi comunicación no pueden creer en una Doctrina que transforme a este mundo de discordias, en una familia fraternal; no os importe aquella incredulidad, ni cuántos años deban pasar para que se conviertan. Vosotros luchad, trabajad por esta Obra, porque así iréis formando poco a poco un mundo de armonía y la semilla se irá extendiendo. 20. Pueblo: este momento es de prueba para vos, aprovechadlo; de nada os servirá arrepentiros después y decir: "Señor, perdona mi debilidad", os digo que con ello no podréis recuperar la oportunidad desperdiciada, sino con obras y testimonios de mi Ley. 21. Os dejo estos consejos paternales para que meditéis en todo lo que os he dicho y así como vuestro Padre en los Cielos se trazó un plan de amor, de vida y de enseñanza para sus criaturas, también vosotros, inspirándoos en El, os tracéis un plan de amor, de humildad, de obediencia, perseverancia y redención. 22. Al hombre le ha preocupado más su vida humana, que su vida espiritual, aun sabiendo muchas veces que lo humano es pasajero y lo espiritual eterno. Esa es la causa por la que habiendo adelantado en su civilización y en su ciencia, espiritualmente se encuentra estacionado y adormecido en sus religiones. 23. Observad una a una las religiones y veréis que ninguna está dando pruebas de evolución, de desarrollo o perfeccionamiento, cada una es proclamada como la suma verdad, y quienes la profesan, creyendo encontrar y conocer todo en ella, no se esfuerzan en dar un paso hacia adelante. 24. Las revelaciones divinas, la Ley de Dios, mi Doctrina y mis manifestaciones os han dado a entender desde el principio que el hombre es un ser sujeto a evolución, ¿Por qué entonces ninguna de vuestras religiones justifica o prueba esta verdad? Yo os digo que aquella doctrina que despierte al espíritu, que haga luz en él, que lo desarrolle y le revele lo que él encierra, que lo levante cada vez que tropiece y lo haga caminar hacia adelante, sin detenerse, esa doctrina está inspirada en la verdad. Y ¿No es eso lo que mi enseñanza os ha revelado en todos los tiempos? Sin embargo, espiritualmente os habéis detenido ha mucho tiempo, porque os ha preocupado más lo que toca a vuestra vida en la Tierra, que lo que corresponde a vuestro espíritu; mas para no abandonar completamente lo espiritual, habéis hecho de tal manera vuestras religiones, que ellas no os estorben en lo más mínimo para el desempeño de vuestras faenas, deberes y trabajos en la Tierra. Ya cumpliendo con aquella tradición religiosa, os imagináis estar cumpliendo para con Dios, tratáis de tranquilizaros ante la conciencia y creéis estar asegurando vuestra entrada en la Gloria. 25. ¡Cuánta ignorancia, humanidad! ¿Hasta cuándo vais a despertar a la realidad? ¿No os dais cuenta que al cumplir con vuestras religiones nada me dais a Mi y tampoco nada le proporcionáis a vuestro espíritu? 26. Cuando salís de vuestros templos y decís: "Ya cumplí para con Dios", habéis incurrido en un gran error, porque creéis haber venido a darme algo a Mi, cuando debierais saber que nada tenéis que darme y si mucho que recibir de Mi y mucho que proporcionaros a vosotros mismos. 27. Creéis que el cumplimiento de la Ley se reduce a asistir a aquellos lugares, y ese es otro grave error, porque esos lugares deberían ser la escuela donde el discípulo fuera aprendiendo para después, ya en la senda de la vida, pusiera en práctica la lección aprendida, que es el verdadero cumplimiento de la Ley. 28. ¿Veis cuánta discordia entre hermanos, cuántas tragedias entre esposos, cuánta inmoralidad y vicios, cuántas guerras entre pueblos? Todo es a causa de vuestro abandono y alejamiento de las Leyes divinas. 29. Le falta educación espiritual a la humanidad, le falta el conocimiento de su evolución. 30. El dolor intenso que se abate en múltiples formas sobre este mundo, es el efecto de las faltas cometidas por los hombres, mas, ya no se dan cuenta de mi justicia, cegados unos por la ambición y otros por el odio. 31. ¿Quién podrá abolir el mal entre los hombres? ¿Acaso un dolor sobrehumano o una prueba infinitamente dolorosa? No, pueblo; el dolor, sólo le detendrá momentáneamente, pero ese instante les servirá para meditar, para despejarse y serenarse y entonces sentirán la única fuerza, la única luz que puede salvarle que es mi Ley. 32. Discípulos; comprended la trascendencia de esta revelación que os he hecho, pensad en la importancia de este mensaje para el espíritu de la humanidad y entonces comprenderéis por qué he venido a hablaros y por qué mi manifestación ha permanecido por algún tiempo entre vosotros. 33. ¡Ah, si todos supieseis que al mencionar vuestras religiones y formas que tenéis de practicar, no trato de juzgaros ni de heriros! ¡Si comprendieseis el divino anhelo del Maestro, de encontraros amándoos los unos a los otros y aplicando la Doctrina del espíritu a vuestra vida humana! Pero sé que vuestro corazón aún está endurecido y que vais a perseguir como lo hicisteis en los tiempos pasados, a mis nuevos emisarios y a mofaros de mis nuevas revelaciones. 34. A pesar de todo, mi luz, como el resplandor del relámpago, cruzará desde el Oriente hasta el Occidente libertando espíritus. 35. Orad, discípulos, y que vuestra oración sea el indicio de que habéis comprendido esta enseñanza, para que mañana expreséis a través de vuestras obras el conocimiento adquirido en mi cátedra. 36. Debéis luchar por comprender la Obra que he venido a confiaros, porque será la única forma con la que logréis que vuestros testimonios encierren esencia y verdad. 37. Comprended también que si vuestro conocimiento en mi Doctrina, no es suficiente, vuestra fe y vuestras convicciones estarán en peligro, cuando los enemigos de la luz ataquen en vosotros mi Obra. 38. Os he dicho que veréis surgir espiritualistas por todo el mundo, aunque no hayan escuchado esta palabra, y, cuando observéis sus prácticas y escuchéis sus palabras, os quedaréis asombrados al ver la intuición y la visión tan clara que del Espiritualismo han tenido; pero también os anuncio que después de mi partida aparecerán grupos y sectas llamándose a si mismas espiritualistas, aunque su vida y sus obras serán la negación de la espiritualidad. Ellos vendrán en contra de vosotros buscando vuestras imperfecciones para negaros y llamaros impostores. Aunque lo pongáis en duda, también habrá de entre estos mismos que se han sustentado de esta palabra, quienes se levanten en contra de sus hermanos, esgrimiendo las armas de la confusión y de la vanidad. 39. ¿Qué armas podríais oponer ante aquellas fuerzas si vuestra fe no es firme y vuestro conocimiento no es grande? 40. No creáis que pretendo daros armas para defender vuestra fe de las acechanzas; no quiero que disputéis ni mucho menos que les desconozcáis y les cerréis vuestras puertas. Mi voluntad es que permanezcáis serenos en vuestro puesto, con el fin de que nunca seáis sorprendidos y de que todo aquél que llegase a escudriñaros, os encuentre orando y estudiando mi (checar en libro) 41. En la verdad de vuestras obras estarán las mejores armas que esgrimáis contra los que quisieran destruiros. 42. Quiero entre mis filas soldados firmes, soldados fuertes que sepan defender la verdad, no legiones de fanáticos que en su ignorancia, en vez de honrar mi Obra, la profanen. No quiero multitudes de hombres de poca fe, que ante la lucha se acobarden y huyan considerándose impotentes para contender. 43. Analizaos a vosotros mismos, y si después de haberme escuchado por tanto tiempo, os sentís incapaces de luchar, eso os hará comprender que habéis desaprovechado mi palabra, que no habéis comprendido la finalidad de mi llamado y que habéis dormido, sin escuchar la voz de alerta que vibra incesantemente en mi comunicación. 44. Yo no vengo a deciros que estáis perdidos y que forzosamente habréis de ser vencidos por vuestros perseguidores, no, por el contrario, vengo a deciros que aún es propicio el tiempo para que juzguéis detenidamente vuestras obras, ya sean de índole espiritual o humana, que observéis minuciosamente vuestras prácticas con el fin de que descubráis todo aquello que fuese erróneo, superfluo e indigno de mi Obra. Una vez que alcancéis que haya verdad y limpidez en vuestras prácticas, nada tendréis que temer, porque el verdadero Espiritualismo os colocará en el camino del cumplimiento de todas las leyes, por lo que nadie podrá sancionaros. 45. Es necesario que sepáis que las armas de la fe no serán para que os defendáis tan sólo vosotros, sino que vuestra responsabilidad irá más allá de vuestra persona, porque a cada uno de vosotros le ha sido confiada una porción por la que ha de velar, orar y luchar hasta sacarla avante de las pruebas. 46. Aún podréis escucharme unas albas más y afirmar vuestros conocimientos y vuestra fe, entonces sentiréis dentro de vuestro ser una fuerza desconocida y una confianza ilimitada. Esa seguridad en vosotros mismos y esa serenidad ante la lucha os la dará la fe y el saber valorizar lo que habréis encontrado en mi palabra. 47. Quiero que forméis un pueblo de paz, para ello os envuelvo en el manto de mi amor. 48. Pueblo amado: ¡Hoy me habéis hablado en el lenguaje del espíritu y os he respondido con mi paz! 49. Cuando penséis que pronto vais a dejar de oír esta palabra que ha sido vuestro baluarte, os llenáis de tristeza y pensáis que mi venida en este tiempo, en apariencia prolongada, fue en realidad breve. Mas, Yo os pregunto: a qué llamáis "mi nueva venida" ¿Por ventura al lapso comprendido entre 1866 y 1950 que señalan el tiempo en que os estoy dando mi palabra? 50. En verdad os digo que esta comunicación a través del entendimiento humano sólo ha sido la preparación para que penetréis en el tiempo de la comunicación de Espíritu a espíritu, en la cual tendréis mi Nueva Venida en plenitud, en espíritu sobre la nube, como les fue anunciado en Betania a mis discípulos. 51. Tomad esta lección que a través del portavoz os doy como la preparación para aquel tiempo en el que no será el entendimiento el que reciba la luz del Maestro, sino vuestro espíritu. 52. Esta es la nueva promesa y la nueva meta para vosotros. No olvidéis que el mensaje que habéis recibido por medio del portavoz ha sido dado a través del hombre, y que éste, por muy espiritualizado que se encuentre, no está completamente limpio de imperfecciones e impurezas, con lo cual ya podéis suponer la perfección con que recibiréis el concierto de mi palabra cuando ella llegue directamente a vuestro espíritu, sin necesidad de intermediarios, sin tener que pasar primero por vuestro oídos o vuestro cerebro. Llegará primero a la conciencia y ésta se encargará de iluminar al espíritu y de ennoblecer al corazón. 53. Por mucho tiempo habéis escuchado esta enseñanza, a la cual habréis tenido que buscar su esencia para sustentaros de algo divino; mañana cuando ya estéis en aptitud de recibir la de Espíritu a espíritu la inspiración, no será palabra humana la que reciba vuestro espíritu, sino esencia divina y esa esencia, vosotros os encargaréis de traducirla en pensamientos, en palabras y en obras, para que seáis los intermediarios entre vuestro Señor y la humanidad. 54. Comprended, discípulos que esta etapa de comunicación por medio de mis portavoces ha sido con el fin de enseñaros a entender el divino lenguaje, ha sido le lección elemental del Maestro hacia los párvulos. 55. Ahora, mientras estáis escuchando esta palabra, tenéis la sensación de mi presencia, por lo cual teméis el día en que ya no la escuchéis, mas, Yo os digo que cuando estéis comunicándoos conmigo de espíritu a Espíritu, mi presencia será sentida por mis discípulos con mayor claridad y pureza. 56. Grande será el gozo de los que así me sienten en su corazón, nunca dirán: "El Maestro pronto partirá" o "ya se aproxima el día en que el Señor nos deje sin su palabra". No, entonces sabrán los discípulos que el Padre siempre ha estado con los hijos, que jamás se ha ido, que han sido los hombres los que no siempre han sabido estar conmigo. 57. Hoy decís: Dios está en nosotros, pero lo decís sin sentirlo ni entenderlo, porque vuestra materialidad os impide sentir mi presencia en vuestro ser, pero cuando la espiritualidad sea parte de vuestra vida, entonces sabréis la verdad de mi presencia en cada hombre. Mi voz resonará en las conciencias, el juez interior será escuchado y el calor del Padre será sentido. 58. Mucho os doctrino y preparo para que recibáis con alegría la llegada del nuevo tiempo, pero a pesar de ello, veo en muchos corazones la tristeza, a medida que se aproxima el día de mi postrera palabra. Estos que lloran y se dejan abatir por la tristeza, son los que escuchándome no me han comprendido y no sabrán estar preparados en la hora de prueba. 59. Siempre os dije: buscad la esencia divina en el fondo de esta palabra que vierten los portavoces en su éxtasis, si os conformaseis con la forma exterior de estas manifestaciones, llegaréis a darle cariz divino a algunas palabras que no pasan de lo humano, y estaréis a un paso de caer en nuevo fanatismo y en nueva idolatría. 60. Es necesario que comprendáis que estáis destinados a llevar una Buena Nueva a la humanidad, que vais a enseñar a vuestros hermanos con el amor, la paciencia y la caridad con que Yo os he doctrinado, repitiendo las lecciones cuando sea necesario y volviendo atrás cuando haga falta recordar las primeras páginas. 61. Recordad cómo en muchas ocasiones os he hablado de la vida espiritual desde antes que el hombre existiese; de la aparición del hombre en la Tierra, de mis primeros mandatos y mis primeras revelaciones. Recordad con cuánta frecuencia os hablo de la jornada de la humanidad a través de los tiempos; de sus aciertos y de sus errores, de su elevación y de su decadencia, de los iluminados cuyos nombres son guardados con respeto por los grandes y elevados ejemplos que os legaron, así como los nombres de otros, cuya perversidad escribió indeleblemente la historia de la humanidad, para que no les imitéis. 62. Os he recordado los nombres de mis enviados, a través de los cuales recibisteis mensajes, mandatos, profecías y lecciones. 63. Así, en una sola lección he reunido el contenido de todas las lecciones. 64. El Espiritualismo es la herencia en la cual se unen los Tres Testamentos en un solo libro espiritual. 65. Todas mis lecciones tienden a prepararos para vuestra lucha después de 1950, tiempo en el que ya no escucharéis al Mundo Espiritual a través de facultades. El también tiene limitado su tiempo para esta forma de comunicación; mas, estos seres benditos, guardianes, consejeros, consoladores y protectores de este pueblo os prepararon para que después de este tiempo sigáis recordándoles, sintiendo su presencia y recibiendo su ayuda. 66. ¿A qué vino El Mundo Espiritual en este tiempo? A explicar con su palabra y sus obras mí Doctrina, a enseñaros a interpretar mis revelaciones y a ayudaros a comprender su esencia. 67. Jamás os dieron enseñanzas superfluas; jamás os descubrieron lo que aún no es tiempo de que conozcáis; nunca vinieron a despertar vuestra curiosidad ni a sugeriros ciencias ni poderes misteriosos. Su misión fue otra, su elevación y su luz no podía permitirles caer en vulgares materializaciones porque habían hecho de la Ley de amor el ideal de su espíritu. 68. Ese Mundo Espiritual vino por mandato divino a comunicarse en forma humana por breve tiempo, para dejar la impresión de su elevada fraternidad, el testimonio de su existencia y la prueba de su presencia entre los hombres. 69. Ellos os han dicho que al dejar de hablaros por medio de labios humanos, no van a ausentarse de vosotros, por el contrario, anhelan que vuestra sensibilidad os permita sentir en futuros días más próxima su presencia. 70. Si vos, pueblo, aprendéis a usar vuestros dones, si verdaderamente llegáis a armonizar con el Mundo Espiritual, de cierto os digo que en vuestro sendero iréis dejando una huella de prodigios. 71. Es menester que para ese tiempo surjan los fuertes de estas multitudes, los buenos profetas, los buenos consejeros, aquellos que con su vida y sus palabras sepan conducir al pueblo por el camino trazado por Mí, los que sepan conservar inmaculadas las páginas de mi enseñanza. 72. ¿Quiénes son esos fuertes de que os hablo? Sólo os digo que Yo les estoy preparando con mi palabra, para que cuando llegue el final de esta comunicación, se levanten alentando al pueblo y con su fe no dejen que las multitudes se disgreguen. 73. La palabra que sus labios vierten os estarán recordando siempre, que Yo os dejé como testigos de mi comunicación con los hombres y os dirán a cada paso que sois los indicados para anunciar a la humanidad que Yo he venido en Espíritu. 74. Ya no vendré a humanizarme o materializarme entre los hombres, no vendré a encarnar en esta Tierra. De esto hablaréis a vuestros hermanos; es parte de vuestra cruz, pero Yo sé que podréis con ella. 75. No temáis, que ya os he dicho que lo que el Cirineo hizo con Jesús cuando le vio exhausto bajo el peso de su cruz, ahora vengo a hacerlo con todos los que necesiten de mi ayuda, y sabré acompañaros paso a paso hasta la cima de la montaña que es vuestra vida, donde os elevaréis sobre la cruz de vuestro destino. 76. Ya veréis cuán dulce es llegar a la consumación de una obra, dejando que vuestro corazón se abra en aquel instante, como se abrió el costado del Maestro para manar sangre que hablaba de amor, de vida, de perdón. 77. Esta es la Doctrina que vengo sembrando en el corazón del pueblo Espiritualista Trinitario Mariano. 78. Pueblo Espiritualista, porque recibe la luz del Espíritu Divino; Trinitario, porque reconocéis a Dios bajo las tres fases en las que se ha manifestado a la humanidad, y Mariano, porque reconocéis a esa ternura divina como la escala que os eleva hacia el Padre, como la intercesora que os conforta, os consuela y purifica; apartando vuestra soberbia y convirtiéndoos en niños, llenos de mansedumbre y de humildad ante el Señor. 79. No olvidéis ese dulcísimo amor, porque no siempre estáis preparados para llegar a Mí; pero si confiáis en ella, pronto sentiréis su ayuda. 80. Recordad que si no fuerais como los niños, no podréis entrar al Reino de los Cielos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 266 1. Soy el Maestro. Venid a deleitaros ante la cátedra de enseñanza eterna. También cuando no estoy comunicándome por estos cerebros, está presente mi cátedra. 2. A vosotros os doy mi palabra por breves momentos, porque sois tan pequeños, que no resistiríais escuchar la enseñanza eterna que sin cesar vibra en el infinito, hablando a todos los seres, a todos los espíritus en sus diversas moradas. 3. Yo sólo os hablo la verdad, ¿Por qué muchos dudan de lo que os revelo? Vosotros sois también una verdad, ¿Cómo es que si creéis en vuestra verdad y en vuestra existencia, no creéis en la mía? ¿No sabéis que la verdad es una sola? 4. Aquí os doy una cátedra breve, pequeña, para que podáis abarcarla, comprenderla, y aún así, sólo la conserváis unos instantes para después olvidarla. 5. Allá, en el Reino Espiritual, donde la luz de la verdad siempre está encendida, mi cátedra es eterna, y quienes la escuchan no se cansan jamás de oírla, porque para ellos mi enseñanza es su vida, como lo es para vosotros el aire que respiráis ¡Ay de los que aquí en el mundo van sin mi cátedra en su espíritu, sólo porque no se disponen para escucharla! Entre éstos, cuántos hay que van cayendo por falta de apoyo con la esperanza marchita; sin preceptos de Dios en el corazón, extraviados, ciegos, sordos; mas, Yo os pregunto: ¿Hacia dónde van los que han borrado de su ser los divinos mandamientos que son el camino y la luz del espíritu? 6. Pobres criaturas que naufragan porque su nave no lleva timón, y no alcanzan a descubrir la luz del faro. 7. Vengo a buscaros y a daros mi luz para que penetréis en el sendero y desde él, comprendáis cuál es la cátedra que el Maestro os da sin cesar a través de la vida. 8. ¿De qué le sirve al hombre ser fuerte de materia si no lo es de espíritu? 9. Vengo a acercaros a la realidad, a la verdad, de la cual os habíais separado, porque al renunciar a la vida superior que es la del espíritu, os habíais entregado a la vida inferior que es la del mundo material. 10. Volved al camino de la vida verdadera y estaréis de nuevo cerca de vuestro verdadero ser. El camino de que os hablo es el que hallaréis cuando equilibréis lo espiritual con lo material, cuando conozcáis la verdad que en vosotros mismos lleváis, porque será cuando vuestra parte elevada, que es el espíritu, diga: yo soy el que lleva la luz, el que conoce el camino, el que posee la Ley, por lo tanto yo seré el que ordene y gobierne los actos de mi materia. Cuando así habléis será porque la luz se ha hecho en vuestro ser y su reflejo ha llegado al corazón humano. 11. ¡Ah, si vuestra materia pudiera recoger lo que vuestro espíritu recibe a través de su videncia! Porque el espíritu nunca deja de ver, aun cuando el cuerpo por su materialidad nada perciba de ello. ¿Cuándo sabréis interpretar a vuestro espíritu? 12. Oíd mi palabra, abrazad mi Doctrina, ella viene a enseñaros a luchar y a triunfar de las adversidades, a no huir de las pruebas, a no acobardaros ante el sacrificio. 13. Yo siempre digo a mis discípulos: no temáis, comprended que os he dado la fuerza del espíritu para dominar en todas las pruebas. La fuerza del espíritu es superior a la de la materia, pero si la densa niebla de vuestros problemas humanos no os deja ver, disipad y romped esa niebla con la luz de la fe, y veréis más allá de aquella bruma, un horizonte que se une con el infinito, invitándoos a seguir caminando e inundándoos de paz. 14. El que aprenda a vencer sus propios problemas, será el que después vaya al encuentro de los de sus hermanos para ayudarle en su contienda. 15. Sabed que esta vida es un combate; pero que estáis predestinados al triunfo, porque mi luz, que va en cada uno de vosotros jamás podrá ser vencida por las tinieblas del mal. 16. Tenéis que triunfar, porque sólo en vuestro triunfo recibiréis la revelación de los misterios que os serán descubiertos en esta vida y en la espiritual. 17. Pueblo luchador a través de los tiempos: llegará el instante en que ya no luchéis de esta manera. Terminarán las nieblas, aflicciones, problemas y pruebas, tanto propios como ajenos. 18. No temáis cuando os digo que tendréis que ayudar a vuestros semejantes en su penosa jornada. Los espíritus fuertes pueden con su cruz y con la ajena y gustan de ayudar a los pequeños y endebles. Ellos siempre buscan heridas que curar. 19. Bendita sea la palabra de aquél que, al hablar al que sufre, cure, cierre y cicatrice las heridas. Ese conoce la misión del bálsamo que en su corazón he depositado. 20. Fuerte es aquél que viéndose sitiado por las dificultades o peligros, invoca la fuerza de su espíritu y, venciendo el miedo de la materia, lucha, se sorprende y triunfa, porque la fe le hizo saber lo que vale el espíritu. 21. Yo he querido deciros que donde la lucha os llame, ahí os presentéis con la confianza absoluta de que la sabiduría, la justicia y la fe, siempre vencerán a las miserias y pasiones impuras que a su paso se interponga. 22. ¿Por ventura sabéis el tiempo que han tardado en desarrollarse vuestros dones? Os digo que están en vosotros desde el instante en que el espíritu surgió a la vida. ¡Cuán grande será el gozo del espíritu cuando pueda decirle a la materia y al mundo: os he vencido! 23. Discípulos: os he dado todas las lecciones que el espíritu necesita en su evolución. 24. Bienaventurados los que reconocen la verdad, porque ellos pronto encuentran el camino. Otros rechazan siempre las enseñanzas divinas porque les parecen superiores sus obras a las mías. 25. Yo os amo a todos. Soy el Pastor que llama a sus ovejas, el que las reúne y cuenta y quiere tener más cada día. Las sustenta y les acaricia, les cuida y goza viendo que son muchas, aunque a veces llora al contemplar que no todas son dóciles. 26. Esos son vuestros corazones: muchos veáis a Mí; pero pocos son los que verdaderamente me seguís. 27. Ved a los portavoces por cuyos labios os doy mi palabra, han tomado la cruz de su misión; saben que muchos dudan de su don, y siguen mansamente su camino. Recuerdan que también los hombres dudaron de Mí en el Segundo Tiempo. Cuando dijeron que Yo no era el Mesías, que no era el Cristo. Recuerdan que fui llevado a la cruz por los que no quisieron recibir la verdad. Por eso han tomado la cruz de su misión con resignación. 28. Pueblo: he estado con vosotros, mi manto de amor se extiende más allá del recinto donde me estáis escuchando. Todos, sin excepción, habéis sido llenos de mi Espíritu y de mi amor. 29. Mi palabra es un remanso de paz, buscadla cuando os sintáis fatigados, tristes, hastiados o enfermos; en ella encontraréis fortaleza, salud, y fe para vivir y luchar. 30. Os quiero fervientes, humildes y mansos ante mi voluntad, nunca imitando a los que ponen a prueba mi poder o desafían mi justicia, porque sabéis que quien lo hace, a si mismo se sujeta a prueba. 31. Ya sea que creáis o que no aceptéis que Yo me esté comunicando en esta forma, oíd con respeto y mansedumbre hasta que quedéis plenamente convencidos de si es verdad o mentira lo que existe en el fondo de esta manifestación. 32. Si supieseis los que han llorado de arrepentimiento los que negaron la verdad de esta comunicación, los que blasfemaron en contra de quienes creen en la palabra que oís, y los que se burlaron de mis portavoces, hoy no saben con qué palabras borrar aquellas frases injuriosas y despectivas que salieron de sus labios ni con qué obras desagraviar a su Maestro. 33. Quiero que aprendáis a no ser ligeros en vuestros juicios, ni a dejaros llevar fácilmente de la primera impresión. Os hago esta advertencia, para que cuando analicéis mi palabra, como cuando tengáis que juzgar sobre doctrinas, religiones, filosofías, cultos, revelaciones espirituales o científicas, reconozcáis que lo que sabéis, no es lo único que existe y que la verdad que conocéis, es una mínima parte de la Verdad absoluta, que se manifiesta aquí en una forma, pero que puede manifestarse en muchas otras desconocidas para vosotros. 34. Voy a explicaros por qué os he hablado así en este día; es que entre esta multitud hay un corazón que insistentemente me pregunta, por qué hablándole tanto a este pueblo y viniendo del verbo esta palabra, no he logrado la regeneración absoluta, ni la espiritualidad de estas multitudes, a lo cual le he contestado con una amplia enseñanza, añadiendo que, de quererlo Yo, por mi solo poder, en un instante convertirla a todos estos pecadores en ángeles; pero que esa obra no tendría ningún mérito ante Mi, y que precisamente esta palabra ha venido de manera sabia y pacientísima a pulir los corazones de este pueblo, hasta que de ellos brote la fe, el amor y el arrepentimiento. 35. Los hombres, haciendo uso de la fuerza, destruyen el mundo. ¿Creéis que su fuerza supere a mi poder? Sin embargo, es mi voluntad que por ellos mismos reconozcan sus errores, los enmienden y luego reconstruyan cuanto han destruido y profanado, para que sus méritos ante Mi sean verdaderos. 36. Sois todavía un pequeño pueblo, mas, no he tomado en cuenta el corto número que hasta ahora se ha congregado en torno a mi manifestación, prueba de ello es la cantidad de enseñanzas y revelaciones que he derramado entre vosotros. 37. Después de 1950 en que ya no recibiréis mi palabra en esta forma, habrá un aparente vacio en vuestro corazón, unas albas de silencio, de duelo; pero después volveréis a sentiros fuertes y confesaréis que todo fue dispuesto por Mi con sabiduría y que en mis últimas enseñanzas os hice escalar grandes alturas hasta culminar en la postrera e inolvidable que he de daros. 38. ¿Quién podrá apagar vuestra lámpara o marchitar la ofrenda espiritual que me presentáis, si no es visible para el ojo humano? ¿Quién osará borrar el sello que lleváis desde la eternidad, impreso en vuestro espíritu? La fe ha echado profundas raíces en vuestro corazón y seguirá creciendo e iluminando todo en vuestro derredor. 39. Ya llegará el descanso después de vuestras luchas, de las grandes pruebas a que os he sometido y tendréis vuestro galardón. No os prometo un nuevo Consolador, porque aquél que os anuncié está entre vosotros; es el que hoy ha hablado por vuestro conducto y ha descendido sobre todo ser para ayudaros en vuestras tribulaciones. Es mi Espíritu manifestado en este tiempo y el Mundo Espiritual, formado por ángeles que os acompañan en vuestra jornada, que os protegen en vuestras grandes batallas y os sanan y os confortan. Toda esa legión de seres de grande virtud, se ha unido a Mi para consolaros en esta hora de prueba que atravesáis, así como estaba anunciado; teneos por muy dichosos porque de entre esa numerosa humanidad que puebla la Tierra, vosotros habéis sido escogidos para penetrar en esta revelación, en esta Obra y poseer sus grandes dones. 40. Yo os dejaré preparados para vuestro cumplimiento como discípulos míos y pronto veréis verificarse lo que os he anunciado a través de mis lecciones. Habrá en el mudo muchos acontecimientos que hablarán de mi presencia en Espíritu y la humanidad sentirá cuán cerca de ella me encuentro, porque al cesar mi comunicación a través del hombre, quedaré esperando su preparación, su verdadero culto, para reinar en el espíritu de todos mis hijos. Ahí estará el templo, ahí la Ley y los dones para ser manifiestos y Yo recibiré vuestra veneración y vuestro amor. 41. Ha mucho tiempo os dije que Yo daría mi palabra en distintas naciones, que mi Rayo se comunicarla a través del entendimiento humano en otros pueblos y en verdad quiero que sepáis que he hablado por conducto de hombres y mujeres en el seno de pequeñas congregaciones. Al oírme, unos me han tomado como al Maestro, otros sólo como un espíritu superior, pero Yo he cumplido mi palabra. 42. Cuando he hablado diciendo que soy el Maestro, unos han creído y otros han dudado, pero al percibir la esencia y la sabiduría que revelan mis palabras, dichas por medio de criaturas sencillas y humildes, se han preguntado si será posible esta manifestación de mi Espíritu. 43. Yo también he marcado la hora en que esa comunicación llegará a su término y cuando vosotros lleguéis con vuestro testimonio a esos puntos de la Tierra, donde mi palabra se hizo oír, confirmaréis a aquellos la verdad de esas manifestaciones. Y al escuchar vuestro testimonio claro, podrán aquellos hombres o mujeres que hoy dudan, comprobar que Yo estuve con ellos. 44. ¡Cuán pocas congregaciones he encontrado preparadas! Mas Yo he estado presente iluminando a todo espíritu y dando testimonio de Mí para que unas enseñen a otras y sean guía de las demás. 45. Vosotros, cuando recibáis un visitante, un extranjero que os hable de mi manifestación, de mi palabra recibida también en su país, no lo rechacéis, sino que os ordeno que lo recibáis para que ambos comprobéis con alegría que mi palabra se ha cumplido, y que todo aquél que ha orado y velado en espera de mi retorno, me ha recibido en este tiempo. Yo a todos he llamado para hacer de vosotros mis discípulos. 46. Os prevengo así para que no os sorprendáis cuando alguien os diga que fuera de esta nación también mi Rayo Divino se ha hecho palabra para sustentar a los hambrientos. Sabed que mi amor lo abarca todo y que mi Obra restauradora es universal, para que comprendáis que no me he limitado en conceder dones sólo a vuestra nación, sino que todas unidas forman mi familia, a la que he venido a reunir y a conducir hacia un solo punto: la Espiritualidad. 47. En una sola lección he reunido las revelaciones de las eras pasadas con esta que he venido a entregaros en este tiempo. Extraed de toda ella la esencia y llegaréis a la conclusión de que tenéis el resumen de toda la Ley, las profecías y la Doctrina del Maestro con sus revelaciones, y ellas os señalan el camino que conducen a la espiritualidad. 48. Eras y siglos han pasado y es hasta ahora cuando comprenderéis la finalidad de la Ley y de la vida. 49. Si a vuestro paso he derramado prodigios y milagros según vosotros llamáis a mis obras, ha sido para estimular vuestra fe y si os he colmado de complacencias, ha sido con el fin de que comprendáis que en la senda del bien, es donde existe la paz. Los prodigios han fortalecido al pueblo en su travesía por el nuevo desierto. 50. En medio de esta paz habéis sido preparados para que cuando llegue el tiempo de lucha os encontréis fuertes. Os he enseñado a orar de espíritu a Espíritu a fin de que uséis la oración como arma, como escudo, como medio de inspiración, como baluarte y consuelo. 51. No una sino muchas veces me habéis preguntado, si al enseñar a mis apóstoles la oración del Padre Nuestro, les entregué una oración para todos los tiempos y Yo os digo que al pronunciar aquella oración lo hice con el fin de enseñarles una forma elevada de hablarle al Padre, una plegaria que contuviera amor, humildad, fe, respeto, conformidad, confianza. 52. Mal han hecho quienes se han concretado a repetir maquinalmente mis palabras y también los que no han tomado aquella oración como un modelo para hacer sus propias oraciones. 53. Ahora, al deciros que os elevéis espiritualmente, no borro de vuestro corazón aquella oración modelo, aquella oración perfecta, sólo quiero que en vez de hablarme con los labios lo hagáis con el pensamiento y que en lugar de concretaros a repetir una a una las frases que componen aquella oración, os inspiréis en ellas para que los pensamientos que forméis en vuestro espíritu, lleven como el Padre Nuestro, amor, humildad, fe, respeto, conformidad y confianza en el Padre. 54. Por ahora toca a vosotros meditar y estudiar lo que acabo de deciros y no tratar de enseñárselo a nadie en tanto no podáis explicarlo debidamente. Pensad que si dieseis a entender que una enseñanza espiritualista ha venido a borrar la oración que Cristo enseñó al mundo, seríais juzgados de herejes y esta Doctrina sería considerada como contraria a las enseñanzas del Divino Maestro. 55. En cambio, si esperáis a que la claridad brille en vuestro entendimiento y la palabra fluya de vuestros labios, fácilmente persuadiréis aun a aquellos que sin haber analizado mis enseñanzas repiten mis palabras, de las cuales han hecho un hábito, una rutina, una práctica inútil, ya que jamás se han detenido a meditar, en las hermosas y profundas palabras que sus labios pronuncian sin que su mente las comprenda. 56. Discípulos: al orar de espíritu a Espíritu, que es la meta de mis enseñanzas, todo vuestro ser se concentra en aquel acto para hablar al Creador, con una voz que brota de todo vuestro ser, empleando al espíritu como emisario y como intérprete. 57. Esta es la forma a través de la cual podéis ofrecer a vuestro Padre un verdadero tributo de adoración, de amor, de conocimiento, de humildad, de acatamiento. 58. No será la ciencia, ni las doctrinas de estos tiempos, las que os conduzcan a la paz, ni las que os enseñen el camino de la espiritualidad, es indispensable que una luz venga de los cielos a iluminar vuestro entendimiento y a revelaros el camino verdadero. 59. La ciencia, según la ha tomado el hombre, nunca podrá sensibilizar al corazón humano de tal manera que pudiera sentir y mirar lo espiritual. 60. Debo deciros, que podrían los hombres sentir mi presencia por medio de la ciencia, si su intención fuese la de buscarme en el fondo de ella, pero me están mirando en cada maravilla que descubren y a pesar de ello, como si estuviesen ciegos, me están negando. 61. La Naturaleza, que el hombre escudriña ávidamente, habla sin cesar de Mí, manifestando mi poder, mi amor y mi justicia. El hombre sólo ambiciona saber y acumular poder, sin contar con que el amor tiene que ser inspiración y principio de todas sus obras, como lo ha sido en las obras del Creador. 62. ¿Veis cómo la Naturaleza, sus elementos y sus fuerzas hablan de Mi? Pues ella se encargará de abrir los ojos de la humanidad a la verdad. De su seno brotarán lecciones a torrentes hasta hoy contenidas; de sus entrañas surgirán voces de justicia, en los espacios habrá estremecimiento y los mundos que giran distantes mandarán también sus mensajes. 63. Cuando todo esto sea y el hombre de ciencia con todo su poder, se sienta impotente y pequeño para contener las fuerzas desatadas, que siembran justicia por doquiera, retrocederá horrorizado de su obra, y al fin exclamará: "¡Señor, eres Tú, es tu presencia, es tu voz, es tu justicia la que está manifestándose"! 64. Día de juicio, de temor y de arrepentimiento para muchos. 65. El dolor será tan grande, que formará tinieblas en los hombres, como si un negro manto de luto y de tristeza les cubriese y será entonces cuando del espíritu de la humanidad, surja la oración. Esa oración será súplica angustiosa del hijo pródigo que llega arrastrándose, cansado y enfermo a las puertas de la casa de su Padre. 66. ¡Bendito sea ese instante, en que los hombres al fin abran los ojos del espíritu a la luz de la verdad, porque su pasado será perdonado y un nuevo sol brillará en su vida, transformándola, regenerándola, ennobleciéndola! 67. ¡Con qué respeto penetrará el hombre por los senderos de la ciencia, después de que haya bebido hasta el fondo del cáliz de amargura! Y ¡Cuán nobles serán los propósitos e ideales que le inspiren al investigar los misterios de la Naturaleza! 68. Después de las tinieblas se hará de nuevo la luz y con aquella claridad los hombres mirarán la vida a través de un sentido más espiritual y elevado, caerá la venda del fanatismo religioso y sentirá la humanidad mi presencia; esta Doctrina, después de ser negada y perseguida, será tomada como verdadera Revelación Divina y se extenderá por todo el mundo afirmando a los hombres en el camino de la luz, de la fe, del bien y la justicia. 69. ¿Por qué dudáis de tanta felicidad que os anuncio? ¿Es que todo lo que venga a vosotros ha de ser para empeorar o amargar indefinidamente vuestra existencia? No, pueblo, así como os pronostico los días de luto, de dolor, de amargura y miseria, también os profetizo los días en que retorne la luz a las mentes, la paz a los corazones, la esencia a los espíritus. 70. Estáis tan acostumbrados a recibir un mal tras otro y una calamidad tras otra, que ya no esperáis nada bueno, que ya no creéis en cambios favorables, es que habéis perdido la fe, mas si llegaseis a anhelar vivamente que la humanidad vuelva a la senda del bien y la fraternidad, sembrad vuestra pequeña simiente, contribuid con vuestro cumplimiento sin esperar a que otros se levanten para enseñaros a vosotros cómo debéis 71. Soy vuestro doctor, pueblo amado, en verdad os digo que nadie vela por vuestra salud como Yo, y nadie siente vuestro dolor como Yo lo siento. 72. ¿Queréis sentir en este instante mi bálsamo bañando vuestro cuerpo y vuestro espíritu? Penetrad en oración, elevaos hacia Mí, purificad vuestro corazón y vuestra mente y sentiréis el bálsamo del Doctor de los Doctores. 73. Os he dicho que después de esta vida, cuando hayáis recorrido el extenso camino del espíritu, cuando hayáis cruzado el desierto de las pruebas y escalado vuestro monte calvario, estaréis en la Ciudad Blanca, la verdadera ciudad eterna del espíritu, que siempre ha estado esperándoos. Allí no volveréis a experimentar dolor alguno, porque en aquella mansión sólo habitan los espíritus cuando han llegado a la perfección, y no olvidéis que el dolor, la enfermedad, las miserias y las vicisitudes son propias de los espíritus imperfectos, que sufren para expiar o para aprender. 74. ¿Por qué no os unís aquí como hermanos, para que forméis, no os digo una Ciudad Blanca, pero si un blanco hogar espiritual donde podáis recibir a vuestro Padre? Yo pasaría de corazón en corazón fortaleciéndoos, sanándoos y acariciándoos: no diríais entonces que es mi sangre la que bebéis, sino mi esencia divina. 75. Os amo, humanidad, y por eso jamás dejaré de velar por vuestros hijos; en aquel tiempo, habitando entre los hombres, me retiré al desierto para orar, para pensar en quienes tanto amaba y por quienes iba al sacrificio por salvarles. Ahora os digo que también en lo invisible, allí donde no podéis aún penetrar, encuentro la soledad del desierto, desde donde oro, velo y pienso en vosotros, a quienes, después de rescatar, os llevaré a mi Reino. 76. ¡Hombres! No os dé vergüenza llorar, que también el llanto es un don; orad, sois todos niños delante de Mí, dejad correr las lágrimas, dejad que salga el dolor y penetre la alegría. 77. ¡Mujeres! Madres, doncellas, niñas, Yo soy con vosotras y les doy mi caricia a cada corazón. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 267 1. Amados párvulos que unís vuestro espíritu para esperar mi presencia entre vosotros, benditos seáis. 2. Venís a buscar el fruto en el árbol de la vida y el fruto os doy a cada uno de vosotros. 3. La irradiación de mi amor es la brisa que mece estos árboles. 4. La vida, discípulos, es el más hermoso y profundo libro que el Creador ha legado a sus hijos; pero es necesario aprender a leer en él para encontrar cuantas bellezas y maravillas encierra. ¿Quién mejor que Yo, el Divino Maestro, os puedo enseñar página por página y lección por lección el contenido de ese libro? 5. Hace tiempo que permanecía abierto en una página, impidiendo vuestra indiferencia que os ofreciese una nueva lección. Estabais estancados; pero llegó el instante en que volvisteis vuestros ojos hacia el libro que habla de la vida, de la eternidad y de la luz y contemplasteis cómo el Maestro pasó la página ya conocida, para mostraros una nueva enseñanza. 6. El conocimiento que imparte este libro, os prueba que vuestro pasado no fue estéril para vuestro espíritu, porque ya iluminados con la luz del saber, descubrís el porqué de muchas enseñanzas, encontráis el sentido de la vida y la esencia de Dios que existe en todo lo creado. 7. Dichosos los espíritus que en su largo camino han cruzado ya los extensos desiertos de las pruebas que han pasado, las encrucijadas del sendero, y han dejado atrás las tenebrosas selvas, con sus acechanzas y sus peligros. Los que han pasado las grandes pruebas, serán los que con mayor claridad comprendan mi palabra y los que difícilmente puedan caer en un abismo. 8. El libro que existe en cada uno de vosotros también es grande. ¿Comprenderéis de qué libro os hablo? Del que se refiere a vuestro pasado, de todo lo que ha vivido vuestro espíritu, y cuya historia crece día a día. Cuando estéis en mi seno gozaréis repasándolo y viendo cuánto luchasteis para escalar la Montaña espiritual de vuestro perfeccionamiento. 9. Ahora vivís una época de dolor y es indispensable que comprendáis su sentido, porque así llegaréis a comprender que la acción del dolor sobre los pecadores, es purificadora. Más tarde todos sabréis que tengo destinada para cada uno de mis hijos una vestidura, pero que para poseerla es necesario que lavéis el vaso por dentro y por fuera hasta quedar limpio. ¿Sabéis cuál es esa vestidura? Yo os lo diré; esa vestidura es la verdad. 10. ¿Quién puede decir que no está capacitado para ser mi discípulo, o que no se encuentra fuerte para llevar mi mensaje a la humanidad, pretextando que no tiene experiencia, que ha vivido poco o que no ha comprendido a sus hermanos? 11. No, mis pequeños, no habéis vivido poco, ni es poco lo que habéis experimentado, la duda y la desconfianza provienen de la envoltura, provienen del corazón que flaquea porque ignora la fortaleza y la luz que su espíritu ha recogido en el trayecto. 12. ¿Qué sabéis de vuestro pasado y hasta dónde se remonta vuestro origen? ¿Qué sabéis de dónde venís, por dónde habéis pasado y a dónde os dirigís? 13. Nadie se crea pequeño ni se juzgue ignorante habiendo llegado a este Tercer Tiempo, y menos vosotros a quienes he llamado primogénitos. 14. ¿Por qué teméis al futuro? ¿Vais a desaprovechar toda la experiencia que ha acumulado vuestro espíritu en el pasado? ¿Vais a dejar la siembra sin recoger la cosecha? No, discípulos, pensad que nadie puede torcer su destino, pero si retardar la hora de su triunfo y aumentar las penas que de por si existen en el sendero. 15. Mientras no estéis persuadidos de esta verdad, no os enviaré con la Buena Nueva a las comarcas y a las naciones, porque no tendríais firmeza en vuestras palabras y el mundo no podría reconoceros como emisarios de Cristo. 16. Os estoy acercando hacia el culto simple, espiritual y sencillo, para que en vez de ocuparos y perder tiempo en prácticas externas, os concretéis a cumplir con lo esencial, que ya os he dicho infinitas ocasiones es la claridad. 17. La infancia y la adolescencia espiritual ya las habéis pasado y hoy os encontráis ante los umbrales de una nueva edad, en la que alcanzaréis la madurez que es plenitud. 18. Pocos son los que me escuchan, pocos son, por lo tanto, los que lo saben. Mirad a esta humanidad, viviendo en el Tiempo de la luz y tropezando y cayendo como si caminase entre tinieblas. Probad su cáliz, mirad sus heridas, sentid su desconsuelo, asomaos a su espíritu y si tenéis caridad y amor hacia vuestros hermanos, lloraréis de dolor y os sentiréis llenos de piedad, entonces surgirá de vuestro corazón un impulso noble y elevado que os moverá a ser los sembradores incansables de amor, de bálsamo y de luz; pero si os seguís ocultando tímidamente de las miradas del mundo, ¿Creéis que vuestro corazón llegue a sensibilizarse y a acrisolarse en el sentimiento de piedad hacia vuestros semejantes? 19. ¿Queréis conquistar espíritus? Llegad con el bálsamo de mi palabra y con la unción de vuestra caridad. 20. No tratéis de demostrar a nadie que sus creencias o sus ritos son imperfectos, porque el resultado será negativo. Llegad hasta el necesitado, buscad el origen de su dolor y consoladle, entonces veréis cómo de sus labios brota una confesión sincera, diciéndoos que sois portadores de la verdad. 21. De cierto os digo que Yo también estoy más cerca de mis hijos en los instantes de su dolor, en el momento de su amargura, que en los mismos ritos y ceremonias que en mi honor celebran, porque en medio del dolor surge la invocación llena de verdad y en la ceremonia está la tradición, la fuerza del hábito, la rutina y hasta la vanidad. 22. Ha llegado el tiempo en que todos escuchéis de nuevo mi palabra hablándoos con toda claridad, porque mi misión es la de salvaros, mas no la de encubrir vuestros errores. 23. Es menester que todo vuelva a su primitiva verdad y para ello se suscitará la lucha de ideas entre la humanidad. En medio del materialismo que reina en este mundo surgirán hombres con grandes inspiraciones y esas luces serán las señales precursoras del establecimiento del Espiritualismo en la Tierra. 24. Videntes, profetas, iluminados e inspirados. Todos anunciarán a la humanidad mi presencia en Espíritu, tendrán la misión de colocar los cimientos para la edificación del Templo del Señor, el Templo formado con corazones, no con piedras, en cuyo interior arda la flama de la fe. 25. Ese templo será grandioso y desde él contemplaréis el santuario que mi omnipotencia formó desde el principio, para que dentro de él morasen todos mis hijos. 26. Hoy, que contempláis tanta dureza en los corazones, que veis el arraigo de las tradiciones y del fanatismo en el corazón de los hombres, os parece casi imposible su regeneración, su transformación y que llegue a establecerse la doctrina de la espiritualidad; sin embargo, Yo os digo que estando todos destinados a llegar a Mi para habitar en la luz y conocer la verdad, no podría dejar de cumplirse mi voluntad y que en vez de salvaros os tuvieseis que perder. Meditad en esto y comprenderéis que vuestro mal, que son vuestras imperfecciones, aunque duraderas, pasarán. 27. Grande es la prueba que pesa en la humanidad, vuestra intuición os dice que el mundo se halla bajo mi divina justicia, que la soberbia de los hombres ha sido tocada por el Padre y que la fuerza de esa justicia aumenta cada día; pero mirad cómo el hombre no cede en su orgullo, no confiesa sus faltas, no se arrepiente ante la Divina Justicia. Ellos mismos prolongan el tiempo de amargura y arrastran a los abismos a muchos inocentes. ¿Hasta cuándo durará este tiempo de dolor? Hasta que los hombres abran sus ojos a la verdad y se inclinen ante el único poder que existe que soy Yo. 28. Pueblo: ¿No os sentís dichosos de saber el por qué de cuanto acontece en vuestro derredor y de haber encontrado los medios de contribuir a la salvación y a la paz de vuestros hermanos? 29. Si experimentáis esa dicha, es que habéis comprendido mi palabra y sabréis desempeñar con amor vuestra delicada misión. 30. Desde 1866 hasta 1950 mi palabra, esta luz del espíritu, ha estado vibrando sobre vosotros en la misma forma que miráis. Durante ese tiempo muchos entendimientos han desarrollado sus dones, se han preparado hombres y mujeres que han venido a formar el cuerpo de mis servidores, de mis labriegos. 31. A través del entendimiento de mis escogidos se ha manifestado mi Espíritu, mas ¿Podríais creer que estas criaturas por quienes ha hablado el Maestro, están plenamente conscientes de lo que ha brotado de sus labios? Yo os digo que aunque ellos sienten que es algo infinito lo que a sus entendimientos ha descendido, no es posible que valoricen, ni conciban la grandeza, la trascendencia de lo que sin saber, han dicho sus labios. 32. Después de 1950 o sea después de mi partida, este pueblo dará a conocer mi Obra a la humanidad, pero no conforme a la voluntad humana, sino a mi voluntad. Estos portavoces por quienes he hablado, en el instante de expresar mi vibración, no han sido capaces de comprender lo que han vertido sus bocas, mañana se asombrarán al comprobar el cumplimiento de mis profecías, de todo aquello que Yo, a través de ellos anuncié. Entonces, los que siempre fueron fervientes abrazarán su misión con amor más grande y los que a veces faltaban a la fe, caerán arrepentidos de haber dudado por instantes, su fe se encenderá y me serán fieles hasta el fin. 33. Alguien en el seno de la multitud que me escucha, me pregunta: "Maestro ¿Es posible que haya quien siendo tu portavoz y estando tu Rayo posado en su entendimiento, dude de que seas Tú el que por su conducto se está manifestando?" A lo cual Yo os digo que si, que hay quienes han vivido en duda siendo mis portavoces y hasta en el instante mismo de la comunicación, han dudado; sin embargo, cuán grande ha sido la palabra, la luz, la verdad y el consuelo que han vertido aquellos pobres labios transfigurados en el momento de derramarse en ellos la inspiración. 34. ¿Por qué creéis que ha sido grande la enseñanza al desbordarme en ellos? Porque han sido los más atormentados, los que en muchas ocasiones se han esforzado más en elevarse para encontrar la mejor forma para cumplirme, porque son los que con más limpidez se acercan a Mí, siempre buscando hacerse dignos del cargo que llevan. 35. Cuántas veces su duda proviene de su humildad, porque son los que desde el instante en que les consagré para este servicio, se sintieron turbados y se preguntaron pero ¿Es posible que yo, pequeña criatura, indigno pecador, insignificante ser, haya sido elegido por Dios para una misión tan grande? 36. ¿Veis más allá de esa duda, el amor y el temor de esos mis pequeños? ¿Comprendéis ahora por qué hay quienes duden y por qué a pesar de ello, Yo me derramo por su conducto? 37. Cuántas veces el portavoz que tiene fe en mi presencia, se conforma con ello y no pone en su preparación el sentimiento para inspirarse, de lo cual resulta su expresión fría o monótona, como también el que se ha dejado dominar por la vanidad ha sido siempre el más pobre en esencia y el más escaso de luz. 38. Mi manifestación más perfecta, más completa, la habéis obtenido a través de aquellos portavoces que en una entrega absoluta hacia su Maestro, en un éxtasis de fe, de amor y de humildad ante El, se han desprendido del mundo y de la envoltura con el ideal de ser útiles, con el pensamiento puesto en sus hermanos necesitados de luz. ¡Cuán pocos han sabido prepararse y recibirme así! 39. ¿No habéis descubierto en el pedestal inspirado una transfiguración? En los instantes culminantes de la cátedra, ¿No habéis tenido la sensación espiritual del centellear de la luz divina a través de aquellos labios? Esas son las horas en que se han escrito las páginas más grandes del Tercer Testamento. 40. Benditos seáis vosotros que unís vuestros espíritus en los tiempos de prueba. Desde el primero hasta el último, todos estáis siendo tocados, a fin de que no durmáis ni caigáis en tentación. 41. Se acerca ya la hora en que os dé mi última lección y debéis estar preparados para ese día, porque os pediré vuestra primera cosecha y allí mismo os daré la simiente y la enseñanza para que prosigáis cultivando mis tierras. 42. Mientras unos comprenden el significado de sus pruebas y van bendiciendo mi voluntad, otros ignoran el por qué de ellas y se rebelan. 43. Acordaos que hace tiempo os estuve anunciando estos días en que se desatarán torbellinos y en el seno de vuestro pueblo habría caos. 44. Muy pocos fueron los que tuvieron presente mi palabra y velaron, imitando a las vírgenes prudentes de mi parábola; los más se olvidaron de mis profecías y se dejaron sorprender, dando facilidad a que la confusión se enseñorease en ellos. 45. Este es el vendaval que anuncié como lo hizo el Bautista, en quien encarnó Elías, que vendría a echar por tierra todo árbol malo y a arrancar de los buenos las hojas secas o el fruto vano. 46. ¿Pasará esta confusión? Me preguntáis angustiados, y Yo os digo, que sí; pero antes mucho tendréis que luchar y llorar. 47. A quienes verdaderamente anhelen el tributo de la luz y la unificación. Yo les digo que perseveren en la oración, en el estudio de mi palabra y en la práctica de lo que os he enseñado. Que no se haga vuestra voluntad, sino la mía y en verdad triunfaréis. 48. Yo daré el triunfo a los que vayan en pos de la espiritualidad, a los que aparten de su corazón hasta el último rastro de materialismo e idolatría, a los que obedezcan mi voluntad e interpreten bien mi Doctrina. Les fortaleceré a unos y a otros y así, meditando y preparándose, aguarden el momento propicio para hablar y decir: "Esta es la Obra del Padre". "Este es el Espiritualismo". 49. Yo me manifestaré entre ellos en los momentos precisos de su estudio y de sus meditaciones, concediéndoles nuevas revelaciones como aliciente para perseverar en el sendero de la espiritualidad. 50. Durante el tiempo de mi comunicación, habéis desempeñado diversas misiones, algunas de ellas en el interior de estos recintos y otras en donde quiera que habéis sido solicitados. A cada una de esas misiones he dado un nombre diferente y así ha habido guías, portavoces, facultades y otros nombramientos más. 51. Yo quiero que al cesar mi manifestación y la del mundo espiritual, al final de 1950, desaparezcan de entre vosotros esos nombramientos que habéis tenido y os aproximéis más los unos a los otros, para que nadie se crea superior y nadie se sienta inferior. 52. Para aquel tiempo no necesitaréis en absoluto de esos nombres. No seréis menos respetados o amados porque dejéis de ostentar dicha misión, lo esencial es que perseveréis en la verdad, y que vuestras obras de amor merezcan la gratitud de vuestros hermanos. 53. A todo el pueblo le digo que el más alto y hermoso titulo que posee el hombre, es el de "Hijo de Dios", aunque es preciso merecerlo. Esa es la finalidad de la Ley y las Enseñanzas: inspiraros el conocimiento de mi verdad para que podáis haceros dignos hijos de aquel Padre Divino que es la suma perfección. 54. Con esta palabra os aliento a que sigáis avanzado con firmeza en la senda trazada por Mí. 55. Así os conforto en estas horas de prueba para que no desmayéis ni dejéis extinguir vuestra fe. 56. Dejad en Mí, a través de vuestra oración, ese caudal de sufrimientos, de inquietudes, de anhelos y peticiones que encierra vuestro corazón. 57. Todo lo sé, todo llega a Mí, mas Yo os iré dando según mi voluntad y cuando sea el instante indicado. 58. Si sobre las flores hago descender el rocío, ¿Cómo no he de enviar mi efluvio a vuestro espíritu? 5 59. Aquí me tenéis en esencia, revelándoos el nuevo mensaje. 60. Yo vengo en este tiempo enseñando la espiritualidad, la que vendrá a sustituir al falso amor que los hombres me han profesado. 61. Os estoy dando oportunidad de amarme verdaderamente, sirviéndoos y amándoos para que mi ejemplo os enseñe a amaros los unos a los otros, demostrándoos que no es preciso dar una moneda para practicar la caridad, haciéndoos comprender que el que se crea más pobre, tiene un caudal inagotable de bienes que ofrecer a sus hermanos. 62. Ese campo tan grande donde podéis sembrar la semilla del amor, ha recibido el nombre de campiña espiritual, en la que os invito a trabajar a todos para que veáis surgir vuestros dones al desarrollarlos en la práctica del bien. 63. Os he dotado de inspiración, de bálsamo curativo, de intuición, de fortaleza espiritual y de paz, pero también he confiado diversas misiones entre mis oyentes Unos han tenido la misión de recibir en su mente mi luz y transmitirla por medio de la palabra, otros han tenido el don de recibir al mundo espiritual a través del entendimiento: a otros les ha sido dado contemplar algo del Más Allá y algo del futuro a través del don de la videncia, o sea la mirada espiritual. 64. También algunos han recibido el don del análisis y otros más el don de la palabra. 65. Desde que se inició mi comunicación por el entendimiento humano, quise que fueseis poniendo en práctica vuestros dones y que fueseis dando principio a vuestra misión espiritual, para que al llegar el día de mi partida, hubieseis recorrido parte del camino y no fueseis a sentiros débiles para iniciaros en cumplir tan delicado mandato. 66. Algunos han sabido interpretar la idea divina y se han esforzado por llevarla al cumplimiento; pero también los hay, y estos son en su mayor parte, los que han equivocado el sentido de esta Obra. 67. Estos son los errores que vengo a reclamar a este pueblo, porque no quiero que la humanidad venga a burlarse de quienes por tanto tiempo han sido doctrinados. 68. ¿Para qué materializarme detallando cada uno de los errores que se han cometido y se cometen en vuestras prácticas? Vuestra conciencia y el consejo del mundo Espiritual bastaran para que no carezcáis de correcciones y enseñanzas. 69. Yo os digo que quienes amen mi Obra más desinteresadamente, serán los que más pronto dejen sus prácticas materiales y los que más fácilmente corrijan sus yerros, porque siempre han estado ansiosos de mejoramiento espiritual y no significará para ellos ningún sacrificio suprimir sus prácticas habituales, sabiendo que van a dar un paso hacia adelante. En cambio, el que ha buscado por medio de formas, prácticas y ritos crearse una personalidad dentro de mi Obra, medio de vida o halagos para su vanidad, ese tendrá que luchar mucho consigo mismo para poder renunciar a lo que para él significa la Obra Espiritual, sin serlo, porque en mi Obra sólo debéis aceptar lo puro, lo elevado, lo perfecto, mas, todo aquello que guarda impureza, materialidad y falsedad, eso es obra humana. 70. ¿Hasta cuándo comprenderéis la esencia y finalidad de esta Obra? ¿Hasta cuándo comprenderéis que por ser mía y por haberos sido confiada, debéis respetarla tal cual es, sin añadirle nada vuestro? 71. ¡Oh pueblo amado! Os he sacado de la escoria hacia la luz, mas ya muchos que insisten en vivir entre las tinieblas. A éstos les tendrán que sorprender las pruebas que ya asoman en la lejanía. 72. Como Padre y como Maestro he cumplido entre vosotros, al pueblo le corresponde orar, meditar y practicar según la voluntad divina. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 268 1. Amados discípulos: cuando mi palabra haya dejado de escucharse en el día marcado por Mi, tened cuidado de no dormir para el cumplimiento, porque vuestras facultades se entorpecerán. Tened presente que desde el día en que dejéis de oírme, va a comenzar para vosotros un nuevo desarrollo por medio del cual alcanzaréis la comunicación de espíritu a Espíritu. 2. Vuestra sensibilidad tendrá que ser cada día más elevada para que en vuestra inspiración sintáis mi presencia y pronto llenéis el vacio que en vosotros dejará la ausencia de mi palabra. 3. Si algunos cayesen en esa flaqueza de que os hablo, recordad esta enseñanza, para que al momento os entreguéis a la oración. Orando recordaréis mis palabras que habían quedado guardadas en vuestro espíritu y con gozo veréis reaparecer vuestros dones que creíais haber perdido para siempre. 4. No temáis, que si en verdad oráis, os libraréis de toda tentación. 5. Pueblo: si habéis vencido en las pruebas que os impedían la libertad del espíritu, no vayáis a crearos una nueva prueba con vuestra desobediencia, que vaya a detener la elevación de vuestro espíritu. 6. Pensad que ya se acerca la hora de vuestro testimonio y que por eso debéis prepararos cuidadosamente para ser mis verdaderos testigos. 7. La humanidad no sabe que he estado entre vosotros, que he venido a manifestarme espiritualmente en el seno de una humilde reunión de hombres y mujeres. Cuando conozca mi mensaje, será porque mi palabra ya habrá dejado de oírse por los labios de mis portavoces. 8. No es mi voluntad que todos los pueblos me escuchen en esta forma, porque no todos estarían dispuestos a recibirme así. Será más fácil para ellos recibir el mensaje a través de quienes fueron testigos de mi nueva revelación y creer en su testimonio, que si hubiesen contemplado al portavoz en éxtasis entregando mi palabra. 9. Precisamente esa es la misión que espera a este pueblo; la de hablar con verdad y espiritualidad de la Doctrina, de las lecciones y enseñanzas que espiritualmente recibieron de su Maestro. 10. Existen pueblos cuyo espíritu está dormido para mis lecciones, porque se han consagrado tan sólo al desarrollo de la mente, son los pueblos que rinden culto a la ciencia; otros, cuyas doctrinas materialistas han convertido al espíritu en esclavo del mundo, son los que sueñan con el poder de la Tierra; también hay pueblos que, aunque religiosos, no tienen la semilla cristiana que es el cimiento para la espiritualidad que he venido a enseñaros en este tiempo. 11. Todos esos pueblos son a semejanza de grandes tierras que el Señor va a confiar a sus labriegos; pero antes de que mi Nuevo Mensaje llegue al mundo, cada pueblo y cada nación tendrá una preparación. A unos les tocará la guerra, a otros la confusión de ideas; mas cuando se encuentren ansiosos de luz, ávidos de verdad y de paz, esa será la hora señalada para que mis sembradores lleguen a extender con amor y caridad la divina semilla que se les confió. 12. También hay pueblos que primero deberán tener conocimiento de lo que fue mi venida en el Segundo Tiempo y lo que revelaron mi palabra y mis obras, para que puedan recibir mi Nuevo Mensaje como la Revelación del Tercer Tiempo. 13. Tiempos de lucha, de confusión y de purificación vivirá la humanidad antes de que llegue la luz, la espiritualidad y la libertad verdadera de culto y de fe. 14. Israel: estáis recordando la entrada triunfal del Maestro en la ciudad de Jerusalén. A través de los tiempos habéis conservado en vuestro corazón mis ejemplos y eso os ha servido para que ahora, que vivís en el tiempo de la luz, encontréis el contenido infinito de aquellas enseñanzas. 15. La Tierra no conserva huella alguna de mi paso, porque borré toda señal, quise que mi huella quedara plasmada en la conciencia de mis hijos, que aquel camino de amor, de luz y sacrificio brillase en lo más puro de cada hombre. 16. La sangre selló mi obra en el mundo para que su recuerdo fuese imborrable y ya veis: cerca de dos mil años hace que fui entre vosotros y recordáis mi pasión como si hubiese sido ayer. Yo os bendigo, porque en vosotros se cumple aquella palabra que dice que "una sola semilla no se pierde porque tarde o temprano tendrá que germinar". 17. Triunfalmente me recibieron las multitudes al penetrar en la ciudad de Jerusalén. De las aldeas y de las comarcas llegaron en turbas, hombres, mujeres y niños para mirar la entrada del Maestro en la ciudad. Eran los que habían recibido el prodigio y la prueba del poder del Hijo de Dios. Ciegos que ya veían, mudos que ahora podían cantar. ¡Hosanna! Paralíticos que habían dejado el lecho para venir presurosos a contemplar al Maestro en la Fiesta Pascual. 18. Yo sabia que ese triunfo era momentáneo, ya había anticipado a mis discípulos lo que luego había de acontecer. Era apenas el principio de mi lucha y ahora a mucha distancia de ese acontecimiento, os digo que la luz de mi verdad sigue en lucha con las tinieblas de la ignorancia, del pecado y la impostura, por lo que debo añadir que mi triunfo absoluto no ha llegado aún. 19. ¿Cómo podéis creer que aquella entrada en Jerusalén haya significado el triunfo de mi Causa, si eran unos cuantos los que se habían convertido y eran muchos los que ignoraban quién era Yo? 20. Y aunque aquella humanidad se hubiese convertido toda a mi palabra, ¿No quedaban muchas generaciones por venir? 21. Aquel instante de júbilo, aquella entrada fugazmente triunfal, fue sólo la imagen del triunfo de la luz, del bien, la verdad, el amor y la justicia, día que deberá llegar y al cual estáis invitados todos, sabed que si uno solo de mis hijos se encontrase fuera de la Nueva Jerusalén, no habría fiesta, porque no podría Dios hablar de triunfo, no podrá celebrar su victoria si su poder no hubiese sido capaz de salvar al último de sus hijos. 22. Ahora, en este tiempo, vosotros que habéis sentido mi presencia y escuchando mi palabra, disponéis y engalanáis vuestro espíritu, para que Yo penetre en vuestro corazón como si él fuese la ciudad que me recibe. Yo os bendigo por vuestra preparación y os digo que estáis cumpliendo con la espiritualidad, pero que no toméis vuestra conmemoración como si en realidad fuese ya la celebración del triunfo de la verdad. 23. Este es sólo el principio de un nuevo tiempo de lucha, de un triunfo definitivo para la salvación, la liberación y la elevación de vuestro espíritu. 24. Untos todos para entonar un himno que sea expresión de alegría, de esperanza en el triunfo y de armonía entre vosotros. 25. Pueblo: habéis sido el escogido en este tiempo para que mi palabra sea esparcida por vosotros como rocío de gracia en la humanidad. Elevaos y buscad vuestro progreso, para que al finalizar vuestra misión y vuestra lucha, vengáis a mi presencia a entonar en unión del Maestro, ese canto triunfal, cuyos ecos resonarán eternamente. 26. Sólo el hombre me representa en la Tierra, porque ha sido formado a imagen y semejanza de mi Espíritu; mas para que podáis decir vosotros, que sois mis representantes, debéis vivir en constante preparación, practicando mi Ley. Si queréis ser mis discípulos, tomad la cruz y seguidme y en este camino se perfeccionará vuestro espíritu. ¿Quién podrá haceros debilitar en vuestro propósito si tenéis fe en Mí? 27. He probado vuestra humildad, vuestro amor y mansedumbre, para haceros conocer vuestro interior. Yo os conozco, mas es menester que vosotros sepáis de lo que sois capaces y sólo las pruebas os darán la oportunidad de conoceros. 28. Muchas veces me preguntáis: ¿Para qué es esta vida, y por qué tenemos que sufrir tanto? Y Yo os digo: el espíritu debe elevarse por sus propios méritos, desde el plano más bajo, hasta alcanzar la cima de la perfección. Todos los seres han sido sometidos a la ley de la evolución, también os digo que vuestro espíritu restituye en este tiempo en que mi juicio ha sido desatado en el Universo, todas las faltas que ha cometido, no sólo en vuestro mundo sino en todas las moradas donde habitan mis hijos. Más no lloréis, antes bien dadme gracias, porque después de este tiempo en que el espíritu se purificará, estaréis más cerca de Mí y habrá mejor disposición para cumplir, porque habréis retornado al camino. Yo estoy con vosotros como Cirineo, para que no desmayéis en la prueba. 29. Estáis recordando mi pasión, sentís que ese sacrificio se renueva, a cada instante meditáis y formáis propósitos para vencer la flaqueza de la carne y elevaros sobre las miserias de este mundo, y Yo os digo: velad, porque aún sois débiles. En el Segundo Tiempo, fui seguido por grandes multitudes que decían amarme y serme fieles, y cuando el mundo juzgó mis actos, dio su sentencia y fueron perseguidos los que me seguían; esos mismos espíritus en quienes había derramado mi amor, me negaron y se alejaron de Mí. 30. Hoy me decís que me amáis y que creéis en mi palabra y Yo sé que si os sometiera a grandes pruebas, muchos de vosotros me dejaríais. Vuestro destino es luchar, hasta alcanzar la elevación espiritual que es el supremo goce. 31. Heme aquí entre vosotros llamando a vuestro corazón. ¿Creéis que mi paz es completa cuando os contemplo en constantes guerras? Por eso he venido como un gran guerrero, para luchar contra las tinieblas y el mal y conmigo han venido también, los espíritus del bien, el Mundo Espiritual, para consumar mi obra. ¿Cuánto tiempo durará esta lucha? Hasta que todos mis hijos hayan sido salvos. Mas no he traído dolor, sólo quiero transformaros con amor. 32. Los que han estudiado mi palabra de los tiempos pasados, al contemplar mi manifestación en este tiempo en que he vuelto entre los hombres, me dan gracias por haberles concedido ser testigos de estas enseñanzas, y a todos digo: así como me habéis visto aparecer lleno de esplendor, me veréis ir en 1950, y hasta esa escala vosotros os elevaréis en cada día, para reuniros con vuestro Maestro. 33. Después tendréis que enfrentaros al mundo y veréis cómo se levantan para atacaros ministros y pastores de sectas y religiones, entre ellos habrá algunos que sólo buscarán la verdad. Y cuando conozcan mi palabra, se encenderá su fe y creerán en Mí. 34. Cuando me reconozcáis, juzgaréis cuán amante es el Padre, cuán sabio como Maestro y cuán noble y justo como Juez. 35. Pueblo amado, el mundo exige de vosotros obras de perfección, puesto que sois discípulos del maestro Divino. Cumplid con mis preceptos, para que este Maestro no sea juzgado mal. 36. Cuando se aproxima el instante de mi manifestación, vuestro corazón late apresuradamente; en unos es de gozo, en otros de temor; pero todos sentís mi divina presencia. 37. Yo sólo vengo a poneros a salvo, a resucitaros, a ofreceros un báculo en el que podáis apoyaros a lo largo de vuestra caminata. 38. Os habla Aquél que en la cruz, agonizante, maltrecho y torturado por la turba, elevó sus ojos al infinito, diciendo: "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen". 39. En aquel divino perdón, abarqué y envolví a todos los hombres de todos los tiempos, porque Yo podía ver el pasado, el presente y el futuro de la humanidad. Puedo deciros en verdad y en espíritu, que en aquella bendita hora os estaba contemplando a vosotros que en este tiempo estáis escuchando mi nueva palabra. 40. Hoy he venido a sacaros de vuestro estancamiento espiritual, porque hace mucho tiempo que esta humanidad duerme profundamente en un lecho de fanatismo religioso, de idolatrías, falsos cultos y materialismo, con los que ha querido substituir la práctica del amor de los unos a los otros, la caridad, el perdón y todo cuanto de esa Ley única se deriva. 41. En la esencia de esta palabra existe cuanto el mundo necesita para regenerarse, retornar a la verdadera senda y elevarse hasta Mí por el amor. ¿Qué será de este pueblo, si no escucha con atención ni entiende debidamente la lección que en el Tercer Tiempo le he traído? Grandes pruebas la esperan si no se fortalece en mi palabra y si no se refugia en el Arca Divina de mi misericordia. 42. ¿Creéis por ventura, que a Mi me plazca miraros atravesar vicisitudes y beber hiel y vinagre en la Tierra? No, pueblo; Yo no quiero que la vida os trate como a reos o exiliados, sino como a hijos dignos de Dios por todos conceptos. 43. Veo que os habéis familiarizado con la ternura de mi palabra y con el perdón que de ella emana, sin querer daros cuenta de que la hora de las pruebas se acerca y no habéis querido prepararos para triunfar de ellas. 44. Os decís humildes y ante vuestro Padre os estáis mostrando ingratos y soberbios, ¿Es acaso este el ejemplo que como testimonio de mi verdad vais a extender por el mundo? Pensad en todo esto y examinad vuestra conducta, para que no juzguéis dura mi palabra. 45. El tiempo es propicio para hacer méritos, oh pueblo amado; en mis obras podéis encontrar los ejemplos necesarios para normar vuestros actos, embelleciéndolos con la luz que vuestro Maestro derrama en cada una de sus enseñanzas. 46. Decidme: ¿Os he repudiado cuando habéis faltado? ¿Os he dejado atrás, abandonados, cuando algún tropiezo os ha detenido? ¿Me he ensañado en vosotros cuando habéis caído vencidos por el dolor? Sin embargo, veo que a los que con tanto amor llamo mis discípulos, abandonan a sus hermanos en desgracia, desconocen al que comete un desvío, en vez de atraerle con caridad para ayudarle a corregirse y a veces se convierten en jueces, tomando causas que no les corresponde juzgar. ¿Es ésa mi enseñanza? ¡No! Me dice vuestra conciencia, pues quiero que os juzguéis a vosotros mismos minuciosamente, para que podáis ir puliendo tantas asperezas de que adolecen vuestros sentimientos y podáis empezar a ser mis discípulos. 47. ¿Pretendéis enseñar mi Doctrina, estando vuestro corazón lleno de pasiones, de defectos y miserias humanas? Recordad que os he dicho infinitas veces, que un ciego no podrá guiar a otro ciego sin riesgo de tropezar o caer los dos en un abismo. 48. Esta es la voz que surge del Sexto Sello, el Libro de Dios, cuyo penúltimo capítulo se ha abierto para desbordarse en sabiduría sobre todo espíritu y sobre todo entendimiento. 49. Esta luz es el Nuevo iris, bajo el cual los hijos de Dios harán alianza espiritual en el Tercer Tiempo, después que la gran prueba haya pasado, purificando y renovando al mundo; por eso he tenido que ser extenso al dar mi mensaje a este pueblo, porque quiero que sea fuerte en la lucha; por eso le he reclamado y le he juzgado, no quiero que sea el mundo quien le corrija de sus imperfecciones, porque no voy a enviarlo a aprender, sino a enseñar. 50. Pueblo: ¿Os sentisteis estremecidos unos momentos antes de que llegara mi luz a hacerse palabra en los labios del portavoz? Tuvisteis razón, Yo bendigo vuestro presentimiento. 51. Mi paz sea con vos, pueblo de Israel. Pueblo que lleváis en el espíritu la ley que Jehová os dio por conducto de Moisés; que tenéis escrita en vuestro espíritu la palabra de Jesús y que ya estáis recibiendo la revelación del Espíritu Santo. En verdad os digo que sois los hijos de la luz y que por ningún motivo podréis perderos del camino. 52. Este Espíritu que sentís descender como luz a vuestra mente, es el del Padre, de Aquél que os reveló la Ley que os dijo: "Yo soy Jehová, el que ha hecho los Cielos y la Tierra y todo lo creado". Este Espíritu que llena de inspiración vuestro entendimiento y pone palabras de sabiduría en vuestros labios, es el de aquél Maestro que en la Tierra hizo obras poderosas y os legó la Doctrina del amor. 53. Ahora vengo hacia los hombres para manifestarme a través de su conciencia; vengo en la luz que ilumina las mentes, en el efluvio que sólo el corazón sabe sentir, en la esencia que es pan del espíritu. 54. Es el Tiempo del despertar, de la plenitud espiritual, en el cual todos seréis soldados, todos seréis labriegos, todos seréis discípulos. 55. En los tiempos pasados os concretabais a deleitaros comiendo el pan de mi palabra, me buscabais para dulcificar vuestro corazón y para recobrar vuestra paz, sin pensar en que todo espíritu trae un mensaje que dar a conocer y un caudal de bienes que repartir entre sus hermanos necesitados. 56. Mi palabra en este tiempo ha venido a sacaros de la obscuridad de una vida egoísta, retraída y estéril, para abriros sendas de luz y ofreceros campos que sembrar. Yo sé que, aunque en apariencia seáis rudos, ignorantes y pobres, espiritualmente poseéis el caudal de experiencia que os ha dado el extenso camino de vuestra evolución. 57. Una aureola de luz habrá de envolver a mi pueblo cuando se levante como apóstol a esparcir el conocimiento que le he revelado; para entonces ya habréis reconocido el poder de mi palabra y tendréis completo conocimiento de vuestros dones, esos dones que estuvieron latentes por mucho tiempo en vuestro ser, en espera del instante propicio para manifestarse. 58. Cuántas doctrinas, cuántos cultos a Dios e ideas nuevas sobre lo espiritual y sobre la vida humana vais a encontrar. Cada una os mostrará, si sabéis penetrar y analizar en ella, una parte buena y justa y otra errónea, alejada de la verdad que es justicia, amor y perfección. 59. Donde encontréis errores, ignorancia o maldad, extended la esencia de mi Doctrina que por ser Mía no puede llevar mezcla de impureza o de (checar e n libro) 60. Mi Enseñanza es absoluta, es integra, es perfecta. 61. El que tenga plena convicción de mi verdad, jamás mezclará a mi Obra las liturgias extrañas que en otros vea, reconociendo que mi Doctrina contiene todo lo que de bueno y verdadero pudiera encontrar en otras doctrinas. 62. Cada una de mis lecciones, por sencillas que sean, son páginas de saber para vuestro espíritu, el cual pronto recogerá mi palabra para llevarla como semilla de vida a la humanidad. 63. No sabéis todavía cómo dar el llamado a vuestros hermanos para ser escuchados por todos; os digo que no os impacientéis, que cuando Yo contemple que estéis ya fuertes, os prepararé el camino y os daré los medios. 64. Benditos seáis vosotros que al orar buscáis a María como intercesora e intermediaria, porque espiritualmente Ella es vuestra Madre, aquélla que dejé a los pies de la cruz para que velase por todos los hombres y para que vosotros la amaseis y en su regazo buscaseis el consuelo. 65. María vino del Seno Divino a encarnar en el mundo para cumplir una misión como mujer y como Madre. 66. Sólo de una flor pura como ella podía brotar el fruto que diera la redención a la humanidad, fruto prometido por el Padre a los patriarcas de los primeros tiempos y al que dieron el nombre de Mesías. 67. Cuando el espíritu de María hubo cumplido su misión de amor, de ternura y sacrificio en la Tierra, volvió al seno de la perfección de donde había venido, porque María no es un ser sujeto a evolución como otros espíritus; María es una expresión divina, es la ternura de Dios. 68. Esta Doctrina viene a hacer luz en quienes no han podido contemplar la verdad de esa revelación. 69. El Espiritualismo viene a abrir un campo infinito de adelanto al pensamiento y al corazón para que podáis elevaros por el camino de la sabiduría. 70. Vos, pueblo, que escuchando mi palabra vais penetrando en ese mundo del espíritu, ya comenzáis a mirar con claridad lo que sólo habíais visto a través de misterios y enigmas. 71. En este tiempo ya no debéis ser los hombres de fe ciega, de fe que no razona ni analiza; vuestro espíritu ha crecido y quiere saber, quiere profundizarse y entonces he visto que el tiempo es propicio para enviaros mi luz como Espíritu de Verdad, a esclarecer y explicar todos los misterios, como os lo había prometido a través de Jesús. 72. Mañana, cuando hayáis comprendido los puntos esenciales de mi Doctrina y os encontréis capacitados para dar explicaciones de todo ello a quien lo solicite, comprobaréis que este mundo que apartó de su corazón mi nombre, cegado por la vanidad de sus glorias terrestres y por los triunfos de su ciencia, comienza a volver sus ojos hacia Mi, reconociendo la Doctrina de Cristo como la llave que abre las puertas de la verdad. 73. Pero esta nueva humanidad, desarrollada y despierta de entendimiento, exigirá la explicación de las revelaciones, el esclarecimiento de los misterios, el análisis de lo que recibisteis en sentido figurado, y quiero que sea este pueblo sencillo el que explique el sentido de mi palabra y enseñe con humildad lo que Yo le he revelado. ¿Os he dicho que este pueblo será el que interprete justamente las escrituras antiguas? Pues si lo pasado va a saberlo explicar, lo presente sabrá exponerlo con tanta sencillez que a muchos asombrará. 74. Mosaísmo, Cristianismo, Espiritualismo, he ahí tres lecciones diferentes sobre una sola Doctrina: la del Amor. 75. Es corto el número de los que habrán de levantarse a extender esta semilla; pero ¿Por qué no han de ser suficientes, si en el Segundo Tiempo fueron contados mis discípulos y sin embargo hicieron que la humanidad conociera la palabra de Jesús? 76. Fortaleced vuestro espíritu en mi enseñanza oh mis nuevos discípulos, y desead ser dignos de ser enviados mañana a las naciones, porque vuestro deseo será una prueba de amor, de fe y de buena voluntad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 269 1. Pueblo de Israel, que lleváis grabada en el espíritu la Ley de Jehová y la enseñanza de Jesús, recibid mi palabra, que os doy por conducto del hombre. Abrid vuestros ojos y mirad los acontecimientos de este tiempo para que sepáis que he venido una vez más a comunicarme con vosotros. Oíd mi palabra y analizadla, asimilad su esencia para que forméis con los dos testamentos anteriores, un solo libro en donde podáis estudiar eternamente. 2. Estoy acariciando vuestro corazón, con las pruebas lo preparo para los tiempos venideros porque después de mi partida, vosotros quedaréis en lugar mío. Habéis conmemorado en estas albas mi pasión. Habéis recordado y meditado en los hechos de aquel Maestro, sin hacer representación de estas lecciones sagradas. Habéis vivido aquellos días, porque sois los mismos espíritus que en aquel tiempo contemplasteis sorprendidos, llenos de asombro, mi jornada de principio a fin. Os sorprendió mi humildad, contemplasteis mi nacimiento en el seno de una familia pobre, que no poseía ni un techo propio, sólo vine a enseñaros a vivir en el cumplimiento de las leyes divinas. Muchos de vosotros no comprendéis el sentido de mis palabras y de mis obras, sino hasta pasado un tiempo, en que mi recuerdo venia a vuestra memoria y mis ejemplos eran como un libro abierto en vuestra vida. Hoy habéis vuelto a la Tierra y una vez más, me tenéis muy cerca de vosotros, habéis dudado de esta palabra que os doy por conducto del hombre. Me habéis preguntado con inconformidad por qué he escogido este medio y por qué se ha desarrollado mi Obra en esta forma, fuera de toda iglesia, y Yo os digo: he descendido en el seno del pueblo de Israel, estableciendo en su mayor número en esta nación, los demás están diseminados en todas las naciones, enviados por Mi, y con ellos me he comunicado espiritualmente. Estos son mis escogidos, los que se han conservado fieles a Mí, no se ha contaminado su corazón y su espíritu puede percibir mis inspiraciones. Por su conducto estoy entregando al mundo, un caudal de sabiduría. 3. Mi voz no cesa de llamar a los corazones. Mi luz se manifiesta en la conciencia dándole aliento para despertar y atraer a todo espíritu. No permitiré que esta humanidad a quien tanto amo, vaya más allá en su materialismo. Las pruebas la detendrán y cuando llegue a ella mi palabra, despertarán sus dones, su corazón será sensible y su camino quedará señalado. Entonces sabrá invocarme, buscaré en Mí el bálsamo y se convertirá en mi discípulo. 4. Yo formaré en derredor vuestro, un ambiente espiritual de bienestar que os envolverá y todo será propicio para la elevación espiritual. Sed pacientes con los incrédulos y veréis que después de un tiempo, mis manifestaciones serán tomadas como verdaderas y mi palabra será estimada. 5. ¡Cuánto os amo, humanidad, y como ansío que labréis vuestra fraternidad y concordia! 6. Seréis incansables, nuevos discípulos, hablando con esta verdad. Labios torpes que no pronunciáis mi palabra por temor, vais a desataros en el momento de vuestra decisión. Una sola palabra dicha en nombre mío, puede salvar a un pecador, cerrar abismos, detener en su camino a los obstinados en el mal. ¿Sabéis acaso el poder que tiene mi palabra? ¿Conocéis la fuerza de vuestra potestad? Hablad con ejemplos y cumplid con esa parte de mi Obra, que he confiado a vosotros, lo demás lo haré Yo. 7. Yo os contemplo como a mis discípulos del Segundo Tiempo. Entre vosotros están aquellos que representan a Juan, a Pedro, a Tomás y también a Judas. Ellos siendo rudos, hablaron lecciones admirables e hicieron prodigios imitándome. 8. Bienaventurados los que creen sin ver. Bienaventurado el que no me ha pedido el don de la videncia para creer, porque ese me ha visto con los ojos de su fe, ha reconocido el sabor del fruto de mi palabra y se ha alimentado. También bendigo a aquellos que, habiendo recibido ese don precioso como una misión, saben dar testimonio de Mí 9. Yo recogeré los frutos de vuestra siembra, aun los más pequeños que me ofrezcáis los haré multiplicar porque esta es mi voluntad. 10. El libro que estaba sellado en los cielos, se ha abierto en el Sexto capítulo, es el Libro de los Siete Sellos que encierra sabiduría y juicio y que fue desatado por mi amor a vosotros para revelaros sus profundas lecciones. 11. El hombre ha vivido cinco etapas en la Tierra, alentado por el soplo divino del espíritu, a pesar de lo cual no ha comprendido el sentido espiritual de la vida, la finalidad de su existencia, su destino y su esencia; todo era un Arcano impenetrable tanto para su mente, como para su espíritu, un libro sellado, cuyo contenido no llegaba a interpretar. Vagamente presentía la vida espiritual, pero sin conocer verdaderamente la escala de elevación que acerca a los seres a Dios; ignoraba su misión más alta en la Tierra, y las virtudes y dones que forman parte de su espíritu, para poder vencer en las luchas, elevarse sobre las miserias humanas y perfeccionarse espiritualmente para habitar en la luz eterna. 12. Era necesario que el Libro Divino se abriese y los hombres contemplaran su contenido, para poder salvarse de las tinieblas de la ignorancia que son el origen de todos los males que existen en el mundo. ¿Quién podría abrir ese libro? ¿Por ventura el teólogo, el científico o el filósofo? No, nadie, ni siquiera los espíritus justos os podían revelar su contenido, porque lo que el libro guardaba era la sabiduría de Dios. 13. Sólo Cristo, el Verbo, sólo El, el amor divino, podía hacerlo, pero, aún así, era necesario esperar a que los hombres estuviesen en condiciones de recibir la divina revelación sin que quedaran ciegos con el esplendor de mi presencia espiritual y tuvo la humanidad que vivir cinco etapas de pruebas, de lecciones, de experiencia y evolución para alcanzar el justo desarrollo que le permitiera conocer los misterios que el Arcano de Dios guardaba para los hombres. 14. La Ley de Dios, su divina palabra dada a través de Cristo y todos los mensajes de profetas, enviados y emisarios, fueron la semilla que mantuvo la fe de la humanidad, en una promesa divina que anunció siempre luz, salvación y justicia para todos los hombres. 15. Este es el tiempo esperado para la Gran Revelación, aquella por medio de la cual comprendéis todo cuanto os he manifestado a través de los tiempos y sepáis quién es vuestro Padre, quiénes sois vosotros y cuál es la razón de vuestra existencia. 16. Este es el tiempo en que, por la evolución espiritual que habéis alcanzado, las pruebas que habéis tenido y la experiencia que habéis recogido, podáis recibir de mi Espíritu hacia el vuestro, la luz de la sabiduría, reservada en mis Arcanos en espera de vuestra preparación, mas, habiendo llegado la humanidad al grado necesario de evolución para recibir mi mensaje, le he enviado el primer rayo de mi luz, que es éste que ha hecho hablar en éxtasis a los hombres rudos y sencillos que sirven de portavoz a mi inspiración. 17. Este rayo de luz ha sido de preparación tan sólo, es como la luz de la alborada cuando anuncia ya el nuevo día. Mas tarde os llegará mi luz de lleno, alumbrando vuestra existencia y alejando hasta la última sombra de ignorancia, de pecado y de miseria. 18. Este tiempo, cuya aurora admiráis en el infinito, es la sexta etapa que se inicia en la vida espiritual de la humanidad, era de luz, de revelaciones, de cumplimiento de antiguas profecías y olvidadas promesas. Es el Sexto Sello, que al desatarse, desborda su contenido de sabiduría en vuestro espíritu, en un mensaje lleno de justicia, de esclarecimiento y de revelaciones. 19. Para vosotros es la Sexta etapa, es el Tercer Tiempo en que os he hablado más de cerca, como en aquel Primer Tiempo en que materialicé en múltiples formas mi presencia y mi palabra, como aquel Segundo Tiempo en que humanicé mi Verbo para hablaros al corazón. 20. Hoy me hago oír nuevamente, pero ya no es a los sentidos a quienes me manifiesto, ni siquiera es a vuestro corazón a quien le hablo, es a vuestro espíritu con el que vengo a comunicarme para enseñarle el camino de la evolución que conduce al Reino de la luz, al Reino eterno y venturoso del espíritu. 21. ¿Qué guarda en su seno el Sexto Sello del Libro de Dios, en donde están escritos vuestros nombres y vuestros destinos? Encierra enseñanzas, pruebas muy grandes, revelaciones de sabiduría. 22. ¿Cuál es la misión de mis siervos dentro de esta etapa? Orar, meditar, regenerarse, sembrar unión, paz y luz espiritual, desarrollar vuestras facultades y potencias, luchar por vuestra elevación, destruyendo la ignorancia, el vicio, el fanatismo, en una palabra, el mal que en tantas formas se manifiesta entre la humanidad. Cuando los hombres hayan dejado de odiarse, de matarse y de traicionarse, cuando el perdón y la caridad se hayan extendido de corazón en corazón, de pueblo en pueblo, y la sangre y las lágrimas ya no corran, entonces se hará el gran silencio que significa la comunicación de espíritu a Espíritu, entonces Yo desataré el último sello, el séptimo, en cuya etapa los hombres se amarán como os enseñé cuando vine a la Tierra. 23. Aquí tenéis, en breve y sencillas palabras, como siempre se ha manifestado el Verbo de Dios, algo de lo que anheláis saber sobre los Siete Sellos del Libro de la Sabiduría y de la Justicia Divina. 24. Habéis oído, ahora entended, porque después tendréis que profetizar, que revelar y enseñar. 25. El Árbol Divino extiende sus ramas por comarcas y ciudades, dando sombra a los caminantes fatigados. Así tenía que ser en este tiempo para que, en el mismo instante os hiciera oír mi palabra en diferentes sitios, puesto que ahora vengo en Espíritu. 26. Esta comarca en la que estáis escuchando mi palabra, tuvo que ser preparada para que me pudieseis recibir. Pruebas, dolores y amarguras, fueron las que detuvieron vuestros pasos y os hicieron abrir los ojos a la realidad. Aquel dolor removió la tierra seca de vuestro corazón y las lágrimas la regaron, entonces quedasteis preparados en espera de la simiente que es mi palabra. 27. Ya sabéis para qué os he llamado: quiero que seáis labriegos en mis tierras y que extendáis por todas partes esta semilla. 28. Labriegos amados: ¡Despertad! Mirad: el sol ha aparecido en el horizonte, él os invita a la faena. 29. Yo soy ese Sol, y mi venida en este tiempo ha sido un nuevo amanecer para vosotros. 30. Que ninguno tenga dudas sobre si podrá o no podrá ser útil en mi campiña. Si Yo os he llamado, pensad que no puedo equivocarme. 31. No es una obra superior a vuestras fuerzas la que he venido a confiaros, mas, si os digo, que mientras mayor sea vuestro número y mayor vuestra unión, el peso de vuestra cruz será menor. 32. Antes de enviar a vuestro espíritu a este planeta le fueron mostradas las tierras, se le dijo que vendría a sembrar la paz, que su mensaje seria espiritual, y vuestro espíritu se regocijó, prometiendo ser fiel y obediente a su misión. 33. ¿Por qué ahora teméis ir a sembrar? ¿Por qué ahora os sentís indignos o incapaces para desempeñar la labor que tanto regocijó a vuestro espíritu cuando le fue encomendada? Es porque habéis dejado que las pasiones se interpongan en vuestro camino, obstruyendo el paso al espíritu, tratando de justificar su indecisión con motivos infantiles. 34. No vayáis a llegar con vuestras manos vacías al valle de donde vinisteis. Yo sé que vuestra amargura sería muy grande. 35. ¿Qué debéis hacer para dar el primer paso en firme? Meditad profundamente en mi palabra y después orar con toda vuestra fe y todos vuestros sentidos. De aquella preparación comenzará a surgir una fuerza interior que iniciará una lucha incesante con la envoltura. Se enfrentará el espíritu a la materia tratando de hacer oír la voz de la conciencia y de acallar la voz de la carne. 36. Así un tiempo tras otro, el espíritu irá logrando ocupar su sitio en la vida humana, y cuando volváis la vista contemplaréis muy distantes aquellos obstáculos que os impedían tomar vuestra cruz, para seguirme. 37. ¿No os reanima mi lección, párvulos, no os despierta mi palabra a la realidad, no os sentís alentados en vuestro espíritu? 38. Ved cómo mi palabra no ha tenido un solo reproche o reclamo para vosotros, sólo os ha venido a exhortar con frases llenas de luz, al cumplimiento de la misión espiritual que habéis traído a la Tierra, haciéndoos comprender que no abuséis de vuestro libre albedrío; que ni el espíritu se interponga en los deberes de la materia, ni ésta obstaculice al espíritu en su misión. 39. Sólo mi Doctrina podrá daros la norma para que alcancéis esa armonía entre el espíritu y la materia y la única forma para que hagáis en el mundo obras dignas de vuestro Padre, obras de discípulos en camino de convertirse en maestro. 40. ¿Cuándo venceréis en esta lucha interior? 41. Unos ni siquiera han iniciado la lucha, otros se encuentran en plena contienda, otros, muy pocos, han triunfado sobre la carne, pero también contemplo a otros que, habiendo empezado a luchar, se dejaron vencer por los enemigos que en ellos mismos llevaban y ahora van por sendas que no son las mías. 42. Volveré a buscarles, todavía quiero que por sí mismos descubran en dónde está la verdad y la esencia de la vida y en dónde están los espejismos, el oropel, la mentira. Yo sé que cuando retornen a Mi destrozados, sangrando del corazón y maltrechos del espíritu, ya no tendré que explicarles nada, porque ellos mismos fueron a desengañarse. 43. ¿Cuándo dejaréis de ser los niños caprichosos y curiosos? 44. Venid a mi mesa y mientras os recreáis con el sabor de mi palabra, dejad que vuestro espíritu se llene de luz. Veréis cómo después de mi lección sentiréis más fuerte el espíritu y más dócil y mansa la carne. 45. Mi Doctrina pierde todo su sentido si no la lleváis a la práctica. Bien sabéis, discípulos amados, que la finalidad de mi Ley y mi Doctrina, es la práctica del bien, y que por lo tanto, quien la lleve tan sólo en la memoria o en los labios, sin aplicarla a sus obras, está prevaricando. 46. Antes de levantaros a enseñar mis máximas y a exponer sus conceptos, debéis empezar por practicar la enseñanza que os he revelado, amando a vuestros semejantes, haciendo una vida elevada, sembrando de caridad y de luz vuestro camino; si esto no lo hacéis, desde ahora os digo que no habréis comprendido el Espiritualismo. El os descubre vuestra esencia, por medio de él podéis formaros un concepto certero sobre vuestro Padre y conoceros a vosotros mismos. 47. Es verdad que para lograr la espiritualidad, precisáis de cierta renunciación, de esfuerzo y sacrificio; pero si se ha despertado en vosotros un anhelo de elevación, si comienza a vibrar el amor en vuestro ser o si ha surgido el ideal por lo espiritual, en vez de sacrificios o de renunciación, será para vosotros un placer despojaros de cuanto inútil, superfluo o malo llevéis. 48. Oyéndome ha despertado vuestro espíritu, porque no ha sido la ceremonia rutinaria ni la palabra repetida en una misma forma, la que habéis escuchado. Mi enseñanza ha impresionado a vuestro espíritu por eso habéis venido siempre con el anhelo de saber qué voy a decir, qué voy a revelaros, pero nadie piense que con sólo escucharme o aprender mi palabra, ya ha cumplido. 49. En aquel tiempo, Yo, humanizado en Jesús, acompañé siempre mi palabra con obras de amor que quedaron escritas en toda conciencia, para que todo el que quisiera seguir mis pasos, me imitara en la luz de la palabra y en la verdad de las obras. 50. Oídme ahora, pueblo, y levantaos a dar cumplimiento digno y verdadero a mi palabra. Veo que lleváis tristeza en vuestro corazón, porque estáis presintiendo que no todas estas multitudes se van a apegar a la Ley que he escrito en vuestra conciencia, mas, Yo os digo que ahora, como en el Primer Tiempo, el pueblo se dividirá. 51. Yo os he hablado mucho y he marcado un solo sendero a todos, por lo que os digo que vendrá el juicio para este pueblo, cuando sea el día señalado por la voluntad de vuestro Padre para hacer cesar esta manifestación si algunos de mis hijos me desobedecen. He venido a vosotros como un libertador en este tiempo, señalándoos el camino del desierto, la jornada espiritual de la lucha por la liberación y la salvación, prometiéndoos al final la nueva Tierra de Promisión que es la paz, la luz y la felicidad del espíritu. Bienaventurados los que se levanten a seguirme en esta jornada, ansiosos de liberación y espiritualidad, porque nunca se sentirán solos ni débiles en las pruebas que les depare el extenso desierto. En cambio, ¡Ay de los que falten a la fe, de los que amen más lo del mundo que lo del espíritu, de los que sigan aferrados a sus ídolos y a sus tradiciones! Ellos creyendo servirme, serán súbditos del Faraón, que es la carne, el materialismo, la idolatría. El que anhele llegar a la Tierra Prometida, a la patria del espíritu, tiene que ir por el mundo dejando huella de bien. Venid por ese camino y no temáis, que si fundáis vuestra esperanza en que vuestra fe no es absoluta y Yo os digo que el que quiera seguirme, debe estar persuadido de mi verdad. 52. Os bendigo a todos, os perdono, os uno en mi amor. 53. Juzgaos a vosotros mismos a fin de que tengáis delante de la conciencia la confianza absoluta en la firmeza de cada uno de vuestros pasos. 54. Definid vuestra creencia así como vuestras prácticas para que sepáis si sois dignos de llamaros espiritualistas o si aún tenéis que esperar un tiempo más para ostentar ese nombre. 55. Muchos os llamáis espiritualistas, porque sentís fe en mi presencia a través de mi comunicación por el entendimiento humano y porque asistís con frecuencia a escuchar mi palabra, pero Yo quiero que seáis espiritualistas por la práctica del bien, por el conocimiento de la esencia de la vida, por vuestro amor a los semejantes, por vuestro culto a Dios a través de una existencia elevada, fecunda y virtuosa. 56. Dejad que sea mi palabra la que os despierte y levante, la que descubra ante vosotros todos los dones, facultades, potencias y virtudes que atesora vuestro espíritu, porque sois los que llevando en si una herencia, os creéis pobres por vuestra ignorancia. Vuestro Señor, viendo que vivís consagrados a la vida material, habiéndoos donado con la luz y la gracia espiritual, ha llegado hasta vosotros para despertaros y deciros que no es justo que sufráis hambre y sed espiritual teniendo a vuestro alcance el manantial divino de la sabiduría, al que se llega por la senda de la espiritualidad. Porque al principiar esta era, es como si también vosotros fueseis a principiar una jornada; pero de cierto os digo, que todo cuanto vuestro espíritu ha recogido en su pasado, es luz de experiencia y es temple para penetrar de lleno en las pruebas y lecciones que el Tercer Tiempo trae consigo. 57. Yo os atraigo hacia Mí para que aprendáis mis lecciones. Bienvenidos seáis todos ante mi Cátedra, benditos los perseverantes; vuestra presencia ante mi palabra tiene un gran significado, es la de vuestro anhelo de aproximaros a Mí Sólo Yo podré descubriros los dones que poseéis y haceros sentir la responsabilidad que tenéis ante vuestros hermanos. Este es el tiempo del juicio, el tiempo de la liquidación de toda deuda, el tiempo de la restitución. 58. Mi Obra Divina, es la luz que al envolver a la humanidad, la ilumina a través de la conciencia. A unos les llegará el Divino Mensaje en forma de inspiración, directamente, a otros a través de la palabra por medio de mis discípulos, a otros en forma de escritos, cuyas páginas contengan la esencia de mis enseñanzas. 59. Paso a paso y poco a poco irán despertando los hombres a la vida del espíritu, será para ellos como una nueva existencia, como empezar una nueva vida llena de promesas, sembrada de maravillosas sorpresas e iluminada por la luz del más grande ideal: Dios. 60. Si, pueblo amado, Dios es el ideal de los espíritus cuando ellos tienden a elevarse, porque decir Dios, es decir perfección, armonía, sabiduría, felicidad, luz, paz infinita, amor, eternidad, y el espíritu, cuando ha salido del crisol de las pruebas, cuando ha luchado con la carne y con el mundo en el inmenso mar de las pasiones, se detiene un momento a meditar en todo lo que ha pasado, como el náufrago que después de luchar desesperadamente contra las olas, llega por fin a tierra asido a un madero, símbolo de su fe y de su esperanza, y después de mirar al mar aún embravecido, exclama: ¡La nave se ha hundido, pero yo me he salvado! ¡Bendito sea el Señor de los cielos! Así es con el espíritu que, semejante al náufrago, después de la tempestad se detiene, medita, contempla sus pasiones, sus glorias terrenales y sus vanidades hundirse en el pasado como la nave destrozada del náufrago; pero, al comprobar que alienta en él la luz de la fe, regocijado exclama: "Padre mío, gracias os doy porque a pesar de tantas tormentas, no os he olvidado". 61. Esa es la hora del despertar en el espíritu y el instante en que inicia su elevación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 270 1. Bienaventurados los que en el último día de mi comunicación estén preparados, porque en verdad os digo que su espíritu estará presente en mi nuevo Cenáculo. Allí, recibiendo por vez postrera este pan invisible, verdadero pan sin levadura, vuestro espíritu se fortalecerá, se saturará de espiritualidad y de luz, con lo que pronto comprenderá la esencia de esta Doctrina. 2. ¡Qué solemnidad en esa hora postrera! ¡Cuánta luz sobre este pueblo! 3. El Reino de los Cielos se aproximará a vuestro espíritu con su eterna invitación a morar en él; los espíritus grandes, los fuertes, los espíritus de la luz, verdaderos sabios en el reino espiritual, estarán presentes en aquellos instantes. 4. Los precursores, los profetas, los que en otros tiempos trajeron mensajes divinos a la Tierra harán acto de presencia, porque mi palabra ha sido para todos los espíritus, así estén encarnados o libres de la materia. 5. Aquellos seres serán representantes de las infinitas moradas que en el Universo existen y asistirán a la última de mis manifestaciones que bajo esta forma os he dado en este tiempo. 6. ¿Qué contemplarán entre este pueblo? ¿Qué irán a descubrir? Sólo Yo lo sé, mas os encargo que veléis y oréis, para que seáis de los que se sienten a la mesa, de los que vengan a gozar y a llorar con el Maestro, de los que vengan a comer y a beber el pan y el vino de los cielos. Que no vayáis a llegar a la mesa urdiendo traiciones, porque sólo en apariencia habréis estado conmigo, porque en la realidad, vuestra conciencia no os permitirá gozar de la presencia de vuestro Padre. 7. ¿Sabéis por qué os hablo en esta forma? Porque sé lo que pasará, porque os conozco a perfección y sé quiénes me negarán y quiénes me serán fieles; sé quiénes permanecerán, fieles, porque han estudiado mi palabra y quienes van a confundirse porque nunca han analizado el fondo de mi Obra. 8. Mientras a unos sólo les interesó la esencia de mi palabra y anhelaron siempre el progreso y la evolución de su espíritu, a otros les agradó más el culto exterior, así mientras los primeros se recreaban recibiendo enseñanzas sobre espiritualidad, a otros les molestaba que sus errores fueran mencionados. 9. Sólo Yo sé quiénes me responderán de todo lo que, debiendo haber sido conocido a través de mis portavoces, haya sido retenido. 10. Comprended, pueblo, que en este Tercer Tiempo, como testigos que habéis sido de esta manifestación divina, tenéis la misión de extender con toda fidelidad y verdad este mensaje. Que habéis sido llamados y elegidos para llevar la Buena Nueva a la humanidad, enseñando a vuestros hermanos el camino espiritual, único que os conduce a la paz, a la verdadera luz y a la fraternidad universal. 11. Extenso ha sido el tiempo que os consagré para enseñaros, mas, si los postreros me escucharon poco, dejo para ellos mi palabra escrita, para que busquen en ella la esencia divina y todos alcancen la misma comprensión y espiritualidad. 12. Al seguir esta senda, no llevéis más ideal que el del perfeccionamiento de vuestro espíritu, perfeccionamiento que podréis lograr llevando mi Doctrina a la práctica, viviendo mis enseñanzas, consagrando vuestra existencia al servicio de vuestros semejantes en un continuo cumplimiento a las leyes divinas y a las leyes humanas. 13. Ya muchos luchasteis por vuestra vida material, ahora es tiempo de trabajar para el espíritu. 14. Ambas luchas son distintas en esencia, pues mientras la lucha humana es egoísta, porque es menester trabajar para sí mismo, la lucha espiritual debe ser absolutamente desinteresada, debéis sembrar de amor y caridad vuestro camino sin esperar recompensa. 15. Procurad penetrar y comprender mis enseñanzas, de tal manera que comprendáis que en la práctica de una vida elevada, limpia, y espiritual, es donde existen las mayores satisfacciones, las más grandes alegrías, los triunfos verdaderos y eternos. 16. El espíritu, cuando llega a elevarse sobre la materialidad del mundo y sobre la reaciedad de la materia, tiene que contemplar la vida a través de la luz de la verdad. Entonces es cuando descubre lo que es real y lo que es falso. 17. Me place que en el espíritu de mis hijos exista la paz y me llena de gozo que el corazón del hombre experimente alegría. Sólo quiero que os procuréis lo que sea verdadero, para lo cual os doy los medios en mi palabra. 18. Y en verdad os digo: Bienaventurados los que no se han familiarizado con mi palabra. Benditos los que obedecen y respetan mis mandatos porque ellos serán los que den testimonio de mi Obra. Son los que corresponden con amor al amor que en mi palabra les demuestro, son los que tienen caridad y gratitud hacia estos portavoces que van dejando su vida en este pueblo. 19. Pero ¡Cuántos se han familiarizado con mi manifestación! Asisten a mis enseñanzas como quien va a presenciar un rito o a cumplir con una tradición, y ése no es el cumplimiento que Yo espero de mi pueblo. 20. No ha llegado aún el instante en que todos toméis mi Obra en forma espiritual. Observad como mientras algunos de mis labriegos se tornan humildes y caritativos a medida que me derramo en bendiciones sobre ellos, otros se vuelven soberbios y egoístas, creyendo ser cada vez superiores a sus hermanos. 21. Los primeros trabajan en silencio, en la humildad, en la intimidad espiritual, los segundos no pueden estar contentos si no viven rodeados de adulación, de alabanzas y homenajes, gozando con la humillación de sus hermanos pequeños y débiles. Esos no son discípulos míos, porque jamás mis ejemplos, mi Doctrina o mis revelaciones les han enseñado tales acciones. 22. A los que os habéis labrado ese pedestal de vanidades, os digo con amor que descendáis de él, por convicción, por arrepentimiento, si no queréis que mañana os derriben los mismos que hoy os han elevado, como siempre les ha acontecido a los hombres que se han sentado en un trono de falso poder para desde él humillar a sus semejantes. 23. A los que han trabajado con humildad, sembrando con amor la semilla bendita de la caridad espiritual, os digo que continuéis sembrando, que sigáis recogiendo las lágrimas de los que sufren, que sigáis haciendo luz en los caminos de tinieblas, de ignorancia, de vicio y confusión. Ese es el camino, esa es la misión del labriego de Jesús. 24. A unos y a otros os quiero unidos en mi Obra, enlazados por la fe, armonizando en la espiritualidad, caminando por un mismo sendero, bajo el peso de una misma cruz. 25. No propaguéis por el mundo que sois maestros en espiritualidad, ni siquiera digáis que sois discípulos; mas procurad que vuestras obras estén lo más fielmente apegadas a mi verdad y ellas testificarán por vosotros. 26. En las horas difíciles de vuestra vida, en las grandes pruebas, invocadme con el espíritu, sin llamar exteriormente la atención de nadie y Yo haré sentir mi presencia y mi poder. 27. Mi campiña es infinita ¿Cómo puede haber quien crea que ella se encuentra limitada en estos recintos donde escucháis mi palabra? 28. Mis campos de labranza espiritual están en toda la Tierra, donde quiera que habite un hombre o exista un espíritu. Mi campiña se extiende más allá de este mundo, alcanzando a todas las moradas donde haya necesidad de luz, de paz, de cultivo espiritual, de purificación y perfeccionamiento. 29. Dejad que vuestros conceptos se amplíen, que vuestra mente rompa el círculo en que se ha cerrado y vuestro espíritu se liberte de esas cadenas con que la materia le ha sujetado, para que contemple lo infinito y se sature de lo eterno. 30. Se acerca el tiempo en que los hombres vengan hacia vosotros a escudriñar esta Doctrina, no tendrá mérito que les mostréis mi palabra para defenderos, ya que ella, proviniendo de Mi es limpia y perfecta en su esencia. Mérito será que al escudriñaros a vosotros, descubran en mi pueblo una vida humilde y limpia, hombres y mujeres que saben dedicar una parte de su tiempo a la práctica de la caridad, que a su paso van dejando una huella de consuelo y de luz. Ese será el testimonio vivo que deis al mundo, testimonio presentado a través de obras, no de palabras. 31. Bien está que el don de palabra tendrá que florecer en vuestros labios para conmover el corazón de vuestros hermanos; pero serán las obras las que confirmen cada una de vuestras palabras. 32. ¿Creéis que mis discípulos del Segundo Tiempo se concretaron a repetir lo que escucharon de su Maestro? NO, pueblo. Es cierto que la luz se derramó a raudales en la palabra que brotó de sus labios; pero sus obras, sus hechos fueron tan numerosos como sus palabras, por eso su siembra fue fecunda y abundante. 33. Por eso os digo: recread vuestro espíritu en mi palabra, oh, pueblo. Aún podéis disfrutar de esta gracia por un breve tiempo. Haced de vuestro corazón un cofre en el que guardéis toda la esencia de mis enseñanzas y que vuestro espíritu sea el arca donde quede depositada mi sabiduría. 34. Ya se aproxima el día en que estos ruiseñores dejen de trinar en las ramas de este árbol y no quiero que después vayáis a llorar los tiempos desaprovechados. 35. Cuando llegue la hora de cerrar esta etapa de comunicaciones, ya os habré dado todo lo que necesitáis para vuestra jornada espiritual. Nada os faltará. 36. Os he dotado de armas y de luz para que sepáis hacer frente a ese tiempo anunciado por Mi, en el que os he dicho que los hombres tratarán de destruir la fe entre ellos mismos, en que el amor a Dios sea combatido cual nunca antes lo fue; mas Yo estoy dejando en vosotros este pan de vida para que levantéis a los hambrientos de luz; bálsamo para sanar el dolor físico y el del espíritu, potestad para detener a quienes se extravíen de la senda verdadera. 37. Preparaos para que esos tiempos no os sorprendan, porque si durmieseis, despertaréis de vuestro letargo aterrados por acontecimientos dolorosos. Entonces no podréis pensar en los demás, pensaréis en vosotros mismos, cuando más en vuestros hijos, padres, esposos o hermanos y Yo quiero que os olvidéis de vosotros, de quiénes sois y de lo que poseáis, para que vuestro espíritu pueda ocuparse de su más alta misión que es la de amar a Dios en sus propios semejantes. 38. Quiero que améis a vuestros hermanos como si les conocieseis, bastándoos para ello saber que existen. 39. Uníos para que forméis el pueblo fuerte, el nuevo Israel que sepa abrirse paso a través de persecuciones, de vicisitudes y obstáculos, siguiendo paso a paso el camino luminoso de mi Ley, inspirados en la divina promesa de mi paz. 40. Sois tanto en lo espiritual, como por la sangre, un pueblo que lucha por la paz y por su libertad, que mucho ha sabido del yugo, de la carne y de la humillación. En verdad os digo, que es allí, en ese cáliz tan amargo, en donde se ha acrisolado y templado vuestro espíritu. 41. No dejéis morir el ideal de luz, de libertad y paz. Que comprendáis que esta senda espiritual que os brindo, llevará certeramente a la meta a los hombres de fe y de buena voluntad. 42. Mi justicia, manifestándose en plenitud sobre el mundo, os ayudará a testificar, os ayudará a convertir y a preparar los senderos. 43. La sed de verdad llegará a ser muy grande en la humanidad y habrá que darle el agua cristalina de mi enseñanza para que no sucumba. Tened siempre en cuenta que a los hombres de este tiempo, por su evolución espiritual, ya no se les puede engañar, que el mundo está a punto de abrir plenamente sus ojos a la luz, para decir: "Éste es el bien y éste es el mal, está es la luz y ésta es la tiniebla" y ya no quiere andar más por caminos torcidos, ni extraviarse en ritos y tradiciones. 44. El largo sendero de la experiencia, del libre albedrío, de la desobediencia y el mal, ya ha sido recorrido por la humanidad y se aproxima ya a su meta, a donde llegará confundida; pero donde también verá cómo se hace la luz en ella. 45. La conciencia, semejante a una fina espada de luz, luchará contra las tinieblas impidiendo que el espíritu se turbe, y cuando se serene y pueda mirar y juzgar su pasado, una sucesión de mirajes pasarán por su mente, fortaleciéndole para nunca volver atrás. 46. Mi palabra brilla ante vosotros en esos instantes, como el faro en las noches de tempestad, iluminando la ruta del perdido. 47. ¿Sería justo, que para ese tiempo no hubieseis alcanzado la debida preparación? 48. Bien sabéis que no sois indispensables para la redención espiritual de la humanidad; pero, ¿Qué sería de vuestra misión? 49. Yo todo lo puedo sin vosotros, mas, ¿Qué me responderíais cuando os llamase? 50. Discípulos: después de orar, pesad vuestra responsabilidad y medid el alcance de vuestra misión. No la ignoráis puesto que os he hablado de ella ampliamente. 51. Vengo a vosotros para fortaleceros con palabras de amor y sabiduría, os encontráis en vísperas de grandes acontecimientos. Os he anunciado que el mundo se conmoverá en el año de 1950. Esos sucesos marcarán el último año de mi comunicación y mi partida, para que cuando los hombres se interesen por buscar la verdad de mi manifestación y los hechos que la rodearon, encuentren que lo mismo al iniciarse mi comunicación en 1866, como al aproximarse su final en 1950, los cielos, la Naturaleza y la vida humana se conmovieron. 52. Pensad en el mundo del mañana, pueblo amado, en los hombres que angustiosamente andarán buscando indicios de mi presencia; pensad que vosotros vais a quedar como testigos fieles de todo lo que habéis visto y oído de Mí 53. Así como ha sido amplia mi enseñanza, así deberá ser vuestro testimonio, a fin de que no dejéis la menor duda o confusión en ninguno de vuestros hermanos. 54. Grabad bien en vuestro corazón, que no será con actos exteriores e impresionantes con los que tratéis de persuadir a vuestros hermanos, debe ser con la esencia espiritual de mi Doctrina. Podríais impresionar a aquéllos que vienen con su fardo de sufrimientos en busca de consuelo y que en su anhelo de encontrar alivio a su dolor ni siquiera reparan en la forma con que reciban el bálsamo; pero, pensad que ellos abrirán sus ojos y comprenderán que no les fue entregado en toda su pureza el bálsamo que de Mi recibieron los labriegos. En verdad os digo que la siembra hecha en esa forma, dará muchos frutos vanos. 55. El labriego que cimiente su labor en la práctica de una caridad verdadera, bien entendida, que además de llevar el alivio a los males del cuerpo, encienda la luz de la fe en Dios, e imparta conocimientos espirituales; aquél que olvidado de sí mismo, consagre algunos instantes al servicio de sus semejantes, ese hará sentir el Espiritualismo en sus hermanos, hará sentir mi presencia a través de sus obras y por consiguiente su parcela será fértil y su cosecha buena y abundante. 56. Debo decir a vuestro espíritu la misión a él encomendada, que no os engañéis a vosotros mismos, que de antemano analicéis vuestras intenciones, la finalidad de vuestras obras y para que comprendáis cuál puede ser el resultado que obtengáis. 57. Sois mis discípulos y debéis vivir alerta para que escuchéis la voz de la conciencia antes de llevar a cabo una obra. Entonces fijaréis la meta que queréis alcanzar más allá de esta vida, reconociendo que aquí sólo acumularéis méritos que con vuestra ayuda otros lleguen antes que vosotros, mayor será vuestro mérito, porque eso querrá decir que pensasteis más en ellos, que en vosotros mismos. 58. Delicada es la trayectoria del espiritualista, pues no podrá llamarse dignamente discípulo de esta Doctrina, quien después de recibida la lección, albergase odios, egoísmos, hipocresía o mala voluntad. 59. En el espiritualista debe haber paz, fe, caridad, perdón, sonrisa, comprensión, indulgencia y ternura, para derramarlos como bálsamo sobre los que sufren. Por otra parte, deberá existir en su corazón el celo, la fuerza y la energía ante los que alteren la verdad, la oculten o la vendan. 60. Os doy limpia mi semilla y os ofrezco campos preparados para sembrarla, por lo cual no hay razón para que a vuestro retorno me traigáis un mal fruto. 61. Tomad mi palabra y meditad seriamente en ella y sentiréis cómo se convierte en un fino cincel, el cual, penetrando en lo recóndito de vuestro ser, comenzará una obra de pulimiento en vuestro corazón. 62. Comprended, pueblo, que mi llamado ha sido para daros a conocer la misión que vais a cumplir en la Tierra. Ya vuestro espíritu sabia a lo que había sido enviado, pero faltaba que también vuestra materia recibiera la revelación, para que estuviese dispuesta a trabajar con el espíritu, formando ambos un solo ser y una sola voluntad. 63. Después de escuchar estas revelaciones, ¿Podría alguno de vosotros desconocer su misión? ¿Podría vuestro espíritu huir y renunciar a la lucha? Seria infantil querer huir de su propio destino, pretender alejarse de sí mismo. ¿Qué sitio podríais encontrar en este mundo o en otros, a donde no llegara mi voz? Ninguno, porque mi voz es vuestra luz. Por otra parte, ¿Quién podrá huir de este tiempo de pruebas? A cualquier sitio que os retiraseis, allí os seguiría la purificación. 64. En verdad os digo que la seguridad y la paz sólo las podréis encontrar en el desempeño y cumplimiento de la Ley que os he confiado. Los méritos que vuestro espíritu haga dentro del camino del amor, que son caridad y fraternidad, se reflejarán en vuestra vida humana, en paz, en tranquilidad, en confianza y salud. 65. En el Primer Tiempo el pueblo pactó con su Señor y juró cumplir con la Ley. Ahora no quiero que juréis, quiero que vuestro impulso por seguirme sea espontáneo, que vuestro cumplimiento sea por amor. 66. He visto en este tiempo reunirse a todas las congregaciones, formando una sola multitud, para conmemorar la fecha en que este pueblo me juró obediencia y unión, mas Yo os pregunto ¿Habéis cumplido con vuestro juramento? ¿Habéis sido obedientes a mis mandatos y os habéis unido? No, pueblo, no habéis cumplido, vuestro juramento fue en vano. ¿Para qué conmemoráis entonces aquella fecha? Más grato seria para Mi, veros distanciados en lo material, aunque nunca os reunieseis para conmemorar esas tradiciones, pero, en cambio si veros unidos espiritualmente, practicando en una misma forma mi Doctrina y dando cumplimiento a mi palabra. Entonces estaréis unidos en mi Obra y seria vuestra unión fuerte por el amor y la verdad, sin necesidad de tener que cumplir únicamente porque en vuestro espíritu lleváis el peso de un juramento. 67. Quiero que cuando el nuevo pueblo de Israel se levante a seguirme, su pacto sea de amor y de fe. 68 ¿Comprendéis por qué vengo aboliendo todas vuestras tradiciones? Porque ocupados en darles cumplimiento, os olvidáis de la verdadera esencia de vuestra vida, que es la de obedecer a la Ley. 69. Os digo que si antes de terminar mi comunicación en este tiempo, no os unís, ni os perdonáis, no sabéis las pruebas que lleguen a estremeceros, recordándoos vuestra falsedad y vuestra desunión. 70. Veo que os habéis familiarizado con mi palabra y que, cuando os hablo en tono de reclamo o de reconvención, cerráis vuestros oídos, confiando en que a los pocos instantes voy a perdonaros y a hablaros con infinita dulzura. 71. ¡Ah, pueblo, que no habéis querido guardar la semilla y que sólo buscáis deleite comiendo el fruto! ¿Qué será de vosotros, cuando os falte mi palabra? ¿Vais a inventar alguna forma de llenar vuestro vacio? No, pueblo, no tratéis de engañaros a vosotros mismos, mejor guardad desde ahora mi palabra en vuestro corazón, almacenadla y cuando dejéis de tener mi comunicación, seréis poseedores de un caudal inagotable de sabiduría, de una fuente de salud y de paz, de un manantial inagotable de bendiciones. 72. Mi palabra, a medida que se acerca el día señalado en que habréis de dejar de escucharla, se torna más clara. Algunos de mis portavoces han alcanzado su madurez y en premio a la preparación de ellos y del pueblo derramo mi palabra, llena de claridad y sencillez. 73. Antes era necesario hablaros en sentido figurado, porque los portavoces sólo estaban capacitados para hablar en esa forma de las enseñanzas profundas de mi verdad. Detrás de cada parábola o figura había siempre algo divino, o misterioso, que el portavoz no alcanzaba a interpretar. Más tarde, cuando su espiritualidad y su elevación le hicieron comprender su misión, desapareció de sus labios el sentido figurado, porque ya su entendimiento había logrado expresar lo elevado, a través de un lenguaje sencillo, al alcance de todas las mentes y de todos los espíritus. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 271 1. Yo os bendigo, pueblo, en vos bendigo a las futuras generaciones. 2. Contemplo que os habéis contaminado de los males del mundo, que como todos los seres débiles también habéis enfermado, pero vengo a purificaros porque os aguarda una grande, noble y delicada misión espiritual que cumplir. 3. En mi palabra os he nombrado "Israel", y cuando habéis escuchado ese nombre os habéis estremecido bajo el peso de una responsabilidad que nunca habíais imaginado poseer. 4. Ese nombre os hizo despertar y desde entonces dejasteis de alimentaros de satisfacciones frívolas, superfluas o malas, para sustentar el corazón y al espíritu con manjares sustanciosos, sanos, limpios. 5. Las bajas pasiones las vais cambiando por verdadero amor, los insanos placeres los vais dejando por las satisfacciones espirituales, y todo esto, que es regeneración y purificación, le ha dado sensibilidad a vuestro corazón y ha permitido que las potencias dormidas del espíritu comiencen a manifestarse en vuestra vida. 6. Cuando mi palabra ha llegado a vuestro entendimiento, como rayo de sol cuando ilumina una estancia, habéis concluido por confesar que sólo con amor hacia el Padre y hacia vuestros hermanos, podrá alimentarse vuestro espíritu. 7. Así es como se va haciendo la luz en este pueblo destinado a iniciar la Era de la Espiritualidad, por eso os digo que una vez ganada esta batalla sobre vosotros mismos, ya no descendáis, ya no retrocedáis un solo paso. 8. Cuando comencéis a dejar de sentir vuestros propios dolores para sentir los sufrimientos ajenos, estaréis dando un nuevo paso en el camino de mi Doctrina. 9. Estos son los tiempos anunciados por los profetas a la humanidad, en que el dolor llegará a ser muy acerbo para luego desaparecer y lentamente tornarse en paz. 10. La humanidad en su mayoría ignora mi llegada y mi presencia como Espíritu de Consolación, pero dentro de su ser presiente algo y me espera. 11. Este pueblo va a dar a los hombres la certeza de mi nueva manifestación. Esa es la razón por la cual estoy derramando sobre vuestro espíritu mi luz. 12. No más titubeos, pueblo, no más dudas ni desobediencias. Dejad que la fe y la confianza se enseñoreen de todo vuestro ser. 13. No huyáis de las pruebas de la vida, porque ellas son lecciones que debéis aprender. Sabed que habéis sido enviados en este tiempo para acrisolar vuestro espíritu en el desempeño de una misión elevada, noble y digna. 14. No dejéis para más tarde vuestro cumplimiento, pretextando que hoy tenéis muchos obstáculos para seguirme, que mejor vais a esperar que el sol de mañana ilumine plenamente vuestro sendero para levantaros a la lucha. 15. Mirad cómo la luz del Espíritu Divino cae incesantemente sobre vuestro espíritu para no dejaros caer o dormir. 16. A veces os sorprendo en el silencio de vuestras meditaciones preguntándoos por qué tan grandes deberes para con la humanidad, y Yo os digo que vuestra pregunta proviene de que ignoráis vuestro pasado espiritual, y por lo tanto, las deudas que tenéis contraídas con vuestros hermanos. 17. Cuando la certeza de vuestra responsabilidad para con los pueblos de la Tierra sea absoluta, tomaréis con gran amor vuestra cruz y empezaréis a escalar serenamente la montaña de vuestra elevación espiritual. 18. De vuestra memoria podrá borrarse el pasado, de vuestro espíritu irán quedado distantes las existencias anteriores, pero el Libro de la Vida donde queda todo anotado por Dios, nada queda en el pasado, nada se borra ni se olvida, ahí todo está presente y vivo eternamente. 19. Así es la justicia del Padre; perfecta, amorosa. 20. Cuando el hombre se pierde y se hunde en el cieno del mundo, el Señor derrama su caridad y salva al espíritu. Cuando creéis que vuestras obras en la Tierra os han perdido irremisiblemente para la vida eterna, el Divino Juez os da una ocasión para reparar vuestros yerros, alcanzando así la salvación por el esfuerzo, la voluntad y la perseverancia en el bien. 21. Ahora tenéis esa bendita oportunidad, podéis meditar en todo esto y esforzaros por dar cumplimiento a vuestra misión, para que cuando retornéis a aquel Valle de donde parten los espíritus para habitar el mundo material, lleguéis sin cargos y misiones incumplidas y en cambio podáis experimentar el goce verdadero de haber triunfado sobre la pequeñez y la rudeza de la envoltura en que vivisteis. 22. Vuestro espíritu está despierto como nunca, por ello os digo que de los pasos que deis en este tiempo, seréis responsables, ya que el lapso en que os he entregado mis enseñanzas fue muy extenso y muy amplia la palabra en la que os di mis lecciones. 23. No olvidéis que en los instantes más solemnes y en las horas de mayor trascendencia, es cuando la tentación os acecha más, cuando el corazón se debilita y el ánimo decae, cuando surgen las dudas, las incertidumbres y las indecisiones. 24. Inspiraos en la pureza de mi Obra, preguntaos qué es lo que más puede agradar a vuestro Padre, qué es lo que estáis haciendo bien y lo que estáis haciendo mal. 25. Escudriñad vuestras propias obras antes que juzgar las ajenas y veréis surgir infinidad de imperfecciones que habían pasado inadvertidas ante vuestros ojos por falta de estudio y de amor. 26. Arrojaréis de vuestro seno todo lo que sea fanatismo, idolatría, superstición, materialidad, y prácticas superfluas e inútiles. Será como si limpiaseis de mala yerba la tierra para luego sembrarla de hermoso trigo. 27. Aprovechad el tiempo que aún tenéis para escuchar mi enseñanza, para que ella os llene de luz, y de gracia, para que deis el paso firme hacia la espiritualidad, paso que no habéis dado porque habéis continuado dentro de un culto lleno de materialismo y de errores. 28. Hasta ahora os ha faltado fe para renunciar a vuestras formas, ritos y símbolos y buscarme espiritualmente en el infinito. Os ha faltado valor para ser espiritualistas y habéis ideado una forma de aparentar espiritualidad, ocultando tras de ella vuestra materialidad y vuestros 29. No os quiero hipócritas, sino sinceros y amantes de la verdad; por eso os hablo con suma claridad, para que depuréis vuestra vida y mostréis al mundo la verdad de esta Obra. ¿Os decís espiritualistas? Pues sedlo verdaderamente. No habléis de mi Doctrina mientras hagáis todo lo contrario, porque sólo confundiréis con vuestras obras a la humanidad. 30. Ante todo tened conocimiento de lo que es mi Obra, de lo que significa mi Ley, de cuál es vuestra misión y cómo debéis desempeñarla, para que si en vuestra senda no tenéis un guía digno de conducir vuestros pasos, os guiéis por la conciencia y por el conocimiento que en mi Doctrina hayáis adquirido. Así no podréis hacer responsable a nadie de algún tropiezo o de algún error. 31. También os digo, que si aquél que va con sus consejos guiando vuestros pasos espirituales, camina de acuerdo con mi Ley, lo sigáis fielmente, porque se ha hecho digno de vuestra confianza. 32. Cuando llegue la hora de pedir cuentas a este pueblo, mi voz llegará con la misma justicia a cada espíritu, puesto que mi palabra fue escuchada por todos en la misma forma. Allí nadie dirá: "Señor, reclámales a quienes sepan más y perdona a los que sólo hicimos lo que nos mandaron". 33. ¿Creéis que ante el mal ejemplo de un padre en la Tierra, vicioso o malvado, el hijo comete un error en no seguirlo en su manera de ser? ¿O creéis que el hijo está obligado a seguir los pasos de sus padres? 34. En verdad os digo, debe ser la conciencia y la razón las que os guíen por el sendero recto. 35. Mas no porque os apartéis del mal camino que os habían trazado los que tienen el deber de conduciros por la vida, vais a desconocerlos o a dejar de amarles, por el contrario, desde el sitio en donde encontréis salvación, haréis cuanto esté de vuestra parte por ayudar a quienes se hayan apartado de la ruta, es decir, que vuestra caridad y vuestro amor nunca deberán sufrir variación. 36. Tratad de compenetraros de mi palabra, discípulos amados, para que no tengáis que sufrir indecisiones cuando las pruebas os sorprendan. 37. El materialismo, como inmenso obstáculo se interpone en el camino de la evolución del espíritu; ante esa muralla se ha detenido la humanidad. 38. Os encontráis en un mundo en el que el hombre ha logrado desarrollar su entendimiento, aplicado a la ciencia material, pero su razonamiento sobre la existencia de lo espiritual, todavía es torpe, su conocimiento sobre todo aquello que no es exclusivo de la materia, se encuentra retrasado. 39. Este siglo que vivís, presenta dos fases: uno, la evolución de la mente y otro el estancamiento del espíritu. 40. Verdaderamente la luz divina irradia sobre los entendimientos y por eso se desprende de ellos mi gran inspiración cuyos frutos asombran a la humanidad. Es que la mente busca la libertad y expansión. Se profundiza el hombre en el estudio de la Naturaleza; escudriña, descubre, se recrea, se asombra, pero nunca titubea. Mas, cuando ha surgido en él la idea de esclarecer lo relativo a lo espiritual, de la verdad que hay más allá de la materia que conoce, entonces se encuentra temeroso, siente miedo de penetrar en lo desconocido, en lo que cree prohibido, en lo que pertenece tan sólo a seres elevados y dignos de investigar en los Arcanos de Dios. 41. Ahí se ha mostrado débil y torpe, incapaz de vencer con voluntad los prejuicios que lo agobian. Ahí se ha visto que es esclavo de torcidas interpretaciones. 42. Nunca será completo el desarrollo de la inteligencia humana mientras ésta no se desenvuelva en el plano espiritual. Ved cuán grande es el retraso de vuestro espíritu, porque os habéis consagrado al conocimiento de la vida terrestre. 43. El hombre es esclavo de la voluntad de otros, víctima de anatemas, de condenas y amenazas, mas ¿Qué se ha logrado con ello? Que abandone todos sus anhelos por comprender y alcanzar el más elevado conocimiento que el hombre debe poseer, impedirse a sí mismo el poder llegar a esclarecer lo que absurdamente ha considerado siempre un misterio: la vida espiritual. 44. ¿Creéis que eternamente va a ser un enigma para el hombre en la Tierra, la vida del espíritu? Si así pensáis os encontraréis en un error muy grande. De cierto os digo que mientras no conozcáis vuestro origen e ignoréis todo lo que al espíritu se relaciona, con todo el adelanto de vuestras ciencias, no pasaréis de ser criaturas que habitan en un mundo pequeño, entre plantas y animales, os seguiréis hostilizando por medio de vuestras guerras y sobre vuestra vida seguirá imperando el dolor. 45. Si no descubrís lo que en vuestro ser lleváis, ni descubrís en vuestros semejantes al hermano espiritual que en cada uno habita, ¿Vais a poder amaros verdaderamente? No, humanidad, aunque digáis que me conocéis y me seguís, si tomáis superficialmente mi Doctrina, vuestra fe, vuestro conocimiento y vuestro amor serán falsos. 46. Hoy desciende mi luz en forma vibrante e inspiradora a todo entendimiento, al manifestarme en palabra humana a través de estos portavoces se ha convertido en mi Doctrina para el que la ha escuchado, mas como toda ella tiende a la elevación de vuestro espíritu, la he llamado Espiritualismo importante de mi Doctrina es la esencia y la verdad que encierra. 47. Tiempo propicio es este en que la luz de mi palabra, la moral superior y la sabiduría de la espiritualidad, vienen a desbordarse sobre los corazones, como una lluvia fresca y benéfica después de la larga sequía del desierto que habéis cruzado. 48. Esta Doctrina es perfecta, como perfecta fue mi palabra expresada en el Segundo Tiempo y como cada una de mis inspiraciones; la perfección no es posible que la haya en los entendimientos a través de los cuales brotó, ella procede del Espíritu Divino que la inspiró. 49. Esta enseñanza es sencilla como todo lo puro, lo divino, y por lo tanto, fácil de comprenderse. Mas para que la pongáis en práctica a veces os parecerá difícil, las labores del espíritu requieren esfuerzo, renunciación o sacrificio por parte de vuestro cuerpo y cuando carecéis de educación o de disciplina espiritual, tenéis que sufrir. 50. Desde el principio de los tiempos ha existido la lucha entre el espíritu y la materia, al tratar de comprender qué es lo justo, lo lícito y lo bueno, para hacer una vida ajustada a la Ley presentada por Dios. En medio de esa lucha os parece como si un poder extraño y malévolo os indujese a cada paso a alejarse de la batalla, invitándoos a continuar por la senda de la materialidad, en uso de vuestro libre albedrío. Yo os digo que no hay más tentación que la fragilidad de vuestra materia: sensible a cuanto le rodea, débil para ceder, fácil para caer y entregarse, mas, quien ha logrado dominar los impulsos, pasiones y debilidades de la materia, ese ha vencido la tentación que en si mismo lleva. 51. ¿Qué de nuevo viene a enseñar el Espiritualismo, si ya la Doctrina de amor dada por Jesús en el Segundo Tiempo os mostró el camino a seguir? He venido a haceros entender aquella palabra y a explicárosla con mayor amplitud y enseñaros a practicarla espiritualmente. 52. La Doctrina de Jesús fue perfecta, ya que os fue revelada por el Verbo hecho hombre, en el cual se ocultó Dios. Aquel Verbo que en Jesús habló al Mundo es el mismo que os habla ahora en Espíritu y que ha venido a deciros que aquella enseñanza, aquellas obras y ejemplos que legue cuando habité entre vosotros, las sepáis aplicar a vuestra vida, que no porque os consideréis muy evolucionados y viviendo en una época muy distante de aquella, creáis que mi palabra está fuera de época. En el Espiritualismo podréis hallar la forma de aplicar mi Doctrina y mis ejemplos a la era que vivís y a la evolución que tenéis. 53. La palabra de hoy difiere de la de Jesús en el Segundo Tiempo, porque es dada a través de portavoces humanos y de que estos entendimientos son limitados en sus concepciones, pero la esencia de la palabra salida de sus labios es perfecta. 54. Nadie quiera ver en las materias humanas de las cuales me sirvo, la presencia de lo divino, ni en su voz humana la voz de Dios. Dios no tiene forma, ni tampoco expresión de voz humana como vosotros. Así, el que escucha mi palabra, no va a encontrar a Dios en la expresión exterior de la palabra humana, sino en su esencia. Esto es lo que he venido manifestando en todos los recintos. 55. Nuevamente el Maestro es con sus discípulos para recordarles aquella divina enseñanza que cual mensaje de amor y de paz traje a la humanidad en el Segundo Tiempo. 56. He vuelto porque estas generaciones presentes no han tomado mi palabra como norma y ley de su vida, y es necesario enseñarles el camino con nuevas lecciones que les aclaren lo que no habían comprendido. 57. Caprichosamente marcha el hombre sujeto a los impulsos de su libre albedrío, ajeno a muchas realidades de la vida. 58. Ya no era tiempo de que existiese reinados en la Tierra, ni pueblos fuertes que humillasen a los débiles, y sin embargo existen, como una prueba de que aún prevalecen en el hombre las tendencias primitivas de despojar al débil usando la fuerza y de conquistar por medio de la violencia. 59. Ciertamente coloqué al hombre en la Tierra para que en ella se enseñorease y reinase, para que reinase sobre un mundo de paz, de comprensión y armonía, en el que fuese un príncipe obediente y fiel al Rey, que es su Creador. 60. Es otro el reinado que los hombres han formado en la Tierra, reinado de falsa grandeza, de vanidades, de falsos esplendores. Por eso no tiene el mundo entre sus más grandes riquezas los tesoros espirituales como son la paz, la sabiduría y la elevación espiritual. 61. La humanidad anhela un poco de paz, pero nunca la busca por los medios que existen para llegar a ella, como son, el razonamiento, el perdón, la caridad, la reconciliación, el amor. 62. Ahora Yo os anuncio una lucha grande, intensa, entre los que busquen el establecimiento del Reinado de la paz y aquellos que pugnan por defender o aumentar el poder de su reinado terrestre. 63. La lucha entre el espíritu y la materia, la antigua batalla entre lo eterno y lo temporal. El espíritu frente a la materia. ¿Quién vencerá a quién? Unos dicen: el espíritu, otros dicen: la materia, Yo os digo: ninguno vencerá. 64. En esta batalla no se trata de que el espíritu triunfe humillando a la carne, porque si así fuese, su triunfo sería falso. La victoria definitiva será para ambos, cuando materia y espíritu unidos, armonizando y cumpliendo ambos con su destino, marchen bajo un solo ideal, por la senda de justicia y amor, que es el camino trazado por mi Ley. ¡Cuánto daño se hacen los hombres con sus guerras fraticidas! Los días, los meses y los años pasan sin tener un poco de paz en el corazón, viviendo en constante zozobra; bajo amenaza de sus propios hermanos convertidos en enemigos. ¿Es vivir esto o por lo menos, luchar por un ideal elevado? No, pueblo: los hombres se matan por sus humanas ambiciones que valen mucho menos que su vida; pero no quieren conocer el precio de una vida; no quieren saber que la existencia de un hombre es sagrada y que sólo puede disponer de ella Aquél que la creó. 65. Este mismo mundo que ahora habitáis, ha sido por mucho tiempo campo de batalla y no le ha bastado al hombre la enorme experiencia legada por sus antepasados, experiencia amarga y dolorosa que es como un libro abierto por la conciencia delante de los hombres de este tiempo, pero es duro el corazón de la humanidad para aceptar aquel fruto de experiencia que es como un legado de luz. Lo único que han heredado de sus antepasados ha sido el odio, la soberbia, el rencor, la codicia, el orgullo y la venganza que les fue transmitida en la sangre. 66. Será menester que la Tierra se vista de rojo con la sangre de muchos inocentes y más tarde se vista de negro con el luto de los que sobrevivan. 67. Todos los reinados levantados por los hombres sobre cimientos de soberbia y de orgullo, han caído, porque sus bases en apariencia sólidas, eran falsas y no pudieron resistir mi justicia. 68. Estos poderíos que ahora asombran a la humanidad, pronto los veréis derrumbarse estrepitosamente, y si después de éstos, otros se levantan, también caerán. 69. Cuando los hombres unan sus pueblos y se rijan espiritual y humanamente por las leyes de amor y de justicia que el Padre les ha revelado desde el principio de los tiempos, entonces habrán construido los cimientos firmes para un reinado de paz, en el que habrá por primera vez en el mundo, armonía, fraternidad, progreso real, prosperidad en el espíritu y en el hombre, sabiduría, ciencia y bienestar. 70. En esta alba de gracia, pueblo amado, concentraos con vuestro pensamiento y auscultad vuestros sentimientos para que sepáis cuánta fuerza tiene vuestra fe, respecto de la Doctrina que estáis recibiendo. 71. Cuando os sintáis preparados, lo suficientemente fuertes para trabajar por mi Obra, levantaos dando a conocer mi palabra, la cual será el cimiento firme de un mundo nuevo, de ese reinado de paz y de verdad que os he anunciado. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 272 1. Yo os bendigo Israel, y en vosotros bendigo a las generaciones presentes y futuras. Sois mis discípulos amados, los que habéis sabido de mis revelaciones y mis mandatos en todos los tiempos. Os he enviado a la Tierra en una nueva reencarnación, mas antes os he preparado y prevenido, diciéndoos cómo se encuentra la humanidad de este tiempo, os he hablado de su materialismo y confusión, y os habéis preguntado si podréis cumplir vuestra misión, y cómo podréis hacer penetrar mi palabra que es esencia sutil, que es ternura y luz, en esos corazones duros como la roca. El Maestro os enseña a luchar, os convierte en labriegos y os entrega los corazones como tierras que debéis preparar, cultivar y hacer fructificar. 2. Al oír mi palabra por conducto del hombre y al llamaros Israel, se ha estremecido vuestro espíritu. Vuestra materia frágil ignoraba estas revelaciones, mas el espíritu sabe y reconoce su misión. Yo os digo: estáis señalados para colaborar en mi Obra y debéis velar por vuestros pasos. No descendáis, no os materialicéis, confundíos con las turbas, porque no sois superiores a vuestros hermanos, trabajad en silencio, que sólo os distinga el amor y la caridad por vuestros semejantes. 3. Vuestra presencia, disipará tinieblas y si cerráis vuestros labios, porque no encontraseis ocasión propicia para hablar de mi enseñanza, vuestro espíritu hablará y haréis luz y justicia entre vuestros hermanos. 4. En este tiempo de dolores he venido a consolaros. Todos los espíritus saben que llegará el día de su liberación y esperan ver a su Salvador; no saben en qué forma vendrá, pero ellos esperan e interrogan al Arcano. 5. Vos, pueblo, tenéis la confirmación de todo lo que había sido profetizado y debéis llevar esta luz a la humanidad. Decidle que la amo y que en cada instante de vida que le doy, manifiesto mi caridad y mi poder. Ayudadla a perfeccionarse, decidle que me busque con pureza, que me ame en espíritu. 6. Yo me comunicaré con ella, cuando vosotros mis labriegos, hayáis preparado su corazón. Os dispersaré y en vosotros pondré mi Espíritu para hacer llegar mi palabra a los hombres de todas las razas y creencias, porque Yo conduzco a la humanidad a un solo fin, a la única verdad. 7. Van los hombres tropezando en los escollos del camino, lamentando y sufriendo, y todo esto obedece a la restitución y a la justicia que ha llegado para transformarlos, según es mi voluntad. Quiero que mis hijos me amen como Padre y se espiritualicen para que vivan en paz. 8. Cuando una gran prueba llega a vuestro corazón, me preguntáis con inconformidad. "¿Acaso está escrito en mi destino que he de apurar este dolor? ¿Es mi restitución? ¿Es tu voluntad, Padre?" Y Yo os digo: nada se mueve sin mi voluntad. Hay en vuestro destino muchas pruebas que habéis de apurar, unas serán la consecuencia de vuestras faltas a mi Ley; otras irán de mi Espíritu al vuestro, sin embargo todas son justas, aunque vosotros las juzguéis innecesarias. Si veláis y estudiáis, ellas hablarán de mi perfección y de mi amor. Abrigad esperanza y fe aun en los días de mayor amargura y confiad en que el día siguiente será mejor, que el sol de mi amor iluminará vuestro espíritu y materia y que vuestra razón e intuición serán claras y seréis conducidos a buen fin. Cuando lleguéis al término de vuestra jornada, habrá paz en vosotros y alegría en el Padre. Después de cada prueba conoceréis vuestra fortaleza, y Yo recibiré el fruto de ella, según el amor que me demostréis. 9. ¡Humanidad: dad la bienvenida al Tercer Tiempo, en el cual los hombres encontrarán la sabiduría espiritual! Es la Era en que me sentiréis a través de la fe, de la intuición y la espiritualidad. No esperéis mi presencia en forma humana, ni busquéis mis heridas para hundir en ellas vuestros dedos para creer en Mí. 10. Todo será espiritual en este tiempo. 11. Ha llegado la hora en que me concibáis y sintáis como Espíritu, dejando todo vuestro materialismo. 12. ¡Ay de los pueblos que se obstinasen en su idolatría, en su fanatismo y en su rutina! No podrán contemplar mi luz, ni sentirán el goce infinito del despertar del espíritu. 13. Ciertamente mi Doctrina conmoverá al mundo, mas, cuando la lucha haya cesado, se sentirá en la Tierra la verdadera paz, aquélla que viene de mi Espíritu. Sólo seguirán sufriendo los necios, los reacios de entendimiento y duros de corazón. 14. Un mundo invisible flota y vibra sobre la humanidad. Un mundo de seres de luz, a cuyo frente va Elías, guiando y ordenando todo. 15. ¡Benditos sean los que se muestren sensibles ante aquella influencia celestial! 16. En todos los pueblos de la Tierra hay hombres cuyo espíritu fue enviado para ayudar en su labor al Mundo Espiritual, ¿Qué será de ellos si dejaran que su corazón se convirtiese en una roca insensible a las inspiraciones espirituales? Tendrían que beber un cáliz muy amargo para retornar al camino del que se alejaron. 17 Para Mi no puede ser imposible el arrepentimiento de un ser, su regeneración ni su salvación. No sería Todopoderoso y el hombre seria más fuerte que Yo. ¿Concebís mi poder inferior a la fuerza que tiene el mal en los hombres? ¿Consideráis a las tinieblas humanas superiores a la luz divina? ¡Jamás! Me dice vuestro corazón. 18. Pensad que mi misión, después de haberos dado el ser, es la de llevaros a la perfección y la de uniros a todos en una sola familia espiritual, y no olvidéis que mi voluntad se cumple por sobre todo. 19. Yo, el Sembrador Divino, deposito invisiblemente mi simiente de amor en cada espíritu. Sólo Yo sé en qué tiempo germinará esta semilla en toda la humanidad y sólo Yo sé esperar con paciencia infinita el fruto de mis obras. 20. Tomad la esencia de esta enseñanza y principiad por sembrar unión en el seno de vuestras familias, luego procurad la armonía entre las congregaciones que integran vuestro pueblo y ya una vez unidos por los lazos espirituales, dejad que de vuestro seno irradie hacia el exterior vuestra paz y vuestra bienandanza. 21. Si os ponéis a calcular la lucha que se necesitará para convertir a toda la humanidad y si os ponéis a juzgar la magnitud del pecado que existe y la miseria que en todas partes hay, tendréis que sentiros abrumados ante vuestros pensamientos, mas, ¿Quién os ha dicho que tan sólo vosotros tendréis que salvar al mundo? Conformaos con hacer bien la parte que a cada quien os corresponde y dejad que los demás cumplan con la suya y veréis cómo día a día y paso a paso, con la ayuda de vuestro Padre, seréis testigos del cumplimiento de mi palabra. 22. Os tocó habitar en la Tierra en estos instantes difíciles para la humanidad, son los principios del Tercer Tiempo; mas no os quejéis de vuestro destino, porque ello significarla un reproche para Mí. Pensad que cada uno de vosotros, me refiero a vuestro espíritu, ha estado varias veces en la Tierra, y que en algunas de aquellas existencias habéis saboreado todo aquello que el corazón humano desea. 23. Tened la certeza de que quienes más sufren en este tiempo, es porque antes bebieron hasta el fondo en la copa del placer, de las satisfacciones humanas y de la gloria del mundo, con lo que se alejaron de la senda espiritual y se mancharon. 24. El tiempo de la restitución y de la purificación tenía que llegar aunque para ello tuvieran que pasar siglos sobre el mundo y vuestro espíritu tuviese que aguardar esa hora. Y ese tiempo ha llegado, es éste, comprendedlo, vividlo y aprovechadlo. 25. Recibid la luz del Espíritu Consolador, Aquél que había de venir según mi promesa hecha a los hombres. 26. Entended ahora porque mi presencia en forma invisible viene a darle cumplimiento a aquella promesa. No soy ahora Cristo encarnado, sino Cristo en espíritu, derramando luz, amor, sabiduría y consuelo sobre los que sufren. 27. El amor viene nuevamente a alumbrar vuestra vida, humanidad, vengo a enseñaros la senda espiritual y a descubriros la verdad que en vosotros existe, para que conozcáis la luz divina. ¿No os dais cuenta que estáis en un error, creyéndoos más grande de lo que sois? Creéis en vosotros según la carne, según la persona humana. ¿Y sabéis que esa creencia es falsa, porque lo humano es pasajero? Yo he venido a enseñaros a que apoyéis vuestra fe y adelanto en los valores de vuestro espíritu porque ellos son firmes y eternos. 28. Habéis creído que sólo sois materia y que sólo este mundo existe y por eso lloráis tanto en la vida y vuestra lucha es angustiosa y desesperada. 29. Vuestro materialismo, ha convertido el Edén que confié al hombre, en un infierno. 30. Falsa es la vida que los hombres llevan, falsos sus placeres, su poder y su riqueza, falsa su sabiduría y su ciencia. 31. A ricos y a pobres os preocupa el dinero, cuya posesión es engañosa, os preocupa el dolor o la enfermedad, os estremece la idea de la muerte. Unos temen perder lo que tienen y otros ansían tener lo que nunca han poseído. A unos todo les sobra, mientras a otros todo les falta, pero todas estas luchas, pasiones, necesidades y ambiciones, sólo hablan de vida material, de hambre del cuerpo, de bajas pasiones, de anhelos humanos, como si en realidad careciese de espíritu. 32. El mundo y la materia han vencido temporalmente al espíritu, comenzando por reducirlo a la esclavitud y acabaron por nulificar su misión en la vida humana. ¿Cómo no vais a daros cuenta por vosotros mismos, de que esa hambre, esa miseria, ese dolor y esa angustia que deprime vuestra vida, no son sino el reflejo fiel de la miseria y el dolor de vuestro espíritu? 33. Era indispensable que Yo viniera a descubrir la verdad que en vosotros existe y que no habéis querido mirar, mas, ya he llegado, ya estoy con vosotros y os enseñaré en principio a escuchar el mensaje de vuestra conciencia que por mucho tiempo habíais retenido. 34. Pronto os daréis cuenta de que la vida no es cruel con vosotros los hombres, sino vosotros los crueles con vosotros mismos. Sufrís y hacéis sufrir a quienes os rodean, por falta de comprensión. Os sentís solos, miráis que nadie os ama y os volvéis egoístas y duros de corazón. 35. Es cuando vengo a hacer oír mi voz que os dice que os elevéis, para que se ennoblezcan vuestros sentimientos, que no veáis bajezas e inmundicias, sino miserias y necesidades que perdonar y que aliviar. 36. Elevad vuestra mente y vuestra mirada al Eterno para que os llenéis de pensamientos puros. 37 En el infinito, que es el espacio del espíritu, vibra la luz, los pensamientos elevados y la paz verdadera. Subid hasta ahí y fortaleceos en aquellas regiones. Mientras no ascendáis, os seguiréis enfermando, seguiréis riñendo sin reconoceros como hermanos. 38. Ese materialismo ha distanciado a los hombres. La semilla de la división se ha multiplicado en tal forma, que no son pueblos con pueblos los que se desconocen, sino hasta padres con hijos y hermanos con hermanos. 39 Por lo menos vos, pueblos, que os alimentáis con mi Doctrina, levantaos del fango, aprended a amar y a perdonar. No cifréis toda vuestra tranquilidad y felicidad en el mundo de la materia, dividid vuestros afanes e ideales entre lo espiritual, tratando de dar a cada parte lo justo. 40 Dejad de creer que todo lo vais a hacer por la materia, comprended que para elevarse hacia Dios, sólo lo podréis hacer con el espíritu. 41 ¿Cómo ha de ser justo que os eternicéis en la creencia de que con obras materiales vais a labrar la gloria a vuestro espíritu? Daos cuenta de todas vuestras equivocaciones y errores. Si así como vivís materializados creéis que ese es el fin para el que fuisteis creados, de cierto os digo que el despertar de vuestro espíritu a la verdad, será muy amargo. 42. Dios quiere hijos obedientes, no esclavos, y sólo sois esclavos de vuestras pasiones y de las ajenas. 43. Sois como avecillas perdidas que en vez de trinar, gimen angustiosamente. Ya no bendecís en el día los beneficios que os doy, ya no bendecís mi nombre cada vez que a vosotros llega mi caridad. 44. Os sentís desfallecer porque os habéis confiado a las fuerzas de la materia, mas ésta es débil. Seréis fuertes, cuando podáis comprender el gran error de considerar al mundo como el verdadero reino de la felicidad. En el momento de iluminación y comprensión, el espíritu se sentirá avergonzado de tanta pequeñez, porque en la materia se empequeñeció. No quiso ser el cóndor que conquista las alturas, prefirió imitar a aquellas aves que necesitan las tinieblas para habitar en ellas porque la luz les ciega. 45. Mi Doctrina debe ser bien entendida a fin de que comprendáis que no viene a enseñaros a que desconozcáis la vida humana, sino a vivir la verdadera, pero con vuestra mirada, vuestra mente e ideales en lo eterno. 46. Hoy es tan grande vuestra ignorancia espiritual, que cuando recordáis a los que han partido al más allá decís. "Pobre, murió, y tuvo que dejarlo todo y se fue para siempre". 47. Si supieseis con qué compasión os ven desde el mundo espiritual, aquellos seres cuando os escuchan hablar así. ¡Piedad es lo que sienten por vosotros ante vuestra ignorancia, porque si les pudieseis contemplar, aunque fuese por un solo instante, os quedaríais mudos y asombrados frente a la verdad! 48. Vosotros vais a llorar ante los restos inertes que quedaron en las entrañas de la tierra, y mientras llenáis de flores y regáis de lágrimas la losa que les cubre, aquellos que se libertaron de esas materias y habitan en el reino de la libertad y de la luz, dicen: "Oh, pobre materia, cuánto te amé y defendí, cuánto te procuré en honores y goces, vanidades y grandezas pasajeras y sólo eres ahora un puñado de ceniza en un obscuro sepulcro". 49. Meditad todos en mi cátedra y veréis en ella explicado con suma sencillez los misterios que no habéis querido hasta ahora conocer. 50. ¿En qué tiempo mejor que éste, podría haber venido Yo a consolaros? Ciertamente podéis decir también, que Cristo en este tiempo descendió a los infiernos, porque ¿Qué más infierno que vuestra vida de pecados en que se debate el mundo? Yo vengo a salvaros porque andáis lejos de la verdadera senda, tan lejos, que habéis querido vivir sin Mí, cuando la verdad es que vuestra vida y la mía son una sola. 51. La existencia del hombre, separada de las leyes de Dios, es vacía y falsa; mirad por qué he venido a daros la luz para salvaros con la misma palabra que desde antaño os traje, porque una sola es la verdad y por lo mismo una sola Doctrina. Vuestro amor propio levantó tronos de idolatría para vosotros, pero, convencidos de que el rey que creíais llevar era falso, vuestro corazón quedó desorientado, mas dentro de vuestro ser podéis buscar la presencia de vuestro Dios, el Rey verdadero. Cuando ahí me encontráis, no os pido que me erijáis un trono, prefiero un altar de amor y humildad donde alumbre una lámpara de fe. 52. Mucho es lo que necesita vuestro espíritu. Analizad ¿Cuántas veces por día alimentáis vuestro cuerpo? Si uno de esos alimentos llega a faltaros, os sentís debilitados. ¿Y vuestro espíritu, cuántas veces por día le alimentáis de mi palabra? 53. Comprended cuán grande será el hambre y la sed espiritual de la humanidad en medio de la aridez de vuestra existencia y así justificaréis mi presencia en Espíritu para explicaros mi verdad y consolaros en vuestras grandes aflicciones. 54. Sirva mi enseñanza y mi venida en este Tiempo para que mis nuevos discípulos, que quiero seáis todos vosotros, se conviertan en espíritus de consolación como su Maestro y se levanten por los caminos de la Tierra realizando mi Obra, sembrando mi amor, haciendo luz, llevando al corazón de los niños el amor y la comprensión, que llenen el vacio inmenso de su ser; llevando el bálsamo a los enfermos vencidos por el dolor de la envoltura, cuyos males acaban poco a poco con su vida, el consuelo a los pobres y a los abandonados, que no tienen un ser en quién reclinar su sien. 55. Cuando veáis la realidad de esos grandes sufrimientos compararéis, y bendeciréis vuestro dolor que creíais que era el más grande, y diréis. "Señor, por todo lo que poseo debiera ser dichoso". 56. Será necesario que intiméis con el que sufre para que vuestro corazón reciba muchas lecciones que lo dulcifiquen, que lo enternezcan y aparten de los falsos goces, para pensar un poco en aquellos que tienen hambre de afecto, necesidad de amor y de consuelo. 57. Una vez que sintáis como vuestro el dolor ajeno, nada tendré que deciros. Por vosotros mismos os levantaréis en busca de los necesitados, que yacen en los lechos de dolor de los hospitales. Vuestra mano sin que sintáis repulsión, se posará amorosamente sobre el leproso, y sabrá acariciar al niño huérfano de ternura. Vuestros labios llevarán en su palabra la luz al espíritu y sabréis encender una flama de fe en los que van por la vida sin rumbo, sin amor y sin Dios. 58. El espiritualista no acumulará en abundancia los bienes materiales; pero procurará ser siempre rico de los tesoros del espíritu. Él sabrá siempre lo que tiene y lo que es. Sufrirá como todo mortal, pero nunca se desesperará ni renegará. 59. Tened presente mi ejemplo en toda ocasión, aquella vida que dediqué a amaros, a consolaros y enseñaros el camino hacia la felicidad eterna. Hablé de ese camino a través de mi Doctrina, para que muchos me escuchasen, no tuvo sitio especial para hacer oír mi palabra, lo mismo en las plazas que en los pórticos, en las calles o en los templos, en los caminos o en las montañas, hice escuchar el mensaje que hablaba del Reino de los Cielos. 60. Estad siempre preparados con vuestra alforja colmada de méritos hechos en la lucha, para que mi llamado hacia la otra vida, en ninguna hora os sorprenda. No esperéis esa hora para partir con vuestro espíritu vacío de méritos, porque entonces querréis haber hecho mucho bien en la Tierra y ya será tarde. Estad siempre en comunión con vuestra conciencia, porque no sabéis en qué momento sea vuestra partida. 61. No desmayéis, oh espíritus, que es a quienes dirijo especialmente mis palabras. Perseverad en mi camino y conoceréis la paz. En verdad os digo que todos estáis destinados a conocer la dicha; dejaría de ser vuestro Padre si no hubieseis sido creados para compartir la gloria conmigo, pero no olvidéis que para que vuestro goce sea perfecto, es necesario que labréis paso a paso vuestros méritos a fin de que vuestro espíritu llegue a sentirme digno de aquel divino galardón. Ved que Yo os ayudo, que os acompaño a lo largo del sendero, tened plena confianza en Mi, sabiendo que mi misión está unida a la vuestra y mi destino al vuestro. 62. Si no habéis podido elevaros hasta Mi, Yo he venido a vosotros, dándoos con ello una prueba más de mi caridad y un aliciente para vuestra fe. Os amedrenta el sólo pensar en vuestro cumplimiento, es que sois fuertes para las luchas del mundo, pero débiles para la misión del espíritu. Me decís que todavía tenéis muchos defectos para poderos considerar mis discípulos, mas Yo os digo que cada defecto es a semejanza de una piedra y el conjunto de ellos es como un fardo. Mientras vais caminando bajo el peso de aquella carga os es imposible elevaros; pero a medida que vais arrojando lejos de vosotros la pesada carga de vuestros defectos, comenzáis a sentir que podéis elevaros a las alturas del espíritu. 63. Dejad que mi palabra os perfeccione. Sé que no todos venís con el corazón preparado para oírme, que hay quienes se ríen de esta manifestación y quienes dudan, así como hay quienes creen que aun siendo elevada la palabra, no es de Cristo, sino de algún otro ser. Mas Yo os digo que mi pensamiento viene en busca de estas mentes para manifestarse en sabiduría. 64. ¿Quién tiene derecho a dudar de mi presencia entre los hombres, cuando os he dado pruebas de estar sujeto a vosotros por mi amor? Pensad en Jesús clavado en el madero, y ¿Qué representa aquella cruz sino a la humanidad? En verdad os digo que aún sigo enclavado en mi cruz de amor, que está representada por mi amor hacia mis hijos. 65. Dudáis, juzgáis y hasta llegáis a burlaros, mas Yo os perdono y os bendigo, porque estáis enfermos de ignorancia. Os doy tiempo para vuestra reflexión, porque sé que mañana seréis de los más fervientes. Ahora no podéis contemplar con toda claridad la verdad que he venido a manifestaros, porque es más fuerte la carne que el espíritu, sin embargo, os levantaréis tras el ideal de la espiritualidad y entonces llegaréis a ser los más fuertes del espíritu. 66. Combatid lo superfluo, luchad contra lo impuro, sabed que los vicios del mundo entorpecen los sentidos del espíritu, impidiéndole penetrar en las mansiones elevadas. Si aprendéis a vivir la vida verdadera, Yo os digo que a donde os encontréis y a donde vayáis, con vuestra presencia todo lo convertiréis en un paraíso de paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 273 1. Habéis descendido tanto y os habéis alejado de tal manera de lo espiritual, que consideráis sobrenatural todo aquello que por pertenecer al espíritu, es completamente natural. Así le llamáis a lo divino, así miráis todo lo que pertenece a vuestro espíritu y eso es un error. Lo que ha acontecido es que sólo miráis y percibís lo que está cerca de vuestros sentidos o al alcance de vuestra humana inteligencia y a lo que está más allá de los sentidos y de la mente lo habéis considerado sobrenatural. 2. Ya es tiempo que penetréis al fondo de mis enseñanzas que os revelan la verdad que la vida encierra, para que os consideréis mis discípulos y pronto comencéis a ser maestros. 3. El discípulo es el que aprende, el maestro el que lleva a la práctica mis enseñanzas. Así quiero que seáis, porque si sólo aprendieseis y ocultaseis en vuestro corazón mi sabiduría o si alteraseis mis enseñanzas, seríais como aquellos hipócritas fariseos a quienes juzgué tanto en aquel tiempo para probarles su falsedad. 4. El sendero es estrecho y debéis caminar con cuidado para que no toquéis ningún extremo, o sea que no os familiaricéis con lo espiritual ni caigáis en fanatismo. 5. Cuando logréis el equilibrio que debe existir entre el espíritu y la carne, veréis cuán fácil es la existencia y qué llano el camino. Paso a paso iréis por la senda, aprovechando todas las oportunidades que la vida os ofrezca para progreso de vuestro espíritu y cuando lleguéis a los umbrales de la vida espiritual, cuando se acerque la hora de decir adiós al mundo que os dio albergue y al cuerpo que os sirvió de apoyo, que no haya la menor resistencia en el uno o en el otro, que no desee el espíritu alargar la vida de su cuerpo, ni la envoltura retener más tiempo al espíritu. 6. ¡Qué goce y cuánta luz encontrará el espíritu al penetrar en su nueva morada y cuánta paz y conformidad sabrá dejar en el corazón de los que le pertenecieron en la Tierra! 7. Contemplo que el ambiente que reina en el mundo es contrario a la espiritualidad, por esa causa será muy meritorio que logréis libraros de los obstáculos que os impiden adelantar en el camino. 8. Os he enviado un mensaje por medio del cual podréis vivir en el mundo sin contaminaros. 9. Aprended con mi fuerza a sobreponeros, luchad por elevaros sobre las miserias humanas y una vez que hayáis elevado vuestra vida y liberado vuestro espíritu, ya no descendáis más. 10. En mi camino no hay encrucijadas; pero es necesario velar y orar, porque a los lados del sendero crece la maleza y entre ella se oculta a veces el lobo traidor. Velad y orad para que no seáis sorprendidos y que más bien seáis vosotros los que sorprendáis a los que se ocultan para hacer tropezar al que quiere caminar por la buena senda o para robarle la fe. 11. Yo anuncié que mi pueblo surgiría nuevamente en el mundo cuando la humanidad estuviese bebiendo su mayor cáliz de amargura, por eso estoy enviando a la Tierra a mis emisarios, a mis labriegos, a mis soldados y profetas, porque el tiempo de la lucha se aproxima. 12. Mi pueblo, no es tan sólo éste que me ha escuchado a través de los portavoces. Mi pueblo se extenderá por toda la Tierra y sus hijos serán todos los que den testimonio de mi verdad, todos los que abran brechas de luz al espíritu, todos los que combatan la mala hierba y anuncien el Tercer Tiempo. 13. Espiritualizaos y podréis comprender y cumplir vuestra misión; así, cuando en otras tierras se levanten otros enviados míos, tendrán noticias unos de otros, y sabrán unirse y ayudarse espiritualmente, combatiendo con la fuerza del pensamiento, la discordia, la desunión y la guerra que ha invadido al mundo. 14. No temáis, pueblo, Yo recibo vuestros méritos hechos hasta hoy. No os detengáis en los primeros pasos, no os conforméis con las primeras obras que hayáis realizado. Caminad pausadamente y con firmeza y llegaréis al triunfo. 15. Vuestros méritos no siempre tendrán que esperar a que lleguéis al Reino Espiritual para recoger su galardón, sino que aquí en vuestro mundo los veréis premiados. 16. Aquí tendrá salud y fortaleza vuestro cuerpo y en la vida espiritual habrá luz y gozo verdadero. 17. El que ha llegado ante Mí en busca de sabiduría, nunca se ha sentido defraudado. He visto que no ha habido obstáculo que os detenga en vuestro anhelo de escuchar mi palabra, y ¿Cómo no había de premiar vuestro esfuerzo y vuestros sacrificios? Sólo Yo sé lo que habéis tenido que evolucionar para poder llegar a estos lugares y permanecer conmigo escuchándome. 18. Ha llegado la hora en que los hombres rompan por si mismos sus cadenas, arranquen la venda de sus ojos y busquen el camino verdadero. 19. El hombre aspira a poseer una luz que le permita saber qué es lo que lícitamente le pertenece, así como también conocer todo lo que realmente le esté prohibido. 20. Espiritualmente la humanidad es una criatura ignorante; el sinnúmero de prejuicios que la rodean y las amenazas y anatemas que sobre ella pesan, han sido la causa de su desinterés por lo espiritual. 21. Sólo mi luz, es la que está despertando a los espíritus; es mi voz la que les invita a la meditación y es mi fuerza la que los hace perseverar y luchar por alcanzar la meta. 22. La humanidad pronto se libertará de sus prejuicios, como quien se despoja de una raída y vieja vestidura y con ansia elevará su mirada y su mente más allá de las barreras que por mucho tiempo le impidieron evolucionar. 23. Los temores infundados que por siglos han alimentado los hombres en su corazón, también desaparecerán al recordar que Cristo fue quien vino a abrir las puertas del Reino Espiritual, y que, no habiendo revelado todo lo que tenía que enseñarle a la humanidad, porque aún no era el tiempo oportuno, prometió su nueva venida en una Era que estaría llena de luz, de inspiración y de revelaciones espirituales. 24. En Mi hallarán valor los hombres para emanciparse del yugo de su ignorancia. 25. ¿Cómo esperáis que en la Tierra se haga la paz y cesen las guerras; que los hombres se regeneren y disminuya el pecado, si carecen del conocimiento espiritual que es base, principio y cimiento de la vida? 26. En verdad os digo, que en tanto no se comprenda ni se practique mi verdad, vuestra existencia en la Tierra será como un edificio construido sobre arena movediza. 27. Son en menor número los que han despertado que los que aún permanecen fríos a indiferentes para lo espiritual. Estos no se inquietan ni se angustian ante el caos que reina, atribuyéndolo todo a causas superficiales. Se conforman con su escasa comprensión y dicen: ¿Para qué esclarecer misterios o tratar de penetrar en lo insondable, si cumplo con todas las obligaciones impuestas por quienes gobiernan en lo material, así como por quienes me guían espiritualmente a través de las religiones? ¿Acaso en ese cumplimiento no existe el principio de bien que Cristo enseñó? Y con estos pensamientos se tranquilizan y se persuaden a sí mismos de que están cumpliendo su misión espiritual. 28. Mas Yo os digo que ese cumplimiento de vuestros deberes es aparente y no real, que delante de vuestra conciencia y delante de Dios es muy poco lo que hacéis de bueno, porque vuestra vida es superficial, vuestro conocimiento espiritual insignificante, vuestras obras, llenas de egoísmo y vanidad. 29. Delante de vuestros semejantes a quienes fácilmente podéis engañar, podréis estar cumpliendo fielmente vuestros deberes espirituales y humanos; pero delante de vuestra conciencia y de vuestro Padre, no podréis llegar con apariencias, porque allí surge la verdad y ésta es que los hombres se encuentran estacionados espiritualmente. 30. Esto ha originado que entre unos y otros aparezca la lucha; mientras los despiertos hablan de espiritualidad, de dones, de potencias y de revelaciones, los aletargados se levantan diciendo que aquellos vienen dividiendo y confundiendo a la humanidad y creando dudas e incertidumbres acerca de las creencias. 31. Esa lucha será inevitable para que surja la luz y brille la verdad. Será hasta entonces cuando os deis cuenta de que la verdad no establece división y que mi Doctrina, teniendo por esencia la verdad, no podía venir a hacer obra de división o de discordia entre los hombres, aunque al principio los obligue a luchar entre sí para alcanzar la luz. 32. Cada quien esgrimirá sus armas, unos las espirituales, otros las de la mente, otros las materiales. 33. Quienes se confíen tan sólo a la fuerza de sus armas físicas, tendrán que sucumbir, porque el triunfo se inclinará del lado de los que empleen las armas espirituales, cuya naturaleza y fuerza es mayor. 34. Aunque la Doctrina de Jesús en el Segundo Tiempo, todo lo reveló, el Espiritualismo viene a explicar y a esclarecer todo lo que entre los hombres era un misterio, sin cuya ayuda ellos jamás penetrarían al fondo de las revelaciones. 35. En verdad os digo que sólo el Cordero podía desatar el libro de los Siete Sellos para mostraros todo su contenido. 36. Practicad esta Doctrina, pueblo; ha llegado el momento de mostrar al mundo la verdad de mi palabra. Os he llamado para convertiros en los emisarios, que lleven a la humanidad el mensaje que tanto necesita conocer. 37. No vengo a deciros que al llegar mi palabra a los pueblos de la Tierra, todos los hombres van a convertirse en espiritualistas inmediatamente, no, por lo pronto bastará que la espiritualidad sea aplicada a cada religión y ya veréis cómo, cuando menos lo piensen los hombres, todos se habrán ido acercando a un mismo punto, o sea a la armonía, a la unidad y a la comprensión que nunca ha existido entre unos y otros. 38. La mala hierba, será arrancada de raíz y en su lugar crecerá el trigo, símbolo de abundancia, de trabajo, de progreso y de paz. 39. Bienvenidos todos aquellos que vienen buscando la luz que ilumine su camino. 40. Estad conmigo, Yo soy el faro luminoso que alumbra en todos los senderos. No es nueva esta luz, desde el principio de la vida del hombre está brillando en su conciencia. Pero habiendo sido el hombre creado para penetrar por si sólo en los misterios de la vida espiritual, fue preciso que el Verbo se hiciese hombre en Jesús y descorriese con su palabra el velo de los misterios. 41. ¿Por ventura toda la humanidad en sus diferentes generaciones, ha sabido llegar hasta la cima del Calvario para meditar en el amor infinito que hizo a Cristo morir a manos de los hombres? No, la humanidad no ha querido mirar todo lo que la luz del Maestro Divino le vino a revelar, prefirió la luz de la ciencia que escudriña los misterios de la Naturaleza, prefirió el poder de la Tierra a la grandeza del espíritu. 42. Mi luz no ha dejado de brillar un solo instante en las conciencias, pero siendo aún pequeño el hombre, y necesitando que su Padre se le aproximara en alguna forma, envié al espíritu de Elías con el mensaje venturoso de una nueva Era. Elías trajo al mundo la revelación de la forma en que vendría Yo a comunicarme con los hombres, y como precursor mío, abrió el entendimiento de un hombre para hablar a través de sus labios, pero también se manifestó a través de mirajes y de inspiraciones para anunciaros que después de la comunicación a través del entendimiento humano, vendría la comunicación de espíritu a Espíritu. 43. Habrá quienes digan que no era necesaria mi vuelta, mas, quienes así piensen, será porque no saben que Jesús descubre la hipocresía de los fariseos, arroja a los mercaderes del templo y no se inclina ante los que se dicen grandes. 44. Me necesitan los que sufren, los que tienen hambre y sed de justicia, los que tienen anhelos de luz y elevación, los que comprenden que el espíritu debe avanzar sin detenerse. Todos ellos me llaman en su oración, en su dolor me invocan y me preguntan cuándo vendré, saben que la humanidad tiene imperiosa necesidad de Mí, de mi palabra, de mi bálsamo y de mis prodigios. 45. ¿Veis a los pueblos en eternas pugnas? ¿Veis esas guerras que son la negación más rotunda del amor que enseñé? ¿Miráis a las religiones, enemigas unas de otras, aún diciéndose cristianas y predicando mi máxima de "Amaos los unos a los otros"? 46. De esas guerras movidas por ambiciones humanas y de esas divergencias de credos. ¡Cuánta miseria y cuánta amargura ha caído sobre la humanidad! 47. Os he traído una semilla en este tiempo, la que apenas comienza a germinar en el corazón de este pueblo, más, en verdad os digo, que esta Doctrina conmoverá a la humanidad y será creída como revelación verdadera de Dios, todos a cuantos habéis recibido misión o cargo en mi Obra, tenéis el deber de presentar mi Doctrina en toda su pureza. 48. El Espiritualismo nada tiene que ver con ritos, tradiciones o ceremonias religiosas, está por sobre todo culto externo, por lo que os digo que quien mezcle a mi Doctrina las prácticas aprendidas de sectas o religiones, se convierte en un profanador. 49. ¿Cómo podrían vuestros hermanos admirar la luz de esta revelación si la ocultaseis tras el velo de vuestras materialidades y mixtificaciones? 50. El Espiritualismo no es una mezcla de religiones, es la Doctrina más pura y perfecta en su sencillez, es la luz de Dios que desciende al espíritu humano en este Tercer Tiempo. 51. Os digo todo esto, pueblo, que sois la primera simiente mía en este tiempo, para que abracéis la verdad y no os vaya a acusar la humanidad de falsos o profanos. 52. Si descendéis al fanatismo será por vuestra culpa, porque el libro del saber ha estado delante de vuestros ojos iluminando el espíritu. 53. Vosotros que venís de diferentes caminos, tomad mi palabra, llevad mi semilla y sembradla en vuestras tierras. Ved cuál es la verdad que viene a dejaros el Maestro. 54. No os creáis perfectos por llevar el conocimiento de una Doctrina perfecta, pero si tratáis de cumplir con la mayor limpidez de que un humano puede ser capaz, Yo pondré a vuestro paso a todos los que ansían una palabra de verdadero consuelo. 55. Tened en cuenta que por muy limpias y llenas de amor que sean vuestras obras, no dejaréis de ser atacados, entonces tendréis ocasión de enseñar con ejemplos de perdón, de nobleza y de caridad cómo se defiende la verdad que sentís llevar en vuestro corazón. No defenderéis vuestros templos materiales, ni defenderéis vuestros nombres o vuestra personalidad, sino la verdad que ha sido depositada en vosotros. 56. Multitudes que llegáis ante Mi con la tristeza y el cansancio en vuestro corazón, oídme, porque sé que volveréis a la paz, a la fe, a la alegría, con la esencia de mi palabra. 57. Venís descalzo, con las plantas heridas, porque en el vasto desierto dejasteis las sandalias que os protegían de los guijarros y de las arenas candentes; pero aquí recobraréis cuanto habéis perdido, porque os amo, y nuevamente vengo a daros prueba de ello. 58. ¿Cómo pudisteis empañar la luz de vuestra fe? ¿Cómo pudisteis alejaros tanto del camino verdadero, que hasta la intuición de que poseéis espíritu, en vosotros se había perdido? 59. Sólo mi manifestación divina puede haceros saber que os encontráis en un nuevo tiempo, porque vosotros habéis estado durmiendo. 60. Allá, en el fondo de vuestro ser, una ansiedad desconocida se iba dejando sentir y una sed extraña os iba dominando sin que os dieseis cuenta de su origen, cuando aquella necesidad se hizo angustiosa, era porque había llegado el tiempo en que recibieseis mi nuevo mensaje. 61. Hambre y sed del espíritu, era lo que os martirizaba, hambre de verdad y de paz, sed de amor y de luz. 62. Yo quise que mi palabra fuese como agua cristalina y fresca, cuya esencia contuviera el sustento verdadero y eterno del espíritu, de tal manera que cuando llegaseis a escucharme, os entregaseis a Mi, como aquel peregrino cansado que al encontrar una fuente, se deshace del fardo que carga y se arroja sobre el deseado liquido, ávido de frescura. 63. No todos habéis traído sed espiritual, el que verdaderamente la ha sentido, la ha calmado simplemente con mi palabra, en cambio, hay muchos que aun oyéndome repetidas veces, se quejan de que su dolor y sus problemas siguen siendo iguales; es que éstos no buscan mi esencia, sino los bienes del mundo. 64. Comprended bien esto, para que nunca os engañéis. 65. Fijaos en que hay quienes no carecen de lo necesario, viven rodeados de comodidades y sin embargo, algo ensombrece su vida, algo les angustia, algo les falta, es la presencia de lo espiritual en su vida lo que añoran, es la ausencia de esa luz la que oscurece su vida, éstos, cuando han llegado a escucharme, interiormente han exclamado "Esto era lo que buscaba, lo que esperaba, lo que me hacía falta". Otros, en cambio, han llegado hasta aquí quejándose de haber perdido bienes, salud, afectos, y el vacio de su corazón no se ha llenado con mi palabra, mas, en cuanto han recobrado lo que habían perdido, se han alejado sin siquiera acordarse de esta palabra celestial que un día escucharon. 66. No todos están a tiempo de sentir ni comprender esta revelación, mientras unos se quedan, otros se van, es que no todos tienen sed de Mí, es que la necesidad de lo espiritual no es la misma en unos que en otros. 67. Quiero deciros que os fijéis bien en la humanidad, en los pueblos y naciones, con el fin de que os deis cuenta cómo han hecho de su vida un penoso desierto, cuyo sol candente les deprime y cuya aridez les domina y extenúa. ¿No presentís la sed inmensa que en el corazón de los hombres se está acumulando? Pues ya está también formándose el oasis de grata sombra y frescura, de perennes y cristalinas aguas, para que en él calme su necesidad de verdad, su sed de amor y de paz. 68. Muchos llegarán ante el manantial y al beber de sus aguas, dirán como vosotros. "Esto es lo que buscaba", pero también otros muchos llegarán ante él creyendo encontrar lo que han perdido en el mundo y, desengañados, me volverán la espalda y negarán que en esta revelación exista alguna verdad. Ellos se irán, mas todo está previsto y preparado para que retornen, cuando al fin la verdadera sed del espíritu aparezca y me invoque en su desierto, diciéndome: "Padre, perdonadnos y concedednos una nueva oportunidad para llegar al conocimiento de vuestra verdad". Y entonces, Yo que ya les había perdonado, cuando altivamente despreciaron el agua de mi fuente y el pan de mi mesa, les ofreceré mi camino para que en él dejen su fatiga, para que se sanen, se llenen de paz y se eleven a través de mi luz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 274 1. Bienvenidos seáis, peregrinos de todas las eras que en este día de gracia hacéis un alto en vuestro camino para escuchar mi palabra y sentaros a mi mesa espiritualmente. 2. Le doy sosiego y calma a vuestro corazón para que me escuchéis porque en verdad os digo que mi palabra es el camino que conduce a la paz y a la bienandanza. 3. Pero no vengáis a buscarme tan sólo por pedirme lo que atañe a la materia, ciertamente tengo el bálsamo para cualquiera de los males que os aquejan y poseo las llaves que abren las puertas del trabajo; pero además de eso, traigo un caudal infinito de bienes para el espíritu, un torrente de sabiduría, un manantial inagotable de deleites espirituales. 4. Yo sé que el sentido de esta enseñanza sorprende a muchos cuando la escuchan por primera vez, y es porque mi Doctrina habla a vuestro espíritu, a él busca y a él se dirige, para ofrecerle un Reino más allá de este mundo, diciéndole cuál es el camino que conduce a aquella morada prometida. Mas el hombre que vive para sí, que ama sólo lo suyo, que piensa en sí mismo y que todo lo espera del mundo, cuando oye hablar de renunciación, de paciencia, de sacrificio, de desinterés y caridad, se pregunta: ¿Si todo lo doy, a mi quién me da? Si poseo tan poco en esta vida ¿Por qué he de renunciar a ello? 5. Yo les perdono porque no podrían pensar de otra manera, su egoísmo proviene de la ignorancia. Pero cuando me escuchen más de una vez, y un destello de la luz que existe en mi palabra llega a iluminar a su espíritu, éste despierta como de un largo sueño preguntándose extrañado y confuso: ¿En dónde estoy, quién me ha hablado? 6. Mi palabra, en tanto, sigue tocando sin cesar a aquel espíritu y tocando dulcemente las fibras de aquel corazón, hasta que al fin, el dolor del espíritu, acumulado por mucho tiempo dentro de aquel ser, rompe su dique y se desborda en llanto, que es confesión, despertar a la fe, resurrección espiritual y principio de elevación hacia la luz, la verdad y lo eterno. 7. No es este el caso de todos; pero aquéllos que llegaron ante la manifestación de mi palabra trayendo en su corazón el egoísmo, el amor a la materia, el orgullo y los argumentos para negar mi Doctrina espiritual, al escuchar mi lección de este día, recordaron al instante el día en que llegaron llenos de tinieblas y contemplaron luego una luz que nunca habían pensado que existiera. 8. Muchos de ellos son ahora de mis más fieles y abnegados labriegos. 9. Pueblo: mi palabra es un torrente de amor que purificará a los hombres preparándolos para una vida mejor. 10. Asombraos, os estoy dando mi enseñanza que viene a salvar a los pecadores, a través de labios pecadores también. 11. Mi plan de redención universal no podéis abarcarlo, mas os doy a conocer una parte de él, con el fin de que toméis parte en mi Obra. 12. Sólo Yo sé la trascendencia del instante en que vive el mundo, ningún humano alcanza a comprender la realidad de esta hora. La humanidad desde sus principios, ha ido acumulando mancha tras mancha hasta nublar sus sentimientos y su espíritu, creando para sí una vida enferma, agitada y triste Mas la hora de la purificación ha sonado. 13. Vosotros que habéis escuchado esta divina palabra, tenéis una idea de lo que acontece en este tiempo y procuraréis orar, eximiros de hacer el mal y en cambio hacer algún bien; pero no toda la humanidad conoce el significado de los acontecimientos de este tiempo y por eso existe confusión entre los hombres, la desesperación, la amargura, el odio, las ambiciones desenfrenadas, el vicio, el crimen y todas las bajas pasiones. 14. El mundo necesita mi palabra, los pueblos y naciones necesitan mis cátedras de amor, el gobernante, el científico, el juez, el que guía espíritus, el que enseña, todos necesitan de la luz de mi verdad, y es precisamente a lo que he venido en este Tiempo, a iluminar al hombre en su espíritu, en su corazón y en su entendimiento. 15. ¿No os sentiríais satisfechos si sirvieseis de precursores a mi Espíritu, para preparar mi llegada a los corazones, a los pueblos y naciones de la Tierra? Y si anheláis abrir brechas y preparar sendas, ¿Qué ejemplos y pruebas vais a dar? 16. No apartéis de vuestra mente que mi Obra es perfecta, eterna, poderosa, clara, luminosa. 17. Pequeños discípulos: vosotros no sabéis cómo me aman en las moradas superiores los espíritus, seres que son vuestros hermanos. Si supieseis cómo me aman, cómo me sirven y obedecen, sentiríais muy profundo pesar por vuestro comportamiento para con vuestro Padre, y os apresuraríais a formar en vuestro corazón un santuario para ofrecerlo a quien os ama con amor perfecto. 18. Dejad que mi amor sea en vuestro corazón para hacerlo sensible al dolor de la humanidad. Es menester que conozcáis la piedad para que podáis practicar el perdón y derramar consuelo en los que sufren. 19. Dejad que mi palabra estremezca vuestro corazón para que él pueda latir de amor por sus semejantes. 20. Guardad bien mis lecciones, porque son las mismas que os servirán de armas en la lucha, cuando tengáis que convertiros en los verdaderos sembradores de mi verdad. 21. Venid, que estoy dando consuelo a los que lloran, y vosotros lloráis, unos externando su llanto, otros interiormente, sin sollozos. 22. Vengo a recoger vuestros dolores y a tomarlos en paz, Yo que soy el único que penetra al fondo del espíritu. Vengo por vuestra carga, por esa carga con la que no podéis ya. 23. ¡Oh espíritus encarnados en los hombres! No habéis venido a la Tierra para que os venzan los dolores, los problemas, las pruebas, habéis venido para vencer en las vicisitudes y adversidades. 24. Ya no lloréis, ni durmáis. El espíritu de la humanidad está en lucha con todos, con pruebas, con dolores, con pasiones. 25. Habéis venido a conocer de todos los sinsabores de la vida, así lo quisisteis, pero vuestra fe, vuestra voluntad y esfuerzo pueden elevaros sobre la materia y el dolor. 26. ¿No comprendéis mi palabra? ¡Es tan sencilla! Mas, estáis revestidos de materia y no llegáis muchas veces al fondo de su sentido, porque no la analizáis. Llegará un día en que vuestro espíritu, ya sin envoltura, repase con deleite mis frases y comprenda mis enseñanzas, y de ese recuerdo brote un torrente de luz para vuestro camino; pero lamentaréis no haber logrado penetrar en mi Enseñanza cuando pasasteis por la Tierra, donde tanta falta os hacia un báculo o apoyo espiritual. 27. Grabad mis enseñanzas cuando podáis, porque si se van de vuestra memoria, si huyen de vuestro corazón, si las dejáis olvidadas y abandonadas, después las buscaréis y no las encontraréis. Es como si teniendo una fuente, la abandonaseis y cuando la sed os abrazase y fueseis en su busca, os encontrareis con que el agua se había evaporado. 28. Si queréis saber cómo cruzar por esta vida sin sed y sin fatiga y si queréis alumbraros cuando estéis en espíritu, si deseáis evitar el dolor de la turbación, tomad mi enseñanza, dejad que se grabe indeleblemente en vuestro ser y haced de ella la ley y la norma de vuestra vida. 29. Si el Padre os llamara hoy a cuentas ¿Qué haríais? ¿Qué presentaríais para provecho de vuestro espíritu? 30. Si vuestra conciencia os dice que no habéis amado, ya que ésa es la Ley ¿Creéis estar dispuestos a pasar del estado humano al espiritual? Cuántos espíritus que vagan en el espacio, quisieran hacerse oír de los hombres, para decirles: "No perdáis vuestro tiempo como yo lo perdí". 31. En verdad os digo que si estudiáis cada frase mía, iluminaríais el camino de vuestra vida, porque cada una de ellas encierra esencia, sabiduría, eternidad. 32. El que entiende mi palabra, llega a saber a lo que ha venido al mundo, sabe de dónde procede y a dónde tendrá que volver. 33. El que se satura de esta esencia, nunca vuelve a decir que este mundo es sólo de dolor, de lágrimas y amarguras, porque sabe sobreponer al dolor, su fe y su amor. 34. Este mundo en el que tanto ha sufrido y llorado el hombre, esta morada de la cual muchos quisieran huir, de cierto os digo que Yo la destiné para que la llenaseis de amor, mas si os preguntase a todos en esta hora cuánto habéis sembrado de amor en él ¿Qué responderíais? 35. Quiero que me digáis si habéis entendido a Cristo. Aquél que un día os dijo: "Amaos los unos a los otros", ved que os hago esta pregunta después de muchos siglos de incansable enseñanza. 36. Por eso os digo a cada paso, que aprendáis a escucharme, que aprendáis a hacer el silencio cuando el Verbo habla, para que la semilla divina germine y florezca en vuestro corazón. 37. Yo he tenido infinita paciencia para esperar a que escuchéis mi voz, ¿Por qué vosotros no tenéis un poco de paciencia cuando estáis bajo una prueba? Yo os digo que aquél que no tuviese paciencia la aprenderá en este tiempo de restitución, éste también es maestro, aunque por instantes enseña con dureza ¿Por qué no aprender mejor del Divino Maestro que sólo enseña. 38. No es igual el tiempo para el materialista que para el espiritualizado, sobre uno actúa como justicia, sobre otro como bendición, mas, la luz de los siglos ha pasado siempre sobre los hombres, acariciando a unos y despertando a todos. 39. ¿Cuándo dejaréis que se manifieste esa luz a través de vuestro espíritu? ¿Cuándo encontraré al hombre libre de cadenas y dispuesto a volar hacia Mí? 40. Hay todavía muchos viajeros extraviados, muchos seres perdidos entre tinieblas de ignorancia, porque son más carne que espíritu, más mentira que verdad. 41. En ellos el vencedor es la materia y el vencido es el espíritu; es a estos perdidos a quienes vengo a invitar a la fiesta del espíritu, al banquete de amor, donde mi mesa celestial espera a todos para librarlos de tanta amargura y de tanta soledad. 42. Les daré mis manjares, panes, frutos, vino y miel, los cuales, trasladados al sentido real, son la ternura, el consuelo, la paz, la salud y el saber. 43. La oración que en silencio eleváis es un verdadero himno espiritual, sus notas vienen a confundirse con las de los justos y las de los ángeles. 44. Traéis ante mi presencia la carga de vuestras culpas; me presentáis toda vuestra vida, mas Yo os digo: existen en lo recóndito de vuestro ser, penas y restituciones que vosotros ignoráis y que solo Yo conozco; pero no importa que no me habléis de todo ello ni me pidáis por todo lo que de vuestro pasado ignoráis. Yo estoy en todo y nada escapa a mi caridad, como nada escapa a mi justicia. 45. Sentid mi amor paternal, y dejad que en él se disipen las tinieblas, las penas, las lágrimas. Fortaleceos en Mí, recobrad la salud y la paz, volved fuertes al camino de la lucha. 46. Esta es la palabra que buscáis, la que vierte consuelo, la que os reanima a inunda de esperanza. ¿Por qué me seguís a pesar de las pruebas? ¿Por qué no arrojáis de vuestros hombros la cruz? Porque en la esencia de mi palabra encontráis una absoluta comprensión a todas vuestras aflicciones. 47. Israel llamo al pueblo a quien estoy congregando en torno a mi nueva revelación, porque nadie mejor que Yo sabe qué espíritu mora en cada uno de los llamados de este Tercer Tiempo. 48. Israel tiene un significado espiritual y ese nombre os lo doy a vosotros para que tengáis presente que formáis parte del pueblo de Dios, porque Israel no representa ningún pueblo de la Tierra, sino a un mundo de espíritus. 49. Ese nombre surgirá de nuevo en la Tierra, pero libre de equivocaciones, en su verdadera esencia que es espiritual. 50. Vosotros necesitáis conocer el origen y el sentido de ese nombre, necesitáis que vuestra fe en que sois hijos de ese pueblo sea absoluta, y necesitáis tener pleno conocimiento de quién y por qué habéis recibido esa denominación, para que podáis hacer frente a los ataques que mañana recibáis de quienes dan otro sentido al nombre de Israel. 51. Sois el pueblo espiritual que comprenderá verdaderamente el misterio de la escala que Jacob contempló con los ojos del espíritu a través de un sueño. Os veo capaces ya de comprender muchas lecciones y he venido a reuniros para revelároslas. 52. La capacidad para entender proviene de la evolución, del desarrollo y la experiencia acumulada. 53. En verdad os digo que antes que los mundos fuesen hechos y antes de que el hombre apareciese en la Tierra, ya existía vuestro espíritu. Fueron para él épocas de inocencia, toda una vida en aquellas mansiones de preparación, tiempos en que el espíritu fue instruido para habitar la Tierra, encarnándose en el hombre. 54. Vuestra mente no recibe las impresiones o los recuerdos del pasado de vuestro espíritu, porque la materia es como un velo espeso que no alcanza a penetrar en la vida del espíritu. ¿Qué cerebro podría recibir las imágenes e impresiones que el espíritu ha recogido en el trayecto de su pasado? ¿Qué inteligencia podría coordinar con ideas humanas lo que le es incomprensible? 55. Por todo esto no os he permitido hasta ahora saber quiénes sois espiritualmente ni cuál ha sido vuestro pasado. 56. ¿Podríais entonces saber de qué manera estoy formando al pueblo de Israel? No, Yo sólo os he revelado lo que debéis saber por ahora y hasta dónde podéis comprender; así os he dicho que sois hijos del pueblo de Israel, que pertenecéis a él por el espíritu y no por la carne, que vuestra misión es multiplicaros hasta el infinito, invitando a todos a penetrar en el seno de este pueblo y que vuestro destino es llevar la luz por doquiera de los mundos. 57. En el Primer Tiempo di a un hombre el nombre de Israel, fue a Jacob, para que fuese el tronco de un pueblo que sería también llamado de la misma manera. Ese nombre fue espiritual, para que aquel pueblo quedase en la historia de la humanidad como un libro abierto ante el espíritu. 58. Aquel pueblo escuchó mi voz, manifesté dones inherentes al espíritu; recibió mi Ley por conducto de Moisés, fue sometido a pruebas muy grandes. No tuvo otra misión en la Tierra que la de manifestar delante de los pueblos gentiles, la existencia y la Ley del Dios viviente y verdadero. 59. Los patriarcas, los profetas, los videntes, los que conducían, los legisladores, los jueces y los reyes, fueron mis emisarios, fueron mis portavoces, mis siervos e instrumentos para manifestarme ya en amor, ya en enseñanzas, ya en justicia. A través de ellos di pruebas de mi poder a otros pueblos. 60. Ahora que han pasado muchos siglos, y que el esplendor de aquel pueblo, así como su juicio han quedado distantes, no despreciéis su historia porque trasladándola del sentido humano al sentido espiritual, podréis obtener infinitas lecciones y ejemplos, con lo que acabaréis por comprender que aquel Israel, es el símbolo, el sentido figurado, la parábola, y que el nuevo Israel que estoy formando, significa la realidad en su sentido espiritual. 61. Mirad en aquel tiempo, cuando Israel, después de lograr su liberación en el Egipto y de haber conquistado con su fe y su perseverancia la Tierra Prometida, fundó con sus hijos su ciudad principal y le dio por nombre Jerusalén, allí levantó un templo en honor de Jehová, el cual fue como antorcha de fe para los corazones. 62. ¿Quién le hubiera dicho a aquel pueblo que daba gracias al Padre por haberle concedido reposar en tierra de promisión, que en aquella ciudad que llamaba santa, habían de llevar al cadalso al Mesías? 63. Vosotros, que sois el nuevo pueblo que está luchando por librarse del poder del Faraón, que es la materialidad, la ignorancia, el fanatismo, la idolatría, comenzáis la gran travesía del desierto, mas, cuando ya sentíais temor a la soledad, al hambre y a los peligros, visteis de pronto que una nube descendía sobre el monte y que de la nube se desprendía un Rayo de luz divina, el cual, al llegar a vuestro entendimiento, se convertía en verbo, en palabra que es sabiduría. 64. Es esta palabra la Ley de Dios, la Ley perfecta del amor, de la justicia y de la paz, es asimismo el nuevo maná que os sustenta y que os permitirá llegar hasta la nueva Jerusalén. 65. Esa ciudad no está ya en esta Tierra, no es de este mundo: esa ciudad existe en lo espiritual, mas, cuando estéis habitándola por siempre y entre vosotros llegue cual Mesías, ya no me coronaréis de espinas, ni me daréis vinagre, ni me clavaréis en una cruz. Llegaré entre vosotros como en aquel día en que las multitudes cubrían con sus manos el suelo, cantaban himnos y agitaban palmas; y me recibiréis en vuestro corazón, celebrando la entrada triunfal del Maestro en Jerusalén. 66. Cuando esto sea, ya no volveré a partir de vuestro seno. 67. ¿Comprenderéis el sentido divino de estas revelaciones y el sentido humano que les habíais dado? 68. Ahora estoy de paso entre vosotros, como lo estuve también en aquel tiempo, ya se aproxima el instante en que deje de hablaros, y la humanidad no ha sentido mi presencia. 69. Desde este monte, desde donde os envió mi palabra y os contemplo, tendré que exclamar la víspera de mi partida. ¡Humanidad, humanidad, que no habéis sabido a quién habéis tenido con vosotros! Como en el Segundo Tiempo, estando próxima mi muerte, contemplaba desde un monte la ciudad y entre lágrimas exclame. ¡Jerusalén, Jerusalén, que no sabéis el bien que habéis tenido! No era el mundo por el que lloraba, era por el espíritu de la humanidad que aún se encontraba sin luz y que aún habría de llorar mucho para alcanzar la verdad. 70. Si todo aquello que poseyó el pueblo en el Primer Tiempo, no hubiese sido tan sólo un símbolo, mi justicia omnipotente hubiese conservado intacta aquella ciudad con su templo y sus tradiciones; mas todo fue destruido para que sólo quedase brillando la Ley en las conciencias y comprendiesen todos que verdaderamente el Reino del espíritu no es de este mundo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 275 1. Yo soy el amor, razón por la cual sois perdonados y gozáis de mis complacencias; pero no sólo esperéis caricias y dones de vuestro Padre, recordad que también he venido como Maestro para haceros comprender vuestros defectos e imperfecciones y enseñaros la forma en que debéis corregiros. 2. Soy con vosotros en vuestro espíritu y hago vibrar mi luz en vuestro entendimiento para que apreciéis el valor de lo que estáis recibiendo y reconozcáis al mismo tiempo que no todo lo que os llega ha sido ganado con méritos. También os hago comprender que lo que hasta ahora habéis recibido, no es todo lo que tengo que daros y que lo que ahora deseáis, tampoco es todo lo que llegará a abarcar la aspiración de vuestro espíritu cuando se encuentre más desarrollado. 3. Junto a las pruebas y lecciones que os da la vida, va mi Enseñanza que explica y esclarece el sentido de cada lección, porque sólo el conocimiento, la experiencia y la evolución podrán daros con justicia el titulo de discípulos de mi Divinidad en el Tercer Tiempo. 4. ¿Qué podríais dar a vuestros hermanos que fuese fruto vuestro, que fuese testimonio y afirmación de la palabra o doctrina que vais a predicar, si carecéis de experiencia propia? 5. Cuando ya estéis espiritualizados y os encontréis con hombres que sufren y se desesperan porque no pueden poseer lo que ambicionan en el mundo, veréis cómo su materialidad contrasta con la elevación de mis discípulos, cuya conformidad será grande porque sus ambiciones y anhelos serán nobles, basados en el firme convencimiento de que en esta vida todo es pasajero. 6. Mis discípulos hablarán al mundo con ejemplos de espiritualidad, a través de una vida que lucha por acercar el espíritu a la Divinidad, en vez de encadenarlo a las falsas riquezas del mundo. 7. Sé que los materializados en los tiempos futuros se escandalizarán al conocer esta Doctrina; pero su conciencia les dirá que mi palabra sólo habla de la verdad. 8. En la vida del hombre todo es pasajero: su juventud es una ilusión; su gloria de corta duración; el placer momentáneo; por eso mi Doctrina viene a inspiraros el ideal de alcanzar lo eterno, porque los goces del espíritu y la gloria reservada para él, una vez conquistados, no pasan jamás. 9. Pueblo: es tan fácil dar un poco de espiritualidad a vuestra vida, que os digo: ¿Por qué no lo hacéis? ¿Por qué no lo intentáis? No es necesario que os apartéis de vuestros deberes humanos. 10. Basta que a vuestras obras les deis un principio de espiritualidad para que dejéis de ser simples seres en la Tierra y os convirtáis en seres de elevada vida espiritual, capaces de comprender el sentido que encierra el destino del hombre. 11. Vuelvo a deciros que Yo no os aparto de vuestro cumplimiento en el mundo, porque también ahí tenéis deberes sagrados; pero os digo que no deis al mundo más importancia que a vuestro desarrollo espiritual. 12. Es necesario que os profundicéis en el cumplimiento de mi Obra, que analicéis mi palabra y comprendáis el alcance de mis enseñanzas. 13. Estoy hablando a los espíritus, sabiendo que mi luz pasará de ellos a las materias y que ésta una vez iluminada la mente y los sentidos, sabrán tornarse en instrumentos dóciles de la conciencia. 14. Multitudes que escucháis esta palabra: cerrad vuestros ojos materiales y oíd la voz de vuestro Señor en el infinito. 15. No es en este tiempo Jesús hombre el que os habla y a quien podáis mirar por plazas y calles, por caminos o valles, es Jesús Espíritu, presente en toda conciencia y en todo entendimiento, es mi luz universal derramada en todos los hijos de Dios. 16. Pueblo: ¿No os agradaría contemplar la fructificación de mi Doctrina en el mundo? ¿No anheláis ver convertido este valle de lágrimas en tierra de paz? Pues trabajad con amor y tendréis esa dicha en vuestro espíritu. Si, discípulos, en vuestro espíritu, porque no sabéis para entonces, cuál será vuestra morada; pero no importa que el triunfo de la luz lo miréis desde el valle espiritual, mas aún, desde allí apreciaréis mejor el fruto de vuestras obras y de vuestra lucha. 17. Late presuroso vuestro corazón, diciéndome: Maestro, ¿Cuándo podrá nuestro espíritu entonar ese canto de victoria? 18. Los guías de multitudes me dicen: "Padre, que nuestra lucha no vaya a ser estéril", mas Yo os digo a unos y a otros que sí es posible llegar a esa meta, que no requiere el sacrificio de vuestra vida alcanzar ese ideal. Pero tenéis que observar uno a uno de mis mandatos, para que toda vuestra labor sea cimentada en mi verdad y la lucha de todos se encamine al fin que os he trazado. 19. "Espiritualidad", "Unión", "Obediencia", he ahí la base firme para el Santuario que habréis de elevar a vuestro Padre; cumpliendo con ello, alcanzaréis a ver el florecimiento y la fructificación de mi Obra y de vuestra lucha en la humanidad. 20. Desde que mi palabra comenzó a manifestarse por estos portavoces, he venido inspirándoos espiritualidad, os he venido pidiendo unificación y os he enseñado la obediencia. : 21. Los primeros y los postreros conocen estas enseñanzas, repetidas sin cesar por medio de mis portavoces. 22. De espiritualidad os ha hablado mi enseñanza, para que os despojéis de todo culto exterior y lleguéis a amarme y servirme en forma espiritual, profunda, sincera, elevada y pura. 23. De unificación os he hablado mucho, porque si no unís el fruto de vuestros dones y vuestras fuerzas para luchar, si trabajáis aisladamente, vuestra labor no dará fruto. 24. De obediencia os he hablado para que todos vuestros actos estén sujetos a una voluntad perfecta como es la mía y cumpliendo con ella nunca erréis el camino. Cuando la manifestación de mi palabra llegue a su término, todos podréis dar al mundo una prueba de la verdad de mi Revelación. 25. Quienes cumplan con estos mandatos, tendrán que ser creídos por sus hermanos, mas quienes pasen sobre ellos y en medio de su desunión, su desobediencia y su falta de espiritualidad, pretendan doctrinar a las multitudes, Yo os digo que tarde o temprano será descubierta su mentira y su hipocresía, viéndose envueltos en las mayores pruebas y abandonos aun de los más fieles. 26. ¿A esto podríais llamar el triunfo de mi Doctrina? No, pueblo, no es confusión lo que debéis encontrar al final de la lucha. Es paz, regocijo, luz, en lo que deberá culminar vuestra jornada. 27. ¿Creéis que ante una prueba de ingratitud y desobediencia por parte de este pueblo, mi Espíritu va a permanecer impasible indefinidamente? No, pueblo, Yo haré llegar mi justicia y haré estremecer con ella a los que me desobedezcan, como les hice estremecer con mi ternura cuando oyeron mi palabra. 28. Mi enseñanza no puede ser más clara ni sencilla, mas si vuestra memoria os fuese infiel y la llegaseis a olvidar, yo inspiraré a quienes tengan que reunir mis lecciones para formar con ellas el Libro de mi Palabra dada en este Tercer Tiempo. Ese Libro os hará recordar todo lo olvidado, os hará llorar de arrepentimiento cuando estéis en vuestras pruebas y os hará comprender que al fin es mi voluntad la que se hace y mi verdad la que triunfa. 29. ¿Por qué a veces os parece dura mi palabra? No encierra dureza, va llena del amor que os tengo, porque vuestro Padre no quisiera que sus hijos lloraran. 30. Cuando os hablo en este tono, buscad tras de la palabra del Juez, la presencia del Maestro y la esencia del Padre y todo ello lo encontraréis. 31. Cuando os prevengo y os profetizo, sabed que Yo conozco vuestro futuro y que os conozco mejor que vosotros mismos, porque Yo soy la vida. 32. En vuestro silencio, aprended a elevaros mentalmente a Mí. En vuestro recogimiento, habladme con el espíritu y tendréis mi respuesta. 33. Educad vuestro entendimiento, haciéndolo que se aparte de toda idea superflua, enseñándolo a despejarse en el instante de vuestra comunión espiritual, para que no sea obstáculo que os impida concentraros y desprenderos en aquel bendito instante. 34. ¡Cuán dichoso es el espíritu que logra esa preparación mental y ese desprendimiento interior, todos sus dones surgen y se manifiestan! La inspiración, la revelación, la intuición, el poder curativo, la palabra y muchos atributos más aparecen mostrando cada uno su esencia y su misión. 35. Apartad de vuestro tiempo unos instantes en cada día y dedicadlos a la oración espiritual y pronto veréis el fruto de aquel ejercicio. No esperéis el día en que Yo me presente a daros mi enseñanza para prepararos; porque siempre estaréis empezando y tropezando con perturbaciones que no os dejarán recrearos espiritualmente. 36. Dedicad cada día unos momentos a esta práctica, siempre me encontraréis dispuestos a escucharos y ayudaros. 37. La verdadera oración no es practicada en este tiempo por la humanidad, de ahí que haya tenido que formar oraciones y preces para repetirlas maquinalmente cuantas veces le es necesario. 38. Ya no sabe el hombre inspirarse para hablarme con el espíritu, desconoce por completo el idioma espiritual que a todos corresponde conocer. Es que ignora la forma de ejercitarse, despojándose de todo rito, apartándose de toda materialidad, hasta concentrarse en el fondo de sí mismos para poder percibir mi presencia y recibir la luz de la inspiración. 39. Por eso os digo a vosotros, que mientras más sacrifiquéis vuestra inclinación a orar ante símbolos y dedicarme ceremonias para buscar el santuario interior, iréis contemplando cómo se desarrolla, crece y se eleva vuestro don de comunicación espiritual, aproximándoos paso a paso a la comunicación de espíritu a Espíritu que será cuando el hombre alcance a orar con perfección. 40. Ahora, comprended que si mi voluntad es que enseñéis a vuestros hermanos la forma de alcanzar la perfección en la oración, tenéis que prepararos para dar pruebas de la verdad y de la fuerza que en ella existe. 41. ¿Vais acaso a enseñarles que basta con cerrar los ojos, para que la forma sea perfecta? ¿Vais a engañar a vuestros semejantes, adoptando prácticas sin importancia, mientras en vuestro interior no existe verdadera preparación? Eso no, pueblo, porque no vais a engañaros a vosotros mismos, ni a vuestros hermanos y menos a vuestro Padre. 42. Cuando enseñéis a orar, es porque vais a poder probar la verdad, la fuerza y la eficacia de orar espiritualmente. Vais a sanar al enfermo con la oración, vais a hacer la paz donde impere la discordia, vais a salvar a quien se encuentre en peligro. Entonces si seréis creídos y querrán imitaros; vuestra enseñanza despertará fe en los corazones maravillados ante la verdad de las pruebas que les disteis. 43. No olvidéis que para que la oración resulte efectiva, vuestra fe tiene que ser firme, grande, que la caridad sea la esencia de vuestra elevación hacia Mí. 44. Todos los que han alcanzado milagros, todos los que han dado pruebas de poder espiritual, así han orado. Así oraron los patriarcas de los primeros tiempos: de espíritu a Espíritu; así oró Moisés en el desierto y Daniel en el foso de los leones. Así vine Yo en Jesús, a fortalecer al hombre en el conocimiento de la oración verdadera, probando ante sus ojos el poder de la oración espiritual. 45. Jesús oró en el desierto ante la multitud y multiplicó los panes y los peces, maravillando a los hombres. Oró ante el sepulcro de Lázaro y dio pruebas de que la oración nacida de la fe y de la caridad, da la salud y la vida. Oró ante sus discípulos, revelándoles el poder que el hombre adquiere cuando sabe ponerse en comunicación con su Padre. 46. ¡Cuánto se ha alejado de mis enseñanzas esta humanidad! Todo en ella es superficial, falso, exterior, ostentoso. Por eso su poder espiritual es nulo y para suplir la falta de fuerza y desarrollo en su espíritu, se ha entregado en brazos de la ciencia, desarrollando la inteligencia. 47. Así, por medio de la ciencia, el hombre ha llegado a sentirse fuerte, grande y poderoso, mas Yo os digo que esa fuerza y esa grandeza, son insignificantes junto al poder del espíritu, al que no habéis dejado crecer ni manifestarse. 48. Cuando la lujuria y el materialismo han llegado a su grado máximo en los hombres, haciendo que olviden su procedencia; cuando el torrente desbordado de las pasiones, de los placeres y los vicios han hecho de muchos hombres seres inconscientes, sin noción de sus deberes para con Dios, para con su familia y para con los demás, es cuando ha venido a la humanidad esta palabra, como un manantial de aguas cristalinas para los corazones sedientos. 49. Estáis tan familiarizados con el pecado, que vuestra vida llega a pareceros lo más natural, normal y licito, y sin embargo, tal parece que Sodoma y Gomorra, Babilonia y Roma, hubiesen volcado sobre esta humanidad, toda su perversidad y su pecado. 50. Aunque parezca absurdo, esta es la hora propicia para que mi palabra encuentre eco en el corazón de los hombres. 51. Recordad a la pagana Roma, hastiada de placer, cansada de gozar de los deleites de la carne, abrió su corazón para recibir mi mensaje. 52. Aquellos hechos se repetirán y veréis germinar mi semilla en los pueblos donde contemplasteis a los hombres más alejados del camino de la verdad. 53. Mi palabra llena de sabiduría, de consuelo y de promesas de regeneración, buscará las fibras a las cuales nunca haya llegado lo inmundo, lo malo. Los muertos a la luz y a la verdad de la vida resucitarán, y la moral, tiempo ha destruida, será reconstruida. 54. Si en aquel tiempo los paganos convertidos a mi Doctrina, buscaron la salvación en el amor que enseña mi palabra, los materialistas de este tiempo buscarán el camino de su redención en el ejemplo que Jesús escribió con su vida; pero también se inspirarán con la luz espiritual que en este tiempo mi Espíritu viene a derramar sobre los hombres. ¿Qué contiene esta luz? El conocimiento de la vida espiritual, la revelación de las potencias del espíritu, el esclarecimiento de los misterios que el hombre no lograba penetrar. 55. A vos, pueblo, os he convertido en depositario de mi nueva palabra. Por largo tiempo me he manifestado a vosotros, a fin de que tengáis la certeza de que es mi presencia en espíritu, la que tenéis y de que habéis tenido tiempo suficiente de asimilar mis enseñanzas, de escribirlas y de meditarlas. 56. ¿Para qué todo esto? Para que al desaparecer mi manifestación de entre vosotros, no digáis que ha sido una aparición fugaz, de la cual no estáis ciertos ni seguros. 57. Ahora que sabéis por Mí, que el día postrero para estas enseñanzas se aproxima, comenzáis a sentir la responsabilidad al quedaros ya no como párvulos o discípulos, sino como explicadores, como emisarios y como testigos del mensaje que del Maestro escuchasteis. 58. Algunos estáis llenos de fe, de vigor y ahincó, esperando la hora propicia para iniciar la jornada, otros en cambio, dudan de sí mismos y tiemblan ante la lucha. A estos últimos les pregunto: ¿Será posible que otros pueblos, que no escucharon directamente mi palabra, se levanten antes que vosotros, conmovidos tan sólo por el testimonio de lo que hasta ellos llegue? 59. ¿Qué es lo que os intimida? Vuestro corazón me dice: "Señor, el no poder demostrar palpablemente la verdad delante de los materialistas y de los incrédulos". No me habéis comprendido; Yo no he dicho que lo espiritual, que es invisible e intangible, vayáis a materializarlo ante los ojos de los hombres escépticos, para que crean en lo espiritual. Yo ante todo he querido que purifiquéis vuestra vida y os espiritualicéis de tal manera, que con vuestras palabras y con vuestras obras deis las mejores pruebas de que la Doctrina que profesáis, encierra verdad. 60. Muy difícil os parece presentar pruebas que dejen satisfechos al que busca la explicación científica de todo, sin embargo, es tal la grandeza que he depositado en mi Enseñanza, que en ella encontraréis la solución para dar contestación y explicación a cuanto problema se os presente. 61. ¿Creéis acaso que os haya traído una Doctrina retrasada? Estudiad mi palabra y os convenceréis de que ella se ha venido a manifestar en una forma que va de acuerdo con la evolución tanto espiritual como mental de esta humanidad. 62. Ni antes ni ahora he condenado vuestra ciencia, porque es un camino por el cual el hombre también encuentra mi verdad; quien me busca en todo conocimiento, me encuentra y siente mi presencia y descubre mis leyes. Lo que repruebo es el mal empleo que se haga de lo que sólo fue creado para buenos fines. 63. Hoy los hombres están mucho más capacitados que los antiguos para comprender la esencia y el poder de Dios, en ello ved la influencia que la ciencia ha tenido sobre el conocimiento de los hombres. 64. Cuando la humanidad sólo creía que existía lo que con sus ojos alcanzaba a descubrir y hasta ignoraba la forma del mundo que habitaba, concebía a un Dios limitado a lo que sus ojos conocían; pero a medida que su mente fue descubriendo misterio tras misterio, el Universo se fue ensanchando ante su vista y la grandeza y omnipotencia de Dios fueron creciendo ante la inteligencia maravillada del hombre. Por eso he tenido que traeros en este tiempo una enseñanza que esté de acuerdo con vuestra evolución. 65. Mas, Yo os pregunto: ¿Es ciencia material lo que encierra mi revelación? No, la ciencia que os enseño habla de una existencia más allá de la Naturaleza que contempláis y examináis hace tanto tiempo. Mi revelación descubre el camino que eleva al espíritu hasta una morada desde donde puede descubrirlo, conocerlo y comprenderlo todo. 66. Que Dios se comunique espiritualmente con los hombres; que el mundo espiritual se comunique y se manifieste en vuestra vida, que los mundos y las moradas desconocidas lleguen a comunicarse con vosotros, ¿Os parece imposible o al menos extraño? ¿Queréis acaso que vuestro conocimiento permanezca estacionado y el Padre nunca os revele más de lo que ya os ha revelado? 67. No seáis rutinarios ni limitéis el conocimiento a vuestro espíritu. 68. Hoy podéis negar, combatir y perseguir mi Doctrina espiritual, mas Yo sé que mañana os rendiréis ante la verdad. 69. Toda revelación divina, al aparecer, ha sido combatida y negada, mas a la postre aquella luz se ha impuesto. 70. Ante los descubrimientos de la ciencia, también la humanidad se ha mostrado escéptica y al fin se ha tenido que rendir ante la realidad. 71. Habéis sido incrédulos a causa de vuestra materialidad. En un principio creísteis sólo en lo que vuestros ojos miraban; pero evolucionasteis y ya creísteis en lo que vuestra inteligencia descubría, ¿Por qué no habréis de creer y conocer lo que está más allá de vuestro Universo material, una vez que vuestro espíritu sea el que penetre en aquel campo de infinito saber? No sabéis aún cuánto tenga que conocer la humanidad del futuro. Comparad el conocimiento tanto espiritual como material de los hombres de los primeros tiempos, con el conocimiento que hoy tenéis, y ello os dará una idea de lo que será la vida humana en los tiempos venideros. 72. Este es tiempo propicio para despertaros a una nueva Era, para prepararos y profetizaros cuánto habéis de contemplar. 73. Comprended, pueblo, que mi venida ha sido oportuna. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 276 1. Entre las multitudes que vienen a escuchar mi lección, veo llegar a los postreros, a los que por primera vez están escuchando esta palabra. Ellos habían recibido el testimonio de los que con anterioridad habían sido invitados a mi banquete espiritual; pero se habían resistido a creer en mi presencia y en la llegada del Tercer Tiempo. 2. Vinieron venciendo obstáculos y prejuicios y les ha bastado escuchar las primeras palabras que pronunciaron los labios del portavoz, para decir: "Maestro, sois vos, reconozco la esencia de vuestra palabra, mi espíritu se estremece" 3. Bienaventurados los que escuchándome ya al final de mi comunicación en 1950, crean en mi presencia, porque de cierto os digo que mi esencia no se apartará de su corazón aun después de mi partida. 4. Mi voz está llamando a las grandes multitudes porque para muchos espíritus se está acercando el final de su peregrinaje en la Tierra. Ese abatimiento, ese hastío, esa tristeza que llevan en el corazón, son la prueba de que anhelan ya una morada más alta, un mundo mejor; pero es necesario que la última etapa que recorran en el mundo, la vivan obedeciendo los dictados de su conciencia, para que la huella de sus últimos pasos en la Tierra sea de bendición para las generaciones que después vengan a cumplir sus diversas misiones en el mundo. 5. La tristeza de muchos hombres proviene de no haber encontrado en su larga jornada un árbol frondoso a cuya sombra descansar. Encontraron árboles en el camino, pero estaban secos y su semilla vana. 6. Todos esos hombres que me han buscado, que han esperado mucho tiempo, pronto escucharán mi voz y acudirán a ella, porque el último resto de esperanza y el último destello de fe, no se han apagado en su corazón. 7. Mi Obra Espiritual les espera; es el árbol corpulento que buscan, bajo cuya sombra quieren reposar y con cuyos frutos anhelan sustentarse. 8. Cuando lleguen y satisfagan su hambre y su sed y se deleiten descansando, verán pasar por su imaginación todo su pasado: las penosas jornadas por el desierto, las tinieblas con sus tentaciones, los abismos llenos de peligros, de vicios y de muerte. Recordarán uno a uno los cálices amargos que bebieron y contemplarán en sí mismos las huellas de la lucha de la dura jornada. 9. Aquí recobrarán la paz. Yo les espero. Limpiad vosotros el camino para que no se pierdan y preparad un himno para que les recibáis con fiesta y alegría en vuestro corazón. 10. Empezarán siendo párvulos ante mis nuevas revelaciones, luego con su amor y su ahínco, se tornarán en discípulos, y cuando su espíritu se haya sustentado verdaderamente y se haya impregnado de esta esencia, ya no buscarán árbol para sombrearse. Doquiera sentirán mi presencia y en ella encontrarán sombra, refugio, fruto, reposo y paz. 11. Cuán importante es que los postreros encuentren fuertes a los primeros para que se fortalezcan con su buen ejemplo y desde sus primeros pasos se encaucen por la senda de la obediencia, del celo y de la limpidez. 12. Muchas veces me habéis tenido como Maestro, mas cuando me manifiesto como Juez, os sentís invadidos de temor, entonces quisierais purificaros en un instante hasta de la más insignificante mancha, para mostraros limpios delante de Mí. El pesar de haberme ofendido se traduce en llanto y vuestro espíritu me busca en la oración, cuando comprendéis que habéis hecho un buen acto de arrepentimiento os tranquilizáis y os sentís ya dignos de escuchar la palabra del Divino Juez que viene a tocar con su luz a los espíritus. 13. Benditos sean los que se arrepienten y forman firmes propósitos de enmienda y regeneración, porque lograrán elevarse por encima de lo impuro y lo superfluo. Sin arrepentimiento, meditación y propósitos de mejoramiento, no habréis puesto cimientos al santuario que tenéis que edificar en vuestro espíritu, pero si reconocéis vuestras faltas y lucháis por eximiros de ellas en lo sucesivo, vuestra conciencia os guiará en todas las obras de vuestra vida. 14. Lejos estáis ya de aquellos tiempos en que los hombres buscaban su purificación mediante el sacrificio de víctimas inocentes; también habéis comprendido la inutilidad de los ayunos y las penitencias mal entendidas que por mucho tiempo practicasteis, ahora sabéis que sólo la regeneración y la espiritualidad podrán dar a vuestro espíritu la paz y la luz. 15. Yo vine en el Segundo Tiempo en cuanto hombre predicando mi verdad con el ejemplo, detuve el sacrificio inútil de seres inocentes e inconscientes, sacrificándome en aras de una lección perfecta de amor. Cordero de Dios me llamasteis por haberme inmolado aquel pueblo en sus fiestas tradicionales. Ciertamente mi sangre fue derramada para enseñar a los hombres el camino de su redención. Mi amor divino fue derramado desde la cruz sobre la humanidad de aquel y de todos los tiempos, para que en aquel ejemplo, en aquella palabra, en aquella vida perfecta se inspirase la humanidad y encontrase la salvación, la purificación de los pecados y la elevación del espíritu. 16. Ya estáis comprendiendo que Yo vine a dar el ejemplo; pero que vosotros tendréis que hacer los méritos imitándome, a fin de labraros una mansión de paz eterna, una vestidura de luz y una paz inagotable. 17. Quiero en mi nuevo apostolado a los discípulos fuertes, espiritualizados y llenos de la luz del saber. El saber Yo os lo he dado a través de mis revelaciones que en los tres tiempos os he hecho. No quiero que analicéis mi Espíritu ni nada de lo que pertenece a lo espiritual como si fuesen objetos materiales; no quiero que me estudiéis a la manera de los científicos, porque caerías en grandes y lamentables confusiones. Os he enseñado a elevar el espíritu por medio de la oración para consultar con humildad y respeto a vuestro Padre, porque entonces el Arcano se entreabrirá para dejaros contemplar lo que esté reservado a vuestro conocimiento y sentiréis llegar a vuestro entendimiento la luz divina de la inspiración. 18. La oración es el medio revelado a vuestro espíritu para llegar hasta Mí con vuestras interrogaciones, con vuestras inquietudes y vuestros anhelos de luz. A través de esa comunicación podréis disipar vuestras dudas y descorrer el velo que oculte algún misterio. 19. La oración es el principio de la comunicación de espíritu a Espíritu que en los tiempos venideros florecerá y dará frutos entre esta humanidad, hoy le he revelado todo esto al pueblo que me escucha, para que sea el precursor del tiempo de la espiritualidad. 20. No penséis que hasta entonces va a comenzar a vibrar mi Espíritu sobre el de todos los hombres: de cierto os digo que mi vibración, mi inspiración, mi presencia y mi luz han sido con los hombres en todos los tiempos, pero que éstos, nunca habían estado preparados para recibir directamente mis mensajes. 21. En todos los tiempos he ido hacia vosotros, siempre os he hablado, siempre os he buscado, en cambio, vosotros nunca habéis venido a Mí por el verdadero camino, nunca me habéis hablado con el lenguaje del espíritu, ni me habéis buscado en donde verdaderamente estoy. 22. No os desalentéis ante mi palabra cuando os señale vuestras faltas, también os digo que todos los errores y deficiencias que la humanidad ha tenido, Yo se las he perdonado, abriendo ante su espíritu una Era de luz, en la que conocerá sus imperfecciones, para que se levante de su estancamiento y conozca la verdad que hay en mi Obra en la que hasta ahora no ha logrado penetrar. 23. ¿Queréis que sea mi voz la que mañana conteste a vuestras preguntas? Aprended a orar porque si así no fuere, será entonces vuestra mente la que conteste y, ¿Qué podrá ella revelaros si jamás ha penetrado en el Reino del espíritu? Dejad que sea el espíritu quien se eleve, el que llegue hasta Mí, llame a las puertas de mi amor y de mi sabiduría y por medio de él encontraréis la vida maravillosa que jamás habíais descubierto. 24. ¡Id al fondo de mi palabra, Ah discípulos! Y ahí encontraréis la esencia de la lección que os he dado en este día. 25. Soy vuestro amigo, Aquél a quien podéis confiar vuestros secretos, Aquél que todo lo da por vosotros. 26. Veo que venís a confiarme una pena, para que libre de ella a vuestro corazón, y en verdad voy a concedéroslo, mas ello será cuando comprendáis que el mal no hay que curarlo superficialmente, sino en su origen; que además de orar y de pedir es menester la enmienda, la reflexión, la regeneración. 27. ¿Qué mérito tiene que Yo os sane de una enfermedad o que os libre de algún sufrimiento, si persistís en la causa de vuestros sufrimientos? 28. Orad para que recibáis mi luz y por medio de ella lleguéis a descubrir las causas o el origen de vuestras pruebas y vicisitudes. Pedid para que en vuestra humildad os sintáis fortalecidos, pero antes poned toda vuestra voluntad en evitar todo cuanto os pudiese perjudicar, en el espíritu como en la envoltura. 29. Venid todos a Mí y sanad de vuestros males, haced que vuestra fe obre el milagro de devolveros la salud y de alcanzar vuestra salvación. El milagro no está en Mí, sino en vosotros, mas no olvidéis que ya no es mi túnica la que habréis de tocar para recibir el prodigio, sino que debéis llegar ante mi Espíritu por medio de vuestra fe y elevación. 30. ¡Cuántos han encontrado su salud en este camino, porque a tiempo supieron descubrir el origen de sus males y pusieron toda su fe y su voluntad en luchar hasta vencer! ¡Cuántos también se han alejado tristes, confusos o decepcionados, sin haber conseguido lo que deseaban porque creyeron que con sólo acercarse a uno de estos lugares de reunión o simplemente con pedir, todo lo tenían ya logrado! Nunca se interesaron por descubrir la causa de sus sufrimientos y tuvieron que alejarse sin haber alcanzado el bien que buscaban. Esos son los que viven sin luz espiritual, los que ignoran la causa de sus sufrimientos, y el valor que tiene la salud o la paz. 31. La mayor parte de los hombres llevan un Tomás en el corazón, quisieran ver y tocar para poder creer y Yo os digo que aquellas pruebas concedidas al más incrédulo de mis discípulos, no se repetirán en este tiempo, porque no me tendrá el mundo otra vez en cuanto hombre y porque aquel ejemplo quedó como libro abierto delante de cada uno de mis hijos, para que analizaran esa lección. 32. No penséis que sólo haciéndome hombre puedo manifestarme al mundo, no, porque ahora me estoy haciendo sentir espiritualmente en vosotros, y esa es una prueba de que Yo puedo manifestarme delante del hombre en número infinito de formas. Todo lo he creado y os conozco, por lo cual sé cómo hacer estremecer el espíritu dormido de esta humanidad. 33. Mi humildad en aquel tiempo hizo vibrar de amor el corazón del pueblo. Habituado a contemplar la ostentación de quienes decían representarme en el mundo, cuando vieron que el Rey de los Reyes venia sin corona y carecía de trono en la Tierra, abrieron sus ojos y contemplaron la verdad. 34. Así también en este tiempo haré estremecer al mundo con mi humildad, de la que os he dado las primeras pruebas, buscando la sencillez y el recogimiento de los primeros en sentir la llegada del Nuevo Tiempo, para manifestar entre ellos mi mensaje. 35. ¡Ay de los que han tomado mi nombre para gobernar espiritualmente a la humanidad si con ello la han estacionado o confundido, porque verán partir de entre sus filas a millares de hombres en busca de la verdad! ¡Ay de los hombres de ciencia, que en vez de hacer liviana la vida, la han hecho más penosa a los hombres, porque entonces vetan a los pobres y a los ignorantes realizar prodigios que ellos no serían capaces de hacer con toda su ciencia! 36. Los milagros de este tiempo también quedarán escritos para testimonio de las generaciones venideras, mas en verdad os digo, que estos milagros se realizarán más en el espíritu que en la materia. 37. En aquel Segundo Tiempo sané a multitud de enfermos. Curé ciegos, leprosos, poseídos, sordos, paralíticos y mudos. Todos eran enfermos del cuerpo, mas, por el milagro hecho en sus cuerpos resucitó su espíritu. 38. Ahora vengo primero a dar luz al espíritu, a despertarle, a darle libertad, a encender su fe y a sanarle de todo mal para que después él se encargue de fortalecer y sanar su cuerpo. 39. ¿No creéis que de tiempo en tiempo debo encontraros más adelantados y que por lo tanto mis lecciones tienen que ser cada vez más elevadas? 40. Es por eso que en este tiempo no me verá el mundo nacer en un establo ni me verá morir en una cruz, sino que habrá de elevarse para sentir mi presencia espiritual. 41. Humanidad: ¿Os parece imprevisto el dolor, la miseria y el caos que os envuelve en este tiempo? Si estáis sorprendidos, es porque no os interesasteis por mis profecías y no os preparasteis. Todo estaba previsto y todo estaba anunciado, pero faltasteis a la fe y ahora apuráis las consecuencias como un cáliz muy amargo. 42. También ahora estoy profetizando por medio del entendimiento humano; unas profecías son de realización próxima y otras para tiempos más distantes. Este pueblo que las escucha, tiene la gran responsabilidad de darlas a conocer a la humanidad, porque ellas contienen luz que hará a los hombres comprender la realidad en que viven, para que se detengan en su veloz carrera hacia el abismo. 43. Mis emisarios harán saber a las naciones, que de seguir en sus necias e incesantes ambiciones de grandeza y poderlo, valiéndose de fuerzas y elementos que aún no conocen ni saben emplear, esta Tierra que fue el paraíso creado por el Señor y más tarde valle de lágrimas por los pecados y desobediencias humanas, quedarán convertidos en campo de muerte y de silencio, en mundo inhabitable, a causa de la perversidad de los hombres. 44. ¿Acaso a eso le podréis llamar conquista o triunfo de la ciencia? Triunfo será para la humanidad, cuando llegue a vivir en paz y en armonía, porque entonces habrá construido la base para sus más grandes conquistas, tanto humanas como espirituales, habrá cumplido con el precepto que os aconseja amaros los unos a los otros. 45. Vendrán de otros países hacia este pueblo, multitudes ansiosas de interrogaros acerca de los acontecimientos espirituales que en este tiempo habéis presenciado y también sobre las revelaciones y profecías que os he entregado, porque en muchas partes del mundo han recibido mis mensajes que dicen que en un lugar de Occidente ha descendido mi rayo divino para hablar a la humanidad de este tiempo. Veréis cómo llegado el instante, de otros pueblos y naciones vendrán a buscaros. Entonces los hombres de las grandes religiones se sorprenderán de que no sea a ellos a quienes vine a buscar. 46. Ahora comprendéis por qué quiero que luchéis contra vuestro materialismo, que destruyáis todas vuestras dudas y confusiones, porque no quiero que cuando vuestros hermanos lleguen ante vosotros, sufran desengaño o decepción; no quiero que en vez de llamaros hermanos, se vayan a tornar en vuestros enemigos. 47. ¿No os duele tanta confusión como reina en el mundo? ¿No sufrís ante tanta tiniebla espiritual? 48. Sed los buenos discípulos: grandes en vuestro conocimiento y humildes en vuestra forma de enseñar, os digo que debéis aprovechar cuanta ocasión de sembrar os ofrezca la vida. Mas debéis de tener presente que todo aquél que a si mismo se llame maestro, sin serlo, será responsable de cuanto haga en su camino, así como de las pruebas que a su paso reciba. 49. Este es un instante precioso para que reflexionéis, a fin de que os libertéis de la rutina, os coloquéis en una senda de adelanto y lleguéis a conocer verdaderamente la pureza de esta Obra, porque no todos habéis considerado su pureza ni la habéis comprendido. Aún contemplo entre vosotros formas y prácticas tan extrañas, que aunque agradan a algunos que tienen tendencia a los ritos, a los más les confunde y no se dan cuenta que con ello sólo están preparando un motivo de mofa para el mañana. 50. ¿Creéis que el Maestro tema que los hombres destrocen su Obra? No, pueblo, el Padre a nada puede temer, su Obra es indestructible; lo que Yo quiero es que améis la verdad, que presentéis mi Obra en toda su pureza, porque si no lo hacéis, causaréis mucho dolor, tal como lo han causado todos aquellos que, dentro de cualquier religión, sin caridad para sus hermanos han confundido, perdido o lastimado a sus semejantes, dándoles piedras por pan, tinieblas por luz o mentira por verdad. 51. Todos habéis recibido esta palabra, pueblo, estáis conscientes de lo que habéis escuchado y sin embargo os digo, nada os obliga a servirme ni a seguir el camino trazado, mas, el que esté dispuesto, el que no pueda resistir al amor que su corazón siente, el que no tema sangrar su planta en el sendero, tome su cruz y venga en pos de su Maestro, dispuesto a servirme en sus hermanos. 52. Es Elías quien ha estado entre las grandes multitudes para enseñarles el camino de verdad, para hablarles del reino de Dios, para mostrar a los hombres la espiritualidad liberándolos de la confusión, la injusticia y la maldad. 53. Elías invita a los hombres al arrepentimiento; mostrándoles las virtudes y el amor, para encaminarlos como ovejas de su redil hasta Mí. 54. En este Tercer Tiempo, he posado mi rayo universal en el entendimiento del hombre para entregaros mi palabra. Mas la humanidad aún no se ha dado cuenta de mi manifestación divina; porque ha forjado muchos dioses según su entendimiento, según sus ideas y Yo os digo: sólo existe un Dios verdadero que no tiene principio ni fin, y ha dado al hombre una chispa de su Espíritu Divino que es la luz de su conciencia que le enseña a distinguir el bien del mal. 55. Pueblo escogido: los hombres de ciencia, de diferentes credos y doctrinas, de diferentes sectas y religiones, se preparan para escudriñar el fruto de esta doctrina espiritual, ellos os preguntarán cuál es el Dios que vais buscando; si estáis preparados, seréis el pueblo iluminado que sepa contestar a toda pregunta. Quiero que sepáis defender esta causa, porque de vosotros brotarán palabras de verdad. Si os habéis espiritualizado, nada temáis de los hombres, porque daréis testimonio de mi verdad con vuestras palabras, pensamientos y obras. 56. Si dais cumplimiento a mi Ley, los hombres no os señalarán como los impostores, porque contemplarán vuestra obediencia y os verán cómo sus propios hermanos. 57. Todo el que lleve buenos principios, que medita sus actos, que aparta de su palabra la mentira, que obra con amor, piedad y caridad para sus semejantes, sentirá en sí mismo la manifestación de mi Divinidad y será semejante a su Dios en la grandeza de sus actos y en sus propósitos para hacer el bien. 58. ¡Cuán pocos son esos corazones; corto es el número de aquellos que así dan cumplimiento a mi Ley! Más a vosotros que sois el pueblo escogido, os he enseñado a hacer el bien. Podréis hacerlo con vuestros buenos pensamientos, con vuestra oración. A través de la oración podéis elevar a vuestro espíritu hacia mi Divinidad, porque siendo infinito, desciendo hasta vuestro mundo para acariciaros, para daros el consuelo y para enseñaros a obedecer mi Ley. 59. Día a día he estado entre vosotros para enseñaros a practicar las virtudes, para confiaros mi amor y he iluminado a vuestro espíritu y a vuestro entendimiento, para que doquier os levantéis con el propósito de hacer el bien, con el propósito de regeneración. Os he enseñado a perdonar, para que aquél que está en las tinieblas, vea que vosotros sois los hijos de la luz, y así con vuestro buen ejemplo podáis mostrar al mundo el camino de la verdad y podáis testificar que habéis recibido mi palabra con vuestras obras de amor. 60. Los hombres de nada tendrán que acusaros porque contemplarán que habéis sido inspirados por Mí para practicar el bien. 61. Practicad esta Obra Espiritual como es mi voluntad, para que le mostréis nuevos horizontes a la humanidad, para que iluminéis los senderos obscuros por los cuales ha transitado hasta ahora. 62. Confesaos directamente conmigo porque soy el único que puede penetrar en vuestro espíritu y escuchar vuestros secretos con infinita piedad y amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 9 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 10 ENSEÑANZA N° 277 1. He contemplado en vosotros a la vanguardia de la caravana que me sigue a través de los tiempos, al prudente Israel, al espíritu luchador de Judá, abriendo paso a su pueblo. Venís a librar el último combate y me tenéis delante de vosotros para dirigir vuestros pasos y llevaros a la culminación de vuestra obra. 2. Yo os he enviado en el preciso momento de la prueba, cuando la humanidad atraviesa los mayores peligros y os digo que todavía irá un tiempo más en pos de su ambición, para caer después en dolorosa fatiga hasta que su conciencia, haciéndose oír, le diga cuánto ha caminado en vano y cómo ha despreciado su existencia, le hable en nombre mío y le enseñe sabiamente a venir a Mí, por el sendero de la espiritualidad. Cuando el espíritu despierte y reflexione, buscará asirse de algo seguro, querrá descubrir el camino más corto y más certero y volverá al principio para encontrar ahí los fundamentos, las virtudes, la verdadera ciencia y conocerá que la primera y última ley que Yo he dado al hombre, es el amor, fuente de toda perfección. 3. Quiero que viváis en espera del cumplimiento de mi palabra; que siempre estéis en contacto conmigo y con el mundo espiritual, para que no os sintáis distantes ni ausentes de Mí. Yo haré la fusión de los espíritus de diversos mundos para que en su unión se fortalezcan para llevar a cabo la obra que les he encomendado. 4. Para su realización no os pido que desconozcáis vuestra personalidad, ni que os apartéis del mundo, puesto que en él vivís; sólo os digo que toméis para las necesidades de vuestro cuerpo lo indispensable, para que el espíritu pueda sentirse libre y mirando hacia su interior y en derredor suyo, comprenda su gran destino dentro de mi Obra. 5. Yo os daré lo necesario para la vida humana, no os pediré que desatendáis vuestros deberes, antes bien; mi palabra os enseñará a cumplir con todos ellos porque hasta los más pequeños forman parte de vuestra misión. Vivís un tiempo de lucha, de actividad y esfuerzo y es menester que todos os pongáis al servicio del espíritu. Que desarrolléis todos vuestros dones para que se haga en vosotros la transformación que se obró en mis discípulos del Segundo Tiempo, quienes se identificaron conmigo, unidos como un solo espíritu. 6. No podríais ir a la humanidad con una preparación falsa o aparente, porque su espíritu ha evolucionado y la venda que cubría sus ojos, ha caído desde hace mucho tiempo. Llevadle espiritualidad, ofrecedle paz y haced en vuestro derredor un ambiente de salud y de fraternidad, y veréis cómo os escuchan y aceptan vuestras palabras en las que irán mi inspiración y mi esencia. 7. Si vais a predicar enseñando la paz, sed vosotros pacíficos; si habláis de amor, sentidlo antes que lo expreséis con palabras; y si vuestros hermanos os ofrecen también sus frutos, no los rechacéis; someted a estudio todo lo que conozcáis y tomad lo que haya de lícito y justo en sus doctrinas. Vais a encontrar a los que fanatizados en su culto, han reducido su entendimiento al materializar sus prácticas, vosotros pacientemente les ayudaréis a ampliar sus conocimientos; les mostraréis los horizontes que su espíritu puede alcanzar, si saben penetrar en mi enseñanza. Les hablaréis de mi Espíritu universal, de la inmortalidad del espíritu, de su constante evolución. Les enseñaréis la verdadera oración, la comunicación de espíritu y los libertaréis de prejuicios y de errores. Esa es la obra que os encomiendo, obra de amor y de paciencia. 8. Velad todos por vuestro espíritu que es mi hijo. Recibid mis nuevas revelaciones y si no habéis llegado a encontrar la esencia de las palabras que os di en los tiempos pasados, venid y a través de esta enseñanza, todo lo conoceréis y lo comprenderéis, porque os estoy recordando y reuniendo ante vosotros todas mis palabras y hechos de todos los tiempos, para que llevéis un testimonio más de vuestro Padre. 9. Usad la fortaleza que os he dado para que venzáis todas las pruebas y tentaciones. Sed pacientes en el dolor, para que podáis dirigir vuestra barca y poneros a salvo. 10. Quiero que vuestro culto en este Tercer Tiempo, llegue a ser tan puro y tan perfecto, como el perfume que se desprende de las flores. 11. Cuando los hombres hayan logrado construir en su espíritu un templo y en él hayan encendido la flama de la fe, las profanaciones habrán cesado, las guerras habrán terminado, el valle de lágrimas comenzará a ser tierra de paz y el Reino de los Cielos se acercará a cada corazón. 12. Dejad que hable así, aunque os parezca imposible cuando digo, Yo sé lo que ha de ser de este mundo en el futuro, ese futuro que se prolonga hasta la eternidad y que vosotros, pequeñas criaturas, no podéis concebir. 13. Si del presente no os dais cuenta, ¿Cómo podéis predecir lo que ha de ser, o dudar de lo que mi palabra profetiza? 14. Ya están llegando al mundo mis enviados, los que llegada la hora, habrán de quitar de los ojos de los hombres la venda de obscuridad, los que han venido al mundo a defender la verdad con obras de verdadero amor. Más, ¿Quién les ha descubierto? ¿Quién presiente en esos niños de ahora a los profetas y apóstoles del mañana? Y si eso acontece con aquéllos a quienes podéis contemplar con los ojos de vuestra materia, ¿Qué será si os digo que también se han aproximado a vuestro mundo mis huestes espirituales de luz, con su mensaje de paz y su voz de alerta? Ni siquiera lo habéis presentido. 15. Es necesario que este pueblo, a quien se le han confiado estas revelaciones, se levante dando testimonio, porque con ello despertarán los hombres y lograrán percibir las señales y manifestaciones espirituales propias de este tiempo. 16. Es por eso que a cada paso os digo que cuidéis esta simiente, para que vosotros y vuestros hijos sean los que lleven esta luz a los pueblos de la Tierra. Yo os concedo que para hacer llegar mi mensaje a los distintos puntos, os valgáis de los medios que creáis convenientes, siempre y cuando vuestra conciencia os diga que vais por el camino verdadero. 17. Más no quiero deciros que vosotros que en este instante me escucháis, seáis los únicos encargados de desempeñar esta misión, no, a vosotros os tocará hacer una parte y los que vengan detrás harán lo que a ellos corresponda, porque la Obra es gigantesca para mi nuevo pueblo. 18. Lo que debéis perseguir es que de generación en generación esta Obra avance, se defina en su espiritualidad y pureza y se conserve en toda su verdad. 19. No conocéis aún toda la esencia, y el sentido de mi Doctrina, esa es la causa por la que la habéis deformado mas, cuando vuestra mente al par que vuestro espíritu hayan despertado a la verdad, serán incapaces de mezclar a mi Obra nada impuro. 20. Vosotros estáis dando al mundo lo que en espíritu recibisteis como misión antes de llegar a la Tierra. Es el mensaje que vuestro espíritu trajo. 21. La mente ignora todo esto, pero el espíritu recuerda cuando se le dijo que aquí en el mundo se agruparían para formar un pueblo, todos los que estaban señalados para escuchar la palabra del Señor en su nueva manifestación al mundo. 22. Bienaventurados los que han sabido conservar en su espíritu el mandato y la promesa del Maestro, porque en ellos ha sido la luz de mi Espíritu, están cumpliendo con la misión que les fue entregada y una vez que hayan concluido con la parte que a ellos corresponde, tendrán la dicha espiritual de ver cómo tras de ellos, llegan nuevos labriegos a continuar la obra iniciada. En los que lleguen verán la satisfacción, el regocijo de haber encontrado limpio y preparado el camino e iniciada la Siembra de los campos. 23. Si vosotros que habéis sido los primeros y que por lo tanto habéis tenido que luchar mucho, porque ninguno de vuestros hermanos os preparó el camino en esta era y a pesar de eso habéis logrado entregar un mensaje al mundo, pensad que las nuevas generaciones, encontrando el camino propicio y la simiente extendida, tendrán que dar a conocer con mayor luz y claridad el mensaje del que son portadores. 24. Desde los primeros tiempos, cuando los profetas comenzaron a anunciar la llegada del Mesías, dijeron que todas las naciones serían benditas en Él, porque vendría a hacerse hombre, mas ahora os digo que todos los pueblos volverán a ser benditos en este Tercer Tiempo, porque mi Espíritu llegará a comunicarse con todo espíritu. 25. Benditos sean los que buscan la purificación por medio de la oración, del arrepentimiento y de las buenas obras, porque ellos son los que verdaderamente están lavando sus manchas para presentarse limpios delante de Mí. Bienaventurados los que así entiendan la verdad, porque son los que van encontrando el camino y van dejando atrás la ignorancia y las tinieblas de los tiempos pasados. Así como en el Segundo Tiempo vine a hacer cesar el derramamiento de sangre y el sacrificio de víctimas inocentes que ofrecía el pueblo ante el altar de Jehová, y los enseñé a ofrecer al Padre el sacrificio de la propia vida, ahora vengo a apartaros de las múltiples prácticas y ritos inútiles con los cuales habéis venido sustituyendo el verdadero cumplimiento de mi Doctrina. 26. Cuando escucháis mis lecciones, os sorprendéis de poder comprender y de poder practicar lo que antes os parecía imposible y es que vuestro espíritu ha venido recorriendo paso a paso una senda que vosotros no conocíais. Ha bastado una chispa de luz en vuestra mente, para apartar de vuestro corazón el culto externo que tan profundamente había enraizado en vosotros. 27. También el simbolismo va desapareciendo de vuestro culto a medida que miráis más de cerca la verdad, y comenzáis a recrearos con un culto limpio, simple, espiritual y práctico. 28. No os he dicho todo ni todo os lo he revelado, por lo cual os digo que no os sintáis satisfechos con lo que habéis recibido. Mucho atesora aún mi Arcano y lo debe conocer vuestro espíritu, muchos pasos de trascendencia tendréis que dar aún en el sendero. Yo vengo a enseñaros una forma diferente de practicar la Ley y una forma distinta de analizar lo espiritual y lo divino que os ha revelado mi palabra, porque no quiero que vosotros vayáis a intentar analizarme a la manera de científicos o de teólogos. Vosotros, elevando vuestro pensamiento a través de la oración, interrogaréis al Arcano de vuestro Padre y sabréis recibir de Él, revestidos de humildad, de respeto y amor, lo que a bien tuviese revelaros. Quien así llegue ante la puerta de la sabiduría, será considerado como un párvulo ávido de luz o un discípulo sediento de conocimientos. Le haré sentir mi presencia, le daré mi caricia y le mostraré cuánto debáis conocer a juicio de vuestro Padre; disiparé sus dudas, ante su vista descorreré el velo de muchos misterios y lo llenaré de luz, para que cuando concluya su oración y retorne a su lucha pueda revelarle a la carne lo que aprendió en la cátedra con el Maestro. 29. Los que han querido conocer mi esencia y penetrar a lo divino sin llegar ante mi presencia con humildad y el respeto debido, siempre se han confundido y nunca han alcanzado gran enseñanza, es que la puerta está franca para el humilde, pero siempre cerrada para el soberbio. Todavía los hombres son párvulos ante la vida, distan mucho de ser sus discípulos. 30. Humildad de espíritu y corazón os pido, para que vosotros que venís en busca de la luz por el camino espiritual, encontréis todo lo que anheláis saber. Los preparados no tendrán que llorar ni suspirar por estos tiempos de mi comunicación, cuando ellos pasen y cuando lleguen las caravanas de extranjeros a preguntaros por lo que oísteis y visteis, les daréis fiel testimonio de cuanto os enseñé y la explicación de todo lo que vean envuelto en el misterio. Maravillados ante la claridad de vuestra mente y de vuestra palabra, os llamarán hijos de la luz y os dirán: "Sois dichosos, porque escuchasteis al Divino Maestro, aún cuando haya ido a través del entendimiento del hombre". 31. Vengo de nuevo a dar a los hombres mi palabra para que sepan que no están solos, para que despierten ante la voz de su conciencia y sepan que después de esta vida esperan al espíritu grandes maravillas divinas. 32. De ellas he hablado a los hombres y lo mismo lo comprueba el que sabe orar para ponerse en contacto con lo espiritual, como lo testifica el que se profundiza en los misterios de la Naturaleza, a través de la ciencia. Por esas dos sendas, tanto la mente como el espíritu, mientras más busquen, más encontrarán, pero ¿Cuándo llegará el tiempo en que el hombre se inspire en el amor, para su estudio y su investigación? Sólo cuando esto sea, su obra en el mundo será firme; mientras el móvil de la ciencia, sea la ambición, el orgullo, el materialismo o el odio, tendrán los hombres a cada paso el reclamo de los elementos desatados castigando su insensatez. 33. Demuestra el hombre de ciencia de estos tiempos, completa incomprensión en sus obras, porque destruye naciones y pueblos, siega vidas hermanas por millares; esclaviza hombres y convierte la vida humana en un torbellino y no comprende el mal que ocasiona, no se da cuenta de la gravedad de sus actos, por eso les llamo inconscientes. 34. Sólo mi misericordia podía acudir en ayuda de esta humanidad y por eso he venido a tocar el corazón del hombre y a despertar su espíritu, para que pueda oír la voz sutil de la conciencia, que sabiamente le hará conocer todo el mal que haya causado, a la vez que le inspirará la forma de reparar errores y males. 35. Los hombres deben comprender que todos tienen que llegar a Mí, mas no en cuanto hombres, como ellos quisieran, sino en estado espiritual, sólo así procurarán que sus obras tiendan al bien de todos para que esto sea en provecho de sí mismos. 36. ¡Cuántos se han engrandecido en el mal, en el orgullo, en las vanidades! ¡Cuántos se han ceñido coronas, siendo miserables y estando desnudos del espíritu! ¡Cuán grande es el contraste entre lo que creéis como vuestra verdad y mi verdad! 37. Lloráis escuchando mi palabra, oh pueblo, ¿Cuándo llorará así toda la humanidad ante mi revelación? Yo os perdono a todos, es instante de gracia y esparzo mi luz infinita sobre todos los mundos y sobre todos mis hijos. 38. Esta es la Era de la luz en que la sabiduría divina que es la luz del Espíritu Santo, iluminará hasta los rincones más íntimos del corazón y del espíritu. 39. Ya pronto va a saber el hombre a qué viene el que nace para este mundo, cuál es el sentido, la misión y finalidad de esta vida y sabrá explicarse lo que ha llamado "Muerte". Ya pronto esta humanidad dejará la teorías y los culto externos para vivir la verdad y entonces consagrará su existencia al bien, me rendirá culto a través de sus obras y cuando llegue la hora de dejar este mundo, no llamarán muerte al hecho de cerrar para siempre los ojos del cuerpo, sabiendo que ése es el instante en que el espíritu entre de lleno a una vida superior. 40. Cuando todos sepáis que el desprendimiento del espíritu al dejar la materia, es el paso de transición, indispensable para acercaros a las morada de la paz y de la perfección, será cuando en los hombres se vaya formando un verdadero conocimiento de la realidad. 41. El Creador puso a los hombres en un mundo cuya Naturaleza evoluciona sin cesar, pero evoluciona siempre hacia la perfección; mas los hombres, habitando en el seno de esta Naturaleza, no evolucionan en armonía con ella, porque no buscan su mejoramiento moral, no aspiran al perfeccionamiento de su espíritu, que es la esencia y la razón de su existencia. 42. La evolución humana, sus progresos, su ciencia y su civilización no han tenido jamás por meta la elevación del espíritu, que es lo más alto y noble que en el hombre existe; su aspiración, sus ambiciones, sus anhelos e inquietudes, han tenido siempre su meta en este mundo. Aquí han buscado el saber, aquí han acumulado tesoros, aquí se han procurado placeres, honores, galardones, poderes y halagos; aquí han querido encontrar su gloria. Por eso os digo que mientras la Naturaleza avanza paso a paso, sin detenerse en su ley de incesante evolución hacia lo sutil, hacia la perfección, el hombre se ha quedado atrás, estacionado y de ahí sus vicisitudes en la Tierra, de ahí las pruebas, los tropiezos y golpes que en su camino encuentra; porque en vez de armonizar con lo que en su vida le rodea, procurando enseñorearse de todo por medio de su elevación del espíritu, tal como desde el principio lo ordenó el Señor, ha querido enseñorearse a través de las bajas pasiones como son la codicia, el orgullo y el odio, claudicando de su puesto de señor y de príncipe sobre todo cuanto Dios puso bajo su voluntad, para convertirse en siervo, en esclavo y hasta en víctima de todos los elementos que le rodean. 43. Haced el propósito de conoceros primero, buscando en el fondo de vuestro ser la esencia y os aseguro que os sentiréis iluminados al descubrir que sois ante todo espíritus, hijos de Dios. 44. Mi palabra os abre las puertas del conocimiento espiritual para que atesoréis en vuestro corazón algo de lo que el Padre guarda en su Arcano para sus hijos. 45. El hombre lleva en sí un espíritu que es depositario de muchos dones y grandezas divinas y es la palabra de Dios, es su Doctrina, la que viene a haceros dignos de alcanzar aquella gracia. 46. ¡Cuánto se ha rebajado la humanidad en su materialismo, cuánto ha tenido que llorar por su indiferencia hacia lo elevado, hacia lo puro y verdadero! 47. El espíritu tiende hacia la virtud, la envoltura tiende al pecado y ambos luchan sin lograr armonizar, es por eso que he venido con mi palabra a enseñar al uno y a la otra la forma de unirse en un solo ideal, dando en forma justa lo del espíritu al espíritu y lo del mundo al mundo. En la carne están los instintos, las pasiones y el apego a lo material, porque allí está su origen, por eso necesitáis de una Doctrina que sensibilice las fibras humanas, que ennoblezca el corazón y lo eleve, sin apartarlo del cumplimiento de las leyes que rigen al hombre en la Tierra; por medio de esa Doctrina, sí podrá elevarse el espíritu hacia lo eterno, hacia aquel Reino donde está su origen. Si él llega a triunfar sobre la carne y el mundo, después, cuando esté ya libre de la envoltura humana, le será más fácil escalar de peldaño en peldaño, acercándose cada vez más a su Padre y quedando por lo tanto más y más distante de él el mundo que habitó y que lo había esclavizado. 48. La chispa que hace al hombre semejante a su creador, se irá acercando a la flama infinita de donde brotó, y ese destello será un ser luminoso, consciente, vibrante de amor, pleno de saber y de fuerza. Ese ser va a disfrutar del estado de perfección, en el cual no existe el menor dolor o la más pequeña miseria, en donde está la felicidad perfecta y verdadera. 49. Si no fuera ese el fin de vuestro espíritu, en verdad os digo que no os habría dado a conocer mi Doctrina a través de tantas lecciones, porque os hubiese sido suficiente la Ley del Primer Tiempo para que vivieseis en paz en la Tierra; pero si meditáis en que Yo vine a habitar con los hombres y a prometerles un mundo infinitamente mejor más allá de esta vida, y si además recordáis que prometí volver en otro tiempo para seguiros hablando y para explicaros todo lo que no hubieseis comprendido, concluiréis por entender que el destino espiritual de los hombres, es más, mucho más elevado que todo lo que podáis suponer, y que la dicha prometida es infinitamente más grande de lo que podáis presentir o imaginar. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 278 1. Amados discípulos: Una vez más os digo: Velad y orad, porque la materia es frágil y en sus flaquezas puede alejar del camino recto al espíritu. 2. El espíritu qué sabe velar, no se aparta nunca de la ruta que su Señor le ha trazado y está en aptitud de emplear su heredad y sus dones, hasta alcanzar su elevación. Ese ser tendrá que salir avante en sus pruebas, porque vive alerta y nunca se deja dominar por la materia. El que vela y ora saldrá triunfante siempre de los trances difíciles y sabrá caminar con paso firme por la senda de la vida. 3. ¡Cuán diferente es la conducta del que se olvida de orar y de velar! Voluntariamente renuncia a defenderse con las mejores armas que en el hombre he puesto, que son la fe, el amor y la luz del saber. Es el que no escucha la voz interior que le habla a través de la intuición, de la conciencia y de los sueños; pero el corazón y la mente no entienden ese lenguaje y no dan crédito al mensaje de su propio espíritu. 4. Si el hombre viviese despierto para la vida superior que sobre él existe y vibra y si supiese interrogar a su espíritu, de cuántos tropiezos escaparía, de cuántos abismos se salvaría; pero se pasa la vida interrogando a quienes no podrán resolverle sus dudas y sus incertidumbres: a los hombres de ciencia, que han penetrado en la Naturaleza material; pero que no conocen la vida espiritual, porque dentro de ellos se ha aletargado el espíritu. 5. El espíritu de la humanidad necesita despertar para encontrarse a si mismo, para descubrir todos los dones que le han sido confiados para ayudarlo en su lucha. 6. Hoy el hombre es como una pequeña hoja seca desprendida del árbol de la vida y a merced de los vientos, sujeto a mil vicisitudes, débil ante los elementos de la Naturaleza, frágil y pequeño ante la muerte, cuando él debiera haberse enseñoreado de la Tierra como un príncipe enviado por Mí a perfeccionarse en el mundo. 7. Ha llegado el tiempo del despertar, en que debéis correr presurosos en busca de la verdad, desandando el camino por donde os ha llevado vuestra ambición, vuestra desesperación y vuestra ignorancia. 8. No vayáis a huir de mi luz, que viene a estremecer al mundo con sus revelaciones. Pronto veréis brillar en el firmamento espiritual la estrella salvadora de este mundo náufrago, de esta humanidad perdida entre las sombras de una vida materialista, estéril y egoísta, porque se ha alejado de la Ley, que es la esencia de vuestra vida. 9. Pueblo bendito: ¿No se conmueve vuestro corazón, cuando os hablo así de la humanidad? ¿No pensáis al instante en la misión tan delicada que tenéis que cumplir? 10. Os hablo así, para que os preparéis, porque ya está cercano el tiempo en que aparecerán, en el mundo mis emisarios y mis enviados y entre esos enviados irán algunos de vosotros, algunos de los que escucharon mi palabra en este tercer tiempo. 11. Sólo los limpios de corazón deberán ir a las comarcas y a las naciones a extender mi mensaje, porque serán los únicos dignos de dar testimonio de la verdad de esta Obra. 12. Cuando esos enviados partan hacia las tierras que les esperan, ya se habrá borrado de su corazón todo fanatismo religioso, ya no habrá el menor deseo de ir en busca de lisonjas o adulaciones, ni osará su mano mancharse con el pago del mundo por la caridad que hagan. Ellos no venderán milagros, ni pondrán precio al amor del uno para el otro. Serán siervos, mas no señores. Ya llegará el tiempo en que comprendáis la grandeza de la verdadera humildad y entonces veréis que quien ha sabido ser siervo, en realidad ha sido libre en su misión de hacer el bien y sembrar la caridad y que en su vida lo ha acompañado la fe, la confianza, la paz. 13. Por el contrario, el que se ha creído rey y señor sin tener merecimientos para serlo, aun cuando tenga a los pueblos a sus pies, es un esclavo, es un miserable, porque no tiene reposo, paz, seguridad, ni fe. 14. Si vosotros queréis tener un verdadero aliciente en la lucha espiritual, preparad a vuestros semejantes y sentiréis cada vez que consoléis a un triste, que sanéis a un enfermo o salvéis a un perdido, una satisfacción profunda, una dicha inefable, incomparablemente mayor que los placeres que el mundo pueda ofreceros. Cuando vuestro corazón humano y pequeño, llegue a experimentar esa clase de goces, será porque vuestro espíritu ha luchado y se ha elevado. 15. Yo descubro esta interrogación en vuestro corazón: ¿Qué será de nosotros cuando nos falte el calor de esta palabra? Es que vuestro espíritu presiente el tiempo de dolores que asolará al mundo desde el instante en que cese mi manifestación. 16. Os digo que si cumplís con mis enseñanzas, nada tendréis que temer porque quien va por mi camino, lo ilumina mi luz y tiene mi paz. Temed, por los que se han olvidado de orar, por los que no sienten caridad en su corazón, por los que ignoran los dones espirituales que poseen, orad por todos ellos. 17. Enseñad a orar, haced comprender a vuestros hermanos que es su espíritu el que debe comunicarse con su Creador, que comprendan que casi siempre sus oraciones son el grito de la materia, la expresión de la angustia, la prueba de su falta de fe, de su inconformidad o de su desconfianza hacia Mí. 18. Haced comprender a vuestros hermanos que no necesitan mortificar o lacerar su cuerpo para conmover a mi Espíritu, para despertar mi piedad o mi caridad. Quienes se procuran sufrimientos y penitencias corporales, es porque no tienen la menor noción de cuáles son las ofrendas más agradables para Mí, ni tiene idea de mi amor ni de la misericordia de vuestro Padre. 19. ¿Creéis que sea necesario para Mi, ver en vuestros ojos las lágrimas y en vuestro corazón el dolor, para apiadarme de vosotros? Eso seria atribuirme dureza, insensibilidad, indiferencia, egoísmo y ¿concebís estos defectos en el Dios que amáis? 20. ¡Cuán poco os habéis preocupado por conocerme! Es porque no habéis educado a vuestra mente para que piense de acuerdo con el espíritu. 21. Os hablo mucho de la oración porque es necesario que lleguéis a descubrir todos los poderes y virtudes que ella encierra, porque ha llegado el tiempo en que vuestro espíritu cumpla en el mundo la gran misión a que ha sido destinado y es la oración el arma principal para su lucha. 22. El que sabe orar, es un soldado de Dios, porque su espiritualidad le hace invencible. Sus armas trabajan sin que el mundo se dé cuenta. Su luz ilumina las tinieblas, su poder destruye malas intenciones, su amor siembra la paz. No necesita de medios materiales para llevar su misión hasta el fin, él cumple y actúa como si ya estuviese en espíritu. 23. Le he dado a la humanidad el tiempo necesario para su despertar espiritual y ese tiempo está tocando a su fin. Sólo falta que dé algunos pasos más en los caminos del mundo, y entonces se detendrá para penetrar mansamente al reino del amor. 24. Todavía veréis a un poderoso lanzarse sobre otro poderoso para destruirle y quedarse como señor de la Tierra. No se dan cuenta de que ese poder que buscaron no va a serles concedido, porque están traspasando los límites del libre albedrío. 25. Cuando al fin de la lucha quede uno de pie y quiera lanzar el grito de victoria, contemplará que su reino es de ruinas y cadáveres, que su imperio es de miseria y de muerte y ese será el fin de las guerras en el mundo. 26. No podrá decir el hombre que en Mí encontró un obstáculo para su ciencia o un enemigo de sus ambiciones y anhelos de grandeza, porque Yo le dejaré ir hasta el fin, hasta el límite, porque ya sabéis que todo lo humano tiene un límite. El creó un mundo a su idea y él mismo lo destruyó, porque sus cimientos no fueron firmes, ¿De qué podrá culparme? Mas, cuando el dolor sea más intenso y su corazón se horrorice ante el resultado de sus obras, entonces clamará piedad y perdón, porque hasta ese instante el espíritu romperá la cárcel en que ha estado preso, para escaparse en busca de Aquél a quien había olvidado o que si llegaba a recordarle, era para desafiar su poder. 27. El hombre va a conocer mi justicia, no venganza, pueblo, porque si ese sentimiento existiese en mí y lo desbordase sobre la humanidad, en vez de purificarla la mancharía y mi justicia es para devolver a vuestro espíritu la pureza. 28. Contemplad cómo mientras los hombres preparan su destrucción, Yo todo lo tengo dispuesto para su salvación y su resurrección, aunque para ello tengan que atravesar por un crisol de inmensos sufrimientos necesarios para fortalecer al espíritu en su arrepentimiento y en su propósito de permanecer fiel a la Ley. 29. A todos salvara mi amor, a todos les daré la oportunidad de retornar a Mí y entonces sabréis que el Todopoderoso y el vencedor absoluto, soy Yo, mas no reinaré sobre vencidos, ni sobre muertos, ni sobre humillados: Mi triunfo será verdadero porque reinaré sobre vencedores. 30. Sois a semejanza de un jardín en cuyos prados cultivados por Mi no he dejado que germine la mala hierba. He dejado que crezcan los arbustos y que broten los botones y se abran las corolas, para que el visitante pueda recrear su mirada y el caminante se refugie de la inclemencia del tiempo y descanse bajo la sombra de estos árboles. 31. A veces vuestra paz se torna en lucha, en inquietudes o zozobra; es cuando el huracán azota los campos y los huertos, sacudiendo los árboles y deshojando las flores. Entonces preguntáis qué sentido tienen aquellas pruebas. Y Yo os digo que el torbellino hace caer de los árboles los malos frutos y las hojas secas, y arroja fuera del jardín todo lo que no debe existir en su seno. 32. Cuando este jardín florezca y dé sus frutos según mi voluntad, Yo abriré sus puertas e invitaré a los moradores de otras comarcas a penetrar en él, para obsequiarles los frutos que más les agraden para que puedan llevarlos a sus comarcas. 33. Yo bendigo a los árboles que habiendo sido azotados por el vendaval, han sabido ser fuertes, y aunque por un instante sus ramas han quedado desnudas, pronto han vuelto a cubrirse de verdor. 34. Cuando la prueba pasó, contemplasteis maravillados cómo los malos frutos y las hojas secas habían caído de vuestro árbol. 35. Os di la fuerza para resistir la prueba y os di la luz para entender el sentido de esas divinas lecciones. 36. Si Yo os preguntase cuáles son esos malos frutos que a veces produce vuestro árbol ¿Qué me diríais? Al instante me contestaríais que son vuestros hermanos que no trabajan con limpidez, que no se han regenerado, que no me ofrecen nada bueno, mas, Yo os digo, que los malo frutos no son vuestros hermanos, que no es a ellos a quienes arroja el torbellino fuera del jardín. Los malos frutos son los malos hábitos, los malos sentimientos, los errores que se cometen dentro de mi Obra. Y las hojas secas son todas aquellas prácticas innecesarias que aún se acostumbran en el seno de mis discípulos, como cultos exteriores, ritos, simbolismos y formas que pertenecieron a un pasado muy distante, pero que ahora son ya como hojas secas, sin savia, desprendidas del árbol de la vida. 37. Si mi Doctrina considerase a uno de vosotros como fruto malo, indigno de estar en el árbol de mi justicia y de mi amor, no seria verdadera, porque no denotaría caridad hacia el que infringe, ni enseñaría amor hacia el necesitado, ni demostraría poder para convertirlo. 38. Vosotros sabéis que no vengo a arrojar a nadie, ni a desconocer a uno solo de mis hijos, pero si vengo a extraer de su corazón toda impureza y a enseñarle a que arroje de su seno todo el mal que le aparto del verdadero cumplimiento de mi Ley. 39. Si tuviese que rechazar a los imperfectos y acoger tan sólo a los buenos y justos, de cierto os digo que ninguno de vosotros sería elegido por Mí, porque todos sois imperfectos y no encuentro en vuestro seno a un solo justo. 40. La grandeza de mi Doctrina está en la redención de los pecadores. 41. Dad gracias a vuestro Padre porque es Él mismo el que viene a explicaros su Doctrina, porque la humanidad deforma mis enseñanzas haciendo aparecer lo que es infinitamente justo, como si fuese injusto. 42. Vosotros formáis mi jardín; mi palabra ha sido la que os ha cultivado, pero aún no habéis florecido ni fructificado; y en verdad os digo, que las flores de vuestro huerto se abrirán cuando os comuniquéis de espíritu a Espíritu y los frutos madurarán en vuestro árbol cuando vuestras obras encierren verdad, amor, saber, cuando den vida, sustento y buen sabor. 43. Una vez más os digo, que este Tercer Tiempo en que me habéis oído a través del entendimiento, ha sido tan sólo la etapa de preparación o de cultivo; una manifestación de mi Verbo, de mi Espíritu, pero todavía humanizada y materializada, por lo cual os digo que no puede ser esta forma la meta de vuestra aspiraciones espirituales. 44. Esta comunicación ha sido el peldaño que os ha hecho escalar un paso más en el sendero, que os está aproximando a la comunicación perfecta. 45. Os hablo frecuentemente de esto, para que al llegar al final de la presente etapa, deis el paso con firmeza dentro del nuevo tiempo. Entonces os convenceréis de que para recibir mi divina inspiración no es indispensable el portavoz, porque ella descenderá sobre todo espíritu. 46. A través de esa luz recibiréis mis mandatos, sentiréis mi presencia y escucharéis mi voz. 47. En ese tiempo el párvulo se habrá convertido en discípulo, ya no será aquel que llamaba a su Señor diciéndole: "Padre, ven a mí, dame tu ayuda, levántame". Entonces será el que se eleve y se acerque a su Padre para decirle: "Maestro amado, Padre mío; aquí me tenéis, estoy dispuesto a escucharos a recibir de vos vuestra divina voluntad". 48. Comprended, pueblo, que lo que os he revelado por medio de estos portavoces, no es, ni puede ser todo lo que Yo tenga que revelar al hombre. 49. Mucho me he derramado por estas bocas, pero ello, con ser grande, no es mi Arcano, no es todo el libro de mi Sabiduría. Vuelvo a deciros: esa fue la preparación, la introducción hacia el tiempo de la espiritualidad. 50. Habéis comenzado a desarrollar vuestros dones, pero el desarrollo más amplio lo tendréis después de que esta palabra haya cesado. 51. Por ahora, dejaos preparar por Mí, para que cuando escuchéis la última de mis cátedras, haya fiesta en mi pueblo y no duelo por dejar de escucharme bajo esta forma. 52. Por vuestro espíritu pasará el recuerdo de aquellos tiempos, en que el pueblo oía la voz de Jehová en el estruendo del rayo y veía su luz en el fulgor de los relámpagos; en que recibió la Ley grabada en una piedra y el pan de vida eterna simbolizado en el maná. 53. Vuestra conciencia os recordará mi presencia en este mundo, cuando hecho hombre vine a habitar con vosotros para poder ser mirado, escuchado y comprendido; para estremecer vuestro espíritu dormido con la maravilla de mis milagros dándoos pruebas de mi amor, y para ser creído os concedí cuanto me pedisteis: perdones, paciencia, milagros, bendiciones, sangre y vida. 54. Pasará por vuestra memoria el tiempo en que habéis tenido esta comunicación a través de mis intérpretes o portavoces, humanizando mi palabra y poniéndola al alcance de todos para ser comprendida. 55. Entonces lloraréis de tristeza y de gozo. De tristeza al comprender vuestra lentitud para caminar por la senda espiritual y por vuestra dureza que ha hecho siempre que el Padre descendiese hasta vuestra miseria y pequeñez. Vuestro llanto será de gozo al reconocer que a pesar de vuestra lentitud, estáis ya a las puertas del nuevo tiempo en el cual ya no sacrificaréis más a vuestro Padre, en el que ya no le llamaréis, pidiendo con lágrimas que os salve del abismo, porque ya sabréis ir a Él y hablarle y oírle con el espíritu. 56. "¿Por qué ha de haber dolor en el postrer instante de esta comunicación, cuando ese día va a marcar el principio de una etapa de mayor luz y perfección? Yo os he dicho que quiero que ese día haya fiesta espiritual en mi pueblo. 57. En verdad os digo que aún reservo para vosotros mayores lecciones que la que hasta ahora os han sido reveladas, mas, ¿Cuándo alcanzaréis a analizar y a penetrar en todo cuanto os he enseñado y descubierto en la palabra de los portavoces? ¿Cuándo me diréis que ya habéis comprendido el fondo de esta lección? 58. No temáis, que si en verdad os entregáis al estudio y a la práctica de mi palabra, seréis llevados por Mí hasta el final del camino, recordad que Yo soy la luz que alumbra vuestra senda. 59. Pueblo: quiero que reconozcáis la bendita heredad que desde el principio recibisteis de la caridad de vuestro Padre. Señalados estáis desde entonces para que en el Tercer Tiempo dieseis testimonio de mi verdad. Mi luz os ha seguido por todos los caminos de vuestro largo peregrinaje. 60. Estabais preparados para que en el instante de recibir este mensaje pudieseis reconocerme y la duda no os apartase de Mí. Por eso a veces, cuando meditáis, os sorprendéis de haberos podido liberar de muchos lazos que os ataban. No podéis arrepentiros del paso que habéis dado, porque habéis visto la claridad de mi Obra y la bondad de mi Doctrina, todos sabéis bien el camino que seguís y lo que estáis haciendo, no hay misterios en mis revelaciones ni tinieblas en mi palabra. 61. La claridad y la amplitud de mis enseñanzas harán que vuestro espíritu poco a poco, vaya manifestando lo que el Padre le ha confiado y vaya desarrollando los dones que por mucho tiempo había ocultado. Estabais dormidos y así lo reconocéis ahora que habéis contemplado mi luz. No he venido a sorprenderos, sois vosotros los que os habéis sorprendido; Yo no he sido un misterio para mis hijos, en cambio vosotros encerráis aún muchos misterios, por eso he venido en vuestra ayuda, para que conozcáis plenamente la verdad. 62. Dad gracias a vuestro Señor por encontraros de nuevo en el camino; pero no os conforméis con ello, pensad que os he ofrecido el sendero para que vengáis por el hasta Mí. Sois discípulos de una Doctrina Espiritual, cuya meta aún miráis distante, pero mi amor os acompaña, mi palabra os alienta y mi caridad os fortalece para que no haya desmayo en vosotros, porque recogeréis vuestra cosecha cuando lleguéis a la cúspide de la espiritualidad. 63. Ya está mi palabra iluminando la Tierra, ha llegado exactamente en el tiempo anunciado y aunque son pocos los testigos de este mensaje, si les comparáis en número con la humanidad, días vendrán en que mi palabra resonará en todo vuestro mundo. Ahora os habéis concretado a escucharme, mas, cuando haya cesado mi manifestación, surgirán entre vosotros los discípulos estudiosos de mi Doctrina y celosos de su esencia, los que harán brotar del fondo de esta Obra, en forma definida y clara, las obras de amor que convenzan a la humanidad. 64. Hoy veo a muchos confusos todavía, mezclando a mi enseñanza ritos y tradiciones que a ella no pertenecen y será después de vuestro análisis y de vuestro estudio, cuando venga la depuración y la verdad a vuestro culto y a vuestras prácticas y por consecuencia, la unidad espiritual del pueblo. 65. Ya creéis comprender la responsabilidad que tenéis y creéis abarcar la grandeza de esta Obra; sin embargo, Yo os digo que esa comprensión la tendréis después de este tiempo de enseñanzas y después de que hayáis meditado en lo que oísteis. 66. Todo lo encontraréis dicho en mi Palabra, en ningún punto la hallaréis confusa o sin definir; pero tendréis que consagrar un tiempo a la meditación de este mensaje para que podáis ofrecer a la humanidad una Buena Nueva de luz radiante, de paz y verdadero consuelo. Esta es la misión a que habéis sido destinado, oh Pueblo testigo de esta revelación, por eso he venido a pediros cuenta de esa deuda contraída tiempo ha con el Padre. Orad, velad y preparaos para que podáis transmitir mi palabra en toda su pureza; en verdad os digo que si así la entregáis, ella triunfará porque puede resistir todos los juicios, combates y análisis, pero los que la den a conocer deberán testificar con sus obras para que puedan resistir los juicios y las pruebas a que sean sometidos; esto lo lograréis aplicando mi palabra a vuestra vida, sin fanatismos ni mistificaciones. ¡MI PAZ SEA CON VOSOSTROS! ENSEÑANZA N° 279 1. Venís recorriendo un sendero espinoso y en cada pena que tenéis oís la voz de la conciencia que os dice, que aún estáis distantes de cumplir la Ley de vuestro Padre y que por eso flaqueáis. El espíritu conserva la intuición de haber partido hace tiempo del seno del Creador y sabiendo que tiene aún por delante un extenso camino que recorrer para retornar al punto de partida, se entrega a la oración, porque sabe que al menos en ese instante puede comunicarse con su Padre. El espíritu sabe que en la oración encuentra un consuelo que lo acaricia, conforta y sana. 2. Yo bendigo a los que oran, mientras más espiritual es su oración, mayor es la paz que les hago sentir, esto os lo podéis explicar fácilmente, porque aquel que para hacer oración necesita postrarse delante de imágenes u objetos para sentir la presencia de los divino, no podrá experimentar la sensación espiritual de la presencia del Padre en su corazón. 3. "Bienaventurados los que sin ver, creen", dije en aquel tiempo y ahora lo digo nuevamente, porque el que cierra sus ojos para lo del mundo, los abre para lo espiritual y quien tiene fe en mi presencia espiritual, tiene que sentirla y gozar con ella. 4. ¿Hasta cuándo dejará esta humanidad de privar a su espíritu del deleite de sentirme en su corazón, por medio de la oración directa o lo que es lo mismo, por medio de la oración de espíritu a Espíritu? Hasta que sea mi luz la que ilumine la vida de los hombres, conozcan la verdad y comprendan sus errores. 5. Este es tiempo para orar y meditar; pero con oración libre de fanatismo y de idolatría y con meditación serena y profunda en mi divina palabra. 6. Todas las horas y todos los sitios pueden ser propicios para orar y meditar; nunca os dije en mis enseñanzas, que hubiesen lugares o momentos destinados a ello. ¿Por qué buscar en el mundo lugares para orar siendo vuestro espíritu más grande que el mundo que habitáis? ¿Por qué limitarme en imágenes y en sitios tan limitados siendo Yo infinito? 7. La razón más grande de la pobreza espiritual de los hombres y de sus vicisitudes terrestres, es la forma imperfecta de orar, por lo que os digo que en necesario que este conocimiento llegue a toda la humanidad. 8. Estáis a las puertas de la Era Espiritual, no os extrañe que os hable mucho de lo que al espíritu corresponde. 9. Nadie debería sorprenderse de mi nuevo mensaje y del sentido de mi Palabra, porque los profetas del Primer Tiempo, como Cristo en el Segundo Tiempo, anunciaron con suma claridad la era que hoy vivís. 10. Muchos se han levantado por el mundo reconociendo que este es el tiempo del cumplimiento de aquellas profecías, mas debo deciros que no todos han comprendido el sentido de las escrituras, cuando les dan una interpretación material, semejante a la que los judíos dieron en aquel tiempo a la venida del Mesías y su Reino. 11. Cuando Yo estuve en la Tierra, os dije: "Mi Reino no es de este mundo"; en otra ocasión dije: "Yo debo partir porque voy a prepararos la morada a donde habréis de llegar". 12. Pues bien, discípulos, si Yo vine con una Doctrina que hablaba de una vida superior, que revelaba la vida espiritual y os señalaba el camino para que por él llegaseis hasta ella, camino que debéis comprender que no fue tan sólo mi palabra, sino también la Ley del Primer Tiempo y cuantas profecías os fueron entregadas por mis enviados, los que hablaron a los hombres de la vida espiritual, ¿Porqué materializasteis el sentido figurado, he hablado a los hombres en los tiempos pasados, porque ni los espíritus ni las mentes estaban capacitadas para recibir la luz en plenitud, era indispensable entonces traducir e interpretar espiritualmente aquel lenguaje, aquellas figuras y parábolas, hasta encontrar el sentido verdadero de ellas. 13. "Mi Reino no es de este mundo", vuelvo a deciros, Mi Reino está en lo espiritual, porque en esencia Yo soy Espíritu, mas como vosotros sois hijos de esa esencia, natural es que también pertenezcáis a aquel Reino, para llegar al cual, os he inspirado una Doctrina y revelado una sabiduría que os eleven sobre vuestra conciencia humana y podáis acercaros paso a paso al Reino espiritual. 14. Orad y meditad, pueblo, y no caeréis en confusión, ni seréis confundidos por nadie, porque sois la simiente de una nueva Era, que llegáis ante el monte invisible a escuchar la voz de vuestro Padre. 15. De las tinieblas y de los abismos están surgiendo los espíritus para venir a engrosar las filas del pueblo de Dios, en cuyos hijos está la simiente de Abraham, la de Jacob, la de Moisés, la de Elías y la de todos aquellos que con sus obras supieron honrar el nombre de su pueblo y glorificar el nombre de su Dios. 16. Una voz ha venido a despertaros, voz dulce y consoladora que os llama al Reino de la Luz y de la vida; pero que puede tornarse en justicia si optáis por seguir profanando vuestro espíritu y desoyendo la Ley. 17. Al obediente y humilde, mi palabra le dice: "Perseverad, porque mucho alcanzaréis de mi gracia y mucho haréis alcanzar a vuestros hermanos". Al necio le dice mi voz: "Si no aprovecháis esta bendita ocasión, para salir del cieno del pecado o de las tinieblas de la ignorancia en que habitáis, veréis pasar los tiempos y las eras sobre vuestro espíritu, sin saber que fue lo que el Señor trajo en su mensaje, ni cuáles fueron los dones que a su pueblo reveló". 18. Cierto que para todos habrá un tiempo propicio para salvarse y remontarse a las alturas, pero ¡Ay del que retarde ese día! ¡Ay del que pierde las oportunidades de lograr la evolución de su espíritu por dedicarse a lo superfluo de este mundo! El tiempo que habrá de esperar la nueva ocasión, no sabe cuán largo será, ni lo amargo de su restitución. En ello no existe ni la menor venganza o el más leve castigo por parte del Padre, pero sí su más estricta e inexorable justicia. 19. ¿Acaso ahora que me he presentado entre vosotros, sabéis si habéis perdido o desaprovechado anteriores oportunidades y el tiempo que vuestro espíritu ha esperado para recibir esta nueva ocasión de cumplir una misión que hace tiempo le fue encomendada? ¿Qué sabe vuestro corazón o vuestra mente del pasado de su espíritu, de su destino, sus deudas, misiones y restituciones? Nada, es por eso que no debéis interceptar el perfeccionamiento del espíritu, ni tentarlo con el amor a los bienes del mundo. El tiene que seguir por otro camino, otros fines, otros ideales. 20. Estos son los primeros días de una Era que se inicia luminosa ante la humanidad. Ha surgido entre tempestades, relámpagos, estremecimientos y dolores; pero las densas nubes se disiparán y la luz de la verdad iluminará en toda su majestad. 21. Hoy aún vivís los días sombríos que precederán a la luz, sin embargo, esa luz, aprovechando los pequeños claros de vuestro cielo nebuloso, lo atraviesa con rayos fugaces que llegan a algunos puntos de la Tierra, tocando corazones, estremeciendo y despertando a los espíritus. 22. Todos los que han sido sorprendidos por esta luz, se han detenido en su camino para preguntar. ¿Quién sois? Y Yo les he respondido: "Soy la luz del Mundo; soy la luz de la eternidad, soy la verdad y el amor. Soy Aquél que prometió volver a hablaros, Aquél de quien se dijo que era el Verbo de Dios". 23. Como Saulo en el camino de Damasco, han humillado toda su soberbia, han abatido su orgullo, e inclinado humildemente su faz, para decirme con el corazón: "Padre y Señor mío, perdóname, ahora comprendo que sin darme cuenta os estaba persiguiendo". 24. Desde ese instante, esos corazones se han convertido en pequeños seguidores, porque en este Tercer Tiempo, hasta este instante, no ha aparecido entre mis nuevos discípulos un apóstol de la elevación de aquél que tanto me persiguió en mis discípulos, para después amarme con tanta intensidad. 25. Pequeños imitadores y seguidores de aquellos que escribieron en el mundo con grandes obras de amor su misión espiritual, grabando su huella junto a la del que tanto amaron y por el que murieron: Su Maestro. 26. A veces a grandes rasgos y otras detalladamente, os hablo de los tiempos pasados para que aprendáis a extraer de los grandes ejemplos, la esencia espiritual, que es inmortal e inmutable. 27. ¡Aquí está mi corazón abierto a toda petición, a toda cuita, a toda confidencia! 28. Soy para vosotros Padre, Maestro, Amigo, Enfermero, Doctor y Consejero. Depositad en Mí todas vuestras penas; secad vuestras lágrimas, confiadme vuestras esperanzas y anhelos; hacedme vuestro confidente. 29. Orad, mis hijos, porque con la oración se adquiere sabiduría, salud y fortaleza. 30. Yo quiero que lleguéis a ser verdaderos discípulos míos, seres conscientes de su destino; hombres que sepan elevar su espíritu para no tropezar en la Tierra. 31. El que ora no teme a los abismos o a los escollos, su espíritu siempre está sereno. 32. Cuando todos vosotros viváis así, habréis formado un santuario de amor para vuestro Padre, en cuyo interior vibrarán los ecos de un himno espiritual que hable de fraternidad, elevación y armonía. 33. Os encontráis aún bajo mi enseñanza, con el fin de que cuando encontréis a vuestro paso una prueba de difícil solución, en mi Palabra sepáis la forma de resolverla, porque estos párvulos de hoy, mañana serán discípulos y aún maestros, por lo cual mucho tienen ahora que aprender. 34. Modelaré vuestro corazón, daré forma a vuestro entendimiento y puliré vuestros sentimientos para poderos enviar a dar testimonio de mi venida en el Tercer Tiempo. 35. Mi Nueva Palabra todavía no se extiende por la Tierra; antes que ella pueda reinar, estoy dando señales precursoras de mi advenimiento a los pueblos. El Mundo Espiritual está cumpliendo la misión de despertar a los hombres a la realidad de la vida espiritual. 36. Aquí, entre vosotros me he manifestado ampliamente, no podéis decir que sólo se ha tratado de indicios o señales, porque mi Palabra a través de la mente humana ha sido clara y definitiva, a pesar de que sólo es el mensaje de preparación para alcanzar la comunicación de espíritu a Espíritu. 37. Ciertamente, mi palabra a través de estos portavoces, ha sido una amplia y profunda lección. He venido a confirmar verdades ya reveladas, así como también a hacer nuevas revelaciones. 38. Os he hablado del destino espiritual, de la evolución de los seres, de la reencarnación y de la restitución del espíritu. Os he hablado de las diferentes etapas de prueba y enseñanzas que en la Tierra ha tenido la humanidad, simbolizándolas con un libro sellado con Siete Sellos; os he revelado que ésta es la Tercer Era, en la que vengo a vosotros en Espíritu porque os encuentro capacitados para sentir mi presencia espiritual, y os he venido a decir que podéis resumir en dos preceptos o mandamientos, toda la Ley, amando a vuestro Padre y amándoos los unos a los otros. 39. Meditad y comprenderéis que no han sido señales las que a vosotros os he dado, sino una gran manifestación de mi amor de Padre. 40. Los que sólo han tenido señales, son otros pueblos, aquellos que no han borrado de su corazón mi promesa de volver, los que escudriñan el espacio y observan el sentido de todos los grandes acontecimientos con la esperanza de poder decir: "El Maestro está cerca". 41. ¡Cuán poco interesa al mundo mi nueva manifestación! ¡Qué pocos son los que están en vigilia esperándome y cuántos son los que duermen! 42. De los que viven esperándome, puedo deciros que no todos presienten la forma verdadera de mi presencia en este tiempo, porque, mientras unos influenciados por antiguas creencias, piensan que voy a volver al mundo en cuanto hombre, otros creen que ha de venir en alguna forma visible a todo ojo humano y muy pocos son los que aciertan con la verdad, presintiendo que mi venida es espiritual. 43. Mientras unos se preguntan que forma adoptaré, a qué hora o qué día surgiré en la Tierra y por qué punto habré de aparecer, otros, sin pensar en formas ni en momentos determinados, dicen para sí:"EI Maestro ya está entre nosotros, su luz, que es su Espíritu, nos está bañando". 44. Cuando este mensaje llegue a todos los corazones, será un presente de gozo para unos, porque en él confirmarán todos sus presentimientos y su fe; en cambio, otros le negarán verdad a mi mensaje al no encontrarlo de acuerdo con lo que ellos creían que sería y la forma en que se manifestaría. 45. Pensad en todos ellos, pueblo amado y sabed que la espera para esos espíritus es dolorosa, y que mientras ellos sufren pensando que tal vez no es este el tiempo de mi vuelta, vosotros, día a día podéis recrearos con mi palabra. ¡Cuán grande será vuestra responsabilidad para con la humanidad una vez que ella cese! 46. Despertad, pueblo, e id a despertar a los demás pueblos de la Tierra, es cuanto tenéis que hacer por ahora. Yo me presentaré delante de todos, sobre la nube, como os prometí, y todos me contemplarán. 47. ¿Por qué habéis de creer que mi venida en espíritu no tiene objeto? Recordad que Yo, después de mi muerte en cuanto hombre, seguí hablando a mis discípulos, presentándome en Espíritu. 48. ¿Qué hubiese sido de ellos sin aquellas manifestaciones que les di, alentándoles en su fe y reanimándoles para el cumplimiento? 49. Triste era el cuadro que presentaban después de mi partida; las lágrimas no cesaban de surcar sus rostros, los sollozos a cada instante se escapaban de sus pechos, oraban frecuentemente y el temor y los remordimientos les agobiaban. Sabían que mientras uno me había vendido, otro me había negado y que casi todos me habían abandonado en la hora suprema. 50. ¿Cómo podrían ser los testigos de aquel Maestro de toda perfección? ¿Cómo tendrían valor y fuerza para enfrentarse a los hombres de tan diversos credos y formas de pensar y de vivir? 51. Fue entonces cuando mi Espíritu hizo acto de presencia entre ellos para clamar su dolor, encender su fe, inflamar sus corazones con el ideal de mi Doctrina. 52. Yo humanicé mi Espíritu hasta hacerlo visible y tangible ante los discípulos, pero mi presencia fue espiritual y mirad cuánta influencia y trascendencia tuvieron aquellas manifestaciones entre mis apóstoles. 53. En verdad os digo que hoy no he venido a humanizar mi Espíritu, como en aquel Tiempo, porque es otra vuestra evolución espiritual; sin embargo, aunque mi presencia sea sutil e intangible, es sentida por todos, sin necesidad de que vuestros ojos mortales sean los que tengan que dar fe de que el Maestro se halla entre vosotros. 54. El espíritu tiene sentidos superiores por medio de los cuales podéis sentir, ver y comprender lo espiritual; es precisamente a través de esa sensibilidad como quiero que percibáis mi presencia. 55. Cuando ya no escuchéis mi palabra, caeréis en tristeza, en debilidad y tendréis remordimientos por vuestra falta de amor, mas también a vosotros vendré y os diré en la intimidad de vuestro corazón: "Aquí estoy", "No temáis, caminad, no vais solos". 56. ¿Quién sino Yo, alentó a los discípulos en aquel Segundo Tiempo, cuando ya caminaban por el mundo sin su Maestro? ¿No os parece admirable la obra de cada uno de ellos? Pues os digo que también habían tenido flaquezas como cualquier humano. Más tarde se llenaron de amor y de fe, no les amedrentó quedarse en el mundo como ovejas entre lobos y andar siempre perseguidos y burlados por las gentes. 57. Ellos tenían potestad para hacer prodigios, sabían hacer uso de aquella gracia para convertir corazones a la verdad. 58. Bienaventurados todos aquellos que escucharon la palabra de Jesús en labios de mis apóstoles, porque en ellos mi Doctrina no sufrió alteración alguna, sino que fue dada con toda pureza y verdad. Por eso los hombres al escucharles, sentían en su espíritu la presencia del Señor y experimentaban en su ser una sensación de poder, de sabiduría y majestad. 59. Ahí tenéis en ellos un digno ejemplo: aquellos pobres y humildes pescadores de Galilea, transformados por el amor en pescadores espirituales, conmovieron pueblos e imperios con la palabra que de Jesús habían aprendido y prepararon con su perseverancia y su sacrificio la conversión de los pueblos y el establecimiento de la paz espiritual. Desde los reyes hasta los mendigos supieron de mi paz en aquellos días de cristianismo verdadero. 60. No fue perdurable aquella era de espiritualidad entre los hombres, mas Yo que todo lo sé, os había anunciado y prometido mi retorno porque sabía que volveríais a necesitarme. 61. Sabía que de generación en generación irían los hombres mistificando mi Doctrina, adulterando mi Ley y falseando la verdad; sabía que los hombres olvidarían mi promesa de volver, y que dejarían de considerarse hermanos para matarse unos a otros con las armas más crueles, cobardes y perversas. 62. Mas ya ha llegado el tiempo y el día prometido y aquí me tenéis. No juzguéis la forma que he elegido para comunicarme con vosotros, que no es el mundo quien va a juzgarme sino Yo quien juzgue a la humanidad, porque éste es el tiempo de su juicio. 63. Yo vengo a establecer un reino en el corazón de la humanidad, no un reino material como muchos lo esperan, sino espiritual y cuya fuerza provenga del amor y la justicia y no de los poderes del mundo. 64. Veo que hay quienes se sorprenden oyéndome hablar así, mas Yo os pregunto: ¿Por qué habéis de imaginarme revestido siempre de sedas, oro y pedrerías? ¿Por qué queréis que en todos los tiempos mi Reino sea de este mundo cuando Yo os revelé lo contrario? 65. Yo traigo una nueva lección, por medio de la cual aprenderéis a vivir espiritualmente en la Tierra, que es la verdadera vida destinada por Dios a los hombres. 66. Ya os he dicho que "espiritualidad" no quiere decir misticismo, ni fanatismo religioso o prácticas sobrenaturales. Espiritualidad quiere decir armonía del espíritu y de la materia, observancia de las leyes divinas y de las humanas, sencillez y pureza en la vida, fe absoluta y profunda en el Padre, confianza y alegría de servir a Dios en vuestros semejantes; ideales de perfeccionamiento de la moral y del espíritu. 67. Al presentaros la pureza de mi Doctrina, sentís que resaltan más vuestros errores; pues bien discípulos, estoy dispuesto a perdonar todas vuestras faltas, si mañana os levantáis ante la voz de la conciencia a reparar todos vuestros yerros, a reponer tiempos perdidos y a mostrar la pureza de mi Doctrina con la limpidez de vuestras prácticas. 68. Es menester que surja un pueblo elevado y celoso de mis leyes probando a los hombres que no es un imposible la espiritualidad, que no es un sacrificio la regeneración de la carne, ni una renunciación de la vida humana, el servicio espiritual. 69. Vosotros podréis llegar a ser aquellos que prediquen y enseñen mi Obra, porque tenéis la experiencia que proviene de un largo pasado, de una larga evolución. 70. Vosotros podréis llegar a conocer el Espiritualismo, tuvisteis que recorrer muchos caminos, también fuisteis idólatras; no sabíais honrarme sin ceremonias; pero llegasteis a la feliz encrucijada del camino y cuando no sabíais hacia qué rumbo dirigir vuestros pasos, escuchasteis la voz deseada del Maestro, quien venía a señalaros nuevamente la senda. 71. ¿No creéis que vuestro caudal de experiencia os sirva tanto para comprender a vuestros hermanos, como para estimularlos? 72. Ya os he pronosticado que la lucha será intensa, porque cada quien cree perfecta su religión e impecable su forma de cumplir con ella, mas os digo que si así fuera, Yo no tendría por qué haber venido a hablaros en este tiempo. 73. Os estoy inspirando una Doctrina profundamente espiritual, porque veo que el paganismo impera en vuestros cultos y que la mala semilla del fanatismo os ha envenenado de ignorancia y de odios. 74. Mi espada de luz está en mi diestra, soy el guerrero y el Rey que viene a destruir todo lo adverso, todo el mal existente y todo lo falso. Cuando mi lucha haya cesado y los corazones hayan aprendido a unirse para orar y para vivir, la mirada de vuestro espíritu descubrirá mi presencia en la luz infinita y en la paz eterna. "Ese es mi Reino, os diré, y Yo soy vuestro Rey, porque para eso existo y para eso os he creado: para reinar". 75. Mirad de qué manera tan distinta a la humana, hago Yo mis conquistas; mirad cómo para llegar a reinar en vuestros corazones, en vez de someteros por el temor o por la fuerza, me hice hombre para habitar con vosotros, lavé y besé vuestros pies y fui vuestra víctima. 76. Todo me di a vosotros, por lo cual os digo que al final, todos os entregaréis a Mí. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 280 1. Dejad que la esencia de mi palabra llegue a vuestro espíritu, para que se desborde de vuestro corazón, convertida en caridad, en paz, en enseñanza a vuestros hermanos. 2. La huella que este pueblo dejará sobre la Tierra, será de paz y mostrará al mundo que en verdad posee la llave que abre al hombre las puertas del Más Allá. Su misión es la de borrar fronteras para unir espiritualmente a los pueblos, hasta destruir la herencia que Babel legó a la humanidad. En este nuevo pueblo de Israel, serán benditas todas las naciones porque él me brindó su entendimiento para la comunicación de espíritu a Espíritu. 3. A su paso irá sembrando espiritualidad, dejando luz, preparando sendas para la regeneración de los que se han perdido, sembrando en los corazones la semilla cuyo fruto será la armonía, y la fraternidad entre la humanidad. 4. Al hablar de la misión de este pueblo, lo hago en cuanto Dios, lo enseñó como Padre y lo ordeno como Juez. 5. Mi palabra no es tan sólo para los que en este instante la escuchan; abarca todo el Universo pero lo mismo que en otros tiempos mi Ley y mi Doctrina han comenzado por un pueblo, vosotros no os podéis dar cuenta de la fuerza que tiene mi Doctrina, por lo que serán otros pueblos y otros hombres los que den su verdadero valor a esta palabra, la interpreten y la lleven a la práctica perfecta. 6. Es menester que una Doctrina sabia, fuerte y poderosa ilumine la vida de este mundo para que los hombres se levanten buscando la verdad y en su espíritu se despierte el ideal de elevación. 7. ¿Por ventura creéis que venga Yo a negarle poder a la Doctrina que en el Segundo Tiempo os traje como mensaje de amor? No, os la vengo a traer nuevamente porque ya no la tenéis en la Tierra, porque la habéis encerrado en libros y no la lleváis en el corazón. Mas ahora os la devuelvo en mis lecciones, porque mi amor hacia vosotros es inmutable, sólo que ya no será en vuestro corazón donde la deposite, sino en vuestro espíritu, de donde no volverá a perderse, porque el pan que alimenta al espíritu en él se queda. 8. Mi comunicación a través del entendimiento de estos portavoces ignorados y humildes en su vida material, ha sido la prueba que he venido a dar al mundo, de que no encontré entre sus sabios o en sus doctores a un hombre preparado que estuviese dispuesto a recibir en su entendimiento el Rayo de mi Divinidad, entregándose por completo a mi voluntad. 9. Tuve que poner mi mirada en los humildes, en los ignorantes y ahí escoger a los que me servirían para entregar mi mensaje a la humanidad. Para mi nada es imposible, mi voluntad se ha cumplido y siempre se hará, aún cuando haya ocasiones en que parezca que es la voluntad del hombre la que domina y no la mía. 10. En la senda del libre albedrío del hombre, su reinado sobre la Tierra, los triunfos de su soberbia, el dominio que con su fuerza llega a veces a imponer, son tan fugaces comparados con la eternidad, que en forma alguna pueden hacer variar los planes divinos, pero mañana o en el curso de su cumplimiento irá manifestándose la voluntad de mi Espíritu sobre todos los seres, dejando lo bueno y borrando lo impuro. 11. Este reino que el hombre ha hecho en la Tierra, tendrá que ser juzgado muy pronto por Mí, mas en verdad os digo que de él solo quedará lo bueno, lo que es lícito, lo que encierre de verdad, mas todo lo que contenga soberbia, egoísmo, mentira, lo que es veneno y muerte, será destruido y arrojado al fuego inexorable del exterminio. ¿Y quién hará esa obra de destrucción del mal? El hombre, él por su propia mano se encargará de destruir cuanto su ciencia descubrió para causar daño a sus semejantes, y después de pasada la prueba, sólo quedarán presentes y brillando, las luces verdadera que haya descubierto, para que sigan iluminando la senda de la humanidad. 12. Yo haré que todos los siglos y todas las eras de desobediencia y profanación de esta humanidad, sean tan sólo un instante, cuando los hombres hayan penetrado en mi camino, Haré que ese instante que ensombreció la vida espiritual del hombre, se diluya y se pierda entre el divino esplendor de mi luz, que habrá de venir a iluminar la Era espiritual de los hombres en la culminación del Tercer Tiempo. 13. Si contempláis el número de los que venís a escuchar mi palabra, os parecerá muy pequeño; pero de cierto os digo que tras de vosotros vienen invisiblemente para vuestros ojos, multitudes de espíritus a quienes encamináis hacia la luz. 14. Si los hombres conocieran sus dones ¡Cuántos sufrimientos aliviarían! Pero han preferido permanecer ciegos o aletargados, mientras dejan que se aproximen tiempos de mayor dolor. 15. Mi Doctrina viene a iluminaros para que os liberéis de esos grandes sufrimientos anunciados a la humanidad a través de los profetas de los tiempos pasados. 16. A quienes piensen que Yo castigo a los hombres, desatando sobre ellos a los elementos de la Naturaleza, les digo que cometen un grave error al pensar así, porque la Naturaleza evoluciona y se transforma y en sus cambios o transiciones se originan trastornos que son los que os producen sufrimientos cuando no cumplís con la Ley, y vosotros los atribuís a castigos divinos. Ciertamente que en ello está mi justicia, mas si vosotros, seres privilegiados con la chispa Divina que ilumina a vuestro espíritu, vivieseis en armonía con la Naturaleza que os rodea, vuestro espíritu os mantendría elevados por sobre sus cambios, sobre la fuerza de los elementos y no sufriríais. 17. En la elevación de vuestra vida es donde podréis encontrar esa potestad o virtud para libraros de la acción de los elementos desatados, porque no es solamente la fe o la oración las armas que os dan el triunfo sobre las vicisitudes y adversidades de la vida; esa fe y esa oración tienen que ir acompañadas de una vida virtuosa, limpia y buena. 18. Si muchas veces habéis salido avante por vuestra fe o por la oración, ha sido más por mi piedad hacia vosotros, que por vuestros méritos para vencer en las pruebas. 19. Comprended por qué en cada una de mis enseñanzas os digo que os preparéis, y al mismo tiempo os recomiendo que veléis y oréis, para que logréis esa espiritualidad que os haga armonizar con todo cuanto os rodea en vuestra vida haciéndoos invulnerables a la acción de los elementos cuando éstos se agiten. 20. Es menester que comprendáis el tiempo que estáis viviendo; tiempo de transición no sólo en el orden espiritual, sino también en la naturaleza material que os rodea. 21. Sabed que esta morada que os alberga está dando un paso hacia su perfeccionamiento para recibir en el futuro a seres más elevados y es natural que experimentéis trastornos. 22. Es tiempo de confusión que se refleja en la vida de los hombres, lo mismo en su mente, que en su espíritu, en sus sentimientos, en su materia y en todo lo que la envuelve y rodea, y sufren los hombres porque llegaron al tiempo de las pruebas sin preparación espiritual, sin fe, sin conocimiento de sus dones, sin oración. 23. Sólo mi poder y mi amor pueden salvaros de sucumbir en el caos. 24. Elevad vuestra vida, pueblo, preparaos en esta palabra de luz que os envío y en verdad os digo que no solamente vosotros os salvaréis, sino que vuestra influencia y vuestra protección alcanzarán a muchos de vuestros hermanos. 25. Recordad a Jesús cuando navegaba con sus discípulos en una barca; las aguas se agitaron, la mar se encrespó y las olas eran furiosas, los discípulos temieron por su vida viendo que Jesús dormía. Les había faltado fe para salvarse, pero el amor del Maestro les ayudó dándoles una prueba de su poder sobre los elementos, al extender su diestra y ordenar a las aguas que fuesen mansas. 26. Aquellas lecciones eran nuevas para la humanidad; pero vosotros, discípulos del Tercer Tiempo, debéis meditar que no debéis vivir tan sólo con la confianza de que al fin seré Yo quien por piedad os salve como a los discípulos en la barca, y que necesitáis desarrollar en vosotros mismos las fuerzas del espíritu que aún permanecen sin manifestarse en vuestro ser. 27. Aquellos discípulos aprendieron mi lección, porque en el camino de su misión se encontraron ante las grandes pruebas que afligían a sus hermanos, y ante ellos supieron manifestar la potestad de su espíritu. 28. ¿Queréis ser de los que den en este tiempo testimonio de la verdad de esta palabra? Pues dad espiritualidad a vuestra vida, porque con ello desarrollaréis esa fuerza que lleváis oculta en vuestro ser. 29. Cuando los hombres logren la espiritualidad serán criaturas superiores a todo lo que les rodea, porque hasta ahora sólo han sido débiles seres a merced de elementos, fuerzas e influencias que no deben estar sobre el hombre porque no son superiores a él. 30. Breve es esta lección, pero profunda en su contenido, estudiadla, discípulos y enseñadla. 31. Volved a Mí vuestra mirada, si habíais perdido el camino, hoy sed conmigo. Elevad vuestro pensamiento hasta Mí, habladme como un hijo habla a su padre, como se habla confidencialmente a un amigo. 32. Soy el Divino Maestro, el que ha venido de tiempo en tiempo a daros su enseñanza. Si estáis apurando un cáliz muy amargo, no es porque os castigue sino porque debéis purificaros para llegar a Mí. 33. Yo os estoy esperando, mas para que no tengáis tropiezos al retornar a este camino, debo ayudaros y es lo que estoy haciendo al enviaros mi luz que es revelación, inspiración y fortaleza. 34. Vais a dar principios a una nueva etapa de la vida, el camino está preparado, tomad vuestra cruz y seguidme. En esta senda, no os digo que no haya pruebas; pero siempre que crucéis por un trance difícil o estéis apurando un cáliz de amargura, escucharéis una voz que os alienta y os aconseja, tendréis mi amor que os ayude y os levante y sentiréis la suave caricia de mi bálsamo. 35. Mañana, cuando esta voz ya no resuene en los labios de mis portavoces, conservaréis su esencia en vuestra memoria y ella os seguirá alentando y conduciendo; oraréis como os he enseñado, y de Espíritu a espíritu recibiréis mi inspiración, doquiera que os reunáis para estudiar mi palabra; formaréis con la unión de vuestros pensamientos un templo lleno de luz y armonía. Con esto comprenderéis que estos recintos donde os habéis reunido para escuchar mi palabra, no son el templo del Señor, aunque también os digo que si queréis seguirlos dedicando a vuestras reuniones, podéis hacerlo. Aquí, todos unidos os daréis unos a otros fuerza, luz, fe, ánimo y calor, y cuando hayáis aprendido mi lección, os reuniréis a orar y a meditar en vuestro hogar, que es otro lugar propicio para penetrar en comunión con vuestro Maestro. Si los campos y los valles os invitan para apartaros del bullicio de la ciudad, allí también hallaréis sitio adecuado para vuestra elevación y sentiréis mi presencia en vosotros, pero estad unidos espiritualmente y caminad siempre en armonía. 36. Poco a poco os iréis acostumbrando a vuestra confraternidad y unión y en vuestro seno irá tomando fuerza la familia espiritual que quiero que lleguéis a formar. 37. Cuando hayáis logrado esa buena armonía entre vosotros, de cierto os digo que estaréis dando un buen ejemplo a la humanidad, reconoced que la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad, todo se desarrolla según Yo lo permito, todo está ordenado por Mí. 38. Revestíos de gozo y de fe si en vuestra senda os llegáis a ver acechados por las tentaciones, orad y no temáis, que en la oración encontraréis las armas indispensables para luchar y vencer. 39. Id paso a paso por el sendero, sin prisa, porque tendréis el riesgo de tropezar o de caer en un abismo. Conoced en verdad el camino para que sepáis más tarde enseñarlo a vuestros hermanos. 40. No os conforméis con vuestras primeras obras, creyendo haber hecho méritos suficientes para el perfeccionamiento de vuestro espíritu, mas, para que aprendáis en cada día nuevas lecciones y descubráis mayores revelaciones, dedicad siempre un tiempo al estudio de mi Obra. 41. El discípulo estudioso será fuente de amor para sus hermanos, se sentirá verdaderamente heredado por su Padre y reconocerá el momento de levantarse a desempeñar su gran misión espiritual entre los hombres. 43. Cada labriego tiene asignada una porción de espíritus a la cual dará luz, el consuelo y la paz; esa porción nunca os abrumará porque la iréis encontrando paso a paso, distribuida a lo largo de vuestra vida. 44. Hoy mi cátedra está formada de consejos paternales y de estímulos, es sencilla, pero si penetráis espiritualmente a ella, encontraréis la solemnidad de aquel sermón que en la montaña di a las grandes multitudes en el Segundo Tiempo. 45. Desde la nube espiritual os envío el rayo de mi Espíritu, el cual derramado sobre vuestro ser os hace escuchar mi palabra. 46. Os he traído una enseñanza elevada, como lo fue la que os revelé en aquel tiempo, Doctrina que está sobre todos los conocimientos del mundo, única luz que puede conduciros a la vida verdadera. 47. Mi Doctrina enseña a los hombres a vivir en la Tierra una vida elevada, noble y pura, prepara también al espíritu para que cuando éste penetre en su morada en el Más Allá pueda edificar una obra que lo acerque más a la perfección. 48. Haced desde aquí méritos para vuestra vida futura. 49. Hay quienes sufren porque ven las grandes aflicciones en la humanidad y se sienten impotentes para remediar la más pequeña de sus penas. Venid al Maestro, y Yo os enseñaré cómo consolar, cómo dar paz y cómo sanar. 50. Cuando ya estéis sembrando de caridad vuestro camino, llegará a pareceros que es muy insignificante vuestra labor comparada con todos los sufrimientos y tragedias de la humanidad; sin embargo, Yo os digo que vuestra labor en apariencia pequeña; estará disminuyendo el dolor que pesa sobre la humanidad y al mismo tiempo estará restando fuerzas a la guerra. 51. Trabajaréis en el silencio entre la humanidad, mas llegará el momento en que ese silencio sea roto y la Buena Nueva resuene por todo el mundo. 52. No estarán solos los apóstoles del Espiritualismo, surgirán acontecimientos en el mundo, que serán favorables para el desarrollo de esta Doctrina. 53. Todo estará dispuesto con perfección; Mi plan os lo he dado a conocer; sólo falta que vosotros estudiéis a fondo mi palabra para que no desarmonicéis con lo dispuesto por Mí. 54. Las pruebas de la vida y mi palabra os vienen preparando; unos se han estacionado allí donde la prueba les sorprendió; porque no han aplicado mi enseñanza para poder triunfar; otros, en cambio, vienen atravesando en paz las pruebas porque nunca olvidan lo que del Maestro han escuchado. No olvidéis que las pruebas son las que le dan temple y firmeza al espíritu y que mañana vais a tener que encontrar a vuestro paso a muchos vencidos que necesitan la palabra de luz y el testimonio de los que han sabido triunfar. 55. Espiritualizaos, os dice el Maestro, porque la espiritualidad os ayudará a sobreponeros a las vicisitudes y os hará más llevaderas las necesidades materiales. 56. Aprended a orar, porque con la oración también podréis hacer mucho bien, así como también podréis defender de las acechanzas. Es la oración escudo y arma, si tenéis enemigos, con la oración os defenderéis; pero sabed que esa arma no debe herir ni lastimar a nadie, porque su única misión será brillar en las tinieblas. 57. Trabajaréis limpiamente, sin mezclar jamás a mí Doctrina ninguna de las prácticas impura que existen en la Tierra. 58. Esta es mi lección. Habéis venido con el corazón abierto para mi esencia y he tenido que desbordarme en luz entre vosotros. 59. Os he dado mi bálsamo y mi paz en cada una de mis palabras, pueblo amado. 60. Vuestro espíritu se ha levantado dispuesto a escuchar mi voz, Yo lo contemplo convertido en un santuario verdadero, donde hago penetrar el eco de mi palabra que es la luz del Verbo, para que, sintiendo cercano el aliento de vuestro Padre, tengáis la fuerza necesaria para llegar hasta el final de la jornada. 61. Con pleno conocimiento del tiempo que vivís, os habéis levantado a seguirme y es que vuestro espíritu sabe a qué vino a la Tierra. Así podréis penetrar con paso firme en la senda de la Doctrina espiritual, así llegaréis pronto a ofrecerme el culto que hace mucho tiempo estoy esperando de la humanidad. 62. He prolongado el tiempo de mi comunicación con el fin de que afirméis vuestros conocimientos y vuestra fe y no digáis después: "fue tan breve la estancia del Maestro entre nosotros, que no tuvimos tiempo de convencernos de su verdad". 63. Mi Doctrina, plena de espiritualidad, germinará en el corazón de este pueblo para que en el futuro, dé sus frutos de verdad y de vida. Mi palabra se extenderá por la Tierra y no dejará sitio sin purificar, sin iluminar y sin juzgar. 64. Entonces comenzarán los pueblos a despertar a la vida espiritual, a lo verdadero y eterno, destruyendo la parte exterior y materialista de sus diversos cultos, para concretarse a buscar la esencia de mi Ley. 65. La humanidad comprobará la fuerza que da la espiritualidad y apartará la vista de cuanto la retuvo por siglos y siglos. 66. ¿De qué sirve que el símbolo del cristianismo, o sea la cruz, se encuentre por millones en la Tierra, si los hombres no son de buena voluntad, ni se aman los unos a los otros? 67. Ningún poder tiene ya lo externo sobre los hombres: ya no existe respeto, ni fe, ni pesar de haber ofendido. Por eso os digo que los símbolos y las formas desaparecerán, porque su tiempo ha pasado y será el culto interior el que levante al hombre a la luz, lo eleve y lo conduzca hacia Mí. 68. Allí, en lo más puro de su ser, en el espíritu, será donde escriba Yo mi Ley en este tiempo, donde haga escuchar mi voz, donde levante mi templo, porque lo que no exista en el interior del hombre, lo que no esté en su espíritu, es como si no existiese. Así levante enormes templos materiales en mi honor, así me ofrezca festines y ceremonias llenas de esplendor, su ofrenda no llegará a Mí, porque no es del espíritu. Todo culto externo lleva siempre vanidad y ostentación, en cambio, la ofrenda callada, aquella que no ve el mundo y que me ofrecéis de espíritu a Espíritu, esa llega hacia Mí por su humildad, por su sinceridad, por su verdad, en un palabra: porque brotó del espíritu. Repasad aquella parábola mía dada en el Segundo Tiempo y que es conocida como la parábola del fariseo y el publicano y entonces comprenderéis que mi enseñanza, en todos los tiempos ha sido una sola. 69. Yo no os juzgaría si de la Tierra hicieseis desaparecer hasta la última cruz con que simbolizáis vuestra fe cristiana, y en cambio, sustituyeseis ese símbolo con el amor verdadero de los unos hacia los otros; porque entonces vuestra fe y vuestro culto exterior pasarían a ser culto y fe del espíritu, que es lo que Yo espero de vosotros. ¡Si al menos vuestros cultos y vuestros símbolos tuviesen la fuerza para impedir vuestras guerras, para no dejaros caer en el vicio, para manteneros en paz! Pero, mirad como estáis pasando por sobre todo lo que decís que es sagrado; mirad cómo estáis pisoteando lo que habéis tenido como divino. 70. ¡Más os valiera, vuelvo a deciros, no tener un solo templo, ni un altar, ni un símbolo o imagen en toda la Tierra; pero que supieseis orar con el espíritu, que supieseis amar a vuestro Padre, y creer en Él sin necesidad de representantes, y que os amaseis como os he enseñado en mi Doctrina. Entonces estaríais a salvo, estaríais caminando en la senda trazada con mis huellas de sangre, huellas con las que vine a sellar la verdad de mis enseñanzas. 71. Hasta que esta humanidad renuncie a ser idólatra y a su fanatismo, verá descender "el nuevo Maná", ya no aquel que alimentó al pueblo en las soledades del desierto, sino el que descienda a vuestro espíritu en los días de las pruebas. Ese será el verdadero pan del cielo, aquel Que reciban los hombres de Espíritu a espíritu. 72. El maná del Primer Tiempo fue sólo una figura de lo que habría de ser mi comunicación espiritual con los hombres en los últimos tiempos, cuando su espíritu recibiese directamente de la Divinidad el sustento espiritual. 73. Es muy grande la responsabilidad que este pueblo tiene delante de la humanidad, tendrá que dar ejemplo de verdadera espiritualidad, enseñará la forma de elevar el culto interior, la ofrenda grata, el homenaje digno a Dios. Abrid vuestro corazón y escuchad ahí la voz de la conciencia, para que juzguéis vuestras obras y sepáis si estáis interpretando con fidelidad mis enseñanzas o si también estáis equivocando el sentido de mi Doctrina. 74. No pretendáis llegar a la cumbre de la espiritualidad en un solo día. Venid hacia la meta con paso medido, sereno y firme, y nunca habrá tropiezo, ni causa que os haga retroceder arrepentidos o temerosos de lo que hicisteis. Haced que cada paso sea dado con todo conocimiento y pronto veréis el fruto de vuestra obra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 281 1. Amados discípulos: aunque existen muchas religiones, una sola es la Ley y una sola es mi Doctrina. 2. Mi enseñanza es la Doctrina del Espíritu, la que enseña a los hombres a cultivar el amor, y ¿Qué ha hecho de mi Doctrina esta humanidad que se llama a sí misma Cristiana? Ha hecho formulismos, ritos, rezos, tras de ellos oculta su hipocresía. 3. Y os digo que la única verdad es el amor y que aunque estéis ensalzando y glorificando mi nombre con palabras y cantos, si no hacéis obras de amor, no estaréis en el camino de la verdad. 4. La verdad es el Amor Divino, manifestado en el Universo. El que no conoce la verdad, no conoce a Dios. 5. Cuán errados se encuentran los hombres cuando creen a Dios a través de la liturgia y las ceremonias. 6. Dios no es ni puede ser lo que el hombre ha edificado en la Tierra. 7. Dios no tiene límite, es esencia y omnipotencia; para reconocerlo y sentirlo es menester identificarse con El, practicando el bien, amándoos y siendo justos. 8. Cuando os hablo así, no concebís que los pueblos de este tiempo, a través de su civilización materialista, puedan comprender y aceptar una Doctrina de amor; mas, Yo os digo que mi enseñanza es la semilla que está necesitando el mundo, que es el agua que anhela para apagar su sed. 9. Esa hambre y esa sed que tienen los hombres se deben a la necesidad de amor y verdad en su vida. Esa miseria espiritual y moral son el producto de sus guerras, de sus distanciamientos y de sus ambiciones terrenales. 10. Por momentos, cuando llegan los hombres a sentirse cansados de reñir, hastiados y amargados por tanto sufrimiento, tratan de buscar la senda salvadora que Yo vine a enseñaros; pero, aunque buscan diferentes formas de interpretar mi Doctrina, en todas ellas vuelven a caer en ritos fanáticos, en cultos inútiles y en formas exteriores para adorarme. 11. No ha podido brotar el grito de libertad en cada espíritu, porque la niebla que le rodea es muy densa; pero mi luz es poderosa y cruzará las tinieblas penetrando hasta lo más sensible del corazón del hombre. 12. ¿Cuál será esa luz? Mi nueva palabra; es mi Doctrina con sus nuevas revelaciones, la que viene a enseñar a los hombres la forma verdadera de rendir culto a Dios, al mismo tiempo les viene a mostrar la forma de encontrar el agua cristalina que calma la sed del espíritu. 13. Yo inspiraré a todos la forma verdadera de adoración a Dios y también la forma de vivir, de acuerdo con la ley divina, cuyo cumplimiento es el único que el Señor reconocerá a cada uno de vosotros. 14. Por fin conoceréis el contenido o esencia de mi palabra, oh humanidad. Entonces encontraréis que mi Doctrina no es sólo la voz divina que habla a los hombres, sino también la expresión de todos los espíritus. 15. Es mi palabra la voz que anima, es el grito de libertad, es el ancla salvadora. 16. Mi Doctrina está libre de todo ritualismo, si así no fuere, perdería su esencia. 17. En este tiempo vengo a traeros una enseñanza limpia y perfecta, por lo que os digo, que al final de vuestra jornada, sólo os será tomado en cuenta lo que con verdadero amor hayáis hecho en la vida, porque demostrará que conocisteis la verdad. 18. Nunca ha estado el hombre huérfano de mis revelaciones que son la luz del espíritu, pero ha tenido temor de analizarlas, y Yo os pregunto: ¿Qué podréis saber de la verdad y de lo eterno si os obstináis en huir de lo espiritual? 19. Mirad la interpretación material que habéis dado a mis revelaciones del Primer y Segundo Tiempos, siendo que ellas os hablan sólo de lo divino y de lo espiritual; ved cómo confundís la naturaleza material con la espiritual; con qué falta de respeto convertís lo profundo en superficial y lo elevado en bajo. ¿Y, por qué lo habéis hecho así? Porque queriendo hacer algo en la Obra de Dios, buscáis la forma de adaptar mi Doctrina a vuestra vida material, a vuestras conveniencias humanas que son las que más os interesan. 20. Meditad en todo lo que os he dicho, discípulos, para que cuando digáis que sois espiritualistas, sea porque verdaderamente vivís lo que vuestros labios predican. 21. Cuán fácil es decir: "Soy espiritualista", pero cuán difícil es serlo en verdad. 22. Cuántos hay que escuchan mi palabra, que se han convertido en los grandes analizadores y sin embargo, no son los mejores discípulos prácticos de mi Doctrina, no cumplen con el precepto divino que os dice: "Amaos los unos a los otros". 23. En cambio, ved cuán fácilmente se transforma aquel que pone en práctica un átomo de mi enseñanza. ¿Queréis un ejemplo? Aquel que toda su vida me estuvo diciendo que me amaba a través de oraciones verbales que otros formaron, oraciones que ni siquiera comprendía, porque estaban hechas con palabras cuyo sentido no conocía; mas de pronto supo cuál era la forma verdadera de orar y haciendo a un lado sus antiguos hábitos, concentrase en el fondo de su espíritu, elevó el pensamiento hacia Dios, y por primera vez sintió aquella presencia. No supo qué decir a su Señor, su pecho empezó a sollozar y sus ojos a derramar lágrimas. En su mente sólo se formó una frase que decía: "Padre mío, ¿Qué puedo decirte, si no sé hablar contigo?" Pero aquellas lágrimas, aquellos sollozos, aquel gozo interior tan hermoso como no lo podréis encontrar jamás en vuestros idiomas humanos ni en vuestros libros. 24. Esos balbuceos del hombre que comienza a orar espiritualmente con su Señor, son semejantes a las primeras palabras de los niños, las cuales son deleite y encanto para sus padres, porque escuchan las primeras expresiones de su ser que empieza a levantarse a la vida. 25. Ya que los hombres no supieron dar la interpretación verdadera y justa a las revelaciones que se les han hecho desde los primeros tiempos, hoy vengo en Espíritu para ser Yo quien les dé la definición clara y la interpretación justa a cuanto les he enseñado. 26. Será en este tiempo cuando reconozcáis las potencias del espíritu y las facultades de la materia, sin confundir unas con otras. 27. Espíritu, mente y sentimientos encontrarán la verdadera armonía cuando mi Doctrina, como luz de nuevo día, llegue a despertar a esta humanidad dormida. 28. Me pedís que os ayude a lograr en este día, la unión y la paz dentro de vuestro corazón para presentaros ante Mí, como un ser consciente del acto que va a presenciar al oír mi lección a través del entendimiento de un portavoz. Y Yo recibo a vuestro espíritu. Todo lo que me ofrecéis limpio y sencillo en vuestra oración y en vuestras prácticas, lo tomo como el justo tributo de los hijos hacia su Padre celestial. 29. La más ferviente petición que hacéis, es la de que haya paz en esta Tierra; que vuelva a los hombres la vida patriarcal de otros tiempos y Yo os digo que esa paz volverá cuando vosotros, mis nuevos discípulos, hayáis puesto los cimientos de un mundo nuevo, para lo cual os estoy preparando. 30. Cuando miréis en cada uno de vuestros semejantes a un hermano, cuando hagáis desaparecer las diferencias entre unos y otros, y me améis en ellos, estaréis mirando los albores de un nuevo tiempo, y la vida será risueña y llevadera para el hombre y Yo seré reconocido como Padre. 31. Mi palabra de este tiempo es la misma que os di en Jesús. Es la misma corriente cristiana que bañó a vuestro espíritu cuando me seguisteis por las tierras de Palestina. Su esencia os es conocida; su sabor, jamás podréis confundirlo pues quedó impreso en vuestro espíritu su sello divino. Y ahora, que he descendido para comunicarme por medio de estos hombres y mujeres, y que oís la palabra que brota por sus labios, reconocéis que viene de Mí y me preguntáis por qué no elegí otra forma para hacer llegar a la humanidad mi mensaje de este tiempo. 32. Me decís que no hay entre vosotros hombres de acrisolada virtud, capaces de servirme. No está Moisés, ni los profetas del Primer Tiempo, tampoco está Pedro ni Juan, pero en verdad os digo, que en todos los tiempos he enviado espíritus virtuosos y entre ellos, éstos que me han servido con humildad, amadlos y consoladlos porque su cargo es muy grande. He conservado su mente y corazón como una fuente limpia y muchas veces ha sido el dolor el mejor medio para purificarlos. Su vida es semejante a la de mis enviados de otros tiempos. Yo los bendigo. ¡Bienaventurados los que así me han seguido y han sentido toda la importancia del cargo que Yo les he dado! 33. Os invito a penetrar a mi Reino. Estoy llamando a todos lo pueblos de la Tierra sin distinción alguna, mas sé que no todos me escucharán. La humanidad ha apagado su lámpara y camina entre tinieblas, mas ahí donde se advierta confusión, surgirá un iluminado mío que haga luz en derredor suyo, un guardián espiritual que vele y espere mi señal para dar la voz de alerta que despierte y conmueva. Dejad que sea el amor de esos enviados, semilla fructífera en vuestro corazón, no los desconozcáis si se presentan ante vosotros con la pobreza exterior, oídlos porque van en nombre mío a entregaros la oración perfecta, os librarán de los lazos de materialismo con que estáis atados, os ayudarán a lograr la libertad espiritual que os eleve a Mí. 34. Vosotros que me oís, esperáis ansiosamente el cumplimiento de todas mis palabras. Anheláis ver a este mundo convertido en mi discípulo, me pedís ser de aquellos a quienes yo envié con difíciles misiones a otras tierras y en verdad os digo que debéis prepararos antes, porque la lucha que os espera, será grande. Mas no todos los enviados de quienes os hablo están entre vosotros, ni todos habrán oído mi palabra a través de portavoces; muchos de ellos hablarán por intuición porque Yo he preparado su espíritu y los he distribuido sabiamente, para hacer llegar a todas partes mi luz. 35. ¿Cómo podréis creer que mientras he descendido a vosotros, pudiese descuidar a otras naciones, si todos sois mis hijos? ¿Pretendéis creer que alguien está lejos o fuera de Mí, si mi Espíritu es universal y envuelve y comprende todo lo creado? Todo vive y se alimenta de Mí. Por eso mi rayo universal ha descendido sobre todo el orbe y el espíritu ha recibido mi influencia en este y otros mundos, porque he venido a salvar a todas mis criaturas. 36. No quiero que desperdiciéis este tiempo ni que paséis por el mundo sin dejar huella de vuestro paso, quiero que seáis verdaderos cultivadores de la semilla que os confío y cuando abandonéis este mundo, sigáis trabajando hasta hacer florecer vuestra siembra, en el espíritu de vuestros hermanos. 37. No vengo a ataros a mis mandatos, sólo os inspiro con amor, porque no recibiré otro cumplimiento que no sea el que haya nacido de vuestro espíritu preparado en mi enseñanza. Sed libres dentro de mis leyes, pero llevad por hábito la obediencia. Dad cumplimiento a las dos leyes que rigen al hombre y que en esencia forman una sola porque ambas proceden de Mí. 38. Orad por todos los seres, anhelad la armonía y comprensión de todos hacia Mi, y que vuestra oración se eleve como un canto, como un himno ferviente que ilumine a los espíritus y les señale el camino por el cual llegarán al final de su destino. 39. Atraídos por la fuerza de mi palabra llegáis hasta estos lugares, pueblo amado. No es que necesitéis venir a estos recintos para buscar dentro de ellos mi presencia y poder mostrarme vuestras cuitas, porque sabéis que soy Omnipotente, que estoy en todas partes, que doquiera os escucho. 40. Es mi palabra por lo que venís, es la esencia divina que sirve de alimento a vuestro espíritu, lo que buscáis. 41. Todos sabéis que he señalado el instante en que dejaré de hablaros en esta forma, y por eso os apresuráis a venir cada vez que mi palabra vibra a través del portavoz, porque queréis guardar en vuestro espíritu hasta la última de las revelaciones que Yo os haga. 42. La intuición sobre la misión espiritual que vinisteis a cumplir, va despertando en vosotros y os comienza a preocupar vuestra responsabilidad, porque habéis comprendido lo delicado y grave que es predicar mi Ley con obras, palabras y pensamientos. 43. Pronto vais a quedaros sin mi palabra, mas para que no flaqueéis, debéis inspiraros en el ejemplo de mis discípulos del Segundo Tiempo, los cuales se unieron después de que hubo partido el Maestro, y con su unión se dieron unos a otros fortaleza, ánimo, valor y fe. 44. De vuestra unión dependerá que sintáis mi presencia en vuestras reuniones y que no extrañéis el tiempo de mi comunicación. 45. Ahora os habéis recreado escuchando, mañana os recrearéis aún más estudiando, porque cuando penetréis al fondo de mis enseñanzas os asombraréis al descubrir el contenido de cada una de mis lecciones. 46. Bendigo desde ahora a los que para ese tiempo se unan y se preparen para analizar la doctrina que os traje, porque en ese estudio encontrarán los discípulos la verdadera interpretación de mi palabra, y Yo os digo que así como mi palabra irradia luz, también vuestra interpretación iluminará el sendero de vuestros semejantes. 47. Los buenos intérpretes de esta Doctrina sabrán despertar a sus hermanos aletargados en la rutina de sus prácticas y sabrán darles la mano y salvarles de naufragar entre confusiones, por falta de meditación. Más tarde este pueblo se extenderá sobre el mundo dando testimonio de lo que escuchó, y a la vez explicando con palabra clara mi Ley y mi Doctrina, no sólo lo que os he dicho ahora, sino todo lo que os he revelado a través de las eras que habéis vivido. 48. No temáis ser burlados o negados por vuestros hermanos. 49. Os aseguro que cuando este pueblo de espiritualistas surja entre la humanidad, Yo ya le habré dado muchas y muy grandes manifestaciones espirituales. Esas manifestaciones harán que muchos de los que me están esperando espiritualmente, presientan que Yo ya vine y hablé. ¿No creéis, que ellos, al veros llegar y al oír vuestra palabra, os reconocerán como enviados míos? 50. En verdad os digo, que hasta los mismos teólogos se explicarán el porqué de tantos acontecimientos. 51. Se extenderá mi pueblo sobre la Tierra como un gran ejército; sobre del pueblo estará mi Espíritu alentando en la lucha, para que se cumpla hasta la última de mis palabras dadas en este y en los tiempos pasados. 52. ¿Por qué lloráis cuando pensáis en los días en que ya no escucharéis mi palabra? No temáis, multitudes, que no os dejaré solas. 53. ¿Recordáis cómo en el Segundo Tiempo después de mi partida, quedó María en el seno de los apóstoles? 54. La dulce consejera, la Madre, el consuelo para los tristes quedó entre aquellos discípulos por un tiempo. 55. Cuando se hubo apartado de aquellos corazones la amargura que recibieron en el Gólgota al verse ya sin su Maestro, sin su palabra, comprendieron la misión que tenían que cumplir, y empezaron a extender por el mundo la buena nueva, el Señor levantó de la Tierra a María, ya que su ternura la había dejado como herencia a la humanidad. 56. Vosotros, que sois los nuevos discípulos ante la Cátedra Divina, pensáis que os vaya a dejar solos cuando seáis privados de mi manifestación a través de los labios del portavoz, mas Yo os digo: María no ha muerto, vuestra madre espiritual está dispuesta a sosteneros en la prueba, en los días en que os creáis solos y en que me sintáis ausente, aunque esté más cerca que nunca de vosotros. Su ternura de Madre os ayudará a sentiros fuertes y a comprender el verdadero sentido de las enseñanzas que con palabras y hechos os he mostrado. 57. Seréis soldados de mi Ley y sembradores de la espiritualidad. Mas, desde ahora os declaro que el Espiritualismo no tendrá su asiento en la Tierra, ni tendrá representante en un hombre; su gobierno no será de este mundo y vuestro único guía lo tendréis en Cristo, a través de vuestra conciencia. 58. Vuestra mirada intuitiva sabrá descubrir entre las multitudes a los nuevos labriegos, pero vuestras manos no serán las que unjan o consagren, porque el único que puede entregaros dones, cargos o misiones a un espíritu, soy Yo, el único que escribe el destino de cada ser. 59. Os digo todo esto para libraros de caer en falsedades o en prácticas y ritos, que ninguna verdad encierran. 60. Vosotros sólo seréis mis sembradores, mis profetas, mis emisarios; pero el Arcano seguirá estando en las manos de vuestro Señor. 61. Es mi voluntad que entre vosotros exista completa armonía y fraternidad, para que no surjan señores, reyes o tiranos, en un pueblo donde todo debe ser orden, amor, y espiritualidad. 62. Cumpliendo en la forma que os indico, vuestro ejemplo tendrá que ser reconocido y vuestra fuerza tendrá que abrir brechas al Espiritualismo. 63. Comprended que tendrá que ser la luz de mi enseñanza la que descubra la falsedad de los ídolos, la que derribe de su pedestal al orgulloso rey y al despótico señor, la que destruya el poder temporal del reinado del materialismo. 64. El pueblo que hoy preparo para que mañana predique la vida espiritual, no será acaudalado, no poseerá riquezas ni bienes materiales, porque con sus obras tendrá que demostrar al mundo que la verdad, el amor y la justicia de Dios no necesitan apoyarse en la fuerza de vuestras engañosas riquezas. 65. El amor, la fe, la firme voluntad, serán las fuerzas que den a conocer esta Obra entre la humanidad. Tomad el ejemplo de Cristo y sus discípulos, meditad en aquellas vidas y en las enseñanzas que os dieron y veréis que os hablo con la verdad. 66. Mi mano jamás tocó una moneda. Cuando en cierta ocasión, intencionalmente me fue mostrada una, para pedirme comparecer sobre los deberes para con el César, Yo sólo contemplé aquella moneda, y sin tocarla le contesté al que me interrogaba: "Dad a Dios lo de Dios y al César lo del César". 67. Esta es de mis postreras lecciones, mas no la última; todavía os hablaré unos instantes más y entonces sí os dejaré de hablar a través del entendimiento del hombre. 68. Os daré un tiempo de calma para que meditéis, después de mi partida, y en ese tiempo la intuición, comenzará a vibrar poco a poco de espíritu a espíritu bajo distintas formas. 69. Todo lo que ahora no habéis comprendido, lo entenderéis en aquellos días de espiritual meditación y a la vez seréis sorprendidos con nuevas revelaciones y profecías. 70. La inspiración del uno será confirmada por la del otro y así no surgirá la duda en los discípulos. 71. Roque Rojas y Damiana Oviedo, fueron mis primeros portavoces para mi comunicación espiritual en este tiempo. El varón recibiendo en su entendimiento el rayo de luz de Elías, la doncella recibiendo la luz del Maestro. Con esto he querido demostraros que en mi apostolado, lo mismo se sienta a mi mesa el hombre que la mujer. Es igual el espíritu en ambos, ¿Por qué había de distinguirles en este Tercer Tiempo, si es la era en que vengo buscando a los espíritus? 72. Roque Rojas y Damiana Oviedo son vuestros precursores, oyeron la voz divina en medio del desierto y sin preguntar si aquello era verdad, creyeron. Uno escuchó la voz del Profeta, la otra sintió el toque de la caridad del Maestro. 73. ¡Cuántos misterios he venido revelándoos desde entonces! Pasaron los primeros portavoces y surgieron otros y así sucesivamente hasta el presente. No todos han sido limpios en su intención; algunos han sido ejemplo de celo, de amor a la verdad, de abnegación y sacrificio; los ha habido vanidosos, amantes de la adulación y de la recompensa. 74. Yo desde un principio enseñé a estas multitudes a distinguir el verdadero fruto, y a vosotros los presentes, os digo que seréis los que llevéis mi verdad como sustento a vuestros hermanos, mientras la paja la consumiréis en el fuego de la verdad. 75. Debo deciros que nunca supisteis cuidar a vuestros portavoces, porque os faltó comprensión y caridad hacia ellos; mas, ya que no supisteis alentar ni cultivar aquellos corazones, al menos en el futuro, cuidad de lo que por sus labios brotó, que fue mi palabra: el nuevo Maná. 76. Cuando los espiritualistas se multipliquen sobre la Tierra, habrá muchos que les confundan con vulgares adivinos y se acerquen a ellos a preguntarles el futuro, los hombres de ciencia les preguntarán sobre la vida de los espíritus y sobre la vida en otros mundos o planetas. Os profetizo todo esto para que, cuando os veáis asediados por necias interrogaciones, os acordéis que debéis orar para que vuestro Padre os inspire lo que tengáis que decir; lo que sea su Voluntad manifestar ante la necesidad o la curiosidad de vuestros hermanos. 77. Os encargo que no vayáis a alterar una sola de mis revelaciones, ni tampoco tratéis de escudriñar lo que aún no sea tiempo de que sea revelado. Conservaréis siempre vuestra preparación, como si fueseis una fuente dispuesta a recibir el agua cristalina que mitigue la sed de luz de vuestros hermanos y no será vuestra mano la que descorra el velo del misterio. ¿Acaso hubo en la Tierra alguno digno de abrir el Libro de los Siete Sellos? Sólo la del Cordero fue digna, es decir: sólo El tuvo el poder para hacerlo. Sabed que hay muchas lecciones que le serán reveladas al hombre aquí en la Tierra; pero también que existen muchas otras que le serán descubiertas hasta que habite en las altas moradas del espíritu. 78. Doquiera me encontraréis, mi presencia está en todos los sitios del camino; lo mismo me convierto en un oasis en mitad del desierto, que en faro de luz en la noche tempestuosa. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 282 1. La luz divina vibra para vosotros, se hace palabra para daros una nueva lección. Bendito sea el que se prepara como si su corazón fuese un santuario, porque él se ha asomado a la vida verdadera, cuando ha escuchado mi palabra. 2. Venid todos y mirad mi prodigio de amor, he venido a salvar pecadores a través de labios de pecadores. 3. En esta era voy a probaros el poder que poseéis como herencia o don que deposité en vosotros; no es poder de la materia, sino del espíritu, porque el hombre no es poderoso, grande, ni sabio por la carne, lo es por el espíritu. Yo hablo del que dirige sus pasos por la senda del bien y obedece la voluntad de su Padre celestial, de aquel que cumple con las leyes que rigen o gobiernan la vida. Ese tendrá que sentirse apoyado por fuerzas poderosas que lo conducirán siempre por una senda de luz, de paz y de verdad. 4. Discípulos: esta humilde palabra que como regalo espiritual os he traído para iniciar el nuevo tiempo, dentro de su sencillez y modestia exterior, es una más de mis obras maestras; esta forma de buscar al hombre para comunicarle a través de su mente lo divino, tiene un sentido, una esencia y una trascendencia que todos vosotros debéis encontrar. 5. Ved cómo mis pensamientos divinos toman voz en unos labios humanos que, aunque impuros, saben purificarse en el instante de este servicio, para daros un alimento de vida espiritual. 6. ¿Qué no os concederé el día en que tanto vuestro espíritu, como vuestra materia se hayan purificado para recibirme? 7. Pequeña ha sido vuestra fe y leve vuestro amor y vuestra preparación, sin embargo, el fruto que habéis recibido en mi palabra, os ha levantado de vuestro letargo, os ha enseñado a comprender, a amar, a estudiar y a sentir la vida del espíritu que era un desolado desierto en vuestras vicisitudes y que ahora semeja un oasis para vuestra vida de luchas y pruebas incesantes. 8. Si tratáis de comprender esta enseñanza, seréis en este tiempo de los que tengan pleno conocimiento de que sin Mí nada es el hombre. 9. Ved este mundo, soberbio, retador y orgulloso de todas las obras de los hombres con las que asombran a las generaciones de este siglo; en su mayoría no creen ni aman lo espiritual, por lo tanto, no oran ni practican mi Ley. Sin embargo, están satisfechos y orgullosos de poder mostrar un mundo portentoso, de maravillas creadas con el poder de su ciencia. 10. Pues este mundo maravilloso de los hombres, logrado a través de siglos de ciencia, de luchas, de guerras y lágrimas, pos sus propias manos y con sus armas van a destruirlo, porque ya se acerca el instante en que la humanidad se dé cuenta de la inconsistencia y fragilidad de sus obras, a las que faltó el amor, la justicia y el verdadero anhelo de perfeccionamiento. 11. Ya pronto sabréis que nada sois sin Dios, que la fuerza, la vida y la inteligencia sólo de Mí la podéis tomar para hacer una existencia armoniosa entre el espíritu y la parte humana del hombre. 12. Yo vengo con mi nueva palabra a resucitar al mundo porque la humanidad, a través de eras y de siglos, ha visto reinar sólo a la muerte. ¿Cuál ha sido la causa de que la muerte haya imperado en vuestra existencia? La falta de amor. 13. En verdad os digo que el amor es la potencia inmutable que mueve al Universo. El amor es el principio y la esencia de la vida. 14. Estoy iniciando un tiempo de resurrección espiritual para todos, tiempo en el que haré florecer aquella bendita semilla de amor que derramé sobre el mundo desde lo alto de una cruz, anunciándoos que, cuando los hombres se amen como Yo os enseñé, la muerte habrá sido desalojada del mundo y en su lugar la vida será la que reine sobre los hombres y se manifieste en todas sus obras. 15. Hoy estáis comiendo día tras día los frutos amargos del árbol de la ciencia, tan imperfectamente cultivado por los hombres, porque no habéis procurado el desarrollo armonioso de todas vuestras facultades; entonces, ¿Cómo podréis encauzar por la senda del bien, vuestros descubrimientos y vuestras obras, si sólo habéis desarrollado la inteligencia, pero habéis dejado en el abandono al espíritu y al corazón? 16. Ahí tenéis a los hombres, asemejándose a las fieras, dejando en libertad absoluta sus pasiones, sintiendo odio hacia sus semejantes, sintiendo sed de sangre, ambicionando convertir a los pueblos hermanos en esclavos. 17. Si alguien creyera que mi Doctrina puede inducir a la derrota moral del hombre, en verdad os digo, que estáis en gran error, y para demostrarlo a los escépticos, a los materialistas y a los soberbios de este tiempo, voy a concederles que recojan el fruto de su ciencia y que lo coman hasta saciarse, hasta que surja la confesión de su espíritu, diciéndome: " ¡Padre, perdonadnos, sólo vuestro poder logrará detener las fuerzas que en nuestra insensatez hemos desatado!" 18. Entonces, Yo vendré en su auxilio y les daré la paz, porque ya su soberbia la habrá hecho beber mucho del cáliz de amargura. Les haré penetrar en paz y en meditación, para que, ya dentro de una vida nueva, sepan descubrir el valor de lo espiritual y aplicarlo a sus obras. Les haré comprender que la vida es semejante a una lira, cuyas cuerdas representan el amor, la espiritualidad y la ciencia, pero ellos, desarmonizando, no supieron tocar la dulce nota del amor que es la nota sublime de la espiritualidad. 19. Ha llegado el tiempo de juicio, en el que a unos les preguntaré: ¿Por qué me habéis negado? Y a otros: ¿Por qué me habéis perseguido? ¿Tiene derecho a negar la existencia de mi Reino, el que no ha sabido penetrar en sí mismo? Es distinto que no conozcáis mi verdad, que no sepáis aquello que podéis concebir, os digo que es mucha vuestra ignorancia y muy grande vuestra soberbia. 20. En verdad os digo que quien niega a Dios y a su Reino, se ha negado a él mismo. El que quiere tomar fuerza en sí mismo, creyéndose absoluto y sintiéndose orgulloso de poder ser grande sin necesidad de Dios, muy cortos serán sus pasos por el mundo, pronto se extraviará y sus sufrimientos serán muy dolorosos. 21. ¿Dónde están los verdaderos sabios? 22. Saber, es sentir mi presencia; saber, es dejarse conducir por mi luz y hacer mi voluntad; saber, es comprender la Ley; saber, es amar. 23. El que por amor procura ser útil a sus semejantes, se consagra al bien en alguna de las múltiples sendas que ofrece la vida, ese sabe que es un ser que debe prestarse para ser utilizado por la voluntad divina para fines muy elevados. Yo quiero que vosotros lleguéis a saber, oh discípulos, para que seáis los que libertéis de sus errores a quienes han perdido la senda de la evolución. 24. El amor verdadero, aquel que está más allá del corazón, es el fruto de la sabiduría. Ved cómo Yo, en mi palabra, siembro sabiduría en vuestro entendimiento y luego espero el fruto de vuestro amor. 25. Existen muchas formas de hacer el bien, muchas formas de consolar y servir, todas son expresiones del amor, que es uno solo, del amor, que es sabiduría del espíritu. 26. Unos podrán ir por el camino de la ciencia, otros por el del espíritu, otros por el sentimiento y el conjunto de todos será la armonía espiritual. 27. Aprended a distinguir los diversos caminos que existen, así como a respetar las diferentes misiones que vuestros hermanos desempeñan; para ello necesitáis ser de entendimiento amplio, de juicio recto, de ánimo sereno y mirada profunda. Si no tenéis estas virtudes, os escandalizaréis sin causa justificada, cuando descubráis que existen más religiones de las que creíais y mayor número de cultos y ritos de los que conocíais. 28. Si no os preparáis, os sentiréis confundidos y turbados el día que os encontréis en medio de la lucha que se aproxima. 29. Los que me escuchan sin interés de comprender, no podrán ser los que analicen y expliquen esta Doctrina. Otros, en cambio, tratan de conocer el significado de mi palabra, la sienten, la aman, la llevan en su espíritu, en el corazón y en el cerebro. Estos cada día penetran más y más en el conocimiento de mi enseñanza. 30. Cuando ese anhelo de saber más para amar con mayor perfección, cristalice entre estos discípulos, veréis reflejada en sus rostros la hermosura de la bondad, la belleza de la caridad, la grandeza de la espiritualidad. 31. Sin embargo, ninguno podría aún en ese instante mostrar su faz como el espejo de la verdad, en el que se reflejarán las virtudes del espíritu, de ese ser superior que habita en cada hombre. ¿Y qué os diré de aquel Mundo Espiritual que vibra más allá de vosotros y que también puede asomar su faz, a través de vuestras obras, palabras y pensamientos? Para aquellos seres, cada hombre es un medio de manifestarse, cada espíritu encarnado un lazo de unión y cada cerebro un conducto para comunicarse con el mundo humano. 32. Si las mentes se disponen para el bien, serán utilizadas por seres elevados, luminosos, consagrados a altos fines, pero si las mentes rechazan toda buena inspiración y dejan que sus sentidos y sus facultades, sean utilizadas por espíritus inferiores, éstos sólo desarrollarán pasiones impuras. 33. Yo os digo que no existe una mente humana que no viva bajo la influencia del Mundo Espiritual. 34. Muchos lo negarán, mas nadie podrá probar que sea imposible que la mente del hombre reciba los pensamientos y las vibraciones, no sólo de los seres espirituales y las de sus propios semejantes, sino aún las Mías. 35. Esta es una revelación para toda la humanidad, revelación que al ser difundida, encontrará corazones abiertos que la reciban con gran gozo, como también habrá de encontrar encarnizados opositores y perseguidores. 36. Mas ¿Qué podrán hacer para impedir que la Luz del Reino Espiritual brille en la vida de los hombres? ¿De qué medios podrán valerse los incrédulos para evitar aquella vibración? ¿Quién es aquel que se cree fuera de la influencia universal, que es la fuerza creadora y vivificante de Dios? 37. Yo hablo a vuestra conciencia, a vuestro espíritu y a vuestra razón, mas os repito que todos recibís de otras moradas, mensajes, ideas e inspiraciones, y que, así como ignoráis de dónde vino vuestro espíritu a encarnarse en ese cuerpo que tenéis, tampoco sabéis quienes se comunican invisible e insensiblemente con él. 38. A vosotros, que estáis oyendo estas enseñanzas, os digo que no porque sea mi inspiración la que vibra en los entendimientos de estos portavoces, juzguéis que ellos son justos y puros, no, simplemente han sido dotados de una facultad para recibir y transmitir mi luz en forma de palabra. Ellos son los precursores de aquella comunicación espiritual que es promesa para los tiempos venideros, cuando los hombres tengan pleno conocimiento de que la luz del Mundo Espiritual siempre ha vibrado en su existencia, y se preparen y espiritualicen para recibir y transmitir con perfección el mensaje eterno de Dios. 39. ¡Humanidad que negáis lo que materialmente no podéis comprobar, os digo que sólo sabéis lo del mundo, porque si supieseis un poco del espíritu, no os atreveríais a negar la existencia, la influencia, ni la comunicación del Mundo Espiritual! 40. Un gran número de seres de luz velan por vosotros; el día que sepáis uniros en oración, en pensamiento y en fe a ellos, experimentaréis en vuestra vida una fuerza invencible, una fuerza sobrehumana y nunca tropezaréis. 41. También en torno a los hombres vibra un mundo invisible de tinieblas y turbación; el día que estéis preparados para luchar contra sus acechanzas, sentiréis en vuestra vida una libertad y una paz desconocidas. 42. Sabed que una mente jamás dejará de recibir la vibración y la influencia de mi Divinidad y del Mundo Espiritual. 43. La humanidad ha amado lo de la materia, allí tiene sus valores, allí ha puesto su corazón, su mente y sus sentidos, por eso desconoce e ignora todo lo que se refiere al espíritu. Si el hombre tuviese como ideal el espíritu, habría afinado de tal manera sus sentidos, que no ignoraría nada de lo que hoy os he dicho. 44. Sabría que el Espíritu de Dios por su esencia, se comunica en el Universo con todo espíritu y teniendo conocimiento de ello y estando iluminado por la fe, trataría de que hasta él llegasen las vibraciones de mi Espíritu, que son la fuerza, la vida y la luz que anima todo lo creado. 45. En verdad os digo y no lo olvidéis: que no es imposible que Yo me comunique, a través del entendimiento humano; imposible sería que no pudiera comunicarme. 46. A vosotros, discípulos, toca sensibilizar el espíritu y mente para percibir todas las vibraciones espirituales, sentirlas, creerlas, vivirlas, amarlas y obedecerlas. 47. Vuelvo a deciros, que aunque la humanidad entera se interpusiese para evitar que la luz espiritual llegase a ella, jamás lo lograría, porque precisamente la vida que tiene el hombre la toma de mi Espíritu que sin cesar vibra en todo cuanto existe. 48. Estáis escuchando una Doctrina que en cualquier parte parecería extraña, pero que vosotros comprendéis y que a pesar de manifestarme en sitios tan pobres y modestos como son estos recintos, sabéis que no son lugares profanos, sino humildes albergues consagrados al recogimiento, a la espiritualidad y a la preparación para poder recibir el mensaje celestial. Sabéis que me estoy comunicando por medio del entendimiento humano; pero que no es el entendimiento el que habla, sino el espíritu quien recibe la luz de mi inspiración, luz que al pasar por la mente se hace idea y al llegar a los labios se transforma en palabra. 49. Este ha sido uno de los hermosos dones que en el Tercer Tiempo os he revelado para que os pudieseis formar una idea de los atributos que hay en vuestro espíritu, así como de lo que aún está reservado por él. 50. Penetrad en vuestro interior espiritual para que os conozcáis más, porque si sólo consideráis que sois materia, negaríais vuestra grandeza, desconociendo vuestra esencia. 51. Mientras no os intereséis por conocer la verdad del espíritu, seréis débiles e ignorantes y no dejaréis manifestar a través de la materia todo lo que sois y todo lo que poseéis. 52. La ciencia materialista de los hombres, ha echado sobre los hombros de la humanidad una carga irresistible. Todos estáis cansados, camináis penosamente en este tiempo, mas Yo a todos espero. 53. Pueblo: invitad a este banquete espiritual a vuestros hermanos que sucumben. Los veréis llevando en su mente un tesoro de ciencia, y diréis: ¿Qué puede faltarles? Sin embargo, en su espíritu llevan un vacío desolador. 54. Venid a Mí los intelectuales, cansados de la muerte y desengañados en su corazón, venid a Mí los que os habéis turbado y en vez de amar habéis odiado, Yo os daré descanso haciéndoos comprender que el espíritu obediente a mis mandatos, jamás se cansa; os haré penetrar en una ciencia que jamás turba la inteligencia. 55. Que no teman venir a Mí porque sean fríos de corazón o severos para juzgar. Yo tendré una frase para cada quien, una palabra que será como rayo que ilumine aquellos corazones desilusionados por la ausencia de amor. No importa que no me creáis ni me améis, eso no es motivo para que Yo os excluya de mi mesa, es por los pecadores por quienes he venido. 56. Sé que muchos, en su orgullo, se resistirán a venir a aprender, considerando que todo lo saben; pero bastará que escuchen uno de mis mensajes y Yo le probaré que aún tiene corazón, que no han muerto para el verdadero amor, que delante de Mí siguen siendo mis pequeños y que aún saben llorar. 57. Mi lección de amor no vino destinada a unos cuantos que la han escuchado a través de los portavoces. Mi mensaje ha llegado al mundo para ser conocido por todos los hombres, por lo que os digo que él llegará bajo muchas formas, hasta los confines de la Tierra, porque es el principio del consuelo prometido a la humanidad desde el Segundo Tiempo, para cuando ésta llegase a la culminación de los tiempos de aflicción en la Tierra. 58. Hoy que veo a los hombres descender vertiginosamente a los más bajos abismos de sus pasiones, de sus vicios y de sus odios, sé que es cuando debo llegar hasta ellos a darles la ayuda salvadora. No importa hasta donde hayan descendido, Yo haré llegar a su espíritu, mi voz que les dirá: Yo estoy con vosotros, venid a Mí, buscad la luz, Yo os ayudaré a salir de las tinieblas y luego descansaréis bajo el amparo de mi paz. 59. Mi voz se hará oír en el templo interior de su ser, el templo que no ha podido destruir el hombre, porque es su propio espíritu. 60. Recordad que cuando fuisteis niños, todos vivíais en la inocencia, os asemejabais a las flores de un rosal; pero más tarde surgieron de los tallos las espinas y dejaron de dar flores. Espinas es lo que me ofrece una vez más la humanidad y menester será que la hoz sabia del hortelano, pode estas plantas, para que en la nueva primavera vuelvan a dar rosas. 61. Hoy, dejad por unos instantes la Tierra y venid a Mí en espíritu. Por muchos siglos ha equivocado la humanidad la forma de orar, por lo que no ha fortalecido ni ha iluminado el sendero de su vida con mi amor, ya que ha orado con sus sentidos y no con su espíritu. 62. La idolatría, a la que tan inclinado es el hombre, ha sido como un veneno que no le ha dejado saborear los deleites espirituales de la oración interior. 63. ¡Cuánta miseria han arrastrado los hombres, tan sólo por no saber orar! Y es natural, discípulos: ¿Qué fortaleza espiritual puede tener un ser humano, para resistir las pruebas de la vida, si no hace nada por aproximarse a la fuente de vida que existe en mi Espíritu? Me busca en los abismos, en las sombras, pudiendo elevarse para encontrarme en las cumbres, entre la luz. 64. ¡Ah, si los hombres de este tiempo comprendiesen el poder de la oración, cuántas obras sobrehumanas, realizarían! Pero viven una época de materialismo, en el que hasta lo divino tratan de materializarlo para tocarlo y poderlo ver. 65. Mis siervos de los tiempos pasados, Noé, Abraham, Isaac, y Jacob, José o Moisés, supieron de la fuerza de la oración y de ello dieron pruebas imborrables a la humanidad, quedando su forma de orar como un ejemplo para todas las generaciones. 66. Para aquellos hombres el sitio para orar era indiferente: sabían que llevaban en el fondo de su ser el templo del Señor. El camino que buscaban para aproximarse a mi fuente de misericordia, era la fe. Una fe en mi presencia, en mi justicia, en mi providencia y en mi amor. A cada uno de aquellos hombres le sujeté a una gran prueba, tan grande, que de ella quedarán testimonios para todos los tiempos. Y en aquellas pruebas supieron ser fieles, obedientes, humildes, fervientes a su Creador. 67. Mi respuesta fue siempre inmediata para la fe y el amor de aquellos siervos, haciéndoles objeto de mis manifestaciones de poder, que solamente le son concedidas a los hombres de gran fe y de buena voluntad. 68. Mi amor a vosotros me hace venir en este tiempo a buscaros en precipicios y en abismos, para salvaros como el pastor hace con las ovejas a las que mucho ama. 69. Mas si queréis Conocer mi intención respecto al pueblo que quiero formar con vosotros, podéis saber que voy a reuniros, trayéndoos de diversos puntos de la Tierra para que conozcáis este mensaje celestial. 70. Por medio de mi palabra dividida en incontables lecciones o enseñanzas, os convertiré en discípulos de esta Doctrina, y una vez que vuestro ser se haya saturado de esta esencia, que hayáis dejado atrás tradiciones y errores y comencéis a vivir y a sentir la espiritualidad, os inspiraré el tiempo y la hora en que debéis levantaros por los caminos en pos de comarcas, pueblos y naciones para llevar la buena nueva a las multitudes. 71. Os multiplicaréis como las estrellas del cielo o como las arenas del mar, llevando bendición a hogares, pueblos y países donde tienen hambre de paz, de justicia y de verdad. 72. Mas no olvidéis que cuando os levantéis a esa lucha, será porque ya practicasteis la oración espiritual como os la he inspirado en todos los tiempos; como os la he venido a recordar ahora. 73. Sin la fuerza de la oración, no podréis salir avante en la lucha, ni podréis resistir las pruebas, mucho menos podréis enseñar a vuestros hermanos la forma perfecta de orar. 74. Y es menester que deis pruebas del poder de la oración espiritual, como en los tiempos pasados las dieron aquellos hombres a quienes recordáis como patriarcas, como guía y profetas. No serán las mismas pruebas las que se verifiquen por vuestro conducto, porque debéis tener en cuenta que este es otro tiempo, que la humanidad ha evolucionado espiritual y materialmente, y que por lo tanto, las pruebas y prodigios que con la oración logréis, no podrán ser iguales a los de los primeros tiempos, sin embargo, serán maravillosos. 75. Dos requisitos tan sólo necesitaréis para haceros dignos de tales caridades: el primero será vuestra manera de vivir: recta, útil, inspirada siempre en el bien y en la caridad, y una fe que os haga superiores a todo cuanto haya en la Tierra, que os de fuerza para que, llegado el instante os aleje de un peligro, os eleve por sobre toda miseria, os haga insensibles al dolor y os ayude a vencer aún a la muerte. 76. En verdad os digo, que con bondad y fe lograréis hacer obras poderosas y sobrehumanas, con las que deis en este tiempo el mejor de los testimonios sobre la fuerza de la oración y del amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 283 1. Discípulos amados: venís de distintos caminos, y os unís en el momento de orar para elevar el espíritu hacia el Padre. Yo os recibo, escuchad mi voz, volved a Mí. Si os habéis perdido del camino, hoy sed conmigo. Ha tiempo que os estoy llamando y en verdad os digo que a cada uno de vosotros Yo le estaba esperando. 2. A los que aquí os reunís les recibo en representación de la humanidad; lo que derrame sobre vosotros, lo habré derramado en todos vuestros hermanos. Tan amados son por Mí los que han llegado bajo la sombra de este árbol, como los que están distantes de él. 3. Orad, pueblo, ese es el idioma del espíritu, pero aprended ese lenguaje para que, a la vez que me habléis, sepáis escucharme. Habladme con respeto y humildad, pero con la confianza que se le tiene a un padre, con la intimidad con que se le habla a un amigo. 4. Abrid vuestro corazón, ese es mi templo y dejad que en su interior se escuche el eco de mi voz que es consejo, inspiración y revelación. 5. Cuando lleguéis a penetrar en el sentido de mis lecciones, y conozcáis mi voz como la oveja conoce la voz de su pastor, comprenderéis que en todos los tiempos y en todos los instantes de vuestra vida os he hablado. Si así no fuere no sería eterno el Verbo. 6. La humanidad ha sido siempre delante de Mí como el niño débil, expuesto a riesgos y tropiezos, y como soy su Padre, la amo y la guío, aunque por instantes su corazón sea sordo a mis consejos, a mis llamados y lecciones. 7. Hoy atraviesan los hombres por una etapa de grandes pruebas, mas, no es porque Yo me complazca con su dolor, es porque en justicia, si los hombres se han manchado, ellos mismos deben purificarse. 8. Todos sabéis que Yo amo lo puro, que sólo lo limpio llega a Mí; esto os lo dice vuestra conciencia. 9. La luz de mi Espíritu está derramada sobre toda materia y sobre todo espíritu, para que podáis estudiar y analizar las pruebas que como lecciones a diario os da la vida, para que podáis conoceros y comprender la misión que a la Tierra habéis traído. 10. ¿Por qué muchos de vosotros teméis que vuestro destino haya sido escrito por Mí con pruebas, dolores, castigos o desgracias? ¿Cómo podéis concebir que quien os ama con perfección, os depare un camino de abrojos? En verdad os digo que el camino azaroso y sembrado de vicisitudes, es el que vosotros tomáis por vuestra voluntad, creyendo que en él están los placeres, la libertad, la felicidad, sin comprender que es precisamente en el camino destinado a vosotros y del cual os apartáis, en donde se encuentra la verdadera paz, la seguridad, la fuerza y la salud, el bienestar y la abundancia. 11. Este camino que en mi Doctrina vengo a ofreceros, es el destinado a vuestro espíritu desde vuestra formación, para que, viniendo por él, lleguéis a encontrar lo que anheláis. 12. Benditos sean los que escuchando esta palabra retornen al camino, porque en él volverán a encontrar la heredad a la que habían renunciado. 13. En mi camino también hay pruebas, pero ellas son lecciones para el espíritu, son luz y revelación con que la vida os toca para deteneros en la carrera vertiginosa que os conduce al abismo. 14. A mil pruebas sois sometidos, discípulos, a fin de que todas las potencias de vuestro espíritu y todas las fibras de vuestro corazón sean pulimentadas. 15. Este pueblo es el hijo fuerte, el que posee las profecías y las enseñanzas, por eso a cada paso le digo que practique mi palabra, que la aplique a su vida para que conozca el valor de sus dones, que busque afanosamente la esencia de mi Doctrina para que descubra las luces que Yo os prometí en aquel tiempo cuando os dije que os enviaría al Espíritu de Verdad a esclareceros las revelaciones pasadas. 16. Estoy dejando que este pueblo crezca oculto e ignorado sin que la humanidad advierta su presencia, hasta que llegue la hora de romper el silencio, que será cuando estos hombres se hayan unido en verdad y en espíritu. 17. Cuando me escucháis, vuestro ser tiene un dulce estremecimiento y os preguntáis: ¿En dónde habré escuchado yo esta voz en otros tiempos? Otros al oírme, dicen: Me parece contemplar al Maestro predicando a la orilla de un río o en la montaña, ¿Dónde la habré visto? 18. Sí, pueblo, vuestra fe os dice que soy Yo el que os habla, aunque sabéis que no he venido a materializarme, porque os dije que "vendría en la nube" y así os lo he cumplido. 19. Si he utilizado el entendimiento del hombre para hablaros, es porque si os hubiese hablado de Espíritu a espíritu, no me habríais escuchado y menos comprendido. 20. Pero esta forma de comunicación ha sido breve y ya toca a su fin, porque sólo necesitaba que algunos me escuchasen para que supiesen cómo quiero que os comuniquéis conmigo en el futuro y lo supieseis anunciar a la humanidad. 21. Quiero hacer de vosotros, una sola familia, para ello es indispensable que todos tengáis un solo culto y practiquéis una misma Ley. 22. Vos, pueblo, empezad por presentar ese ejemplo de fraternidad y de unidad, mientras no logréis esto, no podréis salir de la obscuridad en que os encontráis, hacia la luz del camino donde os espera vuestra misión. 23. La luz que irradia de esta Enseñanza espiritual está alumbrando al espíritu de la humanidad, y cuando los hombres lleguen a tener verdadero conocimiento del tiempo que están viviendo, sabrán distinguir con absoluta claridad la esencia de esta Doctrina que brillará por sobre todas vuestras religiones. Me preguntáis: Maestro, ¿Entonces las religiones no son la verdad? a lo cual Yo os digo que, si ellas fuesen la verdad, sólo existiría una, porque una sola es la verdad. Cada una encierra una parte de esa suprema luz, todas son caminos que conducen al espíritu y lo acercan a la fuente del saber. 24. La verdad absoluta no la posee ningún hombre ni está contenida en ningún libro. Esa divina claridad, esa fuerza omnipotente, ese amor infinito, esa sabiduría absoluta, esa justicia perfecta está en Dios. El es la única verdad. 25. Comprended mi lección, cada religión es una forma de entender la verdad; pero no la verdad misma, por eso veis las diferencias que entre unas y otras existen. Vuelvo a deciros que si ellas encerraren la suprema verdad, todas serían iguales y formarían una sola idea, una forma, un solo camino para llegar a Mí. 26. Por eso, cuando mi doctrina sea reconocida en el mundo, la comprensión humana la colocará por sobre toda religión, entendiendo que no deberá representarla o materializarla en ninguna forma como no sea aplicándola a la vida misma. Ya llegaréis a comprende que esta Doctrina no es para materializara con símbolos, sino para sentirla en el espíritu; cuando así la entendáis ya estaréis en aptitud de ofrecer al Padre el culto interior, que es el verdadero; el que se hace sin ostentaciones, sin hipocresía, sin mezquinos intereses. 27. La Doctrina Espiritualista no es una teoría, es una enseñanza práctica, tanto para la vida humana, como para la vida del espíritu. No existe otra enseñanza más completa y perfecta que ella. Os acompaña desde antes de llegar a la Tierra, os sigue a través de la jornada sobre este mundo y se funde a vuestro espíritu cuando él retorna a su primer morada. 28. No seré Yo quien aparte de vuestros cultos la liturgia y las tradiciones, será el espíritu del hombre el que, sin darse cuenta, se eleve sobre sus concepciones antiguas, ante la necesidad de mayor luz que ilumine el sendero de su evolución. Pronto comprenderá el hombre que lo único que puede presentarle a Dios, es la práctica del amor, ya que decir amor es decir bien, caridad, sabiduría y justicia. 29. El Espiritualismo no viene a borrar una sola de las palabras que Cristo predicó en aquel tiempo, si así no fuese, no podría denominarse de esta manera, ya que estaría oponiéndose a la verdad. ¿Cómo podría estar esta palabra en contra de aquella, si es el mismo Maestro quien la pronuncia? Si verdaderamente penetráis en el sentido de esta Doctrina, veréis cómo mi palabra de ahora es la explicación o aclaración de cuanto dije en aquel tiempo. Por eso la humanidad de ahora y la del futuro, están en condiciones de comprender más que las generaciones pasadas y por lo tanto, de cumplir con la Ley de una manera más pura, elevada y verdadera. 30. Si observáis detenidamente a vuestros hermanos en su culto, veréis como lo que antes fue objeto de su adoración, ahora lo contemplan fríamente. Es que el espíritu está despertando por si mismo y busca lo que realmente pueda alimentarlo, por lo cual os digo que el culto externo de esta humanidad está destinado a desaparecer. 31. A vosotros que estáis recibiendo esta palabra, os toca presentar mi Obra en toda su sencillez, espiritualidad, pureza y simplicidad, no dando nunca lugar a que dentro de ella se vaya a caer en el error de hacer ritos, de crear nuevas tradiciones o nuevos símbolos que os alejen del verdadero camino. 32. El tiempo de representar lo divino o lo espiritual con formas materiales, ha pasado. Si porque en aquellos tiempos la Ley fue grabada en piedra y los profetas fueron seres humanos; si por el hecho de que el Verbo se hizo hombre y fue visto con los ojos materiales, la humanidad ha creado símbolos y forjado ídolos; ahora vengo en Espíritu y mis enviados también en espíritu vienen a vosotros. ¿Qué nuevos símbolos o nuevas formas podríais forjar de lo infinito, de lo irrepresentable? 33. La Doctrina espiritual es la expresión y el sustento verdadero del espíritu, por lo tanto, se aparta de toda materialización y de todo culto ostentoso. 34. Por cuanto os he dicho en este día, comprenderéis cuán grande es vuestra responsabilidad ante vuestros hermanos. 35. Cumplid con lo que os indica mi palabra y será la forma mejor de presentar mi Obra ante los demás. 36. Practicad la caridad, dad luz, sacad de errores al que en ellos haya caído. Haced obra de paz, de fraternidad y unión y mi amor acompañará vuestros pasos. 37. Comprended que Yo soy luz en la mente de los hombres que buscan el desarrollo de su espíritu. Soy el consuelo para aquellos a los que les agobian los males. 38. Hace tiempo que no me manifestaba en palabra al mundo y por eso ahora que se hace oír nuevamente, venís con afán a escuchar al Maestro, ansiosos de conocer su nuevo mensaje. 39. De tiempo en tiempo se hace necesario que mi Espíritu se manifieste en alguna forma, accesible y comprensible a vuestro entendimiento. Esa necesidad de hablaros proviene de vuestra desobediencia a mi Ley, de vuestro alejamiento del camino verdadero. 40. Es el hombre la criatura más rebelde de la Creación, debido al libre albedrío de que goza. Hasta ahora no ha querido someterse a los dictados de la conciencia. 41. Mi palabra viene a detener a unos, a orientar a otros, a fortalecer a todos en la verdad y a salvaros de los abismos. 42. No hagáis objeción a la forma de manifestarme ahora, tan distinta de la del Segundo Tiempo; sabed que nunca he empleado dos veces la misma forma, ya que seria estacionaros ante una misma enseñanza, y Yo vengo siempre a enseñaros nuevas lecciones y a ayudaros a dar nuevos pasos. 43. Hasta Mí llega el gozo que vuestro espíritu siente al escucharme, es que él sabe que cada lección mía es luz, fortaleza, conocimiento y preparación para quien sabe aprovecharlas. 44. Ciertamente el discípulo aprovechado es un ser que se siente seguro en la vida, que tiene fe en su destino; que deja de temer a la muerte y en cambio se alegra ante la idea de aquella vida espiritual que le espera. 45. Bienaventurado el que escuche, asimile y practique mis enseñanzas, porque él sabrá vivir en el mundo, sabrá morir para el mundo y llegada su hora sabrá resucitar en la eternidad. 46. Bendito el que se profundiza en mi palabra porque ha llegado a comprender el por qué del dolor, el sentido de la restitución y de la expiación y, en lugar de desesperarse o blasfemar, aumentando con ello su pena, se yergue lleno de fe y de esperanza para luchar, para que el peso de sus culpas se haga más liviano cada día y su cáliz sea menos amargo. 47. La serenidad y la paz es de los hombres de fe, de los conformes con la voluntad de su Padre. 48. Cuán luminosa sería vuestra vida y cuán grande y adelantada vuestra ciencia si amaséis a vuestros semejantes e hicieseis la voluntad de vuestro Padre, si sacrificaseis algo de vuestro libre albedrío y obraseis de acuerdo con lo que os dicta la conciencia. Vuestra ciencia entonces tocaría lo sobrehumano al traspasar los límites de lo material, porque hasta ahora ni siquiera se ha acercado a esos límites. 49. Qué sorpresa siente el espíritu del científico cuando abandona este mundo y llega a presentarse ante la verdad divina. ¡Ahí inclina avergonzado su faz, rogando que su orgullo le sea perdonado! Creía saberlo y poderlo todo, negaba que existiese algo que estuviese más allá de su conocimiento o de su comprensión; pero al hallarse frente al Libro de la Vida, ante la obra infinita del Creador, tiene que reconocer su pequeñez y que revestirse de humildad ante quien es sabiduría absoluta. 50. ¿Por qué no hojear desde aquí ese libro, cuando está permitido y ordenado por Mí? ¿Por qué no prepararse con espiritualidad para llegar hasta él y aprender en sus páginas la lección que ilumina o la revelación que esclarece los misterios? 51. Pueblo: sabed que no sólo vosotros estáis a tiempo de poder recibir mensajes e inspiraciones espirituales; hay muchos hombres en el mundo que sin saber que estoy derramando mi palabra a través de estos portavoces, presienten la proximidad de una luz dispuesta a desbordarse en revelaciones sobre la humanidad. Ellos recibirán de mi Espíritu la preparación, para que cuando escuchen el testimonio vuestro y les transmitan mi divino mensaje, digan con regocijo: "Esto es lo que yo esperaba". 52. Os preparo en esta forma para que, llegado el momento de encontraros unos y otros, logréis establecer lazos de unión y logréis comprenderos. 53. Vuelvo a deciros que no seréis únicamente vosotros los que en este tiempo recibáis la iluminación de mi Espíritu, pues llegará el instante en que reunidos todos los mensajes recibidos bajo diferentes formas, constituyan una sola fuerza espiritual en este mundo. Vosotros daréis lo vuestro; lo que Yo os traje, o sean mis nuevas revelaciones. Porque la Ley no es nueva, es la misma que os di en los tiempos pasados, la herencia de la gran verdad, la cual os he recordado, para que no equivoquéis el sendero. La ley, pueblo amado, es la simiente del mundo del mañana. 54. Hoy todavía vivís una época de duda, de escepticismo y de desconfianza; pero esa divina luz que está brillando sobre todo espíritu disipará hasta la última sombra de incertidumbre y la verdad vendrá a imperar en la vida de los hombres. 55. Vosotros que venís a escuchar mi palabra de paz, mi lección de amor, no haréis jamás obra de división; por el contrario: vuestra lucha será siempre por unir, por pacificar, por lograr el cumplimiento del precepto que os enseña a amaros los unos a los otros. 56. En la naturaleza surgirán acontecimientos que los hombres de ciencia no acertarán a explicar a la humanidad, entonces, vuestra palabra, plena de humildad, pero a la vez revestida de seguridad y fe en sí misma, explicará el por qué de muchos acontecimientos y manifestaciones a los cuales no se les había encontrado solución. 57. ¿Qué es la Naturaleza, si no una criatura grande? Sí, discípulos, una criatura que también evoluciona, se purifica, se desarrolla y perfecciona, a fin de llegar a albergar en su seno a los hombres del mañana. 58. ¿Cuántas veces resentís sus transiciones naturales para alcanzar ese perfeccionamiento y lo atribuís a castigos de Dios? Sin daros cuenta de que junto con la Naturaleza y con la Creación, os purificáis, evolucionáis y camináis hacia el perfeccionamiento. 59. Si hoy no comprendéis lo que digo, a su tiempo tendréis suficiente conocimiento, al grado de armonizar de tal manera con todo lo que os rodea, que nada os afecte, que nada os agobie ni os enferme, porque habréis logrado estar sobre lo material y no bajo el dominio de las fuerzas de la Naturaleza. 60. Sois tan pequeños, que muchas veces en lugar de admirar las señales que da la Naturaleza, os amedrentáis. 61. ¿Cuándo seréis como príncipes en medio de esta creación y no esclavos como ahora lo sois? 62. ¿Creéis que me agrada veros orar llenos de espanto, pidiendo a Dios misericordia para vosotros, cuando veis a los elementos desencadenados? Yo quisiera miraros llenos de serenidad, admirando las obras de vuestro Padre, sin que vuestras vidas se resintiesen. Yo quisiera recibir vuestras oraciones, brotando de un corazón lleno de paz, de obediencia, de comprensión. 63. ¡Ah, si desde que se abren vuestros ojos para contemplar la luz de esta vida, comenzáis a luchar por alcanzar la verdadera armonía con lo espiritual y con la Naturaleza, comprenderíais cuán bella es la existencia que el Creador os ha dado, cuya senda conduce a la vida eterna! Para ayudaros a alcanzarla, en este Tercer Tiempo he venido a repasaros mis enseñanzas anteriores. Recordad que Yo os dije: "Vendré una vez más entre vosotros". Mas mi venida no ha sido en una materia, como en el Segundo Tiempo; he venido en Espíritu para manifestaros mi esencia, presencia y potencia. Entre los increyentes y pecadores me estoy manifestando para entregarles nuevamente mi enseñanza, mi Doctrina y como en el Segundo Tiempo, unos me han creído y otros han negado mi presencia, más de aquellos que me han reconocido surgirán mis nuevos discípulos que darán testimonio de Mí. 64. He aquí que la humanidad nuevamente se encuentra en confusión. Mas Yo no le enseño prácticas materiales, sólo le entrego una Doctrina de amor para que comprendan cuál es la voluntad del Padre. 65. El Espíritu Santo se ha manifestado entre los hombres, las mujeres y los niños, en ellos se ha derramado mi gracia para que sean los que den testimonio de mi presencia en este tiempo. 66. He venido a mostraros la misma Ley y a recordaros la misma enseñanza que os he dado en tiempos pasados, porque el Padre, con sabiduría sublime, no ha venido a confundiros en ningún tiempo. La luz del Espíritu Santo ha venido a iluminaros para explicaros todas mis enseñanzas, para que vosotros y después toda la humanidad, podáis practicarlas con amor, con perfección en vuestros actos y pensamientos. 67. La humanidad vive en su tercera altura de maldad, sólo busca el materialismo, el oro y el poder sobre la Tierra, mas su espíritu anhela mi paz. También vosotros, Israel, a través del tiempo, habéis recorrido caminos escabrosos y aún no habéis podido llegar a la Tierra Prometida, porque no habéis sabido amaros y unificaros y os habéis desconocido los unos a los otros. Mas en este Tercer Tiempo os he mostrado en mi mesa el mejor lugar y os he acariciado para que sepáis que como Padre estoy con vosotros, para que todos forméis una sola familia. 68. Pueblo: cultivad el corazón de la niñez bendita para que desde su tierna infancia se amen los unos a los otros y sepan reconocer el camino del amor y de la justicia. 69. En este tiempo mi palabra os está iluminando nuevamente. Vengo a derramar mi gracia, para que estéis limpios y preparados, mas si caéis en pecado nuevamente, reconoced pueblo, que no soy Yo quien os aparta de mi regazo, sino sois vosotros los que os alejáis de Mi, cuando ésta no es mi Voluntad. Mas mi perdón y mi amor, cual puerta abierta se encuentra para recibir a todo aquel que arrepentido quiera volver a Mí. 70. Israel, sois los enviados de este tiempo y os he escogido para que seáis mis fieles servidores. Yo contemplo que aún llevando el dolor en vuestro corazón sois sumisos y obedientes y os digo: Yo os levantaré, hijos benditos, no temáis a los hombres ni a los elementos, no temáis recorrer las distancias porque Yo soy quien os ha escogido y os ha revestido con mi gracia para que os levantéis y deis la voz de alerta a los espiritualistas en todos los tiempos, para que se aparten de la confusión y del fanatismo del mundo, Mostradles mi verdadera Doctrina con vuestros actos, plenos de espiritualidad. 71. ¡Escuchadme, Israel amado! Abrid vuestros ojos espirituales y contemplad la gloria de vuestro Padre, escuchad mi voz a través de vuestra conciencia, escuchad con vuestros oídos espirituales las melodías celestiales para que vuestro corazón y espíritu se regocije, para que sintáis paz, porque Yo soy la paz, y vengo a invitaros a que viváis dentro de ella, vengo a revelaros el amor que he sentido por la humanidad en todos los tiempos, la causa por la que en el Segundo Tiempo Jesús derramó su sangre preciosísima para redimiros del pecado, para enseñaros el amor, para dejar impresa en vuestro corazón y espíritu la Doctrina verdadera. 72. Pueblo amado: si en vuestro camino fueren grandes vuestras vicisitudes y vuestro dolor, elevaos al Padre en oración, con esa verdadera oración nacida de vuestro corazón y entonces os sentiréis fuertes y glorificaréis el nombre de vuestro Padre. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 284 1. Pueblo: Comed el pan de vida eterna que vuestro Padre os entrega, aprovechad mi palabra porque estáis al final de mi comunicación, bajo esta forma. Dejad que vuestro espíritu despierte plenamente a la luz que el Padre está derramando en todo espíritu y en todo entendimiento. 2. Una chispa de luz de mi Espíritu, un destello del Verbo Divino, es lo que se posa en la conciencia del portavoz por el cual os hago escuchar mi mensaje. ¿Qué portavoz humano podría recibir toda la potencia del Verbo? Ninguno. Y en verdad os digo que aún no sabéis lo que es el Verbo. 3. El Verbo es la Vida, es Amor, es Palabra de Dios; mas de todo ello sólo un átomo puede recibir el portavoz; pero ahí, en ese rayo de luz, en esa esencia, podréis encontrar lo infinito, lo absoluto, lo eterno. Para hablaros de Mí lo mismo puedo hacerlo a través de grandes obras como de pequeñas y limitadas manifestaciones. Yo en todo estoy, todo habla de Mí, tan perfecto es lo grande como lo pequeño. Sólo hace falta que el hombre sepa observar, meditar y estudiar. 4. Hablo a vuestro espíritu, quien ha sido enviado a la Tierra a recibir este mensaje para que más tarde con sus obras de amor y caridad, dé testimonio de mi enseñanza a la humanidad. Hablo a vuestro espíritu que tiene esencia y naturaleza inmortal. Le hablo de aquella vida que a él corresponde después de que entregue a la tierra el cuerpo que le sirvió de apoyo en este mundo, para que cuando sea la hora de su liberación, bendiga ese instante y fijando su mirada en el infinito, se eleve y llegue hasta la morada que haya conquistado con sus méritos. 5. Amad hasta cierto punto lo del mundo mientras estéis en él, para que sepáis cumplir con sus leyes; pero alimentad siempre el ideal de llegar a habitar en las altas moradas espirituales, para que cuando vuestro espíritu se desprenda de la envoltura, no se turbe ni se deje tentar por lo que en el planeta amó, porque entonces se quedará atado y cautivo en el mundo al cual ya no pertenece, ni puede en forma alguna disfrutar. 6. Yo os digo que si un pueblo se llegase a levantar enseñando a todos el camino de la verdad, la humanidad se levantaría en pos de él porque ella siente que ha perdido la huella, que se ha extraviado del camino, sufre, tropieza y se desespera. 7. La humanidad espera la llegada del hermano, del amigo, del consejero, que le diga por donde conducir sus pasos para llegar a tierra de salvación. 8. La confusión espiritual en los hombres de este tiempo, es profunda y grave por el abandono en que ha tenido las revelaciones hechas por el Padre a través de las eras; se han consagrado a la ciencia material, olvidándose por completo de la esencia de su ser y de la vida. 9. A ese mundo materialista quiero enviaros a llevar la buena nueva de mi Doctrina; en verdad os digo, que si vuestro testimonio es fiel, los hombres se asombrarán al ver a un pueblo conducido por un guía invisible y por voz que no es de este mundo. Primero, la curiosidad les hará observar vuestros pasos y vuestras obras; pero más tarde será la fe la que haga exclamar: "Verdaderamente es cierto lo que estos hombres predican". 10. Mientras no estéis preparados para dar la voz de "Alerta" al mundo, mi manto os ocultará a la vista de los demás porque vuestras imperfecciones darían lugar a la duda, a la mofa y a la persecución y vuestra debilidad no resistiría el ataque de vuestros enemigos, mas preparaos, porque la hora de la lucha llegará y levantaré mi manto para que el mundo os contemple. 11. Cada labriego llevará un destello de mi Verbo en sus labios, y en sus manos el libro de mi sabiduría que le hará recordar mis divinas enseñanzas. Ese libro, inspirado por Mí, será celosamente formado por mis discípulos y en él encontrará el pueblo un baluarte, porque su poder será grande. 12. ¡Cuánta sabiduría se desborda de él! ¡Cuánto bálsamo y consuelo derramará en los corazones! Será deleite para los que un día hallaron mi palabra y que luego la dejaron de escuchar y será gozo en los que nunca la habían escuchado. 13. Por su lectura los muertos resucitarán y los perdidos hallarán el camino. Velad por la verdad del Libro que os ha sido confiado para que deis testimonio de mi manifestación en este tiempo. 14. Si en estos instantes os preguntase cuáles son los frutos que ha dado vuestro árbol, ¿Qué me presentaríais? Si os interrogase sobre las lecciones que de Mí habéis recibido ¿Qué respuesta me daríais? 15. Calláis y en vuestro corazón me presentáis el temor de que vuestra labor sea juzgada por Mí, mas, Yo os pregunto: ¿Por qué teméis? Si habéis cumplido, nada tendréis que temer y si por el contrario, habéis faltado, es mejor que Yo sea quien os corrija. 16. No queráis ser espiritualistas sólo por el nombre, sino de obras, porque de falsos seguidores y de falsos discípulos está lleno el mundo. Si habéis abrazado una Doctrina cuya bandera es la espiritualidad y sus armas son la luz y el amor, de esas virtudes tenéis que dar pruebas al mundo y esa será la única simiente que sembréis, si en verdad queréis que vuestra cosecha sea recibida por vuestro Padre. 17. Tomad el ejemplo de los que me siguieron en el Segundo Tiempo, no sólo el de mis apóstoles, sino también el de tantos hombres y mujeres que se convirtieron a mi palabra y dieron testimonio de mi verdad con sus obras y aún con su vida. 18. La mayor pureza y la máxima verdad eran la preocupación de aquellos corazones, por lo que procuraban que en cada una de sus obras brillara la luz con la que el Maestro había hecho esplender sus enseñanzas. 19. Así quiero que los nuevos discípulos honren el nombre de quien ha venido con un divino mensaje de amor a levantarles de su letargo. 20. Si tratáis de comprender el sentido espiritual de mi Obra, y la abrazáis con el amor del verdadero discípulo, de cierto os digo que los buenos frutos no se harán esperar y esos frutos serán de regeneración, de retorno al bien ante la luz de la conciencia, de salud, de reconciliación y de paz. En cambio, si buscáis las apariencias para encubrir la verdad y trataseis de ocultar con mi Obra vuestras imperfecciones y flaquezas, volveríais a las tinieblas y al fango, del cual Yo ya os había rescatado. 21. Mi Doctrina es esencialmente espiritual, es luz y es fuerza que desciende y penetra en vuestro espíritu, para hacerlo vencer en su combate contra el mal. Mi palabra no es solamente para recreo del oído, es luz del espíritu. 22. ¿Queréis escucharme con el espíritu para que él sea quien se sustente y aproveche la esencia de esta enseñanza? Limpiad vuestro corazón, despejad vuestra mente y dejad que sea vuestra conciencia la que os guie. Veréis entonces cómo en vuestro ser comenzará a efectuarse una transformación, no sólo espiritual, sino moral y corporal. Aquella elevación que con el conocimiento vaya adquiriendo el espíritu, aquella limpidez que vaya alcanzando, se reflejarán en los sentimientos del corazón y en la salud del cuerpo. 23. Las pasiones se irán debilitando, los vicios comenzarán a desaparecer, el fanatismo y la ignorancia irán cediendo su puesto a la fe verdadera y a los conocimientos profundos en mi Ley. 24. Si anheláis ser escuchados por las multitudes y que vuestra palabra persuada y conmueva, buscad la forma de que esa palabra penetre al espíritu de vuestros oyentes. ¿Cómo hacer para que ella penetre al corazón de vuestros hermanos, impresionando y despertando a su espíritu? Es muy sencillo, el secreto consiste en apegaros siempre a la verdad y dar testimonio con vuestras obras de amor. 25. Mi Espíritu de Padre se acerca para doctrinaros y pulimentaros, despertar vuestros sentidos espirituales y corporales, e invitaros a hacer una vida de regeneración y cumplimiento. 26. Todo os lo he dado para que os elevéis y sepáis que habéis sido enviados a la Tierra a trabajar y a labrar vuestra paz en esta vida y en la que os espera. 27. Bendito el que estudia mi Doctrina y lucha por cumplir mis leyes, el que se ha iluminado con la luz que mi palabra ha derramado y se mantiene orando y velando en su cumplimiento. 28. Hoy que habitáis un mundo de errores y confusiones, os he hecho salir de él y vivir en armonía con mis leyes y cuando estéis preparados, os enviaré a la humanidad para que mostréis mi luz a todos aquellos que han dividido en ramas mi Doctrina y han interpretado mal mi palabra; todas esas diferencias que hoy contempláis, desaparecerán y el corazón del hombre será transformado. Después de la siega que el hombre ha hecho de su obra, que le ha dejado sólo un sabor amargo, sembraré mi semilla en la tierra purificada y limpia, y la cultivaré, ése será el tiempo en que dará principio la espiritualidad. 29. Todas las pruebas que encontréis en vuestra vida de labriegos, serán para fortaleceros en vuestra fe y para que conozcáis los dones que os he concedido; no habréis cumplido si sólo os concretáis a oír mi palabra y llevarla después a vuestros hermanos; tenéis que hablar y corroborar vuestras palabras con vuestras obras. Muchos de vosotros testificaréis mi Doctrina ofreciendo gustosos vuestra vida, más no os he pedido sacrificios de sangre, pronto quedaréis entre la humanidad como ovejas entre lobos hambrientos; pero no dormiréis, una lámpara iluminará siempre vuestro camino y aun en las noches más obscuras brillará esa luz. 30. He sorprendido a la humanidad durmiendo para el conocimiento espiritual, y entregada a las ciencias materiales, descubriendo mayores secretos en la Naturaleza, sin preocuparse de su espíritu. ¡Cuán grande será su lucha para comprender mi Doctrina; mi Obra caerá sobre esta humanidad como un torrente de aguas cristalinas, su anhelo de saber será calmado, y todo el que se prepare recibirá sus beneficios! 31. Vosotros que me oís, velad porque ninguna influencia extraña sea mezclada a mi Doctrina, conservad su esencia y su verdad, y veréis que esta humanidad que desconfía y duda, abraza con fe mi enseñanza al conocer los actos de mis buenos discípulos. Todos los que anheláis que venga sobre este mundo un reino de paz y de justicia, estáis atrayendo con vuestra oración esas virtudes. Ese tiempo, cercano está, por ahora corregid, preparad e iluminad a vuestros hermanos antes de penetrar en este tiempo, en que no tendréis otro guía que mi Divinidad. 32. Mi inspiración flota sobre todos los espíritus, y todo el que quiera mirarme y seguirme, elévese y llegue hasta Mí, y vuestra conciencia os dirá cómo debéis vivir en cada día y cómo debéis resolver vuestros problemas; si os espiritualizáis, veréis en cada prueba, en cada dolor, un escalón para elevaros y perfeccionaros. 33. Haced de vuestro hogar un paraíso, en donde los padres me representen, y el amor y el respeto entre unos y otros sea vuestro culto; mas dejad que ese amor no se limite a vuestra familia, para que podáis amar a todos vuestros hermanos, como lo hacéis con vuestros padres o vuestros hijos. 34. Voy a dictar por conducto de mi pueblo escogido, leyes justas basadas en el amor y el respeto. 144,000 espíritus han sido preparados; unos se encuentran en espíritu, a otros que están en materia, voy a dispersarlos por el mundo, para que cuando esa hora llegue, estén rebosantes de inspiración y Yo hable por su boca, y mi palabra se multiplique. 35. Elías prepara a todos el camino y como en el Segundo Tiempo os digo, ¡Cuán cerca de vosotros está Elías y no le habéis reconocido! Siempre que mi Reino se ha acercado a los hombres, él ha preparado los corazones; así ha estado con vosotros en este tiempo. 36. Trabajad en silencio, sin hacer alarde, no queráis distinguiros de los demás, pasad desapercibidos, mas llevad en vuestro corazón un grande amor para la humanidad, protegedla y ayudadla, haced que vuestro corazón sea como un arca y en él dad cabida a los enfermos, a los pecadores, a los que han tenido hambre y sed de justicia; a todos señaladles la espiritualidad como meta para su salvación, ellos me seguirán, mas los soberbios, una vez más quedarán sin oírme en este tiempo; después, las pruebas, los acontecimientos hablarán de todas mis manifestaciones, unos se convertirán, mientras otros permanecerán con su corazón cerrado al divino mensaje. 37. Bendigo a todos los que llevan cargos; gobernantes, maestros, jueces, iluminaos y cumplid vuestra misión. 38. Venid a oírme, ¿Qué importa que escuchéis mi palabra a través de hombres imperfectos tanto moral como espiritualmente? Si pensáis que en este tiempo elegí el medio menos propio para mi comunicación, estáis errados; si creéis que esta forma de manifestarme al hombre, no es una forma adelantada, juzgáis con ligereza. 39. ¿No os da una idea de la evolución que vuestro espíritu ha alcanzado, el hecho de servirme de vuestra conciencia y de vuestro entendimiento para hablarle a la humanidad? 40. En alguna forma tenía que iniciar el tiempo de la comunicación espiritual y esa forma ha sido la que habéis tenido desde 1866, y que habrá de concluir en 1950, para dar lugar a la comunicación de espíritu a Espíritu. 41. Mi manifestación por medio de los portavoces está destinada por Mí a ser pasajera, una breve etapa de preparación que servirá a este pueblo de norma, de ley y de principio, para testificar y extender esta verdad, y anunciar al mundo la presencia del Tercer Tiempo. 42. Así como mi manifestación por el entendimiento humano estuvo destinada a ser fugaz como el relámpago, también estuvo previsto que unas cuantas multitudes fuesen llamadas a presenciar esta revelación y a recibir este mensaje. 43. En cambio, la comunicación de espíritu a Espíritu alcanzará a todo el género humano, sin limitación de tiempo, porque esa forma de buscarme, de recibirme, de orar, de escucharme y sentirme, pertenecerá a la eternidad. 44. ¡Cuán grande es la responsabilidad de este pueblo que ha escuchado mi palabra y almacenado mis enseñanzas! Os digo que antes que el mundo dé el paso hacia la espiritualidad, tendrá que saber de cuanto os revelé en esta etapa de preparación, en la que os hablé por labios de mis portavoces y os hice escribir mi palabra para que más tarde pudieseis estudiarla. 45. Preparaos, oh pueblo amado, para que lleguéis a armonizar con vuestro Señor, ved que Yo cumplo mi parte. Todo lo estoy preparando; el Mundo Espiritual, formando el más grande y poderoso ejército, secunda mis obras y cumple mis designios, y Yo quiero que vosotros forméis un pueblo de hombres iluminados, de fieles testigos de mi palabra, de sembradores de luz espiritual, cuya labor sirva para despertar, dar testimonio y alerta al mundo. 46. El Sexto Sello está desatado y ha mostrado parte de su contenido a vosotros los precursores de la espiritualidad en la Tierra; mas él seguirá derramando su luz en todos los hombres aunque ya esta palabra que hoy escucháis, haya cesado. 47. ¿Qué revelará el Sexto Sello a la humanidad del futuro? Muy grandes revelaciones, si pensáis que a vosotros os hizo herederos de un caudal de sabiduría. 48. El Sexto Sello está abierto y nadie podrá cerrarlo ni impedir que su luz llegue a los espíritus, como nadie puede detener el paso del tiempo o impedir que la luz del astro Rey llegue a vuestro mundo. 49. El libro del Saber que estuvo sellado por mucho tiempo, mientras vuestro espíritu se preparaba para poder penetrar en él, lo he abierto Yo, lo ha desatado el amor de vuestro Maestro, el Cordero, su luz está brillando intensamente sin que muchos en la Tierra se den cuenta de ello. 50. Pronto se levantarán los intuitivos, los inspirados, los sensibles de espíritu, testificando en las naciones lo que ven con el espíritu, lo que sienten, lo que escuchan y reciben. Yo os digo una vez más, que mi pueblo no se reduce a los que me han escuchado a través de estos portavoces, sino que he enviado a mis siervos a diversos puntos de la Tierra a preparar los caminos y a limpiar los campos donde más tarde habrán de llegar los sembradores. 51. Yo les fortalezco y les bendigo, porque su jornada es penosa, su senda erizada de espinos. La burla, el escarnio, la calumnia y la impiedad les siguen por doquier; pero ellos, intuitivos e inspirados, saben que han sido enviados por Mi y están dispuestos a llegar al fin del camino en cumplimiento de su misión. 52. Orad por esos hermanos vuestros a quienes no conocéis, pero que luchan por cumplir con su misión de prepararos el camino. No han tenido en el mundo el divino aliciente de esta palabra que vosotros tanto habéis escuchado, y ha sido menester que lleguen a sacrificar muchas comodidades del mundo para poder recibir espiritualmente la inspiración que les orienta. 53. Habéis escuchado mil veces cada lección, ¿Qué justificación podréis encontrar si no diéseis cumplimiento a mi Doctrina? Ninguna. ¿Qué oposición o rebeldía podríais mostrar ante el dolor, si él llegase a castigar vuestras faltas? Mas no olvidéis que Yo os he enseñado a purificaros por el amor, regenerándoos al servicio unos a otros, para que evitéis la purificación por medio del dolor. 54. Algunos creen dura y áspera mi palabra, estando ella impregnada de amorosa justicia, es que no han sabido estar a solas con su conciencia ni han querido nunca juzgarse a sí mismos por orgullo. 55. Cuando veáis el resultado de vuestras desobediencias, de vuestras profanaciones, de vuestra vanidad y falta de caridad y estéis bebiendo un cáliz de amargura, opuesto por completo al que Yo vine a ofreceros, será cuando exclaméis convencidos: ¡En el reclamo del Maestro habla verdad y justicia! 56. Os he encomendado a vosotros una unificación de todas las multitudes que forman vuestro pueblo y no lo habéis hecho, desafiando mi justicia. Yo he tenido paciencia y os he dado tiempo para que llevaseis a cabo este mandato y hasta ahora no os habéis levantado. ¿Queréis, entonces, que sea mi justicia la que os despierte, la que os depure y os una? Pues sea así, pueblo amado, el día y la hora no la sabéis, pero ella llegará, porque no voy a dejaros para testificar mi verdad con el corazón lleno de impurezas. 57. Tampoco los malos escritos quedarán como testimonio, porque el que estuviere mezclado de falsedad e imperfecciones, al fuego irá. Lo manchado o impuro no llega a Mi, tampoco se lo envío a mis hijos; primero limpiaréis celosamente la semilla y después la iréis a sembrar. 58. Mi palabra en este día no es un cáliz de amargura, es una fuente de aguas cristalinas donde podéis lavar vuestro corazón y darle mayor limpidez y luz a vuestro espíritu. 59. Tomad con amor estas palabras, meditadlas y después os sentiréis más fuertes para proseguir en esta jornada. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 285 1. Mi paz sea en lo hombres de buena voluntad. De cierto os digo que, quien lleve esta paz en su espíritu, sentirá mi presencia. 2. En este tiempo de enseñanzas habéis sentido mi paz en vuestras pruebas, habéis tenido consuelo en vuestros sufrimientos, probándoos de esta manera, que quien acepte su destino con buena voluntad. Podrá tropezar, mas no llega a caer. 3. A veces me decís: "Señor, ¿Por qué no nos tocas como a otros pueblos, siendo nosotros tan ingratos y desobedientes como lo pueden ser nuestros hermanos? Y Yo os digo: es que os estoy dando tiempo para vuestra preparación. ¿Creéis que si la guerra os estuviera amenazando, me estaríais escuchando y podríais meditar en mi palabra? Comprended cuán precioso es el tiempo que os he confiado y la responsabilidad que tenéis de aprovecharlo en vuestra preparación espiritual. 4. Para invertir bien este tiempo en vuestro beneficio espiritual y en el de vuestros hermanos, necesitáis de un frecuente examen, oyendo la voz de vuestra conciencia, a través de la cual podáis descubrir todo aquello de que debáis examinaros y a la vez comprender la mejor forma de aplicar mi Doctrina a los diferentes actos de vuestra vida. 5. ¿Os duele verdaderamente la situación que atraviesa la humanidad? ¿Siente vuestro corazón el dolor de las naciones que se destrozan con la guerra? Pues haced méritos por ellas, orad y enviadles con vuestros pensamientos la paz. 6. Ahora os parece que es la desgracia la que se cierne sobre el mundo, a lo cual os digo que lo que muchas veces miráis como desgracia, es un bien. 7. El dolor, la miseria, la misma muerte llegarán como bendición a las puertas de muchos seres que vivían sin freno y pecaban sin límite. 8. ¡Ah, sí comprendieseis cómo el dolor que llega a tocar a la envoltura, es un bálsamo y un alivio para el espíritu! Porque mientras la materia tuvo salud y bienestar, el espíritu mucha veces fue arrastrado al abismo, o se sintió aprisionado dentro de una vida llena de placeres y pasiones desatadas, pero vacía de luz para el espíritu. Hasta que llegó el dolor, como una fuerza mas poderosa que las pasiones humanas, a detener al hombre en su ciega carrera, haciendo que el espíritu se librase, bendiciendo el dolor y reconociendo que no existe justicia más sabia que la de Dios. 9. Unos pronto llegan a esta comprensión, evitando con ello muchos sufrimientos, otros son duros y tardíos para comprender, llegando hasta a blasfemar y a renegar, aumentando con ello su cáliz de amargura. 10. Orad por todos, pueblo, no eludáis vuestra responsabilidad, argumentando que no oráis por las naciones que sufren, porque en ese dolor se están purificando. Ciertamente ese dolor las purifica, pero comprended que vuestras oraciones y vuestros pensamientos ayudan a que ellas acepten con amor su cáliz de amargura, para que comprendan el sentido que encierra su dolor y para que de su espíritu brote el propósito de enmienda y la inspiración que les mueva a la fraternidad. 11. Si oráis bien, yo haré que vuestro espíritu se desprenda y llegue hasta ellos como alondra de paz, como un mensajero de salud y de luz. 12. De esos triunfos no podrá envanecerse vuestro corazón porque él nada sabrá de la obras que espiritualmente hagáis. 13. Sólo Yo sabré de esas obras, las que irán siendo anotadas una a una, en el libro de vuestros méritos, aquel que se va imprimiendo en la conciencia. 14. Os encontráis próximos a grandes acontecimientos. No pasará un solo día sin que estremezca a la humanidad algún suceso, alguna prueba o alguna señal. Será la voz incesante de mi justicia, llamando a los hombres a volver su pensamiento a Mí, mas todos los que en esos días de prueba despierten a la intuición, mediten, y concluyan atribuyendo a la divina justicia dichas pruebas, serán llenos de mi luz, para que no vuelvan al letargo espiritual en que vivían. 15. Mi justicia ha llegado, humanidad, viene a humillar la soberbia del hombre, para hacerle comprender cuán pequeño es en su maldad y en su materialismo. 16. Si, pueblo, vengo a abatir al hombre en su falsa grandeza, porque quiero que vea mi luz y se eleve, para que llegue a ser grande en verdad, porque Yo os quiero llenos de luz, de elevación, de bondad, de poder y sabiduría. 17. Mi voz es escuchada nuevamente tal como lo anunciaron desde los primeros tiempos los profetas y como se lo revelé a mis discípulos. 18. Este es el tiempo en que os prometí mi retorno en espíritu en el cual llegaréis a sentir mi presencia dentro y fuera de vosotros, y en el que aprenderéis a comunicaros conmigo, de espíritu a Espíritu. 19. Estoy formando un pueblo que, aunque en apariencia pobre, entre él no hay parias, ni miserables, ni débiles de espíritu. A cada quien le estoy revelando sus dones para que se levante en el camino, satisfecho de ser mi discípulo y de poder ser útil a sus semejantes. 20. Mi nuevo pueblo será de profetas, de consejeros, de maestros, de doctores del espíritu. 21. Mi palabra llega a estos corazones como una brisa que aviva la flama de su fe, porque quiero verlos ardiendo siempre como lámparas. 22. Mi palabra en el Segundo Tiempo, así como mis obras, abrieron a los hombres el camino de los Cielos, y en este tiempo os he traído nuevas lecciones. ¿No habéis escuchado la voz del mundo espiritual? ¿No habéis sentido la aproximación de aquel mundo que creíais tan distante y tan incierto? 23. Mirad con cuánta luz y con cuánto amor se han manifestado sobre vosotros vuestros hermanos espirituales. 24. No sabéis con exactitud el sitio desde el cual vienen aquellos espíritus de luz, aquellos ángeles custodios y guardianes de la paz; pero tenéis la certeza de que vienen de moradas superiores. 25. Así es, humanidad, ellos vienen de moradas y mundos más elevados que el vuestro para ayudaros a caminar ascendiendo hacia la perfección. De la misma manera ayudan a los que habitan en otros valles y que también están necesitados de conocimientos más elevados. 26. Si alguien juzgase mala mi Doctrina que os habla en estas lecciones, Yo le digo en verdad que no sabe lo que dice, ni conoce al Divino Maestro, ¿No adivináis el plan divino de formar con todos una sola familia? 27. Os estoy haciendo estas revelaciones, para que comencéis a preocuparos por vuestro futuro, así como en la Tierra os habéis preocupado tanto tiempo por vuestro mejoramiento material. 28. Escuchad la voz del mundo espiritual, porque es el testimonio de la incesante actividad del espíritu, trabajando, purificándose, reparando sus faltas, desempeñando misiones; en una palabra: acercándose a su Padre. 29. Comprended que en este Tercer Tiempo, etapa del Espíritu Santo, natural era que viniera a hablaros sobre la vida espiritual. 30. Porque sólo esta Doctrina podrá salvar a la humanidad del mar embravecido y tempestuoso de pasiones, intereses, odios, soberbia y ambiciones mezquinas de los hombres. Viene mi palabra como barca salvadora a rescatar a los náufragos que han zozobrado en el mar de las pasiones. 31. Discípulos: A vosotros confío mi palabra, sentidme en la esencia de ella. Mañana estos portavoces desaparecerán, sus cargos serán transformados y sólo quedará escrita mi palabra en los libros que las Plumas de Oro han formado por mi voluntad. 32. Discípulos: Aquel que reconozca mi palabra a través de esta manifestación, debe reconocer también que es el momento de empezar la restauración de todo lo que la maldad de los hombres ha destruido. 33. Si todos los llamados acudiesen a la mesa del Señor, en donde se sirve el manjar que alimenta al espíritu, ésta se encontraría completa pero no todos los invitados han llegado. 34. Es condición del hombre no saber corresponder a los beneficios de Dios y por eso habéis visto a muchos de vuestros hermanos desairaros cuando les hacéis el llamado. 35. Mas, Yo os digo que estos pocos que se sientan a mi mesa y que persisten en escucharme para aprender de Mi, serán los que den a conocer a las multitudes la grandeza de mi palabra, el sentido de esta Doctrina que llama a los hombres a la reconstrucción de un mundo que ha llegado a su final, para dar paso a uno más luminoso y elevado. 36. Para que podáis obtener una palabra y una manifestación más pura a través de estos portavoces, os he aconsejado espiritualidad y sencillez, porque entonces brota de sus labios la palabra dulce y sustanciosa como fruto en sazón. 37. Los que no se han dado cuenta de que la sencillez de la forma es donde brilla más la verdad y la luz de mi palabra, y van buscando manifestaciones externas con que impresionar los sentidos de las multitudes, Yo les digo que en los actos y prácticas que tengáis dentro de mi Doctrina, sólo la verdad debe imperar. 38. Ya no es el tiempo en que alimentéis de misterios a vuestro espíritu, aunque esos misterios tengan para vosotros la atracción de lo desconocido. 39. ¿Por qué queréis impresionar con manifestaciones exteriores que no comprenden vuestros hermanos? ¿Por qué vais enseñando actos en apariencia sobrenaturales, pero en realidad exentos de luz y verdad? ¿No es suficiente la esencia que desborda mi palabra, o no es maravilloso que Yo hable a través de vuestras bocas? 40. ¡Cuán materialistas sois muchos de vosotros! Mas debéis convenceros de que todo lo que añadieseis a mi manifestación, tan simple y sencilla por ser Mía, sólo será como un tosco y rudo velo que impida contemplar la verdad a vuestros hermanos. 41. Antes de iniciaros en el cumplimiento de alguno de los cargos que esta Obra os ofrece, meditad profundamente en lo que os he enseñado y en lo que vais a hacer, para que no hagáis nada que sea contrario a mi Ley. 42. Cuántos de los que creen ser los discípulos obedientes, sin darse cuenta son rebeldes a mi voluntad y cuántos creyendo ser apóstoles del Espiritualismo, por sus obras son los primeros en negarlo, por lo tanto, son enemigos de la Doctrina que están predicando. 43. ¿Qué se espera del hombre evolucionado espiritualmente? Se espera el dominio sobre sí mismo, la manifestación de sus potencias y dones. Comprended que la inteligencia del hombre cada vez tendrá que ser mayor y por lo tanto, se encontrarán más capacitados para comprender la Obra de Dios. En cuanto al espíritu, ese no puede permanecer inactivo, su anhelo de evolución es como un instinto que lo lleva a la elevación, al continuo esfuerzo por perfeccionarse en las sendas trazadas por las leyes divinas. 44. Discípulos: Vuelvo a deciros que busquéis la espiritualidad por los caminos de la sencillez y la pureza, que dejéis a un lado vuestras esperanzas de ser tocados en vuestros sentidos por aquello que llamáis sobrenatural, porque sí estáis convencidos de que vais por el camino de la verdad, creed lo que de Mí estáis escuchando y entended que os estoy enseñando a sentir en una forma sutil y a desechar complicaciones innecesarias. 45. Los que no logren satisfacerse con lo que mi palabra manifiesta y expresa, es porque su materialidad espera acontecimientos extraordinarios para creer en mi manifestación, espera ver llover fuego del Cielo o que los mares se abran para dejar ver sus abismos y entonces decir: "El juicio de Dios ha venido a la Tierra" mas Yo os pregunto: ¿Por qué os horrorizan esos acontecimientos? ¿Pretendéis que sean los únicos que puedan manifestar la justicia y el poder de Dios, cuando deberíais sentir y contemplar su presencia en lo que manifiesta paz y amor? 46. ¿Es preciso, entonces, que mi partida en este tiempo sea aterrorizando a la humanidad para que testifique que se trata de un acontecimiento divino? 47. Desead mejor que la prueba de que estuve con vosotros sea la luz de la esperanza en un futuro mejor; que sea un estremecimiento de la humanidad, un destello de fe que le haga contemplar en medio de su turbación, la luz de una nueva aurora. 48. Yo quisiera que buscaseis en todo la interpretación de la bondad divina, porque en todo la encontraréis; mas, si aún sois pequeños para descubrir ese divino amor que es espiritual, mirad la Naturaleza que os rodea y que a cada paso os habla del amor del Creador hacia sus hijos. Si a veces veis que esta Naturaleza os trata con rigor, sabed que ella es también criatura sujeta a evolución y a perfeccionamiento como vosotros, y que, a medida que ella se eleve por esa escala de perfeccionamiento que existe en el camino de todas las criaturas, podrá ser albergue de seres cada vez mayores en inteligencia y en elevación espiritual. 49. Dejad que mi palabra quede escrita para que el hombre de mañana vea como una profecía lo que ahora os he dicho. 50. Pueblo: si queréis avanzar, dejad la pereza que hay en vos; si queréis ser grande, aplicad a vuestras obras mis máximas; si queréis conoceros, analizaos a través de mi palabra. 51. Comprended cuánta necesidad tenéis de mi palabra que vierte amor, sabiduría, consejos y ayuda, pero a la vez sentíos responsables de lo que os entrego, porque no sois los únicos necesitados en el mundo, hay muchos que han tenido hambre y sed de estas enseñanzas y debéis pensar en prepararos para ir a ellos con el mensaje de mi amor. 52. Apurad con paciencia vuestro cáliz, en verdad os digo que en su amargura encontraréis la luz para vuestro espíritu. El dolor os hará escuchar la voz de la conciencia, aunque debo deciros que este fardo que habéis llevado, ese dolor que habéis bebido y esas lágrimas que han vertido vuestros ojos, no son precisamente el camino de la vida trazado con mi huella y con mi Ley, ese camino de dolor que recorréis es la senda de expiación y de purificación que tienen que recorrer vuestro espíritu para llegar al camino de la vida verdadera, donde sólo se ama, se sirve y se trabaja para el bien. 53. Tened conocimiento de todo esto, a fin de que sepáis que para servirme verdaderamente, antes deberéis pasar por la purificación hasta que no quede nada de lo que hubieseis hecho mal. Vuestro ejemplo servirá para que las generaciones venideras encuentren un camino preparado y no vayan a perderse entre los breñales o a herirse en los guijarros del sendero. 54. A vosotros, espiritualistas, os confío la tarea de derribar esa barrera que la humanidad levantó entre Dios y ella, barrera de falsa fe, de aparente creencia en lo eterno, de materialidades y de cultos superfluos. 55. A vos, pueblo, os entrego que derribéis de su pedestal al becerro de oro que los hombres no han cesado de adorar, aunque se crean lejos de la idolatría y el paganismo. 56. Mas, Yo os digo que en vuestra lucha no deberéis hacer uso de la fuerza, de la violencia o de las palabras hirientes. Vuestras armas deberán ser la palabra de luz que revela la verdad, las obras de caridad que envuelven en un efluvio de consuelo al que sufre, la fuerza que emane de vuestras oraciones y de vuestro pensamiento. 57. Cuando hayáis destruido los obstáculos que venían apartando al hombre de la senda espiritual, veréis entonces el principio de transformaciones muy grandes en la vida humana. Estas transformaciones se verificarán en el orden espiritual, en el moral, en el de la ciencia, en el de las instituciones, en vuestras formas de gobernaros. 58. La huella de este pueblo en el Tercer Tiempo, nadie la podrá borrar, porque en sus obras estará la fuerza de mi verdad. 59. ¿Veis para qué os purifica el dolor? Vuestro camino está trazado, vuestra misión ha sido definida por Mí. 60. Yo he arrancado de vuestro corazón la muerte que llevabais, Yo os he llenado de vida. 61. Aquella muerte era en vosotros, porque se habían extinguido la fe y la esperanza en vuestro espíritu, porque carecíais de la luz del conocimiento. Ante vos he levantado un árbol de vida, cuyos frutos, llenos de esencia, de sabor celestial y de dulzura, se desprenden pródigamente sobre las multitudes, para apartar de ellas su menesterosidad espiritual. 62. En vuestro corazón estoy edificando un templo donde se percibirá claramente mi presencia, donde se escuchará claramente el eco de mi voz y donde brotará luz y paz para toda la humanidad. 63. En el Primer Tiempo os inspiré los cimientos de ese gran santuario del espíritu; en el tiempo en que estuve como Maestro entre los hombres, os enseñé la forma de elevar los altos muros y ahora os estoy revelando de qué manera debéis concluir esa obra que, una vez terminada, sea digna de la presencia de vuestro Padre. 64. ¿Podríais decirme, cuál es la esencia de cada una de estas tres lecciones, sobre las cuales os he inspirado para la construcción del templo del espíritu Santo? Sí, pueblo, bendito seáis, porque todos interiormente contestáis a mi pregunta y os acercáis a la verdad. Los cimientos del santuario fueron los que enseñó la Ley del Primer Tiempo, los altos muros fueron el amor y la caridad que en su Doctrina trajo el Mesías a los hombres. Las cúpulas, las columnas y el altar con el que había de quedar construida esta obra, son la sabiduría, la espiritualidad y la elevación que en este tiempo mi Espíritu, en su mensaje de luz, os ha inspirado. 65. Ese templo levantado por Mí en tres eras, es aquel del que habla ante los incrédulos, cuando señalando el templo de Jerusalén, les dije: Destruid ese templo y en tres días lo levantaré. 66. Mi templo, pronto habrá de quedar concluido, mientras que de aquel de Jerusalén, ni sus cimientos quedan, como no quedará tampoco ni piedra sobre piedra de todo templo que no haya sido levantado sobre los cimientos de mi Ley, del amor y de la espiritualidad. 67. Mirad cuán grande es el esplendor de esta era, mirad la luz de un nuevo tiempo en el que se están cumpliendo todas las profecías dadas por Mí y las que os anuncié a través de mis profetas. 68. ¡Cuántos caminos habéis recorrido buscando la verdad para llegar a Mí! Ni las ciencias ni las filosofías respondieron a vuestro llamado y después de vuestra búsqueda termináis comprendiendo que esa verdad radica en Mí y de Mí parte hacia todos los seres. 69. Yo he iluminado al hombre para que viva su verdadera vida y conozca el destino bendito que le he señalado, Es él la única criatura hecha a imagen y semejanza mía, y por lo tanto, la más próxima a Mí, porque posee un soplo de mi espíritu y por esto está capacitado para hacer obras semejantes a las mias. 70. Vosotros poseéis la voluntad y el libre albedrío para que os conduzcáis inteligentemente, obedeciendo la voz de la conciencia que es mi propia voz y por ella conozcáis lo que es lícito, lo que debéis tomar y desechéis lo impropio, lo que no os pertenece. Pero he mirado que desde los primeros días de vuestra vida en la Tierra os inclináis hacia el materialismo y empezáis a desconocer vuestra misión espiritual que es la principal razón de vuestra existencia. 71. Os dejé desde los primeros tiempos mis preceptos que conducen a la paz y a la felicidad espiritual, y después, en Jesús os manifesté mi amor. 72. No os hablé en ese tiempo como juez severo, sino como Padre, y vosotros no entendisteis este amor infinito que comprende y perdona todo, ese amor que es paciencia, generosidad, que quiere sólo el bien, y lo derrama en todas sus criaturas. Si queréis llamaros dignamente hijos míos, amad, porque vosotros estáis formados por este amor divino que ha creado todo, para ofrecerlo a vosotros, y entonces comprenderéis vuestro destino de amar, de proteger y bendecir al igual que vuestro padre, y después de vuestro cumplimiento tornaréis a Mí para formar conmigo un solo espíritu. 73. Desde los primeros tiempos Yo os enseñé a amarme en espíritu y os dije que nada podía representarme en este mundo sino el hombre virtuoso. No os enseñé rito o culto material y sólo os dije: Cuando queráis hacer comunión con vuestro Padre, elevad el espíritu, buscad la altura y de ahí vendrán a vosotros todos los dones y beneficios que solicitéis. 74. Os dije en aquel tiempo que no temieseis a la muerte porque ésta no existe; en mi creación todo vive, crece y se perfecciona. La muerte corporal es sólo el fin de una etapa que atraviesa el espíritu, para volver a su original estado y seguir después su camino de evolución. Creed, tened fe y viviréis por siempre. Hoy más que nunca necesitáis revestiros de fe, porque estáis cruzando por una era de pruebas y dificultades. Los elementos que han de purificar al hombre, están desatados, y no descansarán hasta reducirlo a la razón, al bien y a la justicia. 75. Vosotros, libraos de la soberbia y dejad que florezca la humildad y la sencillez, para que podáis aceptar todas las pruebas que han de venir; comprended que es necesario que paséis por ese crisol para que recobréis vuestra limpidez. Hoy que tenéis una lección más y sabéis que no estáis ya en la niñez ni en la adolescencia espiritual, sino que tenéis la madurez, podréis comprender mis palabras de otros tiempos y las que en éste os doy. 76. No pretendáis conocer mis íntimos designios, porque ahí no podéis penetrar; sólo sabed que soy todo presencia y poder, que mi Espíritu llena el Universo y al mismo tiempo habita en cada espíritu y que a todos os amo y concedo lo necesario para su vida, para que esta luz os dé esperanza y confianza en el porvenir. 77. Todo cuanto sufrís y esperáis lo sé y siento vuestro dolor, sólo os digo que uséis esa fortaleza que os he dado y vuestras pruebas serán benignas. 78. Vosotros que habéis sido escogidos para recibir este mensaje, debéis velar y preparaos porque después de 1950 tendréis que llevar esta noticia de que ha vuelto a vosotros, a todos vuestros hermanos. Y si veis desatado el caos y por doquiera oís ayes de dolor, pensad que así como los campos son arados, el corazón humano tiene que prepararse para recibir la semilla. 79. Os he concedido como un privilegio en este tiempo la presencia de seres espirituales de grande elevación y experiencia. No sólo mi Espíritu comunicado con el hombre por medio de mi rayo, sino también el mundo espiritual, ha venido en vuestra ayuda, cumpliendo así una misión muy alta. ¡Cuánto han logrado con su presencia en esta Tierra el amor y la caridad de esos seres desconocidos para muchos, y cómo han acercado este mundo a ése en que ellos habitan, para hacer alianza y elevaros por la senda de la virtud! 80. Vosotros que habéis sido llamados como instrumento para su comunicación, servidles con amor y preparaos, porque sois los vasos que están recibiendo la palabra que vierte su espíritu; sólo así podréis preciaros de poseer la verdad que Yo y el mundo espiritual hemos traído para la humanidad. 81. La verdad que tanto habéis buscado, os la estoy dando a conocer en esta palabra sencilla y humilde. Esa verdad que no es sino el amor, os la estoy ofreciendo a raudales para que la poseáis siempre y participéis de ella a vuestros hermanos. Sentidla, llevadla celosamente en vuestro espíritu, porque es la esencia divina con que os alimentaréis eternamente. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 286 1. Mi luz divina vibra en todas partes, doquiera que me busquéis allí encontraréis mi presencia. 2. Soy el Padre que trabaja para que llegue a reunirse la armonía entre todos sus hijos, tanto entre los que habitan la Tierra como los que moran en otros mundos. 3. La armonía espiritual entre todos los seres les revelará grandes conocimientos, les proporcionará la comunicación de espíritu a Espíritu que acortará distancias, acercará a los ausentes y borrará fronteras y límites. 4. Quiero que alcancéis la paz, que es el mayor galardón a que podéis aspirar en la Tierra. 5. Discípulos: no vayáis a desviaros del camino trazado ni a alterar en forma alguna mis enseñanzas, porque entonces no podréis lograr esa armonía espiritual ni descubrir todo lo que reservo a vuestra elevación. 6. Haceos dignos de las revelaciones de mi Arcano, haciendo méritos con obras de amor, de caridad, de nobleza. 7. Sea el espíritu el que guie a la mente y no la mente tan sólo guiada por un corazón ambicioso de grandeza humana, la que gobierne vuestra vida. Pensad que si queréis guiaros por lo que ordene vuestro cerebro, lo agotaréis y no podréis ir más allá de donde sus escasas fuerzas se lo permitan. Yo os digo que si anheláis saber por qué os habéis sentido inspirados a hacer el bien y vuestro corazón y vuestro entendimiento sean guiados por el espíritu y entonces quedaréis maravillados ante el poder de vuestro Padre. 8. Si los hombres en vez de escudriñar con tanto afán y con tan poco respeto, me interrogasen con amor y humildad, con cuánta sencillez y facilidad recibirán la respuesta de su Padre, al revelarles los conocimientos que le solicitan. 9. Cuando me interroguéis o me pidáis, no os esforcéis en tratar de explicarme con claridad vuestro problema, ni os esmeréis buscando en la mente las frases mejor construidas; a Mí me basta que vuestro espíritu se desprenda del mundo en ese instante y que deje limpios al corazón y al entendimiento, para que ellos puedan recibir mi inspiración. ¿De qué os servirá decirme muy bellas palabras si no sois capaces de sentir mi presencia en vuestro interior? 10. Yo todo lo sé y no tenéis que explicarme nada, para que Yo os pueda comprender. 11. Me preguntáis en qué consiste la oración y Yo os digo: En permitir que vuestro espíritu se eleve libremente hacia el Padre, en entregaros con plena confianza y fe en aquel acto; en recibir en el corazón y en la mente las sensaciones recogidas por el espíritu; en aceptar con verdadera humildad la voluntad del Padre. El que ora de esta manera, goza de mi presencia en cualquier instante de su vida y jamás se siente menesteroso. 12. Mucho me he aproximado a los hombres a través de los tiempos, mas ya es hora de que los hombres me busquen y se acerquen a Mí. Pueden hacerlo porque su evolución espiritual les ha puesto en condiciones de alcanzar la verdadera comunicación con su Padre. 13. Tiempo de resurrección es este Tercer Tiempo, los espíritus semejaban muertos y los cuerpos sus sepulcros; pero ha llegado ante ellos el Maestro, cuya palabra de vida les habló diciendo: "Salid, y elevaos hacia la luz, hacia la libertad". Aquél que al abrir sus ojos a la verdad sepa elevar su vida, sus obras y sus sentimientos en amor hacia sus hermanos, dejará de mirar a este mundo como un desierto o valle de lágrimas y de expiación, porque comenzará a sentir el deleite de la paz verdadera que da la serenidad. Ese estado de elevación en esta vida, será un reflejo de la paz y de la luz perfecta que el espíritu irá a gozar en mejores moradas, donde Yo mismo le recibiré para brindarle un hospedaje digno de sus méritos. 14. En este día de gracias venís a conmemorar la fecha en que Elías, manifestándose a través de Roque Rojas, os recordó que el retorno del Divino Maestro estaba próximo y os invitó a la oración y a la regeneración. 15. Moisés llevó a su pueblo a las faldas del Monte Sinaí, donde le hizo penetrar en oración, en vigilia y purificación para esperar la presencia de Jehová, su Señor. 16. Moisés fue el iniciador de la espiritualidad, el precursor de Jehová, el legislador. Aquel día en que él descendió del monte con las tablas de la Ley, fue recordado por el pueblo de Israel, como lo hacéis ahora vosotros, conmemorando el día en que os fue revelado a través de Roque Rojas, que el Testamento de Moisés, el legado de Jesús y el mensaje de Elías, formarían un solo libro: "El Libro de la Verdad y de la Vida". 17. Si Moisés preparó el corazón de su pueblo para recibir a Jehová y ahora Elías os despertó para escuchar la voz del espíritu Divino, cuando Yo estuve con vosotros en la Tierra, fue también Elías que reencarno en Juan llamado el Bautista, el que exhortó a las multitudes a la penitencia y a la oración, anunciándoles que "El Reino de los Cielos se acercaba a los hombres", porque en la Doctrina que os traje y en mi enseñanza, estaba la presencia del Padre y la luz de los Cielos. 18. Cristo es la manifestación de lo perfecto, en él podéis mirar la Ley eterna, podéis encontrar el amor infinito y admirar la sabiduría absoluta. 19. Jesús vino a explicar con su vida la Ley que Israel recibió de Moisés y os anunció que después vendría el Consolador a esclarecer y a explicar todo lo que Cristo enseñó y que no fue debidamente interpretado. 20. Cristo, abarca todas las Eras, su presencia está en todos los tiempos, porque es el verbo Eterno. 21. Elías es el precursor, el explicador de los misterios, es la llave que abre la puerta para que penetréis en lo profundo, es el libertador espiritual, el cual ha sido enviado en el tiempo de la consumación de la espiritualidad de los hombres iniciada por Moisés. 22. Bendito seáis, pueblo, que recordáis con júbilo la alborada de la Tercera Era y dedicáis este día para su conmemoración. Más que una tradición, sea este día para vosotros un día de meditación, de estudio, de recogimiento, en el cual podáis sentir la presencia de aquella balanza divina que pesa y registra todas vuestras obras a lo largo del sendero recorrido. 23. De lo que en este día escuchéis de Mí y meditéis, podréis formar un caudal de conocimientos, y cuando el tiempo de vuestra lucha llegue, no os faltarán argumentos ni razones para explicar cuáles son las bases firmes y eternas, sobre las cuales se ha levantado esta Doctrina que habéis llamado " Espiritualismo". 24. Estáis contemplando el amanecer del Tercer Tiempo, en que la claridad espiritual brilla intensamente, transformando vuestra vida. 25. El principio de este nuevo tiempo se significará por sus grandes luchas, por sus intensos sufrimientos, por sus confusiones y sus pugnas, pero todo esto sólo será en el principio, más tarde se hará la paz, y como consecuencia de la paz, vendrá el desarrollo del espíritu, quien manifestará su adelanto en sus obras rebosantes de fe, de amor, de espiritualidad. 26. Muchos de vosotros llegáis llorando después de haber maldecido al dolor. Yo perdono vuestros errores, tomando en cuenta que provienen de vuestra ignorancia. 27. Sosegad al corazón y despejad el entendimiento para que comprendáis lo que voy a deciros, pequeños párvulos de la vida: cuando volváis a sentir que el dolor penetra en vuestro corazón, aislaos unos momentos de cuanto os rodea y quedaos a solas. Ahí, en la intimidad de vuestra alcoba, conversad con vuestro espíritu, tomad vuestro dolor y escudriñadlo como cuando tomáis en la mano algún objeto para estudiarlo. Así examinad vuestra pena, ved de donde proviene y por qué ha llegado; escuchad la voz de vuestra conciencia y en verdad os digo que de aquella meditación extraeréis un tesoro de luz y de paz para vuestro corazón. 28. La luz os dirá la forma de alejar el dolor y la paz os dará la fortaleza para esperar a que la prueba pase. 29. Ya veréis cómo al volver vuestro pensamiento hacia Mí para orar, me diréis: "Maestro, perdóname, la injusticia no existe en mi destino, yo soy el injusto conmigo mismo". 30. Esta es una enseñanza que debéis tener siempre presente, discípulos, reconociendo que esa es la forma con la que podéis elevar la razón a la altura de la conciencia, porque sólo la conciencia es la que conoce la realidad del espíritu y la realidad humana. 31. Os estoy enseñando a estudiaros para conoceros; a encontrar en la esencia de vuestro ser, por medio de la meditación y de la oración, las grandes lecciones de la vida. 32. Hoy muchos maldicen el dolor, pero mañana lo bendecirán como a un maestro que les enseñó elevadas y bellas lecciones. 33. Yo quisiera que siempre fuera el amor del Maestro el que os enseñara el camino y la finalidad de la vida; pero vosotros habéis preferido que sea el dolor el que os enseñe. Ya pasaréis de ese amargo maestro a recibir las lecciones del que os enseña con dulzura. 34. Si de momento no podéis deshaceros de vuestro dolor, llevadle con paciencia; no desperdiciéis sus enseñanzas, amadlo, porque él ha venido a purificar vuestras manchas y a haceros grandes en la fe, en la virtud y en la paciencia. 35. Si creéis en mi palabra, debéis creer en la lección en que os dije: "La hoja del árbol no se mueve sin la voluntad de Dios", entonces, podréis también creer que la sabiduría de Dios todo lo ha dispuesto bien y que no puede haber sufrimiento que no deje en el hombre una sabia lección. 36. Analizad, pueblo amado, para que dejéis de ir de tropiezo en tropiezo y los acontecimientos del futuro no vayan a encontraros sumidos en el letargo. 37. Es el tiempo que dejéis de vivir de suposiciones y de verdades a medias, para que os elevéis al mundo de la realidad, y aunque vuestros pies se apoyen sobre el polvo de un mundo de lágrimas y de dolor, vuestro espíritu habite un reino de paz. 38. A vos, pueblo que me oís, os digo que deberíais ser feliz si comparáis vuestra situación y vuestra vida con la de aquellas naciones que se desangran bajo la guerra fratricida. 39. Vosotros tenéis afectos, no os falta el pan, no carecéis de un techo, tenéis el sustento de mi palabra, y no estáis conformes. Y, aquellos que no tienen pan, que carecen de todo y no escuchan mi palabra, que no tienen el consuelo de oír mis frases que son esperanza y bálsamo, que fortalecen y alimentan, son más resignados que vosotros. 40. Aprended a bendecir vuestro dolor lo mismo que si se tratase de vuestras alegrías. Bendecidlo todo. 41. ¿No bendigo Yo a la humanidad entera, sin distinguir a nadie? Ahí, bajo aquel manto de bendición quedan envueltos lo mismo los buenos y mansos, que los soberbios y los criminales. ¿Por qué no me imitáis? ¿Acaso sentís repugnancia por los actos de los demás? No olvidéis que vosotros formáis parte de la humanidad, que debéis amarla y perdonarla, mas no rechazarla, porque sería tanto como si sintieseis asco por vosotros mismos. Todo lo que veis en vuestros semejantes lo tenéis vosotros en mayor o menor grado, por eso quiero que aprendáis a analizar vuestro interior, para que conozcáis vuestra faz espiritual y moral. Así sabréis juzgaros vosotros mismos y tendréis derecho a fijaros en los demás. 42. No salgáis a buscar defectos en vuestros hermanos, con los que vosotros tenéis es bastante. 43. No os ofendáis si os hablo así, comprended que mis cátedras no son para justos ni para santos, a ellos les hablaría en forma muy distinta. Yo vengo a daros mi Doctrina redentora para salvar pecadores y la doy a través de labios pecadores. 44. Vengo a salvaros, humanidad, porque hasta el aire que respiráis está enfermo, pero digo a esta Tierra que ha sido morada y albergue para mis hijos, que si ellos la han profanado con sus faltas, ellos purificarán hasta el último pecado. 45. Ved como necesita la humanidad de una gran enseñanza para poder triunfar de todas las pruebas que le afligen. Este es el gran tiempo anunciado por profetas y contemplado por videntes, en los cuales el dolor de los hombres llegaría al máximo y en el que la misericordia del Padre desbordaría su luz sobre los hombres, el tiempo que marca el final de la maldad y el principio del bien sobre la Tierra. 46. ¡Oh, pueblo! ¿Cuándo estaréis dispuestos para llevar el bálsamo y el mensaje de paz a los que sufren? No descubro aún en vuestro corazón la caridad verdadera, todavía os juzgáis a cada paso, porque no os amáis. 47. ¿No creéis que si Yo quisiera, podría señalar a cada uno de vosotros sus defectos? Mas también os digo, que dejaría de ser vuestro Maestro si os delatase de esa manera. Mas si el que todo lo ve, el que os conoce en verdad, el que sabe vuestro pensamiento, no os juzga ante los demás, ni os delata públicamente, ¿Por qué hay quienes se empeñan en herir corazones, destrozar felicidades y juzgar vidas ajenas? 48. Hoy sois mis párvulos, más de cierto os digo que no os llamaré discípulos ni os dedicaré a mi Obra, hasta en tanto seáis incapaces de hacer sufrir a vuestros semejantes y en cambio, sintáis el impulso de aliviar todo dolor. ¿Cuándo sentiréis en vuestro corazón el dolor de los que sufren, para que sean vuestras palabras y vuestras obras las que enjuguen sus lágrimas? Sois aún pequeños para la caridad. Vuestra piedad no es grande ni vuestro perdón. 49. Si llegáis a apiadaros de un paralítico abandonado en el arroyo y os sentís en el deber de llevarlo a vuestra casa, primero investigáis su vida, porque decís que no sabéis quién es. ¿Sois vosotros los que habéis oído incansablemente mis cátedras? Entonces tendréis presente que Yo, sin mirar vuestras manchas sólo he buscado vuestras heridas para sanarlas con mi amor. Si aspiráis a ser de mis sembradores, necesitáis conocer y poseer la fuerza que tiene la bondad; el poder que encierra la caridad y los milagros que opera el corazón con sólo sentir o compartir el sufrimiento ajeno. 50. Discípulos amados: la enseñanza que de Mí estáis recibiendo, se ha ido definiendo para vosotros de lección en lección, esta luz comenzó a manifestarse en destellos en el año de 1866; pero ahora, en las postrimerías de mi comunicación, ya no son destellos los que llegan a vosotros, sino la luz en plenitud. En 1950 cesará de manifestarse en esta forma mi palabra, más la lección continuará, porque será después al profundizaros en mi Obra, cuando descubráis la esencia divina de que tanto os he hablado y os deleites con su sabor. 51. No sólo quiero que testifiquéis que me oísteis, sino que lleguéis a ser mis profetas y señaléis con vuestro cumplimiento un tiempo de espiritualidad; así, sobre vuestras huellas de amor y buena voluntad, vendrán las generaciones del futuro, pisando con planta firme en un camino certero. 52. Vosotros vais encontrando abrojos a vuestro paso y más tropiezos y espinos hallaréis; pero vuestra caridad los apartará del sendero para que las multitudes del mañana encuentren limpia la senda. 53. Sabéis que en todos los tiempos, el bien, la luz, la verdad, han encontrado obstáculos en el corazón de la humanidad, sin embargo confiad en Mí, os he dicho muchas veces que las tinieblas no prevalecerán, porque será la luz la que triunfe. 54. La humanidad se está purificando, su cáliz de amargura la lavará de sus manchas a fin de que salga limpia de su expiación, porque el Reino espiritual de paz y justicia se acerca a los hombres. 55. ¿No miráis cómo poco a poco se van desatando los lazos de fanatismo y de idolatría que atan a los hombres? Es que he llegado a libertarles. Luego llegará mi luz en forma de palabra a los hombres, y veréis cómo, ella, siendo tan humilde y sencilla, les estremecerá, y cómo siendo tan dulce, tendrá el poder de conmover los corazones de roca, hasta hacerles manar el agua cristalina del arrepentimiento, del perdón y del amor. 56. No lloréis, discípulos, aún me escuchareis algunos días más, todavía caerán sobre vuestras amarguras algunas gotas más de la miel que vierte mi palabra, entretanto, preparaos para que después de mi partida podáis sentir mi presencia. 57. Es el tiempo de la meditación, en que debéis orar y velar para estar atentos a la voz de vuestro Dios. 58. A veces me preguntáis. Señor ¿Quién podrá despertar a toda la humanidad para que eleve su espíritu hacia Ti y sienta tu presencia? Y Yo os digo: No temáis, mi Espíritu ya la está tocando para que despierte. Vosotros no podéis daros cuenta de mis obras, por eso no habéis descubierto ese despertar que sólo Yo contemplo. 59. Todos esperan la luz de un nuevo día, la aurora de la paz que sea principio de una era mejor. Los oprimidos esperan el día de su liberación, los enfermos esperan un bálsamo que les devuelva la salud, la fuerza y la alegría. 60. Bienaventurados los que sepan esperar hasta el último instante, porque a ellos se les dará con creces cuanto hayan perdido. Esa espera Yo la bendigo, porque es prueba de su fe en Mí. 61. Ahora no entendéis muchas de mis palabras, más llegará el instante en que se haga la luz en vuestro entendimiento y comprendáis el sentido de cada una de mis enseñanzas. 62. Mis apóstoles en el Segundo Tiempo no comprendieron muchas de mis palabras en el instante de escucharlas; sin embargo, después de mi partida, cuando se consagraron al estudio y a la meditación, sintieron cómo se hizo la luz divina en sus mentes, mirando con suma claridad todo lo que hasta entonces había sido misterio impenetrable. 63. Hasta ahora, vosotros al escucharme, habéis analizado mi palabra superficialmente ¿Y qué habéis encontrado en ella? El consuelo, el bálsamo, la caricia. Después, cuando vuestras llagas y heridas hayan sido sanadas y en vez de buscar en Mí bálsamo para vuestros dolores, busquéis sabiduría para consolar a vuestros semejantes, habréis comenzado a penetrar al sentido de mis enseñanzas. 64. Veo que estáis orando por el mundo y Yo recojo de vuestro corazón la intercesión. Día llegará en que no tan sólo oréis por aquellos pueblos, sino también les visitéis para llevarles el dulce mensaje de mi palabra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 287 1. La voz de mi Espíritu, haciendo eco en vuestra conciencia, es como el tañer de una campana que invita a la humanidad a la meditación. 2. El libro de la sabiduría espiritual espera abierto a que lleguen ante él las grandes multitudes, las grandes caravanas a saciar su sed de luz. 3. Probad, probad de mi palabra, cuya esencia destila dulzura, sabiduría, bálsamo y paz. 4. Vengo a decir al hombre que él es un desconocido ante sí mismo porque no ha penetrado en su intimidad, porque no sabe su secreto, porque ignora su esencia. Mas, Yo quiero enseñarle en este tiempo el contenido del Libro que por tanto tiempo había permanecido cerrado para él, y en donde están guardados todos los misterios que desde el Segundo Tiempo os prometí venir a esclareceros con la luz de mi Espíritu. 5. Ahora será cuando verdaderamente os conozcáis y penetréis en la intimidad de vuestro espíritu, entonces podréis decir que empezáis a saber quienes sois. 6. Llegará el hombre a saber su origen, su destino, su misión, sus dones, y toda esa vida infinita y eterna que vibra en derredor de él; ya no podrá ofender a su semejante, ya no podrá atentar contra la existencia de sus hermanos, ni osará profanar nada de cuanto le rodea, porque habrá llegado a comprender que todo es sagrado. Llegará a conocer lo que se encierra y oculta en su espíritu y será entonces cuanto tenga una idea clara y una fe profunda en que si es maravilloso el espíritu, maravillosa tendrá que ser también la morada que su Padre le tiene destinada en la eternidad. 7. Me preguntáis por qué no os revelé todo desde un principio para evitaros tropiezos, errores y caídas; y os digo: no podríais haber comprendido mis revelaciones estando carentes de evolución y desarrollo espiritual. Entonces os era suficiente el conocimiento de mi Ley, como el camino recto que había de llevaros hasta la fuente de inagotable sabiduría y eterna revelación. Mi sabiduría he venido enseñándola a lo largo del tiempo, de las eras, ya que siendo tan grande, no podríais conocerla en un instante. 8. Yo poseo todos los medios para que ninguno de mis hijos se quede sin la herencia de mi sabiduría, puesto que Yo soy la vida, el poder y la justicia. De Mí brotó vuestro espíritu como también de Mí brotan cuantas moradas y cuerpos necesitéis para vuestro tránsito y perfeccionamiento espiritual. 9. Podrá el hombre caer y hundirse entre tinieblas y sentirse por ello alejado de Mí, podrá creer que cuando muere todo ha terminado para él; en cambio, para Mí ninguno muere, ninguno se pierde. 10. ¡Cuántos hay que en el mundo pasaron como seres perversos y hoy están llenos de luz! ¡Cuántos que dejaron como huella la mancha de sus pecados, de sus vicios y sus crímenes, ya han alcanzado la purificación! 11. Me preguntáis: ¿Por qué es tan largo el camino y tan lleno de pruebas el sendero del espíritu? Porque es muy grande la dicha que tendrá que disfrutar en el Reino perfecto que le aguarda y debe alcanzar con sus méritos. 12. Los primeros hombres, aquellos que fueron padres de la humanidad, conservaron por un tiempo la impresión que su espíritu trajo del valle espiritual, impresión de beatitud, de paz y delicia que estuvo en ellos mientras no surgieron en su vida las pasiones de la materia y también la lucha por subsistir. Mas debo deciros que el espíritu de aquellos hombres, con haber venido de una mansión de luz, no fue de las moradas más altas, de aquellas a las que sólo por méritos podréis llegar. Sin embargo, el estado de inocencia, de paz, de bienestar y salud que aquellos espíritus conservaron en sus primeros pasos, fue como un tiempo de luz, inolvidable, cuyo testimonio transmitieron a sus hijos y ellos a sus descendientes. 13. La mente materializada de los hombres, confundiendo el verdadero sentido de aquel testimonio, llegó a creer que el paraíso en que vivieron los primeros hombres, fue un paraíso terrenal, sin comprender que fue un estado espiritual de aquellas criaturas. 14. ¿Por ventura presentís la morada espiritual de donde partisteis para venir a la Tierra? "No Maestro, me decís, nada presentimos ni recordamos". 15. Si, pueblo, hace tanto tiempo que os alejasteis de la pureza y de la inocencia, que ni siquiera imagináis aquella existencia de paz, aquel estado de bienestar; mas, ahora que estáis preparados para oír la voz de la conciencia y recibir de ellas sus revelaciones, tenéis a vuestro alcance el camino que conduce al Reino prometido a los que se elevan a Mí; no es aquel paraíso de paz de donde partieron los primeros, sino el mundo infinito del espíritu, el mundo de la sabiduría, el paraíso de la verdadera dicha espiritual, el cielo del amor y la perfección. 16. Si para ir de un continente a otro de la Tierra, tenéis que cruzar por montes altos y bajos, por mares, por pueblos, ciudades y países, hasta alcanzar la meta de vuestro viaje, pensad que para llegar a aquella tierra prometida, tendréis que viajar mucho, para que en el largo tránsito recojáis experiencia, conocimiento, desarrollo y evolución del espíritu. Ese será el fruto del árbol de la vida, que iréis al fin a saborear, después de haber luchado y llorado mucho por alcanzarlo. 17. Venid ante el Maestro, discípulos. Ovejas: acercaos a vuestro pastor. 18. El Maestro es uno solo, los discípulos son muchos, mas mi enseñanza, siendo una, es para todos. 19. Vengo a buscaros con amor infinito. He puesto en vuestro espíritu tanta gracia y tantos dones, que no estoy dispuesto a perder a ninguno de mis hijos. Sois parte de mi Espíritu, sois algo de mi ser, ¿Está mal el que os busque con tanto afán y tanto amor? 20. Siempre que desciendo a daros mi palabra, encuentro postreros entre las multitudes, son los que más me preguntan en su corazón, mas Yo les complazco respondiendo siempre a sus interrogaciones. Hoy, los postreros me preguntan cuál es la finalidad de mi nueva venida, a lo cual Yo contesto que el fin es el de capacitar al hombre para que por sí mismo retorne a su original pureza. 21. Si en principio le fue concedido ir en pos del conocimiento de la vida y le fue dado el libre albedrío para obrar, ahora, cuando su espíritu puede brillar cual nunca ante la luz de su conciencia, y su experiencia es muy grande, vuelve a oír la voz dulce aunque justiciera de aquel Padre que le dijo: "Creced, multiplicaos y enseñoread la Tierra" y ahora le dice: "Retornad a Mí, con vuestros méritos". 22. Con méritos, esfuerzo y sacrificios, habrá de volver el hombre al paraíso, del cual salió para conocer muchos misterios, para hacerse digno hijo de Dios en la lucha, en el dolor, en el trabajo, en la evolución, paraíso al cual habrá de retornar para nunca más salir de él. 23. Comprended que, para que esta humanidad llegue a alcanzar un verdadero conocimiento sobre ese retorno hacia lo puro y lo elevado, habrá lucha, conmociones y perturbaciones en la mente y en el espíritu de los hombres. Mi Doctrina, clara, dulce y persuasiva, mostrará al mundo el camino luminoso del retorno, y, uno tras otro, los hombres vendrán hacia Mí, mas ya no agobiados bajo el peso del fardo del pecado, sino mirando a las alturas, con la fe en el corazón y una cruz de amor sobre sus hombros. 24. La puerta estará abierta, y mi Espíritu, lleno de amor, dispuesto a estrecharle en su seno divino, del cual aquel espíritu ya no se desprenderá jamás. 25. Humanidad: si sólo fuese el instinto el que guiase todos los actos de vuestra vida, no tendría vuestro Padre que haberos revelado su Ley, ni hubiese tenido que venir como Redentor a salvaros; pero no dependéis de vuestro instinto, fuerzas superiores gobiernan vuestros actos, y esas fuerzas están en el espíritu. 26. El espíritu goza del don del libre albedrío, medio por el cual debe hacer méritos para salvarse. 27. ¿Quién guía, orienta o aconseja al espíritu, durante su libre trayecto, para distinguir lo licito de lo ilícito y por lo tanto para no perderse? La conciencia. 28. La conciencia es la chispa divina, es una luz superior; y es una fuerza para ayudar al hombre a no pecar. ¿Qué mérito habría en el hombre si la conciencia tuviera fuerza material para obligarlo a permanecer en el bien? Yo quiero que sepáis que el mérito consiste en escuchar aquella voz, en persuadirse de que ella nunca miente ni se equivoca en lo que aconseja y en obedecer fielmente sus dictados. Como vosotros podréis comprender, para escuchar claramente aquella voz, se requiere preparación y concentración en sí mismo. ¿Quiénes practican esta obediencia en los tiempos presentes? Contestaos vosotros. 29. La conciencia siempre se ha manifestado en el hombre; pero la humanidad no ha alcanzado el desarrollo necesario para guiar toda su vida por esa luz. Ha tenido necesidad de leyes, enseñanzas, preceptos, religiones y consejos. 30. Cuando los hombres lleguen a penetrar en comunión con su espíritu, y en vez de buscar lo espiritual hacia el exterior, lo busquen en su interior, podrán escuchar la voz suave, persuasiva, sabia y justa que estuvo siempre vibrando en ellos sin que la escuchasen, y comprenderán que en la conciencia está la presencia de Dios, que ella es el verdadero medio por el cual debe el hombre comunicarse con su Padre y Creador. 31. El primer paso hacia la regeneración de los hombres, para que alcancen un estado de elevación espiritual, es la caridad. Caridad para con el espíritu, caridad para con el cuerpo, caridad hacia los semejantes. Mas, debo deciros que ese sentimiento no ha sido debidamente interpretado. La caridad es un nombre que vosotros le dais a determinadas acciones que lleváis a cabo, las cuales en la mayoría de los casos, no llevan en su fondo piedad o una verdadera intención de aliviar una necesidad. 32. Vuestros sentimientos humanos distan aún de ser una realidad, por eso debéis tener siempre presente las palabras y las obras de Jesús en el mundo, como el ejemplo vivo y verdadero de la caridad. 33. ¿Qué será de un espíritu cuando ha cubierto la verdadera caridad con formas que sólo encierran hipocresía? Su despertar será muy doloroso el día que logre penetrar en comunión con su conciencia y escuche aquella voz justiciera e inexorable. 34. ¿Cómo queréis que los pueblos se reconcilien, que los gobiernos se unifiquen y las guerras cesen, si los hombres están sordos a toda voz que viene de la conciencia? 35. ¡Cuán fácil será para los humanos entenderse cuando penetren en meditación y escuchen la voz de su razón superior, la voz de ese juez a quien no quieren oír, porque saben que les ordena todo lo contrario de lo que están haciendo! 36. Puedo deciros que si no habéis estado dispuestos a escuchar los dictados de vuestra conciencia, tampoco habéis sido obedientes y mansos para practicar mi doctrina. La reconocéis en teoría, mas no la lleváis a la práctica, le reconocéis esencia divina, decís que fue muy grande Cristo y que su enseñanza es perfecta; pero nadie quiere ser grande como el Maestro, nadie quiere llegar hasta El, imitándolo verdaderamente, y debéis saber que Yo vine, no sólo para que supieseis que soy grande, sino también para que todos vosotros lo seáis. 37. El hombre quiere salvarse desconociendo su naturaleza espiritual y eso no puede ser. 38. ¿De qué le sirve a muchos creer en una vida después de ésta, si no emplean su existencia en hacer méritos para la eternidad? Toda su fe se concreta en saber que después de la muerte, su espíritu irá a un más allá y espera el último instante para reponer todo el tiempo perdido y borrar todas sus manchas con un acto de contrición. 39. Triste equivocación, porque los errores sólo pueden repararse con obras que requieren haber obedecido los reclamos de la conciencia, y tiempo para reparar todos los pecados cometidos; y en cuanto al arrepentimiento en los que están por partir hacia lo espiritual, Yo os digo que son pocos los que en esa hora lloran por los males que han causado y que su preocupación es más bien el temor al castigo, a la sentencia o a la condena según ellos la imaginan. 40. ¿Verdad que os hace falta una Doctrina que os hable ampliamente, os prepare y os abra los ojos a la luz, como lo hago a través de mi palabra? 41. Ved cuán necesario es que vosotros extendáis este mensaje por todos los lugares de la Tierra. Con ello, estaréis haciendo con vuestros hermanos una verdadera obra de caridad. 42. Borrad de los hombres la impresión errónea que de las doctrinas espirituales se han formado basadas en la ignorancia, superchería y engaño. Presentad mi Doctrina en toda su pureza y majestad para que ella borre la ignorancia, el fanatismo y la dureza que no permiten a la humanidad pensar en su Yo espiritual, al que han privado de toda libertad de acción. 43. Andáis huyendo de lo espiritual y no pensáis que pronto seréis espíritu; mas no siempre tenéis la culpa de vuestra ignorancia, sino quienes os guían. 44. Os han invertido el sentido de los valores esenciales, hasta el grado de creer que la verdad está en lo opuesto a la verdad. 45. ¿No tomáis a veces objetos materiales como si fuesen divinos? ¿No concedéis eternidad a bienes pasajeros? Creéis haber comprendido a Cristo y ni siquiera lo conocéis. 46. ¿Acaso vine Yo a daros pruebas de grandeza empleando para ello riquezas o poderíos de la Tierra? Jesús vino sin riquezas materiales, se presentó en el mundo en la pobreza más absoluta. El fue grande en cuanto a sus obras, a su palabra, a su doctrina; pero nunca en cuanto a su aspecto superficial. 47. ¿Por qué habría de tomar los bienes de la Tierra, si éstos fueron creados por el Padre para las criaturas humanas? ¿Qué podría Yo necesitar de esta Naturaleza cuando es ella la que se nutre de Mí? 48. Yo vine a mostraros la belleza de una vida superior a la humana, a inspiraros las obras elevadas, a enseñaros la palabra que prodiga amor, a anunciaros la dicha no conocida, aquella que espera al espíritu que ha sabido escalar la montaña del sacrificio, de la fe y del amor. 49. Todo esto debéis reconocer en mi Enseñanza, para que al fin comprendáis que son vuestras obras las que acercarán a vuestro espíritu a la verdadera felicidad. 50. Cuando la primera lección haya sido comprendida y después ejecutada, os rendirá un fruto agradable, el cual os estimulará para dar el siguiente paso. 51. Hoy se abre al mundo una nueva etapa en la que el hombre buscará mayor libertad para su pensamiento, en la que pugnará por romper las cadenas de esclavitud que su espíritu ha arrastrado. Es el tiempo en que veréis a los pueblos traspasar las barreras del fanatismo en busca de sustento espiritual y de luz verdadera, y os digo que todo aquel que por un instante llegase a experimentar la felicidad de sentirse libre para meditar, para escudriñar y practicar, jamás volverá voluntariamente a su cautiverio, porque ya sus ojos contemplaron la luz, y su espíritu se extasió ante las revelaciones divinas. 52. Pueblo: antes que las guerras terminen en el mundo, mi Ley de amor tocará todos los espíritus, aunque hoy no podéis saber de qué manera. 53. Este mensaje de luz espiritual, también llegará, mas ello será cuando estéis fuertes. Nadie se atreva a decir que esta Obra es la verdad si no está convencido de ello, porque nadie os creerá; pero si vuestra fe es absoluta y vuestra convicción verdadera, nadie os evitará que llevéis la Buena Nueva a todos los corazones. 54. Humanidad: siempre habéis presentido la existencia de seres invisibles que vagan por el espacio, que a veces se acercan a vosotros, que os rodean y pensando que pueden ser espíritus que sufren, habéis tratado de hacer algo por ellos. La intención ha sido buena, pero siempre os ha faltado el conocimiento para que aquella caridad resultase efectiva. Hasta ahora, no habéis sabido la forma verdadera de hacer luz en los seres turbados o presas del remordimiento. 55. Les habéis ofrecido ceremonias y dádivas materiales y, aunque habéis logrado tranquilizar vuestro corazón, ellos nada han recibido, porque lo del mundo ya no les pertenece, ya no llega a ellos. Esos seres buscan caridad espiritual, consuelo, amor, comprensión, mas ¿Cómo poder ofrecerles una ayuda espiritual? Mi palabra viene a ilustraros también sobre la forma de hacer la caridad a aquellos a quienes ni siquiera contempláis. 56. Si en verdad queréis hacer un bien a vuestros hermanos espirituales librándoos a la vez de sus malas influencias, debéis orar por ellos, con oración sentida, plena de piedad, y de elevados pensamientos. Si sentís que en vuestra vida humana se manifiestan en alguna forma, presentadles buenos ejemplos y buenas obras, para que en ellas tomen luz para su espíritu. Dejad que os vean sanar enfermos, que os contemplen perdonar a quien os haya ofendido, que vean brillar nobles ideas en vuestra mente, que sólo escuchen buenas palabras en vuestros labios. 57. ¿Qué misiones tendréis que cumplir con ellos y ellos con vosotros? ¿Qué deudas habéis contraído unos con otros? No lo sabéis, mas en verdad os digo que no es la casualidad la que les pone al paso de los hombres, siempre hay una razón para que ellos se aproximen a sus hermanos. 58. Será muy agradable para vuestro espíritu ser recibido por ellos a vuestra llegada al valle espiritual, recibiendo muestras de gratitud por la caridad que les brindasteis y será grande vuestro gozo viéndoles inundados de luz; pero cuán doloroso será encontraros con aquella legión de seres, oscurecida por la turbación y saber que ellos esperaron una caridad de vuestra parte y vosotros no se las disteis. Meditando en esa responsabilidad, ¿Estáis dispuestos a poner en práctica los conocimientos que en esta lección os doy? Ved que en ella no os estoy autorizando a que materialicéis en alguna forma a aquellos seres, por el contrario, os inspiro la forma de que les conduzcáis hacia la espiritualidad ofreciéndoles el ejemplo de una vida virtuosa y limpia y a que apartéis de ellos sus confusiones y tinieblas por medio de vuestras oraciones, cuyos pensamientos e ideas hagan luz en sus entendimientos. 59. Jacob, os reveló con su sueño la existencia de la escala espiritual por la cual ascendían y descendían seres sin cesar. ¿Quién ha entendido su contenido? ¿Quién ha descifrado su misterio? Ahí, en el sentido de aquella figura contemplada por el patriarca, está la evolución de los espíritus, el incesante reencarnar de las criaturas espirituales en los hombres, la restitución y expiación de los seres, la comunicación de Dios con el hombre y la comunicación de espíritu a Espíritu. 60. Es menester que conozcáis este mensaje para que deis justa interpretación a las revelaciones de los tiempos pasados. 61. Mirad cuántas etapas tienen que pasar sobre los espíritus para que éstos lleguen al fondo de mis enseñanzas. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 288 1. Desciendo hasta vuestro corazón, porque él es mi santuario. Mi palabra viene a prepararos para la jornada que tendréis que emprender. Esta preparación es espiritual y está de acuerdo con la misión que vais a desempeñar. 2. En el Primer Tiempo, cuando el pueblo estaba ya dispuesto a dejar el Egipto de su cautiverio y de sus pruebas, para ir en pos del desierto hacia la Tierra Prometida, todo lo previa y lo preparó. Tuvo listos el cayado, la sandalia y la alforja, para que nada le faltase en la caminata. 3. De la misma manera debéis ahora preveniros y prepararos, a fin de que en la travesía nada llegue a faltaros. 4. Pero no olvidéis que aquel pueblo no sólo se proveyó de víveres para el largo camino, sino que también se acordó de orar, de hacer penitencia para purificarse y de formar el propósito de permanecer siempre unido, formando una sola familia. Si vosotros queréis saber por qué aquel pueblo, a pesar de sus muchas pruebas y vicisitudes logró penetrar en la Tierra de promisión, Yo os digo que fue por su fe, su oración y su unión. 5. Aquella simiente espiritual está entre vosotros. ¿Por qué no habréis de tomar aquel ejemplo como norma para llegar a la nueva meta? 6. Bien sabéis que no es el desierto de arena el que os espera, sino la humanidad; no es una tierra sobre el haz de este mundo la que buscaréis, sino la patria del espíritu, la cual se encuentra más allá de lo humano. 7. En verdad os digo, que Israel surgirá nuevamente para ser como una antorcha en medio de la humanidad. 8. Os estoy despertando para que sepáis que sois mis hijos, que formáis parte de ese pueblo de paz, de luz y espiritualidad. 9. Dejad que vuestro corazón sienta todo cuanto afecta o aflija a la humanidad. Orad por la paz de todos, haced brillar vuestros pensamientos en la mente de los demás. Yo de antemano bendigo a quienes cumplan con su misión de amar y servir a sus hermanos. 10. Quiero que vuestra presencia en el mundo sea para dar paz, para consolar, para atraer bendiciones sobre vuestros hermanos. 11. Ahora sois párvulos aún ante mi Enseñanza y os acobarda la lucha cuando contempláis cómo se ha propagado el dolor, el vicio, la miseria, el egoísmo. En esos instantes, cuando vuestra conciencia os reclama cumplimiento, trabajo y actividad espiritual, y cuando vuestro corazón tímidamente pregunta: "¿Qué debo hacer ante tanta confusión?" ¿Por qué teméis y por qué dudáis, pueblo? Mirad cómo os prepara mi palabra, cómo la vida a cada paso os brinda lecciones prácticas y también cómo la lucha y las pruebas os dan el temple indispensable para la jornada que se aproxima. 12. No os estoy enviando a desempeñar una misión para la cual no estáis suficientemente capacitados. Yo seguiré doctrinándoos y cuando estéis fuertes, os diré: tomad la cruz y seguid mi huella. Mientras tanto, si sólo podéis orar, orad por vuestros hermanos; si sabéis sanar enfermos, llevadles consuelo; si tenéis el anhelo de mejorar vuestra moral, hacedlo; pero haced algo en beneficio de vuestro espíritu, que le sirva de preparación para cuando llegue el instante de afirmar el paso en el camino y tomar la cruz. 13. Ahora, que todavía no os consagráis a vuestra misión espiritual, pero que tenéis el anhelo de hacer algo en beneficio de vuestros semejantes, Yo os aconsejo que oréis, para que lleguéis a conocer la virtud y el poder que tiene la oración, y esta luz la adquiráis desde antes de que empiece vuestra lucha. 14. El que se inspira en la oración es invencible en las pruebas y hace prodigios ante sus hermanos. 15. Yo quiero que este pueblo, ampliamente doctrinado por Mi, llegue a practicar la oración perfecta, aquella que le ponga en comunicación con el reino espiritual, para que más tarde enseñe a orar a sus hermanos, explicándoles con claridad y mostrándoles cuanto de experiencia haya recogido en su camino. 16. ¿Por qué aprisionar a vuestro pensamiento dentro del orbe terrestre, cuando él tiene un mundo de luz más allá de lo material? ¿Por qué sujetar al espíritu a la vida humana, si él tiene un espacio infinito más allá de vuestra mirada y de vuestra mente? 17. Esos mundos del pensamiento y del espíritu se encuentran vírgenes, ya que no habéis querido llegar hasta ellos, porque no habéis sabido orar. 18. El pensamiento y el espíritu, unidos para orar, crean en el hombre una fuerza superior a toda fuerza humana. 19. En la oración el débil se fortalece, el cobarde se reviste de valor, el ignorante se ilumina, el torpe se despeja. 20. El espíritu, cuando ha logrado armonizar con la mente para alcanzar la verdadera oración, se convierte en un soldado invisible, el cual, apartándose momentáneamente de lo que a su ser toca, se traslada a otros sitios, se liberta de la influencia de la materia y se entrega a su lucha de hacer el bien, de conjurar males y peligros, de llevar un destello de luz, una gota de bálsamo o un hálito de paz a los necesitados. 21. Por todo lo que os digo, comprended cuánto podréis hacer con el espíritu y con la mente en medio del caos que ha envuelto a esta humanidad. Estáis en un mundo de pensamientos e ideas encontradas, donde las pasiones palpitan por el materialismo y los espíritus navegan entre tinieblas. 22. Sólo el que por medio de la oración haya aprendido a elevarse en pensamiento y espíritu a las regiones de la luz, a las moradas de la paz, podrá penetrar en el mundo de contiendas, donde se reflejan todas las humanas pasiones, sin salir vencido y dejando en cambio algo de provecho para los que han menester de la luz del espíritu. 23. Preparaos, discípulos amados, y Yo os permitiré penetrar en ese mundo de dolor y miseria. Ahí, vuestro espíritu llegará como emisario mío haciendo luz. 24. Si desde este mundo podéis mirar y saber todo esto, ¿Para qué esperar a estar en espíritu? No esperéis a que los días y los tiempos pasen sin contribuir al adelanto y liberación de vuestro espíritu. Haced cuanto esté de vuestra parte y Yo haré lo demás. 25. Yo soy poder, por lo tanto, uno de vuestros pensamientos, una de vuestras oraciones puedo transformarla en algo tangible y visible ante vuestros hermanos. 26. ¿Verdad que para trabajar de esta manera, en realidad llevaréis en el fondo de vuestro ser un ángel de paz? Y ¿Qué seria este pueblo si todo él se preparase y se uniese con verdadera armonía y fraternidad en esa lucha espiritual? Sería un ejército que combatiría por alcanzar la salvación de la humanidad. 27. De cierto os digo que si ya estuvieseis unidos en espíritu, en pensamiento y en intención, bastaría sólo vuestra oración para detener a las naciones que viven preparando la hora de lanzarse unas contra otras; destruiríais los odios, seríais obstáculo para todos los malos proyectos de vuestros hermanos, seríais como invisibles espadas venciendo a los fuertes, y como escudo defendiendo a los débiles. La humanidad, ante esas pruebas reveladoras de un poder superior, se detendría un instante a meditar y esta meditación le evitaría muchos de los grandes toques y pruebas que a través de la Naturaleza y sus elementos tendrá que recibir. 28. El Árbol de la Ciencia se sacudirá ante la furia del huracán y dejará caer sus frutos sobre la humanidad. Mas ¿Quiénes han desatado las cadenas de aquellos elementos, si no los hombres? Bien está que los primeros seres hayan conocido el dolor, a fin de despertar a la realidad, de nacer a la luz de la conciencia y de ajustarse a una Ley; pero el hombre evolucionado, consciente y desarrollado de este tiempo, ¿Por qué se atreve a profanar el Árbol de la Vida? 29. La vida de los primeros seres quedó envuelta en aquella parábola que os revela cómo perdió el hombre el paraíso de la inocencia en que vivía y cómo renunció a una vida de contemplación y de paz, por un mundo de lucha, de trabajo, de evolución y méritos. Todo ello estaba dentro de lo que debía ser, dentro de los designios del Creador. Aquella renunciación era necesaria para que despertase el espíritu ante la voz de su conciencia que es luz divina en el interior del hombre y éste comenzara su camino haciendo méritos, ascendiendo desde el plano más bajo hasta el más alto, destinado al espíritu por el Creador. 30. Tan es verdad que todo estaba previsto para cuando el hombre diese su primer paso en la lucha por la vida, por la evolución y elevación de su ser, que desde el primer momento, desde que aparecieron las primeras necesidades en su camino, tuvo ante sí un mundo, una Naturaleza, una vida a su alcance, como un fruto hermoso, incitante y dulce, pero cuyo contenido habría de darle infinitas lecciones de sabiduría, de amor y de justicia. 31. ¡Cuánta sombra y cuánto fruto ha dado el Árbol de la Vida y de la Ciencia al hombre! ¿Por qué entonces, ahora que en el mundo existe una humanidad evolucionada, parece ciega provocando a los mismos elementos que le han dado vida, y sacudiendo al árbol que nunca le ha negado el fruto de la sabiduría? Yo os diré por qué: Es que el hombre ha dejado de orar y dejando de orar se ha olvidado de cuanto corresponde a la vida del espíritu. Una vez consagrado a la vida en la Tierra, su mayor ideal, su más grande ambición ha sido la de ser poderoso, rico, sabio, señor absoluto, y todo esto lo ha arrastrado al abismo, porque ha ido tras una gloria efímera. 32. Yo quiero que tengáis anhelos, que ambicionéis, que soñéis con ser grandes, fuertes y sabios, pero de los bienes eternos del espíritu, porque para alcanzar aquellos bienes se requiere de todas las virtudes como son: la caridad, la humildad, el perdón, la paciencia, la nobleza; en una palabra: el amor. Y todas las virtudes elevan, purifican y perfeccionan el espíritu. En este mundo pequeño, en esta morada pasajera, el hombre, para ser grande, poderoso, rico o sabio, ha tenido que ser egoísta, falso, vengativo, cruel, indiferente, inhumano y orgulloso, y todo esto ha tenido que conducirlo al extremo opuesto, de lo que es verdad, amor, paz, verdadera sabiduría y justicia. 33. ¿Qué pasará cuando los hombres se den cuenta de que su desmedido amor por el mundo y su culto por lo terreno los ha llevado a un fracaso doloroso? Tratarán de encontrar el camino perdido, de buscar los principios y las leyes de las cuales se había apartado y en esa búsqueda, se crearán doctrinas, se aconsejarán preceptos, surgirán filosofías, ideas y teorías. Todo esto será el principio de una nueva y grande batalla, no promovida ya por mezquinas ambiciones de poderío terrestre. No serán ya las armas fraticidas las que sieguen vidas, destruyendo hogares o derramando sangre humana; el combate será diferente, porque entonces las grandes religiones combatirán contra las nuevas doctrinas y las nuevas religiones. 34. ¿Quiénes vencerán en esa batalla? Ninguna religión resultará vencedora en esa contienda, así como en esta guerra fratricida que hoy padecéis, ningún pueblo quedará triunfante. 35. Sobre la guerra por obtener el predominio material imperará mi justicia y más tarde, sobre esa nueva batalla por lograr la imposición de alguna doctrina o alguna religión, se impondrá mi verdad. 36. La única y suprema verdad brillará como la luz del relámpago en una noche de tormenta y cada quien, desde el lugar en que se encuentre, contemplará ese divino fulgor. 37. Mientras tanto, vos, pueblo; tendréis tiempo de avanzar por los senderos, manifestándoos al paso de vuestros hermanos como enviados, precursores y profetas de la luz celestial. 38. Mientras unos limpian de obstáculos los caminos, otros sembrarán la semilla espiritual y otros lucharán porque mi mensaje llegue hasta los confines de la Tierra. 39. A veces vuestra presencia y vuestra palabra aumentará la confusión de los hombres; pero una vez sembrada esta semilla, tarde o temprano germinará, porque teniendo origen divino, no puede morir como muere la semilla de la tierra si no es cultivada. 40. Entre vosotros no habrá redentores ni jueces; pero a través vuestro, Yo si podré redimir y juzgar. Pasaréis por los caminos y penetraréis en las comarcas como siervos de vuestro Padre, como discípulos. 41. Si verdaderamente llegáis a practicar la humildad y la caridad, vuestras obras, vuestras palabras y vuestros pensamientos, a pesar de su sencillez, tocarán al espíritu de quienes hayan faltado a la verdad en alguna forma. 42. A vuestro paso encontraréis a quienes diciendo representarme, no lo prueban con sus obras; descubriréis la impotencia en hombres de ciencia teñidos por sabios; vais a convenceros de la ausencia de justicia entre los jueces y la falsa grandeza de los poderosos. Todo esto y mucho más verán vuestros ojos; mas a pesar de ello, nada juzgaréis porque no es esa vuestra misión. 43. Mi caridad os llevará allí para que vuestro corazón, conmovido sinceramente ante las miserias y flaquezas humanas, desborde como bálsamo el amor que en vuestro espíritu he depositado. 44. Si veis que otros hermanos vuestros van enseñando el nombre y la palabra de Cristo, no les despreciéis, porque escrito estaba que mi Nueva Venida se verificaría cuando la palabra que os traje en aquel Segundo Tiempo, se hubiese extendido por toda la Tierra. Y Yo os digo que aún faltan lugares del mundo por recibir aquel mensaje. ¿Cómo podría llegar a esos pueblos esta Doctrina esencialmente espiritual, sin haber recibido la divina semilla de amor que el Redentor os dio en su palabra y en su sangre? 45. A todos llegará mi mensaje y todos llegaréis a Mí. Todo lo tengo preparado para los tiempos venideros y en todos se hará mi voluntad, porque soy el dueño de los espíritus, de los mundos, de las razas y de los pueblos. 46. Un mundo de espíritus espera solamente la hora de venir a habitar este valle. Son seres de luz que no desdeñarán venir a encarnar en el seno de los pueblos retrasados, porque su misión será precisamente la de despertar a los que duermen. 47. Cuando esas grandes legiones de espíritus de luz se encuentren habitando la Tierra, diseminados y distribuidos por la sabiduría del Padre, se empezará a notar el acercamiento entre los hombres, el deseo de comprensión, de armonía y de paz. Se verá cómo un pueblo se une a otros pueblos, como un indicio de la unificación universal a que tendrán que llegar todos mis hijos. 48. ¿Quién podrá hacer variar mis planes o hacerme fracasar en lo que he dispuesto? Todo dentro de lo humano tiene su límite, por lo tanto os digo que estáis llegando ya al límite del mal uso que habéis hecho del don del libre albedrío. 49. La carrera vertiginosa del hombre lo ha llevado rápidamente a ese final, la justicia él mismo se la hará mediante el fruto de sus propias obras. 50. ¿Quién de los que me han escuchado y que por lo tanto conoce los planes del Señor podrá turbarse o confundirse ante lo que acontece a diario en el mundo? Y, ¿Quién que me haya oído podrá permanecer indiferente, inactivo o mudo en medio de un mundo necesitado de orientación espiritual, que es lo mismo que decir de moral superior? 51. Mi justicia y mi amor son más fuertes que la maldad de los hombres, por lo que os digo que mi voluntad se hará sobre de todos. 52. Cuando la paz entre los hombres esté a punto de hacerse y vuelva la humanidad a comprender el valor que tiene la oración y la vigilia, sabréis que Yo soy el Árbol de la Vida en cuyas ramas, extendidas hasta el infinito, podréis ver los brazos del maestro, abiertos como en aquella cruz, donde vertió toda su sangre por vosotros, grabando en las conciencias aquellas palabras que decían "Yo soy la Vida, el que a Mí viene jamás morirá". 53. Sois la simiente con que he de formar el nuevo pueblo de Israel, el pueblo que dé sombra al mundo y le brinde frutos de vida espiritual. 54. Aún sois muy torpes y tímidos, vuestra fe es escasa y vuestro conocimiento reducido, prueba de ello es que hasta ahora no han surgido patriarcas cuya virtud, celo en mi Ley y bondad, den vida a un pueblo, como aquellos hombres justos y rectos que dieron forma y nombre a Israel en sus primeros tiempos. Recordad a Abraham, un guía que logró hacer de todas las congregaciones una sola familia; a Moisés, que con su fe, su fuerza y su ~mor, supo unir a las tribus israelitas en un solo pueblo. 55. El don de la videncia derramado ha sido entre vosotros y sin embargo, a voz de vuestros profetas apenas si la escucháis, porque es muy débil e insegura todavía. 56. Para que Yo os hable en esta forma y para que espere de vosotros obras que puedan quedar para ejemplo de las generaciones futuras, antes os he lecho recorrer el camino de la evolución proporcionándoos los medios de Poder desarrollaros, enviándoos a la Tierra una vez tras otra a recoger experiencia que es luz y a acrisolaros en las pruebas, que son elevación spiritual. 57. ¿Alguno de vosotros cree que su presente existencia es la primera que vive en la Tierra? No, pueblo, si así fuera, no os hubiese buscado en este Tercer Tiempo. 58. Vuestra vida presente es uno más de los viajes de desarrollo espiritual que habéis hecho a este mundo. Yo perdono vuestra duda porque ella no es el espíritu, sino que proviene de la materia. 59. Seréis los más pobres entre la humanidad, podréis ser considerados entre los rudos e ignorantes; vuestra labor no habrá trascendido hasta ahora, vuestro culto será algo indefinido; pero ya juzgados espiritualmente por Mí, vuelvo a deciros que alguna razón tuve para escogeros para mi manifestación y mis revelaciones. 60. Con el cincel de mi palabra voy modelando vuestro espíritu, vuestro corazón y vuestro entendimiento, dándoos los suficientes conocimientos para que vuestra confianza en vosotros mismos llegue a ser grande, sabiendo quiénes sois, de quién procedéis, a qué habéis sido enviados al mundo y cuál es vuestra meta. 61. Os he hablado de conocimientos y de confianza para que os coloquéis en el termino justo que es el que os enseña vuestra conciencia, porque si bien no debéis creeros inferiores, confundiendo la humildad con la falta de confianza en vosotros mismos, tampoco debéis creeros superiores a nadie, porque la vanidad, el orgullo y la soberbia no son propios de espíritus de luz, sino de espíritus que se han deslumbrado ante la luz. 62. Ya sabéis entonces, que sois viajeros y que en esta ocasión os tocó la dicha de recibir mi mensaje y de ser los transmisores, los intérpretes y portavoces de mi comunicación. 63. Ninguna incertidumbre o duda respecto a vuestra misión espiritual, podrá asaltaros; todo está dicho, todo está trazado como un sendero lleno de claridad, sólo necesitáis fortaleceros en la oración y en la práctica de mi enseñanza para que penetréis de lleno en el camino que han recorrido los patriarcas, los guías, los profetas, los discípulos, los apóstoles, los testigos verdaderos de Dios. 64. De todos los puntos de la Tierra haré surgir a los hijos de este pueblo espiritualista, porque os repito que este pueblo no tiene raza ni origen humano, es una legión espiritual, cuyo número continuamente se está renovando; para que en el mundo haya siempre quienes reciban de espíritu a Espíritu mi inspiración. 65. Físicamente no podréis descubrir a quienes sean miembros de este pueblo; sólo por su espiritualidad y desarrollo de sus dones y atributos podréis reconocerles. 66. ¿Cuál es la misión esencial de este pueblo, emisario del Señor? Liberar a la humanidad de toda esclavitud, ya sea del espíritu o del pensamiento; recordarle la Ley, recordarle las divinas promesas, amonestarle en sus errores, exhortarle al bien, conducirle a la Tierra Prometida, que es el reino del amor, de la sabiduría y la paz, en donde todos los seres, todos los pueblos y todos los mundos, vendrán a formar una sola familia: "La familia de Dios". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 289 1. Humanidad: ¡Cuán poco es lo que ponéis de vuestra parte para llegar a vivir en paz! 2. Puedo deciros que la mayoría de los hombres tienen religión y que a pesar de enseñar todas ellas la fraternidad, nadie vive conforme a la enseñanza que ha recibido, nadie lleva a la práctica las leyes, preceptos y máximas que en su conciencia han sido escritas. Hay quienes, para no someterse a ningún credo religioso, han dejado en libertad su pensamiento, creyendo estar al margen de preceptos y de leyes; pero eso no puede ser, porque a través de sus observaciones, de sus ciencias y definiciones, han llegado a saber que en todo y en todas partes se manifiesta un poder, una armonía, una ley y una Doctrina sabia, justa y amorosa, de la que nadie podrá huir. 3. Esta humanidad, después de vivir en desunión por tantos siglos; después de todas las experiencias dolorosas y amargas que ha tenido, está capacitada para comprender que la unión entre todos los pueblos, la armonía entre todos los hombres, no podrá cimentarse sobre intereses materiales, ni tomar fuerza en valores terrestres. Al fin comprenderá que sólo el espíritu elevado puede ser la base firme, la piedra inconmovible sobre la cual descanse la paz de los hombres. 4. Si todos los pueblos en una forma o en otra se dividen, se hacen la guerra y se juzgan, esto quiere decir que ninguno cumple con lo que Dios y su Ley les han enseñado y, por lo tanto, están fuera de la verdad. 5. La verdad es respeto a todo, porque todo es sagrado, es amor, es armonía, es caridad, es la ley que rige la conciencia. 6. Para perfeccionar el espíritu, es menester ir más allá de los simples deberes humanos y aun por sobre las religiones, llegar a la fuente en donde abrevan todas y mirar frente a frente a la verdad. 7. El que logra llegar a la cumbre de la montaña y contempla aquel esplendor, cuando desciende para seguir habitando con sus hermanos, tiene que ser más indulgente, más comprensivo y más caritativo en sus juicios. Este es un elemento presto a armonizar y a unirse a todos. 8. Meditad y comprenderéis que la unificación que necesitáis es espiritual, la cual alcanzaréis cuando os elevéis por sobre vuestras pasiones y vuestros fanatismos. 9. ¿Cómo podréis crear una paz cuando cada quien va proclamando lo suyo como único verdadero y combatiendo al mismo tiempo lo de los demás, como falso? 10. El fanatismo es tiniebla, es ceguedad, es ignorancia y sus frutos nunca podrán ser de luz. 11. Os vais acercando a la gran prueba, por medio de la cual, despertaréis todos a la realidad. 12. Vuestro corazón me pregunta por qué con frecuencia os hablo de pruebas y de acontecimientos grandes, y Yo os digo que estáis a las puertas de un tiempo de amarguras, y es mejor estar prevenidos, velando y orando, que durmiendo en vuestro letargo. 13. Hay quienes jamás se muestran satisfechos con lo que hablo; si os presento en mi palabra los tiempos de paz y bienandanza que pertenecen al futuro, juzgáis de imposible realización mi profecía, y si os hablo de los tiempos de pruebas y amarguras, creéis que son simples amenazas para reduciros al cumplimiento por medio del temor. 14. Estos que así reciben mi palabra, son los que navegan en el mar de la duda; porque quien tiene fe en este mensaje, lo analiza siempre con la noble intención de extraer alguna utilidad de él. 15. Discípulos: En aquel Segundo Tiempo, fueron suficientes tres años para entregar mi mensaje a la humanidad y al final, como todos sabéis, sellé el mensaje con mi sacrificio. En verdad os digo que aquel sacrificio no fue una ofrenda hacia el Padre, que El no necesita ofrendas de sangre, sino ante la humanidad que sí necesitaba una prueba de amor de tal magnitud. 16. Yo os enseñé a amaros los unos a los otros; pero no sólo en cuanto humanos, sino también en cuanto espíritus, con amor eterno. Vine a abriros el camino que lleva de este mundo al Reino espiritual que mirabais tras de un denso velo de misterio. Mi Doctrina, desde su primera palabra hasta la última, fue la preparación que vine a daros para cuando Yo viniese en Espíritu, tal cual os lo anuncié para abrir nuevamente el Arcano, desatar el libro sellado, y haceros penetrar en la luz del conocimiento espiritual. 17. La vida del espíritu, que existe más allá de vuestro mundo material, no podía ni debía ser un misterio para el hombre. El Padre, contemplando vuestra necesidad de saber, inició su lección a través del don de revelación y de inspiración, manifestándose en infinitas formas. Mas, esa lección comenzó desde que existió el primer hombre y no ha cesado hasta el presente. 18. Si vosotros creáis que hasta ahora he venido a revelaros algo de la vida espiritual, estáis en grave error, porque vuelvo a deciros: La enseñanza divina empezó cuando nació el primer hombre, y no exagero si os digo que mi lección comenzó con la formación de los espíritus, antes que el mundo fuese. 19. ¿Creéis acaso que las enseñanzas pasadas tuvieron por objeto revelaros sólo lecciones humanas? Para ello os fue dado el don de la ciencia. ¿O por ventura pensáis que los mandamientos de los primeros tiempos y la Doctrina que os traje en el Segundo, sólo fueron para enseñaros a vivir en el mundo? Buscad la esencia de aquellas inspiraciones y encontraréis que la finalidad, fue mostraros el camino que conduce a la vida eterna, a la inmortalidad del espíritu. 20. He llamado "Espiritualismo" a la revelación que os habla de la vida del espíritu, que os enseña a comunicaros directamente con vuestro Padre, y os eleva por sobre la vida material. 21. En verdad os digo que el Espiritualismo no es nuevo, ni pertenece a este tiempo, sino que ha sido una revelación que se ha venido desenvolviendo, de acuerdo con la evolución espiritual de la humanidad. 22. Si Espiritualismo es la Doctrina que os estoy dando, la cual os enseña el amor perfecto a Dios y a vuestros semejantes, y os ofrece el camino que conduce a la perfección, Espiritualismo fue también lo que os enseñó la Ley de Dios en el Primer Tiempo y la palabra de Cristo en el Segundo Tiempo. 23. Os ha parecido nueva esta revelación, porque os he traído lecciones que no conocíais, os habéis sentido deslumbrados ante tanta sabiduría, mas ello es debido a que os aproximáis a la plenitud del tiempo en que el espíritu del hombre logrará su liberación, su elevación y su predominio sobre la materia. 24. Ninguno diga, entonces, que la vida espiritual era un misterio antes de que Yo viniese en este Tercer Tiempo a esclarecerla con mis nuevas revelaciones, os repito que a través de los tiempos, muchas enseñanzas os fueron entregadas aunque no las supisteis comprender. 25. Es hasta ahora, cuando comienzan los hombres a interesarse por descubrir y descifrar cuanto encierran las revelaciones de los tiempos pasados para relacionarlas con los acontecimientos del presente. 26. Discípulos: Ya sabéis entonces que cuando digáis "Espiritualismo", estaréis hablando de la revelación espiritual que a través de los tiempos os ha hecho vuestro Dios. 27. De puntillas, como ladrón, he penetrado entre vosotros sorprendiendo vuestro sueño. 28. En todos los tiempos, a mi llegada, he encontrado a la humanidad durmiendo. Unos cuantos corazones, como débiles lámparas, han sido los que han estado en vela, esperándome. 29. Pueblo: Basta que meditéis un poco sobre vuestro pasado, para que obtengáis el fruto de la experiencia y entonces procuréis no volver a caer en errores e ingratitudes. 30. Si os preguntase qué ha sido de aquella página que escribí con mi sangre en el Segundo Tiempo, tendríais que callar, porque vuestra conciencia os dirá que nunca habéis vivido la Doctrina que enseñó Jesús, que sus palabras, como hojas desprendidas del Árbol de la Vida, habéis dejado que los vientos se las lleven, en vez de ser vuestro corazón quien las recogiese. 31. De cierto os digo, que ya habéis penetrado en aquella era que anuncié como la de "La Consumación de los tiempos". Era de juicio, de restitución y restauración. 32. Por boca de los profetas de los tiempos antiguos os anuncié esta Era y por los labios de estos portavoces, nuevos profetas de mi palabra, he venido a hablaros y a dar cumplimiento a muchas de aquellas predicciones. 33. Es tan clara mi palabra, que vais a entenderme. Vuestra conciencia que antes no era escuchada, hoy se encuentra envolviendo a todo vuestro ser, presta a doblegar los impulsos de la carne. 34. Mi nuevo apostolado penetrará en la barca salvadora, desde donde extenderá su mano para rescatar a los náufragos, en el mar de las pasiones humanas. 35. Yo os he elegido para principiar a formar mi pueblo, pero existen designios que por ahora no podéis conocer. Sólo os digo que existe en vuestro espíritu una luz que os permite descubrir entre tantos caminos, el verdadero, de ahí la responsabilidad de los hijos de la luz, ante la humanidad. Comprended por qué en cada lección os pido que os elevéis, que escaléis hacia la cumbre de la montaña, porque sólo alcanzando aquella altura, lograréis contemplar cuanto acontece en el mundo, escuchar el lamento incesante de la humanidad y sentir su inmensa amargura. 36. Quien no sienta el dolor de su semejante, no podrá aliviarlo, discípulos. Por eso quiero que en vuestras oraciones meditéis en vuestros semejantes, porque son los instantes en que vuestro espíritu puede recoger muchas lágrimas, haciendo que el corazón despierte a la piedad, a la comprensión, a la caridad y a la ternura. 37. Mi pueblo necesita elevación porque aún no hace suyo el dolor de la humanidad; llora, pero llora por sí mismo, por sus necesidades, por sus aflicciones. 38. ¿Por qué permanecéis fríos ante mi palabra? ¿Acaso vengo ofreciéndoos un reino desconocido? Mirad que el reino de que ahora os hablo es el mismo que os prometí en el Segundo Tiempo. 39. Pensad que éstas son postreras lecciones que estáis escuchando y que debéis guardar en lo más íntimo de vuestro corazón, a fin de que el eco sonoro de mi palabra, lo sigáis escuchando después del tiempo de esta comunicación y conservéis su esencia. 40. Si por un instante descorráis el velo que impide a vuestra mente conocer vuestro pasado, en verdad os digo que caeríais postrados ante mi presencia, agobiados de arrepentimiento ante vuestras ingratitudes, desobediencias, infidelidades y falta de fe en mi Obra; pero el mérito está en desarrollar la intuición, en escuchar la conciencia; en desarrollar al ser que vibra en vosotros y que se llama: "Espíritu". 41. Cuando ya libres de la materia, vengáis a habitar en el valle espiritual, ese velo que os impidió mirar hacia el pasado, caerá de vuestros ojos y todo veréis con diáfana claridad, todo lo recordaréis y lo comprenderéis, mas vuelvo a deciros, que el mérito para vuestro espíritu consiste en tener fe y en no esperar ver o tocar para poder creer. 42. Pensad, analizad espiritualmente estas palabras, porque en ellas encontraréis manifiesta mi justicia inexorable, pero siempre amorosa. 43. Yo soy el Pastor que da libertad a su rebaño, pero hasta cierto límite, no dejando que sus ovejas salten el cerco prohibido, tras del cual está el dolor. 44. Yo os conservo, os cuido y os hago retornar al redil. 45. Habéis tenido una oportunidad tras otra, y en ello podéis comprender mi amor infinito por vosotros, porque os he dado y concedido a vuestro ser la oportunidad para reparar errores, purificar y perfeccionar vuestro espíritu, en vez de castigaros o condenaros eternamente como solíais pensar antes. 46. ¿Quién que conozca estas lecciones y tenga fe en que encierran una verdad, osaría apartarse de su misión en el mundo, sabiendo que con ello está preparando una restitución aún más dura para su espíritu? Porque si bien es cierto que mi justicia os ofrece nuevas ocasiones para borrar manchas y reparar yerros, también es cierto que en cada oportunidad aumenta el número de pruebas, y que los trabajos y sufrimientos son más intensos cada vez, como más intensos fueron los errores cometidos. 47. Vuestro deber, para no hablar de castigo, será reparar, restaurar, restituir y saldar hasta la última cuenta. Nadie, ni vuestro Padre Celestial, ni vuestros hermanos de la Tierra o del valle espiritual, harán lo que sólo vosotros debéis hacer, aunque debo deciros que Yo siempre acudiré a vuestro llamado, que cuando os miréis solitarios o abandonados, sentiréis mi presencia y que el mundo espiritual vendrá siempre para ayudaros con el peso de vuestra cruz. 48. Mi Rayo Divino se hace palabra entre vosotros, mas su luz se esparce en el Universo. 49. Descansad, humanidad, Yo os he concedido una tregua cada siete días para que oréis y toméis fuerzas meditando en mi Ley. 50. Aquí me tenéis, visitándoos a todos sin distinguiros por religiones. Soy el Divino Doctor de cuerpos y espíritus, busco a los enfermos para derramar en ellos mi consuelo. 51. Mi voz desciende sobre toda la humanidad, aunque en verdad os digo que pocos son los que saben escucharla. 52. Es mi Doctrina la que viene a enseñaros a que os preparéis para escuchar en el infinito la voz del señor, a través de la comunicación de Espíritu a espíritu. 53. Pueblo que oís humanizada mi palabra: Sabed que sois vos el que habrá de llevar este mensaje por todo el mundo, haciendo que los hombres destruyan las cadenas de fanatismo y materialidad, que les han impedido elevarse y contemplar mi luz. No importa que cuando lleguéis ante vuestros hermanos mi comunicación a través del entendimiento humano haya cesado, mi esencia brotará de vuestro corazón convertida en palabra de sabiduría y en bálsamo, como el mejor testimonio de mi verdad. 54. Vuestra misión será enseñar, abriendo caminos hacia la espiritualidad, poniendo a vuestros hermanos en contacto con la vida eterna, acercándoles a la verdad. 55. Discípulos: Aprended a elevaros para que más tarde enseñéis lo que es desprenderse de la materialidad, de lo superfluo e inútil, para que enseñéis cómo atravesar las densas nubes de las tinieblas y encontrar la divina luz que es sustento y vida del espíritu. 56. En esa elevación está la lucha anunciada como la Gran Batalla en la que todos participaréis aún los débiles, los ignorantes y los muertos, porque de esa prueba saldréis todos iluminados y limpios. 57. Mi Reino se acerca, pero quiero reinar sobre vivos y no sobre muertos, quiero ser amado, comprendido y obedecido como corresponde a un verdadero rey. 58. Ahora la lucha está en su plenitud; los hombres han desafiado mi fuerza y mi justicia, incesantemente han querido medir sus armas con las mías y he aceptado el desafío, porque les amo. Debo luchar contra su pecado para vencerlo, porque venciéndoles les habré salvado de su turbación. 59. En la lucha se derrumbarán deidades, se confundirán las mentes, se doblegarán los cuerpos como se doblegan las cañas ante la furia del huracán; pero al final, surgirá el espíritu purificado y lleno de luz, él no morirá, es imposible que en el combate muera, porque os he dicho que Yo soy la vida, que soy Padre y Dios de vivos y no de muertos. 60. Una sola puerta quedará abierta para la salvación de los hombres: la de la espiritualidad, el que quiera salvarse tendrá que dejar su orgullo, su falsa grandeza, sus bajas pasiones, su egoísmo. 61. Muy amargo será el cáliz que en la gran batalla habrán de beber los hombres, sin embargo, os digo: Bienaventurados los que beban de ese cáliz y una vez purificados dejen la Tierra, porque cuando ellos vuelvan en otros cuerpos a este mundo, su mensaje será de luz, de paz y sabiduría. 62. Es muy grande el lamento que se escucha de los moradores de este planeta. Los oprimidos y los que sueñan con la paz, esperan que de los hombres llamados grandes, surjan esas luces de armonía y libertad, a lo cual Yo os digo que mejor se eleven en oración hacia Mí esos corazones que viven esperando, porque la libertad y la paz sólo Yo puedo darla. Vuelvo a deciros que mientras los hombres no conozcan el origen, la esencia y la finalidad de su destino, o que conociéndolo, no crean en esa verdad que en sí llevan, no podrán tener paz, porque no podrán amarse como verdaderos hermanos en Dios. 63. Dura, muy dura es la humanidad de este tiempo, cada vez más insensible a lo espiritual. Oíd mi palabra, ella es como un cincel que pacientemente viene a pulir vuestro corazón y sin embargo de escucharla con tanta frecuencia, ved cuán insensibles sois. Yo os perseveraré hasta pronunciar la última palabra que encierra este mensaje. Para que, al cesar de hablaros, podáis encontrar en todo lo que os reveló mi palabra, una Doctrina verdadera y perfecta. 64. Venid a beber de esta fuente, oh pueblo, porque os he tomado como simiente para hacer brotar de vosotros generaciones que me amen. 65. De cierto os digo que la espiritualidad también se heredará, por lo cual debéis preocuparos en transmitir a vuestros hijos pureza y sensibilidad para lo espiritual; ellos os lo agradecerán, porque supisteis tener caridad, brindándoles un cuerpo sano de pasiones, una mente despejada, un corazón sensitivo y un espíritu despierto al llamado de su conciencia. 66. ¡Todos estáis invitados a formar parte del pueblo de Dios! ¡Mentira que unos sean hijos de este pueblo y otros no! Todos tenéis un sólo origen: Dios. A todos os invito a formar parte de sus huestes, a todos os quiero ver entre sus filas. Mi pueblo es el hijo de la luz, el apóstol de la paz, el heredero de mi sabiduría, en su seno caben todos mis hijos. 67. Discípulos, oídme sin cansancio, para que no os pese en el instante de mi partida el no haber atendido mi llamado. 68. Quiero que aquella hora os encuentre orando, llenos de unción, amor y gratitud. Así, en ese ambiente de espiritualidad, recogimiento y comprensión, dejaréis que mi comunicación termine entre vosotros dando gracias a vuestro Padre por las enseñanzas que os entregó. 69. Mi voz resonará en vuestra conciencia y os hará sentir honda tristeza; pero no será la voz de un moribundo la que os hable, sino la de un Padre que os envía a cumplir un delicado encargo y está en espera de vuestro retorno para estrecharos con amor. Os digo todo esto, para que no vaya a haber luto en vuestro corazón cuando cese mi palabra. Recordad que todos aquellos que en el Segundo Tiempo se enlutaron por la muerte del Maestro, pronto se sorprendieron al verlo ascender gloriosamente, pleno de vida y de luz, porque su morada no estaba entre los muertos. 70. Sólo os dejaré llorar en el último día de mi comunicación, si vuestras lágrimas son de remordimiento ante el tiempo perdido y las lecciones desaprovechadas. 71. ¿Quién, de los que han escuchado mi palabra en el Tercer Tiempo, ignora que el último día de 1950 es el instante marcado por la voluntad del Padre para que cese esta comunicación? Nadie, porque en todos estos recintos y en innumerables formas os lo he hecho saber. 72. No es que lo divino y lo espiritual estén sujetos al tiempo material, ni que la evolución de vuestro espíritu se mida con el reloj o el calendario; es que, estando vosotros en materia y siendo pequeños para experimentar la terminación de una etapa espiritual o la llegada de una nueva era, tengo que humanizar y materializar hasta cierto límite lo espiritual para ponerlo a vuestro alcance. 73. Ahora os pregunto, discípulos: ¿Deseáis sentir espiritual e intensamente mi presencia después de mi partida? La condición será que estéis unidos fraternalmente, si así no fuere, no podréis percibir mi presencia, ni gozar de la fuerza que de esa sensación espiritual emana. 74. ¿Queréis recibir espiritualmente la respuesta a todo cuanto no pudisteis comprender en este tiempo? Tened espiritualidad y podréis escuchar mi contestación. 75. Llegarán instantes de soledad y de silencio, eso será para que os elevéis en oración hacia Mí, pero habrá momentos en que tendréis la sensación de no haberme encontrado y será para que os elevéis todavía más; sin embargo, si a pesar de ello, aún no percibís la presencia de mi Espíritu, esperad, no temáis, porque es la prueba para vuestra fe y para vuestra espiritualidad. Perseverad, porque en el momento menos esperado Yo llegaré, vibrante como un rayo de luz para posarme en vuestra mente y en vuestro corazón diciéndoos: "Benditos seáis, porque confiasteis en que el maestro no puede faltar a ningún llamado". 76. Fortaleza, fe y paciencia, serán virtudes que deberán estar siempre en vosotros, porque se acerca el tiempo de la lucha de ideas, de la guerra de credos y de la batalla espiritual y es mejor que os hayáis fortalecido en la práctica y en la experiencia y no tan sólo en el conocimiento de mi Doctrina. 77. Pueblo: Mi cátedra ha terminado, quedad por unos instantes en el valle espiritual, y desde él enviad vuestro pensamiento a todos los pueblos de la Tierra, donde vuestros hermanos luchan, sufren y también esperan la salvación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 290 1. Dios es luz, amor, justicia, todo el que manifieste en su vida estos atributos, estará representando y honrando a su Señor. 2. Todos, desde el más pequeño y humilde hasta el más elevado, deberíais saber qué es justicia, amor y sabiduría. Todos estáis obligados a comprender que la Ley Divina es inmutable, para que la améis sin pedir que cambie vuestro destino. 3. Sabed que si vuestro Padre, el Creador, no altera jamás una de sus leyes, vosotros no tenéis el más mínimo derecho a hacerlo. 4. Es feliz vuestro espíritu, porque ahora ha logrado evolucionar, porque cada vez que viene a la Tierra a encarnar, trae un conocimiento de vidas pasadas y la luz que recibe en el valle espiritual, es experiencia, es faro que ilumina su camino de evolución. 5. El conocimiento de la vida, es la verdadera ciencia, es la luz eterna del espíritu y toda esa experiencia acumulada, es ciencia que vais adquiriendo. 6. Al final, el único tesoro que conserva el espíritu, será el conocimiento adquirido en la lucha, por lo que os digo que esa luz, que es vuestra herencia, no debéis derrocharla en obras superfluas, sólo en lo bueno, elevado y noble. Una semejanza de esto que os digo, podéis encontrarla en la moneda del mundo, que bien aplicada es bendición y en cambio, derrochada, sólo acarrea males. 7. Tenéis que aprender también a no desesperar cuando la purificación transcurre lentamente, porque es entonces cuando muchas de las virtudes del espíritu, se acrisolan en el corazón, es cuando el hombre puede descubrir en sí la verdadera oración, aquella que va de espíritu a Espíritu, callada, silenciosa. Ahí podéis escuchar la voz de vuestro ser interno, de ese espíritu que siendo vuestro no le conocéis. He de formar con este pueblo un ejército y he de hacer caudillos a muchos de vosotros, pero no caudillos en cuanto a la fuerza material, no para la guerra homicida, sino soldados para abrir brecha a la luz, para vencer con la paz y la persuasión, para destruir, sí, pero para destruir lo nocivo y construir para el bien. 8. En vuestro corazón, decís: "Dios es justicia"; entonces Yo os pregunto: si comprendéis que Dios es justicia y sabiduría perfectas, ¿Por qué pretendéis a veces que las leyes divinas sean modificadas? 9. Juzgáis superficialmente, como si fueseis niños, ignorando que las pruebas que os azotan son obra vuestra. Así, cuando ellas se desatan sobre vosotros, deseáis que se aparten, que los designios sean cambiados para no sufrir, para dejar de apurar el cáliz amargo. Es que no podéis penetrar con vuestra vista espiritual en la realidad, para comprender que todo aquello que recogéis es lo que habéis sembrado y que todo dolor que a vosotros llega es porque lo habéis atraído. 10. No, no habéis sabido penetrar en la verdad, y es por eso que cuando el dolor embarga vuestro corazón, os creéis víctimas de una injusticia divina, y Yo os digo que en Dios no puede existir ni la menor injusticia. 11. El amor de Dios es inalterable, inmutable y eterno, por eso quienes crean que el Espíritu Divino puede verse poseído por la ira, por el furor y por la cólera, cometen grave error; esas flaquezas sólo son concebibles en los seres humanos cuando les falta la elevación del espíritu y el dominio sobre las pasiones. 12. A veces me decís: "Señor, ¿Por qué hemos de pagar consecuencias de obras que no son nuestras y por qué hemos de venir a recoger el fruto amargo que otros han cultivado? A lo cual Yo os respondo, que de esto nada sabéis, porque ignoráis quiénes habéis sido antes y cuáles han sido vuestras obras. 13. ¡Como han falseado la verdad de mi justicia todos los que van predicando una doctrina de temores, de castigos y de ignorancia! Mas ¿Sabéis el por qué de esa actitud? Porque necesitan tener supremacía sobre los demás, porque no conocen la humildad y en cambio tienen mucha vanidad para nombrarse poseedores de la verdad y predilectos sobre los demás. 14. Predican la ignorancia y atemorizan para no perder su lugar de privilegiados. 15. Sólo mi luz y mi piedad podrán salvar a las grandes multitudes, del abismo y las tinieblas hacia donde son conducidas. 16. Yo repruebo a quienes prediquen una fe ciega, una fe sin conocimiento, una fe adquirida por temores y supersticiones. 17. No escuchéis las palabras de quienes atribuyen a Dios todos los males que aquejan a la humanidad, todas las plagas, hambres y pestes, llamándolas castigos o ira de Dios. Esos son los falsos profetas. 18. Apartaos de ellos porque no me conocen y quieren enseñar a los hombres cómo es Dios. 19. Ahí tenéis el fruto de la mala interpretación que se ha dado a las escrituras de los tiempos pasados, cuyo lenguaje divino no ha sido encontrado todavía en el fondo del lenguaje humano con que fueron escritas las revelaciones y las profecías. Muchos van hablando del fin del mundo, del juicio final, de la muerte y del infierno, sin saber un átomo de la verdad. 20. Yo, que sabía la necesidad de luz que llegarían a experimentar los hombres, les prometí en aquel tiempo volver, diciéndoles que les enviaría al Espíritu de Verdad, promesa que he cumplido y que se realiza a cada paso, en cada día y en cada uno de vosotros. Mas si dijeseis a aquellos que dicen interpretarlo todo: "Sabed que el Maestro ha venido en Espíritu a hablaros de su Doctrina", ¿Pensáis, discípulos, que os creerían? Mirad por qué os digo que vuestra preparación debe ser grande, para que cuando tengáis que encontraros ante obcecados, ante necios, ante fanáticos, no titubéis, pero en cambio, con verdadero don de palabra y preparados para recibir la inspiración espiritual, sepáis iluminar los entendimientos, estremecer al espíritu y conmover al corazón. 21. Mi Doctrina es otra. Yo os he dicho: la muerte no existe, la eternidad es la que os espera. No hay fuego eterno ni castigo para el pecador, hay purificación, pruebas, iluminación. 22. Todo se transforma sin cesar, avanzando en perfección. Ejemplo de ello lo tenéis en vosotros, que os transformáis con las edades que pasáis en vuestra vida y luego dejáis de ser para volver a ser y dar un paso hacia adelante. 23. El Padre no dejará su Obra sin perfeccionarla: ¿Cómo podréis pensar que algún día destruyera lo que ha creado para llevarlo a la perfección? 24. Orad y dejad que el Padre os conceda sus lecciones según sea su voluntad, porque no sabéis vosotros lo que merecéis, lo que os corresponde, lo que os conviene. Dejad en sus manos vuestra causa y recibid con mansedumbre y con beneplácito lo que El os diere. 25. Veis cuán distinta es la verdad. Si habéis de albergar temor en vuestro corazón, que ese temor no sea hacia Mí, sino a vosotros, a vuestras obras, porque de sus consecuencias no podréis escapar. Os concedo que vuestro espíritu, absorto ante la contemplación de lo infinito, quede en suspenso unos instantes para que disfrute de aquella paz que aun no puede encontrar en la Tierra. 26. Discípulos: Aunque viváis en el mundo, podéis hacer vida espiritual, porque la espiritualidad no creáis que consiste en apartarse de lo que corresponde a la materia, sino en armonizar las leyes humanas con las leyes divinas. 27. Bendito aquel que estudia mis leyes y sabe unirlas en una sola con las leyes humanas, porque tiene que ser sano, fuerte, elevado, feliz. 28. En este tiempo, vive la humanidad una época de fracasos y confusiones, de enfermedades de toda especie, debido a su alejamiento de las leyes; pero cuando más confundida se encuentra, viene mi Ley como luz a los espíritus, llamando a los hombres al camino de la paz. 29. Mi revelación de este tiempo es un nuevo capítulo del libro de mi sabiduría; es un nuevo sello desatado de ese libro, cuyo contenido se desborda, purifica y libera al espíritu y renueva a los hombres. 30. ¿Miráis este mundo que no da señales de estar siendo iluminado por una luz divina? De cierto os digo que, aunque los hombres no den todavía grandes pruebas de estar comprendiendo lo que mi luz les inspira, no habrá un solo espíritu que no esté despierto. 31. Pueblo: Es muy humilde en su forma la manifestación de mi palabra entre vosotros, mas, si la humanidad conociera este mensaje y se propusiera obedecerlo, estaría en vía de salvación. 32. Tuve que manifestarme entre los pobres, en el seno de un pueblo que no ha hecho alarde de superioridad, pero que espiritualmente tuvo sensibilidad a mi presencia y a mis inspiraciones, sensibilidad que no encontré en los pueblos y naciones que se nombran grandes, fuertes y señores en la Tierra. Esto que digo de vos, pueblo, nunca lo vayáis a tomar como argumento para hacer alarde de superioridad espiritual sobre los demás, porque debéis saber que el que cae en vanidad, se estanca y se detiene; en cambio, el que es humilde, como siempre cree haber hecho poco, avanza sin cesar. 33. No os concretéis a oír esta palabra, sino observad también cuanto en vuestro mundo y a vuestro alrededor acontece, para que podáis ver a cada paso el cumplimiento de cuanto os anuncio en mi palabra. 34. Mirad cuando dormís, cómo vienen las pruebas a despertaros, diciéndoos que éste es un tiempo en el que debéis de vivir alerta. 35. Pronto dejaréis de ser los balbucientes discípulos para transformaros en los fervientes maestros, en cuya senda habrá luchas, encrucijadas y acechanzas, pero que aun en las noches más obscuras de esta humanidad, veréis brillar la luz inapagable de mi verdad. 36. Mis emisarios se extenderán sobre la Tierra y el Espiritualismo caerá sobre el materialismo de los hombres como un riego de paz, como un rocío saludable. 37. Este mundo necio y sordo a toda voz espiritual, creerá en mi venida en el Tercer Tiempo y amará mi mensaje; pero vos, pueblo, tenéis el deber de dar a vuestros hermanos un ejemplo de fe y de obediencia que sea estímulo y aliciente en el camino de la humanidad. 38. Cumplid como espíritus y como hombres en la Tierra; las leyes y la senda ya las conocéis. 39. Dadle libertad a vuestro corazón para que empiece a sentir el dolor de los demás, no lo tengáis sujeto ni dedicado a sentir exclusivamente lo que atañe a vuestra persona. Dejad de ser indiferentes a las pruebas por las que atraviesa la humanidad. 40. ¿Cuándo será tan grande vuestro amor que pueda abarcar a muchos semejantes, para amarlos como amáis a los que llevan vuestra sangre y son carne de vuestra carne? Si supieseis que los sois más por el espíritu que por la materia, muchos no lo creerían, mas os digo que: ciertamente sois más hermanos por el espíritu que por la envoltura que lleváis, porque el espíritu pertenece a la eternidad y en cambio la materia es pasajera. 41. Pensad entonces, que es una verdad que las familias aquí en la Tierra, hoy se forman y mañana se desintegran, mientras que la familia espiritual existe por siempre. 42. Hoy no sois capaces de sentir o de vivir estas enseñanzas, pero debéis ir entregando poco a poco vuestro corazón en el cumplimiento del destino eterno de amaros los unos a los otros. 43. Cuando vuestros pasos comiencen a afirmarse en el camino de la fraternidad espiritual, vuestros labios empezarán a hablar de enseñanzas aún desconocidas para vosotros mismos, y de revelaciones profundas. 44. A los que me sean fieles, a los fuertes, a los que verdaderamente se preparen, les confiaré este mensaje, esta palabra, para que la conserven pura, para que la defiendan y la preserven de mezclas extrañas, porque mi Doctrina sabrá convertir a la humanidad; mas si a ella la mezclaseis otras ideas, perderá toda fuerza y toda luz en vuestros labios y en vuestras obras, al ocultar la verdad. Mirad cómo velo por vosotros, para que no caigáis en tentación, mas a vosotros os toca orar y esforzaros para no caer. 45. Pronto dejaréis de escuchar esta palabra y en apariencia quedaréis solos, sin pastor en el camino de la vida; pero os estoy preparando para que desde el primer instante, después del adiós de esta manifestación, sepáis que mi Espíritu será vuestro guía, que mi luz brillará en vuestra conciencia para daros aliento. 46. Cuando el tiempo pase, muchos de los que ahora han profanado esta Obra, se lamentarán con gran arrepentimiento el haber faltado a su cumplimiento y haber despreciado tiempos preciosos, mas Yo diré a los que de corazón se arrepienten: "Aquí está mi Obra, aquí está vuestra misión, levantaos a cumplir, porque aún es tiempo". 47. ¡Ay de los que en su necedad o en su soberbia retarden el día de su arrepentimiento! Porque si en lugar de trigo van sembrando abrojos, ¿Cuál será su cosecha? 48. Os estoy leyendo el libro del futuro, para que sepáis cómo caminar y cómo trabajar. 49. Mi Reino se acerca a vosotros, por eso os he enviado mi palabra para prepararos y os he enviado al espíritu de Elías para reuniros y purificaros. 50. Yo soy el camino y por él vendréis todos a Mí. 51. El Tercer Tiempo, en el que estáis viviendo, es el tiempo del esclarecimiento de los grandes misterios. 52. Sabios y teólogos tendrán que rectificar sus conocimientos ante la verdad que estoy revelándoos: Este es el Tiempo en el que la humanidad abrirá sus ojos a la luz de mi sabiduría, luz que he hecho Doctrina para que, a través de ella, resucitéis espiritualmente a la vida verdadera. 53. Ahora el mundo sabrá la verdad sobre la resurrección de la carne, que es la reencarnación del espíritu. 54. Reencarnar: volver al mundo material para nacer de nuevo en cuanto hombre; surgir el espíritu en un cuerpo humano para continuar una misión. Esa es la verdad sobre la resurrección de la carne, de que os han hablado vuestros mayores dándoles tan torcidas como absurdas interpretaciones. 55. La reencarnación es un don que Dios ha concedido a vuestro espíritu para que no se limite nunca a la pequeñez de la materia, a su efímera existencia en la Tierra, a sus naturales debilidades; sino que, procediendo el espíritu de una naturaleza superior, pueda tomar cuantas materias le sean necesarias para el desempeño de sus grandes misiones en el mundo. 56. Por este don, el espíritu demuestra su inmensa superioridad sobre la carne, sobre la muerte y sobre todo lo terrestre, venciendo a la muerte, sobreviviendo a un cuerpo a otro y a todos cuantos le sean confiados; vencedor del tiempo, de los escollos y de las tentaciones. 57. La luz del Espiritualismo está revelando al mundo la verdad, la justicia, la razón y el amor que existen en el don espiritual de la reencarnación; sin embargo, el mundo al principio tendrá que combatir encarnizadamente esta revelación, dándole un cariz de doctrina extraña y falsa, para hacer desconfiar a los hombres de buena fe. 58. Inútiles y vanos serán los esfuerzos que las religiones hagan por conservar a sus fieles en la rutina de antiguas creencias y métodos fuera de tiempo, porque nadie podrá detener la luz divina que penetra al fondo de los entendimientos, despertando al espíritu a una Era de revelaciones, de divinas confidencias, de esclarecimientos de dudas y misterios, de liberación espiritual. 59. Tampoco nadie podrá detener el torrente que habrá de formar la humanidad cuando se levante en pos de su libertad de pensamiento, de espíritu y de fe. 60. Nadie crea que Yo vengo a arrebatar sus adeptos, fieles o seguidores a las distintas religiones, no, pero ha llegado la hora en que un nuevo tiempo hace su entrada, removiendo lecciones olvidadas, borrando costumbres, creencias y tradiciones inútiles, purificando y despojando al espíritu de toda falsedad, para entregarle el verdadero pan del espíritu que siempre ha cambiado por el rito. 61. En torno a esta luz se unirán los hombres, se reconciliarán los pueblos, se perdonarán los enemigos y por ella se comprenderá la esencia de la Doctrina que hace casi dos mil años vine a enseñaros con palabras y obras. 62. ¿Os parece difícil que la humanidad de esta época comprenda lo espiritual? Repasad la historia, ayudados por la intuición y con lo que vuestro espíritu os revele, para que sepáis que hubo una época en que habiendo caído los pueblos de la Tierra en un abismo de odios, de vicios, de ignorancia, de supersticiones y fanatismos, de allí se levantaron los hombres, inspirados en Cristo y abrazados de fe y de amor, extendiéndose por naciones y comarcas como torrente incontenible de luz y de esperanza. 63. Cristo estuvo en los labios de discípulos y mártires, que vivieron para extender y sembrar la divina semilla del amor. Cristo se manifestó al mundo a través de sus siervos y vivió en cada corazón de los que lo amaron, en su divina pasión. 64. Breve fue el tiempo que aquella paz y aquella armonía fructificaron en los pueblos y naciones de la Tierra, porque la mala hierba de la ingratitud y de la impiedad volvió a cubrir los campos; pero en los días de espiritualidad, de armonía, de comprensión y fraternidad, cuánta paz, inspiración y luz hubo entre los hombres. Cuando esa armonía y esa espiritualidad lleguen a ser la esencia de vuestra vida, ¿Imagináis la forma en que mi Arcano se desbordará sobre el espíritu de la humanidad? 65. No dudéis de lo que el nuevo tiempo promete, porque si vuestra fe no fuese verdadera, no os haréis dignos de presenciar el cumplimiento de mi palabra. 66. Dejad a vuestro espíritu que se acerque a Mí, porque Yo le daré lo que él necesita. 67. Venid a recibir la divina lección y sed incansables escuchándome y veréis en corto tiempo, como evolucionaréis notablemente en conocimientos espirituales. 68. No desaprovechéis este tiempo de gracia, tened en cuenta que tuvisteis que sufrir mucho para poder llegar a este camino y conocer mi revelación. 69. Estáis recogiendo un fruto dulce después de tantas amarguras, no lo despreciéis, porque mañana tendréis que llevarlo a los hambrientos de paz y de verdad. 70. Si el dolor os lavó, conservad en el espíritu y en el corazón la limpidez. Quiero que os mostréis delante de la humanidad como un pueblo regenerado; entonces serviréis de libro abierto a otros pueblos que con su dolor se están purificando ahora, para hacerse dignos de recibir mi mensaje. 71. Todos esos pueblos y naciones que han bebido hasta el fondo el cáliz de amargura, estén llamados a conocer pronto mi nueva manifestación, la cual verterá miel y bálsamo sobre tanto dolor. 72. Ya mi palabra dada en el Segundo Tiempo, ha llegado hasta los confines de la Tierra, mas sabed o recordad que ésa fue la señal que os di para que mi nueva venida fuese sentida por todos los hombres. 73. Vosotros que tenéis a vuestro alcance mi palabra, haced el llamado a vuestros hermanos, decidles que no vengo a juzgar sus faltas ni a fijarme en sus manchas, que ha sido su menesterosidad la que ha hecho buscarles y que en Mí, traigo un presente de amor para cada uno de ellos. 74. Llevad a los corazones la misiva de amor y esto os servirá para cuando tengáis que llevar mi enseñanza a tierras desconocidas. 75. ¿No descubrís en el fondo de mis frases el divino deseo de que lleguéis a ser el pueblo limpio de pensamientos, de culto, de obras y trabajos? 76. Os inspiro a que hagáis méritos, pero que no os mueva el interés egoísta de vuestra salvación, sino que realicéis vuestras obras pensando en vuestros hermanos, pensando en las generaciones venideras, cuyo gozo será muy grande cuando encuentren el camino preparado por los primeros. Entonces vuestra felicidad será infinita, porque la alegría y la paz de vuestros hermanos llegarán hasta vuestro espíritu. Qué distinto de aquellos que sólo procuran su propia salvación y su felicidad, porque ellos, al llegar al lugar que con sus obras se labraron, no pueden tener un instante de paz ni de alegría, contemplando a los que atrás se quedaron, soportando el fardo pesado de sus sufrimientos. 77. En verdad os digo que los verdaderos discípulos de esta Doctrina, serán justos y limpios en sus obras como lo es su conciencia, que es mi propia luz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 291 1. Pueblo: El día de mi partida sentiréis un vacio a vuestro derredor, os sentiréis débiles porque os habéis acostumbrado a esta palabra, en la que habéis encontrado por mucho tiempo fortaleza, consuelo, bálsamo y saber. Os hará falta esta manifestación que tanto ánimo os ha dado en la lucha. 2. Mas en verdad os digo, que si tuvieseis ya una comprensión mayor, estaríais esperando serenamente ese día, sabiendo que mi Espíritu no se apartará de vosotros y que mi inspiración no os faltará un instante. 3. Ved por qué tantas veces os he dicho que no os familiaricéis con mi palabra, que no vengáis a escucharme por costumbre, porque, quienes lo han hecho así, tendrán que renunciar a esta palabra con gran dolor de su corazón. 4. Aún os falta un breve tiempo en el cual podréis comprender muchas lecciones, apartar vuestros titubeos, fortalecer vuestros propósitos y levantar vuestros razonamientos y análisis sobre las bases firmes que os concede mi Ley. 5. Recordad que os he enseñado a rechazar todo lo que representa una práctica obligada y lo que signifique rutina. No olvidéis que os he simplificado prácticas, culto y creencias, dejando que vuestra conciencia sea el timón que dirija vuestra barquilla. 6. Os he dado máximas definidas, para que no hagáis ensayos sobre doctrinas inciertas, aunque a vuestro juicio aparezcan como licitas y buenas. 7. El que deposita toda su confianza en mi palabra, no tropieza, ni fracasa y pronto recoge buenos frutos. 8. La ley de amor, de la que se derivan la caridad, la comprensión y el perdón hacia vuestros hermanos, es el fundamento que os he inspirado para vuestra misión espiritual. 9. Para conocer mi verdad, no hace falta la sabiduría humana, ni los conocimientos de los hombres, encerrados en sus libros. El espíritu tiene el don y el poder de entrever la verdad. 10. Siendo mi palabra de fácil comprensión y los principios de mi Doctrina perfectamente definidos, no debéis temer que obstáculos imprevistos os impidan afirmar vuestros pasos en el camino. 11. He leído en vuestro corazón y he encontrado que deseáis ser fieles a esta Enseñanza que os he traído. Velad y orad, escuchad y analizad, para que vuestros buenos propósitos no vayan a ser traicionados por alguna flaqueza vuestra en el momento de la prueba. Recordad que las multitudes que seguían a Jesús en el Segundo Tiempo y que parecían que lo habían comprendido, dejaron solo a su Maestro en los instantes del sacrificio, en la hora decisiva. Hasta los mismos apóstoles que tan de cerca le habían seguido, sintieron flaquearles las fuerzas y aun la fe en aquella hora. 12. Es que la naturaleza humana es débil y necesitáis que esté respaldada por un espíritu fuerte. 13. Por lo tanto, bebed del vino de mi palabra, para que estéis fuertes y entonces, cuando la prueba llegue, demostréis que sois el discípulo forjado en la oración y en la lucha, en la meditación y en la práctica. 14. No busquéis la exaltación de mi Obra por medios ostentosos o manifestaciones públicas, porque vuestro triunfo se derrumbaría fácilmente por no haberla forjado sobre cimientos sólidos. 15. No impresionéis a vuestros hermanos con testimonios de curaciones milagrosas o de maravillas aparentes, porque sólo lograréis contagiaros de fanatismo unos a otros. Los que verdaderamente representan la verdad, los que saben elevar un culto sincero, los que verdaderamente siembran y propagan la semilla de amor, son tan sencillos, tan modestos y humildes, que pasan desapercibidos entre los demás; están orando y nadie lo sabe; están curando a un enfermo y pocos o nadie los ven; lloran por un semejante y sus lágrimas son invisibles, porque en lugar de brotar al exterior, se elevan al Padre. 16. No temáis, pueblo, no os digo que cuanto hacéis es imperfecto. Estoy corrigiendo todo lo erróneo y estoy recibiendo todo lo que de bueno me ofrecéis. 17. Aquí, ante mi palabra, escuchad con atención las lecciones, para que aprendáis, y ya en los actos de vuestra vida estad atentos a la voz de vuestra conciencia, porque ella os dirá si hacéis bien o si hacéis mal, si habéis cumplido o no; entonces, si sentís llorar de dolor vuestro corazón por el sufrimiento de vuestros hermanos; si compartís la caridad que recibís de Dios con los necesitados; si comprendéis la miseria humana y os esforzáis por aliviarla sin esperar recompensa, estáis cumpliendo conmigo y podréis sentir la paz que os brinde la conciencia. 18. Discípulos: ¿Qué es lo que debe hacer el espiritualista para hacer triunfar la Doctrina que practica, en este tiempo de tragedias, de guerras y dolor? Uniros entre vosotros y todos hacia Mí, para que vuestra fuerza y vuestra luz puedan hacerse sentir sobre el mundo. 19. Ved a la humanidad, indiferente al progreso espiritual, no sólo en el orden material, sino aun dentro de las religiones, donde se ha hecho de la tradición y de la rutina una ley. 20. Mirad cómo aun en estos tiempos de ciencia y de adelantos humanos todavía el hombre mata al hombre, los pueblos rompen sus lazos de fraternidad o amistad con otros pueblos y las ideas de unos tropiezan y chocan con las de los otros. 21. Esos campos en apariencia estériles para lo divino, son sin embargo propicios para la siembra espiritual. Levantaos y veréis a cada paso la necesidad de luz, la miseria, la ignorancia, el dolor en todas sus formas. Haced llegar allí vuestro pensamiento, enviad vuestra mente llena de buenos deseos, de ideas de luz, de pensamientos e inspiraciones espirituales; haced oír vuestra palabra sentida, sincera, saturada de luz, de consuelo, de bálsamo. Veréis entonces que la humanidad es un campo propicio para el trabajo de vuestro espíritu. 22. Trabajad incansablemente en vuestra jornada, y la paz que a lo largo de ella experimentéis por la misión cumplida, os aseguro que será aún mayor cuando vuestro espíritu vaya hacia el Más Allá, mas por ahora, no penséis en galardones. 23. ¡Cuán pobre es el hombre que piensa todavía que el espíritu está iluminado para recibir un premio o un castigo por su corto recorrido en la materia humana! 24. Mi palabra será en este tiempo el faro que haga luz en las tinieblas de la humanidad; ya veréis cómo este mundo de ahora, materialista, hostil y egoísta, se transformará, porque mi Doctrina, a veces fuerte como la tempestad y en ocasiones suave como la brisa, arrasará lo impuro y dará vida a la buena simiente para que los hombres establezcan su futuro sobre cimientos de amor y de armonía. 25. Cuando los hombres lleguen a pensar universalmente en el amor, cada quien tratará de perfeccionarse, de cumplir, de servir mejor a los demás; será innecesario todo temor al castigo, el hombre no cumplirá por temor, sino por convicción, entonces habrá evolucionado espiritual e inteligentemente la humanidad. 26. Hasta ahora ha sido el orgullo del hombre lo que le ha hecho desconocer la parte espiritual, y la falta de ese conocimiento le ha impedido ser perfecto. 27. Mientras el hombre no aprenda a mantener en armonía sus fuerzas materiales y espirituales, no podrá encontrar el equilibrio que debe existir en su vida. 28. Mi palabra ha sido con vos, pueblo, comprendedla, mas si alguna duda tuvieseis, orad, meditad, invocad mi luz y tendréis el esclarecimiento de lo que deseabais saber. 29. Bienvenidos seáis, caminantes que habéis sabido perseverar en la fe, he aquí el premio a vuestra confianza inquebrantable: Es mi palabra, la que mucho esperasteis; ahora, bebed de ella hasta saciaros. 30. Bienvenidos los que creen en la palabra del Maestro, porque ellos verán la realización de mis promesas. 31. Ahora habéis venido a recibir lo que por mucho tiempo estuvisteis pidiendo, mañana cuando os encontréis ante las grandes multitudes, sabréis verdaderamente el por qué de mi llamado. Sólo Yo sé que hay muchos hombres que viven en espera de la Buena Nueva y no quiero que sucumban sin antes haber escuchado mi palabra en labios de mis testigos. Están hambrientos y sedientos igual que lo estuvisteis vosotros, mas así como Yo tuve piedad de vuestras necesidades, así la tendréis de ellos. 32. El mundo está esperando que le llame mi voz, el corazón de la humanidad, aunque muerto a la fe, aguarda que se le acerque la voz de Cristo diciéndole: "Levántate y anda". 33. Los muertos, los ciegos, los enfermos y los parias, forman un pueblo muy grande, llegaré a ellos porque los que sufren del espíritu o del cuerpo son los más sensibles a mi presencia. Los grandes del mundo, los que tienen poder, riquezas y glorias mundanas, creen no necesitarme y no me esperan: ¿Qué puede darles Cristo, si dicen tenerlo todo? ¿Por ventura algunos bienes espirituales o un lugar en la eternidad? Eso no les interesa. 34. Aquí tenéis la razón de por qué he buscado a estas multitudes de pobres y enfermos del cuerpo y del espíritu para manifestar mi Doctrina ante ellas: porque me deseaban, me buscaban; era natural que fueran quienes sintieran mi presencia cuando llegó el tiempo de mostrarme una vez más a la humanidad. 35. Llegado el momento, ese inmenso pueblo de enfermos, de pobres, de oprimidos y de parias, surgirá ante mi voz como el pueblo más fuerte e incansable del mundo. Ningún poder humano acallará su voz cuando él se levante diciendo: "El Señor se está manifestando, El nos envió su mensaje para que nos dispusiéramos a recibirle de espíritu a Espíritu". Así habrá sido verdad, porque el mensaje de preparación y mi Doctrina, es la que transmito por medio de entendimientos escogidos para ello, mensaje que llegará a mis enviados en las diversas partes del mundo. 36. Mi palabra, en labios de mis testigos, hará en los corazones el mismo efecto que hizo en este pueblo, al escucharla directamente en los labios del portavoz, pero debéis prepararos para hablar con pureza; en la oración y en la caridad podréis inspiraros y en verdad os digo, que los muertos resucitarán, y los incrédulos confesarán que así, solamente pueden hablar los discípulos del Espíritu Santo. 37. Yo os preparo porque os encontraréis con una humanidad sin paz, sin amor, sin fraternidad ni armonía; a ella le entregaréis el divino mensaje del cual os he hecho portadores, y el prodigio de la regeneración que habéis visto realizarse en vosotros, lo veréis repetirse en los pueblos y naciones, en los que mi palabra también llegará rompiendo las cadenas del materialismo, de la idolatría, del vicio y la ignorancia. 38. Gran misión tendréis que desempeñar en este Tercer Tiempo, una vez que os deje como maestros en el mundo. 39. Hoy sois el párvulo que recibe mi palabra, mañana seréis el discípulo que estudie la lección y más tarde el Maestro o el apóstol que practique y viva la Doctrina que recibió. No olvidéis que el principio de vuestra espiritualidad os lo dio la sencillez de mi palabra, para que nunca mezcléis a ella lo superfluo. 40. Comparad siempre vuestro presente con vuestro pasado a fin de que podáis confirmar si habéis progresado o si permanecéis estancados. De ese examen, cuántos espíritus han despertado exclamando: Señor, ¿Cómo es posible que haya dormido por tanto tiempo? ¿Cómo he podido permanecer aletargado, indiferente, mientras estáis hablando entre nosotros? ¿Cómo he podido negarte si os llevo en mí? 41. Ante la fuerza de mi palabra, nadie resistirá, porque tiene el poder de despertar los espíritus, de hacer sentir y estremecer al corazón más duro e insensible. No he tenido que castigaros para someteros al cumplimiento, tampoco uso la fuerza para induciros por este camino, ni siquiera os he atemorizado con palabras y amenazas. Mi voz ha sido dulce y persuasiva y ella ha despertado en vosotros fe, confianza y obediencia. 42. De la misma manera hablaréis mañana a vuestros hermanos, despertando amor, no temores, porque entonces la simiente no sería verdadera. 43. Mi Obra debe llegar limpia a la humanidad, para que ésta se levante a cumplir con mi Ley, abrazándose a la cruz de su redención. 44. Yo les prometí a los hombres, a toda la humanidad, y lo cumpliré porque mi palabra es de rey. Le enviaré el trigo dorado de mi palabra a través de mis discípulos y ella les servirá de preparación para que pronto puedan regocijarse con la comunicación de espíritu a Espíritu, ya que concluido 1950, ni aquí ni en parte alguna volveré a comunicarme por el entendimiento de un portavoz. 45. Uníos, pueblo porque las pruebas se avecinan, los enemigos de mi palabra también se unirán para combatiros y desorganizaros, mas si vosotros confiáis en la fuerza de la oración y os fortificáis en mi palabra, no seréis vencidos. Vuestro poder será espiritual, nunca estará fincado en el dinero, ni en el poder de la Tierra. 46. Aprovechad esta oportunidad, pueblo, no esperéis nuevos tiempos, porque ellos nunca llegarán a traeros lo que no supisteis aprovechar. 47. Sentaos a mi mesa con el anhelo espiritual de aprender siempre de lo mucho que vuestro Maestro viene a revelaros. 48. Estos últimos años de mi comunicación, serán imborrables en todos los que sepan estimar lo que en ellos fue derramado por mi Espíritu. 49. Mis discípulos hablarán sin cansancio de cuanto el Maestro les reveló y dio a conocer. 50. Para los que viven dentro de una rutina y es lo mismo un día que otro, y una lección que otra, tendrán que dejar pasar inadvertidas las grandezas que tuve reservadas para los últimos días de mi comunicación. No podrán percibir el cambio que tendrá que operarse desde el instante en que cese mi palabra. Porque nunca han aspirado a escalar, ni han amado la evolución, que es progreso y perfección para el espíritu. 51. Así debo hablar para que despierten los que se encuentran durmiendo, porque no quiero que una parte de este pueblo se salve mientras otra se pierda, mi deseo es que todos surjáis a la luz. 52. Cada quien será un libro abierto ante sus hermanos y en sus páginas se reflejará lo que cada uno lleve en su espíritu. Las páginas de ese libro serán vuestras obras y si en vuestro ser existe espiritualidad, amor y sabiduría, el mundo os reconocerá como los iniciadores de un nuevo tiempo, como los heraldos de una era de luz y evolución espiritual; por el contrario, si en vosotros sólo existe el culto por la tradición y por lo externo, en vuestro libro sólo habrá fanatismo, ignorancia, confusión y tinieblas. A esos últimos, más les valiera no hablar de mi Obra en tanto no se haga la luz en sus entendimientos, porque su semilla, en vez de ser benéfica, será perjudicial a la labor de los demás, aunque se hayan revestido de buenas intenciones. 53. ¿Qué habéis hecho de mi palabra, oh pueblo, que me veo precisado a hablaros en este término, cuando ya está mi comunicación a punto de concluir? 54. Estabais durmiendo, multitudes, pensando que esta comunicación sería eterna, y que no tendría otra misión que deleitaros con mi palabra y ungir a algún necesitado que a vosotros llegase. Hoy la realidad ha venido a despertaros: 1950, el año mil veces anunciado como el último de mi comunicación, está a la puerta. 55. Pocos, muy pocos son los que velan en espera de 1950 y se preparan para la prueba que representará para ellos el final de esta etapa. 56. Ese año no sólo será de significación para este pueblo; si para vosotros va a ser la terminación de una etapa y el nacimiento de otra, para las religiones será año de juicio y meditación; para la ciencia y en general para toda la humanidad, será tiempo de prueba. 57. Cuando esta Obra se extienda, y los hombres sepan que en 1950 hice vibrar mi Verbo por última vez por el entendimiento humano, comprenderán que todo lo que en esos días se manifestó en vuestra vida, fueron voces del Espíritu Santo y destellos de su luz. Los mismos teólogos quedarán pensativos. 58. Velad y orad, multitudes, que aunque la hora de hablaros por última vez ya está muy próxima, aún es tiempo de que con una meditación verdadera, lleguéis a la comprensión de lo que va a acontecer y de lo que tendréis que hacer en el futuro. 59. Esta es una enseñanza de preparación, una más de las que os vengo dando para que no tengáis tropiezo alguno en la jornada que habréis de emprender. 60. Bendito seáis, mi pueblo, que venís en busca de mi palabra que es consuelo y sustento para vuestro espíritu. Habéis aprendido a tomar de ella la esencia, el contenido y a conocer mi voluntad. 61. Esta palabra que ha despertado a vuestro espíritu que había dormido por largo tiempo, hoy es vuestra alegría; ha llenado de paz y de amor vuestro corazón. Ella ha cobijado a los que tiritaban de frío y ha llenado de esperanza a los ansiosos de luz. Es la revelación que Yo guardaba en mi arcano para el pueblo de Israel y para toda la humanidad. 62. En este tiempo he venido a conversar con vosotros como en el más allá converso con los ángeles; no he distinguido a vuestro espíritu porque habita en el valle terrestre, al cual Yo os he enviado. Todos sois amados por Mí, en igual forma. Estáis evolucionando, caminando hacia Mí, porque el final os espera y mi regazo divino reclama vuestra presencia. Aprended a conocer el camino para que podáis llegar a la casa paterna, al corazón del Padre, al espíritu de vuestro Dios. 63. Me he manifestado a vosotros, porque siempre habéis creído en Dios vivo, vuestro único Dios, que nunca calla, que no se oculta, sino que siempre os guía, aconseja e inspira. Esta fe os alimenta y os salva; si tres de mis hijos, me buscasen en esta forma en medio de la humanidad, Yo, por su conducto, derramaría mis complacencias. Mas contemplo que grandes multitudes me escuchan y creen en Mí. El pueblo de Israel pronto estará completo en su número, los 144,000 que Yo he señalado, estarán en la falda de monte, en el valle blanco, en la ciudad escogida; entonces mi gozo será grande. 64. Si os preparáis, Yo derramaré en vosotros todo el saber que la humanidad necesita. Una grande potestad os entrego para que habléis de mi venida en el Tercer Tiempo. 65. Mi palabra os ha hecho meditar mucho. Habéis penetrado en grande estudio, y habéis encontrado que mi enseñanza es infinita, que el horizonte que presenta, es cada día más amplio, y no alcanzáis a comprenderla en toda su verdad. Hoy recibís una lección tras otra y podéis olvidar mi palabra, mas llegará el momento en que cada una de estas lecciones, volverá a vuestra mente en el instante propicio y entonces la recordaréis y vuestras convicciones serán grandes. 66. En el Primer Tiempo escogí a quien había de representarme en la Tierra: Moisés, y por conducto de él, manifesté mi sabiduría, mi potestad y mi rigor. Vosotros me comprendisteis hasta el límite de la poca evolución de vuestro espíritu. Hablé por boca de los patriarcas y de los profetas, y mi palabra penetró en los corazones; el pueblo recogió mis inspiraciones y mis mandatos. Hice que atravesaseis el desierto para daros una grande lección, y desarrollasteis vuestro espíritu, experimentasteis la fe y la confianza en Mí. 67. Después de larga peregrinación, de años de paciencia y de experiencia, penetrasteis en las tierras de Canaán y contemplasteis realizada la promesa que mi Espíritu repetía, día tras día. Encontrasteis la tierra bendita y preparada, fue un oasis de paz que os entregué para que crecieseis, y os multiplicaseis, y una vez doctrinados por mis enviados, penetrasteis entre la humanidad, llevando el testimonio de la alianza que Dios hacía con los hombres. 68. Así, en todos los tiempos os he alentado con mis promesas. En este Tercer Tiempo os he dicho: Os recomiendo la obra de paz entre la humanidad; Yo la haré por conducto de vosotros, cuando estéis preparados, mas no sólo la presente generación trabajará, vuestros hijos y los descendientes de ellos continuarán la obra de paz. Yo señalo al pueblo un estrecho camino para el cumplimiento de esta misión. 69. Meditad sobre los cargos que he entregado en conjunto al pueblo. Las vicisitudes que encontráis a vuestro paso son grandes, y es menester que seáis fuertes y virtuosos, para llegar al fin de vuestro destino. Necesitáis vivir en comunión con el Padre, en oración perfecta, observando mis leyes, sin que lleguéis jamás al fanatismo o al misticismo, porque sólo me amaréis en el templo de vuestro corazón. 70. El don de la palabra será en todos y así explicaréis fácilmente mi Obra. Consolaréis el corazón de la humanidad y le daréis el pan que necesita. Sanaréis los males del espíritu y del cuerpo. Padece el hombre en este tiempo, porque se ha alejado del cumplimiento de las leyes divinas, morales y naturales, y busca remedio en lo ficticio de este mundo. No sabe que el origen de su mal está en su espíritu. No ha querido volver hasta ahora al principio de las leyes, al orden, al cumplimiento espiritual y no ha recurrido a la fuente de donde brota todo bien. Mientras no vuelva humilde su mirada a Mí, y sus fibras sensibles permanezcan endurecidas, y la fe no sea su guía, la humanidad seguirá cayendo en confusión, seguirá enfermando y pereciendo, Yo os dejo, pueblo de Israel, lleno de fortaleza, paz y curación, para que los derraméis en mi nombre, sobre vuestros hermanos. 71. Deteneos por un instante a contemplar la carrera vertiginosa de este mundo hacia el abismo. ¿Qué busca la humanidad? ¿Cuál es su anhelo que contemplo en ella? Sólo el dolor, la desesperación y la muerte. Ha callado la voz de la conciencia y apagado su lámpara; vive el gran día de su expiación y su dolor es grande. 72. ¡Detenedla, pueblo, antes que caiga más! Luchad con vuestra oración y vuestro pensamiento. Enseñad con el ejemplo, y cuando las pruebas lleguen a vosotros, dad muestra de vuestra fe y esperanza y en aquellos encontrad sólo el motivo para purificar vuestro espíritu. Sed sencillos en todos vuestros actos, para que puedan comprenderos vuestros hermanos, no compliquéis vuestra vida, llevad la mansedumbre de Jesús, la sencillez de los niños y de los ancianos, porque estas virtudes son signo de la espiritualidad. 73. Sed también como el labriego, que se recrea en su siembra, que vive en contacto con su Dios. Ora el labriego cuando brilla la luz de un nuevo día, en el cual hará una jornada más, y en el medio día y en el atardecer, cuando el sol oculta sus rayos, vuelve a elevar su espíritu para dar gracias por todo lo que su Señor le ha concedido. Para él todo lo que recibe es grande y perfecto. El sol, el agua, todos los elementos le hablan de su Dios y en ellos lo ama, lo busca y mira su presencia. Así, sed vosotros, labriegos de la campiña espiritual. 74. No os he entregado en este tiempo la tierra material para su cultivo. Vuestras manos no saben abrir los surcos para sepultar en ellos la semilla material, pero Yo os he llamado sembradores de mi palabra en los corazones. Vuestra jornada es espiritual, os he dado todo lo necesario para vuestro trabajo, la luz, el amor, la palabra. Así he contemplado a algunos de mis hijos recrearse en su propia siembra. 75. Mis beneficios no han pasado desapercibidos para ellos. Siempre han esperado de Mí y en los momentos de prueba han dicho: El Señor me prueba para contemplar mi fe. No habéis llamado al dolor adversidad y no os habéis cansado de las innumerables pruebas que Yo os he enviado. 76. Pueblo amado: Sabéis que vivís en Mí y Yo presido todos vuestros actos, que mi caridad os levanta en el instante preciso en que la prueba va a dejar en vuestro corazón frutos de reflexión y fortaleza. Habéis conocido mi palabra y mis leyes y sabéis que junto a mi amor y mi bondad, están mi justicia y mi rigor. Si faltáis, tendréis que sufrir las consecuencias de vuestro error. 77. Yo hablo a los corazones cada día, pero la humanidad no ha querido comprender mi lenguaje. Israel ha conversado conmigo, pero gran parte de los hombres viven alejados de Mí. Su culto es imperfecto, mas mi luz y mi justicia conmueven hoy el corazón y empiezan a despertar y a recordar que hay sobre ellos un Dios que les mira siempre con amor. Ha llegado la humanidad al caos y no acierta a resolver sus problemas, sus leyes se han vuelto en contra de ellos, porque esas leyes han sido basadas en las ciencias imperfectas y en el materialismo que Yo vengo a destruir. En corto tiempo una era de luz brillará para el espíritu humano, los hombres me obedecerán y respetarán mi voluntad. Yo envió a los ángeles guardianes para que conduzcan sus pasos hacia Mí. 78. He permitido que el mundo espiritual se comunique con los hombres por un corto tiempo. Su espíritu limitado al igual que el vuestro, se ha manifestado lleno de pureza y de elevación. Han descendido para ayudaros en la grande lucha del Tercer Tiempo y los habéis palpado. Su influencia bendita ha convertido a muchos corazones y su ejemplo es verdadero. 79. Yo bendigo a los labriegos espirituales, a los labriegos que han desarrollado el don y que han dejado manifestar a esos espíritus, pues unos y otros tienen méritos ante Mí Ellos estarán comunicándose con vosotros hasta 1950. Después seguirán en ayuda vuestra, por siempre, porque esa es su delicada misión. El hombre necesita un guía espiritual. El guía divino está sobre todos los espíritus y soy Yo, mas en la Tierra siempre he confiado un ángel a todos los seres. ¡Cuánto han sufrido por vosotros! ¡Cuánto han llorado también al contemplar la dureza del corazón de la humanidad! Pero ellos me aman y cumplen pacientemente su misión. 80. Este es el principio del tiempo del Espíritu Santo, en que los espíritus que habitan otros valles vienen a comunicarse con vosotros; en que todas las fronteras han sido rotas y en el que vosotros podéis elevaros también hasta Mí y Yo vengo a vosotros comunicándome por el entendimiento humano y hablando en vuestro propio idioma. 81. Después de 1950, dejaré de hablaros en este lenguaje, os hablaré con un idioma superior, más elevado, que vosotros poco a poco iréis conociendo; en ese lenguaje en que no son menester las palabras materiales. Vosotros sois el pueblo espiritualista, el que ha recibido en este tiempo mi enseñanza, por eso os pido espiritualidad, para que vuestro espíritu pueda manifestarse y no encuentre en su paso ni en su oración, ni en sus actos espirituales, perturbación alguna, sino que sea libre en el camino y pueda venir a Mí. Yo os he hablado mucho de la comunicación espiritual, os he dicho que llegaréis a practicarla en forma elevada y vais en pos de este anhelo. 82. ¡Yo os dejo preparados como luz de las naciones, preparaos! Que mi palabra de este tiempo sea el testamento, el mejor libro que haya, más que en vuestras manos, en vuestro corazón, porque os he revelado la ciencia perfecta. 83. Así como en el Segundo Tiempo, os entregué mi vida y mi cuerpo fue al sacrificio cual cordero, en el Tercer Tiempo me ofreceré como luz para todo espíritu. Bienaventurado el discípulo que se prepare y me comprenda, porque su corazón será eterna morada para Mí. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 292 1. Tomad una página más del libro de la sabiduría y os encargo transmitir este mensaje a las generaciones venideras, las cuales, debido a su mayor evolución espiritual, lograrán profundizarse más en mi Obra. Esas generaciones traerán consigo la semilla de la espiritualidad y su misión será la de construir un edén de paz en el corazón de la humanidad. 2. A los presentes les he dado grandes enseñanzas, pero al pueblo del mañana, a mis futuros discípulos, les reservo mayores revelaciones, porque ya estarán preparados para recibirlas. 3. Muchas veces me habéis preguntado qué hay más allá de este mundo, y si esos astros que giran en el espacio son mundos como el vuestro. Mi respuesta ante vuestra curiosidad no ha descorrido completamente el velo del misterio, viendo que todavía no tenéis la evolución necesaria para comprender, ni la espiritualidad indispensable para armonizar con otras moradas. No habéis llegado aún a conocer ni a comprender las enseñanzas que os brinda el planeta en que vivís, y ya queréis buscar otros mundos. No habéis podido fraternizar entre vosotros, habitantes de un mismo mundo, y queréis descubrir la existencia de seres en otras moradas. Por ahora debe bastaros recordar que en el Segundo Tiempo os dije que: "En la casa del Padre hay muchas moradas" y que ahora, ratificando aquellas palabras, os digo que no sois los únicos habitantes en el Universo, ni vuestro planeta el único habitado. 4. A las generaciones del mañana les será dado contemplar abiertas las puertas que les aproximen a otros mundos y tendrán motivo para maravillarse ante el Padre. 5. El bien y el amor, de los cuales se deriva la caridad y la paz, serán las llaves que abran las puertas del misterio, dando así los hombres un paso hacia la armonía universal. 6. El bien y el amor aplicados a vuestra vida, a vuestro culto espiritual, a la ciencia y al trabajo, llevarán al hombre a la verdadera sabiduría. 7. Hoy estáis aislados, confinados, reteñidos, porque vuestro egoísmo sólo os ha hecho vivir para el mundo, sin ambicionar la libertad y la elevación del espíritu. 8. ¿Que sería de vosotros, hombres vanidosos, seres empequeñecidos por vuestro materialismo, si antes de despojaros de vuestras lacras humanas, os fuese concedido llegar hasta otros mundos? ¿Cuál sería la semilla que iríais a sembrar? La discordia, la ambición insana, la vanidad. 9. En verdad os digo que para alcanzar ese conocimiento a que todo humano aspira y esa revelación que aleje de su mente las preguntas que le torturan y le intrigan, mucho tendrá que purificarse el hombre, y mucho habrá de velar y orar. 10. No será la ciencia por sí sola la que le revele mis arcanos, es preciso que ese anhelo de saber esté inspirado en amor espiritual. 11. Cuando la vida de los hombres tenga reflejos de espiritualidad, Yo os digo que ni siquiera tendrán que esforzarse en buscar más allá de su mundo, porque al mismo tiempo serán buscados por quienes habitan moradas más altas. 12. Dejo este breve mensaje cuyo contenido se reduce a deciros: "Velad y orad para que no caigáis en tentación". 13. Por ahora os seguiréis preguntando y os seguiréis contestando vosotros mismos. Es necesario que las fuerzas del espíritu sean conocidas por todos y desarrolladas para poder contemplar y comprender lo que Dios os reserva. Veo aún mucha torpeza para practicar el bien, para orar, para rendir culto a vuestro Padre, debido a que no dejáis manifestar ni obrar a vuestro espíritu, impidiéndole su desarrollo. 14. Lleváis en vosotros verdaderos tesoros, potencias y dones que ni siquiera presentís, y por vuestra ignorancia vais llorando como menesterosos. ¿Qué sabéis del poder de la oración y de la fuerza del pensamiento? ¿Qué sabéis del profundo contenido de la comunicación de espíritu a Espíritu? Nada, humanidad materialista y carnal. 15. Primero elevad el espíritu desarrollando sus dones y luego aspirad al conocimiento de lo que existe más allá de vuestro mundo y de vuestra mente. 16. La mente humana es pequeña, es limitada. ¿Por qué le confiáis a ella lo que sólo el espíritu puede descubrir y abarcar? 17. ¡Ah, necios párvulos de esta tierra, que no me habéis querido tener como Maestro, ni me habéis creído, diciendo amarme muchos de vosotros! Ya concluiréis por comprender la verdad de mi palabra, cuando confeséis que "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida". 18. Discípulos: La vida pasa delante de vosotros como una lección de infinita sabiduría, vuestro espíritu crece en conocimientos y gracias a ello vais alcanzando mayor elevación. 19. Sed jueces de vuestros propios actos, que la voz de la conciencia siempre os dirá la verdad. Ella os hará comprender si sois lentos para caminar, si vais demasiado de prisa o si os habéis estacionado. 20. El que procura conocerse y sabe juzgarse, tiene que ser sincero consigo mismo y con los demás, en todos sus actos escuchará la voz de su conciencia y sus pasos en el sendero de la vida serán firmes. 21. Cuando el espíritu comienza a triunfar sobre la materia, experimenta una satisfacción muy grande y una confianza plena en sí mismo. 22. Mas os dice el Maestro, que por mucha comprensión que tengáis del mayor o menor valor de vuestras obras, en ese juicio definitivo sólo el Padre que es el Supremo Juez, puede dar el fallo. 23. No porque ignoréis al instante de llevar a cabo una buena obra el valor que ella tuvo, penséis que nunca vais a saber el bien que hicisteis, Yo os digo que ninguna de vuestras obras quedará sin galardón. 24. Ya veréis cuando estéis en el Reino espiritual, cómo muchas veces una obra pequeña, en apariencia de escasa importancia fue el principio de una cadena de beneficios, cadena que otros fueron prolongando, pero que colmará siempre de satisfacción al que la inició. 25. Es necesario que sepáis todo esto, vosotros que vais a sembrar en los corazones la palabra que os he traído en este tiempo, porque muchas veces hablaréis a vuestros hermanos sin saber el efecto que vuestras palabras causaron, sin saber si dieron fruto o no, sin saber si en aquel corazón murió la semilla o si la supo retener y propagar. Todo esto lo veréis hasta que llegáis al final del camino. Por ahora, trabajad, multiplicad vuestras buenas obras entre vuestros hermanos, preparadles tierras para que la semilla que os he confiado se perpetúe en las obras de ellos. 26. Extenso es el camino por el cual llegaréis a la plenitud de la luz. Ningún ser tiene un camino más largo que el del espíritu en el cual el Padre, el Divino Escultor que pule y modela a vuestro espíritu, le da la forma perfecta. 27. Os hablo extensamente para que no falte en vuestra alforja el trigo que habréis de sembrar, en cumplimiento a vuestra misión. 28. El Pueblo de Dios surgirá una vez más entre la humanidad, no un pueblo personificado en una raza, sino una multitud, una legión de discípulos míos, en los cuales no predomine la sangre, la raza o el idioma, sino el espíritu. 29. Este pueblo no se concretará a enseñar mi Doctrina a través de la letra; para que las palabras tengan vida, es menester vivirlas; este pueblo no será solamente propagador de escritos y de libros, sino también de ejemplos y de hechos. 30. Hoy os estoy libertando de todo lo superfluo, de lo impuro y de lo erróneo, para haceros penetrar en una vida sencilla y limpia, sobre la cual pueda levantarse vuestro espíritu testificando con sus obras. 31. Llegado el tiempo Yo presentaré a mi pueblo ante la humanidad y ni el Maestro se avergonzará de sus discípulos, ni los discípulos negarán a su Maestro. Ese instante coincidirá con el de la guerra de ideas, de la cual surgirá como aliento de paz, como rayo de luz, el Espiritualismo. 32. Ya la justicia del Padre tocando está el poder terrenal de los hombres, sus tesoros acumulados, para darles a comprender que mi palabra jamás tomará la fuerza en el poderlo y riquezas materiales para dominar o para extenderse. 33. "Ni piedra sobre piedra" de toda esa estructura moral y material de esta humanidad quedará, porque para que aparezca en esta Tierra el "nuevo hombre", es menester borrar toda mancha, destruir todo pecado y dejar tan sólo lo que contenga buena simiente. 34. El esplendor de mi presencia y de mi justicia será contemplado en todo el Orbe y ante esa luz caerán los ídolos, se olvidarán las tradiciones rutinarias y los ritos estériles serán abandonados. 35. Un nuevo canto surgirá del espíritu de todos los que no podían contemplarme y que al fin me vieron, porque a pesar de sus imperfecciones, me buscaban, y ya sabéis que el que me busca siempre me encuentra. 36. En cuanto a los que me han negado, a los que han huido de Mí, a los que han callado mi nombre, a los que desmienten mi presencia, serán puestas en su camino aquellas pruebas que les hagan abrir los ojos y contemplar también la verdad. 37. ¡Qué importa que unos me amen bajo formas imperfectas y otros me nieguen, cuando Yo sé que todos están necesitados! 38. La gran batalla está a vuestras puertas, aprestad todos vuestras armas. En esta lucha todos tendréis vuestra parte, todos aportaréis vuestro grano: Gobernantes, ministros, hombres de ciencia, acaudalados, ricos y pobres, todos. 39. ¿Qué quedó del Templo de Salomón cuando la hora de justicia llegó? Sólo el conocimiento de la Ley, escrita en las conciencias. Ritos, tradiciones, sacrificios y ofrendas, todo desapareció. El tabernáculo y el altar fueron destruidos; pero la Ley y las palabras de los profetas quedaron en pie, porque ellas habían sido las que prepararon a la humanidad para una nueva era, y había que limpiar los campos para que la nueva semilla germinara. 40. Aquella Jerusalén que el pueblo Israelita creía invulnerable, quedó destruida, así como el templo que era su orgullo. Es que Yo venía a reinar entre los hombres, mas como "mi Reino no es de este mundo", era menester destruir el templo material para levantar el santuario espiritual en el corazón de la humanidad. 41. Comprended ahora por qué mis apóstoles de aquel tiempo no construyeron nada en lo material y sí levantaron templos de fe, de virtud y amor en los corazones, que fueron palabra, espíritu, obra, verdad. El oro, el incienso, la liturgia, no estuvieron con ellos. Cuando posaban sus manos en los enfermos, éstos sanaban; cuando hablaban de la Doctrina de Cristo, levantaban santuarios en el espíritu de las multitudes; cuando hablaban de la Cruz, ésta quedaba como una marca de fuego en los espíritus. 42. "Mi Reino no es de este mundo", os digo nuevamente, el templo del Espíritu Santo no tiene cimientos materiales, no tiene altares en la Tierra. 43. Cuando miréis en este tiempo la destrucción de todo culto externo que la humanidad ha levantado, veréis a muchos preguntar angustiados: ¿Por qué Dios lo permitió? Ellos se harán la misma pregunta que se hicieron los judíos cuando la destrucción de su ciudad, y será mi pueblo el que responda, el que explique, el que revele a los hombres que un nuevo tiempo ha aparecido y una nueva semilla está presta a extenderse. 44. La tierra estará húmeda y abierta en espera de la simiente de mis sembradores. ¿Sería justo que después de que la humanidad quedara libre de fanatismo y de adoración material, llegara este pueblo con una nueva idolatría? No, amados discípulos y párvulos, por eso las lecciones y las pruebas son a cada paso en vuestra senda. 45. ¡Grande es vuestro destino! Mas no por eso os dejéis dominar por los tristes presagios, sino más bien llenaos de valor y esperanza, pensando que los días de amargura que se acercan, son necesarios para el despertar y la purificación de los hombres, sin lo cual no podríais ver la entrada triunfal del tiempo de la espiritualidad. 46. Aprended a sobreponeros a las adversidades, no dejéis que la tristeza se apodere de vuestro corazón y cuidad de vuestra salud. Levantad el ánimo de vuestros hermanos hablándoles de Mí, enseñándoles mi Doctrina que enciende la fe y la esperanza. 47. Mirad cómo caminan cabizbajos muchos hombres, son espíritus que se han dejado vencer en la lucha, vedles envejecidos y encanecidos prematuramente, el rostro ajado y la expresión melancólica; mas si los que deben ser fuertes flaquean, la juventud tendrá que marchitarse y la niñez sólo mirará tristeza a su alrededor. 48. Vos, pueblo, no privéis a vuestro corazón de todas aquellas alegrías sanas que aunque fugaces, las podéis disfrutar, comed en paz vuestro humilde pan y de cierto os digo que lo encontraréis más dulce y substancioso. 49. Deducid de mis palabras que lo que quiero de vosotros es confianza, fe, optimismo, calma y fortaleza, que a pesar de vuestros trabajos y penalidades no haya amargura en vuestro corazón. ¿Qué dulzura o buen sabor podríais ofrecer a los necesitados si el corazón lo tuvieseis ocupado por las penas, las preocupaciones o la inconformidad? 50. Es precisamente en vuestras pruebas donde debéis dar vuestros mejores ejemplos de elevación, de fe y de humildad. 51. El que logra dar a su vida esa espiritualidad, nunca deja de sentir la paz y hasta cuando duerme su sueño es tranquilo y reparador, de lo cual se aprovecha el espíritu para desprenderse hacia el más allá donde recibe aquellas emanaciones divinas de que él se nutre y participa al cuerpo. 52. Nadie diga que mis profecías sólo vienen a ensombrecer vuestra vida, por el contrario, mi palabra viene a salvaros de las tinieblas. Comprended que he venido a prepararos para que no os sintáis pequeños en los momentos de la lucha. 53. Que no se acobarde vuestro ánimo al saber que la batalla se aproxima, ni dudéis de que la paz vuelva a vuestro mundo. 54. Ya os he dicho que estáis en el final de un mundo y en el principio de otro. El Planeta seguirá siendo el mismo, la Naturaleza la misma, la luz también la misma, pero la forma de vivir de la humanidad será otra, sus finalidades, sus luchas y sus ideas, serán distintos. Habrá justicia, habrá verdad. 55. Los espíritus que encarnen en la humanidad de aquellos días, en su mayoría serán fieles al bien, de tal manera que cuando surjan hombres inclinados al mal, por fuertes que sean, tendrán que doblegarse ante la luz de la verdad que aquellos les presentarán. Muy al contrario de lo que ahora acontece, porque, abundando más los perversos, han hecho del mal una fuerza que ahoga, contamina y envuelve a los buenos. 56. Vuestro mundo aún seguirá siendo crisol para espíritus, valle de lucha y de restitución. Todavía vuestra tierra no puede ofrecerme espíritus elevados que al partir de aquí se acerquen a las moradas de los justos. Todavía este valle no puede dar albergue a los grandes espíritus que habrán de venir a habitarle. Es mundo para reencarnar sin cesar, porque el espíritu en su lentitud para ascender, deja obras comenzadas sin cultivar o deudas sin saldar. 57. Mañana esta Tierra me ofrecerá bellas flores espirituales en las obras de sus moradores y traerá ante mi presencia, los frutos maduros que recoja después de una vida de perseverancia en el amor al Padre y a sus semejantes. 58. ¿No habéis pensado que en ese mañana serán vuestros hijos los que vengan a habitar la Tierra? ¿Y no deseáis para vuestros hijos algo mejor de lo que vosotros habéis logrado? "Si, Padre", me dice vuestro corazón, pues llevando ese pensamiento impregnado de amor y de caridad, limpiad y aparejad el camino. Quiero que ellos encuentren la huella de vuestros pasos y que recojan la humilde herencia que vosotros les dejéis, la cual será tenida en grande estima por aquellas generaciones. 59. No importa que vuestros nombres se pierdan, lo importante serán vuestras obras, porque ellas si quedarán impresas indeleblemente en el camino que trazasteis. 60. ¿Quién podrá borrar esa huella si mi justicia es la que va a conservarla y protegerla? 61. Ved cuántos misterios os esclarece el Espiritualismo; cuántas hermosas revelaciones os hace. 62. Son los destellos que envía el Libro de los Siete Sellos sobre vuestro espíritu, es la voz del Cordero la que habla, dando a conocer el contenido del Sexto Sello. 63. En los profundos misterios de Dios, sólo el Cordero penetra para revelar a los hijos del Señor aquella sabiduría. 64. Cuando vosotros, discípulos del Tercer Tiempo, tengáis ya un conocimiento completo de lo que habéis recibido, os levantaréis sin demora a esparcir la buena nueva de este mensaje, cuyo contenido pertenece a toda la humanidad. 65. Mirad cómo en medio de tanto materialismo, aún hay quienes recuerdan mis promesas de volver, estudian las palabras de los profetas y escudriñan los acontecimientos de la vida, queriendo saber si estoy por venir, si estoy presente, o si estuve y ya partí. 66. A vosotros, que me habéis tenido bajo esta forma de comunicación y os habéis deleitado por tanto tiempo, os digo: "Tened caridad de los hombres, vuestros hermanos. 67. Preparaos para que llevéis la Buena Nueva, la cual será acogida por muchos con alegría. Os digo por muchos y no por todos, porque habrá quienes os digan que con lo revelado por Dios en el Primer Tiempo y lo que Cristo trajo a los hombres, les basta. Ahí será donde vuestros labios movidos e inspirados por Mi, digan a los hombres incrédulos que es menester conocer la nueva revelación para contemplar toda la verdad concedida por Dios a los hombres, en los tiempos pasados. 68. ¿Cómo podréis haceros escuchar de vuestros hermanos, sin exponeros a la mofa y a los duros juicios? Preparándoos como verdaderos apóstoles y portadores de esta verdad, llevando esta luz en vuestro corazón con la advertencia de que habréis de entregarla sin sombra y sin mancha al espíritu de la humanidad. 69. No seréis vosotros los redentores de los pueblos de la Tierra, pero trabajaréis con el Maestro, el Redentor y Salvador de éste y de todos los mundos, de vosotros y de todos los espíritus. 70. Quiero gozar mi propia Obra, quiero sentirme amado y comprendido por todos aquellos a quienes el Padre comunicó una chispa de su Espíritu, quiero que lleguen todos junto a Mí, para mostrarles desde mi Reino la magnificencia de la Obra Divina y en esa contemplación experimenten todos la suprema felicidad de haber recorrido todo el camino que conduce al Señor. 71. Mi Obra es eterna, la terminación de mi palabra entre vosotros, no marcará un final, sino más bien el principio de vuestra lucha. 72. Los labios de los portavoces no trasmitirán ya mi voz, pero mi inspiración pondrá luz en sus entendimientos para ayudarles a analizar la palabra que brotó de sus bocas, para que la sepan explicar a las multitudes 73. El objeto de la comunicación de mi Espíritu a través de estos entendimientos, ha sido precisamente el que aprendieseis a través de estas lecciones, a buscarme más tarde de espíritu a Espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 293 1. Mi amor, como un sol infinito os alumbra y os envuelve a todos. 2. Aquí me tenéis, desbordando sobre vuestra mente mis pensamientos hechos palabra, grata al corazón, dulcísima al espíritu, que no deja nunca amargura en vuestro paladar. 3. Como las abejas que fabrican un panal y lo van llenando gota a gota de miel, así estos pequeños por quienes me comunico y doy mi palabra, con la esencia que es vertida por sus labios, gota a gota van llenando los corazones de un pueblo ávido de dulzura espiritual. 4. Aún es corto el número de mi pueblo, mas Yo os entrego mi enseñanza como si se tratase de grandes multitudes. Mi amor no podría detenerse ante esa pequeñez, porque en el Maestro no existe ni pueden existir prejuicios propios de humanos egoístas. 5. Bienvenidos seáis ante la luz del Redentor, pueblo atormentado por las pruebas, por las luchas, por las dudas y las incertidumbres, por la tristeza y el dolor. 6. Necesitáis la medicina del espíritu y vengo a vos, como en aquel Segundo Tiempo llegué convertido en doctor de los males del cuerpo y del espíritu. 7. Cuando lleguéis atormentados por graves problemas, abrumados por la pobreza o angustiados por las penas de las pruebas, buscáis en mi palabra, alguna frase para vuestro dolor, alguna palabra que denote que mi mirada os ha descubierto y que estoy escuchando vuestras voces. Entonces Yo toco vuestro corazón, probándoos que nada hay oculto para Mí, derramo sobre vosotros mi paz, os doy el manjar exquisito de mis Enseñanzas y os envío fortalecidos nuevamente al camino de la vida, de la lucha, de la restitución. 8. En mi Cátedra aprendisteis que en vuestras pruebas vosotros ponéis vuestra pequeña parte de fe, de esperanza, de paciencia y de fortaleza y que lo demás lo hace el amor de vuestro Padre. 9. El que confía en Mí, no podrá desesperar, y cuán dulce es el premio para el que supo confiar en el amor y en la misericordia de su Señor. 10. Yo soy el que se acerca a vuestro corazón cuando lloráis; soy Cristo, Cristo quiere decir Amor. 11. Así vengo a sanaros y a fortaleceros, pueblo amado, porque vendrán los tiempos en que Yo escogeré a los míos entre los más preparados y entre los más fervientes, entre los que más hayan adelantado en el análisis de mi palabra y ellos serán mis primeros emisarios, mis primeros testigos y también los primeros que se comuniquen de espíritu a Espíritu con el Padre. 12. Y no penséis que gusto Yo de escoger a unos y de rechazar a otros, eso jamás, discípulos; pero Yo me voy sirviendo de vosotros conforme vais alcanzando el grado de preparación que necesitáis para poderme servir. 13. Así como ahora, los que lograron prepararse, alcanzaron la comunicación espiritual a través del entendimiento humano, vendrán tiempos en que mi voz, como armonía celestial llegue a vuestro espíritu, asombrando y maravillando a vuestra mente con la sabiduría de mis revelaciones y las luces que mi Espíritu os envíe. 14. Llegará ese tiempo, no lo dudéis, mas no vengo a fijarlo. Mucho depende de vosotros, de vuestro ahínco y amor, el que ese tiempo deje de pertenecer al futuro para hacerse presente. 15. Pero no despreciéis lo que os estoy entregando a través del entendimiento humilde de vuestros hermanos portavoces, porque mis enseñanzas os están preparando para que vuestro espíritu evolucione y sepa esperar la comunicación de espíritu a Espíritu. ¡Ah, sí supieseis buscar el sentido oculto de cada palabra del Maestro, cuántas revelaciones asombrosas hallaríais! ¡Cuánta luz encontraríais para aplicarla en vuestra vida! 16. A vosotros, discípulos de esta Obra y testigos de esta palabra, os dice vuestro Maestro, que si esta lección que a través del entendimiento humano os he revelado, no la entendéis ni practicáis, no podréis pasar a la nueva enseñanza prometida a vuestro espíritu, la cual será directa entre el Maestro y el discípulo; íntima, sin necesidad de medios ni formas exteriores. 17. Aún no estáis a la altura de la enseñanza que os estoy manifestando y ¿Ya queréis poseer aquella gracia? 18. Si estuvieseis en el grado de adelanto que mi palabra exige, estaríais actuando bajo la luz de vuestro espíritu y estaríais haciendo sentir vuestra influencia saludable en los demás pero no es así, y por eso, muy a vuestro pesar las lecciones se repiten. 19. Tres manifestaciones distintas de un solo Espíritu Divino, han sido las revelaciones que el hombre ha recibido de Dios a lo largo del tiempo, dividido en tres Eras. Muchas veces y en muchas formas os he explicado lo que confusamente llamabais "Santísima Trinidad" y aún no lo sabríais explicar vosotros, porque no lo habéis asimilado. 20. Os he explicado que lo que llamáis Padre, es el Poder Absoluto de Dios, del Creador Universal, el único increado. Que lo que llamáis Hijo, es Cristo, o sea la manifestación del Amor perfecto del Padre hacia sus criaturas, y que lo que llamáis Espíritu Santo, es la Sabiduría que Dios os envía como luz en este Tercer Tiempo, en el cual vuestro espíritu está capacitado para comprender mejor mis revelaciones. 21. Esa luz del Espíritu Santo, esa sabiduría de Dios, reinará pronto en esta tercera era que veis nacer, iluminando el pensamiento de una humanidad necesitada de espiritualidad, sedienta de verdad y hambrienta de amor. 22. Tres reinos he establecido entre los hombres, tres reinados que pronto se unirán en uno solo. 23. El primer Reinado fue el del Poder y la Fuerza, el Segundo el del Amor, el tercero es el de la Sabiduría. 24. Cuando el hombre viva de acuerdo con la Ley, enseñanzas y revelaciones que en cada reinado le he traído, podrá decir verdaderamente que "El Reino de los cielos ha penetrado en el corazón de la humanidad". 25. Tan es verdad, pueblo, que un solo Dios se ha manifestado a los hombres, aunque bajo tres aspectos distintos; que si en las Obras del Padre en aquella primera Era, buscáis amor lo hallaréis y si buscáis la luz de la sabiduría también la encontraréis, así como en las obras y palabras, de Cristo, encontraréis no sólo amor, sino también Poder y Sabiduría. ¿Qué de extraño tendría que en las obras del Espíritu Santo en este tiempo, descubrieseis la fuerza, la ley y el poder, así como el amor, la ternura y el bálsamo? 26. Este es el reinado más elevado, no por la luz, que ella siempre es la misma, sino porque los hombres están ya más capacitados para una vida superior. 27. Será el Reinado de la Luz que ilumine las mentes y los espíritus, luz que habrá de transformar a la humanidad. La claridad será tan grande, que todos los que me han negado dejarán de hacerlo y los que han sido necios, abandonarán su necedad, porque podrán contemplar la verdad con la claridad del día y la transparencia del firmamento. 28. Por ahora tengo que apartar del resto de los hombres a un pueblo formado por corazones de buena voluntad que me sirva, llegada la hora, de labriegos de la Espiritualidad. Aquí, en el silencio y en la humildad, Yo les estoy preparando y aleccionando. 29. Así como el labrador cultiva su tierra, como el obrero se entrega a su trabajo, como el sabio se dedica a sus cálculos y el filósofo sueña; así como todos los hombres se debaten en angustiosa y desesperada lucha por vivir, así quiero formar un pueblo, inspirado en la espiritualidad, en la paz, en el bien, en el conocimiento superior de la vida, que trabaje y vele como el buen sembrador, que se desvele como el sabio, que sueñe como el filósofo, que luche por el sustento verdadero del espíritu, como lucha la humanidad por el pan de cada día. 30. El verdadero espiritualista será aquel que, uniendo las leyes del espíritu a las de la materia, llegue a hacer con ellas una norma de vida virtuosa, consciente y elevada. 31. Hoy sois mis pequeños discípulos, los que en vuestras meditaciones solitarias vais forjando poco a poco vuestro espíritu, para después poder ayudar a vuestros hermanos a forjar su bienestar. 32. El discípulo de Jesús, es aquel que subyuga con la palabra que persuade y consuela, que levanta y resucita, haciendo del vencido un vencedor de sí mismo y de la adversidad. 33. El apóstol de Cristo no puede albergar egoísmo en su corazón, pensando solamente en sus propios sufrimientos o preocupaciones; él desatiende lo suyo para pensar en los demás, con la confianza absoluta de que nada ha quedado desatendido, porque de inmediato el Padre asiste a quien ha abandonado lo suyo por atender a un hijo del Señor que necesita el sustento del espíritu. Y aquel que supo olvidarse de sí mismo para llevar a un semejante una sonrisa de esperanza, un consuelo a su tristeza, una gota de bálsamo a su dolor, al retornar a su hogar, lo encuentra iluminado con una luz que es bendición, alegría y paz. 34. Cuando los hombres se sientan un poco hermanos de sus semejantes y un poco padres de los niños de toda la Tierra, entonces habrán dado un paso firme en mi Doctrina. 35. Cuán pocos saben de la gran ciencia de la vida, cuya fuerza y principio tiene por base el amor. 36. El que aprenda a ser bueno por medio de la divina enseñanza que mi Doctrina encierra, tendrá que ser semejante al pan, que se parte en la mesa para repartirlo a todos los que a ella se acercan a comer. 37. No podréis decir que vais dentro de mi camino de amor mientras os coloquéis al margen de la bondad y descuidéis vuestro adelanto espiritual, mientras os preocupéis de lo ajeno para censurarlo y juzgarlo. 38. En tanto no limpiéis vuestro corazón y vuestro pensamiento, tened la certeza de que seréis un estorbo, para que mi luz pueda llegar y penetrar en vuestro ser, porque los malos pensamientos, palabras y sentimientos, son obstáculos para que esa luz que es toda pureza, pueda habitar en vuestro espíritu. 39. Necesitáis limpiar la estancia para que Yo pueda penetrar en vuestro corazón, pero no para un instante, sino para siempre. Yo quiero morar en la estancia oculta de vuestro corazón, pero dejad de hacerme el llamado para estar ahí unos breves instantes, tan sólo mientras dura vuestra preparación, para luego ser arrojado en cuanto renacen vuestras pasiones. 40. Fuerte es el mundo y sus tentaciones, por eso vuestros propósitos deben ser más fuertes aún, para que en medio de la lucha y de las pruebas vuestra voluntad no flaquee. 41. A veces repito mis lecciones porque quiero sensibilizar vuestro espíritu y estremecer vuestro corazón; si así no lo hiciera, caeríais en conceptos falsos sobre la verdad de mi palabra. ¿Recordaréis cómo aquel pueblo antiguo de Israel, veía en su Dios sólo justicia inexorable, rigor, y dureza, y que por tener de su Señor ese concepto, el temor al castigo era lo que les hacía obedecer la Ley de Dios? 42. Vosotros ya conocéis el error en que aquellos estaban, ya que habéis descubierto el amor infinito del Padre hacia los hombres. 43. Vosotros ya miráis en Dios, antes que a un Juez, al Padre de amor perfecto e inagotable, y os digo que está bien que miréis en Dios a vuestro Padre; sin embargo, debo deciros para poneros alerta, que también vosotros podéis caer como aquel pueblo antiguo en un nuevo error, y ese error puede ser el de que no os preocupéis de mejoraros moral y espiritualmente o que no os preocupe pecar continua y gravemente, en la confianza de que el Padre ante todo es amor y habrá de perdonaros. 44. Ciertamente, Dios es amor y no existe falta por grave que sea que no perdone, pero debéis saber precisamente que de ese amor divino procede una justicia que es inexorable. Todo esto sabedlo para que lo que llevéis en vosotros como conocimiento de mi Doctrina, que encierra verdad, destruyáis todos los conceptos equivocados que en vosotros pudiese haber. No olvidéis que el amor del Padre os perdona, pero que la mancha a pesar del perdón, queda impresa en vuestro espíritu y que vosotros tendréis que lavarla con méritos, correspondiendo así al amor que os perdonó. 45. Habéis sido afectos a cerrar los ojos a vuestras malas obras, a vuestros pecados, y llevar la carga indeseable para dejarla en el hogar ajeno; pero llegaréis a comprender que las manchas nadie deberá lavarlas más que aquel que las ha impreso en su corazón. 46. ¿Por qué es tardo vuestro paso, a pesar de que es el puerto salvador y la fuente de la gracia las que os esperan? Es porque el sentimiento de frialdad en la fe en Dios, el escepticismo mundial os contagia y por momentos sentís como los hombres que nada esperan ya de mi caridad. 47. Pueblo que me escucháis en este día, hombres que buscáis la felicidad en la vida pasajera de los placeres, de cierto os digo que al final sólo quedará en vuestros labios la amargura y el reclamo de la conciencia, cuando veáis cuán distinto y contrario a vuestras ilusiones, es el resultado de vuestros afanes. 48. En verdad os digo que para vivir, luchar, gozar, para sufrir y morir, solamente podréis caminar apoyándoos en el espíritu, cual si fuese un báculo y el espíritu debe escuchar siempre la voz de su conciencia. 49. La fortaleza sólo la podréis encontrar en la fe. 50. ¡Oh humanidad entristecida, ensombrecida por el dolor y la amargura! Abrid vuestros ojos para que miréis la llegada del Reino de la luz, del Espíritu de Verdad, quien desciende a los espíritus y a las mentes hasta hoy adormecidas, para despertarles. 51. Os habla Cristo en espíritu, vuestro intérprete entre Dios y el hombre, porque Cristo es la palabra, es el Verbo de Dios, el Verbo del Amor y la Verdad. Ahora os estoy hablando en una de las infinitas formas en que puedo manifestaros mi Verbo; mañana, cuando esta forma haya pasado, mi palabra quedará escrita, y así, en escritos irá de comarca en comarca, de hogar en hogar, de corazón en corazón, despertando a unos, convirtiendo a otros, consolando a otros más, aunque también os digo: habrá quienes blasfemen contra él. No importa, pueblo, tiempos llegarán en que las multitudes ansiosamente busquen mi palabra a través de los escritos; aun este pueblo, queriendo recordar la esencia y el encanto de aquella palabra que fue maná en el desierto de su vida, acogerá con amor y respeto las páginas en donde grabasteis mi palabra. 52. El hombre está necesitado de sabiduría espiritual y vengo a dársela, como en el tiempo pasado en que, viendo a la humanidad necesitada de amor, vine a enseñárselo. 53. Para Dios no existe imposibles: El hombre ha necesitado de Dios y El ha venido al hombre; ha necesitado de un conocimiento superior, y el Señor ha venido a revelarle profundas lecciones; ha necesitado fortalecer su fe, y el Padre ha alentado la fe del hijo muy amado. 54. No os extrañe, que en este Tercer Tiempo me esté manifestando en la forma que atestiguan vuestros oídos y que ha sentido vuestro corazón. 55. Ahora no me habéis visto encarnar en un hombre, la presencia de Cristo se manifestó en el Tercer Tiempo a través de la inspiración y de la facultad de comunicarse con mi Espíritu, que ha sido dada como misión a algunos de mis hijos. 56. Llegaron los hombres a un estado de gran confusión, debido a sus torcidas interpretaciones sobre lo revelado por Dios en los tiempos pasados; por su incapacidad para penetrar en lo incomprensible, por su falta de fuerza espiritual para alcanzar a mirar la luz de lo eterno, más allá del muro de su materialismo. 57. Tuve que venir ante vuestra inmensa necesidad de luz, luz que quiere decir sabiduría, amor, elevación. 58. Para daros esta luz, no era conveniente que Yo me presentara como hombre ante vosotros, porque para induciros a la espiritualidad era menester que manifestara mi presencia en forma espiritual, invisible y sin embargo, sensible para vuestra fe y amor. 59. La venida del Espíritu Santo en este Tercer Tiempo, es tan sólo la manifestación espiritual de Dios, de aquel poderoso y justiciero Jehová, manifestada a través de los elementos en el Primer Tiempo, del amoroso Jesús, hombre verdadero en quien habló el Padre en la alborada de la Segunda Era. Hoy viene a los hombres nuevamente, pero viene en Espíritu, sabiendo que ya estáis en condiciones de concebirle y creerle comunicándose directamente con vosotros. 60. Esta es la Era de la Luz, cuya claridad os hará comprender lo que juzgabais impenetrable; Yo dejaré en vuestro corazón la esencia de las lecciones de los tiempos pasados, pero el fanatismo que en torno a ellas habéis levantado, debe ser destruido por la propia humanidad en el instante en que prosiga el sendero de su evolución. 61. Aquí estoy hablando para todos, sin detenerme a distinguiros por religiones o credos. La división espiritual y los cismas, los han hecho los hombres, son ellos los que se juzgan unos a otros, se combaten y se niegan verdad. 62. Yo a todos amo y a todos busco, porque veo que todos andáis fuera del camino. Que hayáis hecho de la verdad y de la Ley muchas religiones, no os lo reprocho, por el contrario, os fue permitido en virtud de encontraros en diferentes grados de comprensión, de adelanto y de espiritualidad; pero que una religión mire como enemigas a las demás y se amenacen, se hieran y se den muerte, eso jamás lo ha prescrito mi enseñanza. Yo os digo que quienes así lo hacen, no son defensores de la verdad, sino enemigos de ella. 63. ¿Por qué sois enemigos unos de otros, cuando ninguno está libre de culpa? ¿Por qué atacar la forma en que otros quieren buscar la perfección y acercarse hacia su Padre? ¿Quién es aquel que puede decir que lleva la verdad y está con Dios, que se considera a salvo y quién es aquel que está destinado a perecer? 64. ¡Cuán torpes sois aún juzgándoos los unos a los otros! 65. ¿No os avergonzáis de estar cometiendo faltas en pleno tiempo de la luz y cuando ya vuestro espíritu debiera haberse elevado sobre la miseria humana? 66. Aquí tenéis, pueblo, la voz del Espíritu Santo, la manifestación espiritual de Dios a través de vuestro entendimiento, revelándoos no una nueva ley ni una nueva doctrina, sino una nueva forma, más adelantada, espiritual y perfecta de comunicarse con el Padre, de recibirle y de rendirle culto. 67. Si os dijo el Señor: "Amarás a Dios de todo corazón y espíritu y a tu semejantes como a ti mismo", y si el Maestro os predicó la Doctrina del amor, esta voz espiritual que proviene de la misma fuente, viene a deciros que os abracéis a la Ley del Amor, porque ella tiene una fuerza que no encontraréis en los mayores ejércitos del mundo, y que sus conquistas serán firmes y duraderas, porque todo lo que construyáis sobre cimientos de amor, tendrá vida eterna. 68. Hoy la humanidad está en desgracia, la mente humana está turbada, el corazón ensombrecido por el poder que el hombre ha alcanzado en la Tierra y el remedio lo ha tenido en todo instante a su alcance, pero lo ha despreciado, ese remedio es el conocimiento espiritual. 69. Yo os digo que los que estéis despiertos, dándoos cuenta de lo que acontece, sois los indicados para encender la lámpara de la fe en los hombres, hacia el Espíritu de Dios. 70. Comprended que vuestro espíritu tiene que desarrollarse de acuerdo con sus facultades, dones y potencias, las cuales hasta hoy desconocéis casi por completo. 71. Mi palabra no viene a revelaros detalles de vuestro pasado o de vuestro futuro espiritual, que a ningún buen fin os llevarían; mas si vengo a enseñaros a cumplir con vuestra misión dentro de la morada a que habéis sido enviados. 72. Por lo tanto, todas aquellas ideas con que algunos quisieran maravillaros, hablándoos de vuestro pasado o de vuestro futuro en la vida del espíritu, desechadlas. 73. Sabed, discípulos, que la espiritualidad permite a la conciencia manifestarse con mayor claridad, y quien sepa escuchar esa sabia voz, no se dejará engañar. 74. Intimad con la conciencia, es la voz amiga, a través de la cual asoma el Señor su luz, ya como Padre, ya como Maestro, ya como Juez. 75. Dejad que vuestra conciencia os diga en las pruebas que no os estoy castigando, sino que os estáis purificando y que cuando veáis elementos desatados sembrando el terror, no blasfeméis, diciendo que es castigo de Dios, sino que es una prueba para purificaros. 76. Sólo la limpidez del espíritu podrá hacer que éste luzca el esplendor de su vestidura de luz. 77. Id en pos de la purificación, la cual podréis obtener por la práctica del amor entre vuestros semejantes. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 294 1. En estos tiempos difíciles y dolorosos para los hombres, mi Obra será como un faro para los náufragos, como un escudo para los débiles, como una alforja llena de provisiones para los necesitados os hablo en sentido figurado sobre lo espiritual, porque ya os he dicho que no sólo de pan vive el hombre, sino también de mi palabra. 2. Es necesario que comprendáis la esencia de esta verdad, porque en vuestro camino se cruzarán muchos menesterosos, enfermos del cuerpo y del espíritu, y de cierto os digo que su necesidad material no será mayor que la de su espíritu, porque ésta será miseria, hambre, desnudez, frío, angustia y tinieblas. 3. ¡Cómo debéis estar preparados para penetrar en los corazones y saber lo que ellos encierran, lo que esconden y lo que necesitan! Yo he venido a enseñaros a alimentar espíritus, a sanarles y darles luz y a mostrarles el camino de su evolución. 4. El que escuche esta palabra y la guarde en su corazón llegará a convertirse en guía, doctor y consejero, en su palabra habrá un venero de paz y de consuelo para sus hermanos necesitados de luz. 5. Sanando enfermos y haciéndoles escuchar la divina palabra, asistiréis a la resurrección de muchos espíritus, cuando ellos, despertando de su profundo sueño, estremecidos por vuestra voz, descubran los tesoros y dones que consigo llevaban, sin darse cuenta de ello habrá gozo muy grande en sus corazones, porque se sentirán heredados por su Padre. 6. Por mucho tiempo se sintieron alejados del Señor, pero bastó una sola palabra de un hermano, emisario de aquel Padre amantísimo, para que todo su ser vibrara de amor y de vida. 7. Mi llamado llegará a todos pasando de un corazón a otro, así, en el silencio, se ha ido extendiendo la noticia de mi presencia espiritual entre vosotros y se ha ido transmitiendo el conocimiento de que este es el Tercer Tiempo. 8. No quiero que hagáis alarde de mi venida, ni que os valgáis de medios ajenos a la espiritualidad para extender mi mensaje. 9. Tomad ejemplo de mis apóstoles, quienes con obras de amor, con palabras de luz y con escritos que reflejaban la verdad, hicieron llegar a todos los pueblos de la Tierra el testimonio de que Cristo, el Maestro Divino, había estado con ellos. 10. Pueblo débil, que no queréis esforzaros en alcanzar vuestro propio bien: ¿Son acaso sacrificios los que vengo pidiéndoos? Bien sencilla es la misión que a cada uno de vosotros he confiado y os parece una cruz cuyo peso es superior a vuestras fuerzas. 11. Si os someto a alguna prueba, aunque ésta sea benigna, os desesperáis y os rebeláis ante mi voluntad. 12. ¿Dónde está Abraham, a quien le pedí la vida de su amado hijo y estuvo dispuesto a obedecerme? ¿En dónde podría encontrar la fuerza y la fe de Moisés, atravesando el desierto, seguido de su pueblo? ¿Y la fidelidad de mis apóstoles para seguir hasta la muerte las huellas trazadas por su Maestro, en donde podría volverla a encontrar? 13. Ved que no estoy pidiendo la vida de vuestros hijos, ni que deis vuestra sangre en mi nombre, y sin embargo, os parece pesada la misión que os he confiado y hay muchos que la rehúyen. 14. Yo sólo he venido a enseñaros los medios de hacer la caridad, de ser útiles a vuestros semejantes, labrándoos así la paz perpetua para el espíritu, ayudando a vuestros hermanos a encumbrar la montaña de la espiritualidad. 15. Dejad hablar la voz de vuestra conciencia, oídla y luego decidme si esta misión que os he confiado es un yugo para vosotros; en verdad os digo que si lográis escuchar siempre aquella voz interior, tendréis que derramar lágrimas de arrepentimiento y me diréis: ¡Cuán ingratos hemos sido con vos y cuán injustos con nosotros mismos! 16. Cuando hayáis hecho esas reflexiones y en vuestro corazón se formen los firmes propósitos de cumplir con mansedumbre y amor vuestra misión, sentiréis en vuestro espíritu la luz de vuestro Padre, bendiciéndoos. 17. No temáis, pueblo, que Yo voy delante de vosotros guiando vuestros pasos e iluminando vuestro sendero como un inmenso faro de luz. 18. Si esta lección de hoy la tomáis como un reclamo del maestro, tomadla así; pero buscad su fondo y ahí encontraréis mi justicia, mi amor y mi celo por la parte que os he confiado en mi Obra. 19. Ved que este es el Tercer Tiempo, la Era de la luz espiritual. 20. Estad de plácemes, porque vais a ser testigos de muchos acontecimientos y vais a tener la gracia de recibir muchas revelaciones. 21. Vuestro corazón no está endurecido, vuestro cerebro no está cerrado para mi amor, vuestro espíritu no está dormido; abrid los ojos a la luz y aprestad todos vuestros sentidos para que percibáis las señales, las voces y manifestaciones de mi Espíritu y del Mundo Espiritual, que vibrarán sobre vosotros. 22. A cada criatura le está señalado el día de su liberación espiritual en este tiempo, el instante en que deje para siempre de ser esclavo del mundo, siervo de las tentaciones, adorador de la materia y de sus placeres. 23. Las falsas joyas caerán de vosotros, renunciando el espíritu a las vanidades del mundo para vestirse con el digno manto de la espiritualidad. 24. ¡Para cuántos de los que habéis escuchado mi palabra en este tiempo, el día de vuestra liberación fue precisamente aquel en que por vez primera oísteis esta voz, con cuánto amor habéis grabado en vuestra memoria la fecha bendita que os recuerda el milagro de vuestra resurrección a la fe! 25. Bienaventurados los que lloraron mucho, pero supieron esperar; bienaventurados los que pecaron, pero luego se sometieron mansamente a la purificación, presintiendo la llegada de mi palabra a su corazón, ellos desde el día en que presenciaron por vez primera mi manifestación, desde mi primera palabra, supieron sentirme y reconocerme; al tocar con mi esencia las fibras de su corazón, sensibilizadas por el dolor y las vicisitudes de la vida, sintieron correr por todo su ser la savia divina del Maestro, y al mismo tiempo que se fortalecían, de su espíritu caían miserias, lacras, vicios, penas, tinieblas y manchas, para luego ataviarse con la vestidura propia del espíritu, que es la verdad. 26. Habían llegado a mi presencia muertos a la vida espiritual, mas, cuando marcharon, iban convertidos en hombres de fe, que al fin supieron cuál era el camino verdadero porque la fe es la brújula del espíritu. 27. ¡Dicha indecible la del espíritu cuando resucita a la fe! Mas no era eso todo, algo más esperaba a los que volvían así a la vida y era la dicha de saber que en su camino podrían resucitar muertos como habían aprendido de su Maestro y podrían orientar a cuanto peregrino sorprendiesen caminando sin rumbo fijo en la vida. 28. Quien no haya salvado a un semejante, quien no haya devuelto a un hermano la fe perdida o la salud, no podrá imaginar ese gozo del espíritu. ¿Quién puede entonces imaginar el gozo por ser el salvador, el consuelo, el maestro y la resurrección eterna de todo espíritu? Pero no he reservado ese gozo tan sólo para Mí, porque he venido a participar con vosotros algo de cada uno de mis atributos, enseñándoos a salvar, a curar, a consolar y a resucitar, porque quiero que mi gozo sea de todos, así como mi gloria a todos espera. 29. Pueblo: Si sentís que una fuerza superior envuelve vuestro ser, es que estáis sintiendo mi presencia habéis preparado vuestro espíritu y dispuesto vuestra materia, por lo que en este instante, estremecidos ante mi palabra, gozáis de la fuerza que emana de mi espíritu. Pensad que si en todos los momentos de vuestra vida tuvieseis esta espiritualidad, doquiera percibiríais la sensación de mi presencia: entonces comprobaríais que mi justicia se manifiesta plenamente en vuestra vida. 30. Estoy juzgando a los pueblos de la Tierra, tocando con mi luz a todos los espíritus; pero pocos se dan cuenta de que su juicio ha llegado y menos aún son los que presienten la presencia del tiempo profetizado desde las eras pasadas. 31. A todos he dado el tiempo necesario para el examen de su vida a la luz de su conciencia, así como para su arrepentimiento y regeneración, por si algo tuviesen que enmendar o reparar. Tanto a los hombres que gobiernan y legislan, como a los que guían espiritualmente a la humanidad, así como a los científicos y a todos los que transmiten el saber, les he concedido tiempo para prepararse, porque todos habrán de responder a las preguntas que mi justicia va a haceros. 32. Si estos hombres de ahora, no fuesen tan duros e insensibles, ciertamente recibirían constantemente mensajes del mundo espiritual y en ocasiones se verían rodeados de multitudes de seres que trabajan incesantemente por el despertar de los hombres y comprobarían que jamás están solos. 33. Unos llaman "invisible" a aquel mundo, otros, "más allá" y ¿Por qué? Sencillamente porque carecen de fe para "ver" lo espiritual y porque su pequeñez humana les hace sentirse distantes y extraños de un mundo que deberían sentir en su corazón. 34. A este pueblo que se reúne en la humildad de estos recintos para escucharme, he tenido que despojarle de bienes terrenales y de vanidades para que pudiese sentirse atraído por algo que no es precisamente de este mundo y que es mi Doctrina. 35. Os he encontrado pobre, llorando los caudales perdidos y por lo tanto, un poco desengañados del falso brillo de las glorias mundanas y un poco desmaterializados. Esto os ayuda a sentir la presencia de lo espiritual, así como a desear el desarrollo y el mejoramiento de vuestro espíritu. Si fueseis ricos, sanos, y si hubieseis vivido entre comodidades, festines y placeres ¿Habríais acudido a mi llamado? 36. Ved cuánto tengo todavía que hacerme sentir entre la humanidad para que los monarcas vengan en pos de mi enseñanza. 37. No es que quiera pobres y mucho menos menesterosos de lo necesario para vivir y subsistir, pero es que el hombre evolucionado debe saber que antes que lo humano, está el espíritu, porque el espíritu puede vivir sin cuerpo y en cambio el cuerpo no puede existir sin el espíritu. 38. Yo quiero que todo sea vuestro, pero que sepáis tomar conscientemente de lo que necesitáis, que sepáis ser ricos de lo espiritual y podáis poseer mucho en lo material, si sabéis hacer buen uso de ello y dar a lo uno y a lo otro su verdadero valor y su lugar. ¿En qué puede perjudicarse el espíritu de un hombre inmensamente acaudalado, si lo que él posee es en beneficio de sus semejantes? ¿Y en qué puede perjudicarse un hombre poderoso, si su espíritu sabe apartarse oportunamente a orar, y con su oración está en comunión conmigo? 39. Vosotros que oís estas revelaciones, estáis comprendiendo la verdad; pero hay muchos que naufragan entre tinieblas en estos precisos instantes y a ellos habrá que salvarles. En esta tempestad que se aproxima, muchas naves se hundirán y habrá pavor y lamentos e imprecaciones, desesperación y llantos; sin embargo, Yo os aseguro que espiritualmente ninguno perecerá, porque aun en las más espesas tinieblas estará brillando siempre una luz, una estrella, un rayo, que es la conciencia de la cual descenderá al corazón un destello de fe y de esperanza. 40. Cuando de lo más elevado de los hombres surja el grito de imploración hacia mí, diciéndome: "Padre mío, salvador nuestro, venid a nosotros, que perecemos", mi divina fuerza les hará sentir mi presencia, les manifestaré mi infinita piedad y una vez más les probaré. 41. Tengo sed de vuestra fe, de vuestro arrepentimiento y de vuestro amor; sed que hasta ahora no habéis sido capaces de apagar, porque siempre que os he pedido el agua de vuestro amor, me habéis ofrecido el cáliz de hiel y de vinagre. 42. Mi sed es de que os améis los unos a los otros, porque os bastaría cumplir con ese precepto, para que al punto cesasen todos vuestros dolores, vuestras amarguras y penalidades. Mi sed no representa una necesidad mía, sino vuestra. 43. Discípulos: Sentid cómo os amo en esta palabra; amadme también en ella, porque mi Espíritu está en su esencia. 44. Cuando esta Doctrina se extienda, tendrán que preguntaros el objeto de este mensaje existiendo ya tantas religiones. Entonces vosotros les revelaréis que esta palabra ha llegado a la humanidad para enseñar a los hombres la comunicación de espíritu a Espíritu que sus religiones no les enseñan, y que este mensaje es la luz divina que os revela todos los atributos espirituales que poseéis. 45. Este pueblo llevará la Buena Nueva de mi palabra a toda la humanidad y por ella los hombres reconocerán que entre ellos y el Reino espiritual sólo existe un paso, y que la distancia infinita que ellos creían que existía entre un mundo y otro, sólo había sido fruto de su imaginación, de su ignorancia y de su culto materializado. 46. En los tiempos pasados sólo fue preparada la humanidad para cuando fuese propicio el momento de la comunicación espiritual. Este es el tiempo propicio, en el que vuestro espíritu está autorizado y al mismo tiempo capacitado para elevarse y relacionarse con la vida superior. 47. Mi comunicación a través del entendimiento humano, ha venido a probaros la verdad de cuanto acabo de deciros y también ha servido de estímulo para este pueblo que me ha escuchado, ayudándolo en esta forma a dar el primer paso hacia la comunicación espiritual. 48. Así como os he doctrinado primero, para que pudieseis más tarde dar pasos de mayor perfección en mi sendero, vosotros tendréis que hablar con mi palabra y explicarla primero, para que, una vez comprendida mi Obra por vuestros hermanos, queden preparados y en aptitud de comunicarse de espíritu a Espíritu con su Padre y con sus hermanos espirituales. 49. No todos mis portavoces han sabido o han querido disponerse para servirme y muchas veces he tenido que enviar mi luz sobre sus entendimientos impuros ocupados en lo superfluo, cuando no en lo pecaminoso. Ellos en su falta, han llevado mi justicia, porque su mente se ha visto privada de toda inspiración y sus labios de toda elocuencia para expresar el divino mensaje. En esos casos la multitud ha cerrado sus oídos ante aquellas pobres manifestaciones, pero en cambio ha abierto su espíritu para sentir en él mi presencia y recibir mi esencia. El pueblo se sustentó con la esencia que en aquel instante mi caridad le envió, pero el pedestal retuvo un mensaje que no brotó a través de sus labios, obligando a la multitud a comunicarse de espíritu a Espíritu con su Maestro, cuando aún no estaba preparada para recibir mi inspiración en esa forma. 50. Aún es tiempo de que portavoces y congregaciones se preparen para que en el último año de mi comunicación por el entendimiento del hombre, vean cumplir mi palabra con las cátedras más elevadas y llenas de luz que hasta entonces hayáis escuchado. Yo estoy presto a premiaros concediéndoos esa preparación y ese anhelo, si verdaderamente os disponéis. Llegará mi luz a torrentes, envolviendo a vuestro espíritu y saturándolo de fuerza, de sabiduría y de espiritualidad. 51. Así tiene que ser la partida de mi palabra, en el final de este tiempo de mi comunicación, en lo más grande de vuestra preparación de espíritu y de entendimiento; para que cuando ya no me escuchéis bajo esta forma, sintáis la necesidad inmensa de oír mi voz y esa necesidad os impulse a buscarme en lo infinito, en lo divino, porque con ello habréis dado con firmeza el paso hacia el culto espiritual, hacia la comunicación verdadera entre los hijos y el Padre. 52. Cuando ya no tengáis delante de vuestros ojos a las personas, objetos o formas que empleáis como medios para poderme sentir y solamente a través de la oración percibáis mi presencia y recibáis mi inspiración en cualquier momento de vuestra vida en que me solicitéis, exclamaréis con gozo en vuestro corazón: "Maestro, cuán cerca de nosotros habitáis". 53. Yo seguiré siendo vuestro Maestro, seré vuestro doctor y a través de vosotros me manifestaré en los enfermos que me presentéis, seré inspiración en vuestra mente y verbo en vuestros labios; Yo os enviaré a los guardianes espirituales para que os sigan guiando y protegiendo. 54. No os conforméis con lo primero que logréis, sino que pondréis vuestro celo y vuestro esfuerzo por perfeccionaros, porque esa nueva forma de buscarme también estará sujeta a desarrollo. 55. Este es el Tercer Tiempo, en el que ya vuestro espíritu, desde la Tierra, puede comenzar a soñar en moradas muy altas y en conocimientos muy grandes, porque el que parte de este mundo llevando en su espíritu el conocimiento de lo que va a encontrar y el desarrollo de sus dones espirituales, ése pasará por muchos mundos, sin detenerse en ellos, hasta llegar al que por sus méritos le corresponda habitar. Estará plenamente consciente de su estado espiritual, sabrá desempeñar su misión doquiera que se encuentre, conocerá el idioma del amor, de la armonía y la justicia y sabrá comunicarse con la pureza del lenguaje espiritual que es el pensamiento. No tendrá escollos, turbación, ni llanto, y comenzará a vivir el supremo goce de estarse acercando a las mansiones que le pertenecen, porque ellas le corresponden como herencia eterna. 56. Para que mi Obra llegue a establecerse en el corazón de la humanidad como en un santuario de fe y de espiritualidad, tendrán mis siervos que luchar mucho, tendrá mi pueblo que atravesar por numerables pruebas. 57. En el primer instante el mundo rechazará esta Doctrina, pero no desmayaréis porque desde ahora os advierto que el que la rechace lo hará con el corazón, mas no será con el espíritu de la humanidad, ya que el espíritu conserva en si esta promesa mía. 58. Os he visto pensativos y preocupados por la jornada que os espera y he llegado a vuestro corazón a daros paz y con mi palabra a abriros sendas y a derribar obstáculos que ya con vuestra imaginación estabais formando. 59. Bienaventurados los que meditan, sufren y se preocupan por causa de mi Obra, porque es prueba de que la han abrazado con su corazón, Yo entonces fortalezco su espíritu y le acaricio para que vuelva a sentirse lleno de fe, de paz y de confianza. 60. En mi mesa de amor habéis comido el pan divino a que vuestra preparación os hizo merecedores. Si no habéis alcanzado más, es porque vuestra preparación no llegó a más; si alcanzasteis mucho en este día, fue prueba de que supisteis haceros dignos de ese galardón. También os digo que si en otros recintos derramé a torrentes mi luz en este día, fue porque las multitudes supieron prepararse, y que en cambio, allí donde no existió esa espiritualidad, mi palabra, llena de justicia, resonó en las conciencias de mis hijos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSENANZA N° 295 1. Humanidad: Habéis interpretado mal el sentido de la vida, porque habéis llegado a darle mayor importancia a lo material que a lo espiritual. Si no fuera así, no hubiera sido necesario mi nueva venida entre vosotros; pero oíd cómo mi palabra os invita a la elevación y a la espiritualidad, viendo que los hombres viven aletargados ante la realidad. 2. Mi Doctrina tiene la misión de que os intereséis por la vida que os espera, la que será eterna, vine a destruir de vuestro corazón el temor a dejar la envoltura humana, el temor a la muerte. Mi palabra viene a libraros de todos vuestros errores. 3. En verdad os digo que la muerte no existe, porque el Creador es la vida y sus obras no pueden morir. 4. El hombre es el que con su imaginación ha creado la muerte y además ha creado infiernos y glorias según su pobre entendimiento: ¿Qué conceptos justos podrá tener de mi existencia, de mi justicia y de la verdad sobre la vida eterna? Sólo confusión hay en el corazón de la humanidad, y esa confusión forma parte de los cimientos donde descansan las creencias de las mayorías. ¿Qué futuro le espera a la humanidad si persiste en apartarse del camino verdadero? Sólo miseria, turbación y dolor, de lo cual tiene un anticipo en la vida llena de vicisitudes que lleva en la Tierra. 5. La Doctrina del Espíritu, mi Doctrina, pueblo, es el rayo de luz que viene a romper las tinieblas en que habéis penetrado. Sólo a través de ella llegarán los hombres a tener una enseñanza absoluta y amplia de su destino espiritual y un conocimiento verdadero sobre la existencia de mi justicia. 6. Los hombres de hoy no pueden pensar en Dios sin materializarlo en alguna forma; no pueden hablar de tentaciones sin personificar la influencia del mal en un ser cuya misión es perder a los espíritus, y tampoco pueden pensar en la expiación del que ha pecado, sin imaginar el castigo del fuego del infierno, el cual jamás ha existido. 7. Sobre estas tres confusiones que dominará la mente de la humanidad, os digo que, si creéis que Dios es el Espíritu Santo, no tiene por qué buscarlo en formas materiales, puesto que es Espíritu; y que ese ser imaginario a quien llamáis Lucifer o Satanás, no existe sino en la mente de quienes no han podido interpretar espiritualmente mis palabras, revelaciones y mensajes de los tiempos pasados. En verdad os digo que existen en el valle espiritual grandes espíritus de tiniebla, sembradores de discordias, de odios y perversidad; existen multitudes de espíritus cuya influencia alcanza a los hombres al transmitir malos pensamientos e inducirles a malas obras; pero esos seres no son demonios, son seres imperfectos, turbados, confundidos, oscurecidos por el dolor, por la envidia o por el rencor. No os asombréis si os digo que su naturaleza es la misma que tiene vuestro espíritu y la misma que tienen aquellos seres llamados ángeles por vosotros. 8. ¿Por qué no llamáis demonios a los malos hombres que habitan en la Tierra, si ellos también os tientan, si también os inducen al mal y os apartan del camino verdadero? Ellos, como los seres turbados del espacio, también son espíritus imperfectos, pero que han alcanzado poder y fuerza porque se ha apoderado de ellos un ideal de grandeza. 9. En verdad os digo que ni entre los que habitan en la tierra, ni en los que se encuentran en espíritu tengo enemigos. No existe uno que se dedique a odiarme, a blasfemar en contra mía, o a apartar de la buena senda a sus semejantes por el solo placer de ofenderme. ¡Mentira! Quienes apartan a los hombres de la fe, quienes borran del corazón de sus hermanos mi nombre y quienes luchan en contra de lo espiritual, no lo hacen por ofenderme, lo hacen porque así conviene a sus ambiciones terrestres, a sus sueños de grandeza y de gloria humana. 10. Eso acontece con los seres del Más Allá que no han despertado a la luz que eleva por el camino del amor. Ellos han tratado de ser grandes por la ciencia simplemente y cuando influyen en sus hermanos y les apartan de la buena senda, no es con el fin de causarme un dolor, de rivalizar con mi poder, de gozarse en el triunfo del mal sobre el bien, no, el móvil, aunque malo, no es de ofenderme. ¿Cómo podéis estar pensando toda la vida en que frente a Mí se encuentra un poderoso adversario que a cada paso me arrebata lo que es mío? 11. ¿Cómo concebís que Yo hubiese puesto en la senda de los hombres a un ser infinitamente más poderoso que ellos, para que les estuviese tentando sin cesar y que al final los empujase a la perdición eterna? 12. ¡Qué mal pensáis de Mí y de mi justicia los que decís conocerme y amarme! 13. Ciertamente los malos tientan a los buenos; los fuertes abusan de los débiles; los injustos escarnecen a los inocentes y los impuros violan lo que es puro. Pero son tentaciones que aquel que las encuentra las puede rechazar, porque posee armas y escudo para luchar y defenderse. Su espada es la conciencia y tras ella están la moral, la fe y la razón, para no dejarse seducir por las malas influencias, y no solamente debe hacer eso, sino también sembrar la virtud con sus obras, contrarrestando en todo lo posible al mal; si ve que hay quienes siembran perdición, vicios y destrucción, levantarse a sembrar luz, a salvar al perdido, a levantar al que ha caído. 14. Es la lucha eterna del bien contra el mal y de la luz contra la tiniebla, lucha indispensable para escalar y alcanzar las alturas de la perfección. 15. Tan meritorio es ante Mí que un ser manchado con la huella de las más graves faltas se purifique inspirado en un elevado ideal, como que un ser que ha perseverado en la pureza, luche hasta el fin por no mancharse, porque él desde un principio amó la luz. 16. ¡Cuán distantes de la verdad andan quienes piensan que los espíritus turbados poseen distinta naturaleza a la de los espíritus de luz! 17. Injusto sería el Padre si eso fuese verdad, como también dejaría de ser Todopoderoso si careciese de sabiduría o de amor para salvar a los manchados, a los impuros, a los imperfectos y no poder reuniros con todos los justos en una misma morada. 18. Discípulos: Cuando en el hombre existe un verdadero conocimiento de las obras que ha realizado, no se deja cegar por la vanidad, sabe que si ese innoble sentimiento penetra en su ser, su inteligencia se nublaría y ya no podría avanzar en el sendero, se estancaría y sucumbiría en el letargo. 19. La vanidad ha perdido a muchos hombres, ha derrumbado muchos pueblos florecientes y ha hundido vuestras culturas. 20. Mientras los pueblos tuvieron por ideal el trabajo, la lucha y el progreso, supieron de la abundancia, del esplendor y el bienestar, mas cuando el orgullo les hizo sentirse superiores; cuando su ideal de elevación fue cambiado por la ambición insaciable de desearlo todo para sí, sin darse cuanta y sin quererlo, comenzaron a destruir paso a paso cuanto habían construido, acabando por hundirse en un abismo. 21. De esas experiencias se encuentra llena la historia de la humanidad, por lo cual os digo, que es justo que surja en el mundo un pueblo de grandes ideales, el cual, consciente siempre de sus buenas obras, no se envanezca de ellas, de esta manera no se detendrá su paso y el esplendor alcanzado hasta ahora, mañana lo verá superado y más tarde nuevamente en aumento. 22. Al hablaros así, no trato de inspiraros solamente ambiciones materiales: quiero que mis palabras sean interpretadas justamente para que sepáis aplicarlas a lo espiritual, así como a lo material. 23. La vanidad no solamente puede sorprender al hombre en su vida material, y como prueba de lo que os digo ved las caídas y fracasos de las grandes religiones, carcomidas en sus bases por la vanidad; por la soberbia, por su falso engrandecimiento; cuando han creído estar en lo más alto de su poder, alguien ha venido a despertarles de su sueño, haciéndoles ver sus errores, sus desvíos, su alejamiento de la Ley y de la verdad. 24. Sólo con el verdadero conocimiento y cumplimiento de mi Ley ante la conciencia, podrá surgir esta humanidad a una vida elevada, porque la conciencia, que es mi luz, es perfecta, es serena, es justa, jamás se envanece ni tuerce su camino. 25. Decidme si no es una doctrina espiritual la que necesitan los hombres para acercarse a la verdad. Pues esa doctrina que tanto necesita la humanidad, es precisamente la que os he traído. 26. Cuando esta palabra se extienda por el mundo y los hombres pregunten quién la inspiró y quién la dictó para que fuese escrita, los emisarios y sembradores de ella, testificarán que fue el Espíritu Santo quién la reveló por medio del entendimiento preparado de sus portavoces. 27. Cuando esta humanidad, reciba mi mensaje, recordará a Jesús, aquel humilde Nazareno que predicaba en los montes, en el desierto, en las riberas de los ríos y en los valles; porque su palabra no necesitaba de templos materiales, ya que donde quiera que ella brotara, ahí surgía el templo interior de las multitudes, cuyo corazón se abría, como corola de las flores al contacto del sol. 28. Ya estoy a la puerta de todo corazón, pero es menester que la humanidad al recordar mi promesa de volver, recuerde que Yo nunca anuncié que mi presencia sería de nuevo en cuanto hombre, sino que os hice comprender que ese retorno sería en Espíritu. 29. Este es el tiempo de la comprensión, de la iluminación del espíritu y de la mente, en el que el hombre al fin me buscará espiritualmente, porque reconocerá que Dios no es persona ni es imagen, sino Espíritu Universal, ilimitado y absoluto. 30. Esta Doctrina, conocida por unos cuantos e ignorada por la humanidad, pronto llegará como bálsamo sobre todos los que sufren, para impartir consuelo, encender la fe, destruir tinieblas, infundir esperanza. Ella os eleva sobre el pecado, la miseria, el dolor y la muerte. 31. No podría ser de otra manera porque soy Yo, el Divino Doctor, el Consolador prometido, quien os la ha venido a revelar. 32. En todos los tiempos mi Doctrina os ha mostrado que su esencia es el amor. El amor es la esencia de Dios, de esa fuerza toman todos los seres para vivir; de ella surgió la vida toda y la creación: El amor es el principio y el fin en el destino de todo lo hecho por el Padre. Ante esa fuerza que todo lo mueve, lo ilumina y vivifica, desaparece la muerte, se esfuma el pecado, se desvanecen las pasiones, le lavan las impurezas y se perfecciona todo lo que es imperfecto. 33. Yo vine al mundo en el Segundo Tiempo para probaros la fuerza del amor con mi Doctrina y mis ejemplos, que quedaron impresos indeleblemente en vuestra conciencia; sin embargo, Yo, que con amor vencí el dolor del mundo y de la muerte, os pregunto a vosotros, hombres que vais evolucionando: ¿Ya habéis aprendido a vencer el dolor del mundo y de la muerte? 34. He visto que aún celebráis el día de los muertos, y ¿Por qué? ¿Es acaso la forma en que celebráis la victoria sobre la muerte? No, humanidad, no os equivoquéis, mirad que con ello estáis celebrando el culto a la materia y el amor al mundo. En ese culto a los que han bajado a la entraña de la Tierra, os alejáis y olvidáis de los espíritus, que son los que representan la vida verdadera y eterna. Cuando os miro bañar con lágrimas un sepulcro o cubrirlo de flores, no puedo menos que aplicaros aquellas palabras mías que os dicen: "Sois muertos velando a vuestros muertos". 35. A los que hayan comprendido mi palabra y la vayan aplicando a su vida, os encargo orar por todos los que en su materialismo alteran el sentido de la verdad, y que orgullosos y envanecidos en su ciencia han llegado a creerse sabios, creadores y fuertes y se ríen de los que aún, acordándose de Dios, elevan a El sus preces. Creen tener en sus manos el destino de la humanidad ignorando que también se encuentran bajo mi divina justicia. Ellos necesitan como nadie de vuestras oraciones y de vuestra ayuda espiritual. 36. Esos hombres se han perdido en su culto idólatra a la materia, culto que rinde a través de la ciencia, mas también despertarán ante las grandes pruebas que les están reservadas y por ellas llegarán a comprender que algo existe en el hombre que está más allá de la inteligencia, que es el espíritu, y que hay algo superior aun a la ciencia material, que es el conocimiento de la vida espiritual. 37. Cuando ya no sea la mente la que lleve al espíritu a observar o a profundizarse en la ciencia, sino el espíritu el que eleve y guie a la mente, será cuando el hombre descubra lo que ahora le parece inescrutable y que, sin embargo, está destinado a serle revelado, cuando haya espiritualizado su inteligencia. 38. Escuchando cualquiera de mis cátedras podréis comprender y hasta presentir el caos de ideas que se aproxima. 39. El tiempo de la idolatría está tocando a su fin y la etapa de la espiritualidad pronto hará su entrada en el corazón de la humanidad. Todos los ídolos caerán por tierra y dejarán lugar a la verdad y ahí se levantará el verdadero altar a Dios. 40. Yo soy la luz, la verdad y la vida; Yo soy el libro abierto. 41. Desde el principio de la humanidad, los hombres han buscado el origen de la vida y el por qué de cuanto les rodea; para ello han empleado la fuerza de su mente, la luz de la inteligencia. De ahí han surgido sus ciencias y sus filosofías; pero como la mente humana es muy limitada para abarcar la verdad que sólo el espíritu puede comprender y penetrar, ha sido poco lo que su ciencia ha logrado descubrir de esa verdad. 42. Los hombres no han buscado esa luz en lo espiritual, y Yo soy Espíritu, por lo tanto, el que quiera encontrar la fuente de la vida, la luz de la verdad y el origen de todo lo creado, tendrá que buscarme primero a Mí. Buscarme con el espíritu, a través de la oración, del anhelo de saber, para amar y servir mejor a sus semejantes, de elevarse sobre las miserias de la vida humana. A él serán reveladas las enseñanzas que otros, hurgando con la mente, han descubierto a través de siglos. 43. Yo soy el Amor, y quien me busque debe hacerlo inspirado en el amor. 44. El hombre es un reflejo del Creador, una imagen de Dios, necesariamente los hijos tendrán que asemejarse al Padre del cual brotaron; esa semejanza está en el espíritu por estar dotado de los atributos de Dios y tener además vida eterna; la materia o sea el cuerpo humano es tan sólo una fugaz vestidura del espíritu. 45. Envió el Padre a los espíritus a habitar esta Tierra para que en ella encontrasen medios para su desarrollo, pruebas para fortalecerse, lecciones para llenarse de luz, ocasiones sin fin para hacer méritos, los cuales le eleven por sobre esta vida, le liberten de la materia y le conduzcan al Reino Espiritual; pero no ha logrado el hombre ganar aún la batalla, no ha dominado a la materia, no ha hecho su siervo al mundo. Por el contrario, se ha dejado dominar por fuerzas y elementos que son inferiores a él, cree el hombre ser el señor del mundo, cuando en realidad no es más que un esclavo de la materia. 46. Mientras no gane esta batalla, no habrá conquistado la vida espiritual. 47. Mas no creáis que lo que Yo quiero es que los hombres se aparten de las leyes materiales para dedicarse a lo espiritual exclusivamente, no, pueblo, lo que el Padre ha creado y ofrecido a la humanidad, quiero que lo toméis para vuestro bien, para vuestra evolución y para vuestra elevación; que lleguéis a dominar sobre la vida material con sus elementos, fuerzas, seres; mas para lograrlo es menester ir más allá de donde vuestra inteligencia alcanza o sea por medio del espíritu, para que el Padre, contemplando vuestros nobles fines, el amor que ponéis en vuestras obras y el lugar que habéis sabido dar a vuestro espíritu, descorra el velo de su arcano y os conceda un destello de su sabiduría que ilumine a vuestro espíritu. 48. Lo justo es que el espíritu revele la sabiduría a la mente humana y no que la mente sea la que dé luz al espíritu; muchos no entenderán esto que os digo, debido a que ha mucho tiempo que habéis alterado el orden de vuestra vida. 49. Ved cómo el hombre está antes y por sobre todo cuanto le rodea; que es el único ser dotado de libre albedrío y de conciencia. De ese libre albedrío han provenido todos los errores, caídas y pecados de la humanidad; pero son errores pasajeros ante la justicia y la eternidad del Creador, porque luego se impondrá la conciencia sobre las flaquezas de la materia y sobre la debilidad del espíritu, con ello vendrá el triunfo de la luz, que es saber sobre las tinieblas, que son ignorancia; será el triunfo del bien, que es amor, justicia y armonía, sobre el mal, que es egoísmo, libertinaje, injusticia. 50. Si observáis bien vuestra vida y la historia de la humanidad, encontraréis que esta lucha ha sido constante desde el principio de la Creación hasta el momento presente, lucha necesaria para el perfeccionamiento de vuestro espíritu, como necesario es el fuego para acrisolar el oro. 51. Escuchando esta lección, ¿Quién es aquel que pueda pensar que, una sola existencia humana puede bastar a un espíritu para su desarrollo total y su perfeccionamiento? 52. ¡Ah hombres, que os ocupáis demasiado de la vida humana, haciéndoos creer que sois eternos en la Tierra, y no sabéis que a causa de vuestra materialidad, tenéis que venir en nuevas materias al mundo, a dar el paso que en la ocasión anterior no supisteis dar! 53. Pero las muchas reencarnaciones tampoco le dan la perfección absoluta a un espíritu; por muy elevado que éste se encuentre después de su última estancia en la Tierra, aún estará esperándole el valle espiritual con sus moradas en número infinito, sus nuevas enseñanzas, revelaciones, y maravillas. 54. Cuando hayáis recorrido el camino y lleguéis a los umbrales de lo puro y lo perfecto, estaréis comprendiendo el por qué de vuestra existencia, estaréis habitando verdaderamente en la luz. 55. Aquí en la Tierra, he dividido la vida espiritual de la humanidad en tres etapas, tiempos o eras, en que os he ido revelando paso a paso, lección por lección, la sabiduría que todos debéis poseer. 56. El Primer Tiempo es como la niñez espiritual del hombre en la que éste abre los ojos y contempla la faz de su Padre, lo escucha pero está lejos de comprenderle, prueba de ello es que trató de obedecerle apegándose a la letra de los textos, sin penetrar con el espíritu en el sentido de ellos. 57. En el Segundo Tiempo vine YO, el Verbo, a habitar en Jesús con vosotros y a enseñaros con mi vida el camino del espíritu. Ese Segundo Tiempo es el de la adolescencia o primera juventud espiritual, es la edad en que Cristo vino a enseñar a los hombres el amor, a despertarles sus fibras dormidas a fin de que su corazón vibrara bajo un nuevo sentimiento, bajo el poderoso impulso del amor hacia su Padre y hacia sus semejantes. 58. Ahí, en esos dos amores, resumí toda la Ley, toda mi Enseñanza; El amor a Dios, al Autor de la Vida, al Padre, al Creador, y el amor de los unos a los otros. 59. La Ley ha estado presente siempre en las conciencias; generaciones parten y generaciones llegan; espíritus emigran y espíritus vienen y mi palabra permanece firme e inconmovible; sin embargo, la humanidad ha sido dura de entendimiento y de corazón y muy pocos han sido los que han comprendido el espíritu de amor de mi Doctrina. 60. Los hombres se multiplican y crecen, y en cuanto su inteligencia se despierta la alejan de lo espiritual para ir tras de la gloria del mundo, la riqueza o la ciencia, y entonces sus frutos no han podido ser todo lo dulce que vuestro corazón quisiera; siempre al final os ha quedado en los labios un sabor amargo. 61. Pero no penséis que mi palabra tenga por sistema juzgar mal vuestras obras o condenar lo que haya logrado vuestra ciencia, no, pueblo, no soy Yo quien os diga con palabras que estáis a un paso del abismo, son los hechos, son los resultados de vuestra falta de espiritualidad. 62. Pero en los precisos momentos en que os aproximáis al precipicio, suena la campana sonora en el reloj de la eternidad, marcando el principio de un nuevo tiempo: La Tercer Era, tiempo en el cual el Espíritu Santo viene a brillar en las conciencias, derramándose en sabiduría, en luz que esclarece misterios, en fuerza que levanta, resucita, consuela y salva. 63. Es la forma más sutil y elevada de cuantas ha empleado el Padre para hablar a los hombres; han pasado ya para la humanidad dos edades y se encuentra en la madurez del espíritu, ya puede concebir y comprender lecciones más profundas. 64. Este es el Tercer Tiempo en el cual el espíritu de la humanidad, habrá de liberarse de las cadenas del materialismo, eso traerá consigo la lucha de ideas más grande que registre la historia de los hombres. 65. La perversidad, el egoísmo, la soberbia, el vicio, la mentira y todo cuanto ha ensombrecido vuestra vida, caerán como ídolos rotos a los pies de quienes les rindieron culto para dar paso a la humildad. 66. ¿Cómo podréis ayudar vosotros en esta lucha? Con el arma poderosa de la oración, no con la oración de palabras, sino con la elevación del pensamiento. 67. Mi Espíritu, infinitamente más sutil que el aire que os rodea, estará presente recibiendo vuestra oración y a la vez convirtiéndola en paz y en bálsamo para vuestros hermanos. 68. Vuestros pensamientos se harán destellos de luz en el espacio y llegarán como mensaje al entendimiento necesitado de claridad para pensar. 69. Vuestro ruego será porque venga la paz de mi Reino a la Tierra y vuestras obras serán como la primera simiente de espiritualidad que caiga en el seno de la Tierra en el Tercer Tiempo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 296 1. Yo soy la luz que ilumina vuestro camino, la sabiduría que llega a vuestro entendimiento, el bálsamo que alivia vuestros sufrimientos. 2. Yo soy el Maestro y vengo a vosotros con el fin de convertiros en mis discípulos, porque siendo mis discípulos, seréis hombres justos en la Tierra. 3. Si queréis verdaderamente romper las tinieblas de vuestra ignorancia, buscadme y Yo os daré la luz necesaria para que no tengáis tropiezos; si queréis que vuestra fe sea grande, venid, escuchadme y seguidme sin fatiga. 4. Pueblo: En el principio de los tiempos el mundo estaba carente de amor, los primeros hombres estaban lejos de sentir y de comprender esa fuerza divina, esa esencia del espíritu, principio de todo lo creado. Creían en Dios, pero sólo le atribuían fuerza y justicia. Los hombres creían entender el lenguaje divino a través de los elementos de la Naturaleza; así, cuando los veían apacibles y serenos, pensaban que el Señor estaba de plácemes con las obras de los hombres, mas, si los elementos se desataban, entonces creían ver en ello la ira de Dios manifestada en esa forma. 5. En el corazón del hombre se había formado la idea de un Dios terrible, en quien podía albergarse el rencor y el sentimiento de venganza, por eso, cuando creían haber ofendido a Dios, le ofrecían holocaustos y sacrificios, esperando desagraviarle. Yo os digo que aquellas ofrendas no estuvieron inspiradas en el amor a Dios, era el temor a la divina justicia, el miedo al castigo, lo que inspiraba a los primeros pueblos a ofrecer tributos a su Señor. 6. Al Espíritu Divino le llamaban Dios simplemente; pero nunca Padre, ni Maestro. 7. Fueron los patriarcas y los primeros profetas, los que empezaron a hacer comprender al hombre que Dios era justicia, sí, pero justicia perfecta, que era ante todo Padre, y que, como Padre, amaba a todas sus criaturas. 8. Paso a paso, caminando lentamente por el sendero de la evolución espiritual, continuó su peregrinaje la humanidad, pasando de una era a otra y conociendo algo más del Arcano Divino, mediante las revelaciones que en cada tiempo les hacía Dios a sus hijos. 9. Sin embargo, todavía el hombre no llegaba a tener un conocimiento completo del divino amor; porque no amaba verdaderamente a Dios, como a un Padre, ni sabía sentir en su corazón el amor que su Señor a cada paso le brindaba. 10. Fue menester que el amor perfecto se hiciese hombre, que el Verbo encarnara y se convirtiese en materia tangible y visible a los hombres, para que estos supiesen al fin, cuánto y de qué manera les amaba Dios. 11. ¡No todos reconocieron en Jesús la presencia del Padre! ¿Cómo iban a reconocerle si Jesús era humilde, compasivo, amoroso aun con los que le ofendían? Ellos tenían a Dios por fuerte y soberbio delante de sus enemigos, justiciero y terrible para con quienes le ofendían. 12. Pero, así como muchos negaron, también muchos creyeron aquella palabra que penetraba hasta lo más escondido del corazón; aquella forma de sanar dolencias y males incurables, tan sólo con una caricia, con una mirada de compasión infinita, con una palabra de esperanza; aquella enseñanza que era la promesa de un mundo nuevo, de una vida de luz y de justicia, no pudo borrarse de muchos corazones, los cuales comprendieron que aquel hombre divino era la verdad del Padre, el Amor Divino de Aquél a quien los hombres no conocían y por lo tanto, no podían amar. 13. La semilla de aquella suprema verdad quedó sembrada para siempre en el corazón de la humanidad. Cristo fue el sembrador y aún sigue cultivando la simiente; luego vendrá por el fruto para deleitarse con él eternamente, y ya en su palabra no volverá a decir: "Tengo hambre" o "Sed tengo", porque al fin sus hijos le amarán como El les ha amado desde el principio. 14. ¿Quién os está hablando de Cristo, discípulos? El mismo. 15. Soy Yo, el Verbo, quien os habla de nuevo, humanidad; reconocedme, no dudéis de mi presencia por la humildad con que me presento. La ostentación no puede estar conmigo. 16. Recordadme a través de mi paso por el mundo en aquel tiempo; recordad que morí tan humildemente como había nacido y vivido. 17. Estoy presente ante la humanidad, en un tiempo en el cual nuevas revelaciones han transformado la vida de los hombres; y así hago acto de presencia entre vosotros, con la misma humildad que en Mí conocisteis en aquel tiempo. 18. No es que el Verbo de Dios haya nacido de nuevo en la pobreza de un pesebre; no, porque ya no hace falta que la materia dé testimonio del poder de Dios. Si los hombres creen que esta materia es Dios venido al mundo, no es así, la presencia de Dios es espiritual, universal, infinita. 19. Si todo lo que los hombres han luchado en este tiempo, estuviese dentro de lo justo, de lo lícito y bueno, no hubiera sido necesario que Yo descendiese a hablaros nuevamente; pero, no todas las obras que me presenta esta humanidad, son buenas; hay muchos errores, muchas injusticias, muchos desvíos y maldades, por lo tanto, hacía falta que mi caridad despertase al hombre cuando más entregado se encontraba en su obra, para recordarle cuáles son los deberes olvidados y a quién debe todo lo que es y lo que ha de ser. 20. Para hacerme oír de una humanidad materializada, la cual no podía haberme escuchado de espíritu a Espíritu, tuve que servirme de sus dones y facultades, para comunicarme a través del entendimiento del hombre. 21. La explicación de por qué "desciendo" a comunicarme con vosotros, es ésta: Al no poder elevaros para comunicaros con vuestro Señor de espíritu a Espíritu, he tenido que descender un peldaño más, o sea, de lo espiritual, de lo divino, donde aún no podéis llegar, tomar entonces vuestro entendimiento, el cual tiene asiento en el cerebro del hombre y traducir mi inspiración divina en palabra humana y en sonido material. 22. El hombre necesita de un conocimiento más y es Dios el que viene al hombre para confiarle sabiduría; si el medio elegido para mi breve comunicación por el entendimiento de estos portavoces, no os parece digno, os digo en verdad, que el mensaje dado a través de ellos, es muy grande. Hubieseis querido que mi manifestación ante el hombre, se hiciese a través de pompas y ceremonias que impresionaran, pero que en realidad son vanas ante el espíritu porque carecen de verdadera luz. 23. Yo podía haber venido entre relámpagos y tempestades para hacer sentir mi poder, pero entonces, ¡Cuán fácil hubiese sido que el hombre confesase que era llegada la presencia del Señor! Mas, ¿No creéis que hubiese vuelto el temor a vuestro corazón, y también la idea de lo incomprensible? ¿No creéis que todo sentimiento de amor hacia el Padre se hubiese tornado tan sólo en miedo a su justicia? Y debéis saber que Dios, aunque es fuerza omnipotente, no os vencerá con esa fuerza, no se impondrá por ella, sino por otra potencia, y esa es la del amor. 24. Es el Espíritu Divino el que ahora habla al Universo; Él es quien viene a hacer luz en todo lo que no visteis claro en otro tiempo, es la aurora de un nuevo día para todos los hombres, porque viene a libertaros de falsos temores, a destruir vuestras dudas, en fin, a haceros libres de espíritu y entendimiento. 25. Yo os digo que después de conocer la esencia de mis enseñanzas y la justicia de mis leyes, conoceréis también los límites que vuestros conceptos os habían impulsado, impidiéndoos ir más allá de un débil conocimiento de la verdad. 26. Ya no será el miedo ni el temor al castigo lo que os detenga para investigar, para descubrir; sólo cuando verdaderamente estéis queriendo conocer lo impenetrable, será vuestra conciencia la que os vede el paso, porque debéis saber que no toda la verdad corresponde al hombre, y que de ella, sólo debe tomar la parte que le corresponde. 27. Pueblo: Si mi venida fue anunciada que sería en medio de guerras, de elementos desencadenados, de epidemias y de caos, no es porque Yo os haya traído todo esto; es porque precisamente mi presencia había de ser oportuna en esa hora de crisis para la humanidad. Y aquí tenéis el cumplimiento de cuando un mundo agoniza y en sus estertores estremece y sacude la Tierra, para dar paso a una nueva humanidad; por ello el llamado de amor, amor que encierra e inspira: justicia, fraternidad y paz. 28. A vosotros, que habéis tenido la gracia de escucharme en este tiempo, debo deciros que para ser verdaderamente el discípulo espiritualista, debéis aplicar mi Doctrina a vuestra vida; que no es el recordar ciertos preceptos lo que habrá de convertiros en espiritualistas, ni serán ciertos ritos y manifestaciones los que os lleven al cumplimiento de vuestra misión en la Tierra. 29. Hablándoos así, como sólo Yo puedo hacerlo, os revelo la forma mejor de cumplir para con Dios y aparto de vuestro corazón los temores infundados hacia vuestro Padre. 30. Pero no solamente vengo a libraros de errores y prejuicios que afectan vuestra vida en el mundo, sino también vengo a deciros que la condenación eterna como os la han descrito, no existe, porque el espíritu no puede sufrir la pena física que produce dolor en la materia; el dolor del espíritu proviene de que contemple sus acciones a la luz de la conciencia, la cual lo hace mirar y comprender con claridad todos los errores e imperfecciones cometidas. 31. Venid a Mí con la plena convicción de que vais por el camino de la verdad y no será el temor que proviene de la ignorancia el que os obligue a permanecer en la senda. 32. Analizando mis revelaciones y manifestaciones de éste y de los tiempos pasados, acabaréis por comprender que siempre he venido envuelto en humildad, por lo tanto, no os dejéis sorprender por lo exteriormente maravilloso y cuando vengan vuestros hermanos que marchan por otras sendas, a deciros que el Señor no puede estar en medio de esta pobreza, de esta humildad que mostréis, les recordaréis que Dios, manifestado en Verbo, vino en Jesús al mundo humildemente, y que el hombre creyó en El, y a pesar de los siglos transcurridos desde su nacimiento, no se ha podido borrar del corazón de la humanidad, la humildad con que el Redentor se manifestó al mundo. 33. Existen entre vosotros, recintos en los cuales sus congregaciones aman y buscan lo exterior, lo maravilloso y superficial para impresionar sus sentidos, sin comprender que buscando lo externo se olvidan de las maravillas que encierra la Doctrina del espíritu. 34. Enseñar, corregir, revelar, esa es mi Obra entre vosotros para llevaros a la mansión de la luz, mas antes de llegar a los umbrales de la Tierra Prometida, tendréis que hacer méritos de fe y de amor. 35. La palabra de Cristo germinó en sus discípulos, y en el pueblo que le siguió, creció su siembra, se extendió su enseñanza y cundió su esencia por todo el mundo; así también se extenderá esta enseñanza de ahora, la cual será recibida por todos aquellos que se encuentren capacitados para sentirla y comprenderla. 36. Llevad, discípulos amados, mi bálsamo, tomad multitudes, mi caricia de Padre y mi mensaje de Maestro, para vosotros y para los vuestros. 37. Mi presencia os parece como la brisa que acaricia, así llego a vuestro corazón para darle vida. 38. Unos presienten la proximidad de mi llegada, otros me contemplan con la mirada espiritual y otros con su sensibilidad saben la hora en que me acerco. Todos, en esa hora bendita dicen en su corazón: "Aquí está el Maestro". Es que han sentido que mi paz les envuelve. 39. Para el espíritu que ha errado por el desierto infinito de la vida, no hay tesoro más preciado ni oasis más anhelado que el de la paz. Ese es el tesoro que vengo a ofreceros y del cual más tarde habréis de participar a vuestros hermanos. 40. También vengo a ensenaros los medios de extender sobre los hombres el manto bendito de la paz, y esos medios son el pensamiento, la oración, la palabra, las obras. 41. Así como os veo en este instante, unidos por la paz que os da mi palabra, así quiero miraros después de mi partida, en los días de lucha que se acercan, en los que os haré sentir en forma sutil mi presencia, en los que me oiréis en vuestro corazón, porque Yo os prometo que no os faltará mi caricia, mi esencia, mi bálsamo. 42. Pasad con firmeza y comprensión de una lección a otra, de un tiempo a otro y vuestra armonía con mi Obra no se romperá. Vuestra obediencia y mansedumbre ante mis leyes y mandatos, os dará una paz inefable y no tendréis nunca quejas ni habrá espinas que os hagan llorar. 43. Si anheláis ser mis discípulos, comprended que debéis ser portadores de la paz y de todas las virtudes que os he enseñado a practicar. 44. No os he dejado ir a las comarcas porque veo que sois frutos que no han madurado. Todavía habré de enviaros el riego de amor, la luz de mi sabiduría y los rayos del sol divino, para daros vida y fortaleza, y cuando hayáis madurado como frutos en el árbol de mi Enseñanza, caeréis al contacto del viento que vendrá a mecer las ramas que os sostuvieron. 45. Mientras más se aproxima el día en que deje de hablaros bajo esta forma, mayor grandeza descubrís en mi Doctrina Espiritual, e insensiblemente os alejáis de todo aquello con que la limitabais en tiempos pasados; si, porque llegasteis a limitar esta Obra Divina en personas, sitios y objetos, cuando ella, por ser universal e infinita, está más allá de lo material y de lo humano. 46. Ahora ya no contempláis mi Obra limitada en personas, sitios u objetos, ahora todo lo miráis en lo divino, en lo infinitamente elevado y también lo encontráis en lo elevado de vuestro ser. 47. ¿Cómo será mi Obra delante de vosotros cuando vuestro espíritu haya recorrido su trayecto hacia Dios y desde ahí os arrobéis en la contemplación y os deleitéis en la luz y comprensión de vuestro entendimiento? 48. Algo presentís de aquella gran verdad y de aquel gozo que os aguarda, pero vuestro presentimiento y vuestra imaginación son pequeñas para descubrir la realidad. 49. Cada escala, cada peldaño, cada morada, ofrece al espíritu una luz mayor y un gozo más perfecto, pero la paz suprema, la felicidad perfecta del espíritu, está más allá de todas las moradas pasajeras de los espíritus. 50. Cuántas veces estaréis creyendo presentir la dicha perfecta en el seno de Dios, sin daros cuenta que esa dicha es apenas la promesa del mundo inmediato, a donde tendréis que pasar después de esta vida. 51. Mi semilla en este tiempo ha germinado más pronto en los que llegaron limpios del entendimiento y del corazón de teorías e interpretaciones. Como tierras vírgenes fueron ante mi palabra y de ellos me serví para transmitir mi mensaje al mundo. 52. Otros llegaron trayendo la verdad mezclada de falsedad y mi luz les fue librando de errores, a la vez que les afirmó en lo que de bueno traían. No todo es cizaña o mala hierba en el corazón humano, a veces crece allí una planta de trigo, y a ella vengo a cuidar para que espigue y su grano más tarde se multiplique. 53. A unos, a otros y a todos, les he venido a transformar en mis discípulos, uniéndolos en un solo pueblo que en el momento de testificar con sus obras mi enseñanza, hagan que el corazón de la humanidad, vibre, al comprobar la fuerza de esta Doctrina. Se levantarán en mí contra los incrédulos, los perseguidores, la lucha será grande y muchas veces andará vuestro nombre en labios de quienes os juzguen en escritos, como pasto de escándalo y de calumnia. 54. Os anuncio estas pruebas, para que no os sorprendáis cuando surjan, pero también os digo que será precisamente entonces cuando Yo manifieste entre este pueblo mi poder, mi caridad y mi justicia. 55. Todas mis huestes se aprestarán a la lucha, todos mis siervos obedecerán mi voz y vendrán a dar testimonio de Mí. 56. No sólo este pueblo será testigo en la hora decisiva: Los elementos, como siempre, hablarán representando la justicia divina, el mundo espiritual hará acto de presencia y arrancará la venda de ignorancia de esta humanidad materialista, de estos hombres que dicen ir por el camino de Cristo en busca de la eternidad y que, sin embargo, se obstinan en tener cerrados los ojos, sus oídos y su mente, a toda voz y a toda manifestación de la vida espiritual. 57. Ese Cristo, a quien creen seguir y comprender, fue precisamente el que abrió la puerta que da acceso a otros mundos y moradas, Aquél que apartó la turbación de los espíritus que tratan de vivir poseyendo cuerpos ajenos; el mismo que en la hora final de su misión a través de Jesús, se hizo sentir en los espíritus que dormían en los sepulcros el sueño de la muerte, haciéndoles surgir a la luz de la vida, mas, para que los hombres diesen fe de estas manifestaciones, permití que aquellos seres se hiciesen visibles delante de los suyos. 58. Yo abrí aquella puerta; solamente Yo podía hacerlo, porque Cristo, con su amor, es el lazo que une a todos los mundos. 59. Sed vosotros de mis legiones de luz, sed de mis huestes de paz, sed de los que oren por el mundo y en verdad os digo que las lágrimas de vuestros ojos que sean vertidas por el dolor de los demás, se unirán al bálsamo de vuestro Padre para caer como gotas de rocío sobre los corazones atribulados. 60. El verdadero bálsamo, pueblo, aquel que sana todos los males, brota del amor. 61. Amad con el espíritu, amad con el corazón y con la mente y tendréis el poder suficiente para sanar no sólo las enfermedades del cuerpo o consolar en las pequeñas miserias humanas, sino que sabréis resolver los misterios espirituales, las grandes angustias del espíritu, sus turbaciones y remordimientos. 62. Ese bálsamo resuelve las grandes pruebas, enciende la luz, calma la pena, funde las cadenas que oprimen. 63. El hombre desahuciado por la ciencia, volverá a la salud y a la vida, al contacto de ese bálsamo; el espíritu que se haya desprendido, volverá ante la palabra de amor del hermano que le llama. 64. Cuando ese tiempo esté en plenitud, las fuerzas espirituales envolverán a los hombres, habrá manifestaciones, acontecimientos y señales nunca vistos; los soberbios hombres de la ciencia se encontrarán asombrados y habrá ocasiones en que lloren de impotencia, convencidos de su pequeñez. 65. La humanidad volverá sus ojos a Cristo y, meditando en sus obras, llegará a comprender que Aquél que tantas y tan extrañas obras llevó a cabo en el Segundo Tiempo, es el mismo que ha vuelto ahora y está presente, dando testimonio de su poder. 66. Quiero que penetréis en una vida de espiritualidad, que haya disciplina y vigilia, que haya oración y caridad. Así llegaréis a ser sensibles ante todo acontecimiento espiritual; entonces, lo que para muchos sea invisible, para vosotros podrá ser visible. Sólo así estaréis capacitados para explicar el por qué de todo lo que acontezca y a lo cual los hombres no encuentren solución. 67. Quiero que la preparación de mis discípulos y su conocimiento de la misión que les ha sido confiada, sea tan grande, que a su paso y sólo con su influencia, liberten a los seres que invisiblemente permanecen ocultos e ignorados entre los hombres, llevando una existencia de turbación y dolor no conocidos por la humanidad. 68. Buscad vuestra unificación, pueblo; si no lo lograseis ¿Cómo podrían los seres de luz, de aquel mundo superior, reflejarse a través de vosotros cuando así se necesite, para dar su mensaje a la humanidad? 69. Os he enseñado a orar y a pedir por los demás, pero también os escucho cuando pedís por lo vuestro. Recibo esa oración. Mas os digo que el tiempo en que Yo os daba según vuestra petición, ha pasado, porque erais pequeños; ahora quiero que obréis como discípulos, presentándome vuestro espíritu y vuestro corazón al orar, pero dejando que Yo lea en ellos y haga mi voluntad. 70. Mi palabra sabia, envuelta en el amor de un Maestro pacientísimo, os ha llevado paso a paso a la comprensión de la grandeza que encierra el Espiritualismo y os ha hecho contemplar el vasto horizonte espiritual que empezando en lo humano se funde con lo celestial ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 297 1. Pueblo: Noble es vuestro anhelo de llegar a recoger el fruto de vuestra siembra, mas Yo os digo que tengáis paciencia, que no queráis conocer el resultado inmediato de vuestras obras, porque ello equivaldría a precipitar el tiempo de la cosecha, conformándoos con cortar verdes los frutos. 2. El desarrollo de esta Obra no es un instante, está dentro de la eternidad, por lo tanto, cada quien comprenda la parte que le corresponde hacer en esta campiña espiritual, y luego encomiende y confíe su labor a los que detrás de vosotros lleguen para secundaros, continuando el cultivo que vosotros iniciasteis. Después de éstos vendrán otros y posteriormente otros más; así es que no sabéis a quiénes corresponda recoger la cosecha de fe, de conversión a la espiritualidad. 3. Aquellos que vean la fructificación, sabrán que el mérito no fue sólo de los últimos, sino que fue una labor en la que los méritos, esfuerzos y sacrificios de los primeros, los segundos y los terceros, se enlazaron para llevar al triunfo una Obra espiritual encomendada a todos por el Maestro. 4. Sabed que una sola generación no es capaz de llevar a cabo toda la Obra, y sabed también que no es éste el tiempo de la cosecha. 5. ¿Cómo podríais hacer comprender mi palabra si no la ponéis en práctica? Si tanto os ha llevado comprender mi palabra, creer en ella y adiestrar vuestra rebelde materia para el cumplimiento de una misión, ¿Cómo queréis que la transformación del mundo sea instantánea? 6. Tampoco creáis que estáis trabajando solos en esta labor, porque no tenéis aún fuerza necesaria para llevar a cabo obras de tanta importancia espiritual. Es necesario que sepáis que hay seres que os van señalando el camino que debéis seguir y os van preparando la senda y los sitios adonde habréis de llevar la semilla, esos precursores son hermanos vuestros de otros mundos, de otras moradas, desde las cuales vigilan vuestros pasos y os abren brecha, porque también ellos son labriegos de la paz, del amor, de la fraternidad. Son espíritus de mayor pureza que la vuestra, de mayor conocimiento y experiencia, de ellos nada malo podéis temer. Son los que no os dejan estacionar, los que ponen inquietud en vuestro corazón cuando abandonáis la siembra. 7. No estáis solos, ni seréis abandonados nunca a vuestras propias fuerzas. 8. Confiad en esta Obra, mirad su grandeza; ved que no es obra salida de la mente del hombre, que no es una idea nueva de esta humanidad, sino una luz eterna que siempre ha estado iluminando el sendero del espíritu del hombre, y en cuya verdad habrá de consumarse toda imperfección, toda impureza y pecado. 9. De mi verdad he hecho una Doctrina impregnada de amor, de justicia y sabiduría, a través de la cual os probaré su fuerza, convirtiendo y transformando a los que por momentos se desviaron del sendero recto. 10. ¿Cómo condenar al hombre al exterminio o al dolor eterno, cuando su pecado sólo es pasajero y es producto de su ignorancia? ¿Cómo condenar a un ser que en sí lleva mi propia naturaleza divina? 11. Si por momentos o por tiempos ha tenido inclinación por la materia y propensión al mal, llegado el instante de claridad, en que deje llegar mi gracia a su corazón, éste responderá, manifestando que Dios está en todo espíritu. 12. Esa es la naturaleza que el hombre debe buscar en sí mismo, la esencia que ha perdido y que muchas veces ha buscado en vano. Para esto he venido a revelaros todas las facultades que tenéis para hallaros a vosotros mismos, a enseñaros a encontrar vuestro espíritu, a conoceros verdaderamente, sin deteneros ante la contemplación de lo exterior, de la forma material. 13. Aprended a buscar lo espiritual, discípulos, y os libraréis también del fanatismo por las formas de la práctica del culto exterior. 14. Entonces veréis que no es el recinto, ni el símbolo, ni lo ritual lo que encierra la grandeza de la Obra espiritual, sino su sentido eterno y su fin lleno de justicia. 15. No tratéis de limitar esta Obra que es universal e infinita, ni de poner límites a vuestro desenvolvimiento espiritual, porque cuanto más os profundicéis en el camino de las buenas obras y del estudio, mayores revelaciones iréis recibiendo. La Obra divina la veréis surgir de lo más sencillo, la veréis manifiesta en todo lo creado, la sentiréis latir en vuestro ser. 16. Esta es la sencillez con que vengo a doctrinar al discípulo espiritualista, para que él también sea sencillo, como su Maestro. Que sepa el discípulo persuadir y convertir con la verdad de sus palabras y la fuerza de sus obras, sin querer sorprender a nadie con poderes misteriosos o facultades extraordinarias. 17. El discípulo verdadero, será grande por su sencillez. Comprenderá a su Maestro y a la vez se hará comprender de sus hermanos. 18. La vida es un mar anchuroso donde viaja cada quien en su barquilla y, mientras unos buscan el medio para guiarle a un puerto seguro, otros, faltos del ideal o de experiencia, zozobran. 19. Os he traído nuevamente mi Doctrina, quiero que penséis que en ella existe el puerto salvador. ¿Cómo había de traeros enseñanzas imprecisas, palabras indefinidas o revelaciones de fondo limitado? Si así fuese, os pondría en riesgo de caer en un nuevo fanatismo, cuando estáis viviendo un tiempo en el cual la conciencia no os deja en paz, sobre todo cuando tratáis de cubrir con apariencias el verdadero cumplimiento con la Ley de caridad y amor que os he enseñado. 20. Oídme, pueblo, escuchad, discípulos, os estoy dando la luz y os estoy librando de cadenas, lazos y tinieblas, mas no os estoy facultando para que hagáis de esta Obra una religión más, ni que, de acuerdo con vuestras conveniencias, la llenéis de formas y de ritos, ¡No! Distinguid bien cuál es la libertad que he venido a daros, para que no la cambiéis por un nuevo fanatismo. 21. ¿No os habéis dado cuenta aún de que vuestra mente y con ella el espíritu, habían sido detenidos en su desarrollo? ¿No recordáis el cúmulo de falsos temores y prejuicios heredados de vuestros antecesores, de los cuales os he librado, para que miréis de frente la verdad y podáis recibir la luz? 22. Si no os preparáis, si las impurezas se siguen manifestando en vosotros, vuestra luz quedará encerrada, oculta detrás de vuestra materialidad y os presentéis delante de vuestros hermanos como el ignorante, como el que nada sabe de esta gran revelación. 23. Ved siempre primero la viga que carguéis, discípulos, para tener derecho a fijaros en la paja que en su ojo lleva vuestro hermano. 24. Con esto quiero deciros que no tomaréis mi Doctrina para juzgar los actos de vuestros hermanos dentro de sus diversas religiones. De cierto os digo, que en todos esos senderos existen corazones que de verdad me buscan, a través de una vida noble y sembrada de sacrificios. Sin embargo, el discípulo suele preguntarme con frecuencia por qué permito esa diversidad de ideas, que a veces se contradicen y que establecen diferencias y originan odios entre los hombres, y el Maestro os dice: Ha sido permitido, en virtud de que no hay dos espíritus que tengan exactamente la misma comprensión, la misma luz, o la misma fe, y como además se os dio libre albedrío para elegir el camino, nunca habéis sido forzados a penetrar al sendero de la Ley sino que se os ha invitado, dejándoos en libertad de hacer verdaderos méritos en busca de la verdad. 25. Así vosotros, amados discípulos, sabed que vuestra misión es la de unificaros, la de armonizar, la de extender vuestro brazo y participar de vuestras facultades y dones a todo aquel que pudiese necesitar de vosotros, de vuestro bálsamo, de vuestra palabra o de vuestra ayuda. 26. De cierto os digo que si el orgullo germina en vuestro corazón, no seréis espiritualistas. El espíritu iluminado no puede satisfacerse con esas pequeñas vanidades que sólo halagan al corazón egoísta. 27. No es el cumplimiento aparente el que hace grandes a los discípulos delante de Mí, aunque delante de sus hermanos aparezcan como los mas cumplidos, fervientes y perseverantes. 28. La labor más limpia, la más sincera y por lo mismo, la que más os eleva a Mí, es aquella que lleváis a cabo en silencio, aunque vuestros hermanos no la conozcan. 29. "Que lo que haga vuestra mano derecha, no lo sepa la izquierda", dije a mis discípulos en aquel Segundo Tiempo; por lo que, ahora os digo: Sed humildes sin hipocresía, llorad de verdad por el dolor ajeno y gozad verdaderamente por el bien que vuestros hermanos disfruten. Sólo el que sienta de esta manera mi Doctrina, podrá estar dispuesto a dar su vida por sus semejantes. 30. Pueblo: Si a vos os ha tocado preparar la tierra y empezarla a sembrar y han de ser otros los que vengan a recoger el fruto, sed conformes, que no sólo vosotros tenéis derecho a gozar las delicias de trabajar en las tierras de vuestro Padre, sino todos vuestros hermanos. 31. Yo soy el camino y vosotros los viajeros que venís por él. 32. Cuando lleguéis a la cumbre de la montaña, volveréis vuestros ojos y veréis todo lo que recorrió vuestro espíritu y daréis gracias al Padre. 33. El camino es extenso, ¿Quién es aquél que puede decir que ya lo ha recorrido todo, que conoce todos los misterios y que ha penetrado en todo lo que está más allá de lo que ve y escucha? 34. No es que el Maestro menosprecie vuestro trabajo o desconozca lo que habéis avanzado en el sendero, no, pueblo; Yo soy el primero en estimar vuestros méritos, si así no fuese, no existiría justicia en Mí. Si os hablo así, es porque quiero haceros comprender que si bien vuestra capacidad es grande, para llegar a vuestro límite tanto en lo humano como en lo espiritual, aún os falta mucho; que mientras más busquéis en el infinito lo que existe mas allá de vuestros sentidos materiales, encontraréis numerosas enseñanzas qué conocer y qué aprender. 35. Así como os he dejado una Naturaleza al alcance de vuestra inteligencia para que la escudriñéis, os he revelado la existencia de un mundo que está más allá de esa Naturaleza, para que penetréis en él a través del espíritu. Os he dejado escudriñar e investigar para que conozcáis la vida espiritual, mas os digo que no os limitéis a lo poco que hasta ahora sabéis. Sed estudiosos, sabed prepararos para penetrar en aquel mundo infinito, trabajad con ahínco, para que al final de vuestra jornada podáis exclamar satisfechos: "Hemos cumplido". 36. Mi Doctrina no estaciona al espíritu, mi Doctrina no detiene tampoco la evolución del hombre, por el contrario, lo liberta de temores y de prejuicios y le hace contemplar el camino de luz que le espera. 37. Observad a esta humanidad que parece haber llegado a lo más alto de su ciencia y de sus investigaciones y que en realidad sólo está en el principio de la ciencia que va a alcanzar mañana, cuando a su anhelo de saber agregue el ideal de fraternidad. 38. Hoy viven los hombres una época de turbación, porque no han llegado a comprender que toda su vida y sus luchas deben conducirles al desarrollo del espíritu, cuya meta será la comunicación de su espíritu con el Creador. 39. Es el materialismo el culto que hoy profesa la mayoría de los hombres. 40. Mientras las doctrinas y las religiones persisten en sus diferencias, el mundo seguirá fomentando su odio y no podrá dar el paso decisivo hacia el verdadero culto. Pero ¿Cuándo van a comprenderse y a unirse los hombres, dando así el primer paso hacia el amor de los unos, a los otros, si aún hay hombres que creyendo poseer la clave o el secreto de la salvación del espíritu y las llaves de la vida eterna, desconocen a todos aquellos que van por caminos distintos, porque a su juicio son indignos de llegar a Dios? 41. Daos cuanta entonces del verdadero fin del Espiritualismo, cuya Doctrina está por encima de toda religión, de toda idea humana y de toda secta. 42. Estudiad la esencia de este mensaje que encierra la Ley de Dios y veréis cómo es aplicable a todos los hombres, a todos los pueblos y a todas las condiciones en que podáis encontraros. 43. Ved cómo ante la verdad de esta enseñanza, desaparecen diferencias, distancias, odios y obstáculos, porque bajo su luz parecéis iguales, ante su amor todos sois hermanos, delante de su justicia todos sois imperfectos. 44. Esta palabra proviene de Mí, es fuente de vida, es Alfa y Omega, principio y fin; por lo tanto, para vencer a sus tinieblas, los hombres, pasando por sobre sus convencionalismos y su fanatismo religioso, deberán venir a Mi que estoy en Espíritu, no bajo las formas que cada quien ha querido darme, y al llegar a la fuente verdadera, Yo a todos recibiré apartando sus dolores, libertándoles de su pesada carga y reconciliando a los unos con los otros. 45. Pensad que si ya todos pudieseis comprender vuestro papel en medio de esta vida, la humanidad ya se hubiera abstenido de ser egoísta, y si aisladamente cada hombre comprendiera su procedencia, su destino, todas sus obras las relacionarla con el fin para el que fue creado. 46: Ya no hay necesidad de muchas religiones en el mundo, ya estáis todos a punto de uniros en una sola fe y bajo una sola forma de culto. Sólo en la unión de pensamientos y en la afinidad espiritual podréis encontrar la luz que os lleve al progreso, a la armonía y a la paz. 47. Ya veréis cómo ninguna religión logrará la paz de los hombres y su libertad espiritual, en cambio vais a ser testigos de cómo mi Mensaje Divino, llegado a unos a través de escritos y a otros a través de inspiraciones, logrará la salvación, la unificación y la espiritualidad de los hombres. 48. El Espiritualismo no establece diferencias, el Espiritualismo es la Doctrina que necesita la humanidad y que sin saber anhela, porque ella es la paz, es el amor, es la justicia, es la luz, de todo lo cual tienen hambre y sed los hombres. 49. ¿Creéis vosotros, que estáis escuchando estas palabras, que Yo pudiera sembrar en vuestro corazón antipatía o mala voluntad hacia vuestros hermanos que profesan diversas religiones? Jamás, discípulos, vosotros sois los que debéis principiar a dar el ejemplo de fraternidad y armonía, viendo y amando a todos con el mismo afecto con que miráis a los que comprenden vuestra manera de pensar. 50. Ese paso tendrán que darlo todas las religiones, deberán inspirarse en el anhelo de amarse unos a otros en un acto de amor hacia el Padre, a quien todas dicen que adoran. 51. No temáis si os llamasen confundidos; tended a todos la mano. Pensad que esta Obra, que para vosotros es cierta, para otros podrá aparecer como falsa, porque según ellos, carecerá de la consagración que han obtenido las religiones para ser reconocidas. 52. Si tenéis fe en Mí, si creéis que estoy manifestándome en la palabra de estos portavoces, no temáis al juicio de vuestros hermanos, porque es tan elocuente mi Doctrina y contiene tantas verdades mi mensaje, que si sabéis usar bien estas armas difícilmente podréis salir vencidos. 53. Nadie podrá reprobaros que busquéis con anhelo la verdad, lo perfecto, a ello todos tenéis un derecho sagrado y por eso habéis sido dotados de libertad para buscar la luz. 54. Pueblo: Habéis bebido y comido en mi mesa por mucho tiempo, si aún sentís hambre espiritual, es injustificada porque los manjares se han of reñido a vosotros día tras día. Yo tengo sed de vuestro amor y en cambio, ¿Qué me dais a beber? La hiel y el vinagre de vuestras divisiones y de vuestra incomprensión. 55. Os digo en este día de gracias: Dejad que mi efluvio divino penetre en vuestro corazón para que, sintiendo mi presencia, transforméis vuestra vida. 56. He venido como juez ciertamente, mas la verdad es que si buscáis en la palabra del juez, necesariamente tendréis que encontraros con la presencia del Padre, ese Padre que os ama y que por eso se manifiesta en tantas formas, para que mejor le conozcáis. 57. Yo sé que mientras mayor sea vuestro conocimiento, más grande será vuestro amor hacia Mí. 58. Cuando os digo: "Amadme", ¿Sabéis qué es lo que quiero deciros? Amad la verdad, amad la vida, amad la luz, amaos los unos a los otros, amad la vida verdadera. 59. Aprended a amarme, mirad cómo mi amor, a pesar de vuestras ofensas y pecados os sigue por doquiera, sin que podáis apartaros de su influencia o huir de él. Ved cómo mientras mayores son vuestras faltas, más grande es mi misericordia por vosotros. 60. La maldad de los hombres quisiera detener mi amor, mas no puede contra él, porque el amor es la fuerza universal, el poder divino que todo lo crea y todo lo mueve. 61. La prueba de cuanto os digo, es la que os he dado al manifestarme entre vosotros en este tiempo en que la humanidad se ha perdido en el abismo de su pecado. Mi amor no puede sentir asco ante el pecado humano, pero sí piedad. 62. Conocedme, venid a Mí a lavar vuestras manchas en el manantial cristalino de mi caridad. Pedid, pedid, que se os dará. 63. ¿Qué podéis presentarme, ya sea en vuestro corazón o en vuestro espíritu que Yo no contemple? ¿Qué sufrimiento, anhelos, inquietudes o secretos podréis ocultarme? Ninguno. Entonces aprended a orar espiritualmente, a confesaros interiormente delante de Mí, a confiar en mi providencia y en mi caridad para que dejéis penetrar en vuestro corazón esa paz que tanta falta le hace. 64. Yo os he dicho que la oración es el idioma del espíritu, a través de ella vuestro corazón me habla, se queja, me pide, llora y se fortalece; pero a veces, cuando vuestro ser se encuentra lleno de gozo o se siente inundado de paz, entonces la oración se convierte en un himno espiritual que llega hasta la altura de mi Reino. 65. Confiad en Mí, pueblo, confiad en Mí, humanidad, persuadíos de que no existe en la Tierra hombre, pueblo, ni ley en quien podáis confiar vuestra salvación. Venid a Mí, buscadme, id en pos de la verdad, y un día estaréis todos unidos en un mismo valle, bajo una misma luz. 66. Hombres, naciones, razas y pueblos, todos tendréis que acudir al divino llamado, cuando el espíritu del hombre, cansado de su cautiverio en la Tierra, se levante rompiendo las cadenas del materialismo para dar el grito de liberación espiritual. 67. Ahora podrá pareceros muy distante el cumplimiento de mi palabra, así como la transformación moral y espiritual de esta humanidad, mas a vosotros corresponde limpiar el camino y cumplir con la parte que os corresponde, si no lo hacéis no tenéis derecho a juzgar el cumplimiento de mi palabra. 68. Llegará un tiempo en que sea tan ardiente el deseo de la humanidad por elevar su espíritu, que pondrá todos los medios de que disponga para transformar este valle de lágrimas en un mundo donde reine la armonía, que hará lo imposible, que llegará al sacrificio y al esfuerzo sobrehumano por rechazar las guerras. 69. Esos hombres serán los que eleven a este mundo, los que aparten de la vida humana el cáliz de amargura, los que reconstruyan todo lo que las pasadas generaciones hayan destruido en su ciega ambición, en su materialidad e insensatez. Ellos serán los que velen por el verdadero culto hacia Mí, ese culto sin fanatismo ni actos exteriores e inútiles. Buscarán que la humanidad comprenda que la armonía entre las leyes humanas y las espirituales y su cumplimiento, son el mejor culto que los hombres puedan ofrecer a Dios. 70. ¿No quisierais ser del número de ellos? ¿No quisierais que vuestros hijos fuesen de aquellos hombres de elevado espíritu? Podéis colmar ese anhelo. En vosotros está preparar el camino de los que he confiado a vuestra educación y cuidados, para que, cuando sea llegada la hora de iniciarse la lucha decisiva del espíritu contra el dominio de la materia, ellos, conscientes de su misión, fuertes en su fe, y llenos del conocimiento que da mi palabra, puedan unirse, formando un solo cuerpo, un solo pueblo, un solo espíritu, que a su paso vaya derribando murallas y salvando obstáculos, como Israel cuando buscaba la Tierra Prometida. 71. Si no dejáis preparados debidamente a vuestros hijos, sé que vuestro espíritu, desde el Más Allá llorará la suerte de los que dejaron abandonados en la Tierra, porque les verán sucumbir sin saber defenderse ante la invasión de calamidades y de plagas que vendrán a azotar pueblos de la Tierra. 72. ¿Imagináis la restitución y el dolor del espíritu que en vez de recoger dulces frutos a su llegada a la morada espiritual, sólo zarzas y ortigas encuentre? 73. Es lo que debéis evitar a tiempo, ahora que tenéis a raudales la luz de una enseñanza que os entrego para salvación de todos los hombres. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 298 1. Sanad todos los males, lo mismo del cuerpo, que del espíritu, porque tenéis la misión de consolar, de fortalecer y de sanar a vuestros semejantes. Mas Yo os pregunto: ¿Qué salud podríais transmitir a los necesitados, si vosotros estuvieseis enfermos? ¿Qué paz podría emanar de vuestro espíritu, si él se encontrase turbado por preocupaciones, sufrimientos, remordimientos o bajas pasiones? 2. Sólo de lo que atesoréis en vuestro corazón podréis ofrecer a vuestros hermanos. 3. Hoy debéis almacenar cuanto más podáis de los bienes que vengo derramando en este pueblo y aprender a conservarlos a través de adversidades y contratiempos, para que llegado el tiempo de cumplir vuestra misión, logréis salir triunfantes en la lucha. La paz, la luz y el bálsamo, formarán con vuestro ser un solo cuerpo, de tal manera, que no sólo ungiendo a un enfermo lo sanaréis, sino que en vuestra palabra, en vuestro pensamiento, en vuestra mirada transmitiréis salud, paz y fortaleza y en muchos casos, vuestra sola presencia emanará estas virtudes. 4. Pero no creáis que os bastará con saber que Yo os he concedido estos dones, no, debéis saber además que necesitáis el poder para manifestarlos, y es indispensable conquistarlo con la fe en Mí, con la caridad hacia vuestros semejantes, con la limpidez de sentimientos y el desinterés. Quien no obre bajo estos principios, aunque esté donado por Mi, nada bueno entregará; porque esos dones sólo florecen y se prodigan a través de sentimientos nobles, puros y elevados. 5. Ciertamente que a pesar de su impreparación hay muchos que van dejando huella de prodigios a su paso, pero no son ellos los que van dando, soy Yo que tengo caridad de los necesitados, de los enfermos, de los pobres de espíritu y de los hombres de buena fe, y entonces, aquellos labriegos se atribuyen a sí mismos mis prodigios. 6. Hay otros casos en que quien va a entregar lo que Yo le he confiado, no se encuentra capacitado aún, porque ignora la forma de prepararse; pero su fe es grande y siente la caridad hacia su semejante; a éste le concedo que haga prodigios para estimularle en su labor, para que persevere y se perfeccione. 7. Decir que Yo despojo de sus dones, al que no hace buen uso de ellos, es un error; pero el que no los aplica a los fines que Yo le he trazado, al instante pierde el poder para manifestarlos. 8. ¿Cómo había de despojar al hombre de sus dones espirituales, cuando éstos son los medios para alcanzar su salvación y sus únicas armas para defenderse? Si mi justicia obrase según vosotros creéis, de muchos hombres ya hubiese apartado la luz de su conciencia y de muchos cerebros hubiese retenido la inteligencia; mas vuelvo a deciros, que no quiero retener sus dones a los hombres, porque son precisamente esos atributos, por los que habrán de redimirse y elevarse a la perfección. Me decís que hay quienes pierden la razón y quienes pierden prematuramente la vida o alguna facultad. Cierto; pero no soy Yo quien les arrebata lo que ya es suyo; son ellos los que por flaqueza, imprudencia u ofuscación, se despojan de lo que su Padre les ha dado como heredad. 9. ¿Verdad que en todo esto está presente mi mano justiciera? 10. Pero, si observáis un poco sobre la forma en que aplico mi justicia perfecta, os convenceréis que es mi amor el que aparece en cada uno de esos casos, devolviendo a unos la luz, a otros la paz y a otros la vida, aunque para reconquistar lo que perdieron, también os digo, que antes tienen que pasar una gran purificación. 11. De todo os hablaré en esta palabra, porque a mi Doctrina no habrá de faltarle un solo capítulo. De todo os instruiré, para que no tengáis ninguna duda, ninguna incertidumbre. 12. Quiero hacer de vosotros un pueblo consciente de su destino, conocedor de su misión, preparado para sembrar y extender con toda verdad y limpidez esta semilla bendita, que he dejado caer en vuestro corazón para bendición y progreso espiritual de la humanidad. 13. Por eso, al comenzar mi cátedra de este día, principié por deciros que hoy os sanéis y os fortalezcáis en mí, porque de lo que haya en vuestro corazón, será de lo que deis a vuestros hermanos. 14. Nunca vayáis a confiar en que a pesar de vuestras imperfecciones y de vuestra impreparación, Yo derramo mi caridad en los necesitados que os buscan, porque desde ahora os digo, que si aquí en el mundo podéis disfrazar el mal, ante Mí y llegado vuestro juicio, sólo vuestros méritos podrán salvaros de la restitución dolorosa. 15. ¿Comprendéis lo que esta enseñanza os ha explicado? Pues nunca la olvidéis. 16. Pueblo amado: Me he manifestado en el camino de vuestra vida; os he probado en distintas formas y he visto que me amáis. Habéis tropezado en los pedruscos del camino; pero habéis hecho uso de vuestra fe y os habéis levantado. 17. Mi Doctrina os salva y mi palabra os levanta porque tenéis fe en mi presencia y en mi comunicación a través del entendimiento de estos portavoces. 18. Vuestro espíritu ha tenido la satisfacción de encontrar en su materia la sensibilidad que os permitió reconocer mi presencia dentro de esta manifestación. 19. ¡Cuántos hay que por los escritos de los tiempos pasados conocen las profecías que anunciaron esta Era, y sin embargo, si presenciaran mis manifestaciones, no les darían crédito, ni las tomarían como el cumplimiento de aquellas promesas! Son los que no han alcanzado el grado de adelanto que les permita contemplar esta luz. En cambio, cuántos de los que hoy darían su vida testificando que soy Yo el que se comunica en este tiempo con los hombres, ni siquiera tenían conocimiento de que existieran profecías que hablaran de estos acontecimientos. Es que su espíritu se encontraba ya preparado y a tiempo para recibir la luz. 20. Profetas, iluminados y videntes, percibieron mi venida en espíritu, contemplaron el Libro que se abría para derramar su contenido sobre el entendimiento de los hombres, confirmando la presencia del mundo espiritual cerca de la humanidad. Vieron el nuevo Monte donde el Señor habría de venir a reunir a su pueblo. Mas en verdad os digo que así llegarán, pueblo por pueblo y hombre tras hombre, conforme a cada uno le vaya llegando el tiempo señalado para su despertar. 21. No creáis que en cada nación y en cada pueblo de la Tierra me vaya a manifestar en la forma que a vosotros os he concedido; pero en mi infinito poder y sabiduría, Yo sabré llamar a las puertas de todos los corazones. 22. Debo deciros que esta semilla espiritual que os he confiado en este tiempo, deberéis extenderla y propagarla por todo el Orbe. 23. El tiempo de mi comunicación ha sido el tiempo de la preparación de este pueblo. Larga y extensa en la lección, tanto, que he visto a algunas generaciones partir de esta tierra y llegar a otras para sustituirlas. Así ha sido necesario para que la simiente germinara, madurara y diera fruto. 24. La lección ya está próxima a su fin, por eso escucháis que en cada cátedra os revelo la forma en que deberéis trabajar en el futuro. 25. Mi Obra tiene una gran finalidad y es mi palabra la que os conduce a ese fin. 26. Sé que aún lloraréis a pesar de encontraros entre las filas del pueblo que ha oído mi voz, lamentaréis vuestra división, porque las pruebas os sorprenderán débiles. Entonces será el dolor y los golpes que da el mundo, los que os hagan tomar en vuestra diestra la bandera de paz, de unión y de buena voluntad, de la que os he hablado desde los primeros días de mi comunicación. 27. Benditos seáis si al escuchar estas palabras os adelantáis al dolor y os unís por fraternidad. Veo el dolor y la tristeza en los que han soñado con la fraternidad de este pueblo y aún no han podido contemplar un indicio de unificación. Estos son los que en silencio me dicen "Señor, sea vuestro amor el que nos una, dadnos unos instantes más, para luchar por nuestra salvación". 28. Otros me preguntan: Maestro: ¿Por qué se debe purificar el corazón y por qué hay amargura si estamos escuchando vuestra palabra?" Y Yo os digo: Pueblo, aún no os encontráis limpios de toda mancha, todavía no sois inmunes al dolor, existen fibras en vuestro ser que no han sido tocadas y es menester probarlas para que el espíritu y el corazón adquieran temple. 29. Si por el hecho de escucharme, dejasteis de sentir el dolor ¿Os esforzaríais en vuestra vida por purificaros y acercaros a Mí? En verdad os digo, que ya nada haríais por mejorar vuestras condiciones espirituales y morales. 30. Sabed, discípulos, que la meta de vuestra lucha es aquel estado espiritual hasta el cual no llega el dolor, y esa meta se alcanza con méritos, con luchas, con pruebas, sacrificios y renunciaciones. 31. Observad esos casos de paciencia, de fe, de humildad y conformidad que a veces descubrió en algunos de vuestros hermanos. Son espíritus enviados por Mí para que den ejemplo de virtud entre la humanidad. En apariencia el destino de esas criaturas es triste, sin embargo ellas, en su fe saben que han venido a cumplir una misión. 32. Grandes ejemplos de mis enviados y discípulos habéis recogido en vuestra historia, nombres que de memoria sabéis; pero no por ello vais a desconocer los pequeños ejemplos que palpáis en vuestro camino. 33. Muchas veces vosotros tenéis actos de gran elevación, que llegan al Padre como tributo digno a su memoria y que sirven de ejemplo a quienes os rodean; no siempre os dais cuanta del valor de aquella obra o del mérito de aquel acto, y eso os conviene más para que el corazón no se envanezca de sus méritos, porque entonces malogra la siembra, pero el espíritu si tiene conocimiento del valor de sus obras; si así no fuese, cuántas veces estaría invistiendo su tiempo en obras mediocres creyendo estar ocupados en acciones elevadas y provechosas. 34. Discípulos. Os habéis forjado en los sufrimientos, pero ahora debéis elevaros por la espiritualidad. No importa que la vida humana con sus necesidades, sus preocupaciones y sus tentaciones os aprisione, esa sujeción es aparente si sabéis encontrar la forma de libertaros. Mas, ¿Cuál es esa forma de dar expansión y libertad al espíritu? La oración, la meditación en mi Obra, el ocuparse en obras nobles, el saber sobreponerse a las vicisitudes. 35. El que lograre esto, habrá penetrado en un mundo de luz y de paz sin dejar de estar desempeñando su misión en el mundo material. 36. Ese es el camino que os he trazado para que escapéis al materialismo, a las miserias terrestres, al dolor, a las tentaciones y a los vicios. 37. Os invito a la oración, a la meditación y a las buenas obras, para que, en alas de la espiritualidad, lleguéis a las regiones donde apagaréis la sed con el agua de la verdad y donde seréis bañados por la luz de vuestro Padre. Sólo allí podréis inspiraros para el buen desempeño de vuestros deberes, tanto espirituales como humanos. 38. Mientras tengáis que habitar la Tierra, hacedlo de la mejor manera posible; pero no demostréis vuestra inconformidad cuando el cáliz del dolor vierta su contenido en vuestro corazón, manifestando que ya no queréis vivir en este mundo. La Tierra es el valle donde se acrisola el espíritu y donde se hacen méritos para conquistar una morada superior. ¡Si supieseis cuánto costó a vuestro espíritu venir a morarla! 39. ¡Es necesario que vosotros limpiéis el camino y preparéis la estancia a las generaciones que habrán de venir a continuar vuestra obra! Mas si vosotros no cumplieseis con la parte que os corresponde, ellos tendrían que hacer lo que vosotros no hicisteis, y lo que a ellos fue encomendado tendrán que dejarlo a otros, y ¿Creéis que así cumplís con la voluntad del Padre? 40. Cuando penetrasteis en este camino, recibisteis en vuestros labios el fruto de anteriores generaciones; ese fue el presente que os legaron. ¿No creéis que de la misma manera deberéis dejar algo preparado para los que presto habrán de venir a sustituiros? 41. ¡Alerta, pueblo! ¡El más allá está contemplando vuestros pasos en la Tierra! ¡Los mundos saben de vuestras obras! Cuando ven a esta humanidad zozobrar en el mar de sus odios y pasiones, se conmueven y oran por vosotros. 42. Confortaos, no estáis solos, confiad en vuestro Padre y tened confianza en quienes os aman y protegen desde el reino espiritual. 43. Si verdaderamente os consagráis a mi Obra en el tiempo en que os estoy dando mi enseñanza, de cierto os digo que ese tiempo será suficiente para que quedéis preparados para dar el paso firme hacia la nueva etapa que se aproxima. 44. A estos tres últimos años de mi comunicación, les he dado la representación de aquellos en los que prediqué mi Doctrina en el Segundo Tiempo, así podréis comprender mejor el amor, la voluntad y la entrega de los discípulos que me siguieron entonces, ya que un breve tiempo les bastó para convertirse de discípulos del Divino Maestro, en apóstoles de su verdad. 45. Doce fueron los escogidos en aquel tiempo para que me siguieran de cerca y de los doce sólo uno cayó en la hora de la prueba, cuando mi partida se aproximaba. 46. Ahora he sentado a mi mesa a un gran número de discípulos, para que escuchándome continuamente y siguiendo paso a paso mis lecciones, lleguen fuertes al final de este tiempo de comunicación, fuertes para no traicionar a su Maestro, ni traicionarse a sí mismos. 47. Velad y orad, os digo a vos, pueblo, igual que les dije a mis discípulos cuando la hora se aproximaba. Estad alerta, porque la materia es débil y puede en un instante de flaqueza, traicionar a su espíritu y Yo no quiero que por un momento de turbación o de debilidad tengáis más tarde que llorar amargamente en materia o en espíritu. 48. No creáis que las consecuencias de una desobediencia, se palpan inmediatamente; no, lo que sí os digo es que tarde o temprano tendréis que responder de vuestras obras; que a veces llegará a pareceros que ya vuestra falta no tuvo consecuencias en vista de que el tiempo pasa y mi justicia no da señal alguna, pero ya sabéis por mi palabra, que como juez soy inexorable y que, llegado vuestro juicio, abriréis vuestros ojos ante la luz de la conciencia. 49. Que nadie se haga acreedor a ese juicio, que nadie busque para sí ese cáliz de dolor, de angustia, de remordimientos y desesperación, porque vuestro espíritu sufrirá en forma que no imagináis, cuando su conciencia le llame sin cesar: "desobediente", "traidor", "ingrato", después de haber sido llamado por su Maestro: "discípulo amado", "hijo mimado", y "heredero de mi Reino". 50. Si no supiera Yo que aún sois capaces de un error, de una desobediencia o una profanación, no os hablaría en esta forma, pero sé de vuestra debilidad y se hace necesario que os ponga alerta. Mas ¿Por qué estando ya en el final de mi comunicación, no habéis logrado tener un conocimiento completo de la forma en que debéis interpretar cada uno de mis mandatos? Porque os habéis familiarizado con mi palabra a tal grado, que cada vez la consideráis más pequeña y en cambio a vosotros os consideráis cada vez más grandes. 51. Os hablo por vuestro bien, porque mi Espíritu o a mi Obra en nada podrá afectar un error humano; pero vosotros sí podréis causaros mucho mal con vuestras faltas, y de ese mal quiero que os libréis. 52. ¡Sabéis cómo en el Segundo Tiempo, un momento de flaqueza en uno de mis discípulos, causó tanto dolor no sólo a su Maestro, sino a sus hermanos y a cuantos me amaban! ¡Cómo cambió todo desde aquel instante para los que me seguían! El Maestro fue arrebatado de los brazos de los discípulos, las palabras de amor que sus labios tanto pronunciaron, cesaron; aquel cuerpo bendito, a través del que sintieron la presencia de Dios en el mundo, desapareció; sintieron que las sombras del dolor y de la soledad envolvían su vida y aquel sacrificio no sólo ellos lo lloraron, sino que lo lloró la humanidad de todos los tiempos. 53. Ahora os pregunto: ¿Creéis que el error de aquel discípulo traidor haya impedido que mi Obra se consumase? ¿Creéis que aquella falta haya hecho variar lo dispuesto por Mí? De ninguna manera: Mi obra, mi verdad y mi misión, se cumplieron con toda perfección como debían haberse cumplido todas las circunstancias que aquellos discípulos hubiesen presentado a su Señor. Porque la voluntad divina nunca podrá estar sujeta a los actos humanos. Ella se ha hecho y se hará siempre por sobre el pecado de los hombres. 54. Ved que a todos estoy preparando para el día de prueba que se acerca, mas os digo que me bastará un portavoz consciente y dispuesto para dar mis últimas palabras, para sellar con ellas la verdad que a través de tantos años y por tantos portavoces os he manifestado. 55. Ved, Israel, cuán corta es la porción que se aposenta bajo el Árbol de la Vida. Unos no han comprendido mi divina enseñanza, a otros la tentación les ha sorprendido en sus caminos. Mas Yo, cual Padre, os entrego el buen consejo y cual Maestro vengo a entregaros la lección. 56. Esta enseñanza la grabaréis en vuestro corazón para que sigáis mi huella, para que entreguéis la luz al ciego, para que el sordo escuche el llamado de mi amor, para que el paralítico camine y venga en pos de Mí, para que la humanidad contemple la luz del mediodía. 57. Estoy preparando a la humanidad para redimirla de todo pecado, mi luz ilumina sus corazones para que pongan en práctica el amor de los unos a los otros. 58. Desde el instante en que Elías os condujo hacia el redil, fuisteis preparados para penetrar en la espiritualidad y en la evolución de vuestro espíritu. Llegasteis ante Mí y dijisteis: Señor, cúmplase en mí tu voluntad. Yo os entregué nueva calza, aparté los harapos que me hacíais presente y engalané a vuestro espíritu con una blanca vestidura, deposité en vuestro espíritu la señal de mi pueblo escogido de Israel y os dije: Estas son las filas a que pertenecéis para que llevéis sumisión y obediencia a mi mandato, y vosotros me dijisteis: Padre, cúmplase en mí tu voluntad. 59. Sí, mis hijos, Yo os he iluminado para que no llevéis ignorancia, para que siendo los fuertes pongáis en práctica mis enseñanzas, para que me deis albergue en vuestros corazones y os apartéis de la maldad; para que sintáis el dolor de la humanidad que camina ciega por su materialidad. Yo os he entregado el bálsamo espiritual para que la unjáis y le entreguéis nueva vida, para que la conduzcáis hacia Mí. 60. Yo he venido en este tiempo para dar vida a los muertos, para salvar y entresacar a la humanidad de sus abismos. Para leer desde la primera hasta la presente página de la enseñanza que a través de los tiempos le he entregado. He aquí mi amor, mi sabiduría infinita; quien quiera comprenderme vivirá en Mí, quien quiera amarme será conmigo y habrá de proseguir su camino con la espiritualidad, para que ya no le sorprenda el dolor ni se sienta solo. 61. Esta es vuestra misión, Israel. Preparaos, porque vosotros tenéis que ser mis discípulos, tenéis que escuchar a vuestro Maestro con toda atención, porque cada uno de vosotros ha de ser el mañana, como libro abierto en donde la humanidad estudie y analice mi palabra. 62. Vuestro cumplimiento no sólo se limita dentro de las cuatro paredes de un recinto; no, Israel, mi mirada perspicaz está atenta a cada una de vuestras obras y si por un instante quisiereis desviaros del camino, Yo os lo permitiré porque tenéis libre albedrío, pero os digo: En vuestra desobediencia encontraréis el dolor a cada paso, mas si os arrepintierais, Yo os diré: Volved a Mí, que os estoy esperando para entregaros el consuelo. 63. Todo aquel que quiera llegar ante el Padre, habrá de despojarse de su soberbia, de su vanidad y de toda lacra que contemple mi mirada perspicaz. 64. Me ha plañido servirme del humilde, del ignorante, mi amor ha cincelado su corazón, le he confiado mi Ley, le he hecho sentir mi presencia y le he dicho: Id y haced el llamado a vuestros hermanos, conducidlos a Mí, que Yo les entregaré todo lo que han menester para su evolución espiritual. Por eso os he dicho que grande y delicada es vuestra misión, mucho tenéis que comprender y mucho que trabajar en vuestro camino espiritual. Mas no sois los pobres, sois los ricos porque me tenéis a Mí, porque me habéis escuchado y sentido, porque os he fortalecido y os he dicho: No temas, que mi caridad será siempre con vosotros. A cada labriego le he entregado una parcela, para que la cultive y recoja el buen fruto, mas si el fruto llevare amargura, Yo no lo recibiré. Volverá el labriego a cultivar su tierra hasta que recoja los frutos que lleven buen sabor y sean dignos de llegar a Mí. 65. Mi Obra quedará inmaculada y mi verdad seguirá siendo la misma. 66. Las manchas y las profanaciones de este pueblo, serán borradas por mi justicia y volveréis a ver cómo siempre se hace mi voluntad. 67. Ya sabéis lo que Yo quiero de vosotros y lo que no quiero que hagáis. Vivid en comunión con vuestra conciencia y ella os dirá a cada paso lo que debéis hacer para cumplir con mi voluntad. 68. Os digo nuevamente que veléis y que oréis para que en este tiempo no haya uno que en la hora decisiva caiga en tentaciones, mas si alguien se levantase en contra de mi voluntad, traicionando lo que Yo he ordenado e hiciere que los acontecimientos tomasen otro cause, en verdad os digo que mi Obra nada sufrirá, porque es divina; pero aquellos que con soberbia desconocieran mi voluntad en el instante culminante, sentirán en su ser el resultado de su ingratitud. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 299 1. Discípulos: el Maestro es con vosotros, y deposita un ósculo en cada uno de sus pequeños. 2. Llega hasta mí el gozo espiritual con que recordáis en estos días la noche bendita en que el Verbo se hizo hombre para habitar entre vosotros. 3. Si os estrecháis con amor de hermanos y derramáis vuestra ternura en la niñez que os confío, sentiréis el amor perfecto que os envió vuestro Padre. Abro mi arcano y de él tomo aquello que ha de ser luz y paz en la humanidad. 4. Quisiera que todos sintieran mi presencia. Si al menos en estos días de recordación los hombres supieran sensibilizar y espiritualizar su corazón, podrían encontrarme en cualquier sitio, en el camino de cada criatura, en los hogares, en los lugares donde hay dolor, pero aún debo esperar, no todos saben sentirme en su corazón; sin embargo, dejo en el sendero de cada uno de mis hijos un presente de amor. 5. Bajo formas infinitas puedo comunicarme con los hombres, si a vosotros os estoy haciendo escuchar mi palabra por medio del portavoz humano, a otros les hablo en su conciencia. 6. En este día en que los hombres conmemoran aquel amanecer en que el Mestas niño iniciaba su jornada sobre la Tierra, quiero que toda la humanidad sienta mi presencia espiritual. Quiero que la niñez se regocije en Mí, que la juventud se detenga un instante a recordar al que se hizo hombre por amor para salvaros, y los ancianos que derraman sus lágrimas meditando en estas enseñanzas y rememorando los días felices de su niñez, sientan en su corazón mi paz. 7. Alegrías y tristezas tendrán que mezclarse recordando el maternal regazo que os meciera, el amor y las caricias de vuestros padres, la dichosa, pero fugaz infancia y luego todo lo que habéis ido perdiendo en el mundo: padres, niñez, alegrías, inocencia. 8. Tendréis que recordar cómo se han enfriado muchos corazones para amarme y amar en el mundo a los suyos. 9. Orad en este instante, pueblo amado, y haré que los que os han olvidado os recuerden; los que han volado al valle espiritual se aproximen a vuestro corazón para estar reunidos todos en este día de amor. 10. No tan sólo los hombres recuerdan con gozo el día en que se realizó en la Tierra el milagro de que el Verbo de Dios se hiciera hombre, también el Mundo Espiritual participa de este gozo, en la contemplación de las obras divinas del Señor. 11. Sois vosotros los que en este tiempo habéis tenido en este planeta la manifestación más clara de mi venida, de mi presencia y de mi palabra; mi voz, humanizada a través del portavoz, ha hecho luz en vuestros espíritus, ha esclarecido misterios, ha revelado nuevos conocimientos sobre lo espiritual y ha hecho prodigios en quienes le han oído. Por ello sois llamados discípulos del Tercer Tiempo, y el Padre espera siempre de vosotros el culto más espiritual. 12. Ya vais comprendiendo el sentido de mi Doctrina, y por eso cuando tratáis de recordar mis pasos sobre el mundo, lo hacéis sin ritos, sin ceremonias, sin festines profanos, dejáis que vuestro júbilo sea interior y si lo expresáis, lo hacéis ocupando vuestro espíritu y corazón, en escuchar mi palabra y en practicar lo que ella enseña. 13. Oh, pueblo bendito y amado: guardad esos recuerdos sagrados en vuestro corazón y sean ellos el camino y la luz para vuestra vida. Si miráis que los hombres en estas conmemoraciones, traspasan los límites del respeto por lo divino. Yo haré llegar a ellos también mi luz; una conmoción de orden espiritual acercará entre la humanidad como está pronosticado y entonces los hombres despertarán para volver a mí. Los caminos están siendo preparados, pruebas y acontecimientos extraordinarios sacudirán al mundo y serán como voces de justicia que llamen a los hombres a la regeneración. 14. Desde ahora os enseño a orar con aquella preparación en la que sepáis uniros a las plegarias que de los pueblos se elevan hacia Mí. Os estoy revistiendo de fortaleza para que en el momento de la prueba, no titubéis o vayáis a sentiros escasos de intuición. 15. Os estoy dando mi verbo para que habléis con verdadera luz en vuestro espíritu, y para que sepáis cómo conduciros en las pruebas y en los trances difíciles de vuestra jornada. 16. Os bendigo diciéndoos además que, doquiera se recuerda la encarnación del verbo, se piensa en la Natividad de Cristo, estará presente el dulce manto de vuestra Madre Celestial, quien se hizo mujer para que, a través de su seno, pasara Dios al hacerse hombre. 17. Si grande concibió al Maestro, así tiene que ser la que se hizo Madre humana para traerlo al mundo. 18. No vino ella tan sólo para amar a su Unigénito, su amor divino es manto universal de consuelo; su presencia en todos los tiempos es de ternura e intercesión. Buscadla y hallaréis en ella una escala que os conducirá a Mí. 19. Mi Espíritu penetra en los hogares, conforta a los que lloran y llena de paz a todos los corazones. 20. El mensaje espiritual que os traigo en esta alba, tiene por finalidad prepararos para el último año de mi comunicación. 21. Vengo a traeros mi paz para que más tarde la llevéis a todos los pueblos de la Tierra, porque la paz es el ideal más alto a que debéis aspirar. 22. La paz del espíritu es un estado desde el cual podréis admirar la luz de mi sabiduría y comprender todo lo que una mente turbada por falta de paz no puede penetrar. 23. La humanidad necesita paz en su espíritu, tranquilidad en su corazón, pero esa riqueza no se consigue por la fuerza, ni se compra a ningún precio. Es una gracia que se alcanza mediante la constancia en el bien. 24. Os confío la semilla de la paz, pueblo amado, para que la extendáis por la Tierra, más de cierto os digo, que no sois los únicos que propagarán esta semilla, porque en el seno de otras congregaciones, lo mismo en esta nación, que en otros países, existen hombres que oran por la paz, que anhelan el bienestar para su semejantes, y para lograr su ideal, trabajan afanosamente. 25. Benditos sean todos los que están pendientes de mi inspiración en este Tercer Tiempo, de mis revelaciones espirituales, porque estando preparado el entendimiento de los hombres a causa de su evolución, sabrán recoger mis pensamientos y manifestarlos en palabras y obras entre sus hermanos. 26. El hombre lleva en sí la fuerza inmortal del espíritu y sabrá levantarse de su decadencia con el anhelo de liberación, con ansia de encumbrarse. 27. Este es un tiempo en el cual el hombre reconoce la capacidad y el poder de su inteligencia, sólo hace falta que deje que su espíritu se sirva ampliamente de esa potencia, para llevar a cabo las obras que el Señor ordena en el Libro de su Doctrina. 28. Ya sabéis, amados discípulos que, para que el espíritu luche y se manifieste sin obstáculo, tendrá el hombre que sacudir yugos, que borrar de su corazón tradiciones y que liberarse de fanatismos religiosos, como lo han hecho todos los que se han levantado por todos los puntos de la Tierra. 29. Para todos tengo preparada una encrucijada en el camino, donde habrán de encontrarse y reconocerse como hermanos de ideal, de lucha y de fe. 30. En verdad os digo, que en todas partes del mundo están diseminados los espiritualistas, hombres preparados que contribuirán a la paz de la humanidad. Mas, os digo que la unión entre los espiritualistas de todo el Orbe, no se hará por medio de la organización de una nueva Iglesia, porque su fuerza no será material. Su unión será de pensamiento, de ideal y de obras y de esta manera su fuerza será invencible, porque la habrán tomado de la fuente eterna que está en mi Espíritu. 31. A todos les estoy inspirando mi verdad y les estoy tocando también para que de su corazón y entendimiento, se aparten todas las impurezas que no deben mezclarse a mi luz. 32. Todos tienen el deber de dejar que a través de sus dones se esclarezca y defina la Doctrina Espiritualista, velando porque no se vea contaminada de filosofías humanas. 33. Ya en tiempos pasados los hombres han mezclado a mis revelaciones y enseñanzas, sus ideas, sus filosofías y sus teorías, con lo cual sólo han logrado dividir y confundir a la humanidad. 34. Yo quiero que los que hayan encontrado el camino, lo enseñen y lo hagan fácil a sus hermanos, que no lo sembréis de tropiezos como muchos lo han hecho impidiendo que los que me buscan lleguen a Mí. 35. A los conservadores de ritualismos, a los que insisten en personificar a Dios en formas, objetos e imágenes, les digo, que si no toman el camino de la espiritualidad, sin darse cuenta son de los que contribuyen a las guerras entre los pueblos, al desconocimiento de hermanos con hermanos. 36. A unos y a otros os digo en verdad, que el Dios en quien creéis, es puro y en su divino Amor os ama a todos por igual. 37. Si os digo la verdad y por ello os sintierais lastimados, ved que no es un hombre el que os lo ha dicho, sino vuestro Maestro, quien os ama y viene a señalaros vuestros errores para salvaros. 38. ¿No os habéis dado cuanta todavía que la ambición, el fanatismo y la necedad son como una avalancha que una vez desbordada, no la podéis contener? 39. Yo no vengo a combatir las creencias de ninguno cuando ellas están encaminadas a la verdad, mas los errores, si vengo a combatirlos en quienes se encuentren. 40. Desde ahora encaminaos todos al mismo fin, conciliando y armonizando vuestra vida espiritual; nadie se crea ir por el mejor sendero que el de su hermano, ni piense estar habitando en una escala superior a la de los demás. Yo os digo que en la hora suprema de la muerte, será mi voz quien os diga la verdad de vuestra elevación. 41. Ahí, en ese breve instante de iluminación ante la conciencia, es donde muchos recogen su galardón, pero también donde muchos ven desvanecerse su grandeza. 42. ¿Deseáis salvaros? Venid a Mi por el camino de la fraternidad, ése es el único, no existe otro, aquel que está escrito con mi máxima que os dice: "Amaos los unos a los otros". 43. Humanidad: en estos días en que conmemoráis el nacimiento de Jesús, es cuando dejáis llegar la paz a vuestro corazón y cuando parecéis una familia unida y feliz. Sé que no todos los corazones sienten una alegría sincera al recordar mi llegada al mundo en aquel tiempo, muy pocos son los que se entregan a la meditación y al recogimiento, dejando que la alegría sea interior y que la fiesta de recordación sea en el espíritu. 44. Hoy, como en todos los tiempos, los hombres han hecho de las conmemoraciones, fiestas profanas y pretextos para buscar placeres de los sentidos, muy alejados de lo que deben ser los goces del espíritu. 45. Si los hombres tomasen este día para consagrarlo al espíritu, meditando en el amor divino, del que fue prueba absoluta el hecho de hacerme hombre para vivir con vosotros, de cierto os digo que vuestra fe, brillarla en lo más alto de vuestro ser, y seria la estrella que os señalara el camino que conduce a Mi, Vuestro espíritu quedaría de tal manera saturado de bondad, que a vuestro paso iríais desbordando caridad, consuelo y ternura en los necesitados. Os sentiríais más hermanos, perdonaríais de corazón a vuestros ofensores; os sentiríais embargados de ternura ante la vista de los desheredados, de esos niños sin padres, sin techo y sin amor. Pensaríais en los pueblos sin paz, donde la guerra ha destruido todo lo bueno, lo noble y sagrado de la vida humana. Entonces, la oración brotarla límpida hacia Mi, para decirme: "Señor, ¿Qué derecho tenemos a la paz, mientras hay tantos hermanos nuestros que padecen intensamente?" 46. Mi contestación hacia vosotros, sería ésta: "Ya que habéis sentido el dolor de vuestros hermanos y habéis orado y habéis tenido caridad, reuníos en vuestro hogar, sentaos a vuestra mesa y gozad esa hora bendita, porque Yo estaré allí presente, no temáis estar contentos si sabéis que en ese instante hay muchos que sufren, pues de cierto os digo, que si vuestra alegría es sana, de ella desprenderá un hálito de paz y de esperanza, que irá flotando como nubecilla de amor sobre los necesitados". 47. Ninguno piense que vengo a borrar de vuestro corazón la fiesta más pura que celebráis en el año, cuando conmemoráis la Natividad de Jesús. Sólo vengo a enseñaros a dar al mundo lo del mundo y al espíritu lo del espíritu, porque si tantas fiestas tenéis para celebrar hechos humanos, ¿Por qué no le dejáis esta fiesta al espíritu, para que él, convertido en niño se acerque a ofrecerme su presente de amor, para que adquiera la sencillez de los pastores para adorarme y la humildad de los sabios para inclinar su cerviz y presentar su ciencia ante el dueño de la Sabiduría verdadera? 48. No vengo a contener la alegría que en estos días envuelve la vida de los hombres. No es tan sólo la fuerza de una tradición, es que mi caridad os toca, mi luz os ilumina, mi amor como un manto, os cubre. Entonces sentís el corazón lleno de esperanza, de alegría, de ternura, de necesidad de dar algo, de vivir y amar, sólo que esos sentimientos y esas inspiraciones no siempre los dejáis expresar con su verdadera elevación y pureza, porque aquella alegría la desbordáis en placeres del mundo, sin dejar que el espíritu, que fue por quien vino el Redentor al mundo, viva ese instante, penetre en esa luz, se purifique y se salve, porque aquel Divino Amor, que se hizo hombre, está presente eternamente en el camino de cada ser humano, para que en él encuentre la vida. 49. La paz de mi Espíritu, como un manto de ternura se extienda en esta noche de paz sobre todos los hombres y un ósculo dulcísimo, desprendido del espíritu de María, también llegue a cada uno de sus hijos. 50. Mirad bien, discípulos, y descubriréis en vuestro camino, en cada día, un presente de amor de vuestro Dios. 51. En este día de gracia, en que conmemoráis la noche bendita en la cual el Mesías se hizo hombre para habitar con vosotros, en verdad os digo que no sólo aquí me presento y me manifiesto, sino que me hago sentir en todos bajo formas diferentes. 52. A los niños me acerco en una forma, a la juventud en otra y a la ancianidad en otra. Llamo a las puertas de cada religión y manifiesto ante ellas mi presencia, de acuerdo con la luz de cada congregación; mas a nadie dejo sin visitar. 53. Esta es la conmemoración más tierna de cuantas hacéis de vuestro Maestro; el corazón de los niños rebosa de júbilo y el de los mayores se inunda de paz y de esperanza en el Salvador. 54. Vosotros, los que tenéis la gracia de escuchar esta palabra, sois de los pocos que conmemoráis esta fiesta sin ritos, celebrándola en lo más puro del corazón. Así no podréis caer en profanación. Es que a vuestro entendimiento ha llegado la comprensión de que la mejor conmemoración, la más agradable ante el Señor, es la que hacéis cuando aplicáis a vuestra vida los ejemplos del Maestro; cuando vivís su Doctrina. 55. Pensad en todos vuestros hermanos, transportad vuestro espíritu hacia todo el Universo; pero pensad en ellos con amor, con caridad, con deseo de llevarles paz y de cierto os digo que vuestras oraciones, pensamientos y anhelos, no serán estériles. 56. Yo estoy preparando el camino para cuando sea el despertar espiritual de esta humanidad. Pruebas, acontecimientos y voces surgirán al paso de los hombres hablándoles de la presencia del Nuevo Tiempo. 57. Ya os he prevenido para que no os acobardéis cuando miréis surgir la lucha de ideas entre religiones y entre pueblos. Recordad que os he dicho que esa contienda es indispensable para que pueda aparecer la concordia, la armonía y la paz entre la humanidad. 58. Cuando la pugna sea mayor, veréis a los hombres buscar por sí mismos la verdad y no temerán a las amenazas ni a los anatemas. Entonces surgirán los profetas del seno de los pueblos oprimidos por los señores y por los reyes. En ese tiempo brillará mi Doctrina en todo su esplendor, la cual se extenderá por la Tierra a través de las obras de mis nuevos discípulos. 59. Ahora os está fortaleciendo mi palabra, a la vez que las pruebas están dando temple a vuestro espíritu, para que no sintáis temor ante los golpes, las ingratitudes y las traiciones. 60. Muchos de vosotros me vais siguiendo con gran amargura, porque en el seno de vuestra familia habéis encontrado oposición, incredulidad y burla. Han dudado los vuestros de los dones que Dios os ha dado y de la misión que os ha enviado a cumplir. 61. Algunos han sido arrojados del hogar, a otros les han hecho emigrar a otras tierras. 62. Yo os digo que no habéis sido los únicos en no ser creídos por los suyos. Os recuerdo el caso de José, hijo de Jacob, el cual fue vendido por sus propios hermanos a unos mercaderes, porque reconocieron que José era un gran profeta y tuvieron envidia de él. Mas la misericordia del Señor cubrió con su manto al mancebo, el cual, habiendo llegado a Egipto como un esclavo, por su fe y perseverancia en la ley de sus mayores, y revestido de la gracia y la sabiduría de Dios, llegó a ser junto al Faraón, el consejero, el ministro y el profeta de aquel pueblo. 63. El espíritu de José fue fiel en la virtud, su paso por aquella nación dejó una huella de bendiciones, de abundancia, de prosperidad y paz. 64. José no había olvidado a Jacob, su padre, a quien mucho amaba, ni había olvidado a sus hermanos, a pesar de que ellos le habían clavado en su corazón la espina del oprobio vendiéndolo y traicionando su amor de niño. Pero al fin llegó el instante de la divina justicia. Las tierras de Canaán donde habitaba Jacob con sus hijos, habían sido azotadas por la sequía. La miseria y el hambre habían hecho presa de aquellas comarcas mientras en Egipto los graneros estaban colmados de trigo. 65. Los hermanos de José, a quien habían olvidado y daban por muerto, se encaminaron hacia Egipto en busca de trigo, sin imaginarse ante quién tendrían que comparecer. La hora de justicia llegó, mas no para castigar ni para humillar, sino para perdonar, ¿Qué justicia mayor sobre los que habían desconocido y ofendido? El noble José, dándose a conocer de sus hermanos, les cubrió de bendiciones y de perdón, mientras ellos, de hinojos, arrepentidos y asombrados, recordaron las profecías de José cuando era niño y se maravillaron viendo su cumplimiento. 66. ¿Habéis comprendido, mis hijos? Pues perseverad en los días de aflicción, resistid vuestros desengaños y vuestra soledad, que al fin sonará la hora de justicia y veréis llegar contritos ante vuestra presencia, a los mismos que os traicionaron y burlaron. 67. ¿Sabréis revestiros de la nobleza de José, para recibir y perdonar a quienes os ofendieron? Imaginad aquel cuadro en el que José, de pie, contemplaba a sus hermanos de hinojos, llorando arrepentidos. Ese cuadro es una imagen de mi amorosa justicia; José estaba de pie, por su virtud mientras sus hermanos yacían arrodillados por su arrepentimiento. 68. Yo quiero que exista y germine entre vosotros aquella simiente de José, hijo de Israel. 69. Jesús, vuestro Maestro, también tuvo que emigrar hacia Egipto cuando apenas acababa de llegar a morar la Tierra, eso fue porque el pueblo no supo sentir su llegada, y, cuando hubo señales de que aquel niño era el Mesías, Rey prometido por el Señor a aquel pueblo, éstos dudaron mirándole desnudo en vez de estar envuelto en regias vestiduras y pasaron con incredulidad sus ojos por el humilde pesebre y sobre el rústico establo, que no era, según ellos, el lecho y la alcoba dignas de un rey. 70. Tuve que buscar el seno de un pueblo como Egipto, ya que el pueblo al que había venido, no sabía darme albergue; pero no era el único dolor que habría de sentir mi corazón. 71. Cuando volví de Egipto y fui a habitar en Nazaret, a cada paso era burlado y herido por las frases de incredulidad y envidia. 72. Hice prodigios ahí, manifesté mi caridad y mi poder y fui negado. Ni uno solo de los que de cerca conocían mi vida y mis obras, creyó en Mí. De ahí que, llegada la hora de la predicación, tuve que decir al dejar Nazaret: "En verdad os digo que no hay profeta que sea creído en su patria, menester es salir de ella para que su palabra sea oída". 73. Tampoco habría de ser ese último dolor que apuré en mi cáliz de amargura; faltaba un dolor más grande: aquel que habría de ofrecerme uno de los míos, uno de los que habían comido en mí mesa y era como mi hermano, al venderme por treinta monedas a los enemigos de mi causa. 74. Yo también fui dado por muerto, como José lo había sido por sus hermanos, mas, así como aquel varón surgió ante la mirada atónita de quienes le habían olvidado, Yo también aparecí, sólo que en espíritu, ante los ojos de mis discípulos maravillados, a quienes demostré que Yo no había muerto. 75. Aquí estoy, en mi Reino, esperando la llegada de todos los que me han olvidado, de todos los que me han traicionado y burlado. 76. Aquí estoy esperando a todos para estrecharlos con infinito amor. 77. Os hablo en una de las últimas albas. Ya se aproxima el año final de mi comunicación. Unos cuantos días, unas escasas horas y entre vosotros nacerá el año anunciado por Mí y temido por mi pueblo. 78. ¿Tendréis todos la preparación debida para acoger en vuestro corazón cuanto tengo dispuesto para derramarlo sobre vosotros? 79. Yo os ofreceré mi palabra; os presentaré mi Obra y ella será como la espléndida mesa de un festín. 80. Yo estaré en mitad de la mesa y en ella serán puestos los mejores frutos y los más deliciosos manjares del espíritu. Las puertas de la casa estarán abiertas para que nadie se quede fuera del banquete. 81. De esta mesa saldrá el nuevo mensaje para los pueblos, la Buena Nueva que despierte a los hombres, la luz que haga aparecer entre la humanidad, la semilla inmortal del espíritu. 82. Brillará la pureza de Abel, la fe de Noé, la obediencia de Abraham, la fuerza de Jacob, la inspiración de David, la sabiduría de Salomón, la verdad de mis profetas, la elevación de mis apóstoles, la espiritualidad de Juan. 83. No necesitarán los hombres vestir túnica como aquellos, ni ser exteriormente diferentes a los demás, ni tendrán siquiera que pronunciar mi nombre, porque la simiente de luz, de verdad, de conocimiento, de amor y justicia, Yo la derramaré en todos los caminos de vuestra vida. 84. Os doy como un regalo espiritual esta cátedra, guardadla en vuestro corazón como el recuerdo de una de las últimas lecciones que os dio vuestro Maestro con motivo de la conmemoración que hacéis de mi nacimiento en cuanto hombre. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 300 1. Sentís mi presencia en el silencio de vuestro corazón y os llenáis de gozo cuando desciende mi palabra a iluminaros con la luz del conocimiento espiritual. 2. Recread vuestro espíritu, oh, discípulos amados, ya que mucho habéis llorado en los caminos de la vida. 3. Estoy aquí, con vosotros, dándoos fortaleza para luchar por la paz eterna de vuestro espíritu, mas en verdad os digo, que ante de que la humanidad me conociera, Yo ya os iluminaba desde el infinito y ya le hablaba a vuestro corazón, porque siendo uno con el Padre, siempre he estado en El. Fue preciso que los tiempos pasaran sobre la humanidad para que el mundo me recibiera en Jesús y escuchara la palabra de Dios, aunque debo deciros que no todos los que escucharon mi Doctrina en aquel tiempo, tuvieron la evolución espiritual necesaria para sentir en Cristo la presencia de Dios, por eso tuve que escoger de entre los llamados a los que habrían de dar testimonio fiel de la verdad. Para los demás, mi Doctrina en aquel tiempo fue difícil de aplicar, porque la idolatría y el paganismo imperaban en los corazones; pero la palabra de amor estaba escrita con letras imborrables en la conciencia, en espera de las generaciones que habrían de abrazarse a la cruz de su Maestro. 4. Entonces ya no fueron sólo doce discípulos y unas cuantas multitudes las que se levantaron en pos de mi huella de amor, sino que fueron pueblos y naciones las que transformaron sus costumbres, su vida, su culto. Esto os digo, peque ahora que estáis presenciando el alborear de un nuevo tiempo, a vuestro espíritu ha llegado la luz de un nuevo mensaje, no todos los que han visto u oído comprenderán la esencia y el sentido de esta revelación; mientras unos han evolucionado lo bastante para recibir esta luz, otros, aún queriéndolo, no podrán comprender muchas enseñanzas a las que verán rodeadas de misterio. Mas, los tiempos pasarán, las nuevas generaciones llegarán a la Tierra y aquella luz que sólo unos cuantos recibieron en los días de mi comunicación, esplenderá en el entendimiento de las grandes multitudes, de los grandes pueblos y naciones. 5. Los que en este tiempo me hayan recibido en su espíritu, quedarán como mis discípulos y serán responsables de este divino legado, el cual será transmitido fielmente de generación en generación, hasta que lleguen aquéllas en quienes habrá de florecer el Espiritualismo, como la Doctrina de la paz y de la sabiduría. 6. ¿Quiénes son mis discípulos en este tiempo? Todos los que amen esta palabra y la pongan en práctica. 7. A muchos he llamado e invitado a mi mesa a saborear el pan de la vida, el manjar de los manejares. Yo quiero que sean los escogidos, porque las tierras que esperan la simiente son muy extensas. 8. Pueblo: Os he dicho muchas veces que veléis, que estudiéis y que estéis preparados porque no todo el tiempo vais a estar ignorados. Se aproxima día en que vuestros hermanos descubran la existencia de este pueblo que oyó la voz del Señor en el recogimiento y en la humildad de una estancia y querrán saber que aconteció, cuál fue mi mensaje y qué pruebas os di de mi verdad. 9. Hombres y mujeres de toda índole, llamarán a las puertas de vuestro corazón buscando vuestro testimonio. ¿No creéis que es justo que ese testimonio debe ser limpio, para que vuestros hermanos tengan una idea clara de lo que fue mi manifestación, ya que no tuvieron la dicha que tuvo este pueblo de escuchar mis lecciones a través del entendimiento de los portavoces? 10. Si vosotros dedicaseis parte de vuestro tiempo a meditar en mi palabra, no habría necesidad de que Yo descendiese a explicaros mis lecciones, porque entonces, vuestra meditación, vuestras reflexiones y examen interior, os hartan comprender el alcance de vuestra responsabilidad. 11. Es muy corto el tiempo que me resta para hablaros en esta forma y como habéis sido muy tardos para comprender, he tenido que ayudaros, ampliando hasta el extremo mis enseñanzas. 12. Comprended que ese testimonio que de Mi vais a dar, no se refiere solamente a repetir mis palabras a vuestros hermanos, no, eso es fácil y no requiere gran preparación, basta que en vuestra memoria o en escritos conservéis esta palabra para repetirla tal como fue dicha. Pero si pensáis que el verdadero testimonio tenéis que darlo con vuestras obras de amor que haga sentir la esencia de mi palabra, explicadla con profundidad y sencillez al mismo tiempo y demostradla con obras que superen a lo humano, entonces tendréis que comprender que necesitáis penetrar dentro de una verdadera espiritualidad para poder llamaros dignamente testigos de mi Palabra en el Tercer Tiempo. 13. ¡Con qué mansedumbre se doblegarán hasta los más escépticos ante la verdad, cuando llevéis a cabo delante de ellos las obras que Yo os he enseñado! 14. Si verdaderamente sentís amor por vuestros semejantes y queréis derramar en ellos vuestra caridad, pensad detenidamente en esta enseñanza y disponeos a la lucha con la mayor limpidez de que seáis capaces; seréis entonces llamados dignamente testigos de Dios en el Tercer Tiempo. 15. Se acerca vuestra hora, pueblo, en la que cada uno de vosotros tome su misión y la desempeñe con verdadero amor hacia vuestros hermanos. 16. Mientras Yo estoy preparando mi partida, vos debéis estar preparando vuestra labor espiritual en el mundo. 17. Veo que tenéis remordimientos porque no habéis sabido guardar en vuestra memoria mis lecciones y teméis enfrentaros a la humanidad sin argumentos que apoyen esta verdad; mas Yo os digo que no temáis, porque si estoy preparando mi partida, Yo daré la orden, llegado el instante, para que en el seno de este pueblo se forme un libro que contenga las enseñanzas y revelaciones del Tercer Tiempo, con el fin de que dicho libro llegue a manos de las multitudes, que en él recuerden mis cátedras, penetren en su análisis y se preparen para dar testimonio de mi verdad. 18. De gran importancia y utilidad serán los escritos que conserven mi palabra, porque será después de mi partida cuando verdaderamente os consagréis al estudio de ella. 19. A través de ese libro, los que escucharon mi Doctrina pero olvidaron muchas lecciones y pasajes, recordarán con emoción y gozo los instantes en que recibieron de Mí los divinos mensajes, y los que no me escucharon, se asombrarán de la esencia de mis lecciones y mirarán, allá en el infinito, al Reino de los Cielos. 20. Cuando el discípulo haya pasado por el estudio profundo y consciente y haya alcanzado su espiritualidad, no necesitará del libro material, porque en cualquier momento en que él se prepare, sus labios repetirán fielmente mi palabra, inspirada por su espíritu, en cuya conciencia quedó escrita para siempre. 21. Benditos seáis los que habéis velado esperando este momento, porque os recrearéis en espíritu y en verdad. Os elevaréis hacia un mundo de luz del que retornaréis fortalecidos. 22. Cuando venís así, ávidos de mi palabra, os desprendéis de todo cuanto al mundo pertenece, venís hasta mí y bebéis el cáliz de la esencia divina. 23. Después de haber asistido al banquete espiritual, la vida en el mundo os parece más llevadera, la cruz más liviana, las pruebas más benignas. 24. Sí, mis hijos, el que se apoya en un báculo espiritual, no se fatiga; quien mira al Cielo no tropieza en la Tierra. 25. ¡Ah, sí supieseis cuántos seres llenos de luz y de amor desde el valle espiritual os siguen, os acompañan e inspiran! ¿Pero cómo queréis que os ayuden, si no hacéis lo que a vosotros corresponde? 26. Si queréis palpar la influencia y la ayuda de quienes se encuentran revestidos de caridad hacia vosotros, es menester que aportéis fe, obediencia ante sus dictados, confianza, sensibilidad y buena disposición al orar, entonces podréis contemplar maravillas en el camino de vuestra vida. 27. Mi palabra dulcifica a vuestro endurecido corazón, angustiado por los sufrimientos; también vosotros, cuando os tornéis en maestros de vuestros hermanos, les confortaréis con vuestras frases de consuelo y vuestras obras de caridad. 28. ¿Quiénes serán los que no se rindan ante una demostración de sinceridad, de amor y de verdad? ¿Quién de vosotros no recuerda mis frases con que le recibí el primer día que escuchó mi palabra, aquella voz inolvidable cuya ternura y esencia os hizo reconocerme? 29. Yo perdono vuestras faltas; pero al mismo tiempo os corrijo para que desechéis de vuestro corazón el egoísmo, porque es una de las flaquezas que más bajo arrastran al espíritu. Os toco a través de la conciencia para que recordéis vuestros deberes entre hermanos y sembréis de caridad y de perdón vuestro camino, como os enseñé en el Segundo Tiempo. 30. Pesada era la cruz de Cristo, muy amarga y dolorosa la jornada, muy escabrosa la cuesta y sin embargo, olvidándome de mi propio dolor, consolaba a los que sufrían y bendecía a mis verdugos. 31. Pueblo, cuyo espíritu ha recibido la luz de los tres tiempos: mirad cuánta miseria y amargura. Es menester llenar de amor a la humanidad; sembradla de buenas obras, iluminadla con la fe y la esperanza, inundadla de paz. 32. Para esa obra me bastaría mi poder y mi amor, mas como habéis sido creados para que lleguéis a amaros los unos a los otros, es necesario que surja un pueblo que sea como un inmenso ejército de soldados de la espiritualidad, fieles guardianes de mi ley, para que impongan mi verdad sobre tanta falsedad y hagan luz en las tinieblas. 33. Una nueva guerra está próxima a surgir en el mundo. Será una guerra distinta a todas las que la humanidad ha sufrido. Guerra de ideas, de filosofías, de doctrinas, de ideologías, de creencias y de religiones. 34. Pueblo: para ese tiempo debéis encontraros preparados y debéis dar el alerta a vuestros hijos. 35. La ola del materialismo se levantará, convirtiéndose en mar embravecida, en mar de penalidades, de desesperación y angustia ante la injusticia de los hombres. Sólo una barca flotará sobre ese mar de pasiones, de codicias y de odios humanos, esa barca será la de mi Ley. ¡Dichosos los que se encuentren fuertes cuando ese tiempo llegue! Pero ¡Ay de los que duerman! ¡Ay de los débiles! ¡Ay de los pueblos que hayan fincado su fe sobre cimientos de fanatismo religioso, porque serán fácil presa de esas olas furiosas! 36. ¿No presentís la batalla, oh, humanidad? ¿No os mueve mi palabra a prepararos para defenderos, llegada la hora? Mi luz está en todos, mas sólo la ven los que oran, los que se preparan. Mi luz os habla por presentimiento, por inspiración, por intuición, a través de sueños y de avisos, mas, sois sordos a todo llamado espiritual, sois indiferentes a toda señal divina. 37. Pronto veréis cumplida mi palabra y testificaréis que toda ella encerró verdad. 38. Mi Doctrina y mi nombre serán el blanco de todos los ataques y persecuciones, serán el motivo por el que os persigan los enemigos de la verdad; mas mi Doctrina será también la espada de luz de quienes se levanten defendiendo la fe y será el escudo, tras el cual se defiendan los inocentes. Mi nombre andará en todos los labios, bendecido por unos, maldecido por otros. 39. Todas las facultades del hombre estarán desatadas: su inteligencia, sus sentimientos, sus pasiones, sus potencias espirituales estarán despiertas y prestas a luchar. 40. ¡Cuánta confusión habrá entonces! ¡Cuántos que creían tener fe en Mí, se van a convencer de que no era verdadera fe! En muchos hogares y corazones será apagada la lámpara de amor y de esperanza; la niñez y la juventud no tendrán más Dios que el mundo, ni más ley que la de la Tierra. 41. Ante ese caos, Yo os pregunto, pueblo: ¿Qué misión vais a cumplir? ¿Por ventura vais a esconder esa joya que os ha confiado? ¿Vais a cerrar el libro de mis enseñanzas, renunciando a la potestad que os he concedido como discípulos míos? No, pueblo amado: Yo os he preparado para que no os dejéis intimidar por la elocuencia o la ciencia de los que os combaten. Los libros, los títulos y los nombres son vanidades humanas, y lo que vosotros vais a predicar, son las verdades eternas. 42. En vuestro seno se ha suscitado un movimiento de confusión que ha provocado división, juicios y discusiones entre vosotros mismos. Era necesario que esa prueba llegase al pueblo para que despertasen los que estuviesen durmiendo y al fin encontraseis la definición de mi Obra. 43. No temáis a esta lucha interior, pueblo, vuelvo a deciros que es necesaria para vuestro despertar, porque ya estáis haciendo de la rutina y de las tradiciones un nuevo culto y, en verdad os digo, que el Espiritualismo es ajeno en absoluto a toda rutina, hábito, tradición o ceremonia exterior. 44. En esta prueba que os ha sorprendido, unos cuantos despertaron convencidos de que no habéis practicado la verdadera espiritualidad, éstos tendrán que aislarse por un tiempo, porque el pueblo, en su mayoría, se aferrará a sus costumbres y tradiciones que ha llegado a considerar como si fuesen la Ley. Entonces vendrá una tregua para que interiormente mediten y reflexione este pueblo, observe y experimente por sí mismo, porque luego habrá de surgir de nuevo la pugna con mayor fuerza, a fin de que la esencia de mi Doctrina brille y mi Obra sea comprendida en toda su pureza y espiritualidad. 45. En esa segunda prueba serán las mayorías las que abran sus ojos a la verdad y en sus prácticas impropias de mi Obra, tendrán que aislarse del seno de sus hermanos hasta llegar a la comprensión, a la enmienda y puedan reintegrarse al pueblo. 46. Ved cómo es necesario que las pruebas vengan a estremeceros y a despertaros, porque vosotros, por sí solos no romperíais vuestra rutina. 47. Esa armonía y esa paz que en vuestro seno existe, son aparentes mientras no penetre en vuestro corazón la verdadera espiritualidad, mas, antes seréis probados y purificados en muchas formas. Tened en cuenta que vais a quedar como testigos de mi palabra dada en este tiempo, y que vuestro testimonio no deberá ser falso, sino tan fiel como seáis capaces de entregarlo. 48. ¡Hoy es el dolor el que os purifica; mañana será vuestra espiritualidad! 49. Si después de concluida mi lección y de haber pasado vuestras pruebas, persistiese entre vosotros la confusión y el dolor, no tendréis justificación delante de Mí, y os haréis acreedores a una prueba mayor que la que estáis pasando. ¿Amáis la verdad? ¿Deseáis la Paz? Practicad mi palabra con la pureza que ella exige y vuestro espíritu encontrará la senda que conduce a la armonía. 50. Comprended que en este tiempo, he limitado mi luz y mis manifestaciones al comunicarme por medio de estos portavoces, como me limité al hablar en los tiempos pasados por la boca de los profetas. 51. A unos y a otros los he enviado en las horas de prueba para la humanidad, cuando ésta se ha encontrado al borde del abismo o de la destrucción. 52. También éstos por quienes he hecho oír mi palabra en este Tercer Tiempo son profetas, a través de sus labios ha brotado la voz que despierta al que duerme, y que previene al que se ha extraviado del camino. 53. La palabra de los profetas ha sido en cada era como la nota vibrante de un clarín en las tinieblas, muchos la han escuchado, pero no todos le han dado crédito. ¿Por qué no han querido los hombres escuchar la voz de los profetas? Porque ellos siempre han hablado de acontecimientos que se aproximan y han anunciado la divina justicia; ellos siempre-os han dicho: "Orad, velad, haced penitencia, lavad vuestras manchas, arrepentíos". 54. Los profetas de los primeros tiempos fueron intuitivos, sus bocas anunciaron muchos acontecimientos que ellos ignoraban. No sabían que Cristo existiese y todos ellos hablaban de Él; faltaban siglos para que el Redentor llegase al mundo y ya los profetas decían cómo sería su llegada, su vida y su muerte en cuanto hombre. 55. ¡Cuánta luz habéis recibido como nuevos discípulos y a la vez profetas del Tercer Tiempo! ¡Ahora vais a probar vuestra intuición cuando al penetrar en diferentes comarcas y pueblos, sepáis hablar a los moradores de cada lugar según su necesidad, su comprensión y su evolución! 56. Unos oirán vuestra voz, otros se reirán de vosotros; mas no cesaréis de predicar penitencia que es regeneración; oración, que es arrepentimiento y fe; caridad que es expresión de fraternidad y amor. 57. No olvidéis y tenedlo presente siempre, que de vuestra vida recta y virtuosa, depende la fe que despertéis en vuestros hermanos. Esto quiere decir que os escudriñarán y observarán hasta en vuestra vida íntima, buscando en vuestras obras la confirmación de la Doctrina que predicáis. 58. Sed humildes, sencillos, modestos, pero revelad siempre una fe firme y un celo inquebrantable. 59. Este pueblo, depositario de mi Revelación en este Tercer Tiempo, no es tomado aún en cuenta como portador de una luz, mas, no pasará mucho tiempo sin que la humanidad se interese por conocer la verdad de mi nueva venida y con cuanto se relacione con mi comunicación; vendrá a interrogaros y para ello debéis estar preparados. 60. En verdad os digo que hasta en los medios más hostiles siempre habrá aunque sea un sólo corazón que se abra para recibir vuestras palabras. 61. Espiritualizaos y desarrollad el don de la palabra y no titubearéis en la lucha o en los instantes de prueba. 62. Hoy el mundo os ignora, mas de cierto os digo que vendrá el día en que los pueblos os estén esperando con ansiedad. Eso será cuando las grandes pruebas y las calamidades estén haciéndose sentir en las comarcas y se sepa que los espiritualistas tienen potestad sobre las plagas y las enfermedades extrañas. 63. Allí estarán los enfermos en su lecho, esperando la llegada del emisario y labriego de Jesús, que llegue a ungirles con el bálsamo de la ternura y de la caridad; allí estarán los hogares con sus puertas abiertas esperando a los discípulos que con su presencia hagan penetrar la paz y la luz entre aquellos corazones. 64. Estas generaciones que hablan sido ciegas ante las señales que os he dado, que todo lo habían atribuido al azar y a la casualidad, se compenetrarán del sentido de los acontecimientos que han rodeado mi venida, mi presencia durante el tiempo de mi comunicación y la partida de mi palabra y tendrán que decir que verdaderamente fueron las señales prometidas desde los tiempos pasados. "La hoja del árbol no se mueve sin la voluntad del Padre", dirán ellos, y habrá verdad en sus palabras. 65. Humanidad amada: ¡Sois mi hija a quien he venido a salvar, a quien he venido a visitar en el destierro y a consolarla en su prisión! ¡Sentid mi presencia y os digo que nada os faltará! 66. Confiad, tened esperanza; grandes han sido las palabras, largos los días de vuestra expiación, pero ya contemplaréis un camino más limpio, ya tendréis esa paz que tanto habéis anhelado. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 301 1. ¡Gozad de mi palabra, oh, espíritus a quienes tanto ha esperado el Padre y por quienes vino al mundo y derramó su sangre! 2. Estas multitudes están formadas por creyentes e increyentes, pero todos son espíritus hambrientos de amor, sedientos de luz y de verdad; mientras los que tienen fe se alimentan y fortalecen, los incrédulos desprecian el pan de la vida eterna y tienen que soportar su hambre y su sed. Son espíritus confundidos por una vida de materialismo, de ignorancia y fanatismo de los que no pueden olvidarse, para poder contemplar y sentir mi presencia; son corazones temerosos de los juicios de la humanidad; ¿Cómo van a poder concentrarse en lo elevado de su espíritu para sentir mi esencia, cuando están pensando en lo que de ellos dirán los demás? Saldrán diciendo que no es verdad mi presencia en estos lugares, cuando la realidad es que ellos son los que estando presentes no han estado conmigo, porque su espíritu se ha quedado donde su pensamiento, sus intereses, sus preocupaciones y sus pasiones los tienen atados. Yo sí he venido, Yo sí he estado con vosotros; porque pienso siempre en los que me necesitan, en los que apuran el cáliz de amargura y comen el pan de la esclavitud y la humillación. 3. Hay algunos que no quieren creer, porque les falta voluntad para vencer su vanidad y fanatismo. En cambio, están los que quieren creer y no pueden, porque algo que existe en su interior les confunde, impidiéndoles encontrar y gozar la verdad de mi mensaje. 4. ¿Creéis que Yo abandone a estos mis hijos? ¿Pensáis que cuando me vuelvan la espalda y se alejen del sendero al cual les llamé, Yo les olvide? No, pueblo. Mi Espíritu les seguirá incansablemente, ayudándoles a vencer obstáculos, probándolos, manifestándoles en muchas formas, que fue cierto lo que en mi palabra escucharon, que fue verdad mi llamado. Todos volverán, unos en una forma, otros en otra, unos en un tiempo y otros en otro, mas Yo estaré siempre para recibirles con amor. 5. Vengo a ofreceros el pan y el vino del espíritu, comed y bebed, pueblo. Tomad el manjar del Tercer Tiempo y sustentaos de él. Bendito sea el que comiere de este pan porque despertará, abrirá sus ojos a la luz y saldrá de su estancamiento. 6. Hace tiempo que os estoy hablando bajo esta forma y próximo está el día en que dé por terminado este capítulo de enseñanzas y revelaciones. No terminará allí mi Obra, ni mi lección divina; pero sí concluirá esta etapa de preparación espiritual. 7. El pueblo que oyó la voz de su Padre a través del portavoz en este tiempo, quedará en la Tierra con la misión de hablar a la humanidad y dar testimonio con sus obras de la enseñanza recibida. 8. Amor y caridad ha habido en mi palabra, desde que ella comenzó a manifestarse en este Tercer Tiempo, mas a pesar de que su sentido ha encerrado justicia y os ha reclamado y corregido, ahora, al acercarse a su final, ved cómo su justicia aumenta, al par que su dulzura invade vuestro corazón. 9. Quiero que en mis últimas cátedras encontréis toda la fortaleza que vais a necesitar en la lucha; quiero dejaros un sabor celestial en vuestro corazón y que no quede en él la amargura para que me recordéis con amor a cada paso, y que de vuestra memoria surjan mis palabras como voces de alerta, como bendiciones, como inspiración y bálsamo. Entonces evocaréis con emoción este tiempo de enseñanzas y al llegar a la comprensión de que verdaderamente fue el Maestro el que desató los sellos del Libro de la Vida, abriéndolo ante vuestros ojos, precisamente en el sexto capítulo, comprenderéis que fue Elías el que tuvo la llave para abrir las puertas del Tercer Tiempo, que es la era de la luz y del espíritu. 10. Para que la fe de la humanidad se afirmara en el conocimiento de la existencia espiritual, más allá de la vida material, en los tiempos pasados os fueron concedidas algunas manifestaciones de enviados del Padre, a los cuales disteis el nombre de ángeles. Aquellas primeras manifestaciones fueron seguidas de algunas obras que Yo a través de Jesús llevé a cabo para haceros penetrar un poco más en el Arcano. De ellas os recordé: La presencia de seres de luz anunciando mi advenimiento a la Tierra; la influencia de espíritus turbados ejercida sobre seres humanos, llamados poseídos; el desprendimiento del espíritu de su cuerpo y su retorno a él, mostrado por Mí en el instante de la transfiguración; y la materialización de los seres que no se han elevado a su verdadero reino, porque los envuelve la tiniebla de la ignorancia, como aquellos que se manifestaron en Jerusalén el día de mi crucifixión. 11. ¡Cuán profundas fueron aquellas lecciones! Mas los hombres que no quisieron ver la Luz que en ellas había, ellos como los hipócritas sacerdotes y fariseos de aquel tiempo, han atribuido todo conocimiento espiritual a poderes malignos. ¿No dijeron en aquel tiempo que Jesús sanaba a los poseídos en virtud de tener pacto con el demonio? Así os sorprendió este tiempo en el cual vengo en Espíritu, porque ésta es mi verdadera esencia, para daros una lección mas sobre la vida del espíritu, pero una lección más amplia, clara y profunda, en la que podréis experimentar personalmente sobre lo que he venido a revelaros. 12. Algunos creen que ha sido demasiado elevado lo que he concedido a este pueblo en la presente Era, tomando en cuenta mi comunicación a través del entendimiento humano y la del mundo espiritual empleando el mismo medio; a otros les ha parecido tan grande lo que hasta ahora han logrado, que suponen que ya no se podrá ir a más, a lo cual debo deciros que esto que habéis tenido y visto en este tiempo, es apenas una pequeña visión de lo que en el futuro habrán de ver los espiritualistas, cuando vencidos todos los prejuicios y liberados el espíritu y la mente, hayan dado mayores pasos que los vuestros. ¿Quién podrá detener el curso de esas manifestaciones reservadas con la evolución de la humanidad? Necios e insensatos serán los que se opongan, ciegos en su fanatismo. 13. Cada Era ha traído a los hombres nuevas y maravillosas luces para la mente y el espíritu; disponeos todos a recibir mis divinos mensajes, porque un nuevo tiempo ha abierto sus puertas y es mucho lo que tenéis qué ver y qué conocer. 14. "Caridad y más caridad con vuestros hermanos", os dijo Elías en este tiempo, mas el pueblo que es pobre, se pregunta: ¿Qué podremos dar si nada tenemos? Es verdad, nada poseéis; pero si almacenáis la gracia y los conocimientos que os doy en mi palabra y si desarrolláis los dones de que he llenado a vuestro espíritu, eternamente podréis dar y nunca veréis agotado vuestro caudal. 15. He aquí algunos de los beneficios que mi Espíritu os ha concedido: Bálsamo para curar toda dolencia física y para apartar toda aflicción del espíritu, paz perpetua para vosotros y para que deis a quien no la lleve en su corazón; luz del espíritu para iluminar vuestra senda, para encauzar vuestros pasos e inspiraros nobles pensamientos y obras. Os traje la oración espiritual, aquélla que os pone en comunicación con lo divino, convirtiéndoos en medios o instrumentos de mis mensajes y revelaciones. El don de la profecía del cual se deriva la intuición y el presentimiento, lo he derramado también sobre vuestro espíritu, porque a través de él podréis conocer por anticipado algo del camino que tiene que ir recorriendo cada uno de vosotros. 16. Estos y otros dones más os han sido confiados. ¿Quién podrá decirse menesteroso, poseyendo tanta gracia? ¿Quién por pobre que sea de lo que pertenece al mundo, se negará a hacer la caridad llevando en su espíritu tan espléndida herencia? Sólo falta que vuestro corazón se abra al contacto de mi efluvio divino, como se abren las corolas de las flores cuando desciende sobre ellas el acariciador rocío, entonces os sentiréis capaces de dar a todo el que a vosotros se acerque en demanda de caridad, porque estaréis llenos de mi Espíritu. 17. En el Segundo Tiempo yo os di el más claro y vivo ejemplo de que no es menester poseer los bienes del mundo para poder practicar la caridad, y que teniendo un corazón lleno de amor hacia todos, dispuesto a compadecer al que sufre y a consolarlo, pueden obrarse milagros. 18. Yo multipliqué el pan cuando escaseó, transformé en vino el agua, devolví la salud a los enfermos, liberté a los indefensos poseídos, di nueva vida a los muertos, dulcifiqué con una palabra a los duros de corazón, y llené de luz a los espíritus. Algo o mucho de todo esto podréis hacer si os preparáis; si aquellas obras las hice para ejemplo vuestro, prueba es de que podéis hacerlas; ahora bien, si os sentíais pequeños y torpes para llevarlas a cabo, vedme de nuevo entre vosotros, despertando todos los dones y potencias de vuestro ser, para que nunca más digáis que sois menesterosos, porque con ello ofendéis a vuestro Padre, quien os lo ha dado todo para que lleguéis hasta él. 19. No olvidéis que Elías os ha dicho: "Caridad y más caridad para con vuestros hermanos", sobre todo, sabiendo que es mucho lo que tenéis y lo que podéis dar. 20. El maná del Tercer Tiempo desciende hasta vosotros sin tocar la Tierra, porque es recibido por vuestro espíritu. 21. Pueblo: Sois el reflejo de la humanidad y por eso os recibo en representación de ella. Aquí, entre vosotros, encuentro dolores, flaquezas, falta de fe, discordias, divisiones y guerras. Lo que hablo a vosotros lo digo para todos y lo que ahora doy a unos cuantos, mañana vosotros lo llevaréis a vuestros hermanos, porque mi mensaje es para todos los hombres. 22. No os veo unificados, y no podríais levantaros ahora mismo a extender mi palabra, porque vuestra conciencia no os permitiría ir a predicar unificación y armonía, cuando no la habéis sabido conservar, pero ya vendrá el tiempo en que todos los hijos de este pueblo se unan para llevar mi Doctrina como un estandarte de paz, de hermandad y espiritualidad. 23. Mucho habéis caminado por el sendero de la vida; mas ya ha llegado el instante de iniciar el retorno. 24. Habéis recorrido el largo camino de la experiencia; aquella inocencia, que es ceguera e ignorancia, ha desaparecido al adquirir la luz de la experiencia. Además, os manchasteis y para eso son las pruebas y el dolor, para lavaros y purificaros. 25. El inocente es ciego, nada comprende ni sabe del camino para poder retornar hacia el Padre. El que adquiere experiencia conoce el sendero y sabe adónde va. 26. Con esto fácilmente podréis comprender cuál es el sentido que encierra el dolor, las pruebas de la vida, las tentaciones y toda la experiencia pesada y amarga que recogéis en la dilatada caminata para lograr que vuestro espíritu llegue a la perfección. 27. Aquí tenéis explicado el por qué la vida os presenta tantos problemas que tenéis que resolver para poder continuar hacia adelante. 28. Mas, es necesario llegar a vosotros para deciros esta verdad, porque sólo así podéis revestiros de esperanza y de idealismo. Si no os repito a cada paso el Sermón de la Montaña, desfallecéis, porque dejáis de reconocer el sentido de la lucha de esta vida y os dejáis vencer por el dolor, creyendo estar condenados a sufrir por siempre. 29. Yo quiero que seáis mis discípulos, pero os empeñáis en continuar siendo mis párvulos. Cuántas veces os escucho, diciéndome: "Padre, ¿Por qué nos mandas tanta miseria? ¿Por qué no quieres oír nuestra oración? Padre, Tú no nos has oído. 30. Yo escucho vuestra queja y os digo: Siempre he recibido vuestra oración, mas no siempre he de concederos lo que deseáis en el preciso instante en que lo pedís, ni tampoco será según vuestro deseo, sino según mi voluntad. A vosotros corresponde tender el manto de vuestras oraciones, iluminar los caminos con vuestros buenos pensamientos y apartar tinieblas, para que vuestros hermanos se encuentren preparados, cuando sea llegado el instante en que Yo les envié mi paz. 31. No es el triunfo exterior el que vale ante mi justicia, sino vuestro esfuerzo, porque en él habréis logrado evolución, experiencia, perfeccionamiento. 32. Vosotros sois a quienes he venido a dar la misión de llevar a todas partes la luz y a quienes he dicho que seréis como antorchas en donde estéis. ¿Quiénes serán entonces los hijos de la fe que muevan los montes y alumbren las comarcas? 33. Si supieseis comprender todo lo que encierra mi palabra, os levantaríais con paso firme y presuroso a extender el bien que ella contiene; miraríais con piedad a la niñez, huérfana de ternura y de guías, porque sus padres han muerto. 34. Miraríais con caridad a la juventud que camina sin ideales, porque los hombres han matado la fe de los corazones que apenas se abrían ante la vida. 35. Comprendéis ahora cuál es la antorcha de que os hablo y el ideal que os he inspirado. 36. Sí, Maestro, me contesta vuestro espíritu, hemos comprendido que la antorcha es la luz de tu Doctrina que viene a disipar las tinieblas de esa noche tan larga en que se ha sumido la humanidad. 37. Benditos seáis, mis hijos, porque podréis escuchar también la voz de esa juventud que se pregunta: ¿En dónde está Dios? ¿Qué es el cielo y qué es la fe? 38. Vuestro deber es llegar hasta vuestros pequeños hermanos y orientarlos en el camino de la vida, cuya ruta han perdido, hablarles del Padre, diciéndoles que basta un poco de espiritualidad para sentir mi presencia, la cual les dará valor y fuerza para no dejarse arrastrar hacia el abismo. 39. Vuestra misión es decir a los huérfanos, que su Madre no está lejos, que su manto de ternura y protección les ha cubierto desde el instante en que perdieron en la Tierra a quienes eran su apoyo y su refugio. Que les enseñéis a encontrar en todas partes aquel celestial calor. 40. A todo el que se encuentre fuerte en el camino, le hago responsable de los pobres huérfanos, de esa niñez desamparada por los hombres, que vaga por las calles en busca de amor maternal. 41. Así vengo a invitaros a mi Reino de paz para que descanséis de la batalla en que vivís ahora. Vengo a enseñaros a hacer ligero el peso de vuestra cruz, tomando en su verdadero sentido las pruebas de la vida, para que no sufráis inútilmente y sólo aprendáis, experimentéis y os acrisoléis verdaderamente. 42. Alimentaos de sanas y santas alegrías, gozad con la presencia de los niños, en quienes habitan ya los espíritus que anuncié a la humanidad para este tiempo, y cuya misión de paz y de luz, se manifiesta en sus hechos, desde sus primeros pasos. Velad porque en ellos se cumpla mi promesa. Ellos son esperanza y cimiento de futuras generaciones, y su destino será un testimonio para los que esperan ansiosamente las señales de que el Reino prometido ya está cerca. 43. La especie humana se irá regenerando, el espíritu alcanzará mayor evolución a medida que los tiempos transcurran y sus obras la lleven a ocupar dignamente el lugar que le corresponde. 44. Hoy no acertáis a comprender el significado de vuestras pruebas, las juzgáis innecesarias, injustas e insensatas, mas Yo os diré cuánta justicia y precisión hubo en cada una de ellas, cuando lleguéis a la ancianidad, y a otros cuando hayáis traspuesto los umbrales de este mundo y os encontréis habitando las regiones espirituales. 45. Hoy no os diré lo que dejasteis atrás sin cumplimiento, vuestros errores o desaciertos; tampoco os revelaré el porvenir. Sólo quiero mirar en vosotros la confianza y entrega a vuestro Padre, porque no hay una hora de vuestra vida, un solo acto o pensamiento, en que no esté presente mi Espíritu, para bendeciros, alentaros o daros enseñanzas. Quiero que la fe aliente en vuestro corazón, que me améis y me busquéis como Padre, como amigo y consejero en todas vuestras pruebas. 46. Y ya que sabéis que estáis restituyendo, que se os pide el pago de vuestro adeudo, pensad en luchar con justicia dentro de vosotros. Para cada rebeldía, tendréis un rasgo de humanidad, para cada prueba un cúmulo de fortaleza y así iréis subiendo de escala en escala hasta llegar a las regiones más altas. 47. No os digo que el fin está muy próximo a vosotros pero si os prometo que os concederé grandes oportunidades para alcanzarlo. 48. Cuando sepáis comunicaros conmigo, no habréis menester de intermediarios, porque vosotros mismos seréis inspirados y guiados por Mí. 49. El día en que vosotros estéis unificados, vuestro pensamiento envolverá la Tierra, vuestro amor se reflejará y se extenderá hacia otras naciones, y la humanidad se sentirá atraída, poseída de algo que no acertará a comprender y se dirá: Algo sobrenatural está por venir. 50. Mas para ese tiempo debéis enviar a vuestros emisarios y esta luz que hoy sólo unos cuantos habéis visto, será mirada por otros pueblos y ahí, donde sólo hubo esterilidad, en esos campos abandonados e incultos, surgirá la vida, brillará la luz de la conciencia y florecerá el espíritu. 51. Yo os preparo para que seáis mis buenos discípulos, que viváis atentos a mis palabras, que estudiéis en silencio para instruiros aún más, porque mi enseñanza no tiene fin. Y cuando os sintáis, capacitados para enseñar, congregad en torno vuestro a los hambrientos de verdad, preparad a nuevos discípulos, como lo hizo Juan en el desierto y después entregadlos a Mí, y Yo los llevaré hasta el fin de su evolución. 52. Pensad que esto que os hablo, tenéis que cumplirlo algún día. Hoy estáis conmigo, reunidos como una familia bajo la vigilancia de sus padres, pero después os dispersaréis por los caminos del mundo y ahí será donde encontraréis el cumplimiento de mis palabras y la ocasión de luchar por esta Obra. Porque vos, pueblo, sois el espejo en el cual debe reflejarse mi amor, y tenéis que dar ejemplo de fraternidad. 53. Estoy tocando las fibras más sensibles de vuestro corazón, porque se acerca el tiempo de mi partida y quiero dejaros sensibles al dolor, a la miseria, a la orfandad. 54. Mi luz siempre estará con vosotros, mi Rayo Divino nunca os dejará, porque aun cuando haya terminado el tiempo de mi comunicación, él vendrá a alumbrar a vuestro espíritu. 55. ¡Cuánto vais a necesitar que esa luz se siga haciendo sentir en vuestro espíritu, cuando penetréis en la lucha, cuando os miréis atacados y veáis que la humanidad se ríe de vosotros, cuando escuchéis que os llaman falsos e impostores! 56. Entonces mi luz os hablará interiormente, diciéndoos: "No temáis, hablad de lo que sabéis y repetid mis enseñanzas". 57. Vosotros hablaréis la verdad que Yo os he traído, mas si alguien se siente ofendido por lo que ha escuchado, dejadme a Mi la causa, mas os digo que cuando digáis mi verdad, no lo hagáis jamás con la intención de lastimar, porque entonces seréis vosotros los que tendréis que responder de vuestras palabras. 58. Respetaréis la fe y la religión de todos, recordando que YO, vuestro Dios, Omnipotente y Todopoderoso, os dejé estar con todos mis hijos sin distinción de cultos ni de credos. 59. Sembraréis con amor esta Doctrina que habrá de ser la que enseñe a los hombres a volver a su punto de origen, la enseñanza que les haga elevarse sobre su vida material, hacia un mundo más perfecto. 60. Ved cuán necesaria es una luz que ilumine al espíritu del hombre para ayudarlo a encontrar el camino y retornar al lugar de donde partió, después de adquirir el conocimiento del sentido de la vida; porque fue necesario que el espíritu cuando era inocente, conociera la luz de las pruebas, de la lucha del largo camino de la experiencia, para conocer a Dios. 61. Día vendrá en que muchos de vuestros hermanos os vengan a buscar, llamando a vuestras puertas para deciros: "Dadnos de vuestro pan espiritual, porque nosotros vemos que tenéis pan, que estáis felices, que una luz que no es de este mundo, os está alumbrando. Dadnos de esa luz para guiarnos". 62. Ese será el principio de la paz y de la fraternidad, cuando cesen las guerras, los odios y sea destruido el reino de la obscuridad. 63. Hoy todavía no estáis preparados para repartir el pan espiritual, porque no os habéis despojado aún del último resto de egoísmo y vanidad. Mas Yo os concedo un tiempo más para que os preparéis. 64. Pueblo: Os he dado una lección más, lección que os habla de fraternidad. El Libro de la Vida se abrirá delante de vosotros y en vuestra conciencia seguiréis escuchando la voz del Maestro, diciéndoos: "Amaos los unos a los otros". 65. El que ha venido a presenciar esta manifestación y su mente ha estado llena de preocupaciones materiales, así como el que ha estado pensando en goces materiales, muy poco ha llevado; en cambio, al que ha penetrado con humildad y se ha entregado al deleite de escuchar a su Maestro, ese ha llevado un tesoro en su corazón, su riqueza espiritual aumentará día a día y pronto se sentirá capaz de participar de sus bienes a sus semejantes. 66. De éstos quiero que seáis vosotros para que salgáis al mundo en busca de los que tienen hambre de amor y de verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 302 ¡Mi paz sea con vosotros! 1. Discípulos de mi Divinidad: Bienvenidos seáis ante mi cátedra. No os sorprendáis ante el saludo con el que mi Espíritu Divino os recibe, porque en verdad os digo que en el último año de mi manifestación entre vosotros, bajo esta forma me haré reconocer en el momento de mi llegada. 2. Todo paso que deis en el camino de la espiritualidad, será premiado por Mí; todo recinto que rompa su rutina y se levante en pos de la perfección en sus prácticas, también recibirá el galardón del Padre, y no seré Yo quien señale con fechas especiales los días de mis manifestaciones, porque Yo estoy sobre el tiempo, más allá de él. 3. En aquella Segunda Era, días más tarde de la crucifixión de Jesús, caminaban tres de mis discípulos por un sendero, iban en pos de una cabaña solitaria en la cual poder reconcentrarse en el recuerdo del maestro que había partido; iban caminando con el corazón destrozado por el dolor, sintiendo el vacío en su espíritu. A su paso se cruzaron con un caminante, quien les acompañó, y al preguntarles el por qué de sus tristezas tan manifiestas, le informaron con palabras conmovidas de todo lo que a ellos les acontecía; de lo que había pasado en Jerusalén, de lo que había sucedido en el Gólgota; y así llegaron a la cabaña, penetraron en ella y cuando reunidos se encontraban, no sólo en materia, sino también en espíritu, en una comunicación de pensamiento y de recuerdos, aquel caminante se transfiguró y les dijo: "Mi paz sea con vosotros". Los discípulos sorprendidos, reconocieron al instante la voz de su Maestro y ante sus plantas se postraron. 4. Contemplaron su faz radiante, su forma humana llena de luz, de amor, plena de vida. Desde ese instante, cuantas veces se hizo presente ante sus discípulos, se hizo reconocer con esa frase bendita: "Mi paz sea con vosotros". Así quiero que vosotros me escuchéis, como aquellos discípulos. Después de la partida de mi palabra a través de estas manifestaciones, escucharéis, ya no con los oídos materiales, sino a través de vuestra conciencia, el eco de mi divina voz que os dice eternamente: "Mi paz sea con vosotros". 5. Todos sois mis discípulos aun los postreros, aun aquellos que por primera vez me escuchan, porque no es ésta la primera lección que les vengo a dar; ha mucho tiempo que de mi Espíritu brotaron y desde ese instante, he principiado a ser el Maestro para ellos. Por eso en este Tercer Tiempo, cuando han escuchado mi voz humanizada en los portavoces, les llamo mis discípulos, porque han recibido de Mí infinitas lecciones. La vida misma, la he preparado para que sea para vosotros como un libro de elevada sabiduría, el número de sus páginas es incontable, su contenido es profundo y no es suficiente una vida para llegar a conocerla en su totalidad, y menos aún, para comprenderla. Su volumen es grande, ha sido escrito por el Ser perfecto, por el autor de la vida y de todo lo creado, pero ese libro tan lleno de sabiduría, está escrito con sencillez, con claridad, como son todas las obras de Dios. 6. La primera lección, o sea la primera página, es la más sencilla, mas si no es comprendida a pesar de su sencillez, viene la segunda a explicar el contenido de la primera y así sucesivamente, hasta el final de este gran libro de la vida que he puesto delante del hombre, el cual está abierto en su Sexto Capítulo, para que conozca al Padre, para que conozca su vida y su destino; para que comprenda su pasado, su presente y hasta donde sea mi voluntad, su futuro. 7. Ha llegado para la humanidad, con el Tercer Tiempo, la era del Espíritu Santo, la de la práctica de la espiritualidad y para llegar a esta etapa, cuánto habéis tenido que vivir y qué sufrir en el camino. 8. Yo os contemplo en esta era, llevando en vuestro espíritu un adelanto que os ha convertido en una tierra fértil para mi simiente; pero aún encuentro que vuestro espíritu está sediento y hambriento de verdad. Vuestro espíritu se ha desarrollado en el dolor, en el sufrimiento, en los desengaños; pero hay otro desarrollo que no veo en vosotros y es aquel que sólo lo da la práctica de mis enseñanzas, el cumplimiento de mis leyes, el desarrollo del verdadero amor, del cual se derivan todas las virtudes. 9. El cerebro del hombre con su ciencia, escudriña, transforma vuestra vida; su corazón se engrandece en las pasiones, en las posesiones terrestres, en el dominio sobre este mundo; y esa grandeza no es real delante de Mí. Es grandeza pasajera, es vanidad humana y esta vida transformada ahora por los hombres, Yo la purificaré. Ya la luz de mi Espíritu Santo, cual semilla de verdad, está derramándose sobre todo espíritu, mas, para que el despertar sea en todos mis hijos, habrán de soportar una prueba más. 10. Los hombres han resistido el rigor de mi justicia acallando la voz de su conciencia, ocultando mis leyes y volteando la espalda a mis preceptos divinos. Han dado muerte a mis profetas y han escarnecido a mis enviados, pero mi poder es infinito, no vendré a descargar sobre los hombres toda mi fuerza, porque son muy pequeños delante de Mí, no vendré abatiendo a su espíritu, para obligarlo a seguirme sobre su propia derrota porque Yo quiero contemplar al hombre, al ser donado con mis atributos divinos, de pie, con su faz en alto, rebosante de satisfacción, con la grandeza real en su espíritu, con la verdadera dignidad en todo su ser. 11. Así quiero contemplar a mi hijo, a la criatura que es espejo e imagen del Creador. Solamente lo apartaré de sus yerros, de su pecado, de sus imperfecciones, pero siempre sostendré a su espíritu con la luz de la esperanza, con la confianza en Mí y siempre pondré delante de él, cuando el abismo se abra bajo sus plantas, la palma de mi mano para que no caiga. Pero ha de venir una prueba más, que será un cataclismo mundial y en ese caos, no serán únicamente los elementos de la Creación los que se desencadenen como en los tiempos pasados, será el espíritu el que se agite y luche y ese combate formará parte del caos mundial. 12. Los principios ya se ven entre vosotros; la contienda irá aumentando más y más, y de cierto os digo que en medio de esa tempestad, será salvo todo el que cumpla mi Ley. 13. Toda la mala simiente será cortada de raíz y solamente respetará mi justicia la buena semilla, dejando una vez más, limpia esta Tierra, porque después de pasada la prueba, vendrá una nueva vida para esta humanidad. A todos aquellos que como mala simiente Yo haya cortado de esta vida, les llevaré en espíritu a la región bendita que vosotros llamáis Más Allá, los prepararé, y allí restituirán con su propio arrepentimiento, todas sus faltas. 14. Hay tanta luz en los espíritus en este tiempo, que les bastará solamente un instante de verdadero arrepentimiento, para formar un propósito firme y eterno de regenerarse y de practicar mi Ley; y cuando hayan alcanzado ya esa preparación todos aquellos que fueron levantados por Mí, Yo les volveré a este planeta, a unos a comenzar nuevamente el camino, y a otros a restaurar lo destruido, y finalmente a otros a concluir con sus misiones ya iniciadas y así en cada uno, será mi justicia de agror. En los primeros tiempos de la humanidad, había inocencia y sencillez entre los hombres, pero a medida que ellos se multiplicaban, por razón de su evolución y de su libre albedrío, también sus pecados iban en aumento y fueron desarrollando en forma más rápida, no sus virtudes sino sus flaquezas delante de mi Ley; entonces Yo preparé a Noé, con el que me comuniqué de Espíritu a espíritu, porque esta comunicación la he establecido con los hombres desde el principio de la humanidad; mas esta gracia que fue de unos cuantos en los tiempos pasados, será mundial y llegará entre el Padre y sus hijos, la comunicación por medio de la oración, de la inspiración que da el amor y la práctica de mis enseñanzas, será entre todos mis hijos. 15. Le dije a Noé: "Yo purificaré al espíritu de los hombres de todos sus pecados, para ello enviaré un gran diluvio. Prepara un arca y en ella haz entrar a tus hijos, a sus mujeres, a los hijos de tus hijos y también haz penetrar una pareja de toda especie del reino animal". Noé fue obediente a mi mandato y llegó el cataclismo, en cumplimiento a mi palabra. La mala simiente fue cortada de raíz, y la buena semilla conservada en mis graneros, con la cual formé una nueva humanidad que llevó la luz de mi justicia, y supo cumplir con mi Ley y vivir en la práctica de las buenas costumbres. 16. ¿Pensáis acaso, que aquellos seres que encontraron muerte tan dolorosa, perecieron en materia y en espíritu? De cierto os digo: No, mis hijos, sus espíritus fueron conservados por Mí y despertaron ante el juez de su propia conciencia y fueron preparados para volver nuevamente a la senda de la vida, para que en ella encontraran el progreso espiritual. 17. El día en que las aguas cesaron de cubrir la Tierra, hice brillar en el firmamento el iris de la paz, como señal del pacto que Dios establecía con los hombres. Ahora os digo a vosotros: Oh humanidad del Tercer Tiempo que sois la misma que habéis pasado por todas las pruebas, en las cuales os habéis purificado: Estáis próximos a experimentar un nuevo caos; pero vengo a prevenir al pueblo aleccionado por Mí, y a la humanidad en general, a la que me he dado a conocer en este tiempo. Escuchad, mis hijos: He aquí el arca, penetrad en ella, Yo os invito. 18. Para vosotros, oh Israel, el arca es la práctica de mi Ley, todo aquél que cumpliere mis mandatos, en los días más amargos, en el trance más difícil, estará dentro del arca, estará fuerte y sentirá el abrigo de mi amor. 19. Y a toda esta humanidad, una vez más le digo: El arca es mi Ley de amor, todo el que practique el amor y la caridad con sus semejantes y consigo mismo, será salvo. Yo bendeciré esta virtud y por ella, haré que los hombres encuentren espiritualmente, el arca de salvación en este Tercer Tiempo, no solamente la salvación de su vida humana, sino la salvación y la paz de su espíritu. Se acerca el tiempo de las grandes pruebas, en el que se desatará la lucha de secta contra secta, de religión contra religión. 20. ¿Cuánto tiempo durará esa contienda? No lo podéis saber. Pero de cierto os digo, que será el tiempo suficiente para preparar el espíritu de los demás hombres; será el tiempo necesario para que todos, hasta la última de las criaturas, despierte aun en su edad infantil; para que todos podáis daros cuenta del tiempo en que vivís y tengáis el conocimiento de vuestra responsabilidad ante la Justicia Divina que llama a la regeneración a todos los espíritus. Esta tempestad pasará y nuevamente veréis en el firmamento, la señal de mi pacto con los hombres; mas no será el iris material con sus siete colores, sino la luz del Espíritu Santo en plenitud, la que se manifieste a todos los espíritus, tanto encarnados como desencarnados. La voz del Espíritu Santo dirá a todos sus hijos: Yo soy la paz, Yo soy el camino, la verdad y la vida, Yo soy el que vengo a establecer con vosotros un nuevo pacto de alianza con mi Espíritu Santo, con mi Ley; porque en este tiempo quedaréis rescatados con mis enseñanzas, de las cadenas de la ignorancia y un nuevo tiempo de paz y de bienandanza ofreceré a la nueva humanidad formada por seres despojados de materialismo, regenerados hasta la médula de sus huesos. En ella vendrán a encarnar los espíritus que han despertado ante la luz, los que han sido grandemente preparados para volver a los caminos del mundo a sembrar la virtud y la verdad en cumplimiento a mi Ley. 21. Por eso vosotros, discípulos muy amados, que conocéis mis enseñanzas, tenéis tan grande responsabilidad contraída con vuestro Padre, porque sabéis lo que el porvenir os depara; pero no debéis de medir por años, ni aun por siglos, el tiempo en que mis profecías van a tardar en cumplirse. Sólo debéis de pensar en depositar en Mí vuestro tributo de amor y de confianza, cumpliendo con lo que a cada uno os corresponde en mi Doctrina; lo demás, lo haré Yo y con ello siempre os sentiréis tranquilos delante de vuestra conciencia. 22. Veréis entonces, oh Israel, cómo por amarga que sea la vida para otros, plácida será para vosotros y no podrá asediaros el dolor; por vuestra fortaleza adquirida en el cumplimiento de mi Ley y en la obediencia a mis mandatos. Entonces ya no temeréis el peso de vuestra cruz, tampoco temeréis la llegada de la muerte en esta vida, la sabréis esperar tranquilamente y la veréis venir como a una amiga, como a vuestra hermana, como a aquella que viene para libertaros, para acortar en vuestra vida los días de dolor, de miseria y de trabajos, que aun ella os conducirá para guiaros a ayudaros a cruzar con paso firme los umbrales de la eternidad, de aquel Más Allá que ni vuestro mismo espíritu conoce, porque si ya lo habéis habitado, no lo habéis hecho en los planos más elevados, que es a donde llegaréis en las etapas venideras. 23. Vosotros ya conocéis algunas de sus regiones; pero no todas, pueblo. Jesús ya os dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas" y hoy os dice el Espíritu Santo: "En la casa del Padre hay un número infinito de moradas". 24. ¿Cómo se desarrollará aquella vida de luchas, de pruebas para vuestro espíritu? No lo sabéis, ni tan siquiera tratéis de imaginároslo, porque será solamente vuestra fantasía, la que os hará forjar imágenes falsas. 25. Que os baste saber que esta vida terrestre, maravillosa y perfecta en todas sus partes, solamente es un símbolo, un débil reflejo del Más Allá; pero no tratéis de imaginaros aquellos planos en su completa perfección, porque es, ¡Oh Israel!, como si un ciego de nacimiento, le quisierais hacer comprender como son los colores de todo lo que os rodea; y así como vuestro espíritu encarnado en un niño en la vida humana, va descubriendo a cada paso maravillas, y al penetrar en la juventud sigue encontrando nuevas lecciones, llega a la edad madura sin acabar de conocer la Creación, penetra en la ancianidad y se va de esta vida, lamentando no haber conocido todo lo que le rodeaba; así vuestro espíritu, pasará de esta vida preparado para la otra e irá de sorpresa en sorpresa, de lección en lección, de maravilla en maravilla, hasta la eternidad, y no alcanzará a contemplar a su Creador en toda su magnitud infinita. 26. Lo concebirá y lo comprenderá grande en sus leyes, en su amor, en sus atributos; pero ¿Llegará a abarcarlo? Jamás, mi pueblo, porque el Creador es y será siempre el Padre y los hijos sus criaturas. Podrán sentarse los hijos a la diestra del Señor, pero nunca en su sitial; mas desde aquel sitial, Jehová, que es el origen del amor perfecto, jamás humillará a sus hijos, los contemplará siempre como a sus criaturas mimadas, como a sus discípulos, nunca como a siervos o como a reos. Quiero que llegue el tiempo en que os sintáis, no como reos o como siervos del Señor, sino como sus hijos muy amados. 27. No quiero tener en éste, ni en ninguno de los mundos, esclavos; no quiero tener lacayos, ni vasallos; no quiero tener reos, quiero ser comprendido y amado, con el mismo amor con el que Yo amo a todos mis hijos. 28. Con estas enseñanzas, pueblo, vengo a daros testimonio de mi presencia entre vosotros como Espíritu de Verdad. Con mi palabra os vengo a construir el arca salvadora en este Tercer Tiempo. Comprended el sentido figurado en todas mis lecciones y conservad su esencia cumpliendo con mi Ley, porque quiero que cuando el caos llegue entre los hombres, os encuentre a vosotros ya preparados y a salvo, para que hagáis el llamado a los que naufragan, a los que perecen y a los que infringen y a tiempo se arrepienten. 29. No busquéis solamente vuestra seguridad, porque si así lo hicieseis y vuestros labios se cerraran en el tiempo de la palabra, y ocultaseis mis revelaciones a la humanidad, porque os invadiera el temor, aunque ya os creáis a salvo en el arca, de cierto os digo que estaréis entre los náufragos. 30. Para que verdaderamente os encontréis a salvo, tenéis que olvidaros de vosotros mismos, para pensar solamente en los demás. Sentid caridad por vuestros hermanos sin distinguirlos por su color, por su sangre, lengua o ideología. Debéis de contemplar en cada uno de vuestros semejantes la imagen de vuestro Padre, que es universal y que está derramado en todos sus hijos; 31. Miradme y amadme en todos vuestros hermanos, recordad que os he dicho que ninguno de mis hijos sucumbirá para toda la eternidad, ninguno encontrará la muerte para su espíritu, porque ésta no existe. Yo no la he creado, porque Yo solamente le doy muerte al pecado. 32. Aun aquellos seres a los que llamáis de tentación o demonios, de cierto os digo que no son mas que seres turbados o imperfectos de los cuales el Padre se sirve sabiamente para llevar a cabo sus altos designios y planes; pero esos seres, hoy envueltos sus espíritus en las tinieblas y muchos de ellos haciendo un mal uso de los dones que Yo les he concedido, serán puestos a salvo por Mí a su debido tiempo, porque llegará el momento, ¡Oh Israel!, en el que todas las criaturas del Señor me estarán glorificando eternamente; dejaría Yo de ser Dios, si con mi poder; mi sabiduría y mi amor, no lograse rescatar a un espíritu. 33. Todos seréis salvos y si habéis leído del fuego y de la muerte eterna, en verdad os digo que debéis de buscar allí el sentido figurado y no debéis de hacer una mala interpretación de mis enseñanzas, porque con ello, me estaríais atribuyendo imperfecciones que Yo no tengo. Yo soy perfecto y de ello no vengo a hacer alarde entre mis hijos, porque si es cierto que hoy sois imperfectos, Yo os estoy conduciendo a la perfección con mi amor y con mi luz. 34. Debéis de saber, discípulos, que al final de 1950, cuando haya retirado mi palabra que os estoy haciendo llegar a través de estos portavoces, os dejaré formando un solo espíritu y un solo corazón. Yo os seguiré manifestando mis divinas lecciones pero ellas serán elevadas, más definidas y además, marcarán el principio de la comunicación de espíritu a Espíritu. Mientras más os unifiquéis en la obediencia a mi Ley, más cerca estaréis de la perfecta comunicación espiritual. 35. Cuando haya terminado esta etapa de mi comunicación entre vosotros, os confiaré un tiempo de meditación, de preparación y análisis; pero esos estudios no lo debéis hacer separados, sino que siempre estaréis unidos. Antes de buscar mis enseñanzas en vuestra memoria y en los escritos, os prepararéis y os comunicaréis por medio de la oración con vuestro Señor y ese instante, seréis ayudados por El, y cuando penetréis en el análisis de mi palabra, será el Espíritu Santo quien os revele el verdadero contenido de cada lección, porque no quiero contemplar entre mis discípulos, diversas interpretaciones. 36. Quiero que el conocimiento de todo lo fundamental dentro de mi Obra sea poseído por todos, que el fanatismo y la idolatría desaparezcan; que no existan las supersticiones entre vosotros; que lleguéis a ofrecerme el culto más sencillo, exento de ritos y de inútiles ceremonias, para practicar solamente mi verdad. Por eso os dije al principio de mi cátedra, que todo paso que deis en la espiritualidad, será premiado por Mí. 37. El tiempo de los ritos, de los altares y de las campanas de bronce, va a pasar ya de entre la humanidad. La idolatría y el fanatismo religioso darán sus últimas señales de vida; vendrá ese tiempo de lucha y de caos que os he estado anunciando y cuando la paz haya vuelto a todos los espíritus, después de la tempestad, los hombres no volverán a construir palacios en mi honor, ni las muchedumbres serán llamadas con la voz de los broncos, ni los hombres que se sienten grandes levantarán sobre las multitudes su poder. Vendrá el tiempo de la humildad, de la fraternidad, de la espiritualidad, trayendo consigo igualdad de dones para la humanidad. 38. ¡Seguid depurándoos, oh Israel! A la esencia de mi enseñanza, nada tenéis que corregirle, porque es perfecta. Mirad siempre mi obra más allá de todo lo vuestro, porque el conjunto de vuestro culto exterior, ritos y tradiciones, no forman parte de ella. 39. Mi Espíritu, que es universal, existe en todo lo creado por Mí, ya sea en lo espiritual o en la Naturaleza material; en todo está mi Obra, dando testimonio de mi perfección en cada uno de sus planos. Mi Obra divina todo lo abarca, desde los seres más grandes y perfectos que habitan a mi diestra, hasta el animalillo menos imperceptible, el vegetal o el mineral, en el átomo o la célula, que forman todas las criaturas, y en esto os muestro una vez más, la perfección de todo lo creado por Mí, desde los seres materiales, hasta los espíritus que ya han llegado a alcanzar la perfección. ¡Esa es mi Obra! 40. Vosotros sois los discípulos que os sentís pequeños y débiles ante mi presencia universal; pero Yo os digo; pequeña y frágil es vuestra materia, pero vuestro espíritu será fuerte y de él me serviré; si hoy el Padre ha venido a buscaros para donaros, es porque sabe que le cumpliréis y el Padre nunca se equivoca. 41. El, como Maestro, sabe elegir entre las multitudes a aquellos que han de cumplir una delicada misión. De cierto os digo, que muchos al oír mi llamado, han llegado delante de Mí para escuchar mis enseñanzas, y muy pocos son los que me han sido fieles y van desempeñando su misión. 42. Cuántos de los donados por Mí, han dejado apagar su lámpara de fe y de amor, me han vuelto la espalda, me han negado y aún se mofan de mis manifestaciones. A ellos también les estoy llamando al interior del arca salvadora, y aún están a tiempo de que por su reflexión y arrepentimiento alcancen su restitución, mas por lo fieles, por lo perseverantes, alcanzarán los demás. Aquellos que se han alejado de mis enseñanzas, ha sido por sus flaquezas ante las tentaciones y ofrecimientos del mundo. 43. Mi perfección les concede un nuevo tiempo y les doy mi luz para su meditación y redención. 44. Elevad vuestra oración espiritual, pero no por vos ni por los vuestros; sino por toda la humanidad que sufre y que rechaza mi amorosa caricia; pero ese amor vosotros lo sabéis sentir mejor y aun cuando grandes pruebas vais encontrando a vuestro paso, no pereceréis. Hay pruebas que os las envía mi justicia, pero la mayor parte de ellas vosotros os las vais labrando con vuestras flaquezas; más en unas y en otras, os fortalece mi amor y os ayuda para que sigáis hasta el final del camino. 45. En este instante uníos a vuestro Padre, velad y orad por la humanidad. 46. Quiero que seáis vosotros como una estrella en el firmamento y que desde allí enviéis rayos de luz, de amor, de perdón y de caridad, sobre todos los pueblos de la Tierra. Yo os bendigo, oh discípulos. 47. Ni vuestro mismo espíritu alcanza a comprender su propia fuerza, así como el abrazo fraternal en el que habéis envuelto a la humanidad; mas Yo sí lo sé y por ello os digo, pueblo, que así debéis de orar siempre, porque esa es una de las más elevadas misiones de vuestro espíritu. Y cuando no puedan vuestros labios dar el consuelo, ni podáis alcanzar con las manos a los enfermos para ungirles, sea entonces vuestra oración, como alas para vuestro espíritu que lo lleven en pos de los más distantes, para entregarles mi mensaje de paz y de amor. Y ya que habéis velado y orado por la humanidad, Yo velaré por vosotros, penetraré en vuestro corazón y al descubrir sus sufrimientos, sus necesidades, lo confortaré y le dejaré un presente y ese presente será el cumplimiento de lo que me pedís en este instante; pero debéis de ser pacientes, no me sometáis a prueba, no me exijáis. 48. No había necesidad de que me pidieseis, pero si os lo permito, es porque no dejáis de ser los pequeños y las necesidades os agobian. 49. Llegará el momento en el que nada me pidáis sino que os presentéis ante Mí, para decirme: "Padre, hágase en mí tu voluntad". 50. Bendita sea vuestra vida, vuestro camino y también vuestra mesa. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 303 1. Pueblo: al iniciar con esta cátedra el último año de mi comunicación a través del entendimiento humano, os invito a que hagáis un profundo y minucioso examen a la luz de vuestra conciencia para que sepáis responder espiritualmente cuando Yo os pregunte, ¿Qué es lo que habéis comprendido de mi Obra y cuáles son los pasos definitivos que habéis dado en esta senda? Si a pesar de haberos concentrado en el fondo de vuestro corazón, no alcanzáis a tener una noción clara de lo que habéis hecho bien, así como de lo que habéis hecho mal, en mi palabra encontraréis un juicio perfecto de vuestras obras. 2. Es menester hacer un balance por medio de la conciencia, antes de dar el primer paso en el año postrero de mi comunicación, porque quiero que al final de él, me ofrezcáis como cosecha y tributo de vuestra lucha, el fruto de la obediencia, de la comprensión y la espiritualidad. 3. El lapso que abarcará 1950, estará lleno de acontecimientos que habrán de conmover al mundo. Todos los órdenes de vuestra vida sufrirán una conmoción. El culto espiritual de la humanidad será tocado, a través de las religiones, las naciones fuertes serán tocadas, la ciencia quedará asombrada ante las grandes señales de la Naturaleza, y la vida humana en general se verá llena de hechos y sucesos que los hombres llamarán extraños e insólitos. 4. Vosotros sabéis que todo esto sucederá para significar el último año de mi comunicación con hechos visibles y tangibles a todos los hombres, ya que, si las señales de la consumación de esta etapa se las diera espiritualmente a la humanidad, no las percibirán debido a su escepticismo y a su materialidad. 5. Todas las pruebas y acontecimientos que estremezcan al mundo durante el año de 1950, serán imagen de cuanto ocurrió en aquel Segundo Tiempo en Jerusalén el día en que Jesús expiró en la cruz. 6. Si en verdad os preparáis y sabéis observar cuanto en este año ocurra, os daréis cuenta del oscurecimiento, de aquellas tinieblas que invadirán al mundo, de las tempestades que azotarán pueblos e instituciones, así como del instante en que la humanidad sienta espiritualmente mi presencia y contemple intuitivamente la luz del Tercer Tiempo. ¿Cuál será ese instante? El momento final de mi comunicación, aquel en el que espiritualmente se rasgue el velo del Templo, como ocurrió en Jerusalén, y la humanidad vea mi luz y conozca la verdad. 7. No temáis, pueblo, porque mi caridad os cubrirá y vuestra oración y cumplimiento serán como una coraza que os proteja en las adversidades; tampoco temáis quedaros solos cuando cese mi palabra entre vosotros, porque en verdad os digo que ninguno de los dones con que he engalanado vuestro ser, se apartará de vosotros. El que ha aprendido a guiar multitudes, seguirá conduciendo corazones, el que ha recibido en su entendimiento mi rayo, tendrá gran inspiración, el que ha sido instrumento o portavoz del mundo espiritual, seguirá siendo sensible a aquella voz, y el que ha tenido don de palabra, de análisis, de curación o de profecía, verá aumentarse el poder de sus dones si en verdad se prepara, revistiéndose de espiritualidad y de fe. 8. Preparaos mucho, para que después de mi partida forméis un pueblo fuerte y capacitado para recibir a todo el que os buscare, sin sentiros torpes ni pequeños ante los hombres de ciencia, ante los títulos que ostenten, o ante los que os pongan a prueba, porque crean poseer el conocimiento de la verdad sobre lo espiritual. 9. Si ahora, en el tiempo de mi comunicación, estas casas se han visto pletóricas, quiero que después lleguen a ser insuficientes, porque ello marcará el instante propicio para que este pueblo se levante y se extienda por el mundo. 10. Sé que en vuestro corazón me decís. Señor, vuestra palabra llena de poder, de majestad y esencia, ha hecho el milagro de atraer multitudes en pos de esa luz, pero, después de este tiempo, ¿Quién hará el milagro de atraer multitudes y caravanas como vos lo habéis hecho? Discípulos: ¿Por qué sois hombres de tan poca fe? ¿Por ventura no son ciertos los dones que os he confiado? ¿No habéis palpado las maravillas que por medio de ellos habéis realizado? De cierto os digo que en futuros tiempos, mayores obras haréis, bastando para que se consume el milagro, con que cumpláis con mis máximos mandatos de "Unión, obediencia y espiritualidad". 11. En verdad os digo, que en los instantes en que mi palabra se hace oír a través del portavoz, no sólo el espíritu de este pueblo se estremece, sino todos los seres que en el valle espiritual también necesitan de la luz divina. 12. No llega a ellos el sonido de la palabra humana, pero si la esencia y la inspiración de mis mensajes, porque mi voz es universal y su eco alcanza a todos los mundos y moradas donde habite un hijo de Dios. 13. Yo envío a cada mundo un rayo de mi luz; a vosotros os he hecho llegar esta luz en forma de palabra humana, como a otras mansiones les llega por medio de inspiración. 14. En la luz de ese rayo divino se irán uniendo todos los espíritus, haciendo de él una escala que les conduzca hacia un mismo punto, hacia el reino espiritual prometido a todos los que sois partícula espiritual de mi Divinidad. 15. ¿Imagináis el regocijo de todos los seres que en la Tierra tuvieron vínculos materiales con vosotros y que hoy habitan más allá de vuestro mundo, cuando saben que la voz que ellos escuchan también hay quienes la oyen en la Tierra? Ellos no se han alejado de vosotros, no os olvidan, ni dejan de hacer algo por los que se quedaron unos instantes más en el valle terrenal. Su caricia y sus bendiciones son continuamente sobre vosotros. 16. Allí habitan los que fueron vuestros padres, hijos, hermanos, esposos, amigos o benefactores, ya en espíritu son simplemente hermanos vuestros, pero su amor por vosotros es el mismo o aún mayor, así como su potestad para ayudaros y protegeros ha aumentado. 17. Orad por ellos, pueblo, vosotros tampoco dejéis de amarlos y recordarles porque vuestro recuerdo y vuestras oraciones son un dulce consuelo en la lucha de ellos. Nunca los imaginéis turbados o habitando entre tinieblas, porque sería tanto como si vosotros os sintieseis capacitados para dictar un juicio y una sentencia sobre ellos, y si aquí en la Tierra los humanos suelen ser tan imperfectos e injustos para juzgar las causas de sus semejantes, ¿Qué será tratándose de juicios sobre algún espíritu? 18. Nuevamente os digo, que a vosotros sólo os toca ayudarles con vuestra oración y con vuestras buenas obras en el mundo. 19. No sintáis la necesidad de que ellos se manifiesten en alguna forma material en vuestra vida, ya sea tomando un cerebro o por otro medio, porque negaríais la espiritualidad que os he enseñado. Tampoco tengáis para ellos determinado día del año para invocarles, meditad en que lo espiritual vive fuera del tiempo material y que por lo tanto, todo instante podrá ser propicio para aproximaros a ellos a través de la oración espiritual. 20. ¡Cuántos de esos seres a quienes muchas veces habéis imaginado sufriendo turbaciones, son precisamente los que han luchado por acercaros a este camino de luz que ellos no pudieron encontrar cuando estuvieron en la Tierra! No lloréis más por ellos, y mucho menos llevéis luto porque partieron al valle espiritual; no han muerto, simplemente se adelantaron unos instantes al momento en que vosotros habéis de partir, mas así fue dispuesto por Mí, para que os preparasen el camino. ¿Creéis que sea necesario que os diga que nada tenéis que hacer en los cementerios y que las lágrimas que sobre las tumbas derramáis, son lágrimas de la ignorancia, de la materialidad y el fanatismo? 21. El espíritu de los que lloráis, vive y os obstináis en darle por muerto en aquel cuerpo que desapareció bajo la tierra. Les dais por perdidos, mientras ellos llenos de amor os están esperando para daros testimonio de la verdad y de la vida. Les creéis lejanos o insensibles y sordos ante vuestras luchas y penalidades y no sabéis cuántos pedruscos van apartando de vuestro paso y de cuántos riesgos os van librando. 22. La ignorancia os obliga a ser ingratos y hasta crueles con vosotros y con los demás, aunque debo deciros: ¿Quién puede ser ignorante después de haber escuchado alguna de mus cátedras? 23. Mi palabra es el rayo de luz que ha de envolveros a todos para que quedéis fundidos en el fuego de mi amor; si después de oírla, la creéis y la ponéis en práctica, quedaréis desde ese instante unidos a todos los que me aman y me glorifican. 24. La luz de mi Espíritu ha venido a revelaros todos los dones que se ocultan en el fondo de vuestro ser, todo lo que desde vuestro origen habéis llevado con vosotros sin presentirlo, os he hecho saber que ya es tiempo de que os conozcáis verdaderamente, de que os encontréis a vosotros mismos y conozcáis vuestra heredad para que seáis grandes de espíritu. 25. De tiempo en tiempo os he hecho revelaciones, primero fue la Ley, más tarde mi Doctrina, finalmente el conocimiento pleno de vuestra misión espiritual. 26. Vosotros decís que Yo he estado tres veces con los hombres, mas lo cierto es que he estado siempre. Aquel Padre que en el Primer Tiempo reveló su Ley de justicia a la humanidad, que en el Segundo Tiempo hizo encarnar su Verbo en Jesús, su hijo, y que ahora se manifiesta espiritualmente al mundo, os ha dado esta divina parábola a través de las eras, cuyo sentido os habla de vuestra evolución espiritual y os hace saber que quien os ha hablado a través de los tiempos, ha sido un solo Dios, un solo Espíritu y un solo Padre. 27. Cuando os he dicho que os apartéis de los placeres habéis interpretado mal mi palabra, llegando a pensar que más me agrada veros en los sufrimientos que en los goces, y estáis en un error. Si soy vuestro Padre. ¿Cómo concebís que prefiera miraros llorar que reír? Al deciros que os apartéis de los placeres, me refiero únicamente a aquellos que son insanos para el espíritu o nocivos para vuestra materia. Mas Yo os aconsejo que procuréis todas aquellas satisfacciones sanas para el espíritu y para el corazón que estén a vuestro alcance. 28. Es tan dura la prueba que encierra la vida del hombre, que es menester endulzarla con todos aquellos goces espirituales y materiales que le hagan más amable y llevadero el peso de la cruz. 29. Yo bendigo a todos aquellos que saben encontrar en el calor de su hogar los mejores goces de su existencia, procurando con su cariño de padres a hijos, de hijos para con sus padres, y de hermanos con hermanos, formar un culto, porque aquella unión, aquella armonía y aquella paz se asemejan a la armonía que existe entre el Padre Universal y su familia espiritual. 30. En esos hogares brilla la luz del espíritu, habita la paz de mi Reino y cuando las penas llegan a presentarse, son más llevaderas y los momentos de prueba menos amargos. Más meritorio es aun en aquellos que buscan satisfacción procurándosela a los demás y gozan con la alegría sana de sus semejantes. Esos son apóstoles de la alegría y cumplen con una grande misión. 31. En verdad os digo que si supieseis buscar instantes de satisfacción y alegría, así como de tener horas de paz, las tendríais en todos los días de vuestra existencia, pero para eso, elevad primero vuestro espíritu, elevad vuestros sentimientos y la forma de pensar sobre la vida. 32. Este mensaje que os envío a través de mi palabra, va lleno de luz que iluminará vuestro camino y dará a vuestro ser la elevación que os enseñe a vivir en paz y a gozar sanamente todo aquello con que he bendecido vuestra existencia. Mucho ha de luchar esta humanidad combatiendo las sombras del dolor y venciendo su inclinación hacia los placeres falsos y las satisfacciones engañosas. Tendrá que luchar contra su fanatismo religioso que le impide conocer la verdad, tendrá que luchar contra el fanatismo que le hace pensar que todo marcha hacia la destrucción final de la que nadie podrá salvarse, y tendrá que luchar contra su materialismo que le hace buscar sólo placeres pasajeros, goces de los sentidos que precipitan al espíritu en un abismo de vicios, de dolor, de desesperación y tinieblas. 33. Os doy mi luz, para que salgáis de las sombras y lleguéis a encontrar en ese planeta que convertisteis en valle de lágrimas, los goces verdaderos del espíritu y del corazón, junto a los cuales todos los demás placeres son pequeños e insignificantes. 34. Os estoy dando ya la nueva lección que será para todos los hombres. No todos han orado esperando mi llegada, pero el dolor les ha mantenido alerta y les ha preparado para recibirme. El mundo tiene la experiencia que el pueblo de Israel le legó desde el Segundo Tiempo, para que nadie desafíe a la divina justicia. ¿No sabéis que a los pobres de espíritu que anhelaban la venida del Señor para recibir de El la luz de la esperanza y del saber, les fueron dados los dones de la profecía, de la ciencia divina y del poder espiritual? Si me preguntáis por el paradero de aquellos espíritus, os diré que están habitando moradas en las cuales todo lo que existe de grande en este planeta, es ante ellos como simple polvo de la tierra. Mas si me preguntáis qué fue de los que nada aceptaron de mi Reino porque les pareció pobre mi palabra y mis promesas, os diré que son de los que encarnan y reencarnarán hasta la consumación de los tiempos, porque pidieron oro, mundo, carne y poder y en justicia y para su restitución espiritual les fue dado el mundo con sus mezquinas riquezas y su falso poder. 35. Han sido tocados por un tiempo por la justicia divina, pero no desechados del camino de salvación que lleva al Reino de verdad; por eso, ahora que os envío a raudales la luz de mi Espíritu, les buscaré afanosamente para preguntarles si ya es suficiente el tiempo de prueba que les fue asignado, haciéndoles comprender que éste es el Tercer Tiempo, precisamente aquel en el que se consuman los tiempos, de los que hablé al referirme al juicio del pueblo judío. 36. Todos tenéis una cita conmigo y os habréis de reunir para escucharme, porque tendréis que oírme. 37. Todo será puesto en la balanza de mi justicia, donde serán pesadas todas las obras que estén sin juzgar. Mi presencia y mi poder se harán sentir cual nunca se han manifestado, porque después del caos, todo volverá a su cauce. 38. Velad y orad continuamente para que no seáis sorprendidos, ¡Oh pueblo!, mas de cierto os digo que si velaseis y oraseis por el mundo, habrá un manto invisible que os protegerá porque supisteis amar a vuestros hermanos y sentir como propio su dolor. 39. Os repito que voy a hacer sentir mi presencia, mi poder y mi justicia. Si he permitido que el hombre en su maldad profane cuanto es sagrado en la vida, voy a poner límite a su maldad; si lo he dejado caminar por la senda de su libre albedrío, voy a probarle que todo tiene un hasta aquí; si lo he dejado colmar sus ambiciones de poderío y de grandeza en el mundo, voy a detenerle en el camino para que juzgue su obra, a través de su conciencia, para que pueda responder a mis preguntas. 40. Yo he permitido que el dolor, la destrucción y la muerte se dejasen sentir en vuestra vida, para que sus frutos tan amargos os hicieran comprender la clase de árbol que cultivasteis, mas, también haré que el dolor se esfume y deje que el espíritu descanse y medite, porque de él tendrá que surgir el himno de amor. Dicho está y también escrito, que ese día llegará, cuando los hombres hayan ataviado su espíritu con la vestidura blanca de la elevación. 41. Todos serán salvos, todos serán perdonados, todos serán consolados. ¿Dónde está entonces la muerte, dónde la condena eterna y el infierno sin fin? 42. Yo no formé la muerte ni el infierno, porque al concebir mi Espíritu la idea de la creación, sólo sentí amor y de mi seno solo brotó vida, si la muerte y el infierno existen, entonces tendrían que ser obras humanas, por pequeñas, y ya sabéis que nada de lo humano es eterno. 43. He aquí a vuestro Maestro, pueblo escogido, mostrándoos nuevamente el camino. Vengo a convertiros en los soldados fuertes que sepan luchar y defender mi causa. 44. Unificados con mi amor, os levantaréis para ir sobre el haz de la Tierra a dar vida a los muertos, mostrando con la luz de mi Espíritu Santo, este camino a los que se han descarriado, a los que se han convertido en los destructores de la humanidad. Llevaréis por doquier este pan de vida eterna, esta leche y miel con que vosotros os habéis alimentado. 45. Sois mi pueblo escogido, al cual no distingo por colores o razas, a todos os he hecho el llamado para que reconozcáis Vuestro Dios verdadero, para que no os contaminéis con la confusión de la humanidad. Sois mis escogidos a quienes he heredado, en quienes he puesto mis dones y en quienes he depositado una joya de incalculable valor, para que seáis reconocidos por la humanidad. 46. Yo he limpiado y preparado vuestros ojos espirituales para que penetréis en el Más Allá y contempléis mi presencia y de ello deis testimonio a las multitudes. Os he confiado mi sabiduría, el Libro escrito con letras de oro, para que nunca os perdáis del camino y para que por él conduzcáis a la humanidad. 47. Os he convertido en mis profetas, para que deis testimonio de lo que el Padre os muestra en el Más Allá, para que preparéis también a las generaciones venideras. 48. En este Tercer Tiempo el Maestro os ha hecho el llamado y os ha invitado a su mesa, unos habéis llegado en materia y los otros en espíritu y todos habéis saboreado el néctar de la vida. 49. Escucháis mi palabra y decís: "El Señor viene de las alturas", a lo cual os contesto que si por alturas tomáis lo puro, lo perfecto, lo eterno y lo sabio, estáis en lo justo, porque si por alturas tomáis el punto material que sobre vosotros se halla en el infinito, entonces habéis caído en error, pues Yo me encuentro en todo y en todas partes Yo soy Omnipresente y mi Espíritu lo llena y lo abarca todo. 50. Si vosotros decís que Yo "desciendo", decís bien, porque desciendo de lo perfecto a lo imperfecto cuando me comunico con vosotros, porque me humanizo y aun me materializo para hacerme sentir por vosotros que sois humanos. 51. Este pueblo que escucha ahora mi palabra, pronto comprenderá el sentido de lo que estoy enseñando y quedará preparado para transmitir mi mensaje a los demás. 52. Por ahora, Yo recibo a estas multitudes en representación de la humanidad, y al referirme a la humanidad no sólo hablo de los hombres del presente, sino de todas las generaciones que a través de seis etapas espirituales han habitado la Tierra. Los mensajes que en esos seis tiempos os he entregado, son precisamente lo que he simbolizado con el nombre de "sellos", que como ya sabéis, falta uno por desatarse, para que él os revele el sentido o significado de todos los demás, ese elevado significado de la vida del espíritu, de la evolución y el perfeccionamiento. 53. Como una fuente de sabiduría, como un manantial inagotable de conocimientos, dejaré a la humanidad la herencia de esta palabra en la que encontrará el deleite supremo de lo divino, de lo espiritual y de lo eterno. 54. Ya la semilla ha comenzado a esparcirse sobre la Tierra, mas, cuando la semilla haya germinado, enviaré las aguas que fecunden los campos del espíritu y será entonces cuando miréis florecer la espiritualidad en el corazón de la humanidad. 55. Ahora son en escaso número los párvulos y en número menor aún los discípulos, pero ellos se multiplicarán y se extenderán por todos los lugares y rumbos de la Tierra, dando testimonio de que un nuevo tiempo es llegado a los hombres, un tiempo llamado "Sexto Sello" por ser la sexta etapa espiritual del hombre en la Tierra, y llamado además "Tercer Tiempo", por ser la tercera comunicación de mi Espíritu con el de la humanidad, tiempo en el que Elías os ha entresacado de los diversos caminos. Yo os he enviado nuevamente a este mundo para que cumpliendo vuestra delicada misión, podáis perfeccionaros, mi enseñanza os prepara para que llevéis espiritualidad. 56. Yo también vengo a hablaros como amigo para que ya no os sintáis solos en las pruebas de este mundo, para que en vuestro corazón llevéis la fe y la confianza en vuestro Dios que se manifiesta y os habla a través del entendimiento humano. Si no me habéis sentido, es porque no os habéis preparado. Mas si vosotros preparáis vuestro corazón y eleváis vuestro espíritu a Mí, me sentiréis y me contemplaréis con los ojos de vuestro espíritu. 57. He venido a hablaros en este tiempo, para recordaros la Ley y para que le deis cumplimiento. He permitido que mi mundo espiritual venga a convivir con vosotros para que os aconseje, os ayude y os proteja, ellos luchan y trabajan llevando en su espíritu el amor del Padre. 58. La palabra que os entrego es humilde y sencilla para que todos me comprendáis, para que todos seáis iluminados con la luz de mi Espíritu Santo. Quiero que cuando ya no me escuchéis a través de estos entendimientos, hayáis quedado preparados como mis discípulos, para que os levantéis dando testimonio de mi presencia con vuestras palabras y buenos ejemplos. 59. Los hombres vendrán hacia vosotros a preguntaros cuál es la enseñanza, cuál es el manjar espiritual que vuestro Maestro os ha confiado para la humanidad. Más vosotros les mostraréis la esencia y el amor que está en mi palabra. 60. La verdad triunfará a través de los tiempos, Yo os estoy entregando palabras de verdad para que con ellas enjuguéis el llanto de vuestros hermanos. En este tiempo en que tenéis la libertad de creencias, no os dejéis esclavizar por la materia. Yo con mi amor os estoy doctrinando nuevamente, mas en mi mano no encontraréis látigo para obligaros a creer en Mí, porque si así fuera, dejaría Yo de ser vuestro Padre y vuestro Dios. 61. Buscad mi grandeza divina, enseñaos a perdonar, Yo os he confiado dones para que hagáis buen uso de ellos y os convirtáis en mis buenos discípulos que orientéis a la humanidad. Elías y mi mundo espiritual están con vosotros para que no sintáis pesada vuestra cruz. 62. Bienaventurados los hombres de buena fe que abran su corazón a este mensaje y bienaventurados los hombres de buena voluntad que llevan a la práctica mis enseñanzas porque ellos serán hijos de la luz y de la paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 304 1. Bienaventurados los que a Mí llegan, porque han encontrado el camino. Bienaventurados los que buscan la orientación a través de mi palabra. Yo soy el camino y vosotros los que transitáis por él y llegaréis por este camino hasta la cumbre de la montaña y desde esa altura contemplaréis todo lo que ha recorrido vuestro espíritu a través de su evolución. 2. Cada escollo o pedrusco que encontraréis, será una prueba, que al salvarlo os dará méritos. 3. ¿Quién es aquel que pueda asegurar que ha comprendido los misterios de la Naturaleza, haber penetrado en el Más Allá, en el misterio de lo que no se ve ni se escucha, haber penetrado en el arcano divino y conocido sus designios? ¿Quién es aquel que ha podido conocerse a sí mismo de tal manera que pueda encauzar sus actos en armonía con su naturaleza espiritual y material? 4. Aún sois la débil criatura que transita sin rumbo, porque aun cuando el conocimiento que lleváis os ha preparado para servir a la humanidad, no habéis desarrollado vuestros dones espirituales y aún no estáis espiritualizados para vivir en armonía conmigo y con vosotros mismos. Si no podéis conoceros a vosotros mismos, tampoco podréis conocer a los demás, ni orientarlos con perfección. ¿Cómo queréis ser los guías de la humanidad si antes no habéis aprendido a encauzar vuestros pasos por el camino de la verdad? 5. Al hablaros así, pueblo de Israel, no es que el Maestro menosprecie vuestro trabajo dentro de mi Obra, es para haceros reconocer que vuestros pasos de espiritualidad no tienen límites, que a cada paso de adelanto alcanzaréis más luz para comprender la grandeza de mi Obra. 6. He dotado al hombre de inteligencia que le permite escudriñar la composición de la naturaleza y sus manifestaciones y le he permitido contemplar parte del Universo y sentir las manifestaciones de la vida espiritual. Porque mi Doctrina no estanca a los espíritus ni detiene la evolución del hombre, por el contrario, lo liberta y lo ilumina para que analice, razone, investigue y trabaje, mas lo que el hombre cree como lo más alto de su investigación intelectual, es apenas el principio. 7. Todo ha sido preparado para la evolución del espíritu. Vosotros, preparaos para que enseñéis a la humanidad del mañana a comunicarse conmigo de espíritu a Espíritu. En este tiempo el mundo se ha confundido a través de sus diferentes ideas y es la luz de mi Espíritu Santo la que puede iluminarlo para que al recibir mi inspiración desarrolle los ideales puros que puedan espiritualizarlo para vivir en paz. 8. Mi Doctrina Espiritualista viene a unificar a los hombres en un verdadero entendimiento y en la comprensión de los valores espirituales. Yo soy el centro de unión, la fuente de inspiración para su desenvolvimiento espiritual. 9. A Mí habéis de venir con vuestras penas, goces y problemas. Yo os doy a cambio de vuestro dolor la alegría de sentiros nobles y dignos de Mí, la oportunidad de que purifiquéis vuestras faltas. 10. Cada hombre será bañado con la luz de mi Espíritu Santo que lo inspirará en el mundo y todos se unificarán dentro de una misma fuerza, acción y pensamiento; y lo que no ha logrado ninguna religión, lo logrará la inspiración de Dios captada por los hombres. Por eso, en este Tercer Tiempo a todos doy la misma oportunidad para llegar a Mí. Mi Doctrina Espiritualista no establece diferencias. 11. Si por el momento vuestros oídos no me escuchan y vuestros ojos están con una venda de obscuridad ¡Oh humanidad! Llegará el día en que veréis la luz del Espíritu Santo y escucharéis mi palabra cual música divina. 12. Israel, reconoced que todos vuestros hermanos son dignos de alcanzar las gracias que vosotros habéis alcanzado. Extended vuestra mano al que veáis confundido, porque bien sabéis que todos tenéis que alcanzar un mismo fin. A vosotros os he concedido escuchar mi palabra a través del entendimiento humano, mas la verdad de esta manifestación, muchos de vuestros hermanos la negarán y negarán también que os he venido a preparar el camino nuevamente en este tiempo, que estoy derramando mi gracia entre vosotros y que mi Rayo Universal descansa sobre el pedestal preparado por mi caridad divina. No podrán comprender cómo mi Divinidad puede manifestarse por medio de una criatura imperfecta, por cuyo entendimiento me comunico con vosotros. En cambio, en sus antiguas prácticas y ritos de sus religiones, en las formas materiales seguirán buscándome. Para Dios que es omnipotente ¿Acaso es difícil comunicarse a través del entendimiento humano? ¿Acaso sólo queréis sentir la fe en mí, a través de las imágenes y prácticas rituales? 13. Si creéis en Mí como Omnipotente, como Creador, como Autoridad Universal que ejerce influencia sobre todos, si creéis que Yo estoy en toda mi creación, entonces no debéis dudar que yo haya preparado el entendimiento de mis escogidos para comunicarme por su conducto. 14. Yo me manifiesto en el aire que estáis respirando, en la inmensidad del espacio donde existen los mundos. En el sol que proyecta sus rayos hacia vuestro planeta. En lo visible y en lo invisible para vosotros. 15. No os levantéis, pueblo escogido, en juicio o en crítica para los demás, extended vuestra mano y estrechad la de vuestros hermanos que me buscan en forma diferente; habladles para que lleven el conocimiento que vosotros tenéis, mas vosotros escuchad mansamente sus razonamientos, para que recibáis también alguna orientación, porque nadie se basta a sí mismo, todos necesitáis de mi sabiduría y de vuestros semejantes. 16. Como Espiritualistas, debéis relacionaros con amor con vuestros semejantes, pertenezcan a la religión que fuere, de esta manera testificaréis que habéis sido preparados por Mí y vuestras acciones nobles llegarán a todos los corazones y seréis comprendidos por todos los que razonen sin egoísmo. 17. Pueblo mío, el Espiritualismo carece de formas materiales, no necesita de esas manifestaciones, de esos ritos, mientras lo incomprensible, lo misterioso, se manifieste en vuestros actos no podréis ser el verdadero espiritualista. La figura, la expresión, la forma, el objeto que necesitabais para impresionaros han quedado apartados, porque mi palabra tiene la suficiente fuerza para que vosotros me reconozcáis y os elevéis hacia la perfección. 18. Después del año 1950 el verdadero espiritualista habrá comprendido la lección que os he dado y la practicará con el único fin de impartir mi caridad en donde la necesiten. 19. Mañana los hombres estarán capacitados para comprender mejor esta palabra, que ha sido escuchada sólo por muy pocos, y será ampliamente comprendida. 20. No importa que al terminar el año de 1950 mi palabra no haya sido comprendida por todos, con la poca semilla que quede será suficiente para que el fruto se logre en el futuro. 21. Discípulos amados: sois a semejanza de una estrella. Sois a semejanza de un faro en la inmensidad del mar. Luchad para conservar vuestra vestidura, limpiad vuestro corazón y convertidlo en el santuario donde la antorcha del sexto candelero alumbre día y noche a todo espíritu. 22. Sed como Yo, humildes y mansos de corazón, amaos los unos a los otros, perdonaos. Sed como un río de agua cristalina, llevad en vuestras manos un solo fruto, mostrad la enseñanza de un solo libro y mostrad una sola barquilla de salvación para la humanidad. 23. Venid a Mí que os estoy esperando, al que pida le daré, el que busque encontrará y al que llame a esta puerta, se le abrirá. Yo os pulimentaré como a las rocas con el cincel de mi palabra, y os bañaré con la luz del Espíritu Santo. 24. ¡Oh amados discípulos! Apartaos de las tentaciones del mundo, porque he venido a prepararos para que el mañana seáis a imitación de vuestro Maestro. 25. En el último día de mi comunicación entre vosotros a través del entendimiento humano, las mismas piedras llorarán, más a todos haré sentir el ósculo de mi paz, a cada uno reclinaré en mi pecho. Y después, cuando Yo os contemple preparados, entonces desde la nube os diré: He aquí el desierto, cruzadlo y entregad al mundo lo que Yo os he dado. 26. ¡Oh, discípulos! Yo os hablo del mañana y os fortifico para que en el momento de mi partida, no gimáis de dolor, porque no quiero que permanezcáis después tristes, quiero veros enseñando, entregando el agua cristalina de la fuente y dando el fruto en abundancia a esta humanidad. 27. Dad el testimonio, al igual que mis profetas, anunciad que cual Espíritu Santo me encuentro entre vosotros. Ya no me escucharéis a través de los portavoces, mas espiritualmente seguiréis recibiendo eternamente mi enseñanza. Si os espiritualizáis seréis llenos de gozo porque me sentiréis, recibiréis la inspiración y en todas vuestras pruebas veréis que estoy con vosotros. Escucharéis mi voz de Espíritu a espíritu que os alienta a seguir adelante en vuestra lucha y os sentiréis fortificados porque Yo estaré con todos mis hijos. 28. Hoy me manifiesto entre vosotros como Padre, como Hijo y como Espíritu Santo y soy con vosotros por esencia, presencia y potencia. 29. Acercaos multitud, que formáis parte de mi pueblo de Israel, venid a Mí las mujeres que en la Tierra sois las madres que vais a imitación de Mana; venid a Mí las doncellas, los mancebos, los niños y los ancianos, que Yo os recibo y os doy mi ósculo de paz. 30. Dejad que vuestro espíritu venga a Mí porque Yo soy el que puede entregarle lo que ha menester. Yo soy el Dador que derramo mi gracia en los espíritus encarnados y desencarnados. 31. Pueblo escogido de Israel, ya no sois los niños porque habéis ido evolucionando dentro de este camino espiritual y habéis adquirido muchos conocimientos a través de vuestras diferentes reencarnaciones. Ahora en este Tercer Tiempo, sois los discípulos del Divino Maestro que estáis aprendiendo las lecciones que, día tras día, he venido entregándoos para que seáis grandes de espíritu, conocedores de lo desconocido para la humanidad. Israel será grande en los tiempos venideros por sus conocimientos, por su reconocimiento de mi Obra, por su unión, por su lucha, por su obediencia, por el amor a mi Divinidad y a sus hermanos. Porque si mi pueblo no llevare esta espiritualidad, el mundo verá mi Obra como una doctrina más en la Tierra. 32. Todo esto acontecerá, si mi pueblo no se prepara a sí mismo, si no me comprende, si no se espiritualiza. Por ello os digo a vosotros: Es el tiempo en que debéis regeneraros y elevaros espiritualmente a través de la práctica de mi Doctrina. 33. Mas no en vano he venido en este Tercer Tiempo a manifestarme entre vosotros con la luz de mi Espíritu Santo; porque sois los primeros a quienes he venido a lavar y a desmanchar, a forjaros y a doctrinaros para que quedéis preparados para el cumplimiento de vuestra delicada misión y para que os levantéis cual apóstoles, como hermanos mayores de la humanidad, para que seáis como las estrellas del firmamento ante la humanidad y así vuestros hermanos puedan reconocer el cumplimiento de las profecías entregadas por Mí y por conducto de los enviados de los tiempos pasados. Israel, vosotros surgiréis entre los pueblos, entre las naciones para que también ellos se alimenten con el pan de vida eterna. 34. A vosotros os estoy preparando como un libro abierto en el cual existe la profecía, mis enseñanzas, la revelación divina y el testimonio de mi presencia. Este libro se abrirá ante aquel que busque este conocimiento, vosotros contestaréis a muchas interrogaciones con la luz y la verdad. No seréis los prevaricadores, defenderéis mi Obra y no dejaréis que el mundo la profane. 35. Esta enseñanza no sólo es para vosotros, porque cuando estéis preparados a imitación de vuestro Maestro, os levantaréis para dar testimonio de Mí con vuestras palabras y obras. Acercaré a los filósofos, a los científicos que se han creído grandes en sus conocimientos, más vosotros no tengáis temor ante ellos por su ciencia, porque ante mi sabiduría son muy pequeños. 36. Mientras el entendimiento de la humanidad no esté libre de toda ofuscación, ni se despoje de la tiniebla que lleva, no podrá comprenderme ni podrá recibir a mis enviados, a mis apóstoles, ni a los que como maestros se levanten el mañana. 37. Meditad, pueblo de Israel, y despojaos de todo fanatismo, de toda vanidad del materialismo, para que podáis desempeñar a perfección vuestra misión. 38. Si mi pueblo no se levantare a luchar como es mi voluntad, sus pruebas serán muy grandes para hacerle reconocer su error y serán tan fuertes, como fuerte es él, para que sepa reconocer y comprender cuál es su deber. 39. En el cuerpo de cada uno de vosotros, he puesto un átomo de luz que es parte de mi Espíritu y todas esas partículas tienen que volver cuando el tiempo sea llegado, a mi seno divino. Los espíritus que han encarnado en el resto de la humanidad son iguales a los vuestros y en ellos hay seres que también me buscan, también ellos se saben elevar hacia mí para interrogarme. Otros me buscan para preguntarme el por qué de la conmoción que sufre la humanidad y me dicen: Padre ¿Por qué no nos escucháis? ¿Por qué no sentimos tu fuerza para no debilitar? ¿Acaso no somos tus hijos? Así me claman los espíritus, mas ellos no saben que se encuentran purificando, no saben que están viviendo el Tercer Tiempo, no saben que están en el tiempo de la resurrección para los encarnados y desencarnados. Los hombres se han engrandecido con lo que pertenece a este mundo, se han llenado de soberbia y no han dejado que sus espíritus se eleven a Mí. 40. En este tiempo es mi voluntad que todos vengan a Mí, que me busquen en lo espiritual, en donde encontrarán a su Padre. 41. En este tiempo, Israel, sabréis hace méritos y con vuestro ejemplo enseñaréis a la humanidad a convivir conmigo. 42. Si os hablo de vuestros errores es porque para Mí no hay nada oculto y es menester que os regeneréis para que seáis vasos limpios ante Mí. Yo os he entregado mi palabra y en ella está mi fuerza para que venzáis todas las tentaciones y pruebas. Os he iluminado para que comprendáis lo que pertenece a vuestro espíritu y lo que pertenece a vuestra vida humana y así podáis cumplir con los mandatos divinos porque sois mis discípulos a quienes vengo a aleccionar para que vuestro espíritu se eleve cada vez más y ya no caigáis bajo el peso del materialismo, bajo las prácticas rutinarias que habéis llevado dentro de mi Obra, ya no podéis deteneros ante lo superfluo porque tenéis la fuerza y el conocimiento necesario para vencer todos los obstáculos. Vosotros debéis de caminar incansablemente hacia adelante. 43. A medida que vayáis penetrando a la limpidez, a la desmaterialización, vuestro culto será más espiritual, vuestras prácticas dentro de mi Obra menos complicadas, porque vosotros pusisteis y quitasteis en mi Obra según vuestra voluntad y no supisteis conduciros dentro de la espiritualidad, no preparasteis vuestro corazón para elevar vuestra oración y sólo verbalmente me elevasteis las oraciones escritas, imitando así a vuestros hermanos. Porque vuestros ritos, vuestro culto, vuestras tradiciones, eran las mismas que los hombres presentaban ante la humanidad. ¿Y en qué os diferenciabais? ¿Qué os hacía distintos a los demás? Nada, Israel, porque vosotros materializasteis mi palabra y lo mismo hicisteis con mi mundo espiritual; vuestras prácticas descendieron a un materialismo igual al de la humanidad, vuestros símbolos fueron los mismos y también imitasteis su desunión y su lucro dentro de mi Obra. 44. Entonces ¿Cómo podía creer la humanidad en vosotros? ¿Cómo podría reconocerme por vuestro conducto, si presentabais lo mismo que vuestros hermanos? Contemplando el Padre que vuestro paso era muy lento y muy materializado, no tuvo más tolerancia con vosotros y fue cuando os ordenó reuniros y congregaros para sorprenderos con su palabra terminante y sin más complacencias os mandó que os despojarais de todo materialismo, que depuraseis vuestras prácticas porque eran más materiales que espirituales y mi Obra es espiritual, mi Obra tiende a elevar al espíritu, a regeneraros en vuestra vida humana para que carne y espíritu lleven una vida elevada. Ya no era mi voluntad que mi pueblo fuera cayendo al abismo y allí llevar mi Obra. 45. Por eso, al recibir mis mandatos hubo confusión en Israel, por su materialismo, mas otros se levantaron con respeto y obediencia ante ese mandato, porque sus espíritus reconocieron que había llegado la hora del nuevo despertar de Israel, que el Padre lo había sacado de su rutina y de sus antiguas costumbres y le dieron gracias. 46. Todas estas pruebas os han conmovido, pueblo, ya os habíais acostumbrado a la rutina, porque habíais estacionado vuestro entendimiento, vuestro espíritu, en prácticas erróneas. 47. Ya sabéis pueblo, que si no practicáis la enseñanza que os he entregado para cumplir con vuestro deber, entonces de nada habrá servido escucharme, porque mi voluntad es que al recibir mi palabra la pongáis en práctica, porque el final de mi comunicación a través del entendimiento humano se acerca para vosotros, 1950 en que también dejaréis de escuchar a mi mundo espiritual. 48. No es mi voluntad que sintáis por esta causa dolor en vuestro espíritu, porque Yo os he preparado para que seáis los espíritus fuertes, para que el mañana seáis cual arbustos que darán sombra al caminante cansado y agobiado por el sol candente. Tampoco quiero que en el instante de mi partida deis a mi Espíritu el dolor semejante al que me disteis en el Segundo Tiempo, no quiero que volváis a poner en mis hombros la cruz de vuestro pecado, de vuestra desobediencia, de vuestro incumplimiento. Quiero contemplar en Israel la obediencia, el cumplimiento, la regeneración, la espiritualidad, vuestra elevación para comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu. 49. Israel, ya no es el tiempo en que durmáis, tenéis que despertar de lleno para que os dediquéis a despertar a la humanidad, porque a pesar de que mi luz se encuentra iluminando a todo entendimiento, Yo contemplo a mis hijos aletargados, contemplo mi Ley en libros empolvados y vosotros, pueblo escogido, tenéis que guiarle y velar por la humanidad. 50. Sois vosotros los que sin fanatismo hablaréis al mundo de la Doctrina Espiritualista. 51. Practicad la comunicación de espíritu a Espíritu, la cual iréis perfeccionando cada día más, porque así es mi voluntad que os comuniquéis conmigo, vosotros y la humanidad. A través de esta comunicación iréis recibiendo mis inspiraciones, mis mandatos y Yo recibiré a vuestro espíritu, escucharé vuestra oración y dejaré que vuestros brazos espirituales me estrechen. 52. Cuando hayáis aprendido a comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu, vuestros dones quedarán desarrollados y en vuestras prácticas, esos dones florecerán en grandeza y en espiritualidad. Entonces me buscaréis en lo espiritual y vuestro culto será perfecto. 53. Esta comunicación a través del entendimiento humano no volverá a ser entre vosotros, no quiero que después de mi partida sintáis la orfandad, ni que la muerte os sorprenda, ni que la debilidad sea entre vosotros, porque después de 1950 os prepararéis y me buscaréis de espíritu a Espíritu, viviréis en armonía y en paz, entonces recuperaréis el tiempo perdido y alcanzaréis el grado de espiritualidad que os haga acercaros a mi reino, aún viviendo en este planeta y demostraréis al mundo que vosotros no necesitáis de ritos y ceremonias ni símbolos materiales para elevarme vuestro culto; que vuestra forma de adoración es elevada y espiritual, y que vuestra fe es una antorcha que extiende su flama en los caminos, en los corazones y en el espíritu de los hombres. 54. Ha sido bastante el tiempo de mi comunicación para que vosotros alcancéis ese grado de espiritualidad que os conducirá a la regeneración y a la elevación de vuestro espíritu. 55. Yo os estoy ayudando a escalar la montaña, Yo os conduzco de la mano hacia esa meta y os he concedido que mi mundo espiritual os ayude también, que aumenten vuestra fe, que hagan que vuestros pasos sean firmes para que ya no haya titubeos en vuestro cumplimiento, que ya nada os haga retroceder en el camino que habéis venido andando durante tantos años y siglos. Yo he puesto en vuestra travesía lo necesario para vuestro sustento, y por eso os encontraréis ahora muy cerca de Mí. 56. Va a llegar el instante en que Yo finalice mi comunicación a través del entendimiento humano y entonces os levantaréis a seguir vuestra caminata, porque aquí en la Tierra no está vuestro final ni vuestro descanso. Quiero que estéis debidamente preparados para la lucha que os espera y con los dones que os he entregado seréis los maestros, mis apóstoles y mis testigos. Quiero que seáis como una gran antorcha que lleve mi luz a los diferentes pueblos que forman esta humanidad. 57. Estáis conmigo gozando de mi paz, escuchando mi enseñanza para que os preparéis, mas no os olvidéis de vuestros hermanos, del mundo que está en caos, apurando un cáliz muy amargo, no olvidéis la confusión que reina en este mundo, no quiero contemplaros insensibles, porque el clamor del mundo tiene que llegar hasta vosotros. 58. Sois los más responsables ante Mí, porque a vosotros he entregado mi palabra a través del entendimiento humano. Quiero que vuestras prácticas dentro de mi Obra sean más perfectas y espiritual, porque no está lejano el día en que llevaréis mi Doctrina por todos los lugares preparados por Elías y por mi mundo espiritual, porque mi Reino espera a los unos y a los otros y todos tenéis que llegar a Mí con vuestros méritos y con la humildad en vuestro espíritu. 59. Muchas veces me habéis dicho en lo más profundo de vuestro corazón: "Maestro, Padre, ¿Por qué si tu Obra es tan delicada y tan profunda te has dignado entregarla a hombres tan pecadores e indignos de ella? ¿Por qué has depositado en nuestras manos esta responsabilidad tan grande? ¿Por qué contemplando a este pueblo que Tú llamas Israel, tan torpe e ignorante has depositado toda tu confianza en él? ¿Por qué habiendo pasado por tantas pruebas, tantas purificaciones, tanto fanatismo e idolatría, nos has escogido? Y Yo os digo, mis hijos: Porque sois el pueblo que mucho habéis purificado y en medio de vuestras pruebas me habéis reconocido, porque las pruebas os han acercado a Mí y Yo os he mostrado ante las demás naciones como un pueblo escogido y donado para que por vuestro conducto ellos reciban y conozcan mi Obra para su regeneración y espiritualidad. Mas no os he escogido porque Yo tenga más predilección por vosotros ni porque os ame más que al resto de la humanidad, y no os he hecho poseedores de los dones y gracias, porque seáis más dignos ante el Padre. Si habéis pasado por vuestras purificaciones, es porque también habéis sido el pueblo que más habéis pecado, más errores habéis cometido y os habéis hecho acreedores a mayor restitución. 60. Interrogad a vuestra conciencia, pueblo, y contemplad si acaso sois dignos ante Mí, ved si vuestros méritos son grandes para que sean tomados en cuenta por Mí, recordad vuestro pasado y contemplad si lo que habéis hecho en la travesía por este mundo, os hace dignos de que Yo os coloque a mi diestra. Decidme, una vez que hayáis contemplado vuestro pasado, si os habéis hecho acreedores a poseer mi gracia, mis dones, mis caridades y mi Ley. NO, me dice vuestro corazón, ya muchas veces nos habéis dicho que somos el pueblo ingrato, el pueblo que siempre te hemos desobedecido. Mas Yo os digo: os he derramado mi gracia, con el grande deseo en mi Espíritu de que algún día lleguéis a ser el pueblo limpio de pensamiento, que hagáis grandes obras, que alcancéis gran elevación espiritual. 61. Serán los hijos de vuestros hijos los que harán florecer la semilla de la verdad, vosotros la sembraréis primero en los vuestros y entre la humanidad. 62. Israel, después de 1950 todo cambiará para vosotros, vuestras prácticas, vuestros conocimientos serán más adelantados, vuestras obras más espirituales, vuestros pensamientos y vuestra oración más elevados y penetraréis más a la espiritualidad; porque entonces ya no viviréis dentro del materialismo. 63. Yo estoy haciendo sensible vuestro corazón para que sintáis el dolor de la humanidad y si ahora a vosotros os estoy entregando mi palabra, mañana seréis vosotros los que tengáis que entregarla al mundo, si la humanidad no ha querido venir a Mí, mañana vosotros iréis a ella y en mi nombre le entregaréis el mensaje de amor que le he dejado como heredad. 64. Grande será vuestra lucha y la faena que tengáis que desempeñar entre esa humanidad, que se encuentra sin fe, sin esperanza, sin Dios, aún teniéndome cerca no me ha sentido y no ha contemplado mi presencia porque quiere verme a través de su materialismo y como no me ve con los ojos de su espíritu, me rechaza y se olvida de Mí. El instante va a llegar en que os levantéis como mis apóstoles y con vuestra voz potente y espiritual despertéis a las multitudes y les levantéis a la fe, a la espiritualidad. 65. En este tiempo no son solamente doce corazones de los cuales me valdré después de 1950, para que den testimonio de Mí, ahora son 144,000 los escogidos de mi pueblo bendito de Israel, en los cuales he puesto toda mi esperanza y mi confianza para que a través de ellos la humanidad conozca mi Obra. 66. Seréis los fuertes entre la humanidad y cumpliréis vuestra misión hasta el final, más siempre seréis protegidos por mi Espíritu, Yo seré vuestra defensa y espiritualmente os confiaré mi esencia, mi presencia y mi potencia, a medida que sintáis y practiquéis el amor, el amor espiritual que se manifiesta en toda la creación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 305 1. La vida espiritual de la humanidad está dividida en tres Eras o tiempos. En el Primer Tiempo me hice reconocer como Padre, en el Segundo me manifesté como Maestro y en esta Tercer Era me estoy haciendo sentir como Juez. 2. Esas son las tres fases que he revelado a los hombres y a través de las cuales habréis de conocerme en plenitud, mas no querréis ver tres dioses ni tres personas ahí donde sólo existe un solo Espíritu Divino, porque en este tiempo estáis capacitados para aceptar la simplificación de todo aquello que habéis envuelto en misterio y que habéis complicado hasta hacerlo incomprensible. Este templo está sin terminar, esa obra se encuentra estancada hace muchos siglos, y debéis ahora reanudarla, con el ideal de concluir para ofrecerla a vuestro Padre. 3. No será necesario que todos los pueblos de la Tierra presencien esta manifestación, porque Yo haré que mis enseñanzas se difundan por todo el orbe por medio de escritos y de libros, como se hizo en el Segundo Tiempo. Entonces será conocido mi mensaje espiritual y se levantarán a cumplirlo hombres de buena voluntad. 4. En este libro humilde y sencillo, pero rebosante de luz divina, encontrarán los hombres la aclaración de todas sus dudas, encontrarán el complemento de las enseñanzas que sólo en parte fueron reveladas en tiempos pasados y hallarán la forma clara y sencilla para interpretar cuanto está oculto en el sentido figurado de los textos antiguos. 5. El que después de recibir esta misiva espiritual se persuada de la verdad de su contenido y se levante combatiendo su materialidad, su idolatría y su fanatismo, limpiando de todas esas impurezas su entendimiento y corazón libertará a. su espíritu, proporcionándole felicidad y paz, porque ya podrá luchar para conquistar la eternidad que le aguarda. Pero quienes persistan en su culto externo, quienes se obstinen en amar lo del mundo y no creer en el desarrollo o evolución del espíritu, de cierto os digo que se quedarán atrás y llorarán cuando se den cuenta de su retraso y de su ignorancia. 6. ¿Por qué mientras todo crece, se transforma, se perfecciona y desarrolla sin cesar, sólo vuestro espíritu ha de tener que permanecer estancado a través de los siglos? 7. El espíritu humano es quien debiera caminar al frente de cuantas obras realiza el hombre, porque él es a quien se le ha confiado la vida en la Tierra, sin embargo, ahí en vuestro mundo hacéis porque el espíritu se desatienda de sus más altas misiones, para consagrarlo a los ideales terrestres y envolverlo cada día más en el vértigo de esa vida que habéis creado. 8. Ya que mucho habéis descubierto y aprendido por medio de la ciencia, no ignoráis la evolución incesante que existe en todos los seres de la creación; pues Yo quiero que comprendáis que no debéis dejar abandonado a vuestro espíritu en ese retraso y- en ese estancamiento en que le habéis hundido tanto tiempo ha, y que debéis luchar por lograr la armonía con todo cuanto os rodea, a fin de que llegue para los hombres un día en que la Naturaleza en vez de ocultar sus secretos, los revele y en vez de que los elementos os sean hostiles, lleguen a ser siervos, colaboradores, hermanos. 9. Yo envié al espíritu a encarnarse a la Tierra y convertirse en humano, para que fuese príncipe y señor de cuanto en ella existe, no para que fuese esclavo ni víctima, ni menesteroso, como veo que lo es. El hombre es esclavo de sus necesidades, de sus pasiones, de sus vicios y de su ignorancia. 10. Es víctima de sufrimientos, tropiezos y vicisitudes que su falta de elevación espiritual le ocasionan en su tránsito por la Tierra. Es menesteroso, porque ignorando la parte de herencia que le corresponde en la vida, no sabe de lo que es dueño y es como si nada tuviera. 11. Es necesario que esta humanidad despierte para que comience a estudiar en el libro de la vida espiritual y pronto, transmitiéndose esa idea de generación en generación, surja aquella simiente bendita en la que se cumpla mi palabra. Os he dicho que esta humanidad alcanzará un día la espiritualidad y sabrá vivir en armonía con todo lo creado y sabrán marchar al mismo compás espíritus, entendimiento y corazón. 12. Este Tercer Tiempo, en el que la maldad humana ha alcanzado su mayor altura, será sin embargo, tiempo de reconciliación y de perdón. 13. Mientras los hombres, inspirados en sus mezquinas ambiciones y en sus odios, preparan la destrucción de sus hermanos a quienes llaman enemigos, Yo preparo la hora en que habré de juzgarles, haciéndoles medir y contemplar su obra. 14. En esa hora de justicia, cuando la conciencia sea escuchada y su luz brille iluminando la razón y el corazón, los hombres mesarán sus cabellos y crujirán sus dientes, diciéndome: "Señor, ¿Cómo pude ser capaz de tanto mal? ¿Por qué permitiste que llevase a cabo obra tan indigna?" 15. Bienaventurados los que despierten en ese instante de justicia, porque verán descender sobre ellos la luz de mi perdón, verán llegar el día bendito de la reconciliación. Entonces comprenderán muchos hombres el por qué de mi Doctrina de amor y sabrán lo que significa para Mi cada uno de mis hijos, aunque se trate de los más pecadores. 16. Si, pueblo amado, os amo infinitamente a todos, porque aun detrás de un gran pecador, está un espíritu que necesita mi luz para no pecar más. 17. Vengo a salvar a los delincuentes porque el hombre que delinque, es también un hijo de Dios y vale mucho para Mi cada uno de mis hijos. 18. Yo extenderé esta Doctrina por toda la Tierra como un manto de esperanza y salvación, ofreciendo a todos la oportunidad de pagar poco a poco las deudas pasadas y las deudas presentes, hasta que vuelvan a sentirme en lo más recóndito de su ser. 19. Hace mucho tiempo que no me sentís, que me habéis perdido y Yo voy a daros la ocasión para encontrarme. Yo sé que el que vuelve a hallarme en su camino, ese no me pierde ya jamás. 20. Comenzad a caminar hacia Mí, pecadores, no temáis que al llegar ante mi presencia mi voz os juzgue delante de vuestros hermanos, porque Yo no os delataré. No temáis, como no temió Magdalena, quien, llegando hasta Mí, se despojó de su pesada carga de pecados, sin importarle quiénes la miraban, la escuchaban o la juzgaban. Estaba tranquila porque sabía que no era ya una mujer manchada por el pecado sino una pecadora purificada por el arrepentimiento. 21. A ella imitad en su arrepentimiento y en su amor. 22. Yo haré oír a todos mi voz en la conciencia, una vez de Padre, de Maestro, de Juez, que penetrará en los corazones haciéndolos latir de gozo, de asombro y de amor. Mi voz será escuchada en el interior de cada criatura, porque vuestro espíritu está a tiempo de recibirme en esta forma. 23. En el silencio de las celdas de los presidios se dejará escuchar mi voz, diciendo a aquellos hombres y a aquellas mujeres sin esperanza: "Aquí estoy con vosotros, ¿Acaso creíais estar abandonados de Mí? No, pequeños, no vengo a preguntaros si sois homicidas o si habéis hurtado, vengo a redimir con mi amor al que ha pecado, vengo a fortalecer al que ha caído y a salvar al inocente que ha sido víctima de una calumnia, de una injusticia o de un error". 24. Mi voz se escuchará en medio del estruendo de la guerra y será tan penetrante su acento, que las armas de los hombres enmudecerán cuando sea sentida mi presencia. 25. En los hospitales y doquiera se encuentre un enfermo, también me haré sentir y oír, ungiendo y consolando a los enfermos como sólo Yo puedo hacerlo. Un manto de paz y de consuelo tenderé sobre el dolor de los que sufren olvidados de sus hermanos y un bálsamo divino derramaré sobre sus males, levantándoles a la vida, para que den testimonio de mi presencia espiritual. 26. En los hogares seré sentido por los niños y por los mayores, y unos y otros darán testimonio de mi presencia. 27. Si encuentro apagado el fuego del hogar, llamaré al esposo y le diré: ¿Por qué no sois dulce y comprensivo? ¿Por qué no encendéis el fuego del amor que es la llama que da vida a vuestra unión? Si le encuentro alejado de sus deberes, le sorprenderé diciéndole: ¿Por qué os habéis apartado del camino y habéis arrojado la cruz? ¿No tuvisteis valor para apurar las últimas gotas de acíbar que quedaban en el cáliz? Retornad al camino en que Yo os puse, sólo allí me encontraréis para premiar vuestra fe, vuestra obediencia y fortaleza. 28. A la esposa le tocaré en las fibras más delicadas del corazón y le preguntaré: Mujer, ¿Acaso creéis encontrar fuera del sendero de vuestro deber la paz que anheláis? No, no os engañéis. El mérito vuestro consistirá en llevar con abnegación y con paciencia hasta el fin la cruz que Yo deposité en vuestros hombros. 29. No quedará un corazón a quien no haga sentir mi divina presencia, invitándole a la reconciliación, al amor y a la paz. 30. Busco corazones preparados en quienes depositar mi esencia, que es como penetrar en espíritu en el templo interior del hombre, en ese templo del que habré de arrojar vuestros pecados como si fuesen profanos mercaderes, hasta dejar limpio el santuario. 31. No traigo látigo para haceros comprender mi palabra, traigo pan de vida para fortaleceros en el ideal de vuestra elevación. 32. Cuando el mundo ha llegado a creer que le he olvidado, que le he abandonado en su abismo de dolor y de pecado, Yo he venido a darle una nueva prueba de mi amor infinito que no puede abandonaros jamás y que por eso os habla paternalmente y os perdona. 33. A veces, escuchando mi palabra llena de ternura divina, llegáis a turbaros sin alcanzar a comprender por qué empleo esta forma de enseñanza para con los pecadores, cuando debiera usar de algún rigor para doblegarles. 34. Yo os digo que en este Tercer Tiempo, aunque os parezca un imposible, la regeneración y la salvación de la humanidad, no será difícil, puesto que la obra de redención es obra divina. 35. Mi amor será el que vuelva a los hombres al camino de luz y de verdad. Mi amor penetrando sutilmente en cada corazón, acariciando a cada espíritu, manifestándose a través de cada conciencia, transformará las duras rocas en sensibles corazones, hará de los hombres materialistas, seres espiritualizados y hará de los pecadores empedernidos, hombres de bien, de paz y de buena voluntad. 36. Os hablo así, porque nadie mejor que Yo conoce la evolución de vuestro espíritu y sé que esta humanidad, a pesar de su gran materialismo, de su amor por el mundo y de sus pasiones desarrolladas hasta el máximo del pecado, sólo en apariencia vive aferrada a la carne y a la vida material. Yo sé que en cuanto sienta en su espíritu el toque amoroso de mi amor, vendrá presto a Mí para despojarse de su carga y seguirme por el camino de verdad que, sin darse cuenta, mucho desea recorrer. 37. No tendré que mostrarle la Ley grabada en piedra como en el Primer Tiempo, ni tendré que manifestar mi presencia por medio de los elementos de la Naturaliza para que pueda sentirme, ni siquiera tendré que venir al mundo en forma humana, para redimir al espíritu de la humanidad a través de una vida dolorosa y de una muerte cruenta. 38. Los tiempos han transcurrido, el espíritu del hombre ha evolucionado, ya no es el niño de los tiempos antiguos que necesitaba palpar con sus manos y percibir con sus sentidos materiales lo divino para poder creer en Mí, y en mi presencia. 39. Detrás de su materialismo e insensibilidad para lo espiritual, esta humanidad oculta un espíritu de luz, un espíritu que ha recorrido largas sendas y ha resistido grandes pruebas que le han dado temple, experiencia y conocimiento. Bastará que se disponga a penetrar en un diálogo interior con su conciencia para que surja a una nueva vida y descubra en la esencia de su ser, el verdadero Tabernáculo de donde parte la voz infinita del Señor como una ley de eterna y sabia justicia, como un camino siempre lleno de luz y de seguridad. 40. Si no existiese esa evolución espiritual en esta humanidad, ni se encontrara en la proximidad de su liberación, Yo no os habría hecho la revelación de la comunicación de espíritu a Espíritu para este tiempo. 41. Las pruebas por las que atraviesa vuestro mundo, son las señales del final de una Era, son el ocaso o la agonía de un tiempo de materialismo, porque materialismo ha habido en vuestra ciencia, en vuestras ambiciones y en vuestros afectos. Materialismo ha habido en vuestro culto hacia Mí y en todas vuestras obras. 42. El amor al mundo, la codicia por el terreno, el deseo de la carne, el deleite de todos los bajos deseos, el egoísmo, el amor por sí mismo y el orgullo, fueron la fuerza con que creasteis una vida según vuestra inteligencia y vuestra voluntad humana, cuyos frutos os he dejado recoger para que vuestra experiencia llegue a ser absoluta. Mas, si esta Era que termina se habrá de significar en la historia de la humanidad por su materialismo, en verdad os digo, que el nuevo tiempo habrá de distinguirse por su espiritualidad, porque en él serán la conciencia y la voluntad del espíritu quienes construyan en la Tierra un mundo de seres elevados por el amor, una vida en la que se sienta vibrar el Espíritu del Padre en el espíritu de los hijos, porque entonces todos los dones y potencias que hoy viven ocultos en vuestro ser, tendrán por campo para desarrollarse, el infinito. 43. Pueblo amado, debéis comprenderme porque os hablo en el lenguaje más sencillo y mi palabra no encierra misterio alguno, soy vuestro Padre y no tengo secretos para vosotros. He abierto mi arcano para que encontréis en él la sabiduría que necesitáis para iluminaros en esta etapa que estáis viviendo. 44. El espíritu humano ha evolucionado, sus facultades se han desarrollado y está en aptitud de penetrar en el estudio de mi Obra. 45. El don de inspiración, el de la palabra y el de análisis, es en todos vosotros cuando estáis preparados, porque la luz se ha derramado sobre vuestro espíritu. 46. Sabed que vuestro destino es llegar a Mí, por el mismo camino que Yo os tracé cuando me hice hombre. Mi ejemplo es conocido de todos, ¿Quién no ha oído pronunciar el nombre de Cristo? ¿Quién es aquél que en sus horas de prueba no ha recordado a su Maestro? ¿Y quién también no ha exclamado en el momento supremo en que su cuerpo expira para venir a las regiones espirituales: En tus manos encomiendo mi espíritu? Yo sé de vuestra necesidad de luz, de vuestras ansias de espiritualidad, por eso he descendido hasta vosotros. 47. Vuestro pastor os ha preparado para que lleguéis a Mí. Es el mismo que en el Segundo Tiempo clamaba en el desierto y hasta quien llegaron muchos hambrientos y sedientos de amor, para ser preparados. 48. Es Elías quien os ha traído ante Mí, porque su misión de precederme en cada una de mis venidas, es y será siempre la misma. 49. Hoy estáis viviendo un nuevo tiempo, y ante los prodigios que habéis palpado, se ha doblegado vuestro espíritu, se ha concentrado en sí mismo y ha encontrado en mis palabras la respuesta que necesitaba para calmar su duda, la luz le invita a proseguir en el camino, y allá en el infinito ve abrirse las puertas de un hogar que le espera, en donde el Padre y la Madre le recibirán, para morar con ellos por siempre. 50. Abrid vuestros ojos ante la verdad porque no es tiempo de misterios, por el contrario, es el tiempo del esclarecimiento de ellos. 51. No sea el temor el que guie vuestros pasos ni el que os obligue a cumplir la Ley, sean la fe y el amor, la fuerza que os impulse a realizar buenas obras en vuestra vida, porque entonces vuestros méritos serán verdaderos. 52. Esta Era de luz será de comprensión para todos los hombres, porque todo misterio os será explicado. 53. Me decís en vuestro corazón: "Señor, si vas a mostrar tu verdad ante nuestros ojos, ¿Qué mérito habremos hecho? Tú dijiste que son bienaventurados, los que sin ver han creído". 54. "Ah, hombres, que no tratáis de interpretar mi palabra" ¿Veis cómo es necesario que venga Yo a ayudaros a penetrar en su contenido y a entenderla? 55. Ciertamente dije en aquel tiempo: "Bienaventurados los que sin ver han creído", más Yo quería decir: "Bienaventurados los que sin tratar de mirar con sus ojos materiales lo divino, saben mirar con la luz de la fe que es la mirada espiritual. Bienaventurado el que sin intentar tocar o percibir con sus sentidos lo espiritual, ha sabido prepararse para sentir en su espíritu la presencia divina". 56. Comprended, discípulos, que cuando dije: "Bienaventurado el que cree sin ver" me refería a la vista y a los sentidos de la carne, ya que el que así ha creído, es porque me ha visto y me ha sentido con el espíritu". 57. Ahora estáis ante un tiempo en el que no sólo creeréis por la fe, por esa vista superior del espíritu, sino que también comprenderéis, con una comprensión que será superior a la de vuestro humano entendimiento, porque será el espíritu el que se ilumine con la sabiduría espiritual. 58. También en este tiempo vengo a deciros: "Bienaventurados los que sin ver con sus ojos corporales, ni comprender con su rudo entendimiento humano, sin embargo, creen porque sienten con el espíritu, porque se elevan para mirar con la vista espiritual y para entender con aquella inteligencia que está por sobre toda razón humana". 59. Cuando en un hombre surge la fe verdadera en lo divino, es que ha mirado con el espíritu. ¿Quién o qué podrá hacerle negar lo que en esa forma ha palpado? En cambio, cuántos se engañan a sí mismos con la fe falsa, porque jamás han sabido mirar ni sentir con el espíritu y se han conformado con decir que tienen fe, ya que sin ver, ellos creen. Estos son los que en la primera prueba dudan, se desconciertan o confunden y muchas veces concluyen negando. 60. Mas, Yo vengo a salvaros a todos, por eso se os dijo desde los primeros tiempos que llegaría la hora en que todo ojo me vería. 61. Vuestro adelanto o evolución os permitirá encontrar mi verdad y percibir mi presencia divina, así en lo espiritual como en cada una de mis obras. Entonces os diré: "Bienaventurados los que saben verme en todas partes, porque son los que verdaderamente me amarán". 62. "Bienaventurados los que saben sentirme con el espíritu y aun con la materia, porque son los que han dado sensibilidad a todo su ser, los que en verdad se han espiritualizado". 63. ¡Cómo han detenido la evolución espiritual los impuros cultos religiosos que la humanidad ha practicado! Con ello los hombres han impedido que se realicen los milagros que hace la fe espiritual y también se ha impedido la natural manifestación de lo espiritual sobre la vida humana. 64. Si los hombres reciben mis beneficios, mis respuestas y mis pruebas incesantes de amor, no es que ello sea en premio a una fe o a una espiritualidad verdadera, sino en virtud de mi piedad ante la pequeñez, ante la miseria y la ignorancia. 65. Yo sé que muchos habrán de escandalizarse cuando conozcan esta palabra, pero serán aquellos que en su confusión no quiera reconocer que en el hombre existen además de la naturaleza humana la parte espiritual, o aquellos que, creyendo en el espíritu humano, aferrados a la rutina de sus tradiciones y de sus creencias, nieguen que exista un camino de infinita evolución para el espíritu. 66. También Yo sé que debo hablaros con palabra de justicia, a fin de estremeceros y despertaros del profundo letargo en que el mundo se encuentra. Ya mucho tiempo emplearon los hombres su fuerza para hacer su voluntad, usando el don del libre albedrío en obras de la tierra, pero veo que aún tienen fuerzas y Yo las utilizaré inspirándoles el ideal de un mundo nuevo, de un mundo mejor, cuyo cimiento sea el de la fe verdadera y cuya meta sea la elevación del espíritu por el amor y la justicia. ¿No ha sido esa mi Doctrina en todos los tiempos? 67. Analizad mi lección y después de meditarla profundamente, pedid a vuestra conciencia su parecer sobre ella, no sea vuestra mente ni vuestro corazón los que emitan su primer juicio sobre algo que está más allá de ellos, porque vivís en un tiempo en que mi luz divina haciéndose pensamientos, llega hasta vuestra mente, haciéndola penetrar en un mundo de infinita belleza y sabiduría. 68. Aquí esta ante vosotros el que jamás se ha cansado de esperaros y que se acerca a vuestro corazón para inspirarle anhelos espirituales y para llenar su inmenso vacío con mi amor. 69. Casi veinte siglos han transcurrido, desde que el mundo dejó de oírme y de mirarme, sin saber que ni un instante me he apartado de él ni he dejado de hablarle un momento. 70. En aquel tiempo hube de hacerme hombre para que pudieseis oír mi palabra, ahora he tenido que comunicarme por el entendimiento del hombre para que nuevamente pudiese el mundo oír al Verbo. 71. Ya no es Jesús de Nazaret el que se presenta delante de vuestros ojos, es Cristo, es el Maestro en espíritu, quien se manifiesta ante vuestro espíritu para daros su nueva lección. 72. Jesús fue el cuerpo, la forma humanizada que empleé para hacerme visible a los ojos de la humanidad y Nazaret fue la aldea donde crecí en cuanto hombre, donde pasé mi niñez y se inició mi juventud. De Nazaret fue María, la bendita Madre que me dio su seno para hacerme hombre, y allí creció y se desarrolló aquel cuerpo, causas por las que el mundo me llamó más tarde el Nazareno. 73. Ahora no procedo de Nazaret, Yo habito en la morada que a Mí me corresponde desde aquellos tiempos y os hago oír mi voz, para la que no existe obstáculo ni distancia. 74. Yo os bendigo, oh pueblo, que en esta tarde os reunís para saludar al primer día del último año en que tendréis la comunicación de mi palabra bajo esta forma. 75. Presto dejaré de hablaros a través de estos portavoces en éxtasis, pero no olvidaréis que os he dicho que jamás me aparto de vosotros y que nunca dejo de enviaros mi Verbo en forma de inspiración. 76. Muchas confusiones había en los hombres cuando me presenté ante ellos en aquel Segundo Tiempo; pero ahora que vuelvo a hacer oír mi voz humanizada, encuentro que la confusión es mayor; entonces veo llegada la hora profetizada por mí, para manifestarme de nuevo a la humanidad y principio mi Obra de luz, derramando mi verdad, acercándoles paso a paso hacia el camino en donde habrán de descifrar todos los misterios que deban conocer y en el que habrán de encontrar toda explicación y todo esclarecimiento. 77. Tiempo importante es éste que se ha iniciado, tiempo de inmensa trascendencia para hombres y espíritus. 78. Y este año el último de mi comunicación, también es de infinita importancia para este pueblo, porque en él os estoy dando las normas, la luz, los mandatos y los conocimientos para iniciar con fortaleza y con firmeza vuestros pasos en la nueva etapa. 79. Mi mensaje ha sido diáfano, luminoso y transparente, para que nunca podáis tropezaros en los pedruscos de la confusión o de la ignorancia. 80. Dejad que su esencia quede guardada en vuestro corazón para que me llevéis con vosotros y en cada uno pueda haber un consejero, un guía, un doctor. 81. Si practicáis mi doctrina como Yo os la enseño, si practicáis la caridad espiritual, pronto dejaréis de ser párvulos para convertiros en discípulos y descubriréis cuán fácil es comunicarse con mi Espíritu por medio del pensamiento limpio y elevado. Entonces comprenderéis por qué la etapa de mi comunicación ha tenido un límite, pues de no cesar ella, jamás os espiritualizaríais, porque en vez de elevaros a través de vuestra purificación y de vuestros méritos en busca de mi inspiración, estaríais siempre esperando allí abajo, en vuestro mundo, a que el portavoz se preparase para entregaros un mensaje. 82. En verdad os digo, que el fruto de mi palabra que ha sido semilla en vuestro corazón, quiero que sea la comunicación de Espíritu a espíritu. Ya os confié la semilla, ya os enseñé a sembrarla, ahora tenéis la misión de extenderla y cultivarla, que Yo quedaré en espera del fruto de mi siembra, para sentir en mi Espíritu el gozo inefable de la presencia de los hijos ante Mi, de oír su voz espiritual, de sentir sus caricias, como lo hice a través de los labios de Jesús. "Sed tengo", sed de vuestro amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 306 1. Os habéis congregado para beber en la fuente de la vida, cuyas aguas cristalinas se desbordan sobre vuestro espíritu. Si aceptáis como una verdad la revelación de mi palabra, es una prueba de que habéis recorrido un largo camino espiritual para llegar a recibir mi nueva lección bajo esta forma. 2. En verdad os digo que tanto en el valle espiritual, como en el planeta que habitáis, habéis estado muchas veces. No hace falta que os diga cuándo fue vuestro nacimiento espiritual, ni cuándo la primera vez que pisasteis el polvo de este mundo, como tampoco es necesario que os revele cuántas veces habéis estado en él, ni quiénes habéis sido en otras encarnaciones. Mi Doctrina no viene a descubriros lo que por ahora no debéis saber y que os debe ser revelado hasta que lleguéis al final del camino. Mi Obra viene a mostraros el sendero por el que podéis llegar a la cumbre del saber espiritual, elevándoos, peldaño por peldaño, por la escala del bien, del amor, de la fraternidad. 3. Para extender mi Obra en este Tercer Tiempo, he venido a escoger entre las grandes muchedumbres a 144,000 espíritus, señalándoles con un ósculo de luz divina, no un beso de traición, ni sello de un pacto que ponga en peligro vuestro espíritu. Mi marca es la señal que el Espíritu Santo deposita en sus escogidos para cumplir una grande misión en este Tercer Tiempo. El que ostenta esta señal, no está a salvo de peligros, por el contrario, él es más tentado y más probado que los demás. Recordad a cada uno de los doce escogidos por Mí en aquel Segundo Tiempo y confirmaréis lo que os estoy diciendo. Entre aquellos, hubo instantes de duda, de flaqueza, de confusión y hasta hubo uno que me traicionó entregándome con un beso a mis verdugos. 4. ¡Cuánto no tendrán que velar y orar los escogidos de este tiempo para no caer en tentación! Y aún así, de cierto os digo que entre los 144,000 habrá traidores. 5. Velad y orad, pueblo amado, la senda en la Tierra está llena de peligros y tentaciones, es una constante lucha entre la luz y las tinieblas. Luchad y orad incansablemente, practicad mi palabra y preparaos si no queréis traicionar mi Obra, mirad que también involuntariamente o sin daros cuanta, podéis llegar a ser traidores, si traicionáis la verdad. 6. Vuestro espíritu luchando entre la conciencia y el libre albedrío, entre la inclinación hacia lo elevado, propia del espíritu y la tendencia a lo bajo, natural en la carne, sabe que tiene a su alcance la oportunidad de liberarse y la ocasión de hacer méritos para alcanzar la suprema victoria del bien contra el mal, del espíritu sobre la carne, de la luz sobre las tinieblas. 7. La marca quiere decir misión, cargos y responsabilidad ante Dios. No es una garantía contra las tentaciones o las enfermedades, si así fuera, ¿Qué méritos habría en mis escogidos? ¿Qué esfuerzo haría vuestro espíritu por permanecer fiel a mi palabra? Os hablo en esta forma porque hay muchos corazones entre este pueblo, que quisiesen formar parte de ese número de señalados; pero he visto que más que el anhelo de servir a la humanidad, por medio de los dones que concedo en la marca, es el deseo de sentirse seguros, o es la vanidad lo que les mueve a pedirme que les llame. A estos pequeños voy a probarlos y ellos mismos van a convencerse de que existe razón en mi palabra. 8. La marca es el signo invisible por medio del cual podrá cumplir su misión quien lleve con amor, con respeto, con celo y con humildad, entonces podrá comprobar que la marca es una gracia divina que le hace superior al dolor, que le ilumina en las grande pruebas, que le revela profundos conocimientos y donde quiera abre brecha para que pase el espíritu. 9. La marca es como eslabón que une a quien la posee con el mundo espiritual, es el conducto para que se manifieste en vuestro mundo el pensamiento y la palabra del Mundo Espiritual, por lo que os digo, que un marcado es un mensajero, es un enviado y es un instrumento mío. 10. Grande es la misión así como la responsabilidad del marcado para con mi Obra, pero no está solo en su camino, a su lado va siempre el ángel protector que le cuida, le guía, le inspira y fortalece. 11. ¡Cuán fuerte ha sido el que ha sabido abrazarse con amor a su cruz y qué duro y amargo ha sido el camino para el escogido, que no ha sabido llevar consigo la Divina señal de elegido en el Tercer Tiempo! Yo os digo a todos los que me escuchan, que aprendan a velar y a orar, a llevar con amor su cruz y a practicar con rectitud y obediencia, para que esta vida, que ha significado para vuestro espíritu su reencarnación más luminosa, no vaya a ser estéril, y más tarde tenga que llorar el tiempo perdido y los dones desaprovechados. 12. Meditad todos en esta lección, marcados y no marcados, porque todos tenéis dentro de mi obra un destino que cumplir. 13. Vengo a recordaros la Ley, aquella que no puede ser borrada de vuestra conciencia, ni olvidada de vuestro corazón, ni discutida, porque fue dictada por la Mente Sabia, la Mente Universal, para que cada hombre tuviese interiormente la luz que le guiase en el camino hacia Dios. 14. Es necesario tener un profundo conocimiento de la Ley para que todos los actos de la vida estén apegados a la verdad y a la justicia. No conociendo la Ley, estáis sujetos a cometer muchos errores y Yo os pregunto. ¿Acaso vuestra conciencia nunca os ha inducido a la luz del conocimiento? En verdad os digo, que nunca jamás la conciencia ha permanecido inactiva o indiferente. Es vuestro corazón, es también vuestro entendimiento, quienes rechazan la luz interior, fascinados por el esplendor de la luz exterior, es decir, por el saber del mundo. 15. Cuando Yo debiera ser vuestro primer amor, me habéis dejado al último, porque las ilusiones y los ensueños, los amores terrenales y vuestras pasiones, os han debilitado para poder amarme. 16. Habéis gastado mucho vuestro corazón amando al mundo y sufriendo también, pero queda vuestro espíritu, el que puede levantarse en cualquier instante, ya que en él la fatiga sólo es aparente y no envejece como la materia, ni se gasta como el corazón. 17. Creíais amarme sobre todo lo creado y tendréis que convenceros de que me habéis dejado como vuestro último amor. 18. Cuando lleguéis a la ancianidad y por razón natural, sintáis que en vuestro corazón han muerto las pasiones y las ambiciones, volveréis vuestros ojos hacia Mí y me diréis: "Señor, teníais razón, mientras en la Tierra nos sentimos jóvenes y fuertes, os olvidamos, aunque muchas veces estuvimos creyendo que os amábamos y que en nuestra vida erais lo primero". 19. ¿Veis cómo os he hablado con verdad, cuando os he dicho que en vuestra vida soy vuestro último amor? Nadie piense que si he dicho que Yo debo ser lo primero en vuestra vida, haya querido decir que a nadie más que a Mí debáis amar. Yo he querido haceros comprender que quien me ama a Mí antes que a nadie, ese tendrá que amar con verdad, ése amará sólo lo justo, ése nunca se cansará en la vida, ni sufrirá decepciones, porque amándome primero a Mí, amó la verdad y la justicia, las que, aplicándolas a su vida y a sus obras le elevaron por encima de las miserias humanas, le libraron de espejismos y le hicieron habitar en un mundo de luz, de paz y de sabiduría. 20. Por instantes os intrigáis cuando comprobáis que aun apegándoos lo más posible a mi Ley, no escapáis al dolor, a las vicisitudes, a las pruebas, y es verdad, pueblo amado, pero eso sólo acontece aquí en este valle de lágrimas, que es crisol, río purificador y escuela para el espíritu. 21. Mas, ¿Por qué creer que las pruebas son castigos?, es mejor creer que las pruebas son en vez de castigos, experiencias por las que tenéis que pasar, a fin de que vuestro espíritu adquiera más luz. ¡Cuántas veces os someto a prueba para que practiquéis la oración, para que encendáis la fe y miréis cómo al punto respondo a vuestro llamado enviándoos el consuelo y la paz! Pero no lo comprendéis así, y en vez de orar y de confiar en Mí, os tornáis en ingratos y blasfemos, diciendo que os he olvidado, que no os escucho, y vais entonces a llamar a las puertas de vuestros hermanos, tan necesitados de Mí como vosotros. 22. No he sido Yo quien haya negado mi caridad al mundo, son los hombres quienes la han retenido. Así les haré permanecer por un tiempo, confiados en su saber y en su fuerza, porque luego, convencidos de su impotencia para vencer el dolor que invadirá al mundo, volverán prestos sus espíritus hacia Mí para confesarse pequeños, frágiles, ingratos y duros de corazón. 23. Yo, para quien no puede haber una obra vuestra de la que no haga brotar luz, así sea una obra mala la que hayáis cometido, haré que el mundo al salir de su caos, tenga mayor luz en su espíritu que la que tuvo antes de caer. 24. Yo perdonaré todo vuestro pecado, porque fue el fruto de vuestra ignorancia, mas, cuando la luz se haya hecho en vuestro ser, ¿Seríais capaces de pecar con conocimiento, pasando sobre vuestra experiencia y vuestra conciencia? NO, discípulos, jamás podríais volver a incurrir en aquella falta que os hizo apurar un cáliz muy amargo. 25. ¿Veis cómo juzgáis con ligereza al llamar castigo a vuestras pruebas, que no tienen otra misión que la de proporcionaros experiencia, fortaleciéndoos en la fe, enriqueciéndoos con el verdadero saber e identificándoos con vuestra conciencia? 26. Oídme con humildad, venciendo el orgullo que lleváis en vuestro corazón, y poco a poco comenzaréis a encontrar el sentido verdadero de la vida e iréis descubriendo a cada paso las maravillas que antes no mirabais porque vuestra confusión había tenido un velo de misterio sobre la verdad. Aquí está mi luz, que viene a revelaros lo que está tras el misterio y a deciros que no soy Yo quien se haya ocultado a vuestros ojos, sino vosotros los que no me habéis querido mirar. 27. ¿Por qué si pongo mi mirada en los hospitales, en los presidios, en los hogares enlutados, en los matrimonios desavenidos, en los huérfanos o en los hambrientos del espíritu, no os encuentro allí? Pensad que además de enseñaros a orar, os he dado el don de la palabra y os he enseñado a ungir y en muchas ocasiones os he dicho que vuestra presencia puede obrar prodigios si verdaderamente estáis preparados. 28. ¡Cuántas ocasiones de impartir la caridad os ofrece la vida diariamente! Más, fijaos que así como se presentan casos en los que lo único que podéis hacer es orar, en cambio hay otros que es preciso hablar o actuar. 29. Benditos los que no temen a las malas miradas o a las murmuraciones, y sólo llevan el anhelo de impartir la caridad, ellos son los que espiritualmente me acompañan junto al lecho del enfermo, los que van camino hacia aquellos que habitan en tinieblas, para llevarles la luz de la fe, del saber o del consuelo. 30. Benditos los que se acuerdan de los tristes y los que piensan en los pobres de materia y de espíritu, porque su corazón late cerca de mi Espíritu. 31. ¿Cómo vais a pensar en el dolor de vuestros hermanos, si os dejáis dominar por el vuestro? ¿Cómo vais a descubrir que existen en el mundo millones de seres que sufren infinitamente más que vosotros, si lleváis vuestra cruz con inconformidad y siempre estáis diciendo que sois los más desdichados? Hay muchos que caminan lejos, muy lejos del camino verdadero, muchos que no tienen ni un destello de luz en su saber, y no os habéis detenido a ayudarlos cuando han pasado junto a vosotros. ¡Cuántos de esos pobres de espíritu soportan el peso de su fardo sin blasfemar ni protestar como vosotros! 32. Es necesario que aprendáis a mirar un poco afuera de vosotros, algo más allá de vuestro hogar y de vuestros afectos, para que vayáis adentrándoos en el dolor de los demás. Que la bondad despierte en vuestro corazón, pueblo amado, para que el espíritu pueda desbordarse y cumplir con el máximo mandamiento que está escrito en vuestra conciencia, aquel que dice: "Amaos los unos a los otros". Si estáis pobres materialmente y por esa causa no podéis ayudar a vuestros semejantes, no temáis, orad y Yo haré que donde no haya nada, brote luz y haya paz. La caridad verdadera de donde nace la piedad, es la mejor dádiva que podréis depositar en los necesitados. Si al dar una moneda, un pan o un vaso de agua, no tuvieseis en vuestro corazón el sentimiento de amor hacia vuestros hermanos, en verdad os digo que nada habréis dado, que más os vale no desprenderos de aquello que dais. 33. ¿Hasta cuándo, humanidad, queréis conocer el poder del amor? Nunca hasta ahora habéis hecho uso de esa fuerza que es el principio de la vida. 34. Cuando caminaba Yo seguido de mis discípulos, visitando aldeas, ciudades y hogares, jamás ofrecí a los pobres una moneda porque nunca la tuve, sin embargo, Yo les daba la salud que a ningún precio habían encontrado, Yo les volvía al buen camino y les brindaba una senda llena de luz, de consuelo y alegrías, y en cierta ocasión, habiéndome seguido al desierto una gran multitud anhelante de escuchar mi palabra, después de darles el pan del espíritu y contemplando que tenían hambre en el cuerpo, bendije unos cuantos panes y peces y los hice repartir, asombrándose las multitudes de que tan escasa provisión hubiese bastado para todos. Y ese fue un milagro por el amor, como una lección inmortal para esta humanidad escéptica, materialista y egoísta. 35. ¡Ah, si los pueblos de la Tierra, aunque fuese por poner a prueba mi Doctrina, compartiesen su pan fraternalmente, cuánto bien recibirían y que maravillosas manifestaciones contemplarían! Pero aún no se aman, aún no se reconocen pueblos con pueblos como hermanos. Unos a otros se miran como extraños y se nombran extranjeros, unos a otros se tienen envidias, se tienen rencores, se odian casi siempre y se hacen la guerra. La guerra alimentada por todos los hombres, está en todas partes donde haya un corazón humano. Unos le dan vida en una forma, otros la fomentan en otra, muchos a sabiendas de lo que hacen, otros sin darse cuenta. 36. Sobre este campo árido, seco de amor, de fe y de buena voluntad, enviaré mi caridad como una lluvia benéfica y fecunda, pero antes, mi justicia, a semejanza de una tempestad, barrerá con toda maldad, echará por tierra los malos árboles, purificará campos y ciudades y despertará al espíritu dormido de esta humanidad, para que sepa recibir el divino mensaje que mi amor reserva para los tiempos venideros. 37. Año de 1950, que habéis hecho vuestra entrada, escrito estabais desde la eternidad, señalando el final de la etapa de mi comunicación espiritual por medio del entendimiento del hombre. Año en el que el espíritu de la humanidad sentirá mi presencia y penetrará en oración. 38. 1950 no es el ocaso de una Era, sino la alborada de un nuevo tiempo que reserva grandes revelaciones y acontecimientos a los hombres. 39. ¿Qué experiencia os dejó el año anterior, discípulos? ¿Qué propósitos habéis hecho para este año que es el último de mi manifestación? 40. Estáis orando y Yo os bendigo porque quien eleva hacia Mí su plegaria, nunca quedará defraudado. 41. Seguid orando, pero ahora más que nunca tratad de comprender mi enseñanza, para que podáis salir de vuestro estancamiento, destruyendo todo aquello que hayáis introducido en vuestras prácticas y que en vez de proporcionaros adelanto os haya estancado en la rutina. 42. Oíd la voz de vuestra conciencia, ella os dará valor para vencer los obstáculos y romper las tradiciones. 43. Mucho tenéis que trabajar, pueblo amado, ya estoy acercándoos más unos a otros, y haciendo el llamado a aquellos que se han alejado de vuestras reuniones. A ellos sólo un llamado les haréis y si atendieron, Yo les devolveré su heredad, mas, si permaneciesen sordos, a Mí me dejaréis la causa, porque Yo seré el único que pueda juzgar a quienes no quisieron venir a escuchar más a su Señor. 44. Mi palabra que os dé en este último año, será la esencia de todo el mensaje que os traje en este tiempo de mi comunicación, en él hallaréis enseñanzas para todos los pasos de vuestra vida y revelaciones para que tengáis armas cuando la lucha llegue. 45. Decid a vuestros hermanos que Yo os he llamado a la unificación y a la armonía, porque mientras esa fraternidad no exista, mentira que forméis un pueblo, porque sólo en apariencia estáis unidos, pues en realidad estáis disgregados y distantes. Decidles que necesitáis estar unidos porque vendrán las persecuciones y las hostilidades en contra de vosotros; que no quiero que lloren más tarde una desobediencia, ni se lamenten cuando ya no sea tiempo de reparar faltas. 46. Ved que no dejo ningún punto sin hacer luz en él, por cuanto ninguno podrá quejarse diciendo que Yo no previne con mi palabra al pueblo. 47. Mi voz ha sido profética, mi palabra, la de un Dios para quien nada puede ocultar el futuro. Todo está anticipado, todo está previsto, sólo resta que vosotros penetréis en armonía con mi palabra, para que todo se cumpla según mi voluntad. 48. Aunque las mayorías se confundiesen, apartándose de la senda trazada, aunque fuesen los más quienes desobedeciesen mis mandatos, no por eso esta luz habrá de dejar de brillar, porque la verdad jamás podrá ser opacada por la maldad. 49. Me bastarían unos cuantos corazones obedientes, celosos, espiritualizados y humildes para servirme de ellos como instrumentos para seguir extendiendo la verdad de mi palabra. 50. Es mi deber hablaros en esta forma, porque debéis saber desde ahora que muchos de vosotros vais a ofrecerme un nuevo cáliz de amargura en la hora postrera; vendrán la confusión y las tinieblas sobre este pueblo, como se ensombreció el mundo en la hora en que Jesús agonizaba en la cruz, mas no sabéis ahora cuánto duren esas tinieblas y por eso os digo que veléis y oréis, para que no caigáis en tentación, ni seáis de los que traicionen mis mandatos. 51. Yo os digo que de entre las tinieblas de esa confusión, surgirá una brecha de luz para todo aquel que en verdad anhele seguirme de corazón y espíritu, descubra el camino y venga a Mí, por la senda de la espiritualidad. 52. Este pueblo no se ha dado cuenta que él mismo está creando las pruebas que habrán de estremecerlo mañana, despertándolo de su profundo letargo. 53. Como en todos los tiempos, muchos fueron los llamados y pocos los escogidos, porque sólo escojo a los que están a tiempo de cumplir su misión y a los demás, les doy una luz para que sepan esperar el tiempo en que también sean escogidos. 54. ¡Cuántos que sólo han sido llamados, sin que aún fuese el tiempo de elegirlos para un cargo, han tomado parte entre mis discípulos y labriegos, sin que su espíritu tuviese la evolución indispensable para soportar el peso de esta cruz, ni su entendimiento tuviera la luz necesaria para dejar pasar mi inspiración! ¿Qué han hecho muchos de ellos, una vez estando entre las filas de los escogidos? Profanar, envenenar el ambiente, contaminar de sus malas inclinaciones a los demás, mintiendo, sembrando discordia, lucrando con mi nombre y con los dones que he depositado en mis discípulos. 55. Nadie trate de descubrir quiénes son, porque no podríais. Sólo mi mirada penetrante de Juez no les pierde de vista y a su conciencia hago llegar mi palabra que les dice: Velad y orad, para que podáis a tiempo arrepentiros de vuestras faltas, que si así lo hicieseis, Yo os prometo que presto os sentaré espiritualmente a mi mesa y haré fiesta de reconciliación y de perdón. 56. Amados discípulos: esta es la hora bendita en que os hago sentir mi presencia, el portavoz por quien os doy mi palabra, se ha preparado y la multitud que me escucha se ha recogido, se ha elevado en pensamiento hacia Mí. 57. Así quiero miraros siempre, para que presenciéis el milagro de mi manifestación y sintáis en lo más profundo de vuestro ser mi amor, mi mirada, mi esencia. 58. En verdad os digo, que no sois los únicos en tener mi presencia en el instante de preparación espiritual. No existe una religión ni puede haber un acto consagrado a Mí, en que no esté presente mi Espíritu. Precisamente en aquel instante en que la multitud se estremece, ora y pide, pronunciando y bendiciendo mi nombre, es cuando penetro al fondo de su corazón para entregarle lo que ha solicitado. 59. Si los pueblos y religiones del mundo ya hubiesen desarrollado sus dones espirituales, habrían logrado aquella sensibilidad que les permitiera gozar de la gracia de percibir en alguna forma mi presencia. Mas no pueden verme, ni oírme, ni sentirme, porque sus sentidos y sus potencias se han adormecido en las prácticas de cultos idólatras y fanáticas. 60. Si vosotros me preguntáis ahora: Maestro, ¿Cuándo podrán nuestros hermanos de las diferentes religiones sentirte, escucharte y mirarte como nos estás enseñando a nosotros? Yo os contestaría que cuando todos ellos se hubiesen espiritualizado, mas, cuando eso fuese, ya se habrían apartado de toda práctica materialista y de todo credo fanático. 61. Yo les hablo a través de pruebas, que son lecciones para ellos, ya premiando su fe, ya tocándoles con mi justicia divina, cuando buscan mis beneficios a través de actos impropios de serme ofrecidos. 62. Muy pocas veces comprenden lo que quiero darles a entender a través de mis pruebas y ante su dolor, su fe o su esperanza en Mí, les perdono sus errores y su ignorancia y les envío mi caridad. 63. Este es un tiempo en que mi Espíritu está hablando incesantemente a la conciencia, al espíritu, a la razón y al corazón de la humanidad. Mi voz llega a los hombres a través de pensamientos y de pruebas, por las que muchos por sí mismos van despertando a la verdad, ya que quienes les guían o enseñan están durmiendo y quisiesen que el mundo nunca despertase. 64. Pueblo amado: pensad que si vosotros estuvieseis preparados para llevar a otras tierras la buena nueva de mi palabra, muchos hombres comprenderían mu mensaje. 65. Cuando os hablo así, decís en el fondo de vuestro corazón: ¿Cómo podré doctrinar a través de distintas lenguas, si aún dentro de mi propio idioma me siento torpe para expresarme? Yo os digo: ¡Ah, pueblo sin fe en mi palabra! ¿Creéis que aquellos apóstoles del Segundo Tiempo tuvieron preparación material para hablar diversos idiomas? No, mis hijos, y sin embargo, se hicieron entender de todos, porque el idioma que ellos hablaban y que aprendieron de Mí, fue el idioma del amor. Ellos consolaban como les había enseñado su Maestro, ellos sanaban enfermos, hacían la paz, llevaban la luz, revelaban la verdad y mostraban el camino, pero lo hacían más con las obras que con las palabras. Así se expresa el amor: con obras; así habla el espíritu de luz, para quien muchas veces sobran las palabras humanas. 66. ¿Ya miráis cuánta enseñanza espiritual se desborda de estos labios en los instantes en que os estoy expresando mi mensaje? ¿Ya veis cuántas palabras brotan por estas bocas mientras dura mi manifestación? Pues resultan pocas si las comparáis con el número de obras que hora tras hora e instante tras instante llevo a cabo en vosotros, por lo que en verdad os digo, que es más lo que os hablo a través de mis obras que de mis palabras, sólo que hasta ahora no os habéis preocupado por aprender a traducir mi Verbo, que os habla sabia e incesantemente. Vosotros creéis que sólo por medio de la humana palabra podréis recibir mis revelaciones y os he concedido que escuchaseis mi Verbo humanizado en vuestro propio idioma. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 307 1. Es mi palabra la que viene a dar calma a vuestro corazón y paz a vuestro espíritu. Lo más grande que tengo destinado para él, es la paz, quien posee ese tesoro, lo tiene todo, quien conoce ese estado espiritual, no lo cambiaría por las pasiones o tesoros más grandes de la Tierra. 2. Si me preguntáis cuál es el secreto para alcanzar y conservar la paz, Yo os digo que el secreto consiste en hacer la voluntad de vuestro Padre; y si me preguntáis cómo se cumple con la voluntad divina, os contestaría que aplicando mi Ley y mi Doctrina a vuestra vida. 3. Oyéndome decir que lo más grande que vengo a daros, es la paz, hay quienes sufren una decepción; porque les agradaría oírme decir que vengo a repartir tesoros y bienes de este mundo. Es que ellos no saben lo que es la paz, mas no sólo ellos, ¿Quién conoce la paz? ¿Qué humano puede decir que la posee? Nadie, pueblo, por eso veo a muchos a quienes les parece poco el que Yo traiga como máximo don para vosotros, la paz. Cuando lleguéis a saber lo que es ese estado del espíritu, pondréis cuanto esté de vuestra parte por no perder esa gracia, ya que a través de ella, habréis tenido una idea de lo que será la vida espiritual en el reinado de la luz. 4. Como no sabéis lo que es la paz verdadera, os conformáis con suspirar por ella y tratáis por todos los medios posibles y en todas las formas imaginables de lograr alguna tranquilidad, comodidades y satisfacciones; pero nunca lo que es verdaderamente la paz del espíritu. Yo os digo que a ella sólo la conquista la obediencia del hijo hacia la voluntad de su Señor. 5. Hacen falta en el mundo buenos explicadores de mi palabra, buenos intérpretes de mis enseñanzas, por eso la humanidad, aun llamándose cristiana, vive espiritualmente atrasada, porque no hay quien la haga estremecer con mi verdadera Doctrina, no hay quien cultive su corazón con el amor con que Yo vine a enseñar a los hombres. 6. Día tras día, en recintos, iglesias y templos, se pronuncia mi nombre y se repiten mis palabras, mas nadie vibra, nadie se estremece con su luz, y es que el sentido de ellas lo han equivocado los hombres. Creen las mayorías que la virtud de la palabra de Cristo consiste en repetirla una vez tras otra, maquinalmente, sin comprender que no es necesario decirla, sino estudiarla, meditarla, practicarla y vivirla. 7. Si los hombres supiesen buscar la esencia en la palabra de Cristo, cada vez la encontrarían nueva, fresca, viva y palpitante, pero la conocen tan sólo superficialmente y así no pueden ni podrán alimentarse con ella. 8. ¡Pobre humanidad, perdida entre las tinieblas teniendo tan cerca la luz, llorando angustiosamente y estando a su alcance la paz! Mas no pueden contemplar esa divina luz porque ha habido quienes han vendado sus ojos, sin piedad. Yo que os amo en verdad, vengo en vuestra ayuda, apartándoos de las tinieblas y probándoos que cuanto os dije en aquel tiempo, fue para todos los tiempos y que no debéis considerar aquella divina palabra, como una doctrina antigua, pasada de época, porque el amor que fue la esencia de toda mi enseñanza, es eterno, y en él está el secreto de vuestra salvación, en esta era de confusiones, de inmensa amargura y de desenfrenadas pasiones. 9. Tampoco es una nueva doctrina lo que os traigo en este tiempo, sino una luz para que podáis comprender todo cuanto os ha sido revelado, desde los primeros tiempos hasta el presente. 10. La humanidad se sorprenderá cuando reciba este mensaje espiritual y se convenza del amor infinito de mis pasadas enseñanzas, amor que ni siquiera presentía. Entonces comprenderá que ha sido ingrata, infiel, indiferente para con su Padre, a quien sólo buscó cuando alguna necesidad o pena material la afligía. 11. Yo os perdono, os amo y tengo verdadera caridad de vosotros. Bienaventurado el que se prepare de espíritu, de corazón y entendimiento, porque él recibirá directamente mi luz, que desde ese instante le guiará por sendas muy distintas a las que sus hermanos les trazaron en el mundo. 12. Os hago sentir mi calor para que no os falte ánimo en la lucha. 13. El Tercer Tiempo es de lucha espiritual, es crisol y también es heredad, porque he venido a legaros un Testamento Divino. 14. A los labriegos que han trabajado en mis tierras les inspiro a preparar su simiente para hacérmela presente en aquel día de gracia que ya se aproxima, y que será al terminar el año de 1950, último de mi comunicación con vosotros. Quiero que traigáis el grano dorado, el más limpio y hermoso que hayáis recogido en las campiñas, entonces Yo tomaré vuestra cosecha para bendecirla y deciros: "Sea esta semilla la que sigáis sembrando en mis tierras". 15. ¿Verdad, discípulos, que si bien habéis luchado en este camino, al mismo tiempo habéis recogido goces y que si bebisteis del cáliz de amargura, con ello comprendisteis mejor a Jesús, vuestro Maestro? ¿Verdad que después de vuestras pruebas me habéis amado más? Si, pueblo, de cierto os digo que es muy distinto pedir y recibir, a dar. 16. E1 día se acerca en que os vais a quedar sin mi palabra, para que seáis vosotros los que habléis de mi enseñanza, explicándola con obras y con lenguaje claro y persuasivo. 17. Orad para que entréis con paso firme en el tiempo de vuestros hechos, en el tiempo de vuestra lucha, pero orad con aquella sencillez con que Yo hacía orar a las multitudes cuando me siguieron al desierto, al valle o bien a la montaña. 18. Orad por toda la humanidad, orad también por vosotros, espiritualistas, porque se aproxima la hora de vuestra prueba. 19. No os turbéis si os digo que a mi partida tendréis entre vuestra congregación confusiones que habrán de dividiros temporalmente. Por un tiempo quedaréis divididos en tres grupos mientras lleguéis todos a la comprensión de mi mandato, mas, desde ahora bendigo a los que comprendiendo mi voluntad, la obedezcan con amor y buena voluntad, porque sobre sus espíritus Yo me desbordaré en inspiraciones. Estos llevarán sobre sí la responsabilidad de prepararse, de espiritualizar sus prácticas y ser fieles en todo a mi Obra, para qué, llegada la prueba que deba uniros a todos nuevamente, sepan abrir su corazón sin reclamos, sin vanidades, sin sentir superioridad sobre sus hermanos. 20. Una nube de tristeza ha hecho sombra a la paz de vuestro corazón cuando habéis escuchado el anuncio de estas profecías, sirva este dolor que sentís, para que no seáis de los que se tornen infieles, de los que pasen sobre mi palabra tratando de hacer su voluntad. 21. A los que me vuelvan la espalda les digo desde ahora, que mucho habrán de llorar antes de confesar su error y volver al camino de la obediencia, y a los que me van a ser fieles, les anuncio que la lucha que les espera va a ser grande y que mientras los demás no se sometan al divino mandato que todos conocéis porque le lleváis escrito en la conciencia, mucho tendréis que llorar por la desunión, mucho tendréis que soportar, sufrir y esperar. 22. Bienaventurados los que perseveren, porque verán la unificación de este pueblo y el principio de la lucha espiritual. 23. Orad, discípulos, para que os llenéis de luz y de fuerza y no vayáis a caer en tentación. 24. Aprended a beber con amor vuestro cáliz de amargura, ahí está el mérito del discípulo. Caminad con firmeza y llegad hasta la cima del calvario bendiciendo a vuestro Padre y a la humanidad. Yo os digo, que el que sabe conducirse por mi senda con fe y con obediencia, ése no cae ni se pierde, ése siente mi presencia y experimenta mi paz a lo largo de la jornada. 25. ¿Cómo quieren algunos salvarse en el instante de su muerte corporal, después de haber llevado una vida de pecado? ¿Cómo quieren muchos vivir entre fango y pisar sobre cardos, sin mancharse ni herirse? 26. Yo os traigo una enseñanza clara y sencilla para que aprendáis a vivir entre pecadores sin contaminaros; a cruzar entre espinos sin heriros, a contemplar horrores e ignominias sin escandalizaros; a habitar en un mundo de miserias sin tratar de huir de él, sino más bien deseando permanecer en su seno, para hacer todo el bien posible a los necesitados, sembrando la semilla del bien en todos los caminos. 27. Ya que este Edén fue convertido en infierno por el pecado de los hombres, es menester que ellos laven sus manchas devolviendo a su vida su pureza original. 28. Discípulos: observad cómo en cada una de estas lecciones os voy definiendo mi plan divino y os doy a conocer vuestra misión, y gracias a ello vais comprendiendo el sentido de este mensaje. 29. Mi Doctrina se extenderá y conquistará muchos corazones. Sin embargo, abundarán los que se mofen de ella, los que la nieguen, los que la combatan, pero eso no será nuevo, será lo mismo que se ha hecho contra la verdad en todos los tiempos. 30. Para que este pueblo salga avante en medio de la tempestad que habrá de sorprenderle, tendrá que dejar afirmar su planta en la senda de mi Ley, tendrá que dejar brillar en su corazón la flama de la fe. Su espíritu tendrá que buscar como barca salvadora el verdadero culto del espíritu, y su corazón tendrá que refugiarse en el culto del hogar, que es el segundo templo en la vida del hombre. 31. Especialmente le hablo en este día a las doncellas, las que mañana habrán de iluminar con su presencia la vida de un nuevo hogar, que sepan que el corazón de la esposa y el de la madre, son lámparas que iluminan ese santuario, así como el espíritu es quien ilumina el templo interior. 32. Desde ahora disponeos para que vuestra vida nueva no os sorprenda, desde ahora id preparando la senda por la que habrán de caminar vuestros hijos, aquellos espíritus que aguardan la hora de acercarse a vuestro seno a tomar forma y vida humana para cumplir una misión. 33. Sed mis colaboradores en mis planes de restauración, en mi obra de regeneración y de justicia. 34. Apartaos de tantas tentaciones que acechan vuestro paso en este tiempo. Orad por las ciudades pecadoras, donde tantas mujeres se pierden, donde tantos santuarios se profanan y donde tantas lámparas se apagan. 35. Extended con vuestros ejemplos la semilla de vida, de verdad y de luz que contrarresten los efectos de la falta de espiritualidad en la humanidad. 36. ¡Vírgenes de este pueblo, despertad y preparaos a la lucha! No os ceguéis por las pasiones del corazón, no os deslumbréis ante lo irreal. Desarrollad vuestros dones de intuición, de inspiración, vuestra delicadeza y ternura, fortaleceos en la verdad y tendréis preparadas vuestras mejores armas para hacer frente a la lucha de esta vida. Para que vosotras transmitáis el amor en vuestra sangre, para que sustentéis a vuestros hijos con la esencia de la vida que es el amor de que tanto os hablo, necesitáis antes vivirlo, saturaros de él, y sentirlo profundamente. Esto es lo que viene a hacer mi enseñanza en vuestro corazón. 37. Bienaventurado el corazón de la esposa, porque es refugio del hombre. Bendito el corazón de la madre, porque es manantial de ternura para sus hijos; mas, también os digo que son benditas las vírgenes que saben amparar bajo su manto a los necesitados, porque su ternura será como un desposorio y como una maternidad que estén más allá de lo humano. ¡Cuán pocas han sabido renunciar a los deberes del mundo por cumplir con los deberes del espíritu! 38. No todas ni todos traéis la misión de ser padres en el mundo. Los hijos son como cadenas para sus madres y hay espíritus que necesitan libertad para el desempeño de alguna misión que está más allá de los hijos. 39. ¿Cuándo llegará a formar esta humanidad una sola y verdadera familia, que al sentarse a la mesa con su Padre o al orar y elevarse hacia Mí, me muestre cada quién el regocijo de estar cumpliendo con su misión? 40. Todavía andáis lejos de esa obediencia, de esa conformidad y de esa armonía, porque mientras unas equivocan el sendero, otras se muestran inconformes con su destino. 41. Es menester que la Doctrina Espiritualista, la que os he venido a revelar por el entendimiento de estos portavoces, sea extendida por la Tierra para que las tinieblas comiencen a dar paso a la luz de la espiritualidad, para que la humanidad beba el agua de la verdad. 42. Ahora mi enseñanza se concreta a prepararos para la lucha, mi profecía sólo os anuncia las grandes pruebas. Mi palabra os previene, os corrige y os juzga, mas vendrá el tiempo de gracia cuando la humanidad se comunique de espíritu a Espíritu y entonces, en lo elevado de su ser, sentirá vibrar la palabra divina, aquella que sin formas ni acentos humanos sea comprendida por quienes la reciban. 43. Esa palabra ya no traerá juicio, ni reclamos, ni prevenciones. Ese mensaje estará lleno de sabiduría y de amor. 44. Quisierais ver llegado ese tiempo, mas tendréis que esperar, no con espera pasiva, sino con lucha y trabajo incesante. 45. Yo os he enseñado a orar y os he revelado la forma de alcanzar la espiritualidad, porque en ella está la llave que abrirá la puerta hacia la comunicación perfecta entre Dios y el hombre a través del espíritu. 46. Para lograrlo, pueblo amado, haced méritos para contrarrestar los pecados del mundo. Multiplicad vuestro esfuerzo, llegad al sacrificio si es menester. Si vuestro cáliz es amargo, sed pacientes. 47. Confiad en Mí, mirad que sois mis discípulos y que debéis imitarme, entonces, si habéis creído, si vuestra fe es grande, apurad las pruebas, pasad llenos de fortaleza por las vicisitudes y si vosotros dais testimonio de Mí, Yo daré testimonio de vosotros. 48. Mi Espíritu se ha derramado sobre todos los hombres, pero vos sois el pueblo que ha sabido sentir mi presencia. El resto de los pueblos de la Tierra ignoran las revelaciones de este tiempo; no saben que la Tercera Era ha llegado, entonces vuestra misión aumenta, porque tendréis que ser los que deis la voz de alerta, los que extendáis la buena nueva. 49. Cierto es que ya muchos hombres han reconocido las señales de mi nueva venida, que escudriñan las escrituras en busca de profecías, que sienten que las pruebas que hoy pesan sobre la humanidad hablan del juicio del Señor; me buscan, me esperan, me desean, pero no saben que mi vibración divina ya está entre los hombres, ignoran la forma en que me he manifestado a este pueblo y la forma en que estoy vibrando sobre toda materia y sobre todo espíritu. 50. La buena nueva llegará a las naciones en labios de los que me escucharon durante mi comunicación, entonces todo el mundo sabrá de mi venida, conocerán mi mensaje. Cuando conozcan el tiempo en que principio esta manifestación y el tiempo en que ella terminó, se sorprenderán al comprobar que cada nación, cada pueblo y cada hombre, tuvo en sí pruebas y acontecimientos que anunciaron mi presencia. 51. De cierto os digo que no volveré a comunicarme en la forma que me habéis tenido, ni aquí ni en otros pueblos, porque el mérito consistirá en que este pueblo extienda por la tierra el testimonio de mi palabra, y en que la humanidad crea en mi mensaje. 52. En verdad os digo, que si en aquel tiempo hasta los reyes se maravillaron de la humildad en que nací, en este tiempo también habrá sorpresa cuando todos sepan el medio humilde que elegí para entregaros mi palabra. 53. En torno a mi mensaje se suscitarán las discusiones: unos afirmando que es una verdad, otros tratando de desmentirlo, unos dando testimonio de sus propias experiencias espirituales y otros negando la existencia de tales manifestaciones; pero la verdad se impondrá, porque este es el tiempo en que los dones y potencias dormidos en el espíritu, se desaten y manifiesten a través de los hombres porque ya las materias en este tiempo han alcanzado la evolución y la sensibilidad indispensable para la comunicación con lo espiritual. 54. Desde los niños hasta los ancianos, pasando por la juventud, todos tendrán manifestaciones que en un principio les parecerán extrañas, porque ha mucho tiempo que la humanidad vive alejada de lo espiritual, pero que después las tomarán como algo absolutamente natural en la vida superior del hombre. Será cuando los niños hablen de enseñanzas profundas, cuando los hombres y las mujeres tengan mirajes espirituales y sueños proféticos y cuando se propague el don de la curación por toda la Tierra. 55. Cuán combatidos serán los primeros que manifiesten el despertar de los dones de su espíritu, más Yo les daré fuerza y paciencia para resistir las críticas, los juicios y la mofa. 56. No temáis, testigos amados, Yo os anuncio que esta humanidad materialista, que por tanto tiempo sólo ha creído en lo que toca, ve y comprende con su limitado entendimiento y en lo que comprueba con su ciencia, se tornará en espiritual y sabrá mirarme y buscar la verdad con su mirada espiritual. 57. Grande será la sorpresa en los señores y grandes de la Tierra cuando confirmen la verdad de mi retorno, porque en su corazón se preguntarán a qué habré venido. En los pobres será grande el gozo porque su corazón les dirá que ya se acerca el instante de gracia, de libertad y de paz para los oprimidos y para los que han tenido hambre infinita de amor y de justicia. 58. Esta Obra, que ahora miráis limitada a vuestra pequeñez y oculta en vuestra pobreza, surgirá como un resplandor divino, iluminando toda la Tierra, despertando a los espíritus dormidos, encendiendo la fe en los corazones, abriendo ante el entendimiento de la humanidad el Libro de la Vida Verdadera, el Libro de la Verdad. 59. Pueblo: Si queréis conocer una de las razones por la cual ha sido tan prolongada mi comunicación con vosotros, es la de que, siendo vosotros quienes me escucháis, retuvisteis en vuestro corazón mi palabra y la escribisteis en libros, tendréis que ser los emisarios y encargados de llevarla a los corazones. 60. Ya pronto estaréis libres para comenzar vuestra preparación, porque mi comunicación toca a su fin en 1950. 61. El principio de una nueva etapa pronto llegará y en ella buscaréis el florecimiento de vuestros dones, para que fluya la inspiración, se desate el don de la palabra, se perfeccione el don de la videncia y vuestro corazón se llene de sentimientos de amor y caridad hacia vuestros hermanos. 62. En una sola herencia recibiréis los tres testamentos y cuando a vuestro paso encontréis a los que esperan la venida del Espíritu Santo, les mostraréis mi mensaje y les diréis que no vayan a imitar al pueblo judío, que esperando al Mesías no supo reconocerlo cuando llegó entre ellos y aún lo siguen esperando. Id por las sendas de vuestra misión espiritual, de tal manera que vuestros hermanos al contemplar vuestra forma de vivir y escuchar vuestra palabra, os reconozcan como la simiente para un nuevo mundo, como las generaciones que servirán de base a una nueva humanidad. 63. Padres y madres que habéis tenido el privilegio de guiar sobre la Tierra a estas generaciones y a las que están próximas a llegar: ¡Velad y orad por ellas! ¡Preparadles el sendero! Quiero encontrarlas dispuestas a recibir mis nuevas revelaciones. De entre ellas surgirán los profetas que conmuevan al mundo con sus predicciones, como lo hicieron los grandes profetas de los tiempos antiguos, los cuales fueron como heraldos en las horas de prueba y como antorchas en medio de las tinieblas. 64. El mundo espiritual, como un inmenso ángel custodio, velará por los pasos de estas criaturas, ayudando con ello a quienes reciban en su seno como a hijos, a estos seres que os anuncio y os prometo. 65. Yo os bendigo, pueblo, porque en este día, apartándoos por unos instantes de cuanto al mundo pertenece, os habéis entregado al goce espiritual de oírme, reconociendo que en mi palabra se encuentra la paz, la alegría y el consuelo que necesitáis para soportar el peso de vuestra cruz. 66. Mi amor os envuelve, mi paz os acaricia, mi Espíritu os invita a orar por todos los que sufren y no encuentran en la Tierra una gota de bálsamo o una palabra de consuelo y amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 308 1. Amados discípulos: Practicad diariamente la oración espiritual, poniendo en ella todo el propósito de llegar a perfeccionaros. Mirad que además de penetrar en una comunión íntima con vuestro Maestro y de experimentar una paz infinita en aquellos instantes, ella, representa la mejor ocasión para que recibáis mis divinas inspiraciones, en ellas encontraréis la explicación de todo aquello que no hayáis comprendido o que hayáis entendido mal. Encontraréis la forma de prevenir algún peligro, de resolver un problema, de solucionar una confusión. En aquella hora de bendita comunicación espiritual, se aclararán todos vuestros sentidos y os sentiréis más dispuestos e inclinados a hacer el bien. 2. Aprended a orar en esta forma, ahora que vuestro mundo se encuentra erizado de peligros de todas clases, quien aprenda a orar con el espíritu, tendrá las armas que lo harán invencible en la lucha y que le darán fuerza para resistir todas las pruebas. 3. Os traigo mi luz, ya que todavía no sois capaces de alumbrar vuestro camino con vuestra propia luz; mas cuando ya estéis aplicando a vuestra vida mi Doctrina, entonces me diréis: "Gracias, Padre, que nos habéis enseñado a caminar por la senda de la vida, porque ya no volveremos a perdernos ni a tropezar". 4. En aquel tiempo os dije: "Yo soy la luz del mundo", porque hablaba en cuanto hombre y porque no conocían los hombres más allá de su pequeño mundo. Ahora en Espíritu os digo: Yo soy la luz universal, la que alumbra la vida de todos los mundos, cielos y moradas, la que ilumina y da vida a todos los seres y criaturas. 5. Sois hijos del Padre de la Luz, mas si por debilidad vuestra habéis caído en las tinieblas de una vida llena de sinsabores, de errores y lágrimas, estas penas pasarán porque os levantaréis a mi voz, cuando os llame y os diga: "Aquí estoy, iluminando vuestro mundo e invitándoos a escalar el monte en cuya cima encontraréis toda la paz, la dicha y la riqueza que en vano habéis querido atesorar en la Tierra". 6. Mi perdón os envuelve, pueblos y criaturas de este mundo, y mi luz, como el ladronzuelo que de noche penetra en una alcoba, llega hasta lo más recóndito de todos los corazones para hacerles sentir mi presencia de Padre, porque a todos amo. 7. Bendigo vuestras penas y vuestras lágrimas, pueblo amado, pero os digo que todavía no habéis aprendido a aceptar con amor y conformidad el cáliz de amargura. No os habéis propuesto imitarme y por eso muchas veces en vuestras pruebas mostráis inconformidad y hasta rebeldía. 8. Ved que estáis deseando ser mis discípulos y que como tales debéis apurar vuestro cáliz como Yo os enseñé, no vayáis mostrando al mundo vuestra flaqueza, ni vayáis pregonando vuestras vicisitudes. ¿Acaso Yo, durante mi tránsito por la calle de la amargura hacia el Calvario, me rebelé contra mis verdugos? No. Aquellos labios sólo bendecían y decían en voz baja: "Padre, hágase tu voluntad", "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". 9. No olvidéis que el mérito no consiste en sufrir, sino en saber sufrir con amor hacia el Padre, con fe y paciencia, a fin de extraer del sufrimiento el mayor provecho y las más profundas lecciones. Si en vuestras pruebas no hubiese amor hacia la voluntad de vuestro Padre, no habréis hecho méritos ante Mí, no habréis sabido aprovechar la oportunidad de elevaros un poco más y por lo tanto, tendréis que volver a pasar por aquella prueba que es necesaria a vuestro espíritu, otra sería vuestra vida si en vez de arrastrar penosamente vuestra cruz, avanzaseis por el sendero bendiciendo vuestro dolor, pues al instante, sentiríais como si una mano invisible llegara hasta vosotros para apartar de vuestros labios el cáliz de amargura. 10. Bienaventurado el que bendice la voluntad de su Señor, bienaventurado el que bendice su propia amargura sabiendo que ella lavará sus manchas, porque ese está afirmando sus pasos para ascender la montaña espiritual. 11. No siempre será necesario que bebáis hasta el fondo el cáliz de amargura, porque bastará con mirar vuestra fe, vuestra obediencia, vuestro propósito e intención de obedecer mi mandato, para que Yo os exima de llegar al instante más duro de vuestra prueba. Recordad que a Abraham le fue pedida la vida de su hijo Isaac, a quien mucho amaba y que el patriarca, sobreponiéndose a su dolor y pasando por sobre el amor a su hijo, se aprestó a sacrificarlo en una prueba de obediencia, de fe, de amor y humildad que aún vosotros no podéis concebir; mas no le fue permitido que consumase el sacrificio en el hijo, porque ya en el fondo de su corazón había probado su obediencia ante la voluntad divina y con ello era bastante. ¡Cuán grande fue el gozo de Abraham, cuando su mano fue detenida por una fuerza superior, impidiéndole el sacrificio de Isaac! ¡Cómo bendijo el nombre de su Señor y se maravilló de su sabiduría! 12. Pues bien, pueblo amado, Yo quiero que tengáis presentes las grandes lecciones que a través de los tiempos os he dado, para que lleguéis a conocerme verdaderamente, para que sintáis mi presencia en vuestras pruebas, en los instantes difíciles o amargos. Porque hasta ahora, no habéis logrado una completa sensibilidad espiritual que os permita sentir mi presencia, por eso no podéis valorizar mis obras de amor y de justicia que a cada paso realizo en vuestra vida. 13. ¡Cuántas pruebas rechazáis con vuestra ignorancia, sin daros cuenta de la luz que traían a vuestro espíritu! ¡Cuántas lecciones no han llegado a su término, porque vuestra inconformidad, falta de fe o cobardía, no lo ha permitido! 14. No es que Yo os diga que es el dolor lo que debéis amar, no, es la paz, es la dicha, es la luz la que debéis amar, pero ya que el dolor, como resultado de vuestras imperfecciones ha llegado a vuestros labios como un cáliz de redención, apuradlo con paciencia y bendecidlo, sabiendo que a través de él podréis encontrar vuestra purificación, así como la revelación de muchas verdades. 15. Hombres y mujeres de poca fe. ¿Por qué decae vuestro ánimo en las pruebas? ¿No habéis visto nunca cómo me apresuro a levantar al caído, cómo enjugo las lágrimas del que llora, cómo acompaño al solitario y visito al enfermo? 16. Hombres y mujeres que mucho habéis llorado en la vida, a vosotros va dedicada esta lección. Meditad profundamente en ella y veréis qué consuelo tan dulce penetra en vuestro corazón. Una lucecita se encenderá en lo más recóndito de vuestro ser y una sensibilidad que nunca antes habíais experimentado, sorprenderá vuestras fibras dormidas, dejándoos sentir mi presencia espiritual, así en vuestras penas como en vuestras alegrías y en vuestros momentos de paz. 17. Dejad en Mí, en estos instantes, toda queja y dolor, llorad y sollozad porque en el llanto desahogará vuestro espíritu el peso de su fardo y después encontrará más libre al corazón. 18. Llorad, pueblo amado, porque el llanto es una de las oraciones más sinceras que del corazón brotan para Dios. Mañana, cuando hayáis vencido al dolor y hayáis alcanzado la espiritualidad, no será el llanto vuestra mejor oración, sino la paz de vuestro espíritu, a través de la cual os acercaréis a Mí para bendecirme. 19. Hoy me presento en espíritu ante vosotros y os hablo en espíritu para que podáis conocerme un poco más. 20. Cuando estuve en el mundo, el pueblo me vio en cuanto hombre y conoció mi nombre: Jesús. Fue hasta después de mi ascensión, cuando los hombres comenzaron a comprender que aquél que había hablado en Jesús, había sido el Cristo anunciado por los profetas, y desde entonces a Jesús le llamaron Cristo. 21. En verdad os digo, que Cristo no nació en vuestro mundo, porque El fue antes que todos los mundos, puesto que es Uno con el Padre. 22. Quién nació en vuestro mundo y tomó carne de un seno de mujer, fue Jesús, el hombre, el cuerpo bendito que fue mi instrumento y mi intérprete para que la humanidad me viese y me escuchase. 23. Yo, Cristo, el que os habla, fui en Jesús, Yo le di vida, le fortalecí y le inspiré. Fue destinado para cumplir una misión divina y para que su vida, su cuerpo y su sangre consagrados a quien le animaba espiritualmente, sellasen cuanto por sus labios hablase el Verbo. 24. Fue Jesús humana criatura, pero concebida sin mancha, ni impureza, para servir de instrumento a Dios, encarnado en El, el Verbo, que es la divina palabra. A la edad de treinta años, cuando se hallaba en plenitud, el Cristo que habitaba en Él, se manifestó en todo el esplendor de su gloria, de su verdad y su amor. 25. El dulce Jesús, el humilde Nazareno que había esperado la hora en que por sus labios brotase la divina palabra, buscó a Juan en las riberas del Jordán para recibir las aguas del bautismo. ¿Iba Jesús en busca de purificación? No, pueblo. ¿Iba acaso a celebrar un rito? Tampoco. Jesús sabía que era llegada la hora en que El dejaba de ser, en que el hombre desapareció para dejar hablar al Espíritu y quiso señalar esa hora con un acto que se grabarla en la memoria de la humanidad. 26. Las aguas simbólicas no tuvieron que lavar ninguna mancha, pero si para ejemplo de la humanidad, despojaban a aquel cuerpo de todo lazo con el mundo, para dejar que se fundiese en voluntad con el espíritu. Fue cuando los que presenciaron aquel acto, escucharon una voz divina que humanizada dijo: "He aquí a mi Hijo amado, en quien he puesto mis complacencias, a El oíd". 27. Y desde ese instante, el Verbo de Dios se hizo palabra de vida eterna en los labios de Jesús, porque Cristo se manifestó en plenitud a través de Él. Los hombres le llamaron Rabí, Maestro, Enviado, Mesías e Hijo de Dios. 28. Tres años hablé al mundo por aquellos labios, sin que una de mis palabras o uno de mis pensamientos fuese tergiversado por aquella mente, sin que uno de sus actos estuviese en desacuerdo con mi voluntad. Es que Jesús y Cristo, hombre y espíritu fueron uno, como Uno es Cristo con el Padre. 29. Discípulos: Ahora he venido a hablaros comunicándome espiritualmente por medio de hombres, pero no son ellos mi cuerpo, como lo fue Jesús, ni he venido a encarnar en este tiempo por eso veis que, al hablaros a través de criaturas impuras como sois todos vosotros, tenéis que prepararos para escucharme, a fin de encontrar mi divina esencia y mi verdad, más allá del lenguaje torpe e imperfecto de mis portavoces. 30. Benditos sean los que sepan encontrar mi esencia y la separen de las imperfecciones del lenguaje humano, porque ellos serán mis mejores intérpretes, los que no se confundan como aquellos que, estudiando mi palabra y mis obras del Segundo Tiempo, no saben distinguir cuándo es Jesús, el hombre, el que habla y cuándo es Cristo, el Espíritu, el que enseña. 31. Estudiad con amor mis lecciones para que después, cuando tengáis que testificar sobre mi manifestación, sepáis hablar con verdad y sencillez a vuestros hermanos. 32. Me presentáis gozosos vuestras obras, conversáis conmigo y me habláis de vuestros triunfos y también de vuestros tropiezos y Yo, el Padre, que presido vuestra vida y velo eternamente por vosotros, os animo a seguir adelante, a luchar con afán para que lleguéis a alcanzar la virtud y justicia en todos vuestros actos. 33. Habéis aprendido a orar antes de dar un paso, queréis trabajar dentro de la más estricta obediencia a mis leyes, y pensáis a cada instante vuestra responsabilidad como discípulos míos que sois. Estáis preparándoos de tal manera que podáis dar cumplimiento a vuestros deberes en la Tierra, sin que éstos ocupen todo vuestro tiempo y atención, para dedicar las mejores horas, vuestras energías y vuestro corazón al cumplimiento de vuestra misión espiritual. Consideráis que el tiempo de vida que se os concede es el preciso que necesitáis para realizar una obra grande, digna de vuestro espíritu y por eso, al conocer vuestros dones, os disponéis a trabajar con todas las fuerzas de vuestro ser y hay alegría en vosotros y satisfacción en vuestro Padre. 34. Yo os he llamado y os he preparado como un vaso limpio que pueda contener toda la esencia de esta Doctrina, y cuando tengáis este depósito saturado, lo llevéis a vuestros hermanos para que ellos participen también de vuestro gozo. Ya miráis frente a vosotros un vasto horizonte, un camino que comienza en Mí y termina también en Mí. Recordad que os he dicho: "Yo soy el camino" y si lo tomáis obedientemente, si recibís amorosos lo que os ofrece, llegaréis al final con la satisfacción y la paz reflejada en vuestro ser. No traeréis ante Mí queja alguna, porque habréis dado todo lo que poseíais, os habréis ofrecido íntegramente para ayudar a una parte de la humanidad, en su camino hacia la espiritualidad, esa parte que estaba señalada a vosotros en esta Obra de reedificación. 35. No os disperséis antes de sentiros fuertes, estudiad antes de partir a otras comarcas para que seáis faro en el camino de vuestros hermanos. Preparaos como lo hicieron mis discípulos del Segundo Tiempo. Ellos, después de convivir con su Maestro, de beber ávidamente mis palabras y presenciar mi prodigios, se sentían débiles y pequeños para continuar mi Obra, y me pedían que quedase un tiempo más con ellos, pero a medida que se acercaba el día de mi partida, fueron aceptando el que su Maestro tan amado se ausentase y dejara sobre ellos tan delicado cargo. Yo penetré en su corazón y vi el dolor que los embargaba y mis palabras como un bálsamo caían sobre ellos para consolarlos en su grande pena, y les dije: "No temáis, que Yo estaré cerca de vosotros y mi luz descenderá siempre para iluminaros". Así he venido ahora, sólo por un tiempo, en el cual habéis tenido mis complacencias, y también cesará esta palabra para después seguir fluyendo sin mediación de hombre, sino de Espíritu a espíritu. 36. No quiero que lloréis inconformes por la desaparición de estas manifestaciones, sino que así como habéis gozado intensamente con mi palabra, aceptéis que cese esta forma para dar paso a una nueva de mayor altura que os acerque más a Mí. 37. Miradme con vuestro espíritu y penetrad con amor en la solemnidad de este momento. Está mi rayo iluminando a un portavoz y mi palabra fluyendo, para caer en el fondo de vuestro corazón, que es huerto que Yo estoy cultivando con amoroso cuidado. Mi palabra es el agua que lo riega para hacerlo fecundo y próspero y después, esparcir las nuevas simientes sobre los campos ávidos de amor de esta humanidad. 38. Dejad que Yo os guie y al final del camino encontraréis que vuestra obra es grande, porque supisteis obedecer y aceptar mi voluntad. 39. Ya se aproxima el fin de mi comunicación, una vez que concluya este año de 1950. Luego vendrá el torbellino a azotar el árbol corpulento para que caiga de él las hojas secas, sin vida y los malos frutos. 40. Por causa de esa grande prueba que vendrá sobre mi pueblo, muchos corazones caerán como hojas secas desprendidas del árbol que les daba la savia, caerán por falta de fe o de amor, caerán por confusión o por falta de ideal; pero los huecos que dejasen se llenarán más tarde con creyentes fervorosos y discípulos de buena voluntad. 41. Los nuevos discípulos serán entresacados de aquellos que por ahora ni siquiera de nombre conocen mi Obra, unos serán humildes y fervientes desde el primer instante y en cuanto escuchen mi voz que les dice: "Seguidme", me seguirán, imitando a los discípulos que en el Segundo Tiempo encontré pescando en el mar. 42. Habrá también quienes se levanten en contra de mi Obra, persiguiendo encarnizadamente a mi pueblo y también de entre ellos surgirán mis grandes sembradores, mis más fieles y elevados discípulos, quienes recordarán con su conversión a Saulo, mi amado Pablo, quien, con su entrega de amor hacia su maestro, llenó el lugar que entre los doce discípulos había dejado vacante aquel que me vendió. 43. Así, en este tiempo, las nuevas multitudes habrán de llegar entre mi pueblo a llenar el vacío de quienes me volvieron las espaldas, me negaron o me traicionaron. 44. ¡Oh, corazones que vais a serme infieles en la hora de prueba, llevad en vuestros espíritus la semilla inmortal de mi palabra, para que en ella alcancéis un día vuestra salvación! 45. Y a los que vais a serme fieles, a los que van a seguirme hasta el fin, Yo les digo que se preparen, que se fortalezcan en la esencia de mi palabra, para que no vayan a tener ni un solo momento de flaqueza ante aquellos que os juzguen, os critiquen, calumnien o persigan. 46. No apartaréis de vuestra mente el caso de Pedro, mi discípulo, perseguido a muerte por Saulo. Yo le probé al fiel apóstol que no estaba solo en su prueba y que si confiaba en mi poder, Yo le defendería de sus perseguidores. Saulo fue sorprendido por mi luz divina, cuando se encaminaba en busca de Pedro, para prenderle. Mi luz llegó a lo más profundo del corazón de Saulo, quien postrado ante mi presencia, vencido por mi amor, impotente para llevar a cabo la misión que en contra de mi discípulo llevaba, sintió en el fondo de sí la transformación de todo su ser, y, ya convertido a la fe de Cristo, se apresuró a ir en busca de Pedro; pero ya no para matarle, sino para pedirle que le instruyese en la palabra del Señor y le dejase tomar parte en su Obra. 47. Desde entonces Saulo fue Pablo, significando aquel cambio de nombre, la absoluta transformación espiritual de aquel hombre, su conversión absoluta. 48. Así en este tiempo, digo a mi pueblo que, si en verdad confía en mí, como aquellos discípulos, ni siquiera tendrán necesidad de defenderse de sus calumniadores o perseguidores, porque Yo a ellos les sorprenderé a la mitad de su camino, haciéndoles escuchar mi voz en lo más puro de su espíritu, aquella misma voz que habló al corazón de Saulo, diciéndole: "¿Por qué me persigues?" ¡Cuántos casos de conversión tendréis que contemplar! ¡De cuántos prodigios tendrán que ser testigos vuestros ojos! Mas, sabed preparaos y sabed esperar. Velad y orad, pueblo. Las tempestades vendrán a sacudir el árbol y Yo quiero que todos permanezcáis unidos a él, entonces todos podréis ver cumplidas mis profecías. 49. No temáis a la flaqueza de vuestra memoria, pensando que de ella se escape la mayor parte de mis palabras. Yo sé deciros en verdad, que si en el instante de una prueba, supieseis prepararos y penetrar en meditación, mi palabra, aparentemente olvidada, volverá a vuestra memoria. 50. Allí, en el silencio y en el recogimiento de vuestra meditación, os parecerá estar escuchando esta palabra y será que en verdad estaréis recibiendo espiritualmente su esencia. 51. Esa experiencia os llenará de confianza, sabiendo que en cualquier instante de vuestra lucha mi palabra acudirá a vuestros labios y mi luz a vuestra mente. 52. Roque Rojas, el precursor, escribió inspirado por el espíritu de Elías, esta frase: "Caridad y más caridad con vuestros hermanos y veréis a mi Padre en todo su esplendor". Verdad y luz hay en esas palabras, discípulos, porque quien no practicare en su vida la caridad, no entrará jamás en mi Reino. Por el contrario, os aseguro que por la caridad alcanzará a salvarse el pecador más duro y empedernido. 53. No dejaréis para el último momento la práctica de la caridad; no sea que lleguéis con muy escasos méritos ante la prueba del Reino Espiritual y no podáis penetrar. 54. Os aconsejo que en todo el trayecto que os falta por recorrer, vayáis sembrando y cultivando esa simiente para que podáis tener una abundante cosecha. 55. Haced que la caridad sea entre vuestras aspiraciones, la primera, y no os arrepentiréis nunca de haber sido caritativos, porque a través de esa virtud tendréis las mayores satisfacciones y dichas de vuestra existencia y obtendréis al mismo tiempo toda la sabiduría, la fuerza y la elevación que anhela todo espíritu noble. 56. Por medio de la caridad hacia vuestros hermanos, purificaréis vuestro espíritu, saldando en esa forma antiguas deudas, ennobleceréis vuestra vida humana y elevaréis vuestra vida espiritual, más, cuando lleguéis delante de la puerta a la que todos vendréis a llamar, será muy grande vuestra dicha, porque escucharéis la voz de bienvenida que el mundo espiritual os dará, bendiciéndoos y llamándoos en la Obra de regeneración y espiritualidad. 57. Venid a Mí, multitudes y aprended en mi palabra a practicar la caridad, venid y oídme y recibid cuánto vengo a derramar sobre vosotros, para que comprendáis que el más pobre de vosotros, espiritualmente posee un caudal de bienes que a través de vuestra caridad podrán traducirse en vida, en salud, en consuelo, en paz, en sabiduría. 58. Nadie diga que no está en condiciones de hacer obras de caridad, tomando en cuenta su pobreza material, porque será su ignorancia, su falta de fe y su pequeñez espiritual, las que hablen así. 59. Aquí, en mi pueblo, no puede haber pobres, porque mi Reino se ha acercado a los hombres para desbordar sus tesoros en ellos. 60. Es mi palabra como un río caudaloso de aguas cristalinas y puras, que ha llegado a vuestras tierras para lavar y fecundar los campos. Purificad vuestro corazón y vuestro espíritu en ellas, para que caminéis libres del fardo de vuestros errores, a los que llamáis pecados. 61. Si no os purificaseis primero, no podréis experimentar el sentimiento de caridad hacia vuestros hermanos, ni menos podréis fundiros con sus lágrimas ni uniros en su dolor. Tened presente siempre que este pueblo ha traído a la Tierra la misión de unir espiritualmente a la humanidad en una sola familia. 62. Ya estáis en el año de 1950, el último de mi comunicación bajo esta forma; no podréis negar que me habéis escuchado mucho y que al concluir mi mensaje, todo habrá sido dicho por Mí. Entonces es hora de que os diga que dejéis vuestra pasividad y os tornéis en activos labriegos de estas tierras benditas, que dejéis ya de ser tan sólo los que os concretéis a hacer acto de presencia ante mi palabra, a escuchar o a pensar. Es tiempo de que ya vuestro espíritu, liberado de trabas, lazos y cadenas, se levante y surja en este tiempo, entregando al mundo el mensaje que le ha sido confiado. 63. Hace falta que muchos que tan sólo se concretan a asistir a estas manifestaciones espirituales, se inicien en el cumplimiento de su misión, tomando como escuela estos recintos, donde vibra la palabra del Maestro y se escucha el consejo del Mundo Espiritual. Es necesario también que los labriegos que por mucho tiempo se han limitado a trabajar sólo en estos recintos, comprendan que presto viene la hora en que tengan que diseminarse por diferentes rumbos de la Tierra, a extender la semilla de luz y de paz con que mi Espíritu les ha donado. 64. Mucho tendréis que luchar entre vosotros y mucho habré de probaros para que alcancéis aquella preparación que se requiere para el desempeño de vuestra misión. 65. Las pruebas tendrán por finalidad vuestra unificación, porque mientras no exista la unión espiritual en el seno de este pueblo, la semilla que coseché tendrá que ser vana. 66. Por eso, con tiempo os he dicho que empecéis por armonizar entre vosotros si queréis más tarde armonizar con toda la humanidad y se os dijo desde los primeros días; "Caridad y más caridad con vuestros hermanos y veréis a mi Padre en todo su esplendor". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 309 ¡Mi paz sea con vosotros! 1. Bienvenidos seáis, oh discípulos, ante mi cátedra. Me habéis sentido en lo más puro de vuestro ser y he conversado con vuestro espíritu, mi lección será para Israel y para toda la humanidad. Vengo a prepararos, para que la incertidumbre desaparezca de vuestro espíritu. 2. Debéis de llegar a comprender y valorizar lo grande que es la misión que os he confiado; vuestro espíritu, para cumplirla, tiene que rechazar con su oración la duda, el titubeo, saber que necesita la ayuda que sólo le puede dar mis revelaciones, mi enseñanza y mis inspiraciones. Los espíritus que han despertado en esa forma ante mi cátedra, se han convertido de párvulos en discípulos, porque han estado escuchando incansablemente mi enseñanza y cuando pierden una sola de mis palabras, lo lamentan, son los que presienten la lucha del futuro, los que reconocen que tendrán que participar a la humanidad de todos los beneficios que de mi caridad han recibido; y todos los que así han comprendido tan grande responsabilidad, aquí están escuchando mi enseñanza a través del portavoz, palabra que les viene a explicar y esclarecer todas las pruebas, lecciones y acontecimientos, que en vuestra vida vais recibiendo, porque de cierto os digo, que no solamente me concreto a hablar a través del portavoz. Hay una infinidad de formas para comunicarme con vosotros, y ésta es una de ellas, por medio de la cual os hago oír mi enseñanza en forma humana, Yo me comunico a cada instante con mis hijos, no busco el día o la noche, no tengo hora ni instante fijos para acercarme a vosotros, eternamente estoy en todo lo creado. 3. Mi presencia universal lo llena todo, en ningún sitio o plano del Universo, existe el vacio, todo está saturado de Mí. 4. Vuestro espíritu, siempre se ha comunicado conmigo, pero hasta ahora no habéis alcanzado el pleno conocimiento de esta comunicación, y es por eso que en el Tercer Tiempo he venido a manifestarme por vosotros mismos, convirtiéndoos en portavoces del Verbo Eterno, para deciros: que de esta comunicación a la de espíritu a Espíritu, hay solamente un paso, para que os esforcéis en alcanzar la máxima comunicación con mi Divinidad, pero antes tendrá que desaparecer esta etapa de comunicación a través del portavoz. 5. Cuando ya no me tengáis bajo esta manifestación, elevaréis vuestro espíritu evocando mi nombre y en esa forma de buscarme, ¡Cuántas lecciones os voy a revelar! Mi Divina inspiración os va a iluminar senderos que tenéis que recorrer. Será entonces cuando lleguéis a mirar vuestro pasado, ya no en tinieblas, sino con la claridad del día, comprenderéis los pasos que habéis dado, reconociendo cuáles fueron con acierto y cuáles no, en esa práctica elevada se fortalecerá Israel y esa fuerza irá de corazón a corazón y de pueblo en pueblo, hasta que todas las criaturas me busquen de espíritu a Espíritu. 6. Dirigid vuestra mirada, escudriñad en el mundo y contemplaréis su materialismo, sus bajas pasiones, su perversidad, os parecerá por ahora imposible el establecimiento de la espiritualidad, pero el Maestro os ha dejado ejemplos en los tiempos pasados para que no desfallezcáis. Pensad que cuando Yo me hice hombre para habitar entre vosotros, traje al mundo una enseñanza tan elevada para la humanidad, que aun a mis discípulos les parecía difícil y aún imposible de practicar; sin embargo, aquellos apóstoles dejaron un ejemplo de cumplimiento en mis leyes de amor y ellos, con su sacrificio, fecundaron e hicieron florecer y aun fructificar el mensaje de amor que sembré en el corazón de aquel pueblo. ¿Por qué entonces ha de ser imposible la práctica de la espiritualidad en el Tercer Tiempo entre los hombres? 7. De cierto os digo: Grandes señales está dando la humanidad de que su materialismo va llegando a su fin. Los adelantos de los hombres de ciencia, que han obtenido de la propia Naturaleza sus secretos, están llegando a su límite y los elementos se volverán en contra de aquellos que los profanan. La naturaleza se negará a dar sus frutos para uso del mal y los hombres en su locura y en su odio, hallarán la muerte, encontrarán el fruto de sus ambiciones que su propia mano ha desencadenado: tempestades, epidemias, plagas y ¿Quién podrá detener todo aquello? ¿Acaso su propia mano? ¿Acaso la ciencia humana, que ha profanado mis arcanos al abrirlos con otra llave que no ha sido la del amor? De cierto os digo, que sólo abrirán las puertas de mi justicia celestial. 8. ¡Ay, en verdad, de los hombres del Tercer Tiempo! Su lamento se escuchará en todos los ámbitos de la Tierra, las heces del cáliz de amargura serán bebidas como no lo fueron en ningún tiempo pasado y cada uno tendrá que tomar la parte que le corresponda porque el dolor se agudiza día tras día y comienza ya a sentirse hambre y sed, hambre de simiente virgen y sed de aguas cristalinas, verdad y eternidad. 9. ¿Cuál es vuestra misión ante estos acontecimientos entre los hombres? Asimilar mi enseñanza, comprenderla, vivirla, porque el Espiritualismo no debe estar solamente en vuestro labios, sino que debéis practicarlo viviéndolo espiritual, moral y materialmente, sin caer en fanatismo, ni en misticismo, viviendo con pureza y sencillez, dando al espíritu el valor y el sitio que le corresponde, para que él haga justicia sobre su materia en la vida humana que es perecedera, para que exista una perfecta armonía entre la humanidad. 10. Yo bendigo cada uno de vuestros pasos dentro de mi Obra y haré que se multipliquen para que más tarde, cuando os ofrezcan los largos caminos del mundo, podáis ir por ellos como emisarios de mi paz y de mis nuevas revelaciones. Es mi voluntad que vuestro espíritu aleccionado por mis divinas lecciones, trace sendas de regeneración a los hombres y puedan éstos despertar a los ideales sanos, inspirándose en lo sublime para lograr la espiritualidad. Para ese tiempo habréis alcanzado la preparación indispensable y teniendo temple en vuestro espíritu, nada podrá haceros retroceder en vuestro camino. 11. Para entonces, las pruebas que hoy os estremecen y os detienen en el sendero, tan sólo serán como débiles brisas que no llegarán a herir vuestra faz. Será entonces cuando llegaréis a reconocer la fuerza que habéis adquirido al cumplir con mi Ley. Seguid preparándoos, penetrad más y más en el sentido de mi palabra. Por ahora, haced lo que os corresponde como discípulos y dejad que Yo me manifieste en vosotros como Maestro, como Padre, como luz. 12. Todos los espíritus cumplirán con su misión y de cada uno de ellos Yo me serviré, para que todo se encuentre preparado, para que se cumpla mi palabra; mas si vosotros creéis que sois los únicos que estáis encargados de redimir a la humanidad, sobre de quienes pesa la cruz del cumplimiento, estáis equivocados. A vosotros corresponde tan sólo una parte mínima en esta Obra, porque a cada criatura, en su distinto plano, le corresponde colaborar en la unificación del Universo. 13. Habrá muchos que se levanten con el ideal de la paz, con la oración, el amor y la buena voluntad, como instrumentos de labranza, esas virtudes los identificarán y sus espíritus vencerán con mi enseñanza. 14. No os convirtáis en jueces de vuestros hermanos y de mi divina justicia. Mi Ley es muchas veces juzgada por los hombres y Yo os digo: En mis altos juicios, solamente Yo puedo penetrar. 15. Los hambrientos y sedientos de paz que en la zozobra están viviendo, esperan día tras día el golpe de mi cetro de justicia, que se descargue sobre aquellos hombres que conducen a los pueblos a la miseria, a la destrucción. Vosotros no debéis de contaros entre los que así me esperan, porque mi justicia divina es perfecta y Yo os lo demuestro con mi amor. 16. Analizad mi palabra para que no os confundáis como muchos, ante los hechos de mi justicia divina, cuando Yo toco con fuerza a los que cometen tan sólo una leve falta y en cambio, aparentemente absuelvo a los que han cometido un grave error. El Maestro os dice: Si toco con fuerza al que ha cometido una falta leve en apariencia, es porque conozco la debilidad de los espíritus y al apartarse del sendero del cumplimiento, ello puede ser el primer paso que lo encamine al abismo y si a otros les absuelvo de un grave error, es porqué sé que una falta grande, es motivo de un arrepentimiento también grande para el espíritu. 17. No juzguéis, no sentenciéis, no deseéis ni con el pensamiento, que mi justicia caiga sobre aquellos que causan derramamiento de sangre entre los pueblos. Pensad tan sólo que ellos, como vosotros, también son mis hijos, mis criaturas y tendrán que lavar sus grandes faltas con grandes restituciones. De cierto os digo: Esos mismos, a quienes señaláis como los que sin misericordia han destruido la paz y os conducen al caos, esos mismos serán los que en los tiempos venideros se constituirán en los grandes sembradores de mi paz, los grandes benefactores de la humanidad. 18. La sangre de millones de víctimas clama mi justicia divina desde la más 19. ¿Acaso creéis que soy débil en mi justicia ante estas faltas de mis hijos? ¿Soy por ventura el juez tolerante y frágil? En verdad os digo, que desde el primer homicida del que tenéis conocimiento, que fue Caín, Yo manifestaré la misma justicia de la que os hablo en este instante. Mientras que Caín y Abel me ofrecían sus holocaustos, Yo contemplaba la ofrenda de cada uno, la de Abel era inocente y sincera, la de Caín era vanidosa. Recibí la de Abel y rechacé la de Caín y él, comprendiéndolo así, lleno de odio y de despecho, dio muerte a su hermano. Le reclamé aquella vida, aquella sangre, le demostré mi descontento y él me dijo: Grande es mi iniquidad para ser perdonado, te has disgustado conmigo porque he matado a mi hermano, me arrojas de esta tierra y yo siento que en el camino he de ser muerto, como yo maté a mi hermano. Y Yo le contesté: De cierto te digo, que aquel que matare a Caín, siete veces será castigado. Comprendió entonces que Yo aún le amaba y que era prueba de ello el que le otorgaba mi perdón, pero que era menester restituir aquella falta, lavar la mancha y hacerse digno de aquel sublime y divino perdón. 20. ¿Cuál fue la voz que habló a Caín? La de su propia conciencia, ese juez interno que Yo he colocado en cada una de mis criaturas humanas. Esa misma voz hablará a cada uno de los hombres y será implacable, porque es juez que no se deja sobornar, le hablará con la misma claridad con la que le habló a Caín, mas, debéis de comprender que Caín no sabía de la magnitud de su crimen al derramar la sangre hermana, no conocía lo que era la muerte, pero los hombres de este tiempo, sí saben lo que ella es. 21. Por eso en este tiempo, no esperaré a que la justicia de los hombres se haga sentir en las faltas de sus hermanos, Yo, en mi tribunal, esperaré la llegada de cada uno de mis hijos, y allí mi juicio les dará la sentencia que les corresponda, para que restituyan en el sufrimiento que da el remordimiento ante la conciencia. Allí será donde comprendan el gran amor de su Señor. 22. En este Tercer Tiempo, Yo os he traído la confirmación de la reencarnación del espíritu. La humanidad a través de los tiempos, ha tenido esa intuición y el espíritu ha venido revelándole este misterio a la carne, pero ésta siempre incrédula y frágil, lo ha puesto en duda. Han venido seres del más allá a entregar esta revelación a los hombres y sola han sido creídos por algunos, mas éstos han sido combatidos en sus creencias y repudiados por los ignorantes e incrédulos, pero hoy palpita cual nunca entre la humanidad el presentimiento, la certeza de estas manifestaciones, aunque no todos se atreven a confesarlo, por temor al mundo; pero Yo he venido en este tiempo a traeros la confirmación y a deciros: En la reencarnación del espíritu se manifiesta mi Ley perfecta de amor y de cierto os digo: Cuán pocos son los que tan sólo una vez han venido a encarnar en la Tierra, y cuántas oportunidades les he brindado a los espíritus a través de distintas materias en el mundo, para restaurar lo que habían hecho de malo los espíritus, pero vuestra materia es un espeso velo que os impide descubrir el fondo de estas enseñanzas. 23. Muy poco es lo que os he permitido conocer acerca de lo que habéis sido a través de los tiempos, porque no quiero que vosotros en materia, antes de que hayáis alcanzado la verdadera preparación espiritual, penetréis en el santuario, en la intimidad de mis altos juicios; no quiero que hagáis de las enseñanzas acerca de la vida espiritual, nuevas ciencias que tan sólo os conduzcan a la curiosidad, el escrutinio y a la pérdida de tiempo. No quiero que en la senda espiritual deis un paso que os sea inútil, quiero que todos os sean de provecho, que solamente escuchéis y os sea revelado, lo que os ayude en vuestra evolución espiritual, más todo aquello que sólo os sirva de satisfacción humana, eso no lo concretéis, siempre estará detrás de un velo, porque constituye lo sagrado, lo íntimo de vuestra herencia espiritual. 24. Cuando esta humanidad dé pasos firmes en la espiritualidad, en el cumplimiento de mis leyes, desde su vida humana irá descubriendo grandes lecciones del Espíritu Santo y entonces tendrá la visión clara del pasado, del presente y del futuro, tan sólo limitada hasta donde sea mi voluntad. Por eso, discípulos, penetrad en la verdadera senda de la espiritualidad que os enseña esta Doctrina, para que seáis los buenos profetas, los que anunciéis el peligro a la multitudes y les evitéis el fracaso. Yo os ayudaré en vuestra misión, señalándoos en el momento propicio, una parte de la vidas anteriores de aquellos incrédulos, más no será para que les juzguéis, sino para que les instruyáis en mis revelaciones. 25. Así irán despertando los hombres en su evolución y llegarán a comprender que no es suficiente una vida humana, para conocer mi eterna lección. 26. Si en esa lucha, llegáis a poner todo vuestro ahínco, mucho será lo que alcancéis, pero ¿Quién de vosotros tiene la certeza de regresar o de ya no volver a este mundo? ¿Quién es aquél que pueda decir: Todo lo que hice en la vida, era lo que el Padre trazó para mi destino, ya puedo pasar a otros mundos y acercarme más a Dios a través de la escala infinita de la evolución? De cierto os digo que para comprender estas lecciones, es muy pequeño el conocimiento que tenéis, pero todos aquellos que cumplan con su misión, habrán dado un paso hacia Mí, en el sendero espiritual e irán de lección en lección, de morada en morada, hacia la eternidad, de no ser así, ¿Creéis que estaríais capacitados para morar en los planos superiores y que os lo permitiría la conciencia que es mi propia justicia? 27. Sed sumisos, trabajad y dejad que en vosotros se cumpla mi divina voluntad. Muchos veréis llegar aun en materia, el cumplimiento de mis profecías, la transformación de esta humanidad, la redención de todos en mi Ley, pero antes tendrán que penetrar en las grandes luchas, en grandes contiendas que aún son desconocidas para los hombres, que aún no las registra la historia; y si vosotros, que ya tenéis conocimiento de lo que va a pasar, de los acontecimientos que se avecinan, tendréis que purificaros, ¿Qué será de aquellos que aún no han despertado ante las lecciones del Espíritu Santo, que han profanado mi Ley, que han olvidado su misión, que viven en sus tradiciones y se han cargado de cadenas de ignorancia? 28. La turbación, el sufrimiento y el remordimiento, serán como un crisol para las grandes legiones de espíritus que acudirán ante su propio juez, mas de cierto os digo que, a ellos también les ayudaré y cuando despierten de su profundo letargo, contemplarán mi faz radiante que os muestra mi perdón, y sólo esperarán que Yo les envié al sendero que antes profanaron y despreciaron, para restituir sus faltas y dignificarse ante mi amor y Yo, como Padre amoroso, se los concederé. 29. Por eso os digo en mi enseñanza, que aquellos a quienes hoy veis manchados con la sangre hermana y con todas las faltas, no debéis de juzgarlos, porque en vuestra existencia eterna, hay mayores faltas que la de derramar la sangre hermana; mas por ahora, no pretendáis conocerlo todo, ya os he advertido que en mis altos juicios, solamente Yo. 30. Ahora sólo debéis amar y perdonar y si os permito que estudiéis y analicéis los acontecimientos que os rodean, es porque no quiero que seáis indiferentes y ciegos a insensibles ante el dolor de vuestros hermanos. Yo he venido a sensibilizaros con mi Doctrina, para que llegado el momento, podáis impartir la enseñanza, la comprensión, el amor, el perdón y el consuelo, entre todos vuestros hermanos. Para ello, os convierto en faro de luz, en estrella luminosa y en el fiel amigo, para que así os comportéis en vuestro hogar, en las instituciones y entre los pueblos. 31. Ya no quiero que os contempléis como extranjeros, quiero que entre vosotros, florezca la fraternidad universal y que ella comience a dar su fruto en vuestro seno. 32. Bien está que cumpláis con vuestras leyes humanas, pero sobre ellas poned mi Doctrina y vuestra espiritualidad. Sed obedientes a mis leyes; y en verdad os digo que de los más graves conflictos que por causa de las leyes humanas se os presente, Yo os libraré, pero combatid la injusticia, luchad contra la perversidad, no con las armas fratricidas, ni con el odio, sino con mi simiente de amor. No estaréis solos en la lucha, ya os he dicho que entre la humanidad hay pueblos en los cuales ya se levantan los hombres libertándose de su materialismo, fortaleciéndose en sus vicisitudes, con el ideal de comunicarse conmigo. ¿Quiénes son esos espíritus? Por ahora no es menester que los conozcáis. 33. Elevad vuestro espíritu, amaos los unos a los otros, uníos en el Más Allá con el ideal de fraternidad universal. Yo os llamaré a la montaña espiritual y allí estaré con unos y con otros, con todos aquellos que anhelen la paz, la redención; para entregarles la fuerza y la fe en mis revelaciones; para que así, dotados, puedan continuar en su camino. Seguirán surgiendo espíritus, los unos como flores silvestres, los otros como espinas en un desierto; pero tanto unos como otros, estarán unidos por un mismo ideal, y en el Más Allá, las flores de vuestro amor, se unificarán para llegar como una ofrenda de amor a Mí. 34. Así os instruyo ¡Oh discípulos! En el último año de estas manifestaciones, porque de cierto os digo, que finalizando esta etapa, será sometida vuestra espiritualidad a muy grandes pruebas. ¿Cuántos quedaréis a merced del fanatismo y de la idolatría? ¿Cuántos estaréis a un solo paso de la mistificación y cuántos más por significarse entre la humanidad, querrán añadir a mi Obra, lo que a ella no pertenece? ¡Velad y orad, oh pueblo! Mas no olvidéis que mientras más pura y más sencilla sea vuestra práctica y más se inspire en mis leyes, mayor será la perfección que alcance vuestro espíritu. Tened menos ceremonias y ritos y mayor espiritualidad, más caridad y amor para con vuestros semejantes y me estaréis amando a Mí. 35. Viene un tiempo de idolatría y fanatismo, en todos los pueblos de la Tierra, los ritos y las ceremonias alcanzarán mayor intensidad y serán llevados al extremo. Los ministros y sacerdotes de las distintas religiones y sectas conducirán hasta la exaltación a sus pueblos. Yo así lo permito, porque esto será como una tempestad entre la humanidad y en ese caos los espíritus se sentirán como náufragos, no habrá ninguno que llegue a sentirse en puerto seguro o en una barquilla salvadora. 36. Llegará el momento en que la confusión sea con todos los espíritus y éstos no encuentren en ningún sitio el refugio de la paz. Será entonces cuando los hombres busquen las mentes más preclaras de los ministros más eminentes por su mayor inteligencia, de los que son tenidas por santos por la humanidad, y su asombro será muy grande, cuando se den cuenta de que ellos son también náufragos que van sin brújula, sin paz y sin luz. Entonces vendrán las tinieblas, pero en medio de ese caos, se levantarán los espíritus buscando su salvación y más allá de los densos nubarrones, contemplarán la luz, como una nueva vida, como una nueva aurora y esa luz será la del Espíritu Santo, será el faro que alumbre a todo el Universo, esperando el retorno de los hijos, iluminando los océanos tempestuosos. 37. Después de ese tiempo de pruebas, vendrá la libertad del espíritu para la humanidad. La planta de los hombres pisoteará a sus ídolos de ayer, desengañados; destruirán sus recintos de vanidad, de pompa y de falso esplendor. Los autores de obras doctrinarias, llevarán sus propias obras al fuego. 38. En ese tiempo, el más torpe y humilde de vosotros, será escuchado con atención. Cuántos de los que ahora, entre este pueblo sencillo y humilde, escuchan mi enseñanza y se sienten humildes, considerándose faltos de elocuencia y de espiritualidad, después se verán rodeados de multitudes y entre ellas, algunos de los que les tuvieron por locos, cuando me escuchaban a través del portavoz. Cuántos de los que hoy ponen en duda mi mensaje, llorarán después como Pedro, al contemplar a cada paso el cumplimiento de mi palabra. 39. Mientras tanto, seguid preparándoos, fortaleced vuestro espíritu, porque ella sólo os pide redención, salvación, por la espiritualidad. Mas ¿Qué es espiritualidad? Es la senda trazada por Mí desde el principio de los tiempos y por la cual llegarán todos los espíritus purificados, al seno de Dios. En ella está la Ley Divina, que es origen de toda virtud. Allí está el libro abierto, el Libro de la Vida, que encierra toda la sabiduría de Dios, por esa senda, una vez más he venido a invitaros. 40. Desde lo alto de la montaña os hablo por tercera vez diciéndoos: Yo soy el camino, la verdad y la vida, ya no os apartéis de Mí. 41. Recordad que cuando mi cuerpo fue desclavado de la cruz y luego sepultado, consternados los discípulos y sin poder comprender lo que había pasado, creyeron que con la muerte del Maestro todo había terminado. Fue menester que sus ojos volviesen a verme y sus oídos me escuchasen de nuevo para que su fe se encendiese y su conocimiento en mi palabra se afirmase. 42. Ahora debo deciros que entre aquellos discípulos hubo uno que jamás dudó de Mí, que nunca titubeó ante las pruebas y ni por un instante me abandonó. Fue Juan, el discípulo fiel, valeroso, ferviente y amantísimo. Por ese amor lo confié a María, a los pies de la cruz, para que siguiese bebiendo el amor en aquel corazón sin mancha y a su lado, se fortaleciese aún más para la lucha que le aguardaba. Mientras sus hermanos, los otros discípulos, iban cayendo uno a uno bajo el golpe del verdugo, sellando con su sangre y su vida la verdad de cuanto predicaban y el nombre de su Maestro, Juan vencía a la muerte y escapaba del martirio. Confinado al destierro, no supieron sus perseguidores que allí, en aquella isla a donde le arrojaban, descendería de los cielos sobre aquel hombre, la gran revelación de los tiempos que vosotros estáis viviendo, la profecía que habla a los hombres de cuanto ha de ser y se ha de cumplir. 43. Después de amar mucho a sus hermanos y dedicar su vida para servirles en el nombre de su Maestro, tuvo Juan que vivir aislado de ellos, solitario, pero siempre orando por la humanidad, siempre pensando en aquellos por quienes Jesús había derramado su sangre. 44. La oración, el silencio, el recogimiento, la pureza de su existencia y la bondad de sus pensamientos, hicieron el milagro de que aquel hombre y aquel espíritu evolucionase en un breve tiempo, lo que espíritus han necesitado de miles de años para poder alcanzar. 45. Sí, discípulos, Juan es un ejemplo de lo que alcanzará el espíritu de la humanidad en tiempos que están por venir. El éxtasis de Juan, a través del que hablaba, veía y oía, fue la revelación de lo que vosotros habríais de contemplar en este tiempo. Los mirajes espirituales representados con símbolos, fueron vistos a través del don de la videncia o sea de la mirada espiritual. 46. La voz divina y la voz del mundo espiritual que llegaba hasta su cerebro y tocaba su corazón, fueron señales precursoras de la comunicación que por medio de portavoces y facultades habéis tenido en este tiempo; y finalmente, Juan, escribiendo por indicación de un ángel, todo lo que veía y oía, reveló a la humanidad la comunicación de espíritu a Espíritu que había de venir cuando los hombres se hubiesen despojado en su vida, de impurezas y de materialismo. 47. ¿Cuándo fijarán los hombres su atención en lo que dejó escrito mi amado discípulo? Extraña es la forma en que está descrita su revelación, misterioso su sentido, profundas hasta lo infinito sus palabras. ¿Quién podrá entenderlas? Los hombres que comienzan a interesarse en la Revelación de Juan, se profundizan, analizan, observan y estudian. Unos se aproximan algo a la verdad, otros creen haber dado con el contenido de la revelación y lo proclaman a todo el mundo, otros se confunden o se fatigan de buscar y concluyen negándole esencia divina a aquel mensaje. 48. Ahora vengo a deciros, discípulos del Tercer Tiempo, que si en verdad anheláis penetrar en ese santuario y conocer el fondo de aquellas revelaciones, tendréis que iniciaros en la oración de espíritu a Espíritu, misma que Juan practicaba en su destierro, tendréis que comprender de antemano que la Divina Revelación, aunque representada con formas y figuras materiales, toda ella habla del espíritu de la humanidad, de su evolución, de su lucha, de sus tentaciones y caídas, de sus profanaciones y desobediencias. Habla de mi justicia, de mi sabiduría, de mi Reino, de mis pruebas y de mi comunicación con los hombres, de su despertar, de su regeneración y finalmente, de su espiritualidad. 49. Allí os revelo la jornada espiritual de la humanidad, dividida en épocas, para que mejor comprendáis la evolución del espíritu. 50. Pues bien, discípulos, si la revelación se refiere a vuestra vida espiritual, justo es que la estudiéis y la miréis desde el punto de vista espiritual, porque si la tomáis para analizarla a través de hechos materiales solamente, acabaréis por confundiros como tantos otros. 51. Ciertamente que muchos acontecimientos materiales están y estarán relacionados con el cumplimiento de aquella revelación, pero debéis saber que esos hechos y señales son también formas, son figuras y ejemplos que vienen a ayudaros a comprender mi verdad y a ayudaros a cumplir con vuestro destino de elevaros hacia Mí, por el camino de la limpieza de espíritu, de la que os dejó un luminoso ejemplo Juan, mi discípulo, quien se adelantó miles de años a la humanidad al comunicarse de espíritu a Espíritu con su Señor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 10 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 11 ENSEÑANZA N° 310 1. Venid a Mí, humanidad extraviada y errante, buscad primeramente mi Reino y cuando ya os encontréis en él, bebed en la fuente inagotable de mi sabiduría, mas no olvidéis que mi Reino no es de este mundo y que solamente cumpliendo con mis leyes de amor, podréis conquistarlo. 2. Discípulos: El presente año de 1950 traerá consigo acontecimientos decisivos para todos los hombres, por eso es tan grande vuestra responsabilidad al encontraros escuchando mi enseñanza. 3. La humanidad está enferma, está ciega y a un paso del abismo. El Padre, por vuestro conducto, la viene a salvar; de cierto os digo que ninguno se perderá. 4 Si Yo amo por igual a todos mis hijos, ¿por qué entonces existe desolación en el mundo? Esta es la pregunta que se hacen los hombres y vosotros sabéis el por qué de los acontecimientos. 5. No es la primera vez que vuestro espíritu viene a habitar en este mundo, ha mucho tiempo que a través de distintas materias, Yo le he permitido que reencarnara para que así reparase sus yerros y se dignificara ante mi Ley; puse en la Tierra a los espíritus desde el principio de su formación para que ganaran, por sus propios méritos, el poder llegar a mi Reino. 6. El espíritu del hombre ha sido la criatura predilecta de la Creación, lo he donado del libre albedrío como una prueba de mi amor. Todos los seres están sujetos a mi voluntad; mas si los hombres en el ejercicio de su libre albedrío sólo han sabido alejarse del camino de mi amor, deberán por ese mismo camino trazado por su libre albedrío, alcanzar su salvación. 7. El tiempo de la cosecha ha llegado para todo espíritu y por eso es que contempláis la confusión entre los hombres; pero de cierto os digo: en ese caos cada quien cosechará su propia siembra, mas ¿qué será de aquellos mis hijos que siempre han faltado a mi Ley? En verdad que a todos los que duermen sin querer analizar, sin estudiar mis lecciones, las pruebas les llegarán como un torbellino que les hará caer; y para aquellos que sí han obedecido mis enseñanzas, será como un estímulo para su cumplimiento, como un hermoso galardón que Dios les conceda. 8. El Padre es actividad inagotable, trabaja eternamente para todos sus hijos y ante ese ejemplo, vosotros también debéis ser incansables en el cumplimiento de vuestra labor, para que así os identifiquéis con vuestro Señor. Comprended que para vosotros vuestro trabajo es una verdadera bendición, porque consiste en acercaros más y más a vuestro Dios, ese es el secreto del perfeccionamiento de vuestra vida. 9. El hombre ha evolucionado y en su desarrollo muchos frutos son los que ha logrado, para poder servir a la humanidad; pero ahora, en su soberbia, ha llegado a creerse superior a su Creador. 10. Me preguntáis si puedo ayudar a mis hijos a salir de su confusión. Y Yo contesto: Sí, pueblo; la oportunidad que he dado al espíritu en sus reencarnaciones en su vida humana, es una prueba de mi amor, porque mi Reino sólo puede ser conquistado con las buenas acciones de amor y de caridad que ejecuten mis hijos, siguiendo los dictados de su conciencia y en pleno uso de su libre albedrío. 11. Vosotros, aun cuando os sintáis pequeños y débiles, debéis ayudar a vuestros hermanos con el poder infinito que os he confiado en la oración; la oración limpia y pura que os he enseñado, es la que debe unir a toda la humanidad en el aprisco de mi amor. 12. Orad, discípulos, enviad vuestro pensamiento como un mensaje de paz, hacia aquéllos que con su inteligencia están transformando vuestra vida, para que los frutos que alcancen, sean como bálsamo para las penas de la humanidad. 13. ¿Por qué os llama el Señor el pueblo escogido? Porque desde el Primer Tiempo Yo os señalé una delicada misión entre vuestros hermanos, mas no os doté de mayores dones ni os dejé sobre los demás pueblos, sino que os convertí en el hijo fiel, en el emisario de mi mensaje de luz y de amor para todos los pueblos aún errantes en la Tierra. 14. A vosotros os he concedido la gracia de escuchar mi palabra a través del portavoz, mensaje que, llegado el momento debéis de llevar al corazón de la humanidad. 15. Discípulos: Aprovechad el tiempo, mirad a los hombres hundidos en su materialismo, buscando las falsas voces del mundo, en ellos será el sufrimiento, y solamente así despertarán ante su conciencia. El sufrimiento, aunque no lo comprendáis mientras lo estáis viviendo, es para vuestro espíritu una bendición. 16. Elevaos en espíritu hacia Mí, por sobre toda pena, por sobre toda tentación o flaqueza, y entonces comprenderéis cuán hermoso es el camino que os ofrezco en el cumplimiento de mi Ley. Si miráis a la humanidad que en su perdición ha llegado al colmo de su perversidad, el Padre os dice: El espíritu ha evolucionado, la crueldad de las guerras lo ha despertado y hoy que busca la paz por todos los caminos, se encuentra en las encrucijadas. 17. He ahí vuestra misión, Israel, cada uno de vosotros deberá guiar con su oración y con su ejemplo a la humanidad. Ninguno tiene derecho de hablar de las imperfecciones de sus semejantes, porque ¿quién de vosotros es perfecto? A nadie juzguéis y sed el buen ejemplo entre los hombres: Así debéis de vivir, como un reflejo de la paz y de la felicidad eterna, y los hombres, hastiados de tantos sufrimientos, llegarán hasta vosotros para deciros: Dadnos de vuestro pan, dadnos de esa agua inagotable. 18. Las naciones están luchando por una paz que aún no han conseguido; en algunas partes del mundo, las guerras se han detenido, pero en otras, el caos sigue envolviendo a los hombres en sus luchas fraticidas; en vano quieren que la paz reine en este mundo, porque les falta amor y caridad. Los hombres tiemblan de temor ante las nuevas armas creadas por la inteligencia humana. Ayudadlos, pueblo, extended hacia ellos mi mensaje de amor que he venido a confiaros, no sintáis preferencia por razas, lenguas o ideologías, ved tan solo en ellos a vuestros hermanos necesitados de consejo y de amor. 19. Orad, porque de cierto os digo que mi paz, venciendo el egoísmo y las flaquezas humanas, llegará a todos los pueblos de la Tierra. 20. Así vendrá a vosotros mi Reino y entonces, las invenciones que ahora causan la destrucción y la muerte, serán tan solo empleadas en la reconstrucción necesaria para hacer de este mundo el verdadero paraíso. Quiero que por fin el hombre llegue a perfeccionarse que gobierne este planeta, como el Padre gobierna el Universo: con amor. 21. El hombre que llegue a tener una grande fe en mi Ley y que, con verdadero amor enseñe mi Doctrina, nada tiene que temer, porque será un instrumento del Padre y al mismo tiempo una parte de Dios. 22. Discípulos: así como la luz disipa las sombras, así vosotros, con mi mensaje divino, podréis disipar la ignorancia de la humanidad. 23. Mi palabra revelada en este Tercer Tiempo, hará que los hombres descubran el verdadero sentido de la justicia y harán leyes inspiradas en mi Obra. 24. Esta Doctrina, desconocida todavía por la humanidad, llegará a extenderse por toda la Tierra, arraigando en el corazón de muchos pueblos. La espiritualidad alcanzará su plenitud en la humanidad del futuro. 25. Vosotros habéis tenido la gracia de escuchar mis mensajes a través de mis portavoces, pero no llegaréis a ver el florecimiento de mi Doctrina, porque para entonces ya no perteneceréis a esta Tierra. Serán otras generaciones las que testifiquen el cumplimiento de mi palabra, porque a vosotros tocó la misión de ser precursores de la espiritualidad. 26. No por ello vuestra misión será menos importante que de las futuras generaciones, por el contrario, pensad que mucho depende de vosotros que aquellos se encaucen por el buen camino, que sean buenos intérpretes de mi Obra y buenos discípulos. 27. Haréis vuestra parte, que ya os he dicho es muy importante, mas no os envaneceréis de ello, porque quien se envanece dentro de una Obra espiritual, ese no ha sabido ser un discípulo digno, ya que una de las condiciones principales para ser discípulo mío, es la humildad. 28. Contemplaos en el espejo de vuestra conciencia a fin de ver si él no refleja ninguna impureza. Miraos en ese espejo interior antes de intentar juzgar las obras de vuestros hermanos, entonces habrá más limpidez y verdad en vuestros hechos. 29. Os digo esto, porque veo que muchos de vosotros gozáis juzgando los errores que en los diversos cultos cometen vuestros hermanos, así como sus ritos y sus prácticas. Yo os digo que más os vale no juzgar religiones ni credos, ya que desconocéis por ahora su alcance espiritual. 30. Os dejaré como orientadores, mas no como agitadores. Vuestra semilla será de paz y de concordia; pero nunca de confusión, ni de violencia. 31. Mi palabra es de unificación y de paz, para que, al inspiraros en ella, sepáis tender la mano a vuestros hermanos, sabiendo siempre respetar su fe, como algo sagrado, porque su fe es un altar interior en el que Yo habito. Entonces sabréis ver en vuestros hermanos el desarrollo que a través de su lucha, de su esfuerzo y sus vicisitudes han alcanzado. 32. Si al comparar la forma en que vuestros hermanos practican su culto y la forma que vosotros tenéis, encontrasteis diferencias, no os detengáis juzgando por lo exterior y sabed penetrar a fondo, donde existe la verdad. Si sois espiritualistas, pensad que tendréis que buscar siempre el espíritu y no las formas exteriores. 33. Si así llegaseis a comprender a vuestros hermanos, bien pronto descubriréis que todo hombre avanza por diferente camino, pero que todos los caminos convergen en un mismo punto que es la senda hacia la luz, hacia la verdad y la vida. 34. Ya veis que con sólo llevar en vuestro espíritu el conocimiento de mi palabra no es suficiente, pues queda la parte más importante, que es la de llevar a la práctica mis enseñanzas. Esa es la prueba, en la que debéis mostrar cuanto habéis aprendido de mi palabra. 35. Cuando al hablaros en sentido figurado os he dicho que cierro vuestros labios, ha sido para daros a comprender que en ese instante he bendecido vuestros labios, para que a través de ellos vuestro espíritu pueda manifestar su inspiración y repetir mis divinas palabras, quedando dichos labios cerrados para juzgar, criticar, mentir o blasfemar. Guardad con amor mi enseñanza y dejad que vuestro espíritu, como un torrente contenido por muchos siglos, se desborde en palabra de consuelo, de luz, de bálsamo, de sabiduría y de paz. 36. No será necesario que tengáis que pronunciar con frecuencia mi nombre, por el contrario, mientras menos lo pronunciéis y mejor practiquéis mi lección, habréis dado el más grande de vuestros testimonios. 37. Poco a poco id sintiendo en el corazón a vuestros semejantes como a verdaderos hermanos, id mirando a la humanidad como a una sola familia; pero cuidaos de andarlo pregonando. Nunca publiquéis vuestros méritos porque esos sólo a Mi me corresponde juzgar. Lo único que debéis dar a conocer a través de vuestra vida y vuestras palabras, es mi Obra, porque ella sí debe ser conocida por vuestros hermanos. 38. La humildad del espiritualista tiene que ser real, no aparente, para que su huella en la Tierra sea de luz. 39. Ved como mi palabra no es ni podrá ser una nueva religión; esta Obra es el camino luminoso en donde habrán de unirse espiritualmente todas las ideas, los credos y religiones, para llegar ante las puertas de la Tierra Prometida. 40. Os doy en esta palabra, la paz y la dulzura que os haga olvidar vuestros dolores. Fortalezco vuestra fe y os doy luz para que sigáis el camino que conduce a Mi. Esa luz os inspira, os invita a orar por los que sufren, presentes o ausentes, os acerca a vuestros hermanos desconocidos que viven lejos de vosotros, a quienes no podéis palpar o acariciar materialmente. Mi Doctrina os enseña a pedir por todos y a sentir lo que pasa en el corazón de vuestros semejantes. Os he dicho que Yo soy todo presencia, que nadie está ausente o distante de Mí, y vengo a daros la facultad de transportaros para ir en pos de los que necesitan ayuda, consuelo o compañía. 41. ¡Cuánto bien podréis hacer el día en que reconozcáis vuestros dones y sepáis usarlos en beneficio de vuestros hermanos! El espíritu preparado puede salvar distancias, arrostrar peligros y vencer obstáculos para ir a donde es solicitado. 42. Si lleváis en vuestro espíritu un grave peso, porque no hayáis podido borrar vuestras culpas pasadas, trabajad espiritualmente y sentiréis retornar a vosotros la paz y la alegría perdidas. 43. Mi palabra os hace vivir los primeros tiempos, recordando mis manifestaciones por conducto de los patriarcas y profetas, y mi Verbo a través de Jesús en el Segundo Tiempo. Os hago sentir mi amor de Padre, y vuestro espíritu descansa sabiéndose mirado y protegido por mi caridad. 44. Os hablo con la misma sabiduría que Yo como Maestro derramé en mis discípulos; y hoy, como Espíritu Santo, os muestro una página más del libro para que estudiéis y os iluminéis. 45. Mi voluntad es que reunáis en uno sólo los tres testamentos dados en tres tiempos, y os preparéis para contestar a quienes os pregunten el porqué de estas manifestaciones. 46. El ejemplo de vuestros mayores está escrito con letras imborrables: Abraham, Isaac, Jacob, quienes dejaron a su pueblo una simiente de fe, de amor y perseverancia, cumplieron su destino y están conmigo. A vosotros no os pido sacrificios porque esos tiempos ya pasaron; vuestra vida es penosa hoy y sólo quiero que os espiritualicéis; mas si Yo señalase a vuestros hijos la misión de llevar mi Doctrina a otros países, no os opongáis; si os tomare para guiar a una multitud con vuestra palabra y ejemplos, no os rehuséis, así dejaréis una huella en este tiempo y Yo mostraré a las generaciones venideras los frutos que mi palabra cultivó. 47. El tiempo de lucha ha llegado para vosotros. Los ministros de grandes religiones hacen alianza unos con otros para sentirse fuertes y luchar en contra de mis escogidos, y llegado el momento, querrán atribuir a su talento esta revelación que he confiado a vosotros, a quienes he preparado humildes y sencillos. Si en vosotros he depositado esta gracia, es porque os conozco y os he purificado y cultivado para servirme de vuestro entendimiento, mas esto que os he dado, pertenece a todos mis hijos y no quiero que sea causa de combates. Cuando esta lucha sea, después de 1950, tiempo en que ya no tendréis mi comunicación en esta forma, ¡cuánto sentiréis la ausencia de mi palabra! y entonces, sólo os permitiré que imitéis a mis apóstoles de gran fe y recia voluntad. 48. Mi palabra llegará pronto a otras naciones y detendrá a los hombres en su odio y afán de venganza. Mirad, aún no se levantan del lecho los enfermos y ya hay rumores de nuevas guerras. No se han reconstruido los hogares ni restaurado los pueblos y ya hay sed de sangre. A ellos llegará mi mensaje de paz y concordia. 49. Vosotros sabéis que más allá de vuestro continente, las naciones han sido devastadas y el dolor ha llegado a todos los corazones. No hay niños, jóvenes o ancianos que no hayan saboreado un cáliz de amargura, y entre ellos descubro a quienes a pesar de su pena, tienen fuerza para pedir que las naciones que se conservan en paz, no sean turbadas por la guerra; y en diferentes sectas encuentro espíritus piadosos que oran con sincero amor y compasión por los que atraviesan esas grandes pruebas. Yo recibo sus obras, respeto sus costumbres y tomo en cuenta sus méritos. Velad, orad, pedid como buenos discípulos y Yo os concederé mi gracia. Yo protejo a cada criatura y bendigo a todas las naciones. 50. Todos recibiréis la paz, según la hayáis labrado, mas os prometo mejores tiempos. Después de la depuración que ha de hacerse en la Tierra, vendrán seres enviados por Mí, espíritus virtuosos con grandes misiones a formar la familia obediente. Cuatro generaciones después de la vuestra pasarán, para que mi Doctrina se extienda por el Orbe y recoja hermosos frutos. 51. No todos mis hijos comprenderán en este tiempo mí venida en espíritu, ni sabrán que vengo a preparar a la humanidad para hacerla retornar a Mí. Yo quiero, que así como habéis brotado de Mí, limpios, así volváis para que podáis penetrar al Reino Celestial. 52. Cada espíritu lleva una virtud que lo libra de las acechanzas y de las tentaciones, y una luz que lo guía, que es la conciencia. Si he dado al hombre libre albedrío, es para que posea voluntad propia, y por esto se sienta dueño de su vida, de sus actos y semejante a Mi. Le he demostrado mi amor haciéndolo poseedor de un destino elevado y lo he rodeado de complacencias, aun cuando este hijo no haya obedecido las leyes que le he dado. 53. Mi llamado de este tiempo ha sido para todos y son pocos los que me siguen. No porque vivís hoy en este mundo os sintáis lejos de Mí. Quiero que desde vuestra morada me miréis; que vuestro corazón sea sensible a toda manifestación divina, que me améis y que estéis estrechamente unidos a Mí. Si poseéis mi naturaleza aunque sea en forma limitada, podéis comprenderme y hacer grandes obras. 54. El camino que he trazado al espíritu lo conduce a la elevación, aunque en él encontraréis muchas veces, espinas y abrojos. 55. Si buscáis hombres santos o justos que os guíen, no los encontraréis. Si queréis buscar la suma perfección, miradme en lo infinito, comunicaos conmigo y Yo os aconsejaré y os inspiraré. 56. No habéis hablado al mundo de lo que habéis oído de Mí, y ese mundo materializado y frío, espera una señal mía, un aviso o una palabra, para volver a su Señor y dar principio a una nueva vida. Los científicos observarán y se preguntan el porqué de tantos fenómenos en el espacio. Los teólogos quieren penetrar en mis arcanos y todo espíritu sensible a mi presencia se pregunta si el mundo ha pasado a una nueva era, y Yo tengo la respuesta para esos ansiosos, sedientos de saber, a quienes les daré a beber en la fuente el agua que calme su sed. 57. Vosotros estáis preparados ya, vuestros dones son perdurables; si habéis apreciado la gracia que tenéis, no la perdáis; si tenéis méritos, aumentadlos, que ningún sacrificio será estéril, ni ningún esfuerzo vano, porque cada obra queda escrita y no hay mano que pueda borrar o alterar vuestro libro. 58. Vosotros que lleváis un espíritu de Israel, sabéis que esta esencia que vierte mi palabra es la misma que os di en el Primero y Segundo Tiempos. Ahora he venido a mostraros las páginas del Libro de la Vida en su tercera parte, y como las anteriores, contiene mí sabiduría infinita. 59. Yo soy el libro, en el que está escrita la vida y en el que existe toda sabiduría. Venid, llamad a mi puerta y en el acto os abriré, mas quiero contemplar en vuestro corazón verdadero anhelo de luz. Si llegaseis a sentir que vuestro entendimiento ha llegado a un límite de comprensión y que ya no puede ir más allá, no temáis, porque entonces vuestro espíritu, para quien existen horizontes más amplios, se elevará por sobre la pequeñez de la materia hasta alcanzar aquella luz que deseaba mirar. 60. Cuando el hombre, anhelando aumentar sus conocimientos, todo lo ha confiado al poder de su inteligencia, ha tropezado con obstáculos infranqueables para la mente humana o se ha hundido en abismos llenos de misterio, sin que haya podido satisfacer su curiosidad o su anhelo de encontrar más luz para su ciencia. 61. Hasta ahora a los hombres de ciencia les ha faltado espiritualidad, por lo que sus conocimientos han sido siempre reducidos, ya que no han sabido buscar el origen verdadero, la causa y el principio de cuanto estudian. 62. De cierto os digo que después de esta era de ciencia materialista, egoísta y perversa, vendrá un tiempo en el que los hombres de ciencia sabrán penetrar en los arcanos de la Naturaleza, preparados espiritualmente con la oración, revestidos de humildad y respeto, inspirados en ideas y propósitos nobles, elevados, humanos. 63. A grandes pasos se acerca la humanidad hacia el fin de ese mundo creado por la ciencia del hombre, de ese mundo falso superficial, y será el hombre quien por propia mano destruya la obra que su orgullo y su codicia construyeron. Luego vendrá el silencio, la meditación y con ello, la regeneración, los propósitos y los ideales elevados. Ante los hombres se abrirá una nueva Era y en ella penetrará una humanidad purificada en el dolor y acrisolada en la experiencia. Un nuevo mundo levantarán los hombres, pero será un mundo guiado por el espíritu, iluminado por la conciencia, encauzado por el camino de mi Ley. 64. Quiero que este mundo comprenda que la ciencia material no es ni será jamás la meta de vuestra existencia, ya que con ella ni siquiera habéis podido lograr vuestra felicidad en la Tierra. 65. Debéis saber que al salir de este planeta, para que podáis llegar a una morada más elevada, no lo haréis partiendo de un mundo científico y materialista, sino de un mundo espiritualizado por el amor, por la virtud. 66. Los espíritus materializados son ciegos en otros mundos, porque su facultad para comprender lo espiritual la han descuidado, impidiéndole se sensibilizara para percibir lo sutil, lo puro, lo elevado, lo luminoso. 67. Nadie se atreva a negar que en su ser lleva misiones espirituales. Sólo Yo y vuestro espíritu sabemos el pacto que entre el Padre y sus hijos existe, mas, creed, y sabed que de cuanto os he entregado me tendréis que responder, que de todos los dones que os he confiado tendréis que dar cuenta, cuando retornéis en espíritu al Reino eterno. 68. Como habéis llegado a un tiempo en el que ya podéis comprender, aceptar y concebir la vida espiritual, os he enviado mi palabra, que es doctrina para el espíritu, que es camino certero y lleno de luz, para que vengáis por él, hacia Mí, caminando con seguridad y firmeza, restituyendo con paciencia y amor, despojándoos de la capa de impurezas que por mucho tiempo habéis llevado y adquiriendo cada vez mayor luz, para que, al llegar esa hora bendita de ausentaros de ese mundo de pruebas y de lucha, podáis hacer una entrada digna en el valle que os espera para brindaros una cosecha de luz un fruto de paz. 69. Todos lleváis mi luz, todo espíritu posee esa gracia; pero, mientras que en unos esa luz ha ido aumentando, creciendo, saliendo al exterior para manifestarse, en otros sólo permanece en estado latente, oculta, ignorada. Mas os digo en verdad, que por muy retrasado que sea espiritualmente un hombre, siempre podrá distinguir entre el bien y el mal, por lo que todos sois responsables de vuestras obras delante de Mí. 70. Debo deciros que la responsabilidad crece en vosotros según se desarrolle vuestro conocimiento, porque iréis siendo cada vez más sensibles a los dictados de la conciencia. 71. ¿Os dais cuenta cómo necesitáis en la Tierra de una enseñanza que venga a facilitaros la comprensión de manera lícita, justa y sencilla? 72. Aquí tenéis mi palabra, pueblo, la palabra prometida, el mensaje anunciado por Mí desde el Segundo Tiempo, aquél cuya esencia sería el Espíritu de Verdad, la luz divina que habría de venir a esclarecer todo el misterio que la mente de los hombres no alcanzaba a penetrar. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 311 1. Discípulos amados: Habéis preparado el santuario para recibirme y Heme aquí presente en espíritu y en verdad. Cada uno de vosotros me muestra su propio santuario, pero al Maestro le place aquél que formáis con vuestra unión, con vuestra armonía espiritual; por eso os he enseñado el amor, para que por medio de él, lleguéis en espíritu a la era de la unificación espiritual; de cierto os digo que hasta entonces podréis presentarme el verdadero santuario, en el que se escuche el divino concierto. 2. Hoy me encuentro levantando ese templo con mi palabra, con las inspiraciones de mi Ley en el espíritu de mis hijos; pero aún sois mis discípulos, los párvulos no cesan aún de llegar ante mi presencia. A unos los he doctrinado por largos años, a otros, les empiezo a enseñar las primeras lecciones en el Tercer Tiempo. 3. Mi palabra a través de esta manifestación pronto terminará y ¿Quiénes serán los que después de Mí, deberán seguir entregando la lección a la humanidad? ¿Quiénes serán los que sigan entregando la enseñanza que contiene el gran Libro de la Vida? Mis discípulos, a los que he venido preparando desde tiempo ha, para que puedan quedar en mi lugar, mas no para que sólo se dediquen a repetir mis palabras, porque entonces entregaríais el eco del portavoz y no es la palabra humana la que vengo a legaros, sino la esencia del mensaje. 4. Vosotros habéis escuchado mi palabra a través de mis portavoces; en ella habéis encontrado imperfecciones, que unos han atribuido a la materia y otros a Mí. Yo no vengo a acusar a mis hijos por los cuales me comunico, pero sí os digo: En esta manifestación no he venido a engañaros, nunca lo he hecho. Yo os he traído mis revelaciones y la inspiración del Espíritu Santo a través del entendimiento humano y junto con mi enseñanza perfecta, han sido las imperfecciones del hombre. El Maestro os dice: Pasará esta etapa de mi comunicación y entonces vosotros, iluminados por la luz de mi Espíritu Santo, sabréis distinguir claramente en donde está mi esencia y cuál es la imperfección humana, y cómo hacen los labriegos en la Tierra que, al recoger su cosecha de trigo, saben apartar la paja, así vosotros, apartaréis el trigo de mi enseñanza y lo guardaréis en el granero de vuestro corazón, y la paja, que es la imperfección de los portavoces, quedará en el olvido, mientras la esencia de mis lecciones quedará eternamente en vuestro espíritu. 5. Para manifestarme en este tiempo, bajo esta forma, he hecho el llamado de grandes multitudes, de entre ellas he escogido a hombres y mujeres en sus distintas edades, esferas y razas; esos escogidos, de los cuales vosotros formáis parte, son los espíritus a quienes Yo conozco; porque no hay un solo espíritu que me sea extraño, todos sois mis hijos. 6. He seguido la senda de la evolución de cada uno de vosotros, porque he trazado vuestro destino y al haceros el llamado para que estéis presentes en estas manifestaciones, he entresacado a mis escogidos, les he donado de facultades y potencias, siendo secundado en esta tarea por los espíritus de luz, por mis emisarios de paz, espíritus plenos de verbo, que os han llevado paso a paso, por la senda del espiritualismo, ayudándoos a encontrar en vosotros mismos los dones y las gracias, despertando a vuestro espíritu hacia el Más Allá, hacia la eternidad. 7. Con mis divinas lecciones y con las pruebas que sabiamente voy poniendo a lo largo de vuestra vida, he ido desarrollando a vuestro espíritu, forjándolo para la lucha, descubriéndole lo que antes era un misterio para él, un arcano impenetrable; os habéis recreado en mi Obra y por medio de mis lecciones, vais aprendiendo a interpretar las enseñanzas del Primero y del Segundo Tiempos, que los teólogos no alcanzaron a comprender. 8. Las pruebas que vais encontrando a vuestro paso, os agobian, pero al instante pensáis que mi Divino Espíritu es en vuestro ser, como una estrella, como un faro, y siempre buscáis esa luz para salvaros. 9. Muchos de los escogidos a quienes he colmado de gracias, han sido fríos para su misión en mi Obra; los ideales del mundo, las tentaciones y la impreparación, les han apartado de Mi; y cuántos, que han sido constantes ante mis lecciones, aun cuando no fueron de los escogidos, ni han recibido a través de; portavoz la marca y los dones, les contemplo revestidos de mi gracia, porque de Espíritu a espíritu, les he entregado sus dones y en ellos existe la gracia que hay en todos vosotros desde el principio de los tiempos. 10. Bienaventurados los fieles; benditos los que permanecen fuertes hasta el final de las pruebas. Benditos los que no han desechado la fortaleza que les imparte mi enseñanza, porque ellos, en los tiempos de amargura que se avecinan, pasarán con fortaleza y con luz las vicisitudes de la vida. 11. Sed fieles; discípulos, porque mi Obra jamás os defraudará, el Maestro cumplirá su promesa y no estará ni un solo momento ausente en vuestras luchas con la humanidad. 12. Mi enseñanza, de la cual se alimenta vuestro espíritu, tiende a transformaros en maestros, en los fieles apóstoles del Espíritu Santo. 13. No he venido con estas revelaciones para traeros solamente la paz del mundo y haceros más llevaderos los sufrimientos con el bálsamo corporal. He venido a daros con esta manifestación, las grandes lecciones que os hablen de vuestra evolución espiritual, porque si tan sólo os hubiese venido a entregar los bienes del mundo, de cierto os digo: Para eso me hubiese bastado encomendárselo a los científicos, a los que hubiera iluminado por medio de la intuición, revelándoles los secretos de la Naturaleza, para que de allí tomaran el bálsamo para sanaros de vuestras enfermedades corporales. 14. Mi Obra viene a mostraros horizontes más amplios, más allá de vuestro planeta, de ese número infinito de mundos que os rodean; horizontes que no tienen fin, que os muestran el camino de la eternidad que os pertenece. 15. Es a vuestro espíritu al que le hablo para que busque su perfección por medio de mi luz, de mi Ley, la cual se halla en la conciencia. Convertid esa Ley en escala, en camino, para que lleguéis a Mí, porque es vuestra llegada la que espero con ansia, para que vosotros, oh hijos muy amados, podáis disfrutar de mi Reino, viváis comprendiendo mi amor y Yo, a mi vez, pueda recibir el vuestro, que deberá de ser perfecto para que vuestro espíritu pueda recrearse en la magnificencia universal de mi Obra. 16. Conquistad ese Reino, discípulos, que Yo os ayudo, porque en esta lucha ¡Cuántos enemigos, cuántas tentaciones se opondrán a vuestro paso y cuántos abismos tendréis que salvar! 17. Sois el pueblo de Israel, que camina por el desierto en pos de la Tierra de Promisión; ya no tenéis ahora por guía a Moisés, es vuestro Padre el que marcha delante de este pueblo, el que os anima y os levanta y aunque a través de mis escogidos os conduzco, reconoced que sobre ellos está el Guía Universal que es Dios, que es vuestro Padre, el que os habla y que os dice: seguid adelante, venced a vuestros enemigos, no desfallezcáis en las pruebas, que no pereceréis en el camino. ¡Adelante! No reneguéis de vuestro destino, porque no sabéis si en ese preciso momento podéis ya vislumbrar en el horizonte la Tierra de Promisión. 18. A mis escogidos les he entregado grandes dones, uno de ellos es el de curación, el bálsamo, para que con ese don podáis cumplir una de las misiones más hermosas entre la humanidad, ya que vuestro planeta es el valle de lágrimas, donde siempre se encuentra el dolor. Por medio de ese don, tenéis un vasto campo para sembrar el consuelo, según mi voluntad y ese bálsamo lo he depositado en vuestro ser, en las fibras más tiernas de vuestro corazón, y con él os habéis recreado, ante sus prodigios se ha doblegado vuestra cerviz, se ha ablandado vuestro corazón con el dolor de los hombres y habéis caminado siempre por la senda de la caridad. Seguid entregando ese bálsamo que no está en vuestras manos, porque él se desborda en miradas de compasión, de consuelo, de comprensión, pasa a través de los buenos pensamientos y se convierte en sanos consejos, en palabras de luz. 19. El don de la curación no tiene límite, nunca olvidéis que estáis saturados de él y que si el dolor hiciera su presa en vosotros, porque estéis sujetos a prueba, si con ese bálsamo no podéis apartarlo, no olvidéis mis enseñanzas, olvidad vuestro sufrimiento y pensad en los demás, en quienes la pena es mayor y entonces veréis prodigios en vosotros y en vuestros hermanos. 20. He permitido que mi Mundo Espiritual en la misma etapa de mi manifestación en este tiempo, se comunique con vosotros a través de los facultados para recibir a esos seres saturados de mi bálsamo, para que fuesen como maestros de amor y de caridad entre vosotros. Algunos de vosotros, habéis sabido estimar su paciencia, su humildad, otros los han hecho objeto de humillaciones, de vejaciones, de materializaciones y esos seres de luz, no me han hecho presentes sus quejas, sus reclamaciones. Son los espíritus comprensivos que por levantaros de vuestra miseria espiritual, han descendido ante vuestra exigencia y pequeñez, sacrificando muchas veces su propia espiritualidad, con el ideal de lograr sacaros de las tinieblas, de llevaros a la luz, pero esta etapa pronto terminará. 21. Mi Mundo Espiritual, intercesor de labriegos y multitudes, me dirá: Señor, no juzguéis a nuestros hermanos por las ofensas que nos han hecho. Y si ellos en esta forma interceden por vosotros y os perdonan, ¿Qué no hará el Padre al concederos su perdón? Han penetrado hasta los más humildes hogares, siguiendo vuestras huellas de miseria y de dolor; han acudido a todo sitio al llamado de mis labriegos y enfermos, sin temor a mancharse, buscando solamente la herida para sanarla, la tristeza para dejar el consuelo, la enfermedad para tornarla en salud. Y el Padre os dice: El ejemplo que mi Mundo Espiritual os ha dado, debéis de grabarlo en vuestro espíritu. No lo olvidéis, así como ellos son, quiero que seáis vosotros, para que al llegar al término de estas manifestaciones, llevéis este bálsamo a todos vuestros hermanos, sin distinción de clases, razas e ideologías, que penetréis en los regios palacios, en las chozas humildes o en el más inmundo lugar, sin que tengáis temor al contagio, a la censura o a la mofa. 22. Id siempre en pos de los que sufren y dejad como huella de vuestro paso, los mejores frutos de vuestro amor; si así cumplís, habréis imitado a mi Mundo Espiritual que es mi fiel discípulo y vuestro maestro; y así como ellos no buscan retribución alguna y cuando os han entregado los más grandes beneficios, siempre lo han hecho en mi nombre, así quiero que vosotros vayáis por los caminos del mundo, sembrando consuelo, la salud y el amor, aun cuando a cambio de todo ello, sólo recibáis, como mi Mundo Espiritual y como vuestro Maestro en aquel Segundo Tiempo, blasfemias, vejaciones e ingratitud. No debéis de esperar retribución alguna en este mundo, mas si queréis alcanzar recompensa, que ella sea la satisfacción, la alegría de haber resucitado al muerto a mi verdad y de haber consolado al triste. 23. Os he entregado en mi Ley, la paz eterna y quiero que cada uno de vosotros sea como una alondra de paz, que vuestras alas nunca se cierren, que sepáis trasladaros a todos los sitios, ya sea en lo material o con el pensamiento, a través de vuestras oraciones, y ahí, donde reine la guerra y la discordia, ahí donde surja la iniquidad, estéis vosotros como ángeles de paz; como guardianes y emisarios del Espíritu Santo. 24. Mirad que esta humanidad nunca me ha ofendido frutos de paz; desde sus principios ha vivido en guerras, incesantemente ha luchado por alcanzar insanos ideales, por vivir en libertinaje y alimentar el odio y la venganza. Ese es el fruto que los hombres me ofrecen y ahora esas contiendas no han terminado aún. La humanidad se apresta a emprender su más grande lucha, se encuentra preparando sus más poderosas armas, las armas de su entendimiento. 25. los hombres caminan hacia su propia destrucción. Sobre ellos se agitan los seres del Más Allá, unos son emisarios de mi amor e inspiran a los hombres la paz, la justicia, la armonía; los otros sólo les inspiran el odio, las guerras y revelan a los hombres de ciencia, los medios de destrucción, que el solo cerebro humano no sería capaz de descubrir. Estos acontecimientos, ha mucho tiempo que Yo los profeticé a los hombres a través de mi apóstol Juan, para que estuvieran velando y orando; pero sólo han dormido y he ahí a los enemigos de la paz, que luchan en el corazón de la humanidad para conducirla al abismo; por eso os convierto en mis emisarios de amor, para que estéis unidos a las legiones de la paz y triunfe el bien, para que con vuestras obras, colaboréis al cumplimiento de la profecía de Juan. 26. Cuando llegue ese tiempo de lucha que os he anunciado y en el que tendréis que cruzar por provincias, países y mares, no os dejéis amedrentar por el estruendo de las guerras, ni permitáis que flaqueé vuestro ánimo ante la presencia de la muerte; sino que debéis de extender las alas de vuestro ideal de paz, para que esa oración cubra a los hombres; debéis hacer uso de todos los dones de vuestro espíritu, para que sembréis mi simiente de amor. 27. Mi manifestación en este tiempo, os ha hecho conocer lo grande que va a ser la lucha y las pruebas que os esperan: ¿Vencerá vuestro amor la dureza de los hombres? De cierto os digo: Mi paz tendrá que vencer; pero no la impondré por la fuerza, ella llegará a través del convencimiento emanado de mis enseñanzas, y cuando penetre en el corazón del hijo más obcecado en el mal, ese corazón habrá alcanzado al fin la paz. 28. El Maestro os dice: vendrá un dolor superior a todas las penas y pecados de los hombres, ese dolor será el cáliz de su arrepentimiento, ante él, inclinarán su cerviz y al recibir mi perdón y mi bálsamo, se confesarán mis siervos. 29. Os he entregado, oh mis hijos, el don de la palabra, porque Yo soy el Verbo Eterno; Yo soy la palabra divina que nunca cesa; Yo soy el divino concierto y os he entregado una parte de él. Ese Verbo que he depositado en vuestro espíritu, hablará y vuestros labios, que hoy son torpes para expresar las concepciones e inspiraciones que os concedo, serán elocuentes, serán dóciles y fieles intérpretes del divino concierto. Será un don que os maravillará con el que vais a extasiaros y a través del cual, los hombres van a gozar y a sentir mi presencia. Habéis principiado a desarrollar ese don, porque vuelvo a deciros: De la abundancia que haya en vuestro corazón y en vuestro espíritu, hablarán vuestros labios. 30. Lo que nazca de vuestro corazón, guardadlo, amadlo y cuando lo entreguéis, tendrá esencia y vida. Si por lo contrario llegaseis a hablar sin decir verdad, será como una semilla vana que no germinará en el corazón de vuestros hermanos. 31. Discípulos: Grandes son las lecciones que os he concedido, porque el final de esta manifestación está ya muy próximo y no debéis de olvidar que será después de esta etapa, cuando en vuestras reuniones mi Verbo florezca a través de la comunicación de espíritu a Espíritu. Será entonces cuando vuestros labios entreguen las grandes revelaciones de mi Reino y con mi mensaje de amor, penetréis en todos los corazones y entonces los hombres dirán: ¿Cómo es que éste sabe leer lo que en mi corazón estaba guardado? Mas recordad que no seréis vosotros, seré Yo el que hable por vuestro conducto; por estos dones no os sentiréis señores, no seréis grandes entre la humanidad, porque vuestra materia no denotará nada de esa grandeza espiritual. Seréis uno más entre todos, no llevaréis insignias que os distingan, seréis aparentemente como todos; pero en vuestro espíritu, en los momentos que sean propicios, se desbordará mi Arcano. 32. Lleváis por gracia del Espíritu Santo, el don de la videncia, que no está limitado a contemplar en lo espiritual los mensajes del Más Allá. La videncia es un don más amplio, es intuición, es presentimiento, es profecía; son mensajes que recibís en vuestros sueños. La videncia es la mirada espiritual que puede contemplar el pasado, el presente y aun el futuro, según mi voluntad. Cuántas veces el vidente, contemplando un miraje, no sabrá lo que ha visto y aquellos que escuchen su testimonio, sí comprenderán ese mensaje. 33. Ahora los videntes están en preparación y de cierto os digo: Todos sois videntes; unos se han desarrollado en una forma, otros en otra, pero todos tenéis la mirada espiritual en estado latente. Aquellos que en forma de siluetas simbólicas contemplan lo que es mi voluntad en su oración, a ellos los tengo en preparación, porque después de 1950 muy grande será la misión que les confiaré y su responsabilidad aumentará. Por eso os digo: preparaos, porque cuando esta palabra ya no resuene a través de los portavoces, hará gran falta a las multitudes, tanto creyentes, como increyentes, vuestro testimonio; vuestra voz de alerta y de preparación, será como una antorcha en medio de la noche, seréis como heraldos que despierten a los pueblos que aún duermen. Preparaos, pueblo, para que después de 1950, sepáis recibir en vuestro espíritu, los mensajes que desciendan de mi amor. 34. Os he hablado de vuestros dones espirituales y cuando ya no me escuchéis bajo esta forma, iréis descubriendo en ellos, toda la grandeza encerrada en vuestro propio ser, me escucharéis nuevamente, y lloraréis maravillados de tanto amor, de tanta gracia como os he revestido; mas no debéis hacer uso de la facultad de comunicaros por vuestro entendimiento con el Mundo Espiritual, después de que termine el año de 1950. Los seres espirituales de luz seguirán vibrando a través de los facultados y de los que no lo fueron, pero su manifestación se hará presente por inspiración. Así os seguirán entregando su bálsamo de curación y harán prodigios y su verbo será inagotable entre vosotros. 35. Mas si pasado algún tiempo de estas manifestaciones, empezáis a oír rumores de que el Maestro o el Mundo Espiritual han vuelto a comunicarse a través del entendimiento humano, podéis desmentirlo, porque mi palabra es una sola y mi Ley no varía jamás. 36. ¡Viviréis alerta, oh pueblo, para que sepáis distinguir la voz de los verdaderos profetas y el testimonio de los apóstoles, de la impostura! Viviréis alerta para que no caigáis en las redes de la falsedad y seáis los fuertes de estos tiempos de lucha y de los que han de venir; porque un conglomerado de mis discípulos que permanecerán fieles a mis enseñanzas, no se manchará, ni será el soldado que abandone su estandarte de pureza espiritual; la verdad será en ellos y Yo me manifestaré, les hablaré a los demás pueblos y les diré: Esta es mi Obra, éstos son mis discípulos y la mejor señal que daré al mundo de quienes son mis emisarios, será que, en las grandes pruebas, caerán los falsos y los fieles permanecerán firmes. Los falsos renegarán ante el dolor y los fieles me bendecirán; los falsos volverán la espalda y los fieles serán siempre firmes ante mi Ley. 37. Yo quiero que todos seáis mis fieles testigos y mis amados discípulos y para ello os preparo; pero antes de finalizar mi lección de este día, voy a deciros algo que no debe de sorprenderos: Os he hablado en mis enseñanzas de los llamados y de los escogidos. ¿Creéis que un Padre que es perfecto como Yo, pueda tener predilecciones o hacer distinciones entre sus hijos? ¿Podrá un espíritu evolucionado aceptar que su Padre done algunos de sus hijos y a otros los deje sin heredad? 38. Cuando vosotros empecéis a dar cumplimiento a vuestra misión y lleguéis a las naciones, a los pueblos más apartados, en la misma selva, encontraréis seres humanos y les haréis comprender que todos sois hermanos, les daréis testimonio de mi Doctrina Espiritualista y os maravillaréis de las pruebas de amor que os voy a dar. 39. Allí, entre aquellos seres aislados de la civilización, pero también muy lejos de la perversidad humana, encontraréis grandes espíritus que vendrán a aumentar las filas del pueblo de Israel. 40. A vuestro paso, los enfermos recibirán el bálsamo y sanarán; los tristes llorarán por última vez, pero sus lágrimas serán de regocijo. Y ante esas pruebas que deis, las multitudes bendecirán al Señor y a sus discípulos, seréis aclamados como aquel día en que vuestro Maestro penetró en Jerusalén; pero también entre aquellos en que os aclamen, surgirán hombres y mujeres que estarán plenos de los dones que vosotros poseéis. En unos os asombrará su don de profecía; en otros, mi bálsamo será incesante; en otros mi Verbo brotará como agua cristalina y así veréis surgir de entre vuestros hermanos, como simiente inagotable, los dones del Espíritu Santo. 41. Entonces reconoceréis que no sois los únicos, que sois solamente los portavoces de Dios, los encargados de despertar a la humanidad y de decirle que el hombre posee en su espíritu un caudal inagotable de virtudes y que los dones se los he entregado como su Señor y como Padre. Descubriréis que ante la justicia del amor de Dios, todos sois iguales, todos estáis donados con la misma gracia en espíritu y en verdad. Será entonces, cuando la humanidad trate de aclarar en sí misma, el misterio de su existencia, penetrarán en su interior y reconocerán a su propio espíritu. Después, elevando su faz al infinito, preguntarán todo lo que no alcancen a comprender. 42. Todo aquello que vosotros podáis enseñarles, debéis de hacerlo saber y todo lo que no podáis descubrirles, porque su conocimiento corresponde a vuestro Padre, preparaos para que Yo, por vuestro conducto, se los revele, pero antes debéis reconocer vuestra misión y si todavía os llamo pueblo de Israel, llegará un día en que todos desarrollando sus propios dones serán iguales ante Mí, ante su Señor y llegarán a formar un solo pueblo que será el Pueblo de Dios. 43. Al terminar mi cátedra, vuestro espíritu desde el Más Allá, donde se encuentra recreándose con mi presencia, unido a las legiones espirituales de la paz, enviará sus sentimientos de amor, sus pensamientos de paz y caridad, a esta humanidad que por estar dividida en sectas y religiones, no ha llegado a alcanzar completamente la luz para su espíritu. Y vosotros, ¿Qué podéis pedirle al Padre, si ya todo os lo ha entregado desde el principio? Es vuestra conciencia la que permite a vuestro espíritu el tomar el fruto a que se ha hecho acreedor. 44. Cuando paséis por vuestros caminos de lucha, ya estará depositado en ellos todo aquello que vais a necesitar; solamente debéis de hacer méritos, que os hagan acreedores a mi amor. 45. ¿Por qué os estoy hablando así, hijos míos? Porque os amo, porque no me complazco, con vuestros sufrimientos, el Padre quisiera ver siempre en vuestra faz la sonrisa espiritual de paz. 46. Yo os bendigo y una vez más os digo: ¡Sed los dignos emisarios de mi paz universal! ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 312 1. El Maestro se halla nuevamente entre vosotros en cumplimiento de su promesa. Viene a confiaros una hoja más del Libro que legará como un presente de amor para su pueblo. Una hoja más, discípulos amados, que será leída, estudiada y comprendida por las futuras generaciones. 2. ¿Quién sino Yo podía haberos revelado que estáis viviendo el Tercer Tiempo? ¿Quién que no fuera Yo, podría haberos dicho que sois el pueblo de Israel? Esto lo sabéis y tenéis fe en ello, porque Yo os lo he enseñado. Vosotros sois éstos, aquellos y los mismos en espíritu y vengo a reuniros en una sola familia. 3. Yo soy quien ha formado vuestra familia y en un mismo hogar he puesto espíritus de diversas tribus. En una misma familia hay espíritus de Leví, de Simeón, de Rubén, de Judá, miembros de diversas tribus, y cuando en ellos hay paz y se aman entre sí, ha principiado en verdad y en espíritu, a cristalizar el anhelo del Padre, la unificación de todos los hombres. 4. Hogares y familias de Israel: ¡Cuando sintáis que la tentación se presenta en el seno de los vuestros, buscad la soledad, invocándome a Mí, diciéndome: "Maestro, unid y dadnos vuestra fortaleza, dadnos vuestra espada y no dejéis que como padre desconozca a mis hijos; no permitáis que como esposo desconozca a mi compañera o como compañera desconozca a mi esposo"! ¡Yo oiré vuestra oración, os defenderé y os haré salir avante, porque esta es mi voluntad! 5. Hoy vengo por los míos y he echado a vuelo la campana sonora llamándoos a congregación en este Tercer Tiempo. Nuevamente la humanidad mirará espiritualmente las tribus reunidas, formando el pueblo de Israel. 6. Desde el Primer Tiempo os llené de complacencias, no tuvieron las naciones o países en aquella era, sabios más grandes que Salomón, enviados más iluminados que mis profetas, mujeres más bellas y castas que las de Israel, ni hombres más perfectos que los de mi pueblo. Yo derramé en el seno de ellos el don de la sabiduría, de la inspiración, de la belleza. Yo hice que florecieran los dones del Espíritu Santo y en aquel tiempo vosotros sabíais que erais el pueblo escogido de Dios, sabíais que vuestro Señor estaba con vosotros y os acariciaba, sabíais que Yo era vuestro fuerte y sin embargo, os familiarizasteis con mis dones, con mi caricia y con mi presencia. Por eso la justicia del Padre cayó sobre vosotros. 7. Son muy numerosas las tribus de Israel por el espíritu; de cada una entresacaré 12,000 y los señalaré en su frontal, mas el pueblo israelita no se concreta a 144,000. El pueblo escogido es infinito. 8. El Maestro os enseñó en el Segundo Tiempo, que muchos son los llamados y pocos los escogidos y todo el pueblo de Israel será llamado y de entre ellos, señalaré a los 144,000. En todos posaré la paz, la espiritualidad y el principio de la comunicación de espíritu a Espíritu. 9. Se acerca el tiempo en que los hombres den más importancia al espíritu, y sean desengañados por la ciencia material, que les hará caer en el dolor, en la decepción y en el letargo, pero entonces llegará el pueblo de Israel, despertando a los que duermen, levantando a los que han caído y resucitando a los muertos, a imitación de la voz de Jesús, aquélla que dijo a Lázaro: "Levántate y anda". Cuando los hombres estén espiritualizados, cuando su mente y sus sentimientos se eleven, sabrán lo que nunca supieron por medio de la ciencia. Entonces se levantarán con armonía, con fraternidad, con nobles ideas para vivir en el Reino que Yo he inspirado a los hombres. 10. En la casa de vuestro Padre hay muchas moradas, que son los infinitos peldaños de la escala que conduce a la perfección; de allí desciende el mundo espiritual a manifestarse entre vosotros. Me habéis interrogado muchas veces de espíritu a Espíritu el porqué de la existencia de ese número inmenso de estrellas, de esos planetas que brillan sobre vuestro mundo, y me habéis dicho: "Maestro, ¿Están vacíos esos mundos? Y Yo os digo: El tiempo no ha llegado en que os lo revele plenamente; cuando el hombre alcance espiritualidad, entonces le serán dadas a conocer grandes revelaciones y podrá comunicarse con aquellos seres amados de mi Divinidad, de espíritu a espíritu y vendrá la comunicación de pensamiento de todos los hermanos". 11. Mas desde hoy sabed: todos los mundos se encuentran habitados por mis criaturas, nada está vacío, todos son jardines y huertos benditos cuidados por María, la ternura Divina. 12. El Espíritu Santo volverá a hablar por vuestras bocas de lecciones más elevadas, desconocidas para vosotros y para la humanidad, ¿Cuándo, pueblo amado? Cuando haya espiritualidad en vosotros y consagración en vuestra misión. 13. Yo contemplo que el pan con que se alimenta espiritualmente el hombre, no es el pan de mi mesa, todo se ha contaminado con el paso de los tiempos, todo lo ha manchado y ha dejado impuro el corazón y la mano del hombre; y he venido entre vosotros, pueblo, comunicándome por materias pecadoras como las vuestras, para entregaros una palabra sana y pura en el fondo. No apreciéis superficialmente mi palabra y mis manifestaciones, porque en ellas hay mucho de imperfección humana, buscad el significado de mis manifestaciones y miraréis la dulce faz del Maestro, escucharéis el eco de su voz que aún recuerda vuestro espíritu. 14. Mis apóstoles del Segundo Tiempo, a los cuales tenéis que imitar, imploraban que el Espíritu Santo descendiese sobre su espíritu y hablaban bajo su inspiración. Así quiero que os preparéis, pueblo; porque el espíritu puede hablar por la materia bajo la inspiración del Espíritu Santo. 15. Velad entonces por vosotros, velad para que no se contamine vuestro entendimiento, velad por vuestro corazón, para que podáis recibir ese rocío de gracia que yo os envío, esa agua cristalina que ha de guardarse en la fuente de vuestro propio ser para que mitiguéis la sed del mundo. 16. No temáis al juicio de los hombres, pueblo amado, temed al juicio divino si os hicieseis acreedores a él por vuestras faltas. 17. Jamás os avergoncéis de reuniros en lugares tan humildes como son éstos, donde escucháis mi palabra. 18. Cuando llegasen a preguntaros si estos recintos son vuestros templos, con toda verdad les diréis que no, que vuestro templo lo estáis construyendo en el espíritu. 19. Unos se sorprenderán de vuestra revelación, y otros se mofarán de vuestra palabra. 20. No os sentiréis ofendidos ante la burla de vuestros hermanos si tenéis en cuenta que quien lo hiciese es porque su ignorancia no le deja contemplar la verdad. La compensación la tendréis en los que, penetrando entre vosotros para escudriñaros, salgan asombrados de la paz interna que ilumina a cada uno de mis verdaderos discípulos. 21. Vosotros, en cambio, nunca os burlaréis de quienes, en medio de su fanatismo religioso, son idólatras, porque a más de buscarme en formas materiales, me adoran en ellas. No necesitaréis señalar a vuestros hermanos sus errores, buscando así que sean corregidos, más bien con ello provocaríais su ira y exaltaríais su fanatismo. A vosotros os bastará practicar mi Doctrina con la espiritualidad que ella exige, para que hagáis salir a la luz de la verdad los errores de vuestros hermanos. 22. Tendréis que usar de mucha paciencia, de una gran caridad y de verdadero amor, si queréis que la humanidad llegue pronto a reconocer la esencia de mi palabra y a rendirle culto verdadero, así como a reconocer en cada criatura humana a un hermano, espiritual y material, en Dios. 23. ¿Quién os ha dicho que sólo espiritualmente sois hermanos? No hará falta que quebrantéis vuestro entendimiento para comprender que el mismo origen que espiritualmente tenéis, es vuestro origen material, puesto que de Mí todo ha brotado. Además os recuerdo que en la Tierra, de un solo padre y una sola madre procede toda la humanidad. 24. ¿Por qué entonces, si vuestros lazos espirituales son eternos y vuestros lazos humanos tan profundos, no os amáis ni reconocéis como hermanos? De cierto os digo, que es por la falta de conocimientos espirituales entre los hombres, a pesar de sus religiones. 25. El día que los hombres, a través de la meditación, inspirándose en la luz que desciende de la conciencia a iluminar el cerebro y el corazón del hombre, descubran su esencia, ese día comenzará a germinar entre la humanidad la paz. También os digo que, una vez despertado el hombre a la luz espiritual, no habrá nada ni nadie que le detenga en su camino de buscador incansable de verdades. Jamás volverá a perder su libertad de espíritu lograda después de muchos dolores y de muchas lágrimas. 26. No será necesario que Yo me manifieste en todo el mundo a través de portavoces para que los pueblos despierten y los hombres se liberen de las tinieblas. Quienes crean que Yo he de levantar mi palabra hasta que todo el mundo la escuche, están en un error, porque eso querría decir que el cerebro del hombre es el único medio de que Yo dispongo para hacer llegar al espíritu de la humanidad mis mensajes, y voy a probaros la verdad de aquella antigua profecía en la que os fue revelado que llegaría un tiempo en que el Espíritu Divino estaría derramado sobre toda carne y sobre todo espíritu. 27. En verdad os digo que ese tiempo anunciado por el profeta es precisamente éste que vivís, esta Era que comienza y que vosotros conocéis como el Tercer Tiempo. 28. El mérito de este pueblo consistirá en llevar de corazón a corazón y de comarca en comarca este divino mensaje, para que aquellos que hayan despertado ante la luz de esta Nueva Aurora, reciban en su corazón la semilla de mi palabra, una vez que la tierra haya sido fertilizada con el rocío de mi gracia. 29. En aquel Segundo Tiempo sólo me hice escuchar de un pueblo y fueron sólo tres años los que empleé para dar al mundo mi palabra. 30. Os traje la semilla y enseñé a mis discípulos cómo debían sembrarla. Una vez que ellos aprendieron de Mí, les confié las extensas tierras para que las cultivasen. He ahí el mérito de aquellos sembradores que no exigieron a su Maestro que se quedara con ellos por más tiempo del que estaba escrito, ni objetaron, diciéndole que aún quedaban muchos pueblos y naciones por conocerle. Ellos sabían que habían heredado la verdad de su Maestro y que ella les bastaba para vencer las tinieblas, para convertir al mundo y hacer que aquella semilla divina se perpetuase en todas las generaciones humanas. 31. Apartad de vuestra mente toda idea errónea que a veces forjáis y sólo concretaos a lo que desde los primeros días de mi comunicación os he venido revelando, ya que sabéis que cada una de mis palabras es una ley y que toda ley debe ser obedecida. 32. Pueblo amado: Se llena de satisfacción vuestro corazón pensando que sois mis discípulos en este Tercer Tiempo; mas Yo os digo que nunca dejéis que la vanidad os ciegue, porque si cayeseis en esa debilidad, hasta a vuestra conciencia desoiréis, cuando ella llegue a reclamaros vuestras faltas. Quien no empiece por depurar y elevar su vida humana, no puede aspirar a elevarse espiritualmente, porque sus pasos serán en falso y sus obras no tendrán simiente de verdad. 33. Por eso mirad que a veces, en mis lecciones desciendo de la enseñanza espiritual al consejo, para que os conduzcáis con rectitud dentro de la vida humana. Estoy hablando al corazón del hombre, exhortándole a la regeneración, haciéndole comprender el daño que causan al cuerpo los vicios y el mal que ocasionan al espíritu. Os he dicho que el hombre que se deja dominar por un vicio, se ha olvidado de que el espíritu no debe ser vencido, se ha olvidado de que la verdadera fortaleza consiste en destruir al mal con la virtud. 34. Ese hombre vencido por la carne, se ha denigrado a sí mismo, se ha faltado al respeto a sí mismo, ha descendido de su condición elevada de hombre a la de un pobre ser cobarde para luchar. 35. Ese hombre en vez de llevar la luz, pan y vino a su hogar, lleva sombras, dolor y muerte, hace pesada su cruz, la de su esposa y la de sus hijos y entorpece la jornada espiritual de cuantos lo rodean. 36. He hablado al corazón de la mujer, madre y esposa, que no han sabido conservar la limpidez en el corazón, ni han sabido dar al compañero y a los hijos, el calor de la ternura y comprensión. 37. ¿Cómo podrían elevar su vida espiritual, hombres y mujeres si antes no han corregido los grandes errores que existen en su vida humana? 38. Mi Obra requiere que sus discípulos sepan dar testimonio con la limpidez y la verdad de los actos de su vida. 39. A unos y a otros pregunto: ¿Tenéis hijos?, pues tened caridad de ellos; si pudieseis contemplar por un momento a esos espíritus, os sentiréis indignos de llamaros sus padres. No les deis malos ejemplos, cuidaos de hacer escándalo delante de los niños. 40. Yo sé que en este tiempo, como nunca, existen problemas en el seno de los matrimonios, problemas a los que sólo les encuentran una solución: el distanciamiento, la separación. 41. Si esta humanidad tuviese del conocimiento espiritual la noción necesaria, no incurriría en tan graves errores, porque encontraría en la oración y en la espiritualidad, la inspiración para solucionar los trances más difíciles y vencer las pruebas más duras. 42. Mi luz llega a todos los corazones, a los tristes y a los vencidos, para alentarlos. 43. Mi fortaleza es comunicada a los débiles para que en breve se levanten, con voluntad férrea a transformar su existencia oscura y vacía en una vida luminosa por el saber, por la virtud y la espiritualidad. 44. Quiero, discípulos, que todos prediquéis con el ejemplo, que no prevariquéis, que no pregonéis verdad y practiquéis lo contrario, que el fruto que recojáis en vez de ser amargo, sea agradable. 45. Pueblo: No olvidéis por lo tanto, que debéis primero cumplir con vuestra vida en la Tierra, para que después sepáis ser cumplidos en mi Obra. 46. Antes que seguiros lamentando de vuestras penas en el mundo, deteneos a meditar unos instantes para que encontréis la causa de vuestras aflicciones. 47. Yo os concedo que busquéis hasta encontrar la causa de vuestro dolor a fin de que pongáis remedio, porque es a vosotros a quienes toca evitar que el dolor penetre en vuestro hogar. Yo os aseguro que no sólo hallaréis la causa de cuanto os hace sufrir, sino que al mismo tiempo será revelada la forma de remediar vuestros males. Mi caridad descenderá sobre quienes hayan sabido orar y meditar, y esa caridad será en vuestro espíritu y en vuestro cuerpo como bálsamo. 48. Yo os probaré que el Consolador prometido ha llegado a vosotros, a enjugar vuestras lágrimas y a tornar vuestro dolor en paz. 49. Venid a Mí, todos los que traéis una pena escondida en el corazón. Eleváis oculto el dolor que os ha causado una traición y vuestra amargura es muy grande porque ha sido un ser muy querido quien os hirió profundamente. 50. Venid a meditar, para que la oración os ilumine y podáis saber si en algún tiempo vosotros fuisteis la causa de que os traicionaran, entonces la oración os servirá para fortaleceros en la idea de que debéis perdonar a quienes os traicionen en vuestro amor, en vuestra fe, en vuestra confianza. 51. En verdad os digo que en el mismo instante en que otorguéis vuestro perdón a quien os haya ofendido, sentiréis mi paz en plenitud, porque en ese momento vuestro espíritu se habrá unido con el Mío y Yo extenderé mi manto para perdonaros y cubriros a unos y a otros con mi amor. 52. Os estoy forjando para cuando llegue la lucha, por lo tanto nunca penséis que vuestros sufrimientos de ahora son estériles. ¿Qué queréis, pueblo? Aún tenéis necesidad de que sea el dolor el que os muestre sus lecciones. 53. Este tiempo de crisol y enseñanzas para vuestro espíritu pasará, pero dejará su simiente de fe, de experiencia, de sabiduría y fortaleza, en cada uno de mis discípulos. Entonces vendrán los tiempos de lucha en que seréis perseguidos, calumniados y burlados, aun por aquellos que se decían vuestros amigos, y con sorpresa veréis que ante la traición no flaquearéis, que ya nadie podrá causaros desengaños, porque habréis aprendido a perdonar y a ser comprensivos e indulgentes con vuestros hermanos. 54. Yo bendeciré a mis discípulos cada vez que perdonen y colmaré de bendiciones a quienes hayan sido perdonados por vosotros. 55. No estáis solos en el mundo, en derredor vuestro flotan seres en número infinito, que os ayudan e inspiran en todos los pasos de vuestra vida. 56. Para que podáis recibir esa influencia espiritual y esa luz, es necesario que oréis, a fin de que siempre os hagáis acreedores a la ayuda de seres elevados. 57. Sed sensibles a las influencias espirituales y no tendréis por qué tropezar en el camino. 58. El camino estrecho es el que se presenta delante de vuestros ojos, y es necesario velar y orar para no salir de sus límites. En él quiero encontraros siempre, porque quienes vengan a Mi por ese sendero, querrá decir que están limpios de vicio y de falsedad. 59. ¿Queréis gozar de la vista invisible, así como de la influencia de los seres espirituales de luz? ¿Queréis asimismo libraros de quienes habitan en las sombras de su materialismo y de su confusión? Pues Yo os digo que el secreto consiste en llevar una vida tranquila, sencilla, en vivir con amor, en cultivar en vuestro hogar la simiente de la virtud. 60. Mi bendición desciende sobre todos; pero mientras unos saben recibirla y aprovechan sus beneficios, otros la rechazan, despojándose de toda la gracia que ella encierra. 61. Esas legiones espirituales de que he hablado, forman también parte de mis bendiciones que os envío. Mis mensajeros y siervos, en el instante de recibir la inspiración divina, se apresuran a ayudar a sus hermanos que habitan la tierra, ese planeta convertido por los hombres en valle de lágrimas. 62. Sólo mi Doctrina podrá poneros en contacto con el Mundo Espiritual, aproximándoos a unos y a otros, como corresponde a todos los hijos del Señor, quienes poseyendo espíritu no pueden estar distantes unos de otros, ni permitir que la materia sea una barrera entre los que habitan la Tierra y los que se encuentran en espíritu. 63. Dejad que mi palabra siga puliendo vuestros corazones hasta dejaros en verdad sensibles al dolor ajeno. 64. Nunca podréis cumplir con perfección vuestra misión espiritual, mientras no se hayan sensibilizado las fibras de vuestro corazón. 65. No os demoréis en vuestra preparación, pensad que cada segundo que transcurre, está envuelto en ayes de dolor que exhala esta humanidad, hermana vuestra. 66. Al llegar vosotros ante la manifestación de mi palabra, me presentasteis el fardo de sufrimientos, vuestra queja, y derramasteis el llanto a raudales porque creíais que nadie en la Tierra sufría tanto como vosotros. Era que vuestro corazón sólo vivía para sí mismo y vuestros ojos se encontraban cerrados a toda necesidad o sufrimiento ajeno; fue necesario que escuchaseis mi palabra que es manantial eterno de verdad y luz, para que la venda de oscuridad que cubría vuestras pupilas, cayese dejándoos mirar la realidad. Y la verdad es que vuestros sufrimientos, con ser grandes, resultaron pequeños ante vosotros, cuando os pusisteis a considerar a otros pueblos de la Tierra, por los que ha pasado la guerra, formada por los odios, las ambiciones y la venganza de los hombres. Entonces bajasteis vuestra cabeza avergonzados, para decirme: "Señor, perdóname, hoy reconozco que en mi inconformidad, cuando el dolor se hacía acerbo en mi corazón, llegué a blasfemar, cuando debía haberte dado gracias porque mis sufrimientos eran incomparablemente menores de los de otros seres, pero era mi ignorancia la que me hacía ser injusto delante de Ti; hoy comprendo mi error, te pido perdón por todas mis ofensas y te ruego que todo cuanto pedí para mí, te dignes ahora derramarlo en quienes llevan sobre sí un fardo inmensamente más pesado que aquel que yo llevaba". 67. ¡Cuán distinta es vuestra forma actual de orar si la comparáis con la que empleabais antes de oír esta palabra! ¿Por qué? Porque cambió vuestra manera de sentir y de interpretar las enseñanzas divinas. 68. Ahora os digo, discípulos, que no os estacionéis ni pretendáis creer que para practicar la verdadera caridad, ya es suficiente con sentir compasión, como hasta hoy lo habéis hecho; no pueblo, porque aún queda mucho por purificar, por sensibilizar, queda aún mucho egoísmo que es necesario combatir como si fuese mala yerba; queda mucha frialdad que es menester tornar en calor espiritual, para que al fin, surja de vuestro espíritu el sentimiento de amor, que es la fuente de donde brotan la piedad, la caridad y todos los sentimientos nobles y elevados. 69. Entonces estaréis en aptitud de emprender labores y misiones de las que ahora no os sentiríais capaces, porque os falta aún la fuerza que emana del amor verdadero. 70. Ahora bien, pueblo ¿Creéis que debéis esperar pasivamente la hora en que vuestro espíritu se ilumine con esa inspiración y vuestro corazón se llene de ese ideal? ¿Creéis que con sólo escuchar mi palabra, podréis llegar a sensibilizar lo necesario vuestras fibras? No, pueblo, al mismo tiempo que estáis escuchando mis lecciones, tenéis que ir en busca de los que sufren, para estar en contacto con el dolor, para probar el cáliz de amargura de vuestros hermanos y palpar con vuestros sentidos la miseria, la orfandad, los vicios repugnantes, las enfermedades que os llenan de horror, las tinieblas que ensombrecen los entendimientos turbados, el hambre, la sed y la restitución de los espíritus. 71. Sólo así podréis llegar a ser maestros de quienes sufren mucho en la vida, porque si sólo os preparaseis por medio del estudio de mi palabra y de oraciones, cuando queráis enfrentaros a la realidad e intentéis consolar, convertir y sanar, con tristeza comprobaréis que resultáis pequeños delante de quienes han sufrido lo que no imagináis y que ellos más bien podrán ser maestros de vosotros por lo que han sufrido, por lo que han vivido y experimentado. Entonces vuestros labios tendrían que enmudecer y podríais pensar que mi Doctrina no es lo suficientemente consoladora y fuerte como para aliviar de sus penas a los hombres y despertar en ellos la fe y la esperanza en mi justicia, en mi perdón y en mi amor. 72. ¿Dónde podéis practicar la lección que vais recibiendo, a fin de iros preparando? Las oportunidades abundan en tal forma, que si sabéis observar, podréis comprobar que no pasa un día de vuestra vida, sin que se presente por lo menos una ocasión de hacer caridad, en cualquiera de las múltiples formas en que se puede practicar. 73. Por medio del don de intuición del que he hecho poseedores a todos los hombres, podréis descubrir muchos casos que se encuentran ocultos en lo secreto de los corazones, muchas tragedias que no sólo afectan la vida terrenal de vuestros hermanos, sino que afectan a su espíritu. 74. ¿Cómo poder penetrar en la intimidad de aquellos corazones, sin lesionarlos y sin profanar sus secretos? ¿Cómo descubrir esas penas ocultas que ensombrecen la vida de vuestros hermanos? Ya os lo he dicho: La intuición, ese don que es parte de la vista espiritual y que tendrá en vosotros pleno desarrollo por medio de la oración, os señalará la forma de calmar el dolor de cada uno de vuestros semejantes. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 313 1. Vengo a entregar fortaleza a vuestro entendimiento para que pueda almacenar todo lo que en estos instantes derrame sobre vosotros. 2. Este es el tiempo de las grandes pruebas y las grandes lecciones, vuestro espíritu lo sabe y por eso se acerca ante mi manifestación, ávido de mis revelaciones y de mis palabras; comprende que sólo con una grande preparación podrá aprovechar verdaderamente esas pruebas. 3. Nunca como ahora el espíritu de la humanidad había contemplado un campo tan extenso para su desarrollo y ya se apresta a penetrar en él, en busca de la verdad que ha perdido y que no logra encontrar. 4. Si Yo dejase solos en su búsqueda a los hombres, se perderían, mas en verdad os digo que, si cuando ha ido en busca de su perdición no le he abandonado, ¿Cómo podéis concebir que le dejase cuando va en pos de la Verdad? Por eso he llegado hasta vosotros en este tiempo llevándoos un mensaje pleno de revelaciones, que será pronto el faro y el camino para el espíritu de la humanidad. 5. Primero he llegado a este pueblo que se va formando en torno a mi divina manifestación y mañana, cuando él esté fuerte y apto para doctrinar, en él llegaré Yo a las demás naciones. 6. Comprended la responsabilidad que estas palabras encierran para vosotros y dejad que todo vuestro ser sienta el dulce peso de su cruz. 7. Vos, pueblo, sois el misionero que en este Tercer Tiempo trazará sendas al espíritu de vuestros hermanos, sendas de verdad que conduzcan al espíritu a la luz y a la paz. Vos sois quien habrá de tender lazos espirituales entre los hombres, para que los pueblos lleguen a armonizar y a unirse. 8. Hoy, a pesar de hallaros bajo la influencia de mi palabra, dormís un plácido sueño, porque no os habéis dado cuenta de la trascendencia de este tiempo ni la magnitud de los cargos que estáis recibiendo. Pero no siempre vais a dormir, ya vienen los torbellinos a estremecer el follaje de estos árboles, bajo cuya sombra habéis oído trinar tanto al ruiseñor divino, y cuando miréis cómo se agitan las ramas y el tronco cruje, cuando miréis cómo caen las hojas, los frutos y los nidos, entonces os daréis cuenta de que estabais durmiendo, porque no quisisteis escuchar la voz que desde el infinito os prevenía, os hablaba incansablemente para que vivieseis alerta y nunca os sorprendiese el dolor. 9. ¿No sería mejor que despertaseis ahora con el eco de mi voz, que mañana con el estruendo de la tempestad? 10. Ya pronto dejaréis de escuchar mi palabra y si no la tomáis en cuenta como debiera hacerlo un discípulo verdadero de mi Doctrina, mañana tendréis que llorar, mas no podéis decir que no os hablé de peligros o acechanzas, porque entonces recordaréis con suma claridad, cómo en el tiempo de mi comunicación tomé el entendimiento de todos mis portavoces para deciros a cada paso: Velad y orad, porque la lucha será grande y es necesario que estéis fuertes. 11. Yo dejaré un camino preparado, una senda llena de luz para el espíritu; Yo cumpliré como Maestro para con vosotros y más tarde, cada uno de los que en este tiempo se hayan sentado espiritualmente a mi mesa a comer el pan de mi palabra, habrán de responder de cada una de las misiones que le hayan sido confiadas para su jornada espiritual. 12. ¿Cuál sería la respuesta que os agradaría darme en el instante de pediros el fruto de vuestra lucha? Desde luego, deseáis en estos instantes que en aquella hora vuestra respuesta sea buena, pues Yo os digo que desde ahora hagáis algo porque vuestro espíritu recoja en el camino el fruto digno que lo haga esperar serenamente aquel instante. 13. De cierto os digo que vuestro espíritu irremisiblemente tendrá que pasar por ese trance, ¿Por qué entonces desatenderos de ello, pensando que al fin es hasta después de esta vida cuando vuestro espíritu habrá de entregar al Padre su cosecha? 14. Os doy tiempo para que meditéis y para que cumpláis con la misión que vuestro espíritu ha venido a cumplir en este tiempo a la Tierra. 15. Mirad que os trato como Maestro justo y amoroso, que pone a vuestro alcance todos los medios para que alcancéis la paz que debéis conquistar. 16. Así como hay quienes no quisiesen partir nunca de esta Tierra, también hay quienes sueñan por alejarse por siempre de ella. Yo os digo a unos y a otros que de ellos depende en gran parte que vuestro deseo se cumpla. 17. Si el que anhela volver al valle espiritual deja concluida su misión en la Tierra, se elevará hacia aquellas moradas y no tendrá por qué retornar más a este mundo; en cambio, el que siente gran apego a lo material, si sabe aprovechar la vida en bien de su espíritu, sembrando el bien para los demás, le será concedido volver cuantas veces sea necesario, con regocijo de su espíritu; pero si el que desea alejarse de la vida humana y anhela la vida espiritual, no ha cumplido su misión, y el que quisiese habitar siempre la Tierra no sabe aprovechar las oportunidades que la vida le ofrece, no podrán ver colmados sus deseos; el primero tendrá que volver al mundo y regresar al valle espiritual, para retornar de nuevo a la Tierra, sin cesar, hasta que cumpla su misión y recoja el fruto que muchas veces rechazó. El segundo, tendrá que ser retenido en el mundo espiritual hasta que, identificado con su conciencia, forme en sí el propósito firme de cumplir en la Tierra la misión que siempre dejó sin realizar. 18. No creáis que os reproche si en vuestro corazón me mostraseis amor por vuestra vida en el mundo. Si vuestro deseo es noble y si queréis la existencia para honrar mi nombre, nada tendré que reclamaros; pero si vuestro arraigo en el mundo obedeciese a insanas ambiciones o a pasiones bajas, entonces seré el primero en deciros que no sois dignos de habitar este mundo al que he colmado de bendiciones para adelanto de vuestro espíritu. 19. Amadme a Mí, vivid en mi Ley, armonizad con todo y con todos, y el sitio en que habitéis será indiferente, porque lo que valdrá será vuestra elevación espiritual. 20. No sabéis cuán meritorio es para el espíritu elevarse en medio de su condición humana, venciendo todas las tentaciones del mundo. Para alcanzar esos méritos, permití encarnar a vuestro espíritu y le hice habitar en mundos materiales, preparados sabiamente por Mí. 21. Cada mundo, cada morada, fue creada para que en ella el espíritu evolucionara y diese un paso hacia su Creador y así, avanzando más y más en la senda del perfeccionamiento, pudiese tener ocasión de llegar blanco, limpio y modelado al fin de su jornada, a la cima de la perfección espiritual que es precisamente habitar en el Reino de Dios. 22. ¿A quién le parece imposible llegar a habitar en el seno de Dios? ¡Ah pobres mentes que no sabéis reflexionar! ¿Ya olvidasteis que brotasteis de mi seno, o sea que ya antes habéis habitado en Él? Nada extraño tendrá que todo cuanto brotó de la fuente de la vida, a ella retorne a su debido tiempo. Todo espíritu al brotar de Mi, fue virgen, mas luego en su camino muchos se mancharon; sin embargo, estando todo previsto en forma sabia, amorosa y justiciera por Mi, por vuestro Padre, me adelanté a poner en el camino que los hijos habrían de recorrer, todos los medios necesarios para su salvación y regeneración. 23. Si aquella virginidad espiritual fue profanada por muchos seres, llegará algún día en que purificando todas sus faltas, adquieren su pureza original, y esta purificación será ante mi mirada muy meritoria, porque la habrá logrado el espíritu a través de grandes e incesantes pruebas para su fe, su amor, su fidelidad y su paciencia. 24. Todos volveréis por el camino del trabajo, de la lucha y del dolor al Reino de la Luz, desde el cual ya no tendréis necesidad de encarnar en un cuerpo humano, ni habitar en un mundo de materia, pues para entonces vuestro alcance espiritual ya os permitirá hacer sentir vuestra influencia y enviar vuestra luz de un mundo a otro. 25. ¿Por qué retenéis a vuestro espíritu vedándole su adelanto y retardando con ello su entrada en el Reino de la Luz, donde existe todo lo grande a que puede aspirar un espíritu? 26. Trabajad sin cesar, aunque sea un poco en cada día, siempre pensando en llegar a la morada que verdaderamente corresponde a vuestro espíritu, a aquella mansión a la que llamo a veces "la Tierra Prometida", en donde no se llora, ni se padece, ni se muere. 27. Hacia ese estado de elevación y de luz conduce al espíritu esta Doctrina, que es camino, es faro, es sustento y cayado de viaje. 28. Bendito todo aquél que en alas del pensamiento se eleve al escuchar esta palabra, porque él, cuando retorne de su éxtasis a la lucha cotidiana, llevará en su interior encendida una luz que lo hará avanzar paso a paso, acercándolo más cada día hacia esa mansión eterna, de la que brotasteis todos y a la que todos habéis de tornar. 29. Voy a hablar en estos instantes a todos los discípulos que darían su vida antes que desobedecer mis mandatos. Dejad que mi palabra llegue hasta las fibras más sensibles de vuestro corazón, porque en esta palabra os apoyaréis muchas veces en tiempos futuros. 30. Si en verdad guardáis mi esencia, no seréis vosotros de los que lamenten la partida de mi manifestación espiritual, ya que supisteis almacenar mis revelaciones y enseñanzas. Ni lutos, ni tristezas, ni inconformidad, ni confusión habrá en vosotros, porque todo lo veréis cumplirse según mis promesas, y ni por un instante pretenderéis rebelaros o interponeros en el cumplimiento de mi voluntad. 31. Desde hoy, tened el pleno conocimiento de que todo aquél que dé con firmeza este paso hacia la espiritualidad, pronto verá el premio, sentirá mi presencia delante y dentro de sí, gozará de mi inspiración y será palpable el progreso de todos sus dones espirituales. No será simplemente la creencia de que estoy cerca de vosotros, sino la realidad de mi presencia ante vuestro espíritu. 32. Quienes piensen que después de 1950 van a caer en el estancamiento o a perder espiritualidad, se equivocan, porque será precisamente después de la partida de mi palabra cuando algunos de vosotros comencéis a dar verdaderos pasos de adelanto y comprensión en mi Doctrina. 33. Si creéis que durante el tiempo de mi comunicación habéis alcanzado grandes alturas de espiritualidad y que esa ha sido la causa de que mi palabra floreciera en las mentes y en los labios de los portavoces, estáis en grande error, porque os digo con toda verdad, que hasta ahora no habéis dado un paso firme hacia la espiritualidad, que es la meta señalada por mi palabra amorosa a todos mis hijos. 34. Es menester que desaparezca el portavoz, que dejéis de oír humanizados mis pensamientos en los labios de estas criaturas, que renunciéis a todo rito y a todo simbolismo, para que podáis encontrar la esencia del Espiritualismo. 35. Os digo esto a unos y a otros, a los que anhelan el progreso de su espíritu y el florecimiento de mi Doctrina en este tiempo, y también a los conservadores de tradiciones, rutinas y costumbres, quienes creen que practicando sus cultos materiales, están cumpliendo con la Ley. 36. Sí, pueblo, bien lo sabéis que dentro de una doctrina pura, simple y esencialmente espiritual como es la que he venido a revelar, habéis creado una vez más un culto externo, que, con el transcurso del tiempo habéis llegado a creer que él constituye mi Obra; mas ha llegado el tiempo en que os hable con absoluta claridad, porque ya estáis fuertes para conocer esta verdad. 37. Junto al trigo de mi palabra creció también la ortiga y la cizaña de vuestros errores, mas aquí se cumplirá una de mis parábolas dadas en el Segundo Tiempo, aquella que enseñaba a dejar crecer juntos la hierba y el trigo sin intentar segar la hierba antes que el trigo se hubiese madurado, porque había el peligro de cortar también la buena simiente. *********************alimentándose del rito monótono y rutinario, creado por ellos mismos. En cambio, quienes ahora me han creído, necesariamente tendrán que seguir creyendo en Mí, aún después de que haya concluido la manifestación de mi palabra. Ellos serán obedientes a mis mandatos y harán lo posible por interpretar justamente mis enseñanzas. Ellos tendrán un ideal: el de la espiritualidad, y tendrán una luz que les acompañará siempre: la fe. 38. Así se hará en este tiempo, pueblo bendito. La hora está marcada para que la hoz de mi justicia descienda a segar los campos en que fue sembrada mi simiente para que al fin, separada la verdad y la esencia de mi Obra de toda influencia humana, podáis gozaros en la contemplación de mi luz y lleguéis a poseer verdaderamente el conocimiento de esta divina revelación. 39. También está marcada la hora en que la misma hoz descienda a cada religión a segar sus campos con el fin de apartar la verdad de todo aquello que de falso e impuro tuviesen. 40. Toda la existencia humana ha evolucionado. Su ciencia, su forma de pensar y de vivir, sus conocimientos, sus conquistas y sus ambiciones; sólo ha descuidado su parte espiritual, sólo al espíritu ha dejado en abandono, sin querer haceros cargo de todos los derechos que dentro de la vida tiene el espirito. Y es por eso que hace muchos siglos vive la humanidad estancada espiritualmente. 41. ¡Cuán poco le dan los hombres a su espirito a través de sus cultos religiosos! ¡Cuánta sed, cuánta hambre y qué necesidad tan grande de luz tiene el espirito de la humanidad! 42. Es muy poco el trigo que ha dejado crecer y es mucha la mala hierba, mas Yo voy en ayuda de todos para segar los campos con la hoz implacable de la verdad, que al fin veréis resplandecer en vuestro mundo. 43. Pueblo que veáis a escuchar las lecciones del último año de mi comunicación entre vosotros, dejad que ellas se graben en lo más sutil, en lo más sensible de vuestro entendimiento y de vuestro corazón, para que la luz de la conciencia que brilla en lo más elevado de vuestro ser pueda actuar en cada uno de vosotros. 44. La huella que os dejaré será de paz, para que cuando ya no escuchéis esta palabra y tendréis que dar testimonio de ella, digáis: "El Maestro pasó, dejándonos el camino preparado con su divina luz". 45. Mi huella quedará grabada en lo recóndito de vuestro corazón, allí donde está el santuario interior. 46. Es necesario que mi palabra se grabe en vuestra mente, para que la estudiéis profundamente, sólo así vuestra fe y vuestra fortaleza serán verdaderas. 47. Vais a contemplar cómo muchos no van a creer en la partida de mi palabra, mas en verdad os digo que en eso conoceréis que tampoco creyeron en mi presencia mientras me he manifestado en esta forma. Los que han estado fluctuando entre la duda y la creencia, aunque hayan aparentado tener una fe absoluta en mi manifestación, serán precisamente quienes nieguen que haya cesado mi palabra, porque los que verdaderamente han creído en cuanto os he revelado y ordenado, no serán capaces de negar una de mis palabras. 48. Quienes hoy han dudado y no han tenido fe plena, como debe ser la fe del discípulo hacia el Maestro, esos quedarán estacionados en su camino, **** 49. Mi mirada estará pendiente de la labor de este pueblo, una vez que la etapa de mi comunicación haya pasado, para premiar a todo discípulo, obediente, otorgándole mi caridad, alentándolo a proseguir en su jornada, inspirándole siempre nuevos pasos de adelanto espiritual. Yo sé que entre este pueblo están los que no solamente creen en mi palabra, sino también consideran justo y juzgan perfecto que el Padre ponga punto final a su comunicación bajo esta forma, para que pueda iniciarse la lucha por la espiritualidad. Estos corazones tienen la certeza de que no habrá soledad ni vacío en ellos y de que será más sensible mi presencia, porque de esa manera se aproximarán a una nueva forma de comunicación con mi Divinidad, una etapa más pura y perfecta, porque será la comunicación de espíritu a Espíritu. 50. Ya no está lejos el tiempo en que se acerquen a vosotros vuestros hermanos interrogándoos sobre mi revelación, demandando vuestro testimonio sobre las pruebas que de mi verdad os haya dado, y cuán distinta será la forma en que unos y otros testifiquen sobre mi Obra; mientras unos se apeguen estrictamente a la verdad de lo que escucharon, otros tendrán que buscar argumentos para justificar sus confusiones. 51. Es necesario que os hable así, pueblo amado, para que a tiempo reflexionéis y penetréis en un examen minucioso de vuestras obras, pensamientos, sentimientos, palabras y propósitos, dejando que sea vuestra conciencia la que presida esta manifestación y ese examen. 52. Es preciso este momento para que abráis plenamente vuestros ojos a la verdad, porque podréis rectificar si es que habéis errado y podréis recuperar el tiempo perdido. 53. Grande tendrá que ser la satisfacción de quienes lleven mi Doctrina al triunfo y la den a conocer en toda su pureza y verdad, y Yo, como Maestro que mucho os ama, quiero que ese gran gozo sea experimentado por todos mis discípulos. 54. Oídme, pueblo: Para vosotros tengo guardados en mi Arcano muchos prodigios para premiar vuestra espiritualidad; pero Yo esperaré hasta que os hayáis unido todos como hermanos, hasta que todos estéis prestando obediencia a mis mandatos para desbordar sobre vuestro espíritu y sobre vuestra materia el torrente de luz, de caridad, de consuelo y revelación que reservo para los días de vuestra espiritualidad. 55. Mayor claridad no puede tener esta palabra, trasmitida por medio de todos mis portavoces. Una vez entendida por todos, mi justicia estará pendiente para contemplar a quienes se levanten en pos de mayor espiritualidad, así como para juzgar las obras de quienes aún busquen su reino en este mundo. 56. ¿Quién hizo que el hombre desde sus principios buscase una orientación para sus actos? ¿Quién le hizo buscar en el fondo de su ser su esencia inmortal? El espíritu; él fue quien le ha ido revelando que una naturaleza superior le animaba y le iluminaba. 57. El hombre, por medio del don de intuición y de revelación y por medio de su inteligencia, aunque lentamente se ha dado, desde los tiempos más remotos de su existencia, a buscar su origen, su esencia, la causa de su ser, el porqué de su permanencia en el mundo y la finalidad para la cual fue creado. 58. Desde que se dio cuenta de que en él había facultades que lo diferenciaban de las demás criaturas, fue teniendo la idea de que a él le estaba reservado un destino más alto entre todos los seres de la Creación, y lentamente fue naciendo en lo recóndito de su ser la intuición de un Dios, la existencia del espíritu y por lo tanto la necesidad de elevar un culto o tributo espiritual a Aquél de quien se sentía proceder. 59. De ahí parte la evolución espiritual de la humanidad, evolución que no ha sido igual en todos los hombres porque éstos, divididos en razas y distanciados por nacionalidades, costumbres y lenguas, unos han avanzado más que otros, unos han tenido una forma de elevar su culto a Dios y otros han adoptado formas diferentes. 60. Sobre todos los hombres he derramado mi luz revelándoles la única verdad existente, pero ya miráis cómo cada hombre y cada pueblo, siente, piensa, cree e interpreta de diversa manera. 61. Estos diferentes modos de pensar de los hombres, han originado sus divisiones, ya que cada pueblo o raza sigue diferentes caminos y alimenta distintos ideales. 62. La mayoría se ha alejado del sendero luminoso y verdadero, creyendo que el dar cumplimiento a la Ley divina implica sacrificios, renunciaciones y esfuerzos sobrehumanos, prefiriendo crear para ellos mismos religiones y sectas, cuyo cumplimiento y prácticas les sean más fáciles de desempeñar, creyendo calmar así las necesidades de luz y elevación que en su espíritu sienten. 63. Muchos siglos y muchas eras han pasado sin que los hombres se den cuenta de que no es un sacrificio humano el cumplimiento de mi Ley y que, en cambio, sí sacrifican carne y espíritu en el mundo al rehuir a mis mandamientos. No se han dado cuenta, no han querido comprender que, quien cumple con mi palabra, tiene que encontrar la verdadera felicidad, la paz, la sabiduría y la grandeza que de tan diferente manera conciben los hombres materializados. 64. El mundo moral y científico que os rodea, ha sido la obra de hombres de ideales materiales, de hombres que sólo han buscado el mejoramiento material de la humanidad y Yo les he permitido hacer su obra, llevarla hasta su límite, conocer sus resultados y recoger sus frutos para que en ello puedan recoger la luz de la experiencia. En esa luz se manifestará mi justicia, y en esa justicia estará presente mi Ley que es el Amor. 65. Cuando los hombres reconozcan sus errores y se levanten en pos de la senda verdadera, será porque han despertado, porque se han arrepentido, porque se han iluminado y entonces sus obras tendrán no sólo la finalidad humana, sino también la espiritual. 66. Cada pueblo, religión, secta, ciencia u hombre, lleva en sí su parte de falsedades y errores, así como su parte de verdad, más llegará el instante en que la necesidad de unirse, como una fuerza poderosa e irresistible les aproxime, para aportar cada quien su simiente, en un anhelo de armonizar todos. Para ello tendrá que haber luchas, disputas y confusiones, mas serán necesarias para que lleguen todos a la única conclusión, que es la verdad inmutable de mi existencia y de mi Ley. 67. Al final de la lucha, los hombres ya en paz consigo mismos y con sus semejantes, comprenderán que para alcanzar la meta del saber y experimentar la verdadera paz, es indispensable vivir en comunión con la Ley Divina, que precisamente procede del amor del Creador. Al mismo tiempo comprenderán que no es necesario profesar tantas y tan diversas religiones para poderse conservar en el bien y en la moral, sino que, para lograr entre todos la verdadera armonía y tener una moral que esté más allá de lo simplemente humano basta con llevar en el corazón la palabra que llamáis Doctrina de Cristo y que para abrazarla tendréis que vivirla y amarla con sencillez y humildad. 68. La luz de la revelación que en este tiempo os he enviado, la he traducido en palabra humilde y sencilla a través de mis intérpretes o portavoces para que toda la humanidad la conozca y le ayude en su despertar, ahora que todos buscan medios y soluciones materiales para salvarse del caos en que el mundo se va hundiendo; ahora que nadie trata de inspirarse espiritualmente para encontrar en Mí las respuestas a sus preguntas y la solución a sus problemas. 69. Llegará mi palabra a los palacios y a las casas humildes, llamando a las puertas de los corazones, haciendo estremecer a los espíritus, sanando consolando a los enfermos del cuerpo o del espíritu e iluminando las mentes en tinieblas. 70. Bienaventurados los que la reciban serenamente, los que la escuchen y mediten en su sentido, porque será simiente fértil en sus corazones. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 314 1. Una vez más os he escuchado y la unión de vuestras oraciones ha sido el mejor himno con el cual me habéis obsequiado. 2. De cada uno de vosotros se desprende un fruto de amor que es como una nota de armonía con vuestro Padre y la unión de vuestros pensamientos forma un concierto lleno de pureza espiritual. 3. En algunos contemplo que esa nota es oración, es acción de gracia por los beneficios que de Mi han recibido. 4. En otros ese pensamiento es de tristeza y de amargura por las vicisitudes que han encontrado en el sendero. Mas con la unión de esos pensamientos formáis un acto de fe, que es el homenaje y respeto para mi Divinidad. 5. Esa es la comunicación que el Padre esperaba del espíritu de sus hijos; esa es la ofrenda de amor, que nunca le habíais querido dar. 6. Pero la oración que a través de los tiempos os he enseñado y la cual no siempre habéis podido practicar por falta de desarrollo espiritual, es la que os va guiando y bajo su luz vais alcanzando la verdadera comunicación espiritual con vuestro Dios. 7. Mientras estáis bajo la influencia de mi palabra, el mundo, con sus caminos sembrados de abrojos, desaparece para vosotros. 8. En el séptimo día, vuestra materia descansa de sus faenas terrenales y vuestro espíritu libre como una alondra, viene en pos de la fuente inagotable de mi sabiduría. Viene ante mi manifestación y se fortalece con el efluvio de mi amor que le ofrezco en la enseñanza de mi palabra. 9. Yo no vengo buscando fe en unos o incredulidad en otros. No vengo a buscar méritos grandes en unos o pequeños en otros. No, pueblo. Mi amor divino es perfecto, soy Padre de todos y al entregaros mi enseñanza, os doy la misma esencia, el mismo amor. 10. Si la humanidad en su conjunto escuchara mi palabra, no habría en ella bendiciones para unos, y para otros reclamo, o mi reclamo sería general o mi bendición sería para todos; pero es el tiempo en que me comunico a través del entendimiento humano y no todos contemplarán esta manifestación. El número de mis testigos destinado a escuchar mi enseñanza a través del portavoz, es muy reducido, mas de cierto os digo, que si estos testigos se saben preparar, la humanidad escuchará mi palabra a través de sus labios, porque todos sabrán que el Espíritu Santo estuvo doctrinándoos a través del entendimiento humano. II. Por eso, como Padre os preparo para que después de 1950, cuando vayáis en pos de las multitudes y tengáis que hablar en mi nombre, no se mezcle mi palabra que es verdad, con la impureza y la mentira. Que ella brote corno un torrente de agua cristalina, porque el origen de estas aguas que es mi Espíritu, es limpio y puro, y las que broten de vuestros labios también tienen que ser puras. 12. Quiero que siempre os encontréis limpios, que seáis como un oasis entre los hombres, donde todos los sedientos de verdad puedan calmar su sed y no encuentren en esas aguas la impureza del cieno. 13. Cuando este tiempo de enseñanza haya pasado, me diréis: "Padre, ¿Por qué estuvisteis entre nosotros tan poco tiempo? ¿Por qué te marchaste tan pronto?" Y Yo os contestaré: La duración de mi enseñanza a mis discípulos del Tercer Tiempo, estuvo marcada por el reloj de la eternidad, y en ella podréis comprender y continuar las lecciones de los tiempos pasados, no he venido a daros una enseñanza distinta. 14. Debo entregaros en mis mandatos hasta la última de mis palabras para que no titubéis en el momento de las pruebas; es mi voluntad que tengáis para cada pregunta una contestación, para cada duda un rayo de luz, para cada flaqueza la fortaleza de mi Ley, y así logréis triunfar en vuestro cumplimiento, recreando a vuestro espíritu en la más hermosa y sublime misión que os he entregado desde el principio de los tiempos, que es la de redimir y perdonar por el amor, de practicar el bien, no por el bien a vosotros mismos, sino por agradar a vuestro Padre y perfeccionar a vuestro espíritu. 15. La práctica de vuestra misión os dará la paz y cuando os encontréis fuertes por la virtud del amor, enseñaréis a esta humanidad que hoy encuentro desnuda, hambrienta y enferma, a la que solamente la práctica del bien traerá para su espíritu el bálsamo que es la paz de Dios. 16. Esa será la enseñanza que llevaréis en mi nombre a la humanidad, cuando el bienestar y la paz que es el don supremo del espíritu, no lo encuentren en la ciencia, ni en las riquezas, ni en los afectos de este mundo; entonces encontrarán en su camino al hermano humilde, a mi discípulo, a mi apóstol que sin hacer alarde, sin pregonar su misión, irá doctrinando con sus obras de amor y de verdad. Entonces los hombres descubrirán el secreto de la paz y limpiarán su corazón para tomar de mi Reino la paz perfecta, porque la paz de los hombres se hace muchas veces por el temor de los unos a los otros. Esa paz aparente, es zozobra; con ella no hay sosiego en el espíritu. 17. Luchad, discípulos, formad en el corazón de mis hijos un reino de paz, desde el cual puedan vivir en un mundo mejor, un mundo fuerte, no como el que hoy me presentan frágil, porque con un débil soplo o conmoción de los elementos, Yo podría destruir la obra vanidosa y soberbia de los hombres; pero es la obra de mis hijos y la respeto, permito que dé sus frutos, porque sé que al fin hastiados de sus obras, aceptarán las enseñanzas de mi amor. 18. Todas mis obras tienen por principio el amor y la justicia. Todo aquello que contempláis, que alcanzáis a conocer por medio del entendimiento, hasta el más pequeño de los átomos, vive y palpita en un camino de amor y de justicia, porque todo ha sido creado por Mí, y en mi Espíritu no hay impureza, ni existe la imperfección. 19. Muchas de las grandes obras que el hombre me muestra, y a las cuales ha consagrado su vida, su fuerza y su orgullo, no tienen como principio el amor y la justicia y toda obra que no tenga ese principio, será destruida y sólo dejará a los hombres como fruto la luz de la experiencia. 20. El hombre ha fincado su nueva vida en la ciencia, investigando y formando su torre de soberbia, su torre de Babel, desde la cual no me rinde culto, no me reconoce; mas de cierto os digo, que será el hombre el que se confunda y en su confusión destruya su nueva torre de Babel. Entonces la humanidad recordará que el hombre desde el primer tiempo edificó su torre de vanidades, de desconfianza hacia Mí, y las consecuencias que tuvo en los tiempos pasados, se repetirán en el Tercer Tiempo. 21. El materialismo, el orgullo y la soberbia, serán abatidos, y vendrá la confusión entre los hombres. 22. Los sabios dudarán de su sabiduría, los hombres de ciencia al creer encontrar la meta, hallarán un arcano insondable. Los elementos se volverán en contra de los científicos, porque no han sido usados con amor y habrá caos entre los hombres. 23. Recordad que Yo soy el principio y el fin, la ciencia y el saber. Yo he dado esa luz a los hombres, y me he recreado en sus obras, cuando las han puesto al servicio del bien. Cuando han tomado los dones y virtudes con que les he engalanado, para el desarrollo del espíritu y de la mente, entonces me han rendido culto, han cumplido fielmente la misión que les confié; mas cuando han puesto sus dones al servicio del mal, de la vanidad, del deseo de grandeza, entonces no me han obedecido, han torcido la senda, me han ofendido. Pero en mi sabiduría me he servido de ellos para llevar a cabo mis planes divinos, los he tomado como instrumentos de mi justicia, para ejemplo de la humanidad. 24. ¿Soy acaso el enemigo de la ciencia? ¿Soy un obstáculo para el progreso y evolución de mis hijos? Quien así lo creyese, es que no ha sabido interpretar mi palabra, no ha comprendido en su verdad al Padre, porque todo don o facultad que haya en el hombre, debe tener desarrollo, porque la evolución es Ley Universal. Todo tiene que perfeccionarse en mi creación, todos tenéis que volver a Mí, limpios, perfectos y en multiplicación. Más si por instantes me he interpuesto en la voluntad del hombre, es porque el pecado y la mala intención humana encuentran un límite en mi justicia. 25. Cuando la humanidad haya pasado por este crisol, cuando la luz de la verdad se levante victoriosa sobre las tinieblas, entonces; ¡oh pueblo amado! los hombres edificarán sobre cimientos firmes la nueva torre, que será un templo de reconocimiento a Dios, un santuario de paz donde no exista jamás discusión sobre mi existencia, donde el conocimiento de uno, sea el de todos; ahí no habrá idolatría, misticismo, ni adulterio a mi Ley. Entonces los hombres levantarán con mi ayuda, sobre este valle de lágrimas, un mundo de paz, donde florezcan todas las virtudes, donde se perfeccionen todas las ciencias; en el seno de todas las instituciones sentirán vibrar mi voz que les dirá: "Amaos los unos a los otros", y en su vida armoniosa verán los hombres un reflejo de la mansión eterna. 26. Si en medio de sus imperfecciones, el hombre ha descubierto tanto, ¿Qué será cuando vele y ore y se acerque a Mí? ¿Qué será cuando se acerque a mi fuente de luz y de verdad, con respeto, humildad y amor? El Espíritu Santo desbordará en los hombres todas las revelaciones que ha retenido en su arcano; cuando eso sea, no será necesario que el científico quebrante su entendimiento consultando sus libros, porque su espíritu sabrá conducirlo a la fuente inagotable de mi sabiduría; ahi me encontrará esperándole, esperándole siempre para revelarle nuevas y grandes lecciones; así les conduciré de revelación en revelación, de morada en morada, de perfección en perfección, hasta la eternidad. 27. Para esos tiempos venideros os preparo, todos seréis testigos del cumplimiento de estas profecías, todos tendréis la dicha de ser una nota armoniosa en el concierto del Señor. Si en vuestras profanaciones a mi Ley me sirvo de vosotros para manifestar mi justicia, así también cuando viváis en armonía con mis mandatos, me serviré de vosotros mismos, para premiaros con mis revelaciones, con mis mensajes de amor. 28. Ahora estoy levantando un santuario en el corazón de mis hijos, pero en esta edificación he de contar con la ayuda de todos vosotros. 29. ¿A qué santuario se refiere el padre, oh pueblo? al de vuestro espíritu, que en este tiempo le contemplo en ruinas, mas Yo os ayudaré en su restauración. 30. El santuario del señor siempre ha existido, no tiene principio ni fin, es su propia obra, es su Espíritu divino e infinito, que está en espera de vuestra preparación, para que os sintáis dentro de él, donde todo es armonía y perfección. 31. Vuestro planeta, siendo un átomo en medio de la inmensidad del Universo, tiene por misión ser una imagen de aquel templo armonioso. 32. Por eso, cuando lleguéis a este reconocimiento, que no sea solamente palabra o teoría, no, discípulos, que sea algo que sintáis y viváis; entonces no tendréis necesidad de los templos de cantera, vuestro espíritu no buscará esos lugares que le impiden conocer mejor a su Señor, buscará la libertad, y en la gracia bendita que le he confiado, encontrará la escala de su perfección. 33. Será entonces cuando el hombre se sentirá acompañado y contemplado por Mí, cuando vea que bajo su planta no hay polvo inmundo, entonces comprenderá que su hogar es un pequeño santuario para Mí, que su mundo, siendo un átomo entre la inmensidad de la Creación, forma en su conjunto el Santuario Universal de Dios. 34. Todos los mundos en los cuales mis hijos se están perfeccionando, son como un huerto infinito; hoy sois tiernos arbustos, pero Yo os prometo que las aguas cristalinas de mis enseñanzas no os faltarán, y que con su riego iréis creciendo en sabiduría y amor, hasta que algún día en la eternidad, cuando los árboles estén colmados de frutos en plena madurez, el Divino Hortelano puede recrearse en su obra, probando los frutos de su propio amor. 35. Así os preparo, discípulos, abro ante vosotros el Libro de la Vida, para que ya no busquéis un lugar determinado para rendirme culto, para que en cualquier sitio o momento me sintáis, ya sea en los campos, los valles, las montañas o el mar; basta vuestra presencia en cualquier sitio para que sea sagrado, porque en vosotros estoy Yo. 36. Si en esta forma os hablo y os enseño, es para quitaros el fanatismo que por tradición habéis tenido, no para crear un nuevo fanatismo entre vosotros. 37. Mirad que mi enseñanza, a la vez que es profunda, es sencilla y clara. 38. Antes que seáis maestros quiero contemplaros como los buenos discípulos, que aprendáis de Mí, para que no os confundan los hombres, que a toda pregunta contestéis con firmeza y verdad, con dulzura y amor, porque esa palabra penetra más en los corazones. 39. Os he dicho que en muchas ocasiones ha bastado una palabra de sabiduría y amor, para que un espíritu se salve, que aquella palabra no se ha perdido, porque ha quedado como un sello de fuego eterno en aquel espíritu, y esa palabra que fue su salvación, no solamente la llevó en su vida terrestre, sino hasta el Más Allá. Por eso vengo a heredaros con mi palabra, que es como una llave que abre el camino de la paz para los espíritus. No temáis a las encrucijadas, no os dobleguéis por las vicisitudes, destruid la duda, profundizad en mi Doctrina, y esa fuerza os dará grande dicha. ¡Ay de los débiles, ay de los que no se han fortalecido en mi enseñanza, porque irán tropezando en el camino! 40. Quiero que mi pueblo, mi testigo, mi discípulo, sea el fuerte en los caminos, para que salve a las muchedumbres que voy a poner a su paso. 41. Hoy no alcanzáis a comprender la fortaleza de vuestro espíritu, porque aún sois débiles en la fe, pero esa fe la fortaleceré con grandes pruebas; y la confianza que tengáis en Mí, también debéis tenerla en vosotros, puesto que los dones que lleváis Yo os los he entregado. 42. Pronto finalizará mi comunicación a través del entendimiento humano y después de 1950 no volveréis a escucharme a través de esta comunicación, mas no buscaréis a los que fueron portavoces o facultades para invocarme o invocar a mi mundo espiritual. Ni en la mayor prueba intentaréis profanar mi voluntad. 43. Preparaos, para que con la fortaleza de mis enseñanzas impidáis el avance de muchos acontecimientos y evitéis los que sea mi voluntad, pero si vosotros dormís, esas pruebas tendrán que llegar y dificultarán vuestra labor. 44. Cuántos hombres y mujeres van por senderos distintos al que os he trazado, llevando en su espíritu los mismos dones que vosotros poseéis. Si esos hombres y mujeres encuentran en vosotros al buen maestro, sabrán el porqué de esos dones y alcanzarán un amplio desarrollo en el conocimiento de mis enseñanzas. Mas si no encontrasen al buen maestro en su camino, *unos se confundirán, otros tomarán sus dones para desarrollarlos bajo su propia idea y voluntad, otros serán instrumentos de fuerzas invisibles, que bien pueden ser de luz, pero también pueden ser de tinieblas. 45. Por eso, discípulos, no durmáis para vuestro cumplimiento; después de 1950 voy a confiaros un tiempo para que meditéis en vuestra misión, y en esa meditación llegaréis a la unificación de los conocimientos en mi enseñanza. Mediante esa unificación os enfrentaréis a los acontecimientos y a la lucha. 46. Así os prevengo de todas las pruebas y en este último año de mi presencia entre vosotros bajo esta manifestación, os hablaré de todos los peligros y os daré la forma de vencerlos. 47. Escuchad bien lo que os voy a decir: En el seno de una gran iglesia, los ministros hablarán a la humanidad del Espíritu Santo. Hablarán del Tercer Tiempo. Hablarán de los Siete Sellos. Harán el llamado a los pueblos y pretenderán escoger y señalar a los ciento cuarenta y cuatro mil con la marca con que Yo ya he señalado a los que ha sido mi voluntad. Mas Yo tocaré a todos los hombres, en los pastores de la humanidad me manifestaré a través de la conciencia y les someteré a grandes pruebas. En ese tiempo Yo sabré de quiénes de vosotros me serviré para dar pruebas a aquéllos, hablaré por vuestro conducto con la preparación que he venido a daros. 48. No serán los hombres los que den a conocer a la humanidad las revelaciones del Espíritu Santo, porque en los altos juicios del Señor, solamente Él. 49. La Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana no os la ha revelado ningún hombre. Yo, como Padre, desde el Primer Tiempo os la anuncié a través de mis profetas. A través de Jesús el Verbo del Padre, os la anuncié, os lo prometí como una manifestación no muy lejana. 50. En este Tercer Tiempo comunicándome por el entendimiento humano, vine a cumpliros mi promesa y a revelaros las lecciones que estaban ocultas. No ha sido el hombre el que ha entregado los dones a vuestro espíritu, Yo os lo confié, cuando brotasteis de Mí. 51. No ha sido el hombre el que ha trazado el símbolo trinitario en vuestro frontal, ha sido el Señor quien os ha señalado en el espíritu. No ha sido el hombre el que ha ordenado vuestra misión, ha sido mi voz omnipotente. 52. ¿Cómo había de permitir el Padre, semejante profanación y confusión a los hombres? Yo, el Cordero inmolado, soy el único digno de desatar los Sellos del Libro de la Sabiduría, del gran Libro de la Vida, que encierra el destino de todo lo creado. Yo, el Alfa y la Omega del Verbo Divino, soy el único que os puede decir las revelaciones íntimas de mí Divinidad. ¿Cómo he de permitir que el profano e irrespetuoso, tome las lecciones divinas según su voluntad, para sorprender a los ignorantes, y hacerse grande entre los hombres? 53. Aparecerán brotes de estas profanaciones, pero solamente será para que despiertes tú, pueblo amado. Aparecerán señales de profanación, de falsos testimonios, de falsos milagros entre los hombres, surgirán los falsos profetas, las falsas manifestaciones que atribuirán a mi Divinidad; pero esa será únicamente una prueba del anhelo de adelanto de los espíritus, por la venida del Espíritu Santo, por el cumplimiento de mis profecías y de todas mis promesas. 54. NO retardéis el tiempo de mi llegada espiritual entre los hombres; no seáis con vuestra impreparación, un obstáculo para mi manifestación entre la humanidad a través de vuestras obras, porque si bien vosotros no sois el Redentor, ni pregonaréis que vais a salvar a los hombres, ni sois los únicos en esta obra, sí fuisteis la tierra fértil que esperó pacientemente mi simiente de redención. Sois una parte de mis legiones de luz, de mis ejércitos de paz y de verdad que en este tiempo ya están combatiendo por el establecimiento de la paz, pero os estoy preparando para que cumpláis con vuestra misión como el fuerte Israel, misión que no habéis cumplido a través de los tiempos, pero que hoy debéis concluir para que lleguéis a esta mansión de luz que os espera, desde la cual contemplaréis horizontes más amplios, donde iréis practicando mi justicia y mi amor e iréis elevándoos en la escala de perfección hasta ocupar el lugar que os corresponde en el seno de Dios. 55. ¿Son acaso fantasías las que os vengo a entregar? NO, pueblo. A vosotros como humanos, os doy la enseñanza moral y os revisto de virtud para que viváis con amor y paz en vuestro hogar, para que vuestro pan no sea amargo. Mi Doctrina imparte bienestar, fortaleza y progreso, pero a vuestro espíritu no le basta este sustento. Al espíritu le hace falta un manjar superior para continuar, después de la muerte de su materia, su viaje hacia el infinito; para esa jornada vengo a dar al espíritu enseñanzas que parecen fantasías al hombre, lecciones profundas e insondables para la imaginación más despierta. Esta llave la confío a vuestro espíritu, para que con ella abra todas las puertas que encuentre a su paso y continúe así su jornada hacia su perfeccionamiento espiritual. 56. Mi Doctrina encierra todas las enseñanzas. Es el camino, la verdad y la vida". Por eso debéis practicarla en todos los instantes de vuestra existencia. 57. ¡Dad a lo divino el lugar más elevado de vuestro espíritu y dad a la materia lo que le corresponde! ¡Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César! 58. Si aprendéis a ser justos en vuestra vida, vuestro paso será firme y la duda y la incertidumbre desaparecerá. 59. Cuando llegue el tiempo de vuestra predicación, cuando vuestras flaquezas y prácticas superfluas hayan desaparecido, cuando sólo os ocupéis de lo necesario y elevado para vuestro espíritu, entonces disfrutaréis de un tiempo mayor para practicar mi Obra, y cuando encontréis en vuestro camino al necesitado de lo que vosotros poseéis, no os mostraréis como Tomás en la duda, ni como Pedro en su momento de cobardía, tampoco seréis como Judas, débiles ante las vanidades y tentaciones. 60. Vuestro espíritu me dice: "Maestro, ¿Por qué nos comparas con aquellos espíritus extraordinarios?" Y el Maestro os dice: Es verdad, mis discípulos del Segundo Tiempo fueron grandes espíritus que trabajaron entre la humanidad por su adelanto espiritual, adelanto que no habían alcanzado los hombres de aquel tiempo, ni aun en el presente. Pero fueron espíritus como vosotros y también fueron humanos como vosotros. Su virtud luchó contra sus imperfecciones, pero siendo más fuerte su espíritu, venció a las flaquezas humanas y se consagraron a la práctica de mis enseñanzas, alcanzando por medio de su virtud y de su amor, el fiel cumplimento de mi Doctrina y el ejemplo que cada uno de ellos dejó, fue digno del Maestro que los enseñó. 61. Vosotros daréis grandes ejemplos dignos del Maestro que ha venido a hablaros en este Tercer Tiempo. ¿Por qué dudáis de Mí y de vosotros? Espero con paciencia que interpretéis mi palabra y quiero que vosotros también con paciencia ensenéis a la humanidad. 62. Yo, el maestro pacientísimo, os explico con claridad la lección que no habéis comprendido, y la prueba que no supisteis vencer la vuelvo a poner a vuestro paso y cuando la vencéis, vuestro espíritu se siente fuerte y me da gracias; entonces el Maestro tomando el Libro de la Sabiduría os enseña una nueva lección. 63. Mas cuando ese libro quede guardado en el cofre de vuestro corazón, el Maestro os dirá: Ya no sois los discípulos, sois los maestros. Id a la humanidad que ignora mis revelaciones y abrid ante ella el Libro de la Sabiduría y con la misma paciencia con que os he doctrinado, enseñad a vuestros hermanos. 64. Si os he mostrado vuestros defectos, ha sido para que los corrijáis, también vosotros cuando vayáis entre vuestros hermanos y en ellos encontréis los mismos defectos, recordad que se corrigen con paciencia y con amor. 65. ¿Acaso he traído en mis enseñanzas la violencia? ¿Por ventura he usado el látigo para enseñaros? No, discípulos, os he perdonado con dulzura. Vosotros, varones: ¿Ya estáis practicando la paciencia con la compañera? Vosotras, mujeres: ¿Habéis sido pacientes con vuestro esposo? Y ambos esposos: ¿Habéis tenido paciencia para corregir a vuestros hijos? Si habéis practicado en esa forma, me habréis imitado, si no lo habéis hecho así, os perdono, pero os probaré en el camino hasta que salgáis avante. 66. Os dejo una vez más mi palabra como simiente de amor. Cuando vayáis a sembrarla, pensad que la semilla material no nace en el instante de sembrarse, mucho menos puede florecer y fructificar. Todo ello requiere amor, méritos y abnegación para cultivar. 67. La tierra que os concedo es el corazón de la humanidad, la simiente es mi revelación como Espíritu Santo, consagraos a vuestro cultivo, amadlo, bendecidlo, porque con vuestro ejemplo estaréis enseñando a nuevos labriegos, que serán con vosotros los sembradores del Tercer Tiempo. 68. Aprended a conocer mi enseñanza. ¿En dónde podréis encontrarla? ¿Acaso en la palabra que vierte el portavoz? No, discípulos, mi enseñanza la tenéis en la esencia de esta palabra. Cuando os comuniquéis de espíritu a Espíritu con vuestro Señor, ¿Cómo podréis reconocer mi voz divina? En la voz de vuestra conciencia, ahí me tendréis eternamente doctrinándoos. 69. Mi amor conmoverá vuestras fibras más sensibles, pero será la armonía con vuestra conciencia, la que os haga escuchar mi divino concierto y muchos me contemplaréis en la dulce silueta de Jesús. Debo advertiros que la silueta de Jesús no es la forma perfecta en que me contemplaréis. Si os dije en los tiempos pasados: "Todo ojo me verá", os di a entender que todos conoceríais la verdad, aunque debo deciros que Yo me limitaré según la evolución de cada espíritu. Más cuando ascendáis por la escala de perfección, entonces sí me contemplaréis en todo mi esplendor. 70. Por ahora, no tratéis de imaginarme en ninguna forma, meditad: Si vuestro espíritu siendo limitado es esencia, es luz ¿Qué forma podrá tener el espíritu Universal de Vuestro Señor, que no tiene principio ni fin? Dejad lo insondable en la intimidad de mi arcano, velad y orad, y cuando la muerte humana deje en libertad a vuestro espíritu, le descorreré un velo más en mi libro infinito de revelaciones, para que conozca al Padre y se conozca a sí mismo, para que al llegar al Más Allá, os extasiéis ante la contemplación de un mundo mejor, de un mundo maravilloso que os espera, pero que no será el último que moréis. 71. Orad, pueblo, orad por la humanidad; con vuestra oración o sin ella Yo estoy con todos, pero anhelo que florezca entre mis hijos el precepto de amaros los unos a los otros. 72. He visitado vuestra morada, y contemplado vuestras necesidades, os he dejado un presente de amor. Vosotros no habéis querido aprender mi lenguaje divino. Yo si conozco el vuestro, aunque sea imperfecto. 73. Caminad con firmeza en mi sendero y lo encontraréis sembrado de prodigios. ¿Quién os ha dicho que el tiempo de los milagros ha pasado? ¿No es un milagro de amor vuestra existencia? ¿No presentís el peligro que se cierne a vuestro alrededor? ¿No presentís el peligro que rodea a vuestro mundo? ¿Por qué no perecéis? Porque un milagro de amor os protege. 74. Todo cuanto os rodea, ha sido creado por Mí como un milagro maravilloso de amor, para engalanar a mis hijos muy amados. 75. El tiempo de los milagros está en la eternidad. Yo soy un milagro infinito de amor para todos mis hijos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 315 1. Bendito sea el pueblo que ha acudido al llamado de su Señor. Mi libro se abre ante vosotros para revelaros una lección más. La enseñanza que brota de mi Espíritu es esencia y vida para el vuestro, tomad y comed de ella, porque es el pan de vida eterna. 2. Estoy sembrando mi Doctrina en el corazón de estas multitudes y habré de recoger el fruto a su debido tiempo. Mi palabra no se perderá, porque la estoy guardando en lo más sensible de vuestro ser, que es el espíritu. 3. Calmad vuestra hambre y sed en esta mesa de amor, olvidad vuestra miseria y sanad de vuestras dolencias, para que verdaderamente podáis gozar estos instantes. 4. El fuego del dolor abrasa vuestro corazón y sólo el agua cristalina de mi palabra puede apagarle, por eso os invito a oírme, para que viváis y recobréis la paz. 5. Sí, pueblo, quiero haceros poseedores de mi paz, para que después vayáis a esparcirla por los caminos y pueblos de la Tierra; os he llamado para prepararos y convertiros en emisarios de mi mensaje de paz. Pensad que no sois los únicos que me necesitáis en este tiempo, sino que toda la humanidad que os rodea se encuentra sedienta de amor y de luz. 6. No temáis si no sois comprendidos, mi luz ilumina todo entendimiento; no miréis en la diferencia de idiomas o de credos, obstáculos insuperables para la propagación de mi Doctrina. 7. La torre de Babel aún está en pie ciertamente, pero también es verdad que el pueblo espiritualista ya está surgiendo en el mundo y él tiene la misión de empezar a destruir los cimientos de esa torre de divisiones, diferencias y orgullo. 8. Quiero que aprendáis a tener paz en medio de la lucha, para que todos sigáis considerando este mundo como una sola morada, como un hogar que, aunque pasajero, tenga el calor y el sustento que todos necesitan para vivir. 9. No penséis todavía en la paz que pueda brindaros la vida espiritual cuando hayáis dejado ésta. Pensad en lo mucho que tenéis aún que hacer en este mundo; más bien preocupaos por hacer los mayores méritos para ser dignos de una morada mejor, y si en esto pensáis, no dudéis que sabréis aprovechar bien los días que mi caridad os conceda sobre la Tierra. 10. Dejad en vuestro paso por la vida una huella de amor, porque si así no fuere, no podréis llegar al Reino de la paz. 11. Si me amáis, si creéis en Mí, si queréis agradarme y labraros un futuro de paz en vuestro espíritu, llevad esta enseñanza, practicadla con pureza y verdad y cuando eso sea, experimentaréis en todo vuestro ser una fortaleza y una luz muy grandes, porque me estaréis imitando. 12. Cuando cese vuestra lucha, podréis escuchar en vuestro corazón una voz infinita, celestial, que os dirá: "Benditos vosotros que escuchasteis mi voz en el desierto y creísteis en ella, porque desde ese instante tuvisteis un ideal perfecto en que inspiraos. Benditos los que supieron resistir las calumnias, los golpes y las humillaciones, porque al fin habéis conquistado la Tierra en donde ***restañaréis todas vuestras heridas. 13. Almacenad mi palabra, oh pueblo bendito, mirad que ella tendrá que ser el cimiento firme de una nueva torre que los hombres habrán de levantar, mas no la torre que simbolice el orgullo humano, ni la que desafíe el poder y la justicia divinas, sino la torre inmaterial, que simbolice la elevación espiritual, el amor, la caridad y la armonía entre los hombres. 14. Para ayudaros en vuestro desarrollo espiritual, fue indispensable que Yo me comunicara por medio del entendimiento humano con este pueblo, para recordaros mi Ley, para dejar esclarecida mi palabra y definida vuestra misión. 15. Ley, normas y consejos os he confiado para que sepáis guiar vuestros pasos una vez que ya no tengáis mi palabra con vosotros. Esa Ley y esas normas, dadas a conocer a la humanidad, a través del entendimiento humano, servirán para que los hombres, a quienes he concedido dones espirituales, sepan encauzarlos por el verdadero camino, evitando así su propia confusión y la de sus hermanos. 16. Vuelvo a deciros que no será penosa vuestra jornada espiritual. Si todos sabéis unir los diferentes dones y misiones que os he confiado, formaréis un conjunto que será invencible en las pruebas, porque todos os prestaréis fuerza y os alentaréis en la lucha por alcanzar la Tierra Prometida. 17. El mundo en esta Era no supo esperarme como me esperó el pueblo de Israel en aquel Segundo Tiempo. Mis grandes profetas habían anunciado a un Mesías, a un Salvador, al Hijo de Dios, quien vendría a libertar a los oprimidos y a iluminar al mundo con la luz del Verbo y aquel pueblo, mientras más sufría, más deseaba la llegada del prometido; mientras más bebía en el cáliz de la humillación y la opresión, más anhelaba la presencia del Mesías, y por doquiera buscaba indicios y señales que le hablasen de la proximidad de la llegada de su Salvador. 18. De generación en generación y de padres a hijos iba pasando la divina promesa que hizo velar y orar por mucho tiempo al pueblo escogido del Señor. Al fin llegué entre mi pueblo, pero no todos supieron reconocerme, aunque todos me esperaban; unos lo hacían con espiritualidad y otros a través de una interpretación materialista. Pero me bastó la limpidez y el amor de los que sintieron mi presencia y miraron el reino de los Cielos en la luz de mi palabra, para que creyeran en mi manifestación; me bastó con los que me siguieron fielmente y miraron en Mí a su Salvador espiritual, porque ellos fueron los que dieron testimonio de mi verdad después que partí de este mundo. 19. Aunque mi mensaje era para todos los pueblos de la Tierra, llamé al corazón del pueblo escogido para que él se convirtiese luego en portavoz de mi palabra. Sin embargo, no sólo ese pueblo sintió mi presencia, también en otras naciones los hombres supieron descubrir las señales de mi llegada y presintieron el tiempo de mi presencia en la Tierra. 20. Cuando declaré al mundo ser Yo el Mesías, y mi palabra como un río de vida comenzó a sustentar a los corazones, el hambre y la miseria del cuerpo y del espíritu se hallaban por doquiera. Sólo la luz de la esperanza sostenía a aquel pueblo, pues hasta su culto a Dios había sufrido profanaciones, convirtiéndolo en un culto idólatra más. 21. Hambre, sed, enfermedad, esclavitud, turbación, lepra, tinieblas, miseria, ese era el fardo que el César había puesto sobre los hombres del pueblo de Dios. Por eso era deseado, por eso día tras día era esperado, y cuando mi palabra llegó a los corazones, hablándoles de amor, de justicia, de fraternidad y libertad, las turbas me siguieron; cuando mi mano tocó a los enfermos, haciéndoles sentir la paz y el consuelo divino, ellos, sin poderse contener, gritaron para dar testimonio por calles y plazas, que Yo era el Cristo prometido, el Mesías anunciado. 22. Y ahora, en este Tercer Tiempo, ¿Qué pueblo me ha esperado? ¿Quién ha velado y orado en espera del cumplimiento de mi promesa? Muy pocos, porque en vez de imitar a aquel pueblo que de generación en generación se fue trasmitiendo el conocimiento de las profecías, lo que habéis hecho es ir borrando de tiempo en tiempo mi palabra. Y sabed que en mi palabra, dada en Jesús en el Segundo Tiempo, prometí volver confirmando así las palabras de los profetas de los primeros tiempos, que no sólo hablaron de mi venida en cuanto hombre, sino que también anunciaron mi venida en espíritu, en este tiempo que ahora vivís. 23. Las señales que hablarían de mi próxima llegada, así como las pruebas de mi presencia entre los hombres, estaban escritas y todas han tenido cumplimiento. ¿Por qué entonces el mundo no supo esperarme? La humanidad apura el cáliz más amargo de cuantos el hombre ha bebido en el mundo, ¿Por qué entonces no me ha deseado ni me ha llamado? Porque su materialismo ha llegado a tal grado, que me ha excluido de su vida, me han arrojado de su corazón, porque ya no son los humildes, aquellos que sabían inclinarse ante su Señor para orar y obedecer su voluntad. 24. Ahora el hombre se siente grande, sabio, fuerte, poderoso y absoluto. El posee la luz de la ciencia, ¿Para qué ha de desear la luz del espíritu? Él es dueño de las fuerzas de la Naturaleza, ¿Para qué esperar a que venga Yo a libertarle de sus enemigos si él puede hacerlo con sus armas? 25. La humanidad dormía espiritualmente en el instante en que se cumplió mi promesa de volver entre vosotros. Ni un solo pueblo veló ni me esperó y mirad que si en el Primer Tiempo la promesa del Mesías fue para un pueblo, la promesa de mi retorno fue para todas las naciones. 26. En verdad os digo que ya mi luz, como el relámpago, ha cruzado de oriente hacia occidente, sin que el mundo se percatara de ello. 27. Mi palabra ha llegado entre vosotros, despertando y sorprendiendo a hombres rudos de entendimiento, a ignorantes del motivo de mi llamado, para servirme de su mente y transmitir al mundo mi nuevo mensaje. 28. Cuando este mensaje haya concluido, dejaré de hablar por estos conductos, para manifestarme después en forma sutil en los espíritus, pero mi palabra, grabada en el corazón de quienes la escucharon y escrita en un nuevo libro, será llevada a los pueblos y naciones del mundo, como semilla de paz, como la luz de la verdadera ciencia, como bálsamo sobre el mal que aqueja al cuerpo y al espíritu de la humanidad. 29. Mi palabra no llegará a los corazones cuando lo deseen mis emisarios, sino cuando sea mi voluntad, porque seré Yo quien vele por mi simiente, quien le prepare la tierra y le abra camino; seré Yo quien la haga llegar, sabiamente, en el momento oportuno a pueblos, naciones, y hogares. Ella llegará cuando ya se le esté esperando, cuando los corazones estén en vigilia, recordando mis promesas, cuando hayan despertado de su profundo sueño de grandeza, de orgullo, de materialismo y vanidad. 30. Pueblo que os habéis congregado en torno a la manifestación de mi palabra: Ya que no supisteis velar en espera de mi llegada, al menos comprended el valor de mi Obra, mirando en ella el infinito amor con que he llegado a vosotros para deciros: Ya que no habéis sabido aguardad mi retorno, sabed permanecer despiertos desde ahora, velando y orando por la salvación del mundo. 31. Os he buscado para hacer de cada uno de vosotros un discípulo mío, para dejaros como herencia mi palabra, que es la semilla eterna, y después de sembrar y cultivar en vosotros mi propia simiente, enviaros a otras tierras, en representación mía, a llevar este presente de amor a todos vuestros hermanos. 32. Tengo hambre de fe y de espiritualidad de mis hijos. Os he dado el espíritu que es parte del Mío, que os hace superiores a las demás criaturas que pueblan este mundo. El hombre es semejante a Mí por los atributos y virtudes de que le he dotado. Todo os lo he dado para que hagáis una vida pródiga en obras de amor y caridad. 33. No ocultéis mi Doctrina por temor a ser rechazados; si os preparáis dignamente, si os apegáis al cumplimiento de mis leyes, ¿Quién podrá censuraros? Mis enseñanzas os conducen a la más elevada moral y espiritualidad, y podréis vivir en paz con aquellos que profesan su fe en diferentes formas como los que pertenecen a otras razas o a otras clases. Sólo quiero que llevéis el sello de la más pura espiritualidad para que seáis reconocidos como discípulos de esta Obra. Por esto no os sintáis más grandes ni más pequeños que vuestros hermanos, pero sí sentid el deber de ayudarlos, poniendo a su alcance mi palabra para que puedan convertirse también en mis discípulos. 34. Os he dado la Tierra para que la poseáis todos por igual, para que viváis en paz y la toméis como un hogar temporal, en el que desarrollaréis vuestros dones y preparéis vuestro espíritu para que ascienda a su nueva morada. Yo os he dicho: "En la casa del Señor hay muchas moradas"; vosotros las conoceréis a medida que vayáis elevándoos. Cada una en grado ascendente os acercará a Mí y serán alcanzadas por vosotros según vuestras obras, porque todo está sujeto a un orden y justicia divinos. 35. Nadie podrá impedir vuestro paso de una escala a otra y en el final de cada una de ellas habrá regocijo y fiesta en vuestro espíritu y en el Mío también. 36. Así os preparo para que sepáis que el camino que tenéis que recorrer es largo y no os conforméis con vuestras primeras obras, creyendo que ellas os abrirán la puerta de esas moradas; y también os digo que es bello y satisfactorio para un espíritu llegar al final de una etapa y detenerse para mirar hacia atrás el camino recorrido, con sus grandes luchas, sus días de amargura y sus horas de paz, después de haber vencido los innumerables obstáculos; y al fin el triunfo, la compensación y la justicia resplandeciendo en derredor vuestro y el Espíritu de vuestro Padre presente, glorioso, bendiciendo al hijo, haciéndolo descansar en su seno, en tanto es preparado para su siguiente escala y así pasando de una a otra, hasta llegar al sumo cumplimiento al final, para morar eternamente en Mi. 37. Por ahora cumplid vuestro destino en la Tierra, llevad la paz donde haya guerra, amor donde haya odio y derramad caridad donde el egoísmo reina, y cuando lleguéis al final de este camino, Yo os devolveré con creces lo que habéis dado a vuestros hermanos. 38. Esta es mi palabra sencilla y clara, al alcance de vuestro entendimiento. Yo me he recreado con vuestro recogimiento y atención; veo en cada uno de vosotros el afán de practicar mi enseñanza, de renovaros, de perfeccionaros, y llegar a formar una familia sana de espíritu y materia que se ame y se reconozca y se funda en un solo espíritu, que envíe luz, fortaleza y paz a la humanidad. 39. La luz de mi Divinidad está en toda conciencia, como supremo don con que el Padre ha heredado a sus hijos, sois, por lo tanto, entre todas mis criaturas las más elevadas, puesto que lleváis en si la luz de la conciencia que os hace saber quiénes sois, de donde procedéis, cuál es vuestro destino y hacia dónde vais. 40. Ahora vive vuestro espíritu un tiempo de mayor luz, en el que habrá de dar un paso hacia adelante, en el que se elevará más hacia Mí, que soy la meta de vuestra perfección y espiritualidad. 41. La escala que en sueños vio Jacob, hoy se levanta luminosa delante de cada espíritu, invitándole a ascender y a conocer los misterios que los hombres no han podido penetrar. 42. Este es un tiempo de claridad para el espíritu y para el entendimiento humano, en el que sabréis encontrar el contenido, esencia o sentido de todas aquellas revelaciones que desde los tiempos pasados os fueron hechas; pero que no habéis logrado interpretar justamente, porque os fueron dadas a través de un lenguaje simbólico o en parábola. 43. La falta de espiritualidad de los hombres, ha sido la causa de que el entendimiento no haya esclarecido la verdad que se encuentra dentro de cada una de las palabras o formas contenidas en los divinos mensajes. Entonces la humanidad ha supuesto que sólo debe creer aun cuando sea sin comprender. Yo os digo en este instante que no soy un misterio para nadie, que el misterio lo creáis vosotros con vuestra carencia de elevación espiritual, con vuestra falta de oración y vuestra falta de caridad y humildad. 44. Yo no puedo ser un misterio porque en todas partes estoy y me muestro plenamente en todo cuanto existe y os rodea; pero si vosotros os empeñáis en no mirarme, si cerráis vuestros ojos cuando me presento ante ellos o huís de Mí cuando os estoy llamando, tendré que seguir siendo para vosotros un misterio impenetrable. 45. ¿Sabéis que significado encierra aquella Escala que en sueños contempló Jacob? Esa Escala representa la vida y la evolución de los espíritus. Él cuerpo de Jacob dormía en el momento de la revelación; pero su espíritu se encontraba despierto. El se había elevado hacia el Padre, buscando como medio la oración y al penetrar su espíritu en las regiones de luz, alcanzó a recibir un mensaje celestial que quedaría como un testamento de revelaciones y verdades espirituales para su pueblo, que es toda la humanidad, porque Israel no es nombre material sino espiritual. 46. Jacob veía que aquella escala estaba apoyada en la Tierra y que su cúspide tocaba el cielo; esto indica el camino de elevación espiritual que empieza en la Tierra a través de la carne y termina fundiendo su luz y su esencia con la de su Padre, fuera de toda influencia material. 47. Vio el patriarca que por aquella escala subían y descendían ángeles, representando ello, el incesante encarnar y desencarnar, el continuo ir y venir de los espíritus en pos de luz, o también en misión de restituir y de purificarse, para elevarse un poco más al retornar al mundo espiritual. Es el camino de evolución espiritual que conduce al perfeccionamiento, por eso Jacob contempló en la cumbre de la escala la forma representativa de Jehová, indicando que Dios es la meta de vuestra perfección, de vuestras aspiraciones y el supremo galardón de infinitos goces, como compensación de arduas luchas, a los prolongados sufrimientos y a la perseverancia por llegar al seno del Padre. 48. En las vicisitudes y en las pruebas, el espíritu encontró siempre la oportunidad de hacer méritos para ascender. Ahí, en cada prueba, ha estado siempre representada la Escala de Jacob, invitándoos a subir un peldaño más. 49. Grande revelación fue aquella, ¡oh discípulos! porque en ella se os hablaba de la vida espiritual en un tiempo en el que apenas se iniciaba el despertar del espíritu hacia el culto a lo divino, a lo elevado, a lo puro, bueno y verdadero. 50. Ese mensaje no podía ser tan sólo para una familia, ni siquiera para un solo pueblo; su esencia era espiritual y por lo tanto tenía universalidad. Por eso mismo la voz del Padre dijo a Jacob: "Yo soy Jehová, el Dios de Abraham y el Dios de Isaac, la tierra en que os encontráis os la daré a vos y a vuestra simiente y esa simiente será como el polvo del mundo y os extenderéis hacia el occidente y al oriente, y al norte y al mediodía y todas las familias de la Tierra serán benditas en vos y en vuestra simiente". 51. Este mensaje os podrá parecer de poca importancia en apariencia, pero es profundamente infinito en su contenido espiritual, mas ¿Cómo podrían los hombres encontrar su esencia, si no la han valorizado, si huyen de toda señal o revelación espiritual? He tenido que ser Yo mismo quien viene a daros la interpretación de aquel mensaje que os di en otro tiempo, cuando apenas se iniciaba el despertar del espíritu en el mundo, para alentaros en vuestra misión. 52. Día tras día aparecen señales y surgen acontecimientos que os hablan del fin de una Era. 53. La ciencia humana ha llegado al límite a que puede el hombre llevarla en su materialismo, porque la ciencia, inspirada en el ideal espiritual del amor, del bien y del perfeccionamiento, puede ir mucho más allá de donde la habéis llevado. 54. La prueba de que vuestro adelanto científico no ha tenido por móvil el amor de los unos a los otros, es la degeneración moral de los pueblos, es la guerra fraticida, es el hambre y la miseria que reinan por doquiera, es la ignorancia de lo espiritual. 55. Llenas de orgullo se levantan las grandes naciones pregonando su poderío, amenazando al mundo con sus armas, haciendo alarde de inteligencia y de ciencia, sin darse cuenta de lo frágil que es el mundo falso que han creado, pues bastará un débil toque de mi justicia para que ese mundo artificioso desaparezca. Y será la mano del hombre la que destruya su propia obra, será su mente la que invente la forma de exterminar lo que antes creó. Yo haré que sólo queden en pie aquellas obras humanas que hayan dado buen fruto a los hombres para que sigan siendo cultivadas en bien de las generaciones venideras, mas todo lo que encerrase un fin perverso o egoísta será destruido en el fuego de mi justicia inexorable. 56. Sobre las ruinas de un mundo creado y destruido por una humanidad materialista, se levantará un nuevo mundo, cuyos cimientos serán la experiencia y tendrá por finalidad el ideal de su elevación espiritual. 57. Pensad en el adelanto de una humanidad cuya moral proceda de la espiritualidad; imaginad una humanidad sin límites ni fronteras, compartiendo fraternalmente todos los medios de vida que la Tierra ofrece a sus hijos. Tratad de imaginar lo que será la ciencia humana, cuando ella tenga por ideal el amor de los unos a los otros, cuando el hombre obtenga a través de la oración los conocimientos que busca. Pensad en lo grato que será para Mí recibir de los hombres el culto del amor, de la fe, de la obediencia y la humildad, a través de su vida, sin que tengan que recurrir a ritos ni a cultos externos. 58. Esa sí será vida para los hombres, porque dentro de ella respirarán paz, gozarán de libertad y se sustentarán solamente con aquello que encierre verdad. 59. La existencia que lleváis en la Tierra, tiene más de muerte que de vida. Ella es infierno para muchos, es presidio, es cautiverio, es destierro. No se conoce en ella la paz ni puede disfrutarse de la libertad. No existe la salud en el cuerpo ni en el espíritu, ni existen goces que os compensen en algo de tanto dolor. 60. Pero lucháis por parecer felices; meditáis la forma de disimular vuestros continuos fracasos; ponéis ante vuestro rostro una máscara sonriente para fingir que sois felices y hacéis alarde de fuerza y de valor para ocultar el miedo que tenéis ante el abismo que habéis abierto bajo vuestros pies. 61. Ayer la Tierra fue valle de lágrimas, ahora es valle de sangre. Mañana ¿Qué será? Un campo de humeantes escombros, por donde paso el fuego de la justicia exterminando el pecado y abatiendo el orgullo de los hombres sin amor, porque se olvidaron del espíritu. 62. Así serán arrojados del templo del saber los mercaderes de la ciencia, porque lucraron con la luz, porque profanaron la verdad. 63. ¿De qué tiempos futuros os estoy hablando? No lo sabéis, ni voy a precisarlos, porque los hechos os irán hablando del cumplimiento de mi palabra. 64. Mientras a unos les digo que reúnan todo el fruto de sus obras para que el fuego las destruya, a otros les digo que reúnan su simiente y la protejan, para que cuando pase el día de la justicia, esa simiente se siga propagando como semilla de vida. 65. En mi enseñanza de este día quiero deciros que mi Verbo ha vuelto a iluminar a esta humanidad para que despierte y surja a la espiritualidad. 66. El concepto que de Mi tienen los hombres, es muy limitado, su conocimiento sobre lo espiritual, muy escaso, su fe, muy pequeña. 67. Las religiones duermen el sueño de los siglos, sin dar un paso hacia adelante y cuando despiertan es sólo para agitarse en su interior sin atreverse a romper el cerco que se han creado con sus tradiciones. 68. Serán los humildes, los pobres, los sencillos e ignorados, quienes salgan de esa órbita en busca de luz, de ambiente puro, de verdad y de progreso. Serán ellos los que den la campanada y la voz de alerta, al sentir la llegada de los tiempos de mis nuevas revelaciones, en la Era de la Espiritualidad. 69. La humanidad quiere descubrir el misterio de la vida espiritual, de esa existencia a la que irremisiblemente habrá de penetrar y que por eso mismo le interesa conocer. 70. Los hombres interrogan, suplican, piden luz por caridad, porque sienten la necesidad de prepararse, mas, por toda contestación se les dice que la vida espiritual es un misterio y que pretender descorrer el velo que les cubre, es una temeridad y una blasfemia. 71. En verdad os digo que esos sedientos de verdad y de luz no encontrarán en el mundo la fuente cuyas aguas calmen su sed, seré Yo quien derrame desde los cielos esas aguas de sabiduría que los espíritus ansían beber, Yo desbordaré mi fuente de verdad sobre todo espíritu y sobre toda mente para que los misterios queden destruidos, porque os digo una vez más, que no soy Yo quien tiene misterios para los hombres, sino vosotros quienes los creáis. 72. Bien está que siempre existirá algo en vuestro Padre que nunca descubriréis, si tomáis en cuenta que Dios es infinito y que vosotros sois sólo partículas; pero que debáis ignorar quiénes sois en la eternidad, que tengáis que ser vosotros un misterio impenetrable ante vosotros mismos y que tengáis que esperar a penetrar en la vida espiritual para conocerla, eso no está prescrito por Mi. 73. Que en los tiempos pasados no se habló en esta forma, ni se os hizo una invitación amplia a penetrar en la luz de los conocimientos espirituales, es cierto; pero es que en los tiempos pasados no experimentó la humanidad la imperiosa necesidad de saber que ahora siente, ni estaba capacitada espiritual ni mentalmente para comprender. Si siempre había estado buscando y hurgando, fue más por curiosidad que por verdadera sed de luz. 74. Para que los hombres encuentren el camino que les conduzca hacia esa luz y para que estén en condiciones de recibir aquellas aguas de la fuente de la vida y la sabiduría, antes tendrán que dejar todo culto exterior y que borrar de su corazón todo fanatismo. Una vez que comiencen a sentir en su corazón la presencia del Dios viviente y omnipotente, sentirán escapar de lo más íntimo de su ser una plegaria nueva, desconocida, llena de sentimiento y de sinceridad, plena de elevación y de ternura, que será la verdadera oración, revelada por el espíritu. 75. Ese será el principio de su elevación hacia la luz, el primer paso en el camino de la espiritualidad. Si el espíritu puede revelar al hombre la verdadera oración, también podrá revelarle todos los dones que posea, así como la forma de desarrollarlos y encauzarlos por la senda del amor. 76. Todavía vivís en un tiempo en que necesitáis de los libros que contienen el testimonio de mis manifestaciones, para aprender en ellos o que vuestros hermanos que más saben os trasmitan su saber, mas no contáis con que se aproxima el tiempo de los intuitivos, de los que hablen por inspiración, de los que reciban la luz en la oración, de los que sin aprender en la Tierra, tengan más poder que el hombre de ciencia. 77. Mi comunicación y la de mi mundo espiritual a través de este pueblo pobre, ignorante y rudo, es una prueba de lo que os digo, el principio de una era que habrá de culminar con las manifestaciones de espíritu a Espíritu. 78. Hacia esa meta se encaminará pronto la humanidad, sin que haya obstáculos que puedan detenerla en el logro de sus máximas aspiraciones espirituales. Todo hombre tiene el derecho sagrado de conocer la verdad y nadie debe de oponerse a su paso, ya que soy Yo, quien al extremo del camino le está esperando, para estrecharle con amor infinito y mostrarle toda la belleza que la eternidad encierra para cada uno de los que buscan con amor, para todos aquellos que tengan hambre y sed de verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 316 1. Discípulos: He aquí al Maestro nuevamente entre vosotros. Mi espíritu recibe vuestro llamado y al instante atiende vuestra invocación enviándoos su Rayo Universal para envolveros con su luz. 2. Busco a los entendimientos preparados, para entregaros mi enseñanza, pero no solamente los portavoces reciben mi presencia, no, Yo estoy con todos mis hijos, desde el párvulo hasta el discípulo, todos sienten en este instante la presencia del Espíritu Santo. 3. En verdad que no sólo vosotros me sentís; desde todos los puntos de vuestro mundo, se eleva el espíritu de mis hijos en pos del Doctor de los doctores, para recibir de El la caricia, el bálsamo y la fortaleza. Como es el tiempo de la manifestación de mi Espíritu entre la humanidad, me hago sentir en todos mis hijos, me limito, dejándome contemplar según la evolución de cada quien, para estimular con ello la fe y el amor de mis discípulos. 4. El Tercer Tiempo ha llegado en plenitud para la humanidad. Han pasado cerca de dos mil años, desde que vine a entregaros mi palabra, y aquella Doctrina, a pesar del tiempo transcurrido, no ha sido conocida aún por toda la humanidad, porque no soy amado por todos mis hijos; sin embargo, todos me rinden culto, todos buscan a un solo Espíritu Divino que es el Mío. Mas no contemplo unificación entre los hombres, no contemplo entre ellos la misma fe, la misma elevación y conocimiento, y es por eso que vengo como Espíritu Santo, para unificarlos en Mí, para perfeccionarlos con mi Doctrina de verdad, con mi palabra inmutable, con mi Ley de justicia y de amor. 5. La mayor parte de esta humanidad se nombra cristiana y el Maestro os dice: Si en verdad fuese cristiana, ya habría vencido con su amor, con su humildad y su paz, al resto de los hombres; pero mi Doctrina, legada desde el Segundo Tiempo, no está en el corazón de la humanidad, no palpita ni florece en las obras de los hombres, está guardada en los libros empolvados y Yo no he venido a hablar de los libros. Por libro os traje mi vida, mi palabra y mis obras, mi pasión y mi muerte en cuanto hombre y esa es la razón por la que la mayor parte de la humanidad diciéndose cristiana, no tiene la paz ni la gracia de Cristo, porque no le imitan, porque no practican su Doctrina. 6. El reino de la injusticia se ha enseñoreado entre la humanidad, porque han despreciado mis revelaciones, pero ahora vengo en el Tercer Tiempo a recordar a los hombres, mis lecciones de los tiempos pasados. 7. ¿Por qué impera en este tiempo el reino de la injusticia? Porque contemplo como reyes a quienes debían ser siervos, y a los que debían ser señores en el amor y la humildad, les contemplo como esclavos. 8. Al que hurta y sorprende la buena fe de los demás, le encuentro enriquecido, y el tirano es ensalzado y rodeado de adulaciones. El que se mancha con la sangre hermana, es elevado a un alto sitial, y los que son víctimas de la crueldad humana, son humillados. 9. Así contemplo vuestra vida, humanidad, veo muchas instituciones con nombres hermosos, pero de ellas no brota verdad, amor ni caridad. Contemplo que en el seno de sectas y religiones, se levantan los ministros diciendo a sus pueblos: Haced el bien. Y de cierto os digo: El único que puede decir: "Haced el bien" soy Yo, porque sólo Yo os hago el bien, los hombres siempre deben decir: "Hagamos el bien". 10. No contemplo verdad ni sinceridad, porque los hombres se han contaminado con el mal que reina; mas a pesar de ello hay quienes han permanecido fieles a mi Ley y han sufrido, sin salirse del sendero que les marca mi amor. 11. A través de aquellos que han permanecido fieles a mi Ley, a pesar del ambiente que les rodea, les digo a los que sufren: Perseverad en el bien, recordad y vivid mis ejemplos de los tiempos pasados y venceréis las flaquezas humanas. 12. Muchas lecciones os revelé en el Segundo Tiempo y aquella enseñanza fue la preparación que os di para este Tercer Tiempo, ya que vuestro espíritu no podía elevarse hacia Mí. Yo vine a vosotros en Jesús, naciendo, sufriendo y muriendo como hombre. Con mi sacrificio os dejé abiertas las puertas para el Más Allá, para que vuestro espíritu despertando de su letargo, se elevara a Mí. Abrí ante vosotros el Libro de los Siete Sellos, el gran Libro de la Vida, y en verdad os digo, con mi sacrificio por amor a la humanidad, desaté en aquel tiempo el quinto sello. 13. Hoy no vengo como hombre entre vosotros, vengo como Espíritu Santo a doctrinaros para que alcancéis la comunicación de espíritu a Espíritu, mas para que esa comunicación llegue a su perfección, he principiado a comunicarme a través del entendimiento humano, pero esta manifestación terminará en 1950, y entonces estos párvulos se convertirán en discípulos y se comunicarán de espíritu a Espíritu con su Maestro, y aun cuando ante Mí sean mis discípulos, ante la humanidad serán los buenos maestros. 14. Hoy os preparo como en el Segundo Tiempo; vosotros y aquéllos sois los mismos, sois discípulos y testigos de mis enseñanzas. 15. Las pruebas os han asediado en el camino, mas aun cuando encontraseis el obstáculo a vuestro paso, no me volveréis la espalda, no me negaréis porque fuisteis testigos de mi promesa de volver, y la habéis visto cumplida en este tiempo. 16. Vosotros podréis encontrar en mi manifestación las mismas enseñanzas del Segundo Tiempo; pero en esta era he venido con la luz de mi Espíritu Santo, a revelaros lo insondable, y en la comunicación de espíritu a Espíritu, os seguiré revelando nuevas y muy grandes lecciones; todo el contenido del Sexto Sello os lo daré a conocer en esta etapa de revelaciones que os irán preparando para el tiempo en que abriré el Séptimo Sello. Así iréis conociendo lo insondable, así encontraréis que el valle espiritual es la morada de todos los espíritus, la mansión infinita y maravillosa que os espera en el Más Allá, donde recibiréis el galardón de las obras que con amor y caridad ***hayáis sembrado en vuestros hermanos. 17. En este tiempo, vuestro espíritu está saturado de mis revelaciones, ya sea que las haya recibido a través del portavoz o bien de sus dones espirituales. 18. Es el tiempo en que al no encontrar entre los hombres un hermano que os oriente, os aconseje y os sirva de báculo, venís a Mí porque Yo soy el divino Cirineo que os levanta y os consuela en vuestras vicisitudes. 19. Habéis conocido a través del Espiritualismo lo que significa en vuestro destino la restitución espiritual, y en la práctica de mis enseñanzas penetráis por mi voluntad en el futuro y contempláis como un alerta, las pruebas que vais encontrando a vuestro paso, si no veláis y oráis. 20. Vuestra conciencia es el juez que no duerme, siempre os aconseja velar por vuestros hermanos y por vosotros mismos. 21. ¿Por qué los hombres llevan la miseria y la destrucción a los pueblos? ¿Por qué no respetan su vida y la de sus semejantes? Por falta de elevación espiritual, por haberse apartado del cumplimiento de mi Ley. 22. ¿Vosotros podríais en un instante de violencia, tomar el arma homicida para dar muerte a vuestro hermano? No, discípulos, ninguno de vosotros se siente capaz de ello, aun cuando Yo le probase grandemente, ¿Por qué? porque sabéis que cada criatura tiene marcado en su destino su cumplimiento y su hora de volver a Mí. Recordáis la restitución que os aguarda si os mancháis con la sangre hermana, y ese temor a mi justicia, os hace respetar la vida de vuestro semejante, y quisierais que todos sintieran el mismo respeto. El Padre os dice: hoy se encuentra en su tercera altura el reinado de la injusticia en el mundo, pero el Espiritualismo que es la revelación del Espíritu Santo, no dejará un solo rincón del mundo sin su presencia y cuando mi Doctrina quede establecida en el corazón de la humanidad, será en todos los hombres de buena voluntad mi Reino de Justicia. 23. Cuando esta revelación divina sea debidamente interpretada por todos, dejará de haber suicidios y homicidios, nadie se quitará la vida y menos lo hará con la de su semejante; el hombre tendrá amplio conocimiento de todos sus actos, pero antes seguiré probándolo, y si a vosotros os he manifestado mi enseñanza a través del entendimiento humano, Yo, el Verbo, sabré hacerme oír y comprender de todos mis hijos. 24. Si os dije en el Segundo Tiempo que todo ojo me vería, os cumpliré mi promesa haciéndome contemplar y sentir por todos los hombres, en toda mi verdad. 25. He aquí por qué el Maestro os dice a cada instante que vuestra misión para extender mi enseñanza no será difícil y menos imposible, porque la tierra se ha fertilizado y vosotros como los buenos labriegos cada día iréis aprendiendo a cultivarla mejor. Pero sabed que vosotros, no seréis los únicos emisarios o portavoces de mi Doctrina, también el Mundo Espiritual está cumpliendo su misión entre la humanidad, ambos iréis convirtiendo a vuestros hermanos en precursores de mi Doctrina para las generaciones venideras. 26. A través de la Naturaleza tuvisteis señales de mi venida en este tiempo. Yo estoy dando señales a la humanidad, y estoy llamando la atención de los hombres de ciencia, porque en este año de 1950 estremeceré el corazón de todos mis hijos; muchos se confundirán por estas pruebas, pero en cambio otros despertarán, y después de estos acontecimientos, llegaré como Espíritu Santo y les diré que busquen a mis discípulos, quienes poseen mis revelaciones de este Tercer Tiempo. 27. Si ellos cometen errores como párvulos, Yo como Maestro perfecto les sabré perdonar y les entregaré por vuestro conducto mi enseñanza de preparación que os estoy confiando a través del entendimiento humano. Y cuando os contemple a todos penetrando con amor en el sentido espiritual de mis enseñanzas, os sorprenderé manifestándoos grandes revelaciones, y llenos de gozo me diréis: "Maestro, ciertamente vuestra sabiduría no tiene fin". 28. Perseverad en el bien, discípulos, que no os defraudaré. En verdad os digo que cuando lleguéis al Más Allá, en Mí encontraréis la cosecha de vuestras buenas obras, entonces veréis cuán hermoso es vuestro galardón. Por ahora no sabéis cómo será, ni tratéis de imaginarlo, tan sólo digo: Velad y orad. Sembrad mi simiente de amor, con la palabra, con la mirada, con la oración; ya que la caridad se entrega en tantas formas, hacedlo con vuestros semejantes; de cierto os digo, que me bastará vuestro sano pensamiento para que Yo haga Mío vuestro deseo y entregue a los necesitados según mi voluntad. 29. Así quiero contemplaros, oh discípulos del Espíritu Santo, como emisarios de paz, como doctores del cuerpo y del espíritu, como sembradores de los atributos divinos. Nunca cesaréis de sembrar consuelo, el bálsamo y la paz, así estaréis cumpliendo vuestra misión hasta el final de la jornada, vuestra labor se verá coronada con mi caricia divina, y fortaleceré a vuestro espíritu con las galas eternas de mi bendición. 30. Estáis recibiendo mis últimas lecciones a través del entendimiento humano y en ellas os pido vuestra unificación después de 1950. Cuando ya no tengáis esta manifestación, ¿Quién ocupará mi lugar? ¿Quién hará oír su voz y recordará la enseñanza del Divino Maestro? El respeto y la timidez os invadirán, los mismos portavoces por quienes os di mi enseñanza, sentirán temor, ni los guías familiarizados con sus pueblos se atreverán a entregaros mi palabra. ¿Qué haréis entonces, oh discípulos? 31. Pueblo: Os hablaré de aquellos que quedaron en el mundo para dar testimonio de mi palabra: mis discípulos del Segundo Tiempo. 32. Jesús había partido, los apóstoles de su verdad recorrían los caminos del cumplimiento, penetraban en las ciudades, visitaban hogares, escribían a sus hermanos distantes. 33. La divina palabra, como una nueva aurora, comenzaba a iluminar la vida de la humanidad, desvaneciendo la oscuridad en que los hombres habían vivido. 34. Mi Doctrina, en los labios y en las obras de mis discípulos, era una espada de amor y de luz que luchaba contra la ignorancia, la idolatría y el materialismo. Un clamor de indignación se levantaba en los que veían el próximo derrumbe de sus mitos y de sus tradiciones, al mismo tiempo que en otros corazones surgía un himno de gozo ante la senda luminosa que se abría a la esperanza y a la fe de los sedientos de verdad y de los oprimidos por el pecado. 35. Los que negaban la vida espiritual se exasperaban al escuchar las revelaciones del Reino de los Cielos, mientras que los que intuían aquella existencia y esperaban justicia y salvación, daban gracias al Padre por haber enviado al mundo a su Unigénito. 36. Los hombres que conservaban en su corazón el anhelo bendito de servir y amar con pureza a su Dios, veían despejarse su senda e iluminarse su entendimiento al penetrar en mi palabra y sentían un alivio en su espíritu y en su corazón. La enseñanza de Cristo, como verdadero pan espiritual, venía a llenar el inmenso vacío que llevaban, colmando con su perfección y con su esencia todas las aspiraciones de su espíritu. 37. Una nueva era se iniciaba, un camino más claro se abría, conduciendo a la eternidad. 38. ¡Qué hermosos sentimientos de elevación espiritual, de amor y de ternura se despertaron entonces en los que se iluminaron de fe para recibir mi palabra! ¡Cuánto valor y qué firmeza acompañó aquellos corazones, que supieron sufrirlo y arrostrarlo todo sin decaer un instante! 39. ¿Acaso porque la sangre del Maestro se encontraba fresca aún? No, pueblo; la esencia espiritual de aquella sangre, que fue la representación material del Divino Amor, no se seca ni extingue jamás, ella está presente, viva y cálida ahora como entonces. 40. Es que en aquellos corazones existió también amor hacia la verdad, a la que consagraron su vida y hasta ofrendaron su sangre, para confirmar con ello que habían aprendido la lección de su Maestro. 41. Aquella sangre noblemente derramada venció los obstáculos y las vicisitudes. 42. ¡Cómo contrastaba la espiritualidad de los discípulos de mi palabra con la idolatría, el materialismo, el egoísmo y la ignorancia de los fanáticos en tradiciones antiguas, o de los paganos que vivían tan sólo para rendir culto al placer de la materia! 43. Jamás fue tan clara la Ley de Dios como lo fue en los labios de Jesús. Por eso el mundo se sintió conmovido hasta sus más hondas raíces y muchos pueblos, apartando de su corazón antiguas tradiciones, se entregaron a la palabra que en Cristo se hizo comprensible a los hombres. 44. Jamás el mundo había albergado un hombre que revelara mayores enseñanzas ni llevase a cabo obras más grandes. 45. ¡Cuántos misterios descifró entonces la humanidad; cuánta luz penetró en su espíritu, en su corazón y en su entendimiento! Aquellas palabras plenas de ternura del Maestro, sus parábolas sabias, profundas y al mismo tiempo claras, aquellas comparaciones para las cuales tomaba al niño, a las flores para hacerse comprender; aquellas obras poderosas, posibles sólo para un Dios a las que el mundo llamó milagros, todo ello fue como un nuevo rocío que llegara a fecundar los campos áridos como desiertos, que existían en el corazón de la humanidad. 46. Hasta entonces los hombres no habían descubierto el sentido espiritual que existe en todo lo creado por el Señor, hasta en los más pequeños seres. Si tomaban en sus brazos a un niño y le miraban profundamente a los ojos y escuchaban sus preguntas llenas de inocencia y de intuitiva inquietud, sentían vibrar ahí la presencia de un espíritu, de un ser que era algo más que aquel niño. 47. Si observaban la tierna planta que crece oculta entre la maleza, al punto descubrían en ella el impulso de crecer, y poder ofrecer la flor de su belleza, cumpliendo así con el destino que su Creador le señalara. 48. Así despertaban aquellos hombres, pareciéndoles habitar en un mundo antes no visto. Era que estaban ciegos y viendo no miraban, era que estaban sordos y oyendo no escuchaban. Mas, Yo llegué entre los hombres a darles la vista, el oído, la voz, el movimiento, la voluntad, el entendimiento y la sensibilidad, para que su espíritu opreso en el cautiverio de la carne, se liberase de sus tinieblas y aprendiese a leer e interpretar el Libro de la Vida Eterna. 49. Ahora preguntaos, nuevos oyentes de mi palabra: ¿Aún se conservan en el mundo aquellos sencillos y limpios analizadores de las revelaciones divinas? "No", me respondéis en el fondo de vuestro corazón, porque de sobra sabéis que a cada paso que el mundo avanza en su ciencia, es un paso más que lo aleja de la espiritualidad, ya que antes que buscar el sentido o esencia espiritual que todos los seres encierran, lo que le ha interesado es encontrar la substancia y la fuerza netamente material. 50. Ved por qué he retornado entre los hombres y dejad que mi palabra penetre en vuestro corazón, porque en este tiempo se realizará un nuevo milagro de conversión, de espiritualidad y de elevación entre la humanidad. Aprended de Mí, para que seáis los buenos discípulos de este tiempo. 51. He ahí el libro de mis enseñanzas que os estoy legando. Ahí están los escritos; ellos continuarán mi Obra entre vosotros. Cuando ya no me escuchéis en esta forma, repasaréis mis lecciones y en ellas encontraréis siempre nuevas revelaciones. 52. En la lectura de mis enseñanzas tendréis mi sabiduría, grandes mensajes e inspiraciones. Los consejos del Mundo Espiritual, los recordaréis con la misma fragancia que los recibisteis, ese tiempo será de estudio, de análisis, de preparación y cuando menos penséis surgirán entre vosotros, aquéllos que con facilidad de palabra entreguen mi enseñanza por inspiración. Pero cuán grande tendrá que ser su preparación para que sean creídos por las multitudes. Hoy contempláis a estos portavoces hablándoos en éxtasis y por grande que sea la incredulidad de algunos, pensáis que es posible mi manifestación por estos conductos; mas cuando la humanidad contemple a mis discípulos hablando en su estado normal, de revelaciones divinas, dudarán de ellos. 53. En vuestra propia congregación se levantarán los que duden al escucharos hablar con mi inspiración y tendréis que llevar una gran preparación y limpidez espiritual para ser creídos. Así me seguiré manifestando, ya sea solamente uno el que os escuche o una multitud, ya sea que vuestro auditorio esté formado de hombres selectos, de rudos o de los llamados sabios, ante unos y ante todos me manifestaré por vuestro entendimiento. Si os sabéis preparar, daré las pruebas que solicitan aquellos que os oigan. Así seguiré sembrando mi Obra Espiritualista Trinitaria Mariana, mi revelación como Espíritu Santo en el corazón de la humanidad; entonces comprenderéis que mi comunicación con vosotros no se interrumpirá al final de 1950, porque los lazos de Dios y sus hijos son eternos. 54. En el Tercer Tiempo vine a realizar con la claridad de mis manifestaciones lo imposible para los hombres: comunicarme por el entendimiento humano. Comprendedme, discípulos, porque en la comunicación de espíritu a Espíritu que os espera, sentiréis mi presencia eternamente; si os sabéis preparar, no volveréis a decirme: Señor, ¿Por qué no vienes? ¿Por qué no contemplas mi dolor? No me hablaréis así, discípulos, de cierto os digo, que quien así me hable, dará una prueba palpable de su ignorancia y de su impreparación; no quiero contemplar a mis discípulos alejados de Mí, quiero que me digáis en vuestro espíritu: "Maestro, Vos estáis entre nosotros, nuestro espíritu os siente, vuestra sabiduría es la fuente de mi inspiración". Esa es la verdadera confesión que quiero escuchar de vosotros. 55. No quiero contemplar en mi nuevo apostolado a Tomás, quiero ver en vosotros la entrega de Juan, que todos me sintáis siempre en vuestro espíritu, pero no quiero que os vayáis a sentir esclavos ante Mí, porque podréis caer en nuevo fanatismo. 56. En los momentos de vuestro cumplimiento en mi Doctrina, entregaos espiritualmente, y en los instantes de vuestros deberes terrestres, entregaos con toda preparación. Vuelvo a deciros que no os sintáis esclavos ante Mí, tened la verdadera espiritualidad que da mi Doctrina para que deis a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Así tendréis paz y seréis felices en vuestro cumplimiento, sin estacionaros. No pregonaréis ser mis testigos, demostraréis con vuestras obras que vais sembrando mi verdad. 57. Al dejar de entregaros mi palabra en esta forma en 1950, no voy a recluirme en el descanso porque mi Espíritu Universal no reposa jamás, soy eterna actividad, siempre estoy luchando por el perfeccionamiento de todas mis criaturas; soy el compañero de viaje en la evolución de mis hijos; soy su consejero y al final de cada etapa, soy el que recibo el fruto de su cumplimiento en mi Ley. 58. Soy el hortelano perfecto y no cortaré los frutos cuando estén verdes. Sabré convertirme en vendaval para azotar a los árboles y haré caer sus frutos malos, pero los buenos los conservará mi amor y eternamente se gozará mi Espíritu en su progreso y en su evolución. 59. Elevaos en la senda que os conduce a la cima de la montaña y cada paso que deis iréis comprendiendo mejor mis enseñanzas, e iréis perfeccionándoos, para interpretar el lenguaje divino. 60. ¿Cuál es el idioma del espíritu? Es el amor. El amor es el idioma universal de todos los espíritus. ¿No veis que también el amor humano habla? Muchas veces no necesita palabras, habla mejor con hechos, con los pensamientos. Si así se manifiesta el amor humano, ¿Cómo será vuestro lenguaje cuando os perfeccionéis en mi Ley? 61. Caminad con firmeza, discípulos, no os acobardéis ante las pruebas, ante las vicisitudes, pensad que antes que vosotros Yo he pasado por el camino y lo he dejado bendito con mi huella. Orad por la humanidad, esa es vuestra misión; venid a Mí que soy fuente inagotable de consuelo y de bálsamo, y llevad ese presente a vuestros hermanos. 62. En este instante penetro en el corazón de mis hijos y reparto mi simiente de amor. Mas ¿Que corazón será cual tierra fecunda que haga germinar la simiente? Hoy todavía no lo sabéis, pero si os convertís en los buenos labriegos, sabréis sembrar mi enseñanza en los enfermos, en los obcecados, en los viciosos, en los sedientos de amor y paz. 63. En todo iréis depositando el tesoro incalculable de mi palabra que en vuestro espíritu será cada vez mayor. 64. Si todos sois labriegos del divino hortelano, si todos sois colaboradores en mi cultivo de amor, es porque todos gozaréis en la culminación de mi Obra. 65. Todos os sentaréis a mi mesa, porque habrá fiesta en el Cielo; todos seréis las vírgenes prudentes de mi parábola, ahí no existirá el hijo pródigo, todos habréis conquistado mi Reino, y escucharéis el más hermoso y sublime de los conciertos. Vuestro espíritu experimentará la más grande dicha comprendiendo al fin el gran amor de vuestro Padre y Señor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 317 1. Discípulos amados: Os contemplo preparados, habéis penetrado en recogimiento espiritual para alcanzar la gracia de escuchar y comprender mi palabra. En vuestro camino habéis tenido mi presencia, ya entregándoos el prodigio, dándoos mi protección o hablándoos a través de la conciencia. Quiero morar en vuestro corazón para ser vuestro Guía y Maestro. 2. "Yo soy el camino, la verdad y la vida", os digo una vez más. Mi palabra es el pan que alimenta a vuestro espíritu, mi presencia os trae la paz anhelada. ¡Cuántas pruebas habéis vivido en el mundo! Buscasteis la paz y el consuelo en placeres de la Tierra y al no encontrarlos habéis vuelto a Mí para decirme: "Señor, sólo en vos encontramos la paz y el consuelo para nuestro espíritu". 3. Israel: En este tiempo de vicisitudes, aprended a buscarme en vuestra oración; cuando las pruebas fueren mayores, buscadme como faro luminoso o como la barca de salvación. Confiad en Mí, que Yo os conduciré a puerto seguro. Todo el que me busca me encuentra; todo espíritu que se eleva teniendo fe en mi Divinidad, alcanza salvación. Por eso os he enviado al mundo diciéndoos: velad y orad por los hombres, porque ellos no han escuchado mi palabra, y sólo el pueblo de Israel escucha mi enseñanza de alerta y preparación, y el Maestro dirá a la humanidad: He aquí al depositario de tu salvación; he aquí al pueblo de Israel, que es mi discípulo, el cual irá en tu busca para darte mi lección, para darte el pan de vida eterna, que no quisiste recibir cuando lo entregué a través del entendimiento humano, porque te ha parecido imperfecto el medio que escogí para manifestarme en este tiempo. 4. ¡Cuántos han escuchado mi palabra y al no comprenderla se han apartado del sendero! Yo les volveré a llamar, les daré pruebas de mi verdad y han de creer en Mí, porque la simiente de vida y de espiritualidad que he sembrado en su corazón, ha de florecer en la fe. Esta verdad brillará en ellos y confesarán ante sus hermanos que estuve entre los hombres manifestándome a través del entendimiento humano. 5. ¿Cómo puede la humanidad juzgar mis obras y penetrar en mis íntimos juicios? Mas Yo le he dado libre albedrío, voluntad propia, y en virtud de esos dones le he sometido a prueba. Los que han creído, han vencido en la prueba, han fortalecido su fe, se han elevado a las regiones del espíritu, alimentándose con la esencia de mis revelaciones. 6. De cierto os digo, que el encuentro de mi Espíritu con el vuestro, ha sido en el Más Allá. Os he enseñado a buscarme elevándoos por la escala de la oración y con esa pureza me encontráis en lo espiritual, porque en este tiempo no he venido a humanizarme, sólo me he servido del entendimiento y corazón de mis criaturas, para manifestarme a través de ellas. 7. Os he dado este libro de enseñanzas para que los postreros conozcan también mis revelaciones, os he repetido las lecciones, he contemplado que muchos han penetrado a mi Obra, queriendo conocerlo todo desde su principio, por ello os he repetido mi enseñanza. Os he dicho que Elías, por el conducto de Roque Rojas, abrió el Tercer Tiempo, para que encontraseis en vuestro camino al Divino Maestro. 8. Bienaventurado el que me escuche con amor, el que llegue a Mí abriendo su corazón para recibir la esencia de mi palabra; porque alcanza la luz, y con esa sabiduría comprenderá mi Obra, sabrá practicarla después de 1950 y se llamará con justicia mi discípulo. 9. A todos quiero llamar mis discípulos, pero recordad que el buen discípulo tiene que ser fiel a las enseñanzas imitando a su Maestro. 10. Reconocéis que vuestra lucha espiritual es grande aquí en la Tierra y vuestro espíritu os hace presentir que cuando él penetre en aquella vida que le espera más allá de este mundo, tendrá que continuar luchando por ascender. Meditando en esto, llegáis a experimentar cierta tristeza al considerar que el descanso no existe al terminar la vida humana. Esa tristeza no proviene del espíritu sino de la carne, que es frágil y pequeña, porque su naturaleza no es eterna y tiene que amedrentarse ante la eternidad. 11. Para el espíritu, la eternidad significa su mayor bendición. Si piensa en el goce, sabe que éste no tendrá fin y si piensa en su restitución, sabe que tendrá tiempo de restaurar sus faltas y de perfeccionarse. 12. El descanso espiritual según lo entiende y lo concibe vuestra materia, no existe; el descanso que espera al espíritu es la actividad, el multiplicarse haciendo el bien, el no desperdiciar un instante. Entonces descansa el espíritu, se aligera de remordimientos y de penas, se recrea haciendo el bien, descansa amando a su Creador y a sus hermanos. 13. En verdad os digo, que si vuestro espíritu lo hiciera permanecer inactivo para que descansara, según vosotros concebís el descanso en la Tierra, se apoderaría de él la tiniebla de la desesperación y la angustia, porque la vida y la luz del espíritu, así como su dicha mayor, son el trabajo, la lucha, la incesante actividad. 14. El espíritu que retorna de la Tierra al valle espiritual, trayendo impresa en sí mismo la fatiga de la carne y llega buscando el Más Allá como un lecho donde reposar, donde hundirse en el olvido para borrar las huellas de la lucha, ese tendrá que llegar a sentirse el ser más desdichado y no encontrará paz ni felicidad hasta que despierte de su letargo, hasta que salga de su error y se levante a la vida espiritual que es como ya os he dicho antes, el amor, el trabajo, la continua lucha en el sendero que conduce a la perfección. 15. Aquí en la Tierra si debe sentirse opreso vuestro espíritu, ya que en ella todo es limitado y pasajero. Aquí si debe cansarse de tanto pecado y tanta impureza como existe en la vida humana. Mas no es un cansancio como el que agobia a la carne, sino un hastió de todo lo malo, una repulsión por todo lo impuro, una fatiga de luchar y sufrir muchas veces por frivolidades o causas injustificadas. 16. Si de esta vida hubiesen hecho los hombres una existencia limpia y hubiesen preparado su cuerpo como una habitación digna de que en ella morase un espíritu, entonces la fatiga no se conocería, ni habría hastío, ni repulsión y por lo tanto, el espíritu desencarnado no llegaría al mundo espiritual buscando el descanso en el reposo; por el contrario, llegaría lleno de fuerza y de fe para continuar su jornada, aquella lucha que en el mundo no logró detenerse nunca y que ni la muerte dejó en suspenso. 17. Quiero que al final de la lucha, cuando todos mis hijos se hayan reunido para una eternidad en el hogar espiritual, participen de mi dicha infinita como Creador, teniendo en cuenta que cada uno de vosotros tomó parte en la Obra Divina, construyendo o reconstruyendo. 18. Sólo en lo espiritual encontraréis que de todo lo que he creado desde el principio, nada se ha perdido, que en Mí todo resucita, todo surge y se renueva. 19. Así, si tantos seres estuvieron por mucho tiempo perdidos, si muchos en vez de hacer obras de vida, hicieron obras destructoras, encontrarán que el tiempo de su turbación fue pasajero y que sus obras, por malas que hayan sido, tendrán reparación en la vida eterna, para quedar convertidos en colaboradores de mi Obra incesantemente creadora. 20. *Piqué serán unos siglos de pecado y de tinieblas como los ha tenido la humanidad en la Tierra, si les comparáis con la eternidad, con un tiempo sin fin de evolución y de paz?* Os alejasteis de Mí, en virtud de vuestro libre albedrío y retornaréis inducidos por la conciencia. 21. Dura y rebelde fue la carne para seguir los dictados de esa luz interior que llamáis conciencia y le fue más fácil seguir los impulsos que le encaminaban hacia el libertinaje de sus instintos y de sus pasiones. 22. Mucho ha recorrido la humanidad la senda de la vida en esta Tierra, en plena lucha entre la conciencia que nunca ha callado, y la carne que quisiese hacer del materialismo su culto y su ley, no habiendo vencido hasta ahora ni la materia ni el espíritu puesto que la lucha continúa. 23. ¿Me preguntáis quién vencerá? Y Yo os digo que ya no tarda mucho el triunfo absoluto de la conciencia, obrando a través del espíritu en la carne. 24. ¿No presentís que después de tanta lucha y tanto combatir, tiene que doblegarse la materia que es humana y pasajera, ante la conciencia que es mi luz eterna? 25. Comprended que después de tan prolongado combate, el hombre al fin alcanzará la sensibilidad y la docilidad que nunca ha tenido ante esa voz y esa vida espiritual que vibra y palpita dentro de su ser. 26. Hacia ese punto marcháis todos sin que os deis cuenta, mas, cuando miréis en la Tierra el triunfo del bien y de la justicia, entenderéis el porqué de la lucha, de los combates y las pruebas. 27. Con esta preparación quiero contemplaros para que sembréis de buenos ejemplos vuestro camino, dando testimonio de todo lo que de Mí habéis recibido y oído. 28. Cuando pase esta manifestación, contemplaréis mi enseñanza sobrenatural, más allá de vuestro alcance y os preguntaréis: ¿Cómo es posible que el Señor nos haya hablado en nuestro propio idioma, en este tiempo de mayor evolución de la humanidad? 29. Escuchad, discípulos: estaba escrito desde los tiempos pasados, que Yo había de venir y me manifestaría sobre todos mis hijos, y así prepararía la llegada de un tiempo de paz entre los hombres conduciéndoles a la práctica de la espiritualidad. Este es el cumplimiento de la profecía, hoy me encuentro preparándoos rodeado del Mundo Espiritual, mientras en el Más Allá, otros espíritus están pendientes de mis órdenes y vendrán a morar entre la humanidad en los tiempos venideros. Entre ellos están los que han de gobernar a los pueblos, los que por su gran virtud harán que los hombres cumplan mis mandatos, encauzándolos por el buen camino. Después de vosotros vendrán ellos. 30. Mi Obra irá creciendo más y más hasta que al fin todos los espíritus se unifiquen en el cumplimiento de mi Ley y esta morada se convierta en un mundo de perfección. Los que en ese tiempo lo habiten, sentirán palpitar mi amor en todo lo creado y se irán preparando para habitar un mundo mejor. Esta morada será pasajera para vuestro espíritu, él ira a otras regiones, a otros planos del Más Allá, en busca de su perfeccionamiento; recordad que os dije: "En la casa del Padre hay muchas moradas". Y en este tiempo de mayor evolución, en el que comprendéis mejor mis enseñanzas, he venido a deciros: "En la casa del Padre hay un número infinito de moradas". Por lo tanto, no penséis que al partir de este mundo, alcanzaréis la máxima elevación espiritual. No, discípulos. Cuando termine vuestra etapa en este planeta, os conduciré a otras moradas y así os guiaré eternamente en la escala infinita de vuestro perfeccionamiento. Confiad en Mí, amadme y seréis salvos. 31. No os detengáis, pueblo; si conocéis el camino, apresurad vuestro paso. Cumplid con mi Ley, vivid amando y haciendo la caridad a vuestros semejantes, y todos los dones que os he confiado, serán como luces que iluminen el sendero de la humanidad. 32. ¿Por qué por instantes dudáis de vosotros y de Mí, si os he dicho que sois parte de mi Espíritu? ¿Por qué dudáis de poseer mis atributos? Si habéis venido a este mundo a restituir vuestras faltas pasadas, ¿Por qué blasfemáis cuando encontráis la prueba en el camino? 33. Así vengo a prepararos, discípulos, así vengo a grabar en vuestro corazón el libro de mis enseñanzas. Si anheláis el consuelo para vuestras penas, buscad mi palabra en vuestro corazón, y de ahí brotará como una fuente de aguas cristalinas. 34. Estoy doctrinándoos en este año de 1950, último de mi estancia entre vosotros, quiero que alcancéis la espiritualidad que os he pedido. Habéis comprendido a vuestro Padre y habéis penetrado en penitencia espiritual, me habéis amado y han caído de unos las vestiduras impuras que cubrían a su espíritu y a otros contemplo en pos de su purificación. No olvidéis que para practicar mi enseñanza tenéis que despojaros de todo materialismo. 35. He confiado mi luz en vuestra conciencia, para que guiados por ella, apartéis toda imperfección y florezcan las virtudes que descubro en vuestro espíritu con mi palabra. Os he creado sensibles al amor y al dolor también. Os he dicho: "Amaos los unos a los otros", para que sintáis en toda su pureza mi palabra. Compartid con vuestros hermanos vuestra paz, ayudadles a apurar su cáliz de amargura. 36. Recordad que os he dicho: Ante Mí todos sois mis hijos, si os permito la evolución y en ella tenéis vuestras luchas, es porque anhelo que conquistéis vuestra perfección. 37. Es tiempo de que iniciéis la obra espiritual que os ha sido confiada. Ved como los campos se encuentran sin fructificar porque la semilla de amor y caridad vive oculta en el fondo de vuestro corazón. 38. He llegado con mis enseñanzas para fortaleceros en el bien, vengo conduciéndoos por senderos de amor para que lleguéis a vuestros hermanos con mi mensaje de luz y de consuelo. Si ha sido largo para vosotros el tiempo de mi predicación, ha sido para que asimiléis el contenido de mi Doctrina y nunca vayáis a equivocar su sentido, porque sois el nuevo Israel, el pueblo que dará testimonio de mi verdad. 39. A cada paso os despierta la voz de vuestra conciencia, haciéndoos comprender que tenéis un alto destino entre la humanidad y una grande misión que cumplir. 40. ¿Verdad que dentro de vosotros existe una fuerza que no os deja caer y una voz que no os deja dormir? ¿Verdad que cuando os alejáis del camino u os olvidáis de vuestra misión sentís un desasosiego que no os deja punto de reposo? Pues esa fuerza, esa luz interior, esa voz que os habla dentro, es vuestra conciencia, en la que están escritas indeleblemente mi Ley y vuestros cargos. 41. Dejaos conducir dulcemente por ese guía interno y de cierto os digo, que toda intranquilidad espiritual desaparecerá dejando en su lugar una paz profunda y una satisfacción verdadera. 42. Si aprovecháis estos preciosos momentos, no lloraréis mañana el tiempo perdido, no lamentaréis errores, ni tendréis tropiezos. Pensad que son vuestras buenas obras las que tendrán que dar testimonio de Mí ¿O acaso creéis que con obras imperfectas también podrán reconocer mi verdad vuestros hermanos? No olvidéis que el árbol "por su fruto tendrá que ser reconocido". 43. No temáis ser pocos y pequeños, junto con vosotros irá un ejército invisible de seres de luz, preparando vuestro camino, abriendo puertas para que paséis, derribando obstáculos y venciendo escollos. 44. Contra un mundo de tinieblas contaréis con ese mundo de luz; para vencer la influencia de la guerra, contaréis con el ángel de la paz; contra la enfermedad, la peste y la muerte, tendréis con vosotros la caridad de aquellos seres invisibles, prestos a derramar sobre la humanidad su bálsamo de caridad y de consuelo. 45. Jamás mis discípulos han sido desamparados por Mí, jamás han sido abandonados por aquellos seres que habitan en regiones de luz y armonía. 46. ¿Quiénes inspiraron a algunos de mis discípulos del Segundo Tiempo para que recordasen la divina palabra de su Maestro, y la escribiesen para herencia de todas las generaciones? ¿Quiénes conducían a mis discípulos por caminos desconocidos hacia lejanas ciudades? ¿Quiénes libraron a Pedro de su prisión, mientras sus carceleros dormían y quienes acompañaron a aquellos apóstoles de mi verdad en la hora suprema de su sacrificio? Los seres espirituales, vuestros hermanos, a quienes los hombres han llamado ángeles. 47. ¡Oh, sí vosotros supieseis el valor que aquella influencia tiene en vuestra vida! Seríais más dóciles, más humildes y más obedientes a sus llamados y a sus indicaciones. Pero sois criaturas de poca fe, porque quisieseis palpar y ver con vuestros sentidos corporales la vida espiritual y corno no lo habéis logrado, os habéis sentido defraudados en vuestra fe. 48. En verdad os digo que si fuese cierta vuestra fe, no necesitaríais palpar con los sentidos de la carne la presencia de lo espiritual; porque entonces sería el espíritu el que percibiría con su sensibilidad sutil, aquel mundo que vibra sin cesar en torno de vosotros. 49. Sí, humanidad, si vos os sentís distantes del Mundo Espiritual, en cambio aquellos seres no pueden sentirse lejanos de los hombres, puesto que para ellos no existen distancias, ni límites, ni barreras. Ellos viven dentro de lo espiritual y por lo mismo, no pueden ser ajenos a la vida de los seres humanos, cuyo más alto destino es el de la elevación y perfeccionamiento de su espíritu. 50. Todos sois hermanos, todos los espíritus poseen los mismos atributos, vuestra misma materia ha sido creada igual que las demás. Entonces: ¿Por qué os habéis dividido en clases y naciones, humanidad? Yo os amo como a un solo hijo y así os perdono, mas sed digna de esta gracia, conquistad vuestra redención. Llegará el instante en que meditando en mi enseñanza, os améis los unos a los otros inspirados en mi amor y no juzgaréis vuestros errores. 51. Aconsejad y corregid con amor en vuestro camino, mas no os sintáis superiores ante vuestros hermanos, sólo amad, vivid con justicia como os he enseñado. 52. Preparaos porque mañana seréis guías y maestros de la humanidad. En este tiempo de que os hablo, entregaréis mi enseñanza con amor, como Yo os he enseñado, no juzgaréis con dureza a vuestros hermanos creyendo que con ello agradáis a vuestro Señor, en verdad os digo, que aun cuando os encontréis doctrinando en mi nombre a la humanidad, no estaréis exentos de pecar. Velad y orar, mas si os contemplare sancionar las faltas de vuestros hermanos sin amor, Yo os hablaré a través de la conciencia y os diré como en el Segundo Tiempo: "El que se encuentre libre de pecado, que arroje la primera piedra". 53. Mi enseñanza es para todos los tiempos. Ahora os repito las lecciones de las eras pasadas para que me comprendáis mejor. Así como vosotros me oís, me escucharon los discípulos del Segundo Tiempo; así como vosotros estáis dando los primeros pasos en mi Doctrina, así los dieron aquéllos; así como lucháis para vencer vuestras imperfecciones, así lucharon aquéllos y vencieron al fin. 54. Así como vosotros dudáis de los dones que os he confiado, así también entre aquellos discípulos había quien a hurtadillas, creyendo que el Maestro no les miraba, ponían a prueba su palabra. Si estaban viviendo mis ejemplos, el fruto de su preparación se manifestaba en sus obras, si no velaban y oraban, el prodigio no se manifestaba y volvían a Mí, con la duda en el corazón, mas al escuchar nuevamente la verdad de mi palabra, se arrepentían de sus faltas y llorando prometían no volver a dudar de Mí. 55. Así os contemplo en este tiempo, discípulos: Los unos lucháis llevando como armas invencibles la fe las buenas obras y miráis que mi palabra se manifiesta en vuestro cumplimiento; pero otros de mis hijos sin practicar mi Ley, han pretendido que les conceda un prodigio ante la humanidad que los identifique como mis enviados, y al no obtenerlo han dudado de Mí, y me han negado. 56. Yo a ellos les perdono porque si hoy dudan, mañana creerán, si hoy no aceptan mi enseñanza, mañana darán su propia vida, por confesar y dar testimonio de la verdad de esta revelación. 57. Bendigo a los que viven en mi Ley y a los que la rechazan, porque a través de estos últimos, cuando hayan penetrado al sentido de mis enseñanzas, daré grandes pruebas a la humanidad, porque serán el fiel conducto para que mi Divino Espíritu se desborde entre sus hermanos en virtud verdad y amor. 58. Así me recreo entre vosotros, discípulos, así os fortalece el Padre para el tiempo de pruebas que habréis de vivir. 59. Permaneced atentos a la voz de la conciencia y en verdad os digo que seguiréis recibiendo mi enseñanza; aun cuando en 1950 termine esta manifestación a través del portavoz, escuchad a la conciencia y entonces vuestra comunión con Dios será eterna y no habrá nada ni nadie que separe a los discípulos de su Maestro. 60. Confiad en mi palabra, de cierto os digo, que todas las profecías se cumplirán, para satisfacción de los profetas y gozo del pueblo de Israel. 61. Velad y orad, porque los tiempos van a cambiar, uníos a mi Ley de amor y no habrá prueba que os detenga en el camino; vivid los ejemplos que os di en Jesús, y entonces si saldréis avante; nadie podrá acallar mi Verbo en vuestras bocas; de cierto os digo que ni el cadalso os hará olvidar mi Ley, porque el recuerdo del Cordero inmolado os fortalecerá y os ofreceréis en holocausto a mi Divinidad. 62. Cuántos de vosotros abandonaréis a los seres más queridos, para ir en busca de aquellos que deberán oír mi palabra por vuestro conducto. Cuántos por amor a mi Doctrina os despojaréis de vuestros bienes materiales y viviréis en medio de privaciones. Mas si vuestro cuerpo careciese de los bienes terrestres en este mundo, Yo engalanaré a vuestro espíritu con mi amor en la eternidad. Mas no temáis ¡Oh hijos muy amados! Yo no pido el sacrificio de ninguno de vosotros, Yo solamente os he dicho en mi palabra: Todo lo que hiciereis en mi Obra lo recibiréis multiplicado al ciento por uno; sembrad de buenas obras vuestro sendero y cosecharéis los frutos en el Más Allá. 63. Así os preparo en esta alba en que la humanidad cristiana conmemora la pasión de Jesús. También vosotros, discípulos, estáis viviendo el sacrificio siempre presente del Mesías, y os alimentáis con los ejemplos del Divino Redentor. 64. Pueblo de Israel: Sed la luz de la humanidad, recordadle mi promesa de volver que le hice a través de Jesús y decidle que he cumplido mi palabra. 65. Aquellas profecías han sido olvidadas por los hombres, mas Yo a través de mis nuevos apóstoles se las recordaré. 66. Discípulos: En la manifestación de mi palabra está presente mi caricia de Padre y mi paz; tomadla vosotros que aún habitáis el valle de lágrimas. 67. Apurad con paciencia vuestro cáliz, porque después de esta amargura saborearéis eternamente el pan y el vino de mi amor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 318 1. Bienaventurados seáis los que venís buscando mi enseñanza. Bienaventurados los que sabéis encontrar en mi palabra el caudal de la vida eterna. Mas ¿Quiénes son los que se están fortaleciendo con mis lecciones, para que puedan quedar como emisarios entre la humanidad, cuando haya cesado mi palabra por estos conductos? Sois vosotros los que estáis purificándoos de antiguas manchas por faltar a mi Ley, los que apuráis el cáliz de amargura; los que venís de grande tribulación y estáis limpiando a vuestro espíritu en las aguas cristalinas de mis enseñanzas. 2. Hoy, cuando llegáis ante esta manifestación, os sentís indignos de mi presencia, mas contemplo que os estáis regenerando y esa purificación os hace dignos de Mí. Sentid mi caricia, sentid mi amor; él es el bálsamo que sana vuestros sufrimientos. 3. Conmemoráis por vez postrera, bajo esta forma, mi pasión del Segundo Tiempo. No venís a cumplir con una tradición, porque los discípulos del Espíritu Santo, no serán tradicionalistas, serán obedientes a mi Ley. Venís solamente a conmemorar aquellos divinos acontecimientos, los ejemplos perfectos que os legué a través de Jesús, los cuales os enseñarán eternamente a conquistar vuestra propia redención. 4. Hoy contemplo a vuestro espíritu conmovido ante el recuerdo de aquellas enseñanzas y os digo: ¡Oh hijos muy amados, no desechéis estas lecciones, porque ellas son vuestra heredad! 5. Me dais gracias por la fortaleza que os imparte mi palabra, mas entre vosotros hay quienes me hacen esta pregunta: Padre, ¿Por qué no realizas en mi vida el prodigio que tiempo ha espero? El Maestro os dice: En este tiempo he sembrado de milagros vuestra vida. De mi Espíritu al vuestro, siempre han llegado beneficios y gracias. Por conducto del mundo espiritual he derramado entre vosotros mi amor. Por vuestra fe y buenas obras habéis visto realizarse estos milagros. Yo os digo: ¿Por ventura necesitáis de un prodigio diario para creer en Mí? 6. En el principio de vuestra evolución, derramé gracias y beneficios materializados, palpables ante vosotros, mas cuando vuestro conocimiento y fe se encendieron como una luz en vuestro espíritu, dejé de daros estas pruebas materiales. Hoy Vuestra fe de discípulos debe ser conforme con mi voluntad, para vencer todos los obstáculos y las adversidades. Me preguntáis: Maestro, ¿Qué es la fe? Y el Maestro os dice: La fe es la mirada espiritual que ve más allá del corazón y de la mente. La fe es la mirada que contempla y descubre la verdad. Por eso las manifestaciones que muchas veces no alcanzáis a comprender, las contempla vuestra fe y os hace firmes en ellas. 7. Esta es alba trascendental, ¡oh pueblo amado!, porque estoy edificando entre vosotros LA NUEVA JERUSALÉN. Sois las primeras piedras de la blanca ciudad anunciada por Mí a través de los profetas; esta ciudad espiritual no tendrá sus cimientos en este mundo, porque si vosotros creéis que la Nueva Jerusalén es vuestra Patria terrestre, estáis en grave error; la Jerusalén, la estoy edificando en vuestro espíritu y esa ciudad, más blanca que los ampos de la nieve, se extenderá a todos los hombres cuando llegue la redención a toda la humanidad. 8. Hoy, cuando llego a vosotros para empezar a construir la Gran Ciudad, contemplo entre mi pueblo la falta de armenia, de espiritualidad y sufre mi Espíritu Divino, porque aún no sabéis estar plenamente conmigo; a pesar de las lecciones perfectas que os he dado a través de los tiempos aún insistís en las bajas pasiones, en la desunión y en la idolatría. 9. En verdad os digo que si queréis ser grandes, no busquéis la grandeza en las vanidades del mundo porque son perecederas, buscadla en lo espiritual, que es eterno. 10. Para alcanzar esa elevación se necesita de un esfuerzo perseverante, de una voluntad inquebrantable, de una fe absoluta. Sólo así podréis alcanzar la gloria del espíritu. 11. El camino se presta para hacer méritos, ya que se encuentra sembrado de pruebas. Allí podréis aprender a renunciar a vuestro orgullo, aceptando con paciencia el dolor, rechazando las vanidades y pasiones. Por otra parte, en el camino van muchos necesitados a quienes podéis ayudar para que también lleguen a la meta. 12. Todo hombre, tenga o no espiritualidad en su vida, lleva una cruz. Mi palabra enseña a soportarla con amor, a hacerla ligera y hasta necesaria para poder vivir. Quien ama su cruz, ama su destino porque sabe que fui Yo quien se lo trazó, ese ama mi voluntad y quien hace mi voluntad participa de mi paz, de mi luz y de mi fuerza. 13. El que elude el peso de su misión, el que se desvía o desentiende de las responsabilidades que su espíritu contrajo conmigo, para tomar responsabilidades a su capricho o voluntad, ese no podrá tener paz verdadera en su corazón, ya que su espíritu nunca estará satisfecho ni tranquilo. Son los que están siempre buscando placeres para olvidar su pena y su intranquilidad, engañándose con falsas alegrías y fugaces satisfacciones. 14. Yo les dejo andar su senda, porque sé que si hoy se alejan, me olvidan y hasta me niegan, pronto, cuando la realidad llegue a despertarles de su sueño de grandeza en la tierra, comprenderán la insignificancia de las riquezas, de los titulas, de los placeres y honores del mundo, cuando el hombre tiene que enfrentarse ante la verdad espiritual, ante la eternidad, y ante la justicia divina, de las que nadie puede escapar. 15. Nadie ignora esto, puesto que todos tenéis un espíritu quien os revela, por el don de intuición, la realidad de vuestra vida, el camino que está trazado para vosotros y cuanto en él debéis realizar, pero os obstináis en liberaros de todo compromiso espiritual para sentiros libres y dueños de vuestra vida. 16. ¿Acaso la mayoría de los hombres procuran cumplir con sus religiones? Yo os digo que las religiones las habéis hecho para tratar de escapar de mi Ley y haceros creer a vosotros mismos que estáis cumpliendo. 17. A esta humanidad podría aplicarle las mismas palabras que dije al pueblo judío en aquel tiempo, cuando le hice ver que por cumplir con antiguas y ya inútiles tradiciones, se había olvidado de la Ley. 18. Doquiera surge el símbolo del Cristianismo: La cruz. En todas partes encuentro los templos de cantera, mi nombre lo pronuncian la mayoría de los hombres, se me ofrecen homenajes y se me elevan ritos todos los días. Sin embargo, no descubro en el corazón de la humanidad la manifestación del amor que es la esencia, el principio y el fin de mi Doctrina. Y todos creéis estar en la Ley y en la Verdad, por eso cuando llego a revelaros lo contrario, os molestáis y cuando alguien os señala vuestros errores dejáis que la ira penetre en vosotros. 19. De cierto os digo, cristianos, que si en este tiempo viniese Yo al mundo en cuanto hombre, seríais precisamente los que me llevaríais a la cruz de un nuevo Calvario cuando escuchaseis en mis labios la verdad. Pero no vendré más a vuestro mundo en cuanto hombre. He venido en espíritu, no me miraréis con los ojos de vuestro cuerpo, pero tendréis que escucharme; queréis encontrarme para exterminarme, más cuando me encontréis será para adorarme, porque quien me hable espiritualmente, será prueba de que la fe ha surgido en su corazón y le ha iluminado el entendimiento. 20. Ahora todavía descubro entre mis nuevos discípulos, la flaqueza de Pedro, la duda de Tomás, la ambición de Judas, y es menester que como Maestro os siga doctrinando. 21. Recordad en esta última conmemoración, que hoy hago entre vosotros en este año de 1950, el día en que acompañado Jesús de sus discípulos, penetró triunfante en la primera Jerusalén para terminar su divina misión en la cruz. 22. Vivid estos instantes espiritualmente con verdadera preparación; no como una simple conmemoración, no, sentid que en verdad os estoy entregando mis últimas lociones a través de los portavoces en el Tercer Tiempo; y estas palabras serán el pan de vida eterna para vuestro espíritu a través de su jornada; estas enseñanzas serán vuestro baluarte y vuestro báculo, debéis hacerlas vuestras, grabarlas con el fuego de mi amor en vuestra conciencia, para que después, así como Yo os las he dado, vosotros las grabéis en el corazón de vuestros hermanos. 23. Gran parte de la humanidad celebra esta tradición, y mi Espíritu hace sentir su amor a todos sus hijos. 24. Es la preparación que vengo a dar a los espíritus. Cuando la regeneración espiritual y humana sea en todos los hombres, la espiritualidad traerá como fruto, la fraternidad y el amor entre los pueblos; entonces, de este planeta surgirá la luz blanca de la armonía espiritual, que será contemplada en todos los mundos. Será la Ciudad Blanca que mi apóstol Juan contempló en su éxtasis. Ya no será la ciudad homicida que levante a su Maestro sobre una cruz para verlo sangrar y morir. Será la ciudad regenerada, que espera la llegada de su Señor, del Padre que desciende de la cruz de su martirio para vivir eternamente en el corazón de sus hijos. 25. Cuando el Maestro lloró en la primera Jerusalén, no fue por aquella raza, fue por la ceguedad de los hombres que teniendo tan cerca a su Padre no lo reconocieron. El Maestro abrió sus brazos paternales para estrechar a sus hijos, y el corazón de los hijos se cerraba cegado por sus tinieblas, y el Padre no pudo sentir la caricia de los suyos. En cambio, recibió la incredulidad, la burla, el escarnio y la muerte. Mas como no era la ciudad material por la que Jesús lloró, permití su destrucción para mostrar a la humanidad que quien el Padre buscaba y buscará siempre, es a la oveja espiritual, perdida en las selvas tenebrosas del pecado. 26. Si en el Segundo Tiempo os dije: "Mi Reino no es de este mundo" ¿Por qué pretendéis que mi manifestación como Espíritu Santo seria nuevamente en la forma limitada de Jesús? Recordad que dije a la mujer de Samaria: "La hora viene, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad". 27. He venido a vosotros en espíritu, os he cumplido mi promesa. Mas no os fanaticéis con vuestra nación, porque ella ha sido solamente vuestro abrigo en este tiempo como pudo haberlo sido cualquier otro pueblo de la Tierra; pero vosotros, los señalados para escuchar mi palabra en este tiempo, sí sois los escogidos para principiar a edificar la Nueva Jerusalén en la unificación de vuestros espíritus. 28. Hoy estáis lejos de contemplar el reino de paz en vuestro mundo; despojaos de todo egoísmo y aun cuando no disfrutéis de la paz en la presente vida humana, no dejéis de luchar. Os he enseñado a olvidaros de vosotros mismos para pensar en los demás. ¿Por qué habéis de buscar tan sólo vuestro bienestar y dejar que sea Yo el único que se preocupe por toda la humanidad? Hay muchos hermanos vuestros a quienes les hacen falta vuestras palabras, oraciones y amor. Carecen del caudal de beneficios que dan las revelaciones que vosotros desperdiciáis. Trabajad estas tierras, fecundadlas con amor. Si dejáis comenzada la faena cuando os haga el llamado al Más Allá, no temáis, que la muerte corpórea no terminará con vuestro cumplimiento. 29. Yo soy la Vida, Yo soy Eterno y en Mí os he hecho habitar, para que la obra que hayáis comenzado no la abandonéis jamás. Confiad en Mí y de cierto os digo, que una sola simiente no se perderá y vuestra cosecha será perfecta. 30. Pensad en las nuevas generaciones que han de sucederos y para ellas sembrad la simiente del amor, dejad impresa vuestra huella de virtud. ¿Acaso sabéis si en esas generaciones os haré volver? Sed virtuosos en la paz y en la lucha. 31. Poned en práctica mi Ley de justicia y amor; no existe el imposible que os impida él cumplimiento de mis máximas. No vengo a exigiros obras perfectas, porque aún os contemplo debatiéndoos en el océano tempestuoso de la vida, allí lucháis asidos a la barca de vuestra conciencia, para no perecer en el mar embravecido de la maldad. 32. Los grandes cataclismos del espíritu y las tinieblas que originan las doctrinas del materialismo, preparan el cáliz de amargura y grandes acontecimientos para la humanidad. 33. Todavía vuestro planeta no es morada de amor, de virtud, ni paz. Envío a vuestro mundo a espíritus limpios y me los volvéis impuros, porque la vida de los hombres está saturada de pecado y de perversidad. 34. Contemplo a las virtudes como pequeñas luces aisladas entre los espíritus; azotadas por los vendavales del egoísmo, de rencores y odios; ese es el fruto que me ofrece la humanidad. 35. Mucho tiempo antes de que vuestro espíritu llegue a encontrar la paz y la armonía en este mundo, vuestra materia ha gozado de esta beatitud. 36. Para que el hombre habitara este planeta, con mi sabiduría perfecta a través de los elementos de la Naturaleza, estremecí y preparé esta Tierra; pero antes que el hombre la habitara eran las bestias primitivas quienes vivieron en ella. 37. Cuando este mundo estaba convertido en una mansión llena de deleites, de maravillas y bellezas, se la ofrecí a mi hijo muy amado, al hombre. Así os hice habitar la Tierra para morarla, porque también amar y comprender la vida, es amarme y comprenderme a Mí. Cuando el amor y la comprensión a todo cuanto os rodea sean verdaderos, entonces me habréis reconocido y os habréis redimido en el verdadero saber, porque Yo estoy en todo lo creado. 38. Los que investigan la Naturaleza carentes de amor, guiados tan sólo por el conocimiento de la ciencia humana, esos me niegan. Es que no han sabido ver, es que no han comprendido y mucho menos sentido y amado. Cuántos hay entre los humildes, entre los menospreciados, humillados por la soberbia y la ignorancia de los que se creen sabios entre la humanidad, que sin saber han creído, porque la mirada de su fe ha contemplado de frente la verdad y han comprendido que este planeta desde un principio ha sido para el hombre, paraíso de gracia, de armonía y bendiciones. 39. Os habéis maravillado contemplando la perfección de todo ser, cada criatura formada por Mí ocupa su lugar en su senda, todo sujeto a un mandato, todo obediente a mi Ley. Vosotros no debéis dudar del origen de vuestra naturaleza, porque ya confiáis en la precisión y fidelidad de su Ley. Habéis descubierto muchas enseñanzas en la vida y confiáis en el cumplimiento de sus leyes naturales, que no os han defraudado. 40. De la tierra habéis recogido su sabor. Ella es para vosotros como un manantial de bendiciones, que siempre os ha brindado el sustento, el paraíso de goces, y al final de vuestra vida terrestre, ha abierto su seno para acogeros con amor; pero mientras en la vida humana hallasteis en vuestro principio en este mundo la beatitud, vuestro espirito encontrándose en el Tercer Tiempo, aún se encuentra luchando para alcanzar la paz. Más si en el principio estremecí con los elementos de la Naturaleza a este planeta para ofrecéroslo como un paraíso de bendiciones, en este tiempo, nuevamente serán mis elementos los que os estremezcan, será mi justicia perfecta ayudando a los espíritus a obtener su libertad. Así me manifestaré en el seno de religiones, sectas e instituciones, destruyendo sus odios y venganzas que han dividido a los hombres por falta de unificación espiritual. 41. Estos acontecimientos esperan a la humanidad; velad y orad, discípulos, porque estas pruebas muchos de vosotros las contemplaréis. Veréis agitarse las doctrinas del materialismo envolviendo a los hombres, haciéndolos exclamar ayes angustiosos de dolor. 42. No quiero atemorizaros con este alerta, sino prevenir a quienes moréis la Tierra en este tiempo de pruebas. Todo esto debe acontecer para que alcancen todos los espíritus su salvación. 43. Será mi Divino Espíritu el que extinga la soberbia de los hombres; será mi sabiduría la que os descubra la verdad, a quienes han vagado entre tinieblas; será la luz del Espíritu Santo la que ilumine al espíritu de los hombres, en sus ciencias, y los conduzca al sendero del perdón, del amor y la justicia. 44. Cuando hayáis pasado con estas pruebas de mi amor perfecto, será el renacimiento espiritual y material de la humanidad. Entonces los hombres al transitar en el sendero de la virtud y la espiritualidad, se asombrarán al comprender que esta vida es la misma que les ofrecí desde el principio, que nada en ella ha cambiado, sabrán que el planeta que les confié como morada pasajera, sigue siendo pródigo en bendiciones, que la madre Tierra misericordiosa como el "Autor de la Vida", les sigue ofreciendo su seno para alimentarlos con su amor, porque esa es la misión que el Padre le ha confiado. EI sol será el mismo, que enviará siempre su calor vivificante, como un símbolo de la presencia del Señor. Será en ese tiempo ¡oh pueblo amado! cuando los hombres comprendan que han sido sus malas obras las que han amargado su existencia; así se transformarán en mis buenos labriegos, y se irán preparando para habitar armoniosamente moradas más perfectas en la eternidad. 45. Así os preparo, discípulos, para los tiempos que os esperan, en los cuales no habrá hambrientos ante satisfechos, ignorantes ante sabios, ni grandes ante pequeños, todos estaréis en el banquete del Señor y gozaréis en el concierto infinito de su amor. 46. En ese tiempo, ¡oh discípulos!, estará la Nueva Jerusalén en el corazón de los hombres. Alcanzaréis altos grados de espiritualidad, y no sólo enviaré a encarnar entre vosotros a espíritus de grande evolución para que os traigan mis mensajes. También os enviaré a los espíritus necesitados de vuestra virtud que al encontrarse entre vosotros se limpien de sus pecados. En esos tiempos acontecerá lo contrario de hoy, en que os envío espíritus limpios y me los devolvéis manchados. 47. Con la esencia de mi palabra, formad en el corazón de vuestros hijos un santuario de espiritualidad, no de fanatismo ni idolatría; conducidlos por la senda de mi Ley. No basta no hacer daño a nadie. Lo justo es no hacer el mal, pero si hacéis el bien, con esto me estaréis agradando. 48. ¡Cuán diáfana y sencilla es la verdad! ¡Qué clara y simple la espiritualidad! Sin embargo, qué difícil comprenderlas para quien se obstina en las tinieblas de su fanatismo y de sus tradiciones. Su mente no puede concebir que haya algo más de lo que él sabe, su corazón se resiste a renunciar a lo que para él ha sido su Dios y su Ley: La tradición y el rito. 49. ¿Acaso creéis que Yo aborrezca a quienes se empeñan en no mirar mi verdad? No, mis hijos, mi caridad es infinita, y es precisamente a éstos, a quienes busco para ayudarles a salir de su cautiverio, para que se extasíen en la contemplación de la luz. A ellos les están reservadas las pruebas necesarias para su despertar a la fe. No serán pruebas superiores a sus fuerzas, serán lecciones sabiamente adecuadas a cada espíritu, a cada vida, a cada hombre. 50. De ahí, de entre esos oscuros cerebros, de entre aquellos corazones enfermos de fanatismo religioso y de ignorancia, veréis surgir a los grandes fervientes soldados de la verdad, porque el día que ellos se liberen de sus cadenas, de sus tinieblas y vean la luz, no podrán contener su gozo y exclamarán a voz en cuello que Yo he vuelto para salvar al mundo, elevándolo al Reino verdadero a través de la escala de la espiritualidad. 51. Para ayudaros en vuestra evolución habéis tenido la manifestación de Elías, vuestro guía espiritual, el precursor del Tercer Tiempo, el que ha preparado a vuestro espíritu. Mas él ve con tristeza que muchos se encuentran extraviados y cuán grande es entonces el dolor de Elías; él busca a sus ovejas en unión de mis siervos espirituales por todos los caminos. ¿Quién de vosotros se preparará para atraer a los ausentes, a los que están en la senda del dolor? A los que están sufriendo, Yo los fortalezco para que no blasfemen, para que sientan mi presencia y prestos se levanten en este tiempo, para que estén con el Maestro en la mesa y se alimenten con el pan y el vino que he preparado con mi amor. 52. Vosotros sois la generación que en este Tercer Tiempo está escuchando mi palabra para que vuestra vida se ajuste al cumplimiento de mi Ley y me comunico a través del entendimiento preparado por Mí para dar cumplimiento a mi promesa del Segundo Tiempo. 53. En el tiempo pasado mis apóstoles sintieron tristeza cuando les dije que pronto les dejaría, que ellos serían después los que tendrían que difundir mi Doctrina, mas Yo les advertí que volvería cuando el mundo se encontrase en su tercera altura de perversidad. Unos no me han reconocido, mas vendrán otros que al recibir la esencia de mi palabra comprendan a su Maestro y sientan mi presencia. Vosotros volveréis a estar conmigo y Yo os recibiré con el mismo amor de siempre para que estéis en mi regazo. 54. He venido a entregaros mi enseñanza para que viviéndola, os hagáis dignos de penetrar en mi Reino. 55. Desde el Segundo Tiempo, Yo os he enseñado cómo debéis rechazar la tentación, todo lo que no os pertenece de este mundo para que estéis conmigo, como Jesús estuvo en el Padre. 56. Preparaos, porque sois los discípulos que seguís la huella del Maestro, que una vez más va ascendiendo al Calvario. Estas últimas cátedras son semejantes a los últimos momentos de vida de Jesús, porque al finalizar 1950, mi Divino Verbo cesará de hablaros por estos conductos. Hoy venís presurosos, porque no queréis perder una sola de mis lecciones, las guardáis en vuestro corazón, porque anheláis ser testigos de mis últimas palabras a la humanidad. 57. Sois los mismos que en el Segundo Tiempo cantasteis el ¡Hosanna! cuando Jesús penetró en Jerusalén. Hoy que me manifiesto a vosotros en espíritu, ya no tendéis vuestros mantos a mi paso, son vuestros corazones los que ofrecéis como morada a vuestro Señor. Hoy vuestro ¡Hosanna! no es a voz en cuello, ese ¡Hosanna! brota de vuestro espíritu como un himno de humildad, de amor y reconocimiento al Padre, como un himno de fe en esta manifestación que en el Tercer Tiempo ha venido a ofreceros vuestro Señor. 58. Ayer como ahora, así me seguisteis a mi entrada a Jerusalén. Las grandes multitudes me rodeaban cautivadas por mis palabras de amor. Hombres y mujeres, ancianos y niños, estremecían la ciudad con sus voces de júbilo y los mismos sacerdotes y fariseos, temiendo que el pueblo se rebelara, me dijeron: "Maestro, si Tú enseñas la paz, ¿Por qué permites que tus discípulos escandalicen de esta manera?" Y Yo les contesté: "En verdad os digo, si estos callaren, las piedras hablarían". Porque eran instantes de júbilo, era la culminación y la glorificación del Mesías entre los hambrientos y sedientos de justicia, de aquellos espíritus que por largo tiempo habían esperado la llegada del Señor, en cumplimiento de las profecías. 59. En aquel júbilo y alegría mi pueblo también celebraba su liberación del Egipto. Esa conmemoración de la Pascua, Yo la quise hacer inolvidable entre mi pueblo; pero en verdad os digo, que no cumplí con una simple tradición sacrificando un cordero, no, Yo me ofrecí en Jesús, el Cordero Inmolado, como el camino a través del cual habrán de redimirse todos mis hijos. En el Tercer Tiempo, tampoco vengo a cumplir con una tradición; con mi palabra os he hecho vivir los acontecimientos de los tiempos pasados, y sabed discípulos, que la Ley que os dicté en el monte Sinaí, está presente en vuestra conciencia, el sacrificio del Cordero inmolado, así como las revelaciones que os he traído como Espíritu Santo y las enseñanzas que os concederé en los tiempos venideros, todo se encuentra presente en la eternidad. 60. Después conmemoraréis estos acontecimientos, mas vuestra conmemoración será de meditación, de verdaderos propósitos de regeneración y cumplimiento en mi Doctrina. No haréis festines, no haréis ceremonias ni ritos creyendo con ello agradarme, olvidándoos de la Ley. No seréis tradicionalistas. Los discípulos espiritualistas llevarán siempre presente la pasión de su Señor, sentirán su divina presencia doctrinando a sus hermanos, escuchando la voz de su conciencia. 61. Cuando llegue el instante de conmemorar el Santo Cenáculo, lo haréis con vuestra oración, y sentiréis que mi Divino Espíritu derrama entre vosotros el pan y el vino espiritual, así vendré a esclareceros las lecciones que aún contemplaréis envueltas en misterio. 62. ¡Alerta, discípulos! Habéis penetrado en un tiempo en que la humanidad cristiana, queriendo lograr la verdadera interpretación de las revelaciones pasadas, estudian mi palabra y las profecías. En unos encuentro un poco de luz, otros se han confundido. En unos contemplo humildad, respeto y amor para penetrar al estudio de las profecías; en otros soberbia y vanidad, y en sus ansias de grandeza, explican a los pueblos el sentido de las "escrituras" y de cierto os digo, que con sus errores han confundido a la Humanidad. 63. Recordad que os dije en el Segundo Tiempo que os enviaría al "Espíritu de Verdad", al Espíritu Santo y que Él os explicaría las revelaciones que en aquel tiempo no podíais comprender, y os hablaría de nuevas enseñanzas. 64. He aquí al Espíritu de Verdad, al Espíritu Santo, hablándoos del pasado, del presente y del futuro. 65. Velad y orad, pueblo, porque en la oración encontraréis la luz para comprender mejor mis enseñanzas. Este es el pan y el vino, alimentaos, discípulos, fortaleceos, porque mañana tendréis que compartir de este sustento con la humanidad. 66. Aprended de Mí, llevad mi ejemplo y mi sabiduría, ¡oh pueblo!, ¡oh discípulos muy amados! 67. Todos sois labriegos en mi campiña, unos primeros y otros postreros, pero todos podréis ser primeros por vuestro ahínco y espiritualidad. 68. En esta alba en que vuestro espíritu me ofrenda su hosanna espiritual, mi Divino Espíritu os inunda de paz, de amor y bendiciones. 69. Por mis bendiciones, legiones de espíritus que se han purificado en el valle espiritual, reciben la luz; y en este tiempo unidos a vosotros contemplan la continuación de mi Obra, la edificación de la Nueva Jerusalén en el espíritu unificado de la humanidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 319 1. Bienvenidos seáis una vez más a Mí ¿Quién se manifiesta en este tiempo ante vosotros? ¿El Padre, el Hijo o el Espíritu Santo? Yo os contesto: Se manifiesta entre vosotros vuestro Dios. Si en el Segundo Tiempo os dije en cuanto hombre "Quien conoce al Hijo conoce al Padre", hoy que no vengo a vosotros en cuanto hombre, sino en espíritu, os digo: Quien escucha a Jesús, escucha y recibe a Jehová y he aquí la voz del Espíritu Santo. No miréis tres personas ni tres dioses, mirad un solo Espíritu Divino que en este tiempo se manifiesta entre vosotros en plenitud y en esta voz, en esta palabra de vuestro Maestro de Maestros, encontraréis al Juez, descubriréis al Padre y sentiréis la esencia del Espíritu Santo. 2. En mis últimas manifestaciones a través de los portavoces humanos en el presente año de 1950, probaré el adelanto de mis discípulos, los someteré a prueba tomándoos la lección, porque quiero mostraros quién se halla más adelantado o quién se encuentra retrasado en mi enseñanza; Yo todo lo sé, las lecciones y pruebas que os dé, serán para que cada uno de vosotros íntimamente tenga conocimiento de su adelanto, de su estancamiento o de su retraso. 3. Vengo a hacer más y más luz en vuestro espíritu para que quedéis iluminados después de la partida de mi palabra y seáis entonces, como os he dicho, faros luminosos en este mar de pasiones y tempestades que forman vuestro mundo. 4. Los que tienen gran fe en Mí, humildemente preparan su espíritu para recibir en él todo cuanto Yo entrego en este tiempo; pero todavía hay discípulos que abren grandemente los ojos de su espíritu, tratando de descubrir en el Más Allá la verdad de mi presencia. 5. Todavía la duda invade algunos corazones y se preguntan si seré Yo o no; todavía en algunas de mis palabras y revelaciones suelen confundirse algunos y os digo: ¿Por qué, si estáis ya en el Tercer Tiempo? Dejad la duda a Tomás, porque él vivió en el Segundo Tiempo, pero recordad la lección que a él di y todo lo que en aquel tiempo manifesté para destruir el materialismo, para destruir la duda de aquellos hombres; pero hoy en el Tercer Tiempo, en que se acumulan en vuestro espíritu y en vuestro corazón las enseñanzas y revelaciones de los tiempos pasados y del Tercer Tiempo ¿Por qué todavía dudáis? ¿Por qué deliberáis en el fondo de vosotros, si seré o no, si habrá verdad o impostura en esta Obra que estáis recibiendo? Hablo así solamente a los que dudan, a los que luchan interiormente hallándose en las postrimerías de mi manifestación por el entendimiento del hombre, y una vez más os digo: ¡Bienaventurados los que sin ver han creído! 6. Estáis conmemorando en unión de vuestro Maestro, hechos que acontecieron en el Segundo Tiempo, Yo os he enseñado que la lección que entonces os entregué, la dejé en vuestro espíritu. Cada una de mis obras y de mis palabras, fueron actos de vida eterna que os di. La sangre que derramé para trazaros el camino de vuestra redención, aún fresca está y estará eternamente en el espíritu de todos mis hijos, porque la que de mi cuerpo brotó en aquel tiempo, fue imagen de la vida que derramé, del perdón con que envolví a todos los pecadores, de la luz con que disipé todas las tinieblas de esta humanidad y esa vida espiritual es eterna en vosotros, en esa sangre que siempre estará fresca en vuestro espíritu. 7. Si me hice hombre para traer la redención, la salvación y la luz a los hombres, no solamente vine a ellos, era el tiempo señalado por mi Divino Espíritu para ir en busca de todos los espíritus, sin distinción alguna, ni de mundos ni de grados de elevación; y así, después de consumar mi misión de Maestro entre vosotros, mi Espíritu penetró en todas las moradas habitadas por los espíritus del Señor, porque si vosotros teníais la promesa del Mesías, esa promesa no era solamente para los espíritus encarnados, sino también para aquéllos que me estaban esperando en el Más Allá, para aquellos que esperaban en la restitución, en la expiación, en la experiencia espiritual, el día en que el Redentor de todos los espíritus llegara para abrir la puerta. 8. Fue por eso que, después de consumar mi Obra entre vosotros y dejar las puertas de mi Reino abiertas con mi sacrificio de amor a todos mis hijos, fui en pos de los demás espíritus y a ellos también les di libertad, mas a unos los encontré con vestidura humana y a los otros con diversas vestiduras. Pero en verdad os diga: nunca he buscado dichas vestiduras, sino la elevación de los espíritus, porque vengo a limpiaros de imperfecciones y de materialismo, vengo a purificaros con mi Doctrina, para darles la vestidura blanca, más blanca que el campo de la nieve, de que mucho os he hablado en este tiempo. 9. Si en aquel tiempo busqué a los unos y a los otros en sus distintas moradas, ahora, en el Tercer Tiempo, nuevamente he venido en pos de todos; nuevamente me he manifestado a los espíritus que moran en todo el Universo. He venido ciertamente a tender lazos de amor, a buscar comunicación con todos los espíritus; pero quiero que mi comunicación sea ahora más perfecta que la de los tiempos pasados, para que a través de ella, lleguéis prestos a Mí, para que por medio de esta comunicación de espíritu a Espíritu recibáis con mayor perfección y pureza las inspiraciones del Padre, sus órdenes, sus reclamos y su justicia. 10. Como Espíritu Santo he dedicado el Tercer Tiempo para iluminar a todos los espíritus, para que no vuelvan a caer jamás, para salvar a los perdidos, para convertir a los obcecados y limpiar aquellos que mayores manchas tienen para libertar de sus cadenas de oprobio, de vergüenzas, de crímenes y remordimientos, a todos aquéllos que en su conciencia llevan impresa toda la historia de sus faltas, de sus ofensas a mi Ley. 11. Todo está preparado con sabiduría en el Universo. Estoy hablando a los mundos, a todos mis hijos en la forma en que he de comunicarme con cada uno de ellos, para llevarlos a la comunicación perfecta de espíritu a Espíritu, para llevarlos a la perfección que es la meta que espera a todos. ¿Acaso espiritualmente sois vosotros de los más adelantados en el Universo? No pretendáis saberlo, porque no podrías comprenderlo. 12. En el Segundo Tiempo os dije: "En la casa del Padre hay muchas moradas". Hoy os digo en vuestro propio idioma: En el Universo creado por Mí, hay muchos mundos poblados por hijos de mi Espíritu Divino. Todos sois hermanos en Mí, todos sois semejantes a Mí y si en el presente sois distintos en vuestra imperfección, en la perfección todos seréis iguales. A esa perfección os conduzco y para que a ella lleguéis, Yo os preparo, os doctrino, os pruebo y pulimento; hacia la comunicación con mi Divino Espíritu os encamino a todos por igual, y hacia la comunicación de los unos con los otros os conduzco también. ¿Cuándo se perfeccionará dicha comunicación entre los espíritus? No lo sabréis por ahora. Muchos balbuceos habrá, muchas manifestaciones que serán creídas por unos y desmentidas por otros; pero el espíritu se manifestará, el espíritu hablará, el espíritu se impondrá en el Universo. 13. Por todo eso os digo que no es un día material, que no son unas horas las que os dedico para penetrar en el mundo de la luz y en los antros de tiniebla, en busca de los espíritus que me esperan; no pueblo, es todo un tiempo, es toda una era en medio de la eternidad, destinada por Mí desde el principio de la creación, para llegar a todos como Espíritu Santo, manifestándome con más elevación y con más perfección, según el adelanto de los espíritus en el Tercer Tiempo. 14. Hoy no miréis más allá de vuestro mundo, que no salga vuestro espíritu, ni vuestra mirada, ni vuestra mente a escudriñar lo que no os corresponde todavía, y que solamente recibáis lo os corresponde, con respeto y obediencia, por medio de la oración, de la elevación que os conduce a Mí y a mi Mundo Espiritual consagrado a protegeros. Por esa elevación, por el aprovechamiento que tengáis de lo que en este tiempo Yo os revele, alcanzaréis a conocer lo que hoy queréis saber por curiosidad y que el mañana sabréis por justicia, por recompensa, por galardón ¡Oh discípulos amados del Señor! 15. Se acerca el tiempo en que Yo os deje sin esta palabra. Cuando dejéis de escucharla habrá tristeza en muchos, en otros penetrará la frialdad y los demás permanecerán fervientes; mas si hoy me preguntáis cuál es mi deseo divino Yo os contesto: que todos seáis fervientes, que antes que Yo levante esta palabra entre vosotros, os preparéis. Escudriñad mi Obra, si queréis, para que estéis convencidos, firmes, para que la duda no os vaya a sorprender después, porque ella os hará sufrir y tropezar, porque esa duda os dejará un dolor intenso que os recordará vuestra conciencia y no quiero que mis discípulos lleven en su conciencia algún reclamo, quiero que solamente sientan la paz de mi Espíritu. 16. Si este pueblo no sabe prepararse, si no aprovecha mis últimas enseñanzas, después extrañará mi palabra; y el tiempo, las pruebas, las vicisitudes y las palabras insanas de los hombres, le harán penetrar en la duda; entonces tendrá el discípulo que detenerse en su camino y preguntarse si fue cierto o no fue verdad lo que escuchó, y cuando solamente el aparente silencio responda a sus dudas, entonces levantará su faz irrespetuosa para decir al Padre: Señor, si prometisteis quedar eternamente cerca de nosotros, ¿Por qué vuestros hijos no os ven? ¿Por qué nuestros oídos no os escuchan? ¿Por qué no os manifestáis claramente delante de nosotros? 17. Y si veis que las doctrinas de los hombres y las instituciones religiosas se levantan en grandes luchas y avanzan en su camino ganando batallas, entonces diréis: ¿En dónde está la Obra del Padre? ¿Por qué calló y nos dejó en la soledad a merced de las vicisitudes y de los peligros? Tendréis dudas muy grandes como las tuvieron otros discípulos míos en otro tiempo y la duda se acrecentará si recordáis muchas de mis palabras que, según las malas interpretaciones no tuvieron cumplimiento y diréis: ¿Por qué su palabra no tuvo la virtud ni el poder de dejar a su pueblo unificado? ¿Por qué con todo su poder no hizo el milagro de fundir en un solo corazón a este pueblo espiritualista del Señor? ¿Por qué en el tiempo en que Él estuvo doctrinando a sus discípulos, no vinieron de todas las naciones del orbe a escucharlo? ¿Por qué no se hizo la paz entre la humanidad, si Él descendió con poder a través de su Rayo Universal? ¿Por qué fue tan triste su partida? ¿Por qué partió en el silencio entre nosotros, sin haber sido escuchado ni glorificado por toda la humanidad? Todo esto quemará vuestro corazón en el fuego de la duda, pero no quiero que sea así; quiero que vuestro espíritu, elevado por sobre todas las dudas e incertidumbres, no exija del Padre las materializaciones para su Espíritu Divino, no quiero que después de la partida de mi Palabra, exijáis que Yo venga a humanizarme, a limitarme o a tomar la forma de Jesús en cuanto hombre. 18. Quiero que vuestro espíritu en verdad me siga, no solamente por el deseo de sentirme, no por la fuerza de vuestra necesidad espiritual de verme y escucharme, sino que a través de la verdad me sintáis, en la serenidad de vuestro espíritu me contempléis, con la fe de vuestro ser, porque entonces así me miraréis más grande, más perfecto e inmutable. 19. Recordad que en aquel Segundo Tiempo los hombres se sintieron defraudados. Ellos esperaban un Mesías lleno de fuerza material para libertar a Israel de la esclavitud de los hombres, esperaban un príncipe guerrero, un señor de ejércitos, de pueblos y de dominios terrestres; y al escuchar la palabra de aquel manso y humilde Maestro que sólo hablaba de las obras de su Padre y que les prometía un Reino mejor que los reinos de la Tierra, que anunciaba la victoria espiritual de su Doctrina, que les anunciaba la justicia para los que lloraban, para los pobres de espíritu, para los enfermos, para los humillados, para los esclavos; ellos, que esperaban el instante próximo de su liberación material y de la glorificación de aquel Señor, ellos que ansiaban mirarlo sentado en un trono en este mundo y ver un cetro de justicia en su diestra para juzgar a los pueblos, para avasallar a los grandes reinados de este mundo, se sintieron defraudados. 20. Cuando fue llegada la noche de la detención del Maestro, se conmovieron sus corazones ante tanta mansedumbre, porque el Señor no hizo resistencia, porque no fulminó con su poder a sus propios enemigos, porque como un manso cordero se dejó arrastrar hasta el cadalso, y al contemplar las burlas, la ***befa y el escarnio de aquel pueblo, sus mismos apóstoles se ausentaban confundidos e intrigados. Y así mismos se preguntaban: ¿Por qué han ocurrido en esta forma los acontecimientos? Sentían un grande amor por su Maestro y hacían suyo el dolor de Jesús, mas no habían despertado espiritualmente todavía ni sus ojos espirituales se abrían aún a la luz de la verdad, y al mirarlo allí en el Calvario y contemplar su muerte sobre aquel madero afrentoso y ver que su sangre corría como la de cualquier hombre, entonces la duda se apoderó de aquellos corazones. 21. ¿Cómo podrían levantarse a continuar la Obra de su Maestro? ¿Cómo continuarían aquel ejemplo de redención? Mas el Maestro había pasado por la muerte para levantarse lleno de gloria y de vida sobre todo lo creado, contemplaba a los suyos y sufría por la duda de sus discípulos y como una prueba más de su amor infinito, después de su resurrección, se dejó contemplar por las mujeres que fielmente le amaron y le siguieron, para que ellas dieran testimonio a sus discípulos de lo que habían visto y oído, y a pesar de aquel testimonio dudaron ellos. Fue menester que el Maestro fuese manifestándose, disipando las tinieblas de la duda y haciendo luz en todos aquellos corazones pero quedaba el discípulo que dudaba más. Tomás, el que había dicho que solamente tocando las heridas de su Maestro con sus propios dedos, podría creer que había resucitado. Y el Maestro tuvo que sorprenderlo en su duda también. 22. Encontrando el Maestro a sus discípulos solitarios y conmovidos, los unos creyendo en la resurrección del Maestro y Tomás dudando, el Señor se presentó entre ellos diciendo: ¡Mi paz sea con vosotros! Y llamando a Tomás le mostró sus heridas y le dijo: "Hunde tus dedos, Tomás, y no dudes, que en verdad soy Yo". Mas Tomás en aquel instante arrepentido de su duda, vencido en su incredulidad exclamó: "¡Señor mío!" Mas Yo le dije: "Porque me has visto creíste. Bienaventurados los que sin ver crean". 23. ¿Queréis vosotros llevar eternamente en vuestra conciencia, ese dulce reclamo de Jesús, el Maestro? Y que nuevamente os diga: ¿Habéis creído porque habéis visto? ¡No, discípulos del Espíritu Santo, no discípulos del Tercer Tiempo! No alberguéis la duda, destruidla desde ahora, contempladme en espíritu, contempladme en mi verdad y en mi esencia, para que después, cuando estas manifestaciones os falten, sepáis mirarme a través del amor y de la fe, con la mirada espiritual pura y limpia de dudas y de manchas. 24. Para que os levantéis al cumplimiento, no esperéis que solamente a través de los videntes pueda Yo deciros: Levantaos y cumplid, no esperéis que venga nuevamente a humanizarme, para ser creído. Esto aconteció en el Segundo Tiempo, porque así era necesario. Porque el Maestro no podía exigir más de aquellos discípulos, en este tiempo en que el hombre empezaba a penetrar con el espíritu en el valle insondable del Más Allá: y vosotros, que sois éstos y aquéllos, que espiritualmente habéis evolucionado mucho, a quienes mucho he probado y he hablado a través del entendimiento humano, para entregaros la verdad y haceros grandes revelaciones, ¿Podríais dudar, podríais caer en materializaciones, podríais dejar enfriar el amor de vuestro corazón y desviar vuestro espíritu del camino, después de la partida de mi palabra? No, discípulos, os estoy hablando y aún mucho os prepararé con mi palabra, para que en vuestro espíritu solamente sea la luz, el valor, la decisión y el ahínco inquebrantable ante todas las pruebas. 25. Cuando me presenté espiritualmente ante mis discípulos del Segundo Tiempo, sintieron en su espíritu el verdadero amor, fue cuando se estrecharon en un abrazo de fraternidad y de valor espiritual para continuar la obra de su Maestro; porque entonces, llenos de dicha espiritual, destruidas sus dudas, dijeron: He aquí, que estuvimos en verdad con el Mesías, con el Hijo de Dios; estuvimos en verdad con el Salvador del mundo, no nos ha defraudado, Él es la vida, Él es el Redentor, es la Verdad, su Reino no es de este mundo, su morada es el Reino eterno desde el cual hoy nos mira, nos habla y se deja mirar; Él nos ha prometido estar eternamente con nosotros; he aquí que estamos unidos, nos estamos amando, y daremos testimonio de Él a todos los pueblos de la Tierra. 26. ¿Acaso sabéis si entre vosotros, después de la partida de mi palabra, venga también la verdadera unificación, cuando sintáis en el fondo de vuestro corazón y espíritu la ausencia de mi palabra, cuando mi mundo espiritual ya no haga repercutir tampoco su palabra entre vosotros, a través de las facultades? Entonces las congregaciones buscarán a las congregaciones, y aquéllos que han permanecido distantes, obrando bajo su propia voluntad, buscarán a sus hermanos, procurarán el calor y la presencia de los demás, el consejo y el báculo: buscarán mi palabra y el bálsamo los unos en el seno de los otros y vendré nuevamente a manifestarme. 27. Sí mi pueblo, y hablaré de cerca a vuestro oído espiritual y me veréis todos, y esas manifestaciones claras que Yo os dé, que hoy no sabéis en qué forma serán, vendrán en forma definitiva y clara para levantaros en el camino, serán vuestro baluarte, vuestro aliciente, para que nunca creáis que vais caminando solos. Yo os sorprenderé en los caminos, en vuestro cumplimiento espiritual, en el cumplimiento material y también en vuestras faltas. Yo escogeré el momento oportuno para hacerme presente en el camino de cada uno de mis discípulos. Yo estaré presente y manifiesto en vuestras reuniones y sentiréis mi calor, el hálito de mi Espíritu y recibiréis mis inspiraciones. 28. Así como vosotros vais a creer en Mí, quiero que también tengáis fe los unos en los otros; que no surja entre vosotros ningún testimonio falso; que no brote de vuestros labios la mentira para haceros grandes o notorios entre el pueblo o entre la humanidad. ¡Ay de aquél que mintiere, ay de aquél que dijera: Vi al Maestro, sin haberlo visto! ¡Ay de aquél que dijere: He recibido este mensaje del Señor, sin haberlo recibido! Porque entonces mi inspiración le será negada y solamente la recuperará mediante la purificación de sus manchas. No toméis mi nombre en vano, no toméis mi Obra para mentir, ni toméis mi Espíritu o mi Obra para escudar con ello vuestro engaño. 29. Quiero que vosotros solamente digáis la verdad, que si nunca recibieseis de Mí una inspiración o una manifestación, seáis conformes y no mintáis, porque así nadie os señalará; mas os digo: ¿Quién puede ser aquél que no reciba de Mi? ¿Quién puede ser aquél que no goce de mi inspiración, que no reciba mis mandatos y sienta mis manifestaciones? No me detendré ante vuestras faltas. Yo estaré siempre delante de vosotros, os dejaré convertidos en profetas, pero en profetas de verdad, no en los falsos que se levanten en los caminos haciendo alarde de profecía. 30. En los primeros tiempos mis profetas supieron andar por las calles pregonando los mensajes del Señor; pero cuánta humildad, cuánto valor y fe habla en ellos. Los tiempos han cambiado y hoy no podéis salir a las calles, a los caminos o a las plazuelas de los pueblos, gritando a voz en cuello mis mensajes. Hoy tenéis que saber cuál es el momento en que debéis hablar, actuar y orar. Si de este modo os preparáis, mi pueblo no dudará ante vuestros propios testimonios. 31. Cuando estéis próximos a una prueba, cuando mi justicia vaya a hacerse sentir en los pueblos de la Tierra y aún en vosotros; cuando sea mi voluntad revelaros algún acontecimiento, escogeré a uno de vosotros para preveniros y anunciaros lo que esté por acontecer. Yo escogeré dos o tres, a los que me plazca, para que aquel mensaje sea confirmado, mas no dudéis, porque con ello, exigiríais del Padre una manifestación más grande, ¿Y no sabéis que en este Tercer Tiempo el Maestro os ha dicho: "El tiempo de las complacencias ha terminado"? Si vosotros decís: "Si, Padre, las complacencias materiales han terminado, pero las complacencias espirituales nos las habéis concedido". Yo os contesto: Si, mis hijos, pero si exigís al Maestro la materialización, entonces esa petición vuestra, está dentro de las complacencias materiales, ese tiempo ya ha pasado. 32. Es por eso que he venido a despojaros de muchas tradiciones, porque el culto revelado por el Padre a vuestro espíritu, culto envuelto en gracia y perfección, lo profanaríais, lo haríais caer en ritos, en ceremonias y fiestas profanas y os ocuparíais siempre más del culto exterior, del cumplimiento de las tradiciones, que del cumplimiento de la Ley y de la Doctrina, y es por eso que, con dolor de unos y regocijo de otros, he venido a despojaros en este tiempo de muchas tradiciones, de muchas prácticas religiosas a las cuales vuestro espíritu se encontraba atado. 33. Ahora vais encontrando el verdadero templo y ese templo lo halláis lo mismo dentro de vosotros que en el exterior, en lo infinito del Universo. Hoy conocéis que el verdadero altar está en vuestro corazón, que la fe, es la lámpara que debéis encender para Mí; que las flores, las of rendas, deben de ser vuestras obras, vuestros méritos; que la imagen de vuestro Señor sois vosotros mismos, que a través de vosotros podéis contemplarme. Hoy reconocéis que la fuente de la gracia es mi Divino Espíritu, fuente inagotable de perfección y de bendiciones; que Yo soy la Obra, porque mi propia Obra está en Mí y es infinita y universal; que Yo soy el pastor de todos los espíritus, que en número grandioso a Mí me siguen y que finalmente todos llegarán al único redil que es la paz perfecta, que es la morada eterna de los espíritus en el Más Allá, y que la casa del Padre está en todas partes y de esa casa no habéis salido vosotros jamás. 34. Así, vuestro espíritu habrá abierto sus alas y contemplará por espacio el infinito, por tiempo a la eternidad, por camino, la senda perfecta y luminosa que os conduce al Padre, y habréis olvidado y dejado atrás en el camino las tradiciones que eran obstáculos y tropiezos, la rutina que era solamente la muralla que tenía estancado a vuestro espíritu, y los ídolos, los objetos de fanatismo se quedaran atrás y vuestro espíritu presuroso y libre irá lleno de ahínco, de alegría, de esperanza y de fe en su futuro espiritual. 35. Todo aquello que el espíritu contempló como báculo para sostenerse, para apoyarse, para creer y para amarme, lo habrá dejado para contemplarme con su mirada espiritual, para confiar en lo infinito y en la verdad que Yo he venido a manifestar entre vosotros en plenitud en este tiempo. Por la preparación de unos Yo venzo las imperfecciones de los otros, por vuestro deseo de adelanto, de acercamiento a Mí, de elevación, de ideal y de comprensión en mi Obra divina, Yo vengo y me manifiesto, me derramo en sabiduría y en luz entre vosotros. 36. La sangre de Jesús convertida en luz de redención, penetró y sigue penetrando en todos los espíritus como salvación. Eternamente mi Espíritu está dando salvación y luz, continuamente hago penetrar los rayos de mi luz en donde las tinieblas existen, instante tras instante mi Divino Espíritu se derrama, no en sangre humana, sino en esencia, en vida espiritual, sobre todos mis hijos. 37. Vuestro futuro os espera, los tiempos se avecinan y vienen a vosotros y con esos tiempos, vendrán los hombres, las multitudes, ávidas de conocimientos espirituales, ansiosas también de destruir sus dudas y de poder encontrar para el espíritu un puerto de luz y de paz. 38. Vendrá la humanidad y entre ella, Tomás representado por la ciencia y por el materialismo, con sus ojos preparados para escudriñar, y no solamente con sus ojos, con los dedos de su mano, para palpar, para tocar y sólo así poder creer en mi existencia y en los acontecimientos espirituales que se sucederán unos a otros entre la humanidad, y de los cuales los hombres darán testimonio, para que el Tomás del Tercer Tiempo pueda ser vencido por mi amor en su duda y en su materialismo. 39. Vosotros preparaos para que seáis apóstoles de la fe, para que seáis los discípulos fervientes, los que no solamente con palabras testifiquéis sino con hechos también, y así vuestros ejemplos vencerán la dureza de los hombres. Manifestaré prodigios y daré pruebas que en verdad iluminen la incredulidad de aquéllos que ante vosotros se presenten. 40. No os pido un imposible, no serán obras difíciles para vosotros, me bastará vuestra preparación, vuestra oración y fe y todo lo demás Yo lo haré, ¡Oh mis hijos amados! 41. Todo aquello que vosotros no alcancéis a hacer, todo el tropiezo que vosotros encontréis me lo dejaréis a Mí y Yo todo lo haré posible y entonces la humanidad contemplará que lo que es imposible para los seres humanos, se convierte en realidad por conducto de vosotros y esos prodigios no los podrán atribuir a los humanos y en su asombro tendrán que ir hacia el Más Allá, para pensar en un poder supremo y soberano. 42. Vendré a manifestarme en esplendor para destruir el pecado de los hombres; ante el poder humano me manifestaré como sabiduría y ciencia divina; vendré a sorprender también el materialismo de la ciencia humana. Sobre todas las religiones e instituciones de los hombres vendré como el Salvador. Así lo he anunciado. En los campos de discordia y batalla estaré presente con mis armas invisibles de paz, con mi espada de dos filos que dará muerte a todo pecado y adulterio. 43. He venido como el Gran Guerrero; como los hombres quieren verme y como me esperan muchos que pueblan la tierra. Como gorrero he llegado en verdad y en espíritu; mi guerra ha tiempo que ha comenzado, mas esa guerra está en sus albores, lo más fuerte, lo más tremendo de este combate está todavía por venir, y en esa contienda penetraréis vosotros, a quienes estoy preparando como soldados. Mas, sabéis que mi guerra no será de injusticia, sino precisamente de justicia sobre la injusticia humana. Mi amor arrancará la hipocresía, el egoísmo y maldad del hombre; mi paz vendrá a destruir todo aquello que tenga simiente y principio de odio, de discordia. ¿Qué respetará entonces mi espada invencible que en vuestras manos voy a depositar? La vida de mis hijos, la sensibilidad y la virtud; todo lo demás caerá. 44. Si contemplo una chispa de amor hacia Mí, un átomo de verdad, una partícula de amor o de piedad para los demás, todo eso mi arma respetará; por ello vosotros podéis comprender que este combate será grande entre vosotros, mas no es solamente entre humanos, esta contienda es universal, todos los espíritus darán después de esta batalla, un paso hacia la vida verdadera, un paso hacia adelante, un paso firme hacia Mí, en verdad y en espíritu. 45. ¿No sentís vosotros cómo se agita la vida espiritual alrededor vuestro? ¿No sentís que dentro de vuestro espíritu se oye el estruendo de este gran combate? Hasta en el momento de vuestro profundo sueño, vuestro espíritu se agita y lucha, se desprende y trabaja en la misión que le he señalado. 46. Estas son las grandes batallas que contempló Juan, mi discípulo, por medio del don profético, él vid los ejércitos, que son los mismos que hoy se encuentran en plena lucha. 47. Lo más fuerte del combate no ha llegado aún y por eso Yo a cada instante os instruyo para dejaros convertidos en soldados fuertes de mi Doctrina, de mi Ley, esta Ley que dice a sus soldados: ¡Amaos los unos a los otros! 48. Eso es lo que el Gran Guerrero lo que el Príncipe de los Ejércitos viene a deciros en el Tercer Tiempo, ¡oh pueblo amado! Levantaos con esa espada de amor, esgrimidla, desenvainadla y venced todo odio y toda maldad que exista en la humanidad. 49. Vosotros sabéis que desde mi alto solio envuelvo el Universo en mi paz y en mis bendiciones. 50. Todo es bendito por Mí a toda hora, en todo instante. De Mí no ha brotado ni brotará maldición o abominación alguna para mis hijos; por eso sin contemplar justos ni pecadores, hago descender sobre todos mi bendición, mi ósculo de amor y mi paz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 320 l. Bienaventurado sea el linaje humano por haber tenido en la Tierra la presencia humanizada de su Señor. Dichoso el género humano, por haber recibido aquella herencia de amor. 2. Mi existencia en el mundo a través de Jesús, la pasé en tierras de Palestina, mi predicación duró sólo tres años, fueron pocas las aldeas que visité y la multitud que me acompañó al Gólgota, no era muy numerosa. Sin embargo, aquella palabra que vibró en labios de Jesús, fue legada a la humanidad de todos los tiempos. No tuve necesidad de ir en busca de discípulos a todos los países de aquel tiempo, porque sabía que mi palabra, semejante a una semilla, pronto saldría de aquella tierra para diseminarse por todos los pueblos del Orbe. Los que escucharon a Jesús y presenciaron su muerte, fueron una representación de todas las generaciones que después vendrían, porque la esencia de mi Doctrina y el amor con que se derramó aquella sangre, tenía que ser de todos. 3. No juzguéis a aquel pueblo por no haber reconocido en Jesús, al Mesías, y por haberlo sacrificado; no os escandalicéis pensando que a quien escarnecieron fue a Dios mismo. En verdad os digo que Juez, sólo Yo. Muchos de los que juzgan de inicuo a aquel pueblo, y no le perdonan el haber sacrificado al Maestro, llevan un decaimiento en su corazón sin darse cuenta de eso, porque han tomado un lugar que no les corresponde. 4. Si al estar sujeto a la cruz, agonizante, delante de una turba que gozaba con sus padecimientos, exclamó: "Padre mío, perdónalos, porque no saben lo que hacen", esa misma frase podría ser repetida diariamente por Mí, para vosotros, porque conociendo mi nombre desde que nacéis y llevando en vuestra conciencia mi enseñanza, mis mandamientos y mis leyes, no cesáis de lanzarme ofensas ni de mofaros de mis máximas. 5. Tres eras de revelaciones espirituales han llegado a vosotros y aún la humanidad no ha construido el templo que Yo espero; sin embargo, en este Tercer Tiempo, los hombres levantarán en el fondo de su corazón el Tabernáculo donde estará el Arca, que será el espíritu, guardando en su interior las tablas de la Ley que está en vuestra conciencia. 6. Os parece imposible la transformación moral y espiritual de la humanidad, porque os habéis alejado mucho de los principios que os fueron revelados. No alcanzáis a imaginar y menos a creer en un mundo en donde impere el amor, reine la paz y exista la justicia. 7. Yo os digo que no podéis creer en todo ello porque no habéis querido analizar el significado de mi palabra ni de mis obras; si dedicaseis un poco de vuestro tiempo a la meditación espiritual, alcanzaríais grandes inspiraciones y obtendríais sabiduría. 8. Hace dos mil años, ¿Quién de los humanos se imaginaba al mundo actual que habéis hecho con la fuerza de vuestra inteligencia? Nadie, por eso, muchas de las profecías antiguas que anunciaron este mundo de ahora, no fueron creídas. 9. Os estoy profetizando un mundo nuevo y una humanidad espiritualizada y nuevamente cuando esta palabra sea conocida, no será creída. 10. Pasarán generaciones y más generaciones; la soberbia de los hombres desatará las tempestades y diluvios, pestes y plagas y el ¡ay! de la humanidad conmoverá los espacios; mas después de todo ello, los nuevos moradores, comenzarán una vida de reflexión y de espiritualidad, aprovechando el caudal inmenso de experiencia que las generaciones pasadas les legaron, y empezará a germinar la divina semilla. 11. En cada espíritu existe el germen divino, puesto que de Mí ha brotado, y así como vuestros hijos heredan los rasgos o el carácter de sus padres, también los espíritus revelarán al fin, lo que de su Padre Celestial han heredado: el amor. 12. Recordad aquel día en que por amor a vosotros como hombre expiré en la cruz; recordad mi pasión, sí, pero dejad de hacerlo en la forma tradicional que por siglos habéis acostumbrado, forma exterior y material que no ha dejado simiente en vuestro espíritu, porque no os habéis profundizado en busca del sentido y de la esencia. 13. Yo veo que para conmover vuestro corazón, dramatizáis con representaciones e imágenes sangrientas, mi muerte; que lloráis y vestís de luto como si acabase de morir un hombre y que cada año, vais a dar pésame a la Madre, sin daros cuenta de lo que hacéis. 14. ¿Por qué darle pésame a María, si ella a nadie ha perdido, ya que quien expiró en la cruz, resucitó a la vida eterna? ¿Por qué llorar por Mí, si Yo estoy más allá del dolor y de la muertes**** 15. De cierto os digo, que mejor debieseis llorar por vosotros y sentir tristeza por vuestros pecados, y llevar luto en vuestro corazón por tantas virtudes y sentimientos nobles que han muerto en vosotros. 16. Yo quisiera que, sin esperar aniversarios ni fechas, ni tradiciones, os reunieseis en congregaciones o en el seno de vuestras familias y repasando aquellos ejemplos y obras que os enseñé en el Segundo Tiempo, os recogieseis llenos de espiritualidad y elevación a meditar y analizar mi palabra, porque entonces sí obtendríais un provecho para vuestro espíritu, descubriendo el sentido o esencia de mis obras y de mis palabras. 17. No tratéis de sentir piedad por Mí, porque no existe nada en Mí que pueda inspirar lástima a los hombres; pero en cambio, inspiraos en aquel amor, que a través de una vida os probé y aplicad esa piedad, ese pesar de ofender y esos remordimientos, a vuestros semejantes, entre los que existen millares, que sí son dignos de toda compasión y toda piedad; unos, porque sufren intensamente; otros, porque se han hundido en el cieno del vicio; otros, porque no conocen la luz de la verdad y otros porque viven huérfanos de amor o porque tienen hambre y sed de justicia y de paz. 18. Por todos ellos sí sentid piedad y caridad; por ellos llorad y rogad; pero sobre todo, haced algo que alivie su dolor o mejore su vida. Entonces sí, estaréis entendiendo mi Doctrina, comprendiendo mi sacrificio e interpretando mi voluntad. 19. Amándoos los unos a los otros, será la única forma de dar cumplimiento a mi palabra y de agradar a mi Espíritu. 20. Yo dije, en la cruz, a través de Jesús: "¡Perdónales, Padre, que no saben lo que hacen!" Después de muchos siglos, puedo volver a decir de esta humanidad que aún no sabe lo que hace, porque con frecuencia cambia el sentido de la Ley o de la Doctrina que le he revelado y las viola, creyendo estarlas honrando estarles dando cumplimiento. 21. Si comprendieseis y sintieseis mi enseñanza, correría amor por vuestras venas, amor hacia vuestros hermanos, que son parte mía; pero estáis muy lejos de amaros los unos a los otros y de ello dais pruebas con casi todas vuestras obras. 22. Recordad en vuestras conmemoraciones, que Yo, el Divino Maestro, por amor hacia vosotros, dejé el Reino Espiritual, haciéndome hombre para habitar con los hombres, que dejé mi Reino para mostrarme en vuestro mundo como un ser al servicio del necesitado; que estando en Cristo, el Padre de todo lo creado, llegué entre vosotros, para ser el más humilde y para consagraros toda mi vida. 23. Mi Doctrina enseñó que mientras más se posee, más hay que dar, y que mientras mayor se es, más humilde se debe ser. 24. ¿Quiénes son los que en este tiempo me imitan? ¿Quiénes son capaces de descender de un trono o de su sitial, para confundirse entre los pobres y necesitados para darles la vida? Yo no los encuentro, a pesar de ser tan vasto vuestro mundo y tan numerosa la humanidad. 25. Cuando esos ejemplos se den con profusión en la Tierra, entonces podréis decir que estáis conmemorando mi palabra y mis ejemplos, que los estáis viviendo. 26. De generación en generación y de tiempo en tiempo, los hombres se han venido apartando de las leyes divinas, con ello se determinó un atraso en el orden espiritual. 27. Si os detenéis un momento a contemplar vuestro mundo, a mirarlo a través de la mente, como si estuvieseis en lo alto de un monte contemplando una ciudad, observaréis que la humanidad ha desarrollado sus pasiones y su inteligencia, aplicándolas siempre a fines terrenales. 28. Si os analizáis y meditáis, encontraréis que no aparece por ninguna parte un signo de verdadera espiritualidad, algo que pruebe que en el hombre habita un ser de luz. 29. Cuando descendáis de este monte de vuestras meditaciones, bajaréis apenados, entristecidos, con el conocimiento de que os habéis alejado mucho de las leyes divinas que rigen la vida espiritual. 30. A vuestro paso encontraréis a los pequeños seres inferiores, una abeja, una hormiga, un gusano, y diréis: "Padre, ¿Por qué a esos seres, siendo inferiores a nosotros, no les permites pecar, y en cambio a tus hijos espirituales, como somos nosotros, sí nos dejáis pecar?" ¡Ah, pequeños, que osáis formular tan insensatas preguntas a vuestro Señor! 31. Ya os he sorprendido envidiando la felicidad y la paz con que esas criaturas viven. Ya os he visto envidiar la alegría que existe en los nidos donde las aves han formado un hogar, y he escuchado cuando vuestro corazón se ha dicho: Pero ¿Acaso esos seres merecen mayores bendiciones que los hijos de Dios? Ahora os digo que os preguntáis así y os intrigáis porque no sabéis estudiar mi enseñanza hasta encontrar la verdad. 32. ¿Qué no miráis que esas criaturas sólo tienen una morada, que es la Tierra, y que es justo que en ella tengan su gloria y su gozo? ¿No estáis viendo que a ellas las induce a cumplir una fuerza que es la ley de la Naturaleza? Si ellas viven dentro de la Ley, tienen que gozar de cuanto la Ley encierra, que es amor, paz, bienestar, deleite, actividad, vida. 33. Vosotros, los hombres, tenéis la oportunidad de conocer algo que está más allá de la Naturaleza material y que es la vida espiritual; para ello se os ha revelado el camino que conduce hacia el Reino de vuestro Padre; mas os he dejado en libertad de tomar el camino o no, de ascender o descender, de acercaros o de alejaros, porque es la forma de hacer méritos verdaderos ante el Padre y al mismo tiempo de probarle vuestro amor. 34. Al ser irracional lo guía el instinto, que es su voz interior, su maestro, su guía, es como una luz que proviene de su madre la Naturaleza y que le ilumina la senda que tiene que recorrer en su vida, senda también de luchas y de riesgos. A vosotros los hombres, os guía el espíritu, a vosotros los espíritus, os guía la conciencia, que es la luz que el Espíritu Divino ha depositado en sus hijos espirituales 35. El destino de los hijos de la Naturaleza está en la Tierra, ahí empieza y ahí acaba; en cambio, el destino del espíritu empezó en Mí y no terminará nunca, porque cuando se eleve sobre la vida terrestre, cuando vaya más allá de las moradas de perfeccionamiento y penetre en la eternidad, irá de una mansión a otra, descubriendo nuevos mundos de sabiduría, gozando más, amando más. 36. No dejéis de meditar en vuestro destino, ni dejéis de observar a vuestros hermanos inferiores, porque en ellos encontraréis infinitos ejemplos de sabiduría, que aplicados a vuestra vida os harán recoger buenos frutos. 37. De ellos tomad la armonía con que cada especie vive. Imitad la actividad de los que son activos. Tomad los ejemplos de fidelidad, o de gratitud, Son ejemplos que encierran sabiduría divina, puesto que son criaturas mías, también brotadas de Mí, para que os rodeen y acompañen en vuestro mundo, para que participen de lo que en la Tierra he depositado y para que en ellos descubráis la voz que os dice, que cuando cumpláis al pie de la letra con la Ley divina, y os dejéis inducir por la voz de la conciencia, como ellos se dejan guiar **Mar el instinto, tendréis que conocer la armonía, tendréis que **saber de la paz**, y ello os llevará a la multiplicación de vuestros bienes, a la abundancia y al progreso espiritual y humano. 38. ¿Creéis que quien medite profundamente en todo esto, sea después capaz de fomentar una guerra? ¿Creéis que quien haya escuchado con claridad la voz de su conciencia, se levante a humillar a sus propios semejantes? No, pueblo amado. Entonces llegad a la conclusión de que tenéis que meditar, en mis revelaciones, de que el mundo también tiene que meditar, a fin de que en aquellas reflexiones, el espíritu se eleve, la mente se extasíe y en una palabra, el hombre escuche y obedezca verdaderamente la voz de la conciencia. 39. Meditad y enseñad a meditar la lección de este día, es un mensaje que tenéis que llevar al corazón de vuestros hermanos, con la ternura con que Yo os lo he entregado, porque tenéis una misión que cumplir y por ello he venido en este tiempo a entregaros mi palabra, mas para esta comunicación no me he servido de los que han cultivado grandemente su entendimiento en la sabiduría de este mundo, sino de los que en su humildad han imitado a mis discípulos del Segundo Tiempo. 40. Vosotros, mostrad mi Obra sin temor, porque ella ha de iluminar al mundo a través de los tiempos. 41. Preparaos para que mi palabra quede escrita en vuestros corazones, para que seáis a imitación de vuestro Maestro, para que siendo humildes, seáis mis verdaderos discípulos. Llevad la verdad para que con ella se ilumine toda la humanidad. 42. Practicad las virtudes y unificaos como un solo discípulo. De este Libro todos llevarán las enseñanzas y así los postreros serán los primeros. 43. Pueblo amado: Con cuánta dedicación escucháis esta palabra que os enseña y os anuncia los acontecimientos que en breve tiempo veréis cumplirse en vosotros. 44. Esta humanidad dará grandes pasos hacia la espiritualidad, su espíritu podrá ir más allá de los límites humanos, y llegar a las moradas superiores, para comunicarse con sus hermanos y recibir la luz que ellos les han de ofrecer. Podrá también descender a los planos donde habitan seres de escasa elevación, seres retrasados para ayudarlos a salir de su pobre condición y colocarlos en un nivel mejor. La escala por donde asciende el espíritu hacia su perfeccionamiento es muy grande, en ella encontraréis seres de infinidad de grados diferentes y les ofreceréis algo de lo que poseéis y ellos también a su vez, os darán algo de su riqueza espiritual. 45. Entonces descubriréis que este no es el único mundo que lucha por su mejoramiento, sabréis que en todos los planetas evoluciona el espíritu, que en todos palpita y crece, cumpliendo su destino y Yo quiero que os preparéis para que hagáis alianza con todos vuestros hermanos, que os comuniquéis con ellos, con ese santo anhelo de reconoceros, de amaros y ayudaros. Hacedlo en nombre mío y dentro de la más estricta obediencia, por medio de vuestro pensamiento, y cuando deis principio a ese ejercicio, empezaréis a interpretar sus peticiones, sus enseñanzas y beneficios. 46. Yo anhelo que exista la armonía con vuestros hermanos dentro y fuera de este planeta, que es ahora vuestro hogar; tended lazos de amistad, solicitad ayuda cuando necesitéis y también socorred a los que os pidan de lo que poseéis. 47. Cuánto os aman y protegen los seres destinados en este tiempo para llevaros el conocimiento de mi nueva venida, y cómo influyen benéficamente en la humanidad! Sólo Yo contemplo esa labor constante y conozco sus méritos. Yo los bendigo porque su obra es grande. Si vosotros supieseis penetrar-en vuestra vida espiritual, la veríais rodeada de cuidados, de prodigios que debéis a vuestros bienhechores espirituales. Ellos trabajan en diversas misiones en vuestro mundo, sin que vosotros presintáis siquiera su bondad y su esfuerzo. Sólo os digo que su lucha es constante por volver al orden y a la justicia la vida de los hombres. 48. ¡Ayudadlos en su difícil misión, comprended su amor, su desinterés y convertíos en colaboradores suyos en esta grande obra! 49. No sólo en este tiempo, sino desde que el primer hombre habitó la Tierra, el mundo espiritual fue enviado y se ha manifestado compartiendo con vosotros penas y alegrías. Yo así lo he ordenado, para que no os sintáis solos o distantes de vuestros hermanos espirituales. Cuando tornéis a la sencillez, cuando estéis en contacto con esos seres y los miréis de cerca, reconoceréis su obra y los bendeciréis, y cuando dejéis la Tierra para emprender el viaje hacia vuestra siguiente morada, vendréis unidos a ellos, que se constituyeron en guardianes de vuestra vida. Y después de conocer la virtud de vuestros hermanos espirituales, ¿No deseáis ser para vuestros hermanos pequeños, lo que son para vosotros vuestros ángeles custodios? 50. Os estoy revelando lo que estaba oculto a vuestra interpretación, porque no quiero que ignoréis lo que es fundamental en vuestra vida; La inmortalidad de vuestro espíritu, su camino siempre ascendente y su final en Mí. 51. Recorred la senda paso a paso, vivid en la Tierra, pero mirad siempre el Cielo; pensad que estáis viviendo la vida eterna, desde el momento en que habéis dado principio a vuestra jornada y que cada prueba que pasáis, os acerca a Mí y cada etapa hace más breve el tiempo de vuestro retorno. 52. Vosotros habéis mirado las primeras luces de esta era de espiritualidad, pero no veréis desde este mundo su desarrollo en plenitud; serán vuestros descendientes, quienes continuarán vuestra obra, y Yo os concederé seguir cultivando vuestra simiente, como he permitido que el espíritu de los que fueron vuestros padres, siga velando por vuestro cumplimiento. 53. Trabajad por el bien de este mundo; llevad mi palabra a los corazones, muchas veces seréis desoídos por unos, pero en otros encontrará eco y en esos desbordaréis esta enseñanza que os he dado para que trasmitáis a todos vuestros hermanos. 54. Hoy tenéis mi palabra, manifestando la misma y única esencia que en todos los tiempos os he entregado: el amor. Los principios en que se fundan mi Ley y mi Doctrina son inmutables y eternos. 55. Hoy vengo en espíritu a manifestar mi verdad y mi presencia por medio de la luz divina, como en aquel Segundo Tiempo encarné mi Verbo en Jesús, para revelaros mi verdad a través de la palabra y sellarla con sangre. Era necesario llegar hasta los hombres, convivir con ellos, dejarse sentir y mirar según ellos ven y sienten, para darles pruebas del amor infinito que hacia los hombres siente mi Espíritu. 56. Yo Cristo, a través de Jesús, el hombre, manifesté la gloria del Padre su sabiduría y su poder. El poder fue empleado para obrar prodigios en bien de los necesitados de fe en el espíritu, de luz en el entendimiento y de paz en el corazón. Ese poder, que es la misma fuerza del amor, fue derramado sobre los necesitados, para darse íntegro a los demás, a tal punto que no lo empleé para mi propio cuerpo, que también lo necesitaba en la hora suprema. 57. Yo no quise hacer uso de mi poder para evitar el intenso sufrimiento de mi cuerpo, porque al hacerme hombre fue con el fin de padecer por vosotros dándoos una prueba palpable, divina y humana de mi infinito amor y mi piedad por los pequeños, por los necesitados, por los pecadores. 58. Todo el poder que manifesté para los demás, lo mismo al limpiar a un leproso, al darle luz al ciego y el movimiento al paralítico, que al convertir a los pecadores y resucitar a los muertos; toda la potestad que manifesté delante de las turbas, para darles pruebas de mi verdad, ya probándoles mi autoridad sobre los elementos y mi potestad sobre la vida y la muerte, no quise siquiera emplearla para conmigo, dejando que mi cuerpo viviera aquella pasión y sintiera aquel dolor. Cierto es que mi poder habría evitado todo dolor a mi cuerpo, pero ¿Qué mérito hubiese tenido ante vosotros? ¿Qué ejemplo habría dejado Yo al alcance del hombre, si hubiese hecho uso de mi poder para evitarme el dolor? Era preciso despojarme de mi poder en aquellos instantes, renunciar a la fuerza divina para sentir y vivir el dolor de la carne, la tristeza ante la ingratitud, la soledad, la agonía y la muerte. 59. Por eso los labios de Jesús pidieron ayuda en la hora suprema, porque su dolor era real, mas no era tan sólo el dolor físico el que agobiaba al cuerpo febril y exhausto de Jesús, era también la sensación espiritual de un Dios que a través de ese cuerpo era vejado y escarnecido por los hijos ciegos, ingratos y soberbios, por quienes estaba dando aquella sangre. 60. Jesús era fuerte por el espíritu que lo animaba, que era el Espíritu Divino y podía haber sido físicamente insensible al dolor e invencible ante las pruebas de sus perseguidores; pero era necesario que llorase, que sintiese, que ante los ojos de la multitud cayese una vez tras otra, agotadas las fuerzas de su materia y que muriese cuando de su cuerpo se hubiese escapado la última gota de sangre. 61. Así quedó cumplida mi misión en la Tierra. Así terminó la existencia en el mundo de Aquél a quien días antes había proclamado Rey el pueblo, precisamente al entrar en Jerusalén. 62. Los mismos que me habían recibido fueron a acompañarme al Calvario y muchos que habían cantado: ¡Hosanna! ¡Hosanna! después fueron a gritar: ¡Crucificadle! ¡Crucificadle! Pero también muchos que me recibieron en su corazón preparado con amor y con fe, me siguieron fielmente hasta el último instante, dejando caer sus lágrimas sobre la huella de sangre que iba dejando su Maestro. 63. Para los que me miraron con la luz de su espíritu, fui el mismo Dios hecho hombre; para quienes sólo me vieron a través de sus sentidos, no fui la verdad, ya que mi muerte en cuanto hombre les confundió haciéndoles sentirse defraudados. Estos fueron los que se burlaron, los que se llamaron engañados, recordando la vehemencia con la que Jesús les prometía un Reino lleno de goces, mas ahora, viéndole doblegado bajo el peso de la cruz y más tarde sujeto a una cruz humillante, no pudieron menos que reír y vociferar que Jesús era un falso profeta que no merecía vivir. 64. Pobres ignorantes entendimientos, pobres espíritus materializados que se confundían ante sus propias conjeturas; "Si es el Hijo de Dios ¿Por qué no ha sido salvado de las manos de sus opresores y verdugos? Si en su voz y en su diestra está el poder ¿Por qué se quejó en la cruz de haber sido abandonado? Si Él es la vida, el que resucitaba a los muertos ¿Por qué murió a manos de insignificantes hombres?" 65. No era tiempo aún de que la luz llegase al espíritu de aquellas criaturas. Todavía tendrían que caminar por el sendero de la vida para llegar a comprender la divina verdad de mi dolor y de mi muerte. En cambio, quienes me amaron con el espíritu, no tuvieron un instante de confusión ni de duda, y mientras más veían padecer a su Señor, mayor era su admiración ante aquellas pruebas de amor infinito, de justicia y sabiduría perfectísimas. 66. El mismo ladrón Dimas, de quien todos hubiesen dicho que poseía un corazón lleno de tinieblas, incapaz de descubrir un átomo de mi verdad, supo conocer mi Divinidad, precisamente allí donde otros dejaron de reconocerla: En la cruz. Él supo mirar mi luz, él logró descubrir mi amor, él vio la humildad de Jesús y la ceguedad del mundo, y porque había sufrido mucho en la Tierra y había sido juzgado y había conocido el cadalso, me comprendió y se dijo en su corazón: "Bien está que yo muera en una cruz, como ladrón y malhechor, pero ¿Por qué ofrecéis al Maestro este cáliz, a este hombre del que sólo bienes habéis recibido?" Y al ver la paciencia y la humildad con que el justo Jesús agonizaba, no pudo contenerse y exclamó: "Señor, cuando estés en tu Reino, acuérdate de mí"... 67. Sí, amado Dimas, tú fuiste conmigo en el Paraíso de la luz y de la paz espiritual, a donde llevé a tu espíritu, en premio a su fe. ¿Quién hubiese dicho a los que dudaban que en Jesús, moribundo y sangrante, habitase un Dios, que en el ladrón que agonizaba a su diestra se ocultase un espíritu de luz? El tiempo pasó y cuando la calma renació, muchos de aquéllos que me negaron y escarnecieron fueron penetrando en la luz de mi verdad, por lo que su arrepentimiento fue grande y su amor para seguirme fue inquebrantable. 68. Yo había legado al mundo, desde la cruz, el Libro de la Vida y la sabiduría espiritual. Un libro para ser analizado y comprendido por los hombres a lo largo de los siglos, de las eras y los tiempos. Por eso dije a María, estremecida de dolor a los pies de la cruz: "Mujer, he ahí a tu hijo", señalándole con la mirada a Juan, quien representaba en ese instante a la humanidad, pero a la humanidad convertida en el buen discípulo de Cristo a la humanidad espiritualizada. 69. A Juan también le hablé diciéndole: "Hijo: he ahí a tu Madre". Palabras que ahora voy a explicaros. 70. María representa la pureza, la obediencia, la fe, la ternura y la humildad. Cada una de esas virtudes es un peldaño de la escala por donde Yo descendí al mundo para hacerme hombre en el seno de aquella mujer santa y pura. 71. Esa ternura, esa pureza y ese amor, son el seno divino, donde la semilla de la vida es fecunda. 72. Esa escala, por la que Yo descendí a vosotros para hacerme hombre y habitar con mis hijos, es la misma que os presento para que a través de ella ascendáis hacia Mí, transformándoos de hombres en espíritus de luz. 73. María es la escala, María es el seno materno. Buscadla a ella y me encontraréis a Mí. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 321 1. Benditos seáis, discípulos, porque ponéis vuestra buena voluntad para interpretar mi palabra, así podréis desarrollar los dones que tenéis y aplicaros en bien de vuestros hermanos. 2. Ya os encontráis en el tiempo en que los hombres sienten inquietud de lo eterno, de aquella vida que está más allá de la efímera existencia humana, y vosotros, que habéis sido mis discípulos en este tiempo, tened siempre presente que la llave que abre la puerta hacia la sabiduría espiritual, es el amor. 3. A lo largo de mis enseñanzas os he explicado cómo esta vida en la Tierra sirve de escuela, de experiencia, crisol y desarrollo del espíritu, pero que el conocimiento supremo sobre la vida espiritual, sólo lo alcanzará cuando haya dejado la materia y se encuentre en el valle infinito, más allá de lo material. 4. Admirad la sencillez de mi Doctrina, que puede ser aplicada a toda práctica, a todo orden, porque su luz es la que alumbra y alienta al Universo. Su esencia, al derramarse sobre vuestro entendimiento, revela a los hombres la forma de mejorarse hasta alcanzar la perfección espiritual. Esa esencia es el bien que existe en vuestro Dios, como una fuente inagotable de inspiración en vuestra vida. 5. Mi Doctrina es sencilla y por lo tanto al alcance de la criatura humana, comprensible para todos, puesto que todos poseéis espíritu. Donde intervenga lo complicado, la mixtificación o el materialismo no está mi verdad, que es la luz. 6. Buscad la sencillez, amad la humildad y así los secretos como los más impenetrables misterios, aparecerán ante vuestro entendimiento como las páginas de un libro, mostrando todo su contenido con claridad. Al hablaros de misterios y secretos, que los hombres no han podido, no han querido o no han sabido aclarar, me refiero a todo aquello que en mi Arcano tengo reservado para el conocimiento de mis hijos; no hablo de lo que nunca habréis de saber, por ser solamente del dominio de vuestro Padre. 7. En el Segundo Tiempo vine a daros una enseñanza a través de la cual hice comprender a los hombres, que no sólo estaban constituidos de materia, sino que en cada uno de ellos habitaba un ser, cuya vida era superior a la humana y cuya morada no era por siempre en este mundo, sino en un Reino infinitamente más alto que el de la Tierra. Aquella Doctrina, profunda hasta la eternidad, fue sin embargo expresada en forma sencilla y simple, para que todos los hombres la comprendiesen, ya que a todos correspondía conocerla. 8. Esa Doctrina fue la preparación para que la humanidad hiciese de lleno su entrada en el campo espiritual en este Tercer Tiempo; porque ahora en que nuevamente humanizo mi voz para hacerme oír de los hombres, he llegado a ellos a ampliar aquella lección, a desarrollarla y explicarla, contemplando que esta humanidad ya se encuentra en aptitud de comprender el significado de todo aquello que quedó en principio como una promesa. 9. Yo reuniré a todos los hombres y a todos los pueblos en torno a mi nuevo mensaje, les llamaré como el pastor a las ovejas y les prepararé la paz de un aprisco, donde se refugien de las inclemencias y de las tempestades. 10. Ya veréis cómo a pesar de que muchos aparentemente no tienen la menor huella de fe o de espiritualidad, conservan en lo más puro de su espíritu, los principios inmortales de la vida espiritual; ya veréis cómo muchos de los que os parece que no tienen culto alguno, llevan en lo más íntimo de su ser, un altar indestructible. 11. Ante ese altar interior se habrán de postrar espiritualmente los hombres, a llorar sus faltas, sus malas obras y sus ofensas, arrepentidos sinceramente de su desobediencia. Allí, ante el altar de la conciencia se derrumbará la soberbia humana, dejando los hombres de considerarse superiores por sus razas. Entonces vendrán las renunciaciones, la restitución y finalmente la paz, como fruto legítimo del amor y la humildad, de la fe y la buena voluntad. 12. Los hombres que alimentan por ahora sólo ambiciones de poderío y grandezas terrestres, saben que su adversario más fuerte es la espiritualidad, por eso la combaten y cuando presienten la lucha que ya se aproxima, la batalla del espíritu contra el mal, temen perder sus posesiones y por eso se resisten ante la luz que en forma de inspiración les sorprende a cada paso. 13. ¿Quién creéis que sea al final el vencedor, el espíritu o la carne? Ciertamente que el triunfo será del espíritu, quien después de haber sido esclavo del mundo, ahora será el que domine las pasiones de la carne, será el tiempo en que daréis a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo. 14. Con palabra profética os digo en este día, que se acerca el tiempo en que todos los pueblos de la Tierra armonicen espiritualmente, ¿Quién de vosotros será capaz de llevar a cabo esa obra? ¿Qué humano tendrá la fortaleza y la luz para realizar mi profecía? No, pueblo amado, no existe hombre capaz de hacer luz en estas tinieblas que os rodean. Seré Yo como siempre quien disipe las sombras, quien calme la tempestad y os deje unidos a todos en torno a mi mesa de amor, como hermanos verdaderos, como hijos que sois de un solo Padre; sin embargo, no estaré solo en la lucha, este pueblo colaborará conmigo, estos discípulos serán mis intérpretes para con la humanidad, serán mis testigos fieles ante los escudriñadores, serán los instrumentos de que me sirva para dar al mundo pruebas de mi poder, de mi caridad, de mi presencia. 15. Jamás llevaréis todo el peso de mi cruz, vuelvo a deciros; pero la parte que os toque llevar ¡Cuán delicada será! Vuestra responsabilidad es grande. 16. La lucha llegará a ser intensa, pero siempre estará alentada por acontecimientos favorables que serán la prueba de que estoy con vosotros. Ellos serán como mi voz, que hable a vuestro corazón. 17. ¡Cómo gozará vuestro espíritu con cada pueblo que vaya despertando a la luz del nuevo día! la luz del Tercer Tiempo, en el que todos los hombres se unirán para construir el templo espiritual en homenaje a vuestro Dios; el santuario interior donde brillará la llama inextinguible de la fe y del amor. 18. Ahora os sentís muy distantes de la paz, de la armonía, de la fraternidad, y tenéis razón, porque es tan diferente en cada hombre el concepto sobre Dios, sobre la vida, sobre la verdad. Tal parece que fuesen muchos dioses y que existiese un Dios para cada hombre. 19. ¿Es que no habéis observado por lo menos dentro de la Naturaleza que os rodea, cómo todo obedece a un solo principio, cómo todo sigue un mismo orden y todo armoniza en una sola Ley? 20. Si existiesen varios órdenes, si hubieseis descubierto leyes diferentes a las que os he revelado y alguien que no fuese Yo, os hubiese revelado una verdad mayor que la mía, tendríais razón para que hubiese diferencias en vuestras creencias, en vuestros cultos, conceptos y maneras de vivir; mas os digo nuevamente que sólo una luz es la que ha brillado desde la eternidad sobre el firmamento de vuestra vida humana y espiritual. 21. No será un sacrificio para ningún hombre convertirse a esta Doctrina, ni tendrá que quebrantar su entendimiento, ni que renunciar a todo aquello bueno, verdadero o justo que traiga en su corazón. 22. Lo único que persigue mi Obra, es la espiritualidad de todos los hombres, porque en la espiritualidad tendrá que identificarse y comprenderse. En la espiritualidad verán desaparecer los nombres, las formas exteriores de sus religiones, que han sido la causa de su distanciamiento espiritual, ya que cada una ha interpretado a su Dios en forma distinta. 23. Entonces, cuando todos por sus distintas sendas se vayan aproximando a la espiritualidad, comprenderán que lo único que necesitaban era liberarse de su materialismo para poder traducir en forma espiritual lo que siempre tomaban en sentido material. 24. Así, el que se postraba ante una imagen para ver en ella mi presencia, después sabrá sentirme en su espíritu sin necesidad de crear forma alguna con que representarme. 25. El que hizo largas caminatas para llegar a un lugar donde le habían dicho que allí estaba Yo, y que allí podría encontrar su salud, ese aprenderá que no es menester trasladarse de un punto a otro de la Tierra para encontrarme, cuando por medio del don divino de la oración puede el hombre encontrarme en todo instante de su vida, sin distinción de lugar. 26. Entonces los hombres se purificarán a sí mismos con el arrepentimiento sincero y se confesarán de espíritu a Espíritu con mi Divinidad, poniendo su conciencia en aquel acto espiritual. 27. No habrá espiritualmente más pan ni más vino, que la esencia de mi palabra, esencia con la que se alimentarán los hombres, fortaleciéndose en el amor, en la rectitud, en la justicia, en la caridad. 28. Y los que viven estudiando las escrituras de los tiempos pasados, y que también se han dividido en sectas y congregaciones, debido a las diferentes formas de interpretar aquellas palabras, también encontrarán en la espiritualidad el acercamiento, porque la elevación en la forma de analizar e interpretar, les revelará a unos y a otros la verdadera esencia que nunca habían encontrado, porque siempre le habían dado a la revelación divina un sentido humano y material. 29. Espiritualidad es cuanto pido en este tiempo a los hombres, y dentro de lo lícito, verán cumplidos sus más grandes ideales y resueltos sus más grandes conflictos. 30. En este tiempo de confusión, aparecerá en el mundo mi palabra como una barca de salvación. Los hombres podrán levantarse a una nueva vida de luz, de paz y fraternidad. 31. Ya pronto la humanidad podrá contemplar volando sobre las naciones a la paloma de la paz, llevando en su pico la simbólica oliva. 32. Mi rayo ha descendido hasta vosotros y aunque no le contempláis materializado, vuestro espíritu sí siente la presencia de mi luz que lo ilumina. 33. Ya descubriréis en vuestro ser algo más que los órganos de vuestro cuerpo, y ellos serán los dones, facultades, potencias y atributos del espíritu, los cuales han dormido en el hombre por muchos siglos. Ni substancia ni forma les encontraréis, por lo que os digo que no será vuestra ciencia la que descubra ese misterio. 34. Hasta ahora, sólo lo que habéis encontrado con la mente y palpado con los sentidos, es lo que para vosotros existe; pero vendrá el momento en que comprendáis que los verdaderos valores existen en lo espiritual, en aquella vida que no habéis querido conocer. Entonces se iluminará vuestra existencia con una nueva luz que os irá revelando los más grandes misterios y las más bellas enseñanzas. Yo os bendeciré porque al fin habréis colaborado con vuestro Padre al desenvolvimiento de la vida y a la evolución de vuestro espíritu. 35. Ahora os encontráis estacionados sin que os podáis dar cuenta de ello, sin apercibiros del final de una etapa y el principio de otra, sin descubrir el sentido de vuestras pruebas ni lograr disipar las señales divinas que a cada paso os doy. 36. No sabéis si estáis dentro o fuera de Mí, ni si estáis vivos o muertos para la vida espiritual, porque aún vuestras sensaciones se encuentran dormidas en vuestro ser. 37. De cierto os digo que sólo mi voz puede despertaros, sólo mi llamado puede resucitaros, y por eso he venido, pleno de misericordia a salvaros. Ya se acerca mi luz a cada corazón, ya penetra quedamente en vuestro entendimiento, como penetra el ladrón en medio de la noche en una alcoba: de puntillas, sin producir el menor ruido. 38. Cuando mi voz se haga oír en forma espiritual en la humanidad, sentirán los hombres vibrar algo que siempre habla estado en ellos, aunque sin poderse manifestar con libertad. Será el espíritu quien, animado por la voz de su Señor se levante respondiendo a mi llamado. 39. Entonces comenzará una nueva era en la Tierra, porque dejaréis de ver la vida desde abajo y comenzaréis a contemplarla, a conocerla y a gozarla desde las alturas de vuestra elevación espiritual. 40. Ved cómo mi amor no os deja despertar por vosotros mismos, sino que viene en vuestra ayuda a levantaros del profundo letargo del materialismo. 41. Os contemplo pequeños y quiero que seáis grandes, que lleguéis a abarcar con vuestras potencias, inteligencia y sentidos todo cuanto está concedido por Mí para que sea vuestro. 42. Dejad que despierte la intuición, que aparezca la sensibilidad espiritual, que comience a vibrar vuestra inspiración, que se limpie de pecados vuestro corazón, que se despeje vuestro entendimiento. 43. Luchad por vuestra identificación de los unos para con los otros; trabajad por llegar a armonizar todos, combatid ese odio constante en que habéis vivido en la Tierra, hasta que lleguéis a exterminarlo. Procurad que el bien se establezca en el mundo, que vuestra vida se vea ennoblecida por la práctica de mi Doctrina, de la que emana la Ley del amor y la justicia. Entonces habréis luchado por la más noble de todas las causas y vuestro espirito se habrá acercado mucho a Mi. 44. La destrucción del mal, al que habéis querido eternizar en vuestro mundo, al que, aunque no lo creáis, muchos han convertido en su dios, puesto que a él le consagran todas sus fuerzas y los pensamientos de su ser, debe ser vuestro objetivo, luchando contra él, inspirados en la idea de llegarlo a exterminar y arrojar de vuestra vida. 45. Para esa bendita lucha haréis acopio de fe, de voluntad, de valor, de fuerza, de paciencia y de perseverancia. 46. Tampoco en esa batalla estaréis solos. Yo pondré mi fuerza en vuestro brazo y mi luz en vuestra inteligencia. Yo haré prodigios de cada una de vuestras obras cuando ellas estén inspiradas en la caridad y en el amor. 47. Tomad esta lección y guardadla en vuestro corazón y poned toda vuestra voluntad al servicio del anhelo de conoceros mejor. ¿Cómo? Tratando de encontrar en vuestro espíritu sus dones, potencias, misiones, restituciones y cuánto él guarde como herencia vuestra. 48. No os desaniméis si miráis pasar los días sin descubrir nada de ello en vosotros. Orad y meditad, poned en práctica mis ejemplos y lecciones, y cuando menos penséis se estará manifestando algún don de vuestro espíritu a través de vuestras obras. 49. Abrid vuestros ojos y dulcificad vuestros sentidos para que percibáis a ese mundo invisible que vibra en torno vuestro. Os habéis empeñado en ignorar esa vida espiritual que palpita sin cesar dentro, fuera y sobre de vosotros, sin imaginaros que estáis tan íntimamente ligados a ella, como lo estáis al aire que respiráis. 50. Es que os habéis interesado demasiado por la ciencia material y os habéis olvidado de la sabiduría espiritual. 51. Sabéis que para penetrar en el infinito océano de la vida espiritual, hace falta tener fuerza, bondad, fe y amor hacia Dios y esto os parece difícil y duro, prefiriendo siempre las ciencias humanas, que no exigen según vosotros, de aquella pureza y de la elevación que exige el estudio de lo espiritual. 52. Si supieseis que no hay una obra vuestra en la que no tenga influencia algún ser espiritual, os parecería inconcebible, y sin embargo así es. 53. Más allá de vuestra vida humana existe un mundo de espíritus, hermanos vuestros, seres invisibles para el hombre, que luchan entre sí por conquistaros. 54. Aquella lucha entre ellos, proviene de la diferencia de evolución en que unos y otros se encuentran. Mientras los seres de luz elevados por el ideal de amor, de la armonía, de la paz y el perfeccionamiento, van regando de luz el camino de la humanidad, inspirándole siempre el bien y revelándole todo aquello que sea para bien de los hombres, los seres que aún conservan el materialismo de la Tierra, que no han logrado despojarse de su egoísmo y de su amor al mundo o que alimentan por tiempo indefinido tendencias e inclinaciones humanas, son los que siembran de confusiones el camino de la humanidad, ofuscando las mentes, cegando los corazones, esclavizando las voluntades para servirse de los hombres, convirtiéndoles en instrumentos para sus planes, o tomándoles como si fuesen sus propios cuerpos. 55. Mientras el mundo espiritual de luz lucha por conquistar al espíritu de la humanidad para abrirle brecha hacia la eternidad; mientras aquellas benditas legiones trabajan sin cesar, multiplicándose en amor, convertidos en enfermeros junto al lecho de dolor, de consejeros a la diestra del hombre que lleva el peso de una gran responsabilidad, de consejeros de la juventud, de guardianes de la niñez, de compañeros de quienes viven olvidados y solos: las legiones de seres sin la luz de la sabiduría espiritual y sin la elevación del amor, también trabajan sin cesar entre la humanidad, pero la finalidad no es de facilitaros la senda hacia el reino espiritual, no, la idea de estos seres es opuesta completamente, es su intención dominar el mundo, continuar siendo dueños de él, perpetuarse en la Tierra, dominar a los hombres, convirtiéndolos en esclavos e instrumentos de su voluntad, en fin, no dejarse despojar de lo que han creído siempre suyo: el mundo. 56. Pues bien, discípulos: Entre unos y otros seres existe una lucha intensa, una lucha que no contemplan vuestros ojos corporales; pero cuyos reflejos se hacen sentir día a día en vuestro mundo. 57. Para que esta humanidad pueda defenderse y librarse de las malas influencias, necesita tener conocimiento de la verdad que le rodea, necesita aprender a orar con el espíritu y también saber de cuántos dones está revestido su ser, para poder emplearlos como armas en esta gran batalla del bien contra el mal, de la luz contra las tinieblas, de la espiritualidad contra el materialismo. 58. Precisamente el mundo espiritual de luz trabaja y lucha preparándolo todo para que el mundo llegue a encauzarse un día por la senda de la espiritualidad. 59. Reflexionad en todo esto y podréis imaginar lo intenso de esta lucha para vuestros hermanos espirituales que trabajan por la salvación de los hombres, lucha que es para ellos un cáliz en el que les dais a beber a cada instante la hiel de la ingratitud, ya que os concretáis a recibir de ellos todo el bien que os hacen, pero sin *poneros jamás de su parte para ayudarles en su lucha. 60. Pocos son los que saben unirse a ellos, pocos son los que saben ser sensibles a sus inspiraciones y obedientes a sus indicaciones, pero cuán fuertes caminan éstos por la vida, cuán seguros se sienten, qué goces e inspiraciones deleitan a su espíritu. 61. La mayoría de los hombres luchan entre las dos influencias, sin decidirse por una, sin entregarse totalmente al materialismo, pero sin esforzarse por librarse de él para espiritualizar su vida; es decir, para elevarla por el bien, por el saber y la fuerza espiritual. Estos están en plena lucha interior. 62. Los que se han entregado íntegros al materialismo, sin preocuparles más la voz de la conciencia y desentendiéndose de todo cuanto se refiere a su espíritu, ya no luchan, han sido derrotados en el combate. Creen haber triunfado, creen ser libres, y no se dan cuenta de que están prisioneros y que será menester que las legiones de la luz vengan a las tinieblas, para que ellos sean puestos en libertad. 63. Este mensaje de luz lo envío a todos los pueblos de la Tierra, para que sea el despertar de los hombres, para que se den cuenta de cuál es el enemigo al que tienen que combatir hasta vencerlo y cuáles son las armas que, sin darse cuenta llevan consigo. 64. En verdad os digo, que si en este tiempo yo hubiese venido en cuanto hombre, vuestros ojos habrían tenido que ver mis heridas frescas y sangrantes aún, porque el pecado de los hombres no ha cesado, ni han querido redimirse en el recuerdo de aquella sangre derramada por Mí en el Calvario y que fue una prueba de mi amor por la humanidad. Pero he venido en espíritu para evitaros la afrenta de contemplar la obra de quienes me juzgaron y sentenciaron en la Tierra. 65. Todo está perdonado; pero existe en cada espíritu algo de aquello que derramé por todos en la cruz; aquel aliento y aquella sangre no creáis que se diluyeron o perdieron, ellos representaban la vida espiritual que Yo derramaba desde aquel instante en todos los hombres; mas, por aquella sangre que selló mi palabra y confirmó cuanto hablé e hice en la Tierra, los hombres se levantarán en pos de la regeneración de su espíritu. 66. Mi palabra, mis obras y mi sangre, no fueron ni serán en vano. Si a veces os llega a parecer que mi nombre y mi palabra casi se han olvidado, veréis de pronto cómo surgen de nuevo, llenos de vigor, de vida y de pureza, como una semilla que a pesar de ser incesantemente combatida, no muere Jamás. 67. Tampoco mi palabra y mis manifestaciones de este tiempo, morirán. Habrá momentos en que parezca que todo ha terminado sin dejar rastro o huellas en el mundo, mas de pronto, cuando mientes penséis, volverá a surgir con tanta o mayor fuerza la doctrina de la Espiritualidad que he venido a enseñaros. 68. Mi paciente labor a través de vuestro entendimiento, no será en vano, ya que si en aquel tiempo derramé simbólicamente mi vida a través de aquella sangre para ensenaros de amor, ahora he venido a derramar mi Espíritu sobre vosotros para abriros el canino de la elevación hacia la eternidad; mas, si mi sangre no fue estéril, menos lo será la luz de mi Espíritu. 69. Ahora no podéis medir el alcance de la palabra que estáis escuchando; pero vuestro espíritu que tiene principio de eternidad, podrá presenciar la verdad y el cumplimiento de cuanto en este Tercer Tiempo, a través de rudos e impuros portavoces y del mundo espiritual de luz, vine a revelar al mundo. 70. A veces, en vuestras meditaciones os preguntáis cómo harán en el espacio los seres espirituales, para trasladarse de un punto a otro, si en un mismo instante son solicitados en diversas partes de la Tierra. Vuestra imaginación entonces os hace verlos volando sin cesar, veloces como la luz, de un punto a otro y de un confín a otro del mundo. 71. Pensáis: ¡cuán dura y difícil su misión! Decís: ¡Cuán dolorosa su restitución! 72. Debo deciros que no es aquella misión como vuestra mente la ha imaginado. Aquellos seres, cuando han alcanzado la elevación necesaria para recibir la misión de guías, de guardianes, de consejeros y bienhechores, es tan extensa su irradiación, que no necesitan trasladarse de un sitio a otro, puesto que desde donde ellos están pueden influir en sus hermanos que los necesiten, desde allí pueden ver, escuchar, sentir, y llevar a cabo las obras encomendadas a su cargo. 73. Las distancias desaparecen para el espíritu elevado por la sabiduría y el amor y su alcance está de acuerdo con la elevación que hayan alcanzado. 74. Ahora si podréis pensar que un espíritu sin ninguna elevación sí tendrá necesidad de trasladarse para salvar distancias, ya que sus más preciados atributos no han sido desarrollados. 75. No tratéis Le imaginar tampoco el sitio donde se encuentre aquel ser a quien evoque vuestra memoria, porque ni está cerca, ni está distante, como Yo, que ni estoy lejos, ni estoy cerca de vosotros, ya que me encuentro presente en todo y en todas partes. 76. La única distancia que existe entre vosotros y Dios, o entre vosotros y un ser espiritual, no será una distancia material, sino más bien espiritual, originada por vuestra impreparación, falta de limpidez o de disposición para recibir la inspiración y la influencia espiritual. 77. Nunca pongáis esa distancia entre vosotros y vuestro Maestro, o entre vosotros y el Mundo Espiritual y siempre gozaréis de los beneficios que mi amor derrama sobre aquéllos que saben buscarlo. Siempre tendréis la sensación de que el mundo espiritual vibra junto al corazón de quienes se preparan para sentirlo, si no lo hacéis así. 78. ¡Cuán grande será la distancia que la humanidad de este tiempo ponga entre ella y la vida espiritual! Es tan grande, que es por ello que los hombres de ahora sienten a Dios infinitamente distante de ellos, e imaginan el Cielo lejano e inalcanzable. 79. Mientras más pasa el tiempo, los hombres se sienten también cada vez más lejos del Reino espiritual; han perdido la bendita ilusión de llegar a habitarlo y cuando mueren, dejando que el espíritu se aparte de la carne, sólo tienen la impresión de lo material, que les hace perder toda noción de lo espiritual. 80. Mi mensaje de amor en este tiempo, viene a borrar distancias, a apartar confusiones, a disipar tinieblas, haciendo que el espíritu de la humanidad, que ya ha habitado en el infinito valle espiritual, orando y meditando, retorne hasta su principio, encuentre su esencia y se lo revele al hombre, a la mente y al corazón del ser que le fue confiado como instrumento para cumplir una misión en la Tierra. 81. Veréis cómo esa distancia en apariencia tan grande, podrá bastar un momento de iluminación espiritual para que desaparezca, haciendo que experimentéis todo el goce de que os privasteis por tanto tiempo, mientras me creíste distante. 82. Hoy estáis más capacitados para vuestra conversión, aunque os parezca difícil. Os digo esto porque todo vuestro ser, tanto en lo espiritual como en lo corporal, se ha desarrollado, evolucionado, sin detenerse a lo largo del camino de vuestro libre albedrío. 83. Así como la capacidad mental de los hombres de ahora es muchas veces mayor que la de los hombres de los tiempos pasados, porque sus cualidades se han desarrollado, así el espíritu en su constante experiencia de la vida, se ha desarrollado por lo que podrá comprender, concebir, creer y admitir, lo que no pudieron alcanzar los hombres de otros tiempos. 84. Por eso he elegido para manifestarme a la humanidad, la forma perfecta, o sea, la espiritual, porque sé que estáis ya en condiciones de comprenderla. No así en los tiempos pasados, en que tuve que buscar formas materiales para hacerme oír y entender de los hombres. 85. Este es el tiempo en que la humanidad luchará por establecer el culto espiritual a Dios, mas es natural que ello sea después de una lucha cuando ya la comprensión y la calma hayan llegado a los corazones. 86. Vosotros, que escuchándome a través de esta Doctrina habéis logrado despojar de prejuicios y de fanatismo vuestro corazón y de una manera natural y sencilla me rendís culto y me sentís en vuestro interior, podéis consideraros como seres privilegiados entre toda la humanidad, y os tomaré como precursores de la Era de la Espiritualidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 322 1. Vengo a daros a conocer una página más del libro de mi enseñanza, que es amor y luz para vuestro espíritu. Bienaventurados los que en verdad escucháis a vuestro Maestro, porque vengo a enseñaros con claridad y perfección para que comprendáis vuestro destino y la misión que he confiado a vuestro espíritu. 2. Venís a estudiar y comprender mis enseñanzas, para entregarlas a vuestros hermanos y aunque a veces os han rechazado, no os habéis sentido heridos, sino satisfechos de haber podido contestar a sus preguntas. 3. Me habláis en el fondo de vuestro corazón para mostrarme la incredulidad de vuestros hermanos y Yo os digo: Si habéis encontrado los corazones como rocas endurecidas, Yo les hablaré a través de su conciencia para que sientan el deseo de estar conmigo. Vuestra misión es luchar por el bien de la humanidad siguiendo el camino que Yo os he trazado, sin medir el tiempo o la distancia. 4. Encontraréis a muchos menesterosos del espíritu, enfermos y esclavos, a los cuales vosotros tenéis que sanar y libertar rompiendo sus cadenas, dándoles con dulzura mi enseñanza; porque llegará el día en que vosotros no escucharéis más mi palabra y entonces quedaréis como maestros para que podáis preparar a las generaciones venideras. 5. Con la espada de luz podréis destruir las tinieblas y abrir brecha a vuestros hermanos. Quiero que en este Tercer Tiempo la humanidad pueda llevar paz, unión y buena voluntad. ¿Por quién recibirán estas enseñanzas? Por mis discípulos, pueblo amado, por aquéllos que me aman y no se cansan de estar conmigo, los que me sienten en el fondo de su propio corazón. 6. Bienaventurados los que siempre están conmigo y rechazan las tentaciones apartándose de las orgías del mundo. Sus ojos espirituales contemplarán en el más allá la gloria eterna, el Reino en donde habrá de morar el espíritu. 7. En vosotros dejo la enseñanza de unión y fraternidad, velad y orad para que la tentación no os arrebate lo que os he confiado; para que seáis los emisarios y discípulos que llegado el tiempo seáis enviados por Mí a la humanidad. Cuando estéis libres de toda materialidad, revestidos solamente con mi amor y con mi luz, escucharéis mi voz en vuestro espíritu, reconoceréis la voz de vuestro Pastor y entonces humildemente, cual oveja caminaréis escalando la montaña para llegar a la mansión divina. 8. Vuestra Madre Celestial es cual pastorcita que sigue vuestros pasos. María os cultiva cual rosas y lirios en su jardín ameno, ella os entrega la fragancia para que seáis las flores que elevéis vuestra esencia a vuestro Padre. 9. En el Segundo Tiempo os dije que nuevamente estaría con vosotros y ahora que os he cumplido mi promesa, unos me han reconocido y otros han dudado de mi presencia. Algunos de vosotros habéis derramado lágrimas de regocijo porque me habéis escuchado nuevamente y me habéis contemplado con los ojos de vuestro espíritu. Yo os he escuchado que me decís: "Maestro, si fuere necesario el sacrificio de mi materia, con toda resignación y humildad yo la entregaría para la salvación de mi espíritu y de la humanidad. 10. Os he confiado a mi Mundo Espiritual de luz para que sea vuestro consejero y protector, para que os guie en el camino y os ayude en el cumplimiento de vuestra misión. A los que no me habéis comprendido, os digo: No dudéis, porque en todos los tiempos me he manifestado a través de los hombres, mas no he querido sorprenderlos con mis manifestaciones, porque antes he enviado a mis emisarios, he enviado al precursor para preparar el camino y el corazón de la humanidad. 11. Durante el año de 1950, os daré mis últimas enseñanzas y quiero que comprendáis antes de finalizar mi comunicación a través del entendimiento humano, cómo vais a sembrar mi palabra de amor y cómo debéis de cultivarla de corazón en corazón, de provincia en provincia, en todos los lugares de la Tierra, en donde no me han escuchado y no me han podido sentir en este tiempo. 12. Sois los espíritus fuertes, llenos de amor y de luz, no os convirtáis en escribas ni os engrandezcáis ante la humanidad, porque en vuestra humildad estará la gracia y la luz de vuestro Padre. 13. Vuestras miradas serán de ternura, vuestra ciencia será la del amor, vuestras manos prodigarán caricias, en vuestra palabra estará el consuelo para la humanidad y el mundo tomará vuestro ejemplo y no volverá a alimentar las guerras que ha desatado era tras era y siglo tras siglo. 14. Entonces se cumplirá mi voluntad y la de aquellos que mucho han trabajado y llorado para lograr la unificación de la humanidad. Entonces no habrá distinciones de razas o colores. Esta es mi promesa entre vosotros. 15. Hoy cada hombre cree conocer en toda su plenitud la verdad; cada religión dice ser la poseedora de la verdad. Los hombres de ciencia declaran que han encontrado la verdad. Yo os digo, que la Verdad absoluta nadie la conoce, ya que la parte que le ha sido revelada al hombre no ha logrado abarcarla con su mente. 16. Todos los hombres llevan en sí parte de la verdad y errores que mezclan con la luz de la verdad. 17. La lucha se aproxima en que todas estas fuerzas combatan, queriendo cada una imponer su idea; mas no será al final el triunfo de una idea humana, ni de una teoría científica, ni de un credo religioso la que prevalezca, sino el conjunto armonioso de todas las buenas ideas, de ¿odas las creencias elevadas, de todos los cultos elevados al máximo de la espiritualidad, de todas las ciencias puestas al servicio del verdadero progreso humano. 18. Yo permitiré que los hombres hablen y expongan sus ideas; que otros muestren públicamente sus cultos y sus ritos, que se discuta y se luche, que los científicos presenten sus más avanzadas teorías, que todo cuanto exista oculto en cada espíritu, surja, brote y se manifieste, porque está cercano el día de la siega, aquel día en que la conciencia como una hoz inexorable corte de raíz cuanto de falso haya en el corazón de la humanidad. 19. Vos, pueblo, estad alerta y no olvidéis que os he anunciado esta lucha: para que cuando miréis a los hombres discutir apasionadamente, cuando seáis testigos de cómo se hacen la guerra las religiones y cómo combate con ellas la conciencia, no os amedrentéis. 20. Dejad que el mundo se conmocione; dejad que desate la tempestad y que la lucha surja, para que el hombre despierte y en su despertar contemple la luz que ha mucho tiempo sueña en admirar; para que los hombres egoístas que han cerrado las puertas del camino que conduce al conocimiento de la .Verdad, caigan de sus sitiales, de sus tronos y sus pedestales y dejen pasar a las turbas hambrientas y sedientas de luz del espíritu. 21. Todos tendréis que buscar mi luz; todos tendréis que buscar un faro para poder contemplar el sendero en los días de las tinieblas, días de meditación y arrepentimiento, días de profundo examen ante su conciencia en los que no habrá una criatura humana que se sienta tranquila y que pueda decir: Yo nada temo porque siempre he obrado de manera justa. 22. No, no habrá uno que exclame o piense así, porque la conciencia se hará escuchar en todo espíritu. 23. Sólo los que oren y se arrepienten alcanzarán la purificación de su espíritu; solamente los que renuncien a sus vanidades, a sus superioridad sobre los demás y a su orgullo, lograrán asirse a la barca salvadora, porque los que se obstinen en sus necedades, los que se aferren a sus errores y a sus tradiciones, dispuestos a sostenerlos hasta el fin, a pesar de los juicios y dictados de la conciencia, ésos, a sabiendas se dirigirán hacia el abismo de confusión y de tinieblas donde vuestro Padre no quisiera que nadie penetrara. 24. Este mensaje de amor y caridad que en el tiempo propicio os he traído para vuestra salvación, en su oportunidad lo daréis a conocer a la humanidad. 25. Mi mensaje de sabiduría lleva la misión de unir espiritualmente a los hombres, de salvarles del torbellino de la confusión, de rescatarles de las tinieblas, cuando hayan perdido la fe. 26. Solamente mi palabra tendrá el poder de detener a los que avanzan vertiginosamente al precipicio, porque ella lo revela todo, porque no se detiene para descifrar un misterio, porque ella está impregnada de la caridad y del amor de vuestro Padre. 27. ¿Quién que no fuese Yo podría salvar a todos esos hombres sin fe en la vida superior y sin conocimiento sobre mi justicia? ¿Quién ha comprendido verdaderamente el significado y el origen del dolor de su vida llena de tristezas, de opresiones y angustias? ¡Cuán pequeños contemplo a los maestros y a los guías de la humanidad! ¿Qué saben del espíritu? Solamente se preocupan por la parte humana, sin poder descubrir lo que hay más allá de las necesidades e inquietudes terrestres. Por eso los hombres, desilusionados de no poder encontrar ni en la ciencia, ni en religiones, contestación satisfactoria a sus preguntas, se han dado a buscar por sí mismos la verdad. Algunos se van aproximando a la senda, mientras otros encuentran nuevas confusiones por su escasa espiritualidad. 28. Los hombres que han apurado en la vida un cáliz tras otro de amargura, me dicen: "Señor, ¿Por qué no hay quienes nos expliquen el porqué de nuestro dolor, para que se encienda en nosotros una fe que nos ayude a sostener el peso de nuestra cruz?". 29. A estos pequeños Yo hago llegar mi luz para su entendimiento y mi fortaleza para su corazón, como un bálsamo celestial, porque tengo infinitas formas de llegar a cada criatura. 30. ¡Ah si todos supiesen interrogarme; si todos orasen espiritualmente; si todos se interesasen por conocer la verdad! De cierto os digo que obtendrían lo deseado, porque nadie ha buscado que no haya encontrado; nadie ha llamado a mi puerta que no le haya sido abierta. 31. Dejad en vuestro camino una huella de humildad. No permitáis que la soberbia penetre en vuestro corazón considerándoos únicos en conocimientos espirituales. 32. Tendréis siempre presente que todos sois iguales ante Mí, que todos tuvisteis el mismo principio y todos lleváis el mismo fin, aunque exteriormente cada destino se presente diferente. 33. Nunca olvidéis que todos tendréis que llegar a Mí, lo que quiere decir que todos, aunque de distintas maneras, haréis los méritos necesarios para llegar a la mayor altura espiritual; por lo tanto, nunca consideréis inferior a nadie. 34. En el espiritualista nunca deberá germinar la vanidad, en cambio la verdadera modestia si deberá acompañarle siempre, y así, sus actos, en vez de deslumbrar con falsa luz, tendrán repercusión en el corazón de sus hermanos. 35. Tomaréis con amor vuestra cruz, no como se toma una obligación, no pensando en que si no cumplís tendrá que iros mal en la vida, no por temor a mi justicia. Estáis lo suficientemente evolucionados espiritualmente para que os pida, como lo estoy haciendo, que vuestro cumplimiento en mi Ley sea por amor a vuestros hermanos y que ese sentimiento haya sido inspirado por el amor a Mi. 36. Dejad atrás los tiempos en que los hombres se arrepentían de sus faltas, no por el pesar de haberme ofendido, sino por el temor a la condena eterna, según los hombres la habían imaginado. 37. Apartad de vuestro corazón la creencia de que podéis dejar para el último momento vuestro arrepentimiento, confiando en la misericordia de Dios y pensad que lo único que vuestro espirito recogerá en aquel momento de justicia, será lo que a lo largo de su existencia en la Tierra haya sembrado; su cosecha o su fruto serán la evolución, el adelanto, la elevación que haya logrado por medio de la vida que le fue confiada. 38. ¡Cuán distinta es la realidad espiritual de cuanto los hombres han imaginado! Ni mi justicia es como creéis, ni es castigo divino a lo que dais ese nombre, ni es el Cielo como vosotros pensáis, ni se logra en la forma tan fácil y rápida que imagináis, como tampoco la expiación espiritual es como decís, ni la tentación es un espíritu. 39. Necesitáis estudiar las revelaciones divinas que a través de los tiempos os he hecho, llegar a entender el lenguaje metafórico a través del cual se os habló, sensibilizar de tal manera vuestros sentidos espirituales, para que lleguéis a saber cuál es la palabra de Dios y cuáles son las de los hombres, para que encontréis la esencia de mis enseñanzas. 40. Sólo desde un punto de vista espiritual lograréis encontrar la interpretación justa y verdadera de mi palabra, lo mismo de la que os envié a través de los profetas, que aquéllas que os legué por conducto de Jesús, o ésta que os estoy dando por medio de los portavoces del Tercer Tiempo. 41. Cuando esta humanidad haya encontrado el sentido verdadero de la Ley, de la Doctrina, de las profecías y de las revelaciones, habrá descubierto lo más bello y lo más profundo en cuanto se relaciona con su existencia. 42. Entonces si conocerá la verdadera justicia y será cuando su corazón presenta el verdadero Cielo, también será cuando sepáis lo que es expiación, purificación y restitución. 43. Hoy estáis cubiertos aún con el velo de la ignorancia, que en vuestro materialismo terrestre y en vuestro fanatismo religioso, lleno de falsos temores y prejuicios, no os habéis atrevido a rasgar; por eso; cuando llega una prueba a vuestra vida y no le encontráis alguna causa clara, clamáis diciendo: Pero, ¿Qué he hecho yo para que así se me castigue? Sin saber que a veces mi justicia tarde siglos y hasta eras para llegar a un espíritu. Mi justicia siempre llega y aunque en apariencia llegue tarde o fuera de tiempo, lo cierto es que se manifiesta siempre en forma sabia. 44. Mi Doctrina espiritual lleva varios fines o misiones: uno es el consolar al espíritu en su destierro, haciéndole comprender que el Dios que le formó, le espera eternamente en su Reino de Paz; otro es hacerle conocer de cuántos dones y facultades puede disponer para alcanzar su salvación y elevación o perfeccionamiento. 45. Lleva esta palabra el mensaje de espiritualidad que abre los ojos a los hombres para que miren frente a frente la realidad que creen encontrar tan sólo en lo que ven, en lo que tocan o en lo que comprueban con su ciencia humana, sin darse cuenta de que están llamando "realidad" a lo pasajero, y están desconociendo y negando lo "eterno", en donde existe la verdadera realidad. 46. Dejad que este mensaje vaya de nación en nación, de casa en casa, dejando su simiente de luz, de consuelo y de paz, para que los hombres se detengan unos instantes y concedan a su espíritu una tregua, la indispensable para que él medite y recuerde que cualquier instante puede ser el de su retorno al valle espiritual y que de sus obras y su siembra en el mundo depende el fruto que a su llegada a la vida espiritual recoja. 47. Hoy os encuentro *apesarados, abatidos y sin esperanza y me decís en vuestra oración que la vida ha mucho tiempo os ha negado sus favores. El Maestro, os dice que son estos tiempos que vivís, aquellos que anunciaron los profetas de los primeros tiempos y más tarde el Verbo Divino ratificó a su pueblo. Mas si es verdad que apuráis un cáliz muy amargo, sabed que vuestro dolor no será inútil, si lo sabéis sufrir amorosa y pacientemente. Era menester que la humanidad llegase a este punto en que el dolor penetrase y tocase todas las fibras de su ser, para que despertara del profundo sueño en que vive su espíritu, y comenzara una vida de recogimiento en la cual ofrezca a su Creador el tributo y el reconocimiento que le debe. 48. Ha mucho tiempo que estoy poniendo un dique a su libre voluntad, señalando con ello que ha llegado el momento de la meditación y de las buenas prácticas, para que no siga sufriendo y hundiéndose en un caos. Yo he querido evitar su caída, aconsejándola y previniéndola, pero ella ha sido sorda a mis palabras, mas seguiré llamando a esta humanidad tan amada, invitándola a la enmienda y al decoro en todos sus actos, hasta hacerla digna discípula de mis enseñanzas. 49, He vuelto a vosotros como os lo había prometido, a consolaros y daros esperanza en vuestras tribulaciones, y no sólo a eso, sino a iluminaros para que deis grandes pasos en la senda espiritual. He venido a daros la lección que necesitáis en estos precisos momentos de confusión, la que habéis esperado ansiosamente para curar vuestras heridas y conocer la ruta salvadora. 50. Todo lo he preparado para que llevéis a cabo una obra grande y al final de ella, lleguéis a Mí tranquilos, satisfechos y en paz conmigo y con vuestros hermanos. Y en ese instante de comunión con mi Espíritu, no os pediré tributo, no serán siquiera Para Mí vuestros méritos, sino para vosotros mismos, y lo que me ofreciereis os lo devolveré con creces, en bendiciones y beneficios sin fin. 51. Mirad cuánto os amo. Si queréis aún más pruebas de amor de vuestro Padre, pedid y os concederé que mi amor es inagotable. Si queréis probar mi paciencia, mi sumisión, hacedlo también, pero después de que hayáis recibido, después de vuestro reconocimiento; haced con vuestros hermanos lo que Yo haya hecho con vosotros. 52. Perdonad tantas veces como fuereis ofendidos. No toméis cuenta siquiera del número de veces que tenéis que perdonar. Es tan alto vuestro destino, que no debéis deteneros en esos tropiezos del camino, porque más adelante os esperan misiones muy grandes. Llevad siempre el espíritu dispuesto al amor, a la comprensión y al bien para que os coloquéis en planos superiores. Y así como en los tiempos pasados, muchos hermanos vuestros escribieron con sus obras, hermosas páginas en el Libro eterno del espíritu, imitándolos continuaréis esa historia, para ejemplo y deleite de nuevas generaciones que vendrán a la Tierra. 53. Sed fuertes, porque estáis viviendo los tiempos de prueba. Cada criatura, desde el tierno niño que apenas ha abierto sus ojos a la luz de este mundo, hasta el anciano doblegado por el peso de los años, soporta, una prueba, un proceso de restitución; mas Yo os doy mi fuerza, mi influencia, para que paséis con fe y serenidad esas pruebas que os harán invulnerables al dolor. 54. Habrá lucha de ideas y la fe y creencia de unos y otros, será puesta a prueba, y aquéllos que hayan levantado su obra sobre arena movediza, la verán caer porque sus cimientos no eran firmes; y en este tiempo, los fuertes deberán sostener a los débiles. Van a llorar su ignorancia, su desnudez y su falta de méritos, aquellos que no supieron orar ni penetrar en la verdad de mis enseñanzas. Muchos de ellos son inocentes porque no han tenido la verdadera guía de sus hermanos, y llorarán pastores y ovejas su inseguridad y su confusión. 55. Vos, pueblo, destinado por Mi para derramar vuestra influencia sobre este mundo, viviréis orando y velando por su tranquilidad y su salvación, desplegaréis vuestras alas para cubrir a la humanidad en esas horas de peligro y de angustia. 56. Por eso os he enseñado la oración de espíritu a Espíritu, y he apartado de vuestra vista todo símbolo o representación de mi Divinidad. Habéis construido un templo en vuestro interior y desde ahí me amáis y me glorificáis. Os he enseñado el respeto por las creencias de vuestros hermanos y os he preparado como un centinela que vive alerta para defender la fe de los que debiliten en ese combate que ya se aproxima, y cuando hayáis concluido vuestra misión, podréis decirme con satisfacción: "Padre nuestro, luchamos con la espada que no hiere, con el amor y la buena voluntad. Hablamos la palabra divina, invitamos a la humanidad a orar ante Vos: llevamos consuelo a los que sufren, convertimos al bien a los que habían faltado a la Ley; levantamos a hombres y mujeres que vivían estacionados en su ignorancia y despertamos su fe y su confianza en Vos, y desde entonces os aman y os siguen", Y Yo os recibiré como soldados de mi causa y os daré el galardón que habéis merecido. 57. Mi obra se extenderá sobre la Tierra. A los primeros se adherirán otros y después otros más, porque está escrito que el hombre se elevará sobre su actual condición, en busca de su perfeccionamiento espiritual. 58. ¡Cuánto tenéis que luchar vosotros para preparar la Tierra a fin de que Yo haga descender a los hombres mi Reinado de paz! 59. Orad y meditad en mis palabras y encontraréis que encierran un océano de amor. Os he hablado por conducto del entendimiento limitado del hombre, y éste, aun con toda su preparación, no alcanza a expresar el sentido, la razón que mi enseñanza contiene. Penetrad en ella con el espíritu para que alcancéis a comprender con mayor claridad que con el corazón o la mente reducida de vuestro ser humano. Si mi Obra del Segundo Tiempo os ha parecido grandiosa, también mi venida en este tiempo la miraréis como una prueba de infinito amor de vuestro Padre. 60. A medida que os perfeccionéis, veréis más cerca la meta, no sabéis si estáis a un paso de vuestra salvación o si aún tenéis que recorrer un largo trecho del camino. Yo sólo os digo que os dejéis guiar sumisa y Obedientemente por esta palabra, que es la voz de mi Espíritu Divino. Eximíos de faltar a la Ley, de caer repetidas veces en el mismo error. Atended este llamado que es una invitación a la enmienda, una súplica que os hace vuestro Padre, porque no quiero veros vivir inútilmente en la tierra y llorar después vuestra desobediencia. 61. Trabajad celosamente por vuestro adelanto y veréis que esas pruebas que ahora os hacen padecer y cuyo sentido no habéis comprendido, son para vuestro bien y llenarán de paz y alegría a vuestro ser. Son pruebas sabias que Yo os envío para purificar y templar vuestro espíritu en la lucha, como he forjado a tantos seres que hoy amáis y veneráis, a quienes reconocéis su fortaleza y acrisolada virtud; son vuestros hermanos que pasaron por este mundo dejando huella de pureza y de santidad. A ellos quiero que os unáis y les sigáis, porque vuestro destino es el mismo, todos sois grandes delante de Mí, todos dignos y quiero veros habitar en la mansión de paz que ellos habitan. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 323 01. Vengo a entregar mi enseñanza a vuestro espíritu, vengo a alimentarlo y a fortalecerlo con mi amor. 02. Hijos amados: Sois mis párvulos, mis pequeños niños que transitáis en la Tierra llevando la amargura y el sufrimiento. Bienaventurados aquellos que dejáis el camino del pecado para que vuestro espíritu se acerque a Mí. 03. El Padre os enseña cómo debéis de recibir y cómo debéis de pedir; porque en verdad os digo que si os limpiáis de pecado, llevaréis mi perdón y seréis confortados. 04. Yo vengo a limpiaros de toda mancha para que podáis recibir de vuestro Padre la caridad, mas de esa caridad no os despojaréis nunca, porque ella proviene de mi Espíritu Divino y es la heredad que llevaréis en vuestro camino. Soy el Maestro que vengo a entregaros nuevamente mi Doctrina para que la llevéis en vuestro corazón y la entreguéis como Yo os la he dado. 05. La conciencia es como un espejo en el cual se contempla vuestro espíritu. Yo os digo: No es el tiempo ya, en que vosotros os contempléis menesterosos ante ese espejo, porque he venido a entregaros mi luz, mi palabra sublime, para que nada os haga falta en el mañana, para que seáis obedientes a mi Ley y sigáis dando a la humanidad el ejemplo como lo hicieron mis apóstoles del Segundo Tiempo. 06. No es el portavoz del que recibís esta enseñanza, porque es pecador como vosotros, le he entresacado de sus caminos y le he preparado para entregaros por su conducto mi palabra. La esencia de esta Doctrina es mi propia esencia. 07. Desde el Segundo Tiempo os he dicho: "Amáos los unos a los otros", porque el que ama a sus semejantes, me ama a Mí. 08. Yo no vengo a distinguiros por razas o colores ni por clases, os hablo a todos por igual para que llevéis una sola voluntad, para que recibáis con la sonrisa y con vuestros brazos abiertos a vuestros hermanos que vengan de distintas naciones; practicando este amor, en el mañana no habrá guerras, la muerte no volverá a enseñorearse de la humanidad. No me culpéis a Mí, oh humanidad, de vuestras guerras. 09. Vosotros no caigáis en confusión, no forméis una nueva torre de Babel, para que los que se acerquen a vosotros puedan encontraros preparados a todos por igual. El incrédulo tiene que llevar pruebas para reconocer los prodigios del Padre, para que su espíritu, a través de mi palabra, reconozca a su Dios. 10. Las pruebas serán de amor, porque de la piedra más endurecida tiene que brotar el agua cristalina. 11. Eleváos a Mí y Yo os apartaré toda enfermedad, porque soy el Doctor de los doctores. Yo dejaré en vosotros todo lo que espiritualmente ha menester la humanidad y cuando seáis reconocidos, me habrán reconocido en mi Obra espiritual todas las Doctrinas de la Tierra porque esta es mi voluntad. 12. He dejado entre vosotros cual baluarte, la oración, por eso os digo: Velad y orad para que por vosotros alcance salvación la humanidad, para que le entreguéis a su debido tiempo la palabra que estáis recibiendo. 13. El tiempo en que vivís, que es de tanta trascendencia espiritual para todos los hombres, está pasando desapercibido para la humanidad; sin embargo, llegará el instante en que sea reconocido como de gran importancia, no sólo en la vida del pueblo que recibió este mensaje, sino en la historia de todos los pueblos de la Tierra. 14. Pensad en la grandeza que significa estar escuchando mi palabra, mas no vayáis a dormiros en vuestros laureles, porque al mismo tiempo que debéis sentir el gozo por tener esta gracia, debéis saber que vuestra responsabilidad ante los pueblos, vuestros hermanos, es muy grande, ya que tenéis que llevarles el testimonio de cuanto en estos tiempos recibísteis. 15. Benditos sean los que guardan en su corazón mi palabra, porque ellos amarán su cruz y con ella a cuestas llegarán a las puertas de sus hermanos, llevándoles el mensaje de luz, paz y amor, que en mi palabra confié a este pueblo. 16. Cada una de mis lecciones de este año de 1950 es de preparación, para cuando llegue el instante de dar por terminada mi comunicación con vosotros.¿Por qué llorar entonces, cuando os estoy dando todo, para que nada os haga falta? No lloréis por la partida de mi palabra, pueblo, ya os he dicho que en vuestro corazón quedará guardada mi esencia y si vuestra memoria fuese frágil, Yo inspiraré a algunos de mis hijos para que reunan en libros y álbunes, las páginas y escritos que sobre mi palabra se han hecho. 17. Fortalecéos en la meditación y en la oración, sois humanos y pequeños y el "adiós" de mi manifestación tendrá que conmover todo vuestro ser. ¿Cómo no habrá de estremecerse este pueblo en este día, si en toda la Tierra, en una o en otra forma, tendrán que sentirla los hombres que ni siquiera tienen idea de mi presencia en el Tercer Tiempo? 18. Cuando la luz se haya hecho en los entendimientos de la humanidad, llegarán los hombres a la comprensión de que todos los acontecimientos que rodearon el final de 1950, fueron la testificación de que la etapa de mi comunicación había concluído, así como la iniciación de este tiempo también fué anunciada por acontecimientos que conmovieron a los hombres de todo el orbe. 19. Os estoy preparando y previniendo para cuando surja la confusión de ideas, para que podáis libraros de la lucha interior del espíritu y de la tortura del pensamiento, porque se removerán todas las ideas, doctrinas, teologías, filosofías y creencias de la humanidad, simbolizando una tempestad, una verdadera tempestad del espíritu, sobre cuyas aguas encrespadas quiero que vosotros naveguéis, permaneciendo a flote hasta que la tormenta y las tinieblas pasen.Yo no os doy mejor fórmula para salir avante en esa prueba, que la oración y la práctica de mi palabra, por medio de las cuales vuestra fe se sentirá continuamente fortalecida. 20. Esa lucha de ideas, ese encuentro entre credos e ideologías, esa batalla, son indispensables para que salgan a la superficie todas las lacras y los errores que se acumulen en el fondo de cada culto y de cada institución. Sólo después de esa tempestad podrá venir una depuración moral y espiritual de los hombres, porque verán surgir la verdad, la conocerán, la sentirán en sí, y ya no podrán volver a alimentarse de apariencias ni ficciones. 21. Así como cada hombre toma libremente y por sí solo la necesaria acción del sol sobre su cuerpo, reconociendo que en su luz, en su calor y en su influencia se encuentra la vida material, así tomarán de la luz de la verdad, cuanto necesiten para sustento, fortaleza e iluminación de su espíritu. 22. Vendrá entonces una fuerza jamás sentida por el hombre, porque su vida comenzará a apegarse a los verdaderos principios, a las normas establecidads por mi Ley. 23. A vos, pueblo, toca llevar por el mundo mi mensaje de espiritualidad que os he traído, mas Yo quiero que comprendáis que la forma de extender esta luz, tiene dos aspectos: uno, completamente espiritual a través del pensamiento, de la oración, con la que iréis estableciendo un ambiente de espiritualidad, y el otro, espiritual y humano, por medio de la palabra, de la presencia material, de la explicación de mi palabra al enfermo. Recordad el ejemplo de Jesús. 24. Si vosotros tuviéseis una fe grande y un conocimiento mayor sobre la fuerza de la oración, cuántas obras de caridad haríais con vuestro pensamiento; pero no le habéis concedido todo el poder que ella tiene y es por eso que muchas veces no os dáis cuenta de lo que rechazáis en un momento de sentida y verdadera oración. 25. ¿No os dáis cuenta de que algo superior está impidiendo que se desate la guerra mas inhumana de todas vuestras guerras? ¿No comprendéis que en ese milagro influyen millones de oraciones de hombres, de mujeres y de niños, que con su espíritu combaten las tinieblas y luchan contra la influencia de la guerra? Seguid orando, seguid velando; pero poned en ese acto toda la fe de que seáis capaces. 26. Orad, pueblo, y sobre la guerra, el dolor y la miseria, tended el manto de paz de vuestros pensamientos, formando con ellos un escudo, bajo cuyo amparo, se iluminen y refugien vuestros hermanos. 27. Si por el momento el mundo está tan ciego que no puede ver la luz de la verdad, ni puede escuchar en el fondo de su ser mi llamado, vosotros orad y ganad terreno espiritualmente, ya que en estos instantes no seríais escuchados, porque todos los pueblos están consagrados a prepararse para destruir y defenderse. 28. Todavía habrán de cegarse más los hombres, cuando la desesperación, el odio, el terror y el dolor lleguen a sus límites. 29. Tampoco esa sería la hora propicia para entregar mi mensaje, porque seríais como pregoneros en mitad de un desierto, nadie os haría caso. 30. No olvidéis que el corazón humano es como la tierra que va a cultivarse: primero hay que limpiarla, apartando de ella pedruzcos y arrancando la mala hierba que la cubre, luego hay que fecundarla con el riego a fin de que en sus entrañas pueda germinar una simiente y finalmente, hay que llegar a tiempo a sembrar la semilla, antes de que la tierra se canse de esperar y pase la época propicia. 31. Así, en esta humanidad se está llevando a cabo una obra de purificación, en la que el hombre, sin darse cuenta de ello, se ha ofrecido a sí mismo el cáliz que habrá de devolverle su pureza. 32. Todo el dolor que se está preparando él mismo servirá para ablandar su corazón, para que al fin expulse de lo más profundo de su ser cuanto de malo ha germinado en él y cuando ya no pueda sufrir más, ni sentir más angustia, sentirá llegar a su corazón la luz de la conciencia, la dulzura del arrepentimiento, la savia de una nueva vida para su espíritu. 33. Una vez preparado, limpio y purificado por el dolor y más tarde fecundo con el rocío del arrepentimiento y la reflexión, el hombre estará a punto de recibir la divina semilla de la espiritualidad, porque sus entrañas ennoblecidas ya con el arrepentimiento y el propósito de enmendar y restaurar, estarán ávidos de recibir en su seno la simiente del amor, de la paz y la sabiduría. 34. ¿Qué será de esta humanidad si cuando estuviese ansiando la llegada de mi mensaje, este pueblo no se hubiese preparado para presentarse ante sus hermanos como enviados o labriegos de mi palabra? 35. Cuan grande es vuestra responsabilidad, discípulos, tan grande, que habréis de responderme de cada uno de los minutos que os he confiado para el desempeño de vuestra misión. 36. Os he dicho que por ahora elevéis vuestra oración, es decir, que principiéis por adquirir un verdadero conocimiento de la misión que vais a cumplir; que vayáis ejercitando el corazón por medio de la práctica de la caridad, que poco a poco deis sensibilidad a vuestro ser, esforzándoos por combatir vuestro egoísmo que es fruto del materialismo. Entonces irá penetrando en vosotros la espiritualidad. 37. Dejad ya de ser los párvulos, para que cuando Yo os diga que oréis, comprendáis que os pido obras buenas, ya que ellas son y no vuestras palabras o pensamientos, las que verdaderamente hablan a mi Espíritu. Un pensamiento, por muy hermoso que sea, si no es sentido, carece de esencia. Una palabra o una frase por muy bellamente que sea dicha, sino se transforma en obra,no tendrá vida y ya sabéis que lo que no tiene vida, no existe, por lo tanto no puede ser recibido por Mí. 38. Ya sabéis: Cuando os diga orad, no sólo os concretéis a penetrar en el recogimiento interior de vuestro pensamiento, sino también salid de ese santuario y dejad en cada hermano vuestro, una prenda de verdadera fraternidad, como la más cierta prueba de que vivís velando y orando por vuestros semejantes. 39. Así se irán apartando vuestros defectos, iréis combatiendo vuestra desunión e iréis logrando esa preparación de que tanto os hablo en mis lecciones. 40. Si para cuando la humanidad reclame en su corazón mi nuevo mensaje, este pueblo no se hubiese preparado por medio de la práctica, ni se hubiese acrisolado en una lucha de amor contra el odio, de caridad contra el egoísmo y de paz contra la discordia, las enfermedades y las penalidades, no espere con la sola palabra llegar al fondo de los corazones, persuadiéndolos de mi verdad. 41. Por eso, al mismo tiempo que os voy dando mi palabra, os voy diciendo que la pongáis en práctica, porque sólo así podréis comprender la esencia de mis enseñanzas, su contenido y su bondad infinita. 42. De 1866 a 1950 han transcurrido ochenta y cuatro años; toda una etapa de revelaciones espirituales en que la luz divina ha brillado sin cesar sobre todo espíritu y sobre toda carne; en la que el mundo espiritual se ha manifestado a este pueblo en una forma y en muchas formas se ha manifestado en toda la humanidad. 43. Se acerca ya el momento de deciros adiós a través del medio elegido por Mí para mi comunicación en este tiempo, mas Yo quedaré en espera de vuestra preparación y de vuestra espiritualidad, a fin de reanudar mi comunicación con la humanidad, aunque ya no empleando cerebros para trasmitir mis mensajes, sino buscando la comunicación directa de mi Espíritu con el vuestro. 44. Cuando dije por boca de un profeta de la antigüedad que vendrían tiempos en que mi Espíritu sería derramado sobre todo espíritu y sobre toda carne y que los hombres tendrían visiones y sueños proféticos, Yo me refería precisamente a este tiempo que se aproxima, en el que surgirán los dones que todo espíritu posee, buscando la divina verdad y testificando el cumplimiento de cuanto os fué profetizado. 45. No temáis al día en que habré de hablaros por última vez, ni temáis al tiempo de la meditación, en el que no escucharéis mis palabras a través de los labios humanos; porque en verdad os digo, que Yo estaré presente, sin desoíros ni abandonaros un instante, alentando vuestra fe con mi caridad, haciéndoos sentir mi presencia en diversas formas, llenando de esencia y de efluvios divinos vuestras reuniones, inspirándoos pensamientos, obras y palabras, conduciendo vuestros pasos y evitándoos caídas y tropiezos. 46. No tengáis temor al nuevo tiempo, no vayáis a dudar de mi presencia en espíritu, porque os haré oir mi voz reprochando vuestra duda, dicéndoos: ¡Ah, hombres de poca fe, que necesitáis ver y tocar para poder creer!. 47. Si en verdad aspiráis a penetrar en la espiritualidad, para llamaros dignamente discípulos míos en este Tercer Tiempo, meditad profundamente en estos instantes solemnes, en estas lecciones, que van siendo las últimas que habréis de recibir. 48. Quiero que vosotros, como buenos discípulos, imitéis a vuestro Maestro en su verdad, para que a lo largo de vuestra caminata deis cumplimiento a vuestra misión, sin saliros jamás de la ruta trazada por la Ley y la conciencia. 49. Si os anuncié mi venida desde hace muchos siglos, Yo cumplí mi promesa. Si ya una vez comunicado por medio de mis portavoces os prometí un tiempo de complacencias en el que os hablaría incansablemente del Reino Espiritual, lo he hecho; mas si os revelé la fecha en que habré de concluir este mensaje, quiero y debo cumplirlo, porque en mi voluntad no puede haber cambio alguno, ni mis palabras divinas pueden sufrir variación, ni existe otro poder u otra voluntad para hacer cambiar el destino de la vida y de los seres. 50. Todo estuvo previsto por Mí desde la eternidad, nada se escapó a mi sabiduría. Todo tiempo fue marcado desde el principio y todo destino fue trazado. Aún cuando los hombres nunca hayan armonizado su voluntad con la mía, no por ello ha dejado de hacerse mi voluntad. 51. Yo siempre os he dado tiempo para vuestra preparación y os he proporcionado medios para salvaros. Antes de enviaros mi justicia a tomaros cuentas al final de una era o de una etapa, os he manifestado mi amor, previniéndoos, y exhortándoos al arrepentimiento, a la enmienda y al bien; mas, llegada la hora de justicia, no me he presentado a preguntaros si ya os habéis arrepentido, si ya os habéis preparado o si aún permanecéis sumergidos en el mal y en la desobediencia; mi justicia ha llegado en la hora marcada, y el que supo construir a tiempo su arca, fue salvo, y el que se mofó cuanto le fue anunciado la hora de justicia y no hizo nada por su salvación, ése tuvo que perecer. 52. Meditad en ésto que os estoy diciendo, para que sepáis que vuestra voluntad nunca podrá hacer variar la mía, aunque a veces así llegue a pareceros, que llegada la hora de justicia, Yo os visitaré y os tocaré, para dar a cada quien según sus méritos, porque ya antes os hablé con amor y con luz, para que con tiempo fuéseis construyendo el arca salvadora, aquella en que los días de mayor justicia pudiese rescataros de perecer bajo las aguas de purificación Universal. 53. Si en los párvulos y los postreros, aún no ha tomado forma este acontecimiento, queda la responsabilidad en los mayores, en los primeros, en los discípulos, para que ellos enseñen a sus hermanos pequeños cómo se obedece la voluntad del Padre y cómo se da cumplimiento a su Ley. Mas Yo os digo, que si ellos no supiesen dar ejemplo de obediencia, ni testimonio de mi verdad, Yo sí les daré una prueba más de mi justicia y de cómo mi voluntad se cumple por sobre todo. 54. Os preguntáis en el fondo de vuestro corazón por qué a veces hago reclamos tan severos a vuestro espíritu y Yo os digo que si al formaros os hubiese negado uno de mis atributos, tendrías razón en quejaros o sorprenderos de mis reclamos; pero cuando sé que en vuestro ser he depositado un algo de cada una de mis potencias, virtudes y atributos, y que además os he hecho revelaciones sobre mi Ley, sobre vuestro destino y sobre la vida, concediéndoos el tiempo suficiente para vuestra comprensión, evolución y desarrollo, justo debéis considerar que Yo descienda a vosotros a juzgar vuestras obras y el empleo que a mis dones habéis dado. 55. Vuelvo a deciros que si uno solo de mis atributos os lo hubiese negado, no tendría Yo derecho a reclamaros los errores que cometiéseis en vuestra vida. 56. Con ésto podréis comprender que no existe ni ha existido un ser humano en quien no haya estado un espíritu animándole, ni ha existido jamás un espíritu que careciese de conciencia. 57. ¿Qué mayor gloria para el hombre, saber que le anima un ser de luz, un habitante del Reino Espiritual, un enviado o mensajero de un mundo superior? Y por otra parte, ¿Qué mayor dicha para el espíritu saber que va con él eternamente el faro luminosa de la conciencia que es la luz de la Divinidad alumbrándole el camino? Mas, como habéis perdido el tiempo ocupados solamente en lo material, alejandoos cada día más de los pensamientos sobre la vida espiritual, como hasta vuestras religiones adolecen de falta de espiritualidad, tenéis una humanidad aletargada, enfermiza y sombría, que al escuchar la voz de su Padre, que se presenta para juzgarle y reclamarle, se sorprende del reclamo y se pregunta: ¿Por qué tanto rigor para con este pueblo débil, pequeño, enfermo e inocente? Mas no se da cuenta de que la razón no le asiste cuando replica así a la voz de su Maestro, porque ni es débil, puesto que lleva en sí la fuerza de que Dios le dotó, ni es pequeño porque en su formación espiritual y corporal está la sabiduría y la perfección con que Yo le formé, ni es inocente porque a través de la conciencia se da perfecta cuenta de lo que hace, de lo que debe hacer y de lo que deja de hacer. Y si se siente enfermo, es porque su falta de armonía así con lo espiritual como con lo materiaal, lo han alejado de las principales fuentes de la vida, como son la comunicación espiritual conmigo y el contacto con su madre la Naturaleza. 58. Yo os invito a meditar profundamente en mi palabra, y debo deciros que si después de oirme, alguno siguiese considerando injustos mis reclamos y mis juicios, habrá sido porque no pudo penetrar en el sentido de mi palabra y Yo tendré que perdonar su dureza de corazón y de entendimiento. 59. Estáis a prueba hace tiempo, pueblo amado, porque es necesario que os purifiquéis para que os hagáis dignos de ir a entregar mi palabra a vuestros hermanos, ahora que tanto necesitan las naciones un mensaje de paz. 60. Yo no enviaré como emisarios a quienes estén muertos a la vida de la gracia, porque nada tendrán que entregar, no daré esa misión a quienes no hayan limpiado de egoísmo su corazón. 61. El emisario de mi palabra tendrá que ser un discípulo mío, cuya simple presencia haga sentir en los corazones mi paz. Tendrá que poseer la virtud de saber consolar a sus hermanos aun en los trances difíciles, y en su palabra habrá siempre una luz que disipe toda tiniebla del espíritu o del entendimiento. 62. A este pueblo le encontré muerto y lo resucité con la luz de mi palabra, ¿Por qué no han de poder hacer lo mismo mis discípulos con sus hermanos,si es lo que he venido a enseñarles? 63. Cuando hablo de muertos me refiero a los que han muerto para la fe, para el bien, para la verdad, y puedo deciros que en cada uno de vosotros, cuando llegásteis ante mi manifestación, había un muerto. 64. Mi palabra, al tocar la losa de vuestro corazón, hizo estremecer al espíritu sepultado hacía mucho tiempo bajo el materialismo de vuestra vida. 65. Sensaciones desconocidas, ternuras recónditas y deléites del espíritu, os hizo experimentar mi palabra. Con avidez llegábais ante el rayo divino comunicado por el portavoz, para gozar de aquella esencia que sentíais descender de lo infinito hacia vuestro corazón. 66. Instantes de verdadera paz para vosotros han sido aquellos en que, transportados hacia un mundo de luz y perfecciones, os habéis olvidado de vuestras vicisitudes terrestres. 67. Entonces se ha desbordado en acciones de gracias vuestro corazón, porque cuando ya nada esperábais de la vida sino dolor, razgó el velo del misterio y un rayo de luz divina descendió a vuestro espíritu como un mensaje de amor, de verdad y de consuelo. 68. En vuestra vida oscura, dolorosa y monótona, surgió el milagro inesperado de mi retorno, a través de una comunicación espiritual y mental al mismo tiempo. 69. Desde ese día, una nueva vida apareció ante vuestros ojos. Las sombras de la duda y de la incertidumbre huyeron y en vuestro corazón se hizo la luz. 70. Esa es la nueva aurora de que tanto os hablo en mi palabra, ese es el nuevo día ante el cual habéis despertado. 71. Ya tenéis esperanza, ya os sentís seguros, ya sabéis lo que tenéis que hacer para vivir dentro de esta senda. 72. En vuestro corazón han nacidos propósitos nobles, buenas intenciones, hermosos proyectos. 73. El camino se extiende luminoso ante vuestros ojos invitándoos incesantemente a recorrerlo, para mostraros sus bellezas y revelaros a cada paso nuevas enseñanzas. 74. ¿Quién de vosotros no desea ese maravilloso despertar a toda la humanidad? ¿Quién de vosotros querrá este tesoro para sí solamente? Ninguno, Yo veo en cada corazón el anhelo de resurrección universal, el deso de paz y de luz en todos los hombres. En verdad os digo que ese anhelo, creciendo cada día en vuestro corazón, será la fuerza que os lleve el mañana a luchar por la realización del ideal que mi palabra ha hecho nacer en vuestro espíritu. 75. Yo proporcionaré a mi pueblo los medios para que lleve mi mensaje a todas las naciones, Yo le concederé que a su paso encuentre hombres de buena voluntad que le ayuden a llevar mis mensajes hasta los confines de la Tierra. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 324 01. He descendido a vuestro corazón al cual he encontrado preparado para recibirme. ¿Quién de vosotros me ha buscado que no me haya encontrado? 02. Vais caminando en un desierto, mas tenéis mi presencia en esta voz que a cada instante os alienta en las inumerables pruebas del camino. Vosotros habéis sido alimentados con el pan del espíritu, mientras muchas porciones habitan en desiertos en donde no han encontrado agua, alimento ni guía. 03. Yo a todos desciendo, no he venido a distinguir a raza alguna; mi Espíritu desciende a todos los hombres, mas sólo aquellos que están preparados me reciben y se recrean con mi presencia. 04. Bendigo al pueblo de Israel, al que ha abierto las puertas de su corazón para darme hospedaje, a los que han abierto sus ojos a la luz y han descubierto en esta Obra toda la verdad y la grandeza que ella encierra, porque ellos serán salvos y por ellos serán salvas las generaciones. Vos, el pueblo escogido, el que me ha oído en todos los tiempos, hoy venís una vez más y os inclináis ante Mí para decirme: Padre, dirigid nuestros pasos, encended más nuestra fe, no permitáis que caigamos en tentación". Me decís en vuestra oración, que tenéis grandes tribulaciones, que habéis saboreado un cáliz de amargura, que vuestra planta se ha herido con las espinas del camino y el Maestro os contesta: Sed pacientes en las pruebas, apurad con resignación vuestro cáliz de amargura y esperad el día de mañana trabajando en mi Doctrina. 05. Estábais prevenidos, sabíais lo que estos tiempos traían consigo, porqueYo os lo anuncié, no sois el ciego, camináis en el sendero lleno de luz; son otros los que tropiezan, caen y lloran. Son los ignorantes, los que no saben a donde van, los que viven una vida estéril e inútil; pero vos, pueblo, que tenéis el conocimiento de que poseéis todos los dones del espíritu, que tenéis mi presencia en mi palabra, que me habéis recibido día por día en mis lecciones, sois el fuerte que me presenta su espíritu luchador, un espíritu que ha vencido las adversidades, que se ha levantado sobre los grandes obstáculos y ha pasado las grandes barreras buscándome a Mí, buscando la perfección, porque vos habéis de ser el primero, el fuerte entre la humanidad, el que hable con la verdad y dé testimonio de lo que ha visto. 06. Cuando esa grande prueba final se aproxime, hablaréis a vuestros hermanos; vuestras palabras han de romper el silencio en que esta humanidad ha de caer, confundida por un instante por esa gran prueba. Será la voz de Israel la que se levante hablando al mundo y anunciándole lo que Yo le he prometido: Paz a los hombres de fe, potestad y fortaleza a todo aquel que se levante con un ideal puro. Para alentaros, pondré en vuestros labios mis palabras, en vuestro corazón mis inspiriaciones, para que podáis guiar con certezaa esta humanidad. Mucho habéis sido preparados. En cada una de mis lecciones, he abierto ante vuestros ojos un camino infinito de ideales, de espiritualidad. 07. Vuestra mente se ha recreado y más aún vuestro espíritu, saboreando los deleites de esta palabra, guardándola en vuestro corazón para estudiarla más tarde. Ya se acerca el momento de grande estudio para el pueblo de Israel, en que habréis de deliberar sobre las palabras que os dije, sobre las lecciones que os dí como un testamento para vosotros y para toda la humanidad. 08. Estad preparado, pueblo, porque van a surgir muchas ideas de todos los corazones, van a chocar vuestros pensamientos y no vais a encontrar afinidad entre la humanidad. Es el tiempo de lucha anunciado. Mientras los unos se levantan defendiendo mi Verdad y propagando mi Doctrina, los otros querrán destruirla, querrán hacer caer piedra tras piedra de esta Obra, que Yo he edificado en el corazón del pueblo de Israel. 09. Los unos se levantarán con fanatismo y con ignorancia, porque cada uno habrá analizado según su entendimiento; mas Yo, la Luz, descenderé hasta vosotros para conduciros; Yo, la Justicia, haré brillar la verdad en el corazón de los que me han oído con preparación. 10. Pueblo de Israel: En esta gran lucha, solamente llevaréis las armas de amor, de paz y de justicia, ¿Qué sería de vosotros si esgrimiéseis la espada de dos filos, la que hiere y da muerte? Ante todo haréis brillar mi luz y llevaréis mi palabra a los corazones; os revestiréis de paciencia, de prudencia y de amor y recordaréis estas lecciones que os daba en medio de esta paz. Aun cuando muchas veces he contemplado a las congregaciones debatiéndose en grandes torbellinos, en grandes confusiones, mi palabra ha sido como un faro en medio de ese mar embravecido de ideas, de conceptos, de análisis distintos. Cada uno de vosotros será un heraldo de la verdad, todos me imitaréis, todos recordaréis el amor con que Yo enseñé a cada uno de mis discípulos, la paciencia con que preparé a cada uno de mis párvulos; el perdón que derramé sobre todos cuando faltaron y cayeron en tentación. 11. Así voz, Israel, que habréis de quedar como discípulo mío, que queréis dar testimonio de este Maestro, tendréis que imitarme. Allí estará el momento de la prueba, de vuestra oportunidad, también allí os reconoceréis a vosotros mismos, allí contemplaréis la grandeza de vuestro espíritu; mas si no estuviéseis preparados, lamentaréis a vuestra debilidad. Yo como Maestro os he doctrinado, he vertido sobre vosotros infinitas lecciones y al finalizar este año de 1950, año de gracia, último en que hablaré bajo esta forma,habréis quedado preparados y todo aquello que no hubiéseis oído por conducto del portavoz, lo recibiráis en vuestro espíritu por intuición. 12. De esta manera comprenderéis grandes lecciones. El camino que os he trazado es infinito; nunca podréis decir que habéis llegado ya al final, que nada tenéis que aprender o que estudiar, que todo lo habéis comprendido. No,pueblo, no os bastará un corto tiempo para comprender mi Doctrina, tendréis que estudiar a lo largo de este viaje en la Tierra y después en el Más Allá, proseguirá vuestro espíritu en las regiones espirituales, buscando la esencia y la sabiduría de mi Espíritu y siempre encontraréis horizontes más amplios, vuestros ideales crecerán, y entonces comprenderéis que vuestro Padre es infinito en su luz y en su amor por sus hijos. 13. Hoy no sois ya el pequeño, no sois el niño en esta Obra, mucho habéis caminado en el cumplimiento de vuestra misión. os he hablado diciéndoos que en tres tiempos en que mi palabra ha resonado ante los hombres, el pueblo de Israel ha estado establecido en la Tierra para recibirme; entonces, ha muchas eras que me escucha vuestro espíritu. 14. Habéis pasado ya algunas escalas, habéis evolucionado; tenéis la experiencia y los frutos que habéis recogido en los tiempos pasados; ya habéis experimentado grandes pruebas, por eso vuestro espíritu no se dejará sorprender por las falsas luces. Vosotros que conocéis el sabor de mi palabra, habéis abierto vuestros ojos y conocéis la luz purísima, espiritual. Vosotros habéis leído en el gran libro de mi sabiduría y no podréis confundiros con las ciencias imperfectas. 15. Yo os he dado a conocer la verdadera luz y la verdadera ciencia que hay en Mí; os estoy haciendo grandes por el espíritu, porque quiero que me busquéis con él, más que con la mente, para que podáis ser Espiritualistas, en verdad. Porque ya se acerca el momento de las grandes oportunidades para el Pueblo de Israel. Si hoy os habéis sentido prisioneros, con un reducido campo para practicar mi enseñanza, ya está cerca el momento en que abriré los caminos para cada uno de vosotros y allí practicaréis mi Doctrina y al practicar encontraréis la grandeza de cada una de mis palabras. 16. Solamente así podréis comprenderme, así analizaréis correctamente mi palabra y no formaréis en vuestra mente teorías y conceptos que os confundan y no os conduzcan a la comprensión de mi Doctrina. Tenéis que practicar el amor. la paz y la caridad, para identificaros con vuestro Padre y podáis reconoceros a vosotros mismos, como Yo os he preparado, llenos de dones y gracias. Yo os he dicho que os he formado a mi imagen y semejanza, que cada uno de vosotros puede hacer grandes obras en el camino, que den testimonio de Mí, que os hagan semejantes a Mí y por la virtud podéis hacerlas. 17. ¿Ya estáis dispuestos? ¿Ya os habéis preparado para imitarme? En verdados digo que nada os falta, que habéis llegado ya a la madurez espiritual y desde este punto podéis practicar y ofrecerme ya los primeros frutos de vuestro cumplimiento, mientras una gran parte de la humanidad permanece dormida; mientras espera el toque o el sacudimiento que ha de despertarla. 18. Vosotros veláis y oráis, mantenéis encendida vuestra fe, oráis por todos aquellos que se sienten desheredados y perdidos del camino espiritual, y esta oración envuelve a la humanidad y la salva, la redime. Llegará el momento en que esos corazones en donde habéis sembrado el amor, esos a quienes no conocéis todavía, ‑porque habéis orado por los que no conocéis, llegarán a vuestro camino o vosotros llegaréis y les encontraréis a vuestro paso y allí os identificaréis, allí reconocerá vuestro espíritu la siembra que ha hecho. 19. Las comarcas os esperan, mucho os he hablado de ésto y vosotros lo habéis visto lejano, porque no lo habéis contemplado al instante, pero llegará el momento en que os dispersaréis y entonces llevaréis esta simiente como semilla abundante para derramarla en los campos de la humanidad. Allí conoceréis vuestro adelanto, allí os empeñaréis en llevar adelante vuestro ideal,allí os engrandeceréis con vuestros actos de amor y sacrificio por la humanidad. 20. Es menester que paséis por estas pruebas para que podáis comprender mi Doctrina. Cada uno de vosotros ha de convertirse en un apóstol y Yo desde el Más Allá os iluminaré y bendiciré. 21. Vosotros tenéis los dones que aquellos tuvieron. Sí, pueblo de Israel,porque habéis sido mis discípulos en este tiempo, al igual que aquellos doce y todos los que me escucharon en el Segundo Tiempo. En vosotros he derramado mi simiente, mi sabiduría ha envuelto a vuestro espíritu, mas si por instantes no os habéis sentido llenos de ella, es porque todavía no habéis penetrado en meditación y estudio. 22. Voy a concederos un tiempo de paz, un tiempo de alejamiento de vuestra vida terrestre, para que podáis estudiar y entonces, preparados, deis principio a vuestra misión. Cuando ese momento llegue, no lo dejéis pasar inadvertido, no dediquéis este tiempo que voy a concederos a la vida del mundo. Yo os daré por añadidura lo necesario para el sustento y para el espíritu todo lo que habéis menester. 23. Yo he venido por el espíritu del hombre para rescatarlo de las tinieblas en que ha caminado. La materia es secundaria: os basta un pan para alimentaros, un techo para cubrir vuestro cuerpo y librarlo de las inclemencias del tiempo, un humilde vestido también y ésto es bastante; mas el espíritu,que ha de recorrer un largo camino, que ha de llegar a Mí con grandes méritos para alcanzar las gracias prometidas, aún no ha tenido su oportunidad entre vosotros, todavía está encadenado, todavía clama salvación y liberación a cada instante. En el fondo de vuestro ser se levanta conmoviendo vuestro duro corazón y es menester que sea el que gobierne a la carne y no está la que gobierne al espíritu. 24. La envoltura es solamente vestido, el instrumento que os he dado en la Tierra para que podáis transitar en ella un tiempo. Yo pediré cuentas al espíritu de la materia en el instante en que hayáis dejado esta vestidura. Mas este materialismo en que vivís, esta cárcel en que habéis oprimido a vuestro espíritu, va a abrir sus puertas, va a daros libertad para que podáis vivir muy cerca de Mí y podáis amar con todas las fuerzas de vuestro ser a esta humanidad. 25. Quiero que sea el pueblo de Israel como una tierna madre que reciba a esta humanidad desamparada, que sea vuestro regazo cálido, que sean vuestros ojos llenos de amor y compasión por esta humanidad. os la voy a confiar para que la miréis como una hermana menor, o si queréis como una hija. Voy a dejaros en representación mía y así como Yo amo, bendigo y estrecho a la humanidad, vosotros haréis lo mismo; ella está hambrienta de amor, de ejemplos y de luz. Yo he de decir a la humanidad: ¡Buscad al pueblo de Israel y en él encontraréis mi representación y mis prodigios; en él derramaré mi enseñanza y mis complacencias! 26. ¡Cuán grande es vuestro cargo, pueblo amado; todavía no lo habéis comprendido! Mas no temáis, si creéis en Mí, podréis levantaros cumpliendo y habéis de ocupar ese digno lugar delante de la humanidad. Preparáos ahora que aún tenéis tiempo para pensar y meditar, ahora que todavía no os encontráis entre las grandes porciones predicando; y aún podéis corregir los errores vosotros mismos, penetrad a vuestro interior para conocer lo que hay de bueno y de malo y fomentar las virtudes que encontréis y que Yo he escrito en vuestro espíritu desde el principio, desde que fuísteis formados; y lo que encontráseis malo, todas las imperfecciones que hubiere en vos, las convirtáis en perfecciones. 27. La Tierra es un valle de expiación y de prueba para el espíritu, pero él ha de vencer con la fortaleza y potestad que Yo le he dado, porque es parte de Mí mismo, es mi propia esencia, mi Vida misma. Vosotros sois mis criaturas, semejantes a Mí y por eso, ¿Qué obstáculos encontraréis a vuestro paso, que no podáis vencer en el camino de la espiritualidad y de la elevación?. 28. Pueblo: Os basta tan solo orar en cada día y prepararos en el estudio de mi Enseñanza, para que podáis, por vuestro propio esfuerzo, abriros paso,resolver todas las pruebas, esperar con paciencia cuando hayáis de esperar y recibir todo según fuese mi voluntad. Yo no os he prometido un camino florido. Yo no os he dicho que vais a ser dichosos y vais a saborear en esta Tierra la felicidad perfecta; Yo os he enseñado que estáis sometidos a pruebas y estáis atravesando un camino de expiación y reparando vuestras faltas pasadas, así como que estáis haciendo méritos para escalar. 29. Eso es lo que os he dicho, pueblo, por lo tanto, sed conformes en las tribulaciones, llevad con alegría vuestra vida; lo que no hayáis recibido al anochecer, esperad, que lo recibiréis al amanecer, porque todo aquel que confía en Mí recibe, todo aquel que ora es fuerte. Por eso, discípulos, este maestro os acompañará siempre a la oración, al estudio de las lecciones espirituales, al estudio de la vida humana, para que podáis ser prudentes y equitativos en todo instante, para que seáis justos en todas vuestras determinaciones, para que podáis dar testimonio de que sois mis apóstoles y ante vosotros mismos os sintáis llenos de paz por la justicia que habéis derramado en vuestro actos. 30. Yo así os preparo, pueblo de Israel, os he unificado en esta congregación. A los unos, que habéis llegado en las últimas horas de mi palabra, os he doctrinado y os he elevado para uniros en un solo pensamiento, en un solo estudio para que alcancéis un solo grado de evolución, con los que ha mucho tiempo me han escuchado. 31. A todos os contemplo pisando en la misma escala de evolución, alimentando grandes ideales; poniendo siempre por delante el espíritu, orando y esperando todo de Mí. Yo os bendigo y también os digo: Esto espero de la humanidad: ¿Cuándo estará convertida? ¿Cuándo habrá dejado su manto de impureza?¿Cuándo se habrá desnudado de su materialismo para venir en busca de la vestidura espiritual? Esta gran obra no la haréis vosotros, Yo, que trabajo incansablemente, convertiré a la humanidad en el tiempo necesario; ella evolucionará, ella dará grandes pasos en un instante, porque Yo preparo las pruebas y las circunstancias que han de llevarla a la espiritualidad. vosotros cumpliréis en esta etapa, mas Yo trabajaré y cumpliré en todos los tiempos. 32. Habéis conocido mi palabra, habéis reconocido que viene de Mí y buscáis por instantes también el calor y la ternura del amor maternal y el Maestro os pregunta: ¿No habéis reconocido en esta palabra del Maestro la ternura y el amor de la Madre? Yo os he dicho que soy un solo Maestro, un solo Espíritu y en Mí están todos los amores. Si buscáis a María, buscadla en mi propia palabra, en esta palabra que os bendice y acaricia a cada instante. 33. Sí, pueblo de Israel, en Mí hablan el Padre y la Madre, en Mí hablan todos los amores, en esta mi palabra que he derramado en todos los tiempos, si me reconocéis, encontraréis todo lo que ansiáis. No habrá vacío en vuestro corazón, en Mí encontraréis al Padre, al Amigo, al Hermano, al Maestro, mas también a la Madre. Yo soy el amor perfecto, el amor de los amores. Consoláos, pueblo, y dadme gracias porque os he dado a conocer estas lecciones. 34. Yo en cada alba de gracia lleno de bendiciones vuestro camino. ¿Quién de vosotros que me pida con angustia o con ansiedad, no ha sido oído? Yo todo lo contemplo y todo lo sé. Yo os hablo desde el Más Allá. Sois vosotros los que venís a Mí, los que os eleváis para encontrarme en las regiones del espíritu. No he tocado la Tierra, en este tiempo; desciendo espiritualmente y me comunico con vuestro espíritu por medio del Rayo Universal y desde allí contemplo y escucho todo. Desde allí os hablo y os bendigo y en esta alba de gracia os digo: Haced méritos; ya que se acerca la medianía de este año, si lo habréis aprovechado debidamente, bendito seáis, mas Yo como Maestro os aconsejo; aprovechad cada día y cada instante para que podáis grabar mi palabra y guardarla siempre en vuestro corazón. Este ambiente quedará flotando, esta paz, esta luz, esta alegría y este amor, seguiréis respirándolo después de este año, en vuestras reuniones o lejos de ellas, Yo os lo concederé. Donde os reuniréis, allí tendréis mi presencia; donde me clamáseis,allí me tendréis. 35. Entonces, pueblo, reconoced que el Divino Maestro viene a manifestarse en este tiempo, en medio de un ambiente de paz, de comprensión y de espiritualidad. He unificado vuestra mente y vosotros habéis formado un templo espiritual al que desciendo Yo. Allí me manifiesto y me hago sentir, allí me reconoceréis después de este año, porque así he de seguir manifestándome, en medio de la paz y de la espiritualidad. Vuestro espíritu destruirá la división y creará un ambiente de armonía, de unificación de ideas. 36. Llegado el tiempo os dispersaréis sin formar bandos ni dejar confusiones ni mal ejemplo. 37. Vosotros en vuestro corazón y espíritu, llenos de paz hablaréis, y en una frase vuestra podrán resumirse toda la justicia y la verdad que Yo quiero dar a conocer a este mundo. Entonces cuidáos de mantener bien vuestra paz, vuestra energía espiritual y vuestra fe, para que podáis ser en todo instante la voz de verdad, la voz que profetice, la voz que acalle el mal y que despierte al espíritu ante la voz de la conciencia. 38. Esto seréis, pueblo, enmedio de la humanidad turbulenta. Por eso Yo os dejo preparados; cada uno de vosotros cumplirá dentro de una porción, mas todos estaréis unidos espiritualmente, aun cuando estuviéreis distantes materialmente; y os comunicaréis los unos con los otros, ya en forma espiritual, ya por medio de misivas. Así iréis desarrollando mi Obra, así la iréis presentando al mundo, por eso, en este tiempo, he despertado dentro de vosotros el ideal de desarrollar los dones por la verdad y la justicia, para que seáis siempre rectos y espirituales. 39. Yo os dejo unidos como una sola familia, en la cual no habrá diferencias, todos os contemplaréis como hermanos, todos en la misma escala de evolución, con la misma disposición para cumplir y con un gran ideal. Todos recibiréis de mi Espíritu la bendición, el aliciente y lo que necesitéis para vuestra lucha. En esta alba de gracia os fortalezco, grabad cada una de mis lecciones, ellas, aunque cortas, encierran grande luz. 40. Benditos seáis: Yo me encuentro esperando siempre a aquellos que quieren elevarse espiritualmente, aquellos que buscan más allá de lo que sus ojos pueden mirar, a aquellos que con los ojos del espíritu descubren en el Más Allá la vida eterna. 41. Os doy a saber vuestros dones y os hago el llamado; mas cada uno de vosotros por vuestros méritos, ha de llegar a Mí. 42. En esta alba de gracia, por la oración del pueblo de Israel, reunido en distintas congregaciones, dentro y fuera de esta Nación, bendigo a toda la humanidad y le entrego mi paz y mi caridad. 43. Así os estoy preparando para los tiempos difíciles. Vuestras palabras, han de romper el silencio en que va a caer la humanidad, anonadada por las calamidades, confundida por la diversidad de ideas que surgirán entre los guías espirituales de diferentes sectas y en ese día de angustia, que no sabéis cuanto durará, se levantará en cada espíritu una voz que dirá: "Paz a los hombres de buena voluntad" y serán salvos los que sientan fe en su corazón, los que permanezcan con su lámpara encendida, y esos sentirán en sí una gran potestad. 44. Ya se acerca el momento de estudio para este pueblo, en que deliberará sobre mis palabras y mandatos, y debéis estar preparados para esa lucha. van encontrarse vuestros pensamientos, vais a diferir en vuestros análisis, mas sobre todos vuestros conceptos brillará mi luz y Yo me serviré de aquellos que con sano espíritu se levanten para realizar mis planes. 45. Sólo os doy para esa lucha las armas de amor, de prudencia y de paciencia, y en el desempeño de esa misión recordaréis con nostalgia estas horas de paz, este ambiente beatífico en que Yo os instruía y os prevenía para nuevos tiempos, y en ese mar de ideas, de conceptos y de análisis diferentes,lucharéis por conservar vuestra paz y dignidad como discípulos míos. 46. No basta analizar mi enseñanza y comprender su sentido para que os pongáis a salvo, es preciso que practiquéis sus preceptos, para que os identifiquéis conmigo y vuestro espíritu vaya penetrando en la madurez, en la solidez de sus convicciones. 47. Yo no os he prometido un camino florido en este mundo, pero a pesar de sus sinsabores, podéis llevar con alegría vuestra vida, esperar confiados en el futuro, y ser justos y equitativos en todos vuestros actos; trabajad y cumplid en esta etapa y Yo trabajaré en todos los tiempos. 48. Conservad vuestra espiritualidad para que seáis en todo instante, la voz que hable con verdad, la que acalle el mal y cumpla con su misión de guiar y enseñar a sus hermanos. Evocáis amorosamente a vuestra Madre Celestial en cada una de vuestras reuniones, y el Maestro os dice: Su espíritu y el mío, son uno solo. ¿No habéis reconocido en mi palabra su ternura y su gracia? En esta enseñanza hablan el Padre y vuestra Madre, en una perfecta conjunción divina. 49. Cuántas veces he sorprendido a los hombres preguntándose a sí mismos sino habrá alguna forma de comunicarse con Dios y muchas veces, suspirando han exclamdo: ¡Ah, si pudiese hacerle una consulta al Señor y recibir la respuesta! Mas luego, creyendo que eso es imposible, se resignan y continúan buscando mi misericordia a través de cultos externos y ofrendas materiales,aunque allá muy dentro de su ser no alcanzan a concebir cómo un Padre que siempre ha dicho amar tanto a sus criaturas, no se digne responderles cuando ellas le invocan y le llaman. 50. ¡Ah pequeños seres consagrados a la vida terrenal, si supiéseis que esa necesidad de comunicaros conmigo es sed que llevo en mi Espíritu! Si supiéseis que no sólo os está concedida esa comunicación que anheláis, sino que todas mis enseñanzas reveladas a vosotros a lo largo de los tiempos, llevan la finalidad de conduciros a la comunicación de espíritu a Espíritu! Pero como vivís materializados, habéis querido escuchar mi voz, respondiendo a aquellas palabras que pronuncian vuestros labios y eso no puede ni debe ser,porque entonces dejaría de ser una comunicación espiritual, en la que vuestro Señor se rebajaría a la altura de vuestro materialismo. 51. Por eso la forma que he elegido en este tiempo al comunicarme por medio de estos portavoces, tendrá que ser breve, porque no es la forma perfecta,si no que una vez pasada ella, vendrá el tiempo de preparación en el que muchos hombres iniciarán su desarrollo hacia la comunicación de espíritu a Espíritu. 52. Yo nunca he estado lejos de vosotros, como a veces lo habéis creído, ni he sido jamás indiferente a vuestras penas, ni sordo a vuestros llamados.Lo que ha pasado es que vosotros no os habéis preocupado por afinar vuestros sentidos superiores, esperando percibirme con los sentidos de la carne, y Yo os digo que el tiempo en que concedí ésto a los hombres, ya está muy lejos. 53. Si os hubiéseis preocupado un poco por desarrollar algunos de vuestros dones espirituales, como la elevación a través del pensamiento, la oración,el presentimiento, el sueño profético, o la vista espiritual, Yo os aseguro que por cualquiera de ellos estarías comunicándoos conmigo y por lo tanto recibiendo contestación a vuestras preguntas e inspiración divina en vuestro pensamiento. 54. Yo estoy enteramente dispuesto a hablaros, siempre en espera de vuestra elevación y preparación espiritual, para complaceros y daros la dicha de comunicarme con vuestro espíritu. Sólo falta que vosotros también os dispongais con la mayor pureza a lograr esa gracia. 55. Ciertamente que Yo os recibo y os entrego mis beneficios sea en la forma que fuere, por medio de la cual sea solicitada mi caridad; pero aunque consigáis de Mí lo que pedísteis, nunca experimentará vuestro espíritu la dicha de haberse hecho digno de aquel bien. 56. Debo deciros que el día que sepáis llegar con vuestras peticiones hasta la altura de lo espiritual, vuestra dicha al recibir mi caridad será incomparablemente mayor, porque el que sabe pedir, tendrá naturalmente que saber recibir. Os digo ésto, porque hay quienes consiguen de Mí lo que solicitan a pesar de no haber sabido pedir. ¿Qué valor pueden concederle a aquello que ni siquiera supieron solicitar o que ni siquiera pidieron? Estos son los que no saben recibir, los que no podrían comprender el amor con que su Padre se los ha concedido. Mas mi deber de Padre es ayudar a los hijos en su lucha, protegerlos, socorrerlos y consolarlos, por eso mi misericordia nunca puede dejar de desbordarse sobre mis hijos. 57. Este Padre que os ama tanto, no puede veros hundidos en la ignorancia espiritual, que es tiniebla, pobreza y pequeñez. Para ello viene a despertaros la conciencia que es como un maestro que surge de vosotros mismos y busca siempre los medios para ser oído y sentido, desbordarse en palabra y en doctrina que corrija vuestros yerros y elevarse hacia las alturas de la luz, del conocimiento, de la conciencia y de la grandeza del espíritu. 58. Unid en vuestra mente y espíritu mis manifestaciones en cuanto Dios revelándoos la Ley, mis manifestaciones como Padre que os descubren mi infinito amor y mis lecciones de Maestro, revelándoos mi sabiduría y obtendréis de todo ello una esencia, una intención divina: la de que lleguéis a Mí, por el sendero de la luz espiritual, algo más que una comunicación con vosotros. Quiero conduciros a mi propio Reino, donde me tengáis por siempre presente, para siempre en vosotros. 59. Por ahora, procurad espiritualizaros para que vuestros dones ocultos vayan despertando y paso a paso os vayáis aproximando, primero a la comunicación de espíritu a Espíritu y después a la morada de perfección. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 325 01. Bienaventurados los que saben llorar de amor, porque esa es la prueba de que su espíritu y su corazón viven en armonía. 02. Son los instantes de vuestra meditación, la hora propicia para que comprendáis y sintáis mi amor, el momento en que casi sin daros cuenta, se abre vuestro corazón como una flor y de vuestros ojos brota dulcemente el manantial del llanto. 03. Esas lágrimas hablan más que todas las palabras y dicen más que todos los pensamientos. En ellas hay sinceridad, hay humildad, hay amor, gratitud, contrición, promesas... 04. Al oirme hablar así, os sentís comprendidos y amados por Mí. Sí, mis pequeños, a todos os contemplo y a todos os escucho, sé vuestros nombres, conozco todas vuestras necesidades oigo vuestro clamor y vuestras peticiones y recibo de todos las súplicas y las ofrendas. 05. Sí, sois mis hijos, porque de mi Espíritu brotásteis, ¿Cómo no he de conoceros y de amaros? 06. Si algunas veces, a pesar de vuestras oraciones, el dolor o la pena persisten, no es porque no os haya escuchado, ni tampoco que no quiera alentaros, es que quiero probaros, para daros una tras otra mis lecciones, es que mi deber de Padre es corregiros, tocaros y perfeccionaros en este camino que es la vida. 07. Benditos los que me bendicen en el altar de la Creación y los que saben recibir con humildad las consecuencias de sus faltas, sin atribuirlas a castigos divinos. 08. Benditos los que saben hacer mi voluntad y aceptan con humildad sus pruebas. Todos ellos me amarán. 09. Venís a refugiaros en Mí, multitudes, porque lo que sucede en vuestro mundo os llena de pavor, habéis comprobado que toda justicia, todo amor y toda verdad han huído del corazón de los hombres. Entonces os habéis dicho: ¿A quién recurrir? ¿De quién solicitar y esperar? Y os habéis acordado de Mí. 10. ¡Pobres pueblos de la Tierra, esclavizados los unos, humillados los otros y despojados los demás por sus mismos conductores y representantes! 11. Ya vuestro corazón no ama a quienes os rigen en la Tierra, porque vuestra confianza ha sido defraudada; ya no confiáis en la justicia o magnanimidad de vuestros jueces, ya no creéis en promesas, en palabras ni en sonrisas. Habéis visto que la hipocresía se ha apoderado de los corazones y que ha establecido en la Tierra su reinado de mentiras, falsedades y engaños. 12. ¡Pobres pueblos! que llevan sobre sus hombros el trabajo como un fardo insoportable. Ese trabajo que ya no es aquella bendita ley por medio de la cual el hombre obtenía cuanto le era necesario para subsistir, sino que se ha convertido en una lucha desesperada y angustiosa para poder vivir. Y, ¿Qué obtienen los hombres a cambio de dejar su fuerza y su vida? Un remedo de pan, un cáliz de amargura. 13. En verdad os digo que no es ese el sustento que Yo deposité en la Tierra para vuestro deleite y conservación, ese es el pan de la discordia, de las vanidades, de los sentimientos inhumanos, en fin, es la prueba de la escasa o nula elevación espiritual de quienes os conducen por la vida humana. 14. Veo que os arrebatáis el pan los unos a los otros; que los ambiciosos no pueden ver que los demás posean algo, porque lo quisieran para sí; que los fuertes se apoderan del pan de los débiles y éstos se concretan a ver comer y gozar a los poderosos. 15. Entonces Yo pregunto: ¿Cuál es el adelanto moral de esta humanidad? ¿Cuál es el desarrollo de sus más nobles sentimientos? 16. En verdad os digo que la época en que el hombre vivió en cuevas y se cubría con piel, también se arrebataban de la boca el alimento los unos a los otros; también los más fuertes se llevaban la mayor parte; también el trabajo de los débiles fue en provecho de los que se imponían por la fuerza, también se mataban hombres con hombres, tribus con tribus y pueblos con pueblos. 17. ¿En dónde está la diferencia entre la humanidad de ahora y la humanidad de aquellos días? 18. Sí, ya sé que me diréis que habéis alcanzado muchos adelantos, ya sé que me hablaréis de vuestra civilización y de vuestra ciencia, mas entonces os diré: que todo ello es precisamente la máscara de hipocresía, tras de la cual escondéis la verdad de vuestros sentimientos y de vuestros impulsos todavía primitivos, porque no os habéis preocupado un poco por el desarrollo del espíritu, por cumplir con mi Ley. 19. Yo no os digo que no busquéis en la ciencia, no, por el contrario: buscad, analizad, creced y multiplicaos en saber y en inteligencia dentro de la vida material, pero tened caridad unos de otros, respetad los derechos sagrados de vuestros semejantes, comprended que no existe ley alguna que autorice al hombre para disponer de la vida de su hermano, en fin, humanidad, haced algo por aplicar a vuestra vida mi mandamiento máximo de: ¡amaos los unos a los otros! para que salgáis del estancamiento moral y espiritual en que estáis hundidos, y al caer de vuestra faz el velo de la mentira que le ha cubierto, surja vuestra luz, brille la sinceridad y se establezca en vuestra vida la verdad. Entonces sí podréis decir que habéis progresado. 20. Fortalecéos espiritualmente en la práctica de mis enseñanzas, para que en el futuro vuestras palabras estén siempre respaldadas por obras verdaderas de caridad, sabiduría, fraternidad. 21. Yo sé que en el fondo de vuestro corazón os estáis preguntando si cuando ya no escuchéis mi palabra tendréis la inspiración y la fuerza necesaria para levantaros a la lucha y no decaer en ella. 22. Os preguntáis si no perderéis la disposición o preparación que adquirís al escuchar mi palabra. 23. Vacilantes e inciertos os contemplo cuando pensáis en el día en que os hable por última vez, porque comprendéis que será llegada la hora en que comenzaréis a transformaros de discípulos en maestros, y os sentís incapaces de vivir sin mi palabra. 24. A todo ésto Yo os digo que, si supiese que sin estas manifestaciones os había de ser imposible sosteneros en vuestra lucha espiritual, no retendría mi palabra; pero sé que es necesario dar por terminado mi mensaje, a fin de que pronto vayáis dejando de pensar como discípulos o párvulos, para comenzar a pensar como maestros. 25. Comprended que no vais a pasar la vida encaminando vuestros pasos hacia estos lugares, en pos de deleite o de consuelo espiritual. Es necesario que entendáis que tendrá que llegar el instante en que vuestro espíritu habra de enseñar cuanto de Mí recibió, para adelanto de vuestros hermanos. 26. En verdad os digo que es necesario para vuestra espiritualidad que Yo cese de comunicarme en esta forma; una vez concluído mi mensaje, entonces os esforzaréis por perfeccionar vuestra oración y vuestro éxtasis, para sentir mi divina e invisible presencia y os esforzaréis también por afinar vuestros sentidos y facultades. 27. Mas vivid alerta, porque de entre vuestras filas surgirán hombres y mujeres negando que Yo haya dado fin a mi comunicación. Ellos esgrimirán muchos argumentos, diciendo que la vibración divina es eterna y que por lo tanto no es posible que Yo deje de hacerme sentir por el entendimiento humano; mas desde ahora os digo que sí es cierto que mi Espíritu vibra eternamente en los hombres, también es verdad que la forma en que me he comunicado por medio de estos portavoces no será eterna, puesto que no es la más perfecta, ya que Yo os estoy preparando para una comunicación de espíritu a Espíritu. 28. No debe durar más tiempo esta manifestación entre vosotros, para que no vayáis a hacer de ella una tradición, un hábito o un rito. Ni tampoco prestéis oído a quienes digan que la comunicación de Espíritu a espíritu les está reservada a las generaciones de un futuro muy distante. No, discípulos, ciertamente que la comunicación espiritual perfecta la alcanzaréis después de gran evolución, pero ello será mediante la práctica siempre ascendente de mi Doctrina. 29. Orad directamente hacia Mí, sin necesidad de intermediarios, ni palabras, símbolos, ritos o imágenes, ese será el principio de la comunicación de espíritu a Espíritu, puesto que vuestro ser interior y superior ha sido quien se ha elevado en busca mía. Vuestra voz espiritual me ha llamado y mi voz divina os responde. ¿Cómo recibe vuestro ser el mensaje de mi Espíritu? A través de los dones de intuición e inspiración, es decir, en forma sutil y espiritual. 30. ¿Verdad que esta forma de comunicación es más perfecta y espiritual que la que tenéis por medio de vuestros portavoces? Ahora bien, también os digo que vuestra comunicación espiritual tendrá su grado de perfección según sea vuestra preparación, como ha acontecido también con los portavoces y con las multitudes que les secundan en su preparación. 31. Id practicando la oración espiritual, para que desde ahora comprobéis su bondad y su verdad; id acostumbrándoos a buscar la inspiración y el desarrollo de vuestra intuición por medio de esa forma de oración. Entonces experimentaréis en vuestro entendimiento un torrente de luz que pugna por convertirse en expresiones humanas y en palabras, en sentimientos nobles y en buenas obras. 32. Desarrollada en esta forma la oración, que es el principio de la comunicación de espíritu a Espíritu, no tendréis más necesidad de portavoces que os trasmitan un mensaje divino, puesto que en lugar de encargar a otra persona que se prepare para recibir y transmitir aquella luz, será cada uno de vosotros el que se prepare para recibir directamente de su Padre y según los méritos que haya hecho ante El. 33. Discípulos: he sido Yo quien os ha revelado en este tiempo las facultades que poseéis, para que las fuéseis desarrollando bajo la dirección del mundo espiritual y así, cuando la comunicación de vuestros hermanos los consejeros espirituales terminase, ya vosotros estuviéseis preparados para dar buen cumplimiento a vuestra misión. 34. Ahora que recibís mis últimas lecciones, puesto que os halláis en el año de 1950, y que el mundo espiritual habrá de daros sus últimas comunicaciones, podréis daros cuenta de que este pueblo ha desaprovechado este tiempo de preparación y desarrollo. 35. ¡Cuántos de mis escogidos ni siquiera han dado el primer paso hacia esa preparación! ¿Qué harán cuando ya no tengan la facilidad de poder escuchar a su Maestro y a sus hermanos espirituales, como la han tenido durante tanto tiempo? 36. Muchos tendrán que llorar el tiempo perdido y se dirán a sí mismos: ¿Por qué no supimos estimar en todo su valor aquellos benditos instantes que el Padre concedió a su pueblo? ¿Qué mejor que haber iniciado el desarrollo de nuestros dones bajo la enseñanza del Maestro y el consejo y vigilancia del Mundo Espiritual? Pero ya será tarde, porque el día y la hora marcada por mi voluntad para dar fin a esta etapa de comunicaciones, no podrá hacerlas variar la voluntad del hombre. Entonces se iniciará una nueva etapa, y con ello, una nueva forma de desarrollar vuestros dones espirituales en forma más sencilla, más elevada y más espiritual. 37. A los que se han esforzado por aprovechar este tiempo les quedará una tranquilidad en el corazón y una paz en el espíritu, mas a quienes esperaron las últimas albas para despertar de su profundo sueño, verán con lágrimas en sus ojos ocultarse el ocaso del sol de mi palabra que alumbró este tiempo, sin haber sabido aprovechar su luz para empezar a sembrar la semilla de la espiritualidad. 38. El recuerdo de estos días lo mismo será grato para unos, que torturante para otros. A éstos últimos su conciencia les despertará a la realidad y reconocerán la trascendencia que tuvo para el mundo mi nueva Palabra. Esto hará que el amor por estudiar mi Obra, se despierte en sus corazones y que por medio de sus oraciones y de sus análisis sobre la palabra escrita, vayan paso a paso recuperando el tiempo perdido. 39. En verdad os digo que en todos aquellos en quienes el arrepentimiento sea muy profundo y el anhelo de espiritualidad llegue a ser muy grande, mi ayuda se manifestará plenamente y pronto podrán encontrarse entre los más adelantados. 40. Llegará el instante en que todos los que me escucharon en este tiempo,sientan la necesidad de dar testimonio de mi palabra. pues el mundo se os presentará como un inmenso campo sediento de agua y de simiente. Entonces reflexionad: ¿Qué tenéis ya en vuestro corazón para ofrecer a vuestros hermanos? ¿Cómo váis a dar testimonio de mi Verdad y a mostrar la grandeza de mi Obra? 41. Llegada la hora, en que los hombres os interroguen, os pidan pruebas y testimonios sobre lo que vísteis y oísteis de Mí, cada quién dará lo que tenga y por esos os digo desde ahora, que más vale que estéis preparados para que la hora de prueba no sorprenda a nadie. Ved que entonces, si os sorprendiesen durmiendo vuestros hermanos, despertaríais aturdidos, asombrados y en vuestras palabras habría inexactitudes y falsedades, porque no supísteis prepararos a tiempo y la precipitación os hizo cometer muchos errores. 42. No, pueblo amado, no quiero que los necesitados de luz os sorprendan hundidos entre tinieblas y por eso os hablo con toda claridad para que evitéis tropiezos en el futuro. 43. Siempre tened presente que todo tiempo puede ser propicio al desarrollo del espíritu y a la meditación. 44. ¿Acaso todos estos labriegos que conmigo han trabajado, no lo han hecho en medio de su lucha y de sus vicisitudes? Pero Yo les enseñé a sustraerse a cuanto les rodeaba para entregarse por completo, o sea en espíritu y en materia, a su misión, en los instantes de labores espirituales. 45. Tomad de Mí estas enseñanzas y no las olvidéis y tomad de vuestros hermanos ese ejemplo para que os fortalezcáis en él. 46. Si esperáis tiempos de paz para poder penetrar en el cumplimiento de vuestra misión, estáis en un error, porque esos tiempos de paz precisamente vendrán por el trabajo, la lucha, el esfuerzo y hasta el sacrificio de mi pueblo, 47. ¿Qué objeto tendría sembrar sobre un campo en pleno fruto? Si os he nombrado labriegos, es porque tenéis la misión de sembrar, y la semilla que os he confiado es la que os dará la paz deseada, lo que quiere decir que para recogerla, antes tendréis que sembrarla. 48. Aunque os consideréis muy pequeños, en verdad os digo que llegaréis a ser útiles a la humanidad, útiles espiritualmente, para ello es menester que os preparéis desde ahora. 49. No váis a llevar a otras naciones el don de facultad, ni el de portavoz, porque para entonces ya habrá pasado el tiempo de mi comunicación, pero llevaréis el caudal de inspiración y de sabiduría que en mi palabra os he ofrecido. 50. Para vuestra labor, será menester que quedéis unidos en mi Obra, formando una verdadera familia espiritual, mas ya lo sabéis todos que al finalizar el año de 1950, no habrá más manifestaciones en esta forma. Sin embargo, para aliciente y consuelo vuestro. Yo os afirmo que mi Espíritu estará siempre con vosotros y que sentiréis mi presencia más profundamente en vuestro ser. 51. Yo me inspiraré en vuestros pensamientos, me recrearé con vuestras reuniones, me haré sentir en vuestro corazón y en vuestro espíritu y me derramaré en caridad en muchas formas, premiando y alentando vuestra fe y espiritualidad. 52. Todo el que cumpla en esta forma mi voluntad, será un testigo fiel de mi palabra y su celo y obediencia para interpretar mis órdenes serán el cimiento firme donde construya su templo espiritual. Estos serán mis discípulos que extiendan por la Tierra mis enseñanzas. Mas si hubiese quienes después de 1950 persistiesen en que me sigo comunicando bajo esta forma, estarán engañando y su testimonio será falso, porque ninguno de mis discípulos ignora el día anunciado y señalado para mi última manifestación. 53. Yo he dado a este pueblo el tiempo suficiente para que acumulara luz espiritual que es sabiduría y es desarrollo de todas las potencias del espíritu, para que a mi partida, el pudiese quedar en el mundo como maestro. 54. Estableced desde ahora una comunicación espiritual con los demás pueblos de la humanidad, a fin de que vayáis preparando los caminos de quienes habrán de convertirse en mensajeros de mi palabra. Por medio de la oración podréis establecer esa comunicación espiritual que os estoy inspirando. 55. Cuando ya estéis dando cumplimiento a este consejo que en mi enseñanza de este día acabo de daros, procurad no pensar si en el momento de orar por determinado pueblo o nación, aquellos hermanos por quienes orásteis, sintieron o no se dieron cuenta de que alguien estaba pensando y orando por ellos; tampoco esperéis su respuesta en la misma forma, tened en cuenta que el día que los hombres se comuniquen a través del pensamiento, habrán dado el paso en firme hacia la Era de la comunicación de espíritu a Espíritu, y ahora apenas si comenzáis a tender esos hilos invisibles de fraternidad, de amor, de comprensión y aproximación espiritual. 56. Todo a su tiempo se cumplirá, porque todo lo que se ha profetizado ha tenido siempre una profunda razón de ser, aunque los hombres han dudado cuando aquel anuncio les ha sido revelado mucho tiempo antes de su cumplimiento. 57. Ya veís cómo las profecias de los tiempos pasados se han cumplido en su mayoría, confiad en que lo que ahora os he anunciado y prometido, también se cumplirá, la luz esplenderá. 58. Ved cómo un poder invisible se está manifestando en cada día en vuestro mundo. Sentid la presencia del tiempo del juicio entre los hombres, mirad cómo todo está siendo preparado para la batalla final, en la que todas las pasiones humanas que luchan contra el bien y la verdad, serán vencidas, quedando aniquiladas para dar paso a nuevos sentimientos y nuevos ideales. 59. La hoz de mi justicia viene a segar vuestros campos y os declaro en verdad y en espíritu que todo aquello que no tenga profundas raíces de bien, será cegado y todo aquello que esté de más, será quitado. 60. El tiempo en que el mal entorpece el desarrollo del bien, pasará, y aunque esa lucha siempre existirá mientras un espíritu habite en una carne humana, será el bien el que predomine y el que se imponga. 61. Haced méritos para pertenecer a ese mundo de luz que os anuncio. Dejad desde ahora una simiente que mañana dé buenos frutos. No penséis en que ya no seréis vosotros quienes podáis recoger y saborear aquellos frutos; apartad de vuestro corazón todo egoísmo y pensad que serán vuestros hijos por la sangre o vuestros hermanos por el espíritu quienes levantarán la cosecha de sus hermanos mayores, a quienes llamarán precursores y les bendecirán en sus oraciones. 62. Los hombres hablan de tiempos remotos, de antigüedad, de largos siglos y eras interminables, mas Yo siempre os miro pequeños. Yo veo que muy poco habéis crecido espiritualmente. Considero a vuestro mundo aún en su infancia, aunque a vosotros os parezca que habéis llegado a la madurez. 63. No, humanidad, mientras no sea el espíritu quien dé esas pruebas de madurez, de elevación, de perfeccionamiento, de adelanto y progreso en los distintos órdenes de vuestra vida, no pasaréis de presentarme obras humanas, sólo grandes en apariencia, pero sin consistencia moral, sin solidez por la falta de amor. 64. ¿Creéis que podré recibir de vosotros el fruto que me presentáis si Yo os llamase a responder en estos instantes? No, humanidad, nadie podría presentarme un fruto digno de Mí, algo que fuese una prueba del amor entre los hombres, de su armonía, de su fe en Mí, de su vida elevada por la práctica en el bien. 65. Yo no recibiré a unos para dejar de recibir a otros, Yo esperaré el tiempo para que me entreguéis el fruto de vuestra armonía. Esa será vuestra restitución en la Tierra. 66. ¿Me decís que me amáis? ¿Sostenéis que amáis la verdad y la justicia? Pues Yo os digo que si todos amáseis la verdad y la justicia no viviríais como vivís, distanciados por clases, por credos, por razas y costumbres. 67. Si amáseis la verdad y la justicia os amaríais los unos a los otros, procuraríais destruir las barreras, acortar las distancias y borrar las diferencias. 68. ¿Habéis hecho ésto? Bien lo sabéis que no, mas bien habéis luchado porque perduren esas diferencias, que haya fuertes y que haya débiles, ricos y pobres, poderosos y miserables, cultos e ignorantes, y esa mala semilla la encuentro en todas partes. 69. ¿Queréis que os reciba así, manchados con la envidia, con las vanidades y las bajas pasiones? 70. ¡Qué poco os habéis compenetrado del sentido de mi venida al mundo en aquel tiempo, cuando aparecí entre vosotros en cuanto hombre para declararos que todo el contenido de la Ley se resumía en dos máximas: el amor a Dios y el amor entre hermanos, porque esa es la esencia de la vida y el lazo divino que une a la familia de Dios! 71. ¿Véis cuán errados andáis cuando creéis encontraros con la plenitud de vuestra fuerza y de vuestro saber? Si aún no estáis convencidos de cuanto os he dicho, respondedme: ¿Todo lo que estáis creando con vuestra ciencia, es para la felicidad de vuestros semejantes, para la solución de sus problemas y para su bienestar? No podréis decirme que sí, porque mentiríais, ni podréis decirme que necesitáis exterminar la mala yerba para que pueda surgir un mundo mejor, porque mi Ley jamás ha autorizado al hombre para disponer de la vida de su hermano. 72. ¿Verdad que no es el amor el que inspira a vuestra ciencia en estos instantes? ¿Verdad que cuanto estáis preparando, es para satisfacer odios y ambiciones? Pues sometedlo al juicio de vuestra conciencia y veréis cómo ella os dice que las mayores obras de la humanidad, en este tiempo, no son una prueba de adelanto espiritual sino la negación de cuanto en aquel tiempo vine a enseñaros con mi palabra y con mi vida. 73. Soy vuestro Padre y menester es que os hable en esta forma. Yo no puedo engañaros ni quiero que viváis engañados; os voy a enviar este mensaje y voy a hacerlo llegar a todos, mas si por ser humilde la palabra y humilde también sus portadores no la creyéseis, los hechos, las pruebas, y los acontecimientos, llegarán a sorprenderos y entonces comprenderéis que había verdad en este mensaje, pero que no lo quisísteis escuchar ni tomar a tiempo. Nuevamente, como en los tiempos de Noé, los hombres se reirán de las profecías y sólo cuando sientan que las aguas ya cubren sus cuerpos, comenzarán a creer y arrepentirse. 74. Mi caridad ha venido siempre a deteneros en vuestra insensatez, mas nunca me habéis querido oir. Sodoma y Gomorra también fueron amonestadas para que penetrasen en temor y en arrepentimiento y evitasen su destrucción, mas no quisieron oir mi voz y perecieron. 75. También a Jerusalén la invité a orar y a volver al culto verdadero; pero su corazón incrédulo y carnal rechazó mi paternal advertencia y esperó que los hechos le revelasen la verdad. ¡Cuán amargos fueron aquellos días para Jerusalén! 76. ¿Véis cómo es verdad que siempre sois los mismos, porque no habéis querido dejar vuestra infancia espiritual para crecer y elevaros por el camino de la sabiduría que hay en mi palabra? 77. Os envío a todos este mensaje, que servirá de profecía, de despertar, de alerta a pueblos y naciones. Bienaventurados si creyéseis en su contenido. Meditad en su esencia, mas luego velad y orad, que si así hiciéseis, una luz interior os guiará y una fuerza superior os protejerá hasta poneros a salvo. 78. Hoy sois testigos de que a los hombres enfermos del entendimiento vengo a sanarles con el bálsamo de la verdad, de donde parte toda la sabiduría. 79. Falta que a todos estos conocimientos que de la vida humana habéis adquirido, unáis el conocimiento sobre la vida espiritual, porque mientras no tengáis una certeza sobre vuestro principio, sobre vuestro destino y vuestro fin, no os conoceréis, ni sabréis quiénes sois. 80. Dentro de lo humano sabéis qué día nacísteis, y también sabéis que tendréis que cavar la fosa cuando alguien ha dejado de vivir. Pero ¿Quién conoce el instante en que brotó de mi seno vuestro espíritu, la forma en que nace, la forma en que se encarna y cómo es su retorno al seno del que brotó? Algo, pero muy poco, ha habido quienes han presentido sin alcanzar a encontrar toda la verdad, es que el hombre por sí solo no podrá jamás penetrar en el Arcano. 81. Soy Yo, vuestro Maestro quien se acerca una vez más a los hombres en un tiempo de inquietud espiritual, de interrogaciones, de inconformidad ante lo que ha permanecido oculto en el misterio. 82. Yo vengo a esclarecer la verdad y a calmar la inquietud espiritual de los hombres; y vengo a contestar a sus preguntas; vengo a apartar esa angustia que experimenta ante su impotencia para hallar la verdad. También me acerco a decirles que mucho de lo que ven envuelto en misterio era algo que no supieron descubrir, por falta de preparación y de limpidez, pero que estaba concedido por Mí para que conocieran su fondo. 83. Si Yo prometí al mundo volver para esclarecer con mi luz los misterios y apartar las tinieblas de su entendimiento, éste es el tiempo propicio para mi retorno, en el que mi Espíritu abre nuevamente el libro de la sabiduría, para que en él encuentren los hombres cuanto les corresponda saber, cuanto les esté concedido por Mí. 84. Todo este pueblo me ha preguntado por qué elegí en este tiempo la forma espiritual para manifestarme ante los hombres, considerando que para ellos es una forma demasiado elevada y difícil de concebir y sentir. 85. Yo sé que ésto me lo dicen los hombres de ahora porque saben que en tiempo pasado me encarné, haciéndome humano, visible y tangible. Pero este pueblo no se ha puesto a meditar en que antes de que Yo viniese al mundo en cuanto hombre, Yo ya me había manifestado en Espíritu a los hombres, y me habían escuchado y me habían creído, mas nunca me pidieron que bajara al mundo para verme. 86. Yo tomé la forma humana porque era indispensable dejar un ejemplo perfecto y vivo de lo que es el cumplimiento en la Ley Divina y nadie más que Yo era el indicado para hacerlo, Yo, quien hizo la Ley, Yo quien habría de traeros la Ley explicada con palabras y obras que dieron forma a una doctrina. 87. Si en vez de elegir la forma humana para habitar entre vosotros hubiese tomado la forma de un ángel, los hombres se hubiesen sentido pequeños e incapaces para seguir mis pasos y hubiesen considerado mi palabra de imposible realización humana, por otra parte, no hubiéseis creído en un sacrificio mío por amor a vosotros. 88. Ahora bien, si en lugar de elegir una forma superior a la humana, hubiese Yo tomado la forma de un ave o de una planta, o me hubiese ocultado en una de tantas criaturas inferiores al hombre, no hubiéseis tomado como perfecta aquella manifestación, os hubiéseis sentido humillados al no haber sido escogidos como el medio para la elevación divina. 89. Ahora os digo que cualquiera forma que Yo tome para manifestarme es justa y es perfecta y que si no os habéis dado cuenta de que Yo estoy presente, manifiesto, tangible en todos los reinos de la Naturaleza, es porque no os habéis interesado en conocer el divino lenguaje. 90. Las Eras han pasado y sólo en parte han sido aprovechadas, por eso me aproximo a vosotros ahora para enseñaros la forma de reponer los tiempos perdidos. 91. Aquí tenéis a vuestro Maestro recordándoos que en el Segundo Tiempo me encarné en Jesús para hablaros de corazón a corazón y que también he venido a revelaros que puedo comunincarme a través del entendimiento del hombre, y que os estoy preparando para que os comuniquéis conmigo de espíritu a Espíritu. También os estoy enseñando a observar los elementos de la Naturaleza, en los que se manifiesta mi poder, mi sabiduría y mi justicia. En fin, discípulos, he venido a enseñaros el idioma espiritual para que escuchéis y entendáis mi voz, que os habla a cada paso, y que os enseña y os guía. 92. Es esta Doctrina la que proporcionará al hombre la espiritualidad que necesita para elevarse paso a paso, escalón por escalón, hacia la sabiduría espiritual donde encontrará su orígen, su esencia, su razón de ser y entonces será muy grande su amor hacia Mí y bendecirá a toda la vida y a cuanto existe y le rodea, porque en todo verá, escuchará y sentirá la presencia de su Padre Celestial. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 326 01. Empezáis a escuchar mi palabra y vuestros ojos se convierten en un manantial inagotable de lágrimas. ¿Por qué lloráis, pueblo? No siempre sabéis la causa, a veces es porque la lucha ha sido cruenta; a veces por que la vida os ha azotado con ingratitudes, desengaños, fracasos, enfermedades o lutos; pero hay ocasiones en que sin tener ninguno de esos motivos, lloráis mucho al estarme escuchando. 02. Yo sé el por qué de ese llanto sin motivo aparente, Yo conozco su origen; es vuestro espíritu el que llora y a través de la carne lo manifiesta con lágrimas. Cada lágrima es un caudal de ternura contenida, de dolor por sentirse cautivo, de arrepentimiento por los errores cometidos, de pena por haber debilitado, de tristeza por el tiempo perdido. 03. ¿Qué sabe de todo ésto la materia? Por eso es que muchas veces habéis creído que llorásteis sin motivo. 04. Me preguntáis si es una falta llorar delante de Mí. En verdad os digo, quien no experimentase esa necesidad de desahogar una pena o de expresar una suprema alegría, es que en lugar de corazón tiene una piedra, porque no siente en ninguna forma mi presencia. 05. Llorad, pueblo amado, porque también el llanto es un medio que he otorgado al hombre para que se purifique y se libre del fardo que le agobia. Ved como después os sentís más libres, más ligeros y limpios para reanudar la jornada. 06. Vuestro espíritu necesita de esa purificación para hacerse digno de poseer la misión que le está reservada y necesita descargarse del peso que a través de los tiempos se ha ido acumulando en él, porque una nueva lucha le espera, lucha que tendrá que empezar sin sentir fatiga alguna. 07. ¡Sí, discípulos! El llanto en los instantes de vuestra meditación es prueba de sincera emoción y cada lágrima es más elocuente que mil palabras, de las más hermosas y expresivas de vuestro idioma. Pero no en todos se manifiesta por medio de lágrimas el llanto del espíritu, el arrepentimiento o el gozo. En muchos de mis hijos ese sentimiento es interior, oculto, callado, visible sólo para Mí. Ellos parecerán insensibles o impasibles; pero su corazón es tanto o más sensible que quienes exteriorizan sus sentimientos. 08. Cuando todos hayáis comprendido y estéis viviendo la espiritualidad, también guardaréis vuestras sensaciones espirituales, sin hacer ostentación delante de vuestros hermanos, comprendiendo que ante quien debéis confesaros, arrepentiros y purificaros, es ante vuestro Padre y a El lo llevaréis dentro de vuestro ser. 09. Por ahora párvulos y discípulos amados, lo importante es que vuestro corazón comience a sentir la vibración del espíritu en vuestro ser, a comprender la necesidad de purificarse, para aceptar el cáliz de amargura cuando llegue a vuestros labios, y que lo mismo será benéfico espiritualmente manifestándose exteriormente, que palpitando oculto en el fondo de vuestro ser. 10. Un mundo os aguarda, una humanidad os espera, y es por eso que debéis buscar vuestra purificación, a fin de que cuando quedéis frente al camino, convertidos en misioneros de este mensaje espiritual, no vayan a mezclarse en vuestro corazón las virtudes con los defectos, porque os veréis traicionados a cada paso por vosotros mismos. Desearéis ser sinceros y la hipocresía surgirá para traicionaros; desearéis ser caritativos y el egoísmo de vuestro corazón se interpondrá. Por eso os digo que vuestra purificación tendrá que ser verdadera, para haceros dignos de poseer esta misión espiritual; mas nadie como vuestra conciencia para hacer que esa purificación interior vaya siendo firme, verdadera, como un fruto maduro, a través de la reflexión, de la experiencia, de la meditación y el ejercicio de mis enseñanzas. 11. ¿Imagináis la dicha que experimentará vuestro corazón, cuando al hablar a vuestros hermanos de lo que os revelé en este tiempo, les miréis llorar en silencio, con un llanto que no sólo será de la carne sino también del espíritu, sediento de ternura? 12. Cada vez que mi palbra sea pronunciada por vuestros labios preparados previamente por la oración e inspirados en mi caridad, mi esencia estará viva y mi palabra palpitante, por lo que os digo que ella producirá a través de vuestros labios el mismo efecto que produjo en los corazones de las multitudes cuando fue trasmitida por meditación del portavoz. 13. Discípulos: la palabra que en este tiempo os he dado, no debéis tomarla como el fundamento para una nueva religión, porque ella es sólo la explicación de la ley que desde los primeros tiempos os revelé. 14. Pensad que si se tratase de una religión, estaría destinada solamente a quienes la profesasen, pero siendo ella la luz infinita de Dios, brilla sobre todos, desciende sobre todos a iluminar los caminos de la humanidad, sin distinción de pueblos, razas, lenguas o credos. 15. Mi Ley es el altar ante el que todos tendrán que venir a adorar a su Señor; doquiera que exista un hombre ahí estará el altar en lo elevado de su espíritu, esperando su tributo y su ofrenda de amor. 16. Comprended, discípulos. Lo que quiero daros a entender es que todo aquel que reciba esta enseñanza, deberá también unirse e identificarse espiritualmente con todos, sin que la diferencia exterior de los diversos cultos, sea el obstáculo que os impida reconocer y amar a vuestros semejantes como hermanos en Mí. 17. Si así llegáseis a sentir, habréis asimilado mi lección y podréis en los duros días de prueba que se avecinan, repartir y participar de vuestros dones sin distinguir a ninguno de vuestros hermanos. 18. No vengo a pedir a los hombres la unificación de costumbres, de leyes materiales o de conocimientos sobre ciencias que al fin y al cabo llegará el día en que la conveniencia haga que los pueblos se unan. Lo que vengo a inspiraros es la armonía espiritual, la unión de pensamientos; que toda la humanidad llegue a conocer y a practicar la oración espiritual en la que todos podréis elevaros interiormente y recibir directamente de mi Espíritu el pan de vida eterna. 19. Muchas religiones existen en la Tierra y en su mayoría, están cimentadas sobre la fe en Cristo; sin embargo no se aman las unas a las otras ni se reconocen entre sí como discípulos del Divino Maestro. 20. ¿No creéis que si unas y otras hubiesen comprendido mi Doctrina la hubiesen aplicado a la práctica llevando a la reconciliación y a la paz a los pueblos? Pero no ha sido así. Todas ellas se han mantenido distanciadas unas de otras, distanciando y dividiendo espiritualmente a los hombres, quienes se ven como enemigos o como extraños. Cada quien busca medios y argumentos para demostrar a los demás que él es el poseedor de la verdad y que los demás están equivocados; pero ninguno tiene la fuerza ni el valor para luchar por la unificación de todos, ni tiene la buena fe para descubrir que en cada creencia y en cada culto existe algo de verdad. 21. Espiritualidad es lo que espero del mundo, ante Mí no tiene ninguna importancia los nombres con que cada religión o secta se distingue, ni el mayor o menor esplendor de sus ritos y cultos externos, eso sólo llega a los sentidos humanos, mas no a mi Espíritu. 22. Yo espero de los hombres la espiritualidad, porque ella quiere decir elevación de la vida, ideal de perfeccionamiento, amor al bien, culto a la verdad, práctica de la caridad, armonía consigo mismo, que es armonía con los demás y por lo tanto con Dios. 23. Estoy dando el riego que preparará las tierras donde brotará y fructificará mañana mi semilla. Ahora parece imposible que este mundo pueda transformarse material y espiritualmente en vista de lo que el mal ha arraigado en el corazón de esta humanidad, mas Yo os digo que no pasará mucho tiempo para que veáis el principio de la transformación espiritual de vuestros pueblos. 24. ¿Quién hubiese creído en aquel tiempo que en la Roma pagana, pecadora y sensual, ciudad donde la vida era una constante orgía de vicios y placeres, de pecados y crímenes, había de encenderse antes que en ningún otro pueblo, la fe en la palabra de amor a Cristo? Y sin embargo, así fue. 25. Tuvo primero que pecar mucho Roma y que llegar al cansancio y al hastío para encontrarse a punto de recibir en su corazón la semilla de mi palabra, mas cuando ella llegó, aquellos corazones fatigados de placer y destrozados por el desengaño y el dolor, se abrieron al contacto de la esencia de mi mensaje, como se abren las corolas marchitas de las flores, cuando la brisa desciende a acariciarlas. 26. El corazón latió con fuerza y el espíritu de aquel pueblo se estremeció. Sus pecados le fueron perdonados en gracia a su fe y a su valor para responder a mi llamado. 27. Valor y sacrificio necesitó aquel pueblo para poder hacer valer su fe y su amor a la verdad que había llegado a iluminar su corazón, mas supieron ser fuertes hombres y mujeres, así fuesen ancianos, jóvenes o niños. 28. ¿Comprendéis, discípulos? Pues comparad a aquel imperio de vanidades, de vicios y de amor al mundo, con esta humanidad de ahora y presentiréis que también ella, hastiada y cansada de vanidades y enferma de pecar, va aproximándose al día en que su espíritu sea sorprendido con el soplo de la brisa divina que vendrá a despertarle, brisa precursora del rocío que apagará la sed espiritual que le devora y que será la preparación para que más tarde descienda la semilla de la espiritualidad en todos los corazones. 29. Cuántas veces en vuestro corazón me habéis preguntado por qué nunca os he presentado con toda claridad la vida espiritual, y os digo: que si aquella vida la palpáseis a través de vuestros sentidos materiales, jamás haríais el menor esfuerzo por lograr alguna espiritualidad, jamás desarrollaríais vuestros dones y facultadaes espirituales, ni procuraríais hacer méritos por merecer mis revelaciones. 30. Entre vosotros y el valle espiritual, hay un velo que no permite a nadie profanar la pureza de aquel santuario y sólo le es concedido traspasar aquellos umbrales a quien llega hasta ellos revestido de respeto y de humildad, de pureza y noble ideal, de amor y verdadera fe. 31. Os digo verdadera fe, porque hay fe aparente inspirada en algo imaginario, en algo que por ser falso desaparece y se apaga en cuanto se conoce la verdad. 32. Son muchos los que han tratado de imaginar la vida espiritual para poder creer en ella. Grandes y pequeños, ignorantes y cultos, todos han querido saber cómo es el Cielo, cómo es Dios, qué forma tienen los seres espirituales, cómo es la luz y la existencia en aquel mundo. Entonces han imaginado más allá de los astros un hermoso valle, un majestuoso palacio, un trono y en él sentado a Dios, en forma humana. A los seres espirituales también les habéis atribuído forma humana y les habéis imaginado volando como aves, para trasladarse de un punto a otro. Todo aquello lo miráis lleno de luz, una luz semejante a la que tenéis en la Tierra, todo brillando como el oro y adornado con lo más bello que conocéis en el mundo material: cantos celestiales y músicas divinas llenando el espacio, mientras millones de seres adoran eternamente al Señor, siempre en hinojos delante de su trono, alabándole y ofreciéndole incienso. 33. Así es concebida la vida espiritual por la imaginación de muchos hombres y una vez forjada en su mente aquella imagen, han creído que así es; que así debe ser y en ello han puesto su fe. 34. ¿Qué será de ellos cuando conozcan esta enseñanza y sepan que lo que habían imaginado no corresponde a la realidad? Unos abrirán al instante sus ojos a la luz de la verdad, reconociendo los errores creados por su materialismo. Otros se confundirán y negarán la verdad de mis revelaciones. 35. Yo sólo os digo que es necesario que apartéis de vuestra mente cuantas imágenes habéis forjado sobre la vida espiritual, porque ni Dios tiene forma de hombre, ni está en un trono como están los reyes de la Tierra, ni está el Cielo situado más allá de los astros, ni su luz es como la del Sol, ni los espíritus tienen forma humana. Todo es diferente de lo que habéis imaginado, en tal forma, que aunque os explicase cómo es en realidad la vida espiritual, no lo entenderíais, porque hasta vuestro idioma sería incapaz de expresar la verdad, la grandeza infinita, la belleza y la perfección de lo eterno. 36. ¿Podríais decirme qué forma o volumen tiene la conciencia? ¿Podríais decirme, de que forma es el amor o la inteligencia? No, Maestro me decís. Pues así como no tiene forma la conciencia, ni la inteligencia, ni el amor, tampoco podéis comparar las cosas terrenales con las de la vida espiritual. Sin embargo, nada hay más bello en los atributos del espíritu, que es un conjunto de dones y virtudes que no necesitan de forma alguna para poder existir. 37. Dios no tiene forma, porque si la tuviese, sería un ser limitado como lo es el humano y entonces ya no sería Dios. Su trono es la perfección, la justicia, el amor, la sabiduría, la fuerza creadora, la eternidad. 38. El Cielo es la felicidad suprema a que llega un espíritu por el camino de su perfeccionamiento, hasta elevarse tanto en sabiduría y amor que alcance un estado de pureza, a donde no llega el pecado ni el dolor. 39. En algunas ocasiones mis profetas al hablar de la vida espiritaul, lo hicieron a través de formas humanas y de objetos conocidos por vosotros. 40. Los profetas vieron tronos semejantes a los de los reyes de la Tierra, libros, seres con forma humana; palacios con cortinajes, candelabros, el cordero y muchas figuras más. Pero ahora debéis comprender que todo ello sólo encerraba un significado, un símbolo, un sentido divino, una revelación que tuvo que ser expresada a vosotros bajo una forma alegórica, ya que no os encontrábais capacitados para comprender otra más elevada. 41. Ya es tiempo que interpretéis justamente el contenido de todas mis parábolas y enseñanzas que por medio de símbolos os he revelado, para que el significado penetre en vuestro espíritu y la forma simbólica desaparezca. 42. Cuando lleguéis a este conocimiento, vuestra fe será verdadera, puesto que la habréis cimentado en la verdad. 43. Humanidad: Vengo a profetizaros en mi palabra un mundo mejor que el que vivís, precisamente cuando vuestro corazón haya lavado su impureza en la sangre que derramé en la cruz, sangre que fue la representación del divino amor, del supremo perdón y de la redención de todos los hombres. 44. Vosotros, incrédulos y escépticos, no podéis creer en un mundo de justicia, ni alcanzáis a concebir una vida de amor y virtud en vuestra Tierra. En una palabra: No os creéis capaces de nada bueno ni tenéis fe en vosotros mismos. 45. Yo sí creo en vosotros, conozco la simiente que hay en cada hijo mío, porque Yo lo formé, porque le dí vida con mi amor. 46. Yo sí espero del hombre, sí creo en su salvación, en su dignificación y en su elevación, porque al crearlo, lo destiné a que reinase en la Tierra, formando en ella una morada de amor y de paz, y a que su espíritu se forjase en la lucha para llegar por méritos a habitar en la luz del Reino de Perfeccionamiento, el cual le pertenece por herencia eterna. 47. Esta Tierra, a la que llamáis valle de lágrimas o destierro, fue preparada con infinito amor por Mí, para ofrecerla a los hijos que habían de habitarla. Todo en ella rebosaba vida, abundancia, bendición y deleite para quienes vendrían a poseerla. Nada había en ella que hubiese sido creado para causar dolor al hombre, muy por el contrario, todo fue dispuesto en tal forma, que cuando la humanidad con sus errores se causase daño, ella misma encontrase a su paso y por doquiera los medios necesarios para remediar sus penas y para triunfar de sus vicisitudes. 48. Han pasado muchos siglos sobre el hombre en la Tierra y aún no ha sabido ser feliz en ella ¿Por qué? Sencillamente porque él ha querido encontrar esa felicidad sin buscarla en el sendero verdadero que es el camino que traza mi Ley, Ley de amor y justicia, de armonía y pureza. 49. ¿Por ventura creéis que sea indispensable sufrir en la Tierra para merecer el Cielo? No, humanidad, lo único que lográis con el sufrimiento es cierta purificación, porque la verdadera y absoluta pureza del espíritu se logra por medio del amor, que os inspira mi Ley. 50. ¿Qué mérito tiene que algunos que han sufrido mucho en la Tierra, por ese motivo vivan deseando llegar al Cielo? Es natural que si ven que el mundo ya nada tiene que ofrecerles piensen en la vida espiritual. Mérito verdadero es el de aquel que teniéndolo todo en el mundo, en cualquier instante estuviese presto a renunciar a sus posesiones y comodidades, porque entonces sí estaría demostrando su elevación espiritual y testificando que el Cielo o la Gloria, no es el lugar determinado creado por la imaginación de los hombres a través de los tiempos y las edades, sino un estado del espíritu que puede comenzar a vivir, a experimentar y gozar desde su vida humana, estado que irá siendo más puro y perfecto a medida que el espíritu vaya ascendiendo por la escala que le conduce, desde el mundo material, hasta la cumbre de la vida espiritual. 51. Si Yo supiese que vuestro destino no es tan alto no os hablaría en esta forma, como tampoco hubiese enviado mi Ley, ni os hubiese entregado mi vida si hubiese sabido que nunca os redimiríais en ella. 52. El hecho de haber buscado la forma de comunicarme con los hombres en tres eras, es porque sabía que al final de los tiempos os elevaríais sobre las pasiones, la carnalidad y las miserias humanas, viviendo una vida noble, plena de altas inspiraciones, llena de obras reveladoras de vuestra madurez espiritual. 53. ¿Creéis que cuando los hombres vivan de tal modo, sientan hambre y sed de justicia, o tengan necesidad de jueces y gobiernos que les guíen en el mundo y les juzguen y sancionen sus actos? ¿Creéis que en un mundo donde exista la fraternidad y la justicia, pueda haber guerras, miseria o dolor? No, humanidad, ya entonces veréis cómo esta Tierra sólo puede brindaros calor y vida, sustento y bienestar, sabiduría y felicidad, una felicidad que aunque no en su más alto grado, porque esa sólo se conoce al llegar a la altura de la perfección, sí una dicha que compense con justicia a quienes luchen por perseverar en la verdad. 54. Hacia allá camináis todos, hacia esa vida de serenidad y de paz, no hacia el abismo o a la muerte, como cree presentir vuestro corazón. Cierto es que aún tendréis que beber mucha amargura antes de que el tiempo de vuestra espiritualidad llegue; pero no será la muerte, ni la guerra, ni la peste, ni el hambre, las que detengan el curso de la vida, ni la evolución espiritual de esta humanidad. Yo soy más fuerte que la muerte, y por lo tanto, Yo os devolveré a la vida si murieseis y os haré tornar a la Tierra cuando fuere necesario. Todavía tengo mucho que revelaros, humanidad amada. Todavía guarda muchas sorpresas mi arcano. 55. La Naturaleza os reserva muchas enseñanzas y la Tierra no os ha dado aún cuanto lleva en su seno. 56. Sois carne frágil y sensible al dolor, sois débiles y pequeños y por eso tengo misericordia de vosotros. 57. La lucha del espíritu a través de la materia, es muy grande, pero es precisamente allí donde él se forja, donde hace sus méritos y donde es probado. 58. Mi divina enseñanza no sólo está destinada al espíritu, no, también ella tiene que llegar al corazón humano para que tanto la parte espiritual como la corporal lleguen a armonizar. 59. La palabra divina está destinada a iluminar el entendimiento y a sensibilizar el corazón del hombre, y la esencia que existe en esa palabra está destinada a alimentar y a elevar al espíritu. 60. Para que la vida del hombre sea completa, necesita ineludiblemente del pan espiritual, al igual que trabaja y lucha por el sustento material. 61. "No sólo de pan vive el hombre", os dije en aquel Segundo Tiempo y mi palabra está en pie, porque nunca podrá la humanidad prescindir del alimento espiritual, sin que le sorprendan en la Tierra las enfermedades, el dolor, las tinieblas, las calamidades, la miseria y la muerte. 62. Podrán decir los materialistas que ya la humanidad está viviendo sólo de lo que la Tierra y la Naturaleza le ofrece, sin necesidad de ir en busca de algo espiritual que le sustente, que le fortalezca a través de su jornada, pero debo deciros que esa no es una vida perfecta ni completa, sino una existencia a la que le falta lo esencial, como es la espiritualidad. 63. Espiritualidad no quiere decir misticismo, ni implica la práctica de algún rito, ni es tampoco un culto externo. 64. Espiritualidad significa desarrollo de todas las facultades del hombre, así las que corresponden a su parte humana, tanto las que vibran más allá de los sentidos del cuerpo y que son las potencias, atributos, facultades y sentidos del espíritu. 65. Espiritualidad es la aplicación justa y buena de todos los dones que el hombre posee. 66. Espiritualidad es la armonía con todo cuanto os rodea. 67. La necesidad de alimentarse espiritualmente es cada vez mayor en el hombre, pero éste procura por todos los medios posibles satisfacerse con lo que posee en el mundo. 68. Esa necesidad, a medida que el espíritu vaya evolucionando, tendrá que irse sintiendo más grande cada día, hasta alcanzar los rasgos de una sed y un hambre infinitos; hasta experimentar desesperación y angustia, como aquellas que siente el peregrino extraviado en medio de un desierto calcinante y árido; como las que siente el náufrago perdido en una isla solitaria. 69. Y un día, cuando menos lo piense la humanidad, se despertarán los pueblos clamando justicia, luz, verdad y amor, cansados los hombres de tanto pecado y tanta falsedad, comprendiendo que en su vida ha existido un inmenso vacío que nunca lograron llenar y un hambre que nunca pudieron calmar. 70. Cierto es que millares y millares de hombres y mujeres profesan un culto y procuran a través de sus diversas religiones alimentar a su espíritu; pero es tan poco lo que hacen y es tan imperfecto, que apenas si llega al corazón a través de los sentidos, porque al espíritu no alcanza a llegar, ya que el espíritu sólo puede comer pan espiritual y beber vino que sea esencia divina. 71. Cuando los hombres que buscan la luz a través de ceremonias y actos litúrgicos, prescindan de todo rito y de todo culto exterior, al instante verán surgir ante ellos, en plenitud, la luz de la verdad, como un cesto milagros de panes y de peces, que se desborda inagotable ante la avidez de las muchedumbres. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 327 01. El espíritu de Elías ha ido delante de vosotros tocando con luz y con amor a vuestro espíritu, preparando el momento y el camino de vosotros. Es Elías en el paso de cada una de sus ovejas como una espada, como un escudo que os ayuda a vencer los múltiples obstáculos, las tentaciones que se interponen en vuestro camino, y aquel que le sabe sentir, que le invoca y le busca como la oveja perdida busca a su pastor, siempre le encuentra, siempre es oído y atendido en su lamento, en su súplica. 02. Muchas veces os preguntáis: ¿Por qué si en el fondo de mi corazón vive el anhelo de seguir al Maestro, me detienen tantos obstáculos para llegar a El y para servirle? Entonces se eleva vuestro espíritu en oración, que es invocación de ayuda divina y en ese instante Elías, que tiene el mandato de Dios para velar por el rebaño en el Tercer Tiempo, acude presuroso, se presenta en vuestro camino y os ayuda a vencer la dificultad. Entonces levantáis triunfantes vuestra frente y dais gracias al Padre, y la lamparita de vuestra fe se vuelve a encender y seguís caminando en el sendero con paz y conianza en Mí. 03. De cierto el Maestro os dice: He preparado un Reino de paz y de perfección, para todo espíritu, mas a ese Reino que Yo he preparado se opone otro reino: el mundo. Si mi reinado se conquista por medio de la humildad, del amor y de la virtud, el otro reino, para poseerse, precisa del orgullo, de la ambición, de la soberbia, de la codicia, el egoismo y el mal. En todo tiempo se ha opuesto el mundo a mi Reino. En todo tiempo los que me siguen, han sido perturbados en su camino, han sido tentados, ya por influencias visibles como por fuerzas invisibles. No es éste el único tiempo en que vosotros pisáis sobre espinos para llegar a Mí; no es la primera vez que vuestro espíritu tropieza para alcanzar mi presencia; en todo tiempo habéis llevado la lucha en lo más íntimo de vuestro ser; la inspiración de mi Espíritu, haciendo luz en vuestro interior ha entablado batalla con las tinieblas, con las falsas luces, con las falsas virtudes, con la materia, con todo lo superfluo, con toda la grandeza falsa de este mundo. 04. Vuestro espíritu ha escrito su historia y su jornada en el libro de los Siete Sellos, ahí están anotados por Mí todos vuestros actos, cada uno de vuestros pasos, pensamientos y palabras. Los grandes hechos de vuestro espíritu, las grandes vicisitudes y jornadas, sus grandes pruebas, sus cálices de amrgura; todo está escrito ahí en verdad. Mucho ha vivido vuestro espíritu, pero vuestra carne no lo sabe. Si vuestra materia ha olvidado los primeros pasos de vuestra infancia, ¿cómo ha de conocer la evolución de vuestro espíritu a través de su larga jornada? Cuán poco ha podido revelar el espíritu a su materia, todavía no os lo he concedido por vuestra falta de evolución. 05. Tiempos llegarán en que la mente y el corazón humanos purificados, acrisolados en la espiritualidad, sepan recibir por intución la voz de su propio espíritu; sepan recibir con claridad y pureza, toda revelación que el espíritu haga a su envoltura. 06. Hoy todavía no alcanzáis a contemplar el pasado de vuestro espíritu a través de vuestra vida humana, sin embargo, el Padre viene a deciros: ¡Cuán larga ha sido vuestra jornada! ¿Cuánto ha luchado vuestro espíritu por sostenerse en el camino! ¿Cuánto se ha herido en los espinos de la vida y cuántos tramos de vuestro sendero han quedado marcados con la huella de sangre devuestros pasos! Mas a pesar de toda prueba y de toda vicisitud, seguís en pos del Padre, en pos de vuestro Maestro, a quien amáis; en pos de Dios que es Fuente de luz y de consuelo para vuestro espíritu. Y aún ahora en el Tercer Tiempo, para seguirme, encontráis las dificultades, tropezáis con las vicisitudes y a las unas las llamáis pruebas y a las otras les llamáis tentaciones. Y si tanto me amáis, y si tanto queréis seguirme en el camino y llegar a Mí ¿por qué vuestro Padre permite que así seáis probados y tentados? Porque de cierto os digo que el camino que conduce a Mí es estrecho y en esa estrechez hay penalidades. Es estrecho como la calle de la amargura, tiene sus caídas, tiene sus abrojos, muchas incomprensiones e ingratitudes y todos los dolores de la vida. 07. Mas para llegar a ese Reino de Perfección, solamente por ese camino se llega. El camino ancho conduce al reino del mundo y del pecado. 08. Mi Reino es fuerte y poderoso y si he permitido que delante de mi fuerza y de mi poder, se levante otro poder, el del mal, es para demostrar el mío, es para que vosotros palpéis y contempléis ante la impostura, ante las tinieblas, la fuerza de mi luz y de mi verdad; es para que vosotros veáis que ese reino de tinieblas, de perturbaciones y de pruebas, con tener gran poder, es mi instrumento y de él me sirvo, en verdad. 09. Si Yo os pruebo, no es para deteneros en el sendero de evolución, porque Yo espero vuestra llegada a mi Reino; pero quiero que lleguéis a Mí victoriosos después de los combates, fuertes después de la lucha, llenos de luz de la experiencia espiritual después de la larga jornada, llenos de méritos en el espíritu, para que podáis levantar humildemente vuestra faz y contemplar al Padre en el instante en que El se acerque para posar su ósculo divino en vosotros, un ósculo que encierra toda la dicha y todas las perfecciones para vuestro espíritu. 10. Para poder vencer en todas las pruebas, haced lo que el Maestro os ha enseñado: Velad y orad, para que siempre vuestros ojos estén alertas y no seis sorprendidos por la tentación. Mirad que el mal tiene gran sutileza para probaros, para haceros caer, para venceros y aprovecharse de vuestra debilidad. Sed perspicaces, para que sepáis descubrirlo cuando os aceche, porque si habéis tenido grandes pruebas y tentaciones en las que habéis vencido para poderme seguir en este tiempo, en el presente año, muy grandes pruebas y tentaciones tendréis. La lucha en vuestro interior es grande, la lucha en el seno de la humanidad es grande; la lucha espiritual en todo el Universo es muy grande también. Es el tiempo decisivo para mi reinado, para mi justicia, para mi poder; y los que están conmigo ahora, los que han aprendido de mi palabra, los que se estan fortaleciendo en Mí, deben conocer y comprender todo para poder vencer, para poder salir avante en las grandes pruebas que se acercan para los hombres. 11. Yo os enseño a velar y a orar, no solamente por vosotros, sino también por los demás, para que seáis como profetas espirituales que, con vuestra oración, trasmitáis intuición a vuestros hermanos, que les hagáis presentir los peligros, las tentaciones; que con ello podáis evitar las grandes y malas determinaciones de la humanidad. Incomprensible es para algunos, imposible para otros, pero os digo: Es lo que el Espíritu Santo ha traído en el Tercer Tiempo a sus discípulos: la espiritualidad, el desarrollo del espíritu por medio de la Doctrina Espiritualista; para elevarse, para encontrar su horizonte espiritual, su campo propicio para germinar, para encontrar la escala: para que él, elevándose, encuentre siempre la presencia del Maestro, la escala en la cual se afirme y encamine hacia la perfección. 12. En este tiempo cuando hice el llamado a cada uno de vosotros, cúan pocos sintieron al primer toque la iluminación interior; cúan pocos fueron los que confesaron que su espíritu presentía el milagro, que su espíritu sentía que el cumplimiento de la promesa divina se iba a realizar en él: la vuelta del Maestro; y cuántos caísteis en las redes de la duda y la reaciedad. 13. Otros, ya para levantarse en pos de mi palabra y mi presencia, érais llamados por los festines, por los placeres, por los amores y afectos de la Tierra, por vuestros intereses humanos y el Maestro se quedaba en espera devosotros. Pero al fin, con mi ayuda, vuestro espirítu venció y llegó ante Mí para convencerse de mi presencia, de que lo imposible era posible, de que mi promesa se hacía realidad. 14. Si fuísteis probados cuando erais débiles, ¡Cuánto no lo seréis ahora que sois los fuertes! 15. ¿Permitirá el Padre que grandes turbaciones o tentaciones se acerquen a sus discípulos? De cierto os digo: Sí lo voy a permitir, mas no con la intención de contemplaros vencidos por la tentación en dichas pruebas, no, sino para que vosotros convirtáis las tinieblas en luz y venciendo a vuestros enemigos, los convirtáis en amigos y hermanos; para que vosotros también levantándoos sobre los pecados de los hombres, dejéis huellas de bien y de virtud, convirtáis a los hombres en buenos; por eso permitiré que las pruebas vengan a vosotros. Ya os he enseñado cómo podéis salir avante: Velando, orando y poniendo en práctica mi Doctrina. 16. ¿Cómo serán esas pruebas que vengan a vosotros y que prestas están a llegar? En múltiples formas; algunas de ellas ya las habéis pasado, otras las estáis viviendo y otras más tarde vendrán. No haya tristeza ni cobardía en vuestro espíritu. Así como cada día trae para vosotros una satisfacción y un pan, cada día os trae también una pena. Tomad estas pruebas como grandes lecciones que la vida os da, en las cuales debéis aplicar mis enseñanzas. Desde el párvulo hasta el más adelantado, todos tendréis pruebas en el camino y desde ahora os prevengo que quiero que estéis despiertos. No deseo que ninguno de vosotros sucumba ante tales pruebas. Si alguno llega a tropezar, a su lado estará siempre una mano amiga, una mano hermana que se levante en el sendero; si alguno duerme y en su sueño es sorprendido, llegad oportunamente a aquél que esté dormido y despertadlo. Si el sueño es profundo y no despierta, el que está despierto, que sea el centinela del que se ha aletargado. 17. Así os enseño, así os preparo y os dejo dispuestos a toda reconciliación para que sepáis perdonar también. 18. Mirad, pueblo, muchas pruebas que hace tiempo habéis tenido y las cuales felizmente pasásteis por amor a mi causa, no sabéis si al presentarse nuevamente en vuestro camino, os ocasionen desesperación. No sabéis si las enfermedades o la escasez de lo necesario para vuestra vida, os hagan por momentos dudar de mi caridad, dudar de vuestra preparación. 19. De todo ello os hablo, porque la tentación usará de todas sus artes, de todas sus fuerzas, para tocar a mis discípulos. Mis discípulos, que no se encuentran sólo dentro del Espiritualismo, porque ellos están en todo el Universo, Yo les contemplo dispersos aunque escasos, pero doquier están, porque Yo les he enviado. Ellos serán buscados para probar su espíritu, en su virtud, en su amor a Mí, en su amor a los demás, para doblegarlo, para ofrecerle las riquezas de este mundo, las grandezas terrestres, temporales, el brillo de la gloria y de la greandeza material. Pero así como os prevengo a vosotros por el entendimiento del hombre, Yo prevengo a todos esos discípulos, a través de revelaciones y por intución. 20. ¡Alerta, os dice el Maestro! Si con pruebas en la vida humana vais a ser tocados y en ellas mucho vais a vencer, vendrán otras pruebas también para el espíritu. Se acerca a su final 1950 y todos aquellos que no se han preparado dentro de este mi pueblo tendrán a mis portavoces a mi Mundo Espiritual, a los guías y a los labriegos también. 21. Se levantarán muchos con la inconformidad de la partida de mi palbra; todos aquellos que se sienten incapaces de vivir ya sin esta manifestación, se levantarán para pedir al Maestro revoque su orden, modifique su decisión y dicte nuevas disposiciones entre su pueblo; y en todo ello estará la tentación sembrando su semilla y tocando a los corazones de los portavoces, de todos sin excepción; y a los que encuentre velando y orando, iluminados por su conciencia, no les hará mella, mas a aquellos que encuentre ya influenciados por la impreparación, por la inconformidad, por la confusión y miedo a la soledad, a ellos sí les inspirará, en ellos encontrará asiento y esos corazones pretenderán adulterar grandemente mi enseñanza. 22. ¿Quién es aquel que pueda hacer que el Padre cambie sus determinaciones divinas? De cierto os digo: Ni Jesús lo logró del Padre. En el Segundo Tiempo, cuando la hora del sacrificio del Maestro se acercaba, buscó Jesús la soledad del huerto y se hizo acompañar de sus discípulos; la tristeza invadía los corazones de los apóstoles, el presentimiento de pruebas graves les embargaba, mas también el corazón de Jesús se encontraba inundado de gran tristeza. Dijo entonces el Maestro a sus discípulos: ¡Velad y orad conmigo unos instantes! Y al estar velando y orando, el Maestro no sólo lo hizo por aquellos discípulos, sino por todo el Universo. 23. El corazón del Maestro en cuanto hombre, se sintió por un instante abandonado de todos, incomprendido y solitario y de su cuerpo brotó sudor de sangre: fue cuando Jesús, levanto su mirada y su voz, dijo al Padre: "Dios mío si es posible aparta de Mí este cáliz tan amargo, mas no se haga mi voluntad sino la Tuya". 24. Ante la petición del hijo de que el Padre revocara su voluntad si era posible, ¿Acaso el Padre atendió aquellas palabras? De cierto os digo: No. Escrito y mandado estaba y el Maestro de maestros tuvo que hacerse sentir sobre aquel cuerpo bendito, para que el Espíritu venciera a la materia. Cuando volvió a los discípulos que dormían, les dijo: El espíritu está presto, pero la carne es frágil. 25. ¡Cuán dulce su reproche para aquel cuerpo! 26. El Tercer Teimpo se acerca a su plenitud y por eso el Maestro quiere que vosotros veléis. Sí, mis discípulos de este tiempo, porque si los de la Segunda Era durmieron en aquella hora bendita y solemne y el Señor veló y oró por todos, ahora quiero que vosotros veléis y oréis para que no caigáis en tentación, para que dejéis que el Padre haga su voluntad entre vosotros. Y si El ha anunciado la hora de su partida, si os ha señalado el instante en que ha de levantar su palabra, vosotros tenéis que acatar los altos mandamientos del Señor, aun cuando grande prueba sea para vosotros; mas ya sabéis que mi Espíritu estará presente eternamente, que tendre que comunicarme de espíritu a Espíritu y Mi Mundo Espiritual velará por vosotros y os protegerá. 27. Os habéis familiarizado, os habéis acostumbrado grandemente a esta manifestación entregada por tanto tiempo, por lo tanto vais a sentir dolor porla partida de estas manifestaciones, pero ante este dolor sed fuertes, mis hijos, ante esta prueba, dad muestras de vuestra elevación espiritual. Mas en verdad os digo que todos aquellos portavoces que con gran preparación lleguen hasta ese día, sentirán que la muerte pasa por ellos mismos por instantes, mas Yo les resusitaré después y otros sentirán como si hubieran quedado huérfanos, pero lo único que se ausentará, lo único que perderán será el eco de la voz material, el sonido de la palabra humana, porque la vibración de mi luz, de mi Espíritu y de mis inspiraciones, os seguirá por doquier, y cuando más sea vuestra espiritualidad, mayor será también lo que el Espíritu Santo os revele. 28. ¡Ah si en verdad pudiera entregar mi lección a todos mis discípulos de este tiempo congregados en un solo grupo; si todo mi pueblo estuviese escuchando estas prevenciones! Pero se acerca el momento final de esta etapa y os encuentro desunidos todavía, os encuentro distantes espiritualmente, sin amor de los unos para los otros. Todavía el respeto espritual y la caridad no nacen de lo más puro de vuestro corazón y ahí estan las virtudes que cual simiente divina he sembrado en el corazón de todos mis hijos, en espera de la evolución espiritual para renacer a la vida de la gracia. 29. Solamente la espirtualidad os dará la unificación. Mientras no hayáis alcanzado la espirtualidad en mi Obra, no habrá caridad, ni comprención, ni amor y sin estas virtudes no podéis estar unidos a Mí. Quiero que los unos a los otros estéis unidos para que déis testimonio de vuestro Maestro y Yo también de vosotros. Si váis diciendo entre los hombres: Este es mi Maestro, Yo también quiero decirle al Universo: Estos son mis discípulos. Mas, aún me falta pulimentaros y os falta a vosotros aprender y practicar. 30. Seguid adelante conmigo, oh mis hijos, que Yo os ayudaré a salir avante en toda prueba, Yo os daré la luz para que no haya tinieblas en vuestro camino, Yo seré siempre la voz amorosa que no os permite dormir, y cuando se acerque esa hora, muy próxima ya, en que Yo os diga la última palabra a través de esta comunicación, quiero encontrar entre vosotros el recogimiento espiritual, la conformidad, la verdadera comprensión y el ahinco por seguir adelante. Pero ¡Ay de aquéllos que se opongan a mi voluntad! ¡Ay de aquéllos que tienten a mis portavoces! ¡Ay de aquéllos que les hagan caer en redes de tentación! Porque ninguno dirá que era inocente, ninguno ante el tribunal de mi justicia podrá decir que no supo lo que hacía. ¿Quién es aquel Espiritualista, que no sabe que al finalizar 1950, terminará esta forma de manifestación a través del hombre? ¿Quién no sabe que en mis altos juicios solamente Yo? ¿Quién no ha escuchado que Yo soy el Juez inexorable? 31. Así cuando Yo os diga mi última palabra que ha de ser: "¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!" en lo material se hará el silencio. Vuestro Padre no volverá ahacer resonar su palabra a través de la mente humana. No tengo preparado ningún castigo, no tengo preparado cadalzo alguno para los hijos que me desovedezcan o se opongan a mi mandato, para aquellos que vengan a tentarme en aquel momento supremo. Ellos serán reos de sí mismos, reos ante su conciencia, ellos serán los que firmen su propia sentencia y ellos serán también sus verdugos. 32. Mas, ¿qué fruto podrán entregar, qué esencia podrán verter sobre el corazón de los hombres? Aquel que así se levantase en desobediencia, por propia mano se despojará de la potestad, de los dones y los cargos. 33. ¡Yo no puedo engañaros! Yo nunca estoy en un acto de falsedad, Yo no me oculto entre tiniebla. MI VERDAD es desnuda siempre, mas si los hombres no han podido ver la desnudez de mi Espíritu, es porque no lo han querido. Yo no os oculto con vestidura alguna mi verdad. Mi desnudez es divina y es pura, mi desnudez es santa y la mostraré a todos los seres del Universo; como una imagen de ella, vine en cuanto hombre desnudo al mundo y desnudo me fui también de vosotros. 34. Quiero que entre los míos haya siempre verdad, porque Yo estoy y estaré siempre en vuestra verdad. Quiero que haya amor entre vosotros y mi amor siempre estará en vuestro amor. Una sola verdad existe, un solo amor verdadero y esa verdad y ese amor están en vosotros, vuestro amor y vuestra verdad serán los míos y mi verdad y mi amor serán los vuestros. 35. Así quiero que sean mis discípulos, porque aun después de 1950, seguiré conversando con ellos en los momentos de su meditación, en vuestras reuniones, cuando caminéis solitarios. Cuando vayáis el uno acompañado del otro, encontraréis siempre al Viajero, al Caminante que cruza en vuestro camino y os pide que lo invitéis a caminar con vosotros y mis inspiraciones serán muy grandes. Entonces sentiréis confortado vuestro espíritu y diréis: Esto, que desde el más allá el Padre envía, jamás lo dijo por el entendimiento del portavoz, es que el Padre continúa su Obra entre nosotros. 36. Así en verdad quiero contemplaros, con esa humildad, con esa mansedumbre, para poderme manifestar a vosotros, porque grandes lecciones tengo preparadas para el mañana, todo aquello que en este tiempo no os haya entregado. Mi Mundo Espiritual vendrá a vuestro espíritu y ese será el aliciente poderoso que os conforme y os anime en el camino: la cercanía del Padre, la verdadera presencia de El y de su Mundo Espiritual, la cercanía de su Reino entre vosotros. Y cuando vayáis entre las multitudes, a ellas daréis testimonio y les contaréis que me tuvísteis a Mí y a mi Mundo Espiritual comunicando por el entendimiento humano; que vosotros fuísteis los que conversásteis con el Padre y los que entablásteis conversaciones con mis seres benditos. 37. Y si el mundo os preguntase: ¿Y esa comunicación y aquellas conversaciones espirituales han cesado entre vosotros? Entonces diréis: La comunicación con el Padre es Eterna: El ha buscado a los hijos desde el principio de su evolución y en todo momento se ha comunicado con sus criaturas, mas con el paso de los tiempos ha busacado una comunicación mejor, más perfecta, más elevada y espiritual. Así la humanidad comprenderá muchas revelaciones divinas, hablando vosotros con esa sencillez y haréis que caiga la venda de oscuridad que impide que el espíritu comprenda mi verdad. Así haréis que vean también mi grandeza y que el fanatismo y la idolatría desaparezcan de los corazones. 38. Es en esta forma como han de caer en verdad los orgullosos edificios, los altares de oro y plata, los ritos llenos de pompa; todos caerán por sí solos vencidos por el tiempo. Pero es la idolatría, el templo del fanatismo que vive en el corazón de los hombres, el que quiero que se derrumbe, que sea destruído. Y de los hombres, los que más me hayan ofendido, arrancaré todo lo que guarden en sus corazones, para que no quede huella alguna de esas profanaciones. 39. ¡Oh pueblo bendito de Israel! llenáos de mi fuerza y de mi luz, que si en mi palabra vengo siempre a anunciaros graves pruebas y acontecimientos dolorosos, es para que podáis defenderos de ellos y salgáis avante; pero también en mi palabra siempre vengo a derramar bálsamo y alegría, confianza y esperanza en vuestro corazón y espíritu. A vuestro corazón le anuncio y le preparo una vida mejor sobre la Tierra; a vuestro corazón humano, ya sea de niño, de joven, de hombre o de mujer en su madurez, o de anciano, le vengo a confortar, a bendecir, a abrir brecha en la senda de la vida, a derramar bendiciones en vuestro paso. Vengo a enseñaros la mejor forma de encontrar la paz en el mundo, de conocer los frutos que dan dulzura al paladar, vengo a enseñaros cuales son aquellas obras lícitas, que pueden haceros felices y dignos de mi paz en este mundo, que es valle de lágrimas; vengo a fortalecer vuestros lazos de amor con vuestros hijos, padres, hermanos, parientes o amigos y pueblos con pueblos. Vengo también a enseñar una vez más a vuestro espíritu, la vida del Más Allá, la cual podéis alcanzar por los méritos que estéis haciendo, ya que inexorablemente tendréis que llegar todos a ella, sin excepción alguna, porque la muerte no acude solamente a la ancianidad, no viene sólo con el cansancio de la vida, viene en cualquier hora, en cualquier día, en el instante menos presentido. Pensad que todos, absolutamente todos, pasaréis a esa vida. 40. Mas si esta vida humana que vosotros vivís, saboreáis y escudriñáis; si esta vida que gozáis y sufrís, a la que estudiáis tanto y servís también, nunca la habéis llegado a conocer en plenitud, ¿cómo será aquella otra que es superior a ésta? Vuestro espíritu algo conoce de ella, pero ese algo no es el todo. Los unos más y los otros menos, han pasado por el valle del espíritu, por aquellas regiones altas, por aquellos mundos superiores a éste, mas sin embargo, vuestro espíritu siempre debe tener preparación para penetrar en otros mundos, no en el que dejásteis la vez pasada, sino uno distinto, superior, en un escalón más alto de la Escala de Perfección espiritual. Y por ello vengo a vosotros, por eso no sólo os hablo de la vida terrestre sino de la vida del espíritu, porque es la más larga, es la vida perfecta, porque es la morada en donde habréis de permanecer eternamente, y no quiero que os confundáis al llegar a ella. No quiero que vuestro espíritu se sienta indigno de llamar a mi puerta, no quiero que el paso de esta vida a la otra os turbe, porque ese paso es trascendental, es de prueba, de lucha en verdad. 41. No vengo a apartar todo vuestro pensamiento de la vida humana. Yo soy quien os ha dado la meteria, quien ha hecho encarnar a vuestro espíritu. Es mi caridad la que os ha enviado a morar la Tierra, la que ha adornado y bendecido este planeta con toda clase de dones, de reinos naturales, de elementos, de criaturas llenas de gracia para vuestro sustento, conservación, recreo y evolución. Soy Yo quien os entrega en matrimonio, Yo quien os entrega el mandato de crecer y de multiplicaros. 42. Yo soy quien pone en vuestras manos las herramientas del trabajo y quien bendice ese trabajo y vuestro fruto. Soy quien bendice el sudor de vuestra frente. Entonces, no puedo ser el que os aparte de vuestro cumplimiento, mientras estéis ocupados en ello en verdad, pero cumplid como os pertenece, con humildad, con respeto y caridad para vosotros y con caridad también para los demás y entonces recogeréis de las más mínimas faenas terrestres, un fruto que dé paz y dulzura a vuestro corazón. 43. Mas aparte de esos deberes, de esos amores, de esos afectos y lazos que os unen a los unos con los otros Yo os pido también dedicación y tiempo para vuestro espíritu, para ese ser superior que preside todos los actos de vuestro corazón, de vuestra mente y de todo vuestro ser; para ese ser que gobierna vuestra envoltura, para ese ser que es mi siervo y del cual debe ser sierva vuestra materia. Que a él también le concedáis su tiempo para su metitación, para su trabajo, para su desarrollo, para su culto, para sus deberes espirituales para con su Padre y con los demás espíritus. 44. En mi Doctrina y en mi Ley, en todos los tiempos, he unido todas las leyes, todos los deberes, todos los cultos. Así vengo en este Tercer Tiempo a vosotros, enseñando con esa amplitud para que no caigáis en nuevos fanatismos, para que no caigáis en misticismos ni en tentación; para ser sencillos en el cumplimiento de todos vuestros deberes; para que el espíritu no se fanatice ni impida a la envoltura sus deberes; para que el espíritu no sea obstáculo para el corazón ni para la mente, que también la materia sea dócil y la conciencia se haga sentir en la materia para que ella no impida tampoco al espíritu su cumplimiento. 45. Estos son mis discípulos. Bienaventurados los que en verdad aprovechen mi lección. Bienaventurados los que velen y oren en este año de prueba, en este año en el cual vendrán tentaciones y perturbaciones a vuestro paso y así podáis ser fuertes, podáis vencerlo todo con la oración, con la vigilia, con la práctica en mi Doctrina y sepáis uniros y amaros los unos a los otros y teneros caridad. No quiero que se levanten obstáculos para el desarrollo de mis manifestaciones, que en vosotros no surjan diferencias, que exista comprensión y seguiré manifestándome a través de mi palabra en el seno de este pueblo y a través de todos los portavoces en todos los recintos. 46. Velad por todos, velad por vosotros mismos, para que el bien y la paz venzan al fin vuestras diferencias, para que mi Reino venza en vosotros al reino de la impostura, de la tiniebla y de la maldad. 47. Quiero en vosotros levantarme triunfador; quiero que vosotros contempléis al Rey de los Ejércitos como a vuestro Padre, victorioso sobre vuestra maldad y a vosotros como soldados llenos de dignidad espiritual, llenosde satisfacción y de paz. Entonces se escuchará el himno de la armonía universal en la mayor de las victorias, de ese triunfo que ha de venir, pero del cual ni vuestro Padre, ni vosotros os enfadaréis de tener vencidos bajo vuestro amor. Nuestros vencidos no serán los espiritus, será el mal, todas las tinieblas, pecados e imperfecciones. El triunfo del Padre estará en la salvación de todos los espíritus retrasados, arraigados en la tiniebla y en el mal. Estáis en un error si creéis que alguno se perderá, dejaría de ser Dios si un solo espíritu no encontrara salvación. Todos aquellos que vosotros llamáis demonios, también son espíritus que han brotado de Dios y si hoy se encuentran confundidos, ellos también encontrarán salvación. ¿Cuando será la verdadera luz en ellos? Cuando vosotros unidos a las legiones espirituales de luz, combatáis su ignorancia y su pecado con vuestra oración y vuestras obras de amor y caridad. 48. La dicha perfecta del Padre y de vosotros, será el gran día del Señor. El festín universal será cuando todos os alimentéis en su mesa con el pan de vida eterna. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 328 01. ¡Bienaventurados seáis ante mi presencia en espíritu y en materia! Porque el uno y la otra se recrean, se saturan de mi esencia divina y se fortalecen en Mí para proseguir en la jornada. 02. ¡He aquí a mi Espíritu y he aquí también al vuestro! 03. El Padre y los hijos están presentes, se contemplan frente a frente con amor, se reconocen entre sí, se aman y se bendicen. De cierto os digo, pueblo, que antes de ahora, en ningún tiempo vuestro espíritu había encontrado el camino certero para llegar a Mí. Hoy, por un instante de elevación, de desprendimiento de los deberes terrestres, por un instante de verdadero arrepentimiento y conociendo el camino de la oración espiritual, me hallaráis. 04. Ya no es el tiempo de penitencias, ni de ceremonias o ritos para poderos comunicar conmigo, para poder creer que me estáis glorificando y agradando. Ese tiempo lo habéis dejado muy atrás, se ha libertado vuestro espíritu y él se recrea en el Tercer Tiempo, extiende sus alas espirituales y domina el infinito, se eleva hacia Mí, se transporta y se emancipa de los sufrimientos y miserias terrestres. Cuando retorna a su materia después de su elevación, le comunica su fuerza y su luz, la levanta, la conforta y la consuela. Tomando el espíritu a su propia materia, como hace un mayor con un débil niño, la lleva por los caminos de la vida y de la luz, animándola con la fey la esperanza. 05. A medida que los tiempos pasan, vuestro espíritu va dejando de sentirse débil, va siendo fuerte en el camino por mis enseñanzas y por la luz adquirida en sus pruebas y su lucha. Así quiero contemplar a mis párvulos, convertidos en discípulos, en apóstoles de esta Obra de luz, de espiritualidad y amor, para poderos dejar en mi lugar para enseñar a los hombres, para mostrarles las lecciones no descubiertas por ellos y señalarles insistente y firmemente, el camino de verdad, el camino que conduce a la paz de esta Tierra y a la gloria y paz eterna del espíritu. 06. Desde mi alto solio envío mi Reino Universal, él se extiende y se desborda en amor en todas las criaturas existentes. Pero entre vosotros, pueblo escogido, mi Rayo se hace palabra humana, palabra comprensible que se aclara. Sobre todo mi pueblo desciende mi palabra y de cierto os digo, que aun cuando muchas veces mis hijos han dicho: "En tal pedestal y en tal recinto existe la impostura", sobre toda impostura y sobre toda impreparación, ha estado presente mi Espíritu. ¿Qué no recordáis que muchas veces os he dicho: No vengo a contemplar la mancha ni la impreparación de mis hijos? 07. Es mi tiempo. Es tiempo de cumplimiento para el Padre, impuesto por El mismo, por amor a sus hijos. ¿Por qué había de detenerme ante vuestro pecado, si es precisamente con el que vengo a luchar y al que vengo a vencer con mi luz y con mi amor? 08. No juzguéis de impostor a nadie. No juzguéis de mentiroso ni de manchado a ninguno. ¿Qué no miráis que todos sois mis discípulos, que todos estáis aprendiendo de Mí? Después de 1950, cuando ya mi Rayo Universal no venga a hacerse palabra humana entre vosotros, entonces sí, ¡Ay!, ¡Ay! de aquel, por grande preparación que haga, si trata de hacer que mi Rayo Universal se comunique como en este tiempo. Porque, a pesar de su gran espiritualidad y preparación, por su desobediencia será impostor; será el tiempo en que ya no contaréis con la presencia del Padre en la forma en que lo habéis tenido desde esta revelación hasta 1950, porque mis leyes y mis órdenes son inmutables. Yo no cambio mi Obra jamás, mi justicia es inexorable y mis discípulos deben vivir en armonía con su Padre, en obediencia para con El y en completa conformidad. Por eso el Maestro os asegura que ahora, dentro del tiempo de mi comunicación, a pesar de la gran impreparación e imperfección que puedo descubrir en los conductos por los cuales me comunico, Yo a ellos los perdono y me manifiesto y derramo mi caridad entre las multitudes. Si en medio de mi palabra, que es de pureza y perfección, van las imperfeciones de la carne, Yo os he enseñado a reconocer el árbol por su fruto, para que perdonéis las imperfecciones humanas y sepáis descubrir en el sabor espiritual del fruto, la presencia, potencia y esencia de vuestro Señor. 09. Estoy formando un álbum espiritual en vuestra conciencia y por mi orden divina se está formando también un libro material de mi palabra. Es el testamento divino que dejo para la posteridad, para las futuras generaciones, para las demás generaciones que han de venir detrás de vosotros; pero en verdad os digo: ellas no conocerán el sabor de vuestras imperfecciones. Mi palabra, ya sea la que haya guardado vuestra conciencia, ya sea la que quede asentada en los papiros, será perfecta, será pura, exenta de toda mancha, de toda impureza y de toda imperfección, y ella será el agua cristalina cuyo prodigio calme la sed del hombre, la sed del espíritu; será el pan y el vino en torno de los cuales haga festín muchas veces el espíritu de la humanidad; será el faro luminoso y el camino iluminado también por la luz del Espíritu Santo, en donde los peregrinos y los náufragos perdidos, puedan encontrar la ruta para llegar a un puerto seguro. 10. No os parezca difícil ni menos imposible el establecimiento del Espíritualismo en el mundo, porque Yo he fertilizado las tierras y la semilla que os he confiado es fecunda. Las tierras esperan y aunque no todas están preparadas, unas aguardan la simiente , otras están en purificación y esta purificación es un riego de justicia, de pruebas, de sabiduría y amor por parte de vuestro Padre. 11. Ahora la humanidad, dividida en pueblos, razas, lenguas y colores, recibe de mi Espíritu divino su parte de justicia, las pruebas que a cada quien corresponden, la lucha, el crisol y la restitución que a cada hombre y a cada raza le tengo destinada. Pero sabéis que mi justicia como principio tiene el amor, que las pruebas que a los hombres envía el Padre, son pruebas de amor; que todo conduce a la salvación, al bien, aun cuando aparentemente en esas pruebas haya desgracias, fatalidad o miseria. Detrás de todo ello está la vida, la conservación del espíritu, la redención del mismo; está el Padre esperando siempre al hijo pródigo, para estrecharlo entre sus brazos con el más grande amor. 12. Hay razas enteras que no me reconocen, hay pueblos que se obstinan en apartarse de mis leyes, en no conocer mi Doctrina, en oponerse a ella juzgándola impropia de este tiempo. Son los que no me han comprendido, son los obstinados en las libertades terrestres; son los que muchas veces practican el bien por conveniencia propia y no por elevación del espíritu. Mas para cada pueblo y raza, preparada está mi justicia y las pruebas, y ellas están llegando día tras día para al fin fortalecer su corazón y espíritu, como si fuesen tierras laborables, y una vez preparadas depositar en sus entrañas la semilla, la simiente eterna de mi amor, de mi justicia y de mi luz. ¡Y esos pueblos hablarán con amor de Mí, esas razas nacerán para la esperanza en Mí y habrá cánticos en el espíritu de todos los pueblos de esta humanidad, coros de alabanza y de amor al único Señor de todos los hombres! 13. Ahora es tiempo de pruebas y de lucha. El mismo Dios vuestro está luchando; es el Rey de los Ejércitos y a vosotros os ha nombrado sus soldados. Hoy sois aún débiles y desconfiáis de vosotros mismos; medís las pruebas, imagináis la lucha y dejáis que se acobarde vuestro espíritu y corazón. Vuestra conciencia crea en ella misma una balanza y a la diestra coloca el bien y a la siniestra el mal de esta humanidad; mientras miráis que el bien significa como un grano, el mal es como cien fanegas y es cuando no sabéis qué hacer, es cuando miráis vuestro interior y veis que no sois justos ni santos, ni virtuosos y pensáis que solamente seres justos, virtuosos y santos podrán llevar a cabo la redención de esta humanidad encallecida en el mal, endurecida en el odio, materializada en las pasiones, en los vicios y en la miseria. 14. Juzgáis vuestro propio santuario y en él contempláis vuestra ofrenda pequeña, vuestra flama débil. Penetráis en el santuario de los demás y miráis que él ya no es un freno para detener la carrera vertiginosa de los hombres y pensáis que cuando habléis de Dios, no vais a ser escuchados, que cuando habléis de las facultades del espíritu vais a ser burlados. 15. ¿Por qué tanta desconfianza en el tesoro de valor incalculable que Yo os he confiado en esta Obra que os he revelado? De cierto os digo: que sin llegar a ser santos, ni justos, podréis hacer grandes obras de redención entre los hombres, grandes prodigios entre la humanidad y también podréis ser ejemplo entre los hombres. ¡Si Yo enviase santos y seres perfectos entre la humanidad para que diesen ejemplo a los hombres, les parecería imposible siquiera asemejarse a ellos! Yo quiero enviar entre los hombres, pecadores convertidos que sin llegar a justos, ni santos, sepan dejar un ejemplo de regeneración, de arrepentimiento, de fortaleza, de ahinco en la Doctrina del Padre, de anhelo, de progreso y de evolución espiritual y ¡Esos sois vosotros! 16. Vuestro espíritu llegará algún día a la perfección, mas no sabéis cuándo. El Padre no os forzará ni vosotros forzaréis vuestros pasos, pero sí, no os detengáis jamás. Aun cuando sea lento vuestro paso, quiero que siempre sea firme y ascendente. 17. ¿Que tendréis que luchar entre los hombres? Es verdad. ¿Que el testimonio que vosotros deis entre ellos, de que Yo me comuniqué por el entendimiento humano, para entregaros esta palabra que vais a dar, tendrá que ser puesto en duda? Es cierto. Mas ésto no os aflija, porque en todos los tiempos la humanidad ha dudado de mi presencia y de mi venida a este mundo y es porque los hombres no se han reconocido a sí mismos; es que la humanidad diciéndose ser amada del Padre, nunca ha comprendido el alcance de ese amor; es que aun creyendo conocer a su Señor no sabe que uno de sus más hermosos atributos es el de la humildad. Por eso siempre he venido a los hombres en forma humilde, nunca he traído en mis divinas manifestaciones todo mi poder, ni todas mis galas, ni toda mi grandeza. ¡No podrían mirarme los hombres, no podrían tampoco resisitirme! 18. Siempre me he limitado, pero me he limitado en la humildad, en el amor y en la ternura, porque con el mismo amor que hoy os amo, os amé en el Segundo Tiempo, en el Primero y os amaré en toda la eternidad. Puedo deciros en verdad que antes de exisitir vosotros, el Padre ya os amaba. 19. Entre vosotros están los discípulos que a sí mismos se preguntan: "¿Por qué si nuestro espíritu brotó de un Padre todo amor, toda pureza y perfección, no ha podido mantenerse ni perseverar en el bien y en la virtud?" El Maestro os contesta: Yo envié a vuestro espíritu a la Tierra, dotado de todos los atributos que hay en el Padre, y lo formé como hijo semejante a su Creador; le fué confiada una materia para su tránsito sobre la tierra y esa materia fue el principio de pruebas y de lucha para el espíritu, porque la carne es débil; así tenía que ser, frágil, para probar la fortaleza del espíritu. 20. La virtud se manifiesta solamente en la prueba. La luz brilla más en las tinieblas, la luz no brilla en la luz y así, era menester que vuestro espíritu fuese probado y acrisolado, porque vuestro espíritu tiene principio y en su inocencia careció de méritos, careció de experiencia, de desarrollo y de perfección, y a él le fue confiada una baja escala para poder ascender a otra más elevada y así por los siete peldaños de la escala de perfección, hasta llegar como espíritu perfecto y puro a la presencia del Padre, lleno de luz, evolucionado mediante el desarrollo de todos sus dones, perfeccionado en todas sus potencias, colmado de méritos en la lucha, pleno de conocimiento de sí mismo, de su Padre y de la vida, consciente de dónde había brotado, para qué había sido creado y a dónde había retornado. 21. Si en la carne, el espíritu encontró el principio de su lucha en el camino terrestre, también encontró un número infinito de pruebas y de tentaciones; unas pruebas palpables y otras invisibles, tentaciones y pruebas tan poderosas que lo hacían caer por medio de la carne, unas visibles y otras solamente perceptibles al espíritu, a la conciencia, a las fibras del corazón y de la mente. 22. Probado en todas formas ha sido desde su principio el espíritu. Si ha sido probado con el mal, ¿Creéis acaso que el Padre pueda poseer el mal para tentar a sus hijos? De cierto os digo: No. Pero el mal también desde vuestro principio existe, lo ha creado la flaqueza, la debilidad del espíritu y de la carne. Los espíritus, por no saber hacer uso de su propia fortaleza y la carne por ceder ante las tentaciones. ¿Qué ha hecho ante ésto el Padre? permitir que los elementos del mal os sometan a pruebas; una y mil veces lo he permitido, para poner a prueba en vosotros mi propia luz que os he confiado, para someter a prueba vuestra propia virtud, que es la mía; para acrisolaros en el dolor, en los trances difíciles, en el caos de la vida, para que a través de esas pruebas y de esos casos difíciles, vuestro espíritu vaya encontrando motivos de perfección, de cumplimiento, ocasiones para mostrar a vuestros hermanos y a vuestro Padre su fortaleza y la perseverancia en mis leyes. 23. Siempre habéis reconocido mi Ley por intución, mi Ley que ordena el bien y que abomina el mal. Intuitivamente todo ser humano desde sus primeros pasos en la Tierra reconoce cuál es el bien y descubre en dónde está el mal. Mas no habéis sido capaces de manteneros en la ley natural, como los primeros hombres, como se encontró mi pueblo antes de la venida de Moisés. ¿Creéis que antes de la venida de Moisés, mi pueblo de Israel que se encontraba en formación, no reconoció a su Padre? En verdad os digo que sí, desde el principio de esta humanidad, ha habido quien me reconozca y por él he sido reconocido por los demás; pero cuando ha pesado más el mal que el bien, entre la humanidad, he tenido que venir a recordar al hombre el bien, he tenido que materializarme, para hacerme visible y tangible a los humanos, como sucedió en el Sinaí cuando ante Moisés, estando rodeado de su pueblo, promulgé mi Ley y se la entregué grabada en piedra, y a él lo envié entre su pueblo para que fuese la simiente entre todas las naciones. 24. Por esa Ley fue salvo mi pueblo, se libertó y alcanzó complacencias y dicha sobre la Tierra y esperanza para el Más Allá. Pero llegó el día de la adulteración de mi Ley, el día de la familiarización en ella y nuevamente el mal cundió hasta llegar a pesar más que el mismo bien. Cuando aquellos preceptos comenzaban a torcerse, cuando los hombres comenzaban a crear nuevos caminos dentro del mío, entonces hube de venir nuevamente, pero ya como Mesías, hecho hombre entre los hombres, a enderezar las sendas y comunicarlas con el camino de verdad y atraer a los hombres a la verdad y al bien, a invitarlos al camino de la justicia y del amor; a desenmascarar a los impostores, a destruir toda la falsedad, toda la superstición y a decirles: ¡Esta es la Ley, ésto fue lo que entregué en aquel Primer Tiempo! 25. Por esa mi venida, nuevos pueblos de la Tierra y nuevas razas encontraron también el camino, la paz, la dicha espiritual, el sustento y la esperanza en el Más Allá. 26. Por una larga Era, esta humanidad se alimentó con el rico manjar del Reino de los Cielos, pero he aquí que también ese manjar había de ser contaminado y ya en esa forma entregado a los labios hambrientos de los hombres. Mi Doctrina fue adulterada, mis enseñanzas también torcidas y mal interpretadas; el cumplimiento de los hijos y su culto, no eran lo que el Padre había mandado, y fue menester volver entre los hombres cumpliendo con una promesa, porque Yo de antemano sabía que mi presencia era necesaria entre los hombres, de tiempo en tiempo; por lo tanto he aquí la Era señalada para que el Señor viniese nuevamente entre vosotros, a pediros cuentas de la Ley de los tiempos pasados, de las revelaciones, enseñanzas y prodigios derramados sobre vosotros en las dos eras que han transcurrido anteriormente. 27. ¡He aquí por qué he venido, porque vosotros no habéis sabido perseverar ni conservaros en el bien, porque habéis cedido a las flaquezas de la carne, porque habéis caído en las tentaciones tanto visibles como invisibles, bajo ese poder sobrenatural del mal que existe sobre vosotros! 28. ¿Creéis, acaso, que en aquel Primer Tiempo todos los testigos de mi venida fueron crédulos ante ella? No todos, en verdad. 29. ¿Creéis, acaso, que cuando aquella revelación fue llevada a otros países, a otras tierras de gentiles, de paganos, fue creída por todos? No. Muchos no concebían que aquella Ley fuese obra divina. Más bien, ellos creían que era obra humana. Pero cuando aquella Ley, por su justicia, por sus propios hechos se impuso y se manifestó, entonces los grandes incrédulos penetraron en ella. 30. Igualmente en el Segundo Tiempo, millares y millares de hombres y mujeres me escucharon. Muchos creyeron, en verdad, pero muchos más dudaron y no pensaron que aquel Hombre era el Mesías, sino que era un ser como todos los demás. Su palabra, a través de la incredulidad, se hacía incomprensible y confusa y era diáfana y clara solamente para los de buena fe, y así fue combatida, escarnecida y perseguida por los incrédulos, y mi pasión, mis hechos, mis prodigios, no fueron reconocidos por el increyente como obras divinas, sino como obras de hombre. 31. Cuando mi Doctrina por sus propias manifestaciones, se impuso sobre la humanidad; cuando mis testigos dieron también pruebas de ser mis verdaderos discípulos, mis verdaderos testigos, entonces la humanidad incrédula se convirtió a mi Doctrina, lloró su arrepentimiento y fue también mi discípula. 32. ¿Por qué habría de extrañaros que ésto aconteciera en este tiempo? 33. Habrá quienes duden de vuestro testimonio y de que Yo me haya comunicado por el entendimiento con el hombre. Habrá quienes al posar sus ojos sobre estos libros materiales que contienen mi palabra, duden de que sea obra divina, de que haya sido recibida por inspiración; y entonces, todo lo atribuirán a vosotros, a los hombres, a la vanidad humana, porque hay desconfianza entre esta humanidad; pero vosotros pasaréis sobre la desconfianza y sobre la incredulidad, sin juzgar a vuestros hermanos, sin violentaros por ello, sabiendo que después de la desconfianza y de la incredulidad, vendrá la fe por vuestros propios hechos. Dejad que vean vuestras obras, que vuestros testimonios sean de verdad llenos de luz, que no serán ni los libros ni vuestras palabras las que conviertan al mundo, sino buestras buenas obras con las que selléis el testimonio de que Yo estuve entre vosotros, de que Yo vine sobre la nube a comunicarme por medio de mi rayo a través de un portavoz, de un hombre llamado así por el espíritu Divino. 34. A vosotros os dejaré ir por todos los caminos del Orbe, lo mismo a vuestros hijos, discípulos también del Espíritu Santo y los hijos de ellos llevarán mi simiente; y en verdad os digo, que no pasarán tres generaciones después de la vuestra, en que no se haya conmovido hasta sus más profundas fibras esta humanidad, ante el Espiritualismo, ante la venida del Espíritu Santo, ante hechos extraordinarios, unos que he verificado entre vosotros y otros que reservado tengo para el mañana. Así vosotros iréis aboliendo el reinado del mal. Ese poder irá siendo quebrantado por vuestras obras de amor y de justicia. 35. Cada hombre que sea convertido al Espiritualismo, será uno menos que pertenezca a aquel reinado; pero si vosotros creéis que Yo os doy la tarea o el cargo de vencer con vuestras obras de amor y de luz el ambiente del mal, en verdad os digo que no es el tiempo aún en que podáis vencerlo por completo, todavía es más fuerte que vosotros; pero no por estas palabras que os digo, vayáis a ocultar vuestras armas y a dejar de esgrimirlas, no mis hijos, mirad que si vuestra espada no es todopoderosa, Yo sí soy Todopoderoso y estoy en vuestra espada. 36. Luchad contra las tentaciones, descubrid las encrusijadas, romped las redes y lazos tentadores, descubridlos con vuestra intuición cuando se oculten detrás del velo del más allá, descubridlas cuando se oculten entre los hombres o en las luchas de la Tierra; luchad siempre. Yo os digo: vosotros estaréis conmigo en esta contienda. Yo estoy en ella como un Gran Guerrero en contra de las tinieblas y de todo mal existente y al final, seré el que dé el último golpe y el que venza, el que os ayude, y voostros los que me ayudéis a vencer. El triunfo absoluto de la tentación y del mal no será vuestro en este tiempo, mi pueblo. Tendré Yo que atar aquel poder por un tiempo, pero vuestros méritos serán tomados en cuenta para ello y ese tiempo en que aquel poder se encuentre atado, servirá para que el bien en todas sus formas tome fuerza y cuando fuerte en el bien el hombre se encuentre, cuando en la balanza de mi justicia, el bien pese más que el mal, entonces sí, la tentación en todas sus formas será desatada por un tiempo más y ya en ese tiempo no será mi espada la que la venza, sino vuestras propias armas. 37. Yo sólo vigilaré desde el infinito, porque vosotros tendréis la fuerza necesaria para vencer al adversario. La virtud en todas sus formas se habrá enseñoreado en este mundo y la tentación no encontrará rincón ni puerta abierta, ni cabida, y sus más grandes celadas, sus más grandes lazos, serán tendidos hasta el último elemento de aquel poder de tentación y cuando su reinado sea quebrantado y dividido, entonces vendrá el principio de vuestro triunfo y la tiniebla se convertirá en luz, el mal se convertirá en bien y los perdidos serán hallados. 38. He aquí, éste será el triunfo en vuestro espíritu y cuando elevéis vuestro cántico, será el triunfo de la luz de la justicia y del amor; porque vosotros no os iréis de este mundo fracasados, no os iréis derrotados por la tentación. No, mis hijos. Si durante un gran tiempo habéis caído y siguiéreis cayendo ante esos lazos, llegará el día de vuestro triunfo, en que levantéis vuestra frente y miréis a vuestro Señor, como sabe erguirse el soldado delante de su mandatario. 39. Yo os preparo, pueblo, para las contiendas futuras. Quiero veros siempre triunfante en todas las luchas; pero no quiero que esos triunfos halaguen vuestro orgullo: no serán triunfos para vuestra vanidad, serán para mi reinado; serán para vuestra humildad espiritual satisfacciones profundas, íntimas, que ni siquiera salgan a vuestra propia faz. 40. Vuestras obras de amor y de caridad no serán publicadas, entre vosotros no existirán los fariseos que hagan festines con la caridad hecha entre sus hermanos. Seréis aquellos que en el silencio hagáis el bien. Vivís ya en el tiempo del Espíritu Santo y vuestro espíritu se está desarrollando en todas sus potencias, para hacer el bien por medio de ellas. Podréis dar, no solamente los bienes que poseéis en la Tierra, sino los que posee vuestra mente, corazón y espíritu. Lo que no podáis hacer con vuestra palabra, con vuestra persona material, hacedlo con la oración. Conversad conmigo, elevándoos a Mí y desde allí podréis ejecutar grandes obras de caridad y de amor. Mas cuando vuestra conciencia os diga que tenéis que despojaros de algo material para entregarlo al necesitado, no queráis substituir aquella caridad con una oración. No queráis ocultar o disimular vuestro egoísmo con oraciones espirituales, no queráis que aquello que vosotros podéis hacer, lo haga el Padre. 41. ¡Dejad que vuestra conciencia os ordene y os dicte siempre en que forma tenéis que entregar la caridad y si en esa caridad va la necesidad de despojaros de algo vuestro, no le duela a vuestro corazón! Tended la mano y miraréis la dicha en vuestro espíritu, entonces presentirá vuestro corazón el gozo en vuestro Padre. 42. Os preparo para las grandes luchas entre la humanidad y os digo: los hombres de ahora se están interesando por el Más Allá, no todos en verdad, pero sí en todos los puntos de la Tierra se sondea lo espiritual, se pretende escudriñar el arcano del señor, se juzgan y se estudian los libros, se compenetran los hombres de filosofía y ciencias. Es que soy buscado, es que mi presencia es sentida por todos, y tratan de encontrarme; saben los espíritus que soy fuente de amor y de perdón y a pesar de sus faltas, se atreven a buscarme porque esperan perdón y redención; saben que soy fuente inagotable de misericordia y que soy también mesa colmada de manjares para calmar su hambre y su sed. 43. ¿Creéis vosotros que en esa búsqueda los hombres no se fortalecen y preparan? ¿Creéis que ellos no alcanzan evolución y desarrollo en sus estudios? Si, pueblo. Cuando os levantéis os sorprenderéis; cuando converséis con vuestros hermanos que se alimentan bajo la sombra de otros árboles, que comen frutos distintos a los que Yo os he ofrecido, veréis como ellos también se han sustentado, cómo ellos también están fuertes y llegado el momento de lucha, cuando tengáis que hacer uso de la espada de vuestra razón, conocimiento y elevación espiritual, veréis que también tiene fuerza de luz la espada de vuestros hermanos. 44. No durmáis, para que podáis contender, pero aprended a conocer el triunfo, porque muchas veces en vuestra derrota estará el triunfo, la derrota será aparente ante el adversario; el triunfo estará en vos mismo y después brotará de la faz de aquel que aparentemente os venció. 45. Comprendedme, pueblo, porque llegará el momento en que tengáis que callar, que doblegar humildemente la cerviz con verdadera humildad y entonces el adversario se levantará sobre vosotros y asestará su golpe; pero habréis callado, os habréis doblegado con conocimiento de causa y más tarde contemplaréis cómo en el espíritu de aquel se agita la simiente que dejásteis y cómo el golpe de vuestra espada de luz y amor, dejó una herida profunda en el corazón de vuestro hermano, no de vuestro enemigo, y por esa herida saldrá la soberbia de aquel corazón y penetrará la simiente del Maestro. 46. Ya habéis tenido experiencia, porque muchas veces habéis llegado ante mi santuario para decirme: "Maestro, yo sembré en un corazón con grande amor, pero sus oídos no me oyeron, permaneció frío y duro y sus labios se burlaron de mí". Y el Maestro ha sonreído dulcemente, os ha llenado de paz y esperanza y os ha dicho: Esperad, que vuestra semilla no se ha perdido, ella llegó a la profundo de aquel corazón. ¡Dejadla! Yo le daré el riego y la fertilizaré, apartaré la cizaña y los pedruzcos que por ahora vuestra mano no pudo apartar, pero velad por aquél, no lo olvidéis, velad espiritualmente y esperad, que llegará el momento de vuestra satisfacción y de vuestra dicha. Y ese momento, cuando ha tardado, ha puesto la duda en vosotros mas para que la duda no sea eterna, he venido ha deciros: Mirad la simiente que sembrásteis, desapareció aparentemente, pero ha dado lugar a un arbusto. Ahora cultivadlo para que dé frutos; entonces vuestra alegría y la de aquéllos ha sido grande. 47. Os preparo, pueblo, para que no seáis impacientes, para que la paciencia espiritual presida el cumplimiento, porque la semilla que os confío una vez más, no tiene plazo para germinar como la semilla de la tierra; ella se desarrolla dentro de la eternidad y el tiempo lo mismo puede ser corto que largo; ésto no lo sabéis, a vosotros os toca solamente cultivarla, cuidarla con vuestra oración y amor. 48. Así os prepara el Maestro para después de su partida. Si hoy gozáis escuchando mi palabra a través del entendimiento humano, quiero que ese gozo se prolongue después de mi partida, quiero, pueblo, que cuando mi Espíritu en aquel Más Allá espere el acercamiento del vuestro por medio de la oración, ya sea individual o unificada de vosotros, pueda contemplar en el corazón de mis hijos la dicha y el gozo que hoy contemplo; que plenos de conocimiento de todo lo que pasó en este tiempo, de todo lo que el Padre os dió y del término que él puso a su manifestación a través del entendimiento, lleguéis a El con un himno callado por vuestros labios, pero ardiente en vuestro espíritu, para decirle: "Padre, ¡Cuánto derramásteis entre vosotros! ¡Cuánto gozo en nuestro espíritu durante aquellos tiempos! ¡Cuán colmados de luz dejásteis los espíritus y cuán preciosa herencia legásteis a la humanidad!" 49. Así quiero contemplaros, llenos de dicha, oh pueblo. Que no contemple entre vosotros al espíritu que quedó retrasado, que no contemple al que sigue navegando en la incredulidad, al que se mesa sus cabellos en medio de sus pecados y su falta de aprovechamiento de mi gracia. Quiero contemplar armonía entre el pueblo, que pueda sentir en mi propio Espíritu su efluvio y sus oraciones, que digan: UNION PAZ Y BUENA VOLUNTAD; FE, ESPERANZA Y CARIDAD. 50. Así quiero contemplar esas virtudes, cultivadas por vuestro espíritu y ondeando como estandarte al viento, al infinito, para que pueda daros la orden de ir en pos de todos los pueblos, de las muchedumbres que en verdad me esperan y ardientemente desean la nueva llegada del Mesías, del Redentor entre los hombres. Unos dicen: El Maestro ya está entre nosotros, pero está invisiblemente, mas Yo os digo, bendita sea la intuición y el presentimiento de esos espíritus. Otros dicen: "No, no ha llegado, El tiene que llegar visible y tangible como en el Segundo Tiempo"; y es que se han olvidado de la nube, de aquella nube espiritual en la cual Yo he venido en este TercerTiempo. 51. Hay otros que se han olvidado totalmenten de aquella promesa y no velan ni oran, pero vosotros estáis preparados, os ha sido entregada de viva voz la revelación del Tercer Tiempo para que vayáis sin titubeos, con plena certeza entre vuestros hermanos y no os atemoricéis ante las grandes muchedumbres; porque llegado el instante, tendréis que ser interrogados y dejaréis satisfechos a los corazones con vuestro testimonio. Los creyentes formarán legiones, los incrédulos también las formarán y combatirán; pero las legiones de incrédulos, pronto serán diezmadas, porque es el tiempo que el Espíritu Santo predominará; porque él se infiltrará en todos los corazones. 52. Fortaleceos, discípulos, alimentaos, sanaos en Mí, resolved las pruebas materiales, serenaos ante la vida. El dolor que todavía os rodea, no lo contempléis con indiferencia, porque ese crisol os perfeccionará. No maldigáis el dolor, ni lo abominéis, antes bien bendecidlo. El cáliz de amargura, cuando tenga que ser bebido por vosotros, bebedlo; si las heces no pueden ser bebidas por vosotros, Yo las beberé, pero tened conformidad y paciencia. Contemplad el dolor más con el espíritu que con la carne, o sentidlo antes con el espíritu que con la materia y veréis entonces, cuánta fortaleza encontraréis en las meditaciones de vuestro espíritu; veréis cuánta luz imparte la conciencia al espíritu y éste a su envoltura. En vuestro espíritu encontraréis el bálsamo divino, el verdadero bálsamo que calma y sana todos los males y con él sanaréis en verdad. 53. ¡Sed el espiritualista verdadero, sed mi verdadero discípulo, oh pueblo! Entonces, todo lo que es espina, que es tropiezo y escollo en el camino, será llevadero y ligero. Ese fardo que por momentos pesa sobre vuestros hombros, inexplicablemente será liviano si meditáis y oráis; la explicación de ello la tendréis en vosotros mismos. Es que el espíritu se elevará y elevado es fuerte y hace fuerte a su carne; por eso, quiero que hagáis vida elevada, para que desde allí dominéis esta vida, y vuestro espíritu luche y venza en todas las pruebas, para que desde allí, se imponga la carne, a sus pasiones, a sus flaquezas y a sus miserias. 54. ¡Eleváos, pueblo, más y más y la paz y el Reino del Padre estarán a vuestro alcance y estando aún habitando esta Tierra vuestro espíritu será morador del Reino de paz del Padre! 55. Esta es mi cátedra que en esta alba, como lección, os entrego, llevadla en vuestro espíritu, en ella está todo el amor del Maestro, en ella está un arma con la fortaleza para que se levante y luche en el futuro. 56. ¡Velad en este instante por toda la humanidad y velad en verdad, os dice el Maestro, por todos vuestros hermanos espirituales! Es el instante de oración. Mi espíritu de amor y de paz extenderá su manto por todo el Universo, para envolver a todos mis hijos en esta caricia, en ese bálsamo y en esa bendición paternal, ¡Oh pueblo bendito de mi Divinidad! ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 329 01. Bienaventurados seáis los que quisiéreis ampliar vuestros conocimientos para descubrir lo más elevado. 02. Felices y bienaventurados sean los que quieren ver con claridad, mas de cierto os digo, que debéis estudiar y analizar mi palabra para que caiga la venda que cubre vuestros ojos. 03. El hombre se ha hecho doblemente culpable, no solamente porque no hace ningún esfuerzo para que caiga esa venda que le impide el conocimiento de mis enseñanzas, sino porque se extenúa en los lazos de la carne que le llevan a los placeres materiales en perjuicio de los placeres espirituales, y es así que se ha convertido en esclavo de sus pasiones y ha destruído su fuerza de voluntad para regenerarse. 04. Los ciegos quieren guiar a los ciegos y los que no han practicado mi Doctrina, quieren dar conducción a los pecadores. El hombre es débil porque no ha querido hacer un impulso para regenerarse y purificarse con mi palabra; no ha querido hacer uso de esa potencia de que ha sido dotado, que es la voluntad, para luchar en contra de sus vicios y vencerse a sí mismo. Cuando vuestro espíritu gane esa batalla, entonces podréis decir que estáis liberados. Y al tener dominio vuestro espíritu sobre la carne, contemplaréis que hasta las fieras se doblegan mansamente ante vuestro llamado de amor. 05. Cuando el hombre se espiritualice, comprenderá con la luz de mi Espíritu Santo todo lo que en Dios y en la Naturaleza ha visto como un misterio. 06. No digáis que creéis en Mí, si vuestras obras o vuestros pensamientos dicen todo lo contrario. Día llegará en que por vuestra espiritualidad sentiréis que Yo estoy en vosotros y vosotros en Mí. Si vosotros queréis ser mis verdaderos discípulos, procurad esa espiritualidad. 07. Mi mesa está preparada, venid a alimentaros con el pan de vida eterna, preparaos con mis lecciones de amor, apartad vuestra ignorancia con mi luz,libertáos de las pasiones, sed los hijos de la luz. 08. Entonces vuestras obras y vuestra espiritualidad, serán como un cántico que entone vuestro espíritu para glorificar a vuestro Padre. 09. Preparaos, discípulos, porque se acerca el día en que os hable por este medio por última vez y es menester os encontréis fuertes para esperar el nuevo día, el nuevo tiempo, en el que ya no buscaré el cerebro de vuestros portavoces como aparatos que trasmitan mi palabra, sino que estaré presente en Espíritu, presto a derramar mi inspiración sobre el espíritu de cada uno de vosotros. 10. Sólo unos meses os quedan para recrearos por último con estas manifestaciones, mas Yo digo que es tiempo suficiente para meditar sobre mi mensaje y mis revelaciones, para que os preparéis con estudio, con oración y con práctica y así acumularéis fuerzas, ayudéis a vuestros hermanos, levantéis a los que han caído, deis consuelo a los que lloran enmedio de sus pruebas y dejéis en cada uno de vuestros pasos una verdadera huella de espiritualidad. 11. Quien esté en su puesto en la hora suprema de daros mi última palabra, ese quedará firme en la lucha, ese permanecerá en pie; mas todo el que estuviese pisando en falso caerá, porque sólo lo bien cimentado resistirá el paso de los torbellinos que luego llegarán a este pueblo, por lo que os digo que toda obra que no hubiese sido edificada sobre cimientos de verdad, celo, caridad y espiritualidad, será derrumbada. 12. Aprended a conocer la esencia de mi palabra para que sólo de ella alimentéis a vuestro espíritu, porque he visto que por no preocuparos por encontrar mi esencia, habéis asimilado más bien la fraseología de los portavoces y de las facultades, y no olvidéis que el sabor que vais a dar al mundo, no será sabor humano, sino divino. 13. En verdad os digo, que si el cuerpo de portavoces se hubiese preparado y se hubiese consagrado al desempeño de su misión tan alta y delicada, sus labios, al trasmitir mi mensaje, no habrían tenido necesidad de hablar tanto para expresar mi inspiración, ni mis manifestaciones se habrían prolongado durante horas. 14. Si ellos hubiesen comprendido y obedecido el dictado de su conciencia y se hubiesen inspirado en el amor hacia el pueblo y en la caridad hacia los necesitados de luz espiritual, mi palabra se hubiese concretado a unas cuantas frases, pero tan llenas de perfección aun en la forma, que hubiesen estremecido a los que más sabios se creyesen en la Tierra, y la duración de mis mensajes habrían sido de minutos solamente, pero en ellos se hubiese derramado tanta esencia, que los espíritus de los oyentes se habrían sentido transportados a lo eterno, donde el tiempo ni es largo ni es corto. Y mi presencia la habríais sentido en toda su intensidad porque no habría estado empañada por las imperfecciones, las impurezas y la materialidad de vuestros portavoces. 15. ¡Ah, mis hijos, a quienes veo llorar en estos instantes, pero ya tardíamente, porque en lo que resta de cumplimiento del cargo que tenéis, ya no es suficiente para lograr un fruto de perfección, aquel fruto que debíais haber madurado a través de una lucha contínua por alcanzar la espiritualidad! Sin embargo, algo podréis hacer en estas albas postreras. 16. Ahora voy a deciros cómo podréis enmendar vuestros errores para no llevarlos más adelante, ni mucho menos trasmitirlos a vuestros hermanos como si fuesen parte de la verdad. 17. Tomad la palabra tal como la oísteis de labios del portavoz y entonces, serena y juiciosamente, elevando vuestra mente por medio de la oración, meditad en aquellas lecciones, hasta encontrar su sentido, su fondo, su contenido, y esa será la esencia divina que dejaréis guardada en vuestro corazón y que luego llevaréis como mensaje de luz a la humanidad. 18. Cuando prescindáis de las palabras vanas, de las formas, de las prácticas simbólicas y las ceremonias, habréis rasgado el velo que os impide contemplar la verdad. Cuando renunciéis a lo externo y a lo superfluo, será señal de que la espiritualidad comienza a ser sentida y vivida por vosotros; entonces vuestro espíritu, vuestro corazón y entendimiento y hasta vuestros sentidos, dejarán de impresionarse fácilmente por manifestaciones superficiales o de escaso significado. El espíritu buscará en todo la esencia, la verdad, la vida, el principio. 19. ¿Podría uno de estos discípulos llevar a sus hermanos un mensaje en el que se mezclasen lo puro con lo impuro, lo divino con lo carnal y lo elevado con lo vulgar? No, pueblo, es natural y justo que penséis que esos buenos discípulos sólo irán a extender un mensaje celestial, que tanto en su esencia como en su forma sea un testimonio vivo de luz y verdad. 20. ¿A quiénes confiaré la obra de convertir en escritos mi palabra, para que sea un medio más para extender vuestro testimonio? Sólo Yo sé, mas en verdad os digo que a ellos les probaré mucho y que serán elegidos entre quienes más amor sientan por que la espiritualidad de mi Doctrina se extienda entre sus hermanos. 21. Fortaleceos en estas enseñanzas para que podáis encontraros firmes en la hora postrera de mi manifestación y paséis después a formar parte del número de los soldados que luchen por la esencia, espiritualidad y sencillez de esta Obra. 22. Cuando esta semilla haya germinado en el corazón de los pueblos que forman la humanidad, habrá un cambio absoluto en la vida de los hombres. Cuán grande será la diferencia que demuestren tanto en su vida humana, como en su culto espiritual, cuando se establezca la comparación entre la forma de vivir, de creer, de adorar, de luchar y pensar, de los hombres de los tiempos pasados y de los que practiquen la espiritualidad. 23. De aquel tiempo de fanatismo, de idolatría, de materialidad y absurdas creencias, no quedará ni piedra sobre piedra; todos los errores que vuestros antepasados y vosotros mismos leguéis a esas generaciones venideras, serán destruídos; todo lo que no tenga esencia de bien y de verdad no perdurará, pero todo lo bueno que hayáis heredado, eso tendrán que conservarlo. 24. Esta Doctrina, expuesta en una forma más espiritual que en los tiempos pasados, tendrá que luchar entre hombres, pueblos, religiones y sectas, para abrirse paso y llegar a establecerse, mas pasado el momento de confusiones, vendrá a los hombres la paz y se recrearán extrayendo de mi palabra el contenido que en sí ha guardado siempre. 25. El concepto sobre mi divinidad, sobre la vida espiritual y sobre la finalidad de vuestra existencia irá tomando el cauce verdadero, porque cada hombre será un buen intérprete de cuanto os fue dicho en parábola y en sentido figurado por vuestro Maestro, por sus enviados y profetas. 26. Aquel lenguaje sólo en parte fue comprendido por los hombres; era la lección que les estaba asignada de acuerdo con su capacidad espiritual y mental, pero ellos, queriéndolo saber todo llegaron a turbarse y a confundirse, dando interpretaciones materiales a lo que sólo podía analizarse en forma espiritual. 27. Ya está la luz nuevamente brillando en cada espíritu y podréis, por lo tanto, penetrar en el fondo de aquellas y de estas revelaciones, mas no olvidéis que si en verdad aspiráis a conocer el sentido o esencia de mi palabra, tendréis que penetrar en el estudio de estas revelaciones; analizándolas espiritualmente y entonces ella se simplificará; su significado aparecerá diáfano, claro, sencillo; los misterios quedarán destruídos y con ello la ignorancia, y entonces la Tierra comenzará a devolver al valle espiritual seres luminosos y no seres oscuros envueltos en el velo de la ignorancia. 28. Desde que esta comunicación comenzó a manifestarse, vuestro espíritu se iluminó con mi enseñanza, aunque también surgieron los incrédulos lo mismo entre los que han cultivado la mente, como entre los rudos e ignorantes. 29. ¡Cuántos argumentos para desmentir esta revelación! ¡Cuántos intentos para destruir esta palabra! Mas nada ha detenido el curso de mi mensaje, por el contrario, mientras más se ha combatido a esta Obra, más se ha encendido la fe de las multitudes y mientras más ha pasado el tiempo, mayor ha sido el número de aquellos por quienes trasmito mi palabra. 30. ¿Qué quiere decir ésto? Que jamás el poder humano logrará impedir que el poder divino lleve a cabo sus designios. 31. Si el hombre actual con toda su ciencia no es capaz de someter a su voluntad a elementos de la Naturaleza, ¿Cómo podrá imponer su poder contra las fuerzas espirituales? 32. Del mismo modo que los astros en el Cosmos siguen su orden inalterable, sin que la voluntad del hombre pueda hacerles cambiar su curso o su destino, así el orden que existe en lo espiritual tampoco podrá ser variado por nadie. 33. Yo hice el día y la noche, es decir, Yo soy la luz y nadie más que Yo puede retenerla. De la misma manera acontece en lo espiritual. 34. Yo soy la luz de vuestro espíritu y sólo Yo sé cuando debo enviaros el caudal de claridad divina. 35. El cauce del río de la vida nadie podrá modificarlo. El paso de la luz nadie podrá impedirlo. Por eso véis que después de algunos años de manifestarse a vosotros en esta forma, ha llegado mi comunicación a su final, sin que ninguno de tantos opositores de esta Doctrina hubiesen logrado ni siquiera un día impedir el acto de mi manifestación. 36. El portavoz, al contacto de mi luz se ha sentido fuerte, invencible, invulnerable, y en verdad así ha sido. 37. El Pueblo, al congregarse en el interior de estos recintos, lo ha hecho siempre sin temor al mundo, siempre pleno de confianza en mi presencia y en mi protección, y Yo le he probado que su fe ha estado cifrada en la verdad. 38. Ante las pruebas que sobre la verdad de mi presencia he dado a este pueblo, las multitudes han ido en aumento y el número de sitios en que manifiesto mi palabra, se ha multiplicado. 39. También debo deciros que el número de incrédulos, de escépticos y de negadores ha aumentado, porque mientras la humanidad no tenga de Mí el concepto que se apegue a la verdad, siempre habrá quienes me nieguen; debido a su confusión no me pueden comprender, ni me pueden escuchar, ni sentir, y entonces tendrán que negar y combatir lo que para ellos no puede ser verdad, puesto que no entra en el dominio de su comprensión. 40. Yo los perdono, porque su intención no es hacerme daño alguno, ni podrían tampoco causármelo. Ellos de buena fe creen que estas multitudes son víctimas de una alucinación o de un engaño y quisieran poder evitarlo. 41. Mas ya vendrán otros negadores, los que, al escuchar el significado de esta Doctrina, tiemblen ante su verdad y su justicia y mirando en peligro su poder y su nombre hagan la guerra y combatan con armas innobles mi Obra. En esos corazones no será la ignorancia ni la buena fe la que los impulse a combatir a este pueblo, será la envidia, el odio y el temor a que la luz se haga en la humanidad. Mas nadie podrá impedir que la luz se haga cuando llegue la hora del amanecer para el espíritu. 42. ¿Sabéis, cuál es el origen de esa luz que hay en la palabra vertida por los labios de los portavoces? Su origen está en el bien, en el amor divino, en la luz universal que emana de Dios. Es un rayo o un destello de ese Todo luminoso que os da la vida, es parte de la fuerza infinita que todo lo mueve y bajo la cual todo vibra, palpita y gira sin cesar. Es eso que llamáis irradiación divina. es la luz del Espíritu Divino que ilumina y vivifica a los espíritus. 43. Esa irradiación lo mismo se manifiesta sobre el espíritu que sobre la materia, lo mismo sobre los mundos que sobre los hombres, las plantas y todos los seres de la Creación. Es espiritual sobre el espíritu, es material sobre la materia, es inteligencia sobre el entendimiento, es amor en los corazones. Es ciencia, es talento y es reflexión, es instinto, es intuición y está sobre los sentidos de todos los seres, según su orden, su condición, su especie y su grado de adelanto. Pero el principio es sólo uno: Dios, y su esencia una sola: el amor. ¿Qué imposible puede ser entonces que Yo ilumine la mente de estas criaturas para enviaros un mensaje de luz espiritual? 44. Las plantas reciben la irradiación de vida que les envía mi Espíritu para que den frutos; los astros reciben la fuerza que sobre ellos irradia mi Espíritu para poder girar dentro de sus órbitas; la tierra que es el testimonio presente, vivo, al alcance de todos vuestros sentidos, recibe sin cesar la irradiación de vida que hace brotar de su seno tantas maravillas. ¿Por qué ha de ser imposible que el hombre, en cuyo ser brilla como una joya la presencia de un espíritu, que es donde radica su semejanza conmigo, no reciba directamente de mi Espíritu sobre su espíritu la divina irradiación, que es la semilla espiritual que en él tendrá que fructificar? 45. Conocedme todos para que ninguno me niegue, conocedme para que vuestro concepto sobre Dios esté fundado en la verdad y sepáis que donde se manifieste el bien, ahí estoy Yo. 46. El bien no se confunde con nada. El bien es verdad, es amor, es caridad, es comprensión. 47. El bien es preciso, exacto, determinado. Conocedlo para que no os equivoquéis. Cada uno de los hombres podrá ir por diversos caminos; pero si todos ellos coinciden en un punto, que es el bien, llegarán a identificarse y a unirse. No así cuando se empeñen en engañarse a sí mismos, dándole cariz de malo a lo bueno y disfrazando de bueno a lo malo, como acontece entre los hombres de este tiempo. 48. Meditad sobre esta enseñanza, incrédulos de mi manifestación y de mi palabra y entonces juzgad, pero antes recordad que cuando estuve entre los hombres, os dije que "mi Reino no era de este mundo", dándoles a comprender que mi morada es espiritual; al hablarles de la vida espiritual lo hice por medio de parábolas, ya que no hubiesen podido comprender si les hubiese descrito en toda su grandeza y verdad el Reino de los Cielos. 49. Erróneamente la humanidad ha tomado en forma literal mis parábolas y enseñanzas en sentido figurado, porque en su imaginación han dado formas materiales o humanas a todo lo divino. 50. A causa de la interpretación material que las mentes humanas han dado a mis revelaciones, muchas creencias sobre la vida espiritual están tan alejadas de la verdad. 51. ¿Cómo podrán los hombres dar así una justa interpretación a lo que he llamado "Reino de los Cielos"? ¿Cómo podrán conocer mi justicia, mientras crean que existe un infierno como el que su imaginación a forjado y cuándo podrá aceptar y comprender que la ley de la reencarnación no es una simple teoría, ni una falsa creencia de unos cuantos hombres, sino una ley de eterna justicia y de amorosa compensación, a través de la cual el espíritu se purifica, se perfecciona, se modela y eleva? 52. Oidme nuevamente, humanidad: Este es el Tercer Tiempo en el que me he presentado para deciros que no he venido a borrar una sola de mis palabras reveladas por Mí cuando estuve en la Tierra, sino a borrar de vuestro corazón todas las interpretaciones erróneas que a mis enseñanzas habéis dado. 53. Cuando renunciéis a vuestro fanatismo que es lo que os ciega y os impide mirar la verdad, comenzaréis a comprender esta Doctrina y ante vosotros miraréis surgir pleno de luz, el contenido de mis revelaciones, tanto de este tiempo, como de los tiempos pasados. Entonces llamaréis justicia perfecta a lo que hoy llamábais misterio y sabréis dar su valor eterno a lo inmutable y su justa importancia a lo humano, que es pasajero. 54. Así sabréis que una sola existencia en la Tierra, por ser tan breve comparada con la vida espiritual, no puede ser decisiva sobre la eternidad de un espíritu, o sea que ni será suficiente para que uno de vosotros alcance dentro de ella la perfección, que os lleve directamente al Reino de la más alta espiritualidad que es a lo que llamáis Cielo, como tampoco, los errores de una vida en la Tierra podrán determinar que un espíritu se pierda en las tinieblas o en el dolor por una eternidad. 55. Ciertamente que una vida humana, concedida a un espíritu, tiene un valor tan grande, y representa una oportunidad tan propicia al progreso de un espíritu, que el hecho de desaprovecharla o de emplearla mal, implica que mi justicia, siempre inexorable, se manifieste en el sendero de quien profana dones tan sagrados como los que Yo confío a cada espíritu al enviarle a la Tierra; pero que de una existencia tan breve como es la del hombre en el mundo, depende toda la eternidad de su espíritu, es un error, con mayor razón si reflexionáis en que los errores humanos son propios de seres que carecen de desarrollo, de luz y elevación. 56. Mi Doctrina, llena de luz y amor, viene a fortalecer al espíritu, con el fin de que llegue a imponer su potestad sobre la carne y sensibilizarla de tal manera, que cada vez le sean más perceptibles las inspiraciones de la conciencia. 57. Espiritualidad es la meta que la humanidad debe perseguir, ya que a través de ella llegará a identificarse en plenitud con la conciencia y llegar por fin a distinguir el bien del mal, porque a causa de la falta de elevación espiritual de los hombres, aquella voz interior, profunda y sabia, recta y justa, no ha podido ser debidamente escuchada e interpretada, y por lo tanto, el hombre no ha llegado a tener un conocimiento absoluto que le permita distinguir verdaderamente el bien del mal y no solamente eso, sino que también encuentre en sí la fuerza necesaria para seguir todo impulso bueno y obedecer toda inspiración luminosa, rechazando al mismo tiempo cualquier tentación, pensamiento o sentimiento impuro o malo. 58. Las mejores armas para que el hombre venza a todos sus enemigos, las encontrará en su propio espíritu y será la conciencia la que le revele la forma de combatir y la de defenderse en esa batalla que tendrá que sostener irremisiblemente contra el mal, esa fuerza a la que tan inclinado se siente el hombre, personificándola en un espíritu, al que ha dado tantos nombres y atribuído forma. 59. Yo os digo que tendréis que combatir el mal, la tentación y la tiniebla, mas no en ese ser que habéis forjado en vuestra imaginación, sino interiormente, con vosotros mismos, que es donde habitan las flaquezas, las malas inclinaciones y las tinieblas, porque los hombres han amado más las tiniebas que la luz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 330 01. Discípulos amados: Vedme nuevamente convertido en Maestro buscando a vuestro espíritu para entregarle una nueva lección. 02. Mi palabra se convierte en bálsamo entre vosotros y en pos de ese bálsamo venís. Todo vuestro ser se conforta y vuestro espíritu se consuela con mi presencia, porque vivís en tiempos de amargura y de luchas; porque doquiera que posáis vuestra planta sentís el abrojo que hiere, mas cuando el dolor penetra en vuestro ser, eleváis el pensamiento en busca del Maestro para mostrarle conformidad y resignación ante las pruebas. 03. Desde el Segundo Tiempo os prometí un gran consuelo que no sabíais cuándo vendría. Ese gran consuelo había de venir en el tiempo en que la paz huyera de este mundo; en el que el amor y la caridad no existiesen en el corazón de los hombres y ¡He aquí el consuelo prometido entre vosotros! ¡He aquí el calor de mi Espíritu Divino cómo os envuelve, no solamente a los que me están escuchando a través del entendimiento del hombre, sino a mis criaturas de todo el Universo! Yo os hago sentir en este tiempo mi calor, mi consuelo y mi fuerza a vosotros que formáis mi apostolado y que en el Tercer Tiempo me habéis tenido y escuchado a través de estas manifestaciones. 04. Benditos seáis por vuestra fortaleza, por vuestra conformidad y elevación espiritual ante las pruebas que os he enviado, porque el dolor os ha purificado. Mas no es únicamente el dolor el que ha de llevaros a mi diestra, no son solamente los sufrimientos los que han de dar perfección a vuestro espíritu; el dolor lava las manchas espirituales y físicas, el obstáculo en algunas ocasiones, es freno, es motivo para la meditación, para el arrepentimiento, para la comprensión de los sufrimientos ajenos; para la elevación espiritual, el perfeccionamiento del espíritu se alcanza en la práctica del amor y de la caridad. Entonces dejad que el dolor os lave cuando él llegue, nunca lo llaméis, dejadle que llegue cuando él deba acercarse a vosotros; no busquéis el dolor, buscad la paz, buscad el bienestar y la alegría, buscadla para vosotros y para los demás, deseadla para todos; porque Yo soy el Dios de la paz, de la alegría y de la luz. 05. Soy el Dios de la esperanza y el realizador de todas las esperanzas lícitas de mis hijos. Cuando el dolor penetre en vosotros, dejad que cumpla su misión, pero pensad que para ascender por la escala de la perfección, de la evolución espiritual, no debéis conformaros con ser fuertes y resignados en las pruebas, en el dolor, debéis además, pensar en las penas de vuestros semejantes, debéis tener caridad de los demás y amar a vuestros hermanos; entonces vuestro espíritu habrá hecho méritos, habrá vencido el egoísmo humano, habrá vencido el amor propio de la envoltura y se habrá elevado como el buen discípulo del Divino Maestro. 06. ¿Quién de vosotros no desea la verdadera paz sobre este mundo? ¿Quién de vosotros no anhela el reinado del amor, de la virtud, de la alegría en el corazón de todos los hombres? Mas Yo contemplo que vuestro corazón ha penetrado en una verdadera resignación ante el dolor, en una gran conformidad enmedio de las pruebas y por ello os bendigo; pero, además, aliento en vosotros la esperanza de un cambio en vuestra vida; no desesperéis, no penséis que no vais a contemplar en vuestro corazón o en el de los vuestros, la paz que en tiempos pasados iluminó el corazón y los caminos de toda la humanidad. Para eso os estoy enseñando y preparando, para limpiar y preparar las tierras y los caminos con vuestros pasos virtuosos, con vuestras oraciones, con vuestros consejos de sabiduría aprendidos de Mí, con vuestras obras espirituales, obras de amor; de este modo estáis preparando este mundo y lo estáis haciendo digno de que el reino del Padre penetre nuevamente en el corazón de mis hijos. 07. No os resignéis con que este mundo sea siempre valle de lágrimas. Quiero que por el cumplimiento y la regeneración vuestra, se regeneren las naciones, las razas y los pueblos y por esta regeneración el valle de lágrimas se convierta en valle de amor y de paz. ¿Acaso desde los tiempos pasados no he venido a proponer a los hombres el Reino de los Cielos? ¿No lo he traído en mi palabra y en mis manifestaciones? 08. Preparaos entonces, oh discípulos, para que la fuerza de vuestro espíritu abra brecha, abra senda, apareje los caminos y seáis como precursores de mi llegada en la senda de los hombres. ¡Yo haré nuevas todas vuestras obras! He concedido libre albedrío al hombre y le he confiado el planeta Tierra, le he dado potestad y dominio sobre todos los elementos, substancias y seres, para que formara su morada, desde el principio del hombre, desde el principio del espíritu, me he mostrado como Ley de amor y de justicia; me he multiplicado en preceptos, en máximas, en ejemplos. He hecho de la vida, de la Naturaleza un verdadero y perfecto libro para que el espíritu del hombre no se pierda en las sendas tortuosas, para que el hombre siempre encuentre el camino, y aprenda del gran Libro de la Vida, escrito y creado por Dios. Mas ha llegado un tiempo en que he de llamar la atención de todos los hombre y he comenzado por vosotros, los últimos, los pobres y humildes, para convertiros en apóstoles de esta verdad, en profetas de los acontecimientos que han de ser, en testigos de mi tercera venida. 09. Mi enseñanza es para todos y en esa llamada de atención a la humanidad, Yo haré justicia y recordaré a todos mis hijos su misón; por su conducto todo lo destruído lo renovaré, todo lo profano lo dignificaré y pondré los cimientos para una nueva vida en este mundo. Destruiré todo lo inútil y superfluo; destruiré de la vida de los hombres todo lo perjudicial, combatiré todo adulterio y todo vicio: la soberbia, el egoísmo, la hipocresía, y mostraré una vez más a la humanidad la Ley inmutable, la Ley de todos los tiempos, la eterna, que una vez más os estoy recordando y entonces sentiréis en verdad la cercanía de mi Reino, la presencia del Padre Universal. 10. Dentro y fuera de vosotros mi presencia será sentida y mirada con profundo respeto; con elevación espiritual, con verdadero amor y culto. Los días felices de los patriarcas volverán, los días en que las familias por largos años vivía unidas por el amor y solamente la muerte las separaba, volverán; los tiempos en que mandatarios magnánimos y justos gobernaban a los pueblos de la Tierra, también han de volver. Todo lo tengo preparado y esos tiempos serán de luz y de gran progreso para el hombre, la experiencia, la luz, la elevación y todo lo que la humanidad en sus grandes luchas, en sus caídas, en sus errores y en sus aciertos, haya recogido en el camino de la vida, Yo se lo dejaré como cimiento, como experiencia, como verdadero conocimiento de lo que es el bien y el mal, de lo que es la luz y la tiniebla. Y cuando las tierras preparadas se encuentren ya, vendrán a este mundo los grandes sembradores, los grandes guías, los grandes patriarcas, los buenos mandatarios y los jueces justos. 11. Cuando estos espíritus de grande luz hayan surgido entre los hombres, la humanidad sorprendida de la fuerza de la bondad y de la energía de ellos se preguntará a sí misma: ¿Y éstos, quienes son? ¿Acaso es David que vuelve a la Tierra? ¿Es acaso Salomón? ¿Será Elías? ¿Habrán vuelto los profetas de los primeros tiempos? ¿Serán los apóstoles del Maestro del Segundo Tiempo? Así los hombres se preguntarán; pero ésto lo guardaré Yo en misterio hasta que todos volváis al Más Allá y entonces sepáis a ciencia cierta quiénes fueron los que vinieron en el Tercer Tiempo entre vosotros. 12. Los que estáis presentes en este instante escuchando mi palabra, decís en lo profundo de vuestro corazón: "Esos tiempos no los alcanzaremos, esos tiempos venturosos no los podremos vivir". Pero el Maestro os explica: Yo voy a permitir que aunque esos acontecimientos que Yo os pronostico están distantes, más allá del alcance de vuestra presente existencia, permitiré que la ventura, la paz y el bienestar penetren en vuestro corazón, en vuestra presente existencia y ello será como un anticipo de la dicha que esta humanidad va a gozar en los tiempos de la plenitud del Espiritualismo en la humanidad. Y ¿Quién o quiénes de vosotros pueden saber si Yo les he de enviar a habitar este mundo en aquel entonces a recoger el fruto de vuestra paciencia, de vuestra fortaleza y de vuestra conformidad en el dolor? Y será cuando aprendáis a practicar el amor y la caridad enmedio de vuestro bienestar; aprenderéis a glorificar al Padre en el momento supremo de vuestros goces y cuando estéis envueltos en aquel ambiente de beatitud y de tranquilidad, iréis en busca del necesitado; será entonces cuando más os acordéis del que sufre y de ese modo os mostraré que enmedio de la paz, enmedio del bienestar, podréis practicar mis enseñanzas y que si el dolor lava, el amor santifica. 13. Para eso os estoy preparando, discípulos, para esos nuevos tiempos que han de venir. Para que el Reino de los Cielos penetre en el corazón de mis hijos, antes ha de pasar el hombre por mi justicia, antes se ha de purificar hasta el último rincón de este mundo y cuando todo sea preparado, mi Reino será lleno entre vosotros. Mi Reino ha principiado a acercarse con la venida de mi Rayo Universal hecho palabra y vida, hecho voz humana entre vosotros en este Tercer Tiempo. 14. Elías, como precursor del Espíritu Santo en todos los tiempos, vino a aparejar caminos y a despertar a los hombres, vino hacer el llamado con su campana a las ovejas dispersas, para que congregadas todas en el redil, escucharan la voz de su Señor, y esa fué la preocupación, para que en este tiempo el Reino del Padre, el Reino Celestial comenzase a acercarse entre vosotros. 15. ¿Quién que haya escuchado la voz del Señor en este tiempo, no ha sentido por lo menos un átomo de paz en su corazón? ¿Quién no ha alcanzado para su sufrimiento una gota de bálsamo o un poco de consuelo? ¿Quién que se encontrase perdido en las sendas de las tinieblas, no ha vislumbrado en mi palabra un rayo de luz? ¿Quién que se hallara cansado y se creyera sin razón de ser, no ha encontrado en mi Obra la verdadera razón de su existencia? 16. Es el Reino del Padre que se ha acercado entre vosotros; pero ese Reino no lo forma solamente el Rey, porque un rey sin súbditos no puede ser rey y El ha venido con sus súbditos espirituales, ha venido con todo su Reino a manifestarse; El como Padre y sus súbditos como hijos verdaderos del Padre y como hermanos verdaderos de vosotros. Ese es el reino que tenía Yo prometido, ese es el consuelo que tenía Yo preparado para vosotros en estos tiempos y a medida que vuestra preparación avanza; a medida que los tiempos pasan, mi palabra se va cumpliendo y mi Reino se va acercando más y más. 17. Elías, como en un carro de fuego, pasea su espíritu por todo el Universo, dejando una huella de amor, ese amor que es el fuego del Espíritu de Dios, luz que ilumina y lumbre que abraza, que calienta a los fríos de espíritu y de corazón. Y si Elías ha pasado por todo el Universo, ¿Habría dejado de pasar por las naciones de este mundo? En verdad no, su luz ha sido con todos, su preparación, igual. El es el precursor, por eso con su paso despierta a los espíritus y si algunos permanecen aletargados todavía, es que esperan el nuevo llamado de Elías, como pastor; y él, que es incansable, insistirá sobre los dormidos, sobre los profundamente aletargados hasta despertarlos; mas los que van despertando, abren sus ojos y por intuición presienten el tiempo en que viven, presienten la presencia del Padre, la trascendencia del momento y su espíritu se escapa del mundo para comunicarse con su Señor, para invocarlo en su soledad, para clamarlo, para atraerlo hasta su propio corazón; los unos llamándole como Padre, los otros como Maestro, los demás buscandole aún como Juez; pero todos, en verdad os digo, despertarán al igual que los que ya lo han hecho, ninguno será desatendido en su súplica ni en su elevación y oración. Con aquellos Yo converso. Yo me comunico y les preparo; pero como no están perfeccionados ni ciertos de la comunicación de espíritu a Espíritu, dudan de esta verdad. 18. ¿Quiénes son los que van a borrar la incertidumbre de los que comiencen a comunicarse espiritualmente con mi Divino Espíritu? ¡Vosotros, que seréis precursores, apóstoles y profetas; vosotros llegaréis con la palabra certera, con la enseñanza precisa, clara y el testimonio rotundo, de que Yo estuve entre la humanidad y que sigo estando presente y eterno en el espíritu de todos mis hijos y les diréis también la forma perfecta de acercaros a Mí! Vosotros enseñaréis el verdadero culto espiritual; cómo se cumple con la vida espiritual y la vida terrestre y les mostraréis el amor, la justicia y la moral. 19. Si la humanidad descubre en vosotros grandes dones y por ello se siente inferior, dadle el conocimiento de que no hay seres superiores; podrán existir los espíritus más avanzados pero superiores no los hay. En verdad os digo que allí en la mansión de los justos, muy cerca de Mí, existen grandes espíritus. Esa es la meta que señalo a cada uno de vosotros. Quiero que al final de los tiempos, cuando éstos desaparezcan, cuando los camino cesen para vuestra planta y lleguéis al fin a ese oasis de paz celestial, todos seais iguales en torno a mi mesa; iguales en la paz infinita y perfecta de mi hogar, de mi reino. Por eso, cuando los hombres os admiren, os adulen, os envidien, hacedles comprender que todos están donados en forma igual. Yo os manifiesto en este día, que cualquier hombre o mujer con voluntad, puede ser facultad para sanar y entregar luz, Yo os declaro en este día que cualquier hombre o mujer puede contemplar por videncia o miraje espiritual, el más allá y el futuro. 20. En verdad os digo, que cualquier hombre o mujer, sea de la edad que fuere, podrá sanar y hacer prodigios si tiene amor y buena voluntad. Y si entre vosotros he señalado a los que han de tener don de profecía, el curativo, el de facultad para trasmitir las voces del Más Allá, el don de aconsejar y de guiar muchedumbres, es porque he querido confiar a cada uno de vosotros una pequeña parte en mi Obra, pero vuestro espíritu y vuestro cuerpo humano han sido creados por mi amor en forma igual para todos; de un solo espíritu habéis brotado y de una sola carne también. Mas también haréis reconocer a la humanidad, que solamente debe tomar una parte en la Obra del Señor y esa parte no se la vais a dictar vosotros, únicamente les prepararéis con estas enseñanzas para que ellos a través de su conciencia y de mi caridad, descubran el don de la misión confiados por el Padre. 21. Ciento cuarenta y cuatro mil son los marcados en este Tercer Tiempo; es una legión de espíritus, es un grupo que mi caridad ha señalado y entresacado en todos los tiempos del conglomerado de espíritus para entregarles una misión especial, una responsabilidad ante los demás y una restitución también, para prepararlos como guías, como apósotoles, como ejemplo. Las doce tribus de Jacob en aquel primer tiempo eran numerosas, rebasaban en mucho 144,000 y sin embargo, de aquel pueblo tan numeroso, me ha placido entresacar para el cumplimiento de este Tercer Tiempo, solamente dicho número. A ellos he entregado la misión de despertar a la humanidad, de conducirla por el camino del Espíritu Santo, por ese camino infinito que os acerca al Padre, que comunica al espíritu del hombre con los mundos más altos y con los mundos inferiores; que acerca a todos los espíritus, que los identifica y convierte en verdaderos hermanos e hijos de Dios por medio del acto simbólico de la "Marca". 22. Muchos han sido señalados, pero otros en camino de su propia existencia serán sorprendidos y les será revelado, ya por mi Divino Espíritu o por vuestro conducto, que pertenecen al número de los 144,000 y la señal que Yo os dé, de que el número ha quedado cerrado, causará una gran conmoción en vuestro planeta y esa conmoción, ese acontecimiento, no tardará mucho en venir a vosotros. Cuando esto sea y recordando muchos de vosotros estas palabras, diréis postrados espiritualmente ante el Padre: "Señor: nos has señalado, ya estamos reunidos". 23. ¡Ay, ay del Universo en ese instante, en verdad! os dice el Padre, porque con ello haré comprender a los hombres que algo sobrenatural acontece, que algo más allá de los elementos, de la voluntad del hombre, está aconteciendo, y la mayor parte de la humanidad, temerosa penetrará en oración y en arrepentimiento. 24. Escrito estaba por la misericordia de Dios y anunciado por el profeta Juan, que en la plenitud del Sexto Sello serían señalados los escogidos del Señor; He cumplido lo escrito y dicho por el profeta, tened certeza también de todo cuanto Yo os diga. ¿Quién de vosotros no comprende lo que estoy hablando? ¿Quién deja pasar sin sentir la lección que vengo entregando a mis discípulos? 25. He limitado mi manifestación, la he limitado para ponerme al alcance de todos mis hijos. No queréis encontrar mi majestad ni mi grandeza, en las obras exteriores, no busquéis todo ello en la faz de las envolturas por las cuales me comunico; si ellas alcanzan un átomo de transformación espiritual, un átomo de transfiguración, es que se encuentan poseídas de mi gracia; pero buscadme en la esencia de mi palabra y allí me encontraréis. 26. Así manifiesto mi Rayo Universal entre vosotros, se convierte en bálsamo, en enseñanzas, en profecía y en recreo para vuestro espíritu; pero también la luz de mi rayo desciende a todos los credos, a todas las ceremonias religiosas espirituales que celebra la humanidad; en este instante estoy presente en todos los corazones recogiendo el llanto de la humanidad, dando la protección de mi amor a la orfandad, dando mi caricia llena de ternura a la niñez, fortaleciendo el corazón de la juventud, fortaleciendo a los ancianos en su fatiga, acompañando al solitario y al las abandonadas, sanando a los enfermos, escuchando hasta la última queja y cuita, tanto de los que sabe pedir y orar, como de los que no saben; escuchando aun la ofensa de aquel que en su dolor blasfema, Yo le perdono su ignorancia; con todos estoy. No me aparto ni humillo al grande, no desconozco al rico ni al avaro, no me aparto del egoísta, por el contrario, Yo les contemplo como aquellos hijos que han tomado su heredad y se han alejado del Padre; en su riqueza me han olvidado, han olvidado que Yo tengo más que ellos y que un día van a necesitar de Mí. 27. Hoy no invocan mi nombre, no buscan a mi Espíritu, no me aman, pero Yo estoy con ellos, las puertas de mi Reino están abiertas eternamente al arrepentimiento, mi corazón abierto siempre para los pobres; porque todos sois pobres espiritualmente, unos en la riqueza material y otros en la miseria; trayendo siempre mis dones y mis beneficios para haceros ricos y poseedores de los verdaderos valores, de los verdaderos bienes eternos. Y si estoy con todos, ¡Oh mi pueblo! ¿Por qué no lo habéis de estar también vosotros? Quiero que también vuestro espíritu elevado hacia el más allá, contemple en forma igual a todos vuestros hermanos; que desde esa escala que alcance vuestro espíritu en la oración y en el amor, no distingáis a vuestros hermanos por religiones, sectas, clases ni razas, que a todos contempléis con el mismo amor y los miréis con la misma fraternidad y caridad; que no murmuraréis de los cultos o prácticas de los demás; que mucho menos os moféis del fanatismo o de la idolatría de vuestros semejantes, porque entonces no estaríais practicando mi Doctrina como Yo os la estoy enseñando. 28. La libertad espiritual Yo la he concedido al espíritu desde los primeros tiempos. Desde el instante en que brotaron de mi corazón los primeros espíritus, los puse en el camino de la libertad espiritualidad y al hombre también desde su principio le concedí libertad para pensar. ¿Quiénes son entonces los que forjan las cadenas para los espíritus? ¿Quiénes los que cautivan y atemorizan a los hombres y a los espíritus? ¿Quiénes son los que detienen a los espíritus anatematizándolos? los malos ministros y los malos guías espirituales de la humanidad, los que se dejan sorprender por la tiniebla para conducir por falsos caminos al espíritu del hombre. En todos los tiempos he venido a proponer mi Ley de amor, nunca a imponerla. Jamás he castigado a un espíritu porque no me ame o porque no cumpla con mi Ley. Solamente le pruebo, le detengo, le amonesto, le toco y le proporciono los medios para su redención; pero nunca le castigo y menos podría vengarme. En el Espíritu del Dios de amor, no puede caber la venganza. 29. Entonces, mi pueblo, no pretendáis que todos los hombres piensen o crean como vosotros. Vosotros nunca anatematizaréis a la humanidad, no arrojaréis sentencia ni condena sobre aquel que no os diga, que no acepte vuestra proposición, vuestra enseñanza o vuestros consejos. Con el más profundo respeto y con la verdadera caridad espiritual, contemplaréis a todos vuestros hermanos y así sabréis que cada quién en su culto, en su doctrina, en su camino, ha alcanzado el sitio a que le ha dado derecho su capacidad espiritual; y ahí, en el punto en que vosotros contempléis a la humanidad, es hasta donde ha alcanzado la evolución de ella misma. 30. Vosotros solamente vais a proponer el Espiritualismo, el tercer mensaje de Dios a los hombres, porque el primero fue del Padre en el Sinaí, el segundo fue el del Cristo y el tercer mensaje el del Espíritu Santo, pero en este tercer mensaje están unidas todas las leyes, los preceptos, los testamentos que Dios a legado a sus hijos. 31. ¡Llevad este rico y hermoso mensaje a toda la humanidad y proponédselo con amor! Si así lo hacéis, veréis cómo vuestra semilla sabrá germinar en los corazones con humildad, con ese silencio con que lo hace la simiente de la tierra, así germinará también vuestro espíritu y se alegrará infinitamente al contemplar que la semilla del Padre no muere jamás cuando es bien sembrada. 32. Os preparo para que pronto seáis los verdaderos sembradores y los buenos apóstoles que llevan a sus hermanos la simiente de caridad; os estoy preparando para después de la partida de mi palabra, para que no haya caos entre vosotros, para que no exista llanto, que no vaya a penetrar en vuestro espíritu la incertidumbre o la desorientación. 33. Os he dicho que no todas las congregaciones están preparadas, porque no han sabido despertar en estos últimos momentos, mas todos aquellos que en verdad se preparasen, quedarán como responsables para sostener en sus pruebas el resto de los pueblos que al no escuchar mi palabra desesperen, los que en su dolor al no contemplar a los mensajeros de la palabra del Maestro en la mesa, en la que tanto tiempo comieron vayan a llorar y flaquen en su fe. 34. Vosotros seréis en verdad, los consejeros, los fuertes como columnas, para que las techumbres de las casas de Israel no vengan por los suelos. Quiero que seáis vosotros como la voz que consuela, como un cántico, como lo fuísteis en aquel Primer Tiempo, cuando atravesábais el desierto en pos de la Tierra Prometida, en que las mujeres teñían sus liras para confortar y consolar a los hombres y para alegrar el corazón de los niños en su dura jornada; cuando los soldados se sentían fatigados por la batalla, cuando las plantas de los pies se encontraban encallecidas por el duro camino, entonces el cántico de las mujeres de Israel resonaba en el espacio, endulzaba el corazón de los hombres y hacía más llevadera la caminata. 35. Así también en esos instantes de silencio, de recogimiento y meditación, cuando sean interrumpidos por el llanto, por la desesperación, por el deseo de que el Rayo del Padre vuelva una vez más a los pedestales, vosotros con vuestra palabra como un cántico, como una voz de consuelo, diréis: "No estamos solos, el Maestro está entre nosotros, se ha quedado en nuestro corazón para siempre" y la voz de los vientos os alentará. Ese será el tiempo de los profetas, en el cual sus fieles testimonios resonarán en el corazón del pueblo como heraldos que anuncian en verdad los acontecimientos que han de venir, como testimonio de que el Padre y su Reino se encuentran más cerca de lo que han estado en este tiempo de mi comunicación. 36. Corto es el tiempo de mi estancia en esta forma entre vosotros y desde ahora, os preparo para algunas gracias que os voy a conceder en los últimos días de 1950. 37. Portavoces: No penséis desde ahora que aquel de vosotros que reciba por el último vez mi Rayo y que pronuncie mi última palabra, va a ser el más dichoso y el más lleno de gracia entre vosotros, no lo penséis así; voy a comunicarme en cada una de mis últimas cátedras por cada uno de vosotros; voy a descender a cada uno de vuestros entendimientos, con toda mi gracia voy a dejar impreso en vuestro espíritu y en vuestro corazón el recuerdo de la última vez que me manifesté por cada uno de vosotros. Será como un ósculo, como una sensación que no podrá borrar vuestro espíritu jamás, porque sois los que me habéis servido, los instrumentos por los cuales he hablado al mundo en este tiempo y os daré mi caricia y mi bendición, os acompañaré a lo largo de vuestra jornada y os esperaré hasta aquél día o instante en que lleguéis a estar a mi diestra por una eternidad. 38. Vosotros, Facultades, que habéis sido puerta abierta para mi Mundo Espiritual, Yo también haré mi gracia y la de esos seres benditos, quede impresa en vuestro corazón por siempre, mi Mundo Espiritual también por última vez se comunicará a través de sus protegidos y protegidas, dejando como último mensaje un consejo de amor, un consejo de ternura y de luz y el testimonio y la confirmación de que cada uno de esos espíritus protectores, seguirán velando por los pasos de sus hermanos en la Tierra y de que ni el Padre ni el Mundo Espiritual nos apartaremos de este pueblo amado. 39. Los que tuvieron la misión de guías y todos los que escucharon mis lecciones y las lleven a la práctica, amando y perdonando a sus hermanos, tendrán sobre su espíritu y sobre su materia la gracia y la fortaleza del Maestro para continuar, porque su voz después de mi partida, será fuerte, una voz llena de vida, una palabra llena de esencia y de fortaleza. Todos sus dones quedarán avivados en los últimos instantes. Será cada uno de ellos un espíritu convertido en antorcha de luz y el conjunto de esas antorchas marcharán delante del pueblo para que no se pierdan, porque ellos durante el tiempo de mi meditación y después en el tiempo de la lucha, espiritualmente, seguirán siendo custodios del pueblo para librarlo de las encrucijadas de la esclavitud, de los tropiezos, de las celdas tentadoras, en pos de todos los obstáculos y seguirlos conduciendo a las congregaciones, al redil bendito de la unificación espiritual, de la unificación de ideas y propósitos, de la unificación de la obediencia y en el cumplimiento de los cargos confiados por Mí. 40. A los videntes les digo: Tendréis mirajes llenos de esplendor, cual nunca los tuvísteis, precursores de vuestras revelaciones que habréis de desarrollar y recibir en los tiempos futuros, porque de cierto, todavía no alcanzan esos profetas la elevación que tienen que alcanzar; todavía sus ojos no han visto todo lo que han de ver, ni sus labios han dicho todo lo que han de profetizar. Mas la purificación que alcanzarán, guiados por su conciencia, será tan efectiva que nunca la mentira ni la tiniebla será en su espíritu ni en sus labios, siempre sabrán distinguir la inspiración verdadera de la falsa y tentadora inspiración; sabrán recoger de la misericordia del Padre lo que El les entregue como mensaje para la humanidad. 41. Mis plumas de oro, cuya mano ha sido infatigable en estos tiempos, seguirán escribiendo el testimonio de los profetas, seguirán escribiendo su propia inspiración y también la palabra de los inspirados, de aquellos que tengan que levantarse como maestros entre el pueblo. 42. No olvidaré tampoco a mis Columnas, aquellos corazones que también han hecho marchar al pueblo por el camino del recogimiento, del respeto y la elevación espiritual. Han sido los unos y los otros como capitanes a las órdenes de un general; han sido como Moisés o Josué en el desierto, secundados por la Tribu de Judá, por aquella tribu en la cual los macabeos fueron grandes capitanes, invencibles guerreros que abrían brecha en la ciudad, que derribaban muros y dominaban pueblos enteros, porque llevan tras de sí al pueblo del Señor, que había de recibir como heredad la Tierra Prometida. ¡Así os compara a vosotros el Maestro, oh Columnas! 43. Y el pueblo, compuesto de párvulos y discípulos, también tendrá grande gozo y recibirá grandes lecciones del Maestro en los últimos instantes. Entre las gracias que os confié, oh pueblo, os concederé el que podáis comunicaros por vez postrera al finalizar 1950 con el Mundo Espiritual, con los ángeles guardianes consejeros o seres curativos y también con aquellos espíritus que en la Tierra fueron vuestros padres, vuestro hijos, hermanos, amigos, o parientes; os concederé que podáis escucharlos materializados, humanizados, por vez postrera, y recibáis en aquella comunicación la caricia, el abrazo espiritual el consejo lleno de luz, la voz de esperanza que os dice: "Seguid caminando hasta que todos estemos unidos en la casa del Señor" 44. Así os preparo desde ahora con amor, con ternura, dulcifico vuestro paladar, enternezco vuestro corazón, para que aquellos momentos sean entre vosotros como una oportunidad de acercamiento, de reconciliación de perdón entre los unos y los otros. Que los tropiezos, las malas miradas, las espadas de dos filos que han dejado heridas profundas en vuestro corazón, sean envainadas y todo quede borrado por el verdadero amor, por el perdón entre hermanos. Que si vuestros ojos en aquellos instantes lloran, vuestras lágrimas sean de verdadero amor y vengan más que de vuestros ojos, del manantial de sentimientos elevados de vuestro espíritu. Si vuestros brazos materiales se entrelazan, más que los brazos de vuestro cuerpo, sean los brazos de vuestro espíritu, lazos de amor con que Yo he atado a todos los espíritus del Universo y que en este instante todos os reconozcáis en mi Ley. Y si mi palabra ha cesado ya, si la voz del Maestro solamente resuena en los ámbitos como un eco lejano, que aquel amor, aquel abrazo estrecho de vosotros, sea el calor, sea el consuelo, sea la compañía que os hagáis vosotros en vuestra caminata y por ese amor, por esa caridad de los unos para los otros, contemplaréis el santuario que Yo os pido, aquel templo en el cual quiero morar y en donde sea mirado, oído y sentido por vosotros; templo en el cual quiero que penetre el Mundo para que me mire, me sienta, me vea, me pueda reunir culto y me ame por toda una eternidad a través del Espiritualismo, que es el mensaje que el Espíritu Santo envía al orbe por vuestro entendimiento. 45. Vosotros también id con vuestro mensaje espiritual a la niñez, a la juventud y a la ancianidad. Ya no miréis fronteras ni digáis: "Señor, libertad a los pueblos". Ahora decidme: "Padre, bendice a nuestros hermanos, perdónanos a todos los que te ofendemos". Ya no miréis nacionalidades, ya no las mencionéis en vuestras oraciones. Elevaos y estando vosotros confundidos con los ángeles, con aquellos que siempre abogan y piden por todos, derramad también la paz de vuestro espíritu en todos vuestros hermanos y veréis entonces cómo las razas comienzan nuevamente a fundirse en una sola, las lenguas que os dividen, comenzarán a ser conocidas por los que las desconocían; las castas y linajes desaparecerán y serán sustituídas por la humildad y la comprensión. Los engrandecidos, vencidos por las pruebas, descenderán a los que contemplan abajo y los que estaban abajo ascenderán para colocarse a la altura de los que estaban arriba; porque es tiempo de restitución y en esa restitución está mi justicia divina, que es perfecta. En cada espíritu presente estará mi balanza pesando vuestros actos. Por lo tanto os digo: Yo soy el que sabe juzgaros y conduciros con perfección y en el misterio de cada vida, de cada destino, solamente Yo puedo penetrar. 46. Vosotros, velad y orad, para que la paz de mi Espíritu Divino, descienda en todo el mundo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 331 01. El que dude de esta comunicación a través del entendimiento humano es como si negase su condición de ser superior entre las demás criaturas, es como si negase a su propio espíritu y no quisiera darse cuenta del nivel espiritual y mental que ha alcanzado a través de pruebas sin fin, amarguras y luchas. 02. Negar que Yo me comunique por medio de vuestro entendimiento o de vuestro espíritu, es negarse a sí mismo y colocarse en el lugar de las criaturas inferiores. 03. ¿Quién ignora que el hombre es hijo de Dios? ¿Quién no sabe que en sí lleva un espíritu? Entonces ¿Por qué no pensar que entre el Padre y sus hijos debe haber una o algunas formas para comunicarse entre ambos? 04. Si Yo soy inteligencia, os busco por medio de vuestro entendimiento; si soy Espíritu os busco a través de vuestro espíritu. Mas ¿Cómo van a comprender y a aceptar esta verdad los que niegan mi comunicación, si nunca han querido mirarme y conocerme como espíritu? En su corazón han dado cuerpo a muchas creencias erróneas, como la de pensar que Yo soy ser divino con forma humana, al que hay que representar con símbolos e imágenes para comunicarse conmigo a través de ellas. 05. En el transcurso de los siglos la humanidad que así me ha buscado, se ha acostumbrado al mutismo de sus imágenes y formas ante las cuales ora y ofrece ritos. Y ha llegado ha formarse en su corazón la idea de que nadie es digno de mirar, oir ni sentir a Dios. Con decir que Yo soy infinitamente alto para aproximarme a los hombres, creen éstos rendirme un homenaje de admiración y se equivocan, porque quien diga que Yo soy muy grande para fijarme en criaturas tan pequeñas como es el hombre, ese es un ignorante que está negando lo más hermoso que mi Espíritu os ha revelado: la humildad. 06. Si creéis en Cristo, si sostenéis que sois cristianos, no debéis alimentar ideas tan absurdas como la de pensar que sois indignos de que vuestro Señor se acerque a vosotros. ¿Olvidáis que precisamente vuestra fe cristiana está cimentada en aquella prueba de amor divino, al hacerse hombre el Verbo de Dios? ¿Qué aproximación más palpable y humana podíais pedir de Mí? ¿Qué comunicación más al alcance de los hombres pecadores y carnales, oscuros de espíritu y cerrados de entendimiento, que aquella en que les hacía escuchar mi voz divina traducida en palabra humana? 07. Aquella fue la prueba más grande de amor, de humildad y de piedad hacia los hombres, que vine a sellar con sangre, para que eternamente tuviéseis presente que nadie es indigno de Mí, ya que, ciertamente por quienes más perdidos se encontraban en el fango, en las tinieblas y en los vicios, vine a humanizar mi Verbo y a derramar la savia de mi sangre. 08. ¿Por qué entonces, los mismos que creen en todo aquello, niegan ahora mi presencia y comunicación? ¿Por qué tratan de sostener que no es posible ésto, porque Dios es infinito y el hombre es muy bajo, muy pequeño y muy indigno? En verdad os digo que quien niegue mi comunicación de este tiempo, estará negando mi presencia en el mundo en aquel Segundo Tiempo y también, estará negando mi amor y mi humildad. 09. Vosotros, pecadores, es natural que en vuestro pecado os sintáis alejados de Mí, en cambio Yo siento que a medida que más errores cometéis y más mancháis vuestro espíritu, más necesito acercarme a vosotros, para daros la luz, para tenderos la mano, para sanaros y poneros a salvo. 10. Yo sabía que cuando volviese a comunicarme con mis hijos, muchos me negarían y por eso, desde aquel tiempo anuncié mi retorno, pero al mismo tiempo dí a comprender que mi presencia sería en espíritu, más si lo dudáis, recurrid al testimonio de aquellos cuatro discípulos que en los Evangelios escribieron mis palabras. 11. ¿Cómo había de volver al mundo en cuanto hombre y a derramar mi sangre nuevamente? Sería como considerar estéril mi obra y mi sacrificio de aquel tiempo y sería tanto como juzgar que desde entonces hasta ahora, la humanidad no habría evolucionado nada espiritualmente. 12. Yo sabía que a pesar de vuestro materialismo de este tiempo, en el fondo de vuestro ser tendría que encontrar al espíritu evolucionado y por esa causa es que mi comunicación ahora ha sido espiritual. 13. Aquí me tenéis, en espíritu, desde la nube luminosa, enviándoos mi palabra, humanizándola a través de estos portavoces, como una lección preparatoria para aquella comunicación a la que todos habréis de llegar: la comunicación de espíritu a Espíritu. 14. Os he traído este mensaje traducido en palabra humana en los labios de mis portavoces, para que más tarde, cuando mi palabra haya cesado y os hayáis tomado el tiempo necesario para estudiarla y comprenderla a fondo, vayáis como mensajeros de una buena nueva a compartir mi revelación con vuestros hermanos. 15. Además de este mensaje Yo he enviado directamente a los hombres una luz que ha llegado hasta el fondo de su ser, iluminando poco a poco su corazón y su entendimiento. 16. Cuando al mundo llegue a través de vosotros mi mensaje, encontraréis que verdaderamente las tierras estaban preparadas. 17. Sí discípulos, éste es el tiempo en que los hombres sin darse cuenta, meditan en su futuro espiritual analizan lo que conocen como revelaciones divinas e intuyen también cual es su misión; y así, reflexionando en el silencio interior de su corazón, van llegando a la comprensión de muchas verdades. 18. Es así como la luz se ha ido haciendo en muchos entendimientos, como van desechando el fanatismo religioso, y la idolatría va perdiendo fuerza en su corazón. 19. Sin darse cuenta van abriendo brecha hacia la espiritualidad. Un valor desconocido, una fe y una fuerza superior les ha ayudado a vencer temores y prejuicios y a medida que su voluntad se ha ido robusteciendo, sus razonamientos han ido siendo más firmes, claros y precisos. 20. Ved cómo la luz de la verdad llega a los hombres, trasmitida de Espíritu a espíritu. ¿Quién podrá impedir el paso de esta luz que no se ve con los ojos corporales? 21. La esencia y la verdad que en mis revelaciones de los tiempos pasados os hice conocer, no podría perderse en libros olvidados donde quedó escrita mi palabra, ni podía perder su sentido por el hecho de sufrir alteraciones por parte de los hombres. La verdad está por encima de toda pequeñez humana y ella se manifiesta en todo instante; pero su luz es más claramente observada cuando el hombre ha alcanzado a dar un nuevo paso, definitivo y trascendental en su camino de evolución. 22. Los símbolos, la parábola y el sentido figurado con que fueron revelados los misterios de la vida espiritual en las primeras eras, serán comprendidos en este tiempo, en que la luz de una larga experiencia espiritual os ayudará a todos a interpretar justamente la Ley, la Doctrina, la profecía, la revelación y las promesas. 23. Mi mensaje, como riego fecundo, desciende sobre vuestro espíritu en donde he depositado la divina semilla del amor. Este es el día que dedicáis al reposo de vuestras faenas materiales y en el que concedéis a vuestro espíritu la oportunidad de orar en calma y meditar, preparándoos así para escuchar mi palabra que es pan de vida eterna para vuestro espíritu. 24. Mi tarea, pueblo amado, tiene por finalidad hacer luminoso a vuestro espíritu, enseñándolo a habitar en mundos superiores. 25. Yo quiero convertiros en mis discípulos para que aprendáis a sentirme, como hijos que sois de mi Espíritu. ¿Por qué no habéis de sentir en vosotros mi presencia, si sois de mi misma esencia, si sois parte mía? No me sentís, porque no os dáis cuenta de ello, porque carecéis de espiritualidad y preparación y cuantas señales o sensaciones recibís las atribuís a causa materiales; es cuando os digo, que estando con vosotros no percibís mi presencia. 26. Ahora os digo: ¿Verdad que si sois parte mía, natural es que me sintáis en vuestro ser? ¿Verdad que meditando en ello, justo es que vuestro espíritu llegue a fundirse con el mío? Yo vengo a descubriros la verdadera grandeza que debe existir en cada hombre, porque os habéis confundido y queriendo ser grandes en la Tierra, os habéis empequeñecido espiritualmente. 27. A los valores materiales les habéis dado mayor importancia de la que poseen y en cambio, de lo espiritual ya nada queréis saber y ha llegado a tanto vuestro amor al mundo, que hasta lucháis cuanto es posible por ignorar todo lo que se refiera a lo espiritual, por creer que ese conocimiento es contrario a vuestro progreso en la Tierra. 28. Yo os digo que el conocimiento de lo espiritual no afecta el adelanto de los hombres, así en lo moral como en su ciencia. Por el contrario, esa luz le revela a los hombres un caudal infinito de conocimiento que ahora son una incógnita para su ciencia. 29. Mientras el hombre se resista a elevarse por la escala de la espiritualidad, no podrá acercarse a la verdadera grandeza que aquí en el seno de su Padre, le dará la dicha suprema de ser hijo de Dios, Hijo digno de mi Espíritu, por su amor, por su elevación y su saber. 30. ¿Queréis sentirme, oh pueblo? Sed manso y humilde y dejad de pedirme que Yo sea con vos, concretáos a aguardar el instante en que sea mi voluntad manifestarme ante vosotros. 31. Yo hago sentir mi presencia a través de esta comunicación por medio del entendimiento humano, mas debo deciros que no habéis obtenido esta manifestación por méritos, sino que ha sido mi caridad nacida del amor que por vosotros tengo, la que hizo que Yo me aproximase a vosotros para haceros sentir mi presencia. 32. Yo sabía que estábais necesitando mucho mis mensajes, que en vuestro espíritu era ya muy grande el hambre y la sed de mi luz; que estábais a tiempo de acudir a un llamado mío, porque el sufrimiento en la Tierra os había purificado y os había sensibilizado. Por eso me hice presente ante vosotros bajo esta forma, haciendoos comprender que este mensaje sólo sería la preparación para cuando tuviéseis que buscarme de espíritu a Espíritu. Entonces ya no será mi piedad la que se mueva a comunicarme con vosotros, sino vuestra elevación espiritual; ya no seréis los parias, los ciegos o los insensibles a lo espiritual, sino que con pleno conocimiento y fe absoluta de lo que significa para vosotros la comunicación de espíritu a Espíritu, haréis cuanto esté a vuestro alcance por haceros merecedores de esa gracia. 33. Para entonces ya tendréis la luz que necesitáis para dejar que mi Espíritu se manifieste a través de vosotros y haga sentir mi presencia en vuestros pensamientos, en vuestras palabras y en vuestras obras. 34. Hoy sois cual peregrinos, que errantes hace mucho tiempo habéis transitado, mas en este tiempo mi campana sonora os ha hecho el llamado; los unos presurosos habéis venido a la fuente de la gracia y Yo me recreo recibiendo a mis labriegos y contemplando que este pueblo va paso a paso espiritualizándose y mostrándome el amor hacia el semejante. Erais la roca endurecida, pero el cincel de mi palabra ha labrado vuestro corazón para transformarlo en un santuario. 35. Del libro de la enseñanza os doy a conocer una página más, para que llevéis más luz, y mi palabra florezca en vuestro corazón. Os traigo un caudal de caridad espiritual para los que os creáis menesterosos. 36. Habéis convertido este paraíso terrenal en un valle de lágrimas; Yo os lo confié como el jardín del Edén para que vuestro espíritu en unión de su materia pudiera recrearse con todo lo que vuestro Padre preparó para el bienestar del ser humano, para que saboreáseis sus dulces frutos y así con vuestro corazón lleno de gozo estuviéseis en armonía espiritual con vuestro Padre. 37. Bienaventurados los que ante la Nueva Aurora se han despojado de sus tinieblas y me han bendecido. Os he traído en mi palabra la esencia y la luz y os he apartado la tiniebla para que firmes estéis en el camino que Yo os he preparado. 38. Sois mis labriegos a quienes he dejado al cuidado de la semilla que más tarde tendrá que florecer. Os he confiado el árbol corpulento lleno de follaje para que bajo su sombra descanse el peregrino, mas los vendavales le han despojado de sus hojas porque habéis sido sorprendidos por la tentación cuando dormíais. Las hojas que los vendavales arrebatan de este árbol, las recoge mi caridad y vuelvo a formar con ellas el follaje de sus ramas. 39. El fruto de este árbol os lo he brindado y habéis saboreado la dulzura infinita de mi amor divino. Algunos de mis labriegos se enseñorearon y han abandonado el árbol que les he confiado, mas Yo sigo cuidando de él porque bajo su follaje muchas caravanas vendrán a descansar y a alimentarse con sus frutos. 40. Bienaventurados sean aquellos que han sido fuertes a través del tiempo y de las pruebas, que han sabido conducir a las multitudes hacia Mí. Yo les fortalezco, los ilumino y los cubro con mi manto espiritual, de la inclemencia de los tiempos. Yo aparto de sus labios el cáliz de amargura para que mi pueblo se recree cada día con mi palabra. 41. Muchos vendrán en caravanas buscando mi regazo de Padre, buscando del árbol el fruto de la vida que habrá de dulcificar sus paladares. Yo me encuentro esperando en ellas a mis escogidos, a los enfermos y a los menesterosos. Elías me los hará presente, son los corazones entristecidos y los espíritus esclavizados que a través de los tiempos han apurado un cáliz muy amargo sin encontrar el consuelo, y ni los tiempos ni los vendavales, podrán destruir el árbol, sus hojas llevarán siempre la sabia y sus frutos serán multiplicados. 42. He apartado de mis siervos la tiniebla, la impostura, he preparado su corazón con mi amor divino y he puesto en ellos la paz de mi Espíritu; les he mostrado mi Ley y la blancura de mi Obra para que velen por su pureza y limpidez. 43. Muchos se levantarán cual jueces y desconocerán la pureza de mi Obra y negarán la manifestación de mi Espíritu a través del entendimiento humano. Mas Yo soy el poder, el camino y la luz, y cuando ha sido mi voluntad, he extendido mi caridad cual báculo para que en ella se sostenga la humanidad. 44. Yo soy el que alimenta a vuestro espíritu y materia y cuando estáis conmigo, el dolor se aleja de vosotros y sentís la ternura de mi amor en el fondo de vuestro corazón. También es el instante en que la conciencia os reclama y os hace avergonzaros ante vosotros mismos de haber vivido en el pecado y de no haber cumplido finalmente vuestra misión. 45. Yo os he dado a conocer el camino de la espiritualidad para que cada día fuéseis despojandoos de la materialidad, para que seáis los que estéis al servicio de mi Divinidad, preparados para alcanzar la comunicación de espíritu a Espíritu. 46. Algunos corazones atribulados me dicen: Padre, ¿Hasta cuándo cesarán las guerras, como anunciado está a través de tus profetas? y Yo os digo, que el tiempo de la paz está señalado por mi índice divino. Cuando os espiritualicéis, seréis como un espejo limpio y todo aquel que os contemple así preparados, habrá de interrogaros y desde las primeras palabras que broten de vuestros labios, recibirán el amor que brota del fondo de vuestro corazón y entonces seréis reconocidos como mis discípulos y os escucharán sin cansarse. Ese será el principio del tiempo de paz. 47. Cuidad vuestra vestidura espiritual, para que no se manche, para que sea siempre blanca, para que seáis venerados y respetados por vuestros hermanos. Vuestra materia es pasajera, mas vuestro espíritu pertenece a la eternidad, por eso debéis serviros de los dones que os he confiado, para que moréis en la mansión eterna. 48. Cuán grata es para vosotros mi manifestación cuando sabéis comprenderme, cuando vuestro corazón es como un libro abierto en el que mi palabra queda escrita; para que vayáis estudiando y practicando, para que deis el ejemplo de humildad y mansedumbre. Al que encontraréis cansado y agobiado en el camino, levantadlo, fortalecedlo, no le neguéis lo que pida, porque Yo os he entregado la caridad. Bienaventurado el que se desprenda de lo que lleva en su alforja, porque la caridad que haga a su hermano le será multiplicada. Vuestro espíritu es poseedor de un caudal espiritual que es inagotable cada día. 49. Sed como el buen labrador que cultiva la semilla en los campos, semilla que materialmente florece y da su fruto, por el esfuerzo del hombre; el que con fe y esperanza toma las herramientas, remueve la tierra, limpia la planta de la mala yerba y espera que las aguas hagan que florezca y produzca abundantes frutos, para el alimento de la humanidad. 50. Yo he venido a comunicarme entre vosotros en cumplimiento a una promesa, mi amor marcó un tiempo para esta comunicación y el tiempo se está acortando; mientras unos creen otros dudan y ¿Qué debe hacer el Padre ante los que no le han reconocido? Volverá el dolor a purificar vuestra maldad y la cizaña que se ha multiplicado volverá a ser exterminada. 51. Comprended, Israel, que sois el responsable de mi Obra. Sentid el dolor de los que sufren y lloran en la esclavitud, en aquellas naciones. Ellos esperan que mi misericordia poderosa pueda libertarles y entregarles la paz. La inocencia llora y queda desamparada en los caminos, los ancianos son burlados y las doncellas descarriadas, y así sin piedad y sin remordimiento en la conciencia, el uno al otro se arrebata el hilo de la existencia. 52. Israel: Os he preparado para que vengáis a edificar, para que entreguéis a la humanidad la paz y la esperanza, para que le mostréis el puerto de salvación. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 332 01. Os encuentro orando, oh discípulos amados, velando vuestro espíritu por la paz de este mundo. Es lo que os he enseñado, es lo que he venido a revelaros una vez más; que vosotros sois los mensajeros de la paz, los portadores de ese don bendito, en este tiempo en que ella ha huído del planeta; porque el corazón del hombre la rechaza y a él solamente penetran la incertidumbre, el odio, la vida vertiginosa y la inquietud. Como emisario de paz y ya que no podéis ir en lo material a todos los sitios, caminos y lugares de la Tierra para llevar este divino mensaje, he enseñado a vuestro espíritu la elevación, la transportación por medio de la oración espiritual, para que él derrame bienandanza, caridad y bendiciones en todos vuestros hermanos. 02. Yo os he dicho en mis enseñanzas que no me pidáis por determinadas naciones, sino por el Universo, por todos vuestros hermanos, sin contemplar razas, nacionalidades ni clases y vuestro espíritu elevado, habitando por momentos en el Más Allá, desde allí contemple solamente la gran familia universal del Padre, contemple el sufrimiento, la miseria, el dolor de todos y por ellos me pidáis; que desde allí podáis contemplar aquellos seres que están más elevados que vosotros, en mundos espirituales mas altos y a ellos pidáis la ayuda, como Yo os he enseñado a invocar con respeto al Mundo Espiritual, para recibir de él inspiraciones y protección, y así, oh discípulos, estaréis amando con amor universal. 03. Dicen los hombres que Cristo en el Segundo Tiempo enseñó el amor de los unos para los otros sin distinción de razas, y os digo en este Tercer Tiempo: Yo, en cuanto Cristo en el Segundo Tiempo, os enseñé el amor universal, más debía comenzar por enseñaros el amor entre vosotros en cuanto hombres, para que llegado el tiempo os pudieseis amar con amor espiritual, ya no solamente sin distinción de mundos; y en este amor que os vengo enseñando ahora, quiero que vuestro espíritu lo abarque todo, que amando a vuestro Padre améis a todas las criaturas; que en vuestro mundo os améis entre vosotros mismos, con un átomo del amor con que el Padre os ama; que améis todo lo creado por Mí, que no seáis indiferentes, ni desconozcáis lo que os he heredado y confiado. 04. No siempre el hombre interpreta bien mis enseñanzas. Yo nunca os he enseñado a que desconozcáis o dejéis de saborear el buen fruto que mis leyes ordenan y conceden, solamente he venido a enseñar que no persigáis, mucho menos améis, lo inútil, lo superfluo; que no toméis lo perjudicial, lo ilícito como frutos favorables al espíritu o a la materia. Mas todo aquello que sea lícito y benéfico al espíritu o al corazón, eso os lo he confiado porque está dentro de mis leyes. 05. Otra lección os he dado: Que vuestro espíritu sepa renunciar a su materia cuando el tiempo del llamado sea para él, que cuando vuestro espíritu tenga que traspasar los umbrales del Más Allá, sepa renunciar al sustento y a los eslabones de la Tierra; pero en verdad os digo: el espíritu una vez desprendido de la materia, no penetra en ceguedad para los bienes materiales ; antes por el contrario, os dice el Maestro, es cuando Yo permito que vuestro espíritu adquiera mayor conocimiento, para que admire más las obras de la Creación, para que penetre más en el sentido de la vida, para que comience con sus alas espirituales a abarcarlo todo, para que su mirada traspase aquellos horizontes que eran como límite para su inteligencia en la Tierra y entonces principie en verdad a amar al Padre y a la creación divina con verdadero amor universal. Es cuando desaparece para el espíritu toda condición humana, linaje o casta; es cuando deja de amar solamente a los que le pertenecieron como familia terrestre, para comenzar a amar a todos sus semejantes con amor espiritual. Ese es el amor que os he enseñado a través de todos los tiempos. Mas si entre vosotros están los discípulos que poco me han escuchado en este tiempo y por lo poco que me han escuchado temen no poder cumplir ni comprender mi Obra y por lo mismo envidian a los que mucho me han oído, a los que mucho han recibido mi palabra en este tiempo, a ellos os digo en verdad: ¡No temáis! Lo mucho o poco que los discípulos me hayan escuchado, no significa nada, porque puede bastarles un instante de iluminación para que por ese instante vuestro espíritu se transfigure y se convierta en maestro, en fuente inagotable de amor y de inspiración. 06. ¡Llevad esta mi palabra como consuelo y confiad en ella los que me habéis oído poco! Porque de cierto os digo: en vuestro camino vais a encontrar a los que ni siquiera una vez me oyeron en este Tercer Tiempo y entre ellos vais a mirar cómo surgen los grandes apóstoles del Espiritualismo, los grandes profetas intuitivos, los grandes inspirados. Váis a contemplar los dones del Espíritu Santo manifiestos entre la humanidad, desarrollándose por intuición. Vais a contemplar a los hombres comunicándose de espíritu a Espíritu y entonces diréis: "Dichosos de nosotros, que al menos un poco pudimos oir al maestro, porque estos hermanos nunca lo escucharon a través del entendimiento humano". 07. ¿No recordáis que Marcos no formando parte de mis doce escogidos fue un gran apóstol de mi Doctrina? El apóstol niño que supo guardar en su corazón las enseñanzas del divino Maestro para estamparlas en papiros y legarlas a la humanidad cual un libro de oro. En su infancia sólo me escuchó en su inocencia terrestre, pero dejó que la mano del Maestro escribiera en su corazón el divino mensaje. ¿No recordáis que Pablo no habiendo escuchado al Divino Maestro una sola vez, supo convertirse; siendo el perseguidor de mis apóstoles, supo amarme y elevarse hasta ser uno de los grandes soldados de mi Doctrina? 08. Así acontecerá en este Tercer Tiempo; pero os dejaré también el Libro, exteriormente escrito con la letra material e interiormente iluminado con la luz del Espíritu Santo, para que en esa fuente bebáis; para que por medio de mis enseñanzas alcancéis la fortaleza y la luz espiritual para la gran lucha que os espera, porque todos vosotros estaréis en el mismo punto de preparación, de fortaleza y de conocimiento espiritual para ir en pos de la humanidad que se encuentra fertilizada por el dolor, por las pruebas sabias que existen en el camino de cada criatura. 09. Cuando las grandes pruebas vengan, no quiero que vosotros seáis los sorprendidos, sino vuestros hermanos; que no os intimide una corona o un manto real, que no os amedrente un cadalzo o una amenaza, que no os acobarde una calumnia, que no haya ofensa que lastime vuestro corazón; y entonces el sorprendido será el mundo, cuando Yo pueda manifestarme a través de vosotros en sabiduría, en humildad, en justicia y amor; pero esos atributos quiero manifestarlos no solamente a través de la palabra; quiero estar presente en vuestras obras. Pensad que en los tiempos pasados, en los primeros tiempos del Cristianismo, fue la sangre del Maestro, la sangre de sus discípulos y apóstoles, la sangre de los mártires, la que mejor habló, porque era duro el corazón de la humanidad, y si una verdad y una palabra no era sellada con sangre, no era creída. Ahora ni el Padre ni el mundo os pedirá vuestra sangre ni os reclamará vuestra vida para que con ella selléis mi verdad; pero sí pedirá pruebas y esas pruebas las daréis y serán de amor, de revelación, de espiritualidad, porque de ellas se encuentran sedientos vuestros hermanos. Si ofrecéis las aguas cristalinas, si ofrecéis el pan de vida, el mundo os creerá y a través de vosotros creerá en Mí. 10. Os he dicho, discípulos, que tendréis que miraros frente a frente con las grandes religiones y con las sectas menores; pero ante unas y otras no temáis. La verdad que os he confiado es diáfana, la palabra que os he enseñado es clara y sencilla en su superficie, pero profunda hasta lo infinito en su contenido y son armas fuertes con las que vosotros lucharéis y venceréis, mas os digo: Se levantará un pueblo de la Tierra pleno de materialismo e incredulidad, para negaros el derecho de llamaros Israel, para negar vuestro testimonio de haber recibido la nueva venida del Mesías, y ese pueblo es el judío. ¿No habéis pensado en él? Ese pueblo espera en su seno la llegada de su Mesías, de su Salvador, del que le haga justicia y le coloque nuevamente sobre todos los pueblos de la Tierra. Sabe ese pueblo que siempre he venido a él y en este tercer Tiempo dirá: "¿Por qué había de venir Dios a otro pueblo? Mas he aquí mis enseñanzas. 11. Desde los primeros días de vuestro mundo Yo comencé a formar la simiente de Israel en el género humano; de generación en generación le fui pulimentando, le fui perfecionando, hasta que llegó el instante en que formé una familia de espíritus escogidos entre todos, para dar principio a la formación de un pueblo. Con sabiduría escogí a cada espíritu, a cada ser humano, para integrar mi pueblo. 12. Una vez formado y fortalecido por mi caridad cada espíritu desarrollado en sus dones, de acuerdo con aquellos tiempos, cada materia preparada con gracia, le dejé multiplicarse sobre el haz de la Tierra y a ese pueblo siempre le hablé, siempre busqué la forma de estar con él y de comunicarme con él a través de sus patriarcas; hablé con las tribus del pueblo a través de sus guías, para conducirlo siempre por el sendero recto, para recordarle que Yo estoy sobre todo lo creado; para recordarle la justicia entre ellos mismos con el fin de que ese pueblo fuera el baluarte de los demás pueblos de la Tierra, fuera la antorcha viva que iluminara hasta el último rincón del planeta, fuera la bendición de todas las naciones y el oasis de paz para todos los necesitados. 13. Por eso le agracié en el espíritu y en la materia, por eso le concedí tierra fecunda que manaba leche y miel. En sus grandes faltas le probé para fortalecerlo, para templarlo, para que pudiese conocer el bien y el mal; la luz y la tiniebla, la abundancia y el hambre, la libertad y la esclavitud y permití además que fuese tentado y en las grandes tentaciones y perturbaciones que llegaron al pueblo, unos cayeron y otros me fueron fieles. Por los que cayeron, sufrieron los otros, por los débiles, fueron tocados los fuertes. Mas ¿Cuál fué la debilidad de los unos y la fidelidad y constancia de los otros? Los débiles cayeron en el amor desenfrenado por los bienes terrestres, en las bajas pasiones, en las ambiciones sin límite, en los malos cultos, en los cultos hipócritas. Los perseverantes lo fueron en su humildad , reconociendo y amando al Creador por medio del culto sencillo y de las costumbres sanas. 14. Nunca desamparé a ese pueblo, porque en sus sufrimientos les envié profetas para levantar su espíritu, para que no decayera su esperanza y su fe en Mí, mas cuando esos profetas amonestaban a los materializados, a los enriquecidos de la Tierra, a los envanecidos en las glorias humanas, eran desconocidos por ellos, perseguidos y muchas veces muertos; pero la palabra de aquellos profetas quedó como una antorcha encendida en el corazón de los perseverantes, de los fieles, y a través de todos los profetas anunciaba el Padre su venida a su pueblo, para librarlo de la esclavitud, para hacerle justicia, para depositar su Reino en el corazón de cada uno de sus hijos y aquellas promesas, aquellas profecías, eran interpretadas de modos diversos por los dos bandos del pueblo. 15. Cuando llegó el señor como Mesías, como Salvador entre su pueblo, unos lo esperaban hacía mucho tiempo como el Dios de amor, de justicia y de paz, como el Padre de todo consuelo y de todo bálsamo; otros lo esperaban como un soldado invencible, como un guerrero que levantando a su pueblo, lo llevase a exterminar a los pueblos enemigos, a los que habían cautivado y dominado al pueblo del Señor; esperaban que sus manos trajesen las grandes riquezas terrestres, los bienes temporales para donar a cada uno de sus hijos y de sus tribus. Así, cuando el Mesías apareció en la Tierra, lleno de mansedumbre y de pobreza humana, en la más completa humildad, sólo fué sentido y reconocido por los fieles y perseverantes, por los que tenían sensible el espíritu y el corazón a las lecciones elevadas, al mensaje divino que traía el Señor a través de Jesús. 16. Y los que esperaban al Dios rico y poderoso de la Tierra, al guerrero vengador de todos los agravios que el pueblo había sufrido, su decepción fue grande y su negativa también; pero aquel Maestro del bien y de la humanidad, envolvió a todo su pueblo en el mismo amor, encontrando que él se había dividido en reinados; lo mismo en Samaria que en Judea entregó su palabra, lo mismo en una tribu que en la otra derramó su amor, su bálsamo, sus milagros, enseñanzas y profecías. Mas a pesar de ello, siguió siendo negado por los judíos carnales, por los judíos materializados, por los que temblaban ante las revelaciones del espíritu, por los que no querían contemplar el camino que conduce al Más Allá, y fue en cambio reconocido y amado por los que esperaban la venida del Reino de los Cielos, el pan de vida eterna, la verdad sobre todos los hombres, el amor sobre todas las criaturas y desde ese tiempo ese pueblo caminó en división. 17. Fue menester que el Padre, después de su partida, arrebatara de las manos de su pueblo la tierra que le había sido confiada desde sus antepasados. A los unos les fue arrebatada por restitución y a los otros por galardón, porque esa tierra de Canaán, esa hermosa Palestina de los tiempos pasados, fue preparada por mí solamente como una imagen de la verdadera Tierra de Promisión para el espíritu y al despojar al pueblo de aquellas posesiones, quedó el judío materializado, errante sobre el haz de la Tierra y la otra parte, los fieles, los que han sentido siempre mi presencia, quedaron en espera de mi voluntad, sin dolor por haber renunciado a aquella herencia de los tiempos pasados, sabiendo que una nueva gracia el Padre les había confiado: la herencia de su palabra, del Verbo Divino, de su sacrificio, de su sangre. 18. En pleno Tercer Tiempo vivía y en este tiempo mi mirada contempla a mi pueblo de Israel, dividido todavía en los dos bandos: El uno materializado, enriquecido con los bienes de la Tierra para su propia restitución, haciendo estremecer hasta los cimientos del mundo con su poderío, porque su fuerza, su talento, las gracias que el Padre derramó sobre su espíritu, las ha puesto al servicio de sí mismo, de su ambición, de su grandeza. Ved cómo ha dado pruebas de fortaleza ese pueblo aun dentro de su materialismo en sus ciencias, en su voluntad, en su inteligencia; conserva en el fondo de su corazón el rencor por las hambres pasadas, por las esclavitudes, por las humillaciones y hoy fuerte y soberbio se levanta para humillar a los demás pueblos, para estremecerlos con su fuerza, para dominarlos. Hoy él es el harto y se complace en contemplar a los millones de hambrientos y a los grandes pueblos de esclavos, esclavos de oro, de su fuerza, de su ciencia y de su ambición. 19. Y contemplo también la otra parte de mi pueblo, la de los perseverantes y fieles, de los que siempre han sabido sentir mi presencia, de los que siempre han reconocido mi llegada entre los hombres, de los que han creído en mis revelaciones y a pesar de todo me han obedecido y me han cumplido; y esa otra parte no solamente sois vosotros que habéis sido testigos de mi comunicación por conducto del entendimiento del hombre en este tiempo, sino que parte del pueblo de Israel espiritual está diseminada por todo el orbe y en el lugar en que cada quien se encuentra, recibe mi caridad, siente mi presencia, se sustenta con mi pan y me espera, sin saber por dónde he de llegar, ni en qué forma, pero me espera. Mas los que sí saben cómo he venido, cómo me he comunicado, los que han conocido a ciencia cierta mis revelaciones, los que están preparados para los tiempos venideros, sois vosotros que formáis parte de los ciento cuarenta y cuatro mil entresacados por Mí de las doce tribus de ese pueblo; 144,000 que serán delante del numeroso pueblo de Israel, como 144,000 capitanes que lo hagan marchar en la contienda del Tercer Tiempo hacia la gran batalla. 20. ¿Creéis que mi pueblo siempre va a estar dividido? En verdad os digo que no. Para vosotros ha llegado la enseñanza, la luz y las pruebas. Para aquéllos ha llegado mi justicia y las pruebas también; les voy conduciendo a grandes pasos hacia el despertar para el espíritu y aunque de cierto, en el primer momento van a negar mi tercera venida al mundo como negaron la segunda, Yo os digo: No está ya lejano el instante de su conversión. Viven en sus tradiciones antiguas, mas Yo sondeo el espíritu y el corazón del pueblo judío y os doy a conocer que él, más permanece en sus tradiciones por conveniencia y temor ante las revelaciones espirituales, que por convicción propia; se estremece ante las manifestaciones del Más Allá y ésto es lo que yo les propondré: El despojamiento de todo lo superfluo, la práctica de la caridad, el amor y la humildad. 21. Ante ellos tendréis que llegar y ambos esgrimiréis vuestras armas. Los unos la palabra, el pensamiento, la oración y las pruebas. Los otros su talento, su poder, su tradición. Mas Yo estaré presente en esa lucha y haré que triunfe en verdad mi justicia, haré que triunfe la espiritualidad, haré que el espíritu se levante sobre la carne, la doblegue y la humille, y entonces vendrá la reconciliación de las tribus de Israel, la unificación del pueblo del Señor y cuando ese pueblo se encuentre preparado, en verdad os digo, entonces comenzará a cumplir hasta dejar concluída la grande misión que Dios desde el principio de los tiempos ha depositado sobre su pueblo escogido, que lo fue para ser el primogénito y el depositario de las revelaciones del Señor, para que como hermano primero supiese conducir a los demás, compartir con ellos su gracia y llevar a todos a la diestra del Padre. 22. Dividido el pueblo no ha podido triunfar sobre los demás pueblos de la Tierra, pero os digo en verdad; Así como aquellos han dado en el Tercer Tiempo grandes pruebas de su fortaleza y de su luz, dentro de la vida humana, quiero que también vosotros deis pruebas de vuestra espiritualidad, deis pruebas de que la fuerza del espíritu es mayor que las fuerzas humanas, para que en la contienda venza sobre éstas. 23. ¡Comprended, pueblo, para que podáis desempeñar la misión que el Padre os ha confiado, para que vuestro espíritu pueda elevarse en paz, pueda al fin llegar a Mí y desde mi Reino, pueda amar a todas las criaturas con el amor universal que Yo vengo a enseñaros! 24. Mucho os he hablado en este tiempo, mas de todo lo que os he dicho, vosotros aprenderéis una lección que os he dado en esta alba de gracia: ¡EL AMOR UNIVERSAL! 25. ¡Cuántas veces Jesús fue encontrado por sus discípulos cuando conversaba con las distintas criaturas del Universo! ¡Cuántas veces el Maestro fue sorprendido en sus diálogos con las aves, con la campiña, con el mar! Mas ellos sabían que su Maestro no estaba enajenado, ellos sabían que en su Maestro vibraba el Espíritu Creador del Padre, el que había dado idioma a todos los seres, el que entendía a todos sus hijos el que recibía la alabanza y el amor de todo lo hecho por El. 26. ¡Cuántas veces los discípulos y las gentes contemplaron a Jesús acariciando una ave o una flor y bendiciendo todo y en sus ojos descubrían miradas de infinito amor para todas las criaturas! Adivinaban los discípulos el gozo divino de aquel Señor, al verse rodeado de tanto esplendor, de tanta maravilla brotada de su sabiduría y vieron también muchas veces lágrimas en los ojos del Maestro, cuando él contemplaba la indiferencia de los hombres ante tanta grandeza, la insensibilidad y la ceguedad de las criaturas humanas ante tanto esplendor. Vieron llorar muchas veces al Maestro, cuando contemplaba al leproso llorando por su lepra, y a los hombres y mujeres quejarse de su destino ¡Estando envueltos en un regazo de amor perfecto! 27. Bien sabéis que mi Ley os enseña a amarme antes que a todo, no porque el corazón del Padre encierre egoísmo, sino que debéis comprender que para que podáis amar a la creación y a vosotros mismos, tenéis que comprender mi amor a través del vuestro, para poder sentirlo por vuestro hermano. Es por eso, que hoy os digo en esta alba de gracia: Quiero que vuestro amor llegue a ser universal, pero en Mí, amándome primeramente a Mí, amándoos los unos a los otros y amando después a todo lo creado por el Padre, a todas las criaturas, obras perfectas hijas del Padre y por lo tanto hermanas vuestras. 28. Dad sensibilidad a vuestro espíritu y a vuestros sentidos. Dejad que vuestra materia aunque sea pasajera en la vida, tome parte en este recreo, se regocije de haber existido, que goce con las emanaciones que la Naturaleza le brinda, que se sature, que se harte; porque esta vida material es también un manantial de bendiciones, de calor, de energía, es consuelo y caricia ; es sustento, es paz. 29. Dejad que vuestra materia goze, que tome parte en este festín, os dice el Maestro; no la ocultéis ni la alejéis de la Naturaleza, no hagáis que renuncie a esa fuente de vida, no le neguéis lo que Yo con tanto amor os he brindado, y ella dormirá en paz cuando el instante llegue; pero vuestro espíritu desde el Más Allá, desde su liberación seguirá contemplando la creación material ante todas las obras del Padre y sabrá después estimarlas mejor que ahora y aun cuando ya no se sustente de la vida material, aun cuando ya no tenga que bastarse de ellas ni que convivir dentro de ellas mismas, sabrá estar en armonía con todo, admirando todo y amarlo todo en el Padre. 30. Mi palabra os inunda de paz y es bálsamo para vuestro espíritu y para vuestro corazón. Habéis conversado y aún seguís hablando con vuestro Señor en el idioma del espíritu, ese idioma que encierra respeto, que es himno a mi oido divino, que es caricia del hijo hacia el Padre, que es mano que se eleva ante el que todo lo tiene y todo lo puede. Estáis confesos delante de Mí. Nada me ocultáis porque sabéis que mi mirada todo lo abarca, todo lo penetra y sentís mortificación ante vuestra conciencia por las faltas cometidas en la Tierra. Mas de cierto os digo: Yo, que cuento vuestras obras buenas y vuestras faltas, día tras día a medida que las albas pasan, escribo más obras buenas y anoto menos malas. 31. ¡No detengáis vuestro paso, oh discípulos! Que vuestra caminata, como siempre os he dicho, sea firme en la senda del bien y del progreso, porque tiempos vienen en que solamente el bien abra brecha al hombre, en que solamente la virtud y la verdad le sostengan en el camino de la lucha y del combate . Días se acercan en que la impostura habrá de caer, en que la falsedad, la hipocrecía, el egoísmo, toda mala simiente encuentre su fin, a través de grandes pruebas, tropiezos y reveses. Por eso el Maestro os dice: ¡Afirmáos más y más en el bien! ¡Estad convencido, mi pueblo, de que no podéis recibir ningún mal por el bien que hagáis! Si por el bien que hagáis sobre la Tierra recogéis mal fruto o mal pago, ese mal fruto es pasajero, no es el fruto final, en verdad os digo: Hay que perseverar hasta recoger. 32. Sed los buenos labriegos en la campiña del Señor y observad siempre a los labriegos de la Tierra material. ¿Acaso ellos, cuando su siembra va avanzada, la abandonan por un pasajero temporal? No, en verdad. Esperan que el mal tiempo pase, velan y oran por ellas y esperan la cosecha y ¡Cuántas veces esa cosecha de perseverancia ha sido en verdad colmada de bendiciones y de abundancia! Así sed vosotros: Tomad los reveses a pesar de vuestros buenos actos, como temporales pasajeros, como prueba para vuestra virtud, pero confiad siempre en que la simiente mía que bien sembrasteis, ha de daros buenas flores y buenos frutos, cuando el tiempo sea llegado. 33. De cierto os digo, que el espíritu es como una simiente, es como las semillas que vosotros conocéis. Os hablo en sentido figurado. También germinan, echan raíces y crecen, florecen y fructifican; pero algo más tengo que deciros. No todos los espíritus germinan al mismo tiempo, ni fructifican en tiempo determinado. Unos lo hacen antes y otros después, aun cuando hayan sido sembrados al mismo instante. esto comprendedlo y aplicadlo vosotros al pasado, al presente y al futuro vuestro y de toda la humanidad, porque de ello entresacaréis grandes conclusiones, grandes revelaciones y grandes contestaciones a las interrogaciones y a las dudas de los hombres. 34. Si penetráis en mi cátedra de este día, descubriréis en ella una intención marcada de vuestro Maestro: la de afirmar vuestro espíritu para que vosotros llevéis a la humanidad la revelación verdadera de la reencarnación de los espíritus. La intuición de ello la conservaréis todos los hombres; en todos los pueblos de la Tierra presienten el misterio que encierra el pasado, presente y futuro de cada espíritu. Para los unos es teoría, para otros es posibilidad, para otros fantasía, otros lo niegan rotundamente. Sin embargo, los encuentro pensativos en torno a esa verdad. 35. La humanidad de este tiempo forja leyendas, fantasías y hasta las tribus más remotas, hasta los pueblos escondidos en las selvas, presienten el misterio de la reencarnación del espíritu. Es que la tierra está preparada, está fecundada, es que el espíritu humano en sus evoluciones ha alcanzado a revelar a la materia parte de ese misterio, como vosotros lo llamáis. Sólo falta que llegue mi pueblo, mis doctrinados, mis fieles, los que siempre me han esperado, los que han sabido recibir mis revelaciones y enseñanzas, para darles la confirmación con palabra viva, con razones, con verdades. Entonces los hombres despertarán a un nuevo conocimiento, a una nueva vida, la cual no es sino el Reino de Dios en el corazón de los hombres, el reino espiritual en el espíritu mismo de la humanidad. 36. Os hablo con el mismo verbo con que hablé en el Segundo Tiempo. De mi palabra brota todo bien. Si en ella buscáis el bálsamo, mi bálsamo cae inagotable sobre vuestras dolencias; si me habéis pedido por los enfermos ausentes, ausentes estarán de vuestra materia, mas no de mi Espíritu ni del vuestro y en ellos es mi bálsamo; si me pedís mi bendición o mi protección sobre vuestras empresas, sobre ellas, en verdad os digo, está mi amor y mi luz. Os tomo de vuestra mano porque confiáis en Mí como en un guía salvador y os conduciré al triunfo, en verdad. En los tropiezos y en las pruebas os fortaleceré y os reanimaré. 37. Me pedís por los ausentes que son labriegos que son discípulos en mi Obra Espiritualista. Allí estoy con ellos, he estado en su paso, en su oración, en su cumplimiento. Como antorchas de luz los he posado en naciones extranjeras para vosotros, para que sean como ángeles de paz, como vigias rodeados de mi Mundo Espiritual. Desde el instante de su partida, han sido inspirados por sus ángeles protectores, para que den sus pasos materiales y espirituales con firmeza en la senda y así, cuando el Maestro les pida el cumplimiento, llenos de satisfacción aquellos labriegos puedan decir: "Padre, hemos trabajado en vuestro nombre". ¿Cuándo retornarán a este suelo? El Maestro tiene preparada la senda y el momento y en vuestro regazo serán y sus palabras resonarán en vuestro corazón como testimonio de las grandes manifestaciones que el Padre les entregó, de los grandes prodigios que sus ojos contemplaron y eso a vosotros os dará fuerza, será aliciente para el mañana, cuando tengáis también que traspasar fronteras e ir en pos de otros pueblos hermanos. 38. Si a vosotros os engalano con mi amor, si en este tiempo de pruebas os cubro con mi manto. ¿Cómo he de dejar sin cubrir bajo mi caridad a todo el Universo? Si a vosotros que sois ahora criaturas humanas, vengo a enseñaros el amor universal ¿Cómo podría el Maestro solamente fijarse en unos, olvidando a otros? Mi mirada es con todos y mi manto también, mi bálsamo se desborda en todos. Bajo mi manto de paz, unos lo sienten y lo aprovechan; otros hacen guerra, se destruyen y se ofenden. 39. Vosotros me preguntáis: "Padre: ¿Por qué en este año de reconciliación, por qué en este año de unificación espiritual y de amor, que la humanidad ha nombrado "año santo", los hombres se levantan en guerras fraticidas? El Maestro os contesta: ¡Vosotros, velad y orad! Hoy todavía no alcanzáis a penetrar en el sentido de estas pruebas, pero en verdad os digo, que el espíritu de los hombres ya está próximo a despertar y para ello ha menester algo más de dolor, es menester que apuren ese cáliz que preparando los hombres son para ellos mismos. Ellos serán su propio despertar, ellos serán su propio juez, ellos serán su propia balanza. Yo así lo permito y les perdono y los mimo; derramo en ellos mi luz, para que si les es posible por mi luz llegar a la verdad, así lleguen ellos y no por el dolor. 40. Al ascender mi Rayo Universal os dejaré a vosotros, desde el Más Allá derramando vuestra paz espiritual y vuestra bendición sobre toda la humanidad. 41. Esta es mi lección. ¡Seguid practicando mis enseñanzas! ¡Seguid caminando paso a paso y haced que en vuestro corazón y en vuestro espíritu tome más y más fortaleza, tome más y más cuerpo, la unificación espiritual con todo! ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 333 01. Venid a Mí si estáis cansados. En mi palabra encontraréis, bálsamo, consuelo y caricia. Después de escuchar mi lección, Yo os aseguro que os sentiréis fortalecidos para emprender con fe la jornada que os lleve a conquistar mi Reino. 02. Son los instantes en que muchos corazones llegan en busca de mi manifestación, cuando doy prueba de mi presencia haciéndoles sentir mi Espíritu muy próximo al suyo, sorprendiéndoles con la perspicacia de mi mirada al leer en cada uno de ellos su pasado, sus cuítas, sus peticiones y necesidades. 03. Muchos de ellos con sólo escucharme han creído, porque han encontrado en mi palabra la verdad, sin embargo, otros muchos han dudado a pesar de manifestarme ante ellos con tanta claridad. A estos corazones Yo pregunto en este instante: ¿Cuál es la prueba que necesitáis para creer en Mí? Y ellos me responden: "Que nos concedas lo que cada quién está deseando?. 04. ¡Ah humanidad! ¿Qué sería de vosotros si sólo hiciese Yo lo que deseáis? Sin embargo, he de concederos algo de lo que pedís, para probaros que a quién habéis escuchado a través de estas manifestaciones ha sido vuestro maestro. 05. ¿Es preciso que obre milagros y realice prodigios para que mi Obra, apareciendo ante vuestros ojos como sobrenatural, la llaméis maravillosa y verdadera? ¿O basta que os hable con sencillez, que haga llegar mi esencia a vuestro espíritu y os haga sentir mi presencia en lo más tierno de vuestro corazón? 06. Yo puedo daros cuanto me pidáis; pero sólo debo daros aquello que verdaderamente sea en bien de vuestro espíritu. 07. Aprended a orar y a meditar a la vez, para que surja en cada uno de vosotros el conocimiento y la comprensión. Sólo el que sabe no duda, ni desconfía. La duda proviene de la ignorancia. ¿Veis por qué no he querido realizar ante vuestros ojos esas obras que llamáis maravillosas? Porque con ellas sólo lograría que creyéseis en que Yo las había hecho, pero vuestra ignorancia seguiría siendo la misma. Yo he preferido ofreceros el milagro oculto en la esencia de mi palabra para que buscándolo, halléis sabiduría y luz, conocimiento, revelación y verdad, porque entonces se disiparán todas las incertidumbres y las dudas. 08. Comprended ahora por qué en este Tercer Tiempo sólo he querido llamaros para escuchar mi palabra, sabiendo que en ella se encierra cuanto vuestro espíritu y corazón puedan anhelar o necesitar. 09. No seáis malos discípulos ante mi enseñanza. Sed sensatos y comprensivos para que vuestro juicio sea justo. 10. Sois testigos de esta palabra para que cuando seáis llamados a responder de ella no vayáis a enmudecer. 11. ¡Yo os aseguro que si os proponéis penetrar con interés y con amor al sentido de estas enseñanzas, tendréis que descubrir a cada paso verdaderas maravillas y prodigios de sabiduría espiritual, de amor perfecto y de justicia divina, pero si miráis con indiferencia estas revelaciones, tendréis que ignorar cuanto ellas encierran! 12. No paséis delante de mi manifestación como muchos pasáis ante la vida: viendo sin mirar, oyendo sin escuchar y pensando sin entender. 13. Los hombres de la Tierra son testigos de cuantas maravillas y bienes he depositado en ella; pero sólo saben estimar sus tesoros y descubrir sus secretos quienes se interesan por saber; por penetrar y por elevarse. Esos son los que se recrean descubriendo a cada paso nuevas manifestaciones de poder, sabiduría y bondad divinas. 14. Os vuelvo a decir, que Yo no vine en este Tercer Tiempo a realizar el milagro inexplicable o el prodigio exterior para impresionaros o sorprenderos, sino a traeros una palabra sencilla en su forma, pero profunda en su contenido, para que sea estudiada ante la luz de la conciencia. En ello os doy una prueba más de mi verdad, porque debéis tener presente que en aquel Segundo Tiempo previne a la humanidad, anunciándole que en el mundo surgirían falsos profetas haciendo prodigios para enseñar a los hombres, haciéndoles creer que soy Yo. 15. Yo no he traído esa clase de milagros, ni he venido a obligar a nadie a creer en esta palabra, ni he tratado de sembrar temor si no me seguís. Sólo he venido a cumplir una promesa hecha a los hombres, de enviar el Espíritu de Verdad a explicarles todo aquello que no hubiesen comprendido bien o hubiesen interpretado mal. 16. Aquí tenéis mi palabra prometida. Bienaventurados quienes sepan penetrar en su interior, porque de cierto os digo que ahí encontrarán mi divina presencia. 17. El Maestro es incansable hablándoos de vuestra misión. Unos me hacéis presente con regocijo vuestra obediencia, otros entristecidos me presentáis las pruebas por las que habéis pasado y Yo deposito en vosotros mi fortaleza . Sed fuertes, os dice el Maestro; las pruebas pasarán, esperad y recibiréis, luchad y triunfaréis. 18. Yo me he derramado en vuestro espíritu para que llevéis el mensaje a la humanidad, ella espera a mis escogidos. Yo os prepararé con mi palabra y vuestro espíritu siempre estará iluminado. Cuando vuestros pensamientos y espíritu estén en armonía con vuestra conciencia, os habréis unificado y la espiritualidad será en vosotros, seréis el espejo de la humanidad y como el buen discípulo, seréis difundiendo mi enseñanza. 19. Trabajad, pueblo amado, mas el galardón, Yo lo tengo preparado en mi mansión divina, allí los ángeles os darán la bienvenida. 20. Yo he depositado en vosotros un tesoro de valor incalculable, los unos os sentiréis indignos de mi caridad, mas Yo os digo: Sois mi obra más preciada. Practicad mis enseñanzas y veréis que vuestras obras serán luminosas, en ellas estará la verdad. Ahora sois como párvulos, después seréis los discípulos; mas mi enseñanza no tiene límite, porque siempre en vuestro espíritu estará irradiando la luz de mi Espíritu Santo. Yo soy el camino la luz y todo el que viene a Mí, halla la paz y la conformidad en su vida. 21. Vosotros, los que estáis bajo la sombra del árbol corpulento, que es mi enseñanza sois los indicados para velar por él para cultivarlo y hacer que cada día se extiendan más sus ramas, para que den abrigo al caminante que cansado se acerque a recibir su sombra. Si queréis que los frutos de este árbol que es mi divina palabra, se multipliquen, debéis encontraros preparados, y entonces veréis que sus ramas se seguirán extendiendo para que vengan las multitudes y se alimenten con sus frutos. 22. Os hablo en sentido figurado para que analicéis y comprendáis mis enseñanzas. Mi luz divina os inspirará para que habléis a vuestros hermanos y les deis testimonio de mi manifestación como espíritu Santo. Trabajad con mayor ahinco y preparáos más y más para estar espiritualizados. 23. Del Maestro venís a escuchar y a aprender, pero más tarde vosotros daréis la enseñanza que Yo os he entregado; porque los corazones siguen siendo las rocas endurecidas y los espíritus siguen en tiniebla y es menester luchar para romper sus cadenas y libertarlos, es necesario levantar a los muertos y convertir a los que han delinquido. 24. Esta es vuestra misión, pueblo amado, no os sintáis débiles, ni digáis después de 1950 que vuestro trabajo ha terminado; no queráis descansar, por que mucho tenéis que trabajar para que mi luz ilumine a toda la humanidad. 25. Mi presencia ha sido entre vosotros, para que al escuchar mi palabra a través del entendimiento humano, quedéis preparados para el cumplimiento de vuestra misión; para que la humanidad, al recibir nuevamente por vuestro conducto mis enseñanzas, penetre a la espiritualidad. 26. Sois mis parvulitos a quienes entrego cada día una lección más, una página más de aquel libro de la Vida que los videntes contemplan, cada vez que os hablo de la vida verdadera. 27. He concedido que mis plumas de oro graben mi palabra que os he dado en este Tercer Tiempo, con la cual se formará el Tercer Testamento, el cual llegará más tarde a las manos del hombre. En el mañana las nuevas generaciones lo estudiarán y sabrán conducirse dentro de la moral, sabrán espiritualizarse y sentirán que el Padre está con ellos. Yo confiaré guardianes y consejeros que estén a la diestra y custodia de la humanidad. 28. Pueblo amado: Vos sois el discípulo a quien he venido preparando desde el principio de mi comunicación, para que después de concluída la etapa de mi palabra podáis sentirme en vuestro espíritu. 29. El año de 1950 ha llegado a su plenitud. Es el año marcado por mi voluntad como el último de mi comunicación a través de la mente y de los labios de estos portavoces. Es el año mil veces mencionado en mi palabra para que ninguna congregación ignorase el día postrero de mi manifestación. 30. La palabra que tanto bálsamo ha derramado en vuestras heridas, vais a dejarla de escuchar. La voz que ha sido vuestro recreo espiritual y vuestro consuelo, está próxima a cesar, pero no vais a mostrar ni por un instante inconformidad, mas bien reconoceréis humildemente que si fue mi voluntad enviaros por un tiempo esta luz, también por mi voluntad tendrá su término. 31. No digáis que os parece breve el tiempo en que me he manifestado en palabra entre vosotros, porque a Mí no debéis atribuirme imperfección alguna en mis determinaciones. ¿Acaso creéis que Yo ignoraba que al llegar el año de 1950 íbais a estar impreparados? No, discípulos, Yo todo lo sabía, sin embargo fue mi voluntad señalar este año como el último y este designio debéis tomarlo como perfecto. 32. En aquel Segundo Tiempo también con anticipación estuve anunciando mi partida a mis apóstoles, a pesar de que yo sabía que aún estaban débiles; prueba de ello fue que uno de ellos dudó de mi Divinidad y se sintió defraudado en sus ambiciones materiales; y al comprobar que los tesoros que Yo venía prometiendo no eran de este mundo, optó por entregarme a los enemigos de mi Doctrina, cegado por el pago con que habrían de retribuir su servicio. 33. Ved si no habría aún tinieblas en aquel corazón que puso precio en dinero a la vida de su Maestro. 34. Luego, cuando fui tomado por aquella turba para comparecer ante sacerdotes y gobernantes, ví cómo la confusión y el desconcierto se apoderaron del resto de mis discípulos, quienes presas de temor huyeron a ocultarse. Cuando Pedro fué descubierto como uno de los que me acompañaban, me negó, jurando no haberme visto nunca. 35. Todas estas fueron pruebas de que al tiempo de mi partida los discípulos no habían alcanzado su madurez. 36. Es que aquellos tres años que duró mi predicación fueron marcados para entregar a la humanidad un divino mensaje, mas no porque en el mismo término tuviesen los discípulos que alcanzar la máxima elevación y perfeccionamiento. 37. Aquellos tres años fueron de preparación para el tiempo de lucha que vendría después de mi partida. 38. Mi sacrificio se consumó, mas sabiendo que aquellos corazones me necesitaban más que nunca, porque en su interior se había desatado una tempestad de dudas, sufrimientos, confusiones y temores, presto me acerqué a ellos para darles una prueba más de mi infinita caridad. En mi amor y piedad por aquellos párvulos de mi palabra, me humanicé tomando la forma o imagen del cuerpo que llevé en el mundo y me dejé ver y me hice oir y con mis palabras encendí de nuevo la fe en aquellos decaídos espíritus. Era una nueva lección, una nueva forma de comunicarme con quienes me habían acompañado en la Tierra; y se sintieron fortalecidos, inspirados, transfigurados por la fe y el conocimiento en mi verdad. 39. A pesar de aquellas pruebas, de las que eran testigos todos, hubo uno que con obstinación negaba mis manifestaciones y pruebas que espiritualmente venía a dar a mis discípulos y fue menester permitirle que palpara hasta con sus sentidos materiales mi presencia espiritual para que pudiese creer. 40. Pero no solamente entre los discípulos que más cerca de Mí estuvieron se sucitó aquella duda; no, también entre las multitudes, en los poblados, en las ciudades y en las aldeas, entre los que habían recibido pruebas de mi poder y por esas obras me seguían, surgió la confusión, la interrogación angustiosa, la sorpresa, el no saberse explicar, por qué todo había terminado en aquella forma. 41. Yo tuve caridad de todos y así como a mis más cercanos discípulos les dí pruebas de no haberme apartado de ellos aunque ya no les acompañase en cuanto hombre en la Tierra, a cada corazón, en cada hogar o familia y en cada pueblo, me manifesté ante los corazones que creían en Mí, haciéndoles sentir mi presencia espiritual en multitud de formas. Entonces comenzó la lucha de aquel pueblo de cristianos que necesitaron perder en la Tierra a su Maestro para levantarse a predicar la verdad que El les había revelado. Todos conocéis sus grandes obras. 42. Vosotros también tendréis que perder esta comunicación para poderos levantar a dar testimonio de mi palabra. Mas antes de levantaros me manifestaré de Espíritu a espíritu con mi pueblo para apartarle sus dudas, para corregirle sus errores y librarle de sus confusiones, porque os vuelvo a decir, que cuando Yo haga cesar mi palabra, tampoco vosotros estaréis preparados, por lo que habrá traidores, habrá quienes me nieguen y quienes pongan en duda mi comunicación de espíritu a Espíritu. Mas Yo os inspiraré y os daré nuevas pruebas de mi verdad para que también os levantéis plenos de amor, de fe y espiritualidad a la lucha que os espera. 43. Escuchad mi voz, pueblo, ella desciende a llenaros de valor y de ánimo para la lucha que pronto habréis de emprender. El camino os espera, la etapa de vuestro cumplimiento se aproxima y necesitáis estar fuertes. 44. Mi palabra, grabada desde ahora en vuestro espíritu, será vuestra guía, ella os conducirá paso a paso hasta la meta feliz que os he trazado, para que lleguéis a morar en la luz por una eternidad. 45. Cada uno de los que me han oído y aprendido la divina enseñanza, será un mensajero de mi palabra en el sendero. Su corazón será una alforja llena de bendiciones para derramarse en sus hermanos necesitados de salud, de paz, de consuelo. 46. Cruzarán mis discípulos las grandes extensiones en pos de ciudades y pueblos, donde sin saber, muchos corazones les esperan. Ya una vez en el camino de vuestra misión, no tendréis a nadie que preguntar si vais por la verdadera senda, o si os habéis desviado, porque la conciencia os iluminará y mi palabra os instruirá en todo lo que deberéis hacer. 47. La caridad con que tratéis a vuestros hermanos, será premiada por Mí con prodigios y obras que conmuevan el corazón más duro y frío. 48. Ahora podréis explicaros por qué desde hace tiempo os encontráis sujetos a una purificación, porque es indispensable que quienes van a hablar de pureza, lleven limpidez en su corazón, y lleven paz los que van a sembrar de paz y de concordia los hogares. 49. Mi palabra os llena de fortaleza, porque ya es tiempo de que vosotros surjáis en la Tierra como emisarios y apóstoles de la espiritualidad; la humanidad está horrorizada por la guerra, el hambre y la perversidad. 50. No deberá faltaros la presencia de ánimo cuando os enfrentéis al dolor, a la miseria y a la muerte, porque será precisamente ahí donde brille la luz que lleváis, iluminando la vida de vuestros hermanos. 51. Dichoso este pueblo porque en él se cumplirán las profecías de los tiempos pasados, en que fue dicho que surgiría en la Tierra el Pueblo de Dios, y bienaventurados quienes lo sepan reconocer y lo reciban, poque ellos quedarán unidos a mi pueblo. 52. Nada es imposible a mi poder, por lo tanto Yo os moveré de un punto a otro, os conduciré y os haré llegar a donde vuestra presencia sea necesaria, porque en cada hijo de este pueblo enviaré un consuelo a los que sufren, a los que hace mucho tiempo están esperando el advenimiento de la justicia y de la paz en la Tierra. 53. Cuando mi pueblo llegue a las naciones y se aproxime a sus hermanos, se sentirá sorprendido al encontrar cierta preparación o disposición en los hombres para comprender esta Doctrina. Esto se debe a la evolución natural que cada criatura ha alcanzado y a la vibración incesante de mi Espíritu sobre toda la humanidad. 54. De los hombres de ahora, faltos de espiritualidad y de amor, haré brotar a las generaciones tantas veces profetizadas por mi palabra; pero antes voy a preparar a estos pueblos que hoy se desconocen, se hacen la guerra y se destruyen y cuando la acción de mi justicia haya pasado sobre todos y la mala yerba haya sido arrancada de raíz, una nueva humanidad comenzará a surgir, sin que en su sangre lleve ya la semilla de la discordia, del odio o de la envidia, porque la sangre de sus padres se purificó en el crisol del dolor y del arrepentimiento y Yo les recibiré y les diré: Pedid, pedid que se os dará, como os dije en el Segundo Tiempo, mas ahora añado: Sabed pedir. 55. Cuán pocos han sido los que verdaderamante han sabido pedir. Vosotros mismos que estáis escuchando esta palabra, muchas veces no sabéis cómo pedir ni qué pedir. Mas Yo en mi caridad por vosotros siempre voy adelante y os doy más de lo que necesitáis, aunque no siempre sea lo que habéis solicitado, porque sólo Yo sé lo que más conviene a cada quien. 56. Vosotros pedís para ahora mismo. Yo os doy para el futuro. Vosotros pensáis en vuestro mejoramiento material. Yo pienso en vuestro perfeccionamiento espiritual. No sólo os digo que sea más importante el espíritu que la materia, sin que ésta siempre estará en un segundo término. Todo aquello que no atañe al espíritu, os es dado por añadidura. 57. Yo todo os lo doy y ¿Qué os pido en cambio? Sólo que cumpláis con vuestra misión, tomando con amor lo que Yo os he concedido, comprendiendo que ello será suficiente en demasía para alcanzar la meta a donde debéis llegar. 58. Os estoy hablando como Padre, no como juez, aunque mi palabra en sí lleve justicia, porque ahora es cuando debéis trabajar con vuestro pensamiento, procurando mejoraros moral y espiritualmente. 59. Vuestra labor ha comenzando hoy, no esperéis mañana para iniciar la jornada, porque podrá ser tarde, ya que a cada quien le ha sido fijado un corto tiempo en la Tierra para aprovecharlo en benficio del espíritu. 60. Os estoy llamando hijos de la luz porque el conocimiento de mi Doctrina os está dando la comprensión sobre la vida en general, por lo tanto, nadie espere llegar al trance final de su existencia en la Tierra con las manos vacías y confiando en una tregua o en una nueva oportunidad, porque nada hará variar mi justicia. 61. Si sabéis comprender mi Doctrina, ella os ofrecerá muchas satisfacciones, muchas oportunidades de poderos elevar, Aprended a orar antes de tomar cualquiera determinación, porque la oración es la forma perfecta de pedir a vuestro Padre, ya que enmedio de ella estaréis demandando luz y fortaleza para salir avante en la lucha. 62. Al orar, pronto llegará a vuestro entendimiento la iluminación que os permita distinguir con claridad el bien del mal, lo conveniente y lo que no debéis hacer, y ello será la prueba más palpable de que supísteis prepararos para escuchar la voz de la conciencia. 63. Mi Doctrina llega al corazón del hombre en este Tercer Tiempo para enseñarle la forma de lograr la comunicación perfecta con Dios y la comunión interior con la conciencia, como una prueba de que vuestro espíritu ha alcanzado un grado de evolución y capacidad que antes nunca tuvo y que le permite comprender las nuevas revelaciones del Espíritu Santo. 64. El camino está preparado y la puerta abierta para todo el que quiera venir hasta Mí. 65. Es estrecho el sendero, eso ha mucho tiempo que lo sabéis, nadie ignora que mi Ley y mi Enseñanza son infinitamente limpias y estrictas para que alguien pensara en reformarlas a su conveniencia o voluntad. 66. El camino espacioso y la puerta amplia no son precisamente los que lleven a vuestro espíritu a la luz, a la paz y a la inmortalidad. El camino amplio es el del libertinaje, la desobediencia, la soberbia y el materialismo, camino que los hombres en su mayoría siguen buscando huir de su responsabilidad espiritual y de juicio interior de la conciencia. 67. Ese camino no puede ser infinito porque no es verdadero ni perfecto, por lo tanto al encontrarse limitado como todo lo humano, un día llegará el hombre a su final, en donde se detendrá para asomarse horrorizado al abismo que marca el límite del sendero. Entonces seguirá el caos en el corazón de los que por mucho tiempo se apartaron del camino verdadero. 68. En unos habrá arrepentimiento, por lo que encontrarán luz suficiente para salvarse, en otros surgirá la confusión ante un final que ellos considerarán injusto e ilógico, y en otros habrá blasfemia y rebeldía, mas de cierto os digo, que ese será el principio del retorno hacia la luz. 69. Os bendigo, discípulos del Tercer Tiempo, que sabéis trasponer los umbrales de este mundo para venir en busca de mi Espíritu. Os invito a orar día por día, a congregaros para analizar y deliberar sobre mi palabra, porque son éstos los últimos tiempos en que la tenéis en esta forma. 70. Os invito a penetrar en el Arcano, en la sabiduría que encierra mi Obra para que os sintáis fuertes enmedio de la lucha que estáis viviendo, en esta batalla que estáis librando. 71. El pueblo escogido, encargado de hacer luz en el mundo, está diseminado en todas las naciones, recibiendo el llamado para que viva atento a mi voz . Unos oirán mi palabra a través de mis portavoces y otros serán instruídos espiritualmente y todos seréis testigos de la verificación de las profecías, anunciadas para este tiempo. Yo conduciré vuestros pasos por la misma senda y un día os encontraréis y os reconoceréis unos a otros. 72. Habéis atravesado eras, habéis habitado por siglos la Tierra, y en estos tiempos habéis evolucionado, y al fin os encontraréis capacitados para iniciar la comunicación espiritual con vuestro Señor y con el Mundo Espiritual. 73. Os confío un gran cargo y espero vuestra comprensión. Basad todos vuestros actos en la Ley que es rígida y estricta y así preparados caminad con temor, pero con seguridad. Sentid temor de infringir, de no obrar conscientemente, mas también tened confianza porque Yo soy guía y sostén en la senda de cada uno de vosotros. 74. Vosotros sólo poseéis el presente, mas Yo sé por donde cruzaréis el mañana y los obstáculos que encontraréis. Os digo que si tenéis fe, podréis afrontar los más grandes peligros, lanzaros a las más arriesgadas empresas, siempre seguros de mi protección. 75. Sufrid con paciencia las penalidades y si no alcanzáis a comprender el significado de vuestras pruebas, orad y Yo os revelaré su sentido, para que seáis conformes. 76. Aún no os habéis perfeccionado, no sois justos todavía y por eso encontraréis nuevas pruebas, que pulirán vuestro corazón y perfeccionarán vuestro espíritu. 77. Israel ha sido luchador desde el principio de su gran jornada, y cuando ha flaqueado por la aspereza del camino, mi voz lo ha levantado diciéndole: "Mi brazo fuerte está en vuestro brazo", y cuando ha orado y velado y observado mis preceptos, ha gozado de mi gracia y privilegios. 78. Ya estáis viviendo los tiempos anunciados y no debéis dudar. Ya está abierto el Libro en sus últimos capítulos, para que leáis con dedicación y extraigáis su esencia. Son los tiempos graves de que os hablé con anterioridad y a pesar de su crudeza, quiero que miréis con alegría y confianza el porvenir, porque vuestros dolores no se prolongarán más allá de los límites que marca mi Ley de amor y de justicia. 79. Orad, para que seáis llenos de paz y buena voluntad; meditad, para que estéis ciertos del lugar que ocupáis espiritualmente. Para alcanzar vuestra mayor elevación, no hay un tiempo determinado, si tenéis fe, podréis dar grandes pasos en ese camino. 80. Mi manifestación a través del hombre, terminará en 1950, mas la era del espíritu continuará y después de ese año, vendrá el desatamiento de los dones espirituales y con ésto la conversión de muchos espíritus. 81. Las ramas que se han desprendido del árbol, volverán a adherirse, todos os uniréis a Mí. 82. Velad por mis revelaciones, para que mi Doctrina se mantenga limpia e intocable. El hombre está cansando de cultos limitados y busca el todo, anhela una enseñanza divina que lo salve hoy en su condición humana y mañana en su espíritu. 83. Todo aquel que se levante con anhelos o aspiraciones elevados, será ayudado y Yo le mostraré el camino más corto para llegar a Mí. 84. Cumplid con la Ley, aun cuando tengáis que sacrificar vuestro corazón o cambiar las costumbres establecidas en este mundo. No tendréis templos ni lugares de adoración, no limitaréis mi Doctrina ni vuestro campo de trabajo, vuestro hogar será el universo, vuestra familia la humanidad y vuestro templo Mi Espíritu Divino. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 334 01. Pueblo: Despertad y daos cuenta de que estáis viviendo un nuevo tiempo. 02. Meditad y orad para que la inspiración espiritual comience a brillar en vuestro entendimiento. 03. Observad todos los casos de miseria humana, de dolor, de necesidad y dejad que ante la vista del dolor, que por todas partes os rodea, vuestro corazón se vaya sensibilizando. 04. Cuando ya sintáis en lo más profundo de vuestro ser un generoso y noble impulso de hacer el bien, dejad que ese impulso se desborde y manifieste. Es el espíritu que va a entregar su mensaje porque ha encontrado preparado y dispuesto a su cuerpo. 05. Comprended que si os levantáis a sembrar la semilla de mi enseñanza, ha de ser por ese amor que nazca de lo más sensible de vuestro ser, mas no volváis a intentar hacer el bién o realizar actos según vosotros meritorios, si ellos están inspirados en el temor a un castigo en caso de no hacerlos. eso no tiene mérito, ya no digáis ante Mí, ni siquiera ante vuestro espíritu, que no podrá conformarse con pequeñeces. Cuando vuestro espíritu se despoje de la capa humana y en el santuario de la vida espiritual se recoja en el fondo de sí mismo, para examinar su pasado y examinar su cosecha, muchas de sus obras que aquí en el mundo le habían parecido perfectas, dignas de ser presentadas al Señor y merecedoras de un galardón, resultarán pequeñas en los instantes de aquella meditación; el espíritu comprenderá que el sentido de muchos actos que en el mundo le parecieron buenos, no fueron mas que rasgos de vanidad, de falso amor, de caridad no sentida por el corazón. 06. ¿Quién creéis que ha dado al espíritu la iluminación de un juez perfecto para juzgarse a sí mismo? La conciencia, que en esta hora de justicia os parecerá que brilla con claridad antes nunca vista, y ella será la que diga a cada quien qué fue lo bueno, lo justo, lo real, lo verdadero que hizo en la Tierra y qué fue lo malo, lo falso y lo impuro, que en su camino sembró. 07. El santuario de que acabo de hablaros, es el de la conciencia. Ese templo que nadie podrá profanar, ese templo en el que habita Dios y de donde sale su voz y brota la luz. 08. En el mundo nunca habéis sabido penetrar en ese santuario interior, porque vuestra personalidad humana siempre procura los medios de evadir la voz sabia que en cada hombre habla; os digo que, al despojarse vuestro espíritu de su envoltura, al fin podrá detenerse ante el lumbral de ese santuario para disponerse a entrar en él y ante ese altar del espíritu, postrarse, oirse a sí mismo, examinar sus obras ante esa luz que es la conciencia, oír hablar dentro de sí la voz de Dios, como Padre, como Maestro y como Juez. 09. Ningún mortal puede imaginar en toda su solemnidad ese instante por el que habréis de pasar todos, a fin de conocer lo que lleváis de bueno, para conservarlo y lo que debéis de rechazar porque no podéis llevarlo por más tiempo en el espíritu. 10. Cuando el espíritu sienta que está frente a su conciencia y ella se hace presente con la claridad de la verdad, ese ser se siente sin fuerzas para escucharse a sí mismo, quisiera no haber existido nunca, porque ante sí, en un instante, pasa delante de su mente toda su vida, la que dejó atrás, la que poseyó y fue suya y de la cual ha llegado por fin a rendir cuentas. 11. Discípulos, humanidad: Preparaos desde esta vida para ese instante, para que cuando vuestro espíritu se presente ante el umbral del templo de la conciencia, no vayáis a transformar ese templo en tribunal, porque el dolor espiritual será tan grande que no hay dolor material que se le parezca. 12. Velad y orad, meditad, practicad mis enseñanzas y nunca os dejéis engañar por vuestra vanidad, que pretenda haceros creer que obráis con verdad, con caridad o con amor, cuando en el fondo no existe ninguna de esas virtudes. 13. Jamás anotéis en vuestro corazón las obras que vayáis haciendo y nunca os conforméis con lo primero que hagáis, a fin de que en vuestro camino vayáis ascendiendo sin cesar. 14. Quiero que meditéis en cuanto os he dicho en esta enseñanza, para que comprendáis cómo se verifica en lo espiritual vuestro juicio. Así haréis desaparecer de vuestra imaginación aquel cuadro en que os representáis un tribunal presidido por Dios en forma de un anciano, haciendo pasar a su diestra los hijos buenos para gozar del Cielo y colocando a su siniestra a los malos para condenarlos a un castigo eterno. 15. Ya es tiempo de que la luz llegue hasta lo más elevado de vuestro espíritu y de vuestro entendimiento, para que la verdad brille en cada hombre y se prepare para entrar dignamente en la vida espiritual. 16. Me hacéis presente que la lucha que habéis sostenido en el corazón de vuestros hermanos aparentemente es infructuosa; que les habláis de espiritualidad tratando de apartar de sus corazones el fanatismo y las prácticas idólatras, y que a los pocos instantes de haberlos doctrinado, van a postrarse nuevamente ante sus ídolos. 17. Venís con el corazón herido y marchito, pero abrigáis una esperanza de que os dé en mi palabra nuevos razonamientos y nuevas armas para seguir luchando. 18. Yo os digo, discípulos amados, en quienes veo el anhelo ferviente de que la luz esplenda en todos vuestros hermanos: Tenéis que revestiros de paciencia para esperar el momento anhelado de la iluminación de aquellos por quienes tanto oráis y pedís. 19. También ellos creen que vosotros estáis en un error, porque os miran hacer oración en el vacío, y porque os oyen hablar de enseñanzas y revelaciones que no constan en libros. 20. También ellos van a orar por vosotros y me hablan y me piden que no os perdáis. 21. Yo os pregunto, discípulos: ¿A quiénes creéis que me digne escuchar más a vosotros o a ellos? Muchos me decís en vuestro corazón: "A nosotros, Maestro, puesto que en la forma de orar nos acercamos más a lo verdadero". 22. Pues Yo os digo, discípulos, que tanto escucho a unos como a otros, porque todos sois iguales ante Mí, porque lo mismo amo a unos que a otros y porque en todos veo angustia de que alguien pueda perderse del sendero. 23. Es la lucha pueblo, la lucha anunciada, la gran batalla que habría de surgir hasta en los hogares y aun en el seno de las familias más amantes y unidas. 24. ¿De quién será el triunfo en esta lucha? De ninguno. El triunfo será de la verdad, de la luz, del amor y la justicia. Todos vosotros seréis vencidos por esas fuerzas divinas, mas precisamente esa aparente derrota será vuestro triunfo. 25. Por eso con gran amor el Maestro viene a aleccionaros para que quedéis preparados para después de mi partida. Mas así como Yo os he entregado mi caridad, así guiaréis a la humanidad, con vuestras obras de amor. 26. Ha descendido mi rayo en vuestro entendimiento para preparar a vuestro espíritu y he derramado entre vosotros mis complacencias para que os hagáis dignos de estar conmigo en mi Reino. 27. La tentación también lucha entre vosotros para apartaros de mi senda, mas Yo cual buen Pastor, os he entresacado de todos los caminos y sin pedir que lleguéis hasta el sacrificio, espero vuestra enmienda para que recibáis de lleno mi gracia y os convirtáis en los buenos discípulos que entreguéis en el mañana mi enseñanza a la humanidad. 28. Os he resucitado porque estábais muertos a la vida de la gracia, os he perdonado y preparado para que el mañana vayáis a hablar a la humanidad que se ha levantado negando a su Dios. Yo soy el peregrino necio que toca las puertas de cada corazón, porque quiero haceros sentir mi amor. 29. La humanidad me desconce y niega mi presencia en este tiempo, mas le haré reconocer que con amor y caridad manifiesto mi justicia, que no vengo con el látigo a entregarle dolor, que sólo vengo a levantarla a la vida de la gracia y a purificarla con el agua cristalina que es mi palabra, mi verdad. 30. El mundo no ha aprendido mi enseñanza y ha alimentado su idolatría y fanatismo, por ello está pasando por el gran crisol y apurando el cáliz de amrgura, porque su materialismo lo ha alejado de Mí. 31. Os espera una grande lucha, Israel; porque vais a testificar mi verdad, vais a apartar la ofuscación de la humanidad y a mostrarle mi luz. 32. Los que se dicen pastores de la humanidad, no han sentido mi presencia, aún me están esperando; mas Yo contemplo que van entregando distinta enseñanza de la que el maestro ha confiado a la humanidad, la cual os conducirá por el camino de la verdad al enseñaros a amaros los unos a los otros. 33. No es mi voluntad que el mundo alimente ideologías distintas a mi Doctrina de amor, por que eso daña al espíritu y por ello me desconocéis. No habéis sabido analizar mi Doctrina, despreciáis el pan de vida eterna y la humanidad me busca en sus sinagogas, en los templos materiales que sus propias manos han formado según su entendimiento, y ¿Hasta cuándo la humanidad me comprenderá y escuchará mi llamado? 34. Después de 1950 se entablará una grande lucha de ideas y vosotros pueblo de Israel, os levantaréis confiando en mi Divinidad. No sabéis quienes os desconocerán. ¿Acaso hay ley humana que pueda castigar vuestros actos y obras buenas que hagáis en el camino? No, porque vosotros sois los encomendados para apartar el dolor de la humanidad, para entregarle mi paz y para hacer que surja el amor en el corazón humano. 35. Discípulos: Aquella máxima que os enseñé en el Segundo Tiempo de amaros los unos a los otros, es aplicable a todos los actos de vuestra vida. Hay quienes me dicen: "Maestro, ¿Cómo podré amar a mis semejantes, si soy un ser insignificante, que vive entregado al trabajo material?" A estos pequeños míos Yo les digo, que aun dentro de ese trabajo material, en apariencia sin importancia, podéis amar a vuestros semejantes, si vuestras labores las hacéis con el deseo de servir a vuestros hermanos. 36. Imaginaos lo hermosa que sería vuestra vida si cada hombre trabajase pensando en hacer bien y en unir su pequeño esfuerzo al de los demás. De cierto os digo que la miseria no se conocería, mas la verdad es que cada quien trabaja para sí, pensando en sí y si acaso en los suyos. 37. Todos necesitáis saber que nadie puede bastarse a sí mismo y que necesita de los demás; todos debéis saber que estáis íntimamente ligados a una misión universal que debéis cumplir unidos pero no unidos por obligaciones materiales, sino por intención, por inspiración e ideal, en una palabra: Por el amor de los unos hacia los otros. El fruto entonces será en beneficio de todos. 38. Vengo a deciros, pueblo, que no trabajéis sólo por vos, que en vuestro esfuerzo tratéis de derramar luz en todos los que os buscasen, sin hacer distinciones. En verdad os digo que quien más dé a sus hermanos, más recibirá de Mí, puesto que aplica a su vida mi enseñanza. 39. Os estoy dando conocimientos suficientes para que deis a conocer el mensaje de amor que en este tiempo os he enviado. 40. Aquel Cristo que vino en otros tiempos a entregar a los hombres una Doctrina de amor, es el espíritu que en este tiempo os habla y se manifiesta por medio de entendimientos elegidos para trasmitir al mundo este mensaje. Esta palabra, humilde en su forma sencilla en su expresión, hará volver en sí a esta humanidad alejada de toda espiritualidad. 41. Estoy haciendo el llamado a todos los pueblos y a todas las religiones del mundo, para recordarles el supremo mandamiento de mi Ley, aquel que en la cena postrera con mis discípulos, les dí a conocer. 42. Ahora se encuentra la humanidad en preparación. Es mi justicia la que le prepara, sin que todavía los hombres se enteren de ello, porque en su soberbia, en su orgulloso materialismo, todos los acontecimientos de su vida que le son inexorables, los atribuye al acaso. pero ya llegará mi llamado a los corazones y entonces se acercarán contritos a pedirme que su orgullo y sus errores les sean perdonados. 43. Esa será la hora crucial para el espíritu de la humanidad, en la que por un instante experimente el vacío absoluto, después de sus grandes desengaños, cuando compruebe lo falso de su grandeza, lo frágil de su poder, lo erróneo de sus ideologías. Mas ese estado de confusión no se prolongará mucho, porque para entonces mis emisarios estarán avanzando, extendiendo mi nuevo mensaje. 44. Otra vez, como en tiempos pasados, en que del Oriente avanzaban los misioneros de mi Doctrina extendiendo el conocimiento de mi palabra hacia el Occidente, así en este tiempo, volverá el mundo a ver a mis emisarios, llevando a los pueblos y a los hogares la luz de este mensaje. 45. ¿Le extrañaría a los hombres que ahora la luz vaya de Occidente hacia Oriente? ¿Irán por esta causa a desconocer el mensaje que mis portadores les llevan en mi nombre? 46. En verdad os digo, que la única luz que miráis surgir por el Oriente, es la que alumbra vuestro mundo, la luz del astro rey, porque la luz divina que ilumina al espíritu, ésa brota de Mí, y está en todos sitios y puntos del Universo. 47. Ciertamente que en los tiempos pasados os hablé mucho a través de formas y símbolos, mas ha llegado el tiempo en que miréis frente a frente a la verdad, sin necesidad de interponer formas o símbolos entre ella y vosotros. 48. El Maestro recibe al discípulo que en este Tercer Tiempo está presto a estudiar para comprender mi divina enseñanza. El libro está abierto ante vosotros y sus páginas iluminando están a vuestro espíritu para que reconozcáis que la Obra que en vuestras manos os he confiado es grande y sublime, que mi enseñanza encierra la suprema sabiduría para que lleguéis a mi Reino. Es el camino que he venido a mostraros nuevamente para que por él transitéis y así dejéis la iniquidad con que llegastéis a Mí. 49. Yo he preparado a vuestro espíritu con mi luz, con mi justicia, para que seáis a imitación de vuestro maestro, para que ya no os perdáis por distintos caminos, para que la obediencia a mis mandatos sea en vuestro corazón. Mas velad y orad para que no perdáis la preparación que he dado a vuestro espíritu. En este tiempo vengo a mostrar al mundo la luz de un nuevo día para que los hombres se preparen, escuchen mi palabra y contemplen con sus ojos espirituales mi presencia. 50. Vuestra misión es muy delicada, pueblo de Israel, mas mi palabra ha penetrado a lo más íntimo de vuestro ser y os ha iluminado, ha quitado de vuestros ojos la ceguedad y os ha mostrado la grandeza de mi Reino. 51. Mi palabra os ha venido transformando por que ya no sois los que fuísteis el ayer, porque ahora sois sensibles a mi presencia, me habéis reconocido y sabéis elevaros para buscarme de espíritu a Espíritu. Mas aún contemplo que no habéis practicado de lleno mis enseñanzas, que habéis tropezado y que por instantes volvéis a caer, porque no habéis limpiado por completo vuestro corazón de lo superfluo e inecesario, de lo que el mundo alimenta en su perversidad; la cizaña crece junto al trigo dorado que está floreciendo en vosotros. Ha llegado el tiempo en que será arrancada de raíz la mala yerba que a través de los tiempos ha germinado y ha florecido en los corazones, ella será atada en gavillas y arrojada al fuego para su exterminio. Entonces vuestro corazón sólo será el campo blanco, la tierra fértil y preparada en donde mi palabra dará su fruto. 52. Discípulos amados: Mucho es lo que tenéis que prepararos, porque vuestros pasos hacia la espiritualidad han sido lentos y el tiempo se ha adelantado a vosotros, porque en este tiempo ya debíais estar en comunión directa con mi Espíritu Divino para dar cumplimiento a vuestra misión. 53. Vuestro espíritu ha sabido doblegar por instantes a la materia y es entonces cuando habéis sabido cumplir con mis mandatos, como mis verdaderos discípulos, para velar por la humanidad que ha de recibir por vuestro conducto mi caridad y mi misericordia. 54. Dejad morar a mi Espíritu de lleno en vosotros, para que mostréis mi Obra a la humanidad como la barquilla salvadora, como un faro de luz, como un nuevo Cielo para los espíritus encarnados y desencarnados. 55. Yo quiero contemplaros a todos preparados y revestidos con la luz de mi Espíritu Santo, encontrar en vosotros el sentido de la responsabilidad ante mi Obra divina y el amor hacia mi Divinidad y hacia vuestros hermanos, porque Yo quiero que por amor a ellos os entreguéis y os enseñéis a comunicaros directamente con mi Espíritu: porque me he de servir de vuestros espíritus según sea la preparación que hayáis alcanzado y entonces el despertar del mundo será de lleno y por vuestro conducto me sentirá, porque esta es mi voluntad. 56. Estáis en el tiempo de la gran lucha del bien contra el mal, de la luz contra la tiniebla y vosotros os estáis preparando para que defendáis mi causa; seréis a mi imitación, porque Yo me encuentro delante de mis ejércitos y vosotros sois parte de ellos; ved cómo mi luz aparta las tinieblas y cómo mi palabra aboliendo está el pecado. Si vosotros queréis ser los buenos soldados, sed mansos y llevad la luz de la Verdad para que como verdaderos siervos de Dios, deis testimonio de lo que al espíritu vengo a entregar en este tiempo para su salvación. 57. No quiero contemplar entre vosotros, pueblo escogido, distintos pensamientos ni distintas voluntades, quiero contemplaros unificados, llevando mi misma inspiración y guiados por mi palabra que es una sola en todos vosotros. 58. Aquellos que habéis dormido y habéis dejado apagar la lámpara de vuestro santuario y os habéis despojado de mi gracia, Yo os hago el llamado y os digo: Levantáos, apresurad vuestro paso y venid a Mí que como Padre os espero y no como Juez, mas en verdad os digo: Que no debéis estacionaros más en los caminos porque grande sería vuestra responsabilidad ante Mí el mañana. 59. He despertado vuestra intuición y a través de este don mi Espíritu ha conversado con vuestro espíritu y os he entregado mis mandatos para que les deis cumplimiento. 60. Yo os hago caminar con certeza para que cumpláis mi voluntad, porque todo lo que hagáis a mi voluntad, será para el adelanto de vuestro espíritu. Yo os entrego potestad y mi paz para que sea el testimonio de mi presencia entre vosotros. No quiero que nada turbe la paz que Yo os entrego y con ella seguid preparándoos y trabajando, mas si lleváis amargura por la causa que en vuestras manos os he confiado, Yo os digo: Regocijáos, porque un gran galardón entregaré a vuestro espíritu. 61. Sabed que así como hay espíritus que en restitución son enviados nuevamente a encarnar para habitar la Tierra y recoger en justicia el fruto de lo que antes sembraron, otros no llegan a reencarnar, pero invisiblemente se quedan en la Tierra hasta lograr la espiritualidad o elevación que les haga apartarse de cuanto ya no les pertenece. 62. Toda restitución es dura, es amarga y dolorosa, pero mi Doctrina viene a enseñaros la forma de evitar a vuestro espíritu que en vez de encontrar la paz después de haber sufrido en la Tierra, tenga que encontrarse ante una prueba de purificación y restitución. 63. Aquí en mi palabra, aprended a amar lo del mundo hasta donde sea justo amarle, para que llegada la hora de dejarlo todo, no haya sobre vuestro espíritu ningún fardo que le prive de su libertad. 64. Pueblo amado: Venid a la luz. Yo soy el camino que a ella conduce, Yo soy la verdad y la vida. 65. Es imposible que se pierda quien aplique su conciencia a los actos de su vida. 66. Cuando en mi palabra os hablo de la vida espiritual, quisiéseis que os la describiera detalladamente, para poderla concebir; mas cuando miráis que a pesar de haberos hablando mucho sobre ella, es muy poco lo que alcanzáis a comprender, me decís con dolor: "Maestro, ¿Cómo será aquella existencia, que a pesar de vuestras enseñanzas y revelaciones no alcanzamos a penetrar? 67. Yo os digo, discípulos: No temáis, que lo importante no es que sepáis cómo es aquella morada, sino que tengáis fe en que habréis de llegar a ella y que debéis por lo tanto prepararos lo mejor posible para alcanzar aquella meta sin titubeos ni vacilaciones. 68. Ya habéis aprendido de Mí que la elevación del espíritu se logra por el amor, porque el que ama desarrolla todos los dones y potencias de su ser. No aspiréis a llegar a las altas cimas de la luz tan sólo por el desarrollo de la mente, sino buscad siempre la forma de armonizar la inteligencia con los sentimientos, para que, al mismo tiempo que estudiéis la lección, la llevéis a la práctica. 69. Es tan claro el camino de la verdad, que nadie que venga por él puede perderse. 70. No vais solos, porque mi aliento y mi luz van con cada uno de vosotros; pero por si os pareciese poco ello, he puesto junto a cada criatura humana, a un ser espiritual de luz, para que vele por vuestros pasos, para que os haga presentir algún peligro, para que os sirva de compañía en vuestra soledad y os sirva de báculo en la jornada. Son aquellos seres a quienes llamáis ángeles custodios, ángeles de la guarda o protectores. 71. Nunca os portéis como ingratos ante ellos, ni seáis sordos a sus inspiraciones, porque vuestras fuerzas no os bastarán para haceros salir avante en todas las pruebas de la vida, necesitáis de aquellos que van más adelante que vosotros y que conocen, porque yo se los revelo, algo de vuestro futuro. 72. La lucha de esos seres es muy ardua mientras no alcancéis la espiritualidad, porque muy poco ponéis de vuestra parte para ayudarles en su delicada misión. 73. Cuando vuestra espiritualidad os permita sentir y comprobar la presencia de aquellos hermanos vuestros que invisiblemente, sin ostentación alguna, trabajan por vuestro bienestar y progreso, entonces sentiréis pesar de haberlos obligado a trabajar mucho y a padecer también mucho por vuestros pecados. Mas cuando esta comprensión surja en vosotros, será porque ya la luz se hizo en vuestro entendimiento y brotará la caridad hacia ellos, la gratitud y la comprensión. 74. ¡Qué dicha tan grande habrá en aquellos guardianes vuestros, cuando vean que su labor es secundada por vosotros y que su inspiración armoniza con vuestra elevación! 75. ¡Tenéis tántos hermanos y tántos amigos en el valle espiritual, a quienes no conocéis! 76. Mañana, cuando el conocimiento sobre la vida espiritual se haya extendido por el Orbe, reconocerá la humanidad la importancia de esos seres a vuestro lado y bendecirán los hombres mi providencia. 77. ¿Quién ha imaginado las batallas que esas legiones de luz sostienen contra las invasiones de seres turbados que os amenazan a cada paso? No hay mirada humana que haya descubierto esa lucha que sin cesar libran unos y otros, sin que os apercibáis de ello. 78. Vuestra ignorancia sobre la existencia de todo ésto que acontece sin que os deis cuenta, ha sido una de las causas por las que he ordenado en este tiempo que el Mundo Espiritual se comunique con vosotros a través de cerebros destinados por Mí para desempeñar esa misión. Así, aquellos seres han tenido oportunidad de venir hacia vosotros a dar testimonio de su existencia y a probaros con su amor, con su caridad, con su humildad y su paciencia, que viven consagrados a velar por vosotros. 79. Orad, pueblo, y en vuestra oración uníos a ellos. Tened confianza en su protección; son seres de radiante luz, capacitados para desempeñar a vuestro lado la delicada misión de conduciros y acompañaros a lo largo de todo el sendero hasta que lleguéis a Mí. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 335 01. Hoy desciende mi espíritu una vez más sobre el Israel espiritual. Me manifiesto a vos, pueblo amado, por medio de mi Rayo Universal, y os hablo como Padre y Maestro, como Amigo y también como Juez. Estoy presente en todos y escucho en vuestra oración, hasta la más íntima petición que me hacéis. 02. Me recreo al contemplar que los espíritus encarnados van descubriendo la verdadera comunicación con su Padre y Señor, van dejando tras de sí, los antiguos ritos, las diversas formas que usaban para buscarme, para rendirme culto y van adelantando con firmeza en la senda espiritual. Sois vosotros, humildes congregaciones, las que estáis recibiendo en este tiempo estas comunicaciones y en ellas mis grandes lecciones. 03. He reunido un gran número de espíritus que pertenecen al pueblo escogido, no por la raza; sabed que no vengo buscando razas a las que pertenezcáis o hayáis pertenecido en los tiempos pasados, busco al Israel espiritual a quien he confiado una misión, porque es entre los demás pueblos de la Tierra, el primogénito a quien legué mis pasados testamentos. 04. Vos, que habéis sido depositario de la gracia y de las revelaciones, recibísteis el mandato de llevar la luz a todos los seres, de ser faro para los que van errantes por el mundo, ignorantes o indiferentes. a vos, que habéis sido mi profeta, mi testigo, mi emisario y mi confidente os he llamado una vez más, para llevaros a continuar vuestra misión y que en ese cumplimiento logréis perfeccionar vuestro espíritu. 05. A pesar de vuestra fidelidad y de vuestro amor, os digo sin reproche: No habéis cumplido todavía con mis pasadas lecciones. Habéis poseído la luz, la paz y bendición que os di para los pueblos hermanos vuestros y no habéis compartido con ellos estos dones. Mirad que para haceros dignos de alcanzar este cargo, habéis pasado por las grandes luchas del espíritu y de la materia, por las contiendas del pensamiento y las batallas de este mundo, para adquirir el temple, la resolución y la experiencia necesaria. Mas si os he dicho que no habéis cumplido mis mandatos, no quiero restar mérito a vuestras obras de los tiempos pasados. Son esos méritos los que os hacen merecedores de la gracia de tenerme entre vosotros en esta manifestación espiritual. 06. En la esencia de mi enseñanza encontraréis la presencia de vuestro Dios. Esta palabra es la misma que escucharon los profetas, la misma luz que inspiró a Moisés para que reuniera al pueblo escogido y lo preparase para la comunicación con su señor. Yo descubro entre vosotros a los primeros israelitas, los que marcharon al frente en la jornada del desierto, en el Primer Tiempo. A los valerosos y esforzados hijos de Judá; a los fieles levitas celosos del culto de Jehová; a los infatigables hijos de Zabulón, encargados de conseguir el sustento para la caravana, y así a todos los que me dieron grandes pruebas de fidelidad, de amor y de confianza. 07. Mi mirada se detiene también con amor en aquellos que supieron esperar al Mesías, en el Segundo Tiempo. En los mártires, a quienes la espada del verdugo no pudo arrancar la creencia de que Yo me había hecho hombre, para redimir al género humano. En este pueblo se encuentran mis discípulos y mis testigos de todas las eras y después de este tiempo de comunión perfecta con su Señor, cuando mis enseñanzas concluyan por este medio que he elegido, mi Espíritu vendrá en plenitud sobre todos mis hijos y cada uno de vosotros sentirá que sus dones y potencias se desarrollan, para asombro de sus hermanos y aun de vosotros mismos. 08. Brotarán de vuestro espíritu vigorosos y fuertes vuestros dones, no como adorno que fuera motivo de vanidad, sino como virtudes y ejemplos que mostraréis a la humanidad, en vuestros pensamientos, palabras y obras de amor, todos ellos revelando la más grande humildad y mansedumbre. El don de la profecía se desarrollará grandemente entre vosotros. Los hombres de ciencia os interrogarán sobre el futuro, acudirán a vuestras reuniones para oir vuestros testimonios y hacer frente a las graves pruebas y resolver sus conflictos que se les presentarán. 09. Ahora sois pequeños en vuestro desarrollo, aun dudáis de vuestros dones y cuando palpáis algún prodigio que os concedo por vuestra meditación, lo atribuís a otra causa. Mas llegará el instante en que os identifiquéis conmigo y entonces vuestra confianza será absoluta. Comprenderéis vuestros dones y atributos y con ellos daréis testimonio de Mí. 10. En verdad os digo que Yo soy quien os entrega la profecía. Esta no ha brotado jamás del hombre, éste solamente ha sido un conducto. La profecía viene de Mí y Yo os concedo hasta cierto límite la posibilidad de interpretarla; pero aquellas que encierran mayor sabiduría, sólo Yo os las esclarezco. Cuando vosotros habéis tratado de analizar sin estar preparados, habéis caído en falsa interpretación. 11. Yo os anuncié los acontecimientos que hoy miráis verificarse. Es este un tiempo de gran cumplimiento. Son los hechos los que han venido a dar la interpretación de todos los anuncios que os dí en el Primero y Segundo Tiempos, por medio de mis profetas, pero ya los hombres habían hablado, unos justamente y otros erróneamente. Las profecías que concedí al alcance del análisis humano, han sido bien comprendidas, pero aquellas que solamente a Mí correspondía analizar, interpretar y darles cumplimiento, he venido a aclarar con acontecimientos y pruebas. 12. Este es un tiempo trascendental para la humanidad, tiempo en que el hombre despertará por medio de diferentes pruebas que os hablan de mi amor a vosotros. Quiero encontrar vuestro espíritu limpio y vuestra boca digna de dar a conocer mi enseñanza. Para ello os revisto de humildad, para que seáis sencillos, aun poseyendo dones, que despierten la admiración de los que os conocen. 13. Dejad que la profecía pase por vuestro espíritu y materia, aunque no la entendáis; vuestro deber es darla a conocer. Serán otros los que comprendan mejor lo que vosotros testifiquéis, mas cuando ni unos ni otros alcancen a penetrar en el verdadero sentido de mis profecías, vendré en vuestra ayuda para deciros: "Si ha sido muy grande y sabia la profecía que os he entregado, es que es muy grande la revelación que quiero hacer a la humanidad, para llegar a su meta. Yo concedí a mi escogido este miraje y Yo os doy su interpretación". 14. ¿Creéis que Joel, uno de los grandes profetas del Primer Tiempo, comprendió lo que anunció a las multitudes? Recordad que dijo: "Y sucederá que vendrán tiempos en que vuestros hijos profetizarán, vuestros jovenes verán visiones y vuestros ancianos tendrán sueños reveladores. Habrá maravillas en el cielo y grandes señales en la Tierra. El sol se pondrá negro y la luna como sangre; de la tierra subirán vapor y humo y en ese entonces estará muy presto a llegar el gran día del Señor?. 15. El profeta no comprendió la trasendencia de lo que habló, pero lo hizo con verdad; fue el conducto y portavoz mío, su espíritu era limpio y su boca digna y la profecía fue como el agua cristalina que brota del manantial y no se mancha a través de su cauce. Así llegó aquel mensaje al corazón de los hombres y se conserva limpio. Unos lo han interpretado en una forma, otros en otra y Yo en verdad os digo, que ese gran día profetizado está próximo a llegar y los acontecimientos están justificando las palabras del profeta. 16. Abrid vuestros ojos y preparad vuestro espíritu para que analicéis los sucesos, y veréis que las señales anunciadas desde aquellos tiempos, surgen claras, precisas y los hechos mismos os muestran la explicación y el cumplimiento de aquellas palabras; es la interpretación que Yo he dado a mis profecías. 17. Así os preparo, discípulos amados, para el cumplimiento de vuestro delicado cargo, que vuestros labios sólo hablen verdad, para que veáis vuestro camino abierto, y si hablando y testificando la verdad, no sois creídos, ni comprendidos ni amados, dejadme esa causa y no lloréis, seguid siempre adelante y no calléis jamás. Dejad que vuestra boca hable confiadamente, valerosamente, siempre cumpliendo su misión, todo vuestro ser estará preparado para derramar emanaciones de paz, no sólo en vuestras palabras, sino en vuestros pensamientos y mensajes espirituales. 18. ¡Cultivad la paz, amadla y difundidla por doquiera, poque de ella cuán necesitada se encuentra la humanidad! No os dejéis perturbar por las vicisitudes de la vida, para que os conservéis siempre fuertes y prestos a dar lo que poseéis. Esa paz que es patrimonio de todo espíritu, ha huído en este tiempo para dar paso a la guerra y torturar naciones, destruir instituciones y anonadar a los espíritus. Es que el mal se ha enseñoreado del corazón humano, el odio, la ambición insana, la codicia desenfrenada se extienden haciendo daño, pero cuán breve será ya su reinado. Yo os anuncio para vuestra alegría y tranquilidad, que ya está próxima vuestra liberación que en pos de ese ideal trabajan multitud de seres anhelosos de respirar un ambiente de fraternidad, de pureza y de salud. 19. ¿Qué haréis vosotros mis discípulos en esta gran contienda que ya ha dado comienzo? ¿Cuáles son vuestros propósitos? Miro en el fondo de vuestro ser un inmenso afán de luchar, de dar a conocer mi Enseñanza, sabedores de que ella es la mejor guía para la humanidad. Luchad por vuestra paz y reivindicación moral y espiritual, y cuando os sintáis fuertes en el bien, llevadlo por doquiera, que él caera como rocío fecundo en el corazón de vuestros hermanos. 20. Orad y que vuestra oración sea bálsamo en los que os rodean y en los ausentes; en los que habitan vuestro mundo y también en los que viven más allá de él, necesitados de consuelo. 21. Voy a dar un aliciente a mi pueblo y éste es: Todos aquellos espíritus que en la contienda dolorosa de la guerra, pierdan su cuerpo, serán atraídos al valle espiritual y ahí quedarán en espera de vuestra oración para alcanzar luz y conocimiento, y en esta hora en que el pueblo se une en una fervorosa y sentida oración, esos seres serán sorprendidos por ese himno espiritual, y oirán vuestra voz que les invita a seguir adelante y no se turbarán ni un solo instante. La luz será clara y desde esa hora se levantarán a luchar por su elevación. 22. Las pruebas que esperan a la humanidad después del año de 1950 serán muy grandes, tendrá que beber cálices muy amargos, y sufrir golpes muy duros; pero todo ésto será para que despierte de su sueño, ahora que se encuentra dormido su espíritu para su perfeccionamiento y verdadera misión. Todas esas pruebas que reciban los hombres en este tiempo, serán llamados que les hago para que mediten y reflexionen sobre sus cargos, porque ha mucho tiempo que los espíritus pasen de la Tierra al valle espiritual y de éste nuevamente a la Tierra sin aprovechar sus reencarnaciones; y esta gracia, esta prueba de amor y de justicia que les concedo, dándoles nuevas vidas en este mundo no es para que la desperdicien: no os permito volver a la Tierra sólo para que os alimentéis de sus frutos, sino para que luchéis por vuestra elevación y conquistéis el reino que os he prometido. 23. Yo llamaré por primera vez con dulzura para ayudaros a disponeros a la lucha, mas si no comprendéis esa voz, llamaré con severidad y os tocaré de nuevo, mas si no acudís, vendrá la justicia en plenitud a despertaros para que abráis los ojos y contempléis la luz de un nuevo día. 24. Os prevengo así para que no os confundáis cuando veáis que se desatan nuevas guerras, que multitud de seres perecen día por día bajo diferentes accidentes ante vuestra vista. Cuando no podáis penetrar en la razón de esas pruebas que estremecen vuestro corazón, pensad que cada espíritu ha venido a la Tierra a restituir a sí mismo lo que antes se había negado, y que hay seres tan aletargados que sólo una prueba así, los despierta. 25. ¿Cuánto os amo y no quiero el dolor para vosotros! Esas criaturas que no encontraron el la Tierra ese consuelo y bálsamo, al instante de llegar al valle espiritual lo reciben de Mí para ser conducidos al Más Allá. Yo se los doy porque soy el pastor inseparable de mis hijos, todo su dolor repercute en Mí, toda la sangre derramada en sus guerras sin razón, cae en el hueco de mis manos, todas las lágrimas de la humanidad empapan mi rostro. Hasta el ser más escondido y oculto para vosotros, está muy próximo a Mí, Yo os contemplo con amor a todos por igual. Esas criaturas que vosotros miráis con repugnancia, Yo las levantaré de su miseria, y las puliré para que de ellas brote agua cristalina de regeneración, de arrepentimiento y de amor. 26. Os hablo en múltiples formas, porque necesitáis estar preparados para hablar como ya lo habéis hecho. Gozáis al oir mis enseñanzas y os sentís cada día más cerca de Mí. Reconocéis que es una dicha existir para ser amados por vuestro Padre; que es una satisfacción para vosotros haber pasado por las grandes pruebas a las que Yo os he destinado, porque cada una de esas pruebas es un peldaño que os acerca a Mí. 27. He llamado a muchos de mis hijos para darles diferentes cargos, diversas misiones dentro de esta Obra y os los he dado según vuestro adelanto y vuestros dones, y con todos he formado mi pueblo, mi nuevo apostolado. A unos les he dado cargo de guías y para que su tarea no sea dura y penosa, he dividido al pueblo en congregaciones; a otros he confiado el don de portavoces, para que trasmitan mi inspiración hecha palabra humana a estas multitudes que se reunen para recibir este prodigio. He dado el privilegio de la videncia a algunos para haceros profetas y anunciar por su conducto lo que ha de venir. También han recibido la misión de columnas aquellas que han de ayudar al pueblo en su peregrinaje y han de ser de los guías como un cirineo que ayude a soportar el peso de la cruz de sus multitudes. 28. Otros han sido agraciados con el don de facultad y éstos como instrumentos del Mundo Espiritual, han sido preparados para trasmitir sus mensajes, el análisis de mi Obra y también como poseedores del bálsamo de curación, del consuelo para los enfermos, para que unidos, derramen caridad en los necesitados, por medio de sanas emanaciones espirituales. He nombrado pluma de oro al que ha de imprimir en el Libro que he de dejaros, mis revelaciones, enseñanzas y profecías de este tiempo. He dado el cargo de Piedra Fundamental a aquellos que han de ser ejemplo de firmeza, de estabilidad y fortaleza entre el pueblo. En éstos, su palabra, su consuelo y ejemplo será invariable, como lo es la roca, y ahora que se encuentra en su final esta etapa de mi comunicación, estoy juzgando todos los cargos, y a todos aquellos que fueron escogidos para recibir tan grandes misiones, les estoy haciendo un llamado para que penetren en profundo estudio y conozcan el resultado de sus obras. Yo a todos acompaño en esta hora de meditación. 29. No tamáis, no me he equivocado al escogeros, Yo os conozco y sé de lo que sois capaces, Yo sabía quiénes debilitarían en la jornada. Soy vuestro Padre y a todos he dado oportunidad de trabajar en mi Obra, a todos he ofrecido el mismo manjar, para que todos os sintáis amados en la misma forma, con el mismo derecho de ser mis discípulos y poseer la misma heredad. 30. Ya sabía que unos cumplirían mis mandatos y obedecerían muy pronto mis palabras. Otros tardarían en descubrir sus faltas y corregir sus yerros, pero mis dones permanecen latentes en el espíritu en espera de su despertar, porque todos habréis de llegar a Mí, la comprensión será en todos: llegaréis a ser perfectos y estaréis conmigo a mi diestra. Mas para que lleguéis a Mí, es menester que os dispongáis a dar cumplimiento a mi Ley, y toméis el camino con humildad y sumisión de espíritu. Velad y orad en estos breves días en que me tendréis en esta forma y haced que vuestro corazón se conmueva ante mi palabra para que brote de vuestro ser un anhelo de obediencia, de unificación y de amor. 31. Pronto se levantarán los emisarios llevando misivas y su estandarte será mi palabra y mis mensajes que habéis recibido. Yo os preparo para que os levantéis en misiones de paz y buena voluntad, porque quiero encontraros dispuestos en este día solemne en que he de daros mis últimas palabras. 32. Desde ahora os anuncio que mi última lección no será de mayor duración que éstas que os estoy dando, será tan breve como todas las que os he dado, porque mi gran lección final abarca la de los tres últimos años, es el libro que he escrito sobre vuestro espíritu con fuego de amor de mi Espíritu, en el cual he resumido todo cuanto os he revelado desde 1884; en él os he hablado del principio y aun antes del principio de la Creación, de la evolución del hombre desde los primeros tiempos hasta el presente. En este libro os he hablado de todas mis lecciones dadas a vosotros, a través de las grandes eras pasadas y de vuestras pruebas; en este libro he reunido las revelaciones de todos los tiempos transcurridos y aquellas del futuro, sin interpretación y sin cumplimiento. Ahí también encontraréis la preparación para vuestro espíritu en su trayecto, ahora en la Tierra y después en el valle espiritual. 33. Esta es mi última lección, quedará concluída el último día del presente año de 1950, pero no será mi última comunicación con vosotros, porque Yo os he enseñado en todos los tiempos a orar y a hacer comunión espiritual conmigo. Vosotros los hombres y todos los seres que habitan las diferentes moradas, tenéis acceso en mi Espíritu y Yo habito en vosotros. No vayáis a sentiros distantes de Mí, no sintáis el vacío o el silencio cuando esta palabra cese; seguid oyendo el concierto armonioso y constante de vuestro Padre, gozad con mi presencia para que meditéis y estudiéis mi Obra. 34. Es menester que reunáis toda vuestra fuerza y conocimiento espiritual antes de levantaros a difundir esta enseñanza y cuando os encontréis reunidos en torno a mi palabra, orando y meditando, sentiréis mi presencia. Los niños se conmoverán, los videntes advertirán tambien las señales precursoras de mi presencia y Yo me manifestaré en forma sutil; todos los que se congreguen me sentirán y esas reuniones tendrán solemnidad; habrá un ambiente espiritual que os dará paz y confianza en el porvenir. El Mundo Espiritual también vendrá a vosotros sin tocar vuestro cerebro y acudirá doquiera lo llaméis para ayudaros en vuestras pruebas y seguir derramando sobre este mundo su caridad y protección. El velará para que no haya turbación en vuestra mente; ni malas interpretaciones o determinaciones injustas; y cuando este tiempo de preparación haya pasado, no olvidéis vuestras reuniones, porque si bien sabéis que Yo me manifiesto en cada uno de vosotros separadamente, me place encontraros reunidos orando y ocupados en vuestro ejercicio espiritual. 35. Recordad aquella fiesta de Pentecostés celebrada por mis apósotoles después de mi partida. Sus espíritus atentos esperaban mi manifestación y cuando unidos en un solo pensamiento se encontraban, descendió mi Espíritu y puso en sus bocas el verbo, y todo su ser fue iluminado para que se comunicasen con los hombres de diferentes idiomas y creencias. 36. Por eso quiero entre vosotros esas reuniones, siempre, oh discípulos; siempre que podáis congregaros, hacedlo en mi nombre y Yo estaré presente revelándoos el contenido de mi Arcano. Os confío todos los instantes y días de vuestra vida para que dediquéis de ellos un momento para vuestra elevación; pero una vez más santifico el séptimo día para que en él penetréis en comunión conmigo y el resto sea para amaros los unos a los otros y llevar a la práctica todo aquello que hayáis comprendido bien de mi enseñanza; pero no será preciso de recintos especiales para vuestras reuniones, lo mismo será para Mí vuestro hogar, la humilde alcoba vuestra, el valle o la montaña, la ribera de un río o el desierto. 37. Os aconsejo que no pregonéis entre la humanidad que sois mis discípulos, que no lo diga vuestra boca, sino que hablen vuestras obras; no digáis que sois israelitas por el espíritu, el mundo reconocerá a Israel espiritual, cuando éste, unificado en la misión de hacer la luz en los espíritus, de llevar la paz a los corazones para ser como Yo dije a Jacob en sus sueños, en sus revelaciones: "Yo te daré un linaje tan grande, tan numeroso, como el polvo de la tierra, como las estrellas del cielo, como las arenas del mar y en tus decendientes serán benditos los pueblos de la Tierra. 38. Todavía en Israel no han sido benditos los pueblos de la Tierra, porque éste me presenta un cisma, como ocurrio en el Segundo Tiempo. Los unos viven para la materia, los otros para el espíritu, unos forman un reino y otros otro; veo que unos viven para el mundo y su oro, y otros me buscan y son felices en su pobreza; mas cuando Yo haya reunido a este pueblo, a esa gran legión de espíritus responsables de la paz y de las revelaciones divinas, entonces este orbe y aun los cielos se conmoverán, porque su unión ejercerá tanta fuerza, tanta influencia sobre el mundo, que no habrá quien no la sienta. Vuestra misión será conocida y vuestro mensaje que os confío desde ahora reunirá el testamento que he legado a la humanidad en los tres tiempos. 39. Haced que vuestro espíritu sea como un cofre que guarde todo cuanto os he confiado, porque el camino que vais a recorrer tiene partes escabrosas, tiene abrojos y espinos, pero también hay trechos en donde los árboles y las flores harán amable vuestra jornada, y así caminando os sorprenderá el día de vuestra unificación, el día de vuestra redención y paz eterna, cuando hayáis llegado al final de vuestro cumplimiento. 40. Por ahora, orad por los distantes y en los cercanos desbordad vuestro corazón; sanad a los enfermos, derramad consejo en los necesitados, volvéos todo consuelo y bálsamo entre la humanidad doliente. Cuando paséis junto a un extraño a quien no podáis dirigir palabra alguna, pero sintáis conmovido vuestro corazón y vuestro espíritu eleve su oración, presentándome el sufrimiento de aquel hermano vuestro, Yo le daré lo que necesita, porque habéis depositado en Mí su dolor. 41. Conocéos a vosotros mismos. Descubrid los dones que os he concedido y reconoced que vuestro conocimiento espiritual ha aliviado a muchos corazones y los la elevado en su nivel moral y espiritual. 42. Llevad todo cuanto necesitáis de intuición y de amor para vuestra misión. 43. Algunos me decís en vuestra oración: "Maestro ¿Para qué contaros mis cuitas mostraros mi vida o haceros partícipe de mis empresas, si todo lo sabéis? ¿Para qué confesaros mis faltas, si las estáis mirando, si estoy en vos? Dadme lo que sea vuestra voluntad y con ello seré conforme". 44. Y después de esa oración, habéis quedado en éxtasis, sólo dando gracias por lo que os he concedido al daros mi palabra. En ella está el sustento espiritual y la bendición para vuestra vidad humana. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 336 01. Con gran ternura desciendo hacia vosotros para que reconozcan vuestros espíritus mi Ley. En este tiempo he venido a mostraros amplios horizontes para que transitéis en el camino de la luz, de la perfección y de la verdad. 02. No quiero que mañana os encontréis ante la humanidad ignorando mi Doctrina, siguiendo un sendero equivocado que Yo nunca os he mostrado, porque voy a dejaros preparados para que mostréis el camino de la verdad a los que no han escuchado mi enseñanza y no iréis a buscar a los ciegos e ignorantes para recibir de ellos la enseñanza, porque nada tendrán que enseñaros. 03. Vosotros seréis humildes y con vuestros dones daréis testimonio de mi manifestación a la humanidad, para que invoque mi nombre y dé crédito a mi presencia entre vosotros en este Tercer Tiempo. No déis lugar a que vuestros hermanos os digan que tuvísteis al falso maestro, que sois los ignorantes que carecéis de virtudes y que no sois los fuertes. No, Israel, no quiero que ese dolor sea en mi Espíritu, ni que la humanidad os reclame vuestra impreparación después de mi partida. Quiero que los que no me escucharon se sientan conmovidos ante el recuerdo que hagáis vosotros de mi comunicación a través del entendimiento humano y que alimenten su espíritu con mis lecciones que hayan quedado escritas por mis plumas de oro. 04. Quiero que con vuestros consejos convirtáis al pecador y con vuestras palabras de aliento conforméis al que esté decaído y desesperado. No sólo de pan vive el hombre, y la caridad que os dejo para la humanidad, es espiritual. Vendrán hacia vosotros los que poseyendo caudales materiales estén faltos de tranquilidad y salud, a ellos les entregaréis también lo que Yo os he confiado. 05. Vosotros mismos testificad que no estáis equivocados al seguirme; porque después de que cese mi comunicación a través de los portavoces, seguiréis siendo los fieles soldados de esta causa divina; de esta Doctrina que no lleva mancha y de la cual no os avergonzaréis de esparcirla entre la humanidad. Testificaréis con vuestras obras mi verdad, no quiero que solamente con la palabra déis a conocer al mundo esta enseñanza. 06. Dejo mi Ley escrita en vuestra conciencia para que la mostréis a vuestros hermanos, para que la humanidad, se guíe por ella y no tropiece más en su camino. 07. En este tiempo los hombres han venido a escucharme, han recibido mi enseñanza, la verdad que he venido a revelaros claramente; entonces han meditado mucho en la forma de enseñar a la humanidad este conocimiento que ellos mismos no comprendieron desde un principio. 08. Os prepararéis, Israel, para que no os dejéis sorprender por vuestros hermanos; no quiero que ante los necios os mostréis ignorantes, no, mi pueblo, hablaréis con palabras de convencimiento y con la confianza en vosotros mismos, explicaréis mis enseñanzas y las revelaciones que os he dado en este tiempo y el porqué sois vosotros los indicados para enseñar al que no sabe y mostrarle el camino de su evolución. 09. Las nuevas generaciones me han de buscar, porque enviaré a la Tierra espíritus evolucionados y desde su tierna infancia desoirán las palabras necias del mundo, porque su espíritu les hará comprender que esas enseñanzas no son satisfactorias y entonces os buscarán a vosotros, mi pueblo, para que con toda claridad les mostréis mi Obra Espiritualista. 10. Cuando os elevéis en oración, recordaréis mis palabras y así en vuestro camino no seréis sorprendidos y podréis entregar mi enseñanza a todo aquel que la necesite y que la pida. 11. Soy vuestro Padre que incansablemente os habla para que lleguéis a comprenderme, para que después de mi comunicación a través del entendimiento humano os sintáis llenos de paz y os levantéis a cumplir con vuestra misión llenos de entusiasmo, obediencia y vigor. 12. No quiero que ante vosotros pase desapercibido el dolor de la humanidad; quiero que sintáis su menesterosidad, las epidemias, las plagas y todo sufrmiento y que con amor elevéis vuestra oración para que alcance mi caridad. 13. Todas las ofensas que la humanidad os haga, no os las habrán hecho a vosotros sino a mí y con su propia mano irá labrando el dolor para su espíritu, mas vosotros con paciencia recibiréis el menosprecio porque llegará el tiempo en que todos se convencerán de mi verdad y sabrán que no estábais equivocados. 14. Muchos dirán: "¿Por qué si Dios está entre nosotros, no manda que cesen las guerras?" Mas vosotros sabréis contestar a vuestros hermanos y les diréis que, en el instante de la justicia divina, el Padre permitirá que los soberbios se destruyan entre sí, mas después Yo pondré un hasta aquí a la contienda para que reciban de Mí la paz. 15. La palabra que vengo a confiaros es luz en vuestro camino para que en medio del caos, siempre transitéis con tranquilidad. Reconoced Israel, que cada una de mis palabras os han dejado satisfechos, mas no sólo escuchéis esta enseñanza por costumbre, practicad en verdad lo que aprendáis de vuestro Maestro. 16. Ved, Israel, cuánto tiene que luchar mi Espíritu contra el pecado y la incredulidad. Cuando contemplo que mis hijos me han comprendido, mi Espíritu se llena de gozo, os bendigo y vuestra obediencia llega al Padre como aroma de las flores. 17. No quiero que el mañana sollocéis, Israel, y elevando vuestra faz al infinito me digáis: Las sectas y las religiones han atraído a las grandes multitudes a las que Vos con tanto amor les entregásteis la luz. Si mis hijos, pero ellas revolverán el trigo con la mala hierba. Son los corazones que no se han pulimentado con vuestra palabra. Mas en verdad os digo que ellos llevan la intención de disgregar a las ovejas del redil con palabras falsas. Mas Yo soy poder y haré que las multitudes contemplen con toda claridad que mi Obra es blanca como los ampos de la nieve. 18. No os dejéis sorprender, mi pueblo, vivid siempre alerta y sed los centinelas fieles, no temáis a las palabras que vuestros propios hermanos os digan para convenceros de que estáis equivocados, seguid firmes, porque grandes galardones entregaré a los soldados que sean fieles a mi causa, a los que sepáis hacer frente a estos tiempos difíciles de confusión de ideas, de credos y religiones. A todos vuestros hermanos los respetaréis en la misma forma que respetáis mi Obra y mostraréis la enseñanza que he venido nuevamente a dejaros; si los hombres se burlan de vosotros, dejadles, que la luz de mi Espíritu Santo llegará hacia ellos y el arrepentimiento será en su corazón. 19. Sed firmes y vivid alerta, porque tiempos difíciles os esperan: en estos tiempos los hombres llegarán ante Mi Obra, tratando de escudriñarla, mas de cierto os digo: avante os sacaré, esta es mi voluntad, porque si por instantes os encontraréis envueltos en la tiniebla, Yo surjo como luz brillante para iluminaros y rescataros de las fauces del lobo hambriento y para mostraros el camino de la luz y de la verdad. 20. Yo, vuestro Maestro, vengo a daros a conocer todas las grandezas que os rodean y las que lleváis ocultas en vosotros sin que os apercibáis de ello, por causa de vuestra falta de espiritualidad. 21. Quiero que lleguéis a conocer todo el poder de que os he dotado para que hagáis el bien y encumbréis la montaña apoyándoos siempre en el báculo de mi verdad. 22. La vida ha sido siempre penosa para el hombre debido a que siempre ha ignorado muchos de los dones que en sí lleva. ¿Cómo podía hacer uso de ellos ignorando su existencia? Yo he sorprendido muchas veces a los hombres abatidos y tristes, creyéndose impotentes para librarse del yugo que para ellos significa en este tiempo la vida. Y por eso he venido a sorprenderos grandemente con mi voz que os llama, con mi palabra que viene a infundiros fe, valor, alegría y esperanza. 23. Sólo la fe puede hacer sentir fuerte al espíritu y es por eso que con mi Doctrina estoy encendiendo la fe de unos y alentándola en otros, porque tendréis que integrar en el futuro un pueblo fuerte, ejemplar, obediente y celoso de la Ley, mas su fuerza nacerá, de su fe en mi Ley. 24. Ya no quiero contemplar más lágrimas en vuestros ojos, no quiero veros soportando el pesado fardo de vuestra vida vacía de ideales espirituales y en cambio llena de preocupaciones y de sufrimientos materiales. 25. Sentíos ya los hijos amados de vuestro Padre, aprended a solicitar de Mí lo que para vuestro bien necesitéis, recordad que Yo soy el Divino Consolador, para que en vuestras tribulaciones no os dejéis vencer por la angustia; sabed que el dolor sólo debe servir para templar vuestro corazón, mas no para debilitarlo, debe dejaros purificados, mas no amargados. 26. Id conquistando desde la Tierra aquella felicidad que será plena en vuestro espíritu y que en este mundo os brindará sus primicias como un aliciente para que prosigáis sin desmayo la jornada. 27. Espiritualizados bajo la inspiración de mis enseñanzas para dejarme manifestar en plenitud a través de vuestro ser. 28. ¿No vine a entregaros mi cuerpo en aquel tiempo? Pues entonces comprended que vosotros lo poseéis. Dejadme manifestar por vuestro conducto como si lo estuviese haciendo en mi propio cuerpo, entonces será cuando verdaderamente os hayáis espiritualizado y estéis haciendo la voluntad de vuestro Padre. 29. Abrid la puerta de vuestro corazón y dejadme pasar para que os consoléis en vuestras penas. Yo, el dueño de los seres y de los mundos vengo a vosotros con la humildad de un mendigo y sola la petición, mi súplica, es que os améis los unos a los otros, porque con vuestra comprensión y entendimiento me estaréis amando y venerando. 30. Cada hijo es parte de mi Espíritu, por lo tanto, lo que hagáis con vuestros semejantes, lo hacéis conmigo. ¿No os aflige el sufrimiento ajeno como el propio? ¿Por qué os sentís extraños si sois el mismo espíritu y la misma carne? Sois mi obra que creé en el principio para que evolucionara y se perfeccionara a través de los tiempos. 31. Hoy en esta Era de grandes pruebas, sólo vuestra fe os hará salir triunfantes, y la oración ferviente, que es poderosa llave para abrir la puerta e iniciaros en vuestra jornada, os acompañará. 32. Vuestro trabajo por llevar a vuestros hermanos la buena nueva de mi manifestación en Espíritu, será muy grande. porque la humanidad de este tiempo es menos crédula y menos piadosa; os presentará sus dudas y su impreparación y vosotros tendréis que luchar tenazmente, mas no desesperéis si tropezáis con esos obstáculos, cumplid en vuestra etapa y veréis con satisfacción cómo se ilumina este mundo con la fraternidad y la paz tanto tiempo anheladas y pedidas por los que siempre confiaron en el triunfo de la luz sobre las tinieblas. 33. En este día que ya está cercano, los que habitan la Tierra podrán apreciar el amor, como la razón de esta vida y todas las bellezas y perfecciones que las obras de amor han realizado en todos los tiempos. Entonces sabreis porqué he venido en esta era y cuál es el resultado de vuestros afanes. mientras, otros estarán en el valle espiritual y desde ahí verán con inefable gozo multiplicada la simiente que sembraron en este mundo. 34. Sed sensibles a toda inspiración mía. Sed obedientes y sencillos. Dejadme manifestar a través de vuestros dones, dejadme llegar a vuestros hermanos por medio de vuestro ser. Que vuestros labios pronuncien mis palabras de consuelo al oído de los que sufren y expresen mi sabiduría. Ante los que necesitan luz. Que vuestras manos me sirvan para acariciar y vuestros ojos para mirar con caridad, con ternura o piedad. 35. Necesitáis saturaros de Mí para poder hacer las obras que os he enseñado y entonces sabréis que Cristo está derramando en todos los espíritus, su verdad esperando tan sólo su elevación para manifestar su amor. 36. Si os parece extraña mi Doctrina al grado de pensar que conociéndome a Mí jamás habíais escuchado estas palabras, os digo que vuestra extrañeza será el resultado de vuestra negligencia para penetrar en el fondo de lo que en tiempos pasados os revelé. Por esa causa os parecerá extraña o nueva esta Doctrina, cuando en realidad esta luz ha estado presente siempre en vuestra vida. 37. Hoy, vuestro entendimiento está agitado como una débil barquilla bajo una tempestad, mas no naufragará, una fuerza milagrosa le protegerá, cada relámpago será un destello de esperanza enmedio de la noche y cuando al fin la tormenta cese y el nuevo día llegue como un mensaje de paz, surgirá de lo más íntimo de vuestro corazón una plegaria llena de fe, de amor y gratitud. Sentiréis que vuestro espíritu salió fortalecido de la prueba y experimentaréis cierta iluminación interior que antes no conocíais, la que os permitirá contemplar con claridad lo que había sido para vosotros oscuridad y misterio. 38. Sólo cuando os hayáis transformado os enviaré por el mundo a extender mi mensaje, porque hasta que la espiritualidad sea verdadera en los discípulos, sabrán ellos dar como recibieron de Mí. 39. También os digo que antes de enviaros a dar esta buena nueva Yo habré sanado vuestras heridas y habré inundado a vuestro ser en el bálsamo de consolación que he venido a derramar sobre esta humanidad. 40. Hoy venid a oir esta palabra. Venid a la fuente que se desborda en saber y en caridad, para que empecéis a conocerme verdaderamente, por que no me conocéis. 41. Cada vez que vuestros labios o vuestro pensamiento me dice: Señor, no me niegues tu perdón, estáis probando vuestra ignorancia, vuestra confusión y lo poco que me conocéis. 42. ¿Decirme a Mí que me apiade de vuestro dolor? ¿Pedirme que tenga misericordia de mis hijos? ¿Suplicarme a Mí, que perdone vuestros pecados, a Mí que soy el amor, la clemencia, la caridad, el perdón y la piedad? 43. Bien está que tratéis de conmover a quienes en la Tierra tengan duro el corazón y que tratéis de mover a piedad con lágrimas y súplicas a quienes no tengan un átomo de caridad hacia sus semejantes, pero no uséis esas formas o esos pensamientos para tratar de conmover a quien os creó por amor y para amaros eternamente. 44. ¿Comprendéis ahora por qué os decía que muy poco sabéis de Mí? A veces, cuando el cáliz se hace muy amargo en vuestros labios, o la prueba dolorosa que se prolonga hasta el extremo de agotar vuestras fuerzas, clamáis mi nombre, diciéndome: "Señor, apartad de mí este castigo, ya no me hagáis sufrir". Ah, humanidad, que en vuestras tinieblas no os dais cuenta de que no soy quien quiere teneros en el dolor, sino que sois vos misma, la que os labráis el sufrimiento, la que colmáis de amargura vuestro cáliz, y después me culpáis a Mí. 45. Venid a esta fuente de luz, para que vuestro espíritu y vuestro entendimiento se ilumine y entonces comencéis a conocerme como Padre, como Maestro y como Juez, porque yo cual incansable Maestro he sido entre vosotros, Israel, sin contemplar vuestra desobediencia e incomprensión, vuestra falta de meditación y estudio de mi Ley. Con mi Verbo Divino os hago reconocer vuestros errores, vuestra debilidad e ignorancia. Os he dado el tiempo para que os levantéis a trabajar en las tierras que os he confiado como heredad. 46. Es la misión que el Maestro en todos los tiempos le ha confiado al discípulo para que se desvele ante el sufrimiento y la amargura de la humanidad. 47. Mi Verbo, con paciencia os ha hablado según la preparación y elevación del espíritu, mas Yo desciendo al mundo del pecado y de la tiniebla sin contaminar mi luz divina. Llego a vosotros para que os regeneréis y cuando con mi Verbo Divino os he reclamado, sufrís porque habéis sentido que mi palabra ha tocado vuestro corazón para que despierte vuestro espíritu; la palabra que vuestra materia ha escuchado, no ha sido de su agrado, porque vuestro materialismo os impide conocer la intención divina, el fondo y la inspiración de cada palabra que os he entregado. Por eso os digo: desmaterializaos y dejad que vuestro espíritu rompa sus cadenas y pueda elevarse hacia Mí, para que escuche a mi Verbo Divino, y la materia, a través del espíritu, pueda comprender lo que el Maestro os entrega. 48. Es mi voluntad que seáis el pueblo israelita que lleve en su corazón la simiente de amor y paz divina. El mundo esperando está de vuestro Dios la caridad y la misericordia y al igual que en los tiempos pasados esperando está poder contemplar a los verdaderos discípulos de Jesús. 49. La humanidad espera vuestra lucha a imitación de los discípulos del Segundo Tiempo, mas por instantes os habéis amedrentado y cuando escucháis que vuestros hermanos os desgarran y os calumnian llamandoos impostores, entonces imitáis a Pedro y me negáis en el camino, negáis la gracia con que os he preparado y la perdéis volviendo a caer en vuestro materialismo. 50. Tenéis que convencer al increyente, que levantar al caído y entregar palabras de consuelo y amor a los que van sufriendo. 51. Los hombres en su albedrío hacen el llamado a unificación para que la paz reine sobre la Tierra; ellos buscan la armonía y quieren demostrar al mundo que en ellos está la luz, que son los agraciados con el poder para hacer la paz. Y estos impostores querrán arrebatar de vuestras manos la joya de incalculable valor y el Arca de la Nueva Alianza que bajo vuestra responsabilidad os he entregado, y quieren convertiros nuevamente en los siervos del Faraón, en los esclavos de la tiniebla, de aquellos que por su incomprensión se encuentran arrastrando cadenas de maldad, del egoísmo de su propia grandeza. 52. No solamente os he hablado del cumplimiento de mis apóstoles del Segundo Tiempo, y del cumplimiento de Moisés, no, Israel, os he hablado del cumplimiento de Jesús de Nazareth; El os dió un ejemplo perfectísimo en aquel tiempo. 53. De la misma potestad de Jesús os he entregado para que os levantéis a imitación suya a socorrer a vuestros hermanos que sufren. 54. No he entregado distintas leyes al hombre, ni distinta doctrina, ni distintos caminos. Son los mismos hombres quienes han trazado las veredas por las que la humanidad va caminando, mas vosotros estáis en el camino verdadero y estáis gozando de mi amor y de mi luz. 55. Mas ¿Queréis, pueblo, que las rocas testifiquen mi presencia? No, Israel, porque ésto sería causa de dolor y amargura para vuestro espíritu y materia. 56. No es mi voluntad, pueblo escogido, que os perdáis y que la humanidad os desconozca como mis discípulos, como los maestros del mañana. Por ello el Maestro os dice: estudiad y analizad para que comprendáis mi intención divina, para que el mundo conozca y llegue hacia el Arbol de la Vida. 57. Pueblo amado, corto es el momento que escucharéis mi Verbo Divino a través de un portavoz, mas del número de mi pueblo no ha de faltar ni sobrar un solo espíritu, 144,000 han de estar reunidos ante mi presencia al final de 1950, para que recibáis las últimas órdenes por las cuales tenéis que guiaros para cumplir con vuestra delicada misión, para enviaros a las naciones a entregar la luz, la caridad y la verdad y así, por el cumplimiento de mis escogidos, el mundo pueda gozar de la paz de mi Espíritu Divino. Por eso el Maestro incansable viene a entregaros una sílaba más de su enseñanza, para que la estudiéis, la analicéis y la practiquéis. 58. Mi manifestación es de luz, de paz y de amor para vosotros; vengo a enseñaros el camino en el que debéis regeneraros; vengo a enseñaros a trasmitir por él para que os sintáis fortalecidos con mi amor. Esa será la fuerza que os haga caminar con certeza, que os convertirá en los discípulos verdaderos que den fiel testimonio de mi presencia a la humanidad. 59. Vengo a libertaros para que no seáis más los esclavos del pecado; vengo a daros la luz para que reconozcáis la verdad y forméis en vuestros corazones un santuario en el cual me hagáis presente vuestra fe como una antorcha, para que vuestro espíritu se eleve hacia Mí y esté en comunión conmigo. 60. Ya no quiero que vosotros me digáis: "Señor ¿Por qué estáis lejos de mí, por qué no me escucháis, por qué me siento solo en el camino?" Pueblo amado: Yo nunca me aparto de mis hijos, sois vosotros los que os apartáis de Mí, porque os ha faltado la fe y vosotros mismos me habéis rechazado y me habéis cerrado las puertas de vuestro corazón. 61. El mundo os desconoce y os ha entregado el dolor y cuando habéis clamado a vuestro Padre, os he entregado con mi caridad las mejores vestiduras, porque es grande mi misericordia y no os he dejado perecer, porque soy el puerto de salvación para vosotros y para la humanidad. 62. Yo os he alimentado con los mejores manjares de mi mesa celestial y he limpiado vuestra planta para que caminéis a imitación de vuestro Maestro. 63. Vengo a dejar escrita mi palabra en vuestro corazón para que seáis los hijos de la luz que deis testimonio de mi presencia entre vosotros; para que seáis el báculo de la humanidad y le mostréis la barquilla salvadora, para que mi luz resplandezca en las tinieblas y enseñéis al mundo a elevarse y a comunicarse de espíritu a Espíritu con mi Divinidad. Por eso vengo a prepararos, pueblo, para que seáis los siervos del Tercer Tiempo, los que entreguéis a las multitudes el pan de la vida y las aguas cristalinas. Los niños se pierden en este tiempo de perversidad, de confusión y materialismo; el mundo transita como un ciego, son los muertos a la vida de la gracia, es la humanidad que perece y me da a beber una vez más el cáliz del dolor. Mostradles la luz del nuevo día, hacedles sentir mi presencia y decidles que el Padre les espera con sus brazos abiertos. 64. Cortos son ya los instantes en que escucharéis mi palabra a través de un portavoz, mas mi palabra divina tiene que ser como un libro abierto ante la humanidad. Vosotros la mostraréis escrita en vuestro corazón, en vuestro espíritu, como la luz que os ilumina, como una antorcha para guiar a la humanidad, porque ésta vendrá de diversos caminos en busca del fruto que vosotros habéis recibido y tendréis que dárselo para que lleve vida de gracia. Es el fruto del Arbol de la Vida y todo aquel que de él se alimente, no perecerá, porque llevará vida eterna. Y vosotros, que os habéis alimentado con este fruto, tenéis que dejar que vuestro espíritu resurja y se levante rompiendo todas sus cadenas. 65. Llenad vuestro corazón de paz y buena voluntad. Sed los espíritus de luz que os mostréis ante el mundo como espíritus libres que habéis sabido edificar el verdadero templo a vuestro Señor. 66. Quiero contemplaros dando vida a los muertos, luz a los ciegos, haciendo oir mi mensaje a los que no me han querido escuchar, convirtiendo a los corazones a la fe. Esta es la semilla dorada que en vuestras manos debéis mostrar a vuestro Padre, por eso vengo a levantaros y a entregaros mi enseñanza, que es un tesoro de incalculable valor para vuestro espíritu, porque en mi palabra os he hecho sentir mi paz y con ella os he inspirado para que transitéis en este camino que esta bañado con la luz de mi Espíritu Santo. 67. No he venido a contemplar vuestras faltas, sólo como Padre me tenéis para entregaros mi palabra, para que practicándola os regeneréis y os contempléis llenos de mi caridad; quiero veros revestidos de mis complacencias espirituales, iluminados todos por igual con la luz de mi Espíritu Santo, para que unificados con el amor, con la fe y la buena voluntad, seáis el fuerte Israel que hagáis presente mi Obra al mundo. Para que contemplen en vosotros a mi mensajero, a mi emisario, al espíritu que en verdad se ha preparado para guiar a la humanidad. 68. Vosotros estáis recibiendo día tras día mis lecciones; soy el Maestro que viene a enseñaros constantemente para que mañana elevéis un cántico espiritual, cuando ya os hayáis espiritualizado. 69. Os entrego mi fortaleza para que sigáis mi huella divina, ilumino vuestra mente para que claramente comprendáis a vuestro Padre, para que analicéis correctamente mi palabra y en vosotros se manifieste la verdad que los hombres buscan en diferentes caminos. 70. Vosotros, pueblo amado, llevaréis este mensaje a la humanidad, para que a la luz de la verdad pueda comprender la Ley del Padre; porque la contemplo en sus grandes confusiones, intercalándose en mis altos juicios, queriendo escudriñar en mis arcanos cuando no está preparada, ni ha sabido comprenderme aún. 71. Mi Doctrina será el espejo limpio en donde la humanidad se contemplará, para que con humildad y mansedumbre deje que mi palabra le convierta y le prepare para que me ame, se regenere y se amen los unos a los otros. 72. Os he entregado el estandarte de mi paz, para que la hagáis sentir al mundo, mas la paz que os he confiado es la de mi Espíritu, es la que os inspira vuestra conciencia, la que nace de mi amor y con la cual la humanidad se dará cuenta de mi presencia. Esta paz es la que he venido ha entregaros para que la sintáis de lleno en vuestro camino, el que he aparejado para que no encontréis el dolor, porque éste, vosotros mismos lo habéis preparado, más vuestro espíritu lleva grandes dones y potestad para que triunféis del sufrimiento que os desmancha y purifica, porque en verdad os digo que no debe ser sólo el dolor el que os acerque a Mí, sino la obediencia a mi Ley, vuestras buenas obras. 73. Sentiréis gozo al practicar mis enseñanzas y así iréis escalando la montaña. Comprended que tenéis una misión delicada que cumplir, tenéis que dejar entre la humanidad una huella de obediencia, a imitación de vuestro Maestro, un ejemplo de humildad para que esto sea como una estela luminosa y las generaciones venideras sigan vuestro ejemplo. Sabréis dejarles el camino preparado para que penetren en la espiritualidad. Seréis los sembradores de la verdad para que el mundo no caiga más en el abismo, en los odios que ha alimentado a través de los tiempos. 74. Preparáos mi pueblo, porque el mundo tiene hambre de comprender mi verdad. Llevadle el consuelo porque grande es su purificación. Mas también os digo que grande es la caridad que tengo reservada para vosotros en mi Arcano, pero antes de recibirla tenéis que haceros dignos de merecerla. Cuando logréis vuestro cumplimiento, contemplaréis que la lleváis en lo más íntimo de vuestro ser. 75. En verdad os digo, que ya no sois los menesterosos, ni los débiles, ni los ciegos; porque mi luz os ha iluminado para que déis testimonio de mi presencia en este tiempo. Es mi voluntad que los postreros encuentren en vosotros un remanso de paz, bajo cuya sombra vengan a descansar. Dadles la bienvenida, acercadlos a la fuente de la gracia, sin contemplar su ignorancia ni su maldad y si vienen con la lepra, sanadlos porque lleváis el bálsamo, y si viene hacia vosotros el homicida, cubridle con vuestro manto espiritual y haced que se arrepienta de sus faltas, para que pueda buscar las aguas que lo limpien de su mancha, que lo rediman. Si a vuestras puertas llegan estos menesterosos del espíritu, buscando mi palabra y mi luz, nada les neguéis seréis el siervo de vuestros hermanos porque para esto Yo os he preparado, para que entreguéis mi caridad. 76. Así, por doquier que vayáis sera la bienandanza, la humanidad me reconocerá y sentirá mi presencia y llevará la fe en su corazón. Así el mundo podrá apartarse de su idolatría. La humanidad tiene que buscarme espiritualmente, tiene que amarse y alimentar la paz y la buena voluntad, amándose los unos a los otros, y vosotros sois los que llevaréis esta enseñanza, seréis como un rayo de luz en sus tinieblas. 77. Vuestra lucha cercana se encuentra, contemplaréis que es la lucha de la luz contra las tinieblas; entonces os convertiréis en los soldados de mi causa, trebolaréis vuestro estandarte y empuñaréis la espada de mi palabra y palparéis que los ejercitos de vuestro Señor luchan contra las tinieblas de este mundo. 78. Este es el tiempo en que vengo a iluminar a todos los espíritus, en que vengo a libertar al mundo de la esclavitud que por siglos a llevado y es menester hacerme sentir en este mundo de maldad, de odios y mala voluntad en el que florecen las guerras. Es menester que pueda purificarse como el oro en el crisol para que resurja a la vida de la gracia y lleve en su espíritu la vida eterna. 79. Mas el Padre os dice: no vengo a exterminar lo más preciado de la creación, que es el espíritu, no, hijos amados, sólo limpiaré al mundo de su maldad para que surja una nueva humanidad, en la cual las multitudes me sentirán y sabrán darle cumplimiento a mi Ley. Se amarán los unos a los otros, comerán el fruto del Arbol de la Vida, saciarán la sed de sus espíritus en la Fuente inagotable de la Gracia y mi Espíritu Santo les iluminará como el astro rey; entonces contemplaréis que la humanidad me alabará y me bendecirá. 80. Vosotros, Israel amado, sois los elegidos y los preparados para que sigáis luchando y trabajando para que este mundo pueda contemplar el nuevo día. 81. Pueblo, empezad vosotros que sois los primeros a dar ejemplo, haced presente mi Obra tal como Yo os la he confiado; sed los verdaderos espiritualistas que llevéis los dones del Espíritu Santo con todo esplendor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 337 01. Bienaventurados los mansos y humildes de corazón que no han reparado en la humildad de estos sitios en que me manifiesto, pensando tan sólo en proporcionar a su espíritu el goce de escuchar mi palabra. 02. En verdad os digo que por los breves instantes de preparación de estos corazones, envío mi luz y mi paz a ese mar embravecido en que sucumbe la humanidad, enmedio de sus pasiones y sus guerras. 03. ¿Cómo no ha de sentir también gozo mi Espíritu, cuando contemplo a estas multitudes que me buscan en la esencia del mensaje que escuchan a través del portavoz? Ellas ya no buscan formas, ni ritos, sólo desean sustentarse con el pan del espíritu. 04. Comed y saciaos, espíritus, entendimientos y corazones, para que cuando ya no escuchéis esta voz, os sintáis fortalecidos y alimentados para la eternidad. 05. La voz humanizada de vuestro Maestro a través de los portavoces cesará; pero el libro de mis revelaciones y enseñanzas quedará abierto por siempre delante de vuestro espíritu, como un faro de claridad inextingible. 06. Esta palabra que ha inundado de paz vuestro espíritu, que ha brindado deleites sin fin al corazón y a la mente de este pueblo, que ha resucitado a los muertos a la fe y ha iluminado el sendero de todos los que han escuchado, aunque no la volváis a escuchar más en los labios de mis elegidos, ella será imborrable e inolvidable para vosotros. 07. Benditos los que sepan guardar este pan y este vino en lo más limpio y puro de su ser, porque siempre tendrán con qué impartir consuelo, sembrar caridad y hacer luz en su camino. 08. Bienaventurados los que hoy creyeron, porque mañana darán fe de cuanto escucharon y vieron. Vosotros quedaréis en la Tierra trabajando por el despertar espiritual y por la paz de vuestros hermanos y Yo estaré aguardándoos hasta llevaros a la Tierra Prometida. 09. Si vuestra memoria es frágil para retener el caudal de enseñanzas que os he revelado, os dejaré un libro material inspirado por Mí, que contenga toda la esencia que en este tiempo vine a vertir sobre este pueblo. Así vuestra jornada será más fácil, porque mis lecciones a cada paso os fortalecerán, porque no tendréis el peligro de que con el tiempo, olvidándoos de lo que un día escuchásteis, cayéseis en errores, alteraciones o mixtificaciones. 10. Mi palabra seguirá siendo para este pueblo, un faro y una estrella, el triunfo espiritual será de aquellos que sean fieles y perseverantes hasta el fin, de los que no se arredren con el hambre y la sed del desierto; de los que encumbren paso a paso su propio calvario, llevando siempre la mirada fija en el infinito, que es luz, eternidad y promesa de verdadera felicidad. 11. Cuando más elevéis el espíritu, menos os pesará la cruz y cuando Yo haya dejado de hablaros bajo esta forma, me acercaré a vosotros en espíritu y os diré: Abrid vuestro libro y estudiad, para que pronto seáis los discípulos fuertes que necesita esta Obra para darse a conocer en la Tierra. Abriréis vuestro libro y él os contestará, él os hará salir de dudas y os revelará aquello que estábais tratando de explicaros. 12. Ciertamente os digo que llegará un día en que ya no os sea necesario un libro material que os recuerde a cada paso mi palabra, porque para entonces ella fluirá por vuestros labios como un torrente inagotable de inspiración. Mas para que este día llegue y para que logréis ese grado de elevación y sabiduría antes tendréis que estudiar y practicar mucho sobre la lección escrita, hasta que alcancéis la madurez y la esencia que os permita recibir de Espíritu a espíritu la divina inspiración. 13. De plácemes será el Maestro cuando contemple la paz en vuestro corazón. Vosotros, mis discípulos, os recrearéis siempre con mi palabra y cuando os elevéis espiritualmente sentiréis mi manifestación en vuestro espíritu y recibiréis mi inspiración. 14. Sois mi pueblo escogido y debéis ser humilde y generoso. Id por el camino de la luz para que no tengáis tropiezos ni fracasos, porque Yo soy quien va delante de vosotros. Aquel que por instantes duerma, al despertar contemplará que sus hermanos han avanzado en el camino de la luz mientras que él ha estado aletargado. Mas Yo entrego mi palabra cada día al siervo que no ha trabajado, que se ha dejado sorprender por la tiniebla y ha dejado que en su corazón germine la cizaña. 15. Apartaos, oh discípulos amados, de vuestros caminos de antaño, porque en ellos sólo el dolor os ha sorprendido, por eso os encontraré desnudos y hambrientos, sin paz y sin consuelo por el mundo, no sabiendo vuestro destino ni sintiendo mi calor de Padre. Mas ahora Yo os he brindado una nueva oportunidad y os he confiado el tiempo en que os recreéis con mi palabra para que en ella encontréis la redención de vuestro espíritu, ese espíritu que a través de los tiempos ha sido esclavo de las pasiones de la materia. 16. Estáis en el tiempo en que el mundo alimenta su tercera altura de maldad, en el que florece la ambición y prevalece la impiedad de los que no escuchan la voz de la razón y de la conciencia, mas vosotros que estáis en este camino de luz, venís a recibir mi palabra para que comprendáis vuestro destino, para que os elevéis y os preparéis con el amor que siempre os he enseñado. 17. Mucho me amáis y habéis sabido aprovechar el tiempo, os habéis espiritualizado, habéis doblegado a vuestra materia y os habéis inspirado para trabajar por el progreso de vuestros hermanos. Pero también son muchos los que no me han comprendido y desoyendo la razón no quieren sentir mi paz, ni quieren llevar grandeza espiritual en su ser. 18. Yo os aliento con mi amor para que no os sintáis débiles, para que recibiendo mi fuerza podáis afirmar vuestro propósito de cumplir mis mandatos y os enfrentaréis a los problemas y vicisitudes que la misma humanidad ha de causaros. 19. No tengáis temor a los hombres, velad y orad para que no os sorprenda la tiniebla, ni os despoje de la gracia con que yo os he preparado. Vosotros seréis mis emisarios en los distintos lugares de la Tierra. El reconocimiento de mi Obra ha sido para vosotros vuestro despertar espiritual. Ya no sois los idólatras ni los fanáticos, ya sabéis cuál es vuestro destino y vuestra misión espiritual y aquel que quiera caminar por este camino, ame a su hermano y tenga como guía de sus actos a la conciencia y entonces será todo luz y no habrá tiniebla en su corazón; tendrá alegría y llevará conformidad y esto hará que su espíritu se eleve más a Mí. 20. Todo aquel que se encuentre en el camino, será siempre protegido por mi Mundo Espiritual de luz, será ayudado por él en el cumplimiento de su misión. 21. Sed conformes con las grandes caridades que el Padre os ha confiado para todo lo que se relaciona con la vida humana sobre el haz de la tierra, ni pidáis lo que pueda dar ocasión a la perdición de vuestro espíritu y materia. Yo tengo más que daros que vosotros que pedirme, mas Yo soy el que sabe lo que verdaderamente os hace falta en el camino. Yo os he dicho: que si sabéis cumplir con mi Ley, me contemplaréis en todo mi esplendor. 22. Los seres de luz son entre vosotros apartando la tiniebla, ellos serán vuestros protectores que velarán para que seáis limpios y alejéis toda tendencia a la materialidad, para que contempléis la belleza espiritual y recibáis sus mensajes de paz para la humanidad. Elías es también limpiando y preparando a mis escogidos, para que por su conducto Yo pueda manifestarme. 23. Aprovechad el corto tiempo que os resta para que escuchéis mi palabra a través del portavoz, para que quedéis iluminados y sepáis recibir la inspiración, porque a través de vuestro espíritu seguiré hablando a las grandes multitudes; mi Mundo Espiritual siempre estará con vosotros; sed mansos y con valor y propósito firme levantaréis vuestra planta sin medir las distancias. Empezaréis lentamente vuestra labor y así veréis cómo el mundo se va apartando del temor a los castigos y a toda tendencia humana; así irá recibiendo vuestro testimonio. 24. Ya sabéis cuál es vuestra misión y cómo debéis preparaos y sólo os resta que sepáis comunicaros de espíritu a Espíritu con mi Divinidad, ya no a través de la mente de un portavoz. 25. Entonces los que me reconocieron ya no tendrán más confusión, sentirán confianza y fe y verán que el espíritu sabe recibir y comprender mi manifestación espiritual. 26. Los recintos que os han dado albergue, seguirán siendo lugares de reunión para vosotros, pero os digo, que el verdadero templo que permanecerá siempre abierto en la eternidad, es el templo del Espíritu Santo. A él llegarán todas las generaciones y dentro de él recibirán de Mí la vida y la luz, la paz y la bienandanza. 27. Después de 1950, empezaréis a trabajar para entregar la buena nueva a la humanidad tal como Yo os he enseñado. Por eso vengo a aleccionaros para que podáis atesorar la verdadera luz que llevaréis al mundo. Vosotros, como mi pueblo escogido sabréis respetar las ideas de vuestros hermanos en las diferentes sectas y religiones y sabréis con vuestra lucha unificarlas en una sola voluntad. Tiempo llegará en que habrá de florecer mi Obra en distintas naciones, en aquellos campos que han permanecido estériles, para que todos conozcan la verdadera esencia de mi palabra que cual agua cristalina he derramado en este tiempo. 28. Mañana seréis un solo pueblo, con un mismo ideal, como una sola fuente a la que vengan todos a tomar de sus aguas cristalinas. Velad para que un mismo fruto saborée la humanidad, este fruto que lleva esencia y dulzura al corazón y al espíritu. 29. Mi Doctrina os preparará de tal modo, que todo el que asimile su esencia, aprenderá a relacionarse con sus semejantes con un trato especial para cada quien, niños, jovenes o ancianos, hombres o mujeres. 30. Al hablaros de trato especial para vuestros hermanos, quiero que comprendáis que hablo de trato espiritual, porque es necesario que lleguéis a tener muy presente cada vez que os relacionéis con vuestros semejantes, que al ir a ellos vais a comunicaros con su espíritu. 31. Entonces sabréis descubrir en el niño a un espíritu que empieza una lucha, que empieza una vida a través de un corazón limpio y de un entendimiento virgen. Vuestro corazón, al entrar en estas consideraciones sentirá ternura y caridad hacia aquellos espíritus. 32. Al encontraros ante el joven, podréis ver en su energía, en sus ilusiones y en sus ambiciones, la presencia de un espíritu en la plenitud de su lucha en la Tierra, en esa época en que el espíritu combate sin tregua contra las pasiones de la carne y los peligros que a cada paso lo acechan. 33. Para la juventud, tened comprensión, sabed ayudarla y velad por ella, para que salga avante en la difícil jornada de la vida. 34. Hacia los hombres maduros y los ancianos experimentad respeto y amor. En ellos podréis descubrir al espíritu que ya traspuso la cumbre de la montaña de la vida. Lo que había de darles la Tierra, poco o mucho, ya lo recibieron. Ya de ella nada esperan. Todo lo cifran en el futuro que espera a su espíritu, pero de todos los hombres, son ellos los que más tienen que dar, porque ya recogieron la cosecha de cuanto sembraron a lo largo de la existencia. A ellos oíd, de ellos tomad. Si necesitan báculo, cuidados o ayuda, no es su espíritu el que ha menester de vuestra solicitud, es su carne cansada, gastada por la lucha. Tened para con ellos atenciones, ternura y respeto, porque ellos los necesitan y los merecen. Después de tantas amarguras y fatigas, una gota de miel es muy grata a esos corazones. 35. Asi quiero que miréis a la humanidad, pueblo amado: espiritualmente, para que a cada uno de vuestros hermanos le otorguéis el valor que tiene y le deis el lugar que merece. Si olvidáis vuestra esencia y os seguís tratando como seres materiales únicamente, os estaréis negando el verdadero valor que en cada ser humano existe y que es el espíritu. 36. Ahora que hago oir mi voz a traves de mis pedestales, doy la bienvenida a la multitud que se presenta a escucharme. Doy la bienvenida lo mismo al hombre ferviente, que al incrédulo, al de buena fe que al escudriñador, al que se ha purificado en la espiritualidad que al que viene cargando el pesado fardo de su materialismo. 37. Os bendigo, pueblo amado, porque hasta este día me habéis mostrado la fe y el anhelo de acercaros al perfeccionamiento de vuestro espíritu. La misión de Israel es orar por el mundo y enseñar; habéis crecido y os habéis multiplicado y de párvulos os váis convirtiendo en discípulos, para ir más tarde en busca de aquellos que en corto tiempo han de recibir la herencia de mi palabra. 38. La forma en que Yo he venido a manifestarme en este tiempo, es diferente a la del Segundo Tiempo, mas mi propósito es el mismo: Salvar a la humanidad, apartarla de ese torbellino que ha encontrado a su paso y del cual no ha podido librarse. La tentación se ha desatado con toda su fuerza y el hombre ha caído como un débil niño y ha conocido grandes penalidades; apura su cáliz de amargura y enmedio de su confusión me clama, y el Padre ha estado con él. Todavía quedan en el cáliz las heces, mas Yo os ayudaré a soportar esos dolores, que son consecuencia de vuestra desobediencia. ¡Bienaventurados vosotros que me oís, porque seréis fuertes! Más ¿Qué harán los demás cuando ese gran dolor llegue a ellos? ¿Sucumbirá su espíritu por la falta de fe? La oración de Israel ha de sostenerlos. 39. Yo os quiero limpios, arrepentidos y vivificados por mi amor. Mientras habéis buscado vuestra salvación en el mundo, habéis sido débiles; cuando habéis elevado vuestra mirada a Mí pidiéndome, habéis recibido fortaleza; entonces, si sabéis en donde está el consuelo ¿Por qué no me habéis buscado siempre ¿Por qué no buscáis el amor para destruir el odio y así dar fin a las guerras? Yo sigo hablando al mundo y sólo Israel me oye y se hace responsable de mis palabras. En él dejo los cargos, mas también las complacencias espirituales. 40. En vosotros he puesto mi verdad y mi esencia para que deis a conocer mi palabra. No quiero contemplar en vosotros fanatismo, ignorancia o hipocresía. Quiero ver a mi pueblo libre, dentro de mis leyes, como una familia fuerte y sincera que sabe amar y tender la mano al necesitado, que comprende las vicisitudes que atraviesa la humanidad en este tiempo e intercede por ella. Os estoy preparando para que nunca digáis: "Padre mío, nos faltó la luz, el conocimiento y la fuerza para luchar en contra de la falsedad y las tinieblas". 41. Os he pedido un átomo de fe para hacer prodigios por vuestro conducto. Os he concedido pruebas de la potestad que os he dado. Habéis sanado al enfermo, porque lo habéis envuelto en vuestro amor, una palabra vuestra ha convertido a un pecador; habéis conmovido su corazón y la luz que ha penetrado en él, lo ha hecho reflexionar y al conocer sus faltas se ha arrepentido y lo habéis salvado. Consolad y dad paz, os he dicho, y a vuestro paso por los hogares habéis llevado la paz y de ella no sólo han alcanzado los seres que habitan este mundo, sino también aquellos seres espirituales, hermanos vuestros, me dan gracias por la luz que el pueblo de Israel ha esparcido por el Universo. 42. Mayores gracias alcanzaréis cuando os améis en espíritu y en verdad los unos a los otros, y os hayáis unificado en el cumplimiento de mis leyes de paz y buena voluntad. Cuando estéis preparados de esta manera, de vosotros brotarán leyes justas, espirituales. De entre vosotros surgirán gobernantes que harán cambiar la marcha de los pueblos, mas cuando Yo haya de señalar a uno de vosotrops este cargo, tomadlo con humildad, sintiendo la gran responsabilidad que Yo pongo en vosotros y recordad a Moisés cuando dirigió con acierto al pueblo escogido, sus proverbios, sus máximas llenas de sabiduría y de justicia, e imitadle. 43. Yo reservo para vosotros grandes mandatos en el futuro, según vuestra preparación. La influencia vuestra será decisiva en la marcha de este mundo. Predicaréis la igualdad, respetaréis la misión que Yo he entregado a mis hijos, porque todos poseen virtudes y derechos sagrados que os he concedido sin distinción. 44. Para que podáis llegar al triunfo, debéis unificaros, sentir caridad por la humanidad; perdonadla, como Yo la he perdonado. Vais a contemplar inumerables faltas, sus enfermedades morales y espirituales, su decadencia, más vosotros sólo entregaréis luz; vuestra misión es dar, explicar mi Doctrina y mostrar buen ejemplo. Lo demás me lo dejaréis a Mí, las grandes causas que encontréis en vuestros hermanos me las presentaréis y Yo juzgaré a aquellos según mi voluntad. Después de 1950, no forméis dentro de mi Doctrina teorías ni ciencias, no hagáis dogmas o ritos, tan sólo permaneced en la fe, llevad la señal en vuestro espíritu y practicad las virtudes que Yo os he enseñado. Acumulad fuerzas para la lucha, porque la humanidad os espera. Los unos iréis más allá de las fronteras de vuestra nación, los otros a cercanas comarcas, otros más retornaréis ahí donde vísteis la luz primera en este mundo. Yo os diseminaré, mas orad y preparaos para que conozcáis mi voluntad y sepáis acatarla. 45. Levantáos en mi nombre. Antes de hablar preparáos; cuando os dispongáis a trabajar, estudiad vuestro delicado cargo. Yo seré vuestro precursor. Cuando os sea pedido el testimonio de mi venida en el Tercer Tiempo, hablad de lo que habéis visto y oído. Para este tiempo habréis estudiado y analizado mi palabra y lo que no habéis podido comprender, lo comprenderéis entonces. 46. Yo os envio a edificar en el corazón de vuestros hermanos. Vuestra obra tendrá principio y fin para que ella sea digna de Mí. 47. Seréis juzgados y escudriñados, más cuando contemplen en vosotros el ideal de servir, se inclinaran ante vosotros y os amarán, quedarán sorprendidos ante vuestra transformación y vuestra espiritualidad y os imitarán. De la enseñanza que vosotros entreguéis, Yo seré testigo en el Más Allá. 48. Yo enviaré a la Tierra grandes espíritus a continuar la Obra y vosotros según vuestros méritos, tendréis grandes misiones espirituales. La humanidad ha pecado mucho y la mala simiente ha echado raíces profundas en su corazón; por lo tanto la obra de depuración será larga y paciente. Los espíritus que han de demostrar el camino recto, ya están siendo enviados, sois vosotros que formáis el pueblo de Israel a quien he colocado en una escala espiritual desde donde podéis elevar a la humanidad. 49. No os sintáis superiores los unos a los otros, mi palabra y dones son para todos, para que me comprendáis en igual forma. 50. El Tercer Tiempo ha dado principio en el año de 1866 y no sabéis cuántos años o siglos durará esta Era. Si el Segundo Tiempo tuvo por término casi dos mil años, no sabéis hasta cuándo haya de extenderse el presente tiempo. Sólo confiad, pueblo amado, en que el Padre se comunicará con vosotros y estará más cerca y en que os iréis transformando cada día. Si quisiéreis deteneros en la lucha, Yo os estimularé para que sigáis adelante. es una lucha tenaz, constante, la que ha dado principio y ella continuará. Es mi obra de restauración. 51. Os he dado vida, os he enviado a este mundo a cumplir una delicada misión. Cumplid mis mandatos, amadme antes que a todo lo creado y servid a vuestros hermanos, para que podáis habitar en una escala superior y estéis más cerca de Mí en cada día. 52. Todos moraréis conmigo, cuando os hayáis purificado y cumplido vuestra misión. Para que tengáis el cumplimiento de todas mis promesas, vivid espiritualmente en la Tierra, observando las leyes espirituales y materiales. 53. Dejad esta herencia a vuestros hijos: Mi palabra. Os he dado el poder de crear, de formar una familia, os he concedido un hogar y os he dicho: Llenadlo de amor, de calor y buen ejemplo. Si queréis ver en vuestros hijos rectitud, cumplid con mis leyes. Ellos esperan de vosotros y si en el presente tiempo, no comprendieren vuestros consejos y ejemplos, llegará el momento, padres de familia, en que ellos os concedan razón, os veneren y os bendigan. 54. Hoy aprended de Mí, porque a todos he venido a buscar sin excepción alguna, todos sois mis hijos y todos tenéis los mismos derechos a ser amados, bendecidos, perdonados y redimidos por Mí. 55. Aquí está mi palabra, de ella brotan destellos de luz que apartan las tinieblas de todo entendimiento cerrado a la verdad. 56. Ved cómo el poder de esta palabra está abriendo las puertas cerradas de vuestro corazón para que en él penetren el amor y la humildad, la espiritualidad y la fe, haciendo que el orgullo, la ignorancia y el pecado, que por mucho tiempo habían habitado ahí, salieran para siempre. 57. En verdad os digo, que todo aquel que me haya escuchado, ya sea que crea en mi palabra o no, lleva ya en su espíritu una chispa de luz y en su corazón se ha abierto una puerta a la conciencia, que ya no cerrará más. 58. Mi palabra tendrá que luchar contra la ignorancia espiritual que reina entre la humanidad. Mientras que aquellos que saben de mi nueva venida, creen que mi presencia habrá de ser encarnando mi Espíritu como en el Segundo Tiempo, los que nada saben de mi retorno y de mis promesas se sorprenden de mi presencia en espíritu y a través del entendimiento humano, y se preguntan a cada paso por qué me encuentro de nuevo entre los hombres, cuando ellos nada sabían acerca de esto. 59. Es que la humanidad se ha concretado a sus ritos, a sus tradiciones y cultos externos, olvidándose de estudiar la Ley, las profecías y enseñanzas que legué a los hombres en los tiempos pasados. 60. ¿Cómo no habíais de sorprenderos al oirme ahora, si no estábais velando como Yo os lo encargué? ¿Cómo no habíais de extrañaros ante la presencia de mi palabra si nunca os interesásteis por conocer mis profecías ni las señales que anunciaran mi nueva venida? 61. Para estos hombres sin interés por conocer la verdad, es como si nada hubiese Yo hecho ni dicho en el Segundo Tiempo. Es como si Yo no hubiese venido ni existiese. por eso ha sido necesario que en este tiempo mi palabra os hable de los sucesos pasados a fin de que podáis relacionar los acontecimientos presentes con las profecías, promesas y enseñanzas del Primero y Segundo Tiempos. 62. Si todos os hubiéseis compenetrado de mi palabra que os traje en aquel tiempo, todos me habríais estado esperando, todos habríais entendido que mi nueva venida habría de ser en espíritu y nadie se habría sentido extrañado ante mi manifestación, pero llegásteis con las tinieblas en la mente, con la venda de la ignorancia que os impedía ver la luz de la verdad, con el corazón lleno de fanatismo y de necedad, ¿Cómo era posible que todos dijéseis al instante de oirme: es el Maestro? Fue necesario que me escucháseis una vez y otra, y otra más, para que en cada lección vuestro entendimiento fuese recogiendo un nuevo destello de luz que os acercase a la comprensión. 63. Así sin necesidad de recurrir a nadie ni de buscar libros, fuísteis conociendo página por página la verdad de las revelaciones de los tiempos pasados, a través de las cuales comprendísteis el porqué de mi manifestación espiritual en este tiempo. 64. Vuestro corazón se ha ido tranquilizando y vuestro espíritu ha ido afirmando su fe, al contemplar las bases firmes en que se levanta esta Doctrina a la que he denominado con el nombre de Espiritualismo y que es la Doctrina que os habla de las revelaciones eternas. 65. Discípulos: Comprended entonces que si vine a hablaros en espíritu a través del portavoz humano, ha sido para que al cesar de hablaros por este medio, me sigáis buscando en espíritu y podáis lograr la verdadera comunicación con mi Divinidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA Nº 338 01. Yo soy el camino y la luz que os va guiando. Soy el báculo que os sostiene y evita las caídas en vuestro camino. Soy el faro que ilumina vuestro sendero, fortaleciendo a vuestro espíritu con la paz de mi Espíritu Divino, aquietando las tempestades de vuestra vida para que estéis a salvo, para que no se detenga vuestro espíritu. 02. En mi palabra recibís la fortaleza, el calor y el sustento que vuestro espíritu necesita, para elevarse y luchar como el Maestro le ha enseñado. 03. Mi palabra ha servido, sirve y servirá a través de los siglos, de crisol para obtener la limpieza del espíritu y para su perfeccionamiento. Vuestro espíritu ha pasado por distintas etapas de evolución, mas no ha alcanzado aún el perfeccionamiento dentro de sus obras, en el cumplimiento de vuestra misión. 04. He venido en el Tercer Tiempo y me he comunicado a través del entendimiento humano con el fin de mostraros nuevamente el camino, preparándoos como los discípulos del Tercer Tiempo. Os he hablado en la forma más sencilla para que comprendáis mi palabra; os he hablado en sentido figurado y en parábolas, mas en cada una de mis lecciones he derramado su esencia en vuestro espíritu y os he manifestado el deseo que el Maestro siente por ver en cada uno de vosotros a un discípulo verdadero. 05. ¿Cuándo llegará el momento en que vuestro espíritu comprenda el perfecto amor que el Padre os ha brindado a través de los tiempos? En este tiempo es grande la lucha de vuestro Maestro entre la humanidad, para rescatar a todas sus criaturas, a todos los espíritus. Vengo a despertar a vuestro espíritu como se despierta la Naturaleza ante los primeros rayos matutinos. 06. Aunque mi palabra es sencilla, si la estudiáis, encontraréis en su fondo la grandeza y sabréis apreciar el valor de cada una de mis palabras. Mirad que estáis en una escuela donde os contemplo cual párvulos, discípulos y maestros. Según la escalidad que haya alcanzado vuestro espíritu, así recibís de mi palabra lo que os pertenece. El párvulo toma mi palabra sencillamente y la analiza, el discípulo toma de mi lección la parte que le corresponde y con ella se llena de virtud; el que está preparado como maestro, toma mi palabra, la analiza, se deleita con ella, siente en su espíritu el deseo de cumplimiento, de propagar mis enseñanzas, de practicar las virtudes y de desarrollar sus dones. 07. Queréis trasmitir mi palabra a vuestros semejantes, mas habéis encontrado que muchos de vuestros hermanos no están preparados; habéis tocado los corazones mas habéis encontrado cerradas las puertas y no han dado albergue a vuestras palabras y habéis sentido la herida por el desprecio de vuestros hermanos; mas sois bien aventurados porque de cierto os digo, así podréis comprender lo que siente vuestro Maestro al tocar el corazón de la humanidad y no encontrar el santuario preparado. Mas es grande mi amor por todos mis hijos. 08. Por eso os digo: No desmayéis en vuestra lucha, perseverad, que Yo os ayudaré y si en una ocasión encontrasteis las puertas cerradas, mañana los corazones se abrirán y recibirán mi palabra. 09. La humanidad es necia y se obstina en su pecado y Yo, en el amor, en el perdón para cada una de mis criaturas que morando están en la Tierra y en el Más Allá. Yo amo a vuestro espíritu, porque él es parte de mi mismo Espíritu, mas a vuestra materia Yo le proporciono lo necesario, para que sea el sostén del espíritu. 10. La tranquilidad y la paz de que gozáis sobre la Tierra es una bendición y una gracia que recibís de vuestro Padre. Mas también eleváis vuestra queja espiritual y me decís: "Señor, mi materia es pobre y harapienta" y de cierto os digo: ¿Creéis acaso que por ello Yo me encuentro lejos de vosotros? ¿Creéis que porque vuestra envoltura viste un harapo, la presencia de vuestro Dios no os acompaña? 11. El interés que tengo por vosotros es por vuestro espíritu y si vivís en este mundo resignados y conformes con vuestra pobreza, grande será la virtud que vuestro espíritu manifieste. Recordad que vuestro Maestro os ha enseñado la humildad y los méritos que el espíritu puede alcanzar a través de esta virtud. Sólo debéis tener en vuestros labios una bendición y un canto glorioso para vuestro Dios, porque de cierto os digo: El premio no está en la Tierra, discípulos amados, está en el Más Allá. Aquí no os daré la gloria, aquí no está el paraíso, aquí he preparado para mis escogidos una dulce restitución. 12. Bienaventurados los que sufrís con paz y resignación porque iréis dando pasos de firmeza en el camino. El Maestro os ha enseñado a no ambicionar las riquezas de este mundo, a no desear los tesoros pasajeros de esta vida y si vosotros moráis en una humilde cabaña pero vuestro espíritu sabe desarrollar los dones que a él le he entregado, podréis sentiros más felices que un rey o potentado de la Tierra en la mansión más lujosa. 13. Os he hablado en parábola para enseñaros a vivir en armonía con vuestro Padre en este planeta, para que sepáis cumplir sus mandatos porque en mi amor está escrito vuestro destino. 14. Esta vida os ha servido para que vuestro espíritu pueda alcanzar elevación con la resignación y con la luz que de Mí habéis recibido. 15. Habéis atravesado por distintas etapas de evolución; desde la primera habéis empezado a prepararos para llegar al cumplimiento de vuestra delicada misión; en la segunda habéis encontrado mayor progreso, mayor lucidez en vuestro espíritu; en la tercera habéis llevado mayor adelanto, mayor comprensión a mi palabra y mayor cumplimiento a ella. Llegastéis a la cuarta etapa y palpásteis aún más la gracia de vuestro Dios, el acercamiento de mi Espíritu hacia vosotros, y vuestro espíritu en ese gran gozo llegó a la quinta etapa en la que tuvísteis que llevar mayor desarrollo en vuestro cumplimiento; luchásteis y así llegásteis a la sexta etapa, nuevo cumplimiento, nuevo progreso y desarrollo de las virtudes que vuestro Dios os ha entregado, y así llegaréis a la séptima etapa donde contemplaréis el reino del Padre, en donde vuestro espíritu palpará la gloria de Dios y donde estaréis a la diestra de vuestro Señor. 16. Mi palabra desciende a inspirar a vuestro espíritu, porque Yo quiero que el mañana por medio de vuestra preparación os sigáis recreando con la presencia de mi Espíritu Divino, porque si preparados estáis, no os sentiréis en la orfandad, no sentiréis la ausencia de mi palabra, porque vuestro espíritu podrá comunicarse con mi Divinidad. Por ello quise que a tiempo os preparáseis, que practicáseis la oración y lleváseis la espiritualidad en vuestro corazón, para que mañana no os confundáis ni practiquéis la impostura. Yo quiero que sepáis elevar vuestro espíritu hacia Mí para que recibáis mi inspiración porque voy a convertir a cada uno de vosotros en mi pedestal. 17. Pedestal es la base donde descansa la luz y la fuerza de vuestro Señor, entonces vosotros, mis hijos, mañana seréis los verdaderos pedestales, los verdaderos portavoces de mi palabra. Preparados con el desarrollo de vuestros dones entregaréis mi palabra con toda limpidez, no quiero contemplar entre mi pueblo de Israel la ignorancia después de que este precioso tiempo de mi comunicación a través del entendimiento humano, haya pasado para vosotros. 18. Después de 1950 ¿Quién de vosotros desconocerá esta Causa divina? Si así lo hacéis, será por ignorancia y la ignorancia es la que estoy apartando de vosotros, porque el que está iluminado no retrocederá, permanecerá firme y progresará en el camino, mas el que no me haya comprendido reconocerá que fue el fruto de su impreparación, de su falta de fe y espiritualidad y por esa causa volverá a su idolatría y a su fanatismo. 19. Si contempláis imperfección en este camino, no la atribuyáis a mi Divinidad, Yo soy perfecto. Atribuidla a vuestro semejante que no se ha sabido preparar para guiaros con la perfección con que Yo os he enseñado. 20. Yo os he dicho: para mi Espíritu no hay nacionalidades, no hay castas ni linajes, no hay razas ni colores. Todos sois mis hijos y a todos he abierto mis brazos y a todos he recibido. He recibido al que ha llegado contrito y arrepentido ante mi palabra, al corazón que se ha pervertido, que trae consigo todavía la mancha de sangre en sus manos y lo he defendido de la justicia de la Tierra. ¿Por qué? Porque es mi hijo y si él ha sido el acérrimo pecador en la Tierra, si él ha matado, Yo le he perdonado y le he dicho: no volváis a pecar. Yo soy el perdón, pero este perdón Yo quiero que os sirva para siempre. 21. Quiero que dejéis vuestros caminos de maldad, que cada uno comprenda mi palabra y se arrepienta de sus errores; que seáis los pecadores arrepentidos ante mi presencia, que vengáis en silencio y no publicaré vuestros pecados, no os delataré mis hijos, os aconsejaré como el mas fiel de vuestros amigos. No toméis los frutos prohibidos en la Tierra, no toméis lo que no os pertenece, no hagáis obras que os deshonren en la vida. Sed el varón o la mujer que viva con toda honradez y rectitud, como Yo os he enseñado, que si una debilidad os hizo pecar, arrepentíos ahora de vuestra falta. Dejad que mi caridad os limpie mas quiero que vuestro arrepentimiento sea de limpio corazón. 22. Enmendaos, regeneraos, que el Maestro os ha dicho en este tiempo: Yo vengo a servirme del pecador, pero no del obstinado, sino del pecador arrepentido y cuando os habéis arrepentido ¿Qué habéis recibido? Paz, tranquilidad espirtual, sosiego en vuestro espíritu, gracias y virtudes de vuestro Dios. 23. ¿Qué hombre es capaz de entregaros un momento de paz espiritual como Yo os lo vengo a entregar a cada instante? ¿Qué hombre os aconseja como Yo? Mirad que no hay nadie capaz sobre la Tierra que aderece vuestro camino con tanta certeza y virtud como Yo lo hago con vosotros y aún así, todavía queréis apartaros de este camino para ir en pos de nuevas aventuras. 24. Varones y mujeres que habéis sufrido la ausencia de vuestros familiares que han desencarnado, de los que convivieron con vosotros, os dieron tranquilidad y llenaron de amor vuestro corazón ¿No estáis conformes con que haya hecho mi voluntad en aquellos vuestros seres queridos? Las madres habéis sentido la pérdida de vuestros hijos, los hijos habéis quedado huérfanos en la vida, habéis perdido la presencia de vuestros seres mas queridos que fueron vuestros padres. Las esposa han visto partir a sus fieles compañeros Yo los aparté de vuestra vida, Yo les he hecho el llamado al Más Allá y ¿Acaso queréis intercalaros en mis altos juicios? No, porque debéis reconocer que sois pasajeros en este mundo, que si les he llamado, es porque para ellos tengo preparada una nueva vida. Mas la conformidad llega a vuestros corazones y si llorásteis la ausencia de los vuestros, ha sido por la debilidad de vuestra materia, mas vuestro espíritu que ha comprendido mi santísima voluntad ha sentido gozo. 25. El Padre os dice, sabed acatar cada uno de mis mandatos con amor, con conformidad y paz que un día no muy lejano también vuestro espíritu penetrará en el Más Allá y contemplará a esos espíritus que desencarnaron antes que vosotros. Todavía estáis habitando en este planeta y en verdad os digo: el mismo destino os espera, mas en esta vida llena de fuerza, la luz y la paz para que con rectitud sigáis viviendo en este mundo y cuando Yo os haga el llamado, vuestros ojos se abrirán a esa nueva vida e iréis a principiar un nuevo camino. 26. Bienaventurado aquél que preparado se encuentre porque saldrá de su purificación y contemplará en su camino una nueva vida. 27. Apartaos del mundo, elevad vuestra mirada hacia Mí y recreáos con mi presencia. dejad que mi palabra quede impresa en vuestro corazón para que seáis fuertes y no dejéis que la tentación os arrebate lo que con tanto amor Yo os he confiado. Cumplid la Ley para que seáis los verdaderos espiritualistas, porque habéis dormido a través de los tiempos y Yo he venido a despertaros y si tenéis propósito de estar conmigo, no sentiréis el peso de vuestras culpas. 28. Vengo en este tiempo a recibir el cumplimiento de mis labriegos y a dejar en su espíritu mi amor y mi ósculo de paz, la bienandanza espiritual. Quiero que seáis el espejo para los demás, para los que niegan mi presencia entre vosotros, los que no creen en mi comunicación a través del entendimiento humano. 29. Mi Mundo Espiritual os proteje y es el báculo en vuestra vida, mas cuando penetráis en la tiniebla, ellos me hacen presente su llanto, porque os olvidáis que ellos son los que os custodian. mas vengo como Padre a daros el consejo, como Maestro la enseñanza y como Dios mi bendición y mi caridad, contemplo a los discípulos con la esperanza de llegar a Mí y os digo, que todo aquel que quiera estar conmigo deberá ser obediente. 30. Os he enseñado para que comprendáis y penetréis en la espiritualidad. 31. Mi manifestación a través del entendimiento humano va a finalizar, mas cuando comprendáis mis enseñanzas, os sentiréis unificados en pensamiento y en voluntad y os amaréis unificados en pensamiento y en voluntad y os amaréis el uno al otro. 32. Cortas son las albas en que aún escucharéis mi palabra por conducto del entendimiento humano y es menester que me comprendáis, para que llevéis la esencia de esta palabra en el fondo de vuestro corazón. Yo he venido hacia vosotros, mañana habréis de elevaros espiritualmente para llegar a Mí. 33. Después de la terminación de mi comunicación a través del entendimiento humano resonará en vuestro ser la enseñanza que he venido entregándoos. Sentiréis la nostalgia por la ausencia de esta manifestación y entonces lloraréis vuestro tiempo perdido si no supísteis aprovechar lo que en mi Doctrina he venido a entregaros. 34. Os hice el llamado en este tiempo, pueblo amado, para que lleváseis preparación y si vosotros desecháis esta oportunidad, dejaré que sigáis en vuestro propio camino y Yo, manso y humilde, seguiré vuestros pasos y cuando cayéreis os levantaré dulce y amorosamente y después de vuestra larga caminata nuevamente os atraeré hacia Mí. 35. Os he levantado sobre un peladaño más alto del que se encuentra la humanidad; he dado progreso a vuestro espíritu para que a imitación de vuestro Maestro descendáis hasta la humanidad para levantarla como yo lo he hecho con vosotros. No miréis la paja en el ojo de vuestros hermanos sin antes mirar la viga que hay en vosotros. Comprended estas palabras, pueblo, porque la humanidad aún no las ha comprendido. 36. Vosotros formaréis mi templo, será la unión de los espíritus limpios, los espíritus de buena voluntad que aman y sirven a su Dios. Serán los espíritus de la luz que no albergarán más la maldad, porque las tinieblas no encontrarán cabida en esos espíritus, porque serán limpios cual los ampos de la nieve. 37. Yo os he dicho: estaréis formando parte de mis ejércitos que lucharán grandemente para librar a la humanidad de sus tinieblas y por vuestra obediencia llegaréis hasta la escala de perfección. Muchas buenas obras podréis hacer si sois mansos, humildes y llenos de fe en vuestro Padre, porque Yo me manifestaré por vuestro entendimiento, porque os he entregado grandes dones y me he derramado en vosotros en luz, gracia y sabiduría. 38. Os he enriquecido para que de esta riqueza entreguéis a los menesterosos, porque no seréis los egoístas que todo lo queráis sólo para vosotros, porque si así lo hiciéreis quedaríais despojados de mi caridad. 39. Las profecías serán cumplidas y cuando la humanidad esté en su confusión, en su tiniebla, vosotros le mostraréis la luz y manifestaréis en vosotros mismos mi presencia. 40. Comprendedme pueblo, claramente os hablo, dulcemente os recibo, venid a saciar vuestra sed, Yo soy la fuente de agua viva, descansad en Mí que soy la paz y recreaos en Mí que soy la sabiduría perfecta. 41. Contemplad, humanidad, que es menester que el dolor sea con vosotros para que me sintáis, mas no culpéis a vuestro Señor de esas manifestaciones, culpaos a vosotros mismos. Cuando el sufrimiento ha llegado hacia vosotros, me habéis dicho: "Señor, ¿Por qué nos castigas?" Y no reconocéis el fruto de vuestras obras para decirme: "Señor, hemos pecado, perdónanos". 42. Cuando la humanidad sepa conducirse por mi camino, se habrá salvado y todos amarán a su Dios y Señor y se amarán los unos a los otros. Por eso os digo: almacenad mi enseñanza en vuestro corazón, llevad mi sabiduría en vuestro espíritu y entregadla a la humanidad por doquier de los caminos como Yo os la he venido a entregar, ayudadla a escalar, levantadla con la fuerza que he confiado a vuestros espíritus. 43. Os entrego calza en vuestra planta para que fortalecidos os encontréis y así penetréis por todos los caminos y entreguéis mi luz; iréis en mi representación porque he hecho un pacto con vosotros para que cumpláis con esta bendita misión y cuando lleguéis a Mí, me haréis presente vuestra cosecha. 44. Nuevamente me recrearé con vuestro espíritu, mostrándoos la enseñanza que tenéis que aprender porque tenéis que aprender porque tenéis que practicar lo que yo como Maestro he venido a enseñaros. 45. Me hacéis presente vuestra obediencia y el ahinco que lleváis en vuestro corazón para imitarme y eso os hace comprender mi palabra divina. Es mi voluntad que quedéis preparados para ser los verdaderos emisarios de mi palabra, para que la humanidad despierte y me sienta en el fondo de su corazón, para que contemple el camino y transite por él y esté en armonía conmigo. 46. Por diversas pruebas habéis pasado y en ellas no habéis sido débiles porque mi fortaleza ha permanecido en vosotros; Yo como Padre os aliento con mi palabra y os muestro el instante en el cual voy a confiaros la caridad que ha menester la humanidad. Iréis en representación mía, llevando a vuestros hermanos el pan de la vida y la luz de mi Espíritu Santo para que salgan de su obscuridad. 47. Yo me serviré de los espíritus que he limpiado y purificado, a los que he dado luz a sus ojos espirituales para que vean mi presencia en este Tercer Tiempo, a vosotros, que he preparado con mi palabra para que deis el testimonio de mi presencia en vuestro corazón. 48. Llegásteis menesterosos, sin bien alguno ante mi presencia mas Yo he preparado a vuestro espíritu, le he revestido con la luz de mi Espíritu Santo y he derramado entre vosotros mis complacencias para que vayáis ante los menesterosos y compartáis la riqueza que Yo os he confiado. 49. Por eso os he preparado y purificado grandemente, para servirme de vosotros, de los que os habíais apartado de la maldad y de la mentira, de aquellos espíritus en los que al escuchar mi palabra ha penetrado mi luz, los ha iluminado y los ha hecho reconocer en donde está el Dios verdadero y por esta causa os habéis apartado de la confusión que el mundo ha llevado en sus falsas doctrinas, en las cuales la humanidad me busca porque no ha reconocido que su Dios no se manifiesta en el materialismo de sus obras. 50. Vosotros elevad vuestro espíritu y comunicaos conmigo de espíritu a Espíritu, mas para lograr esta comunicación es menester que llevéis grabada mi Ley Divina en vuestro corazón, para que por esta espiritualidad podáis estar en comunión conmigo. Yo os digo: cuando os déje de hablar a través del entendimiento humano, no me voy a alejar de vuestro espíritu, voy a morar en vosotros, porque esto es necesario para manifestarme por vuestro conducto a la humanidad. 51. Ha sido mi voluntad que vosotros fuéseis los primeros en aposentaros en esta mesa; fué mi santísima voluntad que estuviéseis reunidos y congregados cerca de Mí, para heredaros y convertiros de los menesterosos en los ricos que posean el tesoro de mi palabra. De esta manera vuestros ojos espirituales han contemplado la luz de un nuevo día, porque sois los discípulos del Tercer Tiempo a quienes he preparado para que más tarde déis testimonio de mi presencia a la humanidad, para que habléis de mi Ley con toda verdad y con sabiduría, para que prediquéis el evangelio de mi amor, y con vuestras obras hagáis sentir mi presencia a la humanidad, para que penetre el arrepentimiento en su corazón por sus faltas y equivocaciones pasadas; que deje a sus falsos dioses y sepa encontrar a su Dios verdadero y por vuestro conducto obtenga el consuelo y la esperanza para los tiempos venideros en los cuales quedarán cumplidas mis profecías. 52. A vuestro paso las tinieblas se levantarán para envolver a los hombres, mas a vosotros no, porque lleváis mi luz en vuestro espíritu y corazón, no podéis quedar ya envueltos en la tiniebla del mundo que obscurece las mentes y ofusca a los hombres haciendo que no escuchen la voz de su conciencia. Mas ésta es la lucha que os confío porque en vuestra mano he puesto una espada de luz que iluminará las cavernas de obscuridad. 53. Contemplaréis cómo los hombres en su necesidad siguen inclinándose ante sus falsos dioses, mas la luz de mi palabra penetrará hasta lo más íntimo de su corazón y sentirán la presencia de mi Espíritu. 54. Las multitudes se levantarán y purificarán para que reciban mi mensaje por vuestro conducto, porque el Padre viene buscando la salvación de los espíritus y es menester que antes se laven y purifiquen para que reciban mi caridad. Los unos se rebelarán porque están llenos de ambiciones, porque se han enseñoreado entre las multitudes y sus espíritus se han obscurecido y confundido. 55. Escucharéis cómo vuestros hermanos negarán la veracidad de mis mensajes por vuestro conducto y dirán que sois los falsos, los hombres imperfectos que no podéis llevar en vosotros mismos mi presencia en lo más íntimo de vuestro ser, porque son los que quieren contemplarme como un rey más de este mundo. 56. En el Segundo Tiempo reiné lleno de humildad para entregar a los hombres mi Doctrina, mas no creyeron en la venida del Unigénito del Padre. Así en este tiempo vuestros hermanos negarán que sois mis enviados, mis escogidos en los que he derramado mis complacencias para que deis a conocer mi Obra con toda claridad, porque os contemplarán humildes y sabrán que formásteis parte de los hombres confundidos, que el ayer también estábais en el fango y la iniquidad. Mas vosotros les hablaréis de mi amor y les invitaréis a recibirme en su corazón para que ellos también puedan encontrar el puerto de salvación. 57. De esta manera iréis por los caminos y cuando hayáis hablado grandemente, cuando hayáis manifestado incansablemente mi amor y mi caridad para la humanidad, cuando le hayáis mostrado el culto verdadero que deben elevar a su Dios, entonces esta humanidad contemplará mi juicio desatado y empezará la grande purificación de la humanidad hasta que quede limpia y pura como el oro en el crisol. Su iniquidad terminará con el fuego y los poderosos reconocerán que mi poder es más grande que el suyo y que mi justicia está sobre todas sus leyes; sus odios serán exterminados y abolidos, porque mi amor será el fuego que purificará el corazón de la humanidad y entonces las grandes multitudes sentirán mi presencia y será, Israel, cuando vuestro trabajo, vuestra labor empezará a florecer, las tierras serán fértiles y mi semilla se multiplicará el ciento por uno. 58. Vuestra lucha seguirá aun después de que hayáis dejado vuestra materia, vuestro espíritu seguirá llevando la vida de mi Santo Espíritu, vida de gracia, vida eterna y seréis imitando a mis ángeles trabajando para que las generaciones venideras sean hombres de buena voluntad que se amen y alimenten mi paz y glorifiquen con sus obras a su Dios. 59. Hoy la humanidad está en el caos, duerme en profundo sueño, no me ha sentido, no me escucha y pocos son los que están despiertos sintiendo la presencia de su Señor, mas la humanidad llegará a comprender que es el tiempo en que debe espiritualizarse para alcanzar la cumbre de la montaña, porque recibirán la luz del Espíritu Santo para que salgan de sus tinieblas. 60. El tiempo de su confusión va llegando a su fin, los reinados de este mundo se estremecerán y contemplarán que sus cimientos son falsos y de esta manera se hará sentir mi voluntad. Mas a vosotros toca preparar el mundo, porque es mi voluntad que los hombres, las mujeres y los niños escuchen la buena nueva. A los que han llorado y han esperado el consuelo, dádselo, mostradles la verdad en lo más íntimo de vuestro corazón. 61. El dolor que por mi causa hayáis apurado, Yo lo bendigo y lo santifico porque todo lo que sufráis por mi causa, os dignificará eternamente. 62. Doy fortaleza a vuestro espíritu y dejo en vuestras manos armas de luz para que venzáis las acechanzas que la tentación levantará como barrera, y así seguiréis adelante en pos del Reino que os tengo prometido. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 11 LIBRO DE LA VIDA VERDADERA TOMO 12 ENSEÑANZA N° 339 ¡Mi paz sea con vosotros! 1. Venís a Mí con el espíritu preparado, llenos de humildad y mansedumbre, para llamar a las puertas del que es amor y perdón eterno para sus hijos y esperáis anhelosos una palabra que mitigue vuestros dolores, que responda a vuestras quejas o que haga luz en vuestras tinieblas, para sentiros dichosos. 2. Os contemplo venir de distintos caminos, cada uno cumpliendo diferente destino, pero todos en pos de un mismo fin, buscando identificaros conmigo, para sentiros cerca de la perfección. Y recibís gozosos mi palabra que al mismo tiempo os acaricia y os corrige; la estáis interpretando en su verdadero sentido y empezáis a amarme con pureza. Ya no teméis de Mí como lo hacíais en otros tiempos, porque hoy sabéis que soy amor y justicia perfectos, que no os castigo, y que es de vosotros de quienes debéis temer, porque debilitáis y caéis en graves errores que después tenéis que llorar y reparar a muy alto precio, y esta experiencia os hace vivir velando para evitar los tropiezos que inquietan al espíritu y causan amargura. 3. Todo aquél que así haya comprendido, está en lo justo. No estáis haciendo obras de suma perfección, pero estáis en el camino de hacerlas porque sois mis discípulos. La luz ha disipado vuestras dudas, la fortaleza ha vencido a la flaqueza y la confianza os lleva a entregaros con verdadero amor al cumplimiento de vuestro destino. 4. Vais penetrando insensiblemente en el sendero espiritual, en la vida de sencillez y de pureza que os he pedido y os sentís satisfechos en esta nueva vida; ya no os preguntáis por qué he vuelto a vosotros o si acaso mi palabra os señala un nuevo camino; hoy sabéis que lo que os dije en el Segundo Tiempo, no era todo lo que habría de enseñaros; que la lección no estaba concluida y que os tenía reservado un tiempo de gracia en el que había de reanudar mis enseñanzas, para mostraros el camino que conduce a la vida espiritual, la verdadera comunicación conmigo y la explicación de mis palabras dadas en aquel tiempo en que habité entre vosotros y que no han sido comprendidas aún. 5. Meditad y llegaréis a comprender que ni en el Primero ni en el Segundo Tiempo, estabais capacitados para comprender, sentir y creer una lección tan grande, mas el Padre que posee los tiempos y la eternidad, os ha llevado de la mano por el camino de la vida, con suma paciencia y sabiduría, sin precipitación alguna, y hoy habéis penetrado en una nueva Era. 6. ¡He aquí el tiempo del Espíritu Santo, próximo a llegar a su plenitud, el tiempo de las grandes revelaciones y la justicia, en que serán rotos los velos de muchos misterios para ser todo luz y claridad! 7. Yo he abierto vuestros ojos para que vayáis más allá de lo que habéis conocido y podáis penetrar en mi Arcano, porque Yo, el Padre, no soy un misterio para mis hijos. Quiero ser conocido y amado por vosotros en forma perfecta y plena, como Yo os amo. Aún no he sido amado y venerado como me corresponde, y no sabéis cuánto gozo daríais a mi Espíritu por un momento de comprensión y acatamiento a la Ley. 8. Desde vuestro advenimiento a la Tierra habéis tenido mis manifestaciones al alcance de vuestro entendimiento, pero vuestra comprensión cuando disteis los primeros pasos en el camino de evolución, era muy pequeña, como es pequeño el niño cuando nace; tuve que limitarme para ser visto, y para ser oído, para que vosotros pudieseis entenderme. 9. No me manifesté en plenitud en los primeros tiempos porque vuestra razón se hubiese turbado y todo vuestro ser hubiese sentido quebranto. Por eso os he preparado a través de largas eras, y os he puesto en el principio del camino, para recorrerlo paso a paso, y así lleguéis a esta etapa en que podréis comprender y amar mejor a vuestro Padre. 10. En todos los tiempos he enviado a este mundo, emisarios que han hablado de la supervivencia del espíritu, de su inmortalidad y de la vida superior que éste alcanza cuando ha llegado a perfeccionarse. Desde los primeros días en que el hombre habitó la Tierra dando muestras de inocencia, como en los de mayor pecado, y ahora en estos de materialismo y de falsa ciencia, mis mensajeros espirituales han dado pruebas del alto grado de elevación en que vive el espíritu que ha sabido mantenerse en comunicación constante con su Señor. 11. Mas los emisarios de los primeros tiempos, no supieron explicar a la Humanidad las grandes etapas que atraviesa el espíritu y su vida en el Más Allá. Los patriarcas, que sabían conservarse en la virtud, en el amor a su Creador, se concretaban a conducir a su familia, a su tribu o pueblo, por la senda de la justicia y la rectitud, y aunque tenían el conocimiento de la existencia de su Dios espiritual, universal, la intuición de una vida superior para el espíritu en el Más Allá, con toda su luz y su virtud, no pudieron revelar el camino de evolución del espíritu y el porqué de sus grandes pruebas. 12. Los profetas hablaron con gran verdad, casi siempre vinieron a la Tierra en tiempos de confusión y de desvío, amonestando a los pueblos, invitándolos al arrepentimiento y a la enmienda, anunciando grandes pruebas de justicia si no tornaban al bien, y otras veces prediciendo bendiciones por el acatamiento y obediencia a la Ley divina. Mas lo que aquellos profetas hablaban, era una exhortación a las prácticas del bien, de la justicia y del respeto entre unos y otros. No venían revelando la vida del espíritu, su destino y su evolución; ni el mismo Moisés, a quien escogí para convertirlo en representante mío y por su conducto entregué la Ley para todos los tiempos, os habló de la vida espiritual. 13. La Ley del Padre encierra sabiduría y justicia, enseña al hombre a vivir en paz, a amarse y respetarse unos a otros, y a hacerse dignos delante de Mí, como hombres; pero Moisés no mostró a la humanidad lo que hay más allá de los umbrales de la muerte corporal, ni cuál es la restitución de los espíritus desobedientes, o el galardón para los prudentes y celosos de su misión. 14. Después reinó David, pleno de dones y de inspiración y en sus momentos de elevación, en sus éxtasis, escuchaba himnos y cantos espirituales con los que formó los salmos con que habría de invitar al pueblo de Israel a orar y a tributar a su Señor la mejor ofrenda de su corazón. Y David, con todo su amor e inspiración, no pudo revelar al pueblo la maravillosa existencia de los espíritus, su evolución y su meta. 15. Y Salomón, que sucedió a aquél en el reinado y que también demostró los grandes dones de sabiduría y de poder que le habían sido concedidos, por los cuales fue amado y admirado, y aún hoy son recordados sus consejos, sus juicios y proverbios; si su pueblo se hubiese acercado a él para preguntarle: Señor, ¿Cómo es la vida espiritual? ¿Qué hay más allá de la muerte? ¿Qué es el espíritu? Salomón, con toda su sabiduría, no hubiese podido contestar. 16. Pero en verdad os digo: Moisés con su celo y obediencia, los profetas con sus amonestaciones, los patriarcas con sus ejemplos, los consejeros, los sabios y los jueces con sus sanos consejos y sus buenos juicios, os dejaron un ejemplo, para que siguiéndolo hicieseis que vuestros primeros pasos fuesen firmes desde esta Tierra en el camino hacia la Tierra prometida del Más Allá. Debíais empezar por practicar el bien sobre este mundo, teníais que ser justos entre vosotros para hallar justicia en la Tierra. Aquí encontrabais el fruto o la cosecha de vuestra labranza. Esta morada fue para el hombre en aquellos tiempos un reflejo, una imagen de la vida eterna del espíritu. 17. Más tarde vino el Mesías haciéndose hombre, para abrir un nuevo tiempo y dar a la Humanidad una nueva lección en la que había de hacerle grandes revelaciones para decirle: Vosotros sois los hijos de la luz y os convierto en mis discípulos . En verdad os digo, que todo lo que veáis que Yo hago, podéis hacer vosotros en el nombre del Padre. Y en verdad el Mesías, en quien se manifestó mi Espíritu, traía la llave para abrir las puertas de la Segunda Era y la potestad para desatar los sellos que cerraban el Libro de la Vida, de la sabiduría, de la justicia y de la eternidad. 18. Desde antes de su advenimiento permití que el mundo de los hombres fuese visitado por el Mundo Espiritual. En torno al Maestro se agitaron espíritus de luz y grande elevación y también aquéllos de escasa elevación. Unos y otros estuvieron presentes en ese tiempo, los primeros se manifestaron como siervos humildes llenos de sumisión, entre ellos estuvo aquél que anunció a María su alto destino de concebir en su seno purísimo al Verbo del Padre. Otro visitó a los pastores de Belén para darles la noticia del nacimiento del Salvador, y otro emisario más, previno a la Santa Familia del peligro que la amenazaba y los guió y protegió en la huida a Egipto. 19. Muchas manifestaciones fueron miradas en ese tiempo con regocijo y fe de muchos, y otros, reacios e incrédulos para la vida espiritual, dudaron y negaron esta verdad; pero mis huestes espirituales que estuvieron desatadas, eran atraídas por la luz que irradiaba el Maestro. 20. Seres de luz al servicio de la Obra divina y otros rebeldes e ignorantes surgieron por doquier, y aparecieron entre aquella humanidad los poseídos, a quienes la ciencia no acertaba a liberar y eran repudiados por el pueblo. Ni los doctores de la Ley, ni los científicos, acertaban a devolver la salud a aquellos enfermos. 21. Mas todo estaba dispuesto por Mí, para enseñaros y daros pruebas de amor y os concedí a través de Jesús la curación de esas criaturas, con asombro de muchos. Los incrédulos, los que habían oído hablar de la potestad de Jesús y sabían de sus milagros, buscaban las pruebas más difíciles para hacerlo vacilar un instante y demostrar que no era infalible; y esta liberación de los poseídos, el hecho de volverlos a su estado de seres normales con sólo tocarlos o mirarlos o dirigirles una palabra de orden, para que aquellos seres espirituales abandonasen su mente y unos y otros quedasen libres de su pesada carga, confundió a aquéllos. Ante este poder, los fariseos, los científicos, los escribas y publicanos tuvieron diferentes reacciones. Unos reconocían la potestad de Jesús, otros atribuían su poder a extrañas influencias, otros nada acertaban a decir; pero los enfermos que habían sido sanados bendecían su nombre; unos habían sido poseídos por un solo espíritu, otros por siete como María de Magdala y otros por un número tan grande, que ellos mismos decían ser una legión. 22. A lo largo de la vida del Maestro, las manifestaciones espirituales se sucedieron, unas fueron vistas por los doce discípulos, otras por el pueblo en los caminos, en sus hogares. Era tiempo de prodigios, de maravillas. Hombres y mujeres percibían señales y voces del Más Allá; los ancianos y los niños también eran testigos de estas manifestaciones y en los días anteriores a la muerte del Redentor, la luz celestial penetró en el corazón de la humanidad, los seres del valle espiritual, llamaron al corazón de los hombres y el día en que el Maestro en cuanto hombre exhaló el último suspiro, y su luz penetró en todos los antros y en todos los recintos, en las moradas materiales y espirituales, en busca de los seres que hacía mucho tiempo lo estaban esperando, seres materializados, perturbados y enfermos, perdidos del camino, atados con cadenas de remordimientos, arrastrando fardos de iniquidad y otros espíritus que creían estar muertos y estaban adheridos a su cuerpo; todos salieron de su letargo, y se levantaron a la vida; pero antes de abandonar esta Tierra, fueron a dar testimonio de su resurrección, de su existencia, a los que les habían pertenecido y con todo esto, el mundo presenció estas manifestaciones en aquella noche de luto y de duelo. El corazón de los hombres se estremeció y los niños lloraron ante aquellos que hacía tiempo que habían muerto y ese día volvían sólo por un instante, para dar testimonio de aquel Maestro que habiendo descendido a la Tierra para esparcir su semilla de amor, al mismo tiempo cultivaba los campos espirituales habitados por infinidad de espíritus, también hijos suyos, y los sanaba y libertaba de su ignorancia. 23. El conocimiento de estas verdades se propagó de una generación a otra, y los apóstoles fueron por los caminos del mundo abriendo los ojos a aquella humanidad dormida, mostrando la senda que conduce a una vida superior, abriendo brecha hacia el Más Allá y enseñando la Doctrina de su Maestro. Ellos también libertaron a los poseídos, sanaron a los enfermos no sólo del cuerpo, sino del espíritu. Supieron aliviar y mirar con piedad tanto a los que habitan este mundo, como aquellos que viven en un mundo distante, sintieron el dolor de unos y otros, porque para el que ama no hay dolor ajeno, ni distante; el que se prepara sabe percibir la queja, la súplica o necesidad, donde éstas se encuentren; y estos discípulos enseñaron a otros, para que les sucedieran en el cumplimiento de su misión sobre la Tierra. 24. Yo permití estas manifestaciones para que el mundo meditara y conociera que el espíritu no muere, que su vida es eterna y que en cualquier morada donde habite, tiene su camino trazado, sus deberes le han sido señalados y tiene delante una misión más que cumplir. 25. Yo mismo volví después de la crucifixión para dar testimonio de mi verdad y vencer la incredulidad de la humanidad y aún entre mis discípulos hube de presentarme para demostrar que soy la vida y mi vida está en toda la creación. Hice que aquellos seguidores míos me vieran y sus dedos me palparan para hacerlos salir de su pena, porque hubo en ellos confusión después de que se consumó mi Obra en el Gólgota y fue menester que mi presencia les consolara y reanimara. Mas no fue este todo el significado de ese hecho, fue un anticipo de mi nueva venida, una lección de profundo sentido la que os di al aparecer en Espíritu ante el asombro y regocijo de aquellos amados discípulos. Entonces conocieron que llegaría un tiempo en que Yo había de venir así, en forma espiritual a explicarlo todo y a traeros un nuevo mensaje. 26. Así os dije en aquel tiempo: Lo que os he dicho no es todo lo que he de enseñaros. Para que sepáis todo, antes tendré que irme para enviaros al Espíritu de verdad, a esclarecer lo que he dicho y lo que he hecho. Yo os prometo el Consolador en los tiempos de prueba. Y ese Consolador, ese Explicador, soy Yo mismo que vuelvo para iluminaros y ayudaros a comprender las lecciones pasadas y esta nueva que ahora os traigo. 27. Yo soy quien ha abierto el Tercer Tiempo para que vosotros, penetrando en profundo estudio, conozcáis el porqué de todas mis manifestaciones y el conocimiento de mis revelaciones. 28. En el Segundo Tiempo, durante los años que viví en este mundo, estuve rodeado de acontecimientos, de hechos y criaturas sobrenaturales, y todo esto hablaba de la importancia de esa etapa, de la realización de mis promesas, hechas desde el principio de los tiempos a la Humanidad muy amada; y ahora, que os traigo una lección más y os hago conocer la vida espiritual, vengo a daros facultades y dones para que os convirtáis en médicos espirituales y seáis en esa senda, sembradores incansables, maestros de verdadera sabiduría y para esta misión he escogido en primer lugar al pueblo de Israel para que sea éste, el que enseñe a los demás pueblos. 29. La Humanidad de hoy, tan grande como la consideráis en número, es muy pequeña comparada con el mundo de seres espirituales que la rodea, y con cuánta fuerza esas legiones invaden los caminos de los hombres y éstos no perciben, no sienten ni oyen ese mundo que se agita en torno suyo. 30. Os preparo a vosotros, mis discípulos, para que hagáis luz en todo espíritu, para que seáis de unos y otros, verdaderos amigos, hermanos, consejeros y médicos, y vuestra intuición os dirá quiénes están cerca de vosotros y cuáles son sus necesidades, su misión o restitución. Mas vosotros, ocupados en esta gran Obra, respetaréis y amaréis el destino que Yo haya señalado a cada ser y no penetraréis en ciencias que os hagan descender del alto sitio en que mi caridad os ha colocado. 31. Ya no sois ignorantes. Hoy camináis con firmeza, porque ha mucho tiempo comenzasteis vuestra obra. Desde los días de los patriarcas y de los profetas, y después en aquellos de Moisés, en que fuisteis guiados y aconsejados sabiamente, todas vuestras acciones, oraciones y palabras, están escritas y tienen su reflejo en el espíritu. Ellas fueron el principio que os hizo dignos de recibir mis primeras grandes revelaciones y también mis advenimientos. 32. Mi comunicación en este tiempo no será estéril, y para los que me han oído y han aprovechado mi enseñanza, será un tesoro en frutos de buen sabor. Al dejar de manifestarme por medio del hombre, dejaré a mis testigos, a mis discípulos, que han de continuar trabajando, y después, del seno de este pueblo haré brotar nuevas generaciones de sembradores, que harán multiplicar esta semilla. 33. Yo os invito a tornar a los felices días de los patriarcas. Imaginaos por un momento a vosotros haciendo una vida virtuosa y sencilla como aquélla en que reinó la paz, la bienandanza y la dulzura. Evocad los tiempos venturosos en que el hombre por su fe y su virtud, sabía conservarse sano y fuerte de espíritu y materia, y sabía representarme en la justicia, en la energía y en la fortaleza; aquellos tiempos en que la mujer también llena de virtudes, de ternura, de fortaleza moral, de belleza en su espíritu y en su cuerpo, era regazo y cuna, manantial de bondad y ejemplo de piedad para sus hijos, esposo y padres. 34. Recordad esos tiempos en que el techo de unos se extendía para abrigar a los demás, en que existía la hospitalidad y la caridad, el amor y el respeto. Cuando volváis a vivir esos días y hagáis vuestro el anhelo de amar y servir al semejante, de hacer propicia la paz de vuestro pueblo, la paz de vuestro corazón y de vuestro hogar, haré invitación a otros pueblos para participar de esa alegría y allí en vuestra compañía encontrarán hermandad y amistad, en vuestro corazón, sinceridad; bajo vuestro techo hallarán honradez y moralidad, en vuestra mesa bendiciones y en vuestra palabra luz y verdad, y después de que esos pueblos anhelosos de paz, hayan penetrado en vuestro seno y participado de vuestro ideal espiritual, volverán a sus tierras, por sus largos o cortos caminos, llevando una huella, un ejemplo de espiritualidad y de verdad. Surgirá en ellos el afán de imitaros porque entre vosotros hallaron el secreto de la paz, de la salud, de la alegría que vosotros habéis encontrado en el cumplimiento de mis leyes, y en la espiritualidad, que es sencillez, elevación y verdad en todos los actos. 35. ¿Veis esta humanidad que se debate en su incertidumbre y en su dolor? ¿Sentís ese manto de pesadumbre, de tristes presagios que envuelve vuestro planeta? El Maestro os dice: ese mundo que no tiene conocimiento de mi nueva venida, ni vive inspirado por mi palabra, cuán distante se siente de la vida espiritual, pero también bastará para su iluminación, una prueba, un llamado, para que torne y reconozca que la única misión que su espíritu trae a la Tierra, es la de perfeccionarse a través de las pruebas que Yo le envío. 36. Muchos penetrarán en esta gran verdad, hasta que hayan dejado su cuerpo en la tierra y traspongan los umbrales de ese valle que a todos espera. La humanidad se encuentra a un paso de ese conocimiento. Los velos serán rotos y los ojos de todos se abrirán para encontrarse frente al arcano, y este mundo que contempláis tan grande, sus vastos continentes, sus mares tan extensos como sus desiertos también, sus caminos tan largos, sus hombres tan impenetrables para vosotros, sus razas tan incomprensibles, será vencido por una doctrina, por una palabra, por una revelación, mas ésta no dejará huellas de sangre, de muerte o de dolor. 37. El hombre será iluminado, por una palabra que devorará como el fuego, pero ese fuego será de amor y la estela que dejará a su paso será de vida, de salud, de consuelo y de paz. Esta Doctrina es mi Ley, mi Palabra y mi Obra eterna, que una vez más ofrezco a mis hijos y surgirá con fuerza del corazón de todos, porque está escrita en cada espíritu y su sello es imborrable. 38. ¿Cómo será el principio de esa labor y cómo llegará a los hombres este conocimiento? Todo lo he dispuesto en forma perfecta, una gran parte tomo Yo a mi cargo; mas a vosotros y a mis huestes espirituales os hago partícipes de esta Obra, así como a mis enviados, a quienes he confiado infinidad de misiones, para que os levantéis como legiones de luz a llevar esta revelación y explicación de las manifestaciones espirituales que se han verificado en los tiempos pasados y en la era presente, en la cual muy pocos han entrevisto su trascendencia, y esa luz llegará a todos sin distinción de clases ni de razas, porque no os detendréis por temor al juicio o al castigo de los incrédulos. 39. Yo os daré la orden para que os levantéis a trabajar, porque será un tiempo de señales tan grandes y tan claras, que oiréis la voz del Mundo Espiritual y la voz de este mundo que con sus acontecimientos estará señalando que es llegada la hora de vuestra lucha, Yo os hablaré de Espíritu a espíritu y os guiaré en el camino; mas quiero que antes que lleguéis a la humanidad como maestros, lleguéis como doctores, y una vez que hayáis calmado su pena, ella podrá beber en la fuente de aguas puras de mi palabra. Buscad antes la herida, la llaga o enfermedad y curad sus dolores para que después podáis llegar hasta su espíritu. 40. Id a vuestros hermanos como Jesús en el Segundo Tiempo, llevando antes que mi palabra, el bálsamo y ¿Cuál es el bálsamo, oh discípulos? ¿Acaso el agua de los manantiales bendecida y transformada en medicina para los enfermos? No, pueblo, Ese bálsamo de que os hablo está en vuestro corazón, ahí lo he depositado como esencia preciosa y sólo el amor puede abrirlo para que brote como un torrente; cuando queráis derramarlo sobre algún enfermo, no serán vuestras manos las que unjan, sino el espíritu inundado de amor, de caridad y de consuelo, y ahí donde vosotros dirijáis vuestro pensamiento, se obrará el prodigio. 41. Sobre los seres y elementos de la Naturaleza, podéis obrar en múltiples formas para llevar a todos el consuelo. Mas también os digo: No temáis a las enfermedades y sed con todos pacientes y misericordiosos. En cuanto a los poseídos y a los confundidos en su mente humana, también podéis curarlos, porque tenéis esa facultad y debéis ponerla al servicio de esos seres que han caído en la desesperación y en el olvido. Libertadlos y manifestad esa potestad ante los incrédulos. Es una de las grandes misiones de este pueblo: llevar la luz donde hay tinieblas, romper toda esclavitud y toda injusticia y preparar a este mundo para contemplar a su Señor y mirarse a sí mismo, a su interior, con pleno conocimiento de la verdad. 42. A los que creyendo pertenecer a este mundo, vivan turbados y confundidos en su espíritu, ayudadlos con amor a salir de su gran error. No uséis la violencia, pero llenad de ternura y de compasión vuestro corazón para tratar a todos los seres. 43. ¿Acaso no habéis llevado luz y consuelo a esos seres turbados? Sí, os dice el Maestro. Desde que os di este conocimiento, habéis iluminado la senda de esas criaturas, mas cuán grande debe ser vuestra fe y oración para que convirtáis a esos espíritus. 44. La lucha en la cual serán abatidas las tinieblas, ya se ha entablado de un mundo a otro, la gran batalla está en el Universo y es necesario que el hombre se convenza de ello para que pueda esgrimir sus armas. En tanto que el mundo se prepara y penetra en la prueba final que ha de darle la luz; vosotros orad, velad y llevad el bálsamo a todos los necesitados. A ellos id en vuestra oración y protegedlos bajo vuestro manto espiritual, que cuando vosotros estéis derramando en amor vuestro ser, Yo estaré envolviendo en mi Espíritu a todo el Universo. 45. Orad, pueblo, no decaigáis un solo instante ante la proximidad de mi partida, fortaleceos en mi palabra y velad por la paz de las naciones. 46. No intentéis siquiera saber quiénes fuisteis ayer y quiénes seréis mañana, sólo pensad que fuisteis, que sois y que seréis, y que llegaréis a Mí por el camino que os he trazado; que sois el espíritu de Israel, el pueblo escogido para poseer altos cargos dentro de mi Obra. Trabajad para que alcancéis paz en la Tierra y gloria en el Más Allá. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 340 1. con amor y caridad vengo a recordaros mis palabras que os entregue en el Segundo Tiempo, en el cual os enseñé a amaros los unos a los otros dejando claras huellas de mi amor en vuestro camino. 2. Yo os enseñé a amar a vuestro Dios antes que a todo lo creado, mas en este Tercer Tiempo nuevamente vengo en pos de vuestro espíritu, para entregarle mi amor, mi luz y mi caridad. 3. No os apartéis de mi regazo, porque no sabéis lo que el mañana os vaya a conceder y no quiero que para ese tiempo os encontréis débiles. Vosotros sois el pueblo escogido que os levantaréis mostrando al mundo el camino certero y entregándole sílaba tras sílaba de la enseñanza que he venido a confiaros. Mas mi Obra no es una religión más, son los hombres los que han formado las religiones según su inteligencia, Mi Obra es una Doctrina, es una ley que os he traído desde el principio de los tiempos. 4. En este tiempo la humanidad apura el cáliz de amargura y dice: Es castigo de Dios. Mas el Padre os dice: Yo soy amor y no os castigo, sois vosotros mismos los que habéis labrado vuestra purificación. En este tiempo vengo a entregaros la enseñanza y ésta la recibís a través de la palabra, de la intuición, la videncia y la revelación. Vengo a fortalecer a vuestro espíritu para que no sea sorprendido por la tentación, que siempre está queriéndoos apartar del camino de la luz. 5. Escucho a los que en el fondo de su corazón me dicen: Hacednos dignos de formar parte de vuestro apostolado, Yo os digo que después de 1950 levantaré nuevos discípulos y siervos míos que recibirán por intuición y por inspiración mus mensajes para que hablen a la humanidad. 6. Os preguntáis el significado de los siete peldaños de la escala y de cierto os dice vuestro Maestro: El número siete significa espiritualidad, es la espiritualidad que quiero ver en mi pueblo escogido de Israel, vosotros tenéis que llegar a Mí con todas vuestras virtudes y dones desarrollados. En el séptimo peldaño o etapa de vuestra evolución, llegaréis a Mí y veréis que la gloria abre sus puertas para recibiros. Yo no os abandono ni un solo momento y cuando el dolor es en vuestro corazón, no se debe a que Yo os haya abandonado, porque mi amor es infinito, es que el Padre ha permitido que el dolor llegue a vosotros para que despertéis y estéis alerta. 7. Vosotros pueblo amado, estáis ante Mí en representación de la humanidad, formáis parte de las tribus de Israel, de los 144,000 marcados de mi pueblo escogido, más los unos estáis en espíritu y los otros en materia. 8. De este mensaje de paz y consuelo llevaréis a todos los lugares de la Tierra, porque grande es la menesterosidad de la humanidad. Yo he dejado vuestra alforja rebosante de mi caridad y he posado en vuestra mano una espada para que apartéis la tiniebla que en vuestro camino quisiese deteneros. 9. En este Tercer Tiempo os he preparado la mesa y he brindado el manjar espiritual a vuestro espíritu; porque el Espíritu Santo es el que os ilumina para que penetréis en la espiritualidad. 10. Elías ha sido el precursor en este Tercer Tiempo, él os ha reunido en el aprisco de mi amor y os ayuda a transitar en este camino para que aprendáis a perdonaros y a amaros los unos a los otros. Todo el que practica mis enseñanzas va penetrando en la luz y la tranquilidad, y la alegría se desborda en su ser. 11. En mi amor Yo os he concedido el libre albedrío para que por vuestra propia voluntad vengáis a Mí, mas cuando vosotros no os habéis sabido elevar, Yo he venido hasta para vosotros para enseñaros el camino con la ternura de mi amor divino. 12. El verdadero espiritualista será reconocido no por sus palabras, sino por sus buenos ejemplos. Para ayudaros en vuestra elevación, mi rayo luminoso llega hasta vuestro mundo para iluminar y elevar a vuestro espíritu. 13. La humanidad necesita de mi amor, de mi palabra que ha de llegar hasta el fondo de su corazón. El Maestro lucha incansablemente para que vuestro espíritu esté cada día más iluminado, para que despojándose de la ignorancia pueda elevarse a las mansiones superiores. 14. Las puertas de mi Reino están abiertas y el Verbo del Padre viene hacia vosotros con infinito amor para mostraros nuevamente el camino. 15. He venido nuevamente entre la humanidad y no me ha sentido, porque me he presentado en Espíritu y es grande su materialismo. Si vuestro espíritu ha brotado de mi espíritu Divino ¿Por qué la humanidad no me ha sentido? Porque ha atado a su espíritu al materialismo, a las bajas pasiones; mas he aquí al Cordero de Dios, que como luz llega a vosotros para iluminaros y entregaros la verdad. 16. Mi palabra es el alimento de vuestro espíritu, son las aguas cristalinas en donde se purificará para recibir de su Dios lo que le pertenece. No busquéis los tesoros de la Tierra, buscad los tesoros eternos para que reconozcáis las grandezas que os rodean. 17. En los momentos de dificultad, cuando os sintáis tristes y abatidos, elevaos en oración para que recibáis de vuestro padre la caridad. 18. Pueblo mío: Os sentís abatido porque la fe y la confianza os ha faltado y de cierto os digo, que si os faltare la fe, perderéis la fortaleza y vuestro espíritu se sentirá debilitado, triste y decaído. Yo quiero que pongáis vuestra fe y confianza en vuestro Padre, para que alcancéis todo lo que necesitáis. Amad para que seáis felices, sed buenos y sencillos, sufrid con paciencia y perdonad las ofensas de vuestros semejantes. 19. Os he llamado para que recibáis nuevamente mis enseñanzas y para que me dejéis morar en vuestro corazón y hagáis mi voluntad, para que Yo me manifieste por vuestro conducto a través de las buenas obras. 20. En el Segundo Tiempo, Yo, Cristo, me manifesté por los labios de Jesús de Nazaret y cuando los hombres me quitaron la vida, en cuanto hombre, este mensaje de luz siguió iluminando a vuestro mundo y así seguirá a través de los tiempos. 21. Analizad cada una de mis palabras y así podréis penetrar a la luz de la verdad y vuestro espíritu podrá ser cada vez más grande y se elevará por la escala perfecta de mi luz espiritual. 22. Mi luz siempre ha estado entre los hombres y se ha manifestado por conducto de mis mensajeros. Los apóstoles del Segundo Tiempo iluminados por la luz del Espíritu santo, sembraron la semilla espiritual de mi Doctrina. En el Tercer Tiempo vengo a Doctrinaros con infinito amor, sirviéndome también del entendimiento humano, para que cuando os sintáis llenos de esta luz y de este consuelo, llevéis a la humanidad estas luces y esta caridad. Como Yo os enseño, así enseñad; como recibís de Mí, así entregad mí palabra a vuestros hermanos, con infinito amor; no señaléis las faltas de vuestros semejantes porque Yo no he venido a delatar vuestras faltas. Id por el camino sembrando rosas aunque tengáis que recoger espinas. Si las espinas hieren vuestro corazón, Yo sanaré vuestras heridas. Yo os entregaré el bálsamo, el consuelo y la fortaleza espiritual. 23. Pueblo mío, en el mundo hay tribulación, mas de cierto os digo que no será para siempre, porque yo he venido a apartar las tinieblas del mundo y a dejarle la luz espiritual para que esa gran tribulación sea apartada para siempre, para que la humanidad se sienta feliz como es mi voluntad. Mas no culpéis al Padre de vuestros dolores ni de vuestras guerras porque esa no ha sido mi voluntad. 24. Yo os he brindado paz, unión, fraternidad y buena voluntad y os he enseñado cómo debéis de amaros los unos a los otros. No quiero las guerras en vuestro mundo, ni que el dolor se enseñoreé de vosotros, es la humanidad que así lo ha querido, porque no se ha sabido amar ni perdonar, Yo como Padre os he perdonado, porque si grande ha sido vuestro pecado, muy grande ha sido también vuestra tribulación. Por vuestro dolor os he perdonado, porque todo el que sufre y llora, es digno de la piedad y de la misericordia de vuestro Padre Celestial, y en este tiempo vengo a enjugar vuestras lágrimas. 25. Amad y perdonad para que paséis a mi Reino llevando en vuestro espíritu una vestidura de luz. Vuestro Maestro viene a indicaros el camino para que podáis salvaros y así como Yo os doy la mano, dadla vosotros a vuestros hermanos y conducidlos mansamente por el camino manifestándoles vuestro amor y buena voluntad. 26. ¿Cuál ha sido la causa de vuestro dolor, pueblo mío? Vuestros errores: ellos se han convertido en las espinas que han herido vuestro corazón, mas mi amor viene a sanar vuestras heridas. 27. Yo os digo: no os hagáis acreedores al dolor, venid por mi camino con la blanca vestidura de las virtudes para que penetréis en el reino de los Cielos. 28. Vosotros formaréis parte de las huestes espirituales de los seres luminosos, porque Yos os he dado la luz del Espíritu Santo para que podáis brillar como las estrellas en el firmamento. 29. Nuevamente os digo: Yo soy la verdad, el camino, la luz y la vida. Venid a Mí que Yo os llamo para que toméis estas virtudes de mi Espíritu Divino. 30. En este tiempo vengo mostrando a vuestro espíritu amplios horizontes para que os apartéis de la materialidad y meditéis en todo el bien que podáis hacer a la humanidad. 31. Con mansedumbre y obediencia ejecutaréis mis mandatos y doblegaréis vuestra materia, para que unificado espíritu y cuerpo, hagáis mi voluntad. 32. Tenéis mi amor y mis complacencias espirituales y vosotros que gozáis de mi paz, pedid por las naciones que están en el caos. 33. Estoy haciéndome sentir en el duro corazón de los hombres, de aquéllos que llevan el propósito de alimentar las guerras, para que reconozcan que mi voluntad es más fuerte que sus propósitos bélicos. Si el corazón de esos hombres es duro y no se conmueve ante mi voluntad, mi justicia se hará sentir en todo el Universo. 34. Orad, pueblo amado, por la humanidad: luchad y trabajad para que reciba por vuestro conducto mi caridad, porque esa es vuestra misión y la restitución que lleva vuestro espíritu en este tiempo, para que hagáis 35. No durmáis, Israel, seguid adelante en el cumplimiento de vuestra delicada misión con la luz del Espíritu Santo. En este tiempo se levanta la juventud y como Caín, hermanos con hermanos se arrebatan la vida. 36. Levantaos y entregad al mundo mi luz y el bálsamo para sus grandes sufrimientos; luchad con vuestra espada de luz y sacad al mundo de su pecado. Con vuestra oración apartad las malas influencias que abruman a los hombres. Quiero que el mundo os reconozca como enviados de mi Divinidad y que en este tiempo en que Yo estoy juzgando a todos vosotros, seáis mis siervos en quienes he puesto la luz y la potestad para romper las tinieblas del mundo. 37. Defended en este tiempo a vuestros hijos de la idolatría. En las distintas religiones muchos me preguntan: Señor, Vos dijisteis que volveríais ¿Por qué no os manifestáis ante nosotros? Son los hombres que no me han sabido comprender, porque Yo estoy cumpliendo mi palabra, y haciendo mi voluntad entre mis escogidos, para que sean los mensajeros que despierten a la humanidad y den testimonio de mi presencia en este tiempo. 38. Israel: En este Tercer Tiempo, grandes multitudes os están esperando; seréis cual iris de paz y de luz al llevarles la buena nueva. 39. Es menester que habléis a aquéllos que ocultan mi palabra y que adulteran mis enseñanzas, habladles con toda claridad, Yo seré en vuestra ayuda para que os manifestéis ante ellos, porque serán los hombres que darán motivos para que el mañana sea censurada mi Obra y alterada mi Ley, porque ellos han agregado a mi Obra lo que no le pertenece. 40. La humanidad aceptará mi enseñanza por convicción, mas mis verdaderos servidores no se envanecerán cual señores ante la humanidad. Mañana tendréis que levantaros fuertes a cumplir con vuestra misión en lugares cercanos y lejanos, para que el mundo penetre en preparación y haga mi voluntad. Mas ¡cuántas pruebas os esperan, Israel! ¡Cuántos de mis hijos van a levantarse como lobos hambrientos para querer destruiros! y si vosotros no estuvieseis preparados, sentiréis grandemente el dolor, cuando ésta no es mi voluntad. Llevad preparación y sed obedientes a cada uno de mis mandatos, para que sea la bienandanza en vosotros y en la humanidad. 41. Os pasáis la vida diciéndome que perdone vuestras faltas, así como vosotros perdonáis a vuestros hermanos, mas en verdad os digo, que solamente los labios repiten aquellas frases aprendidas de memoria, pero es vuestro corazón el que me ofrece un fruto real y verdaderos de vuestras obras. 42. A veces, cuando alguna prueba pesa en vosotros y erróneamente la atribuís a castigo divino, me decís: Señor, si yo he perdonado a mi hermano, ¿Por qué no me perdonáis? En vez de decir: Padre, perdóname si acaso no supe perdonar a mi hermano con la verdad y pureza con que nos has enseñado. 43. Si aprendieseis a meditar unos instantes cada día y que vuestra meditación fuese sobre la vida espiritual, descubriríais infinidad de explicaciones y recibiríais revelaciones que por ningún otro medio podríais obtener. 44. Vuestro espíritu tiene ya la luz suficiente para interrogarme, así como para recibir mi respuesta. El espíritu de la Humanidad ha alcanzado ya gran elevación. Observad a hermanos vuestros de condición humilde quienes, a pesar de su pobreza de conocimientos sorprenden con sus profundas observaciones, así como la forma clara con que se explican lo que para muchos otros es algo inexplicable. ¿Acaso ellos acuden a libros o a escuelas? No, pero han descubierto por intuición o por necesidad el don de la meditación que es parte de la oración espiritual. En su soledad, aislados de influencias y prejuicios, han descubierto la forma de penetrar en comunión con lo eterno, con lo espiritual, con lo verdadero, y unos más, otros menos, todos los que han meditado en la verdadera esencia de la vida, han recibido luz espiritual en su entendimiento. 45. El hombre, a través de su espíritu, encontrará la verdad, todos palparán mi presencia, porque ya os había dicho desde aquel tiempo que todo ojo me vería, llegada la hora propicia. 46. Pues este tiempo que vivís es precisamente el anunciado por mi palabra y por mis profetas de los tiempos pasados, para que todos los hombres me vean a través de los sentidos y potencias de su espíritu. 47. No será necesario que me contemplen limitado o figurado en forma humana para poder decir que ya me han visto, sino que bastará que su espíritu me sienta y su entendimiento me comprenda para decir con toda verdad que me han visto. 48. El amor y la fe, así como la inteligencia, pueden mirar infinitamente más allá de donde pueden alcanzar a ver vuestros ojos, por eso os digo que no será necesario que limite mi presencia en la forma humana o a través de alguna figura simbólica para hacer que me veáis. 49. ¡Cuántos que en aquel Segundo Tiempo me miraron o pasaron a mi lado, ni siquiera supieron quién era Yo, en cambio, cuántos que ni siquiera supieron cuándo nací en cuanto hombre, me miraron en espíritu, me reconocieron a través de mi luz y gozaron mi presencia por medio de su fe. 50. Abrid todos vuestros ojos y justificad con vuestra fe que sois los hijos de la luz. 51. Todos podéis mirarme, mas para ello es indispensable que tengáis voluntad y fe. 52. Las puertas del Reino, de aquella morada espiritual a donde debéis llegar para conocerlo todo, están abiertas en espera de vuestro espíritu. 53. Sed lo más grande que podáis en esta vida para tener la fuerza necesaria para escalar hacia la luz cuando sea la liberación de vuestro espíritu. Pero ser grandes en amor y en perdón, en caridad y en luz, así cuando suene la hora en que debáis dejar la materia, fácilmente os despojaréis de vuestra carga terrestre, y ya libres en el camino de ascensión, llegaréis sin tropiezos a la mansión de la paz. 54. Para ayudaros en vuestra evolución, nuevamente mi palabra desciende hacia los hombres para indicarles la senda salvadora. Dulcemente tomo de la mano a los hombres de buena voluntad para encaminarlos hacia la luz, mostrándoles a cada paso en el sendero las bellezas nunca antes descubiertas. 55. Al hablaros de bellezas, no me refiero a las de la Naturaleza, que para ello tenéis despiertos y desarrollados vuestros sentidos; os hablo de las bellezas de la vida espiritual, las cuales no conocéis, porque cuando no habéis sido fríos o indiferentes ante ellas, os conformáis con imágenes o formas creadas por la mente humana. 56. Yo os doy las llaves para que abráis las puertas de vuestra felicidad eterna: Esas llaves son el amor, de donde procede la caridad, el perdón, la comprensión, la humildad y la paz con que debéis transitar por la vida. 57. ¡Cuán grande es la dicha de vuestro espíritu cuando tiene dominio sobre la materia y se recrea con la luz del Espíritu Santo! 58. Las pruebas de esta vida hacen que por instantes perdáis la fe, mas confiad en Mí, Yo os fortalezco para cumpláis vuestra misión y día tras día Yo iré fortaleciendo vuestra fe. 59. Yo os he preparado para que por vuestro conducto sea levantada la purificación de la humanidad, para que llevéis mi luz a las naciones que están ante sus grandes problemas. La humanidad solloza y busca la libertad para penetrar en el camino de la espiritualidad. 60. Cada día espero la llegada de mis nuevos discípulos para confiarles mi Obra y convertirlos en un ejemplo de humildad y en un espejo limpio para la humanidad. Ellos, sin hacer alarde de que son mis escogidos, se levantarán luchando y trabajando como misioneros, para entregar mi luz al mundo. 61. Grande es el número de las multitudes que me escuchan en este tiempo, mas pocos son los que han preparado su corazón cual un santuario de mi Divinidad. 62. Es corto el tiempo para mi comunicación entre vosotros y por eso quiero contemplaros preparados. Yo os digo mis hijos: Las puertas de mi Reino os están esperando, así como cuando atravesasteis el desierto con Moisés en el Primer Tiempo para llegar a las tierras de Canaán. Sois cual hijo pródigo que volvéis a mi regazo de Padre, que sentís nuevamente mi caricia y lleváis mis enseñanzas y si habéis llegado desnudos ante Mí, Yo os he cubierto con mi manto espiritual para que no os sintáis avergonzados. He venido a mostraros un nuevo día y a brindaros los manjares de mi mesa, porque he contemplado vuestros tropiezos y como Padre he sentido vuestro dolor, mas en este tiempo os he traído el consuelo, mi palabra cual pan de vida eterna, mi paz y la alegría en vuestra vida, para que os sintáis en los brazos de vuestro Padre. 63. También el Mundo Espiritual ha sentido gozo cuando ha contemplado que nuevamente estáis conmigo, se ha unido a vosotros para trabajar en mi campiña, para recibir a los menesterosos y enfermos, para disipar las tinieblas y entregar el bálsamo a los enfermos del espíritu. 64. Cuando os apartáis de Mí, es cuando Yo velo más cerca de vosotros para que no sucumbáis en los abismos, porque mi amor es infinito. Sois los que he entresacado de las olas embravecidas para mostraros el puerto de salvación. Yo os guiaré en el camino y mi Mundo Espiritual os protegerá y os ayudará a elevaros hacia Mí. 65. El número de mis siervos se ha multiplicado, pero serán pocos los que obedecerán después de que termine mi manifestación a través del entendimiento humano, mas Yo os digo que tendréis mi manifestación espiritualmente y habiendo recibido mis enseñanzas página tras página, ahora a vosotros os toca levantaros para hacer el llamado a la humanidad. 66. Lleváis en vuestro espíritu los dones del Espíritu Santo y mi amor, para que seáis conocidos como el pueblo Espiritualista Trinitario Mariano. 67. El Espíritu Santo os iluminará, el libro de la enseñanza abierto quedará y sílaba tras sílaba comprenderéis todo lo que vuestro Maestro vino a entregaros en este tiempo. Será el Tercer Testamento que llegará a la humanidad, la palabra que en este Tercer Tiempo vine a entregaros a través del entendimiento humano. 68. Cuando la luz de mi Espíritu Santo os ilumine de lleno, os prepararéis con pureza y amor para que de mi palabra entresaquéis su esencia y la llevéis como sustento y bálsamo a la humanidad. 69. Hasta Mí llegan gemidos y sollozos de esta humanidad. Mas Yo os pregunto: ¿Quién os ha herido? Calláis y entonces os digo que han sido vuestros errores los que os han lastimado, que los hombres han llenado de espinas punzantes el camino sin querer comprender que después han tenido que pasar por él. 70. A veces juzgáis que es una injusticia tener que sufrir las consecuencias de los errores de quienes ya hace tiempo pasaron a la tierra, mas ¿Quién de vosotros puede asegurar no haber sido de aquéllos que sembraron de espinos el sendero? A muchos hombres les moverá a risa esta Doctrina, pero no será su espíritu quien se mofe, será su corazón, porque el humano siempre ha sido escéptico e incrédulo tratándose de lo espiritual; pero me bastará que mi palabra sea conocida por ellos para que, a pesar de su ironía e incredulidad, algo les diga que esta palabra puede encerrar un fondo que por necedad no quieren reconocer. 71. Conociendo mis enseñanzas, ¿Quién pretenderá escapar a la divina justicia? Nadie. 72. Cuántos hombres después de haber llevado una existencia de pecado, se han visto exentos de penas y dolores a lo largo de su vida, y al llegar su última hora en el mundo, han creído haber burlado la justicia divina, o al menos haber escapado a ella. Ya en el valle espiritual, aquellos seres, en vez de encontrar el tormento eterno de que les habían hablado en el mundo, con sorpresa se han visto envueltos en un hálito de luz y de paz, propicio a la reflexión y al examen ante su conciencia. ¡Quién habría de decirles en aquellos instantes, que el camino que recorrieron en la Tierra, nuevamente habrían de tenerlo que andar! Y es entonces cuando el espíritu siente sobre sí el peso de una justicia sabia e inexorable, pero se encuentra materializado y no entiende de eternidad ni de perfeccionamiento espiritual; se rebela, juzgando como injusto todo aquello que es estrictamente justo y amoroso. 73. Si ya todos tuvieseis este conocimiento, otra sería la forma en que sobrellevaríais vuestros trabajos y sufrimientos. No habría desesperación en vuestras penas, sino muy por el contrario, íntimamente llevaríais la satisfacción de estar cumpliendo una restitución para purificar a vuestro espíritu, y en lugar de blasfemar y rebelaros, haciendo con ello más duradera y penosa aquella restitución, os iríais esforzando día a día por aligerar la carga, con la esperanza de sentir a vuestro espíritu libre de lacras. 74. Este Tercer Tiempo que es el de juicio, en el que la restitución espiritual habrá de llegar a su culminación para dar paso a una nueva era, hago escuchar mi voz en el mundo, para despertar a los hombres de su sueño y enseñarles la forma de convertir su cáliz de amargura en cáliz de vida eterna. 75. He venido a revelaros la forma de acortar los días de aflicción, de arrancaros la espina con la que os habéis herido y a deciros que no quiero que os lastiméis más en el camino. Vengo a combatir vuestros errores dando luz a vuestro entendimiento para que comprenda las causas de sus sufrimientos y las sepa evitar. Así no culparéis más al destino ni a vuestros hermanos de cuanto os acontezca, porque la idea de ser responsable, os hará no esperar que vuestras vicisitudes se remedien, sino que al punto os levantaréis, poniendo todo vuestro esfuerzo y voluntad para libraros del yugo del sufrimiento, del pecado y de la ignorancia. 76. La luz está esparcida en todo el Universo, ningún hombre al escuchar esta palabra tendrá derecho a decir que ella lo llevó a la confusión. Antes que esta Doctrina llegue a los pueblos de la Tierra, mi presencia espiritual le habrá despertado y presentirán la llegada de una buena nueva. Mi mensaje llegará a bendeciros, a consolaros, a ayudaros a que os libertéis del materialismo y os elevéis hacia una vida mejor, más cercana a la verdad. 77. Pues bien, discípulos: Si habéis de volver al mundo una o algunas veces más, sea para que recojáis frutos agradables, cultivados por vosotros con anterioridad, para que vuestro espíritu experimente la satisfacción de tener ante sí la oportunidad de concluir alguna obra empezada. 78. No dejéis este planeta sin antes haber llevado a cabo en él la obra encomendada a vuestro espíritu. 79. ¡Qué doloroso para el que tiene que retornar y encuentra aquella labor que apenas dejó empezada y que ahora tendrá que verla unida a nuevas misiones, responsabilidades y trabajos! 80. Vengo para ayudaros a reparar vuestros errores, a revelaros el secreto de reponer en un día, un año perdido y en un año un siglo mal empleado, y así capacitaros para conquistar la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 341 1. Si se hubiera comprendido mi mensaje de amor desde tiempo ha, la humanidad viviría en paz, mas el hombre pretende bastarse a sí mismo y se ha olvidado de mi Ley. 2. Pueblo: en vuestra lucha por esparcir mi obra, no queráis trabajar tan sólo por vuestro adelanto, derramad esta luz en todos sin distinción. Aquél que continúe estacionado espiritualmente en las ideas rutinarias heredadas desde hace siglos y que por lo tanto no se ha desprendido de su fanatismo, no contemplará mi luz como vosotros. Vuestro espíritu ha recibido esta revelación divina y ¿Cuál es vuestra obligación ante la humanidad? Poner a su disposición el conocimiento que habéis adquirido, dando testimonio de la verdad con vuestros actos. 3. Os he aleccionado para que deis a conocer el mensaje de amor que he venido a entregaros. Os he revelado que Yo estoy en vosotros y fuera de vosotros, mas me preguntáis: Señor ¿Cómo alcanzar la perfección para llegar a Vos? Y Yo os digo que por vuestros propios méritos iréis escalando hasta llegar a Mí. Por ello siempre os aconsejo que os espiritualicéis, que os vayáis elevando y poniendo en práctica vuestros dones. 4. Ya no necesitáis más de formas ni ritos, de imágenes que no tienen vida ni poder. Habéis sido creados a imagen y semejanza de vuestro Dios, porque tenéis espíritu, tenéis potestad y dones para practicar el bien. En vuestro cumplimiento, inspiraos en la Creación que tiene vida y manifiesta el poder y la fuerza de vuestro Señor. Contemplad el firmamento, ved a vuestro alrededor cómo todo cumple con su misión. Mirad cómo el astro rey da vida a esa naturaleza y cómo hay armonía entre sus elementos de vida y el germen que brota de la tierra, todo en perfecta comunión manifiesta la grandeza de Dios. 5. Cristo en su perfección, dominó la materia y por eso hizo el milagro de dar vista a los ciegos y hacer andar a los paralíticos. Era el espíritu que a través de la materia se manifestaba. Vosotros debéis evolucionar para que vuestro espíritu pueda dominar a la materia y manifestarse a través de ella. 6. Nuevamente vengo entre vosotros cual amor y caridad, mas mi luz se derrama en todos, porque el mundo necesita orientación espiritual. 7. Los hombres de buena voluntad que exhortan a la humanidad, absteniéndose de todo beneficio personal y de toda vanidad, aquéllos que verdaderamente conocen que la humanidad está alejada de su Padre espiritual y que es necesario que vuelva en sí, que recapacite y escuche la palabra de luz para que se espiritualice; aquéllos que luchan por el bien de sus hermanos, no importa a qué religión o doctrina pertenezcan, ellos estarán manifestando la verdad y la verdad es Dios. 8. Mi Doctrina es universal y a medida que el espíritu del hombre evoluciones, irá eliminando todo lo superfluo y buscará la espiritualidad, la luz y la orientación para su perfección. 9. Amad a vuestro Dios y amad a vuestros semejantes porque en ello radica la comprensión universal. 10. A vosotros he confiado mi Obra para que por vuestro conducto el mundo reciba mi palabra; id a todos por igual, no distingáis razas ni colores, porque todos están necesitados del mismo alimento espiritual. En cada buena obra que ejecutéis, vuestro espíritu se llenará de gozo, sentiréis mi paz y mayor fuerza para seguir adelante en el cumplimiento de vuestra unificación espiritual. 11. Con amor espero el retorno de las ovejas que han partido del aprisco, de los que van transitando distintos caminos. En este tiempo vuestro Maestro atraviesa el desierto para ir en busca de los perdidos, de aquéllos que habiéndoles colmado de mi gracia y de mi amor ahora les contemplo envueltos en sus grandes vendavales. 12. Discípulos amados, espíritus que habéis brotado de Mí: Yo os he venido a preparar en este tiempo con mi potestad y con mi amor para que no seáis llevados por la confusión que envuelve al mundo. 13. Presto está a finalizar el tiempo de mi comunicación a través del entendimiento humano y después vosotros os levantaréis a testificar entre la humanidad. Yo os he conducido en la barquilla salvadora y he convertido en mis soldados del Tercer Tiempo, que os levantaréis a luchar por los caminos para hacer sentir al mundo la confianza, el amor hacia su Dios. 14. Seréis ante el mundo como un limpio espejo. Veréis cumplida mi palabra, desde la primera hasta la última, porque vosotros sois mis siervos que con humildad y obediencia cumpliréis con mis mandatos y llevaréis escrita en vuestro corazón la Ley. 15. Cual Maestro vengo a enseñaros la humildad para que os levantéis imitándome y vayáis por doquier de las comarcas, porque la humanidad está hambrienta y sedienta de mi palabra. 16. Es menester que os levantéis, oh pueblo muy amado, por los distintos caminos de la Tierra, porque mirad que aún en la nación mexicana muchos no han reconocido mi Obra. Ved que en el mundo ya se levantan aquéllos que dicen ir en mi nombre aun siendo los menesterosos en espíritu y vosotros que habéis sido colmados por mi Divinidad ¿Qué os corresponde hacer? Dar a conocer mi Doctrina; no os ocultaréis delante del mundo ni le negaréis la caridad que le hace falta. 17. Las sectas, las religiones y las diversas doctrinas, se levantarán a vuestro paso y querrán apartaros del camino, diciéndose poseedores de la verdad, diciéndose ser mis discípulos; mas vosotros os levantaréis para dar cumplimiento a mis mandatos, Yo os doy el alerta, para que prestos seáis en la lucha. Yo seré delante de vosotros y os haré conocer ante la humanidad como los medianeros de mi paz, como el bálsamo que calma sus dolores. 18. Por vuestra obediencia iréis escalando paso a paso hasta llegar a la cúspide de la montaña, ahí espero a los marcados de las doce tribus de Israel. 19. Mi enseñanza en este tiempo es el Tercer Testamento en donde encontraréis mis mandatos, que os he dado en sentido figurado y también en forma clara para que toméis lo que a cada uno corresponde. He grabado en vosotros, Israel, mi palabra con letras imborrables y nada hará que se pierda y así vosotros podréis testificar lo que en mi sabiduría perfecta he confiado a la humanidad en todos los tiempos. 20. A través de la oración llegáis a Mi ayudados por mi Mundo Espiritual que os custodia. Ya conocéis este camino, porque en las lecciones que os he dado en el Tercer Tiempo, os he tomado de la mano y os he enseñado cómo llegar a Mí a través de la oración. 21. La luz de mi palabra está delante de vosotros como un faro que ilumina vuestra vida. Ya no podréis perderos porque estoy delante de vosotros. Habéis acudido a mi llamado porque me amáis y me habéis encontrado manifiesto en todo mi esplendor. Los que en videncia han contemplado mi presencia, han gozado, mas todos me habéis visto con los ojos de vuestro amor y de vuestra fe. Todos habéis saboreado mi palabra como un néctar, como un exquisito manjar y como bálsamo que sana también. 22. Ya no podréis confundir el fruto de mi palabra con otros frutos, porque ya conocéis el sabor, ya sabéis que él encierra toda perfección. Ahora os estoy preparando para que habléis a los demás cuando el tiempo sea propicio, cuando sea grande vuestra preparación y os despojéis de vuestro materialismo. 23. Yo derramo sobre todos los espíritus la esencia de mi palabra, mi amor y mi luz y todo aquél que me busca me encuentra. En todas las religiones, doctrinas y credos que hay sobre la Tierra, Yo he encontrado seres elevados que me buscan en la espiritualidad, espíritus que se han despojado de todo materialismo y me han formado un templo en el interior de ellos mismos. Por intuición han recibido de Mí, porque Yo les he revelado, como a vosotros, todo lo que pertenece al Tercer Tiempo. Ellos también han leído en las escrituras, en mi palabra dada en el Segundo Tiempo y en sus análisis y meditaciones; qué Yo estoy derramando mi luz entre vosotros y he recibido con amor los frutos de su espíritu. 24. Grandes obras preparan, al contemplar a la Humanidad perdida y desorientada; ellos se han elevado, han hecho méritos y me han dicho: Perdona a los que no saben. Nosotros llevamos tu luz, los dones, la fortaleza para poder cumplir con tus preceptos. Se basan en la Ley, en mi palabra dada en los tiempos pasados y penetran en las profecías y en los anuncios dados por Mí a mis discípulos y se dicen: Este es el tiempo. Así me buscan y así me tienen con ellos, porque no me han ocultado ante los hombres. Todo el que me busca, me tiene en él. 25. Yo soy el Padre Universal, mi amor desciende a todos los corazones, Yo he venido a todos los pueblos de la Tierra, mas si he escogido esta nación mexicana para desatar en toda plenitud mi palabra y mis revelaciones, es porque la he encontrado humilde, porque he encontrado en sus moradores las virtudes y he hecho encarnar en ellos a los espíritus del pueblo de Israel. Mas no todos pertenecen a esta nacionalidad, ni todos están encarnados. En todo el mundo están dispersos todavía los espíritus que pertenecen al número de los escogidos. Ellos han sido señalados, he abierto sus ojos, he sensibilizado su corazón y de espíritu a Espíritu se comunican conmigo. 26. Vosotros habéis tenido mi palabra y mis manifestaciones por conducto del entendimiento humano y a través de vuestros dones habéis contemplado el desarrollo de esta Obra en el Tercer Tiempo. Por lo tanto, pueblo, sois mis testigos que hablaréis con toda preparación de lo que habéis visto y escuchado, los que analizaréis cada una de mis palabras, los que explicaréis mi Ley. Porque los demás, a pesar de su intuición y preparación, no poseen todo el conocimiento que vosotros tenéis. Sus méritos son grandes, porque no me han oído en la forma en que vosotros me escucháis; mas ellos están unidos a vosotros en pensamiento. Llegará el día en que os cruzaréis en el camino y os reconoceréis; vuestra mirada espiritual descubrirá en aquellos el espíritu que llevan, su fortaleza y su virtud en ese instante os daréis la mano y sabréis que aquel caminante que se cruzó en vuestro camino es también de mis escogidos. 27. No todos escucharán mi palabra en esta forma, ¿Por qué, pueblo de Israel? No lo sabéis, no sabéis si sea por vuestra falta de unión o por vuestra escasa espiritualidad, mas estad unidos a ellos; porque ellos como vosotros sois responsables de la humanidad. 28. Tomaréis vuestra porción velaréis por ella y la conduciréis. Entre mis escogidos están aquéllos que se han consagrado al servicio de mi Divinidad llevando investidura como ministros. Entre los escogidos están los más humildes, los que pasan desapercibidos entre las multitudes: También están los que llevan las leyes y gobiernos de la Tierra. Yo sólo sé el número y puedo contemplarlos. Vosotros, Israel, sabed reconocerlos por vuestra preparación espiritual. Todos os uniréis y formaréis un solo cuerpo y una sola voluntad, en el momento de prueba en que Yo he de pedir al pueblo de Israel su dispersión para sembrar mi semilla por todos los caminos. No os sorprendáis en este instante, los unos penetraréis en el seno de las instituciones y allí cumpliréis vuestra misión de amor, de caridad, de enseñanza. Los otros iréis a los poblados alejados de las grandes ciudades. Penetraréis en el seno de esos pueblos rudos y allí lucharéis contra el fanatismo y la ignorancia de aquellos vuestros hermanos. 29. El momento del cumplimiento de vuestra misión no ha llegado todavía. No he señalado a vosotros plenamente vuestra porción. Estáis en el tiempo de la enseñanza. Sois mis párvulos y discípulos. Mas llegará el momento en que os convertiréis en Maestros, en que los hombres vendrán a pediros una palabra y esa palabra que brote de vuestros labios será la verdad, será mi enseñanza pura, sin mezcla alguna la presentaréis. 30. Yo os estoy preparando. Yo mismo he tomado esta gran misión de cultivar vuestro corazón. No la he encomendado a los hombres, porque contemplo en ellos el egoísmo. Yo mismo he cultivado vuestro corazón y con las pruebas que habéis atravesado en vuestro camino, se ha pulimentado. Cuando habéis tropezado, Yo os he dicho: Esta prueba os traerá grande luz y cuando habéis meditado, habéis comprendido que aquella prueba que puse en vuestro camino era necesaria, que había una fase de vuestro corazón que faltaba pulimentar. ¿Veis cómo mi Obra es perfecta? Pues ¿Cómo podríais tomar mi palabra para hablar a los hombres si no estuvieseis purificados, si no llevaseis grande luz y grande espiritualidad? 31. Sólo Yo os conduzco. Sólo Yo conozco el interior de cada uno de vosotros y según vuestra fortaleza así os he enviado las pruebas. Así os he enseñado, porque en el momento propicio cada uno os levantaréis como apóstoles de mi Divinidad. Incontables son las lecciones que os he dado. ¡Cuánto os he hablado de los tiempos pasados! En el Tercer/ Tiempo he reunido los tres testamentos y he formado con ellos un solo libro y en este año de 1950 en que os doy la última página por conducto del hombre, en verdad os dice el Maestro: Con esa página no ha de cerrarse el libro. Yo seguiré escribiendo nuevas e incontables páginas para vosotros. Yo seguiré derramando luz para que penetréis en mi palabra, para que sigáis analizando y según los tiempos vayáis alcanzando mayor espiritualidad, porque no os, detendréis. 32. En el año de 1950 no habéis alcanzado la mayor espiritualidad; estáis en el principio de ella. Mas después seguiréis desarrollando este don que está latente en cada uno de vosotros. 33. ¡Preparaos, pueblo de Israel! Yo soy el Maestro en todos los tiempos, Yo no me ausentaré, como no estuve ausente después de mi venida al mundo en cuanto hombre. Después de mi partida, Yo he estado presente siempre. He precedido todas las eras y todos los actos de la humanidad; he escrito siempre sus obras, he juzgado siempre su existencia. ¿Quién impedirá que Yo lo haga? ¿Quién puede impediros que os elevéis a Mí y me améis? ¿Quién puede impedir que os ame, que os vigile, que os consuele, y juzgue vuestros actos? 34. Los que formáis la humanidad sois los que os alejáis de Mí, los que dejáis de palpitar de amor por mi Divinidad, los que caéis en materialismo, los que os dejáis arrastrar por las pasiones y olvidáis vuestra misión espiritual. Pero el Padre es inmutable e inexorable en sus leyes y en sus juicios. Yo soy siempre el mismo. No penséis que en determinado tiempo mi Espíritu se manifiesta con mayor amor que en otro tiempo, soy el mismo Espíritu que habló por conducto de Moisés y de los profetas, el mismo que habló por conducto de los patriarcas y de los apóstoles y el mismo que ha hablado por conducto de todos los enviados. 35. Recordad a mi Divinidad, pueblo. ¡Sed vosotros como el Padre! ¡Amadme con el mismo amor! ¡No cambiéis del amor a la frialdad! ¡No seáis ardientes hoy, mañana fríos! Quiero contemplaros siempre amantes, siempre creyentes, siempre elevados y espirituales, siempre por el camino ascendente, acercándoos a Mí; porque esta es la finalidad de vuestro espíritu. 36. ¿Por qué un día me presentáis vuestro amor y fe y otro día desconfiáis de Mí? ¿Por qué cambia vuestro corazón? Quiero contemplaros como piedra firme, vuestra fe siempre la misma, vuestro amor siempre en crecimiento. Quiero que seáis como las plantas que cultiváis en la tierra, que no os detengáis en vuestro desarrollo, que podáis alcanzar en corto tiempo la plenitud y madurez de todos vuestros dones, para que podáis reconocerme. 37. Yo soy la misericordia que os cultiva, vosotros sed dóciles plantas, recibid el rocío, la vida que os entrego y aprovechadla para la grandeza de vuestro espíritu. 38. Hoy me escuchan los niños y les hablo igual que a los hombres de edad madura o a los ancianos. ¿Por qué no hablo en otro lenguaje a los niños, si son pequeños sus entendimientos? Porque su espíritu es grande al igual que el de vosotros, porque ellos pueden comprenderme; porque no es a la carne a la que vengo a hablar, sino al espíritu. Por eso os digo: No menospreciéis a los niños ni los dejéis creyendo que ellos no me ven. ¡Hacedlos venir! Su espíritu está hambriento. Yo voy a cultivarlos en igual forma que a vosotros. Son las generaciones del mañana, las que han de poner sobre los cimientos vuestros, una piedra más en la obra de edificación, en la obra de espiritualidad. 39. Son las últimas albas en que escucharéis mi palabra en esta forma y contemplo todavía escaso el número de aquéllos que me oyen. El corazón de la humanidad está endurecido, ama solamente el metal y los placeres, ha dejado al espíritu perderse y confundiros en el torbellino de odios, de pasiones y ambiciones. 40. Sólo el pueblo de Israel ha podido despertar y está velando por los que duermen; pues velad siempre. Voy a convertir las rocas en plantas fructíferas, voy a sembrar en ellas mi semilla en el tiempo propicio. Así como os he dicho: No edifiquéis sobre arena, así Yo también sé cuándo he de sembrar; cuándo está preparado el corazón, cuándo es llegado el tiempo. Vosotros como discípulos míos, haced lo que el Maestro hace, sembrad cuando contempléis preparado el corazón, cuando esté abierto, hambriento de recibir la luz de esta Obra. Vuestra intuición os dirá el momento, grandes lecciones os revelará y haréis muchas obras guiados por la intuición. 41. ¿Después de que mi palabra cese, quién va a enseñaros en la Tierra? Cada uno de vosotros recibirá de Mí la inspiración, la preparación. Por eso aprended a orar y a comunicaros conmigo. Después de esta manifestación, un tiempo más os seguiréis reuniendo. La fuerza de vuestro pensamiento hará que podáis recibir del manantial de vida y de luz toda la inspiración que necesitéis para vuestro paso, para vuestro tránsito. Yo inspiraré a todos, pero habrá algunos que han de destacarse entre vosotros poseyendo una gran intuición y ellos serán los que aconsejen, que hablen sin decirse maestros, sin decirse sucesores míos. Todos estad preparados. Porque voy a probar en este tiempo vuestra fe, vuestro adelanto, y quiero contemplar que todos aprovechéis mis enseñanzas y que mi palabra ha sido fecunda en el corazón de cada uno de vosotros. 42. No quiero contemplaros llorando en este tiempo, ni sintiendo la desnudez, el hambre ni la soledad. No quiero contemplaros transitar como en un desierto, sino como una familia llenos de vida, de energías, de facultades espirituales; quiero que os améis, os comprendáis y os ayudéis. 43. Os he enseñado el amor, os he pedido la fraternidad, os he hecho comprender que todos habéis sido formados con el mismo amor, que todos habéis brotado de Mí y por lo tanto todos tenéis los mismos atributos, las mismas perfecciones. Cuantos mayores sean vuestros méritos, mayor será la inspiración y mayores serán vuestros actos. 44. Cuando no estéis seguros de dar un paso firme, esperad, reunid todas vuestras fuerzas, analizad todos los frutos para que podáis avanzar en vuestra evolución. Yo bendeciré cada una de vuestras determinaciones. Yo prepararé vuestro espíritu en tal forma, que comprenda con toda claridad los dictados de la conciencia, porque no permaneceréis indiferentes como en estos tiempos. 45. Muchas pruebas van a presentarse ante vosotros. Tendréis que luchar con muchos obstáculos, pero ya habéis pasado por las primeras pruebas, ya habéis sido desconocidos por los vuestros por mi causa. Todo lo habéis perdido y habéis sido conformes; mas en Mí, todo lo habéis ganado. Yo os he dado la paz del espíritu que los vuestros no han podido daros. En Mí, habéis encontrado la paz de la conciencia y del espíritu. Entonces ¿Qué podéis temer si el mundo os señala? ¿Si hace burla de vosotros? 46. ¡No temáis! Estad seguros de vuestra fe, sed firmes en ella, para que en el momento de prueba podáis dar ante ellos una muestra de lo que es mi Doctrina, de que lo que habéis abrazado es justo, es bueno y digno. Cada uno de vosotros sois un representante de mi Obra. Doquiera que os encontréis, vuestros actos son juzgados. Por eso velad por vuestros actos, por vuestras palabras, para que podáis ser en todos los caminos, mis discípulos. 47. Cada uno de vosotros es como una columna fuerte en los caminos de vuestra vida. Vosotros, podéis dar fe a quien la ha perdido; podéis rescatar de la confusión al espíritu que se ha confundido; podéis dar fortaleza, quietud y paz al que la ha menester. Por eso, pueblo, pensad cuán grande es vuestra responsabilidad. Pensad que no os he llamado por el azar, sino que al encontrar mi Obra habéis hallado una gran responsabilidad ante Mí y ante la humanidad. 48. No he venido para recrear vuestro oído ni vuestro corazón, he venido para instruiros en las revelaciones espirituales y después de que estéis llenos de esta luz, vuestra misión es enseñar a los demás. Si os he llamado el pueblo escogido, no es por que quiera distinguiros de los demás; es porque quiero daros mis enseñanzas, descubriros todos los misterios para que podáis hablar con toda claridad a los demás y enseñarlos a imitarme. Mas Yo seré siempre vuestro Maestro. 49. Siempre que encontréis obstáculos, tropiezos en el entendimiento de vuestros hermanos, siempre que nuevas pruebas vengan a sorprender a vuestro espíritu, Yo os diré: Mi paz sea con vosotros, y en esta salutación me reconoceréis y os diréis interiormente: El maestro está conmigo, voy a recibir de Él su inspiración, porque a pesar de toda mi preparación, me falta luz en esta prueba. Y Yo os daré la luz, Yo llenaré vuestro espíritu de energía y haré que vuestras palabras sean justas, llenas de verdad, llenas de esencia. 50. A todos estoy hablando como a mis discípulos, no quiero contemplar párvulos a la terminación de 1950, por eso os he hablado tanto, mis enseñanzas han sido extensas para que cada uno de vosotros pueda instruirse y convertirse en corto tiempo en mi discípulo. 51. Contemplo el agradecimiento en vuestro corazón. Me decís: Maestro, mi vida y mis actos no ameritan estar cerca de Vos recibiendo vuestra enseñanza. No habléis en esta forma, dejadme convertiros en mis discípulos, dejadme amaros tanto como Yo os lo he manifestado siempre, dejad que Yo me presente entre vosotros y pueda manifestaros cuánto os amo, para que así podáis amaros los unos a los otros, para que llevéis siempre grabado el recuerdo de estas enseñanzas que son torrentes de amor y vuestro corazón lleno de ese amor pueda entregarse a los demás, a vuestros hermanos. 52. Yo os he inspirado las virtudes de la caridad, de la benevolencia, del perdón, ¡Cuán necesarias son en este tiempo estas virtudes, pues contemplo a la humanidad despojada de ellas! Solamente florece el egoísmo, la división, la falta de amor; por doquiera escucho las murmuraciones de los unos a los otros. Recordad que os he dicho: No hablaréis mal de vuestro hermano aunque tengáis justicia para ello. Sabed dejarme la causa; no os he nombrado jueces, os he enviado a todos con los mismos dones para que os miréis como hermanos. 53. Aún la justicia establecida en la Tierra, no presenta actos justos. Yo puedo contemplar la falta de caridad, la incomprensión, la dureza de los corazones. Mas cada uno tendrá el juicio perfecto. Yo he permitido estas pruebas y mientras la humanidad no cumpla mis leyes, mientras se aleje del cumplimiento de sus preceptos, tendrá en la Tierra quien subyugó su corazón, quien lo lastime. Si vosotros cumplieseis, no habría menester de jueces en el mundo, no habría castigo, no necesitaríais gobiernos. Cada uno sabría gobernar sus propios actos y todos serían gobernados por Mí, todos estaríais inspirados en mis leyes y vuestros actos serían siempre benéficos, tenderían a la espiritualidad y al amor. Pero he ahí que la humanidad ha caído en grandes abismos: la inmoralidad, el vicio; el pecado se ha enseñoreado del corazón de los hombres y he allí las consecuencias. Tenéis que apurar cálices amargos, que soportar la humillación de los hombres, que, siendo vuestros hermanos, tienen potestad en la Tierra; mas sed humildes, soportad con paciencia los juicios, pensad que soy el juez perfecto. 54. Yo os preparo en este día con la luz de mi Espíritu y os pido la oración y la meditación en vuestra vida, para que podáis comprender mi palabra y no solamente la oigáis: Estudiadla, mas no solamente la estudiéis, sino practicadla, para que comprendáis su valor. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 342 1. Discípulos: asistís una vez más al acto de la transmisión de mi enseñanza, llenos de fe, porque sabéis que son las últimas lecciones que vengo a daros. El Espíritu Santo viene a doctrinar a sus hijos muy amados. Es la plenitud de los tiempos. Es el año de 1950 anunciado al pueblo de Israel como el último en el que tendrá mi palabra en esta forma. Apresuráis vuestro paso y preparáis vuestro corazón para guardar en él toda la esencia, la esencia que en mi caridad estoy vertiendo; preparáis vuestro espíritu y me pedís entendimiento para comprender cada una de mis frases. Consideráis a la humanidad que está detrás de vos que no ha oído estas revelaciones, que vive todavía en las tinieblas y lloráis en el fondo de vuestro espíritu. Quisierais participar a vuestros hermanos de estas enseñanzas y el Divino Maestro os dice: ¡Esperad, pero antes preparaos, para que podáis sembrar vuestro primer grano! 2. No todos me oirán en esta forma, pueblo; son muchos los llamados y pocos los escogidos. Esta causa dejadla en mi mano, mas Yo juzgaré vuestra obra desde el instante en que habéis oído mi palabra. Juzgaré a las generaciones que han pasado desde 1866 hasta el año presente y a cada uno daré según su labranza. Sólo puedo deciros, pueblo: aún podéis reparar vuestras faltas; aún tenéis oportunidades de cumplir vuestra misión. Si hoy vuestros labios han sido torpes, si los corazones han sido como roca y no han escuchado la voz del llamado, esperad, estoy preparando a toda la humanidad; estoy conduciendo a su espíritu y cultivando su corazón; todas las pruebas que está viviendo la conducen a un fin propicio, que es la espiritualidad, mas antes será en ella la purificación. 3. Para que podáis llegar a Mí, humanidad, es menester que os lavéis, que purifiquéis vuestro espíritu, para que podáis mirarme y sentirme. Cuando os haga el llamado, no ocultéis vuestra faz, no os avergoncéis de vuestro pasado; porque antes Yo permitiré que hayáis lavado todas vuestras faltas y que os hayáis dignificado. 4. Por eso, pueblo, no temáis sino contempláis grandes multitudes en derredor mío, por ahora preparaos en unión de los vuestros. De cada uno he de servirme y esta simiente que he sembrado, se multiplicará; vendrán tiempos propicios para la espiritualidad. Hoy solamente encontráis obstáculos, cadenas que os impiden pasar; mas llegará el tiempo de la liberación espiritual para todos y entonces vuestro pensamiento y palabra serán como una corriente que ha de bañar los campos de esta humanidad. 5. Hoy sentís la responsabilidad de haberme oído, de haber creído en mi palabra, de que cada lección mía es una es una orden para vosotros, de que mi Ley descansa en vuestro espíritu y que en mil formas la he explicado a través del entendimiento humano. Contemplo los pasos que daréis el mañana y para ello os he preparado, os he hablado, abriendo los caminos, para que vuestro espíritu en las pruebas, no tropiece. Os he dado profecías para que no os detengáis, sino que busquéis en el arcano que he formado dentro de vuestro corazón, la luz que necesitáis para resolver la prueba que se presente en el camino. 6. ¿Quién de vosotros puede decir que es ignorante o que es inocente, si os he dado la luz, si os he preparado, si mi palabra ha abierto un camino dentro de vosotros, y estoy cultivando la simiente que he sembrado en vuestro corazón? No temáis, pueblo de Israel, si tenéis fe en los dones que os he dado, seguid adelante, sed cada día más fuertes en la fe, mas recios en vuestra voluntad, para que nada ni nadie pueda deteneros en vuestro paso. Yo os preparo como guerreros, porque vais a combatir contra las tinieblas; porque vais a batallar en contra del mal; porque vais a ablandar los duros corazones y a depurar el entendimiento de los hombres empedernidos en las ciencias egoístas y en las ciencias erróneas. 7. Por eso el Divino Maestro os invita a orar y a meditar. Siempre os he dicho: Analizad mi palabra y cada una de mis manifestaciones, para que podáis convertiros en mis discípulos y afrontar así todas las pruebas y vicisitudes que vais a encontrar. Mas, bien sabéis que no estáis solos en el camino de vuestra vida; os acompañan los seres espirituales, los siervos de mi Divinidad, las criaturas virtuosas: aquéllos que vienen a vosotros contemplando vuestra flaqueza, para ayudaros, para daros visión espiritual cuando no la tenéis; aquéllos que vienen a fortificar vuestra fe cuando debilitáis. 8. He permitido que en este tiempo tengan acceso a este mundo los espíritus elevados, los espíritus virtuosos que habitan cerca de Mí. Entonces, pueblo, si todos os ayudan, si vuestro Maestro os guía, si mi enseñanza es vuestro baluarte ¿Por qué habéis de temer? ¿Por qué ha de amedrentarse vuestro corazón si estáis preparados? 9. Estudiaos espiritualmente, examinad vuestro pensamiento y corazón, leed en el libro que os he entregado desde el instante del llamado y pensad cuántas páginas he escrito en vuestro corazón, cuántas profecías os he confiado, cuántos anuncios os ha entregado Elías y cuánta preparación os ha dado el mundo espiritual. 10. Muchos años han pasado desde el día en que abrí este libro en el Tercer Tiempo y muchos me habéis escuchado desde tiempo ha. Entonces, pueblo, si habéis guardado esas lecciones en vuestro espíritu, llegará el día en que podáis abrir el libro en la página que habréis menester y leer según lo necesitéis; este libro contiene lecciones, infinitas, no se cerrará en 1950, sino que seguirá abierto en la eternidad solamente que en forma distinta a la que hoy tenéis. 11. He venido a hablaros por conducto del hombre para enseñaros la comunicación espiritual conmigo y en los espíritus que habitan las regiones elevadas; para que así podáis leer en ese gran libro por siempre. 12. Cuando desarrolléis el don de la comunicación con mi Espíritu, no buscaréis más los libros de la Tierra, porque en ese libro podréis leer y saber todo cuanto necesitáis. Las ciencias del bien os serán reveladas; el amor vendrá a resolver grandes problemas; la paz y la caridad serán los dones preciosos que han de acompañaros y os sentiréis fuertes cual nunca lo habíais estado; porque recibiréis la explicación de grandes enseñanzas, podréis leer delante de vuestros hermanos en ese libro interior, que os he heredado, para daros la luz y acudirán a vos, pueblo de Israel, porque sois el poseedor de mis revelaciones; mas este privilegio no es solamente vuestro, este don es para todos mis hijos, todos seguirán el camino de la espiritualidad y buscarán la comunicación de espíritu a Espíritu. 13. Vos seréis precursores de estas revelaciones, como siempre lo habéis sido, porque Yo os he enviado a la Tierra, os he dado mis mandatos diciéndoos: ¡Llevad mi mensaje de salvación a la humanidad! ¡Hablad con toda firmeza! ¡Predicad y profetizad según sea mi voluntad! 14. Estáis en preparación, pueblo, no podéis decir que ya habéis llegado al pleno desarrollo de dones. Habéis dado vuestros primeros pasos en la intimidad de estas reuniones; pero después, cuando os pidan pruebas y sea mi voluntad concederlas por vuestro conducto, entregad la caridad; pero antes revestíos de humildad, no menospreciéis mi palabra, no sembréis en tierra estéril. Desarrollad vuestra intuición para que habléis por mi voluntad en la hora propicia, para acercar a la mesa de vuestro Maestro a la porción que voy a señalaros. 15. Hoy habitáis en la tierra señalada por mi voluntad, en la cual ha florecido la paz, la humildad y la hospitalidad. Esta nación ha sido vuestro hogar y en su seno habéis tenido el cumplimiento de mi palabra. Yo os anuncié mi nueva venida y he cumplido mi palabra. Mi obra se ha consumado. Si vosotros no habéis cumplido todavía, os doy el tiempo necesario, mas Yo como Padre he cumplido entre vosotros y según vuestro adelanto así os he hablado: según vuestra preparación, así he derramado mi palabra para el entendimiento y comprensión de ella; no os he hablado con lenguaje incomprensible, sino con palabra sencilla, al alcance de todos, para que podáis entenderla. Os he congregado, os he preparado y os he dado a saber los dones que ya estaban en vuestro espíritu y solamente los he confirmado, porque la materia que lleváis los ignoraba. 16. Vosotros, como hijos del pueblo de Israel, sabíais lo que desde el principio ha estado escrito. Conocíais vuestro destino, sentíais vuestra responsabilidad, pero ha sido menester al encarnar en la Tierra, que mi palabra se hiciese humana para que comprendieseis mi voluntad y mis mandatos. Habéis venido en auxilio de la humanidad, en los momentos en que ella debilita; en que apura su cáliz más amargo, en que la expiación ha llegado al límite. Habéis asentado vuestra planta en esta Nación y os he dicho: todo vuestro ser está preparado para convertirse en bálsamo y caridad entre la humanidad. 17. Practicad, para que puedan reconoceros y deis testimonio de que sois mis enviados; así os he preparado y puedo contemplar todavía en algunos la duda, mas he aquí las pruebas os darán la luz que habéis menester, pruebas infinitas de amor que preparo para todos. 18. Preparaos y profundizaos siempre que escuchéis mi cátedra, no la miréis en la superficie, penetrad en su significado, para que podáis habitar en estos momentos en las regiones espirituales, cerca de Mí, y podáis contemplar los sucesos del Más Allá. 19. He venido a manifestarme en forma sencilla, sin ostentación, a enseñaros la humildad y es mi voluntad que en estas manifestaciones sencillas, podáis contemplar y presentir su grandeza; os he dado los dones del espíritu para que por ellos podáis contemplarme, oírme y sentirme, en todo vuestro ser. He tocado todas las fibras sensibles de vuestro corazón y os he acariciado con mi verbo. Ninguna palabra humana os ha dado el recreo, la paz y la dulzura que esta enseñanza os ha dado y por este sabor, por esta esencia que derramo en ella, podréis reconocerme. 20. Después del año de 1950, seréis más firmes en vuestra creencia. Vuestras convicciones serán más fuertes; podréis recordar con respeto y veneración las horas en que mi rayo universal comunicado por el entendimiento humano, se hacía palabra para fortaleceros, para guiaros, para consolaros. Así en el Segundo Tiempo dije a mis discípulos: Es menester que el Hijo del Hombre muera, para que sea creído. En el Tercer Tiempo os digo: Después de la terminación de mi palabra por conducto del hombre, seré mejor creído y amado. 21. Habéis conmemorado en este tiempo los años de mi predicación, aquellos tres años en que preparé a mis discípulos; en que conviví con ellos. Ellos contemplaron todas mis obras y en su preparación lograron penetrar en mi corazón y contemplar la pureza, toda la majestad y la sabiduría que había en el Maestro. En aquel tiempo no hice actos de ostentación, mi paso por la Tierra fue humilde, mas el que estaba preparado presentía la grandeza de mi presencia y del tiempo que vivía. Así escogí a mis discípulos; a los unos los encontré en la ribera del río y los llamé diciéndoles: "Seguidme". ¡Cuando ellos fijaron su mirada en Mí, comprendieron quién era aquél que les hablaba, y así, uno a uno fui escogiendo! 22. Ellos me siguieron; fieles a su espíritu, obedientes a mi mandato, comprendiendo mi amor y guardaron en su corazón el tesoro que se les confió. No quisieron que ese caudal se perdiera y después de un tiempo de mi partida, escribieron e imprimieron mi palabra, para que no se borrara de la mente, ni del corazón de las generaciones que habían de venir y de aquéllos que no me escucharon. Ellos escribieron inspirados por Mí, para que aquellos escritos no fuesen adulterados; sin embargo los hombres han adulterado, han interpretado mal; pero los escritos originales fueron mi palabra verdadera. 23. Yo os he anunciado los cargos: os he escogido a todos y en vuestra frente os he señalado con mi marca. A los unos os he dicho: Preparaos para que podáis profetizar; a los otros, preparaos para que podáis comunicar a las multitudes la inspiración espiritual, y a otros les he preparado para que el Rayo universal, comunicado por su entendimiento, pueda dar a conocer mi palabra. 24. A todos os he confiado dones preciosos, dones del espíritu, dones eternos. No habéis sido escogidos sólo en esta etapa en que vivís ya antes habéis poseído estas virtudes y después de este tiempo seguiréis poseyéndolas. Mas os digo, que según sea vuestra preparación, así será su desarrollo. No permitiré que vuestro espíritu se estacione, Yo prepararé para él siempre el camino ascendente, la escala que conduce a Mí, porque en mi Reino hay un lugar preparado para cada uno de vosotros y el tiempo apremia, es menester que apresuréis el paso para que podáis, en corto tiempo, conquistar el lugar que está señalado a vuestro espíritu. 25. ¿Existen jerarquías en mi Reino? No lo sabéis. Yo sólo os digo ¡Esforzaos! ¡Luchad! para que podáis alcanzar el desarrollo de todos vuestros dones, para que podáis comprenderme por medio de ellos, para que podáis amarme y cumplir vuestra misión en todos los tiempos. 26. Hoy habitáis la Tierra y mañana un nuevo camino ha de prepararse para vosotros y en ese instante en que el espíritu ha de llegar al umbral de este mundo, Yo he de llamarlo para pedirle cuentas y conducirlo a la nueva vida. 27. No estoy hablando en el desierto, grandes multitudes escuchan mi voz en todos los recintos, en todas las reuniones que se han preparado. Mas Elías es vuestro guía, él es quién os da las profecías él es quien os prepara, él es el precursor, sentidlo adelante, siempre cerca de vosotros. 28. Siempre que una prueba os aflija, invocad a Elías, que es luz, que es aquél que prepara el camino y en ese instante de prueba, Elías y Yo estaremos con vosotros. 29. Son los últimos tiempos de mi palabra; por eso os hablo de esta manera, porque no quiero que os confundáis, ni que os disperséis. 30 .Vosotros seguiréis reuniéndoos, seguiréis ayudándoos los unos a los otros. Cada uno manifestará sus dones, el que es vidente se preparará para recibir el mensaje cuando sea mi voluntad, el anuncio, la luz que ha de guiar a este pueblo y así cada uno según sus dones, ha de practicar sin egoísmo, con toda humildad, con toda elevación de espíritu sabiendo, que está escribiendo en el Gran Libro de la eternidad; que cada una de vuestras obras será juzgada por vuestros hijos, por vuestros sucesores, sabiendo que es la Obra que os he encomendado es la Obra del Espíritu Santo. 31. En este día os unjo, os dejo preparados como una familia. ¡Velad! Todos preparaos para que podáis, con vuestra oración, ayudar a las naciones, a los gobernantes, a todos aquéllos que tienen grande responsabilidad; porque sobre la voluntad de todas estas criaturas está mi voluntad, está mi Ley de justicia inexorable y junto a la ley de expiación la ley de amor. 32. Dicho esta: Todo aquél que falta, lavará, expiará su falta, mas en su expiación será consolado por el Espíritu Santo. 33. Yo soy el consolador, soy el Espíritu de Verdad prometido. Desde los tiempos de los patriarcas, anunciado estaba este tiempo en que los hombres apurarían el cáliz más amargo. Desde aquel tiempo estaba dicho que el Consolador había de venir entre vosotros para acompañaros en la hora de la prueba. 34. Así he cumplido mi palabra, así os he preparado, pueblo de Israel, también a vosotros como mis discípulos, os lleno de caridad, de consuelo, y de amor. Reconoced vuestros deanes, practicadlos en el camino, trabajad con vuestro pensamiento y oración, para que podáis ser bálsamo entre la humanidad, para que podáis detener el avance del mal. 35. Mi ley está en cada uno de vosotros, los cargos también, los dones latentes, los sentidos y potencias preparados, los ojos del espíritu abiertos; la conciencia sensible, porque es la chispa divina para que podáis comprender la hora que vivís y podáis orar, velar y trabajar, conforme a mis mandatos. 36. Yo os bendigo. Cada una de las lamentaciones de la humanidad es escuchada por Mí y atendida cada una de sus súplicas. 37. Una vez más, confirmo los dones para que llenos de amor por la humanidad, podáis practicarlos. Envolvedla en vuestro amor, en la paz que os dejo y en la luz que derramo en mi palabra, os la confío como una 38. En vosotros bendigo a toda la humanidad como escrito está y le digo que espere los tiempos propicios en que he de darle abundancia y paz. 39. Hoy estáis en la culminación de los tiempos y solamente os fortalezco para que podáis apurar la prueba. Mas la promesa está presente en cada uno de vosotros, de que después de la expiación será la paz, en todos será la bendición y será el principio del nuevo camino que ha de tomar la humanidad, rumbo a la espiritualidad. 40. Mi Divino Espíritu recogerá el fruto que labréis a través de vuestra misión espiritual. 41. Sois los labriegos incansables que habéis cultivado la semilla dorada que os he confiado en este Tercer Tiempo y de esta buena semilla venís a mostrarme. Yo la contemplo y en Espíritu veo que los unos me habéis comprendido y con mi enseñanza y mi sabiduría vais a convertiros en los discípulos amados, que vais a ir en mi representación por doquier de los caminos dando la buena nueva a vuestros hermanos. Los otros también me mostráis el esfuerzo que a través de las pruebas habéis llevado, en las cuales vuestro espíritu ha sabido vencer y doblegar todo lo que a vuestro paso habéis encontrado; porque habéis escuchado mi voz que os ha hecho estremecer y que no ha dejado que volváis a dormir en vuestro camino. 42. Os habéis levantado presurosos a mi llamado para escuchar mi mandato que es la Ley que en vuestro corazón he venido a grabar y llenos de arrepentimiento habéis podido reconocer que los tiempos os habían sorprendido y que habíais ocultado esta Obra tan grande y tan sublime, de incalculable valor, que Yo he confiado a vuestro espíritu. Mas vuestro arrepentimiento ha llegado hasta Mí, mi mirada de Juez ha contemplado que vuestro espíritu ha llorado el tiempo perdido y en el último instante imploráis perdón, misericordia y caridad. 43. Así recibo a los que habiendo despertado de su profundo sueño, me mostráis vuestro propósito de cumplimiento y obediencia, porque reconocéis que he confiado una delicada misión a vuestro espíritu y que el mundo necesita que levantéis vuestra planta para que por vuestro conducto alcance salvación y salga de su abismo a recrearse con la luz que vosotros habéis contemplado en este Tercer Tiempo. 44. Os he preparado y os he revestido nuevamente de los más grandes dones, mi luz ha iluminado vuestro corazón y vuestra mente y en vuestra conciencia sentís la responsabilidad que lleváis dentro de mi obra para levantaros como enviados de mi Divinidad, dando a conocer a los hombres la paz que han buscado en distintas formas, para que en mi nombre deis vida a los espíritus que han muerto a la vida de la gracia a través de los siglos. Para ello os he llamado, pueblo de Israel, y mi palabra ha repercutido entre vosotros, cual campana sonora a través de los portavoces; mas no todos me habéis comprendido. Pero aquéllos que han interpretado mi voluntad, se han elevado hacia Mí para recibir los mandatos que han de ejecutar en la vida. Para conocerme y conocerse a sí mismos, para liberarse de la esclavitud que sus espíritus habían llevado a través de los siglos. 45. Sois los espíritus que lleváis la libertad que solamente mi caridad puede entregaros y no volveréis a ser esclavos ni a caer, cuando os levantéis de lleno y unifiquéis vuestro espíritu con el mío. 46. Quiero que sintáis mi paz y mi amor y que con este amor os fortalezcáis para que vuestra planta no se detenga más, sino que sigáis siempre adelante hasta llegar a la cumbre de la montaña; para que con la elevación y la armonía que existe entre vuestro espíritu y el mío, podáis contemplar lo mucho que la humanidad ha menester de mi caridad por vuestro conducto y seáis el mensajero de mis grandes caridades, de mis revelaciones que como Espíritu Santo os he entregado. 47. Es mi voluntad que como soldado, apóstol, discípulo y labriego, vayáis y entreguéis a mis hijos que esperan el momento de su liberación, que esperan como vosotros, encontrar la mesa preparada con el pan de la vida. Esta humanidad ha sentido solamente el rigor de los malos tiempos y las miserias se han cernido en su espíritu. Es el tiempo en el cual el mundo se estremece porque grande es su purificación, el dolor le despierta, y él mismo se da cuenta que mi palabra que ha quedado escrita, se está cumpliendo. 48. Esta humanidad está despertando en medio de su propio dolor para contemplar la luz de un nuevo día. Mas vosotros, pueblo amado, en cumplimiento de mi palabra, seréis mis testigos y llevaréis por doquier este mensaje de paz, mostraréis a todos nuevamente el camino de salvación. 49. Israel: la lucha que vuestro espíritu ha sostenido con las tinieblas ha sido grande. Os habéis levantado para seguir mis huellas y habéis sido sorprendidos por las pruebas. Los unos me habéis comprendido y os habéis reconocido los unos a los otros, porque habéis contemplado que mi Obra no tiene mancha, que es blanca como los copos de la nieve, y llenos de celo y anhelos espirituales os levantáis para hacer que la humanidad pueda recrearse en mi obra. Otros que se recrean con mi enseñanza, no han penetrado en el sentido verdadero que mi palabra lleva, no han comprendido cuál es el cumplimiento que Yo espero de cada uno de mis escogidos. 50. Yo quiero contemplaros unificados espiritualmente, quiero encontrar en vuestro corazón el fruto del amor que os he entregado; quiero contemplar vuestra mano unida a mi diestra. Se acerca el tiempo en que vosotros tenéis que dar pruebas de mi presencia entre vuestros hermanos en que les hablaréis con palabra clara, llena de luz y de verdad, mostrándoles vuestro corazón cual morada de mi Espíritu Divino y haciéndoles conocer que sois el portador de las complacencias espirituales que en este tiempo se han derramado en mi arcano. 51. Resurgid, Israel, como el hijo de la luz que ha vencido la tiniebla que se ha interpuesto a vuestro paso; mostrad al mundo vuestra regeneración, vuestra espiritualidad, porque os he revestido de fortaleza. Despertad con vuestro buen ejemplo y con vuestra oración a vuestros hermanos que duermen y habladles a imitación de mi Espíritu Divino. No seréis los blasfemos ni los corazones endurecidos ante mi amor y ante el amor por vuestros semejantes, porque en vosotros he derramado mi gracia y los dones del Espíritu Santo para que cual buena simiente seáis multiplicados. 52. Recibo el esfuerzo que vuestro espíritu ha llevado en este tiempo para convertirse en mi siervo y al final de vuestra jornada os entregaré el galardón que os hayáis labrado, será la corona de laureles en vuestro espíritu. Yo os he prometido que si un átomo de comprensión y obediencia me hacéis presente, Yo seré con vosotros, os engalanaré y os entregaré lo que os corresponde como hijos de la luz, como los elegidos en este Tercer Tiempo, como aquéllos a quienes he limpiado con mi sangre divina para que seáis los que deis testimonio de Mí. 53. Vosotros mismos os habéis escudriñado y habéis contemplado vuestra debilidad e imperfección, por instantes os ha faltado la fe y las pruebas os han sorprendido, mas os habéis estremecido ante mi mirada divina que contempla lo mas recóndito de vuestro ser. Quiero que sintáis el parabién que mi Espíritu da al vuestro por lo que habéis ladrado y trabajado conforme a mi Ley, conforme a mi mandato divino y a cambio de vuestro esfuerzo, del dolor que habéis apurado por seguirme, al afrontar las pruebas y vencerlas, Yo os confío una joya de incalculable valor: mi sabiduría. 54. Como Espíritu Santo derramo en vosotros mis efluvios, mas haced cada día un esfuerzo más para que vuestro espíritu alcance gran elevación y vuestro corazón mayor espiritualidad. Porque es mi voluntad que vosotros, Israel, seáis un ejemplo limpio ante vuestros hermanos y deis testimonio de Mí, con vuestras obras. Mostrad el fruto de salvación para el espíritu, dad el mensaje de mi paz entre la humanidad. 55. Os he reunido y congregado en este tiempo para daros la vestidura del apóstol, la vestidura del soldado, para engalanar a vuestro espíritu con mi gracia y con mi luz. Por vosotros, mi Obra no será desgarrada, ni befada, ni escarnecida, esta responsabilidad la dejo entre vosotros para que por vuestro ejemplo se levanten las multitudes a la vida de la gracia, para que la humanidad escuche mi llamado y venga hacia Mí, porque Yo la estoy esperando. 56. Mi espada de luz se encuentra luchando y venciendo las tinieblas. Estoy preparando los caminos para que os levantéis con limpidez dando cumplimiento a mi Ley dentro de mi Obra Divina. Os he confiado un caudal de mi caridad para que vuestro corazón se conmueva ante el dolor y la miseria de la humanidad; os he hecho contemplar todo el dolor que apura en este tiempo el mundo y la menesterosidad de los espíritus, para que veléis y oréis, para que trabajéis manifestando mi verdad, cultivando la virtud en vuestro corazón. 57. No quiero que vosotros me sintáis lejos, porque Yo os he dicho que por vuestra espiritualidad, todos me sentiréis, me palparéis, vuestro espíritu escuchará mi voz y espiritualmente contemplaréis mi presencia. Así quiero ver unificados vuestros espíritus al mío por una eternidad, porque esta es mi voluntad. 58. Preparaos, Israel, para que con obediencia y amor seáis a mi servicio, porque Yo os he ungido para que seáis los verdaderos discípulos. 59. En vosotros estoy edificando el templo del Espíritu Santo y preparando vuestra llegada a la nueva Jerusalén. 60. Del fruto de mi sabiduría dad a saborear a vuestros hermanos que con buena voluntad se acerquen, dadlo a todos los que piden, dadlo al primero y al postrero. Alimentadlos con mi paz, velad por ella y compartidla entre la humanidad, como testimonio de mi presencia entre vosotros. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA No 343 1. Como caridad y amor me manifiesto a todos los que me buscan. La humanidad transita por diversos senderos, mas Elías es incansable preparando el camino y como faro luminoso os enseña en este tiempo el puerto de salvación. 2. Vos, pueblo de Israel, llevaréis mi palabra a todo el mundo, levantaréis vuestra planta sin sentir temor ante las olas del mar embravecido, sin contemplar la discordia que alimenta la humanidad. Os defenderéis con las armas de amor que en vuestro espíritu os he confiado y con mi Ley apartaréis la venda de obscuridad. Así la humanidad me reconocerá y formará parte también de mi pueblo amado. 3. No os engrandezcáis ante vuestros hermanos, sed humildes y mostradles buenos ejemplos. 4. En todos los tiempos la humanidad no ha sabido apreciar mi caridad, ha desconocido al que ha creado todo lo que en el Universo existe. El Maestro os ha revelado el porqué de todas las causas, para que estéis en armonía con la creación cumpliendo con mi Ley, esa Ley que no os causa dolor, sino que conducirá a vuestro espíritu hacia la paz eterna. Los hombres han forjado distintas leyes y han mostrado distintos caminos a sus semejantes, mas en ellos sólo han encontrado el dolor y la confusión y las grandes multitudes han caído en los abismos. 5. Yo pondré un hasta aquí a la maldad del ser humano, a los que dividen a las naciones; ellos se reunirán y cesarán de segar vidas inocentes. He ahí a las viudas, a la niñez que desamparada y huérfana transita por los caminos. Ese clamor llega a Mí, ¡oh pueblo amado! 6. Los hombres en su ceguedad, desgarran mi nombre divino cuando les sorprende el dolor ¿Acaso mis bendiciones que les he entregado por mi caridad perfecta son la causa del sufrimiento? No, mis hijos. El origen está en su propio pecado. 7. Todo su dolor es el fruto que se han labrado por su desobediencia, mas vosotros llevaréis a los pueblos el amor, a la concordia, a la paz que Yo les estoy ofreciendo. 8. Os he anunciado que entre los hombres surgirán los falsos cristos y también de entre vosotros muchos se confundirán y darán acceso a la tentación para confundir a la humanidad; mas ante mi tribunal comparecerá todo espíritu y entonces le preguntaré qué hizo con mi mandato, con mi enseñanza; también les preguntaré cuál es el amor y la caridad que han entregado al mundo. Mi luz disipará las tinieblas para salvar a la Humanidad de su pecado y para quitar de sus ojos la venda de obscuridad. Así mi amor será ayudándoos a rechazar la tentación para que todos contemplen el camino de la luz que Yo os he trazado. 9. La lucha se avecina ¡oh Israel amado! mas en la confusión de ideas que surgirá entre la humanidad, vosotros seréis cual iris de paz, dando el ejemplo de espiritualidad y amor y rompiendo las cadenas que les atan al materialismo. Hablaréis con palabra humilde y mostraréis en vuestro espíritu la Ley; así el mundo os reconocerá. 10. Si estáis preparados, os levantaréis llevando con vuestro ejemplo el estandarte Espiritualista Trinitario Mariano, llevando la fe, la esperanza y la caridad y cruzaréis los mares, los desiertos y los valles, para aliviar el dolor de la humanidad y entregar mi paz a aquellos que han apurado un cáliz de amargura. 11. Os he entregado la luz, la enseñanza y mis mandatos en el Tercer Testamento que unido al primero y al segundo, forman una sola enseñanza de amor y caridad para que los hombres se amen los unos a los otros, para que ya no forjen más el becerro de oro, ni alimenten el fanatismo y la idolatría que es lo que les ha alejado del camino verdadero. 12. Vengo a rescatar a los espíritus para que ya no alimenten lo superfluo y malo que la tentación les ha mostrado. Ésta es vuestra lucha, ¡oh Israel! Mi amor será manifestado en todos los caminos de la Tierra y nadie podrá arrebataros la caridad que he puesto en vuestro espíritu. Yo soy vuestro Padre que desciendo a dulcificar vuestros labios, que os aliento con mi paz, que grabo mi palabra con letras imborrables en lo más recóndito de vuestro corazón. 13. Vengo lleno de mansedumbre para que toméis mi ejemplo. Os hablo a través de distintos portavoces en cumplimiento a lo dicho por los profetas, y sentís la paz y el consuelo cuando estáis conmigo. He vuelto en este Tercer Tiempo con grandes caudales espirituales para confiarlos a vuestro espíritu. 14. Como Maestro os entrego una página más del Libro de mis enseñanzas. En mi palabra os doy el consuelo y la vida de gracia para que sigáis en el camino que os, conduce espiritualmente a Mí, donde encontraréis la verdadera felicidad. 15. Corto es el número de los que se han preparado para sentir mi paz y escuchar mi voz en lo más íntimo de sus ser, para convertirse en los mensajeros de esta paz. 16. Sois mi pueblo, el que ha sido marcado desde el Primer Tiempo con la sangre del Cordero, aquél que rescaté de la esclavitud del Faraón. 17. De tiempo en tiempo vuestro espíritu ha venido evolucionando través de diferentes materias. Sólo Yo sé el dolor por el que habéis pasado, mas con la experiencia adquirida habéis venido acercándoos más y más hacia el Padre. 18. Este tiempo es de restitución, para que el mañana no os encontréis sufriendo en el valle espiritual. He venido a libertar a vuestro espíritu de todas sus cadenas para que pueda elevarse a Mí y llegara la mansión divina en donde os espera el Padre. 19. Grande es mi amor para vosotros, ya no quiero veros sufrir y llorar en vuestro camino, quiero veros con el gozo y la alegría practicando mi Ley en el camino que os he preparado; mi Mundo Espiritual está presto para ayudaros en el cumplimiento de vuestra delicada misión. 20. Mi palabra es el divino consuelo para vuestro espíritu, llevadla siempre en vuestro corazón para que estéis conmigo. Perdonad a vuestros hermanos cuando desgarren mi Obra, cuando desgarren la vestidura con la cual os he engalanado. Dejadme a Mí esta causa. Mostrad el buen ejemplo a imitación de vuestro Maestro, y así veréis que vuestros hermanos no volverán a turbar vuestra paz y sólo vendrán a vosotros para preguntaros cómo habéis adquirido tanta grandeza. 21. No es mi voluntad que os familiaricéis con el dolor; si él os ha purificado es porque vosotros así lo habéis necesitado. Ahora que es con vosotros la experiencia buscad mi paz y seguid por el camino. Trabajad incansablemente para que mi palabra sea entre la humanidad. Son las tierras preparadas en las cuales esta semilla florecerá y dará su fruto, porque doquiera que se encontrasen tres corazones llevando la gracia con la cual en este Tercer Tiempo he venido a donar al espíritu, ahí descenderé para darles mi calor y mi caricia. Son los espíritus que me pertenecen a los que he llamado, son los que habiendo alimentado el fanatismo y la idolatría, los he entresacado de los distintos credos y ritos. 22. Pueblo amado: En todos los tiempos he llamado a vuestro espíritu, mas no habéis sabido doblegar a la materia para cumplir con mis mandatos 23. No todos comprendéis lo que significan para los espíritus encarnados, cada uno de los siete peldaños de la Escala. Significan la evolución que debe alcanzar cada espíritu, porque tendréis que retornar a Mí limpios, como brotasteis de mi Espíritu. Mas en vuestras distintas reencarnaciones habéis manchado vuestro espíritu y desobedecido mis mandatos, por ello, hijos amados, habéis venido nuevamente al mundo a restituir. 24. Yo os he escuchado en aquellos valles espirituales, arrepentidos de no haber cumplido con mi Ley. Me habéis dicho: Padre, Padre, concededme una materia para cumplir vuestros mandatos a través de ella. Y Yo os he concedido esa oportunidad, os he enviado a este mundo para que en un nuevo cuerpo podáis cumplir. 25. ¿Acaso en este tiempo solamente el corto número que formáis escucha mi palabra? No, en verdad, también los espíritus desencarnados reciben este mensaje. 26. En todos los tiempos me he manifestado a vosotros conforme ha sido mi voluntad, para daros a conocer una sola Ley, un solo mandato de un solo Dios que en tres tiempos os ha rescatado con su amor divino. 27. Mi Ley es amor y caridad; desde el Primer Tiempo os fue entregada por conducto de Moisés para que os rigierais por ella. En el Segundo Tiempo, Yo hablé a mis discípulos de mi segunda manifestación y ellos me preguntaron: ¿Qué señales habrá de tu venida en ese tiempo? Mas Yo les dije que la humanidad había de desconocerse, que habría grandes guerras fratricidas, que los unos a los otros se desconocerían, que la maldad se multiplicaría. Ahora os digo a vosotros: La infancia se ha contaminado con la maldad desde temprana hora, no hay paz en los hogares ni en las naciones, los padres no dan a sus hijos el buen ejemplo de respeto y moral y por todo esto ¡Cuánto adolece mi Espíritu! 28. Mi palabra ha sido entre vosotros para que mostréis la luz a los vuestros, para que no les dejéis en las tinieblas, Yo os he dado la luz para que apartéis la ceguedad y la ignorancia. 29. He venido a dar grandeza a vuestro espíritu, grandeza que está en el cumplimiento de mi Ley que es mi amor, mas de esta grandeza tenéis que haceros dignos, cumpliendo con vuestra misión a imitación de vuestro Maestro. 30. Me he comunicado a través de los portavoces porque no quiero que estéis hambrientos y sedientos, porque mi palabra es el pan de la vida eterna, es luz y es la enseñanza que he venido a entregaros para que seáis los buenos discípulos que imitéis a los del Segundo Tiempo. 31. Las multitudes se confunden y toman al portavoz como si fuera mi Divinidad. No, hijos amados, Yo estoy en la esencia de esta palabra, en la luz que os envío desde la perfección. 32. Soy Padre de amor que con paciencia os espero en la cima de la montaña, para desde allí mostraros los peldaños de la escala que logró subir vuestro espíritu. Mas aquellos que habéis sido frágiles, seréis tocados por los representantes de las distintas sectas y religiones. 33. No todos vais a convertiros en mis verdaderos siervos, no todos vais a ser fuertes cuando esta prueba llegue, muchos me negaréis como el discípulo amado que me negó aun estando con el Maestro. 34. El tiempo que estaré comunicándome con vosotros a través de los portavoces es breve, pero antes de mi partida os dejaré llenos de fuerza, y de potestad, para que no os envuelva la tiniebla y caigáis en los abismos. Desde el Más Allá os enviaré mi fortaleza y los grandes ejércitos de mi Mundo Espiritual para que ellos sean en vuestra ayuda. Vosotros os defenderéis con las armas del amor. 35. Yo os he entregado esas armas que cual destellos de luz llegarán a las grandes multitudes. En todos los tiempos Yo os he defendido y no me he apartado de vosotros, mas en este tiempo solamente dejaréis de escucharme a través de un portavoz, para recibir mi revelación de Espíritu a espíritu. 36. Mi Ley no ha sido dictada por el hombre, ella ha brotado de Mí, mas el mundo ha forjado en torno a mi enseñanza distintas religiones, credos y ritos, conforme a su entendimiento, para decir a la Humanidad: Este es el camino verdadero; mas Yo no he formado religiones, sólo os he mostrado la Ley en todos los tiempos. 37. En el Segundo Tiempo, para hacéroslo inolvidable, os entregué mi cuerpo y mi sangre, y ese sacrificio del amor divino os dirá eternamente: Amaos los unos a los otros. 38. El verdadero pueblo de Israel, lo es por el espíritu y a él le he entregado grandemente mi palabra para que no se confunda y con la espada de luz y amor defienda mi Obra. 39. No he venido a buscar a vuestra materia, porque ella, después de cumplida su misión, bajará a la tierra; por ello os digo: preocupaos por conservar la vestidura del espíritu y engalanadla con obras buenas para con vuestros semejantes. 40. Os amo con amor divino, nuevamente os digo: Perdonad a vuestros hermanos como Yo perdono vuestros yerros. Yo no os delato ni os sentencio, sólo os entrego mi caricia en lo más profundo de vuestro corazón y espíritu. Si sabéis dejarme la causa de aquellos que os ofendan, a su debido tiempo pesaré las obras de cada uno en la balanza de mi justicia perfecta. 41. Vosotros solamente mostrad mansedumbre y la sonrisa reflejada en vuestro rostro, para que con vuestro ejemplo se dobleguen los que llevan la tiniebla de este mundo; para que seáis los que mostréis la barquilla salvadora y rescatéis a los espíritus que me pertenecen. 42. No temáis a los dardos de la Humanidad, entregadle mi enseñanza y decidle que mi Reino no es de este mundo. El Dios que ha forjado este mundo, no les oye ni les habla, ni le ven en la forma que las religiones creen. Mas Yo todo escucho, todo contemplo y todo lo sé. Sé lo que cada corazón me pide a través de las imágenes. Hoy os digo como dije en el Segundo Tiempo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. 43. Acercaos al enfermo y elevándoos de espíritu a Espíritu, dejad vuestro amor y vuestra caridad en él; imitad mis ejemplos del Segundo Tiempo. He dejado la sensibilidad en vuestro corazón os he dado la luz y el don de curación. Penetrad en la elevación de vuestro espíritu y Yo seré entregando el bálsamo al enfermo por vuestro conducto. 44. No vengo a buscar los templos de cantera, vengo en pos del templo en vuestro espíritu y corazón para morar en él, cuando en vosotros exista la espiritualidad. 45. Después de 1950 os reuniréis en mis casas de oración y os prepararéis para que sea en vosotros la espiritualidad. Ya no escucharéis a través del entendimiento humano mi palabra, mas podréis comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu y vuestros cánticos serán la elevación de vuestro espíritu. 46. Van a ser grandes las pruebas y no todos vais a levantaros con firmeza. Muchos vais a caer en el precipicio y vais a dejar la luz que os he entregado para penetrar en la tiniebla. Mas aquellos que perseveréis y seáis firmes, os haréis dignos de mi gloria. Yo os entrego la enseñanza, mas a vosotros os corresponde estudiarla y analizarla. 47. Israel: han transcurrido 66 años en los cuales os he confiado caridad y más caridad, os he derramado mis complacencias cara Que me reconozcáis como amor y para que estéis capacitados para dar cumplimiento a mi Ley. 48. He hablado y preparado a vuestro espíritu para que en este Tercer Tiempo mi Verbo Divino se comunicara a través del entendimiento humano, para que llegado el momento final de esta comunicación no me digáis: Nada hemos entendido de vuestra enseñanza, aún somos los párvulos que no comprendemos la responsabilidad de la misión que nos habéis confiado. Por ello, pueblo amado, no os he abandonado jamás y os he dado incansablemente mi palabra y hasta este instante mi Rayo Universal sigue descendiendo hasta vosotros. 49. Soy perfección, soy vida, soy amor y no es la voluntad de vuestro Maestro que os perdáis en los caminos; que después de que os he entresacado de la escoria del pecado, volváis a perderos en los caminos del ayer y despojándoos de mi gracia, volváis a las tinieblas para confundiros con la necedad y el materialismo de la humanidad. No, Israel amado, Yo os he nombrado pueblo Espiritualista Trinitario Mariano, para que demostréis a los hombres la gracia infinita que de Mí habéis recibido. 50. Mucho os he profetizado y os he dicho: Preparaos, Israel, porque tiempos vendrán en que los falsos cristos serán entre vosotros; seréis tocados y llegará a vuestros oídos la palabra florida del hombre y si os encontráis impreparados caeréis en las garras de la tentación; vosotros mismos os convertiréis en los desheredados y retendréis mis gracias, el pan que os he dado lo arrojaréis y en verdad os sentiréis hambrientos, necesitados y harapientos, cuando esta no es mi voluntad divina. 51. Por ello, Israel amado, reconoced que con mi palabra os he trazado el camino verdadero, os he entregado mi Ley para que hagáis mi voluntad, para que seáis los discípulos que deis el buen ejemplo y el fiel cumplimiento a vuestra misión. 52. No os pido un imposible. Todo cuanto espero de vosotros es posible; la cruz que os he confiado, no pesará en vuestros hombros y si por instantes la sentís pesada, es porque no habéis comprendido a vuestro Maestro y no habéis podido alejaros de vuestro materialismo. 53. En el Primer Tiempo, Moisés fue a la cabeza de Israel para guiarlo por el desierto durante 40 años hacia las tierras de Canaán; mas por la desobediencia, la incredulidad y el materialismo, los unos blasfemaron, otros renegaron y otros más se sublevaron; y Moisés ante tal situación les habló con prudencia y paciencia para que no ofendieran la voluntad suprema y fueran humildes y obedientes ante aquel Padre que sin contemplar su desobediencia hizo descender el maná de los cielos y manar agua de la roca. 54. De estos ejemplos os doy a conocer, pueblo amado, para que transitéis por el verdadero camino y no busquéis las veredas, porque vosotros mismos os labraríais el dolor. Os he posado en el camino verdadero para que luchéis y trabajéis haciéndoos dignos de mi caridad y de mi misericordia infinita para que al final de vuestra jornada podáis encontrar la Tierra de Promisión: 55. Llegará el momento en el que me pediréis que mi verbo Divino siga derramándose por el entendimiento a través de los portavoces y os postraréis de hinojos ante los símbolos que os he entregado para pedir a la Divinidad que descienda su rayo para hablaros de la Ley y entregaros el amor para proseguir el camino; pero cuando esto acontezca, recordaréis que al igual que en el Segundo Tiempo, después de marcado el momento de la partida de Jesús, no escucharéis más mi voz en esa forma y desde ese instante reconoceréis que mi presencia fue con vosotros y que por vuestro materialismo os familiarizasteis con mi palabra. 56. Vuestro despertar, tarde, muy tarde será, Israel, y esto será causa de que mi corazón amantísimo de Padre sufra infinitamente. 57. Pueblo amado: Quiero regocijarme con vuestro espíritu, quiero que cuando lleguéis ante Mí, Yo os diga: Hijos amados, llevad el galardón; mi amor divino coloca en vuestras sienes la corona de laurel y os abre las puertas de mi gloria para que en mi amor gocéis de la felicidad que es en el Padre. 58. Se levanta la voluntad humana diciendo que mi Verbo divino no cesará de comunicarse a través del entendimiento humano, que aún mi rayo Universal descenderá para comunicarse un tiempo más después de 1950 por conducto de los portavoces. Grande error y grande falta han cometido los espíritus encarnados en esas materias, porque han olvidado que Yo soy la perfección, han olvidado que Yo soy la Ley inexorable, han olvidado que mi palabra es de rey y no vuelve atrás; porque os he dicho que antes dejaría de alumbrar el astro rey, que mi palabra no se cumpliere en el Universo. Y Yo os he profetizado, os he marcado un tiempo para el final de mi comunicación a través del entendimiento humano y ello será efectivo. Mas también os he dicho que no os abandonaré, que Yo contemplaré vuestra preparación y escucharé la oración de los discípulos, de aquellos a quienes en el último instante he de entregar las últimas órdenes para que ellos lleven la orientación y sepan aprovechar hasta el último instante de vida que Yo les conceda en este mundo para preparar las nuevas generaciones, para que dejen preparada esta Tierra con amor, comprensión y caridad. Yo prepararé los caminos por los cuales va a transitar mi pueblo amado. 59. En verdad os digo que no volveréis a tener esta manifestación después de 1950, y si el hombre se levanta queriendo desconocer mi voluntad, forjando la obra a su libre albedrío para entregarla al mundo, de ello me ha de responder. Yo os he preparado y os he dicho, pueblo amado: Mi voluntad se obedece: mi palabra se cumple a través de los tiempos y Yo os digo, llegará el momento en que no volveréis a escucharla en esta forma. Por ello, almacenad en vuestro corazón mi palabra y conservad la esencia de estas manifestaciones, porque el mañana pediréis inútilmente al Padre, porque mi Rayo Universal no descenderá más para comunicarme por conducto del entendimiento humano. 60. Preparaos, obedeced, trabajad y entregad a vuestros hermanos lo que Yo os he entregado, hablad y dad la buena nueva, para que todos despierten. Mas aquéllos que quieran forjar una obra materialista añadiéndola a mi Ley, diciendo que el Maestro seguirá comunicándose a través de los portavoces, si se empeñan, si es grande su necedad, sólo escucharán las falsas manifestaciones. 61. Hoy, que la luz del Espíritu Santo es entre vosotros, pueblo de Israel, luchad y trabajad a imitación de vuestro Maestro. 62. Grande es mi sabiduría, mas a vosotros corresponde estudiar y analizar mi palabra. Empezad a luchar y a trabajar, porque en vuestro camino encontraréis al menesteroso de mi luz, de mi enseñanza, encontraréis al perverso, al humilde y también al hombre elevado; y a todos tenéis que hablarles y mostrarles mi Obra. Acercaos a la puerta del corazón de esta humanidad y tocad la primera, la segunda y tercera vez, y si ellas permanecieran cerradas, entonces seguid adelante. Si además de no escucharos os desgarran, tened paciencia e id en pos de las multitudes que necesitan el aliento, el consuelo, el bálsamo para sus espíritus; acercaos a ellos y ungidles con mi palabra. 63. Alejaos de todo lo que perturbe vuestra mente y entregaos a la oración, para que vuestro espíritu esté en comunicación con vuestro Dios y Señor y sed el ejemplo de vuestros hermanos que están ciegos, mostradles la espiritualidad. Vuestro entendimiento será iluminado para que sepáis enseñar a las multitudes con mi verdad. Hay corazones que sienten consuelo con vuestras palabras, así, despertaréis a toda la humanidad. Entonces ya no habrá egoísmos ni malas voluntades, ni amargura, ni cizaña, y cuando estén ante Mí les diré: Bienaventurados los que venís al Maestro para llevar un átomo más de mi luz para la evolución de vuestro espíritu. 64. La humanidad tiene hambre de mi palabra, son los menesterosos que llaman a mi puerta, la cual he dejado al cuidado de vosotros para que recibáis a las nuevas generaciones. 65. Meditad en cada día y comunicaos conmigo de espíritu a Espíritu. Los caminos se encuentran preparados por Elías, Él os ha iluminado cual faro luminoso. Además de haber sido el precursor de mi manifestación en este Tercer Tiempo. Su misión terminará hasta la eternidad. 66. Después de 1950, de las multitudes que me han escuchado, unas seguirán conmigo y las otras partirán a sus distintos caminos. Así también será entre mis escogidos, unos se levantarán presurosos para unificarse a los que por su espiritualidad van adelante, y los otros nuevamente quedarán estacionados en su materialismo. 67. Mis verdaderos discípulos se levantarán preparados y sabrán dar cumplimiento a mis mandatos. Serán a imitación de mi hijo Lot, aquél que en Sodoma Y Gomorra supo conservarse limpio, cuando recibió mi mandato para abandonar aquellas tierras que iban a ser purificadas. Mis discípulos también saldrán avante de toda prueba. 68. Llevad en vuestro espíritu siempre grabado el ejemplo de Abraham: cuando le pedí el sacrificio de su propio hijo, supo confiar en Mí y me hizo presente su grande fe y obediencia. Y cuando estaba presto a sacrificar a su amado hijo, Yo le envié a mi ángel para que detuviera su mano. Entonces por su fe y obediencia, le hice una grande promesa, para que por su conducto alcanzara la humanidad. Mas a vosotros no he venido a pediros ningún sacrificio, sólo os recuerdo a Abraham para que le imitéis en su fe y obediencia y os prometo que conquistaréis la vida eterna. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 344 1. Venís a escuchar la palabra que como un libro abierto os he mostrado cada día. Yo os he revelado su contenido; os he entregado rectitud y luz, os he dado la esencia de mi palabra y mi amor para transformaros. 2. Bienaventurados los que habéis resurgido en el seno de mi Obra, en vosotros he puesto mi mirada espiritual para que seáis los que el mañana deis testimonio de Mí a la humanidad. 3. Muchos vendrán de distintas naciones a recibir la palabra que a vosotros he entregado. Son los menesterosos y los náufragos a quienes mostraré esta barquilla de salvación. Mirad que de los pecadores he venido a servirme para redimir a otros pecadores; ahora son las rocas de las de las cuales brota el agua cristalina, son las ovejas que están en mi redil, son de las tribus de mi pueblo escogido. Yo les he tomado y les he consagrado a mi servicio. Son los Espiritualistas Trinitarios Marianos que se unifican en una sola oración para rendir culto al Padre y ofrendarle las flores de su corazón. Yo he derramado en ellos mi caridad y mi luz para que llegue a su espíritu la perfección. Son los elegidos para recibir y entregar por su conducto a la humanidad. Son mis soldados, mis labriegos, mis discípulos de este Tercer Tiempo. A sus cuidados he dejado la fuente de las aguas cristalinas y el árbol con sus frutos. Son los que han tenido fe para cruzar nuevamente el desierto. Son los que irán a imitación de Elías para llamar a las grandes multitudes. 4. Pueblo escogido de Israel: En vosotros, está dada la orden del Maestro, para que deis testimonio de Mí a vuestros hermanos. Sois el fuerte Israel que seréis reconocidos por la humanidad, porque en vosotros he derramado mi gracia y la luz del Espíritu Santo. 5. No desaprovechéis este tiempo, Israel, es menester que en el futuro tengáis en abundancia mi enseñanza para que no seáis los débiles y menesterosos. Os he dicho que después de mi partida, no me apartaré de vosotros, mas no por eso os confiéis mucho y paséis desapercibida mi palabra que os estoy confiando a través del entendimiento humano. Quiero que desde ahora os vayáis preparando, para que cuando os envíe a la humanidad, recibáis mi mensaje por intuición y sintáis espiritualmente mi presencia. 6. Todo aquél que sepa prepararse, será mi intérprete. Cuando haya pasado este año de 1950, vuestros ojos van contemplar muchos prodigios, porque es grande la necesidad de la humanidad. Preparaos para la lucha, pero con pleno conocimiento de esta causa divina, Israel; porque vosotros tendréis que aclarar los errores el mundo y apartar la obsesión y la confusión de los cerebros de los portavoces que seguirán diciendo que sigo comunicándome por su conducto. Mas no será mi luz en los entendimientos, ni entregarán palabra de consuelo y de sabiduría como os estoy entregando. 7. Vosotros sois limitados y no podéis penetrar en los propósitos y pensamientos de vuestros hermanos. Pero el Padre con su mirada perspicaz puede contemplar todo lo que el mañana va a acontecer. 8. Yo quiero que seáis mis verdaderos discípulos, que podáis mostrar el camino verdadero, que seáis mis emisarios para mostrar a la humanidad mi Obra. Con la luz que lleváis, disipad las tinieblas y mostrad que sois hijos de la luz. 9. No os acobardéis ante las pruebas que se presentan en vuestro camino ni ante los que se acerquen a vosotros, porque serán los menesterosos del espíritu que desnudos de obra buenas se encuentran ante mi Divinidad; seréis los humildes que estéis prestos a aliviar el dolor y a preparar el corazón de vuestros hermanos, sin hacer alarde de la caridad que os he entregado, haciendo que broten de vuestros labios palabras de amor y de luz. 10. No quiero contemplar en vosotros la mentira, Israel, porque algún día ésta tendrá que ser descubierta y entonces el mundo dirá: ¿Estos son los discípulos del Maestro? Si ellos son falsos discípulos, entonces también fue falso el Maestro que se apacentó entre ellos para entregarles mentira. 11. Vosotros tenéis que testificar mi verdad con buenas obras, con vuestra regeneración y espiritualidad. No quiero que la humanidad me diga mañana: ¿Por qué si vuestros escogidos recibieron la divina palabra, no nos entregan la caridad que venimos a pedirles para sentir el consuelo en nuestras penas y para recibir el bálsamo que sane nuestras enfermedades? Todo esto os corresponde hacer a vosotros, para alimentar la fe en esos corazones y que el mundo os reconozca. 12. A vosotros corresponde hacer que los caminantes sientan la frescura del árbol y descansen de su vertiginosa carrera, mas Yo les hablaré espiritualmente, haré que sientan el arrepentimiento y confiesen sus faltas ante mi Espíritu Divino. Entonces les haré comprender que Yo les estoy recibiendo con mis brazos abiertos y que no les rechazo aun siendo los grandes pecadores. Ellos escucharán espiritualmente mi voz que les dice: Hijos amados, mucho he sollozado por vosotros y este es el tiempo propicio para que os regeneréis y dejéis que vuestro espíritu sea libre. Haré que se arrepienten de todas sus faltas y que se avergüencen de sus maldades. 13. Por eso cada día vengo a doctrinaros Israel, para que llevéis escrita mi Ley en vuestro corazón. Yo os hablaré a través de la conciencia y os descubriré cuál es el mandamiento de mi Ley que no habéis cumplido y de esta manera, paso a paso, llegaréis a ser el pueblo regenerado y lleno de mi sabiduría. 14. Vosotros mismos contemplaréis vuestra transformación, veréis quiénes fuisteis el ayer y lo que sois actualmente, y entonces los corazones, más endurecidos recibirán vuestras palabras. Seréis sus consejeros y con limpidez en vuestros corazones les entregaréis y les mostraréis el camino verdadero. 15. ¿Qué dirección podrá esperar la humanidad de los guías ciegos? Sólo recibirán de vosotros que sois los hijos de la luz, porque Yo me derramaré por vuestro conducto. 16. Llegará el momento en que las grandes pruebas se ciernan entre la profundo letargo; no he encontrado un corazón preparado para recordaros las profecías del Segundo Tiempo, mas fue mi voluntad comunicarme a través del entendimiento humano para doctrinaros nuevamente, para que os améis los unos a los otros. 27. Mi amor y mi luz han descendido hacia vuestro espíritu como rocío de gracia para que el mañana mostréis al mundo mi Ley; si vosotros sabéis prepararos no habrá mano que os señale y os cause dolor. 28. Vosotros os levantaréis a imitación de los apóstoles del Segundo Tiempo. Ellos supieron prepararse y esperar el instante propicio para levantarse a esparcir mi Doctrina. De las distintas sectas y religiones voy a entresacar a los que me pertenecen, ellos me reconocerán y sabrán cumplir con su misión. 29. Os levantaréis a entregar mi enseñanza a la humanidad, porque mi mirada contempla su dolor, su desolación, para que a ella llegue la paz de mi Reino celestial. 30. Esto es lo que os he ofrecido pueblo amado, y vosotros veréis cumplida mi promesa. Vuestro espíritu irá escalando peldaño tras peldaño hasta llegar a la cumbre de la montaña. 31. No temáis al murmullo de la humanidad ni a sus juicios, temed a la justicia de vuestro Dios, recordad que os he dicho que como juez soy inexorable. Por ello buscadme siempre como Padre, como Dios, para que nada os haga falta en vuestro camino. 32. Vengo para atar la maldad en gavillas para que sea arrojada al fuego. Porque toda mala simiente será segada por mi hoz divina que es esta palabra que llega hasta vosotros para daros vida de gracia. 33. Como Maestro siempre os estoy esperando para enseñaros, para conduciros por el camino. Bienaventurados los que venís a escuchar mi palabra, porque vosotros os levantaréis más tarde para ir a entregar a vuestros hermanos la buena nueva. Aquél que me ha comprendido y va poniendo en práctica mis enseñanzas, va labrando la felicidad para su espíritu. 34. Los unos me decís: ¿Cómo no os hemos sentido, Señor? y Yo os digo: ¿Acaso no me habéis sentido cuando ejecutáis una buena obra, cuando habéis entregado la caridad a vuestros hermanos? ¿Acaso no sentís la satisfacción de ir cumpliendo? Pues en esa satisfacción que lleváis es como me vais sintiendo; porque el que hace mal, se parta de Mí y es difícil que sienta mi presencia. Yo estoy en toda buena obra, en la caridad que hagáis, no tan sólo compartiendo vuestro pan sino entregando palabras de amor y de consuelo para fortalecer a los espíritus, para consolar los corazones en los sufrimientos de esta vida. Cuántos están necesitados de un poco de amor, cuántas mujeres abandonadas han menester de palabras de aliento y vosotros mis escogidos, debéis de levantaros para entregar el amor, el aliento y la fortaleza a todo necesitado. 35. El mundo se pierde en su perversidad, en el caos, en su vertiginosa a guiaros para que paso a paso vuestro espíritu se acerque a Mí. 45. Mi luz nunca se ha apartado de los hombres, siempre me encuentro cerca de su corazón, porque ¿Cómo podría dejar a mis hijos a la medianía del camino? ¿Y en este tiempo al escuchar el ¡ay! del dolor iba a dejarles sin mi caridad? He venido a apartar vuestro dolor y os he hecho descansar bajo el árbol de la vida y con sus frutos os he alimentado; no llevaréis hambre ni sed después de mi partida y compartiréis el fruto, el agua y el pan, con los sedientos y hambrientos, con los menesterosos. 46. Contemplad a los pueblos en su desolación, sorprendidos por los grandes vendavales. Por ello vengo a prepararos, a iluminaros para que os levantéis a semejanza de vuestro Maestro y por vuestro conducto sean libertados por Mí de su opresión espiritual. Porque Yo les haré conocer la verdad, iluminaré su espíritu y entendimiento y les libraré de las confusiones que han surgido en el mundo. 47. Preparaos, mis hijos, para que con mi potestad y luz deis conducción a los pueblos de la Tierra y les hagáis sentir mi paz. 48. La inocencia bendita se contamina con la maldad del mundo, la juventud transita en vertiginosa carrera y las doncellas también se han despojado de su pudor, de la castidad, de la honestidad; todas estas virtudes han partido de sus corazones, han alimentado las pasiones mundanas y sólo anhelan los placeres que les conducen al abismo. Vengo a hablaros con toda claridad para que os levantéis y deis un paso firme en la evolución de vuestro espíritu. 49. Quiero que os elevéis y estéis en comunión con vuestro Dios para que manifestéis la caridad que encierra mi Obra. 50. Pueblo amado: Escalando os encontráis peldaño tras peldaño para poder llegar a la cúspide de la montaña. La luz del Sexto candelero está iluminando al Universo y Yo me encuentro conduciendo a los espíritus, dándoles elevación para que liguen hasta Mí. 51. Os he confiado un tiempo para que recibáis nuevamente mis enseñanzas, para que la luz de mi Espíritu Santo aparte las tinieblas de vuestro espíritu. Por conducto del entendimiento del pecador os he entregado mi sabiduría con palabras sencillas, mas llevando en su esencia la verdad. 52. Mañana vosotros os levantaréis para ir por los distintos caminos de la Tierra a dar la buena nueva y a dar testimonio de Mí, para que la humanidad aparte lo superfluo, el pecado y la discordia, para que todos se reconozcan como hijos de un solo Padre, porque para el espíritu no hay clases, razas ni linajes; de un solo Padre habéis brotado todos y a Mí debéis de retornar. 53. La humanidad por su desobediencia, está soportando su grande purificación y no ha comprendido que ella misma se ha preparado este cáliz de amargura, mas Yo como Padre he venido en este tiempo a sopesar la cruz que lleva a cuestas. 54. Los pueblos, en todos los tiempos, se han desconocido, formando linderos y distintas ideologías y se han alejado los unos de los otros. 55. Yo me he manifestado entre vosotros para que me imitéis, para que en el desierto no os dobleguen los rayos candentes del sol. Yo he venido a prepararos con mi sabiduría para que encaucéis a la humanidad. 56. En el Segundo Tiempo preparé a mis doce apóstoles para doctrinar a la humanidad, mas en este Tercer Tiempo he venido a reunir a los ciento cuarenta y cuatro mil marcados para prepararlos, para que por conducto de este pueblo, nuevamente reciba la humanidad mi caridad. 57. Israel amado: ¡Cuánto se ha estacionado la humanidad a causa de su desobediencia, de las flaquezas de la materia, que han hecho debilitar al espíritu y no le han dejado espiritualizarse como es mi voluntad! 58. Estudiad y analizad mi enseñanza para que mañana podáis entregarla a vuestros hermanos. Yo no he venido en este tiempo a confundir a la humanidad con mi Doctrina, sólo he venido a liberarle de sus pecados, para que se conduzca por el verdadero camino y alcance mi paz. Os fortalezco, pueblo amado, para que penetréis en la lucha. 59. Presto está el instante en que dejaréis de escuchar esta palabra a través del portavoz, mas Yo no me apartaré de mis hijos; sentiréis la ausencia de esta manifestación, pero así como he estado con vosotros espiritualmente desde el principio, así estaré hasta el fin porque esta es mi voluntad. 60. Discípulos amados; Quiero que con vuestras obras testifiquéis lo que os he confiado en esta Tercera Era. Desde el Segundo Tiempo os dije: Amaos los unos a los otros. Cuando los hombres vengan a escucharos, vosotros les mostraréis el camino, les haréis reconocer cuán equivocados estaban y les explicaréis cada una de las enseñanzas que os he entregado; les diréis por qué sois espiritualistas, por qué sois israelitas y por qué sois Trinitarios Marianos. Recordad que Yo os he dicho que sois israelitas, no por la carne sino por el espíritu, porque vosotros sois los descendientes de Abraham, de Isaac, y de Jacob, a quien Yo nombré Israel porque en la prueba demostró su fortaleza, por eso vosotros como israelitas debéis ser fuertes. Sois espiritualistas, porque Yo os he enseñado a buscarme y a amarme con vuestro espíritu. 61. ¿Por qué vosotros buscáis y amáis a María? porque en el Segundo Tiempo os confié su ternura de Madre, y su espíritu intercede por vosotros y por toda la humanidad. 62. La tribu de Leví fue escogida desde el Primer tiempo para que fueran los servidores, los sacerdotes de Dios; y en este tercer Tiempo nuevamente la tribu de Leví está consagrada al servicio de mi Divinidad, son los que se consagran al cumplimiento de su misión. 63. Pueblo: no imitéis a Judas ni me neguéis como Pedro, ni dudéis como Tomás, pero si tales flaquezas tuvieseis, cuánto dolor daréis a mi Espíritu. Velad y orad, imitad en su obediencia a mis apóstoles y como ellos ninguno quiera ser mayor que el otro, porque para Mí todos sois iguales y según vuestras obras así será el escalamiento de vuestro espíritu. Os digo como dije a mis discípulos: En la casa del Padre hay muchas moradas mas tenéis que haceros dignos de morar en ellas. Unos llegaréis primero y los otros después, dejad que escale vuestro espíritu con las buenas obras, con el cumplimiento de la Ley. 64. Cuando lleguéis al Más Allá, os presentaré el libro en donde están anotadas vuestras buenas y malas obras y vuestro espíritu se regocijará si la balanza de mi justicia se inclina del lado de vuestros méritos, mas si así no fuese, retornaréis a este planeta para encarnar y restituir una vez más. Los que habéis cumplido, desde el valle espiritual seguiréis haciendo méritos para escalar más y más y lucharéis y trabajaréis por la humanidad como lo hacen los ángeles y mi Mundo Espiritual que ha pasado grandemente por el crisol. 65. Así, poco a poco os labraréis la verdadera felicidad y al final os fundiréis con mi Espíritu Divino, porque bien sabéis que habéis brotado de Mí y a Mí tenéis que retornar limpios y puros. 66. Si comprendierais cuánto se purifica vuestro espíritu por medio del dolor, vosotros amaríais el dolor, mas la carne hace que el espíritu debilite, pero Yo os he hablado de la oración para que os defendáis de la tentación. 67. Después de que esta palabra ya no sea escuchada por vuestros oídos, os levantaréis a entregar a la humanidad todo lo que hayáis almacenado y reconoceréis la grandeza de mi Doctrina y sabréis elevaros y comunicaros de espíritu a Espíritu con mi Divinidad, y cuando estéis ante Mí os diré: ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 345 ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! 1. ¡Bienvenidos todos ante el Maestro! 2. Pueblo amado: Solamente unas cuantas albas han pasado en que estuve presente entre vosotros como Juez, en que vine a juzgar hasta lo más íntimo de mi pueblo de Israel y hallé a unos orando y velando, a otros durmiendo para las revelaciones espirituales y despiertos solamente para las tentaciones del mundo. A unos los encontré con verdadera preparación espiritual y adelanto: a los otros hundidos en el retraso, a una parte de mis hijos en la rutina y a algunos más, faltos de preparación espiritual. 3. Juzgué el amor del pueblo y encontré que no se aman todavía de hermano a hermano; que todavía la armonía espiritual no es sentida ni vivida por mi pueblo escogido. 4. Oí la oración de la congregación y de los unos se elevaba el arrepentimiento por las faltas; de los otros la débil petición por la paz universal y por la unificación del pueblo de Israel y cuán pocos, en verdad, fueron aquéllos que conscientes de su responsabilidad ante Dios y ante el mundo, que con verdadera visión espiritual, supieron elevarse humildemente ante el Maestro, en demanda de una lección, supieron presentarse ante el Juez inclinando la cerviz, entregarse en brazos del Padre como hijos que saben que Dios ante todo es amor, y en esa bendita ocasión, en ese instante de gracia, el Padre desbordó sus complacencias espirituales, derramó en parte por el conducto humano y en gran parte también de Espíritu a espíritu sus inspiraciones, su justicia y sus órdenes, especialmente sobre su pueblo, pero también sobre el Orbe y en todo el Universo. 5. Fue esa ya mi última cátedra en que vine a vosotros como Juez, en la que tuvisteis mi Rayo comunicado por el entendimiento humano y circundado por los labriegos de todas las comarcas, por representantes de todos los recintos, por los siervos Espiritualistas Trinitarios Marianos por cuyo entendimiento manifiesto mi Obra y aliento la fe de las multitudes. 6. Yo os volveré a contemplar así reunidos en tiempos venideros pero ya no bajo esta manifestación. Así lo presintió en su espíritu el pueblo y sollozó; la carne fue débil y se rebotó ante la próxima partida y finalización de estas manifestaciones. 7. Elías os había preparado, os había tocado con su índice espiritual con anterioridad a ese instante, para que todo el pueblo estuviera despierto, alerta y velando; para que ese momento de juicio y de gracia, no lo encontrara aletargado, porque Elías se presenta en la senda de los espíritus, siempre como un precursor y aparejando los senderos, apartando los espinos y pedruscos para que la planta de mis hijos no se lastime en el camino, echando a vuelo la campana espiritual que os habla a través de la conciencia hasta lo más profundo del espíritu, para dejaros despiertos, de luz para oír la voz de Aquél que llega, de Aquél que os dice siempre: "Aquí estoy", porque el Padre está en todo momento y en todo lugar. 8. Así escudriñé el corazón de los hombres en ese momento de juicio y lo encontré lleno de dolor, de incertidumbre, de presentimientos sombríos, me acerqué para escuchar sus latidos, para oír su plegaria, que cada día es menos espiritual, que cada vez se aleja más y más de sus principios, porque va en pos del materialismo, en pos solamente de las ciencias y tendencias de la Tierra. Así encontré a la humanidad, al hombre, preocupado solamente por los bienes del mundo; pero con su espíritu angustiado, conservando sólo un rayo, una chispa de esperanza y esa chispa no vine a apagarla con mi justicia, por el contrario vine a avivarla con mi verdad, con mi consuelo, fortaleza y esencia. Esto derramé espiritualmente en todo el Orbe en ese momento de gracia, para que mi presencia fuera sentida y mi esencia estuviera en todos sin distinción alguna, porque también Elías se había manifestado antes. Cuando llegué, ya los espíritus y los corazones habían sido preparados por el espíritu de Elías, el precursor de Dios en todos los tiempos y en todas las eras. Porque Elías es aquél que ha estado con vosotros siempre y al que muy pocas veces habéis sentido. 9. ¿Es acaso él vuestro Padre? No. ¿Es acaso el Espíritu Santo? Tampoco. ¿Quién es entonces Elías? Elías es el gran espíritu que está a la diestra de Dios, que en su humildad se nombra siervo del Padre y por su conducto, como por el conducto de otros grandes espíritus, muevo el Universo espiritual y llevo a cabo grandes y altos designios. Sí, mis discípulos, a mi servicio tengo multitudes de grandes espíritus que rigen la Creación. 10. Entonces os preguntáis: ¿El Padre no es Aquél que todo lo hace? Y Yo os contesto: Yo soy el que todo lo hago, porque Yo estoy en todos los espíritus, Yo estoy en todas las criaturas y sin Mí nada se movería; pero así como he dado vida a muchos espíritus, a todos les he dado parte en mi Obra, en mi trabajo, sitio en mi Creación, lugar digno a mi diestra. Así desde el primero hasta el postrero, después de prepararos a todos para esa alba de gracia que pasó, presentó Elías a su Señor los campos fecundos de cizaña y el Padre le dijo: ¡Dejad! Todavía la cizaña se multiplicará un poco; todavía la mala yerba crecerá, profundizará más sus raíces y cundirá aún más en la Tierra; pero pronto vendrá la siega, pronto vendrá la hoz y entonces, entre la mala simiente estará el trigo, escaso, en verdad, pero será conservado en mis graneros para ser vuelto a sembrar cuando la hora sea llegada y la tierra esté propicia y fecunda, mientras que la cizaña atada en gavillas será arrojada al fuego. 11. La maldad ha crecido entre los hombres, mi pueblo. La bondad, la virtud, el amor, han sido débiles ante la invasión del mal, de las enfermedades, de las plagas, de las pestes y las calamidades. Todo aquello que es simiente de los perversos, ha contaminado el corazón de los buenos, ha hecho flaquear a algunos, ha diezmado el número de los fieles, porque gran fuerza ha traído el mal sobre la humanidad. 12. Yo he dejado que así acontezca por razón del libre albedrío que os he dado, porque detrás de toda la perversidad, de todas las tinieblas y de la ofuscación de los hombres, hay una luz divina; la conciencia que no se pierde y no se perderá jamás; hay un principio que es el espíritu, que guarda inmaculado el ósculo que el Padre le dio, que es el sello divino con que Yo he enviado a todos mis hijos a la senda de la lucha y por esa Marca no se perderá ninguno de esos espíritus. 13. Grande es el número de los descarriados; pero no faltan sobre el orbe, en el seno de las distintas naciones que forman la Tierra, en los humildes poblados y en los valles, algunos corazones que saben elevarse a Mí, que saben conservarse en el pacto hecho con su Señor y saben ser ejemplo y sostén espiritual para las multitudes y ellos al elevarse, me interrogan: ¿Por qué tanta maldad? ¿Por qué no brota el arrepentimiento en el corazón de los hombres? ¿Por qué no despierta la humanidad para el bien, para la paz? ¿Por qué no logran comprenderse los hombres para amarse, para reconocerse como hermanos en Dios? 14. Y el Padre da tranquilidad y esperanza a los que así velando y orando se encuentran, diciéndoles: Esperad, que aquéllos que más han pecado, aquéllos que más dolor han causado a esta humanidad, serán después sus mayores benefactores, porque ellos no morirán; morirá el pecado, desaparecerá su materia, desaparecerán las tinieblas causa del pecado de los hombres, pero el espíritu, guiado por su conciencia, nunca desaparecerá, aun cuando tenga que pasar por grandes crisoles, por grandes restituciones y purificaciones espirituales; aun cuando tenga que pasar por la muerte corpórea, aun cuando sienta que las tinieblas que le envuelven en su restitución son eternas: aun cuando sienta que el fuego de su arrepentimiento es fuego de infierno. Todo ello pasará, de todo ello saldrá avante y limpio, más limpio que el oro cuando pasa por el crisol. 15. La vida desde la aparición del hombre no la podéis imaginar ni calcular. Lo que antes de vuestra existencia haya pasado en otros mundos, en el Más Allá insondable para vosotros, no lo conocéis; mas recordad mis enseñanzas, ellas son vuestro camino. 16. Hay fuerzas invisibles a la mirada humana, e imperceptibles a la ciencia del hombre, que influyen constantemente en vuestra vida. Las hay buenas y las hay malas, las hay de luz y también obscuras. 17. ¿De dónde surgen esas influencias? Del espíritu, de la mente, de los sentimientos. 18. Unas y otras vibraciones invaden el espacio, luchan entre sí e influyen en vuestra vida; esas influencias lo mismo brotan de espíritus encarnados que de seres sin materia, porque lo mismo en la Tierra que en el Más Allá, existen espíritus de luz así como turbados. 19. Si me preguntáis, cuál fue el principio, el origen de esas fuerzas, el Padre os contesta: 20. Antes de que los mundos fuesen, antes de que toda criatura y lo que es materia surgiera a la vida, ya existía mi Espíritu Divino. Mas siendo el Todo, experimentaba en mí un inmenso vacío, porque era como un Rey sin súbditos, como un maestro sin discípulos, por ese motivo concebí la idea de crear seres semejantes a Mí, a quienes dedicaría toda mi vida, a los que amaría tan profunda e intensamente que llegado el momento, no titubearía para ofrecerles mi sangre en la cruz. Y no os confundáis si os digo que antes de que existierais, ya os amaba. 21. Sí hijos muy amados. 22. Para que Dios pudiera nombrarse Padre, hizo brotar de su seno espíritus, criaturas semejantes a Él en sus divinos atributos, éste fue vuestro principio, así surgisteis a la vida espiritual. 23. Mas el Padre siendo infinito y anhelando ser comprendido por sus hijos, una vez creado vuestro espíritu, formó la vida material, creó una de vuestras moradas pasajeras, el mundo. 24. El Padre con paciencia perfecta, infinita, fue forjando y preparándolo todo, para que el hijo no encontrara imperfección alguna, sino que a cada paso y en cada obra, encontrara la huella de su Padre; porque todo quedó dispuesto desde el principio como un libro, a través de cuyas páginas y con el paso de los tiempos encontrarais la respuesta anhelada a la pregunta que me haríais: ¿Quién soy, de dónde he venido y a dónde voy? 25. Y cuando todo estuvo preparado doté al espíritu del cuerpo que le serviría de báculo, de vestido para habitar un mundo maravilloso, creado con sabiduría y perfección para él, libro que, con todas sus lecciones y bellezas se ofrecía a los hijos del Señor, como una escala que comenzaba en ese mundo y se perdía en lo infinito. 26. Y cuando todo estuvo preparado, dije al espíritu encarnado, al hombre: He ahí vuestra morada pasajera. Cruzad los caminos, bebed de las fuentes, probad y saboread los frutos, conocedme a través de todo. 27. Este fue vuestro principio en la vida material, pero esto que os relata el Padre, ha quedado muy atrás, ha quedado oculto con el paso de los tiempos. 28. Vuestros números, vuestras ciencias más elevadas para medir y calcular los tiempos, no os bastarían para dar principio a una labor que solamente Dios puede llevar a cabo, por ser el único que estará siempre más allá de los tiempos. 29. Si el científico no puede precisar la edad de este mundo ¿Cómo podría investigar el principio de la vida universal, si no se lo revelo Yo? Sin embargo, para que no quebrantéis vuestro entendimiento queriendo saber lo que está más allá de vuestro alcance, que os baste saber que el Padre, el Todo, en quien está presente lo que ha sido, lo que es y lo que ha de ser, os ha dicho en este día. El principio de vuestra vida ha quedado muy atrás, ha quedado oculto bajo el paso de los tiempos. 30. Cuando el hombre comenzó a vivir en el mundo, hacía una vida espiritual lleno de pureza y de inocencia; pero el Padre os pregunta: ¿Creéis que Yo estuviera satisfecho con la pureza de esas criaturas, pureza que provenía de su ignorancia, de su falta de saber? No discípulos, por medio de esa ignorancia, el Padre no podía ser conocido, comprendido, ni amado, por esa falta de méritos espirituales no podía ser valorizado ninguno de los atributos divinos, y Yo no quería que fueseis criaturas inferiores sujetas a mi voluntad superior, o algo así como esas máquinas que vosotros construís, sin voluntad, sin vida propia. Por ello le concedí al espíritu el don del libre albedrío, y a la materia le permití que revelara al espíritu los misterios de la vida humana, pero al espíritu le di a conocer por medio de la intuición la existencia del Padre Creador, y ante la debilidad de la materia, estaba la fortaleza del espíritu guiado por la luz de la conciencia, en la cual están mi Justicia, mi Sabiduría y mi Voz. 31. En el instante en que el espíritu despertó a la vida humana ante la voz de sus sentidos materiales, renunció a su vida espiritual y comenzó el crisol, la lucha, las necesidades, el dolor, las consecuencias de todos los pensamientos, palabras y acciones, y comenzó el desarrollo del espíritu y de las facultades humanas. 32. Sí, hijos míos, la consecuencia de todos los pensamientos, palabras y acciones que el espíritu tuvo en su principio, por razón del libre albedrío, dio origen a las fuerzas invisibles, a esas vibraciones del bien y del mal. 33. Los que en el uso del libre albedrío comenzaron a vivir en forma sana, tratando de alcanzar su bienestar y el del semejante, crearon vibraciones saludables, benéficas, y los que, en el mismo uso del libre albedrío desoyeron la voz de la conciencia y se orientaron por las inclinaciones egoístas, propias de su materia, crearon fuerzas maléficas, engañosas. 34. Unas y otras vibraciones quedaron en el espacio, prestas a aumentar o disminuir su intensidad, según los pensamientos de los hombres, según sus obras posteriores, pero esas fuerzas invisibles, no habrían de quedar aisladas de la evolución de los espíritus, no discípulos, esas vibraciones quedarían latentes sobre todos los seres, y acudirían a éstos según fueran sus pensamientos y obras. 35. Los que eran inspirados por la luz de la conciencia, sabían rechazar las malas influencias y buscaban las vibraciones benéficas y saludables, y los que en el uso del libre albedrío hacían obras opuestas al dictado divino, atraían las vibraciones perversas, insanas, aumentando su confusión; y de ese desequilibrio provienen las enfermedades y las bajas pasiones que atormentan al hombre hasta vuestros días. 36. Yo que conozco vuestro principio y vuestro futuro en la eternidad, di a los primeros hombres armas con las que lucharan contra las fuerzas del mal; pero las despreciaron, prefirieron la lucha del mal contra el mal en la que nadie triunfa, porque todos resultarán vencidos. 37. Si me preguntáis cuáles fueron las armas que di a la Humanidad para luchar contra el mal, os diré que fueron la oración, la perseverancia en la Ley y el amor de los unos a los otros. 38. Os he hablado del origen de las fuerzas del bien y del mal, ahora os digo: Esas vibraciones habrían de llegar a todos los mundos que habría de formar, para probar a los hijos del Señor; mas con ello, no buscaba vuestra perdición sino vuestro perfeccionamiento. Prueba de ello es que Yo siempre me he manifestado a mis hijos, ya hablándoos a través de la conciencia, ya doctrinándoos a través de mis enviados o haciéndome hombre entre mis hijos, como en aquel Segundo Tiempo a través de Jesús. 39. No hay raza o tribu por inculta que os parezca, aún aquellas que no conocéis porque habitan en selvas impenetrables, que no hayan tenido manifestaciones de mi amor. Ellos en el momento de peligro han escuchado voces celestiales que les protegen, que les amparan, que les aconsejan. 40. Nunca habéis vivido abandonados, desde el instante en que brotasteis a la vida, habéis estado bajo el amparo de mi amor. 41. Vosotros padres humanos, amando tiernamente a vuestros hijos ¿Seríais capaces de abandonarlos a su suerte, cuando apenas han brotado a esta vida, cuando más necesitan de vuestros cuidados, de vuestros desvelos, de vuestro amor? Yo os he contemplado velando por vuestros hijos, aun cuando han llegado a su mayor edad, aún por aquellos que delinquen, que os han ofendido, por ellos veláis con mayor amor, y si vosotros así respondéis ante las necesidades de vuestros hijos ¿Cómo será el amor de vuestro Padre Celestial que os ha amado desde antes de que existierais? 42. Siempre he venido en vuestra ayuda, y en este tiempo en que os encuentro con mayor evolución espiritual he venido a enseñaros cómo debéis de luchar para aniquilar las fuerzas insanas, y la forma de aumentar las vibraciones del bien, porque las antiguas creencias, figuras, formas y nombres simbólicos con que los hombres de los tiempos pasados representaron el mal, dándole forma humana, concediéndole existencia espiritual, creencias que han llegado hasta las presentes generaciones deben desaparecer, porque sin daros cuenta habéis creado con ellas mitos y cultos supersticiosos, indignos de la evolución espiritual que el hombre ha alcanzado en este tiempo. 43. Me decís: Padre, si por hacer mal uso del don del libre albedrío, por desoír la voz de la conciencia, y por nuestras flaquezas a tu ley, hemos dado mayor fuerza a las vibraciones del mal, para ser libres espiritualmente, para alcanzar la paz del reino de los Cielos ¿Qué debemos hacer? El Padre os contesta: La libertad que anhela vuestro espíritu y el Mío la alcanzaréis, en virtud de los méritos de vuestra restitución. 44. ¿Cuándo alcanzaréis vuestra liberación espiritual? No os lo revela el Padre en este instante, tan sólo os invita a luchar con las armas que os inspira mi amor, contra las fuerzas del mal, perseverar en mi Ley, ser fuertes en las grandes pruebas, y veréis llegar el establecimiento de mi Reino en el corazón de la humanidad, hoy dividida en razas, lenguas y colores, distanciada por distintas ideologías, en doctrinas, ambiciones y odios; la veréis en espíritu y en verdad, morar en las virtudes, perseverar en mis enseñanzas y pronunciar con respeto mi nombre: pero ¡Ahí cuántas encrucijadas y cuántas tentaciones tendréis que pasar! 45. Velad y orad, venced en mi nombre y entonces sí habréis alcanzado vuestra apoteosis espiritual, la gloria vendrá a vuestro encuentro y habrá sonrisas de paz y de júbilo verdadero. El hijo pródigo de la parábola retornará al hogar paterno, y contemplaréis que la humanidad, después de tantas luchas y caídas conquistará al fin la paz prometida a los hombres de buena voluntad. 46. Fortaleceos con mis enseñanzas y compartid de esta luz a la humanidad; decidle cuál es el origen del mal, y cómo lo puede combatir esgrimiendo las armas del amor y la virtud. 47. Decidle que, cuando el hombre apareció sobre el haz de este mundo, ya existían las vibraciones del bien y del mal, y que desde el principio mi justicia sabia y amorosa ha permitido que, tanto espíritus fieles a la luz de la conciencia, como seres guiados por el don del libre albedrío, encarnen en este mundo, unos para restitución de la humanidad, otros para bendición de ella misma. Por eso habéis contemplado en todas las épocas de la vida humana, cómo han surgido grandes espíritus, unos para el bien y otros para el mal; espíritus llenos de poder, llenos de fuerza y cuando habéis visto la aparición de esos espíritus encarnados en hombres haciendo obras bienhechoras, no habéis concebido por qué no todos los hombres son así. Se ha confundido la humanidad considerándolos como seres extraordinarios, que en el mismo tiempo en que otros seres evolucionan tan poco, ellos logran manifestarse con tanta potencia, con tanta luz, con tanto amor, sabiduría o virtud y es que esos espíritus no han venido a nacer o a empezar su evolución en la Tierra, es que son espíritus que se han acrisolado en otros mundos, en otros sitios desconocidos aún para vosotros; es que no han venido entre vosotros a sembrar apenas, sino a traer la cosecha, el fruto cultivado, sazonado por ellos en otros tiempos y en otros sitios; han venido a traer a vuestros labios su sabor, su vida, su esencia y con ellos han inundado vuestra existencia de bienestar; han dado a vuestro espíritu ejemplo y a vuestro corazón humano, fortaleza y báculo. De esos han sido los unos profetas, los otros patriarcas, otros sabios, otros reyes, algunos jueces o maestros; otros han traído la belleza de la Naturaleza, del corazón y del espíritu, para hacer sentir lo hermoso de la Creación a vuestro corazón. 48. También os habéis asombrado ante la fuerza que en su maldad han manifestado hombres y mujeres a través de todas las épocas de vuestra vida humana. El libro de vuestra historia ha recogido sus nombres; en el álbum de vuestra existencia, en el libro en donde Dios escribe y anota todos los hechos, todas vuestras obras, allí están sus nombres también y os habéis asombrado de que un espíritu, de que un corazón humano pueda albergar tanta fuerza para el mal, pueda conservar tanta fortaleza para no estremecerse ante sus propias obras; pueda acallar la voz de su conciencia para no escuchar el reclamo de Dios, que a través de ella hace a todos sus hijos. Y cuántas veces ha sido larga y duradera la jornada de esos espíritus sobre el planeta. A esos seres que en virtud del libre albedrío se han revelado a mi amor y a mi justicia, les he tomado, sirviéndome de su propia desobediencia, para convertirlos en mis siervos y creyendo obrar libremente, cada uno de sus pensamientos, de sus palabras y de sus actos, han sido instrumentos de mi justicia, tanto para ellos mismos, como para los demás. 49. Mas ¿Cuándo terminará ese reinado? El Padre os dice: El reinado del mal nunca ha imperado sobre la humanidad, porque aún en los tiempos de mayor perversidad, ha habido seres fieles a Mí, obedientes a mi enseñanza y apóstoles de mi Ley; pero la lucha sí ha existido siempre desde el principio. ¿Cuál de esas dos fuerzas ha sido hasta ahora adelante en la contienda? ¡La del mal! por eso he tenido que venir a materializarme entre vosotros para ayudaros, para avivar vuestra esperanza y fe en Mí, para dar calor a vuestro corazón y deciros: No estáis solos en la senda, no os he mentido jamás. Los principios que puse en vosotros no debéis torcerlos; este es el camino del bien y del amor. 50. Para Dios no existen nombres de religiones, ni organizaciones de religiones. Para el Padre solamente tiene valor la práctica que hayan hecho los espíritus en su Ley de justicia y de amor. Siempre he estado entre vosotros, en verdad, y estoy en todos los seres de la Creación; pero cuando ha sido menester limitarme, acercarme y materializarme en aras de mi amor, lo he hecho siempre, ya humanizando mi voz como en el Sinaí, ya hablando por boca de los profetas, así como haciéndome hombre, encarnando mi propio Verbo en aquel Segundo Tiempo, para hacerme palabra y milagro viviente; para hacerme sangre humana, para hacerme visible y tangible al ojo material de cada hombre, como ahora en este Tercer Tiempo, escogiendo entre vosotros hombres y mujeres de diferentes edades, nacionalidades y esferas, para dar a través de unos, de otros y de todos, la misma palabra, la misma esencia, la misma revelación y el mismo testimonio. 51. Pero en verdad os digo: Elías ha sido siempre antes. Antes de que el hombre llegase a morar el planeta, Elías vino para darle ambiente espiritual; para inundar de esencia espiritual todos los ámbitos de vuestra morada; para dejar convertido este planeta, no solamente en un paraíso terrestre, sino en un santuario para el espíritu, para que el hombre no se inclinara solamente ante la Naturaleza para adorarla, sino que por medio de la Naturaleza, descubriera la presencia de su Dios. Aún antes de que vosotros llegaseis, Elías ha sido. ¿Por qué? Porque habría de llegar el Padre a hacer reconocer su voz, desde los primeros moradores hasta los últimos, y en verdad que los primeros me escucharon y si no me vieron en todo mi esplendor y no contemplaron mi Divino Espíritu en alguna forma simbólica, sí supieron que Yo era Espíritu y sintieron mi presencia; supieron que Yo era, que Yo hablaba, que era su Padre; que Yo les contemplaba y les juzgaba; que Yo ofrecía todo el bien y les tocaba y reprendía por todo lo malo. 52. Mas para que vosotros pudieseis dar testimonio de la existencia de Elías, lo envié en el Primer Tiempo a encarnarse, para que diese testimonio de él y de su Padre y en verdad él fue uno de aquellos espíritus extraordinarios que sorprendió a la Humanidad, que asombró a los hombres por sus manifestaciones, por sus obras, por sus palabras; un varón que sin ser hombre de ciencia tenía en sus manos los elementos; un ser que siendo humano, sabía sobreponerse a la muerte y pasar sobre ella; un hombre que con su invocación atraía los elementos para sorprender la incredulidad y el materialismo de la humanidad; un hombre que sin ser hechicero sabía en verdad tener potestad sobre los espíritus desencarnados, y de todo ello dio grandes muestras a los que le rodearon. 53. Elías se levantó como profeta entregando profecías próximas a cumplirse y que los mismos testigos que las oyeron las vieron realizadas, y profecías también dadas para largos tiempos, que las nuevas generaciones testificaron. Y lo mismo fue defendiendo a los siervos del Señor que tocando con mano de justicia a los paganos y gentiles; lo mismo estimuló la buena fe de los que creían en su Dios invisible y a Él adoraban, que castigó el materialismo, la superstición y el paganismo de los gentiles. Yo por su conducto me manifesté, Yo por su boca hablé a los hombres, Yo en su brazo diestro puse mi potestad y para que vosotros fueseis testigos de que Elías pasaba por sobre la misma muerte y estaba él en la verdadera vida, le hice volver. 54. Había de venir él antes que el Mesías, a preparar los caminos, a despertar a los hombres de su profundo letargo; a avivar las esperanzas de aquéllos que día tras día y generación tras generación, de padres a hijos, venía esperando con tanto amor la llegada del Maestro, del Mesías. Hice que Elías en verdad y en espíritu fuese el Bautista, el precursor, aquél que venía a deciros: "Preparaos, penetrad en arrepentimiento y en oración, porque el Reino de los Cielos se acerca". Y el pueblo de Israel, el que creía en las profecías del Bautista, el que sentía temor ante su palabra, se entregaba a la vigilia y a la oración, despejaba su espíritu y su corazón y en ellos sentía la proximidad de la buena nueva del Reino del Maestro. 55. Hice que la vida del Bautista fuese extraordinaria, desde antes de hacerse hombre; desde antes de venir al mundo en el seno de su madre y después en su niñez y en su juventud y hasta su último instante, para que su presencia os despertara como despierta la campana al que duerme, para que os reuniera como el pastor reúne a su rebaño, os condujera a la ribera del río para purificaros, para lavar vuestros cuerpos, como un símbolo de la purificación del espíritu que solamente así puede recibir la comunión con su Señor. 56. Cuando Elías ha cumplido su misión de prepararlo todo como un siervo dócil y humilde, deja entonces la causa en manos del Señor y le dice: Padre, he aquí a la muchedumbre, he aquí a la multitud espiritual, la cual dejo en tus manos, porque allí está segura, porque es el redil más seguro tu propio corazón de Padre. 57. Hice volver a Elías en el Tercer Tiempo y así lo había Yo anunciado como Maestro en aquel Segundo Tiempo, diciendo: En verdad, Elías ha estado entre vosotros y no lo habéis sentido. Yo volveré al mundo, pero en verdad os digo: Antes que Yo, será Elías. Y como toda palabra del Maestro se cumple, en el Tercer Tiempo Elías ha sido antes que Yo para venir a despertar a los espíritus, a hacerles presentir que la hora del Espíritu Santo abría sus puertas, para decir a todo espíritu que abriera sus ojos, que preparara su calza para traspasar el umbral de la Segunda Era hacia la Tercera, y para que fuese más palpable la manifestación de Elías en este Tercer Tiempo, Yo le hice comunicarse a través de un varón justo: Roque Rojas. 58. Elías, desde el Más Allá, espiritualmente, iluminó al varón, le inspiró, le fortaleció y le guió en todos sus pasos de principio a fin. Mas de cierto os digo: No vine a escoger de entre los hombres a Roque Rojas. Yo le envié, envié a su espíritu ya preparado por mi caridad, le entregué materia preparada también por Mí y vosotros sabéis que fue humilde, que a través de su humildad y de su virtud el Padre manifestó grandes obras. Fue profeta, portavoz, vidente y guía. De todo ello dejó un claro ejemplo al pueblo. Fue burlado y mofado por su mismo pueblo, como lo fue Moisés en el desierto; fue perseguido como Elías, el profeta, y tuvo que buscar las cumbres de los montes para desde allí orar y velar por su pueblo. Fue escarnecido y juzgado por sacerdotes y escribas, como su Maestro; fue creído, seguido y circundado por unos cuantos, también como su Maestro; sus manos repartieron bálsamo, hicieron prodigios que levantaban fe en unos y confusión en otros; sus labios hablaban de lecciones proféticas para unos que se realizaban al pie de la letra; sus labios sabían decir consejos llenos de consuelo para los corazones enfermos; su mente sabía concebir grandes inspiraciones y sabía elevarse con el éxtasis de los justos, de los apóstoles, de los profetas; su espíritu sabía desprenderse de este mundo y de su carne, para penetrar en el valle espiritual y humildemente llegar hasta las puertas del Arcano del Señor, y por medio de esa elevación, el espíritu de Elías se manifestó a los primeros testigos, antes de venir el rayo del Maestro. 59. Fue la luz de Elías quien le preparó, quien le iluminó y le dio certeza delante de los presentes, quien dio testimonio diciendo: "Yo soy el profeta Elías, el de la transfiguración sobre el monte Tabor". Habló de justicia, de cargos y de muerte y se estremecieron los presentes en verdad, y aquel estremecimiento fue de fe, de confianza y de entrega para el Señor. Mas después de que Elías hubo preparado ese camino de la nueva comunicación para que fuese la presencia del Padre en el Tercer Tiempo, una vez que hubo preparado esa senda para que el Señor llegara a este mundo por el conducto humano, y preparó el oído, el corazón y todo el ser del hombre, para escuchar con atención al Verbo del Espíritu Santo, Elías quedó presente espiritualmente entre la Humanidad para despertar a todos los dormidos, para purificar a todos los manchados, para envolver en el fuego de su espíritu a todos los fríos, para trazar sendas, veredas y caminos que atrajeran a todos los espíritus hacia el camino de verdad; porque Elías, no solamente trabaja en este pueblo; su espíritu en su lucha abarca a toda la humanidad, y cuando él se hubo manifestado a través de Roque Rojas, se abrieron las puertas del Tercer Tiempo para el mundo, porque es el tiempo en que comenzaron a llegar para reencarnarse, los espíritus de los 144,000. 60. Roque Rojas fue el primer marcado De Espíritu a espíritu le hablé diciéndole: En verdad, en torno a mi palabra vendrán las grandes multitudes a recrearse, mas como son pequeños todavía, tendré que manifestar mi palabra y mis obras a través de los portavoces; tendré que señalar en su frontal material un triángulo para hacerles reconocer que son de los 144,000, que son de aquéllos que Yo anuncié a través de otro profeta desde el Segundo Tiempo, para venir a cumplir en este tiempo una delicada y grande misión entre la humanidad, misión de redención, de espiritualidad y de elevación. 61. A través de Roque Rojas os hice comprender que estabais en el Sexto Sello, que se abría para vosotros el libro en su Sexto Capítulo, en su Sexta Parte. Ese Libro de los Siete Sellos, es la historia anticipada de la existencia de la humanidad, porque solamente Dios podía escribir la historia de los hombres antes de que ellos la vivieran, y estando ese Libro encerrado en el misterio, para ser revelado su contenido a la Humanidad, solamente una mano podía abrirlo, una mano santa y pura, una mano perfecta, y ésa fue la del Cordero, la del mismo Dios, que conocisteis a través de su enseñanza y su sacrificio en el Segundo Tiempo, sacrificio sublime de amor; era la única digna de abrir aquel libro, porque no hubo en la Tierra, ni en el Cielo, ni en el espacio, ni en ningún mundo, espíritu que fuera digno de abrir y revelar el libro y su contenido a los espíritus. 62. Os he dicho a través de esta revelación, que vosotros pertenecéis al Sexto Sello, pero habéis pertenecido a los cinco anteriores y tenéis que pasar por el séptimo, hasta penetrar en la eternidad. 63. Los Siete Sellos son vuestra vida, son vuestra historia, vuestras luchas, vuestros triunfos y caídas, vuestros sufrimientos, combates y al final vuestra redención, llena de gloria, llena de himnos, llena de festín espiritual a la diestra de vuestro Señor, en su propio seno, pero ha habido turbaciones entre mi pueblo y después de esas confusiones no he encontrado la verdadera preparación en mis portavoces, para que Yo como Maestro, como Espíritu Santo, os saque de ellas. 64. Elías no desató los Siete Sellos, ni vino a implantarlos a vuestra nación. Roque Rojas no desató los Siete Sellos. El Libro de los Siete Sellos lo desaté Yo mismo. Solamente Dios podía revelar a sus hijos las intimidades, los arcanos de Él mismo; bien está que a través de mis profetas y de mis apóstoles, el Espíritu Santo os reveló grandes lecciones, pero solamente vuestro Señor es Aquél que puede abrir su corazón para que vosotros contempléis su interior. Los profetas os han hablado en sentido figurado y el Padre ha traído para vosotros la realización y el cumplimiento de las profecías. 65. Ya veis cómo en todos los tiempos he estado con vosotros dando lustre a vuestras armas primitivas, a vuestras armas originales, para que podáis vencer al mal que existe desde antes que vosotros fueseis, para que deis siempre acceso a las buenas inspiraciones, para que atraigáis siempre con vuestra oración y virtud las buenas emanaciones del mundo espiritual de luz; para que en vuestro sueño, en vuestro trabajo, en vuestras pruebas o trances difíciles no caigáis nunca en las redes de la tentación que siempre os ha acechado, que siempre os ha prometido el camino del mal lleno de placeres y riquezas pasajeras, de luces falsas, de sabiduría y honores, que hoy son y que mañana no existen, pero que dejan grande amargura. 66. Ya veis como siempre habéis tenido un pastor que os ha preparado el camino y os ha seguido siempre: Elías. Y si vosotros me decís: Maestro, en estos últimos tiempos hemos carecido de grandes ejemplos para seguir tu huella, el Maestro os responde: ¡Tomad de Roque Rojas el buen ejemplo! Él es una imagen de Elías, él veló por vosotros como pastor; él consagró su vida a mi servicio y en él hubo limpidez, elevación y amor, porque supo conservarse fiel a la misión que desde el Más Allá le entregué como el buen Enviado. 67. Roque Rojas no dictó la Ley, ni él la entregó a la humanidad, él solamente fue el conducto del Padre para que por su entendimiento y sus labios pasara la Ley del Padre en palabras, hacia el corazón de la humanidad. Como portavoz, supo entregarse en mis brazos, supo inspirarse en Mí y extasiarse hablando por su conducto Elías para dar los primeros panes, las primeras gotas de vino, los primeros manjares a aquellos primeros que a la mesa del Señor se sentaron en el Tercer Tiempo. Como Guía, supo conduciros por el camino de la verdad para que no torcieseis vuestros pasos, cuidando de que no cayeseis en el fanatismo ni en la idolatría; cuidando de que no fueseis a confundir el Espiritualismo con ciencias materializadas que hablan del espíritu, pero que no enseñan la práctica de la caridad a todos mis hijos, ni con sectas o religiones y entregándoos una palabra limpia. Como vidente, supo contemplarme y dar testimonio fiel a los que le oían, para que ellos afirmaran su fe, y su testimonio siempre fue verdadero. 68. Mas después de Roque Rojas habéis tenido otros ejemplos, si no perfectos, sí de los que dejan simiente a vuestro corazón. Estimulad vuestros pasos en el buen ejemplo de vuestros hermanos que van caminando adelante. Mas no les juzguéis con el juicio severo de un juez perfecto, porque entonces no podríais encontrar la perfección que buscáis en ellos, pero si buscáis en alguno de vuestros hermanos fidelidad, la hallaréis; fortaleza, la encontraréis; amor, también; ahínco, abnegación, sacrificio. 69. De todas las virtudes encontraréis en vuestros hermanos un átomo, una partícula, pero ya es algo, porque es la simiente que vengo levantando en los corazones de mis discípulos, ya que todos lo sois, mas si queréis encontrar perfección, buscadla en mi palabra, porque en mi palabra está el Maestro de Maestros y Él os dice esto sin alarde: ¡El sí es perfecto! 70. Esta manifestación que desde 1866 os vengo dando, está próxima a concluir y cuando el Maestro cese de hablar a través del entendimiento del hombre, cuando esta manifestación haya cesado para Mí y para vosotros, ¿Qué hará Elías? 71. Ya os he dicho que después de haberme tenido por el conducto del hombre, me tendréis de Espíritu a espíritu. ¿Acaso al día siguiente de mi partida, ya vuestra comunicación será perfecta? ¿Desde el nuevo día después de mi partida comenzará ya el pueblo de Israel a tener las grandes inspiraciones y comunicaciones perfectas con mi Divino Espíritu? Desde ahora os digo que no. Ya os he anunciado y ordenado un tiempo de meditación y preparación en estas prácticas, pues de cierto os prevengo que en ese tiempo de meditación y preparación, Elías será con vosotros, pero será espiritualmente. La mirada espiritual de los videntes, dará testimonio de ello y vuestros corazones sentirán su presencia, su calor, su profecía y su aliento. 72. Cuando mi pueblo ya esté preparado, vendrá el Maestro sobre la nube, sobre esa nube espiritual y universal, a comunicarse con todo aquél que en verdad esté preparado, a ayudar en su preparación al que no lo esté y a despertar a los que lejos de esta enseñanza puedan encontrarse y entonces no solamente tendré acceso entre vosotros; no sólo entre este pueblo doctrinado hallaré puertas abiertas para mi comunicación espiritual. De cierto en todo el Orbe ya me están esperando; no estarán todos preparados como os he dicho, pero están los fieles, los perseverantes, los que mucho han sufrido y se han convertido y los que han conservado preparación: allí están esperándome, Yo los contemplo y no los defraudaré, en ellos seré en Espíritu y en Verdad. 73. Surgirán los videntes en todo el mundo, los profetas, los que se comuniquen de espíritu a Espíritu; los hombres y mujeres de diferentes edades y nacionalidades, hablando de grandes inspiraciones. Ese tiempo ya está próximo, oh pueblo, por eso os pongo alerta, os preparo y enseño, para que no caigáis en tentación ni en confusión, porque grandes confusiones van a levantarse en tiempos venideros entre esta Humanidad. 74. La espiritualidad, que es mi propio Reino, se acerca a grandes pasos, como esos vientos que vienen del Norte arrasando todo, estremeciendo todas las arboledas, conmoviendo todos los bosques, llamando a las puertas y azotando los rostros de todos los seres; así también el Espiritualismo viene como un vendaval de luz y de amor; vendaval que arrastra y arrasa todo, y él llegará a establecerse en el corazón del hombre, en el corazón de todas las instituciones, en el seno de todas las naciones y de todas las razas. Es mi Reino, el Reinado del Espíritu Santo, Reinado de elevación espiritual, de paz y de amor. 75. En verdad veréis entonces cómo la Humanidad, despertando de hombre en hombre, de corazón en corazón, tendrá que penetrar en el templo, en el santuario, en la verdadera iglesia del Espíritu Santo que es la Obra Universal, que es la Ley de Dios, Ley de justicia y de amor. Pero vosotros veréis a los hombres confundirse con el Espiritualismo, aún buscándolo, aún persiguiéndolo y alegrándose de haberlo encontrado; veréis a los hombres caer en confusión espiritual, en grande fanatismo porque para que una doctrina se establezca en verdad en el corazón del hombre, antes tendrá que ser como un pasto del fanatismo y de la idolatría de la Humanidad. Será muy grande el fanatismo espiritual del hombre en el Tercer Tiempo; con tanta fuerza a él querrán entregarse, que desconocerán la misma vida material, desconocerán su materia, desconocerán muchas leyes materiales para entregarse de lleno solamente a lo espiritual; para pensar, para soñar, para vivir solamente la existencia del espíritu, olvidándose de lo material; pero entonces las mismas leyes materiales que tienen principio de justicia en lo espiritual, se encargarán de despertarlos, de tocarlos, de reprenderlos y de corregirlos. 76. También vosotros, como discípulos de esta Obra, como los 144,000 marcados, como el Israel espiritual, doctrinado por el Padre en todos los tiempos, tendréis la grande obligación de levantaros con vuestro gran libro espiritual de sabiduría, con vuestro estandarte de paz, unión y buena voluntad, con vuestras armas de justicia, con vuestros dones de revelación, de profecía, de intuición, de análisis, de estudio en mi palabra, a decir a la humanidad: ¡Ésta es la Obra del Padre! ¡Este es el verdadero Espiritualismo y ésta es la forma de cumplir! ¡Éste es el culto, la práctica que el Padre ha venido a enseñar como Espíritu Santo! 77. ¡Allí estarán entonces vuestras tierras sin fin, allí estará vuestra labor esperándoos! ¡Allí estará el día sin noche, el trabajo sin fatiga y el combate sin muerte! ¡Allí estará el festín para vuestro espíritu, fiesta de amor y de redención, fiesta de lucha! Cuanto más grande sea vuestro trabajo, mayor será vuestra alegría y pasaréis de esta vida a otra, llevando en vuestro espíritu la cosecha de vuestro cumplimiento, como la mejor prueba de que vosotros fuisteis de los fieles del Señor, de los espíritus que vertisteis a este mundo solamente a sembrar paz y amor y desde el Más Allá contemplaréis las contiendas de este mundo; desde allá contemplaréis la simiente de luz y de amor penetrando doquiera, convirtiéndolo todo, conmoviendo hasta sus cimientos todos los principios de la humanidad y esperaréis sumisos y obedientes las órdenes del Padre para venir, para volver al mundo, a hacer la voluntad del Padre; los que no hayáis concluido vuestra faena, los que no hayáis terminado vuestra obra, tendréis que venir y otros tendréis que ir a otros mundos, al seno de otras congregaciones de espíritus; pero esto no os entristezca, no penséis en el descanso eterno en el seno de Dios. 78. En el descanso piensa vuestra carne, porque ella es frágil; mas para el espíritu el descanso sería su peor castigo ya que el mejor premio para el espíritu, es la actividad, el trabajo, la lucha; porque en ello glorifica a su Padre al imitar a su Dios, que nunca descansa. La fatiga no existe en el espíritu que está en plena evolución, tampoco la noche, el hambre ni la sed. 79. Bastará que la muerte despierte a vuestro espíritu en el Más Allá, para que él, desde ese preciso instante, en vez de turbarse lo comprenda todo y me diga: Padre mío "Hoy mis alas se abren para conquistar el infinito y hoy puedo amarlo y comprenderlo todo con la luz que me entregaste a través de los tiempos, señaladme mi tarea, mi misión". ¿Acaso sabéis si vosotros, que hoy os sentís pequeños, iréis a otros mundos a aparecer como grandes espíritus, como profetas, como maestros inspirados en las obras bellas del Universo? 80. No lo sabéis, pero sí el Padre os dice que no terminará vuestra jornada con la muerte, que no terminará vuestro camino en llegar espiritualmente a Mí; que todavía tenéis por delante mucho que contemplar y que vivir, mucho que aprender y que hacer también. 81. Esta mi palabra la oís vosotros en la Tierra a través del entendimiento humano y en la escala superior a vosotros, otros espíritus moradores de ella la están escuchando también. Así como en otras escalas superiores los espíritus que allí moran, la están oyendo; porque este concierto, que el Padre en el Tercer Tiempo entabla con los espíritus, es universal. Yo lo he dicho: Mi rayo es Universal, mi palabra y mi esencia universales también son y desde la escala más alta que hayan alcanzado los espíritus, allí me oyen. Vosotros me oís ahora en esta comunicación a través de la forma más imperfecta, que es a través del hombre. 82. Por eso os estoy preparando para comunicaciones superiores y para que cuando penetréis en espíritu, dejando de lleno esta Tierra, podáis entonces reuniros en una nueva escala a escuchar el concierto que el Padre entable con vuestro espíritu. Hoy estáis vosotros en materia, recreando vuestro corazón y espíritu con esta palabra y aquellos seres que os pertenecieron en la Tierra, a los que llamáis todavía padre, esposo, esposa, hermano, hijo, pariente o amigo, están en otras escalas escuchando la misma palabra; mas para ellos es otro su sentido, su esencia, aun cuando experimenten el mismo gozo, el mismo recreo, el mismo aliento, el mismo pan. 83. ¿No es por ventura, os dice el Maestro, maravilloso este concierto? ¿No se recrea, no goza vuestro espíritu pensando que lo que aquí estáis recibiendo como sustento espiritual, es causa también de alegría y vida espiritual en otros orbes, en otros mundos donde habitando están seres que vosotros amáis, seres que conocisteis y que por medio del Espiritualismo están tan cerca y distantes al mismo tiempo de vosotros? 84. Así os preparo llenos de luz, oh mis discípulos; así os conforto y os hago contemplar los horizontes infinitos que os muestra mi Obra, para que llevéis este mensaje de esperanza y de luz a toda la humanidad, para que la hagáis mirar el verdadero sentido de la vida humana y de la vida espiritual, pero no solamente llevéis mis enseñanzas en la palabra, sino en la obra, porque quiero que vosotros penetréis de lleno en la práctica de mi Doctrina y así seáis los buenos espiritualistas, los que sepáis dar al mundo lo que es del mundo y a Dios lo que es de Dios. Lo que corresponda a vuestra materia, sea dado con justicia, con caridad y amor a ella, y lo que corresponda a vuestro espíritu, sea dado con amor y caridad a él también; que tengáis un tiempo para vuestros deberes terrestres y un tiempo también para vuestros ejercicios espirituales, para las prácticas espirituales y para el desarrollo de las mismas. 85. De este modo caerá de vuestro espíritu y será abolido de vuestro corazón todo vestigio, toda huella de fanatismo e idolatría, de materialismo y hasta de superstición, y practicando con limpidez, con esa pureza, con esa sencillez y elevación el Espiritualismo, daréis el verdadero ejemplo a la humanidad de lo que debe ser el culto que el Padre espera de vosotros en el Tercer Tiempo. 86. Fuertes estáis, no solamente para que seáis los discípulos, sino los maestros de esta Obra; plenos de bálsamo, colmados de dones. Sabed encontrar todas estas virtudes en vuestro propio seno, en esa arca invisible que he puesto, que he colocado en el corazón de cada uno de vosotros. 87. Penetrad en vuestro interior y encontraréis allí el santuario, el arca; encontraréis una fuente, un manantial de gracias y de bendiciones. No hay ningún espíritu desnudo, no hay ningún desheredado. Ante mi misericordia divina no hay uno solo en todo el Universo que pueda decirse pobre, desconocido de su Padre; ninguno que pueda decirse expatriado de las tierras del Señor. El que se siente desheredado, es porque no ha encontrado en sí mismo los dones o porque de momento se ha perdido entre el pecado o se encuentra ofuscado o porque se siente indigno. Sabed siempre encontrarlos dentro de vosotros mismos y veréis como nunca os faltará mi presencia, veréis como siempre habrá pan, bálsamo, armas, llaves y todo cuanto hayáis menester en el seno mismo de vosotros, porque sois los herederos de mi Reino y de mi gloria. 88. Esta es mi palabra que escribo en vuestra conciencia en este día de gracia. 89. ¡Velad y orad, oh pueblo, porque así como la simiente de restauración, la semilla de redención está entre vosotros y muy cerca de la humanidad, la semilla que propaga la cizaña está también germinando grandemente en el corazón de mis hijos muy amados! 90. ¡Velad y orad para que la hoz se acerque! No está la hoz en la mano del hombre; está en la mía. 91. Yo permitiré que la mano del hombre lleve la destrucción, la muerte y la guerra, pero hasta un límite solamente. De ese límite la justicia, la perversidad, la ofuscación y la ambición de los hombres no podrán pasar. Vendrá entonces mi hoz y ella segará con sabiduría lo que sea mi voluntad, porque mi hoz es de vida, es de amor y es de verdadera justicia; pero vosotros, pueblo, ¡velad y orad! 92. Así quiero contemplaros y en la fuerza de vuestra oración he encontrado también motivo para perdonar. Por vuestra intercesión Yo me sentiré también conmovido en mi corazón, para detener mi justicia. En vuestras peticiones Yo encontraré bálsamo para llevarlo a los que lloran; en vuestra elevación de espíritu Yo encontraré también motivo para detener la destrucción que hacen los hombres. 93. ¡Por ello quiero que veléis, por eso quiero que oréis, que perdonéis y que améis, oh Israel! ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 346 1. Vengo a entregaros mi palabra para pulimentar vuestro corazón, para hacer sentir mi paz a vuestro espíritu. 2. Yo soy la luz y la vida y el que a Mi viene recibe de esta gracia. Como Padre, sufro cuando os despojáis de los bienes espirituales, cuando vais a vuestro libre albedrio alimentando las tendencias materialistas y haciéndoos acreedores al dolor. Si sufrís y lloráis, es por vuestra propia iniquidad, mas Yo vengo a apartar de vosotros las tinieblas y a limpiar vuestro camino de espinos y pedruscos para que busquéis mi sendero, para que olvidéis vuestro pasado y sólo veáis vuestro futuro. 3. Yo seré siempre con vosotros, seré el buen consejero y fiel compañero y os hablaré a través de vuestra conciencia para que no caigáis en tentación. 4. Sois como una planta que el Padre ha cultivado, como buen jardinero me encuentro entre vosotros retirando la ortiga, apartando al gusano roedor. Vengo cultivando vuestro espíritu para que se encuentre en armonía conmigo. 5. Sois los náufragos a quienes he venido a mostrar la barquilla salvadora, para que no perezcáis en las olas del mar embravecido. Caminad sobre las aguas, como dije a Pedro, mas no me digáis como él: Maestro, salvadnos que perecemos. Cuando la fe, unida al amor forme una sola potencia, experimentaréis una gran fuerza en vuestro espíritu y aún la misma materia podrá caminar sobre las aguas, porque os sostendrá la potencia de vuestro Padre. Mas nunca intentéis poner a prueba a vuestro Señor. 6. Bienaventurado el que agrada al Padre con sus obras, porque Yo siempre le recompenso en silencio dándole la multiplicación de lo que ha entregado. 7. Grande es el número de los menesterosos, de los ciegos, de los turbados, mas Yo como Padre me acerco a ellos para entregarles mi caridad. 8. Esta manifestación será entre vosotros hasta el año de 1950 y quedará escrita en vuestro corazón. Pero mientras ese tiempo llega, vengo a conduciros para que os acerquéis a Mí. He venido a doctrinaros, porque ha llegado el Tercer Tiempo y en él habéis escuchado la voz de la trompeta celestial que ha despertado a vuestro espíritu. Los unos me habéis preguntado: ¿Padre, por qué habré venido nuevamente a morar en la Tierra? Y el Padre os dice: Para que vuestro espíritu restituya la limpidez perdida y en verdad os digo: Bienaventurado el que ha penetrado en esta restitución, porque él será en mi Reino, porque se habrá purificado y habrá cumplido con su misión. 9. Vosotros formáis parte del pueblo escogido de Israel, a quien he entregado una vestidura de luz, para que os levantéis el mañana cual maestros, cual guías de la humanidad. En este tiempo estoy llamando a todos mis hijos y todo el que sea conmigo y me ame, se levantará a luchar y a trabajar. 10. La tentación aún os rodea, mas llegará el tiempo que os he anunciado en el cual la tentación será atada para que en vuestros caminos sólo sea mi luz la que os guie. 11. Estáis en el tiempo de la lucha y el trabajo, en que debéis de purificaros y de restituir vuestro pasado, porque no es a vuestra carne a quien he confiado la heredad, sino a vuestro espíritu que es el que ha brotado de Mí. 12. Al espíritu tengo que purificarlo, que limpiarlo para que sea de retorno a Mí para fundirse con mi Espíritu Divino por toda la eternidad, para que goce de mi Reino Celestial. 13. Hijos amados que en corto número habéis llegado, en verdad os digo: Mi mirada perspicaz descubre por doquiera a mis escogidos, los cuales sienten en su espíritu que ya es el tiempo de mi presencia, ellos no han escuchado mi palabra como vosotros, mas en su espíritu escuchan una voz que les dice que estoy nuevamente entre la humanidad, que he venido espiritualmente sobre la nube; a los unos les concederé contemplarme con los ojos de su espíritu, a otros a través del presentimiento, a los demás les hago sentir grandemente mi amor para que sientan la presencia de mi Espíritu. 14. Estoy llamando a las puertas del corazón de la humanidad, a unos los encuentro preparados, a otros durmiendo, porque se han estacionado en las distintas sectas y religiones y por un momento se han desviado del camino. Mas ha llegado el tiempo en que mi campana sonora está haciéndoles el llamado para que todos vengan a Mí, reciban la resurrección de su espíritu y se unifiquen para sentir mi paz en la Tierra y llegar a la Tierra Prometida. PARÁBOLA 15. Un gran señor lleno de virtud y de potestad encontrabase en un trono elevado y alrededor suyo grandes multitudes, millones y millones de criaturas le rodeaban; pero ninguna de estas multitudes se podían acercar al soberano, sólo de lejos le podían contemplar, mas en su corazón deseaban aproximarse, para estar muy cerca de él. De pronto se abrió una puerta y en ella apareció un cordero manando sangre y una inscripción que decía: He aquí la luz, he aquí la puerta abierta, para todo aquél que quiera penetrar, para todo el que lleve la virtud en su corazón, venid, venid, Una luz refulgente se contempló y las multitudes llenas de regocijo se encaminaron hacia aquella puerta; los unos llegaron y penetraron en aquella mansión, mas no todos llegaron porque encontraban espinos en su camino y no pudieron caminar; otros encontraron grandes barreras que les impedían penetrar por aquella puerta, mas aquel Soberano, aquel Señor Todopoderoso, desde las alturas contempló a las multitudes y les dijo: Penetrad, penetrad, que el Cordero ha derramado su sangre purísima para mostraros el camino por el que todos vosotros llegaréis a mi Reino . 16. Hijos benditos: Con mi amor sublime he dado la libertad a vuestro espíritu y os he libertado de las cadenas del pecado. Con mi sangre preciosísima os he dado la oportunidad de que vuestro espíritu se labre el galardón y logre escalar hasta llegar a mi Reino. 17. ¿Me comprendéis, pueblo? Aquel soberano es vuestro Padre Eterno Gran Jehová; la puerta que se abre es Jesús, vuestro Maestro, el Cordero inmolado, que vino al mundo a rescataros, derramando su sangre hasta la última gota, para dar luz y resurrección a vuestro espíritu. 18. En este tiempo nuevamente os he confiado una envoltura, para que vayáis restituyendo, para que os apartéis del pecado y de todas las tendencias del mundo, para que peldaño tras peldaño ascendáis a la montaña en donde os estoy esperando con mis brazos abiertos. 19. Yo os he enseñado la forma de elevaros en la oración para que os apartéis del pecado, que rechacéis las tentaciones, porque escrito está: La muerte del espíritu abolida quedará, porque Yo soy el Camino y la Vida y llegará el tiempo en que os recuerde: ¿Dónde está ¡Oh muerte! tu poder? ¿Dónde está ¡Oh sepulcro! tu victoria? Porque en verdad, el aguijón de la muerte es el pecado y aboliendo estoy en este tiempo al pecado, con la luz de mi Espíritu Santo. 20. Llegará el tiempo en que vosotros contemplaréis la cosecha de lo que vayáis sembrando entre la humanidad. En vuestras manos he confiado los instrumentos de labranza para que cultivéis las tierras y con los buenos frutos sea alimentada la humanidad. 21. Vengo a labrar vuestro corazón con el fino cincel de mi palabra y a iluminaros con la luz del Espíritu Santo. Soy el Maestro de Maestros que he venido para daros la enseñanza, para perdonaros, para conduciros por el camino de la verdad y cual Doctor de los Doctores también soy entre vosotros para sanar a vuestro espíritu de su lepra y apartarle su dolor. 22. Os doy mi enseñanza para que la pongáis en práctica, para que llevéis amor y pureza en vuestro corazón y aunque la tentación se acerque no encuentre cabida en vosotros, porque con mi luz y con mi amor, Yo os hago fuertes para que rechacéis toda flaqueza. 23. Pueblo bendito: Contemplad al mundo en sus guerras apurando el cáliz de dolor, mas de todo esto Yo os he salvado, no lo atribuyáis a la casualidad, pueblo bendito. Sois el pueblo agraciado para que os preparéis con mi palabra, para mostrarla al mundo, porque esta es mi voluntad. 24. Sois mi instrumento, pueblo escogido de Israel, en vuestras manos he confiado mi potestad y mi luz para que disipéis la tiniebla de la humanidad. 25. Por vuestra obediencia y cumplimiento os sentiréis transformados espiritualmente y unidos a los ejércitos espirituales para que en ese Más Allá, sigáis siendo mis siervos y nunca más os apartéis de Mí. 26. Yo os he confiado este tiempo para vuestra preparación, para que os regeneréis y escaléis paso a paso la montaña. 27. En verdad os digo que mi amor y la luz del Espíritu Santo están derramados en toda la humanidad, más las guerras han sorprendido a las naciones, como mi apóstol Juan contempló en el Segundo Tiempo. ¿Y acaso Yo he preparado estos sufrimientos para vosotros? ¿Acaso Yo soy la muerte? No hijos, soy la Vida y vida he venido a entregar a todos mis hijos. 28. En cada reencarnación que he confiado a vuestro espíritu, siempre os he hecho el llamado a la vida verdadera. Mas esta luz no es sólo para vosotros, pueblo escogido de Israel, porque vosotros sois la representación de toda la humanidad. 29. Hablo a vuestro espíritu, toco las puertas de vuestro corazón y me hago sentir a través de la conciencia para que reconozcáis la responsabilidad que pesa en vuestro espíritu. 30. Yo os he trazado un solo camino, porque soy un solo Dios y una sola Ley y en todos los tiempos he entregado una misma Doctrina para que el espíritu pueda hacer mi voluntad. 31. Con palabra de amor os hago reconocer que no habéis podido cumplir con vuestra misión, porque contemplo que la humanidad se ha confundido y en su ceguedad y en su materialismo se ha dejado conducir por las veredas que el hombre ha trazado, y así es como ha llevado la venda de oscuridad en su espíritu y se ha despojado de mi gracia. 32. Reconoced, mi pueblo, cuántos errores lleva la humanidad; por su ignorancia me busca en su materialismo y su corazón adora falsas deidades, por eso no ha sentido espiritualmente mi presencia. Se recrean mis hijos con la palabra florida y creen transitar en el camino de la luz y de la verdad, sin contemplar en este tiempo a mi Espíritu como la estrella salvadora que envía su luz desde el infinito. 33. A vosotros os he entresacado del mundo y aunque sois torpes y humildes, por vuestro conducto he derramado mi Verbo para esclarecer al mundo mi verdad con la luz del Espíritu Santo, para que esta humanidad ya no se confunda y para que su espíritu lleve vida de gracia y en su corazón me sienta y lleve espiritualidad. 34. Yo os he entresacado para haceros poseedores de mi gracia y para que al contemplarme os levantéis para rescatar a vuestros hermanos del abismo, para salvar a los náufragos del mar anchuroso de maldad, para libertar a los esclavos de la tentación. 35. En el Tercer Tiempo me encuentro haciendo el llamado a todos por igual, para que todas mis ovejas retornéis a mi redil. 36. Vengo a rescatar de las tinieblas al espíritu y a despertarle de su letargo, porque Yo os he creado y mucho os amo, y en el Segundo Tiempo por amor a la humanidad derramé mi sangre para vuestra salvación. 37. Muchas complacencias espirituales os he entregado para que vosotros os preparéis y os convirtáis en los soldados de mi causa divina. Yo os he confiado en revelación y a través de la intuición mis mensajes para que comprendáis mi voluntad. 38. Os he dicho, Israel amado, que llegará el tiempo en el cual malos portavoces se levantarán para dar acceso al falso Jesús y dentro de su materialismo engañarán diciendo que por su conducto está hablando el Maestro. Se levantarán falsos guías y falsos profetas, falsos soldados que con su palabra y materialismo quieran apartaros del camino de la luz y de la verdad. 39. Os he dado el alerta, recordad que cada año os he dicho: Preparaos, pueblo amado, aprovechad mi presencia y almacenad en vuestro corazón mi palabra, para que sea el mañana vuestra fortaleza y así el tiempo no os sorprenda. 40. Os confié tres años postreros para que os levantaseis y os preparaseis como ejemplo de los portavoces para que os reconocieran como los verdaderos soldados y los verdaderos discípulos del Divino Maestro. Mas esta gracia muchos la habéis retenido y la habéis negado. Yo he dicho a Israel: Ved a la humanidad cómo se encuentra envuelta en su tiniebla, en su fanatismo y en su idolatría y por esta causa se ha despertado en su corazón la ambición, la codicia, la grandeza que la envanece y todo esto es abominable ante mi mirada perspicaz. Mas a vosotros os he iluminado, os he tomado de la mano para que os levantéis a mostrar al mundo el camino de la luz. 41. Yo desde el Segundo Tiempo os entregué mi profecía para anunciaros las pruebas que habían de acontecer. Os dije que la Tierra se estremecerla, que los elementos se desencadenarían, que la peste, las plagas y la muerte arrasarían las comarcas, que el rumor de las guerras llenarían de zozobra el corazón de la humanidad. 42. Yo soy el que me presento delante de la humanidad como luz, soy el que vengo a entregar al espíritu la orientación y a confiarle mi potestad y mi amor, para que doblegue a la materia y ésta haga mi voluntad. 43. Mi justicia detendrá el ímpetu bélico de la humanidad y se amarán los unos a los otros, ya no habrá egoísmo, ni grandeza ni incomprensión; todos se regirán por la Ley Divina, todos obedecerán la voluntad de su Creador; habrá paz en la Tierra y las naciones no se levantarán más en guerra, también la ciencia me reconocerá. Todos se levantarán buscando el mismo camino llevando la misma orientación y en este mundo habrá moral, caridad y unificación verdadera. 44. Sois vosotros, pueblo amado, los que vais limpiando y aderezando los caminos, porque grandes multitudes vendrán detrás de vosotros y a esas multitudes prepararé con mi palabra. 45. ¿Qué tiempo será ese Israel? No lo sabéis, mas os digo: levantaos a luchar para que la humanidad reciba mi paz y mi amor y para que quede cubierta con mi misericordia divina. 46. Es muy corto el instante en que tendréis mi palabra a través del entendimiento humano, mas algunos hablan conforme a su inteligencia Y dicen: ¿Cómo ha de abandonarnos el Padre, si es amor? Él, como amor, obligación tiene de encontrarse cerca, muy cerca de nosotros, y hoy que vamos a encontrarnos en peligro, que todavía no hemos comprendido su enseñanza, que no hemos almacenado de lo mucho que Él nos ha entregado y nos encontramos débiles. Él es el Dios amado que no podrá abandonarnos a la inclemencia de los tiempos. Él es el amor supremo que no puede reclamarnos si infringimos su Ley; Él, siendo amor no puede reclamarnos que desobedezcamos su voluntad suprema. Su palabra será levantada de aquellos lugares en los cuales no se haya cumplido su Ley, en ciertos lugares su luz y su palabra serán levantadas y en los lugares en donde nos levantemos con actividad, el permanecerá entre nosotros. Y el Maestro os dice: Yo sabía que la incomprensión humana habría de levantarse como obstáculo ante mi palabra verdadera. Pero en el Templo del Espíritu Santo se unificarán las ideas de toda secta, de toda religión. 47. Mucho tiempo el Maestro ha estado con vosotros, os he preparado, os he señalado con mi luz como mis escogidos y os he entregado mi ósculo de paz, para que caminéis con firmeza y obediencia. Al que se ha preparado le es dado penetrar en los arcanos del Padre, para que reconozca que mi Obra no es un misterio. 48. No os sintáis solos en el mundo, aprovechad la caridad, la paz y el consuelo que en mi palabra os traigo cada día. Yo quiero que el mañana sepáis conduciros y recibáis las vibraciones de mis pensamientos. Es menester que el mañana, cuando ya no me escuchéis a través de un portavoz, pongáis en práctica mis enseñanzas y aprendáis a recibir mi luz espiritualmente. Mi Mundo Espiritual será con vosotros en toda manifestación espiritual. 49. Cuando estéis preparados, no habrá para vosotros barreras o distancias que os impidan llevar a la humanidad este mensaje de luz y de paz. Seréis para vuestros hermanos el ejemplo de humildad y mansedumbre, por vosotros les daré la vida y la fortaleza. Bienaventurados sois aquéllos que habéis envejecido trabajando en mi campiña, aquellos que siendo jóvenes, os habéis apartado de las orgías del mundo; porque vosotros tendréis una alegría eterna. Mas no busquéis la recompensa en este mundo, ni esperéis ser ensalzados, porque estas vanidades os despojarían de la gracia que he confiado a vuestro espíritu, respetad los ideales buenos o malos de la humanidad y sólo escucharéis mi voz a través de vuestra conciencia para que os unifiquéis y seáis humildes, para que os hagáis dignos del respeto de los hombres. PARÁBOLA 50. Encontrabase en una comarca una gran multitud de menesterosos. Mas un Señor que poseía grandes caudales y dones, les hizo el llamado y señaló el día en que había de entregarles lo que les hacía falta. Cuando vino el tiempo, llegaron ante aquel Señor los menesterosos y le dijeron: Señor, hemos acudido a vuestro llamado, estamos ante vuestra presencia. La mirada de aquel señor era llena de compasión y de misericordia ante la desnudez y pobreza de aquellos menesterosos, entonces les preguntó en dónde tenían su morada para enviarles la caridad que iba a confiarles, y entonces le dijeron: Señor, nosotros no tenemos morada, ni abrigo, donde la noche tenebrosa nos sorprende, allí descansamos. Entonces aquel Señor les entregó grandemente de sus caudales y les dijo: Si os hace falta más de esta caridad, volved cuando necesitados os encontréis. Seguid vuestro camino". 51. De la misma manera llegó ante aquel Señor la mujer huérfana y viuda, y posó en sus manos la caridad. Llegaron los jóvenes y las doncellas con su llanto lastimero, sin paz y sin consuelo, y aquel señor que todo lo vela, les entregó también de su caudal, y cubrió con su manto su desnudez. Llegaron los ancianos en quienes las fuerzas se habían agotado y a ellos les entregó la fortaleza, la paz y la bonanza. 52. Los unos y los otros partieron de aquella ciudad, mas llegó el día en que aquel Señor que mucho les había entregado, tuvo deseo de contemplar nuevamente a aquellas multitudes para ver si habían sabido aprovechar las riquezas o habían caído otra vez en la pobreza. Mas aquel Señor contempló que nuevamente el dolor les envolvía. 53. El Maestro os pregunta: ¿De quiénes os he hablado? Y me contestáis: Maestro, de nosotros mismos. 54. Después de 1950, cuando ya no me escuchéis en esta forma, las grandes pruebas serán entre la humanidad, más vos, pueblo amado, confiad en mi poder, en mi amor y en mi caridad. Seréis ejemplo de vuestros hermanos para que por vuestro conducto Yo les salve del abismo. 55. La humanidad va apurando su cáliz de amargura y su lamento llega hasta Mí, mas como amor y caridad he estado siempre cerca de los hombres. Soy Padre y ¿Qué hacer ante el llanto de la humanidad? Derramar mi amor y alentar a los espíritus como en todos los tiempos. 56. Aquél que sea débil, más sufrirá por lo que recibe del mundo, que por lo que a su espíritu corresponde. Los que os contemplan con mala mirada y ven que debilitáis e infringís mi Ley, también serán los que os desgarren y os señalen vuestra falta de cumplimiento en mis mandatos. 57. Mucho os he prevenido de la tentación que se encuentra cerca de vosotros para confundiros, mas vosotros tendréis que ser los soldados firmes en la lucha y no debilitaréis ante las pruebas ni ante las acechanzas de la maldad. 58. Corto es el número de mi pueblo que en verdad se ha preparado para recibir mi sabiduría. 59. Yo me he manifestado por conducto de los humildes, de los sencillos, de los torpes de entendimiento para dar pruebas al mundo de mi poder y de mi sabiduría. 60. Por diversos entendimientos os he entregado mi palabra para corregiros y entregaros mi amor, mi luz, mi caridad, para enseñaros la virtud para que las multitudes resuciten a la vida de la gracia. 61. La humanidad lleva hambre y sed de mi verdad, su corazón alberga odio, cizaña, mala voluntad y la confusión le ha sorprendido, porque las distintas ideologías se han levantado para sorprenderle con distinta enseñanza y distinta ley. 62. Penetrad, pueblo amado, en comunión con vuestro Dios, y no os inclinéis ni veneréis objetos materiales, porque Yo nunca os he enseñado esto, ni tampoco os he entregado misticismo. Sólo he derramado en vuestro espíritu mi luz y mi caridad para que el materialismo no se interponga en vuestro camino. 63. Si veláis y oráis, si estudiáis y analizáis, mucho recibiréis de Mi al finalizar 1950, porque sois los espíritus evolucionados a los cuales mucho les confiaré de mi caridad. Mas os he dicho que si por falta de preparación no sabéis dar testimonio de Mí, las piedras hablarán y darán testimonio de mi presencia entre la humanidad. 64. En mi palabra Yo os he venido a aclarar lo que no habéis comprendido, para que apartéis los errores que llevasteis en mi Obra, porque ¿Cómo podréis dar el buen ejemplo a vuestros hermanos si antes no os habéis depurado de vuestras pasadas costumbres? 65. Yo os he perdonado y os he engalanado para que más tarde entreguéis a la humanidad esta caridad. Os he confiado mi palabra cual una espada de luz para que os levantéis a la lucha y apartéis la tiniebla y el fanatismo que ha penetrado en el corazón humano. Porque esto es como una mala semilla que se ha multiplicado en gran manera y por eso la humanidad ha extraviado el camino de la verdad y no ha podido buscar la perfección para el espíritu. 66. Vengo a hacer que el mundo reconozca sus errores para que ya no se aparte del camino que Yo le he trazado, en ese camino no hay espinos ni guijarros que hagan sangrar su planta. 67. El hombre se levanta para someterme a pruebas, sin reconocer que en este tiempo todos estáis sometidos a las grandes pruebas, porque el mundo se ha envanecido con su ciencia y sus caudales y me ha desconocido como su Rey y Señor. Por ello también los hombres negarán que Yo me he comunicado con vosotros a través del entendimiento humano, mas aquellos que así me desconozcan, serán tocados en su espíritu con amor y caridad, para que despierten y reconozcan que lo que han labrado es pasajero y que lo sublime y eterno está en Mí. 68. Pueblo: No desaprovechéis los últimos instantes de mi comunicación a través de los portavoces, porque con mi palabra os prepararé para que hagáis frente a todas las pruebas, para que llevéis las armas de luz con las que vais a luchar en contra de la confusión y el egoísmo de la humanidad. 69. No os sintáis débiles ni pequeños, porque os he colmado de mi caridad, de mi enseñanza y de mi amor, para que os levantéis como los soldados del Tercer Tiempo. 70. El corazón humano sentirá mi amor y glorificará mi nombre divino; como Padre a nadie niego mi caridad; apartaré la oscuridad de los confundidos, porque la luz de mi Espíritu Santo está disipando las tinieblas del mundo para liberar a los espíritus, y a éstos son a los que he venido a salvar en todos los tiempos. 71. Si vosotros os espiritualizáis, Israel, ¿Quién podrá rechazaros en vuestro camino? ¿Qué mirada será en vosotros cual dardo? Sólo contemplaréis la sonrisa, el gozo en los corazones y las manos que se extienden para estrecharos y esto será como un galardón anticipado para vuestra lucha, para que no sea solamente el dolor el que llevéis en el trayecto de vuestra jornada. 72. Aún mucho os confiaré en mi enseñanza para que seáis los guerreros que llevéis las armas de la luz, la espada del amor y mostréis en alto el estandarte de la Fe, Esperanza y Caridad. 73. ¿Qué os hace falta aún, Israel? Que os levantéis unidos en pensamientos y en obras, que os regeneréis para que seáis el espejo limpio en donde la humanidad pueda contemplar su imperfección. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 347 1. En este día os recibo y os bendigo. Traéis preparado vuestro espíritu, atentos a la voz de vuestra conciencia para recibir mi enseñanza. Yo leo en vuestro corazón y voy a acariciaros y a daros mi palabra y ella será un bálsamo que calme las penalidades de vuestra vida. 2. Mas no solamente vengo a consolaros en este tiempo, sino a invitaros a ser mis discípulos. Vengo a deciros: ¡Tomad vuestra cruz y seguidme! Recordad en cada uno de vuestros pasos mis ejemplos del Segundo Tiempo; mi venida en cuanto hombre en ese tiempo no fue en vano. 3. Escrita esta mi pasión, mi palabra y mis máximas en vuestro espíritu. Ahí está el libro que he escrito en los tres tiempos; ahí está mi palabra dada por conducto de todos mis enviados; allí están los testimonios y los hechos. Todo podéis encontrarlo en vosotros si aprendéis a penetrar en vuestro espíritu; ya no sois niños espiritualmente porque habéis recorrido el camino y os encontráis en la madurez, en la plenitud. Vosotros que habéis oído mi palabra en el Primero, Segundo y Tercer Tiempo, ¿Cómo podríais dudar de este mensaje? ¿Cómo podríais borrar los anuncios que dejé escritos en vuestro espíritu, si Yo os prometí volver, si Yo os dije: Una vez más seré entre vosotros? Mas, no os dije en qué forma, sólo os di a entender, os señalé el tiempo y los acontecimientos que hablarían de mi retorno, todo os pronostiqué. Ahora os digo que habrá grandes pruebas para que vosotros estéis ciertos de que el Espíritu Santo ha venido sobre vuestro espíritu a concluir su misión entre la humanidad. 4. ¡Este es el tiempo! Todos los anuncios dados por Mí se han cumplido. Todas las profecías de aquéllos que hablaron en espíritu y en verdad están cumplidas. 5. Heme aquí presente, siempre entre vosotros, no me he ocultado. En este tiempo comprendido desde mi partida en el Segundo Tiempo, hasta mi venida en el Tercero, siempre he estado presente para la humanidad; siempre ha vibrado mi luz entre vosotros, mi amor es el mismo, mi enseñanza y ejemplos también, sólo es una fase distinta: He venido en este tiempo materializando mi palabra para hacerme entender de vosotros. He tomado vuestro idioma para que podáis comprender mis inspiraciones y aquí me tenéis, pueblo, lleno de amor entre vosotros; con los brazos abiertos y como el Padre recibe a su hijo pródigo, así os he recibido a vosotros, mas quiero convertiros en mis discípulos. Quiero que seáis testigos de todas mis palabras y manifestaciones. Quiero dejar escrito en vuestro corazón el testamento del Tercer Tiempo, el libro precioso que corresponde a esta etapa. 6. Vosotros habéis escuchado mi palabra por conducto de innumerables portavoces, cada uno de ellos tiene un encargo mío, una parte muy importante que cumplir en este tiempo, su responsabilidad es muy grande y pasado este tiempo de la comunicación a través del cerebro del hombre, Yo pediré cuentas a cada uno de esos portavoces y ellos habrán de responderme de mis palabras, de la luz que entregué a su cerebro para que fuese traducida en palabras y entregadas al pueblo fiel, al pueblo que me ama y ellos tendrán que responderme. Mas también el pueblo habrá de responderme de todas las palabras que ha recibido y llegado al tiempo de la práctica plena, Yo pediré cuentas a todos. 7. Hoy he venido a vosotros como Padre y como Maestro; mi juicio en el pueblo de Israel no se ha desatado, no he venido a pediros todavía la cosecha. Hoy todavía os doy el tiempo, pero os dice el Maestro: Tomadlo para practicar, para estudiar, para penetrar en mi Doctrina que es profunda, para que así podáis amarme y seguirme por siempre. 8. Yo tengo para cada uno de vosotros un lugar en mi Espíritu; cuando vosotros hayáis ganado ese galardón, vendréis a Mí; mientras tanto luchad en la Tierra y después luchad en el camino en que fuese mi voluntad enviaros, para que podáis presentarme vuestro cumplimiento. Pensad que siempre os acompaño, que mi mirada os sigue por doquiera, que mi protección es infinita para cada uno de vosotros; que vuestros dolores no pasan desapercibidos para Mí, que estoy leyendo en el fondo de vuestro corazón y conozco vuestro porvenir. 9. Entonces, pueblo, amadme; estudiad mi Doctrina para que podáis comprender todo lo que quiero deciros y lo que os quiero mandar. Yo como Padre vengo lleno de amor a daros mandamientos y cargos, porque sois el pueblo responsable de la humanidad, el que ha de ser el maestro, el ejemplo, el guía. Por eso, día a día os he doctrinado; por eso no ha callado mi Verbo: os he dado un tiempo largo para que podáis escucharme, para que podáis al fin, abrir vuestro entendimiento y preparar vuestro corazón para comprenderme. 10. En el Segundo Tiempo solamente tres años os hablé. Mi palabra fue incesante, entonces hablé día y noche a los discípulos, a los que se acercaban a escucharme. Conviví con vosotros, mirasteis todos mis actos, asististeis a mi nacimiento, contemplasteis mi crecimiento en cuanto hombre. No me oculté de vosotros, quise que todos mis actos fuesen conocidos y me juzgasteis, pueblo, sin ser juez. Juzgasteis mi edad inocente, mi edad de adolescente; juzgasteis mi pasión y siendo mi criatura, por instantes me desconocisteis; siendo vos parte de Mí mismo; siendo mi hijo, juzgasteis mis actos de Padre. 11. Yo soy amor y perdón, contemplé con piedad vuestro juicio y os dije: Un día, después de largas pruebas, de grandes experiencias en vuestra vida, reconoceréis el amor que Jesús derramó sobre la humanidad, sus leyes, su caridad y nunca más os apartaréis del camino que Él os trazó; lloraréis vuestro pasado y me pediréis oportunidades de reparar todas vuestras faltas, de cumplir con mis mandatos y os convertiréis voluntariamente en siervo mío. Contemplaros como siervo, quiero que siempre seáis mi hijo, mi discípulo, porque Yo no tengo vasallos, todos sois mis criaturas a quienes he dado mis atributos, mi potestad y mi gracia. Todos me pertenecéis: aun cuando el mundo no me reconozca él me pertenece y Yo tengo el derecho de amarle. Vos no podréis impedirme que os ame, humanidad, pero debéis luchar por apartar de vuestro camino todas las perturbaciones y buscar la luz que os lleve al puerto de salvación. 12. Habéis encontrado infinidad de pruebas en este tiempo, espíritus amados, habéis tropezado muchas veces, vuestra misma carne os hace llorar pero ¿Acaso no es más fuerte el espíritu que la carne? ¿No os he dado inmensa potestad para que luchéis contra todas las adversidades? ¿No sois parte de mi mismo Espíritu? Tenéis la fuerza, la virtud y la energía, todo lo necesario para luchar contra todos los peligros que encontraréis para vuestro espíritu. Hoy os prevengo pueblo; porque mayores peligros que los que hoy habéis encontrado, hallaréis a vuestro paso, mas no por esto os detengáis en el camino; no por esto permitáis que vuestro cerebro se perturbe. 13. Os he anunciado el tiempo de las persecuciones, de los juicios de los hombres de distintas creencias, pero sois mi discípulo, tenéis la potestad y la luz y con ella podréis vencer sobre todas las ideas, sobre todas las luces que los hombres os presenten. No podréis mostrarle libros materiales ni obra material alguna, solamente presentaréis vuestra fe y amor y estas virtudes que son espirituales, no podrán tocarlas. Sentiréis dentro de vosotros que una gran fe invade vuestro ser y esto os bastará para salir avante. Seréis en el camino de los demás como una columna invulnerable. 14. Aunque las ideas materialistas llegasen a vosotros, aunque quisiesen seduciros con ciencias, no doblegaréis vuestra cerviz ante ellos; sentiréis plenamente en vuestro corazón palpitar mi amor, vivir mi Ley que es inexorable, que es inmutable a través de los tiempos y sabréis transmitirla a las generaciones que de vosotros han de brotar, porque Yo dejaré a este pueblo como maestro de los demás. Tomaré a cada uno de vosotros como tronco de un gran árbol que Yo he de ramificar según mi voluntad. Cuanto mayor sean vuestras virtudes, mayor será la luz de aquellos que han de seguir vuestros pasos. 15. Luchad por los vuestros. Luchad por la fe de las criaturas que he dejado a vuestros cuidados; ellos traen gracia y potestad y darán un paso adelante en el camino de la espiritualidad. Ellos afirmarán vuestras palabras y cuando les faltéis, recordarán la Ley que sus padres practicaron en la Tierra y serán fieles a ella. 16. Esta es la historia del pueblo de Israel, de este pueblo que me seguirá fiel, porque a él lo he nombrado depositario de mi luz, de mi sabiduría. Tenéis un cargo delicado ante la humanidad, no podréis inclinaros ya a uno u otro lado; conocéis vuestro camino, sabéis que vuestro Padre ha descendido a vos materializándose para hablaros, para conduciros, ya que no estabais preparados aún para comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu. 17. Hice palpables mis manifestaciones y clara mi palabra para que pudieseis comprenderme. Mas pasado este tiempo, después de este año de 1950, sabréis con certeza el camino que habréis de seguir. Os comunicaréis conmigo y vuestra intuición os dirá cómo debéis practicar mi Doctrina, cómo habréis de llevar esta semilla preciosa a los corazones que la han menester. No desperdiciaréis ni un solo grano ni lo sembraréis al azar, sino lo depositaréis allí donde la tierra esté preparada, allí donde vuestra intuición os diga que esta simiente ha de germinar y así seréis como un sembrador. 18. Os levantaréis a imitación de los apóstoles sembrando la simiente en los caminos de la humanidad, en el corazón y en el espíritu, pero el libro que habréis de presentar será el libro de vuestra propia vida, vuestro propio ejemplo, vuestra fe y confianza en Mí. Ello hablará más que vuestras palabras, ello convencerá más que lo que vos podáis decir en forma de palabra. Por eso, pueblo, desde hoy formad grandes propósitos de cumplimiento. 19. Voy a dejaros en mi lugar. Los labios de los portavoces van a callar, pero quedarán vuestros labios preparados, vuestro corazón inspirado. Yo he de guiaros por ese camino de inspiraciones infinitas y el mañana hablaréis de lecciones desconocidas aún para vosotros. 20. Voy a haceros penetrar en el seno de los corazones que me esperan, iréis como enviados míos a hablar de las revelaciones sagradas, con el respeto y el amor con que me habéis escuchado por conducto del hombre. Vuestra boca estará preparada, pero debéis velar por vuestras palabras, porque vuestros labios no mentirán jamás. YO, desde el Más Allá, os contemplaré, y vuestros ejemplos quedarán escritos con letras imborrables. Sí, pueblo de Israel, paso a paso os hago penetrar en el camino del cumplimiento. Todas las obras necesitan un tiempo para ser comprendidas. Yo os he dado este tiempo para que podáis llegar a la plenitud, a la madurez, y penetrar en el camino de la espiritualidad. 21. No os he arrancado de vuestras pasadas costumbres en un instante, sino paso a paso os he hecho abandonar las que no eran agradables a Mí; os he enseñado a orar con el espíritu, os he dicho cómo debéis conversar con vuestro Padre, penetrando en el silencio, en la meditación y en la comunión con vuestro Dios. 22. Así, seguiréis caminando pueblo. La oración será vuestro baluarte, la fe será vuestra salvación. En las horas de prueba mi presencia será con vosotros. Interiormente oiréis mi saludo, como en este tiempo: Mi paz sea con vosotros, y sentiréis entonces la confianza de que mi brazo fuerte está en vuestro brazo y que lo que hiciereis en cumplimiento a mi palabra será bendecido y aprobado por Mí. 23. Ahora habéis permanecido en mi derredor, como párvulos y discípulos y os he doctrinado con amor, he vertido mis palabras dulcísimas en vuestro corazón, para que con ellas os alimentéis. El espíritu se alimenta de amor, no hay otro sustento para él. Por eso cuando os alejáis de este amor, de esta esencia que está en mi palabra, sentís el vacío, la orfandad, la necesidad de recibir esta caricia y cuando volvéis a Mí, una vez más llenáis de esta agua cristalina el vacío de vuestro corazón. 24. He venido a colmar esa fuente, para que no os sintáis sedientos, para que siempre estéis llenos de gracia e inspiración, para que viva en vuestro corazón el amor de mi Espíritu. Esa fuente no se secará, pueblo, aun cuando mi palabra cese bajo esta forma; en vuestra oración, en vuestros éxtasis, seguiréis recibiendo mis efluvios, mis frases. Todo será comprensible a vosotros, no buscaré después lenguaje extraño, sino en el lenguaje espiritual en que os he hablado os seguiré hablando y cuando mayor sea vuestra preparación, podréis alcanzar a comprender mayores lecciones. 25. ¡Cuántas revelaciones os haré pueblo! Todo aquello que no haya sido dicho por conducto del hombre, os lo diré después de Espíritu a espíritu. Mas para ello, tendréis que seguir practicando con afán la oración. De la oración pasaréis al éxtasis y elevado vuestro espíritu, sentirá cómo el Divino Maestro hace clara su palabra, cómo en una frase os lo dice todo y esa frase que Yo os diere, la analizaréis, la daréis a conocer a vuestros hermanos y el pueblo podrá seguir estudiando en esta forma, después de 1950. 26. No os dejaré ociosos un solo día. Si estáis preparados, mi inspiración será constante. Yo os revelaré siempre que os encuentre preparados, grandes lecciones pertenecientes al espíritu, y os daré grandes profecías que servirán a las nuevas generaciones; porque vosotros dejaréis escritas muchas enseñanzas. Después de 1950 os permitiré escribir esas inspiraciones para que no sean borradas de la memoria frágil, para que queden para todos los tiempos como un legado para la humanidad, y esa inmensa hambre que me hace presente este mundo, esa sed de amor y de verdad, de comprensión, de revelaciones espirituales, será calmada por la enseñanza que el pueblo de Israel como emisario, la ha de llevar a todas las porciones, a las grandes multitudes. 27. El tiempo del juicio universal ha llegado, y todas las obras y todas las religiones serán juzgadas por Mí, del espíritu del hombre se levantará un clamor, pues quedará a descubierto todo lo que es falso, la verdad brillará tan sólo; el despertar será en la humanidad y entonces me dirán los hombres: "Padre, dadnos vuestro apoyo, dadnos una luz verdadera que nos guíen. Y esa luz y ese apoyo, será la Doctrina del Espíritu Santo; será la enseñanza que os he dado y que pertenece también a aquéllos y a todos, porque soy Padre de uno y de todos. 28. Ya mi Espíritu contempla la orfandad de los hombres, el vacío que cada uno lleva en su corazón; veo cómo buscan llenar ese vacío con los placeres terrestres y no encuentran con qué calmar su sed; buscan por doquiera ese alivio, el bálsamo, y no lo encuentran tampoco y ¿Hasta cuándo se pregunta la humanidad y en quién hemos de encontrar ese bálsamo y esa paz? Y el Padre os dice: Humanidad os estoy esperando, todo lo que necesitáis está en Mí y está en vosotros, pero no habéis sabido buscarlo. Os habéis perdido por distintos caminos y habéis buscado la paz en donde no existe; habéis buscado el amor y la luz verdadera donde no están. Buscadme a Mí y en Mí encontraréis el amor que ha de llenar vuestro corazón y en Mí encontraréis la calma, la luz y el bálsamo. Ya estáis cansados de vuestra búsqueda y no tocáis las puertas de mi Espíritu. Sois necios, pero Yo os espero y cuando llaméis a mi puerta, ella presto se abrirá y os haré pasar, os mostraré todas las riquezas del Reino y os consolaré de vuestros sufrimientos pasados y entonces lloraréis el tiempo perdido, lloraréis vuestras faltas y me pediréis perdón y nueva oportunidad; todo os lo daré, todo lo que me pidáis para el bien de vosotros y de vuestros hermanos os lo daré, mis riquezas no tienen límite, pero son espirituales. Si me pedís de este caudal, os lo daré todo y os diré: ¡Aprovechadlo! Porque cada una de las gracias y dones que os dé, es de vida eterna y es para todos. 29. Así pueblo, he venido en este tiempo y los unos me habéis contemplado como peregrino, llamando de puerta en puerta a las naciones del mundo. Las unas han abierto su puerta; las otras han permanecido cerradas; pero Yo seguiré llamando, cumpliré mi misión de Padre y de Maestro, os conduciré paso a paso a mi sendero, os daré la luz y todos llegaréis a la reflexión y comprenderéis el porqué de vuestra vida. La finalidad es el amor, el cumplimiento a mis leyes, y mientras esto no hagáis, mientras no practiquéis el amor, mientras no cumpláis con mis mandatos, seguiréis perdiéndoos. Mas he puesto un límite y ese límite está presto a llegar. 30. Después de esa gran prueba universal que está anunciada, de que apuréis las últimas gotas del cáliz amargo, será el principio de la restauración; en ese instante la humanidad ha de arrepentirse y ha de volver al camino; ha de conocer todas sus faltas y ha de encontrarme a Mí. 31. Sí, pueblo de Israel, vos que sois testigo de mi manifestación, que oís cómo hablo y juzgo a la humanidad, escuchadme también con atención: llevad mis palabras, porque formáis parte de esa humanidad. Vos también presentasteis a mi Espíritu el vacío de vuestro corazón, también llegasteis sediento y hambriento; en la fuente de amor calmasteis vuestra sed; pues pensad en aquéllos que no han llegado todavía al punto de encontrarme, porque ha podido más en ellos el mal, pero un día ese mal será atado. 32. La humanidad ha de encontrar un campo amplio para cumplir mis leyes, para reformarse y para vivir en paz conmigo; Yo la he hecho caminar por todos los caminos, porque quiero encontrarla llena de experiencia. El hombre, hijo mío que ha venido a la Tierra por mi voluntad, ha atravesado las mil pruebas que afligen al espíritu, pero después de ello, si su fe permanece firme, cuán grande será el galardón que ha de alcanzar. Después de las tribulaciones, de las perturbaciones y peligros ha de encontrar la luz de mi Espíritu. 33. Por eso, pueblo, no temáis penetrar en las pruebas, no temáis encontraros en los grandes conflictos. En ellos no os perderéis. Yo haré penetrar en esa preparación a todos mis hijos para que sus fibras sensibles despierten. Después de las pruebas, de la experiencia y del fruto, Yo os hablaré y os diré: "He aquí cuán provechosa ha sido la prueba: cómo os habéis fortalecido en ella y cómo os encontráis sanos y salvos. Mi voluntad no es que os perdáis. Mi voluntad es tan sólo que podáis templar vuestro espíritu y a pesar de las pruebas y torbellinos me améis y me reconozcáis". 34. Hay naciones que han apurado pruebas de fuego, pruebas amargas, mas para ellas tengo un galardón. Todos aquéllos que han sufrido pacientemente y han confiado en Mí, tendrán la paz espiritual, han de levantarse sobre todas esas vicisitudes dando testimonio de Mí y el pueblo de Israel ha de recoger ese testimonio. 35. Mi palabra repercute en todos los ámbitos. Yo os he mostrado a todas las naciones, pueblo. Al conversar con vosotros, os he hablado de los sufrimientos de aquellas y de su necesidad y os he dicho: ¡Orad, pueblo, penetrad en vigilia, haced penitencia para que podáis acompañar en sus pruebas a aquellas naciones! Sois el fuerte, porque habéis pisado en tierra firme, orad y preparaos para que seáis baluarte para los demás, para que tendáis vuestra mano y entreguéis la caridad a todo el que la solicite; podéis hacer la caridad a vuestros hermanos, aunque no los conozcáis. Vuestro espíritu, que tiene gran potestad y está revestido de gracia, puede enviarles ese bien del cual os he engalanado. Por eso os pido ante todo, amor, pueblo, amor para que podáis reconocerme y reconoceros a vosotros. Amor, es el principio de mi Ley, amor es la finalidad de todas las obras, es lo que he venido a enseñaros en todos los tiempos. El amor, la paz y la caridad, estas virtudes están en vosotros, ni siquiera tendréis que aprender a amar. 36. El amor no se aprende, sino se siente, se lleva dentro y vosotros, como todas las criaturas, al ser formadas han recibido todos sus dones y atributos; entonces, penetrad en vosotros mismos, buscad las virtudes que he dejado en vuestro ser y practicadlas en vuestros caminos. 37. Cuán feliz seréis, Israel, cuando podáis desempeñar vuestra misión entre la humanidad, cuando podáis desarrollar y hacer palpables vuestros dones, cuando sembréis y cosechéis frutos agradables y satisfactorios para mi Divinidad. El tiempo de la práctica plena no ha llegado aún, pero ya se acerca. Es el tiempo en que os encontraréis frente a la humanidad y tendréis que hacer uso de toda la luz, de toda la prudencia, para que vuestros pasos sean firmes, para que vuestro testimonio sea verdadero. 38. Así os preparo, y os prevengo; cada día en que tenéis mi palabra oís una prevención, un consejo de vuestro Padre, porque mañana os hará falta hoy estáis en paz oyéndome, pero llegarán etapas de grande lucha y para esos tiempos quiero que estéis preparados, que estéis unidos y que esa unificación os haga fuertes, para que no haya un solo punto vulnerable, sino que en el preciso instante de mi partida, así como el padre en la Tierra, rodeado de todos sus hijos da las últimas recomendaciones y los hijos esperan los últimos instantes de esa vida, así el pueblo de Israel, se congregue en torno mío para oír mis últimas palabras y prometa amarse entre sí y fortalecerse en sus virtudes, para ser un solo cuerpo y una sola voluntad que guie a la humanidad. Así quiero dejaros, pueblo, lleno de responsabilidad, pero también de gracia para que seáis fuertes en todo instante. 39. Os bendigo Israel. En las distintas casas donde os congregáis bendigo vuestras buenas prácticas. Doy más sensibilidad a vuestro corazón y os digo: Todo aquello que no sea perfecto, que no conduzca a Mí, apartadlo para que en el instante propicio sea juzgado por Mí y el pueblo de Israel no reciba una sentencia de dolor, ni contemple una vez más a su Maestro en la cruz sangrando y muriendo por la imperfección vuestra, sino que pueda contemplarlo lleno de amor enseñando a toda la humanidad. 40. En este día de gracia, en que he venido a fortaleceros, a daros mi palabra que es sustento para vosotros, Yo os dejo preparados y prevenidos. Son los últimos tiempos de mi palabra, quiero que en ellos me oigáis hasta el último instante, para que esa palabra sea impresa en vuestro espíritu, os ilumine y os fortalezca para los tiempos que han de venir. 41. Esta es mi lección en este día, pueblo, orad por vosotros mismos y por el pueblo de Israel que se encuentra al borde del gran juicio. ¡Orad por el mundo que se encuentra también al borde de una gran prueba! No dejéis pasar un solo día sin elevar vuestro espíritu y considerar todas estas pruebas. He escuchado vuestras peticiones y os concederé según mi voluntad. 42. ¡Benditos seáis los humildes, los que sabéis esperar de mi caridad, los que conociendo que una voluntad superior a la vuestra está sobre vosotros me concedéis el derecho de disponer de vuestra vida! Os bendigo, hijos míos; vuestra cruz será liviana. 43. A quienes os detenéis para preguntarme el por qué habéis sido probados, os digo: ¡Callad, no me preguntéis por qué! ¿Sabéis acaso vuestra deuda conmigo? ¿Sabéis en qué forma lavaré vuestro espíritu para que vuelva a Mi tan puro como brotó de Mi? Por eso os digo: Solamente recibid con paciencia y preparación las pruebas que cada día os envío, que mi fuerza es siempre con vosotros. 44. ¡Yo os concedo la luz que necesitáis para guiaros con acierto y guiar a los vuestros por el camino de salvación! 45. Os concedo el don precioso de la comunicación con vuestro Padre que os salvará en todas la pruebas. En esta alba mi bálsamo y mi consuelo es con todos vosotros, es con el mundo y con todas las criaturas que han brotado de Mí. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 348 1. Pueblo amado: El Maestro viene a entregaros página tras página del libro de sus enseñanzas, para que las llevéis impresas en vuestro corazón. Estas lecciones serán el mañana para vosotros, un tesoro de incalculable valor que os ayudará a desempeñar vuestra misión en la Tierra y labrar un galardón para vuestro espíritu. Por medio de vuestra lucha, esta enseñanza quedará en el corazón de la humanidad y vosotros entonaréis un cántico de triunfo cuando lleguéis a la Tierra Prometida. 2. Yo os concedo que a través de vuestra preparación toméis de mi arcano lo que os haga falta para entregar a vuestros hermanos; porque de diferentes caminos vendrán mis escogidos para convertirse en mis discípulos, en los labriegos, en los soldados que defiendan mi Obra. 3. Toda la Creación está sujeta a mi Ley y todo en su armonía me rinde culto. Elevad vuestra mirada al firmamento y veréis a los astros luminosos que mi sabiduría ha creado, ved en ellos un ejemplo de obediencia y armonía, inspiraos en esa grandeza, en esa perfección, para que meditéis y dejéis que mi voz de Padre os hable a través de vuestra conciencia. Los árboles dan sus frutos que siempre son agradables a vuestro paladar. En todo, el Padre se manifiesta y os habla para que vosotros meditéis y seáis obedientes a la Ley que os he entregado. 4. He formado tribus, pueblos y naciones y a todos he dado lo que necesitan para su evolución espiritual. Me habéis adorado en los astros y en los objetos hechos por la mano del hombre. Buscadme ahora dentro de vosotros mismos. Bienaventurado el que penetre en el silencio interior, porque sentirá mi presencia y alcanzará la paz de su espíritu. 5. Habéis recibido mi palabra a través de humildes cerebros que no han sido cultivados por la ciencia de los hombres, mas Yo les he preparado para que sean el pedestal donde descanse mi Rayo Universal. 6. Cuando escucháis mi palabra aún queréis que el Padre se haga visible ante vuestros ojos materiales y Yo os digo: Preparad vuestro corazón y allí me sentiréis, porque no sólo vengo a consolaros en este tiempo de dolores, sino a traeros la enseñanza que os había prometido desde que estuve con vosotros en Jesús, en el Segundo Tiempo. 7. Mis ejemplos, mi pasión, están escritos en vuestro espíritu. Ahí está el libro que he escrito en tres eras, está la palabra de mis enviados, los testimonios, los hechos. Todo podéis encontrarlo si aprendéis a penetrar en vuestro espíritu. 8. En esta era el Maestro os habla desde la cumbre de la montaña en donde os espero. Vengo a dar vida a vuestro espíritu para que se eleve a Mí. Sentid mi amor y llevad mi paz, buscad a los que se han perdido, lo mismo en este mundo que en el valle espiritual. Bienaventurados seáis los que me habéis dicho: "Señor, seguiremos vuestra huella, convertidnos en los soldados fuertes para defender esta causa". 9. Nuevamente os muestro el camino en donde hallaréis la verdad. Vengo a doctrinaros para que deis testimonio de Mí a la humanidad, para que preparéis con vuestro ejemplo a las generaciones venideras y éstas lleven mi amor y sientan mi paz; entonces os habréis convertido en los discípulos que imiten a mis apóstoles del Segundo Tiempo. Yo enviaré a algunos de vosotros a distintas comarcas y naciones para mostrar el camino a los que se han confundido; mas os levantaréis llenos de humildad, siendo un ejemplo limpio entre las multitudes que Yo os confiaré, seréis como antorchas en que brille la luz del Espíritu Santo. 10. Estoy preparando con mi palabra a mis escogidos sin contemplar sus faltas; vengo a sanar a sus espíritus, porque soy el Doctor de los doctores; los levanto y les digo: Seguid por este camino de verdad que os presento y pronto llegaréis a Mí. 11. Sois Israel, de quienes he entresacado 144,000 que lleváis mi Sello Divino para que por vuestro conducto alcance salvación la humanidad. 12. Los hombres, las mujeres y los niños de distintas naciones me buscarán, y vosotros, pueblo escogido, sois los medianeros, sois los donados por Mí, para que a vuestro paso se conviertan las tierras áridas y desiertas en tierras fértiles. PARABOLA 13. Encontrabase en una gran extensión de tierra un corto número de habitantes. Ellos sabían que llegaría el tiempo en que vendrían a morar en aquellas tierras, caminantes de los cuatro ámbitos del planeta, de distintas razas y colores. Un mancebo humilde les enseñaba con palabras de verdad, de paz, de luz y de amor. Un anciano buscaba y hacía el llamado a las multitudes que tendrían que llegar a aquella comarca; él los guiaba, los preparaba y les hablaba de aquellas tierras privilegiadas. Llegó el tiempo en que fueron llegando poco a poco las multitudes y entonces el mancebo dijo al anciano: ¿Qué me presentáis? Y el anciano contestó: Aquí tenéis a estas multitudes que he preparado y que he guiado hasta aquí para que se conviertan en vuestros discípulos. Entonces el mancebo le dijo: Bendito seáis, seguid buscando en distintos caminos y veredas a la oveja descarriada; como faro luminoso iluminad a los cuatro ámbitos de la Tierra, traed en vuestros hombros a la oveja extraviada. 14. Aquel anciano lleno de sumisión y obediencia, siguió su camino para reunir y congregar a las grandes multitudes. Entonces el mancebo se dirigió a los moradores de aquellas tierras y les dijo: "He venido con mi amor, a daros mi enseñanza, porque vosotros seréis los medianeros por los cuales la luz del Espíritu Santo iluminará a las grandes multitudes que están por llegar. He aquí, que Yo os he preparado la mesa con el pan de vida eterna y con este mismo pan alimentaréis a la humanidad". 15. Así vengo a hablaros, mis hijos. Estudiad el sentido de mis enseñanzas y comprended quién es el mancebo y quién el anciano. Yo soy quien vengo a doctrinaros y a prepararos para la lucha de ideologías que se avecina. El anciano, es Elías, el buen Pastor que reúne y congrega las ovejas de mi redil. 16. Pueblo que habéis orado para que la paz sea restablecida y el dolor sea aliviado, vais a oír con júbilo el testimonio de viva voz de vuestros hermanos y comprobaréis el valor de la oración. 17. Hoy os hago oír mis consejos y prevenciones, porque el mañana van a haceros falta. Os pido que estéis unidos para que seáis fuertes y no haya en vosotros ni un solo punto vulnerable. Así como un padre que ve próximo su fin, llama a sus hijos para que le acompañen en el postrer instante para darles sus últimas recomendaciones, así os hablo y os pido me prometáis amaros y comprenderos, fortaleceros en la virtud, para formar un solo espíritu que vele y ore por el mundo. 18. Os dejo un grande cargo, pero os doy paz y fortaleza. Vosotros mismos no podréis juzgar vuestros actos, pero Yo, el Juez, pesaré vuestras obras, recibiré vuestros frutos y al final os mostraré el resultado de todos vuestros afanes y desvelos. 19. Bienaventurados seáis los humildes, los que reconocéis que una voluntad superior rige vuestro destino; la atribuís a Mi Divinidad y me concedéis el derecho de disponer sobre vuestra vida, porque sabéis que Yo os doy siempre pruebas de mi amor a vosotros. 20. Sois el pueblo espiritualista en quien el Padre ha puesto su mirada para que despertéis al mundo, para que reciba la luz del Espíritu Santo. 21. La humanidad me busca a través de las religiones, entre las cuales están las que en sus prácticas enseñan la espiritualidad. 22. Yo os he confiado mi Obra y os he iluminado para que seáis incansables cultivando mi palabra en el corazón de la humanidad, para que os levantéis con el estandarte de la Ley y cual buen soldado defendáis con amor la causa que os he confiado. 23. Se recrea mi Espíritu con la cosecha de los buenos labriegos, pero también adolece cuando contemplo que el labriego ha dormido, que no ha sabido cultivar la semilla que le he confiado. 24. Cuando estáis apurando el cáliz del dolor, el Padre os escucha en silencio y espiritualmente os consuela. 25. Grande es el número de los que han nacido en este tiempo a la vida de la gracia dentro de mi Obra; y vosotros, que habéis sido los primeros debéis prepararos para que el mañana, cuando ya no escuchéis mi palabra a través de un portavoz, no se sientan huérfanos vuestros hermanos, ni desorientados. 26. El libro de mi enseñanza está formado con las lecciones que en este tiempo os he dictado a través del entendimiento humano; con este Libro que llegará a reconocer la humanidad como el Tercer Testamento, defenderéis mi causa divina. La humanidad sólo reconoce la Ley del Primer Tiempo y lo que escrito está en el Primero y Segundo Testamentos, mas vendrá el Tercero a unificar y corregir lo que los hombres han alterado por falta de preparación y comprensión. La humanidad habrá de estudiar mi mensaje para que penetrando en el fondo de cada palabra encuentre un solo ideal, una sola verdad, una misma luz que la guiará hacia la espiritualidad. 27. Preparaos, pueblo amado, para que sepáis velar por este tesoro que os he confiado. 28. Bienaventurados aquéllos que me saben comprender en cada manifestación a través del entendimiento humano. Bienaventuradas las familias en las que desde el primero hasta el último de sus miembros se encuentran en el seno de mi Obra Espiritualista, será la familia obediente, la simiente bendita que como ejemplo Yo mostraré a la humanidad. 29. Os he hablado de la vida del espíritu en lo que llamáis el Más Allá y de mi grandeza divina y os digo que en todas estas lecciones no existe ningún misterio, porque aquel que se encuentre limpio tendrá el privilegio de ver y comprender la vida del Más Allá, aquel mundo espiritual que es iluminado con la luz del Espíritu Santo y a sus moradores que unidos forman un lazo de amor; verá la cúspide de esa montaña de la cual os hablan los videntes. Allí es donde el Padre espera a toda la humanidad. 30. Mi Mundo Espiritual trabaja incansablemente y os inspira y alienta para que penetréis en la espiritualidad, os ayuda para que en vuestro cumplimiento obtengáis más adelanto. 31. Ha mucho tiempo habéis escuchado en mis manifestaciones, que llegará el día en que vosotros tengáis que ser a imitación de vuestro Maestro, para dar la enseñanza a vuestros hermanos que no conocen la espiritualidad. Llegará el instante en que la luz del Espíritu Santo de lleno os cubrirá y os iluminará para que vosotros deis a conocer al mundo mi Obra, mi palabra dada en este tiempo, la luz que guiará a cada espíritu hacia la misión divina. 32. Vivid conformes con lo que os he confiado para vuestra vida humana. Alimentaos con el fruto del Árbol de la Vida, ved que bajo sus ramas encontraréis el descanso y el abrigo. Cultivadlo vosotros mismos para que veáis que sus ramas y sus frutos se multiplican. 33. La fuente derramará a raudales sus aguas cristalinas para calmar la sed de los peregrinos, de los que van cruzando el desierto, para que ellos se sientan fortalecidos. 34. El lobo con piel de oveja os acechará en los caminos, mas vosotros debéis de velar y orar y cuidaros de no caer en los abismos. Por instantes sentiréis que los rayos del sol inclemente se harán sentir en vuestro ser, mas Yo haré que mi Mundo Espiritual sea como un manto protector en vuestro camino. Vosotros me ayudaréis a formar dentro de esta humanidad un mundo nuevo. 35. Sois los discípulos que os encontráis dispuestos a luchar el mañana. Seréis fuertes y sabréis entregar lo mucho que he confiado en vuestras manos para la humanidad. 36. No quiero que infrinjáis la Ley; a los unos os han sorprendido las tinieblas y esto os ha acontecido, porque no habéis querido escuchar la voz de vuestro pastor que con tanto amor os llama. 37. Os habéis familiarizado con mi palabra y dudáis que el Maestro deje de hablaros por conducto del entendimiento humano y de cierto os digo: ¿Por qué os intercaláis en mis altos juicios? Yo os he marcado el tiempo y no es mi voluntad que me digáis: Maestro, contemplad que las vicisitudes y las guerras llenan de zozobra al mundo, es tiempo de prueba para la humanidad y ¿Vais a partir de entre nosotros? Entonces vuestra conciencia os responderá y os hará reconocer el vasto tiempo que os confié mi palabra, mas como Padre y como Maestro, después de 1950 como hoy, estaré escuchando todos vuestros pedimentos a través de vuestra oración. Después de mi partida todos por igual seréis al cumplimiento de mis mandatos, desarrollaréis vuestros dones y a través de vuestra conciencia os hablaré para que os regeneréis y os haré reconocer con la luz de mi Espíritu Santo el camino verdadero para que no caigáis en el abismo. 38. Cuando lleguen a vosotros las grandes multitudes en busca del consuelo y de mi caridad para sus espíritus, Yo os iluminaré y os inspiraré para que reciban por vuestro conducto mi palabra; os he confiado mi gracia para que seáis reconocidos como los hijos de la luz. 39. Os he purificado, pueblo amado, porque grandes cargos he confiado en este tiempo a vuestro espíritu para que hagáis méritos, para que testifiquéis la verdad de mi Doctrina haciendo el bien a la humanidad; para que en el Más Allá llevéis mi paz y no volváis a perderos en las tinieblas. Quiero que cuando vuestro espíritu llegue a Mí, me digáis: "Maestro, hice vuestra voluntad en mi camino y aquí estoy nuevamente para que confiéis a mi espíritu órdenes y mandatos de acuerdo con vuestra misericordia divina". 40. Si vosotros os espiritualizáis, vuestros hijos os obedecerán y las multitudes os respetarán, porque contemplarán que sois los espíritus evolucionados que lleváis la luz de mi Espíritu Santo. Y entonces los que se han estacionado, al contemplar vuestro ejemplo, volverán al camino, estrecharán vuestra diestra y seguirán vuestros pasos. Cuando se acerquen a vosotros los hambrientos de mi verdad, vosotros les entregaréis mis palabras para que se conviertan en los mansos corderos. 41. En este tiempo el mal será atado en gavillas y arrojado al fuego. Yo haré todas estas obras y vosotros, Israel, hablaréis al mundo del tiempo en que se encuentra viviendo y el porqué de todos los acontecimientos. Os he confiado mi verdad, porque grande es mi amor a vosotros, sois los depositarios de las grandes revelaciones y profecías. 42. Por conducto de vosotros será dada a conocer nuevamente la Ley a las nuevas generaciones. Por eso os he dicho que debéis estar en preparación, porque vosotros habéis venido a preparar el camino para que el mañana, las nuevas generaciones no sean idólatras, ni surjan de entre ellos los falsos profetas que engañen a la humanidad. 43. Todo esto tendréis que revelar al mundo, Israel. En este tiempo en que han surgido diversas ideologías, se levantará secta contra secta, las religiones lucharán entre sí y a vosotros también os Reconocerán, mas siendo los hijos de la luz y de la paz les diréis: La verdad existe en el contenido del Tercer Testamento, allí está el testimonio de la presencia y de la venida del Señor en este tiempo. Vosotros mostraréis a la humanidad este Libro y daréis testimonio de su verdad, con vuestro cumplimiento a mi Ley. 44. Mas si vosotros durmieseis, Israel, cuánto dolor habrá entonces, porque serán tocadas las naciones con mi justicia, no sabrán buscar al Dios verdadero y sólo se confundirán en medio de sus ideologías y querrán haceros reconocer a sus falsos dioses para confundiros. 45. Vivid alerta, mi pueblo, porque Yo os he confiado grandemente mi palabra para que no seáis los ignorantes, porque vosotros sabéis sentir mi presencia y os he enseñado a reconocer la esencia de mi palabra. 46. Después de mi partida, se levantarán muchos haciéndoos creer que aún sigo comunicándome por su entendimiento. No me manifestaré en esos cerebros ni mi Mundo Espiritual lo hará, porque tampoco tomará el cerebro humano después de 1950 para comunicarse con vosotros; sólo espiritualmente podréis comunicaros con mi Mundo Espiritual de luz. 47. Sed los hijos obedientes para que no caigáis en impostura, porque grandes acontecimientos habrá después de mi partida, mas vosotros despertaréis a los que duermen y no volveréis a caer en idolatría y en el momento en que os elevéis en oración, sentiréis mi fortaleza y recibiréis el efluvio de mi gracia; así os daré pruebas de que no estáis equivocados. 48. Mi mirada siempre estará atenta hacia vosotros, jamás os abandonaré, mi Espíritu estará cerca de vosotros contemplándoos en vuestra lucha y defendiéndoos de las acechanzas y peligros. Cumplid mi Ley, para que el hombre no se interponga en vuestro camino con sus leyes; si me agradáis a Mí, seréis gratos ante el mundo y sentiréis la fraternidad de todos vuestros semejantes. Ya es tiempo de que el mundo reconozca mi luz y no rechace a mis enviados. 49. Lleváis potestad para apartar de vuestros hermanos a los seres en tiniebla, para que vuestros semejantes no se arrebaten el hilo de la existencia. 50. Un instante dejaré que el mundo haga su voluntad, mas después se hará la mía en el Universo. Velad y orad ante el dolor que apura la humanidad, porque los años han transcurrido y el tiempo os ha sorprendido. Yo os he mostrado el camino por el cual debéis de transitar y os he entregado todo lo que habéis de menester, porque Yo he velado por vuestro espíritu. A él, le he alimentado con el pan de vida eterna, y le he despertado de su sueño para que reconozca su misión y sienta su responsabilidad dentro de mi Obra. 51. Grande ha sido el materialismo y la incomprensión y por ello, discípulos amados, os habéis estacionado en la rutina sin dejar evolucionar a vuestro espíritu. 52. A cada instante os he hecho reconocer, con palabra de amor, lo que no habéis practicado para dar a conocer a la humanidad la Obra que os he confiado. Y si vosotros no os habéis preparado, ¿Cómo ha de alcanzar la humanidad, por vuestro conducto mi paz, mi luz y mi amor? Sois vosotros a quienes he confiado la misión de que vayáis por todos los caminos a esparcir mis enseñanzas. Os he revelado la grandeza de la cual es portador vuestro espíritu. Os he dicho que sin que vosotros hayáis hecho méritos, Yo por amor y con mi gracia os he escogido y os he ungido. Os he aleccionado para que seáis los apóstoles que mostréis al mundo mi enseñanza grabada en vuestro corazón. 53. El tiempo ha transcurrido y vosotros aún no habéis hecho méritos; tenéis que extender vuestro brazo para levantar al que ha caído, tenéis que mostrar la luz del mediodía a vuestros hermanos que se encuentran en tinieblas, para que ellos reconozcan que en todos los tiempos me he manifestado entre vosotros y en la humanidad. 54. En el Primer tiempo Yo os liberté de la esclavitud del Faraón por conducto de Moisés, a quien puse a la cabeza de mi pueblo para que le guiase a la Tierra Prometida, a la Tierra de Canaán. 55. En el Segundo Tiempo, Jesús el Maestro Divino, os dio pruebas de mi esencia, presencia y potencia, mas el hombre en su egoísmo y en su materialismo me desconoció. 56. En este tiempo sois nuevamente los esclavos ya no del Faraón sino de la tentación, porque ella os ha brindado las riquezas, los placeres y el poderío para subyugaros y muchos habéis caído y os habéis alejado del camino de la luz, porque habéis sido débiles. Yo no he apartado la gracia, vosotros la bebéis retenido con vuestra falta de cumplimiento de mi Ley, mas el mundo en su incomprensión no se ha dado cuenta de esto y van entregando a sus hermanos una obra que ellos mismos han forjado. 57. Cuán grave es el error en el cual han caído los primeros y cuán grave el error en el cual también vosotros estáis cayendo, porque no habéis meditado que es un solo Dios el que os ha hablado y que por lo tanto no habéis recibido distinta Enseñanza ni distinta Ley. 58. Un solo Dios siempre se ha manifestado delante de vosotros; nunca os he abandonado, siempre me he encontrado cerca de vuestro corazón. Jesús en el Segundo Tiempo, manifestó mi amor divino y como Maestro os dio el ejemplo de obediencia a la Ley. Os enseñó a orar y os mostró el camino. 59. En este Tercer Tiempo se cumple la voluntad divina, porque habéis recibido mi enseñanza, el pan de vida eterna para vuestro espíritu. Mas Yo os he anunciado que después del año de 1950 ya no escucharéis mi palabra a través del entendimiento humano y sólo a través de la evolución de vuestro espíritu os comunicaréis conmigo de espíritu a Espíritu. 60. Os confié estos tres últimos años de mi comunicación a través de los portavoces para que meditaseis y comprendieseis vuestra responsabilidad para que salieseis de vuestra rutina y dejaseis que vuestro espíritu diese pasos de adelanto; pero muchos de vosotros habéis permanecido dormidos y os encontráis faltos de comprensión y de elevación. ¿Por qué, Israel, no os habéis dedicado al estudio y análisis de la vasta enseñanza que os he entregado? Los ciegos no han contemplado aún la luz, a los paralíticos no les habéis sabido sanar para que me sigan y las multitudes se confunden y se preguntan si habrán encontrado el verdadero camino. 61. Muchos habéis creído estar cumpliendo con mi Ley, y en grave error estáis, porque sólo el mal ejemplo vais mostrando a vuestro hermano; sois causa de que los hombres se confundan y sigan alimentando la idolatría y busquen a través de las distintas ideas humanas al Dios verdadero. 62. Vais a quedar, pueblo amado, al final de mi comunicación, cual huérfano, mas como en el Segundo Tiempo, después de mi partida me comprenderéis; después de que ya no escuchéis mi palabra conoceréis lo que mucho os he enseñado, mas vuestro despertar será tardío. Por ello, pueblo, con gran dolor en mi corazón de Padre os reclamo vuestra falta de cumplimiento y obediencia; no quiero que el mañana, la humanidad vaya a contemplaros como el pueblo ingrato a mi gracia divina, y muchos sin haberme escuchado como vosotros van a creer en mi mensaje y me van a amar. 63. Os he señalado vuestros errores para que comprendáis que no estáis mostrando mi Obra a la luz de la verdad, para que os regeneréis y manifestéis al mundo lo que de Mi habéis recibido. 64. Habéis creído Israel, que por ser Padre amoroso no habría de reclamaros vuestras faltas y que habría de cubriros con mi manto para daros a conocer al mundo como los verdaderos discípulos, soldados y maestros del mañana. Si así lo hiciere, Israel, Yo mismo os negaría mi amor, porque llegado el momento, vosotros no sabrías dar testimonio de mi verdad con vuestras palabras y obras, y entonces la humanidad del mañana habría de negar mi manifestación. Porque la perfección nunca se ha mezclado con vuestras imperfecciones. 65. Yo os he dicho que estáis en el tiempo de la lucha del amor contra el odio, de mi luz contra las tinieblas, de la humildad contra el orgullo y mañana, cuando sea vuestro despertar, sentiréis en vuestro corazón infinita y honda tristeza al comprender el tiempo que habéis desaprovechado y entonces reconoceréis la misión de los portavoces que supieron prepararse para entregaros mi verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 349 1. Pueblo amado: Habéis creído en mi venida en este tiempo, y aún en los últimos días de mi comunicación venís presurosos, sin fatiga, en pos de mi palabra. Muchos han sido llamados, a todos he brindado el agua de esta fuente, y pocos me han escuchado y comprendido, mas Yo me he manifestado y he desbordado amor en el Universo. 2. En el Segundo Tiempo os dije: ¡Bienaventurados los que sin ver han creído! Y a vosotros en este tiempo os digo también: ¡Benditos seáis porque habéis creído y perseverado en mi Obra sin verme! 3. Mi venida no debe sorprenderos, porque estaba anunciada; mas no sabíais la hora en que había de llegar. Después de mi partida en el Segundo Tiempo, mis palabras quedaron impresas por mis discípulos y éstos las llevaron a otros nuevos discípulos para ser propagadas en todo el mundo y la promesa de mi retorno era para los que me seguían de cerca, un estímulo en la dura lucha, una bella esperanza y un sustento para su espíritu insaciable de saber. Y de generación en generación, mis discípulos esperaban ver la nueva aparición de su Maestro. Mas he aquí que las generaciones se sucedieron unas a otras; multitud de seres vinieron a encarnarse a la Tierra y después tornaron al Más Allá, sin que sus ojos miraran realizarse esa promesa. Los siglos transcurrieron y aún los milenios, y cuando la hora fue marcada y mi presencia en Espíritu abrió una nueva Era, encontré que los hombres habían borrado de su corazón mi palabra y muy pocos velaban, esperando mi nuevo advenimiento. 4. He llegado entre vosotros, en silencio, sin hacer alarde, mas la forma en que me he manifestado, ha sorprendido a muchos, ha sido motivo de duda para unos y aún de mofa para otros. Sólo los que supieron perseverar con el espíritu despierto y la mente despejada, me sintieron, como podrían sentirme en cualquier forma que Yo eligiese para manifestarme; mas la promesa fue hecha a todos y su cumplimiento es presentado a todos también. 5. Esta es mi revelación de este tiempo: El hombre ha sido en todos los tiempos mi portavoz. Lo he elegido porque es mi hijo, es mi obra y ésta es la razón. Y aun cuando ese hijo se sienta indigno de Mí, porque no se ha perfeccionado, Yo veo más allá de esas imperfecciones, a esa partícula de luz que es parte de mi Espíritu, a la criatura predilecta, al ser inteligente y capaz de transmitir mi palabra. 6. Vosotros como humanos, ¿Amáis acaso sólo a vuestros hijos buenos? Yo he mirado a los padres ayudar con más solicitud a los hijos enfermos o descarriados, a fin de librarlos de sus sufrimientos. En este tiempo he escogido para desempeñar esta misión a hombres y mujeres humildes, sencillos, pecadores y rudos, porque en ellos he encontrado gracia y éstos han sabido purificarse y elevarse para llevar dignamente su cargo. 7. Si no he venido a encarnar en este tiempo para hablaros como lo hice por medio de Jesús, es porque acaso ¿Podríais oír mi voz espiritual, percibir y comprender el lenguaje divino, hoy que os habéis materializado tanto, que no sabéis oír ni obedecer la voz de vuestro espíritu que se angustia y desfallece en ese mundo en que vivís? 8. Por eso escogí al hombre y lo doté de virtudes espirituales para que pudiese ser mi portavoz. Y a través de esta comunicación, he sido creído y comprendido por muchos, más otros han persistido en su incredulidad. 9. He permitido al Mundo Espiritual comunicarse con los hombres en la misma forma, y he unido a esos seres en espíritu y a los otros en materia. 10. Es preciso que probéis el sabor de todos los cálices de amargura, que sepáis del dolor y también de la paz para que lo conozcáis todo y ello forme parte de vuestra experiencia. Porque quiero que seáis verdaderos discípulos míos, que enseñéis con obras más que con palabras. El ejemplo tiene más fuerza que la palabra y es menester que hagáis llegar a todos vuestros hermanos mi Obra, y esa es la mayor forma de propagarla. 11. Trabajad pacientemente, perseverad hasta el fin. Que nada os detenga en vuestro camino porque es mucho el dolor que tenéis que aliviar y muchas las tinieblas que habréis de disipar. Ante todo debéis confiar en vuestro Padre y en vosotros mismos, y conocer el valor de vuestros dones. 12. En el Segundo Tiempo cuando Jesús dirigía su palabra a las multitudes que le seguían, en una sola lección hablaba a todos y a cada uno, y descubría la vida interior de aquellas criaturas que se acercaban a Él, y a pesar de las diversas peticiones, necesidades o intenciones que le presentaban, su palabra sabia, precisa y clara, iba siempre a consolar una pena, a resolver un problema o a disipar la duda y aun cuando el corazón impreparado de algunos no sabía recibir aquella palabra e interpretar su sentido, el espíritu, más accesible que la carne, más sensible a las emanaciones divinas, aceptaba aquellas lecciones y después de meditar y sostener un combate con su materia, terminaba creyendo, porque sólo un Maestro superior, el Padre de infinita bondad, podía conocer el drama que se agitaba en su interior y aquietar y consolar su espíritu. 13. Muchos hombres al ver a los discípulos convivir con el Maestro, esperaban recibir de éstos las mismas obras que Jesús realizaba y muchas veces se decepcionaron al ver que eran sólo pequeños párvulos que empezaban a elevarse espiritualmente, y luchaban por comprender las grandes lecciones de su Señor. Mas Jesús no había dicho todavía a las multitudes: ¡Oíd a estos discípulos! Él no los presentó como maestros en el tiempo de su predicación. Eran las rocas que estaban siendo pulidas para brillar después. 14. Cuántas veces los discípulos trataron de apartar a los niños que se acercaban a Jesús para oír su palabra, creyendo hacer bien y guardar así mayor recogimiento, sin comprender que ellos también tenían un lugar que ocupar entre los discípulos y cuando esto pasó, cuánto dolor sentían al alejarse los pequeños y sus madres. 15. El pueblo que seguía a Jesús estaba siempre atento juzgando sus obras y las de sus discípulos. Cuando uno de ellos trató de defender a su Maestro usando la espada, su acto fue censurado por las multitudes, mas Jesús seguía corrigiendo y preparando a sus fieles discípulos hasta el día en que les dijo: Os dejo en mi lugar para que hagáis con la Humanidad lo que Yo he hecho con vosotros . 16. Todas las imperfecciones, los errores, la ignorancia, habían caído de ellos, como una vestidura inútil, para ser revestidos con los dones y potestad de Aquél que los enviaba; ya podían representar a su Maestro, y aun cuando fueran escudriñados severamente por el pueblo, éste no encontraba en ellos motivo de censura. ¡Cuánto tuvieron que luchar con ellos mismos, para alcanzar el grado de elevación que era necesario para predicar la enseñanza de su Señor! Y en verdad os digo que su ejemplo es imborrable. ¡Cuánta humildad y cuánto amor derramaron a su paso para dar testimonio de mi Obra, y cuán fructífero y benéfico fue su ejemplo para esta Humanidad! Aún después de muchos siglos su nombre y su memoria viven en el corazón de los hombres, y Yo doy testimonio en el Tercer Tiempo, una era después, de su gran obra, por haber sabido testificar mi verdad. 17. Ahora que estoy rodeado una vez más de discípulos y de párvulos, como lo estuve en el Segundo Tiempo, os preparo en igual forma y os revisto de gracia y potestad. Quedaréis al igual que ellos como ovejas entre lobos, pero no os acobardéis, ni os parezca imposible realizar una obra grande y dejar un ejemplo a la Humanidad. 18. Iréis penetrando insensiblemente en una vida virtuosa y vuestros pasos siempre os llevarán a la mayor comprensión y desarrollo de vuestra misión. No sabéis la fuerza que tendrá vuestro ejemplo y la influencia que ejerceréis cuando estéis consagrados a vuestro cumplimiento. l9.Yo veo en el futuro de esta humanidad, escribirse con caracteres luminosos las obras de este pueblo humilde que se abre paso entre asperezas y duras pruebas. 20. ¡Cuántas tinieblas disiparán vuestras obras de amor y caridad y cuántos altares de fanatismo caerán ante la fuerza de vuestra espiritualidad! Porque llevaréis mi doctrina de paz y amor en la mirada, en los labios, en el corazón y en todas las potencias de vuestro espíritu. 21. Ahora que mi palabra está por terminar de manifestarse en esta forma, os digo: Que la ausencia de estas manifestaciones no vaya a enfriar vuestro corazón y a ser causa de distanciamiento, entre unos y otros, todavía no podéis luchar solos en vuestro cumplimiento. Aún necesitáis daros calor, vida y fortaleza. Quiero mirar después de mi partida que continuáis vuestras reuniones, porque yo seguiré presidiendo vuestras obras y acudiré para derramar inspiraciones sobre estas amadas congregaciones. Quiero que sigáis buscando con paciencia, como ahora lo hacéis, mi palabra, mis nuevas revelaciones, porque la luz divina seguirá fluyendo interminablemente sobre todos vosotros. 22. Al estudiar mi enseñanza, huid de toda discusión o violencia para que no turbéis jamás vuestra mente. Que la espiritualidad, que es recogimiento y elevación, presida siempre vuestras reuniones. Y no sólo penséis en vosotros, atraed a vuestro seno a los enfermos, a los débiles o cansados en la vida, a los que sufren el desengaño en los diferentes cultos que practican, a los que tienen hambre y sed del sustento espiritual, a los humillados e indefensos porque su causa no es comprendida; a todos amad y atraed, y ahí en vuestras reuniones dadles consuelo, sanad sus heridas, ayudadlos a orar y unidos todos en una sola oración venid a Mí. Buscadme como Padre y como Doctor, y ese acto será suficiente para que Yo derrame el bálsamo y os conceda prodigios. 23. Cuanto más espiritual sea vuestra reunión, mayores prodigios veréis realizarse. Se levantarán entre vosotros los buenos analizadores de mi Enseñanza, y cuando éstos estén hablando para daros a conocer su análisis, Yo los iluminaré y dirán lo que en ese momento les será inspirado. Mas nadie hable por vanidad, para que no se despoje de sus dones preciosos. 24. Así como en estos tiempos he premiado vuestra preparación, concediéndoos esta comunicación, quiero en esos tiempos futuros concederos gracia también por vuestra elevación y celo en mi Obra. Si así lo hacéis, llegarán a vosotros hombres y mujeres que al tener noticias de mi nueva venida, se interesarán por conocer mi mensaje y ansiosos os preguntarán que fue lo que os enseñé y cómo hablé en el Tercer Tiempo a la humanidad. Y ese Libro que están formando las plumas de oro, esa inspiración que el portavoz traduce en palabras para ser recogido y guardado celosamente en las páginas de los libros, será la herencia sagrada que deje a todo hambriento de pan y a todo aquél que busque el sustento para su espíritu. 25. No releguéis esas páginas en el rincón de vuestro olvido, porque ellas serán armas en los días de lucha, cuando todavía vuestros labios no sepan hablar con el desarrollo debido; cuando vuestra memoria frágil olvide mis lecciones, esas palabras impresas estarán hablando con la misma esencia con que Yo os he doctrinado. La luz de esta Enseñanza penetrará en el corazón de aquéllos a quienes estéis dando testimonio y ellos se estremecerán y creerán en mi manifestación como Espíritu Santo. 26. Llegará para vosotros el momento de lucha y veréis cómo el pueblo se siente fuerte y valeroso, ferviente en su creencia. Para conocer si es llegada esa hora, no tendréis que preguntar a vuestros hermanos, sino sentiréis el llamado que vuestro Padre os hace. Los profetas estarán alertas porque su responsabilidad no cesará. Sus pupilas espirituales penetrarán con respeto y amor en ese mundo desde el cual mirarán con claridad las señales que han de conducir al pueblo por el buen camino y también en este mundo habrá acontecimientos que os hablarán de esa hora de cumplimiento. 27. ¿Qué deseáis saber para esos tiempos que no hayáis alcanzado a comprender a través de esta palabra sencilla y clara que lo explica y lo resuelve todo? Así con esa claridad debéis enseñar para que seáis verdaderos maestros y consejeros de la humanidad. 28. Las comarcas os verán como un baluarte suyo. Los profetas serán creídos. Vuestras palabras balsámicas, saludables, serán buscadas por los enfermos, vuestro consejo será solicitado y vuestra oración e intercesión pedidas también en los momentos de prueba. 29. ¡Qué hermosos tiempos para vuestro cumplimiento serán esos! ¡Qué gran oportunidad para que goce vuestro espíritu y desarrolléis vuestros dones! ¡Cuánta dicha sentiréis al mirar a muchos que habían vivido inútilmente, fortalecerse en el bien y levantarse haciendo obras provechosas, obras de trascendencia! Esa es vuestra misión: Redimir y restaurar al semejante la luz que había perdido, para sentirse poseedor de la gracia divina; todo aquello de que se había despojado volverá a poseerlo, para ser dueño de la paz, de la sabiduría y del amor divino. 30. Vuestra preparación para ese tiempo no encerrará misticismo ni teorías humanas. No seréis ministros de ritos ni de formas, sino humildes maestros que van a penetrar en el tiempo de los hechos. 31. Comprended que la Humanidad está despertando para la vida espiritual y muy pronto veréis grandes acontecimientos que revelarán su adelanto; veréis naciones que por mucho tiempo fueron enemigas, unirse y reconocerse, muchas razas opuestas se fusionarán. Las doctrinas que no tienen raíces de espiritualidad y que han dominado pueblos, serán destruidas por esos mismos pueblos que antes las proclamaron como salvadoras y nuevas doctrinas surgirán tendiendo a lo elevado. Yo permitiré que se establezcan, porque serán movimientos precursores de la más pura espiritualidad. Y cuando veáis aparecer estas obras en la Tierra, sabréis que el espíritu de los hombres está presto a llegar al final de otra gran etapa. 32. Muchos que hoy son llamados sabios, se quebrantarán y confundirán en ese tiempo, como otros que han sido perseguidos y humillados por su amor a la justicia, verán brillar en esos días de equilibrio y de restauración moral, sus anhelos, sus ideales sanos. 33. La vida espiritual se manifestará en plenitud en este planeta, y hará sentir su influencia en todos los seres, y los que han sido materialistas callarán sus labios, cerrarán sus libros y abrirán sus ojos espirituales para contemplar esa vida que habían negado y abrirán las puertas que habían cerrado a las grandes multitudes. 34. Verán cómo mi luz brilla en todo el orbe y todo espíritu ha sido iluminado. El arcano estará abierto y todo el que quiera mirar hacia su interior podrá hacerlo si se prepara con un poco de amor. 35. Cuando la Humanidad conozca mi Enseñanza y penetre en su sentido, depositará en ella su confianza y se afirmará en la creencia de que es el certero camino, la guía para todo ser que quiera vivir en la justicia, en el amor y en el respeto hacia sus semejantes. Cuando esta doctrina se asiente en el corazón de los hombres, se iluminará la vida del hogar, fortaleciendo a los padres en la virtud, a los matrimonios en la fidelidad, a los hijos en la obediencia y colmará de sabiduría a los maestros, hará magnánimos a los gobernantes e inspirará a los jueces, para que hagan verdadera justicia; los científicos se verán iluminados y esta luz les revelará grandes secretos para el bien de la Humanidad y para su evolución espiritual. Así empezará una nueva era de paz y de progreso. 36. Espiritualismo, como he llamado a esta enseñanza, no quiere decir misticismo ni fanatismo. Esta Doctrina aconseja la simplificación del culto y la más pura elevación del espíritu. A ese camino os conduce haciéndoos penetrar paso a paso en el sendero de la verdad. 37. ¡Cuán pocos me han comprendido y han vislumbrado la verdadera esencia de mi enseñanza! Veo aún en mis discípulos el afán de persistir en las tradiciones y costumbres de sus antepasados. El temor a renunciar a muchos hábitos y ritos que son un obstáculo para que el pueblo avance en su preparación. Mas Yo ayudaré a esos pequeños, a esos débiles espíritus para que se fortalezcan y den alcance a los primeros discípulos, porque todos debéis uniros en un solo propósito. 38. La misión de este pueblo es trabajar por la paz de este mundo, predicando y sembrando a su paso mi palabra; para que sea este valle reflejo de la morada celestial y sus moradores, imagen de los justos que habitan mi Reino. 39. Para alcanzar la meta en este mundo, tenéis que luchar, que sufrir y llorar, pero no desmayéis en vuestra lucha. Vais a tropezar con las imperfecciones y la dureza del corazón humano, pero no seáis jueces de vuestros hermanos, recordad que en el Segundo Tiempo no asomó entre mis discípulos el juicio para alguno de sus hermanos, sólo Yo corregía y juzgaba los actos de aquéllos que me seguían y cuando alguno, escandalizado por lo que otro había hecho, se acercaba a Mí para decirme: "Señor. ¿Por qué ha faltado aquel hermano? ¿Qué le va a suceder por esta causa, qué consecuencias encontrará en su camino?" Yo le contestaba: Si él ha faltado, vos no cometáis ese error, ni esperéis el castigo sobre él, para sentir que vos sois más perfecto y más digno de Mí. Y aún el día en que celebré la última cena con mis discípulos y fue conocida de todos la obra de Judas, mi presencia impuso silencio, nadie lo juzgó, nadie lo llamó injusto o traidor, nadie le reclamó ni le llamó ingrato. El silencio se hizo porque ya los discípulos habían aprendido de su Maestro la lección y sólo fue la conciencia de Judas la que le reclamó y lo juzgó. 40. Así sed vosotros en este tiempo, no juzguéis ni sentenciéis a vuestros hermanos, por ignorantes y errados que les miréis. Dejadme vuestra causa v cumplid como buenos discípulos. Dad ejemplo, que si lo hacéis con sinceridad, exenta de vanidad, encontraréis eco en el corazón de los que os rodean y pronto los veréis dando los mismos pasos y obedeciendo la misma inspiración. 41. ¡Velad y orad, pueblo! Velad por vuestra unificación y vuestra paz, ya estáis en los últimos días de este año final y quiero encontraros unidos. Yo he sido la alondra bajo cuyas alas se han cobijado todos los polluelos. Así quiero seguir dándoos calor para que no os disgreguéis. Os he enseñado mucho para que vosotros como primeros, sepáis conducir a los postreros; mirad que entre ellos hay algunos que no se han afirmado y es necesario que los ayudéis y aún entre los que me han oído mucho, hay quienes son frágiles. A ellos repetid mis palabras, dadles calor y vida para que no se aparten de la senda y velad con vuestras obras por la paz de este mundo, orad y esa oración iluminará la vida de vuestros hermanos. Y vuestro espíritu, imitando al Maestro, convertido en alondra de paz, volará sobre el haz de la Tierra, llevando mi mensaje a todos los hombres de buena voluntad. 42. Mas no esperéis el resultado de vuestra siembra al instante de depositar la semilla. Yo os he dicho que la simiente espiritual no tiene el mismo plazo para germinar, que aquélla que sembráis en vuestros campos. Si la semilla material germina en siete días, la espiritual puede nacer lo mismo en siete segundos, que en siete etapas de la eternidad; vosotros debéis sembrar y cultivar con amor y un día vuestro espíritu, que pertenece a la vida eterna, gozará contemplando la germinación de la semilla que sembró, su crecimiento, su florecimiento y fructificación, y no sólo esto, sino la multiplicación de este fruto, del cual sólo una semilla sembrasteis. 43. Así os enseño y os explico lo que no alcanzáis a comprender, fortaleceos cada día más, porque quiero miraros fuertes de espíritu y sanos de cuerpo. 44. Todo aquél que se sienta débil o enfermo, fortalézcase con mi presencia, sienta mi consuelo y levántese con fe y confianza en su destino. Esa misma fe será un báculo para sostenerse y seguir adelante. Si vuestras dolencias se prolongan, sobreponeos a ellas mismas, con esa fortaleza que os doy; si miráis el dolor en vuestros hermanos y queréis apartarlo, venid a la fuente de consuelo y muy presto ese dolor lo convertiréis en paz y en sonrisa. No miréis muerte en donde no la hay, porque Yo soy la vida y todos los seres vivís en Mí. 45. Cuando queráis orar por los seres que habitan el valle espiritual, no fijéis días ni hora para evocarlos y acercaros a esas criaturas, hacedlo por el amor que os une a ellas y pensad que pertenecen a la vida espiritual, que habitan en la eternidad y no se encuentran bajo la acción del tiempo. 46. ¡Vivid ya en comunión con ese mundo, cerca los unos de los otros! Estrechad vuestros lazos de amor y si esos seres a quienes estuvisteis unidos en la Tierra, se encuentran más elevados que vosotros en la escala espiritual, os ayudarán en vuestra vida. Si por el contrario, están retrasados y necesitan de vuestra oración y vuestro apoyo, del ejemplo que les podáis dar, ayudadlos y así estaréis manteniendo la armonía y la paz en este mundo. 47. No mostréis impaciencia por volver a encontraros con los seres queridos. Esa impaciencia es del corazón humano que quisiera percibir la forma de esos seres, su faz y su actitud, para gozar con ellas un momento. Retened esa impaciencia y esperad con verdadera virtud espiritual que llegue el momento feliz de ese encuentro y después seguiréis caminando unidos por la misma senda que ha de llevaros a todos a mi diestra. 48. Velad y orad por los seres del Más Allá; para aquellos que nada necesitan de vosotros vuestra oración será un saludo, un ósculo, un estrecho abrazo espiritual; y para los que si necesitan vuestra ayuda, vuestra oración será un bálsamo, una liberación, una caricia y una voz de estímulo en el camino de las pruebas y de la restitución. Esos seres espirituales que no han podido elevarse a la morada que les corresponde, al mundo que pertenecen y les espera, al recibir la voz de este mundo que les atrae con su oración, despertarán de su sueño, resucitarán de su muerte e irán en pos de su salvación. 49. Mas la humanidad no sabe iluminar la vida de esos seres, ni arrancar su materialización, no sabe romper las cadenas de remordimientos y de dolor que pesan sobre ellos. Vosotros que poseéis la luz, orad y tened caridad de ese mundo desconocido para vosotros y ayudadlo a liberarse y a encauzarse en la vida a que pertenecen; no huyáis de su presencia ni les temáis. Yo os acerco para que unidos oréis y vengáis a Mí. Así os recibiré para daros la paz, que ha de extenderse para cubrir a todos, porque todos sois mis hijos muy amados. 50. Mi Espíritu divino os estrecha y os bendice, Tomad mi palabra para que seáis llenos de luz, de fortaleza y sabiduría y penetrad en ella para que conozcáis mi voluntad. Yo quiero que seáis celosos de lo que recibís y que sepáis analizarlo. 51. En mis manifestaciones de amor habéis sentido que os doy vida, sentís mi calor y mi protección y dejáis de ser fríos para convertiros en seres llenos de fe y esperanza. 52. Cada una de mis palabras es un mandato y quiero que os levantéis presurosos a darles cumplimiento. Mis profecías dadas por medio de criaturas sencillas y humildes, se cumplirán y vosotros daréis testimonio 53. Por causa de mi Obra muchos de vosotros seréis juzgados mal, mas no toméis vosotros la causa, dejádmela a Mí y Yo os defenderé, vosotros trabajad tan sólo en sembrar esta luz y en ser humildes. Cuando os ataquen usad tan sólo las armas que Yo os he dado: el amor, el respeto y la humildad. Cuanto más os censuren, más manifestaré en vosotros mi poder, y aquéllos que tenéis el don de ver más allá de esta vida, en las regiones del espíritu, fortaleced a los débiles, ratificando mis palabras. Y los que tienen el don de elevarse para oír las voces del Más Allá, preparaos para que llevéis mis mensajes. Estas manifestaciones superiores sostendrán a vuestro espíritu, aún en las más grandes pruebas. 54. Vuestras obras quedan escritas perpetuamente; por eso vosotros que habéis sido consagrados a mi servicio, emplead bien vuestro entendimiento y don de palabra. 55. Os doy mi enseñanza como una semilla para que la sembréis y cultivéis. Cuando vuestro corazón preparado sienta que es llegada la hora de dar principio a su trabajo, vaya, comparta con todos los hambrientos y la semilla se multiplicará. Muchos no sabrán recibir la buena nueva, porque su espíritu no estará a tiempo de comprender estas lecciones. Otros querrán hurtar el precioso fruto para emplearlo mal y después se arrepentirán para llegar a Mí, como hijos pródigos; mas Yo devolveré la semilla a los que por ignorancia la hayan perdido y todo espíritu de buena voluntad la poseerá. 56. Cuando sepáis encontrar en mi cátedra toda la luz y fortaleza que ha de menester vuestro espíritu, me seguiréis hasta el fin, no sentiréis cansancio, no os detendréis en vuestra tarea de dar a conocer mi palabra y las vicisitudes no os harán flaquear. Cuando hayáis comprendido una lección, analizad la siguiente y continuad leyendo en el libro de infinitas lecciones que os dejo para que estudiéis y os alimentéis. Tomad lo necesario para vivir. Vivid como discípulos míos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 350 1. Os recibo en representación de la humanidad, pequeña porción del pueblo de Israel. Os alejáis del mundo para escuchar mi concierto y mirar más allá de los límites de lo que es materia. Bajo mi protección os haré recorrer el camino y cada uno de vosotros llevará una lámpara para que no tropiece cuando llegue al final de su camino en la Tierra. Cuando vuestro espíritu se aparte de la carne para elevarse a Mí y presentarme sus obras, veréis escrito en el libro de vuestra vida, todos vuestros hechos, vuestros pasos, y, junto conmigo, juzgaréis vuestra obra. 2. Hoy quiero contemplar a vuestro espíritu libre para desempeñar su misión, solícito y atento a mis inspiraciones, mirando próximo el final de la jornada que está cerca y sintiendo que pronto recibiréis el galardón que he de daros. Yo os diré: Venid a Mí, vos que supisteis oír mi palabra a través del entendimiento humano, que vivisteis dentro de mis mandatos y que sembrasteis amor y perdón. 3. Todo el que lleve en su entendimiento mi palabra y viva practicándola, poseerá mi Reino, tendrá salud, inspiraciones y dones proféticos. Así podrán practicar mi Ley mis discípulos, ya sean ignorantes o sabios, pobres o ricos, niños o adultos. El torpe será iluminado y hablará con sabiduría; el que nada posee en la Tierra, sentirá que lo tiene todo, porque se habrá espiritualizado y será indiferente a los bienes del mundo. Su corazón estará henchido de alegría porque podrá hacer partícipes de su tesoro a los que no lo poseen. Y los niños, cuyo espíritu ha evolucionado mucho, hablarán con firmeza y sus testimonios encenderán la fe en los nuevos adeptos. 4. Vosotros que habéis aprendido de Mí practicad la humildad, enseñad con paciencia y perdonad los yerros de vuestros hermanos. 5. He venido a prepararos para que deis vida a nuevas generaciones, las que se comunicarán conmigo con mayor perfección. Para este tiempo los hombres me verán venir hacia ellos y establecer mi Reino en su espíritu. 6. Vivid alerta y preparados para toda prueba. Hoy me presentáis el dolor de la humanidad y el vuestro, y Yo os digo: Apartad ese cáliz, sentid la paz y transmitidla. Os acaricio y os doy alegría. Si rescatáis del dolor o del vicio a un espíritu, habréis escalado un peldaño más y sentiréis la dicha de haber colaborado con vuestro Maestro en la Obra Divina. 7. Mis ángeles sean con vosotros; Yo, vuestro Señor, os acompaño en vuestro camino. 8. Estoy edificando en vuestro corazón un santuario; no vengo a buscar las regias mansiones, ni la grandeza superflua del hombre, vengo a modelar el corazón sencillo, manso y humilde que sea sensible a mi llamado. 9. Sólo cortos instantes estaré con vosotros comunicado por el entendimiento humano, os voy a preparar para que el mañana deis la paz al mundo. Mi caridad viene entresacando del abismo a los perdidos, porque no sería Padre si sólo viniese a buscar a los espíritus limpios, porque los justos se encuentran morando en mi reino. 10. El hombre ha querido estar en comunión conmigo a través de sus distintas ideologías pero se ha estacionado espiritualmente; por eso he venido a confiaros mi palabra para que el mañana os levantéis y seáis el espejo limpio donde la humanidad pueda contemplar sus imperfecciones. 11. Estando muy cerca de cada corazón, los hombres no me han comprendido. Yo os he hablado en vuestro propio lenguaje para que podáis entenderme, porque si os entregara mi enseñanza en un lenguaje más elevado, no me comprenderíais. Por eso hablo con palabra sencilla al párvulo y al discípulo, para que no se confunda ni rechace mi amor. 12. Por vuestra preparación y regeneración recibirá la humanidad, porque por uno de vosotros que así se encuentre preparado, con sólo la oración podrá detener las calamidades que afligen a la humanidad. 13. Vengo a explicaros lo que no habéis comprendido para que el mañana también vosotros os levantéis a enseñar a la humanidad con toda claridad. Si mil entendimientos estuvieren preparados, a través de ellos derramarla mi enseñanza. 14. En el Segundo Tiempo entresaqué doce de mis hijos para convertirles en mis apóstoles y ellos, por seguirme, olvidaron sus bienes y dejaron a los suyos. También fue ante Mí, aquél a quien le dije: Dejad las riquezas de la Tierra, tomad vuestra cruz y seguidme. Mas no queriéndose despojar de sus caudales, me dijo: Señor, no puedo seguiros. 15. Soy caridad y no vengo a pediros el sacrificio, porque también mis discípulos se levantaron por su propia voluntad, por obediencia a mi Ley divina, para convertirse en pescadores de hombres. 16. Vosotros sois ahora mis discípulos, mas para que tengáis el gozo, el consuelo y la paz, dad albergue en vuestro corazón a mi palabra. 17. Recordad que en el Segundo Tiempo, cuando la mujer adúltera era perseguida por las turbas, dije a sus perseguidores: Si alguno de vosotros está limpio de pecado, que arroje la primera piedra. Así en este tiempo vengo una vez más a perdonar a la mujer adúltera. Y por eso os digo que vosotros no toméis la causa de vuestro semejante, no os convirtáis en jueces para juzgarles. Porque también os digo: ¿Quién de vosotros está limpio de culpa? 18. Yo soy la luz y la caridad y sé lo que os hace falta; por eso la humanidad desamparada llega ante Mí, y le he dicho: Acallad vuestra pena que Yo la conozco, soy caridad, soy el perdón. 19. En este tiempo la humanidad se encuentra desorientada y confundida con ideas que ha alimentado y por esta causa muchos habéis dudado de la presencia de vuestro Maestro en el Tercer Tiempo, mas Yo os digo, mis hijos: Preparaos y comprended que esta palabra brota de mi Espíritu Divino. 20. Os doy la luz para que comprendáis la forma de comunicación de mi Divinidad a través del entendimiento humano. El portavoz sólo es un instrumento preparado por Mí para hablaros por su conducto. Escrito estaba que vendría a comunicarme, sirviéndome de corazones sencillos, de entendimientos torpes, por labios faltos de verbo, para hablaros de ley, de justicia y de amor. 21. En todos los tiempos he enviado espíritus de grande luz a encarnar en la Tierra, para que por su ejemplo y amor se salvara la humanidad del caos, del odio y de la confusión. 22. Os he dicho, pueblo amado, que a semejanza de los apóstoles del Segundo Tiempo, vosotros también seréis convertidos en pescadores de hombres. Con amor, con caridad para el que sufre, os levantaréis y así, ¿Qué corazón os rechazará en el camino? El espíritu turbado recibirá la luz y las aguas cristalinas de mi enseñanza para mitigar su sed. 23. No dejéis que siga floreciendo la maldad; la juventud se pierde, las doncellas en su tierna juventud son arrojadas al fango. Tened caridad de vuestros hermanos, mirad el cáliz de amargura que está bebiendo el género humano. 24. Mis profecías cumpliéndose están, por eso os pido que estéis preparados para que llegado el momento de que cumpláis vuestra misión, no os sintáis débiles. 25. Estoy entresacando a los que he de enviar a las naciones para que sean los emisarios de la enseñanza que os he confiado. Esta cruz que pongo en vuestros hombros, no la debéis tomar como un fardo, es una cruz blanca y fácil de llevar. Os convierto desde el primero hasta el postrero en mis labriegos; mis huestes espirituales serán velando por vosotros y si os levantáis en la lucha abandonando lo que os pertenece en la Tierra a imitación de los apóstoles del Segundo Tiempo, Yo os entregaré todo lo necesario para que vayáis a convertir a la humanidad. 26. Os he dicho simbólicamente que ciento cuarenta y cuatro mil marcados formáis mi pueblo escogido de Israel. Vosotros mostraréis al mundo la barquilla salvadora y por vuestro conducto daré la paz y el consuelo a la humanidad. 27. No soy quien os toca con el dolor, el origen de vuestros males está en vuestras imperfecciones y desobediencias. Yo os he dicho: ¡Alerta, pueblo amado! porque las pruebas están llamando a vuestras puertas: mas velando y orando todos, las pruebas serán apartadas y cuando la tentación os toque no caeréis en sus redes. 28. Os he señalado con mi luz para que seáis salvos en las pruebas. Ese don tiene más valor que todos los caudales y tesoros de la Tierra, es un ósculo divino que he impreso en vuestro espíritu en este Tercer Tiempo para que sintáis mi paz aún en las mayores vicisitudes y en los más difíciles trances de la vida. 29. En ese don hay bálsamo para que sanéis a los enfermos del cuerpo o del espíritu, hay potestad para detener los elementos cuando éstos se desencadenan, hay armas para tornar en paz la discordia y la guerra. Es una parte de vuestra herencia espiritual que vais a aprovechar y a desarrollar en este tiempo. 30. Vuestro corazón deseaba tener algo más grande en la vida, sin saber que no serían posesiones ni riquezas del mundo las que habríais de adquirir, sino bienes del espíritu. 31. ¿Qué mayor ambición puede acariciar un hombre, que asemejarse a su Padre Celestial? En verdad os digo que ese es el anhelo mayor que debéis 32. No es imposible asemejaros a vuestro Señor, por eso vine en aquel tiempo al mundo, bajo la forma de un hombre, para enseñaros con mi vida y mi ejemplo a imitar en amor y en justicia al Espíritu Divino. De cierto os digo que cuando consagréis vuestra vida a imitarme, encontraréis esta felicidad y esa paz que en vano habéis buscado por otros senderos y esa paz será no sólo interna, sino también exterior, porque ya vuestra conciencia no tendrá que reclamaros a cada paso y en cada día, como ahora vuestras faltas. 33. Amadme e imitadme en Jesús, recordad cómo Yo, a través de aquél humilde Maestro de Galilea, os probé que mi poder, mi sabiduría y mi riqueza, eran mayores que los del mundo, porque todas mis obras nacían del amor, que es el origen de la vida, de la fuerza y la luz que todo lo ha creado. 34. Así os digo, que en este Tercer Tiempo, el triunfo será de quienes imiten mis obras, porque las armas con que lucharéis, serán las mismas que Yo traje en aquel tiempo. 35. Si Yo a través de Jesús os dije: Yo soy la luz del mundo quiero que vosotros seáis también como un faro de luz en la vida de vuestros hermanos, que vuestra presencia sea benéfica siempre y vuestra influencia saludable, que vuestros pensamientos sean limpios y vuestros sentimientos sanos. Ya veréis entonces cuan fácil es la vida, qué llevadera la lucha en la Tierra y qué grato servir a vuestros semejantes. Entonces habréis llegado a ser, por méritos, los hijos de la luz. 36. ¿Qué ambición se despierta en vuestro corazón al influjo de mi palabra? ¿Por ventura ambiciones mezquinas de este mundo? No, pueblo amado; mi palabra está despertando en vosotros el noble anhelo de elevar vuestro espíritu por el camino de la verdad. 37. Tampoco quiero que vayáis a dar torcidas interpretaciones a mi enseñanza, creyendo que Yo os quiero pobres, llorosos, miserables y enfermos, andrajosos o hambrientos. No, Yo quiero que aprendáis a armonizar de tal manera vuestra lucha material con vuestra misión espiritual, que en el mundo, podáis tener lo necesario y dejéis que el espíritu disponga también de unos instantes para practicar sus dones y desempeñar su misión espiritual, que en el mundo podáis tener lo necesario y dejéis que el espíritu disponga también de unos instantes para practicar sus dones y desempeñar su misión. 38. Os estoy preparando oh pueblo para que seáis el profeta de este tiempo entre la humanidad, el buen profeta por el cual anuncien los acontecimientos venideros y os entregue mis mandatos y orientaciones. 39. Si alguna vez sembraseis la falsedad y la mentira, Yo os digo que con el dolor y lágrimas lavaréis vuestra mancha y que mientras mas se extendiese vuestra mentira y mayores daños causare, más grande será vuestra purificación. ¿Podrán llamarse en justicia Hijos de la luz quienes vayan propalando la maldad entre la humanidad? No, discípulos amados. 40. ¡Cuánta luz os he dado multitudes que venís día a día a recibir mis lecciones; pensad que no sería justo que os aletargaseis y que en un instante fueseis sorprendidos por alguna prueba que os hiciese flaquear! 41. Vuestro corazón me dice con dolor: Maestro ¿Por ventura nos creéis capaces de una deslealtad, de una traición o de una flaqueza? Y Yo os contesto: Sí, pueblo, sí os creo capaces de faltar a vuestras promesas. ¿No hubo entre aquellos doce discípulos del Segundo Tiempo, uno que me entrego a la justicia del mundo, cuando se convenció de que el Reino que Yo venía ofreciendo, no era de este mundo? ¿No Pedro descargó un golpe mortal sobre el centurión en el momento de aprehenderme, queriendo el discípulo defender en esa forma a su Maestro y retenerle por más tiempo del que estaba escrito? ¿No Tomás osó dudar de mi presencia espiritual, cuando tantas veces le prometí estar siempre cerca de ellos? ¿Por qué ahora no he de dudar de vosotros? Ciertamente que no todos desoirán mis palabras en los momentos de la prueba, porque también ahora, como en aquel tiempo, habrá celosos, habrá obedientes y fuertes. 42. Sólo os digo en esta hora, discípulos: Velad y orad para que no caigáis en tentación. 43. Israel: Cuando contemplo vuestros corazones con frialdad, solloza mi Espíritu y cuando contemplo el propósito de regeneración y obediencia, se llena de gozo. Sé que después de 1950 os van a sorprender los torbellinos. Mas sois el pueblo escogido a quien con la luz de mi palabra he puesto a salvo de todas las vicisitudes. Muchas palabras de falsedad llegarán a vuestros oídos aún de entre vosotros mismos y no quiero que en mis escogidos exista la confusión; pero ante estos acontecimientos mi verdad sabrá apartar la mentira y con la luz de mi Espíritu Santo vosotros seréis los fuerte, sabréis defender mi Obra y podréis apartar la confusión de los demás, porque sois los hijos de la luz. 44. Así como Yo soy la luz del mundo, así tenéis que ser vosotros entre la humanidad. Los hombres sufren y sollozan porque sordos han sido a mi inspiración. Mas vosotros sois los que debéis conduciros; seréis el oasis del caminante y con mansedumbre le entregaréis mi paz. 45. Si no os preparaseis, mostraré que el postrero será primero y él llevará mi Ley en su corazón aun no habiendo escuchado mi palabra. 46. En verdad os digo, Israel, seréis los consejeros que entreguéis la luz y la paz a los demás. Defenderéis mi Obra en el momento propicio y con mansedumbre hablaréis al corazón más reacio y entonces veréis que ellos se convierten en mansos corderos. No volváis a caer en los errores en que os encontrabais, porque eso sólo dejó atraso en vuestro espíritu; unificaos para llevar la luz y la enseñanza. 47. Haced que vuestros hijos reconozcan las consecuencias del bien y del mal, hacedles presentes los ejemplos que os he dado, preparadles porque son los que han de servirme el mañana. Quiero encontraros serenos y tranquilos meditando solamente en el bien, para que seáis guiados por la luz del Espíritu Santo. 48. A cada momento os voy salvando de todos los tropiezos; en la misma forma también vosotros debéis orar por los demás. Contemplad el dolor por doquier, la niñez abandonada, la juventud penetrando en el fango, la infidelidad en la esposa; mas cuando encontréis a la mujer pecadora y criticada por la humanidad, enseñadle el verdadero camino y apartadle la amargura y la confusión que le rodea para que principie a regenerarse. 49. Tened caridad del Mundo Israel, y así como Yo le hablé en el Segundo Tiempo, así vosotros debéis de ir a entregarle mi palabra. 50. Yo dejaré a la humanidad el Tercer Testamento en el cual existe un caudal de sabiduría, que llega a vosotros porque os hago dignos de recibirla sin contemplar vuestra mancha, porque soy amor y perfección; mas Elías va limpiando vuestro espíritu. 51. Os habéis apartado del mundo para venir a escucharme, me encuentro entre los humildes para hacer en sus corazones un santuario. En el Segundo Tiempo os hablé para entregaros mi Doctrina de amor, caridad perdón, mas el mundo fue formando distintos credos según su entendimiento y Yo como Padre fui iluminando a todos mis hijos. Muchos de vosotros me decís: Padre, ¿Acaso mis hermanos están equivocados? ¿Por qué entonces no les señalas el camino? Y en verdad os digo, pueblo bendito: La luz que os ha iluminado, la enseñanza que os he entregado, a todos la he dado por igual, mas los hombres necios han caminado a su libre albedrío y no han querido recibirme. Yo no vengo a obligar a mis hijos, cada uno tiene que llegar a mi camino por su propia voluntad, por su propio esfuerzo, porque estoy iluminando a toda la humanidad. Unos me han escuchado, esos sois vosotros, pueblo bendito de Israel. A los otros por intuición les estoy señalando el camino y por revelaciones también están percibiendo la luz del tercer Tiempo. 52. En todos los tiempos os he predicado el amor, porque el amor es un baluarte, en él he puesto toda mi potestad. Bienaventurado el que vive con amor en su corazón, porque irá venciendo todos los problemas de su vida; bienaventurado el que llevando en su vida amor, lo va manifestando en su camino porque esas obras serán para bendición de él y de los demás. 53. Hijos míos: Reconocedme como Padre y como Espíritu para que no me busquéis más en la idolatría. Vosotros me tenéis siempre como luz del Espíritu Santo en vuestro espíritu. 54. Cuando vais a practicar la caridad, en esa caridad estoy Yo y si os levantáis para cumplir todos mis mandatos, bienaventurado seáis, pueblo bendito, porque mi bendición perdurará eternamente en vosotros. 55. Mi palabra ya no la escucharéis a través de estos instrumentos, mas este tiempo ha sido de preparación para vuestro espíritu y empezará la lucha después de 1950. Yo no me apartaré de vosotros, mas es menester que os espiritualicéis, porque a través de los que se hayan preparado, Yo me seguiré comunicando de Espíritu a espíritu. Los videntes seguirán contemplándome y a los que se espiritualicen, Yo le hablaré por intuición y en ellos será la inspiración. 56. Pueblo bendito: En el Segundo Tiempo dije a mis discípulos: Toda potestad me ha sido dada en el Cielo y en la Tierra y en verdad os digo: Id por doquiera y entregad mi palabra, entregad mi amor y mi enseñanza. 57. Así os digo ahora a vos, pueblo bendito. Sois los discípulos preparados, sois los que tenéis que caminar por todos los caminos de la Tierra, entregando mi palabra y mi amor. Nuevamente se levantará a aquél que con la duda en su corazón diga que lo que habéis recibido fue solo mentira. Será menester que vuelvan a tocar la herida de mi costado para creer. 58. Contemplo a aquél que habiéndome escuchado largo tiempo, me negará como mi discípulo Judas Iscariote, y venderá mi Obra. Mas a esos corazones Yo me acercaré y con mi justicia apartaré de ellos la falsedad. Porque mi Obra es limpia y blanca y no tiene mancha, ella resurgirá con toda su pureza en todos los corazones y espíritus, porque así, es mi voluntad. 59. Venís al Padre, venid al banquete preparado para vosotros; en esta mesa está el pan de vida eterna para el espíritu para vuestro espíritu. Vengo a preparar a mis discípulos para que el mañana podáis testificar que estuvisteis cerca del Padre y que Él está morando en vuestro corazón, porque lo habéis preparado como un santuario. 60. Sois vosotros los que habéis recibido de mi arcano la potestad para dar vida a los muertos, para que seáis a imitación de vuestro Maestro. 61. Si os sabéis preparar como Yo os he enseñado, mis complacencias espirituales serán con vosotros y en la espiritualidad que alcancéis, vuestros hermanos contemplarán que sois hijos de la luz que aun llevando mis grandezas os mostráis como los más humildes. 62. Escalad, pueblo amado, no retengáis el progreso de vuestro espíritu. Aprovechad la enseñanza que vuestro Maestro os ha entregado, grabadla en vuestro corazón, porque son cortos los instantes en que me escucharéis a través del entendimiento humano. 63. Preparad el tercer testamento para las generaciones venideras, Vendrán grandes multitudes y si vosotros estáis preparados, les hablaréis bajo la inspiración de mi Espíritu Santo. PARABOLA 64. Un Señor, dueño de grandes extensiones de tierra, llegó a un árbol corpulento. Cerca de él se encontraba una fuente de aguas cristalinas. En este lugar hizo el llamado a los caminantes que pasaban por allí para invitarles a descansar bajo la sombra de aquél árbol y para que mitigasen su sed en las aguas de aquella fuente. 65. De entre aquellos caminantes, aquel Señor entresacó a siete varones y les dijo: Vosotros habéis solicitado mi caridad y voy a confiar a cada uno de vosotros una grande extensión de estas tierras, para que en ellas luchéis y trabajéis como buenos labriegos sembrando esta semilla u cultivándola, para que recojáis una abundante cosecha porque son grandes las multitudes y están hambrientas y sedientas. Entonces aquel Señor les confío la semilla y las herramientas de labranza y dijo a todos que velasen por el árbol y la fuente, para que ellos también recibieran a las multitudes, después de que aquél Señor hubiera partido, y agregó: Prepararéis las tierras y en ellas depositaréis esta semilla dorada, regaréis las tierras con el agua de esta fuente para que recojáis una abundante cosecha y cuidaréis del árbol corpulento para que sus frutos lleven siempre el buen sabor; trabajaréis unificados y cuando lleguen las multitudes hambrientas, sedientas y cansadas, vosotros les brindaréis las sombra del árbol y la dulzura de sus frutos; les daréis el pan y el agua para que se sientan fortalecidas y lleven mi paz. Aquel Señor dijo a los varones: Voy a partir, mas mi presencia la sentiréis muy dentro de vuestros corazones, mi mirada os contemplará y mi oído os escuchará. 66. En verdad os digo: En el tercer Tiempo he llamado a mis labriegos para entregarles su heredad. Para que vosotros a imitación de vuestro Padre preparéis el banquete y recibáis a los que tienen hambre y sed de mi palabra. Ellos recibirán por vuestro conducto las riquezas espirituales que a vosotros os he confiado. 67. Sois mis ovejas que van siendo guiadas hacia el aprisco espiritual. El Pastor que os conduce en este tiempo, es el espíritu de Elías. Nadie mira a ese Pastor, mas todos le sienten; uno dándose cuenta de ello, otros ignorándolo. 68. Elías ha abierto el libro el libro de la vida en el Sexto capítulo, una vez que el Sexto Sello quedó desatado por Mí, que tengo potestad para 68. Elías ha abierto el libro de la vida en el Sexto capítulo, una vez que el Sexto Sello quedó desatado por Mí, que tengo potestad para hacerlo. 69. ¿Qué os ha revelado el Sexto Sello? ¿Qué mensaje guardaba el libro en su seno, para mostrarlo al mundo en este tiempo? La vida espiritual, el conocimiento de sí mismos, la revelación de todos vuestros atributos, la forma de desarrollar los dones espirituales, la comunicación espiritual a través de la mente y la comunicación de espíritu a Espíritu. 70. De gozo se encuentra vuestro espíritu, porque se siente iluminado y se ve custodiado por enviados y ángeles. Sed fieles a vuestro Pastor y todo el trayecto sentiréis esta paz bendita que os inunda ahora, y no tendréis que huir a ocultaros cuando Él manifieste mi justicia delante de este mundo pagano, idólatra y materialista. Sí pueblo, Elías está entre vosotros y volverá a poner a prueba a los sacerdotes del falso dios y les enseñará nuevamente quién es el verdadero y cómo debe de adorarse. Mas no viene Elías a hacerse hombre; no es indispensable el cuerpo humano para poder manifestarse un espíritu en la Tierra y menos el de Elías, que posee la llave que abre las puertas para la comunicación entre un mundo y otro. 71. El valle espiritual se acercará aún más entre los hombres, a darles testimonio de su existencia y de su presencia. Por todos los caminos surgirán señales, pruebas, revelaciones y mensajes que hablarán insistentemente de que un nuevo tiempo se ha abierto. 72. Habrá lucha, habrá conmoción en los pueblos porque las religiones sembrarán el temor en quienes den crédito a aquellos mensajes, y la ciencia negará la verdad a aquellos hechos. Entonces se levantarán los humildes, revistiéndose de valor, para testificar la verdad de las pruebas que hayan recibido se levantarán los que, habiendo sido desahuciados por la ciencia, recobraron espiritualmente su salud y darán testimonio de casos milagrosos, reveladores de un poder infinito y de una sabiduría absoluta; surgirán de entre los humildes e ignorados, hombres y mujeres cuya palabra llena de luz, sorprenda teólogos, filósofos y científicos y, cuando la lucha sea mayor, y los pobres sean humillados y sus testimonios sean negados por los soberbios, entonces será el instante en que Elías llame a los sabios, a los señores y a los príncipes para ponerles a prueba y ¡Ay de los falsos y de los hipócritas en esa hora, porque la justicia perfecta descenderá hasta ellos! Será hora de justicia; pero de ahí se levantarán muchos espíritus a la vida verdadera, muchos corazones surgirán a la fe y muchos ojos se abrirán a la luz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 351 1. Soy la luz, el amor, la caridad y el perdón. Venid a tomar de Mi lo que necesitéis, para vuestro beneficio y el de la humanidad. 2. Discípulos amados que congregados estáis alrededor del Maestro, venís a recibir mi sabiduría para orientar vuestra vida y cumplir la misión que os he encomendado. 3. Si vuestro Maestro os dijera todo lo que existe en mi sabiduría, nunca lo comprenderíais y además, ¿Que méritos haríais para descubrir lo que en mi arcano tengo reservado para vosotros? Es la elevación espiritual la que os hace dignos de recibir mi divina inspiración. 4. Habéis evolucionado y en este tiempo os he revelado lo que ya podéis comprender, mas no soy Yo el que pone un límite a vuestra comprensión, sois vosotros los que tenéis que elevaros más para poder recibir más de Mí. 5. Lo que os he enseñado es suficiente para que comprendáis cuál es vuestra misión y cómo debéis edificar en vosotros mismos el templo del que os he hablado; para que vosotros unifiquéis las ideas de la humanidad y sepáis unir esta enseñanza con la Doctrina de Jesús en el Segundo Tiempo y lo dicho por los profetas e iluminados en el Primer Tiempo. 6. Mi venida en este tiempo, no ha sido en la forma como muchos me esperaban y seréis vosotros los que haréis comprender a la humanidad mis enseñanzas en el Segundo y Tercer Tiempo. 7. Pueblo mío: El tiempo de finalizar mi comunicación en esta forma está próximo y vosotros aún tenéis que prepararos más. 8. En el mundo hay grandes tentaciones, mas a medida que vayáis comprendiendo mejor mi Obra, que vayáis ejerciendo el dominio sobre la materia, iréis acercándoos a la perfección. 9. Espiritualizaos para que vuestro espíritu alcance el grado de elevación que necesita, para continuar su marcha ascendente hacia la eterna perfección que es la meta donde debe llegar. 10. Recordad mis palabras del Segundo Tiempo: "Dad al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios", y ahora os digo: "Dad a vuestra materia lo que a ella pertenece y a vuestro espíritu, la elevación y adelanto que a él le corresponde". 11. Ahora mi verbo, no ha venido a encarnar; desciende a vosotros sobre la nube, espiritualmente, para revelaros lo que no habéis podido comprender. 12. En el transcurso de los años se ha manifestado la tentación en vuestro camino, ella ha luchado afanosamente por alejaros del camino verdadero, confundiros y desorientaros, dejando en vuestro corazón la incertidumbre. 13. Por revelación e intuición he entregado mensajes a este mundo y he enviado hombres preparados, espíritus escogidos para hablar por su conducto a la humanidad, y cuando vuestro corazón se ha preparado, habéis dado albergue a mi Espíritu. Yo me he manifestado en vuestra vida en enseñanza, en misericordia y paz, mas no he contemplado si habéis creído o no en mí manifestación, porque mi afán de Maestro y de Padre es que podáis reconocer la voz de quien hablando está a través de la conciencia, de vuestra paz y de vuestra elevación. 14. No he venido a salvar vuestra materia, sino a vuestro espíritu. Por ello os he hablado con amor para que os elevéis y seáis a imitación de los patriarcas del Primer Tiempo, de los apóstoles del Segundo Tiempo y para que seáis mis discípulos del Tercer Tiempo. 15. En cada etapa de evolución vuestro espíritu ha permanecido materializado y por esa causa os habéis alejado de mi amor, os confundisteis y habéis dado distinta interpretación a mi palabra. 16. Os estáis acercando al final del tiempo en que escucháis por última vez mi Verbo divino transmitido por el entendimiento humano, mas siento dolor en mi corazón de Padre, porque vosotros manifestáis incomprensión y familiaridad con mi palabra, escasa elevación espiritual, ¿Y acaso por vuestra falta de preparación Yo seguiré comunicándome por el cerebro humano? No, pueblo amado, porque habéis escuchado que soy la perfección y mi voluntad es única. ¿Acaso podría el Padre ser variable en su voluntad al igual que el ser humano? No sería perfecto, no podía haber sido vuestro Creador ni vuestro Dios. Antes dejaría de alumbrar el astro Rey que mi palabra y mi voluntad no fueran cumplidas. 17. Desde el primer tiempo, los profetas anunciaron esta etapa de gracia y en este tiempo vengo a preparar a vuestro espíritu con la luz de mi Espíritu Santo para que os elevéis cada día más. 18. Contemplaréis que aquellos que nunca escucharon mi palabra a través del portavoz, ni estuvieron ante la manifestación de mi Rayo Universal, se levantarán para que Yo prepare su corazón y ellos recibirán mi mensaje divino y mis órdenes por intuición. Ellos me amarán a imitación de los apóstoles del Segundo Tiempo. En ellos se cumplirá mi palabra: los postreros serán primeros. 19. Cumplid vuestra misión, tribus de Israel, reconoced vuestra responsabilidad ante la humanidad, recordad que sois portadores de mi Ley, que sois emisarios de la Doctrina Espiritualista que os he confiado. 20. Israel, unido y afanosos, levantaos cual un solo corazón, con una sola voluntad acatando mi Ley y mi voluntad divina. Bien sabéis que soy vuestra salvación. 21. He grabado mi enseñanza en vuestro corazón y mi efluvio divino ha sido en vuestro espíritu como savia que os fortalece y os vivifica para que os levantéis al cumplimiento de vuestra misión, para que seáis ante la humanidad como los hermanos mayores, que sepáis conducirla en mi camino, con obediencia y mansedumbre. Vosotros seréis los maestros del mañana. 22. Postreros: no veáis a mi pueblo como un desconocido, porque en este tiempo he enviado a estos espíritus a reencarnar para que por ellos alcance mi caridad la humanidad. 23. Cuánta confusión existe en el mundo, cuánto engaño, porque el cerebro humano en lugar de ajustarse a mi Ley, ha caído en materialismo, paganismo e idolatría y han osado los hombres impreparados nombrarse representantes de mi Divinidad, portavoces de mi voz divina, de mi amor y de mi luz. Yo les encuentro alimentando el egoísmo, la tiniebla, el fanatismo, la falsedad y la división. Mas soy la perfección que viene a mostraros el camino de la espiritualidad y del amor para que seáis perdonados. 24. El materialismo y la idolatría imperan en el mundo, por ello la humanidad ha caído en tentación. 25. ¿De quién se servirá el Maestro para hablar a la humanidad de mi verdad? De mi pueblo escogido de Israel. 26. Reuníos espiritualmente en torno al Maestro. Sois mis discípulos a quienes he venido a entregaros mi enseñanza cual libro abierto, dándoos en ella la claridad de la luz del Espíritu Santo, para que comprendiendo mi palabra la practiquéis y la llevéis grabada con letras imborrables en vuestro corazón. Sois los hijos de la luz que debéis dar buen ejemplo a la humanidad, mostrándole en vuestras obras la espiritualidad, el amor y la fe. 27. El Maestro ha venido espiritualmente entre vosotros en este Tercer Tiempo, a entregaros su palabra a través del entendimiento humano y esta enseñanza es como un rayo de luz que ha llegado para despertar a vuestro espíritu y hacerle comprender que ésta es la voz de su Dios y Señor, la voz del Padre que llama a su hijo, la voz del Maestro que cual verbo se derrama en enseñanzas, en ejemplos, en máximas sublimes, para que vuestro espíritu se contemple revestido con las virtudes de mi Espíritu Divino. 28. Pueblo amado: Yo quiero que me imitéis, quiero que seáis a mi propia imagen y semejanza por eso he venido entre vosotros a comunicarme a través del entendimiento de mis portavoces. Estos son los que he entresacado, preparado y purificado, para que recibieseis mi palabra a través de sus dones espirituales. Fueron las rocas endurecidas de las cuales he hechos brotar las aguas cristalinas y puras para vuestro espíritu. 29. He venido en este tiempo para hacer contemplar mi luz a los ciegos y mostrarles la luz de un nuevo día. He venido entre vosotros a daros testimonio de mi presencia, a entregaros mi amor y mi verdad para que la duda no sea entre vosotros. Quiero que al escuchar mi palabra, reconozcáis su esencia y os levantéis llenos de fe y de amor hacia vuestro Padre. 30. Quiero que me hagáis presente el arrepentimiento más profundo haberos manchado y alejado de vuestro Padre: que seáis sensibles ante lo espiritual y que en vuestro corazón sea el santuario que preparéis a vuestro Padre para que llevéis su amor, su paz, su luz, la vida eterna. 31. Preparaos, mis hijos para que vuestro espíritu sea libre de toda materialidad, para que apartéis la venda de obscuridad de vuestros ojos y me contempléis en todo mi esplendor. La materialidad del mundo os ha impedido sentir de lleno mi presencia y apreciar mi sabiduría derramada en vuestro propio corazón. 32. Cuán perfecta y pura es la enseñanza que he venido a entregar a vuestro espíritu, para que os hagáis dignos de mis complacencias espirituales y seáis los herederos de este tesoro con el cual os levantaréis el mañana, inspirados por mi Espíritu Divino, a entregar la caridad a la humanidad sufriente y menesterosa. De esta manera se cumplirán en vosotros las profecías. Yo mostraré por vuestro conducto a la humanidad el puerto de salvación, la barquilla salvadora. Porque en verdad os digo que los pueblos y naciones, las grandes multitudes que moran en la Tierra se han perdido, han muerto a la vida de la gracia. 33. Ved que vosotros no sois ya los muertos, porque Yo os he dado la vida, porque todo aquél que viene a Mí, resucitará. Dejad que esta vida y esta fuerza os hagan estar en comunión conmigo, no cerréis vuestros ojos ante esta luz, ante esta grandeza. Ved, mis hijos, cuán grande es la misericordia de vuestro Padre. 34. Sois el pueblo en quien he depositado mi confianza porque daréis la esperanza y el consuelo a la humanidad y seréis la antorcha luminosa que aparte sus tinieblas. Los hombres es su desesperación se buscan, unos a través de la ciencia y otros en su idolatría. Cuando vosotros veáis que las mujeres, los niños, los jóvenes y los ancianos lloran y me llaman, porque no sienten la presencia del Padre, de aquel Salvador que ha prometido volver para entregarles la paz, el consuelo y la caridad; cuando veáis que esta humanidad se lava y se purifica en su propio dolor, será entonces cuando debéis estar preparados, en armonía conmigo, velando y orando por esta humanidad para que por vuestro conducto me escuche y sea iluminada con la luz de mi Espíritu Santo. 35. Yo os haré que los corazones más endurecidos sientan el toque de mi amor, para que no sigan siendo los pedruscos que causen dolor a la humanidad. 36. Este el tiempo, pueblo bendito de Israel en que debéis encontraros preparados caminando con paso certero en el cumplimiento de vuestra misión. 37. Hoy he venido con mi palabra a libertaros espiritualmente, a quitaros el fardo que llevasteis, a quitaros las cadenas que os ataron a este mundo y que no dejaban elevar a vuestro espíritu hacia Mí. 38. Sois el pueblo en el cual quiero contemplar la espiritualidad de los justos. 39. Llevad con amor, humildad y mansedumbre vuestra cruz, que Yo seré vuestro Cirineo. Dad un buen ejemplo a la humanidad y sed el espejo limpio en donde contemple su faz; sed caritativos y compartid vuestra fortaleza con vuestros hermanos. Quiero que con la sonrisa manifestéis al mundo el amor que le Padre os ha entregado, porque no os dejaré solos ante la inclemencia de los elementos. En este tiempo de grandes peligros, en los que la tentación y las grandes pruebas saldrán a vuestro paso, me sentiréis muy cerca, porque Yo estaré en vosotros mismos, para que no llevéis el temor que el mundo siente ante la manifestación de mi divina justicia. 40. No faltéis a la Ley, ni os apartéis de mi amor, no os contaminéis con la maldad del mundo. Llevad sólo el temor de apartaros de vuestro Padre, porque ese temor es el principio de la sabiduría, por la cual alcanzaréis la suprema felicidad. 41. El que permanezca preparado y sepa velar por la Obra que en sus manos he confiado, recibirá constantemente de mi arcano la caridad del Reino de los Cielos, mi bendición, y será el que dé testimonio fiel y verdadero ante la humanidad. 42. Os he confiado armas de luz, armas poderosas para que os defendáis de las acechanzas que encontraréis a vuestro paso. La tentación está presta a cada instante como ave de rapiña para despojar a vuestro espíritu de la gracia y de los dones que os he confiado; para apartar de vosotros la buena simiente y dejaros la paja; como lobo hambriento para devoraros. Mas vosotros vivid en la verdad que os he dado, para que seáis los buenos discípulos que muestren con el ejemplo este camino a la humanidad. 43. Cuando no habéis velado ni orado, ha llegado a vosotros la tentación como torbellino, derramando vuestro santuario y apagando la luz de vuestra antorcha, arrebatándoos la enseñanza; entonces os habéis sentido despojados de mi caridad, menesterosos, y como un reo ante mi presencia, habéis llorado y habéis penetrado en arrepentimiento; volvéis a clamar a vuestro Padre la misericordia y entonces vuelvo a depositar en vuestras manos el libro de la luz, limpio vuestra mente, preparo vuestro corazón, os entrego nueva vestidura y os digo: Levantaos, velad y orad para que no caigáis en tentación. 44. Unificaos, pueblo amado, para que el Padre se recree con obediencia y el cumplimiento de sus hijos. 45. Quiero que seáis como un solo discípulo que lleváis al mundo una misma enseñanza. 46. Luchad, mi pueblo, con la espada de luz que en mi palabra os he confiado, con la oración, para que venzáis la tentación; luchad con el fuego de mi amor para que exterminéis la cizaña y con la luz de Espíritu Santo para que apartéis las tinieblas de los confundidos, de los ignorantes, de los idólatras, de los perversos, y para que guiéis a los inocentes que me han buscado en los santuarios materiales. 47. Vosotros, los que estáis al frente de estos recintos humildes, daréis la bienvenida a estas multitudes y con la sencillez de mi palabra les hablaréis de mi amor, les diréis que Yo he venido en busca de los pecadores no para sentenciarlos sino para que me conozcan, para enjugar su llanto, para apartar de su espíritu las tinieblas, para sanar la ceguedad de sus ojos y hacerles sentir y contemplar mi presencia. De esta manera vosotros daréis en mi nombre la vida a los muertos. Vosotros, pueblo escogido, seréis como una estrella luminosa ante la humanidad. 48. Habéis grabado mi palabra en vuestro corazón y de ese libro bendito, cuando estéis preparados, mi Espíritu Divino entregará a vuestros hermanos. Yo multiplicaré este pan para que los espíritus estén alimentados y fortalecidos. 49. E1 cumplimiento de vuestra misión lo llevaréis no tan sólo en el tiempo en que moréis en la Tierra, porque en ella vosotros principiaréis sólo a dar los primeros pasos. Haréis que las grandes multitudes salgan de la idolatría y dejen sus armas bélicas, para que puedan recibir en sus corazones el mensaje de mi paz. Mas vuestro espíritu seguirá luchando y trabajando incansablemente aún después de haber dejado su envoltura material, hasta que contempléis que los hombres llevan paz y buena voluntad, que llevan la luz del Espíritu Santo, que buscan la elevación y penetran en la espiritualidad. Vosotros lucharéis de generación en generación y de esta manera escalaréis la montaña hasta llegar a su cúspide en donde vosotros os recrearéis con el fruto de vuestras obras. 50. Después de 1950, cuando ya no me escuchéis en esta forma, no os desorientéis, ni digáis: ¿Hacia dónde caminaré? ¿Qué misión tengo que desempeñar en este camino? ¿Cuál es Señor, vuestra voluntad? En verdad os digo que recibiréis mi inspiración, vuestro espíritu me escuchará y sentiréis que Yo os tomo de la mano y os muestro el camino que debéis seguir para buscar a vuestros hermanos. Yo haré que vuestros ojos contemplen y que vuestros oídos escuchen a los que me buscan, a los que me llaman y sabréis que los que me buscan, os buscarán a vosotros. Entonces os llenaré de inspiración y entregaré la luz a esas multitudes por vuestro conducto. 51. La humanidad se ha purificado y más se purificará en su dolor para que los espíritus despierten y vean que sus frutos llevan amargura y muerte; ellos buscarán a su redentor y encontrarán el camino que han extraviado, mas este mensaje de luz, de amor, Yo lo daré al mundo a través de mis escogidos. 52. Vivís un tiempo de gracia, un nuevo día en que la luz divina ilumina el sendero de todos los hombres. Yo, el Maestro, os recibo, os hago descansar en mi regazo y os bendigo, y así como acaricio a este pueblo, derramo bendiciones y beneficios en el Universo. 53. Vos, discípulo mío, os habéis preparado para oír mi lección de este tiempo, habéis venido a Mi con la fe y la esperanza, como habéis llegado en los tiempos pasados, cuando me he acercado a vosotros. 54. E1 camino que os señalo siempre es el de la Ley. Una senda estrecha, precisa, para que os sintáis seguros, al transitar en ella. E1 cumplimiento de esa Ley, es el precio de vuestra salvación. ¿Queréis salvaros y llegar al final de esa senda para poseer los dones y potestad de los justos? En vosotros tenéis todo lo necesario para alcanzar la meta, Yo os he dotado de virtudes para que llevéis a cabo vuestro ideal. 55. Si sentís que la lucha para alcanzar el triunfo de vuestro espíritu es ardua, usad la fortaleza que poseéis; si las vicisitudes de este mundo os lastiman, revestíos de paciencia; si la incomprensión humana os hace padecer, elevad vuestro espíritu y aquí, en mi compañía, acallad vuestras quejas; y tornad a vuestro mundo en paz, sin quebrantos ni rencores, sino amando y perdonando, como buenos discípulos. 56. Derramad a vuestro paso esta enseñanza que os he traído, para que el mundo se alimente de ella, porque el hambre y la sed que sufren son agobiantes. 57. No desaprovechéis el momento en que vuestros hermanos os presenten su necesidad; llevad el consuelo al espíritu, para aliviar su pena, porque es más penosa y apremiante su escasez y su enfermedad espiritual, que la que experimenta su cuerpo. 58. Vuestra palabra de discípulo tendrá la virtud de apartar la bruma, la tristeza que envuelve el corazón de vuestros hermanos. 59. Os he llamado para colmar ese bendito anhelo que me presentáis de perfeccionar vuestro espíritu, de ir más allá del conocimiento humano para penetrar en el Arcano Divino. Y Yo que estoy atento a vuestras peticiones y que anhelo vuestro adelanto, he desbordado mi palabra, para que os sintáis dichosos. 60. Cuando pase este tiempo y sólo quede en vosotros el recuerdo de esta manifestación, os tendréis por bienaventurados, y al leer en los libros mi palabra, regaréis con vuestro llanto esas páginas escritas con el amor y la ternura que vosotros como hijos míos me inspiráis. 61. Ya está cerca el momento en que quedaréis frente a esta humanidad, como testigos de mi venida, y debéis desde ahora hacer propósitos y revestiros de fortaleza; porque esta prueba que os espera es grande. ¡Que nada os acobarde, discípulos amados! Y así como mi palabra os ha señalado un solo derrotero: Amor y verdad, vosotros también sed los sembradores infatigables de esta semilla entre la humanidad. 62. Vuestro báculo será la oración, ella os preparará para el bien. En esa oración sentiréis que vuestro espíritu se transporta a otros valles, a escalas superiores, más altas, cuanto más grande sea vuestra preparación; y en ella respirareis paz, os sentiréis inspirados por los seres que las habitan, justos y virtuosos, y ellos os llevarán a mi presencia; en esa comunión Yo os entregaré mis nuevas revelaciones y mandatos. 63. Quiero que descanséis ya de vuestro largo peregrinaje, que dejéis de llorar en este valle para elevaros espiritualmente. 64. Yo os anuncio que aún veréis presentarse sobre este mundo las más grandes calamidades, que serán la consecuencia del egoísmo y la ambición humanas, de la falta de amor y de caridad. ¿Qué haréis en ese tiempo Israel, cuando veáis desatadas todas esas fuerzas de la Naturaleza, azotando a vuestros hermanos? Verá este mundo la presencia de grandes terremotos. Las aguas saldrán de su cauce y partes del mar se convertirán en tierra y otras tierras serán invadidas por las aguas. Los hombres saldrán de sus comarcas y aún de sus países en busca de salvación. Las lluvias devastarán como el diluvio del Primer Tiempo, muchas ciudades y sólo unos cuantos escaparán a estos rigores. 65. ¿Cómo recibiréis a esos seres que vendrán huyendo de tanta miseria y dolor, buscando en esta nación el arca salvadora? ¿Sabréis acatar mi voluntad y compartir vuestro pan y vuestro hogar con ellos? 66. Pronto principiará un tiempo de grandes acontecimientos para el mundo. La Tierra se estremecerá, y el sol hará caer sobre este mundo, rayos candentes que quemarán su superficie. Los continentes, de un punto al otro, serán tocados por el dolor, los cuatro puntos de la Tierra sufrirán la purificación y no habrá criatura que no sienta el rigor y la expiación. 67. Y después de este gran caos, volverán las naciones a recobrar la calma y los elementos naturales se aquietarán. Después de esa noche de tempestad en que vive este mundo, aparecerá al iris de la paz y todo volverá a sus leyes, a su orden y armonía. 68. Veréis de nuevo el cielo limpio y los campos fecundos, las aguas en su corriente volverán a ser puras y el mar será clemente; habrá frutos en los árboles y flores en los prados y las cosechas serán abundantes. Y el hombre, que habrá sido purificado y sano, volverá a sentirse digno y verá preparado su camino para su ascensión y retorno a Mí. 69. Todo será limpio y desmanchado desde su principio para que sea digno de poseer el nuevo tiempo que se acerca, porque he de cimentar sobre bases firmes a la nueva humanidad. 70. Hay muchos seres que sólo esperan el resurgimiento de la virtud en este mundo para descender y cumplir la misión que Yo les he encomendado. Preparaos y disponeos a recibirlos cuando ese tiempo llegue y acortad los días de vuestra purificación con vuestras obras de caridad. 71. Yo penetraré en todos los hogares para hablar al espíritu de los gobernantes, a través de su conciencia, a los padres de familia, a los jueces y maestros y dejaré impresa en ellos la Ley. 72. El reinado del mal, que por tanto tiempo ha imperado en este mundo, está próximo a desaparecer, para dar cabida al reinado del espíritu, al desatamiento de los dones y potencias espirituales que hay en el hombre, por los cuales tiene un destino muy alto. 73. Muchos de vosotros seréis testigos de estos acontecimientos que hoy os anuncio. Unos creyentes y otros increyentes veréis cumplirse estas palabras. 74. Esperad velando el cumplimiento de estas profecías, vigilad siempre para que ninguna prueba os haga debilitar y llevad impresas mis palabras, porque cada una de ellas encierra sabiduría y potestad que os salvarán, si sabéis aplicarlas en vuestra vida. 75. Si sabéis conservaros orando y practicando mi enseñanza, lograréis vuestro progreso espiritual y sabréis pasar conscientemente a la nueva etapa que vais a vivir; sentiréis mi presencia en vuestros actos, en vuestras reuniones, e inspirados por Mí llevaréis a cabo obras que correspondan a vuestra dignidad de discípulos míos. 76. Vivid en armonía de anhelos e ideales con vuestros hermanos de enseñanza, aunque os encontréis distantes; que vuestro espíritu se encuentre unido al de ellos y todos viváis en comunión conmigo. Esta es mi voluntad. 77. Sentid mi aliento al oír mi palabra, porque ella es vida para todo el que sabe comprenderla, para que el mañana seáis mis discípulos que deis cumplimiento a mi Ley, para que vosotros no alimentéis la Sodoma y Gomorra. Vengo a entregaros mi palabra, para que entendáis cuáles son las verdaderas riquezas del espíritu, para que os espiritualicéis y seáis dignos de heredar mi Reino. 78. Os doy la luz de mi Espíritu Santo, para que no sucumbáis en la obscuridad. Yo he venido a hablaros para que me deis morada en vuestro corazón, para convertirlo en santuario de mi divinidad. 79. ¿Qué alimenta el mundo en este tiempo? Orgullo, vanidad, odio y placeres, vicios que enferman al espíritu y a la materia; mas Yo quiero contemplaros libres de ese materialismo y por ello he dejado solamente a vuestro espíritu la blanca vestidura. Al final de la jornada, quiero recibiros en mis brazos paternales y deciros: Bienvenidos seáis vosotros que supisteis vivir dentro de mi Ley y os apartasteis del mundo para convertiros en mis labriegos. 80. Todo aquél que escuche mi palabra y la ponga en práctica, se hará digno de recibir de mi arcano mi caridad; ese será el que como espejo limpio se muestre a los demás: En él habrá don de curación, palabra profética: será como fuente de aguas cristalinas para los que sientan sed de mi palabra. Pondré en él mi Verbo Divino y le confiaré mi bálsamo para que sea el que entregue consuelo a todo el que sufre. 81. Yo haré que por doquier que se aposente haya paz y alegría y le confiaré una espada para que combata toda idolatría. 82. Enseñad a vuestros hijos a buscarme en lo desconocido, decidles que vosotros os sentasteis conmigo en mi mesa y que ya no sois los idólatras; si ellos me desconocen, vosotros amadles y perdonadles. 83. Las naciones marcan sus fronteras y se levantan en guerra sembrando muerte y Yo he venido en Espíritu a preparar a unos cuantos y esos sois vosotros que formáis parte de las nuevas generaciones que el mañana me buscarán de espíritu a Espíritu. Para ese tiempo ya los pueblos de la Tierra no se prepararán para la guerra, ellos me recibirán dentro de su espíritu. 84. Yo quiero que vosotros, seáis los primeros y que os preparéis para dar la buena nueva, que seáis el ejemplo ante vuestros hermanos. 85. Es mi voluntad que os purifiquéis, porque lo manchado no llega a Mí y vuestro dolor es muy grande; elevaos hasta Mí para mitigar vuestro dolor, Yo aparto de vosotros el mal, para que exista el bienestar y la alegría en vuestro espíritu para que os elevéis hasta la cúspide de la montaña espiritual. 86. Sentid amor por vuestro Maestro y por la humanidad, no retengáis mi caridad, luchad para librar a vuestros hermanos del fanatismo y en esta labor mi Mundo Espiritual será con vosotros. Sois mis testigos y por vuestro conducto daré la buena nueva al mundo. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 352 1. Instante bendito es éste en el que mi Espíritu se presenta entre vosotros. Día en que los caminos se iluminan con mi luz, para que los discípulos lleguen a estos recintos en pos de mi palabra. 2. Pueblo: Yo os recibo. ¡Bienvenido seáis! 3. Escucho vuestra oración y por vuestra sentida petición extiendo mi caridad sobre la humanidad, para que toda criatura humana sienta espiritualmente mi caricia. 4. Con buena voluntad y fe habéis preparado vuestro corazón, disponiéndoos de materia y espíritu a recibir la divina lección. 5. Por esa preparación hago que mi palabra de amor sea con vosotros. 6. Discípulos: desde los primeros tiempos he venido preparando los caminos que habrían de conduciros hasta el punto en que os encontráis en estos momentos; a la evolución espiritual que os permitirá concebir la comunicación de espíritu a Espíritu con vuestro Padre. 7. Con esto os doy a entender que nunca os he dejado caminar al azar y que siempre vuestros pasos en el cumplimiento de mi Ley han obedecido a un designio divino. 8. Como si fuese Yo vuestra sombra, así os he seguido a través de los tiempos, ayudándoos siempre a que caminéis hacia el sendero de la vida y la verdad porque una vez en él, no seré yo quien siga vuestros pasos, sino vosotros quienes vengáis en pos de mi huella. 9. Aquí, en mi camino, será donde descubráis todos los dones que atesora vuestro espíritu, única forma de que él encuentre en sí mismo las armas necesarias para defenderse de los mil peligros que le acechan en su caminata. 10. A muchos les ha parecido dura y larga la jornada, porque no han querido comprender que son ellos mismos, con sus errores y flaquezas quienes van haciendo pesada la cruz de su existencia. 11. Les ha faltado ideal y amor, por eso, al entregarse en brazos de una vida materialista, han tenido que llegar a hastiarse, a fatigarse. A estos espíritus hastiados del mundo, que han transmitido a su parte humana su fatiga de siglos, les he traído en este tiempo mi palabra alentadora, que es como un fino cincel que poco a poco va puliendo la dureza de roca de esos corazones, hasta darles una bella y armoniosa forma, no sólo apariencia exterior, sino vida verdadera, vida espiritual. 12. De esa roca sólo quiero que quede su firmeza, la que más tarde será el cimiento de un santuario donde sólo habitará la verdad, un templo donde se guarde mi Ley y donde se escuche la voz de la conciencia. 13. Mi labor en este Tercer Tiempo al doctrinaros a través del entendimiento humano, ha sido de paciencia divina, porque quiero que al finalizar esta comunicación, mi palabra haya quedado guardada en el corazón de cada uno de vosotros. Así, mañana, cuando reconozcáis que ha llegado el tiempo de vuestro testimonio, sentiréis que el espíritu lo tenéis lleno de esta esencia y que vuestros labios no se niegan a expresar la inspiración espiritual que derramé en vosotros. Os veréis rodeados de grandes multitudes y a pesar de ello os sentiréis solos por instantes; pero vuestra soledad será exterior, porque bastará que os pongáis en comunicación conmigo, para que sintáis interiormente mi dulce compañía, y además, la presencia de un mundo de luz, invisible a vuestra mirada corporal, pero perceptible a vuestros sentidos espirituales. 14. ¿Podréis sentiros solitarios o abandonados si conocéis el secreto de la oración que os pone en contacto con la vida espiritual? ¿Os dejaréis vencer por las vicisitudes, llevando en vuestro ser la fortaleza de vuestro Maestro? No, discípulos amados; no debéis desconfiar ni debilitar en el camino de vuestra misión porque se dará el caso de que lloréis creyéndoos unos parias, sin daros cuenta que vuestras lágrimas estarán cayendo sobre el tesoro que lleváis en vuestro ser y al que no habéis querido contemplar. 15. Llenad desde ahora vuestro cofre, pero sabiendo lo que en él guardáis, conscientes de cuanto poseéis y de la aplicación de cada uno de vuestros dones. 16. No quiero que repitáis sólo con los labios, que sois herederos de mi reino, quiero que sepáis en verdad por que sois mis herederos y cuál es vuestra herencia. 17. Sólo quien conozca a fondo lo que lleva en su espíritu, sabrá dar a conocer mi obra; sólo el que esté consciente de cuanto sabe y posee, podrá permanecer firme ante las grandes pruebas. 18. Veo que habéis progresado espiritualmente en el tiempo que lleváis escuchándome, porque si hacéis un examen ante la luz de vuestra conciencia, reconoceréis que moralmente habéis mejorado, que vuestra fe es mayor, que algo de la virtud que emana de mi palabra, habéis asimilado. Mas también os digo que no os conforméis con lo que habéis logrado hasta ahora, sino que prosigáis paso a paso en el camino de perfeccionamiento, sin caer en el estancamiento. 19. Ahora conocéis el sendero que pisáis, sabéis hacia dónde dirigís vuestros pasos y tenéis un ideal elevado. 20. Cuántos de vosotros llegasteis vencidos por la lucha, sin fe en el corazón, sin firmeza en las obras, sin saber hacia dónde caminabais, sin meta ni esperanza de salvación, y hoy estáis surgiendo a una nueva vida, plenos de confianza y de ideales. ¿No es esto un paso de adelanto en vuestro sendero espiritual? 21. Mi luz ha brillado tiempo ha en vuestro sendero, para libraros del abismo en que se hunden los espíritus que no tienen la luz de la fe y de la esperanza. 22. Yo, que sé el dolor que se aproxima a los hombres, con mi enseñanza vengo a revelarles la forma de contrarrestar las calamidades, de vencer las tentaciones y de lograr el triunfo sobre el mal y las adversidades, así habéis tenido una manifestación más de mi amor. 23. He llegado a vosotros para reuniros y comenzar a formar el nuevo pueblo de Israel, según promesa mía, hecha a la humanidad desde los primeros 24. ¿Verdad que muchas veces, en los momentos de reposo o de meditación, habéis presentido que algo espiritual se aproximaba a vosotros? Era que mi promesa estaba escrita en vuestro espíritu desde antes que vinieseis a la Tierra y una vez llegado el tiempo, la intuición se manifiesta con claridad, haciéndoos sentir el momento de mi presencia en vuestro camino. 25. No creáis que ese presentimiento ha estado sólo en vosotros los que habéis escuchado esta palabra, no, él ha estado en todo espíritu, ya que mi nuevo pueblo lo formará la humanidad, sin distinción de razas, linajes, colores y lenguas. 26. Ahora que el dolor, como el cáliz más amargo de todos los tiempos lo beben los hombres de toda la Tierra, he sorprendido a muchos hermanos vuestros meditando y aun orando, después de pasada una prueba. He visto a grandes pecadores y a perversos obstinados detenerse en su obra y ponerse a escuchar la voz de su conciencia. 27. Ese ha sido el momento en que su espíritu ha revelado al corazón mi promesa y en el que el hombre se ha preguntado interiormente: ¿De dónde vendrá esta esperanza que vibra dentro de mí? 28. Yo os lo diré: Brota de mi Espíritu Divino. Mi vara de justicia toca la roca de vuestro corazón para hacerla manar el agua cristalina del arrepentimiento donde lavaréis vuestras manchas hasta alcanzar la regeneración y hacer que brote el amor. 29. Por severa, estricta e inexorable que juzguéis mi justicia, en verdad os digo que dentro de ella siempre encontraréis mi amor de Padre. 30. Fijaos en vosotros: Estáis purificándoos continuamente por medio del dolor; pero al mismo tiempo tenéis el consuelo, el bálsamo y la fuerza que os derrama mi palabra. 31. Nada nuevo vengo a deciros humanidad, porque en la Ley de los primeros tiempos, todo quedó dicho, pero vuestra pequeñez espiritual y vuestra rudeza de entendimiento hicieron que vuestro Padre viniese al mundo, humanizado en Jesús para explicaros con obras el contenido de la Ley. 32. Pero las generaciones humanas no han sabido asomarse al fondo de mi palabra y han hecho que en este tiempo venga a dar una nueva explicación de la Ley del Primer Tiempo y de mis obras y palabras del Segundo Tiempo. 33. Vengo buscando corazones, porque en unos quiero escribir los mandamientos de mi Ley, como si fuesen las tablas de piedra donde fueron grabados mis preceptos, en el Primer Tiempo, mientras que a otros quiero atraerlos para que sean a imagen del madero donde fue crucificado Jesús. 34. Sí, humanidad, existe tal retraso espiritual entre los hombres, que será menester remover el pasado para que despierten y una vez despiertos reciban mi nuevo mensaje, que es el esclarecimiento de todo lo revelado en los tiempos pasados. 35. Yo sé aprovechar el instante en que sorprendo a un hombre entregado a la meditación, al examen de su conciencia, o a la oración, para anunciarle que es llegada la hora de su resurrección a la vida verdadera. Es el momento en que el espíritu rompe las cadenas que le han atado al mundo y desde lo más puro de su ser deja escapar el grito de libertad, como el presidiario, que después de mucho tiempo de cautiverio, ve al fin abrirse ante sus ojos aquellas rejas que fueron su martirio; como el náufrago que después de luchar desesperadamente contra la mar embravecida, ve al fin en el horizonte la playa anhelada. 36. Yo os digo que las pruebas que el hombre se ha preparado a sí mismo en este tiempo son muy grandes, porque así le son necesarias para su salvación. 37. Por lo más querido de cada hombre llegará la eterna justicia a tomar cuenta de la obra de toda criatura humana. 38. Pues bien, pueblo amado, vosotros que tuvisteis el presentimiento de mi presencia en alguna forma accesible a vuestra pequeñez, aquí me tenéis humanizando mi palabra para que la sintáis y podáis comprenderla. Vosotros, que habéis tenido muchos momentos de meditación sobre vuestro pasado, sobre vuestro presente y sobre la eternidad que os aguarda, estáis adquiriendo una gran responsabilidad espiritual para con la humanidad: la de ser los testigos de mi nuevo mensaje, esta palabra que habéis escuchado desde la falda del Monte del Tercer Tiempo. 39. Todavía tenéis que luchar mucho contra la carne y contra el mundo para que dejéis de ser sus siervos; todavía tendréis que limpiar mucho vuestro corazón para que lo hagáis digno depositario de mi palabra. 40. Por eso es necesario que mi obra os sujete a una lucha continua y que las pruebas, como sabias lecciones, no falten en vuestra vida, para que viváis alerta. 41. Yos os aseguro que quien haya fortalecido su fe en el dolor, será quien con mayor firmeza permanezca fiel a mi Ley a lo largo de su jornada. Porque hay quienes sólo sienten alentar la fe cuando reciben beneficios; pero cuando no llega a ellos lo que piden o esperan, entonces me vuelven la espalda, y esa no es fe, ese no puede ser el baluarte para refugiarse en las grandes batallas de la vida. 42. ¡Cuán importante es que esta humanidad llegue al conocimiento de lo que significa la restitución espiritual, para que así, pensando que el espíritu tiene un pasado que sólo Dios conoce, acepte con amor, paciencia, respeto y hasta alegría su cáliz de amargura, sabiendo que con ello está lavando manchas pasadas o presentes, está saldando deudas y está haciendo méritos ante la Ley! 43. No habrá elevación en el dolor mientras no se sufra con amor, respeto a mi justicia y conformidad ante lo que cada quien se ha labrado para sí; mas esa elevación enmedio de las pruebas, sólo el conocimiento sobre lo que es la Ley de la restitución espiritual, podrá dársela a los hombres. 44. No tembléis ante estas revelaciones, por el contrario, gozad pensando en que esta palabra viene a destruir el concepto que del castigo eterno teníais y todas las interpretaciones que os dieron del fuego eterno en los tiempos pasados. El fuego es el símbolo del dolor, de los remordimientos y el arrepentimiento que atormentarán al espíritu, purificándolo como se purifica el oro en el crisol. En ese dolor está mi voluntad y en mi voluntad está mi amor por vosotros. 45. Si fuese verdad que el fuego es el que castiga los pecados humanos, entonces todos los cuerpos de los que han pecado tendrían que ser arrojados al fuego aquí en la Tierra, en vida, porque muertos ya no sentirían; porque los cuerpos nunca se elevan al espacio espiritual, por contrario, ellos una vez concluida su misión, descienden a las entrañas de la tierra, donde se funden con la Naturaleza de donde tomaron vida. 46. Mas si creéis que lo que llamáis fuego eterno no es para el cuerpo sino para el espíritu, ese es otro grave error, porque en el reino espiritual no existen elementos materiales, ni el fuego tiene acción sobre el espíritu. Lo que es nacido de materia, materia es, lo que es nacido del espíritu, espíritu es. 47. Mi palabra no desciende a atacar creencia alguna. Si alguien pensase esto, está en grave error. Mi palabra viene a explicar el contenido de todo aquello que no ha sido debidamente interpretado y que por lo tanto, ha producido confusiones que se han transmitido de generación en generación entre la humanidad. 48. ¿Qué valor tendría mi Ley y mi Doctrina si no fuesen capaces de salvar del error y del pecado a los espíritus? ¿Y qué objeto habría tenido mi presencia como hombre en el mundo, si iba a haber muchos que habrían de perderse para siempre en una expiación sin fin? Oíd mi palabra y veréis de cuántas tinieblas os libra. Oíd mi palabra y encontraréis todas las revelaciones que anhela vuestro espíritu, los conocimientos que necesitáis poseer y todas las explicaciones a vuestras dudas. 50. Todo aquello que sobre la vida espiritual debe saber el hombre para poder preparar su viaje hacia aquel valle, vengo a revelároslo en mis enseñanzas. 51. Así tendréis idea de la evolución espiritual, tendréis conocimiento de las etapas que atraviesa el espíritu y sabréis el significado de la restitución. Mas si verdaderamente deseáis comprender mis enseñanzas, Yo os digo que es necesario que aprendáis a salir de ese plano de materialismo en que vivís, y en donde es imposible que podáis contemplar la luz de la verdad. 52. La mente no es capaz por sí sola de concebir el contenido de esta Obra. Precisa también de la sensibilidad espiritual y de la intuición para poder penetrar al fondo de mi Doctrina espiritual. 53. Esa es la razón por la que vengo enseñando la oración de espíritu a Espíritu a mis discípulos, porque sin esa forma de orar, no podrán los hombres conseguir por otros medios la iluminación de su entendimiento. 54. Los tiempos anunciados por las profecías, aquellos en que el Espíritu de la Verdad vendría a esclarecerlo todo, son precisamente estos en que vivís; mas Yo he querido sorprenderos comunicándome bajo esta forma, para poner a prueba vuestra penetración en el sentido de las profecías, donde está dicho que Yo vendría a comunicarme espiritualmente por el entendimiento humano. 55. Ahora que mi promesa se ha cumplido al comunicarme con los hombres, por medio de ellos mismos, quiero que no olvidéis que una de las finalidades más grandes de mi comunicación, fue la de que extendierais por el mundo la forma de orar y elevaros que os he enseñado, para que la humanidad sepa cómo debe prepararse, para sentir mi presencia en su espíritu, en su mente y en su corazón. 56. ¿No creéis, pueblo amado, que sería mejor que fueseis vosotros quienes anunciaseis a la humanidad mi presencia en espíritu en este Tercer Tiempo y no los elementos desatados, las tempestades desencadenadas, los terremotos devastando ciudades, los mares arrasando la tierra y la tierra convirtiéndose en mar? ¿No creéis que sería más espiritual y más humano de vuestra parte adelantaros a esos acontecimientos, con vuestro cumplimiento de amor y caridad? Preparaos en verdad y en espíritu Yo tomaré a este pueblo a imitación del ferviente Noé para encomendaros la construcción de un arca espiritual, en cuyo seno encuentren los hombres salvación. Una arca construida con fe, con espiritualidad, con caridad. Que sea un verdadero templo de paz, de seguridad y refugio ante las calamidades tanto materiales como espirituales. 58. Cuando los tiempos pasen, y la humanidad investigue y escudriñe testimonios y señales para comprobar la verdad de mi manifestación, comprenderán que todo cuánto aconteció en estos tiempos no fue sino una de tantas señales que anunciaron al mundo el final de mi comunicación y el principio de otra etapa. 59. ¡Cuánto han dormido los profetas del Tercer Tiempo! Rara vez abren sus ojos y se disponen a contemplar lo venidero. Por eso este pueblo no sabe cuánto debería conocer sobre el futuro, como en otros tiempos Israel, desde siglos antes de un acontecimiento, era preparado y amonestado por sus profetas. 60. Ha tenido que ser mi palabra la que os previene y despierta, como lo hago este día, en que también os anuncio que la justicia divina tocará a los mandatarios o gobernantes de la Tierra, porque también ellos purificarán su espíritu. Ellos comenzarán a ser tocados, porque así iré preparando el tiempo de paz, de bonanza y unión que seguirá al tiempo de pruebas. 61. Después del nuevo diluvio, brillará el iris como símbolo de paz y de un nuevo pacto que espiritualmente hará la humanidad con su Señor. 62. La lucha debéis esperarla grande, porque tendréis todos que luchar contra el dragón del mal, cuyas armas son la ambición, el odio, el poder terrenal, la lujuria, la vanidad, el egoísmo, la mentira, la idolatría y el fanatismo; todas las fuerzas del mal, nacidas del corazón humano contra las que tendréis que combatir con gran valor y fe hasta vencerlas. 63. Cuando el dragón de vuestras pasiones haya sido muerto por vuestras armas de luz, un mundo nuevo aparecerá delante de los hombres, un mundo nuevo, siendo el mismo, pero el cuál parecerá más hermoso, porque entonces los hombres sabrán tomarlo para su bienestar y progreso, infiltrando a todas sus obras un ideal de espiritualidad. 64. Los corazones se ennoblecerán, las mentes tendrán luz, el espíritu sabrá manifestar su presencia. Todo lo bueno prosperará, todo lo elevado servirá de simiente a las obras humanas. 65. En lo material también palparéis la transformación: Los ríos serán abundantes, las tierras estériles serán fértiles, los elementos volverán a su cauce porque habrá armonía entre el hombre y Dios, entre el hombre y las obras divinas, entre el hombre y las leyes dictadas por el Autor de la vida. 66. ¿Os parece una fantasía mi palabra? Es que no os podéis dar cuenta de que estáis en el final de una etapa material y en el principio de una era espiritual. Es tan breve vuestro paso por este mundo, que muchos no alcanzáis a observar los cambios que se operan en la vida material o en la vida espiritual, porque a veces esas transiciones tardan siglos en llevarse a cabo. Sólo el estudio a través de una mente elevada por la fe, por la bondad y la oración, es capaz de darse cuenta del paso del tiempo sobre los seres. 67. Cuando estéis en espíritu, vosotros que me oís con algún escepticismo podréis contemplar esta verdad en toda su plenitud, porque entonces estableceréis la comparación de vuestra existencia en la Tierra en las diferentes ocasiones en que habéis venido a habitarla, y podréis apreciar la evolución, los finales y los principios de cada etapa material y de cada era espiritual, Entonces lamentaréis no haber sabido aprovechar la experiencia de vuestro espíritu, para haber llevado a cabo obras dignas de quienes han sido por tanto tiempo discípulos de la vida. 68. Dejo estas palabras escritas en vuestra conciencia, para que cuando seáis testigos de su cumplimiento, bendigáis mi palabra y os levantéis a dar testimonio de mi Doctrina y la explicación de todos los acontecimientos que ahora os profetizo. 69. Yo sé que será muy grande el arrepentimiento de los que no creyeron o negaron mi palabra, cuando estén presenciando su cumplimiento y de sus corazones se escaparán las frases, pidiéndome perdón por haber dudado. Mas también sé que entre ellos estarán los que se llenarán de fervor, convirtiéndose en los mas infatigables sembradores de mis enseñanzas. 70. El hombre siempre ha necesitado para mantener su fe como una llama viva, de hechos extraordinarios que lo hagan meditar y elevar sus sentimientos. Por la falta de evolución espiritual duda de la verdad cuando se manifiesta con sencillez y no llega envuelta con velos de misterio. 71. Siempre me habéis buscado a través del dolor, pocos son los que me buscan a través del amor y agradecimiento. 72. El hombre debe conocerse a sí mismo para que se dé cuenta de que no sólo es materia que tiene también una parte noble, buena, que es el espíritu. 73. Aquéllos que se han elevado espiritualmente, reconocen a María como espíritu, sin atribuirle forma determinada; mas aquéllos que necesitan ver para creer, su atraso espiritual les obliga a buscar imágenes para representar sus cualidades espirituales. 74. Si vosotros imitáis al Maestro doblegando la materia para que se desarrollen vuestros dones espirituales, podréis recibir de Mi todo lo que necesitáis para practicar el bien. Mas no lo hagáis por engrandeceros ante los demás, sino para imitar a vuestro Maestro. 75. Si buscáis a Dios, buscadlo en espíritu, en el bien, en las maravillas de la Naturaleza, mas no busquéis a Dios en las imágenes. 76. María es el espíritu fundido de tal manera a la Divinidad, que constituye una de sus partes como lo son sus tres fases: El Padre, el Verbo y la luz del Espíritu santo. Así María es el Espíritu de Dios que se manifiesta y representa la ternura divina. 77. María es la que os inspira y os alienta a hacer méritos y a recibir las pruebas del mundo en que vivís con conformidad y preparación, para que encontréis en medio de la prueba la dicha espiritual, ya que esto contribuye a que vuestro espíritu alcance mayor elevación. 78. El espíritu irá a gozar, a disfrutar de Dios, mas antes tiene que evolucionar habitando diferentes materias para después seguir su evolución en planos elevados hasta llegar a fundirse en la eterna perfección. 79. Pueblo mío: No os concretéis a escuchar mi palabra solamente, analizadla, para que cuando ya no me escuchéis en esta forma, os sintáis fuertes y sigáis el ejemplo de vuestro Maestro haciendo el bien a la humanidad; que vuestros actos estén siempre dentro de mi verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 353 1. El corazón del Padre se abre amorosamente para recibiros, porque contemplo vuestros sufrimientos y vengo a confiaros mi caridad. 2. La fuente de la gracia se está derramando en este Tercer Tiempo y si en el Segundo preparé con mi palabra a mis apóstoles, en este tiempo vengo a iluminar a toda la humanidad con la luz de mi Espíritu Santo. Porque a todos quiero hacerlos dignos de nombrarse hijos de Dios. 3. Sois el pueblo escogido de Israel, el fuerte, el mimado, y tendréis que ir delante de las multitudes de toda la humanidad, porque todos sois mis hijos. En este tiempo estoy entresacando al pecador, al hijo perdido le voy brindando la oportunidad para la redención de su espíritu. 4. No quiero que nadie se pierda, que ninguno de vosotros se aparte de mi regazo, porque mi amor es único. He aquí mi caridad y mi amor perfectísimo. 5. Ni vengo a delataros ni a contemplar la mancha en vuestro corazón. Yo escucho vuestro arrepentimiento cuando me decís: Padre, queremos caminar por este sendero limpios de toda mancha; entonces Yo perdono todo pecado. También escucho que me decís: Padre, queremos seguir vuestra huella y Yo os digo: Penetrad en este camino que está lleno de virtud es el camino limpio en el cual el pecado será apartado de vuestro corazón. 6. Me estáis pidiendo que os conceda comunicaros con los vuestros y en verdad os dice el Maestro en este día de gracia: Voy a concederos por última vez esta gracia, porque de cierto y en verdad os digo, que después de este año ya no habrá estas comunicaciones a través del entendimiento humano, mas aquellos espíritus por los cuales me pedís la luz, solamente se comunicarán con vosotros, de espíritu a espíritu. Por ello os estoy preparando a vosotros, para que se eleve más y más vuestro espíritu a fin de que recibáis esta gracia. 7. No estaréis desamparado jamás, pueblo, porque Yo nunca me he apartado de vosotros, siempre os he cubierto con la ternura de mi misericordia; habéis sido vosotros los que por instantes os habéis apartado de Mí. 8. Ahora vengo a recordaros que existe un Padre para vosotros, un Padre amorosísimo que os entrega su caridad para conduciros por el camino verdadero. 9. El hombre ha puesto la venda de obscuridad en vuestros ojos y os ha desviado del camino certero, os ha conducido a los abismos, a las tinieblas, mas en verdad os digo, pueblo bendito: No quiero que os perdáis, por ello os brindo una nueva oportunidad para vuestra salvación. 10. Estoy escribiendo en cada uno de vuestros corazones la palabra amor, amor que es la defensa más grande del pueblo de Israel, amor, que es la más poderosa arma para toda la humanidad. Amor, que en verdad a todos os llevará al Reino de la Luz. 11. El ayer fuisteis los perdidos, que transitasteis como el hijo pródigo por los caminos del mundo, confundidos en vuestro espíritu, desilusionados en vuestro corazón, con la cuita grabada en lo más profundo de vuestro ser y no encontrabais una palabra de consuelo ni una mano que os guiara y por momentos el espejismo del desierto se presentaba ante vosotros; y cuando creíais haber encontrado el camino certero, en el mismo instante comprendíais que os habíais confundido y que la luz que había aparecido ante vuestros ojos sólo era un engaño. 12. En este tiempo habéis penetrado en el camino de la luz, no ha sido la casualidad la que os ha traído a este camino, ha sido mi voluntad, porque en verdad os digo, pueblo amado, no hay hoja del árbol que se mueva sin mi voluntad, porque el destino de cada criatura se encuentra en Mí. 13. El Padre os dice: En el Segundo Tiempo cuando llevaron el cuerpo de Jesús a la sepultura, mi Espíritu fue a dar luz a los espíritus que estaban entre tinieblas y a libertarles de sus cadenas. Desde ese momento aquellos espíritus que estaban condenados a la noche eterna, recibieron la luz. 14. Mi palabra se cumple, los espíritus recibirán por mi gracia y por mi amor la resurrección y buscarán en el valle espiritual más y más la elevación, porque han reconocido a su Señor, a su Salvador que delante de ellos puede encontrarse. Cantarán hosanna al Señor y en verdad una gracia más voy a concederles: la de convertirse en vuestros ángeles guardianes, para que os vayan guiando después de 1950. Por intuición recibiréis sus mensajes y sus consejos y en los momentos de prueba podéis llamarles en mi nombre. Su voluntad es mi voluntad, en su amor por vosotros está mi amor, porque ellos se han lavado en las aguas purísimas del Cordero y se han hecho dignos de esta gracia. 15. Sois el pueblo escogido al que le fue entregada la Ley, para que por ella la humanidad se gobernara. Y es el tiempo en que esta humanidad se levante en el camino de la luz y de la verdad, dando cumplimiento a mis mandatos. 16. Os he entregado mi luz divina en tres tiempos; no os traigo un fruto de distinto sabor; mi enseñanza de este Tercer Tiempo es la misma Doctrina espiritual que siempre os he confiado. 17. En todos los tiempos el espíritu se ha materializado, por ello la humanidad se encuentra desorientada y no sabe conducirse espiritualmente por el camino que la lleve a la perfección. 18. El Maestro ha estado entre vosotros para aleccionaros y prepararos, para convertiros en los labriegos que vayáis sembrando mi palabra en los corazones ansiosos de verdad. Mas la duda y la falta de espiritualidad ha sido la causa por la cual mi Obra no ha sido aún reconocida por toda la humanidad. 19. Corto es el número de los que me habéis escuchado en este tiempo. Mi Rayo universal os ha iluminado y os he preparado para que por vuestro conducto escuchen mi llamado todos mis hijos. 20. Preparaos, Israel, para esgrimir con serenidad y valor la espada del amor con la cual lucharéis contra la tiniebla que os acecha aún en los últimos días de mi comunicación en esta forma. 21. Mi Verbo Divino se ha manifestado a través del entendimiento humano para daros preparación y vida con la esencia de mi palabra, para la elevación de vuestro espíritu, para que seáis el ejemplo entre la humanidad. 22. En vuestro espíritu he depositado mi enseñanza para que se levante doblegando a su materia, para que seáis los mensajeros de mi palabra, para que los hombres no se conviertan en la barrera que impida el avance de la Obra Espiritualista. 23. El mundo alimenta el paganismo y la idolatría. Yo nunca os he entregado doctrina que aliente al fanatismo o niegue la espiritualidad que existe en mi Obra. Los elementos me han testificado y el mundo duerme en un profundo sueño, dejando que el espíritu permanezca en el abismo y en la tiniebla. Levantaos Israel, con la obediencia, con la potestad en vuestro espíritu para hablar y despertar al mundo. 24. Si no os habéis preparado, si no habéis almacenado mi enseñanza ni la habéis estudiado, no por ello seguiré cual Maestro entre vosotros comunicándome a través del portavoz. No, porque mi voluntad es única y ella se manifiesta dando cumplimiento a mi palabra en el Universo, en lo visible y en lo invisible. Después de 1950, os seguiré guiando e inspirando de Espíritu a espíritu. 25. Vosotros no os perderéis, porque entonces Yo dejaría de ser Dios y todo lo que brotó de Mí ha de retornar a Mí. Mas entonces el espíritu tiene que lavarse y hacer méritos en su lucha, para mostrar ante mi mirada perspicaz su cosecha limpia. 26. Levantaos con valor a enfrentaros a la tiniebla, a la impostura, demostrad la verdad que en este tiempo habéis recibido. 27. El pastor Elías irá delante de vosotros aclarando lo que no hayáis comprendido; preparaos y sed cual ovejas mansas y humildes que testifiquen al mundo lo que han recibido de mi Divinidad. 28. María os cubrirá con su manto y de su corazón maternal brotará la ternura divina, para que la llevéis en vuestro corazón y sea vuestra fortaleza. 29. Preparaos, pueblo, porque tiempos difíciles van a llegar entre vosotros y no es mi voluntad que por la impreparación vayáis a buscar la conducción del hombre ciego y menesterosos que nada tendrá que entregaros. Yo en este tiempo me he manifestado para entregar la luz al ciego y señalarle el camino. 30. Recordad que desde tiempo ha el Maestro os ha dicho que tendréis que luchar contra la impostura de los falsos pedestales, porque falsos labriegos surgirán en tiempos futuros. 31. No es mi voluntad que estéis débiles o faltos de conocimiento mas si así os sentís, no es que os haya faltado mi enseñanza, sino que no la habéis grabado en vuestro corazón. Muchos confiáis en que un tiempo más esté cual Maestro entre vosotros comunicado por el entendimiento humano, y os digo que estéis alerta porque este tiempo toca a su fin. Por eso os digo que os encontréis preparados, porque de entre vosotros surgirán los maestros que darán al mundo mi enseñanza. 32. La humanidad me buscará, buscará mi Obra, os buscará a vosotros. El hombre que más haya blasfemado, será el que más pronto venga a buscarme y tendréis que encontraros preparados, para hablarle de mi Doctrina. 33. Israel: Nunca neguéis mi caridad, ni cerréis vuestros labios para callar mi verdad, nadie lleva esta sabiduría como vosotros y el entendimiento más torpe, en el momento propicio, no dejará pasar desapercibida ninguna de vuestras palabras. Si os encontráis preparados, por vuestros labios brotarán palabras que asombran al mundo. 34. No desaprovechéis esta oportunidad, Israel, sed presto siempre en el cumplimiento y entregad la luz a los que estén en tinieblas. Confiad en mi palabra, porque en el transcurso del tiempo contemplaréis que una sola Doctrina quedará en el haz de la Tierra: la del amor. 35. Grandes multitudes tienen que levantarse mañana y vosotros tenéis que darles la conducción, tenéis que apartar su idolatría y su fanatismo tenéis que orar para que mi luz brille en sus entendimientos, en sus espíritus, para que levanten la vista a lo infinito y contemplen mi presencia que os dirá: Bienvenidos seáis ante el Padre, os habéis preparado con la fe y la esperanza en Mí, para recibir mi palabra y Yo os recibo. 36. Desde los primeros tiempos he venido preparando a vuestro espíritu, acercándole al camino de virtud y he derramado en vosotros mi inspiración. 37. Os he mostrado a cada instante la rectitud, el amor y la obediencia a mi Ley. Ardua os ha parecido esta lucha y difícil de transitar este camino. Por eso vengo a cada instante a pulimentar vuestro corazón. Mi palabra es como un cincel que se acerca a una dura roca y que momento tras momento la va pulimentando para darle forma, para edificar un santuario en cuyo altar brillen las virtudes que os he entregado. Allí quiero morar para contemplar vuestra fe y para recibir vuestra oración, allí quiero que vosotros guardéis como en un cofre mi divina palabra; para que mañana, cuando os creáis solos y estéis rodeados de las vicisitudes de esta vida, recordéis que lleváis en vuestro corazón un tesoro, que vuestro espíritu es el poseedor de él y que debéis entregar la caridad a las multitudes que van pereciendo de sed y que las contemplo hambrientas de la verdad. Dadles el pan que os he entregado, que es el pan de la vida que sustenta al espíritu. 38. Mi palabra es como una campana sonora que está haciendo el llamado a los espíritus para darles ánimo, valor y fe. 39. Caminabais desorientados, como un caminante que no encuentra el final del camino, mas el Padre se ha acercado a vosotros en este tiempo de lucha para el ser humano, cuando las vicisitudes os abruman y la iniquidad está en su tercer altura, he venido como luz esplendorosa disipando las tinieblas. 40. Yo os he llamado porque formáis parte de las doce tribus del pueblo bendito de Israel, no quise que pasara este tiempo sin que vuestro espíritu sintiera mi paz y estuvierais en el banquete disfrutando de los mejores manjares que Yo os he brindado en mi mesa. 41. Extiendo mis brazos paternales para dar la bienvenida a vuestro espíritu para grabar en vuestros corazones mi palabra, para mostraros la Ley, para hacer que sintáis mi divina presencia como Espíritu Santo. 42. Estoy esperando vuestra elevación y espiritualidad para confiaros de lleno mi caridad. Aún os atan las cadenas del pecado. Por eso el Padre os dice: A una dura lucho os he sometido y os he dado la fuerza necesaria para que podáis vencer los obstáculos. 43. Libraos del pecado, despojaos del odio y de la maldad y venid a Mí para prepararos con mi enseñanza, porque el mañana seréis mensajeros de esta verdad. 44. No os confundáis, ni equivoquéis el camino que os he enseñado, agregando las distintas creencias del mundo en mi Obra Porque Yo os reclamaré como a los malos discípulos que apagaron su lámpara y se recostaron a dormir imitando a las vírgenes necias de mi parábola. 45. El camino que os he trazado es como un crisol en el que vuestro espíritu se purificará para llegar a Mí. 46. El crisol a que os somete el Padre, es el que os marca el camino recto y os aconseja que limpiéis vuestro espíritu a través de buenas obras, de vuestro cumplimiento y restitución espiritual. 47. Es necesario que os purifiquéis para que sintáis mi presencia y recibáis la inspiración de mi Espíritu Divino. Por eso también os he enseñado a orar. 48. Mi paz ha de ser en cada hogar, vuestros hijos serán como simiente de paz, a ellos guiaréis con rectitud, con amor y caridad, con buenos ejemplos. En cada hogar me aposentaré como peregrino y allí os hablaré de mi Ley que está en la conciencia de los padres de familia para que ellos se rijan bajo mi voluntad. 49. Penetraré a las mansiones de los hombres y apartaré su avaricia. Yo les enseñaré a vivir como hermanos, a que se amen los unos a los otros para que vivan en paz. 50. Pueblo bendito: Esta etapa en la cual os estoy hablando y que próximo está su final, marcará el principio del fin, de la maldad, de la tercera altura de perversidad que el mundo ha alimentado en este tiempo. 51. La luz del Espíritu Santo brillará en todo su esplendor en el Universo, contemplarán su claridad todos mis hijos y ello servirá para que surjan a una nueva vida llena de paz. 52. ¿Cuándo serán estos acontecimientos, mi pueblo? No lo sabéis, solamente dejo escrito la profecía en vuestro corazón; si estáis preparados, no os será difícil sentir mi presencia y escuchar mi voz de Espíritu a espíritu. 53. El mañana os unificaréis espiritualmente como lo he pedido y así os levantaréis y seréis en el cumplimiento de vuestra delicada misión. Uniréis vuestros pensamientos, vuestros ideales y vuestra voluntad para que Yo haga la mía entre vosotros. 54. Pueblo bendito: grabad mi palabra en vuestro corazón, meditad, estudiad y analizad y entonces sentiréis el sabor de este manjar que os he dejado. Iréis a los caminos, a los vuestros, a distintas comarcas y seréis como emisarios de mi paz, de mi luz y de mi gracia, de lo cual Yo os hago portadores. 55. En este jirón de Tierra en que habitáis, ha descendido la luz de mi Espíritu a iluminar vuestra existencia, transformándoos de seres egoístas, en verdaderos hermanos de vuestros semejantes. 56. Labriegos de mis campos os llamo en mi palabra, porque he llegado hasta vosotros a enseñaros la forma perfecta de cultivar el amor en el corazón de la humanidad. 57. Todavía no vengo a pediros el fruto de la vid, porque aún mucho tenéis que aprender de Mí para poder ofrecerme un fruto digno, mas sí debéis pensar con frecuencia que mi comunicación bajo esta forma no será eterna, sino pasajera, y que debéis de aprender hasta la última de mis lecciones. 58. La campana sonora que por tanto tiempo habéis escuchado, llamándoos espiritualmente a congregación, está dando sus últimos toques. Su voz es grave y llena de justicia, porque ya no es el llamado jubiloso invitando a los inocentes al festín espiritual, o llamando a los enfermos a despojarse de su pesado fardo con sólo escuchar mi palabra de vida. Ahora es el toque que llama a los discípulos que recibieron por mucho tiempo las divinas enseñanzas, es la voz que ordena a todos los que recibieron pruebas de mi verdad, dones, cargos y beneficios, a que se reúnan en torno a su Padre y Maestro para que escuchen sus últimas lecciones, sus postreras máximas. 59. Benditos sean los espíritus que, dándose cuenta de la trascendencia de estos instantes, sepan sustraerse a las tentaciones del mundo y a los placeres superfluos para estar conmigo en espíritu, porque ellos sabrán interpretar y obedecer mis divinos mandatos. Ellos quedarán en condiciones de seguir cultivando la vid, y al final de la jornada, cuando escuchen a través de la conciencia mi llamado, podrán ofrecerme el fruto agradable de su espiritualidad, de su amor y elevación. 60. 1950 está escrito en la conciencia de este pueblo, porque es el año señalado por mi voluntad para la terminación de esta etapa de comunicación por medio del entendimiento humano. 61. Yo os he enviado mi enseñanza para que en ella encontréis fortaleza y luz en los sufrimientos, porque viene el tiempo de las grandes pruebas para la humanidad y quiero que mi pueblo salga ileso y triunfante en ellas. 62. Aún os contemplo débiles en vuestra fe, basta que los elementos de la Naturaleza se desaten para que vuestro corazón se llene de pavor. ¿Por qué? ¿No os he dicho que los elementos tendrán que obedeceros y respetaros si estáis dentro de la senda que marca mi Ley? 63. ¡Ah, pueblo, es que vuestra conciencia os dice a cada paso que no estáis cumpliendo como buen discípulo! 64. Yo no miento ni exagero cuando os digo que los elementos pueden escuchar vuestra voz y obedeceros y respetaros; la historia de Israel quedó escrita como un testimonio de mi verdad y en ella podréis encontrar cómo una y cien veces el pueblo de Dios fue reconocido y respetado por las fuerzas y elementos de la Naturaleza, ¿Por qué vosotros no habíais de serlo? ¿Acaso creéis que mi poder o mi amor por la humanidad, haya variado con el paso de los tiempos? No, multitudes que escucháis esta palabra, la luz de mi Espíritu os baña, mi poder y mi amor son eternos e inmutables. 65. Ahora quiero que este pueblo, el nuevo Israel, surja entre la humanidad lleno de fe, de fuerza y de luz espiritual, para dar también un testimonio al mundo de la verdad de mi existencia, de mi amor y mi justicia, como aquel pueblo del Primer Tiempo dio testimonio de la existencia y la justicia del Dios viviente y verdadero. 66. Pensad que sois el pueblo cautivo, que el Nuevo Egipto es el mundo y que el Faraón es el materialismo reinante que esclaviza y tortura; pero recordad que debéis uniros en la lucha y continuar unidos en vuestra marcha para no ser vencidos nunca por vuestros enemigos. Entonces veréis repetirse, aunque ahora en forma espiritual, todos aquellos prodigios y obras poderosas que el pueblo de Israel contempló en su camino hacia la liberación. 67. Pueblo mío, pueblo amado: Si en verdad amáis la libertad del espíritu, si tenéis hambre y sed de justicia, si verdaderamente pesan las cadenas de oprobio y de miseria que arrastráis, uníos espiritualmente, orad en verdad, fortaleced vuestro propósito, iluminaos con la luz de la fe, de la inspiración y del ideal y levantaos en pos de la Nueva Tierra Prometida, cuya existencia es tan cierta como lo fue la Tierra de Canaán para aquel pueblo israelita que en el Primer Tiempo resistió las pruebas y las luchas del desierto hasta alcanzar el cumplimiento de la divina promesa. 68. Es mi voz la que viene a despertaros y si la desoyereis, ninguna otra voz vendrá a despertaros mañana. 69. Israel, Levantad incansablemente vuestra planta en pos de mi enseñanza, la cual he depositado en vuestro corazón y espíritu. Soy el Maestro que se acerca a vosotros para hablaros en la intimidad de vuestro corazón y haceros sentir el fuego de mi amor, para levantar a vuestro espíritu a la luz y a la gracia de mi Espíritu Divino. 70. Soy incansable en daros mi caridad para entresacaros del abismo. Cual doctor os unjo con mi bálsamo y cual Padre me acerco a vosotros, os consuelo y hago reconocer vuestras imperfecciones. 71. Israel bendito, Yo os pregunto: ¿Qué vais a hacer el mañana cuando el Maestro ya no se encuentre comunicándose por el entendimiento humano? No habéis alcanzado a comprender la grandeza de mi Obra y por eso os he dicho que estudiéis y analicéis mi palabra para que no caigáis en fanatismo e idolatría. Yo a todos os he hablado, con todos he estado en mi mesa y a todos he sentado en el mejor lugar. Yo os enseñado la humildad de mi Espíritu para que también vosotros seáis humildes. 72. Reconoced, pueblo amado, que es el tiempo en que debéis ser mansos y humildes para que seáis los verdaderos espiritualistas que llevéis la esencia, el amor y la potestad de vuestro Padre, para que así os levantéis en los caminos. Porque Yo os he doctrinado con la luz del Espíritu Santo y si ahora sois los discípulos, el mañana seréis los maestros. 73. A vosotros entregaré todo lo que necesitéis para sustentar al mundo. Iréis a las Naciones, a los pueblos, aldeas y comarcas y entregaréis lo que Yo os he confiado y por medio de la inspiración tendréis una fuente inagotable de luz, gracia, amor y enseñanza para vuestros hermanos. 74. Nunca os he enseñado lo superfluo y malo, mi Ley y mi Obra son limpias y están lejos del materialismo, por eso he venido a destruir el fanatismo y la idolatría y aún os he apartado los símbolos materiales que representan lo espiritual. Yo os he enseñado la forma limpia, perfecta, de orar y de buscarme. 75. No es mi voluntad Israel, que el mañana las casas de oración las convirtáis en casas de fanatismo, porque Yo he venido a enseñaros cómo debéis practicar la Doctrina Espiritual, y si habéis aprovechado mis enseñanzas tendréis la comunicación directa de espíritu a Espíritu. Así siempre será en vosotros la armonía y la fraternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 354 1. Venid una vez mas ante el maestro oh Discípulos que apresuráis vuestro paso para llegar cuanto antes ante la falda del monte, desde donde oís el saludo y el consejo que os envía vuestro Padre. Desde el instante en que empezáis a oír el eco de esa voz que os envío desde el infinito, comienza vuestro espíritu a escalar, a elevarse, hasta llegar a la cima y encontrarme entregando mi eterna lección de amor y de sabiduría. 2. Así os preparáis en cada una de mis manifestaciones, escalando desde la falda del monte, para terminar, cuando mi lección llega a su fin, en la cima, unido e identificado con mi Espíritu. 3. Os estoy dando las últimas lecciones en esta etapa de mi comunicación con el hombre y las oís ávidamente, bebéis gota a gota su esencia y os fortalecéis en vuestra fe; con esto dais gozo a mi Espíritu, porque al cesar mi palabra en esta forma, quedaréis como fieles testigos, os dejaré preparados para continuar mi Obra en el corazón de la humanidad. 4. Si meditáis profundamente, veréis que os he tomado a mi cuidado, para convertiros en verdaderos apóstoles, que os he hablado no sólo por medio de mi palabra, sino en las pruebas y acontecimientos de vuestra vida, que en ellos os he ido puliendo y acrisolando, porque quiero dejaros como predicadores de la verdad. No vayáis a pronunciar mis palabras sin que las sienta vuestro corazón, sin que viváis mi enseñanza, para que vuestras obras de este tiempo hablen más que vuestras palabras de las eras pasadas y deis ejemplo de humildad, de conformidad y elevación espiritual. Quiero que cuando el mundo os vea sufrir y dar pruebas de fortaleza, aprenda a confiar y aún a sonreír enmedio del dolor. Si practicáis mi enseñanza, vuestra obra dejará buena simiente en el corazón de vuestros hermanos. 5. Ya no podéis mentir a la humanidad; ha evolucionado tanto, que sabe descubrir tanto la verdad como la impostura. 6. No se repetirá entre vosotros el caso en que las sectas de fariseos y saduceos se levantaban sobre el pueblo, sorprendiéndolo y engañándolo con falsos ejemplos. No surgirán en este tiempo en el seno de mi pueblo, esas sectas. No habrá fariseos ni saduceos entre mis nuevos apóstoles; todo aquél que no se considere preparado para predicar, cerrará sus labios, cerrará sus manos, hasta que se haya transformado y convertido en mi discípulo; hasta entonces dejará que sus labios se abran para pronunciar mis palabras y desbordar el tesoro que guarda su espíritu. Por eso os he hablado mucho, para dejaros preparados, para que el mundo no os sorprenda con sus teorías ni destruya el templo que habéis construido en vuestro corazón. Esa es la razón por la que he dispuesto de un largo tiempo para enseñaros, para que mi palabra acrisolara a vuestro espíritu y la fe echara profundas raíces, y aún vuestra materia participará de la espiritualidad, y así preparados como instrumentos míos, manifestaseis al mundo el poder y la gracia con que habéis sido revestidos. 7. No he venido a servirme de científicos, filósofos ni sabios, para llevar entre la humanidad de este tiempo mi semilla de amor. He escogido a los humildes, a los hambrientos y sedientos de elevación espiritual, a los ansiosos de eternidad, los que anhelan la paz del Universo. Estos hambrientos y desnudos de los bienes del mundo, pertenecen al pueblo de Israel espiritual. Al llamar a estas criaturas para encomendarles tan grande misión, no le he escogido al azar, he elegido sabiamente a cada espíritu, para hacerlo oír mi voz, y señalarle su camino, su jornada; darle la tierra y la simiente y también la herramienta; porque una vez preparados, oh humildes y pobres de la Tierra, os enviaré al mundo a mostrar y a ofrecer esta luz que a vosotros ha llenado de gozo y que después se extenderá por todo el orbe. 8. Os hice esperar el cumplimiento de mis promesas, y hasta el presente tiempo las miráis cumplidas. En vuestras encarnaciones anteriores buscasteis el cumplimiento de esa promesa mía, de volver entre vosotros y no lo encontrasteis, pero vuestro espíritu, que posee vida eterna, fue dejando sus envolturas pasajeras como vestiduras que se destruyen en la lucha, y perseveró en su esperanza y al fin miráis premiada vuestra fe y confianza de que mi palabra había de cumplirse. Hoy habéis visto abrirse ante vuestro espíritu el extenso camino que conduce a Mí. 9. ¿Acaso mi Ley y mis enseñanzas de los tiempos anteriores no fueron el mismo camino que os estoy señalando ahora? Yo os digo: En mi Doctrina que os enseñé y revelé desde los primeros tiempos, os preparé para el conocimiento de lo que hoy os estoy hablando. Por conducto de Moisés y los profetas os di a conocer la Ley para que vivieseis con justicia y respeto entre vosotros, y me ofrecieseis el tributo con vuestra vida juiciosa y ordenada. Reconocisteis que sólo haciendo bien vivíais en gracia y que Yo premiaba vuestras obras, cuando éstas obedecían a los dictados de la Ley, y en cambio, cuando desoíais sus voces, sentíais que no habíais agradado a vuestro Padre y vuestra conciencia reclamaba vuestra infidelidad. Y a pesar de que tuvisteis en mis enviados tan sabias enseñanzas, no vislumbrasteis que ellas os conducían al conocimiento de la vida espiritual, no traspuso la humanidad con su mirada los umbrales de esa vida maravillosa que todos poseeréis y que es el fin para el cual fuisteis creados. 10. Pasaron los tiempos, os envié a Jesús y a través de Él, hablé al espíritu y al corazón de los hombres, para que sintieran que Aquél que les hablaba, enseñaba con su vida y ejemplos para que su Doctrina fuese tomada como un mensaje celestial, como una invitación a la verdadera vida. Y abristeis vuestros ojos, vuestro corazón y espíritu y supisteis de quién era el Verbo. Recibisteis sus ejemplos, sus prodigios y enseñanzas y en Él presentisteis la belleza de la vida espiritual. Supisteis que aquel humilde Maestro no venía a reinar en este mundo, no venía a establecerse en la Tierra y que pasaría sólo por ella fugazmente para tornar a la mansión de donde había venido para esperar ahí a sus discípulos después de consumar su obra redentora. 11. Y ¿A dónde se volvía aquel Maestro que había venido a dar prueba de su infinito amor por los hombres? ¿De dónde procedía aquel que era manantial de ternura y de sabiduría? ¿Y dónde buscarían sus discípulos aquel pan de vida y aquel vino de amor? Cuantos lo amaron y lo sintieron, cuando lo vieron partir hubiesen querido seguirlo hasta su mansión, hacia donde él se volvía. Es que su espíritu había despertado a la vida, al sentirse llamado y acariciado por la voz del Maestro, por aquella enseñanza que explicaba lo que significan los afectos humanos, la naturaleza material y también el sentido de la vida espiritual. 12. No os hizo desconocer el mundo ni apartó de los hombres los buenos manjares, ni los sanos placeres, o los deberes sagrados para con la familia: sólo encauzó a la humanidad por la senda moral de esta vida terrestre y al espíritu por el camino infinito que conduce a Mí; con aquella divina enseñanza floreció la virtud, el espíritu vio abierta la puerta para la elevación, para el paso de todos ser que hubiese cumplido con sus preceptos, mas ninguno presintió que después de ese tiempo vendría una vez más con mis palabras a continuar mi Obra y que os revelaría aún más de lo que en Jesús os dije. 13. Antes de partir de este mundo dije a mis discípulos: Vendrá el Consolador entre vosotros, el Espíritu de Verdad, que os revelará lo que hay en su arcano, Y los que ansiabais conocer los secretos de la vida del espíritu, que no acaban jamás, esperasteis una vida tras otra, una y otra prueba y cada una de ellas era el cumplimiento de una de aquellas palabras. Sabíais que el Padre no podía faltar a su promesa, porque desde los primeros tiempos mirasteis que toda palabra que viene de Él, es cumplida, al fin tenéis en este tiempo el premio a vuestra esperanza. 14. He aquí la continuación de mi Obra, mi venida en el Tercer Tiempo como Espíritu de Consolación, rodeado de mis grandes ejércitos de ángeles como estaba escrito. Esos espíritus seguidores míos, forman parte de ese consuelo que Yo os había prometido, y ya habéis tenido pruebas de su caridad y de su paz, en sus sanos consejos y ejemplos de virtud. A través de ellos, os he concedo beneficios, y han sido intermediarios entre vosotros y mi Espíritu; cuando habéis percibido la gracia y dones de que están revestidos y su humildad, os habéis sentido inspirados a hacer obras tan puras como las que ellos han realizado en vuestra vida. Cuando han penetrado en vuestro hogar, os habéis sentido honrados con su presencia espiritual. 15. Benditos seáis si habéis reconocido su elevación pero el Maestro os dice: ¿Creéis que ellos siempre han sido seres virtuosos? ¿No sabéis que un gran número ha habitado la Tierra y ha sabido de la debilidad y de las grandes faltas? Y miradlos ahora, no conservan mancha alguna, pero es que oyeron la voz de la conciencia, despertaron para el amor y se arrepintieron de sus pasadas faltas, y en ese crisol se han purificado para elevarse dignos y hoy me sirven, sirviendo a la humanidad. Su espíritu se ha impuesto por amor, la tarea de ayudar a sus semejantes para restituir todo aquello que no hicieron cuando habitaron la Tierra, y han aceptado como un regalo Divino la oportunidad de venir a sembrar la semilla que no sembraron y a destruir toda obra imperfecta que hubiesen hecho. Por eso miráis ahora con sorpresa su humildad, su paciencia y su mansedumbre, y en ocasiones les habéis visto padecer por su restitución; pero su amor y su reconocimiento, que es mayor que los obstáculos que se les presentan, lo vencen todo y están dispuestos a llegar hasta el sacrificio. 16. No aumentéis su amargura. Sed dóciles, comprensivos y obedientes a sus consejos. Devolved sus caricias, son vuestros hermanos espirituales y así como son ahora seréis vosotros, el mañana también habitaréis ese mundo y vuestro amor, esfuerzo y arrepentimiento, lavarán las manchas que hayan quedado en vosotros para ser limpios y puros como ellos. Vuestra constancia y amor al bien, os harán enviar vuestra oración sobre los que dejéis en la Tierra envueltos en vicisitudes y maldad, y diréis al Padre: Señor, permitidme volver, aunque en forma invisible e intangible para mis hermanos, a llevar un mensaje de paz y de salud a los que sufren y Yo os concederé esta gracia. Entonces seréis como ángeles y nada os impedirá visitar los mundos de expiación, llevando en vosotros todo ese manantial de gracia y de bondad que os he confiado como hijos míos; y a medida que vayáis desbordando vuestro espíritu os iréis tranquilizando y alcanzando mayor elevación. 17. Cuando Yo haga sonar por última vez la campana, llamando a mis hijos para oír por última vez mi palabra, la comunicación de esas huestes espirituales cesarán también, no volveréis a tenerla a través de facultades; no oiréis más sus consejos en esa forma, mas no se ausentarán de vosotros; permanecerán como guardianes y protectores de la humanidad. Os bastará orar y evocar sus consejos, para que ellos vengan en vuestra ayuda, mas hacedlo con pureza, para que sintáis su influencia, y no dudéis de su presencia porque en seres de tan alto grado de espiritualidad sólo hay caridad para sus semejantes. 18. ¿Qué ha venido a enseñar el Mundo Espiritual en este tiempo? Sólo ha traído la explicación y el análisis de mis revelaciones. Él no os ha revelado ni enseñado algo que no haya sido dicho antes por Mí. Él no se ha adelantado a mis enseñanzas, pero sí ha sido profeta y precursor y anuncio cuando se ha acercado el tiempo de mis manifestaciones ante los hombres. 19. Cuando os habéis preparado para ofrecer vuestro entendimiento para la comunicación de esos seres, vosotros que poseéis esta facultad, habéis alcanzado de ellos manifestaciones de la pureza y potestad de que están revestidos. ¡Cuánta humildad en sus palabras y cuánta obediencia y amor a mi Obra han demostrado vuestros hermanos espirituales y cómo han iluminado con sus enseñanzas vuestra vida! 20. Ya se acercan los días de mis últimas manifestaciones y si no os preparáis, portavoces y facultades, no alcanzaréis a recibir mis postreras revelaciones, mis órdenes y direcciones que he de dejaros; mas después de este tiempo, ¡Cuánto tendréis que luchar para obtener lo que mi Arcano tiene reservado para vosotros; tenéis que hacer méritos para recibir de Espíritu a espíritu lo que de debíais haber recibido a través de vuestro precioso don! Mi Mundo Espiritual, como siervo obediente, cesará de comunicarse al finalizar esta etapa y aunque sea invocado en mi nombre, no volverá a tomar el cerebro humano y sólo se limitará a iluminar y a inspirar sus sanos consejos a los que los llamen, y en todos derramará su caridad. Yo os he fijado ese día, como he limitado cada Era en cada uno de los tiempos o etapas en que he manifestado mi Espíritu. Y en este, en que he venido rodeado de mis huestes espirituales, éste es el final, el año de 1950, como le he dicho a través de mis portavoces. 21. ¡Aprovechad este tiempo! Sed perseverantes, párvulos, sed anhelosos discípulos; todavía encuentro en algunos de vosotros el letargo, en otros ignorancia de los momentos que estáis viviendo y de la hora que se aproxima para el pueblo. Veo en algunos la intención de continuar invocando al Mundo Espiritual y a otros, con la esperanza de que se revoque mi determinación, mas no concederé a unos ni a otros lo que me piden. 22. Volved atrás y dejad que vuestro espíritu recuerde los sucesos que rodearon a Moisés al llegar al final de su jornada. Veía el pueblo en aquel varón la representación de vuestro Padre. Sabíais que era poderoso espiritualmente, justo y sabio en las leyes y órdenes que dictaba; fuerte en la lucha y resignado en las pruebas, pleno de fe, de energía y de vida. Mientras el pueblo descansaba, a través de la pesada y larga jornada, Moisés velaba, elevaba su espíritu a Mí y fortalecido en su oración contemplaba a su pueblo y lo envolvía en su amor. Mientras éste flaqueaba en las batallas y la desconfianza le hacía blasfemar, Moisés levantaba los brazos invocando a Jehová, implorando fuerza y valor para los que le seguían y después de su oración volvía a los suyos para estimularlos en su fuerza y así los llevaba a la victoria. 23. Después de tantas luchas, de tantas pruebas, el pueblo empezó a confiar en su guía, no pensaba que un día tendría que dejarlo, que como todo ser humano habría de abandonar la vida terrestre para remontar su vuelo. Y ese día, señalado por Mí, al fin llegó. Los días de Moisés estaban ya contados y no había de pasar uno solo más de los asignados. Y él, presintiendo su fin, escaló un monte desde el cual podía contemplar las tierras de Canaán a las que no habían llegado aún, y desde ese monte abarcó con su mirada al pueblo y dijo: Seguid caminando hasta que hayáis llegado a la Tierra de Promisión. 24. Cuando el pueblo supo que su guía, su legislador y profeta había penetrado en la hora de agonía, elevó su oración para decirme: Señor, déjalo entre nosotros porque no hemos llegado a las puertas de Canaán. Permite que él os conduzca hasta allí y después llévalo a tu seno. Y los hombres y mujeres estaban conmovidos, los ancianos y los niños lloraban, mas la hora había llegado y la vida del guía no se prolongó un instante más y no es que Yo no me conmoviera ante el dolor del pueblo, y ante el amor que profesaban a aquél en quien veían mi representación, sino que la hora estaba marcada y mis designios son sabios e irrevocables. 25. Moisés vino a Mí y el pueblo siguió caminando tras el sucesor. Fue entonces cuando Israel probó la fuerza que aquél le había impartido; ya sabía conocer los obstáculos y defenderse de los elementos desencadenados y así luchó y venció a sus adversarios, soportó las privaciones y no se desvió de la senda que lo conducía a la Tierra Prometida, y comprobó que el Señor tenía razón para llamar a Moisés, porque éste había cumplido su misión y podía ya descansar en el seno amoroso de su Padre. El pueblo había aprendido a vivir y a observar la Ley que Yo por conducto de mi escogido le había entregado. 26. Lo mismo sucedió en el Segundo Tiempo, en Jesús; tres años convivió con sus discípulos, fue seguido por grandes multitudes que lo amaban profundamente. No había ya para aquellos discípulos, nada que no fuera el oír a su Maestro predicando su divina enseñanza; siguiendo sus pasos no experimentaban hambre ni sed, no había tropiezo ni obstáculo alguno, todo era paz y dicha en el ambiente que rodeaba a aquel grupo y sin embargo, cuando se encontraban más absortos en la contemplación de su amado Jesús, Él les decía: "Los tiempos cambiarán, Yo me iré de vosotros y quedaréis como ovejas entre lobos". "La hora se acerca y es preciso que retorne al lugar donde he venido, y vosotros por un tiempo quedaréis solos para llevar el testimonio de lo que habéis visto y oído; los hambrientos y sedientos de amor y de justicia, trabajad en mi nombre y después Yo os llevaré conmigo a la morada eterna". 27. Aquellas palabras entristecían a los discípulos y a medida que la hora se acercaba, Jesús repetía con mayor insistencia aquel anuncio, hablaba de su partida, pero al mismo tiempo confortaba el corazón de aquéllos que lo oían diciéndoles que su Espíritu no se ausentaría y seguiría velando por el mundo y si se preparaban para llevar su palabra como un mensaje de consuelo y esperanza a la humanidad, de aquel tiempo, El hablaría por su boca y haría prodigios. 28. El Espíritu Divino estaba anunciando en esas palabras al final de esa etapa, y cuando Jesús fue tomado por las multitudes para ser juzgado como trastornador del orden público, los discípulos se sorprendieron y se levantaron en contra de los que lo acusaban, mas el Maestro calmaba su ánimo y les decía: No temáis que la hora no ha llegado. Muchos intentaron dispersar a los seguidores de Jesús y aún castigar al Maestro, pero El, sabedor del momento en que había de entregarse, prosiguió en su misión de preparar a aquel pueblo para que supiera esperar con fortaleza la prueba. 29. Y cuando Él mansamente se puso en manos de sus enemigos, sus discípulos protestaron e indignados dijeron: ¿Por qué se entrega de esta manera y no hace resistencia? ¿Por qué no huye de los que no saben quién es? Y uno de esos discípulos desenvainó su espada para herir a uno de los que habían ido a aprehenderlo y el Maestro se dirigió a él para decirle: "¡Envaina tu espada, no me defiendas en esta forma! La hora anunciada ha llegado y lo que escrito está, debe cumplirse". 30. Cuando vieron aquellos hombres y mujeres a su Señor enmedio de la turba, sintieron que iban a perderlo para siempre, que no volverían a escuchar su divina palabra; que aquellos días en que el Maestro los había hecho habitar en regiones espirituales, transportándolos en sus éxtasis hasta las plantas del Padre Celestial, quedarían atrás y sólo viviría en ellos el recuerdo de esos días felices de comunión y beatitud. 31. Esos discípulos pidieron clemencia para su Maestro inocente, con la esperanza de verlo libre de nuevo, predicando por los caminos y aldeas como lo habían visto en aquellos breves años; mas no fueron bastantes las lágrimas ni las peticiones de las multitudes que lo amaban y la vida del Maestro no se prolongó más allá de la hora que estaba marcada, ni un instante más. 32. Hasta después de que el sacrificio se consumó y aquellos discípulos volvieron a la vida cotidiana y su corazón adolorido se aquietó, hicieron un estudio, penetraron en hondas reflexiones y comprendieron que su Maestro no había dejado su Obra comenzada, sino estaba concluida con perfección. Que había venido de un Reino desconocido al cual retornaba después de haber consumado su Obra. Que su vida como hombre y como enviado divino había sido ejemplar y que esto constituía una etapa, un tiempo precioso en que Él debía dejar en el corazón de sus fieles, un caudal de sabiduría y mostrarles el camino por el cual podían llegar al Reino prometido. 33. Después de un tiempo, empezaron a tener grandes pruebas de que el Maestro les inspiraba y concedía prodigios en el ejercicio de su misión como apóstoles y comprobaron que su Espíritu hablaba por su boca, cuando ellos se preparaban y disponían a llevar su mensaje de amor a los que lo esperaban. Fueron estos primeros discípulos, verdaderos representantes suyos, e imitando al que los había enseñado, repitieron sus grandes obras en los pecadores. 34. A través de este cumplimiento comprendieron mucho más a su Maestro, se sintieron iluminados y llenos de su Espíritu para realizar la misión que les había sido encomendada. 35. El Verbo Divino que habló a través de Jesús, es el mismo que ahora vuelve a vosotros, para continuar su Obra. He venido a comunicarme por medio de los hombres y mujeres elegidos por Mi. Son seres humanos, sencillos y humildes, que supieron disponerse para cumplir su delicada misión y que al llegar al final de esta etapa, seguirán viviendo entre vosotros, continuarán su trabajo y penetrarán en una mayor lucha para alcanzar la comunicación espiritual conmigo. 36. Moisés escaló el monte, simbólicamente, y al llegar al final de su jornada, ascendió hasta Mí, Jesús fue erigido sobre una cruz y desde ahí, se elevó para reunirse conmigo. Y hoy, en el Tercer Tiempo, en el que he hablado por medio de mis portavoces, sólo recogeré mi Rayo Universal, ese potente Rayo que al descender sobre los instrumentos de quienes me he servido ha iluminado y conmovido a este mundo de un polo a otro. Toda criatura recibió su luz, que es sabiduría y potestad de mi Espíritu. Y estos portavoces que me han servido en esta etapa, quedarán un tiempo más en este mundo, para dar testimonio de Mí. 37. Portavoces: ¡Penetrad en oración, en vigilia, y llevad mi palabra siempre viva en vuestro, espíritu, y cuando el último día de mi comunicación haya llegado, unificaos con Moisés y pensad que la hora es semejante a aquella en que el Enviado, el Legislador veía acercarse el momento de presentar su obra ante Mí! Identificaos con el Maestro y vivid su agonía en la cruz, para que oréis e imitándolo en esa hora suprema, digáis: "Todo se ha consumado". ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 355 1. Yo os bendigo, pueblo de Israel, reunido en este tiempo en el valle terrenal, y bendigo también a los seres que pertenecen a este pueblo y habitan el valle espiritual; porque ambos en el afán de cumplir su misión, han formado un solo propósito de amar y servir a sus hermanos. Estáis unidos por ese ideal y comenzáis a existir en perfecta armonía unos y otros. 2. Yo os he enviado a habitar distintas moradas para que desde ellas veléis por la paz y llevéis al espíritu de vuestros hermanos, un rayo de luz y de justicia. Habéis llegado a la Tierra una parte de ese gran pueblo que me sigue, en la hora de mayores pruebas, como soldados combatientes en esta batalla del bien contra el mal, y al enfrentaros a esa lucha, os habéis sentido fuertes, seguros y ciertos de vuestro destino. 3. ¡Oídme con el espíritu preparado para que podáis comprender mi palabra! No intervenga siquiera vuestra mente, y sed en esta hora de comunicación, toda sensibilidad, atención y fervor, para que llevéis mis palabras como un mandamiento y seáis celosos de vuestro trabajo. 4. Ya estáis convencidos y vais camino de vuestro cumplimiento. Habéis recibido cada una de mis lecciones que satisfacen vuestra necesidad de saber y de penetrar en conocimiento de la vida espiritual. 5. Aprended de Mí, tomad la virtud que necesitéis. Yo soy la fuente inagotable; mas no creáis que os lo digo con alarde, porque siendo el Creador de todo, vengo a enseñaros la humildad. Pedidme, por lo tanto, cuanto necesitéis para vuestra salvación. Si os hace falta luz para vuestro entendimiento, tomadla, si sois débiles en vuestros propósitos os hago fuertes y os doy la voluntad; si no sentís amor por el semejante y me pedís esa virtud, os la doy, pero sabed que todas estas potencias y atributos las poseéis desde vuestro principio y sólo están adormecidos en vuestro espíritu en espera de una voz que los despierte y que los haga vibrar y manifestar en plenitud. 6. Os estoy preparando para que podáis enseñar a la humanidad y transforméis a los materialistas en discípulos míos. Esta palabra dada por conducto del hombre, sólo ha sido oída por una pequeña parte de la humanidad, pero todos recibirán el testimonio vuestro y el Libro escrito por Mí, como una herencia para ésta y las futuras generaciones. 7. No quiero ver más ignorancia ni opresión en vuestro espíritu; os doy la potestad para que venzáis todo yugo y gobernéis con acierto vuestro cuerpo y os mantengáis espíritu y materia dentro de mis leyes para que la última hora de vida que os conceda en la Tierra, veáis concluida vuestra obra y preparado el camino que os conducirá al Más Allá. 8. Esta etapa que vivís es pasajera, es un instante en medio de la eternidad, por eso os aconsejo que la toméis como una profunda lección, porque es una de tantas enseñanzas que forman el libro de la sabiduría espiritual que cada uno de vosotros poseerá. Recoged en esta vida toda la experiencia y méritos que os sea posible para que acortéis el camino. La senda que tenéis que recorrer es larga y es menester apresuréis el paso. 9. No arraiguéis en la Tierra más de lo que os dicte vuestra conciencia; tomad con medida los frutos que os ofrece para que podáis vivir también para el adelanto espiritual. Esta vida con toda su belleza, con toda la riqueza que os presenta, es sólo un débil reflejo de aquélla que viviréis en otros valles de mayor perfección. 10. Os he dado la Tierra por habitación temporal y al encarnar habéis formado parte de esta humanidad; mas para que seáis el timón de la carne, que dirija sus pasos y ella, como dócil barquilla deje conducirse en este gran océano, os he dado la luz en vuestro espíritu, para que sigáis atravesando la ruta que os he trazado, obediente siempre a las señales que os marcan vuestros destinos, hasta llegar al puerto que os espera. 11. Os he enviado como un rayo de luz al seno de congregaciones, de sociedades y quiero que en ese pequeño mundo en que vivís, reveléis vuestros dones, sirváis a vuestros semejantes, les ayudéis a resolver los problemas de su vida y los orientéis en su camino. Yo os he colocado sabiamente en el lugar en donde podéis trabajar por el bien de vuestros hermanos. 12. ¡Cuán delicada es vuestra misión, y cómo podéis en un instante de turbación desviar vuestros pasos! Por eso os he aconsejado siempre la oración. Velad y orad os he dicho para que no caigáis en tentación; vivid atentos al dictado de vuestra conciencia, que siempre os aconsejará rectitud y amor en vuestros actos. 13. Habéis venido a la Tierra para ser mis colaboradores en mi obra, porque estaba escrito que Yo había de venir rodeado de ejércitos que lucharían conmigo en este tiempo en contra del mal, y estoy confirmando con hechos mis palabras, grandes ejércitos de seres espirituales unos y encarnados otros, han venido en mi compañía para llevar a cabo esta obra de depuración y restitución, para volver a su debido sitio a todos los espíritus. 14. Os invito a meditar y a penetrar en arrepentimiento porque es llegada la hora grave, el día solemne en que oiréis por última vez mi palabra y es preciso que arrojéis de vosotros toda impureza, porque os quiero limpios y libres de pecado. Reunid vuestras buenas obras y presentádmelas, porque Yo os he ofrecido multiplicar sus frutos y hacerlos llegar a la humanidad como un mensaje de consuelo, de esperanza y de paz. 15. Y al juzgar a este pueblo que es mi discípulo, juzgaré también a las naciones, y dejaré en todos mi herencia de amor, el Tercer Testamento, para que disfrutéis de los dones y gracias de que, hago partícipes a todos mis hijos. 16. Esas naciones, cuyos gobernantes han sido severos e inflexibles y las han llevado sin piedad a un abismo doloroso, han soportado el yugo y a pesar de sus sufrimientos, no se ha doblegado su espíritu, no ha elevado sus ojos a Mí, ni me ha pedido la liberación. Aún peralten en su soberbia y su cabeza orgullosa no ha sabido inclinarse para pedir clemencia. Ha preferido sufrir el dolor de la guerra impía sin presentir que Yo me estoy manifestando en el sendero de cada criatura para ayudarla a soportar su prueba. 17. No ha querido sentir mi presencia esa humanidad endurecida en el odio, y no sabe que conozco y siento todos sus dolores y que estoy presto a concederle la libertad y el triunfo que anhela. Mas esos bienes que ella espera los daré a su espíritu y no a su carne. Le daré la emancipación sobre su cuerpo, sobre este mundo que tanto lo ha atado. Le haré triunfar sobre el materialismo para hacerlo poseedor de los bienes espirituales, le haré penetrar en ese arcano de sabiduría que es mi Espíritu, para que en él, calme su sed de conocimientos y pueda poseer la ciencia de la vida verdadera. 18. Cambiad vuestras ambiciones de poderío y superioridad por anhelos sanos del espíritu y encontraréis que vuestro trabajo os proporciona satisfacciones y alegrías legítimas. 19. ¿Cuándo me reconoceréis y formaréis la familia armoniosa y obediente que sepa cumplir con mis leyes? Ya se acerca el tiempo. Después de las pruebas que han de venir todavía sobre vosotros, tornaréis a la paz y haréis del amor y el respeto de unos para otros, un verdadero culto. 20. Yo os estoy juzgando y así como mi juicio es inexorable, mi amor y mi perdón se manifiestan en cada uno de vosotros. ¿Qué haríais si al pesar vuestras obras os condenase y os pidiese irremisiblemente como lo hacen los jueces de este mundo? Mirad que Yo soy vuestro juez y vuestro abogado también; comprendedme y reconoced que soy vuestro Padre y por lo mismo os quiero salvos, porque os amo infinitamente a pesar de vuestra debilidad. 21. Las pruebas que afligen hoy a la humanidad y las que han de venir después, templarán su espíritu, y lo colocarán en el lugar que le corresponde. Cada criatura expiará sus faltas hasta encontrarse limpia y preparada para penetrar en la era de espiritualidad que ya ha comenzado. Y al terminar este tiempo de purificación, os volveréis a Mí, para darme gracias, no lamentaréis el dolor que habéis apurado y sólo os sentiréis fuertes para luchar por vuestra elevación. 22. Y mientras apuráis vuestro cáliz amargo, no sintáis humillados ni menospreciados por mi caridad, pensad que habéis sido creados por mi amor, puros, sanos y fuertes, y así tenéis que tornar a Mí. 23. ¡Qué pródiga y larga es la vida que os concedo para labrar en ella los méritos necesarios al espíritu! En esa senda que recorréis, tenéis que demostrar la virtud que es innata al espíritu, mas no a Mí que os conozco y sé de lo que sois capaces, sino a vosotros mismos que aún no os reconocéis. 24. Hoy estáis preparados para comprender mi presente manifestación, porque habéis vivido y evolucionado mucho. Para su estudio y penetración os dejo enseñanzas que forman un precioso legado de amor: el Libro de La Vida. Cada una de sus páginas os revela la sabiduría que he puesto en ellas, tomando vuestro reducido lenguaje y sirviéndome de vuestro entendimiento. Este conocimiento os llevará a comunicaros en forma perfecta conmigo, cuando vuestra oración no use ya las palabras, sino tome el idioma espiritual, la expresión sincera, la demostración de amor que el espíritu elevado tiene para su Dios y que Yo conozco y recibo con agrado. Así quiero que converséis conmigo para revelar el futuro y daros mandatos y estas profecías y esas órdenes que recibiréis, las daréis a conocer a vuestros hermanos. Cuando así os encontréis preparados, vuestros labios que han permanecido atados se abrirán, un gran don de palabra aparecerá y lo que hoy habéis callado se manifestará plenamente. 25. Los que habéis pedido el don de la curación porque sabéis sentir el dolor ajeno, contemplaréis el desarrollo de esa facultad y vuestra oración, vuestra palabra o mirada, llevará el bálsamo a los enfermos. Aquéllos que pedís para este mundo, concordia y fraternidad entre los hombres, llevad esta potestad y sembrad paz a vuestro paso y aún más, enviad vuestro espíritu ahí donde haga falta la paz. Ya se acerca la hora en que todos seréis iluminados y sentiréis latir vuestros dones y manifestarse con toda claridad. 26. En este tiempo, unos habéis escuchado mi llamado cual sonido de una campana sonora que ha llegado a vuestro espíritu, mas otros aún son buscados por Elías por doquier de los caminos. 27. Me habéis buscado en distintos credos y en diferentes ideas, sin encontrar la barquilla salvadora y Yo os digo: Vengo a enseñaros nuevamente el camino, a daros la enseñanza para que me comprendáis. 28. De las grandes multitudes que Elías ha congregado en este Tercer Tiempo, unos han seguido caminando en su libre albedrío, mas los otros me han hecho presente su fe y su propósito para seguirme y para trabajar en mi campiña. 29. Llegasteis menesterosos, sedientos y hambrientos, mas Yo os he hecho descansar bajo el follaje del árbol corpulento, os he sanado, os he dado el agua cristalina y el pan de vida eterna. 30. Bienaventurados aquellos que os habéis levantado llevando la verdad en vuestro corazón, para rescatar a los náufragos de las olas embravecidas del mar. 31. Pueblo: Me he manifestado grandemente por vuestro conducto, os he alimentado con los mejores manjares, os he confiado una joya de incalculable valor, os he dado vestidura de gracia y he puesto calza a vuestra planta para que no sintáis los espinos. Sois el pequeño niño que me decís: Maestro Divino, llevaré vuestra enseñanza grabada en mi corazón y de ella entregaré a la humanidad, seré vuestro emisario que llevaré esta luz al mundo. 32. El Maestro os dice: Os he preparado y os he confiado mi Ley para que vosotros imitéis a los discípulos del Segundo Tiempo. 33. Os he entregado la paz, la luz del Espíritu Santo para que vuestro espíritu no permanezca en las tinieblas. 34. Cuán gratas son las manifestaciones que os he concedido a través del entendimiento humano. La inspiración brota cual antorcha luminosa del fondo de estos corazones. Son las rocas a quienes vengo pulimentando para darles forma y hacer que de ellas broten las aguas más puras y cristalinas. Son el conducto por el cual vengo a entregaros mi palabra. 35. He aquí la fuente, el árbol corpulento con sus ramas llenas de buen fruto, brindando su sombra al caminante, para haceros descansar de las pasiones, de las ambiciones, de vuestras tentaciones. No seáis los sordos ni los ciegos que escuchando mis palabras no me reconozcáis. Si me escucháis y dejáis que esta luz sea en vuestro espíritu, prestos me comprenderéis y sabréis pedirme por aquéllos que no me han reconocido. 36. Volved a la espiritualidad y veréis que la tiniebla de vuestros pensamientos se apartará y serán iluminados con una bella luz, recibiréis la inspiración del Padre y sentiréis sus vibraciones para que seáis como un espejo limpio ante la humanidad. Entonces en vuestros rostros se dibujará la alegría y la bondad para los demás. 37. Bienaventurado aquél que al hacer la caridad no haga alarde porque estará formando un tesoro en el Más Allá. No esperéis ningún pago por lo que entreguéis en mi Obra; dejad que sea yo quien os recompense por vuestras obras. 38. Nuevamente os digo que os améis los unos a los otros porque aun cuando sois de diferentes razas y colores, ante el Padre sois un solo hijo. 39. Sois los espíritus que brotaron del Padre a los que vengo a entregaros mi caricia y cual Maestro os confió la enseñanza para corregir vuestros errores y convertiros en mis discípulos. 40. Si os hice una promesa en el tiempo pasado, hoy vengo a cumplirla; vengo nuevamente a libraros del dolor a que os habéis hecho acreedores y a recordaros que debéis amaros los unos a los otros, de nación a nación, de un mundo a otro. 41. Por eso os he llamado, pueblo, para que seáis el mensajero de mi paz, de mi luz y de mi amor en todas las naciones. Vosotros sois mis enviados que haréis sonar la trompeta a cuya voz despertará la humanidad; seréis como una campana espiritual cuyo llamado repercutirá en cada espíritu y en cada corazón. Así os vengo preparando para que seáis el pueblo que llevéis la bienandanza a todos los lugares de la Tierra. 42. Bienaventurado el que pierda su vida humana en el cumplimiento de su misión, porque su espíritu vendrá a Mi lleno de gozo y de triunfo. 43. Después de 1950 Yo seguiré comunicándome con vosotros de Espíritu a espíritu; vuestra misión no terminará entonces. Practicaréis mis enseñanzas y seréis a imitación de vuestro Maestro esparciendo mi Doctrina; seréis los buenos discípulos que enseñéis con el ejemplo y daréis la buena nueva a la humanidad. 44. Daréis a conocer mis enseñanzas que escritas han sido por las plumas de oro, con toda limpidez y claridad y con todas estas páginas formaréis un libro para darlo a conocer a los hombres. Es el Tercer Testamento dictado por el Padre en este tiempo como Espíritu Santo a través del entendimiento del hombre en él vengo a daros mis enseñanzas sílaba tras sílaba, para que las analicéis y las pongáis en práctica. Corto es el tiempo en que hablaré en esta forma, mas si estáis preparados y vuestro corazón es un santuario para mi divinidad, Yo moraré en vosotros. 45. Vengo a daros mi enseñanza para que seáis los hijos de la luz; vengo a daros mi sabiduría para que el mañana os convirtáis en los maestros; porque vosotros recibiréis a esas multitudes que están cansadas, hambrientas y sedientas, que sólo han apurado el cáliz de amargura. A vosotros, mis discípulos, os toca apartar de sus labios ese cáliz amargo, entregarles 1a dulzura y la paz y guiarles hacia el puerto de salvación. Levantaos formando un solo cuerpo y llevando una misma voluntad para amarme y servir a la humanidad. 46. No contempléis su mancha y su pecado porque desde el Segundo Tiempo os he enseñado a perdonar. Recordad que cuando ante mi planta se postró la pecadora, dije a los que la juzgaban: Aquél de vosotros que se encuentre limpio de pecado, que arroje la primera piedra. Entonces aquellos se quedaron confundidos, porque escucharon la voz de la conciencia; y cuando aquella mujer levantó su vista le dije: ¿Dónde están los que te acusan? Vuelve a tu hogar y no peques más. Así vosotros discípulos amados, no juzguéis a vuestros hermanos porque sólo Yo puedo juzgar vuestros actos. 47. El espíritu tiene que llegar a Mí, blanco cual copo de nieve. Preparaos, pueblo bendito, para que después de que ya no recibáis esta palabra, no os sintáis huérfanos, sino que me llevéis en vuestro corazón y podáis comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu. 48. A través de los tiempos os he señalado el camino, he iluminado a vuestro espíritu, para que unidos os encontréis en mi Obra Divina. 49. Unos habéis cumplido con la Ley que en este Tercer Tiempo he venido a ratificar por conducto del entendimiento humano. Habéis sido el ejemplo que he mostrado al mundo, mas los otros os habéis estacionado en el camino. 50. Me preguntáis: Maestro, ¿Cuál es el camino que debo seguir para hacer méritos en mi vida? Y el Maestro que es incansable aleccionándoos para que no llevéis ignorancia os he dado luz, os he inspirado y os he hablado a través de vuestra conciencia, para que trabajéis en mi campiña. 51. Yo os entrego en abundancia los frutos del árbol corpulento para que os sintáis fortalecidos, para que seáis luchando y trabajando incansablemente. 52. Me he derramado en caridad sobre vuestro espíritu para que nada os haga falta, he mitigado vuestra sed y vuestra hambre con la esencia de mi palabra y os he confiado en vuestras manos mi Obra cual joya de incalculable valor. 53. Los unos habéis transitado en el camino de la luz y en él os habéis recreado, los otros habéis caminado por las veredas del dolor y el cansancio os ha sorprendido en vuestra vida. 54. He llamado a mis escogidos sin contemplar en ellos razas, ni colores, ni clases ni posiciones; sin ver si han cultivado su inteligencia o son los entendimientos rudos y torpes; les he entresacado del mundo y les he preparado con mi luz y con mi gracia para manifestarme por su conducto; he llamado al varón, a la mujer, a los niños y a los ancianos que cansados y desengañados del mundo se encuentran. A las mujeres que han apurado un cáliz de amargura, les he limpiado, les he consolado y las he convertido en mis siervas; a la juventud que en este Tercer Tiempo se pierde con la perversidad del mundo, le he marcado un límite, le he brindado los manjares de mi mesa y le he invitado a engrosar el número de mis trabajadores, de mis discípulos en este tiempo. 55. Os habéis consagrado a mi servicio y me pedís os ayude para llegar al final de la jornada. Yo os aliento, os ayudo y fortalezco a vuestro espíritu y materia para que lleguéis a Mi. 56. Os he rescatado cuando prestos habéis estado a caer en los abismos y ser presa del lobo hambriento. Los unos reconocéis mi gran amor hacia vosotros y glorificáis mi nombre, mas los otros sólo me hacéis presente el dolor que os habéis labrado. 57. Algunos me pedís que alargue los días de vuestra existencia en la Tierra para estar a mi servicio, mas los otros me presentáis vuestra planta cansada y vuestro corazón lacerado por las vicisitudes de esta vida, y Yo os digo: A todos os he enviado a morar en este planeta para que hagáis obras meritorias para la escalidad de vuestro espíritu. 58. De cierto y en verdad os digo: He venido a salvar a los pecadores. Los unos lleváis propósito de practicar mis enseñanzas, mas los otros camináis a vuestro libre albedrío y me hacéis presente vuestro dolor y el Padre os dice: Reconoced, mis hijos, que no practicáis mis enseñanzas y por ello os sorprende el dolor, cuando esta no es mi voluntad. Ved a Elías, cual incansable pastor, que os busca por las veredas, por los breñales, para atraeros nuevamente al redil. 59. Él os hace descansar en sus brazos de pastor y os acerca a mi presencia. Entonces intercede por su rebaño para que recibáis nuevamente mi caridad, mi perdón y mi bendición. 60. ¿Qué me pedís en este día, qué necesitáis que Yo no haya de concederos? Me decís que os perdone y que os aliente en la lucha, también que habéis sufrido y que necesitáis consuelo. Nada pasa desapercibido para Mí, he seguido vuestros pasos y penetro como ladronzuelo en vuestro corazón para conocer todo lo que hay en vuestro interior. Todo lo que me pedís, sea con vosotros. 61. Los que buscáis mi presencia en espíritu, no necesitáis hacer un culto exterior, ni presenciar ritos y ceremonias. Venís a estos recintos humildes, en donde ha sido mi voluntad reuniros para haceros oír mi palabra y ahí os eleváis para encontrarme. 62. Vengo buscando espíritus de buena voluntad que imiten a mis apóstoles del Segundo Tiempo. Hoy no he venido a encarnar y mi manifestación es sutil, por ello debéis prepararos y purificaros para que podáis percibir toda señal o indicación mía. 63. Imitad a Elías, el pastor incansable que lucha y prepara el espíritu de la humanidad. Ayudadlo en su difícil tarea y gozad descubriendo vuestros dones. Abrid las pupilas del espíritu y mirad desde este mundo la perfección de otros valles espirituales. 64. Dadme el tributo de vuestro cumplimiento como hacen los seres elevados, los justos. No escudriñéis superficialmente mi Obra, porque no la comprenderéis, ni descubriréis su perfección. Tomadla como el tercer Testamento que dejaré a la humanidad y recordad que en los tiempos pasados os hablé con el mismo amor. Jehová, con su voz de justicia hablando al pueblo en el Primer Tiempo, Jesús después con su palabra redentora, y hoy el Espíritu Consolador, han conducido al espíritu humano por un solo sendero. Es el mismo Espíritu Divino el que ha vibrado sobre vosotros en todos los tiempos. 65. No digáis que me amáis sólo cuando habéis recibido alivio a vuestras penas y os alejéis después. Mirad cómo las flores conservan su belleza y su perfume, aunque el tiempo sea inclemente. Así vosotros, amadme, tanto en los días de paz, como en los de prueba. PARABOLA 66. Encontrabase un mancebo dentro de una barquilla en un mar embravecido, mas a pesar de la fuerza de las olas, la barquilla permanecía serena. Aquel mancebo encontró en la medianía de ese mar a doce humildes hombres que parecían cual náufragos; los llevó a su barquilla y les dijo: Yo os conduciré hacia el puerto y os daré lo que hace falta. Aquellos hombres se pusieron de hinojos ante su salvador y le dieron gracias; mas en su espíritu se sintieron indignos de estar con Él. Al contemplarles así el mancebo les dijo: Vengo a salvar a los pecadores, he venido a buscar a los pobres para enriquecerlos con mi gracia, busco a los enfermos para darles la salud. Al escuchar estas palabras aquellos náufragos, reconocieron quién era aquel mancebo que les había salvado de perecer en las olas embravecidas del mar. Entonces le dijeron: Señor, la luz de un nuevo día es con nosotros y con todos los menesterosos. Aquel joven les dijo: Voy a enseñaros a cruzar este mar embravecido. Entonces quedaron maravillados aquellos doce que habían sido salvados, cuando contemplaron que al paso de aquella barquilla las olas embravecidas, se tornaban en mansas y obedientes ante la voz de su Salvador. Aquellos náufragos, que habían desconocido un mandato, una Ley y que se habían convertido en los pecadores y en los menesterosos, penetraron en arrepentimiento y le dijeron: Señor, dadnos nuevamente vuestra enseñanza. Entonces el Señor, les mostró un libro abierto en el que estaba escrita una enseñanza perfecta y les dijo: voy a confiaros esta barquilla para que salvéis a los náufragos. Ellos recibieron con regocijo aquel mandato y prometieron ser obedientes para cumplir con esa misión. Al paso de aquella barquilla los que perecían en aquel mar eran salvados y aquellos varones se maravillaban, convencidos del poder que aquel Señor le había confiado. 67. De cierto os dice el Maestro: Os he llamado en este Tercer Tiempo cuando el mundo alimenta su tercera altura de perversidad, para salvaros en esta barquilla, con esta Doctrina que os he confiado para que vosotros la mostréis a la humanidad. 68. Después de este tiempo de enseñanzas quedaréis facultados para desempeñar vuestra misión en el mundo. Iréis acompañados de vuestros ángeles guardianes y llevaréis la fe y la rectitud como normas. Seréis inflexibles combatiendo la ignorancia, mas también usaréis la caridad y la paciencia en vuestra delicada tarea de enseñar y de corregir. 69. Yo entiendo vuestra oración, escucho vuestras peticiones y sé vuestros anhelos y esperanzas y os digo: No temáis, nada os faltará, tendréis para vuestro cumplimiento espiritual todos los elementos necesarios y para la conservación de vuestro cuerpo os daré lo que habéis de menester. 70. Yo os bendigo en esta alba de gracia. Vuestra oración sincera sea como un manto que envuelva a las naciones, como Yo las bendigo ahora y para siempre. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 356 1. Vosotros sois los que habéis creído en mi venida, son ya las postrimerías de mi comunicación y aún venís presurosos a escucharme, como si fuesen aquellos días en que comenzabais a ser mis párvulos. 2. Muchos fueron los llamados en este tiempo y pocos los que me han seguido, pero en todos descendió la luz de mi Espíritu. Si en aquel Segundo Tiempo dije: "Bienaventurados los que sin ver han creído", ahora os repito ¡Bienaventurados los que sin haber visto habéis creído me habéis seguido y habéis perseverado! 3. Aunque debo deciros, que nadie debiera sorprenderse de mi comunicación y de mi presencia en esta forma, ya que fue profetizada y prometida por Mí desde el Segundo Tiempo. No vine a sorprenderos, no hubo en Mí esa intención, mas si os sorprendisteis a mi llegada y si muchos se han extrañado al saber de mi manifestación, ha sido porque dormíais espiritualmente en un profundo letargo. Fue porque no estabais velando. 4. Después de mi partida en el Segundo Tiempo, de generación en generación era esperada mi llegada entre los que guardaban fe en Mí. De padres a hijos se iban transmitiendo la divina promesa y mi palabra mantenía vivo el deseo de contemplar mi retorno. Cada generación creía ser la agraciada, esperando que en ella se cumpliese la palabra de su Señor. 5. Así los tiempos pasaron y las generaciones también, y de los corazones se fue borrando mi promesa, olvidándose de la oración y la vigilia. 6. Los siglos pasaron y cuando la humanidad ni siquiera tenía en cuenta que algún día, en el momento menos presentido, podría llegar Yo, cuando los hombres se encontraban más alejados de la verdad, hice sentir mi presencia espiritual en cumplimiento a mi palabra. 7. La forma que elegí para comunicarme con los hombres de este tiempo, a muchos ha sorprendido, atreviéndose aún a juzgarla sin antes haber meditado en mis pasadas revelaciones. 8. Os digo que cualquier forma que Yo hubiese elegido para comunicarme, habría confundido a todos los que no hubiesen estado preparados para recibirme. En cambio, para el que ha sabido mantenerse en vigilia y preparado, ninguna forma que Yo hubiese empleado para mi manifestación le habría sorprendido, porque a través de cualquier forma me hubiese sentido. 9. Todos los que me han creído en este tiempo, todos los que me han sentido y todos los que me han seguido, en verdad os digo que espiritualmente me estaban esperando; espiritualmente, sin darse cuenta, buscaban mi retorno y esperaban mi palabra. 10. Mi promesa en aquel tiempo no fue para un solo pueblo, sino para toda la Humanidad, por lo que os digo ahora, que mi luz no sólo ha descendido entre estas multitudes que me escuchan a través del entendimiento de los portavoces, sino que bajo mil formas me presento en la senda de todos los hombres, para hacerles sentir la llegada de un nuevo tiempo. También debo deciros que ha habido quienes habiéndome esperado un día tras otro y una vida tras otra, al verme llegar en la forma en que me tenéis, no pudieron creer, negaron mi presencia y se alejaron, ¿Por qué? Porque ellos forjaron en su imaginación durante mucho tiempo, una forma que no fue precisamente la que Yo elegí. 11. Comprended que mis determinaciones y mis inspiraciones están más allá de toda suposición o concepción humana. 12. Muchas pruebas os he dado de que por sobre lo que el hombre alcanza a concebir como verdad y como perfección, están mis obras. 13. Algo de lo que más ha confundido a algunos hombres, es mi Doctrina expresada a través de humildes entendimientos humanos. Mas si quienes se sienten por esa causa confundidos, tratasen de compenetrarse en mi palabra, de cierto os digo que pronto encontrarían las razones que tuve para elegir precisamente al hombre rudo y hasta impuro para hacer oír mi enseñanza. Entonces descubrirán que las razones que tuve al elegir este medio, fueron mi amor, mi justicia y la Ley eterna de que el espíritu humano llegaría a comunicarse directamente con su Padre, forma en la que participarían al mismo tiempo los atributos del espíritu y los dones del cuerpo. 14. Es natural que quien se sabe pecador, se juzgue indigno de poseer una gracia como ésta; pero es justo que también sepáis que Yo veo más allá de vuestro presente y que estoy por sobre vuestras imperfecciones. 15. Si sois parte mía, comprended que lo único que vengo a hacer es a ayudaros a purificaros y perfeccionaros para que viváis en Mí. 16. Ya no es tiempo de que sean otros los que hagan méritos por los pecadores. Esos tiempos ya pasaron y aquellos méritos están presentes como ejemplos. 17. Ahora será el mismo pecador quien haga méritos por su salvación, para ello quiero Yo ser su guía, su Maestro, su salvador. 18. ¿Cuándo los padres en la Tierra han amado solamente a los hijos buenos y aborrecido a los malos? ¡Cuántas veces les he visto ser más cariñosos y solícitos precisamente con los que más les ofenden y hacen sufrir! ¿Cómo es posible que vosotros pudieseis hacer obras de amor y de perdón mayores que las mías? ¿Desde cuándo se ha visto que el Maestro tenga que aprender de los discípulos? 19. Sabed, por tanto, que a nadie juzgo indigno de Mí y que por eso el Camino de salvación eternamente os está invitando a recorrerle, así como las puertas de mi Reino, que son la luz, la paz y el bien, están perenemente abiertas en espera de la llegada de quienes estaban alejados de la Ley y la verdad. 20. Por todo esto quise escoger entre las multitudes de criaturas pecadoras, a aquellos de quienes me serviría como instrumentos para hacer escuchar mi palabra. 21. ¡Cuántos casos de verdadera regeneración ha habido entre los que he elegido para este servicio! ¡Cuántas pruebas de conversión y de arrepentimiento! 22. Yo anuncié que mi nueva venida sería en Espíritu y así lo cumplí en este tiempo, ¿Por qué había de escoger otro medio que no fuese el humano para comunicarme, si es a los hombres a quienes he venido a buscar? Ha bastado que estas multitudes se espiritualicen un poco, para que su sensibilidad les permitiese percibir mi presencia y mi esencia, encontrando justa y natural esta forma de comunicación. 23. Debo deciros que no todos han llegado con suficiente sensibilidad que les permitiese desde el primer momento experimentar la sensación de mi presencia, porque mientras unos han llegado con la mirada espiritual despierta para contemplar esta luz y para percibir la esencia de mi palabra, otros han llegado escudriñando con los ojos materiales, por lo que sus juicios, sus análisis y observaciones han sido superficiales, han sido siempre la fase exterior, porque en vez de buscar el sentido o esencia de la palabra, han juzgado la mayor o menor corrección del lenguaje para luego escudriñar la vida de los portavoces, su conducta, su manera de hablar y hasta su indumentaria. 24. Y han tenido estos últimos que encontrar imperfecciones en quienes sólo son párvulos ante esta Obra, y entonces han negado toda verdad a mi Doctrina; mientras que los primeros, pasando por alto los errores, las pequeñeces y miserias de mis servidores, considerándolos humanos y expuestos a cometer yerros, han ido sólo en busca del sentido, de la esencia de esta palabra, por lo que han encontrado, en esa búsqueda, la presencia de mi Espíritu. 25. Quien no preste a mi palabra la debida atención, ni se compenetre de su contenido, nunca podrá hallar su verdad, ni podrá encontrar la explicación o esclarecimiento a todas sus dudas. 26. Yo soy quien, en mi misma palabra vengo explicando todo a fin de que no exista la menor confusión o duda entre los discípulos. 27. Recordad cómo muchas veces os he dicho que aprendáis a buscar la esencia de esta palabra, esencia que se encuentra más allá de la forma humana de vuestro lenguaje. Recordad que os he dicho que no os detengáis ante la forma material de la palabra, porque no encontraréis su sentido y que tengáis siempre en cuenta que vine a comunicar a través de pecadores, de hombres rudos, de entendimiento sin cultivo ni estudio; para que no deis tanta importancia a la forma exterior de la palabra y aprendáis a conceder a mi manifestación la verdad que ella tiene, así como atribuir a estas materias lo que a ellas corresponde. 28. Ved cómo no todos han sabido buscar mi luz, ni han sabido ser párvulos anhelosos de convertirse en discípulos. Ahora sabed por qué muchos me han vuelto la espalda y van diciendo que sufrieron desengaños por medio de mis labriegos. 29. Son corazones sedientos que estuvieron junto a la fuente de verdad inagotable y no supieron inclinarse a beber hasta saciarse. Llevan un vacío muy grande y siguen buscando y llamando sin encontrar lo que su espíritu necesita. Mas, un día se acercarán de nuevo a este camino y entonces su experiencia dolorosa les dirá que ya no me busquen en lo superficial sino en lo profundo. Ellos, cuando retornen, contemplarán cómo brilla la sabiduría en aquellos que fervientemente me escuchaban, que supieron quedarse con el Maestro, y por cuya fe y espiritualidad fueron premiados, desbordándose sobre ellos la luz que les reveló grandes misterios y enseñanzas. 30. A todos os probé antes de que llegaseis a presenciar mi manifestación, pruebas sabias envié a cada uno de mis discípulos para que os brindasen la oportunidad de testificar mi presencia, mas de cierto os digo que mientras unos se mostraron sumisos, humildes y dóciles a mi llamado, otros, aunque también me han escuchado, ha sido sin fe, sin voluntad y muchas veces con soberbia, con disgusto y hasta con repugnancia. ¿Qué puede recibir el espíritu cuando la mente se encuentra empañada y el corazón envenenado? Un hombre, predispuesto así, sólo tendrá que contemplar imperfecciones. 31. Yo a todos estoy probando. También a los que me siguen les pruebo sin cesar, con el fin de que todo su ser se fortalezca y cuando ya mi palabra no se escuche por este medio, ellos tengan la sabiduría que va encerrada en mi palabra y a la vez tengan toda la fuerza que se necesita para extender con verdadera pureza esta Doctrina. 32. Mis discípulos deben quedar persuadidos de que cuando ya no me escuchen como ahora, entonces sí será muy importante su ejemplo, porque entonces serán los discípulos aventajados que enseñen a los demás por medio de sus obras. Ellos deben saber que el testimonio que den de mi palabra, siempre irá acompañado con hechos. 33. Mañana, cuando llegue el tiempo del testimonio para este pueblo, si él no viviese mi palabra, si no apegase sus obras a mi verdad, de nada le servirá repetir mis palabras, por perfectas que ellas sean. 34. El que anhele hacer sentir mis palabras en los corazones, que se revista de amor, que se sature de caridad, que haga acopio de humildad y de paciencia, que sea presto en perdonar y oportuno para aliviar las penas de sus hermanos, y entonces verá cómo el corazón más duro y reacio se estremece y se conmueve ante mi palabra hecha obras en el corazón de mis discípulos. 35. Si sabéis que la causa de que muchos de vuestros hermanos no perseveran escuchando esta palabra, es porque han descubierto vuestras imperfecciones, tratad de eximiros de faltar a mi Ley hasta donde os sea posible, sabiendo que vuestro ejemplo influye mucho en ellos. 36. Quiero que lleguéis a sentiros satisfechos de vosotros mismos, que vuestra conciencia nunca os reclame que algún hermano vuestro se alejó del camino porque no supisteis mostrarle la pureza y verdad de mi Obra. 37. En el Segundo Tiempo hablaba Yo a las multitudes. Mi palabra perfecta en su esencia y en su forma, era escuchada por todos. Mi mirada, penetrando en los corazones, descubría todo lo que cada uno guardaba. En unos había duda, en otros fe, en otros me hablaba una voz angustiosa: eran los enfermos, a quienes el dolor les hacía esperar de Mí un milagro. Había quienes trataban de ocultar su burla, cuando me oían decir que Yo venía del Padre a traer a los hombres el Reino de los Cielos, y había corazones en los que encontraba odio hacia Mí e intenciones de hacerme callar o desaparecer. 38. Eran los soberbios, los fariseos que se sentían afectados por mi verdad. Porque a pesar de que mi palabra era tan clara, tan llena de amor y tan consoladora, a pesar de ir siempre confirmada con obras poderosas, muchos hombres persistieron en encontrar la verdad de mi presencia, juzgándome a través de Jesús, escudriñando mi vida, fijándose en la humildad de mis vestiduras y en mi pobreza absoluta de bienes materiales; y no conformes con juzgarme a Mí, juzgaban a mis discípulos, observándolos detenidamente, ya cuando hablaban, ya cuando me seguían por los caminos, ya cuando se sentaban a la mesa. ¡Cómo se escandalizaron los fariseos cuando vieron cierta vez, que mis discípulos no se habían lavado las manos para sentarse a la mesa! ¡Pobres mentes que confundían el aseo del cuerpo con la pureza del espíritu! Ellos no se daban cuenta que cuando tomaban en el templo los panes sagrados, tenían limpias las manos, pero el corazón lleno de podredumbre. 39. Yo nunca dije, mientras estuve predicando en el mundo, que mis discípulos ya fuesen maestros o que a ellos escucharan. Eran los párvulos que, cautivos de la luz de mi palabra, mansamente me seguían, pero que aún llegaban a cometer faltas, porque faltaba tiempo para que se transformasen y luego surgiesen como ejemplo para la humanidad. Eran rocas que estaban siendo pulimentadas con el cincel del amor divino, para que más tarde también ellos convirtiesen las piedras en diamantes. 40. Al deciros que mis discípulos llegaban a cometer faltas, recordad aquella ocasión en que estando Yo hablando a la multitud, y habiendo entre ella algunas mujeres que llevaban de la mano o en brazos a sus pequeños, mis discípulos, creyendo que los niños podían importunarme, cometieron el error de decir a aquellas madres que se ausentasen con sus hijos, creyendo que mi palabra era tan sólo para los mayores; porque ignoraban que mi palabra es para el espíritu, así esté en un anciano, en un hombre maduro, en un joven o en un niño, y que lo mismo es que esté en un hombre que en una mujer, puesto que nada tiene que ver el sexo con el espíritu. 41. ¡Cuánto dolor experimentaron aquellas madres, que se habían acercado a Jesús para que bendijera a sus pequeños; y cómo dudaron, ante aquel acto de mis discípulos, de la caridad y el amor que vertía Yo en mi palabra! Por eso tuve que levantar mi voz para decirles: Dejad a los niños que vengan a Mí. 42. Yo aprovechaba aquellos errores para dar lecciones a mis discípulos. Cuando fui aprehendido en el Huerto de los Olivos, uno de mis discípulos, Pedro, tratando de defenderme, descargó un golpe sobre el siervo del sumo sacerdote, diciéndole Yo entonces: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada a espada morirán. 43. Partí de entre mis discípulos y entonces ellos quedaron en mi lugar para dar testimonio con sus obras y sus palabras. Mi Espíritu les bañó de luz inspirándoles todas aquellas obras que sirvieron para extender por el mundo mi semilla y quedar como ejemplo de amor, humildad y elevación. Habían dejado de ser los frágiles párvulos para convertirse en los fervientes discípulos, dignos representantes de su Maestro en la Tierra. Las flaquezas, las dudas y los errores, habían dado paso a la verdad que manifestaban en cada una de sus obras. 44. Pueblo amado: También vos, durante el tiempo de mi comunicación en este tiempo, habéis cometido errores, habéis tenido flaquezas, habéis caído en tentaciones y habéis dudado por instantes; mas Yo suspenderé mi comunicación y os daré un tiempo para que meditéis, os preparéis y os fortalezcáis, porque también quedaréis en la Tierra para dar testimonio de mi palabra, testimonio que será por medio de vuestras obras. 45. No penséis ahora si vuestra misión va a ser ardua y penosa; en verdad os digo que cuando alcancéis la preparación espiritual, nada os parecerá difícil, ni pesado. 46. Insensiblemente iréis penetrando en una vida virtuosa, y ella será el más patente de los testimonios que deis de mi verdad a vuestros hermanos. 47. Mirad cómo a pesar de vuestras imperfecciones ya habéis hecho prodigios muchas veces, pues entonces, pensad que cuando vuestra espiritualidad alcance plenitud en vosotros, vuestras obras tendrán que ser mayores. 48. Veo que aún no le dais la importancia que tiene vuestro ejemplo en los demás. No habéis querido daros cuenta de la fuerza que hay en vuestra palabra, así como en vuestra oración y en vuestras obras. 49. Yo soy el único que me doy cuenta de la simiente que vuestros actos van sembrando en los corazones y soy quien derramo sobre vuestros cultivos mi rocío de vida y de amor, para que no se malogren. Pero es menester que vosotros creáis en la verdad de vuestras obras, para que no las abandonéis porque apenas las habéis iniciado. Tened en cuenta que siempre habrá ojos que estén pendientes de cuanto hagáis y bueno será que esas miradas descubran siempre un ejemplo de obediencia hacia mis enseñanzas. 50. A vuestro paso han caído muchas vendas de ignorancia; con vuestra palabra se han apartado del sendero del vicio algunos de vuestros hermanos. Vuestro ejemplo de paz ha servido para que algunos hogares, azotados por el torbellino de la discordia, recobren armonía. Muchos enfermos han sentido sobre sus dolencias el bálsamo que sobre ellos habéis derramado, librándoos del sufrimiento y también habéis fortalecido a muchos corazones contra las acechanzas y peligros del mundo. 51. Entonces ¿Por qué no dais a vuestras obras el valor que ellas tienen? Yo no os digo que hagáis alarde ni que las publiquéis, no, simplemente quiero deciros que conozcáis, en cada uno de los casos en que Yo derramo mi caridad, la trascendencia que aquella luz que pasó a través de vosotros pueda tener en la vida de vuestros hermanos, porque entonces ya no seréis capaces de abandonar vuestras siembras. 52. ¡Sembradores amados! ¡Llevad por el mundo mi paz, en ella existe mi amor, mi caridad, mi verdad y mi bálsamo! Llevad ese bálsamo en la oración, en el pensamiento, en la palabra, en la mirada, en una caricia: en todo vuestro ser y en verdad os digo que vuestra jornada espiritual en la Tierra, os será pródiga en satisfacciones, mas nunca amarga. 53. Pronto voy a dejar de comunicarme en esta forma, mas Yo os dejaré llenos de mi fortaleza y de mi luz, y así no temeréis quedaros como ovejas entre lobos. 54. Que la ausencia de mi palabra no vaya a ser causa de que os enfriéis, que la desaparición de estas manifestaciones no vaya hacer que os distanciéis unos de otros, por el contrario, que sea entonces cuando más os unáis, para que podáis hacer frente a la lucha y a las pruebas. 55. Todavía está distante el tiempo en que sepáis aproximaros espiritualmente, cuando materialmente os encontréis lejanos. 56. Por ahora todavía necesitáis miraros y oíros; por ahora necesitáis daros calor, fuerza, fe y valor los unos a los otros. 57. Yo os he expresado mi voluntad de que por un tiempo, después de mi partida, continuéis reuniéndoos, para que vuestra preparación os haga dignos de testificar mi presencia espiritual en el seno de vuestras reuniones y ya fortalecida vuestra fe, madurados vuestros propósitos y habituados a buscarme y a recibirme de espíritu a Espíritu, entonces estaréis en condiciones de diseminaros por los diferentes caminos, como sembradores de esta Doctrina que viene a liberar y a elevar al espíritu. 58. Yo siempre acudiré a vuestras reuniones y en ellas derramaré mi inspiración sobre cada entendimiento y desde ahora os digo: Bienaventurados los corazones que en aquellos días, cuando ya no se escuche mi palabra, al prepararse sigan sintiendo esta misma emoción que ahora les embarga al esperar que descienda mi Rayo. 59. Quiero que sea la paz la que presida vuestras reuniones, para que vuestra meditación sea profunda y os haga descubrir el fondo de mi palabra; pero que nunca la discusión ni la violencia surjan en aquellas ocasiones, porque entonces sólo tinieblas recogeréis. 60. Os doy una llave invisible que cerrará la puerta de toda tentación; pero que al mismo tiempo os abrirá las puertas a la inspiración, pues tened siempre presente que será entonces cuando la revelación del Tercer Tiempo se derrame en plenitud sobre vosotros, porque esta comunicación por medio de mis portavoces ha sido sólo para prepararos. 61. La espiritualidad, el recogimiento y la elevación de vuestro pensamiento serán la llave que os abra la puerta hacia las nuevas revelaciones en cuya luz encontraréis el esclarecimiento de todos los misterios y de todo aquello que no estuviese definido. 62. Seguiréis trabajando para atraer nuevos congregantes, que luego serán los nuevos discípulos, los postreros, en quienes también derramaré mi Espíritu. Vuestro corazón no se cerrará al dolor de los demás, por el contrario, vuestra caridad será mayor hacia los débiles y los que sufren, hacia los cansados, hambrientos del espíritu y sedientos de amor. 63. Haréis que vuestras reuniones tengan la fuerza espiritual que atraiga a vuestros hermanos como en este tiempo mi palabra ha atraído y congregado a las grandes multitudes. 64. Vuestra oración hará prodigios en aquellas reuniones, siempre que sepáis unir vuestros pensamientos y tomar como si fuesen propios los casos de vuestros hermanos. Entonces sentiréis cómo se derrama sobre ellos el consuelo, la salud para su cuerpo o su espíritu, la paz para su corazón, la luz que les levante a la vida verdadera. 65. Ante todas aquellas pruebas de mi presencia, vuestro corazón no extrañará la partida de este tiempo porque tendréis mi palabra escrita para interpretarla con la mayor preparación y la sentiréis profundamente. 66. Surgirán los analizadores de mis enseñanzas, los videntes de mirada limpia y palabra verdadera: practicaréis una forma más espiritual para curar a los enfermos. El bálsamo que en vosotros he depositado, llegará primero al espíritu del enfermo, estimulándole a levantar su cuerpo decaído y enseñándole la forma de vencer los sufrimientos y las pasiones, para recobrar la libertad verdadera del espíritu. 67. Toda vuestra labor será humilde y callada, ninguno dejará germinar en su corazón la envidia ni la vanidad, porque si eso fuere, no veréis producirse el milagro de la comunicación de espíritu a Espíritu que es lo que debéis principiar a practicar una vez terminada la presente etapa. 68. Así como en estos últimos días de mi comunicación he premiado con mi palabra plena de revelaciones, esencia y enseñanzas, la preparación que para oírla habéis tenido, así, en los días de vuestra comunicación de espíritu a Espíritu, Yo sabré premiar vuestra elevación con inspiraciones y profecías que conmoverán al mundo. 69. El celo, el respeto, la obediencia y la humildad de mis discípulos, será premiada con beneficios espirituales. 70. Tendrán que llegar de otras Tierras a preguntaros qué enseñé y qué anuncié, y entonces repetiréis mis palabras, mas si algunas o muchas de mis enseñanzas se hubiesen borrado de vuestra memoria, recurriréis al libro que mi inspiración está dictando a aquellos discípulos nombrados Plumas de oro. 71. Ese libro será de todos, sin distinción ni privilegios, así como de todos ha sido mi palabra. Así no será sepultada mi Doctrina en el corazón de unos cuantos y siempre estará dando luz. 72. Desde ahora exhorto a este pueblo, a que sea celoso de ese libro que pronto llegará a poseer, a que no releguéis al olvido sus lecciones, que sus páginas no permanezcan cerradas. Pensad que en los días de lucha que vendrán, encontraréis en estas lecciones las armas necesarias para la batalla, la adecuada respuesta a las interrogaciones que la humanidad os haga y la solución para vuestras pruebas. 73. Ese libro ayudará al discípulo de memoria frágil, ayudará también al que sea torpe de palabra, y sólo será necesario que su intención esté inspirada en la caridad y en el amor hacia sus hermanos, para que enmedio de la lectura, en los instantes de repasar mis palabras, haga sentir y saborear mi presencia a quienes nunca me escucharon a través del portavoz. En verdad os digo, que si os preparáis para recibirme en esa forma, hasta los escépticos y los duros de corazón se estremecerán, porque vuestro testimonio habrá sido limpio. 74. Desde ahora os dejo estas recomendaciones que os sirvan para vuestra preparación. 75. Permaneced unidos después de mi partida, analizando y meditando sobre mi enseñanza y veréis llegar el instante en que vuestro pueblo sea fuerte para hacer frente a la lucha. 76. A nadie tendréis que preguntar la hora o el día para levantaros al desempeño de la misión que os estoy confiando. Vosotros sentiréis en vuestro corazón el momento marcado por Mí, como los profetas de los tiempos pasados, que interiormente escuchaban el divino llamado, y ellos, llenos de fe, obedientes a aquel impulso se levantaban a cumplir mi voluntad. 77. La visión de los videntes será muy delicada en aquellos días y muy grande su responsabilidad de orientar, de poner alerta y de estimular al pueblo. Para que a ellos llegue siempre la claridad de mi luz, tendrán que perseverar en la buena preparación, no dejando nunca que la vanidad los aprisione, o la mentira les haga caer en tentación. 78. También habrá en el mundo acontecimientos que serán como señales o avisos para que reconozcáis la hora de vuestro surgimiento. 79. ¿Qué podréis ignorar para entonces? ¿Qué dudas habrá en vuestro corazón? ¿Qué preguntas podrán haceros que no sepáis contestar? 80. Si mi palabra y toda mi Obra os la he explicado con sencillez, tratándose de lo más profundo que existe en vuestra vida, así, con esa misma sencillez explicaréis mi Doctrina a vuestros hermanos. 81. Seréis entonces un baluarte para los débiles y para los necesitados de luz, quienes buscarán vuestros consejos y solicitarán vuestras oraciones en los momentos de prueba. 82. Hermosos tiempos de lucha para este pueblo, si los sabe estimar y aprovechar y una luminosa oportunidad para vuestro espíritu, que gozará en plenitud de todos sus dones. 83. ¡Cuántos casos de conversión presenciaréis! ¡Cuántas curaciones milagrosas en enfermos del cuerpo o del espíritu! ¡Cómo os recrearéis contemplando a vuestros hermanos que hasta entonces habrían caminado como parias, manifestar también los dones que vosotros les enseñasteis a descubrir en su ser! Ellos que se habían creído desheredados al contemplar vuestros dones, confirmarán que todos sois herederos míos y que lo que os doy jamás os lo quito, aunque a veces llegue a retenéroslo, a través de mis leyes perfectas de amor. 84. Mirad cómo mi palabra os prepara para que podáis penetrar con firmeza en el tiempo de los hechos, dando un ejemplo de espiritualidad y de humildad. 85. Este es el tiempo de vuestra preparación, porque la humanidad ya está a punto de despertar. 86. OS dejo velando y orando, porque seréis testigos de grandes acontecimientos que conmoverán a todos los pueblos de la Tierra. Veréis las guerras más terribles que hayan tenido lugar en vuestro mundo; veréis la pugna entre diferentes religiones y doctrinas; veréis el hambre, la peste y la muerte arrasar naciones y ciudades, marcando todo ello el final de una etapa, de una Era; mas luego veréis el resurgimiento de la vida. Veréis cómo se unen aquellos pueblos que por siglos vivieron como enemigos; presenciaréis la reconciliación de pueblos y de razas, la veréis sellada con el amor de los unos a los otros. Veréis desaparecer el poder material de las grandes religiones y veréis surgir por todas partes los frutos de la espiritualidad. Muchos hombres, reconocidos como sabios, les veréis confundirse y a los príncipes de la palabra les veréis turbarse sin saber qué decir, porque la luz de la verdad les sorprenderá. En cambio, los que habían sido siempre perseguidos o humillados a causa de su amor a la justicia y a la verdad, verán brillar en el firmamento al sol de la libertad y la justicia. 87. Ese será el tiempo propicio para que el adelanto espiritual de la humanidad se manifieste en plenitud y la vida espiritual que vibra más allá de los hombres, sea verdaderamente sentida por ellos. 88. Será la derrota del materialismo, cuando los hombres que sólo han amado al mundo, contemplen con la mirada del espíritu la vida verdadera, cuando los autores de todo el mal que aqueja a la humanidad, arrojen al fuego sus libros, en los que muchas veces negaron la verdad. 89. Yo, que a nadie puedo negarle mi luz, se la daré a todos, abriendo las puertas de los entendimientos a la inspiración, como una invitación a la sabiduría, a la eternidad y a la elevación. 90. Analizad, oh discípulos, mi Doctrina, y decidid si alguna de sus partes denota retraso, estancamiento o confusión. 91. Cuando vuestra fe sea absoluta en mi palabra, llevadla indeleblemente grabada en vuestro espíritu, para que la Espiritualidad esté en cada uno de vuestros actos. 92. Mi palabra os promete el reino, el que quiero que se establezca en vuestro corazón, para que ilumine vuestra vida y su luz esté en los hogares, en los padres, en los matrimonios, en los hijos y en los hermanos, para que los gobernantes sean magnánimos, los maestros sean sabios y los jueces sean justos. 93. Esta es mi Doctrina, por lo tanto, no permitáis que ella sea confundida con aquellas ciencias a través de las cuales los hombres sólo buscan la manifestación de los espíritus. 94. He llamado a mi Doctrina Espiritualismo, porque enseña la elevación del espíritu y revela al hombre todos los dones que posee para su perfeccionamiento. 95. ¡Cuán pocos son hasta estos instantes los que vislumbran la verdadera esencia de esta Doctrina! ¡Pocos son los que me van comprendiendo! A la mayor parte de vosotros aún los contemplo aletargados en tradiciones y costumbres que ningún beneficio dejan a vuestro espíritu. 96. ¡Cuánto temor veo en muchos corazones cuando se trata de renunciar a esos hábitos, tradiciones y actos que habéis creado dentro de mi Obra! Y cómo sentís lastimado vuestro corazón cuando se os habla de ellos, sin que queráis comprender que por cumplir con esas tradiciones, abandonáis el verdadero cumplimiento de mi Ley. 97. Mirad cómo el culto externo de la humanidad ha sido en todos los tiempos la causa de su estancamiento espiritual, mas no caigáis vosotros nuevamente en ese error teniendo siempre presente que para progresar espiritualmente y alcanzar el perfeccionamiento, es indispensable que el culto hacia Mí sea interior, profundo espiritual. 98. Yo probaré con sabiduría y justicia a mi pueblo, para sacarlo de la ignorancia o de la confusión, Yo lo libraré de caer en fanatismo y para ello, también le probaré. 99. Para amar a vuestros semejantes, para extender la paz, para dar a conocer mi palabra, para impartir la caridad y para orar por la paz de la humanidad, que es el culto espiritual que de vosotros espero, no necesitáis de actos exteriores, ni en los recintos donde os reunís ni en vuestros hogares. 100. Pensad que mientras no os unáis en una verdadera espiritualidad, vuestra oración no tendrá la fuerza suficiente para hacerse sentir sobre vuestros hermanos. 101. No por estas palabras se vayan a levantar los que se crean limpios a juzgar a sus hermanos porque en verdad os digo que sólo Yo soy quien puede juzgar las obras de unos y otros. 102. Tampoco vosotros juzgaréis a vuestros hermanos, aunque llegase la hora de que les vieseis traicionarme, porque recordaréis que Yo os dije que para juzgar la pureza o impureza espiritual, solamente Yo. No juzguéis, os he dicho, pero sí aconsejad el bien; sí tratad de evitar que vuestros hermanos caigan en tentación, mas si no pudieseis hacer nada de ello, entonces procurad perseverar en la verdad, y día vendrá en que los que se alejaron del sendero retornen a él, convencidos de su error y persuadidos de que habéis sabido perseverar en mis mandatos. 103. Velad y orad para que estéis unidos y en paz. Ya estáis en los últimos días de mi palabra y quiero que cuando llegue el día postrero, os encuentre unidos espiritualmente. 104. Muchas lecciones os he dado para que sepáis impedir que uno de vuestros hermanos se disgregue del pueblo. Comprended que aquellos que muy poco pudieron escucharme, pueden encontrarse débiles. A ellos dadles fuerza y fe. También entre los que me escucharon mucho, puede haber corazones faltos de firmeza, para que les deis calor y aliento en la jornada. 105. Una vez unificado oh pueblo, os congregaréis para orar por la paz del mundo, enviando a vuestro espíritu en alas del pensamiento convertido en paloma de paz, sobre las naciones. 106. Nunca esperéis que el resultado de vuestras oraciones sea inmediato. A veces tendréis que esperar un poco, a veces tendréis que esperar mucho y en ocasiones ni siquiera podréis ver la realización de aquello que me pedisteis. Pero vuestra misión quedó cumplida. 107. Seréis sembradores de paz, pero os repito que no esperéis cosechar antes de tiempo. Dejaréis que la simiente germine, nazca, crezca y fructifique y entonces recogeréis la cosecha, dejando que vuestro espíritu se inunde de satisfacción. 108. Discípulos: maravillaos de estar aprendiendo todo esto a través de un hermano vuestro, a quien he convertido en instrumento mío, para que todos fueseis testigos de las obras que hace mi poder, convirtiendo a una criatura torpe en un ser espiritualmente útil a todos y transformando a un pecador en un ser limpio de corazón y entendimiento para transmitir mi palabra. 109. Yo también os confié a mis portavoces para que les llevaseis al adelanto y al perfeccionamiento, y ahora, en los últimos días de mi comunicación, las congregaciones que supieron llevar a la elevación a sus portavoces, se están deleitando con el sabor espiritual de un fruto maduro cultivado con perseverancia y con amor. 110. Esto no todos lo han sabido hacer, porque a muchos de ellos les han descuidado, les han abandonado, a otros les han extraído su savia sin consideración ni caridad y a otros les han cortado verdes del árbol de la vida. Ahí tenéis la razón de ese sabor amargo que en lugar de dulzura, muchas veces han recibido las multitudes y de ahí han nacido muchas confusiones, como la de tomar como perfecto lo que ha sido sólo imperfección del portavoz o la de atribuirme a Mí las impurezas, materializaciones o imperfecciones de los portavoces. Después de mi partida, tendréis que apartar del trigo la paja, o sea que tendréis que apartar todas las impurezas que a mi palabra estuviesen mezcladas, para que podáis llevar por el mundo mi Doctrina. 111. Si os preguntasen por qué me comuniqué por conducto de tantos portavoces, les diréis que para entregar mi palabra, si Yo hubiese venido como en aquel tiempo en Jesús, mi sola persona hubiese bastado; pero que siendo mi comunicación a través de hombres sencillos y rudos y al mismo tiempo muy grande mi mensaje, no pudo ser suficiente un solo entendimiento humano, sino tantos como fuese necesario. 112. Desde Roque Rojas, el precursor de mi comunicación, por quien habló Elías y desde Damiana Oviedo, por quien di mi primera palabra en este tiempo, hasta los últimos portavoces, cada uno de ellos ha manifestado sólo una parte de mi Obra, mas no todo mi mensaje. 113. Así por ejemplo: A través de Roque Rojas os di a conocer que el Tercer Tiempo se abría para la humanidad, os revelé la apertura del Sexto Sello, conteniendo su sabiduría, su juicio, sus dones y el cumplimiento de muchas antiguas profecías, para desbordar su luz sobre todo espíritu y sobre toda carne. 114. El misterio de la Marca o Señal os fue dado a conocer por conducto de aquel varón y os recordé el número simbólico de los escogidos del Tercer Tiempo. 115. Más tarde, por medio de Damiana, os fue revelada la finalidad de mi venida, los dones que cada discípulo llevaba consigo y también la fecha en que mi comunicación llegaría a su término. De aquellos labios brotó la palabra que mi Espíritu trajo en este tiempo, expresándola por medio de sencillas lecciones y pequeñas parábolas, para los primeros párvulos; y también brotó la palabra espiritual de María, como un mensaje de infinita ternura y consuelo inefable para todo corazón atribulado. 116. En Roque y en Damiana, todo fue sólo un principio, una promesa, y con el paso de los años, los portavoces que les sucedieron fueron penetrando más en el secreto de la misión del portavoz, permitiendo que mi palabra se ampliara, que mi Obra se definiera y que los misterios se aclarasen. 117. ¡Cuántos corazones se han fortalecido y se han consolado escuchando mi palabra a través del entendimiento de mis elegidos! ¡Cuántos espíritus se han salvado de las tinieblas oyéndome por este conducto! 118. A mis portavoces que han sabido prepararse, consagrándose a mi servicio, Yo les bendigo. 119. Mas también os digo que muchos de mis hijos me han vuelto la espalda y me han negado por causa de la falta de espiritualidad de los portavoces. A estos Yo les perdono, dándoles oportunidad de que por sí mismos laven sus manchas. 120. Pueblo amado: Velad y orad hasta los últimos instantes de mi comunicación, para que empecéis con firmeza la nueva etapa de mi manifestación, de Espíritu a espíritu. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 357 1. Se presentan ante Mí en este día, un mancebo y una doncella para pedirme que su unión sea bendecida y sancionada por mi amor. 2. Yo os recibo, hijos míos, no solamente en esta hora, porque siempre habéis estado Conmigo y Yo con vosotros. 3. Venís a celebrar vuestra unión y Yo os digo: Ha mucho tiempo que estáis unidos por el destino; pero es menester todavía que los hombres celebren un acto que atestiguó la comunión, el matrimonio de dos seres, para que sea reconocido y respetado espiritual y humanamente. 4. No asistís a una ceremonia, venís a recibir una caricia, un consejo de Padre y una enseñanza de Maestro. 5. Sois dos espíritus, dos corazones, que os uniréis para formar un solo ser y una sola voluntad. Habéis estado distantes en diferentes mundos y habéis llegado a la Tierra primero el uno y después la otra, y en ese trayecto habéis sido probados en vuestro amor, en vuestra paciencia y me habéis sido fieles. Habéis sabido cumplir vuestras promesas, venciendo con amor y fe todos los obstáculos. 6. Estáis en la presencia de vuestro Señor que engalana vuestro espíritu y lo fortalece para que cumpláis con esta delicada misión que os señalo, la más sublime que he dado al hombre dentro de lo humano. 7. Vais a penetrar en esa institución de amor, de sacrificio y de vida; de renunciación y de obediencia al destino en cumplimiento de un ideal. Y para que vuestro paso sea firme en la nueva senda, venís en pos de luz y ésta la derramo a raudales sobre vosotros. 8. Varón: los dones que concedí al primer hombre en la Tierra, os los he dado a vos: el talento, la voluntad y la energía; también la fuerza, la vida y la simiente. Lleváis en vuestra diestra simbólicamente una espada y en la siniestra un escudo, porque la vida terrestre os ofrece una lucha en la cual los hombres debéis ser soldados, guardianes de la paz, la justicia y la virtud, defensores de la Humanidad. Yo os hago soldado de esta lucha y pongo a vuestra siniestra, junto a vuestro corazón, a una doncella. Ella es espiritual, moral y corporalmente, una flor cultivada por Mi en un huerto ameno; jardín codiciado por las pasiones humanas, el cual María, la Madre divina, cuida y protege siempre, y riega con las aguas cristalinas y puras de su virginidad y castidad. 9. Me habéis pedido con humildad esta flor y Yo os la entrego con amor. Esto es lo más grande que puede poseer el hombre en esta vida. No estáis ligados a vuestros padres, porque para cumplir este destino os alejáis de ellos y quedáis en la senda de la lucha. Vuestros hijos también, cuando sea llegado el tiempo de ir en busca de su destino, se alejarán de vosotros, abandonarán el hogar paterno y sólo quedará cerca del corazón del hombre la compañera de su vida, la mujer que eligió, la que ha compartido sus alegrías y sufrimientos, y cuya unión sólo la muerte puede separar. 10. Es mi Verbo de amor el que os está ensalzando y dando fuerza a vuestro propósito. 11. ¡Levantad vuestra frente, caminad con paso firme; sed el uno para el otro como un báculo! Sed un manto amoroso que enjugue el llanto, os digo a los dos; porque espiritualmente ambos sois iguales, no existe sexo o diferencia en el espíritu. No está alguno de los dos antes que el otro, pero ya encarnados, he colocado primero al hombre y después a la mujer. 12. Ser hombre para un espíritu, es prueba a que Yo lo someto. Ser mujer para un espíritu, es restitución también. 13. En el hombre está la fuerza y debe éste usar siempre la comprensión. En la mujer, preparada con ternura y sensibilidad, anida el amor y el sacrificio, y así, ambos se complementan. De esa unión, de esa comunión de espíritus y cuerpos, brota la vida como un río inagotable. De esa semilla y de esa tierra fecunda, surge la simiente que no tiene fin. 14. Yo os bendigo y os uno con mi abrazo de Maestro, con mi ósculo divino. Os dejo como un ejemplo entre este pueblo, porque llegáis con preparación espiritual y con respeto. 15. El pueblo os sirve de testigo y a él hago responsable de vosotros. Quiero que ellos con su elevación en este instante, siembren de ventura vuestro sendero, gocen siempre al mirar vuestra sonrisa y vuestra paz, y os bendigan en vuestra multiplicación, como Yo os bendigo. Esta es mi voluntad. 16. No ha sido la mano de un ministro la que ha sancionado vuestra unión, sino mi Ley eterna, mi amor. Yo os conduzco por el camino del cumplimiento y al finalizar vuestra jornada rendiréis cuentas a vuestro Señor; y en ese instante oiréis nuevamente el eco de esta palabra, mas ya no el eco de la voz humana, sino aquél que habéis escuchado en lo más profundo de la conciencia y diréis: El Padre que trazó el camino a nuestro espíritu, hoy nos dice que hemos llegado al final y debemos presentar nuestra obra. Allí os espero, en mi morada, en la cumbre del monte, para que contempléis a vuestro Señor. Quiero recibiros como en este instante, derramar mis complacencias y bendeciros. 17. Hoy os doy la simiente, una sola, y mañana me la entregaréis multiplicada; mas si queréis saber si vuestra obra me es grata, podréis comprobarlo, si a vuestro corazón os agrada y os da satisfacción. María os bendice también, os da calor y embeleso, os invita para ir por la senda de la virtud paso a paso, siempre con esa humildad y paciencia de que os ha dado ejemplo. 18. Yo os bendigo y os uno. 19. He aquí, pueblo, mis últimas manifestaciones por el conducto humano. ¿Cómo celebraremos en el futuro este acto de unión matrimonial? me preguntáis, discípulos amados, y Yo os contesto: Hacedlo en el seno de vuestra congregación. Uníos delante de los que se hayan preparado como apóstoles de esta Doctrina, mas no os unirán ellos, porque este cargo no lo he conferido a hombre alguno. Yo poseo vuestro destino y os recibo espiritualmente para penetrar en comunión Conmigo y vuestra alianza quedará escrita imborrablemente en el Libro eterno. 20. Si en ese instante solemne en que dos seres se funden para formar uno solo y marchar por esa senda de amor, de abnegación y de sacrificio, queréis dar lectura a mis enseñanzas, aquellas que hablan de estos casos, podéis hacerlo y ante mi palabra, vuestro corazón se fortalecerá en su propósito y vuestros pasos se afirmarán. 21. Quiero que viváis dentro de esta sencillez y llamo bienaventurados a aquellos que celebren su acto, llenos de conformidad y alegría, porque recibirán gracia y bendiciones para su jornada. 22. Vendrán hermanos vuestros de diferentes religiones a escudriñaros, y mientras unos comprenderán la verdad de este acto espiritual, otros se escandalizarán. Pero vosotros demostraréis con vuestras obras virtuosas que habéis sido bendecidos por Mí y vuestra unión es indisoluble. 23. Os he dicho en este día, que el momento de celebrar este acto, es sólo la confirmación de vuestra unión, porque desde antes estabais destinados a encontraros y ya existía entre vosotros afinidad y amor. Yo permito y os mando que hagáis este acto en la presencia de los vuestros y de amigos y parientes, para que vuestro matrimonio sea reconocido y respetado. 24. Todavía la elevación y la intuición del hombre no es tan grande como para contemplar que dos seres se unen en santo lazo, en el nombre mío, sin haber sido unidos por un representante o un ministro. Pero ese tiempo vendrá y entonces no habrá duda en el hombre ni en la mujer cuando se encuentren, ellos conocerán la hora destinada por Mí y sabrán prepararse para penetrar con confianza y firmeza en su unión matrimonial, y la sociedad no los juzgará mal por no haber sido sancionada por un ministro ante un altar. Ese tiempo llegará, mas por ahora, mientras el mundo se eleva espiritualmente, practicad como os he enseñado en este día. 25. En el Segundo Tiempo penetré en el hogar de muchos matrimonios unidos por la ley de Moisés, y ¿Sabéis cómo encontré a muchos de ellos? Riñendo, destruyendo la simiente de paz, de amor y de confianza; miré guerras y discordia en los corazones, en su mesa y en su lecho. Penetré también en el hogar de muchos que, sin haber sido su matrimonio sancionado por la ley, se amaban y vivían como lo hacen las alondras en el nido, acariciando y protegiendo al ser querido. 26. ¡Cuántos hay que viviendo bajo un mismo techo no se aman y al no amarse, no están unidos, sino están distantes espiritualmente! Mas no hacen pública su separación, por temor a un castigo divino o a las leyes humanas, o al juicio de la sociedad y eso no es un matrimonio; en esos seres no hay unión ni verdad. Sin embargo, presentan su falsa unión, visitan los hogares y los templos, van por los caminos y el mundo no los juzga porque saben ocultar su falta de amor. En cambio, cuántos que se aman, tienen que esconderse, ocultando su verdadera unión, y sufriendo incomprensiones e injusticias. 27. La Humanidad no se ha elevado para penetrar y juzgar la vida de sus semejantes. Los hombres que llevan en su mano las leyes espirituales y humanas, no usan la verdadera justicia para sancionar estos casos. Pero esos tiempos de comprensión y prudencia que os anuncio, en que la humanidad se perfeccionará, vendrán y entonces volveréis a ver como en los tiempos patriarcales, antes de Moisés, en que la unión de los seres se hacía como lo he hecho en este día con mis hijos, espiritualmente; como lo haréis vosotros también en esos tiempos por venir, ante la presencia de los padres de los que van a unirse, de los amigos y parientes, enmedio de la mayor espiritualidad, fraternidad y regocijo. 28. Cuando los hombres de paz y buena voluntad abunden en la Tierra, veréis florecer mis divinas instituciones y mis leyes endulzarán vuestra vida. Los tiempos de paz, concordia y bienestar, volverán, sin mengua de vuestra civilización y vuestra ciencia. Antes bien os digo, que si el hombre ha descubierto mucho y ha arrancado a la Naturaleza muchos de sus secretos, aún enmedio de su impreparación, por la falta de elevación, por su carencia de amor y caridad, ¡Cuánto más alcanzará cuando se eleve a Mí para pedirme le revele los secretos e ilumine su ser para hacer grandes obras benéficas! Yo le concederé hacer de este mundo un valle de luz, de redención y bienestar para todos mis hijos, porque quiero que poseáis mi sabiduría y mi paz. 29. Os envuelvo en la luz de mi rayo universal que desciende y penetra en vuestro corazón y ahí hace su morada, su templo. En él recibo vuestra ofrenda, el tributo de los que me amáis y escucho vuestra voz que al mismo tiempo es ruego y acatamiento a mi voluntad. 30. A pesar de las vicisitudes que atravesáis, os mostráis fuerte por vuestra elevación y os sentís dichosos de ser mis discípulos. Estáis empeñados en una gran lucha espiritual y material, aprovechando el tiempo que os he concedido y en esa lucha esperáis recoger el fruto a su debido tiempo. Vuestro trabajo en la Tierra dará su rendimiento día por día cuando vayáis en pos del descanso y vuestras obras espirituales florecerán plenamente cuando hayáis llegado al término de vuestra misión, cumpliendo con mis leyes. 31. De vuestro espíritu se desprende una oración constante por la paz y alivio de otros pueblos que sufren inmensamente más que vosotros. Llegan hasta vuestra nación rumores de exterminio, de desolación y de muerte, que os llenan de pena y de temor, no por vuestra vida o la de vuestra familia, sino por la de otros seres distantes de vosotros, que sufren y que son vuestros semejantes. Yo me complazco en atender vuestras peticiones, y en llevar a esas naciones, vuestros mensajes de paz y caridad. 32. Estáis habitando, discípulos amados, en el corazón de este continente. Me ha plácido enviar a vuestro espíritu israelita a esta Tierra abundante y pródiga, con su espléndido sol, con un cielo luminoso, con valles y montañas cubiertas de verdor, hermosos y caudalosos ríos, y flores maravillosas, todo cuanto puede recrear y embellecer vuestra vida terrestre. Y en medio de este esplendor y de esta gracia amenaza el ambiente la guerra despiadada; llegan hasta vosotros los ayes de dolor, las quejas, las blasfemias y las ofensas; pero no veo en vosotros el ambiente de guerra, no habéis tomado armas para defenderos o para atacar. Miro en esta nación sólo resignación ante la injusticia y repulsión por la maldad humana, mas Yo os pido algo más que eso. Quiero ver vuestra confianza en Mí, vuestra preparación espiritual para ayudar en sus penas y pruebas a vuestros semejantes. 33. Hoy, como en los tiempos pasados, la humanidad vive envuelta en guerras; no ha querido cultivar la semilla de paz, pero esa semilla caerá siempre como el maná en el desierto, en el corazón de cada hombre hambriento de paz. 34. He enviado a encarnarse en el seno de los hogares a seres de gran elevación, ángeles que tienen desde la niñez la misión de doblegar y dulcificar el corazón de los hombres de diferentes razas y creencias. ¿Y qué ha hecho la humanidad de esos enviados? Ha puesto en duda su mensaje, los ha perseguido y dado muerte. 35. Yo contemplé a los hombres desde los primeros tiempos haciendo guerras fratricidas en la antigua Fenicia y la Siria y entre los romanos y los griegos. No existió el respeto, el amor y la justicia ni entre ellos mismos, ni de un pueblo a otro pueblo. Nunca el fuerte levantó al débil, ni el poderoso tendió su mano al menesteroso. El que ostentó la luz de la civilización no la llevó con amor, con verdadero ideal a los pueblos que estaban en tinieblas. Sus conquistas fueron siempre por la fuerza, por el odio, la ambición o la injusticia, y viendo el Padre que en unos y otros había ignorancia, envié al seno de los países distantes por sus ideologías y costumbres diversas, a mis profetas y precursores para que hablasen de la única verdad y los condujesen a un solo fin. Y ellos hablaron y prepararon el espíritu de los hombres para mi venida en esa Era que hoy llamáis Segundo Tiempo, y cuando fue llegada la hora de mi advenimiento, Yo confirmé las palabras de aquellos fieles profetas y todo se cumplió según lo habían dicho. 36. Mi Doctrina no sólo fue para el pueblo judío, aunque él era el preparado espiritualmente, acrisolado por grandes pruebas desde los primeros tiempos para recibir en su seno al Mesías. Pero el testamento que le confié era para todos los hombres de todas las razas. De entre ese pueblo surgieron apóstoles, mártires y un gran número de hombres y mujeres que hicieron vida ejemplar, que supieron sembrar la semilla de amor. Y en otros países y en otras tierras distantes de la Judea comenzó a florecer mi palabra también, llevada por mis primeros discípulos. 37. Mas era menester que en este Nuevo Mundo habitado por seres que me amaban y me buscaban ardientemente para presentarme su ofrenda y sus sacrificios, se hiciese la luz, llegase mi mensaje de amor, mi Doctrina que no os pide sino que os améis los unos a los otros, en Mí. 38. El culto imperfecto de esas criaturas que me amaban, Yo lo recibí porque era ofrecido inocentemente. Más tarde, cuando uno y otro continente salvaron las distancias y la semilla fue traída para ser esparcida en este mundo nuevo, y depositada en el corazón amante de sus moradores ¡Cuánta injusticia y violencia ejercieron los que se decían discípulos míos, sobre estos hombres de corazón sencillo y de elevado espíritu! 39. Sus prácticas y costumbres puras y sinceras, sólo recibieron la censura y el rigor de aquellos que sintiéndose superiores, daban muestras de mayor retraso. Fue lentamente como este pueblo recibió mi herencia por conducto de los fieles discípulos y comprendió su pureza y procedencia divinas. 40. Hoy os contemplo de nuevo amenazados, rodeados de pueblos fuertes que codician vuestra heredad y perturban vuestro espíritu. No habéis llegado a la cima de vuestro esplendor, pero brillaréis espiritual y materialmente. Os prevengo para que no caigáis en letargo, de que debéis orar y velar por vuestra heredad. 41. He venido a vosotros en este tiempo y os doy de nuevo mi legado de amor. Mi semilla no muere; podrá ser azotada por recios vendavales pero si sus espigas son cortadas por los elementos, los granos caen en la tierra y vuelven a germinar para multiplicarse sin cesar. 42. Vosotros seréis luz en este mundo, vuestra nación, antorcha delante de las demás naciones mientras améis la paz y el bien en todas sus formas. Ya están entre vosotros aquellos que han de ser apóstoles de la paz; he preparado su espíritu para que esa luz florezca en sus palabras y en sus dictados; y unidos vosotros, que trabajáis espiritualmente, a vuestros gobernantes que luchan por el bienestar de este pueblo, alcanzaréis a extender vuestros beneficios a los sedientos de paz, de verdad y de justicia. 43. La luz vino simbólicamente de Oriente a Occidente y ahora, este mensaje que os he traído, irá del Occidente al Oriente y se fundirán los dos en uno solo, así como el conocimiento de la verdad, las civilizaciones y las razas. Y cuando os hayáis unificado reconoceréis que la luz no ha venido de los hombres a los hombres, sino del Espíritu divino a sus hijos. 44. Hoy muchos me rechazan, me niegan y tratan de crear nuevos caminos; pero el camino recto y estrecho de la Ley está en todas partes donde existan hombres. Porque esa Ley está en el corazón, en el talento, en la conciencia de cada ser. Un solo camino por el cual llegaréis a Mí, el que siempre invita al bien, a la caridad y a la prudencia. Podréis ser abatidos por grandes pruebas, y caer bajo su peso, pero si amáis la rectitud, volveréis a levantaros más fuertes que antes y triunfaréis porque sólo el bien perdura a través de los tiempos. 45. Si anheláis paz para un pueblo, no es necesario que vayáis hasta él, haced la paz en vuestro corazón o en vuestro hogar y esto bastará para que reflejéis en el espíritu de ese pueblo la concordia y la unificación. 46. El bien, como el mal, puede ser transmitido a distancia; por eso os he enseñado a socorrer con el espíritu preparado a los que necesitan vuestra ayuda, ya estén cerca o distantes. Mas cuidaos de enviar pensamientos que provoquen la guerra. No deseéis la caída de una nación y el triunfo de otra, porque esa influencia llegará y causará trastornos. Ante todo amad y sed indulgentes con todos vuestros hermanos. 47. Si os conmueve el dolor de los enfermos que han sufrido las inclemencias de la guerra y queréis enviarle un poco de paz y de consuelo, buscad al enfermo más próximo, tomadlo como una representación de aquellos ausentes y depositad en él vuestra caridad en nombre mío, y Yo estaré acariciando y sanando a multitud de enfermos, en esas naciones adoloridas. 48. Haced que vuestro hogar sea un templo del cual se desprenda luz para envolver a los que os rodean, y más allá de esos límites experimenten bienestar otros seres y compartan vuestra preparación. 49. Pronto estaréis recordando el nacimiento del Mesías; se acercan los días en que la humanidad conmemora ese acontecimiento. Los pueblos que aún viven en paz, lo celebrarán con alegría, pero hay muchos hombres en distintas naciones que han penetrado en un tiempo de zozobra y tratarán de olvidar por un momento, la angustia, el temor, para invocar a mi Espíritu y traer a su memoria el recuerdo de ese advenimiento. Otros se encuentran sufriendo ya las consecuencias de una guerra que les ha sumido en la orfandad, en la miseria y les ha llevado a probar el dolor en todas sus formas. 50. Yo a todos envolveré en mi amor, escucharé su oración y un torrente de luz descenderá sobre esta humanidad. 51. Es menester que os preparéis, que alberguéis en vuestro corazón todo el amor que os he manifestado en mis advenimientos, para que os améis con amor perfecto los unos a los otros, y seáis siempre intercesores y árbitros de verdadera justicia porque Yo os he escogido para hacer por conducto vuestro, alianza con todos los hombres. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 358 1. Bienaventurados seáis todos vosotros, no solamente en este lugar, sino en todos los lugares donde os reunís para estar con vuestro Padre, escuchando su palabra como un solo espíritu. 2. Muy corto es el tiempo que os resta para que recibáis mi enseñanza por boca de mis portavoces, para que aprendáis la forma de prepararos para poder escucharme después en el silencio espiritual. Y en verdad os digo que nunca os dejaré, que siempre estaré tan cerca de vosotros como en estos momentos. 3. Yo soy omnipresente, estoy en todo el Universo y en cada uno de mis hijos, mas no todos sentís la cercanía de vuestro Padre, la presencia de vuestro Dios. 4. Yo tengo mi santuario en vuestro corazón, os he dado la llave para que podáis abrirlo, mas esto debe nacer de vuestra propia voluntad, ese es el deber que os corresponde. 5. Yo os he dado espíritu que es parte de Mí mismo y una envoltura material para vivir en la Tierra y en verdad os digo que si sabéis vencer la pruebas que os corresponde atravesar en esta vida, alcanzaréis la liberación espiritual. 6. En el Primer Tiempo Yo mandé espíritus iluminados para que encarnaran en este planeta y hablaran como profetas a la humanidad. En el Segundo Tiempo encarnó mi Verbo Divino por mi gran misericordia, para que comprendieseis mejor a vuestro Dios. Vine en Jesús para hablaros de amor y ahora en el Tercer Tiempo, una vez más he venido en Espíritu, para entregaros mi enseñanza. 7. Largo tiempo ha tenido que transcurrir para que la humanidad alcanzara la madurez espiritual. Siempre habéis caído en los dos extremos; uno ha sido el materialismo, por el que tratáis de alcanzar mayores goces mundanos, y esto, en verdad es perjudicial, por apartar al espíritu del cumplimiento de su misión; pero también debéis evitar el otro extremo: la mortificación de la materia, la negación completa de todo lo que pertenece a esta vida, porque Yo os mandé a esta Tierra a vivir como hombres, como humanos, y os he indicado el camino recto para que viváis dando al César lo que pertenece al César, y a Dios lo que corresponde a Dios. 8. Yo he creado este mundo para vosotros, con toda su belleza y toda su perfección. Os he dado el cuerpo humano, a través del cual vosotros debéis desarrollar todos los dones que Yo os he dado para alcanzar la perfección. 9. El Padre no quiere que vosotros os privéis de todo lo bueno que este mundo os ofrece, mas no debéis dar preferencia a la materia sobre el espíritu, porque el cuerpo es pasajero y el espíritu pertenece a la eternidad. 10. Luchad, luchad, para alcanzar la perfección espiritual. Yo os he mostrado el camino para llegar a esa meta. Os he confiado la oración como el arma más fuerte que cualquier arma material, para defenderos de las acechanzas en el camino, pero la mejor arma la tendréis cuando cumpláis con mi Ley. 11. ¿En qué consiste la oración? La oración es petición, intercesión, adoración y contemplación. Todas sus partes son necesarias y una brota de la otra, porque en verdad os digo que la petición consiste en que el hombre me ruega le conceda sus deseos, le satisfaga anhelos, lo que él cree más importante y sano en su vida, y en verdad os digo mis hijos, que el Padre escucha la petición y da a cada uno lo que más necesita, siempre que sea para su bien. Mas cuidaos de pedir lo que esté en oposición para la salvación de vuestro espíritu; porque aquellos que solamente piden dones materiales, goces materiales, poder temporal, están pidiendo encadenar a su espíritu. 12. Los goces materiales sólo traen sufrimiento, no solamente en este mundo, sino aún después de la transición al mundo espiritual, porque hasta allí puede llegar la influencia de esos deseos materiales, y al no poder librarse de ellos sigue atormentado por esos anhelos, y desea regresar una y mil veces a la Tierra para reencarnar y seguir viviendo materialmente. Por eso, mis hijos, pedid solamente lo que en verdad necesitéis para el bien de vuestro espíritu. 13. La segunda forma de la oración, la intercesión, brota del amor al prójimo, del amor que os enseñé como Maestro cuando vine a este mundo. Rogad por vuestros hermanos cercanos y distantes, aquéllos que en las naciones están sufriendo las consecuencias de la guerra, que están sufriendo la tiranía de los gobiernos temporales de este mundo. 14. Preparaos, oh mis hijos, rogad por vuestros hermanos, pero también en esta intercesión, debéis saber pedir, porque lo que importa es el espíritu. Si vosotros tenéis a un hermano, a vuestros padres o a vuestros hijos enfermos, rogad por ellos, pero no insistáis en que se queden en esta vida, si esto no es lo que el espíritu necesita. Pedid mejor que su espíritu sea libre, que se purifique en sus sufrimientos, que el dolor propicie la elevación espiritual. Por eso, el Maestro os ha enseñado desde el Segundo Tiempo a decir: "Padre, cúmplase tu voluntad". Porque es el Padre el que sabe mejor que cualquiera de sus hijos, lo que el espíritu necesita. 15. La tercera forma de la oración, la adoración al Espíritu Divino, significa la adoración de todo lo que es perfecto, porque a través de esta forma de oración podéis uniros con la perfección, con el amor que abraza a todo el Universo. En la adoración podéis encontrar el estado perfecto que cada uno de vosotros debéis alcanzar y por la adoración llegaréis a la contemplación que, unida a la oración, os llevará a la unificación con el Espíritu Divino, a la fuente de la vida eterna, a la fuente que os da fuerza día tras día para llegar al Reino del Padre. 16. Así debéis orar, empezando con la petición hasta llegar a la contemplación. Esto es lo que os dará fuerza. 17. Cuando ya estéis bien preparados, lucharéis no sólo por vosotros sino por ayudar a vuestros hermanos a transitar en este camino. Porque no podéis alcanzar la salvación tan sólo para vosotros mismos, sino que debéis luchar para lograr la salvación de la humanidad. 18. Los hombres exclaman: Si hay un Dios de misericordia y de amor ¿Por qué entonces tienen que sufrir los buenos por los malos, los rectos por los pecadores? En verdad os digo, mis hijos: Cada hombre viene a este mundo no sólo para alcanzar la salvación de sí mismo. No es un individuo aislado, sino que forma parte de un todo. 19. ¿Acaso en un cuerpo humano, un órgano sano y perfecto no sufre cuando los demás órganos están enfermos? Esta es una comparación material para que comprendáis la relación que tiene cada uno de los hombres con los demás. Deben sufrir los buenos por los malos, pero los buenos no son completamente inocentes si ellos no luchan por el adelanto espiritual de sus hermanos. Mas como individuos cada uno tiene su propia responsabilidad y al ser parte de mi Espíritu y semejante a Él, posee voluntad e inteligencia para ayudar al progreso de todos. 20. Desde el Primer Tiempo os he hablado a través de mis profetas para guiaros, mas no para obligaros a cumplir mi Ley. Pero el tiempo ha pasado y el espíritu humano ha evolucionado, ha llegado a la madurez y ya puede comprender su misión como espíritu. La humanidad, que se encuentra tan cerca del abismo, de la perdición, necesita la ayuda espiritual de vosotros. 21. Esa lucha, la última lucha, la más terrible y más tremenda entre la oscuridad y la luz. Todos los espíritus en tinieblas están uniéndose y todos los espíritus de luz tienen que hacer frente a ese poder. 22. Vosotros que me habéis escuchado, que lleváis la luz del Espíritu Santo, despertad, ya no perdáis el tiempo en placeres materiales, en ambiciones temporales. Luchad por la humanidad. Luchad para que venga el Reino del Padre a este mundo. Es la misión que doy desde al más humilde hasta el más preparado. El Mundo Espiritual está con vosotros y sobre todos, el Padre lleno de amor, lleno de misericordia. El Padre que con infinito dolor ve el sufrimiento que los mismos hombres están causándose los unos a los otros. 23. Esa es la lucha de la luz contra la tiniebla, y cada uno de vosotros tiene que luchar hasta alcanzar la victoria. Orad, mis hijos, con toda sinceridad; seguid el camino que el Padre os ha indicado al hablaros de la oración en esta alba. Esta es vuestra misión; así alcanzaréis la espiritualidad para vosotros y la salvación para aquéllos por los que estéis orando. 24. Ya está muy cerca la hora en que por última vez escuchéis mí voz por instrumentos humanos, pero una vez más el Padre os dice: No tendréis nada que temer después de 1950 si vosotros os unificáis con amor. 25. No penséis que sólo vengo a buscar a los limpios de corazón, no, vengo buscando a los perdidos, a los manchados, que son los que más necesitan de mi caridad. Tampoco creáis que tengo preferencias, ni por los que viven en la opulencia ni por los que habitan en la pobreza; Yo busco al espíritu necesitado de luz, al enfermo, al triste, al hambriento, y esas necesidades lo mismo las encuentro en ricos, que en pobres. 26. Vengo a todos a traerles un mensaje de luz, de consuelo y esperanza, a través de una Doctrina llena de amorosa justicia. En verdad os digo, que quien se acerque a beber de esta fuente, nunca saldrá defraudado, que todo el que busque en ella algo para su bien lo encontrará. Cuanto os ofrezco es verdadero, cuanto os prometo es efectivo. En mi palabra no existe la mentira, de la que está lleno el mundo en este tiempo. 27. Yo os concedo razón en que os hayáis vuelto escépticos en la Tierra, porque mucho os han ofrecido vuestros hermanos y nada os han cumplido. Por eso existen millones de hombres que nada creen ni nada esperan, porque, tras de un engaño, de otro engaño les han hecho víctimas. Mas Yo os pregunto: ¿Qué esperáis de un mundo materialista, egoísta e inhumano? ¿Qué esperáis de quienes gobernando al mundo, no se dejan gobernar por la conciencia, que es la única luz que guía por la senda verdadera? 28. Volved a Mí, pero acercaos sin quejas ni rencores hacia vuestros hermanos. Llegad a Mí y dejad que mi palabra encienda nuevamente la luz de la fe en vuestro espíritu, porque entonces dejaréis de ser débiles, se apartarán de vosotros la amargura y en vez de desconfianzas y de temores ante la humanidad, tendréis fortaleza, esperanza y caridad. 29. Cuando mi luz haya penetrado en todos los corazones y los hombres que conducen a los pueblos, los que imparten enseñanza y todos los que desempeñan las más importantes misiones, se dejen guiar e inspirar por esa luz superior que es la conciencia, entonces podréis los unos esperar de los otros. Entonces podréis tener fe en vuestros hermanos, porque mi luz estará en todos, y en mi luz estará mi presencia, y mi justicia de amor. 30. Ahora vivís un tiempo de confusión, en el que llamáis bueno a lo malo, en el que creéis ver luz en donde hay tiniebla, en el que anteponéis lo superfluo a lo esencial; pero mi caridad, siempre presta y oportuna, llegará a tiempo para salvaros, enseñándoos el camino luminoso de la verdad, camino del que os habíais apartado. 31. Avanzan los pueblos creciendo cada vez más en conocimientos científicos, mas Yo os pregunto: ¿Qué sabiduría es esa, que mientras más penetran en ella los hombres, más se alejan de la verdad espiritual, en donde existe la fuente y el origen de la vida? 32. Es ciencia humana, es la sabiduría según la concibe un mundo enfermo de egoísmo y de materialismo. 33. Entonces ese saber es falso y es mala esa ciencia puesto que con ella habéis creado un mundo de dolor. En vez de luz, es tiniebla puesto que vais empujando a los pueblos a la destrucción. 34. La ciencia es luz, la luz es vida, es fuerza, salud y paz, ¿Es esto el fruto de vuestra ciencia? No, humanidad, por eso os digo, que mientras no dejéis que la luz de la conciencia atraviese las tinieblas de vuestro entendimiento, vuestras obras nunca podrán tener un principio elevado o espiritual, nunca pasarán de ser obras humanas. 35. La ciencia verdadera, la ciencia del bien, está en Mí y Yo soy quien la inspira a los que me han ofrecido su mente como un depósito para mis revelaciones, son aquellos hombres que con sacrificio de sí mismos han consagrado su existencia en pos de un descubrimiento, de una revelación que beneficie a la humanidad. Esos hombres sí han abierto caminos de luz, sí han llevado a sus hermanos un mensaje de paz, de salud, de consuelo. Unos han realizado obras completas, otros han sido precursores; pero unos y otros os han enseñado con obras, que el bien, el amor, la elevación de espíritu, han sido la clave de su triunfo. 36. En verdad os digo que con amor, con el ideal de hacer el bien y de llevar la paz a los necesitados de ella, podréis abrir la más secreta puerta de mi Arcano, porque no existe puerta que resista al llamado de mi amor. En cambio, el que busca sabiduría, ciencia y poder, inspirado en fines egoístas y orgullosos, ése tiene que hurtar, tiene que robar para poder poseer algo de lo que quiere que le sea revelado. 37. Podréis deducir de todo esto, que si vuestra ciencia tiene por finalidad el bienestar y la elevación de la humanidad, las puertas del Arcano estarán abiertas, revelando a los hombres los misterios infinitos de la vida. 38. ¡Cuán poco habéis logrado para vuestro bien y en cambio, cuánto habéis hurtado para haceros mal! 39. Pueblo bendito de Israel: Elevaos en oración para que sintáis mi presencia. Bienaventurados aquellos que por medio de la oración sienten la influencia de mi Espíritu Divino, porque ellos no se sentirán huérfanos cuando mi palabra haya cesado de manifestarse a través de los portavoces. 40. Bienaventurados los que practican la oración con amor, con limpidez y se elevan para acercarse a Mí. En verdad Yo no juzgo si vuestras oraciones son elevadas o imperfectas. Yo atiendo toda súplica, mas soy Maestro y vengo a enseñaros a orar. Soy perfecto y vengo a corregiros para que no cometáis imperfección alguna. 41. Pueblo amado: cuántas veces el Padre ha contemplado a los hombres en la Tierra llevando a cabo una obra perfecta dentro de lo humano y ha sido grata ante Mí. Mas no me hacéis presente aún obras perfectas dentro de lo espiritual, porque la perfección espiritual la alcanzaréis cuando os hayáis despojado de toda materialidad; entonces; pueblo, vuestro espíritu contemplará una vida superior, verá mi faz y oirá mi dulce voz; comprenderá en verdad mi Ley y sabrá quién es y quién ha sido y quién será en la vida eterna. 42. En este tiempo, pueblo de Israel, en esa envoltura en la cual os he enviado a reencarnar, os asemejáis al niño, mas no temáis; soñad con la perfección, buscadla y perseguidla, porque vuestro destino es preparar un sendero a la humanidad, un sendero de paz, de virtud, de enseñanza y revelaciones. 43. Vuestra misión, pueblo escogido, es abrir brecha al espíritu humano para que encuentre a su Creador en su propio ser. 44. En los tres tiempos habéis encontrado el camino que conduce a la perfección, porque vuestra conciencia es como un faro luminoso, dentro de sí tiene la antorcha encendida; pero habéis sido frágil y no habéis sabido percibir en este camino la grandeza espiritual. La vanidad y el orgullo se ha sobrepuesto a vuestro espíritu y habéis hecho uso de vuestros dones para formar reinos en este mundo, reinos que no os pertenecen y habéis sido señores y habéis tenido caudales, habéis tenido siervos y os habéis otorgado titules, os habéis engrandecido delante de los demás y os habéis olvidado de vuestro Padre, os habéis olvidado de vuestra misión; mas después el mismo mundo se ha levantado en contra de vosotros, os ha humillado y os ha sometido; pero dentro de aquella esclavitud en que habéis caído Israel, no me habéis olvidado, habéis aprovechado el instante de vuestra preparación para transitar nuevamente en el camino que os conduce a Mí y habéis escuchado la voz de vuestra conciencia. 45. ¿Por qué el Padre ha permitido esas caídas? ¿Por qué ha dejado el Padre que saboreéis y conozcáis todas las vanidades, todas las miserias y las falsas grandezas de esta vida? ¿Verdaderamente el Padre lo ha permitido? Sí, mi pueblo escogido, Yo he permitido que delante de Mi se levante también la torre de perversidad y del pecado humano; Yo he admitido que dentro de mi Creación se levanten los siete grandes pecados de donde se derivan todos los demás; pero de cierto os digo: El pecado no ha nacido en Mí, el pecado no tiene su origen en Mi; Yo sólo he permitido que exista para que adquiera experiencia vuestro espíritu, para que podáis apreciar la grandeza de vuestro Dios, su perfección, su justicia, su amor, su verdad, para que podáis apreciar lo perfecto y conocer también lo imperfecto. 46. Pero el Padre os dice: ¡Basta ya! os encuentro cautivos, cargados de cadenas, miserias y enfermedades, mas en medio de vuestro cautiverio no os habéis olvidado de Mí y os digo: Tened fe en Mí y en vosotros, Israel, Yo vengo a libertaros. 47. Es grande vuestra evolución, vuestro espíritu es grande y me reconoce. Atesoraréis en él la verdad, la sinceridad, la caridad y el amor y con estos dones podréis llevar la paz, la concordia, la luz y la salud al mundo. 48. ¿Quién puede daros la paz en este mundo y apaciguar las guerras que envuelven a las naciones? Esos dones los poseéis vosotros, esa es vuestra verdadera grandeza, basada en la humildad, en la mansedumbre. Pueblo bendito, nunca entreguéis la palabra de amor o la verdad, por el metal de la Tierra; nunca cambiéis un acto de caridad por la adulación, porque entonces no estaréis dando testimonio de que sois mis discípulos. 49. El pueblo de Israel de esta tercera Era, será modelo de humildad, de mansedumbre, de espiritualidad. Caminad por el sendero de perfección. Ahora sabéis, pueblo bendito, que la paz, la sabiduría y la enseñanza que estoy derramando en vuestro espíritu, no es tan sólo para que la almacenéis, sino que esta Doctrina debéis esparcirla, entregarla, extenderla entre la humanidad: Vosotros sois los encargados de hacerlo. 50. El Maestro os dice: No os baste el no hacer el mal, debéis hacer el bien para que seáis dignos de mi gloria. Os he perdonado todos vuestros errores, todas vuestras caídas, os he lavado de todas vuestras manchas con mi palabra, con mi sangre y mis lágrimas. Por eso os pido que luchéis, que trabajéis, para que podáis llegar al final de la jornada, en donde estoy Yo. 51. Daos cuenta, pueblo, de la gran misión que el Padre os ha confiado desde el instante de vuestra creación; no sabéis si sea el último tiempo en que vengáis a morar en la Tierra, mas si dejáis sin concluir vuestra misión, Yo os enviaré nuevamente al mundo, los unos para que recojáis la cosecha y los otros para que podáis concluir la misión empezada. Mas otros no volveréis más a la Tierra, os entregaré misiones, para que en espíritu podáis trabajar y luchar. 52. Yo os revelaré grandes lecciones del Más Allá, porque vengo preparándoos para la vida espiritual, para la verdadera vida, para esa vida que no tiene principio ni fin. Yo os prepararé, os mostraré el camino y os señalaré la puerta también, porque sois los primogénitos, a los que siempre he enseñado el camino que también vosotros debéis enseñar a los demás y así como en este mundo os he señalado el sendero, en el Más Allá lo habréis de reconocer y seguiréis conduciendo a los espíritus por el camino que os lleva a la verdadera paz. 53. Pueblo: El tiempo en que debéis saber orar ha llegado entre vosotros. Hoy no vengo a deciros que os postréis en tierra, no vengo a enseñaros que oréis con vuestros labios o que me claméis con palabras floridas en hermosas oraciones; hoy vengo a deciros: Buscadme con el pensamiento, elevad vuestro espíritu y descenderé siempre para haceros sentir mi presencia. Si no sabéis hablar con vuestro Dios, me bastará el arrepentimiento, vuestro pensamiento, vuestro dolor, me bastará vuestro amor. 54. Este es el lenguaje que Yo escucho, el que Yo entiendo, el lenguaje sin palabras, el de la verdad y la sinceridad, esa es la oración que he venido a enseñaros en este Tercer Tiempo. 55. Siempre que habéis hecho una buena obra, habéis sentido mi paz, la tranquilidad y la esperanza y es que el Padre está muy cerca de vosotros. 56. En mi palabra está el fuego y con ese fuego vengo exterminando la mala hierba. 57. Amaos los unos a los otros, no os moféis del falso dios que adora vuestro hermano; no desmintáis la doctrina de vuestro hermano por errónea que sea; si vosotros queréis que os respeten y os sigan, antes tenéis que respetar. No tengáis temor a nadie porque Yo os he entregado la verdad y el don de la palabra. Levantaos, hablad y convenced a vuestros hermanos. En la palabra está el bálsamo, el amor, la fuerza y la vida. En la palabra está la potestad para que os levantéis. 58. Mi palabra quedará escrita para todos los tiempos, con ella formaréis el libro del Tercer Tiempo. El Tercer Testamento, el último mensaje del Padre, porque en los tres tiempos ha tenido Dios su pluma de oro para dejar su sabiduría a la humanidad. 59. Moisés fue la primera pluma de oro, de la cual el Padre se sirvió para grabar con letras imborrables en un libro los hechos del Primer Tiempo. Moisés fue la pluma de oro de Jehová. 60. Entre mis apóstoles y seguidores del Segundo Tiempo, cuatro plumas tuvo Jesús y fueron: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estas fueron las plumas de oro del Divino Maestro, mas cuando llegó el tiempo de que se uniera el Primer Testamento con el Segundo con lazos de amor, de reconocimiento y de adelanto espiritual, entonces se formó un solo libro. 61. Ahora en el Tercer Tiempo, en el cual tenéis nuevamente mi palabra, también he nombrado a las plumas de oro para que quede escrita. Cuando el tiempo sea llegado, formaréis un solo libro, y este libro, el del Tercer Tiempo, quedará también, cuando el tiempo sea propicio, unido al libro del Segundo y del Primer Tiempo y entonces con las revelaciones, profecías y palabras de los Tres Tiempos, se formará el gran Libro de la Vida, para recreo de todos los espíritus; entonces reconoceréis que desde la primera palabra hasta la última, se han cumplido en verdad y en espíritu; que todas las profecías fueron la historia anticipada que el Padre reveló a la humanidad. Porque sólo Dios puede escribir los acontecimientos que van a ser. 62. Cuando los profetas han hablado, no han sido ellos sino Dios lo ha hecho por su conducto. 63. He dejado la preparación suficiente en mis nuevos escogidos, como la tuvieron Moisés y los cuatro discípulos del Segundo Tiempo, para que mi palabra sea grabada con toda limpidez, con toda claridad y verdad, porque es para las generaciones del mañana, y si alguien quisiera agregar o borrar de ese libro, Yo os reclamaré. 64. Ahora, mis hijos muy amados: ¿Quién da importancia al Libro que estáis formando? Nadie, en verdad, mas llegará el instante en que la humanidad llena de ansiedad, de curiosidad, os pida vuestro Libro y ella entonces se desvelará, escudriñará mi palabra y discutirá sobre ella; en esa lucha de ideas se levantarán bandos, hombres de ciencia, teólogos y filósofos; a las naciones será llevado el testimonio de vuestra palabra y del Libro de la sabiduría y todos hablarán de mi Doctrina. Ese será el principio de la nueva batalla, de la guerra de palabras, de pensamientos, de ideas, y al final, cuando todos hayan reconocido, en verdad y en espíritu, que el gran libro de la Vida ha quedado escrito por el Señor, se estrecharán con fraternidad y se amarán como es mi voluntad. 65. ¿Por qué no bastó la palabra de Jehová en el Primer Tiempo, para unificar al mundo, ni logró hacerlo la Doctrina de Jesús en el Segundo? ¿Por qué en este tiempo no ha bastado que desde 1866 me encuentre entregando mi palabra, para que las naciones se amen y vivan en paz? 66. Es menester que los tres libros formen uno solo, para que esta palabra ilumine al Universo. Entonces la humanidad será en torno de esa luz y la maldición de Babel quedará borrada, porque todos los hombres leerán el Gran Libro de la Vida Verdadera, todos practicarán la misma Doctrina y se amarán como hijos de Dios, en espíritu y en verdad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 359 1. Discípulos amados: Gozad con las postreras comunicaciones de vuestro Maestro y después de este tiempo, venid por el camino de la oración a conversar conmigo. Orad siempre en los días de paz, en los días de prueba, para que os sintáis fuertes y valerosos para afrontar las pruebas. 2. Ha sido este un tiempo de expansión espiritual y de dicha para los que han sabido interpretar mis manifestaciones. E1 hijo ha venido al encuentro de su Padre y se ha sentido tan seguro en su regazo, tan fuerte en sus convicciones, por las enseñanzas que de Él ha recibido y también tan amado, que sólo vivirá para cuidar su tesoro y para recordar el privilegio con que ha sido distinguido; mas reconoced que Yo amo a todos mis hijos con el mismo amor; todos formáis una familia y si sólo un reducido número ha llegado a palpar mi comunicación por medio del hombre, todos habéis recibido de Mí la luz e inspiración. 3. Cada ser tiene una cita Conmigo y todos llegaréis a Mí. Los caminos están preparados. Los más sencillos han sido llamados antes, después vendrán los demás, llegarán humildes, con su espíritu doblegado, libres de rebeldía y de falsa grandeza, y en esa hora, por su humildad y su reconocimiento Yo los absolveré y les daré grandes mandatos para el cumplimiento de la gran misión que les espera. 4. En ese tiempo en que he de llamar a todos, los reacios se tornarán sumisos, los de duro corazón serán tiernos y los soberbios sabrán inclinarse con verdadera obediencia, porque a todos estará aleccionando mi Espíritu, iluminando y bendiciendo a mis hijos muy amados y de su espíritu se elevará una oración, un solo canto de amor a su Padre y Creador. En esos días penetrarán en este planeta espíritus de gran virtud y los que aquí ya hayan sido convertidos, irán a otras moradas espirituales con un gran anhelo de perfeccionamiento. 5. En verdad os digo que vosotros que habéis seguido mis enseñanzas, al callar estos portavoces para no transmitir más mi palabra, no sentiréis que me ausento de vosotros, me percibiréis cerca, me tendréis en vuestro templo interior y en él seguiréis oyendo mi voz y en ella mi dirección y mi consuelo. 6. De lo que ha de venir sobre este mundo después de 1950, poco sabéis, pero Yo os prevengo diciéndoos que ese cáliz amargo que la humanidad está bebiendo, aún reserva en su fondo las heces y que el dolor aún crecerá, mas después le será apartado, cuando su expiación haya llegado a su fin, y un nuevo cáliz de dulzura le sea ofrecido. 7. E1 Mundo Espiritual seguirá velando y protegiendo a la humanidad, como guardián celoso de su vida y de su perfeccionamiento, atendiendo el mandato que de Mí ha recibido. 8. Después de mi última lección, quedaréis estudiando mis palabras, para que sepáis lo que debéis hacer, y cuando eso sea, formaréis conmigo un solo espíritu de ayuda y protección para la humanidad. 9. La Madre Divina derrama su amor tiernísimo en todos sus hijos; Ella es manto para pobres y huérfanos, y solícito cuidado para los enfermos y desvalidos. Su Espíritu que vela por todos, acompaña a este mundo en la hora de prueba. 10. Recorred con el pensamiento vuestro mundo llevando un mensaje de consuelo y fraternidad a vuestros hermanos. En el último día de mi comunicación hablaré a todas las naciones y mis palabras quedarán escritas imborrablemente en mis discípulos. Os dejo como los apóstoles para que vayáis en busca de los que os necesitan. 11. Sentíos tranquilos en mi regazo y olvidad vuestros pesares, que en el último día de mi comunicación, os resolveré los grandes problemas que me presentéis. 12. ¡Preparaos, porque la hora de prueba ya se acerca! ¡Bienaventurados los portavoces que celosos y conscientes de su cargo, hayan interpretado mi inspiración hasta el último momento! 13. Los videntes mirarán como si en Mí se consumase un nuevo sacrificio, porque mi Espíritu repite infinitamente su Pasión por amor a los hombres. Recordad todas estas pruebas para que seáis salvos. 14. María velará por vosotros en vuestro largo camino, os acompañará como en el Segundo Tiempo fue con mis discípulos. Ella fue la dulce y tierna Madre que con su ternura dio fortaleza a aquellos espíritus, llenó de alegría sus corazones y compartió con ellos sus horas de dolor y cuando oraban, también los pensamientos de la Madre se elevaban para esperar del Padre su voluntad. 15. En este tiempo, María os cubrirá con su manto espiritual para que no seáis sorprendidos por las pruebas que se avecinan. 16. Con vuestros espíritus y corazones formaréis el templo en donde se manifestará el Espíritu Santo, para que dejéis al mundo una huella de obediencia y espiritualidad. 17. Mi palabra, cual luz de nueva aurora va iluminando y despertando a los moradores de todas las naciones. 18. Soy la Estrella que os guía hacia la Tierra Prometida. He aquí el concierto de mi palabra, impregnado de amor, alentando a vuestro espíritu en su camino. 19. Si el dolor os ha acercado a Mí, Yo os recibo con amor, confiad en Mí. Quiero estar con vosotros y que vosotros seáis conmigo para que en esta armonía seamos uno, vosotros y Yo; quiero ser el compañero que os muestre el camino de vuestra evolución, la luz que va siempre delante de vosotros. 20. Soy el Maestro que viene a convertiros y a espiritualizaros, a llenar de ternura vuestro corazón para que ella brote en vuestras palabras, en vuestras miradas y obras. 21. Estad en armonía con el amor que es la potencia que mueve los mundos en el concierto universal. Acercaos a Mí para que recibáis la esencia de mi palabra, para que sintáis la inmensidad de mi amor, para que vosotros también alentéis al triste y enjuguéis las lágrimas del que llora. 22. Vengo a daros consuelo en vuestros sufrimientos, Yo sanaré vuestras heridas y sólo dejaré en vosotros la luz de la experiencia, para que meditéis y hagáis que vuestro espíritu se acerque a Mí. 23. Cuando vosotros os espiritualicéis, vuestras obras serán como fragantes rosas ante Mí. Cuando oréis, Yo os contestaré con una dulce vibración consoladora, sin voz, sin frases. Cuán dulce será el momento en que sintáis mi caricia como contestación. 24. Humanidad, escuchadme, no quiero que ninguno de vosotros os perdáis. Venid al llamado que hace el pastor a sus ovejas, muchas han quedado dispersas en el sendero del dolor, mas todos llegaréis al redil donde mi amor os espera para redimiros. 25. Pueblo amado: Unificaos a vuestros hermanos, que cuando estéis en comunión conmigo perdonéis aún las ofensas más graves, por el amor que Yo os he inspirado; ¿Cómo no habréis de perdonar a quien no sabe lo que hace? Y no lo sabe porque ignora que ese mal se lo está haciendo a sí mismo. 26. En el Segundo Tiempo vino el Mesías a morar entre los hombres para conducirles con amor, para aliviar sus sufrimientos y entregarles su Doctrina, para que se amaran los unos a los otros. 27. En aquel tiempo encontré al hombre adormecido en un profundo letargo, engrandecido con las riquezas y poderes del mundo. Por eso cuando supieron que el Mesías prometido había nacido en una humilde cuna, fue muy grande su turbación. 28. Encontré a mi pueblo convertido en súbdito del César, mas le di la luz, la paz y el consuelo. Escrito estaba que vendría a encarnar el Verbo del Padre para hablar y doctrinar a los hombres, a enseñarles a obedecer la Ley y salvarlos del abismo. Fue necesario que apurara un cáliz de amargura para enseñaros el camino de redención. 29. Desde mi tierna infancia hablé a los doctores de la Ley y fui como estrella salvadora conduciendo a los perdidos al puerto de redención. 30. Pueblo amado: Ardua fue la lucha de mis apóstoles para preparar a la humanidad con mi Doctrina. Después de mi partida, se levantaron a luchar sin titubeos, sin detenerse ante la maldad de sus hermanos; confiaron en Mí y día tras día esparcieron mis enseñanzas de amor y caridad. ¿Y qué hizo la humanidad con ellos? Desconocerles y llevarles al cadalso; fueron perseguidos y escarnecidos, mas ellos cumplieron mi mandato hasta el último instante de su vida. 31. En este tiempo os digo, pueblo: Vosotros ya no seréis los mártires, ahora sólo os pido preparación para que entreguéis el pan y el agua a la humanidad, mas también en este tiempo los hombres se interpondrán a vuestro paso. 32. Sois Israel, el fuerte de la humanidad, a quien he dejado como báculo de vuestros hermanos. Por vosotros alcanzarán misericordia, perdón, amor y caridad de vuestro Dios. 33. En el Segundo Tiempo los sabios que habéis llamado reyes magos, me ofrendaron como prueba de reconocimiento oro, incienso y mirra; también los humildes pastores llevaron ante mi planta sus ofrendas. Mas ahora recibo de vuestros espíritus como ofrenda de amor, vuestra elevación, vuestra oración. 34. Pueblo amado: En todas las eras os he hablado y en este Tercer Tiempo mucho os he aleccionado. Algunos de vosotros sólo me habéis escuchado poco, mas mis grandes enseñanzas se encuentran grabadas por las plumas de oro y cuando ya no me escuchéis a través del portavoz ellas os seguirán guiando y alentando, porque el manjar que os brindo en mi mesa, dulcificará vuestro paladar y hará que vuestro espíritu se sienta fortalecido. 35. En el instante que recibís mi palabra, olvidad vuestro dolor, alejaos de las tentaciones de este mundo, estad con recogimiento en esta mesa espiritual. Bienaventurados los que con esa preparación estén escuchando mi palabra, porque ella es vida para vuestro espíritu. 36. La tentación os despoja de la blanca vestidura y cuando Yo veo en vosotros la tristeza y el profundo dolor, vuelvo a cubriros con mi manto espiritual. 37. Sed fuertes ante las pruebas de esta vida, resolved vuestros problemas con la luz que os he confiado, apartad de vuestro camino todas las barreras que pudieran deteneros en vuestra evolución. Apartad el fanatismo y la hipocresía de vuestro corazón, sed los fuertes en el mundo y formad una cadena de amor y fraternidad. 38. Sois espiritualistas, no vais a edificar templos materiales con campanas de bronce, vais a edificar un templo en vuestro espíritu, en vuestro corazón y vendrá el Padre a ese templo y será con vosotros eternamente. Yo mismo seré la luz de ese templo. 39. Comprended que he venido en este tiempo para despertaros del sueño de la muerte, para mostraros un nuevo día, para que escuchéis mi voz y para que me contempléis. 40. Vosotros sois los hijos de la luz a quien está encomendado esclarecer los misterios que los hombres han encontrado dentro de mi Obra para que todos me comprendan. 41. Todas las pasadas costumbres que añadisteis a mi Obra, las tendréis que dejar, y con un solo propósito y con una sola voluntad os espiritualizaréis. 42. Os encontrabais oprimidos por la maldad y encadenados al materialismo, esperándome bajo los techos de los templos de cantera que el hombre ha formado. No habíais comprendido que en este tiempo Yo vendría en Espíritu para entregaros mi enseñanza, y heme aquí manifestándome entre los humildes para que lleven al mundo el mensaje que libertará espiritualmente a la humanidad. 43. Como Padre amoroso vengo a vosotros para brindaros mi amor, porque antes que Juez, soy vuestro Padre que os perdona y viene a cubrir con su manto vuestra desnudez espiritual. Mas como Juez perfecto, os entrego mi palabra y os doy la oportunidad de restituir a vuestro espíritu su primitiva limpidez. 44. Ya es tiempo de que vosotros deis cumplimiento a mi Ley. ¿Acaso queréis que os reclame nuevamente el por qué no me habéis comprendido? Tenéis que ser los buenos y fieles discípulos del Tercer Tiempo, no durmáis más. Mirad que mis heridas aún se encuentran manando sangre divina. 45. No esperéis que mi justicia se haga sentir entre vosotros. Levantaos, pueblo, y hacedme presente la multiplicación de la semilla que os he confiado. Y si vosotros no habéis contemplado la conversión del mundo, ha sido porque no os habéis preparado y espiritualizado. 46. Israel: preparaos, porque tendréis que transitar por los caminos difundiendo mi enseñanza para que la humanidad la comprenda y cuando dejéis de escuchar mi palabra, no sea en vosotros el dolor. 47. Pueblo escogido: Espiritualizaos, seguid adelante para que los tiempos no os sorprendan, haceos dignos del galardón que os espera en el Más Allá. 48. Ha llegado el instante en que el Maestro ya no va a entregaros su palabra a través de los portavoces, mas no es mi voluntad que retornéis a los caminos en donde podáis perder la preparación que habéis logrado con la práctica de mis enseñanzas. Tomad mi fuerza y sea en vuestro entendimiento la luz. 49. He venido a iluminar vuestro sendero porque soy el guía de vuestro espíritu. Os vengo pulimentando para daros solución. Soy vuestro Padre y como Padre he venido a daros mi palabra para que no caigáis más en vuestro camino. 50. Buscadme mis hijos, en vuestro corazón, que es allí donde me encuentro morando. Penetrad en arrepentimiento para que podáis vivir en la Tierra de Promisión. 51. Soy la luz que se derrama incesantemente. 52. Soy el Verbo eterno que os pregunta: ¿Hasta cuándo retornaréis a Mí? 53. Bienaventurado seáis, pueblo bendito, mi paz, mi luz y mi amor sean con vosotros. 54. Pueblo mío: Es día de recordación en el que toda la humanidad se prepara para festejar el nacimiento de Jesús. Los hombres se han unificado espiritualmente para elevar sus plegarias, pidiendo la paz del mundo. Mas esta oración en unos brota desde el fondo de su corazón y en otros consiste sólo en palabras. La verdadera oración, nacida de la espiritualidad, es practicada por un número muy reducido. Mas la preparación de todos los pueblos de la Tierra, unida a la preparación del pueblo espiritualista, forma una sola oración, una sola plegaria que llega a Mí. 55. El amor que cual Maestro vine a predicar al mundo, no ha sido comprendido y por esta causa el hombre alimenta con sus odios las guerras fratricidas. Son vuestras obras las que están dando el fruto que después recogeréis. Si queréis ser justos, tenéis todas las oportunidades para practicar el bien. Yo derramo mi gracia en vosotros para que cumpláis vuestra misión con toda perfección, mas si queréis imponer vuestra voluntad y egoísmo, desobedeciendo mi Ley, entonces seréis responsables del mal que os habéis causado. 56. Pueblo espiritualista: A vosotros toca unificaros con las fuerzas espirituales que vibran en el espacio para ayudar al mundo. Unificaos también con aquéllos que piensan en un mundo de paz y tranquilidad, de amor y bienandanza. 57. Pueblo amado: Mi palabra no sólo a vosotros alimenta. Mi palabra se derrama en inspiración en todos aquellos que sienten el dolor humano, en los que anhelan el bien y la caridad para la humanidad. Bienaventurados aquellos que perdonan y se arrepienten de sus culpas, que están dispuestos a purificarse y vencerse a sí mismos para elevarse espiritualmente y servir a la humanidad. A ellos les entrego mi gracia, mi inspiración, mi perdón. 58. La única forma de que las naciones vivan en paz, es la obediencia a los principios cristianos que Jesús vino a enseñar en el Segundo Tiempo y los que vengo a recordaros. 59. Son los principios de amor, comprensión y caridad, los que debe practicar la humanidad para vivir en paz. Mas a los faltos de evolución espiritual, también les entrego mi amor y mi gracia sin contemplar sus culpas. Yo a todos os considero como mi rebaño y a todos os amo por igual por ello os digo: Nadie está lejos de Mí, mi perdón abarca al mundo entero, aun cuando os rebeláis ante mi Ley y alimentáis vuestros odios, Yo os perdono una y mil veces para que tengáis las mismas oportunidades de regeneraros y de llegar a la eterna perfección. 60. El Espiritualismo no es una religión, es la misma Doctrina que en cuerpo de Jesús vine a derramar en el mundo para la orientación de todos los hombres en todos los tiempos. Es mi Doctrina de amor, de justicia, de comprensión y de perdón. 61. En este Tercer Tiempo por vuestra evolución espiritual material e intelectual, os he hablado con más claridad. 62. El Espiritualismo debe estar en todos y en cada uno de los hombres. Al espíritu vengo a hablarle para que se eleve en unión de su materia y ésta reciba de su propio espíritu, revelación e inspiración que pueda ser aplicada a él mismo y para beneficio común cumpliendo con la Ley universal de trabajar en bien de la humanidad. 63. Mi Obra espiritual ha sido comprendida en todos los tiempos por todos los seres que han despertado y evolucionado hacia la eterna perfección. Ellos han recibido de la fuente inagotable de mi gracia y de mi sabiduría divina, y han preparado un futuro mejor para los hombres, inspirados por el Mundo Espiritual. Todo el desarrollo científico y benéfico para la humanidad, ha sido inspirado por los espíritus elevados que como maestros están dirigiendo continuamente a los cerebros que se disponen a trabajar por un bien común. 64. De esta manera la esencia de mi enseñanza, la inspiración de mi sabiduría, la recibe el cerebro; mas, de acuerdo con la preparación espiritual del hombre, con sus inclinaciones y con la libertad de pensamiento, puede acoger esas ideas para su bien o para su propio perjuicio. 65. Si el hombre científico por su capacidad intelectual, trabaja para el perjuicio y destrucción de la humanidad, no debe atribuirse esto a la inspiración de los seres elevados. 66. Esos seres han inspirado su cerebro para que comprendan a la Naturaleza, para que la escudriñe y encuentre sus grandes misterios y comprenda todas sus manifestaciones. Mas el hombre está en libertad de aplicar esa inspiración, esa gracia en la forma que quiera. A él llega como un beneficio, mas si sus sentimientos carecen de nobleza o por sus instintos perversos y falta de espiritualidad quiere aprovechar esa inspiración para causar mal, también puede hacerlo. 67. Esto es el libre albedrío que he concedido al hombre para que él sea el responsable de sus actos y tenga méritos para ellos o se haga acreedor a la purificación que originan obras imperfectas. 68. El hombre está hecho a imagen y semejanza de su Dios, en su parte espiritual, pues está dotado de las mismas facultades del Espíritu Divino. Vuestro cuerpo pertenece a la Tierra, mas vuestro espíritu ha brotado de Mí y a Mí tiene que volver puro y perfecto. Por ello el camino del espíritu es de larga evolución. 69. No basta a vuestro espíritu una sola materia en su existencia eterna como tampoco es suficiente para vuestro cuerpo un solo vestido durante su vida en este mundo. Por ello la reencarnación del espíritu es necesaria para su evolución. En cada etapa conocéis la riqueza y la pobreza, la salud y todas las enfermedades que afligen a la humanidad; conocéis el egoísmo, soberbia, la inquietud y falta de caridad y también el perdón y el amor, la nobleza y la generosidad. 70. Habéis llegado a este tiempo encarnando en una y otra materia; vuestro espíritu ha ido purificándose de sus manchas, porque desde el principio se dejó vencer por las inclinaciones de la materia, alejándose de la pureza y perfección que tenía cuando brotó de Mí. 71. Habéis llegado hasta el Tercer Tiempo y vuestro espíritu ha evolucionado, mas no lo suficiente para poder dominar por completo sus instintos materiales y vivir en una etapa enteramente espiritual. 72. En este Tercer Tiempo Yo he venido a esclarecer mi Doctrina a través del entendimiento humano, para daros una nueva oportunidad en el camino de evolución de vuestro espíritu. 73. Pueblo bendito: Así como mis discípulos en el Segundo Tiempo, escuchándome y siendo testigos de mis grandes obras, no comprendieron la grandeza de mis enseñanzas hasta que ya no estuve con ellos, y hasta entonces hicieron el propósito de que sus actos se ajustaran en todo lo posible a mi enseñanza. A vosotros también, pueblo, os sucederá lo mismo. Yo os dejo la sabiduría espiritual para que vuestros actos sean dignos y nobles de mi Obra, os sirvan de base y de inspiración y que en cada una de vuestras obras vayáis diciendo al mundo que Cristo, se ha manifestado espiritualmente derramando su inspiración, como fuente inagotable de gracia y de sabiduría, por conducto del entendimiento humano preparado por su caridad infinita. 74. Os he enseñado a ver a Dios como el todo, como la maravilla sin límite para vuestra concepción mental, como la fuerza que origina el movimiento y la acción en todo el Universo; como la vida que manifestándose está tanto en la planta sencilla, como en aquellos mundos que giran por millones en el espacio, sin que ninguno de ellos desobedezca la ley que los rige. 75. Esa Ley soy Yo, es vuestro Dios, es la Ley de continua evolución que está maravillando al hombre, dándole amplios campos de investigación que le permiten ir penetrando en los secretos de la Naturaleza. 76. De esta manera la comunicación entre el hombre y Dios, se verificará también por medio del conocimiento de esa Naturaleza, en la que se manifiesta la grandeza y el poder de Dios. 77. Dios entonces no es una figura, no es una imagen, ni un fenómeno. 78. Todo lo creado ha sido formado a través de una evolución continua, ya os lo he dicho, desde el comienzo de la vida, es decir, desde el instante en que manifesté la vida en un átomo y este se fue desarrollando en moléculas y las moléculas en elementos y de éstos brotaron los mundos, los que se fueron poblando de acuerdo con esa misma Ley de evolución lógica y natural. 79. Mi Doctrina es la base de todo conocimiento, de toda acción, es luz para poder conocer todas las maravillas que el hombre por su falta de espiritualidad, no logra todavía comprender. 80. El hombre es el que pone barreras para su adelanto espiritual. Dios no castiga ni es verdugo. Dios es poder, fuerza, luz, vida y amor. Encarnó su verbo para vivir con vosotros en la Tierra, expuesto a las mismas tentaciones y por ello os amó más. Siendo Dios sabiduría, comprensión, paz universal ¿Cómo podéis creer que amándoos como os ama, que dotando al hombre de tantas gracias y dones, que preparándolo para una vida espiritual eterna, pueda castigarlo? No, humanidad, sois vosotros los que vais atrayendo todas las pruebas de dolor que llegan a vosotros. Lanzáis el dardo que va a herir a vuestro hermano, levantáis la mano homicida para eliminar al que os estorba, por eso os digo que sois vosotros los que en mi justicia divina os vais haciendo acreedores a una purificación. Si vuestras obras están encaminadas hacia la perfección universal, entonces sois dignos por vuestros méritos de un premio, mas si vuestras obras son malas, a una purificación, ya sea en materia o en espíritu. 81. Las fuerzas que constituyen la maldad, van formando un núcleo poderoso para precipitar al mundo en sus guerras, para que el hombre se desconozca y la destrucción sea por doquier. 82. Este será el último año en el que con mi palabra a través del entendimiento humano, os recuerde los principios cristianos de amor y perdón. 83. Amad a vuestro prójimo, vivid en paz con vosotros mismos, perdonad a los que os ofenden; porque Cristo os perdonó y vuestro Maestro manifestado en este Tercer Tiempo como luz del Espíritu Santo, también perdona a la humanidad. 84. Pueblo mío: Abrid vuestros labios para prodigar consuelo, aliento y consejo. Que cada uno de vuestros actos sea ejemplo de amor para que mi enseñanza sea comprendida por vuestras obras, más que por vuestras palabras. 85. De esta manera el mundo comprenderá que Cristo pasó nuevamente por la Tierra, no en forma material con el cuerpo que Jesús llevó durante 33 años, sino con la luz y sabiduría derramada en cada uno de sus discípulos. 86. Pueblo amado: Por lo noble y generoso que hay en vuestro espíritu os digo: Practicad mi Doctrina, haced el bien, no juzguéis a nadie. Cuidad que vuestro cuerpo no sea el instrumento que os lleve a la degeneración y a la impureza, sino que os ayude a la elevación de vuestro espíritu y aun cuando tengáis tentaciones podáis salir triunfantes de ellas. 87. Tomad vuestro cuerpo como algo delicado que se le ha dado al espíritu para su evolución. 88. No juzguéis las demás doctrinas como imperfectas, concretaos a obrar bien. 89. Mi Obra limpia y pura la depósito en vuestras manos y seréis responsables de la forma en que se desarrolle el Espiritualismo. 90. No os dejo establecidas prácticas, ni obligación de cumplir con ciertos ritos, porque no es mi voluntad que caigáis nuevamente en fanatismo, os reuniréis a estudiar mi palabra y haréis que los demás participen de este conocimiento. 91. La espiritualidad se hará sentir cuando todos los pueblos tengan la misma ideología, entonces será el reinado de Cristo. 92. El principio cristiano prevalecerá y la espiritualidad servirá de guía a los hombres para que establezcan las leyes justas que rijan a la Humanidad. Sólo así será la paz en el mundo. 93. Cuantas veces os reunáis para estudiar mi palabra, para comunicaros vuestros problemas, para hacer un bien común, para pedir ayuda espiritual, haced la oración mental; concentraos en vosotros mismos y cualquiera de vosotros preparado así, hablará y dará consejos. En él se repetirán las palabras del Maestro, que ha dado a través de los portavoces. Mas no será necesario que entre en éxtasis, sólo a través de la inspiración tendrá la ocasión de ejercer la caridad y hacer que se conozca y se sienta mi Obra. 94. Pueblo: Id a la humanidad, habladle como Cristo os habló a vosotros, con la misma caridad, con la misma determinación y esperanza. 95. Hacedles ver que hay caminos de elevación que dan satisfacciones mayores que los que dan los bienes materiales. Hacedles ver que hay una fe que hace creer y esperar más allá de lo tangible. Decidles que su espíritu vivirá eternamente y que por lo tanto tienen que prepararse para llegar a gozar de esa eterna felicidad. 96. De esta manera cumplid, id por los caminos con la verdad y la elevación de vuestras obras y cuando lleguéis a Mí, os diré: Bienaventurados seáis, venid a formar parte de Mí mismo, venid a gozar de la dicha inefable de mi Divinidad. Olvidaos de la materia, olvidad que tuvisteis penas en el mundo, y ya no tendréis por qué volver a sentir dolor ni enfrentaros a un cúmulo de tentaciones. 97. Sólo seréis espíritus que por vuestros méritos habréis recorrido la escala de perfección: esa escala de Jacob, escala de evolución que parte de la Tierra y se pierde en el infinito. Habréis ido escalando peldaño a peldaño y al final os conducirá a la eterna vida, al Reino de la luz. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 360 ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! 1. Amados discípulos del Divino Maestro: Venís una vez más y os doy asiento en mi mesa. Yo contemplo que habéis aprendido a endulzar vuestros labios; aún en los días más amargos, sabéis sonreír con esperanza y con fe, en medio del trance del dolor y es que os habéis fortalecido en mi enseñanza. 2. Así quiero contemplaros, siempre llenos de paz, de fortaleza y de confianza; habéis llegado al tiempo en que de lleno me sentís dentro y fuera de vuestro ser, próximo a vosotros en cualquier instante. Ya no sois aquellos que decíais: Padre ¿Por qué me olvidáis en la prueba, por qué no me escucháis? Ahora sois los que sabéis orar en la prueba y después de orar sabéis esperar con conformidad la llegada de mi paz; sabéis con obediencia dejar que el Maestro os pruebe. 3. Ahora si sois mis discípulos. Ya no ignoráis el valor de vuestros méritos y sabéis descubrir y juzgar vuestras faltas. Ahora lleváis vuestro espíritu iluminado con tanta claridad, que sabéis cuándo habéis agradado a vuestro Padre y cuándo le estáis ofendiendo. Tenéis instantes de frialdad, de decaimiento, pero pasados esos instantes, vuelve a arder la flama de amor de fe en vuestro corazón, vuelve a iluminarse el altar de vuestro culto interior, y sentís en el interior de vuestro santuario la presencia del Padre, de ese Padre que siempre está en vosotros, llevéis o no preparación. 4. No puedo abandonar a ninguno de mis hijos, porque sería negarle la vida. Yo os he traído la vida, no la muerte. 5. ¡Oh discípulos! En el séptimo día, el hombre de este tiempo descansa, eleva un instante su espíritu al Padre en acción de gracias o en demanda de ayuda. Pero no todos velan, no todos oran, mas por aquéllos que viven despiertos, por aquéllos que velan por la paz, por el bienestar de los hombres, Yo hago que el mundo alcance un jirón de mi manto de paz, una gota de mi bálsamo divino, mi ósculo de amor en donde está mi perdón y las oportunidades que a cada espíritu le brindo para su redención. 6. Es tiempo decisivo para los espíritus, es tiempo de contienda, en verdad. Todo es combate y lucha. Esa guerra está en el corazón de cada uno de los hombres, en el seno de los hogares, en la raíz de todas las instituciones en todos los pueblos, en todas las razas. No solamente en el plano material se combate, también en el valle espiritual. Es la gran batalla contemplada en forma simbólica por los profetas de otros tiempos, y vista a través de mirajes por los profetas o videntes de este tiempo. Mas este combate que agita, que conmueve a todo, no es comprendido por la Humanidad, aun siendo ella elemento y testigo de esa misma batalla. Es apresurado el paso de la Humanidad en estos días, y ¿Hacia dónde va? ¿Hacia dónde camina con tanta premura el hombre? ¿Acaso por esa senda vertiginosa va a hallar la felicidad, va a alcanzar la paz deseada, la grandeza que egoístamente anhela cada corazón? 7. Yo os digo que lo que en verdad el hombre va a alcanzar con su paso presuroso, es la fatiga total. Hacia el hastío y el cansancio avanza el espíritu y el corazón de la Humanidad y ese abismo ha sido preparado por el mismo hombre. 8. En ese abismo caerá y en esa fatiga total, en ese caos de odios, de placeres, de ambiciones no satisfechas, de pecado y adulterio, de profanación a las leyes espirituales y humanas, encontrará una muerte aparente para el espíritu, una muerte pasajera para el corazón; pero de esa muerte, Yo haré que el hombre se levante a la vida. Yo haré que tenga su resurrección y en esa nueva vida luche por el renacimiento de todos los ideales, por el resurgimiento de todos los principios y de todas las virtudes, que son atributos y patrimonio del espíritu, que son su principio, su alfa; porque de Mí el espíritu brotó, de Mí tomó vida, de mi perfección bebió, de mi gracia quedó saturado. 9. En este tiempo de la gran lucha espiritual, acompañad a los hombres con vuestra oración. Si los veis llorar, no unáis vuestro llanto a la causa que a ellos hace llorar, pero llorad por ellos, porque son vuestros hermanos, y que vuestras lágrimas de amor sean bálsamo y consuelo. Si los miráis intranquilos, no participéis de su intranquilidad, porque vosotros sois los hijos de la paz; pero velad por ellos y convertíos todos en ángeles de paz; dejad caer como un rocío de vuestro espíritu, la paz: que es fruto del amor, sobre todo el Universo. 10. Si sabéis que ellos entablan discusiones y deliberan exponiendo razones que se oponen a otros análisis, vosotros estad sobre todo ello; penetrad en mi Obra, en mi palabra en ese instante y derramad sobre las razones que asistan a los hombres para sus luchas y sus guerras, la luz del Espíritu Santo con vuestra oración, vuestro ejemplo y vuestra palabra. Si los veis caminar con las armas al hombro y después esgrimirlas sin misericordia contra su propio hermano, esgrimid también vosotros vuestras armas de amor, de caridad, de perdón, de vida eterna. 11. ¡Conquistad espíritus para el Reino de Paz! ¡Convertid pecadores a la vida de la gracia y de este modo, los servidores del Padre se estarán multiplicando y el reinado del pecado, la destrucción y la muerte, se irá diezmando por vuestra lucha! 12. ¡Bienaventurados los que en medio de tanta tiniebla, encuentran todavía fuerza en su corazón para buscarme o conservan en él, un átomo de limpidez para convertirlo por un momento en santuario y dejar que su conciencia les hable de Mí, de ellos y de sus semejantes! 13. Yo os he anunciado un tiempo en que el espíritu humano practicará un culto que nunca en tiempos pasados ha practicado, que elevará hacia su Padre el culto espiritual, que desde los primeros tiempos a través de mis lecciones perfectas, he venido enseñando al hombre. Siempre he hecho grandes revelaciones, siempre he sido Maestro y también como Padre he sabido descorrer el velo de mis intimidades, de mis misterios, para hacer que las criaturas humanas me conozcan mejor y de ese modo pueda Yo ser amado con mayor perfección; pero al hombre le ha parecido tan maravillosa la existencia material, tan rico el tesoro que encierra este mundo, que siempre se ha olvidado de las enseñanzas que le hablan de la vida espiritual. Sólo ha tenido ojos para mirar la excelsa creación material, Obra del Padre y espejo, débil reflejo de la vida del Más Allá y abriendo sus ojos, su mente, sus sentidos, para mirar, para tocar, para desear los bienes de este mundo, ha cerrado los ojos de su espíritu y ha olvidado que sobre todo esto hay otra existencia más maravillosa, hay otra vida aún más rica y otros caudales en verdad más grandes; y en este amor, en ese apego del hombre por los bienes materiales, ha encontrado su propia materialización. Mas a pesar de ello, su espíritu no me ha olvidado, conserva la intuición de mi existencia y además, experimenta la necesidad de un alimento que no puede brindarle la tierra, y me busca; pero me busca débilmente y no siempre por los mejores caminos. 14. Como el hombre se encuentra materializado, tiene que buscarme a través del culto material y como no lleva abiertos los ojos de su espíritu, tiene que forjar mi imagen para verme. Como no se ha sensibilizado espiritualmente, me exige siempre prodigios y pruebas materiales para poder creer en mi existencia y me pone condiciones para servirme, para amarme, y a cambio de lo que Yo le dé, él algo me da. Así contemplo todas las iglesias, todas las religiones, todas las sectas que los hombres han creado sobre el haz de la Tierra, envueltas están en el materialismo, en el fanatismo y la idolatría, la mistificación, el adulterio y las profanaciones. 15. ¿Qué tomo de ellos? La intención solamente. ¿Qué es lo que llega a Mí de todo ello? La necesidad espiritual o corporal de mis hijos, su átomo de amor, su necesidad de luz. Eso es lo que a Mí llega y Yo estoy con todos. No contemplo iglesias, ni formas, ni ritos. Yo vengo a todos mis hijos por igual. Yo recibo su espíritu en la oración. Yo lo acerco a mi regazo para estrecharlo, para que sienta mi calor y ese calor sea estímulo y aliciente en su camino de vicisitudes y pruebas; mas no porque Yo sepa recibir la buena intención de la humanidad, he de dejarla que eternamente permanezca en tinieblas, envuelta en su idolatría y su fanatismo. 16. Yo quiero que el hombre despierte, que el espíritu se eleve a Mí y en su elevación pueda contemplar el esplendor verdadero de su Padre, olvidando los falsos esplendores de las liturgias y de los ritos; quiero que al lograr su elevación verdadera se regenere, se emancipe de las miserias humanas y pueda ir dominando la materialidad, las pasiones, las vicisitudes; encontrándose a sí mismo para que nunca diga al Padre que él es el vil gusano de la tierra, para que sepa que el Padre lo creó a imagen y semejanza suya. 17. ¡He aquí el porqué de vuestra responsabilidad en este Tercer Tiempo, oh pueblo de Israel! 18. Os he dicho que la humanidad es como una tierra que he venido fertilizando y en esa fecundación está el despertar de sus dones y potencias latentes. Por intuición la humanidad está recibiendo mi mensaje, por medio de sueños espirituales y en diversas formas. Mi Mundo Espiritual despierta y prepara a los hombres. Los acontecimientos, los sucesos, hablan claramente al corazón y al espíritu y por todo ello, la humanidad ha alcanzado un átomo de preparación. Sabe que se encuentra en una encrucijada del camino; siente que ha penetrado en una era de trascendencia y de plenitud espiritual; siente que la justicia divina se cierne inexorable sobre todas las criaturas; pero falta la palabra viva y la prueba positiva delante de sus ojos y esta prueba y esta palabra vosotros la tenéis, pueblo. A vosotros la he confiado; sois los portadores de esta revelación, que es una semilla de amor divino que vais a sembrar en las tierras ya fecundas por mi sabiduría perfecta. 19. Seguid penetrando con mansedumbre en oración, para que Yo pueda seguir modelándoos, para que presto pueda dejaros convertidos en los siervos y en los apóstoles de esta Obra que sabéis he denominado como Espiritualista Trinitaria Mariana, nombre que, en verdad os digo, deberá desaparecer cuando el mundo cumpla mis leyes. No habrá entonces necesidad de nombre, ni de símbolos, porque todos íntimamente la llevaréis en vuestro ser como una piedra espiritual, que unida a las de todos los demás, formará el verdadero templo, el verdadero santuario, donde more vuestro Padre y Creador. 20. ¿Acaso toda la Humanidad es trinitaria? No, discípulos. No todos llevan en su espíritu el legado de los tres tiempos. Hay muchos que ni siquiera conservan el testamento de los dos tiempos pasados y hay quienes ni siquiera el del Primer Tiempo; pero la semilla trinitaria, mi ley, Doctrina o Lección, como queráis llamarla, que en tres tiempos os he confiado, la llevaréis como siempre al corazón de todos los pueblos y de todos los hombres. No vais a imponer mi enseñanza con anatemas, con amenazas, ni con dolor. Solamente vais a exponerla, a presentarla limpia y pura como ella es. Vais a ofrecer esta fuente de sabiduría eterna y a dejar que lleguen los sedientos a beber de sus aguas cristalinas; de cierto os digo que los que sientan haber calmado su sed, estarán ya entre vosotros. Los que beben y no hayan sabido mitigar su sed, esos negarán, pero vosotros me dejaréis esa causa; y habrá otros que se negarán a beber y vosotros esperaréis, porque la fuente es eterna. Si aquéllos que reniegan hoy, no quieren tomar de estas aguas, mañana su sed será mayor, su sed los abrasará y entonces vendrán a la fuente y si no la encuentran próxima, la buscarán a través de desiertos y largos caminos, recordando que era fresca e incitante, hasta que la encuentren, porque si a Mí me fue negada el agua, Yo nunca os la negaré a vosotros. 21. La humanidad no es espiritualista todavía, pero ya los espíritus despiertan y contemplan la sordera y la ceguedad de sus ídolos y ya se dan cuenta de la inutilidad de falsos sacrificios y penitencias y a muchos los encuentro hartos, fatigados y hastiados del fanatismo, ansían un manjar que en verdad sea dulce y grato al paladar espiritual, anhelan un vino que en verdad vivifique el espíritu. 22. Contemplo congregaciones, pequeñas sectas y grandes conglomerados de hombres, que buscan la espiritualidad, que penetran en el santuario espiritual, en la morada de los espíritus. Los unos por caminos próximos al de la intención espiritual, que es la que llega a Mí, Yo la premiaré un día y el verdadero Espiritualismo, la doctrina profunda, plena de enseñanzas y revelaciones, de consuelo y sustento espiritual del Espíritu Santo, llegará a ser revelada a todos, a los ansiosos, a los sedientos y a los fríos e indiferentes. 23. ¿Es Mariana toda la Humanidad? En verdad os digo: No, muchos ni siquiera conocen a María. Contemplo una parte de la Humanidad que ni su nombre conoce: otra gran parte que ha caído en gran fanatismo por Ella, en la más grande idolatría, en la profanación, en el lucro, y otra parte de la Humanidad y de las religiones que no la reconocen como Madre espiritual de la Humanidad. 24. A vosotros os he nombrado Pueblo Mariano, porque vais a enseñar a la Humanidad quién es María. 25. Yo os digo, ¡oh pueblo! que María no es solamente la mujer que en el Segundo Tiempo concibió al Redentor. Yo digo a todas esas partes de Humanidad, que os he mencionado, a todas las sectas y religiones, a todas las razas y a todos los seres, que Mana es la esencia maternal divina que siempre ha existido; es la esencia femenina Universal que podéis descubrir y contemplar en todas las obras de la Creación; es el Espíritu maternal, es la ternura, es la intercesión y el seno que amamanta. Desde los tiempos pasados os fue revelada la existencia de María y su advenimiento material, porque en verdad desde los primeros hasta los postreros, a todos he hablado como Padre, como Juez y como Maestro. 26. Desde el Primer Tiempo, los patriarcas y profetas comenzaron a hablar del Advenimiento, de la venida del Mesías. Mas el Mesías no vino solamente en Espíritu, vino a encarnarse, vino a hacerse hombre y a tomar carne de una mujer. La esencia maternal divina tuvo que encarnarse también, hacerse mujer, como una flor de pureza; para que de su corola brotase la fragancia, el perfume del Verbo de Dios que fue Jesús. 27. Cuando aquella mujer hubo llegado a su edad de doncella, fue desposada. El Padre envió un ángel para anunciarle su misión. Mas, ¿Cómo la encontró el ángel, cómo sorprendió a la virgen desposada? Orando, y al encontrarla preparada, le dijo: Salve, oh María, que has hallado gracia delante de Dios. No temas, que tu seno concebirá a Aquél que ha de reinar en la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin. 28. Sabía María que iba a concebir a un Rey más poderoso y grande que todos los reyes de la Tierra, y ¿Acaso por ello se coronó reina entre Humanidad? 29. ¿Sus labios acaso pregonaron por las plazas, por las calles, por los hogares humildes o en los palacios, que Ella iba a ser la Madre del Mesías, que el Unigénito del Padre iba a brotar de su seno? No, en verdad, pueblo, la más grande humildad, mansedumbre y gracia hubo en Ella y la promesa se cumplió, su corazón de madre humana fue dichoso y desde antes de dar a luz, en el instante y después, a lo largo de la vida del hijo, fue madre amantísima, que conocía espiritualmente el destino de Jesús, la misión que había de desempeñar entre los hombres y para qué había venido. Jamás se opuso a ese destino, porque Ella era parte de la misma obra. 30. Si a veces derramó su llanto, era llanto de madre humana, era carne que sentía el dolor de su propia carne en el hijo. Mas ¿Fue discípula del Maestro, su Hijo? No, nada tenía María que aprender de Jesús. Ella estaba en el mismo Padre y había venido a encarnarse sólo para cumplir aquella hermosa y delicada misión y ¿Aquel corazón de Madre insigne se concretó a amar solamente a su Hijo amantísimo? No, en verdad. A través de aquel pequeño corazón humano, se manifestó el corazón maternal en consuelo y en palabras sublimes, en consejos y en caridades, en prodigios y en luz, en verdad. Jamás la ostentación fue en Ella, jamás turbó la palabra del Maestro, pero así como fue a los pies del pesebre que le sirvió de cuna, así fue a los pies de la cruz donde expiró el Hijo, el Maestro, dando el último suspiro en cuanto hombre. 31. Así cumplió Ella su destino de madre humana, dando un ejemplo sublime a todas las madres y a todos los hombres y para que Ella fuese tenida en cuenta por la humanidad, para que Ella fuese también amada y para que su ejemplo no se borrara del corazón de los hombres, el Maestro, sangrando en el madero, dedicó una de sus siete palabras a la Madre, diciéndole: Madre, ¡He ahí a tu hijo! y diciendo al hijo, que en ese instante era Juan, el apóstol del Señor: Hijo, ¡He ahí a tu Madre. 32. Con esto quiso el Maestro dejar a Juan, representando a la Humanidad y crear en el corazón de los hombres un santuario de amor y de respeto para la Madre Universal. 33. ¿Acaso Juan, el apóstol, tomó aquella maternidad solamente para sí? No, en verdad, llegó entre los suyos, entre los compañeros de lucha y enseñanzas, entre los demás discípulos y les dijo: El Maestro dijo esto antes de partir y quedaron entonces los discípulos en torno a María, hasta que Ella hubo de elevarse al infinito. 34. El día de Pentecostés, aquella fiesta que el pueblo celebraba desde el Primer Tiempo, se encontraban reunidos los discípulos y en el seno de ellos estaba María. Y el Espíritu Santo, simbolizándose en una blanca paloma, se acercó y los bañó en su luz y los llenó de su gracia. 35. Los discípulos sintieron el más profundo respeto y amor por María; y si aquellos sembradores, aquellos doctores del espíritu sintieron esa veneración por la Madre del Redentor en cuanto hombre, ¿Por qué no habían de sentirla las generaciones de los tiempos que les sucedieron? Yo os he dicho que María es eterna y si vosotros la buscáis, en verdad os digo, muchos la encontraréis. 36. Cuando Juan, mi discípulo, se encontraba en su retiro solitario en la isla de Pátmos donde recibió las grandes revelaciones de los tiempos venideros, donde penetró espiritualmente en el Más Allá, contemplando los grandes misterios del Señor encerrados en símbolos, representados por figuras, allí también contempló la figura de María. En esa gran revelación confiada por el Padre a Juan para los hombres de las eras venideras, ahí él, después de una gran señal, contempló a una mujer vestida de sol y la luna debajo de sus pies y una corona formada sobre su sien por doce estrellas. Aquella mujer sentía dolores de parto y cuando aquel dolor era más intenso, vio Juan a la maldad en forma de dragón acechándola, esperando solamente el nacimiento del hijo para devorarlo. Y el Maestro os dice: Si esa revelación, dada por el Padre a Juan, hablaba de los tiempos venideros, Yo os digo: El vio a María en el Tercer Tiempo, próxima a dar a luz al pueblo mariano y a la maldad acechando al pueblo del Señor. Juan contempló también que en el instante del nacimiento se entablaba una gran batalla de ángeles contra el dragón que simbolizaba la maldad humana, una batalla que es la que ahora tenéis, porque el pueblo Mariano ha nacido, ya ha surgido sobre el haz de la Tierra y hoy se encuentra recibiendo su escudo y su espada de amor para penetrar en la gran batalla final. 37. Eso significa esta revelación, ¡Oh pueblo amado! Por eso el Padre os ha dicho en este día: Los que conocen a María, no la conocen en su verdad. La miran solamente como mujer, la contemplan solamente como madre humana y en torno a Ella han creado cultos, ritos, festines y fanatismos. Por esa adoración idolátrica se han olvidado del cumplimiento de las leyes del Señor, de la palabra del Maestro y de amarse los unos a los otros. 38. No es así como el Padre quiere que el mundo conozca a María, ni es así como quiere que la amen. No es María solamente la mujer, ya os lo he dicho: María es la esencia maternal que existe en lo divino y que se manifiesta en todo lo creado. 39. Si la buscáis vosotros en la soledad de la noche, en el silencio que nada perturba, allí en el Cosmos, su imagen encontraréis, y si la buscáis en la fragancia de las flores, también la encontraréis, y si la buscáis en el corazón de vuestra madre, allí la tendréis. Si vosotros la queréis encontrar en la pureza de la doncella, allí la miraréis también, y así como en ella, en tantas y tantas obras, donde se refleja la imagen del eterno femenino que existe en Dios y está en toda la Creación. 40. Cuando vosotros levantéis vuestra envoltura por los caminos del cumplimiento, de la predicación de la enseñanza, tropezaréis con los duros corazones, con aquellos que han puesto una puerta hermética para no dejar penetrar la esencia del amor de María ni su nombre; para muchos, esa esencia no existe. ¿Qué vais a hacer, oh pueblo? ¿Vais por la fuerza a derribar aquel muro, aquella puerta para hacer penetrar la enseñanza mariana en aquellos hombres y pueblos? No, os he dicho que solamente vais a exponer mi Obra, a presentar mi lección, pero hablaréis con tanto espíritu, con tanto corazón, con tanta verdad, que muchos de aquellos reacios se convertirán y dirán: En verdad, la esencia de la Madre Universal flota en el Universo, la Doctrina es clara y comprensible, es como una fuente de vida que invita a beber; pero que no forzó a tomar de ella. 41. En verdad os digo que si eso fuera, ha mucho tiempo que con mi poder hubiera atraído a todos los espíritus, para lavarlos en esas aguas, para hacerlos beber de ellas y para llevarlos al fin a que habéis sido destinados todos. Pero es que no habréis de llegar a Mí solamente por Mí, sino también por vosotros. Por eso os he confiado espíritu, voluntad, inteligencia, potencias y sentidos; es por eso que os he revelado mi Ley y os he confiado el tiempo y dejado en un camino de evolución a vuestro espíritu, de progreso y redención del mismo; quiero que vuestro corazón y vuestra palabra sean como una fuente, como un manantial inagotable entre los hombres y que vuestra voz humildemente invite a beber de mi palabra que vosotros vais a derramar. 42. Si esa agua es cristalina, si es inmaculada como os la he confiado, en verdad os digo, allí los hombres encontrarán su salud y su salvación. Ellos harán brotar el grito de su garganta, confesando que en vosotros han encontrado mi verdad y esta es la responsabilidad de Israel en el Tercer Tiempo, este es el peso que descansa sobre el pueblo Espiritualista Trinitario Mariano. 43. Vuestro paso manso y humilde va a conmocionar religiones, va a conmover cimientos y principios. Vuestra palabra, que será siempre la mía, va a derrumbar falsos santuarios y de ellos no va a quedar ni piedra sobre piedra; va a derrumbar los ídolos, toda esa idolatría que en torno al culto a Dios se ha hecho, igual que sobre María y sobre su nombre, hasta haber legado a las más grandes exageraciones. Todo ello tendrá que desaparecer calcinado por el fuego de la palabra del Espíritu Santo, que Yo he puesto y erguiré poniendo en vosotros. 44. Después de que esta mi palabra, haya dejado de comunicarse a través de as portavoces, os encontraré congregados como mis discípulos del Segundo Tiempo en la fiesta de Pentecostés y vendrá en plenitud mi Espíritu Santo comunicado de Espíritu a espíritu con vosotros, precursores de esta Tercera era, precursores de la comunicación perfecta, entre el Espíritu Santo y el espíritu de los hombres. 45. ¿Qué os revelará el Padre en ese instante? Lo que no os dije a través del entendimiento humano; pero ved que tenéis que penetrar en verdadera consagración y espiritualidad; ved que para alcanzar esa preparación tendréis que despojaros de todo rastro de fanatismo y de materialismo. ¿Cómo podréis alcanzar esa gran preparación? Con el estudio ahora, con el desarrollo después, mas tarde con vuestro verdadero amor; porque mi palabra no ha concluido. Mi palabra no terminará en 1950. Mi comunicación continuará. Mas ya no a través de portavoces, no a través de esta forma de comunicación, porque vuestro éxtasis después de 1950 se perfeccionará más y más. Vuestra elevación espiritual será mayor y mi comunicación tan sólo será por medio del espíritu. 46. Los que han sido mis portavoces, tienen grandemente andado el camino. Los que mucho recibieron mi rayo continuarán en este desarrollo y seguirán entregando grandes inspiraciones o revelaciones. Los que pocas veces recibieron mi rayo divino y fue menos mi palabra en ellos, después, según su preparación, será grande, muy grande mi inspiración sobre ellos. No detendrán su desarrollo, su paso en esta senda, porque lo que no alcanzaron en este tiempo de comunicación a través del entendimiento humano, lo pueden alcanzar de espíritu a Espíritu y habrá gozo y gracia en su espíritu. 47. Mas no solamente me comunicaré con esplendor por los que fueron consagrados portavoces. Sobre las facultades vibrará mi Espíritu Divino con esplendor también; no será menos en ellas esa gracia; será igual para todos. Mi Mundo Espiritual también vibrará, su hilo fluídico, traducido en inspiración y en pensamiento, será sobre los discípulos del Señor, para que esos seres de luz, se sigan comunicando con los seres de este planeta, sobre los guías, piedras fundamentales, videntes y plumas de oro; sobre los marcados y no marcados; sobre los que hayan tenido el acto simbólico de la marca, como todos aquellos que íntimamente sientan que forman parte de mi pueblo; sobre los primeros y los postreros, estarán las lenguas de fuego que derramará el Espíritu Santo; para que así vosotros podáis comunicaros con todos vuestros hermanos el mañana, el próximo mañana, esa alborada que ya se acerca entre vosotros y podáis llevar mi palabra, no sólo a los que hablan vuestra lengua, sino también a los que hablan las lenguas que hoy no conocéis. 48. ¿Cómo podréis comunicaros con ellos? Con vuestra buena voluntad, con vuestro esfuerzo, con vuestro ahínco y amor: Yo os ayudaré, os dice el Padre. Yo haré prodigios entre vosotros. Yo haré que de entre vosotros, que de vuestras congregaciones broten los precursores, los emisarios, los preparados por mi voluntad, poseyendo otras lenguas para llevar la buena nueva, el Tercer mensaje de Dios a otros pueblos, a otros hombres, a otras razas. De este modo la torre de Babel que en lo material, ha sido destruida por la mano del hombre a través de los tiempos, en lo espiritual también irá siendo destruida y sobre ella se levantará la torre del Espíritu Santo, la verdadera iglesia, el verdadero culto y el santuario en donde todas las manos se estrechen, en donde todas las lenguas se fundan, en donde todas las razas y las sangres se confundan en el amor del Padre. 49. En esta alba de gracia, en que habéis recibido mi palabra en un gran número de recintos, pero formando un solo pueblo; os pide el Maestro vigilia, caridad, oración por el mundo; apartad de vuestro corazón toda división o resentimiento y acercaos espiritualmente, para formar un pueblo fuerte en espíritu y que esa fuerza espiritual ayude a los hombres. ¿Por qué no habéis podido hacer todavía grandes prodigios con vuestro espíritu y con vuestro pensamiento? ¿Por qué el arma de la oración que Yo os he revelado, todavía no se ha manifestado con grandeza en estos tiempos? 50. Por vuestra falta de preparación, pueblo, por vuestra falta de unión habéis dejado que el ave de rapiña, que la tentación que siempre acecha, penetre en vosotros para dividiros y debilitaros: astuto ardid de la tentación que nunca os ha dejado unir. Estando siempre mi palabra de amor entre vosotros, todavía vuestro corazón se inclina a las malas inspiraciones; todavía os dejáis seducir por el espejismo y la falsedad de las luces; pero estad alerta pueblo: alerta oh discípulos Espiritualistas Trinitarios Marianos, para que en estos tiempos de preparación para vosotros, en estos tiempos de prueba para la humanidad, que una vez más está bebiendo el cáliz de amargura, podáis vosotros dar pruebas de vuestra potestad, podáis esgrimir, no muchas armas sino una sola espada de luz y con ella romper los lazos de la tentación, romper cadenas de esclavitud, derribar muros, abrir puertas para dar libertad a los espíritus y hacerlos surgir a la luz del Tercer Tiempo. 51. Vos lo podéis hacer, pueblo, con el pensamiento, con la oración, pero que ella brote del verdadero amor que Yo os estoy inspirando. Uníos, reconoceos, perdonaos, amaos y entonces veréis prodigios en el Universo y contemplaréis cómo esta humanidad que en veloz carrera camina hacia el abismo de que os hablo, muy pronto encontrará la caída y también el hasta aquí, que será el hastío, el cansancio, la fatiga del espíritu en el odio, en el materialismo, en la carnalidad y en los placeres; para que lleguéis con mano de hermano y la toquéis con amor y la despertéis para decirle: 52. "Mirad: Ya no hay palacios de grandeza; los reyes dejaron su trono, los ricos avaros desaparecieron y las armas de guerra ya no arrojan muerte por su boca. Los capitanes y guerreros están derrotados. Levantad vuestra faz y contemplad en el horizonte la luz de un nuevo día, una nueva aurora que viene a iluminar una nueva vida". 53. Voy a recibir a vuestro espíritu en su oración. Quiero hallar gracia en ella y por eso voy a manifestarme una vez más en el mundo, a derramar mi Espíritu en diversas formas entre la humanidad. Sin la mediación vuestra podría hacerlo, pero por ella voy a prodigar la caridad. 54. Así os dejo en esta alba de gracia, elevados con amor y caridad por vuestros hermanos, elevados espiritualmente, para que sintáis en vuestro ser la bendición de vuestro Padre. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 361 1. Os encuentro orando y mi Espíritu se aposenta cerca de vosotros. Vengo a alimentarme de vuestro amor, de vuestra fe. He probado vuestros frutos y me son agradables, por ello os bendigo y os concedo la paz. 2. Vuestro espíritu ha sido probado en distintas formas por Mí y cuando habéis pasado el momento doloroso, os eleváis preguntándome si os he abandonado y muy pronto os habéis encontrado conmigo. En verdad os digo que no estáis solos y que vuestra fe os ha hecho vencer las penalidades y las grandes pruebas de este tiempo. 3. Vosotros que habéis recorrido los largos caminos en busca mía, al fin me habéis encontrado y al oír mi palabra se han disipado vuestras dudas y recibís la clara respuesta a vuestras peticiones. Por doquiera habéis oído imploraciones e invocaciones a mi Espíritu y aun cuando no me hubieseis llamado, he venido a vosotros como lo prometí, porque os dije que os acompañaría en vuestras tribulaciones en estos días de dolor. 4. Os he dado sensibilidad para que presintáis lo que ha de venir, para que viváis alerta a toda manifestación espiritual y reconozcáis el cumplimiento de mis palabras. 5. Os estoy hablando con el mismo amor y sabiduría con que os he hablado en los tiempos pasados y vengo a confirmar mis palabras de los tiempos pasados y a demostrar el cumplimiento de las profecías. 6. Juan vio en su gran revelación, cómo había de manifestarse mi Espíritu en este tiempo, al abrirse el Sexto Sello, el libro de la sabiduría iluminaría a los espíritus. Vio los grandes combates entre los hombres y sus tribulaciones. Vio el Libro cerrado y al fin abierto por el Cordero Inmolado. Y ante vosotros he mostrado página tras página de ese Libro, para vuestro espíritu. En él está contenida la Ley que os he dado desde el principio de los tiempos. 7. Juzgad mi obra, analizadla de principio a fin. Traed a vuestra memoria todo lo pasado y unidlo a esta revelación, para que todo viva en vuestro espíritu. He dictado leyes y enseñanzas para la vida material de los hombres; he dado lecciones para la vida moral y espiritual. Os he transportado a las regiones del espíritu y habéis respirado la paz y beatitud de esa morada, para que lo conozcáis todo y podáis penetrar en el conocimiento de mis leyes. 8. Vivid para un ideal elevado. Haced que vuestro espíritu recobre su fortaleza y energía en el cumplimiento de su misión. Derramad paz a vuestro paso, invitad a la humanidad a orar con esa oración que Yo os he enseñado, para que vuelva a sentirse digna de su Creador. Cultivad su corazón que es campo virgen, tierra fértil para mi enseñanza. 9. En el ejercicio de mi Doctrina, trabajando por el bien de la humanidad, se forjará vuestro espíritu, gozaréis y sufriréis también y conoceréis lo que vale la fe y el amor. No os confundiréis en la lucha con las diversas creencias; mi Doctrina está sobre toda religión y toda secta. Llevad mi palabra que es mi expresión de amor y no la toméis como arma para combatir a vuestros hermanos, porque ella no lastima, no hiere, sólo es vida para el espíritu. 10. Limpiad el vaso por dentro y por fuera, para que pueda contener la esencia que vengo a entregaros. Vuestra misión es grande, para triunfar debéis trabajar unidos. Confundíos con todos los pueblos, mezclaos con todas las razas, llevad a todos mi mensaje de paz. Después os llevaré al valle en donde todos seréis iguales, en donde desaparecen la miseria y el egoísmo humanos, para ser sólo espíritus. 11. Yo sé que por un tiempo todavía restituiréis por vuestra división, mas llegará un día en que cansados de vuestra debilidad, os buscaréis para ser fuertes por la unión y la concordia. 12. Yo os quiero limpios, por eso os estáis purificando en el dolor para devolver al espíritu su original pureza y su virtud. Estas pruebas que ahora sufrís, no os harán morir, sólo os despertarán de vuestro profundo sueño, para buscar la perfección de vuestro espíritu. 13. Si hasta ahora no os habéis dignificado por vuestras obras, llegará el día en que la humildad, la perseverancia, el amor y la fe de este pueblo, sean dignos de alabanza. Muchos al reconocer en vosotros estas virtudes, querrán daros un nombre o un título, o poner sobre vuestra cabeza una corona, mas entonces recordaréis a Jesús y humildemente os ocultaréis. Vuestro reino, como os dije, no está en este mundo. 14. Si queréis conquistar el corazón de la humanidad, hablad con verdad, con suma verdad; sed humildes entre los más humildes, para que seáis creídos en vuestras palabras y obras. 15. Cuánto se recreará mi Espíritu cuando vea surgir vuestra obra de entre los escombros morales y espirituales de la humanidad. Vuestra labor ha comenzado ya. He ahí los enfermos que han sanado; los incrédulos que han nacido a la fe; los pecadores, regenerados. Es pequeña todavía vuestra obra, pero Yo la contemplo buena y multiplico sus frutos. 16. Israel: el Maestro se encuentra delante de vosotros lleno de amor y caridad. Siempre os he dado pruebas de mi amor en el camino que os he trazado. 17. Mi Verbo Divino habla al pueblo y este verbo os lo envía el Padre para que podáis conocer la obra que en vuestras manos os he confiado. 18. Yo muestro a mis apóstoles como ejemplo para vosotros. Por eso en este tiempo me derramo en vuestro espíritu para que dobleguéis vuestra materia. Yo he tocado la roca endurecida para hacer brotar de ella el agua cristalina. 19. No creáis que habéis llegado ya al fin de vuestro cumplimiento, ni que Yo seguiré hablando a través del entendimiento humano después de 1950: todo cuanto os he dicho se ha cumplido y se cumplirá pueblo amado. 20. En el Tercer Tiempo fue enviado vuestro espíritu a reencarnar para que tuvieseis una nueva oportunidad de cumplir vuestra misión, aprovechando la presencia de mi Espíritu Divino en este tiempo. 21. Me encuentro delante de vosotros por mi gran amor y os entrego fortaleza, porque no quiero contemplaros débiles. 22. Soy la fuente de la gracia y del amor, bebed, dad vida a vuestro corazón y espíritu, apartaos del materialismo para que podáis comprender la grandeza de la misión que os he entregado. 23. Pueblo amado: Si vuestro corazón está lleno de dolor, venid a Mí, que Yo convertiré vuestro sufrimiento en alegría y os fortaleceré de espíritu y materia para que sigáis en el camino llenos de conformidad y de esperanza. 24. Yo recibo a las multitudes que en caravanas me buscan para hacerme presente su dolor: las escucho en silencio, son las multitudes que llegan a estos humildes recintos de distintas sectas y religiones para escuchar mi palabra, para recibir en su espíritu y corazón mi mensaje de paz y esperanza. 25. Al llegar a este árbol, sienten la frescura de su sombra que las hace descansar y se deleitan escuchando los trinos de mis ruiseñores. Entonces sienten mi presencia y la dulzura del fruto de este árbol. 26. Escrito está que en este Tercer Tiempo vendría en Espíritu y cual campana sonora haga el llamado a la humanidad, para darle el consuelo, el pan y el agua espiritual. He venido a edificar mi templo en el corazón y en el espíritu de mis hijos. En la serenidad y el silencio de ese templo, sentiréis mi presencia, allí recibiré lo que en vuestra meditación y oración me hagáis presente. En el interior de ese templo os sentiréis iluminados con la luz del Espíritu Santo. 27. He venido a preparar en este tiempo a las doce tribus de mi pueblo escogido, para que por su conducto reciban la luz todas las naciones; para que al toque de la trompeta despierten los que duermen y elevando su mirada al Cielo puedan contemplarme con los ojos de su espíritu. 28. La humanidad está desorientada, mas Yo he venido para conducirla con la luz del Espíritu Santo y para que reconozca mi palabra por su esencia. 29. A través del tiempo aquellos escritos que dejaron mis discípulos han sido alterados por los hombres y por ello hay división entre las religiones. Mas Yo he venido a esclarecer todas mis enseñanzas para unificar a la humanidad en una sola luz y en una sola voluntad. 30. El año de 1950 está por terminar, mas Yo os he dejado una vasta enseñanza que debéis dar a conocer a las nuevas generaciones para que ellas encuentren la paz y la vida para el espíritu. 31. En vuestras manos confío el Libro del Tercer Testamento para que con él deis la buena nueva a la humanidad. 32. Vuestro corazón presiente ya la nostalgia que vais a sentir cuando ya no me escuchéis en esta forma, por eso os he dicho: poned en práctica mi enseñanza y no os dejéis sorprender por aquéllos que mañana se levantarán prevaricando y diciendo que aún me comunico a través de sus entendimientos. 33. Vosotros sois testigos de que cuanto os he dicho en mi palabra, se ha cumplido y tenéis que vivir alerta para que no haya desobediencia entre mi pueblo. Vais a sentir el dolor de aquellos que están débiles y que aún no han comprendido mi enseñanza, mas vosotros les explicaréis mi verdad y los conduciréis con mi palabra. Yo me manifestaré a través de los que se encuentran preparados y también por los postreros me derramaré en luz e inspiración. 34. Yo no dejaré abandonada a la humanidad; seguiré rescatando a los extraviados, llamando a esta mesa a los que no escucharon mi palabra en esta forma. Elías seguirá reuniendo a las multitudes para que vosotros les mostréis el libro que contiene mi palabra. Por vuestro conducto despertaré a los espíritus aletargados y apartaré de ellos la idolatría; mas si vosotros no estuvieseis preparados para hablar a la humanidad, entonces las piedras hablarán y veréis al más torpe siendo mi verdadero discípulo y hablando de mi verdad. 35. Vosotros daréis la buena nueva a la humanidad sin adulterar mi Obra, seréis humildes como vuestro Maestro y no os revestiréis con vestiduras regias para llamar la atención de vuestros hermanos. 36. Mañana no adulteréis mi Doctrina, enseñad tan sólo lo que he venido a confiaros. Yo os he dado mi enseñanza en abundancia para que seáis los guías y mensajeros entre la humanidad. Cuando ya no escuchéis mi palabra a través del portavoz, os ayudaréis y os amaréis los unos a los otros, para que podáis resolver los problemas que se presenten en vuestro camino. 37. Sois el pueblo que estoy unificando, para que por vuestro conducto me reconozca la humanidad. Yo soy la caridad suprema y a vosotros os he alimentado con el manjar de los manjares. Grande es la lucha que vais a tener, por eso vengo a hablaros con amor para apartar de vosotros las equivocaciones que atribuisteis a mi Obra; para que llegado el tiempo podáis ser la luz del mundo. 38. Las huestes espirituales se encuentran circundando a vuestro espíritu, prestas están para entablar la lucha, porque no os encontraréis solos en esta contienda de ideas, también mi Mundo Espiritual estará con vosotros. Ellos os están inspirando la paz y la armonía para que así os mostréis ante la humanidad. 39. Grande va a ser vuestra lucha; vais a dar ejemplo de obediencia y a mostrar en vuestro corazón la Ley de vuestro Maestro. Iréis alentando a la humanidad, mas ya no se manifestará mi Rayo Universal, ni mi Mundo Espiritual se comunicará a través de vuestro entendimiento. Sin embargo, el Maestro os dará su enseñanza en forma más elevada y como Espíritu Santo, la fortaleza, la bendición y la misericordia. 40. El final de 1950 se acerca y la humanidad adormecida no me ha sentido, mas voy a despertarla para que me contemple. 41. ¿Cuándo serán estos acontecimientos? Cercano está ese tiempo. Presto está el final de mi comunicación a través del entendimiento humano. Por conducto de los portavoces que en estos últimos días se han sabido preparar, os he entregado grandes y claras enseñanzas, amorosos mandatos para que les deis cumplimiento después de que ya no escuchéis mi palabra en esta forma. 42. He abierto ante vosotros el Libro de mi Sabiduría y os he enseñado cómo debéis de cumplir vuestra misión, cómo debéis de transitar por mi camino; os he señalado los peligros y os he dado la potestad para vencer los obstáculos y derribar las barreras. 43. Antes de dejar de hablar en esta forma, he de dejaros preparados para que el mañana seáis los maestros que mostréis mi enseñanza a los nuevos discípulos. 44. Si os sentís faltos de esta enseñanza, no me culpéis a Mí, porque Yo os he entregado en abundancia mi palabra, el pan de vida eterna para vuestro espíritu. 45. Os he entregado mi Doctrina con perfección y si vosotros le añadís lo que no le pertenece, vuestra conciencia os dirá lo que debéis de apartar para que el mañana la humanidad reciba sólo mi enseñanza perfecta. 46. Decid a la humanidad que como Dios Todopoderoso, siempre me he encontrado entre vosotros, nada os ha hecho falta, porque he llenado de gracia y potestad a vuestro espíritu en cada etapa de evolución. 47. Habéis jurado amarme, pueblo, ante la presencia de mi luz divina, pero vuestro materialismo siempre ha sido el obstáculo para el cumplimiento del espíritu, porque no os conocéis ni sabéis cuál es vuestro propósito e ideales. Mas mi caridad os ha reunido en el aprisco, para que sintáis el fuego de mi amor y reconozcáis la paz de mi Espíritu Santo. 48. Yo soy el Dador, Yo tengo más que entregaros que vosotros que pedirme. Yo sé de las necesidades de la materia, conozco al espíritu y sé de vuestras aflicciones e incertidumbres. 49. Lucas, Marcos, Juan y Mateo, fueron escogidos por mi voluntad. A cada espíritu le confié un cargo, una responsabilidad y ellos con firmeza, con decisión y amor esparcieron mi Doctrina y formaron el testamento del Segundo Tiempo, y así como a ellos, hoy despierto a vuestro espíritu para que pueda reconocer el tiempo, sentir y comprender el juramento que ha hecho ante mi Divinidad, y se levante al cumplimiento de su misión. 50. Jesús testificó el poder divino porque era en Él el mismo Dios que se mostraba en la Tierra para que el mundo le conociera; era el mismo Padre que se entregaba al pueblo en palabra, en amor, en verdad y en luz. 51. Lo que escrito está en el álbum de oro, efectivo y cumplido será; en el transcurso de los tiempos todo quedará consumado. 52. Israel: No solamente en este tiempo os he hablado, pero vuestro espíritu se ha encontrado encadenado y ha desaprovechado lo que le entregué en el Primer Tiempo, en el Segundo y hoy en el Tercero. ¿Y qué es lo que estáis esperando del Señor? ¿Cuál es vuestra decisión y deseo? Os estoy hablando, derramando mi Verbo Divino; mas no os daré un tiempo más para seguirme comunicando a través del portavoz y si el espíritu se rebela y la materia se obstina en desobedecer mis mandatos, de ello grandemente me tendréis que responder; porque como Juez Yo haré el llamado y os haré comprender lo que escrito está en el libro de vuestro destino. Cuando el espíritu llegue ante el Juez Supremo, reconocerá su falta y lleno de pesadumbre, me pedirá un tiempo más para su restitución, una nueva reencarnación. 53. No solamente he hablado a vuestro espíritu, sino a vuestra materia; a ella le he entregado vida, fortaleza y caridad por añadidura, para que el espíritu pueda cumplir su misión. 54. He derramado mi Verbo divino con amor, os he brindado todo lo que mi Espíritu y corazón amantísimo de Padre había dispuesto para vosotros sois lo más preciado de mi Divinidad. 55. Os encontráis en el final de mi comunicación por el entendimiento del portavoz, mas cuando ya no escuchéis mi lección, os seguiré guiando, porque dejaría de ser Padre si os abandonara en el desierto faltos de pan y agua. 56. Preparaos con mi enseñanza, estudiad lo que en mi palabra he venido entregando a vuestro corazón. 57. Preparad vuestro cerebro para que reciba las vibraciones de mi luz. Desarrollad vuestros dones para que podáis detener los elementos, porque grandes catástrofes han de acontecer a la humanidad. 58. Se abre mi corazón amantísimo de Padre, para que el postrero pueda sentir en su espíritu el calor de mi amor divino. Yo soy el libro abierto, la verdad y la Ley. 59. He entregado a la humanidad mi Doctrina espiritual, Doctrina de amor y de armonía. No solamente en este tiempo os he entregado mi enseñanza. Desde el primer momento en que mi Espíritu Divino mandó a vuestro espíritu a la Tierra, le he hablado por conducto de mis escogidos y nunca os he conducido a la tiniebla, al fanatismo, ni a la idolatría; porque estas obras no son agradables ante mi mirada, porque ello aleja a vuestro espíritu de la luz, de mi amor y lo aletarga, haciendo que el tiempo de su salvación se alargue ocasionándole dolor. 60. ¿Cómo hacer para que la humanidad me reconozca, me comprenda y su corazón me sienta? ¿Cómo hacer para que el espíritu rompa la cadena que le ata al materialismo? Concederle un tiempo más y hacer el llamado a los espíritus del pueblo escogido de Israel, para que ellos como buenos soldados y labriegos, se levanten al frente de la humanidad para ser su guía en la lucha que se avecina. 61. El Maestro Divino desciende a comunicarse por conducto del cerebro humano, mas buscadme en lo profundo de vuestro corazón, allí estoy Yo. 62. Penetrad en profunda meditación, pueblo; cerrad vuestros ojos y tratad de contemplar con la mirada espiritual a las multitudes que en futuros días se acercarán a vosotros en pos de un testimonio que les hable de mi presencia. 63. Pensad que tendréis que esperarles con el corazón lleno de caridad, porque llegarán hambrientos y sedientos de amor, como vosotros llegasteis, buscándome para calmar vuestra sed. 64. No vayáis a querer hacer grandes obras sin estar preparados; procurad alcanzar mayor espiritualidad, pues así, una palabra, una oración o una obra de caridad, podrán hacer mayores prodigios que aquellos que en vuestra vanidad pudieseis haber deseado realizar. 65. Caridad y más caridad es lo que he derramado en vosotros, caridad, es el sentimiento que más he avivado con mi enseñanza, porque la caridad es reflejo de amor y de sabiduría. En verdad os digo, que si os preparáis para recibir con caridad a vuestros hermanos que están por llegar, les habréis recibido con la mejor de las bienvenidas, con el más elocuente de los testimonios que de mi verdad podréis dar. Ante esa prueba, muy pocos resistirán, mas si por otros medios quisieseis hacerlos comprender mi mensaje, tendréis que luchar mucho, porque el mundo se encuentra cansado de palabras, de doctrinas y filosofías. El mundo, de lo que se encuentra hambriento hasta la angustia y sediento hasta la muerte, es de amor, por eso os repito, que una obra de caridad, aunque pequeña, pero sincera, sentida y verdadera, podrá más que mil sermones o discursos de palabras bellas, pero huecas y faltas de verdad, como son las que día tras día escuchan los pueblos del mundo, sin que aquellas palabras sean llevadas a la práctica. 66. Preparaos más para lo que vais a decir, aunque también os ayudará vuestra elocuencia y aún los escritos os podrán servir como báculo o sostén para vuestra memoria; pero no olvidéis que lo que realice vuestro espíritu, lo que brote de lo más profundo de vuestro ser, será la más fecunda de vuestras simientes, aquélla por la que llevéis mayores beneficios a vuestros hermanos y al mismo tiempo por la que obtengáis mayores dichas, cuando llegue el instante de recibir vuestro galardón. 67. Pueblo amado: Venid a Mí, unificad el pensamiento con la conciencia para que sintáis mi paz. 68. Lo que Yo vengo a entregaros en mi palabra será vuestro baluarte para el mañana, vuestra espada y vuestro escudo, y cuando os hayáis unificado en la espiritualidad, vendrán hacia vosotros las distintas religiones para que os améis los unos a los otros. 69. Os he dicho en mi palabra que el tiempo de mi comunicación con vosotros a través del entendimiento humano presto está a finalizar, mas el eco de mi voz divina lo seguiréis recibiendo en lo más íntimo de vuestro ser. 70. Vosotros, al despuntar la luz de este nuevo día, habéis percibido el llamado de la campana sonora que se escucha entre la humanidad. Fuisteis los ciegos que contemplasteis el resplandor de esta luz y que os sentís guiados por mi caridad hacia el camino. 71. Sois mis discípulos, los precursores de las multitudes que mañana vendrán hacia Mí, los que como emisarios llevaréis este mensaje de paz, de vida, de amor y de luz. Con vuestros ejemplos daréis testimonio de la verdad que predicáis. 72. Las pruebas y tropiezos que habéis tenido, sean entre vosotros la luz de la experiencia, para que el mañana caminéis con rectitud en mi camino. 73. Yo os he revelado el porqué de cada acontecimiento y de cada prueba de dolor entre la humanidad. La razón por la que en este tiempo de mayor perversidad, he venido a iluminaros con la luz del Espíritu Santo y he reunido a las doce tribus de mi pueblo escogido de Israel. 74. Así como en el Primer Tiempo llegasteis a la Tierra de Canaán, así quiero que ahora os encaminéis hacia la verdadera Tierra Prometida. Ya habéis empezado a dar los primeros pasos para escalar la montaña en cuya cúspide está la gran ciudad que os espera. 75. En el mañana vosotros no os sentiréis huérfanos porque Yo y mi Mundo Espiritual estaremos velando por vosotros, para que podáis dar cumplimiento a vuestra misión: dar a conocer a la humanidad página tras página el Libro de mi enseñanza. 76. Vuestro trabajo no termina en 1950, pero muchos de vosotros vais a apartaros del camino, mas bienaventurados aquellos que permanezcáis firmes porque seréis como columnas de mi templo. 77. Os preguntáis: ¿Se irá el Verbo del Padre y no volveremos a sentir ese amor? ¿Se irá el Maestro y no volveremos a escuchar aquella palabra que ha sido la alegría de nuestro espíritu y su fortaleza? No mi pueblo, el Padre no se aleja, el Maestro seguirá en su misión de luz. Hoy me habéis escuchado por uno y por otro entendimiento, mas el mañana no habrá límite en vuestra preparación, porque todos podréis comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu. Y por todo aquél que esté preparado, Yo derramaré mi inspiración, entonces conoceréis el verdadero éxtasis. Entonces la manifestación del Maestro no tendrá límite. De la misma manera tendréis las manifestaciones de los seres de la alta escala espiritual. 78. Oraréis en silencio y Yo recibiré vuestra ofrenda, y os responderé engalanándoos con mi bendición. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 362 1. El Maestro os recibe en su caridad infinita para que escuchéis su palabra. 2. El Padre os dice: Comprended lo que os confío espiritualmente para que os dispongáis a esparcir este mensaje entre la humanidad, porque pronto llegará el momento en que ya no escuchéis mi lección a través de un portavoz; os lo he anunciado y mi palabra es de rey y ha de cumplirse. 3. Desde 1866 preparé el entendimiento del hombre para transmitir mi palabra y esta manifestación ya toca a su fin. 4. Mi Obra no es nueva, estáis ya en el Tercer Tiempo, en el cual la humanidad se encuentra evolucionada. 5. ¿Acaso mi palabra os ha confundido, pueblo amado? Os encontré en diversos caminos: a unos en el fanatismo, a otros en la idolatría, atribuyendo el destino de los hombres a los astros y a otros más negando mi presencia en este tiempo, y por eso os encontré débiles. He venido espiritualmente en este Tercer Tiempo para alimentaros con mi palabra. 6. En tres tiempos os he doctrinado y en este Tercer Tiempo algunos habéis negado la verdad de mi Obra Espiritualista Trinitaria Mariana, y habéis caído nuevamente en idolatría y en confusión creyendo cumplir con mi voluntad. 7. Desde el Primer Tiempo comenzó mi Obra a manifestarse, haciéndoos reconocer a un solo Dios Verdadero. 8. En este tiempo he preparado cerebros humildes a través de los cuales os he entregado mi palabra, porque siempre he buscado la sencillez. 9. Así en el Primer Tiempo preparé el entendimiento de Moisés, hombre humilde lleno de virtudes, espíritu grande. Por su conducto entregué la Ley a mi pueblo de Israel y lo guié por el desierto durante 40 años para llevarlo a la Tierra de Promisión. 10. En el Segundo Tiempo vino el Verbo de Jehová a encarnar como los profetas lo habían contemplado, mas Elías vino primero a preparar su camino. 11. Ahora estáis en el Tercer Tiempo, el tiempo del Espíritu Santo. Desde 1866 preparé el entendimiento humano para que sirviera de pedestal a mi Rayo Divino y desde ese tiempo os estoy hablando a través de varones y (Falta una palabra) 12. Es la era en la cual el espíritu debe doblegar con amor a la materia y la materia debe ser dócil al mandato del espíritu. 13. El espíritu evolucionará de un plano a otros de la escala y así cumplirá su misión, que en la materia no pudo llevar a su final. 14. ¿Dónde existe la mentira? Dónde han convertido mi Obra en mercadería, dónde han interpretado mal mi palabra dada en todos los tiempos. Yo siempre os he pedido mi templo en vuestro espíritu, pero ha sido grande vuestra confusión cuando en lugar de eso, habéis erigido templos de granito y les habéis adornado con ricas pedrerías e imágenes hechas por la mano del hombre. 15. Humanidad: os he encontrado convertidos en idólatras, buscando mi Espíritu en figuras limitadas. ¿No recordáis que en el Segundo Tiempo Yo os conduje a la rivera de los ríos para daros mi enseñanza? ¿Acaso Yo os enseñé la idolatría en aquellos tiempos? No, ahora, en este tiempo, vengo buscando el templo de vuestro corazón, el templo que no será destruido por los elementos, porque mi Obra que daréis a conocer, será blanca y pura como es mi lección; en esa forma será destruido el fanatismo y la idolatría. 16. Yo quiero contemplar el templo de vuestro corazón siempre preparado para que Yo more en él; al cual no adornareis con flores de los campos, sino con las buenas obras de vuestro corazón, con la oración. En ese templo quiero contemplar una antorcha cuya luz nunca se extinga: la fe. Así, cuando los elementos se encuentren desatados, vosotros seréis la barquilla de salvación para vuestros hermanos. 17. Venid a Mí, oh pueblo amado, para que sea en vosotros el maná de mi palabra; dejad que su esencia sea vida en vuestro espíritu. He venido en este tiempo a entregaros nuevamente mi Ley, mi verdad y mi amor. 18. Contemplad a la humanidad que se encuentra menesterosa por sus pecados; vosotros debéis levantaros para ayudarla entregándole mis enseñanzas, para que ella se eleve en oración. 19. Israel: El tiempo de la lucha ya es entre vosotros y no está lejano el instante en que la humanidad saboreará un cáliz muy amargo; entonces vosotros os elevaréis en oración sintiendo el gran dolor de vuestros hermanos, mas comprended que por amor a vosotros y a toda la humanidad os mostré el sendero del cumplimiento, derramando hasta la última gota de mi sangre y por lo mismo he venido a preparar al mundo con mi palabra a través de vosotros mismos. 20. Soy el consolador de los afligidos, soy el Padre amoroso que vengo a alentaros en vuestros caminos. Las naciones claman, ellas han menester mi palabra, me buscan y no saben encontrarme van siendo azotadas por los aires huracanados y en los mares de su maldad encuentran la muerte. Y vos, pueblo, levantaos cual soldado fuerte para que la humanidad sea conmigo en este tiempo. 21. Israel: Vengo a prepararos con mi fuerza, apoyaos en mi Ley, arrepentíos para que el mundo del pecado quede a vuestros pies. 22. Mi palabra viene a entregaros la luz de la verdad. 23. No quiero contemplar esta Tierra sembrada de cadáveres, quiero que como un nuevo Lázaro se levante de la fosa, y con la potestad que a vosotros os he entregado, le ayudéis a encontrar la vida eterna. 24. Pueblo: ¿Qué os hace falta para que os levantéis a cumplir mi voluntad? Levantaos con la cruz del cumplimiento. Bienaventurado aquél que cumpla porque Yo le entregaré todo lo que he prometido y cuando lleguéis a mi Reino os diré: Bienvenidos seáis, pueblo amado, preparad vuestro corazón cual libro abierto para que en él grabéis mi divina enseñanza. 25. Soy entre vosotros porque necesitáis mi luz. En este Tercer Tiempo no habéis espiritualizado vuestro corazón, mas Yo he venido a prepararlo con amor. 26. Vengo a daros el consuelo y os he probado para que os deis cuenta si habéis aprovechado mi palabra. Cumplid mi Ley y encontraréis la verdadera felicidad, pero cuando habéis sido desobedientes, sólo habéis sentido dolor. 27. Muchos me han reconocido, han escuchado mi voz y se han elevado cerca de Mí. También el mundo, cansado de su materialismo, busca a su Padre. Mas vosotros sois mis escogidos a quienes he alimentado con mi palabra, para que hagáis el llamado a vuestros hermanos, para que ellos reciban la luz que a vosotros he dado. 28. Os he estado preparando, porque quiero que a imitación mía hagáis obras de verdadero amor. 29. La humanidad se encuentra confundida, va apurando el cáliz del dolor y desconociendo lo que en mi Obra le he entregado con tanto amor; han dado cabida en su corazón a la tentación y han hecho florecer la mala yerba, no siendo esta mi voluntad. 30. En el Tercer Tiempo he venido a servirme de hombres de buena voluntad, en unos he encontrado la buena intención, en otros la inspiración y en otros la obediencia y la práctica de mis enseñanzas. 31. Mas en verdad os digo que la tentación toca a mi pueblo para despojarlo de mi gracia y de mi luz. Grande es la lucha del Maestro, mas Yo derramo mi caridad en mi pueblo escogido, porque contemplo desgarrada la vestidura blanca que le he entregado. 32. Todo lo que ha hecho falta a vuestro espíritu, se lo he concedido; os he dado mi palabra para que podáis espiritualizar vuestro corazón. 33. Preparaos, mi pueblo, el mundo os necesita, mirad cómo alimenta sus guerras, la tentación les ha tocado y por eso no se pueden levantar; mas Yo me encuentro iluminando a la humanidad para que reciba mi paz. 34. Mi Reino es de paz y amor. Os pido, mi pueblo un átomo de buena voluntad, un propósito firme y un deseo infinito de servir a la humanidad. Quiero que sintáis su dolor en lo más recóndito de vuestro ser, que tengáis caridad de aquéllos que no han escuchado mi palabra y que solamente se debaten en sus sufrimientos. Mirad, mis hijos, cómo el ay de dolor es en todas las comarcas, cómo se estremece la humanidad, cómo se lava el culpable. 35. Multiplicad entre vuestros hermanos la simiente del amor, utilizad vuestros dones para que alcancen su salvación, porque vosotros sois los indicados para hacerlo porque en vuestras manos he confiado la llave para que abráis las puertas de mis nuevas revelaciones a la humanidad. 36. Cuando hayáis cumplido vuestra misión, Yo recibiré vuestra semilla multiplicada. Sois la lámpara que debe alumbrar la tiniebla de los pueblos. 37. Comprended que lo que os he entregado es eterno porque lo he depositado en vuestro espíritu. He puesto mi Obra en vuestras manos para que trabajéis por la salvación de la humanidad. Os he dado la Ley, por la cual han de regirse las naciones, mas no os confundáis en el camino. Si colaboráis con el Padre en esta Obra universal, no practiquéis ritos ni alimentéis la idolatría. Analizad mi divina enseñanza, comprended mi intención divina, lo que en inspiración vengo a entregaros, puesto Yo me comunico con vuestro espíritu. 38. Yo os he enviado a este mundo, sois mis servidores. Los unos se encuentran encarnados y los otros en espíritu y éstos se han comunicado por conducto de los cerebros preparados. Ellos han venido a una restitución. En estos mis siervos existe el amor porque de Mí han brotado; están iluminados porque de mi luz divina les he bañado y a todos les he donado. Mas ellos en su humildad serán siervos y no señores de la humanidad. 39. Elías vino al mundo como precursor de mi venida en el Segundo Tiempo, Fue el profeta de la verdad a quien Yo envíe porque la humanidad estaba siendo guiada por falsos discípulos y era menester que todos retornaran al redil, porque todos han de llegar al Reino de los Cielos. 40. En el Tercer Tiempo envié a Elías nuevamente en espíritu para comunicarse a través de Roque Rojas, para que el hombre recibiere después mi manifestación a través de los portavoces. 41. Sentid el sufrimiento de la humanidad, porque no encuentra la barquilla salvadora, no ha logrado contemplar la luz de la nueva aurora. 42. En cumplimento de las profecías de los tiempos pasados, he venido en espíritu en este Tercer Tiempo y me he comunicado por conducto del entendimiento humano. Mi Espíritu ilumina a la humanidad desde la nube. 43. Soy la verdad que vengo a preparar los corazones para que reconozcan mi camino y se den cuenta de que Yo no he abandonado al mundo. 44. Me encuentro entre vosotros como libro abierto. Os estoy entregando la misma enseñanza que en los tiempos anteriores ha recibido vuestro espíritu, mas ahora habéis evolucionado y por eso en el tercer Tiempo mi Verbo Divino se ha manifestado a través del entendimiento humano. 45. Envío mi Rayo Universal para aleccionar, despertar y hacer reconocer a vuestro espíritu, cuál es su restitución y cómo ha de levantarse en el camino a cumplir su misión; porque los tiempos le han sorprendido y no ha sabido alcanzar la debida evolución en sus distintas reencarnaciones. 46. No habéis sabido doblegar vuestra materia para hacerla dócil y obediente a mi Ley, porque os habéis sentido débiles y habéis caído en tentación, porque no os habéis fortalecido con la esencia de mi palabra divina. 47. Siendo el juez y el todopoderoso, no os he abandonado ni os he juzgado, no obstante que me habéis ofendido e infringido mi Ley. 48. Nuevamente os he dado a conocer cómo habéis de llegar al camino perfecto que os he trazado para que podáis encontrar la vida del espíritu. 49. Todos habéis venido en este tiempo al cumplimiento de la misión que os he encomendado. Mas cuando os he visto durmiendo, os he hablado reclamándoos el no haber sabido escuchar la voz de vuestra conciencia. 50. He derramado mi Verbo Divino como agua cristalina en vosotros. Mi amor y la esencia de mi palabra los he depositado en vuestro corazón cual enseñanza perfecta y única y ¿Cuál ha sido el ejemplo que habéis dado a vuestros hermanos? 51. El mundo no ha reconocido por vuestra falta de preparación la magnitud de la Obra que en vuestras manos he confiado. La humanidad no ha sentido en su corazón la paz de mi Espíritu Divino, se encuentra dividida alimentando distintos ideales, buscando nuevas deidades y nuevas leyes para nombrarse ellos mismos los representantes de Dios en este mundo. 52. Os he hablado con justicia para que reconozcáis vuestros errores y seáis el ejemplo para los demás, porque vosotros sois los hijos de la luz, el sabor y la sal del mundo, reconocidos como el pueblo de Israel Espiritual. 53. Soy vuestro Maestro que os envío mi luz para apartar de vosotros toda tiniebla, para convertiros en los buenos discípulos que practiquen mis enseñanzas y convirtáis a vuestros hermanos. 54. Os he hablado de los apóstoles que mi caridad entresacó en el Segundo Tiempo, a ellos les concedí una prueba para que creyeran en Mí y me siguieran. Al reconocer que en verdad se encontraban ante el Maestro, de hinojos ofrecieron seguirme para convertirse en mis discípulos, en los predicadores de mi Ley, de mi Obra. 55. Sus corazones eran frágiles al igual que los de vosotros; era necesario que el Maestro les pulimentara hablando delante de ellos; era menester que el Maestro grabara en su corazón sílaba tras sílaba de la Ley para convertirlos en los buenos discípulos, y después que recibieron mis enseñanzas y todas las pruebas de amor que les concedí, fue mi voluntad enviarlos a los caminos para que ellos hablaran de lo que de Mí habían escuchado. 56. Mas antes que el Maestro partiera, era menester probar sus corazones, para ello les envié a distintos caminos para ver su confianza, fortaleza y convicción en mi verdad. Mas al encontrarse sin la presencia del Maestro, se sintieron como niños, decayó su ánimo, se debilitó su voluntad. Escasa era aún la elevación y la confianza en ellos mismos. Así fueron saboreando la amargura y derramando su llanto, mas el Maestro les reunió nuevamente para brindarles confianza y amor. 57. Cuando vine a este mundo, Yo no me inspiré en ningún ideal humano, ni tomé enseñanzas de ninguna religión o conocimiento. Yo era el saber, la perfección, el mismo Dios que se hizo hombre en este mundo para dar fiel cumplimiento a la ley mosaica que habían desconocido. 58. Cuando las multitudes se reunían para escuchar las enseñanzas de Jesús, mis apóstoles concentraban su atención y con respeto escuchaban mi palabra. Una frase era suficiente para que conocieran la infinita caridad del Verbo Divino. Una palabra era bastante para que ellos forjaran un libro de inmensa sabiduría y conocimiento de la Doctrina que Yo me encontraba esparciendo. Porque Yo les di una enseñanza perfecta, para que mis escogidos pudieran estar al frente de la humanidad y guiarla por el camino del amor, de la paz y de la comprensión. 59. Nunca os he abandonado, siempre he velado por vosotros, por toda la humanidad, dando a cada uno lo que le hace falta, para que vuestro espíritu pueda fortalecerse y él mismo pueda romper los eslabones que le atan a la materialidad. 60. Nuevamente he venido en Espíritu en este tiempo como poder y amor sobre esta humanidad, cuando perdida se halla y los hombres han hecho el llamado a la guerra; cuando los elementos se han desatado y las pruebas y las enfermedades abaten a las comarcas y en los hogares colocan el crespón de luto; cuando el corazón solloza y la materia afligida va transitando por los caminos de su vida, sin encontrar la orientación ni la mano que con bondad le brinde el pan, la fortaleza y la ayuda. 61. El Padre amoroso no puede abandonar a la humanidad en su incertidumbre, en su pena o en su aflicción. Las profecías que os he entregado cumpliéndose están. 62. Apartaos de la materialidad para que podáis cumplir con la Ley divina y espiritual que Yo os he entregado; es perfecta, pura y llena de luz para que encontréis la vida, la caridad y sepáis conduciros por el camino del amor, de la comprensión y de la moral. 63. Vuestro corazón no se ha doblegado ante mi amor; vuestra tiniebla e incomprensión no os han permitido encontrar la esencia de mis enseñanzas dentro de la luz perfecta que estoy derramando en vuestro espíritu y vuestro oído no me ha escuchado ¿Queréis por ventura que Jesús descienda a materializarse para que lo sintáis cerca de vosotros y podáis con la mano tocar su herida, tocar sus vestiduras? No, ese tiempo ya pasó. 64. Discípulos amados: En verdad os digo que estoy derramando mi Espíritu Santo entre vosotros y la esencia de mi palabra en vuestro corazón. 65. Recibo como Padre a todo el que está escuchando mi palabra y a todo el que está dispuesto a llevar su planta por doquier de los caminos, según mi voluntad. 66. Vengo en este tiempo para que sintáis nuevamente la fe, la confianza y el calor de mi amor; para que viváis conmigo por toda la eternidad, para que podáis recrearos y leer como en un libro abierto mis revelaciones y enseñanzas. 67. Mi Espíritu Divino se encuentra en este tiempo como una estrella refulgente ante vuestro espíritu. Os entrego mi luz y mi amor, para que siempre tengáis confianza en vuestro Padre y Creador; porque ha llegado el tiempo en el cual quiero contemplaros con la preparación en vuestro espíritu. Ya no quiero que digáis que vuestro Padre se ha alejado de vosotros; no, mis hijos, no estáis solos. 68. No quiero contemplaros en vuestro camino con la turbación en vuestro espíritu, porque la luz del mediodía se encuentra iluminando vuestro corazón. 69. En este tiempo voy a entregaros lo que tenía para vosotros en mi arcano, para eso es menester que sepáis buscarme en lo más recóndito de vuestro corazón; es menester que sepáis cumplir con mi Ley divina para que no os equivoquéis y no llevéis a la confusión a vuestros hermanos, sino que sepáis comprender y analizar mis enseñanzas y seáis mis verdaderos discípulos que las practican. Así la ceguera jamás existirá en vuestros ojos espirituales y vuestros oídos estarán preparados para escuchar mi voz, para que en verdad sintáis que el Maestro, el Salvador del mundo, se aposenta en vuestro corazón y desde allí se manifiesta. Así daréis testimonio ante los hombres. 70. Para que este mundo sea purificado, es menester que espiritualicéis vuestra vida, que seáis un santuario vivo y os apartéis de lo que no os pertenece y limpiéis vuestro espíritu de la lepra y de la escoria. 71. Sin saber a qué veníais y por qué el Padre os hizo el llamado, os acercasteis y Yo os he recibido y con amor os he preparado. Si por instantes el dolor os ha tocado, después Yo os he entregado el consuelo y os he dado vida, alentándoos y fortaleciéndoos con mi caricia, para que podáis arrepentiros de las malas obras, porque en verdad quiero que limpios y purificados os presentéis delante de Mí. 72. De no ser así, no estaríais aposentados en mi mesa en este Tercer Tiempo, no aceptaríais tomar las aguas que os purifican y os marcharíais por caminos equivocados; pero la voz del Padre resonó en vuestro corazón y removió vuestra sensibilidad y pudisteis haceros presente ante vuestro Señor. 73. Yo os preparé y fortalecí, cuando vuestra fe estaba presta a extinguirse, Yo soy el que la ha encendido, para que la alimentéis, porque no quiero que se pierda. Quiero que con vuestra preparación os desmanchéis, porque en verdad vosotros sois los escogidos y a su vez quiero que vosotros libréis a vuestros hermanos de las tinieblas; para eso debéis reconocer a vuestro Dios en el fondo de vuestro corazón y extender el conocimiento de mi Doctrina por el mundo, encendiendo en cada corazón una antorcha. Ese es el culto que vuestro Dios y Señor espera de vosotros y el que también espera la humanidad. 74. He venido a enseñaros a elevar y a comunicar vuestro espíritu con el Divino Espíritu, os pido regeneración os digo: Vuestro Padre es todo amor y caridad y me manifiesto en la plenitud de mi Creación. Os he enseñado cómo debéis de llevar mi amor, os he libertado y ya no estáis en la esclavitud, porque he quemado todo lo impuro que en vosotros existía y ese fuego ha purificado vuestras obras y vuestros pensamientos. He roto los lazos que os unían a este mundo. 75. Ibais caminando por sendero equivocados, por caminos que os a la muerte; por eso mi palabra ha ido enseñándoos, como la voz que corrige y que os despierta de vuestro profundo letargo. Viene a recordaros lo que habíais olvidado. Os he ennoblecido y he convertido vuestro corazón en un santuario. 76. Esta ha sido mi lucha por salvaros, para quitaros las vendas que os cubrían, para enseñaros a contemplarme en mi verdad. De los parias que erais ayer, os he convertido en los hijos de la luz, en los hijos escogidos que llevan las mejores vestiduras, aún estando encarnados. Ha sido mi voluntad que os dierais cuenta de mi presencia para que os preparaseis y vivieseis en mi reino. Yo he querido que vosotros seáis los primeros en verme y sentirme espiritualmente, para que deis testimonio a vuestros hermanos. Decid que la hora ha llegado para que se preparen, para que tengan fe los incrédulos. Decid a los hombres que mi Reino está presente en su propio espíritu; vais a tocar los corazones de puerta en puerta para despertar a los dormidos, porque en ellos la muerte se ha enseñoreado. 77. Los hombres han desatado las guerras para defender sus tronos y poderíos pasajeros. Id y decidles que el Príncipe de la paz ha venido a luchar en contra del mal, mas esta lucha es con armas de amor y de luz; porque he escuchado el gemido y el llanto de las viudas, el clamor de los huérfanos, he visto la inquietud y el odio de los hombres. 78. Id a decirles que ha llegado el Dios vivo, que no necesitan de los dioses hechos por su propia mano, ni de los templos materiales; que el Dios del amor, de la luz y de la paz, está llamando a todos sus hijos, para que se regeneren y escuchen la voz de la conciencia. 79. Yo os digo: Bienvenido el hijo pródigo. Mucho habéis llorado, porque encontrasteis la maldad y os habíais apartado de mi caridad eterna; solamente y contemplabais los abismos, los desiertos, mas ahora contemplad las fuentes de agua viva que mitigaron vuestra sed para siempre; ved el árbol de la vida que os brinda sus frutos y su sombra bajo su follaje. Os ofrezco abrigo y alimento, y apartaré vuestro materialismo de los tiempos 80. Vengo a confiaros el evangelio que vosotros predicaréis para que la humanidad me reconozca y se levante buscando mi amor. Decid a vuestros hermanos que como Padre lleno de amor, les espero con mis brazos abiertos. Decidles que ya es tiempo de su unificación espiritual, de borrar sus fronteras y de abolir el distanciamiento entre ellos, porque para Mí todos sois mis hijos y a todos os amo por igual. Llevadles estos mensajes, id en mi representación y en vuestro camino imitadme, que vuestras palabras sean de aliento, de consuelo y de vida. 81. Luchad en vuestro camino y venced la tiniebla del mundo; apartad de los corazones la idolatría, preparad el camino para que todos lleguen a Mí. Por doquier que hagáis el llamado, no seréis vosotros sino Yo quien haga oír mi voz y adonde vayáis, allí estaré Yo. 82. El Padre os dice: Preparaos porque voy a morar en vuestro corazón; cuando seáis dignos y vuestros espíritus se encuentren fuertes, entonces no seréis vosotros los que vayáis entregando a la humanidad, sino Yo con infinito amor. 83. Entended que voy a servirme de vosotros, debéis de prepararos para dar testimonio de Mí, mostrando a la humanidad el estandarte de la paz y de la Ley como puerto de salvación para los náufragos. Hablad de espiritualidad sin temor a las teorías, a las falsas doctrinas, decidles que el Padre no quiere la perdición de la humanidad, que El busca la salvación de todos sus hijos. 84. Decid que vosotros también llegasteis a Mí sin bien alguno, que eráis sordos y ciegos a la verdad. Decid que el pecador empedernido que ha perdido la fe podrá salvarse, que Yo sabré limpiar y purificar su espíritu. No temáis, por lo tanto, descender a los abismos para salvar a vuestros hermanos, subid a las montañas y ahí entregad también; mas sed humildes, mansos de corazón y virtuosos. Como guía, os dejaré la luz del Espíritu Santo que se encuentra derramada en todo el Universo. 85. Cuando las interpretaciones equivocadas de vuestros hermanos se interpongan a vuestro paso, decidles que, los que están sanos, no necesitan del médico, velad y orad, elevaos espiritualmente a Mí, porque Yo derrumbaré la torre de Babel, destruiré los ídolos, confundiré a los sabios, mostraré mi luz, quitaré la ceguera a los hombres y arrancaré de raíz los odios y las malas voluntades. Yo haré que los muertos resuciten, que los que se han creído grandes, vean su pequeñez y haré que los soberbios se dobleguen ante Mí. 86. Busco la salvación del espíritu y en este tiempo de gran lucha, debéis hablara a aquellos que quieren nuevamente crucificarme. 87. El Padre os dice, si me amáis, dad cumplimiento a mi Ley, preparaos. Si os sentís débiles o algo os hace falta, pedid al Padre que Yo os escucharé, mas pedid lo justo y Yo os llenaré de mi gracia. 88. Si os preparáis, Yo haré de vosotros mis apóstoles para que manifestéis mi amor. Mas no os engrandezcáis ni deis pasos agigantados, para que no os confundáis. Cuando sea llegado el tiempo, Elías, con la luz de mi Espíritu Santo os preparará. 89. Los dones que os he entregado no los quito ni los cambio, ellos serán en vuestro espíritu eternamente y cuando lleguéis a la cumbre de la montaña, contemplaréis el fruto de vuestra lucha. 90. Guiaos con mi enseñanza perfectísima, en vuestro corazón llevad la calma y la paz, para que de ello deis a los demás. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 363 1. Discípulos amados, venid a escuchar la palabra que os hará fuertes. Tened la convicción de la verdad de mi Obra para que la practiquéis y con vuestro ejemplo vayáis mostrándola a vuestros hermanos. 2. Cuando el hombre se regenere, cuando mi verdad reine en él y sus facultades se sobrepongan a sus pasiones mundanas, entonces habrá comprendido mi Obra. 3. Grande es la labor de mis labriegos, y el camino por recorrer es muy extenso. Su labor se ha iniciado y la semilla está sembrada, mas vendrán otros labriegos a recoger el fruto, para ser nuevamente sembrada la semilla a través del tiempo. En vosotros está, pueblo mío, el hacer que se reconozca mi Obra en este tiempo y que la humanidad reciba la gracia de mi sabiduría infinita como nunca había podido sentirla. 4. Mi luz, al esparcirse en todo el Universo, ha dado origen a que se busque mi verdad en cada doctrina, esa es la razón de la actitud de los hombres en sus distintas creencias. 5. Es el cumplimiento de lo que había sido profetizado. ¿Quién es aquél que lleva la verdad? ¿Quién es aquél que con piel de oveja encierra dentro al lobo hambriento? ¿Quién es aquél que con limpio ropaje asegura absoluta pureza dentro de sí? 6. El Espiritualismo debéis practicarlo para encontrar mi verdad, porque la humanidad se ha dividido en tantas creencias e ideas, como evolución ha tenido el cerebro del hombre. 7. Así se han venido formando, sectas y religiones y será para vosotros muy difícil juzgar acerca de la verdad que hay en cada una de ellas. 8. Mi Doctrina ilumina los pensamientos e ideas del hombre y poco a poco irá cada uno comprendiendo las bases para perfeccionar sus obras encauzándolas por un sendero más perfecto y elevado. 9. El Espiritualismo no es una doctrina nueva que venga a lograr la evolución de las creencias de eras pasadas, no, es la misma revelación del Primero y Segundo Tiempos. Es la base de todas las religiones, la que en estos momentos de división he venido a recordar a la Humanidad para que no se olvide de sus principios. Las obras del hombre, sus costumbres y formas de impresionar los sentidos para halagarse y envanecerse en sus distintas religiones, están en contra de lo que mi Obra viene a mostrar al mundo. 10. YO, a través de Jesús, os dejé la Doctrina perfecta para que existiera un entendimiento de amor entre los hombres. Sus obras fueron bendición para el mundo. Ahora se piensa nuevamente en los principios cristianos, mas el mundo está tan alejado de ellos, que solamente las pruebas que está viviendo la humanidad, le harán recordar el amor que enseñó el Maestro con su ejemplo. 11. Mi Doctrina es la Luz que debéis buscar para que la paz reine siempre entre la humanidad. 12. En todo acto que lleve propósitos de bien, se manifiesta mi Obra; es parte esencial de todo lo que el hombre puede edificar con fines benéficos, con verdaderos propósitos de ayudar a la humanidad, de acercar a los pueblos, de encauzar a los hombres por el camino de la elevación y la nobleza. 13. La espiritualidad que vengo a enseñaros nuevamente, es la Obra divina que siendo tan grande, puede limitarse para manifestarse en un acto de amor; mas no vayáis a equivocaros y quedéis sujetos a las prácticas de alguna religión, ni tampoco sigáis las ideas que otros hombres han establecido como inmutables. 14. Os he dicho que mi Obra no viene a dividiros, que debéis unificar vuestros pensamientos, hacer el bien compartiendo mis enseñanzas con vuestros hermanos. Si ellos las practican, no importa cuál sea su Doctrina, ellos sentirán la espiritualidad, cuando derramen su amor entre sus hermanos. 15. Hay muchos que entienden la esencia espiritual de mi Obra y la practican por la satisfacción que da el prodigar el amor y la caridad. 16. Cuando llegue el momento en el que mi palabra ya no se escuche a través del entendimiento humano, habrá quienes traten de hablar usurpando mi nombre, mas ya os he dicho: serán impostores. 17. No os dejaré solos, vuestro entendimiento recibirá continuamente mi inspiración. Estaré en vuestras palabras, en vuestros actos. Podréis continuar reuniéndoos para recordar mi palabra, para ello os he permitido que quedará escrita, para que sea en vosotros tema de estudio constante, mas no es mi voluntad que en vuestras reuniones tengáis prácticas materializadas, porque lo que os he enseñado, degenerarla en ritos y tradiciones. 18. Os he entregado mi Obra, cada uno de vosotros tiene un camino a seguir, una obligación que cumplir; ajustad vuestras necesidades a las enseñanzas de mi Doctrina. En todos vuestros actos encontraréis la oportunidad de amar y perdonar a vuestro prójimo, de perdonar a vuestros hermanos, no bajo un aspecto místico, sino como un acto natural, de acuerdo con el momento de evolución que vivís. De esta manera el mundo poco a poco irá comprendiendo 19. Si la humanidad hubiera escuchado, comprendido y analizado mi enseñanza, un camino de verdad y amor se hubiera abierto ante ella en el horizonte y no estaría pasando las pruebas de dolor y zozobra en que se halla. 20. Comprended que ninguno es justo ni perfecto, vuestras faltas son grandes, lucháis con vosotros mismos. Es precisamente por lo que os he entregado mi caridad. 21. Como aquel grupo de discípulos que escogí, que lloraron la partida de Jesús, pero que después tuvieron la inspiración divina y sus mentes se iluminaron y dieron su vida por defender mi Obra, así vosotros también lloraréis la partida del Maestro en sus manifestaciones, mas vuestro cerebro se abrirá vuestro corazón se inflamará de amor y caridad hacia vuestros hermanos y me seguiréis amando al amar y perdonar a vuestro (falta una palabra) 22. Entonces se manifestará mi verdad espiritualmente y todo será más grande, justo y verdadero. 23. Si la humanidad no está en armonía con la ley universal que rige toda la creación, vendrá un descontrol que se manifestará en la fuerza de los elementos. 24. El hombre ha disgregado los átomos, su cerebro evolucionado aprovecha ese descubrimiento para obtener fuerzas mayores y ocasionar la muerte. 25. Si el hombre hubiera evolucionado espiritualmente a la par de su ciencia y de su intelecto, hubiera aprovechado el descubrimiento de elementos nuevos en beneficio de la humanidad. Mas su atraso espiritual es grande por ello su mente egoísta ha encauzado su fuerza creador en perjuicio de la humanidad, usando elementos de destrucción, apartándose de los principios de amor y caridad de Jesús. Por ello cuando miréis que caiga del cielo la lluvia de fuego, no será porque el cielo en sí se abra o el fuego del sol os torture, no, es la obra del hombre la que sembrará muerte y destrucción. 26. He venido en este tiempo a recordaros mi Doctrina de amor y mañana los hijos de vuestros hijos podrán escuchar el eco de mi voz invitándolos a que recapaciten, a que se den cuenta que hay fuerzas mayores que pueden destruirlo. 27. Os digo tal como entonces dije a mis discípulos: Velad y orad para que no caigáis en tentación, porque tiempos de amargura contemplaréis. Mas si vuestra fe es grande, veréis que todo es para beneficio de la humanidad y en el futuro, cuando comprendan los hombres que sólo han trabajado para el odio y la destrucción, las fuerzas de la naturaleza serán desatadas en beneficio de la humanidad y prodigarán amor y permanecerán en paz. Entonces el Espíritu encontrará un camino más propicio para su evolución, porque Yo, oh discípulos amados, he venido a daros la paz y el consuelo, os he hablado de una vida mejor y os he revelado los grandes prodigios que vuestro espíritu podrá mostrar al mundo. Porque vosotros daréis la vista a los ciegos y sanaréis a los enfermos del espíritu con mi palabra de amor. Haréis que los paralíticos dejen su lecho para seguirme. 28. Llegará el tiempo en que por vuestro cumplimiento y espiritualidad me comprenderéis mejor, entonces os sentiréis unidos y habrá gozo en vuestro espíritu, entonces todos sabréis velar y orar para que mi Obra bendita la contemple el mundo con la pureza con que os la he confiado. 29. Llegará el momento en que cada secta y religión se escudriñe así misma para buscar lo que pertenece a mi Obra, mas para encontrar ese tesoro será menester que eleven su espíritu y que escuchen la voz de la conciencia. 30. Hoy el Maestro os sigue doctrinando y convirtiendo en verdaderos cristianos a los hombres. 31. No sabéis vosotros, mis discípulos cuándo veréis el fin de vuestra misión, cuándo llegaréis al triunfo en vuestra lucha, porque de generación en generación seguiréis trabajando para lograr que la espiritualidad sea en la humanidad. Vosotros cruzaréis las fronteras y los mares, iréis a las provincias, comarcas y naciones a dar a conocer mi verdad. 32. Así como en el Segundo Tiempo cuando mis discípulos bañados con la luz del Espíritu Santo se levantaron sin temor al mundo y sin medir las distancias para entregar mi Doctrina, así vosotros os prepararéis y cuando sea el momento llegado os levantaréis al cumplimiento de vuestra misión. 33. En esta Era me he encontrado cual Maestro de Maestros, nunca os he entregado mentira, siempre os he hablado con verbo humilde y sencillo para que vuestro espíritu y corazón pudieran sentirme y alimentarse con la esencia que fortalece, que vivifica. 34. Yo os conozco y en todos los tiempos en que os he enviado a reencarnar, me he manifestado delante de vosotros. Mas vuestro cerebro no puede recordar vuestras pasadas reencarnaciones. 35. Nunca he apartado vuestra planta del camino del cumplimiento, nunca os he entregado distinta Ley, ni os he conducido por las veredas que el hombre ha trazado. En cada tiempo la humanidad ha transitado a su libre albedrío y ha mostrado a las multitudes deidades que ha forjado en su cerebro, de sus labios han brotado palabras falsas, profecías mentirosas y ha habido corazones débiles, espíritus encadenados que no han podido liberarse y conocer que una vida eterna les espera. 36. Si, Israel, el corazón siempre ha buscado para adorar objetos materiales; el oído se ha recreado con la palabra florida; por ello lo que Yo entregué en el Segundo Tiempo como Doctrina Cristiana, el hombre la modificó al convertirla en religión. Siempre se ha despertado en el corazón humano el egoísmo, la codicia y la vanidad y se han convertido en reyes y señores para hacer que el pueblo se doblegue ante ellos y convertirlo en vasallo, en esclavo, encadenarle al pecado y conducirle a la tiniebla, a la desorientación y a la confusión. 37. El mundo me desconoció como Jesús, me enclavó en el madero y más tarde convirtió la cruz en objeto de idolatría y ante él se postró para implorar perdón. Hoy os encontráis alimentando el materialismo, el odio y la mala voluntad. La humanidad se encuentra hoy viviendo en la tercera altura de la perversidad. 38. En el camino de la vida se ha extraviado el anciano, el joven, la doncella y el niño y no encuentran el camino perfecto que Yo he trazado con mis ejemplos de amor y caridad. 39. Las grandes multitudes han olvidado cómo han de buscar a su Creador. Los espíritus se han dejado guiar por la materia y hoy se encuentran sollozando porque han perdido la gracia y potestad que mi caridad les entregó en el instante de enviarles a la Tierra. 40. ¿Qué ha acontecido Israel? ¿Qué ha saboreado hasta hoy la humanidad? ¿Qué han encontrado todos en el camino? Solamente espinas y abrojos, la guerra de ideas; toda la humanidad se encuentra envuelta en confusión y ¿Quién ha de romper lo que el hombre ha descompuesto, lo que ha equivocado? ¿Quién ha de entregar lo que hace falta a la humanidad para que ella pueda guiarse por esta Ley, por esta Doctrina y por esta luz? Yo, el Consolador que desciende en el Tercer Tiempo en la nube para hablar al pueblo y doctrinarle, para darle a conocer una vez más que todo lo ha perdido en el camino y que Yo como Creador le he tomado de la mano para conducirle por mi sendero, para darle a conocer la vida espiritual. 41. Mañana, grandes acontecimientos testificarán lo que Yo os he entregado en profecía y por el dolor que causen los elementos en las comarcas y naciones, los hombres se levantarán buscando al pueblo de Israel. 42. Avanza el sentimiento bélico y las plagas, enfermedades, el hambre, y como consecuencia de esto el hombre no tiene tranquilidad en su corazón, ni en su hogar. ¿Y por ventura Yo así lo he deseado y mi Espíritu Divino desciende para recrearse con vuestro dolor y sufrimiento? No, pueblo amado, una tristeza infinita existe en mi Espíritu Divino. 43. La humanidad se ha olvidado de la máxima bendita que le entregué en el Segundo Tiempo: Amaos los unos a los otros. 44. Yo he preparado una era en la cual la humanidad se levantará con obediencia y los hijos de vuestros hijos han de contemplar la grandeza que voy a derramar en esta Tierra. Porque ha de cumplirse mi voluntad en este mundo que os entregué como un paraíso terrenal y llegará el tiempo en el cual vendrán a este planeta los espíritus que en gran manera han evolucionado, que han luchado y mi luz divina bañará la Tierra y será en ella el cumplimiento de mi Ley. 45. Recordad mi palabra hasta el último instante de vuestra vida en la materia y vuestra conciencia os recordará todo lo que en mi palabra escuchasteis y había olvidado la mente. 46. En ese postrer momento vuestro espíritu deseará un momento más de vida para poder cumplir, mas vuestro destino ha de cumplirse. 47. Yo he dicho que llegará el tiempo de la confusión, de la desobediencia, en el cual el labriego se levantará diciendo que mi comunicación a través del entendimiento humano no cesará, mas tendrá que llegar el instante en que mi palabra se cumpla aunque el hombre quiera interponerse a mi voluntad. 48. Cuántos errores en el camino han cometido muchos de aquéllos a quienes he confiado un cargo y una gracia. Cuánta incomprensión contemplo que se va a desatar en mis hijos para después del año de 1950. 49. Con la incomprensión y la necedad el hombre, retiene mi caridad, y la potestad y la gracia y se encuentra fuera del camino verdadero de la Ley, de la armonía, y de la verdad. 50. Yo no vengo a negar lo que os he entregado años atrás; desde el año de 1866 por el primer pedestal, Yo hablé al pueblo y le profeticé que llegaría un tiempo en el cual mi palabra ya no se manifestaría entre el pueblo y al contemplar que la zozobra se apoderaba de los corazones, les di a conocer con palabra sencilla, que el año de 1950 sería el último para la manifestación de mi enseñanza por conducto del entendimiento de los portavoces, palabra dada en la misma casa de oración que por nombre lleva Damiana Oviedo . 51. Una vez más Israel se Reconocerá, tribu con tribu; una vez más se desgarrará y querrá pisotear la Ley limpia y pura que en sus manos entregué; una vez más Israel buscará los caminos de antaño para caer en idolatría y fanatismo; buscará las sectas y entrará en confusión, en tiniebla, y se recreará con la palabra florida y falsa que el hombre le ha de entregar. 52. Cuánto dolor han causado a mi corazón los siervos que no han comprendido mi Ley, y cuánto dolor están causando aquellos que habiéndoles preparado y entregado, hoy han dado cabida a la duda, a la incertidumbre, han dicho por su incomprensión y egoísmo que Yo he de permanecer un tiempo más entre el pueblo, que va a descender una vez más mi Rayo Universal según su voluntad humana y que Yo me seguiré manifestando por un tiempo largo. Por eso os he dicho ¿Cuándo he manifestado indecisión, incertidumbre o doble voluntad en mi palabra? Nunca, en verdad, porque dejaría de ser perfecto, dejaría de ser vuestro Dios y vuestro Creador. 53. En Mí existe la decisión, la voluntad única y por ello Yo hablo con la luz del mediodía, para que todos puedan sentirme en mi presencia y en mi potencia, para que el espíritu pueda reconocer la razón y la palabra que he entregado por conducto del entendimiento humano. 54. El Maestro os dice: el hombre ha forjado casas y les ha nombrado templos y en esos lugares el pueblo que penetra hace reverencia, alimenta el fanatismo y la idolatría y adora lo que el mismo hombre ha creado. Esto es abominable ante mi mirada y por ello me ha plañido alejar de vosotros, pueblo de Israel, todo cuanto conocisteis y escuchasteis en un principio para que os desfanaticéis. 55. Las casas de oración del pueblo Israelita serán conocidas por la humanidad, ellas no serán cerradas; porque albergue darán al débil y al perdido, al cansado y al enfermo. Y por vuestra preparación, por la obediencia a mi voluntad suprema y el acato a mi Ley, me daré a conocer en la obras de los verdaderos discípulos de mi Divinidad. 56. No os preocupe que se levanten en el camino malos portavoces, malos guías, malos labriegos, que su labio blasfemo hable a los pueblos y diga que aún mi Verbo y mi Rayo Universal permanecerán entre el pueblo cual enseñanza; Yo daré a conocer quién es el impostor, quién es el que no está cumpliendo la Ley conforme es mi voluntad, quién es aquél que solamente hace presente su libre albedrío y daré a conocer la obra que ha forjado y la ley que ha preparado y ellos eran desconocidos y desterrados; porque Yo retendré la gracia y la potestad divina, y la tentación les hará caer en sus redes y por ello todo aquél que les busque no sentirá la gracia de mi Espíritu Santo en su espíritu. 57. Los hombres de las religiones y sectas al contemplar que Israel se divide, que Israel se desconoce y debilita, buscarán motivos para arrebatar la joya de incalculable valor, para arrebatar el arca de la nueva alianza y decir el mañana que ellos son los verdaderos enviados entre la humanidad y los representantes de mi Divinidad. 58. Todos conocéis el sentido del primer mandamiento de la Ley: Amarás a Dios más que a tus padres y a tus hijos; más que a ti mismo y también a todo lo que poseéis en la Tierra. Si así lo hiciereis, sentiréis la paz, vuestras penas serán suaves y los elementos serán clementes con vosotros; pasaréis sobre las pruebas destinadas a perfeccionar vuestro espíritu, sin que sintáis quebranto. 59. Si llegáis a comprender este precepto y a practicarlo, seréis conformes con vuestro destino, amaréis a la humanidad y respetaréis su vida. Habrá rectitud en vuestras obras y aplicaréis vuestros dones para el bien vuestro y de vuestros semejantes. 60. Es verdad que el camino que os he trazado no es una senda placentera, sino de renunciación y de estricto cumplimiento a mis mandatos, pero no es de sacrificio. El amor y la caridad no significan dolor, antes bien son alegría y vida para el espíritu y YO, os ofrezco este deleite para que conozcáis el verdadero placer espiritual. 61. Vuestros dolores, los habéis labrado vosotros al alejaros del cumplimiento de la Ley. ¿Queréis detener el avance de la guerra y sus consecuencias? Amad y perdonad, compartid vuestro pan y os sentiréis más satisfechos: confiad en la eficiencia de las leyes divinas, en su sabiduría y justicia y seréis protegidos por ellas. 62. Sed espíritus que vigiléis vuestras obras, y vivid en oración y preparación constante, para que seáis fuertes ante las tentaciones y llegaréis a vencer el materialismo reinante. En el principio vuestros pasos serán vacilantes como los de un niño que empieza a caminar pero después os iréis fortaleciendo, iréis adquiriendo conocimientos, hasta alcanzar el desarrollo de los dones, cuyo valor es inapreciable en la Tierra. 63. Si emprendéis el camino, llegaréis a ser hombres de grandes virtudes y alcanzaréis a dominar vuestra materia y a vivir espiritualmente. En vuestra travesía, tendréis como faro a la conciencia, ella será vuestra amiga y vuestro juez; os hablará siempre con verdad y sus dictados serán justos y precisos en el instante en que los necesitéis. Esa voz, es mi voz siempre tierna y cariñosa que os señala el bien. 64. ¿Quién puede temer de Mí que soy el Padre y Señor de vuestra vida? Yo formé con infinito amor todo cuanto conocéis y aún lo que os es desconocido, para vuestro deleite y felicidad perdurable. No dudéis de quien os ama infinitamente más de lo que podéis concebir y alcanzar con vuestra mente. Recordad el significado de mi pasión, y cuando hayáis comprendido quiénes sois, volveréis piadosos vuestra mirada a Mí, para concederme vuestro amor y someteros obedientemente a mis leyes. 65. Vengo a entregaros mi palabra, que como un concierto celestial llega a daros vida. A unos os encuentro durmiendo en vuestro profundo letargo y como le di vida a Lázaro, así hoy vengo a despertar a vuestro espíritu a la vida de la gracia. Tomad mi fortaleza y levantaos para que emprendáis el camino que os llevará a la vida del espíritu, que es la vida eterna. 66. Poco tiempo queda para que el Divino Maestro levante su palabra, mas antes de ello quiero dejaros preparados para que cumpláis la misión que os tengo destinada, quiero enseñaros las obras que son gratas a mi mirada divina. 67. Me encuentro entregando a vuestro entendimiento el libro que mañana tendréis que leer y analizar; en él encontraréis para después de mi partida el fuego de mi amor, y a vuestros hermanos les compartiréis de sus divinas lecciones que son de inteligencia, Saber y Poder, resumen de mi Divinidad. 68. En esta Tercera Era, he venido a enseñaros que todos sois hijos de un solo Padre, que todos sois hermanos delante de mi infinita caridad y que a todos los espíritus les he entregado los mismos dones. 69. Pueblo bendito, comienza para vosotros una nueva etapa de cumplimiento, en la cual deberéis de dar a conocer mis enseñanzas, porque sois mis discípulos, mis escogidos y debéis de estar preparados para que, a imitación mía vayáis sembrando la simiente del amor por los caminos de la humanidad. Mas, no penséis que vuestros hermanos os creerán porque de muchos de ellos sólo recibiréis la burla y el desprecio; pero la simiente nacerá y ellos llegarán a Mí. 70. Cuando todos los elementos y toda la creación dé pruebas y manifestaciones de mi justicia, no lo toméis como un castigo, sólo será una prueba que hará que la humanidad que no ha escuchado mi palabra llegue a reconocer su error, después de pasar por confusiones y amarguras atribuyendo a diversas causas la conmoción de los elementos; mas vosotros no deberéis confundiros, deberéis estar preparados, para salir triunfantes de esa prueba con la verdadera fe, amor y caridad para vuestros hermanos, que servirá para poner a salvo a las multitudes. 71. Preparaos, oh pueblo de Israel, os dejo mi gracia para que sigáis siendo los fuertes. Haced el llamado a la humanidad, quiero manifestarme en cada corazón, quiero hacerme sentir en cada espíritu, entregándole el agua y el pan que lo alimente y lo conforte; comprended que la humanidad va a sentir sed y que vosotros no deberéis dejarla que padezca en el desierto. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 364 1. Lleno de amor vengo hacia vosotros para iluminar vuestra mente, para sensibilizar vuestro corazón con mi palabra. 2. Recibo en este tiempo al que está escuchando esta enseñanza y al que está fuera de ella, al que se ha olvidado de Mí, como también a aquél que ha formado un santuario en el fondo de su corazón. 3. De gozo está el Maestro cuando contemple que sois los buenos labriegos, que habéis exterminado de vuestros sembrados la mala yerba y habéis apartado de la semilla la paja para, hacerme presente sólo la espiga del trigo dorado. 4. Los que así trabajáis, habéis cumplido con la promesa que hicisteis a vuestro Padre en el instante en que llegasteis ante mi presencia para confiaros la semilla y las parcelas. Por vuestra obediencia me hacéis presente la semilla multiplicada. 5. El número de mis labriegos se ha multiplicado, mas bienaventurados los que sepan sembrar y cultivar sus tierras, porque ellos levantarán grande cosecha. 6. Mi voz de Padre va haciendo el llamado a todos los hombres, mas los que viven para los placeres mundanos han formado una barrera que impide a su espíritu escuchar mi llamado; el dolor será quien los despierte y les hará escuchar mi voz a través de la conciencia. 7. Quien obedezca mi Ley sabrá cumplir las leyes de los hombres y no tendrá tropiezos, ni barreras que le impidan trabajar dentro de mi Obra. 8. Si la Humanidad viviese dentro de mi Ley no sería esclava de sus pasiones, ni apuraría el cáliz de amargura. 9. Por su desobediencia ha convertido esta Tierra en un valle de lágrimas; por doquiera se escucha el ¡Ay! de dolor; no hay unidad de pensamientos en las sectas y religiones, ni hay fraternidad entre ellas. 10. He preparado a este pueblo para que manifieste, con la potestad y la sabiduría del Padre, el mensaje de paz, de luz y amor que ha de llegar a todas las naciones. Le he confiado una espada, un escudo y un estandarte para que luche incansablemente hasta que mi voluntad le señale el final. 11. Pueblo amado, preparaos y como en el Primer Tiempo emprended la caminata y salid de este valle para conduciros hacia la Tierra Prometida. Confías en Mí, porque como en aquel tiempo, las aguas de los mares se abrirán para daros paso, y en el desierto el nuevo maná no os faltará, ni las aguas que broten de la roca. 12. Cuando la humanidad practique mi enseñanza, apartaré de su camino la purificación dolorosa que se ha labrado. 13. Hoy desciende mi palabra entre vosotros, Israel, para ayudaros en vuestra evolución, para que podáis cumplir con la misión delicada que os he confiado, para que seáis ejemplo entre los vuestros y entre vuestros hermanos, porque el pueblo de Israel, en la unión de corazones y espíritus, será el ejemplo, será el espejo para toda la humanidad y ella ha de contemplar su propia faz reflejada en el espíritu de Israel. 14. Vengo iluminando vuestro entendimiento para que todos podáis dar testimonio de Mí con el pensamiento, palabra y obras. Porque vosotros que sois los párvulos, estáis llamados a ser mis grandes discípulos y más tarde los maestros entre la humanidad, los buenos maestros de la Doctrina del Espíritu Santo, no los materializados, no los necios en las costumbres pasadas. 15. Por eso en este tiempo vengo a pediros espiritualidad, elevación, sencillez y pureza en cada uno de vuestros actos y prácticas dentro de mi Ley. 16. Elías se encuentra preparando espiritualmente al Universo, preparando al espíritu de Israel para mi próxima partida, para que vosotros quedéis fortalecidos y llenos de luz para la lucha que os espera; después de mi partida no caigáis en letargo ni vayáis a deteneros o desandar el camino andado, sino que ocupéis humildemente, dignamente mi lugar de Maestro. Vosotros con vuestra abnegación, preparación y elevación espiritual, con vuestro amor y caridad, os levantaréis a sembrar la semilla Espiritualista Trinitaria Mariana, por todos los caminos y sendas, en donde los corazones os esperan, en donde los brazos se abren para recibiros, en donde los espíritus sedientos y hambrientos de mi verdad y amor esperan la llegada de mis escogidos; porque pronto os levantaréis a despertar al mundo para no dejarlo dormir más, porque esta es mi voluntad. 17. ¡Oh, pueblo amado de Israel! Elías os ha ayudado a elevar vuestro espíritu; ha unido vuestros pensamientos y vuestra voluntad en uno solo. Ha reunido a todos los espíritus para que mi rayo bendito se pose en el espíritu mismo de Israel. 18. Elías camina delante de vosotros aderezando los caminos, preparando los senderos. Él es quien os purifica, quien os ayuda a limpiar hasta la menor mancha de vuestro corazón, para que siempre vuestra conciencia se halle tranquila y despierta al servicio de mi Divinidad y al servicio de vuestros hermanos. Él es quien os reanima en el camino cuando os contempla tristes y desfallecientes. Él es quien os anuncia los peligros y os ilumina en los momentos de ofuscación y de tinieblas. Es Elías quien os consuela en los momentos de dolor y os va conduciendo paso a paso a un solo punto de reunión, un punto para el cual todos los espíritus están citados, que es el Más Allá y al cual llegaréis por medio de la elevación de vuestro espíritu, de la verdadera oración y el verdadero culto espiritual. 19. No temáis vosotros al juicio ni a la censura de los hombres. A Mí también en este tiempo me llevarán al juicio, a la discusión, al cadalso, mas no a la muerte; no será vencida mi Obra, mi luz ni mi verdad. El Espiritualismo que es mi Doctrina, no podrá morir, se seguirá manifestando a pesar de la incomprensión, de la desobediencia, de la ingratitud, de la incredulidad y de las vanidades humanas. Mi Divino Espíritu y mi Doctrina se seguirán manifestando y avanzando de corazón en corazón, de espíritu en espíritu, de pueblo en pueblo y de mundo en mundo, sin detenerse, porque no hay fuerza, no hay poder, ni ley, no hay barrera que pueda detener a mi Espíritu ni a mi luz, no hay sombra que pueda opacar mi luz universal, por lo tanto, Yo seré siempre luz, seré verdad, seré siempre Espíritu. 20. Pero como os he dicho: Sois mis hijos que os he convertido en mis discípulos, para que me imitéis y seáis a semejanza de mi Divinidad, para que podáis comprender plenamente a vuestro Padre que es Espíritu Santo. Pero lo comprenderéis por medio de vuestra espiritualidad, a través de esta Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana. 21. Pedid por los primeros y trabajad también para las nuevas generaciones, para los que vienen tras de vosotros, y si los primeros dieron el primer paso, vosotros daréis el segundo y los que vienen tras de vosotros darán el tercero y así, de generación en generación y de tiempo en tiempo, la humanidad se irá acercando espiritualmente más y más hacia Mí, hasta llegar a la verdadera elevación espiritual y al culto perfecto a mi divinidad. Mas os digo: No depende la paz del Universo de un corazón, ni de algunos corazones, ni el avance de mi Obra que es universal, que es espiritual. Todo depende de mi voluntad, pero en mi caridad, en mi amor infinito, os concedo Israel que toméis parte en mi Obra de perfeccionamiento espiritual, de pacificación universal. He querido daros parte de mi trabajo, mis hijos, en esta obra de amor, en esta lucha de la luz contra la tiniebla. 22. Pensad que el mundo os espera, que las naciones esperan a mi pueblo; que ese mundo que no encuentra el bálsamo, que no sabe el verdadero culto, ese mundo que no encuentra a su Dios, os encuentre a vosotros y que en vosotros me halle a Mí, me oiga a Mí y me contemple, porque quiero que vosotros seáis mi imagen, quiero reflejar mi faz y mi amor en vuestro propio espíritu y en vuestros actos. 23. No caigáis en fanatismo, porque no es eso lo que vais a enseñar. No caigáis en idolatría, porque no es eso lo que vais a entregar al mundo. Vais a entregar espiritualmente el agua que calme la sed, el pan que harte a los hambrientos, la vestidura que cubra la desnudez. 24. Me he comunicado en este Tercer Tiempo a través del entendimiento humano y aquellos que he agraciado como pedestales, han poseído uno de los grandes dones del Espíritu Santo: La comunicación de mi Rayo Divino a través de ellos para entregar mi palabra al mundo, y habéis contemplado corazones muy humildes, ignorantes y pequeños, por los cuales Yo he asombrado con mis palabras de perfección, de sabiduría, de salud, de gracia y fortaleza; con mi palabra que siempre es una mirada infinita que lee en vuestros corazones vuestro pasado, vuestro presente y vuestro futuro, y siempre que la habéis escuchado a través de los portavoces en este Tercer Tiempo, habéis sentido que el Maestro está con vosotros y que os está mirando, os está escuchando y está atendiendo hasta la última de vuestras súplicas, que está recibiendo vuestro cumplimiento y está juzgando cada uno de vuestros pensamientos, palabras y obras. 25. En este Tercer Tiempo mi Espíritu Santo ha abierto las puertas del Más Allá plenamente, para permitir que mi mundo espiritual de luz, lleno de evolución, ansioso de cumplimiento, llegara entre vosotros a comunicarse a través del entendimiento humano, para conversar con la Humanidad, para explicar mi divina palabra y sanar las enfermedades espirituales y corporales con el fluido espiritual. Ese fluido con el que Jesús, vuestro Maestro, en el Segundo Tiempo sanaba a los enfermos, fluido de amor, de vida y de salud espiritual. 26. Mi mundo espiritual ha sido vuestro amigo, vuestro médico, vuestro hermano, pero un hermano perfecto, lleno de amor, de paciencia y de caridad. 27. Pueblo bendito de Israel; en vuestras manos he confiado el arca de la Nueva Alianza. Sois mis escogidos a quienes vengo a convertir en fuentes de aguas cristalinas para que en vosotros encuentre la humanidad el agua vivificadora. 28. En vosotros he derramado mis complacencias espirituales, sois mi templo en donde está mi luz y mi amor. Sois los, que llenos de humildad, tendréis que ir a levantar a las multitudes que han caído en el fanatismo y en la idolatría, a mostrar mi luz a los que han ocultado mi verdad y han adulterado mi Ley. 29. Pueblo: habéis creído en mi presencia espiritual porque me habéis sentido en lo más recóndito de vuestro corazón. Es vuestro espíritu el que ha evolucionado a través de los tiempos. 30. Os he hablado a través del pecador para enseñaros a buscar mi Reino, mas vosotros habéis materializado lo que pertenece a mi Obra. Habéis formado una escala que no es aquella de la cual os he hablado. Habéis materializado la cruz, que es símbolo de redención. La cruz donde el Cordero os redimió con su divino ejemplo, esa cruz, por mi voluntad desapareció de vuestros ojos materiales desde aquel Segundo Tiempo para que no os convirtieseis en los idólatras. 31. Desde el Primer Tiempo el Padre os habló través de sus profetas para que no cayeseis en tentación, y en idolatría. En el Segundo tiempo vine a través de Jesús para entregar a toda la humanidad mi Doctrina de amor y de verdad. No vine a enseñaros ninguna religión, porque las religiones han sido formadas por los hombres. 32. Desde el Segundo Tiempo os dije: Volverá a vosotros nuevamente y he cumplido mi palabra. Cuando más grande es el fanatismo y la idolatría, he aquí nuevamente a vuestro Maestro manifestado espiritualmente. Vengo a limpiar con mi palabra vuestro corazón y a darle elevación a vuestro espíritu para que alcance su salvación. 33. Bienaventurado aquél que habiendo recibido mi amor, mi paz y mi luz, sabe salvar al que perece y aún con su oración sabe iluminar a aquellos seres que moran el valle espiritual, aquellas fuerzas obscuras que no supieron recibir la luz del Espíritu Santo. 34. Sois humildes, pueblo escogido, mas Yo os haré grandes y sabios en el espíritu, para que deis la orientación y el consuelo a la humanidad. Yo os he hablado a través de distintos portavoces para que imitándome trabajéis por la regeneración de esta humanidad. 35. Vosotros sois el pueblo a quien he enseñado la espiritualidad, para que de esta manera deis fiel testimonio de vuestro Padre. 36. Llevad plena comprensión de mi Obra para que me rindáis culto de espíritu a Espíritu. 37. Ya no queráis permanecer en vuestro materialismo, ya no caigáis en las redes de la confusión y de la tiniebla. En este tiempo en que he venido a entresacaros el fango, del pecado, reconocedme por mi luz, por mi amor y por mi justicia. 38. No quiero que os dividáis ni que faltéis a mis órdenes. 39. ¿Por qué se ha desatado un torbellino entre vosotros? Por vuestra falta de preparación y comprensión a mi palabra. Cuando llegue el final de mi comunicación con vosotros en esta forma, quiero que estéis unidos ante vuestro Maestro, con la satisfacción de haber cumplido con mis mandatos. 40. Preparaos, mi pueblo, y no os dejéis sorprender por los malos guías, no dejéis que ellos se presenten en su ley, porque contemplo que ocultan mi enseñanza y sólo dan a conocer la suya y se han levantado lucrando con mi Obra y la muestran llena de misterios y materialismos. Es mi voluntad que deis a conocer mi Obra con limpidez, con espiritualidad, porque esta Obra ha brotado de mi Espíritu y contiene la esencia de mi palabra para la regeneración de la humanidad. 41. Quiero que todos os levantéis a un verdadero cumplimiento y apartéis de mi Obra vuestras imperfecciones. Reconoced que desde el principio de mi comunicación a través del entendimiento humano, grande ha sido mi lucha para rescataros del pecado. 42. Aún contemplo a mis ovejas por diferentes caminos, mas Elías como faro luminoso os está reuniendo y congregando en un solo sendero. Él está haciendo el llamado con campana sonora, a mi pueblo escogido, para que llegue al puerto de salvación. 43. En el Primer Tiempo el Padre rescató a su pueblo por medio de Moisés, él fue el escogido para que cumpliera con esa delicada misión. Fue obediente y lleno de fortaleza delante de vosotros, mas la incomprensión del pueblo no lo hizo debilitar un instante. 44. En el Segundo Tiempo vine como Verbo del Padre a humanizarme y manifestarme ante la humanidad. 45. Era un mandato del Padre y tenía que cumplirse. Era menester convivir con los mismos hombres, para entregarles mi Doctrina y mi verdad. Mi Verbo se manifestó en esencia, presencia y potencia para tocar y abrir la puerta de los corazones. 46. Yo siempre he hablado a la humanidad en intuición, en revelación, por medio de mirajes proféticos. Hoy, en este Tiempo, he venido en Espíritu en cumplimiento a las profecías, para que la humanidad se levante reconociendo la luz de la nueva aurora. Las señales fueron profetizadas desde el Primer Tiempo y éstas tenían que cumplirse en este Tercer Tiempo, en la Era del Espíritu Santo. 47. Vengo a hablaros con claridad para que nada quede oculto y si en el Primero y segundo Tiempos no os hablé de lo que ahora os estoy revelando, es que así fue la voluntad del Padre, porque Yo mismo he venido a das cumplimiento a mi palabra y estoy dando testimonio de mi presencia a vosotros. 48. Las doce tribus del pueblo de Israel me rodean y Yo les entrego a todos mi palabra, para que llegado el tiempo os levantéis dando testimonio de mi presencia a la humanidad. 49. Levantaos en los últimos instantes de mi comunicación en esta forma, unificaos como un solo labriego, como un solo guía para que Yo parta con el regocijo en mi corazón por haber dejado a mi pueblo formando un solo cuerpo y llevando una sola voluntad. 50. Yo soy invencible ante el pecado de la humanidad y no podréis destruir con vuestras imperfecciones mi luz, mi amor, mi caridad, porque Yo estoy sobre todo lo creado y no habrá fuerza por poderosa que sea, que pueda vencer mi sabiduría y mi poder; por eso Yo os hablo y os entrego amor para que me reconozcáis como Padre y para que me rindáis culto como Dios. 51. Labriegos de mi campiña: Yo os confío mi palabra como buena semilla, para que al final de vuestro trabajo me la hagáis presente multiplicada. 52. Cumplid vuestra misión para que el Padre os cumpla las promesas hechas a vuestro espíritu. ¿Cómo queréis que os entregue lo que no merecéis? ¿Cómo queréis cosechar lo que no habéis sembrado? Antes tenéis que luchar y trabajar, no quiero que Vuestra conciencia os reclame. Benditos seáis, mis hijos, porque comprendéis a vuestro Padre y queréis ganaros este galardón a base de esfuerzo y trabajo. Tenéis que luchar por este ideal y si los hombres se sacrifican y hasta pierden la vida por un ideal material, así vosotros conquistad este ideal espiritual en donde no perderéis la vida, porque si perseveráis hasta el final, alcanzaréis la vida eterna. 53. Haced méritos para que lleguéis a la Tierra prometida y allí descanséis de la gran contienda. 54. Si dos o tres de mis escogidos se reúnen y elevan su espíritu a mi Divinidad, Yo estaré con ellos y los inspiraré; en cualquier lugar donde me invoquéis, Yo estaré presente, porque Yo os he dicho que todo ojo pecador y no pecador me verá y todos sentirán mi presencia. 55. Vosotros, labriegos, estáis bajo el árbol corpulento, porque sabéis que os espero con los brazos abiertos, sabéis que es a Mi a quien debéis mostrar vuestro cumplimiento, porque sólo Yo podré juzgarlo, porque esta causa a Mi me pertenece y Yo soy el único que puede premiaros o reclamaros. Mas vosotros tenéis confianza en vuestro Padre y sabéis que por más duro que sea mi reclamo, dentro de ese reclamo Yo derramo mi caridad y misericordia para vosotros; porque os amo y tengo caridad de vosotros y os entrego la fuerza para que podáis resistir el toque de mi reclamo. Cada uno de vosotros poseéis una parcela en mi campiña y en ella tenéis que sembrar y cosechar. Yo como Padre, recibo vuestra lucha, vuestro sacrificio y sufrimientos, veo vuestro llanto y os fortalezco con mi palabra para que sigáis adelante, siempre adelante hasta la eternidad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 365 1. Discípulos: os he sentado a mi mesa y en ella os he ofrecido el rico manjar de mi enseñanza: mi cuerpo y mi sangre, la palabra y la esencia de ella, para que por medio de este sustento seáis inmortales e invencibles en los grandes combates de la vida. 2. Vosotros me rodeáis y el Maestro penetra en vuestro corazón y contempla vuestra tristeza. ¿Por qué, mis hijos? Yo he venido a prepararos para la verdadera comunicación, en este tiempo que he estado entre vosotros manifestándome por el conducto del hombre sencillo y humilde, mas no ha sido ésta la mejor, ni la más perfecta de las formas que Yo he elegido para comunicarme con la humanidad. Esta ha sido una comunicación preparatoria para que los ojos de vuestro espíritu puedan pronto verme venir sobre la nube y entonces pueda también vuestro espíritu confundirse con los ángeles en su elevación. 3. La comunicación más perfecta con el Maestro, es la que ha de venir después de la partida de mi palabra. La ausencia de estas manifestaciones, cierto es que va a debilitar a muchos en su fe, a los que no supieron comprenderme ni interpretar mis enseñanzas; mas aquellos que analizaron bien mi palabra y que aprovecharon el tiempo en obras de amor, ellos sabrán que Yo puse limite a mi manifestación en la hora propicia, en el momento oportuno, para después dejaros ante el infinito, ante la eternidad, ante lo espiritual. 4. Velad y orad, el momento es crucial, la hora es de prueba, ¡oh mi pueblo! Debéis velar por la humanidad y velar por vosotros; que vuestra oración sea como un manto que la cubra, también como un muro invulnerable que la defienda. La tentación bajo mil formas os acecha, no os dejéis seducir. El Maestro os entrega estas profecías, porque vais a beber un cáliz muy amargo que ha preparado el mismo pueblo, cáliz que en el Más Allá he bebido y que os lo voy a dar a beber; porque ya estáis fuertes, porque ya deposité en vuestro espíritu mi sabiduría y mi preparación y si veláis podréis resistir las pruebas y los vendavales. 5. ¿Cuál es ese cáliz que ha dejado tan amargo sabor en los labios del Maestro? Es la incredulidad de este pueblo; es su desobediencia, su materialismo, su idolatría, su fanatismo, su falta de regeneración, la escasa espiritualidad que ha alcanzado y lo poco que ha estimado y aprovechado el tiempo de las enseñanzas; la división y la guerra que siempre ha existido entre este pueblo, de labriego a labriego, de recinto a recinto y todo eso acumulado, va a formar un cáliz que vosotros mismos vais a beber, pero os doy la fuerza para vencer en la prueba. 6. A vosotros que oís esta palabra, os digo: No habéis colmado ese cáliz, pero si vais a beber algo de él, porque vais a estar en la lucha y no vais a ser indiferentes; porque vais a palpar la falta de sensibilidad de los que aparentemente han estado, siempre velando y orando y en realidad han estado profundamente dormidos en su rutina; porque vais a tener que enfrentaros a los débiles, a las múltiples víctimas de la desobediencia, de la profanación de muchos, porque vais a ser soldados de mi Obra entre vosotros y fuera de vosotros. 7. Quiero que seáis un baluarte para el mañana pero preparaos, acumulad fuerza espiritual para que no flaqueéis un solo instante. Con estas palabras os aliento a la oración y os preparo a la lucha, para que lleguéis a mi regazo, a la cumbre de la montaña en donde me encuentro. 8. Venid a Mí, pueblo amado, y acatad mi mandato. Venid a Mí, Israel, y alimentaos con mi palabra, para que el hambre y la sed no os sorprendan. Bienaventurado aquél que al escuchar mi palabra la recibe con humildad y la guarda en su corazón: porque llegará el tiempo en que la humanidad busque este pan y vosotros le entregaréis lo que os he confiado en mi Obra. 9. Los tiempos han pasado, vuestro espíritu ha evolucionado y estáis en el tiempo en que habéis alcanzado adelanto y espiritualidad. 10. En vuestras manos he depositado mi Ley en tres tiempos, mi Obra es la misma que os entregué desde el Primer Tiempo cuando os confié las tablas de la Ley por conducto de Moisés y él fue vuestro guía en el desierto por cuarenta años. 11. En el Segundo Tiempo, Jesús vino a dar cumplimiento a esa Ley, para redimir a la humanidad. Y en el Tercer Tiempo nuevamente he venido como Espíritu Santo a explicaros la misma Ley. 12. Después iréis a entregar el testimonio de mi verdad a la humanidad, esta humanidad que espera verme con sus ojos materiales para creer y después negarme. 13. Es tiempo de confusión en el mundo, tiempo de lucha para vosotros. Tres años antes de finalizar 1950 os hablé grandemente para que os preparaseis y os unificaseis espiritualmente, y al finalizar 1950, muchos os habéis confundido en medio de vuestro materialismo. 14. La lucha os espera y como soldados debéis levantaros. Yo os he confiado las armas para que en la lucha seáis invencibles. Empezad por venceros a vosotros mismos. 15. Por muchos años os he confiado mi palabra y los que no han comprendido a su Maestro, piden que un tiempo más esté Yo comunicado por el entendimiento humano, mas mi palabra es de rey y debe de cumplirse. 16. Seguirán los falsos discípulos y confundirán a la humanidad. Entonces ella clamará diciendo: ¿Dónde estás, Dios mío, dónde está tu verdad, cuál es tu Obra y en dónde están tus escogidos? 17. Después de mi partida, daréis testimonio de mi presencia y seréis obedientes a mi Ley, para que deis a conocer esta Obra en toda su pureza. 18. Después de que mi comunicación a través del portavoz haya terminado, resurgirá el mundo a la espiritualidad, a la luz, a la paz y cuando vengan las nuevas generaciones ya no existirá el fanatismo ni la idolatría. Entonces me buscarán en el templo del Espíritu Santo en donde Yo he de estar para siempre. 19. En este día de gracia reúno y congrego al pie de la montaña a las doce tribus que forman mi pueblo escogido de Israel. 20. En este Tercer Tiempo habéis sido preparados con mi palabra, con la luz del Espíritu Santo para que cumpláis misión que os he confiado desde el principio; para que seáis el pueblo obediente a mi Ley, los emisarios de mi divinidad ante la humanidad. 21. En este día vengo a contemplar vuestra preparación y a recibir a vuestro espíritu. Mostradme lo que de Mi habéis aprendido, porque mi verbo Divino lo he derramado en vosotros para daros la enseñanza, la vida y la espiritualidad, para que seáis espiritualmente a mi imagen y semejanza. 22. Mi mirada de Padre en este día penetra en vuestro ser y todo lo escudriña. Contemplo vuestros espíritus preparados y a ellos vengo a entregar mis mandatos para que les deis cumplimiento, como escrito está desde el primer Tiempo y comprobado también en éste a través de mis portavoces. 23. Como Maestro he sido incansable entre vosotros, dándoos la enseñanza para convertiros en mis discípulos, os he limpiado y os he dado vida con mi sangre. Os entresaqué de distintos caminos y aparté de vosotros el fanatismo y la idolatría. Limpios os encontráis de todo esto, porque he puesto en vuestro corazón y espíritu la verdad y con ella os he espiritualizado, y en este día os muestro una nueva página del libro de la sabiduría, mas la luz plena, la revelación, os la daré de Espíritu a espíritu. 24. Prepararéis vuestros corazones y elevaréis vuestros espíritus para que recibáis mi sabiduría dentro de la comunicación perfecta de Espíritu a espíritu. 25. Desarrollaréis vuestros dones y estaréis siempre preparados para que mi Espíritu Santo se derrame entre vosotros. 26. En este día, ante mi presencia, ante la presencia de María, de Elías y de los patriarcas del Primer Tiempo, os digo: Espíritus que formáis mi pueblo escogido de Israel, Yo os consagro para que deis los primeros pasos en el cumplimiento de la misión grande y sublime para la cual os he preparado. 27. Tomad la caricia de mi amor y entregaos a vuestro cumplimiento entre la humanidad. 28. Llevad vuestra planta a todos los caminos, mostrad a vuestros hermanos mi Obra y dad testimonio de Mí: y con mi sabiduría, con mi enseñanza, daréis vida a los muertos y mostraréis a los hombres mi Ley. 29. Compartid con todos la caridad que os he confiado, sentid la responsabilidad en vuestro espíritu de la Obra que os he entregado y llevad esta cruz para espiritualizar al mundo. Los que estéis preparados, doctrinad con mi enseñanza a la humanidad, a los primeros y a los postreros. Sed como antorchas que iluminen a los espíritus y preparad la mesa con el pan de vida eterna para los que sientan hambre y los que busquen mi sabiduría. 30. Dad testimonio con vuestras obras de caridad que lleváis en el espíritu. Luchad incansablemente día tras día y velad por la humanidad y por vosotros mismos, porque quiero contemplaros unidos ante mi Espíritu Divino. 31. Llevo en mi mano un libro, el Libro de la Vida, escribid en él vuestros nombres, Israel, para que llevéis vida eterna y recibáis de Mi todo lo que os he prometido desde el principio de los tiempos. 32. Os dejo mi presencia, la presencia de Elías y la ternura de María. Preparo los ejércitos espirituales para que se unan a vosotros en espíritu y en verdad; seréis el templo de vuestro Dios porque ésta es mi voluntad. 33. Cual sombra bendita mi amor sublime desciende para cubriros en vuestro paso; porque contemplo el instante en el cual os encontráis y por la prueba que atraviesa vuestro espíritu. 34. Con gran zozobra os preparáis para escuchar mi palabra en este día. Pueblo Bendito: Ochenta y cuatro años el Maestro se ha encontrado cerca de vosotros para prepararos, mas he contemplado que aún estáis balbuceando la primera sílaba y habéis sido débiles ante mis mandatos. 35. La humanidad se encuentra desorientada, confundida y es presa del lobo hambriento; estando tan próxima mi partida a través del entendimiento humano, no sabéis la gran prueba a que está sujeto vuestro espíritu desde estos momentos. 36. Mirad. Israel: Tres años os confié para que lograseis gran preparación, para que todos os encontraseis reunidos y congregados cual ovejas en el aprisco de mi amor; para que luchaseis y pudieseis levantar grandes cosechas, para que en ese día no llegaseis cabizbajos ante mi presencia y sólo me hicieseis presente la espiga dorada. 37. Pero no habéis reconocido plenamente mi palabra, ni habéis comprendido mi inspiración. Estacionados os encontráis, habéis dejado la cruz en el sendero y estáis desorientados por vuestra desobediencia. Vuestra lucha no ha terminado. Por revelación e intuición os hablaré para que sigáis trabajando en mi Obra y estéis unificados espiritualmente. 38. Después de mi partida, los portavoces se dividirán los unos de los otros. Todo lo contempla mi mirada, mas es mi voluntad que todos estéis con la misma preparación. Si así lo hacéis, Yo os mantendré alerta. En vuestro corazón he dejado grabada mi palabra y su esencia; y lo que las plumas de oro han grabado de mis enseñanzas, formarán el Tercer Testamento. 39. El Maestro nunca se alejará de vosotros, porque a todo el que sepa prepararse de verdad para buscarme, Yo le entregaré de Espíritu a espíritu, conforme su elevación y espiritualidad. En revelación, en intuición y en inspiración, me manifestaré para que podáis conducir a las multitudes y llegar a la cúspide de la montaña. 40. Voy a dejaros sujetos a grandes pruebas, porque cada prueba os invita al cumplimiento y a la obediencia. 41. Así os hablo en este día al rebaño que Elías entresacó en este Tercer tiempo y como Padre vengo a recibir vuestro cumplimiento, vuestra lucha y vuestra preparación. 42. Por conducto de los portavoces; os dije que en el último día de 1950, escucharíais mi palabra por última vez, y aquél que invocare mi Rayo después de este día o a mi Mundo Espiritual, para comunicarse en esta forma, caería en la mentira, en la impostura. Hoy vengo a repetiros mis mandatos. 43. Al comenzar 1951, mi Espíritu Santo os iluminará para la comunicación de Espíritu a espíritu, y como Padre no apartaré mi mirada y mi amor de entre vosotros. 44. En este día, una lágrima de amor de mi Espíritu desciende a vosotros, porque supisteis aprovechar mis complacencias espirituales y sentir mi presencia en vuestro espíritu. 45. Vais a cumplir mis mandatos sobre la Tierra porque Yo os contemplo preparados, llenos de enseñanza, de fuerza, de sabiduría. 46. Habéis sido obedientes a mi voluntad. En el camino os espiritualicé, aparté el materialismo que existió entre vosotros y os hice sentir mi presencia en la elevación de vuestro espíritu. 47. Abro una puerta más amplia, más llena de luz y de perfección espiritual, por la cual vosotros llegarás y por ella haréis pasar a vuestros hermanos al reino de la espiritualidad. 48. Entrego profecía, revelación, intuición y verdadera comprensión a mi voluntad divina. Seréis como clarines y trompetas dando a conocer mi Doctrina, despertando con ella a la humanidad. 49. Os espero en la cumbre de la montaña y cuando hayáis dado cumplimiento a mis mandatos, Yo os premiaré con la corona de laurel, os estrecharé en mis brazos paternales y como premio a vuestra obediencia, penetraréis en la Tierra Prometida, y cuando estéis ante Mí os diré: 50. Bienvenido sea el discípulo ante el libro de la enseñanza perfecta. 51. Desde el instante que fuisteis señalados con mi luz divina, recibisteis la delicada y grande misión de velar por la humanidad. 52. Yo contemplo las vicisitudes por las que habéis atravesado y de cierto os digo: que no he sido Yo el que ha puesto el dolor en vuestro camino. Vosotros lo habéis labrado así y hoy estáis restituyendo a vuestro espíritu lo que a él pertenece. Mas he venido a llenaros de mi gracia y a deciros: vosotros seréis los fuertes de la humanidad y le entregaréis mi luz. 53. Tenéis que ser ante vuestros semejantes un ejemplo viviente de amor y caridad al mostrarles mi Obra, porque sois los hijos que habéis sabido comprenderme y veo que estáis dispuestos a escucharme siempre y a seguir la huella de vuestro Maestro. 54. Mucho tiempo os dije que llegarían a vosotros los hombres desorientados a pediros mis enseñanzas. Hoy os digo: Mostradles en verdad que no sois los idólatras; que estáis viviendo el tiempo de la luz; para que me busquen de espíritu a Espíritu. Así encontrarán al Padre amoroso, al Dios omnipotente, al Doctor de los doctores, y a su mejor amigo también. 55. Cuando los filósofos lleguen ante vosotros, les esclareceréis lo que ellos no han podido comprender y cuando vengan los hombres de ciencia, les daréis la luz de mi sabiduría. Porque la luz de mi Espíritu Santo es con todo mi pueblo. 56. Discípulos amados del Maestro: En este Tercer Tiempo os anuncié que al finalizar el año de 1950, dejaría de daros mi palabra a través del entendimiento humano, mas os he dejado palabras de consuelo y de orientación para que norméis vuestros actos, para que fortalezcáis vuestra fe y seáis el mañana a imitación del Maestro. 57. En este tiempo de evolución espiritual y mental en el que el hombre lucha consigo mismo, con una diversidad de ideas para encontrar la verdad, es cuando debéis empezar vuestro trabajo para lograr que la humanidad abandone sus costumbres, ritos y hábitos del pasado, para que conozca y comprenda ampliamente la espiritualidad. 58. En este tiempo el mundo se desconoce: hermano con hermano se da muerte; las mujeres olvidan su pudor y dignidad; los padres desconocen a sus hijos y los hijos a sus padres; el valor de una vida no es suficientemente estimado. Los hombres siguen distintos ideales y no hay unificación en ellos. Los gobernantes de las naciones no se comprenden. 59. Por ello he venido en Espíritu y me he comunicado a través del entendimiento del hombre, para hacer comprender al mundo que mi Obra es la barquilla de salvación y recordarle la misma Doctrina que le entregué en el Segundo Tiempo. 60. El Maestro no se apartará de vosotros, pero sí dejará de manifestarse en esta forma, porque vais a entrar en una etapa de evolución espiritual en que es preciso que desarrolléis vuestros dones, porque sólo así daréis pruebas de que habéis aprovechado mi enseñanza y de que sois dignos de dar a conocer mi Obra. 61. Solamente una vez el Verbo del Padre, con todas sus facultades de poder y ce amor, se manifestó en una materia perfectamente preparada, esa fue la de Jesús. Pero en este tiempo, por mi caridad y misericordia, fueron preparados los pedestales para para que pudiera manifestarse el Espíritu de Consolación, que es mi mismo Espíritu. En los tiempos venideros, si os preparáis, recibiréis grandemente mi inspiración. 62. ¿Por qué he venido nuevamente mis hijos? Es que el hombre ha ido inclinándose por sus propios instintos, por sus propias pasiones a todo aquello que lo aparta de la espiritualidad. Ha seguido senderos tan distintos que tratando de comprender mí Obra, la ha equivocado. El hombre se ha estacionado espiritualmente, porque su evolución científica no va de acuerdo con su evolución espiritual. No es por las prácticas de ritos, por lo que los humanos alcanzarán mayor elevación, ni por temor al castigo o al premio de sus actos. 63. El espíritu encarnado en una y otra materia, ha pasado por distintas experiencias, para conocer las ventajas del bien y desdeñar el mal. Así, sintiendo la satisfacción de hacer el bien por amor al Creador, podréis alcanzar la eterna perfección. 64. Mi Obra es amor y el amor se prodiga sin egoísmos, sin buscar beneficios para vosotros mismos. Por ello fue necesario que viniera a recordaros mi Doctrina. 65. Cada uno de vosotros habéis sido preparados con mi luz y también habéis sentido la presencia de seres elevados que os han ayudado en el preciso momento en que los habéis necesitado. Habéis sentido al Maestro cerca de vosotros. He convivido con mis hijos en los momentos de su aflicción y duda. ¿Quién es aquél que pueda dudar de las manifestaciones que el Señor ha permitido en este tiempo para consuelo de la humanidad? 66. No dejo límites para nadie, mi Obra la prodigaréis y la daréis a conocer de acuerdo con vuestra preparación. La práctica de la caridad será para vosotros la mejor experiencia y por esa virtud, os elevaréis espiritualmente. 67. Estas manifestaciones que de Mí habéis tenido a través de un portavoz, tocan a su fin, pero seguiréis recibiendo mi inspiración, porque vuestro espíritu ha sido iluminado y preparado por Mí para la comunicación de espíritu a Espíritu. 68. Mi Obra espiritual no necesita de símbolos materiales ni de ritos, ella es la continuación de la Doctrina que Jesús dejó en el Segundo Tiempo. 69. El Espiritualismo no es una religión, no es una secta, no es una nueva Doctrina, es la Ley de todos los tiempos. Es el amor, el perdón y la luz que Jesús dejó al mundo en el Segundo Tiempo. Cuando comprendáis mi enseñanza y la practiquéis, entonces seréis dignos de nombraros espiritualistas. 70. Aquéllos que desde 1950 sigan haciendo creer a sus hermanos que Yo me comunico aún por el entendimiento humano, ellos mismos estarán atrayéndose un juicio y a su tiempo tendrán las consecuencias y despertarán de su letargo. 71. El Padre deja de comunicarse en esta forma, pero queda escrito todo lo que os entregué. 72. Dejé mi palabra de orientación, derramé mi amor, para que en él inspiraseis todas vuestras obras. Perdoné todas las ofensas porque soy perdón y amor. Porque Yo me manifiesto en justicia, pero no en la forma en que vosotros la entendéis, creyendo que os castigo destruyéndoos, con los elementos desatados, no, mi justicia se ha manifestado en vosotros cuando os he preparado y os he iluminado para que me comprendáis, cuando os he mostrado vuestra propia obra y os he hecho conocer lo que sois y lo que seréis cuando os he revelado lo que el mundo se ha labrado y lo que la humanidad ha de recibir por vuestro conducto. 73. Os reuniréis a estudiar mi palabra que quedará escrita y cuanto más la comprendáis, mayor fuerza y preparación tendréis. 74. Os dejo unidos y convencidos del alcance que mi Obra tendrá en el mundo para el futuro. Ya os he dicho que sois los sembradores, mas no recogeréis la cosecha en vuestra vida material. No, porque lo que sembréis en este tiempo, es para el mundo del mañana. 75. Mi Obra debe ser para vosotros como un espejo cristalino que refleje vuestros actos y os permita conoceros a vosotros mismos. 76. Pueblo mío: No os dejo solos; cuantas veces sea necesario estaré con vosotros y cuando habléis en mi nombre, ahí estaré Yo prodigando amor y caridad. 77. Vosotros podréis recibir de Mí de acuerdo con vuestra preparación: vida, inspiración, amor, conocimiento, comprensión, fuerza, facultad curativa y todo lo que os haga falta, siempre que estéis en armonía 78. Vuestra escala de purificación debe terminar para que empecéis vuestra escala de elevación. Así sentiréis en vuestro espíritu el goce inefable al fundiros en el amor de vuestro Padre Celestial. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA N° 366 1. Desde lo alto del monte de la Nueva Sión os envío mi palabra, oh pueblo amado. En esencia, presencia y potencia me tenéis por vez postrera comunicado a través del entendimiento humano, medio que elegí por mi divina voluntad en este Tercer Tiempo para manifestarme aquí, para derramar mi Verbo entre los hombres y prepararlos para la perfecta comunicación de espíritu a Espíritu y poder por medio de esta preparación recibir del hombre el culto perfecto a mi Divinidad. 2. Tiempo de preparación ha sido este en el que el Padre, seguido de sus huestes espirituales, ha venido a entregaros la lección abriendo el Gran Libro de la Vida, el Libro de la Sabiduría Divina, el Libro de los Siete Sellos, para que este pueblo, leyendo página por página, escuchando la explicación divina de todas sus lecciones, pudiera convertirse en verdad en el discípulo de] Espíritu Santo, en el apóstol fuerte que en este tiempo lleve con el ejemplo el pensamiento y la palabra, mi Obra al corazón de esta humanidad, a este mundo que en estos instantes de entregaros mi último mensaje, se debate en su zozobra, en su dolor y en su propia sangre. 3. He venido a vosotros y os he contemplado preparados. En esta oración que eleváis al Padre, oh pueblo amado, veo la edificación de un santuario que me invita a penetrar, estoy dentro de él, es tu propio corazón, oh hijo mío. En él recibo la ofrenda la fragancia vuestra y a los pies del altar espiritual contemplo vuestra cosecha, lo que habéis recogido, y labrado a través de los tiempos y que habéis hecho culminar ahora que habéis sido mis labriegos en el Tercer Tiempo; mi mirada de Juez, de Padre y de Maestro juzga la simiente de todos vosotros. En ella está vuestra lucha, vuestro anhelo de progreso espiritual, vuestro sufrimiento, los ideales que habéis visto coronados y los que no habéis visto, todavía florecer; pero la humildad de vuestro espíritu ha traído su ofrenda que, en verdad, en verdad Yo recibo. Mi mano de Padre se extiende y en ella voy recibiendo toda vuestra lucha. 4. La conciencia de mi pueblo se despeja y así mismo se juzga. La memoria se aclara y recordáis en estos instantes aquella alba venturosa para vuestro espíritu con que pisasteis por vez primera el camino, en que oísteis la voz que resonaba en el desierto y también el momento en que escuchasteis la voz del Eterno dirigida a vos, desde aquel día, a través de vicisitudes, de obstáculos, de abrojos, habéis venido paso a paso en pos de mi huella. 5. ¡Cuánto habéis vivido, cuánto habéis mirado, sentido y atravesado y al fin llegáis a este día temido por mi pueblo! ¡Este día de juicio, este día dé conciencia y de preparación! 6. Ninguno sabía si el Padre le había de conceder en la presente vida material y en su presente envoltura, contemplar la postrera de mis manifestaciones, ¡Aquí estáis! Habéis llegado formando un solo corazón, un solo labriego, una sola flor que eleva un perfume que llega a la altura de mi Solio y por esta preparación espiritual vengo en pos de vosotros, una vez más lleno de fuerza, lleno de luz, de paz y de gracia, para deciros, oh pueblo: no quedéis sumidos en la orfandad. No dejéis que la tristeza invada vuestro propio corazón, no dejéis que la flaqueza os sorprenda después, cuando ya no escuchéis mi palabra por estos conductos, no volváis atrás. ¡Id siempre adelante, buscad en el fondo de mi Obra el aliciente que os lleve paso a paso, hasta la meta! 7. EI pueblo se ha preparado, Más Allá, sobre de este pueblo, la Gloria también está dispuesta. Como novia se encuentra ataviada para esperar en este instante la llegada del esposo y esa preparación universal tiene pureza de virgen, tiene fragancia de flores y tiene luz de nueva aurora. Más Allá de vosotros, pero ahí, hasta donde se ha elevado vuestro espíritu en este instante de gloria y de juicio, están los espíritus grandes que rodean al Padre, los espíritus aún desconocidos por vosotros, aquellos que vais a contemplar y a amar el mañana, a vuestros propios hermanos, a vuestros mensajeros, aquellos que desde el infinito han vibrado como estrellas luminosas en el sendero de vuestra existencia, y entre ellos están aquéllos a quienes de nombre conocéis. Está Moisés con la Ley en su espíritu, con la Ley inmortal, inmutable; están los patriarcas, los apóstoles, los profetas, los mártires, los santos, los justos, los inocentes, los grandes arrepentidos. Todo se ha preparado. 8. Vibra el Valle espiritual sobre vosotros y los mismos elementos lanzan sus voces como heraldos para estremecer el espíritu, el corazón del hombre y decirle: Es la hora semejante a aquélla en la cual Jesús exhaló el postrer aliento sobre el madero en el Segundo Tiempo. En verdad y de cierto que podría en esta hora repetir mis siete palabras del Segundo Tiempo, las que exclamé sobre el madero de la cruz; pero en verdad os digo, que ya están escritas aquellas con sangre divina en la conciencia de la humanidad. 9. He venido con nuevas palabras encerrando ellas la misma luz, la misma esencia y sabiduría para que el hombre no diga que en este tiempo el Espíritu Santo sólo vino a repetir las cosas reveladas a los hombres en los tiempos pasados. 10. Si os preparáis y penetráis más y más en lo que en este instante vibra sobre vosotros, podréis contemplar, como Juan en su visión, al Todopoderoso en su trono. Él es quien os habla, Aquél a quien no pudo mirarle la faz, Aquél que solamente presintió que era el Rey de los reyes y el Todopoderoso, es el mismo que en este instante, desde lo más alto del monte de la Nueva Sión os habla y se deja mirar por todo ojo espiritual que se eleve y se prepare, circundado también de los ancianos, doce a su diestra y doce a su siniestra; los patriarcas de las tribus del Pueblo Escogido de Dios, los apóstoles del Segundo Tiempo seguidores de Jesús. Ellos son los que eternamente están rodeando al Padre, para desde ahí, seguir vibrando entre vosotros por una eternidad. Los unos os dieron la vida sobre este orbe, la sangre, la fuerza y el principio del camino. Los otros os dieron la vida espiritual, testificando mi Obra, mi pasión, mi palabra y en este instante, unidos al Padre juzgan a su pueblo juzgan su simiente, prueban su propio fruto y también se inclinan ante el Divino Juez. 11. Mas mi juicio en este instante no es solamente para el discípulo del Tercer Tiempo, no es solamente para las doce tribus espirituales cuyos seres se encuentran encarnados los unos y en estado espiritual los otros, mi juicio es universal. Todo espíritu toda cosa, es en este instante sopesada en mi balanza divina, y después de ser juzgada quedara puesta por mí mano en el camino certero una vez más. 12. Desde el principio de mi comunicación a través del entendimiento humano, de portavoz a portavoz, de generación en generación de labriegos, os fui diciendo, os fui anunciando el día, la hora marcada por mi justicia divina para el final de mi manifestación. Un instante en medio de la eternidad ha sido este tiempo para el Padre, un tiempo vasto y suficiente para este pueblo, para su preparación, su transición espiritual, su resurgimiento entre la humanidad, el final de esta etapa quedó señalado en 1950 por mi voluntad. 13. Este año no solamente os lo confié a vosotros. Fue una gracia que el Padre brindó a la humanidad, haciendo vibrar la luz del Maestro en toda conciencia, haciendo estremecer las instituciones en sus propias bases, conmoviendo a los hombres que ostentan cargos de ministros en sectas y religiones, para que en este tiempo, en este año, la humanidad penetrase en meditación. Meditando, orando, velando y razonando, pudiese alcanzar la paz, pudiese alcanzar la concordia y la fraternidad, pudiese apartar de sus labios el cáliz de amargura y convertir sus armas Raticidas en herramientas de labranza. 14. Todo se lo brindé a este mundo en el principio de 1950. Espiritualmente envié mi mensaje de paz, de fortaleza y luz a todos mis hijos. Bendije todos los caminos di fecundidad a todas las simientes y ahora, en el final, cuando vengo a recibir la cosecha de la mano del hombre, cuando vengo a interrogar su propia conciencia, ¿Qué es lo que me ofrece? ¿Qué es lo que este mundo me presenta? Su desobediencia, su materialismo, su desafío a mi justicia divina, su falta de temor ante mi fuerza y he aquí, os digo, en verdad en verdad, este pueblo, a quien he doctrinado, es como un espejo de toda la humanidad, es un reflejo también de la división que reina en el mundo, porque si vosotros veis que este mundo se encuentra dividido en potencia, en potencias espirituales también os habéis dividido. Si los grandes pueblos, las grandes potencias de la Tierra están intentando absorber a las demás, unirlas y esclavizarlas a sí mismas, Yo también contemplo entre este pueblo que hay muchos que quieren ser primeros y unificar hacía sí a los demás, y si entre la humanidad, en esos grandes pueblos y naciones veis la guerra fratricida, veis que los hombres van a la muerte bajo las nuevas armas que los hombres han creado, Yo veo también entre este pueblo cómo se preparan con nuevas armas para destruir su fe, para levantarse unos sobre otros, para humillar los primeros a los postreros, para desconocerse unos a otros; si este mundo me ha desafiado, Yo acepto su desafío en verdad, me sujeto a prueba y a prueba quedo en verdad, y vosotros ¿Cómo quedaréis ante mi juicio, oh pueblo? 15. Después de recibir vuestro fruto, después de colmaros de bendiciones, os digo en verdad: Lo espiritual no puede morir. Solamente desaparecerá el pecado; morirán las pasiones, las soberbias potencias de esta humanidad caerán también de ellas ni piedra sobre piedra quedará. La ciencia humana puesta al servicio del mal y la destrucción, destruida por mi brazo justiciero quedará, de entre vosotros Yo también aboliré vuestra mentira, vuestra impreparación y desunión y solamente conservaré vuestro espíritu, en el cual he depositado la luz del Sexto Sello, de ese capítulo que se ha abierto en este tiempo y en el cual escrito estaba que en él habíais de encontrar el gran día de la ira del Señor. 16. Este es el gran día, no compuesto de veinticuatro horas, porque el día del juicio del Señor no sabéis cuánto se prolongue, no sabéis cuándo termine, pero de cierto y en verdad estáis ya en la culminación de los tiempos y estáis viviendo bajo el juicio del Señor. 17. En este tiempo de juicio velad y orad; Yo os he enseñado. Sois mi simiente, sois mis discípulos, sois mi pueblo al que voy a enviar entre los pueblos de la Tierra, al que voy a conducir entre tinieblas porque él es la luz, al que voy a hacer penetrar entre las filas de enfermos, de leprosos, de desesperados, para que allí llevéis la luz y el consuelo, el bálsamo y la paz. Voy a presentaros la orfandad, la viudez, la miseria en todas sus formas, el pecado en sus más bajos niveles, para que delante de todos esos cuadros de tristeza, de desolación y de muerte, se eleve vuestro espíritu, surjan vuestros sentimientos, se abra vuestro corazón como un manantial de amor y deis cumplimiento, por fin, entre los hombres al divino destino que Yo os he trazado desde el principio. 18. ¿Cuándo volveréis a ver sobre vuestro orbe brillar el sol de la justicia? ¿Cuándo volveréis a ver la paz en el corazón de la humanidad? ¿Cuándo contemplaréis, oh pueblo amado, un cántico, un himno de paz que se eleve del espíritu del hombre hacia el corazón del Padre? 19. En verdad en verdad todavía tendréis que ver grandes cosas en este mundo para que ese tiempo llegue. Todavía el Sexto sello se encuentra abierto y todavía muchas páginas he de volver con mi mano divina para que el Séptimo Sello sea desatado y abierto entre vosotros. 20. ¿Cuáles señales os daré para que vosotros podáis mundialmente reconocer que el Séptimo Sello se abre para el hombre? Cuando se haya hecho un gran silencio en el Universo. Esa será mi señal. ¿Y cómo será ese gran silencio, oh pueblo, con el cual podáis vosotros testificar ante la Humanidad asombrada que es el final de una etapa y el principio de otra? 21. Cuando hayan cesado por un momento las guerras, cuando los elementos se hayan apaciguado, cuando la persecución de mis leyes y mi Doctrina se hayan detenido; entonces, habrá como un silencio entre la humanidad y ese silencio será anuncio de que el Séptimo Sello se abre para revelar sus misterios a esta humanidad. Es la última parte del Libro que habéis de conocer vosotros, que ha de poseer vuestro espíritu para que conozca al Padre y se conozca a sí mismo. 22. La espiritualidad brotará en toda la humanidad. Muy próximo está el tiempo de lucha. Las señales ya se acercan. Los mismos hombres las darán. Voy a tocar con mi brazo justiciero a los príncipes de las iglesias de esta tierra, a los sacerdotes, a todos los ministros y pastores. En este instante sienten mi juicio profundamente en su conciencia. No hay uno que se encuentre tranquilo en esta hora. Los unos inclinan su cerviz, otros sollozan; otros tratan de acallar la voz de su conciencia; pero todos me sienten, todos me palpan, porque, en verdad os digo, en este instante Yo estoy con todos. 23. Quiero encontrar entre la Humanidad la iglesia que fundó Pedro y veo que aquella Piedra Fundamental no resiste sobre ella algún edificio. ¡Cuán pocos le imitaron en su celo, cuán pocos llegaron al sacrificio siguiendo sus pasos! Veo sí las grandes iglesias, las grandes organizaciones religiosas, la pompa y la riqueza, el esplendor y el poder; pero no veo pompa espiritual, no veo galas de virtud, no descubro poderío que sea parte de mi poder universal, y contemplo, en verdad os digo, que aquellos seguidores de Pedro sollozan en el Valle Espiritual contemplando a los que les han sucedido, conduciendo a la humanidad al desastre y a la muerte; que los labios de los que se dicen apóstoles de este tiempo, sucesores de Pedro hablan de amor, hablan de Cristo, hablan de paz universal, mas detrás de sus palabras fomentan las guerras fratricidas. Pedro no sembró muerte. Yo a su mano le quité su espada. Yo le enseñé a dar la vida para dar vida a los demás. Yo le enseñé a derramar su sangre para que ella fuese como semilla de amor, como testimonio de verdad, como sello verdadero para sus propias obras y él cumplió hasta el final de su jornada. 24. Por eso, en este tiempo, cuando vengo a juzgar la simiente de aquellos que dejé como ejemplo, como emisarios entre la humanidad, no puedo menos que decir a los hombres, que han edificado sobre arena como necios y que no han sabido construir sobre la roca inconmovible de Pedro, sobre la cual deberla el hombre haber levantado la verdadera iglesia a su Padre y Señor. Y os digo también: De toda esa grandeza, de todo ese poderlo no quedará ni piedra sobre piedra. ¿Y qué harán las multitudes después? ¿Qué harán los rebaños sin pastor y sin aprisco? ¿Hacia dónde conducirán las ovejas sus pasos cuando las campanas no les llamen ya al redil? 25. Es entonces, pueblo, cuando las ovejas exhalarán su balido hacia el Más Allá, cuando busquen en la cumbre del monte al Pastor y entonces vendrá mi Reino sobre todos; vendré entre nubes, según mi promesa, según palabra de mis profetas, y todo ojo pecador y no pecador me contemplará. Entonces será cuando los hombres, conmovidos ante lo espiritual, estremecidos ante la verdad, vean hacia arriba y olviden todo lo que su planta hollara, y no contemplen más santuarios de granito ni escuchen sus oídos más los bronces; será entonces cuando la humanidad despertando de corazón en corazón, de pueblo en pueblo, de nación en nación, se levanten en pos del Espíritu Santo que ha abierto en verdad su arcano para revelarlo y depositarlo en todos los hombres de buena voluntad. 26. Mas en este tiempo ¿Quiénes serán los explicadores de mis revelaciones? ¿Quiénes serán aquellos que aclaren los misterios del Espíritu Santo a la humanidad despierta ya para el Padre? 27. Bien sabéis que esos sois vosotros, estaréis distribuidos por Mí mano providente en los diversos puntos del Orbe, para que vuestras bocas sean como clarines enmedio de la noche; para que vuestros testimonios sean obras poderosas que conmuevan el corazón de la humanidad, y entonces podréis decir al mundo: ¡He aquí el Sexto Sello en su esplendor! ¡He aquí el Sexto Sello en la culminación de su tiempo! ¡He ahí al Espíritu Santo comunicándose con el espíritu del hombre, buscándole el Pastor a la oveja, haciéndole oír sin mediación de ninguna cosa material, su voz, su palabra, su concierto! ¡Y muchos os escucharán, porque vosotros seréis los que caminéis con firmeza: en vosotros no se verá un titubeo, en vuestros labios no habrá un solo balbuceo; llevaréis mi testimonio claro, profundo y amplio a todos aquéllos que deban recibirlo y seréis mirados como apóstoles, seréis oídos como profetas y seréis recibidos en el seno de congregaciones, hogares, instituciones, como los precursores y emisarios de mi Divinidad! 28. ¡Fortaleceos, oh pueblo! ¡Estad preparados y dejad que mi Obra penetre profundamente en vos! Allí guardadla, allí tenedla, porque la vais a estudiar. En verdad os digo que aun cuando mucho comprendéis ya de mi Obra, no la comprendéis toda. En el tiempo de meditación que os concedo, vais a alcanzar a comprender muchas cosas que os van a sorprender. Estáis habitando en el Tercer Tiempo y todavía no habéis sabido interpretar debidamente a los profetas del Primer Tiempo. No habéis profundizado grandemente en la palabra que Jesús os habló en aquel Segundo Tiempo, y la Obra que el Espíritu Santo os ha venido a revelar, no la habéis abarcado todavía con vuestra comprensión y tenéis que fundir dentro de vuestro espíritu esos tres testamentos esas tres revelaciones en una sola, porque todas forman una sola Ley, un solo Libro, un solo Camino, una sola Verdad. 29. Se acerca el tiempo en que los libros del Primero y Segundo Tiempo vuelvan a vuestras manos, a vuestros ojos, a vuestro espíritu y entonces podáis comprender lo pasado por lo presente y confirmar lo presente con las cosas reveladas en los tiempos pasados. 30. Yo he permitido que manos humanas de mis enviados escriban la historia, la historia es vuestro pasado. Yo he venido a comunicarme en este Tercer Tiempo por conducto de estos portavoces elegidos, preparados por Mí, para hablaros de las nuevas revelaciones. Este es vuestro presente. Yo os he hablado también en tono profético y he preparado profetas en este Tercer Tiempo para que os hablen de las cosas que han de ser, la profecía es vuestro porvenir. El pasado, el presente y el futuro son con vosotros. Todo lo abarcan. Es la eternidad que Yo te concedo, en la cual vives, de la cual Yo quiero que seáis dueño para que ya no poseáis solamente el tiempo material, ya no seáis dueños solamente de este bajo mundo. 31. ¡Abrid vuestros brazos espirituales! ¡Extended vuestras alas! ¡Abrid vuestros ojos y abarcad la eternidad siendo los espiritualistas, los que os deis cuenta y comprendáis las cosas de la vida, el destino, los acontecimientos, todo lo que fue lo que es y lo que ha de ser! Mi luz os ha hecho comprender mucho y aún más comprenderéis. Delante de teólogos y teósofos estaréis y ellos asombrados quedarán. Que no haya en ti cobardía, que no haya en ti falta de fe, ¡Oh Israel! porque entonces temblaréis delante de aquéllos que en verdad, en verdad no son grandes delante de Mí. También sobre vosotros pupilas espirituales os contemplan como iguales, como labriegos de este tiempo, espíritus que ahora forman parte de mis coros espirituales y que ha tiempo estuvieron entre vosotros como labriegos de estas tierras, como precursores, como enviados y portavoces. 32. Contemplad ¡Oh videntes! sentid ¡Oh pueblo amado! esas grandes legiones que palpitan, que vibran llenas de amor, llenas de respeto, llenas de júbilo en su espíritu sobre de vosotros y entre vosotros mismos. Allí están Roque Rojas, Damiana Oviedo, todos los portavoces que han partido al Valle Espiritual; los labriegos, columnas y guías y muchos de aquéllos que ostentan la señal espiritual de mi marca, formando un pueblo, formando una legión de labriegos espirituales y que en este instante se funden entre vosotros, se mezclan entre vosotros para formar el pueblo del Tercer Tiempo, el labriego espiritual de esta Tercera Era que se preparó para recibir al Espíritu Santo y manifestarlo entre la humanidad, Ellos también me entregan su cumplimiento, me muestran su simiente y os ayudan a vosotros en vuestra preparación para que seáis dignos de mostrarla también al Padre. 33. Todos en esta hora bendita, en este instante de juicio y de amor, estáis unidos formando una sola familia y un solo pueblo delante del Padre. ¿En qué región vibra vuestro espíritu en este instante? En el Valle Espiritual. Por eso sentís esta paz y esta beatitud. Las vicisitudes del mundo habéis olvidado. El peso de vuestro fardo habéis dejado de sentir y la amargura de vuestro paladar es todo dulzura en este instante. ¿Por qué, pueblo? Porque os habéis elevado en medio de todos los hombres, de todas las ideas religiosas y de todas las sectas; os eleváis secretamente, humildemente, porque todavía vuestro grito no resuena en los ámbitos de este mundo y ahí en el Valle Espiritual contempláis la elevación, la desmaterialización de todos los seres para rendir culto al Creador. 34. Sentís que estáis envueltos y rodeados en muchedumbres infinitas de seres que palpitan, porque son vida que han despertado ante la voz de la justicia, y si vosotros oís resonar a través del portavoz humano, el Universo la escucha en lo más profundo de la conciencia y os preguntáis: "Padre, ¿El Reino de los Cielos, tu Reino, ya estará de lleno entre nosotros?" y el Padre os dice: Yo quise que el Reino de los Cielos lo llevaseis ya en esta hora de lleno en vuestro corazón; pero no lo habéis conquistado todavía, ¡Oh soldados de mi causa! 35. Vais a tener todavía que luchar entre vosotros, que seguir trabajando, sufriendo y desvelando, para poder alcanzar vuestra propia unificación, y la conquista de vuestra propia unidad será entonces cuando sintáis que el Reino del Padre está en lo más profundo de vuestro corazón. Este Reino es la Segunda Jerusalén, la ciudad blanca, donde quiero que moréis. Sus puertas se encuentran abiertas y sus muros preparados, dentro de esas murallas, la paz, la salvación, la vida eterna. Tenéis que caminar un poco más en el sendero y habréis conquistado esa Ciudad. Hoy, como en el Primer Tiempo, puedo deciros como Moisés: "He ahí, en el horizonte, la Tierra Prometida". 36. Moisés no contempló en su hora final vuestra entrada en la Tierra de Promisión. Tampoco el Maestro en aquel Segundo Tiempo, en la víspera de su muerte en cuanto hombre pudo contemplar el reconocimiento del pueblo hacia su Ley; y habiendo escalado el Señor un monte como también lo escaló Moisés en el Primer Tiempo, contemplado a la primera Jerusalén pecando como todos los días, aletargada en su sueño de siglos, lloraron los ojos y el corazón del Maestro sobre aquella ciudad amada diciendo: "Jerusalén, Jerusalén, que no habéis sabido el bien que habéis tenido entre vosotros; Yo os quise reunir como la alondra reúne a sus polluelos pero vosotros estáis dormidos y no habéis sentido mis pasos, ni habéis oído mus palabras". Os podría decir lo mismo en este tiempo, en esta hora, oh pueblo: "Israel, Israel, que tanto tiempo me habéis tenido entre vosotros y no habéis alcanzado a amaros con el amor con que Yo os he amado; que no os habéis unido habiendo tantas veces el Padre inspirado este amor y esa fraternidad, habiéndose convertido en la alondra bajo cuyas alas pudieran estar todos los polluelos reconociéndose; pero como en los tiempos pasados, la fuerza queda en vosotros para seguir la jornada. 37. ¿Llegaréis a conquistar la Tierra Prometida? 38. Sí, pueblo amado. Desde aquí ya vislumbráis las luces de la gran ciudad. Desde aquí ya percibís el perfume de su huerto. También desde aquí ya escucháis las voces de sus habitantes, de sus moradores y esa visión de realidad os anima en el camino a no desviaros de él; ese hermoso panorama celestial os invita a cada instante a caminar hacia adelante para poder llegar ante las puertas y decir al fin: "La Tierra Prometida he conquistado con mi esfuerzo". 39. La fe y la fortaleza de Moisés os condujo a la Tierra Prometida en el Primer Tiempo, tierra que fue un reflejo de la patria celestial, de la mansión eterna. La sangre del Cordero, la sangre del Maestro en el Segundo Tiempo os rescató. Ese es vuestro precio. Nadie podrá arrebatarme lo que es mío y en este tiempo mi palabra dada a través del entendimiento humano, conducto por el cual os he venido a revelar las grandes cosas del Tercer Tiempo, una vez más os levanta en el camino. Hace la luz en vuestra conciencia, no deja que os perdáis es el mismo sendero, es la misma brecha abierta por la Verdad. No os perdáis nunca de ella, porque se acercan los tiempos de la guerra de palabras, de ideas, la guerra de criterios, de interpretaciones en mi Obra. No desconozcáis jamás mi Ley, mis revelaciones, mi Doctrina; pero sí, cuidaos en verdad de las interpretaciones que a ellas den vuestros hermanos. Someted a vuestro juicio, someted a vuestra sensibilidad espiritual la interpretación, el análisis que los demás hagan de mi Ley y si contempláis aquellas interpretaciones justas tomadlas. Si otros se adelantaran a vosotros a comprender, sed vosotros imparciales y justos y conceded el primer lugar a aquéllos que antes que vosotros se desvelaron y supieron descubrir en el fondo de mi Obra su verdad, su eternidad, su luz. 40. Voy a dejaros una vez más, como ovejas entre lobos, pero estas ovejas están preparadas, no caminan sin pastor; conocen el camino seguro y saben dónde está el aprisco. Mientras vosotros caminéis dentro del sendero, nada podréis temer, que es más fácil que un lobo se convierta en oveja, que una oveja en lobo. Mas si vosotros salieseis del sendero y os cubrieseis con la piel de la soberbia, de la desobediencia, de la grandeza o el materialismo, entonces os convertiréis en lobos robadores, en lobos voraces, pero ¡Ay de vosotros! porque habrá lobos más fuertes y justicia más fuerte y también tropiezos y abismos. 41. Mi camino queda trazado en vuestra conciencia. Pronto no tendréis pastor alguno sobre la Tierra, ni ministros que celebren ritos delante de vuestros ojos, ni recintos que simbolicen el templo universal de Dios. Tendréis por templo el Universo, delante de vuestro espíritu al Señor, al Maestro, vuestro dulce Jesús, lleno de sabiduría y de amor, presto siempre a escucharos. No tendréis otro altar que vuestro corazón, ni otras guías que vuestra propia conciencia. 42. Estas cosas os han sido reveladas y han tomado forma en vuestro espíritu. Ya no podréis perderos del sendero, porque bien lo habéis mirado. Cuando el mundo os contemple caminar sin dioses materiales, sin ritos, sin pastores, se asombrarán, os juzgarán, y lo que podrá a ellos en verdad dar testimonio de mi Verdad, de que vosotros no vais solos, serán vuestras propias obras, vuestra virtud, vuestra propia vida; porque mi Obra no solamente la vais a hablar, no la vais a extender solamente con el instrumento de vuestros labios, vais a vivirla; porque un acto de vuestra vida vale más que mil de vuestras palabras, por convincentes que sean. Amor, mansedumbre, humildad, sacrificio, de este modo el mundo me reconocerá en vosotros. 43. Os dejo en mi lugar como maestros y aun cuando siempre delante de Mí os sintáis párvulos, delante de los hombres seréis como maestros, como hermanos mayores, que sabréis depositar en los postreros todo cuanto Yo os di y si ellos por su amor, por su consagración en mi Obra llegasen a ser más grandes que vosotros, dejadlo y sonreíd, pero con sonrisa de amor, de satisfacción espiritual; pues llegará en verdad un nuevo tiempo para vosotros en que a ellos alcancéis en el camino para ser todos iguales; porque en el principio todos brotáis de Mi en forma igual y tendréis que llegar a Mí también igual. Todos seréis grandes para comprenderme; todos seréis espíritus con potestad, con sapiencia, con amor para poder sentir y comprender al Padre y en unión de Él regir todo el Universo, como es mi voluntad; porque vosotros seréis como ahora seres superiores delante de seres inferiores y si os he confiado este mundo para que en él os enseñoreaseis, después, cuando os lleve a mi Reino, seréis todos príncipes delante del Padre y gobernaréis la Creación porque esta es mi voluntad. Seréis entonces dueños de verdadera grandeza. Ninguno se sentirá superior al otro. El amor presidirá todas vuestras obras y seréis siempre dueños de la dicha espiritual perfecta, amando al Padre y amándoos a vosotros mismos. No sentiréis ausencia ni distancia, ni para el Padre ni ante el semejante. Un mundo será delante de otro mundo, como ahora es un hogar junto a otro hogar. 44. Así pueblo, así discípulos, quiero llevaros a la perfección, así quiero que lleguéis a esa gran ciudad que preparada se encuentra desde la eternidad, para que seáis los moradores, los habitantes eternos en esa paz y en esa perfección. 45. Desde 1866 hasta 1950, todo cuanto os he revelado por este conducto, podéis encontrarlo en el Libro de los Siete Sellos, todos los acontecimientos de esta Humanidad confirman lo que escrito está en ese libro. Siempre me he comunicado con mis hijos. Ahora tenéis esta forma que presto desaparecerá entre vosotros. 46. Nueva forma de comunicarme vendrá: La forma perfecta de Espíritu a espíritu. La comunicación espiritual alcanzará alto grado de perfección entre los hombres, pero su grado máximo de perfección lo hallará cuando haya dejado el mundo y la envoltura. A través de este don muchos misterios seguiré esclareciendo, nuevas y grandes revelaciones os haré. Por el sendero de la espiritualidad penetrarán los hombres, y en la senda de la espiritualidad, hallarán la luz para sus empresas, para sus misiones, para sus cargos, para su ciencia. 47. Por medio de la comunicación de espíritu a Espíritu seré interrogado, seré buscado por todos y por este medio Yo hablaré e inspiraré a todos mis hijos. Bienaventurado aquél, digo en este día, que me busque por medio de esta gracia con humildad, con mansedumbre, con respeto espiritual, porque él encontrará en Mí una fuente pródiga, inagotable de luz, de revelaciones, de beneficio. ¡Ay de aquel que en mala forma me busque, porque Yo le tocaré para hacerle comprender su error y si aún fuese necio, entonces se comunicará solamente con la luz aparente, que es tiniebla la tentación! 48. Paso a paso habéis venido desde el principio de mis enseñanzas. Llegasteis ante mi planta divina fatigados del camino, enfermos y muchos sin cosa alguna. Venció mi palabra y mis pruebas de amor la incredulidad; venció mi esencia espiritual el materialismo; convertí los duros corazones, semejantes a las rocas, en sensibles corazones, de los pecadores hice mis servidores; hombres y mujeres caídos en vicio los hice pasar por la regeneración para convertirlos en mis labriegos; muchos que no eran capaces de conducir sus propios pasos, en guías les convertí después, para conducir a la conciencia de las multitudes. Muchos labios profanos tuvieron después que pronunciar la palabra divina. Muchos entendimientos rudos y torpes, cerrados para la luz de la ciencia y del saber humanos, mansamente se abrieron para dar acceso a la luz del Mundo Espiritual; pero en verdad os digo: no vine a distinguir a mis llamados, en clases, en castas o linajes; no vine a desechar al hombre de ciencia; no vine a desconocer al hombre de letras, no cerré las puertas para el hombre culto, porque muchas veces el culto me comprendió más pronto y mejor que el rudo; otras veces, los rudos e ignorantes más pronto confesaron que la iluminación de su espíritu había llegado, se había hecho en ellos, en los hombres de ciencia y de saber. 49. A todos llamé. Puse un emisario, un heraldo en el paso de muchos de mis hijos y si muchos fueron obedientes, sumisos a la voz de mi llamado, otros fueron sordos y nunca vinieron a Mí; pero de aquéllos que perseveraron, unos perseverando en su creencia, en su fe, otros perseverando para destruir su incredulidad hasta llegar al triunfo, unos perseverando en su enfermedad hasta alcanzar la salud; otros diciéndome: "Padre, si no te place sanarme, aun así quiero seguirte". 50. De todos estos que me amaron, hice mi cuerpo de labriegos, mi nuevo apostolado, permití la existencia de numerosos recintos humildes y pobres en verdad, para que a la sombra de ellos pudiese congregarse el pueblo y allí tener mi manifestación divina por el conducto de mi portavoz, de la facultad, de los guías, de los columnas, del vidente, de la pluma de oro, de la piedra fundamental; porque a través de los siete dones, en representación de los siete espíritus, Yo le he hablado a este Pueblo, le he conducido y le he preparado. A pesar de las imperfecciones de mis escogidos, a pesar de sus errores e incomprensión, Yo he manifestado siempre mi Obra, ya en una palabra, en un miraje, en una prueba, para que ello fuese aliciente y estímulo para este pueblo y así, los que habían creído ya en la verdad de esta revelación, no pudiesen nunca más dudar. 51. Si muchos han vuelto la espalda, muchos se quedaron en el sendero y me han seguido hasta el final de la etapa. Esos perseverantes, esos labriegos, esos guías de multitudes sois vosotros, porque todos habéis acarreado tras de sí muchedumbre de espíritus, de conciencias, de corazones y habéis contemplado la transformación de esas mismas multitudes en la salud, en la moral, en el culto. Si las contemplasteis en sus primeros pasos pobres, enfermas, menesterosas e ignorantes, ahora escucháis en los labios de las muchedumbres de Israel la luz, en sus actos verdad, en su vida regeneración, y en su culto ansia, anhelo de perfección en verdad. 52. Mi palabra no la he retenido a ninguno. Yo siempre he estado presto sobre este pueblo y a través de todos estos conductos he derramado esencia, vida, verdad. No todos se han sabido preparar. No en todos he descubierto espiritualidad. Los que más han alcanzado, ha sido por su preparación, por su elevación y consagración en mi Obra, y el día final ha llegado, también a todos anuncié, porque no hay uno que ignore que en esta fecha, que en este día, el Padre ha de levantar su palabra por siempre, en la forma en que la habéis tenido y oído. 53. ¿Está el pueblo preparado para este acontecimiento? 54. ¿Está fuerte el discípulo para esta prueba? 55. A unos contemplo fuertes y a otros débiles, pues en verdad en verdad el Maestro dice a los fuertes: ¡Rogad por los débiles! A los despiertos: ¡Velad por los que duermen! A los que más han adelantado: ¡Sentid la responsabilidad delante de los retrasados! Los que más hayan recibido: ¡Tened conciencia de ello y compartid cuando el tiempo sea llegado de estas cosas! 56 Mas el Padre pregunta a todo su pueblo: ¿Por qué queréis retener al Maestro un tiempo más? ¿Por qué pretendéis que el Padre pase sobre su propia palabra, dando con ello un ejemplo de imperfección a vosotros? ¿Qué no habéis aprendido a través de Mí que soy inmutable, que soy inexorable, que soy perfecto? ¿Acaso todavía os hace falta mi palabra que durante tantos años pacientemente os he entregado? 57. Mi palabra ha sido una obra perfecta que se ha consumado entre vosotros. ¡Tenéis los dones, tenéis la Doctrina, poseéis mis revelaciones! Os he preparado, ¿Qué más podéis pedir? ¿Qué más queréis del Padre? ¡Oh pueblo! 58. Y sin embargo, se levantan los que duermen, los desobedientes, los que se han acostumbrado a profanar, a pasar sobre mis mandatos para decir: Podemos pasar sobre la palabra del Padre. Él todo puede conceder a su pueblo. Nuestra voluntad puede hacer. 59. ¡Ah, en verdad, que esos no saben lo que dicen, ni saben a lo que se exponen, porque el juicio del Padre desatado puede encontrarse! 60. ¡El gran día de la ira del Señor ya está y también la justicia del hombre alerta, pendiente, iluminada por mi justicia divina puede encontrarse para sojuzgar las obras de los hombres! 61. ¡Todos los que han tomado obra divina, palabra espiritual, todos los que han tomado mi Doctrina y mis leyes para regir a los hombres, para doctrinarlos, para refrenarles en sus vicios y en su pecado, para conducirles por la senda de la eternidad, están a juicio! ¡Entre ellos estáis vosotros, Israel, en primer lugar, créalo el hombre o no lo crea y tras de vosotros todas las religiones! 62. ¡He aquí mi balanza! ¡He aquí mi justicia y también mi espada inexorable! ¡No me desafiéis más, pueblo! ¡No imitéis a esta humanidad que en el año de meditación, en el año de perdón y de reconciliación se levantó esgrimiendo su arma fratricida, manchando la página blanca de la paz con la sangre hermana y pasando, en verdad os digo, sobre mi proposición de paz! 63 ¡Ay del mundo! Está al borde en verdad de su abismo. Va a apurar el gran cáliz de amargura hasta las heces y el ¡Ay! el gran ¡Ay! de dolor tendrá que exclamar para que pueda despertar. 64. Así lo ha querido el hombre. Le he propuesto mi paz, le he propuesto mi amor, me he acercado mucho a él, y sin embargo, de mi Reino no quiere nada, quiere el suyo; de mi poder, tampoco; él ha antepuesto su propio poder; de mis galas, tampoco; quiere seguirse envolviendo en la soberbia; no quiere la vida en la eternidad; quiere solamente el poder temporal y la muerte, que será la que dé cuenta de todos los actos de los hombres. 65. Un lugar tengo destinado para todos los que busquen mi paz y que encuentren la muerte en la injusticia de la guerra de los hombres, porque hay muchos que van por los campos de destrucción con el arma en la diestra y la conciencia hablándoles, la conciencia sollozante, la desesperación del corazón, diciendo al Padre: "Señor perdóname, porque voy sembrando la muerte, porque te estoy ofendiendo". 66. Esos son los que me han sentido. Yo a ellos rescataré; por ellos velad, ¡Oh pueblo! Muchos tornarán a la paz; muchos volverán al hogar; y otros los que caigan, los que dejen su cuerpo entre escombros, ellos se levantarán gloriosamente en espíritu, porque mi voz les está llamando a este Reino de paz y de justicia para decirles: ¡He aquí! No encontrasteis el bien, no encontrasteis justicia en la Tierra, pero mi justicia existe y os llama, os envuelve y os resucita. 67. Vais a contemplar todavía muchas cosas. El año de 1951, que solamente espera el paso de unas horas para hacer su entrada, traerá un presente de pruebas entre la humanidad, y si 1950, preparado con la luz del Padre, se ensombreció con la tragedia de los hombres, se ensangrentó con la sangre de ellos mismos, se conmovió con los grandes acontecimientos, 1951 aún más, en verdad os digo, hará conmover a la humanidad. 68. Vosotros, que formáis parte de ella y que habéis sido preparados para poder vivir, para sobrevivir a todas esas cosas, no dejéis de velar pueblo, no dejéis de orar. Pensad en que vosotros sois como un manto de paz. Pensad que sois los poseedores del bálsamo. Pensad que sois bendición en este mundo y que por eso no os llevo conmigo en esta hora en la cual os quisieseis quedar fundidos a mi Rayo Universal y a mi Mundo Espiritual, para dejar este mundo y poder contemplar el Reino de los reinos. Todavía no es ese tiempo para vosotros. Quedad un tiempo más entre los hombres y sed para ellos bendición y perdón. 69. Vuestras armas están preparadas. Vuestra fuerza os hará salir avante hasta el fin; pero os digo en verdad: No penséis en que esas calamidades sean sentidas solamente por vosotros. Pensad que en cada prueba Yo os concederé una gracia. Vendrá todo sufrimiento y vicisitud acompañado de un beneficio y de una prueba de mi amor para vosotros pueblo. 70. Como Juez os he hablado; como Juez he estado entre vosotros y mi justicia en verdad es universal. Como Maestro me habéis tenido a lo largo de estos años de enseñanza que culminaron con los tres últimos, que Yo consagré en recuerdo de aquellos tres años que prediqué en el Segundo Tiempo y en memoria también de los Tres Tiempos. Mi cátedra de Maestro es toda mi palabra. Mi revelación como Espíritu Santo es todo lo que os dije a lo largo de este tiempo de enseñanzas. Ese libro queda escrito con fuego del Espíritu Santo en vuestra conciencia, en la misma carne de vuestro propio corazón es ahora imborrable mi palabra y él palpita al compás del Universo, de todo lo que ha sido depositado en vos como algo que fue misterio impenetrable en los tiempos pasados y que se esclareció con luces maravillosas para vuestro espíritu en este Tercer Tiempo. 71. Os dejo como intérpretes de mi Obra, de mi palabra, de mis misterios. ¡Ved cómo los hombres, queriendo penetrar en la palabra del Señor, en su Ley, en las profecías de aquello que pudo entregar Juan por mi mandato divino a la humanidad, solamente se han confundido! ¿Cómo podrán llegar los hombres, los teólogos, los exegetas a la verdad? Por el testimonio que vosotros deis de lo que el Espíritu Santo os habló. El Espíritu Santo ha hecho luz en todas las cosas. No ha dejado nada en misterio. Todos los velos quedaron descorridos y el arcano abierto para el pueblo. Vosotros sois depositarios de esta luz, pues habéis sido llamados discípulos e hijos del Espíritu Santo. Pues entonces ¡Id a los hombres y a ellos hacedles comprender! Veréis cuánta alegría, cuánto goce en los hombres cuando al fin puedan leer las escrituras pasadas, comprendiendo todo lo que no podían antes entender, las profecías que han vivido, que han sido cumplidas y las que están por cumplir. 72. De este modo iréis cumpliendo con ese alto destino. ¡Oh profeta oh apóstol del Espíritu Santo, oh pueblo bendito de Israel! Así habéis sido mi discípulo en este tiempo, así me habéis tenido como Maestro y quiero que al fin me recordéis como Padre. 73. En mi mesa de amor estáis una vez más sentados. Todos sois mis discípulos. La torta de pan siempre la he hecho doce partes y las doce tribus de mi Pueblo han comido por igual. De mí santo cenáculo, la última vez que cené reunido de mis apóstoles en aquel Segundo Tiempo, al tomar el pan pude decirles: "Tomad y comed, éste es mi cuerpo. Bendije el vino, se los di a beber diciéndoles: Bebed, ésta es mi sangre. ¡"Mas después añadí: haced estas cosas en memoria mía"! 74. A lo largo de la Segunda Era, a través de ese símbolo, se ha sustentado la humanidad y al aparecer el Padre no solamente entre vosotros, pero ya no en cuerpo a través de Jesús, sino espiritualmente entre nubes, comunicado por luz de su Espíritu Divino a través de criaturas humildes, humanas, pude decir: Los tiempos han cambiado, los tiempos han pasado y hoy mi palabra es mi cuerpo divino, su esencia es mi sangre; vuestra comunión es espiritual con el Maestro; y en este instante, al entregaros por última vez mi palabra en esta forma, Yo os digo: Esta palabra que fue alimento para vosotros, que ha sido esencia y vida, redención y regeneración, salud y esperanza para este pueblo, no olvidéis que encierra esencia eterna y que aun cuando dejéis de escucharla a través del portavoz, siempre estará en vos como fuente de vida, como pan, como exquisito manjar, como bálsamo y esperanza. 75. ¡Guardad esto que os dejo y llevadlo siempre en vuestro espíritu! Mas cuando queráis penetrar en perfecta comunión con vuestro Maestro, cuando queráis recibirlo de lleno en vuestro corazón, os bastará la preparación, la limpidez de vuestro pensamiento, de vuestro ser, para que dejéis escapar el espíritu, que muy presto sabrá encontrarme. Me encontrará convertido en alimento, en sustento lleno de buen sabor y de vida. 76. ¡Así preparaos, oh pueblo, para que podáis penetrar siempre en esa comunión perfecta! No os faltará nunca mi fortaleza ni mi paz. Estáis sentados en torno mío, comiendo este pan de vida y el Maestro os dice también como en otro tiempo: Entre los humildes, entre los que mucho me han amado, entre los que me han seguido con paso paciente y firme a pesar de las pruebas, hay quienes el mañana van a entregar mi Obra en mano de la justicia humana; hay quienes van a seguir cambiando mi Obra, mi propia palabra, mi testimonio, por la vil moneda y una vez más os preguntáis vosotros: "¿Acaso el mañana: de labriego afanoso y obediente, me tornaré en el traidor?" ¿Quién es aquél, Maestro? me pregunta vuestra conciencia y Yo os digo: No lo sabéis; pero en este instante os preparo, os doy fuerza para que solamente a Mí me dejéis juzgar estas cosas. 77. Si en vuestro camino veis que se levanta el traidor, el falso, el ingrato, el débil o incrédulo, el blasfemo, el profano, perdonadle, sí, pero habladle con amor, con esta palabra de juicio con que Yo os he hablado, pero que sea mi juicio, no el tuyo, pueblo, porque el tuyo todavía no es perfecto. Mientras estéis trabajando, mientras estéis cumpliendo dentro de mi Obra pensad que no existen traidores, olvidad que existen profanos y pensad que solamente existen obedientes y a nadie juzguéis y solamente amad, perdonad y trabajad, que detrás de vuestro cumplimiento estará mi justicia ordenándolo todo, restituyendo a todo su luz, su perfección, justificando y dignificando dentro de mi Obra todas las cosas, que en su principio son perfectas y en su final también. 78. Mis últimas palabras ¿Creéis acaso que Yo pueda dirigíroslas desde los alto de una cruz? No está la humanidad regenerada. Suben hasta Mí lamentaciones, llegan hasta Mí blasfemias de los hombres, el sordo ruido de la guerra humana, llanto de niños, desconsuelo de hombres y mujeres. Veo luto y pobreza; veo reinos en decadencia y potencias próximas a desplomarse, hálitos de muerte en toda la humanidad y enmedio de todas esas voces de imprecaciones e invocaciones, una voz que surge de entre los hombres y llega hasta Mí y conmueve mi Espíritu Divino y es una palabra que dice: ¡Ven! Es lo que me dice este mundo oh pueblo ¡Ven! porque el espíritu tiene mi promesa porque los hombres saben que anuncié mi vuelta, porque los hombres han despertado a los hombres diciéndoles: El Señor anunció que volvería; porque ante la ausencia de justicia humana vuelven las almas sus ojos a Mí en busca de mi paz y mi justicia, para decirme: Señor, ¿Por qué no vienes? ¿Por qué no veis mi dolor? ¿Por qué no contemplas mi tragedia? 79. Yo te estoy contemplando, oh mundo. Mi mirada de Padre, te ve, pero mis ojos también son de juez. No me habéis querido nunca como Padre. No me has concedido realeza sobre ti. No me has querido como Maestro; solamente como juez y como juez me tienes en este instante. Para no hacer más pesado el peso en tu conciencia, no te digo que estoy sobre una cruz. Invisible estoy sobre un monte, en la cúspide de un monte, pero como en aquella cruz, con mis brazos abiertos, inmensamente abiertos para estrecharte y así como se abrió mi costado en aquel tiempo para derramar sobre de ti agua y sangre de amor hoy se abre mi Espíritu para derramar sobre todos, agua y sangre divinas de perdón, de misericordia, de paz. 80. ¡Están mis brazos abiertos! Todo mi Espíritu siente tu dolor; pero no es dolor físico, no es dolor humano, no es dolor de los espíritus atormentados. Es dolor divino, incomprensible para las criaturas limitadas, es dolor que vosotros no podéis saber, porque en verdad os digo: ¡Sed tengo, pueblo; sed tengo humanidad, de tu paz, de tu redención, de tu amor! 81. Los que están oyendo a través de un portavoz humano, no osarían en este instante levantar su mano para herir a su propio hermano, no podrían abrir sus labios para proferir ofensa alguna ante su Señor. Los que están más allá de esta manifestación, sí se hieren, sí se matan, sí se arrebatan el tesoro precioso de la vida, del bienestar y del amor. Es que en verdad, en verdad, ellos no saben lo que hacen. En este día sublime, día de amor y de justicia universal, todos aquellos que dejen su cuerpo para tramontar los espacios espirituales, escuchen una vez más la voz potente de Jesús, que desde la cima desde este monte les dice: "En verdad, hoy mismo seréis conmigo en el paraíso". 82. Todos aquellos que bajo esta influencia divina se hallen preparados, hayan despertado y me digan: "Señor, en el último día de este año llamado Santo, dejo mi cuerpo para elevarme a lo desconocido. ¡Recíbeme!" Esos, en verdad os digo, a Mí me encontrarán en mi Reino. Mas aquéllos que blasfemando cierren para siempre los ojos de la materia, cerrados los llevarán en el espíritu para mi luz y los abrirán después, después de su propio juicio. 83. Cuando Cristo, en cuanto hombre, sintió todo el dolor y por un instante en ese dolor fue abandonado por el Espíritu, pudo decir en cuanto hombre, en cuanto ser humano: "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" 84. Hoy os digo a todos los que delante de mis ojos vivís, camináis, sufrís y pecáis: Cuando sintáis la flaqueza de la carne, invocad a vuestro mismo espíritu, imitando al Maestro. El espíritu es más fuerte que la carne. La carne siempre es y será frágil. Mas cuando las pruebas fuesen muy grandes para el espíritu y superiores a él mismo, buscadme y sea entonces el único caso en que Yo os permita decir a vuestra envoltura sintiendo la ausencia del espíritu por la misma fuerza de la prueba: "¡Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" y al instante un rayo de luz será en vuestros ojos, un rayo potente en vuestro espíritu que lo levante en el camino y le de pruebas que no va solo, que Dios nunca abandona, el Padre no puede dejar a sus hijos, y menos en el instante grande de la prueba, cuando aquél está testificando en pleno a su Señor, a la verdad, a la vida. 85. Os dejo unidos y sobre vosotros un manto, un manto de ternura que os ha envuelto siempre y cuyo calor es conocido por vosotros. 86. María, a los pies de la cruz estuvo sin exhalar una sola queja ni un reproche para aquella humanidad. Por eso ante el Padre fue grande como mujer y como espíritu, porque es el Espíritu de la Maternidad Universal que está en Dios, en esta hora bendita dejo ese amor impreso en mi pueblo, porque sois el Pueblo Mariano del Tercer Tiempo, que haréis reconocer a la humanidad de este tiempo y del futuro la existencia de ese amor, de esa fragancia, de esa ternura infinita, de esa intercesión y de esa virginidad incomprendida aún por los hombres, y Ella que está en Mí y está en todo, oye esta voz que le dice: ¡Quedad siempre como Madre en todo el Universo! Y a este pueblo le digo, representando a toda la humanidad de este y de otros tiempos: Pueblo, hijo, ¡He ahí a tu Madre! 87. No debo dejar dolor ni tristeza en vuestro espíritu, porque en verdad, aunque mi Divino Espíritu está triste, muy triste hasta la muerte, debo dejar en vuestro corazón el recuerdo de que estuvisteis en el último festín, que esta última hora, sea oh pueblo amado, la que deje su recuerdo imborrable en vuestro corazón, la hora amable, la hora de comunión, de dicha por estar escuchando al Verbo como lo escuchasteis durante tanto tiempo. En esta hora en que comisteis los ricos manjares espirituales hasta colmar vuestra hambre y colmar vuestra sed espiritual, no penséis en el sufrimiento del mundo. Yo estoy con todos. No penséis en este momento en el presente. Vivid por un instante en el porvenir, en ese tiempo que os preparo de paz, y entonces miraos todos llenos de amor, circundando al Padre en esta misma mesa, mesa de amor, mesa de enseñanza, de revelaciones y de perdón. 88. ¡Tomad y comed! Mi palabra es mi cuerpo ¡Tomad bebed! Mi sangre es la esencia que he puesto en mi palabra, en donde realmente me habéis descubierto en este Tercer Tiempo. No en el portavoz, no en el sonido de su voz, no en la forma exterior de la palabra humana, sino en lo más profundo de su sentido. Ahí está la esencia que es la propia sangre de mi palabra. ¡Bebedla, también porque vosotros vais a ser el mañana pan y vino, cuerpo y sangre entre la humanidad! vais a ser salud y camino, tomad de mi fuerza y mi palabra. 89. Os dejo unidos, sentados en esta mesa meditando, mesa que nunca será tribunal, sino banquillo de discípulos, de párvulos que van a profundizarse en la Enseñanza del Maestro, que van a hacerse dignos por su preparación, de que Él se les manifieste en toda hora. El mañana voy a sorprenderos, como a los caminantes de Emaús, como aquellos apóstoles que necesitaban mi presencia y mis pruebas para poderse fortalecer, para poderse levantar y así os sorprenderé. Que entre vosotros no haya jamás falsedad, que vuestro testimonio sea siempre verdadero y entonces vuestros labios proféticos guiarán firmemente los pasos de la multitud que es este pueblo amado, y él nunca tropezará; que sepáis librarlo de los grandes riesgos y llevarlo victoriosamente hasta las mismas puertas de la Segunda Jerusalén, esa ciudad que os he brindado en este Tercer Tiempo, para que vosotros la ofrezcáis, como guardianes de ella, a la humanidad; puertas que se encuentran abiertas para todo el orbe, por las cuales han de penetrar los hombres ansiosos de verdad, hambrientos de espiritualidad, y vosotros entonces, como los buenos guías y conductores de los pueblos, les llevaréis con paso firme hasta el corazón mismo de la blanca ciudad. 90. Mi juicio ha sido dado, mi Enseñanza y mi revelación también: mi paz de Padre, mi caricia en todos vosotros. ¡Sentidla! ¡Sentid que os estrecho, en verdad y en espíritu, contra mi corazón divino! 91. ¡Oíd! Oíd la voz del Padre que comienza ya a resonar en lo profundo de vuestro corazón, que comienza ya en estos instantes a buscar eco en lo más profundo de vosotros, porque os dejo desde este instante en el tiempo de la gracia, en el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu. 92. Oh pueblo amado: ¡Id por los caminos, penetrad en los hogares y haced paz por doquier! Llevad mi testimonio y defended hasta el fin mi Obra, mi Obra Espiritualista Trinitaria Mariana, que os he venido a revelar, que os he venido a confiar en este Tercer Tiempo en cumplimiento a mi palabra dada en los tiempos pasados. 93. Vine sobre la nube; de ella hice descender mi Rayo Universal y por medio de él me habéis tenido en Verbo, en esencia, presencia y potencia, desde 1866, desde Roque Rojas hasta 1950, por el conducto de los últimos portavoces por los cuales he hecho repercutir mi palabra prepotente, mi palabra universal, que si hoy habéis conocido unos cuantos que forman mi pueblo, miembros del pueblo de Israel, elementos de las doce tribus, el mañana, por estos testigos, por estos emisarios que dejo entre la humanidad, será conocida en todo el orbe, será proclamada como verdad y será ancla de salvación, puerto salvador, estrella para todos los caminantes y reino de paz para todo el Universo, porque ésta es mi voluntad. 94. Mi paz os dejo a vosotros. ¡Adiós pueblo amado! 95. Pronto me tendréis en Espíritu Santo en plenitud... 96. ¿Por qué lloráis pueblo? 97. He aquí como os prueba mi palabra en este instante. 98. Os sigo hablando y no profano mi mandato. 99. ¡Ven a Mí, pueblo! Llora en verdad, llora pueblo, que Yo recibo tu llanto. Es frágil la carne es fuerte el espíritu, él sabe lo que ha recibido y es obediente y conforme con mi voluntad; pero tu envoltura es el niño, el niño que por momentos va a sentirse débil en su jornada y al que vais tú mismo a fortalecer. 100. ¡Ven, pueblo, y deja tu dolor en este instante ante mi planta! Abre tu corazón y hasta la última de tus quejas déjamela a mí para tornarla en paz. Mucho tiempo has acallado tu dolor, sabiendo la ausencia de mi palabra, pero en el postrer momento la carne te ha traicionado, ha flaqueado la envoltura porque es el pequeño, y también a tu envoltura la tomo en mis brazos, la adormezco en ellos y le digo: No temas, no temas que en verdad si es un cáliz amargo la vida para tus labios, Yo a través de tu espíritu lo sabré endulzar. 101. Pupilas que llorando estáis desbordando el manantial de vuestros sollozos, de vuestro dolor: ¡Llorad, que así vais a limpiaros para contemplar con limpidez el nuevo tiempo! 102. Venid a Mí, hombres y mujeres, ancianos y niños que os habéis convertido en mis testigos en mis labriegos y ante mi presencia divina desahogad todo el dolor de vuestro corazón para que este dolor cuando hayan arrojado en verdad hasta la última gota de dolor, cuando hayáis depositado en el Padre el último aliento de tristeza y el último suspiro, quede solamente habitando en el fondo de él, la alegría, la paz, la serenidad, porque quiero que seáis el pueblo dueño de la serenidad que da la conciencia por el deber cumplido y la esperanza en el nuevo tiempo preparado. 103. Sois los poseedores de mi bálsamo, dadle fuerza y salud a vuestro cuerpo y esta salud ¡Oh pueblo! llevadla por doquier. 104. Todo cuanto habéis hecho presente al Padre, en Él está; lo ha oído, lo ha escuchado, en verdad, pueblo y Yo te atiendo. 105. Por esta plegaria, ¡Toma, recibe! 106. El Universo entero reciba mi paz, mi bendición, si él sabe prepararse ¡Bendito sea! si él sabe llorar ante la partida de este tiempo ¡Bienaventurado sea si se levanta a la espiritualidad, a la regeneración y a la paz! 107. ¡Toma, oh Universo, mi paz, mi bendición, mis armas para que venzas! Mis huestes te acompañen, mi bálsamo también y pronto, pronto, oirás la voz universal del Padre, la voz del Espíritu Santo, y la imponente voz del Mundo Espiritual que en esta misma noche se manifestará a los hombres, en los pueblos, en los hogares y en los caminos, porque ésta es mi voluntad. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! FIN DEL TOMO 12